Cultura

El Campo Santo Teutónico en Roma

Desde que Carlomagno fundó junto a San Pedro una “Schola Franconia”, el camposanto ha pasado por múltiples vicisitudes hasta albergar, además de un cementerio, edificios de la Archicofradía –propietaria del conjunto–, del Pontificio Colegio de Sacerdotes Alemanes y del Instituto Romano de la Sociedad científica Görres.

José M. García Pelegrín·30 de abril de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Campo Santo Teutónico (y de los flamencos, como se denomina oficialmente) no sólo alberga el cementerio “alemán” en Roma, completamente amurallado, sino también una serie de edificios asociados. Su historia se remonta a la época de Carlomagno, cuando el Papa León IV donó este terreno al rey franco, con ocasión de su coronación imperial en Roma, en la Navidad del año 800.

Carlomagno estableció la “Schola Franconia” en Roma, una de las muchas organizaciones regionales que ofrecían hospedaje a peregrinos y compatriotas de una determinada región o zona lingüística y que se encontraban repartidas por toda la ciudad y, en particular, en los alrededores de la basílica de San Pedro. Esta Schola pronto se fusionó con el cementerio que ya desde finales del siglo VIII existía dentro de las murallas vaticanas para peregrinos de lengua alemana.

Es importante destacar que hablar de lengua “alemana” en los siglos VIII y IX es anacrónico, ya que los “francos”, origen del reino e imperio de Carlomagno, en dichos siglos estaban extendidos por la mayoría de los territorios actuales de Francia, Alemania, Bélgica, Países Bajos y norte de Italia (antiguo reino langobardo). Por tanto, el término “teutónico” es más preciso, que incluye no sólo a los alemanes actuales (tedeschi en italiano, tudesco en español antiguo), sino también a todos los que viven en el área cultural histórica de habla alemana; a su vez, el término italiano “fiamminghi” incluye a los actuales flamencos y neerlandeses.

En cualquier caso, comienza así la estrecha relación entre “alemanes” y Roma, que se continuará cuando, tras la división del imperio carolingio en el Tratado de Verdún de 843 en tres reinos, del reino franco oriental surja a comienzos del siglo X –con los denominados Otones– el Imperio romano-germánico: con Otón I (rey desde 936, emperador desde 962) comienza la tradición de que el rey alemán sea coronado por el Papa como emperador del (Sacro) Imperio Romano-Germánico, una tradición que llegaría hasta 1530: Carlos V (Carlos I de España) fue el último rey alemán en recibir de manos del Papa la corona imperial, si bien la coronación tuvo lugar en Boloña y no en Roma.

Siglos XIV – XVI

La institución del “Campo Santo Teutónico” incluía ya desde sus inicios no sólo el cementerio, sino también una iglesia y edificios adyacentes. Sin embargo, durante el Cisma de Occidente (1378-1417), el conjunto sufrió daños significativos. Sólo a mediados del siglo XV Friedrich Frid, natural de Magdeburgo, revitalizó la tradición de sepultar a peregrinos de origen alemán en el Campo Santo Teutónico, así como de reparar los edificios existentes.

Reunió a su alrededor a un grupo de ayudantes alemanes y flamencos, lo que impulsó la fundación de una Hermandad de las Ánimas Pobres en 1454, centrada en proporcionar un lugar de descanso digno a los peregrinos, así como en la conmemoración cristiana de los difuntos, el mantenimiento del servicio eclesiástico, la atención a los peregrinos y el cuidado de los compatriotas necesitados y enfermos.

El terreno perteneciente a los canónigos de San Pedro fue transferido a la hermandad. La actual iglesia de Santa Maria della Pietà fue consagrada en el año jubilar de 1500. En 1579, el Papa Gregorio XIII elevó la cofradía a la categoría de Archicofradía de la Madre Dolorosa de Dios en el “Campo Santo de los Alemanes y Flamencos”.

Siglo XIX – XX

Cuando, en el siglo XIX, comienzan a aparecer en Roma numerosos albergues no eclesiásticos, dejó de darse la necesidad de hospederías para peregrinos, al menos en el mismo grado que hasta entonces. Se planteó así la cuestión de un uso moderno del “Campo Santo”. Coincidiendo con esta circunstancia, la arqueología cristiana se convierte en una disciplina científica y experimenta un auge considerable. Además, con la Kulturkampf (o “batalla cultural“) de Prusia contra el catolicismo, Roma se convirtió en refugio para clérigos alemanes que no podían trabajar en el Reich alemán.

En 1876 se fundó en Campo Santo el Colegio de Sacerdotes como centro de estudios con biblioteca y colección paleocristiana, bajo el rectorado de Anton de Waal (1873-1917). Unos años más tarde, en 1888, fija su sede en dicho Colegio también el Instituto Romano de la Sociedad científica Görres. Los edificios que ocupan ambas instituciones son puestos gratuitamente a disposición por la Archicofradía. Con la fundación del Estado Vaticano en 1929 por los Tratados de Letrán, el Campo Santo goza de estatuto de extraterritorialidad. En 1943/44, durante la ocupación alemana de Roma, allí encontraron refugio unas 50 personas.

Tras la Segunda Guerra Mundial, la Archicofradía, el Colegio de Sacerdotes y el Instituto Görres reanudaron su ya consolidada cooperación. El Campo Santo experimentó un rápido auge, que se reflejó en una renovación y ampliación a gran escala de los edificios en las décadas de 1960 y 1970. Bajo el dilatado rectorado de Erwin Gatz (1975-2010), que también fue director del Instituto Görres, se inició una fase de consolidación institucional y perfilación académica.

El Campo Santo Teutónico en Roma
El Papa Francisco celebra misa en la capilla del Campo Santo Teutónico en la festividad de Todos los Difuntos ©CNS photo/Vatican Media

El Campo Santo Teutónico en la actualidad

Actualmente, además del “cementerio alemán”, completamente amurallado, el “camposanto” alberga la iglesia de Santa María de la Piedad, sede de la Archicofradía de Nuestra Señora de los Dolores (Mater Dolorosa) de los Alemanes y Flamencos, propietaria del Campo Santo Teutónico, así como el Pontificio Colegio de Sacerdotes Alemanes y el Instituto Romano de la Sociedad científica Görres.

Aunque se trata del único cementerio sito dentro de las murallas de la Ciudad del Vaticano y se encuentra justo al lado de la Basílica de San Pedro, no forma parte del Vaticano sino del territorio italiano: los Tratados de Letrán de 1929 hicieron del lugar una posesión extraterritorial de la Santa Sede. Con todo, sólo es posible acceder a él a través del territorio vaticano.

Tanto al cementerio como a la iglesia del Campo Santo Teutónico se puede acudir todos los días de 9.00 a 12.00 horas (excepto los miércoles, durante la audiencia papal). Asimismo se puede asistir a la Santa Misa que se celebra en la iglesia –excepto en el mes de agosto– a diario a las 7.00 h (los domingos, a las 10.00 h).

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