América Latina

Rodrigo Martínez: “La enseñanza religiosa escolar tiene el desafío de fortalecer su identidad”

En esta entrevista con Omnes, Rodrigo Martínez, presidente de la Junta Regional de Educación Católica del obispado de San Isidro (Argentina) subraya cómo la enseñanza religiosa escolar necesita una reflexión amplia sobre la religiosidad popular y una formación en la materia y en la didáctica del profesorado para responder a los retos actuales de la enseñanza.

Maria José Atienza·19 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 6 minutos
rodrigo martínez

Rodrigo Martínez, presidente de la Junta Regional de Educación Católica del obispado de San Isidro, en Argentina.

Rodrigo Martínez será uno de los ponentes del Encuentro Iberoamericano de Profesores de Humanidades que se celebrará en Madrid entre los días 6 y 7 de mayo, impulsado por Siena Educación.

Profesores de las áreas de Religión, Historia, Filosofía o Literatura tienen una cita en este encuentro que aunará ponencias, conferencias, talleres y visitas culturales de alto nivel y dirigido a docentes de España y América Latina.

Este Encuentro toma el testigo, ampliado, del I Encuentro Iberoamericano de profesores de religión, realizado el año pasado y que tuvo una excelente acogida y participación.

Rodrigo Martínez preside de la Junta Regional de Educación Católica del obispado de San Isidro (Argentina) y, desde hace años, estudia la presencia de la enseñanza religiosa en el ámbito de las escuelas públicas o de gestión estatal en América Latina.

Este es, de hecho, el tema de su presentación en el Encuentro de Humanidades. En esta entrevista con Omnes, Martínez subraya cómo la enseñanza religiosa escolar necesita una reflexión amplia sobre la religiosidad popular y una formación en la materia y en la didáctica del profesorado para responder a los retos actuales de la enseñanza.

En América Latina el panorama de la enseñanza religiosa escolar es diversos según los países. ¿Podría dibujar un mapa de la enseñanza de Religión en la actualidad?

–La primera distinción que hay que hacer en relación a la presencia de la enseñanza de la religión en la escuela hay que verla entre aquellos países que tienen la posibilidad, en sus legislaciones, de que la enseñanza religiosa se pueda impartir en las escuelas públicas o de gestión estatal y en aquellos que no la permiten.

En los países de tradición hispana o portuguesa de América Latina, tenemos diez casos en los que está habilitada la enseñanza religiosa en la escuela de gestión estatal en alguno de los modelos y otros diez que no.

Entre los que sí tienen esta enseñanza en la escuela pública, el modelo que parece prevalecer es el modelo pluriconfesional. En este modelo, el estado habilita un número de confesiones religiosas para que puedan hacer sus programaciones y formar a sus profesores para la enseñanza religiosa escolar. Es el modelo, por ejemplo, que encontramos en Chile, Colombia, o Brasil.

Es cierto que, en la práctica, la enseñanza religiosa escolar se reduce, muchas veces a la católica; en algunos lugares, católica y evangélica y no hay experiencia con otras religiones, aunque, por ejemplo, como ocurre en Chile, la legislación contempla un número muy elevado de religiones que podrían brindar la enseñanza religiosa.

Desde algunos ámbitos, más críticos con la presencia de enseñanza religiosa, se habla de un modelo no confesional, que presenta el fenómeno religioso como un hecho cultural, que hay que estudiar por su importancia cultural, etc., pero, en la práctica ese modelo apenas tiene presencia en la región. Quizás, Bolivia tiende un poco a este tipo, pero no parece que tenga mucho arraigo en América latina.

Por otra parte, el modelo católico como única opción, apenas existe, sólo en Perú. La mayoría de los países optan por modelos pluriconfesionales, de raíz cristiana como hemos visto.

¿Cómo se definen, en estos países, las confesiones a las que se habilita? ¿Se hace en relación a su presencia en la sociedad?

–Generalmente, estos países tienen tradición católica. Ése era el modelo que prevalecía. Más tarde, a través de sucesivas reformas de las legislaciones educativas habilita la presencia de otras confesiones religiosas. En el caso de Colombia, por ejemplo, la ley habla de la confesión cristiana católica y cristianas no católicas. En Brasil, donde las denominaciones evangélicas son más fuertes, aparecen más detalladas. Pero en general, no se realiza esta puntualización basada en el porcentaje de presencia.

En el caso de los países de América Latina. ¿Hay estabilidad en sus legislaciones educativas?

–Los modelos que encontramos ahora en cada país son fruto de las reformas sucesivas, aunque es cierto que no se han experimentado grandes cambios en los últimos años. Ha habido variaciones quizás relativas a los diseños curriculares, etc.

Por otro lado, en algunos países, sí se ha vivido la presentación de recursos, por parte de algún movimiento político o asociación civil para eliminar la enseñanza religiosa del currículo escolar. En relación a los resultados de este tipo de acciones hemos visto tres consecuencias diferentes.

En Argentina existe un sistema federal, en el que cada provincia determina su sistema educativo; antes, había dos provincias que impartían enseñanza religiosa en la escuela pública: Salta y Tucumán. En Salta hubo una presentación en contra de esta presencia de la enseñanza religiosa en la escuela de gestión estatal que llegó a la corte suprema de la nación y se eliminó la enseñanza religiosa en la escuela pública en la forma que se planteaba: de corte confesional y católico. Tras el recurso pasó a habilitarse fuera del horario escolar. Ahora sólo queda una provincia con esta posibilidad, Tucumán.

En el caso de Brasil hubo una iniciativa del estilo. En este caso, la presentación de un recurso para que la enseñanza de la Religión no fuera confesional. En este caso, la corte de Brasil avaló la constitucionalidad de que la enseñanza religiosa sea confesional.

El tercer caso lo encontramos en Costa Rica donde hubo una presentación, también sobre la confesionalidad, que surgió en relación a la formación del profesorado de Religión, que era potestad exclusiva de la Iglesia católica. Ante este recurso, el tribunal superior falló que podía haber otro tipo de formación, por lo que la enseñanza religiosa escolar dejaba de ser exclusivamente católica. Eso derivó en una reforma del plan de estudios hacia un modelo que podríamos llamar ecléctico.

Lo que vemos es que la cuestión se centra, principalmente, en la confesionalidad, por eso los modelos pluriconfesional o interconfesional pueden ser un camino para seguir sosteniendo el espacio de la enseñanza religiosa en la escuela estatal.

¿Cómo se atiende a la formación del profesorado de Religión en estos países?¿Cuáles son sus desafíos?

–El panorama es diverso. En los modelos confesionales o pluriconfesionales suele darse a la confesión religiosa la potestad de la formación. En este campo, la Iglesia católica, por su larga tradición en esta tarea, posee muchos mas recursos para la formación de profesores.

Pensando en los desafíos de la formación de este profesorado creo que,-hablando del modelo donde existe enseñanza religiosa en la escuela estatal- estos retos se centrar, sobre todo, en conseguir una formación acorde a la identidad de esta disciplina escolar. Una formación que posea claridad conceptual de lo que es la enseñanza de la religión la capacidad de presentarla a unos alumnos, de los que no tenemos que presuponer que son católicos.

En América Latina tenemos una mayoría de bautizados, pero eso no significa que conozcan su fe. En el caos de la religión, aun más porque hablamos de unos conocimientos que no suponen la fe, pero pueden despertarla. Esto sería muy interesante, saber transmitir y presentar los conocimientos de la religión católica de tal modo que aquel alumno que tiene fe, mediante la asignatura pueda fortalecer su fe; que quien está en búsqueda pueda cuestionarse y quizás encontrar una respuesta y aquellos no tienen fe puedan contrastar su postura con la mirada de la Iglesia.

En un mundo podríamos llamar post-secular, ¿qué aporta la enseñanza religiosa en el ámbito de la escuela?

–El concepto post-secular nace a finales del XIX donde se promulgaba el fin de las religiones. Un momento que coincide con el nacimiento de los sistemas legales propios en muchos países de Latinoamerica.

La historia nos confirma que la religión no desaparece. Estamos en un mundo que es religioso, la religión sigue, de hecho, estando presente, aunque quizás de otra manera. Por eso pongo el acento en esta necesidad de descubrir de qué modo se presenta ahora este anhelo de religiosidad.

En América Latina, por ejemplo, yo echo en falta una reflexión, en todo el currículo de la enseñanza de la religión escolar, de lo que significa la religiosidad popular. La religiosidad popular en América Latina es un elemento muy fuerte y parece que no entra en estos planes de estudio. Creo que ése puede ser un camino para descubrir algunas realidades que conforman esa identidad religiosa que tiene el ser humano. En el caso de América Latina, el pueblo latinoamericano mas allá de la secularización que existe, convive con esas expresiones religiosas populares: personas que no son practicantes en el sentido estricto pero que tienen sus devociones, tradiciones, que sigue bautizando a sus hijos, por ejemplo. El otro camino es descubrir el valor de la religión para la convivencia en el mundo de hoy.

La apertura al diálogo intercultural e interreligioso es, en la actualidad, un reto urgente, porque ayuda a la convivencia a la fraternidad y este es un valor intrínseco de la religión católica y que constituye, frente a los estados, un argumento de fuerza.

Más allá de las “discusiones teóricas” en el día a día, la gente sigue buscando respuestas religiosas, a veces en filosofías o en supersticiones, pero sigue en búsqueda. La enseñanza de la Religión puede ser, en este contexto, un camino natural para encontrar las respuestas.

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