España

Cardenal Omella: «No valen tentativas reformistas que fragmenten la convivencia en España»

El presidente de la Conferencia Episcopal Española se ha mostrado dispuesto a colaborar en el trabajo por la cohesión social ante una fractura social evidente. En su discurso de apertura de la 123º Asamblea Plenaria de los obispos españoles, Juan José Omella ha afirmado que "la reforma es siempre necesaria, pero ha de respetar los mecanismos legales establecidos para ello”.

Maria José Atienza·20 de noviembre de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos
omella cee

Foto: Sesión inaugural del la 123 Asamblea Plenaria de los obispos españoles

La asamblea plenaria de los obispos españoles ha dado comienzo el lunes 20 de noviembre con varios temas sobre la mesa: la fractura socio política que marca el contexto social español, la gestión de los abusos en la Iglesia y, en el trasfondo, el encuentro con el Papa Francisco el próximo 28 para abordar los resultados de la visita a los seminario españoles. 

El cardenal arzobispo de Barcelona y presidente de los obispos españoles, monseñor Juan José Omella ha abierto esta Plenaria con un discurso centrado en los retos de la Iglesia en España en “un momento marcado por la guerra, la polarización y la crisis económica, social y política en nuestro país.” En este sentido, se ha referido “los más de 11 millones de personas que en España viven en situación de exclusión social, o los casi 5 millones, mayormente adolescentes y jóvenes, que se sienten solos”. 

Ante un contexto que ha calificado de “polarizado”, el presidente de la CEE ha hecho una llamada a permanecer “más unidos que nunca” y ha destacado que “el mundo necesita que testimoniemos la ganancia humana y existencial que supone mirar la realidad desde la fe”. 

Signos de esperanza: jóvenes y Sínodo

El presidente de los obispos españoles ha señalado el Sínodo como un signo de esperanza en la Iglesia y la sociedad.

En este punto, Omella ha afirmado que en el Sínodo “hemos hecho un esfuerzo para superar la tentación de ir a la defensiva o a la impositiva, y nos hemos esforzado en escuchar con atención al que habla, poniendo especial atención a la voz interior y a las mociones que suscita el Espíritu Santo”.

Un ejercicio de unidad y que, en palabras del arzobispo de Barcelona “es el gran signo que el mundo espera, la condición necesaria para que el mundo acoja el anuncio de Cristo que lleva a cabo la Iglesia.” 

El presidente de la CEE también ha hecho mención de la esperanza mostrada en el más de un millón de jóvenes que participó en la reciente Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa.

Un signo de esperanza para el que el arzobispo de Barcelona ha propuesto “renovar nuestras estructuras de modo que seamos capaces de acoger a esta juventud desorientada y sedienta en nuestras parroquias, movimientos, colegios, universidades, hospitales, centros de Cáritas y demás instituciones.” 

«Educar en la responsabilidad sexual no es el aborto»

La educación, en especia, la importancia del acompañamiento a niños y jóvenes y la educación afectivo sexual también ha estado presente en el discurso de apertura de esta plenaria.

Omella ha apuntado al abandono escolar, la pérdida de autoridad en el aula y el problema creciente de hipersexualizacion y violencia agravado por el mal uso de las pantallas.

En este punto, el arzobispo de Barcelona ha apelado a “no engañarles con sucedáneos. La felicidad en mayúsculas pasa por el amor y no por la pornografía, por el servicio y no por el esperar a que lo hagan los demás, por la entrega y no por el vivir para uno mismo, por la amistad sincera y no por el utilizar a las personas para mi bien, por buscar el bien del otro y no por excluir al que no piensa como yo, por cuidar del más frágil en lugar de burlarse de él (bullying) o dejarlo solo para que se muera de pena, por descubrir la verdadera vocación y no por elegir en función del dinero. Enseñarles que uno no puede ser feliz al margen del otro. Que mi felicidad crece en la medida que avanza la de los que me rodean.” 

Omella ha subrayado el reto de la educación afectiva sexual de los niños y adolescentes. En este punto ha destacado la necesidad de “enseñar a vivir todo con responsabilidad, también la sexualidad. La unión sexual entre un hombre y una mujer es un acto que puede ser fuente de una nueva vida y, por lo tanto, es necesario educar a los jóvenes a actuar por amor y teniendo en cuenta si pueden o no asumir la responsabilidad de sus actos, esto es, de si pueden o no acoger dignamente a un bebé. Educar en la responsabilidad es saber decir no a tener una relación si no se puede acoger la vida que podría llegar. Educar en la responsabilidad sexual no es el aborto, sino presentar la bellísima relación que tienen la sexualidad, el amor y la vida. Educar es aprender a saber esperar y, si uno no ha sido capaz, enseñar a asumir siempre las consecuencias de los actos, como sucede en todos los ámbitos de la vida.”

En este reto, de hecho, ha enmarcado Omella el congreso “Iglesia en la Educación” que está previsto que se celebre en Madrid el 24 de febrero de 2024. 

Condena de la extrapolación de datos de abuso sexual

“De ninguna manera, pretendemos buscar excusas o justificaciones para eludir cualquier responsabilidad que pueda correspondernos como Institución”, ha continuado el presidente de los obispos españoles en relación con la gestión de la Iglesia en España ante los abusos. 

Omella ha destacado el trabajo permanente de “endurecimiento y revisión de los protocolos de seguridad y formación, así como colaborando estrechamente con las autoridades civiles para garantizar que los responsables de esta clase de actos sean llevados ante la justicia”.

El presidente de la CEE ha hecho mención al Informe presentado por el Defensor del Pueblo en España en el que “la Iglesia ha colaborado aportando toda la información de la que disponía” y ha denunciado la infundada extrapolación de los datos realizada por algunos medios a raíz de una encuesta realizada por GAD3 incluida en el Informe.

“¿Qué finalidad hay detrás de este disparate?” se ha preguntado Omella que ha subrayado que “es especialmente preocupante para nosotros que esto haya generado una imagen perjudicial de nuestra misión en general. Es injusto que se les atribuya el mal causado por una minoría. Dicha situación es inaceptable y exige una revisión exhaustiva e imparcial de los datos, para corregir cualquier sesgo que pueda haber sido extrapolado de manera maliciosa. Hemos revisado la información sobre la referida encuesta que aporta el Defensor del Pueblo en su informe y, francamente, nos resulta imposible confiar en la veracidad y fiabilidad de tales resultados”.

Una injusticia ante la que el presidente de los obispos españoles ha reiterado su “estima y consideración hacia los sacerdotes y religiosos de nuestra Iglesia”’y ha hecho un “llamamiento a los fieles católicos animándolos a que les muestren su aprecio y confianza”. 

España, tierra de acogida 

El arzobispo de Barcelona ha recordado en su discurso que 1 de cada 5 españoles en la actualidad es de origen foráneo. España es tierra de acogida y “esto ha transformado la sociedad española y, con ella, nuestras diócesis, parroquias, y comunidades eclesiales” ha recordado Omella. 

Sin embargo, la realidad de las migraciones en España tiene una cara mas dura: la inmigración irregular y, en especial, las migraciones por vía marítima que muchas veces se convierte en una “ruta trágica que acaba tantas veces en la muerte, y resulta un destino deplorable cuando no somos capaces de ofrecer posibilidades humanamente aceptables de acogida y posterior integración”. El presidente de la CEE ha calificado de “cortoplacistas” las políticas de las administraciones públicas española y europea ante la realidad migratoria. 

Problemas socioeconómicos 

El actual panorama socioeconómico de España, marcado por un ascenso del paro, el creciente riesgo de exclusión social y la inflación han estado también presentes en el discurso de apertura de esta asamblea plenaria.

El presidente ha mostrado la disposición de la CEE a colaborar con las administraciones públicas en varios puntos: 
-Abordar la precariedad laboral desde una perspectiva integral.
-Consolidar y desarrollar un sistema de garantía de ingresos mínimos.
-Mejorar el acceso a una vivienda digna
-Garantizar la protección a la infancia y a la familia
-Avanzar en la regularización de las personas migrantes. 

“Todos los pactos son lícitos si respetan el ordenamiento jurídico”

España atraviesa en estos momentos unas jornadas especialmente e intensas en el plano político y social. Los recientes pactos de investidura del Gobierno español y sus consecuencias en el ordenamiento jurídico y la igualdad social no han pasado desapercibidas en el inicio de esta Asamblea.

En este punto, Omella ha hecho un llamamiento a “dirigentes políticos y a los líderes sociales y de opinión a que pongan todo lo que esté de su mano para bajar el clima de crispación social”. 

El presidente de los obispos españoles ha dedicado un elocuente párrafo a los pactos de gobierno al que ha sumado, además, algunas palabras fuera de guión. En este delicado punto, el presidente de los obispos españoles ha querido destacar su «llamamiento al diálogo social entre todas las instituciones de la sociedad española sin cordones sanitarios ni exclusiones».

Aunque no se ha referido explícitamente a la amnistía, el cardenal arzobispo de Barcelona ha dejado claro que : «todos los pactos son lícitos en la medida que respeten el ordenamiento jurídico, el Estado de Derecho, la separación de Poderes de nuestra democracia, aseguren la igualdad de todos los españoles y garanticen el equilibrio político, económico y social que nos hemos dado los españoles en la Constitución de 1978, que culminó el intenso camino de la Transición».

Omella ha subrayado la necesidad de un acuerdo común, que garantice la igualdad de los españoles y evite fracturas sociales como las que atraviesa España: «Cualquier acuerdo que trate de modificar el statu quo pactado por todos los españoles en la Constitución de 1978 debería contar no solo con el consenso de todas las fuerzas políticas de nuestro arco parlamentario, sino también con el apoyo de una mayoría muy cualificada de la sociedad, como establece la propia Constitución» ha afirmado el presidente de la CEE.

Omella ha continuado «de no ser así, tales pactos solo conducirán a una mayor división y confrontación entre los españoles. No vale el inmovilismo para frenar cualquier reforma. Pero tampoco valen tentativas reformistas que fragmenten la convivencia en España. La reforma es siempre necesaria, pero ha de respetar los mecanismos legales establecidos para ello, ha de buscar el bien común de todos y ha de contar siempre con el consenso de la gran mayoría de los ciudadanos”. 

Juan José Omella se ha «saltado» el guión de su intervención para pedir al nuevo presidente del Gobierno de España que «trabaje activamente con el conjunto de todas las fuerzas políticas para recuperar la cohesión social y dedique todas sus fuerzas a coser las heridas sociales que han provocado algunos de los recientes pactos de investidura“

Auza agradece el informe del Defensor del Pueblo sobre los abusos en la Iglesia

Por su parte, el Nuncio de la Santa Sede en España ha querido poner el acento en tres puntos: la dignidad humana, la libertad de conciencia, la educación y el trabajo realizado en favor de la eliminación de los abusos sexuales en los ámbitos de la Iglesia. 

Bernardito Auza ha hecho una llamada a la “tarea permanente poner atención a los variables aspectos de la vida de las personas, por lo que debe concienciarse a la sociedad”. Entre estos aspectos, Auza ha destacado la incidencia del aborto, la situación de exclusión de más de 11 millones de personas en España, la situación de tantas personas migrantes. 

Auza ha apuntado su interés por los trabajos de la Plenaria en relación a la educación “por su relación con la educación moral y de la conciencia”. En este sentido, ha hecho referencia a uno de los temas que se tratarán estos días: la propuesta de la Orden de los Carmelitas Descalzos para la declaración de santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein) como Doctora de la Iglesia universal y de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales para la declaración de san John Henry Newman como Doctor de la Iglesia universal. Ambos santos han sido citados por el Nuncio como ejemplos que «ayudan al hombre de hoy en el centro neurálgico de sus vacilaciones y vicisitudes personales».

Unida a esta libertad de conciencia, el Nuncio ha expresado su deseo de que «la educación que nuestros colegios imparten sea una ayuda en la formación de los niños y jóvenes en la búsqueda de la verdad que hace recta su libertad y su conciencia».

Así como los obispos han querido poner de relieve algunas desinformación surgidas a raíz de la presentación del Informe , el Nuncio ha querido agradecer «al Defensor del Pueblo y a su equipo de expertos por su trabajo, y expresamos nuestro compromiso de que las recomendaciones serán examinadas con más profundidad, en colaboración con todas las instituciones y todas las personas de buena voluntad». Especialmente, Auza ha destacado «de manera especial su»acertada decisión de situar a las víctimas en el centro del Informe y en el corazón de sus recomendaciones».

Por último, el representante de la Santa Sede en España se ha referido a la coyuntura sociopolítica actual de España agradeciendo a la Conferencia Episcopal «que, acompañando al pueblo español en una Transición democrática alabada y admirada por el concierto de las naciones, se empeña permanentemente por asegurar su «su contribución a mantener la bienquerencia, la concordia y la convivencia en paz, en servicio de todos los españoles». Confío que ustedes y sus colaboradores sabrán acompañar cada situación con sabiduría, prudencia y solicitud».

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