Vaticano

Miércoles de Ceniza: el Papa anima a vencer la pereza y a la oración

En el inicio de la Cuaresma con el Miércoles de Ceniza, el Papa Francisco ha alentado a intensificar la oración por la paz en el mundo, y a luchar contra la acedia y la pereza, con la paciencia de la fe, la perseverancia en la presencia de Dios en las situaciones difíciles “aquí y ahora”, agradeciendo el testimonio del cardenal Simoni.

Francisco Otamendi·14 de febrero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos
audiencia cuaresma

Las afectuosas palabras y el saludo público del Papa al cardenal Ernest Simoni, de 95 años, que padeció 28 años en la cárcel comunista en Albania, y sigue dando “testimonio trabajando para la Iglesia, sin desanimarse”, han ejemplificado el antídoto que propone el Santo Padre contra la tentación de la acedia o la pereza, una de sus consecuencias.

El Pontífice ha meditado en la Audiencia de este Miércoles de Ceniza, comienzo de la Cuaresma, en la octava sesión de su ciclo de catequesis sobre “Los vicios y las virtudes”, sobre la acedia, que “se sustituye más comúnmente por la pereza, que es uno de sus efectos”. 

La lectura elegida ha sido la de san Mateo, capítulo 26, correspondiente al comienzo de la oración de Jesús en Getsemaní, cuando el Señor encuentra a los discípulos dormidos, y les recuerda la necesidad de orar, porque el Espíritu está dispuesto pero la carne es débil.

La paciencia de la fe

“La acedia es una tentación muy peligrosa, que nos lleva a ver todo gris, monótono y aburrido”, y “puede inducirnos a abandonar el buen camino que habíamos emprendido, y llevarnos incluso a perder el sentido de la propia existencia”, ha manifestado Francisco a los peregrinos de diversas lenguas, tras el resumen realizado en el Aula Pablo VI por los lectores, hoy todas mujeres, religiosas y laicas, salvo el lector árabe.

Acedia significa «despreocupación por la propia existencia», ha añadido, y “recuerda a la depresión: la vida pierde sentido, la oración parece aburrida, cada batalla parece sin sentido. Es un poco como morir prematuramente”.

Entre los remedios, “los maestros de espiritualidad señalan la paciencia de la fe. Incluso cuando, bajo la influencia de la acedia, deseamos huir de la realidad, hay que tener el valor de permanecer y aceptar en mi “aquí y ahora” la presencia de Dios. “La acedia ni siquiera ha perdonado a los santos, que nos enseñan a vivir con paciencia la noche de la fe”, ha señalado.

“En esos momentos oscuros es preciso ser pacientes, aceptando nuestra pobreza y confiando siempre en Jesús, que nunca nos abandona”.

Acompañar a Jesús con la oración, el ayuno y la limosna

Al referirse al Miércoles de ceniza, el Papa ha recordado a los peregrinos de los diversos países que “hoy comenzamos la Cuaresma. Los invito durante este tiempo a acompañar a Jesús en el desierto con la oración, el ayuno y la limosna, dando testimonio de la fe con alegría y humildad”.

Al final, en su mensaje a los fieles italianos, y subrayando el mensaje principal en este día: “Hoy comienza la Cuaresma, preparémonos para vivir este tiempo como una oportunidad de conversión y renovación interior en la escucha de la Palabra de Dios, en la atención a los hermanos y hermanas que necesitan nuestra ayuda y en la intensificación de la oración, especialmente para obtener el don de la paz en el mundo”.

Francisco ha concretado finalmente su petición final en estos meses. “No olvidemos nunca a la martirizada Ucrania, y a Israel y Palestina, que sufren tanto. Recemos por todos estos hermanos que padecen la guerra. Vayamos adelante en la escucha de la Palabra de Dios, intensificando la oración, para pedir la paz en el mundo. A todos mi bendición”.

El camino para construir la paz 

Antes de saludar al cardenal Simoni, el Santo Padre recordó que todos hemos oído o leído las historia de los primeros mártires, tantos en la Iglesia, muchos han sido sepultados aquí, en la excavaciones se encuentran estas tumbas, pero” también hoy hay muchísimos mártires, quizá más que en el inicio. Hay tantos perseguidos…”. Y se ha dirigido al anciano cardenal, al que ha definido como “un mártir vivo”.

Antes, en sus palabras a los peregrinos polacos, que se han manifestado ruidosamente, el Papa ha informado que “hoy se celebra en todas las iglesias de vuestro país una colecta para ayudar a Ucrania. Ante tantas guerras, no cerremos nuestro corazón a los necesitados. Que la oración, el ayuno y la limosna sean el camino para construir la paz. ¡Os bendigo a vosotros y a vuestras familias!”.Esta tarde, el Pontífice participará en la procesión penitencial en la iglesia de San Anselmo, y en la santa Misa, bendición e imposición de la ceniza en la basílica de Santa Sabina, a partir de las 16,30 horas.

El autorFrancisco Otamendi

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