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“Los HLD pretenden facilitar el diálogo entre las culturas”

Preguntamos a Luis Martín Lozano, de la Saxum Foundation, por la ediciones anteriores de los Holy Land Dialogues y por las ideas que los mueven.

Alejandro Vázquez-Dodero·17 de junio de 2020·Tiempo de lectura: 3 minutos
Participantes en el encuentro, en las instalaciones del Saxum Visitor Center.

¿Cómo surge la idea de los Holy Land Dialogues?

–Mons. Álvaro del Portillo quería acercar la Tierra Santa a muchas personas y promover la aspiración a la paz. El proyecto Saxum trata de materializar este deseo. Por eso en los Holy Land Dialogues (HLD) se pretende facilitar el diálogo entre las culturas. Es un proyecto que quiere unirse a tantas iniciativas que dan a conocer la tierra en la que nació Jesucristo, algunas de ellas con siglos de presencia en la región.

Tienen el aliciente de desarrollarse en el lugar en que vivió Jesús, además de ser un punto en el que confluyen diversos credos, cada uno con sus orígenes y nexos comunes. Por eso todo encuentro que se celebre allí queda envuelto en un clima que invita a diálogo.

La sinergia entre las visitas a los Lugares Santos y la dimensión cultural contribuye a una visión más amplia de los distintos modos de pensar y de abordar la realidad religiosa.

¿Cuáles fueron los temas tratados en ediciones anteriores a la de 2020?

–La primera edición se celebró en noviembre de 2016. Participaron unas 400 personas de una treintena de países, y el tema fue Promover la paz y el entendimiento. Se abordaron cuestiones como el impacto del pensamiento judeocristiano en la ciencia y el arte, la transformación personal en los Lugares Santos desde la época primitiva a la actualidad y la cultura del encuentro. Entre los ponentes principales se encontraban el Ministro de Turismo de Israel, Yariv Levin, Andrew Briggs, profesor de la Universidad de Oxford, y Eric Cohen, director ejecutivo de Tikva Fund.

La segunda edición, que tuvo lugar en febrero de 2018, congregó a unas 200 personas de una veintena de países. Los ponentes principales fueron Melanie Phillips, que disertó sobre la defensa de Occidente a través de la Biblia Hebrea, y Russell Ronald Reno, que disertó sobre Jerusalén como santidad encarnada.

¿Qué tipo de personas participan en los HLD?

–A la primera edición acudieron mayoritariamente benefactores del proyecto Saxum. Luego el proyecto se ha extendido como las ondas de la piedra lanzada en el lago, sobre todo entre amigos y conocidos. No hay que olvidar que quien peregrina a Tierra Santa vive una experiencia única, que desea comunicar a otros y repetir personalmente. Así, han surgido los Amigos de Saxum por todo el mundo, que comparten la misma misión, deseando que sean muchos los que peregrinen a Tierra Santa y que su estancia sea un motivo de renovación interior.

La edición de 2020 ha tenido un claro carácter interreligioso. ¿Es definitorio de los HLD?

–Tierra Santa es un espacio geográfico único, donde conviven las costumbres y la historia de cristianos, judíos y musulmanes. HLD trata de integrarse en esa realidad compleja, en la que los cristianos estamos llamados a ser como la levadura en la promoción de la paz.

Por esto la dimensión interreligiosa e intercultural es definitoria de los HLD. Añade un nuevo factor a la peregrinación y la convierten en algo complementario. Para los cristianos la religiosidad que se respira, las visitas a los Lugares Santos y las actividades culturales contribuyen a que muchas personas regresen a sus hogares con una fe más viva y un conocimiento más profundo de sus raíces culturales.

¿Qué es el Saxum Visitor Center?

–El Saxum Visitor Center – Camino de Emaús se encuentra a 12 kilómetros de Jerusalén, en el camino a Emaús-Nicópolis. Es un centro de interpretación que ayuda a los visitantes a conocer la tierra de Jesucristo. A través de recursos multimedia, como pantallas táctiles, maquetas y mapas, el peregrino comprende mejor los Lugares Santos que ha visitado o que va a visitar.

Incluye también una línea de tiempo que combina las fechas de la historia de la civilización humana con las del Antiguo Testamento.

Además, dispone de una capilla con un aforo de 80 personas, donde los peregrinos pueden celebrar la Santa Misa, con confesonarios a su disposición. En sus instalaciones cuenta también con una amplia terraza con vistas al valle y una cafetería donde el visitante puede reposar.

Desde ese centro se pueden recorrer los últimos 18 kilómetros del camino de Emaús. Es un modo de revivir la escena relatada en el Evangelio de Lucas, según la cual el domingo de Resurrección Jesús se apareció a dos discípulos procedentes de Jerusalén, quienes, decepcionados como estaban por la ausencia del Señor, finalmente le reconocieron al partir el pan.

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