Cultura

Los santuarios marianos más importantes de Alemania

Además de lugares "clásicos" de peregrinación, en Baviera y en Renania, las regiones tradicionalmente católicas del país, actualmente están experimentando un notable impulso dos santuarios situados en el territorio de la extinta RDA.

José M. García Pelegrín·7 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Nuestra Señora de Altötting, en Baviera ©Siddhartha Finner

A diferencia de otros países, que cuentan con un santuario nacional reconocido, como Guadalupe, El Pilar o Aparecida, en Alemania no existe un lugar de peregrinación considerado nacional. Si acaso, Altötting, el principal lugar de peregrinación del país, y santuario “nacional” de Baviera. La figura de la Virgen negra de madera de tilo ha sido objeto de peregrinación desde el siglo XIV. Hoy en día, más de un millón de personas continúan peregrinando a Altötting cada año.

Altötting

Su historia se remonta al año 700, cuando se construyó un baptisterio en el lugar. Según la tradición, Ruperto de Salzburgo trajo a Altötting una primera imagen de la Virgen María. Los sucesores de Carlomagno, en el siglo IX, construyeron un monasterio y una basílica, que fueron destruidos en los ataques húngaros. Tras dos curaciones milagrosas en el siglo XIV, la afluencia de peregrinos superó las dimensiones de la pequeña Capilla de la Misericordia, lo que llevó a la construcción de una iglesia abacial gótica en el siglo XV. Hoy en día, la Plaza de la Capilla incluye la capilla original, la abadía, la iglesia barroca de Santa Magdalena, la Congregación de Hombres Marianos y las oficinas del Rector.

Además de emperadores, reyes y nobles, en 1980 rezó aquí el Papa Juan Pablo II. En 2006, Benedicto XVI peregrinó a Altötting y depositó ante la imagen el anillo episcopal que había llevado hasta su elección como Papa. Con todo, Altötting es un santuario para el pueblo llano, como reza un proverbio bávaro: “De la puerta de cada casa parte un camino a Altötting”.

La Virgen milagrosa de Neviges

En Renania, la otra región mayoritariamente católica de Alemania, hay numerosos santuarios marianos como la Virgen Negra (“Schwarze Muttergottes”) en la Kupfergasse, en pleno centro de Colonia, o el de Neviges, también en la diócesis de Colonia. Este último es lugar de peregrinación desde 1681 y tiene la particularidad de que el objeto de la peregrinación, la “Virgen milagrosa de Neviges”, es una página extraída de un libro de oraciones, con un grabado de la Inmaculada Concepción; el libro se publicó por primera vez en 1660;

la imagen procede de la edición de 1664, en la que la imagen ocupaba la página 254. A principios del siglo XX se le conocía como el “Lourdes alemán” por el elevado número de peregrinaciones. La construcción de la iglesia moderna actual tuvo lugar entre 1966 y 1968, diseñada por el arquitecto Gottfried Böhm. El cardenal Karol Wojtyła visitó Neviges junto a otros obispos alemanes y polacos el 23 de septiembre de 1978, 23 días antes de su elección como Juan Pablo II.

Kevelaer

Sin embargo, el santuario mariano más conocido de esta región es Kevelaer, en la diócesis de Münster. Juan Pablo II también visitó este lugar, en 1987, acompañado por el Cardenal Joseph Ratzinger y la Madre Teresa de Calcuta, con motivo del Congreso Mundial Mariano. Su origen se remonta a la Navidad de 1641, cuando el comerciante Hendrick Busman oyó una voz misteriosa mientras rezaba junto a una cruz, que le dijo: “¡Me construirás una capilla en este lugar!”. Unos meses más tarde, su mujer Mechel Schrouse tuvo una aparición: en una gran luz resplandeciente vio una santa casa con una pequeña imagen de la Santísima Virgen María “Consolatrix Afflictorum” de Luxemburgo, que dos soldados le habían ofrecido en venta tiempo atrás. Hendrick Busman vio confirmada así su experiencia y pidió a su esposa que localizara a los dos soldados y comprara los cuadros. Ella consiguió comprar uno de ellos. El mercader construyó la capilla y, el 1 de junio de 1642, el párroco Johannes Schink de Kevelaer colocó la imagen solemnemente. Desde la aprobación diocesana, en 1647, comenzaron las peregrinaciones y también los relatos de curaciones milagrosas, que se extienden hasta mediados del siglo XIX. Actualmente, el santuario recibe alrededor de 800.000 peregrinos al año.

Eichsfeld

Además de estos santuarios “clásicos”, y de varias docenas de lugares de peregrinación de alcance regional, recientemente están han ganado popularidad dos santuarios situados en el territorio de la antigua RDA.

El 23 de septiembre de 2011, durante su último viaje a Alemania como Papa, Benedicto XVI visitó el santuario mariano de Etzelsbach, dentro de la región turingia de Eichsfeld, una especie de “isla católica” que, como recordaba Benedicto, había resistido a “dos dictaduras impías que intentaron arrancar la fe tradicional”. En el santuario de Etzelsbach, “las personas de Eichsfeld estaban convencidas de encontrar aquí una puerta abierta y un lugar de paz interior”, continuó diciendo Benedicto XVI.

La primera capilla de Etzelsbach, actualmente perteneciente a la diócesis de Erfurt, probablemente se construyó en el siglo XV. En 1525, debido a la Guerra de los Campesinos, la peregrinación se interrumpió y no se reanudó hasta el año de la peste de Eichsfeld de 1555, aunque empleando un altar portátil, ya que la capilla seguía muy deteriorada. Hasta 1801 no se construyó una nueva capilla en el lugar de la antigua. Sin embargo, como la peregrinación era muy popular y la capilla no podía acoger el flujo de peregrinos, en 1898 se construyó y consagró la iglesia que todavía existe hoy, según los planos del franciscano Paschalis Gratze.

Una particularidad es la “peregrinación a caballo” anual, que tiene lugar el segundo domingo después de la Visitación de la Virgen María, y que atrae a muchos peregrinos; después de la Misa mayor de la romería son bendecidos los caballos. Además, tanto en agosto como septiembre se celebran tres peregrinaciones tradicionales (Virgen de las Nieves, la Asunción y la Natividad de la Virgen María).

Neuzelle

El otro santuario, en la antigua RDA, es Neuzelle, no lejos de la desembocadura del río Neisse en el Oder, que conforma la frontera germano-polaca. Allí, en septiembre de 2018, se constituyó un Priorato dependiente de la Abadía cisterciense de Heiligenkreuz (Santa Cruz) en Austria, tras 200 años desde que los cistercienses, en 1817, tuvieron que abandonar Neuzelle, el único monasterio masculino que, en esta región, había sobrevivido la Reforma protestante.

La imagen de Nuestra Señora de Neuzelle refleja la historia de este santuario: es una imagen gótica, a la que en la época barroca –la iglesia, tras los destrozos sufridos durante la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), fue restaurada en el estilo del Barroco típico del sur de Alemania, algo poco frecuente en estas latitudes– se añadió un manto y se situó en el centro del retablo. Neuzelle es el lugar oficial de peregrinación de la diócesis de Görlitz, la más pequeña de Alemania, que cuenta tan sólo con un cuatro por ciento de población católica.

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