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La Pontificia Universidad Gregoriana tendrá nuevos estatutos generales

Desde 2019 estaba en marcha un proceso de revisión de los estatutos para unir, dentro del antiguo Ateneo fundado en 1551 por san Ignacio de Loyola, los Pontificios Institutos Bíblico y Oriental, fundados el siglo pasado.

Giovanni Tridente·27 de marzo de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Hace justo un año, el Papa Francisco recibió en audiencia en el Vaticano a las comunidades académicas de las 22 (entonces) instituciones que componen el abigarrado y antiguo panorama de las Universidades e Instituciones Pontificias de Roma, y les había pedido que “hicieran coro”, con una referencia muy concreta a la necesidad de “abrirse a desarrollos valientes y, si es necesario, incluso inéditos”.

El pensamiento del Pontífice estaba encaminado al hecho de que frente a la “generosidad y clarividencia de muchas órdenes religiosas” que a lo largo de los siglos han dado vida en la Ciudad Eterna a tantos centros de formación especializados en materias eclesiásticas, tal como han cambiado el mundo y la sociedad actual se corre el riesgo de “dispersar energías preciosas” si se continúa con una “multiplicidad de polos de estudio”. Una llamada de atención la da, por ejemplo, el descenso del número de estudiantes que frecuentan las Universidades Pontificias, sensiblemente inferior al de hace al menos quince años.

Inteligencia, prudencia y audacia

La consigna del discurso del Papa fue, por tanto, “optimizar”, unir los centros de estudio que derivan, por ejemplo, del mismo carisma, para seguir “favoreciendo la transmisión de la alegría evangélica del estudio, de la enseñanza y de la investigación”, en lugar de ralentizarla y cansarla. Soluciones, pues, para salvaguardar “un riquísimo patrimonio” y promover “nueva vida”, que hay que buscar “con inteligencia, prudencia y audacia, teniendo siempre presente que la realidad es más importante que la idea”.

Unificación

En línea con esta visión realista del Pontífice, acaba de anunciarse la noticia de la unificación del Pontificio Instituto Bíblico y del Pontificio Instituto Oriental con la Pontificia Universidad Gregoriana, tres instituciones nacidas en épocas distintas pero unidas por el hecho de haber sido confiadas a la Compañía de Jesús desde su nacimiento.

El pasado 15 de marzo se dio a conocer el decreto que establece la nueva configuración de la universidad pontificia más antigua, fundada en 1551 por san Ignacio de Loyola, con la aprobación de los nuevos Estatutos Generales que entrará en vigor el 19 de mayo de 2024, día de Pentecostés.

Un camino que comenzó en 2019

Se trata, en cualquier caso, de un camino que comenzó en 2019, cuando el propio Papa Francisco, mediante un quirógrafo, había ordenado la incorporación de los dos Institutos a la Universidad, conservando sus propias denominaciones y misiones. El Pontificio Instituto Bíblico fue fundado en 1909 como centro de estudios superiores sobre Sagrada Escritura, mientras que el Pontificio Instituto Oriental, fundado en 1917, se ocupa de los estudios superiores de ciencias eclesiásticas y derecho canónico de las Iglesias orientales.

Cumplir mejor la misión

Los nuevos Estatutos -ratificados y aprobados por el Dicasterio para la Cultura y la Educación el 11 de febrero de 2024- estipulan que los tres Institutos pasan a formar parte “de la misma persona jurídica, como unidades académicas” de la Universidad Gregoriana. Ya en el quirógrafo de 2019, el Pontífice explicaba la necesidad de que los dos Institutos -vinculados a una institución más amplia y mejor organizada- pudieran cumplir mejor sus misiones específicas en el contexto actual.

Por lo que respecta al Pontificio Instituto Oriental, el Papa indicó también que el Prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales debería asumir la función de Patrono del Instituto.

Con esta nueva configuración, la Pontificia Universidad Gregoriana estará regida por un único rector, asistido por un consejo del que ahora también forman parte los presidentes de los dos institutos pontificios incorporados.

Reorganizaciones futuras

Un proceso de reorganización similar afecta también a otras instituciones directamente vinculadas a la Santa Sede, como la Pontificia Universidad Urbaniana y la Pontificia Universidad Lateranense. El plan es unificar en un único centro de estudios las especialidades que hasta ahora ofrecían por separado ambas universidades laicas, fundadas en 1622 y 1773 respectivamente.

El autorGiovanni Tridente

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