España

La nueva edición Para Dar luz reúne los informes de Cremades y el Defensor del Pueblo español

La Iglesia presenta la segunda edición del informe Para dar luz, sobre abusos sexuales a menores en el ámbito de la Iglesia católica en España en el que integra las últimas investigaciones realizadas por otras instituciones.

Maria José Atienza·21 de diciembre de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos
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La Iglesia española ha presentado hoy el segundo volumen Para dar luz. Este “estudio vivo” integra, en esta segunda entrega, los resultados de la auditoría realizada por el despacho de abogados Cremades-Calvo Sotelo así como aportaciones y recomendaciones del informe del Defensor del Pueblo español presentado en octubre de 2023. 

El volumen presentado hoy se articula en cinco capítulos. En el primer capítulo, se aborda el contexto general de los abusos sexuales en el seno de la sociedad desde tres perspectivas: histórica, legal y de actualidad. El segundo capítulo aborda la cuestión de los abusos sexuales a menores en el seno de la Iglesia católica y recoge el posicionamiento de la Iglesia antes los abusos sexuales a menores producidos en el seno de la Iglesia, en primer lugar, con una mirada histórica desde los orígenes de la Iglesia hasta los pontificados del siglo XXI, así como las investigaciones realizadas y los pasos dados en materia de protección y prevención de estos casos. 

El tercer capítulo recoge toda la legislación vigente y los protocolos de intervención que están aprobados en la Iglesia católica, tanto desde la Santa Sede como desde la Conferencia Episcopal Española.

El cuarto capítulo recoge el informe consolidado por la Conferencia Episcopal sobre la realidad de los abusos sexuales en la Iglesia español. Este informe, que es la primera parte de “Para Dar luz” ha ido aumentando su contenido, desde su lanzamiento en abril de 2023, incorporando el testimonio de las víctimas ofrecido a las Oficinas de protección de menores, desde su creación hasta diciembre de 2022. También se hace referencia al trabajo de prevención y el material elaborado por las instituciones religiosas para esa prevención. Por último, el capítulo quinto hace una selección de las observaciones y recomendaciones realizadas a la Iglesia católica por parte de las instituciones que han estudiado la situación de los abusos sexuales.

Finalmente, el documento contiene tres anexos que recogen un resumen de cada uno de los casos registrados de abusos así como los Protocolos de actuación y prevención de este tipo de abusos vigentes en España. 

La víctima, siempre en el centro

“Lo importante no es el número de víctimas sino cada una de las víctimas”. Esta frase, repetida en cada una de las comparecencias que, en relación a los abusos sexuales a menores cometidos en el seno de la Iglesia católica es también la clave de lectura del nuevo tomo de Para dar luz que ha publicado, la mañana el 21 de diciembre, la Conferencia Episcopal Española. De hecho, la disparidad en el número de víctimas acreditado que presentan las diferentes investigaciones que, a este respecto, han realizado la propia Iglesia, el defensor del Pueblo de España, el bufete Cremades-Calvo Sotelo y el diario El País es uno de los datos más llamativos de este estudio. 

Esta edición de Para dar luz recoge en sus más de mil páginas los datos obtenidos a través de las Oficinas de protección de menores y prevención de abusos, así como aportaciones de todos “los otros estudios realizados hasta la fecha sobre los abusos sexuales cometidos contra menores, tanto en la Iglesia como en la sociedad”.

Una reunificación que responde, según el estudio “de la solicitud de colaboración de distintas instituciones en los informes que se estaban realizando”. en este punto, la Iglesia católica lamenta que la colaboración prestada en estos informes no haya sido recíproca ya que no han recibido respuesta a la petición al Defensor del pueblo de “recibir la información recogida en su trabajo sobre esta cuestión para poder comparar los testimonios recibidos y poder ofrecer un estudio lo más exacto posible de la realidad de los abusos sexuales cometidos contra menores”.

El número de víctimas

El informe de la Iglesia subraya, de hecho, que “la diversa metodología empleada en los estudios paralelos sobre el tema, como el de el diario El País, el mismo del Defensor del Pueblo o el despacho Cremades & Calvo-Sotelo, y el hecho de que, hasta la fecha, no comparten información entre sí, hace necesario no ofrecer datos agregados de casos. Al transferirse los datos recabados por los diversos informes hace que resulte muy probable la existencia de casos que se han incorporado a los mismos, dos, tres o incluso cuatro veces”.

También hace referencia al hecho de que, recientemente, se pusiera de manifiesto la debilidad investigadora del diario El País a raíz de un caso falso, montado “ad hoc” para comprobar la seriedad del estudio y que fue agregado al número de victimas sin las comprobaciones necesarias. 

En este sentido, el realizado por el despacho Cremades & Calvo Sotelo arroja un total de 1.383 denuncias siendo indeterminado el número de personas victimarias. Una cifra no exacta, precisan desde el informe de la Conferencia Episcopal que apunta que “el Informe-Auditoría realiza básicamente una recopilación de casos aparecidos en estudios previos, sin realizar un estudio en profundidad de los mismos y comete errores de concepto como el de considerar como denuncias distintas las realizadas en las diócesis y las del Dicasterio que tienen su origen en las anteriores”.

De hecho, el informe de los obispos apunta que “el análisis de la totalidad de los grupos analizados nos lleva a afirmar que el número total de denuncias con arreglo a la metodología indicada asciende a 1.302 denuncias. Al mismo tiempo, el hecho de añadir las 305 denuncias recibidas desde el Dicasterio para la Doctrina de la Fe a las ya comunicadas por las diócesis y congregaciones, hace pensar que muy posiblemente esas denuncias están duplicadas porque, desde 2001, las denuncias recibidas en diócesis y congregaciones se comunican a dicho Dicasterio. En referencia al número de víctimas, de las denuncias se deducen un mínimo de 2.056 víctimas”.

El Informe del Defensor de Pueblo había recogido 487 Víctimas de las que se ha tenido conocimiento, a través de 334 testimonios directos y 39 indirectos, mientras que los datos del “estudio” del periódico El Paíshabla, en junio de 2023 de 1.014 casos en los que habría 2.104 víctimas. 

Casos registrados, probados, verosímiles o infundados

Para dar luz señala 806 casos registrados:  413 en Diócesis y Provincias Eclesiásticas y de éstos 112 se refieren a órdenes y congregaciones religiosas y los casos imputables a ellas, aunque hubiere intervenido e informado la diócesis. Los institutos religiosos suman 369 casos, mientras que la Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei registra 13 casos. Bajo el epígrafe de “otras instituciones específicas de la Iglesia” se agrupan una decena de casos registrados y un solo caso en Institutos Seculares. 

Sin embargo, de estos casos registrados, la Iglesia ha podido comprobar realidad en tan sólo 20574 en Diócesis y Provincias Eclesiásticas; 118 casos en religiosos (a salvo de precisar los datos de la Congregación de los Salesianos); 2 casos relativos al Opus Dei y los 11 casos que registraban las otras instituciones específicas de la Iglesia y el Instituto Secular. 

En el caso de Casos no probados, pero verosímiles, el informe apunta a una veintena de casos en las diócesis y medio centenar en los institutos religiosos.

Mucho mayores son los casos no probados, que ascienden a 144 en el caso de las diócesis, 135 casos en Institutos religiosos, 4 relativos al Opus Dei y uno relativo a un Instituto Secular. 

Actualmente hay 75 casos pendientes de resolución y 13 han sido archivados por apreciar la prescripción del delito o el fallecimiento del denunciado o imputado.

Un “baile” de cifras que “pone de manifiesto la dificultad de ofrecer una cifra cerrada tanto en número de víctimas como en número de victimarios” y que no debe ser utilizado, según los obispos para desacreditar a las victimas sino para “emplear la información ofrecida con las debidas cautelas, sobre todo a la hora de ofrecer cifras totales o porcentajes globales, pensando, sobre todo, en la dignidad moral de las víctimas”.

Un problema social 

Los abusos sexuales a menores no son un problema de la Iglesia sino de la sociedad, y, por ende, de la Iglesia. En este sentido hay que recordar que, en España, el porcentaje mayor de abusos se da en el ámbito intrafamiliar, según los datos de la Asociación ANAR, el porcentaje de abusos cometidos por sacerdotes si sitúa en el 0,7%. Las agresiones llevadas a cabo por familiares o amigos superan el 7%. 

Estos datos confirman que la lucha contra los abusos a menores es más que necesaria en todos los ámbitos sociales: familia, colegio, deporte, y por supuesto, la Iglesia. 

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