Vaticano

El Papa: «Todos somos profetas», «no nos cansemos de rezar por la paz»

En el Ángelus del primer domingo de julio, el Papa Francisco ha pedido que “no nos cansemos de rezar por la paz, de modo especial por el pueblo ucraniano, tan probado”. También ha manifestado que “todos somos profetas, testigos de Jesús”. “Que nos acojamos unos a otros como portadores de un mensaje de Dios, cada uno según su estado y su vocación”.

Francisco Otamendi·2 de julio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos
Papa Francisco Ángelus

El Papa Francisco durante el Ángelus del 2 de julio (Vatican News español)

El Santo Padre ha suspendido en julio las audiencias y actividades oficiales, pero no el tradicional Ángelus dominical. 

Esta mañana de domingo, el Papa ha pedido constancia en la oración por la paz, “incluso en este periodo estival”, y por el pueblo de Ucrania, “que está sufriendo mucho”, y “no descuidemos las demás guerras, desafortunadamente a menudo olvidadas y los numerosos conflictos y desencuentros que llenan de sangre muchos lugares de la Tierra; hay tantas guerras hoy…”.

Como es sabido, el cardenal Matteo Zuppi ha viajado esta semana a  Moscú, enviado por el Papa, y ha mantenido entre otras actividades un “fructífero encuentro”, según el Vaticano, con el patriarca ortodoxo Kirill, a quien “transmitió los saludos del Santo Padre y con quien habló también de iniciativas humanitarias” en la guerra en Ucrania, con el fin de abrir “caminos de paz”. El Patriarca Kirill ha señalado: “Agradecemos que Su Santidad le haya enviado a Moscú”.

Hoy, tras saludar a romanos y peregrinos de tantos lugares de Italia y de diversos países presentes en la Plaza de San Pedro, el Papa ha alentado en el Ángelus: “Interesémonos por lo que sucede, ayudemos a quien sufre y recemos, porque la oración es la fuerza mansa que protege y sostiene el mundo”.

“Todos somos profetas”

“En el Evangelio de hoy Jesús dice: ‘El que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá recompensa de profeta’ (Mt 10,41)”. Así ha comenzado hoy el Papa la alocución previa al rezo de la oración mariana del Ángelus, y a la Bendición.

“Tres veces la palabra profeta. ¿Pero quién es el profeta?”, se ha preguntado el Pontífice. “Hay quien lo imagina como una especie de mago que predice el futuro; esta es una idea supersticiosa y el cristiano no cree en las supersticiones, como la magia, las cartas, los horóscopos o cosas similares”. Y coloquialmente, entre paréntesis, ha añadido: “Muchos cristianos van a hacerse leer las manos…, ¡por favor!”.

“Otros pintan al profeta sólo como un personaje del pasado, que existió antes de Cristo para preanunciar su llegada”, ha proseguido. “Y Jesús mismo hoy habla de la necesidad de acoger a los profetas; por lo tanto, existen todavía, pero, ¿quiénes son? Profeta, hermanos y hermanas, es cada uno de nosotros: de hecho, con el Bautismo todos recibimos el don y la misión de la profecía (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 1268)”.

“En otras palabras, profeta es aquél que muestra a los demás a Jesús, que da testimonio de Él, que nos ayuda a vivir el hoy y a construir el mañana según sus planes”. Por lo tanto, todos somos profetas, testigos de Jesús ‘para que la virtud del Evangelio brille en la vida diaria, familiar y social’ (Lumen Gentium, 35). 

Acogerse como portadores de un mensaje de Dios

“El Señor en el Evangelio pide acoger a los profetas; por lo tanto, es importante que nos acojamos unos a otros como tales, como portadores de un mensaje de Dios, cada uno según su estado y su vocación y hacerlo allí donde vivimos: en la familia, en la parroquia, en las comunidades religiosas, en los demás ámbitos de la Iglesia y de la sociedad”, ha rogado el Santo Padre.

“El Espíritu ha distribuido dones de profecía en el Santo Pueblo de Dios: he aquí por qué está bien escuchar a todos”, ha proseguido. “Por ejemplo, cuando hay que tomar una decisión importante, viene bien sobre todo rezar, invocar al Espíritu, pero después escuchar y dialogar, en la confianza de que cada uno, incluso el más pequeño, tiene algo importante que decir, un don profético que compartir”. 

“Que María, Reina de los Profetas, nos ayude a ver y a acoger el bien que el Espíritu ha sembrado en los demás”, ha concluido el Papa.

El autorFrancisco Otamendi

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