Cultura

Piedad mariana, naturaleza y cultura en Montserrat

Además de como santuario mariano, el monasterio de Montserrat es un destino de gran interés como lugar turístico tanto por su importancia histórica y su arquitectura como por el entorno natural, que ofrece numerosas posibilidades a los amantes de la naturaleza.

Enric Bonet·27 de abril de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Monasterio de Montserrat ©Kallerna

La basílica del siglo XIX, el espacio audiovisual Montserrat puertas adentro o el museo del santuario, con obras de Caravaggio, El Greco, Picasso, Dalí o Monet son algunos de los lugares imprescindibles que visitar en el santuario. También están el rosario monumental y numerosas rutas de senderismo para disfrutar del paisaje.

Viaje y aproximación

Uno de los atractivos de Montserrat es el propio viaje hacia la montaña, que puede hacerse en tren desde Barcelona. La aproximación desde Monistrol de Montserrat al santuario puede hacerse conectando con un pintoresco tren que sube 600 metros en unos cinco kilómetros. Es el famoso cremallera. En Monistrol hay un amplio parking, por si se prefiere llegar hasta allí en coche.

En la parada anterior a Monistrol, puede tomarse el teleférico, otra manera de llegar al santuario. Este “aéreo de Montserrat”, que también así se conoce, realiza el trayecto en cinco minutos y ofrece unas vistas únicas de la montaña. Evidentemente, puede subirse también en automóvil hasta el parking del propio santuario.

Basílica, atrio y museos

Una vez allí la visita obligada es a la Virgen. Se accede al camarín, donde puede ser venerada. La basílica es la reconstrucción del siglo XIX de los restos de la gótica de finales del XVI. Está muy ricamente decorada, especialmente la zona del camarín de Santa María. El atrio de la basílica está presidido por la fachada del templo, neoplateresca de 1901 y rodeada por edificios. Después de la guerra civil, se construyó una nueva fachada que cierra el patio. En ella encontramos relieves alusivos a la proclamación del dogma de la Asunción, a san Benito y la representación de los monjes martirizados en esa guerra.

Una inscripción en esa fachada recoge una frase atribuida al obispo Torres i Bages, que resume el espíritu del catalanismo católico del que Montserrat ha sido el epicentro: “Catalunya serà cristiana o no serà”.

En la oficina de información pueden encontrarse orientaciones para acudir al espacio audiovisual titulado Montserrat puertas adentro, que introducirá al peregrino en la montaña, el monasterio y el santuario.

Montserrat cuenta también con un museo que contiene una importante colección de arte con obras de Caravaggio, El Greco, Rusiñol, Casas, Picasso, Dalí, Monet… y algunos restos arqueológicos procedentes de Oriente Próximo.

Rosario monumental y senderos

Después de las desgracias del siglo XIX, el mundo cultural catalán se comprometió con la restauración de Montserrat y, gracias a eso, muchas obras literarias y artísticas de finales de ese siglo se consagran a la Virgen.

Ya hemos hablado de la creación de muchos poetas y literatos de esos años. El mundo de las artes plásticas quiso también contribuir. Así, en el camino que va del Santuario a la Santa Cueva, se construyó entre 1896 y 1916 un rosario monumental. A lo largo del camino, grupos escultóricos representan cada uno de los quince misterios. En este proyecto participaron notables artistas como Gaudí, Puig i Cadafalch, Sagnier, Llimona, los hermanos Vallmitjana y otros. Es un paseo agradable hacia el lugar donde se encontró la imagen que combina armoniosamente naturaleza y arte.

El senderismo es un buen complemento para la visita a Montserrat. La montaña está llena de caminos que unen ermitas y miradores. Una excursión tradicional es subir a Sant Jeroni (1237 metros), la cima de la sierra; además puede combinarse con la subida en el cremallera de Sant Joan y resulta una ruta circular de algo más de dos horas. También puede subirse a pie al santuario por senderos desde Monistrol. El patronato de la Montaña ofrece algunas rutas en su web.

La escolanía y el Virolai

Hay testimonios de la presencia de una escolanía -un coro de pueri cantores- desde inicios del siglo XIV, lo que nos haría pensar en una de las más antiguas de Europa. Son pocos los escolans hasta que en los siglos XVII y XVIII crece y se convierte en una verdadera escuela musical. A mediados del siglo XX llegan a ser cincuenta cantores y comienzan a grabar discos y realizar giras de conciertos a nivel nacional e internacional.

Por ello, uno de los momentos imprescindibles de la visita a Montserrat es cuando la Escolanía interpreta la Save y el Virolai.

El Virolai es la musicalización del poema a Santa María de Montserrat que Jacint Verdaguer compuso para el milenario (1880) del hallazgo de la Virgen. Se convocó un concurso, dentro de los eventos programados, al que se presentaron más de sesenta versiones musicales del poema. Quien ganó fue Josep Rodoreda, que recibió el premio correspondiente. Desde entonces el Virolai, cuya letra es preciosa, forma parte del acervo cultural de cualquier catalán.

El autorEnric Bonet

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