Ecología integral

Pamela Godoy: Pasión por promover y defender la vida

Pamela Godoy se define como “una hija consentida de Dios”. Esta guatemalteca amante de la vida y la familia aúna su tarea profesional con la formación en familia y vida y la acción en defensa de los no nacidos y más vulnerables.

Juan Carlos Vasconez·1 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos
Pamela Godoy

Pamela Godoy

Pamela Godoy se define como “una hija consentida de Dios”. Esta guatemalteca amante de la vida y la familia aúna su tarea profesional con la formación en familia y vida y la acción en defensa de los no nacidos y más vulnerables. Criada en una familia de fuertes convicciones, su fe es para ella un motor para sus múltiples tareas.

Cuando le preguntamos por su vida y sus estudios, Pamela subraya que es licenciada en Ingeniería Empresarial, en la que se graduó “Magna Cum Laude” por la Universidad Francisco Marroquín en Guatemala en 2014. También estudió un posgrado en comercio internacional (2016) y tiene una maestría en Ingeniería y Gestión de la Innovación (2019) de la Universidade Federal do ABC en São Paulo, Brasil. Durante su vida laboral ha ocupado cargos en empresas multinacionales como Colombina, Procter & Gamble y United Way Guatemala. Actualmente, se desempeña como Gerente de Go-to-Market, en la aceleradora corporativa de una empresa multinacional cementera, Progreso X. 

Su inquietud por hacer algo más, especialmente en el campo de la promoción y defensa de la vida y el matrimonio, la llevó a hacer el Diplomado en Cultura de la Vida del Instituto Internacional Juntos por la Vida (Juvid) en 2019 en la promoción XXI. Pertenece a Juvid desde finales de 2019 y desde hace 3 años actúa como coordinadora de dicho diplomado. Adicionalmente, estudió un Diplomado de Pastoral Familiar de la Universidad Católica Juan Pablo II de Managua y el Curso integral provida de la Academia Hispanoamericana de Política y Cultura. 

Su vida en la fe 

Pamela destaca que nació en un hogar cató lico: “Fui bautizada el 25 de febrero de 1990 en la parroquia San Antonio María Claret en Guatemala, y mis padrinos fueron mis tíos Plinio Eduardo y Ana Lucrecia Cortés Urioste. Allí mismo, el 12 de septiembre de 1999, recibí por primera vez la Santa Eucaristía en mi Primera Comunión”.

u vida de fe estuvo ligada, en su primera juventud, a la parroquia San Cayetano en la ciudad de Guatemala. En 2002, conoció la existencia de un grupo de jóvenes, Mi Aventura con Cristo, en esta parroquia y comenzó a asistir. Allí, relata “estuve dos años de animada [miembro/ participante] y en el 2004, me hicieron animadora [líder]. Fui asesora [coordinadora] de la segunda etapa (Aventura II: 13-17 años). Estando en Cuarto Magisterio (cuarto año de secundaria), muchas de mis amigas se confirmaron. Sin embargo, yo no estaba segura de dar ese paso tan importante y tan determinante. En Quinto Magisterio, finalmente me decidí y busqué un lugar donde realmente pudiera conocer más de Dios y pudiera tener una experiencia más cercana a Él”.

Esa búsqueda la llevó al grupo de Confirmación del Santuario de María Auxiliadora en ciudad de Guatemala y “fue tan buena mi experiencia en el grupo que decidí hacer lo mismo por otros jóvenes y es por eso que fui catequista de confirmación durante tres años”. Asimismo, Pamela ha participado como parte del equipo facilitador desde hace 17 años en un retiro bajo la temática del Éxodo para graduandas del Colegio Belga. En uno de esos retiros vio el testimonio de Gianna Jessen, superviviente de un aborto salino y cambió su vida: “Dios sembró la semilla de la pasión para promover y defender la vida desde la concepción”. 

A favor de la vida 

Pamela comenzó a participar en acciones a favor de la vida desde la concepción, y en 2019 organizó una campaña de 7 Días por la Vida en Santo André en São Paulo, Brasil. A su vuelta a Guatemala, conoció a la persona encargada de los 40 Días por la vida, se unió a las vigilias pacíficas que se hacen dos veces al año, rezando por los niños no nacidos o en riesgo de ser abortados. En esa misma época, recuerda, “conocí por una amiga mía sobre el Diplomado en Cultura de la Vida de Juvid, donde me formé en relación a este tema y muchos más (eutanasia, ideología de género, feminismo, entre otros). ¡En Juvid, fue donde redescubrí el catolicismo y me enamoré de las riquezas de nuestra Iglesia!”. 

El legado que quisiera dejar 

Pamela afirma: “Es interesante pensar en cómo uno quiere trascender. Pienso que quisiera dejar mi legado en tres líneas: Primero me encantaría (con mucha humildad) que las personas que me hayan conocido hayan podido experimentar a Dios a través de mí, en una sonrisa, un abrazo, una palabra o una mirada. En segundo lugar, poder impactar a muchas personas a través de la educación. Finalmente, quisiera que muchas personas conocieran la verdad de lo que está ocurriendo en nuestros tiempos con respecto a los ataques a la vida y a la familia. ¡Estamos llamados a ser los santos de nuestros tiempos!”.

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