Vaticano

La fortaleza nos hace “marineros resistentes”, alienta el Santo Padre

El Papa ha animado en la Audiencia de hoy a pedir la virtud cardinal de la fortaleza, para “ser personas que no se atemorizan ni se desaniman ante las pruebas y que se toman en serio los desafíos del mundo, actuando decididamente contra el mal y la indiferencia”. Además, ha rezado por las víctimas de las inundaciones en Kazajstán y por la paz en Ucrania, Palestina e Israel, y Myanmar.  

Francisco Otamendi·10 de abril de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos
Papa Audiencia miércoles 10 abril

El Papa Francisco en la Audiencia general del miércoles 10 de abril de 2024 @OSV

En la Audiencia general de este miércoles, el Pontífice ha continuado en la Plaza de San Pedro el ciclo de catequesis sobre «los vicios y las virtudes», centrando su reflexión en la virtud de la fortaleza, con base en la lectura del salmo 31,2.4.25, tras dedicar el miércoles pasado a la justicia

En su catequesis en las distintas lenguas, el Papa ha animado “a entrenaros en la virtud de la fortaleza para combatir vuestros miedos y encontrar el valor para manifestar vuestra fe con entusiasmo”, como ha manifestado a los fieles de lengua francesa; o a recordar “la alegría de Cristo resucitado también en los momentos difíciles”, invocando “sobre vosotros y vuestras familias el amor misericordioso de Dios, nuestro Padre” (peregrinos de lengua inglesa).

Dirigiéndose a los participantes de lengua española, ha manifestado que “este tiempo pascual aumente en nosotros los dones de la gracia, para que comprendamos mejor la excelencia del bautismo y que la misericordia eterna del Señor, que hemos celebrado el domingo pasado, nos haga crecer más en la virtud de la fortaleza y en obras de bien”. 

Rezar por los que sufren en Kazajstán y por la paz

En un momento de la Audiencia, el Pontífice ha deseado “transmitir al pueblo de Kazajstán mi cercanía espiritual en este momento, en el que las inundaciones masivas han afectado a muchas regiones del país y han provocado la evacuación de miles de personas de sus hogares.Os Invito a todos a rezar por todos los que están sufriendo los efectos de esta catástrofe natural”. 

En lengua italiana, ha añadido al final, como hace en todas sus intervenciones, que su pensamiento “se dirige a la martirizada Ucrania, a Palestina. a Israel, que el Señor nos dé la paz, pidamos al Señor por la paz. Hay tantas personas que sufren en los lugares de guerra! La guerra está por todas partes, no olvidemos a  Myanmar”.

“Capaces de vencer el temor, incluso a la muerte”

“En la catequesis de hoy reflexionamos sobre la virtud de la fortaleza. Es esa virtud que nos asegura el firme y el constante deseo de buscar el bien. Para los antiguos pensadores no era posible imaginar un ser humano sin pasiones, sin ellas seríamos como piedras inertes. Todos tenemos pasiones, sin embargo, hay que educarlas, encauzarlas y purificarlas en el agua del Bautismo, con el fuego del Espíritu Santo”, ha comenzado el Santo Padre.

“Empecemos por la descripción que hace el Catecismo de la Iglesia Católica: “La fortaleza es la virtud moral que, en las dificultades, asegura la firmeza y la constancia en la búsqueda del bien. Reafirma la decisión de resistir a las tentaciones y de superar los obstáculos en la vida moral. La virtud de la fortaleza hace capaz de vencer el temor, incluso a la muerte, y de hacer frente a las pruebas y a las persecuciones”. (n. 1808). He aquí, por tanto, la más “combativa” de las virtudes”, ha subrayado.

“La fortaleza nos sirve para confrontar y vencer los enemigos internos como la ansiedad, la angustia, el temor, la culpa y muchas otras fuerzas que se agitan en nuestro interior y que tantas veces nos paralizan.  También nos ayuda a combatir a los enemigos externos que se presentan en la vida en forma de dificultades de todo tipo”. 

A continuación, ha insistido en que “cultivar esta virtud nos hará ser personas que no se atemorizan ni se desaniman ante las pruebas y que se toman en serio los desafíos del mundo, actuando decididamente contra el mal y la indiferencia”.

Ante un “Occidente cómodo”, la “fortaleza de Jesús”

“En nuestro cómodo Occidente, que ha “aguado” un poco todo, que ha convertido el camino de la perfección en un simple desarrollo orgánico, que no necesita luchar porque todo le parece igual, sentimos a veces una sana nostalgia de los profetas. Pero las personas incómodas y visionarias son muy raras”. 

“Necesitamos que alguien nos levante del “blando lugar” en el que nos hemos acostado y nos haga repetir con decisión nuestro «no» al mal y a todo lo que conduce a la indiferencia. Sí al camino que nos hace progresar en la vida, para esto es necesario luchar. Redescubramos, entonces, en el Evangelio la fortaleza de Jesús, y aprendámosla del testimonio de los santos y de las santas”, ha instado el Papa.

El autorFrancisco Otamendi

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