Vaticano

El Papa, con las madres de soldados ucranianos y rusos caídos

El Papa Francisco ha invitado a rezar, en la Audiencia general del miércoles de Semana Santa, por “todas las víctimas de los crímenes de guerra”, y en especial “por las madres de los soldados ucranianos y rusos que han caído en la guerra”. Además, ha saludado a los jóvenes participantes en el encuentro internacional UNIV’23, que han repetido ‘¡Viva el Papa!’

Francisco Otamendi·5 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos
Papa audiencia

El Papa Francisco durante la audiencia general (Vatican news)

Tres o cuatro mensajes del Papa Francisco han prevalecido quizá de modo especial en la Audiencia general de este miércoles santo de 2023.

Uno de oración por “todas las víctimas de crímenes de guerra, y “mirando a María, la Madre, delante de la Cruz”, por “las madres de los soldados ucranianos y rusos que han caído en la guerra. Son madres de hijos muertos”. Una invitación que acompañó, como es habitual, con la petición: “no olvidemos rezar por la atormentada Ucrania”, antes de rezar el Padre Nuestro en latín y dar la Bendición final.

Otro propio de la Semana Santa, que centró su discurso en la Audiencia. “Jesús crucificado es herido, despojado de todo. Sin embargo, amando y perdonando a quienes lo lastiman, convierte el mal en bien, y el dolor en amor. Transforma sus heridas en fuente de esperanza para todos”, ha manifestado el Santo Padre. 

Convertir las heridas en esperanza

“En el intenso clima espiritual de la Semana Santa, invito a todos a contemplar el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, para sacar de él la fuerza de traducir en vida las exigencias del Evangelio”, ha añadido el Papa, quien se refirió también a la tristeza en tanta gente por las calles, y al suicidio de jóvenes. 

“El punto no es estar heridos poco o mucho por la vida, sino qué hacer con estas heridas., las pequeñas, las grandes. Puedo dejar que se infecten de rencor y tristeza o puedo unirlas a las de Jesús, para que también mis llagas se vuelvan luminosas”. Hay “tantos jóvenes  que buscan en el suicidio una salvación, que prefieren ir más allá con la droga, con el olvido, piensen en ellos, ¿cuál es tu droga para cubrir las heridas?…”.

A continuación, señaló: “Nuestras heridas pueden convertirse en fuentes de esperanza cuando, en lugar de compadecernos de nosotros mismos, enjugamos las lágrimas de los demás; cuando, en vez de guardar rencor por lo que nos quitan, cuidamos lo que les falta a los demás; cuando, en lugar de hurgar en nosotros mismos, nos inclinamos hacia los que sufren; cuando, en vez de tener sed de amor por nosotros, saciamos a los que nos necesitan”.

Alegría de los jóvenes del UNIV 2023

El tercer mensaje papal tiene doble dirección. Por un lado, los deportistas, que hoy celebran la Jornada Mundial del Deporte para la Paz y el Desarrollo, con el deseo de que “el deporte contribuya a la solidaridad y a la amistad entre los pueblos”.

Por otro, el Papa Francisco se ha dirigido a los jóvenes participantes en el encuentro internacional UNIV 2023. “Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española. que son tantos; en particular saludo a los jóvenes que participan en el encuentro internacional  UNIV 2023”, Los jóvenes han respondido agitando banderas y con gritos de ‘Viva el Papa’, lo mismo que ha sucedido cuando ha mencionado esta mañana a las personas de habla inglesa, portuguesa o alemana, por ejemplo.

“En estos días santos, acerquémonos a Jesús crucificado”, ha dicho el Pontífice a los jóvenes: “Contemplándolo a Él, herido, despojado de todo, reconozcamos nuestra propia verdad. Presentémosle todo lo que somos, y dejemos que Él renueve en nosotros la esperanza de una vida nueva”.

“Muchísimos peregrinos de América Latina, de España, presentes en esta Audiencia general con el Papa Francisco, y se nota por el clima festivo en la plaza de San Pedro, tras el saludo del Papa en español”, ha señalado Vatican News en la transmisión.

Los encuentros UNIV, que llevan celebrándose 55 años con la participación de más de cien mil estudiantes universitarios, combinan, además de la formación cultural e intelectual, la asistencia a las ceremonias litúrgicas de la Semana Santa y a las Audiencias con el Santo Padre, y un encuentro de catequesis con el prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz. Este año, estudiantes de más de un centenar de universidades de todo el mundo reflexionan sobre ‘La verdadera felicidad’, y ayudarán económicamente a Cáritas para apoyar a familias afectadas por el terremoto en Turquía y Siria.

“El Crucificado, fuente de esperanza”

En vísperas del Triduo Pascual, el Papa ha centrado su meditación en el tema: “El Crucificado, fuente de esperanza” (Lectura: 1 Pe 2,21-24), como se ha señalado, El Santo Padre ha hecho notar que en el relato de la Pasión del domingo pasado, “que termina con la sepultura de Jesús, para los discípulos, la piedra que sellaba el sepulcro significaba el final de las esperanzas. También hoy pareciera que la esperanza se encuentra muchas veces sepultada bajo el peso del sufrimiento y de la desconfianza”.

“Pero aún en los momentos más oscuros, cuando parece que todo acaba, Dios hace resurgir en nosotros la esperanza de un nuevo comienzo”, ha alentado el Papa. “Siempre se puede comenzar. Esta muerte y resurrección de la esperanza podemos verla al contemplar la Cruz. Jesús crucificado es herido, despojado de todo. Sin embargo, amando y perdonando a quienes lo lastiman, convierte el mal en bien, y el dolor en amor. Transforma sus heridas en fuente de esperanza para todos. También nosotros podemos transformar nuestras heridas uniéndolas a las de Jesús, olvidándonos de nosotros mismos, y encomendando nuestra vida en las manos misericordiosas de Dios Padre”.

“Ser sanados de la tristeza”

“También en nosotros se condensan pensamientos profundos y sentimientos de frustración: ¿por qué tanta indiferencia hacia Dios? ¿Por qué tanto mal en el mundo? ¿Por qué las desigualdades siguen creciendo y la anhelada paz no llega? ¡Y en los corazones de cada uno, cuántas expectativas desvanecidas, cuántas desilusiones! Y también, esa sensación de que los tiempos pasados fueron mejores y que, en el mundo, quizá también en la Iglesia, las cosas no van como antes… En resumen, también hoy la esperanza parece a veces sellada bajo la piedra de la desconfianza”, añadió el Romano Pontífice.

Sin embargo, “hoy miramos al árbol de la cruz para que brote en nosotros la esperanza: para ser sanados de la tristeza de la que estamos enfermos”. (…) “Hoy, cuando todo es complejo y se corre el riesgo de perder el hilo, necesitamos sencillez, redescubrir el valor de la sobriedad, de la renuncia, de limpiar lo que contamina el corazón y entristece. (…)”.

“En estos días santos acerquémonos al Crucificado. Pongámonos delante de Él, despojado, para decir la verdad sobre nosotros mismos, quitando lo superfluo. Mirémosle herido, y pongamos nuestras heridas en las suyas. Dejemos que Jesús regenere en nosotros la esperanza”, concluyó el Santo Padre Francisco.

El autorFrancisco Otamendi

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