Iniciativas

Dr. Chiclana: “Vamos a profundizar en la soledad y el sacerdocio”

La soledad ha sido percibida por numerosos sacerdotes como el segundo reto, tras su vida espiritual, y el principal riesgo para su vida afectiva, según una investigación del psiquiatra Carlos Chiclana y sus colaboradoras Laura García-Borreguero y Raquel López Hernández. Ahora, el doctor Chiclana confirma un nuevo estudio de investigación sobre “soledad y sacerdocio”.  

Francisco Otamendi·8 de abril de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos
Chiclana estudio soledad sacerdocio

Dr. Carlos Chiclana, médico psiquiatra, inicia un nuevo estudio.

La soledad ha sido diagnosticada como uno de los grandes males actuales, hasta constituir una epidemia que acentuó el Covid-19. La soledad tenía bastantes papeletas para aparecer en la primera investigación del médico psiquiatra Carlos Chiclana sobre los aspectos afectivos de la vida sacerdotal. Y así sucedió.

Su estudio de 2022/2023 describió los “retos, riesgos y oportunidades de la vida afectiva del sacerdote”, y en ella participaron más de 130 sacerdotes, diáconos y seminaristas de diversas diócesis e instituciones de la Iglesia católica, con 605 respuestas abiertas y 1039 ideas diferentes clasificadas en diferentes temas.

“Hicimos una investigación cualitativa con cinco preguntas abiertas sobre qué retos parecían más significativos para la vida afectiva de un sacerdote, qué riesgos apreciaban, qué oportunidades veían, qué les ayudó en particular en su formación sobre la afectividad y qué echaron de menos en la formación y ahora consideraban que les habría ayudado”, ha explicado a Omnes.

Reto y riesgo para la afectividad

A raíz del trabajo, que acaba de publicarse en Scripta Theologica de febrero de este año, el Dr. Chiclana aseguró a Omnes que “se generaron nuevas hipótesis de investigación sobre la soledad que sienten los sacerdotes”. 

“La refirieron como un reto y fue el principal riesgo referido (para su afectividad), pero no sabemos si se referían a la soledad física por el aislamiento que puedan tener, a una soledad afectiva por no sentirse queridos, soledad institucional por falta de apoyo, psicológica por tener un sistema de apego inseguro, soledad pastoral por el exceso de tareas, social o emocional”.

En la misma entrevista, el psiquiatra señaló también que “podría ser que no estuvieran aprovechando la soledad propia del célibe para cultivar ahí su particular y cómplice relación con Dios, un ámbito íntimo donde cortejarle”.

Entre los riesgos citados en el estudio aparecían asimismo las limitaciones psicológicas personales, las posibles dependencias afectivas o los defectos morales. También refieren el descuido de la vida espiritual personal por tener alta ocupación del tiempo, el exceso de dedicación pastoral y el desapego afectivo como estrategia de defensa.

Un estudio específico

Carlos Chiclana preanunció entonces que “en breve comenzaremos un estudio específico sobre la soledad de los sacerdotes, con la intención de conocer mejor cuál es la que les preocupa y proponerles herramientas prácticas para solventarla”. Y el estudio acaba de comenzar.

Hasta ahora, añade Chiclana, estudios centrados en sacerdotes han encontrado factores protectores para disminuir esta soledad, como vivir en comunidad, la propia vida espiritual bien cuidada, contar con el apoyo de otros sacerdotes, tener una buena red social (amistad general y con otros sacerdotes), cuidar la salud y poder descansar, y otros.

Amar a todos desde la intimidad

También en enero, el médico especialista ha lanzado al mercado un libro titulado “Celibato. Disfruta de tu regalo”, editado por Ediciones Día Diez. A su juicio, fijándose en el subtítulo del libro, puede afirmarse que el celibato, “al ser un don que te facilita amar todo, a todos y a todas, precisamente debería ser un factor protector frente a la soledad, porque la vida del célibe está llamada a estar constantemente habitada por muchas personas, sin que ninguna se quede a vivir en tu “hogar interior” ni te quedes tú a vivir en exclusiva en ninguna”.

“Ahora bien, tiene una proporción de soledad que es necesario tolerar y que a la vez te facilita la entrada en ese ámbito donde poder estar a solas con Dios, en esa relación espiritual exclusiva”. “Eres sacerdote, no un “coach” ni un cooperante de una ONG, ni un agente social”.

El primer estudio recogió también información sobre aquellos aspectos que los sacerdotes han echado en falta y que consideraban que hubiera sido de ayuda en el desarrollo personal. Señalaban, por ejemplo, que les gustaría haber recibido mejor formación. Otros estaban satisfechos y no echaban nada en falta, y algunos hubieran agradecido una mejor atención a la espiritualidad y a necesidades psicológicas.

Las personas que deseen participar en el estudio sobre “soledad y sacerdocio”, pueden completarlo escaneando el siguiente código QR:

El autorFrancisco Otamendi

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