Reverendo SOS

Trabajar en la “nube” (“cloud”)

Continuamos el tema iniciado en el número de octubre de Omnes, sobre los servicios de almacenamiento en la nube y las posibilidades de trabajar en ese instrumento. En ese artículo enumerábamos los principales servicios de almacenamiento; ahora recogemos algunos consejos sobre la manera de trabajar.

José Luis Pascual·16 de diciembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos
Gente trabajando.

Trabajar en la nube es utilizar datos, programas y aplicaciones no instaladas físicamente en tus dispositivos. De esta forma, se puede ser productivo desde cualquier lugar, teniendo acceso a la información actualizada en todo momento. La nube no es un concepto abstracto: son servidores de alta capacidad puestos a disposición de los usuarios por empresas líderes en la gestión de la información.

Conviene saber que el Cloud Computing, conlleva una serie de ventajas que me gustaría que conocieras. Algunas de ellas son las siguientes:

1. Avisa y entrena a tu equipo de trabajo. Una de las mayores ventajas de trabajar en la nube, es que todos los miembros de tu equipo pueden estar trabajando en un mismo proyecto desde cualquier parte, ya sea desde la parroquia, la oficina, sus hogares o la parte más remota del planeta. Como es lógico, comenzar a hacerlo implica un periodo de adaptación y formación del equipo. Podéis comenzar por integrar en la nube las tareas más sencillas.

2. Elige sólo las aplicaciones más necesarias. Existen en la web cientos de aplicaciones con tecnología cloud. En el artículo anterior (Omnes, octubre de 2021) te he propuesto algunas de las principales. Elige la que más se adapte a tus necesidades.

3. Gestionar a tu equipo desde la nube. Trabajo en equipo. La nube ofrece la posibilidad de compartir documentos con otros usuarios, por lo que es posible trabajar en línea con un mismo documento y actualizar la información para todo el equipo.

4. Elige un proveedor de servicios cloud seguro. Te aconsejo contratar un servidor cloud seguro, y en exclusiva para tu lugar de trabajo, en el que puedas almacenar cualquier documentación privada sin ningún tipo de riesgo para la conservación de la información o para su seguridad.

5. Conoce tu cloud como la palma de tu mano. Es importante saber dónde se encuentra la nube; y, sobre todo, con vistas al cumplimiento de la normativa en materia de protección de datos, quién, cómo y cuándo se puede acceder a los datos almacenados por tu proveedor cloud.

6. Protege la seguridad de acceso. Ya sea mediante contraseñas o por medio de sistemas de autenticación de doble factor, debes poner especial cuidado en los accesos al cloud de tu negocio, ya que no todos los miembros del equipo necesitarán conocer y tener acceso a la misma información. El trabajo colaborativo y en red permite acceder al cloud desde cualquier dispositivo…

7. Haz siempre “backup” (copia de seguridad) de tus archivos.

8. No des más datos de los necesarios. Cuando se trabaja con aplicaciones en la nube, cualquier seguridad es poca. Rellena sólo los datos estrictamente necesarios para poder disfrutar de un servicio o producto en la nube. 

9. Puedes trabajar en la nube desde tu Smartphone (teléfono móvil inteligente), Tablet o Ipad…, lo que puede suponer mayor facilidad.

10. Disfruta de la nube. Cuando te pases a la nube, si es que aún no lo has hecho, disfrutarás de todas sus ventajas y descubrirás curiosas aplicaciones con las que mejoraras tu rendimiento y el de tu equipo, y pondrás en forma tu creatividad. Estas aplicaciones en línea te permiten retocar imágenes desde tu propio smartphone.

Una vez conocidas estas ventajas, ¿cómo trabajar de forma segura? El trabajo en la nube implica que la información sensible de una empresa o cliente no está almacenada en sus propios servidores, pero eso no significa que no se maneje de forma segura. Para garantizar la seguridad, basta con seguir ciertas normas o asegurarte de que tu proveedor las cumpla:

Contar con un servicio de almacenamiento de confianza: la mayoría de los proveedores de servicios de Cloud Computing garantizan la protección de tus datos;

-Elegir contraseñas adecuadas: aunque parece algo poco relevante, la mayoría de los problemas de seguridad nacen de contraseñas débiles;

-Usar servidores encriptados: en este tipo de servicio, la información se comprime y es encriptada de tal forma que solo puede recuperarse con la contraseña de su administrador;

-Mantener un antivirus actualizado: las fugas de información pueden deberse no a la nube, sino al dispositivo que se utiliza para acceder a ella;

-No compartirlo todo: solo es preciso compartir aquellos datos que se usan de forma colaborativa o aquellos a los que se necesita acceder desde cualquier lugar;

-Realizar copias de seguridad: aunque los archivos en la nube están a salvo, nunca está de más tener un backup propio, por si el servicio se interrumpe por algún motivo. 

Trabajar en la nube ya no es el futuro: se ha convertido en el presente gracias a las necesidades de manejo rápido y eficaz de la información y a la transformación digital de las instituciones para adaptarse a las necesidades del momento.

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