¿Quién ha entrado en el portal de Belén?
Gerardo Diego
¿Quién ha entrado en el portal,
en el portal de Belén?
¿Quién ha entrado por la puerta?
¿quién ha entrado, quién?.
La noche, el frío, la escarcha
y la espada de una estrella.
Un varón -vara florida-
y una doncella.
¿Quién ha entrado en el portal
por el techo abierto y roto?
¿Quién ha entrado que así suena
celeste alboroto?
Una escala de oro y música,
sostenidos y bemoles
y ángeles con panderetas
dorremifasoles.
¿Quién ha entrado en el portal,
en el portal de Belén,
no por la puerta y el techo
ni el aire del aire, quién?.
Flor sobre impacto capullo,
rocío sobre la flor.
Nadie sabe cómo vino
mi Niño, mi amor..
Canción de Cuna de San José
Lope de Vega
José – Dormid, que yo os guardaré
el sueño, y yo os cantaré
mil canciones, mientras viene
la que dentro el alma os tiene,
a daros leche del pecho.
Mi Niño, ¿cómo os halláis
conmigo? ¿No respondéis?: “
pues bien podéis, si queréis,
que lengua a las piedras dais.
¡Ea! mis ojos, ¿no habláis?
Mirad, que os escucho yo.
Las pajas del pesebre
Lope de Vega
Las pajas del pesebre
niño de Belén
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Lloráis entre pajas,
del frío que tenéis,
hermoso niño mío,
y del calor también.
Dormid, Cordero santo;
mi vida, no lloréis;
que si os escucha el lobo,
vendrá por vos, mi bien.
Dormid entre pajas
que, aunque frías las veis,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Las que para abrigaros
tan blandas hoy se ven,
serán mañana espinas
en corona cruel.
Mas no quiero deciros,
aunque vos lo sabéis,
palabras de pesar
en días de placer;
que aunque tan grandes deudas
en pajas las cobréis,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Dejad en tierno llanto,
divino Emmanüel;
que perlas entre pajas
se pierden sin por qué.
No piense vuestra Madre
que ya Jerusalén
previente sus dolores
y llora con José;
que aunque pajas no sean
corona para rey,
hoy son flores y rosas,
mañana serán hiel.
Juan Ruiz, Arcipreste de Hita
Santa María,
luz del día,
sé mi guía
todavía.
Dame gracia y bendición,
de Jesús consolación,
para que con devoción
pueda cantar tu alegría.
Tú siete gozos tuviste:
uno cuando recibiste
salutación
del Ángel; cuando la oíste
tú, María, concebiste
Dios-Salvación.
El segundo fue cumplido
cuando fue de ti nacido
sin dolor,
de los ángeles servido;
y fue luego conocido
por Salvador.
Y fue tu gozo tercero
cuando apareció el lucero
a demostrar
el camino verdadero;
a los Reyes compañero
fue en guiar.
Lope de Vega
¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
que a mi puerta cubierto de rocío
pasas las noches del invierno oscuras?
¡Oh cuánto fueron mis entrañas duras
pues no te abría! ¡Qué extraño desvarío
si de mi ingratitud el hielo frío
secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el Ángel me decía:
«Alma, asómate agora a la ventana,
verás con cuánto amor llamar porfía!»
¡Y cuántas, hermosura soberana,
«Mañana le abriremos», respondía,
para lo mismo responder mañana!
A qué vienes niño
Alejandro Domingo
A qué vienes niño,
por qué has venido,
a esta tierra fría;
derroche de vida.
Quieres nuestros brazos
para abrigarte,
y mi corazón;
derroche de amor.
Ven pues, ya que quieres,
ya que tanto ansías nuestra compañía,
a esta pobre casa que está tan vacía,
que tanto te espera y tanto suspira
Dale ya su dueño, su luz y su vida,
que sin tu calor, no se puede estar.
Quédate conmigo, no me dejes ya.
Y yo cual José y sin hacer ruido
con mucho cariño te quiero cuidar.
Rubén Darío
-Yo soy Gaspar. Aquí traigo el incienso.
Vengo a decir: La vida es pura y bella.
Existe Dios. El amor es inmenso.
¡Todo lo sé por la divina Estrella!
-Yo soy Melchor. Mi mirra aroma todo.
Existe Dios. Él es la luz del día.
La blanca flor tiene sus pies en lodo.
¡Y en el placer hay la melancolía!
-Yo soy Baltasar. Traigo el oro. Aseguro
que existe Dios. Él es el grande y fuerte.
Todo lo sé por el lucero puro
que brilla en la diadema de la Muerte.
-Gaspar, Melchor y Baltasar, callaos.
Triunfa el amor, y a su fiesta os convida.
Cristo resurge, hace la luz del caos
y tiene la corona de la Vida.
Agranda la puerta, Padre
Miguel de Unamuno
Agranda la puerta, Padre
porque no puedo pasar;
la hiciste para los niños.
Yo he crecido, a mi pesar.
Si no me agrandas la puerta,
achícame, por piedad,
vuélveme a la edad bendita
en que vivir es soñar.
Yo vengo de ver
Lope de Vega
Yo vengo de ver, Antón,
un niño de pobrezas tales,
que le di para pañales
las telas del corazón.