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Isaías y el Adviento: la venida de un rey justo

El autor ofrece para cada semana de Adviento un versículo clave del libro de Isaías, con el fin de captar la esencia del mensaje de este tiempo litúrgico y facilitar un recorrido espiritual que nos acerque al corazón de Cristo.

Rafael Sanz Carrera·1 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos
Isaias

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Durante el tiempo litúrgico del Adviento, tres figuras bíblicas destacan de manera especial: el profeta Isaías, Juan el Bautista y María de Nazaret. En esta reflexión, nos centraremos en la figura de Isaías. Desde la antigüedad, una tradición universal ha reservado muchas de las primeras lecturas de este tiempo para sus palabras. Esto se debe quizás a que, en él, la gran esperanza mesiánica resuena con una fuerza única, ofreciendo un anuncio perenne de salvación para la humanidad de todos los tiempos.

Al contemplar las lecturas del tiempo de Adviento de este año (ciclo C), notaremos la presencia abundante de Isaías. Aunque pueda parecer ambicioso, me propongo seleccionar, para cada semana de Adviento, uno de los textos que se nos ofrece, junto con un versículo clave. De este modo, espero captar la esencia del mensaje del Adviento y facilitar un recorrido espiritual que nos acerque a su corazón.

Primera semana de Adviento

La presencia de Isaías en esta primera semana de Adviento es especialmente significativa. Cada día encontramos una de sus profecías mesiánicas:

  • Lunes: Isaías 2, 1-5 – Profecía sobre la paz universal y la conversión de las armas en instrumentos de trabajo.
  • Martes: Isaías 11, 1-10 – Descripción del Mesías que reinará con sabiduría y establecerá un reino de paz.
  • Miércoles: Isaías 25, 6-10a – Anuncio de un banquete para todas las naciones y la victoria sobre la muerte.
  • Jueves: Isaías 26, 1-6 – Visión de una ciudad fuerte habitada por un pueblo justo, símbolo de paz y salvación.
  • Viernes: Isaías 29, 17-24 – Promesa de restauración, liberación para los oprimidos y conversión espiritual.
  • Sábado: Isaías 30, 19-21, 23-26 – Expresión de la compasión divina, la guía y la promesa de abundancia y curación.

Profecía y versículo clave (1ª semana)

Entre los textos de Isaías que leemos en esta primera semana, considero que la visión de Isaías 11, 1-10 es la más significativa, y estos los versículos claves: «Pero brotará un renuevo del tronco de Jesé, | y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: | espíritu de sabiduría y entendimiento, | espíritu de consejo y fortaleza, | espíritu de ciencia y temor del Señor» (Is 11, 1-2).

Argumentos para la elección

  1. Este pasaje es fundamental en la teología mesiánica. Isaías 11, 1-10 anticipa la venida del Mesías como descendiente de Jesé, padre de David, enlazando así con la promesa davídica de un reino eterno (2 Samuel 7, 16). Este linaje se cumple en Jesús, el «retoño» de la casa de David, como demuestran las genealogías de Mateo 1, 1-17 y Lucas 3, 23-38.
  2. Isaías describe al Mesías no solo como rey, sino como restaurador de la justicia y la paz, esperanza que marca el Adviento. La paz universal, representada en la convivencia de los animales (Is 11, 6-9), apunta a un reino sin violencia que será instaurado en la venida de Cristo, tanto en su primera como en su futura venida gloriosa.
  3. En Isaías 11, 2 se anuncia que el Espíritu del Señor reposará sobre Él: «espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del Señor», un claro anticipo del bautismo de Jesús en el Jordán, donde el Espíritu Santo desciende sobre Él (Mateo 3, 16-17).
  4. Isaías 11, 10 prevé que el «retoño de Jesé» será una señal para las naciones y que todos los pueblos acudirán a Él. Este mensaje de esperanza universal es central en Adviento, que celebra la venida de Cristo como Salvador de toda la humanidad: Jesús es la luz que ilumina a las naciones (Lucas 2, 32).

En conclusión, Isaías 11, 1-10 sintetiza el corazón de la esperanza mesiánica de la primera semana de Adviento: la venida de un rey justo, lleno del Espíritu de Dios, que traerá paz y reconciliación al mundo. Los versículos claves, Isaías 11, 1-2, simbolizan esta promesa de renovación y restauración en la figura del Mesías, a quien los cristianos reconocemos en Jesucristo, en su entrega en la cruz y en su retorno glorioso.

El autorRafael Sanz Carrera

Doctor en Derecho Canónico

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