Lecturas del domingo

Lecturas de la Natividad de san Juan Bautista

Andrea Mardegan comenta las lecturas de la Natividad de san Juan Bautista

Andrea Mardegan·21 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Vecinos y familiares se alegran con Isabel, pero no con Zacarías, porque siempre hay cierta vergüenza en hablar con un mudo y relacionarse con los que han caído en desgracia. Y así, la vergüenza se vuelve cómplice de la frialdad, el malestar del desafortunado aumenta y se siente dejado de lado. 

María deja que todas las atenciones sean para Isabel, pero se da cuenta de que Zacarías se siente marginado. Se acerca y se regocija con él. Ella, que conocía sus confidencias, sabía que tenía la esperanza de recuperar la voz con el nacimiento de su hijo. Por eso sabe que ahora podría desanimarse, y le previene con una palabra de ánimo. Le dice que la recuperación de la voz le llegará de repente, cuando Dios lo quiera, y será como un nuevo nacimiento. Le aconseja que no piense en cuándo sucederá, porque no se puede predecir. Pero se acerca el momento, porque otras dos profecías que el ángel había dicho se habían cumplido: “Isabel te dará un hijo” y “muchos se alegrarán de su nacimiento”. La tercera palabra que se refería a Zacarías –“tendrás gozo y júbilo”– aún no se completó del todo: gozo sí, pero júbilo todavía no, porque le falta la voz para jubilar.

“Zacarías: es la hora de cultivar la fe, la esperanza, la sabiduría sacerdotal. Llegará el día en que recuperarás la voz y entonces alabarás al Señor como nunca lo has hecho en tu vida”. María oró al Hijo del Altísimo que crecía en su seno, para que pidiera a su Padre que pronto devolviera la voz a Zacarías, de modo que pudiera dar a conocer al mundo las obras que Dios había obrado en él.

Hubo siempre mucha armonía entre Zacarías e Isabel. Todo lo que le había pasado en el templo, Zacarías se lo había contado a su mujer, con escritos y gestos. También el detalle del nombre: “Le pondrás por nombre Juan”. Isabel, alineada con la voluntad de Dios y con su marido, trastorna las tradiciones de los familiares y del pueblo. Zacarías es cuestionado con un simple gesto. Saben que escucha y que comprende, pero le dejan de lado. Supusieron que estaría de acuerdo en darle su nombre a su hijo, pero no le preguntaron nada antes. Zacarías sufre hasta el final la vergüenza de vecinos y familiares que no le hablan y solo le hacen un gesto de asentimiento, a pesar de que solo es mudo, y no sordomudo. Zacarías pide una tablilla en la que escribir para que no haya dudas y finalmente puede dar un signo externo de adaptación voluntaria al mensaje del ángel y por tanto de Dios: “Juan es su nombre”, escribe. 

Dios acepta el gesto de obediencia y de fe de Zacarías y suelta su lengua, y Zacarías dice palabras proféticas de bendición y alabanza: “Y tú, niño, serás llamado Profeta del Altísimo: porque irás delante del Señor a preparar sus caminos”.

La homilía sobre las lecturas de la Natividad de san Juan Bautista

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

Sagrada Escritura

“Dios les envía un poder seductor” (2 Ts 2, 11-12)

Juan Luis Caballero·21 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

La segunda Carta a los Tesalonicenses contiene una afirmación a primera vista desconcertante, pero que, en realidad, aparece a lo largo de toda la Escritura, expresada de diversas maneras: “Por eso Dios les envía un poder seductor, para que ellos crean en la mentira, de modo que sean condenados todos los que no creyeron en la verdad, sino que pusieron su complacencia en la injusticia” (2 Ts 2, 11-12). Para entenderla debemos contextualizarla y estar atentos a la gramática del original griego.

Las Cartas a los Tesalonicenses

Uno de los temas centrales de las dos Cartas a los Tesalonicenses es el de la Parusía o segunda Venida de Jesucristo –el día del Señor–, el cual vendrá a juzgar y certificar la condenación o salvación de los hombres (1 Ts 4, 13 – 5, 11; 2 Ts 2, 1-12). 

Pablo ha predicado por primera vez en Tesalónica con rapidez, y las cartas sirven para continuar con la formación y para exhortar y dar alivio en las persecuciones y en las dudas. En ambas cartas se insiste en que no sabemos cuándo será la Parusía y se dan unas referencias básicas: el que algunos creyentes hayan muerto ya, sin que el Señor haya venido, no desmiente la predicación de Pablo; el día del Señor no ha llegado aún, aunque algunos digan que sí, porque antes han de suceder una serie de acontecimientos de los que se habla brevemente.

El “pequeño apocalipsis” de 2 Tesalonicenses

Algunos estudiosos llaman “pequeño apocalipsis” al pasaje 2 Ts 2, 1-12. En efecto, los motivos y la terminología ahí usados son los propios del género apocalíptico (cfr. 4 Esdras 13, 10; Mt 24, 1-51; libro del Apocalipsis). Y esto hemos de tenerlo en cuenta cara a su interpretación: no se deben buscar correspondencias en las realidades de los símbolos y las imágenes usadas; debe trasponerse a un futuro lejano lo que se describe como inminente; no deben traducirse en términos históricos los anuncios proféticos que solo serán comprensibles después de que se hayan realizado. 2 Ts 2, 1-12 viene precedido por una acción de gracias en la que se habla de la perseverancia de los tesalonicenses en medio de persecuciones y tribulaciones; esto es, dice Pablo, “señal del justo juicio de Dios” (2 Ts 1, 3-5), realidad ésta en la que se detiene a continuación, al hablar de la retribución divina que espera a los que han acogido el Evangelio –premio del descanso– y a los que lo han rechazado –castigo con una pena eterna– (2 Ts 1, 6-10). 

Después de una breve oración pidiendo por la perseverancia (2 Ts 1, 11-12), Pablo afronta la cuestión de la Venida del Señor, no tanto para decir cuándo o cómo será como para dar consuelo a los destinatarios (2 Ts 2, 1-12). A continuación, se vuelve a exhortar en la perseverancia en la fe (2 Ts 2, 13-17). Tanto por lo expuesto hasta aquí como por lo que viene a continuación (2 Ts 3, 1-18), podemos decir que en el corazón de la carta se encuentran la predicación y la acogida del Evangelio predicado por Pablo, y las consecuencias de rechazarlo cara a la salvación.

El justo juicio de Dios

La expresión paulina en la que nos fijaremos se encuentra en este contexto inmediato: “Entonces aparecerá el inicuo [apokalyphthesetai ho anomos], a quien el Señor exterminará con el soplo de su boca (cfr. Is 11, 4; Ap 19, 15; ver Sal 33, 6) y destruirá con su venida majestuosa [con la manifestación (fulgor) de su venida: te epiphaneia tes parousias autou] (cfr. 1 Co 15, 24. 26). Aquél, por la acción de Satanás, vendrá con todo poder [energeian], con falsas señales y prodigios [kai semeiois kai terasin pseudous; cfr. Ap 13, 13-14], y con todo género de engaños [apate; cfr. Col 2, 8; Ef 4, 22] malvados [de injusticia: tes adikias; cfr. 1Co 13, 6; Rm 2, 8], dirigidos a los que se pierden, puesto que no aceptaron el amor de la verdad [tes aletheias] para salvarse. Por eso Dios les envía un poder seductor [una fuerza de engaño: “energeian planes”; cfr. Dt 29, 3; Is 6, 9-10; 29, 10; Mt 13, 12-15; Rm 11, 8], para que ellos crean en la mentira [to pseudei], de modo que sean condenados [juzgados: krithosin; cfr. Rm 2, 12] todos los que no creyeron en la verdad [te aletheia; cfr. Ga 5, 7], sino que pusieron su complacencia en la injusticia [te adikia]” (2 Ts 2, 8-12). 

La exposición de estos versículos se lleva a cabo según una comparación o synkrisis: la manifestación del inicuo frente a la manifestación (= parusía) de Cristo (cfr. 2 Tm 1, 10; 4, 8); los prodigios obrados con el poder de Satanás frente a los prodigios obrados por Cristo; la seducción y la mentira frente a la verdad; la injusticia frente a la justicia; rechazar frente a creer; la condenación frente a la salvación. 

El texto se presenta no como amenaza a los creyentes, sino como consuelo, haciendo considerar el destino de los que han rechazado voluntariamente el Evangelio. Se trata también, por tanto, de una exhortación a la perseverancia. El tiempo de los verbos sitúa la referencia a “los que se pierden” desde lo que ya ha pasado (se ve desde el final): esto es, “los que se pierden” son los que a lo largo de su vida se han cerrado pertinazmente al Evangelio. Al hacer esto, han quedado presa fácil de la fuerza de engaño que les ha alejado de Dios (Rm 1, 18-32). 

Dios no quiere ni la incomprensión ni la seducción por la mentira. Sin embargo, la prevé y hace que sirva a sus designios: manifiesta el pecado del corazón y precipita el juicio (cfr. Ex 4, 21: el caso del faraón). Esta es la disposición divina: Dios quiere que todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad (1 Tm 2, 4), pero no puede salvar al que le rechaza voluntariamente. 

Dios se toma en serio la libertad del hombre, lo que no quiere decir que no sea señor de la historia ni que deje de darnos la ayuda que necesitamos. La seducción no viene de Dios, sino de Satanás (cfr. 2 Co 4, 4), pero el injusto es culpable de dicha seducción debido a sus decisiones. El camino de la salvación es la apertura a Dios, la escucha del Evangelio, la aceptación de la verdad, la fe (cfr. Mc 16, 16).

El autorJuan Luis Caballero

Profesor de Nuevo Testamento, Universidad de Navarra.

Reverendo SOS

Una nueva realidad en la pandemia

Precisamente por todo el sufrimiento de estos meses te sitúas en un escenario que puede ayudar a que tu identidad se haga más presente. No esperes que todo vuelva a ser como antes. Haz las cosas nuevas, ten una estrategia de futuro, aprovecha la oportunidad que te brinda la realidad.

Carlos Chiclana·21 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Frente a tanta adversidad y pérdidas, el ser humano sigue siendo fuerte: resiste, ataca y persevera. Muchos se han hecho más conscientes de su realidad personal y se han puesto al volante de su vida. Son los líderes fuertes y comprometidos que necesitan estos tiempos de valientes y que te pueden orientar con estas diez ideas:

1. Si estás vivo, tu misión no ha terminado. Estás leyendo esto, porque el virus no te ha matado. Suena fuerte, sí, y es así. Te vas a morir, así que vive y vive bien, lo que te vale realmente la pena, no te desgastes por tonterías. Todos somos supervivientes, pero no te conviertas en alguien victimizado, porque te infantilizas y te someten. Sé protagonista. Busca lo que te hace más tú, más bueno. Quítate lastres inútiles. Aparta lo que no aporta. La conciencia de la muerte te ayuda a aumentar tu presencia en la vida.

2. Eres un mamífero. Necesitas horas de sueño, comer con orden, el sol, el contacto con la naturaleza, seguir los ciclos del día y de las estaciones, el ejercicio físico, el juego, las aficiones, los cambios ambientales. Las horas de encerramiento te lo han demostrado. Cuida más al “yo cuerpo” y tus otros yoes te lo agradecerán con estabilidad emocional, lucidez mental y mayor tolerancia al estrés.

3. El miedo es el mensajero, quédate con el mensaje y despídelo. Ya seas de los que atesoraron papel higiénico o de los negacionistas, unos por sometimiento y otros por rebeldía han respondido al miedo, a la vulnerabilidad. Si puedes desarrollar una nueva estrategia o una nueva capacidad es precisamente porque tienes miedo, te sientes vulnerable, te apabulla el mal, eres sensible, te ves indefenso, lo ves difícil, estás harto, te hacen daño, tienes inquietud, te sientes oprimido o la muerte te resulta dolorosa. Esta es la realidad de la persona, y ahora que la conoces más de cerca es justo, en y a través de ella, como puedes crecer y ser más auténtico.

4. No esperes al funeral para decir que le quieres. La distancia y limitaciones de reunión animan a considerar la necesidad de las relaciones humanas. Es tiempo de cultivarlas, mejorar la comunicación, decir lo que quieres, piensas y sientes. Eres relacional desde el primer instante de tu existencia. Establece un equilibrio sano entre darte y cuidarte, ayudar y ser ayudado. Exprésalo y no te engollipes emocionalmente.

5. Invertir en lo que de verdad da fruto. ¡Que paren el mundo, que me bajo! Con este frenazo muchos se han dado cuenta de que corrían en una rueda de hámster, alienados con sistemas, trabajos o modos de vida que no les interesaban. Una oportunidad para bajarse de los tiovivos que no te llevan a tu destino y sólo marean. Haz poda, quita lo que sobra y ordena tus prioridades. Asóciate contigo. Camina ligero de equipaje.

6. Aceptar, aceptar y aceptar. Si te hubieran anticipado la pandemia, ¿esperarías de ti tanta capacidad de adaptación? Misas online, grabar meditaciones, navidades diferentes o vacaciones sin vacaciones. La aceptación es una las acciones más potentes de la voluntad, porque vence a la resignación y responsabiliza sobre la propia vida. Aceptación creativa que responde con personalidad propia.

7. Tu libertad me hace más grande. Las iniciativas solidarias surgidas han puesto de manifiesto la bondad del ser humano. También la tuya, ¿verdad? Es tiempo de amar y sustituir la confrontación por escuchar, comprender, ayudar, respetar, validar, sugerir, confiar, esperar, perdonar, recuperar, dar la oportunidad, reconstruir, rehabilitar, unir en la diferencia, encontrarte con la libertad del otro, diversificar tus relaciones y así, hacerte mejor. 

8. Dios ha vuelto a resucitar. La reflexión y la conexión con uno mismo ha llevado a muchos a descubrir que hay un templo en su interior y que el habitante no es el ego; que hay cuenta corriente en el cielo que no se llena con dinero, que los ángeles existen y que la respuesta de Dios viene también a través de ti. Todos en el mismo equipo.

9. Cultura de la celebración. Es tiempo para celebrar cualquier acontecimiento: una nueva flor en el bonsái, la sonrisa de quien te mira, unos que gritan en el bar. Tiempo para reforzar cualquier detalle que veamos y decir palabras de afirmación al otro. Para estar satisfecho por tanto que haces bien, por tanto que hacen bien los otros. Que te puedan llamar don Satisfecho. 

10. Gracias a la vida. Durante el confinamiento duro eras un privilegiado por tener acceso a una terraza o un pequeño jardín. ¡Cuántos lujos sencillos disfrutamos cada día! Agua corriente, parar en un bar, ir al parque, entrar y salir cuando quieras. Puedes valorar todas esas cuestiones que dabas por supuestas, que son un gran regalo de la vida y disfrutarlas. Duérmete cada día con una sonrisa de agradecimiento. Da las gracias y las gracias te serán dadas.

Cultura

Viktor Frankl (1905-1997) “Papá, ¿por qué decimos ‘buen Dios’?”

Conforme pasan los años y queda atrás el horror del Holocausto, la lectura de El hombre en busca de sentido resulta decisiva para muchos jóvenes que en nuestra sociedad buscan sentido a su vida. Puede decirse que es un libro que de día en día cobra más actualidad.

Graciela Jatib y Jaime Nubiola·21 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Viktor Frankl, el fundador de la logoterapia, es un gran referente de la psicología del siglo XX. Su vida está marcada por vivencias de incomprensibles designios, pero llena de una convicción y una fuerza estremecedoras. Quizá por esto nos deja huellas que inspiran y emocionan. En su obra El hombre en busca de sentido (Herder, Barcelona, 2018, 3ª ed.) nos relata un pintoresco diálogo con su pequeña hija —de apenas 6 años— que apunta a una problemática permanente tanto en filosofía como en la enseñanza de religión. La niña le pregunta: “Papá, ¿por qué decimos ‘buen Dios’?”. La respuesta parece contundente, pero no lo es: “Hace unas semanas tenías sarampión y el buen Dios te curó”, respondí. La niña no quedó satisfecha y replicó: “Sí, papá, pero no olvides que primero me lo envió” (p. 146). Este planteamiento ingenuo es un buen exponente de la cuestión que ha suscitado interrogantes a los seres humanos desde siempre: la presencia del mal en el mundo que parece antagónica con la idea de un Dios que ama a sus criaturas y las cuida. “Nadie rebaje a lágrima o reproche / esta declaración de la maestría / de Dios, que con magnífica ironía / me dio a la vez los libros y la noche”, dirá —quizá con sarcasmo ante la realidad de su ceguera— Jorge Luis Borges en su Poema de los dones.

Frankl reconoce un largo nihilismo existencial en su juventud y el haber sufrido desgarradores decaimientos a las pocas semanas de entrada en Auschwitz. También tuvo una fuerte angustia a los pocos meses de su liberación en abril de 1945: los campos de concentración le habían hecho perder la capacidad para la felicidad. 

Uno de sus pasajes más inspiradores es aquel en el que relata, poco después de su liberación, una caminata por un campo florido, un bellísimo paisaje natural y con la libertad tan añorada. Una libertad minada por el historial de indignidad y de pérdida al que fue sometido, la muerte de sus padres y de su esposa embarazada, la destrucción perversa de su obra en el Lager… Ahora, “no se veía a nadie en varias millas a la redonda, no había nada más que el cielo y la tierra y el júbilo de las alondras, la libertad del espacio. Me detuve, miré a mi alrededor, después al cielo, y caí de rodillas. En aquel momento yo sabía muy poco de mí y del mundo, no tenía sino una única frase en mi cabeza: ‘En la angustia clamé al Señor y Él me contestó desde el espacio en libertad’. No recuerdo” —concluye— “cuánto tiempo permanecí allí, repitiendo mi jaculatoria. Pero estoy seguro de que aquel día, en aquel instante, mi vida comenzó de nuevo. Fui avanzando, poco a poco, hasta volverme otra vez un ser humano” (p. 119).

La tarea de Frankl en este impresionante libro es mostrar un camino de salvación que es posible después de haber transitado el infierno de los campos y de haber padecido cansancio extremo, hambre, suciedad, enfermedad, maltratos de toda naturaleza; pese a todo, se puede resurgir desde la esperanza hacia una vida que nos reencuentra con un sentido profundo a descifrar; en oposición al existencialismo ateo de Sartre, para quien el hombre se inventa a sí mismo y crea su sentido, Frankl expresará: “Yo afirmo, en cambio, que el hombre no inventa el sentido de su vida, sino que lo descubre” (p. 128). Es quizá por esto que “el hombre no debería cuestionarse sobre el sentido de la vida, sino comprender que es a él a quien la vida interroga” (p. 137). Porque el ser humano está animado por “una voluntad de sentido”, la misma que le permitió a Viktor Frankl peregrinar por los campos de concentración sin perder un atisbo de dignidad.

Leemos en el Evangelio de san Juan: “¿No sabes que tengo autoridad para crucificarte lo mismo que para ponerte en libertad? Entonces Jesús le contestó: No tendrías ninguna autoridad sobre mí, si Dios no te lo hubiera permitido” (Jn 19, 10-11). Estas benditas palabras abren interrogantes cruciales sobre la presencia del mal en la vida de las personas.

Hemos encontrado una huella del camino que conduce a la verdad en las palabras de Adolfo Pérez Esquivel, premio nobel de la paz (1980) y amigo del Papa Francisco, quien en su obra Resistir en la esperanza (2011) narra el hallazgo de una gran mancha de sangre en los muros de la prisión en la que fue sometido a agravios y torturas; con esa misma sangre el prisionero o prisionera había escrito “Dios no mata”. Esta expresión le llenó de congoja al comprender que alguien había tenido la capacidad de escribir esto con su propia sangre y en medio de la más pura desesperación. Esquivel lo considera como un grito de la humanidad: “Dios no mata”, en el contexto en que fue escrito, “es uno de los mayores actos de fe que conozco”.

La presencia estremecedora del mal ha mostrado su rostro más descarnado en momentos cruciales de la historia, como fueron las guerras o los totalitarismos que avasallaron la dignidad del ser humano, cercenando sus libertades individuales y colectivas. “La historia” —escribe Frankl— “nos brindó la posibilidad de conocer la naturaleza humana quizá como ninguna otra generación. ¿Qué es, en realidad, el hombre?” (p. 115), y concluirá el libro con esta impresionante respuesta: “El hombre es ese ser capaz de inventar las cámaras de gas de Auschwitz, pero también es el ser que ha entrado en esas mismas cámaras con la cabeza erguida y el Padrenuestro o el Shemá Israel en los labios” (p. 160). 

La lectura de El hombre en busca de sentido sigue dejando huella en todos aquellos que se acercan a este libro porque nos muestra con radicalidad la hondura de ser humano.

El autorGraciela Jatib y Jaime Nubiola

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Vaticano

«Para ser discípulos de Jesús es necesario involucrarse con Él»

Durante el rezo del Angelus de este domingo, el Papa Francisco comentó el evangelio animando a buscar siempre al Señor, también en las temporadas difíciles de la vida.

David Fernández Alonso·20 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco ha comentado el Evangelio de este domingo durante el rezo del Angelus en la Plaza de San Pedro, haciendo una reflexión sobre las dificultades y pruebas de la vida y la postura que adoptamos frente a ellas. «Hoy el Evangelio narra el episodio de la tempestad calmada por Jesús (Mc 4,35-41). La barca en la que los discípulos atraviesan el lago es asaltada por el viento y las olas y ellos temen hundirse. Jesús está con ellos en la barca, sin embargo, se queda en la popa durmiendo sobre un cabezal. Los discípulos, llenos de miedo, le gritan: «Maestro, ¿no te importa que perezcamos?» (v. 38)».

«Muchas veces también nosotros», comentó el Santo Padre, «asaltados por las pruebas de la vida, hemos gritado al Señor: “¿Por qué te quedas en silencio y no haces nada por mí?”. Sobre todo cuando parece que nos hundimos, porque el amor o el proyecto en el que habíamos puesto grandes esperanzas desvanece; o cuando estamos a merced de las persistentes olas de la ansiedad; o cuando nos sentimos sumergidos por los problemas o perdidos en medio del mar de la vida, sin ruta y sin puerto. O incluso, en los momentos en los que desaparece la fuerza para ir adelante, porque falta el trabajo o un diagnóstico inesperado nos hace temer por nuestra salud o la de un ser querido».

Francisco recordó la importancia de mantener la vista en lo verdaderamente importante ante temporadas difíciles de nuestra vida: «En estas situaciones y en muchas otras, también nosotros nos sentimos ahogados por el miedo y, como los discípulos, corremos el riesgo de perder de vista lo más importante. En la barca, de hecho, incluso si duerme, Jesús está, y comparte con los suyos todo lo que está sucediendo. Su sueño, por un lado nos sorprende, y por el otro nos pone a prueba. El Señor, de hecho, espera que seamos nosotros los que le impliquemos, le invoquemos, le pongamos en el centro de lo que vivimos. Su sueño nos provoca el despertarnos. Porque, para ser discípulos de Jesús, no basta con creer que Dios está, que existe, sino que es necesario involucrarse con Él, es necesario también alzar la voz con Él, gritarle a Él».

«Hoy podemos preguntarnos: ¿cuáles son los vientos que se abaten sobre mi vida, cuáles son las olas que obstaculizan mi navegación? Digamos todo esto a Jesús, contémosle todo. Él lo desea, quiere que nos aferremos a Él para encontrar refugio de las olas anómalas de vida. El Evangelio cuenta que los discípulos se acercan a Jesús, le despiertan y le hablan (cfr v. 38). Este es el inicio de nuestra fe: reconocer que solos no somos capaces de mantenernos a flote, que necesitamos a Jesús como los marineros a las estrellas para encontrar la ruta. La fe comienza por el creer que no bastamos nosotros mismos, con el sentir que necesitamos a Dios. Cuando vencemos la tentación de encerrarnos en nosotros mismos, cuando superamos la falsa religiosidad que no quiere incomodar a Dios, cuando le gritamos a Él, Él puede obrar maravillas en nosotros. Es la fuerza mansa y extraordinaria de la oración, que realiza milagros».

El Papa concluyó animándonos a buscar siempre a Jesús, a no dejarlo en un «rincón»: «Jesús, implorado por los discípulos, calma el viento y las olas. Y les plantea una pregunta, que nos concierne también a nosotros: «¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe?» (v. 40). Los discípulos se habían dejado llevar por el miedo, porque se habían quedado mirando las olas en vez de mirar a Jesús. También para nosotros es así: ¡cuántas veces nos quedamos mirando los problemas en vez de ir al Señor y dejarle a Él nuestras preocupaciones! ¡Cuántas veces dejamos al Señor en un rincón, en el fondo de la barca de la vida, para despertarlo solo en el momento de la necesidad! Pidamos hoy la gracia de una fe que no se canse de buscar al Señor, de llamar a la puerta de su Corazón. La Virgen María, que en su vida nunca dejó de confiar en Dios, despierte en nosotros la necesidad vital de encomendarnos a Él cada día».

Ecología integral

“Somos seres corporales, y sin corporalidad no hay familia”

“El transhumanismo destruye todas las relaciones familiares básicas”, ha señalado a Omnes María Lacalle, vicerrectora de Profesorado y Ordenación Académica de la Universidad Francisco de Vitoria, y directora del Instituto Razón Abierta, que ha organizado el congreso sobre este movimiento.

Rafael Miner·20 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

El profesor de la Universidad de Oxford, Anders Sandberg, afirmó en la conferencia inaugural del Congreso sobre Transhumanismo en la Universidad Francisco de Vitoria, que “el debate fundamental en torno a este tema radica en si a través del transhumanismo seguiremos siendo humanos, o, por el contrario, perderemos nuestra esencia humana”. Pues bien, desde diferentes enfoques y ángulos, varios ponentes fueron aludiendo a esta cuestión, de un modo u otro.

El último en hacerlo fue el catedrático de Filosofía Juan Arana, de la Universidad de Sevilla, quien en la clausura señaló que “nuestra lucha no es contra el transhumanismo, sino por la supervivencia del hombre”. Además, Juan Arana se preguntó por la esencia de lo humano ante las diferentes corrientes transhumanistas; y afirmó que “la filosofía del transhumanismo está llena de agujeros”, y que “es preciso medir las consecuencias de nuestras capacidades”.

“Todo el transhumanismo es un vaciamiento y trasposición en términos tecnocientíficos de lo que es el ser humano”. “Seguiremos pensando qué significa ser humanos y trabajando sobre transhumanismo y posthumanismo. De momento, no somos cyborgs sino sapiens”, señaló Elena Postigo, directora del Congreso Razón Abierta en las conclusiones. Postigo se refirió al deseo de inmortalidad y transcendencia al que está llamado el hombre y, tal como señaló en la entrevista concedida a Omnes, reiteró que “está en nuestras manos saber usar la ciencia y la técnica de forma prudente y responsable, al servicio de las personas y del bien común”.

María Lacalle

La profesora Elena Postigo reveló a Omnes que “fue María Lacalle quien hace un año exactamente, me propuso realizar este Congreso”. De modo que parecía lógico conversar con María Lacalle, vicerrectora de Profesorado y Ordenación Académica de la Universidad Francisco de Vitoria, y directora del Instituto Razón Abierta. Con ella conversamos, de modo particular sobre el tema de su especialidad, la familia, y el transhumanismo. Además de sus tareas universitarias, María Lacalle es madre de seis hijos y tiene cuatro nietos.

La primera pregunta es obvia. ¿Cómo ideó este Congreso? Normalmente, las intuiciones son fruto del trabajo.

̶ Tampoco es que fuera una iluminación mía, es de todo el equipo. Desde el Instituto Razón Abierta intentamos impulsar en la Universidad esa propuesta de Benedicto XVI de plantear el quehacer universitario desde una razón abierta. El decía que la universidad es la casa donde se busca la verdad, y para conocer la verdad hay que intentar ver la realidad completa, no sólo una partecita, huyendo especialmente del reduccionismo cientificista, que es tan frecuente en nuestros días. Uniendo esa aspiración a conocer la verdad completa, se trata de formular a la realidad las preguntas más relevantes para el ser humano, traspasando los límites de cada ciencia. Y teniendo también en cuenta aquello que nos decía Juan Pablo II, que la Universidad tiene que investigar sobre los desafíos de cada tiempo, tratando de ofrecer propuestas que sean para el bien de la persona y del bien común, Pensando en lo que hay alrededor, uno de estos desafíos es el transhumanismo, que además, como es transversal, impacta en todas las áreas de conocimiento y permite incluir a toda la comunidad universitaria.

Ha pasado el primer día del congreso. Acaba de comenzar el segundo. A riesgo de ser injustos, porque se necesita perspectiva, ¿puede comentar algo que le ha llamado la atención de este primer día?

̶ Algo que acabamos de comentar en el equipo es que a los ponentes de fuera les sorprende cómo planteamos las cosas de una forma intrínsecamente relacionada con la filosofía. Es decir, la reflexión filosófica no es una guinda que se pone al final de una charla puramente tecnológica, sino que aquí planteamos las cosas de forma integrada. Y nos ha encantado que la gente de fuera reconozca esa diferencia, porque es lo que intentamos hacer.

Hemos visto mesas redondas con un enfoque histórico, cultural, de medicina, ingeniería, etc. Usted participa en una sobre familia, con un título fuerte: ‘Hacia la disolución de la familia en una utopía post-humana’. ¿Cómo puede impactar el transhumanismo en una institución tan vital para la sociedad como la familia?

̶ Aquí podríamos preguntarnos sobre qué concepción antropológica subyace en el transhumanismo. A lo largo del día de ayer vimos que, por una parte, se ve un materialismo y un mecanicismo; por otro lado, como un espiritualismo, esa propuesta que nos hacía Sandberg al principio, la aspiración de escanear nuestro cerebro y subirlo a la nube. Sea como sea, las dos corrientes, aunque aparentemente contrapuestas, al final coinciden en algo, que es una injusta comprensión de la corporalidad.  Y desde una antropología realista hay que afirmar que somos seres corporales. Somos cuerpo, un cuerpo abierto al infinito, un espíritu encarnado, pero somos corporales; no tenemos un cuerpo, sino que somos cuerpo. Y sin corporalidad no hay familia, el amor conyugal es un amor carnal, es un amor que incluye la entrega sexual, la procreación es corporal.

¿Y qué nos encontramos en estas propuestas transhumanistas? Que en cierto sentido también convergen con las propuestas de género. Hay dos grandes cuestiones. Una, lo que llaman la libertad morfológica, para modificar o manipular el cuerpo según cada uno quiera, incluyendo la identidad sexual; y por otra parte, la aspiración de liberar a la mujer de esa ‘carga insoportable’ del embarazo y de la maternidad. Es una reivindicación antigua.

Parece que estas cosas surgen ahora, pero podemos recordar a Simone de Beauvoir, cuando decía que la mujer está aprisionada en un cuerpo molesto y que hay que liberarla de ese cuerpo; y sobre todo de la maternidad. Para lograrlo, se trabaja para conseguir una reproducción asexuada. Y nos suena la pretensión de conseguir úteros artificiales, generar gametos artificialmente, de tal manera que no sea la mujer la que tenga que llevar esa pesada carga. Y además, por cierto, se podrá prescindir de los hombres también… Bueno, esto es una broma…

A través de la fecundación in vitro hay ya algo de eso…

̶ Ya hay algo de eso. Vemos ya cómo en un momento dado se desvincula la sexualidad de la procreación, y ahora lo que vemos es que no es solo sexo sin procreación sino procreación sin sexo. ¿Qué impacto tiene todo esto en la familia? Obviamente, destruye todas las relaciones familiares básicas: la relación conyugal, la filiación, la relación de parentesco, No da tiempo ahora a profundizar en materia. Además, entre familia y persona hay una relación biunívoca, ¿no? La persona no se puede desplegar adecuadamente sin unas relaciones familiares sanas, y al mismo tiempo, sin una persona equilibrada, no se puede constituir una familia.

En la medida que una persona es más máquina y menos humana, ¿cómo serían esas relaciones? ¿Qué tipo de relación puede haber entre una persona y una máquina? ¿Qué pasa con los sentimientos, las emociones, etc.?

̶ Efectivamente, no sería una relación personal, y por tanto no podría haber relaciones de amor. En cualquier caso, no he investigado esa parte del transhumanismo que aspira al cyborg, o al híbrido hombre-máquina, sino más bien esa parte que converge con las antropologías de género, y que aspira a una autoconstrucción, manipulando nuestro cuerpo, hacia una sociedad genderless, como dicen, una sociedad en la que se ha acabado con el bimorfismo sexual, cada uno es libre para autoconstruirse, y por tanto la maternidad y la paternidad hay que sacarlas de la ecuación, hay que conseguir que sea por medios artificiales, que no nos estorben los niños…

Mis investigaciones no han ido tanto por la parte de ciencia ficción. Porque lo que estoy comentando ya está aquí, en parte. El útero artificial todavía no se ha conseguido. Ahora bien, ¿es una forma plenamente humana? ¿Qué pasará con los niños así gestados? Porque sabemos que en la gestación no hay una interacción muy grande entre la madre y el hijo. Si lo metemos en una bolsa de plástico, ¿cómo se va a desarrollar ese niño?

¿Qué podemos hacer para ayudar a que la ciencia y la técnica estén al servicio de la persona humana?

̶ Desde luego, hay una clave que es la formación. Las universidades tenemos una responsabilidad muy grande. En nuestra visión, nosotros queremos ser referentes en ciencias y profesiones centradas en la persona. Es decir, queremos formar a nuestros alumnos para que cuando salgan al mundo laboral desempeñen su profesión desde la centralidad de la persona, que quiere decir buscando el bien de la persona y el bien común. Si los científicos tuvieran esto en cuenta, seguramente abandonarían ciertas líneas que claramente van contra la dignidad de la persona. A veces la comunidad científica reacciona, como contra este chino que manipuló genéticamente a unas gemelas. A él parece que le han metido en la cárcel, aunque todo lo que viene de China es tan opaco…Pero hay otros pidiendo licencias en otras partes del mundo para investigar. La clave está en que los científicos pongan en el centro el bien de la persona, no intereses comerciales o de otro tipo.

¿Cómo fue este caso en China?

̶ Un científico chino manipuló genéticamente dos embriones de dos niños gemelas, para que fueran resistentes al virus VIH del Sida, porque el padre de las niñas tenía ese virus. Implantó los embriones, y las niñas nacieron. Hasta ahora se habían producido experimentos de este tipo, pero no habían llegado a implantar los embriones. En este caso se implantaron los embriones y las niñas nacieron. Son dos niñas que han sido manipuladas genéticamente, con todo lo que ello implica. Nos creemos Dios, pero no somos conscientes de lo que estamos haciendo. La vida es muy potente, y tocar cualquier cosa…. Aquí tendríamos que hablar con un genetista.

Iniciativas

Tres chicas ganan el Concurso de Relatos de la Carrera por la Vida

Una sevillana, María José Gámez; una pacense, María Moreno; y una gijonesa que trabaja en Zaragoza, Lorena Villalba, han resultado ganadoras del Concurso de Relatos de la Carrera solidaria por la Vida que tendrá lugar el próximo domingo 27 de junio en el Parque Valdebebas (Madrid).

Rafael Miner·19 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

La Carrera por la Vida ya está aquí. El próximo domingo, 27 de junio, se volverá a decir Sí a la Vida con una Carrera solidaria, que tendrá lugar de forma física en Madrid en el Parque de Valdebebas, o de manera virtual desde cada municipio. Habrá dos modalidades: 5 ó 10 km., y se puede participar en familia o con amigos, y realizar el recorrido corriendo o paseando. Se podrá correr desde las 8:00 horas del 25 de junio hasta las 23 horas del domingo 27.

En Valdebebas, la carrera física comenzará a las 10:00 horas; previamente se leerá el Manifiesto Deportistas por la Vida. A las 11,30 horas se llevará a cabo la entrega de premios. Más abajo se explica brevemente cómo inscribirse. La carrera ha sido organizada por la Asociación Deportistas por la Vida y la Familia, integrantes de la Plataforma Sí a la Vida, como muestra del apoyo del mundo del deporte a la dignidad de la persona humana desde su concepción a su muerte natural, a los fallecidos por Covid-19, y para celebrar el décimo aniversario de esta Plataforma. 

La Plataforma Sí a la Vida, constituida por más de 500 asociaciones, celebra el décimo aniversario de su fundación y por ello, además del acto virtual celebrado el pasado 21 de marzo, que recogió interesantes testimonios y actividades, ha organizado una segunda parte con presencia física con la Carrera solidaria por la Vida del 27 de junio.

De esta forma “la sociedad española podrá escuchar de nuevo la voz de la defensa de toda vida humana y la urgencia por defenderla en momentos en que es especialmente atacada por la ley de la eutanasia y la persecución a quienes ofrecen información y ayuda a las embarazadas para salvar la vida de sus hijos”, señala Alicia Latorre, coordinadora de la Plataforma.

Las ganadoras, de Sevilla, Badajoz y Gijón

Junto a la preparación de la Carrera, ha tenido lugar un Concurso de Relatos breves sobre El don de la vida y el deporte, del que informó Omnes. Y los ganadores han resultado ser tres ganadoras. En la categoría de menores de 19 años, el primer premio ex aequo ha sido para María José Gámez Collantes de Terán, 17 años, estudiante de Primero de Bachillerato del colegio Adharaz Altasierra (Espartinas, Sevilla), del grupo Attendis, con un relato titulado ¡Corre!; y María Moreno Guillén, de Badajoz, de la misma edad, estudiante también de Primero Bachillerato del colegio Puerta Palma-El Tomillar de Badajoz, del mismo grupo educativo, con el relato titulado La felicidad de mi vida.

En ambos casos, las ganadoras se enteraron del Concurso de Relatos breves a través de sus profesoras. Loreto Macho Fernández, graduada en Ciencias de las Actividad Física y el Deporte, y profesora de Educación Física de Adharaz, informó del concurso, y varias de ellas escribieron sus relatos. Y Margarita Arizón, profesora en este caso de Literatura Universal, comentó la celebración del concurso, y María Moreno y alguna otra alumna del centro educativo pacense se animaron.

En la categoría de Deportistas, la ganadora ha sido Lorena Villalba Heredia, natural de Gijón, con el relato titulado Nyala, tras la superación, el triunfo. Lorena es graduada en Magisterio Primaria Educación Física por la Universidad de Oviedo, y posteriormente cursó un master en Investigación e Innovación en Infantil y Primaria, por la misma universidad. Actualmente desempeña labores docente e investigadora en la Universidad de Zaragoza.

La historia de Nyala

Nyala es la historia de un niño albino, el menos de once hermanos, en un país africano, que es ayudado por un hermano Marista y comienza a competir internacionalmente. Le inscriben en una universidad española y llega el sueño de su vida… No vamos a desvelar el argumento. También los relatos de María José Gámez y María Moreno tienen argumento. Podrán verlos en un libro electrónico de omnesmag.com, que recogerá los 30 mejores relatos a juicio del Jurado.

Javier Fernández Jáuregui, presidente de Deportistas por la Vida, recuerda que “el barón de Coubertin quiso que hubiera junto a las competiciones deportivas, unas competiciones artísticas, y que es obligatorio presentar una propuesta de actividades culturales en cada ciudad que se presenta candidata a los JJ.OO.”.

En declaraciones a Omnes, Lorena Villalba revela que se enteró del concurso por unos compañeros con los que en ocasiones había hablado del tema de la vida y de algunos temas religiosos, y fueron ellos los que le pasaron la información. Lorena ve en este premio “una señal que Dios le ha enviado” para volver a escribir relatos, algo que había abandonado.

Formalizar inscripciones. Familiar

La inscripción para la Carrrera solidaria del Sí a la Vida el 27 de junio, es fácil. La sencilla supone 16 euros, pero la organización ha previsto también una inscripción para un grupo familiar, de entre 2 y 10 personas, por tan solo 24 euros. “Se trata de hacer más asequible la participación”, señala Javier Fernández Jáuregui, presidente de la Asociación de Deportistas por la Vida y la Familia. La inscripción para la carrera de forma virtual es aún más económica: 9 euros la sencilla, y 15 euros para el grupo familiar, entre 2 y 10 personas. Existe también un dorsal 0, a 5 euros.

Las inscripciones pueden realizarse aquí:

Carrera física: https://www.rockthesport.com/es/evento/deportistas-por-la-vida

Carrera virtual: https://www.rockthesport.com/es/evento/deportistas-por-la-vida-virtual 

Para más información, pueden entrar en deportistasporlavidaylafamilia.com o en el teléfono 629406454.

El Manifiesto

Javier Fernández Jáuregui anima a unirse a los numerosos deportistas que han firmado el Manifiesto de los Deportistas, en el que se comprometen a dar lo mejor de sí mismos por la vida de todo ser humano en cualquier circunstancia de su vida, y solicitan a las autoridades públicas comprometerse con esta tarea. 

La Carrera solidaria por la Vida es un acto lleno de vida y alegría, a pesar de denunciar las agresiones a la vida humana, en el que habrá música, lectura de los manifiestos, entrega de premios y se guardará un minuto de silencio en recuerdo de los fallecidos. En todo momento se resaltará el espíritu de superación y de solidaridad propios del deporte universal, siempre en busca del desarrollo integral de la persona humana.

Alicia Latorre desea animar a todo el que está dudando: “La Plataforma Sí a la Vida anima a toda la sociedad civil que defiende la vida desde su inicio a su fin natural a mostrar su apoyo corriendo por la vida el próximo 27 de junio, ya sea de forma virtual, cada uno desde su lugar de residencia, como de forma presencial corriendo o paseando en familia o con amigos”.

En el Manifiesto que se leerá en Valdebebas, los deportistas afirman su “compromiso y lealtad por la vida; subrayan su deseo de que la vida sea “exaltada, animada y protegida en cualquier circunstancia, situación o periodo de la vida”, y la defienden “como amantes y practicantes de la actividad física y el deporte, como descendientes de nuestros padres o cuidadores, que nos dieron la vida y la oportunidad de experimentar y de mejorar nuestras cualidades humanas gracias al deporte”.

Vaticano

Los pobres nos evangelizan

El Papa Francisco reflexiona, en el Mensaje preparado para la V Jornada Mundial de los Pobres, que se celebrará en toda la Iglesia el 14 de noviembre de 2021, sobre las palabras de Jesús "a los pobres los tienen siempre con ustedes".

Giovanni Tridente·18 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

«A los pobres los tienen siempre con ustedes», dijo Jesús en Betania en la casa del «leproso». Pero esto no debe significar una adaptación a la situación sino la conciencia de que estamos llamados en primera persona a vivir esta realidad desde una perspectiva fundamentalmente evangélica.

El Papa Francisco lo explica bien en el Mensaje preparado para la V Jornada Mundial de los Pobres, que se celebrará en toda la Iglesia el 14 de noviembre de 2021, reflexionando precisamente sobre esas palabras de Jesús.

Cinco años después de su institución -que tuvo lugar, como se recordará, al final del Jubileo de la Misericordia-, el Santo Padre sostiene que este nombramiento debe arraigar «cada vez más en nuestras Iglesias locales», abriéndose a un proceso de evangelización «que en primera instancia salga al encuentro de los pobres, allí donde estén».

De hecho, no hay que esperar a que llamen a nuestra puerta, sino que hay que llegar a ellos «en sus casas, en los hospitales y en las residencias de ancianos, en las calles y en los rincones oscuros donde a veces se esconden, en los centros de acogida y hospitalidad…», logrando ante todo «reconocerlos realmente», y haciéndolos también «parte de nuestra vida e instrumentos de salvación».

Sacramento de Cristo

Debemos tomar conciencia, de hecho, explica el Papa Francisco en el Mensaje, de que «los pobres de cualquier condición y de cualquier latitud nos evangelizan», porque nos permiten reconocer, a través de las múltiples facetas de su condición y de su vida, «los rasgos más genuinos del rostro del Padre».

Aspectos que el Pontífice ya había tratado al principio de su pontificado en su Encíclica Evangelii gaudium, cuando invitó a no caer en un exceso de activismo hacia los necesitados, sino a mostrar una verdadera atención y preocupación por la persona de los pobres y su bienestar.

Jesús mismo no sólo había estado del lado de los pobres, sino que había compartido con ellos la misma suerte. Es decir, son hermanos y hermanas «con los que compartir el sufrimiento» pero también a los que hay que aliviar el malestar y la marginación, devolviendo la dignidad y asegurando la necesaria inclusión social. El Papa Francisco en esta reflexión los llama no por casualidad «sacramento de Cristo», porque representan su persona y remiten a él.

Una verdadera conversión

Sin embargo, esta reflexión y este dinamismo serían vanos sin una verdadera conversión, que «consiste, en primer lugar, en abrir nuestro corazón para reconocer las múltiples expresiones de la pobreza», viviendo luego coherentemente «con la fe que profesamos». Es necesario un cambio de mentalidad, que debe ir en la dirección de compartir y participar, y por tanto del deseo de liberarse personalmente de toda restricción -también material- «que impida alcanzar la verdadera felicidad y bienaventuranza».

Sobre esto el Santo Padre es categórico: «Si no se elige convertirse en pobres de las riquezas efímeras, del poder mundano y de la vanagloria, nunca se podrá dar la vida por amor; se vivirá una existencia fragmentaria, llena de buenos propósitos, pero ineficaz para transformar el mundo».

También es necesario enfrentarse a las «nuevas formas de pobreza», que surgen, por ejemplo, de un mal uso del mercado y de las finanzas, con profesionales «carentes de sentimiento humanitario y de responsabilidad social»; de la pandemia, que ha obligado a muchos a ir al paro; pero también de la indiferencia más insidiosa generada por un estilo de vida individualista.

Procesos de desarrollo

La respuesta puede ser iniciar «procesos de desarrollo en los que se valoren las capacidades de todos», en reciprocidad, con solidaridad y compartiendo.

En esto, los gobiernos y las instituciones mundiales no pueden quedar al margen, llamados a una «planificación creativa, que permita aumentar la libertad efectiva para lograr la existencia con las capacidades de cada persona». Porque si se pone a los pobres al margen, como si fueran responsables de su condición, «el concepto mismo de democracia se pone en crisis y toda política social se vuelve un fracaso».

Leída en esta perspectiva, por tanto, la famosa frase de Jesús «A los pobres los tienen siempre con ustedes» (Mc 14,7) adquiere el sentido de la frase. (Mc 14,7) adquiere el significado de una verdadera oportunidad, que se ofrece a todos para hacer finalmente el bien a la humanidad.

Actualidad

UMAS celebra su Asamblea en el 40 aniversario de su constitución

La mutua de seguros de referencia en entidades de la Iglesia anuncia que ha establecido acuerdos con las tres principales compañías de salud del país.

Omnes·17 de junio de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

UMAS celebró ayer su Asamblea General de manera virtual. La mutua de seguros de referencia para Diócesis, Órdenes y Congregaciones y para Entidades del Tercer Sector ha anunciado además el Lanzamiento Umas Salud para la Iglesia Católica gracias a los acuerdos establecidos con las tres principales compañías de salud del país, para dar el mejor servicio posible a sus mutualistas.

Además, UMAS ha anunciado que sus resultados, pese a la pandemia sitúan su ratio de solvencia en 4,45 veces de lo exigido legalmente.

Según la Memoria anual de UMAS en 2020 contaba con 12.169 mutualistas, 12 Delegaciones territoriales más de 20.000 pólizas suscritas, y cerca de 20.000 siniestros gestionados con gran agilidad.

América Latina

Con una exhortación a la unidad inicia la Asamblea los obispos de los Estados Unidos

La aprobación de una “declaración sobre el significado de la Eucaristía en la vida de la Iglesia” ha sido el tema que ha dominado el debate desde los primeros minutos de esta Asamblea, y que refleja la polarización existente en la Iglesia de este país.

Gonzalo Meza·17 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Ayer inició la Asamblea de Primavera de la Conferencia de Obispos de los Estados Unidos, una reunión que concluirá el viernes y se realiza virtualmente a causa de la pandemia. Aunque durante los próximos días los obispos abordarán una serie de temas relevantes para la vida de la Iglesia en los Estados Unidos (nuevas traducciones en inglés de la liturgia de las horas, un plan pastoral para el matrimonio y la familia y una visión integral para el ministerio de los nativos americanos), el tema que ha dominado desde los primeros minutos en esta Asamblea, y que refleja la polarización existente en la Iglesia de este país, es la aprobación de una “declaración sobre el significado de la Eucaristía en la vida de la Iglesia”.

Una iniciativa dirigida a todos los miembros de la Iglesia, pero que tiene detrás de sí un destinatario principal: el presidente Joe Biden, quien a pesar de declararse católico practicante y que comulga, ha promovido desde el inicio de su mandato, políticas contrarias a las enseñanzas de la Iglesia en materia de defensa de la vida y el matrimonio formado por un hombre y una mujer.

Ayer, al iniciar la conferencia, algunos obispos contrarios a la emisión de dicha declaración trataron de modificar la agenda de la reunión proponiendo postergar la discusión de dicho documento sobre la Eucaristía hasta la próxima Asamblea de noviembre y eliminar los límites de tiempo protocolarios para su debate, de forma que el tema se pudiera debatir en persona y/o sin límite de tiempo. La propuesta no prosperó, pues el 59 % de los obispos se opuso. De esa forma la discusión de dicho documento continua como estaba programada para el 17 de junio. 

Esta polarización es notoria no solo en la jerarquía sino en todos los niveles de la Iglesia norteamericana. Es por ello que en sus discursos inaugurales, el nuncio apostólico en los Estados Unidos, arzobispo Christophe Pierre, y Monseñor José H. Gomez, arzobispo de los Ángeles y presidente de la Conferencia de Obispos, lanzaron un ferviente llamado a la unidad y a no asociar la fe o casarla con ideologías o partidos políticos. Al salir de esta pandemia debemos preguntarnos si “¿estamos siendo una Iglesia que responde a las verdaderas necesidades de nuestro pueblo?”, dijo Mons. Christophe Pierre. El modelo de Iglesia que Cristo nos llama a ser, indicó, es el modelo del Buen Samaritano, “que sale con compasión y misericordia con los que sufren para llevarles la verdadera curación”.

Lo que hoy en día falta en el proceso de evangelización, precisó, es “comenzar de nuevo desde Jesucristo”, pero el punto de partida no es avergonzar a los débiles, sino proponer a Aquel que puede fortalecernos en nuestros debilidades a través de los sacramentos de la reconciliación y la Eucaristía. “La Sagrada Comunión”, indicó el nuncio “no es simplemente una cosa que se recibe, sino que es Cristo mismo: una Persona que se debe encontrar. Un catolicismo que se confunda con una mera tradición cultural o que no se distinga de otras propuestas, incluso políticas o ideológicas, basadas en determinados valores, nunca convencerá a esta generación ni a las nuevas. No somos una iglesia de los perfectos, sino una Iglesia peregrina que necesita la misericordia ofrecida por Cristo”. No se trata de aplastar a los demás, sino de acompañar, amar y dialogar respetuosamente, aclaró el Nuncio. 

Por su parte, Mons. José Gomez, reconoció que la división (política) existente en la sociedad norteamericana también se refleja y afecta a la Iglesia: “Vivimos en una sociedad secular en donde la política se convierte en el substituto de la religión para mucha gente”. Por ello, “necesitamos protegernos contra la tentación de pensar en la Iglesia solo en términos políticos. La unidad en la Iglesia no significa conformidad de opinión, o que los obispos nunca estén en desacuerdo. Los apóstoles discutieron apasionadamente. No estaban de acuerdo sobre estrategias y métodos pastorales. Pero nunca estuvieron en desacuerdo sobre la verdad del Evangelio”. Tras la pandemia, precisó Gomez, nuestro Santo Padre nos llama a fortalecer la unidad del Cuerpo de Cristo.

La unidad a la que exhortaron los arzobispos Pierre y Gómez se pondrá a prueba hoy, en lo que será un acalorado debate entre los obispos acerca de la redacción y la terminología de esta declaración sobre la Eucaristía en la vida de la Iglesia.

España

“Estas Conversaciones eliminan el foso entre la realidad social y la Iglesia”

Mons. Juan Carlos Elizalde, obispo de Vitoria, describió para Omnes las primeras impresiones de la iniciativa Conversaciones en la Catedral, unos diálogos con el obispo abiertos a cualquier persona con todo tipo de inquietudes o preguntas sobre la Iglesia, el Magisterio o la vida cristiana. 

Maria José Atienza·17 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

La Catedral de María Inmaculada, Madre de la Iglesia, de Vitoria fue el escenario, durante la tarde de ayer, de las Conversaciones en la Catedral, un fluido diálogo entre más de un centenar de personas y el obispo de Vitoria, D. Juan Carlos Elizalde. Un primer encuentro en el que el prelado, en declaraciones a Omnes, manifestó “sentirse muy a gusto”.

Esta iniciativa de la diócesis alavesa, que continuará el próximo curso, contó con una excelente acogida, a pesar de la tormenta que se hizo presente en la capital. Más de un centenar de personas acudieron a estas Conversaciones en la Catedral. Como señaló el propio Mons. Elizalde “en este primer encuentro las personas que han acudido eran, en su mayoría, cercanos a la Iglesia, cristianos militantes… aunque las preguntas han sido muy diversas”.

Las conversaciones comenzaron con una pequeña introducción curricular del ponente y la explicación de la iniciativa. En sus declaraciones a Omnes, Mons. Juan Carlos Elizalde apuntó que “una de las cosas que he querido transmitir es que soy consicente del riesgo que supone, hoy, hablar del Evangelio, de temas complejos sobre la Iglesia o la sociedad, porque siempre puedes ser malinterpretado”.

El diálogo fue “fluido y natural”, como destacaba el obispo de Vitoria: “ha habido preguntas de mucho tipo, sobre la secularización de la sociedad, el futuro de la Iglesia, la misión de los cristianos hoy, o los retos y obstáculos a los que se enfrentan los católicos en la actualidad”. Las preguntas, ha señalado Mons. Elizalde “denotaban verdadera inquietud, no una curiosidad malsana o entrar en el morbo

Para Mons. Elizalde este formato de encuentro es un modo privilegiado de conocer los interrogantes reales que tienen los católicos de una manera natural y cercana: “creo que es un formato que ayuda y hace familia dentro de la Iglesia” señaló.

El obispo de Vitoria está convencido de que “todos los obispos desean la cercanía con su pueblo, conocer sus inquietudes. Iniciativas como estas Conversaciones en la Catedral ayudan a eliminar ese foso, esa separación, que muchas veces encontramos, entre la realidad social y la Iglesia. En mi caso he hablado muy a gusto y juntos hemos podido encontrar una visión esperanzadora de la vuelta al Evangelio o la humanización de las estructuras sociales.

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América Latina

La asamblea de los obispos norteamericanos debate la comunión a políticos abortistas, y otras cuestiones

Comienza en los Estados Unidos la asamblea general de primavera de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) que aborda temas vitales para la vida de la Iglesia en los Estados Unidos, como puede ser el debate sobre la comunión a políticos abortistas.

Gonzalo Meza·17 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Desde hoy y hasta el 18 de junio comienza en los Estados Unidos la asamblea general de primavera de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB). Esta reunión será virtual a causa de las restricciones impuestas por la pandemia del Covid 19. La Asamblea comenzará con un discurso del arzobispo Christophe Pierre, nuncio apostólico en los Estados Unidos de América, seguido por el mensaje introductorio del arzobispo de Los Ángeles, José. H. Gómez, presidente de la USCCB.

Aunque la agenda de la asamblea incluye una serie de temas vitales para la vida de la Iglesia en los Estados Unidos, uno de ellos está al centro del debate no solo en esta reunión, sino en los medios nacionales e internacionales. 

Se trata de la aprobación de una “declaración formal sobre el significado de la Eucaristía en la vida de la Iglesia”. Aunque esta iniciativa se dirige a todos los católicos, el objetivo principal es enviar un mensaje al Presidente Joe Biden y a los políticos norteamericanos católicos sobre el significado de la recepción de la Eucaristía y lo que esto conlleva, particularmente manifestar en público y en privado coherencia con los principios católicos de la Iglesia, especialmente en temas de la defensa de la vida y la familia compuesta por un hombre  y una mujer. Aunque Joe Biden se declara católico “practicante” y acude a Misa regularmente, durante su mandato ha promovido una gran cantidad de políticas a favor del aborto y la unión entre personas del mismo sexo. Este hecho ha molestado a más de un prelado estadounidense, algunos de los cuales han pedido incluso al arzobispo de Washington hacer una declaración. Éste se ha negado. 

El tema es un asunto es la punta del iceberg que manifiesta la polarización existente en la Iglesia norteamericana. Aunque algunos obispos han manifestado y escrito cartas pastorales sobre este hecho, otros obispos consideran que no es pertinente expresar un “regaño” público. Al saber de la intención de la USCCB de emitir una “declaración formal”, el Prefecto para la Congregación para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria Ferrer, envió hace unas semanas una carta al Presidente de la USCCB pidiendo que se reconsiderara y reflexionara atentamente sobre la pertinencia de emitir dicho documento. A pesar de este “aviso” de Roma, la USCCB y los obispos han decidido incluir el tema en esta Asamblea. Es muy probable que la redacción de este documento, si es que se aprueba, se postergue hasta la próxima asamblea de otoño en noviembre, cuando los obispos se reúnan ya en persona en Baltimore y puedan discutir cara a cara este tema tan delicado, que podría provocar una división mayor en la Iglesia norteamericana y además generar tensiones con Roma. 

No es el único tema que se manejará en la Asamblea. Hay otros temas de gran importancia, entre ellos:

-las causas de beatificación y canonización para los Siervos de Dios Joseph Verbis Lefleur y Marinus (Leonard) LaRue; 

-la aprobación de tres traducciones de la Liturgia de las Horas por parte de la Comisión Internacional del Inglés en la Liturgia (ICEL) para su uso en las diócesis de Estados Unidos;

-un Marco Pastoral Nacional para el Ministerio del Matrimonio y la Vida Familiar en Estados Unidos titulado: “Un Llamado al Gozo del Amor”;

-el desarrollo de una nueva declaración formal y una visión integral para el Ministerio de Nativos Americanos;

-la aprobación de la redacción de un Marco Pastoral Nacional para Jóvenes y Adultos Jóvenes.

La transmisión en vivo de las sesiones públicas se podrán seguir y estarán disponibles en el sitio web www.usccb.org/meetings.

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La educación no se va de vacaciones

Ahora que tenemos tan cerca el verano, todos, porque todos estamos implicados en la labor educativa de un modo u otro, hemos de ver éste como un tiempo importantísimo en la labor educativa. O dicho de otra manera, la educación no tiene vacaciones.

17 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Ahora que ha acabado el periodo escolar y estamos a punto de comenzar las vacaciones veraniegas, uno podría pensar que ya se ha acabado el tiempo de educar y ahora toca descansar. Pero justo es lo contrario, el verano es un tiempo importantísimo en la labor educativa. O dicho de otra manera, la educación no tiene vacaciones.

Educar, lo sabemos, va mucho más allá de aprender determinados conocimientos. Es hacer que el ser humano llegue a desarrollar todas sus potencialidades. Y la misión de educar a los niños y jóvenes es fundamentalmente un ejercicio que corresponde a los padres. Por eso las familias han de vivir el verano también como un tiempo de crecimiento y maduración de sus hijos. Y justo lo contrario, pensar que el verano es un tiempo en el que despreocuparse de todo, dejar hacer a los  niños lo que quieran, pues ya hemos tenido suficiente dureza en este curso, sería un tremendo error.

Las familias han de vivir el verano también como un tiempo de crecimiento y maduración de sus hijos.

Javier Segura

¿Qué hacer entonces? Pues lo primero que debemos tener en cuenta es que debemos ayudar a nuestros jóvenes a luchar contra la principal tentación del verano, que es dejarse llevar por la pereza.Para ello hemos de proponer actividades lo más dinámicas y creativas posibles. Porque descansar no es no hacer nada, sino cambiar de actividad. El verano no es para estar tumbado en el sofá todo el día y generar así un hábito negativo de pereza y desidia, sino para disfrutar de muchas actividades que a lo largo del curso no tenemos tiempo para realizar. Actividades que pueden ser tremendamente enriquecedoras. Y generar así un hábito de bien.

Claro, que todo empieza por tener un cierto orden de vida, un horario, propuestas concretas. Dirigir nosotros la actividad. Y muy en concreto pasa por no estar tumbado en la cama hasta que el cuerpo aguante. Es verdad que es verano y se debe descansar, pero una actitud proactiva en la que se aprovecha el día desde la mañana es el mejor modo de vivir a tope el verano. ¡Hay tanto qué hacer!

¿Por qué no visitar lugares históricos, conocer rincones de nuestro país? ¿Por qué no disfrutar de la naturaleza, de una ascensión a una montaña? ¿Por qué no aprender sobre fauna en los parajes más cercanos a nuestro entorno? ¿Por qué no leer algún buen libro? ¿Por qué no hacer un recorrido en bicicleta a lugares cercanos? Todo menos la opción fácil del video juego,  de estar tumbado en la cama, de matar el tiempo. Y más aún, ¿por qué no cultivar la amistad, las relaciones con la familia?  ¿Por qué no ayudar y acompañar a otras personas que estén solas o enfermas? ¿Por qué no pensar en los demás y vivir un verano de entrega y solidario? ¿Por qué no emplear el verano para que también el alma tenga su tiempo para orar y encontrarse con Dios?

No puedo evitar pensar en que el modelo ideal para un joven en este verano es el de, precisamente, otra joven: María.

Recién recibida la noticia de que su prima, ya mayor, estaba embarazada y por lo tanto necesitada de ayuda, María no lo pensó dos veces. Nos dice el evangelio que subió aprisa a la montaña y se quedó tres meses –todo un verano- con ella. Aprisa, rápido, venciendo la pereza, María sube hasta Ain-Karim, el pueblo de su prima Isabel. Se olvidó de ella misma y decidió darse totalmente a quien la necesitaba. Y lo hizo alegre, cantando, entonando el Magnificat, contagiando la felicidad que llevaba dentro, en sus mismas entrañas. Sin quejas de ningún tipo, dándose a los demás, viviendo unida al Señor.

Un verano vivido así será un tiempo de crecimiento y maduración. No desaprovechemos la ocasión de vivirlo así nosotros y enseñárselo así a nuestros hijos.

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

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Ecología integral

“En el transhumanismo hay que distinguir ciencia-ficción de lo que podremos ver”

“El desafío consiste en ver dónde están los riesgos, en guiar la ciencia y la técnica al servicio del ser humano”, asegura Elena Postigo, directora del Congreso Razón Abierta sobre Transhumanismo que tiene lugar desde hoy en la Universidad Francisco de Vitoria. Charlamos con esta profesora e investigadora de temas de un futuro que casi está aquí.

Rafael Miner·17 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

Cuando alguien pregunta qué el transhumanismo, se le podría contestar con un pronóstico del sueco Anders Sandberg, de la Universidad de Oxford, cuando asegura que, en un futuro cercano, las máquinas podrán hacer todo lo que hace el cerebro humano. O cuando reveló que la medalla que lleva al cuello contiene instrucciones para ser crionizado antes de morir con la esperanza de ser revivido en unos miles de años. Por estas cosas, entre otras, le califican como transhumanista.

elena postigo

Sus posiciones no coinciden en bastantes temas con las del Instituto Razón Abierta, de la Universidad Francisco de Vitoria, ni probablemente con las de Elena Postigo, directora del Congreso Razón Abierta que tiene lugar hoy y mañana en esta universidad, en modalidad online y presencial, con un ambicioso programa interdisciplinar. Por eso tendrá aún mayor interés escuchar hoy a Sandberg en la conferencia inaugural, y al resto de expertos de diversas universidades españolas y extranjeras.

Para bucear en el transhumanismo y situar este Congreso, Omnes ha entrevistado a Elena Postigo, directora del Instituto de Bióetica de la misma Universidad, quien precisa: a veces se habla “del transhumanismo como si fuera una corriente homogénea, cuando en realidad no lo es. El transhumanismo tiene muchas derivadas, algunas no tan radicales como las de los transhumanistas”.

Sobre los llamados cyborg “también hay discusión”, señala Elena Postigo. “Sería una síntesis entre orgánico y cibernético. Personalmente no comparto la idea del cyborg tal como lo entienden los transhumanistas”, afirma. Pero comencemos por el principio.

¿Cómo surgió la idea de celebrar este Congreso? ¿Por qué el transhumanismo?

̶ La directora del Instituto Razón Abierta, María Lacalle, hace un año exactamente, me propuso realizar este Congreso, porque tengo en la universidad un grupo de investigación abierta sobre transhumanismo, y pensó que el transhumanismo podría ser un terreno ideal para abordar las cuestiones que plantea el Congreso Razón Abierta.

El Instituto Razón Abierta nació hace años en la Universidad con la finalidad de fomentar la reflexión, el estudio y la discusión entre distintos saberes, tanto ciencias, como filosofía, como teología, con la finalidad de llegar a lo que el Papa Benedicto XVI llamó la razón abierta, o la razón ampliada, que refleja el deseo de recuperar el carácter sapiencial de la tarea universitaria.

Es decir, recuperar lo que fue la universidad, que era la integración de saberes. Estamos en una época en cada saber estudia lo suyo, y no se ocupa de lo demás, por lo que se pierde de vista al ser humano. El Instituto Razón Abierta nace con esa finalidad, de una razón abierta a la fe, que integre los distintos saberes, y que vea las cuestiones, las corrientes culturales de nuestra época, desde esa perspectiva integradora y sapiencial.

Estamos en una época en cada saber estudia lo suyo, y no se ocupa de lo demás, por lo que se pierde de vista al ser humano.

Elena Postigo Directora del Instituto de Bióetica UFV

Y acepté la propuesta de María Lacalle, con un programa que aborda desde cuestiones de fondo, hasta cuestiones más particulares. Por ejemplo, los límites de la Ciencia, qué problemas se plantean para el Derecho, para la familia, para todas las disciplinas. Hicimos grupos de trabajo por facultades, para saber qué temas les interesaban, etc., y así fueron naciendo mesas redondas del Congreso. Puede decirse que ha colaborado toda la Universidad con el fin de ofrecer una visión integradora y crítica de lo que es el transhumanismo, y qué desafíos plantea para la universidad y para la sociedad en general.

Usted habla en un hilo en su cuenta de twitter del transhumano y del posthumano. ¿Estará la Ciencia en poco tiempo en condiciones de plantear esto? ¿Hablamos de ciencia ficción o de algo que tiene visos de realidad? ¿Realmente la alternativa puede ser homo sapiens o cyborg?

̶ Esto hay que plantearlo a siglos vista. Es decir, como si el hombre medieval aterrizara de repente en nuestra época. Imaginemos un señor del siglo XII que aterriza diez siglos después. Los cambios que encontraría serían impresionantes. Tenemos que hacer el esfuerzo mental del escenario que plantea el transhumanismo a cien o doscientos años vista. Mi respuesta es que parte de lo que plantean es verosímil, no es utópico, puede llegar a suceder. Otra parte, no. Creo que hay parte de utopía.

Pienso que en el trashumanismo hay que distinguir entre cosas de ciencia ficción -como es por ejemplo resucitar tras la muerte, la criogenización-, que pienso que son utópicos, porque parten de premisas teóricas equivocadas, como pensar que el ser humano es solo materia; y otras que podemos llegar a verlas. Seguramente va a haber una etapa, ya estamos en ella, en la que nos vamos a plantear la posibilidad de mejorar al ser humano, mediante genética, la nanotecnología, robótica, inteligencia artificial, etc. Y pienso que puede haber un buen uso de la ciencia y la técnica.

Pero hay otras coas que no, que considero que son utópicas, y que no se van a realizar. Justamente el desafío consiste en ver dónde están los riesgos, en guiar la ciencia y la técnica al servicio del ser humano, también para no dañar a las futuras generaciones. Ahí está justamente el análisis ético. Pero parte no es utópico, y puede llegarse, en cien o doscientos años. Otra parte no creo que llegue nunca.

El desafío consiste en ver dónde están los riesgos, en guiar la ciencia y la técnica al servicio del ser humano, también para no dañar a las futuras generaciones.

Elena Postigo. Directora del Instituto de Bióetica UFV

¿Qué implicaciones puede tener para el ser humano el transhumanismo? ¿Y para la sexualidad, o la familia? ¿Puede comentar algo, aunque se aborde en el Congreso?

Hay una relación entre transhumanismo y la bioideología de género. El transhumanismo habla de la disolución de los géneros y de los sexos. Hay una autora, Donna Haraway, que sostiene esta tesis; es decir, en el futuro no serán ni varón ni mujer, será un cyborg que no tendrá sexo. Esto tiene implicaciones en la familia, porque además los transhumanismos hablan también de la ectogénesis, del útero artificial.

Estoy hablando del transhumanismo como si fuera una corriente homogénea, cuando en realidad no lo es. El transhumanismo tiene muchas derivadas, algunas no tan radicales como las de los transhumanistas. En síntesis, tiene graves implicaciones para la familia. Y esto me preocupa especialmente. El transhumanismo y la ideología de género conectan en una visión de la naturaleza humana que mira hacia autoconstrucción, no como algo dado, algo creado, sino como algo que se autoconstruye mediante mi conciencia, mi deseo y mi autodeterminación de ser lo que yo quiero llegar a ser.

Junto a lo que estamos hablando, también es cierto que la domótica, o la robótica, pueden conseguir importantes avances para la calidad de vida del ser humano, en especial si tiene enfermedades degenerativas. Usted se ha referido antes a ello. Sin embargo, ¿hasta qué punto una construcción humana, como puede ser un cyborg, podría tener emociones, sentimientos, incluso conciencia? Hay límites éticos…

La ciencia y la técnica no son malas. Son frutos que han salido de la inteligencia humana, y que, por lo general, aunque se puede hacer un mal uso de ellas, se han utilizado hasta ahora para beneficio de la humanidad. Estas ciencias que apunta van a tener un uso terapéutico para mejorar las calidades de vida de ciertas personas. Eso es indudable y fantástico. De lo que estamos hablando, el uso de la robótica, por ejemplo, eso no es un cyborg.

¿Cuál es el problema? Por ejemplo, ¿qué podría suceder si llegara un ordenador conectado a nuestro cerebro, que adelantara ciertas órdenes que pueden condicionar nuestra libertad o nuestra conciencia?. Eso sí es un problema ético. Me pregunta por los límites éticos. No puedo dar ahora un único criterio. Hay que ver, para cada una de estas intervenciones, exactamente qué supone. No es lo mismo una alteración genética, que una conexión del cerebro a un ordenador, que un implante nanotecnológico, o que un nanorobot. Son cosas muy distintas y por eso se requiere un estudio pormenorizado de cada intervención, para ver su finalidad, los medios que se utilizan, etc.

Yo diría que como criterios éticos, deberíamos siempre velar por el respeto, la integridad, la vida y la salud de las personas; velar también por salvaguardar la conciencia, la libertad, la privacidad, la intimidad; y en tercer lugar, velar para que todas las intervenciones sean justas y no generen más desigualdad. O, por ejemplo, que no sean discriminatorias. Se habla de la eugenesia prenatal, genética, por citar otro ejemplo.

Como criterios éticos, deberíamos siempre velar por el respeto, la integridad, la vida y la salud de las personas;

Elena Postigo. Directora del Instituto de Bióetica UFV

¿En cuanto a los cyborgs?

̶ ¿Qué es un cyborg? Sobre esto también hay discusión. Sería una síntesis entre orgánico y cibernético. Personalmente no comparto la idea del cyborg tal como lo entienden los transhumanistas. Un cyborg es una entidad que desde su origen es una síntesis orgánico-cibernética, y que no tiene por qué ser humana. Estamos hablando de un robot con células orgánicas, o de seres que todavía no existen. Y ahí se plantea todo un mundo, que es el de los robots, de las máquinas…

¿Podrían llegar a tener conciencia? Mi respuesta es que no. Podríamos simular una inteligencia humana, pero difícilmente podríamos simular un proceso creativo o una emoción. Aquí es donde entramos ya en qué es el ser humano, que no es solo materia. Desde una perspectiva materialista, para ellos habría una continuidad entre un humano y un robot más perfeccionado. Desde la perspectiva de un humanismo cristiano, son dos cosas completamente distintas. Una es espiritual y tiene un principio de vida en sí misma, y la otra no lo tiene.

Zoom

La mujer, centro de la labor de Manos Unidas en África

Las mujeres, como esta keniata fueron las grandes protagonistas del trabajo de Manos Unidas en el continente africano y recibieron una especial atención en los proyectos debido al aumento de la violencia hacia ellas durante el el confinamiento. 

Maria José Atienza·16 de junio de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Lecturas del domingo

Lecturas domingo XII del Tiempo Ordinario

Andrea Mardegan comenta las lecturas del XII domingo del tiempo ordinario 

Andrea Mardegan·16 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Llega la noche y Jesús ha predicado a orillas del lago, ha contado varias parábolas, explicadas después a sus discípulos en privado; ha sanado enfermos, ha expulsado demonios.

Multitudes de personas han acudido a él: no tuvo tiempo ni para comer. Está muy cansado, pero no le da importancia y dice a sus discípulos: “Crucemos a la otra orilla”. Es la oriental, habitada por gente pagana. Jesús no se da descanso y quiere ir a otros pueblos a llevar su palabra. Los discípulos despiden a la multitud y lo llevan “con ellos, cómo estaba, en la barca”, ahorrándole nuevos trabajos.

Tal “como estaba”: desecho por el cansancio. Jesús, confiando en su experiencia de pescadores, se abandona, no aguanta más, y ahora que otros piensan en remar y conducir el bote, se acerca al cojín que está en la popa, se inclina y se derrumba en un sueño profundo. 

Señaló el Papa Francisco el 27 de marzo de 2020 en la plaza de San Pedro que es la única vez que el Evangelio describe a Jesús dormido. En su esencialidad, aparte comidas y cenas, el Evangelio no se detiene tanto en describir aspectos de la vida diaria del Señor. Los pocos que cuenta nos ayudan mucho: así le percibimos más cercano a nuestra vida. En el trasfondo de esa narración está la historia de Jonás durmiendo con un mar tormentoso, pero la discontinuidad es que aquí el protagonista dormido es el mismo que calma la tormenta con su mandato. Sólo Dios manda sobre el mar, vientos y tormentas, como Job recuerda: “¿Quien cerró el mar entre dos puertas, cuando salió precipitadamente del vientre de su madre, cuando lo vestí de nubes y lo envolví en una nube oscura, cuando le puse un límite?”. O, como relata el salmista: “La tempestad se redujo al silencio, las olas del mar callaron. Al ver la calma se regocijaron, y él los condujo al puerto ansiado” (107, 28-30). 

Los discípulos tienen cierta fe en él y lo despiertan para que los salve, pero a base de una desconfianza: “¿No te importa que estemos perdidos?”. Su fe aún no es plena y firme, como les dice Jesús: “¿Todavía no tenéis fe?”. Jesús ordena calma al mar, como al diablo que salga del hombre en la sinagoga: Marcos usa el mismo verbo (cfr. Mc 1, 25). Se entiende que se pregunten: “¿Quién es este?”. Dan un paso más hacia la fe en que Jesús realmente se preocupa por ellos, y se preparan para verlo durmiendo en la cruz y en la tumba. Allí también les costará creer que esa tormenta de la cruz se resolverá en la calma de la resurrección. 

Este episodio nos ayuda a pedir al Señor que aumente nuestra fe en el poder de Dios, que se manifiesta en la debilidad de la humanidad que el Verbo Encarnado quiso asumir sobre sí mismo, y en la de su Iglesia, en las tormentas de la historia.

Vaticano

«Incluso en el más doloroso de nuestros sufrimientos, nunca estamos solos»

El Papa Francisco ha concluido hoy sus catequesis sobre la oración. En el encuentro mantenido en el patio de San Dámaso del Palacio Apostólico Vaticano, el Santo Padre se ha fijado en la oración de Jesús durante su pasión. Un momento, ha destacado el Papa en el que “la oración de Jesús se hizo todavía más intensa y frecuente”.

Maria José Atienza·16 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

El Papa ha querido señalar cómo “esas últimas horas vividas por Jesús en Jerusalén son el corazón del Evangelio, porque el evento de la muerte y resurrección –como un rayo – arroja luz sobre todo el resto de la historia de Jesús” puesto que suponen “la salvación total, la mesiánica, la que hace esperar en la victoria definitiva de la vida sobre la muerte”.

Oración de intimidad en medio del sufrimiento

El Papa ha querido centrar su catequesis en la oración de Cristo en medio del terrible sufrimiento de su Pasión y muerte en la Cruz. Momentos en los que asaltado por una angustia mortal, Jesús, se dirige a Dios llamándolo “Abbà”, “esta palabra aramea – la lengua de Jesús – expresa intimidad y confianza. Precisamente cuando siente la oscuridad que lo rodea, Jesús la atraviesa con esa pequeña palabra: ¡Abbà! Jesús reza también en la cruz, envuelto en tinieblas por el silencio de Dios. Y sin embargo en sus labios surge una vez más la palabra ‘Padre'» ha subrayado el Papa Francisco que ha querido añadir además cómo “en medio del drama, en el dolor atroz del alma y del cuerpo, Jesús reza con las palabras de los salmos; con los pobres del mundo, especialmente con los olvidados por todos”.

«En el último tramo de su camino, se hace más ferviente la oración de Jesús”

Francisco se ha detenido en otro punto, ligado además a la catequesis de la semana pasada: la oración de intercesión que Cristo realiza por cada uno de nosotros, la llamada la “oración sacerdotal” que Jesús dirige al Padre en el momento “en el que la Hora se acerca, y Jesús hace el último tramo de su camino, se hace más ferviente su oración, y también su intercesión a nuestro favor”.

Una oración que nos recuerda, ha querido subrayar el Santo Padre, que “incluso en el más doloroso de nuestros sufrimientos, nunca estamos solos. La gracia de que nosotros no solamente rezamos, sino que, por así decir, hemos sido “rezados”, ya somos acogidos en el diálogo de Jesús con el Padre, en la comunión del Espíritu Santo”. Una idea que ha recogido también en su saludo a los peregrinos de diversas lenguas después de la catequesis.

Texto completo de la catequesis

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En esta serie de catequesis hemos recordado en varias ocasiones cómo la oración es una de las características más evidentes de la vida de Jesús. Durante su misión, Jesús se sumerge en ella, porque el diálogo con el Padre es el núcleo incandescente de toda su existencia.

Los Evangelios testimonian cómo la oración de Jesús se hizo todavía más intensa y frecuente en la hora de su pasión y muerte. De hecho, estos sucesos culminantes constituyen el núcleo central de la predicación cristiana, el kerygma: esas últimas horas vividas por Jesús en Jerusalén son el corazón del Evangelio no solo porque a esta narración los evangelistas reservan, en proporción, un espacio mayor, sino también porque el evento de la muerte y resurrección –como un rayo – arroja luz sobre todo el resto de la historia de Jesús.

Él no fue un filántropo que se hizo cargo de los sufrimientos y de las enfermedades humanas: fue y es mucho más. En Él no hay solamente bondad: está la salvación, y no una salvación episódica – la que me salva de una enfermedad o de un momento de desánimo – sino la salvación total, la mesiánica, la que hace esperar en la victoria definitiva de la vida sobre la muerte.

En los días de su última Pascua, encontramos por tanto a Jesús, plenamente inmerso en la oración. Él reza de forma dramática en el huerto del Getsemaní, asaltado por una angustia mortal. Sin embargo, Jesús, precisamente en ese momento, se dirige a Dios llamándolo “Abbà”, Papá (cfr Mc 14,36). Esta palabra aramea – la lengua de Jesús – expresa intimidad y confianza. Precisamente cuando siente la oscuridad que lo rodea, Jesús la atraviesa con esa pequeña palabra: ¡Abbà! Jesús reza también en la cruz, envuelto en tinieblas por el silencio de Dios. Y sin embargo en sus labios surge una vez más la palabra “Padre”. Es la oración más audaz, porque en la cruz Jesús es el intercesor absoluto: reza por los otros, por todos, también por aquellos que lo condenan, sin que nadie, excepto un pobre malhechor, se ponga de su lado. «Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen» (Lc 23,34).

En medio del drama, en el dolor atroz del alma y del cuerpo, Jesús reza con las palabras de los salmos; con los pobres del mundo, especialmente con los olvidados por todos, pronuncia las palabras trágicas del salmo 22: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» (v. 2). En la cruz se cumple el don del Padre, que ofrece el amor sin reservas de su Hijo como precio de nuestra salvación: Jesús, cargado con todo el pecado del mundo, desciende en el abismo de la separación de Dios. Sin embargo, se dirige de nuevo a Él invocando: “¡Dios mío!”.

Jesús permanece inmerso en su filiación también en ese momento extremo, hasta el último aliento, cuando dice: «Padre, en tus manos pongo mi espíritu» (Lc 23,46). Por tanto, Jesús reza en las horas decisivas de la pasión y de la muerte. Con la resurrección el Padre responderá a su oración.

Jesús reza también de forma muy humana, desplegando la angustia de su corazón. Reza sin renunciar nunca a la confianza en Dios Padre.

Para sumergirnos en el misterio de la oración de Jesús, tan intensa en los días de la pasión, podemos detenernos sobre la que es la oración más larga que encontramos en los Evangelios y que es llamada la “oración sacerdotal” de Jesús, narrada en el capítulo 17 del Evangelio de Juan. El contexto sigue siendo el pascual: estamos al final de la Última Cena, en la cual Jesús instituye la Eucaristía. Esta oración – explica el Catecismo – «abarca toda la Economía de la creación y de la salvación, así como su Muerte y su Resurrección» (n. 2746). En el momento en el que la Hora se acerca, y Jesús hace el último tramo de su camino, se hace más ferviente su oración, y también su intercesión a nuestro favor.

El Catecismo explica que todo se resume en esa oración: «Dios y el mundo, el Verbo y la carne, la vida eterna y el tiempo, el amor que se entrega y el pecado que lo traiciona, los discípulos presentes y los que creerán en Él por su palabra, la humillación y su gloria» (n. 2748). Las paredes del Cenáculo se extienden para abrazar al mundo entero; y la mirada de Jesús no cae solo sobre los discípulos sus comensales, sino que nos mira también a todos nosotros, como si quisiera decir a cada uno: “He rezado por ti, en la Última Cena y en el madero de la Cruz”.

Incluso en el más doloroso de nuestros sufrimientos, nunca estamos solos. Esto me parece lo más bonito para recordar, concluyendo este ciclo de catequesis dedicadas al tema de la oración: la gracia de que nosotros no solamente rezamos, sino que, por así decir, hemos sido “rezados”, ya somos acogidos en el diálogo de Jesús con el Padre, en la comunión del Espíritu Santo.

Hemos sido queridos en Cristo Jesús, y también en la hora de la pasión, muerte y resurrección todo ha sido ofrecido por nosotros. Y entonces, con la oración y con la vida, no nos queda más que decir: Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Queridos hermanos y hermanas:

Hoy terminamos las catequesis sobre la oración. Una de las características más evidentes de la vida de Jesús es su diálogo con el Padre en la oración y, como testimonian los Evangelios, este diálogo se hizo aún más intenso en la hora de su pasión y su muerte. En el huerto de los Olivos, Jesús reza con temor y angustia, y se dirige a Dios llamándolo “Abbá”, es decir, “Papá”, una palabra aramea que expresa intimidad y confianza.

También en la oscuridad y el silencio de la cruz Jesús invoca a Dios como Padre. En ese

momento, en medio de atroces dolores, Jesús es el intercesor absoluto. Pide por los demás, por todos, incluso por quienes lo condenan. Suplica con palabras de los salmos, uniéndose a los pobres y olvidados del mundo. Desahoga la angustia de su corazón de manera muy humana, sin dejar de confiar plenamente en el Padre, consciente de su filiación divina hasta el último respiro en la cruz, cuando entrega su alma en las manos del Padre. Para adentrarnos en el misterio de la oración de Jesús nos detenemos en la llamada “oración sacerdotal”, recogida en el capítulo 17 del Evangelio de Juan. El contexto de esta oración es pascual.

Jesús se dirige al Padre al final de la Última Cena, en la que instituye la Eucaristía. En su oración va más allá de los comensales, intercede y abraza al mundo entero, su mirada nos alcanza a todos. Esto nos recuerda que, aun en medio de los más grandes sufrimientos, no estamos solos, ya hemos sido acogidos en el diálogo de Jesús con el Padre, en comunión con el Espíritu Santo.

Saludo cordialmente a los fieles de lengua española, que hay tantos. Al finalizar estas catequesis sobre la oración, no olvidemos que Jesús no sólo nos “amó” primero, sino que también “rezó” primero por nosotros. Jesús ha rezado antes por nosotros. Ç

Por eso, con nuestra oración y nuestra vida digámosle: Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Que Dios los bendiga. Muchas gracias.

España

«Las hermandades ilusionan a miles de personas y las llevan a la fe»

Paloma Saborido es una mujer cristiana y cofrade de los pies a la cabeza. “Nazarena desde los tres años” y hasta ahora, esta malagueña, profesora de Universidad, tiene muy claro que la misión de las hermandades y cofradías es “evangelizar en la calle con un medio particularmente bello y atractivo”.

Maria José Atienza·16 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

La ciudad española de Málaga acogerá, el próximo septiembre el IV Congreso Internacional de Hermandades y Cofradías. Un evento que hará de la capital andaluza el “epicentro del debate y la reflexión sobre la religiosidad popular”, como apunta Paloma Saborido, presidenta del comité científico de este congreso a Omnes.

Para esta malagueña, el Congreso Internacional que tendrá lugar en “su casa” en pocos meses, es un momento privilegiado para “formarnos y dar información real sobre las cofradías y hermandades a otros movimientos de la Iglesia. Queremos mostrar que no sólo somos estética sino que sabemos lo que estamos haciendo; que tenemos nuestra misión en la Iglesia».

Hablar con Paloma Saborido es sumergirse de lleno en la Vía de la Belleza tomista como camino para llegar a Dios, pero ¿cómo vive la fe una persona cofrade sin caer en un mero esteticismo?

Paloma Saborido Sánchez

 -Yo soy cofrade desde que nací. Nazarena desde los tres años. Vivo la fe como mis padres me enseñaron, vehiculizándola a través de las cofradías y hermandades. Y así es mi fe, mi fe cristiana. Yo rezo a unas tallas, que sé que son de madera, pero que me sirven como instrumento para llegar a Dios. Esto lo hacemos la mayoría de los cofrades”.

Hay que tener en cuenta una cuestión. Las cofradías y hermandades ponemos en la calle un espectáculo que no se esconde ante nadie. Es un espectáculo de luz, de sonidos, de colores y aromas. Es impresionante. Y mientras mejor sea ese espectáculo, dentro de los límites racionales que nos impone el presente, mejor vamos a realizar la misión que tenemos. Nosotros somos un medio, la misión que tenemos en nuestra Iglesia hoy es evangelizar: mostrar la pasión de Cristo y el mensaje que Cristo, a través de su pasión, nos quiere hacer llegar. Ese es nuestro fin, y nosotros utilizamos este medio y la Iglesia se sirve de este medio.

Vivo la fe como mis padres me enseñaron, vehiculizándola a través de las cofradías y hermandades.

Paloma Saborido

Tenemos que tener muy claro que las hermandades y cofradías tienen “muchísimas perspectivas” como dice el antropólogo Isidoro Moreno: la turística, sociológica, artística, económica… y todas ellas están dentro de la Semana Santa, pero los cofrades ante todo somos cristianos. Lo que ponemos en la calle, de forma gratuita, dando nuestra familia, nuestro dinero, nuestro esfuerzo… lo hacemos solo para trasladar el mensaje de Cristo y lo sabemos. Quizás a veces, como la estética es embaucadora, hay alguien que se haya podido quedar en eso. Nosotros sabemos que hemos de usar esa belleza como medio para llegar a Dios. Hay quien se acerca a las cofradías por la cultura, por el arte, por la música o porque le da de comer, y ya se acerca, hay un segundo paso y es que lo que ofrecemos es el mensaje de Cristo.

Como ha apuntado, las cofradías, las hermandades de todo tipo: de pasión, de gloria… usan la “belleza como medio para llegar a Dios”. Santo Tomás de Aquino la defendió como medio privilegiado para llegar a la Verdad pero ¿no cree que el peligro de quedarse en la estética es constante?

-Las cofradías y hermandades tenemos una misión. Lo ha dicho varias veces Mons. Rino Fisichella, al que tuve la suerte de escucharlo en Lugano (Suiza) en el Primer Foro Paneuropeo de Cofradías, “tenéis la misión de evangelizar en la Iglesia, como los sacerdotes, evangelizar en la calle”. Para ello tenemos un medio extremadamente bello. Si nosotros mostramos lo mejor que podamos esa Pasión y Resurrección de Cristo, ese mensaje pascual, mejor haremos nuestro fin.

Además de eso, especialmente en este año, hemos visto hasta dónde llega la labor de las hermandades y cofradías que se han centrado en lo que tenían que hacer en esta situación: ayudar. En toda España, pueblos y ciudades, las cofradías se han volcado en ayudar a los más necesitados a través de campañas de reyes, recogida de material de vuelta al cole, haciendo batas para los sanitarios, recogidas de alimentos… ha sido impresionante.

Durante la pandemia la labor de las hermandades y cofradías se ha centrado en lo que tenían que hacer en esta situación: ayudar.

Paloma Saborido

Un dato es claro en nuestro propio país: en las zonas con presencia de las hermandades y cofradías más de la mitad de los niños son bautizados, hay una mayor vida cristiana; no así en las zonas donde éstas no tienen mucha presencia, ¿son conscientes de que son «un dique a la secularización» como las ha calificado algún obispo?

-Las hermandades y cofradías son el movimiento de la Iglesia Católica, por decirlo de algún modo, con más posibilidades de llegar a más gente. Simplemente por su “plurinaturaleza” de cultura, de arte, turístico hace que lleguemos a más gente que nadie y eso nos posibilita evangelizar a más personas. Evangelizamos con nuestro ejemplo, con nuestra manera de vivir, con lo que predicamos de principio a fin, no sólo el día de la procesión. Recuerdo un ejemplo que sucedió en mi cofradía la Pollinica de Málaga: teníamos un grupo de gente joven en el que participaban muchos jóvenes: teníamos adoración nocturna, participábamos activamente en la Misa… había tres hermanos que venían, pero no comulgaban nunca… un día, el Hermano Mayor les preguntó sobre esto y ellos contaron que no estaban bautizados y pidieron recibir los sacramentos de Iniciación Cristiana porque querían ser así, como los cofrades con los que compartían el tiempo. Sólo por esto tiene sentido el esfuerzo y el tiempo que dedicas a esto. Nuestra existencia como cofrades tiene sentido para que estas personas se acerquen a Dios y a la Iglesia.

Esto pasa en todo el mundo. Hace poco entré en contacto con una cofradía de México con experiencias de acercamiento a la fe similares. En esta sociedad revolucionada, azotada por una pandemia que ha hecho sufrir tanto, las hermandades y cofradías tienen la capacidad de ilusionar a las personas y atraerlas a la fe de Cristo y a la Iglesia.

Nuestra existencia como cofrades tiene sentido para que estas personas se acerquen a Dios y a la Iglesia.

Paloma Saborido

Centrándonos en el Congreso que se celebra en Málaga el próximo septiembre, ¿por qué se eligió Málaga para este encuentro?

-La agrupación de Cofradías de Málaga se ofreció, ya en el III Encuentro Internacional de Hermandades, a ser la sede del próximo encuentro enmarcándolo en las actividades de celebración de su I Centenario, ya que es la primera agrupación del mundo.

Desde la Agrupación, me propusieron ser la directora científica. Esto no era nuevo para mí ya que, desde hace tiempo, impulsamos el primer Curso Universitario de Formación Integral en Gestión de Cofradías y Hermandades que se imparte en una universidad publica y del que ya estamos preparando la cuarta edición, hemos hecho cursos de verano.. etc.

Al diseñar el programa del encuentro coincidimos en que el debate tenía que estar centrado en torno a la religiosidad popular, la Semana Santa como movimiento en la religiosidad popular y en analizar la misión evangelizadora de las hermandades y cofradías, en especial, a través de los días de Semana Santa.

¿Cómo han estructurado este objetivo en el Congreso?

-El IV Congreso Internacional de Hermandades y Cofradías estructura esta reflexión sobre la religiosidad popular en tres paneles unidos por el hilo de la misión evangelizadora de las cofradías y hermandades.

El primer día hablaremos de la religiosidad popular como fundamento y base de la Semana Santa. Contaremos con la conferencia inaugural de Monseñor Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización de la Santa Sede, que se centrara en la religiosidad popular como fuente de evangelización y después hablaremos de esa religiosidad popular a través de ponentes, tanto del ámbito antropológico como teológico: cómo se desarrolla en la actualidad, sus fuentes…

El segundo día, el centro estará en la representación del momento histórico de la pasión de Cristo. Ese día tendremos dos ejes: una mesa de debate sobre los personajes secundarios de la pasión, en la que nos acercaremos a la función evangelizadora de estos personajes, también el papel de la mujer en la pasión de Cristo, o cómo se han trasladado el papel, el mensaje de estos personajes secundarios a la imaginería… En la segunda parte nos centramos en la figura de Cristo en su pasión a través de tres ponencias: analizando su proceso judicial, el padecimiento físico y el momento de la resurrección, a través de las ultimas investigaciones que se han llevado a cabo en la Sábana Santa para lo que contaremos con Paolo Di Lazzaro, Subdirector del Centro Internazionale di Studi sulla Sindone

El tercer día, como no podía ser de otro modo, nos centramos en la representación de la religiosidad popular. No sólo vamos a conocer las representaciones del Levante, las castellanas, sino también cómo se representa esta religiosidad popular en zonas tan diferentes a la nuestra como Centroeuropa o Italia, México o iconografía bizantina.

La religiosidad popular y especialmente las hermandades y cofradías son uno de los movimientos con más fuerza dentro de la Iglesia Católica.

Paloma Saborido

Creo que es un Congreso importante, no sólo por la fuerza del tema o por la talla de los ponentes entre los que hay cofrades pero también quienes no lo son en absoluto, sino porque queremos tener una mesa de debate profunda en torno a la religiosidad popular. Hoy en día la religiosidad popular y especialmente las hermandades y cofradías son uno de los movimientos con más fuerza dentro de la Iglesia Católica. Nosotros manifestamos que somos cristianos de una manera clara y palpable y que mueve a muchísimas personas y es trascendental darle la importancia que tiene, como lo hace el papa Francisco.  

Ecologismos de encíclica, no de salón

Cuando el papa Francisco publicó la encíclica Laudato Si’, hace ya más de un lustro, no faltaron las calificaciones de “ataque al mercado” o “teología neo hippie” para una encíclica que introducía, si no de manera original, si específica, el cuidado de la creación como parte del Magisterio de la Iglesia.

16 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Evidentemente, publicar una encíclica no es moco de pavo: hablamos de esos temas que forman parte de la vida cristiana como tal, es decir, de la materialización de la fe, sacramentos, moral… todo aquello que conforma, de un modo u otro, la existencia de los católicos y, por lo tanto, su apostolado en cuanto misión como bautizados en el mundo.

Considerar Laudato Si’ algo así como un conjunto de medidas superficiales revestidas de etiquetas ecofriendly y happyflower deviene de una lectura limitada y materialista del documento.

Mª José Atienza

Desde entonces hemos visto cómo, junto al Papa, ha crecido un movimiento en la Iglesia que tiene como objetivo a hacer efectiva esta llamada. La tarea ecológica no es otra que cuidar lo que Dios, no olvidemos, ha creado para nosotros y en lo que nosotros, no lo olvidemos tampoco, hemos de seguir trabajando: el equilibrio natural -la ecología.

Entendidos en su sentido genuino, con una visión teológica de la vida, el planeta y el hombre, como criaturas, son reflejo de su Creador y, por lo tanto, creer en Dios, querer hacer aquello para lo que Dios nos llama, implica una reflexión integral sobre este mundo, sobre el sentido último de las cosas y de la existencia.

Considerar Laudato Si’ algo así como un conjunto de medidas superficiales revestidas de etiquetas ecofriendly y happyflower deviene de una lectura limitada y materialista del documento. La propia encíclica apunta al peligro de “una ecología superficial o aparente que consolida un cierto adormecimiento y una alegre irresponsabilidad”.

No se trata sólo de llenar las iglesias de paneles solares (algo muy loable en aquellas que puedan hacerlo) sino de tomar parte en cambios de paradigmas vitales relacionados con el desperdicio de alimentos en casa, el consumismo de la moda, o lo que nos gastamos en las vacaciones (y luego que la Iglesia no me pida echar un euro cada domingo que hay que ver…). La llamada de Laudato Si’ está muy lejos de gritar consignas ecologistas mientras lo grabamos con un móvil de última generación. La apelación de Laudato Si’ está encaminada a luchar contra esa “cultura del descarte, que afecta tanto a los seres humanos excluidos como a las cosas que rápidamente se convierten en basura”.

Un buen ejercicio puede ser, ahora que el Papa nos ha invitado a todos a esta plataforma Laudato Si’ en los próximos siete años, releer la encíclica a la luz de los diez mandamientos. Nos daremos cuenta, quizás, que no podemos amar a Dios sobre todas las cosas si no amamos a las personas de nuestro mundo y tenemos “en cuenta la naturaleza de cada ser y su mutua conexión en un sistema ordenado”. Proteger la vida de principio a fin es ecología, impulsar la maternidad y ayudarla a realizarse es ecología. Reutilizar la ropa o esperar un mes para comprar la última tablet, una simple camiseta, comerte el resto de pan y no tirarlo es ecología… Sí, ecología, más activista que muchas otras; de andar por casa, no de eslóganes, al alcance de todos, sí, pero de comprometida actuación.

El autorMaria José Atienza

Directora de Omnes. Licenciada en Comunicación, con más de 15 años de experiencia en comunicación de la Iglesia. Ha colaborado en medios como COPE o RNE.

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Vaticano

“La campaña Share The Journey termina pero la misión continúa”

El Cardenal Luis Antonio G. Tagle, presidente de Caritas Internationalis, ha cerrado, junto al Secretario General de Caritas Internationalis  y el secretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral la campaña Share the journey que el Papa Francisco abrió en 2017 y que tenía como objetivo generar una cultura del encuentro y acogida a migrantes y refugiados

Maria José Atienza·15 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

La rueda de prensa de conclusión de la Campaña ha comenzado con la intervención del Cardenal Luis Antonio G. Tagle, quien ha destacado que Share the Journey ha supuesto “un gran momento de encuentro, solidaridad y, sobre todo, una expresión del amor de la Iglesia por las personas migrantes. Cristianos, musulmanes, hindúes, seguidores de otras religiones y aquellos sin religión fueron recibidos como personas humanas”.

El prefecto de la Congregación por la Evangelización de los Pueblos y presidente de Cáritas Internationalis ha querido destacar que, aunque formalmente la campaña ha concluido, “la misión continúa”, especialmente en estos momentos en los que la pandemia puede “intensificar el egoísmo y el miedo a los extraños”.

Mayor esfuerzo durante la pandemia

En este sentido, Aloysius John, Secretario General de Cáritas Internationalis, ha recordado que el objetivo clave de la campaña era el de “vivir el imperativo moral de acoger y brindar hospitalidad a los migrantes y refugiados que huyen de las injusticias, los sufrimientos, la violencia y la pobreza en busca de una vida digna”.

El Secretario General de Cáritas Internationalis ha recordado algunas de las acciones que, durante estos cuatro años, se ha impulsado desde el epicentro de Cáritas para “compartir el mensaje de que la migración es una oportunidad para abrir los brazos para recibir al extraño” y ha valorado los esfuerzos que, en todo el mundo, han realizado las diferentes “para brindar apoyo a los migrantes y refugiados, especialmente durante la pandemia de COVID-19, permitiéndoles acceder a alimentos, necesidades básicas, vestimenta y, sobre todo, atención sanitaria».

De manera especial ha querido destacar el trabajo de Cáritas en zonas tan conflictivas como Líbano, donde el centro de migrantes “apoyó a los trabajadores migrantes que fueron encarcelados en el país, incapaces de regresar a sus países de origen debido a las restricciones de viaje impuestas por la pandemia de COVID-19 y todavía sufren los efectos de las secuelas de la explosión química, de la cual sus empleadores también fueron víctimas”; la tarea de Cáritas Jordania en la atención migrantes y refugiados sirios con alimentos y asistencia médica o la impagable labor de Caritas Bangladesh con los miles de refugiados rohingya que buscaban seguridad en Bangladesh.

El Secretario General de Cáritas Internationalis ha invitado, además, a la comunidad, a unirse a la iniciativa encendiendo una vela virtual de esperanza en la web de Cáritas Internationalis  y compartiendo un mensaje de solidaridad con millones de desplazados que harán llegar al Papa Francisco.

También la religiosa Maria de Lourdes Lodi Rissini, Coordinadora nacional de las Cáritas del sur de África ha querido resaltar, en su intervención a través de videoconferencia, la labor de Cáritas en Sudáfrica. En este sentido, ha apuntado, por ejemplo, el trabajo que se realiza en aquella zona para lograr la entrada a los niños indocumentados en el sistema educativo sudafricano o la atención a mujeres que, cuando llegan al país después de sus maridos se encuentran con que éstos han formado otra familia y no tienen recursos con los que vivir o la atención a los miles de personas que quedaron en la calle y sin trabajo debido al Covid.

Derecho a vivir en su tierra en paz

Por su parte, Mons. Bruno-Marie Duffé, secretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ha querido recordar los cuatro verbos con los que el Papa Francisco llama a la comunidad cristiana a acoger a los migrantes y que “nos comprometen a emprender un camino moral, social, político, jurídico y espiritual con ellos: Acoger, Proteger, Promover e Integrar”.

Asimismo ha querido destacar que “la dignidad de la persona humana, principio fundamental de la Doctrina Social Católica, es la que da sentido y traducción moral a los derechos humanos de todas las personas”. Especialmente importante ha sido su llamada a “trabajar con los países de donde proceden los migrantes y apoyar programas de desarrollo humano integral” porque “existe el derecho primordial a ser bienvenido, pero también el derecho a regresar a la tierra de uno, la tierra de los antepasados ​​y la comunidad de uno, para vivir allí en paz”.

La campaña “Share the Journey  – Compartiendo el viaje” comenzó en 2017 con el objetivo de sensibilizar a la comunidad cristiana ante la realidad migratoria y a abrir los brazos para generar una cultura del encuentro, a plantearnos y replantearnos cómo acogemos al otro.

El propio Papa Francisco destacaba en su apertura que “el viaje se hace en dos: los que vienen a nuestra tierra y nosotros, que vamos hacia su corazón, para entenderlos, para entender su cultura, su lengua. El mismo Cristo nos pide acoger a nuestros hermanos y hermanas migrantes y refugiados con los brazos, con los brazos bien abiertos. Acoger precisamente así, con los brazos bien abiertos”. 

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Álvaro, el guiño de Dios

Muchos medios de comunicación recogen estos días la nueva aventura de Álvaro Calvente, un adolescente malagueño con una discapacidad intelectual a causa del síndrome Syngap1, que realizará la peregrinación hacia el Real Santuario de Guadalupe del 16 al 23 de junio, junto a su padre y su padrino, con motivo del Año Jubilar Guadalupense.

15 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

El año pasado, la peregrinación a Santiago de Compostela que narró en Twitter a través de su cuenta @CaminodeAlvaro, suscitó tal ola de cariño y devoción en todo el mundo que hasta el Papa Francisco le escribió una carta de agradecimiento. En ella le decía que «en medio de la pandemia que nos toca vivir, con tu sencillez, alegría y simplicidad, fuiste capaz de poner en movimiento la esperanza de muchas de las personas que te cruzaste en el camino o por las redes sociales».

Quienes tenemos la suerte de conocer a Álvaro desde pequeño y de compartir con él la vida de fe, ya sabíamos lo que este chaval era capaz de transmitir. Y es que, desde muy pequeño, la Eucaristía ha sido el momento más feliz de su vida. Conozco a chicos que han disfrutado menos de una jornada en Eurodisney que lo que Álvaro es capaz de experimentar en una celebración de la Santa Misa.  

Celebrarla con él al lado es vivir muy de cerca el misterio, el banquete celeste en el que el cielo y la tierra se unen. Una gran fiesta en la que Dios se nos da todo y nosotros no podemos más que acoger ese don del cielo, el maná que llueve sobre nosotros. Dios no le ha concedido el talento de hablar de forma clara, pero sus gestos de recogimiento y de alabanza según el momento de la misa, proclaman clarísimamente a todos los que la comparten con él que algo grande está pasando en la comunidad reunida.

Pero la Eucaristía es sólo el momento culmen de una vida que es toda una liturgia. Como a todos los niños de su edad, le gusta jugar al fútbol, bañarse en el mar y correr por el campo, pero, en toda ocasión, tiene presente a Dios e invita a los que lo rodean a no olvidarlo y a amarlo a Él sobre todas las cosas.

Claro que la explicación fácil es hablar de los comportamientos repetitivos y de las fijaciones de los chicos con discapacidad, pero ¿quién no tiene un monotema, una obsesión, un asunto sobre el que vuelve una y otra vez?

Como a todos los niños de su edad, le gusta jugar al fútbol, bañarse en el mar y correr por el campo, pero, en toda ocasión, tiene presente a Dios e invita a los que lo rodean a no olvidarlo.

Antonio Moreno

Yo pienso más bien que Álvaro es un regalo que Dios ha hecho a su familia y al mundo entero, porque «lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios, y lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar lo poderoso» (1 Cor 1, 27). Como aquellas figuras de “El Ojo mágico” en 3D que estaban ocultas tras una colorida ilustración y que uno solo era capaz de ver si dirigía la mirada a la profundidad del papel, Álvaro es un mensaje oculto a un mundo que solo quiere ver lo que tiene delante de sus narices.

En una ocasión, oí al padre de Álvaro decir que, si hoy pudiera escoger que naciera sin discapacidad, no lo elegiría, «porque entonces ya no sería Álvaro». Y era necesario que Álvaro fuera como es para que tantos podamos ver, más allá de la colorida ilustración, un Dios en tres dimensiones que es real y que nos guiña con complicidad.

¡Buen camino, Álvaro!

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Evangelización

«La Teología es la fe de la Iglesia buscando comprender lo que cree»

Antes que una disciplina académica, la Teología es el saber vivo y, en ocasiones, eximio sobre Dios que el Espíritu Santo ofrece a todos los bautizados que viven de acuerdo con su inspiración.

Juan Antonio Martínez Camino·15 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

La Teología siempre ha sido para todos los bautizados. En los últimos tiempos, también la Teología académica está más fácilmente al alcance de todos. Es una bendición. Es bueno que los laicos sean conscientes de ello y se animen a estudiar Teología.

La Iglesia se verá enriquecida con su participación activa en este servicio tan relevante para la vitalidad de la comunidad eclesial y para su misión evangelizadora. Más, cuando hoy disminuye el número de los fieles ordenados para el ministerio apostólico, que son quienes mayoritaria e incluso casi exclusivamente se han venido dedicando al estudio de la Teología.

Naturaleza de la Teología

¿Qué es la Teología? Ciertamente, una disciplina académica. Pero antes que eso, la Teología es el saber vivo y, en ocasiones, eximio sobre Dios que el Espíritu santo ofrece a todos los bautizados que viven de acuerdo con su inspiración.

La Iglesia lo ha reconocido de modo especial declarando doctoras de la Iglesia a las santas Teresa de Jesús, Catalina de Siena, Teresa de Lisieux e Hildegarda de Bingen. Desde 1970, año del doctorado de las dos primeras, se ha recuperado oficialmente la doctrina católica según la cual, también los fieles que ni son pastores ni han estudiado Teología, como es el caso de estas santas, pueden ser grandes teólogos.

A todos ofrece el Espíritu santo el don de la sabiduría, es decir, del conocimiento excelente de Dios. Por supuesto, también a los varones, aunque hasta ahora – por indudables razones de justicia y de oportunidad – sean sólo mujeres los fieles a los que, sin ser pastores ni haber estudiado Teología, se les ha reconocido oficialmente el doctorado.

Los estudios de Teología

Los estudios de Teología, por su parte, son una ciencia práctica. Su objeto no es el mero saber, sino el saber de la fe. La Teología es la fe de la Iglesia buscando comprender lo que cree. La Teología católica parte del principio básico de que sólo Dios habla bien de Dios. Si no es posible conocer a una persona humana sin haberla escuchado, más imposible aún sería conocer a Dios, si él no se hubiera comunicado, o prescindiendo de su comunicación realizada. De hecho, Dios se comunica de muchos modos. La creación entera habla del Creador. Pero el Verbo eterno, encarnado, es su comunicación personal y plena. Esta es la fe de la Iglesia, a cuya comprensión se dedica el esfuerzo secular de la Teología. La Teología académica es el esfuerzo sistemático por conocer a Jesucristo a la luz de la fe y con todos los instrumentos del saber humano.

De la Teología infusa por el Espíritu habla ya san Pablo. San Pedro exhortaba a los cristianos a «dar razón de la esperanza». La Teología académica tiene ahí su germen, pero se irá desarrollando a medida que la fe se vaya implantando en las diversas culturas, comenzando por la grecorromana. San Justino o san Ireneo son ya grandes teólogos, en los primeros siglos de la Iglesia. San Jerónimo y san Agustín, maestros que ponen las bases para un desarrollo de la ciencia de la fe con los medios del saber humano de su época.

En la Edad media, la Teología estará en el corazón del desarrollo de las instituciones universitarias, que se gestaron entonces y perduran en nuestros días. En París enseña santo Tomás de Aquino. Palencia, Valladolid, Salamanca son la cuna de la universidad entre nosotros, junto a las escuelas catedralicias de esas sedes episcopales y con el impulso de los maestros de las órdenes religiosas.

Actualmente, en los países anglosajones la Facultad de Teología sigue formando parte de la universidad.

Juan Antonio Martínez CaminoPresidente de la Subcomisión episcopal para las universidades y la cultura

Hoy, los estudios de Teología han sido apartados de la universidad en los países que adoptaron el sistema ilustrado francés en sus ordenamientos académicos, como es el caso de España. Pero en los países anglosajones la Facultad de Teología sigue formando parte de la universidad.

Una de las perspectivas de la excelente biografía de Benedicto XVI, escrita hace poco por Peter Seewald, es precisamente la de la gestación de ese gran teólogo, que llegaría a ser papa, en el seno de instituciones académicas alemanas tanto eclesiásticas como estatales: Primero en la Escuela superior de Teología de la diócesis de Munich, en Freising; luego en la Facultad de Teología de la Universidad de Munich, provisionalmente acomodada en Fürstenried, recién acabada la guerra. En Freising, el jovencísimo Ratzinger estudia con compañeros que, como él, aspiraban a ser ordenados sacerdotes. En cambio, en Fürstenried tiene compañeros y compañeras de estudio laicos, que se ayudaban mutuamente en los trabajos académicos. Entre ellos, llama la atención el caso de Esther Betz, hija del fundador de un gran diario alemán, estudiante de Teología desde 1946 y luego asistente del profesor Schmaus. Esta mujer, empresaria, por fin, como su padre, del mundo editorial y periodístico, mantuvo hasta su muerte la amistad con su compañero de estudios, incluso cuando este era ya Papa. La correspondencia entre ambos teólogos es una de la fuentes más originales de la biografía de Seewald.

Los laicos tienen completamente abiertas las puertas de todas las instituciones académicas para el estudio de la Teología. Naturalmente los seminarios diocesanos y los centros de estudios propios de los religiosos, sólo para los laicos aspirantes al sacerdocio o miembros de las respectivas congregaciones. Pero las Facultades de Teología y los Institutos Superiores de Ciencias Religiosas, distribuidos por toda la geografía de España, admiten a sus titulaciones oficiales a todos, sólo con que reúnan los requisitos académicos indispensables.

Todas las Facultades (excepto las internas propias de las congregaciones religiosas) tienen laicos como alumnos oficiales. En los Institutos Superiores de Ciencias Religiosas, que cuentan con unos 4.000

alumnos, casi todos los estudiantes son laicos. En algunos lugares, incluso se facilita especialmente el estudio oficial de la Teología a laicos que, poseyendo una titulación universitaria, trabajan ya en su profesión. Puedo dar testimonio del interés y provecho con el que mis alumnos de esta categoría estudiaron Teología en los años en que fui profesor en el TUP (Teología universitaria para  posgraduados), un programa encaminado a la obtención del título de Baccalaureatus in Theologia (con reconocimiento civil como Graduado) ofrecido en horario vespertino por una Universidad pontificia en Madrid.

Razones para estudiar Teología

¿Por qué estudiar Teología quien no piensa ser o no es sacerdote ni religioso? Cada uno puede tener motivaciones personales que guardar para sí. Pero hay dos tipos de fines objetivos que justifican los estudios de Teología en alguno de los diversos niveles académicos en los que pueden ser cursados.

Primero, porque un bautizado consciente del tesoro que es la fe profesada, suele desear conocerla más y mejor que en la primera catequesis. Esto vale especialmente para quien ha cultivado su espíritu con otros tipos de estudio.

La Teología ayuda a vivir mejor la fe, a apreciarla más, a defenderla de los ataques de la cultura dominante, poco amiga de la vida cristiana y, por supuesto, a capacitarse para la misión apostólica propia de todo bautizado, en la familia, la profesión y la vida social en general.

En segundo lugar, los laicos estudian Teología para poder ejercer oficios o misiones en la Iglesia que con frecuencia ha desempeñado sacerdotes, pero que no están reservados a ellos. Son muchísimos. Cito sólo algunos. La enseñanza de la Teología en todos sus niveles, desde las cátedras en las Facultades y Centros superiores, hasta las clases de religión en los centros de enseñanza infantil y media, estatales o de iniciativa social; en todos estos ámbitos se necesitan buenos profesionales de la Teología, también laicos.

La Teología ayuda a vivir mejor la fe, a apreciarla más, a defenderla de los ataques de la cultura dominante

Juan Antonio Martínez CaminoPresidente de la Subcomisión episcopal para las universidades y la cultura

El desempeño de diversos oficios en la misión y administración eclesiástica: tribunales, curias diocesanas y de institutos de vida consagrada, parroquias, etc. Incluso en la vida civil la Teología puede ser un complemento precioso para oficios relacionados con el derecho, las ciencias de la salud o diversos tipos de asesorías.

La Teología ha ido siempre muy ligada a la fe cristiana, que es amiga de la razón y del saber. A la inversa, la civilización occidental radica en la fe cristiana tan profundamente, que sus rasgos más nobles difícilmente podrían subsistir sin la savia del cristianismo. No hay nada que impida a los laicos ser protagonistas de esta gran historia de la evangelización y la cultura.

El autorJuan Antonio Martínez Camino

Obispo auxiliar de Madrid. Presidente de la Subcomisión episcopal para las universidades y la cultura

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Vaticano

Para entender la respuesta del Papa al cardenal Marx

Conocer la Carta de Francisco al Pueblo de Dios en Alemania es una premisa clave para entender, en todo su sentido, la respuesta que el Santo Padre ha dado a la petición de renuncia del Arzobispo de Munich - Frisinga

José M. García Pelegrín·14 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

La respuesta del Papa a la renuncia del Cardenal Marx a la sede episcopal de Múnich y Freising, escrita originalmente en español (argentino) y cuya traducción oficial al alemán resulta especialmente farragosa por el exceso de literalidad —por ejemplo vierte literalmente el dicho “tener esqueletos en el armario”, mientras que la metáfora en alemán sería “tener cadáveres en el sótano” (“Leichen im Keller haben”); y lo mismo sucede con “poner la carne sobre el asador” que, traducido literalmente, es ininteligible (la expresión alemana equivalente sería “alles in die Waagschale werfen”, “echar todo al platillo de la balanza”)— ha sorprendido por su celeridad… y, al menos al propio Cardenal, por su negativa a aceptar la renuncia.

Pero no solo sorprende por la rapidez, sino también por la diferencia con la falta de respuesta con respecto a la archidiócesis de Colonia. Como ya informamos, al ser hecho público el informe pericial sobre los abusos sexuales en dicha diócesis el 18 de marzo, presentaron su renuncia tanto los obispos auxiliares de Colonia Dominik Schwaderlapp y Ansgar Puff como el actual arzobispo de Hamburgo Stefan Hesse (director del departamento de personal entre 2006 y 2012 y vicario general de 2012 a 2014 en Colonia). El hecho de no haber respondido hasta ahora podría estar relacionado con la visita apostólica ordenada por el Papa Francisco el 28 de mayo en las personas del obispo de Estocolmo, el cardenal Anders Arborelius, y del presidente de la Conferencia Episcopal de los Países Bajos, Mons. Johannes van den Hende, y que está prevista finalizar a mediados de mes. Probablemente, el Papa no ha querido responder a las peticiones de renuncia hasta tener el resultado de dicha visita que, aparte de afectar a los tres obispos mencionados, responde sobre todo a las voces crecientes que piden la renuncia del propio arzobispo de Colonia, el Cardenal Woelki.

Siguiendo la misma lógica, Francisco podría haber esperado hasta hacerse público el informe sobre la misma materia que afecta al Cardenal Marx, sobre todo respecto al periodo en que fue obispo de Tréveris (2002-2007) —en 2019, Marx reconoció que en 2006 había omitido ocuparse del caso de un sacerdote al que se acusaba de haber cometido varios abusos; la Fiscalía abrió expediente contra dicho sacerdote, pero lo sobreseyó, a pesar de claros indicios, por haber prescrito—. El resultado del informe al respecto se espera “en otoño”. Se sabrá entonces si Marx tiene personalmente “esqueletos en el armario” (o “cadáveres en el sótano”).

El Papa subraya que está “de acuerdo contigo en calificar de catástrofe la triste historia de los abusos sexuales y el modo de enfrentarlo que tomó la Iglesia hasta hace poco tiempo”. Francisco señala el camino que debe seguirse para superar la crisis: “Es camino del Espíritu el que hemos de seguir, y el punto de partida es la confesión humilde: nos hemos equivocado, hemos pecado. No nos salvarán las encuestas ni el poder de las instituciones. No nos salvará el prestigio de nuestra Iglesia que tiende a disimular sus pecados; no nos salvará ni el poder del dinero ni la opinión de los medios (tantas veces somos demasiado dependientes de ellos). Nos salvará abrir la puerta al Único que puede hacerlo y confesar nuestra desnudez: ‘he pecado’, ‘hemos pecado’… y llorar, y balbucear como podamos aquel ‘apártate de mí que soy un pecador’, herencia que el primer Papa dejó a los Papas y a los Obispos de la Iglesia”.

La conexión entre las cartas

La carta del Papa al Cardenal Marx está en plena sintonía con lo que Francisco escribió, el 29 de junio de 2019 —fiesta de San Pedro y San Pablo, lo cual también es significativo—, al “Pueblo de Dios que peregrina en Alemania”, donde se decía: “Asumir y sufrir la situación actual no implica pasividad o resignación y menos negligencia, por el contrario supone una invitación a tomar contacto con aquello que en nosotros y en nuestras comunidades está necrosado y necesita ser evangelizado y visitado por el Señor. Y esto requiere coraje porque lo que necesitamos es mucho más que un cambio estructural, organizativo o funcional”.

La carta actual al arzobispo de Múnich comienza precisamente hablando de coraje: “Ante todo gracias por tu coraje. Es un coraje cristiano que no teme la cruz, no teme anonadarse delante la tremenda realidad del pecado”. Si bien el Papa ahora no cita expresamente el “cambio estructural, organizativo o funcional”, se sobreentiende cuando anima a confesar “he pecado”, a buscar la conversión personal.

Tampoco se refiere ahora el Papa expresamente al “Camino Sinodal”; sí lo hacía en la citada carta de 2019 —que, según el Cardenal Kasper en una reciente entrevista, los representantes del Camino Sinodal deberían haber tomado más en serio—. Allí explicaba —citando expresamente la Constitución conciliar Lumen Gentium y el Decreto Christus Dominus de san Pablo VI— lo que debe ser realmente la sinodalidad: “Sinodalidad desde abajo hacia arriba, o sea el deber de cuidar la existencia y el buen funcionamiento de la Diócesis: los consejos, las parroquias, la participación de los laicos… (cf. CIC 469-494), comenzando por la diócesis, pues no se puede hacer un gran sínodo sin ir a la base…; y después la sinodalidad desde arriba hacia abajo, que permite vivir de manera específica y singular la dimensión Colegial del ministerio episcopal y del ser eclesial. Sólo así podemos alcanzar y tomar decisiones en cuestiones esenciales para la fe y la vida de la Iglesia”.

La conexión entre la carta al Cardenal Marx y la Carta al Pueblo de Dios en Alemania invita a leer en esa misma clave los pasajes de la carta al arzobispo de Múnich en que recuerda que la reforma que se exige ante estas circunstancias “comienza por sí mismo. La reforma en la Iglesia la han hecho hombres y mujeres que no tuvieron miedo de entrar en crisis y dejarse reformar a sí mismos por el Señor. Es el único camino, de lo contrario no seremos más que ‘ideólogos de reforma’ que no ponen en juego la propia carne”.

Ambas cartas recuerdan que la reforma que se exige ante estas circunstancias “comienza por sí mismo».

José M. García Pelegrín

En todo caso, el Papa no hace suya la tesis que Marx expresaba en su carta de renuncia de que la Iglesia “se encuentra en un punto muerto”. Si acaso, este “punto muerto” se debe —como expresaba recientemente el hasta ahora redactor-jefe de Die Tagespost, Oliver Maksan— a que la Iglesia en Alemania “está atrapada en una camisa de fuerza” por haber unido el Cardenal Marx “la agenda político-eclesiástica y el tratamiento de los abusos con el Camino Sinodal” hasta formar una “maraña inextricable”.

Efectivamente, el Cardenal Marx es uno de los principales responsables de la fijación que —como demuestra el Camino Sinodal— existe en gran parte de los laicos “oficiales”, e incluso en parte de la jerarquía en Alemania, en vincular el tratamiento de los abusos sexuales a una vía que pretende superar las “estructuras de poder”, al tiempo que se reivindican “reformas” estructurales, una postura que Francisco —en su Carta al Pueblo de Dios en Alemania— califica de “tentación” y de “nuevo pelagianismo”: “Recuerdo que en el encuentro que mantuve con vuestros pastores en el 2015 les decía que una de las primeras y grandes tentaciones a nivel eclesial era creer que las soluciones a los problemas presentes y futuros vendrían exclusivamente de reformas puramente estructurales, orgánicas o burocráticas pero que, al final del día, no tocarían en nada los núcleos vitales que reclaman atención”. Citando su propia Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, añadía: “Se trata de un nuevo pelagianismo, que nos conduce a poner la confianza en las estructuras administrativas y las organizaciones perfectas”.

En cuanto que recuerda —una vez más— que la reforma ha de ser fruto de una conversión personal, la carta del Papa Francisco al Cardenal Marx podría contribuir a liberar a la Iglesia en Alemania de la “camisa de fuerza”, o a romper el nudo gordiano de la maraña a la que antes se aludía. Claro que para eso se requiere que los responsables del Camino Sinodal le presten más atención que la que dedicaron a la Carta al Pueblo de Dios en Alemania.

Teología del siglo XX

Herencias y retos de la teología

Tenemos un formidable patrimonio para estudiar no solo con la devoción arqueológica de quien admira el pasado, sino como inspiración y apoyo ante los nuevos retos en la vida de la Iglesia.

Juan Luis Lorda·14 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 7 minutos

Recordaremos en este artículo con qué fermentos se hace la teología. Resumiremos luego las aportaciones de la teología del siglo XX. Nos situaremos ante los nuevos retos. Y de ahí obtendremos, finalmente, unas líneas de trabajo. 

Los fermentos de la teología

La teología tiene cuatro motivos que la hacen crecer en todas las épocas.

1. La “fe que busca entender”, según la inmortal frase de san Anselmo: fides quaerens intellectum. No nos limitamos a repetir las palabras del mensaje, sino que queremos entenderlas para alimentarnos y combinarlo con nuestra experiencia. Los cristianos creemos en la unidad del saber, porque el mismo Dios que hizo el universo se ha revelado en nuestra historia y ha usado nuestras palabras. 

2. La fe se enseña. Esto exige ordenar su contenido y explicarlo según el nivel de los oyentes, desde la catequesis hasta la formación de los futuros sacerdotes y de los cristianos a nivel académico. Cuando se enseña, se aprende. El esfuerzo de enseñar, especialmente a los sacerdotes, ha dado forma histórica a la teología. 

3. La fe afronta dificultades internas y externas. La historia muestra las disensiones y pérdida de comunión, que son las herejías. Suelen requerir mucho discernimiento teológico. Y lo mismo las incomprensiones y críticas externas: exigen una claridad que ha dado lugar a la apologética cristiana. Se ha de combinar con las otras fuentes para no centrar la teología solo en las cuestiones en litigio. 

4. Es preciso interpretar auténticamente las Escrituras. Por una parte, la Iglesia ya ha recibido y posee el mensaje, y no dependemos de la última interpretación. Pero las Escrituras son un testimonio fiel de la Revelación y su lectura atenta y piadosa es una constante inspiración.

Las grandes renovaciones de la teología del siglo XX 

En el siglo XIX, la separación de la Iglesia y el Estado en los países católicos afectó y sigue afectando a la vida de la Iglesia. Al mismo tiempo, por gracia de Dios, se produjo un renacimiento espiritual y religioso, que originaría en el siglo XX un gran número de entusiastas teólogos y una época de oro de las facultades de teología. Así, a la gran teología patrística de los siglos III al V, y a la escolástica clásica de los siglos XI a XIII, se añadió una tercera gran época, que abarca los siglos XIX (Newman, Möhler, Scheeben) y sobre todo, XX.

Cuatro grandes fermentos han inspirado esa renovación: el mejor conocimiento de la Biblia, la recuperación de la teología de los Padres, la renovación litúrgica y la influencia del pensamiento personalista, entre otros.

1. Los estudios bíblicos aportaron una inmensa erudición sobre la historia, lenguaje y contextos de la Biblia; de los grandes conceptos bíblicos de enorme importancia teológica (Historia de la salvación, Alianza, Mesías, Reino, Ruah…); y de las instituciones hebreas que son la base del sentido tipológico (Qhal Yahveh, fiestas, culto, templo, práctica sinagogal…). Hay una labor pendiente para compendiar esta riqueza que tiende a dispersarse y produjo también cierto desconcierto sobre el núcleo del mensaje bíblico. 

2. La vuelta a los Padres, emblemáticamente representada por la colección Sources Chrétiennes y por el trabajo de De Lubac y Daniélou, se reforzó con los contactos con la teología rusa en el exilio (Lossky, Berdiaev) y el trato con la teología oriental (Congar). Permitió centrar la teología en los misterios, como había hecho Scheeben, y construir el tratado sobre la Iglesia. Supuso el fin de la escolástica manualística, que se presentaba como la única forma posible de la teología católica. Y permitió purificar la tradición tomista con la vuelta a sus fuentes perennes (la obra de santo Tomás de Aquino) y un conocimiento mejorado de su historia y contexto (Chenu, Grabmann) y de su filosofía (Gilson). 

3. En paralelo a la vuelta a los Padres, y con fecundas sinergias, se desarrolló la teología litúrgica (Dom Gueranger, Guardini, Casel). Transformó la sacramentaria, contribuyó a la comprensión del misterio de la Iglesia e inspiró al Concilio Vaticano II. Pero no conviene confundir esta renovación con la aplicación posconciliar, a veces improvisada y espontánea, de modas litúrgicas. En gran parte, la auténtica formación teológica de los cristianos según la voluntad del Concilio sigue pendiente. 

4. La inspiración personalista puso de relieve algo muy importante. La idea de persona, con tanto relieve cultural y jurídico, tiene una historia teológica. Hay una aportación cristiana sobre la dignidad del ser humano como imagen de Dios, llamado a identificarse en Cristo, que sigue siendo muy relevante. Además, la idea de que persona implica relación, tanto en la Trinidad como en los humanos, permite entender la realización de las personas en el doble mandamiento de la caridad, e inspira los modelos de convivencia. A semejanza de la Trinidad, se da la comunión de los santos en la Iglesia y en el Cielo, y la de las familias, y la de cualquier comunidad humana auténtica. También ayuda a profundizar en la relación personal del ser humano con Dios (yo y Tú), y a renovar la idea del alma, como ser querido por Dios personalmente, con una relación eterna. 

Concilio y posconcilio 

Este espectacular florecimiento inspiró el Concilio Vaticano II que, promovido por Juan XXIII, quiso relanzar la vida de la Iglesia y la evangelización. Marcó las pautas y renovó la vida de la Iglesia en muchos puntos, que son las guías de nuestra época. 

Desgraciadamente, fue seguido por una masiva crisis posconciliar que ha reducido la práctica cristiana y las vocaciones en los países católicos occidentales al menos a una sexta parte de lo que era. La teología menos centrada jugó un papel en la desviación (Holanda), pero la causa principal fue una interpretación sesgada y una aplicación precipitada y desnortada de los deseos del Concilio. Se necesita un juicio sereno para entender lo sucedido y revalidar la interpretación auténtica, como hicieron Juan Pablo II y Benedicto XVI.

Por otro lado, la reducción tan grande de los candidatos al sacerdocio ha dejado bajo mínimos a muchas facultades europeas. 

Algunos retos ambientales

Con esto, la teología se encuentra en un contexto muy diferente de la época anterior. En los países de tradición católica, todavía se vive de ser “iglesias establecidas”, es decir identificadas con las costumbres, cultura, fiestas y ritmos de una nación. No son Iglesias de misión, no tienen instituciones ni hábitos de ese tipo, sino que mantienen el culto y la catequesis, cada vez con menos gente. La estructura eclesiástica, con su patrimonio, sigue siendo enorme, pero se vacía, lo que genera también un problema financiero. El clero que disminuye puede sostenerse con los fieles que disminuyen, pero los edificios, no. No es el problema principal, pero absorbe mucha energía. 

Todavía vivimos en la vieja Europa cristiana el ciclo de la Modernidad, con la separación de la Iglesia y el Estado. Junto con los aspectos positivos, de mayor libertad y autenticidad cristiana, se padece una secularización buscada como programa político. En la enseñanza teológica es preciso contar bien este proceso. 

Casi todo el siglo XX estuvo dominado por la sorprendente expansión mundial del comunismo. Lo que supuso para la Iglesia una persecución en los países comunistas y una intensa crítica en todo el mundo. También fue una tentación para muchos cristianos, que sintieron que el comunismo encarnaba aspectos evangélicos más auténticamente que la propia Iglesia. Otro aspecto pendiente de estudiar. 

La desaparición casi milagrosa del comunismo, en tiempos de Juan Pablo II, dejó el enorme vacío posmoderno. Pero el impacto de la revolución rusa del 17 fue sustituido por el de la revolución francesa del 68. Fracasó en su intento utópico de transformar las sociedades burguesas, pero transformó las costumbres sexuales, y provocó un nuevo motivo de distanciamiento de la fe, que hizo crisis en la recepción de Humanae vitae. Además, originó la ideología de género, que presiona cultural y políticamente sobre la vida de la Iglesia y contrasta con el mensaje cristiano sobre sexo y familia. Parece que estamos a las puertas de una nueva persecución donde no habrá mártires. Hay que discernir sobre las objeciones y encontrar el lenguaje para expresarse. 

Retos de formación e información 

En el pasado, las familias cristianas, la catequesis de las parroquias rurales y los colegios católicos en las ciudades conseguían transmitir la fe cristiana con una eficacia y un grado de identidad muy alto. Ya no es así. La irrupción de la televisión en todos los hogares y más recientemente, las redes sociales han cambiado la educación familiar: lo que aparece en la televisión y en las redes pasa a ser la norma y el modelo social en lugar de los padres. La fe solo se trasmite en familias muy comprometidas. 

Por otro lado, la catequesis ordinaria resulta del todo desproporcionada en relación al volumen de información y formación que cualquier niño recibe en otras áreas del conocimiento. Y tanto los colegios católicos, generalmente religiosos, como los seminarios han sufrido la crisis posconciliar con pérdida de efectivos y problemas de orientación. Se da la paradoja creciente de que la mayor parte de los cristianos se informan sobre la vida de la Iglesia en medios que no son cristianos. Es un reto muy grande para una Iglesia que es, por naturaleza, evangelizadora. 

Retos específicos de la teología 

El balance no es muy alentador, y el tamaño de los problemas desborda. Pero la Iglesia vive de fe, esperanza y caridad. Y es dirigida en la historia por su Señor, que, en cada época, suscita los carismas necesarios. La teología no puede vivir en el limbo de una inercia académica, sino conectar con estas exigencias tan perentorias. Recordando los cuatro fermentos que señalábamos al principio, urge:

1. comprender la fe también en relación con nuestra cultura actual humanística y científica;

2. formar a las nuevas generaciones de sacerdotes ante las exigencias de evangelización. Mantener y sintetizar la riqueza de nuestro patrimonio añadiendo lo mejor de la teología del siglo XX que está al nivel de nuestra época. Y superar la tendencia acumulativa que se ha producido en los tratados teológicos al pretender resumir todas las dificultades del pasado;

3. responder a las grandes objeciones de nuestra época. Las que siguen de la crítica de la Modernidad, las del materialismo científico; y actualmente, la ideología de género, donde es preciso discernir y encontrar el lenguaje adecuado para dialogar y presentar atractivamente el mensaje cristiano sobre sexo y familia. También hay que atender a los problemas internos como la contestación interna y el cisma de Lefevbre;

4. centrar y compendiar la teología bíblica para que alimente la teología y la formación sacerdotal y cristiana.

Otras tareas más concretas:

5. defender la interpretación auténtica del Concilio Vaticano II y ampliar su aplicación;

6. contribuir al empeño ecuménico y al diálogo interreligioso que el Concilio impulsó;

7. estudiar la historia reciente por lo menos en cuatro puntos: el ciclo de la Modernidad, con sus inspiraciones cristianas y sus distancias; la crisis posconciliar; la influencia marxista; y el diálogo con las ciencias;

8. atender al enorme reto de formación de los cristianos. Aunque la teología se concentra en la enseñanza académica, necesita abrirse a otros espacios. Y esto tiene muchas exigencias de estilo y lenguaje. 

Conclusión 

No todo son inconvenientes. Tenemos un patrimonio intelectual riquísimo de comprensión del mundo y del ser humano, que contrasta con el inmenso vacío dejado por las ideologías del siglo XX o con la trivialidad del consumismo global. Nunca hemos estado en una situación intelectual tan fuerte, aunque mediáticamente sea tan débil. 

Hay felices puntos de encuentro con nuestra época. Primero, porque el mensaje evangélico conecta con las aspiraciones humanas más profundas hoy y siempre (anima naturaliter christiana). Con sus deseos de plenitud, de conocimiento y de salvación, que se manifiestan también en la búsqueda de una vida más natural y humana, o en un sano ecologismo y respeto por la naturaleza. También las crisis ambientales y sanitarias suscitan una búsqueda más profunda del sentido de la vida. 

Y, en definitiva, contamos con la presencia del Señor y la asistencia del Espíritu. La experiencia de la debilidad es parte esencial del ejercicio de la fe y de la teología. Así se supera la dañina tentación de sustituirla por nuestras ideas. Solo es teología si es “fe que busca comprender”, también para transmitirla gozosamente. Lo que toca es una teología más humilde, más testimonial, más espiritual, más litúrgica; o, como escribió von Balthasar, más arrodillada. También una teología más cercana a los pobres y sencillos, como pide el Papa Francisco. En definitiva, una teología más teológica.

Iniciativas

Joaquín y Bernabé. Worship: un encuentro con Cristo

La adoración eucarística está suponiendo un encuentro de muchísimos jóvenes con Jesucristo que les cambia la vida. Iniciativas como Worship tratan de renovarla en las formas.

Arsenio Fernández de Mesa·14 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

No es un secreto que, por ley de vida, los jóvenes son el futuro de la Iglesia. Y tampoco es un secreto que muchos de ellos se alejan de un encuentro verdadero con Dios porque la vida cristiana se les presenta no de forma atractiva sino más bien como una carga y un aburrimiento. Joaquín y Bernabé, sacerdotes de la parroquia San Clemente Romano en Villaverde Bajo, se han estrujado el cerebro para encontrar un modo de poner a los jóvenes delante de la Eucaristía. Y que Él haga el resto. Es esencial provocar el primer encuentro de un modo que conecte con los jóvenes de hoy. Y luego ya educaremos en que el sentimiento o la experiencia interior no es lo primero. Si nos limitamos a insistir en métodos obsoletos que no atraen las iglesias se quedarán vacías.  

¿Qué es el Worship?

El Worship es una adoración al Santísimo, pero no como las horas santas a las que estamos acostumbrados. Tiene un tono más carismático y atrevido. Insisten mucho en la importancia de rezar con la música, descubriendo en las letras y en los ritmos el soplo del Espíritu Santo que quiere decir algo a los presentes. También refuerzan la experiencia visual, por ejemplo, jugando con las luces. Algo grande está sucediendo, porque Cristo está presente en medio de todos, y quieren transmitirlo por los sentidos. 

“Se busca una vivencia integral de encuentro con el Señor que abarque cuerpo y alma por entero”, nos cuenta Bernabé, sacerdote recientemente ordenado. No es sólo un momento de oración sino que hay un momento inicial de animación y también una parte testimonial.

Un camino in crescendo

El camino es in crescendo: todos los pasos van acercando el momento de ponerse delante de Jesucristo en la Eucaristía, que es la culminación del Worship, palabra inglesa para referirse a la adoración. Quieren remarcar ese estilo que se está dando en Lifeteen en Estados Unidos y que tantísimos frutos de conversiones y vocaciones está provocando entre adolescentes y jóvenes. “Queríamos hacer este tipo de adoración de alabanza con un estilo más sobrio, más occidental, que no lo había tanto. Existe la Renovación carismática, pero tiene un carácter más latino. El deseo de fondo es aprender a rezar con el cuerpo: algunos momentos se reza de pie, se invita a abrir las manos, de rodillas, sentados”. 

El propósito es generar una cierta continuidad: “lo intentaremos hacer mensual o bimensualmente”. Joaquín, el párroco, y Bernabé, su vicario, confiesan ilusionados: “queremos que sea el apostolado de la juventud de nuestra parroquia hacia fuera, para que haya gente que pueda venir a disfrutar de lo que aquí estamos viviendo, de la familia, del hogar que estamos generando en torno al Señor en esta comunidad”. El grupo de organización y preparación de estas adoraciones es parte del grupo de jóvenes universitarios y profesionales. Hay mucho trabajo de fondo para que todo salga bien, como un equipo de acogida que recibe a todos los que llegan y les acomodan. Hasta les hacen pulseras. “Se trata de una experiencia global de encuentro con Jesucristo y no una mera adoración u hora santa”.

Un “plus” para los jóvenes

Uno de los jóvenes que cuidan con mimo y cariño todos los detalles es Carlos García Taracena, de 29 años. Reconoce que estamos acostumbrados al silencio total y a una sobriedad en las formas, algo que ayuda mucho a tantas personas. Piensa que esta iniciativa del Worship aporta un plus a los jóvenes: “nos ha traído a un Dios vivo que permite que le expresemos corporalmente nuestro amor por Él”. Recuerda que venimos de algo menos sensorial y esto puede sorprender. Pero para Carlos la experiencia de tantos jóvenes confirma que quien ha rezado de este modo ha sentido a la persona que tenía a su lado como hermana. “Sientes a Cristo más vivo cuando rezas en familia”, confiesa. La tarea de su grupo es facilitar que este momento constituya un auténtico encuentro con Dios para los jóvenes que acuden: “acompañamos con una bonita música, pero no trabajada por las horas de ensayo sino por orar juntos mientras cantamos”. Ahí está la clave: Worship no es un espectáculo musical sino un momento privilegiado de encuentro con Jesucristo.

Vaticano

Papa Francisco: «El Evangelio nos pide una mirada nueva sobre nosotros mismos y sobre la realidad»

El Papa Francisco nos ha recordado, tras el rezo del Angelus en la plaza de San Pedro, que "con Dios siempre hay esperanza de nuevos brotes, incluso en los terrenos más áridos".

David Fernández Alonso·13 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco ha rezado el Angelus desde la ventana del Palacio Apostólico, y ha dirigido algunas palabras a los fieles reunidos en la Plaza de San Pedro: «A través de las dos parábolas que nos presenta el Evangelio este domingo», ha comenzado el Santo Padre, «retomamos el tiempo litúrgico “Ordinario”. Las parábolas se inspiran precisamente en la vida ordinaria, y revelan la mirada atenta y profunda de Jesús, que observa la realidad y, mediante pequeñas imágenes cotidianas, abre ventanas hacia el misterio de Dios y la historia humana. Así, nos enseña que incluso las cosas de cada día, esas que a veces parecen todas iguales y que llevamos adelante con distracción o cansancio, están habitadas por la presencia escondida de Dios. Por tanto, necesitamos ojos atentos para saber “buscar y hallar a Dios en todas las cosas”, como le gustaba decir a San Ignacio de Loyola».

La reflexión sobre el Reino de Dios ha estado en el centro de las palabras De Francisco: «Hoy Jesús compara el Reino de Dios, su presencia que habita el corazón de las cosas y del mundo, con el grano de mostaza, la semilla más pequeña que hay. Sin embargo, arrojado a la tierra, crece hasta convertirse en el árbol más grande (cfr. Mc 4,31-32). Así hace Dios. A veces, el fragor del mundo y las muchas actividades que llenan nuestras jornadas nos impiden detenernos y vislumbrar en qué modo el Señor conduce la historia. Y sin embargo -asegura el Evangelio- Dios está obrando, como una pequeña semilla buena que silenciosa y lentamente germina. Y, poco a poco, se convierte en un árbol frondoso que da vida y reparo a todos. También la semilla de nuestras buenas obras puede parecer poca cosa; mas todo lo que es bueno pertenece a Dios y, por tanto, humilde y lentamente, da fruto. El bien -recordémoslo- crece siempre de modo humilde, escondido, a menudo invisible.

«Queridos hermanos y hermanas, con esta parábola Jesús quiere infundirnos confianza. De hecho, en muchas situaciones de la vida puede suceder que nos desanimemos al ver la debilidad del bien respecto a la fuerza aparente del mal. Y podemos dejar que el desánimo nos paralice cuando constatamos que nos hemos esforzado pero no hemos obtenido resultados y parece que las cosas nunca cambian. El Evangelio nos pide una mirada nueva sobre nosotros mismos y sobre la realidad; pide que tengamos ojos grandes que saben ver más allá, especialmente más allá de las apariencias, para descubrir la presencia de Dios que, como amor humilde, está siempre operando en el terreno de nuestra vida y en el de la historia».

«Y esta es nuestra confianza», ha dicho el Papa, «es esto lo que nos da fuerzas para seguir adelante cada día con paciencia, sembrando el bien que dará fruto. ¡Qué importante es esta actitud para salir bien de la pandemia! Cultivar la confianza de estar en las manos de Dios y, al mismo tiempo, esforzarnos todos por reconstruir y recomenzar, con paciencia y constancia».

Antes de concluir, ha recordado que «también en la Iglesia puede arraigar la cizaña del desánimo, sobre todo cuando asistimos a la crisis de la fe y al fracaso de varios proyectos e iniciativas. Pero no olvidemos nunca que los resultados de la siembra no dependen de nuestras capacidades: dependen de la acción de Dios. A nosotros nos toca sembrar con amor, esfuerzo, paciencia. Pero la fuerza de la semilla es divina. Lo explica Jesús en la otra parábola de hoy: el campesino arroja la semilla y luego no sabe cómo produce fruto, porque es la semilla misma la que crece de manera espontánea, durante el día, por la noche, cuando él menos se lo espera (cfr vv. 26-29). Con Dios siempre hay esperanza de nuevos brotes, incluso en los terrenos más áridos».

Ecología integral

“No es alarmista hablar de la gravedad de la crisis ecológica”

Así lo ha asegurado a Omnes el P. Joshtrom Issac Kureethadam, director de la Oficina de Ecología y Creación del Vaticano, del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. “La sociedad civil y los gobiernos de todo el mundo han reconocido la gravedad de la crisis ecológica”, afirma.

Rafael Miner·13 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

“Laudato Si’ ha sido una especie de línea divisoria no solo para la Iglesia sino para el mundo entero. La influencia que ha tenido en la Iglesia Católica es evidente en las numerosas iniciativas que han surgido en muchas comunidades locales en el ámbito del cuidado de la creación”, afirma el P. Joshtrom Issac Kureethadam, director de la Oficina de Ecología y Creación del Dicasterio vaticano para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, en una entrevista que se publicará íntegramente en la revista Omnes el próximo mes de julio.

“La Semana Laudato Si ’de este año mostró de alguna manera cómo la Encíclica ha entrado en la corriente principal de nuestras comunidades católicas en todo el mundo. La participación fue colosal para los eventos plenarios en línea de cada día y ha habido cientos y cientos de eventos locales en todo el mundo durante la Semana Laudato Si’”, añade el P. Joshtrom Kureethadam, religioso salesiano.

A su juicio, “Laudato Si’ es importante especialmente por su enfoque de ecología integral. No es solo un texto ambiental, sino también una encíclica social”, asegura el director de la oficina vaticana de Ecología y Creación, que sale al paso de acusaciones de alarmismo que se han formulado: “La sociedad civil y los gobiernos de todo el mundo han reconocido la gravedad de la crisis ecológica”.

“Lamentablemente”, añade, “hay quienes ven el cambio climático como una ‘conspiración’ o piensan que es alarmista hablar de la crisis de nuestra casa común. Esta es una situación muy desafortunada”. “La ciencia del clima ha crecido significativamente en las últimas décadas y existe un consenso unánime en la comunidad científica de que la actual crisis ecológica en el caso de las crisis climáticas y de biodiversidad se debe a actividades humanas”. El P. Kurethaadam asegura que “el Papa Francisco contó con la asistencia de los mejores científicos del mundo, incluidos miembros de la Pontificia Academia de Ciencias del Vaticano”.

Belleza de la Creación

Al comenzar la celebración de la Semana Laudato Si’ que duró 10 días (del 16 al 25 de mayo), los católicos recordaron la belleza de la creación de Dios, pero también los peligros a los que se enfrentan las personas de todo el mundo al incidir en favor de nuestra casa común, ha recordado Tomás Insua, director ejecutivo del Movimiento Católico Mundial por el Clima, que ha sintetizado la Semana en estos 60 segundos 

En las profundidades de la selva amazónica de Brasil se descubrió una nueva especie de búho chillón. La especie fue bautizada como Megascops stangaie en honor a la religiosa de Notre Dame de Namur, Dorothy Stang, asesinada en Brasil en 2005 mientras trabajaba por el Amazonas y su gente, informa Insua.

“Este movimiento se alegra del descubrimiento de una nueva especie, pero nos unimos a las Hermanas de Notre Dame de Namur y a todas las personas de fe en el duelo por la muerte de la hermana Dorothy Stang y de todos los defensores del medio ambiente en todo el mundo”.

Top 5 de la Semana Laudato Si’

Para conocer más a fondo lo sucedido en la Semana Laudato Si’ se destacan a continuación cinco aspectos que sobresalen estos días. Inspirados por el lema, “porque sabemos que las cosas pueden cambiar”, miles de católicos trabajaron estos días “con esperanza y con la ferviente creencia de que juntos podemos crear un futuro mejor para todos los miembros de la creación”, señala el Movimiento Católico Mundial por el Clima. Estos son los aspectos más destacados de estos días:

1. Liderazgo del Papa Francisco, quien volvió a liderar el camino, inspirando y animando a los católicos a participar en la celebración. Meses antes del evento, el Papa alentó a los 1.300 millones de católicos del mundo a participar a través de una invitación especial en video. Repitió su invitación durante el 16 de mayo, y unió a la Iglesia en oración y acción durante toda la celebración tuiteando sobre la #SemanaLaudatoSi. El Papa agradeció luego a los millones de personas su participación en el Año Especial de Aniversario de la Laudato Si’, y expresó sus mejores deseos a los Animadores Laudato Si’ laudatosianimators.org/es/home-es/

2. Los católicos y sus instituciones emprenden acciones. A nivel local, se registraron casi 200 eventos en LaudatoSiWeek.org/es en todo el mundo, un crecimiento de más del 200 % en comparación con la Semana Laudato Si’ 2020. Se mencionan a continuación algunos ejemplos de cómo los católicos inspiraron a sus comunidades:

– En Trinidad y Tobago, en medio de un aumento de los casos locales de Covid-19, los católicos sirvieron de luz y esperanza para todos los pueblos del Caribe al unirles virtualmente para la oración, la reflexión y el diálogo.

– Los católicos de Fiyi protagonizaron un Desafío Laudato Si’ diario que incluía la plantación de árboles frutales de madera dura y flores para ayudar a su seguridad alimentaria y reducir la cantidad de carbono en la atmósfera

– En Kenya, Bangladesh, India, Brasil, Australia, Estados Unidos, México, Timor Oriental, Vietnam y otros países, los católicos se reunieron en línea y en persona para compartir las formas en que están viviendo la Laudato Si’ y para inspirarse mutuamente a hacer más por la creación.

– En Corea del Sur y Filipinas se llevaron a cabo actividades de una semana de duración que llevaron a los católicos a celebrar Misas Laudato Si’,  y a impulsar proyectos de justicia climática y a participar en manifestaciones por el clima.

Los católicos de América Latina organizaron seminarios web que centraron la atención de toda la región en los desplazamientos internos, la difícil situación de los agricultores durante la crisis climática y el Acuerdo de Escazú, el primer tratado internacional de la región sobre el medio ambiente.

– En Italia, Animadores Laudato Si’, ya graduados, organizaron cerca de 700 proyectos, que incluían tiempo de oración y de inmersión en la creación.

3. Diálogos Laudato Si’. El Encuentro de Oración de Pentecostés/Envío Misionero, dirigido por el cardenal Luis Antonio Tagle, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, tuvo lugar el 23 de mayo en todo el mundo y fue seguido por decenas de miles de personas en YouTube y Facebook. A lo largo de la semana, mientras los católicos organizaban eventos a nivel local, los Diálogos Laudato Si’ desafiaron a todos a examinar cómo podemos hacer más por nuestra casa común.

4. Desinversión en combustibles fósiles. Durante la Semana Laudato Si’ 2021, decenas de instituciones de 12 países se comprometieron a desinvertir en combustibles fósiles. El año pasado, con motivo del quinto aniversario de Laudato Si’, el Vaticano publicó unas directrices medioambientales que enmarcan la inversión en combustibles fósiles como una opción ética, al mismo nivel que otras opciones éticas importantes. El P. Joshtrom Issac Kureethadam ha manifestado que la desinversión es un imperativo físico, moral y teológico. Por otra parte, el cardenal Jean-Claude Hollerich, arzobispo de la diócesis de Luxemburgo y presidente de la Conferencia de Obispos católicos de los Estados de la UE (COMECE), señaló que las instituciones que deciden no desinvertir se arriesgan a que su otra labor suene vacía.

5.  Plataforma de Acción Laudato Si’. El 25 de mayo, el Vaticano lanzó oficialmente la Plataforma de Acción Laudato Si’, que capacitará a las instituciones, comunidades y familias católicas para implementar Laudato Si’. La iniciativa del Papa invita a toda la Iglesia católica a alcanzar la sostenibilidad total durante los próximos siete años, como ha informado Omnes.

Cultura

Impulsar una universidad pro vida y gratuita en el siglo XXI

La Universidad Libre Internacional de las Américas (ULIA), se fundó en 2001 en San José (Costa Rica), con un ideario en defensa de la dignidad de cada vida humana, y el compromiso de gratuidad. La Universidad ofrece cursos reglados, y la plataforma LDVM, seminarios gratuitos a miles de personas. Todo online.

Rafael Miner·12 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 7 minutos

¿Puede existir una educación con un ideario en torno a la excelencia científica en defensa de la vida humana, y una filosofía de gratuidad real, que se oferta a distancia a través de Internet, y que ofrece en una plataforma de forma gratuita centenares de miles de meditaciones y pláticas en video, a disposición de instituciones educativas, parroquias o familias?

¿Estamos soñando? No. Es real. En pleno siglo XXI, ese centro académico, que probablemente sea el primero y quizá único en el mundo, existe, y está basado en la tradición anglosajona de títulos propios. Todos sus estudios se ofertan a distancia a través de Internet y sus títulos no están refrendados por ningún Estado ni aspiran a estarlo.

Se trata de la Universidad Libre Internacional de las Américas (ULIA), fundada en 2001 en San José (Costa Rica) por un grupo de personas, que, tras una serie de reuniones en universidades de verano, tradujeron su inquietud “en poner en marcha una universidad de invierno, por así decirlo, de curso completo, y que adoptase un ideario en defensa de la dignidad de la vida humana y la filosofía de gratuidad”, explica José Pérez Adán, catedrático de Sociología, Rector de ULIA, y autor de numerosas publicaciones, alguna a punto de salir al mercado estos días con el título ‘Economía y Salud Social. Más allá del Capitalismo’, en la que participan autores de seis países. ULIA ha formado ya a cerca de 1.750 personas desde su fundación.

Una educación que sea regalo

Omnes ha conversado con el Rector, José Pérez Adán, y antes de entrar en cuestiones prácticas, abordamos las ideas fundacionales: “El ideario pro vida estaba en nuestras intenciones, tener entre los programas que se dictaban y las titulaciones unos estudios que de alguna manera tuviesen que ver con la defensa de la vida. De hecho, uno de los programas nuestros más antiguos es la diplomatura en bioética, y por otro lado está la maestría (los masters), el desarrollo. Ambas están íntimamenterelacionadas y eso es algo muy peculiar en esta Universidad”, señala el catedrático.

Por otra parte, “todos los que trabajamos en ULIA lo hacemos ad honorem, es decir, gratuitamente, y pensamos que esto es lo mejor para dar fuerza a la idea inicial que teníamos, el compromiso por la defensa de la vida, también porque pensamos (todos nos dedicamos más o menos a la educación), que el futuro de la educación es una educación sin fronteras, y en la medida de los posible, una educación que sea fundamentalmente regalo”, señala.

ULIA, tradición anglosajona

Algunos se preguntan cómo es posible que los títulos de ULIA no tengan reconocimiento oficial, y éste es otro de los motivos de reflexión. “Esto no tan raro”, comenta el catedrático. “En los países latinos, gran parte del sistema administrativo es de corte napoleónico, como dicen algunos juristas. En el sentido de que se piensa que el Estado debe garantizar determinadas áreas de emprendimiento, entre las cuales está la educación”.

“Esto no es así en los países de tradición anglosajona. En este sentido, ULIA es como Harvard, los títulos que nosotros expedimos son títulos propios, no están garantizados por ningún Estado. En España y en muchos otros países cuando uno recibe el título universitario, en el diploma pone: el Jefe del Estado o la primera autoridad del país, y en su nombre el Ministerio, le concede a usted el título de doctor en psicología. Esto en la tradición anglosajona es impensable”.

El Rector amplía aquí la noción de regalo, que impregna el carácter de ULIA, y que le da “sentido de comunidad”. “El objetivo de las personas que se acercan a ULIA es la búsqueda de conocimientos. Uno viene a esta Universidad (en red) a aprender, a ilustrarse. Y también a iniciar o a continuar una cadena de regalo. Porque lo que hace que esta Universidad continúe en el tiempo es que lo que uno recibe gratuitamente, se siente motivado a darlo también gratuitamente. Por eso, gran parte de los tutores y gran parte de los profesores de la Universidad han sido antes sus alumnos. Eso es muy bonito de ver. Podríamos decir que eso genera una comunidad, no sólo en un sentido sincrónico, sino también genuinamente en sentido diacrónico, se hace comunidad a través del tiempo. Yo recibo un regalo y lo doy a otro más tarde. Eso asegura la pervivencia de la comunidad. Es lo que ocurre por ejemplo en la familia”.

Libertad y globalización

En la conversación no podía faltar el tema de la libertad. Más aún cuando la universidad se denomina “libre”. ¿A qué se refieren cuando dice Universidad Libre? Responde el Rector: “Sí, nosotros asumimos que la libertad es un valor humano muy importante, pero también queremos decir que es libre de injerencias de poderes gubernamentales. La libertad es la universidad es fundamental. Que las universidades sean libres es algo imprescindible, y no es lo común”.

En la mayoría de los países, gran parte del sistema universitario es dependiente de las instancias gubernamentales, afirma José Pèrez Adán. Pero a su juicio, “el futuro no apunta en esa dirección. El futuro apunta a que los emprendimientos gubernamentales cada vez estén menos presentes en la educación. Como ahora están menos presentes, por ejemplo, en el servicio de Correos. Los gobiernos tienen cada vez menos presencia en este servicio. Lo mismo va a ocurrir en la educación, en la medida en que la sociedad civil madura, se hace más responsable, y se hace cargo de esa tarea de educar a las generaciones venideras, en esa misma medida los gobiernos verán que su tarea ahí quizá no tiene el sentido que tenía en otros tiempos, y se dedicarán a otras cosas”.

¿Podría decirse que ULIA es la única universidad del mundo basada en el voluntariado? “Así es”, dice el Rector, pero “Al principio mucha gente no entendió esto. Era una cosa única, y además rara, impensable. Sin embargo, hoy en día, no lo es. Estamos en un mundo mucho más globalizado que al inicio de nuestro siglo. Y esa globalización también llama a las puertas de la educación. El futuro de la educación es un futuro en el que las fronteras van a contar cada vez menos. Está, por ejemplo, el auge de la educación en familia, homeschooling, y otras que se van a llevar a cabo a nivel mundial, también en el ámbito universitario. Puedo añadir que ULIA no es una universidad confesional. Si bien la mayoría de los que iniciamos esta universidad tenemos un compromiso y un estilo de vida cristiano, católico., hemos tenido personas que han colaborado con nosotros de otras confesiones cristianas”.

Universidad y política: esferas distintas

Otra cuestión de interés es si compete a la Ciencia la propuesta política. “Es un debate antiguo. Lo que los científicos nos proponemos es entender, comprender, y como consecuencia de ello, ilustrar, enseñar. El compromiso de los políticos por la gestión añade una característica distinta al quehacer universitario. De hecho, en muchas universidades ahora mismo se enseña gestión, gobernanza, por ejemplo. Y en ULIA también tenemos un diploma sobre gestión de entidades no lucrativas. Pero desde un punto de vista científico, lo realmente importante es la tarea de comprensión, de entendimiento, y después, la ilustración”, señala José Pérez Adán.

Cursos reglados

Finalmente, nos centramos en lo práctico. “Nuestro enfoque es humilde”, adelanta el Rector, antes de ofrecer algunos datos relativos a los cursos reglados de la Universidad, y a los seminarios de LDVM. Entre los primeros están el Curso de experto en comunicación católica, o los diplomas en educación religiosa escolar, en bioética, en educación en virtudes a través del cine, etcétera.

“Los cursos de ULIA tiene fecha. Son cursos reglados y al final se entrega un Diploma. Comienzan todos el 1 de enero de cada año, excepto los que son bianuales, cada dos años, que son las maestrías o masters. La inscripción se acaba de abrir el 25 de mayo. La gente puede ir solicitando el que desee en de la oferta formativa. Eso sí, quien desee hacer un curso debe rellenar los formularios del proceso de inscripción que está en la web ulia.org. Se estudian, se contesta, y solicitamos que se haga una pequeña donación para el soporte informático del curso”, señala el Rector.

Las incorporaciones se cierran en octubre-noviembre, cuando se llena el grupo de cada curso. ULIA informa que intenta cerrar los cursos en 20 alumnos por programa, aunque alguna vez hay excepciones. Por ejemplo, un colegio de Paraguay pidió que todo el profesorado hiciera el curso de educación religiosa escolar, y hubo 102 inscripciones.

Seminarios de LDVM

Aunque ULIA nació primero, más tarde, para darle un asiento jurídico más estable, se puso en marcha la Fundación Interamericana Ciencia y Vida, registrada en la Comunidad Valenciana. Uno de los proyectos de la Fundación, el primero, fue la Universidad, y luego vino Catholic Voices España, que fundamos aquí en Valencia, por iniciativa de Catholic Voices Inglaterra, que son los primeros. Jack Valero estuvo aquí en Valencia, también Austen Ivereigh, cofundador”.

¿Cómo fue poner en marcha la plataforma LDVM? El catedrático José Perez Adán ofrece dos pinceladas sobre la intrahistoria: “Una vez se hicieron los dos o tres primeros programas de Catholic Voices en ULIA, ahí mismo surgió la necesidad. Teníamos numeroso material para suministrar a toda la gente que hace nuestro programa, y a los ex alumnos de ULIA que tienen que ver con espiritualidad. Vamos a crear también una plataforma, LDVM, dentro de la Fundación, que cubra ese espectro que no tiene ULIA, porque ULIA no es confesional, pero LDVM sí. Entonces creamos LDVM, que tiene vuelo propio”.

Los seminarios de LDVM no tienen fechas, están siempre dispuestos para quien lo pida, dice José Pérez Adán. “Cualquiera de los seminarios de LDVM los tenemos ya grabados. El que lo desee envía la petición, y nosotros le damos la clave. El acceso es inmediato. No hay ningún intercambio de ningún tipo”. Solo hay que enviar un email a [email protected] o a [email protected]  Las claves se cambian periódicamente.

LDVM tiene ahora mismo 35 sacerdotes que cuelgan sus pláticas y un cuarto de millón de meditaciones disponibles. Hay un sacerdote australiano que en 24 horas tiene 500 descargas, comenta José Pérez Adán. La persona que tiene más meditaciones en ivoox.com/podcast-podcast-podcast-podcast-podcast-meditaciones-padre-ricardo-sada_sq_f1476531_1.html es el sacerdote mexicano, Padre Ricardo Sada.

Congreso sobre transhumanismo

La reunión anual se tiene habitualmente de manera presencial, señala el Rector. Con la pandemia, el Congreso de este año 2021 se hará en la modalidad online, del 29 al 31 de julio, y tratará sobre La dignidad humana ante el reto del transhumanismo. Una reflexión multidisciplinar, organizado por ULIA, el Centro de Estudios e Investigaciones de Bioética (CEIB), (ceibmx.com/), con sede en Mexico, y el ICES Escuela de Filosofía. “Lo íbamos a hacer en Guadalajara (México), presencial, pero al final se hará online. A ver si el del año que viene, en 2022, se puede realizar ya presencial; sería en Puerto Rico”, concluye José Pérez Adán.

España

Ángel Lasheras, nuevo Rector del Santuario de Torreciudad

Este sacerdote natural de A Coruña sucede a Pedro Díez-Antoñanzas, que se incorporó en octubre de 2016 y que continuará sus tareas pastorales en Zaragoza.

Maria José Atienza·12 de junio de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El nuevo Rector del Santuario de Torreciudad, Ángel Lasheras, es Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Santiago de Compostela y Doctor en Filosofía eclesiástica por la Universidad de la Santa Cruz de Roma, con una tesis en Metafísica de la belleza en Santo Tomás de Aquino.

Al terminar la carrera de Medicina en 1978, vivió en diferentes ciudades de Galicia —Santiago de Compostela, Vigo, Ferrol— hasta 1991, año en el que se trasladó a vivir y a estudiar a Roma, donde permaneció hasta el mes de enero de 1998.

Lasheras fue ordenado Diácono en Torreciudad, en el verano de 1997, y recibió la ordenación sacerdotal de manos de Mons. Javier Echevarría, Obispo y Prelado del Opus Dei, el 21 de septiembre de 1997.

Ha desarrollado su ministerio sacerdotal siendo Vicario de las Delegaciones de Valladolid y de Galicia del Opus Dei, desde 1999 hasta 2019.

En agosto de 2019 se trasladó a vivir a Madrid, donde ha ejercido su labor pastoral en los Centros de la Prelatura y en la labor de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz.

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Vaticano

La Santa Sede actualiza el gobierno de las asociaciones internacionales de fieles

Con este decreto el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida regula la duración y el número de mandatos de los cargos de gobierno, así como la representatividad de los órganos de gobierno 

Maria José Atienza·11 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

El decreto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida publicado hoy, regula la duración y el número de mandatos de los cargos de gobierno, así como la representatividad de los órganos de gobierno, «con el fin de promover una sana rotación y evitar apropiaciones».

Este decreto, que se aplicará a las asociaciones internacionales de fieles reconocidas o erigidas por la Sede Apostólica y sujetas a la supervisión directa del Dicasterio, nace de la observación de «prácticas muy diversificadas en la gestión de las responsabilidades de dirección», como señalan en la nota explicativa que lo acompaña, y esta «experiencia ha suscitado un estudio y un discernimiento que tiene por objeto la buena conducción del gobierno dentro de estas agregaciones».

Son dos los ámbitos principales que regula en Decreto: la regulación de los mandatos de los órganos de gobierno a nivel internacional y la representatividad de estos últimos. Como señala la nota «el Decreto General promulgado hoy – que cuenta con la aprobación en forma específica del Sumo Pontífice – reglamenta estos mandatos en cuanto a su duración y número y, para las asociaciones, la participación de los miembros en la constitución de los órganos centrales de gobierno».

Puntos clave del Decreto

con referencia a las asociaciones internacionales de fieles reconocidas o erigidas por la Sede Apostólica y sujetas a la supervisión directa del Dicasterio, lo siguiente.

Art. 1. – Los mandatos en el órgano central de gobierno a nivel internacional pueden tener una duración máxima de cinco años cada uno.

Art. 2 § 1. – Una misma persona puede ocupar cargos en el órgano central de gobierno a nivel internacional por un período máximo de diez años consecutivos.

Art. 2 § 2. – Tras el límite máximo de diez años, la reelección sólo es posible tras una vacante de un mandato.

Art. 2 § 3. – La disposición en el artículo 2 § 2 no se aplica a quien ha sido elegido moderador, quien puede ejercer esta función independientemente de los años que haya pasado en otro cargo en el órgano central de gobierno a nivel internacional.

Art. 2 § 4 – Quien haya ejercido las funciones de moderador durante un máximo de diez años, no podrá volver a ocupar ese cargo; sin embargo, podrá ocupar otros cargos en el órgano central de gobierno a nivel internacional sólo después de una vacante de dos mandatos en estos cargos.

Art. 3. – Todos los miembros pleno iure tendrán una voz activa, directa o indirecta, en la constitución de las instancias que eligen al órgano central de gobierno a nivel internacional.

Art. 4 § 1. – Las asociaciones en las que, en el momento de la entrada en vigor del presente Decreto, los cargos en el órgano central de gobierno a nivel internacional estén conferidos a miembros que hayan superado los límites establecidos en los artículos 1 y 2, deberán prever nuevas elecciones en un plazo máximo de veinticuatro meses a partir de la entrada en vigor del presente Decreto.

Art. 4 § 2. – Las asociaciones en las que, en el momento de la entrada en vigor del presente Decreto, los cargos en el órgano central de gobierno a nivel internacional recaigan en miembros que superen, durante el período del mandato en curso, los límites establecidos en los artículos 1 y 2, deberán prever nuevas elecciones en un plazo máximo de veinticuatro meses a partir de la consecución del límite máximo impuesto por el presente Decreto.

Art. 5. – Los fundadores podrán ser dispensados de las normas de los artículos 1, 2 y 4 por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.

Art. 6. – Las presentes disposiciones no se refieren a los cargos de gobierno que están vinculados a la aplicación de las normas propias de las asociaciones clericales, institutos de vida consagrada o sociedades de vida apostólica.

Art. 7. – El presente Decreto se aplica, con la excepción de la norma del artículo 3, también a otras entidades no reconocidas ni erigidas como asociaciones internacionales de fieles, a las que se les ha concedido personalidad jurídica y que están sujetas a la supervisión directa del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.

Art. 8. – A partir de la entrada en vigor del presente Decreto y hasta la aprobación de eventuales modificaciones de los estatutos por parte del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, lo establecido abroga toda norma contraria a él que pueda estar prevista en los estatutos de las asociaciones.

Art. 9. – El presente Decreto, promulgado mediante su publicación en el diario L’Osservatore Romano, entra en vigor tres meses después del día de su publicación. El Decreto se publicará también en el comentario oficial de las Acta Apostolicae Sedis.

El Sumo Pontífice Francisco, en la Audiencia concedida el 2 de junio de 2021 al que suscribe, Cardenal Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, ha aprobado en forma específica el presente Decreto General, que tiene fuerza de ley, junto con la Nota Explicativa que lo acompaña.

Dado en Roma, en la sede del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el 3 de junio de 2021, Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo.

Card. Kevin Farrell
Prefecto

P. Alexandre Awi Mello, I.Sch.
Secretario

Vaticano

Monseñor Lazarus You Heung-sik nombrado Prefecto de la Congregación del Clero

Sucede al Cardenal Beniamino Stella que permanecerá al frente de la Congregación hasta que el nuevo prefecto tome posesión del cargo.

Maria José Atienza·11 de junio de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El Papa ha hecho público este mediodía el nombramiento Monseñor Lazarus You Heung-sik, actual Obispo de Daejeon, como Prefecto de la Congregación para el Clero.

Natural de Nonsan-gun Chungnam, Monseñor Lazarus You Heung-sik de 69 años, sucede al Cardenal Beniamino Stella, prefecto desde 2013 y que permanecerá al frente de la Congregación hasta que el nuevo prefecto tome posesión del cargo.

Una vez que se haga cargo de la Congregación que se ocupa de sacerdotes y obispos, Monseñor Lazarus You Heung-sik pasará a ser Arzobispo-Obispo Emérito de la diócesis coreana de Daejeon de la que es Arzobispo titular desde 2005.

La familia, el lugar del que se sale, el lugar al que se vuelve

Volvamos, pues, al lugar no sólo de dónde somos, sino al lugar “que somos”, a la familia divina y humana de la que formamos parte, y hagámoslo con todas sus consecuencias.

11 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

El lugar al que se vuelve. Así define el filósofo Rafael Alvira la familia. Así se titula un libro de reflexiones que, a pesar de tener ya unos años, sigue siendo un referente para entender qué ocurre hoy con la institución familiar y, sobre todo, cómo recuperar su valor.

A la familia volvemos, más tarde o más temprano. De manera más o menos consciente, pero volvemos. Somos hijos de la sangre que corre por nuestras venas. A pesar de todas las locuras genéticas que vemos en la actualidad, nunca será posible vaciarnos de nuestra genética y sustituirla por otra: la limitación de ser criaturas, fruto del “trabajo ajeno” es lo que nos hace ser nosotros. Por eso, cuando hablamos de la familia de todos los cristianos, de los hijos de Dios, no estamos teorizando sobre un nivel más o menos amable de convivencia, sino de la misma sangre, la misma carne, así, sin paños calientes.

A la familia volvemos, con nuestro cuerpo y con nuestra alma. Lo vemos continuamente en esas personas de avanzada edad que recuerdan con más nitidez la infancia que el día anterior. Retornar a la familia (si hablamos, evidentemente, de una familia enraizada en el amor y el respeto) no es otra cosa que la respuesta natural de cada uno al entorno en el que se es amado por lo que se es, no por lo que se tiene.

Las páginas iniciales de ese libro de Alvira antes citado, contienen unos breves pero profundos trazos acerca de la infinitud vital de la familia: “en ella somos conservadores, pues deseamos mantenerla, tenemos un motivo para conservar; somos sociales, ya que ahí aprendemos a apreciar a los demás; somos liberales, puesto que cada uno adquiere personalidad propia en ella; somos progresivos, dado que es la institución del crecimiento, y en la que inventamos para ofrecer algo bueno a los demás”.

El trabajo de cada uno: joven, viejo, adolescente o nonato es, indefectiblemente, jugar su lugar dentro de la familia. Pesar sobre la familia es pensar sobre “el todo” de nuestra vida. Por ello, plantear a un padre, a una madre, o a un hijo, la elección entre “trabajo o familia” constituye, directamente un atentado contra el derecho básico de toda persona. Más aún, esa elección no existe: no se puede poner al mismo nivel una cosa que otra.

Año de la familia es cada año, aunque, en especial, estemos este Año Amoris laetitia, por ejemplo, dentro de una reflexión global sobre la familia y , en especial, de la familia cristiana.

También este es un momento para reflexionar sobre cómo valoramos y respetamos la familia de mi vecino, la de mis subordinados o compañeros…

Mª José Atienza

Ciertamente, nunca está de más reflexionar sobre la familia. Sobre la nuestra, sí. Considerar cómo cuidamos, valoramos y respetamos a cada uno de sus miembros. También, éste es un año para pensar en la familia de los otros. Un momento para reflexionar sobre cómo valoramos y respetamos la familia de mi vecino, la de mis subordinados o compañeros… porque quizás, arrastrados por este mundo hedonista y utilitario podemos caer en ser de ésos que, lejos de facilitar y proclamar la alegría del amor y la familia, llegamos a pedir, a quienes nos rodean, que elijan entre trabajo, sustento, proyección, ocio… y familia.

Volvamos pues al lugar no sólo de dónde somos, sino al lugar “que somos”, a la familia divina y humana de la que formamos parte, y hagámoslo con todas sus consecuencias. Tenemos un año, o dos, o más bien, toda la vida.

El autorMaria José Atienza

Directora de Omnes. Licenciada en Comunicación, con más de 15 años de experiencia en comunicación de la Iglesia. Ha colaborado en medios como COPE o RNE.

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Vaticano

El Papa pide a Marx que siga como arzobispo de Munich

Francisco no acepta la renuncia del cardenal Marx para que continúe como arzobispo de Munich-Frisinga, y afirma que, cómo él pide, "es urgente 'ventilar' esta realidad de los abusos y de cómo procedió la Iglesia".

David Fernández Alonso·10 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

La reciente renuncia del cardenal Marx presentada al Papa Francisco, de la que informamos en Omnes y que puedes leer aquí, en la que el purpurado expresó su deseo de dejar la dirección de la diócesis de Múnich y Frisinga por el escándalo de los abusos a menores en Alemania, en un gesto de denuncia para que la Iglesia asumiera responsabilidades, ha dado lugar a abundantes especulaciones sobre la situación. Ahora llega la respuesta del Santo Padre a través de una carta que publica hoy, 10 de junio de 2021.

El cardenal Marx ha sido siempre un impulsor de la lucha contra los abusos, como así lo demuestra su interés en constituir una fundación en Munich dedicada a esto. También impulsó siendo el presidente de la Conferencia Episcopal el camino sinodal para hacer frente la falta de credibilidad De la Iglesia alemana por causa de esos escándalos.

Su sintonía con el Papa Francisco es manifiesta, como así lo demuestra el hecho de que el Santo Padre le llamara para formar parte del Consejo de Cardenales, que busca ayudar al Pontífice en el gobierno de la Iglesia y reformar la Curia romana, El Papa Francisco también le nombró Presidente del Consejo para la Economía.

Reinhard Marx fue nombrado arzobispo de Munich-Frisinga el 30 de noviembre de 2007, y cardenal desde 2010, creado por el papa Benedicto XVI el 20 de noviembre de 2010. Recibió el título de cardenal presbítero de San Corbiniano. En ese momento, fue el miembro más joven del Colegio cardenalicio. En 2020 anunció su decisión de no renovar su mandato al frente de la Conferencia Episcopal.

Reproducimos a continuación la carta íntegra del Papa Francisco:

Querido hermano,

            ante todo gracias por tu coraje. Es un coraje cristiano que no teme la cruz, no teme anonadarse delante la tremenda realidad del pecado. Así lo hizo el Señor (Fil 2. 5-8). Es una gracia que el Señor te ha dado y veo que vos la querés asumir y custodiar para que dé fruto. Gracias.

Me decís que estás atravesando un momento de crisis, y no sólo vos sino también la Iglesia en Alemania lo está viviendo. Toda la Iglesia está en crisis a causa del asunto de los abusos; más aún, la Iglesia hoy no puede dar un paso adelante sin asumir esta crisis. La política del avestruz no lleva a nada, y la crisis tiene que ser asumida desde nuestra fe pascual. Los sociologismos, los psicologismos, no sirven. Asumir la crisis, personal y comunitariamente, es el único camino fecundo porque de una crisis no se sale solo sino en comunidad y además debemos tener en cuenta que de una crisis se sale o mejor o peor, pero nunca igual1.

Me decís que desde el año pasado venís reflexionando: te pusiste en camino, buscando la voluntad de Dios con la decisión de aceptarla fuese cual fuese.

Estoy de acuerdo contigo en calificar de catástrofe la triste historia de los abusos sexuales y el modo de enfrentarlo que tomó la Iglesia hasta hace poco tiempo. Caer en la cuenta de esta hipocresía en el modo de vivir la fe es una gracia, es un primer paso que debemos dar. Tenemos que hacernos cargo de la historia, tanto personal como comunitariamente. No se puede permanecer indiferente delante de este crimen. Asumirlo supone ponerse en crisis.

No todos quieren aceptar esta realidad, pero es el único camino, porque hacer “propósitos” de cambio de vida sin “poner la carne sobre el asador” no conduce a nada. Las realidades personales, sociales e históricas son concretas y no deben asumirse con ideas; porque las ideas se discuten (y está bien que así sea) pero la realidad debe ser siempre asumida y discernida. Es verdad que las situaciones históricas han de ser interpretadas con la hermenéutica de la época en que sucedieron, pero esto no nos exime de hacernos cargo y asumirlas como historia del “pecado que nos asedia”. Por tanto, a mi juicio, cada Obispo de la Iglesia debe asumirlo y preguntarse ¿qué debo hacer delante de esta catástrofe?

El “mea culpa” delante a tantos errores históricos del pasado lo hemos hecho más de una vez ante muchas situaciones aunque personalmente no hayamos participado en esa coyuntura histórica. Y esta misma actitud es la que se nos pide hoy. Se nos pide una reforma, que – en este caso – no consiste en palabras sino en actitudes que tengan el coraje de ponerse en crisis, de asumir la realidad sea cual sea la consecuencia. Y toda reforma comienza por sí mismo. La reforma en la Iglesia la han hecho hombres y mujeres que no tuvieron miedo de entrar en crisis y dejarse reformar a sí mismos por el Señor. Es el único camino, de lo contrario no seremos más que “ideólogos de reformas” que no ponen en juego la propia carne.

El Señor no aceptó nunca hacer “la reforma” (permítaseme la expresión) ni con el proyecto fariseo o el saduceo o el zelote o el esenio. Sino que la hizo con su vida, con su historia, con su carne en la cruz. Y este es el camino, el que vos mismo, querido hermano, asumís al presentar la renuncia.

Bien decís en tu carta que a nada nos lleva sepultar el pasado. Los silencios, las omisiones, el dar demasiado peso al prestigio de las Instituciones sólo conducen al fracaso personal e histórico, y nos llevan a vivir con el peso de “tener esqueletos en el armario”, como reza el dicho.

Es urgente “ventilar” esta realidad de los abusos y de cómo procedió la Iglesia, y dejar que el Espíritu nos conduzca al desierto de la desolación, a la cruz y a la resurrección. Es camino del Espíritu el que hemos de seguir, y el punto de partida es la confesión humilde: nos hemos equivocado, hemos pecado. No nos salvarán las encuestas ni el poder de las instituciones. No nos salvará el prestigio de nuestra Iglesia que tiende a disimular sus pecados; no nos salvará ni el poder del dinero ni la opinión de los medios (tantas veces somos demasiado dependientes de ellos). Nos salvará abrir la puerta al Único que puede hacerlo y confesar nuestra desnudez: “he pecado”, “hemos pecado”… y llorar, y balbucear como podamos aquel “apártate de mi que soy un pecador”, herencia que el primer Papa dejó a los Papas y a los Obispos de la Iglesia. Y entonces sentiremos esa vergüenza sanadora que abre las puertas a la compasión y ternura del Señor que siempre nos está cercana. Como Iglesia debemos pedir la gracia de la vergüenza, y que el Señor nos salve de ser la prostituta desvergonzada de Ezequiel 16.

Me gusta como terminas la carta: “Continuaré con gusto a ser sacerdote y obispo de esta Iglesia y continuaré a empeñarme a nivel pastoral siempre y cuando lo retenga sensato y oportuno. Quisiera dedicar los años futuros de mi servicio en modo más intenso a la cura pastoral y empeñarme por una renovación espiritual de la Iglesia, como Usted incansablemente lo pide”

Y esta es mi respuesta, querido hermano. Continúa como lo propones pero como Arzobispo de Munchen und Freising. Y si te viene la tentación de pensar que, al confirmar tu misión y al no aceptar tu dimisión, este Obispo de Roma (hermano tuyo que te quiere) no te comprende, pensá en lo que sintió Pedro delante del Señor cuando, a su modo, le presentó la renuncia: “apártate de mi que soy un pecador”, y escuchá la respuesta: “pastorea a mis ovejas”.

Con fraterno afecto.

FRANCISCO

Notas
  1. Existe el peligro de no aceptar la crisis y refugiarse en los conflictos, actitud que termina por asfixiar e impedir toda posible transformación. Porque la crisis posee un germen de esperanza, el conflicto – por el contrario – de desesperación; la crisis involucra … el conflicto – en cambio – nos enreda y provoca la actitud aséptica de Pilato: «Yo soy inocente de esta sangre. Es asunto de ustedes» (Mt. 27, 24) … que tanto mal nos ha hecho y nos hace.
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El Sagrado Corazón de Jesús iluminado por la luna

La luna envuelve la estatua del Sagrado Corazón de Jesús que puede verse en la localidad de Wolxheim (Wolixe), Francia. La imagen fue tomada el 20 de febrero de 2019 durante una luna llena. 

Maria José Atienza·10 de junio de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

Caminos sinodales, los nuevos procesos

En los últimos años se está hablando mucho de este proceso que no tiene una configuración normativa, sino que surge de la viveza -o de los problemas- de un determinado territorio nacional, por iniciativa de los obispos de esas tierras.

Giovanni Tridente·10 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Hay una efervescencia en la Iglesia en torno a un tema que muy a menudo entusiasma más a los «iniciados» y a los protagonistas que a todo el pueblo fiel. Y, sin embargo, es un proceso, si queremos llamarlo institucional, al final del cual surgen opiniones sobre cuestiones relativas a la vida de la Iglesia en general y al estado de la evangelización en particular.

Hablamos, por si no se hubiera entendido, de esas Asambleas que generalmente reciben el nombre de Sínodo, que se realizan en varias etapas y con diferentes cadencias, tanto en la Iglesia universal como en las Iglesias particulares.

Están los Sínodos…

Los más conocidos son los Sínodos de Obispos convocados generalmente cada dos, tres años por el Papa para reflexionar sobre asuntos de interés general en la Iglesia (sacerdocio, catequesis, vocación de los laicos, etc.), urgentes o no, pero también sobre aspectos particulares que conciernen, por ejemplo, a una zona geográfica o a un territorio. El último, por ejemplo, fue sobre la Amazonia, que generó la Exhortación Apostólica Querida Amazonia del Papa Francisco.

El Código de Derecho Canónico solo atribuye el nombre de Sínodo a otro tipo de asamblea, que es la de los sacerdotes y otros fieles de una diócesis que se reúnen para ayudar al obispo -y a su convocatoria- en las cuestiones que afectan a esa Iglesia particular. No es casualidad que se le denomine «Sínodo Diocesano».

… y luego los Caminos Sinodales

En los últimos años y meses se ha hablado mucho de otro proceso que no tiene una configuración normativa, sino que surge de la viveza -o de los problemas- de un determinado territorio nacional, por iniciativa de los obispos de esas tierras. Pensemos, por ejemplo, en el «camino sinodal» -como vemos, un nombre diferente que no configura la institución del Sínodo propiamente dicho- que se está dando en Alemania, y que está generando un debate muy fuerte en la Iglesia en general.

No es el caso de entrar en las especificidades de este camino local, y de las cuestiones que se están abordando también con no pocas polémicas. Basta recordar lo que el propio Papa Francisco escribió hace exactamente dos años, el 29 de junio de 2019, en una Carta al pueblo de Dios que peregrina en Alemania.

Cuidado con las tentaciones

En esa ocasión, el Pontífice invitó a tener cuidado con las posibles tentaciones que se pueden colar en el camino sinodal, entre ellas la de «pensar que, frente a tantos problemas y carencias, la mejor respuesta sería reorganizar las cosas, hacer cambios y especialmente remiendos’ que permitan poner en orden y en sintonía la vida de la Iglesia adaptándola a la lógica presente o la de un grupo particular».

El riesgo, en cambio, sería el de encontrarse con «un buen cuerpo eclesial bien organizado y hasta ‘modernizado’ pero sin alma y novedad evangélica; viviríamos un cristianismo ‘gaseoso’ sin mordedura evangélica».

Un camino hacia el Jubileo de 2025

En Italia se está buscando un camino similar, aunque las necesidades y los problemas sean diferentes a los de Alemania. Aquí, por ejemplo, no hay un excesivo alejamiento de los fieles de la práctica religiosa, sino más bien una cierta quietud y un asentamiento que también lleva a una pérdida de entusiasmo.

En varias ocasiones, reuniéndose con los obispos de la Conferencia Episcopal Italiana, el Papa Francisco había urgido este camino sinodal, que retomara las raíces históricas y culturales del país y reavivara en el pueblo la llama alegre de una fe vivida al servicio del bien común, como lo fue para tantas figuras carismáticas en décadas pasadas. Sacerdotes, laicos comprometidos y políticos…

Después de varias resistencias, durante la última Asamblea General de los Obispos italianos, abierta también por la presencia del Santo Padre como en años anteriores, se firmó una «carta de intenciones» sobre este camino sinodal que debería implicar a todas las diócesis nacionales para los próximos 4 años, hasta el Jubileo de 2025.

Una primera etapa se referirá, en 2022, a la implicación del pueblo de Dios con momentos de escucha, de investigación y de propuesta en las diócesis, en las parroquias y en las realidades eclesiales, «de abajo arriba», como lo ha definido el Pontífice. Luego será el turno, en 2023, de la etapa «de la periferia al centro», en la que se dialogará con todas las expresiones del catolicismo italiano. En 2024 habrá una síntesis del camino recorrido y la entrega de directrices pastorales compartidas, «de arriba a abajo». El Jubileo debe ser la ocasión para una verificación general del proceso realizado.

Un tiempo de renacimiento

Los obispos italianos quieren prever un tiempo de renacimiento que pase por la recuperación de la lectura de las Palabras, del aspecto escatológico de la fe cristiana, de la catequesis vivida como camino de formación permanente, de un redescubrimiento del valor de la familia, de la solidaridad, de la caridad y del compromiso civil.

Será necesaria la participación general, pero el viaje acaba de empezar. Y muchas de las perspectivas seguramente surgirán mientras «caminamos».

Vaticano

El Papa recuerda que «no es sana una oración que sea ajena de la vida»

El Papa Francisco ha reflexionado en la audiencia general del miércoles 9 de junio, en el Patio de San Dámaso, sobre la perseverancia en la oración.

David Fernández Alonso·9 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco ha dedicado la penúltima catequesis sobre la oración para hablar sobre la perseverancia al rezar. «Es una invitación, es más, un mandamiento que nos viene de la Sagrada Escritura. El itinerario espiritual del Peregrino ruso empieza cuando se encuentra con una frase de san Pablo en la primera carta a los Tesalonicenses: «Orad constantemente. En todo dad gracias» (5,17-18). La palabra del Apóstol toca a ese hombre y él se pregunta cómo es posible rezar sin interrupción, dado que nuestra vida está fragmentada en muchos momentos diferentes, que no siempre hacen posible la concentración. De este interrogante empieza su búsqueda, que lo conducirá a descubrir la llamada oración de corazón. Esta consiste en repetir con fe: “¡Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí pecador!”. Una oración que, poco a poco, se adapta al ritmo de la respiración y se extiende a toda la jornada. De hecho, la respiración no cesa nunca, ni siquiera mientras dormimos; y la oración es la respiración de la vida».

«¿Cómo es posible custodiar siempre un estado de oración?», ha interrogado Francisco. «El Catecismo nos ofrece citas bellísimas, tomadas de la historia de la espiritualidad, que insisten en la necesidad de una oración continua, que sea el fulcro de la existencia cristiana. Cito algunas de ellas».

Acudiendo a San Juan Crisóstomo, pastor atento a la vida concreta, el Papa parafraseó esas palabras suyas que dicen: ««Conviene que el hombre ore atentamente, bien estando en la plaza o mientras da un paseo: igualmente el que está sentado ante su mesa de trabajo o el que dedica su tiempo a otras labores, que levante su alma a Dios: conviene también que el siervo alborotador o que anda yendo de un lado para otro, o el que se encuentra sirviendo en la cocina» (n. 2743). Por tanto, la oración es una especie de pentagrama musical, donde nosotros colocamos la melodía de nuestra vida. No es contraria a la laboriosidad cotidiana, no entra en contradicción con las muchas pequeñas obligaciones y encuentros, si acaso es el lugar donde toda acción encuentra su sentido, su porqué y su paz».

El Santo Padre es consciente que poner en práctica estos principios no es fácil. «Un padre y una madre, ocupados con mil cometidos, pueden sentir nostalgia por un periodo de su vida en el que era fácil encontrar tiempos cadenciosos y espacios de oración. Después, los hijos, el trabajo, los quehaceres de la vida familiar, los padres que se vuelven ancianos… Se tiene la impresión de no conseguir nunca llegar a la cima de todo. Entonces hace bien pensar que Dios, nuestro Padre, que debe ocuparse de todo el universo, se acuerda siempre de cada uno de nosotros. Por tanto, ¡también nosotros debemos acordarnos de Él!».

El ejemplo del monaquismo nos puede ayudar, sugería el Papa en l audiencia: «Podemos recordar que en el monaquismo cristiano siempre se ha tenido en gran estima el trabajo, no solo por el deber moral de proveerse a sí mismo y a los demás, sino también por una especie de equilibrio interior: es arriesgado para el hombre cultivar un interés tan abstracto que se pierda el contacto con la realidad. El trabajo nos ayuda a permanecer en contacto con la realidad. Las manos entrelazadas del monje llevan los callos de quien empuña pala y azada. Cuando, en el Evangelio de Lucas (cfr 10,38- 42), Jesús dice a santa Marta que lo único verdaderamente necesario es escuchar a Dios, no quiere en absoluto despreciar los muchos servicios que ella estaba realizando con tanto empeño».

Casi al terminar, ha prevenido frente al peligro de dejarse arrastrar por el trabajo, y descuidar el tiempo para la oración: «En el ser humano todo es “binario”: nuestro cuerpo es simétrico, tenemos dos brazos, dos ojos, dos manos… Así también el trabajo y la oración son complementarios. La oración – que es la “respiración” de todo – permanece como el fondo vital del trabajo, también en los momentos en los que no está explicitada. Es deshumano estar tan absortos por el trabajo como para no encontrar más el tiempo para la oración».

Por último, ha recordado que «no es sana una oración que sea ajena de la vida. Una oración que nos enajena de lo concreto de la vida se convierte en espiritualismo, o ritualismo. Recordemos que Jesús, después de haber mostrado a los discípulos su gloria en el monte Tabor, no quiere alargar ese momento de éxtasis, sino que baja con ellos del monte y retoma el camino cotidiano. Porque esa experiencia tenía que permanecer en los corazones como luz y fuerza de su fe. Así, los tiempos dedicados a estar con Dios avivan la fe, la cual nos ayuda en la concreción de la vida, y la fe, a su vez, alimenta la oración, sin interrupción. En esta circularidad entre fe, vida y oración, se mantiene encendido ese fuego del amor cristiano que Dios se espera de cada uno de nosotros».

España

Mons. Rico Pavés, nuevo obispo de Asidonia – Jerez

 Mons. José Rico Pavés es el nuevo obispo de la diócesis española de Jerez de la Frontera. Su toma de posesión será el próximo 31 de julio a las 11:00 h. de la mañana. en la catedral asidonense. 

Maria José Atienza·9 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

El hasta ahora obispo auxiliar de Getafe sucede a Mons. José Mazuelos en la sede asidonense. Jerez estaba vacante tras la toma de posesión de Mons. Mazuelos como obispo de Canarias el pasado octubre.

La Santa Sede ha hecho público este mediodía el nombramientode  Mons. José Rico Pavés como nuevo obispo de la diócesis española de Jerez de la Frontera. 

La toma de posesión de Mons. Rico Pavés como Obispo de Jerez, será el próximo 31 de julio a las 11:00 h. de la mañana. en la catedral asidonense.

Mons. Rico Pavés ha colaborado con Omnes en varias ocasiones tanto en su versión impresa como digital con escritos sobre el Papa Francisco como Los gestos del Papa Francisco o Enseñanzas del Papa: Para mayor gloria de Dios.

Durante la rueda de prensa que ha mantenido el nuevo obispo de Jerez ha contado que durante sus años de adolescencia vivió en Cádiz y allí vivió «la época de las preguntas decisivas».

Biografía breve

Mons. José Rico Pavés nació el 9 de octubre de 1966 en Granada. Realizó sus estudios eclesiásticos en el seminario de Toledo entre 1985-1987 y 1989-1992. De 1987 a 1989 siguió un curso de espiritualidad y otro de lenguas eclesiásticas. Fue ordenado sacerdote el 11 de octubre de 1992. Es licenciado en Teología Dogmática (1994) y doctor en Teología Patrística (1998) por la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma.

Su ministerio sacerdotal lo desarrolló entre Granada y Toledo, compaginando la labor pastoral con la docencia. En el momento de su nombramiento episcopal era director del secretariado de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Española, cargo que desempeñó desde 2001 al 2013.

Fue nombrado obispo auxiliar de Getafe el 6 de julio de 2012 y recibió la consagración episcopal el 21 de septiembre del mismo año en el Santuario del Sagrado Corazón de Jesús, en el Cerro de los Ángeles.

En la CEE es el responsable del área de Catecumenado de la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado desde marzo de 2020. 

Iniciativas

Fundación CEU lanza ‘Haciéndote Preguntas’, para analizar las grandes cuestiones actuales

Expertos nacionales de diferentes campos analizan y dan argumentos acerca de los grandes temas que preocupan a la sociedad actual, desde la eutanasia, la libertad educativa hasta la pornografía o el uso de las pantallas y los videojuegos.

Maria José Atienza·9 de junio de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El proyecto, liderado por la Fundación San Pablo CEU y el ABC, pretende «recuperar ciertos temas que preocupan a la sociedad y que no están presentes en el debate público» como ha señalado Alfonso Bullón de Mendoza, presidente de la Fundación Universitaria San Pablo CEU que afirma que «no existía una propuesta de este tipo en el sector educativo y consideramos que era muy necesaria».

Entre los entrevistados que pasarán por este programa encontramos nombres de referencia como Marian Rojas, Jesús Muñoz de Priego, Alonso García de la Puente, Pilar García de la Granja, Luis Chiva o Toni Nadal, entre otros.

En el primer episodio, Alonso García de la Puente, director del equipo psicosocial del Hospital de Cuidados Laguna de Madrid, responderá a las preguntas de ciudadanos de distintas edades sobre eutanasia y cuidados paliativos. Cada semana se podrá conocer también un adelanto y comentar en las redes sociales, con el hashtag #Haciendotepreguntas.

Lecturas del domingo

Lecturas domingo XI del Tiempo Ordinario

Andrea Mardegan comenta las lecturas del XI domingo del tiempo ordinario

Andrea Mardegan·9 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Comentario a las lecturas del domingo XI

Jesús está en Cafarnaún, junto al lago, y va a enseñar junto al mar. La multitud es tan grande que tiene que subir a una barca, y desde allí cuenta parábolas que explican los misterios del reino de Dios. Leemos dos breves parábolas de este discurso, después de un pasaje de la segunda Carta a los Corintios donde Pablo repite dos veces la expresión “llenos de buen ánimo”: “Hermanos, siempre estamos llenos de buen ánimo, aun sabiendo que mientras moramos en el cuerpo estamos en destierro lejos del Señor […], llenos de buen ánimo”. Es la confianza en Dios la que nos da la gracia y siembra en nosotros el comienzo de su reino, y la que garantiza su crecimiento. 

La primera parábola es propia solo de Marcos. “El reino de Dios viene a ser como un hombre que echa la semilla sobre la tierra”. Jesús habla de grandes misterios sobrenaturales utilizando simples imágenes humanas. Así entendemos que el reino de Dios está escondido en nuestra vida normal, y que en las realidades creadas descubrimos misterios sobrenaturales: creación y redención son obra de Dios. “La tierra produce espontáneamente primero el tallo, luego la espiga, luego trigo lleno en la espiga”: en griego, la palabra es automàtê, espontáneamente: la fuerza interior de la gracia divina que lleva al crecimiento. “Duerma o vele, noche y día, la semilla brota y crece. Cómo, él mismo no lo sabe”. Los agricultores que escuchan a Jesús se reconocen en sus palabras: de ellos fue el gesto del sembrar; luego, la semilla crece sin contar con ellos. 

Estas palabras pueden dar mucha paz y serenidad a quienes han recibido la semilla del bautismo. Parábola para memorizar y enseñar, superando el miedo a que sea demasiado suave o pueda favorecer el quietismo espiritual. Al revés, orienta a la confianza y al abandono en Dios. Puede ser un antídoto eficaz contra el pelagianismo espiritual, que siempre está al acecho. “Cuando el fruto está maduro, envía inmediatamente la guadaña, porque ha llegado la cosecha”: esta visión del fin de la vida o de la historia puede infundir mucha confianza. La llamada definitiva de la muerte llega cuando se ha producido la maduración, cuando estamos listos. 

La segunda parábola se centra en el contraste entre la pequeñez del principio -la semilla de mostaza, según la opinión popular de los rabinos, era “la más pequeña de todas las semillas de la tierra”- y el resultado del crecimiento: los oyentes de Jesús saben que la planta de mostaza a orillas del lago Tiberíades alcanza hasta tres metros de altura y las aves pueden anidar allí. Así es el Reino de Dios, la Iglesia, que Jesús está sembrando como una pequeña semilla, y así es la semilla del Reino en cada uno de los que lo escuchan. Crecerá, dará frutos y cobijará.

España

La reforma del sistema penal vaticano, tema del Foro Omnes

El Secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, es el ponente del foro Omnes que se celebra el 10 de junio a las 19:30h. (UTC+2) en  directo a través del canal Youtube de Omnes.

Maria José Atienza·9 de junio de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Mons. Juan Ignacio Arrieta, Secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, es el ponente del Foro Omnes que se celebra el 10 de junio a las 19:30h. (hora española) y será emitido en directo a través del canal Youtube de Omnes.

El foro, que estará conducido por el sacerdote y doctor en Derecho Canónico, Ricardo Bazán, profesor en la Universidad de Piura, abordará los principales puntos de reforma a los que se ha sometido el Libro VI del Código de Derecho Canónico a través de la Constitución Apostólica Pascite Gregem Dei, que lleva fecha del 23 de mayo de 2021, pero ha sido dada a conocer el 1 de junio.

Mons. Arrieta fue el encargado de presentar esta renovación del Córdigo de Derecho Canónico. Un trabajo que ha supuesto «un trabajo colegial, que ha implicado a muchas personas en todo el mundo. Y ha sido también un trabajo algo complejo, porque siendo una ley universal, tenía que adecuarse a las exigencias de culturas y situaciones concretas muy diversas» como reconoció en la entrevista que el Secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos concedió a Omnes con este motivo.

https://youtu.be/0CRxn62XNdA

Este foro cuenta con la colaboración en la producción de Rome Reports y el patrocinio de Banco Sabadell, Centro Académico Romano Fundación y Seguros UMAS.

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Familia

Sanar los amores heridos

La meta del acompañamiento pastoral consiste en integrar en la vida plena de Jesús y de su Iglesia, mediante un camino o proceso de purificación, a través de ayudas concretas y eficaces que se adecuen a las distintas situaciones familiares. 

José Miguel Granados·9 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Una familia rota

 “Repartos con la firma de Dombey e hijo: venta al por mayor, venta al por menor y para la exportación” (Dombey & son): es el título completo y significativo de una de las historias más tristes del genial novelista Charles Dickens. Mr. Paul Dombey vive con la pretensión obsesiva del prestigio basado en su renombre social y en el éxito de su empresa. Supedita a todos los miembros de su familia a dicha intención ególatra, hasta el punto de hacerse lamentablemente incapaz de amar, provocando graves heridas en las personas de su entorno -en su hija Florence, en su mujer Edith- y en sí mismo.

Sólo cuando su vida y su familia se halle rota y arruinada reconocerá sus graves errores. Al final, tras mucho sufrimiento, la compasión y la ternura sin límites de su hija será capaz de ofrecer consuelo y paz a su padre y a su esposa.

Dombey e hijo

Autor: Charles Dickens
Año: 1846-1848

El arte de acompañar

El Papa Francisco afirma en la exhortación Amoris laetitiae que “la Iglesia debe acompañar con atención y cuidado a sus hijos más frágiles, marcados por el amor herido y extraviado, dándoles de nuevo confianza y esperanza, como la luz del faro de un puerto o de una antorcha llevada en medio de la gente para iluminar a quienes han perdido el rumbo o se encuentran en medio de la tempestad” (AL, n. 291).

La Iglesia es madre, maestra y educadora, y también actúa como casa de salud y “hospital de campaña”. La acción evangelizadora se refiere, principalmente, a la construcción y rehabilitación de las personas y de las comunidades, con las muchas herramientas que el Señor nos ha dejado para que tengamos vida abundante.

El acompañamiento personal y eclesial constituye un arte y una virtud. Requiere la adquisición de un conjunto de destrezas humanas y cristianas: ciencia, sabiduría, amor, prudencia, confianza, humildad, fe, esperanza, paciencia, etc. Como toda relación de ayuda, la atención pastoral exige reconocer la dignidad de cada persona, pues nadie debe ser discriminado por su condición o su conducta. Acompañar significa ponerse con solicitud al lado del que sufre, hacerse cargo de su situación, de sus rupturas, de sus anhelos.

Se ha de tener en cuenta la normal gradualidad en las etapas de crecimiento, sanación y reconstrucción. En este proceso paulatino de maduración humana y cristiana se trata de que las personas lleguen a descubrir y aceptar -por sí mismas, con la ayuda del Espíritu Santo- la luz de la verdad revelada: que comprendan el sentido de la donación y de la fidelidad como algo que está dentro de cada uno: la realización soñada de su proyecto matrimonial y familiar, la promesa divina escondida en sus deseos más hondos. La meta del acompañamiento pastoral consiste en integrar en la vida plena de Jesús y de su Iglesia, mediante un camino o proceso de purificación, de formación y de santificación.

Se han de ofrecer ayudas concretas y eficaces. Resulta imprescindible que las personas encuentren todos los apoyos eclesiales para rehacer su vida conforme al evangelio: diversos grupos de vida de fe y pastores asequibles, cordiales, con sentido humano y sobrenatural; familias cristianas acogedoras y abiertas; centros de la Iglesia especializados en la atención a la familia. Se trata de recorrer un camino, paso a paso, junto a la persona que necesita la ayuda humana y eclesial; incluyendo -cuando sea necesaria- la atención especializada de profesionales de la psicología, el derecho, la medicina, la asistencia social, etc., que posean recto criterio eclesial.

El amor verdadero, descrito en el bello himno paulino a la caridad (cf. 1 Cor 12,31-13,13), aparece como fundamental clave de interpretación de la acción evangelizadora en el ámbito del matrimonio y de la familia (cf. AL, nn. 89-119). La auténtica misericordia lleva a una vida según la alianza cristiana, conforme a la justicia de los vínculos y los compromisos, de los derechos y los deberes que brotan de la identidad y de la condición personal y familiar.

Pedagogía de la gracia

La ley moral, inscrita en la conciencia, enseñada en el evangelio y transmitida por la Iglesia, es un don de Dios que indica el camino para la vida plena. En verdad, con la ayuda de la gracia se pueden observar los mandamientos, cuya cima es el mandato nuevo del amor cristiano. La evangelización ha de acoger la grandeza del hombre redimido en Cristo, llamado a la santidad en todos los estados y circunstancias de vida. Por ello, se ha de afirmar: “Es posible, porque es lo que pide el evangelio” (cf. AL, 102).

Francisco propone la fórmula de dar “pequeños pasos” en el “camino de la gracia y del crecimiento”. Poco a poco, la persona que ora, escucha la Palabra de Dios, convive en la comunidad cristiana, ejercita las obras de caridad y misericordia, se forma en la fe de la Iglesia, etc., va entendiendo la verdad del evangelio como buena nueva, se capacita para vivirla, crece su deseo de comunión, sintoniza con la mente de Cristo y con su corazón.

Este proceso consiste en llevar suavemente, como en un plano inclinado, hacia la connaturalidad virtuosa con el bien. Se ha tener en cuenta la situación de la persona concreta; acompañarla –por usar un símil- en el ascenso de los peldaños hacia una vida más elevada; hacer amable el camino del cristiano; mostrar el atractivo y la alegría de la vida evangélica. Esta forma pastoral constituye una auténtica pedagogía humana y cristiana.

Familias evangelizadoras, portadoras de esperanza

Es toda la Iglesia la que acompaña a las personas en situaciones familiares precarias. La fórmula pastoral siempre válida que proponía san Pablo consiste en ejercitar “la caridad en la verdad” (cf. Ef 4,15). Se ha de ayudar a las personas que han sufrido rupturas familiares a convencerse de que su vida, con sus circunstancias concretas, es también espacio de gracia, historia de amor y de salvación: que pueden hacer mucho bien manteniéndose firmes en la fe en el puesto que les toca ocupar; que su perseverancia es un referente y un tesoro para los hijos y para toda la Iglesia; que su dolor es salvífico y fecundo; que pueden mejorar; que la esperanza humana y sobrenatural puede siempre renacer.

Iniciativas

Skate Hero: Una ola de esperanza

En el musical "Skate Hero" el corazón de Ignacio late en el corazón de los cincuenta jóvenes que quieren seguir el ejemplo de Ignacio Echevarría. 

Javier Segura·9 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Resulta difícil hablar de algo cuando uno forma parte de esa historia. Pero no puedo menos que hacer memoria agradecida de lo que vivimos este sábado cinco de junio en el estreno del musical ‘Skate Hero’.  Un musical realizado en honor a Ignacio Echeverría, que murió hace cuatro años en un atentado yihadista en Londres, cuando defendía  a una joven desconocida con su monopatín.

Después de unos meses de ilusionado trabajo, pudimos representar el musical en el que habíamos estado trabajando primero para representar en Gales, y luego, a petición de la familia del propio Ignacio, en su ciudad, Las Rozas.

Fueron dos sesiones, para poder llegar al máximo número de gente, pero podían haber sido muchas más. El aforo para estas dos sesiones se llenó en tan solo veinte minutos cuando se abrieron las taquillas. Todo hacia anticipar lo que luego viviríamos. Y no era para menos. La figura de Ignacio, su gesto heroico que hace cuatro años conmovió al mundo entero, hoy sigue vivo, quizás más vivo que nunca.

Y se sucedieron los medios de comunicación que se hicieron eco del  sencillo homenaje que este grupo de jóvenes quería rendir a Ignacio. Revistas, periódicos e incluso la televisión, nos sorprendieron con su interés por la historia y ayudaron a que lo conociese mucha más gente.

Personas…  e instituciones, porque el Ayuntamiento se volcó en la organización del acto y con la presencia de su alcalde, D. José de la Uz. Y pudimos contar también con la presencia del cardenal de Madrid, D. Carlos Osoro. ¡Hasta los Reyes de España quisieron hacerse presentes, de alguna manera, enviando unas palabras de acogida y apoyo!

Las emociones se intensificaron entre ritmos de canciones, recordando  las últimas veinticuatro horas de la vida de Ignacio, siguiendo fielmente la información que hay en el libro de su propio padre, ‘Así era mi hijo Ignacio, el héroe del monopatín’.  Emociones que llegaron a su clímax en el momento final, en el que padres de Ignacio nos agradecieron la realización del musical, leyeron el mensaje de los Reyes y nos hicieron entrega de una tabla de monopatín de Ignacio, para que la custodiáramos.

¿Qué deciros? Pues que tengo la sensación de  estar siendo parte de algo grande, mucho más grande que nosotros mismos. Que la vida de Ignacio, de alguna manera, sigue latiendo en estos jóvenes que ayer se subieron al escenario para cantar y contar que vale la pena dar la vida por amor.

Por eso, las palabras de Guillermo, el amigo de Ignacio, en el homenaje que el Ayuntamiento de Las Rozas le rindió tras el atentado, se han vuelto a hacer realidad. Guillermo gritó emocionado entonces, mientras los skaters mostraban en alto su monopatín, que los terroristas no habían matado a Ignacio. ‘Mirad, mirad lo que habéis conseguido. Esta ola de esperanza’.

Creo que no hay mejor expresión para contar lo que vivimos. Una ola de esperanza. El corazón de estos jóvenes vibra al ritmo de la música, del skate, del surf. Pero también al ritmo de la entrega, de la amistad, de la fe. Late al mismo ritmo que latía el corazón de Ignacio.

Por eso no es una esperanza vacía, meramente sentimental. El corazón de Ignacio late ahora en el corazón de los cincuenta jóvenes que han puesto lo mejor de sí mismos sobre el escenario y que quieren seguir el ejemplo de Ignacio, dar la vida por amor, en el día a día. Su muerte no fue en vano. La vida de Ignacio se ha multiplicado. En verdad una ola de esperanza se levantó en Las Rozas

América Latina

El Tribunal Supremo de Estados Unidos podría revertir la sentencia Roe vs. Wade

Si los EEUU cambian la doctrina establecida en 1973, que consagró el derecho al aborto en ese país, podemos encontrarnos en un futuro con un proceso que puede revertir las legislaciones que hicieron primar el llamado derecho a decidir sobre el derecho a la vida.

Santiago Leyra Curiá·9 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbot, sancionó el pasado 19 de mayo una de las leyes más restrictivas del aborto en Estados Unidos, que prohíbe esta intervención a partir de las seis semanas de gestación, cuando en muchos casos ni siquiera las mujeres saben que están embarazadas. Esta ley se une a una serie de leyes protectoras del derecho a la vida del nasciturus que se han venido aprobando en diversos estados del país en los últimos años.

La rúbrica de este texto se produce después de que el Tribunal Supremo de EEUU anunciara dos días antes que examinará un caso que restringe este procedimiento en Misisipi. El caso de Misisipi supondrá la primera ocasión en la que el Tribunal Supremo se pronunciará sobre una ley estatal que restringe el aborto con un posible cambio de enfoque de repercusiones desconocidas.

El Alto Tribunal está compuesto ahora por 9 magistrados, de los cuales 5 son católicos (John Roberts, Clarence Thomas, Samuel Alito, Brett Kananaugh, Sonia Sotomayor y Amy Coney Barret), Elena Kagan y Stephen Breyer son judíos y Neil Gorsuch es protestante. Y de ellos se considera que una sólida mayoría es favorable al derecho a la vida y no lo son Sonia Sotomayor, Elena Kagan y Stephen Breyer.

Si los Estados Unidos cambian la doctrina establecida en 1973 con ocasión de la célebre sentencia Roe versus Wade, que consagró el derecho al aborto en ese país, podemos encontrarnos en un futuro con un proceso que puede revertir las legislaciones que hicieron primar el llamado derecho a decidir sobre el derecho a la vida. 

Y esto sucedería durante la presidencia de un católico que ha legislado y se ha pronunciado a favor del aborto a lo largo de su ya extensa carrera política. Joe Biden ha manifestado antes y después de su elección que está «comprometido» con la protección del derecho al aborto en el país y que independientemente de la decisión que adopte el TS próximamente él tiene el compromiso de blindar «Roe v. Wade». Afirmación que ha ratificado con los hechos pues una de sus primeras medidas como presidente fue revocar la prohibición de financiar organizaciones extranjeras que realicen abortos.

Precisamente por esto la Conferencia Episcopal de Estados Unidos se planteó recordar en un documento que no deben recibir la Comunión aquellos políticos católicos públicamente posicionados a favor del derecho al aborto. Consultada al respecto la Congregación de la Doctrina de la Fe, contestó que antes sería preferible contar con el consenso de todos los obispos, dialogar con esos políticos católicos para ayudarles a formar su conciencia y evitar la impresión de que “el aborto y la eutanasia constituyen por sí solos los únicos asuntos graves de la doctrina social católica que exigen el máximo nivel de responsabilidad por parte de los católicos». En cualquier caso, se aconseja enmarcar ese tipo de declaración en el marco más amplio de la dignidad de recibir la Sagrada Comunión por parte de todos los fieles y no sólo de una categoría de políticos.

El autorSantiago Leyra Curiá

Académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España.

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Ecología integral

Servicio Jesuita a Migrantes y capellanes ponen en tela de juicio los CIE

Los Centros de Internamiento de Extranjeros no son necesarios, como ha demostrado la pandemia del Covid-19, durante la que han permanecido varios meses cerrados. Es la denuncia que formulan el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) y capellanes como Antonio Viera, del CIE de Canarias.

Rafael Miner·8 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Servicio Jesuita a Migrantes ha reiterado a finales de la semana pasada en el Senado español “su compromiso de acompañar y defender a las personas internas en los CIE”, y ha reclamado una vez más “su cierre y la búsqueda de alternativas jurídicas y políticas para las personas que caen en la irregularidad”.

Las propuestas conclusivas de su informe sobre 2020, titulado Razón jurídica y sin razón política, señalan la necesidad de “mejorar al menos la prevención y atención sanitaria, cuando no suspender los internamientos en pandemia. A su juicio, continúa siendo preciso corregir situaciones de derechos vulnerados, y tener en cuenta las denuncias de tortura o el internamiento de perfiles vulnerables como menores y solicitantes de asilo”.

El informe del SJM sobre 2020, dirige la mirada hacia el internamiento en tiempos de coronavirus, con especial atención a la insuficiente atención sanitaria. “Los CIE cerraron sus puertas ante la declaración del estado de alarma en marzo de 2020, de una forma inicialmente descoordinada y caótica, aunque luego se percibió el fundamento jurídico y las decisiones claras de la Policía y de la Fiscalía”. Sin embargo, reanudaron su actividad a partir de septiembre, “con insuficientes medidas preventivas anti covid y aislamientos severos para personas contagiadas, con el consiguiente clima de angustia y ansiedad para los internos”, señala el estudio.

En 2020, según el informe, fueron internadas en CIE un total de 2.224 personas, la gran mayoría (79 %) por motivos de devolución tras entrada irregular, seguida de motivos de expulsión (16 %). Por otra parte, 42 menores fueron identificados, casi un 2 % del total de internos, “una cifra demasiado elevada pero inferior a la real, ya que pone en entredicho la fiabilidad de las pruebas de determinación de la edad”, señala el SJM, cuya coordinadora es Carmen de la Fuente.

Un dato importante, a juicio de los redactores del informe, es que “refleja el innecesario sufrimiento al que se somete a las personas internas: del total de personas devueltas en España (1.904), solo un 28 % lo fueron desde CIE, así como del total de expulsiones (1.835), un 38 % lo fueron desde CIE.El 47 % de los internados fueron finalmente puestos en libertad por diversos motivos al no poder ejecutarse su repatriación forzosa”.

Por lo demás, los tribunales admitieron el pasado año “la responsabilidad patrimonial del Estado en el caso de la muerte de Samba Martine, en Madrid en diciembre de 2011. Un acto de justicia y reparación, fruto de casi una década de lucha judicial y social por parte de la familia y organizaciones sociales cercanas”, cuyas vicisitudes relató la abogada Cristina Manzanedo.

Rescatar de la invisibilidad

Antonio Viera, capellán del CIE de Barranco Seco, en Las Palmas de Gran Canaria, coincide con el diagnóstico del Servicio jesuita, y ha prologado su informe con un texto titulado “Personas a las que rescatar del mar de la invisibilidad”. El capellán afirma la “innecesaria existencia de los CIE”, porque, entre otros motivos, “es de sobra conocido que el CIE vulnera sistemáticamente los derechos humanos de las personas retenidas”, al “escasear el acceso a los servicios básicos”, como son los servicios sanitarios o el asesoramiento jurídico, por ejemplo. El informe aborda numerosas cuestiones, escribe Antonio Viera, “poniendo en evidencia que España sobrevive a los CIE vacíos”.

En declaraciones a Omnes, el capellán explica que en el CIE de Barranco Seco hay “actualmente ocho personas: están los marroquíes que van a ser deportados a Marruecos, y serán puestos en libertad próximamente, porque el tiempo máximo de estancia en el CIE es de 60 días”.

“Lo lógico es cerrar los CIE”, añade, “porque además gastan un dinero del contribuyente. No tienen razón de ser. Aquí han llevado bien el cuidado sanitario durante la pandemia. Lo que necesitan estas personas es acompañamiento psicológico, porque llegan destrozados después de la travesía por el Atlántico”, comenta a Omnes.

“Las personas de este CIU tienen restringidas las visitas de familiares, por el Covid, y los únicos que les atendemos somos el capellán y los voluntarios y voluntarias de la Cruz Roja”, comenta.

Migrantes en Canarias

Canarias es uno de los lugares por donde han entrado más inmigrantes en meses pasados, además de Ceuta. “Canarias no puede ser una nueva Lampedusa. Canarias es España, y quien llega a España ya es libre de transitar por todo el Estado. No puede ser que lleguen a las islas, se les deje ahí encerrados y se ‘olviden’ del problema”, manifestó hace poco más de un mes Mons. José Mazuelos, obispo de Canarias y presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal española, en un encuentro con periodistas con ocasión de la Asamblea Plenaria de la CEE. Así lo reflejó Omnes

En esa reunión, Mons. Mazuelos recordó la carta pastoral que firmaron los obispos de las islas, denunciando la situación de miles de personas que llegaban a las costas canarias y que se encontraban en condiciones infrahumanas. Además, el obispo de Canarias destacó que “éste es un problema del Gobierno central que tiene que asumir y arreglar. El gobierno autonómico de Canarias está ayudando mucho; Cáritas está desbordada: hay personas durmiendo en la calle, se han triplicado las comidas que se dan al día”.

Proyectos

En el horizonte próximo, según el SJM, se ha confirmado “el proyecto de un nuevo CIE en Botafuegos, Algeciras, con una inversión de casi 27 millones de euros entre 2021 y 2024”. Además, la financiación que se plantea en los Presupuestos Generales del Estado de 2021, sumada a las ya publicadas en años anteriores, eleva la cifra a más de 32,5 millones para el periodo 2019-2024. El nuevo centro de Algeciras copa la mayoría, pero los otros 6 millones se destinan a la reforma y acondicionamiento de los centros ya existentes, lo que demuestra una clara intencionalidad política, señala el SJM.

En la presentación en el Senado, Carmen de la Fuente señaló que actualmente los CIE de Valencia y Algeciras están cerrados por obras, mientras Josetxo Ordóñez añadió que “en Barcelona el año pasado hubo exactamente 200 días sin internamientos, del 6 de mayo al 23 de septiembre”. Josep Buedes, otro autor del informe, hizo especial hincapié en que “Interior no nos da la información que solicitamos”.

Mientras tanto, el capellán del CIE de Barranco Seco en Las Palmas, Antonio Viera, recuerda un mensaje del Papa Francisco con ocasión de la Jornada Mundial de la Paz en 2016: “Quisiera dirigir una invitación a repasar las legislaciones sobre los emigrantes, para que estén inspiradas en la voluntad de acogida, en el respeto de los recíprocos deberes y responsabilidades, y puedan facilitar la integración de los emigrantes”.

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Reforma del Derecho canónico

La reforma llevada a cabo en el pontificado de Francisco supone un instrumento “para responder adecuadamente a las exigencias de la Iglesia en todo el mundo.

8 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

La Iglesia, como cualquier institución, precisa de un conjunto de normas jurídicas para conducirse. El primer Código de derecho canónico fue promulgado en 1917 por el papa Benedicto XV y el que rige actualmente fue promulgado por san Juan Pablo II en 1983. El 23 de mayo pasado el papa Francisco promulgó la Constitución apostólica Pascite gregem Dei que viene a reformar el Libro VI del Código de Derecho Canónico sobre las sanciones penales en la Iglesia, una modificación que entrará en vigor a partir del 8 de diciembre de este año. 

En la citada Constitución Apostólica, el Santo Padre destaca que “desde los tiempos apostólicos, la Iglesia fue dándose leyes para su modo de actuar que, en el curso de los siglos, han llegado a componer un coherente cuerpo de normas sociales vinculantes, que confieren unidad al Pueblo de Dios y de cuya observancia se hacen responsables los Obispos”. Unas Normas que vinculan “la misericordia y la corrección de la Iglesia” y que “necesitan estar en permanente correlación con los cambios sociales y con las nuevas exigencias que aparecen en el Pueblo de Dios, lo que obliga en ocasiones a rectificarlas y adaptarlas a las situaciones cambiantes”. El Papa nos desvela en Pascite gregem Dei que “la sanción canónica tiene también una función de reparación y de saludable medicina y busca, sobre todo, el bien del fiel”.

código derecho canonico

No resulta fácil elaborar un texto jurídico aplicable a la Iglesia universal. Hoy día se extiende por buena parte de nuestro mundo un cierto etnocentrismo cultural que nos lleva a pensar que la cultura propia es superior a otras culturas que deben arroparse en este mismo paraguas jurídico. De hecho el Papa recuerda que Benedicto XVI puso en marcha esta revisión en 2007 y ya, desde entonces, se viene madurando. 

Como ha destacado recientemente Monseñor Juan Ignacio Arrieta, Secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, entre las principales novedades de estas revisiones encontramos que determinan con mayor precisión el comportamiento que deben adoptar los responsables de la observancia de estas normas y los criterios que deben seguir para la aplicación de las penas. Otro aspecto relevante es el comunitario, es decir, que el derecho penal también es importante para preservar la comunidad de los fieles, remediar el escándalo causado y reparar el daño. El texto también dota a la autoridad de herramientas para reorientar conductas a tiempo y, consiguientemente, evitar daños.

El Presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, Monseñor Filippo Iannone ha resaltado el surgimiento de nuevas penas como la reparación o la indemnización por daños y perjuicios. Se enumeran las penas con mayor detalle. Se extienden a todos los fieles algunas penas que antes estaban previstas solamente para los sacerdotes. Se ha revisado el plazo de prescripción de los delitos y se han introducido algunos nuevos. En lo relacionado a los abusos de menores, se resalta la gravedad de los delitos y la atención a las víctimas. También cabe destacar la  ponderación que se hace de la transparencia y la buena gestión de los recursos. 

A buen seguro que esta reforma va a suponer un importante instrumento “para responder adecuadamente a las exigencias de la Iglesia en todo el mundo” teniendo en cuenta “el contexto de los rápidos cambios sociales que experimentamos”, como señala el Papa Francisco en Pascite Gregem Dei

El autorCelso Morga

Arzobispo emérito de la diócesis de Mérida Badajoz

Mundo

Los «desaparecidos» de Canadá

El descubrimiento de los restos de 215 niños en la provincia de Columbia Británica, en Canadá, es un hecho dramático y una llamada "para que caminemos juntos en el diálogo, el respeto mutuo y el reconocimiento de los derechos y valores culturales de todas las hijas e hijos de Canadá".

Fernando Emilio Mignone·8 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Papa Francisco aseguró en el rezo del Angelus del domingo que sigue «con dolor las noticias procedentes de Canadá sobre el espantoso descubrimiento de los restos de 215 niños, alumnos del Kamloops Indian Residential School, en la provincia de Columbia Británica. Me uno a los obispos canadienses y a toda la Iglesia católica de Canadá para expresar mi cercanía al pueblo canadiense, traumatizado por esta impactante noticia. El triste descubrimiento aumenta nuestra conciencia del dolor y el sufrimiento del pasado. Las autoridades políticas y religiosas de Canadá sigan colaborando con determinación para esclarecer este triste suceso y comprometiéndose humildemente en un camino de reconciliación y sanación.

Estos tiempos difíciles son un fuerte llamado para que todos nos alejemos del modelo colonizador y también de las colonizaciones ideológicas de hoy, y para que caminemos juntos en el diálogo, el respeto mutuo y el reconocimiento de los derechos y valores culturales de todas las hijas e hijos de Canadá.

Encomendamos al Señor las almas de todos los niños que murieron en los internados de Canadá y rezamos por las familias y comunidades nativas canadienses sumidas en el dolor. Recemos en silencio».

“La Iglesia indiscutiblemente se equivocó al implementar una política colonialista gubernamental que resultó en la devastación de niños, familias y comunidades.” Así pidió perdón públicamente el 2 de junio el Arzobispo Michael Miller de Vancouver, Columbia Británica. 

En la ciudad de Kamloops, a 350 km al noroeste de Vancouver, se han descubierto los restos de alrededor de 215 indígenas enterrados sin nombre y “sin cementerio”, al lado del antiguo Kamloops Residential School, institución del gobierno canadiense fundada en 1890 y cerrada en 1978, y desde su fundación hasta 1969 dirigida por Misioneros Oblatos de María Inmaculada.

El arzobispo Miller, cuya diócesis incluyó Kamloops hasta 1945, prometió hacer todo lo posible para intentar averiguar las identidades de los menores de edad enterrados ahí.

Unos nativos del lugar descubrieron lo que ellos dicen son restos humanos usando un pequeño radar de penetración, tecnología ahora literalmente al alcance de la mano. Muchos indígenas ya sabían o sospechaban que habían sido enterrados jóvenes fallecidos no solamente ahí sino también en otros de los 130 internados canadienses, hoy cerrados, tantas veces sin advertir a los familiares ni registrar los casos.

El obispo de Kamloops Joseph Nguyen (que de joven escapó de Vietnam en barco y se refugió en Canadá) dijo: “No words of sorrow could describe this horrific discovery”.  El presidente de la Conferencia de Obispos y arzobispo de Winnipeg Richard Gagnon expresó su gran pena en nombre de los obispos canadienses (son más de 80) y pidió que la verdad salga a la luz. 

Ya el 29 de abril de 2009 el Papa Benedicto XVI había personalmente pedido perdón, en audiencia privada en el Vaticano, a un grupo de jefes indígenas canadienses cuando lo visitaron en Roma, por el tratamiento “deplorable” que los pupilos indígenas recibieron en los pensionados dirigidos por católicos. (Fueron 73 de los 130 institutos.)

Muchas veces los hijos fueron separados de sus padres a la fuerza y llevados a esos internados: a veces no se veían durante años (o nunca más); eran asimilados a la cultura dominante y así perdían sus raíces; sufrían abusos psicológicos, físicos y hasta sexuales. 

Desde hace tres décadas se han ido multiplicando y repitiendo las peticiones de perdón — también, claro está, por autoridades civiles, empezando por los primeros ministros del país — por tanta tragedia. Y por causa: tantas no han sido ni siquiera documentadas. Se calcula que unos ciento cincuenta mil estudiantes indígenas vivieron en los pensionados montados por el gobierno federal a mediados del s. XIX; los últimos de ellos fueron cerrados sólo a finales del s. XX. Muchas de esas escuelas se hallaban en lugares inhóspitos y estaban mal subvencionadas; podía haber escasez de alimentos, y enfermedades contagiosas. No se sabe a ciencia cierta cuántos niños murieron en esas instituciones ni de qué: se calculan 4.000 por lo menos. 

El descubrimiento en Kamloops está provocando una mayor concientización en la ciudadanía canadiense. Se va a  intentar documentar el pasado mejor, también con subvenciones que el gobierno federal acaba de ofrecer a los indígenas para que puedan indagar más sobre sus desaparecidos.

Pero no es de ayer esta toma de conciencia en este país. Ya en 1991 los obispos canadienses y los superiores de órdenes religiosas que participaron en las “residential schools” declararon: “Lamentamos profundamente el dolor, el sufrimiento y la alienación que tantos (indígenas) han experimentado. Hemos escuchado… y queremos ser parte del proceso de curación.” Ese mismo año los Oblatos de María Inmaculada incluyeron esto en su larguísimo arrepentimiento: “Pedimos perdón por la parte que nosotros tuvimos en el imperialismo cultural, étnico, lingüístico y religioso que era parte de la mentalidad con que las gentes de Europa primero encontraron a los pueblos Aborígenes y que consistentemente se ha escondido en la manera en que los pueblos Nativos de Canadá han sido tratados por las autoridades civiles y las iglesias.”

El proceso de reconciliación, en los últimos años, ha incluido centenares de encuentros entre cristianos e indígenas en Canadá, para tratar de restañar las heridas. (Es posible que la mitad de los autóctonos canadienses sean católicos, y muchos otros son cristianos. De casi 40 millones de habitantes, casi 2 millones son indígenas.) 

Raymond de Souza, conocido sacerdote y periodista, hace referencia en el National Post a Juan Pablo II, que en la Bula Incarnationis mysterium (29 noviembre 1998) pidió “la purificación de la memoria, que pide a todos un acto de valentía y humildad para reconocer las faltas cometidas por quienes han llevado y llevan el nombre de cristianos”. También a su homilía en S. Pedro el 12 de marzo del 2000: “No podemos menos que reconocer las infidelidades al Evangelio que han cometido algunos de nuestros hermanos«.

En este marco dramático, quizás valga la pena recordar que muchos canadienses le rezan a la Patrona del hemisferio occidental, la Virgen indígena de Guadalupe. Y a Santa Kateri (Catalina) Tekakwitha, fallecida en 1680 en Montreal a los 24 años de edad; aquí [escribo desde Montreal] se hallan sus restos. Su madre algonquina, cristiana, fue raptada por los iroqueses y casada con un jefe mohawk. A los 4 años Kateri perdió a sus padres durante una epidemia de viruela que la dejó a ella medio ciega. A los 11 conoció la fe y a los 20 fue bautizada por misioneros jesuitas. Tuvo que sufrir grandes abusos por su fe, siendo rechazada por sus familiares; por eso en 1677 huyó a pie más de 300 km. hasta llegar a un pueblo cristiano. Fue muy penitente y muy devota de la Eucaristía. Fue canonizada en octubre de 2012, al final del pontificado benedictino.

Nota del autor del artículo: El 14 de mayo de 1976 mi hermana Mónica, de 24 años de edad, fue secuestrada por militares en Buenos Aires. Nunca nos dijeron qué pasó con ella.

Zoom

Celebración del Corpus en Polonia

Una niña ataviada con traje típico en la procesión del Corpus Christi por las calles de Varsovia.  La capital polaca celebró la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo el jueves 3 de junio de 2021.

Maria José Atienza·7 de junio de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Mundo

La carta renuncia-denuncia del cardenal Marx

El autor reflexiona, a partir de un texto de Joseph Ratzinger, sobre la carta de renuncia que ha escrito el cardenal Reinhard Marx, en la que le pide al Papa Francisco que lo dimita como arzobispo de Múnich.

Jaime Fuentes·7 de junio de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

La noticia “bomba” estalló en Múnich el viernes 5 de junio, con la publicación de la carta de su arzobispo, Cardenal Reinhard Marx, en la que le pide al Papa Francisco que lo dimita de ese cargo en la Iglesia.

Perdí la cuenta de las veces en que he leído y releído la carta, intentando comprender los argumentos que presenta el arzobispo para justificar su inesperada decisión. ¿Por qué tantas veces? Porque la carta no es sólo de renuncia, sino también de denuncia de lo que va mal en toda la Iglesia. Renunciando, piensa el cardenal que su gesto servirá “para un nuevo recomenzar de la Iglesia y no solamente en Alemania”.

Dice también que nos encontramos en la Iglesia en “un punto muerto”, en un callejón sin salida que, según cree, solamente podrá superarse siguiendo el “camino sinodal”.

Tanto el diagnóstico como la terapia propuesta dan y darán para muchos comentarios. Aquí solamente quisiera aportar un antiguo texto del profesor Joseph Ratzinger que, a mi entender, arroja luz al problema actual y no solamente de Alemania.

En 1970, después de terminado el Concilio Vaticano II en el que participó como “experto” y siendo profesor de dogmática en Ratisbona, Ratzinger difundió por la radio cinco conferencias que fueron publicadas en Múnich, precisamente, con el título “Fe y futuro”. En la última de ellas trata este tema: “¿Qué aspecto tendrá la Iglesia en el año 2000?”.

Para responder la pregunta, el profesor Ratzinger va a la historia, maestra de la vida (nihil sub sole novum) y analiza en profundidad algunas de las crisis que ha sufrido la Iglesia. Finalmente, concluye con el texto que ahora transcribo en su integridad (los subrayados son míos):

Esto escribía Ratzinger en Fe y futuro:

«El futuro de la Iglesia puede venir y sólo vendrá, también hoy, de la fuerza de aquellos que tienen raíces profundas y viven de la plenitud pura de su fe. No vendrá de aquellos que sólo dan recetas. No vendrá de aquellos que sólo se acomodan al instante actual. No vendrá de los que critican sólo a los otros y se aceptan a sí mismos como norma infalible. 

Por eso tampoco vendrá de aquellos que sólo escogen el camino más cómodo, los que evitan la pasión de la fe, y tienen por falso y superado, por tiranía y legalidad, todo lo que exige al hombre, lo que le duele, lo que le obliga a renunciar a sí mismo. Digámoslo positivamente: el futuro de la iglesia, también ahora, como siempre, ha de ser acuñado nuevamente por los santos.

Por hombres, por tanto, que perciben algo más que las frases que son precisamente modernas. Por hombres que pueden ver más que los demás, porque su vida tiene mayores vuelos. El desprendimiento que libera a los hombres, sólo se alcanza por las pequeñas renuncias diarias a sí mismo. En esta pasión diaria, por la cual únicamente puede experimentar el hombre de qué múltiples formas le ata su propio yo, en esta pasión diaria y sólo en ella, se va abriendo el hombre palmo a palmo.

El hombre sólo ve tanto cuanto ha vivido y sufrido. Si hoy apenas podemos percibir a Dios, es porque nos resulta muy fácil escapar a nosotros mismos, huir de la profundidad de nuestra existencia al sopor de cualquier comodidad. Así lo que es más profundo en nosotros sigue estando inexplorado. Si es verdad que sólo se ve bien con el corazón, ¡cuán ciegos estamos todos!

[…] Demos un paso más. De la Iglesia de hoy saldrá también esta vez una Iglesia que ha perdido mucho. Se hará pequeña, deberá empezar completamente de nuevo. No podrá ya llenar muchos de los edificios construidos en la coyuntura más propicia. Al disminuir el número de sus adeptos, perderá muchos de sus privilegios en la sociedad. Se habrá de presentar a sí misma, de forma mucho más acentuada que hasta ahora, como comunidad voluntaria, a la que sólo se llega por una decisión libre. Como comunidad pequeña, habrá de necesitar de modo mucho más acentuado la iniciativa de sus miembros particulares. Conocerá también, sin duda, formas ministeriales nuevas y consagrará sacerdotes a cristianos probados que permanezcan en su profesión: en muchas comunidades pequeñas, por ejemplo en los grupos sociales homogéneos, la pastoral normal se realizará de esta forma. Junto a esto, el sacerdote plenamente dedicado al ministerio como hasta ahora, seguirá siendo indispensable.

Pero en todos estos cambios que se pueden conjeturar, la Iglesia habrá de encontrar de nuevo y con toda decisión lo que es esencial suyo, lo que siempre ha sido su centro: la fe en el Dios trinitario, en Jesucristo, el Hijo de Dios hecho hombre, la asistencia del Espíritu que perdura hasta el fin de los tiempos.

Volverá a encontrar su auténtico núcleo en la fe y en la plegaria y volverá a experimentar los sacramentos como culto divino, no como problema de estructuración litúrgica. Será una iglesia interiorizada, sin reclamar su mandato político y coqueteando tan poco con la izquierda como con la derecha. Será una situación difícil. Porque este proceso de cristalización y aclaración le costará muchas fuerzas valiosas.

La empobrecerá, la transformará en una iglesia de los pequeños. El proceso será tanto más difícil porque habrán de suprimirse tanto la cerrada parcialidad sectaria como la obstinación jactanciosa. Se puede predecir que todo esto necesitará tiempo. El proceso habrá de ser largo y penoso. […] Pero tras la prueba de estos desgarramientos brotará una gran fuerza de una Iglesia interiorizada y simplificada. Porque los hombres de un mundo total y plenamente planificado, serán indeciblemente solitarios. Cuando Dios haya desaparecido completamente para ellos, experimentarán su total y horrible pobreza. Y entonces descubrirán la pequeña comunidad de los creyentes como algo completamente nuevo.

Como una esperanza que les sale al paso, como una respuesta que siempre han buscado en lo oculto. Así que me parece seguro que para la Iglesia vienen tiempos muy difíciles. Su auténtica crisis aún no ha comenzado. Hay que contar con graves sacudidas. Pero también estoy completamente seguro de que permanecerá hasta el final: no la Iglesia del culto político, sino la Iglesia de la fe. Ya no será nunca más el poder dominante en la sociedad en la medida en que lo ha sido hasta hace poco. Pero florecerá de nuevo y se hará visible a los hombres como patria que les da vida y esperanza más allá de la muerte».

El autorJaime Fuentes

Obispo emérito de Minas (Uruguay).