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Una arteria espiritual a través de Austria: los Caminos de Santiago

Los caminos de Santiago recorren Europa desde lugares lejanos, para ir confluyendo en unos ejes principales y conducir a la tumba del Apóstol en Compostela. Los lectores de Omnes conocen ya los que pasan por Suecia, Alemania y Francia. En este artículo, el Dr. Alfred Berghammer presenta los caminos en Austria, de los que es experto conocedor.

Alfred Berghammer·14 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

NOTA PREVIA: El texto original alemán puede leerse aquí. La versión al español ha sido realizada por Alfonso Riobó.

Una bien descrita y señalizada ruta de peregrinación se extiende a lo largo de casi 800 kilómetros por toda Austria, desde su extremo oriental (Wolfsthal) hasta el extremo occidental (Feldkirch). Como la ramificación de finas venas, los diversos afluentes desembocan en esta rama principal del Camino de Santiago. Entre ellos se cuenta el Camino de Santiago de Burgenland, en el que antes ha confluido una variante del Camino de Santiago húngaro. Desde el norte llega el Camino de Santiago del Weinviertel. Desde Bohemia y desde Baivera se alcanza la rama principal por el Camino de Santiago del Oberes Mühlviertel. Desde el sur, junto a Innsbruck, desemboca el Camino de Santiago del sur de Austria, que antes ha tocado Eslovenia, Carintia, Tirol oriental y Tirol del sur.

El monasterio de Göttweig.  ©Alfred Berghammer

Las “perlas” del camino

¿Cómo llego a la afirmación de que se trata de una arteria espiritual? No me refiero a los efectos que un camino de peregrinación despliega en cada caminante, en lo relativo a silencio, contemplación y reflexión sobre la vida propia, incluso en el caso de que (todavía) no se cuente entre los creyentes. Me refiero más bien a las perlas del camino, es decir, a muchos de los más afamados y destacados santuarios de Austria. Los menciono sólo a título de ejemplo, pues su número es muy grande. 

El primer punto destacado del Camino lo representa la catedral de San Esteban, en Viena, a la que repetidamente se califica también de santuario nacional austriaco. El peregrino o peregrina visita a continuación una selección de los más hermosos monasterios de Austria, como Göttweig y Herzogenburg en la Baja Austria, St. Florian y Lambach en la Alta Austria, o Fiecht y Stams en Tirol. Estos monasterios y otras casas espirituales están encantados de poner sus habitaciones para peregrinos a disposición de los caminantes. Una y otra vez se encuentran uno con impresionantes santuarios, de los que nombro aquí -de nuevo sólo como ejemplo- Maria Taferl en la Baja Austria, Maria Plain en Salzburgo o Georgenberg in Tirol. 

Además, muchas localidades se esfuerzan por ofrecer a los peregrinos que pasan por ellas valiosas reflexiones para el camino, con ayuda de tableros e imágenes. Como ejemplo, me gustaría mencionar el tramo del Camino que va de Gnadenwald a Hall, en el Tirol, con varios hermosos pensamientos y refranes. Mencionaré aquí uno de ellos, porque podría animar a la gente a emprender el Camino de Santiago: “Felices los que tienen hambre y sed de una vida con sentido, pues su hambre y su sed serán satisfechas. Si siempre haces lo que siempre has hecho, siempre obtendrás lo que siempre has conseguido” (Paul Watzlawick). Hasta aquí los aspectos espirituales, que no dejarán indiferente a ningún excursionista de este Camino de Santiago.

Impresionantes paisajes

Sin embargo, la descripción del Camino de Santiago austriaco quedaría más que incompleta si no me detuviera también a deleitarme en las bellezas de los paisajes. 

Comienza en las vegas del Danubio cerca de Hainburg, conduce por la ciudad imperial de Viena, atraviesa el bosque vienés (el Wienerwald) y remonta el Danubio, recorriendo el patrimonio cultural mundial de Wachau, hacia Linz.

Tras atravesar la encantadora región de colinas de la Alta Austria, se llega a una de las ciudades más bellas del mundo, Salzburgo. Tras atravesar la región bávara fronteriza de Rupertiwinkel, la ruta conduce a lo largo de la impresionante cordillera del Wilder Kaiser hasta el valle del Inn. A veces hacia la derecha, otras veces hacia la izquierda, el peregrino y la peregrina caminan río arriba, por encima del ajetreado fondo del valle. Casi a cada hora se encuentran con recogidas capillas, magníficas iglesias, castillos y palacios, así como pueblos y ciudades que vale la pena ver. La llamada “tierra santa del Tirol” hace honor a su fama, porque se pasa por muchos lugares de peregrinación que cuentan a los peregrinos sus impresionantes historias. En lo alto, por encima de la ruta de peregrinación, saludan las altas montañas del Tirol.

Cuando el Inn gira hacia su nacimiento, en dirección a Suiza, toca superar en el Arlberg el único paso de montaña importante del Camino de Santiago austriaco, a menos que se prefiera cambiar al transporte público para esta etapa. Por último, la ruta de peregrinación atraviesa las hermosas estribaciones de los Alpes de Vorarlberg, antes de cruzar la frontera en Feldkirch en dirección hacia Liechtenstein o Suiza.

El valle superior del Inn. ©Alfred Berghammer

He recorrido en diferentes ocasiones el Camino de Santiago austriaco, de este a oeste. Peregriné atravesando la Baja Austria en el calor de principios de verano. Pasé por el Valle del Inn dos veces, la primera en marzo, caminando desde Salzburgo a Santiago de Compostela durante un total de tres meses. En ese momento, el Arlberg todavía estaba cubierto de nieve profunda y amenazado por las avalanchas. No obstante, con ayuda de los esquís de travesía, que había depositado allí en otra ocasión, pude superar este paso con facilidad. La segunda vez caminé en el Tirol en mayo, y me sorprendieron el esplendor de los colores y la belleza del paisaje. Mientras los campos de abeto de las montañas seguían brillando al sol, en el valle florecían las flores y los arbustos en su exuberante esplendor. 

De mi primer Camino de Santiago -justo después de mi jubilación-, sin embargo, también conozco la Vía Jacobi en Suiza, la Vía Gebennensis y la Vía Podiensis en Francia, el Camino Norte y el Primitivo en España. Hace unos dos años, también conocí el Camino Francés en España. He recogido en libros mis experiencias e impresiones de mis Caminos de Santiago. Comparando las diferentes rutas del Camino de Santiago, puedo decir que el Camino de Santiago austriaco, en cuanto a atractivo y belleza, no se queda en absoluto detrás de sus hermanos aún más famosos.

Un anhelo en el corazón

Todo el que ha recorrido el Camino de Santiago ha visto tanta belleza paisajística y ha experimentado tanta profundidad espiritual -incluso teniendo en cuenta las dificultades y privaciones que habrá vivido-, que el anhelo de volver a ponerse en marcha permanece en el corazón. Este anhelo se despierta, sobre todo, cuando uno encuentra un cartel o una señal del Camino de Santiago en su entorno inmediato, como sucede, en mi caso, en Salzburgo. Entonces se da uno cuenta de que hay un camino bien señalizado que parte de ese lugar, y que conduce a lo largo de miles de kilómetros directamente hasta la tumba de Santiago de Compostela. Ultreia!

El autorAlfred Berghammer

Educación

Vivir la experiencia de San Francisco de Asís en el siglo XXI

Una pequeña comunidad de hermanas clarisas se ha embarcado en la aventura de revitalizar espiritualmente el emblemático monasterio de Santa Clara, con la ayuda de doscientos cincuenta jóvenes que han descubierto que hay mayor felicidad en el 'dar' que en el 'recibir'.

Javier Segura·13 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

El monasterio de Santa Clara de la vizcaína ciudad de Orduña llevaba veinte años cerrado desde que la anterior comunidad de hermanas tuvo que dejarlo por falta de vocaciones. La historia de ese edificio del siglo XV parecía abocada, como tantos otros, a la ruina o a convertirse en un parador nacional. Pero ni la ruina ni la hostelería serían el destino final de este lugar centenario. Una nueva comunidad de hermanas clarisas volvió a sentir la llamada del Señor y se dispuso a la aventura de llenar de vida espiritual este emblemático lugar.

La palabra aventura describe bastante bien la acción en la que se embarcaron estas pocas hermanas. Algo que, de todas formas,  no era nuevo para ellas. Ya unos años antes habían reflotado el monasterio de Belorado, en Burgos, y ahora sentían la llamada de la Iglesia y del Señor, a embarcarse en esta nueva misión. Una comunidad de cinco o seis hermanas podrían ir a tierras vascas y poner en marcha el antiguo monasterio de santa Clara. Estas hermanas pobres volvieron a escuchar el antiguo clamor del Cristo de San Damián a Francisco, ‘reconstruye mi Iglesia, que amenaza ruinas’. Literalmente.

Con la ayuda de jóvenes

La obra se hacía ingente. Poner en marcha un monasterio de grandes dimensiones, abandonado durante veinte años, era algo que superaba a estas mujeres. Pero precisamente la necesidad puso en marcha el motor de la solidaridad, y han sido doscientos cincuenta jóvenes los que este verano han acudido a Orduña a echar una mano a estas hermanas. La procedencia ha sido de lo más variada. Allí han estado trabajando desde alumnos de Religión de institutos públicos con sus profesores, hasta una parroquia del madrileño barrio de Villaverde, el colegio arzobispal de Madrid, seminaristas, o miembros de diversos  movimientos eclesiales como el Grupo Juan Pablo II o la Milicia de Santa María. Todos con un común denominador, muchas ganas de ayudar y poca experiencia en el trabajo manual. Porque ni que decir tiene que estos chicos y chicas de la era digital era la primera vez que cogían una azada con sus manos (¿una qué?), un pico, una pala o ni siquiera una escoba.

Pero precisamente ese ha sido el primer gran aprendizaje para estos jóvenes. El valor del trabajo manual. Cansarse, sudar, aguantar el bochorno del sol, que te salgan callos en las manos… ha sido una nueva experiencia que les puede enseñar mucho para la vida. Quizás no haya mejor manera de cultivar la resiliencia, como dicen hoy, que aguantar una horas al sol quitando ortigas con la azada. Sobre todo si lo haces en pantalón corto.

El ideal franciscano

Otra gran lección que han recibido estos jóvenes ha sido el poder compartir la vida con las hermanas, conocer de primera mano a contemplativas que dedican toda su vida a orar, a hablar con Dios. Las preguntas que les surgían a los jóvenes podían hacérselas directamente a las hermanas, y compartir con ellas así sus inquietudes. Porque estos jóvenes llegaban al monasterio con ganas de ayudar, pero también con muchas heridas y preguntas en el corazón. Y necesitaban abrirse a alguien que pudiera escucharles. El ideal franciscano, la experiencia vital de santa Clara, se encarnaba en esas mujeres y se hacía sabiduría para los jóvenes de hoy. La pobreza y la austeridad, el deseo de fraternidad, el cuidado de la naturaleza, la llamada a la misión, reconstruir la propia vida y la sociedad entera… no eran historias del pasado sino demandas urgentes de nuestro corazón, necesidades del mundo de hoy.

Con uno de los grupos ha estado un director de cine católico, Francisco Campos, director de películas como «El Rocío es compartir», «El colibrí» o «Jesucristo vive».  En un momento me preguntaba si es fácil encontrar muchos jóvenes dispuestos a vivir así: levantarse pronto, dormir en el suelo, trabajar duro, acostarse pronto para poder rendir al día siguiente…. ¡y encima pagar por ello! Cuando me comentaba esto no pude menos que acordarme de dos jóvenes de un instituto de Móstoles que me dijeron que era el mejor plan que se les había ofrecido nunca. 

Y es que quizás tuviese razón el venerable jesuita Tomás Morales cuando repetía aquello de que «al joven si se le pide poco no da nada, si se le pide mucho, lo da todo». En realidad pienso que muchos más jóvenes responderían a una llamada como esta, a dar su tiempo por los demás, si hubiese adultos, educadores, que se atreviesen a hacerles la propuesta. Y que estuviesen dispuestos a vivir con ellos, trabajando codo con codo, estos días. Porque nadie puede proponer algo si uno mismo no está dispuesto a vivirlo. Sencillamente no sería creíble.

Un aire fresco

El resultado final ha sido mayor del que esperábamos inicialmente. Se ha avanzado mucho en limpieza, picando muros, quitando maleza… aunque todavía queda mucho que hacer, claro. Pero, sobre todo, estos jóvenes han podido revivir el espíritu de san Francisco de Asís. Y como si de un signo se tratase, un aire fresco se respiraba estos días en Orduña. Estos jóvenes han conseguido traer vida y esperanza a todos los que hemos pasado por el monasterio de santa Clara. Mirándoles no podíamos menos que recordar a Francisco en san Damián reconstruyendo materialmente una pequeña ermita, pero empezando a reconstruir la Iglesia de Cristo volviendo a las raíces del evangelio vivido sin glosas.

En medio de una pandemia mundial, en un mundo que busca un nuevo reinicio, que necesita ser reconstruido en sus relaciones, desde sus propios cimientos, estos jóvenes nos indican el camino que podemos emprender. Dejarse interpelar por Cristo mismo y por las necesidades de los hermanos, buscar amigos de Dios con los que compartir la vida, ponerse a trabajar sin grandes discursos, sencillamente.

Y para los educadores la gran llamada a seguir creyendo en los jóvenes, porque en el corazón del joven de hoy sigue latiendo una llamada al heroísmo, a la generosidad, a la entrega desinteresada. Sí, ese es el gran reto para los educadores. Creer en los jóvenes, como Dios creyó en Francisco cuando todavía era un muchacho, como Dios ha creído en estos doscientos cincuenta jóvenes que se han acercado a Orduña este verano.

Evangelio

Milagros del Evangelio: la segunda multiplicación de los panes y peces

El autor analiza algunos aspectos sobre la segunda multiplicación de los panes y peces que relatan los evangelistas Mateo y Marcos.

Alfonso Sánchez de Lamadrid Rey·12 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

He escrito previamente sobre la primera multiplicación de los panes y peces. En este trabajo, como continuación, estudiamos la segunda multiplicación. Las gráficas y la bibliografía son comunes a los dos artículos.

Una multiplicación para los judíos y otra para los griegos

Mientras la primera multiplicación es narrada en los cuatro evangelios (Mt 14,15-21; Mc 6,35-44; Lc 9,12-17 y Jn 6,5-13), la segunda multiplicación solo la narran Mateo y Marcos (Mt 15,32-39 y Mc 8,1-10). El parecido entre ambos relatos ha hecho que algunos autores discutan si realmente hubo un segundo milagro de multiplicación de panes y peces, pero en lo que casi todos están de acuerdo es que mientras que el primer relato está dirigido preferentemente para los judíos, el segundo estaba dirigido a los paganos o gentiles pues “algunos de ellos son de lejos” (Mc 8,2).

¿Por qué fueron dos multiplicaciones y no una repetida (y adaptada) dos veces?

Como ya hemos dicho algunos comentaristas alegan que la segunda multiplicación es una readaptación para los gentiles de un solo acontecimiento, que hubo solo una multiplicación y no dos. Su argumento sería que ambos relatos son muy similares. Aunque reconocen las diferencias entre ellos, argumentan que éstas son secundarias, para la adaptación a los gentiles. Pero encontramos la misma lógica de apertura de Jesús al mundo pagano en todo el viaje fuera del territorio de Israel, y, entonces, habría que decir lo mismo de todo lo sucedido en Marcos y de Mateo en tierra de paganos (Tiro y Sidón).

Si algo queda claro en este periplo de Jesús por tierra de gentiles es que el Reino de Dios no es el monopolio de unos pocos. Aunque todavía no había llegado el tiempo de llevar la Buena Noticia a los paganos, Jesús incursiona en tierra extranjera y también allí pone de manifiesto el poder de Dios sobre las enfermedades y sale al encuentro de las necesidades humanas (Mt 15 21-28 y 15, 32-39), anticipando el momento en que «el pan de los hijos» (Mc 7, 27, mujer sirio-fenicia) sería compartido por todos.

Además será durante este viaje, esta vez en Cesarea de Filipo, también en territorio pagano, cuando tendrá lugar la profesión de fe de Pedro, que es como la clave de todo el Evangelio de Marcos. Este Apóstol, portavoz de los demás, lo reconoce como «el Mesías» (Mc 8. 29), o sea, el «Cristo», el «Ungido» de Dios por excelencia. Y, no lo olvidemos, esto ocurre en territorio pagano.

Con todo, una de las evidencias más importantes de que son dos hechos distintos está en Mt 16, 5-12, cuando el Maestro hecha en cara a sus discípulos: “Los discípulos, al pasar a la otra orilla, se habían olvidado de tomar panes (…) Ellos hablaban entre sí diciendo: «Es que no hemos traído panes.» ¿Aún no comprendéis, ni os acordáis de los cinco panes de los 5.000 hombres, y cuántos canastos recogisteis? ¿Ni de los siete panes de los 4.000, y cuántas espuertas recogisteis?”.

Reproche que Mc 8,14-21 también recoge: “Se habían olvidado de tomar panes, y no llevaban consigo en la barca más que un pan. (…) ¿No os acordáis de cuando partí los cinco panes para los 5.000? ¿Cuántos canastos llenos de trozos recogisteis?» «Doce», le dicen. «Y cuando partí los siete entre los 4.000, ¿cuántas espuertas llenas de trozos recogisteis?» Le dicen: «Siete.»”. Esto prueba que ocurrieron dos multiplicaciones distintas. La actitud de olvido de los discípulos nos parece inexplicable. Pero reconozcámoslo, somos olvidadizos cuando se trata de recordar la bondad de Dios. Así es nuestra naturaleza, somos desconfiados. 

Diferencias entre los relatos de Mateo y Marcos

Cuando comparamos las diferencias entre los dos relatos, el de Marcos nos sitúa ante un Jesús más humano y cercano que Mateo, con numerosas manifestaciones: lo describe rodeado por la gente: «hallándose otra vez rodeado de una gran muchedumbre que no tenía qué comer, llamó a los discípulos»; y conocedor de detalles: «y algunos de ellos son de lejos.» Piensa en sus familias (‘sus casas’).

Se ve a Marcos más natural que Mateo, e incluso improvisando, como si al final recordase que habían también unos pececillos, añade: «Tenían unos pocos pececillos, y, dando gracias, dijo que los sirviesen también». También se destaca más la misión de servicio de los apóstoles: «para que los sirviesen, y los sirvieron a la muchedumbre.»

Otro detalle acerca del número de los que comieron: Mateo precisa más: «Los que comieron eran cuatro mil hombres, sin contar las mujeres y los niños». Marcos tan solo dice genéricamente que: «Eran unos cuatro mil».

Acerca del lugar de la multiplicación de los panes y peces

Aunque no hay acuerdo acerca de dónde situar el milagro, nos parece, junto a algunos estudiosos, que tras dejar la zona de Tiro y Sidón (Mc 7,31 y Mt 15,29), Jesús se dirige hacia la zona este del lago. En efecto Mateo dice justo antes del milagro en Mt 15, 31: “La muchedumbre se maravillaba (…) y glorificaban al Dios de Israel”; es decir, no parecen ser israelitas, y sugiere así que se trata de una zona gentil. Marcos 7,31 especifica un poco más: “Dejando de nuevo los términos de Tiro, se fue por Sidón hacia el mar de Galilea, atravesando los términos de la Decápolis”, que como es sabido está al este del lago y es mayoritariamente gentil. 

Estas narraciones son coherentes con el lugar que indica la tradición, que se encuentra en la antigua ruta de la Decápolis al pasar junto al lago, y es conocido como Tel Hadar. Jesús viene del norte, y este es el primer asentamiento con puerto al lado este del lago. Actualmente aquí se encuentran los restos arqueológicos del antiguo puerto y un monumento con inscripciones y dibujos alusivos al milagro (figura 5). 

Figura 5. Monumento con panes y peces en Tel Hadar. 

Como segunda opción, se han presentado recientemente -en 2019- algunos resultados preliminares de los restos de una iglesia bizantina del siglo V, llamada iglesia quemada, pues los restos arqueológicos indican que se hundió el techo y ardió en un terremoto en el siglo VIII.

Esta iglesia está situada en una colina muy cercana a la orilla del lago, en Hipos, unos 10 kilómetros al sur de Tel-Hadar. Tiene mosaicos que pueden ser alusivos a los milagros de multiplicación de panes y peces de Jesús, como peces y cestas con panes (figura 6).

Figura 6. Uno de los mosaicos de la iglesia quemada de Hipos.

Acerca del lugar de destino tras la multiplicación

Después de dar de comer a los cuatro mil, Jesús navegó por el mar de Galilea y entró en la región de Magadán (Mt 15, 39). En el evangelio de San Marcos aparece Dalmanuta en lugar de Magadán (Mc 8, 10). Los dos lugares (estudiando las diferentes variantes) permanecen desconocidos. 

Actualmente algunos estudiosos han querido identificar Magadán como Magdala (en la orilla oeste del lago y al norte de Tiberíades), lugar de nacimiento de María Magdalena. Mientras que otros escritores sugieren que Magadán sería la moderna Mejdel, también al oeste del mar de Galilea. 

Magadán o Dalmanuta no se vuelven a mencionar en el Evangelio. Y tampoco vuelven a aparecer en la literatura antigua que conocemos, no se recoge un lugar llamado así en la antigüedad. ¿No podrían ser Magadán y Dalmanuta nombres alternativos de Magdala? Los expertos no se ponen de acuerdo, pero hay que reconocer que hay motivos para pensar en Magdala.

Especie de pez

Como explican Nun (1989) y Pixner (1992), en la segunda multiplicación de panes y peces el texto de Mateo especifica que Jesús multiplicó “unos pocos peces pequeños” (15, 34) y el de Marcos “unos pocos pececillos” (8, 7). El original de los dos evangelios usa la misma palabra griega ichthýdia, textualmente peces pequeños. Por ello asumimos que se trata de la misma especie y método de conservación que en la primera multiplicación, las sardinas del lago de GalileaMirogrex terraesanctae, conservadas en salazón.

Fecha

Los dos Evangelios que narran las dos multiplicaciones la sitúan cronológicamente después de la de los galileos. Los seguidores pasan varios días junto a Jesús, por lo que debía ser verano, época del año en que se puede pernoctar al aire libre. Era el último año de la vida terrena de Jesús, y por tanto el año 29. Como indican las dos narraciones del Evangelio, pudieron recoger 7 cestos de sobras, usando probablemente los cestos vacíos que usaron para llevar las provisiones para esos días.

Agradecimientos

A estas explicaciones sobre las dos multiplicaciones de los panes y de los peces seguirán otras sobre algunos otros milagros obrados por el Señor en el entorno del mar de Galilea. Pero, antes de seguir con el tercer texto, quiero agradecer al Dr. Nir Froyman, jefe del Departamentos de Pesquerías y Acuicultura del Ministry of Agriculture and Rural Development de Israel, los datos de capturas pesqueras y su colaboración en todo momento; a Francisco de Luis la realización de los mapas (figura 1); a Rafael Sanz su ayuda con los textos originales en griego y a modificar sustancialmente el texto sobre la segunda multiplicación, y a Antonio del Cañizo la lectura crítica del manuscrito. El cuadro de la figura 3 es hecho por mí, con datos proporcionados por el gobierno de Israel.

    PARA SEGUIR LEYENDO

      GIL, J.-GIL, E., “Tabgha: Iglesia de la Multiplicación”, en Huellas de nuestra fe (https://saxum.org/es/visit/plan-your-trip-to-holy-land/in-the-footprints-of-our-faith/4a-edicion-extendida/ ), Jerusalén 2019, pp. 120-133.

      GONZÁLEZ-ECHEGARAY, J., Arqueología y Evangelios, Estella 1994.

      GONZÁLEZ-ECHEGARAY, J., Jesús en Galilea. Aproximación desde la arqueología, Estella 2000.

      LOFENDEL, L.-FRENKEL, R., The boat and the Sea of Galilee, Jerusalén-Nueva York 2007.

      NUN, M., The sea of Galilee and its fishermen in the New Testament, Ein Gev 1989.

      PIXNER, B., Con Jesús a través de la Galilea de acuerdo al quinto Evangelio, Rosh Pina 1992.

      TROCHE, F.D., Il sistema della pesca nel lago di Galilea al tempo di Gesù. Indagine sulla base dei papiri documentari e dei dati archeologici e letterari, Bolonia 2015.

    El autorAlfonso Sánchez de Lamadrid Rey

    Sacerdote y Doctor en Teología y en Ciencias del Mar.

    América Latina

    Comunidad y Justicia: una visión distinta de los derechos humanos

    En Chile hay una ONG que desde 2013 promueve y defiende la visión de la Doctrina Social de la Iglesia sobre los derechos humanos, desde un pensamiento realista y en fidelidad al Magisterio de la Iglesia.

    Vicente Hargous·12 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

    En un mundo cada día más secularizado, donde la familia se encuentra bajo ataque y la dignidad inherente de la persona humana es despreciada, Comunidad y Justicia se alza como un esfuerzo por defender lo que es bueno, verdadero y bello, aunque nadie más lo haga. 

    Defensa de los valores no negociables

    Comunidad y Justicia es una ONG chilena que nació el año 2013 para promover y defender la visión de la Doctrina Social de la Iglesia sobre los derechos humanos, con especial énfasis en los “valores no negociables” de que hablaba Benedicto XVI, que hoy están bajo constante ataque en la esfera pública: la vida, la familia y la libertad de los católicos y de la Iglesia. No es un centro de estudios cerrado en la teoría ―trabajo muy necesario, pero que realizan otros― sino una organización para la lucha en la vanguardia de la arena política y jurídica contra las ideologías dominantes, contrarias a la fe y a la naturaleza humana. Sus miembros, en su mayoría abogados jóvenes, nos dedicamos profesionalmente a esta causa, sobre todo mediante litigación estratégica, asesoría legislativa y gestión de intereses en el Congreso Nacional.

    Con nueve años de historia, gracias a Dios hemos podido posicionarnos como una organización seria y de rigor profesional dispuesta a ser fiel a sus principios sin miedo al “qué dirán”. El mundo de los derechos humanos muchas veces se mira como captado por ideologías opuestas a la ley natural y al cristianismo; Comunidad y Justicia representa un intento de defender los derechos humanos en cuanto expresión de la dignidad humana, desde un pensamiento realista y en fidelidad al Magisterio de la Iglesia.

    Cristóbal Aguilera ―quien fue coordinador del Área Legislativa y actualmente es miembro del Directorio― ha dicho que nuestro fin es “denunciar y enfrentar injusticias que hoy pasan desapercibidas e, incluso, se reclaman como derechos individuales”. Lo vemos como un modo de secundar las palabras dichas por San Juan Pablo II ―nuestro patrono― a los jóvenes chilenos: “Cristo nos está pidiendo que no permanezcamos indiferentes ante la injusticia, que nos comprometamos responsablemente en la construcción de una sociedad más cristiana, una sociedad mejor”, con la certeza de que ―a pesar de los desafíos de nuestra época― el amor vence siempre, incluso cuando parece imposible, como imposible parecía la victoria de Cristo crucificado. 

    Confianza en la Providencia

    Los orígenes de la corporación, e intentamos mantener ese espíritu, estuvieron marcados por una confianza ciega en la Providencia de Dios, por parte de quienes tuvieron la oportunidad de sacar adelante este proyecto, con apenas medios para subsistir. Así lo cuenta el fundador, hoy miembro del Directorio, Tomás Henríquez:

    «Una vez que se había ahorrado el salario de un mes ―gracias a los aportes de los directores y nuestro primer donante, el profesor Mario Correa Bascuñan―, el compromiso adoptado fue que yo aceptaría la tarea, a cambio de que los directores donarían de su propio bolsillo el dinero para cubrir los siguientes meses, si es que no encontraba fondos por mi cuenta (…). Como algunos saben, los directores de Comunidad y Justicia nunca tuvieron que recurrir a sus propios fondos para la supervivencia de la Corporación desde aquel entonces. Desde ese día y en adelante, nunca nos ha faltado para pagar el salario justo a todos quienes han tenido la valentía y generosidad para trabajar acá«.

    Si bien a lo largo de nuestra historia hemos pasado por muchos fracasos ―a ojos humanos―, como la aprobación del aborto en tres causales, Comunidad y Justicia ha contribuido en más de una iniciativa orientada al bien común. Por ejemplo, fue determinante la influencia de nuestra Área Legislativa para que sea rechazado el proyecto de ley de educación sexual integral ―que hacía obligatorio un modelo único de educación sexual “de carácter laico y no sexista” desde nivel parvulario, aun contra la voluntad de los padres―; también fue clave el esfuerzo conjunto de los equipos legislativo y judicial para que se declare la inconstitucionalidad de algunos artículos del proyecto de ley de garantías de la niñez, que atentaban contra el derecho preferente y deber de los padres de educar a sus hijos.

    Con relevancia internacional

    Destaca también nuestra participación en diversos casos de gran relevancia internacional, algunos de ellos en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, como en el caso de la uruguaya Jacqueline Grosso, quien no pudo recuperar el cadáver de su hija, que murió en un aborto no consentido y fue considerada desecho biológico. Recientemente, tuvimos la oportunidad de ser la única ONG del mundo que participó, en calidad de amicus curiae de la Corte Suprema de Estados Unidos, junto con 140 académicos de prestigio de diversos países, en el caso Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, que podría revertir la permisión del aborto que se estableció desde el caso Roe v. Wade en 1973. 

    Quizás la mayor victoria de todas ―porque defiende y promueve el bien más alto que existe en la tierra― fue una sentencia de la Corte Suprema que protege el carácter presencial de la Misa y de los sacramentos, como parte del culto debido a Dios en el credo católico, protegido por la libertad de cultos. En el marco de las restricciones sanitarias por la pandemia, se había restringido severamente la participación de los fieles en la Eucaristía, salvo para casos muy puntuales, con aforos discriminatorios en comparación con otras actividades. La sentencia afirmó, por primera vez en un fallo en la historia de Chile, el carácter esencial de la presencia para los actos de culto católicos, que son un derecho fundamental que no puede ser afectado en su esencia. 

    Una luz de esperanza

    Con un proceso constituyente en marcha, todos estos derechos están en grave peligro y los desafíos que enfrenta esta pequeña Corporación son inmensos, pero ya hemos visto que Dios es capaz de escribir derecho con renglones torcidos. Ese futuro que no se ve muy positivo deja entrever una luz de esperanza. En un mundo que ha perdido el sentido de sí mismo y que navega sin rumbo hacia cualquier parte, las personas ―sin saberlo― reclaman un horizonte de sentido que sólo Cristo les puede dar. Comunidad y Justicia tiene un trabajo bastante más modesto, pero creemos que sí es un granito de arena con el cual podemos aportar para el Reinado de Cristo en el mundo.

    Aquí se puede encontrar a Comunidad y Justicia: Página web: www.comunidadyjusticia.cl ; Twitter: @ONG_CyJ ; Instagram: @comunidadyjusticia ; Facebook: Comunidad y Justicia

    El autorVicente Hargous

    Investigador de Comunidad y Justicia

    Lecturas del domingo

    Comentario a las lecturas propias de la solemnidad de la Asunción de María

    Andrea Mardegan comenta las lecturas de la Solemnidad de la Asunción y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

    Andrea Mardegan·11 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

    Saludó a Isabel. ¿Cómo habrá sido el saludo de María? Lucas, para describir los primeros momentos del encuentro entre las dos amigas, destaca la voz de María y el oído y la voz de Isabel. Tan pronto como Isabel oye la voz de María saludándola, su niño salta de alegría en su vientre. Por el tono de la voz se pueden comprender muchas cosas. 

    Especialmente las mujeres saben leer la voz. El sonido del saludo puede haber llegado incluso antes que la mirada y que el encuentro en persona, que el abrazo de las sonrisas y de las lágrimas. La casa que la tradición ha transmitido como de Zacarías, en Ain Karin, es amplia y tiene un gran jardín. Por su posición social es razonable pensar que la casa de Zacarías fuera grande. María entra en la finca y señala su presencia desde la distancia, con un fuerte saludo. Para llegar inmediatamente a Isabel, su pariente y amiga, entre las distintas habitaciones o en el gran jardín, le envía su inconfundible y hermosa voz. El relato de Lucas no contiene verbos que indiquen verse o encontrarse, arrojarse al cuello. Predomina la escucha de la voz del saludo de María, y de la voz de Isabel que responde “con un gran grito”: una voz altísima que permanece en la memoria de “la madre de mi Señor”, para toda la vida.

    Qué palabras usó María en su saludo? Quizás las mismas que Gabriel, que le habían impresionado y cambiado su vida: “¡Kaire Elisabeth! ¡Alégrate Isabel, soy María, he llegado, estoy aquí en el jardín!”. O similares a las que Jesús resucitado dirigió a los discípulos: “¡La paz esté con vosotros!”, “la paz sea contigo, Isabel”. Shalom! Que es un deseo de salud, felicidad, bendición y paz. O palabras personales, con ese apodo o ese diminutivo cariñoso que era común entre ellas. O simplemente el nombre de Isabel, en arameo Elischeba, que significa “Dios es perfección” o “Dios es juramento” o “la que jura por Dios”. En la cultura de María e Isabel, pronunciar el nombre marcaba la identidad de una persona y significaba entrar en una relación profunda con ella. Al decir el nombre de Isabel, María agradeció en voz alta a Dios por haber cumplido su palabra en ella. Y le comunicó al mismo tiempo, familiarmente, que ya era consciente de la gracia que había recibido.

    ¿Cuál fue el tono y la calidez de ese saludo? Un saludo de una mujer joven, de voz fuerte y hermosa, que busca a una amiga a la que hace tiempo que no ve, y que no sabe de su llegada. Un saludo lleno de espera tras días de viaje, un saludo preparado varias veces en la imaginación. “¿Quién sabe cuál será su sorpresa? Pensará que no me había enviado ninguna noticia del niño y se preguntará cómo me enteré y por quién”. La expectativa crea espera, la espera aumenta la emoción.

    La homilía sobre las lecturas de la Asunción

    El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

    Vaticano

    «La fe en Jesucristo libera de la Ley y al mismo tiempo la lleva a cumplimiento»

    El Papa Francisco ha querido recordar en la audiencia general que los mandamientos son los "pedagogos" que nos llevan a Jesús, comentando la Carta de San Pablo a los Gálatas.

    David Fernández Alonso·11 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

    El Santo Padre Francisco comenzó la audiencia general saludando a los fieles que habían acudido al Aula Pablo VI, siendo respondido con un gran aplauso.

    En la audiencia de hoy, el Papa Francisco continuó comentando la Carta a los Gálatas de San Pablo: ««¿Para qué la ley?» (Gal 3,19). Esta es la pregunta en la que, siguiendo a San Pablo, queremos profundizar hoy, para reconocer la novedad de la vida cristiana animada por el Espíritu Santo. El apóstol escribe: «Si sois conducidos por el Espíritu, no estáis bajo la ley» (Gal 5,18). Sin embargo, los detractores de Pablo sostenían que los Gálatas tendrían que seguir la Ley para ser salvados. El apóstol no está en absoluto de acuerdo. No es en estos términos que se había acordado con los otros apóstoles en Jerusalén. Él recuerda bien las palabras de Pedro cuando sostenía: «¿Por qué, pues, ahora tentáis a Dios queriendo poner sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros pudimos sobrellevar?». Las disposiciones que surgieron en ese “primer concilio” de Jerusalén eran muy claras, y decían: ‘Que hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponeros más cargas que estas indispensables: abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de la sangre, de los animales estrangulados y de la impureza'».

    «Cuando Pablo habla de la Ley, hace referencia normalmente a la Ley mosaica. Esta estaba relacionada con la Alianza que Dios había establecido con su pueblo. Según varios textos del Antiguo Testamento, la Torah – el término hebreo con el que se indica la Ley – es la recopilación de todas esas prescripciones y normas que los israelitas deben observar, en virtud de la Alianza con Dios. Una síntesis eficaz de qué es la Torah se puede encontrar en este texto del Deuteronomio: «Porque de nuevo se complacerá Yahveh en tu felicidad, como se complacía en la felicidad de tus padres, si tú escuchas la voz de Yahveh tu Dios guardando sus mandamientos y sus preceptos, lo que está escrito en el libro de esta Ley, si te conviertes a Yahveh tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma» (30,9-10). La observancia de la Ley garantizaba al pueblo los beneficios de la Alianza y el vínculo particular con Dios. Estrechando la Alianza con Israel, Dios le había ofrecido la Torah para que pudiera comprender su voluntad y vivir en la justicia. En más de una ocasión, sobre todo en los libros de los profetas, se constata que la no observancia de los preceptos de la Ley constituía una verdadera traición a la Alianza, provocando la reacción de la ira de Dios. El vínculo entre Alianza y Ley era tan estrecho que las dos realidades eran inseparables».

    «A la luz de todo esto es fácil entender el buen juego que tendrían esos misioneros que se habían infiltrado entre los Gálatas para sostener que la adhesión a la Alianza conllevaba también la observancia de la Ley mosaica. Sin embargo, precisamente sobre esto punto podemos descubrir la inteligencia espiritual de San Pablo y las grandes intuiciones que él ha expresado, sostenido por la gracia recibida para su misión evangelizadora».

    «El Apóstol explica a los Gálatas que, en realidad, la Alianza y la Ley no están vinculadas de forma indisoluble. El primer elemento sobre el que se apoya es que la Alianza establecida por Dios con Abraham se basó en la fe en el cumplimiento de la promesa y no en la observancia de la Ley, que todavía no estaba. Escribe el Apóstol: «Y digo yo: Un testamento ya hecho por Dios en debida forma [con Abraham], no puede ser anulado por la ley, que llega cuatrocientos treinta años más tarde [con Moisés], de tal modo que la promesa quede anulada. Pues si la herencia dependiera de la Ley, ya no procedería de la promesa, y sin embargo Dios otorgó a Abraham su favor en forma de promesa» (Gal 3,17-18). Con este razonamiento, Pablo alcanza un primer objetivo: la Ley no es la base de la Alianza porque llegó sucesivamente».

    «Un argumento como este pone en evidencia a los que sostienen que la Ley mosaica sea parte constitutiva de la Alianza. La Torah, de hecho, no está incluida en la promesa hecha a Abraham. Dicho esto, no se debe pensar que san Pablo fuera contrario a la Ley mosaica. Más de una vez, en sus Cartas, defiende su origen divino y sostiene que esta posee un rol bien preciso en la historia de la salvación. Pero la Ley no da la vida, no ofrece el cumplimiento de la promesa, porque no está en la condición de poder realizarla. Quien busca la vida necesita mirar a la promesa y a su realización en Cristo».

    «Queridos, esta primera exposición del apóstol a los Gálatas presenta la novedad radical de la vida cristiana: todos los que tienen fe en Jesucristo están llamados a vivir en el Espíritu Santo, que libera de la Ley y al mismo tiempo la lleva a cumplimiento según el mandamiento del amor».

    Al finalizar, ha ocurrido un detalle un tanto particular. Uno de sus colaboradores le ha pasado un teléfono donde le aguardaba una llamada telefónica que ha atendido allí mismo, en el Aula Pablo VI, nada más terminar la bendición que daba por finalizada la audiencia general.

    Palabras cansadas, palabras de vacaciones

    Las palabras comunican nuestros pensamientos, pero también los generan. Si son banales, generan pensamientos igualmente banales, miman la nada. Y precisamente las palabras se han desgastado durante todo el año, por eso necesitan también unas vacaciones.

    11 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

    Ellas también necesitan unas vacaciones, las palabras, un descanso para volver al trabajo con la mente fresca.

    También ellas se han desgastado en meses complicados: han hecho horas extras para tratar de expresar la complejidad que habita alrededor y dentro de nosotros, se han esforzado por captar la nueva normalidad que ha sustituido a la antigua y más cómoda, al menos en la forma nostálgica en que la recordamos. Algunas se han desgastado y se pronuncian de forma tan automática como aburrida: la gama que va de «estoy cansado» a «me siento agotado», pasando por «estoy esperando con ganas las vacaciones», ya no se pueden escuchar salir de nuestra boca.

    «No soporto más la máscara», las palabras de la pantalla se han desgastado, como si fuera la máscara la que está de más, y no aquello de lo que nos defiende. Otras se han vuelto -en agosto- neurasténicas, cargadas como minas a punto de estallar. Cuanto más crece la tensión en el ambiente, más se arriesgan a hacer daño las palabras que lanzamos los unos a los otros, como armas que en un instante producen escombros, pesados de eliminar. Son palabras que, un momento antes de la deflagración, deberían ser desactivadas con palabras de cuidado. «¡No me escuchas cuando hablo!», «ya no te soporto» son palabras con doble sentido, acusaciones que contienen otras oraciones: «dime que me entiendes, confírmamelo, por favor».

    Se han empapado las palabras de la vida pública, las de la política (broncas, ultimátums, puntos de inflexión decisivos, dimitiré si tengo que hacerlo, dictadura sanitaria…), pero también las de la vida privada, en los salones de casa o en charlas privadas, donde cuanto más uno se cansa, más se siembran los malentendidos.

    Así que también deberíamos darles un tiempo libre: un buen silencio para recuperarlas más sanas, unas vacaciones para encontrar (¿inventar?) otras nuevas.

    Siempre necesitamos la novedad y lo inesperado, y nuestras palabras no son menos. Si se hacen evidentes, nos traicionan. Obvias son aquellas a las que recurrimos sin haberlas elegido, que recogemos así, un poco al azar, en la calle, donde otros las han usado y las han dejado caer. De esta manera no nos corresponden plenamente, nos homologan, todos salimos igual. Qué horrible. Porque no sólo no saben transmitir la verdad sobre nosotros, es decir, nuestra singularidad, sino que ni siquiera nos ayudan a formular un pensamiento original.

    Es una experiencia cotidiana: las palabras comunican nuestros pensamientos, pero también los generan. Si son banales, generan pensamientos igualmente banales, miman la nada. Se podría objetar: bueno, si todos utilizamos las mismas palabras, podríamos ser más comprensibles, y así podríamos entendernos mejor. Este es el escollo: es como optar por un vaso de plástico en lugar de una copa de cristal para un buen vino tinto. Un poco como si ‘maestro’ fuera socavado por ‘influencer’, o ‘discípulo’ fuera aplastado por ‘follower’, o ‘asombro’ se convirtiera en ‘fliiiiipo’ repetido como un tonto intercambio.

    Las cosas revolucionarias que nos han sucedido (res novae, decían los latinos) y que nos han dejado un poco aturdidos, necesitan un nuevo discurso, palabras inéditas. En los años 70, un tal Grice identificó cuatro máximas conversacionales para un discurso capaz de establecer buenas relaciones. La primera es la cantidad: no digas ni mucho ni poco; luego viene la calidad, casi sinónimo de sinceridad: encuentra la forma de decir lo que piensas; la tercera es la relación: debe haber relevancia en lo que dices, cíñete a los hechos; por último, la forma: sé claro, no hables con acertijos o con indirectas.

    Así pues, estas vacaciones «ecológicas» para nuestras palabras, entre el silencio (propio) y la escucha (de los demás), al ritmo de cuatro sencillas máximas, podrían ser buenas para nuestras palabras, y por tanto para nosotros.

    Podríamos reencontrarnos más jóvenes.

    El autorMaria Laura Conte

    Licenciada en Letras Clásicas y doctora en Sociología de la Comunicación. Directora de Comunicación de la Fundación AVSI, con sede en Milán, dedicada a la cooperación al desarrollo y la ayuda humanitaria en todo el mundo. Ha recibido varios premios por su actividad periodística.

    Reverendo SOS

    Dr. Chiclana: donde se solapan lo psicológico y lo espiritual

    El psiquiatra Carlos Chiclana es uno de los autores que contribuyen en la sección “Reverendo SOS” de Omnes. Aunque algunos contenidos aparecen también en www.omnesmag.com, la serie completa está disponible para los suscriptores en la revista impresa y digital Omnes. 

    Juan Portela·11 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

    “Reverendo SOS” aborda cuestiones relacionadas con la vida práctica, sobre todo de los sacerdotes, pero también de muchas otras personas. La conocida máxima “Mens sana in corpore sano”, del latino Juvenal, da idea del planteamiento. El Dr. Chiclana trata en sus artículos de aspectos relacionados con la salud mental.

    ¿Por qué aceptó participar en la sección Reverendo SOS?

    Los sacerdotes pueden ser una fuente de salud mental para muchas personas. Están en contacto con la calle, pegados al terreno, y si ellos están bien personalmente y bien formados, harán mucho bien. En mi experiencia clínica muchos pacientes me han contado el bien que les ha hecho un buen acompañante espiritual, por eso cuánto mejor integren estrategias psicológicas naturales en su tarea de acompañamiento, más ayudarán a otras personas y cuidarán mejor de sí mismos. 

    ¿Qué pretende comunicar en sus artículos?

    Intento facilitar algunas sugerencias para comprender mejor aspectos donde se solapan lo psicológico y lo espiritual, de manera que los sacerdotes puedan integrar mejor lo psicológico en el acompañamiento espiritual y tengan un mayor conocimiento de otras áreas en las que no tienen por qué tener una formación específica, como por ejemplo la violencia contra la mujer.

    ¿Qué “programa” o plan sigue?

    Los artículos surgen de preguntas que me hacen amigos sacerdotes, o de intervenciones en psicoterapia que exigen integrar psicología y espiritualidad. Por ejemplo, el que deliberaba sobre si la vocación podía ser causa de depresión, surge a raíz de atender a personas deprimidas que se planteaban si el origen de sus síntomas podía estar en su vocación personal. O el que se preguntaba si un cristiano puede practicar mindfulness es consecuencia de preguntas de amigos.

    ¿Qué contenidos tiene previstos en un próximo futuro?

    Se aceptan sugerencias y peticiones. Me han pedido uno sobre cómo salir reforzado psicológicamente cuando atraviesas un desierto espiritual, y estoy valorando si hacer una serie sobre temas de sexualidad o sobre síntomas psiquiátricos relacionados con expresiones espirituales.

    ¿Qué relación hay entre psiquiatría y vida espiritual?

    Como cualquier enfermedad, las patologías psiquiátricas afectan a las distintas dimensiones de la persona, también a la vida espiritual. Pero no es obligatorio que el espíritu enferme cuando enferma el sistema nervioso; aunque desde fuera nos parezca que están totalmente identificados, no es así. Se afectan mutuamente, pero no es determinante. De nuevo la libertad de la persona, el itinerario previo que haya hecho, cómo se deje ayudar y guiar en esos momentos tan difíciles, configurarán cómo afecta a la vida espiritual la patología, y viceversa. Pasa lo mismo con otras enfermedades.

    ¿Qué relación hay entre psiquiatría y acompañamiento espiritual?

    Defiendo que son dos ámbitos diversos que pueden integrarse. El primero busca la salud física mental, y el segundo la identificación con Jesucristo. Hay santos que han estado ingresados en manicomios, como san Luis Martin, padre de Santa Teresa de Liseux. Me gustaría escribir una serie de artículos que se titulara “Locos de altar” [políticamente incorrecto, pero útil para llamar la atención sobre el estigma], para que se aprecie que la enfermedad mental es también vocación a la santidad, como un cáncer o una enfermedad neurodegenerativa. 

    Es tarea del acompañante espiritual ayudar a quien tiene una enfermedad mental a que pueda hacer de esa situación un encuentro con Cristo y un medio de apostolado. Es tarea del psiquiatra ayudarle a que esté lo mejor posible físicamente.

    ¿Cuál es el principal “beneficio” para los lectores?

    Disponer de contenido breve para explicar cuestiones enrevesadas.

    Deje ahora una sola idea para los lectores.

    Da las gracias y serás más feliz.

    Para más información sobre el doctor Carlos Chiclana, puede consultarse: www.doctorcarloschiclana.com y para seguir la serie «Reverendo SOS» puede dirigirse aquí.

    Cultura

    Lo invisible se hizo visible

    Entre el 26 y 31 de julio ha tenido lugar El Observatorio de lo Invisible, una escuela de verano para estudiantes de todas las disciplinas artísticas, desarrollada mediante una experiencia inmersiva de arte y espiritualidad.

    Antonio Barnés, Sonia Losada, Isabel Cendoya y Laura Herrera·10 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

    El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros (Jn 1,14). En el monasterio de Guadalupe, la acción de Dios se ha hecho pincelada suelta, imagen atrapada, verso libre, huella en el barro, expresión viva, melodía liberadora… El Observatorio de lo Invisible ha conseguido en su primera edición hacer visible lo invisible gracias a la participación de casi un centenar de universitarios y artistas, jóvenes y no tan jóvenes. Un centenar de personas en búsqueda, que se congregaron en este enclave, para observar donde, a priori, nada se ve y expresar lo que se revelaba ante sus ojos.

    La iniciativa impulsada por la Fundación Vía del Arte (compuesta por un Patronato con reconocida trayectoria en diferentes disciplinas artísticas) ha organizado en este lugar de peregrinación, entre el 26 y el 31 de julio, un curso de verano con diversos talleres de fotografía, escritura, pintura, música, escultura y cerámica donde sumergirse en un proyecto artístico en el que arte y espiritualidad se daban la mano. Han sido cinco horas diarias en las que los participantes han creado, guiados por el profesorado, un proyecto artístico, ya fuera encontrar a Dios entre los versos, atraparlo en una imagen, en la escultura de un joven con los brazos extendidos, el ensayo de un réquiem, la pintura sobre lienzos, la confección de piezas de barro o el aprendizaje de la conexión entre el cuerpo y las palabras.

    Durante una interpretación musical en el claustro.

    Los talleres han sido dirigidos por la actriz Yolanda Ulloa, el escultor Javier Viver, el músico Ignacio Yepes, el pintor Santiago Idáñez, el ceramista Juan Mazuchelli, la fotógrafa Lupe de la Vallina y el filólogo Antonio Barnés. Las clases magistrales se impartieron en el marco incomparable del Monasterio-fortaleza de Guadalupe con su venerada imagen de la Virgen, sus cuadros de Zurbarán o El Greco, su colección de códices miniados y cantorales iluminados, libros litúrgicos y ornamentos sagrados que hacían más inspiradoras las tareas que se acometían.

    En tiempos de pandemia y virtualidad era fantástico comprobar que cien vidas con distintos intereses, inquietudes y experiencias se mezclaban con el arte usando sus palabras, sus manos, sus brazos y sus pies sin mediación de pantallas ni móviles para crear y dar frutos: el resultado de su búsqueda de lo invisible.  La iniciativa ha contado con el apoyo de varias universidades como San Pablo CEU, Internacional de la Rioja, Francisco de Vitoria, Navarra, Comillas y Nebrija (además de la Fundación Ángel Herrera Oria, la Asociación Nártex, la Asociación Arte y Fe y la Asociación Raíces de Europa), que han becado a un nutrido grupo de su alumnado y ha ofrecido a los asistentes encuentros con personalidades de la Iglesia como el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro, a cuya diócesis pertenece el Monasterio; o el afamado pintor y escultor Antonio López. 

    Los frailes franciscanos han sido unos anfitriones excepcionales para el Observatorio. Han abierto su casa a los alumnos y a la organización. Su padre guardián les ha guiado en distintas visitas por todo el recinto para enseñarles las riquezas artísticas que atesoran. Pusieron incluso el órgano y el coro a disposición del Observatorio, un privilegio bien aprovechado por Celia Sáiz, una alumna que ofreció al grupo, sentado en el coro de la basílica, un concierto inolvidable. 

    Un momento del taller de escultura.

    Los participantes se han alojado en la Hospedería del Monasterio, construida alrededor de un hermoso y bien preservado claustro gótico  inspirador y acogedor a un tiempo, donde la piedra era símbolo de esa fusión entre arte y espiritualidad. Un claustro que ha sido a la vez lugar de encuentro, de cafés y de animadas conversaciones y también escenario para mostrar el trabajo de los talleres. También han podido asistir a misa en la basílica cada mañana, atravesando para ello el claustro mudéjar, un recinto bellísimo donde el aroma de las rosas y las lilas era todo un regalo para los sentidos. Además, han contado con un rincón de oración y recogimiento para rezar cada tarde junto a una hermosa talla de la Virgen, de Javier Viver, a través de cánticos polifónicos.

    Según se iban sucediendo los días, maestros y discípulos fueron poniéndose en relación de manera natural en los diversos espacios, tanto formales como informales: foros para compartir proyectos y en los que se buscaban también nuevas colaboraciones para los mismos, a través de ir conociendo a las personas con quien se compartía la mesa o en el propio claustro de la Hospedería: allí podía palparse el ambiente distendido y afable donde se generaban nuevas sinergias, donde se ponían en común visiones sobre la creación artística, donde compartir dones. Y en este caldo de cultivo, surgieron las colaboraciones, también interdisciplinares, que se mostraban cada noche en las veladas literarias, musicales, fotográficas… En esos espacios todo se ponía en común y se entretejía el legado de este primer Observatorio de lo Invisible.

    Como muestra de lo que allí ha ocurrido, trascribimos un poema que nació en el taller de escritura, que contiene la esencia de lo allí vivido, porque lo que no se ve… será lo que perdure.  

    Para observar lo invisible

    cinco sentidos no bastan

    necesitamos que vibre

    el cuerpo pegado al alma.

    Necesitamos la lente

    que cambia nuestra mirada.

    …y esa luz nos atraviesa,

    nos sacude,

    nos empapa,

    con un silencio muy tibio

    que nos redime

    y nos salva.

    Que pone patas arriba

    los cánones, las medidas

    las brújulas y los mapas.

    …y esa luz queda prendida

    en nuevas y viejas palabras

    en ese Aleluya vivo,

    en acordes de piano

    destilados de la nada,

    en manos manchadas

    de barro,

    en esa vida atrapada

    en el instante preciso,

    en la piedra que nos habla,

    en este tu enorme lienzo

    que por un costado sangra.

    Y esa luz se nos desborda

    en brillos de otras miradas

    que tiemblan, vibran o vuelan

    y lo invisible se encarna.

    Fue bonito que, aunque el poema lo escribió Sonia Losada, fue recitado por todos los del taller, lo que mostraba muy bien el espíritu de equipo que empapó todas esas jornadas.

    Yolanda Ulloa dirigió el taller de teatro. Para ella, Observatorio de lo Invisible, “tal y como su nombre indica, es una iniciativa extraordinaria donde se genera un espacio para que cada uno de nosotros podamos darnos esa calidad de tiempo necesaria para hacer una inmersión en «lo profundo» y, a través de diferentes artes, logremos hacer visible lo invisible”.

    El testimonio de Luisa Ripoll, estudiante de ingeniería y apasionada de la literatura, puede servir para terminar esta crónica: «Estoy muy agradecida con la experiencia que he vivido en el Observatorio. De todos los cursos y campamentos a los que he asistido, allí se respiraba un aire especial: la calidad humana de todos los participantes era increíble, y siempre había quien estuviera dispuesto a conversar tranquilamente sobre cualquier tema. Había inquietud por la búsqueda de uno mismo, de Otro y de los otros. Partíamos de un marco común: para todos nosotros el Arte es algo importante. De ese modo, a través de esa experiencia artística personal que se hacía compartida, éramos capaces de tender lazos más estrechos. En todo el monasterio se respiraba fraternidad».

    El autorAntonio Barnés, Sonia Losada, Isabel Cendoya y Laura Herrera

    Familia

    Educar: vocación de la familia

    La familia constituye la primera instancia naturalmente educativa y humanizadora. Así lo lo han recordado los últimos Pontífices así como pensadores y literatos durante siglos.

    José Miguel Granados·10 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

    Despertar las conciencias

    La denuncia de las graves lacras del sistema educativo de su época realizada en las novelas de Charles Dickens, convertido en profeta de la civilización moderna, fue decisiva para despertar las conciencias de toda condición y poner en marcha un movimiento de transformación social. 

    En La vida y aventuras de Nicholas Nickleby, Mr. Wackford Squeers regenta y dirige negligentemente un internado donde muchos señores de la burguesía destierran disimuladamente a sus hijos ilegítimos. Este dueño sin escrúpulos de la escuela miserable no solo busca lucrarse al máximo, sino que da rienda suelta a sus peores instintos al maltratar y explotar vilmente a los pobres pupilos que padecen hambre, violencia física y diversas penurias. Será el joven ayudante del maestro -Nicholas, héroe del relato- quien rompa la cadena de degradación e iniquidad, al ponerse de parte de un muchacho deficiente y emprender la arriesgada huida con él. 

    En otro relato, Tiempos difíciles (Hard Times), el literato inglés ridiculiza la pretensión de cierto utilitarismo de ceñirse en la instrucción de los niños y jóvenes a los datos y a los hechos con pretensión científica, despreciando otras dimensiones imprescindibles como el justo sentido moral, la afectividad equilibrada o la potencia creativa de la imaginación. El resultado desolador de un método nefasto será la ruina de las vidas de los hijos del profesor Mr. Thomas Grangrind, Louisa y Tom. En cambio, Sissy Jupe, la niña del circo, despreciada por su torpeza con los números y las estadísticas, rescatará del naufragio en la vida a los hijos del profesor, movida por su amor generoso.

    Emergencia formativa

    En diversas ocasiones Benedicto XVI reflexionó sobre la “emergencia educativa” ante el fracaso generalizado del sistema en la actualidad. (Véanse, por ejemplo, los Discursos: 21-9-2006; 11-6-2007; 1-12-2008; 27-5-2010). Explicó que las principales causas de esta situación se hayan en el falso concepto de autonomía del hombre, así como en el escepticismo y el relativismo que padece nuestra cultura. 

    La vocación o “pasión educativa”, por su parte, requiere el acompañamiento de las personas en un clima de confianza, para facilitar el despliegue de sus capacidades con libertad responsable, esforzada y comprometida, para alcanzar la plenitud humana conforme a la verdad del bien y del amor.

    Familia educadora

    De hecho, la familia se constituye como la primera instancia naturalmente educativa y humanizadora. Así lo recordaba Francisco:  “La familia es la primera escuela de los valores humanos, en la que se aprende el buen uso de la libertad” (exhortación Amoris laetitia, n. 274). “La familia es el ámbito de la socialización primaria, porque es el primer lugar donde se aprende a colocarse frente al otro, a escuchar, a compartir, a soportar a respetar, a ayudar, a convivir” (ibídem, n. 276). 

    La familia cristiana es, además, “iglesia doméstica”, ámbito idóneo de transmisión de la fe. Los padres católicos son los primeros y principales evangelizadores de sus hijos, maestros y testigos con su vida coherente de la salvación del mundo realizada por Jesucristo.

    Derecho-deber educativo

    Esta realidad de ser comunidad naturalmente transmisora de la vida fundamenta la cobertura jurídica que merece la institución familiar -y especialmente los padres- para poder ejercer adecuadamente su misión educativa insustituible. Según la enseñanza de la doctrina social de la Iglesia, “el derecho-deber educativo de los padres es originario, primario e inalienable. Es la prolongación de la paternidad y de la maternidad. Los padres han de poder ejercitarlo según sus convicciones religiosas y morales. Y han de contar para ello con la protección legal, el sistema de organización institucional y el respeto de las autoridades políticas” (Granados Temes, J. M., El evangelio del matrimonio y de la familia, EUNSA, Navarra 2021, 178 s.). Los obstáculos y atropellos a esta garantía jurídica fundamental tienen como consecuencia la decadencia lamentable de los pueblos. Se trata una penosa manifestación de la deriva totalitaria hacia la que se deslizan diversos regímenes supuestamente democráticos que impiden la iniciativa formativa familiar. Por ello, reivindicar, defender y promover la tarea educativa de los padres constituye un empeño necesario para recuperar y expandir ámbitos de libertad y de auténtico desarrollo de las personas y de la sociedad. 

    Vaticano

    «Sólo Jesús nos nutre el alma. Sin Él, más que vivir, sobrevivimos»

    El Papa Francisco ha comentado el Evangelio de la Misa tras el rezo del Angelus este domingo, donde ha recordado que Jesús es el verdadero Pan de Vida.

    David Fernández Alonso·9 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

    El Papa Francisco, tras la oración del Angelus asomado en la ventana del Palacio Apostólico, hacia la Plaza de San Pedro, comentó el Evangelio del día, asegurando que «en el Evangelio de la Liturgia de hoy, Jesús sigue predicando a la gente que ha visto el prodigio de la multiplicación de los panes. E invita a esas personas a dar un salto de calidad: después de haber recordado el maná, con el que Dios había saciado el hambre a los padres a lo largo del camino a través del desierto, ahora aplica el símbolo del pan a sí mismo. Dice claramente: «Yo soy el pan de la vida» (Jn 6,48)».

    «¿Qué significa pan de la vida?», se pregunta el Papa de modo retórico. «Para vivir se necesita el pan. Quien tiene hambre no pide comidas refinadas y caras, pide pan. Quien no tiene trabajo no pide sueldos altos, sino el “pan” de un empleo. Jesús se revela como el pan, es decir lo esencial, lo necesario para la vida de cada día, sin Él no funciona. No un pan entre muchos otros, sino el pan de la vida. En otras palabras, nosotros, sin Él, más que vivir, sobrevivimos: porque solo Él nos nutre el alma, solo Él nos perdona de ese mal que solos no conseguimos superar, solo Él nos hace sentir amados aunque todos nos decepcionen, solo Él nos da la fuerza de amar, solo Él nos da la fuerza de perdonar en las dificultades, solo Él da al corazón esa paz que busca, solo Él da la vida para siempre cuando la vida aquí en la tierra se acaba. Y el pan esencial de la vida».

    «‘Yo soy el pan de la vida’, dice. Permanecemos sobre esta bonita imagen de Jesús. Habría podido hacer un razonamiento, una demostración, pero – lo sabemos – Jesús habla en parábolas, y en esta expresión: “Yo soy el pan de la vida”, resume verdaderamente todo su ser y toda su misión. Esto se verá plenamente al final, en la Última Cena. Jesús sabe que el Padre le pide no solo dar de comer a la gente, sino darse a sí mismo, partirse a sí mismo, la propia vida, la propia carne, el propio corazón para que nosotros podamos tener la vida. Estas palabras del Señor despiertan en nosotros el estupor por el don de la Eucaristía. Nadie en este mundo, por mucho que ame a otra persona, puede hacerse alimento para ella. Dios lo ha hecho, y lo hace, por nosotros. Renovemos este estupor. Hagámoslo adorando el Pan de vida, porque la adoración llena la vida de estupor».

    «En el Evangelio, sin embargo», continúa Francisco, «en vez de asombrarse, la gente se escandaliza, se rasga las vestiduras. Piensan: “¿No es éste Jesús, hijo de José, cuyo padre y madre conocemos? ¿Cómo puede decir ahora: He bajado del cielo?” (cfr vv. 41-42). También nosotros quizá nos escandalizamos: nos sería más cómodo un Dios que está en el Cielo sin entrometerse en nuestra vida, mientras nosotros podemos gestionar los asuntos de aquí abajo. Sin embargo Dios se ha hecho hombre para entrar en lo concreto del mundo, para entrar en nuestra concreción, Dios se ha hecho hombre por mí, por ti, por todos nosotros, para entrar en nuestra vida. Y le interesa todo de nuestra vida. Podemos hablarle de los afectos, el trabajo, la jornada, los dolores, las angustias, muchas cosas. Le podemos decir todo porque Jesús desea esta intimidad con nosotros. ¿Qué no desea? Ser relegado a segundo plano – Él que es el pan-  ser descuidado y dejado de lado, o llamado solo cuando tenemos necesidad».

    «Yo soy el pan de la vida. Al menos una vez al día nos encontramos comiendo juntos; quizá por la noche, en familia, después de una jornada de trabajo o de estudio. Sería bonito, antes de partir el pan, invitar a Jesús, pan de vida, pidiéndole con sencillez que bendiga lo que hemos hecho y lo que no hemos conseguido hacer. Invitémosle a casa, recemos de forma “doméstica”. Jesús estará en la mesa con nosotros y seremos alimentados por un amor más grande».

    El Papa concluyó acudiendo a la Virgen: «La Virgen María, en la cual el Verbo se ha hecho carne, nos ayude a crecer día tras día en la amistad de Jesús, pan de vida».

    Zoom

    Primer aniversario de la explosión de Beirut

    El Cardenal Bechara Rai, Patriarca Maronita, celebra la Misa en el primer aniversario de la explosión en el puerto de Beirut, el 4 de agosto. La explosión dejó sin vida a mas de 200 personas. heridas a más de 6.000 y desplazadas a más de 300.000.

    David Fernández Alonso·9 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
    Actualidad

    La peregrinación al Apóstol

    La peregrinación a Santiago de Compostela, iniciada con el descubrimiento del sepulcro del Apóstol en el siglo IX, ha dado lugar a un sinfín de experiencias de peregrinos, que durante el Año Santo, Jesucristo desea llegar de manera especial al fondo del alma del que camina.

    Javier Peño Iglesias·9 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 7 minutos

    Cuando en 1122, el Papa Calixto II concedió la gracia del año jubilar a la catedral de Santiago de Compostela, probablemente nadie podía imaginar la magnitud que la peregrinación a la tumba del Apóstol iba a alcanzar tantos siglos después.

    En efecto, en la mente medieval era inconcebible pensar en cientos de miles de europeos que llegaran a la pequeña ciudad gallega cada año. ¡Y mucho menos que la mayoría no fueran católicos siquiera de Misa dominical! Pero, así son las cosas, en este año jacobeo 2021-22 la realidad es la que es. Sin embargo, el Camino de Santiago sigue siendo un reclamo evidente del que Dios se sirve para seguir llamando a hombres y mujeres de todo tiempo a encontrarse con Él, del mismo modo que Jesús se hizo el encontradizo con los discípulos de Emaús.

    Porque, a pesar de la creciente secularización, hoy representada, probablemente, en el concepto de ‘turigrino’, las diferentes rutas que llevan a Compostela siguen hablando de Dios. Desde el extraordinario arte cristiano, herencia de una cristiandad casi extinguida, a la naturaleza, una de las vías para probar la existencia de Dios para Santo Tomás de Aquino, pasando por la acogida cristiana en los albergues. Por no hablar de los innumerables cruceros que, especialmente en tierras gallegas, los peregrinos pueden ver mientras caminan. Incluso, una localidad fundada por un santo, constructor de puentes y hospitalero como pocos, Santo Domingo de la Calzada. Por tanto, a pesar de la pérdida de fe en el ámbito social, el Camino de Santiago sigue teniendo una identidad cristiana -católica, para más señas- clara.

    El silencio del Camino

    En el Camino de Santiago, el hombre, creado a imagen de Dios, también se encuentra con el silencio, la lejanía del bullicio de la vida moderna y, aunque muchas veces no descansa hasta tener una buena conexión WiFi, es inevitable que se tenga que acostumbrar a perder la conectividad con el mundo a la que está acostumbrado. Pronto se dará cuenta de lo liberador que es, especialmente cuando se peregrina durante varias semanas. La tarea será ser capaz de vivir igual de libre al regresar a casa. En cualquier caso, el encuentro con uno mismo abre la puerta a descubrir que, en lo más profundo del corazón humano hay una llamada a la comunión con Dios. Y, en Dios, con los demás.

    Esta comunión es una de las grandes metáforas existenciales que nos regala el Camino de Santiago. Todos rumbo a un mismo lugar desde lugares tan diversos como Irún, Roncesvalles, Madrid, Fátima, Sevilla… desde donde uno comience a peregrinar, puesto que, pese a las rutas oficiales, no se puede decir que el Camino es este u otro, sino que ruta jacobea es toda vía que nos lleve a Santiago. Asimismo, unos serán más atléticos, otros menos; los unos, estarán más firmes en su determinación y los otros, menos; algunos irán a albergues ahorrando el dinero, tantas veces justo, habrá quien duerma en lugares más acondicionados sin reparar tanto en los gastos. Y así podríamos seguir. Pero, todos, peregrinos. Del mismo modo, la vida cristiana es un peregrinar a Cristo, cada cual desde su carisma propio. Todos juntos, todos con un mismo objetivo, pero cada cual con sus talentos puestos en juego.

    Hacia un mismo objetivo

    De hecho, así es cómo se originaron las diferentes rutas que hoy conocemos. Todo comenzó con el descubrimiento del sepulcro del Apóstol, en el primer tercio del siglo IX. Dicen las leyendas recogidas en la Concordia de Antealtares y en el Cronicón Iriense que fue un anacoreta, de nombre Pelayo y con fama de hombre de oración, el que descubrió la tumba al vislumbrar unas luminarias brillantes. Al comprobar e intuir que esos restos hallados en el bosque Libredón eran de alguien importante, pronto trasladó la noticia al obispo de Iria Flavia, Teodomiro, que confirmó la identidad del hombre cuyos restos reposaban allí: Santiago el Mayor, apóstol de Jesucristo y primer mártir de entre los Doce apóstoles. A renglón seguido, dio parte al rey de Asturias, Alfonso II el casto, que decidió viajar personalmente al lugar para postrarse ante aquel que inclinó sus rodillas ante el mismo Dios hecho hombre. Así, la buena nueva fue obteniendo alcance internacional hasta el punto de llegar a la Francia carolingia y a Roma, además de al resto de la Península Ibérica.

    Con espíritu de fe, al escuchar tan magna noticia, hombres y mujeres creyentes de diversos lugares pusieron rumbo a la incipiente Compostela, pronto poblada por una primitiva iglesia que el rey casto mandó construir para proteger y venerar la tumba apostólica. Así nacen los caminos de Santiago, con aquellos peregrinos que, desde sus lugares de procedencia, viajaban al extremo oriental de la península para visitar al Apóstol Santiago. Naturalmente, aprovechaban los caminos ya existentes, especialmente las vías romanas, si bien, en un tiempo en el que la Hispania romana se hallaba conquistada por los musulmanes, no fue siempre fácil. 

    Es notable cómo, conforme la cristianización de la península fue avanzando hacia el sur, las rutas principales a Compostela fueron tomando forma. Por ejemplo, el primitivo camino francés no sigue la ruta actual, sino que transitaba por la calzada romana XXXIV (vía Aquitana), que unía Burdeos con Astorga, pasando por Pamplona, Álava, Briviesca o Carrión de los Condes, y no por Logroño y Burgos, como actualmente. Pero la necesidad de consolidar los reinos cristianos, especialmente el de Nájera, llevó a Sancho III el Grande a modificar la ruta hacia el sur, a lo cual también ayudó la incipiente expansión de los monasterios dependientes de la gran abadía benedictina de Cluny, en Francia. En otro lugar de la Península, en el oeste, tenemos la vía de la Plata, que en tiempos romanos unía Mérida y Astorga y que también era utilizada por quien peregrinaba a Santiago. Desde los primeros días, el Camino de Santiago unía pasado, presente y futuro: recogía una infraestructura, la ponía en valor -cristianizándola en muchos casos- y legaba una tradición a los que más tarde habríamos de llegar.

    La acogida del peregrino

    Un ejemplo paradigmático de esto es el de Santo Domingo de la Calzada, hombre que, tras no ser admitido a la vida monástica, se retiró a un bosque alejado a pasar el resto de sus días orando casi como un eremita. Sin embargo, su particular fuga mundo fue interrumpida por los peregrinos que, debido a la desviación del Camino que el rey había ordenado, pasaban por allí sin saber muy bien por dónde iban. Domingo García comprendió los designios de la providencia y les acogía como si del mismo Cristo se tratara. Incluso, arregló los caminos y construyó, entre otros, el famoso puente que se sitúa hoy a la salida del camino francés de la localidad calceatense. Su discípulo más insigne, San Juan de Ortega, no le fue a la zaga e hizo lo propio unos cuantos kilómetros más al oeste, tal y como nos lo recuerda el monasterio donde hoy reposan sus reliquias y adonde cada año acuden cientos de mujeres que desean tener una larga descendencia, pues la iglesia tiene un capitel de la Anunciación famoso por ser iluminado por la luz solar únicamente en los días de los equinoccios de otoño y, especialmente, de primavera, muy cerca de la solemnidad de la Anunciación.

    Estos encuentros insospechados y que son capaces de orientar toda una vida de un modo decisivo hacia Dios constituyen, quizás, el núcleo de lo que significa el Camino de Santiago para ese peregrino del siglo XXI del que hablábamos al principio. Somos muchísimos los que hemos encontrado a Dios rumbo a Compostela, aún cuando no éramos, en sentido estricto, peregrinos, sino simples caminantes, aún cuando no caminábamos a una persona, sino a un lugar. Pero, como dice el Señor en el Apocalipsis, Él siempre está a la puerta llamándonos (Ap. 3, 20). Se trata de dejarnos sorprender, porque él siempre lo está deseando.

    Más allá de que ascendiendo a O’ Cebreiro en 2010 vi clara mi vocación sacerdotal por primera vez, un ejemplo de esto que escribo me sucedió en agosto de 2019, cuando completé el Camino desde la catedral de la Almudena de Madrid, donde me ordené diácono y presbítero en abril de 2018. La ruta seguida no fue la oficial, sino que, para pasar por el pueblo del amigo con el que peregriné, que es Palaciosrubios, en Salamanca, nos desviamos por caminos agrícolas hasta Arévalo, de ahí caminamos hasta a Palaciosrubios por otros tantos senderos -a veces, literalmente, pasando por pueblos inhóspitos- y, desde la localidad salmantina, pusimos rumbo noroeste hasta conectar con la Vía de la Plata en Zamora para, finalmente, tomar la variante sanabresa. 

    Experiencias del Camino

    ¿A cuento de qué narro este itinerario? Muy sencillo: al caminar por lugares que no están protegidos y no son muy frecuentados, una mañana nos vimos rodeados de cinco mastines que nos cerraban el paso. Fueron unos minutos de mucha tensión, pero conseguimos salir del problema. 

    El miedo me acompañó, al tiempo que rezaba con él. Seguro que el Señor permitía todo esto por algo. Puedo decir que estas experiencias me cambiaron el sentido del Camino de aquel año y llegué a Santiago pensando que el único miedo que debía tener en la vida era a pecar, a separarme del Señor. Pues bien, cuando cruzamos los arcos y a la escalinata que dan entrada a la plaza del Obradoiro desde la de la Inmaculada nos pusimos frente a la majestuosa fachada, nos arrodillamos y rezamos juntos un Padrenuestro. Cuando acabamos, continué un poco más, puse ese silencio interior que sólo comprende quien ha concluido algo grande, y el Señor puso en mi corazón una gracia extraordinaria, que por sentido del pudor el lector comprenderá que no voy a compartir. El caso es que el don de lágrimas acompañó esa experiencia. No sé cuánto tiempo estuve ahí, de rodillas, pero sí sé que esas lágrimas no las vio nadie. Y me encargué de ello. Miraba hacia el suelo con la cara tapada por mis manos y los bastones y sólo me levanté cuando me repuse. Fui hacia mi amigo y, en estas, apareció un peregrino que no era español y al que no había visto antes, se acercó y me dijo: “tú has hecho el camino de verdad. Eres un verdadero peregrino”. Inmediatamente asocié ese mensaje con la gracia obtenida y comprendí que el Señor la confirmaba. 

    El caso es que, como decía antes, el Señor siempre llama y se hace el encontradizo. Nuestra tarea es dejarnos hacer y, para ello, sin duda, en este siglo XXI, se está sirviendo del Camino de Santiago como instrumento privilegiado. Por eso merece la pena ponerse rumbo a Compostela. Aunque no se tengan las intenciones más santas, simplemente basta una pequeña apertura para que la gracia entre. La peregrinación es un ponerse a tiro claro, y en los años jubilares como este 2021 (y 2022) Jesucristo está deseando llegar al fondo de nuestra alma en el Camino. Es lo que hizo con Santiago, el hijo de Zebedeo, que pudo regalar a Jesús lo más íntimo y personal que tenía: su propia vida.

    He ahí el sentido pleno del Camino como metáfora de la vida cristiana: completar la carrera que nos ha de llevar al Cielo. Para ello, una vez más, llegaremos a la ciudad del Apóstol para ponernos bajo su protección, pedirle su ayuda y descansar el corazón en aquel que pudo hacer lo propio con el Hijo de Dios. Nos confesaremos, asistiremos a la Santa Misa, comulgaremos y, recibida la indulgencia plenaria por nuestros pecados tras rezar por el Santo Padre y sus intenciones, iniciaremos el retorno a casa. Y al salir emocionados de la catedral contemplaremos ese precioso crismón de la puerta de Platerías con las letras alfa y omega puestas en orden inverso y que nos recuerdan que el final de la ruta jacobea no es más que el comienzo de una vida de conversión, una existencia orientada de modo decisivo hacia Dios.

    El autorJavier Peño Iglesias

    Sacerdote, periodista y peregrino a Santiago.

    Recursos

    Sendas para acceder al misterio de Dios: Vías místicas

    El modo de conocimiento de Dios en los santos resulta complementario al de la razón filosófica y teológica. En  los santos Dios es conocido y vivido como un sujeto trascendente y a la vez cercano.

    José Miguel Granados·9 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

    Hay diversas formas válidas de apertura a la realidad desde la experiencia, correspondientes al ser mismo que fundamenta variados fenómenos, y conforme a la capacidad receptora humana. Así, el conocimiento se puede adquirir según cinco modos de experiencia: sensible, afectivo-sentimental, estética, ética y religiosa. Todas ellas aportan una gran riqueza de datos a la elaboración racional y contribuyen a la maduración personal y al florecimiento cultural, científico y técnico de la comunidad humana. Rechazar alguna de estas formas de conocer a causa de reduccionismos o de prejuicios ideológicos resulta contrario al sentido común y conduce inevitablemente a un empobrecimiento y a una degradación personal y social.

    La experiencia religiosa constituye un acerbo sapiencial en todas las épocas y sociedades. No es algo exclusivo de los llamados místicos, aunque en ellos se da de un modo especialmente intenso o lúcido. En realidad, todo buscador del Dios trascendente, todo creyente, tiene experiencia de la presencia divina en su vida, llenándola de sentido: en su oración, en su conciencia, en sus decisiones, en la orientación de su existencia, en sus relaciones humanas, en sus tribulaciones, gozos y esperanzas.

    Es cierto que hay personas en las que dicha apertura natural al misterio divino se torna decisiva. Así ocurre en la vida de los santos reconocidos por la Iglesia, y en tantos otros que gozan ya de la presencia de Dios, que vivieron en el tiempo íntimamente religados al misterio del Dios personal. El relato de su encuentro íntimo con el Señor durante su existencia terrena contiene una fuente privilegiada para el conocimiento de Dios, que redunda en beneficio de todos.

    Puede decirse que su profunda relación personal con el Señor constituye un auténtico lugar teológico: es decir, su vida remite al Dios en quien creen; irradian a Dios, son paradigma de la presencia del misterio sagrado y trascendente en la inmanencia de la historia.

    Además, junto a ciertos rasgos comunes, dicha biografía interior -que se despliega en múltiples acciones evangelizadoras- resulta distinta y única en cada una de esas historias. Por todo ello, la Iglesia manifiesta su interés en dar a conocer la vivencia de Dios de esas almas grandes, para beneficio de toda la comunidad creyente y de la entera sociedad.

    Así, por ejemplo, la filósofa hebrea Edith Stein -conocida hoy como Santa Teresa Benedicta de la Cruz- narra su conversión como fruto de la gracia mediante el encuentro con Dios a través de la biografía interior de Santa Teresa de Jesús. En efecto, al concluir la lectura del Libro de mi vida de la mística abulense, exclamó, absorta y convencida: “¡Esto es la verdad!”. Era la sincera constatación, por parte de una mujer intelectual, de la realidad del Dios que irrumpe dentro de una mujer -que vivió varios siglos antes- para transformar y colmar su existencia con un potencial de irradiación arrollador.

    El modo de conocimiento de Dios en los santos resulta complementario al de la razón filosófica y teológica. En estos últimos se trata de una ciencia con frecuencia excesivamente elaborada y académica. En cambio, en los santos Dios es conocido y vivido como un sujeto trascendente y a la vez cercano, alguien que se halla dentro, dinamizando la propia existencia.

    Este conocimiento de comunión personal con Dios consiste, por tanto, en una experiencia interior, vital, rica, transformante, que configura personalidades humanamente maduras, cabales, bellas; hombres y mujeres lúcidos y audaces, con defectos y limitaciones, pero capaces de emprender gestas apostólicas y caritativas, llegando a las cimas de la humanidad. Sus vidas luminosas, con frecuencia ocultas, son las que realmente deciden el curso de la historia y el progreso de la civilización del amor.

    El elenco de vidas ejemplares de esta modalidad de conocimiento experiencial de Dios resulta inagotable. Desde intelectuales conversos, pasando por pastores que han renovado la vida de la Iglesia, hasta hombres y mujeres de increíble acción caritativa a favor de los más pobres, o en la promoción humana y la educación de los jóvenes desfavorecidos; o, en fin, tantos seglares que han construido la civilización de la familia y han inculturado el evangelio en las diversas sociedades desde su ámbito profesional y social. Todos ellos han provocado una movilización de discípulos dispuestos a adherirse a la misión de Cristo con radicalidad evangélica.

    En definitiva, el testimonio cercano de los santos muestra, con la fuerza irrefutable de la vida lograda, la veracidad del Dios que lleva a plenitud insospechada la existencia de quienes se orientan por entero a él. La grandeza de estas figuras -dentro de una riquísima variedad- argumenta por sí misma a favor del Dios capaz de desarrollar al máximo en cada persona y en cada pueblo el mejor potencial de humanidad.

    Mundo

    “Santo Domingo de Guzmán tiene mucho que decir en el diálogo actual”

    La Iglesia celebra hoy la fiesta de Santo Domingo de Guzmán. El insigne fundador de la Orden de los Predicadores sigue, 800 años después de su muerte, de plena actualidad y cuya familia religiosa ha sido clave en la evangelización en los cuatro puntos cardinales.

    Maria José Atienza·8 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

    La familia dominicana celebra este año, desde el pasado 6 de enero de 2021 al mismo día de 2022, un Año Jubilar que, a pesar de la pandemia, pone de relieve la influencia de este santo universal cuyo carisma de la predicación toma nuevas formas en el mundo de la comunicación digital manteniendo el espíritu de diálogo y encuentro de su fundador.

    Fray Juan Carlos Cordero es el responsable del Jubileo de Santo Domingo en la provincia de Hispania y ha conversado con Omnes sobre este Año Jubilar que él define como una “hermosa oportunidad para retomar la figura de Santo Domingo de Guzmán”

    Con nuevos lenguajes y nuevos retos, Santo Domingo de Guzmán es un santo que tiene mucho que decir en el diálogo con el hombre de hoy.

    Fray Juan Carlos Cordero

    La familia dominicana celebra, este año, el 800 aniversario del Dies Natalis de su fundador. Después de estos ocho siglos de vida, ¿qué significa Santo Domingo de Guzmán para el mundo de hoy?

    —  800 años después de su muerte, Santo Domingo es una figura que está no sólo un pedestal sino que sigue presente en la vida de multitud de hombres y mujeres. En primer lugar, en la vida de quienes forman la orden dominicana, extendidos por buena parte del mundo y llevando a cabo la misión de la predicación del Evangelio en la actualidad. Con nuevos lenguajes y nuevos retos, Santo Domingo de Guzmán es un santo que tiene mucho que decir en el diálogo con el hombre de hoy.

    Desde enero, ustedes se encuentran celebrando un intenso Año Jubilar, ¿cómo se está viviendo este jubileo marcado por la pandemia?

    — Es cierto que la pandemia ha condicionado en buena parte la celebración del Jubileo. Más allá, este tiempo es una hermosa ocasión para retomar la figura de Santo Domingo. El jubileo se inició el 6 de enero de 2021 en Bolonia, donde está enterrado Santo Domingo y durará hasta el 6 de enero de 2022. Celebramos su dies natalis, su verdadero nacimiento a la vida eterna.

    El lema “En la mesa con Santo Domingo” hace referencia a esa tabula, esa tabla de Mascarella del siglo XIII, que supone una de las primeras representaciones de Santo Domingo y que estaba dispersa. Representa a Santo Domingo entre sus hermanos, sentados en una mesa. Se ha logrado reunir y ahora está expuesta en Bolonia. El lema nos recuerda que Santo Domingo sigue presente. Cuando estaba a punto de morir, les decía a aquellos pocos frailes que le acompañaban y que lloraban “no estéis tristes porque os seré mas útil desde el Cielo”. Ésa es la idea: sigue presente y nos sigue alentando y guiando, en esa mesa de diálogo, de fraternidad. Una mesa que no excluye a nadie, que ha de estar abierta a todos los hombres y mujeres, porque se trata de compartir el mensaje del Amor de Dios para todos.

    Tabula de Mascarella
    Tabula de Mascarella

    La familia dominicana tiene dentro de su carisma el anuncio del Evangelio. No hay que olvidar por ejemplo lo que han supuesto los centros de estudio y universidades impulsados por la orden de Predicadores. En el mundo actual, marcado por la “intercomunicación”, ¿cómo se actualiza esta misión de los dominicos?

    —  Es evidente que, en los diversos Capítulos de la Orden, desde los generales a los locales se van asumiendo estos nuevos medios de comunicación y de predicación. En el fondo, siempre subyace la preocupación por cómo predicar la Palabra de Dios, el Evangelio a los hombres y mujeres en la actualidad.

    Fray Juan Carlos Cordero
    Fray Juan Carlos Cordero

    La predicación para que sea evangélica hoy ha de basarse en el diálogo con todos. Un diálogo que supone escucha, acogida al otro, ponernos en el lugar del otro y compartir esa búsqueda, la búsqueda de la Verdad, del Bien, de Dios, la bondad, la belleza…del Amor, en definitiva.

    No se trata de predicar imponiendo slóganes sino predicar a un Dios que dialoga, tanto es así que el Hijo es la Palabra hecha carne, que asume nuestra condición humana para ponerse a nuestro nivel, hablar con nosotros y mostrarnos el horizonte de la vida humana.

    ¿Cómo se organiza la familia dominicana en la actualidad?

    —  La orden dominicana es una, tiene 800 años, sin divisiones o desgajamientos. Los frailes dominicos tenemos un Superior General y un Consejo General en Roma en la Basílica de Santa Sabina y los frailes nos agrupamos en provincias, algunas de ellas surgieron en vida de Santo Domingo como Francia, Inglaterra o España.

    Desde muy pronto, los dominicos se han organizado en conventos de pocos frailes dedicados al estudio y la predicación que eligen a sus superiores. Los superiores de los conventos de una zona forman los Capítulos. Cada cuatro años se elige un Superior provincial. Cada nueve años, estos superiores, junto con otros representantes eligen al Maestro de la orden, sucesor de Santo Domingo. Además, durante los Capítulos, la Orden dedica dos o tres semanas sobre la presencia, la vida y la misión en el mundo hoy, como viven nuestras comunidades, como pueden ser más fieles a lo que quería Santo Domingo, cómo ser más coherentes, más evangélicas y más adecuada a los tiempos que vivimos.

    Santo Domingo sigue presente y nos sigue alentando y guiando, en esa mesa de diálogo, de fraternidad.

    Fray Juan Carlos Cordero

    Una de las cosas más curiosas de los dominicos es que las monjas, la rama femenina dominica, fue anterior a la Orden de predicadores masculina. Santo Domingo pensaba la labor de predicación tenía que tener el soporte de la contemplación, por ello, en 1206, diez años antes que los frailes, fundó en Perugia la primera comunidad de monjas contemplativas, que sería el germen de las monjas dominicas.

    Fechas clave

    6 agosto- 14 noviembre

    Exposición ‘Domingo de Guzmán. Los orígenes de un santo universal’, en el Real Monasterio de Madres Dominicas de Caleruega. La exposición incluye piezas como la pila bautismal en la que recibió las aguas bautismales Santo Domingo de Guzmán en el año 1170 y que, desde 1605 se encuentra en el monasterio de Santo Domingo el Real de Madrid y en ella se han bautizado reyes e infantes nacidos en España.

    25 de marzo – 7 de octubre de 2021

    Exposición “En la mesa con Santo Domingo” (A tavola con S. Domenico) en la Basílica de San Domenico de Bolonia donde se exhibirá por primera vez la “Tabla de la Mascarella” en su totalidad.

    22- 25 septiembre de 2021

    Congreso Histórico «Domingo y Bolonia: génesis y evolución de la Orden de Frailes Predicadores»

    6 enero de 2022

    Clausura del Año Jubilar

    Testamento vital

    Hoy día las relaciones sociales se han complicado, a veces demasiado, por la crisis de dos aspectos de gran importancia: la fidelidad y la confianza.

    8 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

    La confianza mutua y la fidelidad a la palabra dada ha descargado tradicionalmente de trabajo a los legisladores. El apretón de manos liberaba a las partes de recurrir a jueces y abogados porque todos cumplían sus compromisos sin más requerimientos. Hoy día las relaciones sociales se han complicado, a veces demasiado, por la crisis de dos aspectos de gran importancia: la fidelidad y la confianza.

    Por otro lado, con frecuencia hay que especificar obviedades que han salido del consenso político-social como determinados aspectos relativos al derecho a la vida. En este terreno existe la posibilidad de que los médicos se acojan al derecho a la objeción de conciencia como derecho fundamental, pero cabe un paso más: el testamento vital, una iniciativa del paciente que pide evitar determinados tratamientos que impliquen su eliminación. 

    Desde la Conferencia Episcopal Española se elaboró en su día una declaración de instrucciones previas y voluntades anticipadas para que, en caso de encontrarnos al final de nuestros días, se tenga en cuenta nuestra voluntad en relación a la aplicación de la eutanasia. En ese documento se afirma que “si llegara a padecer una enfermedad grave e incurable o a sufrir un padecimiento grave, crónico e imposibilitante o cualquier otra situación crítica; que se me administren los cuidados básicos y los tratamientos adecuados para paliar el dolor y el sufrimiento; que no se me aplique la prestación de ayuda a morir en ninguna de sus formas, sea la eutanasia o el ´suicidio médicamente asistido´, ni que se me prolongue abusiva e irracionalmente mi proceso de muerte”. En este documento la persona también pide que se le preste ayuda para “asumir cristiana y humanamente mi propia muerte y para ello solicito la presencia de un sacerdote católico y que se me administren los sacramentos pertinentes”. 

    A veces los procedimientos para hacer respetar nuestra voluntad en el tema que tratamos, son engorrosos y de difícil cumplimiento. Por ello desde mi archidiócesis de Mérida-Badajoz, estamos manteniendo contactos con la administración regional para que esa voluntad de la persona no se quede solamente en un documento notarial, sino que se incluya en el historial clínico de cada uno. De esa manera cuando llegue el momento de conocer la voluntad del paciente no es necesario recurrir a “papeles” depositados en notarías o en lugares no siempre accesibles en momentos tan críticos. Los sanitarios dispondrán de ellos en el propio historial que consultan para la atención médica del paciente.

    Dado que el historial médico es propiedad del paciente, no cabe interponer ninguna objeción. Este sistema amplia la libertad de la persona y libera a los profesionales de la salud de tomar decisiones difíciles, obligados por la ley o por criterios ajenos al propio paciente. El tema es exportable al resto del territorio nacional, pues las competencias en materia sanitaria están transferidas a las comunidades autónomas. Ya que estamos hablando de un tema de conciencia, no debe existir ninguna objeción a este sistema, que no va en contra de nadie sino en favor de todos.

    El autorCelso Morga

    Arzobispo emérito de la diócesis de Mérida Badajoz

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    Cultura

    Alfred Heiss, un mártir de la conciencia

    Entre las personas que se negaron a prestar el juramento de fidelidad a Adolf Hitler se encuentra Alfred Heiss, que fue condenado a muerte por «socavar la fuerza de defensa» y murió valientemente como un verdadero mártir.

    José M. García Pelegrín·6 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 7 minutos

    Entre los que se opusieron al régimen nazi se encuentran quienes se negaron a prestar el juramento de fidelidad a Adolf Hitler cuando fueron llamados al Ejército. La mayoría de quienes decidieron dar este paso —a sabiendas de que les supondría la pena de muerte— eran Testigos de Jehová; ahora bien, estos lo hicieron por oposición a todo servicio de armas y no específicamente al nacionalsocialismo. Sin embargo, una veintena de católicos y unos diez cristianos evangélicos rehusaron, por motivos de conciencia, prestar “obediencia incondicional al Führer del Reich y Pueblo Alemán, Adolf Hitler”, como se exigía al hacer la jura de bandera. 

    Esa treintena de personas, ejecutadas entre 1940 y 1945, permaneció oculta durante décadas; precisamente ese es el título que eligió Terrence Malick para la película Vida oculta (A Hidden Life, 2019), que rodó sobre el más conocido de ellos, el campesino austriaco Franz Jägerstätter, beatificado por la Iglesia católica en 2007. El reconocimiento no comenzó hasta la década de 1990; solo en 1991 un Tribunal de Justicia revocó por primera vez una sentencia de muerte: contra el padre palotino Franz Reinisch, actualmente en proceso de canonización. En virtud de una ley de 1998 comenzaron a derogarse las sentencias de muerte impuestas por los tribunales de guerra nazis contra los objetores de conciencia. Prácticamente la totalidad de ellos pasaron a formar parte del “Martirologio alemán del siglo XX” o bien del austriaco, a partir de 1999.

    ¿Quiénes fueron esos hombres (las mujeres no fueron llamadas a filas) que pagaron con sus vidas obedecer al dictado de su conciencia? En general, puede decirse que fueron personas sencillas que —quizá con la excepción del sacerdote anteriormente mencionado— pasaron completamente inadvertidas: campesinos, obreros, oficinistas, artistas… A uno de ellos me gustaría referirme más detalladamente para —pars pro toto— mostrar el temple humano y espiritual de unos hombres que estuvieron dispuestos a luchar contra el mal aun a costa de perder sus vidas.

    Alfred Andreas Heiss nació el 18 de abril de 1904 en Triebenreuth, un pueblo de Baviera que actualmente forma parte del municipio de Stadtsteinach. Era el sexto hijo del matrimonio formado por Johann Heiss, de profesión tejedor, y Kunigunda Turbanisch; fue bautizado al día siguiente en la Iglesia católica. Tras finalizar los primeros estudios en el pueblo, asistió a la Escuela de Comercio de Bamberg. En abril de 1918, cuando acababa de cumplir 14 años, comenzó a trabajar en las oficinas municipales de Stadtsteinach. Más tarde lo haría en los Seguros de Enfermedad de la misma ciudad, antes de iniciar una formación profesional en un banco y trasladarse, el 1 de junio de 1924, a Burgkunstadt para trabajar en el departamento comercial de una empresa de aluminio. Cuando esta empresa, en 1930, se declaró en quiebra, Alfred Heiss perdió su puesto de trabajo y se trasladó a Berlín en busca de una ocupación estable.

    © 2021 Verwaltungsgemeinschaft Stadtsteinach

    En Berlín obtuvo un puesto en la Administración pública, primero en el Tribunal de Trabajo y después en la Fiscalía de Berlín. Pero también —y esto es un hecho clave para su biografía— comenzó a ayudar como estenógrafo a un sacerdote muy conocido en Berlín, Helmut Fahsel. Probablemente fue este encuentro lo que llevó a Alfred Heiss a tomarse en serio la fe. Aunque había sido educado en la religión católica, hasta su marcha a Berlín no hay ningún indicio de que en su vida desempeñaran un papel las cuestiones religiosas… ni tampoco las políticas. En 1932, Heiss se afilia al partido católico Zentrum; como él mismo dirá, el motivo fue “mi convicción, que obtuve aquí en Berlín, de que el Zentrum era el partido que defendía los intereses de mi religión”. En una carta que dirigió a sus padres en marzo de 1935 decía: “Defender nuestra fe es lo único que puede suponer la base para el entendimiento entre los pueblos y para la mejora económica que esta lleve consigo”.

    Estas ideas chocaban con los objetivos del nacionalsocialismo, que quería imponer la supremacía de Alemania en Europa. Heiss criticaba la política e ideología nacionalsocialistas, sobre todo las medidas dirigidas directamente contra la Iglesia, las tendencias germanizantes y paganizantes, que él consideraba como un claro avance del ateísmo; por eso estaba también en contra de la doctrina nazi de la raza, que presentaba al hombre nórdico como un ser superior. Heiss participa en actos públicos del Berlín católico, como la Jornada de los Católicos alemanes de 1934, la toma de posesión de la diócesis por el Obispo Nikolaus Bares en 1934 y en la de sucesor —tras el repentino fallecimiento de Bares, el 1 de marzo de 1935—, Konrad von Preysing.

    Como en prácticamente toda Alemania, los nazis consiguieron puestos centrales también en el pueblo natal de Heiss, Triebenreuth. En septiembre de 1934, estando Alfred de vacaciones allí, se produjo una discusión política en la cervecería que regentaba el alcalde nazi Josef Degen. Tras ser denunciado por expresar opiniones que “perturbaban la labor de construcción nacionalsocialista” fue detenido por la Gestapo; además de la pena que podría recaerle en el juicio, la Fiscalía solicitaba expulsarle de la Administración del Estado. Alfred Heiss fue llevado a un campo de concentración clandestino en Berlín, la “Casa Columbia”. La declaración del hijo de Degen como testigo, en el juicio oral, fue decisiva para que Heiss fuera absuelto. Sin embargo, su solicitud de reincorporación a la Administración pública fue rechazada. Consiguió entonces un trabajo modesto en la oficina de recaudación de impuestos de las parroquias católicas de Berlín. 

    En esos años Alfred Heiss intensifica su práctica cristiana; en una carta a sus padres comenta: “En el este de Berlín hay una capilla dedicada a Cristo Rey. Se encuentra en un barrio obrero, probablemente uno de los más pobres de Berlín. En esta capilla está expuesto ininterrumpidamente el Santísimo, día y noche, para su adoración. Siempre hay personas allí adorando. En esa capilla es donde comencé el año 1936”. Aunque es sabido que a partir de junio de 1936 se encuentra trabajando de nuevo en la Administración pública, de esos años hay pocas noticias suyas. La situación cambiará cuando sea llamado a filas.

    El 14 de junio de 1940 recibe la carta de incorporación a la Wehrmacht y es asignado a un batallón de infantería en una ciudad de Silesia llamada Glogau. Sin embargo, se niega a hacer el llamado “Saludo Alemán” (“Heil Hitler!”) y a vestir un uniforme que lleve la cruz gamada. En su declaración, según el escrito de acusación, dice que “como el nacionalsocialismo tiene una postura anticristiana, rechaza servir como soldado al Estado nacionalsocialista. A pesar de la advertencia de la pena que impone la ley, se mantuvo en esa negativa”. Si bien las actas del proceso se perdieron, queda constancia de que el Tribunal de Guerra le condenó el 20 de agosto a la pena de muerte, por Zersetzung der Wehrkraft (“actos que socavan la fuerza de defensa”).

    Pasó los últimos días hasta la ejecución en la cárcel de Brandenburg-Görden. Allí escribió su última carta, dirigida a su padre —la madre había fallecido a comienzos de julio—, su hermana, su cuñado y su sobrina: “Mañana temprano daré mis últimos pasos. Que Dios me sea compasivo. Lo que os pido es que os mantengáis firmes a Cristo y su Iglesia. Adiós. Alfred Andreas”. La sentencia se ejecutó el 24 de septiembre, a las 5.50 h.

    En agosto de 1945, la Conferencia episcopal alemana decidió que se recogieran los ataques que había sufrido la Iglesia durante el Tercer Reich. El párroco de Stadtsteinach, Ferdinand Klopf, escribió entonces a la diócesis de Bamberg: “Alfred Andreas Heiss fue detenido por negarse a cumplir el servicio militar, que rechazó exclusivamente por motivos religiosos a pesar de conocer las consecuencias; fue condenado a muerte por «socavar la fuerza de defensa» y murió valientemente como un verdadero mártir. Documentos y cartas obran en poder de sus familiares en Triebenreuth”.

    Sin embargo, el obispado de Bamberg no hizo entonces gestiones para recuperar la memoria de Heiss. Fue su hermana Margarethe Simon (1900-1981) quien se ocupó de que, en 1957, se colocara una placa con la foto de su hermano en la capilla de Cristo Rey que acababa de construirse en Triebenreuth. La hija de Margarethe, Gretl Simon (1929-1980) y su marido Wilhelm Geyer (1921-1997) solicitaron al Museo de Stadtsteinach que se instalara una exposición permanente sobre Heiss. Anton Nagel, director de dicho museo, se ocupó de diseñar la exposición.

    Solo en 1987, Thomas Breuer encontró el informe del párroco Ferdinand Klopf en el archivo diocesano de Bamberg y lo publicó, junto con los documentos procedentes del museo de Stadtsteinach, en un breve folleto, en 1989. Como consecuencia de esta publicación, en julio de 1990 se colocó una placa conmemorativa junto a la de los caídos en la Primera y la Segunda Guerra Mundial; dice: “En recuerdo de Alfred Andreas Heiss, nacido en Triebenreuth en 1904, ejecutado el 24 de septiembre de 1940 en Brandenburgo. Murió por permanecer fiel a su fe”.

    © José M. García Pelegrín

    El 24 de abril de 2014 se colocó una “piedra de tropiezo” (una placa que se incrusta en el pavimento para recordar a víctimas del nazismo, muchos de ellos judíos llevados a campos de exterminio) en la Georg-Wilhelm-Strasse de Berlín, delante de la casa número 3. El texto dice: “Aquí vivió Alfred Andreas Heiss, nacido en 1904, quien se negó a prestar el servicio militar como resistencia cristiana. Sentencia de muerte 20-8-1940, ejecutado 24-9-1940, cárcel de Brandenburgo”. En la ceremonia de colocación, Maximilian Wagner, párroco de la iglesia de St. Ludwig, hizo una breve semblanza de su vida. La ceremonia terminó con una oración: “Alfred Andreas Heiss cumplió la misión que le habías encomendado al entregar su vida. Tú le has llamado a Ti como amigo. Vive contigo con un amor cumplido de todo corazón, de toda el alma y con todos sus pensamientos”.

    Alfred Heiss y los otros que se negaron a prestar el juramento a Hitler siguen siendo, aún hoy, un ejemplo de la primacía de la conciencia, de mantenerse fiel a la verdad, aunque cueste la vida. Por eso son mártires de la conciencia.Más información sobre Alfred Heiss, y sobre otros nueve objetores de conciencia, se puede consultar en mi libro, recientemente publicado: José M. García Pelegrín, “Mártires de la conciencia. Cristianos frente al juramento a Hitler”. Digital Reasons, Madrid (2021) 192 páginas. 13 € (6 € versión digital).

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    Un encuentro global para compartir el espíritu de san Vicente de Paúl

    La Familia Vicenciana hace un llamamiento a quienes, en todo el mundo, comparten la espiritualidad de san Vicente de Paúl, para que se unan a esta experiencia global con motivo del encuentro virtual previsto para los días 16 y 17 de septiembre, con el tema “Rezar, soñar y colaborar al servicio de los pobres”.

    David Fernández Alonso·6 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

    La Familia Vicenciana, un movimiento mundial inspirada en el carisma de san Vicente de Paúl, presente en 162 países del globo, con 160 congregaciones y asociaciones de laicos y más de 4 millones de miembros, organiza el segundo encuentro de los responsables de todas las ramas presentes en los cinco continentes, los días 16 y 17 de septiembre de 2021. El encuentro, que será virtual, tiene como tema «Orar, soñar y colaborar al servicio de los pobres» y quiere replicar el espíritu, el compartir y la fraternidad del primer encuentro, celebrado presencialmente en Roma en enero de 2020, poco antes del estallido de la pandemia.

    El papa Francisco, en octubre de 2017, en su Audiencia a los miembros de la Familia Vicenciana con motivo del Simposio Vicenciano por los cuatro siglos del carisma, después de agradecerla estar “en movimiento en los caminos del mundo, como San Vicente os pediría hoy también”, dijo: “Os deseo que no os detengáis sino que prosigáis sacando cada día de la adoración el amor de Dios y lo difundáis por todo el mundo a través del buen contagio de la caridad, de la disponibilidad, de la concordia”.

    La reunión en línea, que por razones de diferencia horaria tendrá lugar en dos días: el 16 de septiembre para Asia y Oceanía, y el 17 de septiembre para Europa, África y América, se dividirá en dos partes: en la primera, tras la oración inicial, habrá una charla del padre Hugh O’Donnell, misionero de la Congregación de la Misión, sobre cómo orar y vivir como místicos de la caridad en el espíritu de san Vicente de Paúl y santa Luisa de Marillac, cofundadora de las Hijas de la Caridad de san Vicente de Paúl, seguida de un diálogo entre los responsables de las distintas ramas de la Familia; en la segunda parte se hará un repaso, a través de algunos vídeos, de los principales acontecimientos vicencianos de los últimos cuatro años: el Simposio (2017), el Festival de Cine Vicenciano (2018), el primer encuentro mundial de los responsables de las ramas de la Familia Vicenciana (2020) y la iniciativa de las trece casas, actualmente en curso, que se donan a los sin techo.

    Este nuevo encuentro en el próximo mes de septiembre será, por tanto, una preciosa oportunidad para extender una invitación al reunirse con la Familia a las órdenes, congregaciones y asociaciones que aún no forman parte de ella, pero que sienten que comparten su espiritualidad y carisma.

    El padre Tomaž Mavrič CM, superior general de la Congregación de la Misión y presidente del Comité Ejecutivo de la Familia Vicenciana, cerrará este encuentro. El padre Tomaž escribe en su carta de invitación al evento: «Venid a experimentar la alegría de estar junto a otros que comparten vuestro mismo espíritu», citando ese carisma de san Vicente de Paúl que recientemente ha cumplido cuatro siglos de vida: «La visión de Vicente inició, hace más de 400 años, un movimiento que ha dado lugar a un nuevo dinamismo internacional: los esfuerzos conjuntos de hombres y mujeres, ordenados y laicos, para combatir la amenaza de la pobreza tanto en las vidas individuales como en las estructuras sociales que la perpetúan”.

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    Cardenal Erdő: “Los católicos de Hungría esperamos al Papa con gran cariño”

    Esta es la segunda parte de la conversación de Omnes con el Cardenal Péter Erdő, arzobispo de Esztergom-Budapest y Primado de Hungría, con motivo del Congreso Eucarístico Internacional y la visita del Papa Francisco a Budapest, en septiembre de 2021.

    Alfonso Riobó·6 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 8 minutos

    ¿Qué dificultades se plantean a la Iglesia en el contexto que ha descrito?

    Un gran desafío en Hungría ha sido la red de las escuelas católicas. Hoy la Iglesia -las diócesis, las órdenes religiosas, etc.- tiene unas 770 escuelas, que van desde jardines de infancias hasta universidades. Tenemos que trabajar de manera muy intensa para que estas escuelas puedan transmitir algo de la visión católica del mundo. Hay normas estatales muy precisas sobre lo que debe enseñarse en cada curso, etc., y también indicaciones sobre la acción social de las escuelas. Por ejemplo: en todas las escuelas se debe dar comida caliente a los niños. Por un lado, esto es muy importante, puesto que hay zonas, grupos y clases que realmente lo necesitan; pero hemos de dárselo a todos prácticamente gratis. Es un hecho estructural, pero que ha requerido ampliar los edificios escolares. Otro ejemplo: hemos tenido que ampliar los polideportivos y ofrecer más posibilidades para la educación física, y eso cuesta mucho dinero. Necesitábamos el apoyo del gobierno para poder hacerlo, porque la Iglesia no tiene dinero para tantas inversiones. Algo semejante sucede con las residencias sociales que hemos recibido del Estado tanto las órdenes religiosas como las diócesis. La mayoría de las edificaciones no eran suficientemente modernas ni bien dotadas, la gestión de las relaciones laborales es compleja, la financiación es difícil. 

    Todo eso obliga a ocuparse de muchas cosas, y uno puede terminar preguntándose: ¿cómo avanza del Reino de Dios? Lo oigo decir a los sacerdotes. Gracias a Dios, las parroquias son personas jurídicas reconocidas por el Estado; pero las personas jurídicas tienen diversas obligaciones administrativas de las que han de ocuparse los párrocos, y algunos dicen: yo intento ocuparme, pero no me hice sacerdote para esto. Es también un reto.

    Un cartel preparativo de la visita del Papa en una parroquia de Szentendre. ©2021 Omnes.

    Asimismo, puede recordarse que en los últimos treinta años ha cambiado una o dos veces el estatuto de la clase de religión en las escuelas públicas. Hemos tenido que formar una nueva generación de profesores y catequistas. Gracias a Dios, tenemos universidades y escuelas propias donde podemos formarlos. Pero no se trata simplemente de que tengan un diploma, sino que hemos de valorar mucho la tarea docente y eclesial de los profesores de religión. La suya es una función muy importante. Si nos preguntamos quién transmite hoy la fe de la iglesia, hemos de responder que en un 80 % son las mujeres, sobre todo las profesoras de religión en las escuelas. Es muy bonito, es una posibilidad nueva que no existía hace treinta años.

    Por lo que se refiere a la financiación de las escuelas católicas, en realidad está regulada con bastante claridad en la ley 4/1990, que prevé la misma financiación que en las escuelas estatales. Esa previsión sería luego concretada en el Acuerdo entre Hungría y la Santa Sede de 1997, que firmó un gobierno socialista. Por consiguiente, la financiación se rige por el principio de igualdad. Es obvio que a partir de ahí pueden debatirse varias cuestiones. A veces se debate sobre cuánto paga el Estado a las escuelas estatales, para determinar si ayuda en la misma forma a la financiación de las escuelas de la Iglesia; pero ese debate puede ser eterno, porque los datos exactos sólo los tiene el Ministerio, y nosotros sólo conocemos lo que el Ministerio nos proporciona.

    Podríamos continuar y mencionar otros ámbitos en los que hay que seguir trabajando. Las órdenes religiosas y los movimientos espirituales pueden hoy actuar con libertad en Hungría, y a veces encuentran en las diócesis buenas relaciones pastorales, pero no siempre es así. En cuanto a la cooperación ecuménica, tenemos buenas relaciones con las demás iglesias cristianas, e incluso con las comunidades religiosas judías, y no solo durante la semana ecuménica anual de oración por la unidad: hay conferencias conjuntas, se convocan diversas actividades. A la vez, en ese ámbito somos conscientes de nuestros límites: sobre la fe no puede tomar decisiones la Iglesia local, sino que se debe respetar la competencia de los órganos correspondientes en la Santa Sede. Pero, en posesión de los documentos de la Santa Sede, a nivel de cooperación práctica estamos también bastante cerca en muchas cuestiones sociales.

    Tenemos buenas relaciones con las demás iglesias cristianas y con las comunidades religiosas judías. A la vez, somos conscientes de nuestros límites: sobre la fe no puede tomar decisiones la Iglesia local.

    Cardenal Péter ErdőArzobispo de Esztergom-Budapest y Primado de Hungría

    En el Congreso Eucarístico de septiembre dará un testimonio personal el presidente de la República, János Áder, que es católico. ¿Es esta una participación formal, responde a algún protocolo tradicional?

    Cuando una persona profesa su propia religiosidad públicamente, no puede ser sólo por una tradición. Debe ser una convicción personal.

    El actual gobierno húngaro subraya su compromiso con los valores cristianos. ¿Le parece adecuado?

    Este es un tema interesante. Valdría la pena dedicar toda una conversación a examinar qué son los valores cristianos. Con toda seguridad, si hablamos de la libertad de las personas, de la igual dignidad de todos los hombres, de la vida, de la familia, de la alta valoración de los pueblos y de su cultura, entonces desde luego hay valores humanos, que resaltan más a la luz de los valores cristianos. 

    Además, existen contenidos que están relacionados con la persona de Jesucristo. Hemos sido salvados, el mundo ha sido redimido. El sentido de la existencia no nos viene sólo de la creación, sino que hay mucho más… Dios no está lejano, sino que nos habla, hay una Revelación. Se dirige a nosotros con palabras humanas, y a través de la vida de una Persona que es Hombre y Dios. La persona de Cristo es para nosotros la gran esperanza, una fuente de fuerza y de luz. Por eso, el cristiano no puede ser pesimista, no puede desesperar. Es importante precisamente hoy, cuando hay muchas señales de desilusión y de miedo en el mundo. Ante todo, se tiene miedo del futuro. 

    Se habla mucho sobre el cuidado de la naturaleza, pero ¿no son las leyes de la naturaleza las que hacen posible la destrucción de las plantas, los animales y los hombres? Por eso hablamos más bien del “cuidado de la creación”. Si el mundo ha sido pensado por Dios, si tiene una meta, tiene también un sentido. No está ahí sólo para que podamos vivir bien mañana, sino que hay mucho más. Y es mayor nuestra responsabilidad, porque no hemos recibido la tierra como propietarios, sino que hemos de cuidarla y protegerla como buenos administradores. Si no se contemplan la vida y la existencia humana en esta perspectiva del sentido y de lo valioso -eso son los valores cristianos-, entonces lo más valioso será que uno se encuentre bien en este momento, se diga o no abiertamente; como el “carpe diem” en tiempos de los romanos. Entonces se tiene miedo del futuro, porque puede ser que mañana no me sienta bien; se tiene miedo de los demás, porque quizá por su culpa yo tenga que negarme algo, y empezaría a verlos como una amenaza. 

    Si no se contempla la existencia humana en la perspectiva del sentido, lo más valioso será encontrarse bien en este momento. Se tendrá miedo del futuro; o de los demás, y empezará a verlos como amenaza.

    Cardenal Péter ErdőArzobispo de Esztergom-Budapest y Primado de Hungría

    El individualismo y el aislamiento son también una consecuencia de la falta de sentido. Si eso es así, tampoco la lengua, la cultura, la historia, ni el pasado y el futuro, tienen ningún sentido. No es un sentimiento bueno. ¿Cómo se puede sentir la propia responsabilidad, si nada tiene un sentido? Démonos cuenta de que la responsabilidad por la creación en realidad solo está bien fundada en el marco de ese sistema. Cuando no hay una medida, uno se puede dudar qué vale más, si una piedra o un hombre.

    Y lo mismo vale también para la secularización si queremos volver a ese tema. Hubo una forma temprana de la secularización, cuando se ponía alguna otra cosa en el lugar de Dios; por ejemplo, el progreso: no hay Dios o no conocemos sus planes, pero tenemos el progreso. Sí, pero… progreso ¿hacia adónde? ¿Dónde está el objetivo? Hoy se ve una segunda forma de secularización, la secularización de la secularización, que es el planteamiento antes mencionado, que hace muy difícil vivir y trabajar juntos de manera responsable.

    Por tanto, hace falta un cambio, una conversión, como dice el Papa Francisco. Así, hemos vuelto al comienzo, cuando Juan el Bautista comenzó a predicar, y al inicio del anuncio de Jesucristo, que como leemos en el Evangelio decía al principio: “Convertíos y creed en el Evangelio”. Este es nuestro mensaje.

    ¿Cuál es el sentido del debate entre los líderes europeos sobre los valores? Usted conoce bien Europa, porque presidió el Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas entre 2006 y 2016.

    Los valores expresan siempre una relación. Algo vale más o menos, en comparación con alguna otra cosa. En la vida diaria lo expresamos de manera muy primitiva en términos monetarios.

    Está bien comparar una cosa con otra, pero ¿es valioso el mundo como tal? Sólo lo es si también hay otra realidad con la que el mundo pueda compararse, con la que pueda estar en relación. Entonces estarán fundamentados los valores. Y los valores no puede uno inventárselos o crearlos por sí mismo, sino que están dados en la estructura de la realidad, y hay que descubrirlos. Luego, hay que orientar el propio comportamiento conforme a ellos.

    Los valores no puede uno inventarlos o crearlos por sí mismo, sino que están dados en la estructura de la realidad, y hay que descubrirlos.

    Cardenal Péter ErdőArzobispo de Esztergom-Budapest y Primado de Hungría

    Una figura emblemática en Hungría es el cardenal József Mindszenty, defensor de la libertad frente al comunismo. ¿Está avanzando su proceso de canonización?

    Aunque las vicisitudes históricas impidieron que yo conociera personalmente al cardenal Mindszenty, él era mi obispo cuando fui admitido como candidato al sacerdocio. Como vivía en la embajada americana, no podía mantener el contacto con la diócesis.

    József Mindszenty era una voz católica que fue reprimida con violencia. Eso hizo que fuera muy respetado, también por los no católicos. Es una personalidad que ofreció toda su vida por la Iglesia, por la fe y también por Hungría. Exiliado, visitó con mucho afecto a la diáspora húngara en todo el mundo, y la fortaleció moralmente. Hoy sigue siendo muy estimado. Han muchas calles, plazas, escuelas, etc., que llevan su nombre, y se ha publicado una rica literatura sobre él.

    La tumba de József Mindszenty, en Budapest. ©2021 Omnes.

    Creo sinceramente que no sólo fue un héroe nacional, sino también un hombre santo. Por eso, mi alegría fue muy grande cuando el Papa Francisco publicó el decreto sobre sus virtudes heroicas en 2019. Es un paso importante hacia la beatificación. Ahora estamos rezando para que haya un milagro. Ya hay curaciones atribuidas a su intercesión, pero los criterios para que se pueda hablar de un milagro son muy estrictos. Esperamos que algún día nuestras muchas oraciones sean escuchadas.

    Mindszenty no sólo fue un héroe nacional, sino también un hombre santo. Mi alegría fue muy grande cuando el Papa Francisco publicó el decreto sobre sus virtudes heroicas.

    Cardenal Péter ErdőArzobispo de Esztergom-Budapest y Primado de Hungría

    ¿Qué otros temas le ocupan?

    Aparte de los grandes temas de interés en la vida de la Iglesia de hoy, y asimismo en relación con ellos, como historiador del Derecho Canónico estoy estudiando cuestiones como la sinodalidad en la Iglesia primitiva, o la necesidad de un discernimiento antes de la adopción de decisiones como una sentencia o la promulgación de una ley. Me interesa analizar la estructura de todas esas decisiones, y los criterios que deben seguirse en ese discernimiento, desde el punto de vista católico.

    Estas y otras cuestiones son siempre importantes en la vida de la Iglesia. Esperamos que encontrar respuestas también sobre la base de la historia, respuestas que sean una ayuda para la vida de la Iglesia hoy. Ahora se va a publicar en Italia un libro mío donde ofrezco textos reunidos, también sobre estos temas.

    Esta cuestión tiene mucho que ver con el Espíritu Santo. La Iglesia primitiva estaba convencida de que los apóstoles, los presbíteros en la Iglesia de Jerusalén, como se ve ya en los Hechos de los Apóstoles, cuando tenían que decidir en común una cuestión necesitaban la ayuda del Espíritu Santo, que ciertamente no les faltaba Ya en el siglo II las Iglesias locales tenían un presbiterio; y a partir de textos y fragmentos litúrgicos se ve con claridad (esto se recoge ahora en la oración de la ordenación sacerdotal) que tenían en consideración un espíritu colectivo del presbiterado, antes de que surgieran los concilios en sentido estricto. Éstos aparecieron quizá hacia la mitad del siglo II o más tarde, cuando se extendió el episcopado monárquico. Pero antes estaba ya el presbiterio de la Iglesia local. Más adelante, cuando los obispos se reunían, tenían también la convicción de que ellos, igual que los presbíteros de la Iglesia local, eran de algún modo sucesores de los apóstoles, y de que juntos tenían la asistencia del Espíritu Santo. Por tanto, es una cuestión muy antigua.

    ¿Desea añadir alguna cosa?

    Sí. Deseo volver a insistir en la alegría que supone para nosotros la próxima visita del Papa Francisco. Le esperamos con gran cariño, y agradecemos mucho sus oraciones por nosotros. Los católicos de Hungría rezamos mucho por su persona y por su ministerio apostólico. Para nosotros, el hecho de que venga a nuestro país es un signo de misericordia. Y su presencia personal en nuestro país es una gran expresión de unidad con toda la Iglesia.

    Esperamos con gran cariño al Papa Francisco, y agradecemos mucho sus oraciones por nosotros. Los católicos de Hungría rezamos mucho por su persona y por su ministerio apostólico.

    Cardenal Péter ErdőArzobispo de Esztergom-Budapest y Primado de Hungría
    Mundo

    Mons. Jarjis: «Durante los cuatro días de visita del Papa, Irak ha vivido un milagro de paz»

    Omnes conversa con el Patriarca auxiliar de Baghdad, monseñor Robert Jarjis, sobre el reciente viaje del Papa a Irak y sobre algunos proyectos de la Iglesia en el país.

    David Fernández Alonso·5 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 7 minutos

    En un despacho en la quinta planta de un edificio en una zona empresarial de Madrid, monseñor Robert Jarjis, Patriarca auxiliar de Babilonia de los caldeos, de la Iglesia caldea, recibe a Omnes durante un largo rato para conversar sobre el reciente e histórico viaje del Papa Francisco a Irak, así como de otras cuestiones, entre las que se encuentra el motivo de su paso por España.

    Mons. Robert Jarjis nació en Bagdad el 23 de octubre de 1973. Estudió Veterinaria en la Universidad de Bagdad, obteniendo una licencia y un master. Ingresó en el Seminario patriarcal de Bagdad y estudió en el Babel College. Luego fue enviado a Roma, al Colegio Urbano, como seminarista, para continuar su educación en la Pontificia Universidad Urbana y fue ordenado sacerdote en Roma el 27 de abril de 2008 por el Papa Benedicto XVI.

    Sucesivamente estudió en el Pontificio Instituto Bíblico y obtuvo una licenciatura en Teología Bíblica en 2001. Después de regresar a Bagdad, fue párroco durante 7 años de la parroquia de Santa Maria de la Asunción en el distrito de Mansour, en la capital. Desde hace algunos meses era párroco de la catedral de San José; Ha sido colaborador local de la Nunciatura Apostólica durante algunos años.

    Habla árabe, italiano, siríaco y sabe inglés. La conversación se desarrolla en italiano.

    Mons. Jarjis, sobre la histórica visita del Papa, sabiendo que era un deseo de los últimos Pontífices, ¿nos podría contar cómo se gestó el viaje y cómo se ha llevado a cabo? 

    Yo me acuerdo perfectamente cuando el Papa san Juan Pablo II en el año 2000 quiso venir a Irak, en el viaje Jubileo. En esa época había algunas dificultades y retos que han obstaculizado realizar el viaje como el Papa quería en aquella época. Quería realizar un viaje como Abraham, desde Ur, una peregrinación. Pero a causa de estos obstáculos y desafíos, que tienen que ver en parte con el régimen de gobierno que existía entonces en Irak, el Papa Juan Pablo II no pudo realizar ese viaje. 

    Entonces ha permanecido un deseo dentro del corazón del Papa, tanto de Juan Pablo II como de los posteriores. Por eso en aquella época había una tristeza en los cristianos de Irak, por no haberse podido realizar este deseo del Papa Juan Pablo II. Se realizó un encuentro en cierto modo «viaje» en el Aula Pablo VI. 

    Este deseo ha sido afrontado durante todos estos años, y justamente este año ha llegado el momento de hacerlo, “ha llegado la hora”, como dice el texto bíblico. Ha llegado la hora de llevar a cabo este deseo. No podemos decir nunca que fuera una cuestión fácil. Porque los desafíos estaban presentes en ambas partes, por parte del Papa Francisco, en el Vaticano, por parte de la Iglesia y por parte del gobierno. Quizá alguno no quería que se llevara a cabo este viaje. Quizá, insisto, quizá hubiera alguno que no quería. Porque no tenemos documentos sobre el asunto. Pero los desafíos eran abundantes, ya sea de parte de la Iglesia, del Vaticano, ya sea de parte del gobierno iraquí.

    Los desafíos para llevar a cabo el viaje eran muchos, tanto por parte de la Iglesia, como por parte del gobierno iraquí. «Quizá» había alguno que no quería que se llevara a cabo este viaje.

    Monseñor Robert JarjisPatriarca auxiliar de Babilonia de los caldeos, Baghdad

    Yo personalmente he conocido el plan del viaje antes de que fuese publicado, en un cierto momento, como auxiliar del Patriarcado. Me ha preguntado personalmente el Patriarca, cardenal Louis Raphaël I Sako; me comentó el deseo del Papa de viajar a Irak. El cardenal Sako es una persona de abundantes y muy buenas relaciones, ya sea dentro de Irak como fuera del país. Estas buenas relaciones han impulsado que este deseo del viaje se llevase a término. Sin estas relaciones, este «bebé» no hubiese nacido, se hubiese quedado en el vientre materno, en la mente y corazón del Papa. Cuando hemos conocido, por parte del Patriarca cardenal Sako -patriarca de la Iglesia caldea, en todo el mundo- y por parte del Nuncio, monseñor Mitja Leskovar el deseo de llevarlo a cabo este año, hemos creado un comité para trabajar en la visita inmediatamente. Este comité comenzó a trabajar en noviembre y a partir de ahí todo ha ido hacia adelante. 

    Ya conocemos cómo se desarrolló la visita a posteriori pero, ¿cómo fue la recepción del anuncio de la visita del Papa al país?

    Había una fecha para anunciar la visita, y a causa de estos desafíos que había y de los que hemos hablado, la fecha del anuncio se retrasó. Nosotros esperábamos esta fecha, porque desde el momento en que se anuncia, la visita se realiza en un 90%. Pero si no se anuncia, permanece como un deseo, pero el «bebé» no llega a nacer. 

    Por eso, en el momento en que se retrasó el anuncio, nos asustamos un poco. Había cierta incertidumbre. Pero agradecemos al Señor, el trabajo de todos, de la Iglesia y del gobierno iraquí porque al final fue todo adelante. Además, porque era la primera vez en la historia que un Papa visitaba Irak. No teníamos experiencia. No estamos en Jordania, no estamos en Líbano, no estamos en Egipto, donde el Papa ya ha estado. 

    En el momento en que se retrasó el anuncio de la fecha del viaje, nos asustamos un poco. Había cierta incertidumbre. Pero agradecemos al Señor, el trabajo de todos, de la Iglesia y del gobierno iraquí porque al final fue todo adelante.

    Monseñor Robert JarjisPatriarca auxiliar de Babilonia de los caldeos, Baghdad

    Además, el año 2020 ha sido un año muy complicado, por la pandemia del COVID. Y esos problemas se sumaron a los desafíos ya presentes. Por eso el anuncio ha sido un “evangelio”, una buena noticia. 

    Las reacciones han sido totalmente positivas, tanto para católicos como para el resto del pueblo iraquí y de todo el mundo. ¿Cómo es la situación ahora entre las religiones y entre los habitantes del país tras el viaje?

    Irak es un país que tiene añoranza de paz. Los iraquís están cansados de las guerras. Porque es un país que ha vivido y ha experimentado muchas guerras, muchos tipos de guerras: guerras contra otros países, guerras civiles, guerras entre familias e incluso dentro de las propias familias. Por eso la guerra se ha convertido en algo cotidiano para los iraquís. 

    La paz es por tanto un «agua» muy deseada y limpia para Irak. Durante cuatro días Irak ha vivido un milagro de paz. Muy extraño. En un encuentro explicaba que todo Irak durante esos días respiró un aire limpio. Desde el 2003 que no se respiraba un aire limpio de este modo. 

    Este acto del Santo Padre, que es un ser humano pero que está lleno del Espíritu Santo, es un toque divino. Cuando te toca lo divino, hace vivir en paz, hace vivir de modo alegre. No suprime los problemas, las dificultades, por supuesto. Permanecen, pero en medio de los problemas, se vive en paz. Esto es el toque divino. Irak ha experimentado un toque de paz que no es terreno. 

    Durante cuatro días Irak ha vivido un milagro de paz. Desde el 2003 que no se respiraba un aire tan puro en Irak.

    Monseñor Robert JarjisPatriarca auxiliar de Babilonia de los caldeos, Baghdad

    Cuando el Papa visitó Irak, se ha experimentado esta sensación, el deseo puro de todos y la unidad de todos para que se realizase este viaje. Quizá, quizá, quizá, tres veces quizá, digo, recibieran alguna llamada para evitar el viaje. 

    Recordemos el atentado unos días antes de la llegada del Santo Padre, que ha asesinado a pobres, personas que trabajan cada día para ganar el salario cotidiano. Para comprar verduras, ni siquiera carne, solo verduras, para dar de comer a sus familias. Estos han sido asesinados. Este atentado, quizá, haya sido para evitar el viaje del Santo Padre.

    Sin embargo, el toque divino tenía su plan. Que este pueblo pudiera vivir un poco de paz. 

    ¿Qué proyectos hay en Irak ahora? ¿Cuál es el legado del Santo Padre para los próximos años?

    ¿Qué dice un iraquí sobre la visita del Papa? Sobre la visita del Papa, dice que ojalá vuelva. Porque las calles se han limpiado, la felicidad está presente. El pueblo está unido. Esto no existía. Jesús habla. El reino del diablo está dividido y no permanece. Cuando está unido, permanece. Irak ha estado unido. Todo. Cristianos, musulmanes, todos seguían la visita del Santo Padre. Todos.

    Yo era el responsable también de las ceremonias litúrgicas. Cuando venía el Papa a la catedral; se puede ver en vídeos de YouTube, que han sido muy difundidos en la red; la gente de los alrededores salía de sus casas y se acercaban para saludar al Papa, casi todos musulmanes o no cristianos. El Papa pasaba y le saludaban “eccolo, eccolo, benvenuto Papa!”. Hablaban en italiano. Eran personas árabes. Es una cosa tremenda. Un toque particular. 

    El pueblo necesita un rostro de paz como la del Santo Padre. Está cansado de los rostros de guerra. También yo estoy cansado, que soy iraquí.

    Entrando en otra cuestión, mons. Jarjis, ¿cuál ha sido el motivo de su visita a España?

    Esta pregunta es muy interesante. A causa de la inmigración, que tenemos en gran medida en Irak, como Iglesia caldea, yo soy el Auxiliar del Patriarcado de la Iglesia caldea para los Asuntos Educativos. Y hemos creado un Instituto para los Estudios Bíblicos y de Lenguas antiguas. Lenguas bíblicas y de la Mesopotamia. 

    Y no solo queremos llegar a nuestros fieles que están en Irak, sino también a los fieles que están en todo el mundo. Esto une a las iglesias de nuevo. Utilizando los medios que existen ahora. San Pablo usó el medio que se empleaba en su época. Si San Pablo hubiese tenido Internet, Facebook o WhatsApp, los hubiese utilizado. San Pablo hubiese enviado la Carta a los Corintios a través de Facebook, de Instagram o de Twitter. 

    Pero los medios que tenía eran las cartas. Y era lo que hacía, escribir las cartas con el fuego de su corazón. Anunciar el nombre de Jesús, para llegar a todos y unir a todos. Por eso, nosotros, como hijos de este gran anunciante del nombre de Jesús, hemos buscado el medio más veloz para transmitir esto y unir nuestra iglesia que está dispersa en todo el mundo. 

    San Pablo si hubiese vivido en la actualidad habría enviado la Carta a los Corintios a través de Facebook, de Instagram, de WhatsApp o de Twitter. El medio que tenía entonces era las cartas.

    Monseñor Robert JarjisPatriarca auxiliar de Babilonia de los caldeos, Baghdad

    Los desafíos son muchos. Primero, porque no queríamos crear algo sin un objetivo claro y concreto en el futuro. Podríamos haber hecho algo sencillo y se acabó. Pero no. Nuestros profesores han comenzado ya desde antes de la pandemia. Son todos del mundo árabe. Profesores del PhD, del máster de la Biblia. Hemos dado ya los pasos académicos. 

    El segundo paso, hemos comenzado a registrar alumnos iraquís, de distintas provincias; también alumnos de Estados Unidos y de Canadá. De tres países. El segundo año hemos comenzado con 46 personas. Han entrado alumnos de Europa, de Suecia; de Australia, de otros estados de Estados Unidos; de Turquía, emigrantes en Turquía, etc. 

    Este es nuestro proyecto. Que requiere sostenimiento. Sostenimiento económico pero también reconocimiento de otras universidades extranjeras, algo fundamental. Por medio de un “ángel”, sacerdote español, padre José Rapallo, que atiende a los militares españoles dentro de Irak hemos dado grandes avances. Le hemos conocido durante la visita del Santo Padre. Y hemos hablado sobre este proyecto. Y a partir de ahí hemos entrado en contacto con dos universidades: La Universidad UNIR y la Facultad de San Dámaso. 

    Así hemos entrado en contacto con ellos y hemos tenido encuentros para que nos ayuden en la parte técnica. Gracias también al cardenal Osoro, al cardenal Omella, etc. Hemos hablado como hermanos. 

    La tercera parte económica, esperamos encontrar sostenimiento y patrocinadores que nos permitan llevar adelante el proyecto. 

    Antes de la pandemia habíamos empezado un Instituto de catequesis presente en varias ciudades.  En Erbil, en Baghdad. Pero es un Instituto que abarca mucho pero poco profundo. El Instituto que estamos promoviendo abarca una materia especializada. Por tanto, esperemos que salga adelante.  

    Vaticano

    El Papa reanuda las audiencias: «Con la verdad del Evangelio no se negocia»

    Francisco ha retomado las audiencias generales con la catequesis sobre la Carta de San Pablo a los Gálatas, tras la pausa durante el mes de julio.

    David Fernández Alonso·4 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

    El Santo Padre Francisco ha retomado las audiencias generales, desde el Aula Pablo VI, tras el parón durante el mes de julio. De este modo, se mantiene el protocolo sanitario por la pandemia del COVID, manteniendo una silla de separación entre una persona y otra.

    El Papa ha continuado la catequesis sobre la Carta de San Pablo a los Gálatas, que había comenzado antes del verano, una vez terminado el ciclo de catequesis sobre la oración.

    «Este pasaje de la Carta a los Gálatas«, comenzó Francisco, «nos descubre que san Pablo entiende su vida como una llamada a evangelizar, misión a la que se dedica con todas sus fuerzas. Para el Apóstol el Evangelio es el Kerygma, es decir, el anuncio de la muerte y resurrección de Cristo, misterio pascual en el que Dios cumple sus promesas a Israel y ofrece la salvación a todos los hombres. Acogiendo el Evangelio nos reconciliamos con Dios nuestro Padre, nos convertimos en hijos suyos y herederos de la vida eterna».

    EL Papa nos invita a ser fieles al único Evangelio, fieles al camino por la identificación con Jesucristo: «Por eso, cuando Pablo ve que la comunidad de los Gálatas corre el peligro dar oídos a falsos predicadores y desviarse del camino de la fe, los invita a permanecer fieles al único Evangelio, que no es observancia de la ley, sino configuración con la Persona de Jesucristo, que nos libra de la muerte y del pecado».

    Lecturas del domingo

    Comentario a las lecturas del domingo XIX del tiempo ordinario

    Andrea Mardegan comenta las lecturas del XIX domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

    Andrea Mardegan·4 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

    “Busqué al Señor; él me respondió y me libró de todos mis temores”: el Salmo 33 expresa el espíritu de Elías después de la prueba del desánimo. Hizo matar a cientos de profetas de Baal, derrotados en la prueba del fuego en el monte Carmelo, aplicando la Torá que condenaba a muerte a los idólatras. Pero la reina Jezabel le hace saber que quiere el mismo final para él. Huye y es asaltado por el miedo y el cansancio de vivir. “Ya basta, Señor, quítame la vida”, su mirada lo deprime: “No soy mejor que mis padres”. 

    Pero Dios no le pidió que fuera mejor, ni que se juzgara a sí mismo, sino que se dejara alimentar por él. El pan cocido sobre piedras que le entrega el ángel es un anticipo de la Eucaristía. Le da fuerzas para caminar cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte Horeb. Es el monte Sinaí, donde tiene sus raíces el pueblo de Israel, allí Elías rejuvenece su vocación. 

    Elías tuvo una crisis de fe y los Efesios viven la crisis en la vida de Cristo que han recibido: Pablo los exhorta a no “entristecer al Espíritu Santo” y a hacer desaparecer “de ellos toda amargura, ira, indignación, gritos y calumnias, con toda clase de maldad”, y ser “imitadores de Dios” y “benévolos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos mutuamente como Dios os perdonó en Cristo”

    Introducidos por estos dos ejemplos de crisis, llegamos al murmullo de los judíos que no creen que Jesús pueda ser el “pan del cielo”; para ellos su humanidad es obstáculo para comprender su naturaleza divina. Dicen que es “el hijo de José”, y que conocen a su padre y a su madre: la realidad contrasta con la convicción de que el Mesías debe bajar del cielo sin ninguna genealogía terrenal. José y María son los testigos de que Jesús es el Hijo de Dios. Pero no es el momento de revelar el misterio de su nacimiento. 

    Jesús les insta: “No murmuréis entre vosotros”. Ese verbo remite a la murmuración de sus padres en el desierto contra Moisés. Al mismo tiempo, quitándoles la culpa, les revela que sólo con la atracción que el Padre regala se puede ir hacia él con fe. A pesar de su obstinación, Jesús procede en revelarse como “el pan de vida” y “el pan vivo que ha bajado del cielo”, dejando que el Padre les pueda otorgar a su libertad la atracción hacia él. “Si alguno come este pan, vivirá eternamente; y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo”. En el idioma semítico, la palabra “carne” significa toda la persona viva. Al comerlo, nos llega todo Jesucristo y toda su vida: “Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí”. Al comer el pan que da vida, Jesús nos ayuda a superar el desánimo y el miedo que tuvo Elías, las dificultades y vicios de los Efesios y la incredulidad de los judíos.

    La homilía sobre las lecturas del domingo XIX

    El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

    Reverendo SOS

    Programas útiles para la gestión de las redes sociales

    Las redes sociales son cada vez más importantes para la vida de la Iglesia y de sus organismos. Después de todo, las personas de todas las edades se están moviendo a las redes sociales para encontrar nuevas cosas que hacer, lugares a donde ir y personas a las que conocer.

    José Luis Pascual·3 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

    A pesar de su utilidad, entendemos que administrar una página de Facebook, Twitter e Instagram… es una tarea que requiere mucho tiempo. Y, si lo añadimos a nuestra carga de trabajo, puede parecer una tarea imposible. Sería un ahorro de tiempo hacer que la administración de redes sociales resulte más fácil para todos. Te mostraré las mejores aplicaciones que pueden acelerar tus redes sociales. Ellas son:

    Social report

    Social report es una herramienta de administración de redes sociales “todo en uno”. Puede utilizarse para programar publicaciones y generar informes detallados. Tiene excelentes herramientas de programación inteligente, análisis e informes detallados, e incluso una bandeja de entrada social inteligente que muestra tus menciones. 

    En el lado de la publicación, puede programar los estados de todas sus cuentas de redes sociales a la vez. Basta que construyas tu publicación en la ventana de composición del mensaje, selecciones las cuentas en las que deseas publicar y programes tu publicación. Puedes utilizar funciones de sindicación de contenido y contenido Evergreen para automatizar la publicación en redes sociales. 

    Social report ofrece una herramienta que te permite importar actualizaciones de estado desde un documento de Excel, para que puedas programar todas tus publicaciones a la vez. Es compatible con todas las redes.

    Canva

    Canva es una aplicación gratuita de diseño gráfico basada en la web. Puedes crear pancartas y otras imágenes de medios sociales utilizando la biblioteca de plantillas gratuitas. Solo tienes que rellenarlos con tu propio texto, cambiar las imágenes y marcar con tus logotipos. Una vez que hayas perfeccionado tu diseño, puedes descargar copias de tus diseños para uso social y publicarlas directamente en las redes sociales que elijas. 

    Sharethis

    Sharethis ofrece botones gratuitos para compartir redes sociales para la web o blog de WordPress. Los botones están pulidos, responden y están optimizados para dispositivos móviles, por lo que se adaptarán al aspecto del sitio web. ¡Simplemente agrega el código ShareThis a tu sitio web, y listo! Prometo que no tardará más de 10 minutos en implementarse. ¡Es gratuito!

    Kapwing

    Kapwing edita rápidamente videos de redes sociales en la web. Hoy el video se está apoderando del mundo de las redes sociales. Entonces, si tu iglesia quiere aumentar la asistencia, debería experimentar con la publicación de pequeños videos de los servicios y sesiones de grupos. Pero la edición de videos es una tarea costosa y lenta. Con Kapwing ve a la web, selecciona una de sus muchas funciones de edición y carga tu videoclip. Kapwing hará el resto. Por lo que puedes tomar el video del teléfono móvil de la celebración del domingo y editarlo en un breve clip para Facebook en cuestión de segundos.

    Tweetdeck

    Tweetdeck es la herramienta gratuita de Twitter para usuarios avanzados. La aplicación te permite ver, administrar y twittear desde todas las cuentas de Twitter en un solo lugar. También puedes usarlo para ejecutar búsquedas en curso para diferentes palabras clave y hashtags. Crea tantos paneles como quieras para mostrar diferentes listas, feeds de Twitter, búsquedas y más.

    Story heap

    Story heap crea y programa historias de Instagram y Snapchat en línea. Las historias de Instagram y Snapchat son una forma poderosa de aumentar los seguidores sociales, especialmente entre la gente más joven. Pero crear contenido de historias en un teléfono inteligente puede ser difícil. Las propiedades de pantalla limitada hacen que sea difícil crear. Storyheap es una aplicación web que te permite crear y programar historias de Snapchat e Instagram en tu navegador web. La aplicación tiene un generador de historias, por lo que es muy fácil crearlas.

    Pagemodo

    Pagemodo te ayuda a destacar entre el mar de páginas genéricas de Facebook con temas increíbles y pestañas personalizadas. Puedes crear una pestaña personalizada en la página de Facebook de tu iglesia y agregar fotos, videos, mapas, información de servicio y más con solo un par de clics. Ya tienes control sobre el HTML y CSS de la pestaña. Cuando se utilizan correctamente, estas pestañas adicionales se pueden convertir en la página de Facebook de tu parroquia en una base de conocimientos sobre tu parroquia. Tiene un excelente creador de fotos de portada que te permite crear pancartas personalizadas, sin necesidad de experiencia en diseño.

    Entra en la web de cada una de estas herramientas, y verás qué fácil.

    Reverendo SOS

    Cómo hacer streaming en tu parroquia

    “Streaming” es un concepto ya difundido, y la transmisión de actos, eventos o ceremonias por este camino se ha convertido en un recurso habitual. Los últimos meses, con la situación creada por el COVID-19, ha demostrado su utilidad. ¿Cómo utilizar bien esta posibilidad?

    José Luis Pascual·3 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

    Existen diferentes preguntas en referencia a la transmisión en vivo o streaming, a través de diferentes plataformas para nuestras parroquias, reuniones o eventos. Y vamos a hablar de lo que necesitamos para realizar una retransmisión en vivo por la plataforma de su elección (Facebook, Instagram, Youtube, etc…). 

    Es necesario que nuestra transmisión tenga una buena calidad, ya que actualmente nos atrae más una transmisión que se vea y se escuche bien que algo que se ve “pixelado” o tiene baja calidad, o donde el audio no sea entendible.

    Y para ello existen equipos que son necesarios para lograr que nuestra transmisión sea excelente. Y, como sabrás, se necesita una serie de equipos como cámaras de vídeo, video switchers, en algunas ocasiones capturadoras de vídeo, etc.; pero es necesario que cada uno de estos equipos sea de una buena calidad, porque si algo de nuestra cadena de equipos es de menor calidad, obviamente nuestro resultado se verá afectado.

    Vídeo

    Hoy ya podemos encontrar diferentes formas de recibir vídeo para una transmisión en vivo: desde la tecnología NDI, que es la recepción de vídeo por IP, la recepción de vídeo cable USB C, o lightning en el caso de la marca Apple, y las famosas capturadoras de vídeo. No importa cuál sea la que elijas; la mejor opción es la que se acomode mejor a tus necesidades, espacio y economía. 

    La mayoría de las cámaras ya nos dan calidad FullHD o 4K, que son las calidades estándar en cuestión de vídeos y nos brindan una buena imagen. Es importante recalcar que actualmente todos estos equipos para la transmisión en vivo tienen entradas y salidas digitales, gracias a las cuales no pierde la calidad cuando lo conectamos a algún otro equipo, siempre y cuando este otro equipo también acepte esa calidad de vídeo.

    Audio

    Cuando se trata de audio, en el caso de una transmisión con una o dos personas se puede hacer directamente desde la cámara, si ésta cuenta con las entradas adecuadas.

    Existen muchos micrófonos para este tipo de soluciones, desde Lavalier para celulares o cámaras convencionales, hasta micrófonos convencionales de muy buena calidad en caso de que una cámara que sea de una gama mayor. 

    Nuestro objetivo puede ser una transmisión con música, específicamente con una banda en vivo o en la que necesitamos recibir el audio directamente de una consola. Entonces necesitamos un adaptador para poder mandar esa fuente externa. Podemos utilizar consolas con salida USB; si nuestro sistema es muy sencillo, también hay capturadoras de vídeo con entradas de audio.

    Uno de los errores más comunes que suceden con el audio en las transmisiones en vivo es que la señal se envía saturada (peak, clip). Esto puede suceder por varias razones:

    1. porque todos tus canales tienen una señal de entrada muy alta y están llegando al punto del peak o clip en tu consola: recuerda que debes manejar una estructura de ganancias correcta;
    2. porque el nivel de salida para la transmisión en vivo de la consola esta muy alta;
    3. porque estás enviando tu señal a una consola/interfaz USB o switcher de vídeo en el que estás dando ganancia a lo que estás recibiendo, lo que implica que tu señal ya viene amplificada: lo único que tienes que hacer en tu consola/interfaz USB o switcher de vídeo es asignarle un volumen.

    Software o Sistema de Streaming (tarjeta de transmisión)

    Para la transmisión necesitamos un software o un dispositivo llamado “tarjeta de transmisión”, al cual mandaremos nuestro audio y vídeo juntos; estos se encargarán de enviar todo y hacer la transmisión.

    Para realizar un streaming es importante tener herramientas que puedan llenar nuestras expectativas y necesidades, entre ellas la cantidad de cámaras. Existen varios productos que pueden ser muy útiles para esto. Yo uso la ATEM MINI PRO, un switcher de muy buena adaptabilidad y grandes funciones, una gran apuesta de Blackmagic.  Contamos con la posibilidad de conectar 4 señales de vídeo HDMI, así como transmisión directa con cable sin necesidad de una computadora; y otra gran ventaja es su precio en comparación de otros del mercado.

    Una buena conexión a internet

    De nada serviría tener todos los dispositivos para la transmisión si no contáramos con la conexión a internet necesaria. El ancho de banda que se recomienda para hacer una transmisión, siempre suponiendo que no tenemos otro dispositivo conectado, es de 10 Mb de subida. Eso nos permitirá un buen rendimiento.

    Con estos 4 elementos, podremos hacer nuestro streaming correctamente.

    Vocaciones

    Los orígenes del Carmelo de Compostela: la Madre María Antonia de Jesús

    La Madre María Antonia de Jesús fue fundadora del Carmelo de Santiago de Compostela, además de una gran literata, siendo la primera mística y escritora carmelita gallega. En 2018 el Papa Francisco la declaró Venerable.

    Ana de la Esperanza i.c.d.·3 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

    Nos trasladamos en el tiempo al siglo XVIII, para sorprender a la protagonista de nuestra historia. María Antonia Pereira y Andrade (1700-1760) tiene entre 27-28 años. Aunque nacida en el lugar de O Penedo (Cuntis), vive ahora en la ciudad portuaria de Baiona, donde ha contraído matrimonio con Juan-Antonio Valverde. Tienen dos hijos, y como tantos varones gallegos, su marido le pide emigrar al sur de España para ganar más dinero con que elevar el nivel de vida de su familia. Insiste tanto, que María Antonia le da el permiso, con la condición de que no tarde en volver a casa… 

    Ninguno de los dos sabe que esta separación será definitiva, porque Dios irrumpe con fuerza en el corazón de María Antonia, que, al estar sola, comienza una vida de oración y de piedad intensas.

    Una noche recibe una experiencia mística -la primera, podríamos decir-, en que escucha la voz del Crucificado ante el cual está orando, que le dice: “Apártate de la ocasión en que me puedes ofender y sígueme”.

    La quemadura del Amor de Dios

    Aquí nace otra María Antonia, su vida queda marcada por la quemadura del Amor de Dios que, prendiendo en su alma, enciende también el fuego del amor al prójimo, el celo del bien de las almas, de la conversión de los pecadores y de los no creyentes.

    Dios es “el Maestro interior” que la va iluminando. María Antonia es analfabeta, por eso, procura siempre discernir todo con su confesor. Tiene una luz grande sobre la obediencia, para no caer en ilusiones de la fantasía: se deja discernir.

    Estando un día en su acostumbrada oración, Dios le hace una promesa: “Tú serás fundadora de un convento”. Ella se pregunta, como la Virgen en la Anunciación: “¿Cómo será esto?” Casada, con dos hijos, con su marido, que, aunque lejos, continúan queriéndose…

    “Si quieres que los tenga, ¡tráelos tú!”

    Dios, no obstante, le va inspirando el hacer voto de castidad, le dice que quiere que tenga más hijos que los dos que tiene, y la joven María Antonia le responde: “Si quieres que los tenga, ¡tráelos tú!”. Se juntan hasta trece muchachas de la villa, a las que inicia en la vida espiritual, de oración, de frecuencia de sacramentos, todas con grandes deseos de poder ser religiosas, aunque finalmente solamente tres se consagrarán a Dios.

    La promesa de la fundación del convento en Compostela martillea siempre en su pensamiento: ¿De qué Orden? ¿Dónde, cómo y cuándo?…

    Llevada de una moción interior, pide permiso a su marido para vestir el hábito de la Virgen del Carmen, como acostumbraban hacerlo las mujeres devotas (llamado “descubierto”). Luego lo harán las otras tres discípulas que serán religiosas como ella.

    A la Virgen del Carmen

    Nuestra protagonista conoce que hay una Orden dedicada a la Virgen del Carmen, que se dedican a una vida de oración, de amor y culto hacia “la divina Reina”, y comprende que ésta es la Orden que Dios le señala. ¡De hecho, no conocía apenas nada de ella, ni de su fundadora, la insigne santa Teresa de Jesús! Por eso, cuando fortuitamente lee la vida de la santa abulense, su Camino de Perfección, todas las piezas de este puzle tan extraño comienzan a encajar… Entonces, llena de valentía, se pone en camino con las tres jóvenes compañeras hacia Sevilla, donde está su marido, para pedirle la separación canónica, poder entrar ella como religiosa y ayudar a las compañeras a lograr lo mismo. Su peregrinación por tierras portuguesas es increíble: cruzan a pie todo el Reino, de norte a sur, hasta llegar a Zafra, y de allí, a Sevilla.

    En la víspera de nuestro santo Patriarca san José, después de una noche de oración, de “pelea con Dios”, su marido no sólo le da el permiso, sino que siente en su interior el deseo de ser también él religioso, en la misma Orden que escoge su mujer.

    Antes de su entrada, María Antonia intenta fundar con cinco de sus discípulas un Carmelo en Santiago de Compostela, justo a su regreso de Sevilla, siendo todavía seglar. La mueve el celo por las almas, y el amor desmedido hacia la Virgen del Carmelo, que no tenía en Galicia ninguna casa suya, con la pena de que las jóvenes con vocación de Carmelitas tenían que irse a Castilla.

    “Tú serás fundadora de un convento”

    Al no conseguir fundar entonces, los dos esposos cumplen el voto de hacerse religiosos. Entran el día de san José en Alcalá de Henares, en la Orden del Carmelo Descalzo, él en los Padres, y ella en las Madres del Corpus Christi. María Antonia tiene 32 años.

    Pero la promesa: “Tú serás fundadora de un convento”, aunque sosegada, permanece viva bajo la ceniza, y Dios enciende de nuevo el fuego vivísimo de los deseos del bien de las almas y de Su gloria. Por vías providenciales todo se va solucionando, y el 15 de octubre de 1748 llegan las fundadoras a Santiago de Compostela. ¡Es la fiesta de Santa Teresa! Así se lo había revelado el Señor en una visión, en la que vio a las muchachas gallegas vestidas con sus trajes tradicionales, en un Año Jubilar (Año Santo Jacobeo, como el que estamos viviendo hoy). Madre María Antonia viene como una más en el grupo.

    Poco después de hecha la fundación, la nombran priora de la nueva comunidad, y, como le dice el Señor con palabras amorosas: “se devuelve el hijo -la fundación- a su propia madre”.

    Fallece en olor de santidad el 10 de marzo de 1760, y en 2018 es declarada Venerable por el Papa Francisco. No podríamos terminar esta reseña sin destacar algo que es de fundamental importancia: cuando se busca el nombre de alguna mujer gallega escritora del siglo XVIII, el resultado es prácticamente nulo. Sólo en el siglo posterior, cuatro grandes literatas despiertan el alma femenina de esta tierra. Con la Autobiografía de la Madre María Antonia -que acaba de salir a la luz por vez primera (Editorial Monte Carmelo)-, se hace justo reconocimiento a la primera mística y escritora carmelita gallega, que emerge de la sombra de la historia del XVIII acusando un perfil femenino del alma galaica que se desconocía. Con ella, se salva un vacío lamentable que empobrecía nuestra cultura, y aparece un semblante “antiguo y nuevo”: el de la que será conocida entre los suyos como “A Monxiña do Penedo”, Madre María Antonia de Jesús.

    El autorAna de la Esperanza i.c.d.

    Vocaciones

    Sacerdotes santos: san Juan María Vianney, el Santo Cura de Ars

    El Santo Cura de Ars es uno de los grandes sacerdotes santos de la historia de la Iglesia, como así lo ha demostrado su inmensa labor pastoral y su fama de santidad aun en vida.

    Manuel Belda·3 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

    San Juan María Vianney nace en Dardilly, pueblo cercano a Lyon, el 8 de mayo de 1786. A los 17 años inicia los estudios sacerdotales. Llamado al servicio militar, es destinado a combatir en España, pero deserta y se oculta en las montañas desde 1809 hasta 1811, año en que una amnistía le permite volver a su pueblo. Vuelve al Seminario, pero debido a sus dificultades con la filosofía y el latín, es despedido. Un sacerdote, el P. Belley, lo acoge y le prepara, hasta conseguir que sea ordenado, el 13 de agosto de 1815. Permanece como coadjutor del P. Belley desde 1815 hasta 1818, año en que es destinado a la parroquia de Ars, un pueblecito con 230 habitantes. Al enviarlo, el Vicario general de la diócesis le dijo: «no hay mucho amor en esta parroquia; usted procurará introducirlo».

    En los años que transcurrió en Ars pueden distinguirse claramente dos fases: en la primera, su labor pastoral se limitó a los feligreses de su parroquia, con la predicación, la catequesis, las visitas a los enfermos, etc. En la segunda, pocos años más tarde, su fama de santidad se extendió por toda Francia y una gran multitud de todas las regiones acude a Ars, y a veces la gente ha de esperar días para poder confesarse con él. Un botón de muestra de esta gran afluencia de fieles es que fue preciso poner trenes especiales desde Lyon a Ars.

    Falleció el 4 de agosto de 1859, por lo que su memoria obligatoria se celebra el 4 de agosto. Fue canonizado y proclamado patrón de los párrocos por Pío XI en 1929.

    Su santidad de vida

    San Juan María Vianney logró la conversión de los habitantes de Ars y de una gran multitud de personas, porque era muy santo. En cierta ocasión, a un abogado de Lyon que volvía de Ars, le preguntaron qué había visto allí. Y contestó: «He visto a Dios en un hombre». Como dijo en una ocasión Benedicto XVI: «El santo cura de Ars logró tocar el corazón de la gente no gracias a sus dotes humanas, ni basándose exclusivamente en un esfuerzo de voluntad, por loable que fuera. Conquistó a las almas, incluso a las más refractarias, comunicándoles lo que vivía íntimamente, es decir, su amistad con Cristo. Estaba enamorado de Cristo, y el verdadero secreto de su éxito pastoral fue el amor que sentía por el misterio eucarístico, celebrado y vivido, que se transformó en amor por la grey de Cristo, los cristianos, y por todas las personas que buscan a Dios» (Audiencia general, 5-VIII-2009).

    El Santo Cura de Ars enseñaba a sus parroquianos sobre todo con el testimonio de su vida santa. Con su prolongado estar ante el sagrario en la Iglesia, consiguió que los fieles comenzasen a imitarlo, acudiendo con gusto al sagrario para hacer una visita a Jesús Sacramentado. De su ejemplo aprendían los fieles a orar. «No hay necesidad de hablar mucho para orar bien», les enseñaba; «sabemos que Jesús está allí, en el sagrario: abrámosle nuestro corazón, alegrémonos de su presencia. Ésta es la mejor oración». «Yo le miro y él me mira», decía a su santo cura un campesino de Ars que oraba ante el Sagrario.

    La educación de los fieles en la devoción a la Eucaristía era particularmente eficaz cuando lo veían celebrar el Santo Sacrificio del Altar. Los que asistían decían que «no se podía encontrar una figura que expresase mejor la adoración… Contemplaba la hostia con amor».  Les decía: «Todas las buenas obras juntas no son comparables al Sacrificio de la Misa, porque son obras de hombres, mientras la Santa Misa es obra de Dios».

    Esta identificación personal con el Sacrificio de la Cruz en la Santa Misa lo llevaba del altar al confesonario. Su dedicación al Sacramento de la Reconciliación era extenuante. Cuando fue creciendo la multitud de penitentes, provenientes de toda Francia, llegó a permanecer hasta 16 horas diarias en el confesonario. Se decía entonces que Ars se había convertido en el «gran hospital de las almas». A un hermano sacerdote, le explicaba: «Le diré cuál es mi receta: doy a los pecadores una penitencia pequeña y el resto lo hago yo por ellos».

    El Santo Cura de Ars vivió heroicamente la virtud de la pobreza. Su pobreza no fue la de un religioso o un monje, sino la que se pide a un sacerdote: a pesar de manejar mucho dinero (ya que los peregrinos más pudientes se interesaban por sus obras de caridad), era consciente de que todo era para su iglesia, sus pobres, sus huérfanos, y sus familias más necesitadas. Y explicaba: «Mi secreto es simple: dar todo y no conservar nada». Cuando se encontraba con las manos vacías, decía contento a los pobres que le pedían: «Hoy soy pobre como vosotros, soy uno de vosotros». Así, al final de su vida, pudo decir con absoluta serenidad: «No tengo nada… Ahora el buen Dios me puede llamar cuando quiera».

    También vivió heroicamente la virtud de la castidad. Se puede decir que era la castidad que conviene a quien debe tocar habitualmente con sus manos la Eucaristía y contemplarla con todo su corazón arrebatado y con el mismo entusiasmo la distribuye a sus fieles. Decían de él que «la castidad brillaba en su mirada», y los fieles se daban cuenta cuando clavaba la mirada en el sagrario con los ojos de un enamorado.

    Finalmente, hay que destacar en la vida del Santo Cura de Ars su amor a la Santísima Virgen. Él mismo sentía una devoción vivísima hacia la Inmaculada Concepción; él, que ya en 1836 había consagrado su parroquia a María concebida sin pecado, y que con tanta fe y alegría acogió la definición dogmática de 1854. Recordaba siempre a sus fieles que «Jesucristo, cuando nos dio todo lo que nos podía dar, quiso hacernos herederos de lo más precioso que tenía, es decir de su Santa Madre».

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    Ecología integral

    La pureza es posible

    Ante el aumento del consumo de pornografía entre los jóvenes y las adicciones perjudiciales que esta práctica provoca, el doctor Kevin Majeres ha impulsado una iniciativa para ayudar a salir de esta y otras adicciones sexuales.

    David Fernández Alonso·3 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

    Los adolescentes consumen pornografía por primera vez a los 12 años y casi 7 de cada 10 (el 68,2%) consumen estos contenidos sexuales de forma frecuente (lo han hecho en los últimos 30 días). Este consumo se produce en la intimidad (93,9%), a través del teléfono móvil, y se centra en contenidos gratuitos online (98,5%), basados de manera mayoritaria en la violencia y la desigualdad.

    DATO

    68%

    de los adolescentes consumen pornografía de forma frecuente.

    Así lo revela, entre otros, el informe (Des)información sexual: pornografía y adolescencia que ha elaborado Save the Children publicado hace unos meses para estudiar el consumo de contenidos sexuales entre la población adolescente y el impacto que estos tienen en sus relaciones y su desarrollo. Además de arrojar luz sobre este asunto, el estudio recoge una serie de recomendaciones sobre cómo abordar la sexualidad para las familias, los profesionales de la educación y de la salud y la propia población adolescente.

    Según algunos expertos, el poder de la pornografía, de la cual aumenta el consumo cada año, según se observa en este y otros estudios, proviene de la forma en que ésta engaña al cerebro inferior del hombre. Uno de los inconvenientes de esta región del cerebro es que no puede distinguir entre una imagen y una realidad.

    Consciente de esta situación, el doctor Kevin Majeres, ha lanzado una iniciativa dirigida a ayudar a las personas que se encuentran en una situación de cierta adicción sexual.

    Nacido y criado en Minnesota, Majeres estudió medicina en la Universidad de Dallas en Irving, Texas, donde hizo también la residencia en el Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern. Después de la graduación completó una beca con el Instituto Beck de Terapia Cognitiva e Investigación en Filadelfia, y entró a formar parte de la Academia de Terapia Cognitiva. También es miembro de la Asociación de Terapeutas Conductuales y Cognitivos. Actualmente forma parte del cuerpo docente de la Facultad de Medicina de Harvard, donde imparte una clase semanal sobre terapia cognitivo-conductual a los psiquiatras en formación del Centro Médico Beth-Israel Deaconess. También es diplomado por la Junta Americana de Psiquiatría y Neurología.

    La iniciativa se encuentra en la página web www.lapurezaesposible.com y su original en inglés www.purityispossible.com.

    Bajo la afirmación de que «la pureza es posible para cualquier persona», Majeres ofrece un método para salir de la adicción del consumo de pornografía o de otras conductas sexuales adictivas. «La pureza», se lee en la introducción del portal, «es un estado de paz en el que tus deseos y conductas sexuales están en completa sintonía con tus ideales. Vivir de acuerdo a los propios ideales siempre nos da alegría, y cualquier persona es capaz de aprender a hacerlo a través de una práctica bien enfocada».

    Esta web se propone aplicar la sabiduría y la ciencía de la terapia conductual al desafío de superar los comportamientos sexuales adictivos. Mediante nueve módulos que ofrece el método, se puede aprender paso a paso a ganar control sobre los impulsos, la ansiedad y la distracción. El método de Majeres se basa en los resultados de las últimas investigaciones en neurociencia, psicología, fisiología y medicina. Y, a lo largo del camino, el sujeto podrá encontrar muchos motivos para la esperanza.

    El plan comienza con un módulo sobre los ideales. «El propósito de la terapia conductual», explica Kevin Majeres, «es romper círculos viciosos y fomentar círculos virtuosos. La terapia conductual se concentra en el momentum que impulsa a unos y otros. En los círculos viciosos, este momentum es el proceso de automatización que crece conforme uno escapa de las emociones desagradables; en los círculos virtuosos, es el crecimiento en el sentido de la vida, el autocontrol y la alegría que acompañan al seguimiento de los ideales. Este módulo te ayudará a identificar tus ideales y a dar los primeros pasos para vivir de acuerdo con ellos».

    En el centro de la terapia cognitiva se encuentra la práctica del reframing, con la que uno se entrena voluntariamente para ver las pruebas como oportunidades en lugar de amenazas. El reframing cambia el modo en que trabaja tu cerebro durante una prueba: desaparece la visión túnel formada por el impulso, se conserva la capacidad de tomar decisiones morales, y permanece en primer plano una visión clara de los ideales. La persona será menos impulsiva y se distraerá con menor facilidad, lo que hará que los impulsos sean mucho más fáciles de gestionar.

    El método, además de estos dos que hemos mencionado, propone los siguientes módulos a modo de itinerario que el interesado puede recorrer por cuenta propia: Ideales, Paciencia, Reframing, Mindfulness, Trabajo, Ansiedad, Esperanza, Preparación y El plan.

    Mundo

    Explicando la fe a refugiados afganos

    A través de una catequesis iniciada hace ya cuatro años, promovida personalmente por el autor de este artículo, muchos refugiados afganos en Salzburgo están conociendo la fe y acercándose a ella. Conocemos algunas de sus historias. 

    Dieter Grubner·3 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

    Cuando el Papa Francisco proclamó en 2016 un Año de la Misericordia, un amigo y yo empezamos a jugar todos los domingos al fútbol con refugiados, y a enseñarles a hablar alemán. En diciembre de 2016 participé en una velada para refugiados que organizaba una organización llamada “Elías 21”, un grupo interconfesional que había comenzado en Alemania a dar a conocer el Evangelio y el cristianismo a los refugiados. Lo que hacían era proyectar una película sobre Jesucristo, y ofrecerse a todos los que estuvieran interesados en aprender más sobre el cristianismo. Así hicimos nosotros, y pude conocer a varios refugiados musulmanes, para los que inicié a principios de 2017 una catequesis en el centro de formación Juvavum, de Salzburgo.

    Abbas participó desde el principio. Había huido de Irán, pero es originario de Afganistán y pertenece a la etnia hazara, que desde hace tiempo es maltratada y perseguida en Afganistán. 

    Aunque su alemán no era todavía muy bueno, participaba en la catequesis con gran interés y con mucha regularidad. A menudo promovía conversaciones con otros refugiados en el centro de asilo, por lo que bastantes veces fue objeto de burla. Sin embargo, siguió viniendo regularmente a la catequesis, y una vez trajo a un amigo que también quería hacerse cristiano.

    Para ayudarle no sólo a entender el cristianismo, sino también a vivirlo, mantuve con él algunas conversaciones personales. Aceptaba de buen grado los consejos para su vida cristiana y se esforzaba seriamente por ponerlos en práctica. Por ejemplo, siempre saluda al Señor en el sagrario de la capilla antes de participar en la catequesis, y empezó a hablar regularmente con un sacerdote.

    Después de un año de catequesis, habíamos estudiado los contenidos esenciales del Catecismo de la Iglesia Católica. Para hacerme una idea del interés que tendría en continuar del curso, pregunté a Abbas si estaría interesado en seguir profundizando y, en caso afirmativo, si prefería que hiciéramos ese curso de profundización semanalmente o sólo cada dos semanas. Reconozco que para mí el ritmo semanal era bastante exigente, y mi idea era plantearle que desde entonces el curso fuera sólo cada dos semanas. Pero como Abbas expresó con verdadero interés el deseo de que el curso se impartiera semanalmente, decidí continuarlo con esa frecuencia; fue una decisión acertada, ya que los refugiados necesitan desesperadamente la formación.

    Como había sido bautizado en el verano de 2016 en una iglesia libre evangélica y tenía ganas de hacerse católico, le preparé para la Confirmación, que tuvo lugar en mayo de 2018, junto con su incorporación a la Iglesia católica.

    Durante una de nuestras conversaciones personales, le había explicado que era importante esforzarse por alcanzar una buena formación, por amor a Jesús y para ser un buen profesional más adelante. Él se mostró completamente de acuerdo, y sacó sus consecuencias. Como en Irán sólo había acudido a la escuela durante cuatro o cinco años, comenzó un curso de finalización de la escuela obligatoria, que completó con éxito después de un año y medio. Después de eso, comenzó una formación en la HTL, las iniciales en alemán de la escuela técnica superior. Estos estudios le fascinaban. Ya ha terminado con éxito dos cursos escolares y está ansioso por terminar esta carrera.

    Hace aproximadamente medio año, se presentó otro emigrante de Afganistán, llamado Nawied, que quería hacerse cristiano. Como por falta de tiempo no me era posible dar otro curso de catequesis, pedí a Abbas, que ahora usa su nombre de bautismo Esteban, que le diera él la catequesis, con los materiales que yo había usado en la suya. Lo hizo con mucha alegría. En una conversación personal con Nawied, éste señaló que Esteban era un gran conocedor de la fe católica. Después de seis años, por fin se va a celebrar la segunda instancia del juicio que ha de decidir si se el concede asilo en Austria, como ha solicitado. Yo rezo para que se le conceda el asilo.

    En Pentecostés de 2018, una conocida mía de la comunidad Loreto (una comunidad carismática) se dirigió a mí para informarme de que un refugiado llamada Bismillah había sido “tocado por el Espíritu Santo”, como ella decía, y quería participar en nuestra catequesis. Lo traduje para mí mismo como “está interesado en la fe católica”, y le invité al curso. Pronto me di cuenta de que mi amiga carismática tenía razón: Bismillah es un verdadero “bólido”. Desde el principio, siguió la catequesis con gran interés. Cuando al principio de la reunión refrescábamos el contenido de la última catequesis, solía ser el que más sabía durante la repetición. Todavía más: habló con muchos amigos de su casa de refugiados sobre la fe que acababa de encontrar, de manera que dos de sus ellos se unieron a la catequesis en los meses siguientes. Y aunque todavía era poco el tiempo que llevaba preparándose, en el verano de 2018 participó en una “academia de verano” que organicé con el objetivo de profundizar en la fe católica.

    Pronto pude preguntarle con buena conciencia si quería bautizarse, a lo que respondió con un “sí” decidido. A principios de agosto fue aceptado en el catecumenado en la parroquia de San Blas. En la Pascua de 2019 recibió el Bautismo con el nombre de Daniel. Asimismo, fue confirmado y recibió el sacramento de la Eucaristía en la Primera Comunión. La misa del domingo, la oración diaria, la confesión y la conversación con el sacerdote se han convertido desde entonces en elemento regular de su vida (cristiana).

    Cuando le ofrecí un curso semanal para profundizar en la fe, aceptó con gusto el ofrecimiento, y sigue viniendo semanalmente a Juvavum.

    Hace aproximadamente un año le pedí que, con ayuda de mis materiales, explicara lo esencial de la fe católica a otro afgano llamado Asef, que hablaba muy mal el alemán y, por lo tanto no entendía bien el contenido de la catequesis. Así lo ha hecho, con gusto y de forma fiable. Más aún: cuando se enteró de que otro afgano llamado Nabi, al que ya conocía antes, también necesitaba este apoyo, se ofreció a ayudarle. También lo hizo de forma muy responsable, y su amigo está muy satisfecho.

    Daniel Bismillah ha encontrado un lugar firme en el corazón de su padrino, que es un médico (casado, y con cuatro hijas). Éste lo invitó a su casa el día de Navidad de 2019. Daniel Bismillah tuvo la oportunidad de asistir a la Santa Misa junto a la familia de su padrino, y de celebrar luego la Navidad en casa de ellos al estilo clásico austriaco, con un árbol de Navidad y las costumbres tradicionales. Al día siguiente Daniel Bismillah me envió el siguiente WhatsApp: “Querido Dieter, ayer celebré la Navidad con Andreas y su familia. Fue el día más bonito de mi vida. ¡Gracias por encontrarme un padrino como Andreas! Muy cordialmente, Daniel”. El padrino continuó invitando con frecuencia a Daniel Bismillah a su casa de fin de semana, junto al Mondsee. También fuimos juntos a una excursión en bicicleta.

    Poco antes de las Navidades de 2020, tras más de cinco años de espera para obtener el asilo en Austria, por fin tuvo lugar su procedimiento definitivo de asilo, lo que en la jerga de los refugiados se llama “la entrevista”. Su padrino y yo acudimos como testigos. El juez quedó tan impresionado por Daniel Bismillah, que ese mismo día le concedió asilo en nombre de la República de Austria.

    Daniel Bismillah es muy decidido. En Afganistán trabajó de agricultor para su tío, hasta que huyó cuando tenía unos 17 años. En Austria, primero aprendió alemán, luego asistió al curso de finalización de la escuela obligatoria y posteriormente completó tres cursos en la escuela nocturna de la HTL. En diciembre de 2020 obtuvo el asilo, y a mediados de febrero de 2021 -en pleno confinamiento por la pandemia de coronavirus- puedo encontrar trabajo en una tienda de electricidad gracias a los conocimientos obtenidos en esa escuela.

    Tanto Stefan como Daniel pertenecen al grupo de afganos con cuya ayuda me gustaría fundar una “comunidad farsi” en Salzburgo, para apoyar los esfuerzos de los refugiados convertidos por vivir una vida cristiana a través de una comunidad en la que se sientan cómodos y puedan servir como estímulo apostólico a sus compañeros.

    El autorDieter Grubner

    Salzburgo

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    Reverendo SOS

    Teletrabajo, videoconferencias, videollamadas

    Ahora más que nunca oímos hablar sobre el teletrabajo, las videoconferencias o las videollamadas. La actual crisis sanitaria nos ha llevado a adoptar abruptamente este concepto en nuestro día a día. ¿Cuáles son las herramientas más útiles? ¿Qué ventajas tienen, y qué desventajas?

    José Luis Pascual·2 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

    Aunque el 22 % de los trabajadores podría trabajar desde casa, el año pasado apenas lo hizo el 7,5 % del total. En realidad, todos podríamos estar adoptando esta modalidad de trabajo remoto. ¿Razones? Vivimos crisis que requieren mantener distancia física, o hay situaciones familiares o momentos excepcionales que nos impiden desplazarnos, y queremos permanecer conectados. La realidad ha demostrado que no estamos preparados: en España el 33,5 % de los trabajadores asegura que no sabe manejarse en entornos de trabajo digitales básicos. También diócesis, iglesias, instituciones educativas, profesionales de muchos sectores (médicos, abogados, consultores, etc.) se enfrentan al reto de trasladar sus reuniones o clases a un formato online en vivo.

    Sus beneficios

    Reducirás tus costos de traslado. Utilizarás el tiempo a tu favor. Concentrarás la atención en los problemas a resolver y no en cuestiones secundarias. Tendrás la oportunidad de invitar a más personas a que aporten valor a la conversación, como otros miembros de la entidad o especialistas que de otra forma no asistirían. Crearás una dinámica de intercambio de ideas más rápida y eficaz.

    Algunas desventajas

    Si no cuentas con la velocidad de internet adecuada, tendrás problemas de conectividad. Deberás contar con un presupuesto para la contratación de la herramienta, si escoges una opción de pago.

    Las videoconferencias están haciendo posible el teletrabajo entre profesionales de todo el mundo, modificando los sistemas de trabajo y las rutinas de millones de empresas. Estas son algunas de las más destacadas:

    Google Meet. Es gratuita y de pago, creada por Google para empresas y centros educativos. Permite crear videollamadas grupales para realizar reuniones, conferencias o seminarios web. Los participantes admitidos van de 100 a 250, en función del plan de pago. Permite grabar la reunión, que quedará guardada automáticamente en Google Drive junto con el archivo de la transcripción del chat. Un ordenador con conexión a internet, un dispositivo móvil o un teléfono es todo lo que se necesita para utilizarla.

    Microsoft Teams. Para utilizarla es necesario que el organizador tenga una cuenta de Office365 con licencia. Se basa en Grupos de Office365, y permite la colaboración entre personas de un mismo equipo o que desarrollan un proyecto concreto, compartiendo recursos; su función principal es la comunicación constante entre los miembros del equipo. Tiene chat y grabación de la reunión, y permite compartir pantalla. A las reuniones se puede invitar a otros que no sean de Teams

    Skype. Es muy conocida, pero… ¿sabías que Microsoft ha desvelado que nos dejará el 31 de julio de 2021? Es más, ya desde el 1 de septiembre de 2019 los nuevos clientes de Office365 incorporan como aplicación Teams, y no es posible activar Skype for Business

    Cisco Webex. Es una plataforma de colaboración segura alojada en la nube, que proporciona un paquete de productos de audio, vídeo y conferencias web, robusto y escalable. Incluye funcionalidades avanzadas de inteligencia artificial. Su plataforma securizada protege la información del usuario sin poner en riesgo características como la búsqueda segura y el cumplimiento de las políticas de seguridad corporativas del contenido compartido y almacenado.

    GoToMeeting. Es de pago, creada para realizar conferencias y reuniones. Soporta conferencias de hasta 250 participantes, que pueden conectarse a través de internet o por teléfono/tablets. El organizador de la reunión puede compartir toda su pantalla o elegir solo una aplicación específica. Como casi todas las plataformas, permite grabar la sesión y exportarla.

    GoToWebhttps://global.gotowebinar.com/inar es de pago, creada para realizar seminarios web, hasta un total de 3.000 participantes que pueden conectarse a través de internet o teléfono/tablets, tanto iOS como Android. Esta enfocada a seminarios web.

    Zoom. Es una de las opciones mejor acogidas por el público. Funciona de manera intuitiva, por lo que resulta amigable para todas las personas. Cuenta con un equipo de soporte técnico que resuelve las dudas. Puedes crear reuniones con video apagado o encendido, y compartir pantalla. Da la opción de una prueba gratuita al iniciar tu registro, tras lo cual tendrás disponible la opción para programar la videoconferencia: agrega el tema de la reunión y obtendrás una URL para compartir. En el botón “Invitar a otros” puedes añadir más participantes.

    Jitsi Meet. Es una aplicación gratuita de videoconferencia, voz por IP y mensajería a través de la web. No requiere de la instalación de una aplicación; opera a través de un navegador web. El número de participantes solo está limitado por el rendimiento del ordenador y la velocidad de la conexión a internet.

    Ecología integral

    El amor político

    La caridad social nos hace amar el bien común y nos lleva a buscar efectivamente el bien de todas las personas.

    Jaime Gutiérrez Villanueva·2 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

    Recientemente se ha aprobado de manera definitiva la ley de la eutanasia en España. Desgraciadamente se ha buscado la solución de evitar el sufrimiento, provocando la muerte de quien sufre. Es dramático que en España haya 60.000 personas cada año que mueren con sufrimiento, pudiéndose remediar con una política adecuada de cuidados paliativos.

    En la Fratelli tutti que estamos desgranando en esta serie de artículos, el Papa Francisco nos vuelve a insistir en que la política no debe someterse a la economía y esta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia. Es necesaria una nueva política, capaz de renovar las instituciones, superando presiones que anteponen el beneficio económico a la dignidad de la persona humana. No se puede pedir esto a la economía, ni se puede aceptar que esta asuma el poder real del Estado.

    El Magisterio de la Iglesia nos recuerda que “la grandeza política se muestra cuando, en momentos difíciles, se obra por grandes principios y pensando en el bien común a largo plazo” (FT 178). 

    La sociedad mundial tiene serios fallos estructurales que no se resuelven con parches o soluciones rápidas. Hay cosas que deben ser cambiadas de manera radical con transformaciones importantes. Una economía integrada en un proyecto político, social y cultural que busque el bien común puede abrir caminos nuevos de transformación social y política.

    Reconocer a cada ser humano como un hermano y buscar una amistad social que integre a todos, también a los más débiles, no son meras utopías. Exigen la decisión y la capacidad para encontrar caminos eficaces que las hagan realmente posibles. Cualquier empeño en esta línea se convierte en un ejercicio supremo de la caridad. Porque un individuo puede ayudar a una persona necesitada, pero cuando se une a otros para generar procesos sociales de fraternidad y de justicia para todos, entra en «el campo de la más amplia caridad, la caridad política» (FT 180). Se trata de avanzar hacia un orden social y político cuya alma sea la caridad social. Una vez más, la Iglesia invita a los laicos a desarrollar su vocación propia, a rehabilitar la política, que «es una altísima vocación, es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común» (FT 180).

    Todos los compromisos que brotan de la Doctrina Social de la Iglesia provienen de la caridad que, según la enseñanza de Jesús, es la síntesis de toda la Ley. Esto supone reconocer que el amor es también civil y político, y se manifiesta en todas las acciones que procuran construir un mundo mejor. Por esa razón, el amor no sólo se expresa en relaciones íntimas y cercanas, sino también en «las macro-relaciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas» (FT 181).

    Esta caridad política supone haber desarrollado un sentido social que supera toda mentalidad individualista: La caridad social nos hace amar el bien común y nos lleva a buscar efectivamente el bien de todas las personas, consideradas no sólo individualmente, sino también en la dimensión social que las une. Cada uno es plenamente persona cuando pertenece a un pueblo, y al mismo tiempo no hay verdadero pueblo sin respeto al rostro de cada persona. 

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    Mundo

    Cardenal Erdő: “La Iglesia católica tiene su propia identidad, más allá de los nacionalismos”

    El Cardenal Péter Erdő, arzobispo de Esztergom-Budapest y Primado de Hungría, recibe a Omnes con motivo del Congreso Eucarístico Internacional y la visita del Santo Padre a Budapest, en septiembre de 2021.

    Alfonso Riobó·2 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 8 minutos

    Con generosa disponibilidad, el cardenal Péter Erdő, arzobispo de Esztergom-Budapest, recibió a Omnes durante su descanso veraniego en una casa situada en los bosques que rodean el monte Gerecse, no lejos de Esztergom, y levantada en los años 30 por su predecesor el cardenal Serédy. 

    La conversación se prolonga durante varias horas. El motivo inmediato es el próximo Congreso Eucarístico Internacional de septiembre, con presencia del Santo Padre, pero incluye también temas como la situación de la Iglesia en Hungría, los debates en Europa acerca de los valores cristianos o la figura emblemática del cardenal József Mindszenty.

    Publicamos ahora la primera parte de la conversación. Dentro de unos días ofreceremos la segunda parte.

    El Papa irá a Budapest el 12 de septiembre, con motivo del Congreso Eucarístico Internacional. ¿Puede comentar los detalles del programa?

    Resumiendo el programa a grandes trazos, sabemos que el Papa llegará a primera hora de la mañana del domingo día 12 de septiembre, para clausurar el Congreso Eucarístico Internacional con una Santa Misa en la plaza de los Héroes. Antes, en el Museo de Bellas Artes, se reunirá con el presidente de la República János Áder y con el primer ministro Viktor Orbán. 

    Luego estará con toda la Conferencia Episcopal. Saludará personalmente a cada uno de los obispos y les dirigirá un discurso. Después se reunirá también con los representantes del Consejo Ecuménico de las Iglesias en Hungría y de las comunidades religiosas judías más importantes. Las menciono en plural, porque el judaísmo está representado en Hungría por diversas corrientes. Están invitados a la Misa también representantes de las restantes comunidades religiosas, que son muy numerosas en Hungría. En cuanto a los representantes ecuménicos, aún no sabemos con precisión cuántos acudirán.

    Como sabe, este Congreso habría debido celebrarse en 2020, pero la pandemia obligó a aplazarlo. Ahora puedo destacar la presencia en el Congreso del arzobispo de Quito y de unos diez obispos de Ecuador, donde tendrá lugar el siguiente Congreso en 2024. Les esperamos con afecto.

    Programa del Papa en Hungría, domingo 12 de septiembre de 2021

      06:00 Salida de Roma hacia Budapest
      07:45 Llegada a Budapest y recibimiento oficial
      08:45 Encuentro con el presidente de la República y con el primer ministro, en el Museo de Bellas Artes de Budapest
      09:15 Reunión con los obispos
      10:00 Reunión con los representantes del Consejo Ecuménico de las Iglesias y de algunas comunidades hebreas.
      11:30 Santa Misa en la Plaza de los Héroes
      14:30 Ceremonia de despedida en el aeropuerto y salida hacia Bratislava

    ¿Cómo se están preparando los católicos húngaros?

    Se están preparando espiritualmente de muchas maneras. Hay varias actividades y convocatorias con fuerza simbólica, algunas de las cuales están incluso unidas de modo personal con el Papa. Me refiero, por ejemplo, al recorrido que está haciendo la Cruz Misionera alrededor de toda la cuenca de los montes Cárpatos, tanto en Hungría como en los países vecinos.

    Para los creyentes, húngaros o no húngaros, esta Cruz tiene un importante significado, porque en ella están colocadas reliquias de los santos mártires de nuestra región. El Papa Francisco la bendijo en noviembre de 2017, en el Palacio Apostólico. No fue fácil llevarla hasta allí, porque mide tres metros y veinte centímetros de altura. Está muy bellamente decorada, y llena de simbolismo. Es obra de Csaba Ozsvári, un muy buen artista húngaro, profundamente creyente. 

    Detalle de la Cruz Misionera, obra del artista húngaro Csaba Ozsvári.

    La Cruz está siendo llevada en un itinerario misionero, y allí donde llega se organizan encuentros de oración y charlas sobre la vida de los santos cuyas reliquias lleva engastadas. Entre ellos hay santos muy antiguos, como san Martín de Tours, que nació en Panonia, y otros santos de la época de la cristianización de estas tierras, desde san Adalberto hasta san Esteban, así como los nuevos mártires del siglo XX, que son muchos. Por ejemplo, contiene reliquias de los siete obispos mártires que el Papa Francisco beatificó en Rumanía en 2019, o del beato Zoltán Meszlényi, que fue obispo auxiliar de nuestra archidiócesis, primero con el cardenal Seredy y luego con el cardenal Mindszenty, y murió en la cárcel en 1951; o como la hermana Sára Salkaházi. Esta religiosa fue asesinada a finales de 1944 en la orilla del Danubio, por haber escondido a un grupo de mujeres judías en su convento de Budapest, junto con las personas a las que había ayudado. 

    La Cruz Misionera tiene un importante significado, porque en ella están colocadas reliquias de los santos mártires de nuestra región.

    Cardenal Péter ErdőArzobispo de Esztergom-Budapest

    En la medida en que se conservan algunas -lo que no es fácil en el caso en algunos de los mártires modernos-, las reliquias de todas esas personas están en esa Cruz. Como referencia para la misión, por tanto, es muy importante.

    Hace no mucho estuve en Zreñanin, en Serbia, donde la Cruz fue expuesta en la catedral; y más recientemente en Bácsfa-Szentantal, un lugar de Eslovaquia donde se celebraba una reunión festiva de húngaros residentes allí, donde también estaba la Cruz. Había algunos ordenadores a disposición de los asistentes para inscribirse en el Congreso Eucarístico, y se notaba el interés.

    La visita del Papa es para Hungría “una señal de esperanza”, ha dicho Usted. ¿En qué sentido?

    Durante el último año y medio ha sido imposible celebrar grandes reuniones religiosas. El hecho de que ahora ya tengamos la oportunidad de asistir en gran número a la celebración eucarística durante el Congreso, es por sí mismo una gran fiesta.

    Los fieles ya tienen hambre de Eucaristía. Lo hemos visto de varios modos. Gracias a Dios, cuando en junio de este año ordené en Esztergom a nuevos sacerdotes y diáconos, la basílica estaba llena. Eso significa que la gente quiere celebrar juntos. Perciben bien la diferencia entre una Misa retransmitida online y la participación real en la Misa. Naturalmente, durante la pandemia estudiamos bien la posibilidad de las retransmisiones telemáticas, y casi todas las parroquias las han organizado, pero ahora que podemos ir de nuevo libremente a Misa recomendamos que ya no se retransmitan tanto las Misas como otros programas religiosos. 

    No obstante, hemos aprendido mucho sobre este punto.

    El hecho de que ya tengamos la oportunidad de asistir en gran número a la celebración eucarística durante el Congreso es por sí mismo una gran fiesta. Los fieles ya tienen hambre de Eucaristía.

    Cardenal Péter ErdőArzobispo de Esztergom-Budapest

    Ya en 1938 tuvo lugar en Budapest un Congreso Eucarístico… 

    Aquel Congreso Eucarístico Internacional de 1938 fue un evento dramático. Hemos conservado el himno del Congreso, un canto que llegó a ser muy conocido y se cantaba en todas las iglesias. En 2019, en la Misa con el Papa en Mercurea Ciuc (Csíksomlyó, en Rumanía), una multitud de cientos de miles de personas lo cantó durante la Misa; se sabían de memoria todas las estofas del texto. Es decir, su recuerdo había permanecido en la comunidad creyente. 

    ¿Cuál era la gran fuerza aquel año? La última frase del himno, que era una oración para que Dios uniera en la paz a todos los pueblos y naciones de la tierra. Y eso era ya en vísperas de la segunda guerra mundial. Tanto que desde Alemania y Austria no pudieron venir, porque Hitler prohibió expresamente la participación. Los húngaros sabían que muchos católicos hubieran querido venir pero no podían. La Iglesia católica tiene su propia identidad, claramente visible más allá de los nacionalismos. La centralidad de la Eucaristía quedaba muy destacada, y se podía contar con la simpatía y una cierta participación de los demás cristianos del país. En ese sentido, el Congreso de 1938 fue un evento unificador.

    Carteles preparativos del Congreso Eucarístico Internacional en la entrada de la Catedral de Budapest. ©2021 Omnes.

    El lema del Congreso de septiembre está tomado del Salmo 87, “Todas mis fuentes están en ti”. ¿Qué indica?

    El salmo 87 apunta a la centralidad de la Eucaristía. El Concilio Vaticano II subrayó que la liturgia en general, y principalmente la Eucaristía, es “fons et culmen”, fuente y cumbre de la misión de la Iglesia y de toda la vida cristiana. 

    El canto del salmo 87 habla sobre Jerusalén. Cuando un cristiano lee ese texto, piensa sin duda en la Jerusalén celestial, de modo que todo el texto adopta un sentido escatológico. También dice textualmente que todos los pueblos confluirán allí, incluso los que son enemigos entre ellos. Todos dirán: “Nosotros también hemos nacido allí”, y llenos de alegría cantarán y bailarán juntos, proclamando: “Todas mis fuentes están en ti”. Es decir, la gracia divina, la Eucaristía, es fuente de vida y de reconciliación para todos los pueblos. En este sentido, la cita del salmo 87 tiene un sentido de actualidad y un sentido escatológico.

    ¿Y cómo reciben al Papa los no católicos?

    Yo diría que positivamente. Lo demuestran muchas cartas que he recibido. Todos quieren que el Papa visite su casa, su iglesia, su evento, en algún lugar del país. Naturalmente no es posible que vaya a todas partes, pero hay interés, y un deseo de encontrarse.

    Hablemos de la Hungría que recibe al Papa. Parece que en el país hay una religiosidad práctica, pero también una extendida secularización. ¿Es así?

    En las últimas décadas, los obispos de nuestra región hemos reflexionado muchas veces, y entre otras cosas nos hemos planteado la cuestión del modo en que se presenta aquí la secularización. Hemos llegado a la conclusión de que no es tan sólo un fenómeno igual a la secularización de occidente, sino que tiene formas propias. Naturalmente se encontraba aquí también la sociedad del consumo y de la diversión, y un alejamiento del mundo religioso, pero había al mismo tiempo manifestaciones típicas de las épocas comunistas. Esa secularización específica era fuerte en los antiguos países socialistas centroeuropeos, y aún más en la Unión Soviética. 

    Es un planteamiento humano diferente, muy plano, muy horizontalista, pero sin grandes ideologías. Más que una corriente de pensamiento, lo que condicionaba a muchos era la superficialidad materialista. A ese planteamiento vino a añadirse la posibilidad de consumir, y decayó la ideología oficial estatal marxista-leninista. Los que no tenían una fuerte convicción ideológica personal -puesto que tenerla ha sido siempre un privilegio de pocos- y los que no eran personalmente religiosos, cayeron en un vacío ético e ideológico.

    En Hungría la secularización no es igual a la secularización de occidente, sino que tiene formas propias, con manifestaciones típicas de las épocas comunistas. Es un planteamiento humano diferente, muy plano, muy horizontalista, pero sin grandes ideologías. Más que una corriente de pensamiento, lo que condicionaba a muchos era la superficialidad materialista.

    Cardenal Péter ErdőArzobispo de Esztergom-Budapest

    La consecuencia fue que estas sociedades comenzaron a criminalizarse. Cuando no hay valores y falta una norma interior e incluso las normas exteriores se tambalean, y queremos vivir mejor sobre la base de los bienes materiales, lo intentamos para conseguirlo. En todos estos países la clase política comprendió que debía hacer algo para evitarlo, y con ese objetivo decidió volver a apoyar las tradiciones propias de los diferentes pueblos, entre ellas las tradiciones religiosas. Fue la vuelta a la ortodoxia en Rusia o Rumanía, por ejemplo, o a otras religiones, y a las tradiciones y valores nacionales. Hay que reconocer que los países occidentales y sus medios de comunicación también promovieron con fuerza los sentimientos nacionales en el mundo comunista, porque pensaban que así se debilitaría el internacionalismo comunista. 

    El cardenal Erdő recibió a Omnes en una casa que data de los años 30, construida por su predecesor el cardenal Serédy. ©2021 Omnes.

    Después de la caída del comunismo, en cambio, desde occidente empezaron a oírse otras voces que decían: la religión, los valores, las tradiciones culturales… no interesan. No todos los pueblos lo aceptaron igualmente, y hubo dificultades. Pero es claro es que en estos países, sobre todo más hacia el Este, pero también en nuestra región, la religión tenía un significado diferente al que tenía en el mundo occidental.

    La sociedad húngara está ahora bastante fuertemente secularizada, aunque quizá menos que en Chequia o en la antigua República Democrática Alemana. Las estadísticas sobre la recepción de los sacramentos recogen hoy datos semejantes a los de mediados de los años ochenta. La gran diferencia es que en la actualidad todas las Iglesias, todas las religiones, son mucho más fuertes institucionalmente. Se les devolvieron diversas instituciones, escuelas, residencias de ancianos, etc. Pero eso exigió mucho trabajo, y significó para nosotros un reto muy importante. A pesar de todos los esfuerzos que hicimos para el bien de las almas, no pudimos conseguir visiblemente (los sus frutos no se pueden medir estadísticamente) mucho más que antes. Fue necesario asumirlos debido a un cambio de estructuras que nosotros no habíamos decidido, sino que estuvo determinado por la política de los diferentes países. En aquella situación, no podíamos desear lo que considerábamos mejor. 

    No obstante, hemos de continuar trabajando por el mismo objetivo. Entretanto, obviamente, en el marco de la libertad religiosa ha crecido la competencia.

    Vocaciones

    Sacerdotes santos: San Alfonso María de Ligorio

    La piedad de san Alfonso María de Ligorio es eminentemente cristocéntrica. Él enseña que el culto al Verbo Encarnado debe ser el centro de toda vida cristiana.

    Manuel Belda·1 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

    San Alfonso nació en Marianella, cerca de Nápoles, el 27 de setiembre de 1696. Su padre, Giuseppe de’ Liguori, de familia noble, era Almirante de la flota del Reino de Nápoles. Su madre, Anna Cavalieri, mujer muy piadosa, puso especial interés en la formación religiosa de Alfonso. También recibió en familia una excelente educación humanística, abarcando la literatura, la filosofía, la música y la pintura. Era muy aficionado a estas dos últimas artes, que practicó con gran maestría.

    Estudió Derecho en la Universidad de Nápoles, y obtuvo el doctorado in utroque iuris en 1713, cuando tenía sólo 16 años.

    Durante diez años ejerció la profesión de abogado en los Tribunales de Nápoles. En 1723 abandonó la abogacía para ingresar en el Seminario. Fue ordenado sacerdote el 26 de diciembre de 1726.

    Movido por el deseo de llevar la Palabra de Cristo a la gente abandonada en el campo, el 2 de noviembre de 1732 dejó Nápoles para vivir en medio de los campesinos, en Scala. Allí fundó la Congregación del Santísimo Redentor, que obtuvo la aprobación pontificia en 1749.

    En 1762 fue elegido obispo de Sant’Agata dei Goti (Benevento), donde permaneció hasta el año 1775, cuando presentó la dimisión por motivos de salud. Durante ese periodo siguió siendo el Rector Mayor de los Redentoristas.

    Murió en Pagani, cerca de Nápoles, el 1 de agosto de 1787, a los 90 años. Fue beatificado en 1816, y canonizado en 1839. También fue proclamado Doctor de la Iglesia en 1871, así como Patrón de los confesores y de los teólogos moralistas en 1950.

    Sus escritos

    La producción literaria de san Alfonso es vastísima, y es uno de los autores más publicados de la historia, pues ha tenido más de 20.000 ediciones en más de 70 idiomas. Enunciamos aquí, en orden cronológico, sólo sus obras que tratan de la vida espiritual del cristiano:

    1. Visitas al Santísimo Sacramento (1754). Contiene en 31 consideraciones para cada día del mes, pensamientos devotos y afectos que pueden usarse en las Visitas al Santísimo Sacramento.

    2. Las Glorias de María (1750). La primera parte contiene una explicación de la Salve, mientras que en la segunda se explica la fe de María, sus virtudes y sus dolores.

    3. El gran medio de la oración (1759). Explica cómo la oración es un medio necesario para obtener todas las gracias de Dios que necesitamos. En esta obra se halla la famosa frase lapidaria, recogida en el Catecismo de la Iglesia Católica, nº 2744: «Quien ora se salva ciertamente, quien no ora, se condena ciertamente».

    4. Práctica del amor a Jesucristo (1768). Se trata de una explicación del himno de san Pablo a la caridad en 1 Corintios 13.

    5. Meditaciones sobre la Pasión (1773). Son el fruto de la meditación personal de san Alfonso sobre la Pasión del Señor, que constituía el tema predilecto de sus meditaciones.

    Sus enseñanzas

    Su doctrina espiritual es tan rica y abundante, que aquí puedo sólo limitarme a dar unas pinceladas.

    La piedad de san Alfonso es eminentemente cristocéntrica. Él enseña que el culto al Verbo Encarnado debe ser el centro de toda vida cristiana. Ve a Jesús sobre todo como el Salvador de la humanidad, lo cual queda plasmado en su lema preferido, que asignó como programa a su Congregación religiosa: Copiosa apud eum redemptio («Su Redención es abundante»).

    El Doctor de la Iglesia considera el amor de Jesucristo especialmente en tres acontecimientos: la Encarnación, la Pasión y la Eucaristía. Manifestaba su devoción al Niño Jesús mediante canciones y poesías. Compuso el villancico Tu scendi dalle stelle («Tú bajas de las estrellas»), que ha llegado a ser el villancico por excelencia de los italianos.

    Exhortaba a meditar diariamente el Misterio de la Pasión del Señor, como él mismo hacía. El aspecto que pone principalmente de relieve en esta meditación es el tema del amor, que ve cómo la razón última que movió a Jesús a padecer y morir. De la meditación de la Pasión surge en el alma del cristiano una respuesta de amor al amor de Jesucristo: «Un alma que cree y piensa en la Pasión del Señor es imposible que lo ofenda y no lo ame, es más que no enloquezca de amor, viendo a un Dios casi enloquecido por amor nuestro. No hay un medio que nos pueda encender más en el amor a Dios, que la consideración de la Pasión de Jesucristo».

    Por lo que respecta a la Eucaristía, san Alfonso es considerado como el defensor de la comunión frecuente, combatiendo las reminiscencias del jansenismo, por lo que enseña que hay que recibir la Comunión con la disposición conveniente y no con la digna, como afirmaban los jansenistas: «He dicho con la disposición conveniente, no ya con la digna, porque si fuese necesaria la digna ¿quién podría comulgar? Sólo otro Dios sería digno de recibir a Dios. Entiendo por conveniente la que conviene a una mísera criatura. Basta que la persona comulgue en gracia de Dios y con el vivo deseo de crecer en el amor a Jesucristo».

    San Alfonso es considerado como el defensor de la comunión frecuente, combatiendo las reminiscencias del jansenismo.

    Manuel Belda

    Toda la doctrina espiritual de san Alfonso está impregnada de un espíritu mariano. Puso en la base de su mariología dos principios inspiradores, la maternidad divina de María y su participación en la obra de la Redención. Estas dos prerrogativas no son paralelas, sino estrechamente relacionadas entre sí, ya que la primera se ordena a la segunda y la segunda encuentra en la primera su fundamento ontológico.

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    Citius, altius, fortius

    El lema que simboliza el espíritu olímpico es fruto del pensamiento cristiano, pues fue el dominico francés fray Henri Didon, quien lo ideó como eslogan para su colegio.

    1 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

    ¡Llegó el esperado día! Hoy comienzo mis vacaciones, unos días en los que estar al cien por cien con la familia; en los que poder dormir más o, al menos, sin estar sujeto a horarios; en los que disfrutar de mi tierra llena de mar y de sol… Serán días felices, seguro, pero tengo que reconocer que mi sensación es agridulce porque, que lleguen estos días tan esperados, significa que ya empiezan a agotarse.

    Decía Eduardo Punset que la felicidad está justo en la antesala de la felicidad, y estoy al cien por cien de acuerdo con él. Mi sensación de felicidad ayer, justo antes de comenzar mi tiempo de vacaciones era mucho mayor que hoy, cuando ya han comenzado a correr las horas de mi supuesto momento feliz.

    Pasa lo mismo con cualquier circunstancia de la vida: ese primer sorbo de cerveza no es igual al segundo, la explosión de alegría cuando le anuncian a uno que le ha tocado la lotería es muy superior (nunca me ha pasado, ojo, pero seguro que es así) que cuando a uno le llega el ingreso a la cuenta; los viajes de ida son mucho más hermosos que los de vuelta, aunque el paisaje sea el mismo; la noche de Reyes es mucho más divertida que el día…

    Lo que el ateo Punset quería decirnos sin saberlo es que la felicidad del hombre se encuentra en la esperanza. Sí, esa virtud teologal que brota del corazón del Evangelio que son las bienaventuranzas y que nos dice que algo bueno está por llegar, que siempre nos espera un momento mejor y un final aún mejor. Dios ha puesto en el corazón de cada uno de nosotros un anhelo de felicidad que nos invita a esperar contra toda esperanza, porque llegará un día en el que quedarán atrás la pobreza, las lágrimas, el hambre y la sed, las persecuciones, las injusticias…

    La esperanza ha sido y sigue siendo, la fuerza motora de la civilización. Está detrás de todo emprendimiento, de toda conquista social, de todo avance científico o tecnológico, de todo descubrimiento, de toda exploración terráquea o espacial e incluso de toda hazaña deportiva. Precisamente en estos días en los que estamos viendo competir a los mejores atletas del mundo ha salido a relucir de nuevo el lema olímpico: “Citius, altius, fortius” (más rápido, más alto, más fuerte), que recoge la esencia de este infinito deseo humano de mejorar, de ir más allá, de superarse.

    No por casualidad, el lema que simboliza el espíritu olímpico es fruto del pensamiento cristiano, pues fue el dominico francés fray Henri Didon, quien lo ideó como eslogan para su colegio. Gran amigo del fundador de los Juegos Olímpicos Modernos, el barón Pierre de Coubertin, que le tomó prestada la frase latina para su proyecto, fue un gran defensor de las cualidades pedagógicas del deporte, promoviendo la participación de sus alumnos en numerosas competiciones y contando con el apoyo del papa León XIII.

    “Citius, altius, fortius”, más rápido, como rápido afirma correr San Pablo en su carrera hacia la meta, hacia el premio celestial.

    Más alto, como alta es la vida que espera Santa Teresa y que le hace morir por no morir.

    Más fuerte, como San Juan Bautista proclama que es quien viene detrás de él y que nos llama a una vida nueva y plena a su lado.

    Las vacaciones vienen y se irán, como las olimpiadas, pero el cielo nos espera, amigos. ¡Eso sí que será estar en la gloria! Sean felices.

    El autorAntonio Moreno

    Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

    Ecología integral

    «‘Laudato Si’ ha sido una línea divisoria para la Iglesia y para el mundo”

    Entrevista con Johstrom Issac Kureethadam, director de la Oficina de Ecología y Creación del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.

    Rafael Miner·1 de agosto de 2021·Tiempo de lectura: 9 minutos

    El P. Joshtrom Kureethadam, religioso salesiano, ha vivido estos meses pasados intensamente. Con el liderazgo del Papa Francisco, el Dicasterio se ha volcado en la preparación y el impulso de la Semana Laudato Si’ que, convocada por el Santo Padre, duró 10 días (del 16 al 25 de mayo), seis años después de publicarse la encíclica. Un tiempo en los que los católicos han recordado de modo especial la belleza de la creación de Dios, pero también los peligros a los que se enfrentan las personas de todo el mundo, debido a la envergadura de la crisis ecológica.

    Uno de los protagonistas de la Semana Laudato Si’, que estuvo presente ante los medios de comunicación junto al prefecto del Dicasterio, cardenal Peter Turkson, fue precisamente Father Josh, como le llaman algunos en el Vaticano. “Laudato Si’ ha sido una especie de línea divisoria no solo para la Iglesia sino para el mundo entero. La influencia que ha tenido en la Iglesia católica es evidente en las numerosas iniciativas que han surgido en muchas comunidades locales en el ámbito del cuidado de la creación”, afirma en esta entrevista.

    A su juicio, “Laudato Si’ es importante especialmente por su enfoque de ecología integral. No es solo un texto ambiental, sino también una encíclica social”, asegura el director de la oficina vaticana de Ecología y Creación, que sale al paso de acusaciones de alarmismo que se han formulado: “La sociedad civil y los gobiernos de todo el mundo han reconocido la gravedad de la crisis ecológica”. “No es alarmista hablar de la gravedad de la crisis ecológica”, señala en otro momento el P. Joshtrom.

    ¿Podrá el Papa asistir a la cumbre climática de la COB26 del 1 al 12 de noviembre en Glasglow? Se especula con esa posibilidad. “Me temo que no puedo responder a esta pregunta, ya que no ha habido ningún comunicado oficial de la Santa Sede al respecto. Sin embargo, sí creo que Laudato Si’ influirá también en la cumbre de Glasgow, la más importante de las COP después de la de París”, afirma el director de la Oficina vaticana de Ecología y Creación.

    Por otra parte, el Papa Francisco no deja de impulsar el trabajo del Dicasterio. El Vaticano prepara un evento interreligioso y científico para impulsar la Cumbre de Glasgow, que tendría lugar el 4 de octubre, ha informado el semanario Alfa y Omega. El encuentro se celebrará con el lema Fe y Ciencia: hacia la COP26, y fue presentado hace unos días en Roma por el Secretario para las Relaciones con los Estados, arzobispo Paul R. Gallagher; la embajadora del Reino Unido ante la Santa Sede, Sally Jane Axworthy; y el embajador de Italia ante la Sede, Pietro Sebastiani.

    Ofrecemos a continuación la entrevista íntegra con el P. Joshtrom Kureethadam, de la que se publicó hace unos días un extracto en el portal omnesmag.com

    Laudato Si’ continúa generando un apasionado debate en la cuestión de la ecología integral. El Papa Francisco habla sobre “una crisis ecológica sin precedentes” ¿Piensa usted que todos sus postulados son compartidos por los Estados y la sociedad civil?

    –Laudato Si’ ha cambiado la manera en la que vemos y hablamos sobre problemas medioambientales. Laudato Si’ es especialmente importante por su enfoque de ecología integral. La encíclica ve la crisis ecológica de un modo santo, pues habla sobre “el clamor de la tierra y el clamor de los pobres” (núm. 49). No es sólo un texto que trate asuntos medioambientales, también es una encíclica social. De hecho, el propio Papa Francisco nos ha recordado en varias ocasiones que Laudato Si’ no es una encíclica verde, sino una encíclica social. El enfoque integral es evidente en la metafísica o filosofía subyacente a la encíclica, es decir, que todo está conectado, que todos estamos interconectados e interdependientes.

    Laudato Si’ es una encíclica histórica que ha logrado capturar el desafío dramático y crítico al que nos enfrentamos actualmente, el colapso de nuestro propio hogar. Como nos recuerda el Papa Francisco, nos enfrentamos a una “crisis ecológica sin precedentes” y, como añade el cardenal Turkson, “nuestra familia humana y no humana en su conjunto está en gran peligro”.

    La sociedad civil y los gobiernos de todo el mundo han reconocido la gravedad de la crisis ecológica. Es evidente la importancia que se le da a la cumbre climática de la COP26 que se celebrará en Glasgow en noviembre de 2021, y en la muy exitosa Cumbre de Líderes Mundiales que organizó el presidente Joe Biden el 22 de abril, Día de la Tierra. De hecho, el propio Papa Francisco habló en esa ocasión a través de un mensaje de video muy potente.

    Algunos consideran que hay postulados que no son alarmistas, y otros que sí pueden serlo.

    –Lamentablemente, hay quienes ven el cambio climático como una “conspiración” o piensan que es alarmista hablar de la crisis de nuestro hogar común. Este tema es algo muy desafortunado. La ciencia del clima ha crecido significativamente en las últimas décadas, y existe un consenso unánime entre la comunidad científica de que la actual crisis ecológica en el caso de las crisis climáticas y de biodiversidad se debe a las actividades humanas. En otras palabras, son de origen antropogénico. Yo mismo puedo decirlo como académico. En la redacción de Laudato Si ‘, el Papa Francisco contó con la asistencia de algunos de los mejores científicos del mundo, incluidos miembros de la Pontificia Academia de Ciencias del Vaticano. Es cierto que ha habido resistencia de algunos sectores de la ciudadanía en las últimas décadas.

    Sin embargo, la cuestión no es tan simple, ya que tal resistencia es engendrada principalmente por intereses económicos creados y, en algunos casos, también por ideologías partidistas. Desafortunadamente, el escepticismo ambiental nos ha robado décadas preciosas para responder a la crisis de nuestra casa común y ahora estamos casi al límite. Nuestros niños y jóvenes han entendido esta verdad mucho mejor que muchos gurús políticos y económicos, y han ido caminando por nuestras calles llamándonos a cambiar de rumbo.

    ¿Podrá el Papa asistir a la cumbre climática de la COB26 a primeros de noviembre en Glasglow?

    –Me temo que no puedo responder a esta preguntar, ya que no ha habido ningún comunicado oficial de la Santa Sede al respecto. Sin embargo, sí creo que Laudato Si’ influirá también en la cumbre de Glasgow, la más importante de las COP después de la de París. El impulso que se generó después de la publicación de Laudato Si’ y la insistencia del Papa Francisco y la Iglesia en los últimos años sobre la importancia de no traspasar el umbral de 1,5 ° C de aumento de temperatura ya que sería catastrófico para las comunidades humanas, por las consecuencias sin precedentes en el ámbito de la seguridad alimentaria, la salud y la migración , sin duda se harán notar en las negociaciones de Glasgow.

    ¿En qué aspecto considera que se ha avanzado más respecto a la aplicación práctica de Laudato Si’? ¿Podría resumir alguno de estos puntos en torno a esta semana de reflexión sobre la encíclica?

    –Sí. Laudato Si’ ha sido una especie de línea divisoria no solo para la Iglesia sino para el mundo entero. La influencia que ha tenido en la Iglesia Católica es evidente en las numerosas iniciativas que han surgido en muchas comunidades locales en el tema del cuidado de la creación.

    Esto quedó muy claro en el entusiasmo y la creatividad de los católicos de todo el mundo en la celebración del Año Laudato Si’ anunciado por el Papa Francisco que comenzó con la Semana Laudato Si’ (17-24 de mayo de 2020) y cerró de nuevo con otra hermosa semana Laudato Si’ este año (16-24 de mayo de 2021).

    La Semana Laudato Si’ de este año mostró, de alguna manera, cómo la encíclica ha entrado en la corriente principal de nuestras comunidades católicas en todo el mundo. La participación fue colosal para los eventos plenarios online de cada día y ha habido cientos y cientos de eventos locales en todo el mundo durante la Semana Laudato Si’.

    La Iglesia ha declarado que es importante pasar de las palabras a los hechos. ¿Qué considera más importante sobre la Plataforma de Acción Laudato Si’? ¿Cómo se puede participar mejor en los grupos de trabajo?

    –Hemos reflexionado sobre Laudato Si’ durante los últimos seis años aproximadamente. Sin embargo, el “clamor de la tierra y el clamor de los pobres” del que habla la encíclica se hace cada vez más fuerte y aún más doloroso. Creemos que ha llegado el momento de elevar la órbita de la encíclica a la de la acción concertada y comunitaria. Esta es la razón por la que el Vaticano ha presentado la Plataforma de Acción Laudato Si’ para los próximos 7 años, que fue anunciada oficialmente por el propio Papa Francisco a través de un videomensaje el 25 de mayo de 2021 durante la conferencia de prensa convocada para presentar la Plataforma.

    La Plataforma de Acción Laudato Si’ está orientada a la acción. Es un viaje concreto para hacer que las comunidades de todo el mundo sean totalmente sostenibles en el espíritu de la ecología integral de la encíclica. Invitamos a siete sectores de nuestra sociedad (familias; parroquias y diócesis; escuelas y universidades; hospitales y centros de salud; empleados, empresas y granjas; grupos, movimientos, ONG y organizaciones; y finalmente comunidades y órdenes religiosas) a emprender siete años de conversión ecológica en acción.

    Para subrayar la naturaleza orientada a la acción de la Plataforma de Acción Laudato Si’, se proponen siete Objetivos Laudato Si’. Los objetivos santos reflejan la gama de la enseñanza social católica, y cada uno enumera ejemplos de varios puntos de referencia para cumplir.

    1. Respuesta al Clamor de la Tierra (mayor uso de energías limpias renovables y reducción de combustibles fósiles para lograr la neutralidad de carbono, esfuerzos para proteger y promover la biodiversidad, garantizar el acceso a agua limpia para todos, etc.)

    2. Respuesta al Clamor de los Pobres (defensa de la vida humana desde la concepción hasta la muerte y todas las formas de vida en la Tierra, con especial atención a grupos vulnerables como comunidades indígenas, migrantes, niños en situación de riesgo, etc.)

    3. Economía Ecológica (modelos de economía circular para la producción sostenible, comercio justo, consumo ético, inversiones éticas, desinversión en combustibles fósiles y cualquier actividad económica perjudicial para el planeta y las personas, inversión en energías renovables, etc.)

    4. Adopción de Estilos de Vida Simples (sobriedad en el uso de recursos y energía, evitar el plástico de un solo uso, adoptar una dieta más vegetal y reducir el consumo de carne, mayor uso del transporte público y evitar modos de transporte contaminantes, etc.)

    5. Educación Ecológica (repensar y rediseñar los planes de estudio y las estructuras educativas en el espíritu de la ecología integral para crear conciencia y acción ecológica, promoviendo la vocación ecológica de los jóvenes, profesores y todos a través de la conversión ecológica, etc.)

    6. Espiritualidad Ecológica (recuperar una visión religiosa de la creación de Dios, fomentar un mayor contacto con el mundo natural en un espíritu de asombro, alabanza, alegría y gratitud, promover celebraciones litúrgicas centradas en la creación, desarrollar catequesis ecológica, oración, retiros y formación ecológica integral para todos, etc.)

    7. Énfasis en la Participación comunitaria y la acción participativa a nivel local, regional, nacional e internacional (promover la promoción y las campañas populares, fomentar el arraigo en el territorio local y el vecindario, etc.)

    La Plataforma de Acción Laudato Si’ cuenta con una página web en nueve idiomas y cualquiera interesado puede inscribirse en cualquiera de los siete sectores mencionados anteriormente. Una vez que los participantes ingresen, serán acompañados por los respectivos grupos de trabajo de cada uno de los sectores.

    Espero que estos comentarios sean de utilidad. Muchas gracias por esta oportunidad.

    Cinco aspectos

    Hasta aquí la entrevista con el P. Joshtrom Kureethadam. Ahora, con el fin de conocer más a fondo lo sucedido en la Semana Laudato Si’, se destacan a continuación algunos aspectos. Inspirados por el lema “porque sabemos que las cosas pueden cambiar”, miles de católicos trabajaron esos días “con esperanza y con la ferviente creencia de que juntos podemos crear un futuro mejor para todos los miembros de la creación”, ha subrayado el Movimiento Católico Mundial por el Clima. Estos son algunos aspectos más destacados de esos días:

    1. Impulso del Papa Francisco, quien volvió a liderar el camino, inspirando y animando a los católicos a participar en la celebración. Meses antes del evento, el Papa alentó a los 1.300 millones de católicos del mundo a participar a través de una invitación especial en video. Repitió su invitación el 16 de mayo, y unió a la Iglesia en oración y acción durante toda la celebración tuiteando sobre la Semana Laudato Si’. El Papa agradeció luego a los millones de personas su participación en el Año Especial de Aniversario de la Laudato Si’, y expresó sus mejores deseos a los animadores.

    2. Los católicos emprenden acciones. A nivel local, se registraron casi 200 eventos en todo el mundo, un crecimiento de más del 200 % en comparación con la Semana del año 2020.

    3. Diálogos Laudato Si’. El Encuentro de Oración de Pentecostés/Envío Misionero, dirigido por el cardenal Luis Antonio Tagle, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, tuvo lugar el 23 de mayo en todo el mundo y fue seguido por decenas de miles de personas en YouTube y Facebook. A lo largo de la semana, mientras los católicos organizaban eventos a nivel local, los Diálogos Laudato Si’ desafiaron a todos a examinar cómo podemos hacer más por nuestra casa común.

    4. Desinversión en combustibles fósiles. Durante la Semana Laudato Si’ 2021, decenas de instituciones de una docena de países se han comprometido a desinvertir en combustibles fósiles. El año pasado, con motivo del quinto aniversario de la encíclica, el Vaticano publicó unas directrices medioambientales que enmarcan la inversión en combustibles fósiles como una opción ética, al mismo nivel que otras opciones éticas importantes. El P. Joshtrom Kureethadam ha manifestado que la desinversión es un imperativo físico, moral y teológico. Por otra parte, el cardenal Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo y presidente de la Conferencia de Obispos católicos de los Estados de la UE (COMECE), manifestó que las instituciones que deciden no desinvertir se arriesgan a que su otra labor suene vacía.

    5.  Plataforma. El 25 de mayo, el Vaticano lanzó oficialmente la Plataforma de Acción Laudato Si’, que capacitará a las instituciones, comunidades y familias católicas para implementar la encíclica. La iniciativa del Papa invita a toda la Iglesia católica a alcanzar la sostenibilidad total durante los próximos siete años, como ha explicado en la entrevista el P. Joshtrom Kureethadam.

    Conferencia Fe y Ciencia

    Además, se ha conocido algún dato adicional sobre la conferencia Fe y Ciencia: hacia la COP 26, que organizará el Vaticano el 4 de octubre, con la presencia de unos 40 líderes religiosos y 10 científicos de todo el mundo.

    Se trata de un llamamiento a los líderes mundiales antes de la 26 Conferencia anual de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, prevista para noviembre en Glasgow. “Esperamos que los líderes religiosos eleven las ambiciones de nuestros líderes políticos y de nuestros estadistas, para que sean capaces de ver los problemas y tomar decisiones valientes”, ha manifestado el arzobispo Paul R. Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, según el Movimiento Católico Mundial por el Clima.

    En la COP 26, los países deben anunciar sus planes para cumplir con los objetivos del histórico acuerdo de París de 2015, en el que casi todas las naciones acordaron reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar el aumento de la temperatura global a 2 grados centígrados, mientras que el objetivo era de 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales este siglo. En una conferencia de prensa, el arzobispo Gallagher ha señalado el papel único que los líderes y las comunidades religiosas pueden desempeñar y han desempeñado en la labor de incidencia en la acción mundial contra la emergencia climática.

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    Vocaciones

    “Yo, Anthony, inmigrante, he recibido una gracia de Dios para llevarlo a todos”

    Nigeriano, a pocos meses de cumplir 30 años, Anthony nació en una numerosa familia protestante y llegó en patera a nuestro país. Este septiembre, comenzará quinto curso en el Seminario Conciliar San Bartolomé de Cádiz.

    Maria José Atienza·31 de julio de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

    Hay quien podría pensar que la vida de Anthony Enitame Acuase es de película, aunque lo que es cierto es que fue su vocación, su llegada a Europa lo que nació a raíz de ver una película sobre un sacerdote.

    Natural de Nigeria y a pocos meses de cumplir 30 años, Anthony nació en una numerosa familia protestante y llegó en patera a nuestro país. Este septiembre, comenzará quinto curso en el Seminario Conciliar San Bartolomé de Cádiz

    Ha cruzado ya la frontera de su preparación al sacerdocio. No ha sido la única frontera que ha cruzado con esfuerzo: durante meses, como tantos otros africanos, cruzó el desierto y se embarcó hacia España en busca de una vida mejor a través de la que ayudar a su familia. En su caso, además, con el convencimiento de que era España el lugar donde Dios le haría ver su voluntad, a la que no acababa de dar forma.  

    “Tuve que beber mi orina para sobrevivir”

    “Mi viaje a España fue una experiencia inolvidable”, relata para Omnes, “Dios aprovecha cada situación para abrir una puerta nueva. Cada momento de mi vida doy gracias a Dios por todo el bien que me ha hecho porque estuve a punto de morir varias veces. Fue un viaje largo, a través del desierto desde Nigeria a Marruecos. No teníamos apenas con qué sobrevivir, varias veces tuve que beber mi propia orina. En Marruecos cogí una patera a España con riesgo de morir porque los africanos no sabemos nadar casi nunca, varios murieron en aquel viaje. Ahora creo que el Señor permitió todo este sufrimiento para hacerme fuerte, para prepararme para la vocación a la que me llama”.

    “Conocí la Iglesia que siempre tiene sus brazos abiertos para todos y he aprendido que el día de mañana, cuando sea cura, tengo que hacer lo mismo.”

    Anthony Enitame Acuase

    Aquel chico de apenas 18 años que había visto cercana la muerte en el viaje no sabía español, no sabía dónde ir… pero, una vez llegó a Cádiz había algo que sí sabía que tenía que hacer: “ir a una iglesia a dar gracias a Dios por haber podido terminar el viaje. Y en esa iglesia comenzó mi nuevo recorrido”. Entre las personas que Dios puso en su camino, Anthony conoció al sacerdote Gabriel Delgado, director del secretariado de Migraciones en la diócesis de Cádiz y Ceuta, gracias al que ­pudo regularizar su situación. También recuerda al padre “Óscar, que me hizo estudiar en Salesianos y, especialmente, al padre Salvador, que le ayudó en su proceso vocacional: “Conocí la Iglesia que siempre tiene sus brazos abiertos para todos. Cada día doy gracias a Dios por su cariño, por su presencia porque siempre está disponible y he aprendido que el día de mañana, cuando sea cura, tengo que hacer lo mismo.”

    “La mano de Dios se ve en tu vida”

    Junto a sus compañeros del seminario

    ¿Cómo llega al seminario diocesano un chico inmigrante, sin mucha idea de castellano? La inquietud vocacional de Anthony venía de bien lejos. Fue en su país, cuando, siendo un niño, vio una película sobre la vida de un sacerdote y aquello lo marcó: “yo no pertenecía a la Iglesia, y vi una película en la que aparecía un sacerdote que tenía una vida plena, una gran intimidad con Dios y con el pueblo de Dios, que siempre rezaba y, tras la oración, tenía una gran alegría… en ese tiempo, yo no sabía que un ser humano podía tener esa intimidad con Cristo y esa entrega al pueblo de Dios. Vivir más allá y vivir con los pies en la tierra. Me gustó y, a partir de ese momento, mi vida no fue igual. Todos los días pensaba en aquella vocación y quería conocer más a Cristo para darlo a conocer a los demás”.

    Justo antes de entrar en el seminario había firmado un buen contrato. Humanamente, había logrado el objetivo de muchos como él, que llegan a nuestro país. Pero escuchó (y respondió) la llamada de Dios, como él apunta: “Dios puso en mi camino a esas personas. A todos nos pone a nuestro lado gente que nos ayuda y hay que escuchar, para llegar al destino que Dios quiere”.

    De Nigeria a España y, en Cádiz, aquella iglesia en la que entró para dar gracias y que “cambió radicalmente mi historia”. Anthony, que tenía entonces un trabajo estable como electricista, recuerda cómo el padre Salvador, muy enfermo “antes de morir, en el hospital, me dijo “ve al seminario, inténtalo. Tienes que saber si, realmente, Dios te esta llamando porque en tu vida se ve algo especial”. Yo le decía “déjalo, de verdad…” pero al final fui. Y aquí sigo”.

    Antes de morir, un sacerdote me dijo «tienes que saber si, realmente, Dios te esta llamando porque en tu vida se ve algo especial”.

    Anthony Enitame Acuase

    Su familia, no católica, no comprendía que Anthony, una vez superados todos los escollos para vivir en Europa, con trabajo e ingresos, lo dejase todo, otra vez, para dedicarse a una vida de entrega. Como él mismo apunta: “su idea era que yo venia a España a tener una vida nueva para cuidar de ellos y ayudarles económicamente, especialmente a mi madre. Ahora, mi madre esta más tranquila, pero algunos de mis hermanos, cuando hablamos, me preguntan ‘¿estas seguro?,¿cómo es posible que un hombre no se vaya a casar, no tenga hijos?’… y yo les respondo ‘que sea la voluntad de Dios’”.

    “¿Dónde estas, Señor?”

    Anthony no es indiferente a las noticias que conoce y vive cada día de la suerte de muchos de sus compatriotas que pierden la vida intentando llegar a nuestras costas “me dan mucha pena. Son personas que llevan trabajando toda su vida para esto, atravesando el desierto y el mar… muchas veces perdiendo la vida… me duele mucho. A veces, ante esto, le pregunto al Señor “¿Dónde estas? Sólo estamos buscando un futuro mejor. En África hay muchas personas que no tienen un plato de comida y ahora, con el coronavirus, la situación es peor. La corrupción de nuestros países lleva a esto. El Señor lo sabe”.

    Consciente de su suerte y su llamada, Anthony apunta que “la vida del ser humano siempre es una migración, como la de Abraham o Jacob… por eso además pido que todos ellos, conozcan a Cristo como yo, porque es un amigo que nunca falla”.

    «Con el Señor hablo de todo, también de lo que no entiendo»

    Anthony habla de su vida, pasada y actual, con la sencillez con la que los africanos ven la mano divina en la vida ordinaria. Afirma con rotundidad que “la oración es el arma principal de todos los cristianos, especialmente a los que el Señor ha llamado. Para mí, es el momento central para hablar con el Señor que me ha llamado. Busco un lugar tranquilo donde pueda mantener una conversación ‘de corazón a corazón’, como cuando uno habla con un amigo y comparto con él mis deseos, mis preocupaciones y problemas… e incluso aquellas cosas que no entiendo. Sobre todo, doy gracias por la vida que me ha dado. En el seminario, la oración es lo principal: empezar con oración, terminar con oración, para ser fiel a esa vocación que Dios nos ha dado”.

    «Recibo una gracia para llevarla a los demás»

    Institución de lector de Anthony

    La voluntad de Dios, la llamada de Dios en cada momento, es la que, junto a sus compañeros seminaristas, Anthony se esfuerza en conocer y cumplir a diario. Poco antes de la publicación de esta entrevista, recibió, junto a otros dos compañeros, el ministerio del Lectorado.

    Cada paso en su camino al sacerdocio es, para este nigeriano, una gracia inmerecida de Dios: “el Lectorado significa servir al pueblo de Dios, a la Iglesia, a través de la Palabra de Dios, que ha de ser el centro de nuestra vida y que se comparte con los demás. Para mí es una gracia, una alegría. Que yo reciba una gracia aquí en la tierra para compartirlo con los demás. Los días antes de recibir el Lectorado preguntaba al Señor “¿yooo?” … estaba nervioso, porque en un futuro, aunque me dé miedo pensarlo, si Dios quiere, seré sacerdote. Es un paso más en mi vida, una alegría sobrenatural, porque la palabra de Dios es viva y eficaz, capaz de entrar en el corazón y transformar la vida. No porque quite los problemas, sino porque da paz en el corazón para llevarlo a los demás”.

    Recibir para compartir, así vive Anthony su entrega a Dios “sabiendo que yo no soy digno. Yo Anthony, inmigrante, sin saber nada, quiero recibir esta Palabra de Dios, esta gracia que mi obispo me entrega, que pone sobre mi para que yo la ponga en mi vida y la lleve a los demás”.

    Zoom

    El Cristo del Abismo de Florida

    Una réplica del Cristo del Abismo se puede ver en el lago del Key Largo John Pennekamp State Park de Florida. El original se encuentra en la Riviera italiana, donde el buzo Dario Gonzatti perdió la vida buceando en 1947.

    Maria José Atienza·30 de julio de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
    Mundo

    José Antonio Ruiz: “Tierra Santa es el mapa de la salvación”

    Hace 65 años abría sus puertas en Jerusalén la Casa de Santiago, la institución eclesial española más antigua en Oriente Medio. Hoy en día, esta institución, dependiente de la Universidad Pontificia de Salamanca, sigue siendo un referente en la investigación bíblica y arqueológica.

    Maria José Atienza·30 de julio de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

    Lo que hoy conocemos como Instituto Español Bíblico y Arqueológico / Casa de Santiago nació en 1955 por iniciativa de Maximino Romero de Lema, entonces rector de la Iglesia española de Montserrat, de Roma, que junto con un grupo de sacerdotes estudiosos de la Sagrada Escritura decidió fundar este centro de la Iglesia española en Tierra Santa, con el objetivo de potenciar la investigación bíblica y arqueológica. De esta forma nació esta institución religiosa y académica, bajo la autoridad episcopal del Patriarca Latino de Jerusalén, bajo el patrocinio intelectual de L ́Ecole Biblique de Jerusalén, y con la ayuda de la Custodia Franciscana y del Consulado General de España. Hace pocos meses, el sacerdote Juan Antonio Ruiz Rodrigo asumía la dirección del Instituto Español Bíblico y Arqueológico.

    IEBA Director
    Juan Antonio Ruiz Rodrigo

    Una institución que, como él mismo destaca, “ha realizado una importante contribución a los estudios bíblicos en España. Así, la mayoría de los expertos españoles en exégesis y arqueología bíblica han sido residentes de esta Casa. Estudiosos pioneros sobre los manuscritos del Mar Muerto fueron miembros de este Centro; y grandes especialistas en este campo, editores de los documentos de Qumrán de reconocimiento internacional, están vinculados a nuestro Instituto”.

    Algo más que un centro de estudio

    Desde su fundación hasta ahora, destaca su director, la Casa de Santiago “no ha dejado de abrir sus puertas. Hoy acoge no sólo a sacerdotes, sino también a profesores especialistas en los estudios bíblicos y a estudiosos de la Biblia y arqueología u otras disciplinas como Liturgia, sean clérigos o seglares, hombres o mujeres”.

    Su situación, además, permite a quienes estudian o residen en la Casa de Santiago entrar “en contacto directo con los centros académicos especializados de Biblia de la ciudad y, en general, con el ambiente cultural y religioso de Israel. Nuestro Centro ha pretendido ser, desde el inicio, un hogar acogedor, un lugar de encuentro y un ambiente propicio para el estudio y la investigación entre los biblistas y arqueólogos españoles.

    Cada año acoge a sacerdotes de distintas diócesis españoles, religiosos y laicos, matriculados en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, en la Universidad Gregoriana o en otras universidades españolas, que eligen este Centro para trabajar en sus interesantes estudios exegéticos y poder disfrutar de una estancia en la ciudad de Jerusalén”.

    Vocación de diálogo

    La misión de la Casa de Santiago no se reduce a ser un simple lugar de estudio o residencia. Esta institución “nació con una vocación de diálogo entre la fe y la cultura”, como señala Juan Antonio Ruiz Rodrigo, “este diálogo es el verdadero reto que se plantea hoy a la Iglesia. Ésta se ha visto siempre más excluida desde el punto de vista cultural, porque, erróneamente, la cultura de la iluminación se ha considerado la única portavoz de la racionalidad científica y filosófica. Pero esto significa olvidar el papel insustituible de la Iglesia en el progreso del pensamiento humano durante dos milenios”.

    IEBA fachada
    Fachada Casa de Santiago

    En esta línea, continúa Ruiz Rodrigo,  “el  cristianismo es la religión del Logos, es decir, de la Palabra en el sentido de la razonabilidad de Dios y, por tanto, la razonabilidad de toda la realidad. Dios también es Logos, es decir, Palabra que funda la realidad con significado, y Palabra que busca y se ofrece al hombre para el diálogo. Particularmente, la Biblia ha sido un campo fecundo de este diálogo entre fe y cultura, porque el estudio de la Biblia requiere conocimientos lingüísticos, históricos, arqueológicos, hermenéuticos, literarios, etc. La Iglesia ha rechazado siempre una lectura fundamentalista, irracional, y ha promovido el estudio científico de los textos de la Escritura, ya desde el inicio (como Orígenes y S. Jerónimo), porque si la Biblia es Palabra de Dios en palabras humanas, los dos polos: divino y humano, requieren ser estudiados con profundidad, cada uno según sus propios métodos, en un diálogo fecundo”.

    Pisar la Tierra de Jesús

    Evidentemente, el panorama de estudio cambia completamente cuando hablamos de la investigación en la misma tierra en la que sucedieron los hechos. No en vano, el actual director de la Casa de Santiago subraya que es “enormemente enriquecedor poder estudiar y enseñar la Sagrada Escritura en Tierra Santa. Sólo aquí se pueden encontrar los colores, los paisajes, los perfumes, las diferencias climáticas o geográficas, que recorren las extensas páginas de la Biblia. Además, el estudio de la Biblia en Jerusalén presenta también otras ventajas: es impresionante indagar sobre las fiestas judías aquí, donde desde hace miles de años se conservan determinadas tradiciones, muy presentes en la Sagrada Escritura. Entender la cultura semítica es mucho más fácil aquí, inmersos como estamos en este mar de pueblos semíticos. Jerusalén ofrece la posibilidad de confrontarse con el mundo cultural del judaísmo contemporáneo, con su exégesis bíblica, en los lugares mismos en los que es elaborada”. 

    Una tierra castigada

    Juan Antonio Ruiz Rodrigo vive día a día las tensiones que azotan esta zona de Oriente Medio, una de las más castigadas por los continuos conflictos entre israelíes y palestinos y que, sin embargo, tiene uno de sus pilares económicos en el turismo, especialmente el turismo religioso cristiano.

    La pandemia, que se encuentra ya prácticamente controlada en la zona, ha supuesto un grave problema para este sector y el Instituto Español Bíblico y Arqueológico no ha sido ajeno a las consecuencias del Covid19: “la actual situación sanitaria impide la llegada de profesores y alumnos a los centros académicos especializados para poder llevar a cabo sus proyectos bíblicos y arqueológicos”, subraya Ruiz Rodrigo, “sin embargo, a pesar de la dificultad de esta situación, hemos intentado vivir este tiempo con esperanza, intentando crear nuevas actividades que se puedan llevar a cabo en nuestra Institución”.

    A ello se suman las tensiones vividas en las últimas semanas en la zona. Sin embargo, como apunta Ruiz Rodrigo, “después de tantos años de desencuentros y ríos de sangre, de odios acumulados y del desarrollo de unos acontecimientos ensimismados en numerosos intereses políticos y económicos, vale la pena seguir luchando por una paz estable en Tierra Santa, que permita el desarrollo de su cultura, de sus pueblos y de sus gentes. Estoy convencido de que el objetivo de la Iglesia es buscar la paz, sobre todo aquí en Tierra Santa”.

    El director de la Casa de Santiago tiene muy claro que las instituciones de la Iglesia presentes en la tierra de Jesús “debemos trabajar por la paz, e invitar a los demás a estrechar lazos de fraternidad. Así, cualquier palabra o gesto que lleve al odio o al enfrentamiento no será buena palabra y no ayudará a este proceso de paz. Por tanto, nuestro deber es trabajar por la reconciliación en Oriente Medio, y esto sólo lo puede favorecer el diálogo, sin posturas que lleven a la confrontación”.

    Cristo ha vivido una historia y una cultura, ha asumido una determinada geografía, ha pisado un territorio concreto, que es el de la Tierra Santa.

    Juan Antonio Ruiz Rodrigo. Director del IEBA

    Peregrinos tras las huellas de Cristo

    Recorrer los mismos lugares donde sucedieron los hechos históricos de la Salvación supone un antes y un después para cualquier cristiano que visita Tierra Santa. En este sentido, el director del Instituto Español Bíblico y Arqueológico se muestra convencido de que “es un viaje único para cualquier cristiano, porque es el lugar de la Encarnación de Dios. Si la Biblia nos presenta una historia de la salvación, la Tierra Santa es la geografía de la salvación, porque esa historia tiene su referente concreto en estos páramos y desiertos, en los rincones y recovecos de esta Tierra Santa, tantas veces herida. Sin la referencia a la Tierra Santa, la misma promesa de Dios a Abraham no es concebible. Tierra Santa da concreción a la Palabra de Dios, permitiéndole una forma de encarnación, incluso antes de que el Verbo de Dios se hiciera carne en Jesús de Nazaret. También Cristo ha vivido una historia y una cultura, ha asumido una determinada geografía, ha pisado un territorio concreto, que es el de la Tierra Santa”

    Mundo

    Fallece en Roma la Madre Trinidad, una vida dedicada a la Iglesia

    La fundadora y presidente de La Obra de la Iglesia falleció ayer en Roma a los 92 años tras una vida de entrega y servicio a la Iglesia, el papa y los obispos.

    Maria José Atienza·29 de julio de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

    Trinidad Sánchez Moreno, la Madre Trinidad, falleció ayer en Roma, donde residía desde 1993. Natural de Dos Hermanas (Sevilla), el 7 de diciembre de 1946 vivió «una verdadera invasión de Dios», como ella misma relata. Su respuesta inmediata fue aquel: «seré tuya y para siempre», que sellaría al día siguiente en la Parroquia de Santa María Magdalena con su entrega ante la imagen de la Virgen, que marcaría así sus primeros y definitivos pasos de consagración total a Dios. Muy conocida y querida en su pueblo, con uno de sus tres hermanos llevó durante años el comercio familiar “Calzados La Favorita” en la calle Ntra. Sra. de Valme. En 1955 se trasladó a Madrid. Y cuatro años más tarde, en 1959, Dios irrumpió en su alma y la hizo testigo de lo vivido para llevarlo a todos, como el «Eco de la Iglesia».

    La Obra de la Iglesia, fundada por ella Iglesia y cuya misión es la de manifestar la riqueza espiritual de la Iglesia, ayudando al papa y a los obispos, recibió la aprobación como institución de derecho pontificio, por parte de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica de la Santa Sede en 1997 y en la actualidad, más de un millar de obispos reciben los escritos de la Madre Trinidad, que se les envían mensualmente y que les ayudan en su vida espiritual, ya sea a través de la organización de retiros para sacerdotes, seminaristas o seglares en sus propias diócesis.

    Esta Institución cuenta con varias casas de apostolado, entre ellas la casa natal de la Madre Trinidad en Dos Hermanas. La Obra de la Iglesia, además, tiene centros estables en España (Madrid, Guadalajara, Cádiz, Toledo, Valladolid, Ávila), Italia (Roma, Albano Laziale y Rocca di Papa) y Guinea Ecuatorial (Malabo), aunque desarrolla desde ellos misiones apostólicas también en otros países. En Sevilla, tienen encomendada la parroquia de San Bartolomé y San Esteban, en el casco histórico de la ciudad.

    La Santa Misa de exequias por su eterno descanso se celebrará el domingo 1 de agosto a las 15:00 en la Basílica de San Pablo Extramuros de Roma, y se podrá seguir en directo en su web.

    Iniciativas

    «Con nuestros panes y peces, multiplicamos oportunidades de inserción»

    El sector de la hostelería celebra hoy a su patrona, Santa Marta. La mujer servicial por antonomasia es un ejemplo para miles de personas que, cada día se dedican a elaborar y servir comidas para otros tantos miles. Un sector que ha sido para muchos, su camino de inserción socio laboral en proyectos como Tabgha y Cinco Panes que desarrollan desde Cáritas diocesana de Córdoba.

    Maria José Atienza·29 de julio de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

    Son el ejemplo del trabajo escondido, detrás de cada plato, de cada menú para llevar hay una o varias personas que hacen posible momentos, en muchos casos, inolvidables. Un sector, al mismo tiempo, marcado por la precariedad y que ha sufrido, como pocos, el azote de la pandemia.

    También la hostelería es un medio privilegiado de inserción laboral. De eso sabe mucho Salvador Ruiz Pino, abogado y director de Cáritas diocesana de Córdoba cuyos proyectos Tabgha y Cinco panes,

    Tabgha y 5 panes son dos iniciativas de inserción socio laboral a través del mundo de la restauración y la hostelería ¿Cómo han surgido estas iniciativas?

    Salvador Ruiz Pino

    El proyecto de hostelería de Cáritas Diocesana de Córdoba nace a raíz de la última Visita ad limina (en marzo de 2014) que realizara nuestro Obispo, Mons. Demetrio Fernández, al Papa Francisco. En el marco de la misma, al exponerles los Obispos del sur de España al Santo Padre la situación socioeconómica que atravesábamos entonces, con altas tasas de desempleo, el Papa les señaló: “Hagan algo por los jóvenes”. Al volver de la visita, el Sr. Obispo nos trasladó este deseo de Francisco y, haciendo un diagnóstico de necesidades y un estudio de la situación, vimos la manera de poner en marcha una escuela de hostelería y un restaurante donde poder formar y contratar a jóvenes en situación de grave vulnerabilidad social y exclusión. Así abría las puertas Tabgha en diciembre de ese mismo año. Como continuación y expansión de este proyecto, nace el Catering Cinco Panes, con la misma finalidad, en el año 2020.

    ¿Cual ha sido la respuesta del sector, de las personas, y claro está, de los beneficiarios? 

    -En todo momento hemos recibido colaboración del sector de la hostelería en Córdoba. De hecho, nuestro trabajo no sería posible sin la colaboración de muchas empresas cordobesas del sector que propician que nuestros participantes puedan hacer prácticas en sus negocios, además de impartir algunas de clases durante el periodo de formación.

    Igualmente, la sociedad cordobesa ha visto en las iniciativas de economía solidaria de Cáritas una oportunidad para poder colaborar con nuestra institución y favorecer a las personas a las que acompañamos al contratar un servicio o simplemente disfrutar de una velada agradable en nuestra taberna gastronómica con el mejor servicio y calidad.

    Cada año, en torno a veinte jóvenes son formados y contratados en cocina, servicio en mesa y camarero, según la formación que ellos mismos seleccionan, para su posterior inserción en el mercado laboral hostelero, desde itinerarios personalizados de inserción sociolaboral. El éxito de inserción sociolaboral de los jóvenes que han pasado por el proyecto es muy alto.

    ¿Qué destacarías de estas iniciativas que forman además a las personas para trabajar en un ámbito de servicio a los demás?

    -La crisis de la COVID nos ha mostrado con rotundidad  lo que es verdaderamente esencial, lo importante: la vida, la salud, los cuidados, el apoyo, el cuidado del planeta “nuestra casa común”… Desde Cáritas estamos convencidos de que es urgente poner en práctica una economía que priorice todo esto que consideramos esencial, un modelo económico centrado en las personas, que respete sus derechos y apueste por las potencialidades de los que a menudo son descartados. Por eso, aunque lo que nosotros no tenemos la capacidad de darle solución al problema del desempleo en nuestro territorio, sí que estamos convencidos de que son necesarias este tipo de acciones significativas que manifiestan que otro modelo es posible, que vale la pena poner en el centro a las personas y sus potencialidades y luchar contra la cultura del descarte con propuestas que reconozcan la dignidad de todos. Es una satisfacción que puede experimentar todo aquel que se acerca a la Taberna Gastronómica Tabgha poder comprobar la ilusión, el empeño y el esfuerzo que ponen cada día los jóvenes que allí trabajan por ofrecer el mejor servicio, siendo protagonistas de su propio itinerario que les llevará a salir de las situaciones durísimas que han llegado a atravesar en el pasado.

    SOLEMCCOR es la empresa que gestiona ambos proyectos ¿Cómo nace esta iniciativa de Cáritas? ¿cuál es la valoración de su trabajo ya después de varios años de funcionamiento?

    -De esta apuesta por el empleo digno nacieron, ya en la década de los 80, los programas de empleo de Cáritas Diocesana de Córdoba, que en el año 2006 dieron un salto cualitativo con la constitución de SOLEMCCOR (Solidaridad y empleo de Cáritas en Córdoba), nuestra empresa de inserción, la primera en Andalucía y de las principales a nivel nacional. Una empresa de inserción donde Cáritas es el socio único y que tiene por objetivo favorecer la inserción laboral a personas en situación de exclusión social y su inclusión final en el mercado de trabajo normalizado.

    SOLEMCCOR no tiene ánimo de lucro, el propósito de nuestra actividad empresarial es posibilitar oportunidades formativas y laborales a personas en situación de vulnerabilidad social para su inserción plena. Así, la generación del máximo número de puestos de trabajo, junto con unas condiciones laborales dignas son los objetivos firmes de SOLEMCCOR, a través de itinerarios personalizados y el desarrollo de un proyecto personal de integración. A través de la formación, el acceso a un empleo y el seguimiento social y profesional, se hace posible que las personas a las que acompañamos puedan adquirir experiencia y habilidades.

    En definitiva, permite adquirir la cualificación profesional y la productividad necesarias para mejorar las condiciones personales de empleabilidad, como paso previo para acceder a la empresa ordinaria, de conformidad con lo dispuesto en la normativa que regula la constitución y el funcionamiento de empresas de inserción socio-laboral. Todo ello, además, desde un modelo que combina el cuidado del medio ambiente con programas que fomentan el reciclaje desde una perspectiva de ecología integral, donde la conciencia por el cuidado del planeta se combina con la preocupación por las personas.

    El año 2020 pudimos acoger y acompañar a través de formación o intermediación laboral a 833 personas, de las que 111 personas en exclusión fueron contratadas

    Salvador Ruiz Pino. Director Cáritas Córdoba

    Queremos que los cordobeses tomen conciencia que cuando reciclan papel, cartón, ropa o aceite están propiciando nuevas oportunidades para el planeta y para las personas en situación de vulnerabilidad, porque, como señala el Papa Francisco: Todo está conectado.

    Hoy SOLEMCCOR cuenta con distintas líneas de negocio que incluyen la recogida selectiva de papel y cartón (por convenio de colaboración con el Excmo. Ayuntamiento de Córdoba), servicio de destrucción confidencial de papel, recogida y reciclaje de textil, servicio de limpieza “Jordán”,  taller de confección “Dorcas”, gestión del Centro de Ocio y Tiempo Libre “Cristo Rey” en Torrox Costa, Escuela de Hostelería, taberna gastronómica “Tabgha” y catering “Cinco Panes”. En todos ellos, el año pasado (2020) pudimos acoger y acompañar a través de formación o intermediación laboral a 833 personas, de las que 111 personas en exclusión fueron contratadas, todo ello con una inversión económica de tres millones de euros.

    La hostelería ha sido uno de los sectores económicos más castigados por la pandemia. En el caso de ambas iniciativas, se une además que las personas que se benefician de ellas atraviesan, ya desde antes, serias dificultades ¿cómo ha sido el impacto del covid en estos dos proyectos?¿Cómo se afronta la recuperación?

    -Ciertamente, la situación de crisis sanitaria que estalló con el comienzo de la pandemia muy pronto fue manifestándose en una crisis social de calado en la que estamos ahora mismo inmersos.

    Sólo en el año pasado, Cáritas Diocesana de Córdoba ha atendido en toda la provincia a 30.000 familias a través de sus 168 Cáritas parroquiales, de las que 8000 (un 27%) nunca antes habían acudido a Cáritas para pedir ayuda. Las restricciones de movilidad hicieron que el sector de la hostelería fuese el primero en cesar su actividad. No obstante y pese a esto, SOLEMCCOR mantuvo todos sus puestos de trabajo durante la situación de pandemia, no realizándose ningún ERTE. Desde el día siguiente de cerrar Tabgha por el estado de alarma, los trabajadores del proyecto acompañados de voluntarios utilizaron las cocinas para elaborar y repartir dos mil menús diarios para las familias vulnerables a las que atendía Cáritas en la ciudad de Córdoba y que en los momentos más duros del confinamiento carecían de recursos para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación.

    Desde el primer día de pandemia los trabajadores del proyecto acompañados de voluntarios utilizaron las cocinas para elaborar y repartir dos mil menús diarios para las familias vulnerables.

    Salvador Ruiz Pino.Director de Cáritas Córdoba

    Una vez iniciada la fase de desescalada, Tabgha y Cinco Panes han vuelto a su actividad ordinaria, con las debidas medidas de aforo, seguridad e higiene. A través de sus servicios, los clientes pueden no sólo de disfrutar de una experiencia culinaria de primera categoría, con una muy buena relación calidad-precio y un trato exquisito, sino también ayudar a mejorar las capacidades de jóvenes en situación o riesgo de exclusión social y grave vulnerabilidad, favoreciendo así su plena inclusión.

    En Tabgha, como en aquella llanura homónima cerca del lago de Tiberíades, estamos convencidos de que, poniendo cada uno nuestros cinco panes y dos peces, podemos multiplicar las oportunidades de inserción de muchas personas, saciando no sólo el hambre de pan, sino también de esperanza, de dignidad y de justicia. ¡Una visita obligada cuando se viene a Córdoba!

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    Mundo

    Una Mediateca Apostólica Vaticana para educar la mirada

    La creación de una "Mediateca Apostólica Vaticana" puede suponer una manera de articular la educación de la mirada, del corazón, a través de un arte cinematográfico abierto a la trascendencia.

    Giovanni Tridente·28 de julio de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

    Ha pasado casi desapercibida una noticia que debería haber sido leída con atención entre las líneas de una entrevista que el Papa Francisco concedió en una publicación recientemente publicada. Se trata del probable nacimiento, todavía sin detalles concretos, de un nuevo organismo vaticano de carácter puramente cultural, que podría tomar el nombre de «Mediateca Apostólica Vaticana».

    Se trataría de un Archivo Central para la conservación permanente y ordenada de los fondos audiovisuales históricos en posesión de los distintos organismos de la Santa Sede y de toda la Iglesia, a semejanza del ya existente Archivo Apostólico Vaticano -que en su día fue conocido como «Secreto», y que conserva y pone en valor actos y documentos relativos al gobierno de la Iglesia universal- y de la Biblioteca Apostólica Vaticana, cuyo primer origen se remonta al siglo IV.

    Como decíamos, el Papa lo anunció entre líneas en la entrevista que concedió a monseñor Dario Edoardo Viganò, ex prefecto del Departamento de Comunicación de la Santa Sede, con motivo del libro Lo sguardo: porta del cuore (La mirada: puerta del corazón), dedicado al cine neorrealista, del que el Pontífice siempre ha dicho ser un gran admirador, citando a menudo en sus discursos y homilías referencias a esta cultura, que considera de fuerte valor testimonial.

    Por su parte, el autor del libro, además de enseñar cine y ser actualmente vicecanciller de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales de la Santa Sede, es también autor de películas y documentales y en el pasado dirigió durante varios años la «Fondazione Ente dello Spettacolo» de la Conferencia Episcopal Italiana, hasta su llegada al Vaticano como responsable de la reforma de los medios de comunicación vaticanos.

    Por tanto, no es difícil prever que a Viganò se le pueda confiar la organización de este nuevo organismo, que cuenta con el favor del Santo Padre y que podría servir para revalorizar un patrimonio de fuentes audiovisuales históricas que en el pasado han representado también un alto nivel religioso, artístico y humano, sobre todo si pensamos en las famosas «salas comunitarias» presentes en prácticamente todas las parroquias.

    En la entrevista el Papa Francisco también habla de la necesidad que tenemos hoy de «¡aprender a mirar!». Al fin y al cabo, ante el miedo y el desánimo provocados, además, por la reciente pandemia, lo que se necesita en la Iglesia y en el mundo son «ojos capaces de atravesar la oscuridad de la noche, de levantar la mirada más allá del muro para otear el horizonte».

    El Papa está pensando en «una catequesis de la mirada, una pedagogía para nuestros ojos que a menudo son incapaces de contemplar en medio de la oscuridad la ‘gran luz’ que Jesús viene a traer». Una reflexión sobre la mirada, en definitiva, «que se abre a la trascendencia», a la que sin duda puede contribuir el cine neorrealista, que en muchas de sus producciones provocó la conciencia de los espectadores.

    Por otro lado, el Papa Francisco dijo estar convencido de que «el arte del cine ha logrado iluminar la trama de los hechos para revelar su profundo significado». Así, la misión de la nueva Mediateca Apostólica del Vaticano, que ha sido anunciada y de la que probablemente tendremos noticias en breve, parece estar trazada.

    Lecturas del domingo

    Comentario a las lecturas del domingo XVIII del tiempo ordinario

    Andrea Mardegan comenta las lecturas del XVIII domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

    Andrea Mardegan·28 de julio de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

    Después de que Jesús abandonara a la multitud y subiera a la montaña solo, los discípulos luchan por llegar a la otra orilla: “El mar estaba agitado a causa del fuerte viento que soplaba”. Jesús camina sobre las aguas, los alcanza, se sube a la barca y “al instante la barca llegó a tierra”. La multitud interesada en Jesús hace una investigación para saber qué camino ha tomado. Están decididos a no perder de vista a este Maestro que cura enfermedades y resuelve el problema del pan: comieron los panes de cebada y el pescado que nunca se acabó, distribuido por Jesús, que se multiplicó sin espectáculo en sus canastas, en sus manos. 

    Van con los barcos a Cafarnaúm y lo encuentran: “Maestro, ¿cuándo has llegado aquí?”. Pregunta superficial: solo les interesa entender cómo ha escapado de su control. Pregunta curiosa, que no sirve para profundizar en la verdad sobre Jesús y lo que sucedió el día anterior. Jesús no responde a la curiosidad, pero trata de ayudarles a buscar en sí mismos la verdadera razón por la que le buscan: “os habéis saciado” de pan, gratis, bueno, sin trabajo. Quieren comer más. Sin embargo, Jesús está interesado en el hambre y en el deseo de pan que ve en esos hombres: se propone transformarlo en un deseo del verdadero pan del cielo. Así que aborda el argumento que había querido comenzar durante mucho tiempo, tomando pie del signo del pan que no se acaba nunca: “Obrad no por el alimento que se consume sino por el que perdura hasta la vida eterna”. Escuchan “vida eterna”, y preguntan al maestro qué obra puede ser apreciada como obra de Dios. 

    Jesús pasa por alto su pregunta farisaica, y les habla de fe: creer en él, ésta es la obra de Dios. Los que han visto el milagro de los cinco panes y dos peces que alimentaron a miles de personas, le piden una señal para creer. Son superficiales, materialistas, moralistas, incrédulos. Lo provocan hablando del maná del desierto, como una señal que dio Moisés. Jesús les corrige: el maná vino de Dios y no de Moisés, y luego revela que Dios tiene la intención de darles un pan que desciende del cielo y les da vida. 

    Ahora les nace el deseo de recibir ese pan. Entonces Jesús declara que él mismo es el pan de vida, y que quien crea en él nunca tendrá hambre ni sed. Trata de ayudarlos a transformar esa hambre de pan terreno en el deseo del pan que él dará para la vida eterna, que es él. Alimento divino que nos permite realizar las obras de Dios en la tierra, vivir en nosotros la vida, muerte, resurrección y ascensión del Hijo de Dios. Admiramos en Jesús la tenacidad en proponer la verdad, la confianza en las personas a pesar de su cierre. Deseamos alimentarnos del pan de vida para poder vivir toda su vida en nuestra vida.

    La homilía sobre las lecturas del domingo XVIII

    El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

    Evangelización

    Caminando con Ignacio de Loyola, el peregrino de la vida interior

    El “Camino Ignaciano”, pasa por Logroño, Tudela, Alagón, Zaragoza, Fraga, Lleida, Cervera, Igualada, hasta Montserrat y Manresa. Un itinerario con gran significado espiritual que se realiza también en la vida interior de la mano del gran santo y fundador de la Compañía de Jesús. 

    Francesc Riera i Figueras, S. I.·28 de julio de 2021·Tiempo de lectura: 7 minutos

    Cabalgando en una mula sale de Loyola ataviado con sus vestiduras nobiliarias. El itinerario, el “Camino Ignaciano”, pasa por Logroño, Tudela, Alagón, Zaragoza, Fraga, Lleida, Cervera, Igualada, hasta Montserrat y Manresa

    1. Montserrat, unos breves días

    Es fácil descubrir al Peregrino, cautivado, subiendo las rocas de la Montaña, respirando el buen olor «d’eixos penyals coberts de romaní”, cuando despunta la primavera. La Naturaleza se ha convertido en trono de la que es ahora su única y verdadera Reina. En medio de la ufana belleza del macizo, el Peregrino vivirá tres acciones «iniciáticas».

    a) En primer lugar, reconcilia su vida. (¡Cuántos desearían poder reconciliar la vida…!). Una vida que arrastraría múltiples contradicciones, corrupciones por el afán de prestigio y poder. Él mismo dice en su ancianidad: “Hasta los 26 años de su edad fue hombre dado a las vanidades del mundo”. Fueron tres intensos días de repasar todos los rincones «oscuros» de su historia, de ponerlos con infinita tristeza en las manos misericordiosas de Dios y recibir «sacramentalmente» la reconciliación de manos del monje que la atendió, Juan Chanon. Pudo librarse de sus lúgubres pozos y llorar amargamente, pero en paz, el conjunto de absurdos, que a menudo habían herido a terceras personas. ¡Quien experimenta así liberación interior, nace de nuevo!

    b) Despojado de la irracionalidad de tales vestiduras interiores, le son incómodas y contraindicadas las vestimentas exteriores nobiliarias, las ropas del «prestigio» que buscaban aparentar una nobleza interior que no tenía. Refugiándose en el mayor secreto se acerca a un mendigo, se despoja del vestuario de prestigio y con él viste de honorabilidad al “último”, al rechazado por el mundo. Por su parte, con una paz interior inenarrable, se viste con una «tela de la que suelen hacer sacos…, y tiene muchas púas… larga hasta los pies». Ha tomado los vestidos de la pobreza que lo sitúan entre los que en el mundo no cuentan.

    c) Se debería encontrar caricaturesco con una espada, él un «pobre», un hombre reconciliado, sin enemigos, sin ningún afán por conquistar nada. Ya no se ha de defender de nada, no necesita la espada agresiva. Con esta sorprendente libertad interior que ha alcanzado, se «des-armará» caballero, en un acto de connotaciones «contraculturales», con el estilo de su «imaginario» caballeresco. La víspera de la fiesta de la Anunciación, pasa la noche en vela de oración, arrodillado ante el altar de nuestra Señora. Se desarma, deja la espada a los pies de la Moreneta. Ha cambiado de paradigmas, de intereses, de futuro…, de Señor. El Peregrino se encontraría reflejado en las palabras que el Virolai canta a Nuestra Señora: «Amb vostre nom comença nostra història».

    2. Bajando la Montaña

    Al amanecer, lo imaginamos bajando por los senderos salvajes de la montaña con una felicidad que nunca había experimentado. Cojeando, con un deje de dolor por la pierna herida, pero desbordando una extraña libertad nunca experimentada tan hondamente.

    A la altura de la Ermita de los Apóstoles unas mujeres le sugieren un hospital de pobres en Manresa donde alojarse unos pocos días. Necesita saborear reposadamente las experiencias montserratinas y anotarlas en el cuaderno que desde Loyola guarda con todo cuidado.

    Repentinamente un gendarme interrumpe el plácido caminar del Peregrino: «¿regalaste un lujoso vestido señorial a un mendigo?» Al peregrino se le escapan, ante la autoridad, unas lágrimas por el miserable a quien hizo mal sin preverlo, al entregarle sus ropas aristocráticas para vestirse él de pobreza.

    Solo diez meses atrás el Peregrino formaba parte de la autoridad. Ahora sorprendemos al fogoso luchador de Pamplona con lágrimas en los ojos. La convalecencia en Loyola, el largo silencio del camino hasta Montserrat, sus experiencias fundantes en la Montaña han ido agrietando durezas externas e internas de su personalidad.

    3. Manresa, primer período

    Liberado felizmente de su vida pasada, con “grande ánimo y liberalidad”, pretende conquistar la santidad

    Se hospeda en el hospital de pobres donde vivirá fundamentalmente todo el tiempo de los once meses manresanos. En su deseo de mayor soledad, no sabemos cuándo, encontró un lugar desértico y poco accesible: la Cueva.

    La Cueva es una de las grutas excavadas en el Terciario por la erosión del río. No era de acceso fácil. Ignacio llegaría atravesando una senda entre malezas, zarzas y ortigas. Un balcón sobre el río, con la brillante vista de Montserrat, más o menos tamizada por espesas hierbas y arbustos, que producirían un efecto de soledad y quietud. En este balcón, bajo la mirada de la Virgen Morena, tuvo muchas horas de silencio profundo. Hizo «callar» muchas cosas… Y pudo «escuchar» el fondo de su corazón y encontrar el latido del corazón de Dios. Y desde el corazón de Dios, se fue descubriendo «enviado» a los demás.

    Un estilo de vida contracultural

    «Santo Domingo hizo esto, pues yo lo tengo de hacer. San Francisco hizo esto, pues yo lo tengo de hacer». Los primeros pasos del Ignacio manresano le conducirán por los caminos de esta santa e ingenua emulación.

    Pocos meses atrás solo buscaba honores, sobresalir…, con una preocupación increíble por su imagen. Ahora se despreocupará de su apariencia física, dejará crecer pelo y uñas (antaño tan cuidadosamente tratados), irá desgreñado, con poca higiene personal, como nunca hubiera sospechado pocos meses atrás. Ha cruzado «líneas rojas», se está autodemostrando que ha cambiado de bando, que se ha situado al otro lado de la historia, con los últimos y con Jesús.

    Hace siete horas de oración al día. Vive feliz, en plenitud, con su silencio interior ante Dios. Se preocupa de los pobres del Hospital, su hacer rezuma caridad y amistad por los últimos. Su estado es de tranquilidad, de alegría, sintiendo gran consuelo en esta nueva forma de hacer y ser.

    Ignacio llega a Manresa con un profundo deseo de conquistar la santidad, la honorabilidad, con el deseo de servir a su nuevo Señor (el Rey Eternal), con más intensidad aún que la que había tenido en el servicio de los «reyes temporales». Toda su vida había sido un “conquistador” de su estatus. Todavía durante la convalecencia en Loyola se deleitaba pensando en las proezas que haría en servicio de grandes señores o de una princesa de “altísima dignidad” a la que pretendía en sus ensueños.

    Llega «ignorante de las cosas de Dios», sin capacidad de discernimiento, con un fuerte deseo de «hacer» cosas grandes por el Señor. En el fondo rezuma todavía autocentramiento, narcisismo. Necesita «mirarse al espejo» y descubrirse honorable, con la nueva honorabilidad que ahora sueña, tan diferente de la que había vivido en las cortes castellanas. Él mismo continúa siendo el «tema», su imagen «honorable». Todavía cree que la podrá conquistar con sus fuerzas, con las propias capacidades y posibilidades.

    Los cuatro primeros meses son de gran fervor y serenidad espiritual, de gran equilibrio y magnanimidad. Pero pronto descubrirá que no “conquista” la santidad, que lo que ha conquistado es la amargura de sus pozos oscuros interiores, a los que ha ido descendiendo, y que creía haber reconciliado en Montserrat. De alguna manera, es todavía el fariseo de la parábola, debe pasar a autocomprenderse como publicano, y sin embargo aceptado y abrazado por Dios. Ignacio está haciendo sus “Ejercicios Espirituales”.

    4. Segundo período. La fragilidad de Ignacio

    De la euforia adolescente del neoconverso, a encajar las propias roturas interiores

    “Le vino un pensamiento recio que le molestó, representándosele la dificultad de su vida, como si le dijeran dentro del alma: ‘¿Y cómo podrás tu sufrir esta vida 70 años que has de vivir?’. Mas a esto le respondió también interiormente con grande fuerza…: ‘¡Oh miserable! ¿Me puedes tú prometer una hora de vida?’”.

    El bravo defensor de Pamplona dispuesto a seguir un perrito

    La etapa primera que acabamos de presentar se podría resumir con dos palabras: «hacer» (grandes penitencias, cosas grandes) y «más» (más que los otros, más que los santos). Un fervor desatinado, aunque revele inmensa generosidad. Ignacio está espiritualizando su vanidad de caballero, ahora el caballero se entrega a su nuevo Señor de la manera más heroica que pueda imaginar, con penitencias, oraciones y gestas para “señalarse más que nadie”. Busca conquistar a su nuevo Señor con «obras».

    Pocos meses atrás vivía solo para conquistar honores, fama, puestos significativos en la administración del reino de Castilla, ahora ha de descubrir que la «santidad» no es una «conquista». Comprueba, desconcertado, que justamente lo que ha conquistado son sus “sombras”, las aguas oscuras de su interior «reconciliado» tan solo superficialmente en Montserrat.

    Se le hace añicos la paz que había recibido ante la Virgen de Montserrat. La memoria empieza a golpearlo escrupulosamente, le va recordando momentos de su vida que creía haber dejado enterrados en Montserrat. Cae en profunda desolación y, acosado por los escrúpulos, busca un confesor a quien repetir una y otra vez sus pecados; pero no consigue la reconciliación «consigo mismo», y piensa que tampoco con Dios.

    Ha experimentado la propia limitación, la insuficiencia radical para concederse a sí mismo el perdón, la resistencia para ponerse plenamente en manos de Dios y soltar el volante de su vida, que siempre había conducido él.

    En la desolación repite a Dios que estaría dispuesto a seguir incluso a un perrillo, si éste le mostrara el camino para encontrar a Dios. El momento más significativo de esta época es la desesperada «tentación de suicidio» cuando está hospedado en una estancia del Convento de los Dominicos. Quien estaba acostumbrado a ir por el mundo de conquistador, experimentará que la honorabilidad, la integridad, la reconciliación, la felicidad, la santidad… no se conquistan, sino que se «reciben»: “todo es gracia”. Será el gran descubrimiento ignaciano de Manresa.

    5. Tercer período. Todo es gracia

    Cuando ha asumido que no lo "controla" todo, empieza a ser inundado de luz inesperada y plenamente "gratuita"

    Rendición ya no de la fortaleza de Pamplona, ​​sino de su fortaleza interior, ya no se trata de entregar «armas exteriores» sino las «armas internas» (la autosuficiencia, «yo llevo el volante de mi vida»…). Son sus Ejercicios Espirituales. Está aprendiendo a vivir desde la fe y confianza, a dejarse llevar por Dios. Se le está rompiendo el proyecto de alcanzar a Dios con sus propias fuerzas. Dios le va enseñando la desapropiación de su ego que suponía todopoderoso.

    Sale del callejón cuando experimenta la inutilidad de la propia “justicia”, para instalarse en «la justicia que viene de Dios» (Rm 1,21). Con ello comienza la tercera etapa manresana de Ignacio. No necesita ya protegerse de su realidad rota, de sus sombras, de su pecado. Se le han cambiado los «paradigmas».

    Es la época manresana de las grandes iluminaciones. Cuando asume que él no conquista «la luz» de Dios, al dejarse completamente en manos del Señor, entonces es desbordado por repetidos momentos de iluminación.

    La cima de esta época es la «Ilustración del Cardener». Es el momento de gracia, inesperado, la culminación de todo el camino del Peregrino en sus días manresanos. Una vez, junto al rio Cardener “se le empezaron a abrir los ojos del entendimiento; y no que viese alguna visión, sino entendiendo y conociendo muchas cosas, tanto de cosas espirituales, como de cosas de la fe y de letras; le parecían todas las cosas nuevas”. Y añade enseguida: “en todo el discurso de su vida, no le parece haber alcanzado tanto, como en aquella vez sola”.

    Había llegado a Manresa «arrogante e ignorante de las cosas de Dios». Respiraba todavía fuerte autocentramiento, con la confianza puesta en sus propias capacidades y posibilidades. Salió de Manresa desposeído y humilde, experimentado en el discernimiento de espíritus y en la capacidad de ayudar a los demás.

    El “Camino” interior de los once meses manresanos es «fundante», quedará recogido de manera pedagógica en sus «Ejercicios Espirituales» y será el trasfondo desde donde escriba las «Constituciones de la Compañía de Jesús». En este Camino tienen los ojos puestos todas las espiritualidades ignacianas y toda la obra pastoral, social, intelectual, pedagógica, cultural… que nacen de la inspiración de Ignacio.

    El presente artículo es un extracto de las pág. 17 a 43 del libro “Manresa Ignasiana” 500 años. (edición en catalán y en español. En preparación versión inglesa).
    El autorFrancesc Riera i Figueras, S. I.

    España

    «Fieles al envío misionero»: las líneas de la CEE para 2021-2025

    Los obispos españoles han hecho públicas las líneas de acción de la Iglesia española para los próximos cuatro años.

    Maria José Atienza·27 de julio de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

    La Conferencia Episcopal Española ha hecho público hoy el documento Fieles al envío misionero aprobado por la Asamblea Plenaria con las orientaciones y las líneas de acción para la CEE en el período 2021-2025. La Conferencia Episcopal Española ofrece en este documentos unas orientaciones y líneas de trabajo especialmente dirigidas a los órganos de la propia Conferencia.

    Un profundo análisis previo

    El documento comienza con un análisis de la realidad española en todos sus niveles. Los obispos no son ajenos a la nueva situación social en la que se mueve la Iglesia Católica en la que impera «un capitalismo moralista que no solo regula la producción y el consumo, sino que impone valores y estilos de vida» al que se une el relativismo cultural imperante y un avance del nihilismo que produce un empobrecimiento espiritual y la pérdida de sentido de la vida para muchas personas. Un proceso que, como se recoge en el documento nace «, teledirigida, una propuesta neopagana que pretende construir una sociedad nueva, para lo cual es preciso «deconstruir». Así asistimos a un constructivismo antropológico en las muy extendidas corrientes ideológicas de género y en la aceptación social del aborto y la eutanasia; un constructivismo histórico y también pedagógico, reforzado con el dominio de la escuela, para lo cual es preciso «deconstruir» pues, como dice Francisco en el n. 13 de FT, «la libertad humana pretende construirlo todo desde cero». Todo ello ocurre de manera indolora, pues la cultura de masas, basada en emociones y sensaciones, está logrando que este proceso de derribo se viva de manera casi indiferente, más aún como un logro de la libertad».

    La sociedad de la desconfianza y la posverdad envuelve y afecta, de este modo, directamente también a la relación de los católicos y no católicos con la Iglesia.

    Familia, pandemia y dificultades

    Uno de los pilares que se ha visto afectado por este proceso ha sido el de la familia, especialmente, en lo que se refiere a la unidad y estabilidad familiar: «la secularización influye en el deterioro de la familia llamada tradicional, también parece cierto que la crisis de la misma contribuye, a su vez, a impulsar el declive religioso, pues quiebra una institución básica en la transmisión de la fe y de experiencias básicas en la configuración de la persona (…) El debilitamiento del vínculo familiar provoca la pérdida de vínculos sociales, lo que acentúa dicho debilitamiento, pues el elogio de la autonomía individual y la permanente reclamación del derecho a tener derechos entroniza al individuo y hace sospechoso cualquier vínculo».

    Evidentemente, la pandemia ha influido en el proceso de redacción de este documento. Un golpe a la humanidad ante el que los cristianos estamos llamados a «considerar esta situación como un momento histórico de fuerte llamada a la renovación para la humanidad y para la Iglesia» y a dar «testimonio de una confianza que vence a los miedos, de esperanza y de caridad fraterna».

    Otro de los puntos introductorios del documento pone de manifiesto la realidad de la iglesia católica en la España actual en la que, viendo los datos sociales, se encuentra con «dos tipos de dificultades: unas vienen de fuera de la cultura ambiental; otras vienen de dentro, de la secularización interna, la falta de comunión o de audacia misionera».

    El magisterio del Papa Francisco

    La segunda parte de la carta, dedicada al marco eclesial comienza con la referencia al magisterio del Papa Francisco quien «sitúa la fidelidad de la Iglesia al mandato misionero –id– y sacerdotal – haced– en sus textos magisteriales Evangelii gaudium (2013) y Gaudete et exsultate (2018) que contienen las líneas que se desarrollan en documentos como Amoris laetitia (2016); Christus vivit (2019)], y Laudato si’ (2015) y Fratelli tutti (2020): «El anuncio del Evangelio se produce a personas que viven realidades que el papa nos presenta como verdaderos signos de los tiempos, paso del Señor que ilumina y juzga la historia para convocar a la conversión, la fraternidad y la misión. Estos lugares privilegiados son la familia (niños, jóvenes, ancianos), los migrantes y descartados y la casa común de la familia humana». Además señalan que «La propuesta del papa se realiza desde el anuncio de la misericordia que reconoce las propias miserias. Por ello, merecen especial atención las cuestiones de abusos a menores y personas vulnerables realizadas por miembros de la Iglesia».

    Los trabajos de la CEE

    Fieles al envío misionero recuerda las líneas de trabajo de la CEE en los últimos años y que han de continuar estando en primera línea de acción:

    • Los frutos del Congreso de laicos: Pueblo de Dios en salida con «la centralidad de los cuatro itinerarios en todas nuestras acciones pastorales: primer anuncio, acompañamiento, procesos formativos y presencia en la vida pública».
    • El plan de formación sacerdotal Formar pastores misioneros.
    • La aplicación de Amoris laetitia y la renovación de la preparación al matrimonio.
    • Iglesia servidora de los pobres en la actual situación de crisis económica y social.
    • La transmisión de la fe por medio de la catequesis de iniciación cristiana y del catecumenado.
    • El cuidado de la piedad popular como espacio para transmitir la fe.
    • Atención a la pastoral y catequesis para personas con discapacidad.
    • La puesta en práctica de medidas de atención a las víctimas de abusos, la sanción de los culpables y la prevención de todo tipo de abusos

    Discernimiento y llamada a la evangelización

    Fieles al envío Misionero concluye con una llamada a «un gran discernimiento eclesial realizado al mismo tiempo que caminamos y desde todo aquello que descubrimos en la andadura compartida (…) Queremos como Colegio –colegialidad– y como Pueblo –sinodalidad– a la luz del Espíritu, la Palabra y el Magisterio reconocer el paso del Señor e interpretar su llamada en esta hora para hacer las elecciones adecuadas que realmente iluminen el trabajo de la Conferencia al servicio de las diócesis».

    Asimismo, se realiza una llamada a la salida misionera para todos, especialmente los laicos que conlleva «ponernos a la escucha de las necesidades de nuestra sociedad en la perspectiva del bien común e iluminados por la Doctrina Social de la Iglesia».

    Las líneas de acción

    La propuesta de acción de este documento para la Iglesia española señala, en primer lugar la necesidad de ser «testigos de Dios y maestros de la fe ante el empobrecimiento espiritual y las nuevas búsquedas de espiritualidad, desde la convicción de que el ser humano es capaz de encontrarse con Dios. (…)También hemos de enseñar a rezar, a vivir la relación con Dios y a recordar la verdad más profunda del ser humano: que Dios lo ha creado y lo mantiene en la existencia».

    Las prioridades

    Las prioridades de la Iglesia española para los próximos años se articulan en torno a

    • Evangelización
    • Iniciación cristiana
    • Propuesta de la vida como vocación: identidad, espiritualidad y misión de sacerdotes, laicos (matrimonios) y vida consagrada.
    • Presencia en la vida pública, personal, comunitaria e institucional al servicio del bien común.
    • Testimonio personal e institucional de Iglesia acogedora y samaritana en la opción preferencial por los pobres
    • «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión»
    • Plan de comunicación de la Conferencia Episcopal Española.
    • Acompañamiento integral (personal, material y espiritual) a todos los afectados por la pandemia
    • Organización de las Iglesias particulares al servicio del Pueblo de Dios: revisión de la presencia en el mundo rural, renovación misionera de las parroquias.

    Reforma de la CEE

    Uno de los puntos más esperados es el que se refiere a la reforma de la propia Conferencia Episcopal Española. En este sentido, Fieles al envío misionero destaca que, en los próximos años «debemos avanzar en la forma de trabajar en la Conferencia Episcopal Española. En el interior de las comisiones (subcomisiones y departamentos) y entre las diversas comisiones.

    Las líneas de acción correspondientes con los trabajos de las comisiones episcopales centran la última parte del documento en la que se detallan su misión, las acciones a realizar e impulsar en los próximos años así como los trabajos conjuntos entre diferentes comisiones.

    Fieles al envío misionero es fruto de un ejercicio de discernimiento compartido por los obispos, los órganos colegiados de la CEE y los colaboradores, para aproximarse a la realidad social y eclesial y sugerir unas orientaciones pastorales que han realizado, a lo largo de varios meses de diálogo.

    Ecología integral

    «La sexualidad pone en juego la parte más íntima de nuestro ser»

    Especialistas de todo el mundo se encontraran el próximo septiembre en la Universidad de Navarra en un interesante y multidisciplinar simposio dedicado al reconocimiento natural de la Fertilidad. Con este motivo, Omnes ha entrevistado al doctor Luis Chiva de Agustín, especialista en Ginecología y Obstetricia de la Clínica Universidad de Navarra.

    Maria José Atienza·27 de julio de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

    La Universidad de Navarra acoge el próximo septiembre un interesante y multidisciplinar simposio dedicado al reconocimiento natural de la Fertilidad. Un encuentro, al que se puede asistir de manera gratuita, no sólo dirigido a quienes trabajan en el ámbito sanitario o de orientación familiar sino a todo el mundo que tenga interés por conocer «las dimensiones antropológicas, afectivas y biológicas del Reconocimiento Natural de la Fertilidad (RNF) como instrumento de una realidad mucho más amplia enmarcada en la Teología del Cuerpo».

    Con motivo de este simposio, Omnes ha entrevistado al doctor Luis Chiva de Agustín, especialista en Ginecología y Obstetricia de la Clínica Universidad de Navarra y uno de los impulsores de este encuentro. La dimensión integral de nuestra realidad sexuada, la falta de formación e información sobre estos medios naturales y, evidentemente, el programa del Simposio han formado parte de esta conversación.

    Al desligar la sexualidad de la integridad de la persona se llega a un utilitarismo o biologicismo: considerar el sexo como «una experiencia más que hay que tener» o, por el contrario, un mero acto biológico sin consecuencias en la psique de las personas. ¿Qué significa realmente la realidad sexuada en la vida de una persona, varón o mujer?

    Dr. Luis Chiva de Agustín
    Dr. Luis Chiva de Agustín

    – Hay que considerar la sexualidad como la cualidad maravillosa de cada persona, de ser hombre o mujer, que impregna nuestras acciones, nuestras relaciones personales, todo nuestro día a día. Y se convierte en una manera concreta de ser, de estar y de relacionarnos. Comprender la grandeza de nuestro propio cuerpo, verlo como el don que es, es una tarea que comienza, por supuesto, en la familia, que es donde el hombre aprende todo sobre sí mismo. Enseñar a los niños desde pequeños la grandeza de nuestra corporalidad, de nuestra sexualidad, como un don intrínseco a la persona, que forma parte de nuestro ser, pone en valor la entrega al otro que sucede cuando ellos lleguen a formar sus propias familias, y sean conscientes de que se entregan por completo al otro, al que reciben también de ese modo, como un regalo, admirando todo su valor como la persona que se compromente con uno mismo en un proyecto de vida.

    Nuestras relaciones sexuales implican todo nuestro ser, lo material y lo espiritual también. Son nuestro modo de hablar de amor con entrega total, que nos implica completa e incondicionalmente.

    Dr. Luis Chiva

    Este enfoque excluye, necesariamente, cualquier sentimiento de posesión, de apropiamiento, de utilización del otro como mero objeto de placer. Lo coloca en una órbita de una dignidad gigante, estratosférica. Separar la sexualidad de la integridad de la persona hace un daño profundo.

    La sexualidad pone en juego la parte más íntima de nuestro ser, corporal y espiritualmente. Separarlo de la afectividad nos convierte en proveedores de placer, o animales sin alma que buscan satisfacer un instinto. Supone en cualquier caso una degradación de nuestra propia dignidad personal. Del mismo modo que no podemos separar nuestro cuerpo de nuestra alma, no podemos separar el sexo del afecto. Nuestras relaciones sexuales implican todo nuestro ser, lo material y lo espiritual también. Son nuestro modo de hablar de amor con entrega total, que nos implica completa e incondicionalmente. Y tienen además una característica esencial, que las hace únicas. Me refiero a la posibilidad de transmitir la vida, de que nuestro amor sea tan cierto, tan concreto que a los 9 meses haya que ponerle nombre. Es algo tan grande que choca frontalmente, brutalmente, con el enfoque de aquellos que consideran la fertilidad como un efecto secundario no deseado de nuestra sexualidad.  

    ¿No cree que la generación «post pildora» crece con la idea de que no es posible «pensar» las relaciones sexuales sino tan sólo «sentirlas» o vivirlas?  

    -La generación «post píldora» ha crecido pensando que la revolución del 68 ha supuesto una liberación para la mujer. En realidad, lo que ha hecho es transmitir toda la responsabilidad sobre la posible fecundidad de las relaciones sexuales sobre la mujer. De este modo, si una mujer queda embarazada tras una relación sexual, la «culpa» es suya por no haber tomado anticonceptivos. Y si su carrera profesional se trunca por ese embarazo, o no puede conciliar fácilmente su vida familiar y laboral, culpa suya también. Las relaciones sexuales forman parte del lenguaje con el que los hombres y las mujeres hablan del amor de donación total. Implican a toda la persona, a ambas personas, en su dimensión corporal y espiritual también. Si sólo se «viven» o se «sienten» sin pensar lo que comprometen (la entrega de la intimidad, las consecuencias que la acompañan, el significado más profundo de la relación, etc) se produce una fractura en el interior de la persona. Nos sentiremos utilizados, banalizados.

    Las relaciones sexuales forman parte del lenguaje con el que los hombres y las mujeres hablan del amor de donación total. Implican a toda la persona, a ambas personas, en su dimensión corporal y espiritual.

    Dr. Luis Chiva

    En los medios y en muchos centros sanitarios hay muchísima información sobre medios anticonceptivos artificiales pero muy poco sobre medios naturales ¿Por qué se informa tan poco sobre los métodos de reconocimiento natural de la fertilidad?  

    -Pienso que por desconocimiento, al menos en muchos casos. El reconocimiento natural de la fertilidad requiere una mínima inversión de tiempo en formación, que muchas veces parece más fácil obviar optando por otros métodos. Es importante además difundir todo el conocimiento científico que tenemos sobre la efectividad diagnóstica de estos métodos, además de continuar investigando y desarrollando nuevas herramientas.

    El RNF se sustenta, en cierta medida, en una antropología y visión del hombre concordante con la antropología cristiana pero, ¿es sólo para quienes son cristianos, por decirlo de algún modo?

    -El reconocimiento natural de la fertilidad no es solo para cristianos. La visión cristiana de la sexualidad se enraiza en una concepción del hombre que pertenece al propio Hombre, no a los cristianos. De algún modo, los cristianos comprendemos que esta visión encaja con el «libro de instrucciones» con el que venimos de fábrica… Obviamente, en la sociedad actual hay muchas personas que no comparten esta visión, y se plantean la sexualidad de un modo utilitarista, como hemos comentado antes. Los métodos naturales no encajan en el día a día de quien se plantea sus relaciones sexuales al margen de la afectividad. Pero hay muchas personas que, sin ser cristianas, sienten que en sus relaciones sexuales comprometen mucho más que un rato de placer. Cualquiera que sienta esto puede sentirse atraído por los planteamientos que mostramos en el Simposio, o  al menos, intrigado…. Pienso que si se tiene esa sensibilidad se puede descubrir un mundo de una belleza inabarcable.

    El próximo septiembre ¿cómo se abordará este tema?¿en qué aspectos se centrará el Simposio?

    -El RNF es una herramienta diagnóstica con la que contamos que traduce una visión de la sexualidad humana como una característica única, maravillosa de las personas, que pone en valor nuestra corporalidad, como integrante indisoluble de la persona humana. Entender todo lo que subyace detrás de esta manera de entender al hombre, su modo de ser sexuado, de amar con el cuerpo y con el alma, enriquece a la persona y pone en contexto el estudio de la fertilidad de la pareja.

    Vamos a abordar el estudio del RNF desde diferentes vertientes. Científica y antropológica

    Dr. Luis Chiva

    Vamos a abordar el estudio del RNF desde diferentes vertientes. No sólo nos centraremos en la dimensión científica sobre los métodos diagnósticos con que contamos, su eficacia, cómo mejorar y hacerlos más accesibles. También abarcaremos los aspectos antropológicos en que se basan,  la visión integral de la persona, ser sexuado con una dimensión corporal inseparable de su dimensión más espiritual.

    Y, por supuesto, vamos a dedicar una parte importante del Simposio a la parte pedagógica. No sólo a cómo enseñar y transmitir estos métodos, sino también a cómo explicar su porqué: en la familia, en la escuela, en la Universidad, en la vida.

    El simposio

    Organizado por la Universidad de Navarra junto con la Universidad de los Andes (Chile) y el Proyecto Veritas Amoris, el Simposio Multidisciplinar Internacional sobre el Reconocimiento Natural de la Fertilidad se desarrollará entre el 22 y 24 de septiembre y reunirá a especialistas de universidades y centros de España, Chile, Estados Unidos, Canadá, Francia, Italia o Irlanda con el objetivo de profundizar en estas dimensiones.

    El encuentro está dirigido a todas las personas interesadas por motivos profesionales o personales: sanitarios en el área de la fertilidad y el embarazo, docentes de universitarios y de enseñanza media con inquietud en la formación afectivo-sexual de sus alumnos, cualquier persona con afán por conocer los métodos naturales de reconocimiento de la fertilidad, y a cualquiera que quiera profundizar en la belleza de la sexualidad centrada en la persona.

    Entre los ponentes destacan, entre otros, Josep Standford (Universidad de Utah, Estados Unidos), Rene Leiva (Universidad de Ontario, Canadá), Christopher West (Instituto de Teología del Cuerpo, Estados Unidos), Juan José Pérez Soba (Instituto Pontificio Juan Pablo II, Roma), René Écochard (Universidad Claude Bernard Lyon, Francia) o Marguerite Duane (Universidad de Georgetown, Estados Unidos).

    El Simposio forma parte de un proyecto más amplio de la Universidad de Navarra con el fin de potenciar la investigación sobre el Reconocimiento Natural de la Fertilidad (RNF) y sus aplicaciones prácticas en la búsqueda del embarazo; facilitar el aprendizaje de los métodos naturales de RNF; impulsar la formación de los profesionales en esta área; y generar una red de personas interesadas en el estudio y desarrollo de la investigación en este campo.

    Recursos

    Las presencias de Cristo en la Misa

    La acción litúrgica de la Misa encierra una gran riqueza, sobre todo porque en ella está presente Cristo mismo. Su presencia se expresa de varias maneras, y el autor de este artículo analiza las cuatro veces que en la liturgia actual se dice: “El Señor esté con vosotros”.

    Félix María Arocena·27 de julio de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

    Solemos traer a la memoria una afirmación del Concilio Vaticano II: “La sagrada Eucaristía contiene todo el bien espiritual de la Iglesia”. Afirmación profunda y neta. Sí, en ella reside Cristo mismo, nuestra Pascua y el Maná de la Vida. La Eucaristía representa el don de una generosidad sin límites, el amor tensionado hasta un extremo irrebasable. El misterio eucarístico es el corazón vivo de las grandes catedrales y también de las pequeñas ermitas de misiones. Su celebración es una acción que reviste una riqueza extraordinaria, a la que nos queremos referir.

    Para redescubrir ese tesoro -tarea permanente- apuntaremos brevemente una nota que, a primera vista, podría parecer periférica, pero que, en realidad, no lo es tanto. Nos referimos al saludo “el Señor esté con vosotros” que se repite cuatro veces a lo largo de la celebración. Que, en ella, Cristo sea el Liturgo del que depende ‒más que de los demás participantes‒ el fruto de la celebración, eso es lo que quiere significar “el Señor esté con vosotros”.

    Cuando ese saludo hubo que verterlo al castellano, allá por la década de los años setenta del siglo pasado, su traducción no fue fácil. Podía decirse “el Señor esté” o “el Señor está”. Ambas tenían ventajas e inconvenientes. En subjuntivo, la forma verbal “esté” apunta a un deseo, algo desiderativo: o sea, ojalá que Cristo esté más arraigado en vosotros; pero carece del matiz realístico del “está” en indicativo. La lengua latina ofrece una solución total, omitiendo el verbo “ser” –Dominus vobiscum- y así, con el verbo elíptico, abraza las dos vertientes a la vez. Caben conjuntamente “está” y “esté”.

    Al comienzo de la Misa: presencia en la asamblea

    Elementos misa

    Al inicio de la celebración, se saluda a la asamblea diciendo “el Señor esté con vosotros”. Esta expresión denota la presencia de Cristo en la comunidad litúrgica reunida aquí y ahora. “Donde dos o más están reunidos en mi nombre, ahí estoy yo en medio de ellos”. Es una presencia real, no meramente intencional.

    Con el canto de entrada, la asamblea muestra que ella -la Esposa- acoge agradecida la presencia del Esposo, que viene a celebrar para ella sus divinos Misterios. La asamblea de los fieles no es un conglomerado de gentes que obedece a leyes puramente sociológicas. Todo bautizado está llamado a ser, junto con los demás cristianos -y especialmente en el domingo-, símbolo de una comunión que está por encima de nuestras divisiones, y hasta tal punto que san Cipriano dice que “la Iglesia está unificada a imagen de la Trinidad”. Cada asamblea eucarística es una congregación local de la Iglesia universal, un signo que la manifiesta. Con ella está el Señor. Él la convoca. La asamblea santa es anticipo de la Jerusalén celeste, figura y anuncio de una esperanza que hallará su acabado cumplimiento más allá del espacio y del tiempo.

    Antes del Evangelio: presencia en la Palabra

    Un poco después, mientras avanza la celebración, el diácono se dirige a la asamblea, antes de proclamar el santo Evangelio, con el saludo: “El Señor esté con vosotros”. Es la presencia de Cristo en su palabra. Presencia real también.

    En la celebración litúrgica de la palabra de Dios, Cristo resucitado es el divino “Proclamador” y su Espíritu es el divino “Actualizador” de esa palabra en el corazón de la asamblea y de cada uno de los fieles que la integran. Afirmada la presencia de Cristo, afirmada la presencia del Espíritu Santo. Dios Padre, como escribe Ireneo de Lyon, obra por medio de sus dos brazos: el Hijo y el Espíritu. También aquí. Aquel que habló por los profetas, es el mismo que habla ahora por medio del lector. La misteriosa contemporaneidad de Cristo con la asamblea, que genera la celebración litúrgica, permite que los fieles escuchen la palabra en su estado naciente, como salida de los labios del Resucitado. Y la ven crecer ante sus ojos y sus oídos con el estupor de quien es testigo de una experiencia epifánica. Es lo que se esconde detrás de este “el Señor esté con vosotros”.

    Una expresión que estamos acostumbrados a escuchar y a la que podríamos responder con cierta rutina, desvela, ciertamente, una realidad de la fe de gran calado: las múltiples presencias reales de Cristo en su Iglesia.

    Félix María Arocena

    En el prefacio: presencia en quien celebra

    Por tercera vez se escucha el mismo saludo al comenzar el prefacio: “el Señor esté con vosotros”; “levantemos el corazón”… Esta vez, presencia de Cristo en el obispo o en el sacerdote que preside la celebración.

    Va a comenzar la plegaria eucarística, el momento donde el cielo está más cerca de la tierra. Oración de Cristo y de la Iglesia en cuyo seno se realiza toda la obra de nuestra redención. Oración que exige el sacramento del Orden en quien la profiere in persona Christi, porque el obispo o el sacerdote pronuncia “esto es mi Cuerpo”, y no es el suyo; esta es mi sangre, y no es la suya. Palabras performativas, que hacen lo que dicen. Y donde había pan, ahora hay la carne gloriosa de Cristo; y donde había vino, ahora hay su Sangre preciosa. Y todo ello -la “transustanciación”- precedido de ese Dominus vobiscum, que actúa de toque de atención para ayudarnos a descubrir que quien pronuncia las palabras es Cristo, a quien nosotros oímos en la voz del sacerdote. Para él, ese saludo representa un aldabonazo que le invita a reconocerse superado por un misterio que le trasciende absolutamente; para la comunidad, es ocasión de verificar en ese momento si su corazón se alza verdaderamente para participar en la Liturgia eterna de la Jerusalén del cielo.

    Bendición final: enviados

    Por último, antes de impartir la bendición final a la asamblea, el sacerdote saluda por cuarta vez: “el Señor esté con vosotros”. Esta expresión se dice con una intención precisa. Al igual que las tres anteriores, vuelve a señalar una nueva presencia real del Señor en medio de los suyos, reunidos para celebrar su Pascua, su tránsito de este mundo al Padre. Los fieles acaban de comulgar el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Son lo que han tomado. Este nuevo saludo es una constatación de que han sido cristificados. El Señor está con ellos y ahora se disponen a la misión: “Glorificad a Dios con vuestras vidas; podéis ir en paz”. Al comienzo de la Misa fueron “con-vocados” por el Señor y ahora, al final, son “enviados” para la misión de la Iglesia. Y lo son una vez constituidos un solo cuerpo y un solo espíritu con Cristo.

    He aquí cómo una expresión, que estamos acostumbrados a escuchar todos los domingos varias veces durante la celebración eucarística y a la que podríamos responder con cierta rutina, desvela, ciertamente, una realidad de la fe de gran calado: las múltiples presencias reales de Cristo en su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica. En ella, el Resucitado se ha comprometido a no faltar a la cita de ese “encuentro”.

    Quizá ahora estemos en condiciones de captar un poco mejor la enseñanza de la Sacrosanctum Concilium: “Cristo está presente en el sacrificio de la Misa, sea en la persona del ministro […] sea sobre todo bajo las especies eucarísticas. Está presente con su fuerza en los Sacramentos, de modo que, cuando alguien bautiza, es Cristo quien bautiza. Está presente en su palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la sagrada Escritura, es Él quien habla…”.

    Si un saludo sencillo. como “el Señor esté con vosotros”, despeja este amplio horizonte teologal, espiritual, ¿qué otras riquezas de significado no podremos encontrar en otros elementos también importantes del Ordinario de la Misa?

    El autorFélix María Arocena

    Liturgista. Facultad de Teología. Universidad de Navarra

    Mundo

    El Papa alienta a “una nueva alianza entre jóvenes y mayores”

    El Papa Francisco manifestó ayer en el Ángelus, y en la Misa que celebró el prefecto de Nueva Evangelización, Mons. Rino Fisiquella, que “los abuelos necesitan a los jóvenes y los jóvenes necesitan a los abuelos: ¡tienen que hablar, tienen que encontrarse!”.

    Rafael Miner·26 de julio de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

    La Iglesia en España celebra hoy día 26, fiesta de san Joaquín y santa Ana, padres de la Virgen María, la Jornada Mundial de los abuelos y personas mayores. En el Ángelus de ayer en Roma, el Papa Francisco pidió “un aplauso a todos los abuelos, a todos! Abuelos y nietos, jóvenes y viejos juntos han manifestado uno de los rostros bellos de la Iglesia y han mostrado la alianza entre generaciones. Invito a celebrar esta Jornada en todas las comunidades y a visitar a los abuelos y a los ancianos, a los que están más solos, para entregarles mi mensaje, inspirado en la promesa de Jesús: ‘Yo estoy contigo todos los días’.

    “Le pido al Señor que esta fiesta nos ayude a los más entrados en años”, añadió el Santo Padre, “a responder a su llamamiento en esta etapa de la vida, y muestre a la sociedad el valor de la presencia de los abuelos y los ancianos, especialmente en esta cultura del descarte”.

    El Papa sintetizó en este momento algunos de los argumentos que había formulado en la homilía de la Misa que leyó dos horas antes Mons, Rino Fisiquella, prefecto del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización. “Los abuelos tienen la savia de la historia que sube y da fuerza al árbol que crece. Me viene a la mente —creo que ya lo he citado— ese pasaje de un poeta: ‘lo que el árbol tiene de florido, vive de lo que tiene sepultado’.”

    “Sin diálogo entre jóvenes y abuelos”, prosiguió Francisco, “la historia no sigue, la vida no sigue: hay que retomar esto, es un desafío para nuestra cultura. Los abuelos tienen derecho a soñar mirando a los jóvenes, y los jóvenes tienen derecho al coraje de la profecía tomando la savia de sus abuelos. Por favor, haced esto: encontrar abuelos y jóvenes y hablar, dialogar. Y hará felices a todos”.

    “Jóvenes y ancianos, juntos”

    Horas antes, el arzobispo Mons. Rino Fisiquella, prefecto del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización, que celebró la Santa Misa en San Pedro en representación del Papa, leyó la homilía preparada por el Santo Padre para la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Ancianos.

    En ella, el Papa Francisco se refirió al “hambre” que tienen hoy los abuelos de nosotros, “de nuestra atención, de nuestra ternura, de sentirnos cerca. Alcemos la mirada hacia ellos, como Jesús hace con nosotros”. A continuación, comentando la parábola de la multiplicación de los panes y los peces, señaló: “Compartir. Después de haber visto el hambre de aquellas personas, Jesús desea saciarlas. Y lo hace gracias al don de un muchacho joven, que ofrece sus cinco panes y los dos peces. Es muy hermoso que un muchacho, un joven, que comparte lo que tiene, esté en el centro de este prodigio del que se benefició tanta gente adulta —unas cinco mil personas—“.

    “Hoy tenemos necesidad de una nueva alianza entre los jóvenes y los mayores, de compartir el común tesoro de la vida, de soñar juntos, de superar los conflictos entre generaciones para preparar el futuro de todos”, subrayó el Sumo Pontífice. “Sin esta alianza de vida, de sueños y de futuro, nos arriesgamos a morir de hambre, porque aumentan los vínculos rotos, las soledades, los egoísmos, las fuerzas disgregadoras. Frecuentemente, en nuestras sociedades hemos entregado la vida a la idea de que ‘cada uno se ocupe de sí mismo’. Pero eso mata”.

    “El Evangelio nos exhorta a compartir lo que somos y lo que tenemos, ese es el único modo en que podemos ser saciados. He recordado muchas veces lo que dice a este propósito el profeta Joel (cf. Jl 3,1): Jóvenes y ancianos juntos”, añadió posteriormente el Santo Padre. “Los jóvenes, profetas del futuro que no olvidan la historia de la que provienen; los ancianos, soñadores nunca cansados que trasmiten la experiencia a los jóvenes, sin entorpecerles el camino. Jóvenes y ancianos, el tesoro de la tradición y la frescura del Espíritu. Jóvenes y ancianos juntos. En la sociedad y en la Iglesia: juntos”.

    El Santo Padre se refirió también a la memoria de los mayores, y al riesgo de perder las raíces. “No perdamos la memoria de la que son portadores los mayores, porque somos hijos de esa historia, y sin raíces nos marchitaremos”, señaló. “Ellos nos han custodiado a lo largo de las etapas de nuestro crecimiento, ahora nos toca a nosotros custodiar su vida, aligerar sus dificultades, estar atentos a sus necesidades, crear las condiciones para que se les faciliten sus tareas diarias y no se sientan solos”.

    Benedicto XVI y los abuelos

    Hace 15 años, durante el V Encuentro Mundial de las Familias celebrado en Valencia en 2006, el entonces Papa Benedicto XVI se dirigió en particular a los abuelos, a raíz de que el actor italiano Lino Banfi le llamó “el abuelo del mundo”.

    En el encuentro festivo, según recogieron numerosos medios, entre ellos Radio Vaticana, señaló: “Deseo referirme ahora a los abuelos, tan importantes en las familias. Ellos pueden ser —y son tantas veces— los garantes del afecto y la ternura que todo ser humano necesita dar y recibir. Ellos dan a los pequeños la perspectiva del tiempo, son memoria y riqueza de las familias. Ojalá que, bajo ningún concepto, sean excluidos del círculo familiar. Son un tesoro que no podemos arrebatarles a las nuevas generaciones, sobre todo cuando dan testimonio de fe ante la cercanía de la muerte”.

    “No hay edad en la que puedas retirarte de la tarea de anunciar el Evangelio”

    La atención pastoral y el cuidado de los mayores se han convertido en algunos de los ejes clave de la labor de la Iglesia del siglo XXI.

    26 de julio de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

    “No te burles del anciano, pues también nosotros envejeceremos. No te alegres de la muerte de nadie, recuerda que todos moriremos. No desdeñes los discursos de los sabios, sino ocúpate en meditar sus proverbios, porque de ellos aprenderás instrucción y el arte de servir a los grandes. No desprecies los discursos de los ancianos, que también ellos aprendieron de sus padres”. Así canta el libro del Eclesiástico al valor de la vejez. Los mayores, los ancianos, son, en la Biblia los depositarios del tesoro del pueblo de Israel y el canal privilegiado de la palabra divina. No sorprende, por tanto, que la ancianidad, su valor y cuidado, sean parte inherente del espíritu de la Iglesia a lo largo de los siglos.

    En los últimos años la atención pastoral y el cuidado de los mayores se ha convertido en uno de los ejes clave de la Iglesia del siglo XXI. Varias son las causas de esta urgencia: la media de edad creciente de los fieles católicos, especialmente en Europa, y por otro lado la marginación, solapada o directa de los ancianos “como consecuencia de un desordenado desarrollo industrial y urbanístico” que ya alertaba San Juan Pablo II en la Familiaris Consortio.

    Efectivamente, de las corrientes de la modernidad y el hedonismo, devienen los lodos de políticas de eliminación y discriminación hacia las personas mayores: los descartados en nuestra sociedad materialista. Una idea que, peligrosamente, puede deslizarse de manera casi inconsciente también dentro de la misma Iglesia, y contra la que, cada día, como proponía el Papa Francisco en una homilía en Santa Marta, deberíamos preguntarnos en el examen de conciencia “¿Cómo me he comportado hoy con los niños y los ancianos?”.

    “Rectificar la actual imagen negativa de la vejez, es, pues, una tarea cultural y educativa que debe comprometer a todas las generaciones”, como señala el documento La dignidad del anciano y su misión en la Iglesia y en el mundo, “existe la responsabilidad con los ancianos de hoy, de ayudarles a captar el sentido de la edad, a apreciar sus propios recursos y así superar la tentación del rechazo, del auto-aislamiento, de la resignación a un sentimiento de inutilidad, de la desesperación. Por otra parte, existe la responsabilidad con las generaciones futuras, que consiste en preparar un contexto humano, social y espiritual en el que toda persona pueda vivir con dignidad y plenitud esa etapa de la vida”.

    El Papa Francisco, en la carta- mensaje para esta I Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, ha querido recordar que “el Señor es eterno y que nunca se jubila. Nunca” y continúa llamando obreros a su mies: “no hay edad en la que puedas retirarte de la tarea de anunciar el Evangelio, de la tarea de transmitir las tradiciones a los nietos. Es necesario ponerse en marcha y, sobre todo, salir de uno mismo para emprender algo nuevo”.

    El Mensaje del Santo Padre en esta primera jornada no se queda simplemente en una carta afectuosa a los mayores sino que es también una llamada a cada uno de los cristianos a ser parte de la vida de los ancianos que sufren, ya desde hace años, la pandemia de la soledad. Una realidad inadmisible para el cristiano que se ha de convertir en ese ángel enviado por Dios “para consolar nuestra soledad y repetirnos: ‘Yo estoy contigo todos los días’. Esto te lo dice a ti, me lo dice a mí, a todos. Este es el sentido de esta Jornada que he querido celebrar por primera vez precisamente este año, después de un largo aislamiento y una reanudación todavía lenta de la vida social. ¡Que cada abuelo, cada anciano, cada abuela, cada persona mayor — sobre todo los que están más solos— reciba la visita de un ángel!”.

    La primera de estas Jornadas lanza el reto de materializar este deseo del Papa con acciones concretas de acompañamiento, escucha, cercanía y ternura hacia aquellas personas mayores que, muchas veces dentro de sus propias familias o comunidades, se sienten solos, minusvalorados u olvidados.

    Fomentar en parroquias, familias, vecindarios… esas iniciativas de conexión entre generaciones que enriquezcan nuestra sociedad y construyan el futuro que los mayores soñaron y trabajaron para sus sucesores.

    El autorMaria José Atienza

    Directora de Omnes. Licenciada en Comunicación, con más de 15 años de experiencia en comunicación de la Iglesia. Ha colaborado en medios como COPE o RNE.

    Vocaciones

    Imanol Atxalandabaso: «El Señor me metió un gol en el último minuto»

    Un largo proceso interior llevó a Imanol Atxalandabaso, con 46 años y una vida ligada al fútbol profesional a colgar la camiseta y el silbato y entrar en el seminario de Bilbao.

    Maria José Atienza·26 de julio de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

    Aunque la vocación «siempre estuvo ahí», la vida de Imanol Atxalandabaso no siempre fue igual en su cercanía con la Iglesia, este partido tuvo prórroga y llegó hasta ya pasados los cuarenta años. Pero la inquietud continuaba e Imanol decidió entrar en el seminario para no morir sin tener la certeza de que aquello era a lo que Dios le llamaba. Y Dios ganó la jugada, o mejor, ganaron ambos, porque no sólo le metió el gol anhelado sino que le fichó «sine die». Ordenado sacerdote en 2021, ha conversado con Omnes sobre esta llamada, la reacción de su familia y compañeros y el partido que juega ahora en el “mejor equipo”.

    ¿Cuál es el proceso por el que una persona con la vida “más que hecha” decide dar un giro y entrar con 46 años en el seminario? ¿cuál era su vida anteriormente?

    -Efectivamente, es un proceso. No es un giro de un día para otro. Digamos que hay una serie de cuestiones en mi vida sobre las que no tenía la más mínima posibilidad de control y que favorecieron: primero, un recuperar la vida sacramental explícita y segundo, a partir de esa profundización plantearme la vocación como opción de vida.

    Pedí ayuda y consejo a personas de mi entorno y finalmente me derivaron al rector del Seminario diocesano, quien me acompañó durante más de un año en el proceso de discernimiento hasta que decidí debía dar el paso y comprobar si lo que sentía era o no de Dios. Entendí que la única manera de saberlo era con el ingreso en el Seminario y que con el tiempo las cosas se irían aclarando.

    Comprendí entonces que el Seminario además de ser un espacio de formación y oración es un espacio de discernimiento. Con las lógicas cautelas y miedos, pues quedaba en juego una vida hecha y encauzada y que podía convertirse indistintamente tanto en el acierto como en el error de mi vida.

    Recuerdo que le dije al rector: «no me puedo morir sin saberlo» y nos pusimos manos a la obra sabiendo que iba a ser un proceso en el que iba a tener altibajos, como en cualquier otro; pero sabiendo que en el mismo no estaba sólo. Tenía al mejor Míster y a un gran equipo a mi disposición.

    Subrayo lo de proceso y creo que no tiene ningún interés cómo era mi vida con anterioridad. Decir simplemente, que estuve trabajando en algo que me gusta, porque me sigue gustando, me sentía un privilegiado al trabajar en algo que me gustaba y encima me pagaban. En una labor que tiene igualmente una dimensión de servicio.

    La vocación ¿estaba latente desde antes o simplemente no lo había pensado como una posibilidad… en términos futbolísticos: ¿Le metió Dios un gol de brasileña o lo veía venir, como un penalti?

    -La vocación siempre ha estado latente, con independencia de cuál haya sido mi grado de adhesión al Señor en cada momento o, dicho de otro modo, mi distancia con la Iglesia y con Dios.

    Como se ha dicho ya, fue un proceso, por lo que no podemos hablar de un gol del Señor con filigranas, sino más bien de un partido largo, disputado, trabado, con terreno de juego embarrado, en condiciones climatológicas adversas, igualado, muy táctico y con gol del Señor en el último minuto.

    Y es que hasta que no pita el árbitro el final sigue el partido.

    Ha sido un partido largo, disputado, trabado, con terreno de juego embarrado, en condiciones climatológicas adversas, igualado, muy táctico y con gol del Señor en el último minuto.

    Imanol Atxalandabaso

    ¿Cómo cambia la vida de oración y de entrega a los demás, las perspectivas una vez que decide ser sacerdote?

    -La vida de oración, por supuesto. La entrega a los demás en mayor o menor medida siempre la he vivido allá donde he estado y en donde estoy. Puede darse de múltiples maneras, la diferencia radica en que como sacerdote la vida de oración y servicio se convierten en opción de vida.

    Es el dar cumplimiento al doble mandato del amor, amar a Dios por encina de todas las cosas y amar al prójimo como a uno mismo.

    ¿Cómo reaccionaron los amigos, la familia, en el trabajo? ¿Piensa que hubieran reaccionado igual hace 20 o 30 años?

    -La reacción de la familia fue de lo más normal, con independencia del grado de acercamiento a la Iglesia en la actualidad, todos hemos recibido una educación cristiana y en nuestro interior están presentes los valores cristianos; por lo que la reacción fue de aceptación y en muchos casos de explícita alegría.

    Entre los amigos la cuestión ha sido ante todo de respeto, desde la alegría e incluso no faltó quien me dijo que por una parte le extrañaba, pero por otra no. Pero la reacción que más me llamó la atención fue la de algunos de mis amigos, abiertamente alejados de la Iglesia, quienes me dijeron que se alegraban mucho por mí y que siguiera adelante, que todo iría bien y no escondieron un cierto punto de alegría y satisfacción.

    Estaba trabajando en la Federación Vizcaína de Fútbol y llevaba quince años allí; concretamente, formaba parte del equipo directivo del colegio de árbitros y llevaba además la oficina. Tomada la decisión de ingresar en el Seminario le llamé al Presidente de la Federación y le pedí con tiempo suficiente que me buscara una persona de relevo porque iba a dejar la entidad. La reacción del Presidente fue de aceptación y me dijo que estuviera tranquilo que íbamos a preparar los papeles para una excedencia y que mientras él fuera Presidente siempre tendría un puesto de trabajo en la Federación. Se lo agradecí, pero no le dije adónde iba.

    En el trabajo, por otra parte, algunas de las personas más cercanas con la que trabajé son personas de fe y colaboradoras en diversas funciones. Puedo contar la anécdota de que en mi ordenador del trabajo se llevaban mediante un programa contable las cuentas de una parroquia, pues el ecónomo era un directivo y voluntario de la Federación.

    El curso en el Seminario comienza a primeros de septiembre y a finales del mes de julio de ese año un destacado dirigente del fútbol de Bizkaia me dijo que me invitaba a comer que quería estar conmigo. Por supuesto acepté, pues además era una de esas personas que encuentras en el camino y con las que es muy fácil entablar amistad. Me preguntó qué era lo que tenía pensado y lo puse en común porque estaba preocupado. Creyó que dejaba la Federación porque estaba descontento o algo así y se sentía culpable. Le tranquilicé y me dio las gracias. Me dijo que estaba enfermo y que la enfermedad avanzaba día a día. Murió en diciembre de ese mismo año.

    La reacción hace 20 o 30 años creo que hubiera sido la misma, de alegría y aceptación, por una parte; aunque la secularización no estuviera tan presente. Si bien, creo que entre mis amigos juega a favor el paso de la edad; ahora todos más maduros y perfectamente asentados en sus vidas y con una más enriquecida perspectiva vital.

    “Volver a las aulas” aunque sea de un seminario, con formadores más jóvenes incluso que uno mismo, no debe ser fácil ¿No?

    -Efectivamente, la vuelta a las aulas se me hizo difícil; pero no por la vuelta en sí. Sino porque el sistema universitario había sufrido una reforma de tal magnitud que no tenía nada que ver con el anterior. El sistema Bolonia basado en trabajos y en una evaluación continua no permite conciliar la vida laboral a la vez que estudiar. A lo que hay que añadir la evolución tecnológica, la implantación de sistemas de intranet, etc… Pero el sistema actual universitario tiene una ventaja y es que no te juegas el curso en las dos horas que dura un examen final.

    Además, la diferencia de edad con los seminaristas ha sido dispar, pues en la actualidad la media de edad parece ser que es mayor. Hay seminaristas de 18 años, pero también de 30 en adelante. Debo dar gracias a Dios que la comunión ha reinado siempre en nuestro Seminario y cuando ha habido un problema lo he hablado de frente para evitar que se enquiste y este método ha funcionado siempre bien.

    Curiosamente, la edad de los formadores era más parecida a la mía que a la del resto de seminaristas y ello indudablemente me ha dado la posibilidad de conectar bien con ellos y tener una relación personal estrecha por afinidad generacional.

    Aunque la verdadera dificultad estuvo en adaptarme al ritmo de vida del Seminario; es un ritmo muy exigente para poder cumplir con su función de ser casa de formación, de oración y discernimiento.

    ¿Cómo es su vida ahora? ¿qué le hace más feliz?  

    -Ahora mismo he terminado las últimas cuestiones de orden académico: el Curso Pastoral en el Instituto Diocesano de Teología y Pastoral y un postgtrado en materia de salud en la Universidad de Deusto. Un curso exigente con muchas horas de clase presencial y por supuesto de trabajo individual. Me hubiera gustado estar más horas dedicado a la pastoral, pero no me ha resultado posible por el COVID y por la actividad académica. Ahora con el cambio de curso da inicio esta nueva vida o si se prefiere he ido entrando de manera gradual y la plena incorporación será con el cambio de curso, si bien la gracia sacramental está ahí siempre presente.

    Lo que me hace feliz es estar con la gente.

    Imanol Atxalandabaso

    Tengo que agradecer explícitamente a las personas con la que he hecho equipo en la actividad pastoral, pues han sido siempre respetuosas y consideradas sabedoras de las responsabilidades que tenía asignadas en el orden académico y por las facilidades para que se produzca mi gradual incorporación en la actividad ministerial.

    Lo que me hace feliz es estar con la gente. Un ejemplo, hace unos días venía de estar todo el día en el hospital, estaba cansado y había sido un día de calor; al salir del aparcamiento me senté en un banco a la sombra dejando la bolsa con todos los arreos en un lado. No pasaron cinco minutos y dos señoras de edad se acercaron y me saludaron. Estuvimos hablando un buen rato, pero se me pasó enseguida. Caí en la cuenta de que eran dos mujeres que viven solas y que necesitaban hablar. Pues nada, a servir. Allí estuve con ellas y feliz por verlas felices.

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    España

    “Si nos importan de verdad los mayores, tenemos que escucharles”

    Este 25 de julio, la Iglesia celebrará, por primera vez, la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores. Una fecha que ha vuelto a traer a un primer plano la figura de los mayores en la sociedad y la de quienes los cuidan.

    Maria José Atienza·25 de julio de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

    España es un país oficialmente envejecido. Atendiendo a los últimos datos que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), casi el 20 % de la población española supera los 65 años, esa cifra en la que “oficialmente” entramos en la tercera edad. De éstos, más del 6% tiene más de 80 años. Por hacernos una idea de hacia dónde vamos, en 2020 la edad media de la población supera los 43 años, cuando, en 1975, era de diez años menos. El envejecimiento de la población española crece, anualmente una media de 0,2 puntos, siguiendo el curso natural de la esperanza de vida pero que, significativamente, no se compensa con una renovación de la población.

    Más allá de estos datos, no sólo es preocupante el panorama envejecido en el que ya nos movemos, sino la constatación del rechazo que la presencia, y también los cuidados de los mayores, genera en gran parte de nuestra sociedad. Una invisibilización que tiene su reflejo en medidas políticas como la aprobación de la ley de eutanasia o la indiferencia mediática hacia los mayores excepto ciertas concesiones morbosas generalmente encuadradas en la crónica de sucesos.

    Juan Ignacio Vela, Hermano Franciscano de la Cruz Blanca y presidente de Lares Federación -que reúne a más de 1000 centros de atención a personas mayores, dependientes, con discapacidad y en riesgo de exclusión social- señala la gravedad de esta discriminación a las personas mayores por razón de su edad: el conocido como “edadismo”.  Se trata de una postergación que conlleva, en el campo social, político o cultural, “que todo aquello que este relacionado con los mayores juegue en desventaja”. Una forma delicada de calificar la completa ignorancia que, en muchos casos, preside las medidas y políticas de las administraciones públicas con respecto a las personas mayores, en especial, aquellas que se encuentran en situación de dependencia. En este punto, Vela apunta que “ni la opinión de las personas mayores, ni de las entidades del tercer sector parecen tener cabida para la Administración en el desarrollo de medidas que les afectan directamente”.

    «Nuestra sociedad sufre de “edadismo”: una postergación que conlleva que todo aquello que este relacionado con los mayores juegue en desventaja”

    Juan Vela

    Un ejemplo lo encontramos en la concepción que, desde muchas administraciones, se tiene del modo de atención a las personas mayores: “Cuando preguntamos a una persona mayor dónde quiere pasar el resto de su vida, más del 90% subraya que quiere vivir en su casa o, si no es posible, en un entorno lo más parecido a su hogar. En cambio, las administraciones  públicas no cesan de poner normas que hacen que las residencias se parezcan más a hospitales que a hogares, desde arquitectónicamente, hasta el tipo de atención que se presta en ellas”.

    El presidente de Lares es consciente de que, cuando se habla de mayores, existe una enorme diferencia de situaciones: desde aquellas personas que son completamente autónomas hasta otras necesitadas de ayuda casi integral por enfermedad o dependencia; por eso señala: “hay que hacer un esfuerzo para que al ciudadano se le escuche, que esté en el centro de las políticas y no sea, simplemente, un mero consumidor de esos servicios. A todos nos gustaría que los recursos estuvieran mejor adaptados a las necesidades de las personas. Eso implica una variedad amplia de estos recursos. Un modelo único para todos, como el que se impulsa, casi siempre, desde la administración pública, no vale”.

    Valorar a los que cuidan

    En la actualidad, el sector de los cuidados en España, tanto los formales como informales son uno de los menos valorados socialmente. Sueldos bajos, pocas ofertas de formación… constituyen “elementos que convergen en una fragilidad del sector”, señala Vela, que defiende un cambio  de mentalidad que lleva a “poner el sector de los cuidados en la primera línea de nuestra sociedad, más aún cuando, en los últimos meses, la pandemia nos ha hecho caer en la cuenta de la importancia de los cuidados y de las personas que cuidan”.

    Desde la Federación Lares se denuncia, ya desde hace tiempo, que el sector de los cuidados no es prioritario para las administraciones políticas. Un dato escalofriante: hay comunidades autónomas en las que el gasto presupuestado por la administración para la atención a una persona mayor no llega a 50 euros o apenas los supera: “se paga más por un día de estacionamiento en un parking que por la atención a las personas mayores”, denuncia Juan Vela, que apunta que “si realmente es importante cuidar a los demás, los profesionales de los cuidados deberían ser los más valorados en nuestra sociedad”.

    La hora terrible de la pandemia

    La pandemia ha sido una verdadera “prueba de fuego” para el sector de los cuidados. Los últimos meses han dejado al descubierto muchas de las carencias que sufren quienes dedican su vida a cuidar de los mayores o dependientes. Quienes atienden a nuestros mayores han vivido los últimos meses con sentimientos encontrados. “Nos hemos encontrado con normas impuestas desde la Administración que, quizás llevados por el pánico, no lo dudo, han olvidado el trato humano. La salud no es sólo no tener el coronavirus, sino vivir los últimos momentos junto a tus familiares. No podemos perder el trato humanizante”.

    Mayores… y solos

    Más de dos millones de personas mayores de 65 años viven solas en nuestro país, sobre todo mujeres. Una realidad que, durante el confinamiento dio lugar a situaciones realmente dramáticas. Para Juan Vela, este dato refleja “uno de los grandes problemas de nuestra sociedad y una forma, también, de maltrato”. Desgraciadamente, apunta Vela “el individualismo está ganando territorio en el modelo de vida que estamos proponiendo en nuestro país. Nuestra sociedad, que ha sido siempre muy comunitaria vive ahora situaciones en las que no conocemos al vecino de puerta o no preguntamos cómo está”.

    En este punto el presidente de Lares recuerda que países como Japón o Reino Unido, han tenido que tomar medidas gubernamentales contra la soledad y subraya que las soluciones pasan por un cambio de paradigma social: “tenemos que implicarnos todos, preocuparnos por los otros, estar atentos de las situaciones que viven nuestros vecinos. Crear redes en barrios, centros de escucha para las personas que se sienten solas, estar atento al otro, decir al otro que me importa…Somos personas que vivimos en un contexto comunitario y nuestra vida tiene que ir en racimo”.

    Necesidad de conexión intergeneracional

    “Yo tengo muchos amigos jóvenes y eso me hace mucha ilusión. Me encanta que una nieta venga a desayunar a mi casa o que un chaval me pare por la calle y me diga que le gustó mucho tal o cual entrevista que ha leído sobre mí”. Quien se expresa así es Leopoldo Abadía, de 87 años. Este Doctor Ingeniero Industrial e ITP Harvard Business School, escritor y conferenciante es un ejemplo de la valiosa aportación que las personas mayores hacen a nuestra sociedad, “aunque sea porque, con la edad que tengo, la capacidad de poder decir lo que uno piensa, prácticamente sin cortapisas, es una actitud que atrae, especialmente a los más jóvenes” apunta con cierta sorna.

    «Tenemos que saber escuchar, jóvenes a viejos y viejos a jóvenes. Eso lo podemos hacer todos y seremos útiles si no despreciamos a los demás”

    Lepoldo Abadía

    Abadía defiende que “en una sociedad somos todos importantes. Cada uno aporta lo que puede. Los mayores podemos caer en la tentación de despreciar a los jóvenes y esto no lleva a nada. Tenemos que saber escuchar, jóvenes a viejos y viejos a jóvenes. Eso lo podemos hacer todos y seremos útiles si no despreciamos a los demás”.

    De manera similar piensa Juan Vela: “El problema es que estamos sectorizando la vida por edades: los niños sólo se relacionan con niños, los jóvenes con jóvenes y los mayores sólo con mayores en centros de mayores… es una situación terriblemente empobrecedora socialmente. Necesitamos programas intergeneracionales que enriquezcan la sociedad y nos lleven a conocer y cuidar a nuestros vecinos”.

    El valor de los sacerdotes ancianos para la Iglesia

    Si las personas mayores son un tesoro para la Iglesia, ¿qué diremos de los sacerdotes mayores? El ministerio sacerdotal les ha concedido durante tantos años conocer a fondo el alma humana.

    25 de julio de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

    No hace mucho, en la solemnidad de Todos los Santos, escribía una carta a los sacerdotes ancianos de mi archidiócesis de Mérida-Badajoz. En ella les decía que pensaba mucho en ellos, especialmente desde que se inició la pandemia, y les expresaba mi cercanía de padre, amigo, hermano y pastor.

    Históricamente el papel de los mayores ha sido muy valorado en todas las sociedades. Ellos son las raíces, lo que ancla a una sociedad a la historia, el enlace del ayer con el hoy, son la memoria de la comunidad, son el reflejo de la sabiduría. En las Sagradas Escrituras hay muchos pasajes sobre el respeto y la autoridad de los mayores, como el que encontramos en el Levítico: Álzate ante las canas y honra al anciano. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor (Lev. 19,32), o en Job: ¿No está en los ancianos la sabiduría?, ¿no destaca la prudencia en los viejos? (Job 12,12).

    Pero, además de las palabras que llaman nuestra atención sobre la ancianidad, en las Sagradas Escrituras encontramos muchos personajes ancianos, a los que se les atribuye un papel destacadísimo: Zacarías e Isabel, Simeón y Ana…

    Foto: ©CNS photo/Bob Roller

    Nuestro mundo ha cambiado ese esquema de valores. Buscamos el cambio continuo, lo que hoy es, mañana no sirve. La palabra mágica es el “progreso”. La tecnología se ha entronizado, como se hizo en el siglo XVIII con la razón, y los que manejan la técnica son los jóvenes. La juventud se admira, la ancianidad se mira con desafecto. En el árbol del siglo XXI las ramas tienen toda la importancia y parece que las raíces no tienen ninguna. Con frecuencia el sabroso fruto que ofrecen los mayores no es apreciado y se quiere talar el árbol. Desde hace tiempo, en nuestras casas no hay sitio para los mayores y empieza a no haber sitio tampoco para los niños. No sabría deciros si eso nos está alejando de Dios o es el alejamiento de Dios lo que nos está haciendo ver así la vida.

    Si las personas mayores son un tesoro para la Iglesia, ¿qué diremos de los sacerdotes mayores? Ellos tienen la gran sabiduría que les ha dado la universidad de la vida, como les decía en la carta citada más arriba. El ministerio sacerdotal les ha concedido durante tantos años conocer a fondo el alma humana.

    Todos sabemos que muchos sacerdotes, merecedores del descanso por edad y por los servicios prestados durante muchos años, continúan sirviendo a nuestras comunidades. Es más, muchas de ellas escuchan la Palabra de Dios y celebran la Eucaristía gracias a la entrega incansable de nuestros sacerdotes eméritos.

    Lejos de lo que puedan aportar, que suele ser el termómetro de muchos para valorar a las personas, los sacerdotes mayores nos hablan, con solo mirarlos, sin pronunciar palabra, de fidelidad, de entrega, de renuncias, de fe… Muchas personas son lo que son porque un día se encontraron un sacerdote que los orientó y les ayudó a conducirse en la vida. Si las arrugas de su piel se pudieran desplegar, cada una de ellas llevaría escrito un mensaje y muchos secretos que esconden alegrías ajenas dadoras de plenitud propia.

    Ser para Dios desde los otros tiene efectos secundarios muy beneficiosos para uno mismo, porque lo que se recibe buscando acercar a los demás al Señor, es jornal de gloria para el que, ya sabemos, no hay trabajo grande, como recitamos en ese himno de vísperas.

    No quiero dejar pasar esta oportunidad sin pedirle a nuestros sacerdotes eméritos que sigan siendo ejemplo para los hermanos más jóvenes del presbiterio, esos que tienen que madurar mucho todavía en su vida sacerdotal con situaciones nuevas y complicadas derivadas de una sociedad que se aleja de Dios y que, con frecuencia, aparta la mirada de las cosas que permanecen para siempre. Gracias por vuestro servicio, por vuestra alegría, por ver y mostrarnos la vida sin dobleces y con naturalidad.

    El autorCelso Morga

    Arzobispo emérito de la diócesis de Mérida Badajoz