Sagrada Escritura

¿A qué se refiere Jesús cuando recuerda la invitación “Escucha, Israel”?

Josep Boira·6 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Los tres evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) recogen la respuesta de Jesús a un escriba que le pregunta por el primer mandamiento. Jesús responde citando dos textos de las Escrituras; por un lado Dt 6, 5: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas”; en segundo lugar, cita Lv 19, 18: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”

Mateo y Marcos presentan el relato en el contexto de diversas cuestiones planteadas al Maestro: el pago del tributo al César, la resurrección de los muertos; en tercer lugar, la pregunta del escriba: ¿cuál es el primer mandamiento? En Lucas la cuestión está aislada y sirve de introducción a la parábola del buen samaritano. 

Escucha

En Marcos, el escriba, movido por el asombro ante la anterior respuesta de Jesús, “le preguntó: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?”. A diferencia de las otras cuestiones, en esta no hay intención provocadora, sino asombro y rectitud. En Mateo el asombro es colectivo, y el que pregunta lo hace “para tentarle” (Mt 22, 35). Son diferencias de matiz, que pueden reflejar diversas tradiciones, o énfasis distintos de cada narrador.

Además, en el segundo evangelio, la cita de Deuteronomio incluye también el v. 6, 4: “Escucha, Israel: el Señor es nuestro Dios, el Señor es Uno. Amarás…”. Concretamente el texto de Mc dice así: “Jesús respondió: El primero es: ‘Escucha Israel, el Señor Dios nuestro es el único Señor; y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas’. El segundo es este: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. No hay otro mandamiento mayor que estos” (Mc 12, 29-31). Por un lado, en el mandamiento Jesús incluye la “escucha”, y previo al contendido del mandamiento, nos recuerda que el Señor, es decir, el Dios de Israel, es el único Dios. 

La primera palabra de la cita de Mc (“escucha”) da nombre a la célebre oración que los israelitas: la shemá. También en la Iglesia católica se reza semanalmente en el Oficio divino. El significado del verbo es bastante amplio: “oír”, “escuchar”, “prestar atención”; “hacer resonar”; en sentido subjetivo: “enterarse”, “percatarse”, “ser informado”, “saber”; además, es el término más utilizado para expresar la idea de “obediencia”. “Escuchar” y “obedecer” están íntimamente unidos en el vocabulario bíblico. Por ejemplo, es ilustrativo el caso de Dt 21, donde se habla del “hijo rebelde”: un mismo verbo (shamá) se usa tanto para escuchar como para obedecer: “Si un hombre tuviera un hijo rebelde e incorregible, que no escucha la voz de su padre ni de su madre y, aunque le corrigen, no les hace caso […]. Entonces declararán […]: ‘Este hijo nuestro rebelde e incorregible no escucha nuestra voz…’” (Dt 21, 18-20).

Un doble mandamiento

Con las palabras de Dt 6, el Señor está invitando a su pueblo a recordar todos los bienes que ha recibido de Él, de modo particular la posesión de una tierra: “Escucha, pues, Israel, y esmérate en cumplir lo que te hará feliz y muy numeroso en la tierra que mana leche y miel, según te anunció el Señor, Dios de tus padres” (Dt 6, 3). La escucha-recuerdo de la historia de la salvación permite luego mandar un amor de correspondencia. Además, la confesión del Dios Uno va unida al recuerdo de sus cuidados amorosos. A continuación viene el mandamiento concreto: “Amarás al Señor tu Dios…”. San Juan lo expresará con palabras explícitas: “Nosotros amamos, porque Él nos amó primero” (1 Jn 4, 19).

La escucha-recuerdo de la historia de la salvación permite luego mandar un amor de correspondencia.

Josep Boira

Volvamos a la pregunta del escriba, clara y contundente: “¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?”. Pero Jesús dice que hay dos. En el Antiguo Testamento no aparecen juntos estos dos mandamientos. El segundo aparece en el decálogo desglosado en otros mandamientos; más de 100 veces se menciona al “prójimo”, casi siempre para mandar que sea respetado, él y todo lo que es suyo. Una sola vez, en cambio, en Lv 19, 18, se manda explícitamente “amarás a tu prójimo como a ti mismo” a modo de colofón de un grupo de preceptos relacionados con ese respeto. 

Ante la sabia y novedosa respuesta de Jesús, el asombro del escriba pareció aumentar: “¡Bien, Maestro!” (Mc 12, 32). Pero ese asombro se convirtió luego en silencio: “Y ninguno se atrevía ya a hacerle preguntas” (Mc 12, 34). Era imposible apresar a Jesús con falsas palabras. Su sabiduría asombra y hace callar. Pero los discípulos de Jesús, sencillos como eran, no temían preguntar a Jesús todas sus inquietudes. Y al final, pudieron “escuchar” estos dos mandamientos fundidos en uno solo: “Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros. Como yo os he amado, amaos también unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor unos a otros” (Jn 13, 34-35). Los discípulos lo escucharon y obedecieron, no fueron “hijos rebeldes”. Los discípulos de Jesús del s. XXI también han de ser conocidos por “escuchar-obedecer” a este mandamiento.

El autorJosep Boira

Profesor de Sagrada Escritura

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Evangelización

Renovación parroquial. Misas llenas, misas vacías

La asistencia a misa puede ser un buen termómetro de la salud de la Iglesia. Pero sólo eso, un termómetro, no es el parámetro único que describe toda la realidad.

Juan Luis Rascón Ors·6 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Nos ponemos el termómetro sólo si sospechamos que podemos estar enfermando. Es una forma de chequear nuestro estado, pero no es –ni debe ser–, la única manera si queremos tener un diagnóstico certero. Si nos da 36 grados centígrados, pues muy bien, no hay de qué preocuparse, aunque si no nos encontramos bien habría que seguir buscando. Si pasamos de 37…- hay que empezar a medicarse, quedarse en casa y seguir buscando. Si damos 40 grados centígrados de temperatura lo mejor es ir a urgencias. En cualquier caso, la toma de temperatura será solo un primer paso.

“Tengo la iglesia llena” dicen con satisfacción algunos curas, los menos; “tengo la iglesia bastante llena” dice el cura optimista, “tengo la iglesia medio vacía”, el pesimista; “no me viene nadie a misa” es una declaración de desahucio.

La asistencia a misa puede ser un buen termómetro de la salud de la Iglesia. Pero sólo eso, un termómetro, no el parámetro que describe toda la realidad. Hay que mirar más cosas. Por cierto, cuando no nos preocupa la asistencia a misa, al igual que si no nos preocupa la temperatura corporal, puede ser signo de buena salud.

Hay lugares en los que hace pocos años la iglesia estaba a reventar y hoy son un erial y, por el contrario, hay otros barrios en los que la iglesia estaba vacía y hoy se llena. ¿Qué ha pasado en medio? La evangelización. O la falta de ella.

«La sagrada liturgia no agota toda la acción de la Iglesia» (SC 9): debe ser precedida por la evangelización, la fe y la conversión; sólo así puede dar sus frutos en la vida de los fieles: la Vida nueva según el Espíritu, el compromiso en la misión de la Iglesia y el servicio de su unidad. (Catecismo de la Iglesia Católica, 1072)

La Sagrada Liturgia, es decir la Misa, debe ser precedida por la evangelización. Nos podemos preguntar: ¿Entendemos este “debe ser” en pretérito perfecto o en presente continuo? Si lo entendemos de la primera forma asumiremos que ya se evangelizó, que la asistencia a misa es la consecuencia y que sólo es cuestión de tiempo, y de que la naturaleza haga su trabajo, que la lglesia se vacíe. Si lo entendemos en presente continuo y ponemos la evangelización, hacer discípulos, en el centro de nuestra estrategia y no las meras cifras de asistencia, entonces estamos en un modelo “sostenible” de crecimiento de la lglesia. Y si aparte de la “temperatura” tenemos en cuenta otros parámetros, llegaremos a un diagnóstico mejor de la salud de la Iglesia.

Todo esto nos lleva a considerar a los que van a misa no como asistentes sino como discípulos potenciales. Se trata, no de conservarlos, sino de hacerles crecer.

En algunas parroquias sucede algo curioso. Un porcentaje altísimo de los que llenan la iglesia el domingo no pisan la parroquia durante la semana, y un porcentaje más o menos alto de los que vienen a la parroquia durante la semana no pisan la iglesia el domingo (niños y jóvenes de catequesis, sus padres, usuarios de Cáritas e incluso personas que participan en distintas actividades de la parroquia). Esto nos tiene que hacer pensar si el número de gente que asiste a la misa es el indicador correcto de la salud parroquial.

En definitiva, no se trata de menospreciar a la gente que va a misa, hoy por hoy no es poco, sino de ver cómo hacer que se conviertan en verdaderos discípulos que crecen.

Vaticano

El Papa Francisco expresa su «tristeza y dolor» por las víctimas de abusos en Francia

Francisco pide, tras conocerse el informe sobre abusos en el ámbito eclesial de Francia, que dramas como éste no se repitan.

David Fernández Alonso·5 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Al final de la audiencia general del miércoles, el Papa hizo referencia a que la Conferencia Episcopal Francesa y la Conferencia de Religiosos y Religiosas recibieron el martes el informe de la Comisión Independiente sobre Abusos Sexuales en la Iglesia, encargada de evaluar la amplitud del fenómeno de las agresiones sexuales y la violencia contra los menores desde 1950. «Por desgracia, las cifras son considerables», afirmó.

El Santo Padre, quiso expresar a las víctimas su «tristeza y dolor por el trauma que han sufrido y mi vergüenza, nuestra vergüenza, por el hecho de que la Iglesia no les haya colocado durante demasiado tiempo en el centro de sus preocupaciones, asegurándoles mis oraciones. Y rezo y rezamos todos juntos: «A ti Señor la gloria, a nosotros la vergüenza»: este es el momento de la vergüenza».

«Animo», continuó Francisco, «a los obispos y a vosotros, queridos hermanos que habéis venido aquí a compartir este momento, animo a los obispos y a los superiores religiosos a que sigan haciendo todo lo posible para que no se repitan tragedias similares. Expreso a los sacerdotes de Francia mi cercanía y mi apoyo paternal ante esta prueba, que es dura pero saludable, e invito a los católicos franceses a asumir sus responsabilidades para que la Iglesia sea un hogar seguro para todos. Gracias».

Estados Unidos

Octubre: mes de la protección de la vida en Estados Unidos

La celebración del mes de la protección de la vida es opacada por la propuesta de ley en el Congreso norteamericano.

Gonzalo Meza·5 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Cada año la Iglesia en Estados Unidos celebra el mes del respeto a la vida humana. El primer domingo del mes es el día especialmente designado para ello. Este 2021 ha sido el 3 de octubre. En esta ocasión la fecha se enmarca en el Año de San José, lo cual brinda la oportunidad de resaltar su ejemplo como protector y defensor de la vida humana, don de Dios. Al respecto, Mons. Joseph F. Naumann, Arzobispo de Kansas City y Presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia Episcopal Norteamericana señaló: “Al igual que San José, también estamos llamados a cuidar a quienes Dios nos encomendó, en especial las madres y niños vulnerables. Podemos seguir los pasos de San José como protector, abogando en contra del financiamiento de abortos que tienen como objetivo la vida de millones de niños y sus madres”.

Ese llamado se hace aun más relevante tras el proyecto de ley “Protección de la salud de la mujer” (Women’s Health Protection Act, WHPA)  que aprobó  la Cámara de Representantes el 24 de septiembre. Se trata de una de las iniciativas pro-aborto más radicales de la historia.

El proyecto está siendo discutido en estos momentos en la Cámara Alta del Congreso. La embestida contra la vida ya se veía venir con la presente administración demócrata dirigida por el Presidente Joe Biden, pero se hizo aun más agresiva particularmente a partir de la entrada en vigor de la ley “Latido del corazón” en Texas el 1 de septiembre y aunque es una de las más estrictas del país no es la única, desde el 2011 los estados y gobiernos locales han aprobado decenas de leyes similares limitando o restringiendo el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo.

De aprobarse, la nueva ley impondría el aborto libre “bajo pedido” (“on demand”) en cualquier etapa del embarazo, desde la concepción hasta antes del nacimiento y en cualquier parte del país. La propuesta invalidaría las leyes federales o estatales vigentes que prohíben, restringen o limitan el aborto. Esta ley tendría prioridad sobre las leyes de objeción de conciencia y de libertad religiosa, las cuales protegen, entre otros, a los profesionales de la salud, proveedores y asociaciones religiosas.

El  proyecto WHPA define el aborto dándole acepciones más allá de sus límites. Además de la interrupción del embarazo, la definición de aborto la extiende a cualquier servicio médico o no médico relacionado y en conjunción con el aborto, antes durante y después del mismo, incluyendo los métodos anticonceptivos y la esterilización (Ya en la mayor parte de los hospitales públicos del país una de los “servicios” que médicos y enfermeras ofrecen a todas madres al dar a luz es la opción de realizarse procedimientos para el control natal permanente) El boceto de ley también hace referencia e incluye los servicios de salud extensivos a la “comunidad LGBTQ”, esto para incluir en la ley el tratamiento de reasignación de sexo. 

Para justificar el falaz argumento de la Cámara de Representantes, la ley modifica a su antojo una serie de conceptos que desde el punto de vista jurídico y bioético son absurdos o simples quimeras mal construidas, pues eleva el aborto a rango de “derecho constitucional” y “derecho humano fundamental”. Según la Cámara Baja “los servicios de aborto son esenciales para la atención médica y el acceso a esos servicios es fundamental”. Añade también que la “justicia reproductiva es un derecho humano que se logrará cuando todas las personas puedan tomar decisiones sobre su cuerpo, salud y sexualidad con dignidad y autodeterminación”.

La iniciativa señala que las restricciones a la salud reproductiva perpetúan los sistemas de opresión, entre ellos la supremacía blanca y el racismo contra los negros, legado que “se ha manifestado en la esclavitud, la experimentación y las esterilizaciones forzadas. Ese legado de restricciones no es cosa del oscuro pasado, sino que se hace evidente en las restricciones a la salud reproductiva” actuales pues constituyen un “mecanismo de opresión de género” enraizadas en la “misoginia”. 

Los errores conceptuales del proyecto son visibles aun para los que no son expertos. No se entiende por qué el matar a un ser humano indefenso en el vientre de su madre sea un “derecho constitucional, humano fundamental” o sea un “mecanismo de opresión”. En ese sentido, ya desde la entrada en vigor el 1 de septiembre de la Ley latido del corazón, los obispos de Texas habían respondido que el aborto no es un derecho humano pues constituye en sí mismo un rechazo al derecho humano fundamental a la vida.

El aborto, añadían, tampoco constituye “asistencia a la salud” ni ayuda a las mujeres pues no se trata de un asunto de género: “El aborto no es ni será jamás la respuesta, pues se está quitando la vida a una ser humano inocente”. En ese sentido el Arzobispo Naumann señaló que esta oscura iniciativa de la Cámara de Representantes se basa en una narrativa falsa y desesperada. Se habla del aborto, como si fuera el equivalente moral a la eliminación de un apéndice indeseado, que estorba o que hace mal. Además, “es una propuesta radicalmente opuesta al sentimiento de los estadounidenses. Como nación construida sobre el reconocimiento de que todo ser humano está dotado por su Creador de los derechos inalienables a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, este proyecto de ley es una completa injusticia”, dijo Mons. Naumann.

El día y el mes dedicados a la protección a la vida son una oportunidad para concienciar a los católicos de los peligros que traería esta oscura iniciativa de ley. También dará la oportunidad a los feligreses de todo el país de conocer, acercarse y apoyar las diversas instituciones promovidas por la Iglesia para proteger la vida humana, desde grupos pro-vida, organizaciones de apoyo para madres embarazadas, hasta hospitales o centros de atención donde las madres pueden encontrar una verdadera respuesta integral al don de la vida. En esta tarea, uno de los más poderosos intercesores es sin duda San José. 

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Familia

Primacía de la persona y familia

Como afirmaba san Juan Pablo II, "la familia está llamada a ser el primer lugar en que cada persona es querida por sí misma, valorada por lo que es y no por lo que tiene".

José Miguel Granados·5 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

De la ágil pluma de Charles Dickens -convertida con frecuencia en ariete de espadachín- brota la caricatura cómica de hipócritas redomados, como Mr. Seth Pecksnif, en la novela Vida y aventuras de Martin Chuzzelwit. Se trata de un embaucador tramposo, dotado de una profusa y asombrosa retórica de engaño. Pretende ser maestro de arquitectura. Enmascara con su fatua locuacidad teatral de gestos ampulosos las intenciones mas aviesas. Sus hijas Charity y Mercy, sometidas a semejante lamentable “modelo”, cosecharán los frutos amargos del cinismo y de la codicia de su progenitor.

La lógica del don

La honestidad y la coherencia de vida y de lenguaje resultan imprescindibles para una comunicación interpersonal profunda y enriquecedora. Así lo requiere la dignidad de la persona humana -su altísimo valor-, que nace precisamente de su condición de sujeto amado personalmente por el Creador. La vocación correlativa de todo hombre consiste en donarse generosamente a los demás, buscando el verdadero bien del otro. 

Así enseñaba el Concilio Vaticano II: “el hombre, única criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí mismo, no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás (constitución Gaudium et spes, n. 24). La lógica del don descifra el misterio del ser humano, a la luz de la manifestación y de la donación divinas, que culminan en el derroche de bendiciones con Cristo, el Verbo encarnado (cf. Ef 1,3-14; Gaudium et spes, n. 22).

Por ello, cualquier forma de utilización interesada de alguien desdice radicalmente de su condición. Resulta inmoral el rebajamiento o la reducción de un ser humano a instrumento. Aunque con justificaciones retóricas se disimulen los indecentes motivos hedonistas, pragmáticos, económicos, eugenésicos, etc. 

En este sentido, Juan Pablo II formulaba con énfasis la que llamaba “norma personalista”: “La persona jamás ha de ser considerada un medio para alcanzar un fin; jamás, sobre todo, un medio de «placer». La persona es y debe ser sólo el fin de todo acto. Solamente entonces la acción corresponde a la verdadera dignidad de la persona” (Carta a las familias, n. 12).

La familia está llamada a ser el primer lugar en que cada persona es querida por sí misma, valorada por lo que es y no por lo que tiene (cf. Juan Pablo II, Homilía de la Misa para las familias, 2-11-1982). Ha de ser el primer ámbito de acogida del ser humano, donde se supera la lógica perversa de la competitividad excluyente que margina al débil, y se sustituye por la dinámica de aceptación incondicional, de protección, de educación adecuada y de promoción hacia la mejoría y la excelencia de cada miembro. Además, la familia de sangre tiene la misión de transmitir a toda la sociedad ese trato familiar y delicado hacia cada miembro de la familia humana.

Diálogo sincero

El proyecto de vida conyugal y la convivencia de la comunidad familiar requieren la apertura a un intercambio personal auténtico y profundo. Cualquier forma de doblez, de falta de rectitud en la intención, de uso del prójimo, impide la construcción de un hogar. La buena comunicación es imprescindible en la tarea de buscar los mejores modos para crecer juntos y así desarrollar al máximo las capacidades de cada uno de los miembros de la comunidad.

Francisco afirma que “el diálogo es una forma privilegiada e indispensable de vivir, expresar y madurar el amor en la vida matrimonial y familiar. Pero supone un largo y esforzado aprendizaje. Varones y mujeres, adultos y jóvenes, tienen maneras distintas de comunicarse, usan un lenguaje diferente, se mueven con otros códigos. El modo de preguntar, la forma de responder, el tono utilizado, el momento y muchos factores más, pueden condicionar la comunicación. Además, siempre es necesario desarrollar algunas actitudes que son expresión de amor y hacen posible el diálogo auténtico” (exhortación Amoris laeitita, n. 136).

Plegaria familiar

La oración cristiana, entendida como diálogo del creyente con el Dios trinitario que es comunión de Amor y comunicación en la intimidad personal, propicia una comprensión de la vida humana en toda su grandeza, como esfuerzo por compartir el propio mundo interior con los demás, en el intercambio de una relación de donación. El trato confiado con el buen Dios Padre mejora las actitudes y las relaciones humanas. 

Además, en la plegaria conyugal y familiar el otro es descubierto en toda su grandeza de persona y como un auxilio oportuno, como un don para salir del aislamiento estéril y crecer juntos: para aceptar y secundar el plan de Dios, su historia de amor con nosotros. 

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Vaticano

«Saberse pequeños es indispensable para acoger al Señor»

El Papa Francisco ha reflexionado sobre la importancia de "reconocerse pequeño", como "punto de partida para llegar a ser grande", durante el rezo del Angelus el domingo en la plaza de San Pedro.

David Fernández Alonso·4 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco ha comentado un pasaje del Evangelio del domingo destacando una «reacción de Jesús más bien insólita: se indigna».

Francisco añade que «lo que más sorprende es que su indignación no es causada por los fariseos que lo ponen a prueba con preguntas sobre la licitud del divorcio, sino por sus discípulos que, para protegerlo de la aglomeración de gente, riñen a algunos niños que habían sido llevados a Jesús. En otras palabras, el Señor no se indigna con quienes discuten con Él, sino con quienes, para aliviarle el cansancio, alejan de Él a los niños. ¿Por qué?».

«Recordemos», dice, «-era el Evangelio de hace dos domingos- que Jesús, realizando el gesto de abrazar a un niño, se había identificado con los pequeños: había enseñado que precisamente los pequeños, es decir, los que dependen de los demás, los que tienen necesidad y no pueden restituir, han de ser servidos los primeros (cfr. Mc 9,35-37). Quien busca a Dios lo encuentra allí, en los pequeños, en los necesitados no solo de bienes, sino también de cuidados y de consuelo, como los enfermos, los humillados, los prisioneros, los inmigrantes, los presos. Allí está Él. He aquí por qué Jesús se indigna: cada afrenta hecha a un pequeño, a un pobre, a un indefenso, se le hace a Él».

«Hoy el Señor retoma esta enseñanza y la completa. De hecho, añade: «El que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él» (Mc 10,15). Esta es la novedad: el discípulo no solo debe servir a los pequeños, sino que también ha de reconocerse pequeño él mismo. Saberse pequeños, saberse necesitados de salvación, es indispensable para acoger al Señor. Es el primer paso para abrirnos a Él. Sin embargo, a menudo nos olvidamos de esto. En la prosperidad, en el bienestar, vivimos la ilusión de ser autosuficientes, de bastarnos a nosotros mismos, de no tener necesidad de Dios. Es un engaño, porque cada uno de nosotros es un ser necesitado, pequeño».

«En la vida», continúa el Papa, «reconocerse pequeño es el punto de partida para llegar a ser grande. Si lo pensamos bien, crecemos no tanto gracias a los éxitos y a las cosas que tenemos, sino, sobre todo, en los momentos de lucha y de fragilidad. Ahí, en la necesidad, maduramos; ahí abrimos el corazón a Dios, a los demás, al sentido de la vida. Cuando nos sintamos pequeños ante un problema, una cruz, una enfermedad, cuando experimentemos fatiga y soledad, no nos desanimemos. Está cayendo la máscara de la superficialidad y está resurgiendo nuestra radical fragilidad: es nuestra base común, nuestro tesoro, porque con Dios las fragilidades no son obstáculos, sino oportunidades».

«De hecho», concluye el Papa, «precisamente en la fragilidad descubrimos cuánto nos cuida Dios. El Evangelio de hoy dice que Jesús es muy tierno con los pequeños: «Los abrazó y los bendijo, imponiéndoles las manos» (v. 16). Las contrariedades, las situaciones que revelan nuestra fragilidad son ocasiones privilegiadas para experimentar su amor. Lo sabe bien quien reza con perseverancia: en los momentos oscuros o de soledad, la ternura de Dios hacia nosotros se hace -por así decir- aún más presente. Nos da paz, nos hace crecer. En la oración, el Señor nos abraza como un papá a su niño. Así nos hacemos grandes: no con la ilusoria pretensión de nuestra autosuficiencia, sino con la fortaleza de depositar en el Padre toda esperanza. Justo como hacen los pequeños».

Mundo

Reprochan al camino sinodal en Alemania «abusar de los abusos»

Ha terminado en Alemania la segunda asamblea plenaria del “Camino Sinodal”. El cardenal Cordes ha mostrado su discrepancia, el obispo de Regensburg ha ofrecido textos alternativos, y algunos teólogos y grupos de laicos piensan que la lucha contra los abusos sexuales está sirviendo para intentar remodelar la Iglesia católica.

José M. García Pelegrín·4 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

Los días 29 de septiembre al 2 de octubre se ha celebrado en Frankfurt la segunda Asamblea plenaria del Camino Sinodal en Alemania. “Un tema central sigue siendo el tratamiento de los abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia católica”, se dice en el comunicado final. Se votó sobre doce textos presentados por los “foros”; la decisión de “recomendar los doce textos para seguir trabajando en ellos, gozó del asentimiento de entre 76 y 92 por ciento”, dice la presidencia. Sobre los últimos proyectos no se pudo votar porque el sábado por la tarde —después de que un buen número de participantes se hubiera ido de fin de semana— no había el necesario quórum de dos tercios (154 participantes).

Según el presidente del camino sinodal, Thomas Sternberg, que también lo es del Comité Central de los Católicos Alemanes, “ejercemos la sinodalidad que el Papa denomina como constitutiva para la Iglesia”. Para el presidente de la Conferencia Episcopal alemana, Georg Bätzing, “se han debatido textos que no solo son textos, sino sueños de cómo queremos modificar la Iglesia en Alemania: una Iglesia participativa, con justicia de género y en camino hacia las personas. Se han mejorado esos textos presentados por los foros, que ahora tienen el encargo de perfeccionarlos para que puedan ser aprobados en la próxima Asamblea”. Y Mons. Franz-Josef Bode, vicepresidente del camino sinodal, subraya que se han tomado “decisiones fundamentales, que se deben llevar al Camino Sinodal universal; por eso confío en mantener pronto un diálogo real con las instituciones sinodales en Roma, y también con el Papa”.

Voces críticas en el camino sinodal

A pesar de la supuesta unanimidad a la que hace referencia la presidencia, en los últimos días se han oído bastante voces en desacuerdo por el modo en que se está desarrollando. No solo el prefecto emérito del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, cardenal Walter Kasper —como señalábamos al término de la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal alemana, a finales de septiembre— se ha manifestado con gran escepticismo en relación con el camino sinodal.

Pocos días antes de iniciarse la Asamblea, Mons. Rudolf Voderholzer, obispo de Regensburg (Ratisbona), abría una página web con textos alternativos al camino sinodal; entre otros, una propuesta alternativa de 45 páginas elaborada por Mons. Florian Wörner, obispo auxiliar de Augsburgo, Wolfgang Picken, sacerdote decano de Bonn, Marianne Schlosser, profesora de teología de Viena y la periodista Alina Oehler.

En una homilía, Mons. Voderholzer criticaba que “se yuxtapongan a las Sagradas Escrituras otras fuentes, como un estudio sobre los abusos, que se dogmatiza sin crítica alguna”. Respecto a este tema, se refirió a que desde hace años se está trabajando con seriedad y éxito en pro de la prevención de tales abusos: “El hecho de que partes interesadas sigan pretendiendo que hasta ahora no se ha hecho nada, que se culpe sistemáticamente de ello a las particularidades de la Iglesia católica, alimenta mi sospecha de que los abusos sexuales están siendo instrumentalizados para intentar remodelar la Iglesia católica siguiendo el modelo de las iglesias protestantes, en las que ‘sínodo’ tiene un significado distinto al que tiene en la Iglesia católica: una especie de parlamento eclesiástico”.

A las críticas por el camino sinodal se ha sumado también otro cardenal alemán de la Curia, Paul Josef Cordes, prefecto emérito del Pontificio Consejo Cor Unum. Para él, en el camino sinodal “se difumina el rango de la dimensión de la fe”, pues las verdades de la fe se someten a las votaciones de la Asamblea del camino sinodal, “omitiendo una referencia a las decisiones del magisterio supremo de la Iglesia”.

Relativismo

A un problema estructural del camino sinodal se refería la periodista Regina Einig: “El camino sinodal sacrifica la ponderación al principio de la mayoría, evitando preguntarse qué hace que un argumento sea sólido; está programada así la victoria del relativismo, pues lo abiertamente herético y lo constructivo se presentan uno al lado del otro, sin ponderar. La implacable aplicación del principio de la mayoría hace que la minoría orientada a las enseñanzas de la Iglesia se sienta habitualmente excluida. Los opositores a la iniciativa de Ratisbona esperan una retractación pública de las críticas y promueven así la imagen de una espiral de silencio. ¿Para qué quieren poner freno a las voces que les son incómodas, si lo que se pretende es un debate sin tabúes?”.

Pero las críticas no se han limitado a cuestiones procedimentales; por ejemplo Josef Kreiml, profesor de Dogmática y encargado del obispo de Ratisbona para el camino sinodal, comentaba el texto presentado en el Foro III (“Las mujeres en los ministerios y cargos de la Iglesia”) titulado “Intercambio de argumentación teológica en contextos eclesiales mundiales”. Según Kreiml, dicho texto “emplea una hermenéutica cuestionable para afirmar que el Papa Francisco ha abandonado el dualismo esencialista de los sexos”, afirmación para la cual “la supuesta prueba consiste en una interpretación de una breve cita del Papa, contraria a su sentido”.

Mujeres en la Iglesia

Respecto a la afirmación en dicho texto de que “el proceso de la creciente distanciación entre la vida social y la eclesiástica que está teniendo lugar en los países occidentales está decisivamente relacionado con la cuestión de la posición y la voz de las mujeres en la Iglesia”, responde el especialista en Dogmática: “Si este razonamiento (casi) monocausal fuera correcto, dicha ‘distanciación’ no debería darse en las regiones de Europa donde predomina el protestantismo, pues —como es sabido— en el protestantismo todos los cargos eclesiásticos están abiertos a las mujeres. Sobre la crisis de fe, el secularismo, etc., el texto no dice ni una sola palabra”.

A los “autores y autoras” de dicho texto parece no gustarles —continúa diciendo Kreiml— que el Papa hable de una “ideología de género”; por eso lamentan que “en documentos recientes importantes para la Iglesia universal se hace claramente referencia a la tradicional antropología de género: la polaridad del sexo femenino y masculino”.

Poder

Kreiml también critica el “predominio de la categoría de ‘poder’ en todo el camino sinodal, también presente en este texto”. En dicho texto se dice: “Hombres y mujeres han descubierto su poder en la experiencia del Espíritu de Dios, su potencias individuales y carismas que Dios les ha dado”. Instan a los obispos alemanes a que “exijan de forma fehaciente” que “determinados aspectos aquí tratados” (también la participación de las mujeres en las tres formas de ministerio sacramental) se lleven “como temas de consulta” al proceso sinodal universal.

Al respecto, el profesor de Dogmática comenta: “En este contexto los autores y autoras del texto parecen estar convencidos de que las decisiones del Papa Juan Pablo II sobre la ordenación de mujeres no tienen mayor rango que el de un voto interno para debatir. Cuando el texto habla de un ‘debate constructivo’ de las anteriores decisiones del Magisterio el objetivo es claro: una revocación de las decisiones cuestionadas del Magisterio”.

Más expeditiva aún es la crítica de Dorothea Schmidt, que participa en el camino sinodal en representación de la iniciativa «Maria 1.0»: “Ahora no solo se trata de anular la doctrina sexual de la Iglesia y dejar de lado el orden de la creación de Dios, sino también de abolir el sacerdocio, instalar un sacramento LGBT e introducir un sistema de consejos. Ya solo queda que escribamos nuestra propia Biblia.

Aquí se aprecian los deseos de personas en contra de la esencia de la Iglesia católica, que quieren crear algo que se llama iglesia, pero que ya no lo es, y que encima se congratulan de ello. ¿Por qué no vamos a las últimas consecuencias y creamos en Alemania un consejo que pueda aprobar un voto de censura contra Dios y deponerlo?”. Se refiere —entre otras cosas— a la decisión (con mayoría por un voto) de que “se estudie si la Iglesia católica todavía necesita el sacerdocio”, si bien Mons. Bätzing aseguró en la rueda de prensa posterior que “no puede haber una Iglesia católica sin sacerdocio”.

Abusos con los abusos

Un “Grupo de Trabajo sobre Antropología Cristiana” ha publicado un Manifiesto en el que critica el camino sinodal. En el preámbulo de dicho Manifiesto se dice: “Como cristianos católicos, reconocemos la necesidad de reformas fundamentales en la Iglesia. Sin embargo, nunca ha habido una renovación real y profunda sin la conversión y un redescubrimiento del Evangelio que cambie la vida. En su fijación en la estructura externa, deja de lado el núcleo de la crisis, abandona el camino de la unidad con la Iglesia universal, daña a la Iglesia en la sustancia de su fe y se aboca al cisma”.

El Manifiesto plantea nueve tesis, por ejemplo la “legitimidad” del camino sinodal, y critican que “las exigencias de este organismo, que no está legitimado ni por la misión ni por la representación […] atestiguan una desconfianza fundamental hacia la Iglesia constituida sacramentalmente y por la autoridad apostólica”. En particular, los iniciadores del texto se oponen a que se haga “un abuso con los abusos”.

Como puede apreciarse, la pretendida unanimidad de la que se jacta la presidencia del camino sinodal no es tal: hay un considerable número de voces disonantes y la polémica continuará en los foros que se reunirán próximamente.

Educación

La Religión en la LOMLOE: ésta es la propuesta de la CEE

La Comisión Episcopal para la Educación y Cultura de la Conferencia Episcopal Española ha publicado presentamos su propuesta de currículo de Religión católica para las etapas de Educación Infantil, Primaria y Secundaria Obligatoria. Una propuesta que quiere contar con la aportación de toda la comunidad educativa para mejorar -antes de su aprobación definitiva por la CEE y su publicación en el BOE- los borradores de los currículos de Religión Católica.

Maria José Atienza·4 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Esta propuesta fue entregada al Ministerio de Educación como explicaba Mons. Luis Argüello en la rueda de prensa de finalización de la Comisión Permanente del pasado septiembre en la que añadía además que desde el propio Ministerio les habían confesado que era la primera asignatura de la que tenían un currículo completo.

La propuesta no es concluyente ya que, como apuntan en la nota hecha pública junto a esos currículos, esta es «una propuesta que ahora se somete a consulta pública y que, en su caso, con las sugerencias recibidas se completará la versión definitiva que se remitirá al Ministerio de Educación para su incorporación al currículo escolar que habrá de publicarse en el BOE». De hecho, como señalan en la propia Comisión su deseo es «contar con la aportación de toda la comunidad educativa para mejorar -antes de su aprobación definitiva por la CEE y su publicación en el BOE- los borradores de los currículos de Religión Católica».

Quienes deseen participar y aportar comentarios y sugerencias, pueden hacerlo a través de la web «Hacia un nuevo curriculo de Religion«, en la que, además de conocer las especificaciones del currículo propuesto para cada etapa educativa, se han habilitado formularios relativos a cada etapa así como un correo específico.

La propuesta de Religión en la LOMLOE

La propuesta, diseñada en el marco curricular de la LOMLOE y siguiendo la misma estructura y requisitos marcados por el Ministerio de Educación y Formación Profesional, ha sido elaborada gracias a las intervenciones y aportaciones del foro online “Hacia un nuevo currículo de Religión Católica. Un diálogo entre todos y para todos” recoge, para cada una de las etapas educativas:
Introducción. Todavía no se publica porque están pendientes de confirmar todos los elementos que se definirán en el Decreto de enseñanzas mínimas.
Competencias específicas y su descripción. Se proponen seis competencias específicas, que se mantienen a lo largo de todas las etapas, con la debida gradación según el desarrollo evolutivo del alumnado. Son el elemento más novedoso de este currículo.
Vínculos con las competencias clave y el perfil de salida. Todavía no se publica este apartado, pendientes de confirmar la versión definitiva de estos elementos generales por parte de la Administración educativa.
Criterios de evaluación. Se proponen vinculados a cada una de las competencias específicas.
Saberes básicos. Se presentan organizados en bloques, después de los criterios de evaluación de cada ciclo, siguiendo la pauta del Ministerio de Educación. Articulan conocimientos, capacidades y actitudes.
– Situaciones de aprendizaje.
Están pendientes de las últimas decisiones del Ministerio de Educación y Formación Profesional

Asimismo, desde la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura señalan que «esta propuesta del currículo de Religión Católica se propone para todo el Estado. En los entornos autonómicos locales se podrán concretar las situaciones de aprendizaje en los términos que finalmente se definan en los Decretos de enseñanzas mínimas».

Anunciar el Evangelio, desde el principio

4 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Dentro de pocos días comenzará la primera fase (la fase diocesana) de la XVI Asamblea del Sínodo de los Obispos, que culminará en Roma en octubre de 2023. El documento Fieles al envío misionero, que contiene las orientaciones pastorales y líneas de acción de la Conferencia Episcopal Española (CEE) hasta 2025 y fue presentado hace poco, constituye como un marco de comprensión para ese proceso, al igual que otros trabajos actuales de la CEE y de sus organismos.

Leer este documento resulta interesante para todos, en primer término por el interesante análisis que contiene en su primer apartado acerca de la situación social desde el punto de vista de su actitud ante la religión, pero que no es el simple fruto de un estudio sociológico. Asimismo, tampoco las orientaciones y acciones que sugiere para la propia CEE y las diócesis pueden recibirse únicamente como un conjunto de directrices organizativas. El intento es examinar cuál es el modo más eficaz de cumplir el mandato divino de anunciar el Evangelio a todos, en el contexto actual de la sociedad española: un esfuerzo de fidelidad a la voluntad divina, para el que se invoca la ayuda del Espíritu Santo y la luz y la fuerza de la oración. 

También hay que agradecer que el documento muestre precisamente cómo se engarzan los trabajos de la Conferencia Episcopal Española con las líneas generales planteadas por el Papa Francisco, tanto en el conjunto del pontificado como en el desarrollo del proceso sinodal. Se trata de acoger la invitación a una salida misionera, y de comprender que ésta debe arrancar de una conversión pastoral; en sentido pleno, estos son términos que hablan a y de las personas, y desde ellas se refieren a las estructuras. 

A partir de la asunción personal de esa responsabilidad, la comprensión de la situación real pasa, efectivamente, por la constatación de que la sociedad ha experimentado un cambio enorme, con el efecto de que la evangelización ha de comenzar desde el principio, con el anuncio de la existencia de Dios, creador y amoroso, que expresa su bondad sobre todo por medio de su Encarnación en Jesucristo, redentor; en la comprensión de la responsabilidad de la Iglesia como una mediación que debe facilitar el encuentro con Cristo vivo; en el refuerzo de los vínculos de fraternidad, familia y comunidad, que el hombre y la vida cristiana necesitan, y sin los cuales también la sociedad se empobrece; y, en definitiva, en el empeño por hacer de toda la actividad de la Iglesia una expresión del amor divino, “un amor recibido, compartido y ofrecido, que busca el bien de la Iglesia y el bien de toda persona que encontremos en nuestro camino, y que hemos de transmitir con particular empeño”.

El autorOmnes

Iniciativas

Camino de Santiago universitario: con la brújula del abandono

Sesenta jóvenes universitarios peregrinamos este verano a Santiago de Compostela. Abandonados a la Providencia y guiados por la Virgen, vivimos una experiencia de encuentro con Cristo y con el otro.

Jorge F. García-Samartín·4 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Dijo Benedicto XVI cuando visitó Santiago en el año 2010, que peregrinar «no consiste sólo en salir de sí mismo hacia el más Grande, sino también en caminar juntos». Esta doble vertiente de las peregrinaciones –dejarse mirar por Dios para mirar al otro con Sus ojos–, en el núcleo de la doctrina evangélica (sirva de ejemplo el conocido episodio de Mt 22, 34-40 o las palabras de Jn 13, 34 y 1 Jn 4, 20); y es también lo que marcó el Camino de Santiago que Pastoral Universitaria de Madrid organizó este verano.

camino santiago

Casi sesenta jóvenes universitarios –la mayoría estudiantes, algunos ya graduados- acompañados por D. Enrique Rueda y D. Hilario Mendo, capellanes respectivos de Industriales UPM y Derecho UCM, partimos de Mougás (Pontevedra) el 20 de julio y alcanzamos la ciudad del Apóstol seis días después. Pero todo había empezado dos días antes. El domingo 18 salimos de Madrid y nos pusimos rumbo a Fátima. De camino, pudimos disfrutar antes de una misa y un coloquio con las carmelitas de Ciudad Rodrigo, que impregnaron de su sencillez y espíritu de oración el grupo.

Para Diego, de Industriales, esta fue «la mejor manera de empezar» ya que «nuestra Madre, que es muy buena, nos acompañó durante toda la peregrinación». El silencio y la paz propios del santuario mariano crearon un clima propicio para que, pusiéramos nuestras intenciones en manos de la Virgen: «familias, amigos, preocupaciones y proyectos, en definitiva, todo», como dijeron Mimi, de Medicina. y María, de Farmacia.

Se lo entregamos todo y Ella, por su parte, nos enseñó a pronunciar su fiat, un «sí» total a la voluntad de Dios, a lo que Él quisiera que pasara esos días. Y pasaron cosas. Porque cuando se confía en el Señor, cuando al caminar «la única brújula es el abandono», que diría Santa Teresa de Lisieux, Cristo realiza obras grandes.

Galicia –desde el mar de los primeros días a las parras de las últimas etapas– fue testigo de cómo el grupo respiraba alegría limpia. Cualquiera que se nos acercase, o que nos adelantara, podía vislumbrar la ayuda al cargar que iban recibiendo los lesionados o las profundas conversaciones que estaban dándose entre personas desconocidas días atrás.

camino santiago

Luis, uno de los organizadores, relata ilusionado como saliendo de Redondela, durante la media hora de silencio que iniciaba todas las jornadas, vio varias señoras que se santiguaron al cruzarse con nosotros. Itzi, de Medicina, cuenta que «en el Camino he conocido a muchas personas maravillosas, pero sobre todo he profundizado en mi amistad con Dios. Ha sido una experiencia inolvidable que me ha dejado huella».

Bastaba ver los ratos de oración después de las misas para entender testimonios como éste, palabras como las de Ignacio, estudiante de Ingeniería de Organización, –«hemos visto cómo el amor de Dios no tiene límites», dice– e incluso, conversiones como la de Paloma, de último curso de Medicina: «Para mí este Camino ha sido una luz en cada paso, y un despertar en el corazón que me ha servido para conocer a Dios y empezar a amarle… sencillamente».

Con el corazón lleno del Señor y con la desnudez de superficialidades que dan seis días de marcha y cansancio, pudimos poner en práctica el «mirad como se aman» de los primeros cristianos. Salir al encuentro de las necesidades del otro, a las «periferias», que rumbo a Santiago no son más que un compañero deseoso de hablar.

Descubrimos «que lo mejor del Camino siempre se encuentra cuando miras a tu lado», como dice María Zavala, ingeniera industrial y deseamos, como lo hace su compañera Ana Molina, que «nuestros límites autoimpuestos y nuestros miedos no nos impidan vivir la vida». Para, al volver, «poder contagiar esa felicidad sobrenatural de la cual», en palabras de Ana Vendrell, también de la ETSII, «sólo gozamos en el absoluto abandono». Gritarle al mundo «que la vida a veces cansa, a veces hiere, a veces duele… Que no es perfecta, pero que, a pesar de todo, la vida es bella».

El autorJorge F. García-Samartín

Paseando por la ciudad

Entre los indicadores de muchas personas hay uno que ya se ha recuperado: vuelven las procesiones a las calles y, en unos días, en Sevilla, el Señor del Gran Poder volverá a sus calles.

4 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Los medios comentan que los parámetros sanitarios ya casi permiten hablar de vuelta a la normalidad; pero esta normalidad no se mide sólo en indicadores externos, cada uno tiene sus propias referencias: abrazar a los nietos, recuperar tertulias, comidas familiares, ir al cine, y otros por el estilo. En definitiva volver a sintonizar la vida con el entorno. Esas pequeñas cosas son las que nos acercan a la normalidad.

Entre los indicadores sentimentales de muchas personas hay uno que ya se ha recuperado: vuelven las procesiones a las calles. Algunas ya han salido y, si todo va bien, en unos días el Gran Poder recorrerá las calles de Sevilla para visitar los barrios más pobres de la ciudad y pasar unos días allí, con sus hijos más necesitados de consuelo y compañía.

Nuestro Padre Jesús del Gran Poder ©Feliú Fotógrafo

A algunos este indicador les puede resultar algo anacrónico, propio de un sentimentalismo trasnochado, manifestación de una religiosidad popular que ya no tiene cabida en el cristianismo actual, pero es algo más profundo: «No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva» (Benedicto XVI, Deus Caritas est)

Ese es el sentido de estad manifestaciones populares de fe que son las procesiones: el encuentro con el Señor por las calles, paseando su dolor redentor, saliendo a buscar a sus hijos, como el padre del hijo pródigo que corría a su encuentro para abrazarlo, tratando de hacerse el encontradizo con los más reticentes. Le pesaba la ausencia de sus hijas y de sus hijos, tanto tiempo sin verlos, y necesitaba salir a la calle para encontrarse con ellos, sabiendo que a nadie deja indiferente. De eso se trata: verle y que nos vea, recuperar afectos escondidos, a veces olvidados. Ésa es la esencia de la religiosidad popular.

Un filósofo francés, G. Thibon, explicaba la diferencia entre el equilibrio y la armonía. Equilibrio es el estado en que se encuentra un objeto, o una situación, sometido a fuerzas equivalentes y de sentido contrario que se anulan. La armonía, en cambio, se consigue cuando fuerzas distintas se complementan para crear una situación mejor. Se habla de equilibrio nuclear, no de armonía, cuando las naciones igualan su potencial atómico y se temen mutuamente. Armonía es la situación que se da en una familia en la que uno aporta sus distintas capacidades a un fin común.

La vida cristiana no es equilibrio, es una armoniosa combinación de ética y estética, de formación y sentimientos. Entendiendo por ética la manera en la que ha de obrar la persona para obtener su perfección como tal y por estética el reconocimiento de la belleza, de lo agradable a los sentidos, lo que atrae, cautiva y  perfecciona a la persona en su contemplación. Las procesiones son cauce apropiado para que los hermanos desarrollen la ética y cultiven la estética, en la proporción que se ha ido definiendo a lo largo del tiempo, a veces de siglos.

Toca recuperar ese indicador de normalidad que es encontrarse con el Señor paseando su dolor por la ciudad, un dolor que no suspende la razón

Ignacio Valduérteles

Las dos son necesarias, las dos se refuerzan y complementan. Poner exclusivamente la ética como referencia conduciría a una especie de indiferencia estoica, centrada en el cumplimiento del deber por el propio deber, sin que ningún afecto lo contamine, ocupados en el cumplimiento compulsivo de normas y reglamentos. Por el contrario, dejarse llevar sólo por la estética conduce a un sentimentalismo pietista, en el que se correría el peligro de que el sentimiento se convierta en criterio de verdad, invadiendo las áreas del entendimiento y la voluntad. La verdad objetiva podría desaparecer al quedar reducida a sentimiento.

Ahora toca recuperar ese indicador de normalidad que es encontrarse con el Señor paseando su dolor por la ciudad, un dolor que no suspende la razón. Encorvado bajo el peso de la cruz, pero sin perder la dignidad, la elegancia, ni el compás, que eso lo lleva en la sangre que le transfundió la Madre en su seno. Sintiendo sus pulsos y su respiración. Sale a la calle para explicar que el dolor hay que saber llevarlo y amarlo; que lo que frustra una vida no es dolor sino la falta de amor; que el sacrificio con Amor es una alegría inmensa y sin él carece de sentido; que hemos de asociar nuestro dolor a la Redención para hacerlo fecundo; que hay que aprender a llevar las cruces de cada día, a ser posible con la misma elegancia.

Amor y sentimiento. El Señor está en la calle. Ahora sí, la ciudad recupera su normalidad.

El autorIgnacio Valduérteles

Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla. Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.

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TribunaKlaus Küng

Iglesia en Centroeuropa: “No temas; basta que tengas fe”

En las últimas décadas se registra una erosión de la vida cristiana en países de larga tradición, por ejemplo en Centroeuropa. Sin embargo, el autor señala que hay muchos motivos para el optimismo, y ofrece una pauta para seguir adelante.

4 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

En la homilía de la Misa conclusiva del Congreso Eucarístico en Budapest, el Papa Francisco partió de la pregunta de Jesús a los discípulos: “Y vosotros, ¿quién decís que soy?” (Mc 8, 29).

El Papa dijo que esta pregunta puso en dificultad a los discípulos y marca un cambio de rumbo en su camino en pos del Maestro. “Ellos conocían bien a Jesús, ya no eran principiantes. Tenían familiaridad con Él, habían sido testigos de muchos de sus milagros, se maravillaban de su enseñanza, lo seguían adonde quiera que fuese, pero, sin embargo, no pensaban como Él. Faltaba el paso decisivo, eso que va de la admiración a la imitación de Jesús”. Y el Papa concluyó: “También hoy el Señor, fijando su mirada sobre cada uno de nosotros, nos interpela personalmente: ‘Pero Yo ¿quién soy yo de verdad para ti?’”.

En los últimos decenios ha ido cambiando, con gran velocidad, la situación en la sociedad y también en la Iglesia. Incluso en países con una larguísima tradición cristiana se ha puesto en marcha un proceso erosivo de la vida de fe que arrastra a muchos, especialmente a las generaciones jóvenes.

Muchos pierden a Dios de la vista, viven como si Dios no existiera. El Papa Benedicto lo ha descrito diciendo que está naciendo una nueva Religión, una religión sin Dios. Explica al mundo sin Dios, y el hombre está tentado a realizar su vida según sus propias ideas, incluso a actuar como si él mismo fuese Dios. Y casi siempre, ya antes, había un distanciamiento de la Iglesia, un oscurecimiento de la fe en Cristo, en la Salvación, en sus sacramentos, en su palabra, en su presencia en el mundo a través de la Iglesia y de sus fieles.

Viendo la situación actual en las parroquias, en las escuelas, en el lugar de trabajo y, muchas veces, en la propia familia, la pregunta que plantea Jesús se vuelve más aguda: “Pero Yo, ¿quién soy de verdad para ti?”. Y el Papa anota que “no es suficiente una respuesta correcta, de catecismo, sino que debe ser una respuesta personal, una respuesta de vida”.

La pregunta del Señor se hace sentir en las diversas situaciones (por fuera y por dentro) que en innumerables variantes se nos presentan. Y aunque tantísimas veces hayamos correspondido con un acto de fe y de confianza en el Señor y en su ayuda, será necesario dar de nuevo la respuesta: Sí, creo en Ti, creo que eres el Hijo de Dios hecho hombre, nacido de la Virgen María, y que estás presente, nos buscas, nos esperas, nos salvas; queremos seguirte.

Además, observando bien la situación actual de la Iglesia nos daremos cuenta: aunque sea una situación de verdad apurada y muchas iglesias se vacíen -en algunos países europeos incluso las venden-, en los mismos sitios hay casi siempre algunas iglesias que se van llenando, porque hay fieles que buscan al Señor. Si han descubierto qué es la Santa Misa, están dispuestos a grandes sacrificios para poder participar; y si notan que la confesión les hace bien, que la necesitan, hacen todo lo posible para encontrar un buen sacerdote y quieren confesarse. Tarde o temprano se confirma lo que el Señor dijo a sus discípulos: “En el mundo tendréis tribulación, pero confiad: yo he vencido al mundo” (Jn 16, 33).

Buscando al Señor, se despierta la fe y se abre un camino. Comienza un movimiento entre personas que creen, o están empezando a creer, que los lleva a reunirse en torno al Señor, que dice: “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré” (Mt 11, 28).

El Papa Francisco ha dispuesto un proceso sinodal para la Iglesia universal, y los dos primeros puntos a examinar son los de “caminar juntos” y de “escuchar”.

Hay muchos motivos para ser optimistas. Muchas veces me acuerdo –precisamente en la situación actual- de cómo san Josemaría, en los años 60 y 70, nos habló con mucha fuerza de que tenemos que aprender a “asaltar” el Sagrario y amar la Santa Misa, para pedir al Señor y unirnos con él. Nos insistió muchísimo en ser valientes, hablando de Dios a todo el mundo, sin falsos miedos y con un corazón grande, abierto para todos. ¡Dios es un Padre que perdona!, nos inculcaba incansablemente. Era una visión profética.

Todo esto nos anima a seguir adelante, muy unidos al Santo Padre y a todos los que están unidos a él. Como al jefe de la Sinagoga, Jesús nos dice: “No temas; basta que tengas fe” (Mc 5, 36).

El autorKlaus Küng

Obispo emérito de Sankt Pölten, Austria.

Vaticano

¿Qué es la COP26 de Glasgow sobre el cambio climático?

Rome Reports·3 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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La COP (Conferencia de las Partes) auspiciada por las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se celebrará del 1 al 12 de noviembre en Glasgow.

La cumbre reúne a representantes de casi todos los países para buscar cómo acelerar el cumplimiento de los objetivos medioambientales del Acuerdo de París entre los que se encuentran, por ejemplo, la reducción a cero de las emisiones netas de CO2 en 2050, que no aumente la temperatura global más de 1,5 grados centígrados o proteger las comunidades y los hábitats naturales.


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Evangelización

Un año de la encíclica ‘Fratelli tutti’. ¿Qué ha cambiado?

Hace un año de la firma de la encíclica Fratelli tutti por el Papa Francisco, “y queda mucho que construir para que podamos hablar de la existencia de una verdadera fraternidad universal”, señala el autor, que anima a ir dando pasos con esperanza.

Fr. Miguel Ángel Escribano Arráez ofm·3 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Cuando hace un año veíamos al Papa Francisco firmar una encíclica a los pies de la tumba de San Francisco de Asís, muchos pensamos que, con semejante bendición, un documento así tendría que ser escuchado por el mundo. Sin embargo, a simple vista no parece que este mundo haya cambiado mucho.

Era la segunda vez que el Papa Francisco usaba una terminología franciscana para mostrar, desde las debilidades de nuestro mundo, que la lectura del santo de Asís nos podía ayudar a vencer el individualismo y el egoísmo que a todas luces parece mover nuestro mundo, especialmente en la política y la economía y que hace sufrir a los hombres y mujeres de la calle, que cada mañana se levantan con ganas de construir su vida y se ven limitados.

La novedad franciscana es recuperar la idea que siempre rondaba a San Francisco de Así: que, o éramos hermanos unos de los otros, o difícilmente podríamos un construir un mundo de paz. Y para ello se necesitaba el sabernos hijos de un mismo Dios y una relación directa y honesta de unos con los otros. Y cuando hablamos del otro debemos pensar en el diferente, el último de la sociedad, el descartado del mundo y el que tiene una cultura distinta a nosotros pero que desde la acogida y el respeto se puede dialogar, buscando puntos de encuentro, sin caer en relativismos modernos.

La vida se conquista cada día

Imágenes de la Campaña Online del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral

Una de las cosas importantes que nos recuerda la encíclica y que las personas de a pie conocen, es que la vida se conquista cada día. No es algo que se tenga ganado de una vez para siempre. Las relaciones humanas como los grandes acontecimientos de la historia, no se conquistan y ya está, o se cuidan cada día o acabamos volviendo a nuestras viejas malas costumbres. Y nuestra sociedad se ha olvidado que debemos vivir de la fraternidad para fomentar el alcanzar nuestros propios deseos y egoísmos.

Hemos construido una sociedad donde términos como ‘abrirse al mundo’, que en ocasiones hemos interpretado como escucha y acogida, ahora significan no tener miedo a lanzarnos a un mundo de mercado distinto de nuestro entorno, romper nuestro mundo de confort para conquistar nuevos lugares y ampliar nuestro mercado, y así alcanza cuotas de poder, aunque sea en la soledad del que llega arriba.

Unido a ello, nos encontramos con que la política que debería constituirse en motor de relaciones y constructora de la vida de la sociedad, se encuentra manipulada y manejada por intereses económicos, de tal forma que la política sólo sirve para descalificarse unos a otros, sin ser constructora de relaciones, y lo que es peor construyendo una cultura del egoísmo que rompe las tradiciones culturales que han sido capaces de construir una sociedad en relación.

En medio de este mundo sin una cultura de arraigo nacen los populismos que nos encierran más en nosotros mismos frente al que es distinto, y sean de la orilla que sean, estas nuevas organizaciones no piensan en el otro sino en si mismas. De tal forma que el que debe abandonar su tierra ya no sólo no es bien acogido en otros países, sino que sin importar las personas son usados como armas arrojadizas para fomentar una cultura del descarte, tratando de eliminar socialmente al que no piensa como nosotros.

La figura del buen samaritano

Desde nuestra fe, la figura del buen samaritano se hace imprescindible, no sólo para ver cómo debemos actuar desde nuestra relación con Dios y con el otro, sino sobre todo porque nos lleva a la necesidad de construir una antropología que tenga como centro a la persona y sus relaciones con los demás y la creación.

Cuando esta antropología suscita la acogida, entonces conseguimos que tanto exiliado, que no es necesario que venga de otros países, sino que se ha instalado en nuestra ciudad huyendo de la pobreza rural, seamos capaces de integrarlo en la comunidad social y religiosa, que sea capaz de crear cultura y le lleve a no sentirse desarraigado, con lo que ello conlleva de negativo para todos.

La encíclica ‘Fratelli tutti’ nos hace darnos cuenta que, si bien es cierto que debemos construir nuestro mundo desde la libertad y la igualdad, sin embargo, no podemos olvidar que la libertad no se basa en el individualismo de hacer lo que cada uno quiera, y no todos somos iguales, sino que en la diversidad está la riqueza.

Por ello, el Papa Francisco nos invita a buscar en el diálogo y el encuentro la mejor herramienta para superar los egoísmos. El diálogo no significa aceptar todo lo que se nos propone como válido, sino el buscar puntos de encuentro entre sociedades y personas. Este diálogo no es ni el que realizan los políticos echando en caras los defectos del oponente ni el que se produce en las redes sociales. El diálogo es cara a cara con la persona, reconociéndola como tal y en aras de alcanzar un bien común.

La familia y el perdón

Todo empieza desde la sencillez de la familia, que sufre alegrías y sin sabores, pero que también sabe perdonar y reconciliarse y esa alegría que se aprende a vivir en la familia debemos ser capaces de aportarla a la sociedad. El perdón no implica olvidar lo que ha pasado, el que olvida corre el riesgo de volver a cometer los mismos errores, por ello, no debemos olvidar, para construir desde las cenizas un mundo de reconciliación y de paz.

Como señalábamos al principio, el Papa Francisco nos recuerda que la economía no es mala en si misma, cuántos empresarios en este tiempo de crisis desde una mentalidad cristiana de compromiso y compartir han cuidado de sus trabajadores para que sus empresas y la vida de las familias de cada uno de ellos siga adelante. Sin embargo, hay una economía que debemos denunciar, es la globalizadora que anula a personas, que manipula a los gobiernos y no tiene en cuenta a los más desfavorecidos, destruyendo el lugar común de cada uno para construir unos fines egoístas.

Hace un año de la firma de la encíclica y queda mucho que construir para que podamos hablar de la existencia de una verdadera fraternidad universal. Pero no podemos olvidar que los pasos se deben ir dando, que la esperanza es un elemento fundamental en la vida del cristiano y que ante la adversidad no podemos dejarnos llevar por los ritmos que nos marca una sociedad enferma que necesita de las relaciones humanas para sanar y construir un mundo donde todos seamos hermanos.

El autorFr. Miguel Ángel Escribano Arráez ofm

Sacerdote franciscano. Instituto Teológico de Murcia OFM. Centro de Estudios Teológicos de la Orden Franciscana en España.

Vaticano

Los jóvenes se levantan para dar testimonio de la esperanza en el mundo

El Papa Francisco ha invitado en los últimos días a todos los jóvenes a levantarse de las caídas, porque "cuando un joven se levanta, es como si se levantara el mundo entero".

Giovanni Tridente·2 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco se ha hecho eco de dos llamamientos en los últimos días. El primero: ¡Levántate! -que hace referencia a un versículo de los Hechos de los Apóstoles- se dirige a los jóvenes y se se trata del tema de la próxima Jornada Mundial de la Juventud, la número 36, que a partir de este año se celebrará en las diócesis de todo el mundo en la solemnidad de Cristo Rey, el próximo 21 de noviembre.

El segundo llamamiento – ¡Escuchad! -no asociada a un pasaje bíblico concreto, pero sí significativo- se dirige al mundo de la comunicación en general y a los comunicadores individuales en particular. También se relaciona aquí con el tema de la próxima Jornada de las Comunicaciones Sociales, la 56ª, que tendrá lugar en mayo de 2022.

Esto demuestra que hay una llamada en primera persona, una petición de compromiso directo tanto para los jóvenes como para los comunicadores, estimulándoles a ser protagonistas en esta época de cambio -como el Papa ha reiterado en varias ocasiones- asumiendo en primera persona los retos y las oportunidades que se presentan.

No es casualidad que, dirigiéndose a los jóvenes, Francisco les invite a meditar sobre la conversión de San Pablo, que de «perseguidor justiciero» pasó a ser «discípulo testigo». El mérito, sin embargo, es sin duda de Dios, que elige a quien incluso le persigue, le es hostil, y le cambia el corazón. Demostrando que siempre es posible volver a empezar y que «ningún joven está fuera del alcance de la gracia y de la misericordia de Dios».

Resurgimiento

El Pontífice repite a menudo esta actitud de no «desmoralizarse» ante los propios fracasos. Lo hizo, por ejemplo, en la última Audiencia General. Y es que no importa si caemos y cuántas veces caemos, sino que lo que cuenta es nuestro deseo de volvernos a levantar -como Pablo en el camino de Damasco- para dar testimonio de que toda existencia fallida puede reconstruirse y que «las personas que ya han muerto en el espíritu pueden resurgir».

El Papa va más allá y llega a decir que cuando un joven cae, en cierto sentido cae la humanidad. Al mismo tiempo, también es cierto que «cuando un joven se levanta, es como si se levantara el mundo entero». Una imagen muy significativa para destacar el gran potencial que los jóvenes tienen en sus manos y llevan en su corazón.

Humildad

Y de nuevo: «para resurgir, el mundo necesita la fuerza, el entusiasmo y la pasión que tú tienes». Pero en todo este dinamismo hay un elemento que hay que considerar, y que también tiene que ver con la vida y la experiencia de Saúl: la humildad, la «conciencia del propio límite», que es fundamental para darse cuenta de que uno es pequeño y frágil. Sólo así se puede llegar a reconocer a Cristo, después de haberse reconocido a sí mismo como lo que realmente es.

Al Pontífice le preocupa, sin embargo, que los jóvenes no desperdicien sus mejores años dedicándose a «batallas sin sentido», a causas que aunque aparentemente defienden valores justos pueden convertirse en ideologías destructivas. Más bien, deben aprovechar sus dones y talentos y ponerlos al servicio de la evangelización «hasta los confines de la tierra», como hizo San Pablo, conocido como el «Apóstol de las gentes».

«Esta es la misión que el Señor confía a cada persona, y en particular a cada joven, y a la que debe dedicarse -explica Francisco- para «cambiar la vida». Y desde aquí la invitación a testimoniar que la comunión de la Iglesia supera toda soledad, que el amor y el respeto brotan de las relaciones humanas sanas, que hay que defender la justicia social, la verdad, los pobres, los vulnerables y la creación, y que por eso mismo «¡Cristo vive!».

Un mensaje de amor, de salvación y de esperanza, que debe transmitirse en las escuelas, en las universidades, en el mundo digital, en el trabajo y en todas partes.

Como recordaréis, las nuevas indicaciones para la Jornada Mundial de la Juventud, a partir del cambio de fecha -antes se celebraba el Domingo de Ramos sólo en Roma, cuando no había evento internacional- fueron difundidas por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida con el documento de las Orientaciones Pastorales, como ayuda para que la celebración diocesana fuera aún más fructífera para las comunidades locales y la pastoral juvenil.

La edición internacional de la JMJ se celebrará en Lisboa en 2023, y esta vez la referencia de levantarse es a la Virgen María, que «deprisa» corrió hacia su prima Isabel, como se cuenta en Lc 1,39 y pronunció su Magnificat.

Familia

¿Qué necesitas para no abortar?

Decenas de miles de mujeres optan por la vida cada año tras ser asesoradas por personas e instituciones, en las cercanías de centros abortistas o en tantos otros lugares, ayudadas por fundaciones de larga tradición.

Rafael Miner·2 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 9 minutos

Artículo en inglés.

Ante la iniciativa legislativa para blindar los centros abortistas y prohibir, incluso con penas de cárcel, la presencia de grupos de rescatadores en sus inmediaciones, nadie debería quedarse indiferente. Así escribía hace unos días en Omnes Javier Segura, delegado de enseñanza en la diócesis de Getafe y presidente de la asociación educativa ‘Ven y verás. Educación’, con el título A la cárcel por defender la vida.

Como es sabido, desde hace años, pequeños grupos, de modo desorganizado, pero constante, asesoran a mujeres que se acercan a algunos abortorios para terminar con su embarazo y eliminar al bebé que llevan dentro. La pregunta que hacen es ésta o una muy similar: “¿Qué necesitas para no abortar?

Así lo ha comentado a Omnes ayer mismo el doctor Jesús Poveda, impulsor de la Escuela de Rescates, que lleva los sábados de los últimos quince años en esta tarea de asesoramiento a mujeres embarazadas. “Aproximadamente el 10 por ciento de mujeres que asesoramos rechazan el aborto y optan por la vida”, responde a la pregunta de Omnes.

Además de su trabajo profesional, Jesús Poveda es vicepresidente de la Federación de Asociaciones por la Vida de España, y preside los grupos provida de Madrid, pero precisa que esta tarea de rescates de los sábados es “una iniciativa personal”, al margen de las asociaciones provida, cuya tarea es “asistencial, de formación, y denuncia de la ley vigente”. Aunque la ley Aido “tiene una parte buena”, recuerda. Y es la obligación de asesorar a la mujer y darles algunos días para ver alternativas, “cosa que no se cumple”.

¿Qué necesitas para no abortar? Es la misma pregunta que escuchó Michelle hace unos años, y decidió seguir adelante con su embarazo, tras hablar con miembros de Rescatadores Juan Pablo II, en la puerta de un centro de abortos. Marta Velarde, su presidenta, ha manifestado que en torno a “5.400 bebés han sido rescatados en estos nueve años”.

Pueden ver el testimonio de Michelle aquí.

Tuvo lugar el último domingo de junio en el décimo aniversario de la Plataforma Sí a la Vida, que preside Alicia Latorre, y que se celebró en el marco de la Carrera por la Vida que organizó la Asociación de Deportistas por la Vida y la Familia, presidida por Javier Fernández Jáuregui, en colaboración con Omnes y otras instituciones.

Libertad de expresión

La tarea de estos grupos de oración y pro-vida no ha pasado inadvertida, tanto en esferas políticas, civiles, como eclesiales. La iniciativa legislativa para penalizar a las personas que participan en estas tareas de asesoramiento está ahí. El pasado jueves, a preguntas de varios periodistas, el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello, recordó que estos grupos rezan por las madres, aborten o no, que ofrecen alternativas a la eliminación de la vida y que “si se reconoce el derecho al aborto también se ha de reconocer la libertad de expresión”.

Mons. Argüello, obispo auxiliar de Valladolid, añadió que “lo verdadero preocupante es que se considere progreso interrumpir el progreso de una vida humana” y recordó que estos grupos “rezan y ofrecen alternativas de ayuda para evitar la eliminación de una vida humana”. Además, se refirió a la “significativa experiencia de personas que cambian su decisión de abortar” gracias a la ayuda de estas personas y que salvan, de este modo, una vida que, como ha recordado “no es un tema de fe, sino de ciencia que nos dice que ahí hay un ser humano nuevo, con un ADN propio y con unas capacidades de desarrollarse que llegarán a formar a esa vida que ya es”.

En el ámbito civil, el Foro de la Familia ha publicado un informe en el que hace notar que “en la actualidad no existe una red pública de ayuda a la mujer embarazada en situación de vulnerabilidad, como tampoco está regulado el derecho de la mujer embarazada a ser informada en todo tipo de centros asistenciales y sanitarios de la existencia de esa red y de las ayudas y apoyos que tiene a su disposición”.

“Dichas medidas -las cuales viene proponiendo el Foro de la Familia desde hace años a todos los partidos políticos sin excepción- siguen sin ser asumidas y realizadas por parte de los distintos gobiernos”, añade el Foro. “Si lo mencionado en el párrafo anterior se estuviese llevando a cabo de forma eficaz por parte de las autoridades competentes, no tendrían razón de ser las concentraciones que tanto molestan, a la luz de la presente Proposición de Ley, a quienes se lucran a causa del drama del aborto, en connivencia con quienes, supuestamente abanderados de lo público, presentan iniciativas como la presente para beneficiar a empresas privadas. La presente PL consiste en una reforma del Código Penal de clara intencionalidad meramente política, ideológica y amedrentadora, muy defectuosa desde el punto de vista técnico jurídico y claramente inconstitucional”.

Ayudas (privadas) a la mujer embarazada

Por el contrario, fundaciones como RedMadre, Madrina, Vida, y otras, ayudan a la mujer embarazada de mil modos y maneras, de manera sistemática y desde hace años. Y también a las mujeres con niños muy pequeños que acaban de dar a luz.

En 2019, por ejemplo, más de 30.000 mujeres recurrieron a Fundación RedMadre (redmadre.es) “ante la falta de apoyo que sufre la maternidad en España”.

Concretamente fueron 31.849 mujeres en situación de vulnerabilidad a causa de su maternidad (6.151 más que en 2018), y lo hicieron a través de las 40 asociaciones RedMadre repartidas por todo el territorio nacional.

Cuando se pregunta a la fundación cómo llegaron estas mujeres a conocer la existencia de RedMadre, la respuesta es sencilla: “a través de Internet, de las redes sociales, Instagram, etc. Ahí están nuestros datos, y se ponen en contacto con nosotros”.

Fundación RedMadre, a través de su labor de acompañamiento y apoyo a la mujer embarazada y/o madre reciente, “detecta que muchas de las mujeres que se enfrentan a un embarazo imprevisto quieren seguir adelante, pero las dificultades para acceder al mercado laboral o para desarrollar su carrera profesional, la falta de apoyo emocional, así como la casi inexistencia de ayudas a la maternidad por parte de las Administraciones públicas les llevan a buscar ayuda en la sociedad civil a través de ONGs como RedMadre”. 

Desamparadas

“De hecho, cada año aumenta el número de mujeres menores de 30 años que nos piden apoyo. Mujeres que no han terminado sus estudios, no tienen pareja estable y la mayoría están desempleadas. Mujeres que se sienten desamparadas por las Administraciones públicas frente a su embarazo”, explica Amaya Azcona, directora general de Fundación RedMadre.

La fundación informa también de otro dato de interés: “el 89,23 % de las mujeres que se planteaban el aborto siguieron adelante con su embarazo al recibir ayuda del voluntariado de RedMadre”. Entre otros datos, la fundación informa que el 47,23 % eran españolas y el 73,57 % estaba en situación de desempleo. Además, el 5,55 % sufría maltrato físico o psicológico por parte de su pareja a causa del embarazo. Se derivaron 47 madres a hogares de acogida y 70 mujeres solicitaron ayuda por trauma post aborto.
 
“La labor de RedMadre se realiza gracias a su red de voluntariado. Se han impartido más de 50 cursos de formación que han alcanzado a 1.500 voluntarios de todas las edades y con un perfil muy diverso: profesionales de la medicina, abogacía, trabajo social, psicología, profesorado, amas de casa, estudiantes y jubilados”, añade Amaya Azcona.

De cada 10 que piden apoyo, 9 siguen adelante

El número de interrupciones voluntarias del embarazo (IVE), en terminología oficial, es decir, abortos, descendió un 10,97 % en 2020 respecto al año anterior, con un total de 88.269 abortos, según datos del Ministerio de Sanidad español. Se rompe así la tendencia de los cerca de cien mil abortos anuales en España en los últimos años, con un descenso en torno a un 11 por ciento. Sanidad ha atribuido este descenso a la “situación excepcional” causada por la pandemia y apunta que la caída se ha producido en todas las comunidades autónomas.

Con estos datos, Fundación RedMadre considera que se “pone de manifiesto que España necesita con carácter de urgencia una Ley de apoyo a la maternidad, que preste especial atención a la mujer embarazada con dificultades y que garantice que la mujer tenga toda la información y oportunidades a su alcance para optar en libertad también por la maternidad”.

Amaya Azcona, directora general, comenta que la experiencia de su fundación “es que de cada 10 mujeres que nos piden apoyo, 9 siguen adelante con su embarazo al recibir el acompañamiento que necesitan. Por ello creemos que tras la escandalosa cifra de casi 90.000 mujeres que han abortado, hay muchas de ellas que hubieran optado por la maternidad si hubiesen tenido acceso al apoyo y la ayuda que necesitaban”. 

Acusaciones…

En el contexto de iniciativas como la del Ministerio de Igualdad, que busca reformar la ley del aborto de modo que se termine con lo que la Administración actual considera obstáculos que dificultan el acceso al aborto en España, hace unos días, el pasado 28 de septiembre,una diputada por Más Madrid se refirió a la Fundación Madrina en el Ayuntamiento de Madrid, de modo despectivo, y aseguró: “como la Fundación Madrina…, que lo único que hacen es preparar una canastilla a la mujer embarazada, con unos biberones y unos pañales,… pensando que con eso va a sobrevivir (la madre) al día siguiente de haber parido”.

Poco después, Fundación Madrina, institución fundada y presidida por Conrado Giménez, que lleva 21 años defendiendo a la mujer y a la infancia más vulnerable, y que ha acogido en estos años a cerca de 2 millones de niños, madres y embarazadas adolescentes, “…víctimas de trata, violencia, prostitución, abuso o desigualdad social”, hacía pública una nota en la que señalaba:

“Lamentamos profundamente que se introduzca, de nuevo, en el debate político a instituciones que llevan décadas trabajando por la infancia y maternidad más vulnerable, para ocultar la grave realidad social que atravesamos y que padecen las familias más vulnerables especialmente con hijos a cargo. Por ello, invitamos a Dña. Carolina Pulido, y a toda la fuerza política que representa, a conocer mejor esta realidad social que sin duda desconoce, así como la obra social que realiza Fundación Madrina desde hace más de dos décadas, y que ahora detallamos. Obra social que ha sido visitada por todas las fuerzas políticas entre ellas Podemos, Ciudadanos y PSOE. Todos estos proyectos se han llevado a cabo con recursos propios, ya que no ha recibido del Ayuntamiento de Madrid, a fecha de hoy, ninguna ayuda como indicaba en su comparecencia”.

Numerosas ayudas

ecografía

Entre otros datos, antes de visualizar un elenco amplísimo de ayudas, la fundación que preside Conrado Giménez señala que “durante la pandemia no se ha hablado de niños, y es verdad que Fundación Madrina reparte canastillas, cerca de 15.000 se han repartido el año pasado durante la pandemia, entregándose en la propia casa de cada familia. El valor de cada una de ellas se cifra en 700 e, un importe que no está al alcance de una familia pobre. Porque a la fundación Madrina le importan los niños, quiere que estos no les cuesten a las madres, por ello reparte carros, pañales, enseres, ropa, zapatos, mantas, chándals, material escolar, … Todo aquello que la Administración no da”.

Madrina subraya que “es asesor en Naciones Unidas y en el Parlamento Europeo, luchando por los derechos de las familias monoparentales”; “presenta pisos y residencias tuteladas que acogen a madres y niños con discapacidad, y mujeres jóvenes madres, víctimas de violencia, abuso, violaciones, prostitución y trata de personas, la mayor parte de ellas abandonadas por la Administración y por la propia pareja; y también centros de formación, empleo y emprendimiento para dar empleo a familias vulnerables; posee un banco del bebé que alimenta a más de 4.000 familias diarias repartiendo más de 20 toneladas de alimentación e higiene infantil, y a cerca de 100 instituciones entre ellas, Servicios Sociales, Samur social, entre otros; la  entidad atiende y acoge cerca de 78 nacionalidades diferentes, siendo un 50 % de las mujeres que acoge españolas y el resto inmigrantes, asiladas y refugiadas”.

Niños y madres necesitados

Por otra parte, “la fundación provee de alimentos e higiene infantil a las llamadas “colas del hambre”, miles de familias y niños, derivadas todas ellas desde Servicios Sociales, Centros de Salud, Hospitales, y entidades como Cáritas, Cruz Roja, Médicos de Mundo, CEAR, entre otras 100 instituciones a las que provee semanalmente de alimentación e higiene de bebé, entre ellas, entidades de origen republicano y de colectivos LGTBI. La fundación solo ve niños y madres necesitados”.

“Madrina da acogida igualmente en residencias y pisos de acogida a más de 30 mujeres y niños, y ha provisto de vivienda en el entorno rural, los llamados pueblos madrina, a más de 300 familias y cerca de 1000 niños, todas ellas víctimas de desahucios, muchos de ellos parados por la fundación. Sin embargo, la entidad todavía presenta una lista de espera de más de 800 familias vulnerables en riesgo de calle, y que han sido condenadas a comer en las “colas del hambre” que atiende la entidad.

Otro servicio destacado de Madrina es el “call center 24 h.” que atiende la fundación y fue el único teléfono operativo durante la pandemia, ya que estuvieron bloqueados todos los teléfonos administrativos como el 016, 010 y el 012. En este teléfono de la entidad, se han atendido cerca de 350.000 llamadas de emergencias, tanto sanitarias como alimentarias y de alojamiento, llegando a atenderse en horas punta hasta 15 llamadas al minuto.

Finalmente, la fundación ha permanecido abierta 24 horas durante la pandemia del 2020, añaden sus responsables. “Reconocemos a cerca de 2.000 voluntarios que han entregado sus mejores deseos para dar vida y ayudar” a madres con sus hijos y familias que han recurrido a Fundación Madrina, proporcionando alimento, acompañamiento, transporte, alojamiento y asistencia sanitaria”.

Se ha quedado fuera las objeciones de conciencia, tanto a la ley del aborto como a la de la eutanasia, que están siendo objeto de atención informativa en este portal. En el número de octubre de la revista Omnes tienen un análisis sobre la cuestión. Tan solo un hecho reciente. Las declaraciones de la delegada del gobierno para la Violencia de Género, Victoria Rosell, en una entrevista que algunos medios han titulado así: “El derecho al aborto no puede ceder ante el derecho a objetar”. Más que un síntoma.

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Cultura

Reliquias de Nuestro Señor: el mantel de la Última Cena

El mantel que se conserva en la localidad de Coria siempre ha despertado gran devoción e interés religioso.

Alejandro Vázquez-Dodero·1 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

El mantel de la Última Cena es una reliquia que, según la tradición, cubrió la mesa en la que tuvo lugar la Última Cena de Nuestro Señor y los apóstoles. Momento en el que Cristo instauró el sacramento de la Eucaristía.

A fecha de hoy, y desde finales del siglo XIV, se encuentra en la catedral de Santa María de la Asunción, Coria, provincia de Extremadura, España.

Dada la devoción e interés religioso que siempre ha despertado el mantel, hubo que hacer reformas en la catedral para colocar la reliquia en un lugar visible y que así los fieles pudieran contemplarlo cómodamente y colaborar de ese modo a su piedad.

Hasta principios del siglo XV no contamos con referencia documental alguna, cuando Benedicto XIII –el Papa Luna– otorgó una bula en virtud de la cual se reconocía su autenticidad y se permitía el culto cada 3 de mayo. Tal día el mantel se colgaba del balcón de la catedral para su veneración.

Era tal la devoción que despertaba la reliquia, que durante siglos hubo cantidades ingentes de procesiones para pedir al Señor el fin de plagas, sequías, inundaciones u otros desastres naturales o intenciones. El mantel era exhibido en determinadas celebraciones para veneración del público a lo largo del año litúrgico.

Ese privilegio fue suprimido a finales del siglo XVIII al considerar que se estaban produciendo ciertos abusos por parte de quienes veneraban la reliquia. De hecho, se llevaban pedazos del mantel y lo desmejoraban ostensiblemente. Se decidió retirarlo de la balconada y colocarlo en una urna, donde hoy permanece.

Tal decisión conllevó que la reliquia se olvidara, y ha sido recientemente cuando se ha decidido relanzar la devoción popular al mantel de la Última Cena.

Relación del mantel con la sábana santa de Turín 

Los estudiosos de ambas reliquias, el mantel de la Última Cena y la sábana santa de Turín –a la que nos referimos en el fascículo anterior– han adivinado una serie de coincidencias que llevan a pensar que ambas telas bien pudieran coincidir como manteles de la mesa donde tuvo lugar la santa cena de Jesús con los apóstoles.

Entre otras coincidencias cabe resaltar el hilo que conforma la trama de tela del mantel, que aparece torsionado en “Z”, lo cual coincide con la sábana santa.

Las medidas del mantel –de largo 4.32 m, de ancho 0.90 m– casi coinciden con las de la sábana santa –de largo 4.40 m, de ancho 1.10 m–.

Las bandas del mantel están adornadas con unas cintas de tintura azul que, según los investigadores, son de indigo natural, un colorante de uso común en la antigüedad introducido en Europa en el siglo XVI, dos siglos después de que fuera descubierta la reliquia de Coria. También hay quien afirma que esa reliquia es el mantel que Leonardo Da Vinci inmortalizó en su obra “La última Cena”, ya que en ambos casos consta esa decoración con bandas azules.

Sabemos que, en las grandes celebraciones –y la Pascua lo era– los judíos usaban dos manteles, uno sobre el que se colocaban los alimentos y otro para protegerlos. Nuestro Señor fue enterrado rápidamente, pues, como se concluye de la lectura del santo Evangelio, en tres horas José de Arimatea debía reclamar el cuerpo difunto a Pilatos, para obtener el permiso para enterrarlo, trasladarlo al sepulcro, amortajarlo y sellar la tumba. ¿Por qué no iba a tomar un mantel ante ese panorama tan acuciante? Mantel que, por otra parte, tendría bien a mano. El Señor murió en torno a las tres y debía ser enterrado antes de las seis del mismo día, porque en ese momento empezaba el Sabbath, día festivo para los judíos durante el dual no podía realizarse ninguna labor física.

Dios está en cada Paso

1 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

“Dios no existe en El Paso”. El titular sobreimpresionado encima de la imagen de una enorme lengua de lava incandescente engullendo una casa en la localidad palmera de El Paso consiguió su objetivo y casi triplicaba los “me gustas” de los posts inmediatamente anteriores y posteriores publicados en la cuenta de Instagram de un diario nacional español.

Leyendo detenidamente la noticia, descubrimos que la frase seleccionada para ilustrar la fotografía la pronuncia Rosa, una vecina de El Paso, tras recordar que la erupción volcánica sucede a tan solo un mes de haber sufrido un incendio que provocó también la evacuación de varios vecinos por el riesgo de que el fuego alcanzara sus casas.

La frase de Rosa es la síntesis de la gran pregunta del hombre sobre Dios. ¿Quién no se ha preguntado estos días dónde está Dios mientras contemplaba la huida de las familias, el miedo en las caras de los vecinos, la angustia de quien ha perdido su medio de vida, su negocio, su ilusión? Todos tenemos derecho, Dios nos lo ha dado, de cuestionarnos el porqué, de mostrar nuestras dudas sobre su existencia o sobre su bondad ante situaciones como estas. Hay una rebeldía innata contra la injusticia, contra el mal. ¿Por qué yo? ¿Por qué a mí?

En este primero de octubre, en el que celebramos la fiesta de Santa Teresa de Lisieux, me viene a la memoria un fragmento de Historia de un alma en el que esta carmelita doctora de la Iglesia narraba una peregrinación que realizó siendo una niña a Roma. A su paso por Nápoles, describe precisamente los “cañonazos” y la “espesa columna de humo” del Vesubio y el poder de Dios que ella veía en su manifestación. Coincidencia volcánica aparte, la santa, cuya delicada salud le hizo sufrir horriblemente hasta su muerte a los 24 años recordaba aquel viaje que hizo junto a un grupo de personas muy distinguidas, alojándose en hoteles principescos, y reflexionaba acerca de cómo lo material no es garantía de felicidad, pues «la alegría no se halla en las cosas que nos rodean, sino en lo más íntimo de nuestra alma (…). La prueba está en que yo soy más feliz en el Carmelo, aun en medio de mis sufrimientos interiores y exteriores, que entonces en el mundo, rodeada de las comodidades de la vida».

Entonces, ¿se puede perder una casa y seguir siendo feliz? ¿Se puede perder la salud o esperar la muerte y seguir siendo feliz? ¿se puede sufrir y decir que Dios existe y nos ama?

Hay un cuentecillo muy conocido que narra la historia de un hombre que, al final de sus días, caminaba por la playa en compañía de Jesús repasando con él toda su vida. Mirando hacia atrás contemplaba los dos pares de huellas sobre la arena, pero, en algunos momentos, las huellas eran solo las de una persona. El hombre recriminó al Señor: mira, en los momentos más difíciles de mi vida, cuando perdí el trabajo, cuando tuve aquel accidente, cuando murió mi hija… En los momentos en que más te necesitaba, me dejaste solo. El Señor, sonriendo, le echó su brazo sobre el hombro, le señaló aquellas huellas lejanas y le explicó: fíjate bien. En esos momentos difíciles, las huellas que desaparecen no son las mías, son las tuyas. Y es que, cuando tú no podías con tu vida, era yo quien te tomaba sobre mis hombros y seguía caminando por ti.

Este es el escandaloso misterio de un Dios que se ha encarnado y que ha sufrido con sus criaturas hasta llegar a exclamar: “¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?”. ¿No es esa, en definitiva, la frase de Rosa sobre la imagen de la casa tragada por el magma? La fe nos muestra hoy, sobre las cenizas de La Palma, solo un par de huellas. Son las huellas de Jesús que toma a Rosa y a tantos otros sobre sus hombros para ayudarles a caminar, paso a paso, en todos los Pasos de nuestro tiempo.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Evangelización

Abigail Marsh: «Ayudar a otros es esencial para experimentar una felicidad verdadera»

Entrevistamos para la serie Sostenibilidad 5G a Abigail Marsh, experta en psicología social y neurociencia afectiva, sobre la generosidad y la disposición a ayudar a los demás presentes en la sociedad actual.

Diego Zalbidea·1 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

Entrevistamos a Abigail Marsh, profesora Titular en el Departamento de Psicología y en el Programa interdisciplinar de Neurociencia de la Universidad de Georgetown. También es Doctora en Psicología Social por la Universidad de Harvard en 2004, y realizó una investigación post-doctoral en el National Institute of Mental Health hasta 2008.

Actualmente dirige el Laboratorio de Neurociencia social y afectiva. Le interesan cuestiones tan variadas como las siguientes: ¿Cómo entiende la gente lo que piensan y sienten los demás? ¿Qué hace que decidamos ayudar a otras personas? ¿Qué nos impide hacerles daño? Aborda estas preguntas utilizando múltiples enfoques que incluyen, entre otras técnicas, imágenes cerebrales funcionales y estructurales.

Su investigación ha sido financiada por varios Institutos Nacionales de Salud, la National Science Foundation, y la Fundación John Templeton. Ha recibido algunos premios como el Wyatt Memorial Award concedido por el National Institute of Mental Health y el Cozzarelli Prize a la excelencia científica y originalidad concedido por la National Academy of Sciences.

Además, pertenece a los consejos asesores de la National Kidney Donation Organization y de 1DaySooner, y es confundadora de Psychopathy Is, una organización dedicada a desmentir los mitos asociados a esta enfermedad y dotar a la sociedad de una información certera, que incluya también los síntomas y los primeros indicios. 

Ha publicado un libro sobre el miedo y su universalidad, titulado The Fear Factor

¿Qué es lo que hace que algunas personas sean más generosas que otras?

Hay muchas razones, que van desde lo cultural a lo circunstancial; de la personalidad a las experiencias vividas; del conocimiento a razones biológicas. Estas causas no son siempre fáciles de separar. La mayoría de la gente es generosa cuando cae en la cuenta de que alguien necesita cierta ayuda que ellos son capaces de prestar, y a la vez perciben a esa persona como merecedora de ese favor. Por eso, la mayoría de la gente ayuda a los amigos cercanos y a la familia, cuando pueden, pero están menos inclinados a hacerlo cuando se trata de personas más lejanas. La gente extremadamente generosa es inusitadamente generosa con cualquiera por dos razones.

A veces es porque son más sensibles que la media a las necesidades de los demás; es decir, que son realmente capaces de darse cuenta de que alguien está en apuros. Tienen una gran capacidad de empatía. Otras veces es porque perciben que todas las personas son dignas de ayuda. Se podría decir que tienen una gran humildad y una perspectiva universal. Los donantes de riñón altruistas que he estudiado parece que tienen ambos rasgos. Entre los factores culturales que estimulan la generosidad se encuentra un nivel alto de bienestar subjetivo. La gente que está prosperando parece que es más generosa. 

–¿Ha descubierto alguna relación entre la gratitud y la generosidad?

Sí, están unidas a través de la humildad. La gratitud es un magnífico modo de inculcar un gran sentido de humildad, porque te ayuda a reconocer todos los talentos y la bondad de los demás, que tienen que ver tanto con nuestra propia fortuna. La humildad es el rasgo de la personalidad que hemos encontrado más asociado con la generosidad. 

–¿Piensa que la gente es más generosa ahora que en el pasado?

Así lo creo. Esto ocurre en gran parte porque parece que cuando la gente prospera tiende a ser más generosa, y con el tiempo más y más gente se encuentra en niveles altos de bienestar en todo el mundo. Yo también pienso que con respecto al pasado, ahora la gente suele tener un círculo mayor de personas a las que considera merecedoras de su ayuda. Antes la gente solía contar con círculos más estrechos de compasión. 

«Ahora la gente suele tener un círculo mayor de personas a las que se considera merecedoras de su ayuda»

Abigail MarshExperta en Psicología Social y Neurociencia afectiva

–¿Existe mucha investigación sobre la generosidad?

Hay probablemente mucha más de la que uno podría reconocer, aunque no se agrupe siempre bajo la palabra “generosidad”. Mucha investigación sobre la generosidad usa términos como pro-socialidad, altruismo, compasión, filantropía, e incluso, cooperación. Todos estos temas apuntan a la misma cuestión del comportamiento que es la posibilidad de ayudar a otros. Haciendo una búsqueda transversal de estos términos, encontré 45.000 artículos con al menos uno de ellos en el título publicados sólo en el espacio de los últimos diez años.

–La generosidad, ¿puede crecer en la edad adulta, o tiende a estancarse?

De hecho, tiende a seguir creciendo a lo largo de la edad adulta. Los adultos de edad mediana tienden a ser más generosos que los adultos jóvenes por una serie de razones. Tienden a tener grados más elevados de humildad y, a menudo, están en una situación en la vida en la que han alcanzado muchos de sus objetivos personales, lo que hace que tiendan a volver la mirada hacia su comunidad. Está claro, igualmente, que la generosidad engendra generosidad. Cuando la gente comprueba la alegría de dar, esto suele estimularle a repetir dicha experiencia.

La mayoría de los donantes altruistas de riñón con los que trabajo, por ejemplo, en el pasado han sido donantes de sangre o de médula. Lo consideran como una experiencia tan gratificante que reduce la barrera de cara a prestar ayuda en el futuro. 

–¿Cuál es el perfil de la gente más generosa?

Una característica importante es que son humildes. Tienden a no verse a sí mismos como más importantes que nadie. Esto es diferente de la falsa modestia o la baja autoestima. Significa que no piensan en sí mismos como alguien básicamente especial o más importante que nadie. También son muy sensibles al sufrimiento de otros —cuando los otros están tristes o asustados, son buenos interpretándolo y reaccionando. Pero no reaccionan ante el sufrimiento ajeno con pánico. Se centran en las necesidades de la otra persona más que en sus propios sentimientos.

Esto los hace muy capaces de superar su propio miedo cuando los otros están en una situación de necesidad. ¡Esto no es porque carezcan de miedo! Pienso que es un gran error hablar aquí de héroes y altruistas. Generalmente no lo son. Pero consiguen eficazmente centrarse en las necesidades de los demás y dejar de lado sus miedos cuando surge la necesidad. 

–¿Cómo puedo saber si soy generoso?

El mejor modo de descubrirlo es preguntar a la gente que te conoce bien. Dicho esto, ¡mi experiencia es que la gente que se molesta en hacerse esta pregunta tiende a ser generosa! La gente que no es generosa no se preocupa de si lo es o no.

–La generosidad, ¿depende de la posición financiera de la gente?

Ciertamente no. ¡Hay muchas maneras de ser generoso! Ayudar a otros que lo necesitan dándoles orientaciones, monedas sueltas, ánimo, o incluso un elogio. Todas ellas son formas diversas de generosidad. Dar a alguien el propio tiempo es una de las cosas más generosas que puede hacer una persona. En general, sucede que, cuando la gente siente que está mejorando su situación, es más probable que obre generosamente.

Creo que es importante enfatizar esto, porque el estereotipo de que la gente que hace las cosas bien se vuelve mezquina y egoísta, en realidad no es cierto. Sería terrible si lo fuese, porque significaría que tendríamos que elegir entre hacer las cosas bien y hacer el bien a los demás. De todas maneras, éste es sólo uno de los muchos, muchos factores que promueven la generosidad. Gente generosa puede haberla, y a menudo la hay, de todo el espectro financiero.

–¿Tiene un límite la generosidad?

Uno de los asuntos más difíciles cuando hablamos de generosidad aparece cuando nos encontramos ante recursos limitados. Por ejemplo, la mayoría de la gente no tiene tiempo o dinero ilimitado. Esto significa que cada hora o dólar empleado en ayudar a una persona, no puede ser empleado en ayudar a otra. Todos tenemos obligaciones respecto a nuestras propias familias y amigos (¡y respecto a nosotros!) que, necesariamente, limitan los recursos que podemos emplear en aquellos que se hallan más distantes de nosotros.

–¿Por qué la generosidad hace feliz a la gente?

Hay muchas razones. Una es que estamos configurados para experimentar la alegría vicaria. Cuando transmitimos alegría o alivio a los demás, no podemos sino experimentar la alegría vicariamente. Otra razón es que nos hace sentirnos más conectados con los otros para ayudarles, y hay pocas experiencias más gratificantes que sentirse conectado con otros. Ayudar a otros, además, confiere a mucha gente una sensación de propósito y de sentido que es esencial para experimentar una felicidad profunda y duradera.

España

La Iglesia española: solidaridad y acción frente al volcán de Palma

El secretario general de la CEE, Mons. Argüello ha expresado, en nombre de todos los obispos españoles su solidaridad con los habitantes de Palma, isla que en los últimos días, vive con preocupación e incertidumbre la erupción de uno de sus volcanes.

Maria José Atienza·30 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Secretario General y portavoz de la CEE, Mons. Luis Argüello, se ha detenido, especialmente, en los difíciles momentos que atraviesa la población de la isla de la Palma que, desde el día 19 de septiembre, se ha visto asolada por la erupción del volcán de cumbre vieja.

Además del apoyo expresado en la Nota final que han realizado los obispos de la Comisión Permanente, Mons. Arguello ha afirmado que este tipo de acontecimientos «nos convoca a una humildad existencial ante la fuerza de la naturaleza» y a centrarnos en el «cuidado de lo esencia. Hechos así nos hacen ver lo ridículas que son nuestras disputas» y ha querido lanzar un mensaje de esperanza recordando que «estos acontecimientos nos hacen reconocer nuestra fragilidad y también nos hacen caer en la cuenta de lo que podemos construir juntos».

La cruz que vimos derrumbarse adquiere un significado singular

El portavoz de los obispos ha calificado de «misterio» la realidad de «este volcán que genera y destruye; que es el origen de esas islas y que, al mismo tiempo, está causando tanto dolor. Esa cruz que vimos derrumbarse cuando caía el templo entero de un barrio adquiere un significado singular porque la luz del misterio pascual que une la muerte y la vida aparece como una humilde propuesta de sentido y trabajo solidario que en la iglesia queremos vivir y ofrecer».

Asimismo, en la rueda de prensa se han compartido unas notas sobre la labor que Cáritas diocesana de Tenerife, está realizando, desde el día de la erupción, con el fin de paliar las terribles consecuencias que esta erupción está teniendo para cientos de familias.

Concretamente, los principales problemas que se están viviendo y que afectan a la pérdida de la vivienda de muchas familias. Además de la oferta de acogida de particulares, Cáritas ha ayudado a habilitar espacios parroquiales para acoger a personas evacuadas. El propio Obispado ha puesto a disposición dos viviendas para esta acogida y siguen recibiendo llamadas de particulares dispuestos a ceder viviendas para estas personas.

La solidaridad también se ha notado en la llegada de ropa y suministros básicos, así como en la recaudación de más de 350.000€ para ayudar en esta dramática situación.

España

Mons. Argüello: «¿Cómo no considerar especie protegida la vida humana?»

El Secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española se ha referido a la iniciativa legislativa puesta en marcha para prohibir la presencia de grupos de oración y pro-vida cerca de las clínicas abortistas recordando que estos grupos rezan por las madres, aborten o no, y ofrecen alternativas a la eliminación de la vida y que "si se reconoce el derecho al aborto también se ha de reconocer la libertad de expresión".

Maria José Atienza·30 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 7 minutos

Mons. Luis Argüello ha respondido a las preguntas sobre la opinión de la Iglesia acerca de la iniciativa que pretende penar la presencia de grupos de rescatadores en los alrededores de las clínicas donde se practican abortos. Ha sido durante la rueda de prensa en la que se ha informado de los trabajos de la Comisión Permanente que se ha reunido en Madrid los días 28 y 29 de septiembre.

Argüello ha destacado que «lo verdadero preocupante es que se consideres progreso el interrumpir el progreso de una vida humana» y ha recordado que estos grupos «rezar y ofrecen alternativas de ayuda para evitar la eliminación de una vida humana». Asimismo se ha referido a la «significativa experiencia de personas que cambian su decisión de abortar» gracias a la ayuda de estas personas y que salvan, de este modo, una vida que, como ha recordado «no es un tema de fe, sino de ciencia que nos dice que ahí hay un ser humano nuevo, con un ADN propio y con unas capacidades de desarrollarse que llegarán a formar a esa vida que ya es».

«¿Cómo no considerar especie protegida la vida humana?» se ha preguntado el Secretario General de los obispos españoles que ha querido poner el acento en la paradoja de considerar progresista salvar «el lobo o los huevos de una cigüeña» y no proteger, con el mismo respeto, la vida humana.

Pasos positivos en la prevención de abusos en la Iglesia

Otro de los temas de los que el portavoz de la Conferencia Episcopal Española ha hablado en esta Rueda de prensa ha sido la reunión mantenida en la sede de la CEE con los responsables de las Oficinas de Prevención de Abusos en las distintas diócesis. Argüello se ha mostrado muy satisfecho con el progreso y el trabajo que estas oficinas están realizando en las distintas diócesis españolas.

Asimismo, ha vuelto a recordar que las denuncias son mínimas; si bien «en algunas de las oficinas se han recibido noticias de hechos pasados. Personas que querían, sobre todo, ser escuchados e incidir en la necesidad de caminos de prevención y formación en la Iglesia» para evitar la repetición de sucesos similares. Además ha manifestado que algunas de estas oficinas han recibido a personas «que no tienen que ver con abusos cometidos por eclesiásticos sino en otros ámbitos. La Iglesia renueva su compromiso de querer responder de sus propios hechos, disponerse para el futuro y ofrecer su experiencia  para ofrecer el servicio al resto de la sociedad y poder juntos avanzar en la eliminación de esta lacra».  

Argüello se ha referido a la posible creación de un servicio de apoyo a las oficinas diocesanas desde la Conferencia Episcopal. En este sentido, ha destacado que las necesidades planteadas por las oficinas diocesanas se centran, sobre todo, en la «formación, la atención a las víctimas y también en algunos aspectos jurídicos». Asimismo ha destacado su deseo de «ayudar a la coordinación de las oficinas diocesanas con las congregaciones religiosas y colaborar con fundaciones y asociaciones que se mueven en este ámbito».

La Religión en la LOMLOE

La posición de la asignatura de Religión en el nuevo currículo escolar ha sido otro de los temas abordados por los periodistas, tras la reunión mantenida por la nueva Ministra de Educación y representantes de la Conferencia Episcopal Española.

En este sentido, Argüello ha reafirmado la voluntad de diálogo de la Iglesia con respecto a la situación, no sólo de la asignatura de Religión en el currículo, sino la concepción antropológica que subyace en toda ley educativa. En este sentido ha recordado que «es muy difícil educar si no se parte de una concepción de la persona, de lo que es y de lo que está llamado a ser. Evidentemente en la sociedad actual hay una pluralidad de concepciones antropológicas» y lo que piden, desde la Iglesia y multitud de sectores educativos es  «la libertad de los padres para que la enseñanza antropológica moral y religiosa que se dé a sus hijos sea conforme a sus propios principios» 


Nota de Prensa de la Comisión Permanente

Solidaridad en el dolor con los habitantes de La Palma. Nota

Los Obispos reunidos en la Comisión Permanente de la CEE queremos expresar nuestra cercanía a los habitantes de La Palma y a todos los canarios. De manera especial, manifestamos nuestra solidaridad en el dolor con las numerosas personas que han perdido techo, tierra y trabajo.

Deseamos también instar y apoyar todas las iniciativas de las autoridades locales, autonómicas y estatales en orden a la reconstrucción de todo lo que está siendo destruido por la erupción volcánica.

La Iglesia española, unida más que nunca a la diócesis nivariense, está ya ofreciendo a través de Cáritas ayuda personal y material y quiere manifestar su compromiso de seguir haciéndolo en los próximos meses.

Muchas familias han perdido gran parte de bienes que les vinculaban a su historia personal y local, viven en una angustiosa incertidumbre sobre su futuro y pisan “tierras movedizas” en el presente. La comunidad cristiana puede y quiere ofrecer el vínculo de la fe compartida, la esperanza que alienta a recomenzar y caminar de nuevo y la ayuda fraterna para sostener, consolar y acompañar en este momento dramático para tantos palmeros. Pedimos a la Virgen de las Nieves y al arcángel San Miguel, patrono de La Palma que protejan e intercedan por todos los habitantes de esta querida isla canaria.

Información sobre el proceso sinodal

Uno de los temas que se han tratado en la reunión de la Permanente ha sido la puesta en marcha en la Iglesia en España del proceso sinodal que concluirá con la próxima Asamblea del Sínodo de los Obispos y que tiene como tema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”. Esta Asamblea sinodal tendrá lugar en Roma en octubre de 2023, pero el papa Francisco ha propuesto trabajar hasta esa fecha con dos fases previas: una en las diócesis y otra a nivel continental.

La Fase diocesana dará comienzo en cada diócesis el fin de semana del 16 y 17 de octubre de 2021, una semana después de la apertura en Roma de este camino sinodal, a cargo del Santo Padre.

La Conferencia Episcopal Española servirá a este proceso en las diócesis con la creación de un equipo sinodal, que el pasado 16 de septiembre mantuvo ya su primer encuentro. El arzobispo emérito de Zaragoza, Mons. Vicente Jiménez Zamora, ha recibido el encargo de coordinar los trabajos de este equipo que apoyará a las diócesis españolas en esta primera fase.

Mons. Jiménez Zamora ha trasladado a la Permanente la importancia de llegar con este proceso a escuchar a todos los que forman la Iglesia, en cualquier lugar y condición que se encuentren. Asimismo, ha constatado el empuje que está teniendo lugar en las diócesis, el deseo de implicarse y de hacer llegar el Sínodo a cada parroquia, a cada comunidad en este tiempo previsto por el papa Francisco para dar voz y escuchar a todo el Pueblo de Dios.

Reunión de las Oficinas de protección de menores y prevención de abusos

El secretario general de la CEE, Mons. Luis Argüello, ha informado de la primera reunión de las Oficinas diocesanas o provinciales de protección de menores y prevención de abusos, que se celebró en Madrid el pasado 15 de septiembre. Este encuentro, de carácter técnico, ha tenido lugar tras la creación, en la Plenaria de abril, de un servicio de asesoramiento en la CEE para estas oficinas. 

La reunión se celebró en un ambiente eclesial profundo, de comunión, participación y misión. Se vislumbró la necesidad cada vez más amplia de acoger a todo tipo de personas que solicitan ayuda por abusos que han tenido lugar en otros ámbitos.

La Comisión Permanente ha estudiado la formación de un equipo de personas en la Conferencia que pueda ayudar y prestar los servicios que se demanden por parte de las oficinas diocesanas.

Celebración del Encuentro Mundial de las Familias, en el marco del año de la familia

Mons. Carlos Escribano ha informado sobre el desarrollo del año “Familia Amoris Laetitia”, convocado por el Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida a iniciativa del papa Francisco.

Este año que la Iglesia decida de manera especial a las familias se abrió el pasado 19 de marzo y se cerrará en Roma con el Encuentro Mundial de las Familias (22-26 de junio de 2022) que se centrará en el tema, “El amor familiar: vocación y camino de santidad”. A la vista de las dificultades para llegar a Roma y poder participar en este encuentro, se ha acogido la invitación de la Santa Sede para celebrar este Encuentro también en cada diócesis y con la posibilidad de organizar un Encuentro de ámbito nacional.

La CEE se suma a esta celebración y ha programado una semana del matrimonio que tendrá lugar a mediados de febrero de 2022. Además, la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la vida edita cada mes unos materiales para vivir esta propuesta del papa Francisco en Familia.

Por otra parte, Mons. Escribano ha presentado también un borrador del documento “Orientaciones para la pastoral de las personas mayores en el contexto actual”. Tras su estudio por la Comisión Permanente, el texto pasará a la Plenaria de noviembre.

En la redacción de este documento, según se acordó en la Plenaria de abril, trabaja un equipo coordinado por la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la vida. Forman parte, la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social; el departamento de Pastoral de la salud; CONFER; Fundación LARES; y el movimiento Vida Ascendente.

Puesta en marcha de la Oficina de proyectos y estudios

El obispo de Ávila, Mons. José María Gil Tamayo, ha presentado un proyecto para la puesta en marcha de un Comité de Estudios y Proyectos de la CEE. La creación de este Comité es una de las actividades previstas en el plan de acción de las orientaciones pastorales “Fieles al envío misionero”, presentado recientemente, que se aprobó en la Plenaria de abril de 2021.

La propuesta presentada, tras ser enriquecida en el diálogo de la Permanente, se presentará en la Plenaria de noviembre.

Otras informaciones

Los obispos españoles peregrinarán a Santiago de Compostela el próximo 19 de noviembre, último día de la Asamblea Plenaria, con motivo del Año Jubilar Compostelano.

También han conocido los miembros de la Permanente los preparativos de la Visita Ad Limina Apostolorum del episcopado español. En esta ocasión se hará en cuatro grupos, entre diciembre de 2021 y enero de 2022, distribuidos por provincias eclesiásticas.

Además, la Comisión Permanente ha revisado, antes de su paso a la Plenaria, las modificaciones de los reglamentos de la Conferencia Episcopal Española.

En el capítulo económico, se ha dado el visto bueno, también para su aprobación en la Plenaria, a la propuesta de constitución y distribución del Fondo Común Interdiocesano para el año 2022 y a los presupuestos para el año 2022 de la Conferencia Episcopal Española y de los organismos que de ella dependen.

La Comisión Permanente ha aprobado el temario de la próxima Asamblea Plenaria que tendrá lugar del 15 al 19 de noviembre. También han dialogado sobre diversos asuntos de seguimiento y han recibido información sobre el estado actual de Ábside (TRECE y COPE).

Nombramientos

La Comisión Permanente ha realizado los siguientes nombramientos:

  • Francisco Romero Galván, sacerdote de la archidiócesis de Mérida-Badajoz, como director del secretariado de la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado.
  • Francisco Juan Martínez Rojas, sacerdote de la diócesis de Jaén, presidente de la Asociación de Archiveros de la Iglesia en España.
  • María Dolores Megina Navarro, laica de la diócesis de Jaén, como presidenta general de la “Hermandad Obrera de Acción Católica” (HOAC).
  • Juan Antonio de la Purificación Muñoz, laico de la archidiócesis de Madrid, como presidente de la Asociación “PROMOCIÓN EKUMENE” de la Obra Misionera Ekumene.
  • Rosario del Carmen Cases Aldeguer, laica de la diócesis de Albacete, reelegida presidenta de la “Asociación OBRA MISIONERA EKUMENE”.

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Ecología integral

Construir en común

El reciente inicio de un nuevo curso nos presenta una ocasión para afrontar nuevos retos, para construir en común mirando más allá de los propios intereses ideológicos, políticos o pastorales.

Jaime Gutiérrez Villanueva·30 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Hemos comenzado un nuevo curso. Momento de afrontar nuevos retos, de programar y organizar. Ocasión privilegiada para construir en común mirando más allá de los propios intereses ideológicos, políticos o pastorales. El auténtico diálogo, nos recuerda el Papa Francisco en la Fratelli Tutti,  supone la capacidad de respetar el punto de vista del otro aceptando la posibilidad de que encierre convicciones o intereses legítimos. Desde su identidad, el otro tiene algo para aportar, y es deseable que profundice y exponga su propia posición para que el debate sea más completo todavía.

Es cierto que cuando una persona o un grupo es coherente con lo que piensa, desarrolla un pensamiento y unas convicciones y eso de un modo o de otro beneficia a la sociedad. Pero esto sólo ocurre realmente en la medida en que se realiza en diálogo y apertura a los otros, desarrollando la capacidad de comprender lo que el otro dice y hace, aunque no pueda asumirlo como una convicción propia. Las diferencias son creativas, crean tensión y en la resolución de una tensión está el progreso de todos, trabajando y luchando juntos.

En este mundo globalizado, los medios de comunicación pueden ayudar a que nos sintamos más cercanos los unos de los otros, a que percibamos un renovado sentido de unidad de la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso serio por una vida más digna para todos. Internet puede ofrecer mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos; y esto es algo bueno, es un don de Dios. Pero es necesario verificar constantemente que las actuales formas de comunicación nos orienten efectivamente al encuentro generoso, a la búsqueda sincera de la verdad íntegra, al servicio, a la cercanía con los últimos, a la tarea de construir el bien común. 

El Papa Francisco nos recuerda constantemente que la vida es el arte del encuentro, aunque haya tanto desencuentro por la vida. Nos invita de forma reiterada a desarrollar una cultura del encuentro, que vaya más allá de las dialécticas que enfrentan. Es un estilo de vida tendente a conformar ese poliedro que tiene muchas facetas, muchísimos lados, pero todos formando una unidad cargada de matices, ya que el todo es superior a la parte.

El poliedro representa una sociedad o una comunidad donde las diferencias conviven complementándose, enriqueciéndose e iluminándose recíprocamente, aunque esto implique discusiones y tensiones. Porque de todos se puede aprender algo, nadie es inservible, nadie es prescindible. Esto implica incluir a las periferias. Quien está en ellas tiene otro punto de vista, ve aspectos de la realidad que no se reconocen desde los centros de poder donde se toman las decisiones.Un nuevo curso para crecer en la cultura del encuentro con el que piensa diferente y con el que estoy llamado a construir en común. Hermoso reto pastoral y político.

Vaticano

El Papa Francisco: «A ti Señor la gloria, a nosotros la vergüenza»

Rome Reports·30 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El Papa se mostró especialmente entristecido al conocer el informe sobre abusos en la Iglesia católica en Francia en los últimos 70 años. Francisco ha pedido perdón a las víctimas y ha rogado a Dios el fin de estas conductas.


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Vaticano

«La luz de la fe nos hace ver la misericordia de Dios»

El Santo Padre ha centrado la catequesis de la audiencia de este miércoles en la doctrina de la "justificación", de la que habla san Pablo en la Carta a los Gálatas, recordando que la justificación viene de la fe en Cristo.

David Fernández Alonso·29 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco ha reflexionado en la catequesis de este miércoles 29 de septiembre sobre el concepto de la justificación. «En nuestro recorrido para comprender mejor la enseñanza de San Pablo, nos encontramos hoy con un tema difícil pero importante, el de la justificación. Se ha discutido mucho sobre este argumento para encontrar la interpretación más coherente con el pensamiento del apóstol y, como sucede a menudo, se ha llegado también a contraponer las posiciones. En la Carta a los Gálatas, como también en la de los Romanos, Pablo insiste en el hecho de que la justificación viene de la fe en Cristo».

«¿Qué se esconde detrás de la palabra “justificación” que es tan decisiva para la fe? No es fácil llegar a una definición exhaustiva, pero en el conjunto del pensamiento de San Pablo se puede decir sencillamente que la justificación es la consecuencia de la «iniciativa misericordiosa de Dios que otorga el perdón» (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1990). Dios, de hecho, a través de la muerte de Jesús, ha destruido el pecado y nos ha donado de forma definitiva el perdón y la salvación. Así justificados, los pecadores son acogidos por Dios y reconciliados en Él. Es como un regreso a la relación original entre el Creador y la criatura, antes de que interviniera la desobediencia del pecado. La justificación que Dios realiza, por tanto, nos permite recuperar la inocencia perdida con el pecado. ¿Cómo ocurre la justificación? Responder a esta pregunta equivale a descubrir otra novedad de la enseñanza de San Pablo: que la justificación ocurre por gracia».

«El apóstol», explica el Pontífice, «siempre tiene presente la experiencia que cambió su vida: el encuentro con Jesús resucitado en el camino a Damasco. Pablo había sido un hombre orgulloso, religioso y celante, convencido de que en la escrupulosa observancia de los preceptos estaba la justicia. Ahora, sin embargo, ha sido conquistado por Cristo, y la fe en Él lo ha transformado en lo profundo, permitiéndole descubrir una verdad hasta ahora escondida: no somos nosotros con nuestros esfuerzos que nos volvemos justos, sino que es Cristo con su gracia quien nos hace justos. Entonces Pablo, para tener una plena conciencia del misterio de Jesús, está dispuesto a renunciar a todo en lo que antes era rico (cfr Fil 3,7), porque ha descubierto que solo la gracia de Dios lo ha salvado».

Francisco asegura que «la fe tiene para el apóstol un valor global». «Toca», dice, «cada momento y cada aspecto de la vida del creyente: desde el bautismo hasta la partida de este mundo, todo está impregnado de la fe en la muerte y en la resurrección de Jesús, que dona la salvación. La justificación por fe subraya la prioridad de la gracia, que Dios ofrece a los que creen en su Hijo sin distinción alguna».

«No debemos concluir, por tanto, que para Pablo la Ley mosaica ya no tenga valor; esta, de hecho, permanece un don irrevocable de Dios, es -escribe el apóstol- «santa» (Rm 7,12). También para nuestra vida espiritual es esencial cumplir los mandamientos, pero tampoco en esto podemos contar con nuestras fuerzas: es fundamental la gracia de Dios que recibimos en Cristo. De Él recibimos ese amor gratuito que nos permite, a su vez, amar de forma concreta».

En este contexto, dice el Santo Padre, «está bien recordar también la enseñanza que proviene del apóstol Santiago, quien escribe: «Ya veis como el hombre es justificado por las obras y no por la fe solamente. […] Porque así como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta» (Gc 2,24.26). Así las palabras de Santiago integran la enseñanza de Pablo. Para ambos, por tanto, la respuesta de la fe exige ser activos en el amor por Dios y en el amor por el prójimo».

El Papa ha concluido la catequesis diciendo que «la justificación nos introduce en la larga historia de la salvación, que muestra la justicia de Dios: frente a nuestras continuas caídas y a nuestras insuficiencias, Él no se ha resignado, sino que ha querido hacernos justos y lo ha hecho por gracia, a través del don de Jesucristo, de su muerte y resurrección. Así, la luz de la fe nos permite reconocer cuánto es infinita la misericordia de Dios, la gracia que obra por nuestro bien. Pero la misma luz nos hace también ver la responsabilidad que se nos ha encomendado para colaborar con Dios en su obra de salvación. La fuerza de la gracia tiene que combinarse con nuestras obras de misericordia, que somos llamados a vivir para testimoniar qué grande es el amor de Dios».

Zoom

México celebra el bicentenario de su independencia

Dos mujeres a caballo participan en el tradicional desfile militar con motivo del bicentenario de la Independencia de México en la plaza del Zócalo de Ciudad de México, el 16 de septiembre de 2021.

David Fernández Alonso·29 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
España

«Tenemos que tener creatividad para llegar a los de fuera de la Iglesia»

Lograr la participación y escuchar a todos los católicos, también a quienes no tienen una pertenencia activa a la Iglesia o incluso no forman parte de ella. Este es el objetivo de la fase inicial del Sínodo que comenzará de manera oficial en las diócesis el 17 de octubre.

Maria José Atienza·29 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Mons. Vicente Jiménez Zamora, arzobispo emérito de Zaragoza, ha compartido un encuentro con los periodistas en la sede de la Conferencia Episcopal Española en el que ha compartido los primeros pasos que se están dando en nuestro país para la celebración dl próximo sínodo de los Obispos  que lleva por título “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión” y que tendrá lugar en Roma en 2023.

«La Iglesia es sinodal en su ADN»

El obispo encargado de coordinar el Sínodo en la CEE ha recordado que “la Iglesia es sinodal desde su nacimiento, está en su ADN y lo vemos especialmente en los primeros pasos de la Iglesia”. Asimismo, ha destacado que este proceso es “un camino de escucha y participación que el final, volverá de nuevo a las Iglesias particulares”. En este caso, ha subrayado, el Papa le ha dado “una modalidad, que es que este Sínodo no es solo de los obispos, una reunión puntual en Roma, sino se trata un proceso que comienza en las diócesis de todo el mundo con la participación de todos”. Una participación de “pirámide invertida” para la que se pretende incluir a las parroquias, a través de sus consejos, fieles…etc., que enlacen con equipos diocesanos encargados de esta misión y que serán los que, a su vez, tengan contacto con el equipo formado en la Conferencia Episcopal a estos efectos.

Mons. Vicente Jiménez Zamora ha admitido que no es un camino fácil. Por una parte, “hay diócesis ya han realizado sínodos diocesanos y conocen estos mecanismos de escucha y participación, en otras se han realizado los planes pastorales a través del diálogo con diversos grupos, pero no todas tienen este sistema sinodal igualmente aprendido”. Para dar a conocer este proceso están previstas acciones de comunicación como trípticos, video informativos, campañas… etc., que ayuden a crear lo que ha llamado “una cultura de sínodo”.

“Lo importante es que entremos en este camino juntos, con todos y también con quienes no forman parte de la Iglesia”, ha subrayado en varias ocasiones el arzobispo emérito de Zaragoza que ha destacado además que el sínodo “no es un asamblerismo popular sino que es tomar el pulso a cómo se siente la Iglesia y cómo quiere caminar con otros”. “El método es la escucha y la finalidad es discernir que tiene que dar la Iglesia al mundo y a la sociedad”, ha afirmado.

Un temario adecuado para quienes no forman parte de la Iglesia

Uno de los objetivos de este camino sinodal impulsado por el Papa Francisco es conocer las inquietudes y opiniones sobre la Iglesia de aquellos que no forman parte de ella. Un reto nada fácil, como ha admitido Mons. Vicente Jiménez Zamora, “las instituciones o los caminos en las diócesis más o menos los tenemos claros, pero llegar a los de fuera, a quienes no son parte de la Iglesia requiere creatividad. Tenemos algunos cauces ya abiertos, a través de la pastoral obrera o penitenciaria, pero no podemos quedarnos ahí. Además, hemos de hacer un proceso de escucha, de diálogo, no de discusión…”.

En esta línea ha querido subrayar que en los núcleos temáticos que se han preparado “no se ha evitado ninguna cuestión, cuanto más aflore todo, mejor. No hay que tener miedo y dar la palabra a todos, porque también los de fuera nos evangelizan. Lo vemos en el Evangelio con ejemplos como la cananea o el centurión” y ha admitido que quizás «haya que preparar otros temas para quienes no forman parte de la Iglesia, porque los lenguajes son distintos y hemos de crear puentes».

Evitar la autorreferencialidad, que es una tentación muy fácil, es uno de los objetivos clave de este sínodo en el que, como ha destacado Mons. Jiménez Zamora, «no sabemos qué va a salir».

El equipo sinodal

Mons. Vicente Jiménez Zamora preside el equipo sinodal que se ha creado en la CEE para servir de enlace tanto con la Santa Sede, a través de Mons. Luis Marín, como con las diócesis españolas y el Arzobispado Castrense y, durante estos días en los que se reúnen los obispos de la Comisión permanente, es el encargado de informar de este proceso a los prelados.

Jiménez Zamora ha destacado la variedad del equipo formado en la CEE para coordinar las tareas del camino sinodal en España. El equipo, además de él como presidente, está formado por Mons. Luis Argüello, Secretario general de la CEE; Isaac Martín, laico de la diócesis de Toledo; Olalla Rodríguez, laica de la Renovación carismática católica; Dolores García, presidenta del Foro de Laicos; Luis Manuel Romero, sacerdote, director de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y vida; María José Tuñón ACI, religiosa, directora de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada; y Josetxo Vera, director de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales.

Lecturas del domingo

Comentario a las lecturas del domingo XXVII del tiempo ordinario (B)

Andrea Mardegan comenta las lecturas del XXVII domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan / Luis Herrera·29 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Los fariseos se acercan a Jesús y le preguntan si es lícito al marido repudiar a la mujer. Ellos mismos podrían haber respondido: “Toda la tradición dice que está permitido en algunos casos repudiar a la mujer, y los rabinos discuten las causas que hacen permisible este gesto, desde unas tortillas quemadas hasta el adulterio”. Pero le preguntan a él, que siempre defiende a los más débiles y por tanto a las repudiadas, y quieren ponerlo en contra de la ley. Jesús responde con una pregunta: “¿Qué os mandó Moisés?” (a vosotros). Hablando así se pone por encima de la ley. Podrían contestar: Moisés (le atribuían todos los libros del Pentateuco) nos ordenó “el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne”. O bien: con las tablas de la ley nos ordenó:

“No cometas adulterio”, “no desees la mujer de los demás”. En cambio, van a lo que les interesa, a lo que Moisés “permitió”. Hablan de permisos legales, pero Jesús los lleva a mirar la dureza de sus corazones, el verdadero problema. Y les hace volver al principio, a lo que Dios a través de Moisés les ordenó.

Más que una orden, fue una alegría para Dios, un genial remedio para la soledad del hombre, que no podía encontrar a la compañía adecuada en cualquiera de los demás seres de la tierra. El Génesis habla como si Dios se diera cuenta, en medio de su trabajo de creación, que al hombre no le bastan las criaturas inferiores, y ni siquiera solo Dios, para desarrollar relaciones que lo realicen como hombre. Necesita un ser semejante a él, que ponga ante sus ojos y su corazón una imagen de Dios tangible y encarnada en la humanidad. Y Dios crea a la mujer, su obra maestra. Los dos se entienden y se regocijan. La necesidad de relación es mutua. “Se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne”. Giotto, en Padua, pinta el beso y el abrazo de Joaquín y Ana en la Puerta Dorada, después de que el ángel, según el Protoevangelio de Santiago, les hubiera revelado que Ana ya estaba embarazada de la semilla de Joaquín y esperaba una niña. Mirando la unión de los dos rostros de los padres de María, se ven solo dos ojos, una nariz, una boca: una sola carne.

“El hombre no separe lo que Dios ha unido”. Dios une, el diablo divide. A veces, incluso el hombre divide por la dureza de su corazón. Jesús quiere que las flaquezas de los dos se conviertan en ocasión de compasión, misericordia, perdón, dulzura de corazón. Como hizo con la adúltera. Le presentan niños para que los toque, y los discípulos de corazón duro los regañan. En cambio, los niños tienen un corazón tierno y muestran a sus padres el camino para perseverar en el matrimonio: ser como ellos. Jesús los abraza y los bendice.

La homilía sobre las lecturas del domingo XXVII

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

El autorAndrea Mardegan / Luis Herrera

España

“La política no se entiende a veces como servicio y es invasiva”

“Hay que limitar malos usos políticos y los impuestos en la factura eléctrica”, señala en esta entrevista Manuel Bustos, director del Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala. “En el núcleo de la vida cristiana, del cristianismo”, añade, “está la autoridad como servicio, la política como servicio, la atención a los más necesitados”.

Rafael Miner·29 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 7 minutos

Hace unas semanas, el Secretario de Estado de la Santa Sede, cardenal Pietro Parolin, visitó la Universidad CEU San Pablo, y entre otras cosas, pidió a los políticos un testimonio personal.

La acción política, a su juicio, debería incluir “una dimensión antropológica fundada, que pone en el centro la persona” y reconocer el valor de la justicia como “regulador social”. Además, solicitó que la autoridad no se ejerza con “una visión personal, partidista o nacional”, sino con “un sistema organizado de personas e ideas compartidas y posibles” en busca del bien común.

Sus palabras se produjeron en el marco del II Encuentro Internacional de Políticos Católicos, convocado por el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, y la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos, con el apoyo de la Fundación Konrad Adenauer.

Para comentar estas ideas, y sucesos de actualidad de la vida política, desde un prisma de la doctrina social de la Iglesia, Omnes ha entrevistado al catedrático Manuel Bustos, director del Instituto CEU de Humanidades Ángel Ayala. El profesor Bustos considera que los “precios abusivos” de la luz son “un problema social”.

El cardenal Parolin subrayó hace unos días que corresponde a los políticos católicos identificar “las aplicaciones posibles y concretas de la amistad social y de la cultura del encuentro”; y, aún más decisivamente, comprender que “se trata de dos componentes que se transmiten por medio de comportamientos individuales”, es decir, del testimonio personal. ¿Podría concretar algo más esta idea, desde su punto de vista?

Manuel Bustos

Poner en el centro la persona y el valor de la justicia qué duda cabe que son valores no solamente cristianos sino compartidos por buena parte de nuestra civilización, por nuestra cultura occidental, incluso fuera de ella. Ciertamente son importantes. El problema es que la política tiene sus propias reglas de juego, que a veces son incompatibles con ese testimonio, con ese convencimiento personal, y terminan chocando con las estructuras de los partidos, que están concebidas fundamentalmente para ganarle al otro la partida, y al contrario. Es decir, no están tanto en función del bien común, aunque todos se apunten a esa idea del bien común  (quién va a estar en contra de eso?). Pero luego el propio sistema tiene unas carencias, que no han sido subsanadas.

Y una de esas carencias es que tienes que valerte de una serie de elementos para poder derrotar al contrincante, con el fin de llegar alguna vez a gobernar. Y eso pasa a veces por contravalores como son la mentira, o que el otro lleva razón, porque es una cosa buena para el bien común, y tienes que hacer oposición y decirle que no y argumentar lo contrario. Y está eso que denunció Maquiavelo, que a veces para alcanzar el poder hay que valerse de una serie de medios que no son muy lícitos, pero que se utilizan…, quizá disimuladamente, pero se utilizan.

¿Cómo sintetizaría su postura?

En resumen, de acuerdo por supuesto con lo que dice el cardenal. Ojalá se pusiera en el centro la persona, la justicia como regulador social… Pero luego, o cambiamos, o purificamos el sistema político que tenemos, o la cosa es bastante difícil. Y todos aquellos que quieren dar testimonio, se terminan enfrentando con el propio partido. Existen unas consignas, unas cosas que si no las sigues, corres el riesgo de ser marginando en el propio partido. A lo mejor no te echan, pero sabes que no vas a lograr ningún puesto. Eso hace que la gente se pliegue al final a las grandes líneas que marca el partido, o el líder, porque las líneas son a veces variables.

Entre los aspectos de la doctrina social de la Iglesia, ¿En qué punto podría concretarse mejor la autoridad, o el poder, como servicio a los demás, tal como está recordando el Papa Francisco?

En realidad, eso está en el núcleo de la vida cristiana, del cristianismo. Es la autoridad como servicio, la política como servicio, el poder al servicio del bien común, El otro día precisamente en el evangelio de la Misa, salía la autoridad como servicio, cuando Jesús pregunta a los discípulos qué estabais comentando ente vosotros, quién era el más importante, antes de que tuviera lugar lo que vino después.

Jesús hace ahí un discurso para toda la humanidad, sobre cómo debe entender eso el hombre, y por supuesto el cristiano, el seguidor de Cristo, como un servicio, no como algo de lo que me valgo para utilizarlo en función de mis intereses, de los intereses del partido, etc. La autoridad debe estar al servicio de los que más lo necesiten, porque están más necesitados. Esto está presente en toda la doctrina social de la Iglesia, al hablar del papel que tiene el Estado, el papel de la subsidiaridad, el protagonismo que tiene que tener la sociedad para que el Estado no absorba totalmente todas las iniciativas. Es algo que está en el fundamento.

La misma doctrina social de la Iglesia nace precisamente como un servicio a los hombres, a la humanidad, para que no se vuelva en contra del propio hombre, sobre el más débil. Al principio se habla de los obreros, y surge la primera gran encíclica de la doctrina social de la Iglesia, con León XIII, en plena revolución industrial, y luego se va extendiendo a mucha más gente, a otros sectores de la población, a medida que va progresando la doctrina social de la Iglesia. Está en la doctrina de todos los Papas, está en Fratelli tutti, porque es una de las últimas, está en Juan Pablo II, en Benedicto XVI, todos insisten en ello. Hay una continuidad en este tema. Es algo nuclear.

El Papa habla en Fratelli tutti (n. 166) de “una cultura individualista e ingenua ante los intereses económicos desenfrenados y la organización de las sociedades al servicio de los que ya tienen demasiado poder”. ¿Qué puede estar fallando para que un servicio tan elemental como la energía eléctrica, de primera necesidad, dispare su precio para las familias? ¿Le parece justo el sistema denominado de “puertas giratorias”? También sucede con la judicatura.

Esto es una manifestación más de lo que venimos diciendo. Que la política no se entiende a veces como un servicio al bien común, de carácter temporal, porque uno se puede perpetuar en el mismo cargo político, sin que los cargos tengan una duración limitada. Es una muestra de que en lugar de ser eso, es decir, estar trabajando unos años en el puesto que me haya tocado, quiero perpetuarme no ya en la política, sino en las retribuciones, en tener un cargo de importancia, y llegan las puertas giratorias que llevan a los consejos de administración, etcétera. Esto es muy frecuente en numerosas empresas. Igual que pasa con la judicatura, en efecto. Son malos usos. Se debe estar para servir el tiempo que sea necesario o que está estipulado.

Y luego hay que volver a la profesión de cada uno. No se puede uno aprovechar de la política para seguir viviendo bien con un buen sueldo el resto de la vida. Tendrán derecho a una cierta jubilación, obviamente, el día de mañana, por el ejercicio que han tenido en estos años, pero no puedo ya volver a ser juez, y luego vuelvo a la política, y cuando la política se me acabe sigo estando ahí… En el caso de los jueces es más problemático, porque se requiere una neutralidad mayor.

¿En cuanto al recibo eléctrico?

En el caso de las eléctricas, se están rozando unos precios pienso que abusivos. Es cierto que tenemos un déficit de energía, y hay que subsanarlo con electricidad, porque las renovables no han dado de sí todo lo que deberían… La energía nuclear no la queremos, la compramos fuera, ¿y qué ocurre? Que la electricidad sube enormemente. Y como todos sabemos, hay una parte de impuestos y de gravámenes que encarecen todavía más el producto. Esto sí se puede hacer por ley. Tanto lo anterior, como esto de las eléctricas, esto sí se puede hacer por ley, que limiten los impuestos en un caso, lo de los jueces y los políticos, también, pero en el fondo todos tienen intereses, y es imposible poderlo hacer. Pero esto sí se podría hacer por ley. Otras cosas que hemos mencionado son más complicadas, porque dependen de la actitud personal, de las creencias, de otros factores, pero en este caso sí se puede hacer por ley. La pregunta es si tienen interés en hacerlo. Tengo mis dudas.

En realidad, las corporaciones profesionales y otros estamentos de la sociedad civil se han quedado muy pequeñitos en comparación con la potencia del poder político en general, no me refiero a un partido en concreto. ¿Cómo lo ve?

Sí. Tiende a invadirlo todo. Ya estamos viendo estas leyes que tienen componentes morales muy fuertes. La ley de eutanasia, la última, la ley de educación, etcétera. Se hacen en función de unos intereses y unos criterios que dejan fuera a mucha gente que no comparte esas ideas y que son sensibles a una moral que esa ley rechaza de alguna manera.

Y luego está el problema social de estas subidas en el tema eléctrico y estas cosas de la que hemos hablado. Los que tenemos unos sueldos más normales, y no digamos los que tienen retribuciones por encima de lo normal, les puede afectar, pero relativamente, las subidas de precio. Pero hay personas para las que el 30 por ciento del sueldo, o el 20 por ciento, es el pago de la luz o de ciertos servicios, eso hace mucho daño. Esa gente necesita que se mire por ellas.

Finalmente, el cardenal Parolin comentó en la cadena Cope que se puede comparar la situación actual con los primeros siglos de la Iglesia, cuando llegaron los primeros discípulos en una sociedad que no tenía valores cristianos, pero a través del testimonio de las primeras comunidades lograron cambiar la mentalidad e introducir los valores del Evangelio en la sociedad de entonces.

Evidentemente, el testimonio es muy importante, pero hay un punto en el que quizá discreparía un poco. Me refiero a los primeros tiempos de la Iglesia. En esos primeros tiempos había un fondo social y cultural de creencia. Es verdad que no eran cristianos todos, los cristianos eran una minoría, pero había un respeto a la ley de Dios, porque eran judíos, o a los dioses, porque eran romanos. Había un fondo de creencia que hoy no existe. Precisamente el grave problema que tiene nuestra cultura actual es el alejamiento de Dios. Dios no representa dentro de ella un elemento sustancial o fundamental.

Propugnando o predicando una doctrina que acepta ese principio de la existencia de Dios, no llega a mucha gente. Y luego también, como decía un autor (creo que era Pemán, aunque no estoy seguro), el problema del cristianismo (él era creyente), es que ha dejado de ser nuevo para la sociedad actual.

Aunque no lo conozcan, dicen que creen conocerlo: cómo no voy a conocerlo, si hice la Primera Comunión, o tuve catequesis, o di clase de religión… Y se queda con esa idea primitiva o inicial, sin desarrollarla, y ya está. Y cuando vas a hablarle de Cristo, de los fundamentos del cristianismo, te dice: qué me cuentas, si eso ya lo conozco yo.  Es otro problema. El cristianismo en los primeros tiempos era una novedad frente a esa religión muy detallada de los judíos, o al politeísmo romano, pero hoy día estamos en una sociedad en que se han creado iglesias, tenemos un Papa, tenemos sacerdotes, y el cristianismo durante muchos siglos es lo que ha sostenido nuestra cultura. Pero ahora hay esa “sabiduría”, de decir: esto ya me lo sé. La evangelización en esta sociedad postcristiana es difícil.

Vaticano

Los cuadros de San Pedro y San Pablo, visibles en los Museos Vaticanos

Rome Reports·28 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

Los cuadros de los santos Pedro y Pablo, pintados por Fray Bartolomeo y Rafael se pueden ver, después de 500 años en los Museos Vaticanos. Junto a ellos se ven los bocetos y se puede conocer la historia, singular, de estas obras.


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A la cárcel por defender la vida

Ante la propuesta de Ley para blindar las clínicas abortistas y prohibir, con penas de cárcel, la presencia de grupos de rescatadores en sus inmediaciones, nadie debería quedarse indiferente.

28 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

La realidad del aborto es una lacra moral en nuestra sociedad. La legalización de la  eliminación de una vida humana es una de esas barreras que hemos cruzado que tiene, a mi juicio, consecuencias impredecibles. Por mucho que le cambien de nombre (interrupción voluntaria del embarazo), por mucho que algunos lo justifiquen (progreso, libertad, emancipación de la  mujer….) la realidad tozuda e inapelable es que el aborto acaba con la vida de un ser humano en las entrañas de su propia madre.

No es extraño que, por ello, en el corazón de la mujer que va a abortar surja un conflicto interno, una lucha de conciencia, cuando entra en la vorágine de la decisión de abortar o de seguir adelante con la vida que ella siente que tiene en su ser.

La voz potente de la mayoría de los medios de comunicación, de las campañas gubernamentales, de incluso muchos de sus amigos y familiares, dirigen sus pasos en una dirección, la que marca el pensamiento único. Y, dicho sea de paso, alrededor del cual se mueve el multimillonario negocio de las clínicas abortistas. Efectivamente muy pocas voces se alzan para decirle a esa mujer que existen otros caminos, que acabar con la vida de ese niño no es la solución. La voz de los rescatadores que rezan en frente de las clínicas abortistas es una de esas débiles voces que la mujer que va a abortar puede oír in extremis,  justo antes del dar el último paso irreversible.

Una voz que se quiere apagar, a la que se le amenaza ahora con la cárcel.

¿Nos damos cuenta del totalitarismo al que estamos llegando? En este, como en otros casos, no se permite ayudar a nadie que esté pasando un trance difícil y que quiera y necesite ese apoyo. Se amenaza con la cárcel a quien preste esa ayuda, simplemente porque va en contra de ese nuevo orden moral que plantea una serie de nuevos derechos humanos, entre los que se encuentra el del aborto.

Simplemente no podemos quedarnos callados. Hemos de alzar la voz y apoyar a aquellos que  siguen luchando por salvar la vida de esos niños y de esas madres hasta ese último momento, a las puertas de las clínicas abortistas.

Su presencia salva vidas. Muchas. Es valentía y conciencia. Es apoyo y respeto a las madres. Y es muy, muy importante. De hecho, si no lo fuese, dudo que el Gobierno de la Nación y todo el imperio económico de las clínicas abortistas hubiesen promovido una ley como esta.

El silencio no es una respuesta válida ni neutra.

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

España

La libertad y la honra. El Cristo de Urda y su basílica menor

El santuario diocesano de Urda, donde se venera el “Cristo de Urda”, cuya imagen fue realizada en 1596, ha sido elevado por el Santo Padre a la dignidad de Basílica. Las fiestas en honor del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz tienen lugar los días 28 y 29 de septiembre.

Juan Alberto Ramírez Avilés·28 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

“Por la libertad así como por la honra se puede y debe aventurar la vida”

(Miguel de Cervantes, El Quijote, LVIII 3).

“En un lugar de La Mancha”…, como empezaría la obra cumbre de nuestra literatura castellana, se levanta el Hospital de la Misericordia, entre viñedos, olivos centenarios y el paisaje dorado y añil donde nacen los Montes de Toledo. Desde hace más de cuatro siglos Urda, pueblo de Toledo y capital de la piedad manchega, lleva siendo meta y casilla de salida de miles de pasos en la búsqueda del Dios que se ha hecho también Peregrino a la búsqueda del hombre.

El pasado 2 de febrero, el Papa Francisco, a través de la Congregación del Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, elevaba a la dignidad de Basílica el secular Santuario Diocesano del Santísimo Cristo de la Vera Cruz, en Urda. Con jubileo a perpetuidad concedido por san Juan Pablo II el 25 de enero 2005, Urda es el referente en el corazón de las tierras de Castilla de la piedad popular como cauce y camino de una nueva evangelización. 

Un proceso de transformación de un enclave tradicional para la piedad hace de este lugar, en el magnífico entorno de una ecología perfecta para el espíritu, un hospital de sanación donde, tras la búsqueda de Cristo por un camino de peregrinación exterior e interior, se celebra con júbilo su encuentro en el Sacramento del Perdón, en el Pan y la Palabra al llegar a la basílica de Urda.

Una presencia activa en las nuevas redes y ágoras sociales, gracias a un joven equipo de trabajo, han incrementado esa transmisión oral de este lugar como centro espiritual y cultural. Las peregrinaciones anuales organizadas a pie desde diversos puntos de la geografía, con unos nuevos caminos trazados y señalizados, en bicicleta deportiva, incluyendo su paso por la apasionante ruta de Llos Montes de Toledo, a caballo desde la vecina Ciudad Real. Las diversas tandas de Ejercicios, Curso de Retiros y Encuentros de Formación, propiciados para agentes de pastoral y Hermandades y Cofradías, hacen de Urda con su nueva Casa de Retiros anexa a la Basílica un lugar de estudio, trabajo y reflexión sobre el necesario papel de la piedad popular y sus retos en la nueva evangelización. 

Descubrir la fe en un proceso de peregrinación, o redescubrirla en una mayor formación y profundización de la misma, es el objetivo del trabajo programado desde este enclave del corazón de la tierra del Quijote. La escucha y la atención al peregrino, bien en el sacramento de la confesión, bien en el acompañamiento junto a un voluntariado especializado para la acogida y escucha, junto con un cuidado programa de ayuda social que va desde la colaboración en Cáritas o Manos Unidas en distintos proyectos, hasta la creación de ayudas para la investigación del cáncer, hacen que la Basílica de Urda sea no sólo la meta del hombre en Cristo, sino también la parrilla de salida de nuevas iniciativas en la búsqueda de Cristo en el hombre. 

Tras la reciente elevación a la dignidad de Basílica del Santuario de Urda, y con la mirada ya puesta en el próximo Año Santo Jubilar 2024-2025, invitamos a nuestros lectores a encontrar en este lugar de La Mancha un espacio donde, en expresión de Miguel de Cervantes en su Quijote, se trabaje en la armonización por el futuro en la apuesta por la libertad de los hijos de Dios, y en la honra de su dilatada historia desde 1595 al servicio de Cristo y del hombre. Ven tu mismo con los tuyos a descubrirlo. Vive una nueva aventura en la tierra de los gigantes y los molinos. Cristo te espera, Urda te acoge. ¡Ven!

Basílica Santuario de Urda

Las basílicas menores

El Decreto Domus Ecclesiae, de 9-XI-1989, establece las normas para el nombramiento de una iglesia como basílica. Se distingue entre basílicas mayores (San Juan de Letrán, San Pedro del Vaticano, Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros) y basílicas menores (todas las demás). 

Para lograr el titulo de basílica menor, la iglesia elevada a dicha dignidad ha de ser un centro ejemplar de actividad litúrgica y pastoral en la diócesis y, además, ha de gozar de cierta resonancia en la misma, ya sea porque haya sido construida y dedicada a Dios con motivo de un acontecimiento histórico religioso o porque custodie una reliquia insigne de una santo o una imagen sagrada de gran veneración.

Entre otras características, las basílicas menores han de contar con dimensiones suficientes para la celebración así como un número conveniente de sacerdotes que puedan garantizar la atención pastoral y el cuidado litúrgico pastoral en dicha basílica.

Para lograr este título, deben presentarse la petición formal del obispo diocesano competente, el nihil Obstat de la conferencia episcopal, información sobre el origen y la vitalidad religiosa del templo: celebraciones, asociaciones de caridad, vivencia de la pastoral…, fotos del templo y la historia religiosa del mismo.

El título de Basílica menor no se trata de un “premio” sino de una valoración de la labor pastoral que se lleva a cabo y que se ha de mantener e incluso acrecentar tras esta concesión. Entre los compromisos que conlleva la obtención del título de basílica menor está el de promover la formación litúrgica de los fieles, especialmente a través de la liturgia y cursos de formación o la promoción de la participación de los fieles y simbolizan, de manera especial, la unión con la sede de Pedro.

Asimismo, los fieles que devotamente visiten la Basílica, y participen en ella en algún rito sagrado o al menos reciten la oración dominical y el símbolo de la fe, bajo las condiciones acostumbradas (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice) pueden obtener Indulgencia Plenaria: 1) el día del aniversario de la dedicación de dicha Basílica; 2) en el día de la celebración litúrgica del titular; 3) en la solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo; 4) el día del aniversario de la concesión del título de Basílica; 5) una vez al año en el día que sea determinado por el Ordinario del lugar; y, 6) una vez al año en un día a elegir libremente por cada fiel.

El autorJuan Alberto Ramírez Avilés

Rector de la basílica de Urda

Vaticano

El Papa muestra su cercanía con la isla de La Palma por la erupción del volcán

Durante el rezo del Angelus, el Papa Francisco ha comentado el Evangelio del domingo, llamando a ser personas acogedoras, que no dividen ni juzgan. Además, mostró su apoyo con los afectados por la erupción del volcán de la isla de La Palma.

David Fernández Alonso·27 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco advirtió, durante sus palabras en el rezo del Angelus del domingo, sobre el peligro de dividir y escandalizar a los demás: «El Evangelio de la Liturgia de hoy nos cuenta un breve diálogo entre Jesús y el apóstol Juan, que habla en nombre de todo el grupo de discípulos. Habían visto un hombre que expulsaba demonios en nombre del Señor, pero se lo impidieron porque no formaba parte de su grupo. Jesús, a este punto, les invita a no obstaculizar a quien trabaja por el bien, porque contribuye a realizar el proyecto de Dios (cfr Mc 9,38-41). Luego advierte: en lugar de dividir a las personas en buenos y malos, todos estamos llamados a vigilar nuestro corazón, para no sucumbir al mal y dar escándalo a los demás (cfr vv. 42- 45.47-48)».

«Las palabras de Jesús», asegura Francisco, «desvelan una tentación y ofrecen una exhortación. La tentación es la de la cerrazón. Los discípulos querían impedir una obra de bien solo porque quien la realizaba no pertenecía a su grupo. Piensan que tienen “la exclusiva sobre Jesús” y que son los únicos autorizados a trabajar por el Reino de Dios. Pero así terminan por sentirse predilectos y consideran a los otros como extraños, hasta convertirse en hostiles con ellos. Cada cerrazón, de hecho, hace tener a distancia a quien no piensa como nosotros. Esto – lo sabemos – es la raíz de muchos grandes males de la historia: del absolutismo que a menudo ha generado dictaduras y de muchas violencias hacia quien es diferente».

Afirmó el Santo Padre que «es necesario velar sobre la cerrazón también en la Iglesia. Porque el diablo, que es el divisor – esto significa la palabra “diablo” – siempre insinúa sospechas para dividir y excluir. Tienta con astucia, y puede suceder como a esos discípulos, ¡que llegan a excluir incluso a quien había expulsado al mismo diablo! A veces también nosotros, en vez de ser comunidad humilde y abierta, podemos dar la impresión de ser “los primeros de la clase” y tener a los otros a distancia; en vez de tratar de caminar con todos, podemos exhibir nuestro “carné de creyentes” para juzgar y excluir».

«Pidamos la gracia», prosiguió el Papa, «de superar la tentación de juzgar y de catalogar, y que Dios nos preserve de la mentalidad del “nido”, la de custodiarnos celosamente en el pequeño grupo de quien se considera bueno: el sacerdote con sus fieles, los trabajadores pastorales cerrados entre ellos para que nadie se infiltre, los movimientos y las asociaciones en el propio carisma particular, etc. Todo esto corre el riesgo de hacer de las comunidades cristianas lugares de separación y no de comunión. El Espíritu Santo no quiere cierres; quiere apertura, comunidades acogedoras donde haya sitio para todos».

Concluyendo esas palabras, insistió en la necesidad de cortar cuando encontramos algo que perjudica el alma: «Y después en el Evangelio está la exhortación de Jesús: en vez de juzgar todo y a todos, ¡estemos atentos a nosotros mismos! De hecho, el riesgo es el de ser inflexibles hacia los otros e indulgentes hacia nosotros mismos. Y Jesús nos exhorta a no pactar con el mal con imágenes que impactan: “Si hay algo en ti que es motivo de escándalo, córtatelo!” (cfr vv. 43-48). No dice: “Piensa sobre ello, mejora un poco…”. No: “¡Córtatelo! Jesús es radical, exigente, pero por nuestro bien, como un buen médico. Cada corte, cada poda, es para crecer mejor y llevar fruto en el amor. Preguntémonos entonces: ¿Qué hay en mí que contrasta con el Evangelio? ¿Qué quiere Jesús, en concreto, que corte en mi vida?»

Después del Angelus, además de hacer mención a la Jornada del Migrante y del refugiado, el Papa Francisco se acordó de mostrar su apoyo a la isla de La Palma, que está sufriendo la erupción de un volcán que está causando estragos materiales. «Expreso mi cercanía», afirmó Francisco, «y solidaridad a los afectados por la erupción del volcán en la isla de La Palma, en las Islas Canarias. Pienso especialmente en los que se vieron obligados a abandonar sus hogares».

Familia

«Las mujeres hemos sido miradas con luces de corto alcance»

¿Qué aporta la mujer en la vida de la sociedad, de la Iglesia? ¿Cómo se entiende eso que Juan Pablo II llamaba el genio femenino? Nos aproximamos a este tema, casi inabarcable, de la mano de Natalia Santoro.

Maria José Atienza·27 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

Natalia Santoro reflexiona y profundiza, desde hace años, acerca de la figura y la tarea de la mujer en la sociedad, la familia y la Iglesia. Un tema de gran actualidad y que, como se ha puesto de manifiesto en diferentes ocasiones especialmente por los últimos papas, cobra gran importancia en una sociedad que parece reducir el feminismo a la imposición de la mujer sobre el varón.

– Se habla mucho del «papel» de la mujer en la Iglesia y en la sociedad, pero ¿Es simplemente un papel, un número o una cuota lo que determina la influencia de la mujer en la vida de la Iglesia?

Hablar del “papel de la mujer” es hablar del “por qué” y “para qué” de nuestra existencia como mujeres, es decir: ¿Qué aporta la mujer en el mundo «por el hecho de ser mujer«?

“Te doy gracias, mujer, ¡por el hecho mismo de ser mujer! Con la intuición propia de tu femineidad enriqueces la comprensión del mundo y contribuyes a la plena verdad de las relaciones humanas” decía San Juan Pablo II en la Carta a las mujeres de1995.

Sabemos que la diferencia radical entre hombre y mujer es la sexualidad. Ignorar, anular o disimular las manifestaciones de nuestra feminidad intrínseca es una gran pérdida. Eva significa madre de la humanidad”, y Jesús acaba su vida en la tierra dirigiéndose a la Mujer del cielo en la tierra: María, la Nueva Eva: “Mujer ahí tienes a tu hijo”.

La maternidad es mucho más que el acto de ser madre biológica, es la cualidad esencialmente femenina de la mujer que está impresa en todo su ser, con independencia de temperamentos y caracteres, de funciones y roles. El error es interpretar ser madre con actitudes mujeriles, blandas o buenistas al estilo del ideario femenino de Blanca Nieves o de Cenicienta; y no serlo, con la bruja o la madrastra.

La mujer está llamada también a gobernar la tierra: “Y los bendijo Dios, y les dijo: Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla”. Esta tarea es encomendada igualmente al hombre y a la mujer; por tanto, la presencia de la mujer en todos los ambientes públicos y privados es necesaria. Es más, «no es bueno que el hombre esté sólo», el ser humano, el hombre y la mujer no pueden ser felices excluyéndose mutuamente.

El drama femenino a lo largo de la historia consiste en que las mujeres hemos sido miradas con luces de corto alcance, con una visión que reducía nuestras capacidades personales al ámbito doméstico o a subalternas, sin la consideración que nos es debida, en la misma posición que un hombre, de igual a igual.

La Iglesia como pueblo de Dios se impregna de la cultura de su tiempo, pero también está iluminada para proponer una verdad sobre la mujer, más alta, profunda y revolucionaria desde la misma venida de Jesús.

El Mensaje a las Mujeres (Pablo VI, Clausura del Concilio Vaticano II, 1965) es muy revelador en cuanto a manifestaciones concretas de esa vocación maternal que, en sentido espiritual, tiene mucho que ver con la misericordia y con el cuidado de la fragilidad humana, pero también con la fortaleza, la valentía y la autoridad moral en relación a la vida humana: “Reconciliad a los hombres con la vida. Y, sobre todo, velad, os lo suplicamos, por el porvenir de nuestra especie. Detened la mano del hombre que en un momento de locura intentase destruir la civilización humana”.

Para poder cumplir la misión encomendada por Dios mismo, la mujer necesita ser recibida por el hombre con una mirada limpia e inteligente, para darse cuenta de que su diferencia, junto con los talentos humanos que haya podido desarrollar, es lo que se necesita para completar el deseo de Dios de gobernar el mundo. Ahora bien, esto no será posible en una dinámica de confrontación y de lucha por funciones, cuotas o poderes, sino en una dinámica de confianza y unidad.

–¿Qué aporta eso que san Juan Pablo II llamaba el genio femenino en la Iglesia?

San Juan Pablo II fue coetáneo de los protagonistas de la revolución sexual del 68 y del auge del feminismo; respondió acogiendo a las mujeres, comprendiendo su posición y su rebeldía “no exenta de errores”; reconoció la deuda de la historia con las mujeres, les dio las gracias, a todas y cada una, y dedicó años de su vida a escribir y anunciar la dignidad de la mujer.Denunció todas las inercias sociales contrarias: por ejemplo, la instrumentalización de la mujer como objeto de satisfacción del ego masculino, el artificio en la expresión del amor, la responsabilidad del hombre como cómplice y provocador del aborto, y sobre todo denunció el abuso y violencia sexual contra la mujer.

San Juan Pablo II tuvo la brillantez de acuñar ese nuevo término que tantas mujeres de ahora andamos buscando para superar el feminismo falso que ahoga la feminidad en todas sus manifestaciones: el genio femenino. El Papa de las mujeres contempla la esencia de ser mujer en su versión original, la Nueva Eva, la mujer creada por Dios redimida de toda malicia por adelantado, desde su concepción. María es el genio femenino por excelencia, la mujer trascendente, la mujer eterna. Dios se expresa a sí mismo en la mujer de modo diferente al hombre (por tratar de expresar lo inexplicable).

María es el único modelo para la mujer: en ella se cumple de manera plena su vocación. Es esencialmente madre: todos los dones los recibe por su íntima y entrañable configuración con el Hijo. María es Virgen, la Inmaculada, sin mancha de pecado, llena del Espíritu Santo, llena de alegría y entusiasmo, energía y fuerza. Por ello, en ella se despliega la máxima aspiración de la mujer en este mundo, como madre y como virgen, en íntima unión con Dios.

–Como mujer, como católica trabajando en un sector de “ambiente católico”, ¿echa de menos alguna cuestión?, ¿se sienten igualmente reconocidas?

Con trabajo y paciencia, el reconocimiento llega solo. Creo que la colaboración en paz genera el reconocimiento espontáneo, ver que avanzamos juntos y estamos alegres. Esto no significa dejarse avasallar o no tener la fortaleza de llevar la contraria, o dejar de reclamar lo que nos es debido en conciencia.

¿Existe quizás una politización del concepto de «participación de la mujer» también en la Iglesia?

Trasladar las estructuras organizativas de una empresa o de un Estado al ámbito eclesiástico, desde un punto de vista organizativo, puede ser adecuado. Trasladar estos esquemas funcionales al orden “espiritual” sería como aplicar la contabilidad a las conversiones, o el derecho mercantil a las relaciones entre hermanos. Me parece algo feo de entrada, que no encaja, pero es un terreno confuso: resulta fácil saltar de un lado al otro y caer en tierras movedizas.

¿Qué mujeres son para usted ejemplo de trabajo o influencia en la Iglesia?

Mi primera referencia en el modo de ser mujer es mi madre y las mujeres de mi familia, por supuesto. Creo también en lo que dice el Papa Francisco: son los dinamismos ocultos, los hombres y mujeres corrientes los que realmente cambian nuestra historia.

Hay hombres que nos confirman en nuestra misión como mujeres: el padre, el marido, también santos que nos enseñan un camino.

Gracias a estas semillas, y a todo lo que Dios regó después, han sido muchas las mujeres que han sido para mí una referencia. Pero hay una mujer en especial que hizo gala de una delicada y exquisita feminidad desgranando las enseñanzas de Juan Pablo II y el genio femenino para que pudieran ser digeridas y asimiladas por otras muchas mujeres: Jutta Burggraf. Pienso que ella ha marcado un antes y un después para muchas personas, hombres y mujeres; a través de sus escritos sobre el feminismo cristiano, nos facilita el antídoto imprescindible para los desafíos del siglo XXI.

Evangelización

“Dios quiere dejarse condicionar y provocar con las oraciones”

Dios tiene en cuenta las oraciones de las personas, hasta el punto de que se “deja condicionar” por ellas. Se publica hoy la segunda parte de la entrevista con el profesor Sanguineti, que habla sobre el azar, los favores de Dios, los milagros o el actuar humano.

Rafael Miner·26 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 9 minutos

 “El sistema del mundo que prevé que haya azares, es algo permitido, querido y dispuesto por Dios”. “El azar es maravilloso, y es positivo”. Así concluyó el viernes el catedrático emérito de la Universidad de la Santa Cruz (Roma), y profesor de la Universidad Austral (Buenos Aires), Juan José Sanguineti, su intervención en la VI Lección Conmemorativa Mariano Artigas.

Organizado por el Grupo de Investigación Ciencia, Razón y Fe (CRYF), de la Universidad de Navarra, cuyo director es el investigador del Instituto Cultura y Sociedad (ICS), Javier Sánchez Cañizares, el acto permitió al profesor argentino subrayar, entre otras cosas, que “Dios ha estado presente de muchos modos en la pandemia, sacando bienes en cada persona, hay muchas historias de gente que se ha acercado a Dios, o de gente que ha tenido otra cosa. Uno puede verlo, y a veces no lo verá”.

Hoy continuamos la conversación charlando sobre el azar, las oraciones, los favores de Dios, las ‘casualidades’ de la vida, los milagros y las leyes naturales… Se nota, como ayer, que se trata de una entrevista coloquial, no por escrito. El amable lector sabrá subsanar este hecho. Comenzamos hablando del azar.

Juan José Sanguineti

No poca gente cree ahora en el azar, más que en la Providencia divina. ¿Puede explicar brevemente ambos términos, y por qué sucede este fenómeno, si lo comparte?

Esa formulación presupone que azar y Providencia se oponen ¿no? Esto sucedió por azar o esto sucedió porque Dios lo quiso… En realidad, en la conferencia que voy a dar precisamente lo que quiero decir es lo contrario. Dios se mete en el azar, el azar es real, es decir, Dios no lo suprime. Sí hay azar, esto no lo digo yo solamente, no es una idea mía, esto lo dicen muchos autores… Hablamos del mundo físico, y mucho más del mundo humano. En el ser humano hay libertad, hay contingencia. Existen márgenes determinados en los que Dios puede actuar, por supuesto previstos por Dios mismo. Porque si todo estuviera determinado causalmente, en una especie de fatalismo total, entonces Dios no podría intervenir con su Providencia, sería Creador de un mundo determinista, pero ya no podría tocar nada porque ha hecho un mundo así.

Santo Tomás de Aquino dice en la Suma Teológica que si el mundo fuera determinista  ̶ él piensa en los estoicos, critica a los estoicos ̶ , las oraciones de los fieles serían inútiles. Es decir, que si hay oraciones, si nosotros pedimos cosas a Dios, es porque pensamos que Dios las puede cambiar, puede cambiar el curso de los acontecimientos. Significa que las cosas pueden ser de un modo o pueden ser de otro. Con las oraciones pedimos que sea de este modo, si Dios accede a esas oraciones, hace que sea de modo.

Si hay oraciones, si nosotros pedimos cosas a Dios, es porque pensamos que Dios las puede cambiar, puede cambiar el curso de los acontecimientos

Juan José Sanguineti

Dice usted que Dios se mete en el azar, que no lo suprime…

El azar, como decía, por decirlo de alguna manera quizá no perfecta, abre un campo de posibilidades primero a la libertad humana misma, porque en un mundo determinista la libertad no puede hacer nada, pero también, sobre todo, a la acción de Dios providente. Por eso yo creo que el azar, no solo algo así, puntual, sino el sistema del mundo que prevé que haya azares, es algo permitido, querido y dispuesto por Dios. No solo permitido, sino dispuesto por Dios.

De hecho, basta que uno salga a la calle y camine; la verdad es que en lo concreto, en los eventos singulares, hay innumerables azares. Porque yo me voy encontrando con personas por casualidad, pero hay muchas más casualidades de las que uno piensa, porque uno se encuentra con una persona y con otra, etcétera. Si el azar se escapara a la providencia de Dios, entonces no sería Dios porque habría algo que no está ordenado por Dios, se escaparía a su causalidad.

El azar, no solo algo así, puntual, sino el sistema del mundo que prevé que haya azares, es algo permitido, querido y dispuesto por Dios. No solo permitido, sino dispuesto por Dios.

Juan José Sanguineti

El hecho de que Dios intervenga misteriosamente por supuesto en el azar, no quiere decir que sea irreal, que el azar sea una especie de cosa engañosa, porque en el fondo Dios lo está causando. Porque si fuera así sería una manera un poco antropomórfica de pensar a Dios, tendríamos el fatalismo. Este accidente de automóvil me sucedió porque Dios lo dispuso y no porque fuera azar… Lo que yo estoy diciendo es que el accidente es realmente una casualidad, y también hay casualidades buenas: encontrarse dinero, o un buen trabajo (que a veces sucede por casualidad), pero Dios está detrás y Dios “juega”, por decirlo así entre comillas, con el azar. Dios crea un sistema en el que hay un juego causal complejo en donde aparecen los azares.

¿Y cómo interviene Dios en esos azares de la vida?

Yo diría la respuesta en tres fases. Primero, Dios interviene como Causa primera, porque el evento casual ha sido creado por Dios, que interviene en cada causa segunda; entonces, cualquier cosa que sucede es causada por Él como Causa primera.

Pero luego hay una providencia especial, y eso sería Dios Creador que cuida de todo por el hecho de ser Creador. Pero la providencia especial es que Dios interviene. Esa providencia especial puede ser ordinaria o extraordinaria. Si es la ordinaria, sobre eso voy a decir más cosas en la siguiente pregunta. Si es ordinaria, respeta las leyes naturales y no se puede verificar, responde a las oraciones o a la iniciativa de Dios.

En cambio, si es extraordinaria, se trata de los milagros, en donde Dios decide intervenir más allá de las leyes naturales y de alguna manera que el hombre puede verificar. ¿Puede verificar por qué? Porque cuando nosotros encontramos un evento que decimos que es milagroso, lo estudiamos, lo estudia la Santa Sede con científicos, con médicos, por ejemplo una curación, y además durante mucho tiempo, para ver que realmente eso es inexplicable desde el punto de vista de las leyes naturales. Entonces, hay una verificación, no es una verificación completa, pero ante eso consta, si lo vemos como dicen los evangelistas, esto lo hemos visto, lo hemos tocado, los milagros. En el caso de los favores, eso no es así por eso no son milagros.

Usted concluyó el viernes su lección “sosteniendo la intencionalidad divina de crear un universo potencial en el que la providencia de Dios puede actuar en el respeto de las leyes naturales y de un modo no controlable racionalmente”. ¿Podría desarrollar un poco esa idea?

Siguiendo el hilo anterior, respondo a esta pregunta, que tiene mucho que ver con la anterior y da continuidad a las anteriores. Dios quiere crear efectivamente un mundo rico, evolutivo, con historia, historia de la naturaleza, el Big Bang, la formación del Universo; donde hay riesgos, porque si hay azares hay riesgos, y también el mundo humano ¿no? Un mundo humano que está metido en un mundo contingente, como es la Tierra y además, porque hay contingencia por la libertad de todos, de todas las personas.

¿Por qué Dios quiere un mundo así? Porque Dios quiere que el hombre sea activo con su trabajo. Si ya todo viniera dado, si todo fuera determinista y bueno, el hombre no tendría nada que hacer, entones se limitaría a recibir. Dios quiere que el hombre sea activo, un poco como la parábola de los talentos, que tiene que trabajar. El Universo tiene muchas potencialidades, y puede ir por un lado, puede ir por otro, no es que sea una pura potencialidad, que pueda ir por cualquier lado, porque hay márgenes, pero puede ir. Esto se opone al deísmo, mantener que Dios crea el Universo y ya se desentiende, y también se opone al fatalismo, que es parecido al deísmo, que dice que Dios actúa por las leyes deterministas, y todo está ya absolutamente previsto por Dios, y no hay ningún margen no solo para que Dios actúe sino para que ni siquiera el hombre actúe.

Dios quiere que el hombre sea activo, un poco como la parábola de los talentos, que tiene que trabajar.

Juan José Sanguineti

Entonces, Dios actúa, es providente en la evolución. En la evolución es más difícil decir cómo actúa. Sobre eso hay opiniones, pero aquí no entro en la cuestión, porque hay muchos que dicen que interviene a nivel cuántico, cosa que es un poco discutible. Cierto que todo el mundo se opone (los especialistas en estos temas), a que Dios vaya con milagritos haciendo que la evolución vaya exponiendo de vez en cuando: “hagamos ahora este milagro”… Un Dios así es ridículo.

Antes se ha referido a la providencia de Dios. ¿Cómo actúa Dios ante las oraciones?

La providencia de Dios tiene planes, pensando sobre todo en el hombre en la Tierra, tiene planes generales para toda la humanidad  ̶ porque el hecho de que haya guerras mundiales, pandemias, etcétera, no escapa a la providencia de Dios ̶ ,  y tiene planes particulares para cada hombre, para cada hombre y mujer, para la vida de cada uno, con sus éxitos, sus fracasos, su trabajo, su matrimonio, sus enfermedades, su muerte, todo.

Entonces, en ese plan que tiene Dios, Dios tiene en cuenta muchas cosas. Tiene en cuenta las oraciones de las personas. Una vez hace poco uno preguntaba ¿pero con la oración el hombre causa a Dios? Sí, claro que causa a Dios, porque Dios quiere ser causado por las oraciones. Dios escucha la oración, y dice “ah bueno, accedo a esta oración, y voy a hacer este favor”. Es verdad, es así; si no, la oración no tendría lugar en la vida humana.

A veces Dios tiene en cuenta los comportamientos humanos, a veces tiene en cuenta las reacciones humanas, con las acciones de gracias y la misericordia de Dios siempre. Y todo esto lo tiene en cuenta de un modo sapiencial, porque Dios siempre mira el conjunto también. Tiene la visión de conjunto absoluta.

¿Qué significa que “Dios quiere ser causado por las oraciones”. Usted habla de que Dios se deja “condicionar” por nuestras oraciones.

Dios accede, por decirlo así, antropomórficamente, a dejarse condicionar por las oraciones humanas. Si yo no hubiera rezado, a lo mejor esta persona no se habría curado.En ese sentido yo le he “provocado”, porque Dios quiere dejarse provocar por las oraciones. Por eso Dios nos incita a rezar. Quiere decir que está pendiente de que pidamos cosas, porque Él nos las quiere dar, eso está en el Evangelio.

Respecto a si los milagros violan o no las leyes naturales, yo lo dejaría para una discusión técnica, yo no veo problemas. No las viola de un modo arbitrario y rompiendo la ley, sino que hay una causalidad más alta. Y esa causalidad más alta puede afectar a una causalidad baja y cambiarla. Para eso sería el milagro.

Pero luego lo más interesante en realidad son los favores, porque los favores son continuos, los milagros son muy raros. Los favores no violan las leyes. Estoy pensando en los favores que son continuos. Yo rezo para que me encuentre bien mañana, el día que voy a dar la conferencia que no me venga un resfriado, etcétera. Espero que Dios acceda a mi oración. Eso no viola ninguna ley, es un favor que hace a veces por intercesión de los santos o de la Virgen.

Hay un razonamiento que he visto en algunos teólogos, incluso protestantes, que dicen “si nosotros con la técnica vamos más allá de la naturaleza y podemos cambiar las cosas sin violar las leyes, ¿cómo no vamos a permitir que Dios haga lo mismo y mucho más?

Dios tiene libertad para actuar sobre la naturaleza igual que nosotros, no igual, más que nosotros, y hacemos cosas que la naturaleza no hace, pero que las potencialidades de la naturaleza, que son abiertas, permiten que hagamos. Así tiene sentido la tecnología. ¿Cómo Dios hace el favor, cómo lo hace, si causalmente eso es misterioso? Hay explicaciones que son discutibles, porque algunos dicen que Dios pondría las condiciones iniciales del Big Bang… Personalmente, la verdad es que soy un poco refractario a pensar eso. Otros dicen que suministra información y hace que haya una nueva información, no cambia la energía, pero sí la información. Es una respuesta técnica en la que no voy a entrar. Prefiero quedarme con que es misterioso.

Sigamos con los favores. ¿Cómo actúa Dios con los favores? ¿Y qué puede decir cuando suceden ‘demasiadas casualidades’?

Volviendo a los favores, el sentido más importante es ese favor que yo le pido a Dios que me haga y que puede hacerlo o no. No es previsible, o sea, yo no puedo preverlo mágicamente. Porque si yo lo pudiese prever, sería magia, sería como que yo hago una oración, y yo ya sé que Dios me va a atender, entonces ahí ya estoy dominando a Dios.

Yo creo que Dios lo que quiere es que nosotros confiemos en Él, y pidamos cosas que podrá Él hacernos el favor si lo cree conveniente o no hacerlo, o hacernos un favor mejor, porque Dios siempre es bueno y misericordioso. Lo que no es posible es hacer previsiones en lo concreto, porque ya entonces estaríamos controlando a Dios racionalmente y eso se opone a lo que es Dios.

Dios actúa en los favores humanos, que son tantos, sobre todo de la persona que reza, pero a veces de los que no rezan también, pero que Dios ve que tienen buena disposición y entonces Dios les ayuda. Dios actúa de modo escondido, pero el que tiene suficiente visión de Dios se puede dar cuenta un poco.

Yo creo que Dios lo que quiere es que nosotros confiemos en Él, y pidamos cosas que podrá Él hacernos el favor si lo cree conveniente o no hacerlo, o hacernos un favor mejor, porque Dios siempre es bueno y misericordioso.

Juan José Sanguineti

Pienso que cualquiera de nosotros puede contar favores que Dios le ha hecho por intercesión, porque ha habido demasiadas casualidades, y sin embargo nos damos cuenta de que se podría explicar, porque puede haber tantas coincidencias, y entonces dirían: “esto se explica naturalmente”. Sin embargo, a veces son demasiadas casualidades, y decimos “no, esto es un favor”, aunque no sea un milagro. Uno no dice que sea un milagro porque no hay elementos para poder decir que esto es milagroso.

En definitiva, lo que Dios quiere es que nosotros seamos activos y que pongamos también las causas segundas, y por el hecho de tener que rezarlo, ya decimos que Dios me ayudará sobre eso y no hago nada, no actúo, no pongo los medios para hacer las cosas bien… No, Dios te va a ayudar, pero si uno trabaja, si uno hace las cosas, y después a lo mejor Dios ayuda para que no venga ese obstáculo, para que se supere ese obstáculo, pero siempre que en general uno se haya esforzado para conseguirlo.

En ese sentido, somos como colaboradores de Dios. Otra cosa interesante también es que Dios, como es sabio, cuando hace favores, esos favores tienen múltiples efectos que no podemos conocer, no solo uno. Dios hace una cosa, y a nosotros nos favorece, pero también favorecerá o tendrá efectos en cantidad de personas, eventos y cosas.

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“Dios ha ido sacando bienes en cada persona durante la pandemia”

La acción de Dios en el mundo y la cuestión del azar, son temas que aborda en esta entrevista el profesor Juan José Sanguineti, catedrático emérito de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma).

Rafael Miner·25 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 10 minutos

El plan creador de Dios, la evolución contingente de la naturaleza, preguntas sobre la acción de Dios en el mundo como dónde ha estado Dios durante la pandemia, la apertura o la cerrazón de los hombres y mujeres a la transcendencia, o el tema siempre complejo del azar, son cuestiones que interesan.

Ayer, el profesor Juan José Sanguineti pronunció en la Universidad de Navarra la VI Lección Conmemorativa Mariano Artigas, bajo el título ¿Cómo actúa Dios en los eventos casuales?, en un acto organizado por el Grupo de Investigación Ciencia, Razón y Fe (CRYF), de la Universidad de Navarra, cuyo director es el investigador del Instituto Cultura y Sociedad (ICS), Javier Sánchez Cañizares.

Unos días antes, Omnes pudo conversar sobre estas cuestiones con el catedrático argentino, que es también profesor en el Instituto de Filosofía de la Universidad Austral (Buenos Aires, Argentina)., y autor de más de dieciséis libros y un centenar de artículos científicos, en especial sobre temas de filosofía de la naturaleza, filosofía de la ciencia, cosmología, filosofía del conocimiento y de la mente, y neurociencia.

Ofrecemos hoy la entrevista con el profesor Sanguineti, que tendrá su continuación mañana en este mismo portal

–En primer lugar, una cuestión que se pregunta la gente hoy, en una sociedad herida por la pandemia, aunque esperanzada ahora con la vacunación. Es lo que se planteó a san Juan Pablo II. Si Dios es amor, ¿por qué hay tanto mal? O por decirlo de otro modo: ¿Dónde ha estado Dios durante la pandemia o en otras crisis?

Es la pregunta que se hace Jonas, un filósofo alemán que ya murió a propósito de Auschwitz. Él mismo, filósofo hebreo y creyente, se planteó y se hizo famosa esa pregunta: ¿Dónde estaba Dios en Auschwitz? Y la respuesta de Jonas era que Dios participaba en los dolores humanos y en cierto modo era víctima también; es decir, que Dios sufría junto con los hombres y al mismo tiempo, como es Misericordioso, les ayudaba, pero eso suponía también pensar que Dios no era Omnipotente, que no era potente para desterrar el mal en el mundo.

Esa respuesta se comprende porque es muy difícil, es una pregunta que se ha hecho todo el mundo, pero ciertamente no salva la trascendencia de Dios. Porque un Dios que no es Omnipotente no es verdaderamente Dios, puede ser una entidad espiritual alta, pero no puede ser Dios. Obviamente, no es fácil entender. El problema del mal es un misterio que yo ahora voy a decir que no pretendo resolverlo, porque yo creo que no lo ha resuelto nadie, es un misterio.

La pregunta que uno se puede hacer es cómo es posible que Dios cree un Universo maravilloso, increíble, que demuestra una inteligencia enorme, cuando uno ve toda la maravilla de la naturaleza, y sin embargo también crea una naturaleza en la que surge el sufrimiento, la muerte, el dolor, el hambre y las injusticias… Entonces ¿qué tenía Dios en la cabeza? ¿cuál era su plan?

Si Dios es sabio, aunque es un poco atrevido meterse en la mente de Dios y ver, sobre todo si uno tiene en cuenta que Dios, en la tradición religiosa, no solo cristiana sino mucho más amplia, es providente, es decir, ¿cómo actúa entonces la providencia de Dios? Si Dios es providente, uno dice: bueno cuida de todos los seres, lo dice Jesucristo en el Evangelio, que hasta el último cabello de nuestra cabeza está contado, que Dios se preocupa de los pajarillos, y todo eso está contenido en la sabiduría y la providencia de Dios.

–Usted se ha referido a Job…

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Sí. Una primera respuesta sería de Job, del Antiguo Testamento. Es una respuesta de humildad. Que nosotros no podemos entender a Dios, pero sin embargo somos humildes, y agachamos un poco la cabeza y decimos que Dios es mucho más que lo que nosotros podamos pensar. Y después de todo ese diálogo enorme, que es el diálogo sobre el mal que sufre un inocente, como es Job, al final con todos los argumentos que pretenden decirle los compañeros que van a consolarlo, y que son argumentos buenos, que se han dado siempre, al final dice Job: bueno, ya he hablado demasiado, basta, ahora me callo. Dios es creador, sabe más, mucho más. No da una respuesta, simplemente es una actitud de ignorancia humilde.

Otra respuesta más poderosa es la que uno puede sacar de Jesucristo en la Cruz. Jesucristo en la Cruz asume los dolores humanos, las injusticias, la vulnerabilidad del cuerpo, la humillación. Tampoco eso te resuelve racionalmente las cosas, pero por lo menos te da una luz. Uno puede decir como dice la vida cristiana que uno se une a la Cruz de Cristo, al sufrimiento de Cristo. Entonces mis sufrimientos, aunque yo esté enfermo, aunque yo esté en la cárcel, tenga cáncer, todo eso alcanza un sentido. Yo me uno a la Cruz de Cristo, y por lo menos eso tiene un valor de corredención y un valor que se une al sufrimiento de Cristo, que ha sufrido por nuestros pecados. Porque a veces al hombre lo que más le desconcierta no es el sufrimiento, sino que ese sufrimiento no tenga ningún sentido, eso es lo peor. Que uno sufre, que no tenga ningún sentido y no le importe a nadie, y acabar en la nada. Entonces, ahí la Cruz de Cristo da una cierta respuesta.

–¿Se puede tener en cuenta que hay muchos males que vienen de los pecados humanos, porque Dios respeta la libertad…Incluso en Auschwitz?

Recordemos que lo que pasa en Auschwitz es fruto de pecados enormes de los hombres, de la ideología naziy todo eso. Lo mismo que Jesucristo se deja crucificar, pero al final vence, pero vence con el amor, no vence bajándose de la Cruz, sino que vence con el amor.

Después hay otros males que vienen de la contingencia física (enfermedades, calamidades, accidentes). Eso no viene del pecado, sino que viene de que el mundo es así, es el mundo de la vida, es un mundo donde hay nacimiento y gozo, pero también hay muerte. Y la pandemia pertenece a este tipo de males, es una epidemia, una enfermedad. Yo creo que nosotros, con cierta visión de sabiduría, tenemos que aceptar el mundo físico en el que vivimos y del que nosotros formamos parte con su imperfección, con su alegría y las cosas bonitas que tiene, pero también hay una dimensión de dolor en la vida, en la biología misma y en la vida humana.

También hay que tener una visión de eternidad, de que hay algo más que este mundo.

En Dios hay una providencia y la providencia de Dios no significa que Dios nos resuelve en sus planes todos los problemas que tenemos inmediatamente, pero sí es cierto que Dios siempre sabe sacar el bien de los males y los sufrimientos, incluso aunque los cause el mismo ser humano.

Dios, de alguna manera, cuando hay buenas disposiciones sobre todo, pero incluso aunque no las haya, sabe sacar algún bien para cada uno, e incluso no solo para cada uno sino a veces colectivamente. Ese bien puede ser el bien del martirio, el bien de las virtudes, el bien del progreso de la medicina, por ejemplo con la pandemia es evidente que nosotros aprendemos muchas cosas. La medicina obviamente va a progresar porque siempre ha progresado con los males físicos y biológicos.

–¿Y ese argumento de que soy tan malo, o me he portado tan mal, que Dios no me va a escuchar ni atender?

Dios cuida con una providencia especial a cada uno, si es inocente pero incluso también si es culpable. Entonces, aunque uno sufra o muera, de un modo particular o personal, cada uno lo sabrá o no, pero Dios lo cuida a cada uno sin poder generalizar. Eso lo vemos por ejemplo en la vida de Cristo. Jesucristo empieza curando enfermedades, algunas son pedidas, atiende curaciones, otras las hace por propia iniciativa.

Dios cuida con una providencia especial a cada uno, si es inocente pero incluso también si es culpable. Entonces, aunque uno sufra o muera, de un modo particular o personal, cada uno lo sabrá o no, pero Dios lo cuida a cada uno sin poder generalizar.

Juan José Sanguineti

Pero al mismo tiempo no es eso todo, porque eso que hace Jesucristo, no es que cure todas las enfermedades de todos los hebreos de su época, sino que cura a algunos un poco para demostrar que hay un mensaje más alto, que es la salvación, un mensaje más hondo. Este mundo no es todo, hay más que este mundo. Después de la muerte hay otra cosa. Si uno no tiene esa visión, por supuesto no va a entender nada. Entonces, ¿dónde está Dios en la pandemia y otros males? Dios ha estado presente de muchos modos en la pandemia, sacando bienes en cada persona, hay muchas historias de gente que se ha acercado a Dios, o de gente que ha tenido otra cosa. Hay cosas, y uno puede verlo y a veces no lo verá.

Pero lo que sí que hay que evitar son las explicaciones teológicas o pseudoteológicas, diría que concretas, que pretenden meterse en las motivaciones de Dios. Uno que dice, por ejemplo, que la pandemia es un castigo o un pecado de la humanidad, eso no se puede decir. Nosotros no sabemos nada. No podemos decir nunca este mal es un castigo, como hay algunos que lo dicen. No lo sabemos.

De hecho, Dios tiene sus motivos, que a veces son generales para toda la humanidad y a veces son concretos, y eso se ve en el Evangelio. Dios, cuando cura al ciego de nacimiento y le preguntan: ¿éste pecó o sus padres? Y dice no, no, ni él pecó ni sus padres, es para que, en este caso, se manifieste la gloria de Dios. Por tanto, se ve que hay un plan especial que nosotros no conocemos, pero que tiene Dios con cada uno.

¿Dónde está Dios en la pandemia y otros males? Dios ha estado presente de muchos modos en la pandemia, sacando bienes en cada persona, hay muchas historias de gente que se ha acercado a Dios, o de gente que ha tenido otra cosa. Hay cosas, y uno puede verlo y a veces no lo verá.

Juan José Sanguineti

–En un Foro Omnes de este año, Jacques Philippe señaló que “la pandemia ha mostrado los límites y la fragilidad de la civilización occidental”. ¿Puede identificarse la pandemia actual con los que usted denomina ‘eventos casuales’ o fortuitos en el título de su intervención ‘¿Cómo actúa Dios en los eventos casuales’?

Es cierto que la pandemia ha demostrado no solo los límites de la civilización occidental, sino de todo el mundo. Ha demostrado nuestra fragilidad, a veces nos creíamos con soberbia y que estábamos ya dominando un poco todo, y vemos que de pronto surge una cosa que se nos escapa de las manos y que vemos además el riesgo que tiene de acabar con medio mundo rapidísimamente, es decir, la velocidad y la rapidez con la que se propagó, y eso nos tiene que dejar atentos, porque en medio de los grandes éxitos tecnológicos siempre puede surgir algo que nos tire para abajo.

Al mismo tiempo, esto demuestra la grandeza humana y la inteligencia del hombre, porque la verdad es que hemos frenado bastante esta pandemia. Aunque ha habido casi 5 millones de muertos en el mundo, podría haber sido medio mundo. En epidemias de otras épocas morían la tercera parte o la mitad de la población, miremos las ciudades europeas, las epidemias como la peste negra, donde murió una tercera parte de la población.

Ahora, gracias a la medicina y gracias a tantas cosas, conseguimos dominarla mucho mejor. Aunque la comunicación ha permitido que la pandemia fuera realmente pandemia y además muy aceleradamente, sin embargo esa misma comunicación predice que haya ido rápido el frenazo gracias a la medicina y a tantas cosas buenas que hace la razón humana, eso hay que tenerlo también en cuenta.

–¿Es fortuita la pandemia?

No, no es fortuita. Pero sí está posibilitada por una serie de cosas fortuitas, porque el azar interviene. Pero para eso hay que definir qué es el azar, y hablaremos luego de ello si lo desea. El azar no es que surge cualquier cosa así por las buenas, sino que, ante todo, yo diría que la pandemia es un efecto de un evento, como toda enfermedad, de un evento contingente. No es el evento fatal. No hay lugar para el determinismo. Es un evento que podría no haber sucedido, pero eso pasa con cualquier enfermedad.

Por supuesto que hay algunas enfermedades que son necesarias y ocurren necesariamente, pero otras son contingentes. Pero aunque sea contingente, la pandemia es probable, es un evento probable. Puede ser muy probable o poco probable y lo fortuito es así siempre. Pero fortuito, digamos no determinístico, puede suceder y no suceder, como suele ser un accidente, es más fortuito cuanto es menos probable.

Los epidemiólogos han estudiado que las epidemias, como toda enfermedad, son probables, son algo probable, yo me puedo enfermar como cualquiera de cualquier enfermedad. Pero lo que pasa es que hay circunstancias que favorecen esa enfermedad. Puede ser, en el caso de la pandemia, el consumo de animales salvajes, en Wuhan como se ha dicho, porque se produce la zoonosis, y que el virus pase de una especie a otra o podría ser también, aunque no lo sabemos, un error de laboratorio.

En mi opinión, no pienso que sea algo querido, pero un error de laboratorio no se puede excluir, y si a lo mejor se produce se intenta ocultar, pero si es así sería un evento fortuito. Una serie de circunstancias que de pronto a causa de una serie de concurrencias de cosas no queridas resulta que se produce el accidente. Ahora nosotros podemos reducir las probabilidades, por supuesto, eso sí.

Entonces, tomando medidas, la pandemia no es fruto sin más del azar, pero hay una multitud de elementos que a veces son pequeñitos de azar (descuidos humanos, encuentros fortuitos de la naturaleza en un mercado o lo que sea) que la van haciendo más probable, que son un riesgo. Y eso sucede en todo tipo de accidentes, por eso nosotros lo que queremos es disminuir la posibilidad que haya. Y ahí se mete el azar. Y está unido siempre a la contingencia.

–En ocasiones parece que, en nuestra sociedad, tiene lugar una discriminación de los creyentes católicos, en la elección de cargos públicos, en la política, en la economía, o en otras esferas sociales. Como si sus planteamientos no fueran a ser racionales. ¿Por qué a veces el hombre contemporáneo se cierra a la trascendencia?

Es cierto que en la cultura actual, el hombre contemporáneo, sobre todo occidental, se cierra a la trascendencia, no tiene en cuenta a Dios, o es agnóstico o es ateo práctico, o lo que sea. Eso, como siempre ha sucedido, es por ignorancia, o por arrogancia. La ignorancia puede deberse a que estamos en una cultura que habla muy poco de Dios, que tiene ideas equivocadas sobre Dios, sobre la Iglesia, sobre Jesucristo. Es, que viene de mucho atrás, digamos de los siglos XVIII-XIX, ahora está muy extendido porque ya no es solo los intelectuales, sino que es muy popular. Pero también puede suceder que haya personas que rechazan a Dios por una arrogancia humana, yo lo he visto en muchas personas. No quieren someterse a algo superior al hombre, piensan que el hombre es todo.

Antes necesitábamos acudir a Dios para rezarle porque teníamos enfermedades, porque teníamos problemas económicos. Ahora parece que la economía o la medicina ya lo van a resolver, y acudir a Dios es una cosa de niños.

Juan José Sanguineti

El momento cultural creo que tiende a esta arrogancia, por los descubrimientos, por el progreso científico y tecnológico, aunque la cosa es compleja. Luego hace que el bienestar humano esté mucho más extendido, que sea mejor que antes, y a partir de la segunda mitad del siglo XX el bienestar humano ha llegado a muchísimas sociedades en todo el mundo.

Entonces el ser humano, el hombre y la mujer, se cree que somos autosuficientes. Antes necesitábamos acudir a Dios para rezarle porque teníamos enfermedades, porque teníamos problemas económicos. Ahora parece que la economía o la medicina ya lo van a resolver, y acudir a Dios es una cosa de niños. Eso lo piensa mucha gente.

En cambio, cuando el hombre advierte su fragilidad y sus límites, eso a veces le hacer redescubrir a Dios, le lleva a Dios. Con eso no auguro que haya desastres, pero digo que el excesivo bienestar muchas veces da vía a la arrogancia humana. Creo que a Dios se llega de muchos modos, se puede llegar viendo la maravilla del cosmos, de la naturaleza, como han llegado a ser los trabajos del genoma humano de Collins, que viendo la maravilla del genoma se convirtió y empezó a creer en Dios.

En cambio, cuando el hombre advierte su fragilidad y sus límites, eso a veces le hacer redescubrir a Dios, le lleva a Dios. Con eso no auguro que haya desastres, pero digo que el excesivo bienestar muchas veces da vía a la arrogancia humana.

Juan José Sanguineti

O también uno puede llegar a ver que es una aspiración humana conocer a Dios, y es verdad, sería como un camino. Pero otro camino es también ver nuestros límites y el mismo mal. Curiosamente, eso que a veces parece que aleja de Dios, eso mismo a veces puede acercar a Dios, viendo que si nosotros no tenemos a Dios, si no hay un Dios, vamos al nihilismo. Y ahí se plantea una disyuntiva que al final la gente se puede plantear, que es: “bueno si no hay Dios, vamos al nihilismo, la vida no tiene sentido”. Porque aunque nosotros hayamos resuelto todo el problema, no sé, médico o económico, el sentido último de la vida, eso no lo resuelve ni la economía, ni la política. Eso es una cosa que tiene que ver precisamente con Dios.

Gracias, profesor. Continuamos mañana. Hemos de hablar del azar también, de la oración, de los favores, de las ‘casualidades’, de los milagros y las leyes naturales…

Mundo

Continúa el camino sinodal alemán, con controversia y propuestas alternativas

La asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal de Alemania, que ha concluido en Fulda, ha rechazado debatir el texto alternativo del obispo Vorderholzer, apoyado por el cardenal Kasper. Estos ven en el documento sobre “Poder y separación de poderes en la Iglesia” un intento de democratización según criterios sociopolíticos.

José M. García Pelegrín·24 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

El jueves 23 de septiembre ha finalizado la asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal de Alemania (DKB, por sus siglas en alemán), tras cuatro días de reunión, celebrada en Fulda. Después de que la asamblea de primavera -el pleno de la DKB se reúne dos veces al año, en primavera y otoño- tuviera que celebrarse online debido al COVID-19, en esta ocasión volvió a tener formato presencial.

En sus palabras de saludo, el Nuncio Mons. Nikola Eterović hizo referencia a la entrevista mantenida por el Papa Francisco con COPE el 1 de septiembre, citando las palabras del Santo Padre: “Sobre eso, yo me permití mandar una carta. Una carta que la hice yo solo en castellano. Un mes me llevó hacer eso, entre rezar y pensar. Y se la mandé en su momento: original en castellano y traducción al alemán. Y ahí expreso todo lo que siento sobre el sínodo alemán. Ahí está todo”.

“Una de esas cosas que el Papa dice en la carta” -continuaba Mons. Eterović- “la subrayó el Cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin, en su homilía en la Basílica de San Juan de Berlín el 29 de junio de 2021 con motivo de los 100 años de relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Alemania: ‘Todas las veces que una comunidad eclesial ha intentado salir sola de sus problemas, confiando solo en sus propias fuerzas, en sus propios métodos y en su propia inteligencia, ha acabado multiplicando y perpetuando los mismos males que intentaba superar». A continuación, el Cardenal Parolin pidió que se valorara la comunión eclesial en el sentido católico, es decir, universal”.

Advertía así el Nuncio ante posibles “caminos particulares” del camino sinodal alemán, uno de los temas centrales de la reunión del episcopado, al que la asamblea dedicó en exclusiva medio día de reflexiones y conversaciones. Según el presidente de la DBK, Mons. Georg Bätzing, la Conferencia Episcopal entiende “el Camino Sinodal de la Iglesia en Alemania como nuestro enfoque de una sinodalidad vivida de la Iglesia”; el presidente de la DBK añadió: “Seguimos dialogando y trabajando juntos en las perspectivas para poder aportar también nuestras experiencias al Camino Sinodal de la Iglesia universal”.

En la rueda de prensa al término de la asamblea plenaria, Mons. Bätzing volvía sobre ello: “El Camino Sinodal que el Papa Francisco está recorriendo con toda la Iglesia y el Camino Sinodal en Alemania son dos caminos que tienen un objetivo común: hacer visible y vivible la Buena Noticia del Evangelio hoy bajo los ‘signos de los tiempos’; se trata de un fortalecimiento en la fe, una renovación de la Iglesia y una recuperación de la confianza y la credibilidad. Ambas formas se complementan. Por lo que veo, esto también es válido para los numerosos procesos y caminos sinodales de otros países. Acojo con satisfacción esta dinámica”.

En este contexto, uno de los aspectos más controvertidos ha sido el “texto base” de uno de los foros sinodales, denominado “Poder y separación de poderes en la Iglesia”. Algunos obispos -y otros miembros del camino sinodal- subrayan que dicho texto adolece de una falta de normas teológicas, de querer democratizar la Iglesia de acuerdo con criterios sociopolíticos y de socavar el cargo de obispo. 

Antes de la reunión de la DBK en Fulda, el obispo de Regensburg (Ratisbona) Mons. Rudolf Voderholzer publicó a comienzos de septiembre -en una página web creada a tal efecto- un texto alternativo, elaborado por varios miembros del camino sinodal. Sin embargo, los presidentes de dicho foro sinodal -Claudia Lücking-Michel, vicepresidenta del “Comité Central de los católicos alemanes”, y el obispo de Essen, Mons. Franz-Josef Overbeck— rechazaron debatir sobre ese texto alternativo.

Por otro lado, en una conferencia pronunciada en Augsburgo, el cardenal alemán Walter Kasper, presidente emérito del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, apoyó el texto alternativo, pues “analiza de modo claro los problemas existentes, argumenta según el sentido del Concilio Vaticano II y propone medidas de reforma eficaces y realizables”. Según el Cardenal, dicho texto “entiende la tradición como una invitación a dejarse sorprender por nuevas ideas. Es el resultado de una teología mediadora”. Además, pone de manifiesto que “no hay que poner todo patas arriba. Sobre la base del Concilio, se puede ir más allá en el espíritu del Concilio sin entrar en conflicto con la doctrina de la Iglesia”.

En la rueda de prensa al término de la asamblea general de la DBK, Mons. Bätzing subrayó que “no hay una oposición conjunta contra las líneas fundamentales del texto base del foro sinodal”, sino únicamente “críticas que se tendrán en cuenta en el trabajo posterior sobre dicho texto”. En la Comisión de Doctrina de la Fe de la DBK se trataron las objeciones en un “debate controvertido, pero bueno”, según Mons. Bätzing, pero no se aceptaron las propuestas de cambio. La Comisión de Doctrina de la Fe subraya —siguió diciendo el presidente de la DBK— que “las reformas y los cambios deseados y necesarios han de estar dirigidos al objetivo de fortalecer a la Iglesia en su esencia, permitiéndole proclamar y recuperar su credibilidad.

Por lo tanto, al tratar el poder, hay que buscar un modo que haga justicia tanto a las personas acostumbradas a las normas político-sociales, como a la Iglesia. Por lo tanto, no debe haber oposición entre Consagración [episcopal] y Dirección [de la diócesis], pero hay que hacer cambios en cuanto al control de la dirección, mediante transparencia y participación”.

Otro de los temas que ocupó la atención de la asamblea plenaria de la DBK fue la cuestión de los abusos sexuales; como se recordará, el informe de tres universidades (“estudio MHG 2018”) está en el origen del camino sinodal alemán, introducido para encontrar medidas eficaces a fin de impedir que en el futuro se produjeran dichos abusos. Una de las medidas concretas aprobadas en la asamblea actual fue la estandarización en los expedientes de clérigos, pues de ese modo “es posible que las acusaciones de abusos sexuales, en el futuro, se documenten en todas las diócesis de modo vinculante, unificado y transparente”.

Además -recuerda Mons. Bätzing en la rueda de prensa final- la creación de un “comité asesor de afectados” adjunto a la Conferencia Episcopal “facilita una cooperación más estrecha y el intercambio permanente con afectados”. Y añadía: “El tema de los abusos sexuales no nos deja de preocupar. Me gustaría asegurar una vez más que este oscuro capítulo de la Iglesia sigue siendo una prioridad en nuestra agenda. Nos hemos comprometido a asumir y aclarar la situación en 2010 y estamos trabajando en este doloroso proceso, en el que hay avances y también retrocesos”.

Sin embargo, coincidiendo con la asamblea plenaria, uno de los miembros del comité asesor de afectados de Colonia, Peter Bringmann-Henselder, declaró que dudaba de la adecuación de Mons. Bätzing para tratar los casos de abusos en la Iglesia católica. Bringmann-Henselder se refiere concretamente a su actividad como Vicario General de la diócesis de Tréveris en los años 2012-2016: “De esos años se conocen casos de abusos. ¿Sabía algo Mons. Bätzing? ¿Ocultó algo? Hasta que no se esclarezcan esos hechos debería dejar la presidencia de la DBK y esclarecer los abusos tanto en Limburgo [la diócesis que preside desde agosto de 2016] y en Tréveris. Deben tratarse todos esos casos de modo implacable, como se ha hecho en la diócesis de Colonia”.

En su homilía que pronunció en la Misa del jueves, el cardenal Woelki hacía referencia a un aspecto central. Glosando la vida de san Pío de Peltrecina, cuya fiesta se celebraba ese día, afirmaba: “Quien solo busque el sensacionalismo, será ciego para la actuación de Dios, que quiere que las personas cambien para bien, a fin de llevarlas a la comunión con Él y a la alegría perfecta. No nos dejemos impresionar en nuestra vida por lo externo y no nos distraigamos de pedir y buscar la comunión con Dios y su voluntad detrás de las cosas. Porque solo ahí encontramos la vida que nos permite vivir de verdad”.

Mundo

El Papa ratifica al cardenal Woelki como arzobispo de Colonia

Ya se conocen los resultados de la visita a la archidiócesis de Colonia ordenada por el Papa. El cardenal arzobispo de Colonia Rainer Maria Woelki continúa al frente de la archidiócesis. También los obispos auxiliares Puff y Schwaderlapp permanecerán en el cargo.

José M. García Pelegrín·24 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

El cardenal Woelki ha sido ratificado en su cargo de arzobispo de Colonia por el Papa Francisco. En un comunicado de la Santa Sede, hecho público hoy viernes 24 de septiembre a través de la Nunciatura Apostólica en Alemania, el Santo Padre hace referencia al informe elaborado tras la visitación de la archidiócesis realizada por el cardenal Anders Arborelius, obispo de Estocolmo, y Mons. Johannes van den Hende, obispo de Rotterdam: “En relación con el Arzobispo de Colonia, S. Em. el Cardenal Rainer Maria Woelki, no han surgido pruebas de que haya actuado contra Derecho en el trato con casos de abusos sexuales. Las afirmaciones de que el Cardenal quiso ocultar algo, especialmente por retener al comienzo la publicación de un primer estudio, han sido refutadas por los hechos ya publicados y por los documentos que ha analizado la Santa Sede. La decisión del Arzobispo de tratar los crímenes de abusos en la Iglesia, de dirigirse a los afectados y de fomentar la prevención, se manifiestan en la puesta en práctica de las recomendaciones del segundo estudio, que ya ha comenzado a realizar”.

El documento alude también a que el Cardenal “en general, el modo de tratar esos hechos, sobre todo en el plano de la comunicación”, también ha cometido errores; por ese motivo, en una larga conversación entre el Papa y el Cardenal, este pidió un “tiempo de reflexión, de renovación y de reconciliación”, lo que llevó al Santo Padre a acceder al deseo del cardenal Woelki de disponer de un “tiempo de reflexión” desde mediados de octubre hasta el comienzo de la Cuaresma. Hasta dicho momento, se ocupará de dirigir la diócesis Mons. Rolf Steinhäuser.

En relación con los obispos auxiliares de Colonia que habían puesto sus cargos a disposición de la Santa Sede, el documento dice que “el Santo Padre ha decidido no aceptar su renuncia”: “Si bien ambos obispos cometieron algunos errores al tratar procedimientos, no lo hicieron con la intención de ocultar abusos o de ignorar a los afectados”. Por ello, Mons. Ansgar Puff retomará inmediatamente su cargo de obispo auxiliar; en el caso de Mons. Dominikus Schwaderlapp, el Santo Padre ha accedido a su petición de trabajar, antes de su retorno a la archidiócesis, durante un año en la pastoral en la archidiócesis de Mombasa (Kenia).

Zoom

Migrantes en el Río Grande

Un migrante en busca de asilo en Estados Unidos lleva a un niño a hombros mientras cruzan el Río Grande de regreso a México cerca del Puente Internacional entre México y Estados Unidos el 20 de septiembre de 2021.

David Fernández Alonso·24 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Evangelización

«Para anunciar la Buena Noticia donde hay dolor hemos de mirar a la persona»

La fiesta de la Virgen de la Merced recuerda la inestimable tarea de capellanes penitenciarios, voluntarios y  funcionarios de prisiones. También de los propios reclusos y reclusas que, en medio de una dura situación, se unen más a Cristo en la cruz, que les abre las puertas de la libertad interior y la reconciliación.

Maria José Atienza·24 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

“Lo primero es mirar a la persona. De nada sirve hablar de Dios si antes no te has acercado a la persona que sufre y lo pasa mal, le tiendes la mano, le ayudas, le escuchas y le das ánimos. Una vez que te has acercado a la persona puedes hacer esa propuesta de salvación y decirle que Dios le ama” señala Paulino Alonso, capellán de Soto del Real y responsable de la Fundación Comedor Ave María.

El capellán del centro penitenciario más grande de España subraya como “aquí tenemos todo tipo de personas, hombres y mujeres; que han cometido unos delitos concretos, en unas circunstancias concretas, con una situación concreta. Para anunciar la Buena Noticia allí donde hay dolor y sufrimiento hemos partir de esta mirada a cada uno y proponer el mensaje de Cristo Salvador. Recordar que Jesús mira a la persona, no condena a la persona y desde ahí empezar un camino con él, que les acompaña desde la cercanía de nosotros, que somos los que llevamos este mensaje”.

Así lo hace Paulino tras décadas en la prisión, “Gracias al padre Paulino fue posible mi camino de reconciliación y conversión” afirma Adolfo, condenado por hacer de “mula”. Este venezolano fue detenido en Barajas portando droga y condenado a seis años. “Honestamente, yo venía con cierto rechazo hacia la religión o la Iglesia…. En ese momento, uno se siente abandonado, yo le echaba en cara a Dios que sabiendo la necesidad que estaba pasando, permitió que pasara y sobre todo la situación de mi familia en Venezuela”.

El cambio comenzó lentamente, primero, cuando Adolfo entró a formar parte del coro de la capilla de la prisión y, con el tiempo “a través de las celebraciones de la Misa con el P. Paulino, fui cambiando. Fui asumiendo mi responsabilidad y dándome cuenta que no debía echar la culpa a Dios. “Me ayudaron a abrir los ojos y en especial la cercanía, el trato del padre Paulino”, señala. Ahora Adolfo, que ha obtenido el tercer grado, ayuda al capellán en el Comedor Ave María.

Dios te mira a la cara

“En la cárcel vives el Evangelio puro”, apunta María Yela, delegada de Pastoral Penitenciaria de la Archidiócesis de Madrid, “yo siempre digo que cada preso es un Sagrario vivo. Celebrar la fiesta de la Merced es recordar cómo la Virgen vivió tantas situaciones de dificultad, y cómo acompañó y agrupó a los Apóstoles, como hoy acompaña a los presos”.

Yela describe esa relación entre la Virgen y el mundo de la Pastoral Penitenciaria porque “Ella supo encarnar a Jesús con todo lo que aquello suponía de dificultades, de entrega. Se puso en camino para ayudar a su prima, dio a luz a su Hijo en la pobreza y lo acogió como un regalo y así, se hizo Ella regalo para nosotros. María nos enseña a acompañar al que sufre, como ella educó a Jesús”.

Acompañar sin juzgar, acompañar a cada uno con sus circunstancias, su pasado, presente y futuro. “Lo que más valoran es que personas concretas y, sobre todo, Alguien con mayúscula no les rechazan, no le juzgan ni le miran con ojos de maldad sino como personas”, destaca Paulino. “Esto es algo fundamental, no sólo para quien está preso sino para todos: que Dios nos mira a la cara, que nos ama, entiende nuestra circunstancia y no viene a juzgarnos”.

El camino del perdón no es fácil, mucho menos dentro del entorno de falta de libertad y en el que confluyen muchos otros factores. Sin embargo, “poco a poco hay quien descubre que, por ese camino del odio no van a ninguna parte y comienzan la vía contraria, del perdón. A medida que se esta con ellos descubren ese valor del perdón y de la reconciliación, que no es fácil, sobre todo cuando tienen una condena exagerada por lo que han hecho o incluso están encarcelados injustamente”, apunta el capellán de Soto del Real. María Yela corrobora esta afirmación: “en la prisión hay muchas actividades, etc. pero también hay tiempos con uno mismo, que ayudan a una conversión profunda en muchas ocasiones”.

Paulino Alonso(3º por la Izquierda) y María Yela(centro) junto al Card. Arzobispo de Madrid y voluntarios de Pastoral Penitenciaria

La Virgen de la Merced

La Orden Real y Militar de Nuestra Señora de la Merced y la Redención de los Cautivos, fue fundada en 1228 por san Pedro Nolasco inspirado por la Virgen María y bajo la advocación de la Virgen de la Merced para la redención de los cristianos cautivos en manos de musulmanes. Además de los tradicionales votos de los religiosos, los mercedarios se comprometen con un cuarto voto a liberar a otros más débiles en la fe, aunque les cueste la vida.

A lo largo de la historia, la Orden mercedaria ha adoptado diversos ministerios caritativos y apostólicos de acuerdo con las necesidades de la Iglesia y el mundo. Actualmente, los mercedarios continúan con esos ministerios de acuerdo a las necesidades de las iglesias particulares, por ejemplo, como capellanes en muchos centros penitenciarios, a través de comedores, la atención a huérfanos o con su labor con los migrantes.

Por eso, el día de la fiesta de nuestra señora de la Merced, es el día de la Pastoral Penitenciaria

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Mundo

Mujeres en puestos de gobierno de la Iglesia: no es cuestión de paridad

Los nombramientos de dos mujeres, en este caso religiosas, para diferentes puestos de gobierno en la Santa Sede son un indicativo de la normalización de la presencia femenina en tareas que cualquier laico puede asumir dentro de la Iglesia.

Maria José Atienza·22 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Los nombramientos de Nathalie Becquart como subsecretaria del Sínodo de Obispos y de Alessandra Smerilli como secretaria del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral han vuelto a poner en primer plano el papel de la mujer en puestos de gobierno en la Iglesia católica, su necesidad y, sobre todo, la normalización de la presencia femenina en sectores eclesiales no ligados al ministerio sacerdotal.

Mónica Montero, abogada y copresidenta de la Sección de Derecho Canónico del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid señala los pasos que se están dando en la ruptura del “techo de cristal” que, en ocasiones, se ha podido dar en estos sectores y la mayor presencia de mujeres, sobre todo, laicas, en puestos de gobierno tanto de diócesis como en la propia Santa Sede  

En los puestos de gobierno de la Iglesia que no requieren la ordenación sacerdotal se trata más bien de romper el techo de cristal que existe

Mónica MonteroAbogada

En los últimos años hemos ido viendo nombramientos de mujeres en puestos de gobierno de la Iglesia tradicionalmente desempeñados por hombres y especialmente, sacerdotes. Jurídicamente, ¿esto ha supuesto algún cambio o simplemente era «tradición»?

–Jurídicamente, aun cuando no se refiere a puestos de gobierno, el cambio de mentalidad y la puesta en marcha por el Papa de esa voluntad de que todos los fieles puedan participar de la misión de la Iglesia tiene su efecto en la modificación, por ejemplo del canon 230, para que la mujer acceda al ministerio de lector y acolito, al otorgar de un estatus, una forma jurídica concreta y determinada para el ministerio laical de catequista o al permitir que dos de los tres jueces que enjuicie una causa de nulidad matrimonial sean laicos, conforme el canon 1673.3 (reformado por el Mitis Iudex Dominus Iesus), sin necesidad de que estos nombramiento requieran la autorización de la Conferencia Episcopal, como se regulaba antes.

En los puestos de gobierno de la Iglesia que no requieren la ordenación sacerdotal se trata más bien de romper el techo de cristal que existe. El Papa Francisco, ha exhortado para que el papel de los laicos y en especial que las mujeres tengan una mayor consideración. Se trata de romper con una larga tradición clericalista, tal y como ha indicado en el documento de preparación para el Sínodo de los Obispos sobre la Sinodalidad que se dio a conocer el pasado día 7 de septiembre de 2021:

“La Iglesia entera está llamada a confrontarse con el peso de una cultura impregnada de clericalismo, heredada de su historia, y de formas de ejercicio de la autoridad en las que se insertan los diversos tipos de abuso (de poder, económicos, de conciencia, sexuales). Es impensable «una conversión del accionar eclesial sin la participación activa de todos los integrantes del Pueblo de Dios» (Francisco, Carta al Pueblo de Dios (20 de agosto de 2018, preámbulo n 2).

El Papa Francisco, ha querido dar ejemplo, confrontándose con el clericalismo, con estos nombramientos, pero bien es cierto que aun se requiere dar más pasos y a todos los niveles, no solo en la Santa Sede, sino también en las Iglesias particulares, para que las mujeres que cuenten con la valía requerida y superen el proceso de selección, tengan la posibilidad de ser nombradas para los cargos de jueces, canciller, ecónomo, etc.

En cualquier caso no se trata de buscar una cuota de paridad sino de contar con laicas debidamente cualificadas.

Este tipo de nombramientos, ¿crean «jurisprudencia»? Es decir, son un síntoma de normalización de la presencia y labor de la mujer en estos ámbitos? 

–La jurisprudencia y la práctica de la Curia Romana podría ser tomada en consideración conforme al c. 19 cuando no exista una prescripción expresa en la ley universal o particular o una costumbre y sea necesario tomar una decisión. Si leemos, los primeros artículos de Pastor Bonus hablan de la posibilidad de adscribir a fieles a los Dicasterios, evidentemente no para los cargos que requieren ordenación sacerdotal, pero si para el resto de los cargos y más aún cuando por la naturaleza del Dicasterio lo hiciera conveniente.

Debería ser un síntoma de normalización los nombramientos de mujeres en cargos de gobierno dentro de la Iglesia, pero aún no lo es. Se están dando pequeños pasos, con el ejemplo que el propio Papa está dando, para que se asuman con normalidad y no se destaque el hecho de que sea una mujer quien ocupe el puesto, sino que se destaquen sus cualidades, formación y experiencia para desarrollar el puesto para el que se le nombra.

Debería ser un síntoma de normalización los nombramientos de mujeres en cargos de gobierno dentro de la Iglesia, pero aún no lo es.

Mónica Montero. Abogada
Lecturas del domingo

Comentario a las lecturas del domingo XXVI del tiempo ordinario (B)

Andrea Mardegan comenta las lecturas del XXVI domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan·22 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Comentario a las lecturas del domingo XXVI

En los últimos acontecimientos, los discípulos pensaban haber dejado una mala impresión en Jesús. Para recuperar el valor a sus ojos, Juan cuenta que impidieron a un hombre que echara demonios en el nombre de Jesús, “porque no viene con nosotros”. No habían podido expulsar al diablo que atormentaba a aquel niño a los pies del monte. Un extraño, en cambio, lo lograba. La envidia y la exclusión se desatan, ocultas por la aparente buena razón de la pertenencia. Juan espera una alabanza del Señor, que no llega: “No se lo prohibáis… El que no está contra nosotros, con nosotros está”. Cualquiera puede obrar milagros en el nombre de Jesús, incluso si no es de los que le siguen. La tentación del orgullo colectivo, de un “nosotros” que se contrapone, de la envidia del bien hecho por otros que no son del propio grupo, está siempre al acecho en la sociedad civil y en la Iglesia. Es fácil caer en ella, hay que vigilar.

Jesús les ofrece antídotos contra ese orgullo colectivo, alimentado por saberse discípulos de Jesús y participar de cerca en sus milagros: Juan vio a la hija de Jairo volver a la vida y a Jesús transfigurado en el monte. Afirma que cualquiera, de cualquier pueblo, fe, cultura, si hace algo pequeño, como dar de beber un vaso de agua a los discípulos porque son de Cristo, tendrá su recompensa. En cambio, los discípulos deben estar atentos porque pueden escandalizar a los pequeños, que son los que tienen una fe débil, quizás inducirlos a abandonar el seguimiento de Cristo y de la Iglesia, por ejemplo con la actitud de exclusión que acaban de mostrar.

Además, el discípulo debe eliminar lo que es un obstáculo para él, en sí mismo. Una mano, un pie, el ojo. Algo muy personal, que hace tropezar. La mano de Adán tomó el fruto del árbol de la vida, y la mano de Caín se levantó contra Abel. Pero la mano de Abraham se elevó en oración, y la de Jesús resucitó a la hija de Jairo. La mano agarra para poseer, roba, mata; pero también trabaja, reza, acaricia, cura y dona. Jesús habla de una sola mano para cortar, porque la otra es signo de la posibilidad del bien, de la conversión que siempre es posible. El pie recuerda la orientación de la vida, la posesión de la tierra y el ejercicio del poder. “Sus pies corren a derramar sangre”, pero “qué hermosos los pies de los que traen buenas noticias” (Rom 3, 15, 10, 15). “El hombre de ojos envidiosos es maligno” (Sir 14, 8) pero “mis ojos han visto tu salvación” (Lc 2, 30). Los ojos dicen de la actitud del corazón hacia las criaturas. Jesús hace entender a sus discípulos que hay que seguirle (pie) y poner en práctica su palabra (mano), pero también tener el ojo limpio para amar a todas las personas que él ama.

La homilía sobre las lecturas del domingo XXVI

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

Reverendo SOS

El regalo del perdón

El perdón es una acción muy beneficiosa para la salud mental, según la psicología, ya que desata de rencores en el ánimo, disminuye la obsesividad y libera del malestar. Para que el perdón tenga estos beneficios hay que recorrer todas las etapas del camino.

Carlos Chiclana·22 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Un sacerdote se enfrenta a diario a situaciones en las que hay personas que piden perdón a Dios y que perdonan las ofensas/deudas de otros pero ¿basta con la decisión de perdonar por un motivo sobrenatural para que la psicología también responda rápidamente? ¿somos capaces de perdonar de verdad a los enemigos y no guardar rencor? ¿no es una expectativa narcisista pretender amar hasta ese extremo? ¿se cambia la herida tan fácilmente en compasión, se transforma la ofensa en intercesión? ¿y el perdón a uno mismo?

Si te pisan el pie en el bus porque han dado un frenazo, es fácil perdonar. Si te buscan para hacerte el mal, lo hace alguien comprometido contigo, a quien quieres especialmente, o la institución a la que perteneces, es más difícil y la herida más honda. Atentado, infidelidades, traiciones, abandonos, incomprensiones, abusos, violencia y un largo etcétera de heridas en el hondón del alma.

Desde una perspectiva psicológica son conocidos los beneficios del perdón para la salud mental y hay muchos grupos de investigación que trabajan en ello porque desata de rencores en el ánimo, disminuye la obsesividad y libera del malestar. Es un acto que excede la justicia, implica la identidad de cada uno y potencia la libertad. Para que el perdón tenga estos beneficios es necesario recorrer todas las etapas del camino. 

Es fácil caer en alguna trampa como ignorar el daño, evitar el conflicto, vengarse, ponerse una coraza, ser dominado por la amargura o la tristeza, simular que se perdona, proyectar el dolor en otra persona, renunciar a los derechos generados por la ofensa, mostrarse imperturbable y sin emociones, hacerlo como alguien moralmente superior, pretender que todo vuelva a ser como antes o exigirse la reconciliación. 

El cardenal Raztinger explicó que es exigente: “El perdón cuesta algo, ante todo al que perdona: tiene que superar en su interior el daño recibido, debe como cauterizarlo dentro de sí, y con ello renovarse a sí mismo, de modo que luego ese proceso de transformación, de purificación interior, alcance también al otro, al culpable, y así, ambos, sufriendo hasta el fondo el mal y superándolo, salgan renovados”. 

Los expertos proponen cuatro fases:

1.- Fase de descubrimiento.

Descubres el dolor generado y se expresan las emociones que tienes. Examinas las defensas que aparecen como negar que sea tan intenso, mirar para otro lado o culpar a factores externos. Se admite la posible vergüenza o las ganas de venganza. Te haces consciente del enorme gasto de energía emocional que consumes, de la repetición mental de la ofensa y de cómo te comparas con el agresor/a. El justo mundo en el que creías ha sido perturbado. 

2.- Fase de decisión.

Quieres cambiar tus emociones, tu actitud ante lo que ha ocurrido y quiénes lo han realizado. Empiezas a considerar el perdón como una opción que puede interesarte y te acercas a este compromiso, al menos como una decisión cognitiva, aunque sigas con emociones desagradables. Separas al agresor de la agresión para poder señalar el mal y reconocer la dignidad de quien te ha ofendido.

3.- Fase de trabajo 

Se inicia el proceso activo del perdón. Redefines y reconsiderar la identidad del ofensor, fomentas la empatía y compasión, promueves la asunción y aceptación del dolor, te haces consciente del regalo moral ofrecido.

4.- Fase de profundización 

Buscas y encentras un significado que te de sentido a lo que estás haciendo. Tomas conciencia de ti mismo como alguien perdonado y que no está solo. Constatas que aparece un nuevo objetivo en la vida debido a la herida. Percibes que los afectos negativos han disminuido.

¿Es necesario que nos pidan perdón para poder perdonar? ¿es obligada la reconciliación? ¿tiene que ser todo como antes? Los especialistas sugieren que ni es necesaria la petición de perdón ni la reconciliación y que, precisamente por el perdón, las cosas no son como antes de la ofensa, ni como durante la ofensa ni como después de la ofensa sin perdón, son distintas.

Así, se renuncia a la venganza pero no al dolor ni a la justicia ni a la verdad; se aumenta la libertad personal, me hago más digno y dignifico al agresor/a.  Establezco un nuevo modo de estar en mi vida. Cuando la actitud personal y la gracia de Dios no son suficientes para recorrer todas estas fases, es adecuado apoyarse en una terapia específica para perdonar.

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Libros

Borges, un escritor en busca de sentido

Aunque el escritor argentino Jorge Luis Borges (1899-1986) es más conocido por su prosa: sus relatos, su corpus poético no es irrelevante. Publicó trece poemarios que contienen más de 400 poemas. Vamos a indagar sobre la presencia de Dios en la poesía de Borges.

Antonio Barnés·22 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

“Yo querría sobrevivir en el “Poema conjetural”, en el “Poema de los dones”, en “Everness”, en “El Golem” y en “Límites”, dijo el poeta argentino. Pues bien, en cuatro de esos poemas aparece Dios. En el “Poema conjetural” aparece un Dios omnisciente:

Al fin he descubierto
la recóndita clave de mis años,
la suerte de Francisco de Laprida,
la letra que faltaba, la perfecta
forma que supo Dios desde el principio.

En otro de estos cinco poemas, el “Poema de los dones”, leemos lo siguiente:

Nadie rebaje a lágrima o reproche
esta declaración de la maestría
de Dios, que con magnífica ironía
me dio a la vez los libros y la noche.

[…]

Algo, que ciertamente no se nombra
con la palabra azar, rige estas cosas;

Dios donó a Borges con un gran amor a los libros, pero al mismo tiempo le concedió la ceguera, contradicción que el poeta califica de “magnífica ironía”; es curioso: escribe “nadie rebaje a lágrima o reproche”, esto es, nadie llore por esta situación mía ni nadie reproche a Dios esa ironía. Quizá en esto podemos ver cierta actitud estoica en el escritor.

En otro de estos cinco poemas elegidos: “Everness”, leemos:

Sólo una cosa no hay. Es el olvido.
Dios, que salva el metal, salva la escoria
y cifra en Su profética memoria
las lunas que serán y las que han sido.

Aquí aparece el destino, una idea muy presente en Borges: un destino que con frecuencia parte de Dios o de la divinidad.

En “El golem” leemos:  

Y, hecho de consonantes y vocales,
habrá un terrible Nombre, que la esencia 
cifre de Dios y que la Omnipotencia
guarde en letras y sílabas cabales.

Es un poema sobre la cábala en el que se alude al nombre de Dios, y a la gran preocupación de Borges sobre lo que son los nombres, las palabras.

Si tuviéramos que extraer un retrato robot del concepto o de la imagen de Dios en la poesía de Borges a partir solamente de estos cuatro poemas, podríamos decir que el Dios de Borges es más filosófico que religioso, más cognitivo que afectivo, más helénico que cristiano. Pero decir “más que” no significa “absolutamente”: significa que hay una dirección.

Dios más filosófico que religioso. Porque Borges desde su juventud lee mucha filosofía. Lee a Espinoza, a Schopenhauer, Leibniz, Berkeley y otros filósofos también precristianos. Y esto le va a dejar una impronta muy fuerte que aparecerá en el concepto que muestra de Dios, pero que no ahoga otras fuentes como puede ser la Biblia, el evangelio… como puede ser en definitiva la cultura cristiana en la que vive

Más cognitivo que afectivo. O sea Dios mucho más de memoria, de inteligencia, de intelecto, de razón. Pocas veces aparece el amor en el Dios borgiano. Ahora bien, esta hipótesis inicial sobre el Dios de Borges hay que contrastarla con otros textos.

En su primer poemario, Fervor de Buenos Aires, de 1923, hallamos un poema dedicado al dictador decimonónico argentino Rosas y leemos lo siguiente:

Ya Dios lo habrá olvidado 
y es menos una injuria que una piedad 
demorar su infinita disolución
con limosnas de odio.

La situación tras la muerte es de infinita disolución: metáfora tremenda de lo que desde cierto nihilismo se atisba el futuro del ser humano. Y esto ya está en 1923. Son muy tempranas las ideas que tiene Borges sobre Dios.

En Luna de enfrente (1925) leemos otro poema donde se dice:

y te veré por vez primera, 
quizá, como Dios ha de verte,
desbaratada la ficción del Tiempo,
sin el amor, sin mí.

Es un poema netamente amoroso en el que aparece Dios, lo cual es muy frecuente en la literatura y en la poesía. Sin embargo, esa mirada de Dios “sin el amor” llena un poco de inquietud. Muestra un Dios muy filosófico, al estilo del pensador holandés Spinoza.

En otro poema de este poemario, “Mi vida entera”, leemos:

Creo que mis jornadas y mis noches se igualan en pobreza y en riqueza a las de Dios y a las de todos los hombres.

Esta igualdad de los hombres con Dios, desde un punto de vista cristiano, se explicaría por la encarnación del Verbo. Cristo asume todas nuestras cosas y todos nuestros dolores. Pero desde un punto de vista filosófico también podríamos pensar en un panteísmo espinoziano donde todo lo que aparece en definitiva no sonsino manifestaciones de Dios.

En otro poema de Luna de enfrente leemos:

Así voy devolviéndole a Dios unos centavos
del caudal infinito que me pone en las manos.

Sin embargo aquí encontramos un texto plenamente concorde con una visión de Dios benefactor, como un Dios Padre que concede sus dones de una manera sobreabundante. De modo que aunque predomine una visión filosófica en cierto modo fría, de unos filósofos de la modernidad que han roto puentes con Dios, el pensamiento de Borges no está aherrojado por esa filosofía y también surgen otras ideas.

Más adelante, en El hacedor, ya estamos en 1960, encontramos dos sonetos bajo el título “Ajedrez”:

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonía?

Que un dios con minúscula detrás de Dios con mayúscula la trama empiece es una gran ironía frente al concepto de un Dios creador de la nada. Una de las preocupaciones fundamentales de Borges es el tiempo, la eternidad. Es un autor muy filosófico, un escritor que se hace grandes preguntas. Y aquí está esa pregunta sobre el origen del tiempo, sobre el origen del mundo. “La trama empieza / de polvo y tiempo y sueño y agonías”: o sea, el mal o el dolor en el mundo no es como en la tradición judeo-cristiana producto de un pecado original, no habiendo estado en el designio inicial de Dios, sino que parece que hay un destino originario en el que el mal y el bien se van intercalando. Aquí quizá enlazamos con una visión de la divinidad griega donde hay un destino que incluso está por encima de Zeus.

En un poema dedicado a Alfonso Reyes leemos:

Sabe Dios los colores que la suerte
propone al hombre más allá del día;
yo ando por estas calles. Todavía
muy poco se me alcanza de la muerte.

Borges reconoce que no las tiene todas consigo, que no sabe exactamente lo que hay tras la muerte.

Estamos en 1960: ya es un poeta maduro.

Pido a mis dioses o a la suma del tiempo
que mis días merezcan el olvido,
que mi nombre sea Nadie como el de Ulises,
pero que algún verso perdure

En algunos poemas vemos cómo después de la muerte hay un olvido absoluto decretado por Dios; lo cual debe ser una gran contradicción para Borges: un poeta tan buscador de sentido. En este caso además, parece que se lo está pidiendo a Dios, pero no dice “Dios”, sino “a mis dioses o a la suma del tiempo”: a los dioses en los que no sé si creo ni sé si existen; o la suma del tiempo, que sería como una versión filosófica de la explicación sobre el mundo. “Pero que algún verso perdure”, es decir, no quiere morir del todo, como decía el poeta latino Horacio: non omnis moriar. El arte y la literatura son un modo de vencer al tiempo y a la muerte, de trascender.

En “Otro poema de los dones”, de este mismo poemario (El Otro, El Mismo) leemos:

Gracias […] por el amor, que nos deja ver a los otros
como los ve la divinidad,

Lo que se plantea aquí sobre el amor está en relación con la divinidad, y es maravilloso. El amor no sería otra cosa que mirar con los ojos con los que mira a Dios. El amor sería un chispazo de la divinidad

En este poemario, El Otro, el Mismo, de 1964 nos topamos con un poema que glosa un versículo del evangelio de san Juan 1, 14. Borges es un hombre fascinado por los cuatro evangelios, que considera una obra al margen de toda medida. En este este poema leemos:

Dios quiere andar entre los hombres 
y nace de una madre

Evidentemente, Borges está glosando un versículo del evangelio, lo que no significa que suscriba lo que está diciendo, pero también es verdad que ha elegido ese texto para comentarlo y podía haberlo obviado. Expresa de manera sencilla y hermosa el misterio de la encarnación que en definitiva es lo que aparece en ese versículo de san Juan, que escribió “el verbo se hizo carne”: quiere andar entre los hombres y nace de una madre.

En Elogio de la sombra (1969) hay un poema que se titula James Joyce:

desde aquel inconcebible
día inicial del tiempo, en que un terrible
Dios prefijó los días y agonías

[…]

Dame, Señor, coraje y alegría
para escalar la cumbre de este día.

Al escribir un poema sobre el Ulises de James Joyce, que es el relato de un solo día en la vida del protagonista, Borges trae la metáfora del día como la vida. Aparece un terrible Dios que nos puede recordar a Dios en algunos pasajes del Antiguo testamento o a un dios de mitología grecolatina. “Prefijo los días y agonías”. Una vez más está el destino con los días y las agonías, con los trabajos y los días, con los bienes y los males, y al final “Dame, Señor, coraje y alegría para escalar la cumbre de este día. Puede ser una noción netamente cristiana o un pensamiento estoico. También puede ser un remedo del mito de Sísifo, pero no deja de ser ambivalente, lo cual es algo muy propio de Borges.

(Continuará)

El autorAntonio Barnés

Mundo

La Iglesia católica en cifras: ¿Dónde crece y dónde retrocede?

Rome Reports·21 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

La Oficina Central de Estadística que se encarga de elaborar las tendencias numéricas siempre cambiantes de la Iglesia católica en el mundo. Cada año publica el número de católicos que hay en el mundo y dónde se encuentran.


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España

Los obispos españoles proponen mirar con ojos nuevos a los migrantes

Éste es el mensaje de los obispos españoles ante la 107 Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2021, que tiene lugar este domingo 26 de septiembre.

Rafael Miner·21 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Pasar de la barrera de la barrera del “ellos” y atreverse a pronunciar un nuevo “nosotros” que abrace a todo ser humano, para “buscar la dignidad que nos une y construir así la fraternidad”. En la presentación de la Jornada, que tiene como lema “Hacia un nosotros cada vez más grande”, intervinieron el obispo auxiliar de Madrid y obispo responsable de Migraciones, Mons. José Cobo; el director del departamento de Migraciones, el dominico Xabier Gómezy la venezolana Milagros Tobías, de la parroquia Nuestra Señora del Camino (Madrid), madre de tres hijos, uno de ellos discapacitado físico, al que denominó en su testimonio “el ángel que llegó a mi vida”.

Monseñor José Cobo comenzó recordando el mensaje de los obispos españoles ante esta Jornada Mundial, en la que “el Papa nos coloca de nuevo ante el horizonte de la fraternidad y nos hace una nueva invitación en la que pone delante la vacuna definitiva que la familia humana necesita: salir de un ‘nosotros’ pequeño, reducido por fronteras o por intereses políticos o económicos, para ir a un ‘nosotros’ incluido en el sueño de Dios, en el que vivamos como hermanos compartiendo la misma dignidad que él nos da”.

“Es un movimiento interno”, añadió, “que pide saltar la barrera del ‘ellos’, para atrevernos a pronunciar un nuevo ‘nosotros’ que abrace a todo ser humano. Es fácil entenderlo para quienes pronunciamos el Padrenuestro como oración venida de Cristo que nos coloca en la disposición de vivir como hijos”.

El obispo responsable de Migraciones señaló: “todos estamos interrelacionados, todos dependemos de todos, y subrayó que “no partimos de cero. Mucha gente está trabajando para que la sociedad acoja el fenómeno de la migración con ojos nuevos”.

Las personas vulnerables siguen llamando

“Hemos pasado un año complicado”, prosigue el mensaje. “Con la pandemia no olvidamos las dramáticas crisis migratorias, tanto en las fronteras de Canarias como en Ceuta y Melilla. Las personas vulnerables en movimiento siguen llamando a nuestras fronteras. Con ellas sentimos que estamos juntos en un mundo plagado de catástrofes, de guerras y consecuencias del cambio climático que siguen obligando a muchos a salir de su tierra. Tampoco dejamos de preocuparnos y rezar por el dolor de quienes, a poco de llegar, intentan abrirse paso en nuestra sociedad y que, en poco tiempo, ha agrandado sustancialmente su desigualdad”.

Más adelante, Mons. Cobo reiteró la idea de la interconexión, de lo que compartimos. “En este tiempo también hemos aprendido a constatar que todos estamos interconectados, que compartimos destino y viaje. Sabemos que estamos en el mismo barco en medio de muchas tormentas, donde o permanecemos juntos, o perecemos juntos”.

Pero junto a las tormentas, “el Espíritu Santo no cesa de ofrecernos una mirada amplia y esperanzadora para poder tejer un futuro donde cada vez el ‘nosotros’ que pronunciamos, pequeño, limitado y que gira alrededor de nuestros intereses, se va transformando en un ‘nosotros’ fraterno y evangélico, que nos vincula y nos da un horizonte al que dirigirnos desde nuestras diversas vocaciones”.

La Iglesia tiende la mano al Estado

“No podemos conjugar un ellos y nosotros, hemos de buscar la dignidad que nos une, y construir así la fraternidad. No hay personas de `primera o segunda categorìa, hay personas humanas. Esta Jornada nos pide tres esfuerzos”, remachó Monseñor Cobo:

1) mirar con ojos nuevos la migración.

2) mirar y agradecer a las comunidades cristianas los esfuerrzos que se realizan para acoger juntos” a los que llegan.

Y 3) mirar a toda la sociedad, y “contemplar la migración como un salvavidas para el futuro. La Iglesia quiere trabajar con el Estado, con la sociedad. Somos expertos en humanidad, y generamos espacios de acogida y espacios de encuentro”.

Los obispos de la subcomisión de Migraciones, que está integrada en la Comisión Episcopal para la Pastoral social y Promoción humana, explican que “para responder en clave de ‘nosotros’ se nos llama a poner todo el esfuerzo en constituir, con todos, un sistema que normalice la migración legal y segura a largo plazo, y que se base plenamente en una ética apoyada en los derechos humanos, en el horizonte de fraternidad universal y en el derecho internacional”.

«Esto nos abre”, aseguran, “a la tarea de ayudar a recrear el modelo de ciudadanía que propicie una cultura de la integración que, además, aprenda a globalizar la responsabilidad de vivir juntos en esta casa común”. Y señalan como ejemplo las propuestas del Papa Francisco en el capítulo que dedica a “la mejor política” dentro de la encíclica Fratelli tutti.

El mensaje de los obispos resalta “la importancia del Pacto Global por las Migraciones y la iniciativa de políticas internacionales que garanticen estos derechos desde el ‘nosotros’ inclusivo y amplio que mire la fraternidad como ‘nueva frontera’. Los cristianos somos parte del ‘nosotros’, señalan.

Añaden además que “no podemos dejar solos a los que toman las decisiones, ni a los gobernantes ni a quienes gestionan la crisis. Es hora de incorporar el grito de tantos y de acoger las huellas ya marcadas. Por eso agradecemos todo el camino emprendido en este tiempo por quienes hacen de puentes de esperanza para tantos desde sus comunidades”.

Globalización de la solidaridad

El dominico Xabier Gómez, director del departamento de Migraciones, recordó las palabras del Papa en Lampedusa en 2013, cuando señaló que se trataba de pasar de la globalización de la indiferencia a la globalización de la solidaridad, y subrayó también que ésta es la 107 Jornada Mundial, es decir, que no se trata de un mensaje propio del Papa Francisco sino que ha habido más de cien jornadas, que se iniciaron en 1914 “Hemos de repensar juntos un modelo más inclusivo que no genere descarte”, manifestó, “y buscar soluciones integrales, coordinadas”. “La Iglesia en España no está dormida”, resaltó, se trata de “la causa de la vida digna”, de forjar “una sociedad más justa, fraterna y hospitalaria”.

La aventura de educar

Se trasluce una propuesta humanista basada en la antropología cristiana en la que la familia es la primera protagonista a la hora de educar a los hijos

21 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

La cadena de televisión TRECE ha iniciado una nueva temporada reforzando contenidos de carácter social y con una especial atención al mundo educativo. Dentro de los informativos de las 20.30 que presenta el periodista navarro José Luis Pérez, el jueves a las 21.30 se aborda semanalmente la actualidad del mundo de la educación.

Es una apuesta que potencialmente cuenta con un gran interés entre un amplio sector de la población, de manera muy especial entre los padres y madres, que son los primeros educadores de los niños. Pero también entre los profesionales de la enseñanza en todos sus niveles.

El reto es, evidentemente, hacer un programa de televisión que tenga el dinamismo propio de este medio, y que a la vez tenga rigor y sea sugerente para todos los que viven pendientes de la realidad educativa.

Los mimbres son buenos. La producción de TRECE en un horario inmejorable,  el trabajo de un profesional de la solvencia de Fernando Salaverri, la dirección de contenidos del equipo de Ven y verás educación, junto al rostro amable y sonriente de la presentadora Paloma Martín-Esperanza, hacen que uno se acerque al mundo educativo con una mirada positiva y sugerente.

De fondo se trasluce una propuesta humanista basada en la antropología cristiana en la que la familia es la primera protagonista a la hora de educar a los hijos, en una estrecha colaboración con todas las instituciones, especialmente con el profesorado.

El maestro, vocacionado y competente, se convierte en el gran agente dinamizador de la acción educativa. Y el alumno, auténtico protagonista de la educación, es  potenciado a sacar lo mejor de sí mismo y desarrollar su personalidad plenamente. Una propuesta de educación integral, atendiendo de manera muy especial a la presencia de las humanidades, al valor y riqueza de nuestra lengua, de nuestra historia, de la enseñanza religiosa. Una visión que huye de la dialéctica entre la escuela pública y la concertada y que apuesta por la complementariedad de los distintos modelos educativos.

El genial compositor y director de orquesta Luis Cobos ha puesto melodía a La aventura de educar y ha creado una sintonía que pone música y ritmo. Encaja muy bien el estilo del programa, alegre y sugerente, con la imagen de quien se pone en camino con expectativas e ilusión. Una aventura, sí, pero de corte más cotidiano que épico, que compagina en su ritmo la serenidad y la alegría, el juego y la armonía.

Sin duda Luis Cobos ha captado y representado de una manera magistral lo que quiere ser este programa y, sobre todo, lo que debe ser nuestra visión de la educación. Un trabajo en el que se compagina el esfuerzo y la dedicación con una propuesta en positivo, no a la contra de nadie, sino manifestando de forma sencilla la visión de la vida, y de la educación que nace del humanismo cristiano.

Es una alegría ver que los grandes medios acogen en su parrilla este tema tan importante y  TRECE merece ser felicitada por su decidida apuesta por la educación.

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

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España

El Domund «más joven» da el pistoletazo de salida para esta campaña

Obras Misionales Pontificas de España ha presentado la edición anual del Domund en la que la participación misionera de los jóvenes es la protagonista indiscutible.

Maria José Atienza·21 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Javier López-Frías, Toni Miró, Patricia Ruiz, Ana Zornoza y Luisa Moreno, son los cinco jóvenes que ponen cara, este año, a la campaña de la Jornada Mundial de las Misiones – DOMUND.

Todos ellos han compartido, desde diferentes congregaciones o asociaciones la experiencia misionera y son sus testimonios los que, en esta edición, expresan la riqueza personal que la misión ha significado para ellos en diferentes localizaciones de Sudamérica y África.

Una campaña testimonial, que como destaca el director nacional de OMP, José María Calderón “Si queremos contar lo que hemos visto y oído… ¿qué mejor que los jóvenes para que nos ayuden a hacerlo? Muchos jóvenes han tenido la suerte de compartir algún tiempo con los misioneros y quieren hacernos partícipes de lo que han vivido y lo que han sentido».

II Carrera solidaria y Conoce el Domund

Esta campaña se une además a la segunda edición de la carrera solidaria organizada por Obras Misionales Pontificias Corre por el Domund. Una carrera no competitiva, adaptada a todos los públicos y, por ahora, 100% virtual que pretende dar a conocer la labor de los más de 10.000 misioneros españoles así como permitir la solidaridad y colaboración económica de todos los inscritos.

Por su parte, Toledo, Guadalajara, Cuenca, Talavera de la Reina y La Roda, Albacete son las sedes este año de la exposición «El Domund al descubierto» que ofrece una exposición en la que se acerca la vida misionera de la Iglesia a todo el mundo. También será en Toledo donde se celebre el pregón del Domund que este año correrá a cargo del chef Pepe Rodríguez, jurado del programa “MasterChef España”, y que tendrá lugar el jueves 21 de octubre.

Vaticano

Sínodo, de la Iglesia de Roma al mundo

El Papa Francisco ha animado, durante la audiencia con casi cuatro mil fieles de su diócesis con motivo del inminente sínodo, a no tener miedo a las sorpresas, a dejar las puertas abiertas.

Giovanni Tridente·21 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

«Es muy importante que la diócesis de Roma se comprometa con convicción a este camino. Sería una vergüenza que la diócesis del Papa no se comprometiera a ello, ¿no? Una vergüenza para el Papa y también para vosotros». Cuando faltan unas semanas para el inicio del camino sinodal que implicará a toda la Iglesia durante los próximos dos años, y que comenzará con una consulta en todas las diócesis, el Papa Francisco ha «reunido» a los fieles de su Iglesia particular para ofrecer algunas indicaciones básicas -y también profundas- que deben caracterizar este camino. Indicaciones que inevitablemente, precisamente por ser Papa y Obispo de Roma, da a todas las diócesis del mundo.

La clave es escuchar

La palabra clave -después de la de «caminar juntos»- es, sin duda, «escuchar», porque todos son y deben ser protagonistas. Es necesario dejarse mover por una «inquietud interior» que dé cabida a la docilidad al Espíritu Santo, protagonista por excelencia. El Papa señala los Hechos de los Apóstoles como el vademécum de este camino, del que extraer ejemplos emblemáticos, mostrando que «la Palabra de Dios camina con nosotros», pero también que cuando hay problemas, se discuten y debaten todos juntos, de forma sinodal.

De hecho, no debemos temer «visiones y expectativas diferentes», como les ocurrió también a los primeros cristianos o al primer Concilio, sino asegurarnos de alimentar «visiones profundas, visiones amplias, visiones largas». Porque «Dios ve lejos, Dios no tiene prisa», y la rigidez es un pecado «contra la paciencia de Dios» y su soberanía, advirtió el Papa Francisco.

El «sensus fidei»

La fase diocesana del proceso sinodal es, por tanto, muy importante, porque escucha el «sensus fidei infallibile in credendo». Sin duda habrá resistencias, sobre todo en aquellos que imaginan una Iglesia «rígidamente dividida entre dirigentes y subordinados, entre los que enseñan y los que deben aprender», pero «a Dios le gusta volcar las posiciones». Este camino, por tanto, más que por la verticalidad, debe distinguirse por la horizontalidad: «la Iglesia sinodal restituye el horizonte desde el que sale el sol Cristo».

Escuchar el «sensus fidei» significa también, para el Papa Francisco, llegar a los marginados, a los pobres, a los desesperados «elegidos como sacramento de Cristo». Significa llamarlos, pasar un tiempo con ellos, «escuchar no lo que dicen sino lo que sienten», posiblemente recibir insultos… Esto es así porque «el Sínodo está a la altura, incluye a todos». Y porque, al incluir a los miserables, a los descartados, también aprendemos a «hacernos cargo de nuestras propias miserias».

Puertas y ventanas abiertas

Evidentemente, esto vale también para las parroquias, a las que se invita a dejar sus puertas y ventanas abiertas, sin tener en cuenta sólo a los que asisten o piensan como nosotros – «que serán el 3,4 o el 5%, no más»-; por el contrario, es necesario dejarse interpelar por los que están lejos, dejarse abrumar por el diálogo, sin miedo, con plena confianza en el Espíritu que es el que conduce: «no os desengañéis, preparaos para las sorpresas», reiteró el Santo Padre.

«He venido aquí para animaros a que os toméis en serio este proceso sinodal», dijo para concluir, porque «el Espíritu Santo nos necesita». Escúchenlo escuchándose a sí mismos. No dejes a nadie fuera o detrás». Esta será la actitud correcta que «hará el bien a la Diócesis de Roma y a toda la Iglesia». Una Iglesia que en este tiempo de pandemia se convierte en un «sacramento de cuidado» para el mundo entero.

Evangelio

“Toda mujer que reza o profetiza con la cabeza descubierta” (1Co 11, 2-16)

Juan Luis Caballero·21 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

En la primera Carta a los Corintios, Pablo introduce el tema de cómo han de rezar y profetizar hombres y mujeres en las asambleas litúrgicas (1Co 11, 2). Las palabras con las que comienza dejan entrever que, a pesar de una inicial alabanza, algo debe ser corregido (1Co 11, 3.16). Sin embargo, la afirmación que sigue es enigmática: “Os alabo porque en todo os acordáis de mí, y mantenéis las tradiciones como os las transmití. Quiero que sepáis que la cabeza de ‘todo hombre’ [= ser humano] es Cristo, la cabeza de la mujer es el hombre [= varón], y la cabeza de Cristo es Dios” (1Co 11, 2-3). 

¿Qué entiende Pablo por “cabeza”, y por qué saca este tema? A lo largo de los vv. 4-16, el Apóstol abordará esa cuestión desde diferentes puntos de vista, y esto permitirá que unas partes de la argumentación iluminen otras. 

Indicaciones generales sobre 1Co 11, 2-16

a) El texto contiene expresiones de difícil interpretación debido a su polisemia (cabeza; hombre; imagen; gloria; autoridad).

b) La temática hace referencia a algo de fondo, pero que se manifiesta en algo externo: la forma de llevar el cabello. Pablo apunta a lo primero. 

c) El Apóstol habla de hombres y mujeres, pero el desarrollo de la argumentación deja claro que quiere centrarse en “algunas mujeres”.

Honra y deshonra en las asambleas de Corinto (vv. 4-6)

“Todo hombre [varón] que reza o profetiza ‘con la cabeza cubierta’ [= cabello largo; cfr. v. 14] deshonra [kataischyno] su cabeza [= a sí mismo; a su persona],y toda mujer que reza o profetiza con la cabeza descubierta [= cabello corto] deshonra [kataischyno] su cabeza [= a sí mismo; a su persona], pues es lo mismo que si se rapara. Por tanto, si no se quiere cubrir [= cabello largo], que se rape al cero [ironía de Pablo]. Si es vergonzoso para la mujer cortarse el pelo o raparse, que se cubra [= cabello largo].

Expresiones sobre las que hay que discernir son: “cabeza” (kephalé), que puede tener tanto un sentido físico como metafórico (aquí, sentido de “origen/procedencia” más que de “autoridad”), aunque el texto da pistas, porque en algunos momentos no es posible uno de esos dos sentidos; aner (varón), cuyo sentido a veces se intercambia con el de anthropos (ser humano); las referencias a la cabeza cubierta o descubierta: se está hablando del peinado o corte de cabello (cfr. vv. 13-15).

Pruebas bíblicas y de sentido común (vv. 7-15)

En estos versículos, Pablo aporta las razones que apoyan sus indicaciones. Se trata de argumentos bíblicos, de experiencia y de razón.

“El hombre, en efecto, no debe cubrirse la cabeza, puesto que es imagen [eikon] y gloria [doxa] de Dios; la mujer, en cambio, es gloria [doxa] del hombre; porque no procede el hombre de la mujer, sino la mujer del hombre, ni fue creado el hombre por razón de la mujer, sino la mujer por razón del hombre. Por tanto, la mujer debe tener autoridad [exousía] sobre su cabeza [= que lleve el cabello de modo que haga visible su irrenunciable identidad] por razón de los ángeles [= los que velan por el orden divino de la creación] (vv. 7-10).

Pablo tiene en el pensamiento que, según Gn 2, 7.21-23, varón y mujer han venido a la existencia a través de actos creadores diversos (del polvo de la tierra y de la costilla de Adán), lo que no significa mayor o menor dignidad, sino un estatuto teológico y antropológico diferenciado. La mujer es gloria del varón en cuanto que el varón descubre en ella a alguien que es como él, y no como el resto de los seres creados (cfr. Gn 2, 20): Dios se enorgullece del hombre; el varón se enorgullece de la mujer. La mujer debe cubrirse (= cabello largo) al profetizar u orar para manifestar la modalidad del acto creador de Dios, no por menor dignidad o por sometimiento.

“Por lo demás, ni la mujer sin el hombre [varón], ni el hombre [varón] sin la mujer, en el Señor. Porque si la mujer procede del hombre [varón], así el hombre nace de la mujer; y todo de Dios” (vv. 11-12). 

Los siguientes argumentos equilibran la posible impresión de que Pablo considere a la mujer inferior al hombre. Ambos son necesarios el uno para el otro: la mujer salió de la costilla del varón, pero todos nacemos de una mujer y, todo ello, dentro del plan de Dios: “en el Señor”.

“Juzgad por vosotros mismos: ¿es conveniente que la mujer rece a Dios con la cabeza descubiertwa [= cabello corto]? ¿Acaso la misma naturaleza [= diferencia sexual] no os enseña que es afrenta [atimia] para el hombre llevar larga cabellera, mientras que la mujer se honra [doxa] dejándola crecer? Porque la cabellera le ha sido dada como ‘velo’ [peribolaion] (vv. 13-15). 

Pablo se remite, por último, al sentido común, apelando a lo que todos pueden ver y juzgar, afirmando que para la mujer es motivo de honra dejarse crecer el cabello y que los corintios mismos juzgan inconveniente que las mujeres oren ante Dios con la cabeza descubierta.

En conclusión. En Corinto había mujeres (quizá “entusiastas emancipadas”) que habían entendido mal las consecuencias del acto redentor de Cristo. Pablo reafirma la misma dignidad de hombres y mujeres, pero dice que para los bautizados no desaparecen las diferencias sexuales (cfr. Ga 3, 28), porque estas pertenecen al diseño creador de Dios. Que una mujer ore pareciendo un varón (= imitando su forma de llevar el cabello), es manifestación de rechazo del plan creador. Pablo, lejos de ir contra la mujer, está hablando en su favor: su dignidad radica también en su diferenciación respecto al varón.

El autorJuan Luis Caballero

Profesor de Nuevo Testamento, Universidad de Navarra.

Cultura

Flannery O’Connor (1925-1964) Una escritora inquietante para el lector de hoy

La literatura no es solo entretenimiento. Para la escritora católica norteamericana Flannery O’Connor es un medio para remover a los lectores y hacerles pensar. O’Connor lo hace muchas veces con personajes grotescos y situaciones violentas, no es “políticamente correcta” y con ello invita a reflexionar sobre el sentido de la vida.

María Teresa Kamel y Jaime Nubiola·20 de septiembre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Flannery O’Connor (1925-1964), escritora católica del sur de los Estados Unidos, es considerada como una de las autoras más importantes del siglo XX. Personalmente nunca conecté con sus relatos tremendistas. Sin embargo, me impresiona su capacidad de llegar hoy en día a nuevos lectores. Transcribo lo que me escribe Teresa Kamel desde Los Ángeles:

“Hace varios años, pasé la mañana de mi cumpleaños ahogada en agonía existencial. Acostada en la cama, lamenté silenciosamente los años que dejaba atrás, deseando una manera de regresar y recuperar la identidad de la niña de ayer. Temía a los años que me esperaban y al peso de sus exigencias y promesas inciertas. Tenía cinco años.

Me sentí acompañada cuando encontré durante mis años universitarios los escritos de Flannery O’Connor. En su obra vi cristalizado de manera palpable y profunda mi temor infantil al paso del tiempo. Para O’Connor, católica devota hasta su muerte, la conversión espiritual no es un proceso, sino una bofetada, y la hora de la verdad viene aunque una no esté lista. Sus personajes llegan a encontrarse no solo con su propia banalidad y pobreza interior, sino también con la oportunidad de aceptar hasta sus fallos más patéticos.

El tema de la realización espiritual deja una huella marcada en Un hombre bueno es difícil de encontrar (1955). Se trata de uno de los relatos más conocidos de O’Connor. Comienza de una manera sencilla: una abuela va de viaje en coche de Georgia a Florida con su hijo Bailey, su nuera y sus tres nietos. La historia es cómica, burlándose de las preocupaciones superficiales de la abuela (cuando hablaba de esta historia, Flannery se referiría a ella como “la anciana tonta”). Sin embargo, la recepción del relato fue escandalosa por la abrupta violencia que sigue: un grupo de presos encuentra a la familia y los mata uno a uno. La abuela es la última en morir. Después de matarla, su asesino, el líder de los presos —conocido como “the Misfit” [el Desequilibrado]— dice a sus compañeros que “habría sido una buena mujer si hubiera tenido a alguien cerca que le disparara cada minuto de su vida”. No es sorprendente que esta frase concentrara el disgusto de críticos y lectores.

El final de este cuento también me causó cierta angustia cuando lo leí por primera vez. ¿Cómo una vida puede acabar de una manera tan abrupta, con tan poca compasión y sin preparación alguna? En realidad, O’Connor sabía la respuesta mejor que nadie. A los veinticinco años fue diagnosticada de lupus eritematoso, la misma enfermedad autoinmune que había matado a su padre en 1941. Aunque el pronóstico inicial era prometedor, los síntomas de su enfermedad comenzaron a causar efecto rápidamente, limitando su movilidad y sus fuerzas. Murió catorce años después. 

O’Connor sabía que su vocación era la escritura y su encuentro con una muerte inminente le dio un sentido de urgencia para completar su misión. Un hombre bueno es difícil de encontrar sugiere que la conciencia de su vocación no le deja lugar para la vanidad. Su protagonista manifiesta una preocupación por valores que no le ayudarán en sus últimos momentos. La abuela se prepara para el viaje con un sombrero que aseguraba que “en caso de accidente, cualquiera que la viera muerta en la carretera sabría al instante que era una dama”. Insiste en dar una vuelta para visitar una mansión que conocía de niña; miente a sus nietos para suscitar su interés al decirles que hay un panel secreto en la casa y Bailey se ve obligado a cambiar de ruta para calmar el alboroto que la abuela ha causado en sus nietos.

Aunque estos episodios no carecen de humor e ironía, sirven como motivo de su muerte. El desvío en el que tanto insiste les lleva a encontrarse con sus asesinos después de un accidente. El sombrero quedará roto y arrojado en el suelo, donde ella misma yacerá muerta. Que las intenciones de la abuela nunca fueran malévolas no tiene importancia: sus manipulaciones y prioridades desordenadas impiden que la familia llegue a su destino, llevándolos a la muerte. Sin embargo, el desarrollo espiritual de la protagonista no aparece hasta su diálogo con el Desequilibrado acerca del bien y el mal: “Si rezaras, Cristo te ayudaría”, llega a decirle. Después del asesinato de su familia, la abuela experimenta un cambio radical. Al ver al Desequilibrado con la camisa de su hijo, lo toca exclamando: “¡Si eres uno de mis niños! ¡Eres uno de mis hijos!”. Este retrocede “como si le hubiera mordido una serpiente” y le dispara a la abuela en el pecho. Es un final estremecedor, muy propio de Flannery O’Connor.

Aunque su prosa es elegante y poderosa, su contenido es violento, morboso e inquietante. La belleza es un medio que O’Connor utiliza para ir más allá de la vanidad y del pecado, para que, al encontrarse con uno mismo, pueda encontrarse también con Dios. La muerte de la abuela es, en toda su violencia, un acto de redención. Por primera vez en el cuento, la abuela acepta la oportunidad de amar a otro. Reconoce su identidad de madre, dispuesta a querer al hombre que tiene su vida en las manos. Para O’Connor es el momento de gracia al que estamos llamados. La vida, la obra y el tiempo llegan en el momento en que los aceptamos”.

Hasta aquí la poderosa descripción de Teresa Kamel acercándonos a Flannery O’Connor a partir de su relato Un hombre bueno es difícil de encontrar. La lectura de este y de sus demás relatos es muy recomendable para quienes deseen ser vapuleados en lo más íntimo. Aunque quizá no sea adecuada para personas más sensibles, O’Connor puede hacer reaccionar a algunos jóvenes de hoy.

El autorMaría Teresa Kamel y Jaime Nubiola

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