Familia

“Mi hijo con síndrome de Down y leucemia transforma los corazones”

Teresa Robles, madre de familia numerosa con siete hijos, el último, José María, con síndrome de Down y leucemia, y otro hijo con TEA, Ignacio, gestiona en Instagram la cuenta @ponundownentuvida, con más de 40.000 seguidores. Conversa con Omnes del efecto transformador de las personas con este síndrome, y de cuando las fuerzas flaquean.

Rafael Miner·17 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 10 minutos

Cada año en octubre tiene lugar el mes de concienciación sobre el síndrome de Down, con el fin de dirigir la mirada de la sociedad hacia las personas con este síndrome, haciendo visibles su dignidad y sus capacidades.

Omnes ha ido dando cada vez más espacio a estas personas, a los trisómicos, con varios reportajes sobre el padre de la genética moderna, Jerôme Lejeune, el último en marzo.

Hoy entrevistamos a Mª Teresa Robles, madre de familia numerosa, con siete hijos. José María es el último, nació con síndrome de Down y tiene, además, leucemia con un grave problema inmunológico. Teresa habla del efecto transformador de su hijo, de los niños con síndrome de Down y de cómo “hay que transformar la sociedad para llegar a los médicos”.

Fundadora de la asociación Juntos contra el Cáncer Infantil (JCCI), Teresa es conocida por su cuenta en Instagram @ponundownentuvida, que tiene la friolera de más de 40.000 seguidores. Y cuenta anécdotas. Por ejemplo, dos chicas musulmanas “que iban a rezar por José María porque rezaban al mismo Dios, porque lo estamos pidiendo al mismo Dios. Eso me emocionó mucho”. Teresa habla del poder de la oración, “que se nota físicamente”, de “mejor red social, la Comunión de los Santos”, de su marido y de sus hijos, del Opus Dei.

̶ Antes de hablar de José María, coméntenos algo de Ignacio…

Tenemos otro hijo con discapacidad, el cuarto, Ignacio, con una discapacidad intelectual ligera, que tiene además TEA, trastorno del espectro autista. A veces son más difíciles de ver estos niños. Son los grandes olvidados, porque físicamente no se les ve, como sucede con un niño con síndrome de Down, y se les entiende menos. A veces se sufre más con ellos que con una persona que tiene síndrome de Down.

̶ ¿Cómo está ahora José María? Su batalla contra la leucemia…

Ahora mismo está estable. Estamos en un tratamiento experimental, desde 2018, y le funciona mal el sistema autoinmune. Él no tiene defensas en lo vírico, no las genera.  Nos han enseñado a poner en casa una vez a la semana las gammaglobulinas, las defensas suyas. Una vez al mes tenemos que ir a que le hagan analítica y pruebas. Y luego hay que retocar la parte inmunológica para ir dándole las necesidades que tiene  ese sistema autoinmune. Le atienden en el Hospital del Niño Jesús el tema oncológico, y en La Paz, lo inmunológico.

̶ Teresa, has hablado alguna vez del poder transformador de José María. ¿Puedes explicarlo?

Yo le llamo el efecto José María. Es un efecto brutal el que tiene, y pienso que lo tienen todas las personas que tienen síndrome de Down. Cuando estamos alrededor, sin crear violencia, sin violentar a nadie, sin juzgar, ellos van transformando los corazones, van transformando sus miradas, y con ello sus corazones.

Voy a poner un ejemplo. Íbamos de camino al hospital, por la parte de atrás, por donde solemos entrar los de oncología, para no encontrarnos con mucha gente. Y salían los coches y los camiones de reparto. Y venía uno muy deprisa para ser una zona de hospital por donde pasa gente. Yo le miré con cara de ‘asesina’, él me miró con cara de ‘asesino’ [se ríe M. Teresa al contarlo], nos retamos con la mirada, y de repente me di cuenta que miraba a José María, y a este señor se le transformó la cara.

José María estaba sonriéndole de oreja a oreja, y saludándole, como si fuera lo más importante del mundo. Le hizo muchísima gracia, igual que a mí. Le transformó por completo, le saludó, bajó la ventanilla. El niño se fue tan contento, y el señor se fue tan contento. Y pensé: ¡qué tío!, nos ha cambiado por completo la mañana. Estábamos enfadados cada uno por nuestro lado, y nos fuimos tan contentos. Transformó su mañana y transformó la mía. Nos alegró el día. No hay nada como empezar el día alegre. Es un efecto que generan a nuestro alrededor.

Sin violentar a nadie, sin juzgar, ellos van transformando los corazones, van transformando sus miradas, y con ello sus corazones.

Mª Teresa Robles

̶ Cómo va esa cuenta en Instagram? ¿Cómo surgió?

La verdad es que nunca me habían interesado las redes sociales. Cuando José María recayó, había dos posibilidades: Ir a paliativos o un trasplante de médula. Los paliativos ya se conocen, y el trasplante de médula nos aconsejaban no cogerlo, porque no iba a encontrar un donante cien por cien compatible, recaería, si lo conseguía iba a morir en el trasplante, y la muerte es muy cruenta. Todo iba a ser muy doloroso.

Nosotros apostamos por la vida. Nos dimos cuenta de que en el trasfondo había algunos pensamientos del estilo: «ya ha vivido suficiente, ya hemos hecho suficiente, al ser una persona con síndrome de Down no vamos a hacerle sufrir más»… No había maldad en lo que se dejaba traslucir, pero sí apreciamos poco valor por la vida de una persona con discapacidad. Nos animaron varias veces, y nos dijeron que si fuera su hijo iría a paliativos, que no le haría sufrir más. Pero nosotros dijimos que sí a la vida y apostamos por ella otra vez. El «no» ya lo tenemos. Si vamos a paliativos, en dos meses se muere, si vamos a trasplante le acompañaremos en su camino, y veremos qué quiere Dios.

En esa situación, esa noche, pensé: ¿qué puedo hacer yo en esta situación? ¿Qué podemos hacer? Vamos a empezar un trasplante de médula, pero nadie cree en él. Y se me ocurrió que, para transformar la sociedad, que es en lo que estamos siempre, la sociedad se tiene que hacer cargo de lo que le pasa a José María, los médicos también. Creo que hay que cambiar la sociedad para llegar a los médicos. Éste era uno de mis fines. Y el segundo, conseguir médula para José María, médula para todos, porque la operación de médula es universal, no es para una persona.

̶ Y se terminó llamando @ponundownentuvida…

Entonces pensé «voy a lanzarlo en las redes, y cuanta más gente haya»… Nos dijeron que iba a ser casi imposible que encontráramos un donante. Entonces me acordé de unas palabras de una hija mía, que iba detrás de mí para que abriera una cuenta en Instagram, y pensé: es el momento de hacerlo. Mi hija me dijo: «mamá, descárgate la aplicación», y yo «¿Y qué nombre le pongo?» Y mi hija comentó: «mamá, te pasas todo el día diciendo que si quieres ser feliz pon un Down en tu vida». Y dije «es verdad», pues @Ponundownentuvida.

Abrí la cuenta, la gente se volcó, fue el año (2017) en que más donaciones ha habido en no sé cuánto tiempo, tuvieron que abrir los horarios de los hospitales donde se dona médula porque no daban abasto. José María comenzó con el cáncer en el 16, en el 17 tuvo la recaída, en septiembre empezamos lo de la médula, nos dijeron que encontraron múltiples donantes cien por cien compatibles (según ellos era imposible), aunque no pudieron decirnos cuántos, pero insistieron en lo de “múltiples”.

Entonces, José María se hizo resistente para recibirla. Para el trasplante de médula, tiene que estar limpia la médula, y te dan quimioterapia. Y las células de José María eran tan listas que se hicieran resistentes a la quimioterapia. Y nos dijeron que no podía ir a trasplante. Pero ya tenía yo un ejército rezando en Instagram, por lo menos había diez mil personas (ahora son más de 40.000).  

̶ ¿Sabe algo de ese ejército que reza?

Imaginemos diez mil personas en algún sitio. ¡Son muchas! No las reúno en el salón de mi casa. Pues todas rezando. Incluso hay gente que nos escribía: mira, no soy católico, no creo en Dios, pero yo rezaba de pequeño, pero voy a rezar todas las noches por tu hijo, a ese Dios en el que tú crees. En la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que convoca el Papa en enero, me escribieron dos chicas musulmanas para decirme que, como era el mismo Dios, iban a rezar por José María porque rezaban al mismo Dios, porque lo estamos pidiendo al mismo Dios. Eso me emocionó mucho.

Y a los pocos días, mientras asimilábamos la noticia, porque todavía no lo habíamos contado en casa, porque no teníamos fuerzas, la oncóloga nos dijo que había un ensayo clínico en Barcelona, que no sabemos cómo va a funcionar. Está funcionando muy bien, pero José María sería el primer niño con síndrome de Down en Europa que lo recibiría, no sabemos cómo va a ir, pero… Y dijimos: ¿Dónde hay que firmar? Nos trasladamos a Barcelona, estuvimos dos meses viviendo allí, y recibiendo el tratamiento, que fue muy duro, estuvo en la UCI unos días, y nos vinimos a Madrid con el tratamiento, y un seguimiento con el que tenemos que ir una vez al año a Barcelona. El seguimiento del día a día nos lo hacen aquí, en el Niño Jesús. Pero le dan toda la información al Hospital Sant Joan de Déu, En Barcelona estuvo muy grave unos días, pero salió adelante, le hizo efecto el tratamiento, y llevamos tres años de regalo.

Me escribieron dos chicas musulmanas para decirme que iban a rezar por José María porque rezaban al mismo Dios

Mª Teresa Robles

̶ Esto es muy personal. ¿Cómo te ha ayudado la fe cristiana, católica, y el mensaje del Opus Dei? ¿De dónde salen las fuerzas?

Te voy a contar lo que pasa en un proceso tan grande, como es el proceso oncológico de un hijo. Cuando es un hijo el que se juega la vida, es antinatural. Las fuerzas flaquean muchas veces. Hay muchos picos, cuando te van dando malas noticias, buenas noticias. Las malas noticias son quemar cartuchos, una posibilidad menos de que tu hijo sobreviva. Claro, eso es muy difícil de asumir. Soy una persona de fe, tengo la suerte…, eso es un regalo, yo me doy cuenta en este proceso que era un regalo que Dios me daba, no es algo que tú hagas, bueno, yo voy a tener fe, sino que es algo que Dios te da porque le da la gana.

̶ Es un don, un regalo.

Sí. Pero nunca te das más cuenta como cuando verdaderamente la necesitas. En todo ese proceso, Dios era mi sostén, pero durante muchos momentos, yo no podía ni rezar, ni rezar. Tengo la suerte de ser de la Obra, y entonces mi grupo, mi familia en el Opus Dei me dijo, cuando les comenté que no me sale rezar: tú no te preocupes, ya rezamos nosotras por ti. Eso me emociona. En ese momento, me sentí en familia, me sentí querida, y sentí verdaderamente ese poder de la oración.

Es verdad que yo a lo mejor no era capaz de rezar en esos momentos. Cuando pedía a la gente por favor por redes sociales que rezaran por mí, cuando me dijeron que no podía ir al trasplante, fue uno de los momentos más duros de mi vida. Yo pensé: mi hijo se muere. Ya no puedo hacer nada más. Ya he hecho todo lo que podía, los médicos también. En ese momento que crees que te mueres, allí mismo puse un mensaje: puse a rezar a todo el mundo, a mis grupos de whatsapp, de Instagram, a todo el mundo. La gente se volcó tanto, que yo al rato noté una fuerza sobrehumana. ¿Somos supermujeres? No, el poder de la oración se nota físicamente. Hay momentos en que lo sientes no solo moralmente, sino también físicamente. Esto te hace levantarse, salir adelante, y con fuerzas renovadas.

Es verdad que todos tenemos como un león que tenemos dentro, que hemos nacido para luchar. Y es verdad que tus fuerzas se multiplican por dos cuando las pones en el Señor. Esto es una realidad y una ventaja que tenemos sobre el resto. Esto lo he vivido yo en mis carnes, y lo he experimentado físicamente.

Algunos que no creen en Dios luchan como yo, como leonas, pero es verdad que me parece más sencillo a mí cuando Dios me lleva, cuando lo pongo todo en Él. Muchas veces yo no he tenido ni capacidad para rezar. Yo esto lo digo porque hay gente que se agobia pensando que no puede rezar y, si no rezo, Dios no va a curar a mi hijo. No hay problema. Hay mucha gente que ya reza por ti. Dios no está mirando a ver cuándo no rezas.

La mejor red social es la Comunión de los Santos. La mayor y mejor red social. Lo digo allá donde voy. La gente tiene que seguir oyéndolo, lo que significa la Comunión de los Santos, es una pasada.

̶ Quizá ha llegado el momento de hablar de otras personas de tu familia. Los hermanos de José María…

Cuando existe un proceso oncológico de un hermano, la familia se vuelca. Normalmente, lo que hay es mucho miedo, pero también mucho dolor y mucho sufrimiento, que cada uno experimenta de una manera absolutamente distinta. Y además hay que ser muy delicado con cada uno, porque puede haber incomprensión por cómo se expresa alguien de la familia en ese dolor. Pienso que hay que respetar mucho, y hay que quererse mucho en esos momentos, para dejar que cada uno se exprese de la manera que necesita.

Mi marido. A ver. Yo he estado de secretaria de mi hijo en las redes sociales. Yo no soy la protagonista. Siempre digo que soy la secretaria de una cuenta numerosa ahora mismo, con más de 40.000 seguidores [en Instagram], y doy conferencias, pero porque hablo de mi hijo, no es algo personal.

En la familia hay que ser muy delicado con cada uno, porque puede haber incomprensión por cómo se expresa alguien de la familia en ese dolor

Mª Teresa Robles

̶ Eres la portavoz…

Ahora lo llaman community manager. Soy la secretaria, como se decía antes. La misión de José María es cambiar la mirada de la gente, cambiar los corazones de las personas. Hacer un mundo mejor. Y yo lo único que hago es trasladarlo.

̶ Tu marido.

El papel de mi marido es fundamental, porque si mi marido no estuviera detrás, yo no podría estar llevando la cuenta ni haciendo lo que estoy haciendo. Es verdad que él no tenía ni la fuerza ni las ganas para llevar eso; es una realidad, no todos estamos en el mismo papel en la familia. Creo que cada uno tiene su papel y todos son importantísimos. Mi marido es una pieza clave en la recuperación de mi hijo, Mi hijo adora a su padre. Es verdad que a lo mejor no le nombro tanto, porque a él no le gusta. Hay que respetarlo. Le saco en las imágenes, porque es un ejemplo, y yo me enorgullezco de su papel como padre y como marido. Él no es un activista de la cuenta, porque no le atraen las redes sociales, pero ve el bien que se hace y lo apoya al cien por cien.

Vuestros hijos sufren…

Mis hijos han sufrido mucho. Pensábamos que lo teníamos todo dominado, porque siempre había uno en casa. Cuando yo estaba en el hospital, mi marido estaba aquí, y viceversa. Pero la realidad es que estábamos poco, porque lógicamente estábamos mucho en el hospital, y el que estaba aquí, con la cabeza allí. Aunque pensábamos que estábamos al tanto, en realidad han vivido dos años haciéndose cargo de ellos mismos y de la casa. Luego hay que recuperar esos hijos, sanar esas heridas que tiene cada uno, y limpiar hasta que salga el pus. E ir dando esa forma de familia que tiene el resto de la gente. Y eso es difícil, lleva un tiempo, una dedicación, mucho cariño, mucha paciencia.

̶ Dos años de pandemia. ¿Habéis pasado el virus?

Lo pasé yo, muy grave, y luego mi hijo José María en la UCI también. José María no se pierde una [dice con buen humor].

¿Querrías añadir alguna cosa?

Sí. Enseguida comienzo la dirección de un programa de radio para la discapacidad, en Radio María. Se llama ‘Dale la vuelta’, y es un programa sobre las discapacidades. Empiezo el día 25, a ver si sirve. Será los lunes a las 11,00 de la mañana, pero cada quince días.

La misión de José María es cambiar la mirada de la gente, cambiar los corazones de las personas. Hacer un mundo mejor. Yo lo único que hago es trasladarlo.

Mª Teresa Robles
Cultura

Un buen vino es como una oración de alabanza dirigida a Dios

Monjes benedictinos franceses de la abadía de Santa Magdalena del Barroux, en tierras de la Provenza-Alpes-Costa Azul, se han aliado con viticultores de la zona para producir los vinos Via Caritatis, con hondo significado. La pandemia les ha afectado notablemente, y piden ayuda.

Rafael Miner·16 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

Como señala el presidente de Academia del Vino de Francia, Jean-Robert Pitte, la historia del buen vino en la Europa cristiana está profundamente ligada a la vida monástica. “Desde la Alta Media, las comunidades han querido rendir homenaje a Dios a través del esplendor y la delicadeza de su vino, así como a través de la arquitectura, el canto litúrgico, la caligrafía y la iluminación”.

La Abadía de Barroux, benedictina, es una de las pocas comunidades monásticas francesas que han elegido la viticultura como trabajo manual. “Es el espíritu de caridad el que está en el origen de estos vinos, en la medida en que los monjes se dieron cuenta de las dificultades que tenían los viticultores de la región; y movidos por un espíritu de caridad, en el sentido del ‘ágape’ evangélico, acudieron en ayuda de los viticultores”, explica en esta entrevista con Omnes el director de Desarrollo de Via Caritatis, Gabriel Teissier. Sin embargo, la pandemia ha afectado negativamente a la actividad de Via Caritatis, que está lanzando una operación de venta especial, añade Teissier.

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Jean Robert Pitte se refiere al episodio evangélico de las bodas de Caná, y escribe: “Como demostró en Caná, Jesús amaba el buen vino hasta el punto de convertirlo el día antes de su muerte, junto al pan, en una de las especies de la Eucaristía. Las innumerables referencias a la vid y al vino que marcan la Biblia demuestran bastante que un buen vino es como una oración de alabanza dirigida a Dios”.

“Esta es la razón”, añade, “por la que ‘Moines du Barroux’ decidió unir sus fuerzas con los viticultores de Caritatis y excelentes profesionales para hacer avanzar sus vinos y participar en la marcha hacia la excelencia de la hermosa denominación Ventoux. Sus magníficos terruños de altura permiten la elaboración de vinos nobles y vivos”.

Gabriel Teissier habla con Omnes sobre la historia de estos viñedos papales en su origen, el espíritu de caridad que envuelve a los vinos Via Caritatis (“Dios eligió el vino como signo de su amor por los hombres”), y la ayuda que buscan para salir adelante y apoyar a los viticultores.

̶  ¿Cómo y cuándo los monjes de la abadía de Santa Magdalena de Barroux eligieron la viticultura como trabajo manual?

La historia se remonta a 1309, cuando el Papa Clemente V decidió plantar el primer viñedo papal, en la abadía benedictina de Groseau, en las laderas del Mont Ventoux. Los monjes ceden su abadía al Papa y se establecen en la vecina abadía de Sainte Madeleine.

En 1970, más de 600 años después, los monjes benedictinos regresaron a la región y reconstruyeron una abadía de Saint Madeleine en Barroux, muy cerca de la antigua abadía.

Dom Gérard, el fundador de la abadía de Barroux, quería que los monjes tuvieran una vida arraigada en el trabajo de la tierra. Por lo tanto, compraron tierras agrícolas alrededor de la nueva abadía y comenzaron a cultivarlas. Los principales cultivos de la región son la vid y el olivo, los monjes se convirtieron en viticultores pero también cultivaron aceitunas e hicieron un molino para hacer aceite.

Fieles a la tradición de los viñedos monásticos, los monjes cultivan sus viñedos con mucho mimo y desarrollan una gran experiencia. En 1986, las monjas se trasladaron a Barroux, cerca del monasterio de hombres, y se hicieron cargo de una finca vinícola. Sus tierras completan el dominio monástico con terruños muy cualitativos.

La historia se remonta a 1309, cuando el Papa Clemente V decidió plantar el primer viñedo papal, en la abadía benedictina de Groseau

Gabriel Teissier. Director de desarrollo de Via Caritatis

Después de 40 años de trabajo de ‘alta costura’, los monjes lograron revelar el potencial excepcional de su terruño de altura. Muchos amantes del vino les piden que aumenten su producción y desarrollen su distribución.

̶  Luego se han unido a los viticultores vecinos…

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En efecto. Al mismo tiempo, los monjes son testigos de las grandes dificultades de los viticultores vecinos que comparten los mismos terruños de montaña que ellos, y que a menudo realizan trabajos de muy alta calidad pero que no pueden ganarse la vida bien con su trabajo debido a los costes de producción altos y precios de venta bajos para los vinos de la denominación Ventoux.

Entonces, los monjes sugieren a los viticultores vecinos que se unan para hacer grandes vinos juntos, bajo la dirección de Philippe Cambie, nombrado mejor enólogo del mundo en 2010 por Robert Parker. Esto son los vinos Via Caritatis.

̶  ¿Por qué han elegido el espíritu de caridad como mensaje de los vinos Caritatis? Es algo hermoso.

Es el espíritu de caridad el que está en el origen de estos vinos, en la medida en que los monjes, como decimos, se dieron cuenta de las dificultades que padecían los viticultores de la región. Y movidos por un espíritu de caridad, en el sentido del ágape’ evangélico, acudieron en ayuda de los viticultores.

San Juan en su primera carta, dice: “Si veo a mi hermano necesitado y le cierro las entrañas, ¿cómo sería el amor de Dios en mí?” (cf. 1 Juan 3,17). La caridad viene de Dios, Dios es caridad. Y al contemplar la bondad de Dios todos los días en la oración, los monjes naturalmente querían hacerla brillar a su alrededor.

Más allá de los frutos de la propia vid, transformados en vinos de alta calidad, los monjes ven verdaderos frutos de conversión en el corazón de los hombres. El mensaje de la Caridad es también el símbolo mismo del vino. De hecho, Dios eligió el vino como signo de su amor por los hombres.

Los monjes se dieron cuenta de las dificultades que padecían los viticultores de la región y acudieron en su ayuda

Gabriel Teissier. Director de desarrollo de Via Caritatis

̶  Los monjes quieren ayudar a las personas y comunidades que han padecido la pandemia del Covid 19 y buscan potenciar la actividad de Via Caritatis.  ¿Es cierto?

La actividad de Via Caritatis se ha visto particularmente afectada por la pandemia, y más particularmente por los largos periodos de confinamiento, que han desacelerado drásticamente las ventas.

Por ello, hemos lanzamos una “operación de venta especial”, con el fin de permitirnos compensar todas las ventas que no se pudieron realizar debido a los numerosos confinamientos, en particular a los restaurantes que estaban cerrados, y que constituyen la mayoría de nuestros clientes.

Esta operación aún está en curso, y necesitamos la ayuda de todos para apoyar este proyecto que combina excelencia y caridad. Pueden ver este video, por ejemplo, en francés, y también en inglés.

̶  ¿Puede hablarnos de los vinos? ¿Exportan ustedes a otros mercados?

Nuestros vinos son típicos del valle del Ródano, con mucha fruta crujiente y golosa, y variedades de uva típicas del valle del Ródano Sur como Grenache, Syrah o Cardigan para los tintos o Clairette y La Rousanne en blanc, pero también tiene mucha frescura debido a la altitud de nuestro viñedo. Esta frescura es realmente característica de nuestro terruño a pesar de que estamos a pocos kilómetros de Gigondas y Châteauneuf-du-Pape.

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Exportamos vinos a casi todos los continentes, especialmente a Europa, Estados Unidos e incluso a Asia. Por otro lado, todavía estamos escasamente representados en España y en los países de Sudamérica. Por lo tanto, ¡buscamos buenos importadores en estas regiones para promover los vinos de la caridad!

Concluimos la conversación con Gabriel Teissier, director de Desarrollo de Via Caritatis. En su mensaje institucional, subrayan que “los vinos Caritatis quieren ser embajadores de los mejor que tienen la historia, el vino y el terruño de la Provenza. Sobre todo, quieren participar en la difusión de un Espíritu de Caridad que es la verdadera tierra de su nacimiento”.

Como dice Amaury Bertier, del área de administración, “desgraciadamente no tenemos vendedor en España, pero si su artículo puede suscitar vocaciones, ¡sería una bendición! Si alguien desea adquirir vinos ahora, puede pasar por la website del monasterio”.

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Las Hermandades y Cofradías ¿reliquias del pasado?

Las hermandades tienen entre sus fines la formación de sus hermanos, dar culto a Dios, promover la caridad y mejorar la sociedad, santificándola desde dentro,

16 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Hay quien opina que las hermandades son anacrónicas, reliquias del pasado que sólo interesan a algunos católicos, quizás los menos cultivados, y que su interés no pasa de ser puramente etnográfico o como reclamo turístico.

Quienes así opinan parten de una premisa incorrecta, la consideración de las hermandades como entidades encargadas exclusivamente de organizar unos desfiles procesionales más o menos espectaculares, acompañados por devotos – algunos piensan que “figurantes”- extrañamente ataviados, con hachones encendidos. Pero las hermandades no tienen esa misión, son asociaciones públicas de fieles de la Iglesia Católica, que les encomienda, entre otros fines, la formación de sus hermanos o asociados, dar culto a Dios, promover la caridad y mejorar la sociedad, santificándola desde dentro, porque los asociados a las hermandades, los hermanos, son la sociedad, forman parte de ella.

Centrar el análisis de las hermandades sólo en las procesiones, actos de culto exterior y público, es reductivo y lleva a conclusiones falsas. Todos los fines de las hermandades son indispensables y se apoyan unos en otros formando un conjunto indivisible.

El propósito de las hermandades es colaborar en la misión de la Iglesia, que se concreta en dar gloria a Dios, en sus cultos; que Cristo reine, santificando la sociedad; edificar la Iglesia, evangelizando.

Los buenos internistas saben que lo primero que deben hacer es reconocer al paciente e identificar los síntomas que presenta para, en base a ellos, establecer un diagnóstico y a continuación proponer el tratamiento adecuado. Con palabras más precisas lo explicaba Francisco en su discurso al Parlamento Europeo: «Es importante no quedarse en lo anecdótico; atacar las causas, no los síntomas. Ser conscientes de la propia identidad para dialogar en modo propositivo». Así es como deben proceder las hermandades en su afán de mejora de la sociedad, que hoy presenta síntomas de una enfermedad que puede poner en peligro nuestra libertad. Se trata de identificar los síntomas, establecer el diagnóstico e iniciar el tratamiento.

Entre esos síntomas está la manipulación del lenguaje, con la convicción de que al cambiar el nombre de las realidades éstas se transforman; las microutopías, que sustituyen la gran utopía de la lucha de clases por la de colectivos identitarios con su particular lista de reivindicaciones; la cultura woke, en permanente alerta a supuestas discriminaciones raciales o sociales; la posverdad, nueva forma de denominar a lo que siempre se ha llamado mentira; la cultura de la cancelación, que lleva a excluir e ignorar a quienes no se pliegan al pensamiento políticamente correcto, aquel que se expresa en forma tal que no implique rechazo a ningún colectivo, lo que lleva a la autocensura. Todo esto conduce a la construcción de nuevos marcos mentales de interpretación de la realidad que terminan siendo profundamente totalitarios.

Lo que en principio son tendencias o propuestas culturales luego pasan al ámbito político y de ahí al legislativo, completando así el ciclo de la enfermedad, el diagnóstico: relativismo, que no reconoce nada como absoluto y deja al yo y sus caprichos como última medida, impidiendo así la posibilidad de delimitar unos valores comunes sobre los que construir la convivencia. El relativismo es la crisis de la verdad al considerar que el ser humano no es capaz de conocerla; pero si es la verdad la que nos hace libres, la imposibilidad de conocer la verdad hace al hombre esclavo.

Una vez diagnosticada vamos al tratamiento, que está contenido en la misión de las hermandades. La celebración de los cultos para dar gloria a Dios suele estar bastante cuidada en las hermandades. Ahora hay que centrar esfuerzos en que Cristo reine, en la santificación desde dentro de la sociedad, en construir una sociedad de personas libres, capaces de orientar su propia existencia, de elegir y querer el Bien, de descubrir el sentido más profundo de la libertad, que es contemplar a Dios, la Verdad, entrando así en posesión de la Belleza.

Esta no es una tarea corporativa, de la hermandad, sino de los hermanos, personas libres, obrando cada uno bajo su personal responsabilidad. La hermandad debe facilitar formación para que cada uno viva esa libertad que sostiene en la fortaleza en la Fe, seguridad en la Esperanza y constancia en la Caridad.

Las procesiones son algo más que un espectáculo. El Crucificado en la calle es pregón de amor y libertad: «Cuando en el Calvario le gritaban “si eres Hijo de Dios baja de la Cruz”, Cristo demostró su libertad precisamente permaneciendo en aquel patíbulo para cumplir a fondo la voluntad misericordiosa del Padre» (B.XVI).

Esos son los mimbres para analizar las hermandades, que no son anacrónicas sino que resultan esenciales para recuperar la sociedad.

El autorIgnacio Valduérteles

Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla. Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.

Con el Papa de los 33 días

De cara a la beatificación de Juan Pablo I, el autor recuerda un episodio de su primera audiencia general que adelantaría la actitud que quería adoptar en su pontificado, y que marcó de alguna manera el de su sucesor, Juan Pablo II.

15 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Por esas pequeñas coincidencias de la vida, tuve la suerte de estar presente en la primera audiencia de Juan Pablo I, el Papa de los «33 días» que pronto será beatificado. Pasé el mes de agosto de 1978 en Roma y así pude estar presente en los funerales de San Pablo VI, fallecido el 6 de ese mes, y en el anuncio de la elección de Albino Luciani, que tuvo lugar el mismo 26 de agosto.

La actividad en la que participé terminó a principios de septiembre, por lo que pude acudir a la primera Audiencia General, que se celebró el 6 de septiembre. Aunque su pontificado duró muy poco, dejó claro que, entre otras muchas cosas, sería necesario dar a la figura del Papa una dimensión más cercana al pueblo. Este fue el camino, ya emprendido por Pablo VI y Juan XXIII, que luego adoptó con fuerza Juan Pablo II.

El papa Juan Pablo I camina en el Vaticano en 1978. El papa Francisco ha reconocido un milagro atribuido a la intercesión del papa Juan Pablo I, abriendo el camino para su beatificación. (Foto de archivo CNS/L’Osservatore Romano)

El hecho sorprendente fue la repentina decisión de llamar a un niño, un monaguillo, para que dialogara con él. La decisión fue repentina y el proceso, como suele ocurrir con los niños, no se desarrolló según los cánones esperados. El Papa, como todo buen sacerdote, hizo preguntas al niño, esperando la respuesta obvia que le permitiera continuar el discurso según sus expectativas. Pero no fue así.

«Me dicen», dijo, «que aquí hay monaguillos de Malta. Venga uno, por favor… Los monaguillos de Malta, que durante un mes sirvieron en San Pedro. Entonces, ¿cómo te llamas? – James. – James. Y, escucha, ¿has estado alguna vez enfermo, tú? – No. – Ah, ¿nunca? – No. – ¿Nunca has estado enfermo? – No. – ¿Ni siquiera fiebre? – No. – ¡Oh, qué suerte!».

El niño, tal vez emocionado, dijo que nunca había estado enfermo en su vida, y el Papa, nada turbado, bromeó al respecto y siguió sin resentirse.

Parece poco, pero fue una revolución. Todos comprendimos que, con la elección del «padre Luciani», Dios quería no sólo «estar» más cerca de los hombres, sino también «parecerlo».

El autorMauro Leonardi

Sacerdote y escritor.

Cultura

Francisco Garfias. Por los caminos del alma

Tuvo su momento de esplendor en la lírica española: la segunda mitad del siglo XX, ahora, a propósito del centenario de su nacimiento, se le reivindica como un poeta fundamental español, de enorme e intenso aliento poético, capaz de convertir su experiencia literaria en un modo de acercamiento a Dios.

Carmelo Guillén·15 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Según se ha puesto de manifiesto en múltiples ocasiones por quienes lo trataron, Francisco Garfias fue un hombre bondadoso, accesible, nada altivo. Además, gozó en vida de una reputación lírica admirable, descollando con una poesía muy abierta a temas de lo más variados. 

Toda poesía busca a Dios

Sin embargo, su verso más hondo, aquel en el que alcanzó su mejor nivel literario, siempre lo marcó su relación con Dios. De hecho, quienes han conocido y difundido la lírica religiosa del siglo XX, lo han tenido presente en sus trabajos, incluida la propia Ernestina de Champourcín, quien en la tercera edición de su mítica recopilación —Dios en la poesía actual—, editada por la Biblioteca de Autores Cristianos (la BAC), no quiso prescindir de él, un poeta que, ya en la Antología de poesía religiosa de Leopoldo de Luis, dejó muy clara su poética: “Si la poesía no es religiosa, no es poesía. Toda poesía (directísima o indirectísimamente) busca a Dios”. Una idea que, aunque es muy común en muchos autores, en Garfias posee visos de falsilla o hilo conductor en su trayectoria vital y creativa, incluso en su primer libro veinteañero, Caminos interiores, en el que revela una constante orientación escrutadora que, en lo sucesivo, lo va a caracterizar, pero que, sobre todo, se dejará ver de manera notoria en sus tres poemarios más inspirados: La duda, Escribo soledad y Doble elegía

En su afán indagatorio, la presencia de Dios se vislumbra como un pálpito continuo que lo mantiene en ascuas frente a los interrogantes vitales. Así, en su primer libro, el más emblemático de todos, La duda, las citas iniciales de san Pablo y de Unamuno respectivamente dejan constancia de su marcada sed de divinidad y evidencian que la suya es una poesía repleta de preguntas, de hondos desasosiegos encarnados en aquellos sobrecogedores versos en los que expresa su batalla más viva, tras darse cuenta de que su fe de niño se le escapa como el agua: “Ahora, por el valle palpitante / de la memoria, manos, ojos, frente / buscan el rostro aquel, la zarza ardida. Pero el agua no está”, con lo cual se descubre que: “De pronto, sin que nadie lo advirtiera, / sin preceder un grito ni un relámpago, / esta otra luz me ha roto la alegría. / Se me ha secado el gozo. Se me ha / nublado la esperanza. / Súbitamente, manos, ojos, frente, / corazón y silencio / se han quedado sin Dios”. Y es que en ese equilibrio entre la fe (una luz) y la razón (otra luz), parece como si Dios desapareciera de su vida. Es, pues, por tanto una fe pensada la que traza la existencia personal de Garfias; una fe pensada que se desenvuelve en un “cruce subterráneo / que va y viene, Señor, a ti, de ti” y que tiene como síntesis de todo su pensamiento religioso los versos que cierran La duda: “Tengo un miedo indecible a que se vuelva / mi fe de espaldas. Tengo un miedo horrible. / Horrible, os lo aseguro. / Y por mi noche desbocada busco, / vuelvo a buscar, repito la llamada, / tropiezo en Dios, levanto sus banderas, / lucho y caigo vencido en su regazo. / Es ese Dios que ahora / tiene el tamaño de mi duda”.

Tono tensional y confiado

Aunque pueda dar la impresión de que su poesía se queda ahí, en la incertidumbre, en la perplejidad, en una manera agónica de entender la realidad, y, al fin y al cabo, sea la de una persona que busca a Dios entre la niebla, en el decir de Antonio Machado, tiene de positivo que en ningún momento se vuelve incrédula o cae en un desarraigo profundo, sino que se desarrolla permanentemente en un tono tensional, sobre todo porque el poeta, recurriendo a imágenes poéticas de su tiempo —la del “perro”, por ejemplo, estaba ya en Hijos de la ira, de Dámaso Alonso— expresa sus más auténticas congojas interiores tal cual se pueden leer en Ramo dolorido, un significativo soneto que vale la pena reproducir: “Porque me hieres, creo en Ti. Te amo / porque eres una sombra vacilante. / Te busco por errante y discordante. / Porque no me contestas, yo te llamo. / Yo, herido perro junto a Ti. Tú, el Amo. / Yo, el desconcierto y el interrogante. / Tú, el aguafiestas, el desconcertante. / Yo, ramo dolorido, ardiente ramo. / Tú, látigo pendiente en mi crujía. / Escozor en los ojos que me encelas. / Sal viva por mi pecho sin bonanza. / Oh, dueño de mi ser y mi agonía. / Cristo, asido a mi cruz, a las candelas / de mi fe, de mi amor y mi esperanza”. Y, al tiempo que tensional, es poesía que surge de una decidida confianza en Dios, de un enorme deseo de esclarecer la situación interior en la que, con frecuencia, se halla el poeta. Como anuncia el salmo 130, la de Garfias es poesía que nace de lo hondo, como un grito, en perseverante petición de gracia. De ese modo se entiende que convierta sus versos en un reclamo constante cuando implora el favor divino: “Dame tu mano Tú si todavía / estás en mis asombros derramado” o que insista sensatamente en alcanzar la luz de la fe, más que nunca “cuando la luz se va”

Tras La duda (1971), el poeta publica Escribo soledad (1974), dedicado a su hermana; su gran confidente, que acababa de morir. Tanto en uno como en otro libro, Garfias presenta un deje lírico y oracional que, como apuntábamos al principio, constituye junto a Doble elegía (1983), lo más inspirado de su producción poética. Una cita de san Agustín lo abre: “Al final es siempre la soledad, pero tras la soledad está Dios”, y, a continuación, se genera un ramillete de composiciones de sabor familiar en el que tiene cabida tanto la mirada de la madre, su otra confidente, siempre atenta a las actuaciones de sus hijos, como el reencuentro con su infancia y con su pueblo, Moguer. Frente a estos afectos —en especial, el de su madre y el de su hermana— “la respuesta, al fin, vuelvo a encontrarla / en el amor, definitivamente”. 

Apertura a otras realidades

“Que no descanse el caudaloso río, / la paloma de amor, la luz, el cántico” son versos que preludian el final de ese proceso interior. A partir de aquí, la obra poética de Garfias —siempre dentro de una destreza y fluidez inigualables—, se hace menos clamorosa, menos pasional, más sosegada, más proclive a la celebración de paisajes contemplativos hallados en la pintura o en lugares concretos del territorio español. Será poesía que mira hacia fuera de sí mismo, de esa que deja de escudriñar en los laberintos inextricables en los que hasta entonces el poeta se veía envuelto, y se abre a otras realidades aparentemente menos perturbadoras. Eso sí, seguirá teniendo la fuerza emocional y poética de quien se ha dejado la vida —como escribía Garfias en uno de sus primeros poemas publicados— por los caminos del alma.

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Doctoras tiene la Iglesia

Santa Teresa de Jesús, Santa Catalina de Siena, Santa Teresa de Lisieux y Santa Hildegarda de Bingen son las cuatro mujeres doctoras de un total de 36 que componen la lista completa de quienes han sido reconocidos como “eminentes maestros de la fe para los fieles de todos los tiempos”.

15 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

En esta fiesta de Santa Teresa de Jesús viene bien recordar que fue San Pablo VI quien la proclamó doctora de la Iglesia en 1970, siendo la primera mujer en ser distinguida con este título por la Iglesia Católica. Luego (solo una semana después) vendrían Santa Catalina de Siena y, más adelante, Santa Teresa de Lisieux (1997); y Santa Hildegarda de Bingen (2012).

Son cuatro, por tanto, las mujeres doctoras de un total de 36 que componen la lista completa de quienes han sido reconocidos como “eminentes maestros de la fe para los fieles de todos los tiempos”.

En su homilía con motivo del doctorado de la santa de Ávila, el papa Montini incidía en la particularidad de dicho acontecimiento, la primera mujer proclamada doctora lo era «no sin recordar las severas palabras de San Pablo: “Las mujeres cállense en las asambleas” (1 Cor 14, 34), lo cual quiere decir incluso hoy que la mujer no está destinada a tener en la Iglesia funciones jerárquicas de magisterio y de ministerio. ¿Se habrá violado entonces el precepto apostólico? Podemos responder con claridad: no. Realmente no se trata de un título que comporte funciones jerárquicas de magisterio, pero a la vez debemos señalar que este hecho no supone en ningún modo un menosprecio de la sublime misión de la mujer en el seno del Pueblo de Dios. Por el contrario, ella, al ser incorporada a la Iglesia por el bautismo, participa del sacerdocio común de los fieles, que la capacita y la obliga a «confesar delante de los hombres la fe que recibió de Dios mediante la Iglesia» (Lumen gentium 2, 11). Y en esa confesión de fe muchas mujeres han llegado a las cimas más elevadas».

Fue también Pablo VI quien, unos años antes, en 1965, y curiosamente también tal día como hoy, fiesta de Santa Teresa de Jesús, instituyó el Sínodo de los Obispos mediante el motu proprio “Apostolica Sollicitudo”. Era una forma de perpetuar el torrente de gracia que había sido el Concilio Vaticano II, dotando así a la Iglesia de un órgano permanente de consulta que hiciese pervivir el espíritu conciliar.

Este mismo espíritu aleteará este fin de semana durante la apertura en todas nuestras diócesis de la fase diocesana del Sínodo de los Obispos 2021, un sínodo dedicado precisamente a la sinodalidad, y que, a lo largo de tres años nos hará caminar juntos en este “proceso de sanación guiado por el Espíritu”, como el Papa Francisco lo ha definido, en el que intentaremos librarnos de lo que es mundano y de nuestras cerrazones, e interrogarnos sobre lo que Dios quiere de nosotros. Será un proceso en el que la voz de las mujeres será más escuchada que nunca. No solo porque en esta ocasión contemos con una mujer subsecretaria del Sínodo de los Obispos, la religiosa francesa Nathalie Becquart; no solo porque contemos con la española María Luisa Berzosa como consultora de la Secretaría General del Sínodo; no solo porque otra española, la teóloga seglar Cristina Inogés, fuera elegida para dirigir la reflexión previa a las palabras del Papa en la apertura del Sínodo –con un discurso, por cierto, audaz y lleno de amor a la Iglesia–sino porque este Sínodo ha abierto su consulta, de forma capilar, a todo el Pueblo de Dios y son las mujeres las que lo componen en su mayor parte.  

Necesitamos oír a las mujeres. Si quiere ser fiel al mandato de Jesús, la Iglesia necesita escuchar al Espíritu que habla a través de cada bautizado, “cuando ya no hay judío y griego, esclavo y libre, hombre y mujer porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Ga 3, 27-28).

La recuperación de una presencia femenina más incisiva en el ámbito eclesial será un camino largo, pero, como Santa Teresa nos enseñó, “la paciencia, todo lo alcanza”. ¡Y doctoras tiene la Iglesia!

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Actualidad

Leopoldo Abadía y Joan Folch hablarán sobre conexión inter-generacional

¿Cómo nos relacionamos los mayores y los jóvenes? ¿Tenemos, realmente, conceptos de la vida tan diferentes? ¿Hablamos el mismo idioma? Este es el tema que centrará el encuentro Omnes - CARF del próximo miércoles 20 de octubre.

Maria José Atienza·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

En España hay unos 9,5 millones de personas mayores de 65 años, es decir, el 20% de la población. De ellas, más de dos millones viven solas. Junto a esta realidad, encontramos una población juvenil que se comunica, principalmente a través de la tecnología.

Si en todas las generaciones ha habido saltos de comunicación, en los últimos años, esta brecha parece haberse vuelto abismal.

¿Cómo nos relacionamos los mayores y los jóvenes? ¿Tenemos, realmente, conceptos de la vida tan diferentes? ¿Es posible la llamada conexión intergeneracional? ¿Hablamos el mismo idioma?

Estas cuestiones serán algunas de las que aborden, en un interesante, y seguro ameno diálogo Leopoldo Abadía y Joan Folch. El encuentro, organizado por Omnes y la Fundación Centro Académico Romano será retransmitido por YouTube en directo el próximo miércoles 20 de octubre a partir de las 19:30 h.

Leopoldo Abadía

Leopoldo Abadía, nacido en Zaragoza, 88 años de edad, lleva casado con su mujer 61 años y es padre de 12 hijos, abuelo de 49 nietos y bisabuelo. Escritor, economista y doctor ingeniero industrial.

Joan Folch

Joan Folch, 22 años de edad, estudiante de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra e influencer, con decenas de miles de seguidores en instagram.

Vaticano

La farmacia papal de Roma

Rome Reports·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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La “Antigua Farmacia Pesci” es testigo de la historia de Roma desde 1552. Esta farmacia, situada en la Plaza Trevi nació hace casi 500 años por orden papal como una especiería, una farmacia antigua para las personas pobres que se encontraban en esta zona.

Cultura

Kiko Argüello y David Shlomo Rosen, «honoris causa» de la Universidad Francisco de Vitoria

Este reconocimiento, que otorga la Universidad Francisco de Vitoria, pretende poner en valor la contribución que estas dos personalidades cristiana y judía, han hecho en el campo del diálogo entre ambas religiones.

Maria José Atienza·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Francisco José Gómez de Argüello y el Rabino David Shlomo Rosen serán investidos como doctores honoris causa el próximo lunes, 25 de octubre, en un acto solemne que tendrá lugar en la Universidad Francisco de Vitoria. La Universidad quiere reconocer, con esta investidura la aportación al diálogo entre judíos y cristianos de los nuevos doctores. Argüello yShlomo Rosen «han puesto su amistad al servicio del bien y la belleza» señala la nota en la que se ha dado a conocer esta investidura.

Entre otras cosas, se destaca el trabajo conjunto que dio lugar a la sinfonía “El sufrimiento de los inocentes”, compuesta por el propio Argüello para rendir un emocionante homenaje a los inocentes de la Shoah, e interpretada en 2012 en el Avery Fisher Hall de Nueva York ante los principales representantes de la comunidad judía internacional

Los nuevos doctores «honoris causa»

Kiko Argüello es el iniciador, junto a Carmen Hernández del Camino Neocatecumenal en 1964, una de las realidades de la Iglesia católica más importantes surgidas en el último siglo. También es pintor, escritor arquitecto, escultor y músico. En la actualidad, el Camino cuenta con más de 21000 comunidades y más de un millón de miembros presentes en 135 naciones de los cinco continentes y está adquiriendo una especial presencia y relevancia en el mundo universitario al que ha aportado cientos de profesores.

En 1993 Juan Pablo II lo nombró consultor del Pontificio Consejo para los Laicos, y lo confirmó durante el resto de su pontificado. Igual decisión tomaron los papas Benedicto XVI y Francisco, este último en 2014. A esto se une su nombramiento como consultor del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización en 2011 y auditor de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos («La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana») en 2012.

El Rabino David Rosen, actual director internacional de Asuntos Interreligiosos del Comité Judío Americano es uno de los líderes judíos más destacados en esta materia. Fue Gran Rabino de Irlanda y Rabino Mayor de la mayor congregación judía ortodoxa de Sudáfrica. En noviembre de 2005, el Papa Benedicto XVI le nombró Caballero de la Orden de San Gregorio Magno por su contribución a la promoción de la reconciliación entre católicos y judíos.

Entre otros premios, en 2016, el Arzobispo de Canterbury le otorgó el Premio Hubert Walter de Reconciliación y Cooperación Interreligiosa “por su compromiso y contribución al trabajo de las relaciones interreligiosas, en particular, las religiones judía y católica”.

Vocaciones

Sacerdotes santos: san Juan Bosco

Un gran pedagogo, un gran maestro de la vida espiritual y el apóstol de la devoción a María Auxilium Christianorum. La vida y el legado de de san Juan Bosco es una guía para miles de personas en la actualidad.

Manuel Belda·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Su vida

San Juan Bosco nació el 16 de agosto de 1815 en Castelnuovo de Asti, una pequeña población cercana a Turín, en una familia de campesinos, pobre y muy cristiana. Su padre falleció cuando él tenía menos de dos años, por lo que su educación corrió exclusivamente a cargo de su santa madre, Margarita Occhiena.

El 30 de octubre de 1835 entró en el Seminario de Chieri. Fué ordenado sacerdote el 5 de junio de 1841 en Turín, donde ejerció su ministerio sacerdotal en las cárceles, en las calles y en los lugares de trabajo. Pronto reunió en torno a sí a un grupo de jóvenes, a los que puso bajo el patrocinio de san Francisco de Sales. En 1846 alquiló un local en Valdocco, zona periférica al norte de Turín, que constituyó el primer núcleo estable de su labor con los jóvenes.

San Juan Bosco entendió con claridad que, cuando nacía el nuevo mundo industrial, la juventud tenía que estar preparada para la vida, no sólo moralmente, sino también profesionalmente, por lo que fundó las primeras escuelas profesionales y sucesivamente otras numerosas escuelas. El 28 de diciembre de 1859, con 17 jóvenes, fundó la Sociedad de san Francisco de Sales, por lo que a sus miembros se les denomina “Salesianos”. Sus Constituciones fueron aprobadas definitivamente por la Santa Sede el 3 de abril de 1874. El 5 de agosto de 1872 fundó la rama femenina, la Congregación de las “Hijas de María Auxiliadora”.

Murió el 31 de enero de 1888, a la edad de 72 años. Fué beatificado por Pío XI el 2 de junio de 1929, y canonizado por el mismo Papa el 1 de abril de 1934. El 24 de mayo de 1989 fue proclamado Patrón de los jóvenes, por san Juan Pablo II.

Sus obras

San Juan Bosco escribió muchas obras, pero no tratados sistemáticos, sino más bien de carácter pastoral, movido siempre por las circunstancias por las que atravesaba su vida y su apostolado. Se pueden clasificar en los siguientes géneros: escritos pedagógicos, de entretenimiento, teatrales, hagiográficos, biográficos, autobiográficos, de instrucción religiosa, de oración, documentos de gobierno y epistolario.

Sus enseñanzas

San Juan Bosco fue ante todo un gran pedagogo, que propugnó en sus escuelas el llamado “sistema preventivo”, que consistía en prevenir las faltas, en una época en que el sistema educativo era todavía “represivo”, consistente en reprimir y castigar los errores cometidos por los alumnos.

Además de ello, fue un gran maestro de la vida espiritual, que basaba en una sólida piedad sacramental. La frecuencia en recibir los sacramentos constituye un elemento imprescindible en su pedagogía para encaminar a los jóvenes hacia la santidad, y es la clave de su proyecto educativo: la Comunión y la Confesión frecuentes, la Misa cotidiana.

Enseñaba que la Comunión frecuente en muy recomendable, porque la Eucaristía es al mismo tiempo medicina y alimento del alma: «Dicen algunos que para comulgar frecuentemente hay que ser santos. No es verdad. Esto es un engaño. La Comunión es para quien desea hacerse santo, no para los santos; las medicinas se dan a los enfermos, el alimento se da a los débiles». La Comunión, por tanto, es necesaria para todos los cristianos: «Todos tienen necesidad de la Comunión: los buenos para mantenerse buenos, los malos para hacerse buenos: y así, jóvenes, adquiriréis la verdadera sabiduría que viene del Señor».

San Juan Bosco insistía mucho en la necesidad de la oración mental. Un recuerdo personal del beato Felipe Rinaldi, que en 1922 llegó a ser el Rector Mayor de la Sociedad Salesiana, y que trató a su fundador durante los últimos años de la vida de éste, demuestra la importancia que daba a la meditación: «Acercándome a confesarme con él durante el último mes de su vida, le dije: “No debe cansarse, no debe hablar, hablaré yo; usted me dirá al final sólo una palabra”. El buen Padre, después de escucharme me dijo una sola palabra: ¡Meditación!. No añadió más, ninguna explicación o comentario. Una sola palabra: ¡Meditación! Pero esa palabra valía para mí más que un largo discurso».

La espiritualidad de san Juan Bosco era eminentemente mariana. Decía que, junto a la Sagrada Comunión, María es la otra columna sobre la que se apoya el mundo. También afirmaba: «María Santísima es la fundadora y la que sostiene nuestras obras». Por ello dispuso colocar la imagen de la Virgen en todos los rincones de las casas salesianas, para que se la invocase y se la honrase come inspiradora y protectora de la Sociedad Salesiana. Él no dudaba en decir y en asegurar: «El multiplicarse y extenderse de la Sociedad Salesiana se puede decir que se debe a María Santísima».

San Juan Bosco fue el apóstol de la devoción a María Auxilium Christianorum, pero acabó por preferir a este título el de María Auxiliadora. En diciembre de 1862 comunicó su decisión de erigir una iglesia en Turín bajo al advocación de María Auxiliadora, cuya primera piedra se puso el 27 de abril de 1865.

Sin embargo, en su lecho de muerte no es la invocación “Auxiliadora” la que surgió de sus labios, sino la de “Madre”, pues falleció diciendo: «In manus tuas, Domine, commendo spiritum meum…Madre…Madre, abridme las puertas del Paraíso».

Zoom

Brasil celebra la fiesta de Aparecida

Fieles devotos encienden velas en la celebración de la fiesta de Nuestra Señora de Aparecida, patrona de Brasil, en la Basílica del Santuario Nacional de Nuestra Señora de Aparecida en São Paulo, el 12 de octubre de 2021.

David Fernández Alonso·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vocaciones

“En Angola, la Iglesia ayuda a reconstruir un país tras años de guerra»

Gracias a una beca de Centro Académico Romano Fundación, este sacerdote angoleño puede estudiar Comunicación Institucional en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma.

Espacio patrocinado·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

El padre Queirós Figueras nació en Angola hace 42 años. Estudia Comunicación Institucional en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma. De niño padeció los sufrimientos de la guerra en su país. Y como sacerdote, ha visto el desastre en términos de pobreza y falta de desarrollo. «Desafortunadamente, los casi treinta años de conflicto militar han provocado, en Angola, no sólo víctimas y refugiados, sino también pérdidas de capital físico y económico», afirma.

Como la mayoría de los niños de su generación, tuvo que huir de la guerra. “Nací en un pueblo llamado Utende, en el municipio de Kibala, pero tuve que mudarme con mi familia a la ciudad de Luanda, donde crecí en las afueras de la capital con mis padres y hermanos, siendo yo el segundo hijo de siete hermanos. Nos tuvimos que escapar debido a la guerra civil que vivía el país en ese momento, en 1983”, señala.

La fe y el apoyo de su familia le ayudó a combatir el miedo al conflicto. Fue ordenado sacerdote el 21 de noviembre de 2010 en la Diócesis de Viana, por Monseñor Joaquim Ferreira Lopes, primer obispo de esa misma diócesis.

La reunificación de familias separadas por la guerra es una de las prioridades de Angola. “Después de la guerra, los gobiernos angoleños lanzaron una estrategia de lucha contra la pobreza que afectó sobre todo a las zonas rurales, pues la guerra limitó el acceso de la población a las áreas de cultivo y los mercados, y destrozó los recursos de los campesinos”, relata el P. Queirós.

La Iglesia católica, en particular, a través de sus misioneros, sigue tratando de ayudar al gobierno en la reconstrucción del tejido social, en proporcionarle a la población alimentos, instrucción y formación profesional, además de asistencia sanitaria en la lucha contra el SIDA.

Evangelio

Comentario a las lecturas del domingo: La gloria de Jesús será dar su vida

Comentario a las lecturas correspondientes al XXIX domingo del tiempo ordinario (Ciclo B) y homilía breve de un minuto.

Andrea Mardegan / Luis Herrera·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

El episodio de Santiago y Juan pidiendo al Maestro que se puedan sentar a su izquierda y a su derecha “en su gloria” se comprende mejor en su contexto: tiene lugar inmediatamente después de que Jesús explicara por tercera vez a sus discípulos lo que le ocurriría en Jerusalén: “Iban de camino subiendo a Jerusalén. Jesús los precedía y ellos estaban sorprendidos; los que le seguían tenían miedo. Tomó de nuevo consigo a los doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder: ‘Mirad, subimos a Jerusalén y el Hijo del Hombre será entregado a los príncipes de los sacerdotes y a los escribas; le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles; se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán, pero después de tres días resucitará’”.

Al primer anuncio de su cruz y resurrección, Pedro reaccionó oponiéndose; al segundo anuncio, empezaron a discutir entre ellos sobre quién era el más grande; después del tercer anuncio, Santiago y Juan piden recibir los mejores asientos junto a él.

Los dos hermanos están entre los favoritos de Jesús: la predilección del Señor no está ligada a la comprensión de su mensaje; al contrario, parece preferir a los que entienden menos, quizás a los que más lo necesitan. Juan explicará en su Evangelio la pasión de Cristo como glorificación, pero en este momento, como Santiago, no entiende nada. Su pregunta es una afirmación: “queremos que hagas lo que te pedimos”.

Admiramos la paciencia de Jesús, que les hace hablar: ¿de qué se trata? Los dos no son mejores que el joven rico; al menos éste preguntó qué debía hacer; ellos pretenden decirle a Jesús lo que debe hacer. Sí, han dejado su hogar, su trabajo y sus seres queridos, pero se aferran a la gloria que pueden obtener por el privilegio de estar entre los que siguen a Jesús, y quieren usar su llamada para la gloria de ellos mismos y de su familia. No comprenden que la gloria de Jesús será dar su vida por amor.

Pero Jesús no apaga su deseo, sino que trata de dirigirlo: ¿podéis beber el cáliz que yo bebo? “Podemos”, responden. No sabemos en qué medida comprenden la naturaleza de ese cáliz que Jesús pedirá al Padre que aparte de él (cfr. Mc 14, 36), pero les asegura que lo beberán. Santiago será el primero de los doce en morir mártir, y Juan lo beberá debajo de la cruz de Jesús. Pero a la derecha y a la izquierda de Jesús estarán, “en su gloria”, dos ladrones desprevenidos. 

Los otros diez están indignados por haber corrido el riesgo de que les robaran sus asientos. Jesús con paciencia y sorprendente optimismo dice: los poderosos de las naciones dominan y oprimen, ¡pero “entre vosotros no es así”! Quién quiera ser grande entre vosotros, debe servir y dar su vida por amor, como el Hijo del Hombre.

La Homilía en un minuto

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanohomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas

El autorAndrea Mardegan / Luis Herrera

Cine

Dune: vencido el miedo, seremos libres

Patricio Sánchez-Jáuregui·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Dune

Dirección : Denis Villeneuve
Guión: Jon Spaihts, Denis Villeneuve, Eric Roth
Estados Unidos y Canadá: 2021

Paul Atreides es el heredero de una casa nobiliaria de creciente popularidad entre la aristocracia de la galaxia conocida, que está bajo el mandato del emperador. Su vida está a punto de cambiar drásticamente cuando su padre, el duque Leto, recibe la orden imperial de hacerse cargo del planeta más rico de la galaxia: Arrakis, también llamado Dune. Este regalo esconde el destino de la casa de los Atreides, de Paul, y de la galaxia entera. 

Dune, basada en la novela homónima de Frank Herbert, y comienzo de una saga de peso, está considerada como la pieza literaria más popular de la ciencia ficción de la historia. Una mezcolanza de historia medieval japonesa y árabe, de las religiones del libro (judaismo, cristianismo, islam) y de psicología, sociología y economía. Nos encontramos ante la adaptación de una Space-Opera que redefinió el género, y relata una de las forjas del héroe más inspiradoras de todos los tiempos. 

Largamente esperada, y considerada un proyecto cinematográfico maldito, Warner Bros y Legendary Entertainment confiaron este proyecto a Denis Villeneuve, uno de los directores más inspiradores y estimulantes de la actualidad, cuya filmografía está llena de pequeñas joyas (Prisioners, Sicario, La Llegada) y no carente de algún proyecto de envergadura como fue la secuela de Blade Runner. Villeneuve es un autor de cine con mayúsculas, cuyas obras están llenas de sentido, profundidad y belleza. 

Está adaptación viene avalada por un elenco estelar encabezado por las jóvenes promesas Timothée Chalamet (Mujercitas), y Zendaya (El Gran Showman), apadrinados por Rebecca Ferguson (Misión Imposible), Oscar Isaac (Inside Llewyn Davis), Jason Momoa (Aquaman), Josh Brolin (No es país para viejos), Javier Bardem (No es país para viejos), entre otros. La fotografía ha corrido a cargo de Greig Fraser (Rogue One) y la banda sonora ha sido compuesta por Hans Zimmer, el cual, movido por su entusiasmo por el libro, decidió rechazar trabajar con Nolan en Tenet para poder crear la música de esta película. 

Dune es una película sugerente, cuidada, de proporciones épicas. La primera entrega de una duología que hace un trabajo magnífico a la hora de retratar todo el universo del libro, siendo un espectáculo igualmente atractivo para los desconocedores de la saga. 

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Lo que hemos visto y oído

Los cristianos hemos conocido la gran noticia del amor de Dios por el hombre. Ésta es la clave de la labor misionera y a todos, en esta campaña del DOMUND se nos llama a ser testigos de esta noticia y hacer posible que otros lo hagan.

14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Reconozco que me llama mucho la atención un mensajito que alguna cadena de televisión pone en alguno de sus programas: ‘Si sabe algo de algún famoso, escríbanos un WhatsApp’. Me impresiona la avidez que hay por conocer las intimidades y las aventuras de los personajes públicos. Y es todavía más llamativo que no se buscan, normalmente, actos ejemplares, sublimes o modélicos… la mayoría de las veces son intranscendentes o bastante pobres. Y nosotros, los cristianos, ¡tenemos una impresionante historia que contar! La de Dios, la historia de un Dios enamorado del hombre, que, por amor, envió a su Hijo unigénito para redimirnos y regalarnos el cielo! Y… ¡no lo contamos!

Por eso es bonito este lema que el Papa Francisco ha elegido para el DOMUND de este año: ‘¡Cuenta lo que has visto y oído! (cfr. Hechos 4, 20). Eso contestaron Pedro y Juan cuando se les prohíbe hablar de Jesús y eso es lo que los misioneros están hoy haciendo en todo el mundo: contando las maravillas del Señor. Y eso, sí, eso, es lo que el domingo del DOMUND de este año queremos recordar: que la Iglesia tiene una tarea impresionante de evangelización por delante y… ¡no podemos, no queremos, callar! Y para hacerlo posible, Dios, la Iglesia y la misión cuenta con todos: con los misioneros, con las personas consagradas, contigo y conmigo. Dios, la Iglesia y la misión necesita de tu oración, de tu fidelidad, de tu testimonio y de tu ayuda material, para que se pueda realizar….

Una tercera parte del mundo está catalogada como territorio de misión. Lo que significa que una tercera parte de este mundo nuestro no tiene medios personales, materiales, ni económicos para hacer posible la vida y la pastoral de la Iglesia. La oración, el valor de nuestras renuncias ofrecidas y nuestra colaboración económica hacen posible que esta vida no se apague, no se acabe. Nosotros podemos colaborar ¿no te parece?

El autorJosé María Calderón

Director de las Obras Misionales Pontificias en España.

Mundo

«Los abusos sexuales son una bomba en la sociedad francesa»

Basándose en una encuesta encargada por el Inserm, el informe del Ciase calcula que 216.000 personas han sufrido abusos sexuales por parte de clérigos en 70 años. Durante el mismo período, habría habido alrededor de 3.000 sacerdotes depredadores sexuales.

José Luis Domingo·13 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Hace tres años, los obispos católicos de Francia pidieron a Jean-Marc Sauvé, de 72 años, antiguo vicepresidente del Consejo de Estado, que presidiera una comisión para estudiar los abusos sexuales a menores por parte de miembros del clero. Le pidieron que les ayudara a comprender la magnitud del fenómeno desde 1950 hasta 2020, sus principales causas, pero también que les hiciera recomendaciones para que estos escándalos, no se repitan. La comisión se llama Comisión Independiente sobre Abusos Sexuales en la Iglesia (CIASE). Ha sido financiado por la Iglesia con tres millones de euros.

Una veintena de expertos en varias disciplinas (psiquiatría, sociología, historia, medicina, derecho), han colaborado con Jean-Marc Sauvé en este estudio, hecho público el martes 5 de octubre.

En el mundo, sólo las Iglesias católicas de Estados Unidos, Irlanda, Alemania, Australia y los Países Bajos han realizado ya este tipo de encuestas. 

En un primer momento, la comisión hizo una llamada general a testimoniar en las distintas ciudades francesas que condujo a identificar 2700 víctimas. 243 fueron atentamente interrogadas; 2819 cartas recibidas que relataban los agravios sufridos fueron estudiadas. Una encuesta victimológica fue elaborado a partir 1628 casos concretos. Por otro lado, la evaluación de los archivos eclesiásticos concluía a la existencia de 4500 víctimas. Según M. Sauvé (cfr La vie, 5 octobre 2021) la sorpresa aterradora vino de las conclusiones del  Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (Inserm) a partir de una encuesta realizada por Ifop (instituto referente en sondeos y estudios de mercado) sobre una muestra representativa de 28.000 personas. 

Según este estudio, 216.000 menores fueron víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes, religiosos y religiosas en el periodo de 1950 a 2020. Si se amplía el estudio al personal laico que trabaja en estructuras en relación con la Iglesia, el número estimado de menores abusados se establece a 330.000. Según las conclusiones de este estudio, más de un tercio de los abusos de la cifra global habría sido cometido por laicos.

Un punto crucial es el método de recuento. Solo un 1,25% de las víctimas se manifestaron a la Ciase. Es importante saber que muchas víctimas no hablan. Porque no quieren, porque quieren pasar página, porque temen que su testimonio desencadene una investigación judicial o simplemente porque no han identificado la naturaleza de lo que han vivido (sobre todo en el caso de las agresiones sexuales sin penetración).

El estudio del Inserm, de ámbito nacional, estima también que 5,5 millones de personas en Francia han sufrido abusos sexuales antes de alcanzar la mayoría de edad. La violencia sexual cometida en la Iglesia representaría así el 4% del total de la violencia de este tipo en la sociedad francesa, de media entre 1950 y 2020.

La mayoría de las agresiones en la Iglesia, el 56%, se produjeron entre 1950 y 1970; el 22% entre 1970 y 1990; y el 22% entre 1990 y 2020. Este dato desmiente la opinión generalizada que el origen de los abusos deriva de la liberación sexual promovida en mayo del 68. También parece que la proporción de abusos en la Iglesia en relación con los abusos sexuales a menores en la sociedad ha disminuido considerablemente. Fue del 8% entre 1950 y 1970, bajó al 2,5% entre 1970 y 1990, y es del 2% entre 1990 y 2020.

El cruce de diferentes fuentes disponibles ha permitido a Ciase estimar el número de sacerdotes depredadores en unos 3.000. La cifra oscila entre 2.900 y 3.900 sacerdotes y religiosos, a lo largo de 70 años de estudios. Es decir, un porcentaje entre el 2,5% y el 2,8% de los sacerdotes entonces en ejercicio, 115.500 clérigos. Pero también en este caso el estudio abarca tres cuartos de siglo y esta cifra es una media de este periodo. Estos datos harían concluir a una media de más de 60 victimas por sacerdote abusador, aunque se reconozca la diferencia entre el “compulsivo” y el “ocasional”. Como dato significativo, el informe afirma que en la Iglesia el 80% de las víctimas son niños de 10 a 13 años y el 20% niñas. Mientras que en la sociedad, el 75% de las víctimas son niñas y el 25% niños. 

Otra característica es que la duración media de los abusos era superior en los medios eclesiásticos que en otro contexto social (varios meses o incluso varios años). 

La comisión traza la secuencia histórica de la evolución de la Iglesia católica frente a las agresiones cometidas en su seno. De 1950 a 1970, la Iglesia estuvo dominada por el deseo de protegerse del escándalo al mismo tiempo que intentaba «salvar» a los agresores, y ocultaba la suerte de las victimas invitadas a guardar silencio. Entre 1970 y 1990, la cuestión de las violencias sexuales pasó a un segundo plano frente a la crisis sacerdotal, que acapara las estructuras internas de atención a sacerdotes “con problemas”. A partir de los años 90, la actitud de la Iglesia católica fue cambiando paulatinamente tomando en cuenta la existencia de víctimas, sin que éstas sean plenamente reconocidas. Este reconocimiento llega a partir de la década de 2010, con la multiplicación de las denuncias ante la justicia, las sanciones canónicas y la renuncia al tratamiento puramente interno de los agresores.

La Comisión denuncia la ocultación, relativización o negación de los abusos por parte de la autoridad eclesiástica y una grave deficiencia en la prevención y en el tratamiento jurídico de los delitos.

El estudio realizado por el Inserm identifica la realidad de los abusos sexuales en la sociedad francesa como un fenómeno masivo, como en otros muchos países y lamenta la ocultación social y política de esta realidad. Un francés de cada diez es víctima de violencias sexuales en la infancia. Una nueva comisión independiente sobre el incesto y las violencias sexuales a los niños (Ciivise) ha tomado el relevo de la Ciase para ampliar el estudio a todos los ámbitos de la sociedad francesa. “Las violencias sexuales, afirma M. Sauvé, son una bomba de fragmentación en nuestra sociedad: si la Iglesia Católica está hoy en primera línea, las instituciones públicas y privadas no podrán ahorrarse un examen de conciencia necesario para responder de sus actos o de su abstención”. La transparencia de la Iglesia podrá enseñar el camino de la verdad y de la purificación a toda otra institución.

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Mundo

Niemand „evangelisiert“ so erfolgreich, wie junge Menschen

Ein Gespräch mit Georg Mayr-Melnhof, dem Gründer der Loretto Gemeinschaft in Österreich, die zahlreiche Gebetsgruppen in verschiedenen Ländern fördert, sowie ein Jugendtreffen zu Pfingsten, an dem viele Tausend junge Menschen teilnehmen.

Fritz Brunthaler·13 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

– Dutzende Gebetsgruppen in Österreich, Südtirol, Deutschland, der Schweiz und in England, jedes Jahr ein großes Jugend-Festival in Salzburg mit 10 000 Teilnehmern. Was ist Loretto: ein großer Gebetskreis, eine Erneuerungs-Bewegung, die charismatische Erneuerung österreichischen Zuschnitts?

Die Loretto Gemeinschaft ist eine der neuen großen Aufbruchsbewegungen innerhalb der Katholischen Kirche Österreichs. Sie gehört zu den sogenannten „Movimenti, also neuen Initiativen, die man in den verschiedenen Ausprägungen und Spiritualitäten, mehr und mehr in unserer Kirche findet.

– Georg, du bist der Gründer der Loretto Bewegung. Wie seid ihr entstanden?

Unsere Wurzeln findet man in Medjugorje. Schon Mitte der 80er Jahre, also kurz nachdem die Erscheinungen der Muttergottes begannen, kam ich das erste Mal an diesen Gnadenort. Bei den folgenden Pilgerreisen war ich nicht mehr alleine, sondern mehr und mehr Jugendliche kamen mit. In den Ostertagen 1987, auf der Rückreise nach Österreich, sprachen mich 2 Jugendliche aus Wien an und sagten: Georg, nach diesen starken Erfahrungen hier in Medjugorje  – lass uns doch zu hause mit irgendetwas beginnen. Eine Bitte der Muttergottes stand im Raum: „Gründet Gebetskreise“. Das war der Startschuss. Am 4.Oktober 1987 kamen wir in einer kleinen Studentenwohnung in Wien zu unserem ersten Gebetskreis zusammen. Wir waren zu Dritt, beteten gemeinsam einen Rosenkranz, aßen danach 3 Wurstsemmeln. Und das war‘s. Ganz unspektakulär und gleichzeitig sehr spannend.

– Was ist Euer Programm? Was sind Eure Ziele, und wie werden sie erreicht?

Unsere erste Berufung ist ganz sicher das Gebet. Das Gebet für eine Erneuerung der Kirche. Wir wollen überall in unserem Land und darüber hinaus, Räume schaffen, an denen Menschen dem Herrn begegnen und ihn erfahren können. Wir träumen von vielen lebendigen, pfingstlichen Orten mit vielen jungen Menschen, tiefer Gemeinschaft, guter Verkündigung, mitreißender Musik (Lobpreis), Beichte / Umkehr, die Eucharistie im Mittelpunkt. Darüber hinaus bieten wir diverse Schulungen und Programme im Bereich Jüngerschaft & Leiterschaft an, um so eine neue Generation an Schlüsselpersonen für das Reich Gottes heranzubilden.

– Gibt es ein „follow up“- Programm für Teilnehmende an den Angeboten, also Weiterührendes, Vertiefung und dgl.?

Unsere Programme sind inzwischen sehr vielfältig. Diese starten bei Kindergebetskreisen, Firmvorbereitung, Jugendgruppen, Jüngerschaftsausbildungen, Kongressen & Festivals, Vertiefung, immerwährende Anbetung. Von Jung bis Alt ist für Alle etwas dabei. Jeder der zu uns kommt kann selber entscheiden, welche Angebote er wahrnehmen möchte und in welcher Intensität. Außerdem bieten wir ein sogenanntes „Gemeinschaftsversprechen“ an, also einen ganz konkreten Schritt den man setzen kann, noch inniger mit Christus und aus den Quellen der Kirche zu leben. Dieses Versprechen legen wir grundsätzlich für ein Jahr ab, mit der Möglichkeit, es immer wieder zu erneuern.

– Was ist das Anziehende, das Besondere an Loretto?

Ganz sicher die Präsenz von ganz vielen Jungen Menschen, die alle mit großer Sehnsucht & Hingabe diesen Weg der Christusnachfolge beschreiten. Das ist unglaublich anziehend und reizvoll. Und gleichzeitig verbindet uns alle eine große Liebe zur Kirche, aus deren Quellen wir täglich schöpfen.

– Loretto hat als Emblem eine Taube: Welche Bedeutung hat der Heilige Geist bei Euch?

Unser Logo, die Rote Taube steht für den Hl.Geist, für sein Feuer und für Pfingsten. Wir träumen und beten für ein Neues Pfingsten, so wie es in Joel 3 geschrieben steht. Wir wissen uns in der großen Charismatischen Bewegung beheimatet, praktizieren die Gaben & Charismen des Hl.Geistes und rechnen jeden Tag neu mit erfrischenden Zeichen und Wundern, die der Herr in unserer Mitte wirkt.

– Du bist verheiratet, ihr habt vier Kinder, seit kurzem bist Du ständiger Diakon: Welche Bedeutung hat Loretto auf diesem Deinem Weg und für Deine Familie?

Für mich und auch meine Frau und unsere 4 Kinder ist es ein Riesengroßes Geschenk in so einer lebendigen Gemeinschaft beheimatet sein zu dürfen. In unserem Leben dreht sich so viel um den Herrn, um ein Leben in Nachfolge, um neue Projekte und Ideen für die Kirche und das Reich Gottes, um die Heiligung des Alltags, usw. Nachdem ich die Ehre habe, seit der 1.Stunde unserer Bewegung dabei sein zu dürfen, kann ich sagen, dass mich diese zurückliegenden 3 Jahrzehnte schon ganz besonders geprägt haben

– Was war Dein schönstes Erlebnis bisher mit Loretto?

Da gäbe es sicherlich ganz viele Momente, über die ich erzählen könnte, aber die jährlichen Pfingstreffen in Salzburg mit bis zu 10.000 Jugendlichen, zählen schon zu den absoluten Highlights. Diese dichten Augenblicke des Gebetes im Salzburger Dom, bei den Hl.Messen, den Lobpreiszeiten, beim Abend der Barmherzigkeit wenn bis zu 120 Priester für die Beichte zur Verfügung stehen. Diese strahlenden Augen der jungen Menschen mit dieser absoluten Sehnsucht, Jesus nachfolgen zu wollen – das ist ein bisschen ein Vorkosten des Himmels.

– Der überwiegende Teil Eurer Teilnehmer sind Jugendliche: Wie erreicht ihr sie? Kann sich die Pastoral in Österreich, können sich die Pfarren, die Diözesen etc. da etwas abschauen?

Da wo Jugendliche zusammenkommen, da kommen auch automatisch andere junge Leute dazu. Wenn sie das Angebot begeistert, nehmen sie ihre besten Freunde und ihre Geschwister mit. Niemand „evangelisiert“ so erfolgreich, wie junge Menschen. Sie sagen einfach zu ihren Freunden: Hey, komm mit. Das musst du auch erleben. Viele kommen und viele bleiben. Das „Programm“ das wir ihnen bieten, muss natürlich auf die Jugend gut abgestimmt sein. Der „Inhalt“ steht sowieso seit 2000 Jahren. Wir verkünden ihnen die volle Botschaft des Evangeliums, nicht nur das was sie vielleicht hören wollen. Absolut zentral ist JESUS. Bei uns geht es ganz ganz viel um Ihn. Also, der Inhalt steht. Unsere Aufgabe ist die Verpackung. Diese muss attraktiv und anziehend sein. Immer mehr Bischöfe, Priester und Jugendverantwortliche  kommen und schauen was wir machen. Und überlegen, was sie für ihre Diözesen und Einrichtungen übernehmen könnten.

– Wie bekannt, ist Loretto in gutem Kontakt mit dem Erzbischof in Salzburg. Wie seid Ihr eingebunden in die Diözesen, wie ist Euer Kontakt zu Bischöfen und Pfarrern?

Als Gemeinschaft, die von der Österreichischen Bischofskonferenz anerkannt und im Herzen der Kirche beheimatet ist, ist es uns natürlich ein zentrales Anliegen, mit unseren Bischöfen und Verantwortungsträgern in engem und fruchtbarem Austausch zu stehen. Damit eine junge, lebendige und missionarische Gemeinschaft fruchtbar in eine Diözese eingebunden werden kann, braucht es nicht nur viel Guten Willen von allen Seiten, sondern auch regen Austausch und vor allem viele persönliche Beziehungen.

– Wie hat sich Loretto von einer kleinen Gruppe aus ausgebreitet? Gibt es Pläne zur Ausbreitung in anderssprachige Länder wie Italien, Frankreich, England, Spanien, Polen?

Die Loretto Gemeinschaft ist eigentlich ein großer Haufen von vielen Freunden. Freundschaft und lebendige Beziehungen sind das Herzstück unserer Bewegung. Und genau so breitet sich Loretto auch aus. Freunde, die bei uns dabei sind und dann woanders hingehen, aus beruflichen, familiären oder sonstigen Gründen, beginnen meist dort wo sie landen, wieder mit einem Loretto Gebetskreis oder Hauskreis oder einem kleinen Apostolat.

Ursprünglich sind wir eine Österreichische Gemeinschaft, die sich aber seit einigen Jahren in alle anderen deutschsprachigen Länder ausgebreitet hat. Inzwischen auch schon nach London/England. Konkrete Pläne gibt es bei uns eigentlich nie, es ist mehr ein Staunen, welche Türen der Hl.Geist als nächstes öffnet.

– Wie siehst Du die Situation der Kirche in Europa: Kann Loretto oder der Ansatz von Loretto ein Weg zur Erneuerung sein?

Die Kirche von morgen wird wohl, zumindest hier bei uns in Europa, um einiges kleiner sein, als die Kirche von heute, aber sie wird weiter sehr gut bestehen, weil sie auf Felsen gebaut ist und die Zusage Jesu nach wie vor gilt – die Mächte der Unterwelt werden sie nicht überwinden. Und ich bin davon überzeugt, dass sie wieder mehr und mehr eine Kirche von Bekennern werden wird. Viele werden wahrscheinlich gehen, weil sie die Tradition nicht mehr hält oder mehr noch, weil sie Jesus nicht persönlich erfahren und  kennengelernt haben. Jene aber, die bewusst mit Jesus gehen, ihm nachfolgen und die Kirche als Seine Braut erkannt haben werden bleiben und entscheidend zur Erneuerung der Kirche beitragen.

El autorFritz Brunthaler

Austria

La palabra de cada uno importa mucho

Todos estamos llamados a participar en el camino sinodal que ha comenzado en la Iglesia Católica y en el que nuestra voz es importante.

13 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Santo Padre Francisco  ha convocado a toda la Iglesia Católica  a caminar juntos en Sínodo. La convocatoria lleva por título: «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión». La preposición “Por”, “Por una Iglesia…”  nos indica la dirección que se quiere tomar o el término al que se quiere encaminar y llegar: en este caso, la dirección y el término que quiere tomar y dónde quiere encaminarse y llegar la Iglesia toda.

El camino sinodal es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio, ha dicho Papa Francisco. Se inició solemnemente en Roma el 9-10 de octubre y el domingo 17 de octubre en nuestra Catedral Metropolitana. El Santo Padre nos está recordando que para recorrer este camino juntos nos dejemos guiar por el Espíritu Santo, abiertos con humildad y disponibilidad a su acción en nosotros, entrando con audacia y libertad de corazón en un proceso de conversión sin el cual no es posible esa “perenne reforma de la que la Iglesia misma, en cuanto institución humana y terrena, tiene siempre necesidad” (UR, 6).

La Iglesia desde sus orígenes es sinodal. Como escribió san Juan Crisóstomo en el siglo IV: “Iglesia y Sínodo son sinónimos”. Esta afirmación tan rotunda de este Padre de la Iglesia significa que la Iglesia es constitutivamente  sinodal. Es la forma específica de vivir y de obrar de la Iglesia como Pueblo convocado por Dios que manifiesta, en concreto, su ser “comunión” y su ser “participación” de todos sus miembros en la misión de evangelizar. Es en el vínculo profundo entre el “sensus fidei” (el sentido de la fe) del Pueblo de Dios y el Magisterio de los Pastores donde se realiza el consenso unánime de toda la Iglesia en la misma fe y en la misma misión. 

Con estas breves palabras pretendo sólo animaros a participar, en la media y el modo que a cada uno, a cada una, le sea posible, sobre todo a nivel parroquial,  en este caminar juntos durante esa fase diocesana del Sínodo. Mi preocupación como Obispo es que esta convocatoria alcance al mayor número posible de bautizados y que el desarrollo ordenado del camino sinodal se realice conforme dice San Pablo  a los fieles  de Tesalónica: “No extingáis la acción del Espíritu; no despreciéis las profecías; examinadlo todo y quedaos con lo bueno” (1Tes 5,19).

No olvides que tu voz es importante. Tu saber escuchar también. Tu vivir la comunión eclesial, tu participación ayudará a la misión de toda la Iglesia en estos inicios del tercer milenio de la Encarnación de nuestro Señor Jesucristo. ¡Caminemos juntos en el nombre del Señor!  

Logo del Sínodo de los Obispos.
El autorCelso Morga

Arzobispo emérito de la diócesis de Mérida Badajoz

España

«Hemos vuelto a recordar que España es tierra de María»

La imagen de la Inmaculada de "Madre Ven" ha vuelto a Getafe tras visitar cientos de lugares de la geografía española en las últimas semanas creando una verdadera familia mariana en torno a esta peregrinación.

Maria José Atienza·13 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

«Madre Ven», la peregrinación de la Inmaculada de Éfeso culminó ayer su recorrido por España con un rosario de antorchas celebrado en el convento de las Carmelitas Descalzas de la Aldehuela. Se ponía así el punto final a seis meses, en los que esta imagen ha visitado centros penitenciarios, santuarios marianos, catedrales y conventos de religiosos y religiosas.

Una peregrinación coordinada por el sacerdote Jaime Bertodano, Vicario de apostolado seglar de Getafe, que, una vez concluido este camino, ha compartido con Omnes sus impresiones y momentos más recordados de estos meses.


– ¿Qué ha supuesto esta peregrinación para sus impulsores?¿cómo la han vivido?

La peregrinación ha sido una gracia inmensa, empezando para los que hemos estado mas cerca de la organización. Hemos sido testigos privilegiados de muchísimos regalos que la Virgen ha ido haciendo. Hemos visto el modo de actuar sencillo, humilde y profundo que tiene nuestra Madre: su predilección por los pequeños y más débiles, su alegría al estar en clausura con las religiosas, la llamada a la oración confiada en el Rosario y la adoración, el actuar providencialmente con fechas y lugares para nosotros desconocidos pero que para muchos significaba una caricia. Sobre todo hemos visto esto: las caricias de la Madre a quienes necesitaban consuelo. De veras muchos han experimentado que la Virgen sabía lo que había en sus corazones y les ha tocado con su amor maternal llenándolos de esperanza.
La peregrinación también ha tejido una red preciosa de laicos, de sacerdotes, de religiosas, que se han convertido en una verdadera familia mariana en España unidos por la Madre.

– ¿Qué momentos destacarían de la peregrinación? 

¡Hay tantos! 6 meses de peregrinación más otros 6 de preparación han dado para mucho…Recuerdo la visita sorpresa del Arzobispo de Esmirna cuando estábamos en la casita de Éfeso. Recibir la bendición del sucesor de San Juan fue una confirmación de que la Iglesia nos envía y acompaña en este camino desde el principio.

Los primeros meses de peregrinación desde Zaragoza a Santiago por tantos pequeños pueblos fueron muy emotivos. Esta peregrinación era la primera actividad pastoral desde el inicio de la pandemia en muchos sitios. La gente estaba deseando salir y muchos han vivido el paso de la Inmaculada como un signo de libertad. Hemos visto cómo a tocado el corazón de los sacerdotes, hijos predilectos de la Inmaculada, infundiendo ilusión y esperanza. En algunos casos al principio se mostraban reacios o escépticos pero luego despedían a la Virgen agradecidos y renovados por su paso y por el bien que había hecho en su feligresía.
La llegada a la Catedral de Santiago fue muy especial. Era un encuentro muy deseado con el Apóstol. Cada vez que veo los videos me sorprendo más de aquel momento.

Destacaría los sitios imprevistos en el trayecto. Nos hemos dado cuenta que la Virgen quería ir a algunos sitios que no habíamos planificado. Si había unas horas libres un día, aparecía una residencia, un convento, un hospital donde la gente acudía y con lágrimas acogían a al Virgen o se rezaba el Rosario espontáneamente. Una religiosa anciana en una residencia nos decía «¿cómo sabía la Virgen que yo me encontraba tan sola que ha venido a verme?». Ciertamente en el Corazón de la Inmaculada estaba pasar por allí.

Ha habido encuentros preciosos. Cada lugar ha sido especial y la Virgen no ha dejado de sorprendernos todos los días. Algunos nos piden escribir un libro con todas las anécdotas. Desde luego nos podemos tirar horas contado cada momento y providencias con la Inmaculada.

No quiero dejar de agradecer la ayuda de las Fuerzas Armadas, de la Guardia Civil y de la Policía. Han sido más que respetuosos. Su presencia ha sido fundamental y era un signo de comunión con los pueblos y los fieles devotos. Con ellos hemos vivido momentos muy especiales. Y por supuesto, esperamos el encuentro con el Corazón de Jesús en el Cerro de los Ángeles.

¿Cómo han sido las oraciones dedicadas a la Virgen en la tierra de María? ¿Creen que sigue siendo España mariana? 

madre ven

De cada Ermita y lugar podríamos escribir páginas enteras. Navarra, Loyola, La Bien Aparecida, Covadonga, Oviedo, el Ferrol Pontevedra, Valvanera, Burgos, Ávila, Guadalupe, Jaén, Algeciras,  Ceuta, Guadix, Murcia, Valencia, Mallorca, Barcelona, Lérida Torreciudad, Cuenca… no sabría quedarme con un solo sitio. La gente nos decía «hemos vuelto a recordar que España es tierra de María». El encuentro con las patronas de distintas Ermitas y diócesis era siempre emotivo. Y veíamos a distintas realidades de Apostolado Seglar trabajando conjuntamente con laicos que espontáneamente se sumaban. La Inmaculada iba creando comunión en las diócesis y hemos palpado esa comunión.
Sí, verdaderamente pienso que esta Tierra es especialmente escogida por María.

En Empel, en diciembre de 1585, hubo un milagro muy significativo. Los tercios estaban acorralados y apunto de ser masacrados en aquel trozo de tierra de la isla Bommel. Superados en número, los diques abiertos por el enemigo habían inundado toda vía de escape. No había salida posible. Solo quedaba rezar…y apareció esa tablilla de la Inmaculada como un signo de su presencia. De noche increíblemente sopló un  viento gélido que congeló las aguas del rió Mosa, pudiendo salir de aquel lugar, tomar otra posición y ganar la batalla. Era el 8 de diciembre, día de la Inmaculada. Puede ser una buena parábola de nuestra situación actual. Acosados por tanta ideología parecemos acorralados por el mal. Pero si España reza a María se salvará.

-¿Tienen algun proyecto de futuro? ¿Volverá la Inmaculada de Efeso a recorrer España? 

Pues… estamos convencidos de que esta peregrinación no ha sido nuestra sino de Ella. Hemos dicho «Madre, ven»…y ha venido.
Quizás sea su proyecto volver a peregrinar por España …o en otros lugares… ¿quién sabe? Si está en su Corazón se hará. Si la Virgen quiere nos embarcamos en lo que sea. Ella nos invita a fiarnos del Señor y a llevar la Buena Noticia con toda la creatividad y fidelidad al Espíritu Santo que nos sea posible.

Vaticano

El Papa visitará Canadá próximamente

Rome Reports·13 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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La visita a la nación será un momento esperado y también delicado ya que el Papa tendrá que afrontar la reconciliación entre Iglesia católica y comunidades indígenas por lo ocurrido en las llamadas “escuelas residenciales”.


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Vaticano

Claves y riesgos de un Sínodo que quiere implicar a toda la Iglesia

El Sínodo tan esperado, que implica a la Iglesia universal, ha comenzado. Con las coordenadas que ha ofrecido el Papa en la Misa de apertura en la basílica de san Pedro este domingo, las iglesias particulares tienen las claves para el desarrollo de este proceso sinodal.

Giovanni Tridente·12 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

El sábado 9 de octubre de 2021 se abrió oficialmente el proceso sinodal que implicará a la Iglesia universal hasta 2023 con el tema «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión».

En sus palabras, el Papa Francisco expuso las expectativas de este nuevo proceso de escucha y discernimiento de todo el Pueblo de Dios, que en los últimos años se ha renovado sustancialmente también en su forma, como ya hemos informado en otros artículos.

El Espíritu Santo como protagonista

Lo que más destaca en la visión y los deseos del Pontífice para esta cita en tres etapas, que ahora comienza con la participación de las Iglesias locales, es la necesidad de reservar un lugar privilegiado al Espíritu Santo. Debe ser el protagonista absoluto, que «nos guiará y nos dará la gracia para seguir adelante juntos». Sin él, dijo categóricamente el Papa Francisco, «no habrá Sínodo».

Sin el Espíritu Santo no habrá Sínodo.

Papa Francisco

Será el Espíritu Santo, en definitiva, quien libere «de todo cerrazón», reviva «lo que está muerto», afloje «las cadenas» y difunda «la alegría»: «Aquel que nos guíe hacia donde Dios quiere, y no hacia donde nos llevarían nuestras ideas y nuestros gustos personales».

Como vemos, no es un aspecto que deba subestimarse, precisamente porque la actitud que debe animar al Papa, a los Obispos, a los sacerdotes, a los religiosos y a los fieles laicos debe ser la de una apertura a la novedad que Dios quiere sugerir a la Iglesia, no para hacerla «otra» sino ciertamente para hacerla «distinta», no «una Iglesia de museo, hermosa pero muda, con mucho pasado y poco futuro».

El Santo Padre ha repetido al final de sus palabras, que ésta sea una experiencia sinodal en la que «no nos dejemos abrumar por el desencanto, no diluyamos la profecía, no terminemos por reducirlo todo a discusiones estériles».

Tres palabras clave

En su discurso, el Papa mencionó entonces tres palabras clave que deben animar este gran encuentro de personas: comunión, participación y misión. La comunicación y la misión forman parte de la propia naturaleza de la Iglesia, a través de la cual contempla e imita, entre otras cosas, a la Santísima Trinidad. Pero podrían seguir siendo conceptos abstractos si no estuvieran vinculados precisamente a la participación, que debe ser la práctica eclesial como expresión de la «sinodalidad de manera concreta», con el objetivo de implicar verdaderamente a cada bautizado.

De hecho, de eso se trata precisamente, de que todos puedan participar: «¡es un compromiso eclesial irrenunciable!».

Tres riesgos

Esta ocasión de encuentro, escucha y reflexión, que debe ser vivida «como un tiempo de gracia», no está exenta de al menos tres riesgos, según el Papa Francisco. El primero de ellos es el «formalismo», reduciendo el Sínodo a un evento de fachada, perdiendo la oportunidad de un sano discernimiento y acabando por caer en las habituales «visiones verticalistas, distorsionadas y parciales de la Iglesia, del ministerio presbiteral, del papel de los laicos, de las responsabilidades eclesiales, de los roles de gobierno, entre otras».

Por último, existe el riesgo de «inmovilismo» – «un veneno en la vida de la Iglesia»- que puede llevar a la adopción de «viejas soluciones para nuevos problemas; un pedazo de tela nuevo, que como resultado provoca una rotura más grande».

Tres oportunidades

Por supuesto, todo esto también trae consigo «tres grandes oportunidades», añadió el Papa en su discurso: Avanzar «estructuralmente» hacia una Iglesia sinodal, un lugar en el que todos se sientan como en casa y sientan el deseo de participar; convertirse en una «Iglesia de la escucha», aprendiendo en primer lugar a «escuchar el Espíritu en la adoración y la oración», ya que muchos han perdido el hábito y la noción de la misma; finalmente, la posibilidad de convertirse en una «Iglesia de la cercanía», fiel precisamente al espíritu de Dios, que trabaja siempre con «cercanía, compasión y ternura». Una Iglesia, en definitiva, «que no se separa de la vida, sino que se hace cargo de las fragilidades y pobrezas de nuestro tiempo».

Tres actitudes

En la Misa de apertura del Sínodo -celebrada el domingo 10 de octubre en la Basílica de San Pedro, con la participación de más de tres mil fieles, muchos de ellos delegados de las Reuniones Internacionales de las Conferencias Episcopales, miembros de la Curia Romana, delegados fraternos, miembros de la vida consagrada y de los movimientos eclesiales, y jóvenes del Órgano Consultivo Internacional- el Pontífice resumió las tres actitudes que deben animar finalmente este proceso sinodal. Son el encuentro, la escucha y el discernimiento, tomando prestada la historia evangélica del rico que se encuentra con Jesús, ofrecida por la liturgia.

Ciertamente, hacer Sínodo «significa caminar juntos en la misma dirección», dijo Francisco. Y en este camino «estamos llamados a ser expertos en el arte del encuentro», es decir, no sólo a organizar eventos, sino ante todo a tomar «tiempo para estar con el Señor y favorecer el encuentro entre nosotros», dando espacio a la oración y a la adoración y dejándonos «tocar por las peticiones de las mujeres y de los hombres», recibiendo el enriquecimiento de la diversidad de carismas, vocaciones y ministerios en la Iglesia.

Dicho esto, un verdadero encuentro nace de la escucha, y en el caso del Sínodo esto significa escuchar ante todo la Palabra de Dios «junto con las palabras de los demás», para «descubrir con inquietud que el Espíritu Santo habla siempre de manera sorprendente, dando lugar a nuevas orientaciones y nuevos lenguajes». Esto requiere, como había dicho el Santo Padre el día anterior, ponerse a disposición «de los afanes, de las esperanzas de cada Iglesia, de cada pueblo y nación», y «del mundo, de los desafíos y los cambios que nos pone delantei».

Después de haber conocido y escuchado, no se pueden dejar las cosas como están, por lo que viene al rescate el discernimiento, sobre todo espiritual y por tanto eclesial, «que se realiza en la adoración, en la oración, en el contacto con la Palabra de Dios».

Apertura en las diócesis del mundo

Con estas indicaciones del Pontífice, que servirán de brújula para el desarrollo del viaje, y siguiendo el Documento Preparatorio y el Vademécum puestos a disposición por la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, el viaje sinodal está listo para comenzar en cada Iglesia particular de los cinco continentes, con la presencia del Obispo a partir del domingo 17 de octubre, para realizar la primera etapa que concluirá en abril del próximo año.

La siguiente etapa, la continental, tendrá lugar de septiembre de 2022 a marzo de 2023, y en ella se discutirá el texto del primer Instrumentum laboris. En la última etapa se celebrará la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos en octubre de 2023, a la que seguirá la fase de implementación.

Todas las actualizaciones de esta gran implicación del Pueblo de Dios pueden seguirse en la página multilingüe https://www.synod.va.

Experiencias

Enfermos con ELA. Elegir vivir amando la cruz de Jesús

La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) afecta a cerca de cuatro mil personas en España. No tiene cura o un tratamiento claro que la cronifique, por lo que la mortalidad es alta. Omnes quiere aprender del coraje de los enfermos, de cómo afrontan el sufrimiento, de su fe. Y ha contactado con el matrimonio de Águeda y Alejandro, con el catedrático Javier García de Jalón, con Raquel Estúñiga o con el tuitero Jordi Sabaté. Sus historias conmueven.

Rafael Miner·12 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 11 minutos

En España se habla mucho del Alzheimer, con razón. Pero hay otra enfermedad, quizá más silenciosa, la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), que presenta también una alta incidencia. Como los demás procesos neurodegenerativos, tiene una evolución progresiva, y no sólo afecta a quien las padece, sino a su entorno, a su familia, a los cuidadores, a todos. Sus efectos son, poco a poco, devastadores, y provocan un especial sufrimiento. 

Adriana Guevara, presidenta de la Asociación Española de Esclerosis Lateral Amiotrófica, se refería en el número de julio de la revista adELA, al trabajo para“visibilizar la enfermedad”, a “la realidad de las familias con ELA”, a “mostrar la falta de ayudas de la Sanidad pública que tienen los enfermos afectados por esta patología, sin atención especializada y sin casi ayudas técnicas que les permitan mantener su autonomía y una calidad de vida digna”. Y subrayaba el “desamparo que sufren los aproximadamente 4.000 pacientes que se calcula que la padecen en nuestro país”. 

 Una de nuestras mayores preocupaciones, apuntaba, es que “todos ellos cuenten con una atención especializada en sus domicilios, teniendo en cuenta que el avance de la EKA va limitando su movilidad”. Aludía a la tarea de cuidadores profesionales que, “debido a su elevado coste, suele recaer en los familiares más cercanos que terminan exhaustos y llenos de dudas sobre cómo afrontar el día a día del paciente”. De hecho,con ocasión del 21 de junio, Día Mundial de la Lucha contra la ELA, la revista señalaba: “Este 21 de junio nos hemos rebELAdo y hemos llamado la atención a las Administraciones Públicas, bajo el lema ‘Ningún paciente con ELA sin atención especializada a domicilio”.

El proceso interior

La atención especializada es sumamente importante, trascendental, y Omnes se hace eco de esta reivindicación. Sin embargo, queríamos también palpar, sentir el aliento de los sufrimientos y el proceso interior de varios enfermos con ELA. Para aprender de ellos. 

Y lo que nos han contado los enfermos son la conversión de Alejandro, reconvertido en Alejandro Simón, tras cuarenta años sin confesarse; la inicial desesperación convertida luego en una gran fe en Águeda; la confianza plena en Dios y los miedos superados de Javier; o las perplejidades de Raquel y su creencia de que “Dios me abandonó de la misma manera que le abandoné yo a él”. Pero vamos por partes, porque la comunicación del diagnóstico de ELA suele ser un mazazo.

Tienes ELA, un mazazo

“Llevamos casados 25 años, o sea que acabamos de celebrar, hace unos días, nuestras bodas de plata, y tenemos 3 hijos maravillosos que solo nos dan alegrías y son un don de Dios. Nuestro matrimonio no ha estado exento de dificultades, pero nos vamos a centrar en nuestros 10 u 11 años de matrimonio [los últimos], que es donde hemos experimentado con pleno conocimiento lo que es amar en la cruz”, explica Águeda, esposa de Alejandro.

“Hace 11 años aproximadamente se me empezó a debilitar la mano derecha, y después de un peregrinar de médicos, recibimos lo que yo llamo: ‘Mi sentencia de muerte’. Me dijeron que padecía esclerosis lateral amiotrófica, o ELA, que es una enfermedad neurodegenerativa en la que mueren los nervios motores causando atrofia muscular de todo el cuerpo, que hoy por hoy no tiene cura ni tratamiento, con una esperanza de vida de unos 3 años. Esta enfermedad te hace totalmente dependiente. Os podéis imaginar el mazazo que supuso para nuestras vidas, cuando teníamos 41 y 42 años y tres hijos pequeños”.

¿Cuál fue el impacto inicial en Águeda? “A mí particularmente me produjo una gran desesperación que me llevó a tomar conciencia por primera vez en mi vida de enfrentarme a la muerte, con la certeza de no haber hecho las cosas como Dios quería. Pensé que me iría directa al infierno”.

“Bueno, pues tras varias experiencias que no voy a tratar aquí, muy espirituales, empecé un camino de acercamiento a Cristo y a la Iglesia, que me llevó a enamorarme de Cristo y de su plan para mí”. 

Así comenzó Águeda su intervención el 17 de octubre de 2020, en plena pandemia, en la parroquia de Santa Catalina Mártir, de Majadahonda (Comunidad de Madrid). Fueron un total de 40 horas de oración ininterrumpida por la vida, en una invitación que procedía de las parroquias del arciprestazgo de San Miguel Arcángel de las Rozas. El objetivo era encomendar al Señor, mediante la Adoración eucarística, la conversión de todas las personas involucradas en la denominada ‘cultura de la muerte’ en nuestro país, el fin del aborto, la eutanasia, y pedir por las víctimas. 

Ayuda del cielo al sentir miedo

El ingeniero industrial y profesor Javier García de Jalón, aragonés, reconoce que ha sentido “miedo ante una posible enfermedad grave en varios momentos de mi vida, pero cuando ha llegado el momento de la verdad, he tenido la ayuda del cielo que necesitaba para estar sereno, alegre y feliz. En la primera ola del Covid me di cuenta de que era persona de altísimo riesgo y que podía estar a unas pocas horas de mi muerte. Estuve muy tranquilo porque me he intentado preparar para la muerte a lo largo de toda mi vida. Esta preparación se hizo más intensa con el diagnóstico de mi enfermedad en noviembre de 2016”. 

“Soy creyente y sé que estoy en las manos de Dios”, añade Javier, que pertenece al Opus Dei como numerario desde hace más de cincuenta años. Y comenta: “Desde mi adolescencia le he recibido todos los días en la Comunión. Aunque me confieso cada semana, un mes y medio después del diagnóstico hice un retiro, que incluyó una confesión general”. 

Este tipo de vida, como hemos visto, no le ha evitado los miedos, pero los ha ido superando con la ayuda del cielo. Además, afirma: “He recibido dos veces el sacramento de la Unción de Enfermos y casi me atrevería a decir que he notado físicamente la ayuda de la Gracia”.

Gracias a los cuidadores

Javier García de Jalón, que ha recibido los dos premios internacionales más importantes de investigación en su especialidad, y que es “Ingeniero Laureado” por la Real Academia Española de Ingeniería (2019), tiene la fortuna de contar con cuidadores, y ha ido contando noticias sobre ellos. Alguno, como Juan, le “contagió su alegría y optimismo, pero no el Covid. Doy las gracias a todos”.

Cuando pregunté a Javier qué le ha ayudado más en la lucha contra la enfermedad, quiso precisar: “Habría que matizar qué se entiende por luchar contra la enfermedad: soy consciente de que por mí mismo no voy a poder detenerla. En este sentido, luchar contra la enfermedad es seguir fielmente las indicaciones de mis médicos, en los cuales tengo plena confianza. Si por luchar contra la enfermedad se entiende evitar obsesionarme con ella e impedir que me controle o domine mi estado de ánimo, estar alegre o ser feliz a pesar de ella, entonces sí que lucho contra la ELA y creo que por ahora voy venciendo”.

Se me vino el mundo abajo

Raquel Estúñiga tiene 46 años y una niña de 10 años que al nacer dió fallo respiratorio, tuvo una sepsis con más complicaciones que, junto con toda la medicación que le pusieron, hizo que se quedara sorda. Raquel explica que “no se me entiende al hablar por eso utilizo un comunicador ocular, soy usuaria de silla de ruedas eléctrica”.

La enfermedad dió la cara en su caso en el año 2016, pero hasta 2018 no le diagnosticaron ELA, ya que en principio pensaban que era agotamiento físico y mental, problemas de columna… Para ella, “el mero hecho de tener un diagnóstico ya fue un alivio, aunque un alivio amargo. En mi caso tardaron dos años en detectar lo que me estaba pasando. Pasé incluso por una operación de columna pensando que todo venía de ahí, porque lo primero a lo que me afectó fue a la parte motora”.

“En ese momento se me vino el mundo abajo”, asegura.“En lo único que pensaba era en mi hija, ese pedacito de mí que con solo siete años iba a tener que enfrentarse a algo así de cruel, y tenía que hacer lo imposible por verla crecer. Además, ella, ya me había demostrado lo que era luchar por vivir en dos ocasiones y yo no le podía fallar”.

Raquel revela que “era creyente, hasta que en un momento de mi vida surge una desgracia importante en la familia; desde entonces, y con todas las cosas que me han tocado vivir, creo que Dios me abandonó de la misma manera que le abandoné yo a él”. En la lucha con la enfermedad, Raquel señala que “le ayuda mucho la ironía y el humor, pero, sobre todo, creer en mí misma, luchar cada día por aguantar un poco más. Por ejemplo, ahora me van a tener que poner una sonda para poder alimentarme e hidratarme bien y yo digo que me van a poner un piercing en la tripa. Aunque realmente estoy aterrada de pensar cómo será mi vida a partir de ese momento”.

Necesitamos sentirnos arropados

En cuanto a los demás, Raquel Estúñiga afirma que agradece mucho “que no desaparezcan de mi vida, porque la gente es muy cómoda y allá donde ven una enfermedad, un problema, huyen. Existe muy poca empatía de los demás y precisamente lo que necesitamos es sentirnos arropados, somos personas encerradas en nuestro cuerpo, que ha decidido ponerse en huelga de brazos caídos, pero que somos conscientes de todo lo que pasa a nuestro alrededor y necesitamos mucha comprensión, sentirnos integrados y no una carga para los demás”.

“Evidentemente”, añade, “quiero agradecer a quienes hacen que mi vida sea más llevadera, mi hija (Clara), mis padres, mi hermana, mi cuñado, mis sobrinos, mi cuidadora, los amigos que realmente han seguido a mi lado, los nuevos amigos que he hecho en el centro de día y a todos mis terapeutas y médicos”

Elegir la cruz

Volvemos con Águeda, (@artobalin en redes), que tras la desesperanza inicial, comenzó “un camino de acercamiento a Cristo y a la Iglesia, que me llevó a enamorarme de Cristo y de su plan para mí”. “Esto es muy importante porque di un paso más allá del mero aceptar lo que me estaba ocurriendo. Creo que, aunque no he sido consciente hasta más adelante, no solo acepté la cruz, sino que la elegí. Quiero decir con esto que con toda libertad decidí lanzarme a vivir mi enfermedad con alegría para sacar de ella todo lo bueno que Dios hubiera pensado para mí. Y bueno, dejé de llorar con amargura para reír y disfrutar cada instante de mi vida, y empecé un camino de amor a mí misma, a mi esposo, a mis hijos y a todos aquellos que Dios pone en mi vida”.

Esto llevó a esta madre de familia a pedir ayuda cuando la necesitaba, a dejarse ayudar, y poco a poco, a “poner toda mi vida en las manos de mi esposo, y hacerlo con humildad, con confianza y con misericordia ante cualquier cosa que pueda hacer distinta a como a mí me gustaría. Esta es mi forma de amar en la cruz: elegir la cruz, y después, ponerme en las manos de mi esposo con alegría”.

Al mismo tiempo, entendió “que sin fe, mi esposo no podría vivirla, y por eso dediqué casi todas mis oraciones a pedir su conversión, lo que Dios nos concedió por su gran misericordia”.

Alejandro se confiesa 

En efecto, cuenta Alejandro, “yo veía cómo Águeda vivía su enfermedad de forma increíble, y aunque no entendía nada y cada día había más estampitas, esculturas de la Virgen, botellitas con agua bendita, y rosarios de todos los modelos y colores, yo en el fondo quería lo mismo para mí. Tenía envidia de ver lo feliz que era mi esposa enamorada de Jesús y la Virgen María”.

“En 2015 hicimos un viaje en grupo a Tierra Santa los dos”, prosigue, “y me ocurrió algo horrible, porque me vi empujado a comulgar en la renovación de votos que hicimos en Caná de Galilea junto al resto de matrimonios con los que íbamos, y yo no podía hacerlo, ya que era un sacrilegio, pues llevaba 40 años sin confesarme. Esto me llevó a hacer un profundo examen de conciencia al volver hacia el hotel, sabiendo que tarde o temprano me tendría que confesar si quería vivir las cosas como las vivía Águeda, y de alguna forma reparar el dolor que experimenté en Caná”. 

Dejamos hablar a Alejandro. “Tres meses más tarde, el 5 de febrero de 2016, año Santo de la Misericordia, me encontraba acompañando a mi familia en una adoración para jóvenes en la catedral de la Almudena, y sin saber cómo, al pasar delante de mí Jesucristo Sacramentado, me levanté y me vi empujado inexplicablemente hacia un confesonario, donde experimenté la misericordia de Dios, su bondad y un amor inmenso al confesarme por primera vez desde que hice la primera comunión con 8 años. Al terminar, el confesor me dijo: “Alex, nunca te olvides de este día 5 de febrero, festividad de Santa Águeda”.

“No os podéis imaginar lo que significó para mí el oír el nombre de mi esposa en ese momento, y entender que habían sido sus oraciones las que me habían levantado y empujado al encuentro con Dios. Desde entonces he comprobado que Dios me ha hecho muchos regalos, uno, sin duda, el descubrir su presencia y acción en lo cotidiano”.

La misión

“Y es precisamente a partir de ese precioso don que Dios me regaló en esa confesión, cuando pude descubrí la misión que Jesucristo me tenía encomendada en mi matrimonio. A los pocos días de la experiencia de mi confesión en la Almudena, acompañando nuevamente a mi familia en un viacrucis, otra vez de forma inexplicable, me vi empujado a leer una estación, la número 5, no sin haber intentado antes, sin éxito, endosársela a otra persona. Y sin saber prácticamente qué hacer, cuando me tocó subir al ambón para leerla, leí lo siguiente: “Y obligaron a uno que pasaba, Simón de Cirene, a que llevara la cruz de Jesús” (Mc 15,21)”.

“He de explicaros que yo no me llamo Alejandro, me llamo Alejandro Simón, mi nombre es compuesto, aunque casi nunca he utilizado mi segundo nombre pues tengo un recuerdo amargo de él. Una vez terminé de leerla, me fui a mi banco y me quedé leyéndola una y otra vez, atónito y sorprendido ante la certeza de que ese día Jesucristo me había hablado a mí, y me ofrecía la misión de ayudarle a llevar la cruz que Águeda había elegido libremente amar. Y yo le dije ‘hágase’, y desde entonces yo no soy el cuidador de Águeda, pues no la cuido al asearla, ni al vestirla, ni al alimentarla,…, no, no la cuido, yo lo que hago es amarla en su cruz, y todo esto genera vida también en nosotros, en nuestra familia y a todos los que Dios pone en nuestro camino”, concluye Alejandro Simón.

La decisión de Águeda

La oración y las reflexiones de Águeda continuaron, y su eco resuena hoy. Dejamos aquí sólo alguna, por si puede orientarnos. Decía Águeda, la enferma de ELA, que ahora debe utilizar el respirador a diario, como Javier García de Jalón y tantos otros: “Jesús y María son nuestros modelos. Jesús ama desde la cruz en el papel del que padece un sufrimiento, y la Virgen ama en la Cruz desde el papel del que acompaña y es fiel. La cruz no tiene por qué ser solo una enfermedad, sino que podría ser cualquier defecto de carácter propio o ajeno, o cualquier pecado, o cualquier contrariedad de la vida (quedarse sin trabajo, revés económico, un embarazo no deseado…)”.

“¿Y cómo ama Jesús desde la cruz? […]. Esto es lo que a mí me da la vida: cuando todo cobra un sentido completamente nuevo, al pasar de aceptar la cruz, a elegir la cruz, a elegir vivir amando tu cruz, a decirle a Dios “hágase” como hizo María, que significa: yo quiero sacar lo mejor de esta cruz que estoy viviendo, porque te amo, Señor, y quiero amar desde ella a mi prójimo estando a tu lado”.

Dios es el Guionista

El pasado 12 de septiembre, Javier García de Jalón envió a este periodista sus respuestas definitivas. Pueden ser útiles para considerar. “Creo en la Providencia de Dios, que me gusta formular de otra manera. Veo mi vida como una película en la que yo soy el actor principal y Dios es el Guionista. A lo largo de los años, me han sucedido incontables cosas buenas, muchas más de lo que me hubieran correspondido en un simple sorteo aleatorio. Eso solo tiene una explicación: mi Guionista, me quiere y me cuida. Como es lógico tengo plena confianza en Él y eso incluye también la etapa de la enfermedad. Estoy convencido de que esta enfermedad es buena para mí, para la Iglesia, para la Obra y para todas las personas queridas”, continuaba.

“Me impresiona mucho la doctrina de San Pablo que dice a los Colosenses “Ahora me alegro de mis padecimientos por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo en beneficio de su cuerpo, que es la Iglesia. Esto da sentido pleno a mi enfermedad y a la de tantos otros discípulos de Cristo”. Unos días más tarde, el 20 de septiembre, el prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz, citaba estas mismas palabras de san Pablo en un mensaje sobre la Santa Cruz recogido en la web de la Obra.

Necesidades de todo tipo

Se ha quedado fuera de estas líneas Jordi Sabaté, cuyas serias dificultades pueden ver en su cuenta @pons_sabate de Twitter. Sabaté, al que acaban de operar en el Vall d’Hebron Barcelona Hospital Campus, con el fin de colocarle un tubo en la tráquea conectado a una máquina (traqueostomía) para poder vivir, necesita 6.000 euros/mes para financiar su asistencia domiciliaria. Águeda, de la que hemos hablado en estas líneas, ve “casi imposible tener esas cantidades de dinero para cuidarme 24 horas al día. Cada día somos más pobres, pero es la realidad de los enfermos de ELA”.

Mundo

Un “mensaje de paz” desde el corazón de Europa

El viaje apostólico a Eslovaquia y la clausura del Congreso Eucarístico Internacional en Budapest, han supuesto un hito en el pontificado de Francisco. Desde allí ha enviado un “mensaje de paz” para los centroeuropeos y para el resto del mundo.

David Fernández Alonso·12 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 8 minutos

El avión de la compañía aérea italiana Alitalia, que llevaba al Santo Padre como pasajero principal, aterrizaba en el aeropuerto de Fiumicino a las 15.21 del 15 de septiembre, tras un breve vuelo que había partido desde el aeropuerto de Bratislava. Inmediatamente después de haber aterrizado en suelo italiano, el Papa se dirigió, como es habitual tras cada viaje que realiza, a la Basílica de Santa María la Mayor, para rezar delante de la imagen de la Salus Populi Romani y finalmente regresar al Vaticano. Ponía así fin a un viaje apostólico, aunque cercano en la distancia, de gran envergadura espiritual. 

El viaje había comenzado el domingo 12 de septiembre, con destino a Budapest, capital de Hungría, con motivo de la Santa Misa de clausura del 52° Congreso Eucarístico Internacional.

Un viaje también ecuménico

Alrededor de las 10 de la mañana y tras haber saludado a las autoridades húngaras y a los obispos del país, el Santo Padre participó en el encuentro con el Consejo Ecuménico de las Iglesias y los representantes de la Comunidad judía, organizado en el Museo de Bellas Artes de Budapest. En su discurso, Francisco agradeció las palabras de bienvenida y animó a seguir trabajando juntos en la caridad: “Los veo a ustedes, hermanos en la fe de Cristo, y bendigo el camino de comunión que llevan adelante. Los veo a ustedes, hermanos en la fe de Abrahán nuestro padre, y aprecio mucho el compromiso que han mostrado para derribar los muros de separación del pasado. Ustedes, judíos y cristianos, desean ver en el otro ya no un extraño, sino un amigo; ya no un adversario, sino un hermano”.

Por otro lado, el Papa hizo hincapié en que “quien sigue a Dios está llamado a dejar atrás” varios aspectos de la vida: “No es casualidad que todos los que en la Escritura están llamados a seguir de un modo especial al Señor siempre tengan que salir, caminar, llegar a tierras inexploradas y a espacios desconocidos. Pensemos en Abrahán, que dejó casa, parientes y patria. A nosotros, cristianos y judíos, se nos pide que dejemos atrás las incomprensiones del pasado, las pretensiones de tener razón y de culpar a los demás, para ponernos en camino hacia su promesa de paz, porque Dios tiene siempre planes de paz”

Retomando la evocadora imagen del Puente de las Cadenas, que une las dos partes de la ciudad de Budapest, Francisco dijo que este “no las funde en una, pero las mantiene unidas” y que así deben ser los vínculos entre judíos y cristianos, dejando atrás el pasado y sus dolores: “Cada vez que se ha tenido la tentación de absorber al otro no se ha construido, sino que se ha destruido; lo mismo cuando se ha querido marginarlo en un gueto, en vez de integrarlo. ¡Cuántas veces ha ocurrido esto en la historia! Debemos estar atentos y rezar para que no se repita”.

En este contexto, el Pontífice animó a todos a comprometerse y a promover juntos “una educación para la fraternidad”, para que los brotes de odio que quieren destruirla no prevalezcan: “Pienso en la amenaza del antisemitismo, que todavía serpentea en Europa y en otros lugares. Es una mecha que hay que apagar y la mejor forma de desactivarla es trabajar en positivo juntos, es promover la fraternidad. El puente nos sigue sirviendo de ejemplo, está sostenido por grandes cadenas, formadas por muchos eslabones. Nosotros somos estos eslabones y cada eslabón es fundamental, por eso no podemos seguir viviendo en la sospecha, distantes y divididos”.

Clausura del Congreso

Plaza de los Héroes de Budapest. Acompañado por más de cien mil fieles. El Papa Francisco presidió la celebración eucarística conclusiva del 52º Congreso Eucarístico Internacional. 

Los medios de comunicación han destacado especialmente el contraste con el que el Papa opuso las acciones de los poderosos del mundo y el reinado silencioso y no violento de Dios en la cruz: “La diferencia crucial es entre el verdadero Dios y el dios de nuestro yo. ¡Qué lejos está Aquel que reina en silencio sobre la cruz, del falso dios que quisiéramos que reinase con la fuerza y redujese al silencio a nuestros enemigos! ¡Qué distinto es Cristo, que se propone sólo con amor, de los mesías potentes y triunfadoras, adulados por el mundo!”.

Por otro lado, naturalmente, los políticos húngaros también intentaron utilizar la visita del Papa para sus propios fines, teniendo en cuenta que la próxima primavera se celebrarán elecciones parlamentarias.

Pero, como afirma el director de Omnes en una columna que se puede leer en la página web www.omnesmag.com, la clave real de interpretación ha de buscarse en la Eucaristía, que ha sido el motivo y el tema de la visita. La invitación del Papa en la homilía de la Misa de clausura del Congreso Eucarístico Internacional fue: “Dejemos que el encuentro con Jesús en la Eucaristía nos transforme, como transformó a los grandes y valientes santos que ustedes veneran, pienso en san Esteban y santa Isabel. Como ellos, no nos contentemos con poco, no nos resignemos a una fe que vive de ritos y de repeticiones, abrámonos a la novedad escandalosa de Dios crucificado y resucitado, Pan partido para dar vida al mundo. Entonces viviremos en la alegría; y llevaremos alegría”.

En la misma tarde del domingo, viajó hacia Bratislava, Eslovaquia. Allí tendría un encuentro también ecuménico y una reunión con los jesuitas. Esta última reunión se desarrolló en un ambiente cordial y familiar, propio de los encuentros del Papa Francisco con los jesuitas durante sus Viajes Apostólicos. Así fue también éste, en la Nunciatura Apostólica de Bratislava, donde se reunió cerca de una hora y media con sus hermanos del país que visitaba, como informó la publicación La Civiltà Cattolica. En un tono distendido, uno de los presentes se interesó por su estado de salud, a lo que respondió que “todavía vivo. A pesar de que algunos me querían muerto”, matizando con ironía, añadiendo que es consciente de que ha habido “incluso encuentros entre Prelados, que pensaban que lo del Papa era más serio de lo que se decía. Estaban preparando el cónclave”, refiriéndose a la operación del pasado mes de julio.

Ya en Eslovaquia

A la mañana siguiente, el lunes 13 de septiembre, tras su visita de cortesía a la Presidenta de la República de Eslovaquia, Zuzana Caputová, que tuvo lugar en la Sala de Oro del Palacio presidencial en Bratislava, el Papa Francisco prosiguió con su programa del día para celebrar un encuentro con las autoridades políticas y religiosas, la sociedad civil y el cuerpo diplomático.

En este encuentro, Francisco quiso recordar que “la historia eslovaca está marcada de manera indeleble por la fe”, y también expresó su deseo de que ésta “ayude a alimentar de modo connatural propósitos y sentimientos de fraternidad”. Y que lo haga inspirándose “en las grandiosas vidas de los santos hermanos Cirilo y Metodio”, que “difundieron el Evangelio cuando los cristianos del continente estaban unidos; y todavía hoy unen las confesiones de esta tierra”.

Subrayó que “es necesario esforzarse para construir un futuro en el que las leyes se apliquen a todos por igual, sobre la base de una justicia que no esté nunca en venta. Y para que la justicia no permanezca como una idea abstracta, sino que sea concreta como el pan, es necesario emprender una seria lucha contra la corrupción y que ante todo se fomente e imponga la legalidad”.

Esa mañana también se reunió en la catedral con obispos, sacerdotes, consagrados, seminaristas y catequistas, antes de salir hacia una de las visitas más esperadas: el Centro Bethlehem.

Con las Misioneras de la Caridad

Era la tarde del lunes 13 de septiembre, cuando el Santo Padre visitaba a las Misioneras de la Caridad, que trabajan en el barrio de Petržalka, en la misma ciudad de Bratislava. Actualmente hay seis religiosas que trabajan en el Centro Bethlehem, en medio de los bloques de apartamentos. Pronto se les unirá una séptima monja, de la India. Durante la semana atienden a una treintena de personas sin hogar, o en otras situaciones difíciles. Durante el fin de semana, el número de personas que atienden aumenta hasta entre 130 y 150. Las hermanas les preparan paquetes de comida, y hablan con ellos.

El Papa Francisco saludó a los fieles y entró en el edificio. Fuera, los niños cantaban: “No importa si eres grande, no importa si eres pequeño: puedes ser santo”. Dentro, el Papa se reunió con las personas atendidas en el centro y con las religiosas. “Puso su mano en mi cabeza y me bendijo. Le deseé mucha salud”, nos cuenta Juan, una de las personas que están en el centro. 

Ya al final del día, Francisco se reuniría con la comunidad judía, un encuentro con mucha fuerza, donde el Papa pidió “que el Omnipotente los bendiga para que, en medio de tanta discordia que contamina nuestro mundo, puedan ser siempre, juntos, testigos de paz. Shalom”. También mantuvo una reunión con el presidente del Parlamento y con el del Gobierno, para después ya retirarse a descansar y poder emprender una nueva jornada al día siguiente.

La visita más esperada

El martes amaneció soleado en Prešov, donde el Papa celebraría la Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo, según el rito bizantino, en memoria de los mártires greco-católicos; uno de los momentos culmen. “Un cristianismo sin cruz es mundano y se vuelve estéril” afirmó el Papa en la homilía, y animó a ver con más profundidad la realidad de la cruz: “San Juan, en cambio, vio en la cruz la obra de Dios. Reconoció en Cristo crucificado la gloria de Dios. Vio que Él, a pesar de las apariencias, no era un fracasado, sino que era Dios que voluntariamente se ofrecía por todos los hombres”.

El Papa Francisco aseguró que “la cruz no quiere ser una bandera que enarbolar, sino la fuente pura de un nuevo modo de vivir. ¿Cuál? El del Evangelio, el de las Bienaventuranzas. El testigo que tiene la cruz en el corazón y no solamente en el cuello no ve a nadie como enemigo, sino que ve a todos como hermanos y hermanas por los que Jesús ha dado la vida”. El Santo Padre finalizó la homilía haciendo un llamamiento: “Conserven el amado recuerdo de las personas que los han criado en la fe. Personas humildes, sencillas, que han dado la vida amando hasta el extremo. Los testigos engendran otros testigos, porque son dadores de vida. Y así se difunde la fe. Y hoy el Señor, desde el silencio vibrante de la cruz, te dice también a ti: “¿Quieres ser mi testigo?”.

Con la comunidad gitana y los jóvenes

Y llegó la visita que generaba mayor expectación, la que haría el Papa Francisco al barrio gitano de Lunìk IX, en Košice. Más de 5.000 personas de la comunidad de gitanos esperaban al Santo Padre, para escucharle y verle en su “propia casa”. Estas personas se ven obligadas a vivir en condiciones de degradación y pobreza y su único apoyo es un centro salesiano donde se encuentra el padre Peter Žatkulák, que hemos podido entrevistar para Omnes y que se puede leer en el portal www.omnesmag.com. Según Žatkulák, “Luník IX es un gueto urbano, con sus propias normas. Y son estas mismas normas las que producen la miseria que hay aquí. Una pequeña minoría piensa que la mayoría debe respetar el tono que marcan ellos: música a todo volumen hasta altas horas de la noche, niños corriendo fuera de casa después de la cena, contenedores incendiados, basura tirada en la calle…”. El Papa Francisco centró su mensaje en Lunìk en la importancia de “acoger” la mirada sobre nosotros, “para que aprendamos a ver bien a los demás, descubrir que tenemos a nuestro lado otros hijos de Dios y los reconozcamos como hermanos”. Pues, como ha recordado: “Esta es la Iglesia, una familia de hermanos y hermanas con el mismo Padre, que nos ha dado a Jesús como hermano, para que comprendamos cuánto ama la fraternidad. Y anhela que toda la humanidad llegue a ser una familia universal”.

La tarde del martes, Francisco se encontraría con jóvenes en el estadio Lokomotiva de Košice. Allí les animó a soñar en grande, y no dejarse atrapar de modas pasajeras que nos pueden alejar del Señor: “Cuando sueñen con el amor, no crean en los efectos especiales, sino en que cada uno de ustedes es especial. Cada uno es un don y puede hacer de la vida un don. Los otros, la sociedad, los pobres los esperan. Sueñen con una belleza que vaya más allá de la apariencia, más allá de las tendencias de la moda. Sueñen sin miedo de formar una familia, de procrear y educar unos hijos, de pasar una vida compartiendo todo con otra persona, sin avergonzarse de las propias fragilidades, porque está él, o ella, que los acoge y los ama. Los sueños que tenemos nos hablan de la vida que anhelamos. Los grandes sueños no son el coche potente, la ropa de moda o el viaje transgresor. No escuchen a quien les habla de sueños y en cambio les vende ilusiones, son manipuladores de felicidad”.

Clausura del viaje

La visita a Eslovaquia llegaría a su fin con la celebración de la Santa Misa al aire libre en el Santuario de Šaštín. Han sido más de 50.000 personas las que acudieron a Šaštín para celebrar la solemnidad de Nuestra Señora de los Siete Dolores, patrona de Eslovaquia, en la Santa Misa con el Papa Francisco. 

El Papa subrayó que “la fe no puede reducirse a una azúcar que endulza la vida. Jesús es un signo de contradicción. Vino a traer luz donde hay oscuridad, sacando la oscuridad a la luz y obligándola a rendirse. Por eso las tinieblas siempre luchan contra Él. Quien acepta a Cristo y se abre a él se levanta; quien lo rechaza se cierra en las tinieblas y se arruina”.

Ha sido el broche de oro a un viaje de cuatro días importantísimo en Eslovaquia. Tras la misa, tuvo lugar la ceremonia de despedida en el aeropuerto y el regreso a Roma.

Mundo

Nadie “evangeliza” con tanto éxito como los jóvenes

Entrevistamos a Georg Mayr-Melnhof, el fundador de la Comunidad Loreto, en Austria, que promueve numerosos grupos de oración en diversos países, y un encuentro de jóvenes en Pentecostés al que asisten muchos millares.

Fritz Brunthaler·11 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

Traducción realizada por Alfonso Riobó del original en alemán, que se puede leer haciendo click aquí.

Georg Mayr-Melnhof, natural de Salzburgo, es el noveno de diez hermanos. Estudió Ciencias Empresariales, Teología y Pedagogía de la Religión. Además, es el fundador de la Comunidad Loretto, de la que hablamos en esta entrevista. Nos cuenta qué es este nuevo movimiento, que objetivos tienen y qué atractivo propone a los jóvenes austriacos. Casado, tiene cuatro hijos y es diácono permanente y practica con entusiasmo deportes de resistencia. Esta es la conversación con Georg Mayr-Melnhof.

–Docenas de grupos de oración en Austria, Tirol del Sur, Alemania, Suiza e Inglaterra, y cada año un gran festival juvenil en Salzburgo con 10.000 participantes. ¿Qué es Loreto: un gran grupo de oración, un movimiento de renovación, la renovación carismática con estilo austriaco?

La Comunidad Loretto es uno de los nuevos grandes movimientos de renovación dentro de la Iglesia católica en Austria. Se cuenta entre los llamados “movimientos”, es decir, entre las nuevas iniciativas que se encuentran cada vez más en nuestra Iglesia con diversas formas y espiritualidades.

–Georg, tú eres el fundador del movimiento Loreto. ¿Cómo surgió?

Nuestras raíces se encuentran en Medjugorje. Llegué por primera vez a ese lugar de gracia a mediados de los años 80, poco después de que comenzaran las apariciones de la Virgen. En las siguientes peregrinaciones ya no estaba solo, sino que venían conmigo cada vez más jóvenes. En los días de la Pascua de 1987, al regresar a Austria, dos jóvenes de Viena se acercaron a mí y me dijeron: Georg, después de estas fuertes experiencias aquí, en Medjugorje… empecemos con algo en casa. Resonaba una petición de la Virgen: “Fundad círculos de oración”. Ese fue el pistoletazo de salida. El 4 de octubre de 1987 nos reunimos en un pequeño piso de estudiantes en Viena para nuestro primer grupo de oración. Éramos tres; rezamos juntos un rosario y luego comimos tres bocadillos de salchicha. Y eso fue todo. Bastante poco espectacular, y al mismo tiempo muy emocionante.

–¿Cuál es vuestro programa? ¿Qué objetivos tenéis, y cómo queréis alcanzarlos?

Nuestra primera vocación es con toda seguridad la oración. Oración por la renovación de la Iglesia. Queremos crear espacios en todo nuestro país, y más allá de él, donde la gente pueda encontrar y experimentar al Señor. Soñamos con muchos lugares animados, pentecostales, con muchos jóvenes, con una profunda comunión, con una buena catequesis, con música atractiva (de alabanza), con confesión y conversión, con la Eucaristía en el centro. Además, ofrecemos varias posibilidades de formación y programas en el área del discipulado y el liderazgo, para formar así una nueva generación de personas decisivas para el Reino de Dios.

Nuestra primera vocación es con toda seguridad la oración. Oración por la renovación de la Iglesia. Queremos crear espacios en todo nuestro país, y más allá de él, donde la gente pueda encontrar y experimentar al Señor.

Georg Mayr-MelnhofFundador de la Comunidad Loreto

–¿Existe un programa de “seguimiento” para los participantes en vuestras propuestas, es decir, de formación continua, profundización, etc.?

Ahora nuestros programas son ya muy diversos. Comienzan con los grupos de oración para niños, la preparación para la confirmación, los grupos de jóvenes, la formación de discípulos, los congresos y festivales, la profundización, la adoración perpetua. Desde los jóvenes hasta los mayores, para todos hay algo. Cada persona que acude a nosotros puede decidir por sí misma qué ofertas quiere aprovechar y con qué intensidad. Aparte de eso, ofrecemos la llamada “promesa de comunidad”, es decir, un paso muy concreto que se puede dar para vivir aún más íntimamente con Cristo y desde las fuentes de la Iglesia. Hacemos esta promesa por un año, con la posibilidad de renovarla una y otra vez.

–¿Qué tiene Loretto de atractivo o de especial?

Sin duda, la presencia de tantos jóvenes que siguen este camino de seguimiento de Cristo con gran afán y dedicación. Eso es increíblemente atractivo y atrayente. Y al mismo tiempo, nos une a todos un gran amor a la Iglesia, de cuyas fuentes bebemos a diario.

–El emblema de Loreto es una paloma. ¿Qué significado tiene para vosotros el Espíritu Santo?

Nuestro logotipo, la paloma roja, representa el Espíritu Santo y su fuego, y Pentecostés. Soñamos y rezamos por un Nuevo Pentecostés, como está escrito en Joel 3. Nos sabemos parte del gran Movimiento Carismático, practicamos los dones y carismas del Espíritu Santo y contamos cada día con los refrescantes signos y prodigios que el Señor obra en medio de nosotros.

–Estás casado, tenéis cuatro hijos y desde hace poco eres diácono permanente. ¿Qué significado tiene Loretto en esta trayectoria, y para su familia?

Para mí, y también para mi mujer y nuestros cuatro hijos, es un gran regalo poder sentirnos parte de una comunidad tan viva. Gran parte de nuestra vida gira en torno al Señor, en torno a una vida de seguimiento, en torno a nuevos proyectos e ideas para la Iglesia y el Reino de Dios, en torno a la santificación de la vida cotidiana, etc. Habiendo tenido el honor de formar parte de nuestro movimiento desde la primera hora, puedo decir que estas últimas tres décadas han tenido un impacto muy especial en mí.

–¿Cuál ha sido hasta ahora tu mejor experiencia con Loreto?

Ciertamente hay muchos momentos que podría mencionar, pero los encuentros anuales del día de Pentecostés en Salzburgo, con hasta 10.000 jóvenes, son uno de los momentos más destacados. Estos intensos tiempos de oración en la catedral de Salzburgo, en las Santas Misas, en los momentos de alabanza, en la Noche de la Misericordia, cuando hay hasta 120 sacerdotes disponibles para escuchar confesiones. Estos ojos brillantes de los jóvenes con este anhelo absoluto de seguir a Jesús: es un poco como saborear el cielo.

–La mayoría de los participantes en vuestras convocatorias son jóvenes. ¿Cómo llegáis a ellos? ¿Puede inspirar algo al trabajo pastoral en Austria, en las parroquias, las diócesis, etc.?

Donde los jóvenes se reúnen, se suman automáticamente otros jóvenes. Si les entusiasma la propuesta, llevan a sus mejores amigos y a sus hermanos. Nadie “evangeliza” con tanto éxito como los jóvenes. Simplemente dicen a sus amigos: oye, ven; tú también tienes que experimentar esto. Muchos vienen y se quedan. El “programa” que les ofrecemos debe estar bien adaptado a los jóvenes, por supuesto. De todos modos, el “contenido” está ahí desde hace 2000 años. Les anunciamos el mensaje completo del Evangelio, no sólo lo que quieren oír. JESÚS es absolutamente central. A nosotros es Él quien nos importa, y mucho. Así que el contenido está ahí. Nuestra tarea es el embalaje. Debe ser atractivo y atrayente. Cada vez más obispos, sacerdotes y responsables juveniles vienen a ver lo que hacemos. Y piensen en lo que podrían hacer por sus diócesis e instituciones.

Jesús es absolutamente central. A nosotros es Él quien nos importa, y mucho. Así que el contenido está ahí. Nuestra tarea es el embalaje. Debe ser atractivo y atrayente.

Georg Mayr-MelnhofFundador de la Comunidad Loreto

–Es sabido que Loreto está en buenas relaciones con el arzobispo de Salzburgo. ¿Cómo estáis integrados en las diócesis, cómo es vuestro contacto con los obispos y los párrocos?

Como comunidad reconocida por la Conferencia Episcopal Austriaca y enraizada en el corazón de la Iglesia, naturalmente es una preocupación central nuestra el estar en estrecho y fructífero intercambio con nuestros obispos y con los aquellos en posiciones de responsabilidad. Para que una comunidad joven, viva y misionera se integre fructuosamente en una diócesis, no sólo hace falta mucha buena voluntad por parte de todos, sino también un intercambio vivo y, sobre todo, muchas relaciones personales.

–¿Cómo se ha extendido Loretto, a partir de un pequeño grupo? ¿Hay planes de expandirse a otros países con idiomas diferentes, como Italia, Francia, Inglaterra, España o Polonia?

La Comunidad Loretto es en realidad un gran grupo de muchos amigos. La amistad y las relaciones de convivencia están en el corazón de nuestro movimiento. Y así es exactamente como se extiende Loretto. Los amigos que están con nosotros y luego se van a otro lugar por razones de trabajo, familia u otros motivos, suelen empezar allí adonde llegan con un nuevo grupo de oración, un grupo doméstico de Loreto o un pequeño apostolado.

Originalmente somos una comunidad austriaca, pero desde hace algunos años nos hemos extendido a todos los demás países de habla alemana. Y también a Londres, en Inglaterra. En realidad nunca tenemos planes concretos, sino que se trata más bien de identificar qué puertas abrirá a continuación el Espíritu Santo.

–¿Cómo ves la situación de la Iglesia en Europa? ¿Puede Loretto, o el enfoque de Loretto, ser un camino de renovación?

La Iglesia de mañana será probablemente más pequeña que la de hoy, por lo menos aquí en Europa, pero se mantendrá muy bien, porque está construida sobre roca y la promesa de Jesús sigue siendo válida, igual que antes: los poderes del infierno no la vencerán. Y estoy convencido de que volverá a ser cada vez más una Iglesia de confesores de la fe. Muchos probablemente se irán, porque la tradición ya no los sostiene o, aún más, porque no han experimentado personalmente y no han llegado a conocer a Jesús. Pero los que caminan conscientemente con Jesús, le siguen y han reconocido a la Iglesia como Su esposa, se quedarán y contribuirán decisivamente a la renovación de la Iglesia.

El autorFritz Brunthaler

Austria

Iniciativas

Se buscan rebeldes. Explicar la fe en lenguaje “millenial”

En 2020 nació Se buscan rebeldes un canal de YouTube en el que sacerdotes, laicos, religiosas, etc., explican, con lenguaje “millenial”, las verdades básicas de la doctrina católica y temas controvertidos relacionados con la fe. Una iniciativa que cuenta ya con más de 22.000 suscriptores. 

Maria José Atienza·11 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Los bajos de una parroquia y el sótano de una casa familiar fueron los primeros “estudios” para Se Buscan Rebeldes, un canal de doctrina católica en YouTube que nació gracias a la iniciativa de un grupo de sacerdotes y laicos durante 2020. 

En su año y medio de vida, Se Buscan Rebeldes ha alcanzado ya más de tres millones de reproducciones del canal y son miles las personas que reciben, semanalmente, las novedades de este canal por diversas redes sociales, especialmente a través de Instagram, que ya recoge la mitad de las reproducciones de los vídeos, y YouTube.

¿Cómo se define Se Buscan Rebeldes? Como un canal que ofrece doctrina católica, el primer anuncio, el kerygma. Ni más ni menos.

Los creadores de Se Buscan Rebeldes no comenzaron este canal hasta después de realizar una concienzuda labor de benchmarking y probar diversos formatos. La idea nació antes de la pandemia cuando varios de los sacerdotes recibieron encargos o peticiones de vídeos en los que explicaran la fe, de manera sencilla, para aquellas comunidades alejadas, casi sin recursos, en las que no es fácil dar catequesis por falta de gente. ¿Por qué hacer un canal de vídeo? Los impulsores de Se Buscan Rebeldes lo tienen claro: “YouTube es la mayor biblioteca del mundo, nunca ha habido tanto contenido, tan accesible. Sorprende conocer que el 95% de la gente que busca material religioso lo hace en YouTube o el motor de búsqueda de Google que les suele redirigir a YouTube. Nos encontramos son mucho contenido religiosos y, sobre todo, con una gran demanda de contenido católico en castellano”.

La pandemia fue un momento clave para conocer a fondo el funcionamiento de YouTube: “vimos qué tipo de vídeos eran los que la gente veía, cómo teníamos que hacer el posicionamiento SEO, la importancia de los 5 primeros segundos del vídeo… así fuimos preparando el material. Una cosa sorprendente es que el 90% de los vídeos que vemos son ‘sugeridos’ y, con este conocimiento, fuimos averiguando cuáles eran las búsquedas más frecuentes en temática cristiana: por qué ser católico y no sólo cristiano, el fin del mundo, el demonio…”.

Sus puntos de referencia

Tres son las grandes referencias de la predicación para los impulsores de Se Buscan Rebeldes: Fulton Sheen, San Josemaría Escrivá y Santa Teresa de Calcuta. “Los tres tenían una capacidad comunicativa impresionante”, destacan. Además de esto, los impulsores de Se Buscan Rebeldes tenían presente la labor de Mons. Robert Barron, el canal de Ascension Presents con Mike Schmitz o, aquí en España, el trabajo de Mons. Jose Ignacio Munilla en este campo de comunicación de la fe. Todo ello ha sido una notable influencia a la hora de poner en marcha Se Buscan Rebeldes

El punto de inflexión llegó a finales de la Semana Santa de 2021 cuando uno de los sacerdotes conoció al productor Nacho Robiou y le contó lo que quería hacer, el proyecto de canl y cómo era muy cercana al estilo de Ascension Presents del sacerdote Mike Schmitz. Nacho escuchó y no lo dudó “Yo te voy a ayudar”, le dijo y así empezó lo que hoy es Se Buscan Rebeldes

“Comenzamos haciendo pruebas de vídeos en los bajos de la parroquia, grabamos a mucha gente… estuvimos un mes entrenando y pensando. Y llegaron los primeros vídeos. De los temas a tratar, empezamos por el principio pero nombrándolos con lenguaje de hoy, ¿qué es la metanoia, por ejemplo, sino la revolución de Dios en tu vida?, otro ejemplo, la primera homilía de Cristo fueron las Bienaventuranzas: la felicidad… ¿cómo se busca esto en YouTube? El secreto de la felicidad pues así la llamamos. Estas primeras pruebas las mandamos a sacerdotes, a amigos, que nos fueron aconsejando cosas. Poco a poco, empezamos a mejorar ciertos aspectos como poner música de fondo, el hecho de resaltar ciertas frases, introducir vídeos…”, describen los impulsores de Se Buscan Rebeldes.

Una de las cosas que más llama la atención es la calidad de los vídeos Se Buscan Rebeldes: “Preparamos y cuidamos mucho las grabaciones, el material, todo lo que se dice y cómo se dice. El contenido se escribe completamente para que tenga ritmo, no se repita y se pueda seguir con facilidad, con puntos destacados de tal manera que, quien lo escuche, pueda entender todo perfectamente”. 

Los organizadores tenían muy claro, desde el primer momento, “ que no querían que fuese un canal personal sino un canal para todos y en el que pueden participar sacerdotes o laicos de distintos grupos o sensibilidades. Lo único que han de ser es fieles al Magisterio y dejarse aconsejar en el terreno técnico, de producción, etc.”. De hecho, son muy diversas las personas que participan en los vídeos de Se Buscan Rebeldes: sacerdotes como Ignacio Amorós, Pablo de Lecea o Javier Sánchez Cervera, laicos, hombres y mujeres, y también religiosas como la Madre Olga.

Un canal dedicado a la formación

Aparte de la variedad de personas que participan en él, la característica que distingue a Se Buscan Rebeldes es que es un canal de formación católica. “En YouTube, tenemos muchos canales de música católica, o testimonios… pero necesitamos también la formación para que el sentimiento no se desinfle cuando llegan los problemas o la rutina. Como hay muchos temas que abordar, partimos desde el punto de vista antropológico y lo vamos elevando hasta el dogma. Siempre apelando a la persona que ve el vídeo, porque, seguramente, ha pasado por alguna de las cuestiones que se plantean en cada tema: desengaños amorosos, caídas, problemas en casa o económicos. Lo maravilloso es constatar cómo la doctrina católica tiene respuestas para todas las preocupaciones y aspiraciones del hombre”. 

Cada semana, tanto en el canal de YouTube como en Instagram se puede encontrar un vídeo nuevo en el que se abordan diferentes temas doctrinales: la misericordia de Dios, el sentido del sufrimiento, el Espíritu santo o la Santa Misa son algunas de las cuestiones que se pueden encontrar. “La idea de Se Buscan Rebeldes no es que las ideologías del momento marquen los temas. Queremos dar a conocer la doctrina católica, empezando por Jesucristo. Efectivamente, también tocamos algunos temas “polémicos”: el cuerpo y la sexualidad, la infalibilidad del Papa… Siempre, en todos lo vídeos, el centro es Jesucristo. En todos los videos tiene que estar Jesucristo en el mensaje: Jesús hijo de Dios, Salvador, que lo ilumina todo, porque, como dice el papa Francisco en la Evangelii Gaudium, si no se nombra a Jesucristo no hay anuncio del Evangelio”

Actualmente el canal de YouTube de Se Buscan Rebeldes cuenta con más de 22.000 suscriptores, junto a más de 11.000 seguidores en Instagram y una decena de grupos de Whatsapp a través de los que se reciben los videos semanales. 

Si algo ha puesto de manifiesto este canal es que, en esta sociedad, hay mucha gente que necesita formación y la agradece mucho: “Nos encanta leer los agradecimientos que deja la gente en los comentarios, también hay comentarios contrarios, claro, pero son muchísimas las personas que te escriben porque no habían tenido oportunidad de tener una catequesis accesible a través de la que conocer y vivir la fe”.

Actualidad

Responsabilidad en la Iglesia. Un servicio gratuito e incondicional

El Papa ha insistido con particular acento en el carácter de servicio que suponen los cargos de gobierno dentro de la Iglesia.

Giovanni Tridente·11 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

En los discursos del Papa Francisco, no es nueva la llamada, a todos los que tienen cargos de responsabilidad en la Iglesia, a considerar su posición de gobierno como una misión de servicio, de abnegación total y de ejemplo para los demás.

La incomprensión de esta dinámica, simple en apariencia, pero que se complica, genera toda una serie de problemas en las diversas asociaciones de fieles, desde las comunidades religiosas hasta las parroquias y los movimientos laicos, también por los modelos “distorsionados” que se observan en la sociedad. 

Precisamente a los responsables de estos organismos convocados en el Vaticano por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el Papa Francisco les reiteró la urgencia de reconducir las responsabilidades de gobierno de estos organismos, para que se eviten “los casos de abusos de diversa índole”, que muchas veces se han producido y desgraciadamente aún se producen en estas realidades.

De hecho, el Papa se refirió no sólo a aquellas “situaciones feas que hacen ruido”, como los casos de abusos sexuales, sino también a “las enfermedades que provienen del debilitamiento del carisma fundacional, que se vuelve tibio y pierde su capacidad de atracción”.

Una cultura del servicio

Los casos de abusos sexuales que tanto han conmocionado la vida de la Iglesia en las últimas décadas suelen ir unidos del germen inicial del “simple” abuso de poder y de conciencia. El Papa lo había explicado con detalle en su Carta al Pueblo de Dios del 20 de agosto de 2018, y en el posterior viaje a Irlanda. 

Fue con ocasión de la publicación, en los días previos, del informe de más de 1.300 páginas sobre abusos en seis de las ocho diócesis de Pensilvania. En esa ocasión escribió, abrumado por el dolor: “Mirando hacia el pasado nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado. Mirando hacia el futuro nunca será suficiente todo lo que se haga para generar una cultura capaz de evitar que estas situaciones no solo no se repitan, sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse”.

También apuntó al clericalismo, como “una forma poco ética de entender la autoridad en la Iglesia”, una actitud que “genera una escisión en el cuerpo eclesial que beneficia y ayuda a perpetuar muchos de los males que hoy denunciamos”. Decir no al abuso, es “decir enérgicamente no a cualquier forma de clericalismo”.

Mientras tanto, en lo que respecta al gobierno de los grupos laicales, el pasado 11 de junio se promulgó un Decreto, firmado por el Santo Padre, que reconfigura sustancialmente los cargos de gobierno dentro de estas organizaciones internacionales, estableciendo una duración de los mandatos de cinco años, y un máximo de diez años consecutivos, con la excepción de los fundadores.

La creatividad del amor

En el encuentro de hace unas semanas, el Papa explicó los motivos de esta decisión, que se derivan de “la realidad de las últimas décadas”. De ahí la aclaración de que “las tareas de gobierno que os han sido encomendadas” “no son otra cosa que una llamada a servir”.

Y lo que socava esta misión de servicio es, sobre todo, la “voluntad de poder”, que puede expresarse de muchas maneras y acaba anulando cualquier “forma de subsidiariedad” dentro de los movimientos. El Papa citó casos de “superiores generales que se eternizan en el poder y hacen mil cosas para ser reelegidos, incluso cambiando las constituciones”.

El otro obstáculo al verdadero servicio cristiano, es la “deslealtad”, que lleva a servir a Dios y a los demás de palabra, “pero en realidad servimos a nuestro ego, y nos plegamos a nuestro deseo de aparentar, de obtener reconocimiento, aprecio…”. En cambio, advirtió el Papa Francisco, “el verdadero servicio es gratuito e incondicional, no conoce ni cálculos ni pretensiones”.

Al igual que las numerosas asociaciones de laicos, a pesar de los duros meses de la pandemia y de las innumerables restricciones, no se han rendido”, reconoció el Pontífice en su discurso, al contrario, han multiplicado su solidaridad, ayuda y testimonio evangélico “con esa creatividad que nace del amor, porque quien se siente amado por el Señor ama sin medida”.

Cultura

Historia del Opus Dei. La primera visión de conjunto

Omnes entrevista a José Luis González Gullón, autor junto con John F. Coverdale de Historia del Opus Dei, el nuevo libro sobre la institución fundada por san Josemaría Escrivá. Mientras se acerca el centenario de la fundación del Opus Dei, en 2028, este libro servirá para conocer la institución en perspectiva y con una visión de conjunto.

David Fernández Alonso·10 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

El Opus Dei, fundado por san Josemaría Escrivá en 1928, se encamina hacia su centenario. Es una institución joven, pero con suficiente recorrido y alcance para estudiar con visión panorámica su historia. Esto es lo que han hecho los historiadores José Luis González Gullón y John F. Coverdale, autores de Historia del Opus Dei

El libro analiza la expansión del mensaje del Opus Dei en la Iglesia y en la sociedad a través de la institución y de las personas que pertenecen a ella o de sus apostolados: en sus 700 páginas, los autores narran la génesis y el desarrollo del Opus Dei, su recorrido jurídico, la difusión de su espiritualidad y la evolución de sus iniciativas apostólicas, bajo la guía del fundador y de sus dos primeros sucesores, Álvaro del Portillo y Javier Echevarría. 

¿Cómo surgió la idea de escribir una historia general del Opus Dei?

La idea de afrontar un proyecto semejante germinó cuando preparaba unas clases que di en 2016 en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz. Luego, se sumó John F. Coverdale, con el que he investigado en los últimos cinco años. Recuerdo que al principio nos encontramos ante un bosque casi impenetrable por la cantidad de datos, personas y actividades que había. Poco a poco, fuimos capaces de establecer la cronología y los temas. Para este trabajo nos sirvió como modelo la historiografía sobre otras instituciones de la Iglesia. 

¿A qué público va dirigido el libro?

Quizá hay tres tipos de personas a las que puede interesar una síntesis de los grandes acontecimientos del Opus Dei desde la fundación hasta nuestros días. Por una parte, la comunidad académica tendrá a su disposición un estudio con un método histórico que ofrece claves para comprender el desarrollo de una institución de la Iglesia dentro de contextos más amplios.

Por otra parte, los fieles y cooperadores de la prelatura conocerán mejor los hitos más importantes que han dado forma a la institución a lo largo de la historia, tanto los positivos como los que salieron mal; en este sentido, nos ilusiona pensar en la nueva generación de jóvenes de la Obra, a los que explicamos su procedencia. Y, en tercer lugar, los miembros de otras instituciones descubrirán las continuidades y discontinuidades en los modos de ser católico y de difundir los valores del Evangelio. 

Los fieles y cooperadores de la prelatura conocerán mejor los hitos más importantes que han dado forma a la institución a lo largo de la historia, tanto los positivos como los que salieron mal.

José Luis González GullónAutor de Historia del Opus Dei

¿Ha resultado difícil aunar a dos historiadores de culturas y continentes distintos?

Pienso que ha sido muy enriquecedor contar con la colaboración de John F. Coverdale, un académico con amplia experiencia en la escritura de la historia de Europa y de Estados Unidos en el siglo xx. Su trabajo ha acortado los tiempos de búsqueda documental y de redacción del manuscrito. Pero, sobre todo, ha servido para incorporar puntos de vista distintos y, en ocasiones, dispares. 

¿Han podido consultar toda la documentación que querían?

El valor oculto de este libro son las fuentes. Nuestra narrativa se basa en los materiales consultados en el archivo de la Prelatura del Opus Dei, donde se conservan los manuscritos del fundador, junto al resto de materiales. Damos las gracias al actual prelado, mons. Fernando Ocáriz, porque dio su visto bueno a todas las peticiones de fuentes archivísticas que hicimos. A la vez, deseamos que, en un tiempo breve, esta documentación esté accesible a la comunidad científica.

¿Cuál es la originalidad del libro?

Pienso que estamos ante la primera visión de conjunto de esta institución que se acerca a su centenario de vida. Al narrar la historia del Opus Dei contamos cuál es la identidad de sus miembros, con sus aciertos y sus límites a lo largo del tiempo. 

También es nueva la propuesta de cronología y de estudio de los últimos cinco decenios, terreno en el que nadie se había adentrado hasta el momento. Y, desde un punto de vista más conceptual, a medida que avanzan los años —sobre todo, una vez que falleció el fundador— planteamos cuatro elementos que ayudan a entender el actual desarrollo del Opus Dei: el gobierno, la estructura y las relaciones institucionales; la transmisión de la doctrina cristiana en las sedes de la Obra; la actividad corporativa; y la acción individual en la sociedad.

Pero la verdadera novedad ha sido el propio mensaje del Opus Dei. La misión de encarnar y transmitir a cada persona que Dios la llama a ser santa, a identificarse con Jesucristo mediante el trabajo y las demás relaciones sociales, late en el centro del espíritu de la Obra. A esta finalidad se han dedicado y se dedican los miles de hombres y de mujeres que siguen al fundador, reconocido como santo por la Iglesia hace veinte años. Relatar la irradiación de ese mensaje a lo largo del tiempo ha sido objetivo central de nuestro trabajo de investigación.

Planteamos cuatro elementos que ayudan a entender el actual desarrollo del Opus Dei: el gobierno, la estructura y las relaciones institucionales; la transmisión de la doctrina cristiana en las sedes de la Obra; la actividad corporativa; y la acción individual en la sociedad.

José Luis González GullónAutor de Historia del Opus Dei

¿Se trata de una historia institucional?

La componente institucional del Opus Dei ocupa buena parte de nuestra investigación. Ofrecemos, por ejemplo, datos demográficos y estadísticos, formas de gobierno que se han adoptado y el desarrollo de las actividades corporativas.

A la vez, el Opus Dei es un mensaje cristiano que proclama la llamada a la santidad en medio del mundo, algo que cada miembro realiza a su aire en el ambiente profesional y familiar en el que está. La vida de la mayoría de estas personas ni es institucional ni se desarrolla en “espacios institucionales”. En el amplio panorama de las relaciones humanas, un amigo descubre a otro la grandeza y la alegría de saberse hijo de Dios y hermano de los demás hombres. Así se difunde y, por tanto, así se entiende el Opus Dei.

Cuando realizamos el índice de nombres me llamó la atención que el libro es menos institucional de lo que puede parecer: mencionamos a 662 personas distintas. En este sentido, las 26 fotografías que publicanos son una pequeña muestra de los hombres y mujeres que han entrado en contacto con el mensaje del Opus Dei durante estos años.

¿Les parece que tienen suficientemente en cuenta el papel de la mujer en esta historia?

El Opus Dei está compuesto por hombres y mujeres, con características comunes y peculiares. Si en los primeros treinta años fueron más los primeros que las segundas, en los siguientes cincuenta años se invirtió esta trayectoria, hasta el punto de que hoy día el 59% de las personas de la Obra son mujeres. Hemos procurado que esta realidad se refleje en nuestro libro. En este sentido, además, de trabajar con fuentes de archivo tanto de hombres como de mujeres, hemos realizado doscientas entrevistas entre las que se cuentan unos y otras a partes iguales; luego, algunas historiadoras leyeron el libro y nos hicieron sugerencias a la hora de manifestar la positiva evolución en el liderazgo, igualdad y complementariedad de la mujer en la sociedad, en la Iglesia y en el Opus Dei.

¿Se trata de un libro de carácter hagiográfico?

Hemos procurado contar la historia como fue, mostrando los hechos más relevantes, tantos los éxitos como los fracasos. Por ejemplo, recogemos encuentros y desencuentros con otras personas e instituciones, las controversias surgidas en torno al proceso de beatificación del fundador, y las acusaciones de un supuesto elitismo o secretismo. Nos parece que todo esto contribuye a normalizar los estudios sobre el Opus Dei. 

John F. Coverdale y yo pertenecemos a la Obra y, sin duda, el libro refleja nuestra autocomprensión del devenir de una institución a la que hemos dedicado la vida y que es nuestra familia. Al mismo tiempo, nos esforzamos por ser rigurosos en el empleo de la metodología histórica. Pienso que, del mismo modo que un historiador católico puede analizar con rigor la Iglesia o un historiador salesiano la Sociedad de Francisco de Sales, así nosotros podemos emplear nuestro esfuerzo investigador en el estudio del Opus Dei.

El libro

Título: Historia del Opus Dei
Autores: José Luis González Gullón y John F. Coverdale
Editorial: Rialp
Año: 2021
Recursos

Volver a Misa. Volver a casa

No se entiende un católico sin Eucaristía y, especialmente, sin una participación plena en la Santa Misa. Entender y dar a conocer el valor infinito del sacrificio eucarístico es tarea de todos los cristianos, especialmente en la coyuntura actual y tras el ‘ayuno eucarístico obligado’ sufrido por la pandemia de coronavirus.

Maria José Atienza·10 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 9 minutos

“Todo compromiso de santidad, toda acción orientada a realizar la misión de la Iglesia, toda puesta en práctica de planes pastorales, ha de sacar del Misterio eucarístico la fuerza necesaria y se ha de ordenar a él como a su culmen”. Esta afirmación, que encontramos en la encíclica Ecclesia de Eucharistía, resume la centralidad del misterio eucarístico en la vida de la Iglesia y, en consecuencia, en la de cada uno de los cristianos.

La Eucaristía, y, por tanto, la Santa Misa, no son “una cosa más” o “algo bueno” que hacemos los cristianos, por ejemplo, cuando asistimos al sacrificio eucarístico. Somos cristianos porque Dios nos ha salvado, y cada celebración eucarística actualiza ese misterio de la salvación: vida, pasión, muerte y resurrección de Cristo. “Actualiza”, renueva, riega… cuando afirmamos que la Eucaristía vivifica la Iglesia estamos subrayando que su falta dejaría sin oxígeno la propia Iglesia.

Sin la Eucaristía, efectivamente, no podemos vivir porque la sencilla razón de que, sin ella, no podríamos vivir la vida cristiana. El Catecismo señala esta unidad indisoluble de manera inequívoca cuando afirma que “si los cristianos celebramos la Eucaristía desde los orígenes, y con una forma tal que, en su substancia, no ha cambiado a través de la gran diversidad de épocas y de liturgias, es porque nos sabemos sujetos al mandato del Señor, dado la víspera de su pasión: ‘Haced esto en memoria mía’”.

A través de la Eucaristía entramos en el misterio de Dios por la acción de gracias y alabanza al Padre, como memorial del sacrificio de Cristo y de su Cuerpo y como presencia de Cristo por el poder de su Palabra y de su Espíritu.

Sin la participación en la Santa Misa un católico no está completo. La acción caritativa, las buenas obras… etc., nacen de este mismo principio de amor divino del que el sacrificio de la cruz que se renueva en la misa constituye su más sublime ejemplo.

En efecto, Dios es amor, es caridad. La caridad es la naturaleza de Dios y la Eucaristía es sacramento de la caridad: “El don que Jesucristo hace de sí mismo, revelándonos el amor infinito de Dios por cada hombre”. El Papa Francisco en su catequesis del 13 de diciembre de 2017 lo explicaba de modo similar: “¿Cómo podemos practicar el Evangelio sin sacar la energía necesaria para hacerlo, un domingo después de otro, en la fuente inagotable de la Eucaristía? No vamos a misa para dar algo a Dios, sino para recibir de Él aquello de lo que realmente tenemos necesidad”.

Toda la Iglesia –gloriosa, purgante y militante– está presente, y participa cada vez que se celebra el sacrificio eucarístico, así lo describe un converso, Scott Hahn, en su libro La cena del Cordero: “El cielo esta aquí. Lo hemos visto sin velo. La comunión de los santos está a nuestro alrededor con los ángeles en el monte Sión, cada vez que vamos a misa”, una descripción que se asemeja a la que podemos encontrar en el Catecismo cuando destaca que “la Iglesia ofrece el Sacrificio Eucarístico en comunión con la santísima Virgen María y haciendo memoria de ella, así como de todos los santos y santas”.

No se trata sólo de ir a misa

Para muchos fieles, asistir a la Santa Misa puede asemejarse a entrar en un museo de arte moderno en el que se desconocen las claves de interpretación. A veces ha pesado, en la formación cristiana, la insistencia en la obligatoriedad de ir a misa, así expresado: ir a misa, y no tanto en la necesidad del alimento espiritual que recibimos cada vez que asistimos al sacrifico del altar, muy especialmente, a través de la comunión sacramental y que es lo que, realmente, otorga la vida a nuestra fe.

En la misa tomamos un sustento indispensable que, si faltara, nos llevaría, de manera inexorable, a morimos de hambre espiritualmente. Al igual que nuestra condición humana nos “obliga” a alimentarnos para continuar viviendo, la participación en la vida de Cristo necesita ser alimentada con la comunión. En ningún momento como en la comunión “somos lo que comemos”, participamos de manera real en la naturaleza divina que se hace carne de nuestra carne: “La incorporación a Cristo, que tiene lugar por el Bautismo, se renueva y se consolida continuamente con la participación en el Sacrificio eucarístico, sobre todo cuando ésta es plena mediante la comunión sacramental. Podemos decir que no solamente cada uno de nosotros recibe a Cristo, sino que también Cristo nos recibe a cada uno de nosotros. Él estrecha su amistad con nosotros: ‘Vosotros sois mis amigos’ (Jn 15, 14). Más aún, nosotros vivimos gracias a Él: ‘el que me coma vivirá por mí’ (Jn 6, 57). En la comunión eucarística se realiza de manera sublime que Cristo y el discípulo ‘estén’ el uno en el otro. (Ecclesia de Eucharistia, 22).

Ir a misa es entrar, física y espiritualmente en la historia de la salvación, uniendo nuestra historia personal, circunstancias coyunturales, anhelos y proyectos, a la vida y al corazón de Cristo. Participar en la misa requiere este convencimiento que, quizás en ocasiones, hemos olvidado resaltar.

Hacer de todo nuestro día una misa, como aconsejaba san Josemaría Escrivá, no será posible sin una participación activa en la liturgia eucarística. En este sentido, apunta Sacramentum Caritatis, esta participación no dará su fruto si “se asiste superficialmente, sin antes examinar la propia vida. Favorece dicha disposición interior, por ejemplo, el recogimiento y el silencio, al menos unos instantes antes de comenzar la liturgia, el ayuno y, cuando sea necesario, la confesión sacramental. Un corazón reconciliado con Dios permite la verdadera participación. En particular, es preciso persuadir a los fieles de que no puede haber una actuosa participatio en los santos Misterios si no se toma al mismo tiempo parte activa en la vida eclesial en su totalidad, la cual comprende también el compromiso misionero de llevar el amor de Cristo a la sociedad”.

Reconocer en la liturgia y en el misterio de la Santa Misa la historia de la Salvación es clave para valorar y situarla en el centro de la vida de todo cristiano.

Todos los católicos necesitamos una formación litúrgica y eucarística a través de la que acceder, comprender y aplicar todo aquello que se realiza, física y sacramentalmente en la celebración de la Santa Misa.

En los albores del tercer milenio san Juan Pablo II subrayaba la necesidad de “recuperar las motivaciones doctrinales profundas que son la base del precepto eclesial, para que todos los fieles vean muy claro el valor irrenunciable del domingo en la vida cristiana” (Dies Domini, 6).

La Eucaristía hace la Iglesia

Participar de modo pleno en la misa en la Iglesia presupone hacerlo en cuerpo y alma. Ésta es una de las principales razones por las que nunca puede ser equiparable participar en la celebración de la Eucaristía de manera “virtual”, aunque haya quienes por su condición física no puedan hacerlo de otro modo, que real. De hecho, la Iglesia ha previsto que quienes no pueden asistir a la celebración comunitaria de la Eucaristía puedan recibir la comunión sacramental en los lugares en los que se encuentren, ya sea por enfermedad o impedimento, ¿por qué? Porque, además de la comunidad que se hace presente en la celebración de la Santa Misa –el pueblo de Dios que se reúne y hace presente a Cristo entre ellos- la participación efectiva en la Iglesia se realiza de modo pleno a través de la comunión sacramental. Así lo recoge san Juan Pablo II en Ecclesia de Eucharistia, cuando señala el influjo causal de la Eucaristía en los orígenes mismos de la Iglesia.

Ser católico implica pues, la participación sacramental: “La fe de la Iglesia es esencialmente fe eucarística y se alimenta de modo particular en la mesa de la Eucaristía. La fe y los sacramentos son dos aspectos complementarios de la vida eclesial. La fe que suscita el anuncio de la Palabra de Dios se alimenta y crece en el encuentro de gracia con el Señor resucitado que se produce en los sacramentos” (Sacramentum Caritatis,6).

“Ayuno eucarístico” de la pandemia

Millones de creyentes han vivido una situación inédita en los últimos meses: la imposibilidad de acercarse, de manera frecuente o incluso por meses, a los sacramentos y, en especial, a la celebración eucarística a causa de la pandemia de coronavirus.

Los católicos del mundo entero han experimentado, en su carne y en su fe, el cierre de templos y la prohibición de las reuniones. Han experimentado también la fragilidad humana, la enfermedad y, al mismo tiempo, la entrega de muchos sacerdotes, así como la tristeza de la muerte de no pocos presbíteros, religiosas y religiosos debido a la Covid19.

Por su parte, los sacerdotes vivieron el hecho, insólito, de celebrar la Eucaristía completamente solos, en capillas y parroquias vacías sin más compañía, en muchos momentos, que las de un dispositivo móvil a través del que se han retransmitido millones de celebraciones.

La pandemia, no podemos olvidarlo, ha sido una ocasión para agudizar la creatividad de la fe en muchas de nuestras comunidades: la tecnología ha ayudado a la oración personal y comunitaria y también a participar, de modo limitado, en las celebraciones de la Santa Misa.

No son pocas las personas para las que esos momentos han supuesto un camino de encuentro con el Señor y el redescubrimiento del valor de la comunidad de fieles en la que todos, siguiendo cada uno su vocación específica, nos desarrollamos y hacemos la Iglesia.

Asimismo, este tiempo de “ayuno eucarístico” impuesto ha posibilitado, en no pocas personas volver a sentir ese “asombro” eucarístico del que Juan Pablo II habla en Ecclesia de Eucharistia y han reanudado con ánimos renovados la asistencia a misa incluso con más frecuencia que la marcada por el precepto dominical.

Volvemos con alegría a la Eucaristía

Tras la fase más complicada de la pandemia de la Covid-19 y el levantamiento de las restricciones más severas, no son pocas las personas que no han vuelto a la celebración de la misa presencialmente.

Muchas de ellas, es cierto, son de edad avanzada, en muchos casos, dependientes de una segunda persona que las llevara al templo… otras, quizás, han dejado de asistir presencialmente a la Santa Misa por comodidad o por una equivocada concepción de que “vale lo mismo” escuchar o ver la misa de manera virtual que estar verdaderamente presente.

Mons. Robert Barron, obispo auxiliar de Los Ángeles, describió con maestría esta actitud: “Muchos católicos, durante este periodo de COVID, se han acostumbrado a la facilidad de asistir a la misa prácticamente desde la comodidad de sus casas y sin los inconvenientes de los aparcamientos concurridos, los niños llorando y los bancos abarrotados. Pero una característica clave de la misa es precisamente nuestro acercamiento como comunidad”. Junto a esto, como destacaba el entonces prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos, el cardenal Robert Sarah, en la carta que remitió a los Presidentes de las Conferencias Episcopales de todo el mundo bajo el título Volvemos con alegría a la Eucaristía, “ninguna transmisión es equiparable a la participación personal o puede sustituirla. Más aun, estas transmisiones, por sí solas, corren el riesgo de alejar de un encuentro personal e íntimo con el Dios encarnado que se ha entregado a nosotros no de modo virtual, sino realmente”.

Volver a misa, día tras día, domingo tras domingo, o quizás después de meses o años sin participar en el sacrificio eucarístico, significa, en palabras del Papa Francisco, “entrar en la victoria del Resucitado, ser iluminados por su luz, calentados por su calor”.

Vuelve a casa, vuelve a misa

“Para celebrar la Eucaristía, por tanto, es preciso reconocer, antes que nada, nuestra sed de Dios: sentirnos necesitados de Él, desear su presencia y su amor, ser conscientes de que no podemos salir adelante solos, sino que necesitamos un Alimento y una Bebida de vida eterna que nos sostengan en el camino. El drama de hoy podemos decir es que a menudo la sed ha desaparecido. Se han extinguido las preguntas sobre Dios, se ha desvanecido el deseo de Él, son cada vez más escasos los buscadores de Dios.  Es la sed de Dios la que nos lleva al altar. Si nos falta la sed, nuestras celebraciones se vuelven áridas. Entonces, incluso como Iglesia no puede ser suficiente el grupito de asiduos que se reúnen para celebrar la Eucaristía; debemos ir a la ciudad, encontrar a la gente, aprender a reconocer y a despertar la sed de Dios y el deseo del Evangelio”. Estas palabras del Papa Francisco resumen la necesidad de anunciar por todo el mundo la riqueza y necesidad de la Eucaristía en la vida de todo cristiano, especialmente tras la ausencia de culto público vivida en algunos de los meses de pandemia.

Empezando por el Papa Francisco, obispos, sacerdotes y animadores de las distintas comunidades han animado, y continúan haciéndolo, a los fieles a “retornar” de manera presencial a la recepción de los sacramentos, la formación comunitaria y la vida parroquial.

Al recorrer las reacciones de los fieles en diversas partes del mundo, se constata que aquellas parroquias que han estado en relación con su gente durante el tiempo de encierro mantienen o incluso, reciben, la asistencia de los fieles a los sacramentos. A través de la retransmisión de las celebraciones, de encuentros virtuales de formación, visitas en la medida de lo posible, a veces desde la calle, a sus vecinos y fieles o videollamadas… han ido creando un profundo vínculo de comunidad y han mostrado esta comunidad a vecinos que antes no tenían consciencia de su existencia.

Evidentemente, la “vuelta a casa” está siendo también un reto para sacerdotes y parroquias. Naciones como los tres países anglófonos de África Oriental: Kenia, Uganda y Tanzania, han vivido situaciones muy diferentes, que van desde la continuidad del culto en Tanzania aún en los momentos álgidos de la pandemia, o el cierre total de los templos que han vivido en Uganda y que, a pesar de su reapertura el otoño pasado, vuelven a estar cerradas por el aumento de casos. En el caso de Kenia, tras un periodo de cierre, los templos volvieron a abrir sus puertas y lentamente los fieles han reanudado la vida sacramental de modo casi normalizado.

En este sentido, sacerdotes de Perú, Guatemala, Ecuador o México coinciden en que, si bien aún existe miedo al contagio de coronavirus muchas personas se han mostrado felices con la reapertura de los templos y se han renovado, e incluso aumentado devociones eucarísticas como la Adoración al Santísimo.

“Vuelve a casa, te hemos echado de menos”, con esta sugestiva invitación, la archidiócesis de Nueva York, con su arzobispo al frente anima, desde inicios del verano pasado, a la vuelta a los templos, especialmente, a la Santa Misa. Bajo el hashtag #BackToMassNY se ofrecen testimonios y razones para volver a la práctica sacramental, guías de confesión, recomendaciones sanitarias y programas formativos.

Como señalaba el párroco de Saint Jean Baptiste de Grenelle en París, la Iglesia ya vivió un primer desconfinamiento en Pentecostés, cuando, tras la venida del Espíritu Santo los discípulos, recluidos hasta entonces en sus casa por el miedo, comenzaron a proclamar a Dios.

Hoy y siempre todos estamos llamados a vivir de esta gracia de la venida del Espíritu Santo en nuestras vidas y hacerlo desde nuestras comunidades, unidas por la caridad y la fraternidad que nacen de la Eucaristía. n

España

El Arzobispo de Toledo abrirá el sínodo con «espíritu de reparación»

Mons. Cerro Chaves realizará un especial acto penitencial en la Misa de apertura del sínodo en reparación por la utilización de la Catedral toledana como escenario de un inapropiado videoclip.

Maria José Atienza·9 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El Arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro Chaves, ha convocado a los fieles a unirse a la celebración de la apertura de la fase diocesana de la XIV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que tendrá lugar el próximo domingo, 17 de octubre, en la Catedral Primada.

Mons cerro

El Arzobispo ha querido unir a esta celebración además «una invitación a la conversión, reparación por los pecados y purificación que requiere este tiempo de gracia y renovación interior, y que realizaremos en un especial acto penitencial de la Misa» debido al escándalo que ha supuesto la utilización de la Catedral de Toledo como escenario de un video musical inapropiado por el que el propio Arzobispo ha expresado su petición «humilde de perdón a todos los fieles laicos, consagrados y sacerdotes, que se han sentido justamente heridos por este uso indebido de un lugar sagrado».

El pastor de la diócesis primada de España ha expresado además su deseo de que «parroquias, asociaciones y movimientos, a los sacerdotes, consagrados y laicos» se unan a este «camino de fortalecimiento de nuestra identidad y misión: llevar a Jesucristo a todos los hombres con la alegría del Evangelio».

The Chosen. Narrar “el verdadero Jesús”

9 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Yo también me cuento entre los que han visto The Chosen: no toda, pero sí lo suficiente para hacerse una idea. Me refiero a la serie sobre Jesús nacida en el contexto evangélico y hasta ahora también muy respetuosa con la sensibilidad católica. En inglés, el título puede ser o bien singular (Jesus the Chosen One) o bien plural (the Chosen Disciples): en este caso es probablemente plural, teniendo en cuenta la cantidad de tiempo narrativo dedicado a las historias de los Elegidos, es decir, los discípulos y los apóstoles.

El proyecto, que parte de la vida pública de Jesús, pretende narrar “el verdadero Jesús” sobre todo a través de los ojos de quienes estuvieron cerca de él. La total autonomía narrativa, libre de los condicionamientos de quienes tienen el capital, es la razón por la que los promotores de la iniciativa han optado por autofinanciarse y distribuirla a través de su página web. Quien ve The Chosen tiene la impresión de estar ante un producto profesional, aunque esté lejos de los estándares que se encuentran en Netflix u otras grandes plataformas. Los actores no son famosos y no puedo decir si se convertirán en estrellas de Hollywood. Jonathan Roumie, el actor que interpreta a Cristo, es católico y de padre egipcio. Sobre todo, transmite la idea de que Jesús es una buena persona, con un sentido de la ironía y la normalidad: alguien que tienes la suerte de encontrar a tu lado en la vida. Me gusta esta opción, pero no puedo decir que sea la más acertada para el público en general. María, la Señora, es decididamente mayor de lo que suelo imaginarme, pero en esto el director tiene toda la razón. La amplitud de la obra permite una gran libertad en la creación de los personajes “secundarios”. 

The Chosen pasará sin duda a la historia del cine por la forma en que fue producida, quizás también por la calidad de su contenido, y sin duda porque da testimonio una vez más de lo atractiva que es la persona de Jesús…

El autorMauro Leonardi

Sacerdote y escritor.

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Educación

Las desigualdades educativas han crecido, el sector reflexiona

Omnes viene analizando el impacto de la pandemia en diversos sectores, como la medicina y los cuidados paliativos. Hoy aborda el efecto provocado en la educación, con un informe de las fundaciones Ramón Areces y Sociedad y Educación.

Rafael Miner·9 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 7 minutos

La pandemia del Covid 19 ha puesto de manifiesto “numerosas deficiencias y desigualdades de nuestros sistemas educativos: desde la banda ancha y los ordenadores que requiere la enseñanza online hasta los entornos de apoyo necesarios para el aprendizaje, y de ajustar los recursos a las necesidades”.

Así lo refleja el informe Indicadores comentados del sistema educativo español 2021, que acaban de publicar las fundaciones Ramón ArecesSociedad y Educación. De hecho, “todos los indicadores apuntan que la pandemia ha impactado de forma muy negativa en el ámbito educativo, aumentando las desigualdades y afectando particularmente a los estudiantes más desfavorecidos”.

Este informe, el séptimo de la serie, citado a partir de ahora como Indicadores 2021, ofrece una selección, actualizada a 2021, de los datos e indicadores de situación más relevantes sobre el sistema educativo español, a partir de fuentes estadísticas y estudios nacionales e internacionales.

Congresos y foros inminentes

Algunas de sus conclusiones, de las que informamos aquí, pueden ser una ayuda para la reflexión, junto a dos o tres congresos que tendrán lugar próximamente. La ciudad de Salamanca será sede, los próximos 8 y 9 de noviembre, del foro nacional Diálogo sobre el fututo de la educación, una iniciativa del gobierno de España, la Comisión y el Parlamento europeo, y otras 70 instituciones, cuyo objeto es analizar las oportunidades y desafíos en esta etapa postpandemia.

Antes, los días 22 y 23 de este mes de octubre, tendrá lugar en Madrid el 48 congreso nacional de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), según han confirmado fuentes de la organización a Omnes. Bajo el título Retos del nuevo escenario educativo, este congreso contará con la participación de expertos como Gregorio Luri, Álvaro Marchesi, Ramón Barrera, Lucas Cortázar, Ismael Sanz, Carmen Pellicer, Javier M. Valle, Álvaro Ferrer y Miquel Rossy, entre otros (ver Actualidaddocente.cece.es y congresoscece.es)

“La gente de los colegios, sus directivos, sus docentes, quieren volver a encontrarse, volver a compartir experiencias y aprendizajes después de un año tan duro”, ha manifestado el presidente de CECE, Alfonso Aguiló. “Las cosas han cambiado mucho en los dos últimos años y es bueno propiciar un espacio de reflexión colectiva”, añade Alfonso Aguiló.

Por otra parte, el secretario general de Escuelas Católicas, Pedro Huerta, en la circular que cada comienzo de curso dirige a los responsables de los cerca de dos mil centros educativos integrados en la organización, les ha animado “a afrontar nuevos retos y objetivos con ilusión, a crecer en la misión y a dejar a un lado improvisaciones e individualismos”.

“Aunque continuemos con mascarillas, grupos burbuja, gel y videoconferencias, es momento de demostrar de nuevo que ‘sabemos adaptarnos a las circunstancias’, y de ‘mantener intactos los objetivos de ser escuelas del cuidado, espacios relacionales y evangelizadores de sentido’. El próximo congreso de Escuelas Catòlicas tendrá lugar en 2022, ha informado una portavoz a Omnes, tras el celebrado en Madrid en 2019, bajo el lema Magister. Educar para dar vida.

El contexto educativo

El informe de las fundaciones Sociedad y Educación y Ramón Areces, sobre indicadores del sistema educativo español 2021, está dividido en 5 bloques que comprenden las cifras de la educación en España, recursos educativos, resultados educativos, educación y mercado de trabajo, y por primera vez se incluye un bloque dedicado al contexto educativo vivido durante la pandemia de la covid-19. La obra incluye además 13 comentarios realizados por expertos nacionales e internacionales sobre distintos aspectos de la realidad educativa.

En su comentario titulado Garantizar una recuperación post-pandemia igualitaria, Andreas Schleicher, director de Educación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), analiza el impacto de la pandemia en los sistemas educativos a partir del informe de la Special Survey, ‘The State of School Education-One year into the covid pandemic’, realizado por la OCDE.

Relación entre días lectivos y rendimiento

Andreas Schleicher pone de manifiesto que “los países que presentan un peor rendimiento educativo son los mismos que han perdidos más días lectivos durante la pandemia”. “Esto significa”, afirma Schleicher, “que esta crisis no se ha limitado a incrementar la desigualdad educativa dentro de cada país, sino que es probable que haya incrementado también la brecha de rendimiento entre países”.

La Special Survey (2021) demuestra que allí donde ha sido necesario el cierre de las escuelas, muchos países han realizado importantes esfuerzos para mitigar su impacto sobre los alumnos, las familias y los docentes, “prestando por lo general especial atención a los grupos más marginales. El 71 % de los países con datos comparables han empleado medidas correctoras para reducir las brechas de aprendizaje en Primaria, el 64% lo han hecho en las primeras etapas de Secundaria y el 58 % en la enseñanza Secundaria Superior. Cerca de la mitad de los países han utilizado medidas especiales dirigidas a los alumnos desfavorecidos, mientras que en torno a un 30 % se han centrado en las medidas dirigidas a inmigrantes, refugiados, minorías étnicas y grupos indígenas”.

A pesar de las medidas correctoras, los cierres de las escuelas, motivados por la pandemia, han afectado especialmente a los alumnos de entornos más desfavorecidos. Aunque distintos informes (por ejemplo, Comisión Europea, 2020; UNESCO, 2020) ya habían señalado que los cierres escolares incrementan la desigualdad entre los niños pertenecientes a contextos familiares desfavorecidos, también ha perjudicado a los alumnos con bajo rendimiento, según se recoge en el comentario firmado por Ludger Woessmann y su equipo.

Brecha no compensada por padres

En este comentario, los autores de Indicadores 2021 dan cuenta del daño específico que la falta de apoyo docente ha provocado en los alumnos con bajo rendimiento. A partir de una encuesta aplicada en Alemania sobre el empleo del tiempo, el comentario muestra cómo durante el cierre de las escuelas con motivo de la pandemia, el tiempo diario de aprendizaje se ha reducido a más de la mitad, pasando de 7,4 horas diarias antes de los cierres a 3,6 durante ese periodo.

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“Esta reducción ha sido significativamente mayor en el caso de los alumnos con bajo rendimiento, que han sustituido en número no proporcional el tiempo de estudio por actividades que se consideran contraproducentes para el desarrollo de los niños –tales como los videojuegos y ver la televisión–, antes que por actividades beneficiosas como la lectura o el ejercicio físico”, señala el análisis.

Según Indicadores 2021, “la brecha de aprendizaje motivada por la covid-19 entre los alumnos con alto y con bajo rendimiento no ha sido compensada por la actividad de los padres. Ya antes de los cierres de las escuelas, los padres de alumnos con bajo rendimiento pasaban menos tiempo estudiando con sus hijos que los padres de los alumnos con alto rendimiento (0,4 frente a 0,6 horas diarias)”.

Dado que el incremento del tiempo invertido ha sido mayor en el caso de los padres de los alumnos con alto rendimiento (+0,6 frente a +0,5 horas), los cierres de las escuelas no han hecho sino exacerbar esa desigualdad en cuanto a la implicación parental. Tampoco las actividades escolares han compensado la brecha de aprendizaje entre unos y otros alumnos, señalan los expertos.

Sobre la LOMLOE

Antonio Bolívar, catedrático de la Universidad de Granada, comenta la reforma del curriculum en la reciente LOMLOE (pág. 192 de Indicadores 2021):“Si no se determinan los aprendizajes imprescindibles o básicos que todo el alumnado, como ciudadano, debe dominar al salir de la escuela, los fijados oficialmente se convierten en lo que todos deseablemente deben conseguir y, por tanto, en estándares excluyentes para los que no los alcanzan”.

Por su parte, José García Clavel y Roberto de la Banda,economistas de la Universidad de Murcia, proponen algunas ideas para suplir la falta de recursos digitales detectada durante el periodo de pandemia.  

“La confianza de un estudiante en las Matemáticas depende más de las actividades realizadas en el hogar durante la infancia, que de los medios que ahora tiene el alumno. Esta variable, ‘confianza en las Matemáticas’, se ha demostrado importante para el rendimiento en esta asignatura: un incremento de ese índice se vincula a un aumento significativo de 33,1 puntos en España explicando un 21,0 % de la variación”.

Recursos digitales, salvavidas de la enseñanza

Durante el cierre de las escuelas, los recursos digitales se han convertido en el salvavidas de la enseñanza; la pandemia ha obligado a profesores y alumnos a adaptarse rápidamente a la enseñanza y el aprendizaje online, señala Indicadores 2021.Prácticamente todos los países se han apresurado a mejorar las oportunidades de aprendizaje digital tanto de los alumnos como de los profesores, y han promovido nuevas formas de colaboración entre profesores.

“No obstante, la crisis ha cogido desprevenidos a muchos sistemas educativos, incluido el español, como puede apreciarse en los gráficos 93 y 94 del informe, que muestran la dotación de aulas digitales y los servicios de entorno virtual de aprendizaje por comunidades autónomas de los centros educativos públicos y privados”. 

Los dos gráficos que incluyen a continuación muestran cómo un curso antes de empezar la pandemia (2018-2019), la dotación de aulas con sistemas digitales interactivos y el porcentaje de centros con servicios de entorno virtual de aprendizaje eran menores en los centros públicos que en los privados.

Según, Andreas Schleicher, director de Educación de la OCDE, “es el momento de que los países aprendan de la pandemia para reconfigurar personas, espacios, tiempo y tecnología, y diseñar entornos educativos más efectivos y eficientes para crear un marco de igualdad para la innovación en las escuelas”.

Algunas conclusiones

Algunas de las conclusiones apuntadas por los autores de Indicadores 2021, sín ánimo de ser exhaustivos, se refieren a los siguientes temas:

1) La educación en España. “Un mayor atractivo de la Formación Profesional, incluso para los recién graduados en la ESO, pues el porcentaje mejora también en las edades de 16 y 17 años” (Juan Carlos Rodríguez, investigador de Analistas Socio-Políticos (ASP) y profesor de la UCM, pág.61).

2) Recursos educativos. “España, junto a Francia, son los dos países que invierten menos recursos en la política pública de becas y préstamos a los estudiantes de Educación Superior” (pp. 100-103, Juan Hernández Armenteros, Universidad de Jaén, y José Antonio Pérez García, Universidad Politécnica de Valencia). “La evidencia científica apunta a la inexistencia de conclusiones contundentes respecto a la relación entre número de estudiantes y de profesores por aula, horas de instrucción y el rendimiento” (Oscar Marcenaro Gutiérrez, economista y catedrático de la Universidad de Málaga).

3) Resultados educativos. “España ha conseguido alcanzar las metas indicadas en los objetivos europeos de Educación y Formación 2020 para la escolarización infantil y para la Educación Superior. Al resto de objetivos les queda todavía un largo camino para su cumplimiento, sobre todo en lo relacionado con el abandono educativo temprano” (pp. 111-167, Miguel Ángel Sancho, presidente de Sociedad y Educación, que analiza los objetivos europeos a 2021).

4) Educación y empleo. La pandemia ha provocado un auge de la demanda de servicios y soluciones digitales, acelerando la transformación digital de las empresas y el teletrabajo, en el que tiene que ver el nivel formativo y la demanda de formación continua y en el área de profesiones STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics) (pp. 205-243, José Antonio Herce, Florentino Felgueroso, Luis Garrido, moderados por Daniel Santín, mesa redonda emitida por el canal de tv de la Fundación Ramon Areces).

El nuevo currículo de Religión, ¿una cesión al progresismo?

Acaba de trascender a la prensa el borrador del nuevo currículo de Religión Católica que, atendiendo a las necesidades de la LOMLOE, está preparando la Comisión para la Educación y la Cultura de la Conferencia Episcopal Española. Y han sido muchos los medios de comunicación que se han hecho eco de ese borrador y lo han analizado.

8 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Según los distintos periódicos la asignatura de Religión estará ‘alineada con la agenda 2030’ (El Mundo) ‘Los obispos dan un giro progresista a la asignatura de Religión: igualdad entre hombres y mujeres, denuncia de la pobreza y ecologismo’ (El País) ‘La asignatura de Religión se moderniza e incluirá igualdad y medio ambiente’ (ABC)

¿Supone, de verdad, un giro progresista, un plegarse a las directrices del Gobierno? ¿Renuncia a su esencia la asignatura de Religión en favor de los objetivos de la Agenda 2030? ¿Cómo va a ser la clase de Religión a partir de ahora?

De entrada hay que decir que estamos ante un borrador del  currículo, en cuya elaboración se invita a participar a los propios profesores de Religión. Un borrador que nace de un proceso participativo que la CEE impulsó para adecuar la asignatura de Religión a los criterios que la ley educativa marca.

¿Cuál es el principal cambio que se puede vislumbrar en este borrador respecto al currículo anterior? Simplificando un poco podríamos decir que este currículo parte de la realidad del alumno, tanto personal como social, y se plantea como objetivo su pleno desarrollo en todas las dimensiones de su personalidad. Y para ello propone las respuestas que la Religión Católica aporta a ese crecimiento y maduración.

Se abordan diversos temas de la dimensión relacional, social, crecimiento y maduración personal. Es decir, propone los temas que debe abordar la educación integral de cualquier persona. Y lo quiere hacer desde la perspectiva católica. Sin duda será un gran reto.

Este currículo parte de la realidad del alumno, tanto personal como social, y se plantea como objetivo su pleno desarrollo en todas las dimensiones de su personalidad.

Javier Segura

Evidentemente los cristianos tenemos una palabra que decir sobre el cuidado del planeta, sobre la dignidad de la persona, sobre la acogida de emigrantes, sobre el diálogo con las otras religiones. Sobre la paz. Sobre todos y cada uno de los grandes temas de la actualidad. Y tenemos una palabra de vida y esperanza que nace de Cristo crucificado y resucitado. Una palabra que iluminará nuestro mundo,  si es fiel a sí misma, si aporta la luz que nace del evangelio.

El riesgo que algunos pueden ver es que la sal se vuelva sosa, se confunda, deje de dar sabor. Pero fácilmente se entiende que ese no es el postulado desde el que la Conferencia Episcopal aborda el currículo, sino precisamente el de hacer hincapié en la manera en la que los cristianos tenemos de vivir cada uno de esos aspectos y las fuentes teológicas desde las que lo vivimos.

Un simple ejemplo puede ayudar. El cuidado de la tierra se puede abordar desde muchas perspectivas. La mirada católica descubriría en este mundo un regalo de Dios, creador. Y, ahondando en el relato del Génesis, encontrará que el ser humano es creado a imagen de Dios, que tiene una dignidad inalienable, que es hombre y mujer, que tiene la misión encomendada por Dios de cuidar de toda la creación, empezando por sus propios hermanos. Como se puede ver, algo muy lejano de una visión neo-panteísta actual presente en determinado ecologismo que propone a la tierra como un sujeto de derechos y al ser humano casi como su enemigo y depredador al que hay que controlar, al que conviene reducir en número para proteger al planeta en una percepción claramente neo maltusiana.

En conclusión, es verdad que la Conferencia Episcopal ha dado un giro al currículo, que todos los que trabajamos en este sector sentíamos que era necesario. No tanto para darle un aire más moderno o progresista, sino para acercarlo a la realidad del alumno y a sus necesidades de crecimiento y maduración.

Si el desarrollo del currículo va en esa dirección y es capaz de formar cristianos que vivan su fe en el siglo XXI enraizados en Cristo, que respondan a los problemas del hombre actual, entonces será una verdadera aportación a la educación de nuestro tiempo.

La Conferencia Episcopal ha dado un giro al currículo, no para darle un aire moderno o progresista, sino para acercarlo a la realidad del alumno y a sus necesidades de crecimiento y maduración.

Javier Segura

Si la sal se vuelve sosa, entonces no servirá para nada.

Ese es el reto.

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

Enseñanzas del Papa

Generosidad y libertad, fidelidad y audacia: en Hungría y Eslovaquia

Nos centramos en tres intervenciones del Papa durante su viaje apostólico a Hungría y Eslovaquia: su homilía en la clausura del 52 Congreso eucarístico internacional en Budapest, el encuentro con pastores y educadores en Bratislava y el diálogo con los jóvenes en Košice (Eslovaquia).

Ramiro Pellitero·8 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 8 minutos

En su homilía durante la misa de clausura del 52 Congreso eucarístico internacional (Budapest, 12-IX-2021), tomando pie del evangelio del día (cfr. Mc 8, 29), Francisco interpeló a los presentes en nombre del Señor: “Pero yo, ¿quién soy de verdad para ti?”. Una pregunta que pide una respuesta personal, una respuesta de vida. Y de esta respuesta –les decía– nace la renovación del camino de los discípulos, que es un camino de generosidad.

Eucaristía y anuncio, discernimiento y camino 

Ese proceso tuvo lugar a través de tres pasos.

1) El anuncio de Jesús. Como representante de los discípulos, Pedro responde “¡Tú eres el Mesías!”. Pero sorprendentemente, Jesús ordena “que no dijeran nada a nadie de Él” (v. 30). ¿Por qué –se pregunta el Papa– semejante prohibición? Y responde: “Por una razón precisa, decir que Jesús es el Cristo, el Mesías, es exacto pero incompleto. Existe siempre el riesgo de anunciar un falso mesianismo, un mesianismo según los hombres y no según Dios”

También por eso, a partir de aquel momento, Jesús comienza a revelarles su “identidad pascual”, que pasa a través de la humillación de la cruz (cfr. Mc8, 31 y 32). Y aquí viene el primer mensaje del Papa ese día: “La Eucaristía está ante nosotros para recordarnos quién es Dios. No lo hace con palabras, sino de forma concreta, mostrándonos a Dios como Pan partido, como Amor crucificado y entregado […] en la sencillez de un Pan que se deja partir, distribuir y comer. Está ahí para salvarnos. Para salvarnos, se hace siervo; para darnos vida, muere”. Y si mantenemos el asombro ante lo que el hace Jesús, nos abrimos al discernimiento con Él.

2) El discernimiento con Jesús. La cruz no está de moda, pero nos esclarece la diferencia entre “dos lógicas”: la lógica de Dios (de la humildad, del sacrificio y la generosidad) y la lógica de la mundanidad (apegada al honor y los privilegios, el prestigio y el éxito).

Nos puede pasar también a nosotros lo que le pasó a Pedro (que estaba apegado a “su” Jesús, pero no al verdadero Jesús): que llevemos “aparte” al Señor, que lo pongamos en un rincón del corazón, incluso que nos sintamos buenos, pero sin dejarnos conquistar por la lógica del verdadero Jesús, que nos pide purificar nuestra religiosidad ante su cruz, ante la Eucaristía. Por eso nos viene muy bien –la necesitamos– la adoración ante la Eucaristía. Segundo mensaje: “Dejemos que Jesús, Pan vivo, sane nuestras cerrazones y nos abra al compartir, nos cure de nuestras rigideces y del encerrarnos en nosotros mismos, nos libere de las esclavitudes paralizantes, de defender nuestra imagen, nos inspire a seguirlo adonde Él quiera conducirnos. No donde yo deseo”. Y así llegamos al tercer paso.

3) El camino con Jesús. Jesús le recrimina a Pedro, pero es para ayudarle a que rectifique (cambiando “su Jesús” por el verdadero Jesús) y le siga bien. “El camino cristiano no es una búsqueda del éxito, sino que comienza con un paso hacia atrás, con un descentramiento liberador, con el quitarse uno del centro de la vida”.

Entonces es cuando se puede caminar en pos de Jesús. Es decir, avanzar con su misma confianza (hijo amado de Dios), para servir y no ser servido (cfr. Mc 10, 45), ir al encuentro de los demás, en este mismo Cuerpo (¡la Iglesia!) que formamos con ellos por la Eucaristía. Para eso hemos de dejar que la Eucaristía nos transforme, como a los santos. 

Tercer mensaje del día: “Como ellos, no nos contentemos con poco, no nos resignemos a una fe que vive de ritos y de repeticiones, abrámonos a la novedad escandalosa de Dios crucificado y resucitado, Pan partido para dar vida al mundo. Entonces viviremos en la alegría; y llevaremos alegría”.

En efecto, y así tenemos el mensaje central del Papa en este viaje: la Eucaristía nos transforma para que sepamos reconocer al Señor, discernir nuestro camino en pos de Él y servir a los demás. 

Libertad, creatividad y diálogo

En su encuentro con los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, seminaristas y catequistas en Bratislava (13-IX-2021), el Papa partió del pasaje de los Hechos de los apóstoles 1, 12-14, señalando que también nosotros hemos de caminar juntos según ese estilo: en la oración y en un mismo espíritu, acogiendo las preguntas y anhelos de los demás, evitando la autorreferencialidad, la preocupación excesiva por nosotros mismos, por nuestras estructuras, por cómo nos mira la sociedad. Concretó su enseñanza en tres palabras.

1) Primera palabra: libertad. Evocando la dura historia de Eslovaquia, señalaba Francisco. La libertad es necesaria, pero no es algo fácil y estático, es un camino fatigoso. No basta, explicaba, una libertad exterior, sino que la libertad llama a “ser responsables de las propias decisiones, a discernir, a llevar adelante los procesos de la vida en primera persona”. Y esto es arduo, esto nos da miedo, porque (como la travesía por el desierto después de la salida de Egipto) es un camino difícil. 

También nosotros podemos tener la tentación de rechazar el riesgo de la libertad. Y evoca el relato de El Gran Inquisidor según Dostoyevski. Sintetiza el Papa: “Cristo regresa de incógnito a la tierra y el inquisidor le reprocha que haya dado la libertad a los hombres”.

Es la tentación de pensar que “es mejor tener todo predefinido —las leyes que deben observarse, seguridad y uniformidad—, más que ser cristianos responsables y adultos que piensan, interrogan la propia conciencia y se dejan cuestionar”

Se trata –continuaba– de la tentación, en la vida espiritual y eclesial, “de buscar una falsa paz que nos deja tranquilos, en vez del fuego del Evangelio que nos inquieta, que nos transforma”. Pero entonces la Iglesia correría el riesgo de convertirse en un lugar rígido y cerrado, en una especie de desierto. Y esto, desde luego, no es atractivo, especialmente para las nuevas generaciones. 

Por eso, les aconsejaba el Papa a los educadores y formadores eclesiales no tener miedo de formar a las personas en la libertad interior y la confianza en Dios. Les invita a rechazar una religiosidad rígida, preocupada por defender la propia imagen. 

2) Segunda palabra: creatividad. Y aquí Francisco proponía dejarse iluminar por los santos Cirilo y Metodio, faros luminosos en la evangelización de Europa. Como ellos, también nosotros estamos llamados a inventar, en las culturas, un “nuevo alfabeto” para anunciar y transmitir el mensaje cristiano, para la inculturación de la fe. “Y esto” –señaló literalmente– “es quizá la tarea más urgente de la Iglesia en los pueblos de Europa”.

El sucesor de Pedro fotografía la realidad del país que le acoge, de una manera que se aplicar a otros muchos otros lugares de Europa y Occidente: “Tenemos de trasfondo una rica tradición cristiana, pero hoy, en la vida de muchas personas, esta permanece en el recuerdo de un pasado que ya no habla ni orienta ya las decisiones de la existencia. Ante la pérdida del sentido de Dios y de la alegría de la fe, no sirve lamentarse, atrincherarse en un catolicismo defensivo, juzgar y acusar al mundo malo, no; es necesaria la creatividad del Evangelio”, sabiendo que “el gran creativo” es el Espíritu Santo, que es quien nos impulsa a ser creativos. 

Insiste el Papa: Cirilo y Metodio desplegaron y sembraron esta “creatividad nueva”, también con las dificultades e incomprensiones que encontraron. En el evangelio Jesús señala que el labrador siembra, después se va a su casa y duerme, sin querer controlar demasiado la vida, dejando que la semilla crezca, porque si no, acaba matando la planta. 

3) Tercera palabra: diálogo. Junto con la formación en la libertad interior y la creatividad, es necesario el diálogo, asumiendo la fatiga de una búsqueda religiosa, también con el que no cree. 

Sabe bien Francisco dónde está. Por eso recorre el camino de un buen educador en la perspectiva de la fe cristiana: “La unidad, la comunión y el diálogo siempre son frágiles, especialmente cuando en el pasado hay una historia de dolor que ha dejado cicatrices. El recuerdo de las heridas puede hacer caer en el resentimiento, en la desconfianza, incluso en el desprecio, induciendo a levantar barreras ante el que es distinto de nosotros. Pero las heridas pueden ser accesos, aberturas que, imitando las llagas del Señor, dejan pasar la misericordia de Dios, su gracia que cambia la vida y nos transforma en agentes de paz y de reconciliación”

He aquí, por tanto, la propuesta del Papa para los educadores católicos de Eslovaquia (en armonía con cuanto les ha dicho también en sus encuentros ecuménicos e interreligiosos): un “camino en la libertad del Evangelio, en la creatividad de la fe y en el diálogo que brota de la misericordia de Dios”

Amor, cruz y alegría 

En diálogo con los jóvenes en Košice, Eslovaquia (14-IX-2021), el Papa Bergoglio respondió a tres preguntas con un lenguaje directo, atractivo y a la vez exigente. 

A la primera, sobre el amor en la pareja, les respondió claramente: “El amor es el sueño más grande de la vida, pero no es un sueño de bajo costo. Es hermoso, pero no es fácil, como todas las grandes cosas de la vida. Es el sueño, pero no es un sueño fácil de interpretar. […] No banalicemos el amor, porque el amor no es sólo emoción y sentimiento, esto en todo caso es al inicio. El amor no es tenerlo todo y rápido, no responde a la lógica del usar y tirar. El amor es fidelidad, don, responsabilidad”.

Añadió que, hoy, la verdadera revolución consiste en rebelarse contra la cultura de lo provisional, ir más allá del instinto y del instante, amar para toda la vida y con todo nuestro ser. No estamos aquí para ir tirando, sino para hacer de nuestra vida algo heroico. “En las grandes historias” –les señaló– “siempre hay dos ingredientes: uno es el amor, el otro es la aventura, el heroísmo”. Por eso no hay que dejar pasar la vida como los episodios de una telenovela. 

Y argumentaba: “Por eso, cuando sueñen con el amor, no crean en los efectos especiales, sino en que cada uno de ustedes es especial, cada uno de ustedes. Cada uno es un don y puede hacer de la propia vida un don. Los otros, la sociedad, los pobres los esperan. Sueñen con una belleza que vaya más allá de la apariencia, más allá del maquillaje, más allá de las tendencias de la moda”

Francisco les anima a formar una familia, a compartir la vida con otra persona sin avergonzarse de la propia fragilidad. Porque el amor es amar al otro como es, y eso es hermoso. “Los sueños que tenemos nos hablan de la vida que anhelamos. Los grandes sueños no son el coche potente, la ropa de moda o el viaje transgresor”. Les aconseja no escuchar a los manipulares de felicidad, que les hablan de sueños y en cambio les vende espejismos.

El Papa les habla a los jóvenes, en su lenguaje, de vivir una vida única e irrepetible, una aventura y una historia fascinante. “No se trata de vivir sentados en el banquillo para reemplazar a otro. No, cada uno es único a los ojos de Dios. No se dejen ‘homologar’; no fuimos hechos en serie, somos únicos, somos libres, y estamos en el mundo para vivir una historia de amor, de amor con Dios, para abrazar la audacia de decisiones fuertes, para aventurarnos en el maravilloso riesgo de amar”. Audacia es, en efecto, sinónimo de verdadera juventud.

También les aconseja no olvidar sus raíces, que están en sus padres y sobre todo en sus abuelos. Hoy corremos el riesgo de llenarnos de mensajes virtuales y de perder las raíces reales. “Desconectarnos de la vida, fantasear en el vacío no hace bien, es una tentación del maligno. Dios nos quiere bien plantados en la tierra, conectados a la vida, nunca cerrados sino siempre abiertos a todos. Enraizados y abiertos”.

Les pide no dejarse llevar por el principio de “que cada uno se ocupe de lo suyo”, por la tristeza y el pesimismo, porque estamos hechos para elevar la mirada hacia el cielo y hacia los demás. 

Al llegar aquí respondió a una segunda pregunta sobre cómo superar los obstáculos del camino hacia la misericordia de Dios. Francisco les aconsejó levantarse siempre y acudir a la confesión de los pecados. Pero sin poner en el centro los pecados, como castigados que deben humillarse, sino como hijos que corren a recibir el abrazo del Padre, la misericordia de Dios que perdona siempre en el sacramento de la alegría. Al que siente vergüenza, Francisco le dice que eso es bueno, porque es un signo de que no estamos conformes con nosotros mismos, de que podemos superarnos con la ayuda de Dios. Y al que le falta confianza en Dios, le anima a celebrar esa fiesta que en el cielo se hace cada vez que alguien se confiesa.

La última pregunta era sobre cómo animar a los jóvenes para no tengan miedo de abrazar la cruz. Y el Papa contesta que la cruz no se puede abrazar sola, porque el dolor por sí mismo no salva a nadie. “Es el amor el que transforma el dolor. Por eso, la cruz se abraza con Jesús, ¡nunca solos! Si se abraza a Jesús renace la alegría, renace la alegría. Y la alegría de Jesús, en el dolor, se transforma en paz”. Francisco se despidió de los jóvenes deseándoles esa alegría y que la lleven a sus amigos.

Cultura

Robert Schuman, un visionario en el corazón de Europa

El sacerdote Bernard Ardura, promotor de la causa Robert Schuman, habla para Omnes en exclusiva sobre el proceso de canonización de uno de los padres fundadores de la EU.

Concepción Lozano·8 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

El Papa Francisco abre el proceso para la beatificación de Robert Schuman, al autorizar a la Congregación para las Causas de los Santos la promulgación del decreto que reconoce sus «virtudes heroicas.

«Europa necesita un alma, un ideal y la voluntad política de alcanzarlo». Con estas palabras de Robert Schuman, Ursula Von del Leyen la presidenta de la Comisión Europea inició su discurso ante el pleno del Parlamento Europeo en el que fue su segundo debate sobre el estado de la Unión, el pasado 15 de septiembre. Un ideal que, si bien tenían claro los primeros padres fundadores del proyecto comunitario, parece con el transcurso de los años, haberse diluido, si no borrado.

Robert Schuman, ministro de Exteriores francés hace 60 años propuso la administración conjunta con Alemania de la producción del carbón y del acero (Declaración 9 de mayo de 1950) . Precisamente los dos materiales que habían servido para alimentar la industria armamentística que tanto daño causó en las dos grandes guerras mundiales.  

“Europa tiene que dejar de ser un campo de batalla en el que se desangran las fuerzas rivales. A partir de esa toma de conciencia, que pagamos tan caro, queremos ir por nuevos caminos que nos conduzcan a una Europa unida y definitivamente pacificada”, dijo Robert Schuman, en un discurso que se considera vital para la reconciliación de las dos grandes potencias enfrentadas.

Apoyado en el canciller alemán Konrad Adenauer, un socio en el que encontró el mismo ideal de paz y solidaridad, ambos supieron aprovechar un momento histórico para crear como ellos mismo dijeron una “comunidad de acción y pensamiento”, el embrión de la Unión Europea actual.

La paz, la reconciliación, el entendimiento, el diálogo, los pilares sobre los que este visionario, adelantado a su época quería construir una comunidad que fuera más allá de los intereses económicos y políticos.

Un santo vestido de traje

«Formado en su juventud en el neo-tomismo y la doctrina social de la Iglesia propugnada por León XIII, veía su papel en la política como un servicio a la sociedad. Decía que todos somos ‘instrumentos imperfectos en manos de la Providencia’.

 Intentó siempre hacer el bien, y discernir la voluntad de Dios en los difíciles momentos históricos que le tocó vivir, como el nazismo y la Segunda Guerra Mundial”, dice de él Victoria Martín, autora del libro Europa un paso a lo desconocido

«La fe inspiraba toda su vida y su relación con los demás. No hacía política de la religión. A diferencia de otros políticos católicos franceses de su época, Schuman no era un tradicionalista, sino que pensaba que la democracia y los principios de la Revolución Francesa (libertad, igualdad, fraternidad) tienen su raíz en el Evangelio, siguiendo a su filósofo favorito, que era además su amigo: Jacques Maritain.

¿Qué es lo que hizo realmente Robert Schuman para que el Papa haya abierto su proceso de canonización?

Lo primero que hay que decir que tras de su causa está el Instituto St. Benoit, una asociación creada por amigos y vecinos de Schuman en Metz cuando él murió. Una de las personas que mejor lo conocen es el Padre Bernard Ardura, presidente del consejo Pontificio de ciencias históricas y postulador de la causa de Schuman.

“Toda su vida ha estado marcada por el signo del bien común. Es un ejercicio de caridad. Incluso demostrado cuando renuncia a su vocación de religioso para volcarse con la sociedad, con los hombres en un periodo especialmente difícil y convulso desde el punto de vista de la historia.

A diferencia de otros políticos católicos franceses de su época, Schuman pensaba que la democracia y los principios de libertad, igualdad, fraternidad, tienen su raíz en el Evangelio.

Concepción Lozano

En una de las cartas escritas a su mejor amigo, recogida en el citado libro de Victoria Martín Henri Eschbach, Robert Schuman se sincera y le cuenta sus planes de retirarse del mundo y dedicarse a la oración en un monasterio. Sin embargo, su amigo le responde con unas palabras claras y certeras que marcaran el rumbo de su vida y de su espíritu: “Me atrevo a añadir que mi opinión (sobre su idea de hacerse religioso) es muy diferente. Porque en nuestra sociedad el apostolado laico es de una necesidad urgente y no puedo imaginar mejor apóstol que tú, con toda sinceridad… seguirás siendo laico porque te será más fácil hacer el bien, que es única preocupación. Soy categórico ¿Verdad? Es que creo que puedo ver hasta el fondo de algunos corazones y me parece que los santos del futuro serán santos vestidos de traje”.

No se equivocaba Eschbach, Robert Schuman llegará a los altares vestido con su inconfundible traje oscuro y su sombrero de ala ancha, típicos de la época.

Fue un hombre que no alardeó de sus convicciones, su carácter no era demostrativo, era más bien una persona tímida, discreto, pero se percibe por su manera de vivir que el vivía de su fe, continua Ardura. “Hay una perfecta coherencia, entre sus convicciones cristianas y su vida”.

Para su postulador, Robert Schuman construye todo el proyecto europeo sobre los fundamentos del perdón y la solidaridad. Un elemento constitutivo de la Unión Europea, al menos en sus orígenes.

Con el tiempo algunos de los principales fundamentos de la UE se han diluido. Habría que volver a los orígenes, a las raíces, al proyecto inicial basado en la solidaridad entre todos los estados miembros. Sólo viviendo la solidaridad, evitaremos la guerra.

Europa como sociedad unida

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Tumba de R. Schuman en la Iglesia de san Quintin junto a las banderas europeas

Schuman no sólo fue el inspirador y actor fundamental en la creación de la Unión Europea si no que su paso por la política y la relación con los principales líderes europeos del momento marcaron el futuro. Hay pocas figuras políticas que dejen huella de la manera en la que Robert Schuman lo ha hecho. Su legado y su memoria son hoy esenciales para entender, no sólo el pasado, sino el hoy de un continente que no sé si se parece a lo que él había imaginado.

En cualquier caso, no dudó en poner sus ideas, sus convicciones al servicio de un proyecto gigante que, a pesar de las dificultades, se desarrolló hasta formar una comunidad de 27 estados distintos cuyos responsables políticos, lejos de hacer la guerra, se sientan en una mesa para dialogar, negociar y tomar decisiones comunes que afectan a más de 500 millones de personas.

Ya advirtió Schuman para aquellos que creen que Europa está en crisis, o no sobrevivirá ante la disparidad de gobiernos europeos, cada uno con sus intereses nacionales muchas veces contrarios al bien europeo: “Europa no se hará de una vez ni en una obra de conjunto: se hará gracias a realizaciones concretas, que creen sobre todo una solidaridad de hecho”.

Bernard Ardura explica que ahora sólo falta el milagro. Robert Schuman ha sido declarado venerable por sus virtudes heroicas pero ahora hace falta que se produzca un milagro por intercesión suya para que este político francés, cuyos ideales han perdurado hasta nuestros días y que fue coherente con su fe hasta su muerte, llegue por fin a los altares.

El autorConcepción Lozano

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América Latina

Evangelización de América: agradecer, pedir perdón y ayuda para el futuro

Buscar nuestras raíces nos obliga a mirar al pasado y, cierto es, allí encontramos episodios no siempre edificantes. La evangelización, como acontecimiento histórico realizado por hombres también tiene luces que agradecer y sombras por las que pedir perdón.

David Torrijos-Castrillejo·7 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

La semana pasada se levantó un gran revuelo en España a propósito de la carta del Papa al presidente de la conferencia episcopal mexicana con ocasión del segundo centenario de la independencia.

El texto fue presentado por muchos medios como una petición de perdón por los pecados cometidos durante la conquista.

En realidad, se trata de algo mucho más interesante que eso. El Papa ve esa fiesta como una oportunidad para pensar en la libertad y sugiere que no se la debe entender como una energía para separarnos de nuestros orígenes sino para profundizar en quiénes somos. Así que, en el contexto de una fiesta de la independencia, ¡el Papa habla de raíces!

Perdón, no enjuiciamiento

Buscar nuestras raíces nos obliga a mirar al pasado y, cierto es, allí encontramos episodios no siempre edificantes. En el pasado de México se encuentran abusos cometidos por los españoles que pusieron en contacto el riquísimo mundo americano con la vieja Europa. Si los españoles protestáramos por llamar por su nombre a los desmanes cometidos por algunos conquistadores, convertiríamos el patriotismo en un mezquino partidismo, pues no es patriotismo defender un crimen con tal que haya sido cometido por “uno de los nuestros”. Esta forma de pensar nos pondría bien lejos del espíritu con que fueron guiadas las autoridades españolas que en su día investigaron cuidadosamente y procesaron a muchos de esos conquistadores.

El Papa durante el ofertorio en la misa de conclusión del Sínodo de la Amazonía ©CNS photo/Paul Haring

Pero el Papa no pretendía enjuiciar a España. Le interesaba el pasado de México y de su raíces cristianas. Tan sólo quiso evocar la petición de perdón de diferentes Papas por los pecados cometidos por los cristianos durante el transcurso de la evangelización americana. Así, por ejemplo, Juan Pablo II dijo en Santo Domingo el día 12 de octubre de 1992: “La Iglesia, que con sus religiosos, sacerdotes y obispos ha estado siempre al lado de los indígenas, ¿cómo podría olvidar […] los enormes sufrimientos infligidos a los pobladores de este Continente durante la época de la conquista y la colonización?”

No cabe duda de la entrañable proximidad de los evangelizadores a los pueblos indígenas, algunas de cuyas lenguas se han conservado en las gramáticas y catecismos elaborados por los misioneros. Fue el cristianismo el mayor muro de contención a la tristemente espontánea codicia del corazón de los conquistadores.

Desde la prestigiosa Universidad de Salamanca, algunas décadas después de la llegada de Colón a las Antillas, el eminente Francisco de Vitoria, Padre dominico, y otros intelectuales católicos denunciaban los pecados cometidos contra los nativos: las malas obras de los conquistadores, viniendo de cristianos, constituían grave escándalo para los indígenas a los que se les estaba entregando el tesoro del evangelio.

El motivo principal para estar en América de tantos y tantos religiosos entregados, cuidadosamente seleccionados por sus superiores entre la flor y nata de sus órdenes, era la fidelidad al mandato de Jesús y un sincero amor por los habitantes de esas tierras. Ello lo demuestran los valientes enfrentamientos mantenidos con las autoridades políticas exigiendo el respeto de la dignidad de esas personas y el hecho de la extensión del anuncio del evangelio más allá de los márgenes de control de dichas autoridades. Aun así, la autoridad misma contribuyó no poco a que el resultado de la presencia española fuese formidable, muy lejano de una colonización explotadora: se introdujeron nuevas técnicas de agricultura y formas de ganadería hasta entonces desconocidas en el Nuevo Mundo, se construyeron cientos de hospitales, en menos de cien años se habían erigido ya 8 universidades, las cuales llegaron a 26 en el s. XVIII…

Persecuciones a los católicos

Lo que pocos advirtieron la semana pasada fue que el Papa no sólo mencionó “las acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización” sino también “las acciones que, en tiempos más recientes, se cometieron contra el sentimiento religioso cristiano de gran parte del Pueblo mexicano, provocando con ello un profundo sufrimiento”.

La persecución sufrida por los cristianos mexicanos durante la así llamada Guerra Cristera, más de un siglo después de la independencia, indica que el cristianismo ha quedado hondamente grabado en sus raíces y ha trascendido la relación con España.

Nuestros antecesores pudieron hacer mejor muchas cosas, pero eso no nos impide dar gracias a Dios por las muchas, bellas y honrosas realizaciones que sí nos han legado

David Torrijos

Pero el Papa tampoco pretendía meter el dedo en esta otra llaga, mucho más reciente. El Papa invitaba a mirar al futuro. Por eso, creo que la fiesta de las “témporas” que se celebra esta semana en nuestro país nos puede ayudar. Es una fiesta-bisagra que une el pasado con el futuro: son días para pedir perdón por los pecados del curso pasado, dar gracias por los beneficios recibidos y pedir ayuda para el curso que se está iniciando. Los pecados del pasado nos recuerdan que hemos de andar vigilantes, pues nadie está libre de tentación. Sería irresponsable consolarse acusando a nuestros antepasados de ciertas culpas mientras ignoramos los pecados que cometemos en el presente.

Quizás nuestros antecesores pudieron hacer mejor muchas cosas, pero eso no nos impide dar gracias a Dios por las muchas, bellas y honrosas realizaciones que sí nos han legado. Por eso, mirar al pasado nos mueve a mirar al futuro con una oración en los labios, pues el futuro está en nuestras manos, pero hemos de ceder nuestras manos al Señor para que las guíe. El Papa termina su carta animando al pueblo mexicano a confiarse en los manos de la Virgen de Guadalupe. María ha calado en el corazón de todos los pueblos de América porque, más allá de las torpezas humanas, la experiencia les ha mostrado que el hijo de María saca lo mejor de nosotros mismos y lo eleva por encima de nuestras propias expectativas.

El autorDavid Torrijos-Castrillejo

Profesor adjunto a cátedra, Facultad de Filosofía, Universidad Eclesiástica San Daámaso

Vaticano

Sobre el futuro del planeta y la necesidad de la educación

En los últimos días se han desarrollado dos encuentros en el Vaticano con la participación de numerosos representantes de diferentes confesiones religiosas; para reflexionar sobre los desafíos del "hogar común", y con motivo de una iniciativa educativa.

Giovanni Tridente·7 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Las religiones han reflexionado juntas sobre el futuro del planeta y la necesidad urgente de educación. En el marco de la Santa Sede y en presencia del Papa Francisco, se han desarrollado dos encuentros en el Vaticano con la participación de numerosos representantes de diferentes confesiones religiosas.

Sobre el cambio climático

El primer encuentro fue promovido junto con las embajadas de Gran Bretaña e Italia en la Santa Sede, con vistas a la reunión COP26 de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, que se celebrará en Glasgow a partir del 31 de octubre. Al dirigirse a los participantes en este encuentro, el Pontífice destacó la necesidad de que los líderes religiosos y los científicos dialoguen y colaboren para apuntar juntos hacia respuestas eficaces a la crisis ecológica y de valores que vive el mundo.

Es necesario partir de la conciencia de que «en el mundo todo está íntimamente unido» y que las mismas creencias y tradiciones religiosas son en cierto modo una demostración de los «signos de la armonía divina presente en el mundo natural», ya que «ninguna criatura se basta a sí misma» y «todas existen en dependencia unas de otras, para complementarse y servirse mutuamente».

Con esta conciencia también es necesario identificar «comportamientos y soluciones» que puedan reparar «las consecuencias perjudiciales de nuestras acciones», pero lo que se necesita es el compromiso de todos con «una mirada abierta a la interdependencia y al compartir».

Para el Papa Francisco, es necesario oponerse fundamentalmente a lo que ha definido repetidamente como la «cultura del abandono», que siembra «semillas de conflicto: codicia, indiferencia, ignorancia, miedo, injusticia, persecución y violencia».

De ahí la idea de hacer un llamamiento conjunto a los líderes de las naciones que asisten a la COP26 «para que tomen conciencia de los desafíos sin precedentes que nos amenazan a nosotros y a la vida en nuestro magnífico hogar común, la Tierra» y, al mismo tiempo, presionen para que se tomen «medidas urgentes, radicales y responsables» ante la grave amenaza del cambio climático.

En esencia, los líderes religiosos reclaman que «las emisiones netas de carbono se reduzcan a cero lo antes posible» para limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1,5ºC por encima de los niveles preindustriales. La perspectiva dentro de la cual esto debe ocurrir es la de «un tiempo de gracia, una oportunidad que no podemos desperdiciar».

Por una mejor educación

En el frente educativo, también central para la construcción del futuro del planeta, los líderes religiosos fueron convocados en los últimos días a una reunión sobre la iniciativa del Pacto Mundial por la Educación, lanzada por el Santo Padre el 12 de septiembre de 2019, «por una educación más abierta e incluyente, capaz de la escucha paciente, del diálogo constructivo y de la mutua comprensión».

Dirigiéndose a los representantes de otras confesiones, el Pontífice señaló que si en el pasado las diferencias creaban contrastes entre las mismas religiones, hoy se preguntan cómo educar a los jóvenes para la convivencia pacífica y el respeto mutuo.

Esto significa también defender la identidad y la dignidad de cada persona y enseñarles a acoger a todos sin discriminación. Lo mismo ocurre con los derechos de las mujeres, los menores y los débiles, y en la comprensión de un estilo de vida «más sobrio y ecosostenible».

De hecho, explicó Francisco, «la educación nos compromete a amar a nuestra madre tierra y a evitar el despilfarro de alimentos y recursos», haciéndonos partícipes de «los bienes que Dios nos ha dado para la vida de todos». Hay que perseguir, en definitiva, cuando los exponentes de las diferentes tradiciones religiosas, esa «armonía de la integridad humana» a través de la cabeza, las manos, el corazón y el alma: «que se piense lo que se siente y se hace; que se sienta lo que se piensa y se hace; que se haga lo que se siente y se piensa».

Zoom

La lava del volcán de La Palma arrasa todo a su paso

Los vecinos de La Palma están viviendo un suceso que quedará marcado en la historia de la isla. La lava de la erupción del volcán de Cumbre Vieja fluye por la isla arrasando cultivos, casas, iglesias y edificaciones que encuentra a su paso hacia el mar. 

Omnes·7 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Una elevada factura

Mientras en los llamados países desarrollados ya se habla de distribuir una tercera dosis de la vacuna, en la mayoría de los países africanos aún no se ha vacunado ni el 2% de la población. Un hecho para hacernos reflexionar.

7 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

La sospecha se apodera de ti en África, cuando conduces durante horas y horas, recorriendo distancias que en sí mismas no serían tan exageradas, pero que se hacen eternas por la falta de buenas carreteras: quizás no hemos aprendido mucho de la pandemia. Tal vez la hayamos desaprovechado, si en Europa y en los llamados países desarrollados ya se habla de distribuir la tercera dosis, mientras que en la mayoría de los países africanos aún no se ha vacunado ni al 2% de la población. Si pensamos en África como algo lejano. Y sobre todo si aquí, en nuestro país, esta inconsciencia no parece ser un problema.

No nos hemos enterado de lo dramáticamente cercana que puede ser Wuhan. Ni cómo nos afecta una extraña gripe que agarra un desconocido a miles y miles de kilómetros de distancia. Cómo su salud puede desencadenar un proceso que puede encerrarnos en casa durante semanas, durante meses, quitarnos el trabajo, alejarnos de nuestros seres queridos, secuestrar a nuestros hijos e impedirles aprender, jugar, crecer en contacto con los demás. 

Si el G20 de la Salud, la reunión de los representantes de las 20 naciones más ricas del mundo a principios de septiembre, sólo expresó esperanzas y no lanzó un plan preciso para la difusión de las vacunas (el 60% de la población de los países ricos está vacunada, frente al 1,4% de los países de bajos ingresos), significa que la pandemia ha pasado como agua fresca. Y miramos a nuestro alrededor con un campo de visión estrecho, que nos hace perder partes de realidad, mientras las variaciones se multiplican y no podemos ni siquiera atrevernos a sentirnos seguros.

Cuando te reúnes con colegas africanos, que llevan a cabo proyectos de desarrollo, intentas preguntar: ¿por qué la gente de aquí no se enfada, por qué no exige la vacuna? ¿Por qué a muchos les da casi miedo, o no sienten la necesidad? Porque -responden- faltan campañas de información adecuadas y nadie puede permitirse promocionarlas si las vacunas no están disponibles. 

Así que todos nos aferramos a la incertidumbre, engañados por los espacios de libertad recuperados (gracias a la vacuna), mientras en muchos países africanos se mantiene el toque de queda, como en Kenia, o las escuelas siguen cerradas, como en Uganda. Situaciones que presentarán una cara factura. Y no sólo a ellos. A todos nosotros.

El autorMaria Laura Conte

Licenciada en Letras Clásicas y doctora en Sociología de la Comunicación. Directora de Comunicación de la Fundación AVSI, con sede en Milán, dedicada a la cooperación al desarrollo y la ayuda humanitaria en todo el mundo. Ha recibido varios premios por su actividad periodística.

Evangelio

El joven rico representa a todo ser humano sediento de verdad

Comentario a las lecturas correspondientes al XXVIII domingo del tiempo ordinario (Ciclo B) y homilía breve de un minuto.

Andrea Mardegan / Luis Herrera·7 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Marcos describe a un hombre que corre al encuentro de Jesús, que se dirige hacia Jerusalén. Mateo dice que es un joven, y por eso lo llamamos “el joven rico”; Lucas dice que es un notable. Para Marco, en cambio, es solo “uno”, y solo él dice que corre. Es el único personaje del Evangelio que corre hacia Jesús. Zaqueo corre, pero hacia el sicómoro, por la curiosidad de ver a Jesús. Ese joven representa a todo ser humano sediento de verdad, de absoluto, de salvación. Se arrodilla ante Jesús, como Abraham que corrió hacia los tres personajes que eran Dios que lo visitaba, y se postró ante ellos.

Su pregunta va al corazón de lo que le preocupa, y que sus riquezas, juventud y nobleza no le pueden asegurar: ¿qué debo hacer para tener la vida eterna? Le llama “Maestro bueno”, mostrándose así como un discípulo dispuesto a aprender.

Jesús, que es maestro en escuchar, no deja caer las palabras que le dirigimos, y ayuda al joven a comprender que ha dicho una gran cosa. “¿Por qué me llamas bueno? ¡Solo Dios es bueno!”. Sin darse cuenta llamó a Jesús de la manera más adecuada, revelando, sin saberlo, su divinidad. “Ya conoces los mandamientos”. No es pregunta, sino afirmación, porque lo conoce perfectamente. Y solo menciona los mandamientos hacia el prójimo como camino a la vida eterna. El joven es dócil y la segunda vez le llama sólo “Maestro”, y le confía que ha guardado los mandamientos en toda su vida.

A menudo en el Evangelio de Juan se declara el amor de Jesús por sus discípulos, y en particular por el discípulo amado. Pero este joven es el único de quien se dice que Jesús “lo amó”. Jesús manifestó a ese joven, con la mirada fija en sus ojos, que lo amaba con un amor infinito. Dios nos ama así a cada uno de nosotros, incluso antes de crearnos y de llamarnos a seguirle. No espera la respuesta positiva a la llamada para amarnos. Más bien, su llamada es una consecuencia de ese amor.

Las riquezas, los bienes, en sí mismos cosas buenas y santas para Dios, para nosotros y para los demás, pueden ser un obstáculo para el seguimiento de Jesús si no hay disponibilidad para el desprendimiento, que luego merece el ciento por uno.

Ese joven se va triste, pero Jesús no lo juzga, y dice a sus seguidores que nada es imposible para Dios, que es capaz de hacer pasar un camello por el ojo de una aguja. Luego Dios puede ayudar a ese joven a madurar. A volver. A poner a sus riquezas al servicio del Evangelio. A contar en primera persona lo que le pasó con Jesús, cómo se sintió amado por su mirada y sintió triste por no lograr dar ese paso que le pedía. Alguien ha imaginado que ese joven podría ser el mismo Marcos, rico y noble, quien así firmaría secretamente su Evangelio.

La Homilía en un minuto

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanohomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas

El autorAndrea Mardegan / Luis Herrera

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Vaticano

«El éxtasis de Santa Teresa» luce en todo su esplendor

Rome Reports·7 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

La “Capilla Cornaro”, obra maestra de Gian Lorenzo Bernini y en la que se encuentra su magistral obra «El éxtasis de Santa Teresa«, luce, desde hace pocas semanas, en todo su esplendor tras un proceso de restauración en su ubicación de la iglesia de Santa Maria della Vittoria, en Roma.


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España

La vida de los misioneros, un ejemplo para todos los católicos

La exposición “El Domund al descubierto” que acogerá este año el Centro Cultural San Marcos de Toledo tiene como objetivo “sensibilizar a nuestros conciudadanos de la labor que realizan nuestros cerca de 11.000 misioneros españoles repartidos por todo el mundo”.

Maria José Atienza·6 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Octubre es el mes misionero por excelencia. Son numerosas las actividades y eventos que las diversas diócesis celebran en torno a la Jornada del Domund. Una de ellas, impulsada por Obras Misionales Pontificias de España es “El Domund al descubierto”, que incluye una exposición sobre las misiones así como diversas actividades y encuentros de carácter misionero que este año tendrán lugar en las diócesis de Castilla La Mancha.

La exposición

La Exposición “El Domund al descubierto” contará, en esta edición, con dos partes diferentes como destaca Antonio Aunés, encargado de la misma, “por un lado se va a exponer la colección completa de los carteles del DOMUND. 80 carteles muy representativos de esta jornada y a través de los que podremos contemplar las distintas gráficas, los diseños, la evolución de los lemas…, etc. A esto se suma “una segunda parte divulgativa en la que, a través de diversos paneles, se hace un repaso a la actividad misionera de la Iglesia y la historia de las Obras Misionales Pontificias en España”.

Aunés destaca que esta exposición sencilla, dentro de nuestras posibilidades quiere ser, sobre todo una manera de “acercar a la gente la vida y la labor de los 11.000 misioneros españoles repartidos por todo el mundo aproximadamente y poner el acento en su entrega, su generosidad y el ejemplo que, para todos, supone la vida de estas personas hoy en día”.

«La vocación cristiana es una vocación a la misión»

La exposición será inaugurada el próximo día 21 de octubre por el Arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro, ese mismo día tendrá lugar el tradicional pregón del Domund, que este año correa a cargo de José Rodríguez Rey, conocido, cocinero español, chef del restaurante El Bohío (Illescas) y jurado del programa «MasterChef España».

Desde hace años, el Domund al descubierto “recorre” diversas diócesis españolas. En esta ocasión, Toledo, inmersa en el Año Jubilar Guadalupense ha sido elegida como epicentro de las actividades del octubre misionero, como destacó el director de OMP España, José María Calderón, durante la presentación de esta exposición.

Calderón aprovechó para subrayar que “el Domund es una preocupación que tienen la Iglesia de hacer que todos los cristianos nos sintamos responsables de la tarea misionera. Hacer que los cristianos descubran que la vocación cristiana es una vocación a la misión. Habrá quienes salen de su país y se van a otras tierras pero nosotros, desde aquí, tenemos que apoyar con nuestra oración, sacrificio y afecto”.

Colaborar con la misión

Desde OMP destacan además que “siempre se puede colaborar con las misiones en la Iglesia”. En este sentido, Antonio Aunés recuerda que “la intención de la exposición es, principalmente, de sensibilización, de animación misionera. Pero hay, evidentemente, varias formas de colaboración: a través de la oración, de la participación o colaboración a través de iniciativas como los jóvenes en misión durante el verano o, por supuesto, la colaboración material, que es siempre necesaria”.

Campaña 2021

«Cuenta lo que has visto y oído», la Campaña del Domund de este año tiene un marcado acento testimonial y juvenil. Son cinco los jóvenes que este año, mediante testimonios, expresan la riqueza personal que la misión ha significado para ellos en diferentes localizaciones de Sudamérica y África. Un anuncio que concierne a todos los cristianos, como recordaron en la presentación de la exposición tanto el director de OMP España como el arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro que señaló que “si queremos que el Domund tenga repercusión debe ser anunciado». 

Vaticano

«La libertad cristiana se basa sobre dos pilares: la gracia de Dios y la verdad»

En la catequesis del miércoles, el Papa Francisco ha centrado su reflexión sobre la libertad cristiana, asegurando que "la llamada es sobre todo a permanecer en Jesús, fuente de la verdad que nos hace libres".

David Fernández Alonso·6 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco ha centrado la catequesis de este miércoles sobre la libertad cristiana: «En la Carta a los Gálatas, San Pablo ha escrito palabras inmortales sobre la libertad cristiana. Hoy nos detenemos sobre este tema».

«La libertad», comenzó Francisco, «es un tesoro que se aprecia realmente solo cuando se pierde. Para muchos de nosotros, acostumbrados a vivir en la libertad, a menudo aparece más como un derecho adquirido que como un don y una herencia para custodiar. ¡Cuántos malentendidos entorno al tema de la libertad, y cuántas visiones diferentes se han enfrentado a lo largo de los siglos!»

«En el caso de los gálatas, el apóstol no podía soportar que esos cristianos, después de haber conocido y acogido la verdad de Cristo, se dejaran atraer por propuestas engañosas, pasando de la libertad a la esclavitud: de la presencia liberadora de Jesús a la esclavitud del pecado, del legalismo, etc. Por tanto, invita a los cristianos a permanecer firmes en la libertad que han recibido con el bautismo, sin dejarse poner de nuevo bajo «el yugo de la esclavitud» (Gal 5,1). Pablo es justamente celoso con la libertad. Es consciente de que algunos «falsos hermanos» se han infiltrado en la comunidad para «espirar – así escribe – la libertad que tenemos en Cristo Jesús, con el fin de reducirnos a esclavitud» (Gal 2,4), y no puede tolerarlo. Una predicación que tuviera que excluir la libertad en Cristo nunca sería evangélica. Nunca se puede forzar en el nombre de Jesús, no se puede hacer a nadie esclavo en nombre de Jesús que nos hace libres».

Pero el Papa asegura que la enseñanza de San Pablo sobre la libertad es sobre todo positiva. «El apóstol propone la enseñanza de Jesús, que encontramos también en el Evangelio de Juan: «Si os mantenéis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos, y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres» (8,31-32). La llamada, por tanto, es sobre todo a permanecer en Jesús, fuente de la verdad que nos hace libres. La libertad cristiana se funda sobre dos pilares fundamentales: primero, la gracia del Señor Jesús; segundo, la verdad que Cristo nos desvela y que es Él mismo».

«En primer lugar», continúa, «es don del Señor. La libertad que los gálatas han recibido – y nosotros como ellos – es fruto de la muerte y resurrección de Jesús. El apóstol concentra toda su predicación sobre Cristo, que lo ha liberado de los vínculos con su vida pasada: solo de Él brotan los frutos de la vida nueva según el Espíritu. De hecho, la libertad más verdadera, la de la esclavitud del pecado, ha brotado de la Cruz de Cristo. Precisamente ahí donde Jesús se ha dejado clavar, Dios ha puesto la fuente de la liberación radical del hombre».

«Esto no deja de sorprendernos», afirma el Papa: «que el lugar donde somos despojados de toda libertad, es decir la muerte, puede convertirse en fuente de la libertad. ¡Pero este es el misterio del amor de Dios! Jesús mismo lo había anunciado cuando dijo: «Por eso me ama el Padre: porque doy mi vida, para recobrarla de nuevo. Nadie me la quita; yo la doy voluntariamente. Tengo poder para darla y poder para recobrarla de nuevo» (Jn 10,17-18). Jesús lleva a cabo su plena libertad al entregarse a la muerte; Él sabe que solo de esta manera puede obtener la vida para todos. Pablo había experimentado en primera persona este misterio de amor. Por esto dice a los gálatas, con una expresión extremadamente audaz: «Con Cristo estoy crucificado» (Gal 2,19)».

«En ese acto de suprema unión con el Señor», asegura el Santo Padre, «él sabe que ha recibido el don más grande de su vida: la libertad. Sobre la Cruz, de hecho, ha clavado «la carne con sus pasiones y sus apetencias» (5,24). Comprendemos cuánta fe animaba al apóstol, qué grande era su intimidad con Jesús y mientras, por un lado, sentimos que a nosotros nos falta esto, por otro, el testimonio del apóstol nos anima».

Francisco continúa con el segundo pilar de la libertad: la verdad. «También en este caso es necesario recordar que la verdad de la fe no es una teoría abstracta, sino la realidad de Cristo vivo, que toca directamente el sentido cotidiano y general de la vida personal. La libertad hace libres en la medida en la que transforma la vida de una persona y la orienta hacia el bien. Para ser realmente libres necesitamos no solo conocernos a nosotros mismos, a nivel psicológico, sino sobre todo hacer verdad en nosotros mismos, a un nivel más profundo».

Concluye afirmando que «ahí, en el corazón, abrirnos a la gracia de Cristo. La verdad nos debe inquietar, nos debe plantear continuamente preguntas, para que podamos ir siempre más al fondo de lo que realmente somos. Descubrimos de esta manera que el de la verdad y la libertad es un camino fatigoso que dura toda la vida. Un camino en el que nos guía y nos sostiene el Amor que viene de la Cruz: el Amor que nos revela la verdad y nos dona la libertad. Y este es el camino de la felicidad».

Vaticano

Los documentos de Juan Pablo I

Rome Reports·6 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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64 carpetas componen los documentos correspondientes a la vida del futuro Juan Pablo I: una documentación que custodia la fundación vaticana que lleva su nombre y que, desde marzo de 2021 se está llevando a cabo el laborioso proceso de ordenarlos y digitalizarlos.


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Vaticano

El niño que consiguió el solideo del Papa Francisco

Rome Reports·6 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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Un niño se acercó al Papa Francisco durante la audiencia del miércoles 20 de octubre para pedirle su solideo. Un gesto que divirtió al Santo Padre y que, finalmente se resolvió al entregarle un miembro del staff papal otro solideo al menor.


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Sagrada Escritura

¿A qué se refiere Jesús cuando recuerda la invitación “Escucha, Israel”?

Josep Boira·6 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Los tres evangelios sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) recogen la respuesta de Jesús a un escriba que le pregunta por el primer mandamiento. Jesús responde citando dos textos de las Escrituras; por un lado Dt 6, 5: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas”; en segundo lugar, cita Lv 19, 18: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”

Mateo y Marcos presentan el relato en el contexto de diversas cuestiones planteadas al Maestro: el pago del tributo al César, la resurrección de los muertos; en tercer lugar, la pregunta del escriba: ¿cuál es el primer mandamiento? En Lucas la cuestión está aislada y sirve de introducción a la parábola del buen samaritano. 

Escucha

En Marcos, el escriba, movido por el asombro ante la anterior respuesta de Jesús, “le preguntó: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?”. A diferencia de las otras cuestiones, en esta no hay intención provocadora, sino asombro y rectitud. En Mateo el asombro es colectivo, y el que pregunta lo hace “para tentarle” (Mt 22, 35). Son diferencias de matiz, que pueden reflejar diversas tradiciones, o énfasis distintos de cada narrador.

Además, en el segundo evangelio, la cita de Deuteronomio incluye también el v. 6, 4: “Escucha, Israel: el Señor es nuestro Dios, el Señor es Uno. Amarás…”. Concretamente el texto de Mc dice así: “Jesús respondió: El primero es: ‘Escucha Israel, el Señor Dios nuestro es el único Señor; y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas’. El segundo es este: ‘Amarás a tu prójimo como a ti mismo’. No hay otro mandamiento mayor que estos” (Mc 12, 29-31). Por un lado, en el mandamiento Jesús incluye la “escucha”, y previo al contendido del mandamiento, nos recuerda que el Señor, es decir, el Dios de Israel, es el único Dios. 

La primera palabra de la cita de Mc (“escucha”) da nombre a la célebre oración que los israelitas: la shemá. También en la Iglesia católica se reza semanalmente en el Oficio divino. El significado del verbo es bastante amplio: “oír”, “escuchar”, “prestar atención”; “hacer resonar”; en sentido subjetivo: “enterarse”, “percatarse”, “ser informado”, “saber”; además, es el término más utilizado para expresar la idea de “obediencia”. “Escuchar” y “obedecer” están íntimamente unidos en el vocabulario bíblico. Por ejemplo, es ilustrativo el caso de Dt 21, donde se habla del “hijo rebelde”: un mismo verbo (shamá) se usa tanto para escuchar como para obedecer: “Si un hombre tuviera un hijo rebelde e incorregible, que no escucha la voz de su padre ni de su madre y, aunque le corrigen, no les hace caso […]. Entonces declararán […]: ‘Este hijo nuestro rebelde e incorregible no escucha nuestra voz…’” (Dt 21, 18-20).

Un doble mandamiento

Con las palabras de Dt 6, el Señor está invitando a su pueblo a recordar todos los bienes que ha recibido de Él, de modo particular la posesión de una tierra: “Escucha, pues, Israel, y esmérate en cumplir lo que te hará feliz y muy numeroso en la tierra que mana leche y miel, según te anunció el Señor, Dios de tus padres” (Dt 6, 3). La escucha-recuerdo de la historia de la salvación permite luego mandar un amor de correspondencia. Además, la confesión del Dios Uno va unida al recuerdo de sus cuidados amorosos. A continuación viene el mandamiento concreto: “Amarás al Señor tu Dios…”. San Juan lo expresará con palabras explícitas: “Nosotros amamos, porque Él nos amó primero” (1 Jn 4, 19).

La escucha-recuerdo de la historia de la salvación permite luego mandar un amor de correspondencia.

Josep Boira

Volvamos a la pregunta del escriba, clara y contundente: “¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?”. Pero Jesús dice que hay dos. En el Antiguo Testamento no aparecen juntos estos dos mandamientos. El segundo aparece en el decálogo desglosado en otros mandamientos; más de 100 veces se menciona al “prójimo”, casi siempre para mandar que sea respetado, él y todo lo que es suyo. Una sola vez, en cambio, en Lv 19, 18, se manda explícitamente “amarás a tu prójimo como a ti mismo” a modo de colofón de un grupo de preceptos relacionados con ese respeto. 

Ante la sabia y novedosa respuesta de Jesús, el asombro del escriba pareció aumentar: “¡Bien, Maestro!” (Mc 12, 32). Pero ese asombro se convirtió luego en silencio: “Y ninguno se atrevía ya a hacerle preguntas” (Mc 12, 34). Era imposible apresar a Jesús con falsas palabras. Su sabiduría asombra y hace callar. Pero los discípulos de Jesús, sencillos como eran, no temían preguntar a Jesús todas sus inquietudes. Y al final, pudieron “escuchar” estos dos mandamientos fundidos en uno solo: “Un mandamiento nuevo os doy: que os améis unos a otros. Como yo os he amado, amaos también unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor unos a otros” (Jn 13, 34-35). Los discípulos lo escucharon y obedecieron, no fueron “hijos rebeldes”. Los discípulos de Jesús del s. XXI también han de ser conocidos por “escuchar-obedecer” a este mandamiento.

El autorJosep Boira

Profesor de Sagrada Escritura

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Evangelización

Renovación parroquial. Misas llenas, misas vacías

La asistencia a misa puede ser un buen termómetro de la salud de la Iglesia. Pero sólo eso, un termómetro, no es el parámetro único que describe toda la realidad.

Juan Luis Rascón Ors·6 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Nos ponemos el termómetro sólo si sospechamos que podemos estar enfermando. Es una forma de chequear nuestro estado, pero no es –ni debe ser–, la única manera si queremos tener un diagnóstico certero. Si nos da 36 grados centígrados, pues muy bien, no hay de qué preocuparse, aunque si no nos encontramos bien habría que seguir buscando. Si pasamos de 37…- hay que empezar a medicarse, quedarse en casa y seguir buscando. Si damos 40 grados centígrados de temperatura lo mejor es ir a urgencias. En cualquier caso, la toma de temperatura será solo un primer paso.

“Tengo la iglesia llena” dicen con satisfacción algunos curas, los menos; “tengo la iglesia bastante llena” dice el cura optimista, “tengo la iglesia medio vacía”, el pesimista; “no me viene nadie a misa” es una declaración de desahucio.

La asistencia a misa puede ser un buen termómetro de la salud de la Iglesia. Pero sólo eso, un termómetro, no el parámetro que describe toda la realidad. Hay que mirar más cosas. Por cierto, cuando no nos preocupa la asistencia a misa, al igual que si no nos preocupa la temperatura corporal, puede ser signo de buena salud.

Hay lugares en los que hace pocos años la iglesia estaba a reventar y hoy son un erial y, por el contrario, hay otros barrios en los que la iglesia estaba vacía y hoy se llena. ¿Qué ha pasado en medio? La evangelización. O la falta de ella.

«La sagrada liturgia no agota toda la acción de la Iglesia» (SC 9): debe ser precedida por la evangelización, la fe y la conversión; sólo así puede dar sus frutos en la vida de los fieles: la Vida nueva según el Espíritu, el compromiso en la misión de la Iglesia y el servicio de su unidad. (Catecismo de la Iglesia Católica, 1072)

La Sagrada Liturgia, es decir la Misa, debe ser precedida por la evangelización. Nos podemos preguntar: ¿Entendemos este “debe ser” en pretérito perfecto o en presente continuo? Si lo entendemos de la primera forma asumiremos que ya se evangelizó, que la asistencia a misa es la consecuencia y que sólo es cuestión de tiempo, y de que la naturaleza haga su trabajo, que la lglesia se vacíe. Si lo entendemos en presente continuo y ponemos la evangelización, hacer discípulos, en el centro de nuestra estrategia y no las meras cifras de asistencia, entonces estamos en un modelo “sostenible” de crecimiento de la lglesia. Y si aparte de la “temperatura” tenemos en cuenta otros parámetros, llegaremos a un diagnóstico mejor de la salud de la Iglesia.

Todo esto nos lleva a considerar a los que van a misa no como asistentes sino como discípulos potenciales. Se trata, no de conservarlos, sino de hacerles crecer.

En algunas parroquias sucede algo curioso. Un porcentaje altísimo de los que llenan la iglesia el domingo no pisan la parroquia durante la semana, y un porcentaje más o menos alto de los que vienen a la parroquia durante la semana no pisan la iglesia el domingo (niños y jóvenes de catequesis, sus padres, usuarios de Cáritas e incluso personas que participan en distintas actividades de la parroquia). Esto nos tiene que hacer pensar si el número de gente que asiste a la misa es el indicador correcto de la salud parroquial.

En definitiva, no se trata de menospreciar a la gente que va a misa, hoy por hoy no es poco, sino de ver cómo hacer que se conviertan en verdaderos discípulos que crecen.

Vaticano

El Papa Francisco expresa su «tristeza y dolor» por las víctimas de abusos en Francia

Francisco pide, tras conocerse el informe sobre abusos en el ámbito eclesial de Francia, que dramas como éste no se repitan.

David Fernández Alonso·5 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Al final de la audiencia general del miércoles, el Papa hizo referencia a que la Conferencia Episcopal Francesa y la Conferencia de Religiosos y Religiosas recibieron el martes el informe de la Comisión Independiente sobre Abusos Sexuales en la Iglesia, encargada de evaluar la amplitud del fenómeno de las agresiones sexuales y la violencia contra los menores desde 1950. «Por desgracia, las cifras son considerables», afirmó.

El Santo Padre, quiso expresar a las víctimas su «tristeza y dolor por el trauma que han sufrido y mi vergüenza, nuestra vergüenza, por el hecho de que la Iglesia no les haya colocado durante demasiado tiempo en el centro de sus preocupaciones, asegurándoles mis oraciones. Y rezo y rezamos todos juntos: «A ti Señor la gloria, a nosotros la vergüenza»: este es el momento de la vergüenza».

«Animo», continuó Francisco, «a los obispos y a vosotros, queridos hermanos que habéis venido aquí a compartir este momento, animo a los obispos y a los superiores religiosos a que sigan haciendo todo lo posible para que no se repitan tragedias similares. Expreso a los sacerdotes de Francia mi cercanía y mi apoyo paternal ante esta prueba, que es dura pero saludable, e invito a los católicos franceses a asumir sus responsabilidades para que la Iglesia sea un hogar seguro para todos. Gracias».

Estados Unidos

Octubre: mes de la protección de la vida en Estados Unidos

La celebración del mes de la protección de la vida es opacada por la propuesta de ley en el Congreso norteamericano.

Gonzalo Meza·5 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Cada año la Iglesia en Estados Unidos celebra el mes del respeto a la vida humana. El primer domingo del mes es el día especialmente designado para ello. Este 2021 ha sido el 3 de octubre. En esta ocasión la fecha se enmarca en el Año de San José, lo cual brinda la oportunidad de resaltar su ejemplo como protector y defensor de la vida humana, don de Dios. Al respecto, Mons. Joseph F. Naumann, Arzobispo de Kansas City y Presidente del Comité de Actividades Pro-Vida de la Conferencia Episcopal Norteamericana señaló: “Al igual que San José, también estamos llamados a cuidar a quienes Dios nos encomendó, en especial las madres y niños vulnerables. Podemos seguir los pasos de San José como protector, abogando en contra del financiamiento de abortos que tienen como objetivo la vida de millones de niños y sus madres”.

Ese llamado se hace aun más relevante tras el proyecto de ley “Protección de la salud de la mujer” (Women’s Health Protection Act, WHPA)  que aprobó  la Cámara de Representantes el 24 de septiembre. Se trata de una de las iniciativas pro-aborto más radicales de la historia.

El proyecto está siendo discutido en estos momentos en la Cámara Alta del Congreso. La embestida contra la vida ya se veía venir con la presente administración demócrata dirigida por el Presidente Joe Biden, pero se hizo aun más agresiva particularmente a partir de la entrada en vigor de la ley “Latido del corazón” en Texas el 1 de septiembre y aunque es una de las más estrictas del país no es la única, desde el 2011 los estados y gobiernos locales han aprobado decenas de leyes similares limitando o restringiendo el acceso a la interrupción voluntaria del embarazo.

De aprobarse, la nueva ley impondría el aborto libre “bajo pedido” (“on demand”) en cualquier etapa del embarazo, desde la concepción hasta antes del nacimiento y en cualquier parte del país. La propuesta invalidaría las leyes federales o estatales vigentes que prohíben, restringen o limitan el aborto. Esta ley tendría prioridad sobre las leyes de objeción de conciencia y de libertad religiosa, las cuales protegen, entre otros, a los profesionales de la salud, proveedores y asociaciones religiosas.

El  proyecto WHPA define el aborto dándole acepciones más allá de sus límites. Además de la interrupción del embarazo, la definición de aborto la extiende a cualquier servicio médico o no médico relacionado y en conjunción con el aborto, antes durante y después del mismo, incluyendo los métodos anticonceptivos y la esterilización (Ya en la mayor parte de los hospitales públicos del país una de los “servicios” que médicos y enfermeras ofrecen a todas madres al dar a luz es la opción de realizarse procedimientos para el control natal permanente) El boceto de ley también hace referencia e incluye los servicios de salud extensivos a la “comunidad LGBTQ”, esto para incluir en la ley el tratamiento de reasignación de sexo. 

Para justificar el falaz argumento de la Cámara de Representantes, la ley modifica a su antojo una serie de conceptos que desde el punto de vista jurídico y bioético son absurdos o simples quimeras mal construidas, pues eleva el aborto a rango de “derecho constitucional” y “derecho humano fundamental”. Según la Cámara Baja “los servicios de aborto son esenciales para la atención médica y el acceso a esos servicios es fundamental”. Añade también que la “justicia reproductiva es un derecho humano que se logrará cuando todas las personas puedan tomar decisiones sobre su cuerpo, salud y sexualidad con dignidad y autodeterminación”.

La iniciativa señala que las restricciones a la salud reproductiva perpetúan los sistemas de opresión, entre ellos la supremacía blanca y el racismo contra los negros, legado que “se ha manifestado en la esclavitud, la experimentación y las esterilizaciones forzadas. Ese legado de restricciones no es cosa del oscuro pasado, sino que se hace evidente en las restricciones a la salud reproductiva” actuales pues constituyen un “mecanismo de opresión de género” enraizadas en la “misoginia”. 

Los errores conceptuales del proyecto son visibles aun para los que no son expertos. No se entiende por qué el matar a un ser humano indefenso en el vientre de su madre sea un “derecho constitucional, humano fundamental” o sea un “mecanismo de opresión”. En ese sentido, ya desde la entrada en vigor el 1 de septiembre de la Ley latido del corazón, los obispos de Texas habían respondido que el aborto no es un derecho humano pues constituye en sí mismo un rechazo al derecho humano fundamental a la vida.

El aborto, añadían, tampoco constituye “asistencia a la salud” ni ayuda a las mujeres pues no se trata de un asunto de género: “El aborto no es ni será jamás la respuesta, pues se está quitando la vida a una ser humano inocente”. En ese sentido el Arzobispo Naumann señaló que esta oscura iniciativa de la Cámara de Representantes se basa en una narrativa falsa y desesperada. Se habla del aborto, como si fuera el equivalente moral a la eliminación de un apéndice indeseado, que estorba o que hace mal. Además, “es una propuesta radicalmente opuesta al sentimiento de los estadounidenses. Como nación construida sobre el reconocimiento de que todo ser humano está dotado por su Creador de los derechos inalienables a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad, este proyecto de ley es una completa injusticia”, dijo Mons. Naumann.

El día y el mes dedicados a la protección a la vida son una oportunidad para concienciar a los católicos de los peligros que traería esta oscura iniciativa de ley. También dará la oportunidad a los feligreses de todo el país de conocer, acercarse y apoyar las diversas instituciones promovidas por la Iglesia para proteger la vida humana, desde grupos pro-vida, organizaciones de apoyo para madres embarazadas, hasta hospitales o centros de atención donde las madres pueden encontrar una verdadera respuesta integral al don de la vida. En esta tarea, uno de los más poderosos intercesores es sin duda San José. 

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Familia

Primacía de la persona y familia

Como afirmaba san Juan Pablo II, "la familia está llamada a ser el primer lugar en que cada persona es querida por sí misma, valorada por lo que es y no por lo que tiene".

José Miguel Granados·5 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

De la ágil pluma de Charles Dickens -convertida con frecuencia en ariete de espadachín- brota la caricatura cómica de hipócritas redomados, como Mr. Seth Pecksnif, en la novela Vida y aventuras de Martin Chuzzelwit. Se trata de un embaucador tramposo, dotado de una profusa y asombrosa retórica de engaño. Pretende ser maestro de arquitectura. Enmascara con su fatua locuacidad teatral de gestos ampulosos las intenciones mas aviesas. Sus hijas Charity y Mercy, sometidas a semejante lamentable “modelo”, cosecharán los frutos amargos del cinismo y de la codicia de su progenitor.

La lógica del don

La honestidad y la coherencia de vida y de lenguaje resultan imprescindibles para una comunicación interpersonal profunda y enriquecedora. Así lo requiere la dignidad de la persona humana -su altísimo valor-, que nace precisamente de su condición de sujeto amado personalmente por el Creador. La vocación correlativa de todo hombre consiste en donarse generosamente a los demás, buscando el verdadero bien del otro. 

Así enseñaba el Concilio Vaticano II: “el hombre, única criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí mismo, no puede encontrar su propia plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás (constitución Gaudium et spes, n. 24). La lógica del don descifra el misterio del ser humano, a la luz de la manifestación y de la donación divinas, que culminan en el derroche de bendiciones con Cristo, el Verbo encarnado (cf. Ef 1,3-14; Gaudium et spes, n. 22).

Por ello, cualquier forma de utilización interesada de alguien desdice radicalmente de su condición. Resulta inmoral el rebajamiento o la reducción de un ser humano a instrumento. Aunque con justificaciones retóricas se disimulen los indecentes motivos hedonistas, pragmáticos, económicos, eugenésicos, etc. 

En este sentido, Juan Pablo II formulaba con énfasis la que llamaba “norma personalista”: “La persona jamás ha de ser considerada un medio para alcanzar un fin; jamás, sobre todo, un medio de «placer». La persona es y debe ser sólo el fin de todo acto. Solamente entonces la acción corresponde a la verdadera dignidad de la persona” (Carta a las familias, n. 12).

La familia está llamada a ser el primer lugar en que cada persona es querida por sí misma, valorada por lo que es y no por lo que tiene (cf. Juan Pablo II, Homilía de la Misa para las familias, 2-11-1982). Ha de ser el primer ámbito de acogida del ser humano, donde se supera la lógica perversa de la competitividad excluyente que margina al débil, y se sustituye por la dinámica de aceptación incondicional, de protección, de educación adecuada y de promoción hacia la mejoría y la excelencia de cada miembro. Además, la familia de sangre tiene la misión de transmitir a toda la sociedad ese trato familiar y delicado hacia cada miembro de la familia humana.

Diálogo sincero

El proyecto de vida conyugal y la convivencia de la comunidad familiar requieren la apertura a un intercambio personal auténtico y profundo. Cualquier forma de doblez, de falta de rectitud en la intención, de uso del prójimo, impide la construcción de un hogar. La buena comunicación es imprescindible en la tarea de buscar los mejores modos para crecer juntos y así desarrollar al máximo las capacidades de cada uno de los miembros de la comunidad.

Francisco afirma que “el diálogo es una forma privilegiada e indispensable de vivir, expresar y madurar el amor en la vida matrimonial y familiar. Pero supone un largo y esforzado aprendizaje. Varones y mujeres, adultos y jóvenes, tienen maneras distintas de comunicarse, usan un lenguaje diferente, se mueven con otros códigos. El modo de preguntar, la forma de responder, el tono utilizado, el momento y muchos factores más, pueden condicionar la comunicación. Además, siempre es necesario desarrollar algunas actitudes que son expresión de amor y hacen posible el diálogo auténtico” (exhortación Amoris laeitita, n. 136).

Plegaria familiar

La oración cristiana, entendida como diálogo del creyente con el Dios trinitario que es comunión de Amor y comunicación en la intimidad personal, propicia una comprensión de la vida humana en toda su grandeza, como esfuerzo por compartir el propio mundo interior con los demás, en el intercambio de una relación de donación. El trato confiado con el buen Dios Padre mejora las actitudes y las relaciones humanas. 

Además, en la plegaria conyugal y familiar el otro es descubierto en toda su grandeza de persona y como un auxilio oportuno, como un don para salir del aislamiento estéril y crecer juntos: para aceptar y secundar el plan de Dios, su historia de amor con nosotros. 

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Vaticano

«Saberse pequeños es indispensable para acoger al Señor»

El Papa Francisco ha reflexionado sobre la importancia de "reconocerse pequeño", como "punto de partida para llegar a ser grande", durante el rezo del Angelus el domingo en la plaza de San Pedro.

David Fernández Alonso·4 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco ha comentado un pasaje del Evangelio del domingo destacando una «reacción de Jesús más bien insólita: se indigna».

Francisco añade que «lo que más sorprende es que su indignación no es causada por los fariseos que lo ponen a prueba con preguntas sobre la licitud del divorcio, sino por sus discípulos que, para protegerlo de la aglomeración de gente, riñen a algunos niños que habían sido llevados a Jesús. En otras palabras, el Señor no se indigna con quienes discuten con Él, sino con quienes, para aliviarle el cansancio, alejan de Él a los niños. ¿Por qué?».

«Recordemos», dice, «-era el Evangelio de hace dos domingos- que Jesús, realizando el gesto de abrazar a un niño, se había identificado con los pequeños: había enseñado que precisamente los pequeños, es decir, los que dependen de los demás, los que tienen necesidad y no pueden restituir, han de ser servidos los primeros (cfr. Mc 9,35-37). Quien busca a Dios lo encuentra allí, en los pequeños, en los necesitados no solo de bienes, sino también de cuidados y de consuelo, como los enfermos, los humillados, los prisioneros, los inmigrantes, los presos. Allí está Él. He aquí por qué Jesús se indigna: cada afrenta hecha a un pequeño, a un pobre, a un indefenso, se le hace a Él».

«Hoy el Señor retoma esta enseñanza y la completa. De hecho, añade: «El que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él» (Mc 10,15). Esta es la novedad: el discípulo no solo debe servir a los pequeños, sino que también ha de reconocerse pequeño él mismo. Saberse pequeños, saberse necesitados de salvación, es indispensable para acoger al Señor. Es el primer paso para abrirnos a Él. Sin embargo, a menudo nos olvidamos de esto. En la prosperidad, en el bienestar, vivimos la ilusión de ser autosuficientes, de bastarnos a nosotros mismos, de no tener necesidad de Dios. Es un engaño, porque cada uno de nosotros es un ser necesitado, pequeño».

«En la vida», continúa el Papa, «reconocerse pequeño es el punto de partida para llegar a ser grande. Si lo pensamos bien, crecemos no tanto gracias a los éxitos y a las cosas que tenemos, sino, sobre todo, en los momentos de lucha y de fragilidad. Ahí, en la necesidad, maduramos; ahí abrimos el corazón a Dios, a los demás, al sentido de la vida. Cuando nos sintamos pequeños ante un problema, una cruz, una enfermedad, cuando experimentemos fatiga y soledad, no nos desanimemos. Está cayendo la máscara de la superficialidad y está resurgiendo nuestra radical fragilidad: es nuestra base común, nuestro tesoro, porque con Dios las fragilidades no son obstáculos, sino oportunidades».

«De hecho», concluye el Papa, «precisamente en la fragilidad descubrimos cuánto nos cuida Dios. El Evangelio de hoy dice que Jesús es muy tierno con los pequeños: «Los abrazó y los bendijo, imponiéndoles las manos» (v. 16). Las contrariedades, las situaciones que revelan nuestra fragilidad son ocasiones privilegiadas para experimentar su amor. Lo sabe bien quien reza con perseverancia: en los momentos oscuros o de soledad, la ternura de Dios hacia nosotros se hace -por así decir- aún más presente. Nos da paz, nos hace crecer. En la oración, el Señor nos abraza como un papá a su niño. Así nos hacemos grandes: no con la ilusoria pretensión de nuestra autosuficiencia, sino con la fortaleza de depositar en el Padre toda esperanza. Justo como hacen los pequeños».