1 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 2minutos
El 17 de octubre ha comenzado la fase diocesana del Sínodo de los Obispos, que el Papa Francisco había iniciado en Roma para la Iglesia universal una semana antes. Los lectores ya saben que se trata de una convocatoria singular, concebida como un proceso de tres años de duración, que recorrerá varias fases; y que, a diferencia de Sínodos anteriores, no se centrará en el debate o estudio de un tema determinado. Su intención principal es que cada uno de los bautizados se sepa responsable de la Iglesia a la que pertenecen, y tanto él o ella como la Iglesia misma abracen ilusionados su misión evangelizadora.
Monseñor Luis Marín de San Martín, Subsecretario del Sínodo de los Obispos, lo explica detalladamente en una entrevista para este número de Omnes. Sus declaraciones explicitan el contenido de intervenciones recientes del Papa Francisco, concretamente la alocución a los fieles de la diócesis de Roma en el mes de septiembre; El discurso de inauguración del proceso sinodal el día 9 de octubre, así como la homilía pronunciada en la Misa de apertura del Sínodo el 10 de octubre.
Además del recorrido sinodal recién iniciado, queremos destacar otros temas en este número de Omnes. Uno es el artículo de la sección En las raíces de nuestra Tradición, centrado en los evangelios apócrifos. Son escritos que han atraído la atención de muchos en los últimos tiempos, y desde luego son testimonios relevantes de la vida de la Iglesia entre los siglos II y V.
Continuando con la atención que presta Omnes a la teología contemporánea, en este número ofrecemos el artículo sobre Gustave Thils en la serie que conduce Juan Luis Lorda; y explicamos en otro lugar la tarea de la Fundación Vaticana Joseph Ratzinger-Benedicto XVI. Esta fundación concede cada año sus premios a teólogos renombrados. En 2021 los premiados han sido los alemanes Hanna-Barbara Gerl-Falkovitz y Ludger Schwienhorst-Schönberger, la primera de los cuales participará en un Foro Omnes el próximo diciembre. Ya en primavera de este año celebramos un Foro Omnes con Tracey Rowland, premiada en 2020 junto con Jean-Luc Marion. Los cuatro recibirán la distinción de manos del Papa el día 13 de noviembre.
La entrevista con el europarlamentario Jaime Mayor Oreja es muy ilustrativa sobre el momento cultural de los católicos en Europa y el contexto social que han de contribuir a conformar. En el horizonte cultural se mueven también las iniciativas en favor de la vida, como las marchas anuales que se han extendido en muchas ciudades. Ahora informamos de la primera marcha pro-vida que ha tenido lugar en Finlandia.
Destacamos finalmente informaciones sobre el Año Jubilar con motivo del transcurso de los primeros 250 años desde que san Junípero Serra fundaran la Misión San Gabriel Arcángel, la primera iglesia en lo que ahora es la arquidiócesis de Los Ángeles, y de otras celebraciones relacionadas con aquellos hitos clave en el primer anuncio del Evangelio en tierras de Norteamérica.
Comentario a las lecturas de la Solemnidad de Todos los Santos (B)
Andrea Mardegan comenta las lecturas de Todos los Santos y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.
Andrea Mardegan·1 de noviembre de 2021·Tiempo de lectura: 2minutos
En la solemnidad de todos los santos leemos en el Apocalipsis: “Después de esto, en la visión, apareció una multitud inmensa, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas, de pie ante el trono y ante el Cordero, vestidos con túnicas blancas, y con palmas en las manos. Y clamaron a gran voz: ‘¡La salvación viene de nuestro Dios, que se sienta sobre el trono, y del Cordero!’”. Visión consoladora de los santos del cielo, hombres y mujeres normales que no tendrán proceso de beatificación, los de la “puerta al lado”.
El abuelo; la abuela; la maestra de secundaria; el panadero; el taxista. El vagabundo que dormía bajo el soportal; el guía de montaña prudente; el magistrado que hace justicia no obstante las presiones de los potentes; la empresaria que subió un fracaso porque no pagaba sobornos. La madre sobrecogida del trabajo en casa y con los hijos, nunca un día libre. La nuera paciente con la suegra; el sacerdote que terminó en la cárcel pero era inocente; el político que tuvo que dimitir por la campaña periodística contra él, pero no había hecho nada malo. La señora que no atendía a los chismes de sus amigas en los bancos del parque, sino que daba un giro positivo a los discursos. La pastelera con la baliza exacta y pasteles ricos. El futbolista que no lastimaba a sus oponentes y los aplaudía cuando jugaban bien. Los soldados que dialogaban y ayudaban a las poblaciones pobres y nunca las explotaron, sino que las promovieron. El empleado con los días todos iguales, pero alegre en casa. La periodista que siempre decía la verdad. El cantautor que cantó la maravilla de la vida y del amor, y que llenaba de emoción a la gente con su música de sublime belleza. La monja sonriente y cariñosa incluso cuando el día era duro. Aquel a quien todo le salía mal pero se lo ofrecía a Dios. El obispo que de verdad era un padre. El confesor que te ponía siempre frente a Cristo y a su amor. El esposo que amaba a su esposa como ella quería ser amada. El padre que por la noche olvidaba su cansancio y jugaba con los niños. La estudiante que estudiaba y en su tiempo libre ayudaba a los pobres.
Todos y todas habían lavado sus ropas con la sangre del Cordero. Son bienaventurados en el cielo porque para hacer el bien han vivido la pobreza de espíritu. Han llorado, han sido mansos. Han deseado la justicia. Han sido misericordiosos. De corazón puro, desprendidos de sí mismos, con la misma mirada de Dios sobre las criaturas. Han llevado la paz a su alrededor. Han sido perseguidos a causa de Cristo, y recibido insultos y toda clase de maldades. Ahora se regocijan y exultan, porque gozan de una gran recompensa en los cielos. Y nosotros con ellos. Nos dan esperanza.
La homilía sobre las lecturas de la Solemnidad de Todos los Santos
El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.
40 días por la vida: «Nuestra presencia recuerda que hay alternativas al aborto»
40 días que han salvado más de un centenar de vidas. Desde el inicio de la campaña, el del 22 de septiembre hasta el 31 de octubre, decenas de personas se han concentrado ante clínicas donde se practican abortos con una finalidad: rezar por las mujeres que acuden a estos centros y, siempre que ellas decidan acercarse, ofrecerles recursos y posibilidades para llevar adelante su embarazo y poder tener su hijo o hija.
La campaña de 40 días por la vidaha terminado pero la labor de estos voluntarios y asociaciones no se termina nunca. Marcos y Nayeli, coordinadores de 40 días por la vida en nuestro país destacan que «rezar delante de un abortorio es estar en la última línea de batalla» y demandan información sobre las alternativas ya ayudas a las que pueden acceder muchas de estas madres que acuden a abortar por causas «económicas, emocionales, inseguridad con un embarazo inesperado y cómo encajar esa circunstancia en su proyección personal y/o profesional».
–¿Cómo estais viviendo desde dentro estos días por la vida?
Humanamente hemos vivido ocasiones de preocupación pensando en los turnos que quedaban pendientes por cubrir y para nuestra sorpresa había gente que no se había apuntado y que estaban allí rezando. Así que como organizadores nos ha enseñado a poner la confianza en Dios. Hemos sido testigos de cómo Dios obra y hace suya esta iniciativa y de cómo transforma corazones. Todo lo vivido en estos días como organizadores también nos ha ayudado a crecer en nuestra relación con Dios. Él siempre supera nuestras expectativas.
– Hay quienes os acusan de «acosar» a las madres ¿cómo se hace este acercamiento a las madres?, ¿se acercan más ellas a vosotros? ¿Os lo agradecen?
Nuestra función consiste en rezar, no nos acercamos a las madres. Nuestra presencia es un recordatorio de que existen otras alternativas y si ellas se acercan, les tendemos la mano. Sí que hay mujeres que nos lo agradecen, incluso alguna nos ha comentado que ojalá hubiéramos estado allí el día que ella entró a abortar.
–En este tiempo de 40 días, más de un centenar de niños ha sido salvado, ¿cuales son las causas que llevan a estas madres a querer acabar con sus hijos?, ¿cómo se las acompaña después?
Las causas son muy diversas: económicas, emocionales, inseguridad con un embarazo inesperado y cómo encajar esa circunstancia en su proyección personal y/o profesional… Lo importante es que apuesten por defender la vida que llevan dentro. Las personas que las acompañan establecen vínculos personales que van más allá de una mera presencia física hasta el momento del parto y que perduran después de ese momento. Con frecuencia, las mismas madres que un día pensaron abortar y finalmente optaron por seguir adelante, establecen grupos entre ellas y se reúnen. En ocasiones, también se las ayuda ofreciéndoles ayuda para insertarse en el mercado laboral, con formaciones específicas o apoyo para homologar titulaciones obtenidas en otros países.
Lo importante sería que antes de que la mujer llegue a abortar, sepa que existen otras alternativas y que su difusión fuera más transparente.
Marcos / Nayeli
–¿Cómo se puede seguir apoyando esta campaña?
Diciendo sí a participar en las futuras campañas. Aunque lo ideal sería que no fuera necesaria ninguna campaña. Rezar delante de un abortorio es estar en la última línea de batalla… Lo importante sería que antes de que la mujer llegue allí, sepa que existen otras alternativas y que su difusión fuera más transparente. Legalmente está regulado que se debe ofrecer información ante un embarazo no deseado pero en la práctica, la información que se ofrece no es completa y va en una única dirección, que es precisamente la que nos lleva a ponernos a rezar delante de las clínicas.
Entre los días 31 y 12 de Noviembre 2021 se desarrollará en Glasgow una nueva conferencia de las partes (COP) del tratado de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, en este caso la número 26. Se trata de una oportunidad clave para mostrar el compromiso real de los países firmantes del tratado de Paris con la mitigación del cambio climático.
Emilio Chuvieco·31 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 6minutos
La recuperación después de la pandemia está ya siendo evidente en muchos países, pero es preciso que tenga un signo distinto: no podemos seguir el modelo energético pasado si queremos estabilizar la temperatura del planeta en el límite de 1,5◦ que recomiendan los científicos. Para ello, es preciso que las principales economías mundiales dejen de ser emisoras netas de gases de efecto invernadero (GEI): esto significa, en pocas palabras que nuestra economía deje de depender de los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas natural…) y pase a sustentarse sobre las energías de baja emisión, principalmente renovables (hidráulica, biomasa, solar, eólica, geotérmica) y, mientras no sea posible una sólida alternativa, nuclear.
El último informe del panel intergubernamental de cambio climático, publicado este verano, deja claras cuáles son las tendencias de calentamiento global, observables no solo en los registros térmicos, sino también en los deshielos masivos de las masas de hielo marino y continental (sobre todo en el hemisferio Norte), la reducción de los glaciares, o la creciente presencia de anomalías extremas (inundaciones, incendios, sequías…).
Tras varias décadas de debate científico, me parece que no tiene sentido seguir discutiendo sobre aspectos en los que la ciencia ha encontrado una enorme convergencia. Con las incertidumbres que todo conocimiento científico lleva consigo, es preciso pasar a la acción, convertir las declaraciones más o menos retóricas en hechos y disposiciones concretas. Por eso, creo que es el momento de centrarnos en los aspectos éticos del cambio climático, porque es ahí donde estamos encontrando las principales barreras para adoptar los compromisos que la seriedad del problema requiere.
La ciencia ya ha hecho su cometido, aunque obviamente tiene que seguir entendiendo mejor el problema y ayudarnos a adaptarnos, y ahora es preciso pasar a los compromisos morales, que se concreten en objetivos tangibles y eficaces. ¿Cuáles son las bases éticas para actuar en el cambio climático? Resumiré las que me parecen más destacadas:
La primera es un elemental principio de precaución, que nos lleva a evitar todo aquello que pueda tener efectos graves, aunque no tuviéramos una certeza de que se produjeran. Basta un grado razonable de conocimiento para que no traspasemos unas líneas que pueden conducirnos a catástrofes. En la carta de la Tierra, aprobada en NN.UU. en 1982 se indicaba claramente que: «Aquellas actividades que probablemente impliquen un riesgo para la naturaleza serán precedidas de una verificación exhaustiva; sus proponentes deben asegurar que los beneficios esperables superan con creces al daño potencial que pueden generar, y cuando esos efectos no sean completamente entendidos, esas actividades no deberían llevarse a cabo» (United Nations, World Charter for Nature, Resolution 37/7, 1982, 11.b).
En definitiva, revisar lo que está en juego y evitar acciones que pueden provocar daños considerables, aunque esos daños solo sean probables es un principio elemental del comportamiento humano. Los escenarios futuros de calentamiento llevan consigo amenazas suficientemente graves para que tomemos las medidas que sean necesarias ahora para evitarlas. Sabemos que esos modelos plantean simulaciones probabilísticas, pero son las mejores que disponemos para actuar. No tiene sentido retrasarlas decisiones porque no estemos seguros de lo que va a ocurrir. De esa forma, no haríamos seguros de coche o de vivienda o de viaje, no tendríamos sistemas de protección civil ante catástrofes, no planificaríamos el futuro, y todos de una forma u otra lo hacemos.
El segundo principio ético es el de la responsabilidad. Obviamente las decisiones para evitar un impacto deberían tomarse por aquellos que lo han causado. En el caso del cambio climático, esto se traduce en que las responsabilidades son globales, pues todos los países las han causado de una forma u otra, pero obviamente son diferenciadas, porque la mayor parte de los GEI que realzan ahora el efecto invernadero en la atmósfera se han emitido por los países más industrializados.
Es preciso considerar las emisiones acumuladas, en donde los países industrializados obviamente tenemos el peso principal. (ver figura). Esto supone que no podemos pedir el mismo grado de sacrificio a países que acaban de incorporarse al grupo de emisores netos (caso de China o la India), que a los que venimos siéndolo desde hace muchas décadas.
El papa Francisco también hacía mención a esta idea de responsabilidad diferenciada en la Laudato si: “Por eso, hay que mantener con claridad la conciencia de que en el cambio climático hay responsabilidades diversificadas, (…) No hay fronteras ni barreras políticas o sociales que nos permitan aislarnos, y por eso mismo tampoco hay espacio para la globalización de la indiferencia» (Papa Francisco, Laudato si, 2015, n. 52). En este sentido, que el gobierno federal de EE.UU. se haya negado a contribuir a la mitigación del cambio climático –desoyendo lo que su propia comunidad científica indica- me parece una actitud profundamente irresponsable, aunque, también es de justicia decirlo, el país en su conjunto ha reducido sus emisiones sobre los niveles de 1990, sobre todo por la acción de gobiernos estatales y locales. Sin duda, la actitud de EE.UU. será una las claves del éxito de la COP26, esperando que lidere los compromisos de reducción de emisiones propios y el impulso para los países en desarrollo.
Fig. Emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) acumuladas por las grandes economías mundiales. (Fuente: Global Carbon Budget 2020).
La responsabilidad también hace referencia a la capacidad para responder. Somos precisamente los países industrializados los que tenemos más capacidad de realizar los cambios necesarios en nuestro modelo energético y ayudar a otros a los que lo hagan. Aquí se produce otra manifestación de las responsabilidades compartidas. No se puede pedir el mismo esfuerzo a economías pobres o en desarrollo de aquellas que tienen un alto nivel de vida, quizá como consecuencia de emisiones pasadas. En este sentido, también conviene considerar a las emisiones per cápita como un factor clave en la asunción de responsabilidades. China es actualmente el primer emisor de GEI, pero su tasa per cápita es inferior a la de EE.UU., Canadá o Australia. Aún más, en esta dimensión ética, hemos de considerar que China, la India o Brasil están emitiendo más para nuestro propio consumo. Los balances nacionales de emisiones tienen en cuenta la producción, pero no el consumo. Si se asignara a cada país la huella de carbono de los bienes que consume, sin duda la nuestra seguiría siendo mucho más alta que la de los países emergentes.
La tercera dimensión ética es la solidaridad intergeneracional. Sin duda el elemento más interesante del movimiento que inició Greta Thunberg es subrayar precisamente ese factor. Somos herederos de quienes nos precedieron y disfrutamos de bienes que en buena parte son fruto de su trabajo. No podemos ahora beneficiarnos caprichosamente de recursos y energía que van a ser necesarios para quienes continuarán viviendo en este planeta tras nuestra marcha. Sería profundamente injusto.
Somos precisamente los países industrializados los que tenemos más capacidad de realizar los cambios necesarios en nuestro modelo energético.
Emilio Chuvieco
Aunque es muy difícil calcular los impactos económicos de los futuros escenarios de cambio climático, algunos economistas han realizado este ejercicio basado en los mejores modelos climáticos. La estimación que aparece en la figura supone que la mayor parte de los países más vulnerables (tropicales y templados del hemisferio sur) serán los más perjudicados por los cambios previsibles (fig. 2). De nuevo, la justicia ambiental requiere una acción más decidida para evitar que estos efectos lleguen a producirse.
Fig. 2: Simulación de los cambios en el PIB per capita respecto a un future sin cambio climático. Tomado de: Burke et al. (2015): Global non-linear effect of temperature on economic production, Nature 527(7577.
Finalmente, me parece necesario recuperar el impacto que sobre este debate tiene la ética de la virtud de Aristóteles. La acción climática puede tener muchas motivaciones: la responsabilidad ética o el miedo a la catástrofe parecen las más frecuentemente invocadas. Me parece, sin embargo, que la más importante es apelar a los valores que nos hacen mejores.
Tenemos que llevar una vida más austera porque eso nos hará más felices, sabiendo que estamos compartiendo los recursos y la energía con quienes lo necesitan, con las personas más vulnerables, con las demás formas de vida y con las generaciones futuras. Tener más, consumir superfluamente no nos hace más felices y además tiene impactos negativos en las demás personas y en los ecosistemas, que son necesarios para nuestra propia existencia. «Mientras más vacío está el corazón de la persona, más necesita objetos para comprar, poseer y consumir», nos recordaba el Papa Francisco en la Laudato si. No es una cuestión solo de responder a una crisis, sino sobre todo de reconducir los valores que guían nuestra sociedad, de generar un modelo de progreso que ponga en el centro a los seres humanos, a las familias, a las relaciones entre las personas. Creo que todos en el fondo nos damos cuenta que las cosas que realmente valen en esta vida no se compran, y que un modelo de vida más frugal, más cercana no solo ayudará al ambiente, sino también a nuestro propio equilibrio interior.
Tenemos que llevar una vida más austera porque eso nos hará más felices, sabiendo que estamos compartiendo los recursos y la energía con quienes lo necesitan, con las personas más vulnerables, con las demás formas de vida y con las generaciones futuras.
Emilio Chuvieco
El autorEmilio Chuvieco
Catedrático de Geografía de la Universidad de Alcalá.
Pulso de Australia Occidental a la Iglesia por el secreto de confesión
El arzobispo de Perth, capital del Estado de Australia Occidental, Monseñor Timothy Costelloe SDB, ha manifestado su oposición a la reciente ley que obliga a los sacerdotes a vulnerar el sello de confesión para denunciar abusos sexuales a menores, y romper lo que denomina “la confidencialidad del confesionario”.
Rafael Miner·30 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 5minutos
El parlamento de Australia Occidental ha aprobado la semana pasada el proyecto de ley denominado Community and Family Services Amendment Bill 2021, por el que se eliminan las protecciones de la ley civil a la confidencialidad del sello o secreto de confesión, y se obliga a los sacerdotes a denunciar abusos sexuales a menores, incluso si se manifiestan bajo el sello de la confesión.
Un comunicado de prensa del gobierno de ese Estado australiano señala que “no habrá excusa para no haber hecho una revelación obligatoria”, incluso si el capellán recibió la información durante una confesión. Además de los sacerdotes, religiosos o capellanes, los cambios extienden las leyes de notificación obligatoria a los trabajadores de la primera infancia, los de atención fuera del hogar, psicólogos registrados, consejeros escolares y los trabajadores de la justicia juvenil.
En pocos días, el arzobispo de Perth, Timothy Costelloe, salesiano, en una carta pastoral que pueden consultar aquí, ha manifestado que “la reciente aprobación de legislación por el parlamento estatal que elimina las protecciones de la ley civil en torno a la confidencialidad del confesionario me ha decepcionado y preocupado profundamente, ya que sin duda también ha preocupado a muchos de ustedes”.
A su juicio, “esta decisión del parlamento estatal no solo criminaliza potencialmente la fidelidad a una dimensión esencial de la práctica de nuestra fe católica por parte de nuestros sacerdotes, sino que tampoco conlleva ninguna garantía de que ningún niño estará mejor protegido del abuso debido a esta decisión”.
Al arzobispo le preocupa “igualmente que parezca que se ha prestado poca o ninguna atención al testimonio de las [víctimas] sobrevivientes de abuso sexual, que han hablado de la importancia de la confidencialidad del confesionario para brindarles un lugar seguro en el que compartir sus historias y buscar información. apoyo y asesoramiento. ¿Por qué parece que su experiencia no tiene importancia o credibilidad?”, se pregunta. Según fuentes citadas por Die Tagespost, como el portal Mercatornet, abolir el sello de confesión “volverá a traumatizar a las víctimas de abusos. El confesonario era un espacio seguro donde las víctimas pueden participar en el proceso de curación. No más”.
Decisión contraria al comité legislativo
Por otra parte, añade el arzobispo de Perth, “es particularmente preocupante que la opinión mayoritaria del comité legislativo establecido por el gobierno para investigar este asunto no haya sido aceptada por el parlamento”.
“En una decisión por mayoría de 3-2, este comité recomendó que las divulgaciones hechas en el contexto de una confesión religiosa no deberían estar sujetas a las nuevas leyes de informes obligatorios”, ha explicado el arzobispo Costelloe, natural de Melbourne, que es miembro del Comité permanente, la comisión de Obispos para la Doctrina y la Moral y la comisión de Obispos para la Educación Católica, en la Conferencia de Obispos Católicos de Australia.
Sobre Perth, que es la cuarta ciudad del Estado, con 2,12 millones de habitantes, no viene mal mirar el mapa y averiguar que la ciudad más cercana con una población de más de un millón de personas es Adelaida, a 2.100 kilómetros de distancia, lo que convierte a Perth en la ciudad con más de un millón de habitantes más aislada del mundo. En cuanto a su arzobispo, fue nombrado por el Papa Benedito XVI en 2012, tras ser varios años obispo auxiliar de Melbourne.
“El sacerdote brinda apoyo y acompañamiento”
El arzobispo Costelloe prosigue diciendo, como resume Jamie O’Brien en la web de la archidiócesis, que algunas personas parecen haberse formado la opinión de que si una persona revela durante la confesión que ha sido abusada, el sacerdote no puede ni hará nada. “Esta es una presentación ignorante o deliberadamente engañosa de la forma en que se practica la confesión en la Iglesia Católica. Un sacerdote hará todo lo posible para brindar asesoramiento, apoyo y acompañamiento si la persona que hace la revelación está abierta a esto”, señala.
“Todo lo que esa persona necesita hacer es aceptar compartir su historia con el sacerdote fuera del contexto de la confesión. Sin embargo, el sacerdote, según la enseñanza católica, no debe traicionar la confianza de la persona que acude a él en el confesonario”, señala el arzobispo.
“La experiencia de la confesión es un encuentro personal entre esa persona y Cristo. En la enseñanza católica, el sacerdote actúa en la persona de Cristo en este encuentro. En un sentido muy real, la revelación se hace a Cristo quien, en la persona del sacerdote, escucha, aconseja, anima y ayuda a esa persona de todas las formas posibles. No traiciona la confianza de esa persona”.
Son las mismas ideas que recogió hace unos días Omnes del cardenal Mauro Piacenza, Penitenciario Mayor de la Iglesia. “El penitente no habla al confesor hombre sino a Dios. Tomar posesión de lo que es de Dios sería sacrilegio. Se protege el acceso al mismo sacramento, instituido por Cristo, para ser puerto seguro de salvación para todos los pecadores”. Sin embargo, aclaró, “esto no impide que el confesor recomiende vivamente al mismo menor que denuncie el abuso a sus padres, educadores y a la policía”.
Ahora se pierde la posibilidad de convencerle
El sacerdote hará todo lo que esté a su alcance para convencer al agresor confeso de que debe entregarse a la policía, subraya también el arzobispo australiano. “Aunque parezca improbable que un abusador esté de acuerdo con esto, al menos existe la posibilidad. Sin embargo, con la aprobación de esta ley es casi inconcebible que un perpetrador se ponga en riesgo de ser descubierto”.
“Por lo tanto”, añade el arzobispo Costelloe, “se perdería cualquier posibilidad ciertamente pequeña que un sacerdote pudiera tener de tratar de convencer a un perpetrador del mal de sus acciones y alentar u ordenar a esa persona que acuda a la policía. Y, por supuesto, si un perpetrador se arriesgaba a confesarse, seguramente acudiría a un sacerdote que no pudiera identificarlo. y que se confesó en un entorno que garantizaba el anonimato”.
En consecuencia, según el arzobispo, “es legítimo preguntar sobre la viabilidad y la aplicabilidad del cambio legislativo, y esto, por supuesto, plantea la pregunta de por qué se permitió que esta legislación pasara por nuestro parlamento en primer lugar. Sin duda, una prueba clave de la idoneidad de una ley debe ser su aplicabilidad”.
Datos, y reacción
Jamie O’Brien informa de que otros Estados, como Queensland y Victoria, también han implementado una legislación similar. El tema ha sido candente en los estados australianos después de que la Comisión Real de Respuestas Institucionales al Abuso Sexual Infantil publicara su informe final a fines de 2017. En él se señalaba que “el 36 por ciento de los sobrevivientes de abuso que se dieron a conocer reportaron abuso en instituciones católicas”, dice O’Brien.
“Mucha gente me criticará a mí y a la Iglesia católica en general por su oposición a este cambio legislativo. Buscarán pintar a la Iglesia como indiferente al horror de la crisis de abuso sexual dentro de la Iglesia. Esto es inexacto e injusto”, asegura el arzobispo de Perth. Porque “la Iglesia católica en todo el país, y ciertamente aquí en la arquidiócesis de Perth y en Australia Occidental en general, ha dado muchos pasos constructivos para abordar esta terrible realidad en la historia de la Iglesia”.
Su archidiócesis fue la primera diócesis del mundo en lanzar una Oficina de Salvaguardia en 2015, con más de 250 oficiales de Salvaguardia capacitados en más de 105 parroquias, afirma categórico. “Aquellos de ustedes que tienen niños o jóvenes en nuestras escuelas serán conscientes de la seriedad con la que nuestras escuelas locales, y la oficina de Educación Católica que trabaja con ellos, abordan la cuestión de la seguridad infantil”, señala.
“Los sacerdotes seguirán a vuestro servicio”
Monseñor Timothy Costelloe concluye su carta reafirmando “tres cosas”. Que su “compromiso con la seguridad y el bienestar de nuestros niños y jóvenes es inquebrantable”. Que “continuaremos respondiendo con franqueza, compasión y generosidad a quienes han sido víctimas y ahora son sobrevivientes del terrible crimen y pecado del abuso sexual por parte de personas asociadas con la Iglesia católica”. “Y en tercer lugar, que nuestros sacerdotes seguirán poniéndose a vuestro servicio buscando lo mejor que puedan ser signos vivos y efectivos portadores de la presencia del Buen Pastor entere vosotros”.
“El Señor nos está llamando a vivir esto a través de nuestra oración por los demás, nuestro apoyo mutuo, nuestro aliento y comprensión mutua, y a través de nuestra determinación de erradicar el flagelo del abuso sexual de cualquiera de nuestros entornos católicos. Juntos podemos lograr grandes cosas para Dios, para el pueblo de Dios y para nuestra sociedad. No nos dejemos desanimar por aquellos que solo buscan derribar, criticar y socavar las buenas obras de la Iglesia”, concluye.
Hace unos días, hablábamos del sello o secreto de confesión en la Iglesia, y los abusos de menores en Francia. Tenemos pendiente comentar qué le dijo el primer ministro francés, Jean Castex, al Papa, y cómo ha llamado Francisco al sacramento del Perdón en su reciente viaje apostólico a Eslovaquia. Será otro día.
Noviembre: mes para rezar por los difuntos y ganar indulgencias
El mes de noviembre es un mes dedicado a rezar especialmente por los difuntos. La Santa Sede ha establecido que durante todo el mes de noviembre se puedan ganar indulgencias plenarias.
La Santa Sede, como sucedió el año pasado a causa de la pandemia, ha establecido mediante un decreto emitido por la penitenciaría apostólica la extensión a todo el mes de noviembre de las Indulgencias Plenarias por los fieles difuntos. Como es conocido, la Iglesia concede indulgencias a aquellos que en los 8 días posteriores a la Solemnidad de Todos los Santos, visiten los cementerios rezando por los difuntos, y el 2 de noviembre, en concreto, la visita a una iglesia u oratorio rezando el Padrenuestro y el Credo.
El Cardenal Penitenciario Mayor, Mauro Piacenza, comentó en una entrevista que se trata de una «forma de devoción muy sentida, que se expresa participando en la Misa y visitando los cementerios», y por ello, para que la gente pueda diluir sus visitas sin crear una multitud, «se ha decidido diluir en el tiempo la posibilidad de utilizar las indulgencias, y así durante todo el mes de noviembre se podrá adquirir lo previsto para los primeros 8 días de noviembre».
«La penitenciaria apostólica» se lee en el decreto, «habiendo escuchado las diversas instancias recibidas recientemente de varios Sagrados Pastores de la Iglesia, a causa del estado actual de la pandemia, confirma y extiende para todo el mes de noviembre de 2021 todos los beneficios espirituales ya concedidos el 22 de octubre de 2020, mediante el Decreto Prot. N. 791/20/I con el que, debido a la pandemia del Covid-19, se prorrogaban las Indulgencias Plenarias por los fieles difuntos para todo el mes de noviembre de 2020».
El decreto también afirma que «de la renovada generosidad de la Iglesia, los fieles sacarán ciertamente intenciones piadosas y vigor espiritual para dirigir su vida según la ley evangélica, en filial comunión y devoción al Sumo Pontífice, fundamento visible y Pastor de la Iglesia Católica».
Según el Catecismo de la Iglesia Católica, la indulgencia es “la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos”.
Dios perdona sus pecados a aquellos que tras haber cometido un pecado, se arrepienten por medio del sacramento de la confesión. Sin embargo, queda una «responsabilidad pendiente» por las consecuencias que el pecado haya tenido para la misma persona o para otras, o incluso para la sociedad en general. Esta consecuencia se llama «pena temporal» y es una deuda que persiste y que hay que saldar ya sea en esta vida o en el Purgatorio.
Es entonces cuando la Iglesia, administradora de la redención, puede conceder indulgencias que pueden suprimir plenamente o parcialmente (dependiendo si se trata de una indulgencia plenaria o parcial) esta pena temporal por los pecados cometidos y confesados hasta ese momento.
América: Desafíos eucarísticos más allá de la «polémica Biden»
Los católicos en Estados Unidos esperan la declaración sobre la Eucaristía que podrá resolver preocupaciones surgidas en los últimos meses. Además, los obispos promueven una “revitalización eucarística” que culminará en 2024 con una reunión nacional.
29 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2minutos
El obispo Kevin Rhoades de la diócesis de Fort Wayne-South Bend, Indiana, es un hombre ocupado. Como presidente del Comité de Doctrina de los Obispos de los Estados Unidos, supervisa la redacción de uno de los documentos más debatidos y observados de los últimos años. Titulado El misterio de la Eucaristía en la vida de la Iglesia, se espera que sea una declaración de varios miles de palabras destinada a ayudar a los católicos a comprender más profundamente la Eucaristía y su importancia para su fe. El borrador del texto aún no se ha publicado.
La declaración, que se votará en la reunión de noviembre de los obispos estadounidenses en Baltimore, surgió de dos preocupaciones distintas. El primero fue un estudio de Pew de 2019 que sugirió que el 70 % de los católicos estadounidenses no comprenden la enseñanza de la Iglesia de que la Eucaristía es el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Si bien se cuestionó la redacción de la encuesta, los obispos se alarmaron por el hallazgo y comenzaron a planificar una “revitalización eucarística” para responder.
Luego, en 2020, Joe Biden se convirtió en presidente y surgió una controversia sobre la idoneidad de los católicos en cargos públicos para recibir la Comunión si no apoyan la enseñanza de la Iglesia sobre el aborto.
Cincuenta años después de que se legalizara el aborto en todo el país, Estados Unidos sigue profundamente dividido sobre el tema. El hecho de que el presidente Biden abandonara su posición anterior que restringía la financiación gubernamental del aborto, así como su retórica durante la campaña de 2020, provocó una gran preocupación entre algunos obispos sobre su elección, lo que llevó a una propuesta para emitir una declaración que aborde la “coherencia eucarística”.
Joe Biden se convirtió en presidente y surgió una controversia sobre la idoneidad de los católicos en cargos públicos para recibir la Comunión si no apoyan la enseñanza de la Iglesia sobre el aborto.
Greg Erlandson
Pero a pesar de los deseos de algunos, la declaración que se está redactando actualmente no se presenta como un documento anti-Biden. En cambio, se presenta como “una plataforma de lanzamiento” para una campaña de tres años llamada Revitalización Eucarística.
Según el obispo Rhoades, la declaración se centrará en “la Eucaristía como nuestro mayor tesoro” y enfatizará lo que los católicos deben hacer una vez que entiendan la Eucaristía.
Se desconoce si la consideración de la declaración en noviembre conducirá a otro debate, pero lo que está claro es que los obispos estadounidenses siguen estando sumamente preocupados por cómo se ha catequizado a su pueblo en lo que respecta a la “fuente y cumbre” de la vida católica.
El 8 de junio de 1978 el premio Nobel ruso Aleksandr Solzhenitsyn pronunció un memorable discurso en la Universidad de Harvard donde denunciaba algunos problemas de la civilización occidental que no han hecho sino agudizarse desde entonces.
28 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4minutos
Con la valentía y prestigio moral que le daban su condición de disidente y víctima de la Unión Soviética, fue describiendo los rasgos del llamado mundo libre que debían rectificarse para no caer en una imparable decadencia. Más de cuarenta años después de pronunciadas aquellas palabras, asombra la lucidez y el acierto de su análisis.
Después de recibir el premio Nobel de Literatura en 1970, la Universidad de Harvard invitó al disidente ruso Aleksander Solzhenitsyn a pronunciar la lección inaugural en la antigua e ilustre universidad estadounidense el 8 de junio de 1978. Aprovechando el lema de Harvard (“Veritas”), el célebre escritor se permitió pronunciar algunas verdades ante ese selecto auditorio.
Alexander Solzhenitsyn
Comenzó hablando de la división en pedazos del mundo de entonces. A los dos mundos enfrentados de la guerra fría, polarizados en torno a los Estados Unidos de América y a la URSS, añadía los países del llamado Tercer Mundo y probablemente de más mundos. Y citaba la Biblia diciendo que un reino dividido contra sí mismo no puede subsistir y alertando sobre la creencia en la inherente superioridad occidental con respecto a otras civilizaciones.
Aprovechando que se dirigía a una audiencia occidental, Solzhenitsyn desglosó ciertos aspectos del occidente de entonces que pienso que se han agudizado hasta llegar a la actual situación de decadencia. El primero sería el declive de la valentía que se manifestaba en una cobardía general en la sociedad haciendo compatible la inflexibilidad con gobiernos débiles o corrientes desacreditadas, incapaces de ofrecer resistencia alguna, con el silencio y la parálisis ante gobiernos poderosos y fuerzas amenazadoras o terroristas.
El segundo aspecto sería el exceso de bienestar y el deseo de poseer cada vez más cosas y tener un nivel de vida más alto, que paradójicamente produce en muchos occidentales ansiedad y depresión. El clima de tensa y activa competencia domina todo el pensamiento humano y no abre ningún camino hacia el libre desarrollo espiritual. En este ambiente, ¿quién arriesgaría su cómoda vida en la defensa del bien común en el caso de que la seguridad de la propia nación tuviera que ser defendida?
Otro rasgo del modo de vida occidental sería lo que el pensador ruso llama la vida “legalista”. Los límites de lo correcto y los derechos humanos se encuentran determinados en un sistema de leyes con límites muy amplios. Se usa, interpreta y manipula la ley con gran destreza. Lo importante es estar cubierto legalmente y es secundario si uno tiene realmente razón o lo que está haciendo es bueno o justo. Solzhenitsyn afirma que vivir bajo un régimen comunista sin un marco legal objetivo es terrible pero también lo es vivir en una sociedad sin otra escala que la legal.
La orientación de la libertad en los países occidentales se ha demostrado a su vez desorientada. Nuestras sociedades se han quedado con escasas defensas contra el abismo de la decadencia humana. Todos los errores morales son considerados parte integrante de la libertad. Se ha producido un sesgo de la libertad hacia el mal.
En otro momento de su discurso, Solzhenitsyn habla también con lucidez sobre la orientación de la prensa y de los medios de comunicación en general. ¿Qué responsabilidad tiene el periodista de un diario frente a sus lectores y frente a la historia? Precipitación y superficialidad son la enfermedad psíquica del siglo XX y eso evita los análisis profundos de los problemas.
Sin ninguna censura en occidente, las tendencias de moda en el pensamiento y en las ideas resultan separadas de aquellas que no están de moda, teniendo estas últimas muy pocas posibilidades de verse reflejadas en periódicos o libros e incluso de ser escuchadas en nuestras universidades. Estos aspectos tienen un gran impacto en importantes aspectos de la vida de una nación, como la educación, tanto la elemental como la avanzada en artes y humanidades.
Tenemos que alzarnos a la altura de una nueva visión, un nuevo nivel de vida. Se trata ni más ni menos que un escalamiento hacia la próxima etapa antropológica. Nadie en todo el mundo tiene más salida que hacia un solo lado: hacia arriba.
Santiago Leyra Curiá
Al mismo tiempo, muchas personas que viven en occidente están insatisfechas con su propia sociedad y se inclinan por el socialismo, lo cual es una falsa y peligrosa alternativa. Pues el socialismo, afirma Solzhenitsyn, conduce a la destrucción total del espíritu humano y a la nivelación de la humanidad en la muerte. Pero tampoco la actual sociedad occidental es un buen modelo para nadie. La personalidad humana en occidente se ha visto muy debilitada mientras que las penalidades sufridas en el este han producido personalidades más fuertes.
El mayor problema de occidente es la pérdida de voluntad, síntoma de una sociedad que ha llegado al final de su desarrollo. El origen de esta decadencia lo encuentra el pensador ruso en el antropocentrismo, en el olvido del ser humano como criatura de Dios, base de todos los derechos humanos. Ese es el parentesco común entre el materialismo marxista y el materialismo occidental.
Ante este siniestro panorama, que más de cuarenta años después se ha demostrado extraordinariamente lúcido y acertado, el final del discurso de Solzhenitsyn en la Universidad de Harvard ofrece la solución a nuestros problemas, encender de nuevo nuestro fuego espiritual. Tenemos que alzarnos a la altura de una nueva visión, un nuevo nivel de vida, donde nuestra naturaleza física no será anatemizada como en la Edad Media ni nuestro ser espiritual pisoteado como en la Edad Moderna. Se trata ni más ni menos que un escalamiento hacia la próxima etapa antropológica. Nadie en todo el mundo tiene más salida que hacia un solo lado: hacia arriba.
Personas sin hogar y entidades denuncian las trabas para salir del sinhogarismo
La 29ª edición de la Campaña de Personas sin Hogar ha puesto el foco en las múltiples barreras a las que se enfrentan las personas sin hogar para salir de esta situación y acceder a ayudas sociales.
La llegada de noviembre y el frío vuelve a poner, ante nuestros ojos, la terrible situación de las personas sin hogar. Este año con el lema “¿Sin salida? Perdidos en un sistema de protección social que no protege”, las asociaciones y servicios que participan en el Día de las Personas sin Hogar en Madrid, que se coordina desde la Red FACIAM, se han unido para presentar públicamente la Campaña de Personas sin Hogar 2021.
Aproximadamente, unas 40.000 personas se encuentran, en España, sin una casa en la que vivir. A esto hay que sumar 2.500.000 personas en situación de extrema vulnerabilidad que existen hoy en nuestro país como consecuencia de los efectos de la crisis.
La rueda de prensa que Cáritas ha convocado en Madrid para denunciar esta situación ha contado con los testimonios de Carlos, que pasó de una buena situación económica a vivir en su coche o María Jesús, una mujer sin hogar que llegó a un albergue tras sufrir un ictus, después de haber vivido años en la calle y en hostales.
Además de la inseguridad e insalubridad de carecer de una vivienda, las vidas de estas personas suman otras trabas, como las dificultades para acceder al sistema sanitario, a un empleo o a una vivienda digna, o las barreras administrativas para regularizar su situación o acceder a una garantía de renta u otros servicios sociales. De ahí el lema y la imagen de la campaña de este año que represente una persona ante un laberinto aparentemente sin salida.
Sus peticiones: Políticas eficaces y empatía de la sociedad
Las organizaciones y personas en situación de sin hogar destacan la necesidad de visibilizar el sinhogarismo y hacer patentes las barreras a las que se enfrentan para salir de esta situación de exclusión social. Además, denuncian que el sistema actual de protección social no es suficiente. En este sentido, como ha señalado el responsable de la Campaña de Personas Sin Hogar en Cáritas Española, Enrique Domínguez, “más de 700.000 personas acompañadas por Cáritas no disponen de dinero para pagar la vivienda ni los suministros, y el 20% de las familias atendidas se han visto obligadas a cambiar de vivienda”. Por eso ha pedido para afrontar la situación “políticas públicas fortalecidas, adecuadas y centradas en las personas más vulnerables”.
Asimismo, tanto las entidades como las personas que se encuentran en esta situación piden, una vez más, a la ciudadanía que, además de conocer la realidad de las personas sin hogar, se solidaricen, tengan empatía con ellas y unan sus voces para pedir justicia y construir una sociedad donde todas las personas cuenten.
Entre las acciones desarrolladas para esta jornada, que se celebra en la Iglesia española el 31 de octubre, en la mañana del 28 personas sin hogar, acompañadas por un gran número de entidades se han dado cita en una marcha desde la Plaza de Callao hasta la Puerta del Sol de Madrid donde se han concentrado para la lectura de un manifiesto.Asimismo, en redes sociales se han creado los hashtags #DigamosBasta #NadieSinHogar #SinHogarSinSalida para seguir el desarrollo de la jornada.
Este cuadro de la Virgen y el Niño y los Siete Arcángeles se encuentra en el ábside del presbiterio de Santa Maria degli Angeli e dei Martiri. La imagen tiene un marco de mármol con otros ángeles y una inscripción que se traduce como "Lo que era un ídolo es ahora un templo de la Virgen. El autor es el Papa Pío. ¡Demonios, huid!”
Johannes Grohe·28 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1minuto
Los religiosos y religiosas españoles elegirán su nueva presidencia
La Conferencia española de religiosos (CONFER) celebra, la próxima semana su XXVII Asamblea General que elegirá al nuevo presidente/a y vicepresidente/a.
Señor, ¿qué quieres de nosotros hoy? Con esta pregunta como lema, superiores y superioras de los distintos institutos religiosos pertenecientes a CONFER se darán cita los próximos 3, 4 y 5 de noviembre en Madrid en la que será su XXVII Asamblea General.
Desde la CONFER se espera que este encuentro sea un ámbito de reflexión y búsqueda común de la misión de la vida religiosa en la actualidad, especialmente después de los momentos más duros de la pandemia de CIVID que ha afectado de manera grave a muchas órdenes religiosas, tanto por el fallecimiento o enfermedad de sus miembros, como en muchas de sus formas de sustento.
En estos días se combinarán ponencias, diálogos en la Asamblea y en pequeños grupos, y espacios de oración y celebración.
Para el viernes del día 5 de noviembre, por la mañana, se contará con la presencia de Mons. José Rodríguez Carballo (Secretario de la CIVCSVA), que en una ponencia tratará sobre la sinodalidad, y quien presidirá también la Eucaristía de clausura.
Uno de los puntos importantes de esta Asamblea será la elección de la nueva Presidencia compuesta por Presidente/a y Vicepresidente/a Así como la rnovación de varios Vocales electivos del Consejo General: 1 Vocal femenina y 3 Vocales masculinos. Además, durante la Asamblea se abordará el Proyecto de Fortalecimiento Institucional de la CONFER, una realidad que arrancó en el curso pasado.
Comentario a las lecturas del domingo XXXI (B): El amor de Dios nos empuja a los hermanos
Andrea Mardegan comenta las lecturas del XXXI domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.
Andrea Mardegan·27 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2minutos
El diálogo del escriba que pregunta a Jesús cuál es el mandamiento más importante, tanto en Marcos como en Mateo, tiene lugar después de la disputa con los fariseos y con los herodianos, que querían atraparlo. Pero sólo Marcos nota el asombro del escriba: “Se acercó uno de los escribas, que había oído la discusión y, al ver lo bien que les había respondido, le preguntó”. Es conquistado por la sabiduría de Jesús, por la verdad revelada con claridad y mansedumbre a quienes quieren ponerle a la prueba: Jesús siempre trata de ganar a sus interlocutores para el bien.
Le pregunta: “¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?”. En su respuesta, Jesús hace una revolución: toma el precepto de amar a Dios por encima de todas las cosas del Shema ‘Isra’el, que el piadoso israelita repetía tres veces al día, y lo une al precepto “amarás a tu prójimo como a ti mismo”, del Levítico. La pregunta era cuál es el primero de los mandamientos, y la respuesta es que el primero… son dos. El amor a Dios se fusiona para siempre con el amor al prójimo. En el evangelio de Juan, el amor de Dios está en cómo Jesús nos ama y llega a ser medida del amor fraterno: “Como yo os he amado, amaos también unos a otros”: cuando nos amamos de verdad y “hasta el fin”, como Él nos amó, hacemos presente el amor de Dios. Jesús evita así el posible error espiritualista de quienes piensan que basta con amar a Dios, pero sin amar a los hermanos. “El que no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar a Dios, a quien no ve. Este es el mandamiento que recibimos de él: quien ama a Dios, que ame también a su hermano” (1 Jn 4, 20-21). El corazón de nuestra fe es el amor a Dios y al prójimo, siempre unidos. Amar a Dios sólo, no es suficiente. El amor de Dios siempre nos empuja hacia los hermanos, y el amor a los hermanos nos hace descubrir el amor de Dios entre nosotros: “Nadie ha visto a Dios, pero si nos amamos, Dios permanece en nosotros y su amor alcanza en nosotros su perfección” (1 Jn 4, 12).
Las palabras del Levítico que Jesús relanza contienen un tercer mandamiento unido a los dos primeros: el amor de sí mismo. “El amor a sí mismo constituye un principio fundamental de la moralidad” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2264). Es necesario amar cómo Dios nos ha creado, amar nuestra forma de ser, nuestra unicidad, y respetarla en los demás. Tener autoestima y creer en la misión que cada uno recibió de Dios cuando fue pensado y colocado en el mundo. Así, amándonos a nosotros mismos y el plan de Dios para nosotros y el camino de santificación que el Espíritu Santo obra en nosotros de una manera única, podremos amar a los demás en su singularidad de creación y santificación, donde el Espíritu Santo no se repite nunca.
La homilía sobre las lecturas del domingo XXXI
El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.
El fervor misionero de la joven Pauline Jaricot, próximamente beata
Aunque la celebración de la 95ª Jornada Mundial de las Misiones acaba de terminar en toda la Iglesia, nuestra mirada se dirige ya al próximo año, en el que se celebrarán varios aniversarios vinculados al mundo misionero.
En primer lugar, el 400 aniversario de la Congregación de Propaganda Fide, cuya creación se remite al Papa Gregorio XV el 22 de junio de 1622. Pero, por feliz coincidencia, también celebraremos el 200º aniversario de la fundación de la primera obra misionera, llamada «para la Propagación de la Fe» y fundada como Asociación el 3 de mayo de 1822 por iniciativa de una joven lionesa, Pauline Marie Jaricot. Cien años después, el Papa Pío XI la declaró «Obra Pontificia».
Después de las persecuciones
El fervor misionero de la joven lionesa nació en el contexto de una Iglesia que salía de la dura persecución de la Revolución Francesa. Después de una vida acomodada, en 1816 Pauline hizo voto de castidad y eligió como motivación de su vida la devoción a la Eucaristía y en reparación de las ofensas cometidas al Sagrado Corazón de Jesús.
Nueve jóvenes trabajadoras de las fábricas se reunieron inicialmente en torno a ella y, como primera acción, se comprometieron a encontrar a otras diez personas que rezaran y donaran un céntimo a la semana para las Misiones, un proyecto que inflamó muchos corazones y se extendió rápidamente.
El espíritu con el que Pauline animó este proyecto hizo que, al mismo tiempo que se llevaba la semilla de la evangelización a tierras «lejanas», se promovieran las oportunidades de evangelización de las personas «cercanas».
Rosario viviente
Apasionada por la difusión del Reino de Dios, estaba firmemente convencida de que la labor misionera no obtenía su eficacia de los recursos humanos, sino exclusivamente de Dios. En 1826, fundó el movimiento del «Rosario Viviente»: grupos de personas a los que se les confía cada mes, después de una Eucaristía, un Misterio del Rosario para rezar por las misiones. En su existencia no faltó la cruz, y pasó el último periodo de su vida en la más absoluta pobreza.
De esa primera semilla nacieron, por tanto, las famosas Obras que hoy se reconocen como motor de la formación y animación misionera en todo el mundo, que a través de la oración y el sacrificio contribuyen a difundir la Palabra de Dios, la Adoración Eucarística y el Rosario misionero, especialmente en aquellas tierras a las que a menudo es difícil acceder, también por impracticabilidad material o por escasez de bautizados. Prácticamente, aquellas tierras de misión que están bajo la jurisdicción de la Congregación para la Propagación de la Fe, que cada Iglesia local está llamada a sostener anualmente, también económicamente.
La beatificación
También el próximo año, el 22 de mayo de 2022, Pauline Jaricot será beatificada en Lyon. Fue declarada Venerable por Juan XXIII el 25 de febrero de 1963. El milagro reconocido por su intercesión se refería a la curación de la pequeña Mayline, que fue víctima de asfixia en 2012, con sólo tres años y medio.
Tras varias semanas en coma y con un pronóstico declarado irreversible por los médicos, que además querían desconectar el soporte vital, Mayline empezó a mostrar signos de mejoría hasta quedar completamente curada. Un hecho declarado como «inexplicable» por la comisión médica que la evaluó.
Sin embargo, mientras estaba en coma, quince días después del accidente, los padres de la escuela a la que asistía Mayline decidieron rezar una novena a la Venerable Pauline Jaricot junto con el entonces arzobispo de la diócesis de Lyon, que en ese momento celebraba el 150º aniversario del nacimiento de la joven misionera.
La objeción de conciencia. Un derecho frente a la eutanasia
Ante la aprobación en España de la nueva ley de regulación de la eutanasia, vuelve a cobrar una importancia capital un derecho fundamental que garantiza la libertad religiosa de los individuos: la objeción de conciencia.
La ley de regulación de la eutanasia, aprobada por la actual mayoría parlamentaria hace algunos meses, que modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, con el objeto de despenalizar todas aquellas conductas eutanásicas en los supuestos y condiciones establecidos por la nueva ley, entró en vigor el 25 de junio. Asimismo, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas aprobaron en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, el Manual de Buenas Prácticas de la Eutanasia.
La norma recientemente aprobada legaliza, por primera vez, la eutanasia activa en España, aquella que es consecuencia directa de la acción de una tercera persona. Se convierte así en el séptimo país del mundo en hacerlo, después de Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Colombia (por medio del Tribunal Constitucional), Nueva Zelanda, y algunos estados de Australia.
La nueva ley introduce la “prestación de ayuda para morir”, que se puede producir de dos modos diversos: bien mediante la administración directa al paciente de una sustancia por parte de un profesional sanitario, o bien mediante la prescripción o suministro de una sustancia, de manera que el paciente se la pueda auto-administrar, para causar su propia muerte, lo que supone una suerte de suicidio asistido, aunque la norma no lo mencione con estos términos.
Sobre este asunto, Omnes ha podido hablar con Federico de Montalvo Jaaskelainen, profesor de Derecho en Comillas Icade y presidente del Comité de Bioética de España, órgano asesor de los Ministerios de Sanidad y Ciencia del gobierno. Una entrevista realizada por Rafael Miner y que se puede leer íntegramente en nuestra página web www.omnesmag.com.
En esa conversación, de Montalvo señala que no existe un derecho a morir basado en la dignidad, pero sí un derecho a no sufrir. Que lo congruente hubiera sido una ley del final de la vida, donde se garantizara este derecho a no sufrir, que deriva del artículo 15 de la Constitución Española cuando se declara que “todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes”, pero que se ha elegido la alternativa más extrema del final de la vida. Que la Medicina no responde a los criterios que la sociedad quiera en cada momento, como sucedió en los regímenes nacional-socialista y comunista, sino que tiene que conjugar el interés de la sociedad y los valores que antropológica e históricamente defiende.
“Todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes”.
Artículo 15 de la Constitución Española
Asimismo, el profesor cree que la solución al final de la vida pasa por las alternativas a la eutanasia: los cuidados paliativos o cualquier fórmula de sedación. Además, defiende la objeción de conciencia institucional, y lo argumenta.
No cabe un derecho a morir
Una cuestión que destacó el presidente del Comité de Bioética de España y que nos sirve de premisa para plantear el tema es que en España se iba a tramitar la ley de la eutanasia mediante una proposición de ley, lo que iba a provocar que se pudiera aprobar sin participación de ningún órgano consultivo, como el Consejo General del Poder Judicial, Consejo Fiscal, Consejo de Estado… Y ni siquiera el Comité de Bioética, cuando en toda Europa, cuando se ha planteado tramitar una ley, o al menos se ha planteado el debate de la eutanasia, hay informe del Comité Nacional de Bioética. Lo hay en Portugal, en Italia, en el Reino Unido, en Francia, en Suecia, en Austria, en Alemania…
Por este motivo, principalmente, el Comité elaboró un informe sobre la tramitación parlamentaria de la regulación de la eutanasia. Un informe que se podría resumir en tres ideas: en primer lugar, afirma el Comité en dicho informe, que no cabe construir un derecho a morir. Es una contradicción en sí misma. Y, de hecho, “el fundamento en que se ha basado la ley, es contradictorio” asegura de Montalvo. Contradictorio, porque se basa en la dignidad, y a continuación se limita a unas personas -como si sólo fueran dignos los crónicos y los terminales-. “Si se basa la legislación en un derecho a morir en la dignidad, hay que reconocerla a todos los individuos, porque todos somos dignos. Por tanto, era una contradicción en sí misma. Por eso decíamos que no existe derecho a morir basado en la dignidad. Porque supondría que cualquier ciudadano puede pedir al Estado que acabe con su vida. De este modo, el Estado pierde su función esencial de garantizar la vida y se convierte en ejecutor”, añade.
«No existe derecho a morir basado en la dignidad. Porque supondría que cualquier ciudadano puede pedir al Estado que acabe con su vida».
Federico de Montalvo JaaskelainenPresidente del Comité de Bioética de España
En segundo lugar, el Comité planteó en el informe un error existente en la tramitación de la ley. Porque se basaba en una presunta libertad, cuando en realidad la persona que pide la eutanasia no está pidiendo morir realmente. El paciente asume la muerte como la única manera de acabar con su sufrimiento. Lo que la persona quiere en realidad es no sufrir, hacer que pase el sufrimiento que padece. Y para resolver el derecho a no sufrir en España, falta todavía un pleno desarrollo de alternativas.
Por último, en este informe se plantea que, en lugar de una solución jurídica, que es lo que plantea la ley, se exploren soluciones médicas. Soluciones médicas también en la cronicidad, es decir, también en las situaciones de enfermos crónicos, no terminales, donde hay posibilidad de la sedación paliativa.
Pablo Requena, profesor de Teología Moral y Bioética y delegado del Vaticano en la Asociación Médica Mundial, asegura que la eutanasia no debería formar parte de la medicina justamente porque va en contra de su finalidad, de sus métodos y de su práctica. “Supondría un modo de forzar la figura del médico devolviéndola a la época de la medicina preciéntifica, cuando el galeno podía curar la enfermedad o provocar la muerte”.
Un derecho fundamental
Esta situación legislativa presenta una situación particular y no muy optimista a este respecto. “Es verdad que la eutanasia”, aseguraba de Montalvo a Omnes, “es la medida extrema o muy excepcional. Incluso para aquellos que se muestren a favor de ella. Lo que no parece muy congruente es aprobar una ley sobre esa medida. La ley de eutanasia no es una ley sobre el final de la vida, es una ley sólo de eutanasia. No aborda el final de la vida, aborda la alternativa más extrema en el final de la vida”.
En este contexto, por tanto, entra en juego un derecho fundamental: la objeción de conciencia. Se trata de un derecho que no está en manos del legislador. Lo que está en sus manos es decidir de qué modo se ejerce. La nueva ley la reconoce en el artículo 16, declarando que “los profesionales sanitarios directamente implicados en la prestación de ayuda para morir podrán ejercer su derecho a la objeción de conciencia”.
En general, por objeción de conciencia entendemos la actitud de quien se niega a obedecer una orden de la autoridad o un mandato legal invocando la existencia, en su fuero interno, de una contradicción entre el deber moral y el deber jurídico, a causa de una norma que le impide asumir el comportamiento prescrito. En esta línea, el catedrático de Derecho y vicepresidente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España, Rafael Navarro-Valls, señala que “la objeción de conciencia es un ejercicio de salud y madurez democrática”.
La objeción de conciencia, por tanto, persigue la excepción de un determinado deber jurídico para el objetor, porque el cumplimiento del mismo entra en conflicto con su propia conciencia. No se puede afirmar que la misma se dirija ni contra el conjunto normativo ni contra determinadas instituciones jurídicas, lo que derivaría en otras tipificaciones diversas como pueden ser el caso de la resistencia o desobediencia civil. Se trata, por tanto, de un comportamiento activo u omisivo frente a la obligatoriedad de la norma para el propio objetor.
La objeción de conciencia es particularmente destacable y actual cuando se refiere al ámbito médico, ya que ésta se entiende como la negativa del profesional sanitario a realizar, por motivos éticos y religiosos, determinados actos que son ordenados o tolerados por la autoridad; y tal postura expresa una actitud de gran dignidad ética cuando las razones aducidas por el médico son serias, sinceras y constantes, y se refieren a cuestiones graves y fundamentales, como queda plasmado en el artículo 18 de la Guía de Ética Médica Europea, y en el artículo 32 del Código de Ética y Deontología Médica Español: “El reconocimiento de la objeción de conciencia del médico es un presupuesto imprescindible para garantizar la libertad e independencia de su ejercicio profesional”.
De Montalvo la defiende vivamente, y también defiende la objeción de conciencia de las instituciones o de organizaciones en su conjunto. En la misma conversación con Omnes afirma que “la objeción de conciencia es una garantía, una expresión de la libertad religiosa, y la propia Constitución reconoce la libertad religiosa en las comunidades (lo dice expresamente), entonces, si la objeción de conciencia es libertad religiosa, y la libertad religiosa no sólo es de los individuos, sino de las organizaciones, comunidades, ¿por qué no cabe la objeción de conciencia institucional?”.
“El reconocimiento de la objeción de conciencia del médico es un presupuesto imprescindible para garantizar la libertad e independencia de su ejercicio profesional”
Artículo 32 Código de Ética y Deontología Médica Español
En la nueva ley, la negativa a la objeción de conciencia institucional se sobreentiende de modo tácito, porque la ley dice que la objeción de conciencia será individual, cuando declara en el apartado f) del artículo 3 sobre Definiciones, que la “objeción de conciencia sanitaria es el derecho individual de los profesionales sanitarios a no atender aquellas demandas de actuación sanitaria reguladas en esta Ley que resultan incompatibles con sus propias convicciones”. La ley, por tanto, no la excluye expresamente, pero se está entendiendo que, implícitamente, al referirlo al ámbito individual, la excluye. “Eso no es que sea correcto o incorrecto”, dice el presidente del Comité de Bioética, “sino que es inconstitucional. ¿Por qué el pueblo judío tiene derecho al honor y las sociedades mercantiles tienen derecho al honor, y por ejemplo una organización religiosa no tiene derecho a la objeción de conciencia? Es libertad religiosa, y la Constitución habla de comunidades. Me parece una contradicción”.
Además, a las personas jurídicas se les reconocen todos los derechos (honor, intimidad), y hasta responsabilidad penal, ya que según el artículo 16 de la Constitución, “se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la ley”; y en su apartado número 2, recoge que “nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias”. Por tanto, dice de Montalvo, “¿les negamos ahora la objeción de conciencia, que es una garantía de un derecho expresamente reconocido por el artículo 16 de la Constitución? Pienso que no hacen falta más argumentos”.
Ante esta situación, vale la pena continuar reflexionando sobre estas cuestiones, aunque se tenga una idea bien definida sobre su moralidad. Además, los profesionales sanitarios se encuentran ante una encrucijada que les genera un conflicto en su ámbito personal, profesional y moral. El profesor Requena afirma que resulta prioritario debatir sobre estas cuestiones, la eutanasia y la objeción de conciencia. “He presenciado debates serios, serenos y enriquecedores en las reuniones de la Asociación Médica Mundial. Diálogos en ocasiones encendidos, pero donde el razonamiento y la argumentación han superado al comentario irónico y despectivo”.
Rome Reports·25 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1minuto
“El Camino de Santiago: un encuentro con Dios” es el libro con el que el sacerdote Javier Peño quiere acercar a los peregrinos como el Camino de Santiago te habla de Dios.
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Un grupo de ciclistas descansan tras llegar a la Plaza de San Pedro en el Vaticano el 21 de octubre de 2021, después de viajar desde Pisa (Italia). El grupo ha seguido la ruta de peregrinación de la Vía Francigena, llegando a Roma como destino final.
Las posibilidades de trabajar en la “nube” facilitan muchas de las tareas, sobre todo las que tenemos que realizar en organizaciones y equipos. Presentamos las principales herramientas, y algunos consejos.
Trabajar en la “nube” puede proporcionar a la Iglesia un importante plus de productividad. El “cloud computing” permite que los usuarios se comuniquen con mayor eficacia, compartan sus conocimientos, se organicen de forma óptima y almacenen y encuentren la información con gran rapidez.
Hoy la Iglesia, los colegios, las delegaciones, las congregaciones, los archivos etc… tienen a su disposición desde servicios de infraestructura TI completos, como Google Apps o Microsoft 365, hasta aplicaciones como Dropbox que apuestan por la interactividad y, sobre todo, por el trabajo y la información compartidos, como principio de eficiencia.
Incorporar el trabajo en la “nube” puede suponer importantes ahorros, al sustituir costes elevados de infraestructura (por ejemplo, instalación y mantenimiento de hardware, adquisición de software y sus actualizaciones, técnicos, etc.), por los costes variables resultantes de subscribirse a un proveedor de servicios del llamado cloud computing.
A continuación, os presento algunas de las herramientas más útiles:
1.- Google Apps. La versatilidad de Google Apps permite a las empresas y particulares la comunicación, organización y colaboración entre los usuarios desde cualquier lugar o dispositivo conectado a internet. En una única interfaz es posible comunicarse de manera sencilla con los demás miembros, a través del correo electrónico, la mensajería, o una llamada telefónica o videoconferencia.
Google Calendar posibilita que los compañeros de trabajo compartan sus agendas y vean las de los demás, facilitando la planificación y organización de tareas o reuniones.
Google Docs, la herramienta más popular entre estas apps, es un paquete de ofimática en el que los usuarios crean y elaboran trabajos conjuntos y, si lo desean, de forma simultánea. La información está accesible en todo momento y guardada con copia de seguridad en la “nube”. Es compatible con todos los sistemas operativos (PC, Mac y Linux) y formatos (doc, xls, ppt y pdf).
Además, a través de Google Market Place es posible incorporar aplicaciones muy útiles que se integran en la cuenta de Google Apps, como traductores, herramientas de contabilidad y finanzas, gestores de clientes, proyectos y documentos, etc.
2.- Microsoft office 365 (Onedrive). Es la herramienta de colaboración y productividad más reconocida en todos los ámbitos. La gran mayoría de las diócesis en España lo usamos con una cuenta “nonprofit” de Office 365.
Dispone también de correo electrónico, calendario y contactos, etc., gestionados desde Microsoft Exchange Online. Para el trabajo en equipo cuenta con las versiones en línea de Office (Word, Excel, PowerPoint y OneNote).
Para comunicarse, se cuenta con Microsoft Teams, que dispone de mensajería instantánea, llamadas, videollamadas o conferencias. Mientras que Microsoft SharePoint Online funciona como centro para compartir documentos e información entre compañeros de trabajo y más miembros de nuestro entorno de trabajo, así como para colaborar en los proyectos y propuestas en tiempo real.
3.- Dropbox. Es una aplicación en la que el usuario, tras crear una cuenta, sube archivos a una ‘caja’ virtual a la cual puede acceder después, desde cualquier dispositivo conectado a internet. Además tiene la posibilidad de compartirlos con otros, prescindiendo de memorias externas.
Para las empresas existe una versión premium de 1 Tb de memoria. A pesar del precio, las necesidades actuales de trabajo (movilidad, uso de diferentes dispositivos, etc.) convierten a Dropbox en una herramienta de gran utilidad.
4.- Icloud de Apple. ICloud es el servicio de almacenamiento en la nube de Apple, que mantiene las fotos, archivos, notas y otros contenidos siempre actualizados y disponibles en cualquier momento y lugar. Podríamos decir, por tanto, que es el equivalente a Google Drive (con plan gratuito y opciones de pago incluidas) pero, a diferencia de éste, no dispone de app para Android.
Por fortuna, desde hace unos meses, el servicio web iCloud.com ya tiene soporte para teléfonos y tablets con el sistema operativo de Google, de manera que ya podemos acceder a nuestros archivos desde un ordenador o un dispositivo iOS y Android.
Este espectacular servicio de Apple se ha convertido en los últimos años en una de las principales razones por las que muchos prefieren comprar un iPhone, iPad o Mac. Nos ofrece un servicio bastante completo que permite hacer muchas cosas y disfrutar al máximo de tus dispositivos. Además, es bastante práctico, para la vida personal o profesional, por lo que aprender a utilizarlo puede incluso ayudarte en tus tareas diarias, para optimizar muchas de las tareas que realizas y tener una mayor productividad.
David Shlomo Rosen: «La religión no debe convertirse en una entidad política»
Omnes ha entrevistado al rabino David Rosen, Director Internacional de Asuntos Interreligiosos del Comité Judío Americano sobre diálogo interreligioso, paz e identidad religiosa.
Con este motivo, Omnes ha entrevistado al rabino David Rosen, anterior Gran Rabino de Irlanda, Director Internacional de Asuntos Interreligiosos del Comité Judío Americano y Director del Instituto Heilbrunn del Comité Judío Americano para el Entendimiento Interreligioso Internacional.
Entregado a una tarea incansable en favor del diálogo interreligioso y la búsqueda de la paz en Tierra Santa, David Rosen fue presidente del Comité Judío Internacional de Consultas Interreligiosas y es uno de los Presidentes Internacionales de la Conferencia Mundial de Religiones por la Paz. En noviembre de 2005, el papa Benedicto XVI lo nombró Caballero de la Pontificia Orden Ecuestre de San Gregorio Magno por su trabajo en pro de la reconciliación entre católicos y judíos.
– ¿Qué supone para usted, recibir este doctorado honoris causa junto a Kiko Argüello?
El honor que me ha concedido la Universidad Francisco de Vitoria es aún más grande para mí al estar asociado con el extraordinario Kiko Arguello. Pocas personas han sido dotadas de tantos talentos como él.
Kiko ha sido bendecido por el Creador y el movimiento que ha creado es un magnífico testimonio de ellos. Hoy es uno de las realidades católicas más importantes en la promoción de una renovada hermandad entre la Iglesia y el pueblo judío.
– ¿Cree que existe una buena relación entre la comunidad católica y la comunidad judía?
Puedo decir que la relación nunca ha sido mejor. Esto no significa que no haya todavía mucho trabajo por hacer. Todavía hay mucha ignorancia y prejuicios que superar.
– Usted defiende el papel de las creencias religiosas en la construcción de una sociedad de progreso y de paz. Sin embargo, no faltan voces que sostienen que las religiones deberían abstenerse de intervenir o influir en la esfera social o política. ¿Qué piensa de esto?
Hay una profunda diferencia entre un «matrimonio» entre religión y política, y que la religión desempeñe un papel constructivo en la vida política. Cuando la religión se convierte en una entidad política partidista o depende de intereses políticos, a menudo compromete sus valores e incluso se corrompe como resultado. De hecho, se han hecho y se siguen haciendo cosas terribles en nombre de la religión.
Sin embargo, nuestras religiones nos llaman a vivir de acuerdo con unos valores y una ética claros. Estamos obligados a perseguirlos para mejorar la sociedad, y la política es un vehículo esencial en este sentido. En otras palabras, la religión no debe convertirse en una entidad política en sí misma, sino que debe participar en una tensión creativa con la política.
Hay una profunda diferencia entre un «matrimonio» entre religión y política, y que la religión desempeñe un papel constructivo en la vida política.
David Shlomo Rosen
– En los últimos años, ¿han retrocedido o han avanzado propuestas de diálogo interreligioso y social como las que usted defiende?
El diálogo y la colaboración interreligiosos han avanzado a pasos agigantados en las últimas décadas y podemos hablar incluso de una edad de oro del compromiso interreligioso. Sin embargo, aún está lejos de repercutir en la vida de la mayoría de las personas.
– ¿Cómo influyen las divisiones internas de las propias comunidades, ya sean religiosas o sociales, en este camino de diálogo?
Podemos decir que, hoy en día, las divisiones están más dentro de las religiones que entre las religiones. A un enfoque más abierto y expansivo desde dentro de nuestras religiones se oponen quienes temen perder su propia autenticidad. Esto es comprensible, pero no debemos capitular ante este enfoque que, al final, disminuye el poder y el mensaje de nuestras tradiciones religiosas.
Al mismo tiempo, debemos tener cuidado de no permitir que el diálogo interreligioso reduzca nuestras identidades religiosas al mínimo común denominador, sino que nos comprometamos con el otro precisamente desde la autenticidad de nuestras propias identidades religiosas.
No podemos permitir que el diálogo interreligioso reduzca nuestras identidades religiosas al mínimo común denominador
David Shlomo Rosen
– Usted conoce a fondo Europa y Oriente medio, en el cao del conflicto palestino- israelí ¿cree que se logrará llegar a un acuerdo duradero de paz o es un “caso perdido”? ¿Qué premisas son necesarias para avanzar en la pacificación de esa tierra?
Las personas religiosas no creen en los «casos perdidos». Las personas verdaderamente religiosas siempre tienen esperanza porque la misericordia de Dios es ilimitada y siempre hay nuevas posibilidades.
Creo que los «Acuerdos de Abraham» que Israel firmó con los EAU, Bahrein, Marruecos y Sudán, ofrecen un nuevo horizonte. Aunque los palestinos se sientan en estos momentos postergados por ellos, creo que también servirán para tender nuevos puentes precisamente entre israelíes y palestinos.
Creo que la paz entre estos últimos depende ahora de un marco regional, que en muchos aspectos, hoy es más posible que nunca.
¿Qué pasa con los alumnos que no escogen la asignatura de Religión?
Uno de los aspectos que aún no están definidos en la LOMLOE es qué asignatura ocupará el tiempo de la asignatura de Religión para aquello que no escojan la formación religiosa.
Javier Segura·25 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3minutos
Un aspecto que siempre es causa de debate en la tramitación de una ley educativa es el que afecta a la clase de Religión y, más en concreto, a las actividades que realizan los alumnos que no escojan esta asignatura. A este respecto vamos conociendo los detalles de los Reales Decretos en los que se concreta la LOMLOE y que nos dan pistas de por dónde va a ir la gestión del Ministerio de Pilar Alegría.
En la LOE del Gobierno de Zapatero los alumnos que no cursaban la asignatura de Religión tenían Medidas de Atención Educativa (MAE). Esta fórmula no funcionó, pues en realidad era un espacio educativo vacío sin ningún tipo de contenido curricular. E incluso en los cursos superiores, en Bachillerato, el resultado final fue que los alumnos que no escogían Religión se iban a casa una hora antes o entraban en el centro una hora más tarde, pues los equipos directivos, para no tener alumnos en el centro sin hacer nada, organizaban los horarios de esta forma. Un desastre en toda regla, que acabó debilitando la asignatura de Religión y que era perjudicial para todo el sistema educativo.
La siguiente ley, la LOMCE del ministro Wert, creó la asignatura de ‘Valores’, que tenía contenido curricular, para estos alumnos. Una regulación que, no cabe duda, ha funcionado bastante bien, pero que desde el primer momento, fue rechazada por Sánchez y su entonces ministra de Educación, Isabel Celaá. La postura clara era que no debía haber ‘asignatura espejo’ a la clase de Religión. La LOMLOE volvería, por lo tanto, al modelo de Zapatero.
Aunque no exactamente. Porque, si bien es verdad que en la ley no se proponía una asignatura espejo para los alumnos que no cursen Religión, lo que vamos conociendo de los Reales Decretos no lo deja tan en el aire como hacía la LOE. Exactamente esto es lo que dice el borrador del Real Decreto al respecto:
Los centros docentes dispondrán las medidas organizativas para que los alumnos y las alumnas cuyos padres o tutores no hayan optado por que cursen enseñanzas de religión reciban la debida atención educativa. Esta atención se planificará y programará por los centros de modo que se dirijan al desarrollo de las competencias transversales a través de la realización de proyectos significativos para el alumnado y de la resolución colaborativa de problemas, reforzando la autoestima, la autonomía, la reflexión y la responsabilidad. En todo caso las actividades propuestas irán dirigidas a reforzar los aspectos más transversales del currículo, favoreciendo la interdisciplinariedad y la conexión entre los diferentes saberes.
Las actividades a las que se refiere este apartado en ningún caso comportarán el aprendizaje de contenidos curriculares asociados al conocimiento del hecho religioso ni a cualquier área de la etapa.
Quizás sea mi optimismo patológico, pero me gustaría ver en esta disposición una posibilidad para organizar a estos alumnos que no escogen Religión y crear un espacio educativo coherente.
De entrada señala que estos aprendizajes deberán estar planificados y programados. Y, efectivamente, como todo lo que se hace en educación, deberán ser evaluados, añadiría yo. Serán los centros los que deberán hacer esta programación, aunque obviamente lo ideal sería que fuese la Administración quien lo hiciese. Pero en cualquier caso se señala que cada centro, cada equipo directivo, debe programar y planificar este momento de enseñanza-aprendizaje. Algo que no es baladí, si nos lo tomamos en serio.
Y da las claves para ello. Se deben trabajar las competencias transversales, favorecer la interdisciplinariedad y conexión de saberes, y hacerlo mediante proyectos que influyan en un crecimiento y maduración del alumno en aspectos como la resolución de problemas, la autoestima, la reflexión o la responsabilidad.
Si uno se toma en serio este planteamiento, se podría generar una asignatura que desarrolle muchos de los aspectos que también nos proponemos en la asignatura de Religión y que, de hecho, el nuevo currículo de la Conferencia Episcopal Española ha querido reforzar. Estamos ante el reto de educar personas maduras, en todos los aspectos de su personalidad, y que tengan una visión de conjunto –no compartimentada- de los distintos saberes. Y esto es bueno para todos los alumnos, para los de Religión y para los que no escogen esta área. Efectivamente este tipo de aprendizajes es parte de lo que nos proponemos en el área de Religión cuando hablamos de aportar una cosmovisión cristiana de la realidad, del diálogo fe-cultura, o la necesidad de una educación integral que acoja todas las dimensiones de la persona.
Si las Comunidades autónomas y los propios centros educativos quieren, en el desarrollo de estas indicaciones podría arreglarse lo que, sin duda no está bien regulado por el Gobierno en la ley.
Hagamos lo posible y trabajemos siempre por lo mejor.
Juan Pablo I, hacia los altares, con un programa que se llevó al cielo
El Papa Francisco ha reconocido un milagro atribuido a la intercesión del Papa Luciani, Juan Pablo I, abriendo el camino para su beatificación. Los profesores Onésimo Díaz y Enrique de la Lama repasan hechos significativos de su vida, de sus 33 días como Papa, y un programa que sólo pudo esbozar.
Rafael Miner·24 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 5minutos
El año 1978 fue algo turbulento para la Iglesia. Hubo tres Papas, y esto había sucedido sólo en trece ocasiones en la bimilenaria historia de la Iglesia, aunque le supera 1276, año en el que hubo cuatro Romanos Pontífices. El último año que la Iglesia católica tuvo tres Papas había sido 1605, hace cuatro siglos.
El sacerdote y escritor italiano Mauro Leonardi, colaborador de Omnes, ha contado hace unos días en este portal que tuvo la suerte de estar presente en la primera audiencia de Juan Pablo I, el Papa de los “33 días” que pronto será beatificado. Pasó el mes de agosto de 1978 en Roma y así pudo estar presente en los funerales de san Pablo VI, fallecido el 6 de ese mes, y en el anuncio de la elección del patriarca de Venecia, Albino Luciani, que tuvo lugar el mismo 26 de agosto.
“La actividad en la que participé terminó a principios de septiembre, por lo que pude acudir a la primera Audiencia General, que se celebró el 6 de septiembre”, ha evocado. “Aunque su pontificado duró muy poco, dejó claro que, entre otras muchas cosas, sería necesario dar a la figura del Papa una dimensión más cercana al pueblo. Este fue el camino, ya emprendido por Pablo VI y Juan XXIII, que luego adoptó con fuerza Juan Pablo II”, todos ellos canonizados por el Papa Francisco.
El hecho sorprendente en aquella primera Audiencia de Juan Pablo I, fue la repentina decisión de llamar a un niño, un monaguillo, para que dialogara con él. Pueden leer ‘Con el Papa de los 33 días’, la anécdota que narra Mauro Leonardi, y que refleja, a su juicio, que “Dios quería no sólo ‘estar’ más cerca de los hombres, sino también ‘parecerlo’”.
No pudo escribir ni una encíclica
“Juan Pablo I ha pasado a la historia por la brevedad de su pontificado, por su sonrisa y por ser último papa italiano a lo largo más de cuatro siglos hasta la fecha. El patriarca de Venecia, Albino Luciani (1912-1978), fue un hombre sencillo, formado en una familia cristiana y humilde, el mayor de cuatro hermanos. Siguiendo las huellas de san Juan XXIII y san Pablo VI, unió sus nombres como signo de continuidad con sus dos predecesores”, explica Onésimo Díaz, autor de Historia de los Papas en el siglo XX, Base, Barcelona, 2017, y profesor de la Universidad de Navarra.
“A Juan Pablo I no le dio tiempo a escribir una encíclica, ni siquiera a trasladar sus libros y sus cosas al Vaticano. El ‘Papa de la sonrisa’ falleció repentinamente el 29 de septiembre de 1978”, comenta el investigador Onésimo Díaz, que cuenta la siguiente iniciativa del patriarca de Venecia. “Por su afán catequético, se embarcó en la empresa de publicar una carta mensual, cuyo destinatario era un personaje famoso del pasado, como los escritores Chesterton, Dickens, Gogol y Péguy. Este epistolario peculiar se editó con el título Ilustrísimos señores. Cartas del patriarca de Venecia (Madrid, BAC, 1978)”.
Sin duda, la carta más atrevida y profunda la dirigió a Jesucristo, que terminó así: ‘Nunca me he sentido tan descontento al escribir como en esta ocasión. Me parece que he omitido la mayoría de las cosas que podían decirse de Ti y que he dicho mal lo que debía haber dicho mucho mejor. Sólo me consuela esto: lo importante no es que uno escriba sobre Cristo, sino que muchos amen e imiten a Cristo’. Y, afortunadamente –a pesar de todo–, esto sigue ocurriendo también hoy”, señala el profesor Díaz.
Fallece el metropolita de Leningrado
“No sabemos cuál hubiera llegado a ser la fecundidad de aquella mansa lluvia, que era la suave doctrina y el dulce talante del nuevo Papa“, escribió Enrique de la Lama, profesor de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, “pero en aquel breve espacio temporal habían ocurrido cosas importantes, algunas patéticamente hermosas y pletóricas de significado”.
Por ejemplo, el 5 de septiembre, dos días después de su solemne entronización, el metropolita Nikodim de Leningrado, que había venido a Roma para asistir a los funerales de Pablo VI y para conocer al nuevo Pontífice, una vez elegido, fue recibido en audiencia por Juan Pablo I en su biblioteca privada. Cuenta el profesor De la Lama: “El noble metropolita, que frisaba en los 50 años, falleció súbitamente a los pocos minutos de comenzar la conversación:
‘Hace dos días —confiaba el Santo Padre [Papa Luciani] al clero de Roma— ha muerto entre mis brazos el metropolita Nikodim de Leningrado. Yo estaba respondiendo a su saludo. Os aseguro que nunca en la vida había escuchado palabras tan hermosas para con la Iglesia como las que él acababa de pronunciar; no puedo decirlas, quedan en secreto. Verdaderamente estoy impresionado. ¡Ortodoxo, pero cómo ama a la Iglesia! Y creo que ha sufrido mucho por la Iglesia, haciendo muchísimo por la unión’”.
El programa que llegó a esbozar
“Fueron para él días intensos.”, prosigue don Enrique de la Lama, que detalla algunas de sus actividades en esos días, parte de ese “programa que no pudo cumplir”: “En cuatro semanas, además de las tradicionales audiencias inaugurales al Cuerpo Diplomático, a los representantes de los ‘media’, a las misiones especiales llegadas para la solemne entronización e imposición litúrgica del ‘palio primacial’, habló en días sucesivos al clero romano, recibió al episcopado de los Estados Unidos y les habló sobre la grandeza y santidad de la familia cristiana, habló a los obispos filipinos sobre evangelización, insistió sobre la opción por los pobres, enseñó sobre la natura leza de la autoridad episcopal, deploró las irregularidades litúrgicas y clamó contra la violencia”.
“Hubiera deseado también dar un fuerte impulso a la solución jurídica del Opus Dei y de hecho había aprobado una carta con el fin de poner en marcha las correspondientes deliberaciones: pero no llegó a estampar su firma”, revelaba el profesor De la Lama (ver Juan Pablo I y Juan Pablo II en los umbrales del tercer milenio, Anuario de Historia de la Iglesia, 6 (1997): 189-218). Como es sabido, la configuración del Opus Dei como prelatura personal de ámbito universal de la Iglesia católica, fue llevada a cabo por san Juan Pablo II, tras una amplia consulta al episcopado mundial, en 1982.
“Buscar a Dios en el trabajo cotidiano”
El cardenal Luciani había escrito ya sobre el Opus Dei. En efecto, unas semanas antes de ser elegido pontífice, publicó en una revista veneciana un artículo sobre el Opus Dei, titulado “Buscar a Dios en el trabajo cotidiano” (Gazzetino de Venecia, 25 de julio de 1978), en el que el patriarca recordaba que “Escrivá habla directamente de ‘materializar’ —en buen sentido— la santificación. Para él, es el mismo trabajo material, lo que debe transformarse en oración y santidad”, señala Onésimo Díaz.
El investigador Díaz señala que los escritos y la sonrisa cautivadora” del patriarca Luciani, luego Juan Pablo I por 33 días, “transmiten la imagen de un hombre de Dios, que veremos muy pronto en los altares, como su predecesor san Pablo VI y su continuador san Juan Pablo II. De momento, en los próximos meses será proclamado beato”.
“La evangelización, primer deber”
Por otra parte, De la Lama recuerda en su escrito la declaración inicial del recién elegido Papa Juan Pablo I sobre su trabajo futuro: “Nuestro programa s será continuar el suyo (el de Pablo VI). […] Queremos recordar a la Iglesia entera que su primer deber sigue siendo la evangelización, cuyas líneas maestras nuestro predecesor Pablo VI ha condensado en un memorable documento. Queremos continuar el esfuerzo ecuménico, que Nos consideramos como la última voluntad de nuestros dos inmediatos predecesores. Queremos proseguir con paciencia y firmeza en aquel diálogo sereno y constructivo que el nunca suficientemente llorado Pablo VI puso como fundamento y programa de su acción pastoral, describiendo sus líneas maestras en la gran Encíclica Ecclesiamsuam. Queremos, en fin, apoyar todas las iniciativas laudables y buenas que puedan tutelar e incrementar la paz en el mundo turbado: para lo cual pedimos la colaboración de todos los hombres buenos, justos, honestos, rectos de corazón”.
“El gesto más importante sobre Medjugorje es del Papa Francisco”
Medjugorje, la película lleva dos semanas y media en los cines y la han visto ya treinta mil personas. El gesto más importante sobre Medjugorje ha sido del Papa Francisco, señala su director, Jesús García Colomer. Tres de los seis videntes bosnios aseguran que la Virgen se les aparece todos los días, y las conversiones son innumerables.
Rafael Miner·23 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 5minutos
La atracción que ejerce Medjugorje sobre millones de personas es indudable. Las apariciones de la Virgen María que han podido tener lugar en este pequeño lugar de Bosnia Herzegovina son miles, “porque desde el 24 de junio de 1981, que comienzan, hasta el día de hoy, no han cesado, según el testimonio de los videntes. Hay tres de ellos [los videntes son seis], que aseguran tener apariciones todos los días”, comenta el director del documental, Jesús García Colomer.
De san Juan Pablo II se cuenta que dijo en privado que no iba a Medjugorje porque era el Papa y no podía, pero que si no fuese el Papa iría allí a confesar. Benedicto XVI constituyó una comisión de investigación, y “el gesto más importante lo hace el Papa Francisco cuando quita la potestad al obispo del lugar, y recae sobre un enviado directo suyo. Y luego está la autorización de las peregrinaciones”, sintetiza este escritor, guionista y productor audiovisual, al que Medjugorje cambió su vida.
Jesús García Colomer
Jesús García, esposo y padre de familia, conoció Medjugorje en 2006, cuando fue enviado para hacer un reportaje. Conoció entonces “la mayor historia que hoy podía contarse”. Su historia no se entiende sin Medjugorje, y desde hace años, junto a otro profesional de la Comunicación, Borja Martínez-Echevarría, quería hacer este documental, que hoy es una realidad. Por la película pasan personajes como Nando Parrado, Tamara Falcó, María Vallejo-Nágera, y muchos otros. “El mensaje principal de Medjugorje es la conversión”, asegura. Con Jesús García, ‘Suso’ para los amigos, conversamos.
̶ El 1 de octubre se ha estrenado Medjugorje, la película, un documental que acabas de dirigir. ¿Qué van a ver los espectadores en el film?
Se trata de una herramienta divulgativa, un documental, sobre un acontecimiento histórico, y al mismo tiempo contemporáneo, porque comenzó hace 40 años, pero los fenómenos de Medjugorje continúan. La película contiene entrevistas a los protagonistas, a tres de los videntes, al Padre Jozo, que era el párroco de Medjugorje en 1981, y que tiene un testimonio impresionante, porque a consecuencia de todo esto los comunistas le encarcelaron, estuvo un año y medio en la cárcel. Él ahora tiene 80 años y le hemos podido entrevistar. El documental incluye también testimonios de personas que han ido a Medjugorje, y cuentan historias que han vivido allí.
̶ ¿Cómo ha ido el estreno? ¿Podemos ver todavía la película?
El estreno ha ido super bien. En dos semanas y media ha hecho treinta mil espectadores, que es una barbaridad, y está siendo una sorpresa de taquilla, se está convirtiendo en fenómeno, por así decirlo. Todavía se puede ver. En la web de la pelicula actualizamos los cines de toda España en los que todavía se proyecta.
̶ ¿Es cierto que son ya millones las personas que se han acercado a este lugar, situado en Bosnia-Herzegovina?
Sí, es cierto. Antes de la pandemia se calculaban entre uno y dos millones de peregrinos de todo el mundo, con cifras de 2019, prepandemia, cada año. Esto lleva sucediendo 40 años, han sido ya millones las personas que van cada año, y de todo el mundo.
̶ ¿Cuál es su mensaje principal?
El mensaje principal de Medjugorje es la conversión. Pero la conversión no vista para el no católico, no cristiano, al malo malísimo, al asesino que se convierte, o algo así, sino una llamada a la conversión a los cristianos bautizados que en algún momento de su vida han dejado de lado la fe y la vida de la Iglesia.
̶ ¿Qué impresión causó en ti y en personas que conoces? Has llegado a comentar que Medjugorje cambió tu vida…, y por lo que hemos visto, la de muchas personas.
Para mí fue definitivo. Fue un punto de inflexión. Empecé una vida nueva en la Iglesia. Es verdad que no fue mi conversión como tal, pero sí el punto y final de un proceso de dos años de conversión. Y a partir de ahí, fue definitivo. Y en personas que conozco, lo mismo. Fue una conversión. La palabra conversión allí cobró sentido para mí. Cuando a ti te hablan de conversión, no sabes de qué te hablan, pero cuando lo vives ya sé de qué me hablan. Y cambió mi vida.
̶ ¿Puedes contar un par de ideas que deseáis transmitir con la película?
Para empezar, es simplemente un interés divulgativo, como todo documental. Pero la idea que trasciende es: Dios existe, Dios es verdad. Si esto está sucediendo, como se transmite en el documental, la única posibilidad es que Dios es verdad, que Dios existe,
̶ ¿Añade algo el film a lo que hemos podido leer en tu libro sobre Medjugorje?
Incluye nuevos testimonios y actualiza la postura de la Iglesia, que luego comento.
̶ El clima es de oración y de penitencia, según la película…
Hubo una tarde, paseando por allí, en que conté a 207 sacerdotes confesando, en la calle. Al lado de la parroquia, se ponen en sillas plegables, en taburetes, ponen un cartelito del idioma en que confiesan, creo que hay sacerdotes confesando en más de treinta idiomas, y conté 207. Hablando con ellos, a vuelapluma, pensé que ese día allí se habían confesado entre 8.000 y 10.000 personas, en una sola tarde, un día de verano.
̶ ¿Cuáles han sido las principales decisiones de la Santa Sede ante las supuestas apariciones de la Virgen María en estas tierras de la antigua Yugoslavia comunista desde 1981?
Sobre todo hay tres cosas reseñables. En el año 2010, Benedicto XVI constituye una comisión de investigación para Medjugorje. Esa comisión, presidida por el cardenal Camillo Ruini, acaba su trabajo en 2014, y emite un informe, que es secreto a día de hoy. Nunca ha trascendido el contenido de ese informe. Si bien es cierto que en 2017 Roma envía a un visitador apostólico que toma el mando de Medjugorje, quitando esa potestad al obispado local, que es el obispado de Mostar, y a los franciscanos, porque es una parroquia administrada por franciscanos. Ya no depende ni de los franciscanos ni del obispo, y en 2017 empieza a depender directamente de Roma, a través de ese visitador apostólico.
Y en 2019, por orden de este visitador apostólico, Roma autoriza las peregrinaciones oficiales. Esto significa que permite a diócesis, parroquias, movimientos o congregaciones, organizar sus propias peregrinaciones.
Los tres gestos no pueden estar desligados, hay una investigación, años después se envía un visitador apostólico, y dos años después se autorizan las peregrinaciones. Todo tiene que ver, obviamente. Y es positivo.
̶¿Cuántas apariciones marianas han podido tener lugar desde entonces?
Miles. Porque desde el 24 de junio de 1981, que comienzan, hasta el día de hoy, no han cesado, según el testimonio de los videntes. Hay tres de ellos (los videntes son seis), que aseguran tener apariciones todos los días.
̶ ¿Puedes sintetizar la postura de los últimos Papas ante Medjugorje?
De Juan Pablo II se cuentan muchas cosas. Una de ellas es que dijo en privado que no iba a Medjugorje porque era el Papa y no podía, pero que si no fuese el Papa iría allí a confesar. El Papa Benedicto constituyó esta comisión de investigación, y el gesto más importante lo hace el Papa Francisco cuando quita la potestad al obispo del lugar, y recae sobre un enviado directo suyo. Ese es el gesto más importante que hay. Y luego la autorización de las peregrinaciones.
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El universo siempre ha sido, desde muy antiguo, motivo de debate sobre la afirmación o negación de Dios.
Juan Arana·23 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3minutos
Desde muy antiguo la consideración del universo ha servido como antesala de la afirmación de Dios… o de su negación. La oportunidad o el conflicto no se plantearon ciertamente entre los griegos ni en ninguna de las culturas que les antecedieron, porque a nuestros más remotos abuelos muy raramente se les ocurrió la idea de que todo lo visible (la Tierra, el Sol, la Luna y las estrellas) pudiera haber sido creado por una divinidad. La dificultad principal no estaba en admitir que una cosa tan inmensa hubiera podido ser sacada de la nada, sino que Algo o Alguien, por muy excelso que resultara, pudiera situarse más allá de sus fronteras.
A pesar de que algunos de los primeros filósofos fueron acusados de impiedad y ateísmo, ciertamente no lo fue porque negaran la existencia y poder de Dios, sino más bien porque desafiaban las creencias dominantes. Su desafío no era por otro lado sorprendente, ya que la religión griega había decaído tras siglos de refundiciones sincréticas. Perdida la confianza en unas tradiciones que se habían vuelto inasumibles, aquellos hombres se apoyaron en el báculo de la razón para reconstruir un credo que no violentara la inteligencia de lo verdadero ni la conciencia de lo justo.
Una religión filosófica
Así crearon lo que Varrón denominó una religión filosófica, frente a las formas hasta entonces conocidas de devoción: la mítica y la civil. Lo extraordinario de esta historia es que, viéndose en la necesidad de elegir entre esas tres alternativas, san Agustín no dudó en ubicar la cristiana junto a la de los filósofos, como recordaba el entonces cardenal Joseph Ratzinger en su discurso de investidura como doctor honoriscausa por la Universidad de Navarra. Por tanto, no era tan mala la estrategia que Hecateo, Jenófanes, Anaxágoras o Platón escogieron para buscar la verdadera religión, la única capaz de saciar la sed de Dios que tenemos todos los hombres.
La hipoteca que condicionó el intento de los filósofos griegos era que las nociones que manejaban no daban para tanto. La que resultó más lastrada por su modo de pensar probablemente fue la de espíritu. Para concebir tanto a Dios como al alma humana acudían a torpes remedos semicorpóreos, como soplos de aire, fuegos fatuos, desvaídos simulacros y cosas por el estilo.
Tras muchas batallas, en las que los primeros filósofos cristianos ocuparon un glorioso puesto de vanguardia, la cosa empezó a quedar clara: Dios no era un astro, ni el principio inmanente que mueve el cosmos, ni su “cielo” es el que recorren los planetas. Estaba más allá del tiempo y del espacio, más allá de los dóndes y los cuándos, y su realidad desbordaba con mucho lo que se puede tocar, ver, oler o escuchar. Otra cosa era que su vastísima sabiduría y poder, así como su extraordinaria bondad, encontrasen los medios para hacer tangible su elidida presencia en el mundo que habitamos, el único con el que estamos familiarizados.
Paradójicamente podría decirse que el universo físico sólo pudo empezar a ser concebido como tal, como mundo físico sin más, desde el mismo momento que los últimos filósofos griegos, ya cristianizados, sacaron a Dios de él, y empezaron concebirlo tan sólo como su obra, su creación, dotada de una consistencia propia, sólida, perfectamente reglamentada y cognoscible.
El desencantamiento del mundo
A primera vista paradójico, nada más lógico: la cosmología sólo fue posible como ciencia cuando Dios dejó de ser concebido como inquilino del cosmos para reconocerlo como su autor. El desencantamiento del mundo físico obligó a dejar de buscar almas y duendes por doquier, para indagar en su lugar los hechos y leyes que manifiestan la acción de una Causa poderosa, sabia y buena ajena al propio universo.
Sin embargo, la tentación de recaer en la confusión ha sido constante desde entonces. Volver a identificar Dios con la naturaleza fue siempre la gran tentación, en la que una y otra vez cayeron poetas y filósofos, especialmente desde que Benito de Spinoza se convirtió en su portavoz más representativo. La elemental consideración de que una Presencia tan desbordante no resultaría avasalladora sólo para las criaturas, sino también para la propia realidad cósmica, fue desoída una y otra vez. No importaba tener que sacrificar la libertad del hombre o convertir en meras apariencias los males y limitaciones que aparecen por doquier.
Cuando el cosmólogo Lemaître le hizo ver a Einstein que era mucho más coherente con su teoría de la relatividad un universo en expansión (por tanto, resultante de una singularidad física), sólo le supo responder: “¡No, eso no! ¡Eso se parece demasiado a la creación!”.Dejando a un lado los detalles de este debate y de otros que le siguieron (como los intentos de preservar la eternidad temporal en los modelos de universo estacionario, o la infinitud espacial en las especulaciones sobre multiversos) el objetivo siempre ha sido el mismo: adornar con algún rasgo divino la realidad mundana, aun a costa de sacrificar su armonía, belleza, o incluso de volverla rigurosamente inconcebible. Diríase que no solo el pueblo judío es de dura cerviz; parece que fuera la humanidad entera la que porfía en seguir dando coces contra el aguijón.
El autorJuan Arana
Catedrático de Filosofía de la Universidad de Sevilla, académico numerario de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, profesor visitante en Maguncia, Münster y París VI –La Sorbona–, director de la revista de filosofía Naturaleza y Libertad y autor de numerosos libros, artículos y colaboraciones en obras colectivas.
«Hoy se considera revolucionario a quien no renuncia a sus convicciones»
María Bueno, abogada, forma parte del equipo de organización del Simposio San Josemaría, un encuentro que este año cumple su décima edición y que reunirá en Jaén a decenas de personas entre el 19 y el 20 de noviembre para reflexionar sobre "Libertad y compromiso"
Los próximos 19 y 20 de noviembre tendrá lugar el X Simposio San Josemaría que se desarrollará en el Palacio de Congresos de Jaén. Dos días en los que de debatirá y reflexionará sobre la libertad en el mundo actual con una especial atención a los jóvenes.
El Simposio, organizado por la Fundación Catalina Mir una entidad sin ánimo de lucro que promueve actividades de carácter asistencial y de orientación en favor de la familia y de los jóvenes, contará entre sus ponentes con la participación del ex-Ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, el Catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado de la Universidad Complutense y colaborador de Omnes, Rafael Palomino o Teresa y Antonio, una pareja de novios que hablan con naturalidad de su vida cristiana en redes.
María Bueno, una de sus organizadores, ha concedido una entrevista a Omnes con motivo de la celebración de este Congreso.
– ¿Por qué se ha elegido el tema de Libertad y compromiso en el X Simposio de San Josemaría?
El fin del Simposio de San Josemaría no es otro que el dar a conocer su mensaje, sus enseñanzas. Y si hay unos temas que a San Josemaría le apasionaban era la libertad personal, propia y ajena, y el compromiso, la entrega. A hablar y escribir sobre ellos dedicó mucho tiempo. Por poner solo un ejemplo, en su libro “Amigos de Dios”, en el que se recogen algunas de sus homilías, hay una que lleva por título “La libertad, don de Dios”, y en ella nos dice con fuerza “Querría grabar a fuego en cada uno: la libertad y la entrega no se contradicen; se sostienen mutuamente” y más adelante recalca que “por amor a la libertad nos atamos”.
La importancia de este claro mensaje de San Josemaría es tan grande, y tan vital para la persona y la sociedad actual, que nos pareció de mucho interés dedicar este Simposio a profundizar y reflexionar sobre el tema.
– La libertad, ¿está secuestrada por la ideología en el mundo actual?
Yo no diría tanto como secuestrada, pero sí muy limitada. La libertad es muy fuerte, y a la vez muy sensible y sufre con cualquier ataque. Y como las ideologías suelen tener un fondo reduccionista, aprisionan las decisiones restándole frescura a la libertad, que naturalmente tiende a estar holgada.
Hoy es llamativa la fuerza de lo políticamente correcto, que obliga a veces a un duro ejercicio de madurez y de reflexión en la toma de muchas decisiones, que no siempre se estamos dispuestos a realizar.
Llega incluso al extremo de que una toma de decisión en contra del criterio mayoritario que impera en la sociedad se llega a considerar un ataque a la misma. Hoy se considera revolucionario no a quien quiere transformar la sociedad adaptándola a sus preconcepciones, sino a aquel que, contra la ideología dominante no renuncia a defender sus propias convicciones, por muy trasnochadas que la mayoría de la sociedad las considere. ¡Fíjese, por ejemplo, si no parece a día de hoy revolucionario ir en contra del aborto!
Sin embargo, decir la verdad, hablar con coherencia y vivir como pensamos, nos lleva a ser más libres cada día, y lo contrario, nos coacciona.
– Cree, que, como ha dicho algún pensador, hemos caído en la esclavitud de la “simple conquista” de libertades que en el fondo nos atan, como la de elección de sexo, interrupción del embarazo, etc.?
María Bueno
A veces no entendemos que el verdadero significado de la libertad no está en “hacer lo que me da la gana” en todo momento, sino en conocer bien y elegir bien, aquello que nos hace mejores personas, y que nos va acercando a nuestra plenitud. En este sentido, tener libertad para hacer más cosas no nos hace, necesariamente, más libres. Y este es el caso de estas conquistas falsamente calificadas como libertades, que al enfrentarse de lleno con la propia naturaleza humana, terminan limitando las posibilidades de desarrollo personal y, por tanto, la verdadera libertad.
– Durante el Covid se está hablando mucho de falta de libertades o del uso de la pandemia para restringir libertades individuales ¿Cree que ha habido ese retroceso?
Su pregunta nos está poniendo de manifiesto la actualidad del lema del Simposio.
La libertad individual es un aspecto fundamental de la persona que se ve atacado de continuo, desde siempre y en todas las época de la historia, y esta situación de pandemia que no ha tocado vivir no iba a ser menos.
En el Simposio se van a abordar distintos aspectos de la libertad, y se van a presentar testimonios de personas que han vivido y están viviendo su libertad personal de una forma comprometida, y con un compromiso radical, también en estas circunstancias, y en algunos casos, precisamente por estas circunstancias tan difíciles por las que hemos atravesado.
Por eso, quiero desde aquí invitar a sus lectores a participar en el Simposio, de forma directa, y si eso no les es posible, de forma telemática, pues a buen seguro que nos hará reflexionar sobre estos temas tan importantes en nuestra vida.
– El compromiso, ¿amplía la libertad, o la limita?
Parece ser que en nuestro tiempo, compromiso y libertad son conceptos antagónicos, que es difícil concebir la palabra libertad dentro de un concepto de compromiso.
Sin embargo, es curioso que se pueda concebir la libertad sin compromiso, cuando todos los días, en alguna medida, nos comprometemos con algo, con un estilo de vida, con una carrera, con una pareja, con un deporte…, hasta cuando tenemos que elegir, y no lo hacemos, ya estamos eligiendo.
Se puede entender la libertad como un conjunto de beneficios aparentes, de una independencia total, de no atarse a nada ni a nadie, de no tener que rendir cuentas de palabras o de actos, etc., y el compromiso, como una cadena perpetua, que no permite cambios ni avances, sino que, por el contrario, nos fija los pies en una piedra que nos detiene en el camino.
Por el contrario, creo que comprometerse da amplitud a la libertad, pues es una de las actitudes más maduras que podemos asumir las personas, ya que, para comprometerse con algo, primero hay que instruirse, conocer las posibilidades que tenemos a nuestro alcance para llevarlo a cabo, hacer del conocimiento una vía inteligente de comparación, y una vez claros los motivos de nuestra decisión, podremos cumplir nuestros compromisos libremente, y nuestro compromiso será libre siempre, aunque a veces nos cueste llevarlo a cabo.
San Josemaría, en Amigos de Dios, escribía “Nada más falso que oponer la libertad a la entrega, porque la entrega viene como consecuencia de la libertad”
– En el programa existe una sección dedicada a los jóvenes a quienes se les acusa de huir del compromiso ¿quiere mostrar otra cara de la juventud?
Efectivamente, si vemos los telediarios y oímos las noticias, parece que los jóvenes solo piensan en fiestas y botellones. Pero esa es sólo una parte de la juventud.
Sin embargo, hay otra juventud, por suerte mayoritaria, aunque sea menos noticia, que está dispuesta a comprometerse a diario en la defensa de causas muy distintas, como pueden ser en temas sociales, de medio ambiente, políticos o religiosos. Y el Simposio de San Josemaría, además que mostrar al mundo otra cara de la juventud, pretende presentarles a los jóvenes, a través de personas de su misma edad, proyectos ilusionantes, que pueden hacer vida propia, y por los que, libremente, merece la pena comprometerse.
– ¿Cree que los jóvenes de hoy tienen, sin embargo, una libertad mayor para expresar o vivir sus creencias y convicciones?
Es evidente que los jóvenes tienen una gran libertad para expresar y vivir según sus convicciones, y que tienen una gran capacidad de compromiso.
Un ejemplo muy concreto lo tenemos en un proyecto de HARAMBEE, que ellos llamaron KAZUCA, que arrancó de los jóvenes en la edición VIII del Simposio, en el año 2016. Jóvenes andaluces y africanos se unieron por la educación en África. Se propusieron conseguir fondos para becar los estudios universitarios de dos jóvenes sin recursos, que destacaban en sus estudios, Violet y Jeff, del slum Kibera, un barrio pobrísimo de Nairobi. Para todos era un sueño y … el sueño se ha cumplido. Violet y Jeff se acaban de graduar, han empezado a trabajar y están felices levantando a su familia y a su entorno. Ellos estarán, de alguna manera, con nosotros en este Simposio.
– ¿Cuál es el balance de estas diez ediciones?
Muy positivo. A lo largo de estas ediciones se han ido abordando temas muy diversos, y mostrando a miles de personas las enseñanzas de San Josemaría en cada uno de esos temas. Han pasado por Jaén muchísimos ponentes, todos ellos de gran altura, que nos han ilustrado en materias de enseñanza, de familia, del papel de los cristianos en la sociedad el siglo XXI, de comunicación, de servicio, de diálogo… Sobre estos temas se han presentado testimonios de vida, que nos han ayudado a tener una mejor perspectiva del mundo que nos rodea, se han presentado novedades literarias sobre la figura de San Josemaría… Y, todo esto ha hecho que nuestro Simposio, que nació pequeñito, pero con vocación de crecer, esté alcanzando mayor relieve en cada edición, y tenga hoy la consideración de “Internacional”, llegando cada día a más personas.
– ¿Cuáles son las perspectivas de futuro?
San Josemaría, a lo largo de su vida abordó en profundidad muchísimos temas, que hoy siguen siendo de plena actualidad y que este Simposio se propone seguir dando a conocer.
Además de las personas que han participado presencialmente en las sesiones, en los en las últimas ediciones hemos llegado, a través de conexiones vía internet, a todos los rincones del mundo. A partir de ahora, con más experiencia y más medios en este tipo de participación, por las circunstancias de pandemia de todos conocidas, tenemos una gran ilusión en que el nuestro Simposio sirva de altavoz para que el mensaje de San Josemaría llegue a todos los rincones del mundo.
Elvira preside una asociación que ayuda a mujeres durante el embarazo y el primer año del bebé, basando sus acciones en dos pilares fundamentales: la ayuda en la maternidad y la evangelización.
“Vale la pena dar un sí grande a la vida pero no con un simple eslogan sino cuidando a los protagonistas”. Hoy charlo con Elvira Casas, presidenta de la asociación Hogar de María, en la que se ayuda a mujeres durante todo su embarazo y el primer año de vida del bebé. Aquí resulta nuclear el trato tú a tú, sin frialdades, entrando en el meollo de la intimidad de las madres. Las ven semanalmente para conocerlas y acercarse a ellas. El tiempo que están en la asociación contribuye a un fuerte vínculo con la coordinadora. Y lo más importante: las madres se hacen amigas. Ahí está el quid, porque descubren que tienen muchas cosas en común. Amigas en un momento decisivo de sus vidas. Amigas que tiran para arriba. Así se les ayuda mejor. El secreto no está en charlas moralizantes sino en que se sientan queridas y animadas.
La propuesta incluye numerosas alternativas. Hay talleres o actividades de diferentes temáticas. “Si viene un voluntario se le pregunta qué sabe hacer y se le encomienda lanzarse a aquello en lo que está más experimentado”, me cuenta Elvira. Existen también charlas apodadas “pinceladas espirituales”: unas semanas se habla de virtudes, otras se comenta un pasaje del Evangelio, incluso se les explica algún sacramento. Aceptan a todas las madres de cualquier religión y buscan aportarles formación. Se les da la opción de asistir a la catequesis para recibir algún sacramento o ponerse más cerca de Dios. Cada semana se les imparte una charla sobre temas de maternidad, como el embarazo, la salud o la forma de criar del bebé. Se les entrega un lote de lo que llaman productos maternales, ya sean pañales o alimentos para el peque. Todo gracias a los benefactores que realizan las colaboraciones.
Esta asociación tiene dos pilares: la ayuda en la maternidad y la evangelización. Es un proyecto encomendado a la Virgen María. La asociación tiene 11 sedes y próximamente se abrirán más. “Atendemos a 180 mamás, aunque desde 2014, que es cuando se fundó, habrán pasado más de 1000 mamás con sus respectivos bebés. Hay muchos colaboradores y voluntarios. Unos ayudan de forma esporádica y otros se comprometen semanalmente. Tenemos más de 200 colaboradores que ayudan de una forma u otra. Algunas veces son presencialmente en las sedes y otras veces son empresas que colaboran con productos o económicamente. Toda la financiación es privada”, nos comentan.
Elvira nos cuenta cómo se nota especialmente la mano de Dios en algunas historias: “una mujer que llegó al hogar estaba sola, sin vivienda, sin trabajo, sin papeles, con su familia en otro país. Embarazada de ocho semanas. Tenía decidido abortar. Encontró nuestro folleto que alguien había dejado allí en la sala de espera del abortorio. Fue muy espectacular, totalmente providencial. Cuando llega una mamá nueva se le dice que la Virgen le ha traído aquí. Le dijeron que no estaba sola, que le iban a acompañar. Se les suele asignar un ángel, que es una persona que se dedica cien por cien a ella, como una hermana, un apoyo para que no se sientan solas y sean muy conscientes de su casuística. Hablan con su trabajadora social. Trabajaron en ello para mejorar su situación y la llegada del bebé”.
A las madres también les dan en ocasiones apoyo psicológico derivándoles a profesionales. “Nos sentimos como un medio de Dios para poder ayudar a cada una de estas mujeres”, confiesa la presidenta, que se ha sentido muchas veces abrumada al sentir la fuerza del Espíritu Santo cuando ha afrontado una conversación complicada que superaba sus fuerzas: “doy gracias por cada una de estas madres, que son muestra de mujeres valientes, que luchan y salen adelante con todo en su contra. Decir sí a la vida es de valientes y de enamoradas”.
Leopoldo Abadía y Joan Folch dialogan sobre la relación entre jóvenes y mayores
Leopoldo Abadía y Joan Folch han subrayado, en el encuentro Omnes-CARF mantenido esta tarde, que es importante la conversación entre los mayores y los jóvenes.
En la tarde del miércoles 20 de octubre, el escritor, profesor y economista Leopoldo Abadía y el influencer Joan Folch, han mantenido un interesante coloquio sobre la relación entre jóvenes y mayores.
Leopoldo Abadía, nacido en Zaragoza, 88 años de edad, lleva casado con su mujer 61 años y es padre de 12 hijos, abuelo de 49 nietos y bisabuelo. Es destacada su tarea en los últimos años como escritor, tras una larga trayectoria como economista y profesor. Además, es doctor ingeniero industrial. Conversando con él ha estado Joan Folch, de 22 años de edad, estudiante de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra e influencer, con decenas de miles de seguidores en Instagram (@jfolchh).
En España hay unos 9,5 millones de personas mayores de 65 años, es decir, el 20% de la población. De ellas, más de dos millones viven solas. Junto a esta realidad, encontramos una población juvenil que se comunica, principalmente a través de la tecnología y los medios digitales.
Si en todas las generaciones ha habido saltos de comunicación, en los últimos años, esta brecha parece haberse vuelto más pronunciada. ¿Cómo nos relacionamos los mayores y los jóvenes? ¿Tenemos, realmente, conceptos de la vida tan diferentes? ¿Es posible la llamada conexión intergeneracional? ¿Hablamos el mismo idioma?
Estas cuestiones son algunas de las que han abordado en este diálogo Leopoldo Abadía y Joan Folch. El encuentro, organizado por Omnes y la Fundación Centro Académico Romano ha sido retransmitido por YouTube en directo a través del canal de Youtube de Omnes.
Leopoldo comenzó comentando con gracia su relación con sus nietos. «Al principio decía, a los nietos que les educase su padre. Pero a medida que se iban haciendo mayores me iban invitando a desayunar, en cambio con los pequeños tengo otra relación». Además subrayaba la necesidad de que haya amistad entre jóvenes y mayores, entre abuelos y nietos, etc. A su vez, Joan lo apoyaba comentando que «los jóvenes estamos perdiendo la costumbre de pedir consejo a los mayores, recurriendo más fácilmente a Google». Por eso, ambos reivindicaban la necesidad de que haya mayor trato entre ambas generaciones, trato que pueda convertirse en amistad.
En la misma línea, Joan comentaba que los jóvenes tienden a buscar modelos ideales sin hacer caso a la voz de la experiencia. Y por eso reivindicaba la importancia de acudir a los mayores para aprender de ellos. Leopoldo quiso remarcar que «lo obligatorio es tener amigos. Jóvenes, viejos, como sean. Pero hay que tener amigos».
Tras ese interesante coloquio, el encuentro dejó lugar al turno de preguntas, que llegaban a través del número de WhatsApp de Omnes y a través de YouTube.
Entre muy buenas preguntas, en relación a una en concreto sobre el papel que juegan los jóvenes en el cuidado de los mayores, Joan aseguraba que los jóvenes juegan un papel muy importante, y que se trata de una correspondencia por todo lo que los mayores nos han dado. Leopoldo, por su parte, destacaba que «vivimos en una sociedad egoísta, y que los mensajes que recibimos a veces son totalmente egoístas». En este sentido, decía, «a veces es necesario recurrir a una residencia para cuidar a los mayores, pero una prioridad de los jóvenes es cuidar a sus mayores, a sus padres y sus abuelos».
Al final del encuentro, Leopoldo destacó una actitud que recomienda a todos lo que le escuchaban: la actitud vital de sonreír. Una actitud que implica acoger, querer, respetar.
Puedes ver el encuentro completo haciendo click aquí.
Mons. García Beltrán pide “conversión personal y pastoral” para evangelizar
El obispo de Getafe, Mons. Ginés García Beltrán, ha rezado por “la misión evangelizadora de la Iglesia en España”, y ha trazado sus rasgos principales, desafíos y dificultades, en una vigilia de oración y Adoración, y Santa Misa celebrada el fin de semana junto a la imagen del Corazón de Jesús, en la Basílica del Cerro de los Ángeles.
Rafael Miner·20 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4minutos
Tras recordar unas palabras de Benedicto XVI en su primera carta encíclica, Deus Caritas est, en las que señalaba que se comienza a ser cristiano “por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona”, Mons. García Beltrán subrayó en su homilía que “la evangelización es el anuncio de un Nombre, del único nombre que puede salvar: Jesucristo. No hay verdadera evangelización si el hombre no se encuentra con Cristo, si Cristo no llega hasta el corazón y lo cambia, lo transforma, lo envuelve con su amor, solo así esta experiencia se manifestará en la existencia cotidiana”.
“La evangelización”, añadió, “no es una iniciativa humana que la Iglesia ha secundado a lo largo de los siglos; la evangelización obedece al mandato misionero de Jesús: ‘Id y haced que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a observar todo lo que os he mandado’ (Mt 28,19-20).
En este punto, recordó al Papa Francisco, cuando citando a san Pablo, señaló: “Es lo que nos dice Pablo aquí: ‘no lo hago para gloriarme’ –y añade– ‘al contrario, es para mí una necesidad imperiosa’. Un cristiano tiene la obligación, con esta fuerza, como una necesidad, de llevar el nombre de Jesús, desde su mismo corazón” (Homilía en Santa Marta, 9/09/2016). Evangelizan los testigos”.
“Este mandato arraigó en nuestra tierra, España, desde los albores mismos del cristianismo, más de veinte siglos de labor evangelizadora que han dado muchos frutos de santidad, y que pedimos siga dándolos, por eso esta tarde rogamos por la evangelización de España”, continuó el obispo García Beltrán, que es también miembro de las comisiones Ejecutiva y Permanente de la Conferencia Episcopal Española, ante numerosas personas y familias convocadas por la red de comunicación EWTN España.
“Unidad con la Sede de Pedro”
En las orientaciones pastorales para los próximos años, prosiguió el prelado, “los obispos de España nos preguntamos, ¿cómo evangelizar en la actual sociedad española? La misión evangelizadora de la Iglesia en España se encuentra con dos tipos de dificultades: unas vienen de fuera de la cultura ambiental; otras vienen de dentro, de la secularización interna, la falta de comunión o de audacia misionera”.
Para responder a estos desafíos, Mons. García Beltrán alentó a volver “a los elementos que a lo largo de la historia han dado fundamento a nuestra fe”. Y citó concretamente cinco: “una Iglesia de confesores y mártires, una Iglesia siempre unida a la Sede de Pedro, una Iglesia misionera, una Iglesia samaritana, y una Iglesia mariana”. Puede ser útil recoger una síntesis de cada aspecto, sin perjuicio de acceder a la homilia integra.
1) “Una Iglesia de confesores y mártires. La evangelización hoy exige de nosotros conversión personal y pastoral, revitalización de la fe, compromiso en su transmisión, una identidad clara, y gran capacidad para llegar a los hombres de nuestro tiempo; es necesario que nos hagamos conscientes que la evangelización es obra del Espíritu Santo con el que queremos colaborar en confianza y docilidad”.
2) “Una Iglesia siempre unida a la Sede de Pedro. La comunión de fe con los sucesores del apóstol Pedro, y la adhesión y amor a su persona y magisterio han identificado a nuestro cristianismo. Por eso, la evangelización de España también en este momento debe tener este signo de identidad; debemos evangelizar en comunión con el Papa y su magisterio, al que hemos de unir nuestro afecto sincero y filial; difícilmente podremos evangelizar desde el desafecto al Sucesor de Pedro y el cuestionamiento de sus enseñanzas”.
3) “Una Iglesia misionera. España siempre ha sido una Iglesia en salida, en salida misionera; hijos de esta tierra han llevado el Evangelio a todos los rincones del Orbe, y lo siguen haciendo. Francisco Javier y miles de nombres con él escriben unas de las páginas más bellas de nuestro cristianismo, al tiempo que nos muestran el camino de la misión como esencia de la fe; pero no habrá misión si no hay verdadera vida cristiana, si no cultivamos la vida interior, si no despertamos la pasión por Cristo, ya desde la familia”.
4) “Una Iglesia samaritana. Todos reconocerán que somos discípulos de Cristo si nos amamos los unos a los otros, por eso la caridad es también un elemento esencial de nuestra Iglesia. Hemos evangelizado mediante la caridad, y lo seguimos haciendo. La credibilidad de la fe viene por la caridad, por el amor a los demás, especialmente a los más pobres. Seguiremos evangelizando si seguimos viviendo la caridad de Cristo, porque la caridad es evangelizadora, y si nos dejamos evangelizar por los pobres”.
5) “Finalmente, somos una Iglesia mariana. María es cimiento fundamental de la Iglesia, y lo ha sido de nuestra tierra. Somos una Iglesia mariana, como le gustaba decir a S. Juan Pablo II: “España, tierra de María”.
EWTN
Al acto asistieron centenares de personas convocadas por EWTN España, que preside José Carlos González Hurtado, y que ha comenzado hace unos meses sus emisiones por tv en nuestro país. Según el grupo, casi 90.000 personas de todo el mundo siguieron la Adoración y la Misa en el Cerro de los Ángeles sólo por Facebook. Si se suman los que lo vieron por Instagram, televisión (en España y en Hispanoamérica), y por la misma web, los organizadores calculan “al menos otros tantos”.
Al final de la homilía, el obispo de Getafe invitó “a los que estáis aquí en el Cerro de los Ángeles, y a los que nos seguís a través del canal de tv EWTN, a seguir rezando sin desfallecer para que Jesucristo sea conocido, amado y seguido, con la convicción de que Él es con mucho lo mejor; por tanto, la evangelización es la mejor obra de amor para con los hombres nuestros hermanos”.
El Papa erige la Conferencia Eclesial de la Amazonía
Motivado por la solicitud para la creación de esta Conferencia, el Papa la ha erigido canónicamente con la finalidad de promover la acción pastoral conjunta de las circunscripciones eclesiásticas de la Amazonía y fomentar una mayor inculturación de la fe en dicho territorio.
A través de una nota, el Papa Francisco ha erigido canónicamente la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA). Como dice la nota, «el Documento Final del Sínodo sobre la Amazonia, nº 115, propuso la creación de un ‘órgano episcopal permanente y representativo para promover la sinodalidad en la región amazónica’. Durante una Asamblea celebrada del 26 al 29 de junio de 2020, los Presidentes interesados decidieron solicitar a la Santa Sede la creación permanente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía».
Y así lo ha llevado a cabo el Pontífice. «Bien dispuesto a favorecer esta iniciativa, surgida de la Asamblea Sinodal, el Papa Francisco encargó a la Congregación para los Obispos que siguiera y acompañara de cerca el proceso, prestando toda la ayuda posible para dar al organismo una fisonomía adecuada».
En la Audiencia del 9 de octubre concedida al Prefecto de la Congregación para los Obispos, el Santo Padre erigió canónicamente la Conferencia Eclesial de la Amazonía como persona jurídica eclesiástica pública, dándole la finalidad de promover la acción pastoral conjunta de las circunscripciones eclesiásticas de la Amazonía y fomentar una mayor inculturación de la fe en dicho territorio.
Los Estatutos del nuevo organismo serán presentados al Santo Padre para la necesaria aprobación al final de su estudio.
«Si la libertad no está al servicio del bien corre el riesgo de ser estéril y no dar fruto»
El Papa Francisco ha destacado en la catequesis de este miércoles que "somos libres en el servir; nos encontramos plenamente en la medida en la que nos donamos; poseemos la vida si la perdemos". Además, un niño sorprendió al Pontífice durante la audiencia, subiendo al estrado e interesándose por su solideo.
El Papa Francisco ha reflexionado en la catequesis de la audiencia general de este miércoles 20 de octubre sobre el núcleo de la libertad según el apóstol Pablo. «El apóstol Pablo, con su Carta a los Gálatas, poco a poco nos introduce en la gran novedad de la fe. Es realmente una gran novedad, porque no renueva solo algún aspecto de la vida, sino que nos lleva dentro de esa “vida nueva” que hemos recibido con el Bautismo. Allí se ha derramado sobre nosotros el don más grande, el de ser hijos de Dios. Renacidos en Cristo, hemos pasado de una religiosidad hecha de preceptos a la fe viva, que tiene su centro en la comunión con Dios y con los hermanos. Hemos pasado de la esclavitud del miedo y del pecado a la libertad de los hijos de Dios».
«Hoy», comenzaba el Pontífice, «trataremos de entender mejor cuál es para el apóstol el corazón de esta libertad. Pablo afirma que libertad está lejos de ser «un pretexto para la carne» (Gal 5,13): la libertad no es un vivir libertino, según la carne o según el instinto, los deseos individuales o los propios impulsos egoístas; al contrario, la libertad de Jesús nos conduce a estar – escribe el apóstol – «al servicio los unos de los otros» (ibid.). La verdadera libertad, en otras palabras, se expresa plenamente en la caridad. Una vez más nos encontramos delante de la paradoja del Evangelio: somos libres en el servir; nos encontramos plenamente en la medida en la que nos donamos; poseemos la vida si la perdemos (cfr Mc 8,35)».
«¿Pero cómo se explica esta paradoja?» preguntaba retóricamente Francisco. «La respuesta del apóstol es tan sencilla como comprometedora: «mediante el amor» (Gal 5,13). Es el amor de Cristo que nos ha liberado y aún es el amor que nos libera de la peor esclavitud, la del nuestro yo; por eso la libertad crece con el amor. Pero atención: no con el amor intimístico, de telenovela, no con la pasión que busca simplemente lo que nos apetece y nos gusta, sino con el amor que vemos en Cristo, la caridad: este es el amor verdaderamente libre y liberador. Es el amor que brilla en el servicio gratuito, modelado sobre el de Jesús, que lava los pies a sus discípulos y dice: «Porque os he dado ejemplo, para que también vosotros hagáis como yo he hecho con vosotros» (Jn 13,15)».
«Para Pablo la libertad no es “hacer lo que me apetece y me gusta”. Este tipo de libertad, sin un fin y sin referencias, sería una libertad vacía. Y de hecho deja el vacío dentro: cuántas veces, después de haber seguido solo el instinto, nos damos cuenta de quedar con un gran vacío dentro y haber usado mal el tesoro de nuestra libertad, la belleza de poder elegir el verdadero bien para nosotros y para los otros. Solo esta libertad es plena, concreta, y nos inserta en la vida real de cada día».
«En otra carta, la primera a los Corintios, el apóstol responde a quien sostiene una idea equivocada de libertad. «Todo es lícito», dicen estos. «Mas no todo es conveniente», responde Pablo. «Todo es lícito» – «Más no todo edifica», responde el apóstol. Y añade: «Que nadie procure su propio interés, sino el de los demás» (1 Cor 10,23-24). A quien está tentado de reducir la libertad solo a los propios gustos, Pablo le pone delante de la exigencia del amor. La libertad guiada por el amor es la única que hace libres a los otros y a nosotros mismos, que sabe escuchar sin imponer, que sabe querer sin forzar, que edifica y no destruye, que no explota a los demás para su propia conveniencia y les hace el bien sin buscar su propio beneficio. En resumen, si la libertad no está al servicio del bien corre el riesgo de ser estéril y no dar fruto. Sin embargo, la libertad animada por el amor conduce hacia los pobres, reconociendo en sus rostros el de Cristo. Por eso el servicio de los unos hacia los otros permite a Pablo, escribiendo a los Gálatas, subrayar algo de ninguna manera secundaria: hablando de la libertad que le dieron los otros apóstoles para evangelizar, subraya que le aconsejaron solo una cosa: acordarse de los pobres (cfr Gal 2,10)».
«Sabemos sin embargo que una de las concepciones modernas más difundidas sobre la libertad es esta: “mi libertad termina donde empieza la tuya”. ¡Pero aquí falta la relación! Es una visión individualista. Sin embargo, quien ha recibido el don de la liberación obrada por Jesús no puede pensar que la libertad consiste en el estar lejos de los otros, sintiéndoles como molestias, no puede ver el ser humano encaramado en sí mismo, sino siempre incluido en una comunidad. La dimensión social es fundamental para los cristianos, y les consiente mirar al bien común y no al interés privado».
«Sobre todo en este momento histórico», concluía el Papa, «necesitamos redescubrir la dimensión comunitaria, no individualista, de la libertad: la pandemia nos ha enseñado que necesitamos los unos de los otros, pero no basta con saberlo, es necesario elegirlo cada día concretamente. Decimos y creemos que los otros no son un obstáculo a mi libertad, sino la posibilidad para realizarla plenamente. Porque nuestra libertad nace del amor de Dios y crece en la caridad».
Un particular suceso ocurrió cuando, durante la audiencia, un niño subió al estrado del Aula Pablo VI y se aproximó para saludar al Papa. El Pontífice, como acostumbra a hacer en estas ocasiones, le animó a quedarse sentado en una silla junto a él. El niño parecía interesarse por el solideo de Francisco. Finalmente, tras un rato en el estrado, bajó de nuevo a su sitio.
Jean Mouroux y el Sentido cristiano del hombre (1943)
La obra de Jean Mouroux Sentido cristiano del hombre, original y panorámica, supuso un gran avance en la exposición de la imagen cristiana del ser humano, contribuyó a Gaudium et spes, y mantiene su vigencia e interés.
Juan Luis Lorda·20 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 8minutos
Jean Mouroux firmó el prólogo de este libro en Dijon, el 3 de octubre de 1943. Probablemente lo hizo en el seminario donde se formó, fue profesor muchos años (1928-1967) y murió (1973). Prácticamente su vida entera estuvo dedicada al seminario, salvo una licenciatura en letras de dos años en Lyon, que fueron para él muy enriquecedores porque conoció a De Lubac y estableció una duradera relación. De hecho, este libro, como otros suyos, fue publicado en la colección Théologie (Aubier) que dirigían los jesuitas de Fourvière, con el número 6. Fue traducido al castellano y reeditado por Palabra (Madrid 2001), edición que usamos.
La fecha merece también atención, porque en 1943 Francia estaba ocupada por las tropas alemanas y en plena guerra mundial. Pero Jean Mouroux, como De Lubac y otros, estaba convencido de que el remedio más profundo de aquella terrible crisis era la renovación cristiana. Y eso le dio ánimo para trabajar.
Una obra consistente
Desde su puesto de profesor de seminario de una ciudad “de provincias” (como se dice todavía en París), supo crear una obra consistente. Escogiendo bien las lecturas y procurándose lo mejor (también con el consejo de De Lubac), preparando muy bien las clases y escribiendo con estupendo estilo y una sorprendente capacidad de síntesis. En él se combinaron un trabajo esforzado y perseverante, un indudable talento teológico, y también un profundo amor al Señor que se transparenta en sus obras.
Sentido cristiano del hombre es el primero y más importante de los ocho libros que escribió. Pero otros también son “importantes” porque afrontan temas centrales, fueron muy leídos y siguen siendo inspiradores: Creo en ti. Estructura personal de la fe (1949), La experiencia cristiana (1952), El misterio del tiempo (1962) y La libertad cristiana (1968), que desarrolla temas ya tratados en Sentido cristiano.
Sentido cristiano del hombre (1943)
Lo primero que se puede decir de este libro es que, en realidad, no existía nada parecido. Es una novedosa y feliz idea cristiana del ser humano. Tiene un doble mérito; integra muchos materiales que podríamos llamar “personalistas”, que estaban surgiendo entonces, y les da un orden natural.
Supuso un auténtico salto de calidad y no ha perdido interés. Cuando se estaba confeccionando Gaudium et spes, y se quería describir la idea cristiana del ser humano, era el libro más completo de referencia. Y, de hecho, le llamaron a colaborar, aunque su ya débil salud solo le permitió una corta estancia en Roma (1965).
“En torno a nosotros existe la convicción de que el cristianismo es una doctrina extraña al hombre y sus problemas, impotente ante lo trágico de su condición, sin interés por su miseria y su grandeza. Las páginas que siguen querrían demostrar que el misterio cristiano brota únicamente de la amistad divina con el hombre, que explica perfectamente su miseria y su grandeza, que es capaz de curar sus heridas y de salvarle divinizándole” (p. 21).
Tiene diez capítulos, divididos en tres partes: valores temporales (I), valores carnales (II) y valores espirituales (III). Valores temporales se refiere a la inserción del ser humano en lo temporal (también en la ciudad temporal y el mundo humano) y a su lugar en un maravilloso universo que es creación divina. Valores carnales (aunque en castellano han preferido traducir por “corporales”) son los valores del propio cuerpo con sus grandezas y miserias, y con el admirable y definitivo hecho de la Encarnación. En Valores espirituales, recorre tres dimensiones del espíritu humano: ser persona (un ser personal), tener libertad (con sus miserias y grandezas) y realizarse en el amor (con la perfección de la caridad). Estupenda arquitectura.
Valores temporales
Lo primero que llama la atención es la conciencia positiva que tiene Mouroux hacia lo temporal como lugar de realización de la vocación humana: “¿Cuál es la actitud del cristiano frente a esta realidad maravillosa? La respuesta parece muy sencilla: aceptación gozosa y colaboración entusiasta” (32)… que no significa ingenua, precisamente porque el cristiano sabe que hay pecado. Es un amor “positivo” (34), “orientado” (37) con el debido orden de valores, y, con la ayuda de Dios, “redentor” (42). El cristiano debe procurar mirar las cosas de este mundo “con ojos puros, usarlas con voluntad recta y reorientarlas a Dios por la adoración y el agradecimiento” (43).
Por su parte, el universo es “un inmenso libro vital e inagotable donde las cosas se nos manifiestan y nos manifiestan a Dios” (48). El ser humano forma con la naturaleza un todo orgánico y, al mismo tiempo, “solo él puede con plena conciencia, con el conocimiento y el amor, llevar el mundo hacia Dios, dándole gloria” (51). Pero esto se realiza en la “ambigüedad trágica” (52) que el pecado ha insertado en la relación del hombre con la naturaleza. El último punto trata del “Perfeccionamiento del mundo por la acción cristiana”, y es paralelo al capítulo 3 de la primera parte de Gaudium et spes (1965).
Valores “carnales”
De entrada, hay que partir de “La dignidad del cuerpo”, creado por Dios. Pero “pocos temas causan más equívocos, aun entre los cristianos […]. Podemos afirmar de él las cosas más contradictorias” (73). Se propone estudiar la grandeza y miseria del cuerpo humano “mostrando que Cristo vino para curar su miseria y exaltar su dignidad” (73). Por cierto que el esquema grandeza-miseria es un evidente eco de los Pensamientos de Pascal.
El cuerpo, positivamente, es instrumento del alma, medio con el que se expresa y comunica, y forma con ella la plenitud de la persona, que no puede concebirse sin él. Y ese es el sentido cristiano de la resurrección final de los cuerpos, anticipada en Cristo, primicia, promesa y medio.
Ciertamente, la huella del pecado produce una disfunción, que se expresa en resistencia, dificultad para la vida espiritual y la relación: “El cuerpo también es un velo. Es opaco. Dos almas nunca pueden comprenderse directamente” (98). Y se plantea el conflicto entre la carne y el espíritu: “El cuerpo, además de resistente y opaco, es una materia peligrosa” (102). Cuerpo y espíritu están hechos para vivir en unidad, pero también contrastan por naturaleza y combaten por el pecado: “El cuerpo humano no es ahora el cuerpo que Dios quiso. Es un cuerpo herido y derrotado como el hombre mismo” (114). Estas curiosas disfunciones, naturales y por el pecado, se manifiestan sobre todo en la afectividad. Pero, en la economía de la salvación, la misma situación insatisfactoria, huella del pecado, se convierte en itinerario de salvación, dando un sentido nuevo a la miseria corporal.
Al encarnarse, el Señor muestra el valor del cuerpo y su destino. “En su relación a Cristo, el cuerpo humano –misterio de dignidad y de miseria- encuentra su explicación definitiva y su total perfeccionamiento. El cuerpo fue creado para ser asumido por el Verbo de Dios” (119). El Cuerpo de Cristo se convierte, por un lado, en revelación de Dios, medio de expresión que nos llega en nuestro lenguaje y nivel. Y, por otro lado, en medio de redención. No solo en la cruz, sino en toda la actividad humana del Señor.
“Treinta años de vida mortal ofrecidos de una vez por la salvación del mundo. De este modo, todas las actividades que se realizan por medio del cuerpo constituyen el comienzo de la Redención. El trabajo de carpintero durante la vida oculta, la evangelización de los pobres con su predicación […]. La oración por los caminos…” (126-127).
Esa redención de Cristo de nuestro cuerpo empieza con el Bautismo: “En adelante, el cuerpo purificado, ungido y marcado con la cruz, está consagrado a Dios como una mansión santa, como instrumento valioso, como el compañero del alma, evangelizado y convertido inicialmente […]. Esa consagración es tan real, que manchar el cuerpo directamente por la impureza es una especial profanación” (133). Hay un camino de purificación e identificación con Cristo (también en el cuerpo y en el dolor) que dura toda la vida. Y llega a nuestra resurrección final en Él.
Valores espirituales
La tercera parte, con sus cinco capítulos, es la mayor y ocupa casi la mitad del libro. Con un hermoso capítulo dedicado a la persona y sus aspectos: espíritu encarnado, subsistente en sí mismo y, al mismo tiempo, abierta a la realidad y a los demás, persona entendida como vocación hacia Dios, pero en el mundo. Estudia también “la persona en su relación con el primero y segundo Adán”, porque la vida cristiana consiste en ese camino de uno al otro, de la situación de creado y caído a la situación de redimido y realizado en Cristo.
Siguen dos consistentes capítulos dedicados a la libertad humana. El primero estudia la libertad como el acto más característico del espíritu humano, con su implicación de inteligencia y voluntad. Con un sentido último hacia la felicidad y realización humana que el cristiano sabe que están en Dios. Y con las limitaciones que aparecen en la vida real, entre enfermedades y condicionamientos de todo tipo.
Sobre esa descripción más o menos fenomenológica, la fe cristiana, además de mostrar claramente el sentido de la libertad, descubre su estado de esclavitud, por estar atada por el pecado y necesitada de la gracia. No está impedida para hacer las cosas más normales y “terrenas”, sino precisamente para poder amar a Dios y al prójimo como es nuestra vocación. Necesita la gracia y así se da la libertad cristiana, tan bellamente ilustrada por san Agustín. Estos temas serán ampliados en su libro de 1968 (La libertad cristiana).
Pero la persona y su libertad resultarían como frustradas si no fuera por otra dimensión, que también es iluminada por la fe cristiana: el amor. Estudia primero el “sentido cristiano del amor”, que puede dirigirse a Dios (amor fontal y origen de todo verdadero amor), a los demás, y ser también amor “nupcial”, con características propias que la fe ilumina.
Cierra esta tercera parte el capítulo dedicado a la caridad: “Quisiéramos hacer entrever el misterio de la caridad. Y para conseguirlo, descubrir y repensar sus rasgos esenciales, tales como nos lo presenta la palabra de Dios, que es amor” (395).
Se muestra primero como don absoluto (entrega de sí mismo), acto de servicio y obediencia, y de sacrificio; que, después de Dios, se realiza en el auténtico amor fraterno. Además, “la caridad es, a la vez, amor de deseo y amor de entrega […]. Sería atentar contra la condición de creatura querer eliminar la indigencia radical que engendra el deseo o la dignidad sustancial que proporciona la entrega. Sería, al mismo tiempo, ser infiel a las exigencias de esta vocación sobrenatural que nos llama a poseer a Dios y a entregarnos a Él” (331).
Res sacra homo
Así se titula la conclusión: “Cuanto más se profundiza en el hombre, tanto más se nos revela como un ser paradójico, misterioso, y, para decirlo todo, sagrado, ya que sus paradojas y misterios interiores se apoyan siempre sobre una nueva relación con Dios” (339). Se juega mucho en que se conserve el sentido de “sagrado”, subraya Mouroux todavía con la incerteza del desenlace de la II Guerra Mundial. El hombre es un “misterio”, “sumergido en la carne, pero estructurado por el espíritu; inclinado hacia la materia y, al mismo tiempo, atraído por Dios” (340). “Juega su aventura en medio de los remolinos de la carne y el mundo. Este es el drama que todos vivimos” (341). “Lo esencial del ser humano es su relación con Dios; por tanto, su vocación” (342).
Caído, alterado y redimido. Con una concupiscencia, pero también con una llamada a la Verdad y al Amor. Sagrado por su origen y destino en Dios, sagrado por su salvación en Él. Su caída no es tan grave en el aspecto material o carnal como en el espiritual, en su lejanía de Dios. Por eso, en una cultura materialista quizá no se nota tanto lo que falta cuando su dignidad se rebaja a existir en lo temporal.
Por contraste, está la maravilla del vivir cristiano en la Trinidad. Así hay una triple dignidad el hombre por su semejanza con Dios (imagen), su vocación a encontrarle y su filiación. “Comprendemos, pues, la estrecha relación que existe entre lo humano y lo sagrado, ya que, efectivamente, lo sagrado no es otra cosa que el más noble apelativo y la más profunda verdad de lo humano” (347). Y esa plena verdad del ser humano y su vocación se ha mostrado especialmente en María. Y alienta en lo mejor de nosotros.
En España el profesor Juan Alonso le ha dedicado particular atención, prologa el libro que citamos y tiene varios estudios que se pueden encontrar online. En esta serie también le dedicamos a Mouroux un artículo general: Jean Mouroux o la teología desde el seminario.
La estimación de más de 200.000 víctimas de abusos de menores por parte del clero en Francia entre 1950 y 2020, ha llevado a miembros del gobierno francés a cuestionar el sigilo sacramental de la confesión. Un sigilo que los obispos defienden como “más fuerte que las leyes de la República”.
Rafael Miner·20 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 6minutos
El informe de la Comisión Independiente sobre Abusos Sexuales en la Iglesia (Ciase), compuesta por una veintena de expertos y presidida por Jean Marc Sauvé, ha dictaminado hace unos días que en el país galo 216.000 menores fueron víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes, religiosos y religiosas en un periodo de 70 años (1950-2020).
El estudio ha sido promovido por la Iglesia católica en Francia, y Sauvé ha calificado “las violencias sexuales” como “una bomba de fragmentación en nuestra sociedad”. Inmediatamente, el Papa Francisco manifestó desde Roma su “tristeza y dolor por las víctimas”, añadió que “por desgracia, las cifras son considerables”, sin entrar en detalles, y pidió que “dramas como éste no se repitan”.
Aunque se hubiera producido un solo caso, hay que compartir el dolor, la tristeza, y hasta el asco por este drama de los abusos. Sin embargo, conviene recordar que la cifra es “una estimación estadística”, producto de una investigación del Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica (Inserm), a partir de una encuesta realizada por Ifop (instituto referente en sondeos y estudios de mercado). Y que solo un 1,25 % de las víctimas se manifestaron a la Ciase. Ahora, la Iglesia en Francia lleva desde 1990 trabajando en la prevención de abusos sexuales, y con mayor intensidad desde 2010.
¿Choque Estado-Iglesia?
El trabajo de la comisión Sauvé y los abusos sexuales en menores de edad en países como Australia, Bélgica, Holanda, Chile, Estados Unidos, Irlanda o Reino Unido, también en España, cometidos o encubiertos por miembros del clero, han producido dos movimientos: 1) por parte de la Iglesia, “tolerancia cero”, con normas y orientaciones para perseguir los delitos y colaborar con las autoridades estatales, emanadas por el Papa Francisco y la Iglesia católica; y 2) por parte de algunas autoriddes administrativas, recomendaciones, e incluso presiones para que los miembros del clero se constituyan en denunciantes obligatorios de estos abusos, vulnerando el sigilo sacramental de la confesión, bajo pena de sanción.
Así lo ha analizado el catedrático Rafael Palomino en Ius Canonicum, quien en 2019 informaba ya de normativas en Australia y otros países que eliminan la protección jurídica del secreto de confesión, y que presagiaban un choque, incluso frontal, entre leyes estatales, y normas canónicas de la Iglesia relativas al sigilo de confesión.
Y esto mismo acaba de suceder en Francia, donde el arzobispo de Reims y presidente de la Conferencia Episcopal, Mons. Éric de Moulins-Beaufort, ha declarado a la emisora France Info que “nos debemos al secreto de confesión y, en ese sentido, éste es más fuerte que las leyes de la República”. Ha faltado tiempo para que el presidente francés, Emmanuel Macron, pidiera explicaciones al arzobispo Eric de Moulins-Beaufort, y el ministro del Interior, Gérald Darmanin (“nada está por encima de las leyes de la República”), le convocara esta semana para aclarar sus palabras.
Para hacerse una idea del perfil del arzobispo Moulins-Beaufort, algunas de sus primeras palabras como presidente de la Conferencia episcopal francesa, en 2019, fueron las siguientes: “Nunca volveremos a la sociedad de aldea de 1965, donde la gente iba a Misa por deber. Hoy día es la búsqueda de placer lo que gobierna las relaciones sociales, y éste es el mundo que debemos evangelizar”.
El sacramento de la confesión
En el fondo de esta polémica, no sólo late un cierto pulso de un Estado de tejido laico con la Iglesia, que tuvo ya un reflejo en las limitaciones de aforo en los templos durante la pandemia, sino quizá un desconocimiento del sacramento de la Penitencia en la fe católica.
Este sacramento fue instituido por Jesucristo cuando la tarde de Pascua se mostró a los apóstoles y les dijo: “Recibid el Espíritu Santo. A quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos” (Jn 20, 22-23).
Jesús ilustró el perdón de Dios, por ejemplo, con la parábola del hijo pródigo, donde Dios nos espera con los brazos extendidos, aunque no lo merezcamos, como reflejan los conocidos lienzos de Rembrandt o Murillo. Estas son las palabras actuales de la absolución que pronuncia el sacerdote: “Dios, Padre misericordioso, que reconcilió consigo al mundo por la muerte y la resurrección de su Hijo y derramó el Espíritu Santo para la remisión de los pecados, te conceda, por el ministerio de la Iglesia, el perdón y la paz. Y yo te absuelvo de tus pecados en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. Es Dios quien perdona, quien no se cansa de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón, dijo el Papa Francisco en su primer Ángelus (2013).
Este encuentro personalísimo con Dios, la confesión, tiene lugar con absoluto sigilo, el denominado sigilo sacramental. Se trata de “un tipo particular de secreto que obliga al confesor a no revelar jamás, por ninguna razón y sin excepción, al penitente ni los pecados que éste le haya manifestado en el sacramento de la confesión”.
El sigilo sacramental es «un tipo particular de secreto que obliga al confesor a no revelar jamás, por ninguna razón y sin excepción, al penitente ni los pecados que éste le haya manifestado en el sacramento de la confesión”.
“Lo que se escucha en el fuero de Dios siempre debe permanecer en el fuero de Dios. Jamás puede haber razón, ni siquiera gravísima, que permita la manifestación en el fuero humano de los pecados que el penitente haya confesado a Dios en el fuero sacramental. Por eso se trata de un secreto inviolable. Y no se trata de una ley humana eclesiástica, sino divina, de tal modo que no puede ser dispensada”, señalan los profesores Otaduy, Viana y Sedano citando la doctrina sobre el sacramento de la Penitencia en el Diccionario General de Derecho Canónico.
Cardenal Piacenza: “Solo para Dios”
El cardenal Mauro Piacenza, Penitenciario Mayor de la Iglesia, ha manifestado recientemente estas mismas ideas: “El penitente no habla al confesor hombre sino a Dios. Tomar posesión de lo que es de Dios sería sacrilegio. Se protege el acceso al mismo sacramento, instituido por Cristo, para ser puerto seguro de salvación para todos los pecadores”.
“Todo cuanto se dice en la confesión, desde el momento en que comienza este acto de culto, con la señal de la cruz, hasta el momento en que termina con la absolución o con la negación de esta, está bajo sigilo absolutamente inviolable”, ha señalado en ACI Stampa. Incluso en el caso específico en que “durante la confesión, un menor revele por ejemplo haber sufrido un abuso, el diálogo debe permanecer siempre, por su naturaleza, bajo sigilo”, ha resaltado el cardenal.
Sin embargo, aclaró, “esto no impide que el confesor recomiende vivamente al mismo menor que denuncie el abuso a sus padres, educadores y a la policía”. Según el cardenal, “el acercamiento a la confesión, por parte de los fieles, podría colapsar si se pierde la confianza en el sigilo, con gravísimo daño para las almas y para toda la obra de la evangelización”.
Argumentos de una controversia
Frente a estas consideraciones, alertar de un caso de pederastia es una “obligación imperiosa” incluso para los sacerdotes, ha argumentado el ministro de Justicia galo, Éric Dupond-Moretti. Y si no lo hace, agregó en la cadena LCI, pueden ser condenados por ello. “Se llama no impedir un crimen o delito”, subrayó.
Sin embargo, en una entrevista concedida a la revista francesa L’Incorrect, citada por Die Tagespost, el obispo de Bayona, Marc Aillet, ha salido al paso de las respuestas de varios ministros, y ha apelado a la esfera religiosa, que está fundamentalmente separada del Estado, que no tiene autoridad sobre la Iglesia.
El sacerdote no tiene la sartén por el mango en esta relación de conciencia de la persona que se dirige a Dios en su petición de perdón. Por lo tanto, no se puede tocar, dice el obispo Aillet. El sacerdote no es el amo en esta relación; es el siervo, el instrumento de esta relación tan especial del hombre con Dios.
El sacerdote no tiene la sartén por el mango en esta relación de conciencia de la persona que se dirige a Dios en su petición de perdón.
Monseñor Aillet ha recordado que la República Francesa ha respetado siempre el secreto de confesión, que “afecta a la libertad de conciencia”. Es el mismo argumento que esgrime el catedrático Rafael Palomino. A su juicio, “es a través del derecho fundamental de libertad religiosa como se puede otorgar un fundamento y también un argumento de peso cara a una eventual valoración, jurisprudencial o de política legislativa, frente a las restricciones estatales que se cifran en el delito de omisión del deber de denuncia de los abusos”.
El obispo Aillet ha destacado, por otra parte, según Die Tagespost, que en una sociedad cada vez más laica, la mayoría de la gente ya no entiende lo que es un hecho religioso: “El informe sobre los abusos crea un revuelo en el que la gente ya no entiende el principio del secreto de confesión, que asocia con la ley del silencio o la del ‘secreto de familia’, y cree que la Iglesia sigue intentando ocultar las cosas, cuando es la Iglesia la que ha encargado este informe”.
Quedan dos cosas por añadir: “la extendida e históricamente demostrada fidelidad del clero católico al sigilo de confesión”, anota Rafael Palomino, y la audiencia del Papa al primer ministro francés, Jean Castex, con su mujer, precisamente este 18 de octubre.
Comentario a las lecturas del domingo XXX (B): Señor ¡Que vuelva a ver!
Andrea Mardegan comenta las lecturas del XXX domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.
Andrea Mardegan / Luis Herrera·20 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2minutos
Admiraba el color del cielo al amanecer y al atardecer, el centelleo de la luna y las estrellas en la noche, el color de ojos de los seres queridos. Podía mirar a la tierra que pisaba y medía los objetos que trabajaba con sus manos. Luego, la enfermedad ocular progresiva le quitó a Bartimeo colores, perspectiva, belleza de las criaturas. Ya no podía ganarse el pan, se vio obligado a mendigar.
Todo el día sentado al lado de ese camino que va de Jericó a Jerusalén. Escuchando noticias que llegaban a través de la ruta. Oyó hablar de Jesús Nazareno que devolvía la vista a los ciegos, como decían las profecías sobre el Mesías. Su padre Timeo le animaba: “Pasará por aquí para ir a Jerusalén. Ya verás: cita a menudo a Jericó en sus parábolas. Le pedirás que te sane. Es el Hijo de David, el Mesías. Muchos querrán verle y escucharle. No dejes que se te escape “.
Había desarrollado oídos muy finos. Se da cuenta enseguida de esa multitud que gritaba, y le saltó el corazón: ¿quién viene, quién es? ¡Es Jesús de Nazaret! Bartimeo empieza a gritar con toda la fuerza de esos años de tinieblas. Grita su necesidad, su pobreza unida a la fe en Jesús. En los meses de espera oraba así: “Señor del cielo y de la tierra, me has regalado la vista y me la has quitado, si Es para que sepamos que ha llegado tu Mesías, te prometo que, si me sana, le seguiré hasta el fin del mundo”. Ese deseo otorga una fuerza incontenible a su voz.
Los que rodean a Jesús y se encargan de la seguridad del Maestro dan ordenes a los que se agolpan. Para intentar detener el ruido que hace, lo regañan: estás ciego y habrá una razón, ¡quédate agachado mendigando! No recuerdan que Jesús vino por los pecadores y que devolvió la vista a muchos ciegos.
Son ellos los primeros ciegos a los que Jesús sana, diciéndoles: llamadle. Ante esas palabras cambian la forma de mirarle e intentan imitar al Maestro: “¡Ánimo!”. Le dicen: “¡Levántate, te llama!”. Esa llamada y la oportunidad de hablar con Jesús lanzan de pie a Bartimeo, de un salto. No importa si echa a volar el manto. Corre hacia Jesús en la noche de sus ojos. Y el Maestro le anticipa: ¿qué quieres que te haga? Para Jesús es importante el deseo y la oración de Bartimeo. Se callan los muchos que le dijeron al ciego que se callara. Bartimeo responde: ¡Maestro mío, que vuelva a ver! Jesús ve la luz de la fe en su corazón y la recompensa. ¡Anda, tu fe te ha salvado! Los ojos del Maestro y su sonrisa son las primeras cosas que miran sus ojos nuevos. Los colores vuelven a brillar. Jesús no le ha invitado a seguirle, le ha dicho: vete, eres libre de volver a vivir tu vida de antaño. Pero Bartimeo, fiel a su promesa, le sigue por la calle lleno de alegría.
La homilía sobre las lecturas del domingo XXX
El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.
Ante la proximidad de unas nuevas elecciones para elegir al presidente del país, y la presentación del proyecto de una nueva Constitución, Chile tiene que decidir sobre temas clave para la vida y la sociedad, como la regulación del aborto o de la eutanasia.
Pablo Aguilera·19 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3minutos
En Chile han fallecido 37.476 personas por el virus COVID. Se inició el 2020 un masivo programa de vacunación y a finales de septiembre el 74 % de la población ha recibido las dos dosis de la vacuna. El nivel de contagios, de hospitalizados graves y de fallecidos ha disminuido notablemente en los últimos dos meses, lo que ha motivado que el Gobierno rebaje las medidas restrictivas de trabajo, movimiento, reunión, etc.
A finales de septiembre se cumplieron cuatro años de la promulgación de la ley del aborto en tres causales: enfermedad con riesgo vital de la madre, enfermedad del embrión/feto incompatible con la vida y en caso de violación. En este periodo (septiembre 2017-junio 2021) se realizaron un total de 2.556 abortos en el país.
Lamentablemente, la Cámara de Diputados, también en septiembre, aprobó un proyecto de ley de aborto sin causales hasta la semana 14 de embarazo por estrecho margen: 75 votos contra 68 y 2 abstenciones. Pasará al Senado que, probablemente, lo votará el próximo año.
El año 2016 y 2017 hubo una gran movilización de los obispos y laicos de este país rechazando el aborto en tres causales. También lo rechazaron muchas otras comunidades cristianas. Sorprendentemente, esta vez la Conferencia Episcopal no hizo ninguna declaración sobre este proyecto previo a su votación. Unos pocos obispos católicos hablaron sobre el tema. La Conferencia Episcopal emitió una declaración de rechazo el día después de la aprobación de los diputados.
Es un gran tema sobre el cual los candidatos a la Presidencia de la República han señalado sus posturas. Sólo un candidato, José Antonio Kast, ha manifestado su absoluto rechazo al aborto. Los otros tres candidatos –Gabriel Boric de izquierda, Yasna Provoste de la Democracia Cristiana y Sebastián Sichel de centro derecha- son absolutamente partidarios del aborto libre.
En abril los diputados aprobaron un proyecto de ley que permitiría la eutanasia. Será estudiado y votado por los senadores, probablemente el año próximo. En julio el Senado aprobó un proyecto de “matrimonio” homosexual, que debe ser estudiado y votado por la Cámara de Diputados, seguramente el año 2022.
Como se puede ver, este 2021 ha sido un año nefasto para los valores tradicionales que se han vivido en Chile. Pero no está dicha la última palabra, pues los tres proyectos mencionados deben ser votados por la otra Cámara, que cambiará su composición con las próximas elecciones parlamentarias.
En noviembre próximo se elige al futuro Presidente del país, a la totalidad de los 155 diputados y la mitad de los senadores, es decir 25. Seguramente la elección presidencial requerirá una segunda vuelta en diciembre, en que competirán las dos primeras mayorías.
Desde julio pasado ha comenzado a funcionar la Convención constituyente formada por 155 miembros. Ellos fueron elegidos en elección de mayo pasada. Tienen un plazo máximo de 12 meses para redactar un proyecto de nueva Constitución que debe ser aprobada con 2/3 de sus votos. Sesenta días después (año 2022) sería sometida a plebiscito obligatorio. Si la mayoría de los chilenos la aprueba, el Congreso chileno la promulgará. En cambio, si la mayoría (50 % +1) la rechaza, seguiría vigente la Constitución anterior.
Cada 18 de septiembre Chile celebra su Fiesta nacional. Desde 1811 la Iglesia Católica reza un Te Deum de acción de gracias en todas las diócesis. En la Catedral de Santiago acuden las autoridades civiles del país: el Presidente de la República, presidentes del Senado y Diputados, Corte Suprema, Comandantes en Jefe de instituciones de la Defensa nacional, etc. Desde 1970 se invita también a los representantes de otras confesiones religiosas. En esta ocasión es relevante la homilía que pronuncia el Arzobispo.
Este año el Cardenal Celestino Aós dio gracias a Dios por las muchas cosas buenas que hay en nuestro país, pero también expresó su preocupación por los peligros para la convivencia democrática de los chilenos en un año marcado por antagonismos políticos. En una parte de su homilía expresó: “Damos gracias por todos aquellos que buscan respetar y proteger los valores no negociables: el respeto y la defensa de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural, la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer, la libertad de los padres para elegir el modelo y el establecimiento de educación de los hijos, la promoción del bien común en todas sus formas y la subsidiariedad del Estado que respeta la autonomía de organizaciones y colabora con ellas.”
El próximo domingo, la Iglesia celebra el domingo mundial de las misiones, DOMUND. Una jornada que ha contado, en su presentación, con la participación de Mons. José Luis Mumbiela y la joven Mónica Marín. Ambos, desde diferentes perspectivas y experiencias han destacado que la misión es parte esencial de la Iglesia y que todos los cristianos son misioneros por el propio bautismo.
El DOMUND no es una jornada para apoyar proyectos concretos, es “la jornada en la que los cristianos tomamos consciencia de que la Iglesia universal depende de nosotros”. Así lo ha afirmado José María Calderón, director nacional de OMP en España al comenzar la presentación del DOMUND de este año que celebraremos el próximo domingo 24 de octubre.
Esa vocación universal a la misión en virtud del bautismo recibido ha sido la línea transversal de las intervenciones de los dos testimonios que, este año, han acompañado a Calderón en la presentación de la Jornada.
«El Espíritu Santo actúa antes de que lleguemos»
Mons. José Luis Mumbiela, obispo de Almaty ha comenzado agradeciendo a los españoles su colaboración con las necesidades de la Iglesia en Kazajistán. “esta casa -ha señalado refiriéndose a la sede de Obras Misionales Pontificias- refleja la catolicidad de la Iglesia, porque si la Iglesia católica no tiene dimensión misionera no puede ser católica”.
Mumbiela ha descrito la realidad de la Iglesia en esta zona de Asia central: “somos una Iglesia pobre y pequeña” pero que, a pesar de su falta de medios, también colabora en estas jornadas con la Iglesia universal: “Estas jornadas también se hacen en zonas de misión, esto viene del Bautismo, no es un tema de ayuda de los ricos a los pobres. Forma parte de nuestra vocación cristiana”.
Lo que he visto en Kazajistán, ha narrado Mumbiela “es que el mismo Espíritu Santo que actúa en los países donde la Iglesia esta muy desarrollada actúa allí incluso antes de que llegáramos nosotros” y ha puesto de manifiesto con ejemplos como Dios “mueve ficha antes que nosotros porque quiere estar allí”, como esa mujer tártara que, duante la pandemia recorrió 700 km en bus hasta Almaty con la esperanza de escuchar Misa o personas que piden bautizarse sin haber tenido contacto previo con alguien que les hable de Dios. Con un símil muy actual, Mumbiela señaló que la Iglesia tiene que “llegar antes de la pandemia, no después. Siempre hay virus y tenemos que llegar antes. Porque tenemos la solución, la fe”.
«En la misión he descubierto una manera fresca de ser Iglesia»
Si algo marca la campaña del DOMUND de este año son los testimonios de jóvenes que, de hecho, dan testimonio de lo que han “visto y oído” en diferentes experiencias misioneras” Como ha querido señalar José María Calderón, este año “los protagonistas no son los jóvenes, son los misioneros a través de los ojos de los jóvenes”.
Mónica Marín ha sido la joven que, en esta presentación, que compartido su experiencia en la misión, fuera y dentro de su ciudad natal, Madrid. “Hay una urgencia y la urgencia es ser Iglesia. Ser consciente para qué has sido bautizado” ha destacado al inicio de sus palabras. Esta joven, ha subrayado que “en el momento que sientes que Jesús cuenta contigo, te sale contar lo que has visto y oído. En la misión he descubierto una manera fresca y diferente de ser Iglesia y transmitir ese mensaje”.
Tras varias experiencias de misión, Mónica creó la asociación JATARI (en quechua “levántate”), con la que pretende facilitar la experiencia misionera en España y fuera de ella a los jóvenes. “De nada sirve irte fuera de misiones si luego en tu día a día no haces nada”, ha destacado, “la misión me transforma día a día y por eso quiero que la gente tenga esa oportunidad”.
2022 año clave para las OMP
Junto a la presentación de la jornada de este año, se han dado a conocer algunos datos de la campaña de la pasada edición.
José María Calderón no ha querido dejar pasar la oportunidad de agradecer a los españoles su generosidad ya que, a pesar de la crisis y la pandemia, nuestro país aportó 11.105.000 € en la jornada del DOMUND que se destinaron a 504 proyectos, la mayoría de lso cuales, como ha destacado el propio director de OMP España, “se traducen en el fondo ordinario que pone la Iglesia a disposición de los obispos para el mantenimiento de la diócesis”.
En la actualidad, hay unos 7180 misioneros y misioneras españoles en activo. “La Iglesia tiene que apostar por la misión” ha subrayado Calderón “porque la Iglesia nació para la misión”.
Asimismo, el director de OMP ha señalado que el próximo año será muy significativo para la familia de Obras Misionales Pontificias. El próximo 22 de mayo será beatificada Pauline Jariqot, fundadora de la Obra de la Propagación de la Fe y además se celebra el IV centenario de la creación de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el II centenario de la creación de la Propagación de la Fe por Jariqot, asó como 100 años de la elevación a Obra Pontificia de Propagación de la Fe, Infancia Misionera y San Pedro Apóstol fueran instituidas como obras misionales pontificias así como, en España, el I centenario de la revista Iluminare.
Un signo claro de que hay un auténtico deseo de regeneración política debería mostrarse dejando de lado los intereses ideológicos y de partido, para abordar con seriedad los auténticos problemas de una sociedad sostenible, que desea tener futuro.
Acabo de asistir a la IV cumbre internacional sobre Demografía, celebrada en Budapest bajo este sugerente y desafiante título. Nos encontramos en un contexto de invierno demográfico sin precedentes en toda Europa, cuyo trasfondo no está sólo en el cambio de valores en nuestra sociedad, sino también en un claro desajuste en las políticas de empleo femenino y las medidas de conciliación trabajo y familia en todo el continente.
Hay quienes pretenden convencernos de que “lo sostenible es no tener hijos”. Sin embargo, como afirma el Papa Francisco en la encíclica Laudato si’, el crecimiento demográfico es plenamente compatible con un desarrollo integral y solidario; de modo que achacar los problemas de sostenibilidad al aumento de la población y no al consumismo extremo y selectivo de algunos, es un modo de no enfrentar los problemas (n. 50).
La creciente mentalidad consumista de occidente ve en los hijos una complicación a evitar a toda costa, para disfrutar la vida a tope. Los llamados “dinkis” (double income no kids) son creadores de tendencia, mientras las familias con hijos –especialmente si son más de dos- son observadas con aprensión y desconfianza, como si fuesen unos irresponsables. Sin embargo, no son pocas las parejas que desearían tener hijos, pero de hecho no los llegan a tener, o no llegan a tener los que les gustaría. Hemos de preguntarnos por qué se pospone indefinidamente esa decisión y poner en marcha medidas enfocadas a remover esos obstáculos.
No tiene sentido luchar por crear una sociedad mejor, más justa, más humana, si no estamos pensando en quienes puedan habitarla.
Montserrat Gas
Hungría lleva más de una década dando ejemplo de que es posible poner en marcha políticas de familia efectivas, con ayudas reales a la estabilidad de la vida familiar (con interesantes políticas de vivienda y de conciliación entre vida laboral y familiar) y que están logrando un aumento de la natalidad, que es la auténtica vía para la sostenibilidad de una sociedad. Este país ha logrado, según datos del 2020, mejorar los indicadores de empleo y a la vez las tasas de fecundidad alcanzando los 1,55 hijos (en claro contraste con la media española, de 1,18). El secreto en nuestra opinión no es otro que escuchar las necesidades reales de las parejas jóvenes y responder a los motivos del enorme gap entre la fertilidad real y la deseada.
No tiene sentido luchar por crear una sociedad mejor, más justa, más humana, si no estamos pensando en quienes puedan habitarla. Una sociedad sin niños es una sociedad sin futuro. En España, y en la mayor parte de Europa, nuestros gobernantes llevan décadas haciendo caso omiso de esta obviedad. Es muy llamativo que esta creciente tendencia a la infecundidad no haya sido objeto de un análisis riguroso, para poner en marcha políticas públicas eficaces. Un signo claro de que hay un auténtico deseo de regeneración política debería mostrarse dejando de lado los intereses ideológicos y de partido, para abordar con seriedad los auténticos problemas de una sociedad sostenible, que desea tener futuro.
Catedrática en la Facultad de Derecho de la Universidad Internacional de Cataluña y directora del Instituto de Estudios Superiores de la Familia. Dirige la Cátedra sobre Solidaridad Intergeneracional en la Familia (Cátedra IsFamily Santander) y la Cátedra Childcare and Family Policies de la Fundación Joaquim Molins Figueras. Es además vicedecana en la Facultad de Derecho de UIC Barcelona.
Las diócesis comienzan el camino del sínodo de la escucha
Durante el fin de semana, las Iglesias locales han vivido la apertura de la fase diocesana del sínodo de los obispos que bajo el lema "Por una iglesia Sinodal: comunión, participación y misión” quiere reunir a toda la Iglesia católica, e incluso quienes no forman parte de ella, para discernir los retos y claves de la Iglesia en este tiempo.
El conocido como “Sínodo sobre la sinodalidad” ya es una realidad. Este fin de semana, las diócesis españolas, al igual que las del resto del mundo, han celebrado la apertura de la primera fase de este itinerario sinodal que culminará en octubre de 2023, con la celebración en Roma de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.
Escuchar primeramente a Dios
Si hay algo que pueda resumir este proceso sinodal es la escucha. Una actitud que, en primer lugar, ha de ser hacia Dios, como ha señalado Mons. Santiago Gómez, Obispo de Huelva al abrir el sínodo en su diócesis: “Antes de hablar de Dios, tenemos que escuchar su Palabra, aprender como discípulos de la Palabra hecha carne, discípulos del Señor Jesús. Este proceso sinodal nos invita a escucharnos unos a otros, pero antes los discípulos deben escuchar la Palabra. El camino sinodal que emprendemos nos invita a dialogar con todos, pero es preciso partir del diálogo con Dios.
Del mismo modo se expresaba el obispo de Cartagena – Murcia, Mons. Lorca Planes: “El Santo Padre nos pide algo sencillo, reconocer y actualizar nuestra esencia, volver a los orígenes con intensidad y, para esto, es necesario escuchar la Palabra de Dios, porque siempre nos servirá de orientación en la vida; también que oigamos la voz del Espíritu Santo, que nos iluminará para que podamos caminar como hermanos”. También el obispo de Málaga se refirió en la apertura de su diócesis a la necesidad de la renovación “bajo la acción del Espíritu y la escucha de la Palabra».
Por su parte, Mons. Carlos Escribano, Arzobispo de Zaragoza destacaba que “Nuestra tarea es descubrir que Jesús camina a nuestro lado. Hemos de ser expertos en el encuentro: dar espacio a la adoración. El camino sinodal solo será tal, si nos encontramos con Cristo y, con él, con nuestros hermanos”.
El bautismo: fuente de nuestra comunión y participación
Otro de los signos de este Sínodo quiere ser la comunión. Un acento que fue subrayado por Mons. Demetrio Fernández que pidió a los fieles trabajar unidos y en comunión “para participar todos en la construcción de la Iglesia y en el testimonio que la Iglesia está llamada a dar en el mundo”. De manera análoga, Mons. Sainz Meneses, arzobispo de Sevilla señalaba que “en virtud de nuestro Bautismo todos estamos llamados a participar activamente en la vida de la Iglesia. Todos estamos invitados a la oración, al encuentro, al diálogo, a escucharnos unos a otros, de modo que podamos captar los impulsos del Espíritu Santo, que viene en nuestra ayuda para guiar nuestros esfuerzos humanos, y nos lleva a una comunión más profunda y a una misión más eficaz en el mundo”.
También a la unidad se refería el cardenal arzobispo de Madrid que señalaba que “Para toda la Iglesia el punto de partida no puede ser otro que el Bautismo, que es nuestro manantial de vida; con ministerios y carismas diversos, todos estamos llamados a participar en la vida y en la misión de la Iglesia”. Asimismo, mons. Osoro recordó que, con este sínodo “no estamos abriendo un parlamento ni tampoco vamos a hacer un sondeo de opiniones”, sino que “toda la Iglesia universal se pone en camino» y, a través de cada Iglesia particular, inicia una consulta en la que el primer protagonista es el Espíritu Santo”.
Apertura en la diócesis de Cartagena
Esta idea marcó varias de las homilías de los obispos en esta apertura, como la del arzobispo de Tarragona que subrayó que » Como afirmaba el Papa Francisco, el Sínodo no es un parlamento, ni tampoco un sondeo de opiniones. Es más bien un momento eclesial. El método sinodal nos invita a hacer de este Sínodo una magnífica ocasión de diálogo profundo, de escucha humilde, de discernimiento sincero de los signos de los tiempos, donde el sujeto real sea, porque lo es, todo el pueblo santo de Dios”. También mons. Barrio Barrio quiso destacar que este sínodo es una búsqueda de la verdad, que implica reconocer y apreciar la riqueza y la variedad de los dones y de los carismas; y que ha de servir para regenerar las relaciones cristianas con grupos sociales y comunidades de otras confesiones y religiones.
El apoyo de la Conferencia Episcopal
Una vez abierta esta primera fase del sínodo, antes del 31 de marzo del próximo año, las diócesis tendrán que enviar sus conclusiones a la Conferencia Episcopal que coordinará la elaboración de una síntesis de las aportaciones, en la que participarán también el responsable de la Conferencia Episcopal para el proceso sinodal y su equipo, así como los representantes elegidos para participar en la Asamblea General Ordinaria del Sínodo en Roma, una vez ratificados por el Santo Padre. Esta síntesis se enviará a la Secretaría General del Sínodo junto a las aportaciones de cada una de las Iglesias particulares.
La Conferencia Episcopal Española ha habilitado un espacio web de información sobre el camino sinodal y en el que se pueden encontrar los documentos relativos al proceso, preguntas y respuestas, actividades y agenda, etc. Una de las citas previstas en esta primera fase, desde la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida de la Conferencia Episcopal es la ponencia que el subsecretario del Sínodo de los obispos, el agustino español Mons. Luis Marín de San Martín, ofrecerá el sábado 23 de octubre de 10.30 a 13.30 h. y que se podrá seguir de manera online.
“Mi hijo con síndrome de Down y leucemia transforma los corazones”
Teresa Robles, madre de familia numerosa con siete hijos, el último, José María, con síndrome de Down y leucemia, y otro hijo con TEA, Ignacio, gestiona en Instagram la cuenta @ponundownentuvida, con más de 40.000 seguidores. Conversa con Omnes del efecto transformador de las personas con este síndrome, y de cuando las fuerzas flaquean.
Rafael Miner·17 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 10minutos
Cada año en octubre tiene lugar el mes de concienciación sobre el síndrome de Down, con el fin de dirigir la mirada de la sociedad hacia las personas con este síndrome, haciendo visibles su dignidad y sus capacidades.
Omnes ha ido dando cada vez más espacio a estas personas, a los trisómicos, con varios reportajes sobre el padre de la genética moderna, Jerôme Lejeune, el último en marzo.
Hoy entrevistamos a Mª Teresa Robles, madre de familia numerosa, con siete hijos. José María es el último, nació con síndrome de Down y tiene, además, leucemia con un grave problema inmunológico. Teresa habla del efecto transformador de su hijo, de los niños con síndrome de Down y de cómo “hay que transformar la sociedad para llegar a los médicos”.
Fundadora de la asociación Juntos contra el Cáncer Infantil (JCCI), Teresa es conocida por su cuenta en Instagram @ponundownentuvida, que tiene la friolera de más de 40.000 seguidores. Y cuenta anécdotas. Por ejemplo, dos chicas musulmanas “que iban a rezar por José María porque rezaban al mismo Dios, porque lo estamos pidiendo al mismo Dios. Eso me emocionó mucho”. Teresa habla del poder de la oración, “que se nota físicamente”, de “mejor red social, la Comunión de los Santos”, de su marido y de sus hijos, del Opus Dei.
̶ Antes de hablar de José María, coméntenos algo de Ignacio…
Tenemos otro hijo con discapacidad, el cuarto, Ignacio, con una discapacidad intelectual ligera, que tiene además TEA, trastorno del espectro autista. A veces son más difíciles de ver estos niños. Son los grandes olvidados, porque físicamente no se les ve, como sucede con un niño con síndrome de Down, y se les entiende menos. A veces se sufre más con ellos que con una persona que tiene síndrome de Down.
̶ ¿Cómo está ahora José María? Su batalla contra la leucemia…
Ahora mismo está estable. Estamos en un tratamiento experimental, desde 2018, y le funciona mal el sistema autoinmune. Él no tiene defensas en lo vírico, no las genera. Nos han enseñado a poner en casa una vez a la semana las gammaglobulinas, las defensas suyas. Una vez al mes tenemos que ir a que le hagan analítica y pruebas. Y luego hay que retocar la parte inmunológica para ir dándole las necesidades que tiene ese sistema autoinmune. Le atienden en el Hospital del Niño Jesús el tema oncológico, y en La Paz, lo inmunológico.
̶Teresa, has hablado alguna vez del poder transformador de José María. ¿Puedes explicarlo?
Yo le llamo el efecto José María. Es un efecto brutal el que tiene, y pienso que lo tienen todas las personas que tienen síndrome de Down. Cuando estamos alrededor, sin crear violencia, sin violentar a nadie, sin juzgar, ellos van transformando los corazones, van transformando sus miradas, y con ello sus corazones.
Voy a poner un ejemplo. Íbamos de camino al hospital, por la parte de atrás, por donde solemos entrar los de oncología, para no encontrarnos con mucha gente. Y salían los coches y los camiones de reparto. Y venía uno muy deprisa para ser una zona de hospital por donde pasa gente. Yo le miré con cara de ‘asesina’, él me miró con cara de ‘asesino’ [se ríe M. Teresa al contarlo], nos retamos con la mirada, y de repente me di cuenta que miraba a José María, y a este señor se le transformó la cara.
José María estaba sonriéndole de oreja a oreja, y saludándole, como si fuera lo más importante del mundo. Le hizo muchísima gracia, igual que a mí. Le transformó por completo, le saludó, bajó la ventanilla. El niño se fue tan contento, y el señor se fue tan contento. Y pensé: ¡qué tío!, nos ha cambiado por completo la mañana. Estábamos enfadados cada uno por nuestro lado, y nos fuimos tan contentos. Transformó su mañana y transformó la mía. Nos alegró el día. No hay nada como empezar el día alegre. Es un efecto que generan a nuestro alrededor.
Sin violentar a nadie, sin juzgar, ellos van transformando los corazones, van transformando sus miradas, y con ello sus corazones.
Mª Teresa Robles
̶ Cómo va esa cuenta en Instagram? ¿Cómo surgió?
La verdad es que nunca me habían interesado las redes sociales. Cuando José María recayó, había dos posibilidades: Ir a paliativos o un trasplante de médula. Los paliativos ya se conocen, y el trasplante de médula nos aconsejaban no cogerlo, porque no iba a encontrar un donante cien por cien compatible, recaería, si lo conseguía iba a morir en el trasplante, y la muerte es muy cruenta. Todo iba a ser muy doloroso.
Nosotros apostamos por la vida. Nos dimos cuenta de que en el trasfondo había algunos pensamientos del estilo: «ya ha vivido suficiente, ya hemos hecho suficiente, al ser una persona con síndrome de Down no vamos a hacerle sufrir más»… No había maldad en lo que se dejaba traslucir, pero sí apreciamos poco valor por la vida de una persona con discapacidad. Nos animaron varias veces, y nos dijeron que si fuera su hijo iría a paliativos, que no le haría sufrir más. Pero nosotros dijimos que sí a la vida y apostamos por ella otra vez. El «no» ya lo tenemos. Si vamos a paliativos, en dos meses se muere, si vamos a trasplante le acompañaremos en su camino, y veremos qué quiere Dios.
En esa situación, esa noche, pensé: ¿qué puedo hacer yo en esta situación? ¿Qué podemos hacer? Vamos a empezar un trasplante de médula, pero nadie cree en él. Y se me ocurrió que, para transformar la sociedad, que es en lo que estamos siempre, la sociedad se tiene que hacer cargo de lo que le pasa a José María, los médicos también. Creo que hay que cambiar la sociedad para llegar a los médicos. Éste era uno de mis fines. Y el segundo, conseguir médula para José María, médula para todos, porque la operación de médula es universal, no es para una persona.
̶ Y se terminó llamando @ponundownentuvida…
Entonces pensé «voy a lanzarlo en las redes, y cuanta más gente haya»… Nos dijeron que iba a ser casi imposible que encontráramos un donante. Entonces me acordé de unas palabras de una hija mía, que iba detrás de mí para que abriera una cuenta en Instagram, y pensé: es el momento de hacerlo. Mi hija me dijo: «mamá, descárgate la aplicación», y yo «¿Y qué nombre le pongo?» Y mi hija comentó: «mamá, te pasas todo el día diciendo que si quieres ser feliz pon un Down en tu vida». Y dije «es verdad», pues @Ponundownentuvida.
Abrí la cuenta, la gente se volcó, fue el año (2017) en que más donaciones ha habido en no sé cuánto tiempo, tuvieron que abrir los horarios de los hospitales donde se dona médula porque no daban abasto. José María comenzó con el cáncer en el 16, en el 17 tuvo la recaída, en septiembre empezamos lo de la médula, nos dijeron que encontraron múltiples donantes cien por cien compatibles (según ellos era imposible), aunque no pudieron decirnos cuántos, pero insistieron en lo de “múltiples”.
Entonces, José María se hizo resistente para recibirla. Para el trasplante de médula, tiene que estar limpia la médula, y te dan quimioterapia. Y las células de José María eran tan listas que se hicieran resistentes a la quimioterapia. Y nos dijeron que no podía ir a trasplante. Pero ya tenía yo un ejército rezando en Instagram, por lo menos había diez mil personas (ahora son más de 40.000).
̶ ¿Sabe algo de ese ejército que reza?
Imaginemos diez mil personas en algún sitio. ¡Son muchas! No las reúno en el salón de mi casa. Pues todas rezando. Incluso hay gente que nos escribía: mira, no soy católico, no creo en Dios, pero yo rezaba de pequeño, pero voy a rezar todas las noches por tu hijo, a ese Dios en el que tú crees. En la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, que convoca el Papa en enero, me escribieron dos chicas musulmanas para decirme que, como era el mismo Dios, iban a rezar por José María porque rezaban al mismo Dios, porque lo estamos pidiendo al mismo Dios. Eso me emocionó mucho.
Y a los pocos días, mientras asimilábamos la noticia, porque todavía no lo habíamos contado en casa, porque no teníamos fuerzas, la oncóloga nos dijo que había un ensayo clínico en Barcelona, que no sabemos cómo va a funcionar. Está funcionando muy bien, pero José María sería el primer niño con síndrome de Down en Europa que lo recibiría, no sabemos cómo va a ir, pero… Y dijimos: ¿Dónde hay que firmar? Nos trasladamos a Barcelona, estuvimos dos meses viviendo allí, y recibiendo el tratamiento, que fue muy duro, estuvo en la UCI unos días, y nos vinimos a Madrid con el tratamiento, y un seguimiento con el que tenemos que ir una vez al año a Barcelona. El seguimiento del día a día nos lo hacen aquí, en el Niño Jesús. Pero le dan toda la información al Hospital Sant Joan de Déu, En Barcelona estuvo muy grave unos días, pero salió adelante, le hizo efecto el tratamiento, y llevamos tres años de regalo.
Me escribieron dos chicas musulmanas para decirme que iban a rezar por José María porque rezaban al mismo Dios
Mª Teresa Robles
̶ Esto es muy personal. ¿Cómo te ha ayudado la fe cristiana, católica, y el mensaje del Opus Dei? ¿De dónde salen las fuerzas?
Te voy a contar lo que pasa en un proceso tan grande, como es el proceso oncológico de un hijo. Cuando es un hijo el que se juega la vida, es antinatural. Las fuerzas flaquean muchas veces. Hay muchos picos, cuando te van dando malas noticias, buenas noticias. Las malas noticias son quemar cartuchos, una posibilidad menos de que tu hijo sobreviva. Claro, eso es muy difícil de asumir. Soy una persona de fe, tengo la suerte…, eso es un regalo, yo me doy cuenta en este proceso que era un regalo que Dios me daba, no es algo que tú hagas, bueno, yo voy a tener fe, sino que es algo que Dios te da porque le da la gana.
̶ Es un don, un regalo.
Sí. Pero nunca te das más cuenta como cuando verdaderamente la necesitas. En todo ese proceso, Dios era mi sostén, pero durante muchos momentos, yo no podía ni rezar, ni rezar. Tengo la suerte de ser de la Obra, y entonces mi grupo, mi familia en el Opus Dei me dijo, cuando les comenté que no me sale rezar: tú no te preocupes, ya rezamos nosotras por ti. Eso me emociona. En ese momento, me sentí en familia, me sentí querida, y sentí verdaderamente ese poder de la oración.
Es verdad que yo a lo mejor no era capaz de rezar en esos momentos. Cuando pedía a la gente por favor por redes sociales que rezaran por mí, cuando me dijeron que no podía ir al trasplante, fue uno de los momentos más duros de mi vida. Yo pensé: mi hijo se muere. Ya no puedo hacer nada más. Ya he hecho todo lo que podía, los médicos también. En ese momento que crees que te mueres, allí mismo puse un mensaje: puse a rezar a todo el mundo, a mis grupos de whatsapp, de Instagram, a todo el mundo. La gente se volcó tanto, que yo al rato noté una fuerza sobrehumana. ¿Somos supermujeres? No, el poder de la oración se nota físicamente. Hay momentos en que lo sientes no solo moralmente, sino también físicamente. Esto te hace levantarse, salir adelante, y con fuerzas renovadas.
Es verdad que todos tenemos como un león que tenemos dentro, que hemos nacido para luchar. Y es verdad que tus fuerzas se multiplican por dos cuando las pones en el Señor. Esto es una realidad y una ventaja que tenemos sobre el resto. Esto lo he vivido yo en mis carnes, y lo he experimentado físicamente.
Algunos que no creen en Dios luchan como yo, como leonas, pero es verdad que me parece más sencillo a mí cuando Dios me lleva, cuando lo pongo todo en Él. Muchas veces yo no he tenido ni capacidad para rezar. Yo esto lo digo porque hay gente que se agobia pensando que no puede rezar y, si no rezo, Dios no va a curar a mi hijo. No hay problema. Hay mucha gente que ya reza por ti. Dios no está mirando a ver cuándo no rezas.
La mejor red social es la Comunión de los Santos. La mayor y mejor red social. Lo digo allá donde voy. La gente tiene que seguir oyéndolo, lo que significa la Comunión de los Santos, es una pasada.
̶ Quizá ha llegado el momento de hablar de otras personas de tu familia.Los hermanos de José María…
Cuando existe un proceso oncológico de un hermano, la familia se vuelca. Normalmente, lo que hay es mucho miedo, pero también mucho dolor y mucho sufrimiento, que cada uno experimenta de una manera absolutamente distinta. Y además hay que ser muy delicado con cada uno, porque puede haber incomprensión por cómo se expresa alguien de la familia en ese dolor. Pienso que hay que respetar mucho, y hay que quererse mucho en esos momentos, para dejar que cada uno se exprese de la manera que necesita.
Mi marido. A ver. Yo he estado de secretaria de mi hijo en las redes sociales. Yo no soy la protagonista. Siempre digo que soy la secretaria de una cuenta numerosa ahora mismo, con más de 40.000 seguidores [en Instagram], y doy conferencias, pero porque hablo de mi hijo, no es algo personal.
En la familia hay que ser muy delicado con cada uno, porque puede haber incomprensión por cómo se expresa alguien de la familia en ese dolor
Mª Teresa Robles
̶ Eres la portavoz…
Ahora lo llaman community manager. Soy la secretaria, como se decía antes. La misión de José María es cambiar la mirada de la gente, cambiar los corazones de las personas. Hacer un mundo mejor. Y yo lo único que hago es trasladarlo.
̶ Tu marido.
El papel de mi marido es fundamental, porque si mi marido no estuviera detrás, yo no podría estar llevando la cuenta ni haciendo lo que estoy haciendo. Es verdad que él no tenía ni la fuerza ni las ganas para llevar eso; es una realidad, no todos estamos en el mismo papel en la familia. Creo que cada uno tiene su papel y todos son importantísimos. Mi marido es una pieza clave en la recuperación de mi hijo, Mi hijo adora a su padre. Es verdad que a lo mejor no le nombro tanto, porque a él no le gusta. Hay que respetarlo. Le saco en las imágenes, porque es un ejemplo, y yo me enorgullezco de su papel como padre y como marido. Él no es un activista de la cuenta, porque no le atraen las redes sociales, pero ve el bien que se hace y lo apoya al cien por cien.
– Vuestros hijos sufren…
Mis hijos han sufrido mucho. Pensábamos que lo teníamos todo dominado, porque siempre había uno en casa. Cuando yo estaba en el hospital, mi marido estaba aquí, y viceversa. Pero la realidad es que estábamos poco, porque lógicamente estábamos mucho en el hospital, y el que estaba aquí, con la cabeza allí. Aunque pensábamos que estábamos al tanto, en realidad han vivido dos años haciéndose cargo de ellos mismos y de la casa. Luego hay que recuperar esos hijos, sanar esas heridas que tiene cada uno, y limpiar hasta que salga el pus. E ir dando esa forma de familia que tiene el resto de la gente. Y eso es difícil, lleva un tiempo, una dedicación, mucho cariño, mucha paciencia.
̶ Dos años de pandemia. ¿Habéis pasado el virus?
Lo pasé yo, muy grave, y luego mi hijo José María en la UCI también. José María no se pierde una [dice con buen humor].
– ¿Querrías añadir alguna cosa?
Sí. Enseguida comienzo la dirección de un programa de radio para la discapacidad, en Radio María. Se llama ‘Dale la vuelta’, y es un programa sobre las discapacidades. Empiezo el día 25, a ver si sirve. Será los lunes a las 11,00 de la mañana, pero cada quince días.
La misión de José María es cambiar la mirada de la gente, cambiar los corazones de las personas. Hacer un mundo mejor. Yo lo único que hago es trasladarlo.
Un buen vino es como una oración de alabanza dirigida a Dios
Monjes benedictinos franceses de la abadía de Santa Magdalena del Barroux, en tierras de la Provenza-Alpes-Costa Azul, se han aliado con viticultores de la zona para producir los vinos Via Caritatis, con hondo significado. La pandemia les ha afectado notablemente, y piden ayuda.
Rafael Miner·16 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 5minutos
Como señala el presidente de Academia del Vino de Francia, Jean-Robert Pitte, la historia del buen vino en la Europa cristiana está profundamente ligada a la vida monástica. “Desde la Alta Media, las comunidades han querido rendir homenaje a Dios a través del esplendor y la delicadeza de su vino, así como a través de la arquitectura, el canto litúrgico, la caligrafía y la iluminación”.
La Abadía de Barroux, benedictina, es una de las pocas comunidades monásticas francesas que han elegido la viticultura como trabajo manual. “Es el espíritu de caridad el que está en el origen de estos vinos, en la medida en que los monjes se dieron cuenta de las dificultades que tenían los viticultores de la región; y movidos por un espíritu de caridad, en el sentido del ‘ágape’ evangélico, acudieron en ayuda de los viticultores”, explica en esta entrevista con Omnes el director de Desarrollo de Via Caritatis, Gabriel Teissier. Sin embargo, la pandemia ha afectado negativamente a la actividad de Via Caritatis, que está lanzando una operación de venta especial, añade Teissier.
Jean Robert Pitte se refiere al episodio evangélico de las bodas de Caná, y escribe: “Como demostró en Caná, Jesús amaba el buen vino hasta el punto de convertirlo el día antes de su muerte, junto al pan, en una de las especies de la Eucaristía. Las innumerables referencias a la vid y al vino que marcan la Biblia demuestran bastante que un buen vino es como una oración de alabanza dirigida a Dios”.
“Esta es la razón”, añade, “por la que ‘Moines du Barroux’ decidió unir sus fuerzas con los viticultores de Caritatis y excelentes profesionales para hacer avanzar sus vinos y participar en la marcha hacia la excelencia de la hermosa denominación Ventoux. Sus magníficos terruños de altura permiten la elaboración de vinos nobles y vivos”.
Gabriel Teissier habla con Omnes sobre la historia de estos viñedos papales en su origen, el espíritu de caridad que envuelve a los vinos Via Caritatis (“Dios eligió el vino como signo de su amor por los hombres”), y la ayuda que buscan para salir adelante y apoyar a los viticultores.
̶¿Cómo y cuándo los monjes de la abadía de Santa Magdalena de Barroux eligieron la viticultura como trabajo manual?
La historia se remonta a 1309, cuando el Papa Clemente V decidió plantar el primer viñedo papal, en la abadía benedictina de Groseau, en las laderas del Mont Ventoux. Los monjes ceden su abadía al Papa y se establecen en la vecina abadía de Sainte Madeleine.
En 1970, más de 600 años después, los monjes benedictinos regresaron a la región y reconstruyeron una abadía de Saint Madeleine en Barroux, muy cerca de la antigua abadía.
Dom Gérard, el fundador de la abadía de Barroux, quería que los monjes tuvieran una vida arraigada en el trabajo de la tierra. Por lo tanto, compraron tierras agrícolas alrededor de la nueva abadía y comenzaron a cultivarlas. Los principales cultivos de la región son la vid y el olivo, los monjes se convirtieron en viticultores pero también cultivaron aceitunas e hicieron un molino para hacer aceite.
Fieles a la tradición de los viñedos monásticos, los monjes cultivan sus viñedos con mucho mimo y desarrollan una gran experiencia. En 1986, las monjas se trasladaron a Barroux, cerca del monasterio de hombres, y se hicieron cargo de una finca vinícola. Sus tierras completan el dominio monástico con terruños muy cualitativos.
La historia se remonta a 1309, cuando el Papa Clemente V decidió plantar el primer viñedo papal, en la abadía benedictina de Groseau
Gabriel Teissier. Director de desarrollo de Via Caritatis
Después de 40 años de trabajo de ‘alta costura’, los monjes lograron revelar el potencial excepcional de su terruño de altura. Muchos amantes del vino les piden que aumenten su producción y desarrollen su distribución.
̶ Luego se han unido a los viticultores vecinos…
En efecto. Al mismo tiempo, los monjes son testigos de las grandes dificultades de los viticultores vecinos que comparten los mismos terruños de montaña que ellos, y que a menudo realizan trabajos de muy alta calidad pero que no pueden ganarse la vida bien con su trabajo debido a los costes de producción altos y precios de venta bajos para los vinos de la denominación Ventoux.
Entonces, los monjes sugieren a los viticultores vecinos que se unan para hacer grandes vinos juntos, bajo la dirección de Philippe Cambie, nombrado mejor enólogo del mundo en 2010 por Robert Parker. Esto son los vinos Via Caritatis.
̶ ¿Por qué han elegido el espíritu de caridad como mensaje de los vinos Caritatis? Es algo hermoso.
Es el espíritu de caridad el que está en el origen de estos vinos, en la medida en que los monjes, como decimos, se dieron cuenta de las dificultades que padecían los viticultores de la región. Y movidos por un espíritu de caridad, en el sentido del ágape’ evangélico, acudieron en ayuda de los viticultores.
San Juan en su primera carta, dice: “Si veo a mi hermano necesitado y le cierro las entrañas, ¿cómo sería el amor de Dios en mí?” (cf. 1 Juan 3,17). La caridad viene de Dios, Dios es caridad. Y al contemplar la bondad de Dios todos los días en la oración, los monjes naturalmente querían hacerla brillar a su alrededor.
Más allá de los frutos de la propia vid, transformados en vinos de alta calidad, los monjes ven verdaderos frutos de conversión en el corazón de los hombres. El mensaje de la Caridad es también el símbolo mismo del vino. De hecho, Dios eligió el vino como signo de su amor por los hombres.
Los monjes se dieron cuenta de las dificultades que padecían los viticultores de la región y acudieron en su ayuda
Gabriel Teissier. Director de desarrollo de Via Caritatis
̶Los monjes quieren ayudar a las personas y comunidades que han padecido la pandemia del Covid 19 y buscan potenciar la actividad de Via Caritatis. ¿Es cierto?
La actividad de Via Caritatis se ha visto particularmente afectada por la pandemia, y más particularmente por los largos periodos de confinamiento, que han desacelerado drásticamente las ventas.
Por ello, hemos lanzamos una “operación de venta especial”, con el fin de permitirnos compensar todas las ventas que no se pudieron realizar debido a los numerosos confinamientos, en particular a los restaurantes que estaban cerrados, y que constituyen la mayoría de nuestros clientes.
Esta operación aún está en curso, y necesitamos la ayuda de todos para apoyar este proyecto que combina excelencia y caridad. Pueden ver este video, por ejemplo, en francés, y también en inglés.
̶ ¿Puede hablarnos de los vinos? ¿Exportan ustedes a otros mercados?
Nuestros vinos son típicos del valle del Ródano, con mucha fruta crujiente y golosa, y variedades de uva típicas del valle del Ródano Sur como Grenache, Syrah o Cardigan para los tintos o Clairette y La Rousanne en blanc, pero también tiene mucha frescura debido a la altitud de nuestro viñedo. Esta frescura es realmente característica de nuestro terruño a pesar de que estamos a pocos kilómetros de Gigondas y Châteauneuf-du-Pape.
Exportamos vinos a casi todos los continentes, especialmente a Europa, Estados Unidos e incluso a Asia. Por otro lado, todavía estamos escasamente representados en España y en los países de Sudamérica. Por lo tanto, ¡buscamos buenos importadores en estas regiones para promover los vinos de la caridad!
Concluimos la conversación con Gabriel Teissier, director de Desarrollo de Via Caritatis. En su mensaje institucional, subrayan que “los vinos Caritatis quieren ser embajadores de los mejor que tienen la historia, el vino y el terruño de la Provenza. Sobre todo, quieren participar en la difusión de un Espíritu de Caridad que es la verdadera tierra de su nacimiento”.
Como dice Amaury Bertier, del área de administración, “desgraciadamente no tenemos vendedor en España, pero si su artículo puede suscitar vocaciones, ¡sería una bendición! Si alguien desea adquirir vinos ahora, puede pasar por la website del monasterio”.
Las Hermandades y Cofradías ¿reliquias del pasado?
Las hermandades tienen entre sus fines la formación de sus hermanos, dar culto a Dios, promover la caridad y mejorar la sociedad, santificándola desde dentro,
16 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3minutos
Hay quien opina que las hermandades son anacrónicas, reliquias del pasado que sólo interesan a algunos católicos, quizás los menos cultivados, y que su interés no pasa de ser puramente etnográfico o como reclamo turístico.
Quienes así opinan parten de una premisa incorrecta, la consideración de las hermandades como entidades encargadas exclusivamente de organizar unos desfiles procesionales más o menos espectaculares, acompañados por devotos – algunos piensan que “figurantes”- extrañamente ataviados, con hachones encendidos. Pero las hermandades no tienen esa misión, son asociaciones públicas de fieles de la Iglesia Católica, que les encomienda, entre otros fines, la formación de sus hermanos o asociados, dar culto a Dios, promover la caridad y mejorar la sociedad, santificándola desde dentro, porque los asociados a las hermandades, los hermanos, son la sociedad, forman parte de ella.
Centrar el análisis de las hermandades sólo en las procesiones, actos de culto exterior y público, es reductivo y lleva a conclusiones falsas. Todos los fines de las hermandades son indispensables y se apoyan unos en otros formando un conjunto indivisible.
El propósito de las hermandades es colaborar en la misión de la Iglesia, que se concreta en dar gloria a Dios, en sus cultos; que Cristo reine, santificando la sociedad; edificar la Iglesia, evangelizando.
Los buenos internistas saben que lo primero que deben hacer es reconocer al paciente e identificar los síntomas que presenta para, en base a ellos, establecer un diagnóstico y a continuación proponer el tratamiento adecuado. Con palabras más precisas lo explicaba Francisco en su discurso al Parlamento Europeo: «Es importante no quedarse en lo anecdótico; atacar las causas, no los síntomas. Ser conscientes de la propia identidad para dialogar en modo propositivo». Así es como deben proceder las hermandades en su afán de mejora de la sociedad, que hoy presenta síntomas de una enfermedad que puede poner en peligro nuestra libertad. Se trata de identificar los síntomas, establecer el diagnóstico e iniciar el tratamiento.
Entre esos síntomas está la manipulación del lenguaje, con la convicción de que al cambiar el nombre de las realidades éstas se transforman; las microutopías, que sustituyen la gran utopía de la lucha de clases por la de colectivos identitarios con su particular lista de reivindicaciones; la cultura woke, en permanente alerta a supuestas discriminaciones raciales o sociales; la posverdad, nueva forma de denominar a lo que siempre se ha llamado mentira; la cultura de la cancelación, que lleva a excluir e ignorar a quienes no se pliegan al pensamiento políticamente correcto, aquel que se expresa en forma tal que no implique rechazo a ningún colectivo, lo que lleva a la autocensura. Todo esto conduce a la construcción de nuevos marcos mentales de interpretación de la realidad que terminan siendo profundamente totalitarios.
Lo que en principio son tendencias o propuestas culturales luego pasan al ámbito político y de ahí al legislativo, completando así el ciclo de la enfermedad, el diagnóstico: relativismo, que no reconoce nada como absoluto y deja al yo y sus caprichos como última medida, impidiendo así la posibilidad de delimitar unos valores comunes sobre los que construir la convivencia. El relativismo es la crisis de la verdad al considerar que el ser humano no es capaz de conocerla; pero si es la verdad la que nos hace libres, la imposibilidad de conocer la verdad hace al hombre esclavo.
Una vez diagnosticada vamos al tratamiento, que está contenido en la misión de las hermandades. La celebración de los cultos para dar gloria a Dios suele estar bastante cuidada en las hermandades. Ahora hay que centrar esfuerzos en que Cristo reine, en la santificación desde dentro de la sociedad, en construir una sociedad de personas libres, capaces de orientar su propia existencia, de elegir y querer el Bien, de descubrir el sentido más profundo de la libertad, que es contemplar a Dios, la Verdad, entrando así en posesión de la Belleza.
Esta no es una tarea corporativa, de la hermandad, sino de los hermanos, personas libres, obrando cada uno bajo su personal responsabilidad. La hermandad debe facilitar formación para que cada uno viva esa libertad que sostiene en la fortaleza en la Fe, seguridad en la Esperanza y constancia en la Caridad.
Las procesiones son algo más que un espectáculo. El Crucificado en la calle es pregón de amor y libertad: «Cuando en el Calvario le gritaban “si eres Hijo de Dios baja de la Cruz”, Cristo demostró su libertad precisamente permaneciendo en aquel patíbulo para cumplir a fondo la voluntad misericordiosa del Padre» (B.XVI).
Esos son los mimbres para analizar las hermandades, que no son anacrónicas sino que resultan esenciales para recuperar la sociedad.
Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme
Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla.
Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.
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De cara a la beatificación de Juan Pablo I, el autor recuerda un episodio de su primera audiencia general que adelantaría la actitud que quería adoptar en su pontificado, y que marcó de alguna manera el de su sucesor, Juan Pablo II.
15 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2minutos
Por esas pequeñas coincidencias de la vida, tuve la suerte de estar presente en la primera audiencia de Juan Pablo I, el Papa de los «33 días» que pronto será beatificado. Pasé el mes de agosto de 1978 en Roma y así pude estar presente en los funerales de San Pablo VI, fallecido el 6 de ese mes, y en el anuncio de la elección de Albino Luciani, que tuvo lugar el mismo 26 de agosto.
La actividad en la que participé terminó a principios de septiembre, por lo que pude acudir a la primera Audiencia General, que se celebró el 6 de septiembre. Aunque su pontificado duró muy poco, dejó claro que, entre otras muchas cosas, sería necesario dar a la figura del Papa una dimensión más cercana al pueblo. Este fue el camino, ya emprendido por Pablo VI y Juan XXIII, que luego adoptó con fuerza Juan Pablo II.
El papa Juan Pablo I camina en el Vaticano en 1978. El papa Francisco ha reconocido un milagro atribuido a la intercesión del papa Juan Pablo I, abriendo el camino para su beatificación. (Foto de archivo CNS/L’Osservatore Romano)
El hecho sorprendente fue la repentina decisión de llamar a un niño, un monaguillo, para que dialogara con él. La decisión fue repentina y el proceso, como suele ocurrir con los niños, no se desarrolló según los cánones esperados. El Papa, como todo buen sacerdote, hizo preguntas al niño, esperando la respuesta obvia que le permitiera continuar el discurso según sus expectativas. Pero no fue así.
«Me dicen», dijo, «que aquí hay monaguillos de Malta. Venga uno, por favor… Los monaguillos de Malta, que durante un mes sirvieron en San Pedro. Entonces, ¿cómo te llamas? – James. – James. Y, escucha, ¿has estado alguna vez enfermo, tú? – No. – Ah, ¿nunca? – No. – ¿Nunca has estado enfermo? – No. – ¿Ni siquiera fiebre? – No. – ¡Oh, qué suerte!».
El niño, tal vez emocionado, dijo que nunca había estado enfermo en su vida, y el Papa, nada turbado, bromeó al respecto y siguió sin resentirse.
Parece poco, pero fue una revolución. Todos comprendimos que, con la elección del «padre Luciani», Dios quería no sólo «estar» más cerca de los hombres, sino también «parecerlo».
Tuvo su momento de esplendor en la lírica española: la segunda mitad del siglo XX, ahora, a propósito del centenario de su nacimiento, se le reivindica como un poeta fundamental español, de enorme e intenso aliento poético, capaz de convertir su experiencia literaria en un modo de acercamiento a Dios.
Carmelo Guillén·15 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 4minutos
Según se ha puesto de manifiesto en múltiples ocasiones por quienes lo trataron, Francisco Garfias fue un hombre bondadoso, accesible, nada altivo. Además, gozó en vida de una reputación lírica admirable, descollando con una poesía muy abierta a temas de lo más variados.
Toda poesía busca a Dios
Sin embargo, su verso más hondo, aquel en el que alcanzó su mejor nivel literario, siempre lo marcó su relación con Dios. De hecho, quienes han conocido y difundido la lírica religiosa del siglo XX, lo han tenido presente en sus trabajos, incluida la propia Ernestina de Champourcín, quien en la tercera edición de su mítica recopilación —Dios en la poesía actual—, editada por la Biblioteca de Autores Cristianos (la BAC), no quiso prescindir de él, un poeta que, ya en la Antología de poesía religiosa de Leopoldo de Luis, dejó muy clara su poética: “Si la poesía no es religiosa, no es poesía. Toda poesía (directísima o indirectísimamente) busca a Dios”. Una idea que, aunque es muy común en muchos autores, en Garfias posee visos de falsilla o hilo conductor en su trayectoria vital y creativa, incluso en su primer libro veinteañero, Caminos interiores, en el que revela una constante orientación escrutadora que, en lo sucesivo, lo va a caracterizar, pero que, sobre todo, se dejará ver de manera notoria en sus tres poemarios más inspirados: La duda, Escribo soledad y Doble elegía.
En su afán indagatorio, la presencia de Dios se vislumbra como un pálpito continuo que lo mantiene en ascuas frente a los interrogantes vitales. Así, en su primer libro, el más emblemático de todos, La duda, las citas iniciales de san Pablo y de Unamuno respectivamente dejan constancia de su marcada sed de divinidad y evidencian que la suya es una poesía repleta de preguntas, de hondos desasosiegos encarnados en aquellos sobrecogedores versos en los que expresa su batalla más viva, tras darse cuenta de que su fe de niño se le escapa como el agua: “Ahora, por el valle palpitante / de la memoria, manos, ojos, frente / buscan el rostro aquel, la zarza ardida. Pero el agua no está”, con lo cual se descubre que: “De pronto, sin que nadie lo advirtiera, / sin preceder un grito ni un relámpago, / esta otra luz me ha roto la alegría. / Se me ha secado el gozo. Se me ha / nublado la esperanza. / Súbitamente, manos, ojos, frente, / corazón y silencio / se han quedado sin Dios”. Y es que en ese equilibrio entre la fe (una luz) y la razón (otra luz), parece como si Dios desapareciera de su vida. Es, pues, por tanto una fe pensada la que traza la existencia personal de Garfias; una fe pensada que se desenvuelve en un “cruce subterráneo / que va y viene, Señor, a ti, de ti” y que tiene como síntesis de todo su pensamiento religioso los versos que cierran La duda: “Tengo un miedo indecible a que se vuelva / mi fe de espaldas. Tengo un miedo horrible. / Horrible, os lo aseguro. / Y por mi noche desbocada busco, / vuelvo a buscar, repito la llamada, / tropiezo en Dios, levanto sus banderas, / lucho y caigo vencido en su regazo. / Es ese Dios que ahora / tiene el tamaño de mi duda”.
Tono tensional y confiado
Aunque pueda dar la impresión de que su poesía se queda ahí, en la incertidumbre, en la perplejidad, en una manera agónica de entender la realidad, y, al fin y al cabo, sea la de una persona que busca a Dios entre la niebla, en el decir de Antonio Machado, tiene de positivo que en ningún momento se vuelve incrédula o cae en un desarraigo profundo, sino que se desarrolla permanentemente en un tono tensional, sobre todo porque el poeta, recurriendo a imágenes poéticas de su tiempo —la del “perro”, por ejemplo, estaba ya en Hijos de la ira, de Dámaso Alonso— expresa sus más auténticas congojas interiores tal cual se pueden leer en Ramo dolorido, un significativo soneto que vale la pena reproducir: “Porque me hieres, creo en Ti. Te amo / porque eres una sombra vacilante. / Te busco por errante y discordante. / Porque no me contestas, yo te llamo. / Yo, herido perro junto a Ti. Tú, el Amo. / Yo, el desconcierto y el interrogante. / Tú, el aguafiestas, el desconcertante. / Yo, ramo dolorido, ardiente ramo. / Tú, látigo pendiente en mi crujía. / Escozor en los ojos que me encelas. / Sal viva por mi pecho sin bonanza. / Oh, dueño de mi ser y mi agonía. / Cristo, asido a mi cruz, a las candelas / de mi fe, de mi amor y mi esperanza”. Y, al tiempo que tensional, es poesía que surge de una decidida confianza en Dios, de un enorme deseo de esclarecer la situación interior en la que, con frecuencia, se halla el poeta. Como anuncia el salmo 130, la de Garfias es poesía que nace de lo hondo, como un grito, en perseverante petición de gracia. De ese modo se entiende que convierta sus versos en un reclamo constante cuando implora el favor divino: “Dame tu mano Tú si todavía / estás en mis asombros derramado” o que insista sensatamente en alcanzar la luz de la fe, más que nunca “cuando la luz se va”.
Tras La duda (1971), el poeta publica Escribo soledad (1974), dedicado a su hermana; su gran confidente, que acababa de morir. Tanto en uno como en otro libro, Garfias presenta un deje lírico y oracional que, como apuntábamos al principio, constituye junto a Doble elegía (1983), lo más inspirado de su producción poética. Una cita de san Agustín lo abre: “Al final es siempre la soledad, pero tras la soledad está Dios”, y, a continuación, se genera un ramillete de composiciones de sabor familiar en el que tiene cabida tanto la mirada de la madre, su otra confidente, siempre atenta a las actuaciones de sus hijos, como el reencuentro con su infancia y con su pueblo, Moguer. Frente a estos afectos —en especial, el de su madre y el de su hermana— “la respuesta, al fin, vuelvo a encontrarla / en el amor, definitivamente”.
Apertura a otras realidades
“Que no descanse el caudaloso río, / la paloma de amor, la luz, el cántico” son versos que preludian el final de ese proceso interior. A partir de aquí, la obra poética de Garfias —siempre dentro de una destreza y fluidez inigualables—, se hace menos clamorosa, menos pasional, más sosegada, más proclive a la celebración de paisajes contemplativos hallados en la pintura o en lugares concretos del territorio español. Será poesía que mira hacia fuera de sí mismo, de esa que deja de escudriñar en los laberintos inextricables en los que hasta entonces el poeta se veía envuelto, y se abre a otras realidades aparentemente menos perturbadoras. Eso sí, seguirá teniendo la fuerza emocional y poética de quien se ha dejado la vida —como escribía Garfias en uno de sus primeros poemas publicados— por los caminos del alma.
Santa Teresa de Jesús, Santa Catalina de Siena, Santa Teresa de Lisieux y Santa Hildegarda de Bingen son las cuatro mujeres doctoras de un total de 36 que componen la lista completa de quienes han sido reconocidos como “eminentes maestros de la fe para los fieles de todos los tiempos”.
En esta fiesta de Santa Teresa de Jesús viene bien recordar que fue San Pablo VI quien la proclamó doctora de la Iglesia en 1970, siendo la primera mujer en ser distinguida con este título por la Iglesia Católica. Luego (solo una semana después) vendrían Santa Catalina de Siena y, más adelante, Santa Teresa de Lisieux (1997); y Santa Hildegarda de Bingen (2012).
Son cuatro, por tanto, las mujeres doctoras de un total de 36 que componen la lista completa de quienes han sido reconocidos como “eminentes maestros de la fe para los fieles de todos los tiempos”.
En su homilía con motivo del doctorado de la santa de Ávila, el papa Montini incidía en la particularidad de dicho acontecimiento, la primera mujer proclamada doctora lo era «no sin recordar las severas palabras de San Pablo: “Las mujeres cállense en las asambleas” (1 Cor 14, 34), lo cual quiere decir incluso hoy que la mujer no está destinada a tener en la Iglesia funciones jerárquicas de magisterio y de ministerio. ¿Se habrá violado entonces el precepto apostólico? Podemos responder con claridad: no. Realmente no se trata de un título que comporte funciones jerárquicas de magisterio, pero a la vez debemos señalar que este hecho no supone en ningún modo un menosprecio de la sublime misión de la mujer en el seno del Pueblo de Dios. Por el contrario, ella, al ser incorporada a la Iglesia por el bautismo, participa del sacerdocio común de los fieles, que la capacita y la obliga a «confesar delante de los hombres la fe que recibió de Dios mediante la Iglesia» (Lumen gentium 2, 11). Y en esa confesión de fe muchas mujeres han llegado a las cimas más elevadas».
Fue también Pablo VI quien, unos años antes, en 1965, y curiosamente también tal día como hoy, fiesta de Santa Teresa de Jesús, instituyó el Sínodo de los Obispos mediante el motu proprio “Apostolica Sollicitudo”. Era una forma de perpetuar el torrente de gracia que había sido el Concilio Vaticano II, dotando así a la Iglesia de un órgano permanente de consulta que hiciese pervivir el espíritu conciliar.
Este mismo espíritu aleteará este fin de semana durante la apertura en todas nuestras diócesis de la fase diocesana del Sínodo de los Obispos 2021, un sínodo dedicado precisamente a la sinodalidad, y que, a lo largo de tres años nos hará caminar juntos en este “proceso de sanación guiado por el Espíritu”, como el Papa Francisco lo ha definido, en el que intentaremos librarnos de lo que es mundano y de nuestras cerrazones, e interrogarnos sobre lo que Dios quiere de nosotros. Será un proceso en el que la voz de las mujeres será más escuchada que nunca. No solo porque en esta ocasión contemos con una mujer subsecretaria del Sínodo de los Obispos, la religiosa francesa Nathalie Becquart; no solo porque contemos con la española María Luisa Berzosa como consultora de la Secretaría General del Sínodo; no solo porque otra española, la teóloga seglar Cristina Inogés, fuera elegida para dirigir la reflexión previa a las palabras del Papa en la apertura del Sínodo –con un discurso, por cierto, audaz y lleno de amor a la Iglesia–sino porque este Sínodo ha abierto su consulta, de forma capilar, a todo el Pueblo de Dios y son las mujeres las que lo componen en su mayor parte.
Necesitamos oír a las mujeres. Si quiere ser fiel al mandato de Jesús, la Iglesia necesita escuchar al Espíritu que habla a través de cada bautizado, “cuando ya no hay judío y griego, esclavo y libre, hombre y mujer porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús” (Ga 3, 27-28).
La recuperación de una presencia femenina más incisiva en el ámbito eclesial será un camino largo, pero, como Santa Teresa nos enseñó, “la paciencia, todo lo alcanza”. ¡Y doctoras tiene la Iglesia!
Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.
Leopoldo Abadía y Joan Folch hablarán sobre conexión inter-generacional
¿Cómo nos relacionamos los mayores y los jóvenes? ¿Tenemos, realmente, conceptos de la vida tan diferentes? ¿Hablamos el mismo idioma? Este es el tema que centrará el encuentro Omnes - CARF del próximo miércoles 20 de octubre.
En España hay unos 9,5 millones de personas mayores de 65 años, es decir, el 20% de la población. De ellas, más de dos millones viven solas. Junto a esta realidad, encontramos una población juvenil que se comunica, principalmente a través de la tecnología.
Si en todas las generaciones ha habido saltos de comunicación, en los últimos años, esta brecha parece haberse vuelto abismal.
¿Cómo nos relacionamos los mayores y los jóvenes? ¿Tenemos, realmente, conceptos de la vida tan diferentes? ¿Es posible la llamada conexión intergeneracional? ¿Hablamos el mismo idioma?
Estas cuestiones serán algunas de las que aborden, en un interesante, y seguro ameno diálogo Leopoldo Abadía y Joan Folch. El encuentro, organizado por Omnes y la Fundación Centro Académico Romano será retransmitido por YouTube en directo el próximo miércoles 20 de octubre a partir de las 19:30 h.
Leopoldo Abadía
Leopoldo Abadía, nacido en Zaragoza, 88 años de edad, lleva casado con su mujer 61 años y es padre de 12 hijos, abuelo de 49 nietos y bisabuelo. Escritor, economista y doctor ingeniero industrial.
Joan Folch
Joan Folch, 22 años de edad, estudiante de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra e influencer, con decenas de miles de seguidores en instagram.
Rome Reports·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: < 1minuto
La “Antigua Farmacia Pesci” es testigo de la historia de Roma desde 1552. Esta farmacia, situada en la Plaza Trevi nació hace casi 500 años por orden papal como una especiería, una farmacia antigua para las personas pobres que se encontraban en esta zona.
Kiko Argüello y David Shlomo Rosen, «honoris causa» de la Universidad Francisco de Vitoria
Este reconocimiento, que otorga la Universidad Francisco de Vitoria, pretende poner en valor la contribución que estas dos personalidades cristiana y judía, han hecho en el campo del diálogo entre ambas religiones.
Francisco José Gómez de Argüello y el Rabino David Shlomo Rosen serán investidos como doctores honoris causa el próximo lunes, 25 de octubre, en un acto solemne que tendrá lugar en la Universidad Francisco de Vitoria. La Universidad quiere reconocer, con esta investidura la aportación al diálogo entre judíos y cristianos de los nuevos doctores. Argüello yShlomo Rosen «han puesto su amistad al servicio del bien y la belleza» señala la nota en la que se ha dado a conocer esta investidura.
Entre otras cosas, se destaca el trabajo conjunto que dio lugar a la sinfonía “El sufrimiento de los inocentes”, compuesta por el propio Argüello para rendir un emocionante homenaje a los inocentes de la Shoah, e interpretada en 2012 en el Avery Fisher Hall de Nueva York ante los principales representantes de la comunidad judía internacional
Los nuevos doctores «honoris causa»
Kiko Argüello es el iniciador, junto a Carmen Hernández del Camino Neocatecumenal en 1964, una de las realidades de la Iglesia católica más importantes surgidas en el último siglo. También es pintor, escritor arquitecto, escultor y músico. En la actualidad, el Camino cuenta con más de 21000 comunidades y más de un millón de miembros presentes en 135 naciones de los cinco continentes y está adquiriendo una especial presencia y relevancia en el mundo universitario al que ha aportado cientos de profesores.
En 1993 Juan Pablo II lo nombró consultor del Pontificio Consejo para los Laicos, y lo confirmó durante el resto de su pontificado. Igual decisión tomaron los papas Benedicto XVI y Francisco, este último en 2014. A esto se une su nombramiento como consultor del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización en 2011 y auditor de la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos («La Nueva Evangelización para la transmisión de la fe cristiana») en 2012.
El Rabino David Rosen, actual director internacional de Asuntos Interreligiosos del Comité Judío Americano es uno de los líderes judíos más destacados en esta materia. Fue Gran Rabino de Irlanda y Rabino Mayor de la mayor congregación judía ortodoxa de Sudáfrica. En noviembre de 2005, el Papa Benedicto XVI le nombró Caballero de la Orden de San Gregorio Magno por su contribución a la promoción de la reconciliación entre católicos y judíos.
Entre otros premios, en 2016, el Arzobispo de Canterbury le otorgó el Premio Hubert Walter de Reconciliación y Cooperación Interreligiosa “por su compromiso y contribución al trabajo de las relaciones interreligiosas, en particular, las religiones judía y católica”.
Un gran pedagogo, un gran maestro de la vida espiritual y el apóstol de la devoción a María Auxilium Christianorum. La vida y el legado de de san Juan Bosco es una guía para miles de personas en la actualidad.
Manuel Belda·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 3minutos
San Juan Bosco nació el 16 de agosto de 1815 en Castelnuovo de Asti, una pequeña población cercana a Turín, en una familia de campesinos, pobre y muy cristiana. Su padre falleció cuando él tenía menos de dos años, por lo que su educación corrió exclusivamente a cargo de su santa madre, Margarita Occhiena.
El 30 de octubre de 1835 entró en el Seminario de Chieri. Fué ordenado sacerdote el 5 de junio de 1841 en Turín, donde ejerció su ministerio sacerdotal en las cárceles, en las calles y en los lugares de trabajo. Pronto reunió en torno a sí a un grupo de jóvenes, a los que puso bajo el patrocinio de san Francisco de Sales. En 1846 alquiló un local en Valdocco, zona periférica al norte de Turín, que constituyó el primer núcleo estable de su labor con los jóvenes.
San Juan Bosco entendió con claridad que, cuando nacía el nuevo mundo industrial, la juventud tenía que estar preparada para la vida, no sólo moralmente, sino también profesionalmente, por lo que fundó las primeras escuelas profesionales y sucesivamente otras numerosas escuelas. El 28 de diciembre de 1859, con 17 jóvenes, fundó la Sociedad de san Francisco de Sales, por lo que a sus miembros se les denomina “Salesianos”. Sus Constituciones fueron aprobadas definitivamente por la Santa Sede el 3 de abril de 1874. El 5 de agosto de 1872 fundó la rama femenina, la Congregación de las “Hijas de María Auxiliadora”.
Murió el 31 de enero de 1888, a la edad de 72 años. Fué beatificado por Pío XI el 2 de junio de 1929, y canonizado por el mismo Papa el 1 de abril de 1934. El 24 de mayo de 1989 fue proclamado Patrón de los jóvenes, por san Juan Pablo II.
Sus obras
San Juan Bosco escribió muchas obras, pero no tratados sistemáticos, sino más bien de carácter pastoral, movido siempre por las circunstancias por las que atravesaba su vida y su apostolado. Se pueden clasificar en los siguientes géneros: escritos pedagógicos, de entretenimiento, teatrales, hagiográficos, biográficos, autobiográficos, de instrucción religiosa, de oración, documentos de gobierno y epistolario.
Sus enseñanzas
San Juan Bosco fue ante todo un gran pedagogo, que propugnó en sus escuelas el llamado “sistema preventivo”, que consistía en prevenir las faltas, en una época en que el sistema educativo era todavía “represivo”, consistente en reprimir y castigar los errores cometidos por los alumnos.
Además de ello, fue un gran maestro de la vida espiritual, que basaba en una sólida piedad sacramental. La frecuencia en recibir los sacramentos constituye un elemento imprescindible en su pedagogía para encaminar a los jóvenes hacia la santidad, y es la clave de su proyecto educativo: la Comunión y la Confesión frecuentes, la Misa cotidiana.
Enseñaba que la Comunión frecuente en muy recomendable, porque la Eucaristía es al mismo tiempo medicina y alimento del alma: «Dicen algunos que para comulgar frecuentemente hay que ser santos. No es verdad. Esto es un engaño. La Comunión es para quien desea hacerse santo, no para los santos; las medicinas se dan a los enfermos, el alimento se da a los débiles». La Comunión, por tanto, es necesaria para todos los cristianos: «Todos tienen necesidad de la Comunión: los buenos para mantenerse buenos, los malos para hacerse buenos: y así, jóvenes, adquiriréis la verdadera sabiduría que viene del Señor».
San Juan Bosco insistía mucho en la necesidad de la oración mental. Un recuerdo personal del beato Felipe Rinaldi, que en 1922 llegó a ser el Rector Mayor de la Sociedad Salesiana, y que trató a su fundador durante los últimos años de la vida de éste, demuestra la importancia que daba a la meditación: «Acercándome a confesarme con él durante el último mes de su vida, le dije: “No debe cansarse, no debe hablar, hablaré yo; usted me dirá al final sólo una palabra”. El buen Padre, después de escucharme me dijo una sola palabra: ¡Meditación!. No añadió más, ninguna explicación o comentario. Una sola palabra: ¡Meditación! Pero esa palabra valía para mí más que un largo discurso».
La espiritualidad de san Juan Bosco era eminentemente mariana. Decía que, junto a la Sagrada Comunión, María es la otra columna sobre la que se apoya el mundo. También afirmaba: «María Santísima es la fundadora y la que sostiene nuestras obras». Por ello dispuso colocar la imagen de la Virgen en todos los rincones de las casas salesianas, para que se la invocase y se la honrase come inspiradora y protectora de la Sociedad Salesiana. Él no dudaba en decir y en asegurar: «El multiplicarse y extenderse de la Sociedad Salesiana se puede decir que se debe a María Santísima».
San Juan Bosco fue el apóstol de la devoción a María Auxilium Christianorum, pero acabó por preferir a este título el de María Auxiliadora. En diciembre de 1862 comunicó su decisión de erigir una iglesia en Turín bajo al advocación de María Auxiliadora, cuya primera piedra se puso el 27 de abril de 1865.
Sin embargo, en su lecho de muerte no es la invocación “Auxiliadora” la que surgió de sus labios, sino la de “Madre”, pues falleció diciendo: «In manus tuas, Domine, commendo spiritum meum…Madre…Madre, abridme las puertas del Paraíso».
Fieles devotos encienden velas en la celebración de la fiesta de Nuestra Señora de Aparecida, patrona de Brasil, en la Basílica del Santuario Nacional de Nuestra Señora de Aparecida en São Paulo, el 12 de octubre de 2021.
“En Angola, la Iglesia ayuda a reconstruir un país tras años de guerra»
Gracias a una beca de Centro Académico Romano Fundación, este sacerdote angoleño puede estudiar Comunicación Institucional en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma.
El padre Queirós Figueras nació en Angola hace 42 años. Estudia Comunicación Institucional en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma. De niño padeció los sufrimientos de la guerra en su país. Y como sacerdote, ha visto el desastre en términos de pobreza y falta de desarrollo. «Desafortunadamente, los casi treinta años de conflicto militar han provocado, en Angola, no sólo víctimas y refugiados, sino también pérdidas de capital físico y económico», afirma.
Como la mayoría de los niños de su generación, tuvo que huir de la guerra. “Nací en un pueblo llamado Utende, en el municipio de Kibala, pero tuve que mudarme con mi familia a la ciudad de Luanda, donde crecí en las afueras de la capital con mis padres y hermanos, siendo yo el segundo hijo de siete hermanos. Nos tuvimos que escapar debido a la guerra civil que vivía el país en ese momento, en 1983”, señala.
La fe y el apoyo de su familia le ayudó a combatir el miedo al conflicto. Fue ordenado sacerdote el 21 de noviembre de 2010 en la Diócesis de Viana, por Monseñor Joaquim Ferreira Lopes, primer obispo de esa misma diócesis.
La reunificación de familias separadas por la guerra es una de las prioridades de Angola. “Después de la guerra, los gobiernos angoleños lanzaron una estrategia de lucha contra la pobreza que afectó sobre todo a las zonas rurales, pues la guerra limitó el acceso de la población a las áreas de cultivo y los mercados, y destrozó los recursos de los campesinos”, relata el P. Queirós.
La Iglesia católica, en particular, a través de sus misioneros, sigue tratando de ayudar al gobierno en la reconstrucción del tejido social, en proporcionarle a la población alimentos, instrucción y formación profesional, además de asistencia sanitaria en la lucha contra el SIDA.
Comentario a las lecturas del domingo: La gloria de Jesús será dar su vida
Comentario a las lecturas correspondientes al XXIX domingo del tiempo ordinario (Ciclo B) y homilía breve de un minuto.
Andrea Mardegan / Luis Herrera·14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2minutos
El episodio de Santiago y Juan pidiendo al Maestro que se puedan sentar a su izquierda y a su derecha “en su gloria” se comprende mejor en su contexto: tiene lugar inmediatamente después de que Jesús explicara por tercera vez a sus discípulos lo que le ocurriría en Jerusalén: “Iban de camino subiendo a Jerusalén. Jesús los precedía y ellos estaban sorprendidos; los que le seguían tenían miedo. Tomó de nuevo consigo a los doce y comenzó a decirles lo que le iba a suceder: ‘Mirad, subimos a Jerusalén y el Hijo del Hombre será entregado a los príncipes de los sacerdotes y a los escribas; le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles; se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán, pero después de tres días resucitará’”.
Al primer anuncio de su cruz y resurrección, Pedro reaccionó oponiéndose; al segundo anuncio, empezaron a discutir entre ellos sobre quién era el más grande; después del tercer anuncio, Santiago y Juan piden recibir los mejores asientos junto a él.
Los dos hermanos están entre los favoritos de Jesús: la predilección del Señor no está ligada a la comprensión de su mensaje; al contrario, parece preferir a los que entienden menos, quizás a los que más lo necesitan. Juan explicará en su Evangelio la pasión de Cristo como glorificación, pero en este momento, como Santiago, no entiende nada. Su pregunta es una afirmación: “queremos que hagas lo que te pedimos”.
Admiramos la paciencia de Jesús, que les hace hablar: ¿de qué se trata? Los dos no son mejores que el joven rico; al menos éste preguntó qué debía hacer; ellos pretenden decirle a Jesús lo que debe hacer. Sí, han dejado su hogar, su trabajo y sus seres queridos, pero se aferran a la gloria que pueden obtener por el privilegio de estar entre los que siguen a Jesús, y quieren usar su llamada para la gloria de ellos mismos y de su familia. No comprenden que la gloria de Jesús será dar su vida por amor.
Pero Jesús no apaga su deseo, sino que trata de dirigirlo: ¿podéis beber el cáliz que yo bebo? “Podemos”, responden. No sabemos en qué medida comprenden la naturaleza de ese cáliz que Jesús pedirá al Padre que aparte de él (cfr. Mc 14, 36), pero les asegura que lo beberán. Santiago será el primero de los doce en morir mártir, y Juan lo beberá debajo de la cruz de Jesús. Pero a la derecha y a la izquierda de Jesús estarán, “en su gloria”, dos ladrones desprevenidos.
Los otros diez están indignados por haber corrido el riesgo de que les robaran sus asientos. Jesús con paciencia y sorprendente optimismo dice: los poderosos de las naciones dominan y oprimen, ¡pero “entre vosotros no es así”! Quién quiera ser grande entre vosotros, debe servir y dar su vida por amor, como el Hijo del Hombre.
La Homilía en un minuto
El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanohomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas
Paul Atreides es el heredero de una casa nobiliaria de creciente popularidad entre la aristocracia de la galaxia conocida, que está bajo el mandato del emperador. Su vida está a punto de cambiar drásticamente cuando su padre, el duque Leto, recibe la orden imperial de hacerse cargo del planeta más rico de la galaxia: Arrakis, también llamado Dune. Este regalo esconde el destino de la casa de los Atreides, de Paul, y de la galaxia entera.
Dune, basada en la novela homónima de Frank Herbert, y comienzo de una saga de peso, está considerada como la pieza literaria más popular de la ciencia ficción de la historia. Una mezcolanza de historia medieval japonesa y árabe, de las religiones del libro (judaismo, cristianismo, islam) y de psicología, sociología y economía. Nos encontramos ante la adaptación de una Space-Opera que redefinió el género, y relata una de las forjas del héroe más inspiradoras de todos los tiempos.
Largamente esperada, y considerada un proyecto cinematográfico maldito, Warner Bros y Legendary Entertainment confiaron este proyecto a Denis Villeneuve, uno de los directores más inspiradores y estimulantes de la actualidad, cuya filmografía está llena de pequeñas joyas (Prisioners, Sicario, La Llegada) y no carente de algún proyecto de envergadura como fue la secuela de Blade Runner. Villeneuve es un autor de cine con mayúsculas, cuyas obras están llenas de sentido, profundidad y belleza.
Está adaptación viene avalada por un elenco estelar encabezado por las jóvenes promesas Timothée Chalamet (Mujercitas), y Zendaya (El Gran Showman), apadrinados por Rebecca Ferguson (Misión Imposible), Oscar Isaac (Inside Llewyn Davis), Jason Momoa (Aquaman), Josh Brolin (No es país para viejos), Javier Bardem (No es país para viejos), entre otros. La fotografía ha corrido a cargo de Greig Fraser (Rogue One) y la banda sonora ha sido compuesta por Hans Zimmer, el cual, movido por su entusiasmo por el libro, decidió rechazar trabajar con Nolan en Tenet para poder crear la música de esta película.
Dune es una película sugerente, cuidada, de proporciones épicas. La primera entrega de una duología que hace un trabajo magnífico a la hora de retratar todo el universo del libro, siendo un espectáculo igualmente atractivo para los desconocedores de la saga.
Los cristianos hemos conocido la gran noticia del amor de Dios por el hombre. Ésta es la clave de la labor misionera y a todos, en esta campaña del DOMUND se nos llama a ser testigos de esta noticia y hacer posible que otros lo hagan.
14 de octubre de 2021·Tiempo de lectura: 2minutos
Reconozco que me llama mucho la atención un mensajito que alguna cadena de televisión pone en alguno de sus programas: ‘Si sabe algo de algún famoso, escríbanos un WhatsApp’. Me impresiona la avidez que hay por conocer las intimidades y las aventuras de los personajes públicos. Y es todavía más llamativo que no se buscan, normalmente, actos ejemplares, sublimes o modélicos… la mayoría de las veces son intranscendentes o bastante pobres. Y nosotros, los cristianos, ¡tenemos una impresionante historia que contar! La de Dios, la historia de un Dios enamorado del hombre, que, por amor, envió a su Hijo unigénito para redimirnos y regalarnos el cielo! Y… ¡no lo contamos!
Por eso es bonito este lema que el Papa Francisco ha elegido para el DOMUND de este año: ‘¡Cuenta lo que has visto y oído! (cfr. Hechos 4, 20). Eso contestaron Pedro y Juan cuando se les prohíbe hablar de Jesús y eso es lo que los misioneros están hoy haciendo en todo el mundo: contando las maravillas del Señor. Y eso, sí, eso, es lo que el domingo del DOMUND de este año queremos recordar: que la Iglesia tiene una tarea impresionante de evangelización por delante y… ¡no podemos, no queremos, callar! Y para hacerlo posible, Dios, la Iglesia y la misión cuenta con todos: con los misioneros, con las personas consagradas, contigo y conmigo. Dios, la Iglesia y la misión necesita de tu oración, de tu fidelidad, de tu testimonio y de tu ayuda material, para que se pueda realizar….
Una tercera parte del mundo está catalogada como territorio de misión. Lo que significa que una tercera parte de este mundo nuestro no tiene medios personales, materiales, ni económicos para hacer posible la vida y la pastoral de la Iglesia. La oración, el valor de nuestras renuncias ofrecidas y nuestra colaboración económica hacen posible que esta vida no se apague, no se acabe. Nosotros podemos colaborar ¿no te parece?
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