Cultura

La corona de espinas

La corona de espinas, reliquia de Nuestro Señor Jesucristo, consiste en una circunferencia de ramas o juncos entrelazados y se conserva en la catedral de Notre Dame, París, en un tubo de cristal, sin las espinas que la acompañaban.

Alejandro Vázquez-Dodero·20 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Nos llega por la Sagrada Escritura que unos soldados romanos colocaron a Jesús en su cabeza una corona de espinas durante su pasión. En concreto, en los Evangelios canónicos de Mateo (27, 29), Marcos (15, 17) y Juan (19, 2). 

¿Qué es la corona de espinas? Relato evangélico y piedad popular 

El Mesías, sentenciado a muerte, entregado a los soldados, fue flagelado y luego coronado de espinas. En esos pasajes es burlado por sus ejecutores con frases insultantes referidas a su reinado: “Salve, rey de los judíos”, le gritarán. Y claro, un rey merece una corona, pero en el caso de ese que decía ser rey de los judíos, condenado a morir, los soldados le humillaron e hirieron confeccionando una corona con espinas e hincándosela en la cabeza.

Como práctica de piedad, en el rezo del santo Rosario hay un misterio, el tercero de los de dolor, dedicado a este pasaje. Además, en la piadosa costumbre del rezo del Via Crucis se encuentra también esta escena como sexta estación.

¿En qué consiste exactamente la corona de espinas de Notre Dame? ¿Dónde se conserva? ¿Y sus espinas?

La reliquia consiste en una circunferencia de ramas o juncos entrelazados, de 21 cm de diámetro. Se conserva en la catedral de Notre Dame, París, en un tubo de cristal, sin las espinas que la acompañaban, pues éstas fueron repartiéndose a lo largo de los siglos como reliquias parciales de la corona. 

Ya desde el siglo V existen referencias a la corona en Jerusalén, ubicándola un siglo más tarde en la basílica de Sión, y siendo trasladada en el siglo VII a Constantinopla en plena invasión persa.

Con motivo de la crisis económica del siglo X parece que la corona pasó a manos de prestamistas venecianos, hasta que volvió a la monarquía francesa. De la Sainte Chapelle, donde fue depositada en el siglo XIII, pasó a la Biblioteca Nacional de Francia durante la Revolución Francesa, y ya en el siglo XIX pasó a ser propiedad de la Iglesia y fue finalmente depositada en la catedral de Notre Dame, donde por cierto en 2019 se salvó de un incendio que devastó gran parte de la catedral parisina.

Según diversos estudios las espinas podrían proceder de distintas plantas, entre la que destacaríamos el azofaifo, la pimpinela espinosa o el espino negro.

Al hallarse fragmentadas las espinas insertadas a la corona, cada una de ellas se considera como una reliquia de categoría inferior, ya que las de primera categoría –por decirlo de algún modo– serían las de Jesús que se conservan enteras –analizadas en anteriores fascículos– o los trozos del cuerpo de los santos.

Las espinas se hallan dispersas por todo el mundo, como decíamos, y la suma de todas ellas llegaría a las 700, de las cuales 140 se hallan en Italia. En Roma unas 20 reciben veneración pública, incluyendo la de la basílica de san Pedro y la de san Juan de Letrán.

Resulta difícil datar la procedencia de la mayoría de las espinas, por ejemplo, las que se encuentran en el monasterio de El Escorial o en la catedral de Barcelona, en España. No así la que se venera en el monasterio de santa María de la Santa Espina, en Valladolid, al constar documentado que fue un regalo que recibió la infanta-reina Sancha Raimúndez del rey de Francia a inicios del siglo XII, según consta archivado en el monasterio cisterciense que dicho rey fundó a fin de asegurar su veneración.

Hasta aquí la serie de breves artículos periódicos que hemos ido publicando sobre algunos aspectos relevantes de ciertas reliquias de Nuestro Señor. ¿Su propósito? Conocer algo mejor a Jesucristo, su vida y persona. Y, sobre todo –por ser ello lo que podemos hacer aquí en esta vida– tratarle con mayor devoción, a través de esas santas reliquias que la tradición y piedad popular nos han procurado y por lo que no podemos estar más que agradecidos y procurar su veneración y mejor conservación.

Evangelización

Tomás Trigo: “Sin la esperanza del Cielo, no daríamos un paso en la vida”

Con los desafíos de la pandemia, la invasión rusa en Ucrania y el drama humanitario de tanta gente, afrontar el sentido de la vida y del sufrimiento parece acuciante. El lunes 28 de marzo, el Instituto Superior de Ciencias Religiosas de la Universidad de Navarra abordará esta cuestión en una Jornada sobre ‘Alma, muerte y más allá’. Con este motivo, Omnes entrevista al profesor don Tomás Trigo, organizador de la Jornada.

Rafael Miner·20 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

El programa de la XIII Jornada Teológico-Didáctica del Instituto Superior de Ciencias Religiosas (ISCR), prevista para el 28 de marzo, es sintético, pero los temas son de fondo. En un momento de crisis de trascendencia, hablar del sentido de la vida: ¿quiénes somos? ¿qué hacemos aquí? ¿cuál es nuestro origen y qué nos espera más allá de la muerte?, y como consecuencia, encontrar desde ahí respuestas a preguntas morales: ¿cómo debemos vivir? ¿qué debemos hacer o evitar?, “constituyen la clave para la felicidad de cualquier persona”, explica don Tomás Trigo, subdirector del ISCR.

En la Jornada, tras las palabras iniciales de don Fermín Labarga, director del ISCR, se abordarán temas como la espiritualidad del alma humana (prof. Juan Fernando Sellés), la muerte: ‘game over’ (Rafaela Santos, neuropsiquiatra); y el Cielo (Mons. Juan Antonio Martínez Camino), además de la mesa redonda subsiguiente.

Para explicar con más hondura esta Jornada, Omnes ha conversado con don Tomás Trigo.

Comencemos por usted. ¿Cuándo se ordenó sacerdote? ¿Qué tiempo lleva en la Universidad de Navarra? ¿Qué es lo que más le ha aportado trabajar aquí?

–Me ordenó sacerdote en 1987, en Roma, un santo: Juan Pablo II. Después de siete años de trabajo pastoral en Valencia, me vine a trabajar a la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra como profesor de Teología Moral. Es un trabajo del que estoy muy agradecido a Dios, por muchos motivos. Uno de ellos es haber conocido a cientos de seminaristas y sacerdotes de muy diversos países. De verdad: con el tiempo te convences de que quien más aprende, quien más se enriquece como persona y como sacerdote, en una Facultad como esta, eres tú.

Ahora es subdirector del ISCR de la Universidad. ¿Qué es el ISCR? Según los datos, estudian aquí personas de 20 países. Suponemos que no sólo estudian aquí sacerdotes, también lo hacen laicos. Y tienen ustedes bachillerato y graduado en Ciencias Religiosas y 5 Diplomas…

–Estamos en un momento histórico que pide a gritos que todos los cristianos tengan una formación doctrinal sólida y profunda para ser capaces de responder a los desafíos actuales dando razón de nuestra fe y, sobre todo, saber discernir, al hilo de los cambios culturales. Es necesario leer, comprender, profundizar; y los que tienen responsabilidades de formar a otros en cualquier ámbito necesitan poder acceder a estos estudios de una manera adaptada y la Iglesia tiene el deber de ofrecérsela.

Los Institutos Superiores de Ciencias Religiosas fueron creados para facilitar a los laicos y religiosos esta formación mediante un itinerario académico específico que son el Bachillerato y la Licenciatura Ciencias Religiosas, títulos oficiales de la Santa Sede. El ISCR de la Universidad de Navarra es uno de los Institutos que ofertan estos estudios con una modalidad semipresencial.

Además, con el fin de facilitar el acceso a los estudios a cualquier persona que desee formarse seriamente, nuestro ISCR ha realizado un gran esfuerzo adaptando la docencia presencial al soporte digital y al soporte papel mediante la Colección de Manuales del ISCR de la Universidad de Navarra (EUNSA).

Esto nos permite diversificar nuestra oferta formativa en forma de títulos propios con modalidad a distancia 100%. Estos títulos, que llamamos Diplomas online están enfocados por áreas temáticas de la Teología, con algunas otras asignaturas que complementan la formación para responder a los desafíos actuales. Es el caso por ejemplo del Diploma de Teología Moral, que no solo estudia de manera científica los principios morales cristianos, sino que los pone en relación con cuestiones actuales en debate, como la bioética o la moral sexual.

Estos diplomas tienen un rodaje de varios años y actualmente estudian con nosotros más de 450 alumnos de diversos países de América y Europa, además de España.

Dijo Benjamin Franklin (siglo XVIII), uno de los padres fundadores de Estados Unidos, que, en este mundo, lo único seguro son la muerte y los impuestos. El próximo día 28 de marzo han organizado una Jornada con un título realmente provocador: Alma, muerte y más allá, y la dirige usted mismo. ¿Por qué ese título y ese tema? Desde luego, hay muerte, y hay mucho sufrimiento, ahora en Ucrania, por ejemplo.

–El tema clave sobre el que pretendemos reflexionar es el sentido de la vida: ¿Quiénes somos? ¿Qué hacemos aquí? ¿Cuál es nuestro origen y qué nos espera más allá de la muerte? Solo a partir de ahí se puede encontrar respuesta a la pregunta moral: ¿Cómo debemos vivir? ¿Qué debemos hacer o evitar?

Existe un cierto temor a afrontar estas cuestiones tanto en el ámbito familiar como en el académico, quizá porque no sabemos dar razón de nuestras propias convicciones. Si queremos formar a padres y educadores, que es el objetivo principal del Instituto Superior de Ciencias Religiosas, tenemos que enfrentarnos en serio a estos asuntos, que constituyen la clave para la felicidad de cualquier persona. Es que, sin responder de verdad y con la verdad a estas grandes cuestiones, no se acaba de entender por qué tal modo de actuar está bien o mal. Elegir un camino u otro depende siempre de a dónde quieres llegar.

Cuéntenos algo más de los temas concretos, y de los ponentes que han invitado. Vamos con el alma humana, por ejemplo.

–El primer tema que vamos a afrontar es el de la espiritualidad del alma. Lo haremos de la mano de D. Juan Fernando Sellés, profesor de Antropología filosófica de la Universidad de Navarra. Queremos que sea precisamente un filósofo quien nos exponga los argumentos racionales que fundamentan la verdad de la espiritualidad del alma humana y, por tanto, de su inmortalidad. Ya algunos filósofos griegos, como Platón y Aristóteles, reflexionaron y aportaron mucha luz sobre esa verdad. En la actualidad hay cristianos que, por la fe, están convencidos de que el alma humana no muere, pero quizá no saben explicar en qué bases se sustenta esa realidad tan importante para nuestra vida: tenemos un comienzo en el tiempo, pero somos eternos.

El inicio y el fin de la vida se estudian también en Teología Moral. En la Jornada del día 28 hay una neuropsiquiatra que hablará sobre la muerte: ¿game over? ¿La muerte es el final del juego, de la partida? Por si desea comentar algo.

–Sí, será la Doctora en Medicina y especialista en Psiquiatría Rafaela Santos. Hablará precisamente de ese acontecimiento que es incluso más seguro que los impuestos: la muerte. Hay mucho miedo a pensar en ese momento que llegará, antes o después, para todos y cada uno. Pero el miedo no puede hacer que renunciemos a pensar. Nos interesa saber si, en efecto, la muerte es o no el final de la partida.

Algunos piensan que lo es, que con la muerte acaba la existencia personal. Pero si nos tomamos en serio esa idea, y no solo como una fachada, la vida se convierte en algo absurdo, la libertad se queda sin finalidad, el sufrimiento no tiene sentido y resulta… insufrible. ¿Qué hacer? Una respuesta sería: “Comamos y bebamos que mañana moriremos”; centrarnos en nosotros mismos y aprovechar al máximo el momento presente para disfrutar al máximo, aunque sea a costa de la felicidad de otras personas.

No puede extrañar que, cuando es imposible disfrutar porque aparece el dolor, el sufrimiento físico o moral, porque uno pierde lo único que consideraba un tesoro (por ejemplo, la estima ajena, la salud, el bienestar, el dinero o el poder), aparezca el recurso al suicidio.

Es necesario enfrentarse a la existencia. Esto es fundamental. Huir es una cobardía, un escape por la puerta falsa. El que quiera ser feliz tiene que afrontar la realidad, tratar de entenderla, preguntar y preguntarse, sin miedo, buscar si es preciso debajo de las piedras, hasta dar con el verdadero sentido de su vida.

Muchos estamos convencidos que la muerte no tiene la última palabra, porque somos eternos. Pero ¿cómo vivir teniendo en cuenta que esta vida en la tierra tiene un final? ¿Se puede vivir con alegría y serenidad aun sabiendo que la muerte puede venir en cualquier momento? ¿Podemos prepararnos para la muerte? Creo que la doctora Santos nos ayudará a responder a estos interrogantes.

El cielo. En esta Jornada también se hablará del cielo. No sé si se oye hablar mucho del cielo, y es esperanzador…

–Sí, como dices, no se habla mucho del cielo, ni se piensa en él, y es una pena, porque no hay verdad más esperanzadora. Porque el cielo es aquello a lo que todos aspiramos en lo más profundo de nuestro ser. Pensar, amar y sentirse amados por el Amor que nos crea, nos acompaña y nos espera al otro lado de la “puerta” es el único modo de recorrer con alegría el camino de la vida: un camino a veces largo y pesado, cuesta arriba, con momentos agradables, pero también con penas y sufrimientos.

Para hablar de todo esto, para que nos anime a ser cristianos ilusionados, hemos invitado a Mons. Juan Antonio Martínez Camino, Obispo Auxiliar de Madrid, al que agradezco mucho que haya accedido a participar, a pesar de sus muchas ocupaciones pastorales.

En el Diploma de Teología Moral, entre otras cuestiones, usted explica las virtudes teologales, fe, esperanza, caridad, amor, su ejercicio práctico. ¿Nos falta esperanza? ¿Creemos poco? ¿Amamos poco? Quizá esté en juego nuestra felicidad. Denos pistas.

–Las tres virtudes teologales son necesarias para unirnos a Dios y vivir en íntima amistad con Él ya aquí, en esta vida. Pero me gustaría fijarme en la esperanza, de la que acabamos de hablar.

Decía Charles Péguy que la caridad es una madre ardiente, todo corazón, y la esperanza es una niñita de nada. Pero esa niñita de nada atravesará los mundos, llevando a la fe y a la caridad; “atravesará –dice– los mundos concluidos. Una llama traspasará las tinieblas eternas”.

Sin la esperanza del Cielo, de estar para siempre con Dios, ni siquiera daríamos un paso por el camino de la Vida, que es Cristo mismo. Por otros caminos, por el de las tinieblas eternas, quizá sí, pero por el que lleva a la Vida, no.

Nos hace mucha falta esta virtud. Cuando se vive la esperanza sobrenatural, tenemos una confianza absoluta en Dios, abandonamos en Él todas las preocupaciones que nos agobian, vivimos con una alegría y una paz que nadie más que Él nos puede dar, y podemos decir que, incluso en medio de las contrariedades, somos felices.

Pero la Teología Moral no se ocupa solo de esas virtudes. También afronta cuestiones éticas ante las que se tienen más dificultades, ¿no? Por ejemplo, en Alemania se están debatiendo, entre otros, varios temas de moral sexual.

–Sí, en Teología Moral se estudian también virtudes como la prudencia, la justicia, la valentía o la templanza, y dentro de esta, la virtud de la castidad. Todas son necesarias para ser buenas personas y hacer felices a los demás.

Las cuestiones de moral sexual no tienen más dificultad que las relacionadas con la justicia. Me explico. El problema de la moral sexual no es que sea un tema más difícil de entender que la justicia y el respeto a la vida humana. El verdadero problema de la moral está en un nivel más profundo: es el que señala con gran claridad, en 1993, la famosa encíclica Veritatis splendor, de san Juan Pablo II. Ese problema consiste en oponer la verdad y la libertad.

Pienso sinceramente que todas las virtudes y valores resultan igualmente problemáticos para una persona que se considera a sí misma como fuente autónoma de la verdad, de los valores; dueña del bien y del mal. Y todas las virtudes resultas preciosas, ¡gozosas!, para la persona que busca sinceramente la verdad sobre el bien y trata de vivirla con la ayuda de Dios y de los demás. Creo que la clave está ahí, y no en la dificultad de entender una virtud concreta como la castidad.

Hemos notado el agradecimiento de alumnos y alumni por los diplomas y estos programas. Y nos cuentan que hay docentes y profesores, directivos, consultores, médicos y científicos, ingenieros, comunicadores, catequistas, padres de familia, y religiosos y laicos de todos los movimientos de la Iglesia, varones y mujeres. ¿Algún comentario?

–Solo uno. El Papa está llamando constantemente a todo el Pueblo de Dios a la conversión del Espíritu, y esta conversión pasa por conocer en profundidad el mensaje de Cristo y crear un espacio íntimo para rejuvenecer la vida cristiana y la Iglesia. Nos alegra muchísimo saber que estamos poniendo nuestro esfuerzo al servicio de esta llamada urgente del Santo Padre. Cuando vemos algún fruto, que se manifiesta en forma de testimonio agradecido, damos gracias a Dios, porque solo Él tiene el mérito. Ojalá que no le estorbemos…


Concluimos la conversación con D. Tomás Trigo. Quizá solo basta añadir algún dato de los ponentes de la Jornada del día 28. Juan Fernando Sellés es profesor de Antropología Filosófica de la Universidad de Navarra; Rafaela Santos es presidenta ejecutiva de la Fundación Humanae, y autora de libros en torno a la resiliencia, por ejemplo ‘Mis raíces’, que me permito recomendar; y la ponencia de Mons. Martínez Camino se titula ‘El Cielo. De la utopía a la esperanza’.

Vaticano

La nueva ley de la Curia romana. Una primera lectura

El Papa Francisco ha promulgado la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium sobre la Curia romana y su servicio a la Iglesia y al mundo. El documento organiza, sobre todo, los departamentos que ayudan al Papa en su misión de gobierno de la Iglesia universal y sustituye a la precedente Constitución Apostólica Pastor bonus de San Juan Pablo II.

Jesús Miñambres·19 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Traducción del artículo al italiano
Traducción del artículo al inglés

Con fecha 19 de marzo 2022 y entrada en vigor prevista para el 5 de junio próximo, fiesta de Pentecostés, Papa Francisco ha promulgado la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium sobre la Curia romana y su servicio a la Iglesia y al mundo. El documento organiza sobre todo los departamentos que ayudan al Papa en su misión de gobierno de la Iglesia universal y sustituye a la precedente Constitución Apostólica Pastor bonus de San Juan Pablo II (1988).

En general, la reforma de la Curia no es un fin, sino un medio para ser mejores testigos del Evangelio, para favorecer una evangelización más eficaz, para promover un profundo espíritu ecuménico, para animar un diálogo productivo con todos (cfr. n. 12). Por eso, el Papa confía los resultados de la reforma al Espíritu Santo, verdadera guía de la Iglesia, y cuenta para ello con el tiempo, y con el empeño y la colaboración de todos.

La lectura de la nueva ley sobre la Curia Romana debe evitar el error de confundir la reforma de la Curia con una reforma de la Iglesia, probablemente alimentado por la frecuente atribución al “Vaticano” de lo que sucede en el catolicismo. El Papa está imprimiendo a la Iglesia, ya desde el inicio de su pontificado, un impulso sinodal que se manifiesta también en esta norma, presentada en el Proemio como fruto de la vida de comunión que da a la Iglesia el rostro de la sinodalidad; es decir, que la caracteriza como Iglesia en escucha. En este sentido, la Iglesia sigue siempre escuchando a sus fieles, a sus estructuras, y también a las voces que le hablan desde fuera, a los problemas del mundo, a las expectativas de la humanidad. Por eso, la reforma de la Curia no es la reforma de la Iglesia pero ayuda a dar pasos hacia una mayor comprensión de la comunión y de la misión que la Iglesia ha recibido y trata de cumplir en esta época.

En esta propuesta sinodal, de escucha, juega un papel importante la relación que se da en la Iglesia entre el primado del Romano Pontífice y el colegio episcopal (que se funda sobre el que se instaurò entre San Pedro y el colegio apostólico). Esta relación se estructura en algunos organismos como las iglesias patriarcales o las conferencias episcopales. Praedicate Evangelium subraya el hecho de que el servicio de la Curia al Romano Pontífice la pone también en contacto y al servicio del Colegio episcopal, de modo que no está “entre” el Papa y los Obispos, sino al servicio del Papa y de los Obispos.

En varias ocasiones, ante preguntas expresas de periodistas, el Papa ha declarado que la nueva ley “no va a tener nada de nuevo de lo que se está viendo ahora”. El proceso reformador que busca facilitar un mejor servicio de las estructuras curiales a las finalidades para las que han sido pensadas requiere tiempo y perseverancia, se trata de uno de esos procesos lentos y persistentes que reencauzan y encaminan las instituciones. El Papa es persistente y trata de impulsar cambios mentales para que la curia romana se deje exprimir por la misión de servicio; la misma que está exprimiendo al Papa. Misión de servicio que se constituye en Norte de la acción curial y provoca una parte nueva en el documento, una serie di “criterios” para el servicio, doce, que preceden el articulado de la ley.

Cuando en 2013, el Papa le encargó al hoy cardenal Krajevski el organismo que gestiona la caridad más inmediata del Papa, la Elemosineria Apostolica, le dijo: “Ahora mis brazos son cortos, si los alargamos con los tuyos conseguiré tocar los pobres de Roma y de Italia; yo no puedo salir, tú sí”. La curia romana actúa como los ojos y los brazos del Papa, en su misión de unidad y cuidado de la Iglesia católica. Desde el siglo XVI viene organizándose de modo análogo a como se organiza el gobierno de un estado, con su ministerios o dicasterios y una multiplicidad de organismos que cumplen funciones pastorales. Hoy, los departamentos de la Curia, pasan a llamarse, Dicasterios, Organismos y Oficios, y desaparecen los Pontificios Consejos. Los dicasterios y los organismos, junto con la Secretaría de Estado, son llamados “instituciones” (art. 12).

Ya desde el título de la Constitución Apostólica, la nueva curia romana se perfila en sintonía con el corazón pulsante de Papa Francisco que había expresado en la Evangelii Gaudium de 2013: «sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en un cauce adecuado para la evangelización» (n. 27).

La primera institución tratada por la ley es el Dicasterio para la Evangelización, presidido directamente por el Romano Pontífice (art. 34), que acoge en sí la función de tratar las cuestiones relacionadas con las misiones —Propaganda Fide—, y asume también la competencia sobre las cuestiones fundamentales de la evangelización del mundo, transformándose en la punta de lanza de la iglesia “en salida” tan querida pro Papa Francisco.

La Elemosineria Apostolica se transforma en Dicasterio para el servicio de la caridad y se coloca en tercer lugar después de la evangelización y de la doctrina de la fe, que asume en su seno, aunque con autonomía, la Pontificia Comisión para la Tutela de los Menores.

Al describir la competencia del Dicasterio para los Obispos en materia de nombramientos se hace referencia expresa a la necesidad de contar con el parecer de miembros del Pueblo de Dios de las diócesis interesadas (art. 105).

Se unifican en un solo Dicasterio para la cultura y la educación, aunque articuladas en dos secciones diferentes, las competencias que antes estaban divididas entre dos organismos: uno para la cultura y otro para la educación católica.

Varios Consejos Pontificios son transformados en dicasterios con competencias sustancialmente idénticas a las que ya tenían, aunque se aportan modificaciones importantes en algunos casos: por ejemplo, el Dicasterio para los textos legislativos adquiere una competencia mayor de promoción del Derecho canónico y de su estudio.

Son confirmados los organismos creados en estos últimos años: el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, nacido en el 2017, el Dicasterio de Laicos, Familia y Vida, creado en 2018. Se añade un Dicasterio para la comunicación, que hereda las competencias de la actual Secretaría para la comunicación.

El grupo de instituciones que juzgan en nombre del Papa se reúne bajo el título de “Organismos de Justicia”, aunque no cambian el nombre ni las competencias: Penitenciaría, Signatura y Rota Romana.

Se confirman sustancialmente los perfiles de los dicasterios y organismos ocupados de la economía interna a la Santa Sede, que han sido objeto de la atención del Papa desde el inicio del pontificado: Consejo para la Economía, Secretaría para la Economía, Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica y Oficio del Revisor general, a los que se añade una Comisión para asuntos reservados y un Comité para las inversiones, que habían sido instituidos a propósito de la última reorganización de asuntos económicos de la Curia, con la desaparición del Oficio administrativo que antes existía en la Secretaría de Estado.

Del grupo de los organismos con funciones económicas desaparece la tradicional Cámara Apostólica, que tenía competencias en los momentos de sede vacante: estas competencias son atribuidas ahora a un nuevo Oficio del Camarlengo de la Santa Iglesia Romana (art. 235-237).

Estos son los cambios principales que aporta la nueva ley de la Curia con respecto a lo que vige todavía hasta el 5 de junio. Hay muchos más. Desde esta primera lectura, parece que la ley ofrece nuevas perspectivas, más dinamismo. Se piensa sobre todo en lo que hay que hacer, sin parase demasiado en lo que se es. Y cuando de lo que se trata es de organizar un instrumento de servicio, resulta apropiado que se piense más en la acción que en el ser, ya que el ser es hacer, servir.

El autorJesús Miñambres

Decano de la Facultad de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. Roma.

Recursos

Misión imprevista

No escuchaban ya el bramido de bocinas y autobuses circundantes, y mucho menos el murmullo del agua que corría por el canal. De pronto, en el cuello del joven se abrió la huella de un rasguño y bajo las uñas de la chica se asomaron unas gotas de sangre.

Juan Ignacio Izquierdo Hübner·19 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Eran jóvenes y no sabían cómo remontar en su relación. Pensaron que dar un paseo entre álamos y sauces los refrescaría un poco, pero cuando llegaron al parque, escaló la crispación y el lenguaje se endureció hasta los insultos: no escuchaban ya el bramido de bocinas y autobuses circundantes, y mucho menos el murmullo del agua que corría por el canal. De pronto, en el cuello del joven se abrió la huella de un rasguño y bajo las uñas de la chica se asomaron unas gotas de sangre. 

Ocurrió un miércoles de marzo en torno a la hora de almuerzo, en un parque angosto, discreto y cercano al barrio financiero de Santiago de Chile; en la franja verde que acompaña el canal San Carlos en su último tramo hasta el río Mapocho. 

Después de la agresión, el joven agarró la mochila que su novia había dejado en el césped y la abrazó. Para reforzar su defensa, sacó su móvil y se dispuso a filmar a su pareja con actitud amenazante. Ella lo miraba desde una distancia de tres o cuatro metros con su delgado cuerpo tembloroso y el rostro pálido como la luna.

 Devuélvemela —gimió ella—, por favor. 

— Antes pídeme perdón —respondió él, dando pasos lentos hacia la valla que separa el parque del canal.

— Eres como todos, ¡un niño! 

La chica pronunció la última palabra con un gruñido, el miedo colmó su paciencia y saltó otra vez al ataque. Él guardó el móvil en el bolsillo, corrió más rápido hacia el canal y tomó la mochila con las dos manos para arrojarla al agua. “¡No!”, suplicó ella. La catástrofe era inminente. Pero, en ese momento, un runner que pasaba por ahí los interrumpió:

— ¡Ey! —exclamó con serena autoridad y manos abiertas— ¿Pasa algo? 

Era un hombre de mediana edad, tez morena, brazos robustos, labios finos dentro de una barba recortada y mirada penetrante. Vestía una camiseta verde oscuro y pantalones cortos, respiraba tranquilo, irradiaba valentía y se acercaba a la escena con pasos graves, reposados, seguros. 

— ¿Pasa algo? —repitió, viendo que la pareja se había vuelto y le hacían caso. 

— ¡Él quiere tirar mi bolso al canal! —La voz de la chica adquirió un tono angustiado y, de pronto, se sorprendió a sí misma abriendo su corazón a un extraño— ¡Es un envidioso, un niño!, ¡conocer a este patán ha sido el peor error de mi vida! 

— Calma. Vamos, respiren conmigo: inspirar, 1, 2, 3, expirar, 1, 2, 3. Bien, eso es —Ambos, como hipnotizados, le siguieron el juego—. Inspiramos, 1, 2… ¿qué haces?

El joven había perdido el compás de la respiración y recordó su ira. Miró a los lados y aprovechó la tregua para terminar de asomarse al estrecho y profundo canal, cuyo nivel de agua venía con unos dos metros de profundidad respecto del suelo. Y con un sencillo movimiento, dejó caer la mochila. Luego giró, se enfrentó a la mirada pasmada de la chica y adoptó una expresión contradictoria, con mezcla de satisfacción y arrepentimiento; quería quedarse, consolidar su triunfo, pero no aguantó la presión y, antes de que el desconocido pudiera reaccionar, huyó. Ella se quedó, desolada y abatida, se sentó en el césped y lloró. 

— Lo siento mucho —dijo el runner, acercándose un poco y conservando cierta atención a la fuga del joven. 

— Dentro de la mochila… ¡él lo sabía!, ¿por qué me humilla así? —La congoja la abrumaba y no conseguía hilar bien las ideas— Ahí… ahí está el pasaporte con el que pensaba viajar la próxima semana a Nueva York. ¿Qué voy a hacer ahora?

— Qué pena lo que pasó… —Guardó silencio unos segundos y añadió— Espérame aquí, tengo una idea.

— ¿Vas a perseguir a mi pololo?, o, bueno, ahora mi ex, supongo.

— Creo que no hace falta… Intentaré recuperar tu pasaporte —Y, concentrándose, emprendió la carrera.

            La mochila flotante le llevaba una buena distancia. El runner la persiguió saltando raíces de árboles y esquivando personas, llegó a su altura al cabo de unos 300 metros, saltó la valla, se acostó en el borde del canal, pero no alcanzó el bulto con su brazo. No dudó: se levantó de un salto, volvió al camino y siguió corriendo. De pronto, debajo de un árbol, vio a un grupo de jardineros mayores que disfrutaban sus comidas como si estuvieran en una tarde de picnic y, junto a ellos, yacía un largo palo con una cesta en el extremo. “Permiso, necesito rescatar algo”. Los buenos hombres asintieron y el atleta siguió su ruta, sosteniendo algo parecido a una pértiga. La mochila se había alejado, dentro de poco se acabaría el parque y el bulto llegaría al río, donde sería imposible recuperarlo. El hombre aceleró el paso, adelantó el objetivo, saltó la valla otra vez y, maniobrando el palo, posicionó la cesta en la superficie del agua, esperó, era su última oportunidad… y, ¡bien!, atajó la mochila. 

            Cuando la joven vio al hombre regresar con la mochila en las manos, no lo podía creer, su emoción era casi incontenible. Se levantó para recibirla y mecánicamente se sentó para revisar su contenido. El pasaporte estaba intacto. Entonces levantó la cabeza.

— Dame, por favor, tu wasap —dijo, sacando su móvil del bolsillo—, me gustaría traerte algún regalo de Nueva York. 

Él sonrió con sincero y paternal afecto, pero no respondió. 

— Entiendo, prefieres el anonimato, ¿eh? Está bien. Pero al menos dime tu nombre, no quisiera olvidarte.

Él asintió y, a modo de despedida, respondió:

— Mi nombre es José. 

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Actualidad

San José, padre y guía

El 8 de diciembre termina el año dedicado a san José, que ha conmemorado su proclamación como patrono de la Iglesia universal en 1870. Para concluirlo, el autor de este artículo expone los principales rasgos de quien es padre y guía de Jesús, y de todos los cristianos.

Dominique Le Tourneau·19 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 12 minutos

A lo largo de los últimos meses, hemos incrementado nuestro conocimiento y nos hemos adentrado en el trato íntimo con el patriarca san José. Y eso, gracias a la decisión del Papa Francisco de decretar un año de san José, que terminará el día 8 de diciembre, en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.

Como expresaba en su Carta apostólica Patris corde, Francisco tomó esa decisión con motivo del sesquicentenario de la proclamación de san José como patrono de la Iglesia universal por el Sumo Pontífice Pío IX, el 8 de diciembre de 1870, a petición de los padres del Concilio Vaticano I.

Con ello nos ofrecía el Romano Pontífice unos puntos de reflexión y meditación, al subrayar distintos papeles de quien jugó el papel de padre del Redentor. Fue -escribe- padre amado, padre en la ternura, padre en la obediencia, padre en la acogida, padre en la valentía creativa, padre trabajador y, por último, padre en la sombra.

Agradecimiento a un hombre justo

El nombre de José es todo un programa. Significa en hebreo “él aumentará”, “él añadirá” o “él hará crecer”. Y san Josemaría Escrivá comenta: “Dios añade, a la vida santa de los que cumplen su voluntad, dimensiones insospechadas: lo importante, lo que da su valor a todo, lo divino. Dios, a la vida humilde y santa de José, añadió —si se me permite hablar así— la vida de la Virgen María y la de Jesús, Señor Nuestro. Dios no se deja nunca ganar en generosidad. José podía hacer suyas las palabras que pronunció Santa María, su esposa: Quia fecit mihi magna qui potens est, ha hecho en mí cosas grandes Aquel que es todopoderoso”(Es Cristo que pasa, n. 40). Por consiguiente, que nuestro agradecimiento hacia san José debería de ser muy grande.

Recibió una anunciación paralela a la de María. Como leemos en san Mateo, cuando se dio cuenta de que su prometida esperaba un hijo, “como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado” (Mt 1, 18-19). Pero en cuanto hubo tomado esta decisión, “se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo”.

Lo que algunos han considerado como dudas de José ha dado lugar, tanto en el arte como en la literatura, al tema de los celos de san José, de origen bizantino. Ya en su Representación del Nacimiento de Nuestro Señor (hacia 1467-1481) Gómez Manrique los mencionaba. Siguen presentes en la Vida, excelencias y muerte del glorioso Patriarca y Esposo de N. Señora S. José (1604) de José de Valdivielso. Y pasa a ser el tema de la obra de Cristóbal de Monroy y Silva, Celos de San José (1646). Podemos pensar, en realidad, que la duda se refiere tan solo a la decisión que tenía que tomar, pero no podía poner en tela de juicio la santidad de su esposa.

Según las tradiciones judías, se los consideraba ya casados. Y el matrimonio de María con José siempre ha sido presentado como un verdadero matrimonio, aun cuando respetó la decisión inicial de María de quedar virgen: daría a luz sin concurso de varón, sino por “obumbración”, ya que el Espíritu Santo la tomó bajo su sombra. Partiendo de los bienes matrimoniales identificados por san Agustín, santo Tomás de Aquino afirma que ese matrimonio es realmente un matrimonio, porque ambos esposos han consentido la unión conyugal, pero “no la unión carnal, excepto con una condición: que Dios lo quisiera”.

San Jerónimo presentaba las razones de conveniencia de que estuvieran casados: “En primer lugar, para que por la genealogía estuviera establecida a procedencia de María; en segundo lugar, para que no fuera lapidada por los judíos en cuanto adúltera; tercero, para que ella tuviera un consuelo en la huida a Egipto”. El relato del martirio de san Ignacio añade un cuarto motivo: para que el parto quedara escondido a los ojos del diablo, que pensaría que el niño había sido engendrado de una esposa, no de una virgen.

El evangelista san Mateo nos trasmite la afirmación angélica según la cual san José era un “hombre justo”, es decir, un santo. Esta santidad eximia ha sido descrita acertadamente por Richard, en sus Elogios históricos de los Santos, publicado en Valencia en 1780: “Ponderad cuanto quisiereis sus prerrogativas; decid que habiendo sido destinado por especial vocación al más noble ministerio que jamás hubo, reunió en su persona lo que estuvo repartido entre los demás Santos; que tuvo las luces de los Profetas, para conocer el secreto de la Encarnación de un Dios; los amorosos cuidados de los Patriarcas, para cifrar y alimentar a un hombre Dios; la castidad de las Vírgenes para vivir con una Virgen Madre de un Dios; la fe de los Apóstoles, para descubrir entre la humildad exterior de un hombre, las ocultas grandezas de un Dios; el celo de los Confesores, y la fortaleza de los Mártires, para defender y salvar con riesgo de su vida la de un Dios. Decid todo esto, Señores; pero yo os responderé con una sola palabra: Joseph vir ejus erat justus.

Devoción a san José

Una santidad así, excepcional, motiva una total confianza en el poder de intercesión de nuestro santo y, por ello, una devoción especial. 

Bien lo explica santa Teresa, con unos tintes biográficos: “Tomé por abogado y señor al glorioso San José y encomendéme mucho a él. Vi claro que así de esta necesidad como de otras mayores de honra y pérdida de alma este padre y señor mío me sacó con más bien que yo le sabía pedir. No me acuerdo hasta ahora haberle suplicado cosa que la haya dejado de hacer. Es cosa que espanta las grandes mercedes que me ha hecho Dios por medio de este bienaventurado Santo, de los peligros que me ha librado, así de cuerpo como de alma; que a otros santos parece les dio el Señor gracia para socorrer en una necesidad, a este glorioso Santo tengo experiencia que socorre en todas y que quiere el Señor darnos a entender que así como le fue sujeto en la tierra -que como tenía el nombre de padre, siendo ayo, le podía mandar-, así en el cielo hace cuanto le pide. Esto han visto otras algunas personas, a quien yo decía se encomendasen a él, también por experiencia; y aun hay muchas que le son devotas de nuevo, experimentando esta verdad”.

Testimonio de esta devoción son las cofradías de san José presentes tanto en España como en América latina, presentadas por F. Javier Campos y Fernández de Sevilla, OSA, en su obra Cofradías de San José en el Mundo Hispánico, de 2014. Explica el autor que “tradicionalmente habían sido los artesanos de la madera y oficios afines los que había elegido a San José como titular de la nueva cofradía que ponían bajo su patronazgo, pero también se observa que, en otras ocasiones, se le elige por el puesto que ocupa en la corte celestial y porque las advocaciones marianas y del santoral con tradición en la cultura cristiana hispanoamericana ya tenían erigidas cofradías a la misma advocación -posiblemente más de una en ciudades grandes-, o no existían imágenes o lienzos en la iglesia donde querían erigir la hermandad”.

Por su parte, el actual sucesor de Pedro, en el encuentro con las familias en Manila, confiaba de qué modo se vale de su devoción a san José dormido: “Yo quiero mucho a san José, porque es un hombre fuerte y de silencio y en mi escritorio tengo una imagen de san José durmiendo y durmiendo cuida a la Iglesia. Si, puede hacerlo, lo sabemos. Y cuando tengo un problema, una dificultad, yo escribo un papelito y lo pongo debajo de san José, para que lo sueñe. Esto significa para que rece por ese problema. […] José escuchó al ángel del Señor, y respondió a la llamada de Dios a cuidar de Jesús y María. De esta manera, cumplió su papel en el plan de Dios, y llegó a ser una bendición no solo para la sagrada Familia, sino para toda la humanidad. Con María, José sirvió de modelo para el niño Jesús, mientras crecía en sabiduría, edad y gracia”.

Este comentario pontificio, lleno de candor y de fe, nos remite a los sueños de José. Recordemos que, conforme a los relatos evangélicos, san José se beneficia en tres ocasiones de un mensaje angélico durante el sueño. Primero, cuando descubre el embarazo de su mujer, como apuntábamos arriba; luego, después de la salida de los Magos, cuando la furia mortífera de Herodes quiere dar muerte a Jesús; y, finalmente, para decidir del momento de regresar a Palestina. ¿Por qué se le aparece el ángel durante el sueño, y no en la realidad, como hizo con Zacarías, los pastores o la misma Virgen María?, se preguntaba san Juan Crisóstomo. Y contesta: “Porque la fe de este esposo era fuerte y no necesitaba de semejante aparición” (In Matth. homil. 4).

Consideramos, con razón, a san José como un santo excepcional. Sin embargo, hemos oído a nuestro Señor afirmar que “no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él” (Mt 11, 11). ¿Cómo hay que entender esta afirmación?

El reino que Jesucristo ha venido a instaurar es el Nuevo Testamento. San Juan es el más grande del Antiguo, y se queda, por así decir, a la puerta del Nuevo. Por su parte, san José es, junto con la Virgen María, el primero en pertenecer al Reino establecido por su Hijo. De hecho, el Precursor no tuvo el privilegio de compartir su vida con la de Jesús y María. Vio de lejos al Cordero de Dios, a quien presentó a sus discípulos (cfr. Jn 1, 36), mientras que  fue dado a José no sólo verlo y oírle, sino también abrazarlo, besarlo, vestirlo y custodiarlo.

También cabe subrayar la superioridad de san José con respecto a los apóstoles del Señor. Como argumentaba Bossuet, “entre todas las vocaciones, señalo dos en las Escrituras que parecen directamente opuestas. La primera, la de los apóstoles; la segunda, la de José. Jesús se revela a los apóstoles, Jesús se revela a José, pero en condiciones bien opuestas. Se revela a los apóstoles para proclamarlo por todo el universo; se revela a José, para callarlo y para esconderlo. Los apóstoles son luces para hacer ver a Jesucristo al mundo; José es un velo para cubrirlo y bajo este velo misterioso nos oculta la virginidad de María y la grandeza del Salvador de las almas”.

El silencio de José y la Eucaristía

Esto nos lleva a referirnos brevemente al llamado “silencio de san José”. Como lo escribía acertadamente Paul Claudel, “es silencioso como la tierra a la hora del rocío”. El Papa Pío XI declaró al respecto que los dos grandes personajes que son Juan el Bautista y el apóstol Pablo “representan la persona y la misión de san José, que, sin embargo, pasa en silencio, como desaparecido y desconocido, en la humildad y el silencio, un silencio que no debía iluminarse más que siglos más tarde. Pero allí donde el misterio es más profundo y más espesa la noche que lo cumbre, allí donde el silencio es más profundo, es precisamente donde la misión es más elevada, más rico el cortejo de las virtudes que se requieren y el mérito que, por una afortunada necesidad, ha de responder a tal misión. Esa misión grandiosa, única, de cuidar al Hijo de Dios, el Rey del universo, la misión de proteger la virginidad, la santidad de María, la misión de cooperar, como única vocación, a participar en el gran misterio escondido a los siglos, en la Encarnación divina y en la Salvación del género humano”.

Esta presencia silenciosa es quizá aún más llamativa en el desarrollo del sacrificio eucarístico. De hecho, podemos entrever una presencia del santo patriarca en la Misa. Nos asiste en aquel momento sublime de distintas maneras: 

1) María está presente espiritualmente en el altar como corredentora. Ahora bien, José es su esposo, y no podemos separarles. Jesús, el Redentor de la humanidad, es fruto de su matrimonio. 

2) Jesús ha llamado con toda razón “padre” a san José, y José ha mandado a Jesús como verdadero padre, ha cuidado de Él, le ha alimentado, y, junto con la Virgen María, ha “preparado” al Sacerdote soberano y víctima divina del Sacrificio de la Pasión que estaba por venir. 

3) María y José son inseparables en la devoción de los fieles, como, por cierto, en el plan de la Encarnación redentora. 

4) En la Misa, el sacrificio lo ofrece toda la Iglesia y para toda la Iglesia. Ahora bien, santa María ha sido designada como Madre de la Iglesia, y san José es su padre. 

5) La Plegaria eucarística I proclama: “Reunidos en comunión con toda la Iglesia, veneramos la memoria, ante todo, de la gloriosa siempre Virgen María, Madre de Jesucristo, nuestro Dios y Señor; la de su esposo, san José…”

6) María intercede ante su Hijo para que sea el único Mediador ante el Padre eterno, y José, cabeza de la Sagrada Familia, nos presenta ante la Intercesora.

Además, podemos decir que san José participó con antelación en el Sacrificio de su Hijo en la medida en que, en términos de san Alfonso María de Ligorio, “con cuántas lágrimas, María y José, que conocían perfectamente las divinas Escrituras, habrían hablado, en presencia de Jesús, de su penosa pasión y muerte. Con cuánta ternura habrían conversado de su Predilecto, al cual Isaías se había referido como el hombre de dolores. Él, hermoso como era, sería flagelado y maltratado hasta parecer un leproso lleno de llagas y heridas. Pero su amado hijo lo sufriría todo con paciencia, sin ni siquiera abrir la boca ni lamentarse por tantas penas y, como un cordero, se dejaría llevar a la muerte: y finalmente habría acabado la vida a fuerza de tormentos, colgado de un leño infame entre dos ladrones”.

La Sagrada Familia

Con esto, digamos algo de la Sagrada Familia, a la que los autores llaman la “trinidad de la tierra”. Figura en el tríptico de Mérode, en el que, según Cynthia Hahn, la presencia de José en el panel derecho ha de explicarse como una figura de Dios Padre. San Josemaría insistió en un itinerario espiritual consistente en pasar de la trinidad de la tierra a la Santísima Trinidad: “Pasando por Jesús, María y José, la trinidad de la tierra, cada uno encontrara su modo propio de acudir al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, la Trinidad del cielo”

También presentaba san Josemaría a san José como “maestro de vida interior”. Se dirigía a él con estas palabras: “San José, Padre y Señor nuestro, castísimo, limpísimo, que has merecido llevar a Jesús Niño en tus brazos, y lavarle y abrazarle: enséñanos a tratar a nuestro Dios, a ser limpios, dignos de ser otros Cristos. Y ayúdanos a hacer y a enseñar, como Cristo, los caminos divinos –ocultos y luminosos-, diciendo a los hombres que pueden, en la tierra, tener de continuo una eficacia espiritual extraordinaria” (Forja 553).

Patrón de la buena muerte, y de la vida escondida

Patrono de la Iglesia universal, como decíamos al principio, san José se nos presenta también como patrón de la buena muerte. El P. Patrignani, un gran amante del patriarca, aducía como razones de este patrocinio: “1) José es el padre de nuestro Juez, del que los otros santos non son más que amigos. 2) Su poder es formidable ante los demonios. 3) Su muerte fue la más privilegiada y la más dulce que jamás haya habido”.

San Alfonso María de Ligorio explica que “la muerte de José fue recompensada con la más dulce presencia de la esposa y del Redentor, que se dignaba llamarse hijo suyo. ¿Cómo podía la muerte ser amarga para él, que murió entre los brazos de la vida? ¿Quién podrá explicar jamás o comprender las sublimes dulzuras, las consolaciones, las esperanzas, los actos de resignación, las llamas de caridad, que las palabras de vida eterna de Jesús y María suscitaban entonces en el corazón de José?”.

Añade el mismo autor que “la muerte de nuestro santo fue plácida y serena, sin angustias ni temores, porque su vida fue siempre santa. No puede ser así la muerte de quien durante un tiempo ha ofendido a Dios y merecido el infierno. Sin embargo, grande será entonces el descanso para quien se pone bajo la protección de san José. Él, que en la vida había mandado a Dios, ciertamente sabrá mandar a los demonios, alejándolos e impidiéndolos tentar a sus devotos en el momento de la muerte. Bienaventurada el alma que es asistida por ese válido abogado”.

La muerte de nuestro santo ha sido precedida por los años de lo que se suele llamar la “vida escondida”, años de contemplación de Dios a través de la santificación del trabajo ordinario y de los acontecimientos diarios, años dedicados a dar gloria a Dios ofreciéndole los humildes quehaceres cotidianos. San José, al lado de María y de Jesús, nos ofrece un modelo acabado de la santificación de la vida ordinaria.

Para Bossuet, “José tuvo este honor de estar diariamente con Jesucristo, y con María tuvo la parte más grande de sus gracias; y, sin embargo, José estaba oculto, su vida, sus obras, sus virtudes estaban desconocidas. Quizás aprenderemos de tan hermoso ejemplo que se puede ser grande sin estrépito, que se puede ser bienaventurado sin ruido y que se puede tener la verdadera gloria sin ayuda de la fama, por el solo testimonio de su conciencia”

Leemos en el Catecismo de la Iglesia Católica que “con la sumisión a su madre, y a su padre legal, Jesús cumple con perfección el cuarto mandamiento. Es la imagen temporal de su obediencia filial a su Padre celestial. La sumisión cotidiana de Jesús a José y a María anunciaba y anticipaba la sumisión del Jueves Santo: ‘No se haga mi voluntad…’ (Lc 22, 42). La obediencia de Cristo en lo cotidiano de la vida oculta inauguraba ya la obra de restauración de lo que la desobediencia de Adán había destruido (cf. Rm 5, 19)”.

Se preguntaba san Bernardo ante tal misterio: “Entonces, ¿quién estaba sometido a quién? En efecto, el Dios a quien están sujetos los Ángeles, a quien obedecen los Principados y Potestades, estaba sometido a María; y no solo a María, sino también a José por causa de María. Admirad, por tanto, a ambos, y ved cual es más admirable, si la liberalísima condescendencia del Hijo o la gloriosísima dignidad de la Madre. De los dos lados hay motivos de asombro; por ambas partes, prodigio. Un Dios obedeciendo a una criatura humana, he ahí une humildad nunca vista; una criatura humana mandado a un Dios, he ahí una grandeza sin igual” (Homilía II super Missus est, 7).

Pero alimentada sin interrupción por la oración. “San José esta delante de nosotros como un hombre de fe y de oración. La liturgia le aplica la palabra de Dios en el Salmo 88: ‘El me clamará: Mi padre eres tú, Mi Dios, y la roca de mi salvación’ (Ps 89, 26). Ciertamente, cuántas veces en el curso de las largas jornadas de trabajo habrá elevado José su pensamiento a Dios para invocarle, para ofrercele sus fatigas, para implorarle luces, ayudo, consuelo. Ahora bien, este hombre que parece gritar a Dios con toda su vida: ‘Eres mi padre’, consigue esta gracia del todo particular: el Hijo de Dios en la tierra le trato de Padre. José invoca a Dios con todo el ardor de su alma de creyente: ‘Padre mío’, y Jesús que trabajaba su lado con los instrumentos de carpintero, se dirige a él llamándole: ‘padre’”.

Cerramos este articulo con la oración que el Papa Francisco nos ha propuesto al final de su carta Patris corde:

Salve, custodio del Redentor
y esposo de la Virgen María.
A ti Dios confió a su Hijo,
en ti María depositó su confianza,
contigo Cristo se forjó como hombre.
Oh, bienaventurado José,
muéstrate padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Concédenos gracia, misericordia y valentía
defiéndenos de todo mal. Amén.

El autorDominique Le Tourneau

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Maestros de esperanza

Vivimos en un ambiente que nos lleva a la desesperanza el que llevamos años respirando. Frente a una visión positiva de la vida, llena de luz, nos hemos visto abocados a una perspectiva de lucha, conflicto y oscuridad. Nos están robando la esperanza.

18 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Vivimos en tiempos de incertidumbre y desesperanza. Al tiempo de la pandemia ha seguido la inseguridad de la guerra. Las vivencias que afrontan las nuevas generaciones son de miedo, con la única certeza de que los tiempos que afrontarán  van a ser difíciles. Y nosotros sabemos que, por primera vez, la generación siguiente a la nuestra  vivirá peor que lo que lo ha hecho la de sus padres.

Así la desesperanza va arraigando profundamente en el corazón de los hombres y mujeres de nuestro tiempo.

Pero más allá de las coyunturas históricas que nos han marcado la COVID o el conflicto en Ucrania, esa desesperanza está siendo arrebatada a nuestra sociedad de una manera tremendamente sutil. Es todo un ambiente que nos lleva a la desesperanza el que llevamos años respirando. Frente a una visión positiva de la vida, llena de luz, nos hemos visto abocados a una perspectiva de lucha, conflicto y oscuridad. Nos están robando la esperanza.

El terreno que pisamos ya no es firme. La verdad se ha hecho relativa, la moral subjetiva, los pilares en los que se asienta la sociedad, especialmente la persona y la familia, se han visto tambaleados y puestos en duda. Frente a modelos de héroes que encarnaban valores de justicia y honestidad, en series y películas se nos presentan ahora modelos ambiguos y vengativos. La verdad va quedando desdibujada, los ideales por los que luchar y aún por  los que dar la vida quedan relegados ante el pragmatismo del sálvese quien pueda, el sentido de la vida queda reducido al ‘carpe diem’.

En nuestra educación no está fallando que nuestros jóvenes necesiten mejores  técnicas de estudio ni modernos ordenadores para trabajar mejor. No está fallando la motivación que les demos. Lo que les hemos arrancado es el sentido de su vida. Simplemente les estamos robando la esperanza. Y sin ello, al final, no hay una razón última para el esfuerzo y el trabajo.

Y esto no es una cuestión abstracta o lejana. Es tan cercana como la vida de cada uno de nuestros jóvenes. Es necesario que cada joven  encuentre su razón concreta para vivir, al estilo que proponía Víctor Frank en su famosa logoterapia que nos presentó en su libro ‘El hombre en busca de sentido’. En esto debemos esforzarnos los educadores, empezando por sus propios padres.

Pero también socialmente hemos de darle la vuelta a esta situación. Hemos de atrevernos a proponer modelos positivos a los jóvenes. Alentarles a creer en lo más noble que anida en el corazón humano. Hemos de animarles a luchar por la bondad, a descubrir y defender la verdad, a contemplar y gozar de la belleza. Hemos de ser todos los educadores auténticos maestros de esperanza.

Porque la esperanza, por pequeña que parezca,  como decía el poeta francés Charles Peguy en su famosa poesía ‘La pequeña esperanza’, es el motor de la vida.

Esta esperanza no tiene nada de optimismo voluntarista, mucho menos de ingenua candidez del ‘todo va a ir bien’. La esperanza cuenta con el sufrimiento y el dolor, con el fracaso y el esfuerzo, con la realidad más profunda y a veces cruda de la vida. La esperanza se asienta en la realidad presente y en la futura.

Esta, a mi juicio, es la más profunda renovación que necesita nuestra educación. Ser capaces de aportar a nuestros alumnos certezas y esperanzas que les ayuden a caminar y adentrarse en el futuro sin miedo.

Para ello es necesario que el propio maestro la tenga esa esperanza arraigada en su corazón y en su vida, porque al final, lo sabemos bien, sólo damos lo que tenemos. Por eso nadie que viva amargado o que no tenga esperanza debiera ser maestro, porque transmitirá su amargura y su desesperanza.

La pequeña esperanza, Charles Peguy,

«Yo soy, dice Dios, Maestro de las Tres Virtudes.

La Fe es una esposa fiel.

La Caridad es una madre ardiente.

Pero la esperanza es una niña muy pequeña.

Yo soy, dice Dios, el Maestro de las Virtudes.

La Fe es la que se mantiene firme por los siglos de los siglos.

La Caridad es la que se da por los siglos de los siglos.

Pero mi pequeña esperanza es la que se levanta todas las mañanas.

Yo soy, dice Dios, el Señor de las Virtudes.

La Fe es la que se estira por los siglos de los siglos.

La Caridad es la que se extiende por los siglos de los siglos.

Pero mi pequeña esperanza es la que todas las mañanas nos da los buenos días.

Yo soy, dice Dios, el Señor de las Virtudes.

La Fe es un soldado, es un capitán que defiende una fortaleza.

Una ciudad del rey, en las fronteras de Gascuña, en las fronteras de Lorena.

La Caridad es un médico, una hermanita de los pobres,

Que cuida a los enfermos, que cuida a los heridos,

A los pobres del rey,

En las fronteras de Gascuña, en las fronteras de Lorena.

Pero mi pequeña esperanza es

la que saluda al pobre y al huérfano.

Yo soy, dice Dios, el Señor de las Virtudes.

La Fe es una iglesia, una catedral enraizada en el suelo de Francia.

La Caridad es un hospital, un sanatorio que recoge todas las desgracias del mundo.

Pero sin esperanza, todo eso no sería más que un cementerio.

Yo soy, dice Dios, el Señor de las Virtudes.

La Fe es la que vela por los siglos de los siglos.

La Caridad es la que vela por los siglos de los siglos.

Pero mi pequeña esperanza es la que se acuesta todas las noches

y se levanta todas las mañanas

y duerme realmente tranquila.

Yo soy, dice Dios, el Señor de esa Virtud.

Mi pequeña esperanza

es la que se duerme todas las noches,

en su cama de niña, después de rezar sus oraciones,

y la que todas las mañanas se despierta

y se levanta y reza sus oraciones con una mirada nueva.

Yo soy, dice Dios, Señor de las Tres Virtudes.

La Fe es un gran árbol, un roble arraigado en el corazón de Francia.

Y bajo las alas de ese árbol, la Caridad,

mi hija la Caridad ampara todos los infortunios del mundo.

Y mi pequeña esperanza no es nada más

que esa pequeña promesa de brote

que se anuncia justo al principio de abril.»

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

Mundo

Los detractores de Benedicto XVI quieren destruir su legado teológico

Un ensayo del filósofo suizo Martin Rhonheimer refuta las acusaciones vertidas últimamente sobre el Papa emérito. Señala que se debe precisamente a Ratzinger el que la Iglesia, tras un doloroso proceso de aprendizaje, haya asumido un papel pionero en la lucha contra los abusos.

José M. García Pelegrín·18 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Tras la presentación, el 20 de enero, del informe sobre abusos sexuales en la diócesis de Múnich, desde diversos medios se lanzó lo que Mons. Georg Gänswein denominó una campaña de desprestigio contra Benedicto XVI. En el núcleo de las acusaciones vertidas contra el Papa emérito estaba una simple cuestión: al preguntarle el bufete de abogados WSW, autor del citado informe, si había estado presente en una determinada reunión en enero de 1980, Benedicto respondió que no, cuando había pruebas de que sí había asistido. Aunque el 8 de febrero el Papa emérito escribió una carta excusándose por lo que había sido un error de transcripción –un informe de cuatro colaboradores de Benedicto explicó con pelos y señales cómo se había producido tal lapsus–, en Alemania se alzaron acusaciones de que había mentido, e incluso de que, en su época de arzobispo de Múnich, entre 1977 y 1982, había encubierto a sacerdotes acusados de cometer abusos sexuales.

Ahora, el teólogo suizo Martin Rhonheimer –antiguo catedrático de Ética y Filosofía Política en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz (Roma) y cofundador y actual presidente del Austrian Institute of Economics and Social Philosophy de Viena, donde reside– acaba de publicar un certero análisis en el diario alemán “Die Welt”. Afirma que, si el Papa emérito “sigue siendo hoy en día el blanco de críticas”, es “porque sus adversarios quieren destruir precisamente lo que representa el nombre de Joseph Ratzinger: su legado teológico” pues la teología de Joseph Ratzinger, “que inspiró a gran número de creyentes y acercó a innumerables personas a la Iglesia, es desde hace tiempo una espina clavada en la teología universitaria alemana, rebosante de arrogancia y engreimiento nacional, y cuyos efectos pastorales han vaciado las iglesias”. Su “intento de destruir la reputación del teólogo Joseph Ratzinger al final de su vida” se une a medios de comunicación “no necesariamente afines a la Iglesia”.

Para Rhonheimer, lo que él denomina “narración de los adversarios” del Papa emérito procede fundamentalmente de Hans Küng quien, en 2010 y en una carta abierta, le acusaba de crear un “sistema mundial de encubrimiento de los delitos sexuales del clero, controlado por la Congregación para la Doctrina de la Fe del cardenal Ratzinger”. Küng se refería principalmente a la carta que el entonces Prefecto de esa Congregación envió en 2001 a los obispos para someter los casos de abusos bajo el “secreto pontificio”. Como recuerda ahora, el propio Martin Rhonheimer contestó poco después: “Gracias precisamente a esa disposición, los obispos están obligados a comunicar al Vaticano los casos de abusos, evitando así un posible encubrimiento”. Además: “El secreto pontificio se refiere a otra cosa –y Küng lo sabe perfectamente–: al proceso eclesiástico, en el que se trata de penas eclesiásticas o una eventual relegación al estado laical. La razón del secreto durante el proceso es únicamente la protección de víctimas y acusados”. Que se introdujera para encubrir –dice Rhonheimer– es una “afirmación maliciosa”.

El autor afirma que efectivamente existió y sigue existiendo un “sistema de encubrimiento”, pero “que se quiera ahora desviar la atención hablando de un ‘sistema Ratzinger’ es asimismo sistemático”, pues lo utilizan los opositores de Ratzinger, esos mismos que, a raíz del escándalo de los abusos, tratan de cambiar la Iglesia en Alemania. “No pocos de los responsables de los escándalos en Múnich y otros lugares, como obispos, se cobijan ahora defendiendo a ultranza el ‘camino sinodal’ y sus utópicas promesas de ‘reforma’”.

Rhonheimer recuerda que cuando, en la década de 1980, comenzaron a darse a conocer abusos sexuales en Estados Unidos, en el Vaticano era responsable la Congregación para el Clero, preocupada principalmente de proteger a los sacerdotes. Fue precisamente el entonces cardenal Ratzinger quien retiró esa competencia para trasladarla a la Congregación para la Doctrina de la Fe, de la que era Prefecto desde 1982: lo que antes era una “concesión” a los sacerdotes que solicitaban ser relegados al estado laical se convirtió así en una medida penal. El autor cita también la “Carta circular para el tratamiento de los casos de abuso sexual hacia menores por parte de clérigos” de la Congregación para la Doctrina de la Fe, del 3 de mayo de 2011, cuando Joseph Ratzinger era ya Papa: “El abuso sexual de menores no es solo un delito canónico, sino también un crimen perseguido por la autoridad civil. Si bien las relaciones con la autoridad civil difieren en los diversos países, es importante cooperar en el ámbito de las respectivas competencias. En particular, sin perjuicio del foro interno o sacramental, siempre se siguen las prescripciones de las leyes civiles en lo referente a remitir los delitos a las legítimas autoridades”.

Por esto –concluye Martin Rhonheimer– no es cierto lo que dicen sus detractores: “Joseph Ratzinger/Benedicto XVI no creó un sistema de encubrimiento eclesial; fueron obispos individuales los que fracasaron, a pesar de todos los esfuerzos de Ratzinger”. Precisamente, de lo que le acusaba Hans Küng en 2010 “fue, en realidad, el pistoletazo de salida hacia una nueva cultura eclesiástica para tratar los casos de abusos”. Rhonheimer denomina “largo y doloroso” el proceso de aprendizaje que tuvo que pasar la Iglesia –con la presión, “necesaria y saludable” de la opinión pública, pero sobre todo de las asociaciones de víctimas– para llegar a asumir hoy en día en este campo, si bien tras largas omisiones, un papel pionero. “Esto se debe agradecer a Joseph Ratzinger, quien empezó a limpiar los establos de Augías”.

Sobre esta cuestión, resulta de interés la lectura de este artículo del Secretario del Consejo Pontificio para los Textos Legislativos, Mons. Juan Ignacio Arrieta, sobre la influencia del cardenal Ratzinger en la reforma del sistema penal canónico; versión española.

El artículo de Martin Rhonheimer se publicó, en alemán, en “Die Welt”.

Recursos

Lo que tenía en los bolsillos

Quienes piensan que iba ligero de equipaje no saben mucho de lo que Chesterton ha llamado “Enormes Minucias”, esas pequeñas cosas de tremendo valor.

Vitus Ntube·18 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Lo que tenía en los bolsillos eran mis manos.

Iba de camino a la universidad en una de esas mañanas frías de marzo y tenía las manos en los bolsillos. Las manos necesitaban calor y mis bolsillos me lo proporcionaban. Pero esta imagen de las manos en el bolsillo era muy llamativa para mis amigos. Dijeron;

– Vas ligero a la escuela.

Me adentré en los 15 minutos de viaje en tren hasta la universidad con las manos en el bolsillo y me di cuenta de que, efectivamente, no iba ligero como observaban mis amigos. Es cierto que yo iba sin la mochila y la observación de mis amigos era acertada, pero se habían perdido un truco.

Antes había estado leyendo “Enormes Minucias” de Chesterton y recordé el ensayo de “Lo que encontré en mis bolsillos” y decidí revisar lo que tenía en mi bolsillo. La profundidad de mis bolsillos mostraba que era un abismo inmenso y un tesoro desconocido.

Lo primero que tenía en el bolsillo era mi billete de tren. Tenía muchas cosas escritas, pero las palabras Roma y Piazza del Popolo eran suficientes para retener mi atención. Roma, la ciudad eterna y universal que une la gente. Entonces miré alrededor del tren y vi gente de todas las razas y oí diferentes lenguas, tanto las que podía entender como las que no. También vi a los jóvenes y a los ancianos, a diferentes generaciones. Esto es Roma, pensé.

Chesterton comparó sus bolsillos a un Museo Británico por los tesoros, yo comparé los míos con el Museo Vaticano porque lo siguiente que encontré en mi bolsillo fue una entrada del Museo Vaticano con imagen de Laocoonte.

Laocoonte, el sacerdote troyano de la mitología griega que fue atacado por dos grandes serpientes marinas junto a sus dos hijos. La historia de la fundación de Roma está ligada a la de Laocoonte. Entonces recordé cómo la civilización romana ha sido capaz de construir sobre las civilizaciones anteriores y no sólo de erosionarla. Este es el “código genético” del Museo Vaticano que demuestra que “la gran civilización clásica y judeocristiana no se contraponen, sino que convergen en el único plan de Dios». Entonces me acordé de nuestra cultura actual, con su obsesión por cancelar todo lo que le precede, y me entristecí. Pero eso no fue por mucho tiempo, me alegré en el momento en que volví a fijar mi mirada en la imagen del billete, porque es un claro ejemplo y esperanza para nuestros tiempos.

La siguiente cosa que tenía en el bolsillo era mi bolígrafo negro. Parecía un bolígrafo de color púrpura espeso. Pensé en la oscuridad, en la muerte, en lo que se oculta y en lo que se hace en secreto como rezar, ayunar y dar limosna. Pensé en esas raíces profundas que se adentran cada vez más en la tierra y que parecen alimentarse de la oscuridad. La paradoja de perder la vida para salvarla. La púrpura espesa y el negro. Me salí por la tangente. Concluí con el pensamiento que ayer fue Miércoles de Ceniza y que Meménto pulvis, Memento mori y Memento vivere están relacionados (recuerda que eres polvo, recuerda que morirás y recuerda vivir).

La siguiente cosa que tuve fue un libro de ensayos de C. S. Lewis. Leí una frase que decía: “aunque la Razón es Divina, los razonadores humanos no lo son” y que “si queremos ser racionales, no de vez en cuando, sino constantemente, debemos pedir el don de la Fe”. La paradoja de la razón y la fe claramente explicada.

Justo cuando empecé a pensar en el concepto de paradoja, la siguiente cosa que saqué del bolsillo fue mi teléfono. Recibí un mensaje de un amigo que decía: «Ya sé lo que voy a renunciar esta cuaresma: La carne y el pollo”. Pensé para mis adentros que el pollo no es carne. Sólo entonces llegó el mensaje correcto con el asterisco: “Ternera y Pollo”. Seguí pensando en otra paradoja. Cómo la inanición puede llenarnos. Cómo la abstinencia puede hacernos más completos. La paradoja del ayuno cristiano.

Pensé en otra. ¿Qué pasaría si al mismo tiempo que renunciamos a cosas, nos propusiéramos ganar ciertas cosas?

Mientras pensaba, me vi obligado a sacar la otra cosa de mi bolsillo. El pañuelo desechable. Ese papel blanco y suave que ha sido un regalo constante estos días. Lo necesité después de 15 minutos con la mascarilla blanca sobre la parte inferior de la cara. Pensé en los muchos ojos que he visto gracias a que la parte superior de la cara ha sido la única parte expuesta. Recordé el lenguaje del este de Nigeria que expresaba el concepto de amor como mirar a uno a los ojos. No sé cuántas mascarillas he tenido en el bolsillo estos últimos años, pero sin duda tuve una en el bolsillo poco antes.

No puedo contarles todas las cosas que tengo en el bolsillo porque mi viaje en tren había terminado. Tampoco el espacio me permite hablar de las imágenes de las monedas que tenía o de la imagen del Crocifisso que hablaba a Santo Tomás que conseguí el día anterior en Nápoles. Lo que sí puedo decir es que mis amigos se equivocaron al decir que iba ligero. No saben mucho de lo que Chesterton ha llamado “Enormes Minucias”, esas pequeñas cosas de tremendo valor. Como escribió en el prefacio del libro: «No dejemos que el ojo descanse. ¿Por qué ha de ser el ojo tan perezoso? Ejercitemos el ojo hasta que aprenda a ver los hechos sorprendentes que recorren el paisaje tan llano como una valla pintada. Seamos atletas oculares. Aprendamos a escribir ensayos sobre un gato callejero o una nube de color».

El autorVitus Ntube

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Vaticano

Las 9 «apuestas» del Papa Francisco

El Papa Francisco cumple nueve años de pontificado al frente de la Iglesia. Nueve años que nos hacen repasar los nueve retos por los que apuesta el Papa desde su salida a la plaza de San Pedro. El sábado 19 de marzo celebramos el aniversario del inicio de su pontificado. 

Giovanni Tridente·17 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

El sábado 19 de marzo, solemnidad de San José, entramos en el décimo año de pontificado del Papa Francisco. Por eso, los analistas de los asuntos de la Iglesia repiten valoraciones más o menos exhaustivas de lo que ha supuesto en estos años la elección de un Papa «venido casi del fin del mundo».

Nueve años no es mucho tiempo en la historia de la Iglesia y para la trayectoria de un pontificado: basta pensar en el largo reinado de san Juan Pablo II, que duró casi 27 años, por citar un ejemplo cercano a nosotros. Pero tampoco son pocos si se comparan con el flujo acelerado de la época contemporánea, en la que los acontecimientos y los descubrimientos se suceden y en la que el dominio de la comunicación amplía aún más la narración de lo que ocurre.

Más que hacer un recuento detallado de cuántas cosas ha hecho este Papa hasta la fecha, queremos resumir lo que creemos son las «apuestas» por las que el Papa Francisco ha apostado desde el principio, fiel a su lema: «Hay que iniciar procesos más que ocupar espacios». Evidentemente, se trata de temas generales, pero si se analizan detenidamente, todos ellos estaban ya «en germen» en sus primeras intervenciones, empezando por su saludo a la multitud reunida en la Plaza de San Pedro el día de su elección. También hay que tener en cuenta la homilía de la primera Misa con el Colegio Cardenalicio, al día siguiente de la elección, y la de la Misa de inicio de pontificado.

De este conjunto de «brotes iniciales», en torno a las cuales se ha construido toda la trayectoria y la misión del actual Obispo de Roma, podemos extraer, por tanto, 9 «apuestas», para mantener la referencia a los años cumplidos del pontificado.

Fraternidad

La primera cuestión por la que ha apostado el Papa Francisco, y por la que ha hecho apostar a toda la cristiandad, es el tema de la fraternidad. Un tema que está exactamente en el primer discurso a los fieles en la Plaza de San Pedro y que luego fue coronado por la importante firma del Documento de Abu Dhabi junto con el gran imán de Al Azhar Ahmad Al-Tayyeb en 2019. Al año siguiente, el Papa dirigió su tercera encíclica, Fratelli tutti, a toda la Iglesia. En estos mismos días estamos percibiendo lo profética que fue aquella apuesta por la fraternidad: poner a la Iglesia en el camino que debe conducir a la paz mundial. Todavía tenemos que insistir con la oración, ya que el proceso, por desgracia, todavía no está completo.

Misericordia

El segundo reto es el de la misericordia. No es casualidad que provenga de su lema episcopal –Miserando atque eligendo– y que se refiera, como él mismo ha dicho en repetidas ocasiones, a su conversión y vocación sacerdotal. Una Iglesia misericordiosa es aquella que está cerca de todos sus hijos que están «perdidos» por cualquier motivo. Fue en la primera Misa en la parroquia de Santa Ana, en territorio vaticano, el domingo siguiente a su elección, cuando Francisco habló de esta particular actitud de Jesús, su mensaje más fuerte, invitando a los fieles a confiarse a Él. También fue la primera vez que el Papa dijo: «El Señor no se cansa de perdonar: ¡nunca! Somos nosotros los que nos cansamos de pedirle perdón». En 2016, proclamó el «Jubileo de la Misericordia» de forma generalizada en todas las diócesis del mundo, y dio ejemplo a través de los «Viernes de la Misericordia», visitando lugares y personas que viven dramas personales. La Jornada Mundial de los Pobres fue el resultado concreto del Jubileo, consciente de que la misericordia no es un paréntesis en la vida de la Iglesia.

Custodia

El tercer desafío también remite a la Misa del inicio del pontificado y se refiere al ejercicio de custodiar, a ejemplo de San José, patrón de la Iglesia universal. Es una vocación a la que toda la Iglesia debe mirar, escuchando a Dios, dejándose guiar por su voluntad, siendo sensible a las personas que se le confían, atenta a su entorno y capaz de tomar las decisiones más sabias. Por supuesto, no hay custodia sin considerar que Cristo debe estar en el centro de esta actitud. Él es el ejemplo en el que podemos inspirarnos para cuidar de nosotros mismos, de los demás y de toda la creación. Es precisamente este último punto el que recuerda todo el dinamismo que dio lugar en 2015 a la Encíclica Laudato si’ y a las numerosas iniciativas en todo el mundo que le siguieron. El Sínodo sobre la Amazonia y los frutos de la Querida Amazonia también deberían incluirse en este desafío.

Ternura con alegría

«¡No debemos tener miedo de la bondad, de la ternura!«, que son exactamente el índice de un correcto «cuidado«, de «fortaleza de espíritu y capacidad de atención, de compasión, de verdadera apertura al otro, capacidad de amor«, volvió a decir el Papa Francisco en la Misa de inicio de su pontificado: es la cuarta apuesta. Este es un tema que el Pontífice ha repetido constantemente a lo largo de los años, precisamente para poner en marcha el proceso de una Iglesia cercana a los demás, que no juzga, acoge, acompaña, cura las heridas, enciende los corazones y, mientras lo hace, se alegra plenamente de la riqueza que ha descubierto y da a los demás.

Periferia

El reto de la «periferia» es también un concepto que ha estado presente desde el inicio del Pontificado. Y con ella el Papa identifica dos sentidos complementarios: el geográfico -los lugares más recónditos del mundo, ocultos a la corriente principal, donde hay guerras, hambre, pobreza y atentados generales contra la dignidad humana- y el existencial, donde están en juego los sufrimientos del corazón humano, junto con las muchas fragilidades y soledades. El Papa ha optado por hacerse presente en las periferias geográficas a través de sus viajes apostólicos; en las periferias existenciales se ha hecho presente llamando a toda la Iglesia a una actitud de apertura y «salida», para interceptar los interrogantes no expresados del alma humana, lejos de moralismos y dogmatismos exacerbados que terminan por aniquilar cualquier atisbo de conversión.

Juventud

La otra apuesta del Papa Francisco es por los jóvenes, no el futuro sino el «presente de la Iglesia», «el ahora de Dios» como ha reiterado en varias ocasiones. También aquí les dedicó un Sínodo específico, en 2018, del que resultó la Exhortación Apostólica Christus vivit. Ante los deseos, las crisis y las heridas de los jóvenes, el Papa propone «una salida» y es la de aprender a no dejarse robar la esperanza y la alegría y considerar la propia etapa de la vida como un tiempo de «donación generosa, de ofrenda sincera, de sacrificios que cuestan dinero pero que nos hacen fecundos». Todo esto no es posible sin raíces, y para cada joven están en los que le han precedido. De ahí el siguiente reto.

Mayores

Francisco cita a menudo al poeta y escritor argentino Francisco Luis Bernárdez: «Todo lo que tiene el árbol que florece le viene de lo que está enterrado». Se trataba de reiterar la importancia del diálogo entre los jóvenes y sus abuelos, los mayores, sin el cual «la historia no sigue, la vida no sigue». La transmisión de experiencias entre generaciones es la forma más fructífera de preservar el mundo no sólo del odio sino también del despilfarro. El pontífice no ha dejado de denunciar las numerosas situaciones de despilfarro, que sólo pueden superarse mediante la cercanía y el conocimiento mutuo entre jóvenes y mayores. En este sentido, es significativa la idea de establecer un Día Mundial de los Abuelos, fijado a partir de 2021 en el cuarto domingo de julio.

Mujeres

Otro reto es el compromiso de las mujeres en la Iglesia. No tanto como una iniciativa para justificar años de aparente marginación o para satisfacer reivindicaciones más o menos insistentes. El Papa es consciente de que la contribución de las mujeres es fundamental y es un enriquecimiento que también debe hacerse estable. Hay muchos ejemplos de apertura, ciertamente para animarnos a considerar esta cuestión como irreversible. Entre ellas se encuentra la de permitir el acceso de las mujeres a los ministerios de Lector y Acólito, en la medida en que sean mujeres laicas y estén bautizadas. O el nombramiento de mujeres o religiosas para altos cargos de la Curia Romana. Es significativo el nombramiento de la primera «madre sinodal», la hermana Nathalie Becquart, a la que se verá trabajar en la Asamblea de 2023. También es significativo el hecho de que se haya permitido a las empleadas del Vaticano acompañar las audiencias generales de los miércoles, que hasta ahora eran prerrogativa absoluta de los monseñores de la Curia.

Acogida

Este «repaso» de las apuestas no estaría completo sin una referencia al tema de la acogida, un planteamiento que es simbólicamente muy evidente en el caso de los migrantes y refugiados, pero que expresa sustancialmente una actitud y un dinamismo que según el Papa Francisco debe dirigirse también a todas las situaciones de marginación y sufrimiento, los llamados «últimos» que la sociedad descarta y aleja. También en este tema hay una evidente referencia al inicio de su pontificado, en particular a una de las primeras meditaciones matinales en la capilla de la Casa Santa Marta dedicada precisamente a la hospitalidad cristiana.

Cristo

Estas son las nueve apuestas, que recuerdan simbólicamente los 9 años de pontificado, pero hay una que las engloba a todas, y tiene que ver con Cristo. Basta con recorrerlas para identificar en cada una la única raíz por la que merece la pena ponerlas en marcha: somos hermanos en Cristo, hijos de un mismo Padre; la misericordia que debemos aprender y transmitir nos la mostró Jesús hasta el sacrificio extremo de la Cruz; sin nuestra mirada fija en el Hijo de Dios es imposible ocuparse de los demás y de la creación; menos aún experimentar y difundir la ternura y la alegría. Sin una relación viva con Cristo nos olvidaríamos de los descartes de las periferias geográficas y existenciales y no sabríamos ofrecer a los jóvenes la única razón por la que vale la pena luchar en este mundo. En virtud del bautismo comprendemos lo fundamental que es el papel de la mujer para la misión evangelizadora y cómo la acogida es la característica primordial de todo aquel que se profesa verdaderamente cristiano.

Los mejores deseos, pues, para el Papa Francisco, para toda la Iglesia, y que estos procesos se consoliden como el rostro vivo de Cristo en el mundo.

Sagrada Escritura

«El diálogo de amor entre el Padre y el Hijo», tercer domingo de Cuaresma

Comentario a las lecturas del III domingo de Cuaresma y breve homilía en vídeo del sacerdote Luis Herrera.

Andrea Mardegan / Luis Herrera·17 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Desde la zarza ardiente, Dios llama a Moisés para que hable a su pueblo en su nombre y lo conduzca desde la liberación de Egipto hacia la tierra hermosa y espaciosa donde fluye leche y miel. Dios se compadece de los sufrimientos de su pueblo y le revela su nombre, “Yo soy el que soy”, que puede significar: “Yo soy el que está presente, y siempre estaré a tu lado”. Respondemos con el Salmo 102: “Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa, y te colma de gracia y de ternura”.

Pero Pablo recuerda a los Corintios que en el desierto el pueblo de Israel no agradó a Dios en varias ocasiones. Murmuraron contra Moisés y Aarón, y Dios les envió un azote y murieron a miles; y cuando protestaron contra Dios y Moisés por haberlos conducido al desierto, aburridos del maná, perecieron en gran número mordidos por serpientes. Pablo explica que “estas cosas sucedieron en figura para nosotros, para que no codiciemos el mal como lo codiciaron ellos”.

Esto nos ayuda a comprender las palabras de Jesús en respuesta a las trágicas noticias que le contaron sobre los galileos que murieron a manos de Pilato. Jesús explicita su pregunta oculta: ¿fue por sus pecados? Pero él niega que sea ésa la causa, y especifica que esto vale también para cualquier evento trágico, como la torre que se derrumbó matando a muchos, debido a causas naturales o a errores humanos. Están todas las posibilidades con las que nos enfrentamos cada día y que plantean la pregunta: pero ¿dónde estaba Dios? Y llevan a la respuesta fácil de que Dios no es bueno o se desinteresa por nosotros, que, tarde o temprano, lleva a negar su existencia. Jesús nos ayuda a dar el sentido verdadero a esos acontecimientos. Nos quita el falso pensamiento de que haya culpa en quien es golpeado por la pérdida de la vida u otros males, y nos explica que estas cosas miran a nuestra conversión, para volver a Dios como único Dios y al bien vivir que manifiesta su bondad. Nos recuerda que también nuestra vida es frágil y puede terminar en cualquier momento y, si no nos convertimos, no estaríamos preparados y correríamos el riesgo de la segunda muerte, la eterna. 

En la siguiente parábola, Jesús reinterpreta a la luz de la misericordia el episodio de la higuera sin fruto, narrado por Marcos y Mateo, que él había maldecido y secado instantáneamente. Aquí, en cambio, en la parábola, Jesús en el papel del viñador, pide al Padre que deje ese árbol un año más para que dé el fruto esperado. Jesús intercede siempre por nosotros ante el Padre. Y en este diálogo de amor entre el Padre y el Hijo se cumple la historia de la redención.

La Homilía en un minuto

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

El autorAndrea Mardegan / Luis Herrera

Sagrada Escritura

«Se le apareció en sueños un ángel del Señor», Solemnidad de san José

Comentario a las lecturas de la Solemnidad de san José y breve homilía en vídeo del sacerdote Luis Herrera.

Andrea Mardegan / Luis Herrera·17 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Mateo afirma que el nacimiento de Jesús no se produjo como el de todos sus antepasados: “Matán engendró a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo”. Luego aclara cómo se produjo su concepción: antes de irse a vivir juntos ella se encontró embarazada por obra del Espíritu Santo. A continuación, habla del dilema de José, que se resuelve con la aparición del ángel en sueño. Ignace de la Potterie, en el capítulo El anuncio a José del libro María en el misterio de la alianza, explica que en la historia de la exégesis católica se han dado tres interpretaciones diferentes de este texto.

La primera, que se refleja en las traducciones más difundidas, es que José sospechaba un adulterio por parte de María, pero que en su bondad no quiso acusarla públicamente porque seguramente la habrían apedreado y, por tanto, estaba pensando en abandonarla en secreto. Está muy difundida en la Iglesia antigua (Justino, Crisóstomo, Ambrosio, Agustín) y en algunos autores modernos. La segunda ve a José convencido de la inocencia de María, pero como se encuentra ante algo que no comprende, está a punto de disolver el contrato matrimonial. Esto es el planteamiento de Girolamo, retomado en la Edad Media por la Glosa ordinaria, y por algunos modernos.

La tercera hipótesis hermenéutica es que José supo por María del anuncio del ángel, pero pensó en dejarla no considerándose digno de estar cerca de tan gran misterio. Esta lectura también está presente en la patrística (Eusebio de Cesarea, Efrén Siro, Basilio, Teofilato), en la Edad Media (Bernardo, Tomás de Aquino) y en varios contemporáneos. Las palabras de Mateo: “Antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo” revelarían que María le contó a su esposo el misterio de su concepción. Los siguientes versículos, según de la Potterie, podrían traducirse así: “José, su esposo, como era un hombre justo y no quería revelar [su misterio], pensó en dejarla libre en secreto. Pero mientras él pensaba en estas cosas, he aquí, un ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: ‘José, hijo de David, no temas llevar contigo a María tu esposa, porque, por supuesto, lo engendrado en ella viene del Espíritu Santo, pero dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús’”. Por tanto, el ángel no se habría aparecido a José para comunicarle el origen divino de la concepción de María, que él ya conoce, sino para revelarle su vocación, por la cual no debe sentirse indigno de tomar a María como esposa y hacer de padre para el hijo de Dios. Es interesante que haya variedad de interpretaciones en la Iglesia. Esto nos empuja a estudiar y a elegir libremente la que más nos convence.

La Homilía en un minuto

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

El autorAndrea Mardegan / Luis Herrera

España

¡Vivan los padres! La ACdP ensalza la figura paterna en ciudades de toda España

Más de 400 marquesinas, autobuses, metros y lonas estrenan estos días un sugerente mensaje de apoyo y revalorización de los padres.

Maria José Atienza·16 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

La campaña de la Asociación Católica de Propagandistas se puede ver en más de 60 ciudades españolas y en un vídeo en la que destacam la figura de los millones de hombres que, cada día, se esfuerzan en todo el mundo por cuidar a su familia.

La campaña, lanzada en torno a la fiesta de San José, día del Padre, reivindica la importancia del hombre, del padre, en la vida familiar y social.

La versión impresa de esta campaña toma el texto del Padrenuestro como fondo, en el que destacan la petición de “hágase tu voluntad” destacando el papel de guía y educador de los padres en la familias así como la de “líbranos del mal”, señalando la protección de los padres a la familia. 

Los carteles y marquesinas van acompañados de un simpático vídeo que celebra el empeño diario de todos esos padres que trabajan, cuidan, educan y rezan sin desfallecer

«Existe un hambre de padre»

En esta línea, la Asociación ha publicado un vídeo con la profesora María Calvo Charro en la que señala cómo “el padre tiene un papel fundamental en la familia, en consonancia con la madre” y que estamos en una sociedad en la que existe “un hambre de padre, de llenar un hueco que esta vacío. Vivimos en una sociedad en la que se esta prescindiendo del padre física y simbólicamente también”, por ejemplo, en algunas leyes que eliminan la palabra padre o donde se presenta al padre como un ser fallido que todo lo hace mal, en series, películas o discursos.

Campañas originales

No es la primera campaña de estas características lanzada por los Propagandistas. Desde hace un tiempo, la Asociación Católica de propagandistas ha optado por unas campañas directas y originales que han sido motivo de conversación en toda España. En esta línea se enmarca

No es la primera campaña de estas características lanzada por los Propagandistas. Desde hace un tiempo, la Asociación Católica de propagandistas ha optado por unas campañas directas y originales que han sido motivo de conversación en toda España. En esta línea se enmarca Hace unos meses, con motivo de la aprobación de la ley que quiere impedir a los grupos de oración provida rezar frente a abortorios, la Asociación lanzó una

No es la primera campaña de estas características lanzada por los la AcdP. Desde hace un tiempo, la Asociación Católica de Propagandistas ha optado por unas campañas directas y originales que han sido motivo de conversación en toda España.

En esta línea se enmarca, por ejemplo, la campaña «rezar está genial» en la que reivindicaban la libertad de expresión – y de oración- en el espacio público ante la aprobación de la ley que quiere impedir a los grupos de oración provida rezar frente a abortorios, o la campaña similar a la del Día del Padre pudo verse en torno al 8 de Marzo, Día de la Mujer, en la que, tomando como texto el Ave María, ponían de relieve virtudes de las mujeres a ejemplo de la Virgen.

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España

Un régimen de compliance de las instituciones de la Iglesia en sintonía con el derecho canónico

La responsabilidad penal prevista en determinados casos para las personas jurídicas afecta también a la Iglesia. Por esta y otras razones es necesario establecer sistemas de cumplimiento normativo, que pueden evitar la transferencia de responsabilidad de la persona física a la institución. Lo explica Jorge Otaduy, que preside el comité organizador de un simposio sobre el tema en la Universidad de Navarra.

Alfonso Riobó·16 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

La introducción de una responsabilidad penal de las personas jurídicas en determinados casos, así como la generalización de los sistemas de cumplimento normativo, crea inquietud en los responsables de las instituciones de la Iglesia. Por un lado, a veces no se entiende la importancia y el alcance de las previsiones civiles; por otro lado, se desconoce su coordinación con las normas del derecho canónico.

Del 23 al 25 de marzo el Instituto Martín de Azpilcueta, de la Universidad de Navarra, celebra un simposio internacional sobre estas cuestiones, con el título: “Responsabilidad penal de las personas jurídicas: implicaciones para la Iglesia católica y las entidades canónicas”. 

El profesor Jorge Otaduy es presidente del comité organizador del simposio. En esta entrevista para Omnes clarifica los conceptos.

¿Qué se entiende por compliance o sistema de cumplimiento normativo?

–El compliance, o sistema de cumplimiento normativo, es un programa de prevención de delitos mediante el establecimiento en las empresas de modelos de organización y gestión que incluyan medidas de vigilancia para evitar malas prácticas, que en algunos casos podrían llegar a ser delictivas. Además, hace falta que un órgano de la empresa supervise con poderes autónomos el funcionamiento y el cumplimiento de esos programas. Si esas medidas de autorregulación existen y se demuestra que quien cometió la infracción lo hizo eludiendo esas normas, así como las medidas de supervisión, responderá solo la persona física infractora y no se producirá la transferencia de la responsabilidad penal a la empresa, que quedaría exonerada.

La responsabilidad penal de las personas jurídicas está implantada en España desde hace poco tiempo. ¿Existe también en otros países?

–Esta nueva figura jurídica se introdujo en España en 2010. A partir de los años 90 se aprecia un movimiento de acogida de la responsabilidad penal de las personas jurídicas en muchos países. En Europa lo han hecho, por ejemplo, Francia, Italia, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Portugal… En cada caso con matices importantes, a los que no es posible referirse ahora. En América, pueden citarse países como Brasil, Argentina, Perú, Chile, Ecuador, Costa Rica… En realidad, la figura tiene sus raíces en el derecho anglosajón. En Estados Unidos existen formas de responsabilidad penal de las empresas al menos desde principios del siglo XX y la figura cuenta también con una larga tradición en el Reino Unidos. Desde allí ha llegado hasta nosotros.

¿Por qué esa legislación afecta también a la Iglesia? ¿Menciona específicamente a la Iglesia la normativa civil? 

–En la ordinaria gestión económica de sus actividades, una entidad de la Iglesia podría incurrir en alguna de las figuras delictivas de las que se sigue este tipo de responsabilidad, como el blanqueo de capitales, si se diera, por ejemplo, una falta de control sobre las donaciones recibidas; o delitos contra la Seguridad Social, como consecuencia de malas prácticas -es también un ejemplo- en relación con las diversas formas de colaboración y de voluntariado que suelen practicarse en el seno de las entidades eclesiales. La ley no excluye a la Iglesia, luego se encuentra sujeta a ella. Ya se entiende que nos referimos solo a actividades que tengan relevancia en el ámbito civil y que puedan incurrir en las conductas tipificadas que generan este tipo de responsabilidad jurídica.

¿Cómo afecta esta legislación penal del Estado al derecho canónico?

–El derecho canónico no tiene un régimen de responsabilidad jurídica penal de las instituciones al estilo de estas recientes regulaciones estatales, pero sí un ordenamiento jurídico-administrativo orientado a la práctica del buen gobierno en la Iglesia. Si una entidad eclesial considerase conveniente establecer un sistema de compliance con eficacia ante la legislación estatal, le aconsejaría que tratara de integrarlo con las normas del derecho canónico. La Iglesia no deberían renunciar a su propia tradición jurídica ni adoptar de manera acrítica normas estatales que pueden conducir a una autentica secularización interna de las instituciones eclesiales. 

Esa integración de normas canónicas y civiles no parece fácil…

–Desde luego que no. Esta novedosa legislación suscita muchas dudas desde la perspectiva canónica. No me refiero solo a problemas de interpretación de normas, sino también a aspectos más de fondo. No sé hasta qué punto determinados aspectos de las “políticas corporativas” en boga, que se imponen mediante la fuerza de la ley del Estado, son compatibles con la cultura del gobierno eclesial y el estilo pastoral propio de la Iglesia. Me preocupa que una legislación secular cada vez más extensa e invasiva condicione en la práctica la vida interna de la Iglesia. Hay mucho que pensar en torno a estos temas. 

¿Cuál es el objetivo del simposio que organizan próximamente en Navarra sobre este asunto?

–Nos interesa profundizar, precisamente, en la dimensión canónica del tema, que hasta ahora no ha sido objeto de atención por la doctrina especializada. Esta es la nota distintiva de nuestro Simposio. Con la ayuda de canonistas muy cualificados de diversos países, intentaremos identificar, de acuerdo con el derecho de la Iglesia, las diversas categorías jurídicas a la que se refiere la ley penal del Estado, de manera que esta pueda aplicarse a las instituciones eclesiásticas teniendo en cuenta sus peculiaridades jurídicas.

¿Cómo se percibe esta reforma legal en las instituciones eclesiales en España?

–Con mucha inquietud y escasa conciencia de la función del derecho canónico en la materia. Con este Simposio, nos gustaría ayudar a las entidades eclesiales a que establezcan su régimen de compliance en consonancia con el derecho canónico y eviten aplicaciones precipitadas de la legislación estatal.

Carta al padre de Putin

Querido Vladimir. Espero que en la tierra hiciera lo que estuviera en su mano por ser buen padre y que hoy pueda estar por ello ya descansando junto a Dios. En esa esperanza, hoy le pido una oración por su hijo.

16 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Querido Vladimir Spiridónovich Putin:

Ante la cercanía del Día del Padre, se me ha ocurrido felicitarle. Uno siempre quiere que sus hijos lleguen muy alto, poder admirar sus logros, verlos crecer y madurar hasta llegar a ser hombres y mujeres independientes, autosuficientes.

Su hijo Vladimir, el presidente ruso, ha demostrado, desde luego, no tener límites en su autosuficiencia. Ha llegado tan alto como ha podido en todo lo que se ha planteado y ahora ha dado un paso de gigante para pasar a la historia de la humanidad.

Todo el mundo habla hoy de él y muchos seguirán hablando de él durante muchos años en las clases de historia –si al final de todo lo que ha montado queda rastro de la especie humana sobre el planeta–.

Yo no puedo juzgarlo a usted por los pecados de su hijo. Muchos padres se esfuerzan por guiar por el buen camino a su prole y no lo consiguen, y ya el Señor nos advirtió contra la costumbre de culpar a los padres de las faltas de sus hijos (Jn 9, 3).

Es más, por no poder no puedo ni juzgarlo a él, porque el juicio solo pertenece a Dios. Pero sí puedo aprovechar la cruel guerra que ha iniciado en Ucrania para reflexionar con usted y con los lectores de este humilde padre de familia, sobre lo que significa serlo, para poner en valor la responsabilidad de los padres a la hora de educar, no solo a grandes personajes, sino a grandes personas.

Un padre es, sobre todo, un ejemplo, una figura de referencia, un espejo en el que mirarse. Los hijos aprenden por imitación, por lo que la primera forma de educar a la descendencia es educarse uno mismo. ¿Cómo tratamos a los demás? ¿Cuál es nuestra actitud ante la vida? ¿Cuáles son nuestras prioridades?

Por eso, un padre autoritario es un fracaso, porque trata con desprecio al débil. Por eso, un padre ausente que se desentiende de la educación es un fracaso, porque deja huérfanos a sus hijos, abocándolos a buscar referencias en la primera persona que se les cruce por el camino.

Muchos padres proyectan en sus hijos su propia vida, queriendo cumplir en ellos los sueños que no alcanzaron o no repetir los errores que ellos cometieron; y lo que consiguen es secuestrarlos, impidiéndoles vivir la vida que se les ha regalado, independiente a la propia.

Un buen padre tiene que sentirse orgulloso, no porque sus hijos se parezcan a él o piensen como él, sino porque los vea actuar con sabiduría y discernimiento, incluso aunque le lleven la contraria.

Un buen padre es cariñoso con sus hijos, pero es capaz de reprimir sus afectos para poder seguir diciéndoles la verdad y corrigiéndolos, sin humillarlos, cuando se desvíen.

Un buen padre tiene sabiduría en su corazón para no tratar de ser amigo de sus hijos, que lo que le reclaman es que cumpla con su vocación paterna.

Un buen padre no orienta a sus hijos hacia ídolos que prometen felicidad y devuelven destrucción: dinero, poder, fama, posición…

Un buen padre es, en definitiva, quien desde su debilidad trata de dar lo mejor a sus hijos sin buscarse a sí mismo; por eso les enseña que el único padre bueno es Dios.

Los padres cristianos explicamos que en el Padrenuestro está la clave para la paz y la justicia social, porque proclamando que Él es padre de todos y cada uno de nosotros; estamos diciendo que españoles, rusos, ucranianos, chinos y americanos somos hermanos.

Querido Vladimir. Espero que en la tierra hiciera lo que estuviera en su mano por ser buen padre y que hoy pueda estar por ello ya descansando junto a Dios. En esa esperanza, hoy le pido una oración por su hijo. Ojalá estemos a tiempo aún de enderezar lo torcido.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Vaticano

El Papa consagrará Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María

La consagración se realizará de manera simultánea el próximo 25 de marzo a las 17:00 h en Roma, presidida por el Papa Francisco, y en Fátima, encabezada por el cardenal Krajewski, limosnero pontificio, como enviado del Papa.

Maria José Atienza·15 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El artículo en alemán aquí

El Papa Francisco consagrará a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María. Lo que había sido una petición de muchos fieles y pastores ante la invasión rusa a Ucrania se realizará el viernes 25 de marzo, fiesta de la Anunciación del Señor, durante la Celebración de la Penitencia que presidirá el Santo Padre a las 17 horas en la Basílica de San Pedro.

«El mismo acto, el mismo día, será realizado en Fátima por el cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio, como enviado del Santo Padre». Éste ha sido el anuncio del director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.

Esta consagración parte de la propia petición de la Virgen durante su aparición del 13 de julio de 1917 en Fátima, en la que pidió la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón, afirmando que, si no se concedía esta petición, Rusia extendería «sus errores por todo el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia». 

Después de las apariciones de Fátima hubo varios actos de consagración al Corazón Inmaculado de María: Pío XII, el 31 de octubre de 1942, consagró el mundo entero y el 7 de julio de 1952 consagró los pueblos de Rusia al Corazón Inmaculado de María en la Carta Apostólica  Sacro vergente anno.

El 21 de noviembre de 1964, Pablo VI renovó la consagración de Rusia al Corazón Inmaculado en presencia de los Padres del Concilio Vaticano II.

La consagración de San Juan Pablo II

El Papa Juan Pablo II realizó una especial consagración durante el Año Santo de la Redención en el acto de entrega del 7 de junio de 1981, repetido en Fátima el 13 de mayo de 1982. Dos años más tarde, el 25 de marzo de 1984 en la Plaza de San Pedro, en unión espiritual con todos los Obispos del mundo, previamente «convocados», Juan Pablo II confió todos los pueblos al Corazón Inmaculado de María.

Sería este acto solemne y universal de consagración el que, en consonancia con la carta de la vidente Sor Lucia correspondiente a lo que se conoció como el tercer secreto de Fátima y que se hizo público en el año 2000 había respondido a lo pedido por la Virgen en su aparición a los pastores: «Sí, se hizo -dijo la vidente- tal como Nuestra Señora había pedido, el 25 de marzo de 1984».

Es inadmisible

El anuncio de creación de una comisión parlamentaria que investigue los casos de abuso únicamente cometidos por miembros de la Iglesia católica ofrece numerosas dudas acerca de su utilidad. 

15 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Examino las notas de prensa más recientes del Consejo General del Poder Judicial sobre abuso sexuales en menores. Hay que remontarse a octubre de 2021 para localizar una condena a un sacerdote católico.

Todo abuso contra un menor es un crimen horrendo. Pero, ¿realmente debe el Parlamento español crear una comisión para los abusos sexuales en menores por parte de sacerdotes y religiosos, cuando los abusos son cometidos en igual o mayor medida en la propia familia o por diversos profesionales en el campo de la infancia y la juventud?

Examino también la prensa digital acerca de mismo tema: condena de un pastor evangélico por abusos sexuales a menores de edad, condena al imán de una mezquita por abusos contra menores de 12 y 13 años…

Todo abuso contra un menor es un crimen espantoso. ¿Realmente debe el Parlamento español crear una comisión para los abusos sexuales en la Iglesia católica, cuando los abusos existen también en otras confesiones religiosas? ¿No resulta esto claramente discriminatorio?

Una comisión parlamentaria por parte del Defensor del Pueblo supone jurídicamente dos cosas. Primera: no tienen que responder del cumplimiento de las garantías procedimentales (presunción de inocencia, medios jurídicos de defensa, recursos…) de las que sí deben responder siempre los juzgados y tribunales. Segunda: no pueden imponer penas o indemnizaciones sobre los culpables, porque el papel del Parlamento es legislativo, nunca judicial. ¿Realmente debe el Parlamento español crear una comisión para los abusos sexuales en menores por parte de sacerdotes y religiosos, cuando no se observan las garantías mínimas del Estado de Derecho y no se va a reparar a las víctimas de forma efectiva? La normativa sobre protección de datos en la Unión Europea podría exigir —y los usos sociales sobre el tema, aconsejar— que en la investigación parlamentaria se omitieran los nombres de las víctimas y de los abusadores.

Todo abuso contra un menor es un crimen execrable. Pero, ¿realmente debe el Parlamento crear una comisión ad hoc para los abusos sexuales en menores por parte de sacerdotes y religiosos, cuando al final sólo podremos ponerle rostro a una institución, la Iglesia católica, que desde hace años lucha contra los abusos sexuales sobre menores? ¿No es esto, lisa y llanamente, inquisición laica? Se mire por donde se mire, la creación de una comisión parlamentaria o de una misión del Defensor del Pueblo para los abusos en menores por parte de sacerdotes y religiosos no es jurídicamente sostenible. Sencillamente: es una maniobra ideológica. Y por eso es inadmisible.

España

Miguel García Baró: “ Toda la sociedad, en general, tiene que curarse de los abusos sexuales”

Miguel García Baró, catedrático de Ética en la Universidad Pontificia de Comillas y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas es, desde sus inicios, coordinador de Repara, la iniciativa impulsada por la archidiócesis de Madrid para la atención y reparación de víctimas de abusos, que atiende, en la actualidad, a más de un centenar de personas.

Maria José Atienza·15 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

En enero de 2020, la archidiócesis de Madrid ponía en marcha Repara, un lugar de reconocimiento, prevención, atención y reparación a víctimas de cualquier tipo de abuso y violencia. Ubicado en una localización diferente a las dependencias del arzobispado, lo que confiere mayor privacidad y  libertad para quien acude a sus oficinas, Repara cuenta con un equipo interdisciplinar: asesoramiento canónico, civil, atención psicológica y acompañamiento y atención espiritual. 

Un equipo diverso para acoger y tratar a las personas que se acercan a recibir ayudas tras haber sufrido abusos, no sólo sexuales, sino también de poder o conciencia. 

A Repara no acude únicamente  quien haya sufrido abusos en el ámbito eclesiástico sino también familiar, escolar o en entornos de confianza. Estos casos suponen, además, la mayoría de los casos que se reciben. 

En su primer año, Repara atendió a 75 víctimas directas de abusos (35 al ámbito intrafamiliar; 13 abusadas por personas particulares sin vinculación familiar; 13 al ámbito religioso, 9 relativas a sacerdotes de la diócesis de Madrid, y otras 5 a sacerdotes de otras diócesis) y diez familiares de estas. 

En 2021 el número de víctimas directas atendidas ha sido de 72 junto a 31 familiares de estas. De esos 72 casos, 49 se referían a abusos sexuales en distintos ámbitos y los otros 23, a abusos de autoridad y de conciencia en el ámbito religioso o diocesano. 

Además de toda la atención a las víctimas, una de las labores clave de esta iniciativa es la formación y la sensibilización. 

Actualmente Repara ofrece cursos de formación en materia de atención y prevención de los abusos, para los que tiene lista de espera. Ha editado un pequeño folleto con las nociones básicas de actuación, protocolos, la labor que realiza, e incluso un modelo de compromiso para personas de dentro o fuera de la Iglesia para la creación de entornos seguros para menores y personas vulnerables. 

Miguel García-Baró, coordinador de esta iniciativa desde sus comienzos, lo tiene muy claro: Repara no ha venido “a lavar la imagen” dañada de la Iglesia por los casos de abusos, sino a reparar y escuchar a las víctimas. 

Un proceso largo y duro pero esperanzador, no sólo para la Iglesia diocesana de Madrid sino, en definitiva, para toda la sociedad. 

¿Cómo define Repara?

Repara no es una oficina de denuncia de abusos, sino de acompañamiento de acogida y curación, abierta a toda la sociedad, no únicamente a quien haya sufrido abusos por parte de personas de Iglesia. 

Es cierto que no tenemos unas cifras muy grandes, pero se hace una gran tarea de sensibilización. Por ejemplo, el verano pasado repartimos miles de pequeños libros en los que se da información no sólo de lo que es Repara sino de cómo actuar ante un caso cercano de abusos, protocolos…, etc. Estamos muy satisfechos con la acogida que hemos tenido y con el trabajo que venimos realizando. 

Nuestra tarea no es “lavar la imagen de la institución”, sino mostrar el rostro mayoritario de la Iglesia, de los cristianos. De este modo, acompañando a la persona se restablece hasta la relación con Dios que, en muchos casos, está perturbada por completo. 

¿Qué diferencia la manera de abordar un caso de abusos en Repara?

—En Repara ponemos mucho cuidado en no revictimizar a la persona que ha sufrido abusos. Se la acompaña y se la escucha, y no sólo para los casos abusos intraeclesiales sino también, y son muchos, para los terribles casos de abusos en la familia o entre amistades.

Repara ofrece, de modo gratuito, toda clase de ayuda a las víctimas. Constatamos que, a pesar de todo, la denuncia no es lo que primero buscan las víctimas, sino la necesidad de apoyo y escucha. Eso siempre y es liberador para ellas. 

Tenemos casos de personas que llegaron como víctimas y ahora están actuando de escucha de duelo para nuevos casos. 

En el fondo, no sabemos realmente cuántos hay (la media de tiempo entre abuso y denuncia se establece entre 15 – 25 años), pero vemos que, en los casos que atendemos, las ayudas son reales, se necesitaban y están cambiando las cosas. 

¿Cuál es el proceso de una víctima que llega a Repara?

—En primer lugar se tiene una entrevista que suele ser telefónica. La realiza una persona que para mí es fundamental en el buen funcionamiento de Repara. Es una persona con mucha sensibilidad humana y religiosa, con muy buena formación y que escucha perfectamente a la víctima. Este primer paso ya supone mucho en la recuperación de las personas que acuden. 

Las entrevistas son largas, a veces pueden ser más de una hora. Tras este primer contacto se valora si esa víctima necesita algo más que una escucha de duelo, por ejemplo: una terapia psicológica o psiquiátrica. 

Desde el primer momento se les informa de las posibilidades jurídicas que puede poner en marcha. Esta escucha de duelo es clave para evitar esa revictimización

Nos hemos encontrado con personas que, al acudir a un abogado o juez, que quizás no han tenido especial sensibilidad en sus preguntas o en su modo de tratar a la víctima, han vivido entonces lo peor de su proceso, con una vuelta a la culpabilidad… lo que conocemos por revictimización.

Este proceso de acompañamiento, ¿termina en algún momento?

—Inicialmente, el proceso en Repara se establece en torno a una hora a la semana a lo largo de cinco meses. Es un tiempo general para las escuchas de duelo y que tiene como objetivo no eternizar el problema. Un tiempo que, evidentemente, se adecúa a cada caso concreto porque no podemos permitir que nadie se sienta abandonado. Ni crear adicción ni abandonarlo a su suerte. 

En su último informe, cuando se refieren a las víctimas de abuso, distinguen entre abuso sexual y de conciencia. ¿Hay más de uno que de otro? 

—Realmente no es que salgan más denuncias de un tipo u otro. Se constata, eso sí, que al abuso físico se llega por una relación de disimetría en la que una persona comienza a abusar de otra de una manera no física: la va sometiendo, la esclaviza o absorbe, también espiritualmente, y, finalmente llega al abuso físico. Raramente el abuso físico es el principio. 

En ese sentido, nosotros estamos atendiendo a los abusos de autoridad, de conciencia o poder que ocurren dentro de la Iglesia, pero eso no quiere decir que el resto de abusos no venga por el mismo camino. 

En la Iglesia, es importantísimo formar en la libertad personal. De hecho, en los cursos de formación que ofrecemos, y que impartimos por ejemplo, en el seminario diocesano se dedica una buena parte a las raíces del abusos y a los riesgos y derivas de la vida espiritual que pueden dar lugar a identificaciones de la voluntad de alguien superior con la voluntad divina, o a obediencias “ciegas”. Es un tema en el que hay que profundizar para evitar esas relaciones de disimetría.  

¿Cómo llega una persona que ha sufrido dentro de la Iglesia a un organismo de la Iglesia? ¿Podemos hablar una lacra de abusos?

—Es muy impresionante que vengan personas que han sufrido abusos en la Iglesia porque su confianza está, evidentemente, muy herida. Pero vienen porque escuchan hablar de ella, han leído sobre nosotros…, etc. Sobre todo, lo que quieren es que no se repita su caso. En cuanto a estimaciones, si hay o no una lacra…, es difícil. 

Repara no se lanza a buscar casos, Repara recibe. Si recibimos un caso relativo a un religioso, religiosa o sacerdote se establece, de manera paralela, un proceso canónico con su correspondiente investigación, etc. pero este proceso no se realiza aquí. Las demandas judiciales se llevan a cabo la vicaría judicial correspondiente y cada vez más, como estamos viendo, desde el Tribunal de la Rota. 

En Repara no podemos hacer “estimaciones” de los casos que hay. Nos centramos en lo que recibimos. De los casos que han llegado aquí, tenemos 20 casos intra-eclesiásticos y 200 no eclesiásticos. Cuando se habla de Repara se pone más el acento en las víctimas de dentro de la Iglesia, pero habría que centrarse en esas 200 personas que se atienden en Repara y cuyos abusos no se han producido en el ámbito eclesiástico, porque da a entender que hay una enfermedad social, extendida según la cual un porcentaje muy grande de personas han sufrido acoso, o abuso. 

La sociedad, en general, tiene que curarse de los abusos. 

Repara se abre a toda la sociedad. ¿Cómo se acerca quien ha sufrido un abuso fuera de la Iglesia a un organismo de la Iglesia?

—Los casos de abusos en la familia vienen muchas veces a través de párrocos, de religiosos que han acogido con esperanza la presencia de Repara y han derivado casos.

También hemos recibido alguno que ha sido conocido a través de asistentes sociales de Cáritas. Normalmente vienen a Repara porque una persona de la Iglesia las ha traído, o han acudido a un psicólogo que conoce Repara.

De esas personas que acuden, además, un considerable porcentaje son cristianas, y en Repara nos hemos preocupado de que las personas que hacen la escucha de duelo o los psicólogos comprendan también un lenguaje religioso que permita a estas personas iniciar un acompañamiento espiritual para restablecer esa zona de la persona que ha quedado engañada.

¿Cree que hay una mayor sensibilización ante este drama de los abusos? 

—Creo que si. Hay sus dificultades, ¿eh? No es fácil. Hemos recibido insultos o desaprobaciones, pero estamos convencidos de que cualquier cristiano espera, realmente, que las cosas se aclaren y que se haga a fondo. 

Al mismo tiempo, se están publicando muchas cosas que ayudan en este sentido. 

Las exhortaciones papales son tan obvias que, evidentemente, las resistencias que existen terminarán por deshacerse. 

En el plano general también hay una mayor información o sensibilización. Ahora la sociedad sabe que, ante la noticia de un abuso, hay que denunciar directamente a la fiscalía, por ejemplo. 

En el lado contrario, ¿se están aprovechando los abusos para lanzar una campaña contra la Iglesia? 

—Es cierto que, por ejemplo, hemos visto informaciones sobre Repara en las que aparece al lado una persona que nada tiene que ver con nosotros y que acusa a la Iglesia de no hacer nada, considerando que este servicio está “para lavar la imagen de la Iglesia”, y ésa no es la idea, ni de lejos, de Repara

Comprendemos las suspicacias de las victimas de abusos en la Iglesia, pero nosotros no jugamos a la limpieza de la imagen. Por eso, es necesario que la gente conozca estas iniciativas, confíe y sepa que puede acudir a un sitio como Repara olvidándose de temas políticos o ideológicos.

España

Abusos sexuales en la Iglesia. La herida profunda

La Iglesia entera se halla conmocionada ante la realidad de los abusos sexuales cometidos por algunos de sus miembros en los últimos decenios. A pesar de que más de la mitad de los abusos que sufren los menores en el mundo se producen en el ámbito familiar, la Iglesia se halla comprometida en el camino de responder por los delitos cometidos y sanar la herida que estos delitos han dejado en las víctimas, sus familiares y todos los fieles. 

Maria José Atienza·14 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

“Sólo afrontando la verdad de estos comportamientos crueles y buscando humildemente el perdón de las víctimas y de los supervivientes, la Iglesia podrá encontrar el camino para volver a ser vista con confianza como un lugar de acogida y de seguridad para los necesitados”. Con estas palabras se dirigía el Papa Francisco a los participantes en el encuentro Nuestra misión común de proteger a los niños de Dios, organizado en septiembre de 2021 por la Comisión Pontificia para la Protección de Menores y las conferencias episcopales de Europa Central y Oriental. 

En efecto, la terrible realidad de los abusos sexuales a menores y personas vulnerables por parte de personas consagradas, sacerdotes o en entornos de la Iglesia, supone una de las heridas más graves del cuerpo místico de Cristo. 

“Un sólo caso de abuso ya es demasiado”, como han repetido en sus últimos mensajes algunos obispos y representantes de la Iglesia en España. Uno sólo, un “simple caso” no es “simple” ni es “caso”. En cada abuso hay víctimas, personas con una vida y una confianza destrozada, y victimarios. En el ámbito de los abusos cometidos por personas de especial consagración en la Iglesia, no sólo es parte de la Iglesia el victimario sino también la víctima. Cada abusado es también hijo de Dios y parte de la Iglesia y como tal, ella resulta doblemente herida. La Iglesia católica ha sido vapuleada en lo más hondo de su corazón por estas conductas que la deforman y la hieren profundamente. La sanación y reparación por estos delitos será, en consecuencia, dolorosa, larga y compartida por toda la Iglesia.  La herida social 

Aunque la lupa social y mediática sobre estas acciones delictivas se ha colocado casi exclusivamente en el ámbito eclesiástico, especialmente el católico, los datos generales relativos al abuso sexual de menores ponen de manifiesto que nos encontramos ante un problema general de la sociedad, que presenta, asimismo, una escalofriante incidencia en el ámbito más cercano, el familiar, de los menores vulnerables. 

Así lo corroboran, por ejemplo, los datos recogidos por el último estudio de la Fundación ANAR en España, dedicada a la atención de menores en riesgo, en el que se han analizado más de 6.000 casos entre los años 2008 y 2019. 

Las conclusiones de este estudio ponen de manifiesto que el 49,2 %, de los abusos a menores son cometidos en el ámbito familiar cercano: padres y madres, padrastros y madrastras. El mismo estudio recoge el porcentaje de estos abusos cometidos por sacerdotes o religiosos, que representan un 0,2 % del total, es decir, una decena de casos de los que han llegado a conocimiento de la Fundación. 

Este porcentaje no elude la gran responsabilidad de cualquier abusador, especialmente si hablamos de quien debería, con su vida, mostrar a Cristo, pero manifiesta la clave de este tema: estamos ante un problema social, dolorosamente extendido y, en su mayor parte, invisibilizado. 

Una realidad que no podemos abordar ni reduciendo su importancia por ser pequeños los porcentajes ni extrapolando datos o haciendo “suposiciones” que traicionen a las víctimas reales: los menores o personas vulnerables de los que se ha abusado. 

La sensibilización social ante estos hechos ha puesto sobre la mesa la terrible y extendida realidad de estas conductas, así como la necesidad de abordar, en primer lugar, una adecuada formación de la afectividad y la corporalidad que pueda ser reforzada por mecanismos de prevención que se puedan poner en práctica en los diferentes ámbitos: familiar, escolar, deportivo o eclesiástico. 

De hecho, no sólo la Iglesia católica se ha visto sacudida por estos delitos. Tras las denuncias de abusos terribles en clubes deportivos de Haití o Afganistán, la FIFA se comprometió a crear una red de investigación mundial destinada a abordar los abusos sexuales en todos los deportes (que aún no se ha constituido formalmente), mientras que otras confesiones religiosas también se encuentran en este proceso de investigación, prevención y reparación tras conocerse casos como los publicados en la investigación Abuse of Faith llevada a cabo por el Houston Chronicle en comunidades baptistas.

La Iglesia ante los abusos

El “terremoto” provocado por el conocimiento de los abusos sexuales cometidos dentro de la Iglesia católica comenzó hace más de dos décadas. 

Las investigaciones llevadas a cabo en Estados Unidos, así como el conocimiento de los abusos perpetrados por eclesiásticos en Irlanda o casos como el del sacerdote Marcial Maciel, pusieron sobre la mesa una dolorosa realidad que, desde entonces, la Iglesia no sólo ha tratado de repararar sino de prevenir dentro y fuera de los ámbitos eclesiales.

Juan Pablo II y, especialmente, Benedicto XVI, serían claves en la toma de conciencia y necesidad de reparación por estos delitos en toda la Iglesia. 

En 2001, el Papa san Juan Pablo II promulgó el Motu Proprio Sacramentorum Sanctitatis Tutela, por el que se establecían determinados delitos que por su gravedad debían ser enjuiciados a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe; entre ellos se destacaba el abuso sexual a menores por parte de clérigos.  

El propio Benedicto XVI, en la carta dirigida a la Iglesia de Irlanda, conocidos los terribles abusos perpetrados en ese país por parte de miembros de la Iglesia, no dejaba lugar a dudas acerca de la tarea dolorosa y larga de reparación, perdón y sanación que toda la Iglesia habría de abordar: “Habéis traicionado la confianza depositada en vosotros por jóvenes inocentes y por sus padres. Debéis responder de ello ante Dios todopoderoso y ante los tribunales debidamente constituidos”. 

Benedicto XVI actualizaría las Normas sobre los delitos más graves reservados a Congregación para la Doctrina de la Fe de su antecesor, ampliando la responsabilidad penal en relación a los delitos de abuso sexual a menores.

El encuentro La protección de los menores en la Iglesia celebrado en el Vaticano en febrero de 2019 llevó a reconocer “una vez más, que la gravedad de la plaga de los abusos sexuales a menores es por desgracia un fenómeno históricamente difuso en todas las culturas y sociedades. Solo de manera relativamente reciente ha sido objeto de estudios sistemáticos, gracias a un cambio de sensibilidad de la opinión pública sobre un problema que antes se consideraba un tabú, es decir, que todos sabían de su existencia, pero del que nadie hablaba”, como señaló el Papa Francisco en su discurso final. 

En ese mismo encuentro, el pontífice señaló la necesidad de petición de perdón y reparación por parte de toda la Iglesia: “Quisiera reafirmar con claridad: si en la Iglesia se descubre incluso un solo caso de abuso —que representa ya en sí mismo una monstruosidad—, ese caso será afrontado con la mayor seriedad. En la justificada rabia de la gente, la Iglesia ve el reflejo de la ira de Dios, traicionado y abofeteado por estos consagrados deshonestos. El eco de este grito silencioso de los pequeños, que en vez de encontrar en ellos paternidad y guías espirituales han encontrado a sus verdugos, hará temblar los corazones anestesiados por la hipocresía y por el poder. Nosotros tenemos el deber de escuchar atentamente este sofocado grito silencioso”.

Uno de los pasos más importantes en esta lucha sería la publicación del Motu Proprio Vos Estis Lux Mundi, que actualiza la legislación eclesiástica relativa a estos delitos y los procedimientos legales y dictamina la creación, en toda la Iglesia, de organismos de prevención, reparación y asistencia a las víctimas, como se había establecido con anterioridad para la Santa Sede. 

Asimismo, en julio de 2020, se hizo público un Vademecum sobre algunas cuestiones procesales ante los casos de abuso sexual a menores cometidos por clérigos, enjuiciados por la Congregación de Doctrina de la Fe. Un documento que ha sido, desde entonces, un instrumento clave en lo referente a la protección de la víctima, el proceso de investigación de un posible abuso y las medidas y procedimientos penales a seguir. 

La actualización del libro VI del Código de Derecho Canónico amplió las categorías que se determinaban para estos delitos de abuso, incluyendo como posibles víctimas a otros sujetos que en el derecho de la Iglesia tienen similar protección jurídica a la de los menores y las conductas de abuso de menores realizadas por religiosos no clérigos, o por laicos que desempeñan alguna función u oficio en el ámbito eclesiástico. 

A esto se suma la reciente actualización de las Normas sobre los delitos más graves reservados a Congregación para la Doctrina de la Fe, que se centran en cuestiones procedimentales, de manera que estén en consonancia con los últimos cambios que el Romano Pontífice ha hecho en materia penal, facilitando los procedimientos legales en estos casos. 

Junto a las normas generales, las Iglesias locales han incorporado, en un tiempo breve, las indicaciones de la Santa Sede y han creado las llamadas oficinas de atención a las víctimas y emitido a su vez diversas normas de procedimiento, tanto penal como de actuación, para evitar la repetición de estos casos.

Las investigaciones de la Iglesia

Diversas Iglesias locales han impulsado o encargado investigaciones independientes para conocer las cifras de los afectados por los abusos sexuales en la Iglesia, sus necesidades y demandas. 

En Alemania, la diócesis de Colonia encargó a la firma de abogados Gercke un estudio con el fin de estudiar la actuación eclesiástica en los casos de abusos sexuales mientras que el bufete de abogados Westpfahl Spilker Wastl presentó un informe con datos relativos a la diócesis de Munich de 1945 a 2019 en el que concluye que 497 personas habrían sido víctimas de abusos sexuales cometidos por 235 personas en este intervalo de tiempo. 

También la Iglesia portuguesa impulsará una comisión independiente con el objetivo de investigar los posibles casos de abuso en el país y, por su parte, la Conferencia Episcopal Española ha encargado recientemente al despacho de abogados Cremades-Calvo Sotelo una auditoría independiente y profesional sobre estos casos en España. 

La apuesta por la investigación y la aclaración de los hechos en la Iglesia supone la apertura de una etapa de transparencia y reparación; si bien la metodología de algunos de estos informes ha presentado deficiencias graves, como el relativo a la Iglesia francesa que, a partir de una encuesta a través de internet a 24.000 personas, de  las que 171 afirmaron haber sido sido maltratadas por eclesiásticos, realizó una cuestionable extrapolación a 330.000 afectados (supuestos y no contrastados) al extenderlo a la totalidad de la población adulta nacional francesa.

A pesar de que “se ha llegado tarde en el caso de los abusos” como han reconocido destacados miembros de la Iglesia, la celeridad con la que muchas realidades eclesiales, conferencias episcopales y diócesis han puesto en marcha los mecanismos de prevención, investigaciones y oficinas de denuncia pertinentes han sido modelo para muchas otras instituciones civiles.

Toda la sociedad debe dar un paso al frente para no diluir la responsabilidad personal ante esta realidad para que todas las víctimas, independientemente de su abusador sean igualmente escuchadas, restauradas y atendidas.

Recursos

El milagro del pez con la moneda en la boca

Alfonso Sanchez Lamadrid y Rafael Sanz analizan el episodio del impuesto del Templo, recogido en el evangelio de Mateo.

Alfonso Sánchez Lamadrid Rey y Rafael Sanz Carrera·13 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

Introducción

Mateo es el único evangelista en narrar tres acontecimientos muy importantes de la vida de san Pedro: su caminar sobre las aguas (14, 28-31); la solemne promesa que Jesús le hace de ser el fundamento de su futura Iglesia (16,17-19); y el episodio del impuesto del Templo (17,24-27) que estamos estudiando aquí. De este modo Mateo quiere destacar el papel relevante y simbólico que Pedro tiene para la Iglesia y en este marco lo analizamos.

Jesucristo muestra dominio sobre los peces en este milagro en el que Pedro captura un pez con la moneda en la boca como había predicho el Señor. Este milagro es una imagen de la misión redentora de la vida de Jesús, que se entrega -como la moneda del pez- por nuestro rescate salvífico.

S. Mateo lo narra de la siguiente manera: 

“Cuando llegaron a Cafarnaún, los que cobraban el impuesto de las dos dracmas se acercaron a Pedro y le preguntaron: «¿Vuestro Maestro no paga las dos dracmas?». Contestó: «Sí». Cuando llegó a casa, Jesús se adelantó a preguntarle: «¿Qué te parece, Simón? Los reyes del mundo, ¿a quién le cobran impuestos y tasas, a sus hijos o a los extraños?». Contestó: «A los extraños». Jesús le dijo: «Entonces, los hijos están exentos. Sin embargo, para no darles mal ejemplo, ve al mar, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda de plata. Cógela y págales por mí y por ti» (Mt 17, 24-27)

Con este artículo pretendemos explicar una hipótesis verosímil de cómo ocurrió este milagro y otros detalles como el impuesto que debía pagar, el arte utilizado para pescar, la especie de pez capturada y la moneda que pudo tener el pez en la boca, así como ofrecer una explicación teológica del milagro.

Las monedas en Israel en el tiempo de Jesús

En el tiempo de Jesús se manejaban al menos tres tipos de monedas, pesos y medidas. Respecto a las monedas tendríamos:

Las monedas romanas del imperio que dominaba en ese momento en Palestina. Entre ellas estaban: el denario, el cuadrante, el assarion, etc.

Las monedas griegas que se mantenían activas tras el periodo helenístico, y sería adoptado por los romanos. Precisamente a estas monedas hace referencia el texto original griego de Mateo: δίδραχμα (v.24; didragma = 2 dragmas) y στατῆρα (v.27; estáter = 4 drachmas o 1 tetradragma). 

Y por último, había también monedas más antiguas y que habían sido tradicionalmente judías, entre las que se encontraba el siclo -moneda principal del Templo de Jerusalén- y los shekel, geras y bekam. Esto explica la existencia de los cambistas en el Templo, para ajustar las diversas monedas a las diversas fracciones de siclos u otras monedas del Templo. 

La moneda que Jesús le dice a Pedro que encontrará en la boca del pez que pescará es muy probablemente un estáter (Fig. 1). Aunque había varias acuñaciones de esa moneda, lo más probable es que el estáter al que hace referencia el texto original de Mateo, fuera un estáter o tetradragma de Tiro, pues era la moneda de plata más común con ese valor. El tetradragma tiene el valor exacto del impuesto que debía pagarse por dos adultos, como Jesucristo había indicado que debía hacer Pedro con la moneda que encontrara en la boca del pez. Otros autores piensan que también podía tratarse de un tetradagma de Antioquia, aunque se utilizaba mucho menos.

Fig. 1 Estáter de plata

La pesca con anzuelo en tiempos de Jesús

El lugar de la pesca del pez probablemente fue cercano a la casa de san Pedro, en Cafarnaún, cuyos cimientos se descubrieron en unas excavaciones del siglo pasado. En esta casa se encontraron restos arqueológicos de redes y anzuelos de aquella época. La fecha del milagro es difícil de determinar, pues Mateo parece organizar su Evangelio de una forma más didáctica que cronológica. 

La pesca con caña y anzuelo es muy antigua y ya era utilizada por los pueblos costeros del Mediterráneo e Israel desde siglos antes del nacimiento de Jesús. En una época más reciente, a principios del s. XX, se ha descrito un sistema de pesca con anzuelo usado entonces en el lago de Galilea. Se coloca al final de una caña un sedal con un peso y un anzuelo sin cebo, y se echa en el agua en medio de un banco de peces, retirándolo rápidamente, enganchando alguna vez un pez en el anzuelo. Se conoce como “robar un pez”. 

Desde el punto de vista legal, la pesca con anzuelo era libre y estaba permitida a todas las tribus de Israel.

La especie de pez pescada por san Pedro

Tradicionalmente se ha conocido el musht, Sarotherodon galilaeus (Fig. 2), como pez de san Pedro por este milagro.Este pez se reproduce de una manera que puede explicar la presencia de la moneda en la boca. El musht tiene un ciclo anual con dos épocas bien diferenciadas, una dedicada a la alimentación y otra a la reproducción. Durante la primera, se agrupa en cardúmenes en los meses de invierno y comienzo de la primavera en la zona del Norte del lago por motivos alimentarios: cerca de Taghba desembocan riachuelos de agua caliente donde crecen con facilidad alimentos que atraen a los peces, especialmente a las tilapias y a las sardinas del lago. Estos peces comen el plancton que se produce con más abundancia en esta zona del lago. En la época de reproducción se dispersan las parejas de reproductores. Esta se produce por fecundación externa de los huevos en un agujero hecho en una zona de piedras y una vez nacidos los alevines son defendidos por los padres. En cuanto estos nacen, uno de los padres se hace cargo de los mismos, usando su boca como refugio, y se deshace la pareja. Llegado el momento de la independencia, el padre o la madre expulsa  a los juveniles de la boca frotando piedras cogidas del fondo dentro de la boca. En algunos casos se han encontrado también monedas que habían caído al fondo al pescarlos. 

Fig. 2 Sarotherodon galilaeus. Nombre común musht o pez de san Pedro.

Para Mastermann la técnica de robar el pez es la que usó Pedro para pescar en esta ocasión, capturando un musht. Num, sin embargo, se opone a esta idea sosteniendo que el método de robar un pez le parece poco adecuado para un pescador profesional como Pedro y dado que, al ser el musht planctívoro este pez no pica en el anzuelo, el pez pescado debió ser un barbo, especie muy abundante en el lago, predadora y que come en el fondo. Para nosotros, Pedro, hábil pescador, podría haber robado un pez con este sistema bastante intuitivo. 

Teología del milagro

Hechas estas aclaraciones previas pasamos al análisis exegético del texto para descubrir su trasfondo teológico.

Una lectura superficial pudiera hacernos pensar que Jesús cuestiona su pago al impuesto del Templo, pero no es así. Jesús, lejos de haber sido hostil al Templo, quiso pagar este impuesto junto con Pedro. Entonces ¿qué está queriendo aclarar Jesús diciendo que “los hijos están exentos”? Lo que está haciendo es poner el impuesto del Templo en su verdadera dimensión religiosa, como explicamos a continuación.

Aunque la palabra “Templo” no aparece en este episodio (aparece solo “didragma”, v. 24), ciertamente se trata del impuesto del Templo que fue inaugurado por indicación de Dios a Moisés, que guió al pueblo de Israel por el desierto hasta la tierra prometida durante cuarenta años. Decidieron hacer un censo de las personas que podría no agradar a Dios. Cada uno daría un rescate de seis gramos de plata para que no les ocurriera nada malo cuando se les empadronase (Éxodo 30,11-16). Así que el impuesto tenía la clara finalidad de rescatar sus vidas: dar un bien material de cierto valor para que Dios les respetara sus vidas. Se trata, pues, de un pago de expiación de los israelitas; del rescate de salvación de todo Israel ante Dios. Y ¿no es precisamente eso lo que viene a hacer Jesús? “El Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mt 20,28): la intención del Hijo es rescatarnos por la entrega de su vida. Quizás por eso, cuando Jesús le dice a Pedro que vaya a pescar y coja la moneda la boca del pez y pague “por mí y por ti”, realmente es Jesús -sirviéndose del pez- el que pagará el rescate de Pedro. Será Él quién pagará, con su pasión, muerte y resurrección, el rescate por todos. De este modo, Jesús mismo, con una visión profundamente contemplativa, interpreta el sentido real del impuesto del Templo: el rescate de Israel que -con Él- se va a hacer realidad. 

En todas las narraciones evangélicas, este es uno de los pocos milagros que Jesús parece hacer para beneficio propio. Pero realmente no es así: la entrega de su vida es el impuesto que Dios impuso para rescatar al pueblo de Israel. Jesús quiso fundar su Iglesia como el nuevo pueblo de Israel, que incluye a todos los bautizados. Por ello, Jesús, de alguna manera, en este pasaje, es el verdadero “impuesto” que también nos rescata a todos los cristianos.

Se ha destacado con frecuencia la omnisciencia de Jesús porque sabía lo que Pedro había hablado previamente con los cobradores del impuesto. Así como el conocimiento futuro del pez que Pedro pescaría después con una moneda en la boca. Pero lo realmente impresionante es la interpretación profundamente  teológica que hace Jesús al relacionar todo lo que está aconteciendo con su misión mesiánica y redentora. Todo lo anterior explicaría mejor la reacción de Jesús en este peculiar relato. En efecto, todo en él parece conducir hacia la confesión de la fe que proclama el cristiano, como Pedro: “Verdaderamente eres Hijo de Dios” (Mt 14,33). 

Para ampliar conocimientos:

  • Catecismo de la Iglesia Católica. Asociación de Editores del Catecismo. 2005. n. 583-586.
  • France R. T. “The Gospel of Matthew”, Wm. B. Eerdmans. 2007
  • Galili E., Zemer A. y Rosen B. “Ancient Fishing Gear and Associated Artifacts from Underwater Explorations in Israel – A Comparative Study”.  Archaeofauna 22 (2013): 145-166
  • Gil, J.-Gil, E. “Huellas de nuestra fe”. Jerusalén 2019.
  • Harrington, D. J. “The Gospel of Matthew”, Liturgical Press. 1991
  • Marotta, M. E. “So-called ‘Coins of the Bible’”.2001
  • Masterman, E. W. G. “The Fisheries of Galilee.” Palestine Exploration Fund Quarterly Statement 40, no. 1 (January 1908): 40–51.
  • Nun, M. “The sea of Galilee and its fishermen in the New Testament. Ein Gev 1989.
  • Troche, F.D. “Il sistema della pesca nel lago di Galilea al tempo di Gesù. Indagine sulla base dei papiri documentari e dei dati archeologici e letterari”. Bologna 2015.
El autorAlfonso Sánchez Lamadrid Rey y Rafael Sanz Carrera

Mundo

Cardenal Czerny: «La religión puede demostrar la unidad que la guerra tiende a destruir»

El enviado especial del Papa Francisco a Ucrania, el cardenal Czerny, ha vuelto a Roma el viernes 11 de marzo. En esta conversación con Omnes ha podido reflexionar sobre los tres días en los que ha tratado de "llevar a la gente la atención, las esperanzas, la angustia y el compromiso activo del Papa en la búsqueda de la paz".

David Fernández Alonso·13 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Durante tres días ha estado el enviado especial del Papa Francisco, el cardenal Michael Czerny, en Ucrania, devastado por la guerra. «El mío», explicaba el también Prefecto ad interim del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, «es un viaje de oración, profecía y denuncia. Dejo Roma el 8 de marzo para llegar a Budapest y continuaré encontrando refugiados y desplazados, y a aquellos que los acogen y asisten». Regresó a Roma el viernes 11 de marzo, día en el que concede esta entrevista a Omnes para contar sus impresiones.

Usted ha sido enviado en esta «misión especial» en Ucrania encomendada por el Papa durante varios días, ¿cuál ha sido su impresión y cómo ha visto la situación desde allí?

–En estos tres días de misión entré en contacto con diferentes situaciones, pero todas tenían el dolor en común: madres solas con sus hijos sin marido, ancianos obligados a desplazarse aunque les cueste caminar; niños, muchos niños; estudiantes de Asia y África evacuados de un día para otro, obligados a congelar sus estudios. He podido reflexionar sobre lo diferente que es la guerra vivida a través de los medios de comunicación y la guerra transmitida por el sufrimiento de la gente. Este último es un dolor que ataca directamente al estómago y al corazón. Y también cómo este conflicto está causando un enorme daño a un mundo que ya experimentaba condiciones de vulnerabilidad debido a la pandemia y a la crisis medioambiental.

Su intención era, sobre todo, acercar el Papa a los cristianos, ¿cómo ha logrado transmitirlo?

–Lo que el Santo Padre dijo en el Ángelus en el que anunció mi misión y la del cardenal Konrad Krajewski era exactamente el objetivo de la misión: llevar a la gente la atención, las esperanzas, la angustia y el compromiso activo del Papa en la búsqueda de la paz. Intenté alcanzar este objetivo, en primer lugar, a través de lo que yo llamo el «sacramento de la presencia», es decir, estando físicamente en los lugares de dolor, que en Budapest eran estaciones, centros de acogida, parroquias. A veces, las palabras no son necesarias. Por ejemplo, el último día en Hungría me encontré con algunas mujeres de Kiev y de otras ciudades ucranianas: me bastó con escuchar sus historias, asegurarles mis oraciones y darles una bendición para darles un consuelo evidente.

Intenté alcanzar este objetivo a través de lo que yo llamo el «sacramento de la presencia», estando físicamente en los lugares de dolor.

Cardenal Michael CzernyPrefecto ad interim del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral

¿También pudo llevar ayuda material como deseaba?

En Hungría y en mi estancia en Ucrania el pasado miércoles, pude llevar ayuda material y espiritual.

¿Está garantizada la atención espiritual de los cristianos, a pesar de las dificultades?

–Absolutamente, y esta es una de las cosas que más me llamó la atención durante el viaje. Para ver una Iglesia que realmente «sale», como desea el Santo Padre. Los sacerdotes, incluso los de las Iglesias orientales con sus familias, que no abandonan el territorio para estar cerca de la gente. O comunidades como la de Sant’Egidio que, además de crear un refugio en la parroquia, se preocupan por organizar iniciativas de oración junto a los refugiados que acogen. O el Servicio Jesuita a Refugiados, que ofrece formación a los voluntarios para que puedan responder mejor a las necesidades reales de las personas que huyen. Es un trabajo importante y es bueno ver que no sólo lo hace la Iglesia católica sino también todas las demás confesiones.

¿Qué papel juega la religión en el conflicto?

–La religión puede demostrar la unidad que la guerra tiende a destruir. Por ejemplo, durante mi visita a la aldea de Beregove, en el oeste de Ucrania, me impresionó mucho ver a católicos de rito latino, greco-católicos, protestantes, reformados, judíos, uniéndose para compartir la labor de la emergencia de los refugiados. Una enorme emergencia que sólo puede ser abordada en conjunto. «No hay distinciones, todos somos el buen samaritano llamado a ayudar a los demás ahora», dijo un pastor durante este diálogo tan franco y fraternal. Me consoló, es realmente el signo de una Iglesia viva.

¿Cómo ve el futuro de la guerra?

–La guerra no tiene futuro, de hecho es la destrucción de todo el futuro. Debemos aprender otra forma de resolver los conflictos y las tensiones. Espero en el buen Dios que pone el destino del mundo en las pobres manos humanas.

Familia

Situaciones en las que es mejor no casarse

En ocasiones, hay parejas en las que, incluso a pocos días de celebrar su boda, surgen dudas razonables que han de ser consideradas con detenimiento cuando aún se puede evitar una ruptura posterior.

José María Contreras·13 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Traducción del artículo al alemán

A veces conocemos a una pareja, intuimos que su relación va a estrellarse y, sin embargo, no somos capaces de decirles nada. ¿Prudencia?, ¿cobardía?, ¿miedo a ser rechazados o no ser comprendidos?

En la mayoría de las ocasiones quizá sea por prudencia, pero en otras ocasiones posiblemente sea por no tener claro cómo decirlo o por falta de atrevimiento y de fortaleza.

Pero lo que ya es más paradójico es que ese posible estrellamiento lo estemos viendo en nuestros hijos, y nos sintamos incapaces de decírselo. Hay que asesorarse y decirlo en el momento oportuno.

También es razonable hacer que se lo diga alguien que sabemos que lo va a hacer adecuadamente y que tiene ascendiente sobre ellos.

Y es que, con cierta frecuencia, hay relaciones que nacen viciadas o se vician con el tiempo, las mimbres de las que están hechas son tan poco fuertes que claramente se ve que puede ser peligroso el paso adelante.

Una de las razones para no casarse sería el pensar en adquirir un compromiso sólo por lástima, por querer hacer feliz a la otra persona.

Ese sentimiento de compasión hacia el otro puede hacer que aquello termine en un desastre y más que felicidad, produzca una profunda infelicidad en la pareja.

Es decir, que como matrimonio y como ejemplo de solidaridad hacia el otro, puede terminar en desastre.

Un noviazgo está para comprobar que puedo compartir mi vida con la otra persona. No es una ONG.

Otra razón puede ser el que ella se haya quedado embarazada.

Quizá haya que esperar a que las cosas se «enfríen» y después  tomar una decisión. « ¡Es que si se enfrían no se casan!», nos pueden decir. Si eso es así, más vale no casarse, porque es señal de que ese matrimonio no iba a funcionar.

La belleza física, si es lo único que nos acerca a la otra persona, se convierte en otra razón para no casarse.

Unirse en matrimonio única y exclusivamente por la belleza física es como hacerlo tan sólo por la sexualidad.      

Todos los especialistas en este campo están de acuerdo en que la sexualidad por sí sola, no puede hacer que una relación se mantenga.  Una relación consiste en un compromiso personal. Se compromete la persona.

Donde sólo hay sexo, el compromiso no es entre personas sino entre cuerpos.

Terminará decayendo.

Tampoco puede ser una razón las ganas que uno tenga de irse de casa, las ansias de independencia.      Hay personas que se casan porque quieren liberarse de sus padres. O, incluso, por parecer normal ante sí mismos.   

Con toda seguridad están llamando a voces al fracaso.

Es conveniente pensar que muy probablemente se tenga más «independencia» cuando se vive con los padres que después de casarse. Si la razón para casarse es la búsqueda de independencia, o demostrarse que se es normal se está eligiendo el camino equivocado.

El matrimonio no servirá para desembarazarse de los padres ni para evitar los problemas que tengo conmigo. Quizá lo más peligroso sea darse cuenta de que eso no va a funcionar en el futuro y no ser capaz de romper el noviazgo.

Es muy frecuente  A veces, es más fácil romper un matrimonio que un noviazgo.   No olvidemos que igual que puede haber razones para casarse, también las puede haber para lo contrario.

Lo que dijimos de los padres que no se atreven a decir nada a sus hijos que sepan que están renunciando a una posible ayuda a los hijos. Muchas veces esa incapacidad proviene de no haberse ganado con anterioridad la confianza de ellos.

Escucha el podcast «Situaciones en las que es mejor no casarse»

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Cultura

Ana Iris Simón y Diego Garrocho agitan las conciencias

El II Congreso ‘Iglesia y sociedad democrática’ de la Fundación Pablo VI ha proporcionado debate y reflexión. La periodista y escritora Ana Iris Simón denunció las dificultades para que “los jóvenes podamos construir una biografía que nos permita tener familia”, mientras el vicedecano Diego S. Garrocho alertó sobre la “inestabilidad emocional y psicológica”.

Rafael Miner·12 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

La estabilidad de los jóvenes, los problemas emocionales y sus raíces, las dificultades laborales y salariales, y desde luego la familia, fueron algunos de los temas que abordó la mesa moderada por Rafael Latorre, periodista de Onda Cero y El Mundo, en la que se percibieron dos valoraciones contrapuestas, aunque coincidentes en algún aspecto.

Mientras Ana Iris Simón, “agitadora cultural”, como la denominó Latorre, y Diego S. Garrocho entraron sin contemplaciones en las heridas de la joven generación actual (Garrocho habló precariedad laboral, pero también de “fatiga espiritual” e “incertidumbre”), la catedrática Amelia Varcárcel, más en el entorno de la generación del 68, como se autodenominó, defendió que “este mundo es mucho más habitable que nunca antes”, y “la juventud puede plantar los buenos valores allí donde va”.

Enseguida nos ocuparemos de esta mesa, al menos en parte. Pero antes, el contexto. Dos aragoneses pusieron alto el listón del congreso. El cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal, y el ilustre jurista y economista Manuel Pizarro, presidente de la Academia de Jurisprudencia y Legislación, iniciaron la puesta en escena en la Fundación Pablo VI, que preside el obispo de Getafe, Monseñor Ginés García Beltrán.

Dignidad, diálogo

No creo que se haya producido en España una exposición tan minuciosa y sugerente de la Doctrina Social de la Iglesia, apoyada en el Magisterio papal, y especialmente en la Caritas in veritate del Papa emérito Benedicto XVI, como la que hizo el miércoles por la noche el turolense Manuel Pizarro.

Lejos de apriorismos y descalificaciones estériles, Pizarro subrayó que el “mercado no puede convertirse en un lugar donde el más fuerte avasalla al más débil”; pero destacó al mismo tiempo que un “cristiano no puede asumir la cómoda afirmación de que los mercados son amorales”; y reivindicó la “ejemplaridad”.

Antes, el cardenal Omella había propuesto un decálogo para recuperar “una sana democracia al servicio de la dignidad de la persona y el bien común”, y recordó el compromiso católico en la defensa de la dignidad del ser humano, promoción del bien común, y difusión del dialogo, la comunión y la fraternidad.

Y por si alguien pudiera acusarle de algo en su afán de diálogo, en línea con san Pablo VI, al que aludiría también Monseñor García Beltrán en la clausura, don Juan José Omella pidió “una y otra vez” perdón por los “errores gravísimos” provocados por algunos en la Iglesia, pero no eludió la denuncia en varios temas, por ejemplo, en lo relativo a la familia.

El mensaje de Jesucristo, se ve hoy atacado, señaló con claridad, por las “ideologías pujantes del momento” en cuatro puntos: la visión católica del ser humano, la moral sexual, la identidad y la misión de la mujer en la sociedad, y la defensa de la familia formada por el matrimonio entre un hombre y una mujer.

Qué pasa con la familia, con la Iglesia…

Este fue también uno de los aspectos nucleares de una de las mesas, expuesto de modo nítido o tangencial, con derivadas de diverso estilo. Nos referimos a los comentarios sobre la familia de intelectuales como Ana Iris Simón, autora del exitoso ‘Feria’, y Diego S. Garrocho, vicedecano de la Universidad Autónoma de Madrid, quienes junto a Amelia Valcárcel, catedrática de la UNED, protagonizaron una inquietante mesa.

Ana Iris Simón ofreció al comienzo un par de indicadores, como la tasa de suicidio entre los jóvenes, o a los derechos laborales, en concreto la indemnización por despido, que “van a peor”, subrayó. Sus comentarios y los de Diego Garrocho atraparon a los asistentes.

Avanzado el debate, Rafael Latorre dio paso a un breve video de la decana de Humanidades de la Universidad CEU San Pablo, María Solano, y se refirió a un comentario de Ana Iris Simón sobre la falta de anclajes de los jóvenes, o a que los vínculos o lealtades de los jóvenes no son tan fuertes como los de sus padres.

En una de tus columnas cuentas que una de tus amigas tiene una relación muy duradera, y se casa, y son muy felices los dos, y eso se interpreta como un canto a la familia tradicional, dijo Latorre.

Recogió el guante Ana Iris, y confirmó que “tengo dos amigos que se quieren mucho, llevan años juntos, y se han casado, y les he escrito una columna [en El País]. Ante unas relaciones que podríamos llamar líquidas [frágiles], por coger la idea de Bauman, y otras sólidas, hay gente que quiere hacer un invento, y hablar de relaciones gaseosas, explicó la escritora manchega. “No me gustan las relaciones líquidas, porque están casi estipuladas en términos de mercado y responden a eso que vemos, la incapacidad de comprometerse con nada y con nadie que se advierte en nuestra generación. No me gustan las sólidas, porque suenan al sometimiento, al para toda la vida… Y se inventan las gaseosas, a ver qué tal te va…, no sé lo que es…”, comentó Ana Iris, que acaba de tener un bebé hace poco, y que viene de “una familia atea”.

A su juicio, “instituciones como la familia están cada vez menos consideradas. Esto le sucede también a la Iglesia. La idea acaba muchas veces embarrada por ser una institución humana. En la institución familiar, en tanto que es una institución humana, suceden cosas que no nos gustan, y a la Iglesia le sucede lo mismo. El Estado creo que es más eficiente que el mercado para redistribuir la riqueza. ¿Qué en nombre del Estado se han cometido crímenes y se han hecho cosas que odio? Pero no por eso dejo de creer en el Estado. Quiero parecerme cuanto más mejor a ese ideal”.

Familia, estabilidad

“Lo mismo sucede con la familia. Hay que abolir la familia, porque en ella suceden una serie de historias que no me gustan. Pues no. Yo lo que quiero es parecerme a esa idea de familia” que, en palabras de algún autor, “es un refugio ante un mundo despiadado, y cada vez más”, prosiguió.

“Con la Iglesia pasa lo mismo. ¿Pasan cosas que no nos gustan? Sí. ¿Por ello hay que ir contra la Iglesia? No. Lo que hay que hacer es comprender que como institución humana debe parecerse a esa idea divina de lo que debe ser, y no de lo que es”, añadió Ana Iris Simón.

El moderador veía asentir a Diego S. Garrocho ―eso afirmó―, y le dio la palabra. “Los jóvenes empiezan a echar de menos una estabilidad, es decir, la construcción de una psicología estable”, señaló el vicedecano de Filosofía de la Autónoma. “Se habla de inestabilidad emocional, de inestabilidad psicológica, y en el fondo eso es un reflejo de la inestabilidad global que estamos viviendo. Lo raro sería que la gente tuviera una estabilidad de ánimo, volviendo a esa cuestión espiritual, cuando todo es inestable, cuando no hay un solo lugar donde uno pueda abrochar sus principios, sus esperanzas, sus miedos”.

Contrasentidos

“Hay una parte de la sociedad que habla de la familia pero que no trabaja para que puedan existir familias”, tomó de nuevo la palabra Ana Iris Simón. “En la derecha liberal se hace una sólida y férrea defensa de la familia, y está bien, pero luego no se proponen soluciones materiales ante esta cuestión. En la izquierda se es muy beligerante con la familia, pero luego se trabaja por ella”. “Entre estos dos discursos, uno poco simpático con la familia, y un trabajo para que puedan existir esas familias”, no hay nada para que “los jóvenes podamos construir una biografía que nos permita tener familia”, se quejó la periodista y escritora.

Ana Iris Simón completaba de este modo una intervención de la catedrática Amelia Valcárcel, quien había señalado que “nuestros salarios comienzan a mermar de modo preocupante, y que con un solo salario, el pisillo del que se hablaba en Malasaña se lleva el salario entero”.

La periodista y escritora había precisado al comienzo de su intervención que sus padres no son tan mayores: su padre tiene 55 años, y su madre nació en 1969. Sus padres forman parte de una generación que podía “construir una biografía”. Éste fue uno de sus mensajes.

Sobre otras mesas, de contenido laboral o educativo, por ejemplo, nos iremos ocupando más adelante. Ahora tocaba la mesa de los jóvenes y los retos del mundo que viene.

Vaticano

El conflicto en Ucrania y la fraternidad perdida

El domingo 13 de marzo se cumplen los primeros 9 años de la elección del Papa Francisco. En aquel 13 de marzo de 2013, el pontífice deseaba su pontificado como "un viaje de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros".

Giovanni Tridente·12 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

El domingo 13 de marzo se cumplen los primeros nueve años de la elección del Papa Francisco. Y nunca como en este período, caracterizado por una guerra desastrosa y fratricida entre Rusia y Ucrania a las puertas de Europa con amenazas a la estabilidad mundial, las primeras palabras del nuevo Papa dirigidas al pueblo en la Plaza de San Pedro sonaron proféticas.

«Y ahora, comencemos este viaje… Un viaje de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros». Elementos, por desgracia, que cualquier conflicto bélico anula al instante, generando consecuencias imprevisibles que durarán años.

El conflicto que vivimos actualmente, con miles de víctimas civiles y militares, y millones de refugiados obligados a huir de los bombardeos, es exactamente lo contrario de la fraternidad, el amor y la confianza entre las personas. Algo falló entonces en la humanidad, a pesar de la profecía del 13 de marzo de 2013 y de las infinitas oportunidades ofrecidas por el Santo Padre para poner en valor esta visión programática.

No pueden pasar desapercibidos los numerosos intentos de diálogo ecuménico e interreligioso que, evidentemente, se injertan en el camino que la Iglesia viene recorriendo desde hace décadas, con mayor conciencia desde el Concilio Vaticano II, y que llevó, en 2019 en Abu Dhabi, a la firma del importante Documento «sobre la fraternidad humana, por la paz mundial y la convivencia común».

Evidentemente, ¡esto no fue suficiente! También hay que decir que toda guerra, toda elección deliberada de luchar contra un hermano, es el resultado de situaciones complejas, con razones que nunca están en un solo lado, en una mezcla explosiva -es oportuno decirlo- que no mira a nadie a la cara y menos aún se preocupa por las consecuencias que genera.

Es cierto que la crisis ruso-ucraniana no es ciertamente la única, y mucho menos la última. Venimos de dos años de agitación pandémica y de décadas de brotes en diversas partes del planeta, tanto en Oriente como en Occidente, hasta el punto de que en ese mismo Documento sobre la fraternidad se escribió que estábamos más bien en una «tercera guerra mundial por partes».

Lo que se vislumbra en el horizonte es otro conflicto mundial «integral», el cuarto para ser exactos, y Dios no quiera que esto ocurra realmente. Por ello, la Santa Sede intenta poner en marcha todas las soluciones posibles para poner fin a los combates y a la muerte indiscriminada de víctimas inocentes, y para abrir canales de diálogo posiblemente duraderos entre todas las partes.

El mismo Papa Francisco, en su homilía de inicio de pontificado, había recomendado en particular «cuidar a las personas, cuidar a todos, a cada persona, con amor», – siguiendo el ejemplo de San José – y es notable que acaba de terminar el Año dedicado al Esposo de María y la serie de catequesis del pontífice sobre el querido patrón de la Iglesia Universal.

Nueve años más tarde, tal vez haya que volver a esas palabras, a esa «responsabilidad que nos atañe a todos», porque cuando ésta falta «entonces la destrucción encuentra su lugar y el corazón se seca».

En aquella ocasión, el Papa ya ofreció las claves para acabar con el odio, la envidia y la soberbia que ensucian la vida: «vigilar nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque es precisamente de ahí de donde salen las buenas y las malas intenciones: las que construyen y las que destruyen».

Empecemos de nuevo desde aquí, entonces, desde esta conciencia, y hagamos cada uno de nosotros todo lo que podamos para devolver la armonía de la hermandad y el amor a nuestros entornos de vida y de trabajo. Al menos habremos evitado las numerosas guerras de las que somos los principales impulsores. ¡Que Dios nos ayude y no lo permita!

Cultura

Puy du Fou, una manera diferente de vivir la Historia

Desde su inaugración, en marzo de 2021, Puy du Fou España se ha convertido en una interesante apuesta de didáctica cultural, especialmente recomendable para niños y jóvenes. La grandiosidad de sus espectáculos y el trabajo de documentación histórica, aplicación didáctica, guionización y puesta en escena han hecho de este parque un centro cultural de especial importancia en la zona centro de España. 

Maria José Atienza·12 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Ubicado a las afueras de Toledo se encuentra Puy du Fou España. Se trata de parque de temática histórica con más de 30 hectáreas de naturaleza en las que se reparten poblados históricos, puestos y talleres con productos artesanales y locales y, sobre todo, una serie de espectáculos que se inspiran en grandes acontecimientos de nuestro pasado y figuras de leyenda de la cultura española.

Puy du Fou España combina una particular puesta en escena con una cuidada ambientación para dar lugar a una apuesta seria y al mismo tiempo lúdica por la difusión de la cultura para todas las edades. 

Puy du Fou España comenzó su andadura en agosto de 2019, cuando se estrenó su primer gran espectáculo nocturno El Sueño de Toledo.

Esta representación contó con una gran acogida por parte del público. Dos años más tarde, en marzo de 2021, se abrieron las puertas del gran parque de día, situado a menos de una hora de la capital española. Desde entonces, el parque ofrece un mundo espectacular para viajar en el tiempo del que ya han disfrutado miles de personas. 

En este enclave, completamente integrado en el entorno natural, que ha sido repoblado con especies autóctonas, se dan cita los cinco espectáculos que se ofrecen actualmente en Puy du Fou España: El Último Cantar, A Pluma y Espada, Allende la Mar Océana, El Vagar de los Siglos y el espectáculo nocturno El Sueño de Toledo. Todos ellos han sido elaborados a partir de unos documentados y cuidados guiones. 

Los espectáculos

A través de sus espectáculos y sus poblados históricos, jóvenes y mayores se acercan, de manera inmersiva, a las hazañas del Cid campeador sobre una grada insólita en El Último Cantar, que se presenta con una puesta en escena revolucionaria y una tecnología inédita. 

Una manera de viajar hasta el Siglo de Oro toledano en un gran Corral de Comedias es posible gracias al espectáculo A Pluma y Espada, donde el espectador podrá vivir las aventuras de Lope de Vega, con cinco escenarios que se van intercambiando y coreografías sobre el agua. 

Uno de los espectáculos más conocidos es la Cetrería de Reyes. Más 200 aves y rapaces sobrevuelan las cabezas de mayores y pequeños en una representación teatral que recrea una ficticia tregua entre Abderramán y Fernán González pero que, por otra parte, no impide medir las fuerzas de ambos gobernantes en los cielos. Las armas dejan paso ahora a las aves más majestuosas del norte y del sur en una gesta pacífica.

La partida hacia el nuevo mundo se encuentra en el espectáculo Allende la Mar Océana, un viaje inmersivo para revivir la hazaña épica que llevó a Cristóbal Colón y su tripulación hasta el Nuevo Mundo.

Las vivencias de aquellos héroes anónimos, desconocidos pero, al mismo tiempo, protagonistas de la historia y que han dado forma a la España actual son las que centran los relatos de El Vagar de los Siglos

Cada uno de estos grandes espectáculos diurnos tiene una duración de alrededor de 30 minutos. La amplitud de sus decorados facilita el disfrute de todos los que lo contemplan. Sus espectaculares coreografías así como un vestuario realizado minuciosamente completan una puesta en escena inigualable que se posiciona como una interesante y diferente apuesta cultural apta para toda la familia. 

Los poblados 

Puy du Fou España alberga cuatro poblados históricos en los que se recrean calles y espacios que dan a conocer el modo de vida, los oficios y la fisonomía de diversos momentos y enclaves a lo largo de la historia.

Así, la España andalusí tiene su centro en el campamento del gran califa Abderramán III; los pueblos medievales se representan en la Puebla Real, las tierras manchegas y sus productos en la Venta de Isidro y, por último, el Arrabal que simula los populares mercados situados históricamente en los aledaños de las grandes ciudades. 

En estos poblados, además, los visitantes pueden disfrutar en sus mesones y casonas y conocer los puestos y talleres con productos artesanales y locales, en los que los artesanos explican los procesos de fabricación de los productos que se ofrecen. 

Una apuesta por el empleo 

Puy du Fou España ha generado más de 700 puestos de trabajo directos y más de 1.000 indirectos. En su plantilla se encuentran más de 85 artes y oficios (desde sastres, hasta arquitectos; pasando por cuidadores de animales o artesanos espaderos). 

Entre los proyectos para esta nueva temporada se incluyen además la construcción de dos nuevas salas para reuniones y eventos. Se unirán a los más de 10 espacios entre los que destacan los auditorios que ya ofrece Puy du Fou España para la celebración de eventos de empresas en este original entorno. De hecho, la generación y promoción del empleo en la zona es uno de los objetivos de Puy du Fou España, que aspira a convertirse en un actor clave para la recuperación económica y para la reactivación del turismo interior. 

Una didáctica original

Uno de los puntos que diferencian la apuesta de Puy du Fou España es el planteamiento didáctico de la historia que se encierra en su trabajada representación y en los guiones de sus espectáculos. 

La manera teatral en la que el visitante se sumerge sin esfuerzo para formar parte de acontecimientos y periodos clave en la historia de España. 

Grupos escolares pueden disfrutar de talleres inmersivos, que ofrecen a los más jóvenes una manera de aprender completamente diferente y en a que ellos forman parte de la propia historia. 

Durante el transcurso de estos talleres, los asistentes pueden conocer desde el noble arte de la cetrería o los cuidados que estos animales requieren de manera diaria, hasta los datos más curiosos sobre el entramado de las ciudades en los diferentes periodos históricos y hasta cómo se forjaba una espada en plena Edad Media.

Los espectáculos y recreaciones cuentan con un previo trabajo de documentación sobre costumbres, modo de vida, religiosidad y hechos históricos que se muestra en la hilazón de contenidos y la certera recreación y desarrollo de los personajes e historias que centran cada uno de los espectáculos. 

Esta equilibrada visión de la historia y ha convertido en un destino interesante dentro del panorama cultural de España.

Vaticano

Czerny destaca la labor de la Iglesia en el conflicto de Ucrania

Rome Reports·12 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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El cardenal Michael Czerny regresó a Roma el 11 de marzo, tras concluir una visita de tres días a Ucrania y Hungría.

Czerny ha sido uno de los enviados del Papa, junto al cardenal Konrad Krajewski, al país devastado por la guerra para expresar su cercanía a los millones de refugiados que huyen de Ucrania y a los que todavía están en el país.


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Mundo

Los obispos alemanes que no acepten decisiones del camino sinodal, en posición incómoda

Las resoluciones del camino sinodal acapararon la atención en la Asamblea de la Conferencia Episcopal alemana, recién terminada. En este contexto se habló de “desarrollar el Catecismo”, pues el presidente Bätzing considera que el “instrumental” de este “no es suficiente”.

José M. García Pelegrín·11 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

La asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal alemana (DBK), celebrada del 7 al 10 de marzo en Vierzehnheiligen, ha estado marcada principalmente por dos temas: la guerra en Ucrania y el camino sinodal. De hecho, participaron en la Asamblea como invitados los co-presidentes de los cuatro “foros sinodales”, así como Thomas Söding, vicepresidente del “Comité central de los católicos alemanes”, que es a su vez vicepresidente del camino sinodal. El presidente de la DBK, mons. Georg Bätzing, justificó la presencia de los laicos en la Asamblea episcopal diciendo que también aquí “hay que practicar la sinodalidad”.

Sobre la invasión de Ucrania, Mons. Bätzing declaró que se intenta desbancar del poder a un “gobierno legítimo” por lo que se trata de una acción “contraria al Derecho Internacional Público” y el mundo no puede ser mero espectador.

Por otro lado, la “cuestión de Colonia” ocupó un espacio central, después del regreso del cardenal Rainer Woelki a la diócesis, tras los cuatro meses de reflexión que le había pedido el Santo Padre. La situación en la diócesis es complicada, por lo que el cardenal volvió a poner su continuidad en manos del Papa. En la conferencia de prensa inaugural de la Plenaria, Mons. Georg Bätzing, apremió al Papa y al Prefecto de la Congregación para los Obispos, cardenal Marc Ouellet: “La responsabilidad es ahora de ellos y no se puede esperar mucho tiempo”.

En la homilía de la Misa inaugural de la asamblea, mons. Bätzing se refirió a que ser católico significa una “solidaridad viva, no una estrechez confesional, ni aislamiento o crear una identidad a base de trazar límites”; para conseguir ese objetivo “tenemos que superar aún bastantes barreras, atrevernos a hacer avances y cambiar formas de pensar que hasta ahora son válidas”. El cardenal Reinhard Marx siguió en su homilía esta misma línea: ahora se plantea de un nuevo modo la cuestión de la “Iglesia auténtica”, en la que no solo se trata de dogmas. “¿De qué me sirve –proseguía Marx– una profesión de fe limpiamente dogmática si en la práctica se apoya una dictadura?”. Mientras tanto, el Nuncio apostólico, mons. Nikola Eterović, llamaba –siguiendo la línea marcada por el Papa Francisco para el sínodo universal– a “discernir los espíritus” y recordaba expresamente la carta que el Santo Padre escribió “al pueblo de Dios que peregrina en Alemania” en 2019.

En relación con el camino sinodal, la Plenaria de la DBK trató –así lo resumió mons. Bätzing en la rueda de prensa final, el jueves día 10 de marzo– las “bases teológicas”, en dos vertientes: eclesiología y antropología. A la pregunta de uno de los periodistas presentes, lo explicó más detalladamente: en el apartado eclesiología se trató la cuestión de las órdenes sacramentales para mujeres; el Presidente de la DBK reiteró –como ha hecho en otras ocasiones– que en este campo hay un “límite muy claro”, pues no se pueden tomar decisiones al respecto en Alemania, sino “que las reflexiones se pondrán a disposición de la Iglesia universal”. En cuanto al apartado de antropología, dijo que los debates se habían mantenido sobre lo que significa el Derecho natural; concretamente se refirió a la “polaridad de los sexos”: entre los dos polos –hombre y mujer– “la realidad muestra que existen otras identidades”. Y eso es fundamental para plantearse cómo tratar a quienes viven en una relación con una persona de su mismo sexo. Según Mons. Bätzing, “la doctrina del Catecismo debe diferenciarse y desarrollarse, pues este no dice nada en relación con personas trans”, por lo que colegía: “El instrumental [del Catecismo] no es ya suficiente.”

Una cuestión fundamental tratada en la Asamblea de los obispos es la puesta en práctica de las resoluciones del camino sinodal; por ejemplo, para el verano está prevista la primera lectura de un “ordenamiento básico” para las personas que trabajan en organismos eclesiásticos; al respecto, el Presidente de la DBK se preguntaba en la rueda de prensa del jueves: “¿Cómo nos comportamos con aquellas personas que no comparten nuestra fe, por ejemplo con musulmanes que trabajan en guarderías o residencias dirigidas por la Iglesia?”, pues la triple coincidencia de un organismo católico, en el que trabajan exclusivamente católicos y que se dirige a católicos “dejó de darse hace ya mucho tiempo”. En otras palabras: dejará de exigirse la “lealtad personal” a la doctrina católica.

Una de las cuestiones controvertidas que ya se trataron en la Asamblea del camino sinodal es la creación de un “consejo sinodal” para seguir las resoluciones una vez finalizado el camino sinodal en sí; por ejemplo, algunos de los participantes insisten en que tendría que estar formado por obispos, sacerdotes y laicos, y que decidirían por ejemplo en la elección de los obispos, e incluso evaluarían la actividad de los obispos; sería, por tanto, una especie de instancia de control de la actividad episcopal.
En general, mons. Bätzing recalcó –como ya había hecho en otras ocasiones– que las resoluciones del camino sinodal se irán llevando a la práctica de modo sucesivo, sin esperar hasta su finalización. También subrayó que las decisiones no “obligan” a los obispos, sino que cada uno es responsable ante su conciencia y libre de llevarlas a la práctica en su propia diócesis. Ahora bien, señaló que hay una cierta preocupación de que esto suponga una “atomización” de las diócesis: “¿Cómo apoyamos la implementación [de las resoluciones del camino sinodal] en las diócesis?”. Un ejemplo de cómo podría llevarse a cabo lo dio el Presidente de la DBK al responder a una pregunta en la rueda de prensa: el obispo que no esté de acuerdo en poner en práctica alguna resolución “tendrá que entrar en un diálogo con los fieles de su diócesis y explicar por qué no lo hace”. Si a esto se le une la “supervisión” por el “consejo sinodal” parece que –de salir adelante estas propuestas– la libertad de los obispos que no estén de acuerdo con lo sinodalmente correcto quedará sobre papel mojado.

La Conferencia episcopal de los países nórdicos (Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia e Islandia) se reunió al mismo tiempo que la alemana en Tromsø, al norte de Noruega. Desde allí han enviado una carta a los obispos alemanes para expresar que “nos preocupa la dirección, la metodología y el contenido del camino sinodal de la Iglesia en Alemania”. Tras hacer hincapié en que las cuestiones que aquí se tratan no son específicas de Alemania, sino que se dan en todo el mundo, remiten al sínodo universal convocado por el Papa Francisco: “Este proceso exige una conversión radical. Primero debemos redescubrir y comunicar las promesas de Jesús como fuente de alegría, libertad y florecimiento. Nuestra tarea es hacer nuestro el depositum fidei transmitido por la Iglesia, con gratitud y reverencia”. Los nueve obispos nórdicos recuerdan a sus hermanos alemanes la dirección que debe llevar todo proceso de reforma en la Iglesia: “Las verdaderas reformas de la Iglesia siempre han consistido en defender y aclarar la doctrina católica basada en la revelación divina y en la tradición auténtica y en ponerla en práctica de forma creíble, no en seguir el espíritu de los tiempos. La fugacidad del espíritu de los tiempos se confirma cada día”. Asimismo resaltan que “la Iglesia no puede definirse sólo como una sociedad visible. Es un misterio de comunión: comunión de la humanidad con el Dios Trino; comunión de los fieles entre sí; comunión de las Iglesias locales de todo el mundo con el Sucesor de Pedro”. Es la segunda Conferencia episcopal vecina –tras la carta enviada semanas antes por la Conferencia episcopal de Polonia– que oficialmente se dirige a los obispos alemanes para solicitar que reconduzcan el rumbo del camino sinodal en el sentido de una “llamada a la conversión radical y a la santidad”.

Recursos

San Ireneo de Lyon. Doctor de la unidad

Al comienzo de este mismo año, el Papa Francisco ha proclamado Doctor de la Iglesia a san Ireneo de Lyon, reconociendo sus escritos como testigos cualificados de la genuina doctrina apostólica.

Antonio de la Torre·11 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

San Ireneo nace en oriente, en las pujantes comunidades cristianas de Asia Menor (quizás en Esmirna, en torno al año 130). Fue formado en la tradición asiática que desde el apóstol san Juan había conocido un intenso desarrollo hasta el brillante quehacer de san Justino. Pero su labor pastoral, al menos la que conocemos hoy, la desarrolló en occidente, siendo sacerdote y luego obispo de Lyon, dedicando su apostolado a galos, romanos y germanos. Vemos de nuevo la rica diversidad de la Iglesia del siglo II, en la que un obispo de cultura asiática podía desarrollar su ministerio en las Galias.

Comprobamos también la intensa movilidad de los cristianos, que en este siglo iban difundiendo la fe por todo el imperio. De hecho san Ireneo viajará dos veces a Roma. Siendo sacerdote, para llevar al Papa Eleuterio una carta de los mártires de Vienne. Siendo obispo, para acudir al encuentro del Papa Víctor a fin de defender las tradiciones propias de la cultura asiática con respecto a la Pascua, sin perder por ello la unidad plena con la Iglesia de Roma. Entendemos por tanto su título de Doctor Unitatis: unidad entre las diversas culturas cristianas y unidad entre las diversas comunidades y el Papa, que preside la de Roma en la caridad.

Al proclamarle Doctor, la Iglesia atribuye un especial reconocimiento a sus escritos teológicos como testigos cualificados de la genuina doctrina apostólica. Tan sólo tenemos completas dos de sus obras. La más relevante, el monumental tratado titulado Contra las herejías, organizado en cinco libros, que supone la más importante reflexión teológica de todo el siglo II y posiblemente de toda la teología asiática. Como complemento, una pequeña joya titulada Demostración de la predicación apostólica, donde expone con profundidad los elementos básicos de la fe recibida de los apóstoles por tradición. Lamentablemente del resto de su obra no queda casi nada, y ni siquiera sabemos con certeza cómo murió, aunque una tradición se refiere a él como mártir en la gran persecución de Septimio Severo, en el año 202.

Sus intereses

Ya sabemos que los Padres de la Iglesia no escribían sus obras por el afán de publicar libros o de exponer sus aficiones personales, sino con un profundo sentido de misión en favor de la Iglesia. Así lo vemos en los escritos de san Ireneo, que tienen como objetivo principal fomentar y salvaguardar la fe de los sencillos, explicando cuidadosamente la doctrina apostólica y denunciando clara y razonablemente sus desviaciones y manipulaciones. Por otro lado, como indica su título de Doctor, muestra siempre un serio interés por mostrar y promover la unidad de la Iglesia en su admirable diversidad de culturas: germanos, celtas, galos, griegos, romanos y asiáticos comparten una misma fe y una misma Iglesia.

Otra gran preocupación de san Ireneo es exponer y transmitir lo que él mismo ha recibido por tradición. Son muy numerosas las referencias, explícitas o implícitas, a los maestros que le precedieron: san Juan, san Ignacio, san Policarpo, san Papías y los presbíteros de Asia o san Justino. Su extraordinaria reflexión teológica tiene hondas raíces en la Tradición, y en ningún momento se separa de ella o la adultera. También recibe de la tradición el canon de las Sagradas Escrituras, particularmente al de los evangelios. San Ireneo hablará del evangelio tetramorfo, es decir, de un único evangelio mostrado en cuatro formas: los cuatro evangelios canónicos que tenemos hoy en el canon de los libros inspirados. San Ireneo suele moverse en los temas y doctrinas marcadas por la tradición, y en un lenguaje próximo al de la Escritura, aunque, paradójicamente, su genio teológico le permitirá hacerlo con una expresión tan novedosa que aún hoy nos resulta notablemente actual.

Sobre la Creación y la humanidad

Un tema esencial en la doctrina de san Ireneo es la creación material, como punto de encuentro entre Dios y la humanidad, y como lugar teológico despreciado por los gnósticos, quienes negaban a la materia todo valor como resultado que era de un error en el mundo divino. Sin embargo, la humanidad es creada desde la materia, cuando Dios Padre modela con sus manos (el Verbo y el Espíritu) a Adán, a quien insufla el espíritu de vida. En esta plasmación de Adán, san Ireneo ve la imagen de Dios en el hombre, que se refiere a su espíritu y a su materia. A partir de esta imagen original, Dios despliega la historia de la Creación como un proceso mediante el cual el hombre, imagen de Dios, va adquiriendo cada vez más su semejanza con El, todo ello en el marco del tiempo y la materia.

San Ireneo nos enseña por tanto que la historia, el devenir de la Creación entera, es historia de salvación, el tiempo que se toma Dios para culminar el modelado de su criatura hasta la perfección de su semejanza con Él. La historia es una economía, un plan pensado por Dios para salvar al hombre en su unidad de carne y espíritu, un proceso movido en sus diversas etapas por la inspiración de un único Espíritu Santo. 

Es el Espíritu el que guía este proceso y el que lo da a conocer a los enviados de Dios, tanto en el tiempo del Antiguo Testamento (los profetas) como en el Nuevo (los apóstoles). En el centro de este proceso está la Encarnación del Verbo, momento esencial donde Dios modela al Adán nuevo y perfecto, a Jesucristo, que viene a recapitular en sí todo lo humano, para liberarlo y llevarlo a plenitud.

La carne del Verbo

Si las enseñanzas gnósticas se basaban en especulaciones y misterios teóricos para obtener por su conocimiento la salvación del espíritu, chispa divina del hombre, san Ireneo centrará su enseñanza en los misterios del Verbo de Dios en la carne humana, como nuevo Adán. Por tanto hablará de la liberación obrada por el Verbo Encarnado en la Cruz, no en la elaboración de un sistema intelectual de iluminación, porque en ella culmina su acto de obediencia que cancela la desobediencia del primer Adán y por tanto redime a la humanidad de todos los males que aquella desobediencia le habían traído. Jesucristo lleva a plenitud a la humanidad salvada al darle con el Espíritu Santo la perfecta semejanza divina, y al guiarla hasta lo más alto, a la visión y al encuentro con el Padre. Como había anunciado Isaías, el Emmanuel (Dios con nosotros), el Verbo Encarnado, sería un signo desde lo más hondo de la tierra (la liberación obtenida en la Cruz) hasta lo más alto del Cielo (la salvación entendida como una participación en el misterio de la Ascensión de la carne de Cristo hasta la derecha del Padre).

Esta magnífica visión de la historia de la humanidad, de la obra salvadora de Jesucristo y de la verdadera plenitud de la persona humana (unidad de materia y espíritu) tiene su correspondencia en la magnífica meta que culminará todo este proceso. Partiendo de la enseñanza de sus predecesores, san Ireneo explicará que la historia desembocará en el Milenio profetizado por san Juan en el Apocalipsis. Un Reino de mil años en donde los justos disfrutarán con Jesucristo es una creación renovada y liberada de todo mal. Un espacio de retribución y plenitud, pero sobre todo, una última etapa en el proceso de plasmación de la humanidad, en donde la carne de los justos resucitados se preparará para recibir la visión de Dios. Al término del milenio, la Jerusalén Celeste descenderá a esta Creación renovada y la humanidad entrará en la unidad y semejanza perfecta en la visión del Padre.

En la obra del nuevo Doctor Unitatis, aprendemos, pues, a ver la unidad de las variadas culturas en la única fe, de las diversas comunidades en la única Iglesia, de los cuatro evangelios en el único mensaje de Jesucristo, de las distintas etapas de la historia en un único proyecto, y de todas las disposiciones de Dios en una única economía salvadora. Ante la necesidad de unidad y concordia en el mundo en que vivimos, descubrimos en san Ireneo a un Doctor antiguo que, en nuestro tiempo, tiene todavía mucho que enseñar.

El autorAntonio de la Torre

Doctor en Teología

¿Cuál es el big data cofrade?

El análisis de estos datos nos muestra una sociedad necesitada de un modelo de pensamiento articulado y centrado en la verdad, en la persona. Ésta es una tarea de todos.

11 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

No somos conscientes de la cantidad de datos personales que circulan por ahí y que alimentamos continuamente con el uso de tarjetas o compras on-line, sin contar con los que proporcionamos en las redes sociales y al visitar las webs que visitamos para temas profesionales o por entretenimiento. En “la nube”, un concepto tan indefinido como inquietante, hay datos de lo que leemos, cómo nos vestimos, cuáles son nuestros hábitos alimenticios, dónde preferimos viajar, cuál es nuestro sueldo, hábitos de ahorro y capacidad de inversión, situación familiar, opiniones religiosas, deportivas, preferencias políticas, qué hacemos en nuestras vacaciones o tiempo libre, informes médicos y mucha más información. Si se reúne toda y se relaciona, pueden llegar a conocernos mejor que nosotros mismos.

Todo el conjunto de técnicas que procesan y gestionan esa ingente cantidad de datos que permite conocer, predecir y orientar el comportamiento de personas o grupos sociales constituye el mundo del Big Data, un concepto sobre el que se ha escrito mucho, casi siempre para calificarlo como invasivo, aunque las técnicas son éticamente neutras, su calificación vendrá de la utilización que se haga de ellas.

También las hermandades pueden utilizar técnicas similares a las del Big Data. Aquí la información a manejar no es sólo la que proporciona la base de datos de cada hermandad relativa a los hermanos, de la que se puede extraer información para atenderlos eficazmente en el cumplimiento de su misión, hay mucha más información interesante para las hermandades que no está protegida ni encriptada y es de fácil acceso. Sólo hay que levantar la cabeza y observar el entorno, que nos facilita continua información, sólo hay que identificarla, analizarla, sacar conclusiones y definir planes de acción.

¿Qué datos ofrece la observación de nuestra realidad social? Tras años de gobierno sin ideología definida el terreno ha sido ocupado por el relativismo, disfrazado de corrección política. Esto se manifiesta en ideología de género, nacionalismos exacerbados, aborto/eutanasia, igualitarismo por ley, manipulación educativa y terrorismo cultural, estatalización de la economía y política fiscal que lleva a un estado del bienestar empobrecedor que limita la libertad personal. Podríamos seguir añadiendo más datos observables, pero creo que es suficiente.

¿Qué deben hacer las hermandades con todas esas notas?, ¿cuáles deben ser los criterios para analizar ese Big Data y plantear propuestas de acción?

Una primera tarea es identificar el hilo conductor de todos esos datos, aparentemente inconexos, que convergen en una ideología profundamente asfixiante y conservadora, aferrada a un pasado idealizado, e incapaz de dar un salto hacia adelante; que se aferra a principios doctrinarios obsoletos y fracasados, obsesionados por el pasado, incapaces de preparar el futuro. Lo siguiente es despojarla de su falso barniz progresista. Fue muy significativo el desconcierto de la izquierda oficial ante la publicación de Feria, de Ana Iris Simón, autora considerada “progre”, en la que presentaba, con nostalgia, los valores tradicionales vividos en su pueblo y en su familia, gente sencilla, trabajadora y de izquierdas, y desmontaba los mitos del progresismo de salón.

El análisis de estos datos nos muestra una sociedad necesitada de un modelo de pensamiento articulado y centrado en la verdad, en la persona. Ésta es una tarea de todos, la batalla cultural no se libra sólo en los parlamentos, en los medios de comunicación o en las universidades, también en la sociedad civil, de la que forman parte las hermandades. Éstas han de ser no son sólo lugares de actividades y sentimientos, también espacios doctrinal y espiritualmente habitables, con proyección social.

Una sociedad serena y fundamentada es la que tiene un proyecto sostenido en ideas y es capaz de tomar decisiones arriesgadas que contemplen un horizonte lejano. Ni en la sociedad ni en la hermandad se pueden tomar decisiones para el corto plazo, buscando resultados inmediatos, que resultan incoherentes y contradictorias, porque no responden a un modelo de pensamiento, sino a la oportunidad del momento.

Para eso es necesario, como decíamos, estudiar el entorno, identificar las claves sociales y aplicarle criterios de análisis basados en los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, con criterio propio, sin dejarse llevar por la corriente relativista. Las hermandades han de atreverse a ser progresistas, creer en la libertad, y participar activamente en la transformación de la sociedad.

El autorIgnacio Valduérteles

Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla. Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.

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Mundo

Bohdan e Ihor, seminaristas en Roma: «Los ucranianos queremos ser libres»

Estos seminaristas del Colegio Basiliano de San Josafat de la Iglesia Greco-católica forman parte de los ocho ucranianos que estudian en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma. Desde allí viven, en permanente contacto con familiares y amigos, la dramática situación de Ucrania tras la invasión rusa.

Maria José Atienza·10 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Bohdan Bazan e Ihor Luhovyi son dos estudiantes ucranianos en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en la que estudian Comunicación Institucional de la Iglesia gracias a la ayuda de los colaboradores de la Fundación Centro Académico Romano. Allí han hablado con Gerardo Ferrara sobre cómo viven estas jornadas en permanente comunicación con sus familias y amigos.

Ihor Bazan Ucrania
Ihor Bazan

Ihor Bazan, de 24 años, pertenece a la Archieparquía de Leópolis. Este joven seminarista se ha sumado al trabajo de un grupo de voluntarios, en Roma, y se comunica a diario con los adolescentes ucranianos que sufren la guerra, brindándoles apoyo psicológico, contándoles historias que les ayudan a no pensar mucho en la guerra y ofreciendo orientaciones de cómo actuar en diferentes situaciones y mantener la calma.

Bohdan Luhovyi, natural de Bolekhiv, en la parte occidental de Ucrania, estudió durante seis años en el seminario de Kiev y pertenece a esa misma Archieparquía a la que regresará al terminar sus estudios de comunicación.  En su opinión “Ucrania está muy lejos de Rusia en términos de mentalidad y valores, pero cerca geográficamente, por lo que Ucrania ha sufrido a menudo la violencia de distintos regímenes rusos”.

Este ucraniano de 26 años valora también las manifestaciones de muchos ciudadanos rusos contra esta invasión, lo que les está costando incluso penas de cárcel. En este sentido, destacan que, a pesar de la manipulación mediática que se vive en Rusia desde haced decenios, ahora, “afortunadamente, los rusos y todo el mundo se han enterado de lo que está pasando y de las matanzas que están teniendo lugar”.

Ambos estudiantes ucranianos temen que el objetivo del actual gobierno ruso sea “la restauración de la Unión Soviética y el establecimiento de su imperio en Europa del Este. Esto, pues, es algo que ahora está pasando con Ucrania y va a ocurrir con otros países”.

Bohdan Luhovyi ucrania
Bohdan Luhovyi

Además son conscientes de las diferencias de consideración nacional entre el este y el oeste del país. Mientras que el oeste de Ucrania es más pro-ucraniano, explica Ihor, “o sea más consciente de su propia identidad nacional; el este es todo lo contrario. Este problema remonta a la tragedia del Holodomor”.

El Holodomor (Голодомор en ucraniano y ruso) fue uno de los grandes genocidios del siglo XX. Cerca de 8 millones de ucranianos murieron de hambre durante el régimen estalinista.

Los ucranianos, afirman estos jóvenes seminaristas “no queremos vivir en un país que solo invade y no se desarrolla. Los objetivos de los ucranianos son opuestos a los de Putin. Queremos ser libres. Y pedimos que el mundo nos libere de esta oscuridad.

El papel de la Iglesia greco-católica ucraniana

Tanto Bohdan como Ihor pertenecen a la Iglesia greco-católica ucraniana. Una Iglesia católica de rito oriental que ha desempeñado un papel muy importante en la preservación y el desarrollo de la cultura, de la fe y del pensamiento de los pueblos eslavos desde el comienzo del cristianismo en la Rus’ de Kiev.

Durante la etapa soviética, la Iglesia greco-católica ucraniana permaneció en la clandestinidad. “Los sacerdotes de nuestra Iglesia estuvieron en prisión, torturados y asesinados por reconocer a Ucrania como una identidad específica y ser parte de la Iglesia católica de rito griego” recuerda Ihor. Ahora, ambos, junto a sus compañeros del Colegio Basiliano de San Josafat de la Iglesia Greco-católica ayudan en la medida de sus posibilidades y sobre todo, piden oraciones y ayuda para acabar lo antes posible con este conflicto y socorrer a los millones de sus conciudadanos que han tenido que abandonar sus casas, trabajos y familias por el conflicto.

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Evangelización

«No podemos encerrar la fe cristiana en el horizonte de una única cultura»

La jornada ‘La misión evangelizadora de la Iglesia’, celebrada en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra contó con la intervención de Mons. Giampietro Dal Toso, presidente de las Obras Misionales Pontificias (OMP) y José María Calderón, director de las Obras Misionales Pontificias de España.

Maria José Atienza·10 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El presidente de las Obras Misionales Pontificias (OMP), Monseñor Gianpietro Dal Toso centró su exposición en los principios teológicos para la acción misionera y para las Obras Misionales Pontificias.

En este tema, explicó que, para poder llegar a la misión, en concreto a la misión ad gentes, es imprescindible tener la Trinidad como punto de partida, además de servirse de cuatro elementos: el diálogo, el testimonio, el anuncio y la fundación de nuevas iglesias.

El presidente de las Obras Misionales Pontificias señaló la necesidad de evitar cualquier reducción eclesiológica de la misión, “es evidente que la misión es también obra de la Iglesia, pero si la misión fuese sólo voluntad, la obra de la Iglesia sería un modelo que se podría intercambiar fácilmente y, sobre todo, se limitaría a un horizonte puramente temporal de organización en este mundo. Es la Iglesia la que está a disposición de esta misión”.

Asimismo, Mons. Dal Toso quiso fijar su atención en la universalidad de la palabra de Dios, que tiene como finalidad que todos los hombres se salven y explicó que “no hay una cultura única para transmitir, concebir y vivir el evangelio. No podemos encerrar la fe cristiana en el horizonte de una única cultura, como tampoco podemos negar a cada cultura la posibilidad de enriquecerse gracias a la fe cristiana”.

Por su parte, José María Calderón explicó la misión en la Iglesia y su perspectiva de futuro; y recordó que España siempre ha sido tierra de misioneros: “Hasta el día de hoy son más de 10.000 los españoles que están en alguna misión repartidos por el mundo”.

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Vaticano

Los enviados del Papa ya están en Ucrania

Rome Reports·10 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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El cardenal Konrad Krajewski estuvo en Leópolis con grupos de refugiados y se reunió con Sviatoslav Shevchuk, el líder de la iglesia greco católica ucraniana. Por otro lado, el cardenal Michael Czerny también cruzó la frontera tras visitar centros de refugiados en Hungría.


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Mundo

¿Por qué el coronavirus ha afectado menos en África?

En Kenia, con una población de 55,7 millones de habitantes, el país ha experimentado unos 323.000 casos de coronavirus y 5.638 muertes, muchas menos que en países de similar población en Europa.

Martyn Drakard·10 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Ahora que la actual pandemia parece estar disminuyendo, los observadores del COVID se han preguntado por qué ha afectado a África mucho menos que a los países más desarrollados, mientras que el número de personas vacunadas es mucho menor. En mi país, Kenia, que tiene una población de 55,7 millones de habitantes, y donde el objetivo de vacunación del gobierno es actualmente de 27,2 millones, sólo se han vacunado 7,3 millones, aproximadamente un tercio. Hasta la fecha, el país ha experimentado unos 323.000 casos y 5.638 muertes (a fecha de 21 de febrero de 2022).

Sin embargo, países de Europa con cifras de población comparables han tenido de 20 a 25 veces más muertes. ¿Se debe al clima, a la dieta, a una inmunidad natural, al estado físico de la población o a alguna otra razón? Cuando la pandemia sea endémica y se realicen estudios comparativos, será interesante saber por qué. Pero la pregunta sigue siendo la siguiente: ¿Por qué en África ha habido menos gente que ha optado por vacunarse, incluso cuando las vacunas estaban disponibles, y especialmente entre ciertos grupos? Para un observador externo, la reacción en los países más desarrollados ha sido que el gobierno quiere que la población se vacune en su propio beneficio y por el bien general; así que se confía en los dirigentes cuando dicen que las vacunas son seguras; así que se aceptan las vacunas y se confía que todo irá bien.

Esta confianza implícita en el gobierno y en lo que éste decide no se puede asegurar aquí. De hecho, un amplio sector de la población desconfía del gobierno, tanto implícita como explícitamente; una directiva del gobierno que tenga que ver con la vida personal, la familia y el futuro de uno, probablemente se mirará con recelo.

Como en el resto de África, la mayoría de los kenianos son jóvenes y esperan vivir muchos años más. Su fuente de noticias y opiniones son los medios sociales, más que los periódicos u otros medios impresos. Los periódicos, según ellos, dan la visión «oficial»; los medios sociales reflejan la «vida real», nuestras «verdaderas preocupaciones». En este caso concreto, los medios sociales recogieron la noticia de que las vacunas son experimentales, están en fase de prueba y, por tanto, no son fiables, y cuando Facebook bloqueó la página esto pareció demostrar su argumento.

Basándose en la experiencia del pasado, cuando los africanos sospechaban fuertemente que estaban siendo utilizados como conejillos de indias para probar vacunas o medicinas, especialmente las que podrían dejarles estériles -y los africanos siguen queriendo tener hijos-, es comprensible que sospechen y sean reacios a correr el riesgo.

Incluso entre los vacunados contra el coronavirus debe haber un buen número que se vacunó para conservar su puesto de trabajo, ya que, con razón o sin ella, ésta era la política de la empresa o institución para la que trabajaban; se les dijo «Vacúnate o serás sustituido».

Cuando justo antes de la Navidad del año pasado, una época en la que mucha gente hace compras y viaja a sus lugares de origen para pasar las fiestas de Navidad y el Año Nuevo con sus familiares, se emitió una directiva oficial que decía que, dado que el distanciamiento social sería difícil de aplicar, los supermercados, hoteles, restaurantes, etc., todos los transportes públicos sólo deberían permitir a los clientes o viajeros con un certificado de vacunación válido, y esto incluía incluso el acceso a los servicios gubernamentales, hubo una protesta, y se llevó un caso al tribunal superior para evitarlo. El tribunal falló a favor de los manifestantes.

África es un lugar muy social; cuando el apretón de manos y el abrazo se prohibieron oficialmente, inventamos el choque de codos y el choque de puños. Pero el apretón de manos y el abrazo no pudieron desaparecer, y ahora han vuelto, «extraoficialmente», por supuesto. ¿Y la mascarilla? En la calle, desde el principio, la mayoría de la gente la llevaba alrededor de la barbilla o debajo del mentón y se la ajustaba sólo cuando se lo pedían; ahora la mayoría de la gente no la lleva y la tiene en el bolsillo por si acaso…

Pero además del enfoque «sano» y «más humano» de la oficialidad, hay quizás una razón mayor para el miedo y la resistencia a los cierres y las restricciones: sin poder moverse y hacer negocios y visitas, la vida aquí no puede continuar. La gente tiene que tener la libertad y poder poner el pan en la mesa cada noche antes de que los niños se vayan a la cama. La vida tiene que continuar y se debe permitir que continúe, libremente. Si no es así, la gente se asegurará de que así sea.

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San José, patrono de la Iglesia universal, en la basílica vaticana

En la basílica de San Pedro hay una capilla dedicada a san José. Se encuentra en el transepto sur, y su forma actual se debe a san Juan XXIII, el Papa que convocó el Concilio Vaticano II.

Omnes·10 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Mundo

“Hay que reconstruir la dignidad de estas personas y pensar en el largo plazo”

En Polonia, la española Begoña Herrera impulsa actividades y proyectos para atender y dignificar a los refugiados, en especial mujeres y niños, que llegan huyendo de la guerra en Ucrania. Un ejemplo de la implicación social de los polacos ante el sufrimiento de sus vecinos.

Maria José Atienza·9 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Begoña Herrera, española, lleva en Polonia media vida. Allí desarrolla, desde hace años, proyectos relacionados con la mujer y la moda con ProStyle. Hace unas semanas, el mundo daba la vuelta y un país entero se movilizó ante la llegada de sus vecinos ucranianos, asediados por los ataques del ejército ruso.

Más de un millón de personas han cruzado ya la frontera a Polonia, y aún se esperan más. Una situación que llevó a Begoña, junto con un grupo de amigas y colaboradoras, a utilizar su know how y sus contactos para ayudar a quienes huían de la guerra.

Lo que empezó siendo una llamada para donar ropa nueva con la que alegrar y dignificar a las mujeres y chicas que pasaban con una escasa maleta la frontera, se fueron sumando otras iniciativas: transporte, productos básicos, acogida.

Sentirse «como en casa»

A través de una cuenta en Instagram @jakwdomu.help (jakwdomu significa en polaco literalmente “como en casa”) va dando cuenta de la labor que, en solo unas semanas, se ha realizado con ya cientos de personas y los proyectos que quieren poner en marcha.

Polonia es el país que más huidos está acogiendo, y lo hace sin campos de refugiados. Una vez llegan a territorio polaco, se les aloja en estaciones de transportes, naves industriales, pabellones en colegios y residencias. Algunos tienen familiares y conocidos allí o en otros lugares de Europa y son pocas las horas que pasan en estos improvisados albergues.

Países como España, Italia o Francia ya reciben grupos de refugiados a través de organizaciones civiles, ong´s y organizaciones religiosas. Sin embargo, muchos de ellos aún tienen por delante un largo tiempo en tierra polaca: “Por eso es necesario poner en marcha proyectos con los que puedan salir adelante, al menos al principio” señala Begoña. De hecho, las autoridades ya estiman que un elevado porcentaje de quienes han pasado la frontera no volverán a sus lugares de origen en varios años. Esto, como destaca Begoña “hace que tengamos que pensar en el largo plazo, qué va a pasar con estas personas en unos meses o en unos años”. 

Mujeres y niños

Un porcentaje muy alto de quienes buscan refugio en Polonia son mujeres y niños, por esta razón, los proyectos que Begoña y su grupo de colaboradores quieren poner en marcha tienen a estos dos grupos como principales destinatarios. “En las próximas semanas vamos a empezar unos grupos de madres y de atención de niños. Para ellas, vamos a empezar con unas sesiones de artesanía, accesorios y costura, productos que luego puedan vender online y que les permita tener ingresos propios. Por dos cosas, lo primero por recuperar la dignidad perdida: han abandonado sus casas y sus trabajos y ahora no pueden hacer nada; por otro lado, porque su moneda no vale nada, el dinero que hubieran podido sacar de allí se ha devaluado muchísimo.”

Otro de los proyectos viene de la mano y la ayuda de Santi, el ilustrador conocido como SAMLO, con el que se van a crear grupos de niños, que aún no hayan podido ser escolarizados, con el fin de realizar con ellos talleres artísticos, que les ayuden a desarrollar su imaginación. “Cuando llegan, lo único que tienen es el móvil, o la tablet y se pasan las horas pegados a las pantallas”, señala Begoña, “gracias a Santi y su movilización, viene cargado de materiales para los trabajos con estos niños”.

Una chica que ahora está aquí tiene dos doctorados, uno de ellos en Filología Polaca; hace unas semanas estaba dando clases en la Universidad, hoy es una refugiada.

Begoña Herrera

La idea es, sobre todo integrar a quienes se encuentran en una situación de completa desvinculación. “Vemos que, gracias a Dios, en los centros la gente está acogida, puede dormir bajo un techo, pero no hay un clima positivo. Las personas están apaleadas interiormente por la guerra. Son muchas personas juntas en un sitio, pero no están unidas. La guerra provoca dos reacciones completamente opuestas: la de encerrarse en uno mismo o la de darse a los demás y tenemos que dar la oportunidad a lo segundo”.

Muchas de las personas que han cruzado la frontera, apunta Begoña “vienen incluso con sus portátiles, con la idea de trabajar desde donde puedan, pero sus empresas ya no existen. Por ejemplo, una chica que ahora está aquí. Tiene dos doctorados, uno de ellos en Filología Polaca; hace unas semanas estaba dando clases en la Universidad, hoy es una refugiada. Son personas que, de repente, han perdido su identidad. Hay que ayudarles a encontrar su dignidad”. Por esa defensa de la dignidad es por la que, por ejemplo, piden donaciones de ropa nueva, “que recogemos y pensamos a quién podemos dar personalmente, que la chica que reciba, por ejemplo, un abrigo, se sienta ella, le guste, que no se sienta una refugiada”, destaca Begoña. En este sentido, señala agradecida la donación que Two Thirds una marca de fabricación textil ecológica, les ha enviado con este motivo.

Por el momento, cuentan con la colaboración de muchas personas. Diversas escuelas impulsadas por la Asociación Sternik se han unido a este proyecto aportando instalaciones para almacenar cosas o la labor de muchos voluntarios.

“Hay que empezar a pensar en el futuro”, subraya Begoña, en qué va a ser de todas estas personas, cómo pueden iniciar una vida nueva, con un trabajo, con una responsabilidad… que vuelvan a ser ellas mismas. Recibir los primeros días es vital, pero, llegado un momento, todas las personas necesitamos saber que somos valiosas, útiles”.

Una tarea para la que se necesitará la implicación de toda la sociedad, no sólo la polaca, y no ha hecho más que empezar.

Ecología integral

Moral de la vida

Frente a quienes siguen sospechando de su postura sobre la cuestión ecológica, como si se tratara de una concesión a los valores del “progresismo cultural”, el Papa vuelve a recordar que el cuidado de la naturaleza lleva consigo lo que él denomina "ecología integral", que incluye tanto el cuidado del ambiente como, y principalmente, el de los seres humanos.

Emilio Chuvieco·9 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Texto en italiano aquí

Hace unos años reflexionaba el papa Benedicto XVI sobre la diferente actitud que la sociedad contemporánea tenía ante las posturas morales de la Iglesia. Por un lado, hay cuestiones donde se produce una convergencia completa con lo que podríamos llamar la “sensibilidad actual”, como sería el caso del cuidado de las personas vulnerables, la búsqueda de la justicia y la paz, o el respeto al medio ambiente; por otro, un rechazo bastante extendido a los temas concernientes a la moral sexual o al inicio y final de la vida.

Hace unos años también, tras el discurso que dirigió el papa Francisco en el parlamento europeo, el entonces líder de Podemos, allí presente, indicaba que había dado varios “likes” a las palabras del Papa en algunas cuestiones (su crítica al modelo económico vigente), mostrando su rechazo a otras (su defensa de la vida del no nacido). Ahora bien, si respondieran con sinceridad los que están en el espectro político opuesto, tendrían seguramente la misma divergencia (en sentido contrario, desde luego), aunque quizá no se atrevieran a criticar abiertamente al Papa en esos temas sociales donde, en el fondo, les parece “sospechosamente progresista”.

Esta doble actitud ante la moral está muy extendida. A mi modo de ver, radica en una confusión sobre la visión antropológica de la Iglesia, y por tanto del Evangelio, que considera la moral como una consecuencia de la forma en que los seres humanos –y por ende las demás criaturas- hemos sido creados por Dios. Y eso implica tener en cuenta en el juicio moral las dimensiones que configuran la persona humana, la biológica, la social y la racional-espiritual. Por otra parte, son dimensiones no exclusivas del creyente, ya que la han compartido otros muchos filósofos morales a través de la Historia, desde Aristóteles hasta Cicerón, que también han aceptado la ley natural como fundamento del juicio moral, aún sin considerarla de origen divino.

El concepto de ecología integral

Me venían a la cabeza estas ideas leyendo el último libro del papa Francisco (“Soñemos juntos. El camino a un mundo futuro mejor”, 2020). Frente a quienes siguen sospechando de su postura sobre la cuestión ecológica, como si se tratara de una concesión a los valores del “progresismo cultural”, el Papa vuelve a recordar que el cuidado de la naturaleza (de la Creación, en términos cristianos) lleva consigo lo que él denomina «ecología integral», que incluye tanto el cuidado del ambiente como, y principalmente, el de los seres humanos.

Para el Papa Francisco, esa visión supone “mucho más que cuidar de la naturaleza; es cuidarnos los unos a los otros como criaturas de un Dios que nos ama, y todo lo que eso implica. Es decir, si pensás que el aborto, la eutanasia y la pena de muerte son aceptables, a tu corazón le va a resultar difícil preocuparse por la contaminación de los ríos y la destrucción de la selva. Y lo inverso también es cierto. Así que, aunque la gente siga sosteniendo vehementemente que son problemas de un orden moral distinto, mientras se insista en que el aborto está justificado, pero no la desertificación, o que la eutanasia está mal, pero la contaminación de los ríos es el precio del progreso económico, seguiremos estancados en la misma falta de integridad que nos llevó a donde estamos. Creo que el Covid-19 está dejando esto en evidencia para el que tenga ojos para ver. Este es un tiempo para ser coherentes, para desenmascarar la moralidad selectiva de la ideología y de asumir plenamente lo que implica ser hijos de Dios. Por eso creo que la regeneración de la humanidad debe empezar con la ecología integral, una ecología que tome en serio el deterioro cultural y ético que va de la mano con nuestra crisis ecológica. El individualismo tiene consecuencias” (p. 37).

Creo que no se puede decir mejor lo que supone que ambas dimensiones de la moral natural vayan de la mano, que cuidar la naturaleza y cuidar a las personas no es una disyuntiva, sino más bien dos caras de la misma moneda, tanto porque como humanos también somos naturaleza, como porque la naturaleza es nuestra casa y necesitamos que esté limpia para seguir habitando en ella.

Algunos católicos que siguen viendo dicotomías en ese concepto integral de la moral, aseguran que no tiene sentido tener preocupación ecológica defendiendo, a la vez, la eliminación de seres humanos en gestación.

Estoy de acuerdo.

Pero tampoco lo tiene, como indica Francisco, defender la vida humana y despreciar la del resto de las criaturas. Todo es parte de lo mismo, y hasta que no sepamos integrarlo en una moral común, lo que podríamos llamar “moral de la vida”, será difícil que salvemos la disfunción a la que antes hacía referencia. Una moral de la vida que se ancla en la ley natural (en el sentido clásico y en el más reciente de naturaleza), y permite extenderlo a todo tipo de personas, ya sean creyentes o no.

Una idea no tan novedosa

Esta idea del Papa Francisco no es nueva. Ya estaba claramente indicada en sus escritos previos (empezando por la encíclica Laudato si), y enlazando con el Magisterio de los pontífices que le han precedido.

Basta indicar algunos párrafos significativos de San Juan Pablo II. Por ejemplo, al final de su mensaje para la jornada mundial de la paz de 1990, nos indicaba: “El respeto por la vida y por la dignidad de la persona humana incluye también el respeto y el cuidado de la creación, que está llamada a unirse al hombre para glorificar a Dios (cfr. Sal 148 y 96)».

De la misma forma, indicaba en la encíclica Centesssimus annus: «No sólo la tierra ha sido dada por Dios al hombre, el cual debe usarla respetando la intención originaria de que es un bien, según la cual le ha sido dada; incluso el hombre es para sí mismo un don de Dios y, por tanto, debe respetar la estructura natural y moral de la que ha sido dotado» (n. 38).

Asimismo, Benedicto XVI dedicó una sustancial parte de su magisterio a tratar la cuestión ambiental. En la Caritas in veritate, nos indicaba que «es una contradicción pedir a las nuevas generaciones el respeto al ambiente natural, cuando la educación y las leyes no las ayudan a respetarse a sí mismas. El libro de la naturaleza es uno e indivisible, tanto en lo que concierne a la vida, la sexualidad, el matrimonio, la familia, las relaciones sociales, en una palabra, el desarrollo humano integral» (n. 51).

Para subrayar la coherencia entre esas dos formas de entender la ecología afirmaba en el mensaje para la jornada mundial de la paz de 2007: «La humanidad, si tiene verdadero interés por la paz, debe tener siempre presente la interrelación entre la ecología natural, es decir el respeto por la naturaleza, y la ecología humana. La experiencia demuestra que toda actitud irrespetuosa con el medio ambiente conlleva daños a la convivencia humana, y viceversa» (n. 8).

En pocas palabras, si realmente somos coherentes con la moral que dimana de la ley natural (y en última instancia, para un cristiano, del designio creador de Dios), deberíamos cuidar la naturaleza, tanto la humana como la ambiental.

Es preciso que la Bioética y la ética ambiental se fundan en un conjunto de principios comunes, válidos para rechazar a la vez la manipulación indiscriminada de un embrión humano y de una especie vegetal o animal. Establecer enfrentamientos entre ellas resulta artificial y pernicioso para ambas.

Por eso, como indicaba Francisco en la Laudato si, la solución a los problemas sociales y ambientales: “requiere una aproximación integral para combatir la pobreza, para devolver la dignidad a los excluidos y simultáneamente para cuidar la naturaleza» (n. 139).

No se trata de elegir entre salir de la miseria y respetar el ambiente, sino de promover un desarrollo integral, que tenga en cuenta el bien de las personas y el del ambiente en el que se encuentran, por su propio bienestar y el de los demás seres vivos, que nos acompañan en este regalo maravilloso que hemos recibido de Dios Creador.

El autorEmilio Chuvieco

Catedrático de Geografía de la Universidad de Alcalá.

La altura moral de Joseph Ratzinger

La carta publicada por el Papa emérito en febrero en respuesta al informe sobre abusos del bufete de abogados de Múnich demuestra una humildad y altura moral admirables. 

9 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El 6 de febrero Benedicto XVI publicó una carta histórica. En ella aclaraba que hubo un error de transcripción en el informe de 82 páginas que envió al bufete de abogados de Múnich, el cual estaba investigando los casos de pederastia en la Iglesia alemana. El informe era la respuesta a una serie de preguntas de los abogados, a las que se añadió la lectura y el análisis de casi ocho mil páginas de documentos, así como el estudio de un informe pericial de casi dos mil páginas. 

Este error de transcripción, en el que se negaba la participación de Ratzinger en una reunión en la que sí estuvo y en la cual se decidió acoger en la diócesis a un sacerdote abusador, ha derivado en una fuerte controversia que apunta al antiguo obispo como encubridor de hasta cuatro sacerdotes, en los menos de cinco años en que estuvo al frente de la diócesis de Múnich y Frisinga.

Más tarde se supo que durante ese encuentro no se habló de las acusaciones que pesaban sobre el clérigo y que Ratzinger desconocía. De todos modos, la misiva es mucho más que un legítimo ejercicio de defensa propia. 

El Papa emérito examina su conciencia y abre su corazón ante los hombres, pero sobre todo ante “el juez definitivo”. Y por escrito, como ha demostrado en numerosas ocasiones con los hechos, pide perdón por la “grandísima culpa” del pecado de pederastia perpetrado en la Iglesia por parte de sacerdotes y religiosos. Recuerda sus encuentros con víctimas de abusos y de nuevo expresa profunda vergüenza, gran dolor y sincera petición de perdón.

“Cada caso de abuso sexual es terrible e irreparable”, admite Benedicto. La franca disculpa del hombre que ha tomado alguna de las medidas más contundentes para frenar esta lacra en el seno de la Iglesia demuestra la gravedad del pecado, pero también la humildad y la altura moral de Joseph Ratzinger.

Sagrada Escritura

«La Transfiguración nos muestra el camino», II domingo de Cuaresma

Comentario a las lecturas del II domingo de Cuaresma y breve homilía en vídeo del sacerdote Luis Herrera.

Andrea Mardegan / Luis Herrera·9 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Lucas sitúa la Transfiguración de Jesús, como Mateo y Marcos, tras el primer anuncio a los apóstoles de su pasión, muerte y resurrección y tras la invitación a tomar cada día la cruz y seguirlo, a perder la vida por él y así salvarla. En este marco, el misterio adquiere uno de sus significados más importantes. Jesús da a los tres apóstoles más cercanos una anticipación de su resurrección y una visibilidad de su divinidad, que ilumina su humanidad, su rostro y también sus vestiduras que, entonces más que hoy, ponían de manifiesto el papel y la dignidad de la persona. 

El relato de Lucas añade al de Mateo y Marcos tres detalles. El primero es la oración. Jesús sube al monte a orar, y durante el diálogo con el Padre se produce el brillar del rostro y el resplandecer de la vestidura. Nos dan ganas de seguir a Jesús en la montaña para imitarlo en la oración y dejarnos iluminar, como él, por el amor del Padre: “El Señor es mi luz y mi salvación: ¿a quién temeré?”. “No me escondas tu rostro, Dios de mi salvación” (Sal 26).

El segundo es el tema de la conversación con Moisés y Elías: “Hablaban de su éxodo, que él iba a consumar en Jerusalén”. Jerusalén está muy presente como meta de todo el Evangelio de Lucas, y sobre todo como meta de la vida de Jesús: su éxodo es la pasión y muerte en la Cruz, con la Resurrección y Ascensión al cielo. La Ascensión es en Lucas la cumbre y la conclusión de su Evangelio, el éxodo de Jesús-hombre hacia la Jerusalén celestial para sentarse a la derecha del Padre. Y también está al principio de los Hechos de los Apóstoles y, por tanto, de la historia de la Iglesia: “Seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y hasta el confín de la tierra”.

El tercer detalle original de Lucas es el sueño que les sobreviene a los tres apóstoles. La primera lectura, sobre la alianza de Dios con Abrán, nos ofrece una interpretación de ese sueño. Abrán prepara el rito de la alianza según las costumbres de la época: animales cortados en dos partes, en medio de los cuales pasaban los contrayentes para indicar que les habría ocurrido la misma suerte si hubieran transgredido el pacto. Pero, a causa del sueño de Abrán, sólo Dios pasó entre los animales cortados. La alianza de Dios es unilateral, pensada y ofrecida a su pueblo por Él como acto de amor incondicional. Nosotros podemos recibir ese don, acoger la gracia. Y, para hacerlo, la Transfiguración nos muestra el camino: seguir a Jesús al monte de la oración para iluminarnos de Dios; acompañar a Jesús en su camino hacia la cruz y la resurrección, y la Ascensión al cielo; y luego, ser testimonios de él en todas partes, con la fuerza del Espíritu Santo, y la compañía de los amigos del cielo y de la tierra.

La Homilía en un minuto

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

El autorAndrea Mardegan / Luis Herrera

Mundo

El cardenal Parolin telefonea al ministro de Asuntos Exteriores de Rusia: «Cesen los ataques armados»

El Secretario de Estado de la Santa Sede ha mantenido una llamada con Serguéi Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores ruso, para transmitirle el llamamiento del Papa Francisco y la voluntad de la Santa Sede "de hacer todo, de ponerse al servicio de la paz".

David Fernández Alonso·8 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Según ha confirmado la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el cardenal Secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin y el Ministro de Asuntos Exteriores ruso Serguéi Lavrov, estrecho colaborador del presidente Putin, han mantenido una conversación telefónica, hoy martes 8 de marzo. El cardenal transmitió la profunda preocupación del Papa Francisco por la guerra que se está librando en Ucrania y reafirmó lo que el Papa dijo el pasado domingo en el Ángelus. En particular, confirmó el director de la Sala de Prensa vaticana, Matteo Bruni, que Parolin reiteró el llamamiento del Santo Padre al fin de los ataques armados, a la creación de corredores humanitarios para los civiles y las personas que les auxilian, y a la sustitución de la violencia de las armas por la negociación. Por último, el Secretario de Estado reafirmó la voluntad de la Santa Sede «de hacer todo, de ponerse al servicio de la paz».

El cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin.

Es ya el decimotercer día de la invasión rusa en Ucrania, que ha desencadenado una gravísima contienda entre ambos países y una crisis internacional a distintos niveles. El Papa Francisco está siguiendo muy de cerca la situación en el este de Europa y está poniendo medios para intermediar por la paz en la región. Recientemente anunció que había enviado a dos cardenales como expresión de la solidaridad de la Iglesia con el sufriente pueblo ucraniano, como ha informado Omnes: en concreto, al cardenal Konrad Krajewski, Limosnero Apostólico, y al cardenal Michael Czerny, Prefecto ad interim del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. La Santa Sede se está poniendo, de un modo patente, al servicio de la instauración de la paz en Ucrania.

El cardenal Krajewski ha llegado a la ciudad ucraniana de Lviv (Leópolis), en el oeste del país, este martes, tras ayer haberse aproximado a la frontera entre Polonia y Ucrania, según ha afirmado la Oficina de Prensa de la Santa Sede. El cardenal Czerny, por su parte, ha llegado también hoy a Budapest, Hungría, para visitar algunos centros de acogida para los refugiados procedentes de Ucrania. Ambos cardenales pondrán en marcha operaciones humanitarias con Ucrania.

Vaticano

Entrevista con Fabio Colagrande. El humor, una virtud espiritual

Entrevista con Fabio Colagrande, de Radio Vaticana, que se ha convertido en un experto del “buen humor”, tema al que ha dedicado un reciente libro. Para él, el buen humor es una gran virtud espiritual. 

Giovanni Tridente·8 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Un profesor español, padre de los estudios universitarios sobre periodismo, el fallecido Alfonso Nieto, solía decir que “al buen humor se le ha robado tiempo y espacio” y que “una de las cosas más serias de la vida es sonreír”. Es notable cómo muchos años después ha sido profético también en este campo. No es casualidad que el Papa Francisco se refiera a menudo a esta “medicina” del corazón para abordar las numerosas “crisis” de nuestro tiempo y las dificultades que nos rodean con una visión de esperanza. Hemos querido explorar estos temas con Fabio Colagrande, que lleva años en Radio Vaticana, y que en su “tiempo libre” profundiza en estos aspectos. 

En un pasaje de la Exhortación Apostólica Gaudete et Exsultate, el Papa Francisco dice que el santo es aquel que es capaz de vivir “con alegría y sentido del humor”. ¿Qué importancia tiene redescubrir este valor en la vida de cada bautizado?

—Creo que no sólo es importante, sino urgente en este momento de la historia de la Iglesia. El humor, como señala el Papa, es de hecho una gran virtud espiritual que es signo de desprendimiento de las cosas materiales y al mismo tiempo, como muestra la raíz etimológica humus, una manifestación de humildad. La falta de sentido del humor es un síntoma alarmante que denota cómo se ha secado nuestra vida de fe. Una Iglesia autorreferencial y clerical, afectada por lo que el Papa llama “mundanidad espiritual”, es una Iglesia que se toma demasiado en serio a sí misma y es incapaz de hacer autocrítica. 

Solemos dedicar nuestro tiempo libre a pasatiempos frívolos y esencialmente “ligeros”, en cambio en la red nos encontramos con actitudes duras y airadas. ¿Cómo puede suceder esto?

—No soy psicólogo, ni experto en redes sociales, pero creo que las redes sociales se han convertido en un lugar para desahogar nuestras frustraciones y neurosis. Están al alcance de nuestra mano, en los smartphones que siempre llevamos en el bolsillo, y a menudo los poblamos con posts y comentarios que expresan nuestro malestar, nuestra insatisfacción, nuestra dificultad para relacionarnos con los demás. Necesitamos más autodisciplina. Deberíamos limitar su uso y mejorar la calidad del tiempo que pasamos en las redes sociales. Son importantes oportunidades de crecimiento y conocimiento, pero sólo si se utilizan con discernimiento.

Venimos de dos años de gran sufrimiento que también han afectado a nuestras almas, sembrando un sentimiento de frustración y desesperación casi generalizado: ¿puede el humor ser una medicina también en este caso?

—El humor, como he dicho antes, ayuda a desarrollar una sana autoironía y a saber sonreír amablemente ante nuestras debilidades. Por supuesto, no debe convertirse en un sarcasmo destructivo, porque entonces sólo expresa negatividad. Puede ser una medicina  porque ayuda a vivir con más ligereza. Puede ser una oportunidad para mirar el mundo desde una nueva perspectiva. Y luego creo que es necesario para aquellos que creen en lo trascendente y saben que lo visible es sólo una parte de nuestras vidas. Ayuda a restarle importancia y a centrarse en lo esencial.

Recientemente ha publicado un libro en el que se “burla” de algunos “tics” de la pertenencia cristiana: ¿de dónde viene la idea y por qué es importante en la Iglesia no tomarse demasiado en serio?

—Después de tantos años de experiencia como periodista católico y vaticanista, sentí la necesidad de una especie de “catarsis”. Es decir, quería ir más allá de todos los problemas de comunicación pastoral y eclesial de los que he sido testigo, invitándome a mí mismo y a los demás a mirar casi con cariño ciertos límites de nuestra vida de fe. La ocasión de la pandemia y los desafíos que ha generado me parecieron una ocasión propicia. Así que intenté contar la historia de una diócesis imaginaria que se enfrenta a la necesidad de transformar este tiempo de crisis en un tiempo de renovación. Creé personajes que encarnaban nuestras contradicciones, nuestras debilidades, y traté, a través de la paradoja, la ironía y un estilo surrealista, de hacer graciosas y divertidas ciertas limitaciones eclesiales con las que nos vemos obligados a lidiar a diario.

Chesterton explicó que los ángeles pueden volar “porque se lo toman a la ligera”. ¿Hay esperanza para nosotros también?

—Parafraseando a Cicerón, diría que mientras tengamos fe siempre tendremos también esperanza. Esforzarse cada día en creer en la misericordia de Dios, sentirse amado por Él en nuestras fragilidades, es una excelente manera de no desanimarse y de aprender a volar. Aunque tal vez sea mejor llevar un casco…

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Mundo

El Papa Francisco muestra su cercanía a Ucrania enviando a la frontera a dos cardenales

La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha confirmado el envío del cardenal Krajewski y del cardenal Czerny a distintos puntos de la frontera con Ucrania, para llevar ayuda a los necesitados y mostrar la cercanía del Papa con el pueblo ucraniano.

David Fernández Alonso·7 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Lo anunció el Papa en el Angelus del domingo 6 de marzo en la Plaza de San Pedro: ha enviado a dos cardenales como expresión de la solidaridad de la Iglesia con el sufriente pueblo ucraniano: el cardenal Konrad Krajewski, Limosnero Apostólico, y el cardenal Michael Czerny, Prefecto ad interim del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. La Santa Sede se ha puesto, de un modo patente, al servicio de la instauración de la paz en Ucrania.

El cardenal Krajewski llega a la frontera entre Polonia y Ucrania el lunes 7 de marzo, según ha afirmado la Oficina de Prensa de la Santa Sede, y el Cardenal Czerny llegará a Hungría el martes 8 de marzo para visitar algunos centros de acogida para los refugiados procedentes de Ucrania. Ambos se dirigen a Ucrania y dependiendo de la situación llegarán al país en los próximos días.

Presencia del pueblo cristiano

Los cardenales serán “la presencia no solo del Papa, sino de todo el pueblo cristiano que quiere acercarse y decir: «¡La guerra es una locura! ¡Deténganse, por favor! ¡Miren qué crueldad!’. En Ucrania corren ríos de sangre y de lágrimas. No se trata solo de una operación militar, sino de guerra, que siembra muerte, destrucción y miseria”. Además, llevarán ayuda a los necesitados.

En el mismo Angelus, el Papa Francisco afirmó que “el número de víctimas aumenta, al igual que las personas que huyen, especialmente las madres y los niños. En ese país atormentado crece dramáticamente a cada hora la necesidad de ayuda humanitaria. Hago un llamamiento apremiante para que se aseguren realmente los corredores humanitarios y se garantice y facilite el acceso de la ayuda a las zonas asediadas, con el fin de proporcionar un alivio vital a nuestros hermanos y hermanas oprimidos por las bombas y el miedo. Agradezco a todos los que acogen a los prófugos. Por encima de todo, imploro que cesen los ataques armados, para que prevalezcan las negociaciones —y prevalezca el sentido común— y para que se vuelva a respetar el derecho internacional”.

Situaciones similares

El Papa Francisco también quiso dirigir la atención sobre las numerosas situaciones similares en todo el mundo. Como ya había recordado el pontífice el domingo anterior: “Con el corazón desgarrado por todo lo que sucede en Ucrania —y no olvidemos la guerra en otros lugares del mundo, como Yemen, Siria, Etiopía…—, repito: ¡que callen las armas! Dios está con los operadores de paz, no con quien emplea la violencia”.

La Santa Sede afirma que el Cardenal Czerny seguirá señalando la triste similitud entre los sufrimientos de los ucranianos y los conflictos de larga duración que ya no atraen la atención del mundo. Además, planteará su preocupación para que se permita a los residentes africanos y asiáticos en Ucrania, que también sufren miedo y desplazamiento, buscar refugio sin discriminación. También hay informes preocupantes sobre el aumento de las actividades de tráfico de personas y la introducción ilegal de inmigrantes en las fronteras y en los países vecinos. Dado que la mayoría de las personas que huyen son creyentes, afirmará que debe ofrecerse asistencia religiosa a todos, con sensibilidad a las diferencias ecuménicas e interconfesionales. Por último, en los loables esfuerzos por ofrecer respuestas humanitarias y organizar corredores humanitarios, hay una gran necesidad de coordinación, de buena organización y de estrategia compartida, para abarcar el sufrimiento de la gente y proporcionar una ayuda eficaz.

Vaticano

La Santa Sede trabaja por la paz en Ucrania

Rome Reports·7 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El Papa Francisco ha vuelto a mostrar su dolor y preocupación por la guerra en Ucrania.

En el Angelus de este domingo, el Papa Francisco afirmó que «la Santa Sede está dispuesta hacer todo lo necesario, a ponerse al servicio de esta paz«.

El limosnero pontificio, el polaco Konrad Krajewski y el cardenal Michael Czerny, prefecto provisional del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, se encuentran en Ucrania para coordinar la ayuda de la Iglesia y mediar, dentro de sus posibilidades, para lograr la paz en la zona.


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Mundo

Primera Misa en la catedral de Ginebra después de cinco siglos

En el corazón de una Europa agitada por la guerra en Ucrania, se encendió una llama por la paz entre los cristianos. La catedral de Ginebra, que con la reforma calvinista había excluido el culto católico hace casi cinco siglos, acogió por primera vez de nuevo la Santa Misa.

Carlos Ayxelá·7 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

El pasado sábado 5 de marzo a las 6 de la tarde, en el corazón de una Europa agitada por la guerra en Ucrania, se encendió una llama por la paz entre los cristianos. No es un evento menor, ni un episodio efímero: la catedral de Ginebra, que con la reforma calvinista había excluido de sus muros el culto católico hace casi cinco siglos, acogió por primera vez de nuevo la Santa Misa. Queda lejos la retórica exaltada de la que se hacía eco una de las inscripciones aún hoy grabadas en los muros del templo: «En el año 1535 abatida la tiranía del anticristo romano y abolida la superstición, la Santa religión de Cristo ha sido restablecida en su pureza…». En efecto, la última Misa celebrada en la catedral, el verano de aquel año, había acabado con disturbios, expulsión de los clérigos, y destrucción y pillaje de las estatuas y objetos de culto, símbolos de la «idolatría». Un escenario en las antípodas de la cordialidad con la que calvinistas y católicos se encontrarían, bajo esas mismas bóvedas, a la vuelta de los siglos. No cualquier tiempo pasado fue mejor.

¿Cómo se ha llegado hasta aquí? Aunque han tenido que pasar muchas generaciones para apaciguar ánimos y acercar posiciones, el origen del relato que lleva hasta esta celebración se remonta a unos pocos años atrás: una conversación de terraza entre Pascal Desthieux, párroco entonces de una iglesia de Ginebra y Emmanuel Rolland, pastor reformado. Desthieux evocaba a su amigo la Misa que desde 2004 se celebra anualmente en Lausanne, segunda ciudad de la Suiza francófona, cuya catedral también se encuentra en manos de una iglesia reformada. Como quien tiene una ocurrencia (une boutade), Desthieux apostilló: «Desde luego, si en Ginebra llega a darse algo así, no es para pasado mañana…». Es cierto: la carga simbólica de acoger una Misa en la catedral sería mucho más fuerte en esta ciudad, centro mundial del calvinismo, la denominación protestante con mayor irradiación internacional. La conversación siguió entonces por otros derroteros, pero el challenge ya estaba servido. Ciertamente, la cosa no era para dos días más tarde, pero sí lo fue para pasados unos años, cuando Rolland contactó a Desthieux con la noticia de que, a su modo de ver, los tiempos ya estaban maduros.

Tras una serie de consultas y deliberaciones, el consistorio de la Iglesia protestante aprobaría la celebración de esta primera Eucaristía para el 29 de febrero de 2020. Ya Omnes había informado de este evento entonces inminente, que se vio cancelado poco más de 24 horas antes, a causa de la irrupción de la pandemia del Covid y de las restricciones impuestas en ese momento para las reuniones multitudinarias. La celebración se pospuso dos veces más, y solo ha podido tener lugar a la vuelta de dos años casi exactos, al levantarse las restricciones debidas a la pandemia.

En la elección de esta nueva fecha se ha mantenido la elección del momento preciso del año litúrgico: la víspera del primer domingo de cuaresma. Todavía bajo la estela del miércoles de ceniza, la celebración del sábado retomó el rito de inicio de la cuaresma, signo del que se invitó a participar también a los fieles reformados presentes. Se quiso significar así que no solo se trataba de un acontecimiento festivo, sino también de un proceso penitencial. Católicos y protestantes querían pedir perdón por sus respectivos excesos y faltas contra la unidad en el pasado. En esta misma línea, los concelebrantes recitaron la primera plegaria eucarística de la Reconciliación, con extractos en portugués, italiano y español, quizá las lenguas más representadas entre los fieles, además del francés. 

Ya en las primeras palabras que Daniel Pilly, presidente del consejo parroquial de la Catedral, dirigió a la asamblea, saltaba a los ojos el contraste entre el tumulto de aquella última Misa de cinco siglos atrás y la cordialidad de esta primera. Al lanzar esta invitación a los católicos, inició Pilly, el consejo era consciente de «estar creando un acontecimiento de una carga simbólica muy fuerte», que pone en evidencia la realidad de una «fructífera cooperación ecuménica durante largos años» y el desarrollo de una «confianza recíproca» entre católicos y protestantes. «La celebración de una Misa a la vuelta de 486 años —continuó Pilly— es un gesto significativo. Hoy estamos felices de poder dar este paso».

Como no debía ser de otro modo, presidió la Eucaristía, acompañado de cerca de una veintena de sacerdotes concelebrantes y varios diáconos, el mismo abbé Pascal Desthieux. Aunque tuvo la modestia y el sentido histórico de no ponerse en el centro con sus palabras, es obvio que verla hecha realidad significa también finir en beauté su ministerio como vicario episcopal de la diócesis para el cantón de Ginebra. «Vuestra invitación, que aceptamos humildemente y con mucho agradecimiento», replicó Desthieux al consejo parroquial de la Catedral, «tiene un gran significado para nosotros, y ha suscitado un gran entusiasmo, como lo muestra el número impresionante de fieles aquí reunidos».

Desthieux pidió también oraciones por el conflicto en Ucrania. Señaló con emoción que entre los fieles que abarrotaban la iglesia se encontraba una mujer ucraniana recién llegada a Ginebra, en huida del conflicto; y, entre los concelebrantes, un sacerdote también ucraniano, Sviatoslav Horetskyi, desde hace unos meses responsable de los fieles de rito greco-católico en Ginebra y en Lausanne.

Cabe esperar que esta Eucaristía en la catedral no se limite a un evento aislado. Al menos así parecen querer darlo a entender las palabras con las que Pilly finalizó su discurso de bienvenida: «Queremos manifestar también que esta catedral es un lugar de reunión de todos los cristianos de Ginebra. Lo que nos une es el evangelio, y el evangelio es más fuerte que todas las tradiciones que nos separan. Y eso no nos impide de ningún modo que cada cual guarde su identidad». Una celebración así, apostilló, se da necesariamente «en comunión con todos los cristianos que han rezado aquí durante los 1500 años de la historia cristiana de Ginebra. Sin su fe hoy no estaríamos aquí».

El autorCarlos Ayxelá

Ginebra, Suiza

Mundo

Romain de Chateauvieux: «La misericordia cambia el mundo»

Romain de Chateauvieux es arquitecto, padre de familia y director de Misericordia internacional, una institución que desarrolla proyectos sociales y pastorales en la periferias de grandes ciudades Francia, Argentina, Chile o Estados Unidos.

Bernard Larraín·7 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

Santiago de Chile es una ciudad que puede ser engañosa. Nada más llegar, el aeropuerto ofrece la acogida y la calidad de los aeropuertos más modernos del mundo. Los protocolos sanitarios durante la pandemia del covid han sido reconocidos y elogiados como los más avanzados. La política de vacunación ha sido una de las más exitosas a nivel global. Las rápidas autopistas urbanas permiten trasladarse en algunos minutos por los distintos barrios, entre ellos el centro financiero con sus impresionantes rascacielos. Esas mismas autopistas hacen posible pasar, en pocos minutos, de uno de los barrios más elegantes de la capital chilena a uno de los sectores más abandonados. De una realidad a otra muy diferente en breves instantes. Son mundos distantes que cohabitan en una misma ciudad. Así llegamos a la Población La Pincoya, en el norte de Santiago, una de las zonas más pobres de la capital de Chile. 

La Pincoya nació en los años 1930 a partir de ocupaciones por parte de obreros y pareciera que el tiempo se detuvo pocos años después: casas de madera construidas en las faldas de los cerros, espacios verdes precarios y casi inexistentes, delincuencia y narcotráfico son el pan de cada día de los pobladores. Un caluroso día de enero, es verano en el hemisferio sur, en el centro Misericordia de La Pincoya, el arquitecto-misionero francés Romain de Chateauvieux nos recibe y nos cuenta su historia para Omnes. Más que una entrevista, es una conversación, entre un chileno radicado en Francia y un francés radicado en Chile… las vueltas de la vida. Pasamos del castellano al francés y del francés al castellano sin darnos mucho cuenta, tal vez sí cuando descubrimos el acento que cada uno tiene en el idioma materno del otro. Romain es de esas personas con las que uno habla como si uno se conociera de toda la vida.   

Romain de Chateauvieux llega tarde a la cita. Es algo que les suele pasar a la gente que dedica su vida a resolver los problemas de otros. No son dueños de su tiempo, sus horarios son flexibles porque no dependen de ellos. Romain tiene cerca de 40 años, viene de una familia aristocrática francesa, está casado con Rena, brasileña, con la que tiene 5 hijos. En Francia su nombre  está asociado al de toda una generación de jóvenes emprendedores sociales como Yann Bucaille, fundador de los Cafés Joyeux (en donde los empleados son personas con discapacidad), y al de Etienne Villemain que impulsó la Association pour l’Amitié y Lazare (pisos donde cohabitan estudiantes o jóvenes profesionales con personas en situación de calle). El tiempo de espera me da la ocasión para visitar el centro Misericordia – sus capillas, salas de clases, comedores, conservatorio – y conversar con algunas de las personas que ahí trabajan, con el fin de comprender sus motivaciones. No es necesario ser un genio o venir desde muy lejos para percatarse que más que algunos edificios, lo que ha construido el arquitecto-misionero francés es un oasis. Un oasis en La Pincoya. 

¿Cómo llega un francés a instalarse en la Pincoya? 

–Dios ha actuado de manera sorprendente en mi vida. Siendo estudiante de arquitectura en París, estuve viajando por América del Sur. En esa época, aunque era de familia católica, había abandonado la vida de fe. En Brasil, acompañando a un amigo sacerdote en una zona muy pobre, tuve una experiencia de conversión profunda y personal, sentí a Jesús muy de cerca y comprendí que Él me quería sirviendo a los pobres: sería en el servicio a los pobres que encontraría la felicidad que buscaba. Pensé en ser sacerdote, pero en esa época conocí a Rena. Ella es brasileña, de un extracto social muy humilde. Nos hicimos muy amigos y descubrimos nuestra vocación al matrimonio y a la misión. Así fue como juntos recorrimos en bus todo el continente, y nos instalamos en Chile en servicio a la Iglesia y a los más pobres hace ya 10 años. Nuestra historia está contada con detalle en nuestro libro “Misión Tepeyac”. 

¿Cómo es ser padre de cinco hijos, misionero, arquitecto, y emprendedor? 

–Trato de unir todo en mi vida de oración y de relación con Dios. Nuestros hijos comparten nuestra misión y son grandes protagonistas en el centro Misericordia. En paralelo, llevan una vida normal de chicos de su edad, van a la escuela, tienen sus amigos, etc. Mi principal ocupación es dirigir Misericordia a nivel internacional desde Chile, tenemos actividades en numerosos países y tenemos proyectos para seguir creciendo. Esta actividad me permite de vez en cuando ejercer mi pasión por la arquitectura, por ejemplo en el diseño de estos edificios, salas de clases, o las capillas que construimos con madera traída desde mi tierra natal francesa. Y por último, soy misionero todo el día porque en eso consiste ser cristiano. Concretamente, en la Pincoya estamos constantemente visitando a las familias, hablándoles de Dios y de los Sacramentos. Todos los años tenemos muchos bautizos, matrimonios, etc. 

 ¿Qué es Misericordia? 

Misericordia Internacional es una institución que desarrolla proyectos sociales y pastorales en el área de la salud y de la educación en las periferias de grandes ciudades en Francia, Estados Unidos, Chile y Argentina. Queremos abrir pronto un centro en España y en Inglaterra. De manera más profunda, el proyecto Misericordia nace de nuestro convencimiento de que la misericordia cambia el mundo. Haciendo nuestras las dos grandes prioridades apostólicas de la Iglesia, que son el servicio a los pobres y el anuncio del Evangelio, queremos ser una respuesta generosa y audaz a las exhortaciones del Papa Francisco a poner en marcha una verdadera revolución: ¡la de la ternura!

Algo muy bonito en Misericordia es que trabajamos con muchas instituciones católicas y personas de muchas sensibilidades dentro de la Iglesia. Esto se manifiesta también en todos los santos que tratamos de poner como ejemplo en las salas de clases, imágenes, libros: Madre Teresa, el Padre de Foucauld, Sor Faustina, el santo chileno Alberto Hurtado, etc. Con el tiempo me he dado cuenta de que todos los santos, aunque hayan sido muy distintos entre ellos, tenían esta preocupación constante por los más pobres. Estos días, a modo de ejemplo, he estado leyendo una biografía de San Josemaría que comenzó sus apostolados en los barrios pobres de Madrid. 

En uno de los muros está escrita la famosa frase del Papa Francisco: “La Misericordia cambia el mundo”. ¿Misericordia ha cambiado La Pincoya?

–Con la gracia de Dios, pienso que sí. En este barrio, somos un lugar de acogida y de formación para niños y sus familias, para ancianos, madres embarazadas y personas de la calle. A los niños les damos formación, clases de música, baile, literatura, etc. Me parece que algo importante que logramos es alejarlos de las malas influencias cuando ya no están en clases, porque pueden venir aquí a jugar, a aprender, a crecer, en vez de estar en la calle. A los enfermos y ancianos los cuidamos y los limpiamos. Como decía Madre Teresa, esto es una gota en el océano. ¡Nos falta tanto por hacer si realmente creemos que Jesús vive en el pobre!

¿Qué diferencias ves entre tu acción en Francia y en Chile? 

–Hay, primero que todo, una clara diferencia en lo que se refiere a la mención de la religión. En Francia, se vive un laicismo muy estricto, institucional y legal, lo que a veces provoca que los católicos tengamos que escondernos un poco. En Chile, esto es muy distinto. Aunque la Iglesia y el Estado estén separados hace casi un siglo, la relación con la religión no es conflictiva. Aquí, por ejemplo, nuestra identidad católica es clarísima: las capillas, nuestro mensaje, la formación que damos, y eso a nadie le provoca ningún problema como podría ser el caso en Francia. 

Es preciso decir algo también sobre la pobreza. Diría que ésta existe en los dos países, pero que en Chile es más visible. No hay que pensar que en Francia, por ser una nación más desarrollada, la pobreza no existe. Al contrario, está muy presente pero está más escondida, es menos evidente y eso es parte del desafío pues hay que descubrirla.

Por último, en cuanto a nuestra misión de evangelización, los contextos son muy distintos. Chile sigue siendo un país muy marcado por la cultura y religión cristiana. Por otro lado, nuestro trabajo en Francia se desarrolla en un ambiente donde el islam, el anticlericalismo y el comunismo están muy presentes. Se podría decir que en Francia realizamos una “primera evangelización” por lo que nuestro celo misionero nos lleva, por ejemplo, a presentar a Jesús, Camino, Verdad y Vida, a musulmanes u otras personas que nunca han escuchado sobre El. 

Desde hace años, Chile vive una transformación política y social muy fuerte. ¿Como ves la situación actual del país? 

–Como en el resto del mundo occidental, la sociedad chilena se ha ido secularizando poco a poco y eso es un gran desafío para los católicos de este país. La crisis en la Iglesia chilena ha sido también muy fuerte y esto ha provocado que una institución muy respetada haya ido perdiendo su prestigio e importancia como actor social. De manera paralela, desde hace ya varios años, han ido llegando a Chile muchos inmigrantes, principalmente venezolanos. Como se sabe, estos fenómenos migratorios no son fáciles de canalizar pero pienso que desde el punto de vista espiritual muchas de estas personas que llegan, que son muy pobres, tienen la gran riqueza de la fe y del sentido de familia: ellos pueden aportar mucho a Chile. En fin, el mundo también ha sido testigo de la crisis política, el proceso constitucional y de las últimas elecciones presidenciales. Sinceramente pienso que todos tenemos que ser más solidarios, pensar en cómo hacer que este modelo de sociedad sea más fraterno y humano. En particular, los católicos tenemos que aportar nuestro granito de arena en este proceso de reconciliación. 

¿Ves tu futuro en Chile? ¿Qué otros proyectos tienes? 

–Estamos muy bien en Chile pero nuestra vocación de misioneros nos empuja constantemente a buscar nuevos desafíos, estar siempre en salida, a no quedarnos en la comodidad. A mí lo que me gusta son los inicios de un proyecto porque creo que tengo espíritu de pionero, de emprendedor. En La Pincoya, es probable que haya llegado al punto de cierta comodidad: ya tengo mi rutina, conozco a todo el mundo, hablo el idioma, etc. Estoy dispuesto a lo que Dios quiera y puede ser que en algún momento El me pida dejar esta hermosa tierra que es Chile.

El autorBernard Larraín

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Familia

Omnes publica los relatos breves del concurso por la vida de 2021

En plenos preparativos de la Marcha por la Vida 2022, que tendrá lugar el domingo 27 de marzo, con el prólogo ese mismo día de la Carrera en formato Milla Urbana madrileña, Omnes publica el libro ‘Relatos de vida’, que recoge los textos ganadores y participantes en el concurso de relatos de 2021, y que pueden encontrar en esta web.

Rafael Miner·7 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Es un libro electrónico de 50 páginas, que incluye 21 relatos participantes y ganadores en torno al concurso de la I Carrera Deportistas por la Vida, celebrada en junio de 2021 en el parque Valdebebas de Madrid. Se titula ‘Relatos de vida’, y ha sido editado por Omnes.

La carrera fue organizada por la Asociación Deportistas por la Vida y la Familia, que preside José Javier Fernández Jáuregui, y Omnes fue medio colaborador, como este año, en el que la Asociación está preparando la II Carrera Deportistas por la Vida, en formato Milla Urbana (1.609 metros), que tendrá lugar a las 10,00 horas, esta vez en el centro de Madrid, en la madrileña calle Serrano esquina Goya.

Será el prólogo a la Marcha por la Vida que organiza la Plataforma Sí a la Vida a las 12,00 horas, sobre la que ha informado Omnes, también con una entrevista a su coordinadora, Alicia Latorre.

La Plataforma está integrada por más de 500 asociaciones que trabajan por la defensa de la vida desde su inicio a su fin natural, y convoca de nuevo a la sociedad civil el 27 de marzo en Madrid, con salida en Serrano y llegada a la plaza de Cibeles, donde se realizará un acto con testimonios, música y manifiesto final. El Día Internacional de la Vida se volverá a celebrar tras dos años sin salir a la calle por la situación sanitaria.

Relatos participantes y ganadores

Los ganadores del Concurso de relatos breves del año pasado sobre El don de la vida y el deporte fueron tres chicas jóvenes, informó Omnes. En la categoría de menores de 19 años, el primer premio ex aequo fue para María José Gámez Collantes de Terán, estudiante de Primero de Bachillerato del colegio Adharaz Altasierra (Espartinas, Sevilla), del grupo Attendis, con un relato titulado ¡Corre!; y María Moreno Guillén, de Badajoz, estudiante también de Primero de Bachillerato del colegio Puerta Palma-El Tomillar de Badajoz, del mismo grupo educativo, con el relato titulado La felicidad de mi vida.

En ambos casos, las ganadoras se enteraron del Concurso de Relatos breves a través de sus profesoras. Loreto Macho Fernández, graduada en Ciencias de las Actividad Física y el Deporte, y profesora de Educación Física de Adharaz, y Margarita Arizón, profesora en este caso de Literatura Universal.

En la categoría de Deportistas, la ganadora fue Lorena Villalba Heredia, natural de Gijón, con el relato titulado Nyala, tras la superación, el triunfo. Lorena es graduada en Magisterio Primaria Educación Física por la Universidad de Oviedo, y posteriormente cursó un master en Investigación e Innovación en Infantil y Primaria, por la misma universidad. Actualmente desempeña labores docente e investigadora en la Universidad de Zaragoza.

El concurso de relatos, este mes

Las personas interesadas en participar en el II Concurso de Relatos breves sobre el don de la Vida y el Deporte, el de este mes de marzo, pueden ver las Bases aquí. Como el año pasado, existen tres categorías: menores de 19 años, deportistas federados y profesionales de la educación física y el deporte, y categoría abierta, y los textos han de dirigirse a la dirección de correo: [email protected], indicando el nombre y la dirección postal del remitente.

La admisión de los relatos tendrá lugar desde el día 10 de marzo hasta el 20 de marzo de 2022. El fallo del jurado se dará a conocer el día 25 de marzo y la relación de los ganadores se publicará en la citada página web de la Asociación.

Deportistas por la vida y la familia “quiere rendir homenaje a los cuidadores de la vida más frágil recogiendo los relatos breves inspirados en el mundo del deporte y la vulnerabilidad de la vida humana”.

La Milla Urbana del 27 de marzo

La Carrera por la Vida de este año “podremos hacerla juntamente con todos los participantes de la Marcha por la Vida, que saldrá cuando terminemos nosotros las carreras, desde el mismo lugar”, en Serrano esquina Goya, informa José Javier Fernández Jáuregui, presidente de la Asociación Deportistas por la Vida y la Familia.

“Nuestra carrera tendrá la distancia de una Milla Urbana (1.609 m), y las series comenzarán a las 10 de la mañana, para que a las 12 pueda dar comienzo la Marcha”, explica. “Hemos puesto el límite de 500 corredores. Pienso que la distancia es asequible a muchas personas. Para llegar a los 500 corredores cada uno de los que participaron el año pasado debería estar acompañado de otros cuatro nuevos. Os animo a invitarlos con vuestro ejemplo y experiencia de los testimonios del año pasado”.

El enlace para inscripciones de la carrera presencial es éste, y tienen aquí el link para inscribirse en la carrera virtual. Fernández Jáuregui ha recordado recientemente el testimonio de Michelle el año pasado. Para más información, pueden escribir a [email protected], o en el tfno. 629406454.

Mundo

Una prueba para Polonia

Cerca de un millón de ucranianos han buscado refugio en la vecina Polonia. Allí, un país entero se ha movilizado en la acogida. Las autoridades estatales han hecho un llamamiento a utilizar acciones coordinadas. Los voluntarios, como Marta, señalan que esta situación "ha cambiado sus prioridades".

Barbara Stefańska·6 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Tekst oryginału w języku polskim tutaj/ texto original en polaco

Voluntarios que esperan las 24 horas del día en la estación de tren la llegada de los refugiados, personas que acogen a los recién llegados en sus propios hogares, generosas ayudas económicas y oraciones constantes: nos solidarizamos de todo corazón con nuestros vecinos brutalmente agredidos.

El número de refugiados de Ucrania que han llegado a Polonia, hasta el momento, se acerca al millón. Hay varios puntos de recepción en la capital polaca, Varsovia. Los trenes llenos de ucranianos que huyen de la guerra llegan  a las estaciones de tren, con enormes retrasos.

Con una sola maleta

Los ucranianos abandonan el país con dolor, dejando atrás a sus parientes, padres o hermanos. Valentina llegó con su hijo Mark, de 3 años, mientras que su marido se quedó para luchar en la defensa de Kiev. Estuvo esperando durante un día completo en la estación de tren, sin luz, para salir de la capital ucraniana.

Svetlana con sus hijas Sofía, Nastia y su abuela Yefrosienia sobrevivieron a un viaje lleno de miedo. Así lo explicaban a Irena Świerdzewska, del semanario ‘Idziemy‘,: “Vivimos en las afueras de Kiev. Prácticamente no salimos del refugio. Cuando tomamos el tren, un avión pasó por encima de nosotros, nos asustamos mucho. Fue terrible. Ahora nos sentimos mejor, más tranquilos. Estamos contentos de haber conseguido salir. ¡Gracias a Dios!».

Los voluntarios esperan día y noche a los recién llegados a Polonia. Les dan café, té, sopa y juguetes para los niños. “Nos lo agradecen mucho” afirma la voluntaria Marta Dybińska, bloguera que habla ucraniano. “Huyen con una sola maleta en la que tienen todas sus pertenencias”, describe, “son muy modestos y dicen que no necesitan nada. Un refugiado admitió, finalmente, que le dolían mucho los pies porque sus zapatos estaban rotos. Una chica lo escuchó e, inmediatamente, fue a comprar zapatos nuevos al centro comercial», recuerda.   

Marta admite que no hay palabras para consolarlos. Están preocupados por los que han quedado atrás, en Ucrania: “Una mujer que vino con sus dos hijas me mostró en su teléfono móvil un vídeo enviado desde allí y me decía “Aquí estaba nuestro piso. Ahora está bombardeado”.

Muchos ucranianos que han vivido antes en Polonia participan en la ayuda a los refugiados, lo que facilita la comunicación. “Estar en este lugar cambia nuestras prioridades” admite Marta, “te das cuenta que no hay que tener tantos vestidos y bolsos, sino que hay que ser humano”.

Marta Dybińska (izq) junto a unos refugiados.

Sin campos de refugiados

Las autoridades estatales y locales, las instituciones eclesiásticas encabezadas por Cáritas, muchas parroquias, asociaciones y particulares se han implicado mucho en la prestación de ayuda. En Polonia no existen los campos de refugiados, como en las imágenes que conocemos por los medios de comunicación durante los conflictos armados. Los ucranianos se alojan en varios centros y también en casas particulares. Algunos son acogidos por familiares que viven en Polonia, mientras que otros son conducidos más al oeste.

Marina y Wołodia, con sus cuatro hijos de entre 2 y 16 años, acabaron en el centro de Cáritas de Urle, cerca de Varsovia. Salieron apresuradamente de su casa y consiguieron viajar en las escaleras de un autobús abarrotado.  

Antes de la agresión rusa, varios cientos de miles de emigrantes de Ucrania ya habían llegado a Polonia para trabajar. Ahora, a algunos de ellos se les han unido familiares. Una de ellas es Alona, costurera de profesión, que trabaja en Varsovia como conductora de taxis. Tras el estallido de la guerra, se le unieron su madre y sus dos hijas pequeñas.  Su padre se quedó en el país para luchar.

Un plan a largo plazo

Muchos particulares se están sumando a la ayuda. Frecuentemente, en grupos de WhatsApp y chats aparece este tipo de mensajes: se necesitan mantas y colchones, dos refugiados que buscan alojamiento, se necesita ropa, etc. Hay muchas ganas de apoyar. En este sentido, las autoridades estatales han hecho un llamamiento a no llevar regalos a la frontera polaco-ucraniana de manera personal, sino a utilizar acciones coordinadas. 

El pasado domingo, la colecta de las parroquias polacas se destinó a los refugiados. En ellas se recogen donaciones en especie y se reza fervientemente por la paz para Ucrania.

Por ahora, en Polonia estamos respondiendo a las necesidades inmediatas, pero pronto, estas personas necesitarán ayuda a largo plazo. Los refugiados pueden beneficiarse del servicio de salud del Estado, ya se han anunciado prestaciones familiares, por ejemplo, y los niños están siendo colocados en escuelas y guarderías. Polonia se ha enfrentado a un gran desafío, exponiéndose también al agresor. Por ahora estamos pasando la prueba.

El autorBarbara Stefańska

Periodista y secretaria de la redacción del semanario "Idziemy"

Educación

Gregorio Luri: “Hay una pulsión catastrofista, un ambiente de pre-apocalipsis”

“Hay una cierta pulsión catastrofista, un ambiente de pre-apocalipsis, de qué va a ser del mundo, de miedo al futuro. Y el cristiano tiene algo importante que decir”, asegura el filósofo Gregorio Luri en una entrevista con Omnes realizada días antes de la invasión rusa en Ucrania. El maestro habla de mostrar la fe, de ideologías, de la familia y la cerveza, de educación. De la LOMLOE “reconduciría todo”.

Rafael Miner·5 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

Gregorio Luri (Navarra, 1955), es uno de los filósofos y pedagogos más cotizados de la actualidad. No necesita presentación. Y previo aviso, le pescamos en el AVE, viniendo de Barcelona a Madrid, al menos una semana antes de la guerra en Ucrania. Contesta desde la plataforma de un vagón, lo cual es muy de agradecer. Su cuenta de twitter @gregorioluri es muy visitada, y pueden completar ahí, y naturalmente en sus numerosas publicaciones, su pensamiento, que siempre tiene fuerza e ideas renovadas, algunas ciertamente sorprendentes.

Hace unas semanas, Gregorio Luri ha intervenido en un coloquio de presentación del Máster en Cristianismo y Cultura Contemporánea, que está lanzando la Universidad de Navarra, y que se pondrá en marcha el próximo curso 2022-2023. Tuvo lugar en el Campus de Madrid, junto a Lupe de la Vallina, fotógrafa; y Ricardo Piñero, catedrático de Estética y profesor del Máster. Asistieron más de 400 personas, de forma presencial y on line, y por ahí comenzamos este rato de conversación.

Hablemos del Máster que usted y sus colegas presentaron en Madrid. ¿Qué resaltaría?

― Pocas cosas hay hoy más urgentes que poner en valor lo humano. Y poner en valor lo humano desde un punto de vista humanista, lo cual, para mí quiere decir la afirmación de la naturaleza humana. El hombre no solamente es historia, sino que también es naturaleza. O si quieres, dicho de otra manera, que hay componentes ahistóricos en la historicidad humana.

La sensación que al menos tengo yo, es que hoy parece que el hombre se ha cansado de sí mismo, como si al comprobar que las promesas que nos hicimos durante la Ilustración no se han cumplido, lo que optásemos es por una modificación tecnológica. Poner en valor la naturaleza humana me parece que es básicamente una cuestión de higiene en nuestros tiempos. Por eso, participé de manera entusiasta en la presentación de este Máster. Creo que pocas cosas son más imprescindibles que volver a reivindicar la nobleza de lo humano.

Usted citó al comienzo de su intervención unas palabras de san Juan Pablo II a los jóvenes en Chile. Y habló del miedo, y del amor de Dios, algo que me sorprendió, así, de entrada.

― Vamos a ver. Cada uno ve el presente desde sus inquietudes. Yo, desde un punto de vista pedagógico, lo que veo es que hoy, incluso a los niños de las escuelas se les está educando en el miedo al futuro. Toda la ideología progresista elaborada a lo largo del siglo XIX, parece que ha derivado hacia un pesimismo. ¿Qué va a ser del mundo? ¿Qué va a ser de nosotros? Hay, por decirlo así, una cierta pulsión catastrofista en el presente. Dicho de otra manera, existe un ambiente de pre-apocalipsis. Qué va a pasar con el mundo, qué va a pasar con todo…

Pues bien, ante esta situación, ante el miedo al futuro, pienso que el cristiano tiene algo importante que decir, no tanto a los demás, sino a sí mismo. Que es aquello de la Epístola de San Juan: Hemos conocido el amor de Dios. El amor de Dios nos precede. Antes. No es una promesa de futuro. Es algo que hemos constatado ya. Dios nos ama. Y por lo tanto, si eso es una constatación, si el amor de Dios lo hemos conocido, ¿a qué hemos de tener miedo?

También habló usted hacia el final, y otros lo recogieron en la mesa, sobre la belleza. ¿Cómo podemos mostrar mejor la fe? Y coincidieron ustedes, a través de la belleza y el amor.

― Si uno lee de una manera ingenua, que pienso es que como hay que leerlos, los Evangelios, y te encuentras con el Nacimiento de Jesús, ¿hay un relato más bello que ése?  El hecho de que vayas a hincar tus rodillas no ante una ideología sino ante un recién nacido, me parece de una belleza profunda. Por otra parte, la tradición cristiana es compleja, y hay momentos de los que es difícil enorgullecerse. Pero si tenemos en cuenta aquello que ha sido permanente en la tradición cristiana, esa aproximación a la belleza me parece esencial.

Si me permites que te cuente una anécdota, ahí va. Resumen un poco lo que deseo decir. Tengo una especial debilidad por los profesores de religión. Cuando me llaman, siempre intento ir. Primero porque lo están pasando muy mal. Y segundo, porque necesitan saber que hay personas dispuestas a ayudarles. Y una vez, en un lugar, voy a omitir el nombre, donde iba a estar con profesores de religión de una comunidad, planteé: Mirad, el poder que tenemos es extraordinario. Yo ahora mismo voy a convocar a Dios y se va a aparecer aquí mismo. Puedes imaginarte la sorpresa que eso provocó. Porque yo voy a decir: Señor manifiéstate, y se va a manifestar. Se creó una gran expectación.

Yo ya tenía preparada con otra persona lo siguiente. Cuando dije, Señor, manifiéstate, comenzó a sonar el Locus Iste, de Bruckner. Esa belleza de Bruckner cuando está diciendo, ¿qué lugar es éste? Es el lugar en el que Dios se manifiesta. Esa belleza, cuando la escucharon, es imposible no conmoverse por eso. Y en aquellos momentos, Benedicto XVI acababa de decir algo en lo que creo totalmente. Es que si en la belleza hay algo divino, es porque es manifestación de Dios. Pienso que es imposible no conmoverse ante la belleza. Y en esa conmoción hay un regusto de algo que va más allá del objeto. Y ese regusto de lo que va más allí del objeto está la transcendencia.

Voy a dar un bajonazo, don Gregorio, con dos temas.

A ver.

Primero. Estamos asistiendo desde hace años a ideologías como la de género, o a esta cultura de la cancelación, ‘woke’, de la que habló Rémi Brague en Madrid. ¿Cómo afrontar estos fenómenos de antagonismos sociales, de enfrentamiento…?

Esta cuestión es para mí esencial.Las ideologías modernas lo que pretenden es una reducción radical de la complejidad del mundo de la vida, del mundo en que vivimos, donde manifestamos las diversas dimensiones de lo humano.

Las ideologías reducen el mundo de la vida a lo que desde sus principios deberían ser las cosas. Y lo que no encaja en esos esquemas, en sus esquemas, se considera perverso. De tal manera que cuando una persona normal y corriente te dice: yo creo que…, le dicen: no, no, tú no crees eso, tú crees otra cosa, lo que pasa es que eres una persona alienada, y entonces debes pensar como yo te digo.

Creo que hoy las cosas elementales del mundo de la vida están en peligro. Y eso significa que está en peligro la sensatez del hombre corriente. Por eso me parece cada vez más revolucionaria aquella reivindicación de Chesterton sobre la risa, el matrimonio y la cerveza.

Defender hoy la risa, el matrimonio y la cerveza creo que es el principal argumento contra esos reduccionismos ideológicos. Hay que defender la risa, el matrimonio y la cerveza, y hay que defender el sentido común de la persona normal y corriente.

Yo también digo, y lo repito e insisto, que una familia normalita es un chollo psicológico. Tal cual. Estoy absolutamente convencido. Mientras te encuentras a tantas personas dispuestas a criticar a la familia porque no es perfecta, creo que hay que reivindicar que esa familia normalita, con sus imperfecciones, por supuesto, es un chollo psicológico.

Sin embargo, a veces los cristianos no lo ponemos fácil. Los abusos a menores, el daño a la reputación de los sacerdotes, y de la misma Iglesia.

Creo que todo lo que se puede decir sobre los abusos, lo dijo Jesús en una frase: ¡Ay de quien los escandalizare! Creo que no hace falta añadir nada más.

Dice usted en su cuenta de Twitter que el que pierde en un diálogo es el que gana. Explíquemelo, porque ahora todos queremos tener razón. ¿O no?

El que pierde es el único que ha aprendido algo en el diálogo. Si tú vas a defender la tesis A, y al final del diálogo mantienes la tesis A, ¡qué has aprendido? No has aprendido nada. Te ha podido triunfar, y entonces está la vanagloria del ego. Ahora bien, si tú vas a defender la tesis A, y a lo largo del diálogo descubres que esa tesis hay que rehacerla, eres tú el que ha aprendido. En un diálogo, me parece elemental. El que gana es el que pierde, o si quieres, quien lo ha perdido es el que ha ganado. Eso me parece esencial. Los cristianos son unos perdedores que no paran de ganar.

Usted reivindica la memoria. No parece estar muy de moda. Como pedagogo, ¿qué puede decir?

Lo de las modas, como su nombre indica, son cuestiones de temporada. Había un grupo filosófico en Soria ―ahora ya no existe, desgraciadamente―, maravilloso, que la primera vez que me invitaron, me dijeron: a nosotros solo nos interesa lo eterno. Me emocionaron esas palabras. La cuestión, para mí, es: las modas son importantes, pero tú no las puedes calibrar si no las ves desde fuera de la moda. Para juzgar una moda tiene que verla desde fuera, con una cierta distancia, ¿no? 

¿Qué tiene que ver todo esto con la memoria? Primero, sin la memoria no hay interioridad. Porque la memoria es el gran refugio que te permite aislarte un poco del entorno, para poder pensar, rumiar, todo aquello que llevas contigo, incluso la conciencia de las partes oscuras que siempre llevamos con nosotros.

Segundo, estoy convencido de que lo que no está en la memoria no se ha aprendido. Si tú has leído El Quijote y no se te ha quedado absolutamente nada, no lo has leído. Al final, tú te quedas de El Quijote aquello que ha quedado en tu memoria.

Tercero, no se puede reflexionar sobre conocimientos ausentes. Por lo tanto, cuando animamos a los chavales a que lo importante es relacionar, pensar, ser críticos, yo digo: sí, pero si no conoces algo que te permita pensar, ¿en qué demonios estás pensando?

Y por último, yo no he conocido en mi vida a nadie que quiera tener menos memoria que la que tiene. Más aun, lo que veo es que las personas de una cierta edad que comienzan a perder memoria, viven eso como un drama. Por lo tanto, si la pérdida de memoria es un drama, la ganancia en memoria es una fiesta.

Esto no se oye por ahí.

No me preocupa en absoluto. A mí me interesa, como decía antes, la gente que perdiendo, gana.

Unas palabras sobre educación. Tenemos una nueva ley educativa, (LOMLOE). Dígame un aspecto que usted reconduciría, si fuera posible.

Reconduciría todo. Creo que es absolutamente urgente un retorno a la sensatez. La sensatez es, para mí, la capacidad de aprender de tu propia experiencia. Vamos a ver qué es lo que hacemos bien, y vamos a aprender de eso. Y vamos a ver qué es lo que hacemos mal, y vamos a mejorarlo. Lo que no tiene sentido es aplicar a nuestro sistema educativo los criterios, por ejemplo, de la Agenda 2030, y convertirlos en competencias e intentar encajar nuestra realidad en esos criterios.

 Porque, ¿sabe cuál es el problema de los que quieren comenzar siempre de cero? Que no pueden aprender de su experiencia. Porque como tienen siempre que aprender de cero, si de algo estoy convencido, es que es mucho más útil aprender un poco de tu experiencia, que intentar hacer borrón y cuenta nueva.

Por otra parte, con la LOMLOE estamos asistiendo a un espectáculo muy hipócrita. Porque en el Ministerio de Educación actúan como si gobernasen, cuando los que gobiernan son las consejerías de Educación de las Comunidades Autónomas. Pero en la práctica tampoco éstas están gobernando, porque asistimos a una anarquía metodológica extraordinaria. Precisamente porque esa anarquía metodológica es real, y cada centro hace lo que le parece adecuado o conveniente, es imprescindible la libertad de elección.

Una libertad de elección a la que se ponen trabas, ¿no?

Pero vamos a ver, si damos autonomía a los centros, para que uno cada sea lo que crea que tiene que ser, y yo no tengo posibilidad de elección, y tengo que llevar a mi hijo a la escuela de mi barrio, ¿para qué me sirve esa autonomía? Si todas las tiendas de Madrid, vendiesen exactamente lo mismo, la autonomía no sería necesaria. Si cada tienda vende productos distintos, yo quiero tener la posibilidad de elegir dónde quiero comprar…

Terminamos la conversación con Gregorio Luri. Le pedimos que (nos) recomiende un par de libros que considere interesantes, y responde: “esto nunca lo hago. No me gusta aconsejar libros. La biografía lectora de cada uno es sagrada. Cada uno tiene que construirse su camino lector, su proceso lector. Prefiero no decir nada. Y esto a pesar de que acabo de montar una editorial, de ensayo, en Barcelona”.

Nosotros no le vamos a hacer caso, y les damos a ustedes el enlace: Rosameron, aunque Gregorio Luri afirma: “Ni tan siquiera recomiendo los míos. El lector tiene que construirse su propio relato lector, su propia memoria lectora. La cultura no vive en los libros, vive en la subjetivización de lo que hay en los libros, televisión, internet, etc. Cada uno que se construya su camino lector. Porque cada libro interesante le va a remitir a otros libros”.

Continuaríamos charlando un buen rato con el maestro, pero no es posible. Buen viaje.

Mundo

Polonia: Refugiado en casa, Dios en casa

El mundo entero ve con admiración y asombro cómo los polacos se están volcando en su ayuda con sus vecinos de Ucrania. Cientos de familias polacas están acogiendo a refugiados de Ucrania en sus casas y desde los medios, las instituciones y, especialmente la Iglesia, se organizan grupos de evacuación, acogida y ayuda.

Maria José Atienza·4 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Iniciativas organizadas o particulares, en coche, a pie… van hacia las fronteras y les llevan mantas, comida caliente y ropa. Recogen a mujeres, ancianos, niños y los llevan a lugares seguros. Los esperan con regalos en las estaciones de tren o bus…

“En todas las diócesis de Polonia, se ha organizado una ayuda concreta para los refugiados y las personas que han permanecido en Ucrania. Casas religiosas, centros de Cáritas, casas parroquiales han abierto sus puertas a los necesitados y a quienes buscan refugio durante este difícil momento”, relata para Omnes P. Jakub J. Szyrszeń, sacerdote de la diócesis de Cracovia que, aunque se encuentra en España en estos momentos, se mantiene en contacto directo con su país.

Algunas iniciativas diocesanas

En la archidiócesis de Cracovia, el Arzobispo Marek Jędraszewski ha creado un equipo para ayudar a Ucrania y a los refugiados que llegan a la archidiócesis. Cáritas Polonia y coordina las acciones para los refugiados que superan ya los miles a través de las distintas Cáritas diocesanas.

Centros, casas parroquiales y de retiro, colegios o seminarios como el de Szczecin o el de Silesia se han convertido en refugios y, desde la Iglesia preparan más lugares con el fin de atender a todos los ucranianos, en especial, mujeres, niños y ancianos que cruzan la frontera huyendo de la acción militar rusa.

Un país sin campo de refugiados acoge ya a cientos de miles de personas, de hecho, desde Cáritas Polonia se planea adecuar 20 centros de ayuda para inmigrantes en toda Polonia

El P. Jakub J. Szyrszeń recuerda que “el domingo y el miércoles de ceniza, se llevaron a cabo colectas en las iglesias, cuya recaudación asignarán en su totalidad para ayudar a Ucrania. En cada parroquia de la Archidiócesis de Cracovia se pueden llevar productos de primera necesidad para hacerlos llegar tanto a Ucrania como a los refugiados, a quienes acogeremos aquí. Cinco de nuestros sacerdotes trabajan actualmente en Ucrania y estamos tratando de garantizar que la ayuda humanitaria llegue a sus parroquias a través de la Cáritas”.

Las diócesis de Zamość-Lubaczów y la archidiócesis de Lublin, tres diócesis fronterizas con Ucrania cooperan con la Guardia Fronteriza y el Servicio de Aduanas e Impuestos, que coordinan la afluencia de refugiados para acoger y ayudar a quienes pasan a Polonia huyendo de la guerra.

Przemyśl, en la frontera con Ucrania, es uno de los “puntos calientes” de esta situación. Allí, Cáritas prepara, diariamente, unas 5.000 raciones de comida para refugiados y unas 200 para fuerzas del orden, médicos y voluntarios que se reparten en la estación de tren de Przemyśl donde llegan miles de personas cada jornada.  Además de estas comidas, reparten bocadillos, dulces, mantas, catres, y hacen actividades para niños no sólo en la estación sino en diversos en distintos puntos de la ciudad.

La parroquia de Łomianki, perteneciente a la archidiócesis de Varsovia acoge ya a 700 refugiados. Muchos de ellos, tras pasar las primeras horas en las dependencias parroquiales han sido acogidos por familias de la feligresía. Voluntarios de todas las edades empaquetan comida, regalos, juguetes y ropa para los refugiados. Otros se han organizado con vehículos para traer a los refugiados desde la frontera lo antes posible.

El arzobispo de Katowice, Wiktor Paweł Skworc, ha pedido que, donde sea posible y cuando sea necesario, se pongan a disposición estructuras parroquiales (habitaciones, casas de catequesis, locales y pisos gratuitos) y casas religiosas para acoger a las personas que, desde hace días, no cesan de llegar a Polonia.

Una de las primeras ayudas que llegó a suelo ucraniano partió de Cáritas de la archidiócesis de Gdansk. Desde esta ciudad enviaron dos furgonetas cargadas de productos básicos: alimentos de larga duración, medicamentos, productos de higiene personal y juguetes para niños. Gracias a la extraordinaria movilización de los trabajadores de Cáritas y a la buena organización del trabajo, fue posible llenar el espacio de las furgonetas muy rápidamente y al máximo. Una ayuda que, en pocas horas se quedó pequeña por el agravamiento del conflicto.

Las comunidades religiosas polacas están siendo uno de los pilares clave en esta ayuda a los refugiados y al pueblo de Ucrania. Muchas de estas comunidades están en contacto con sus hermanos en Ucrania haciéndoles llegar toda la ayuda posible, como los jesuitas que han creado un equipo coordinado por las dos provincias jesuitas de Polonia, que organiza la ayuda a los refugiados y el apoyo a los jesuitas que operan en las zonas cubiertas por la guerra. Desde Polonia preparan alojamiento para refugiados, transportes de regalos y personas, y ofrece apoyo psicológico.

En Jasna Góra, el centro del corazón mariano de Polonia, la Casa del Peregrino, acoge ya a los primeros refugiados. Desde el mismo comienzo de la guerra, los paulinos que custodian el santuario declararon que recibirían con agrado a quienes buscaran refugio y ayuda.

Un paquete para Ucrania

Caritas Polonia ha impulsado además una nueva campaña a partir del 4 de marzo «Un paquete para Ucrania». ¿De qué se trata? Familias polacas, comunidades parroquiales, clubes escolares de Cáritas y los equipos parroquiales de Caritas podrán preparar paquetes, de no más de 20Kg. con los productos más necesarios destinados a una familia determinada. El paquete irá acompañado de una carta con las palabras de apoyo y será enviado a Ucrania.

Acogida y oración

En su mensaje de Cuaresma, el arzobispo Stanisław Gądecki presidente de la Conferencia Episcopal Polaca agradeció “cada palabra amable y los más pequeños gestos de bondad dirigidos a nuestros hermanos y hermanas que sufren. Rodeémoslos de oración, mostremos cordialidad, ayudémoslos a encontrar trabajo” y animó a los fieles a orar por Rusia. “No habrá paz en nuestra parte del mundo hasta que Rusia regrese a Cristo”, señaló.

No sólo ayuda, sino también oración por la paz. El santuario de Jasna Góra, acoge una oración constante por la paz en Ucrania, especialmente ante el Santísimo Sacramento, expuesto permanentemente.

Refugiado en casa, Dios en casa

Una muestra de fraternidad, de caridad cristiana del pueblo polaco, que el propio Papa Francisco ha querido resaltar en la audiencia del miércoles 2 de marzo al dirigirse a los obispos y al pueblo polaco con estas palabras: “Ustedes fueron los primeros en apoyar a Ucrania, abriendo sus fronteras, sus corazones y las puertas de sus hogares a los ucranianos que huían de la guerra. Les ofrecen generosamente todo lo que necesitan para vivir con dignidad, a pesar del drama del momento. Les estoy profundamente agradecida y les bendigo con todo mi corazón”.

“Para la Iglesia en Polonia esta Cuaresma es una gran catequesis sobre el amor al prójimo” apunta el sacerdote Jakub J. Szyrszeń que recuerda un dicho polaco “Huésped en casa, Dios en casa”. En estas semanas, en muchas casas de Polonia, Dios tendrá su sitio en los ojos de quienes han huido de una guerra impuesta y terrible.

Cultura

Dar la vida por los demás. Vuelve el musical de Skate Hero

El próximo 11 de marzo tendrá lugar en la Nueva Cubierta de Leganés la representación del musical 'Skate Hero', inspirado en la vida y las últimas horas del joven español Ignacio Echevarría que murió hace cinco años en un atentado yihadista en Londres, cuando defendía a una joven desconocida con su monopatín.

Maria José Atienza·4 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El próximo 11 de marzo, viernes, la Nueva Cubierta de Leganés acogerá dos sesiones de Skate Hero, una a las 11:00 h, especialmente dirigida a grupos escolares y otra, general, a las 20:00 h.

Ese día en el que en España se recuerda a las víctimas del terrorismo, Ignacio Echevarria, que dio su vida por salvar a una persona completamente desconocida, será recordado nuevamente como un ejemplo de entrega y valentía.

Historia de Skate Hero. El Musical

El Musical nació en un grupo de jóvenes de la Milicia de Santa María, integrados en el proyecto educativo “Ven y verás Educación” que han recogido su legado y han puesto en escena las últimas veinticuatro horas de vida de Ignacio.

Skate Hero ha sido creado a partir del libro-testimonio de Joaquín Echeverría “Así era mi hijo Ignacio: el héroe del monopatín”, y ha contado con los arreglos musicales del pianista y compositor Miguel Ángel Gómez González-Vallés, y del guionista y director del programa “La aventura de educar”, Javier Segura.

Quien era Ignacio Echevarría

El propio Javier Segura, colaborador de Omnes, describe así el hecho y la figura que han dado lugar a este musical Skate Hero: “El 3 de junio del 2017 España entera se conmovió ante el atentado yihadista en el Puente de Londres. Entre el caos de noticias que nos llegaban, supimos que un joven español, Ignacio Echeverría, había perdido la vida en aquel acto terrorista.

La angustia que la sociedad española compartió con su familia se tornó en poco tiempo, según llegaban los detalles, en una profunda admiración. Supimos que el joven abogado regresaba con sus amigos de patinar y se encontraron con la dantesca escena. Gente huyendo, gritos de terror, y al fondo un terrorista apuñalando a una joven. Ignacio no lo pensó, no había tiempo para ello, y tomó su monopatín como arma y escudo para luchar contra esos terroristas. Aquella joven, Marie Bondeville, salvó su vida. Los tres terroristas fueron abatidos por la policía. Ignacio murió por una puñalada por la espalda.

Pero su gesto traspasó las fronteras y las conciencias. Y se empezó a conocerle por su gesta como ‘el héroe del monopatín’. Y se sucedieron los homenajes y los reconocimientos. Las pistas de skate por toda España con su nombre. Las más altas condecoraciones en España y Gran Bretaña. Ignacio representaba lo mejor de nuestra tierra. Valentía, generosidad, altruismo en extremo. Y lo mejor de la Humanidad. Ser capaz de dar la vida por un desconocido”.

El musical Skate Hero que se estrenó el pasado 5 de junio, con una excelente acogida en el auditorio Joaquín Rodrigo de Las Rozas (Madrid).

Cine

Una carta de amor pascual

Patricio Sánchez-Jáuregui·4 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Parasceve: retrato de una Semana Santa

Dirección y guión: Hilario Abad
País: España
Año: 2022

Pocas cartas de amor ha dado el cine español tan sentidas como la pieza que nos ocupa. Una oda de infinito cariño a las fiestas pascuales, a la Semana Santa, al Dios vivo, al Dios muerto, al Dios resucitado… al rito, al folclore, a la gente. Del Miércoles de Ceniza al Domingo de Ramos, y luego al de Pascua, todo en la ciudad de Sevilla. Así se nos presenta esta ariñosa postal.

Director joven con muchos tiros dados (cinco largometrajes, múltiples videoclips y series, y buen catálogo de premios locales), Hilario Abad se ha pasado los últimos diez años de su vida (2012-2021) viviendo la Semana Santa con su cámara para, como si fuera a modo de plegaria, crear una estampa viva de aquello que todos los años sucede en la ciudad hispalense: parasceve. Preparación.

Preparación en las tiendas. Preparación en los talleres, las fábricas, las casas y la calle. Parasceve es un retrato costumbrista cuasi impresionista, que transmite la emoción de lo retratado y los retratados, creando un algo intangible pero poderoso. No entra en argumentos, debates o discusiones. Solo nos tiende una mano y nos invita a acompañarle en esta experiencia.

Como mimo, tino, detalle y preciosismo, nos llega este documental a pie de calle, hecho con gusto y buen ritmo, dinámico pero contemplativo, que juega sus cartas con destreza a la hora de usar los silencios, los ruidos y la música, potenciando la esencia de las celebraciones pascuales tanto para la vista como el oído. Huye de la narración y la voz en off, para a veces salpicar el visionado, condimentarlo, con algún que otro comentario del público o retransmisión de los medios. Esto hace de la pieza una obra arriesgada, pero que no obstante sabe calar en el público y crear un ritmo propio, despertando y madurando verdaderas emociones en el espectador, a medida que vemos pasar, delante de nuestros ojos, los rótulos de los días en orden cronológico.

Para todo ello, Hilario ha contado con la ayuda de Francisco Javier Torres Simón, compositor paisano con el cual ha levantado un proyecto desde una maqueta de cartón en su casa -literal- hasta el largometraje que nos llega a las salas de toda España. Una gran aportación de cara a empezar la Cuaresma.

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España

Las comunidades de vida contemplativa lanzan un SOS

La subida de los precios en suministros básicos como la electricidad o el agua unido a la caída de los ingresos de las ventas de productos durante la pandemia y la enfermedad de muchas religiosas y religiosos dan como resultado una situación especialmente dura en numerosos monasterios españoles.

Maria José Atienza·3 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Los monasterios y conventos de vida contemplativa encaran una difícil situación: su actividad productiva continúa muy afectada por la pandemia que ha agravado la situación vital de monasterios y conventos, unida a su pequeño número y en muchos casos, a la avanzada edad de las monjas y monjes de estas comunidades.

La fundación DeClausura, a través de la que se ayuda a muchas de estas comunidades, anima a todos los que puedan a que colaboren con limosnas al sostenimiento de estas comunidades que han abierto sus puertas a esa fundación en un vídeo en el que comparten su vida y explican su situación.

Los últimos años han supuesto una disminución de vocaciones y una mayor desprotección por la despoblación de las zonas rurales en las que se ubican estos monasterios.

La pandemia ha sido especialmente dura para unas comunidades que intentan a duras penas seguir viviendo de su trabajo y pagar las costosas obras que requieren la conservación de los monasterios y conventos en los que habitan.

Estos últimos años de pandemia las comunidades contemplativas han sufrido la muerte de hermanas y hermanos, unos por edad y otros a causa de la Covid-19; la parálisis de su actividad productiva durante el confinamiento; la falta de huéspedes y la escasez de ventas de sus productos a causa de la crisis socioeconómica y de su situación geográfica en un entorno rural afectado también por la crisis del turismo.

Una situación que ha llevado a no pocas comunidades a tener que acudir al banco de alimentos para cubrir sus necesidades alimentarias básicas y a ayudarse entre los conventos para intentar paliar esta situación.

La Fundación DeClausura

Fundación DeClausura es una entidad sin ánimo de lucro gestionada por laicos de la Iglesia que apoya desde 2006 a monasterios y conventos. Este acompañamiento permite a la Fundación conocer la situación real de las comunidades que oran y trabajan en clausura. En el último año, la Fundación ha apoyado a 73 comunidades al asumir los gastos corrientes de electricidad, gas, calefacción, mantenimiento y manutención; el pago de deudas a la Seguridad Social; o gastos de entierros.

Además, no son pocos los trabajos realizados en favor del bienestar de las hermanas y hermanos mayores: reparación de ascensores, instalación de rampas o grúa para facilitar su movilización.

La Fundación, además, apoya las iniciativas puestas en marcha por las comunidades para seguir viviendo de su trabajo artesano a través de la compra de maquinaria, equipamientos y utensilios y busca ayuda para la conservación de los edificios.

España alberga 751 cenobios con comunidad contemplativa activa, lo que representa un tercio de los monasterios y conventos del mundo. En cuanto a los monasterios y conventos catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC), tan solo un 33% está siendo habitado por comunidades contemplativas. En total, son 183. De los 565 BIC construidos en su día para la vida en clausura, 355 se emplean ahora como hoteles, universidades o tienen otro uso privado. Esperanzador es saber que las joyas monásticas declaradas Patrimonio de la Humanidad son habitadas por comunidades monásticas estables: los monasterios de Yuso y Suso en San Millán de la Cogolla; y los de Guadalupe, El Escorial y Poblet.