Cultura

Una app para rezar el Vía Crucis con textos de san Josemaría Escrivá

La aplicación desarrollada por los argentinos Alejandro Roggio y Ramiro González Morón acompaña los textos de este tradicional rezo con imágenes de la artista suiza Bradi Barth e incluso con música.

Maria José Atienza·8 de abril de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La aplicación Via Crucis está disponible en cuatro idiomas -español, inglés, portugués o italiano- y se puede descargar desde Google Play y Apple Store de manera gratuita, si bien se puede realizar una donación voluntaria en la descarga.

Los textos breves del Via Crucis escrito por san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, “son muy profundos y están expresados en un lenguaje actual y con una extensión relativamente breve, que los hace muy adecuados para una app”, destaca uno de los creadores de la app, Ramiro González.

Vaticano

Las familias, protagonistas del Via Crucis del Coliseo

Rome Reports·8 de abril de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El primer Via Crucis en el Coliseo tras la pandemia estará marcado por su acento familiar ya que diversas familias serán las encargadas de preparar las meditaciones del Via Crucis. También serán algunas familias las que llevarán la cruz de estación en estación.

Esta apuesta por las familias se enmarca en el año de la familia “Amoris Laetitia” que concluirá el 26 de junio de 2022 con el X Encuentro Mundial de las Familias en Roma.

Vaticano

El lunes de Pascua el Papa Francisco se reúne con miles de adolescentes

La iniciativa pretende llamar la atención sobre el mundo de los adolescentes, jóvenes de entre 12 y 17 años, que a menudo son ignorados por el "mundo de los adultos" y que, en cambio, son imprescindibles para construir el mundo del mañana.

Giovanni Tridente·8 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

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Llevan varios meses preparando un encuentro que pretende poner de relieve una realidad existencial a menudo ignorada por el «mundo de los adultos». Son los miles de adolescentes, jóvenes de entre 12 y 17 años, que el 18 de abril, lunes de Pascua, se reunirán en la Plaza de San Pedro para un encuentro con el Papa Francisco.

La iniciativa ha sido promovida por el Servicio Nacional de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Italiana, y ha sido propuesta al Pontífice como una «peregrinación a Roma» a través de la cual intentar reflexionar sobre este particular «mundo», maravilloso pero al mismo tiempo complicado, que ciertamente merece más atención por parte de toda la sociedad. Mientras tanto, la Iglesia comienza.

Los efectos de la pandemia

Una de las razones para iniciar una seria reflexión sobre la edad de desarrollo de los jóvenes también se deriva de las limitaciones experimentadas durante la pandemia de Covid-19, que, como demuestran muchas investigaciones realizadas sobre el terreno, ha penalizado gravemente la vida de los jóvenes, obligados a permanecer en casa y a privarse de relaciones humanas que son fundamentales para ellos. Además de los límites registrados en el ámbito de la educación -con la alternativa, en los casos en que ha funcionado, de la enseñanza a distancia- y en el replanteamiento de los espacios domésticos compartidos.

Por ello, la Iglesia italiana ha querido ser intérprete de este malestar general y ha iniciado un proceso en todas las diócesis para extender la conciencia de que es importante invertir en esta época estratégica. Por su parte, el Papa Francisco agradeció esta oportunidad de dirigirse una vez más a los jóvenes, aunque sólo sea para reiterar la importancia que tienen no sólo para el futuro sino también para el presente de la sociedad.

El diálogo entre jóvenes y mayores

No faltan ocasiones, en efecto, en las que el Santo Padre señala la necesidad de preservar y «vivir» las raíces, a través de un diálogo fecundo entre los mayores y los jóvenes, porque como repite a menudo en una imagen muy acertada citando a un poeta argentino, «todo lo que tiene el árbol que florece le viene de las raíces» (Bernárdez).

El encuentro del lunes después de Pascua tendrá obviamente su punto culminante en el diálogo entre los adolescentes y el Papa, pero también seguirá una vigilia de oración con la escucha y meditación del capítulo 21 del Evangelio de Juan, sobre el encuentro de Jesús con los discípulos después de la Resurrección.

No es casualidad que, al comentar la iniciativa, uno de los responsables de la pastoral juvenil en Italia, el padre Michele Falabretti, dijera: «queremos animar y dar signos de esperanza a quienes se comprometen con el crecimiento de los jóvenes y a quienes miran a la comunidad cristiana como guardiana de un futuro de vida que nace de la fe en Jesús resucitado».

El logotipo

El logotipo también quiere comunicar este mismo enfoque. Se compone del ICHTUS, un pez formado por muchos círculos azules dispuestos alrededor de la cruz del ojo. Tiene una forma «vital» y quiere representar «la natación en el mar de la historia humana». La cruz es de color naranja y hace referencia al «sol del día de Pascua», mientras que los círculos azules evocan muchas pequeñas gotas de agua como recuerdo del Bautismo y fuente de unidad.

El título es #sígueme, con el signo gráfico que en el mundo social simboliza la búsqueda, para representar «una búsqueda del sentido de la propia existencia que se renueva en la comunión de los hermanos con el Padre, en el Amor del Hijo».

España

Varios expertos subrayan la legalidad de la inmatriculación por la Iglesia

Las inmatriculaciones de bienes mediante certificado eclesiástico y la reforma de 2015 de la ley hipotecaria, y la revisión de un anteproyecto sobre la Ley de Patrimonio Histórico español, son algunos asuntos tratados en una Jornada sobre inmatriculaciones organizada por la Sección de Derecho Canónico del Colegio de Abogados de Madrid.

Rafael Miner·7 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

La Jornada se tituló “Las inmatriculaciones de la Iglesia católica mediante certificado eclesiástico”. Mónica Montero e Irene Briones, las dos copresidentas de la Sección de Derecho Canónico del Colegio de Abogados, moderaron un panel de catedráticos de Derecho Eclesiástico del Estado, Remigio Beneyto y Ricardo García, junto al vicesecretario para Asuntos Generales de la Conferencia Episcopal Española, Carlos López Segovia, y la asistencia de un buen grupo de juristas, asistentes online y en la sala.

A lo largo del debate, el catedrático Remigio Beneyto alertó sobre dos cuestiones. Por una parte, el hecho de que la ley 13/2015, de reforma de la ley hipotecaria, suprime para la Iglesia católica el procedimiento especial de inmatriculación. “Las consecuencias que se están planteando ya van a ser terribles, sobre todo para aquellas entidades eclesiásticas que no hayan inscrito sus bienes, porque va a suponer un auténtico calvario, cuando era mucho más fácil hacerlo mediante un certificado por inmatriculación”. (Inmatricular, como es sabido, es inscribir por primera vez un bien en el Registro de la Propiedad, y para hacerlo, es preciso acreditar el título de propiedad, o bien realizar un expediente de dominio, o bien mediante certificación).

De igual modo, en el transcurso de la Jornada, el académico Remigio Beneyto se refirió a la circulación de un anteproyecto de ley, “ahora parado”, en el que se modificaba la ley de Patrimonio Histórico español, y en el que “no se respetaban las competencias de la administración estatal y de la administración autonómica, con una restricción de las facultades del derecho de propiedad”. Un texto que, en su opinión, “si sale adelante generaría un problema, porque está vaciando de contenido el derecho de propiedad, y puede afectar de lleno a todas las grandes propiedades de la Iglesia”. Al final de este artículo se amplía la información sobre este asunto.

Bienes inmatriculados entre 1998 y 2015

Conviene situar antes que nada el contexto de la Jornada del Colegio de Abogados. Hace un par de meses, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, visitó la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Acababan de finalizar los trabajos sobre las inmatriculaciones de la Iglesia que había realizado la Comisión mixta entre la Iglesia y el gobierno, que datan de febrero de 2021, cuando la entonces vicepresidenta Carmen Calvo entregó en el Congreso el listado de los bienes inmatriculados por la Iglesia por certificación entre 1998 y 2015.

La ministra Carmen Calvo señaló entonces que las inmatriculaciones realizadas por la Iglesia eran ajustadas a derecho, e invitó a las instituciones a revisar el listado de las inmatriculaciones por si encontraban errores que afectaran a la titularidad. La Iglesia estudió los casi 35.000 registros del listado para comprobar si había errores. La entrega de los resultados al presidente del gobierno, en la sede de Añastro, fue una parte significativa de ese encuentro, señaló la CEE.

En el proceso, el gobierno no efectuó ningún caso concreto de reclamación por parte del Estado sobre el listado hecho público. En efecto, según el informe, que pueden ver aquí, la mayor parte del listado es correcto, y recoge los bienes inmatriculados por la Iglesia según lo solicitado por el Congreso.

Alguna polémica generada puede verse en los artículosescritos por el vicesecretario de Asuntos Económicos de la CEE, Fernando Giménez Barriocanal, por el también vicesecretario citado arriba, Carlos López Segovia, quien intervino en la Jornada del Colegio de Abogados, y por el director de Comunicación de la CEE, José Gabriel Vera Beorlegui, que recoge la misma web de la CEE. La siembra de alguna sospecha sobre si la Iglesia pudo inmatricular e inscribir algún bien que no perteneciera a ella y, en general, sobre el sistema jurídico de inmatriculación mediante certificado, sobrevoló la Jornada.

Un proceso legítimo

“Se ha puesto en duda la legitimidad de la propiedad de la Iglesia respecto de los bienes inmatriculados por certificado. Se olvida que este sistema nació con el propio Registro de la Propiedad a finales del siglo XIX, fue mantenido por la II República y se prolongó con sucesivas modificaciones hasta su supresión definitiva para la Iglesia en el año 2015”, había escrito Carlos López Segovia. Pues bien, en la Jornada del Colegio de Abogados volvió a reiterarlo y desarrollarlo, junto a otros ponentes.

Remigio Beneyto Berenguer, catedrático de Derecho Eclesiástico de la Universidad CEU-Cardenal Herrera de Valencia, y académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, afirmó en el debate: “Les tengo que decir que el tema me resulta cansino, porque está solventado desde hace muchísimo tiempo. Yo escribí en 2013 un pequeño librito sobre el tema, y esto sigue y sigue”.

A su juicio, “la Iglesia ha actuado siempre ajustándose a la legalidad vigente”, concluyó Remigio Beneyto. “Si en algún supuesto no ha sido así, quien alegue lo contrario, deberá demostrarlo, y la Iglesia actuar en consecuencia, asumiendo las consecuencias de sus decisiones. Pero personalmente, me está cansando una sospecha general de que ha actuado culposa o dolosamente. No procede, no sé dónde está el problema”.

La abogada y moderadora Mónica Montero preguntó a la mesa si compartía este punto de vista. Carlos López incidió en la cuestión: “Sí. Desde los orígenes de este Registro, en el siglo XIX interesaba que cuantas más inscripciones e inmatriculaciones, muchísimo mejor, porque si no se inscribían los bienes en el Registro de la Propiedad, el Registro resultaba inseguro. Si se instauraba un sistema demasiado rígido, todos los inmuebles de los que no se tenía titularidad dominical, no podían inscribirse, con lo cual resultaba inseguro. Y si se ponía un sistema de inscripción demasiado fácil, resultaba también inseguro, precisamente porque se inscribirían más inmuebles de lo que procedería inscribir”.

“Con lo cual, esto es la pescadilla que se muerde la cola. Llegamos a un punto intermedio en el que el sistema de inmatriculación e inscripción era doble: mediante certificación para aquellas instituciones que eran el Estado y la Iglesia, que tenía inmuebles con anterioridad a la propia constitución del Estado, y un sistema para aquellos que gozaban de titularidad dominical. No tiene mayor misterio, ni mayor trascendencia. Es más, se podría decir que en cierto modo la Iglesia coopera para que el Registro de la Propiedad fuese una institución jurídica segura. ¿Y cómo coopera? Inmatriculando los bienes que podía, al menos en aquel momento”.

“Sin embargo”, añadió más tarde, “al leer los inicios del Registro de la Propiedad desde la perspectiva del siglo XXI, se suele afirmar, errónea e injustamente, que la Iglesia católica se ha apropiado de algo que no es suyo, al usar el único sistema legal de inmatriculación que podía utilizar para muchos de sus bienes, y se tiende a olvidar que la inmatriculación e inscripción registral no es constitutiva del derecho de propiedad sobre los bienes inscritos, sino meramente declarativa del contenido registral”.

“Si la Iglesia no hubiera inmatriculado ningún bien, seguiría siendo la propietaria de esos bienes sin inmatricular. Pero la Iglesia cooperó y actuó con diligencia cumpliendo las normas civiles en todo momento, facilitando así la labor de la Administración”, recordó el vicesecretario Carlos López.

Conseguir seguridad jurídica

En la misma línea, el catedrático y académico Remigio Beneyto, explicó: “Todo proviene de la Ley Hipotecaria de 1861. Se trataba de conseguir la máxima seguridad jurídica, y fomentar la máxima incorporación de fincas al recién creado Registro de la Propiedad. ¿Pero qué ocurría si faltaba el título escrito de dominio, y por tanto la incapacidad de la pronta inmatriculación? Pues que se creyó conveniente la admisión de la certificación como título para la inmatriculación”.

“Fueron los reales decretos de 6 de noviembre de 1863 y de 11 de noviembre de 1864 los que dieron solución a un problema acuciante. ¿Cuál era? El acceso al Registro de la Propiedad de aquellos bienes eclesiásticos exentos de desamortización y carentes de título escrito de dominio”.

“Así, en el artículo 3 del mismo real decreto se exceptuaba de la inscripción a los templos destinados al culto. Luego veremos cuál fue la razón. Pero está claro que la razón no era la confesionalidad, como se pretende ahora, ni el privilegio, sino dar solución a un problema: cómo se inmatriculan en el Registro aquellas entidades que tienen un patrimonio pero que carecen de título escrito que lo acredite, pero es evidente que es de ellos”.

“La ley Hipotecaria de 1909 siguió con lo mismo. En 1944 sigue la reforma de la ley Hipotecaria, y ya viene el 206 que todos conocemos”. (Este artículo 206 permitió a la Iglesia la inmatriculación de los templos, superando así “una discriminación” existente “desde el comienzo del Registro y hasta 1998”: “la Iglesia católica era la única confesión religiosa en España que no podía inmatricular sus lugares de culto”, explica la web de la Conferencia Episcopal).

Tras otro pequeño recorrido histórico, el profesor Beneyto aludió a que “finalmente, aparece el real decreto de 4 de septiembre 1998, en el que se dice que se suprime por inconstitucional la prohibición de inscribir los templos destinados al culto católico”.

“Realmente no era una prohibición, sino que se inclinaba el artículo 5 del reglamento hipotecario por la no necesidad de inscripción, por la notoriedad de los templos católicos. Vamos a ver: ¿la catedral de Valencia, de quién es? ¿Del ayuntamiento de Valencia? No. Es del arzobispado de Valencia. Es decir, la notoriedad de los templos católicos y su uso común, de acceso abierto a la pluralidad de fieles, hacía innecesaria su inscripción”, añadió.

Una visita a la mezquita-catedral de Córdoba

Otro de los aspectos que se abordaron en la Jornada es a quién pertenecen los templos, las ermitas, los bienes inmuebles inmatriculados por la Iglesia.

En el curso de una de sus intervenciones, Ricardo García, catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado Universidad Autónoma de Madrid, se refirió a que en las vertientes del tema, “hay una historia detrás, más que consolidada”, y refirió una anécdota relativa a la mezquita-catedralde Córdoba.

“Hace poco, con alumnos de Turismo de la Universidad Autónoma estábamos realizando una visita a la mezquita-catedralde Córdoba. Nos atendió un sacerdote, don Fernando, que nos dijo: Quien más ha hecho por la islamización de la catedral mezquita de Córdoba ha sido la Iglesia católica. Efectivamente, dentro de este patrimonio histórico-artístico, se podía ver toda la evolución que había tenido la que es, por cierto, primera industria de Córdoba”.

“Dicho esto, volviendo al principio de igualdad, que no es lo mismo que igualitarismo”, añadió Ricardo García, “hay que entender que cuando se está inmatriculando un templo como éste, lo que se está ejerciendo es un derecho. Ese derecho de propiedad hay que relativizarlo con la aplicación del artículo 16 de nuestra Constitución, y de los textos internacionales, porque el mantenimiento de ese edificio, se ha hecho por aquellos que se consideran católicos”.

“Esto hace referencia a que la propiedad pudiera ser de los católicos, que son los que han venido contribuyendo cuando ha habido que arreglar el tejado, o cualquier otro problema. (…) En este caso, la propiedad se convierte en un derecho no fundamental, pero sí constitucional que tiene protección, aunque el titular sea la Iglesia católica. Lo que pasa es que, en ocasiones, es muy beneficioso criticar a la Iglesia católica, y criticar sobre los ladrillos, es especialmente fácil, y rentable, diría yo”.

Los inmuebles de la Iglesia, del “Pueblo de Dios”

Abundando en la cuestión, Carlos López Segovia añadió: “Comento algo que he reiterado en ocasiones. cuando me preguntan. Entonces, ¿los inmuebles que la Iglesia ha inmatriculado son de los ciudadanos? Añado: sí, cierto, de los que se llaman cristianos y se apellidan católicos. No olvidemos que una diócesis es una ‘universitas personarum’. Esto ha quedado muy claro desde el Concilio Vaticano II. Es un conjunto de personas que viven en un territorio, una porción del Pueblo de Dios que tiene un representante legal, que es el obispo. No conozco ningún fiel que al ir a rezar a una catedral, se haya quedado sin poder entrar”.

Anteproyecto parado

Se dijo al principio que se ofrecería más información sobre el anteproyecto de ley “parado” que puede modificar la ley de Patrimonio Histórico español. Dos cuestiones. El catedrático Remigio Beneyto manifestó en la Jornada su “gran preocupación”, porque “según uno de sus artículos, la declaración como bien cultural de interés mundial se puede realizar excluyendo a los propios propietarios de los bienes” ―“esto es una locura”, dijo― , “y se crea un patronato, que es el órgano de gobierno de una entidad jurídica, de una fundación, en el que participan los administraciones autonómicas y locales, que estará afecto al Ministerio de Cultura, que dispondrá siempre de la mayoría de votos del órgano….”, entre otras cuestiones.

La última noticia sobre este anteproyecto fue dada a conocer por el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, el 16 de marzo. El texto sobre Patrimonio ha sido “cuestionado duramente” por las comunidades autónomas porque, “quizá, en el momento de redactarlo el celo por preservar el patrimonio había hecho soslayar las competencias autonómicas del momento”, dijo el titular de Cultura, según varias agencias.

En cuanto a los plazos, hay un “proceso muy abierto” con las comunidades autónomas para “encontrar un punto de encuentro.”. “En estos momentos la cosa está verde, y dudo mucho que esté este año”, señaló.

Familia

La pareja ideal

José María Contreras·7 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Traducción del artículo al italiano

Escucha el podcast «La pareja ideal»

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Desde pequeños, en los cuentos de la infancia, nos vienen hablando de parejas que se quieren mucho y sin esfuerzo, donde todo es maravilloso sin que en su vida haya ningún problema.

Después, el cine romántico nos fue enseñando lo mismo.

Actualmente, también se nos dice que por ahí fuera, en algún lugar, existe alguien con el que yo podría vivir de una manera placida y feliz. Con quien el amor no me supusiese esfuerzo.

Eso, que es tremendamente atractivo, es absolutamente falso. Uno tiene que ser consciente que, aunque conociese a todos los hombres o mujeres del mundo, la convivencia sería difícil, exigiría esfuerzo.

Una pareja está formada por dos personas que son imperfectas, por lo tanto, la resultante será una relación con imperfecciones. No hay que asustarse, en todos los matrimonios hay cosas que van bien y otras no tan bien. Eso es normal.

Saber callar y hablar en el momento oportuno, no es fácil. Dominar la soberbia, el orgullo, evitar el continuo querer quedar por encima, – es una de las drogas que más hace sufrir-  querer dominar al otro, no dejarle espacio, pedirle que las cosas las haga como yo, vigilar lo que hace, lo que dice, el móvil, el correo, son actitudes frecuentes que demuestran inmadurez en la persona y en el amor.

Como la relación de pareja es una relación entre iguales, si no domina uno el orgullo, siempre estará uno intentando ganar terreno al otro. Querer llevar razón. Mandar.

Por tanto, esa persona con la que nos hemos casado tiene defectos y no puede dejar de tenerlos porque tiene pecado original. Todos tenemos defectos.

El éxito de una relación viene dado por el esfuerzo, lucha contra uno mismo, que el hombre y la mujer quieran hacer para mejorar personalmente.

Eso quiere decir que tenemos que tener una predisposición constante a querer mejorar como personas, en ser coherente con nuestras creencias y no asustarnos de que nuestra relación no sea perfecta.

Una persona que sepa amar de verdad es una persona que lucha por conocerse, que no le tiene miedo a la verdad personal.

Tener miedo a la verdad personal es suicida y hace que la capacidad de amar se estanque.

Actualmente se tiene  mucho miedo a amar, a comprometernos, porque intuimos, con verdad, que todo amor lleva consigo, en mayor o menor medida, cierto sacrificio.

El que no quiera tener dolores pase la vida entera libre de amores, dice la canción popular. Así es.

Esa es la razón de que muchas personas en nuestra sociedad, pasen por la vida sin saber lo que es el amor, con una tristeza de fondo y un desasosiego, que compensan, de vez en cuando, con algo de sexo. Así se hace uno la ilusión de que es querido. ¡¡No se puede vivir siempre en la tristeza!!

Muchos van con el corazón en la  mano, ofreciéndolo a alguien que compense su vacío, producido muchas veces por el miedo que se tiene o se ha tenido a amar de verdad, buscando una pareja ideal que no existe, porque nuestra pareja ideal es aquella con la que nos hemos casado.

Para darse cuenta de ello hay que ponerla en primer lugar de nuestras prioridades vitales y perder el miedo al esfuerzo, al sacrificio que exige el amor. Lo demás es no saber querer.

La comodidad se lleva mal con el amor.

En la medida que uno no se engañe, se diga la verdad, y se enfrente consigo mismo, se irá dando cuenta que ese esfuerzo es menos costoso de lo que nuestra imaginación nos dice.

Entonces, sí que hemos encontrado la pareja ideal, porque hemos empezado a amar de verdad. Lo otro son blandenguerías, si no van sostenidas por un amor recio y fuerte.

Así de fácil y así de difícil.

Lecturas del domingo

«Lloró por la ciudad amada». Domingo de Ramos

Andrea Mardegan comenta las lecturas del domingo de Ramos y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan·7 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Comentario a las lecturas del Domingo de Ramos

Jesús preparó a los suyos de muchas maneras para aquellos días de Pascua. Al entrar en Jerusalén, lloró por la ciudad amada que no se daba cuenta de ser visitada por el Hijo de Dios. En la última cena manifestó su deseo ardiente de comer con ellos una Pascua única, con la entrega total de sí, en la comunión con ellos. Se dedica con paciencia a corregir una vez mas su afán por querer ser el mayor entre ellos. Les anticipa la traición de Judas, y a Pedro su negación y su arrepentimiento. A pesar de sus limitaciones y traiciones, Jesús les renueva la confianza: “Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas”. A Pedro: “Y tú, cuando te hayas convertido, confirma a tus hermanos”. Los apoya con las profecías: es necesario que se cumpla en mí lo que está escrito: “Fue contado entre los pecadores”.

En el relato de la oración en el huerto, Lucas prefiere no nombrar a los tres discípulos predilectos. Todos los apóstoles tratan de orar con Jesús y todos se duermen. Como buen médico y discípulo de Jesús, los disculpa diciendo que esto sucedió “por tristeza”. Aparece un ángel que consuela a Jesús, y la somatización de su estado de ánimo: “Le sobrevino un sudor como gotas de sangre que caían hasta el suelo”. Ya el Hijo de Dios se convierte en punto de referencia para cada persona que en la historia es traicionada por los amigos y negada por los hermanos, capturada, encarcelada, juzgada y condenada. Lucas habla de los golpes y burlas de quienes lo tienen bajo custodia, pero no menciona la corona de espinas y azotes. Al interrogatorio ante el Sanedrín sigue el de Pilato, y Lucas añade, único entre los evangelistas, el tercer interrogatorio ante Herodes al que Jesús opone un elocuente silencio, y así relaciona la muerte de Jesús con la de Juan Bautista, su precursor también en esto.

En el camino al Calvario y en la crucifixión y muerte en la cruz, protagonistas son también los personajes que interactúan con él, y que gracias a su cruz se van convirtiendo. Las mujeres de Jerusalén que se golpeaban el pecho: “¡No lloréis por mí!”. Simón de Cirene, que como buen fiel carga la cruz “detrás de Jesús”. Los dos malhechores hacen el camino y son crucificados con él. De éstos, el primero en experimentar la eficacia salvífica de la cruz es el buen ladrón. Los soldados se burlaban de él, pero el centurión al ver su muerte dijo: “Realmente, este hombre era justo”. La multitud que miraba pasiva, ahora se va golpeándose el pecho. Los del sanedrín lo provocaban que bajara de la cruz, pero José, uno de ellos, es bueno y justo, pide y obtiene el cuerpo del Señor y lo coloca en un sepulcro nuevo. Que quedará, al tercer día, vacío para siempre, señal de la resurrección. 

La homilía sobre las lecturas del Domingo de Ramos

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

España

Un equipo «competente, plural e internacional» para investigar los abusos por parte de eclesiásticos en España

28 personas de diferentes países y áreas de especialización jurídica y social forman parte de este equipo de trabajo que, a lo largo de este año, se encargará de investigar loa abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia católica en España. 

Maria José Atienza·6 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Javier Cremades, presidente de Cremades & Calvo-Sotelo, ha presentado a los miembros del grupo de trabajo que forman parte de la auditoría independiente, encargada por la Conferencia Episcopal Española, en relación a las denuncias de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica en este país.

El 22 de febrero, Mons. Omella, presidente de la Conferencia Episcopal presentaba esta auditoría que tiene el objetivo de “conocer, esclarecer y reparar a las victimas de abusos sexuales en la Iglesia”.

Ahora han sido presentados los 28 miembros que conforman esta auditoría el equipo de trabajo de la auditoría que se ha formado, en palabras de Javier Cremades, con el objetivo de “realizar con la mayor solvencia posible el trabajo encomendado”. 

Cremades ha defendido la disposición de colaboración mostrada desde la Iglesia española “para investigar hasta el final y aportar luz sobre una cuestión de los que no tenemos información suficiente”. 

Pluralidad de enfoques

El equipo se compone de 28 personas que representan «ángulos, especialidades y perspectivas ideológicas distintas».

Un equipo «competente y plural» como lo ha calificado el presidente del bufete español que ha querido señalar que, desde hace seis semanas, han comenzado «una escucha atenta a las víctimas para entender la verdad, acompañarlas y dar un primer paso en la reparación».

Las víctimas, el centro de esta auditoría, como han querido señalar tres de las miembros del bufete que se han reunido con ellas en estas semanas, han podido compartir su dolorosa experiencia en el marco de esta auditoría.

Un hecho que, según ha destacado el propio Javier Cremades, «ha tenido un impacto hondo en nuestra concepción del problema. Nos hemos podido reunir con las asociaciones e instituciones que están alzando la voz para pedir justicia reparación y verdad».

Cremades ha insistido en que todas las asociaciones de víctimas y particulares que hayan sufrido estos abusos «tienen las puertas abiertas. Nosotros no vamos a llamar a las víctimas pero vamos a estar disponibles para ellas».

El equipo de trabajo

Las 28 personas que formarán parte de esta comisión son:

Javier Cremades, Rafael Fernández Montalvo, Patricia Lee Refo, Carolina Marín Pedreño, Alfredo Dagnino, Katharina Miller, Carlos de la Mata, Martin Pusch, Jorge Cardona, Safira Cantos, Diego Solana, David Mills, Teresa Fernández Prieto, Ulrich Wastl, Marina Peña, Liza M. Velázquez, Pedro Strecht, Juan Carlos Gutiérrez, María Massó, Manuel Villoria, Fabiola Meco, Vicente Conde Martín de Hijas, Emilia Sánchez Pantoja, José F. Estévez, Juan Pablo Gallego, Myriam Salazar, Blanca Alguacil y Teresa del Riego.

Un equipo internacional en el que es destacable la participación de los socios del bufete de abogados Westpfahl, Spilker, Wastl, encargado de la investigación realizada en Munich y otras tres diócesis en relación a este mismo asunto, o Pedro Strecht, coordinador de la investigación independiente que estudia los abusos en el seno de la Iglesia católica portuguesa.

También es reseñable la presencia de activistas por los derechos humanos como Safira Cantos o psicólogos especializados en estos casos, como Marina Peña

Además de éstos, tres personas externas llevarán a cabo diversos dictámenes y opiniones que se añadirán a la investigación. En este caso, Encarnación Roca se centrará en la responsabilidad civil e indemnización de las víctimas, Manuela Carmena lo hará en relación a la perspectiva y experiencia de las víctimas y, por último, Juan Luis Cebrián pondrá el foco en la dimensión de la comunicación social de este asunto, tanto en España como a nivel internacional.

Durante la presentación todos ellos han incidido en el reto que supone una investigación de estas características y con un equipo tan variado. Una de las intervenciones más notables ha sido la de Pedro Strecht que se ha dirigido a la propia Iglesia animando a sus miembros a no tener miedo ante este tipo de investigaciones: «Esto no es un trabajo contra la Iglesia sino con la Iglesia y en última instancia por vosotros, por la Iglesia». 

En este sentido, Javier Cremades ha destacado que «vamos a intentar no defraudar ni a las víctimas ni al conjunto de la sociedad» y ha reiterado la disposición de este equipo «para los que quieran darnos a conocer su experiencia de la manera que consideren oportuna».

Javier Cremades durante la presentación del equipo de trabajo

Durante la presentación del equipo, Javier Cremades ha querido poner el acento en las tres vertientes de esta investigación: en primer lugar, los hechos; en segundo lugar, la reparación de estos crímenes, que no compete directamente a este bufete, y un tercer bloque de compliance para evitar la repetición de estas conductas en el futuro y combatir estos crímenes.

Colaboración con la comisión del Defensor del Pueblo

Otro de los puntos, que se ha tratado en esta rueda de prensa, ha girado en torno a la colaboración que esta investigación quiere prestar a la comisión que creará el Defensor del Pueblo para la investigación del abuso sexual por parte de la Iglesia católica únicamente.

Javier Cremades ha destacado que «no estamos para competir sino para colaborar en la comisión que se cree desde el Gobierno. Podemos colaborar con la aportación de los datos y experiencias que podamos ir recogiendo». En este sentido, Cremades ha apuntado que dicha comisión «puede llegar a ámbitos y áreas en las que nosotros no tenemos posibilidad de entrar».

Las oficinas diocesanas recogen 506 casos

En estas seis semanas desde que se puso en marcha la auditoría independiente, como ha confirmado Javier Cremados se han presentado en torno a 50 denuncias y se han iniciado contactos con diferentes
asociaciones y reuniones con obispos. Estas denuncias se refieren en un alto porcentaje, un 30%, a casos que ya han d¡sido denunciados en otros ámbitos.

El pasado 31 de marzo, las oficinas para la protección de menores y prevención de abusos creadas en las diócesis, las congregaciones religiosas y otras instituciones eclesiales se reunieron en Madrid. Un encuentro de formación en el que se dieron a conocer además los 506 casos recogidos por estas oficinas. De éstos, 103 se refieren a personas de las que consta que ya han fallecido y más del 70% son casos del siglo XX. El carácter pastoral y de acogida de estas oficinas permite tratar las denuncias, aunque el acusado haya fallecido o el caso esté prescrito en el ámbito judicial. Las oficinas han recogido también denuncias sobre personas laicas (61), sacerdotes (105) y religiosos (342) además de algunas denuncias dirigidas sobre acusados desconocidos.

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España

La Iglesia ortodoxa rusa en España y Portugal y la CEE publican una Declaración Conjunta por la Paz

La Iglesia ortodoxa rusa en España y Portugal y la Conferencia Episcopal Española han publicado una Declaración conjunta por la Paz en la que invitan "a todos nuestros fieles a intensificar la oración por la paz en todo el mundo, especialmente en Ucrania".

Maria José Atienza·6 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

La declaración, firmada por Mons. Francisco Javier Martínez, arzobispo de Granada y Presidente de la Subcomisión Episcopal para Relaciones Interconfesionales y Diálogo Interreligioso junto a Mons. Néstor Sirotenko, arzobispo de Madrid y Lisboa, perteneciente al Patriarcado de Moscú, hace un llamamiento a «todos aquellos que tienen el poder de detener la violencia y la barbarie a que escuchen en su conciencia la voz de Dios, que rechaza el mal y la guerra, y llama a reconstruir la fraternidad universal». Además señala el compromiso de ambas iglesias de «seguir trabajando por la reconciliación entre los pueblos».

Texto íntegro de la Declaración

Nuestras Iglesias se unen ante el dolor y el sufrimiento provocado a tantos hermanos nuestros ortodoxos, católicos y personas de todas las creencias, por la invasión de Rusia a Ucrania. Desde la segunda guerra mundial, Europa no se ha enfrentado a una catástrofe de tal magnitud, que agrava la ya difícil crisis provocada por la pandemia de Covid-19. En este contexto desolador, nuestras Iglesias quieren recordar juntas las palabras de nuestro Señor Jesucristo, el Príncipe de la Paz: «Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios» (Mt 5,9).

En este tiempo de Cuaresma, en el que nos preparamos para celebrar el triunfo de la Vida sobre la muerte, invitamos a todos nuestros fieles a intensificar la oración por la paz en todo el mundo, especialmente en Ucrania, para que la luz radiante de la Pascua no quede oscurecida por las lágrimas de los que lloran a sus muertos, víctimas de la guerra.

Agradecemos los gestos de caridad hacia las víctimas de la guerra y la acogida generosa a todos los refugiados. La solidaridad con el hermano que sufre es expresión del consuelo y la misericordia del Padre celestial hacia todos sus hijos.

Apelamos a todos aquellos que tienen el poder de detener la violencia y la barbarie a que escuchen en su conciencia la voz de Dios, que rechaza el mal y la guerra, y llama a reconstruir la fraternidad universal.

Mostramos nuestro compromiso para seguir trabajando por la reconciliación entre los pueblos como auténticos pastores que desean ser instrumentos de paz y de comunión.

Madrid, 6 de abril de 2022

Misa por la paz y las víctimas de la guerra y el Covid

Además, el jueves 7 de abril, la Conferencia Episcopal Española se une a la invitación del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) a celebrar durante cada día de la Cuaresma una Eucaristía por los fallecidos a causa de la pandemia en Europa. Una celebración a la que este año se suma la invocación por la paz y por los fallecidos a causa de la guerra.

La capilla de la Sucesión Apostólica acogerá la celebración eucarística por estas intenciones siguiendo la cadena de oración en la que participan todas las Conferencias Episcopales de Europa, según un calendario previsto.

Oración interreligiosa por la paz

Además de esta declaración, se da la circunstancia de que representantes católicos, evangélicos, judíos y musulmanes se dieron cita en Madrid, convocados por la Federación de Comunidades Judías de España y el Centro de Estudios Judeo Cristiano el martes 5 de abril en un rezo conjunto por la paz en Ucrania y en el mundo.

Coincidiendo con la celebración de las Pascuas judía, cristianas y el Ramadán en el mes de abril, los representantes religiosos explicaron los fundamentos y el sentido de sus respectivas festividades y se unieron en un rezo conjunto por la paz, la armonía y el respeto entre los seres humanos.

Enseñanzas del Papa

Tiempo de sembrar

Entre las intervenciones del Papa Franciso durante el mes de marzo, cabe destacar especialmente la recogida en el mensaje por las cuatro doctoras de la Iglesia, su mensaje para la Cuaresma y el discurso en el que relanza el Pacto educativo global. 

Ramiro Pellitero·6 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

Marzo se abrió con un mensaje de Francisco referido a las cuatro doctoras de la Iglesia, cuyo testimonio de santidad es fruto de la correspondencia a la gracia de Dios. En su mensaje para la Cuaresma, el Papa nos había invitado a sembrar el bien. Ya mediado el mes, Francisco ha querido relanzar el Pacto educativo global, subrayando el poder transformador de la educación en estos tiempos de conflictos. 

Las doctoras de la Iglesia y la “santidad femenina”

El Papa ha dirigido un mensaje (1-III-2022) con motivo de un congreso internacional organizado para celebrar los aniversarios de la declaración de Teresa de Jesús, Catalina de Siena, Teresa de Lisieux e Hildegarda de Bingen como Doctoras de la Iglesia, a las que se quiso unir Brígida de Suecia y Teresa Benedicta de la Cruz que, junto con Catalina de Siena, fueron nombradas co-patronas de Europa por san Juan Pablo II (cfr. Spes ædificandi, n. 3).

Una doctrina enseñada ante todo con la vida santa

Todas estas santas tienen en común, primero, por su testimonio de mujeres que han llevado una vida santa; segundo, una “doctrina eminente” por su “permanencia, profundidad y oportunidad que ofrece, en las actuales circunstancias, luz y esperanza a nuestro mundo, tan fragmentado y falto de armonía”. Por lo que toca a su doctrina, las enseñanzas más importantes son, precisamente, las que se refieren a la santidad.

¿Qué enseñaron sobre la santidad? Así lo expresa Francisco: “Dóciles al Espíritu, por la gracia del Bautismo, recorrieron su camino de fe movidas, no por ideologías cambiantes, sino por una adhesión inquebrantable a la ‘humanidad de Cristo’ que permeaba sus acciones”

Así es, porque la humanidad de Cristo es el signo e instrumento que Dios nos ha dado de su amor y condescendencia, al asumir la pequeñez y limitación humana.

Continúa el Papa diciendo: “También ellas se sintieron incapaces y limitadas en algún momento, ‘mujercillas flacas’, como diría Teresa de Jesús, ante una empresa que les superaba”. ¿De dónde sacaron –se pregunta Francisco– la fuerza para llevar a cabo su vocación y la misión que se les encomendó, sino del amor a Dios que llenaba sus corazones? “Como Teresa de Lisieux, pudieron realizar en plenitud su vocación, ‘su caminito, su proyecto de vida. Un camino asequible a todos, el de la santidad ordinaria”. Lo que quiere decir aquí “santidad ordinaria” se explica a continuación. En primer lugar: una santidad caracterizada, como acontece siempre de algún modo, por la fortaleza que surje de unir la confianza en el amor de Dios con la humildad de quien se sabe humanamente poca cosa. 

En segundo lugar, el Papa perfila lo que llama “la santidad femenina que hace fecundos a la Iglesia y al mundo”. Ante todo. subraya el fundamento de esa santidad, que tiene que ver con un aspecto de la sensibilidad actual en relación con la mujer: “La sensibilidad actual del mundo reclama que se devuelva a la mujer la dignidad y el valor intrínseco con que ha sido dotada por el Creador”

Características de la “santidad femenina”

Tercero, a partir de ahí el ejemplo de vida de estas santas pone de relieve algunos elementos que diseñan, con claras manifestaciones en el plano antropológico y social, esa femineidad tan necesaria en la Iglesia y en el mundo: 1) “Fortaleza para arrostrar dificultades”; 2) “Capacidad de lo concreto”; 3) “disposición natural para ser propositivas en aras de lo más bello y humano, según el plan de Dios”, y 4) “visión clarividente —profética— del mundo y de la historia que las ha hecho sembradoras de esperanza y constructoras del futuro”. Sin duda cuatro luces para perfilar la vocación y misión de las mujeres cristianas también nuestro tiempo.

Cuarto, en relación con la Iglesia y su misión. Destaca que “su dedicación al servicio de la humanidad se acompañaba con un gran amor a la Iglesia y al ‘Dulce Cristo en la Tierra’, como gustaba llamar Catalina de Siena al Papa”; junto a ello, “se sintieron corresponsables en subsanar los pecados y miserias de su tiempo, y contribuyeron a la misión de evangelización desde una plena sintonía y comunión eclesial”.

Esas características (fortaleza apoyada en la dignidad y valor de la mujer, concreción en la atención a la persona, atención a la belleza de lo verdaderamente humano, y visión clarividente y esperanzadora) son condiciones de la correspondencia a la gracia de Dios, que acompañó a estas santas en su amor y servicio a la Iglesia y al mundo. Son semillas y también frutos de una siembra divina, la santidad, que da siempre frutos abundantes.

La Cuaresma: siembra y cosecha de bien

En relación con esa siembra de santidad se puede ver el lema que propuso el Papa para la Cuaresma, con palabras de san Pablo: “No nos cansemos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad, hagamos el bien a todos” (Ga 6, 9-10a)

En su mensaje para la Cuaresma de 2022 (hecho público el 11-XI-2021) explica que la Cuaresma es un tiempo propicio (kairós) para sembrar el bien. Esto, según san Agustín, es una imagen de nuestra existencia terrena. En ella prevalecen con frecuencia la avidez y la soberbia, el deseo de tener, de acumular y de consumir (cfr. Lc 12, 16-21). 

Y “la Cuaresma nos invita a la conversión, a cambiar de mentalidad, para que la verdad y la belleza de nuestra vida no radiquen tanto en el poseer cuanto en el dar, no estén tanto en el acumular cuanto en sembrar el bien y compartir”.

En esa siembra, el primer agricultor es Dios mismo, que con generosidad “sigue derramando en la humanidad semillas de bien” (Fratelli tutti, 54). 

“Durante la Cuaresma —señala el Papa— estamos llamados a responder al don de Dios acogiendo su Palabra ‘viva y eficaz’” (Hb 4, 12). 

La escucha, clave para acoger la semilla

¿Cómo se acoge esa siembra? “La escucha asidua de la Palabra de Dios nos hace madurar una docilidad que nos dispone a acoger su obra en nosotros (cfr. St 1, 21), que hace fecunda nuestra vida”. En efecto, porque Dios nos habla en la lectura de la Sagrada Escritura, en la celebración de la liturgia, en la oración personal y en la dirección espiritual, e incluso en los acontecimientos cotidianos, si sabemos escucharlo. 

Además, nosotros también somos agricultores, sembradores y cosechadores. Somos “colaboradores de Dios” (1Co 3, 9), si utilizamos bien el tiempo presente (cfr. Ef 5, 16) para sembrar “obrando el bien”. Nos advierte Francisco que esta llamada a sembrar el bien no tenemos que verla como un peso, sino como una gracia con la que el Creador quiere que estemos activamente unidos a su magnanimidad fecunda.

Entre la siembra y la cosecha hay una conexión estrecha, como dice san Pablo: “A sembrador mezquino, cosecha mezquina; a sembrador generoso, cosecha generosa” (2Co 9, 6). 

La cosecha de las buenas obras

Pero, ¿de qué cosecha se trata? “Un primer fruto del bien que sembramos lo tenemos en nosotros mismos y en nuestras relaciones cotidianas, incluso en los más pequeños gestos de bondad”. El buen árbol da buenos frutos, y no se pierde ningún “cansancio generoso” (cfr. Evangelii gaudium, 279). Sembrar es “desatar procesos cuyos frutos serán recogidos por otros, con la esperanza puesta en las fuerzas secretas del bien que se siembra” (Fratelli tutti, 196).

Pero la siega más verdadera es la escatológica, la del último día. Esto se refiere no solo al momento de la muerte de cada uno; sino también más adelante, tras el juicio final, a la la resurrección de nuestro cuerpo(cfr. 1Co 15, 42-44). Si hemos estado unidos a Él por el amor, resucitaremos para la vida eterna, llena de luz y de alegría (cfr. Jn 5, 29).

Los obstáculos para todo ello se condensan en la “la tentación de encerrarnos en el propio egoísmo individualista y refugiarnos en la indiferencia ante el sufrimiento de los demás”. ¿Y la solución? Pedir la fe y la esperanza, porque así conseguiremos no cansarnos de hacer el bien (cfr. Ga 6, 9). 

A la hora de concretar, el Papa propone: no cansarnos de orar (con la pandemia hemos palpado que necesitamos de los demás y sobre todo de Dios); no cansarnos de extirpar el mal de nuestra vida (con el ayuno y con la confesión de nuestros pecados en el sacramento de la Penitencia) y practicar más los encuentros reales y no solo los “virtuales”; no cansarnos de hacer el bien a los demás, sobre todo a los que tenemos cerca: los necesitados, los enfermos, las personas que están solas. De esta manera, si no desfallecemos, cosecharemos abundantemente. 

Oración y compromiso educativo en favor de la paz

Con motivo de un encuentro de la fundación Gravissimum educationis, el Papa dirigió un discurso (fechado el 18-III-2022), alusivo al tema que les reunía: Educar para la democracia en un mundo fragmentado

Rezar por la paz

Francisco comienza aludiendo a la guerra que tenemos bien cerca, en Europa. Y pregunta qué estamos haciendo cada uno: “¿Rezo? ¿Ayuno? ¿Hago penitencia? ¿O vivo despreocupado, como vivimos normalmente guerras lejanas?”. Y evoca dos principios fundamentales: “Una guerra siempre –¡siempre!– es la derrota de la humanidad”; todos somos derrotados, porque “de algún modo somos responsables”

La promoción de la democracia es un tema actual y debatido. Pero no es frecuente abordarlo desde el punto de vista de la educación. Este enfoque, sin embargo, pertenece de manera especial a la tradición de la Iglesia, y, observa el sucesor de Pedro, “es el único capaz de dar resultados a largo plazo”.

Apoyándose en la parábola de los labradores asesinos (cfr. Mt 21, 33-43.45-46), que se cegaron por su deseo de posesión, el Papa se detuvo en dos degeneraciones de la democracia: el totalitarismo y el secularismo. 

El totalitarismo y el secularismo

Un Estado es totalitario, señaló, con palabras de Juan Pablo II, cuando “tiende a absorber a la nación, a la sociedad, a la familia, a las comunidades religiosas y al propio pueblo” (Centesimus annus, 45). Con esta opresión ideológica, “el estado totalitario vacía de valor los derechos fundamentales de la persona y de la sociedad, hasta el punto de suprimir la libertad”

El secularismo –vivir como si Dios no existiera– es inhumano, sobre todo cuando ese vivir es consciente y voluntario por parte de la sociedad: “El humanismo que excluye a Dios es un humanismo inhumano”, decía Benedicto XVI (Caritas in veritate, 78). 

Señala el Papa que “el secularismo radical, también ideológico, deforma el espíritu democrático de una manera más sutil y taimada: al eliminar la dimensión trascendente, debilita y anula poco a poco toda apertura al diálogo”. Y así, negando la existencia de una verdad última, , las ideas y creencias humanas pueden explotarse fácilmente con fines de poder. 

Aquí está, observa Francisco, la diferencia, pequeña pero sustancial, entre un “laicismo saludable” y un “laicismo envenenado”. (Cabría hablar de una sana laicidad, distinta de un laicismo combativo y antirreligioso) “Cuando lo laico se convierte en ideología, se convierte en laicismo, y eso envenena las relaciones e incluso las democracias”.

Relanzar el Pacto Educativo Global

Frente a estas degeneraciones se alza el poder transformador de la educación. Las experiencias en este sentido son ya fructuosas. Las concreta en tres propuestas.

1) Alimentar la sed de democracia en los jóvenes. Se trata, apunta, de ayudarles a valorar el sistema democrático, que, aunque es siempre perfectible, es proteger la participación de los ciudadanos (cfr. Centesimus annus, 46), así como la libertad de elección, de acción y de expresión. Con ello se les ayuda a rechazar la uniformidad y apreciar la universalidad. 

2) Enseñar a los jóvenes que el bien común se mezcla con el amor. El bien común no se puede defender, sin más, por la fuerza militar. Porque de esta manera se destruye, fomentando injusticias y violencias, y dejando muchos escombros: “Sólo el amor puede salvar a la familia humana”. “En esto –observa Francisco–, estamos viviendo el peor ejemplo cerca de nosotros”.

3) Educar a los jóvenes a vivir la autoridad como servicio. Todos estamos llamados a servir, ejerciendo cierta autoridad, en la familia, en el trabajo y en la vida social (cfr. Mensaje de lanzamiento del Pacto Educativo, 12-IX-2019). En cambio: “Cuando la autoridad va más allá de los derechos de la sociedad, de las personas, se convierte en autoritarismo y acaba en dictadura”. La autoridad es algo muy equilibrado, pero –añade– es algo hermoso que debemos aprender y enseñar a los jóvenes para que aprendan a manejarla.

Desea Francisco aprovechar esta oportunidad para relanzar el Pacto Educativo (para impulsar a los más jóvenes hacia el bien común global), que quiso iniciarse cuando estalló la pandemia. 

“En el contexto provocado por la guerra de Ucrania –observa ahora el obispo de Roma– se destaca aún más el valor de este Pacto Educativo, para promover la fraternidad universal en la única familia humana, basada en el amor”

Así es. Tanto la educación, como la santidad –a la que tanto contribuye–, y como la Cuaresma –que es un ejercicio de autoeducación–, son siembrasque valen la pena, eficaces ante tantos conflictos personales y sociales.

Educación

José María de Moya: “El profesor de Religión de la escuela pública es un héroe”

El I Encuentro Iberoamericano de Profesores de Religión hará de Madrid el epicentro de la reflexión y el conocimiento de nuevas dinámicas en torno a la asignatura de Religión. Un encuentro que quiere reivindicar la importancia de la enseñanza religiosa como señala el director general de Siena Educación.

Maria José Atienza·5 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Madrid acoge, los próximos 6, 7 y 8 de mayo de 2022, el I Encuentro Iberoamericano de Profesores de Religión. Una iniciativa del grupo Siena Educación dirigida a los más de medio millón de profesores de Religión que hay, actualmente, en Iberoamérica y España.

Durante tres días, se desarrollará un amplio y ambicioso panel de conferencias magistrales, dinámicas docentes innovadoras, presentación del Religion Teaching Lab, coloquios y actividades culturales.

El encuentro, que tendrá formato híbrido, está abierto a los profesores de Religión ya sea de escuelas públicas, privadas o concertadas, como señala en esta entrevista con Omnes, José María de Moya, director general de Siena Educación.

¿Su objetivo? Revindicar la importancia de la enseñanza de la Religión en una educación plena de los niños y jóvenes, especialmente ante el desafío del vacío existencial que cada vez más, se plantea en edades tempranas por la falta de atención a este ámbito.

El I Encuentro Iberoamericano de Profesores de Religión va a reunir a profesores de esta materia de entornos y países muy diferentes. ¿Por qué eligieron esta diversidad?

­–Desde un primer momento, quisimos sacar este encuentro de la problemática de la asignatura de Religión en España. No queríamos que el encuentro se centrara en los problemas jurídicos, políticos…, que rodean este tema en España.

Queremos, ante todo, reivindicar la importancia de la enseñanza de la Religión. Por eso lo hemos planteado en un formato más amplio, iberoamericano, porque existen muchos enfoques de la asignatura. Nos encontramos con el enfoque más catequético de la asignatura de Religión, que se da en algunos países de Iberoamérica donde el profesor de Religión, y por tanto la asignatura, está muy vinculada a la parroquia del pueblo.

También encontramos el enfoque que tenemos en España y en otros países de Hispanoamérica: la asignatura confesional pero no catequética -es decir, no hace falta tener fe para asistir a las clases- pero claramente confesional.

También hay algunos países que tienen un enfoque más sociológico, del estudio del hecho religioso o historia de las religiones, donde la asignatura no es confesional, aunque ciertamente está poco extendido. A éstos podemos incluso sumar otra opción que sí encontramos en países como Argentina donde no se imparte Religión en la escuela pública; la Religión, como asignatura, sólo se imparte en colegios religiosos. Por lo tanto, tenemos todo ese panorama de modelos y todos son bienvenidos a este encuentro que, aunque apuesta por un enfoque confesional de la asignatura, queremos que sea trasversal, que todo el mundo pueda aprender.

Objetivos del encuentro

¿Por qué un encuentro específico de la asignatura de Religión?¿Cuáles son sus objetivos?

–En efecto, y de hecho, con el Encuentro queremos destacar el orgullo de ser profesores de Religión y de la propia asignatura. El profesor de Religión ha de sentirse orgulloso de ser profesor de la asignatura de Religión y no por una estrategia de marketing sino por convicción.

El primer objetivo de este encuentro es reivindicar la importancia de una educación plena del alumno, que abarque también la dimensión espiritual, no sólo la intelectual y la humana. Por supuesto con libertad. Aquellas familias que sólo quieran que sus hijos sean bilingües o sepan muchas matemáticas no tienen por qué matricularlos en Religión, pero existen muchas familias que quieren una educación integral, plena.

Para nosotros, la educación es un taburete de tres patas: faceta humana, intelectual y espiritual y que no se sostiene sólo con dos.

La idea del encuentro surge de esta concepción. No son pocos los psicopedagogos, educadores, o incluso psiquiatras que nos han expuesto o señalan cómo, cada vez más, llegan jóvenes a las consultas o tutorías, académicamente brillantes, buenas personas, que saben trabajar en equipo y demás…, pero que experimentan un gran vacío existencial en sus vidas y eso deriva en problemas de autoestima, pensamientos suicidas… etc.

El segundo objetivo es destacar la importancia del conocimiento de las religiones para entender el mundo en que vivimos: el patrimonio o la historia…

Y por supuesto, queremos destacar el trabajo y la innovación que están haciendo muchísimos profesores de Religión y que es muy desconocida.

La educación es un taburete de tres patas: faceta humana, intelectual y espiritual y que no se sostiene sólo con dos.

José María de Moya. Director general de Siena Educación

¿Cómo ve a los profesores de Religión en la actualidad?

–El encuentro de mayo es ‘de’ profesores ‘para’ profesores – el grueso del congreso son dinámicas docentes que se dan sobre todo en colegios públicos – y nos hemos encontrado gente fantástica.

Los 35.000 profesores de Religión de España, a los que conocemos más, son gente estupenda. Personas que se forman, que trabajan muchísimo. Cada uno con su estilo y sus sensibilidades.

Son personas muy comprometidas, muy abnegadas y, además, que son resistentes, porque se les da mucha caña.

Ahora los profesores de Religión son muy cuestionados, efectivamente, sobre todo el profesor de la escuela pública, tanto la asignatura como ellos mismos.

En la escuela religiosa o vinculada a alguna institución católica, el profesor de Religión está más arropado por la pastoral o el ideario del centro, la congregación…, etc.

El profesor de Religión de la escuela pública es un héroe. Y muchas veces representan el “ideario” del centro público. Me explico, un centro público no tiene ideario, pero el profesor de Religión suele ser quién anima iniciativas de valores, actos solidarios, campañas… Este tipo de iniciativas que encarnan los “mejores valores” del centro público las coordinan los profesores de Religión.

Encuentro Iberoamericano de Profesores de Religión

Familia y escuela

La educación tiene dos claves: familia y escuela. En el caso de la enseñanza de la Religión, ¿se deja todo en manos del colegio en ocasiones? ¿Hasta donde llegar la enseñanza de Religión escolar?

–Ese tema está relacionado con el último de los cuatro objetivos del Congreso que se centra en reivindicar el derecho de las familias a que sus hijos se formen de acuerdo a sus convicciones morales y religiosas.

La escuela y la familia tienen que estar en sintonía porque, de lo contrario, se produce una especie de “esquizofrenia” en la vida del alumno. Con buena sintonía y comunicación entre el colegio y la familia esto no ocurre.

Las familias tienen que tener la libertad de elegir un colegio u otro y en el caso de la escuela pública, la facultad de hablar con el profesor y manifestar sus convicciones.

Una de las realidades actuales con las que nos encontramos es que no salen católicos de las escuelas católicas. ¿Dónde está el problema?

–En este tema no soy un experto. Me atrevo a decir poco. Creo que es un problema global. Habría que remontarse a las causas del proceso de secularización de la sociedad, por lo que desborda lo que podría ser un problema de la escuela o la familia. También pienso que corremos el riesgo y, quizás en ocasiones, hemos caído en asimilar la enseñanza de la Religión con una enseñanza de valores y “de murales” como señala el filósofo Quintana Paz.

Me parece que la Iglesia, como dijo el Papa Francisco, no es una ONG y la religión no viene sólo a resolver problemas sociales.

La asignatura de Religión tiene que abrir a los alumnos a la trascendencia, sin catequesis, porque es para cualquier persona. Ha de hacer que reflexionen, que se hagan preguntas y vean también las respuestas de la religión católica. Es dar un paso más.

Secularización e indiferencia

Esta secularización ambiental, ¿afecta sólo a los católicos?

–En el encuentro tenemos una mesa de diálogo interreligioso. Cuando he hablado con los ponentes que intervienen, todos reconocen que el problema de secularización es universal, no es un “tema católico”. Afecta a toda la visión trascendente del hombre que esta siendo laminada por una cultura relativista, líquida. Una visión inmanente frente a una visión trascendente. Todo ello alimentado por el materialismo, la sociedad de consumo. En este sentido, el representante de la religión judía que interviene desde Perú me contaba que los judíos practicantes han bajado muchísimo y que notan esta secularización. Creo que ese coloquio será muy interesante porque estarán representantes no sólo católicos, sino también evangélicos, islámicos y judíos. También creo que será muy interesante el coloquio de los filósofos. Este es un encuentro civil, y creemos de hecho que la filosofía tiene mucho que reivindicar y que decir en el tema de la educación religiosa y vamos a contar con filósofos de primer nivel como Miguel García Baró, Gregorio Luri o José María Torralba.

El problema de secularización es universal, no es un “tema católico”. Afecta a toda la visión trascendente del hombre que esta siendo laminada por una cultura relativista, líquida.

José María de Moya. Director general de Siena Educación

De hecho, hace poco en Gregorio Luri hablaba en Omnes de cómo la escasa consideración de la educación en el ámbito político ha llevado a cierta indiferencia del profesorado, ¿ocurre en mayor o menor medida con el profesorado de Religión?

–Si, existe mucha gente desanimada, pero por eso mismo hacemos este encuentro. Como en todos los colectivos hay de todo. Entre el profesorado de Religión hay quien se puede sentir muy solo y, además cuando uno se encuentra en ese estado todo parece en contra…

Con este congreso pueden ver que no es así, que hay mucha gente haciendo cosas, defendiendo las mismas ideas, muchos movimientos asociativos, etc., que tienen claro que hemos de defender la dimensión espiritual en la educación porque en ofrecer estas respuestas a los jóvenes nos jugamos el futuro.

Recursos

Más allá de Rusia y Ucrania

La Consagración de Ucrania y Rusia al Inmaculado Corazón de María manifiesta la profunda convicción de fe que tiene el Santo Padre en la protección materna de María, quien nos ha sido dada por Dios como Madre.

Jaime Fuentes·5 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

El Acto de consagración realizado por el Papa Francisco, en unión con todos los obispos del mundo en la Solemnidad de la Anunciación, el 25 de marzo de 2022, pasará a la historia. Lo será por las circunstancias dramáticas en que fue hecho y porque, aceptando el pedido que le habían hecho los obispos católicos ucranianos, Francisco se dirigió a la Virgen consagrando concretamente a Rusia, como Ella lo había solicitado en su aparición de julio de 1917 en Fátima.

No obstante, en mi opinión, su trascendencia histórica debería buscarse más allá de las circunstancias que lo han rodeado.

Una especial preparación

El 17 de marzo pasado las Nunciaturas Apostólicas enviaron a todos los obispos una comunicación, por encargo del Secretario de Estado, Cardenal Pietro Parolin que anticipaba que, en los próximos días el Papa Francisco enviará una Carta con la cual invita a unirse en oración especial por la paz el próximo viernes 25 de marzo. Después de anunciar que en esta fecha el Santo Padre tendrá una celebración particular en la cual consagrará Rusia y Ucrania al Corazón Inmaculado de María, añadía que era deseo del Papa que esta iniciativa a favor de la paz sea vivida por todo el santo pueblo de Dios y en particular por los sacerdotes, religiosas y religiosos, con iniciativas locales (en las catedrales, iglesias parroquiales y santuarios marianos) de la manera más conveniente en cada Diócesis.

Este anuncio fue un primer signo de la importancia que el Papa daba al Acto que iba a realizar. La Carta, fechada en San Juan de Letrán el 21 de marzo, llegó dirigida a cada obispo, Querido Hermano. Después de exponer el sufrimiento del pueblo ucraniano y la necesidad de interceder ante el “Príncipe de la paz”, y acogiendo también numerosas peticiones, Francisco explica su intención: deseo realizar un solemne Acto de consagración de la humanidad, particularmente de Rusia y de Ucrania, al Corazón inmaculado de María. Y enseguida añade el sentido que tendrá el Acto: quiere ser un gesto de la Iglesia universal, que en este momento dramático lleva a Dios, por mediación de la Madre suya y nuestra, el grito de dolor de cuantos sufren e imploran el fin de la violencia, y confía el futuro de la humanidad a la Reina de la paz. Por esta razón, concluye, lo invito a unirse a dicho Acto, (…) para que el Pueblo santo de Dios eleve la súplica a su Madre de manera unánime y apremiante.

Tres características pueden señalarse en estos pasos de preparación del Acto: 1) la consagración sería un Acto solemne, y dicha solemnidad se manifestaría en que sería realizado por el Papa y la Iglesia universal. 2) La consagración no sería solamente de Rusia y Ucrania, sino de toda la humanidad. 3) La oración de toda la Iglesia llegará al Cielo por mediación de la Madre de Dios, que es también Madre nuestra, y a Ella se le confiará el futuro de la humanidad.

La convocatoria al Acto tuvo una extraordinaria y sorprendente acogida en todas partes, como se verificó a lo largo y a lo ancho del mundo: la fibra mariana de los católicos se manifestó de manera inmediata. En Europa se pudo realizar a la misma hora de Roma, como el Papa lo pedía en su Carta. En algunos países de América, la diferencia horaria era una dificultad, pero, en todos los casos, se llevó a cabo con gran asistencia de público. (En Montevideo, concretamente, la Misa y consagración se celebró en la Catedral a las 5 de la tarde que, para sorpresa de no pocos, estuvo llena en un día de semana).

Madre de Dios y Madre nuestra

La celebración litúrgica penitencial presidida por Francisco comenzó con lecturas bíblicas, a las que siguió la homilía del Papa. En esta subrayó que realizaría el Acto en unión con los obispos y los fieles del mundo; deseo solemnemente llevar al Corazón inmaculado de María todo lo que estamos viviendo; renovar a ella la consagración de la Iglesia y de la humanidad entera y consagrarle, de modo particular, el pueblo ucraniano y el pueblo ruso, que con afecto filial la veneran como Madre. Saliendo al paso de una posible interpretación equivocada del Acto de consagración, Francisco explica en su homilía que no se trata de una fórmula mágica, no, no es eso; sino que se trata de un acto espiritual. Es el gesto de la plena confianza de los hijos que, en la tribulación de esta guerra cruel y esta guerra insensata que amenaza al mundo, recurren a la Madre. En momentos difíciles como el que ahora vivimos, Francisco quiso animarnos a acercarnos al Corazón de nuestra Madre para colocar en él todo lo que tenemos y todo lo que somos, para que sea ella, la Madre que nos ha dado el Señor, la que nos proteja y nos cuide.

Después de un tiempo dedicado a su Confesión personal y a confesar él mismo a algunos penitentes y, con él, más de un centenar de sacerdotes, el Papa Francisco se dirigió a la imagen de la Virgen de Fátima para realizar el Acto de consagración.

Oh María, Madre de Dios y Madre nuestra (…) Tú eres nuestra Madre, nos amas y nos conoces… Con esta preciosa advocación y declaración de la Maternidad espiritual de María comenzó la oración dirigida a la Señora. Madre Santa la llamará, reconociendo que es el mismo Dios quien nos la entregó como Madre en la Cruz y puso en su Corazón inmaculado un refugio para la Iglesia y para la humanidad.

Más adelante, apoyándose en las palabras llenas de cariño que la Virgen le dijo a san Juan Diego en su aparición en México, en 1531, se dirige a Ella para rogarle: Repite a cada uno de nosotros: “¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?” Y recurre también a una advocación mariana (la Virgen Desatanudos, que se venera en Augsburgo desde 1707, a la que Francisco tiene especial devoción) para pedirle con total confianza: Tú sabes cómo desatar los enredos de nuestro corazón y los nudos de nuestro tiempo. Ponemos nuestra confianza en ti. Estamos seguros de que tú, sobre todo en estos momentos de prueba, no desprecias nuestras súplicas y acudes en nuestro auxilio. (…)

Por último, limitándonos a lo que nos interesa subrayar de la oración del Papa, después de revivir con el texto de san Juan la entrega de su Madre que Jesús hizo en la Cruz, concluirá: Madre, queremos acogerte ahora en nuestra vida y en nuestra historia. En esta hora la humanidad, agotada y abrumada, está contigo al pie de la cruz. Y necesita encomendarse a ti, consagrarse a Cristo a través de ti. (…) Por eso, Madre de Dios y nuestra, nosotros solemnemente encomendamos y consagramos a tu Corazón inmaculado nuestras personas, la Iglesia y la humanidad…

Significado del Acto

¿Cuál es el significado del Acto de consagración al Inmaculado Corazón de María, realizado por el Papa Francisco, unidos con él los pastores y los fieles del mundo entero?  En la Constitución dogmática Lumen Gentium se enseña que al Magisterio auténtico del Romano Pontífice se le debe un obsequio religioso de la voluntad y del entendimiento, aun cuando no hable ex cathedra, puesto que se trata de su magisterio supremo. A su vez, explica enseguida la Constitución que a esta enseñanza pontificia se le debe prestar adhesión según la manifiesta mente y voluntad del Santo Padre, que se deduce principalmente ya sea por la índole de los documentos, ya sea por la frecuente proposición de la misma doctrina, ya sea por la forma de decirlo(n. 25).

Aplicando estos principios al Acto de consagración del 25 de marzo y teniendo en cuenta su esmerada preparación, se podría afirmar: 1) Se trata de un Acto de consagración a Cristo, invocada la mediación materna de María, que además de su propio relieve teologal de primer orden, tiene como objeto a toda la humanidad y a toda la Iglesia. 2) Francisco, sirviéndose de palabras y gestos (homilías, visitas a la Virgen antes y al regresar de sus viajes pastorales…) en numerosas ocasiones ha hecho referencia a la Maternidad espiritual de María. 3) En esta oportunidad, tanto en la Carta de invitación dirigida a los obispos, como en la homilía pronunciada antes de la consagración, y en la Oración de consagración, la forma de referirse a ella como un Solemne acto -así lo expresa en los tres documentos- aparece como muy significativa: ¿acaso no quiere manifestar que la Maternidad espiritual de María debe permear la vida de la Iglesia, más allá de las difíciles circunstancias actuales?

El texto de la Lumen Gentium enseña también que, aunque cada uno de los Prelados no goce por sí de la prerrogativa de la infalibilidad, sin embargo, cuando, aun estando dispersos por el orbe, pero manteniendo el vínculo de comunión entre sí y con el sucesor de Pedro, enseñando auténticamente en materia de fe y costumbres, convienen en que una doctrina ha de ser tenida como definitiva, en ese caso proponen infaliblemente la doctrina de Cristo (n. 25).

A su vez, parecería conveniente recordar lo que explicó en su día la Congregación para la Doctrina de la Fe: cuando sobre una doctrina no existe un juicio en la forma solemne de una definición, pero pertenece al patrimonio del depositum fidei y es enseñada por el Magisterio ordinario y universal – que incluye necesariamente el del Papa –, debe ser entendida como propuesta infaliblemente. La intención del Magisterio ordinario y universal de proponer una doctrina como definitiva no está generalmente ligada a formulaciones técnicas de particular solemnidad; es suficiente que quede claro por el tenor de las palabras usadas y por el contexto.

Llegando al final de este análisis, una conclusión sería que el Acto de consagración del 25 de marzo de 2022, llevado a cabo por el Papa Francisco en unión con todos los obispos del mundo, ha puesto de manifiesto solemnemente la profunda convicción de fe que tiene el Santo Padre en la protección materna de María, quien nos ha sido dada por Dios como Madre.

Esta certeza de fe no ha cambiado desde que fue anunciada e infundida por Jesucristo a los suyos en el Calvario: en todos los tiempos así la han vivido todas las generaciones de cristianos y, sin duda, así se mantendrá hasta el final de los tiempos porque está inscrita con trazo fundacional, por así decir, en el corazón de la Iglesia: a nuestra Madre acudimos y siempre acudiremos confiadamente, de modo individual o colectivo, ante cualquier peligro o necesidad, buscando amparo, seguros de su intercesión y auxilio.

A su vez, el Acto de consagración quizás puede situarse en línea -una línea abierta a inéditos acontecimientos y a múltiples iniciativas pastorales-, con el deseo que manifestara san Juan Pablo II durante el inolvidable Año Mariano de 1987-1988, que precedió a la caída del comunismo: mediante este Año Mariano, escribió entonces, la Iglesia es llamada no sólo a recordar todo lo que en su pasado testimonia la especial y materna cooperación de la Madre de Dios en la obra de la salvación en Cristo Señor, sino además a preparar, por su parte, cara al futuro, las vías de esta cooperación.

El autorJaime Fuentes

Obispo emérito de Minas (Uruguay).

Vaticano

Las imágenes del Papa en Malta

Rome Reports·5 de abril de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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El reciente viaje del Papa Francisco a Malta ha dejado imágenes para la memoria como el recorrido en papamóvil por las calles, el viaje en barco al santuario de Ta’ Pinu o el encuentro con refugiados en un centro de acogida.


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Elogio de la excelencia

La opción por una educación que reniega de la exigencia y del esfuerzo traerá, inevitablemente, un descenso en el nivel educativo de los alumnos, con todo lo que ello implicará para la sociedad del futuro.

4 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Gobierno acaba de aprobar los Reales Decretos en los que se regulan las enseñanzas de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). A la prensa ha saltado el tema por lo más pintoresco, como es la desaparición de un estudio cronológico de la Historia, o la tan manida educación emocional y feminista que ha de impregnar todas las áreas, incluyendo el estudio de las matemáticas con perspectiva de género. También se ha subrayado repetidamente la sangrante desaparición de estudios filosóficos en la ESO y la mengua hasta la inanición de la asignatura de Religión.

Cada uno de estos aspectos son vitales y merecen la pena ser tenidos en cuenta a la hora de analizar la presente reforma pedagógica. Pero hay un aspecto que subyace a toda la ley y que tiene un gran calado social. Es la opción por una educación que reniega de la exigencia y del esfuerzo, que inevitablemente traerá un descenso en el nivel educativo de los alumnos, con todo lo que ello implicará para la sociedad del futuro.

El que no se indique un número de suspensos máximo (dos hasta ahora) para que un alumno pueda pasar de curso, no es algo anecdótico. Ahora es el claustro el que decidirá si promociona  de curso a pesar de tener el número de suspensos que sea. Obviamente a las familias y a los alumnos les queda claro que la ley lo permite y que el ‘culpable’ de que no promocione no será el alumno por no estudiar, sino el centro, los profesores por no permitirlo, estando en su potestad el poder hacerlo. En la misma línea discurren los eufemismos por los que un alumno no ‘repetirá’ curso sino que ‘permanecerá’ en él.  O la eliminación de exámenes de recuperación.

En el fondo hay una mentalidad pedagogicista de no estigmatizar al alumno. A ello le  acompaña un planteamiento social que es altamente preocupante, que es el del que nadie asume la responsabilidad de lo que hace. Los culpables siempre son otros. Quien me tiene que resolver los problemas siempre es otro. En última instancia, por supuesto, ese otro que ha de velar por mi bienestar es el Estado.

Adulto es aquel que asume la responsabilidad de lo que hace. Pero parece ser que vivimos en una sociedad de adolescentes y que ese modelo se perpetuará con esta propuesta educativa.

Vamos hacia una sociedad cada vez más distanciada entre las personas que hayan recibido dos tipos de educación.  Por un lado nos encontraremos con los que opten por una educación que con esfuerzo les haga sacar a los jóvenes lo mejor de ellos  mismos, que forme hombres libres, autónomos, adultos. Y por otra parte una educación basada en un igualitarismo a la baja que les haga quedarse en su mediocridad,  que es la propuesta de nuestros actuales dirigentes en esta reforma educativa.

Habrá colegios que acojan una petición esos padres que buscan la exigencia y el esfuerzo para sus hijos, y otros que, forzados por el Gobierno  con sus equipos de inspección a la cabeza, que optarán por una educación en la que todos pasen de curso, en la que no pase nada.

Con Pedro Salinas no puedo sino recordar que quien ama, el buen educador, no se conforma con la mediocridad de la persona amada, sino que quiere que saque la mejor versión de sí misma, aunque le cueste, aunque le duela.

Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro
de ti.

Perdóname el dolor alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.

Ese que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en lo alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.

Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.

Y que a mi amor entonces le conteste
la nueva criatura que tú eres.

Pedro Salinas. La voz a ti debida. 1933

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

Mundo

El Papa anima a mirar a los demás como Jesús: con una «mirada de misericordia»

En el segundo día de su viaje a Malta, el Papa Francisco acudió a la Gruta donde se cree que vivió san Pablo, y celebró la Santa Misa en Floriana. Allí animó a mirar a los demás con la mirada de Jesucristo, para así no descartar a nadie, sino mirarles con "una mirada de misericordia".

David Fernández Alonso·3 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

En la segunda jornada de su viaje a Malta, el Papa Francisco se desplazó a la ciudad de Rabat para visitar la Gruta de San Pablo, donde se cree que el apóstol vivió y predicó durante tres meses tras naufragar cuando iba de camino a Roma.

En la gruta de san Pablo

El pontífice entró en la basílica que se encuentra en la cima de la gruta, antes de descender a la propia gruta, que también visitaron el Papa emérito Benedicto XIV y san Juan Pablo II. El Papa encendió una vela ante la estatua del Apóstol Pablo, y rezó para que el espíritu de acogida que tuvieron los isleños con el santo, continúe con los migrantes que llegan a las costas de la isla.

Después de rezar la oración, escribió en el Libro de Honor: «En este lugar sagrado, que conmemora a San Pablo, Apóstol de las Gentes y padre en la fe de este pueblo, doy gracias al Señor y le pido que conceda siempre al pueblo maltés el Espíritu del consuelo y el ardor del anuncio».

Santa Misa en Floriana

A continuación, el Papa se desplazó a la ciudad de Floriana, Malta, para celebrar la Santa Misa. Estaban presentes en la celebración unas 20.000 personas, entre ellas representantes de las Iglesias cristianas y de otras confesiones religiosas. La Plaza de los Graneros, en Floriana, está ubicada fuera de las murallas de La Valeta, capital de Malta, y preside la Iglesia de San Publio, considerado el primer obispo de Malta y quien, según la tradición, acogió en la Isla al Apóstol Pablo tras su naufragio.

Comentando en la homilía la conducta de los personajes del pasaje del Evangelio de hoy, el Papa Francisco recordó que «estos personajes nos dicen que incluso en nuestra religiosidad se puede colar el gusano de la hipocresía y el vicio de señalar con el dedo. En cada época, en cada comunidad. Siempre existe el peligro de malinterpretar a Jesús, de tener su nombre en los labios pero negarlo de hecho. Y esto también se puede hacer levantando pancartas con la cruz. ¿Cómo podemos entonces verificar si somos discípulos en la escuela del Maestro? Por nuestra mirada, por cómo miramos al prójimo y cómo nos miramos a nosotros mismos. Este es el punto para definir nuestra pertenencia».

Una mirada de misericordia

El Santo Padre indicó que la mirada del cristiano tiene que ser la de Jesucristo, «una mirada de misericordia», no la de los acusadores, «de forma sentenciosa, a veces incluso despectiva», «que se erigen en campeones de Dios pero no se dan cuenta de que están pisoteando a sus hermanos». Franciso recordó que, «en realidad, los que creen defender la fe señalando con el dedo a los demás pueden tener una visión religiosa, pero no abrazan el espíritu del Evangelio, porque olvidan la misericordia, que es el corazón de Dios».

Francisco dio otra clave, -además de nuestra mirada hacia los demás- para «entender si somos verdaderos discípulos del Maestro»: cómo nos vemos a nosotros mismos. «Los acusadores de la mujer están convencidos de que no tienen nada que aprender. En efecto, su aparato externo es perfecto, pero falta la verdad del corazón. Son el retrato de aquellos creyentes que, en cada época, hacen de la fe una fachada, donde lo que destaca es el exterior solemne, pero falta la pobreza interior, que es el tesoro más precioso del hombre. De hecho, para Jesús lo que cuenta es la apertura voluntaria de los que no se sienten llegados, sino necesitados de salvación. Nos conviene entonces, cuando estamos en oración y también cuando participamos en hermosos servicios religiosos, preguntarnos si estamos en sintonía con el Señor».

«Jesús, ¿qué quieres de mí?»

«Podemos preguntarle directamente: ‘Jesús, estoy aquí contigo, pero ¿qué quieres de mí? ¿Qué quieres cambiar en mi corazón, en mi vida? ¿Cómo quieres que vea a los demás?’. Nos hará bien rezar así, porque el Maestro no se contenta con las apariencias, sino que busca la verdad del corazón. Y cuando le abrimos el corazón de verdad, puede hacer maravillas en nosotros».

Al final de la homilía, el Papa animó a imitar así a Jesucristo, y aseguró que «si le imitamos, no nos veremos abocados a concentrarnos en la denuncia de los pecados, sino a buscar con amor a los pecadores. No contaremos el número de los presentes, pero iremos en busca de los ausentes. No volveremos a señalar con el dedo, sino que empezaremos a escuchar. No descartaremos a los despreciados, sino que miraremos primero a los que se consideran últimos. Esto, hermanos y hermanas, nos lo enseña hoy Jesús con su ejemplo».

«Dejémonos sorprender por él y acojamos su novedad con alegría», concluyó Francisco.

Mundo

Francisco exhorta en el santuario de Ta’ Pinu a «redescubrir lo esencial: Jesús»

El Santo Padre exhortó ayer en el santuario mariano de Ta’ Pinu, en la isla maltesa de Gozo, a renovar nuestra fe dejándonos guiar por la Virgen María y volviendo a la esencia del cristianismo: “El amor de Dios que nos hace evangelizar al mundo con alegría; y la acogida del prójimo”, “la relación con Jesús y el anuncio de su Evangelio”.

Rafael Miner·3 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

En la tarde de ayer, primera jornada del viaje apostólico del Papa a Malta, tuvo lugar un emotivo encuentro de oración con miles de personas en el santuario mariano de Ta’ Pinu, en la isla de Gozo, lugar de gran piedad para los malteses, visitado por san Juan Pablo II y luego por Benedicto XVI. Lo recordó el Santo Padre cuando comentó: “Aquí también llegó como peregrino san Juan Pablo II, del que hoy recordamos el aniversario de su muerte”.

Siguiendo los pasos de sus predecesores, Francisco visitó la capilla del santuario y rezó las tres Avemarías ante la imagen de la Virgen, entregándole como obsequio una rosa de oro, regalo de los Papas para expresar reverencia a la Madre de Dios, informó Vatican news. 

Tras escuchar el testimonio de fe de varias personas, el Papa pronunció su homilía en torno al pasaje del Evangelio según san Mateo que relata el momento en el que la Virgen María y el discípulo Juan acompañan a Jesús en la cruz en medio de un panorama desolador en el que parece que “todo acabó para siempre”.

Con Jesús en la cruz

“La Madre que ha dado a luz al Hijo de Dios está afligida por su muerte, mientras las tinieblas cubren el mundo. El discípulo amado, que había dejado todo para seguirlo, ahora está inmóvil a los pies del Maestro crucificado. Parece que todo está perdido”, señaló el Papa, al subrayar el hondo significado de las palabras de Jesús: “¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?”.

“Esta es también nuestra oración en los momentos de la vida marcados por el sufrimiento»,señaló el Santo Padre recordando que se trata de la misma oración que “cada día sube a Dios” desde el corazón de la humanidad. El Pontífice destacó en ese momento que la hora de Jesús —que en el Evangelio de san Juan es la hora de la muerte en la cruz— no representa la conclusión de la historia, sino que señala el comienzo de una vida nueva”.

“Junto a la cruz, en efecto, contemplamos el amor misericordioso de Cristo, que extiende hacia nosotros sus brazos abiertos de par en par y, a través de su muerte, nos abre a la alegría de la vida eterna”. Por ello, el Papa invitó a los fieles a meditar juntos desde el santuario de Ta’ Pinu sobre “el nuevo inicio que brota de la hora de Jesús”, y que “cada uno puede trasladar a su propia historia, observando los momentos personales de dolor en los que han aparecido la fe y la esperanza, a pesar de que pareciera que todo estaba perdido”.

“Volver a los orígenes”

Francisco animó de este modo a intentar comprender la invitación que nos propone la hora de Jesús: “Esa hora de la salvación para nosotros, nos dice que para renovar nuestra fe y la misión de la comunidad, estamos llamados a volver a ese inicio, a la Iglesia naciente que vemos en María y Juan al pie de la cruz”.

¿Y qué significa volver al inicio? ¿Qué significa volver a los orígenes? Para el Santo Padre, lo esencial de la fe es la relación con Jesús: “Se trata de redescubrir lo esencial de la fe”, es decir, “volver a la Iglesia de los orígenes no significa mirar hacia atrás para copiar el modelo eclesial de la primera comunidad cristiana, sino más bien, recuperar el espíritu de la primera comunidad cristiana, volver al corazón y redescubrir el centro de la fe: la relación con Jesús y el anuncio de su Evangelio al mundo entero”.

“El encuentro personal con Cristo”

A continuación, el Papa señaló que “la vida de la Iglesia no es solamente una historia pasada que hay que recordar”, sino “un gran futuro que hay que construir”, siendo “dóciles a los proyectos de Dios”.

“No nos puede bastar una fe hecha de costumbres transmitidas, de celebraciones solemnes, de hermosas reuniones populares y de momentos fuertes y emocionantes; necesitamos una fe que se funda y se renueva en el encuentro personal con Cristo, en la escucha cotidiana de su Palabra, en la participación activa en la vida de la Iglesia, en el espíritu de la piedad popular”, añadió el Santo Padre.

Francisco es consciente de “la crisis de la fe, la apatía de la práctica creyente sobre todo en la pospandemia y la indiferencia de tantos jóvenes respecto a la presencia de Dios”. “No son cuestiones que debamos ‘endulzar’, pensando que al fin y al cabo un cierto espíritu religioso todavía resiste”. “Es necesario vigilar para que las prácticas religiosas no se reduzcan a la repetición de un repertorio del pasado, sino que expresen una fe viva, abierta, que difunda la alegría del Evangelio”.

En este sentido, el Papa Francisco agradeció a los malteses el “proceso de renovación iniciado, a través del Sínodo”. “Esta es la hora para volver a ese comienzo, al pie de la cruz, mirando a la primera comunidad cristiana. Para ser una Iglesia a la que le importa la amistad con Jesús y el anuncio de su Evangelio, no la búsqueda de espacios y atenciones; una Iglesia que pone en el centro el testimonio, y no ciertas prácticas religiosas; una Iglesia que desea ir al encuentro de todos con la lámpara encendida del Evangelio y no ser un círculo cerrado”.

“Malta y Gozo: sois dos hermosas comunidades, precisamente como dos eran María y Juan. Que las palabras de Jesús en la cruz sean entonces vuestra estrella polar, para acogerse mutuamente, crear familiaridad y trabajar en comunión. ¡Adelante, siempre juntos!”, alentó el Papa.

Mundo

Soñar la paz, la inmigración «no es un virus», y proteger la vida, ejes de Francisco

La tristeza por la debilidad del “entusiasmo por la paz” tras la II Guerra Mundial, y el aliento a “escuchar la sed de paz de la gente” ante el riesgo de “una guerra fría ampliada”; la “corresponsabilidad europea” ante la inmigración, “que no es un virus del que hay que defenderse”, y la defensa de la “belleza de la vida”, han marcado el discurso del Papa el sábado en La Valeta (Malta).

Rafael Miner·2 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

“Vuestros antepasados ofrecieron hospitalidad al apóstol Pablo cuando se dirigía a Roma, tratándolo a él y a sus compañeros de viaje con ‘una cordialidad fuera de lo común’; ahora, viniendo de Roma, yo también experimento la cálida acogida de los malteses, tesoro que se transmite en este país de generación en generación”. 

Así comenzó el Papa Francisco su discurso a las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático, pronunciado desde la Sala del Gran Consejo del Palacio del Gran Maestre en La Valeta, capital de Malta, en presencia del presidente de la República, George William Vela, que le había recibido en el aeropuerto junto a su mujer, y del primer ministro Robert Abela.

“Por su posición, Malta puede ser definida el corazón del Mediterráneo. Pero no sólo por su posición: el entramado de acontecimientos históricos y el encuentro de los pueblos hacen de estas islas, desde milenios, un centro de vitalidad y de cultura, de espiritualidad y de belleza, una encrucijada que ha sabido acoger y armonizar influjos provenientes de muchas partes.”, prosiguió el Santo Padre.

El Romano Pontífice aprovechó, ya desde sus primeras horas en Malta, para subrayar algunos de los elementos más significativos de sus mensajes desde que fue elegido para la Sede de Pedro, dirigidos a los Estados y las instituciones, y al mismo tiempo a cada persona, resaltando la vida y la dignidad de la persona humana.

Por ejemplo, cuando animó “a seguir defendiendo la vida desde el inicio hasta su fin natural, pero también a protegerla en todo momento del descarte y del abandono. Pienso especialmente en la dignidad de los trabajadores, de los ancianos y de los enfermos. Y en los jóvenes, que corren el peligro de desperdiciar el bien inmenso que son, persiguiendo espejismos que dejan tanto vacío interior”.

La rosa de los vientos

La rosa de los vientos es la imagen que el Papa Francisco tomó prestada, dijo, para delinear las cuatro influencias esenciales para la vida social y política de la República de Malta, y “no es casual que en las representaciones cartográficas del Mediterráneo la rosa de los vientos se colocara a menudo cerca de la isla de Malta”. Entonces el Papa miró al norte, Europa y la Unión Europea; al oeste, Occidente; al sur, hacia África, con el tema de la inmigración ―”¡son personas!”, diría― y finalmente al este, donde fijó su atención en la guerra en Ucrania, en la paz y el desarme, y en lo que se ha entendido como una referencia al presidente ruso, Vladimir Putin, sin citarle, y a los Estados:

Éste fue uno de los párrafos textuales del Papa en este punto: “Cuánto necesitamos una’ medida humana’ frente a la agresividad infantil y destructiva que nos amenaza, frente al riesgo de una ‘guerra fría ampliada’, que puede sofocar la vida de pueblos y generaciones enteros. Y es triste ver cómo el entusiasmo por la paz, que surgió después de la segunda guerra mundial, se haya debilitado en los últimos decenios, así como el camino de la comunidad internacional, con pocos poderosos que siguen adelante por cuenta propia, buscando espacios y zonas de influencia. Y, de este modo, no sólo la paz, sino tantas grandes cuestiones, como la lucha contra el hambre y las desigualdades han sido de hecho canceladas de las principales agendas políticas. Pero la solución a las crisis de cada uno es hacerse cargo de las de todos, porque los problemas globales requieren soluciones globales”.

Viaje a Kiev: “Está sobre la mesa”

Por cierto, el Papa fue preguntado en el avión si valora la posibilidad de viajar a Kiev, y su respuesta fue: “Está sobre la mesa”, informan diversos medios. “Ayudémonos a escuchar la sed de paz de la gente, trabajemos para poner las bases de un diálogo cada vez más amplio, volvamos a reunirnos en conferencias internacionales por la paz, donde el tema central sea el desarme, con la mirada dirigida a las generaciones que vendrán. Y que los cuantiosos recursos que siguen siendo destinados a los armamentos se empleen en el desarrollo, la salud y la alimentación”, reclamó el Papa en el discurso. 

“Ahora, en la noche de la guerra que ha caído sobre la humanidad, no hagamos que desaparezca el sueño de la paz. Malta, que resplandece con luz propia en el corazón del Mediterráneo, puede inspirarnos, porque es urgente devolver la belleza al rostro del hombre, desfigurado por la guerra”.

“Necesitamos compasión y cuidados”

Se refirió entonces el Santo Padre a “una hermosa estatua mediterránea datada siglos antes de Cristo que representa a la paz, Irene, como una mujer que tiene en brazos a Pluto, la riqueza. Nos recuerda que la paz produce bienestar y la guerra solamente pobreza, y nos hace pensar el hecho de que en la estatua la paz y la riqueza se representen como una mamá que tiene en brazos un bebé”.

“La ternura de las madres, que dan la vida al mundo, y la presencia de las mujeres son la verdadera alternativa a la lógica perversa del poder, que conduce a la guerra. Necesitamos compasión y cuidados, no visiones ideológicas y populismos que se alimentan de palabras de odio y no se preocupan de la vida concreta del pueblo, de la gente común”, afirmó en este punto el Papa.

“Pablo fue socorrido: la belleza de servir”

“El fenómeno migratorio no es una circunstancia del momento, sino que marca nuestra época (…). Desde el sur, pobre y poblado, multitud de personas se trasladan hacia el norte más rico. Es un hecho que no se puede rechazar con cerrazones anacrónicas, porque en el aislamiento no habrá prosperidad ni integración. Asimismo, hay que considerar el espacio”. 

“La expansión de la emergencia migratoria —pensemos en los refugiados de la martirizada Ucrania— exige respuestas amplias y compartidas. No pueden cargar con todo el problema sólo algunos países, mientras otros permanecen indiferentes”, añadió Francisco. “Y países civilizados no pueden sancionar por interés propio acuerdos turbios con delincuentes que esclavizan a las personas. El Mediterráneo necesita la corresponsabilidad europea, para convertirse nuevamente en escenario de solidaridad y no ser la avanzada de un trágico naufragio de civilizaciones”. 

A continuación, citó el Santo Padre el episodio del naufragio del apóstol de las Gentes: “A propósito de naufragio, pienso en san Pablo, que en el curso de su última travesía en el Mediterráneo llegó a estas costas de manera inesperada y fue socorrido. Después, mordido por una víbora, pensaron que era un asesino; pero luego, al ver que no le pasó nada malo, fue en cambio considerado un dios (cf. Hch 28,3-6). 

Entre las exageraciones de los dos extremos se escapaba la evidencia principal: Pablo era un hombre, necesitado de acogida. La humanidad está ante todo y recompensa en todo. Lo enseña este país, cuya historia se ha visto beneficiada por la llegada forzosa del apóstol náufrago. En nombre del Evangelio que él vivió y predicó, ensanchemos el corazón y descubramos la belleza de servir a los necesitados”. 

“La narrativa de la invasión”

Hoy, mientras prevalece el miedo y ‘la narrativa de la invasión’, y el objetivo principal parece ser la tutela de la propia seguridad a cualquier costo, ayudémonos a no ver al migrante como una amenaza y a no ceder a la tentación de alzar puentes levadizos y de erigir muros”. 

“El otro no es un virus del que hay que defenderse, sino una persona que hay que acoger”, subrayó el Papa, y “el ideal cristiano siempre invitará a superar la sospecha, la desconfianza permanente, el temor a ser invadidos, las actitudes defensivas que nos impone el mundo actual» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 88). ¡No dejemos que la indiferencia desvanezca el sueño de vivir juntos! Ciertamente, acoger supone esfuerzo y exige renuncias. También le ocurrió a san Pablo: para ponerse a salvo primero tuvo que sacrificar los bienes de la nave (cf. Hch 27,38). Pero son santas las renuncias que se hacen por un bien más grande, por la vida del hombre, que es el tesoro de Dios”. 

Dignidad de la persona humana

“En el fundamento de un crecimiento sólido está la persona humana, el respeto a la vida y a la dignidad de todo hombre y de toda mujer. Conozco el compromiso de los malteses por abrazar y proteger la vida”. [nota: la comisionada de Derechos Humanos del Consejo de Europa ha urgido a Malta a ‘derogar disposiciones que penalizan el aborto’, y Malta ha respondido que las leyes provida de su país no conllevan peligro para la vida de las mujeres].

El Pontífice prosiguió: “Ya en los Hechos de los Apóstoles ustedes se distinguían por salvar a mucha gente”, y a continuación alentó a la defensa y protección de la vida, tal como se ha recogido más arriba: “Los animo a seguir defendiendo la vida desde el inicio hasta su fin natural, pero también a protegerla en todo momento del descarte y del abandono. Pienso especialmente en la dignidad de los trabajadores, de los ancianos y de los enfermos. Y en los jóvenes (…). ¡Protejamos la belleza de la vida!”.

Antes, al referirse a que “el norte evoca Europa, en particular la casa de la Unión Europea, edificada para que allí viva una gran familia unida en la salvaguardia de la paz”, el Papa había recordado la oración escrita por Dun Karm Psaila: “Concede, Dios omnipotente, sabiduría y misericordia a los que gobiernan, salud a los que trabajan, y asegura al pueblo maltés la unidad y la paz”. La paz sigue a la unidad y brota de ella”. [Dun Karm Psaila, 1871-1961, sacerdote y poeta maltés, autor del himno nacional de Malta]. 

“Esto recuerda la importancia de trabajar juntos, de anteponer la cohesión a toda división, de afianzar las raíces y los valores compartidos que han forjado la singularidad de la sociedad maltesa”, subrayó el Papa.

Sobre Oriente Medio

El Santo Padre concluyó con un pensamiento sobre “el vecino Oriente Medio, que se refleja en la lengua de este país, que se armoniza con otras, como la capacidad de los malteses de generar convivencias benéficas, en una suerte de coexistencia de las diferencias. Esto es lo que necesita Oriente Medio: el Líbano, Siria, Yemen y otros contextos destrozados por los problemas y la violencia”.

“Que Malta, corazón del Mediterráneo, siga haciendo palpitar el latido de la esperanza, el cuidado de la vida, la acogida del otro, el anhelo de paz, con la ayuda de Dios, cuyo nombre es paz. ¡Que Dios bendiga a Malta y a Gozo!.Por la tarde, el Papa mantendrá un Encuentro de oración en el Santuario Mariano de Ta’Pinu, en la isla de Gozo. Mañana Francisco celebrará la Santa Misa en uno de los mayores espacios abiertos de Malta, en Plaza de los Graneros en Floriana, y visitará el Centro de Migrantes Juan XXIII Peace Lab, que acoge a personas procedentes de Somalia, Eritrea y Sudán que han embarcado en Libia para cruzar el Mediterráneo. 

Mundo

Jorge de Habsburgo: «Pienso que mi abuelo está intercediendo para que vuelva la paz a Europa»

Hace cien años moría en el exilio el último emperador de Austria-Hungría, gran promotor de la paz en Europa durante la Primera Guerra Mundial, y beatificado por san Juan Pablo II. Su nieto, Georges de Habsbourg-Lorraine, embajador de Hungría en París, explica para Omnes la figura de su abuelo en el contexto de una nueva guerra en Europa.

Bernard Larraín·2 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Texto de la entrevista en inglés

Texto de la entrevista en alemán

El 1 de abril de 1922, hace cien años, fallecía en la isla de Madeira (Portugal), Carlos de Habsburgo, último emperador de Austria y rey de Hungría, con solo treinta y cuatro años de edad. Carlos I de Austria (Carlos IV de Hungría), se encontraba desde hace pocos meses en tierra portuguesa, donde, exiliado durante la Primera Guerra Mundial, había sido acogido en noviembre de 1921 junto a su familia. Pocos meses después de llegar, el estado de salud del emperador se debilitó hasta que una neumonía terminó con su vida. Su esposa, la emperatriz Zita, que esperaba entonces su octavo hijo, lo cuidó hasta el final de sus días. Su cuerpo reposa en la iglesia Nuestra Señora del Monte, en Funchal, en Madeira, muy lejos de la Cripta de los Capuchinos en Viena donde están enterrados los miembros de esta dinastía que reinó en Europa durante siglos.

Su nombre alcanzó especial prestigio en el mundo católico cuando fue declarado Beato el 3 de octubre de 2004 durante una ceremonia presidida por el Papa Juan Pablo II en Roma. El emperador Carlos fue reconocido como un modelo cristiano por sus virtudes y por sus acciones en favor de la paz, apoyando las gestiones del Papa Benedicto XV, durante la Primera Guerra Mundial. La Iglesia también vio en su figura un modelo de buen gobernante cristiano, comprometido con el bien común y las enseñanzas de la doctrina social cristiana: Carlos se preocupó de sus súbditos más pobres y abandonados, redujo los lujos de la Corte y estableció el primer Ministerio de Desarrollo Social del mundo. No por nada fue conocido como “el emperador del pueblo”. 

Georges de Habsbourg-Lorraine, nieto del emperador Carlos es, desde diciembre de 2020, embajador de Hungría en Francia. Este ciudadano austríaco (donde su nombre oficial en alemán es Georg Habsburg-Lothringen) y húngaro (en húngaro se llama Habsburg-Lotaringiai György), hubiese recibido el título de Alteza Imperial y Real Archiduque de Austria, príncipe de Hungria, de Bohemia y de Croacia, si el Imperio siguiese existiendo. El embajador nos recibe en un salón de la embajada de Hungría en París. 

Un siglo después de la muerte del emperador, su abuelo Carlos, Europa Central está en guerra nuevamente. ¿Qué reflexión le inspira este suceso? 

– Hay dos elementos que me parecen primordiales para entender el gobierno de mi abuelo. Carlos fue antes que todo un soldado. Hay que recordar que él nunca pensó en que iba a ser emperador, porque la línea de sucesión le era lejana. El conocía muy bien la guerra y las consecuencias de ésta. Esto es un elemento importante que hay que considerar en sus esfuerzos por la paz: sabía lo que era la guerra, por eso quería la paz. 

Otro elemento que me gusta resaltar es el hecho de que él era muy joven cuando asumió como emperador: tenía 29 años. Cuando él asume, es necesario considerar que sucedía a su tío abuelo Francisco José I de Austria que estuvo nada menos que 68 años en el poder, con todo lo que esto conlleva: es todo un sistema que él hereda. Los generales de Francisco José querían la guerra, porque confiaban en el poder y en la grandeza del ejército imperial. Carlos tuvo entonces mucha oposición en ese sistema. El imperio era inmenso y Carlos entendió rápidamente que con la guerra la integridad del imperio estaba en peligro, y fue justamente lo que pasó. 

A pesar de esta oposición en el aparato estatal, mi abuelo logró algunas reformas sobre todo de tipo social. Por su adhesión a la doctrina social cristiana, él había entendido muy bien que algunas transformaciones sociales eran necesarias, así como un nuevo estilo de gobierno que había que adoptar. Esto le llevó a viajar mucho dentro del Imperio, lo que no era tan fácil en aquella época, para conocer la realidad de la gente, sus problemas, sus aspiraciones. Fue así como concibió el primer Ministerio de Desarrollo Social del mundo y también impulsó una legislación protectora para los arrendatarios que fue muy adecuada a los tiempos de guerra donde mucha gente se queda sin dinero para pagar los arriendos. 

Por su adhesión a la doctrina social cristiana, mi abuelo el emperador Carlos I de Austria había entendido muy bien que algunas transformaciones sociales eran necesarias, así como un nuevo estilo de gobierno que había que adoptar.

Jorge de HabsburgoEmbajador de Hungría en París

¿La figura de su abuelo sigue vigente en estos tiempos de guerra? 

– Hay algo que me impresiona particularmente en la vida de mi abuelo y que puede inspirar a mucha gente en todo el mundo. Es algo que escuché en el Vaticano los días de su Beatificación. El emperador Carlos no fue beatificado porque fue exitoso o porque logró una gran hazaña, porque de hecho, políticamente fracasó ya que no logró la paz y terminó su vida en el exilio. Lo que cuenta para la visión cristiana de la vida es el camino cotidiano, lo que se hace o trata de hacer cada día para hacer el bien, para trabajar por el bien común. Y en este aspecto mi abuelo sí que fue ejemplar. Este es para mí, en lo personal, el gran mensaje que nos deja y que es muy pertinente en la sociedad actual en que tendemos a dar demasiada importancia a los resultados y no tanto al esfuerzo. 

De una manera más concreta y espiritual, pienso que mi abuelo está intercediendo para que vuelva la paz a Europa. Hay mucha gente que le está rezando por esta intención. Hay varias reliquias de él. En Hungría no me parece que su figura sea tan conocida. Curiosamente, me ha llamado mucho la atención el hecho de que en Francia lo sea más. Hay, por ejemplo, un colegio que lleva su nombre en la ciudad de Angers. Me parece que es el único colegio en el mundo al que le han dado el nombre “Beato Carlos de Austria”. Otro ejemplo: hace unos días en una comida oficial en Versalles, uno de los invitados comentó que su hijo se llamaba Charles en honor a mi abuelo: ¡se impresionó mucho cuando supo quién era yo!

De una manera más concreta y espiritual, pienso que mi abuelo está intercediendo para que vuelva la paz a Europa. Hay mucha gente que le está rezando por esta intención.

Jorge de HabsburgoEmbajador de Hungría en París

Se ha dicho que Hungría ha optado por una posición neutral en esta guerra. ¿Cuál es la posición de su gobierno? 

– Me parece que esa crítica no tiene mucho fundamento. Mi país es miembro de la Unión Europea y de la OTAN y como tal seguimos las sanciones y resoluciones que se han adoptado. Por otro lado, hemos enviado mucha ayuda humanitaria a Ucrania y ya hemos acogido cerca de 500.000 refugiados. En Budapest, las consecuencias de la guerra ya son visibles con la presencia de estas personas desplazadas. Sin ir más lejos, en mi propia casa en Budapest estamos alojando a dos familias ucranianas. 

Por otro lado, nosotros hemos decidido no aportar armas al conflicto. No queremos poner en riesgo a nuestros ciudadanos. Hay que precisar que, después de la Primera Guerra Mundial, con la dislocación del Imperio austro-húngaro oficializado por el Tratado de Trianon de 1920, más de tres millones de húngaros dejaron de vivir en Hungría. Hoy hay cerca de 150.000 húngaros en Ucrania que queremos proteger. Ya hemos lamentado la muerte de seis soldados ucranianos de origen húngaro en esta guerra. 

Por último, desde el punto de vista de la dependencia energética, nuestra situación no es exactamente la misma que la del resto de los miembros de la Unión Europea. En efecto, nosotros dependemos en 80% de la energía rusa. Entrar en conflicto con Rusia supondría un grave peligro para nuestra población. Se quiera o no, esta dependencia es real y es una herencia de la historia soviética reciente.

Hoy, en plena guerra en Europa Central, un Habsburgo es embajador en París durante la Presidencia francesa de la Unión Europea. ¿En su carrera de diplomático la figura de su abuelo ha sido un modelo?

– Las coincidencias históricas me divierten mucho. Por ejemplo, hace algunos días presenté mis credenciales al Príncipe de Mónaco, porque además de ser embajador ante Francia lo soy ante el Principado. Y pensé: “las vueltas de la historia, ¡un Habsburgo presentando sus credenciales al Príncipe de Mónaco!”. Más allá de las anécdotas históricas, tengo que decir que mi abuelo es una fuente de inspiración constante, pero tengo que reconocer al mismo tiempo que mi padre ha tenido mucha mayor influencia en mi carrera. Mi padre, Otto de Habsburgo, el hijo mayor del emperador y líder de la casa de Habsburgo, fue un político visionario y eurodiputado por más de 20 años. Tuvo un rol importante en el proceso de construcción europea y la inclusión, en la Unión Europea, de las antiguas naciones que formaban parte del imperio.

Él fue muy consciente de la responsabilidad histórica de nuestra familia en el siglo XXI, que había tenido una participación activa en la política europea por casi mil años, y nos enseñó a vivir en la sociedad moderna, a estudiar y a trabajar como cualquier otra persona. Realicé estudios universitarios en derecho, historia y ciencias políticas en Austria, Alemania y España. En este último país, estuve en la Universidad Complutense de Madrid para estudiar la historia contemporánea española y la cultura islámica, que no se enseñaba en Múnich. Comencé a trabajar en empresas de comunicación audiovisual. Hace 30 años fijé mi residencia en Hungría, país del cual soy embajador desde 1996. En particular, mi padre daba mucha importancia a los idiomas. Gracias a él, como él, yo hablo seis idiomas (alemán,  húngaro, francés, inglés, italiano y español) lo que evidentemente me ha sido muy útil en mi trabajo de diplomático. 

¿Qué actividades están previstas para el 1 de abril de 2022, centenario de la muerte de su abuelo Carlos? 

La principal actividad de este centenario será una Misa que tendrá lugar en la iglesia donde está enterrado mi abuelo, en la isla de Madeira. Estaremos presentes más de cien miembros de la familia. En un principio no pensaba asistir porque el domingo 3 de abril tenemos elecciones importantes en Hungría y en la embajada en Francia tenemos mucho trabajo para organizar los comicios. Sin embargo, el Vice-Primer Ministro de Hungría tuvo la delicadeza de pedirme que estuviese presente en Madeira para esta ocasión. Así que tendré la alegría de poder participar en este gran evento. 

El autorBernard Larraín

Vaticano

“Caminemos juntos, arrivederci in Canada.” Histórica disculpa del Papa a indígenas canadienses

El Papa Francisco ha pedido perdón personalmente a los autóctonos de Canadá por los sufrimientos coloniales en los que católicos estuvieron implicados.

Fernando Emilio Mignone·2 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Persevera y triunfarás. Como vienen reclamando durante años los líderes indígenas canadienses, en el Vaticano, el primero de abril, el Papa pidió perdón personalmente a los autóctonos de Canadá por los sufrimientos coloniales en los que católicos tuvieron parte. En efecto, no habían satisfecho las repetidas disculpas y compensaciones financieras de obispos y congregaciones religiosas canadienses a partir de los años 1990. Querían una petición de perdón papal. La consiguieron con creces.

Tras tres reuniones esta semana en el Vaticano con tres grupos diferentes de indígenas (Asociación de Primeras Naciones, Mestizos, Inuit), que se prolongaron por horas, en este encuentro de 50 minutos del viernes 1 de abril Francisco les prometió repetir su disculpa en sus tierras ancestrales: querría ir, les anunció, para festejar con ustedes la fiesta de la abuela de Jesús Santa Ana (26 de julio), a la que ustedes le tienen tanta devoción. Y bromeó, en ambiente festivo y distendido amenizado con músicas y danzas típicas, ¡que no vendría a Canadá en invierno! En la imponente Sala Clementina, tres docenas de indígenas del segundo país más grande del mundo, junto con siete obispos canadienses representando a toda la Conferencia Episcopal (que pagó el viaje de todos), escucharon emocionados a un Pontífice también visiblemente conmovido. No faltó la mención del Dios Creador, mentado por algunos indígenas que hablaron. Se comprometieron a “caminar juntos” de ahora en adelante. Una pareja inuit (esquimal) cantó el Padrenuestro en su lengua.

En el discurso en italiano de Bergoglio, poético capolavoro de comprensión, arrepentimiento y advertencia, no sobró ni una palabra. A pesar de lo cual, me atrevo a acortarlo un poquito. Por favor contrastar con el original mi traducción, si se va a citar, ya que a veces parafraseo. 

“Queridos hermanos y hermanas, en los últimos días he escuchado con atención vuestros testimonios. Los he llevado a la reflexión y a la oración, imaginando vuestras historias y situaciones. Os estoy agradecido por haber abierto vuestro corazón y porque con esta visita habéis expresado el deseo de caminar juntos. Comienzo con una expresión que pertenece a vuestra sabiduría y que es un modo de ver la vida: ‘Hay que pensar en siete generaciones futuras cuando se toma una decisión hoy’. Es lo contrario de lo que suele suceder en nuestros días, donde se persiguen objetivos útiles e inmediatos sin considerar el futuro de las próximas generaciones. En cambio, el vínculo entre los ancianos y los jóvenes es indispensable. Debe ser cultivado y custodiado, porque permite no invalidar la memoria y no perder la identidad. Y cuando se salvaguardan la memoria y la identidad, mejora la humanidad.”

“También surgió en estos días una bella imagen. Os comparasteis a las ramas de un árbol. Como ellas, habéis crecido en varias direcciones, habéis recorrido diversas estaciones y habéis sido también golpeados por fuertes vientos. Pero os habéis agarrado con fuerza en las raíces, que habéis mantenido sólidas. Y así continuáis dando fruto, porque las ramas se extienden alto solo si las raíces son profundas. Querría mencionar algunos frutos. Antes que nada, vuestro cuidado de la tierra, que no veis como un bien para disfrutar, sino como un don del Cielo; para vosotros la tierra custodia la memoria de los antepasados que descansan ahí y es un espacio vital, donde acoger la propia existencia dentro de un tejido de relaciones con el Creador, con la comunidad humana, con las especies vivientes y con la casa común en la que habitamos. Todo esto os lleva a buscar una armonía interior y externa, a albergar un gran amor por la familia y a tener un vivo sentido de la comunidad. A esto se agregan las riquezas específicas de vuestras lenguas, culturas, tradiciones y formas artísticas, patrimonios que no pertenecen solo a vosotros, sino a la humanidad entera, en cuanto que expresan humanidad.”

“Pero vuestro árbol que trae fruto ha sufrido una tragedia, que me habéis contado en estos días: la del desarraigo. La cadena que transmitió conocimientos y estilos de vida, en unión con el territorio, fue destruida por la colonización, que sin respeto arrancó a muchos de vosotros del ambiente vital e intentó uniformizaros a otra mentalidad. De esa manera vuestra identidad y vuestra cultura fueron heridas, muchas familias separadas, tantos jóvenes resultaron víctimas de esta acción omologatrice, apoyada en la idea que el progreso proviene de la colonización ideológica, según programas estudiados en un escritorio sin respetar la vida de los pueblos. Algo que, por desgracia, sucede también hoy, a varios niveles: las colonizaciones ideológicas. Cuántas colonizaciones políticas, ideológicas y económicas existen todavía en el mundo, impulsadas por la avidez, por la sed del beneficio, insensibles a las poblaciones, a sus historias y a sus tradiciones, y a la casa común de lo creado. Lamentablemente esta mentalidad colonial está todavía muy difundida. Ayudémonos juntos a superarla.”

“A través de vuestras palabras pude tocar con las manos y llevar dentro de mí, con gran tristeza en el corazón, los relatos de sufrimientos, privaciones, tratamientos discriminatorios y varias formas de abuso sufridos por algunos (diversi) de vosotros, en particular en los internados (scuole residenziali). Es escalofriante pensar en esa intención de instilar un sentido de inferioridad, de hacer perder a alguien la propia identidad cultural, de cortar las raíces, con todas las consecuencias personales y sociales que eso comportó y sigue comportando: traumas irresueltos, que se han convertido en traumas intergeneracionales.”

“Todo esto suscitó en mí dos sentimientos: la indignación y la vergüenza. Indignación, porque es injusto aceptar el mal, y es todavía más injusto habituarse al mal, como si fuese una dinámica ineludible provocada por los acontecimientos de la historia. No, sin una indignación firme, sin memoria y sin compromiso de aprender de los errores los problemas no se resuelven, y retornan. Lo vemos en estos días con respecto a la guerra. No se debe nunca sacrificar la memoria del pasado sobre el altar de un presunto progreso.”

“Y siento también vergüenza, dolor y vergüenza por el papel que diversos (diversi) católicos, en especial con responsabilidad educativa, tuvieron en todo lo que os ha herido, en los abusos y en la falta de respeto a vuestra identidad, cultura y hasta vuestros valores espirituales. Todo eso es contrario al Evangelio de Jesús. Por la deplorable conducta de aquellos miembros de la Iglesia católica pido perdón a Dios y querría deciros, de todo corazón: estoy muy afligido. Y me uno a los hermanos Obispos canadienses en pediros perdón. Es evidente que no se pueden transmitir los contenidos de la fe de una manera extraña a esa misma fe: Jesús nos enseñó a acoger, amar, servir y no juzgar; es terrible cuando, precisamente en nombre de la fe, se rinde un contra-testimonio del Evangelio.”

“Vuestra experiencia amplifica en mí aquellas preguntas, muy actuales, que el Creador dirige a la humanidad al comienzo de la Biblia. En primer lugar, después de la falta cometida, pregunta al hombre: ‘¿Dónde estás?’ (Gen 3,9). Poco después, le hace otro interrogante, que no se puede desligar del precedente: ‘¿Dónde está tu hermano?’ (Gen 4,9). ¿Dónde estás, dónde está tu hermano? Son preguntas que debemos repetirnos siempre, son los interrogantes esenciales de la consciencia porque no nos acordamos de estar en esta Tierra como guardianes de la sacralidad de la vida y por tanto custodios de los hermanos, de todo pueblo hermano. Al mismo tiempo, pienso con gratitud en tantos creyentes buenos que, en nombre de la fe, con respeto, amor y amabilidad, enriquecieron vuestra historia con el Evangelio. Me alegra, por ejemplo, pensar en la veneración que se ha difundido entre muchos de vosotros hacia Santa Ana, la abuela de Jesús. Este año yo querría estar con vosotros, en esos días. Hoy necesitamos reconstituir una alianza entre abuelos y nietos, entre ancianos y jóvenes, premisa fundamental para que haya una mayor unidad de la comunidad humana.”

“Confío en que los encuentros de estos días puedan abrir vías ulteriores a recorrer juntos, infundir valentía y acrecentar el esfuerzo a nivel local. Un eficaz proceso de saneamiento requiere acciones concretas. Con espíritu de fraternidad, animo a los Obispos y a los católicos a continuar emprendiendo pasos para la búsqueda transparente de la verdad y para promover la curación de las heridas y la reconciliación; pasos de un camino que permita redescubrir y revitalizar vuestra cultura, aumentando en la Iglesia el amor, el respeto y la atención específica con respecto a vuestras tradiciones genuinas. La Iglesia está de vuestra parte y quiere continuar y caminar con vosotros. El diálogo es la clave para conocer y compartir y los Obispos de Canadá han expresado claramente su compromiso a caminar juntos con vosotros en una vía renovada, constructiva, fecunda, donde podrán ayudar encuentros y proyectos compartidos.”

“Queridísimos, me he enriquecido con vuestras palabras y todavía más con vuestro testimonio. Habéis traído a Roma el sentido vivo de vuestras comunidades.  Me gustará aprovecharme aún más del encuentro con vosotros, visitando vuestros territorios nativos, donde viven vuestras familias. ¡No iré en invierno! Os doy ahora el arrivederci in Canada, donde podré expresaros mejor mi cercanía. Os aseguro mientras tanto de mi oración, invocando la bendición del Creador sobre vosotros, vuestras familias y comunidades. No quiero terminar sin decir a ustedes, hermanos Obispos: ¡gracias! Gracias por la valentía. En la humildad: en la humildad se revela el Espíritu del Señor. Frente a historias como estas que hemos escuchado, la humillación de la Iglesia es fecundidad. Gracias por vuestro coraje” (mirando a los siete obispos canadienses, de provincias como Alberta, Saskatchewan y Québec). “¡Y gracias a todos ustedes!” (mirando a los indígenas).

Y después de unos números musicales y oraciones de los autóctonos y de un lindo intercambio de regalos, a veces en lenguas indígenas, el Papa los bendijo en inglés con estas palabras: “God bless you all – the Father, the Son and the Holy Spirit. Pray for me, don’t forget! I’ll pray for you. Thank you very much for your visit. Bye bye!”

Mundo

El Papa en Malta tras reunirse en Roma con refugiados de Ucrania

El Santo Padre Francisco ha reanudado sus visitas apostólicas, tras su viaje a Grecia y Chipre en diciembre de 2021, con un rápido desplazamiento a la República de Malta este fin de semana, siguiendo las huellas del apóstol Pablo. “Será una ocasión para conocer personalmente una comunidad cristiana con una historia milenaria y vivaz”, ha escrito el Pontífice.

Rafael Miner·2 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

La «tierra luminosa» de Malta, la isla del naufragio de san Pablo, el gran evangelizador de los gentiles, acoge desde hace unas horas al Papa Francisco, en su décimo año como Pastor de la Iglesia católica. Se trata de un viaje muy esperado, ya que estaba programado para 2020, y debió posponerse a raíz de la emergencia sanitaria del Covid-19. 

Una «tierra luminosa», como la describió Francisco en la audiencia general del miércoles, hoy más que nunca comprometida en “acoger a tantos hermanos y hermanas en busca de refugio”, y que cuenta con 408.000 bautizados, el 85 % de la población total de 478.000 habitantes del archipiélago de Malta, Gozo y otras islas menores.

El lema de este 36 viaje internacional del Papa Francisco ―“Nos mostraron una hospitalidad poco común”―, está tomado de un versículo de los Hechos de los Apóstoles con palabras de San Pablo que describen el modo en que él y sus compañeros fueron tratados cuando naufragaron en la isla en el año 60, durante el viaje que les llevaba a Roma. Francisco es el tercer Pontífice que visita Malta después de san Juan Pablo II en 1990 y 2001, y Benedicto XVI en 2010.

El tema de la acogida está también simbolizado por el logotipo del viaje, que representa las manos extendidas hacia los demás, que emergen de la barca en la que San Pablo naufragó en la isla hace más de dos mil años, de camino a Roma. «Una oportunidad para ir a la fuente del anuncio del Evangelio”, y “para conocer en persona una comunidad cristiana con una historia milenaria y vivaz». 

Antes, como es habitual, Francisco acudió a la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, para rezar ante el icono de la Virgen Salus Populi Romani y le encomendó estos dos días intensos, en los que pronunciará cinco discursos u homilías.

Tras el saludo a las autoridades y al cuerpo diplomático esta mañana, en el Palacio del Gran Maestre en La Valeta, el Papa acudirá por la tarde a un encuentro de oración en el Santuario Mariano de Ta’Pinu, en la isla de Gozo, en el que estarán presentes el cardenal maltés Mario Grech, secretario general del Sínodo de los obispos, el arzobispo de Malta Monseñor Charles Scicluna, y el obispo de Gozo, Anton Teuma.

Quizá el acto más esperado del viaje del Papa es su visita de mañana domingo al centro de inmigrantes Juan XXIII Peace Lab, donde Francisco se reunirá con unas doscientas personas, principalmente africanas. Se trata de un centro donde se realiza una importante labor educativa en el ámbito de los derechos humanos, la justicia, la solidaridad y la asistencia médica. 

Encuentro con familias ucranianas

Esta mañana, antes de dejar la casa de Santa Marta, el Santo Padre se reunió con algunas familias de refugiados de Ucrania, acogidas por la Comunidad de Sant’Egidio, junto con el Limosnero de Su Santidad, cardenal Konrad Krajewski, según ha informado la Sala de Prensa vaticana.

Entre ellas se encuentran una madre de 37 años con dos niñas, de 5 y 7 años, que llegó a Italia desde Lviv hace unos 20 días. La niña fue operada del corazón y está bajo supervisión médica en Roma. También ha recibido a dos madres, cuñadas, con sus cuatro hijos, de entre 10 y 17 años, alojados en un piso ofrecido por una señora italiana, que vienen de Ternopil y llegaron a Roma hace poco más de 20 días. Los menores de las dos familias están escolarizados en Roma.

La tercera familia llegó a Roma hace tres días vía Polonia. Son 6 personas, de Kiev: madre y padre, con tres hijos de 16, 10 y 8 años, y una abuela de 75 años. Ellos también viven en una casa ofrecida por una mujer italiana para acoger a los refugiados.

Iglesia misionera

“Me parece significativo que en este décimo año de pontificado se produzca este viaje a Malta, porque Malta está ligada a la figura de san Pablo, que es el evangelizador por excelencia, y si hay una nota que ha caracterizado insistentemente el pontificado de Francisco, es precisamente la de la llamada, la invitación a la Iglesia a hacerse misionera, a hacerse cada vez más misionera, a llevar el anuncio del Evangelio a todos, en cualquier situación”, ha manifestado el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin en declaraciones a la agencia oficial del Vaticano.

Ecología integral

«Cuidar a los que nos rodean», antídoto ante la eutanasia, señala Benigno Blanco

“Ocuparnos de cuidar la vida de los que nos rodean, crear círculos concéntricos de ética del cuidado, implicarse en la vida de los que están cerca, redescubrir el valor de una sonrisa, mirar con ojos de cariño a todos”. Son las recetas que Benigno Blanco, ex presidente del Foro de la Familia, ha lanzado en el CARF ante la ley de eutanasia.

Rafael Miner·2 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Traducción del artículo al italiano

“Eso es empatizar, valorar la vida de los te rodean, con enfermos, con mayores, con mujeres embarazadas, con gente desempleada, con inmigrantes también, ucranianos… ¿Somos acogedores? ¿Mostramos con hechos, con actitudes, con dinero si hace falta, aunque no sólo con eso, que nos importa la vida de los demás? Eso es crear la cultura de la vida. Por lo tanto, si ustedes quieren meterse con el gobierno y el parlamento, hay motivos para hacerlo por la ley de eutanasia, pero hagamos algo que está en nuestros manos respecto a la gente que nos rodea. El amor es la mayor fuerza”.

Éste fue el núcleo del mensaje del abogado Benigno Blanco en un Encuentro de reflexión organizado por la Fundación Centro Académico Romano (CARF), y Omnes hace unos días. Benigno Blanco tiene amplia experiencia en temas sociales, ha sido presidente del Foro Español de la Familia, y fue también presidente de la Federación Española de Familias Numerosas y miembro del comité federal de la Federación Española de Asociaciones Provida.

El abogado asturiano, quizá recordando su paso por la política, se puso en la piel de los participantes en el encuentro, y argumentó: “yo no soy médico, no soy enfermera, no tengo un hospital, no soy ministro ni parlamentario, ¿qué voy a hacer? Puedes querer a la gente que te rodea, eso es lo que se espera de nosotros”, respondió.

“Nada de amarguras y desesperanzas, asumamos la responsabilidad, con nuestra conducta y con la gente que tenemos alrededor, de hacer todo el bien que está en nuestras manos, porque así sumando los pequeños bienes que podamos hacer, se revertirá algún día la cultura de la muerte que estas leyes facilitan. Las revoluciones del siglo XXI no serán de arriba abajo, serán de abajo a arriba”.

“Somos gente normal y corriente que amando la verdad y la libertad, y proponiendo honestamente a los demás lo que creemos que merece la pena, vamos a cambiar este mundo, si queremos. Y les animo porque es posible y fácil hacerlo, si somos responsables”, concluyó Benigno Blanco.

Pedagogía de la vida, hacer el bien

Pero antes, el abogado, al que se le pudo ver en el Marcha Sí a la Vida del domingo pasado en Madrid, argumentó en torno a la idea de participar. “Si podemos ir ampliando esos círculos concéntricos de influencia más allá de la gente que nos rodea, a través de asociaciones, de la web, contar ejemplos positivos, hacer pedagogía de la vida, influir en médicos, sanitarios, etc., estupendo”.

“Pero no nos quedemos en lo mal que está el mundo… Vamos a intentar hacer el bien a nuestro alrededor, porque eso es eficaz en términos históricos, aunque no sepamos concretar qué efectos positivos tiene o tendrá. Hay una frase célebre en la cultura cristiana, y es que al mal se le vence anegándolo en bien. Si te preocupa el mal, haz tú el bien. Y esto está al alcance de todo el mundo”.

“Recuperar el sustrato humanista”

En su ponencia en el CARF, titulada ‘Autodestrucción social’, Benigno Blanco subrayó que “hemos ido deshumanizando el ser humano, reduciéndolo a una cosa”, y “se ha ido perdiendo la conciencia del valor de la vida. El no nacido es un ser humano que merece respeto”. Y respecto a los ancianos, parece que se dice: “costamos mucho. Haga el favor de retirarse”.

A su juicio, lo que ha pasado son dos cosas: el delito ha pasado a convertirse en derecho, y la conducta se ha ido banalizando, y se ve como normal. En Bélgica se legalizó la eutanasia en el año 2002, y se pasó de 24 casos de muerte a alrededor de 2.000 en 2015. Y en Países Bajos ya estaban en 6.000 eutanasias en 2016. [casi 7.000 en 2020, un 4 % del total de muertes en el país]. “Se produce un efecto deslizante”, “una quiebra moral”, por lo que hace falta una “defensa activa de la dignidad humana”, “una recuperación de la cultura de la vida”.

Con esos “círculos concéntricos de personas que se tratan con esa ética del cuidado, con saber que las cosas que merecen la pena son responsabilidad de todos, y no sólo del que tiene un problema, iremos recreando ese sustrato humanista que permitirá algún día modificar leyes como la del aborto o la eutanasia”, señaló el ponente del Encuentro, que se refirió también a la objeción de conciencia. Precisamente, la Conferencia Episcopal Española acaba de publicar una Nota doctrinal sobre la objeción de conciencia, que pueden consultar aquí.

¿Matarías una mosca?

Proclamar que “la hermandad ha de ser familia” supone reconocer que Dios ha dispuesto desde la eternidad nuestra vocación cofrade como medio de santificación

2 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

“¡La hermandad ha de ser una familia!”, ésta es una afirmación que cualquier cofrade asume sin reservas y uno de los objetivos prioritarios de todos los hermanos mayores; para conseguirlo es preciso identificar las principales notas diferenciales de la familia y tratar de replicarlas en la hermandad:

Vocación: Para un cristiano la familia no es una simple institución social, es una auténtica vocación humana y sobrenatural, basada en el amor de los esposos.

Mutua ayuda y aceptación: En la familia el amor se ha de manifestar en los gestos más sencillos y cotidianos. Conoce la alegría y la esperanza, pero también el cansancio y el dolor, y los supera gracias al amor, que brota de una voluntad de estar juntos, de mutua ayuda, que se confirma diariamente en una aceptación incondicional del otro.

Desarrollo personal en libertad: La familia no es sólo un espacio de convivencia, sino el lugar en que se forma la personalidad, se enseña y se aprende a amar y a servir. Ese amor forma parte de la estructura ontológica de cada persona, y debe desarrollarse en la familia desde la libertad personal.

Definidos estos principios proclamar que “la hermandad ha de ser familia” supone reconocer que Dios ha dispuesto desde la eternidad nuestra vocación cofrade como medio de santificación y para ello en la hermandad han de reflejarse esas características propias de la familia.  

No todo resulta siempre tan ideal. En cualquier grupo humano, también en las familias y en las hermandades, surgen dificultades y divisiones, como reconoce el Papa: «Vivir en familia no siempre es fácil, muchas veces es doloroso y fatigoso, pero creo que se puede aplicar a la familia [y a las hermandades] lo que más de una vez he referido a la iglesia: prefiero una familia [una hermandad] herida, que intenta todos los días conjugar el amor, a una familia [hermandad] y sociedad enferma por el egoísmo y la comodidad del miedo a amar». (16.02.16)

Sin embargo, hay situaciones en las que las dificultades se enquistan y dan lugar a situaciones poco edificantes, ¿cómo se llega a ellas?

En nuestra sociedad, y las hermandades son parte de la sociedad, se tiende a infravalorar la fuerza creativa del pensamiento crítico, se confunde la discrepancia con la deslealtad, la oposición con la crispación, la autonomía con la autodeterminación. Se exigen adhesiones no ya inquebrantables, sino acríticas. Lo distinto da miedo y se procura suprimirlo, para reafirmarnos así en la bondad de nuestros planteamientos, aunque sea con pequeños gestos, como negar el saludo o el trato cordial al otro.

Esta actitud mantenida en el tiempo, genera una tendencia a distinguir entre “nosotros” y “ellos”. El paso siguiente es despojar a “ellos”, a los que piensan distinto,  de sus rasgos individuales: no existen como individuos, son una abstracción, un colectivo que, como tal, no es sujeto de derechos. A partir de aquí  nuestra moralidad y principios sólo nos alcanzan a nosotros, a los de nuestro grupo

Puede parecer exagerado este planteamiento, pero cuando alguien se instala en esa actitud termina por no encontrar ninguna conexión entre su mundo, el único que considera real, y el de los otros, a quienes ve como un colectivo indiferenciado al que cosifica, consecuentemente las reglas morales sólo son aplicables a los míos, no a los otros. Están legitimados así los comportamientos poco edificantes para con ellos, negar el saludo, criticarlos, aislarlos, suspendiendo la responsabilidad personal.

Normalmente quien actúa así es gente buena, que no mataría ni una mosca, pero que ha asumido la banalidad del mal en esas conductas, como explicó Hannah Arendt en sus crónicas sobre el proceso de “Eichman en Jerusalén”.

¿Qué papel corresponde “a los otros”, aquellos a quienes la corporación de los biempensantes han colocado en el otro bando?, desde luego no establecer una lucha dialéctica para imponer sus planteamientos, sino promoverlos con libertad, conscientes de que ésta tiene unos costes, y fortaleza, una fortaleza paciente, sin resignación ni renuncia, firme sin provocación, prudente, para impulsar activamente los progresos deseables y sin renunciar a sus convicciones, conscientes de que cuando uno cede o renuncia a ellas o las disimula, por debilidad, por no ir contra corriente, por no ser criticado o por conservar un estatus,  se envilece y conduce a su entorno al cansancio, tristeza y mediocridad (Cfr. San Juan Pablo II: 1.01.1979).

El autorIgnacio Valduérteles

Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla. Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.

Vaticano

Malta recibe al Papa Francisco

La isla de Malta recibe al Papa Francisco en el que es su 36º viaje apostólico internacional. Entre los encuentros previstos, destaca el que mantendrá con migrantes procedentes principalmente de Somalia, Eritrea y Sudán a través de Libia.

Giovanni Tridente·1 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Este fin de semana, días 2 y 3 de abril, el Papa Francisco está en la isla de Malta realizando su 36º Viaje Internacional. Peregrino tras las huellas de San Pablo, el Pontífice visitará una comunidad que siempre ha sido acogedora y que todavía hoy da refugio a quienes se ven obligados a abandonar su patria.

Es una oportunidad «para ir a la fuente del anuncio del Evangelio» y para conocer y encontrarse en persona con una comunidad histórica y viva, que sigue comprometida «con la acogida de tantos hermanos y hermanas que buscan refugio». Con estas palabras el Papa Francisco ha pedido a los fieles reunidos en la Audiencia General del miércoles que le acompañen en este viaje a la isla de Malta, que se está celebrando este fin de semana, 2 y 3 de abril.

El 36º viaje apostólico del Papa Francisco, ya aplazado por la pandemia, sigue los pasos del apóstol San Pablo, que naufragó en la pequeña isla mediterránea cuando se dirigía a Roma para ser juzgado. Incluso entonces, encontró un pueblo que le trató «con rara humanidad», como se relata en el capítulo 28 de los Hechos de los Apóstoles, que ha inspirado la Visita.

Los encuentros

Está previsto que pronuncie cinco discursos a lo largo de dos días, empezando por el que pronunciará ante las Autoridades y el Cuerpo Diplomático en el Palacio Presidencial de La Valeta, la mañana de su llegada. Por la tarde, habrá un encuentro de oración en el santuario mariano de Ta’ Pinu, el lugar de peregrinación más famoso de Malta, en la otra pequeña isla de Gozo; el Papa llegará a él en catamarán, en una travesía de más de una hora.

A primera hora de la mañana del domingo, el Pontífice mantendrá un breve encuentro con los jesuitas locales, antes de dirigirse a la Gruta de San Pablo en Rabat, donde, según la tradición, se alojó el Apóstol en el año 60 después del naufragio. Luego permaneció allí durante tres meses, predicando, bautizando y curando a los enfermos, llevando así el cristianismo a la isla.

Tras la oración privada, el Papa Francisco encenderá la lámpara votiva y leerá una oración a San Pablo; en la Basílica del mismo nombre se reunirá con 14 líderes religiosos y algunos enfermos y asistidos por Cáritas. Se pondrá ante el Santísimo para la «oración de misericordia» y la bendición.

La misa del domingo está prevista en la Piazzale dei Granai de Floriana, la localidad situada a las afueras de las murallas de la capital, La Valeta. La iglesia dedicada a San Publio, el primer obispo de Malta y el que acogió materialmente al náufrago Pablo, está frente a la plaza.

El Pontífice mantendrá su último encuentro con unos 200 migrantes en el Centro «Juan XXIII – Laboratorio de la Paz», una iniciativa fundada en 1971 por el franciscano Dionisio Mintoff que hoy acoge a personas procedentes principalmente de Somalia, Eritrea y Sudán a través de Libia.

El logotipo del Viaje

La recepción, como hemos dicho, será el tema predominante de esta visita. El propio logotipo del viaje muestra unas manos que apuntan hacia la Cruz, procedentes de un barco a merced de las olas. Las manos quieren representar un signo de la acogida del cristiano hacia su prójimo y de la ayuda a los que están en dificultad, abandonados a su suerte. La barca, por su parte, es una referencia a la dramática historia del naufragio de San Pablo y a la acogida de los malteses, según leemos en los Hechos de los Apóstoles.

El Papa Francisco es el tercer Pontífice que visita Malta, tras las dos visitas de San Juan Pablo II (1990 y 2001) y de Benedicto XVI en 2010. La isla cuenta con seis obispos, más de 700 sacerdotes y 48 seminaristas; hay 800 monjas profesas y unos 1.250 catequistas. La Iglesia también gestiona 48 guarderías y 24 institutos de formación.

Vaticano

Líderes religiosos de Ucrania eran objetivo de muerte

Rome Reports·1 de abril de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El arzobispo mayor de la Iglesia grecocatólica ucraniana, Sviatoslav Shevchuk, ha contado que los primeros días de guerra los líderes religiosos de Ucrania formaban parte de una lista de personas a eliminar.

Shevchuk ha destacado que, incluso hubo infiltrados en la comunidad parroquial de la catedral de Kiev que formaban parte de un grupo de asalto con este objetivo.


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Vaticano

Malte accueille le pape François

L'île de Malte accueille le pape François pour son 36e voyage apostolique international. Parmi les réunions prévues, il rencontrera des migrants venant principalement de Somalie, d'Érythrée et du Soudan via la Libye.

Giovanni Tridente·1 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Traducción al francés de Roberto Gambi. Texto original en castellano aquí.

Ce week-end, les 2 et 3 avril, le pape François est sur l’île de Malte pour sa 36e visite internationale. Pèlerin sur les traces de Saint Paul, le Pontife visitera une communauté qui a toujours été accueillante et qui, aujourd’hui encore, donne refuge à ceux qui sont contraints de quitter leur patrie.

C’est l’occasion «d’aller à la source de l’annonce de l’Évangile» et de connaître et rencontrer personnellement une communauté historique et vivante, qui continue à s’engager «dans l’accueil de tant de frères et sœurs qui cherchent refuge». C’est par ces mots que le pape François a demandé aux fidèles réunis pour l’audience générale de mercredi de l’accompagner dans son voyage sur l’île de Malte, qui a lieu ce week-end, les 2 et 3 avril.

Le 36e voyage apostolique du pape François, déjà reporté en raison de la pandémie, suit les traces de l’apôtre saint Paul, qui a fait naufrage sur la petite île méditerranéenne alors qu’il se rendait à Rome pour y être jugé. Même là, il a trouvé un peuple qui l’a traité «avec une rare humanité», comme le raconte le chapitre 28 des Actes des Apôtres, qui a inspiré la visite.

Les rencontres

Il devrait prononcer cinq discours sur deux jours, en commençant par un discours aux autorités et au corps diplomatique au palais présidentiel de La Valette le matin de son arrivée. Dans l’après-midi, il y aura une réunion de prière au sanctuaire marial de Ta’ Pinu, le plus célèbre lieu de pèlerinage de Malte, situé sur l’autre petite île de Gozo ; le pape s’y rendra en catamaran, un voyage de plus d’une heure.

Tôt dimanche matin, le Souverain Pontife tiendra une brève réunion avec les Jésuites locaux, avant de se rendre à la Grotte de St Paul à Rabat, où, selon la tradition, l’Apôtre a séjourné dans les années 60 après le naufrage. Il y est ensuite resté pendant trois mois, prêchant, baptisant et guérissant les malades, apportant ainsi le christianisme sur l’île. 

Après la prière privée, le pape François allumera la lampe votive et lira une prière à saint Paul. Dans la basilique du même nom, il rencontrera 14 chefs religieux, quelques malades et d’autres personnes assistées par l’organisation Caritas. Il se tiendra devant le Saint Sacrement pour la «prière de miséricorde» et la bénédiction.

La messe de dimanche est prévue sur la Place des Granai à Floriana, la ville située à l’extérieur des murs de la capitale, La Valette. L’église dédiée à Saint-Publius, qui fut le premier évêque de Malte et qui accueillit matériellement le naufragé Paul, se trouve en face de la place.

Le Souverain Pontife tiendra sa dernière rencontre avec quelque 200 migrants au  « Laboratoire de la paix ‘Jean XXIII’ », centre d’hébergement fondé en 1971 par le franciscain Dionysius Mintoff qui accueille aujourd’hui des personnes venant principalement de Somalie, d’Érythrée et du Soudan via la Libye. 

Le logo du voyage 

L‘accueil, comme nous l’avons dit, sera le thème prédominant de cette visite. Le logo du voyage lui-même montre des mains pointant vers la croix, provenant d’un bateau à la merci des vagues. Les mains sont censées représenter un signe de l’accueil du chrétien envers son prochain et de l’aide apportée aux personnes en difficulté, abandonnées à leur sort. Le bateau, quant à lui, est une référence à l’histoire dramatique du naufrage de Saint Paul et de l’accueil des Maltais, comme nous le lisons dans les Actes des Apôtres.

Le pape François est le troisième pontife à se rendre à Malte, après deux visites de saint Jean-Paul II (1990 et 2001) et de Benoît XVI en 2010. L’île compte six évêques, plus de 700 prêtres et 48 séminaristes ; il y a 800 religieuses professes et quelque 1 250 catéchistes. L’Église gère également 48 jardins d’enfants et 24 instituts de formation.

Mundo

¿Cómo ayuda la Iglesia en Polonia a los ucranianos?

Más de dos millones de refugiados han encontrado ayuda en Polonia en tres semanas. Instituciones de la Iglesia, religiosos y particulares se vuelcan en la atención de sus vecinos que huyen de la guerra desatada tras la invasión rusa a Ucrania.

Paweł Rytel-Andrianik·1 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Más de dos millones de refugiados han encontrado ayuda en Polonia en tres semanas. En nombre de la Conferencia Episcopal Polaca, Cáritas Polonia ha recaudado fondos récord de los fieles, que ascienden a 20 millones de dólares, enviado más de 500 camiones de transporte de ayuda humanitaria y está repartiendo 47.000 comidas al día.

Medio millón de personas se han beneficiado de la ayuda de Cáritas. Además, muchas otras organizaciones participan en la ayuda: diócesis, congregaciones religiosas, parroquias, comunidades y movimientos católicos, así como muchos voluntarios. Los polacos están acogiendo a los refugiados de Ucrania en sus casas.

Cáritas

“Cáritas Polonia ha recaudado 83 millones de zlotys (20 millones de dólares) de ayuda para Ucrania”, anunció el lunes el director de la organización, el Dr. Marcin Izycki.

“En Polonia, Cáritas organiza transportes humanitarios a Ucrania. Desde el comienzo de la guerra, hemos enviado cerca de medio millar de camiones y autobuses. Calculamos el valor de esta ayuda en 35 millones de zlotys”, dijo. Incluye alimentos, productos de higiene, vendas, pero también generadores de electricidad, mantas y sacos de dormir”, añadió.

Al hablar de la ayuda a los refugiados de Ucrania en Polonia, indicó los dos principales retos: recibir a miles de personas en la frontera y apoyar a los que llegan al interior de Polonia.

“Hay 1.200 voluntarios en 26 puntos de asistencia fronteriza de Cáritas y activos en el Consejo de Religiosas. Se sirven casi 47.000 comidas al día a los refugiados en los más de 130 puntos de asistencia de Cáritas. Casi medio millón de personas se han beneficiado ya de esta forma de asistencia”, dijo el director de Cáritas.

Religiosas y religiosos

En 924 conventos de Polonia y 98 de Ucrania, las religiosas están prestando asistencia espiritual, psicológica, médica y material.

Se calcula que, desde el comienzo de la guerra, cada una de las casi 150 congregaciones religiosas que operan en Polonia y Ucrania ha ayudado a un número de personas que oscila entre unos pocos y hasta 18.000.

polonia ucrania

Se han organizado alojamientos en 469 conventos en Polonia y 74 en Ucrania. Hasta ahora han recibido alojamiento 2824 niños, 2299 familias y aproximadamente 2860 adultos. En 64 instituciones hay 602 plazas para huérfanos, y en 420 instituciones hay casi 3000 plazas para madres con hijos.

Actualmente, se presta asistencia directa en 156 conventos de hombres, donde han encontrado refugio 738 familias, es decir, 3630 personas, de las cuales 1483 son niños. 315 casas parroquiales de religiosos y ministerios pastorales han acogido a más de 300 familias, es decir, 1333 personas, de las cuales 518 son niños. 4 centros de religiosos han acogido a 61 personas discapacitadas, entre ellas 37 niños.

La Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de Polonia, en cooperación con ORANGE POLSKA SA, está coordinando y distribuyendo tarjetas telefónicas SIM PREPAGADAS para los refugiados ucranianos (ya se han distribuido más de 1500 tarjetas).

Parroquias polacas

Todas las casi 10.000 parroquias polacas participan en la ayuda a los refugiados. La Iglesia acoge a los refugiados de guerra en casas de reposo, conventos de órdenes religiosas masculinas y femeninas, centros de Cáritas, centros de movimientos y comunidades, en parroquias y, a través de las parroquias, en los hogares de los fieles.

Las familias ucranianas han encontrado refugio en las casas de muchos obispos. También se les han reservado cientos de plazas en seminarios y otros edificios pertenecientes a las diócesis. Más de 100 personas, entre ellas 50 niños, viven en instalaciones como la Casa del Peregrino y las llamadas “salas” de Jasna Gora.

Colectas

El domingo 27 de febrero y el miércoles de ceniza, 2 de marzo, se recaudaron más de 32 millones de zlotys durante las colectas especiales realizadas en las iglesias polacas para ayudar a Ucrania. Se trata de una recaudación récord en la historia de acciones similares organizadas por Cáritas Polonia, la mayor organización benéfica de Polonia. A esto hay que añadir el dinero enviado por transferencias bancarias, a través de la página web de Cáritas Polska y el mecanismo de donaciones puesto en marcha allí, así como a través de mensajes de texto benéficos.

Colectas de fondos y material están organizadas incluso por congregaciones religiosas de hombres y mujeres, y muchos movimientos, asociaciones, comunidades y parroquias.

Envíos de ayuda

Los envíos de ayuda a Ucrania, preparados por el Equipo de Ayuda a la Iglesia en el Este de la Conferencia Episcopal Polaca, comenzaron desde el 25 de febrero. Hasta ahora, sólo a través de Cáritas, se han enviado a Ucrania 147 camiones y 180 autobuses con ayuda -principalmente alimentos- por un valor total de unos 25 millones de zlotys. Los envíos también son organizados, entre otros, por congregaciones religiosas, comunidades, movimientos y asociaciones. Al menos 34 coches de conventos masculinos han partido hacia Ucrania con ayuda humanitaria, transportando casi 100 toneladas de dones.

Voluntariado, ayuda continua a los refugiados

Muchas personas también participan en varias actividades que ayudan directamente a los necesitados.

Las comunidades religiosas sirven miles de comidas al día (unas 5.000 comidas, sólo en las congregaciones de hombres). También se reparten paquetes. Las instituciones religiosas organizan actividades de cuidado y educativas-recreativas para niños de Ucrania, así como cursos de inglés. Los niños son admitidos en las guarderías y escuelas de las congregaciones religiosas. En algunos lugares también se ofrece ayuda jurídica y psicológica, así como la traducción de los documentos necesarios para el empleo. Los refugiados utilizan el transporte proporcionado por los religiosos.

Transferencia de ayuda del mundo

La acción de la Iglesia en Polonia a favor de Ucrania supone también la mediación y la transferencia de ayuda procedente de comunidades de otros países. Los jesuitas, los Caballeros de Colón, la Ayuda a la Iglesia Necesitada (AED) del Papa, las congregaciones religiosas, las comunidades, los movimientos y las asociaciones de Polonia actúan en este ámbito.

Cáritas Polonia coopera estrechamente con Cáritas Europa, Cáritas Internationalis y, ante la actual crisis humanitaria, también con organizaciones hermanadas de la Iglesia en Italia, Alemania y Estados Unidos. Cáritas Polonia también ha iniciado conversaciones con ACNUR -la Agencia de la ONU para los Refugiados- sobre la ayuda en efectivo que se proporcionará en las diócesis.

Trabajo en Ucrania

Los miembros del clero polaco que trabajan en Ucrania han permanecido con sus fieles. Hay unos 700 sacerdotes (incluidos 170 sacerdotes religiosos y 3 obispos que son religiosos). Además, 21 hermanos y 332 hermanas de congregaciones religiosas polacas trabajan en Ucrania.

El autorPaweł Rytel-Andrianik

Director de la Oficina de Comunicación Internacional, Secretariado de la Conferencia Episcopal de Polonia.

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Desesperanza

Soy de natural optimista, pero permítame que hoy llore un poco por todo esto, porque me parece estar viendo caer la carta en la base del castillo de naipes de la aparentemente feliz sociedad occidental.

1 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Estoy triste, lo reconozco. Tengo miedo y ansiedad, me despierto a deshora con pesadillas… Supongo que soy uno más de los muchos miles de millones de personas a quienes la situación mundial le está pasando factura.

Estos dos años de pandemia han causado mella en mucha gente, aunque para mí, tengo que reconocerlo, no han sido más terroríficos que un viaje en el tren de la bruja. Dos veces ha llegado el Covid a casa en este tiempo y las dos veces hemos escapado apenas despeinados por un escobazo en la cocorota. En mi entorno familiar y de amigos ha habido pocos casos graves y, aunque las cifras de los medios de comunicación eran escalofriantes, no he llegado nunca a pasar miedo real por mi salud o por la de los más cercanos.

Pero ha llegado la guerra y mi esperanza ha caído de golpe al suelo. En primer lugar, porque las guerras, aunque aparentemente lejanas, en un mundo globalizado y digitalizado como el nuestro, con nueve potencias nucleares, están ya siempre a un tiro de piedra; y en segundo lugar porque, aunque el movimiento en solidaridad con el pueblo ucraniano ha puesto de relieve una vez más lo mejor de la especie humana, lo cierto es que estas acciones son limitadas y han sido muchos más los ciudadanos que han corrido al supermercado a acaparar aceite o leche que los que se han volcado en ayudar al prójimo.

Puede parecerle una tontería, pero a mí me han puesto tristes las estanterías vacías. Cada vez que acudía a un supermercado y veía un producto esquilmado, solo podía oír dentro de mí un grito: ¨¡Sálvese quien pueda!”. Es verdad que se ha unido la huelga de transportistas, es verdad que algunos comercios pueden haber aprovechado la coyuntura para generar compras compulsivas y aumentar sus márgenes… Será que me ha pillado con el cuerpo cortado, pero ¡qué tristeza que no seamos capaces ni de evitar que le falten a la vecina los productos básicos de la cesta de la compra! Supongo que es el instinto de supervivencia el que nos hace acaparar sin importarnos que no quede para el hermano. ¿Qué pasaría si lo que nos viniera en el futuro fuera más grave? Mientras vivimos en la burbuja del consumo y del bienestar, parecemos una sociedad civilizada, pero en cuanto nos quitan la más mínima comodidad adquirida, nos volvemos fieras incapaces de reconocer en el otro a un hermano.

Puede parecerle una tontería, pero a mí me ha puesto también muy triste la escenita de Will Smith en la gala de los Óscar. Cuando todo el mundo civilizado se ha unido para condenar la conducta chulesca y sanguinaria de un señor que considera que tiene derecho a invadir un país porque no le hace gracia su gobierno (presidido por un humorista, por cierto), encontramos a otro señor que, a su escala, se toma la justicia por su mano zampándole un bofetón en directo al humorista que le ha tocado la moral. Confiaba en que la cultura podría salvarnos de la barbarie, y veo la barbarie enaltecida en el sancta sanctorum de la cultura de masas, la entrega de los míticos premios de cine, ante los ojos de nuestros hijos.

Soy de natural optimista, pero permítame que hoy llore un poco por todo esto, porque me parece estar viendo caer la carta en la base del castillo de naipes de la aparentemente feliz sociedad occidental, porque hoy me llega el olor a podrido de un fruto cuya cáscara le hacía parecer saludable, porque hombres y mujeres del siglo XXI seguimos siendo capaces de lo peor y nos están azuzando…

Ojalá en unos años pueda acordarme de este artículo y reírme recordando el bajón de aquel primero de abril de 2022. Mientras tanto, solo me queda una esperanza: la que viviremos en un par de semanas en un monte con tres cruces y en un sepulcro cercano. Ven, Señor, no tardes. Maranatha.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Religión y democracias iliberales

El autor reflexiona sobre el surgimiento de algunos programas políticos en diferentes países como Estados Unidos, Rusia, Brasil, Hungría o Polonia, que tienen aspectos en común.

31 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

«El término democracia “iliberal” es relativamente reciente y procede del mundo anglosajón. Se refiere a un tipo de democracia parcial, de baja intensidad, vacía, un régimen híbrido o una democracia guiada, con tendencias tecnocráticas o incluso oligárquicas, donde según algunos la voz de la ciudadanía es cada vez menos importante. También se utiliza para designar proyectos políticos que rechazan el modelo ideológico liberal, en el sentido estadounidense de “progresista”».

En las últimas décadas hemos contemplado el surgimiento de diversos programas políticos, en países tan distintos como Estados Unidos, Rusia, Brasil, Hungría o Polonia, que reúnen una serie de aspectos en común. Junto al liberalismo económico en la mayoría de ellos, una cierta visión nacionalista claramente contraria a la inmigración ilegal, así como una ideología marcadamente anticomunista (con algunas lógicas peculiaridades – estos días dramáticamente presentes- en el caso de Rusia), podemos descubrir un cristianismo “cultural” que les lleva a rechazar algunos “dogmas” de la sociedad secularizada occidental (el aborto, la eutanasia, la ideología de género o las “nuevas profecías” del cambio climático), mientras parecen restar importancia a otros valores cristianos (la paz, la no violencia, la justicia, los pobres y el cuidado de la creación).

Nos parece que puede ser de interés situar el foco por un momento sobre un aspecto concreto del complejo momento actual, en concreto sobre el factor religioso de estas democracias iliberales que parecen en auge en diversos países del mundo occidental. Aquellos que se acerquen a este fenómeno desde una visión maniquea y simplista corren el riesgo de no entender lo que realmente está sucediendo en países de la importancia de Estados Unidos, Rusia, Brasil o el este de Europa y, aquí entre nosotros, el proyecto político de Vox.

Guste o no, la realidad es que la inmensa mayoría de los habitantes de la tierra son personas con un sentido religioso de la vida. Las minorías laicistas o antirreligiosas de Europa y América han podido confundir el proceso de secularización occidental de las últimas décadas con la paulatina desaparición del sentimiento religioso en el mundo moderno. Al intentar implantar un modelo de sociedad y de democracia ajenos cuando no completamente contrarios a los sentimientos religiosos de muchos millones de personas, pensamos que han provocado sin quererlo una reacción de afirmación religiosa y política con la que no contaban y que no está exenta de riesgos.

Alexis de Tocqueville estaba convencido de que la democracia no podría sobrevivir a la pérdida de la fe cristiana. “Si una nación democrática pierde su religión -escribió el preclaro pensador francés-, cae presa del individualismo y el materialismo feroces y del despotismo democrático e inevitablemente prepara a sus ciudadanos para la esclavitud”. Pensamos que en la misma línea se sitúan y actúan los políticos iliberales a los que nos estamos refiriendo.

Ante las voces de alarma de algunos sobre el avance de lo que han autodenominado “ultraderecha”en Europa y América, cabe plantearse si no será más inteligente seguir avanzando en unas sociedades más respetuosas con todas las personas y con sus maneras de pensar. El problema aparece cuando las propuestas ideológicas se presentan incompatibles entre sí. Si una intenta imponerse a la otra, cabe el riesgo de provocar que la otra luego intente imponerse a ella. La solución pensamos que pasa por entender la libertad real en nuestras sociedades democráticas. 

Ha podido llegar el momento de dejar de intentar monopolizar un tipo de sociedad e imponerlo a los demás, en un sentido o en otro. Si bien las personas religiosas en occidente entienden desde hace muchos años que hay gente que no comparte sus creencias e ideales, las personas no religiosas deben respetar a las que sí lo son. Pensamos que bienes como la libertad religiosa, la libertad educativa y la de expresión, así como la posibilidad de no financiar mediante impuestos actividades sancionadas por las leyes que repugnan gravemente la conciencia de muchas personas (como el aborto, la eutanasia o todo lo relacionado con la ideología de género), así como el deber de respetar las leyes justas y a los que no piensan como nosotros, deben de estar especialmente protegidos en nuestras sociedades. 

Si no se entiende esto, cabe la posibilidad de que mucha gente se sienta atacada y experimente por tanto la necesidad de defenderse. Conviene que los intolerantes de todos los espectros lo tengan en cuenta si no queremos volver a repetir algunos de los errores más famosos del pasado. 

Por otra parte, cabe el riesgo de que los políticos usen la religión como excusa para hacer política y que lleven a ésta la polarización propia de la “arena política”. En ese caso, habría que distinguir entre la defensa de la libertad religiosa y las ideas que representan a una mayoría de ciudadanos y el uso partidista de las creencias religiosas por unos líderes políticos que pueden caer en la tentación de erigirse en sus intérpretes, papel que pensamos no les corresponde a ellos. En frase atribuida a Unamuno, “una posible crisis de la política y de la religión puede hallarse en la práctica de la religión como política y de la política como religión”.

Hay una película titulada “Vida oculta” (Hidden Life), del norteamericano Terrence Malick, que narra la historia real de Franz Jägerstätter, un agricultor austríaco beatificado hace unos años por la Iglesia Católica que se negó a prestar juramento a Hitler durante la Segunda Guerra Mundial, sacrificándolo todo, incluida su vida. La historia que narra puede ilustrar sobre la fortaleza de las convicciones de algunas personas creyentes que conviene no conculcar jamás. 

Como dijo una vez Benedicto XVI “quien se inclina ante Jesús no puede y no debe postrarse ante ningún poder terreno, por más fuerte que sea. Los cristianos sólo nos arrodillamos ante Dios, ante el Santísimo Sacramento”. Terminamos con esta frase pues nos parece que la compresión del fenómeno religioso, especialmente en occidente, se ha vuelto una necesidad si queremos lograr unas sociedades donde las diversas mentalidades y formas de vida puedan convivir en paz, sin tratar de imponerse unas a las otras, como ha sucedido desgraciadamente en el pasado.

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Parroquias renovadas: parroquia y vocaciones

El autor reflexiona sobre la inquietud de las parroquias por las vocaciones sacerdotales.

31 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El domingo 20 de marzo celebrábamos el día del Seminario. A día de hoy, en España hay unos 1.200 seminaristas mayores. El número de nuevos sacerdotes por año ronda los 120, que no son suficientes para reemplazar a los sacerdotes que mueren. Podemos hablar de una crisis de vocaciones en España. ¿Es que Dios no llama ya? ¿Es que ha dejado de tener sentido la vida sacerdotal? ¿Es que no logramos transmitir la belleza de la vocación?

Quizá tenemos que pensar en todo eso, y examinarnos. Quizá una Iglesia que parece dedicarse más al activismo social que a una verdadera misión sobrenatural no sea tan atrayente. Pero se puede profundizar más. No disminuyen las vocaciones, disminuye la Iglesia. ¿Qué quiere decir esto?

Sin hacer un estudio demasiado exhaustivo es evidente, en primer lugar, que la población está envejeciendo; se llega a hablar de un suicidio demográfico. Una primera conclusión que podemos sacar es que el número de “candidatos” a recibir la vocación sacerdotal se ha reducido. Hay menos donde elegir. Si en 1950 había en España unos 8.000 seminaristas mayores, también es verdad que aquel año aproximadamente un 20 % de la población (masculina) tenía entre 0 y 19 años; hoy no llega a 10 %. Pero además hay otros factores que se suman a esta escasez de jóvenes. ¿Cuántos matrimonios religiosos había en 1.950, y cuántos hay ahora? ¿Cuántos bautizos? ¿Cuántos divorcios? ¿Cuántas parejas sin casar? El descenso no sólo es demográfico, disminuye también la fe y disminuye la Iglesia, y por eso disminuyen las vocaciones. 

Ahora me atrevo a introducir una perspectiva distinta. Aunque hayamos visto disminuir dramáticamente el número de seminaristas en términos absolutos, a lo mejor la disminución no es tanta en términos relativos. Es decir, el porcentaje de seminaristas con respecto al número de familias cristianas y comunidades de fe vibrantes no solo no ha disminuido, sino que a lo mejor incluso hasta ha aumentado. Lo que ha disminuido, además de la población “candidata”, son las familias cristianas y las comunidades vibrantes. Como la estructura de la Iglesia —diócesis, parroquias— no ha adelgazado, entonces se produce el colapso: no hay suficientes vocaciones para mantener la estructura que tenemos. Pero ¿y si dejamos de preocuparnos por el mantenimiento de la estructura y nos preocupamos de evangelizar? Tenemos y tendremos vocaciones suficientes.

Se oye decir: “¡Hay que buscar vocaciones!”. Vale, pero primero hay que evangelizar.

El autorJuan Luis Rascón Ors

Párroco en San Antonio de la Florida y San Pío X. Madrid.

Evangelización

Davide Prosperi: «La gran enseñanza de Don Giussani fue devolver a Dios a la vida»

La Fraternidad de Comunión y Liberación vive el centenario del nacimiento de Luigi Giovanni Giussani como “una mirada hacia adelante" y con la tarea de "devolver a Dios a las pantallas de nuestras vidas".

Maria José Atienza·31 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Traducción del artículo al inglés

El próximo 15 de octubre se cumplen 100 años del nacimiento de Luigi Giovanni Giussani, fundador de Comunión y Liberación. El movimiento, que nació en los años 60 en Italia, está presente en unos noventa países en los cinco continentes.

Tras la muerte de Don Giussani en 2005, el sacerdote Julián Carrón estuvo al frente de Comunión y Liberación, una tarea que desempeñó hasta el 27 de noviembre de 2021. Desde la renuncia de Carrón, Davide Prosperi es el presidente ad interim de la Fraternidad de Comunión y Liberación. Este químico milanés de 50 años, casado y padre de 4 hijos es profesor titular de Bioquímica y director del Centro de Nanomedicina de la Universidad Bicocca de Milan, y era, desde 2011 vicepresidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación.

Comunión y Liberación, que se define como “una propuesta de vida y para la vida”, vive este centenario como “una mirada hacia adelante, porque la vida de don Giussani ha generado un río de historia que continúa y da siempre nuevos frutos” en palabras de Prosperi, que no esconde las dificultades o “podas” que puedan atravesar en su camino los miembros de esta Fraternidad.

¿Cómo está viviendo la familia de Comunión y Liberación este centenario?

– Como una ocasión dada por Dios para agradecerle el gran don de la persona de don Giussani y todas las gracias de inteligencia y de corazón que ha recibido.

No es una mirada hacia atrás, sino hacia adelante, porque la vida de don Giussani ha generado un río de historia que continúa y da siempre nuevos frutos.

Ciertamente, como todo árbol, también los que crecen en el suelo de la Iglesia son podados por el Espíritu para que puedan rejuvenecer continuamente y abrirse a nuevas estaciones de la historia.

Este año será una oportunidad para profundizar en la enseñanza de don Giussani y en el método de vida que enseñó y aportó al mundo con su propia existencia.

Fechas como esta son, para las instituciones de la iglesia, un momento para “volver a sus orígenes” y traer al presente los carismas fundacionales. En este sentido, ¿cuáles son los puntos clave del carisma de D. Luigi Giussani que se quieren impulsar en estas celebraciones?

– En primer lugar, la concepción original de la fe que nos transmitió. La fe como respuesta del hombre al acontecimiento de la gracia de Cristo que nos alcanza y transforma nuestra existencia desde dentro. Nos llega a través de otros hombres y mujeres que nos impactan y fascinan con sus vidas luminosas y prometedoras.

En segundo lugar, este año será también una ocasión para releer las numerosas obras nacidas del corazón de don Giussani, todas ellas en ayuda del hombre, todas ellas significativas para nuestra vida actual, porque contienen una promesa de vida que no termina y que nos une a otros hombres nuestros hermanos en un camino hacia Dios.

La participación en la cultura, la educación, el diálogo con la sociedad, etc., forman parte de la esencia de Comunión y Liberación. En un mundo que parece oponerse a la cosmovisión cristiana. ¿Cómo desarrolla esta tarea Comunión y Liberación?

– Cristo está siempre vivo porque ha resucitado, y siempre, en cada momento, se dirige al corazón del hombre, a través de otros hombres, para que el corazón y la mente de nuestros hermanos descubran la promesa de vida y felicidad que la encarnación del Hijo de Dios trajo a la tierra.

Ya sea a través de las relaciones personales o de la implicación en la vida comunitaria, o a través del acercamiento a las obras de cultura, de caridad o de misión, todo ello forma parte de la vida cristiana y del don que nos trajo don Giussani.

En este sentido, lo que se nos ha comunicado es una pasión por Cristo que se convierte inmediatamente en una pasión por el hombre, no sólo por la «humanidad», sino por cada ser humano. De aquí nace la pasión educativa, el corazón de la propuesta cristiana que a través del encuentro con don Giussani y con el movimiento nacido de él nos ha conquistado y se ha convertido en una verdadera y propia vocación para cada uno de nosotros.

Comunión y Liberación, hoy

¿Cómo definiría la labor de los miembros de Comunión y Liberación hoy: sus desafíos y oportunidades?

– Debemos ayudarnos unos a otros a devolver a Dios a las pantallas de nuestras vidas. Una vida sin Dios es una vida sin futuro, sin perspectivas, pero también sin profundidad en el aquí y ahora.

Una vida sin Dios significa una vida sin la posibilidad de trascender las circunstancias aceptándolas, pero también encontrando en ellas una llamada a seguir adelante. Devolver a Dios a la vida, ésta fue la gran enseñanza de don Giussani.

Descubrir que Dios no es nuestro enemigo, nuestro adversario, sino que es el origen de nuestra existencia, de las promesas de bien que están enterradas, más o menos ocultas, en nuestro corazón y que pueden llevar nuestra personalidad humana a su verdadera plenitud.

En segundo lugar, mostrar que la vida cristiana no es la vida de un individuo en relación con Dios, sino que es la vida de una comunidad presente en la historia que se ofrece como lámpara en la montaña o como sal en la tierra para iluminar y animar toda la existencia.

El renacimiento del ego y el renacimiento de la experiencia comunitaria son los dos polos de la vida cristiana, que se alimentan mutuamente. Sin un «yo» consciente y verdadero, la vida comunitaria no sería más que una experiencia social sin raíces. Sin la expresión social, la vida del ego no encontraría ninguna posibilidad de expresión ni de alimentación.

Tras unos años en los que la pandemia ha cancelado encuentros tan asentados como el de Milán o, en España, el Encuentro Madrid. ¿Cómo se ha mantenido este espíritu de diálogo y encuentro personal “con todo en contra”?

– La pandemia y la guerra actual pueden encerrarnos en nosotros mismos, hacernos sucumbir bajo el miedo, bajo la impresión de que la existencia no tiene futuro, que las relaciones fracasan, que las promesas son ilusorias. O, por el contrario, si somos ayudados por nuestros hermanos y por la vida de la Iglesia, por la enseñanza del Movimiento y por el testimonio de don Giussani, podemos abrirnos y ser los primeros testigos de una esperanza que sabe atravesar las circunstancias del presente, que sabe vencer el mal, que sabe participar en la victoria de Cristo, que sabe mostrar a nuestros hermanos los caminos del bien y de la verdad.

Renuncia de Carrón y nueva etapa

Este centenario viene en un momento nuevo para Comunión y Liberación. La actualización de las normas relativas al gobierno de las asociaciones de fieles en junio dio lugar a la renuncia de D. Julian Carrón y su entrada como presidente interino. ¿Cómo están llevando este proceso?

– Debemos caminar hacia adelante, reconociendo todo lo bueno que se ha escrito en estos setenta años de historia del Movimiento, agradecidos a Carrón por haber podido recoger el testigo de una obra tan grande e impresionante para la historia de la Iglesia y de los hombres, y al mismo tiempo saber diseñar nuevas formas de responsabilidad y presencia en la sociedad.

Tengo la absoluta confianza de que este camino es posible en obediencia al Papa y a los Pastores de la Iglesia, que nos piden que hagamos este paso, dando razón a la esperanza de don Giussani de haber generado por el Espíritu un acontecimiento que se prolonga en el tiempo.

Tengo la absoluta confianza de que este camino es posible en obediencia al Papa y a los Pastores de la Iglesia, que nos piden que hagamos este pas

Davide Prosperi. Presidente ad interim de comunión y Liberación

¿Cómo se dibuja el futuro de Comunión y Liberación?

– El futuro está en manos de Dios; a nosotros nos corresponde ser oyentes alegres y apasionados de la voz de don Giussani y ser creadores de formas de vida capaces de acoger el grito de la humanidad.

Lecturas del domingo

«Ganó a Cristo y entró en su vida». V domingo de Cuaresma

Andrea Mardegan comenta las lecturas del V domingo de Cuaresma y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan / Luis Herrera·31 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Comentario a las lecturas del V domingo de Cuaresma

El episodio de la adúltera es el pasaje evangélico más comentado por los Padres de la Iglesia. Es como una síntesis narrativa del núcleo del evangelio. Isaías relata las palabras de Dios: “No recordéis lo de antaño, | no penséis en lo antiguo; | mirad que realizo algo nuevo”. Jesús invita a la adúltera a no mirar más al pasado sino a acoger la vida nueva que él le da. Pablo escribe a los filipenses que su único propósito es “ganar a Cristo y ser hallado en él”. Ese día, en el templo, esa mujer ganó a Cristo, entró en su vida y fue hallada en él. 

Enseñaba en el templo «y todo el pueblo acudía a él». Los escribas y fariseos envidiosos de su éxito quieren provocarlo para denunciarlo: a las autoridades del templo si negaba la lapidación, a las autoridades romanas si la aprobaba, porque la pena capital era exclusiva de los ocupantes. Además, si hubiera ordenado la lapidación, negando el mensaje de misericordia que iba predicando y practicando, habría perdido el favor de la gente. Para defenderse de estos escollos, Jesús elige el silencio. Se agacha para escribir en el suelo. Agustín nota una referencia a Jeremías 17, 13: “Señor, quienes te abandonan fracasan; quienes se apartan de ti quedan inscritos en el polvo por haber abandonado al Señor, la fuente de agua viva”. El suelo del templo, sin embargo, no es de tierra sino pavimentado: el gesto recuerda al dedo de Dios que graba en la piedra la ley en las tablas que entrega a Moisés. Hay aquí, pues, uno que es mayor que la ley, es su autor, el que conoce su interpretación auténtica.

El que esté sin pecado, que tire la primera piedra”. El fin de la ley antigua, para ese pueblo de dura cerviz, era llevarlos a comprender el pecado que había en todos y convertirse. Ahora Jesús puede cumplir ese propósito. Él que es el único verdaderamente sin pecado no condena a la mujer y no tira la primera piedra. Cambia para siempre la ley antigua por la ley nueva del amor que escribe en los corazones. Se levanta para mirar y hablar a la “mujer”: ya no es la “adúltera”. No es el pecado lo que nos define sino la naturaleza con que Dios nos ha creado y la gracia que nos renueva. En el lenguaje bíblico, “mujer” es también la esposa: la mujer ha encontrado por fin al esposo, en ella la Iglesia encuentra a Cristo. Los escribas y fariseos se van a mirar por dentro y enfrontar con su pecado. Ya no están a la vista de la mujer: ninguno la condenó. No pecar más es una promesa, una garantía. De la mirada de Cristo, de su inmenso amor percibido, de su misericordia y de su confianza, nace en la mujer la conciencia y el arrepentimiento por el pecado y la resolución de no caer ya más, porque, allí en medio, ha sido “encontrada en Cristo”.

La homilía sobre las lecturas del V domingo de Cuaresma

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

El autorAndrea Mardegan / Luis Herrera

España

La Iglesia invita a marcar la X en la Renta como “escudo social” de ayuda

Seis historias concretas de siete personas a las que la Iglesia ha podido ayudar en distintas diócesis gracias a la X del IRPF, protagonizan la Campaña Xtantos 2022 de la declaración de la Renta de este año, presentada este miércoles en la Conferencia Episcopal Española (CEE), Son testimonios reales que agradecen a la Iglesia su ayuda.

Rafael Miner·30 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Se trata de Tino (Faustino), 50 años, de un pueblo de Tarazona, al que un párroco de 80 años ayudó a salir el mundo de las drogas y “redescubrir a Dios”, y que refleja el trabajo de la Iglesia en el mundo rural; o de Rosa y María, de un centro de mayores de la Iglesia en la diócesis de Segovia.

La historia de Blanca, 37 años, hondureña, de la diócesis de Cádiz y Ceuta, que ha podido poner ya “su tiendecita” y ser autónoma, tras llegar sola a España hace 6 años, y que muestra la labor de la Iglesia con los migrantes y refugiados, en un momento en que la Iglesia se vuelca con los millones de ucranianos que huyen de su país. Blanca es precisamente la persona que figura en el cartel de la Campaña de este año.

O la historia del rapero Guillermo (Grilex), que ha pasado a cantar canciones de luz y esperanza, y la del P. Álvaro, guatemalteco, que es ahora sacerdote y capellán de un centro penitenciario, y que podría haber sido un interno, asegura. O la de Erika, 44 años, con dos hijos, a la que Cáritas ha ayudado a formarse y encontrar empleo.

A más de 4 millones de personas

Son algunas historias, recogidas en el portal portantos.es, a las que ha aludido José María Albalad, director del secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia en la CEE, quien presentó los datos de la campaña de este año 2022, acompañado de José Gabriel Vera, director de la Oficina de Comunicación de la CEE y del secretariado de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales.

José María Albalad subrayó que marcar la X en la declaración de la Renta “ayuda a sostener la inmensa labor que realiza la Iglesia en España”, que en su vertiente más social “llega a más de 4 millones de personas”. Tras la X de la Renta “hay una historia”, señaló. Esa labor es “un escudo social de alto impacto, un hospital de campaña en este mundo herido”, como ha recordado el Papa Francisco.

La campaña se realizará desde el próximo lunes a través de carteles, spot en tv y radio, redes sociales (por primera vez en TikToK, mirando a los jóvenes), y el periódico en soporte papel sostenible Xtantos efectuará una tirada de un millón de ejemplares, que llegarán a las 23.000 parroquias existentes en las diócesis españolas. Ahí se explicarán todos los detalles, y se saldrá al paso de algunos bulos y fake que circulan en torno a la financiación de la Iglesia.

Marcar la X en la Renta es “una decisión libre y democrática” que no tiene coste alguno, añadió José María Albalad, y se puede marcar simultáneamente la casilla de la X para la Iglesia y la de otros fines de interés social.

“Con menos dinero, más cosas”

La inversión en esta campaña de Xtantos se sitúa en 2,68 millones de euros, IVA incluido, lo que supone en torno “a un 1,2 por ciento de lo que se espera ingresar”. En la campaña de 2021, correspondiente al ejercicio de 2020, en plena pandemia, se produjo un aumento de 40.000 declaraciones de la Renta en favor de la Iglesia católica respecto al ejercicio anterior, y los contribuyentes marcaron la X por un importe total de 295,4 millones de euros, con un descenso de 5,58 millones respecto a 2019.

“Con menos dinero, la Iglesia ha tenido y tiene que hacer muchas más cosas”, explicó recientemente el vicesecretario para Asuntos Económicos de la CEE, Fernando Giménez Barriocanal, para quien el descenso era “lógico y previsible” dada la crisis económica generada por la pandemia, y en un momento, además, en que la labor de la Iglesia se ha multiplicado debido a las duras circunstancias.

Giménez Barriocanal insistió entonces, como recogió Omnes, en recordar las dos asignaciones, la de la Iglesia y de otros fines de interés social: “no nos cuesta más o nos van a devolver menos, y podemos ayudar el doble al marcar las dos casillas”.

José María Albalad y José Gabriel Vera recordaron algunos datos de la Memoria de Actividades de la Iglesia. Lo ingresado el año pasado por la X de la Renta (295,4 m.), supone alrededor del 21 por ciento del presupuesto de la Iglesia en España (algo superior a los mil millones de euros), y se destina en un 80 por ciento a las diócesis y en un 20 por ciento a diversas actividades.  

Una buena parte de la X de la Renta corresponde al mantenimiento del clero, como este párroco de un pueblo de Tarazona que sale en la campaña, y que ayudó a Tino a salir del “infierno de las drogas”, como señala el propio Tino en el video.

Vaticano

«Hablar con los ancianos nos ayuda a aprender la fidelidad, la piedad o la ternura»

En la catequesis del miércoles 30 de marzo, el Papa Francisco ha subrayado el valor de los ancianos para enseñarnos la "sensibilidad de los sentidos espirituales", en cuestiones como la fidelidad, la entrega, la compasión, la piedad, la vergüenza o la ternura.

David Fernández Alonso·30 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Papa Francisco continúa profundizando en el itinerario de catequesis sobre el tema de la vejez. En la audiencia general que el Santo Padre ha mantenido en la mañana del miércoles 30 de marzo, ha querido invitarnos a mirar «al tierno cuadro pintado por el evangelista san Lucas, que llama a escena a dos figuras ancianas, Simeón y Ana. Su razón de vida, antes de despedirse de este mundo, es la espera de la visita de Dios. Simeón sabe, por una premonición del Espíritu Santo, que no morirá antes de haber visto al Mesías. Anna iba cada día al templo dedicándose a su servicio. Ambos reconocen la presencia del Señor en el niño Jesús, que colma de consuelo su larga espera y serena su despedida de la vida».

Ilumina los sentidos

«¿Qué podemos aprender de estas dos figuras de ancianos llenos de vitalidad espiritual?», se pregunta retóricamente Francisco. «Primero», responde, «aprendemos que la fidelidad de la espera afina los sentidos. Por otro lado, lo sabemos, el Espíritu Santo hace precisamente esto: ilumina los sentidos. En el antiguo himno Veni Creator Spiritus, con el que invocamos todavía hoy al Espíritu Santo, decimos: «Accende lumen sensibus», enciende una luz para los sentidos. El Espíritu es capaz de hacer esto: agudiza los sentidos del alma, no obstante los límites y las heridas de los sentidos del cuerpo. La vejez debilita, de una manera u otra, la sensibilidad del cuerpo. Sin embargo, una vejez que se ha ejercitado en la espera de la visita de Dios no perderá su paso: es más, estará también más preparada a acogerla».

El pontífice afirma que «hoy más que nunca necesitamos esto: una vejez dotada de sentidos espirituales vivos y capaz de reconocer los signos de Dios, es más, el Signo de Dios, que es Jesús. Un signo que nos pone en crisis – es «señal de contradicción» (Lc 2,34) – pero que nos llena de alegría. La anestesia de los sentidos espirituales, en la excitación y en el entumecimiento de los corporales, es un síndrome generalizado en una sociedad que cultiva la ilusión de la eterna juventud, y su rasgo más peligroso está en el hecho de que esta es mayoritariamente inconsciente. No se da cuenta de estar anestesiada».

Sentidos espirituales

Usando el paralelismo con la pérdida de la sensibilidad del tacto o del gusto, en la que uno se da cuenta enseguida, recuerda que con la del alma uno lo puede ignorar durante mucho tiempo. «Esta no se refiere simplemente al pensamiento de Dios o de la religión. La insensibilidad de los sentidos espirituales se refiere a la compasión y la piedad, la vergüenza y el remordimiento, la fidelidad y la entrega, la ternura y el honor, la responsabilidad propia y el dolor por el otro. Y la vejez se convierte, por así decir, en la primera víctima de esta pérdida de sensibilidad. En una sociedad que ejerce principalmente la sensibilidad por el disfrute, disminuye la atención a los frágiles y prevalece la competencia de los vencedores. Ciertamente, la retórica de la inclusión es la fórmula de rito de todo discurso políticamente correcto. Pero todavía no trae una real corrección en las prácticas de la convivencia normal: cuesta que crezca una cultura de la ternura social. El espíritu de la fraternidad humana – que me ha parecido necesario reiterar con fuerza – es como un vestido en desuso, para admirar, sí, pero… en un museo».

Haciendo referencia a los jóvenes, afirma que «en la vida real podemos observar, con gratitud conmovida, muchos jóvenes capaces de honrar hasta al fondo esta fraternidad. Pero precisamente aquí está el problema: existe un descarte, un descarte culpable, entre el testimonio de esta savia vital de la ternura social y el conformismo que impone a la juventud contarse a sí misma de una forma completamente diferente. ¿Qué podemos hacer para colmar este descarte?»

Simeón y Ana

El Papa trajo a colación la historia de Simeón y Ana, mencionando también otras historias bíblicas de la edad anciana sensible al Espíritu. De esta historia «viene una indicación escondida que merece ser llevada a primer plano. ¿En qué consiste, concretamente, la revelación que enciende la sensibilidad de Simeón y Ana? Consiste en el reconocer en un niño, que ellos no han generado y que ven por primera vez, el signo seguro de la visita de Dios. Ellos aceptan no ser protagonistas, sino solo testigos. La visita de Dios no se encarna en su vida, no los lleva a la escena como salvadores: Dios no se hace carne en su generación, sino en la generación que debe venir. Ningún resentimiento y ninguna recriminación por esto. Sin embargo, gran conmoción y gran consolación. La conmoción y la consolación de poder ver y anunciar que la historia de su generación no se ha perdido o malgastado, precisamente gracias a un evento que se hace carne y se manifiesta en la generación que sigue».

En conclusión, el Papa ha subrayado que «solo la vejez espiritual puede dar este testimonio, humilde y deslumbrante, haciéndola autorizada y ejemplar para todos. La vejez que ha cultivado la sensibilidad del alma apaga toda envidia entre las generaciones, todo resentimiento, toda recriminación por una venida de Dios en la generación venidera, que llega junto con la despedida de la propia. La sensibilidad espiritual de la edad anciana es capaz de abatir la competición y el conflicto entre las generaciones de forma creíble y definitiva. Algo imposible para los hombres, pero posible para Dios. ¡Y hoy lo necesitamos mucho!»

Reverendo SOS

Darse, cuidarse, dejarse cuidar y respetar al otro

El doctor Carlos Chiclana reflexiona sobre cuatro acciones relacionales: tú contigo mismo, tú con el otro, el otro contigo y el otro consigo mismo. Afirma que la propia libertad aumenta cuando se entra en relación con el otro. 

Carlos Chiclana·29 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Tu libertad termina donde empieza la mía”. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación? Yo no, aunque pudiera ser útil para un litigio. La podemos transformar si consideramos el crecimiento y desarrollo personal que se produce cuando trasciendes tu yo, sales a encontrarte con otra persona, la adentras en ti y dejas que te afecte y transforme. Tu libertad se hace más libertad si entras en relación con el otro y dejas que te afecte con todo lo bueno y lo malo.

Cuando, con empatía, permites que la otra persona se meta dentro de ti, toque tu corazón, conecte con esa parte tuya que siente lo mismo, y active esa sensibilidad particular -sea en modo gustoso y de atracción, sea con disgusto, repulsión y rechazo- dejas que interpele a tu libertad: tienes que mover ficha. Eres tú quien ha de responder y te están preguntando si reconoces que el otro vale en sí mismo, si valoras que la vivencia del otro merece ser comprendida, acogida, validada. 

Para que tu libertad crezca, se haga más libre, más auténtica y más tuya, además de dejarte afectar y “padecer al otro”, es necesario elaborar una respuesta, y no sólo una reacción, ante esa propuesta vital. Una respuesta que elija con equilibrio entre lo bueno en sí mismo, lo bueno para mí, lo bueno para el otro y lo bueno para la relación. Mi libertad aumenta gracias a tu libertad. 

Sí, al afectarte, te genera emociones, pensamientos, sentimientos y te interpela. Surge una reacción espontánea e involuntaria, de atracción y afecto o de rechazo y desafección, que pide ser regulada por ti para elaborar una respuesta adaptada. Puedes escoger lo bueno para ti y para el otro, hacerte más tú mismo, relacionarte con otras partes de ti y, a la vez, trascender. Hacerte a ti mismo y en la relación. 

Es necesario que, si tienes afán de trascender y estar pendiente de otros y servirles –típicas manías y costumbres de los sacerdotes- busques también el equilibrio entre darte y cuidarte, para no desgastarte o quedarte en números rojos. Para darse es necesario poseerse, para salir es necesario estar dentro. En cada acción que lleves a cabo puedes considerar esas cuatro relaciones: tú contigo mismo, tú con el otro, el otro contigo y el otro consigo mismo. De esta forma distribuyes “las fuerzas relacionales”, según cada situación y relación específica, y concretas el modo de darte y de cuidarte. De aquí surgirá una reciprocidad que se puede concretar en:

1.- Actúas sobre los demás: te entregas, estás solícito y disponible; te relacionas con gratuidad; interactúas con el diferente; acoges incondicionalmente al otro; apartas la mirada de ti mismo y das las gracias.

2.- Te atiendes a ti mismo: pones límites, dices que no o que sí de forma proporcionada; valoras lo que das y te satisfaces por ello; no necesitas a otro en exclusiva ni dependes en forma absoluta del otro.

3.- Facilitas que te atiendan a ti: pides ayuda, te dejas ayudar y servir de forma proporcionada, recibes de los demás; te abres a la acción del otro; aceptas algunas cuestiones que te sugieren; dejas que sean agradecidos contigo; valoras lo que recibes y facilitas que la alteridad te forme, conforme y transforme.

4.- Dejas que la otra persona tenga su espacio, tome sus decisiones y se haga responsable de su vida y de su felicidad: no invades o proteges de forma innecesaria, respetas y dejas que actúe según su criterio; no te haces responsable de asuntos que no te corresponden y no homologas la realidad a tu criterio.

De esta manera no tienes que contraponer darte con cuidarte, sino que puedes elegir me doy y me cuido. Mi libertad se enriquece cuando se encuentra con la tuya. 

Te permites ser puesto en crisis por el otro, en disposición al cambio, en movimiento, porque te ves “obligado por ti mismo” a dar razón de tu comportamiento con el otro e interpelado a definir tu propia identidad. Por tanto, vislumbrarás el misterio, que es mucho más de lo que aparenta atractivo o repulsivo, como bien o mal físico, como agradable psicológica o moralmente.

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Teología del siglo XX

Las etapas de Joseph Ratzinger (III). Papa Benedicto XVI (2005-2013)

En los dos artículos anteriores, hemos visto ya tres de las cuatro etapas teológicas de la vida de Benedicto XVI como profesor y obispo (I), y como prefecto para la Doctrina de la Fe (II). Nos queda la cuarta, como Papa (III), que veremos en este artículo. 

Juan Luis Lorda·29 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

Traducción del artículo al inglés

Con su elección pontificia, Ratzinger se convirtió en el primer Papa propiamente teólogo. Y, como “cooperador de la verdad” consolidó las líneas en que trabajaba, las que necesita la Iglesia en el inicio del tercer milenio. Antes de abordar la cuarta etapa teológica de la vida de Benedicto XVI, como Papa, conviene hacer dos matices. 

Perfil teológico y Obras Completas

El perfil de un teólogo importante está configurado, antes que nada, por los tópicos que todo el mundo repite y cuajan en las historias de la teología y diccionarios. Suelen tener fundamento. En Joseph Ratzinger, se habla de la razón ampliada, la dictadura del relativismo, la antropología relacional, el personalismo y la primacía agustiniana del amor, la atención a la liturgia, el ecumenismo… Después, su perfil queda marcado por sus libros más conocidos Introducción al cristianismo, Informe sobre la fe, Jesús de Nazaret, y sus conferencias como prefecto… Son las fuentes para estudiarlo.

Pero la edición de sus obras completas (O.C), como ya advertimos, ha transformado esto.

 Porque han emergido, por ejemplo, las dos tesis, sobre San Agustín y sobre San Buenaventura, que son los estudios más extensos y sistemáticos de su etapa académica. Y se han compuesto dos volúmenes con todos sus comentarios al Concilio, que son un trabajo muy relevante de su época de profesor. Y hay otro volumen entero dedicado al sacerdocio. Además, el pequeño manual de Escatología, al añadirle otros materiales, se ha convertido también en un poderoso volumen. Por eso las fuentes para estudiar a Ratzinger no son las mismas ahora que antes. 

El perfil teológico como Papa

Otro matiz. Al convertirse en Papa, ya no es un teólogo privado, sino que ejerce constantemente un Magisterio público. Esto afecta a su perfil teológico en dos sentidos. No todo lo que escribe pasa a ser Magisterio. Y también no todo lo que enseña como Papa es exactamente su opinión teológica. 

Como ya hizo Juan Pablo II en Cruzando el umbral de la esperanza o en sus memorias, hay escritos de Joseph Ratzinger que solo expresan su opinión personal, y no son Magisterio. En Jesús de Nazaret lo declara expresamente. Pero lo mismo pasa en las conversaciones con Seewald (La luz del mundo, 2010) y otros momentos de expansión. 

También sucede que no todo su Magisterio expresa exactamente su manera de pensar, porque gran parte de lo que predica no lo escribió él. Lo hicieron los que le ayudan con su aprobación y según los casos, con su orientación o sus correcciones. Y es Magisterio ordinario porque representa lo que la Iglesia cree. No hay problema. Pero no refleja necesariamente su enfoque teológico o su estilo personal. Es preciso tenerlo en cuenta al hacer síntesis de su pensamiento o tesis doctorales. No es útil recortar y mezclar todo tipo de materiales. 

Por ejemplo, los hermosos ciclos que desarrolló en las audiencias sobre los orígenes del cristianismo, san Pablo, los grandes teólogos antiguos y medievales, los doctores de la Iglesia, y la oración, son gratos y útiles para la enseñanza. Y están ahí porque él ha querido. Pero no tendría sentido extraer de allí su pensamiento teológico. No los ha escrito. 

Los “lugares teológicos” del Papa

Evidentemente, una perfecta discriminación entre lo que ha escrito y lo que no, es imposible. Pero sí se puede pensar qué inspiraciones teológicas tuvo su Magisterio y qué hizo efectivamente con ellas. 

Para saber lo que quería hacer como papa, hay tres primeros textos muy personales y relevantes, que recordaremos enseguida. 

Después, hay que repasar lo que hizo e impulsó. Primero las encíclicas y las exhortaciones apostólicas, que, aunque no las haya escrito enteras, representan sus grandes líneas. 

Destacan los empeños ecuménicos, objetivo importante que acompaña todo el pontificado, y merece un estudio aparte. 

Hay intervenciones donde se implica muy personalmente, como los viajes a Alemania (el Parlamento alemán). Quizá la conferencia fallida de La Sapienza (2008) o la intervención en la ONU (2008), o su discurso en Westminster al parlamento británico (2010)… También hay momentos donde su voz es muy personal: encuentros con sacerdotes o seminaristas o compatriotas, entrevistas con Seewald.

Y, por supuesto, lo más teológicamente personal y un anhelo de su vida es el libro Jesús de Nazaret, escrito con un tesón y una perseverancia heroicos. 

Tres primeras intervenciones

El 18-IV-2005, el cardenal Ratzinger, como decano del sacro colegio, presidió la Misa antes del cónclave donde saldría elegido papa. Y pronunció una famosa homilía. Habló de la amenaza de una “dictadura del relativismo” y de la respuesta cristiana: “Una fe que no sigue las olas de la moda y la última novedad: adulta y madura es una fe profundamente enraizada en la amistad con Cristo. […] debemos guiar el rebaño de Cristo hacia esta fe. Solo esta fe crea unidad y se realiza en la caridad”. Confiaba, como siempre, en una verdad cristiana dicha con caridad. 

El 20-IV-2005, tras ser elegido y celebrar la Misa, se dirigió a los cardenales. Después de recordar a Juan Pablo II, pidió la comunión eclesial, tema del Concilio. Y dijo “quiero reafirmar con fuerza mi decidida voluntad de proseguir en el compromiso de aplicación del Concilio Vaticano II, a ejemplo de mis predecesores y en continuidad fiel con la tradición de dos mil años de la Iglesia”. Y como era el año del Sínodo de la Eucaristía, añadió: “¿Cómo no percibir en esta coincidencia providencial un elemento que debe caracterizar el ministerio al que he sido llamado?”. Se comprometió a “hacer todo lo posible para promover la causa prioritaria del ecumenismo”, a “proseguir el prometedor diálogo entablado por mis venerados predecesores con las diferentes culturas” y a “proponer al mundo la voz de Aquel que dijo: ‘Yo soy la luz del mundo’”, especialmente a los jóvenes. 

Pero el texto más sorprendente es el saludo que dirigió ese año por Navidad a la curia romana (22-XII-2005). Aprovechó para ver dónde estaba la Iglesia. Juzgar la aplicación del Concilio, que fue una reforma y no una ruptura, y en muchos puntos queda pendiente de aplicación. Repasar las grandes cuestiones de la evangelización en relación con el mundo moderno, con tres preguntas: el diálogo con las ciencias (también la exégesis), el diálogo con el pensamiento político y el diálogo interreligioso. Y, de paso, dio una respuesta teológica sobre la libertad religiosa, que era uno de los motivos del cisma de Lefebvre. Texto para releer, subrayar y resumir. Realmente, una clave de las intenciones y enfoque del pontificado. 

Las encíclicas y exhortaciones

De las tres encíclicas de Benedicto XVI, la primera, Deus caritas est (2006), quizá es la más personal. Según la biografía de Seewald, ya estaba más o menos preparada la segunda parte: la caridad en la Iglesia, en relación con la labor asistencial y caritativa, con ánimo de insistir que la Iglesia no es simplemente una ONG, y que vive de la caridad de Cristo. Se le añadió una magnífica primera parte sobre lo que es el amor y el amor cristiano. Al leerla, se encuentra, sobre todo al principio, el estilo de Ratzinger. Spe Salvi (2007) también recoge una preocupación personal de Benedicto XVI: la esperanza, como mirada cristiana al futuro, a la salvación de Dios. Con su oscurecimiento y los modernos intentos de sustitución políticos y económicos. Y los lugares donde se puede recuperar: la oración, el actuar y el sufrir cristiano, y el anhelo de un juicio definitivo. Algunos destellos recuerdan su manual de escatología. 

Caritas in veritate (2009) está escrita en la perspectiva de Populorum progressio (1967), de Pablo VI, y salió en medio de una crisis económica mundial (2008). Quería retomar la tradición de las grandes encíclicas sociales y avanzar sugerencias para abordar los problemas de la pobreza de tantas naciones. El desinflamiento del mundo comunista había hecho desaparecer respuestas y horizontes falsos, pero era necesaria una acción positiva. Repensar las condiciones de un desarrollo verdadero. Eso es una caridad eficaz, y, para los cristianos, inspirada en Cristo y con su ayuda. 

Quedaría el boceto de la encíclica sobre la fe, después de la caridad y la esperanza (Lumen fidei), con su tema central Hemos creído en el amor, tan de Ratzinger, a la que le pilló el cambio de pontificado (2013) y quedó en sordina.

Las dos exhortaciones apostólicas se corresponden con dos sínodos. El primero convocado por Juan Pablo II, pero presidido por Benedicto XVI (2005), da lugar a Sacramentum charitatis (2007). Como hemos visto le parecía providencial centrarse en la Eucaristía para reavivar la vida de Iglesia. El tema del segundo sínodo (2008) supone un cierto cambio con la tradición preferentemente pastoral: la lectura cristiana de la Biblia, que da lugar a Verbum Domini (2010). Recoge su inquietud por difundir un acercamiento creyente a la Biblia. Por eso está sacando tiempo para escribir Jesús de Nazaret.

Conferencias y homilías

De este inmenso material, destacan, por más personales, los dos viajes a Alemania (2006 y 2011). Y no tienen desperdicio. Es evidente que la Homilía en la catedral de Ratisbona y el discurso en la Universidad, su universidad (2006), eran suyos, también por el revuelo que causó una cita anecdótica sobre la violencia musulmana. Revuelo, al final, felizmente reconducido. Pero el tema principal era muy suyo la relación entre ciencia y fe y el papel público de la fe. 

En el segundo viaje a Alemania (2011), además del informal encuentro con periodistas y el conmovedor encuentro con seminaristas en Friburgo, está su memorable intervención en el Parlamento alemán recordando los fundamentos morales del estado democrático y la amarga experiencia de cómo un grupo sin escrúpulos (los nazis) podía hacerse con el poder. 

Por supuesto que hay muchas más cosas en tantos viajes memorables: el entusiasmo de Polonia (2006), la entrada en la Mezquita azul de Estambul y los encuentros con el patriarca de Constantinopla (2006), el discurso a la intelectualidad francesa (2008), el recorrido por México y Cuba (2012). Y los buenos momentos de las Jornadas mundiales de la juventud en Colonia (2005), Sidney (2008) y Madrid (2011). Y, siempre en los viajes, el trabajo ecuménico. 

El problema de la exégesis

Joseph Ratzinger siempre fue un estudioso atento de los progresos exegéticos e hizo mucho por estar bien informado, especialmente de la bibliografía alemana, como se aprecia claramente en los prólogos de estos tres libros. Pronto se dio cuenta de que, junto a notables aportaciones, el puro método histórico-crítico llevaba a encerrar los textos de la Biblia en el pasado, a hacerlos cada vez más lejanos y a concluir tal cantidad de hipótesis dispersas, que, en realidad, no se podía concluir nada. 

Pero esto aplicado a la vida de Cristo suponía dejarlo encerrado en el pasado y distinguir casi radicalmente el Cristo de la fe confesado, del Cristo de la historia, en realidad perdido. De manera que todas las afirmaciones de la Iglesia, en perfecta conexión con las afirmaciones de los textos, quedaban en el aire. Pendientes de las hipótesis más disparatadas sobre cómo podían haberse compuesto en tan poco tiempo unas afirmaciones sobre la figura de Jesucristo, su divinidad, sus milagros, tan inverosímiles desde el punto de vista histórico puramente humano. Inverosímiles salvo que fueran realmente acción de Dios. Si no se parte de la fe, se ve uno obligado a hacer reconstrucciones realmente difíciles y perfectamente en el aire. 

Con todo su saber, las tres partes de esta obra, es el intento de hacer una exégesis creyente, al mismo tiempo que informada, centrada en la fe en Jesucristo. Estaba convencido de la urgencia de este enfoque. Creía firmemente que era un servicio que él debía prestar. Lo había intentado y comenzado siendo prefecto, y tuvo el mérito increíble de llevarlo a cabo siendo Papa. 

Conclusión

Evidentemente, su renuncia (2013) también encerraba una cuestión teológica: ¿tenía derecho a renunciar? Solo existía un precedente y en circunstancias especiales: la renuncia-huida de Celestino V (1294), porque otras fueron obligadas (Cisma de Occidente). Juan Pablo II se lo planteó y pensó que no era posible. Benedicto XVI se lo planteó y decidió que debía hacerlo y creó un precedente razonable. 

Al final de su último libro-entrevista con Seewald (Benedicto XVI. Últimas conversaciones, Mensajero, Bilbao 2016), cuando ya estaba retirado, comentó su lema episcopal Cooperador de la verdad: “En la década de 1970, cobré clara conciencia de lo siguiente: Si nos olvidamos de la verdad, ¿para qué hacemos todo esto? […] Con la verdad, se puede colaborar porque es Persona. Es posible comprometerse con ella, intentar hacerla valer. Eso me pareció, al final, la verdadera definición de teólogo” (292). Desde entonces hasta el fin.

Vaticano

Momento de la consagración de Rusia y Ucrania

Rome Reports·28 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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El 25 de marzo, el Papa Francisco consagraba las naciones de Ucrania y Rusia al Corazón Inmaculado de la Virgen pidiendo por la paz en estas naciones.

Así oraba el Santo Padre ante la imagen de la Virgen.


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España

Miles de personas defienden la vida y cuidado del ser humano en Madrid

La Marcha Sí a la Vida reivindicó en Madrid la vida, la cultura del cuidado de todo ser humano desde su concepción hasta la muerte natural, y la abolición de leyes como las de eutanasia y aborto. Testimonios de mujeres ucranianas, y la defensa de la objeción de conciencia, marcaron el acto.

Rafael Miner·28 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Numerosos jóvenes y familias con niños y abuelos, acompañados por conocidos ‘influencers’ como Grace Villarreal y Joan Folch, o productores de tv y periodistas como Diego de Julián e Ivana Carrero, protagonizaron la Marcha, y salieron a la calle en conmemoración del Día Internacional de la Vida, tras dos años de celebración online. Hubo en torno a 20.000 personas, según los organizadores, aunque la Delegación del Gobierno rebajó la cifra a la mitad.

La Plataforma Sí a la Vida, integrada por más de 500 asociaciones a las que les une la defensa de la vida desde su inicio a su fin natural, impulsó un encuentro en tono alegre, pero firme en sus convicciones por la vida, que concluyó cerca de la madrileña Plaza de Cibeles en un acto con música y testimonios.

La celebración incluyó un Manifiesto de 7 puntos, que pueden ver al final, y “el tradicional minuto de silencio y suelta de globos en recuerdo de los no nacidos y todas las víctimas de la cultura de la muerte”.

A la convocatoria acudieron personas y familias de una veintena de ciudades españolas como Barcelona, Sevilla, Pamplona, Cadiz. Córdoba, Alicante, Santiago de Compostela, etc. Otros miles de personas realizaron la marcha online y siguieron el acto en directo por el perfil de Youtube de la plataforma.

En la pancarta de la cabecera de la Marcha se situaron representantes de asociaciones implicadas en la defensa de la vida en distintos ámbitos, como Alicia Latorre, portavoz de la Plataforma Sí a la Vida y presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida; Alfonso Bullón de Mendoza, presidente de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP), y de la Fundación Universitaria San Pablo CEU; Javier Rodríguez, director general del Foro de la Familia, y Benigno Blanco, ex presidente del Foro de la Familia; Álvaro Ortega, presidente de Fundación + Vida, o la coordinadora europea de One of Us, Ana del Pino, la Fundación RedMadre entre otros.

manifestacion vida 2

Ucranianas defensoras de la vida

El acto estuvo conducido por Diego de Julián y la ‘influencer’ Grace Villarreal, entrevistada por Omnes el día 25. Uno de los momentos más emotivos tuvo lugar cuando subieron al escenario dos hermanas ucranianas, Halina y Marina, ésta embarazada de 25 semanas, con quienes se rindió homenaje al pueblo ucraniano deseando la paz. Halina contó cómo tras asistir a una Marcha Sí a la Vida, ofrece ahora su apoyo a mujeres embarazadas que acuden a centros abortistas. Pueden ver su testimonio en video aquí.

Por su parte, Marina dejó escuchar en directo el latido del corazón de su hijo; con este sonido se llevó a cabo el tradicional minuto de silencio y suelta de globos. En el latido de este bebé estuvo “el recuerdo de los no nacidos a causa del aborto y todas las víctimas de la cultura de la muerte”. 

Objeción de conciencia, y acogida

La celebración por la vida culminó con un concierto de los Hermanos Martínez, pero antes hubo más intervenciones. Por ejemplo, la del decano del Colegio de Médicos de Madrid, Dr. Manuel Martínez Sellés, y las de Pablo Boccanera y Elisabeth Delamer junto a su hija biológica Teresa, una familia que acoge niños con enfermedades, y cuya hija, Teresa, ha seguido su ejemplo y ahora es madre de acogida de una pequeña de 2 años.  

El doctor Martínez Sellés, que salió al escenario con bata blanca, subrayó entre otras cosas, que “a los médicos no nos puede obligar a practicar ni el aborto ni la eutanasia, porque nuestra objeción de conciencia está garantizada tanto en nuestra Constitución como en la Carta Europea de Derechos Fundamentales”. “Lo que pedimos los médicos”, añadió, a preguntas de Grace Villarreal, “es que nos permitan cuidar, tratar, paliar. Los médicos nos dedicamos a eso, no nos dedicamos a matar”.

Milla urbana y concurso de relatos

Antes de la Marcha, a las 10,00 a.m., tuvo lugar en la calle Serrano una Carrera, en formato Milla urbana, impulsada por la asociación Deportistas por la Vida, tal como ha informado Omnes, y que convocó a más de un centenar de corredores en diversas categorías. La asociación que preside José Javier Fernández Jáuregui ha dado a conocer los resultados y ganadores en las diversas categorías.

Por otra parte, los ganadores del Concurso de relatos asociado a esta II Carrera de Deportistas por la Vida, en el que colabora Omnes, se darán a conocer en esta misma web en los próximos días.

carrera vida

Ideas fuerza, y Manifiesto

Además de las declaraciones del Dr. Manuel Martínez Selles, Alicia Latorre aseguró que “el Sí a la Vida es una convocatoria de vida, de compromiso, cuya fuerza está en la causa que defendemos. La mera celebración ya es un fruto importante y por supuesto las muchísimas consecuencias positivas que de ello se derivan. Es una oportunidad y un privilegio poder defender la vida de todos y confiar sin atisbo de duda que la verdad y el bien van ganando las mentes y los corazones”. 

Al mismo tiempo, la portavoz de la plataforma señaló que “no se pueden recuperar las vidas perdidas ni el mal hecho, pero tenemos en nuestras manos el presente y, por tanto, el futuro y confiamos en que cada vez más personas se unan a la causa de la vida también quizá las que han estado defendiendo lo contrario”.

María José, Lola…

Entre los numerosos testimonios recogidos, María José, que participó en la Carrera, señaló a Omnes que estaba ahí “para defender la vida desde el primer momento de su concepción hasta su muerte natural, para concienciar a la gente de que tenemos que defender la vida, que no podemos quedarnos en casa, dormidos en el sofá, sino que tenemos que luchar por la vida. He venido con mi esposo, Andrés, que también ha corrido. Vivimos por la zona de Villaverde y tenemos tres hijos mayores”.

Alberto, Covadonga, José, Lola, Matilde…, son jóvenes de diversas ciudades andaluzas como Jaén, Córdoba o Bailén, se enteraron de la Carrera por familiares, y viven en Madrid. No tuvieron inconveniente en ser fotografiados. Lola, a un mes de casarse, manifestó a Omnes que “es una tremenda tristeza vivir en una sociedad en la que hay que convencer a las mujeres de que cada uno tenga sus propios hijos, todos los bebés quieren nacer, y es tremendamente triste que haya incluso que debatir estas cosas”.

A juicio de Lola, “el derecho a la vida es el principal de los derechos, porque sin él no existe ningún otro, y que se ponga eso en cuestión es lamentable. Si pensáramos sólo por un segundo desde la perspectiva del bebé, no habría cuestión, nadie se lo plantearía. No tiene sentido que por la edad de un ser humano valga más o menos su vida que la de otro. Precisamente cuando los niños están en el útero es cuando son más indefensos”.


Manifiesto Sí a la Vida 2022

Los siete puntos del Manifiesto de la Marcha son los siguientes:

1. Proclamamos que TODO ser humano tiene derecho a la vida y a ser tratado como merece su especial dignidad, desde su concepción hasta la muerte natural.
 
2. Queremos mostrar la grandeza de la cultura de la vida, que es generosa, acogedora constructiva, alegre, que cura heridas, que no se rinde.
 
3. Rechazamos todas las leyes y prácticas que atentan contra la vida humana en cualquier momento de su existencia, así como su financiación e imposición ideológica.
 
4. Exigimos que se sepa la verdad sobre todos los horrores, intereses y estrategias que encierra la cultura de la muerte y sus terribles consecuencias personales y sociales.
 
5. Reclamamos que, de manera prioritaria, los avances médicos y los cuidados lleguen a todos sin excepción y se destinen a ello todos los recursos materiales y personales necesarios.
 
6. Respaldamos y agradecemos a todas las personas y asociaciones que desde distintos ámbitos trabajan a favor de toda vida humana, a pesar de las muchas dificultades e incluso de la persecución.
 
7. Por todo ello, mostramos, un año más, nuestro compromiso público y unitario de continuar diciendo siempre y en toda circunstancia ¡Sí a la vida!

Como es habitual, la organización realizó un llamamiento a la solidaridad para ayudar sufragar los gastos que supone este evento, mediante Bizum ONG: 00589
O por Transferencia: ES28 0081 7306 6900 0140 0041 a la Federación Española de Asociaciones Provida. Concepto: Sí a la Vida.


  

Vaticano

De dónde viene la reforma de la Curia y a dónde va

La reforma de la Curia Romana busca fortalecer el proceso de anuncio del Evangelio en la época contemporánea, y expresa también el principio de sinodalidad y de escucha tan querido por el Papa Francisco.

Giovanni Tridente·28 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

En 2013 indicábamos que el verdadero inicio de los procedimientos que llevarían a completar la reforma de la Curia Romana -solicitada en las Congregaciones Generales antes del Cónclave que eligió al Papa Francisco- se encontraba en el nombramiento del nuevo Secretario de Estado, que tomó posesión el 15 de octubre de ese mismo año.

Y es notable que ya en aquella ocasión, al comentar su nombramiento, el entonces arzobispo Pietro Parolin, Nuncio Apostólico en Venezuela, hablara de su plena disposición a colaborar por el bien de la Iglesia y «por el progreso y la paz de la humanidad, para que ésta encuentre razones para vivir y esperar». Hace ya nueve años, de hecho, había varios conflictos que sacudían el mundo, empezando por las regiones de Oriente Medio, y el Papa Francisco había convocado una primera «vigilia de oración por la paz». Eso fue el 7 de septiembre de 2013.

Son circunstancias que vienen a cuento y plantean interrogantes, precisamente porque, mientras se ha mantenido el compromiso asumido al inicio del pontificado de reformar y racionalizar la estructura operativa central de la Iglesia de Roma, en el mundo, sin embargo, seguimos en el «año cero» de la paz, con un enorme conflicto aún más exacerbado a las puertas de Europa. Una Europa, casualmente, que el año anterior (2012) había sido galardonada precisamente con el Premio Nobel de la Paz.

También en aquellas semanas de septiembre de 2013, el Papa Francisco había concedido su primera entrevista a la revista jesuita La Civiltà Cattolica, y hablando del verdadero papel de los dicasterios de la Curia Romana, había reiterado que estaban «al servicio del Papa y de los obispos: tienen que ayudar a las Iglesias particulares y a las conferencias episcopales. Son instancias de ayuda».

Y, en efecto, sobre esta premisa se ha elaborado la Praedicate Evangelium , entregado a toda la Iglesia en la solemnidad de San José, el pasado 19 de marzo. Omnes ya publicó un detallado análisis el mismo día de su publicación, a cargo del canonista Jesús Miñambres.

Aquí conviene recordar que se trata de una reforma que llega 38 años después de la anterior Constitución Pastor Bonus deseada por san Juan Pablo II. Al formalizar en un único texto jurídico las numerosas «pequeñas reformas» llevadas a cabo por el Papa Francisco en el curso de su pontificado, el documento expresa también ese principio de sinodalidad y de escucha tan querido por el Pontífice, habiendo adquirido, tras el borrador inicial, observaciones, opiniones, sugerencias y peticiones de los jefes de Dicasterio de la Curia Romana, de los Cardenales reunidos en Consistorio e indicaciones de los Episcopados locales.

Observando las apariciones de las palabras más citadas en el texto, además de las inevitables de dicasterio, Iglesia y obispos, surgen claramente servicio, competencia, fe, pastoral, colaboración, misión, formación, comunión, doctrina, laicos, relaciones, Evangelio y justicia. Sólo con estos términos se esboza rápidamente la base de esta Reforma, que busca fortalecer el proceso de anuncio del Evangelio en la época contemporánea. No se trata, en definitiva, de un simple maquillaje -procedimientos que son, entre otras cosas, muy desagradables para el Papa- sino de una verdadera regeneración de procesos, competencias y visión.

Ahora estamos esperando la Editio Typica en latín, con su publicación en L’Osservatore Romano, para tener el texto definitivo del documento (y también el legalmente válido), del que saldrán las traducciones a las demás lenguas principales. Se entiende que la reforma entrará en vigor el 5 de junio, día de Pentecostés.

España

“El cristiano se interesa por su sociedad porque forma parte de ella”

El lanzamiento del Máster en Cristianismo y Cultura contemporánea por la Universidad de Navarra pone el foco en la necesidad de una formación humanística que impulse la presencia de la propuesta cristiana en los principales debates culturales y sociales de la actualidad. 

Maria José Atienza·28 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

En noviembre de 2020, un artículo del periodista Diego Garrocho ponía sobre la mesa la pregunta acerca de dónde se encontraban, en el panorama socio cultural español, los que él llamaba “intelectuales católicos”. 

Este artículo dio lugar a una interesante cascada de respuestas y nuevas cuestiones, publicadas desde distintos ámbitos por parte de filósofos, periodistas, profesores…, que, desde diferentes posiciones ideológicas y existenciales planteaban la incomparecencia o no, de la propuesta cultural cristiana en los debates de pensamiento en la actualidad y del que la web de Omnes se hizo amplio eco. 

Más allá de que hay quienes piensan que este debate, cuyos momentos más encendidos se alargaron hasta enero de 2021, no ha ido más allá de una somera exposición de motivos, culpabilidades o quejas, la realidad es que la manifestación y reflexión pública acerca de esta cuestión demuestra que la propuesta intelectual y vital cristiana no sólo ha de ser ofertada sino que es más que nunca necesaria en el debate cultural, social y antropológico actual. 

De manera paralela a este debate mediático y más o menos conocido, la Universidad de Navarra perfilaba ya lo que sería el nuevo Máster en Cristianismo y Cultura contemporánea que comenzará, de manera online y presencial el próximo septiembre en el campus de Madrid. 

El Máster nace de la experiencia del Instituto Core Curriculum, una enseñanza humanística dirigida a alumnos de cualquier grado que, desde hace años, se desarrolla en esta universidad con una excelente acogida entre los alumnos y que supone una balsa de conocimiento y formación intelectual alejada del utilitarismo. En este sentido, el director académico de este Máster en Cristianismo y Cultura contemporánea, Mariano Crespo, señala, en una conversación con Omnes, cómo “en un mundo que lo que busca es la utilidad inmediata, también en lo académico plantear unos estudios de este tipo recupera algo importante que quizás estamos perdiendo: la formación en preguntarse a uno mismo sobre esas cuestiones eternas que son, al mismo tiempo, acuciantes en la sociedad actual”.

Una sociedad fragmentada 

Cada día constatamos que nos encontramos inmersos en una sociedad que parece haber olvidado el razonamiento para sustituirlo por el sentimiento. Sin embargo, en este maremágnum de opiniones inestables el anhelo de razones fundadas se hace cada vez más patente y necesario. Una necesidad de la que hemos hablado también con Julia Pavón, decana de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Navarra y Ricardo Piñero, catedrático de Estética. en este sentido, Pavón señala que “la sociedad sí que piensa. Lo que ocurre es que los instrumentos que tiene para desarrollar ese pensamiento son demasiado emotivos o demasiado inmediatos. No hay un planteamiento racional o coherente de determinadas cuestiones. Tenemos pequeños fragmentos, posts, noticias, flashes…que no se acaban hilvanando entre sí porque no hay tiempo de reposo para articularlos en un mismo mensaje. De ahí el triunfo de los ‘contenidos de un día’. Hay que buscar los caminos para que estos contenidos se articulen intelectualmente y dar respuestas a las cuestiones claves”. Estos flashes, como destaca Pavón, forman parte de una cultura fragmentada como la nuestra, en la que destaca el “tertuliano, ese que sabe de todo: política, religión, deporte, economía… y esto es imposible. Podemos tener opiniones de todo, pero no podemos saber de todo. Esto demuestra que, en realidad, queremos estar en muchos frentes pero, en el fondo, no somos capaces de articular un relato, una alternativa coherente a las opiniones diferentes. Para ello es necesario tener argumentos racionales”. 

Aquí radica, en esa formación del pensamiento, la propuesta que se lanza en estos momentos. No se trata de dar las respuestas unívocas sino de suscitar las cuestiones, encontrar las repuestas y sobre todo, entrar en el debate cultural actual con una propuesta que muestre la verdad de las cosas. “El cristianismo en su forma mas pura no adoctrina, sino que muestra”, defiende Julia Pavón. 

Argumentación racional y fe

“Precisamente, en debates que se han suscitado en los últimos años en la opinión pública, como por ejemplo, el del aborto”, observa Crespo, “me llamó la atención cómo se planteaba que una persona está en contra del aborto porque es cristiana y, por tanto, tenía unas razones de orden religioso –que se consideran preferencias emocionales subjetivas– para estar a favor de la vida. Es decir, se quería presentar su postura anti aborto como una cuestión emotiva. Y no es así. Desde el punto de vista emocional hay cosas que me gustan y cosas que no me gustan; si se me preguntan las razones de por qué me gusta o no, puedo terminar en un momento de ‘porque es así y punto’. Algo parecido pasaba con esos debates, se consideraba que llegado un punto no se podía argumentar y ése es un planteamiento que ciega la exposición. La realidad no es esta. Los cristianos no están en contra del aborto o la eutanasia por razones subjetivas. Tenemos auténticas razones. Es una postura racional, con argumentos racionales, biológicos, naturales… que pueden y deben aportar en este debate”

Por su parte, Julia Pavón señala que “para dialogar verdaderamente hay que conocer los temas que se abordan, sus bases y sus argumentos, las razones de su éxito o no pero no hemos de tener miedo y encerrarnos en un gueto de los ‘anti’ pensando que el resto de la sociedad está mal. La seguridad no se gana en el grupo cerrado. La seguridad se gana a través de la autonomía del pensamiento, teniendo argumentos razonables”.

Propuesta cristiana, ¿desaparecida?

 ¿Existe, pues, una incomparecencia real de la propuesta cristiana en el debate cultural actual? ¿Quiénes son los culpables de este silenciamiento? ¿Faltan católicos o más bien faltan intelectuales? 

“Personalmente huyo de la etiqueta de intelectual cristiano”, destaca Ricardo Piñero. “No escucho eso de ‘debate de intelectuales ateos’…. de ‘intelectuales musulmanes’. Creo que los que somos cristianos, no somos tan buenos cristianos si tenemos que decirlo. En el momento que uno tiene que explicar quién es, es porque no se le nota y, en esta vida hay un ejercicio muy interesante que se llama coherencia”. 

Por esa coherencia, que habría de ser propia de la vida, continúa Piñero, “el cristiano se interesa por su sociedad porque forma parte de ella. Nunca el cristianismo ha estado fuera de su mundo”. 

Para este catedrático de Estética y Teoría de las Artes, la realidad con la que nos encontramos no es que el mundo silencie la propuesta cristiana. Esta voz cristiana existe, señala Ricardo Piñero, puesto que “damos conferencias, asistimos a congresos… pero existe, eso sí, un ‘cortocircuito’ entre lo que el mercado mueve y el impacto que eso tiene. Quizás, el problema es que los intelectuales nos limitamos a ejercer, en muchas ocasiones, el oficio del profesor y las preocupaciones se centrar en acreditarse, pasar al siguiente escalón de la carrera profesional”. 

Una concepción de la docencia que, aunque en temporadas vitales sea necesario, como reconoce el propio Piñero, hay que superar en ese ejercicio de coherencia que “tiene un precio, pero también tiene un premio, y es sentirse libre de hacer lo que realmente uno quiere y esta convencido”.  

Coherencia y soberbia doctrinal

“La gran cuestión es si quienes nos consideramos cristianos hemos hecho, o no, ese ejercicio de coherencia”, apunta Piñero. “Me parece muy triste que el debate de los intelectuales ‘cristianos’ se termine en sobre si es posible el debate o no. Los intelectuales debemos pensar sobre los grandes problemas, no sobre nosotros mismos. Si nosotros mismos somos parte del problema entonces sí, hay que pensarlo. Pero eso tiene un alcance limitado”.

Una realidad que, para Piñero, en parte, es resultado de encerrarse en un círculo concreto, sin permeabilidad alguna con el resto del mundo. Quizás provocado por el miedo, la pereza o la reacción defensiva llevada al extremo, la presencia cristiana se ha visto afectada por lo que Piñero califica de “soberbia doctrinal: “Hemos ido siempre a imponer una serie de criterios porque pensábamos que estábamos mas allá de cualquier otra posición. Y eso es un error de bulto porque es imposible dialogar con alguien si no se le escucha. Parte del fracaso de nuestra falta de presencia es que nos hemos dedicado a hablar, y sólo hemos hablado de cuestiones que nos interesaban a nosotros mismos. No hemos escuchado las preguntas de la sociedad. Los ‘intelectuales cristianos’ tenemos que dedicar tiempo a dos cosas: a aprender de los otros y estudiar los signos de los tiempos y a proponer nuestro mensaje, para salir de esa soberbia doctrinal. Salir del texto previo y escuchar al otro. Es antiestadístico considerar que todo lo que dice el de enfrente está en contra de mi pensamiento”. 

En esta línea se sitúa también Mariano Crespo cuando señala que “tal y como está planteado el currículo de la enseñanza media en España hay una cierta contradicción. Por un lado, se insiste en la adquisición de habilidades, destrezas, cómo hacer las cosas y por otro lado en la necesidad de fomentar el pensamiento crítico. Es una lástima el papel minoritario en que va a quedar la Filosofía y es una pena porque, si se quiere fomentar el pensamiento critico es necesario conocer la Filosofía. No niego que, a veces, los profesores de filosofía hemos hecho un planteamiento algo historicista de la materia abrumando abrumando a los alumnos con respuestas que no se han hecho previamente. La idea es sin embargo plantear las preguntas y ofrecer, que no imponer, las respuestas desde una óptica cristiana. Cualquier enseñanza está condenada al fracaso cuando da respuestas a preguntas que los alumnos no se han planteado”

Apertura al diálogo 

Una de las claves del máster lanzado por la Universidad de Navarra es su apuesta por el diálogo: conocer a fondo las propuestas y ejes culturales de la actualidad con una mentalidad abierta para formar parte del debate cultural actual. 

“El diálogo supone ser consciente de que parte de lo que tienes consolidado puede ser mejorado. Considerar que la posición propia no está perfectamente acabada, aunque sí que tiene mucho que aportar”, destaca Ricardo Piñero. “El cristianismo tiene una potencia extraordinaria para diseñar la vida buena del ser humano en cosas concretísimas: qué es la vida, qué es la muerte, qué es un matrimonio y qué no. Esa es nuestra propuesta. Los cristianos no somos tontos, no razonamos menos por tener fe. Una de las formas mas cualificadas de entender el mundo es hacerlo con fe, junto a las ciencias naturales. La intelectualidad no está reñida con el sentido común ni con otras realidades que le aportan información cualificada como la fe. Cualquiera que aborde un diálogo con clichés no ha probado el sabor que tiene la libertad: esa capacidad de cuestionar las cosas y tomar una decisión en virtud de un conocimiento riguroso y libre”

“Los cristianos tenemos mucho que decir en esos debates que existen en nuestra sociedad porque nuestras respuestas son profundamente racionales”, apunta en esta línea Mariano Crespo,“mucha gente hace una distinción entre lo que piensa como ser racional y lo que piensa como cristiano. Eso es un planteamiento equivocado. La fe cristiana perfecciona y eleva la propia naturaleza”.De hecho, Crespo considera que “estamos en un momento privilegiado para mostrar que las respuestas cristianas son iluminadoras, profundamente racionales y son respuestas que hay que tener en cuenta en los debates de los temas centrales, no solo de naturaleza ética, como pueden ser el aborto, la eutanasia o la dignidad de la vida… sino también en la estética, en la literatura, en el arte”.

Cultura

La cooperación es el secreto. Elisabetta Dami y Geronimo Stilton

Muchos niños de todo el mundo leen las aventuras de Geronimo Stilton, el ratón periodista que vive en la Isla de los Ratones, cuyas historias tienen un final feliz. Su autora Elisabetta Dami se oculta bajo el nombre de su simpático protagonista. Ha vendido millones de ejemplares que llenan de gozo a sus lectores y que les animan a cooperar como la clave del éxito.

Marta Pereda y Jaime Nubiola·27 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

En nuestro mundo de publicidad ensordecedora resulta muy chocante la actitud de la escritora Elisabetta Dami, nacida en Milán en 1958. Dami es tímida y sensible, como su personaje, Geronimo Stilton. Aparece poco en público; al contrario que sus libros, que se conocen en casi todo el mundo. El primero se publicó en el año 2000 y desde entonces los libros de Geronimo y Tea Stilton han vendido más de 180 millones de ejemplares y se han traducido a 49 idiomas. Se trata de un verdadero imperio editorial con libros maravillosamente ilustrados, que cautivan a muchos niños entre los 6 y los 12 años. 

Se han hecho, además, adaptaciones musicales y una serie de televisión protagonizadas por este ratón periodista, director de “El Eco del Roedor”, el periódico con más difusión en Ratonia.

El nacimiento del personaje

Elisabetta trabajó durante veinte años en la editorial fundada en 1972 por su padre Piero Dami. Allí se familiarizó con la literatura infantil y juvenil. Sin embargo, detrás del ratón simpático y de sus historias sencillas con final feliz se esconde un profundo dolor que, en sus propias palabras, transformó en amor. La autora descubrió con pena que no podía tener hijos, y decidió acudir como voluntaria a un hospital con niños enfermos. Allí nacieron las historias de Geronimo y de su hermana Tea: “Empecé a escribirles historias y me di cuenta de que, si estaban contentos, se recuperaban antes”. Sus relatos inspiran y ayudan a crecer en valores a muchísimos niños de todo el mundo; para la autora, esos niños son los hijos que no ha podido tener.

Sin embargo, Dami aparece en los créditos de los libros únicamente como inspiradora de la idea, y son los propios Geronimo y Tea quienes figuran como autores. Y esto tiene también una tierna e inteligente teoría detrás, pues muchos niños escriben a Geronimo preguntándole cómo ir a la Isla de los Ratones e interesándose por la vida de su héroe. 

Para ellos, Geronimo o Tea son quienes escriben los libros: no les saca de su sueño, porque considera que los sueños de los niños son un tesoro y que la esperanza es una medicina poderosa. En este sentido, decía Elisabetta Dami en el 2017 que ella amaba mucho al Papa Francisco y que coincidía con él en que no tenemos que dejar de soñar.

¿Quién es la inspiración?

Ahora viene la pregunta: si Dami inspira las historias de los ratones, ¿quién le inspira a ella? En parte se trata de una experiencia autobiográfica: escribe lo que le hubiera gustado leer a los siete años. Además, a la autora, como a sus personajes, le encanta viajar y conocer gente distinta. De hecho, considera que la diversidad es un grandísimo valor, junto con el de la cooperación. “La cooperación es el secreto del éxito de Geronimo Stilton”, explicaba la autora en su intervención en el Fòrum Impulsa en Girona en el 2012.

Dami es una aventurera: ha corrido una maratón de 100 kilómetros por el Sahara, hizo el Camino de Santiago, tiene licencia de piloto, se ha tirado en paracaídas y ha subido al Kilimanjaro; practica kayak, le encanta la naturaleza y la arqueología y, desde hace unos años, toca el piano. Para escribir, le gusta estar en contacto con la naturaleza y se refugia en su casa de campo. Comenta que tiene caballos, pero no los monta porque eso sería hacerlos trabajar y lo que ella quiere es que estén felices en el prado.

Secretos del éxito

Cuando le preguntan por la razón del éxito de su obra, la autora desvela algunos secretos: el primero es que escribe desde el corazón y por eso consigue llegar a los corazones de tantísimos lectores. Además, disfruta mucho del propio hecho de escribir. Explicaba en una entrevista: “Cuando escribo estoy feliz; cuando escribo mi corazón canta”. Por otro lado, señala la importancia del apoyo recibido de distribuidores, libreros y diseñadores: todos ellos forman parte importante del éxito del proyecto. 

Desde el punto de vista del contenido, los niños pueden comprender con facilidad a los personajes: Geronimo no solo es un roedor muy simpático, también experimenta emociones con las que los niños pueden identificarse, aprendiendo del personaje cómo gestionarlas; es un ratón torpe y despistado, más cercano al antihéroe que al héroe y eso hace que resulte entrañable. 

Valores universales

Además de escribir con el corazón, para Elisabetta Dami otra clave es que sus libros ofrecen valores positivos y universales para los niños, estos valores son: la paz, la familia, la amistad, el respeto por la naturaleza, la honestidad, la lealtad, el coraje, … Y, por encima de todos, la colaboración frente al individualismo dominante. Geronimo Stilton es un ejemplo de cooperación para los niños, y esta forma de participación es la llave del futuro, dice Dami. Para ella, lo más importante no es la fama o el éxito comercial, sino hacer felices a los niños y que se diviertan cooperando juntos. 

Esta referencia a los valores no es gratuita, ella misma colabora con numerosas ONG de protección de la naturaleza y de desarrollo e inserción laboral de colectivos vulnerables. Entre ellas, destaca la asociación Il Granello, de inspiración católica, que trabaja por la formación e inserción laboral de personas con discapacidad física o mental.

En conclusión, podemos decir que el simpático ratón Geronimo refleja fielmente los valores que vive su autora. Stilton es en parte ella misma y es la manera en la que muestra su esencia al mundo, con el mismo cuidado con el que, por otro lado, oculta su vida personal. Nos da lo mejor, que son sus valores, y protege su intimidad como lo que es, algo privado.

El autorMarta Pereda y Jaime Nubiola

Iniciativas

Elijah21. Jesucristo para musulmanes

Surgida en Alemania, y ya en varios países de Europa, la iniciativa Elijah21 tiene como objetivo —con el lema Jesus for Muslims— dar a conocer a Jesucristo a musulmanes que emigraron a Occidente. Entrevistamos a su fundador, Andreas Sauter.

José M. García Pelegrín·27 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

La iniciativa denominada Elijah21 opera en toda Europa con cristianos de muchas denominaciones, que trabajan juntos para llevar a los musulmanes el Amor de Jesucristo. Organizan actividades para conocer mejor a los musulmanes y para mostrarles la alegría y la esperanza de la fe en Jesucristo. 

En su página web, usted explica qué significa el nombre de Elijah21. Pero, ¿por qué tomó el nombre del profeta Elías? ¿Cómo surgió la iniciativa? 

—El nombre surgió en realidad a partir de la oración. Mediante el enfrentamiento con los sacerdotes de Baal, el profeta Elías aparece como modelo en la cuestión del verdadero Dios. Además, el libro de Malaquías termina con la promesa de un tiempo en el espíritu del profeta Elías antes del regreso de Jesús: “He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible.Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”. Experimentamos esta reconciliación cada día en nuestras acciones. De ahí el sufijo 21, que representa el siglo XXI, es decir, hoy…

La iniciativa, actualmente extendida como organización misionera en toda Europa, es una historia de escuchar individualmente la voz de Dios y de obedecerla con coherencia. Las situaciones en que hemos notado de la mano de Dios manifiestan cómo Él es el que guía y crea realidades más grandes de las que el individuo es capaz de crear por sí mismo.

Su objetivo principal consiste en dar a conocer a Jesús a los musulmanes, por ejemplo presentando una película sobre Jesucristo en diferentes idiomas en parroquias. ¿Cómo elige estas? ¿Tiene su labor una orientación ecuménica?

—Frecuentemente, se ponen en contacto con nosotros cuando tienen el deseo de unirse a nosotros para llevar el amor de Jesús a los refugiados que viven cerca. Conocemos a las parroquias en congresos, a través de nuestro newsletter, en eventos cristianos o simplemente contactando con ellas por teléfono. Muchas veces provienen del contacto personal y de enlaces en redes. Siempre hemos servido junto a iglesias y comunidades de todas las denominaciones. Queremos mirar juntos a Jesús y no mirarnos unos a otros. Nuestra misión común proviene del Evangelio, de la llamada de Jesús a comunicar su amor. 

¿Cómo se enteran los musulmanes interesados de su oferta? ¿Cuánto tiempo lleva haciéndolo y a cuántos musulmanes ha dado a conocer a Jesús desde entonces?

—Les invitamos siempre personalmente; al día siguiente, los recogemos en su propio alojamiento. Llevamos haciéndolo desde 2016 y hemos celebrado aproximadamente 80 eventos en Alemania y también en Austria. Hemos llevado el Evangelio así a unos 8.000 musulmanes.

¿Hay características comunes a las personas que participan en sus actividades? ¿Cuáles son las reacciones “típicas” de musulmanes que hasta ahora no conocían a Jesús?

—Las personas que aceptan nuestra invitación no tienen características generales significativas. Básicamente, podemos decir que los corazones de los refugiados están muy abiertos y la mayoría de ellos buscan a un Dios que ama. Esto se debe a que en el Islam no lo han encontrado. Las experiencias que han tenido y el sufrimiento que han vivido en sus propios países les lleva a preguntarse en sus corazones: ¿dónde está Dios y quién es?

La mayoría de los musulmanes conocen a Jesús como el profeta Isa que aparece en el Corán. El objetivo de nuestras actividades es amar a los musulmanes y permitirles ver y experimentar a Jesús en nosotros. “Estábamos esperando que alguien nos hablara de Dios”, suelen decir.

Cuando uno de los refugiados se considera llamado a convertirse, ¿cómo actúan?

—Aseguramos que, en nuestra labor de seguimiento, aprenda con mayor profundidad la Palabra de Dios y el Evangelio, y que posteriormente aprenda los fundamentos de nuestra fe como parte de la preparación para el bautismo.

¿Se ha producido algún incidente? ¿Teme que los militantes musulmanes perturben sus actos o, peor aún, que los participantes sean perseguidos?

—Nunca hemos experimentado ningún tipo de agresión ni se han producido disturbios. Los musulmanes nos tratan con gran respeto y están muy agradecidos por nuestra invitación. No tenemos miedo, por principio, cuando hacemos lo que Jesús nos llamó a hacer. 

Por desgracia, la persecución de los conversos es una realidad en Alemania y en Europa. Los musulmanes que acuden a nuestro trabajo de seguimiento también son conscientes de ello. 

¿Cómo es la reacción de las “iglesias oficiales”? Por ejemplo, ¿colaboran con obispos?

—La cooperación con las parroquias y los sacerdotes es excelente. Las reacciones de la jerarquía eclesiástica varían mucho: desde benevolente y solidaria hasta el rechazo. Siempre nos alegramos de que haya más cooperación, compromiso y ayuda práctica. 

Entre muchos cristianos, quizás en nombre de la tolerancia, “misión” se ha convertido casi en un insulto. ¿Qué opina al respecto desde su experiencia? En su página web también habla de los cristianos que sienten “la llamada de Jesús” a “predicar el Evangelio” ¿Qué experiencias han hecho en este campo? 

“Pobre de mí si no proclamo el Evangelio”, leemos en la primera epístola de san Pablo a los Corintios (9, 16). Vivimos en una época en la que se dice a los cristianos que defender una verdad y pretender proclamarla es impropio o intolerante. En este debate, a menudo echamos de menos una aclaración del concepto de tolerancia.

¿Por qué?

—En el sentido clásico y original, tolerancia significa: “Soporto que otras personas piensen y se expresen de forma diferente a la mía en cuestiones que son de suma importancia para mí, especialmente las religiosas”. Sin embargo, actualmente se tiene otro concepto de tolerancia. La definición de la nueva tolerancia es que las creencias, los valores, los estilos de vida y las nociones de una verdad son todos iguales. No existe una jerarquía de la verdad: “Tus creencias y las mías son las mismas y toda verdad es relativa” (Thomas A. Helmbock). Una mirada a Jesús y a su mensaje aporta claridad en este punto.

También se dirigen a conventos para pedirles que recen por “Elijah21”. ¿Qué importancia tiene la oración en su labor?

—La oración es el fundamento de todo, de todo nuestro ser.  La orientación a Dios, escuchar su voz, el “dejarse guiar” proviene de la conciencia de que toda acción y todo éxito provienen de Dios… Dios es el que llena las redes de los pescadores. Nosotros solo obedecemos y vamos a pescar. Como obra misionera, tenemos nuestro propio equipo de oración y adoración. Siempre que presentamos la película sobre Jesús contamos con el apoyo, durante todo el tiempo, de las oraciones de la comunidad anfitriona y además de la oración de muchos conventos y de otras comunidades de oración.

América Latina

El hallazgo de la imagen de la Virgen de Suyapa

En febrero de 1747, dos agricultores oriundos de Suyapa hallaron una diminuta imagen de la Virgen, que se convertiría en la patrona de Honduras. Este año se celebra el 275 aniversario de ese acontecimiento.

Carlos Luis Páez·26 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

La diminuta imagen de Nuestra Señora de la Concepción de Suyapa fue hallada un sábado del mes de febrero de 1747 por el agricultor Alejandro Colindres y el joven Lorenzo Martínez Calona, quienes regresaban a la aldea de Suyapa, cansados de trabajar todo el día en la cosecha del maíz. Ya llevaban la mitad de la jornada cuando les anocheció. Habían llegado a la quebrada del Piligüín un buen lugar para pernoctar. Allí se acostaron en el duro suelo. 

Una revelación milagrosa

En la oscuridad de la noche, Alejandro Colindres no se percató de la imagen tallada que en repetidas veces le ocasionaba molestias al disponerse a colocar su cabeza sobre el yagual que los labriegos antes terciaban alrededor de su cintura para múltiples usos y que en casos de esta naturaleza utilizaban como almohada. Lo que él consideró esa noche como un estorbo para poder dormir, lo guardó en su alforja y a la mañana siguiente se la entregó a su madre Ana Caraballo y a su hermana Isabel Colindres. 

El relato que hizo Alejandro del hallazgo se consideró como una revelación milagrosa como la que había experimentado en el Tepeyac el indígena mexicano Juan Diego con la Virgen de Guadalupe y en la aldea circuló la noticia como la portentosa bendición de Dios a los habitantes del poblado.

La imagen

Pequeña, de apenas seis y medio centímetros de alto, la imagen de la Inmaculada Concepción de María, tallada en madera de cedro, cabía en la mano del niño Lorenzo. En su mirada angelical se refleja la nobleza de la raza indígena.  Es morena, de rostro ovalado, mejillas redondeadas, y su lacia cabellera le llega hasta los hombros. La imagencita tiene sus diminutas manos unidas en actitud de oración. El color original de su vestidura es el rosa pálido, que apenas se deja ver por estar totalmente cubierto por un manto oscuro tachonado de estrellas doradas y adornado con valiosas alhajas. 

Los Colindres eran una familia de un profundo sentimiento religioso. Colocaron la imagen en una mesita, adornada con flores naturales renovadas diariamente. Sentían una gran veneración a la Inmaculada. Luego la pasaron a una pequeña habitación acondicionada como capilla. Por más de veinte años le rindieron un culto familiar, sencillo y sincero en la casa de los Colindres. La visitaban con frecuencia, le ofrecían sus trabajos, le confiaban sus preocupaciones y necesidades.

Costumbre de la aldea

Los habitantes de la aldea también le tenían mucho cariño. Cuando alguno enfermaba solían llevar la imagen a la casa del enfermo para que la Virgen lo visitara.

Un día enfermó don José de Zelaya. Un militar importante, dueño de la hacienda “el Trapiche”, situada como a un cuarto de legua de la aldea. En realidad, ya estaba enfermo desde hacía tiempo y sufría mucho a causa de unos cálculos renales. Isabel Colindres sabía de su enfermedad y le mandó un recado diciéndole que, si quería, podía enviarle la imagen de su Virgen.

Don José aceptó y trajeron a la Virgen en una especie de procesión. Al llegar, el enfermo, fervoroso y contrito, le pidió su curación y le prometió construirle a cambio una ermita. Tres días después el Señor Zelaya arrojó por vía urinaria las tres piedras que eran el tormento de su vida. Esto ocurrió en el año de 1768. 

La imagen de la Virgen de Suyapa permaneció 21 años en el altar de la familia Colindres, hasta que en 1768 se acreditó ese primer milagro Luego de su primer milagro, la familia Colindres comenzó a recaudar fondos para construir una capilla, que fue completada en 1777. En 1925, el Papa Pío XI la declaró Patrona de Honduras bajo el título de Nuestra Señora de Suyapa y declaró el 3 de febrero como su día festivo. En la década de 1950 se construyó una gran basílica próxima a la capilla, nombrada Basílica de Suyapa. 

La Virgen también ha sufrido robos en dos ocasiones, las dos veces recuperada. La primera ocurrió en 1936, cuando una enferma mental la llevó a su casa. Y la segunda el 1 de septiembre de 1986, siendo encontrada al día siguiente envuelta en hojas de periódico en el baño de hombres de La Terraza de Don Pepe —un restaurante en el centro de la capital—, y despojada de su traje con oro y plata y de su corona.

El autorCarlos Luis Páez

Honduras

Vaticano

El Papa pide “cambiar nuestro corazón, si queremos que el mundo cambie”

El Santo Padre ha ligado “los bienes preciosos de la fraternidad y la paz”, y “el cambio del mundo” a “cambiar nuestro corazón”, en su homilía de la Celebración penitencial previa a la consagración “de la Iglesia, de la humanidad entera, y de modo particular, el pueblo ucraniano y el pueblo ruso”, al Corazón Inmaculado de María.

Rafael Miner·25 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

“En unión con los obispos y los fieles del mundo, deseo solemnemente llevar al Corazón Inmaculado de María todo lo que estamos viviendo; renovar a ella la consagración de la Iglesia y de la humanidad entera y consagrarle, de modo particular, el pueblo ucraniano y el pueblo ruso, que con afecto filial la veneran como Madre”, ha manifestado el Papa en la basílica de San Pedro ante unos tres mil fieles, y más de dos mil en la plaza de San Pedro.

“Es el gesto de la plena confianza de los hijos que, en la tribulación de esta guerra cruel e insensata que amenaza al mundo, recurren a la Madre, depositando en su Corazón el miedo y el dolor, y entregándose totalmente a ella.”, añadió.

Se trata de “colocar en ese Corazón limpio, inmaculado, donde Dios se refleja, los bienes preciosos de la fraternidad y de la paz, todo lo que tenemos y todo lo que somos, para que sea ella, la Madre que nos ha dado el Señor, la que nos proteja y nos cuide”, manifestó el Santo Padre en la solemnidad de la Anunciación del Señor, tras la lectura del evangelio del anuncio del ángel Gabriel a la Virgen Santísima.

“Obtener el perdón de Dios”

“En estos días siguen entrando en nuestras casas noticias e imágenes de muerte, mientras las bombas destruyen las casas de tantos de nuestros hermanos y hermanas ucranianos indefensos”, recordó el Papa en su homilía. “La guerra atroz que se ha abatido sobre muchos y hace sufrir a todos, provoca en cada uno miedo y aflicción. Experimentamos en nuestro interior un sentido de impotencia y de incapacidad. Necesitamos escuchar que nos digan ‘no temas’, como dijo el ángel a la Virgen María, añadió el Pontífice.

“Las seguridades humanas no son suficientes, es necesaria la presencia de Dios, la certeza del perdón divino, el único que elimina el mal, desarma el rencor y devuelve la paz al corazón”. Por eso “es necesario obtener del perdón de Dios la fuerza del amor, ese mismo Espíritu que descendió sobre María”.

“Porque, si queremos que el mundo cambie, primero debe cambiar nuestro corazón. Para que esto suceda, dejemos hoy que la Virgen nos tome de la mano. Contemplemos su Corazón inmaculado, donde Dios se reclinó, el único Corazón de criatura humana sin sombras”, alentó el Papa, apelando a la conversión del corazón.

“Que María guíe nuestro camino”

“Ella es la ‘llena de gracia’, y, por tanto, vacía de pecado; en ella no hay rastro del mal y por eso Dios pudo iniciar con ella una nueva historia de salvación y de paz. Fue allí donde la historia dio un giro. Dios cambió la historia llamando a la puerta del Corazón de María. Y hoy también nosotros, renovados por el perdón de Dios, llamemos a la puerta de ese Corazón”, dijo el Santo Padre.

Los labios de María pronunciaron la frase más bella que el ángel pudiera llevar a Dios: ‘Que se haga en mí lo que tú dices’”, había dicho el Papa. “La aceptación de María no es pasiva ni resignada, sino el vivo deseo de adherir a Dios, que tiene ‘planes de paz y no de desgracia’. Es la participación más íntima en su proyecto de paz para el mundo”.

“Nos consagramos a María para entrar en este plan, para ponernos a la plena disposición de los proyectos de Dios”, subrayó el Papa. “La Madre de Dios, después de haber pronunciado el sí, afrontó un largo y tortuoso viaje hacia una región montañosa para visitar a su prima encinta. Que Ella tome hoy nuestro camino en sus manos; que lo guíe, a través de los senderos escarpados y fatigosos de la fraternidad y el diálogo, por el camino de la paz”.

Redescubrir el Sacramento de la alegría

Al comienzo de sus palabras, el Papa Francisco había recordado que “en el Evangelio de la solemnidad que hoy celebramos, el ángel Gabriel toma la palabra tres veces y se dirige a la Virgen María. La primera vez, al saludarla, le dice: ‘Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo’ (Lc 1,28). El motivo de esta alegría, la causa de este júbilo, se revela en pocas palabras: el Señor está contigo. Hermano, hermana, hoy puedes oír estas mismas palabras dirigidas a ti; puedes hacerlas tuyas cada vez que te acercas al perdón de Dios, porque allí el Señor te dice: “Yo estoy contigo”.

“Con demasiada frecuencia pensamos que la Confesión consiste en presentarnos a Dios cabizbajos. Pero, para empezar, no somos nosotros los que volvemos al Señor; es Él quien viene a visitarnos, a colmarnos con su gracia, a llenarnos de su alegría. Confesarse es dar al Padre la alegría de volver a levantarnos, de levantarse. En el centro de lo que experimentaremos no están nuestros pecados sino su perdón”, señaló el Papa.

“Imaginemos que en el centro del Sacramento estuvieran nuestros pecados: casi todo dependería de nosotros, de nuestro arrepentimiento, de nuestros esfuerzos, de nuestros afanes”, explicó el Papa Francisco. “Pero no, en el centro está Él, que nos libera y vuelve a ponernos en pie. Restituyamos el primado a la gracia y pidamos el don de comprender que la reconciliación no es principalmente un paso que nosotros damos hacia Dios, sino su abrazo que nos envuelve, nos asombra y nos conmueve. Es el Señor que, como con María en Nazaret, entra en nuestra casa y nos trae un asombro y una alegría que antes eran desconocidos. Pongamos en primer plano la perspectiva de Dios: volveremos a descubrir la importancia de la Confesión”.

El Santo Padre animó en la homilía a descubrir el perdón de Dios. “No descuidemos la Reconciliación, sino redescubrámosla como el Sacramento de la alegría. Sí, de la alegría, donde el mal que nos hace avergonzarnos se convierte en ocasión para experimentar el cálido abrazo del Padre, la dulce fuerza de Jesús que nos cura y la “ternura materna” del Espíritu Santo. Esta es la esencia de la Confesión”.

De igual modo, exhortó a los sacerdotes “Ninguna rigidez, ningún obstáculo, ninguna incomodidad; ¡puertas abiertas a la misericordia! En la Confesión estamos especialmente llamados a encarnar al Buen Pastor que toma en brazos a sus ovejas y las acaricia; a ser canales de la gracia, que vierten el agua viva de la misericordia del Padre en la aridez del corazón”.

Consagración de la Iglesia y de la humanidad

Al final de la Celebración penitencial, en la que más de cien sacerdotes administraron el sacramento de la Penitencia en San Pedro, el Papa realizó la consagración al Corazón Inmaculado de María, y le encomendó “nuestras personas, la Iglesia y la humanidad entera”. “Haz que cese la guerra la guerra y provee al mundo de paz”, pidió el Pontífice ante una imagen de la Virgen de Fátima, mirándola fijamente en varias ocasiones, y con ojos llorosos, o al menos eso pareció por momentos. Pueden ver el texto íntegro aqui.

“Madre de Dios y nuestra, nosotros solemnemente encomendamos y consagramos a tu Corazón inmaculado nuestras personas, la Iglesia y la humanidad entera, de manera especial Rusia y Ucrania”.Con estas palabras se dirigió el Papa a la Madre de Dios. Y prosiguió:“El “sí” que brotó de tu Corazón abrió las puertas de la historia al Príncipe de la paz; confiamos que, por medio de tu Corazón, la paz llegará. A ti, pues, te consagramos el futuro de toda la familia humana, las necesidades y las aspiraciones de los pueblos, las angustias y las esperanzas del mundo”.

El Papa se refirió a las tragedias del siglo pasado y a los millones de muertos: “Nosotros hemos perdido la senda de la paz. Hemos olvidado la lección de las tragedias del siglo pasado, el sacrificio de millones de caídos en las guerras mundiales. Hemos desatendido los compromisos asumidos como Comunidad de Naciones y estamos traicionando los sueños de paz de los pueblos y las esperanzas de los jóvenes”.

Desatar los enredos y los nudos

Y recurrió a nuestra Madre, a la Madre de Dios, mirando el milagro de las bodas de Caná y el ‘no tienen vino’ de María: “Recurrimos a ti, llamamos a la puerta de tu Corazón, nosotros, tus hijos queridos que no te cansas jamás de visitar e invitar a la conversión. En esta hora oscura, ven a socorrernos y consolarnos. Repite a cada uno de nosotros: ‘¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?’. Tú sabes cómo desatar los enredos de nuestro corazón y los nudos de nuestro tiempo. Ponemos nuestra confianza en ti. Estamos seguros de que tú, sobre todo en estos momentos de prueba, no desprecias nuestras súplicas y acudes en nuestro auxilio”.

“Así lo hiciste en Caná de Galilea, cuando apresuraste la hora de la intervención de Jesús e introdujiste su primer signo en el mundo. Cuando la fiesta se había convertido en tristeza le dijiste: ‘No tienen vino’ (Jn 2,3). Repíteselo otra vez a Dios, oh Madre, porque hoy hemos terminado el vino de la esperanza, se ha desvanecido la alegría, se ha aguado la fraternidad. Hemos perdido la humanidad, hemos estropeado la paz. Nos hemos vuelto capaces de todo tipo de violencia y destrucción. Necesitamos urgentemente tu ayuda materna”, suplicó Francisco.

Finalmente, el Papa invocó a la Virgen María como “Reina del Rosario”, “Reina de la familia humana”, “Reina de la Paz”, y “Mujer del sí”, para pedirle: “obtén para el mundo la paz”, “guíanos por sendas de paz”.

A la misma hora, en Fátima

Como informó Omnes, “el mismo acto, el mismo día, será realizado en Fátima por el cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio, como enviado del Santo Padre”, señaló el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.

Esta consagración parte de la petición de la Virgen durante su aparición del 13 de julio de 1917 en Fátima, en la que pidió la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón, afirmando que, si no se concedía esta petición, Rusia extendería ‘sus errores por todo el mundo, promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia’. 

Después de las apariciones de Fátima hubo varios actos de consagración al Corazón Inmaculado de María, por parte de Pío XII, san Pablo VI y san Juan Pablo II, de modo especialmente solemne los dos últimos.

España

Los obispos impulsan el derecho a la objeción de conciencia ante leyes como la del aborto o la de eutanasia

La Conferencia Episcopal Española ha publicado una nota doctrinal sobre la objeción de conciencia en la que pretenden ofrecer criterios y principios ante los problemas que leyes como la de la eutanasia, o la nueva ley sobre el aborto plantean para los católicos.

Maria José Atienza·25 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 22 minutos

Esta nota responde, como los propios obispos explican «al proceso de aprobación de leyes en las que la vida humana queda gravemente desprotegida» unida a la creciente dificultad para el ejercicio de la «objeción de conciencia de quienes se oponen a colaborar en estas prácticas».

La propia Conferencia apunta que se trata de una nota doctrinal «porque parte de principios de moral fundamental, como la dignidad de la conciencia, y de Doctrina Social de la Iglesia, como la libertad religiosa y de conciencia, la misión del Estado, la naturaleza de los derechos humanos, etc. El texto ofrece a los católicos el derecho y el deber que tienen de oponerse activamente a realizar aquellas acciones que atentan contra las exigencias de la fe cristiana o sus valores fundamentales».

«Cuando los poderes públicos se erigen en difusores de una ideología traspasan el límite de su misión»

Los obispos además señalan que «cuando los poderes públicos se erigen en difusores de una determinada ideología o en promotores de ciertos valores morales que son opinables, están traspasando el límite de su misión». En el preludio de la nota se recuerda además que la obligación del Estado es «reconocer este derecho y no discriminar a quienes lo ejercen es paralelo a la
obligación de los cristianos de evitar cualquier tipo de cooperación material o formal directa
con aquellos actos que atentan contra el derecho a la vida, y cualquier acción que pueda ser
interpretada como cooperación, aunque sea indirecta, o aprobación de estos actos». De hecho, apuntan que la objeción de conciencia está destinada a leyes que «atentan contra elementos esenciales de la propia religión o las que minan los fundamentos de la dignidad humana y de la convivencia basada en la justicia».

Esta nota fue aprobada por los obispos miembros de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe en su reunión CCLVI de 1 de febrero de 2022 y la Comisión Permanente de la CEE autorizó su publicación en su CCLVIII reunión de los días 8-9 de marzo de 2022.

Nota doctrinal sobre la objeción de conciencia «Para la libertad nos ha liberado Cristo» (Gal 5, 1)

I. JUSTIFICACIÓN DE LA PRESENTE NOTA

El ser humano se caracteriza por tener conciencia de su propia dignidad y de que la salvaguarda de la misma está unida al respeto de su libertad. La convicción de que ambas son inseparables y de que todos los seres humanos, sea cual sea su situación económica o social, tienen la misma dignidad y, por ello, derecho a vivir en libertad, constituye uno de los avances más importantes en la historia de la humanidad: «Jamás tuvieron los hombres un sentido tan agudo de la libertad como hoy» . La aspiración a vivir en libertad está inscrita en el corazón del hombre.

La libertad no se puede separar de los otros derechos humanos, que son universales e inviolables. Por tanto, requieren ser tutelados en su conjunto, hasta el punto de que «una protección parcial de ellos equivaldría a su no reconocimiento». La raíz de los mismos «se debe buscar en la dignidad que pertenece a todo ser humano», y su fuente última «no se encuentra en la mera voluntad de los seres humanos, en la realidad del Estado o en los poderes públicos, sino en el hombre mismo y en Dios su creador». En los documentos del Magisterio de la Iglesia encontramos enumeraciones de estos derechos . El primero de todos es el derecho a la vida desde su concepción hasta su conclusión natural, que «condiciona el ejercicio de cualquier otro derecho y comporta, en particular, la ilicitud de toda forma de aborto provocado y de eutanasia». El derecho a la libertad religiosa es también fundamental, pues es «un signo emblemático del auténtico progreso del hombre en todo régimen, en toda sociedad, sistema o ambiente».

En el proceso que condujo a la formulación y a la proclamación de los derechos del hombre, estos se concebían como expresión de unos límites éticos que el Estado no puede traspasar en su relación con las personas. Eran una defensa frente a las tentaciones totalitarias y a la tendencia que los poderes públicos tienen a invadir la vida de las personas en todos los ámbitos, o de disponer de ella en función de sus propios intereses. Por ello, la Iglesia los valora como una «extraordinaria ocasión que nuestro tiempo ofrece para que, mediante su consolidación, la dignidad humana sea reconocida más eficazmente y promovida universalmente». En la doctrina católica, además, son vistos como expresión de las normas morales básicas que en toda ocasión y circunstancia deben respetarse , y del camino para la consecución de una vida más digna y una sociedad más justa .

En las últimas décadas se está imponiendo una nueva visión de los derechos humanos. Vivimos en un ambiente cultural caracterizado por un individualismo que no quiere aceptar ningún límite ético. Esto ha conducido a que se reconozcan por parte de los poderes públicos unos nuevos “derechos” que, en realidad, son la manifestación de deseos subjetivos. De este modo, estos deseos se convierten en fuente de derecho, aunque su realización implique la negación de auténticos derechos básicos de otros seres humanos. Esto ha tenido consecuencias en la legislación: comportamientos que eran tolerados mediante una “despenalización” adquieren la consideración de “derechos” que deben ser protegidos y promovidos.

Recientemente hemos asistido en nuestro país a la aprobación de la ley que permite la práctica de la eutanasia y la considera como un derecho de la persona. Es un paso más en el conjunto de leyes que conducen a que la vida humana quede gravemente desprotegida. También se han aprobado leyes que se inspiran en principios antropológicos que absolutizan la voluntad humana, o en ideologías que no reconocen la naturaleza del ser humano que le ha sido dada en la creación, y que debe ser la fuente de toda moralidad. En estas leyes se promueve, además, la imposición de estos principios en los planes educativos, y se restringe el derecho a la objeción de conciencia tanto de las personas como de las instituciones educativas, sanitarias o de asistencia social, con lo que se limita el ejercicio de la libertad.

Esto nos lleva a pensar que, si bien es cierto que nunca el ser humano ha tenido un sentido tan acusado de la propia libertad, esta estará siempre amenazada por estados y grupos de poder que no dudan en utilizar cualquier medio para influir en la conciencia de las personas, para difundir determinadas ideologías o para defender los propios intereses. Actualmente tenemos la sensación de que se “toleran” algunos derechos humanos como si se tratara de una concesión “graciosa”, de que se recortan progresivamente, y de que se promueven valores contrarios a las convicciones religiosas de amplios grupos de la sociedad. La utilización del poder para modelar la conciencia moral de las personas constituye una amenaza para la libertad.

En continuidad con las enseñanzas de esta CEE expresadas en la instrucción pastoral «La verdad os hará libres» (Jn 8,32); y de acuerdo con la carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe Samaritanus bonus, en la que se pide «una toma de posición clara y unitaria por parte de las conferencias episcopales, las iglesias locales, así como de las instituciones católicas para tutelar el propio derecho a la objeción de conciencia en los contextos legislativos que prevén la eutanasia y el suicidio»; en la presente nota queremos recordar los principios morales que los católicos debemos tener presentes para decidir sobre nuestra actuación ante estas leyes y otras semejantes, y que cualquier estado o persona comprometidos en la defensa de los derechos humanos pensamos que deberían respetar.

II. LA LIBERTAD RELIGIOSA Y DE CONCIENCIA

La libertad, que consiste en «el poder, radicado en la razón y en la voluntad, de obrar o de no obrar, de hacer esto o aquello, de ejecutar así por sí mismo acciones deliberadas», es una característica esencial del ser humano dada por Dios en el momento de su creación. Es el «signo eminente de su imagen divina» y, por ello, la expresión máxima de la dignidad que le es propia. Al crear al ser humano dotado de libertad, Dios quiere que este lo busque y se adhiera a él sin coacciones para que, de este modo, «llegue a la plena y feliz perfección». Estamos, por tanto, ante algo de lo que ningún poder humano puede lícitamente privarnos: «Toda persona humana, creada a imagen de Dios, tiene el derecho natural de ser reconocida como libre y responsable».

Esta característica esencial del ser humano no se entiende como una ausencia de toda ley moral que indique límites a su actuación, o como «una licencia para hacer todo lo que agrada, aunque sea malo». El ser humano no se ha dado a sí mismo la existencia, por lo que ejerce correctamente su libertad cuando reconoce su radical dependencia de Dios, vive en permanente apertura a él y busca cumplir su voluntad. Además, ha sido creado como miembro de la gran familia humana, por lo que el ejercicio de su libertad está condicionado por las relaciones que configuran su existencia: con los otros seres humanos, con la naturaleza y consigo mismo. La libertad no puede ser entendida como un derecho a actuar al margen de toda exigencia moral.

El respeto a la libertad de todas las personas, que constituye una obligación de los poderes públicos, se manifiesta, sobre todo, en la defensa de la libertad religiosa y de conciencia: «El derecho al ejercicio de la libertad es una exigencia inseparable de la dignidad de la persona humana, especialmente en materia moral y religiosa». Vivimos inmersos en una cultura que no valora lo religioso como un factor positivo para el desarrollo de las personas y las sociedades. El principio que está en la base de muchas leyes que se aprueban es que todos debemos vivir como si Dios no existiese. Se tiende a minusvalorar lo religioso, a reducirlo a algo meramente privado y a negar la relevancia pública de la fe. Esto lleva a considerar la libertad religiosa como un derecho secundario.

Sin embargo, estamos ante un derecho fundamental porque el hombre es un ser abierto a la trascendencia y porque afecta a lo más íntimo y profundo de su ser, que es la conciencia. Por tanto, cuando no es respetado, se atenta contra lo más sagrado del ser humano, y cuando lo es, se está protegiendo la dignidad de la persona humana en su raíz. Se trata de un derecho que tiene un estatuto especial y que debe ser reconocido y protegido dentro de los límites del bien común y del orden público. Podemos afirmar, por tanto, que la salvaguarda del derecho a la libertad religiosa y de conciencia constituye un indicador para verificar el respeto a los otros derechos humanos. Si no se garantiza eficazmente, es que no se cree de verdad en ellos.

En virtud del derecho a la libertad religiosa, «no se obligue a nadie a actuar contra su conciencia, ni se le impida que actúe conforme a ella, pública o privadamente, solo o asociado con otros, dentro de los debidos límites». Este derecho no debe entenderse en un sentido minimalista reduciéndolo a una tolerancia o libertad de culto. Además de la libertad de culto, exige el reconocimiento positivo del derecho de toda persona a ordenar las propias acciones y las propias decisiones morales según la verdad; del derecho de los padres a educar a los hijos según las propias convicciones religiosas y todo lo que conlleva la vivencia de las mismas, especialmente en la vida social y en el comportamiento moral; de las comunidades religiosas a organizarse para una vivencia de la propia religión en todos los ámbitos; de todos a profesar públicamente la propia fe y a anunciar a otros el propio mensaje religioso.

La obligación, por parte de los poderes públicos, de tutelar la libertad religiosa de todos los ciudadanos, no excluye que esta deba ser regulada en el ordenamiento jurídico. Esta regulación ha de inspirarse en una valoración positiva de lo que las religiones aportan a la sociedad, en la salvaguarda del orden público y en la búsqueda del bien común, que consiste en «la suma de aquellas condiciones de vida social mediante las cuales los hombres pueden conseguir más plena y rápidamente su perfección» y, sobre todo, «en el respeto a los derechos de la persona humana» . Una legislación apropiada sobre la libertad religiosa debe partir del principio fundamental de que esta «no debe restringirse, a no ser que sea necesario y en la medida en que lo sea» .

En la regulación de este derecho, el Estado debería observar algunos principios: 1. Procurar la igualdad jurídica de los ciudadanos y evitar las discriminaciones que tengan como fundamento la religión. 2. Reconocer los derechos de las instituciones y de grupos constituidos por miembros de una determinada religión para la práctica de la misma. 3. Prohibir todo aquello que, aun siendo ordenado directamente por preceptos o inspirándose en principios religiosos, suponga un atentado a los derechos y a la dignidad de las personas, o ponga en peligro sus vidas. Desde estos principios, las leyes han de garantizar el derecho de todo hombre «de actuar en conciencia y libertad a fin de tomar personalmente las decisiones morales» .

III. LA DIGNIDAD DE LA CONCIENCIA

En el ejercicio de su libertad, cada persona debe tomar aquellas decisiones que conducen a la consecución del bien común de la sociedad y de su propio bien personal. Por ello, el ser humano que, al haber sido creado a imagen y semejanza de Dios, es una criatura libre, tiene la obligación moral de buscar la verdad, pues solo la verdad es el camino que conduce a la justicia y al bien. Esta obligación nace del hecho de que el hombre, al no haberse creado a sí mismo, tampoco es creador de los valores, por lo que el bien y el mal no dependen de su voluntad. Su tarea consiste en discernir cómo debe actuar en las múltiples situaciones en las que se puede encontrar y que le llevan a tomar decisiones concretas .

Para que pueda conocer en cada momento lo que es bueno o malo, junto al don de la libertad, Dios ha dotado al ser humano de la conciencia, que es «el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que está solo con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo de ella» . Decidir y actuar según la propia conciencia constituye la prueba más grande de una libertad madura y es una condición para la moralidad de las propias acciones. Estamos ante el elemento más personal de cada ser humano, que hace de él una criatura única y responsable ante Dios de sus actos. La conciencia, aunque no sea infalible y pueda incurrir en el error, es la «norma próxima de la moralidad personal» , por lo que todos debemos actuar en conformidad con los juicios que emanan de ella .

El hombre en su conciencia descubre una ley fundamental «que no se da a sí mismo, sino a la que debe obedecer y cuya voz resuena en los oídos de su corazón, llamándolo a amar y hacer el bien y a evitar el mal» . Esta ley es la fuente de todas las normas morales, por lo que en la obediencia a ella encontramos el principio de la moralidad. El ser humano «está obligado a seguir fielmente lo que sabe que es justo y recto» . Si obra así, está actuando de acuerdo con su dignidad . En cambio, cuando sus actos no están inspirados en la búsqueda de la verdad y el deseo de adecuarse a las normas morales objetivas, con facilidad se deja llevar por los propios deseos e intereses egoístas, y «poco a poco, por el hábito del pecado, la conciencia se queda casi ciega» .

Actuar según la propia conciencia no siempre es fácil: exige la percepción de los principios fundamentales de moralidad, su aplicación a las circunstancias concretas mediante el discernimiento, y la formación de un juicio sobre los actos que se van a realizar. A menudo se viven situaciones que hacen el juicio moral menos seguro; frecuentemente el hombre está sometido a influencias del ambiente cultural en que vive, a presiones que le vienen desde el exterior y a sus propios deseos. Todo esto puede llegar a oscurecer sus juicios morales e inducir al error a causa de la ignorancia. Sin embargo, cuando esta no es culpable, «la conciencia no pierde su dignidad» , pues buscar los caminos para formarse un juicio moral y actuar de acuerdo con sus dictados es más digno del ser humano que prescindir de la pregunta por la moralidad de sus actos.

IV. LA FUNCIÓN DEL ESTADO

El ser humano es, por naturaleza, un ser social. Por ello, en sus decisiones morales no debe buscar únicamente el propio bien, sino el de todos. En sus actos ha de tener en cuenta unos principios básicos de moralidad: hacer a los demás lo que le gustaría que le hicieran a él; no hacer un mal para obtener un bien; actuar con caridad respetando al prójimo y su conciencia, etc. Para regular las relaciones entre los miembros de la sociedad son necesarias las estructuras políticas. La comunidad política «deriva de la naturaleza de las personas» y es, por tanto, «una realidad connatural a los hombres» . Su finalidad es favorecer el crecimiento más pleno de todos los miembros de la sociedad y promover, de este modo, el bien común, algo que es inalcanzable para cada individuo sin una organización de la convivencia.

En su servicio al bien común, los poderes públicos han de respetar la autonomía de las personas, por lo que en ningún momento se puede prohibir que cada cual se forme su propia opinión sobre aquellos temas que afectan a la vida social. Tampoco se pueden impedir las iniciativas que nacen de la sociedad y que buscan el bien común de todos. Cuando en la comunidad política se defienden los derechos humanos y se crea un ambiente favorable para que los ciudadanos los ejerzan, ya se está contribuyendo al bien común .

La autoridad es un instrumento de coordinación al servicio de la sociedad. Su ejercicio no puede ser absoluto y se ha de realizar dentro de los límites del respeto a la persona y a sus derechos. Tampoco puede convertirse en una instancia que pretenda invadir o regular todos los aspectos de la vida de las personas y de las familias. Los poderes públicos, que tienen como misión favorecer la vida ordenada en la sociedad, no pueden anular o suplantar las iniciativas particulares, aunque deben regularlas para que sirvan al bien común. Tanto en la vida económica como en la vida social «la acción del Estado y de los demás poderes públicos debe conformarse al principio de subsidiariedad» .

Estos principios han de ser tenidos en cuenta en aquellas cuestiones que afectan a la libertad religiosa y de conciencia de las personas. El Estado puede ordenar el ejercicio de la libertad religiosa, para que esta pueda desplegarse en respeto a las demás libertades y favorecer la convivencia social. Esta regulación puede justificar la prohibición de ciertas prácticas religiosas, pero no porque sean religiosas, sino porque sean contrarias al respeto, a la dignidad o integridad de las personas, o porque pongan en peligro alguno de los derechos fundamentales. Del mismo modo que el Estado no puede ser parcial en materia religiosa , tampoco puede constituirse en promotor de valores o de ideologías contrarias a las creencias de una parte de la sociedad. La neutralidad exigida en materia religiosa se extiende a las opciones morales que se debaten en la sociedad. Cuando el poder se sirve de los medios de los que dispone para difundir una determinada concepción del ser humano o de la vida, se está extralimitando en sus funciones.

V. LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA

«El ciudadano tiene obligación en conciencia de no seguir las prescripciones de las autoridades civiles cuando estos preceptos son contrarios a las exigencias del orden moral, a los derechos fundamentales de las personas o a las enseñanzas del Evangelio» . La objeción de conciencia supone que una persona antepone el dictado de su propia conciencia a lo ordenado o permitido por las leyes. Esto no justifica cualquier desobediencia a las normas promulgadas por las autoridades legítimas. Se debe ejercer respecto a aquellas que atentan directamente contra elementos esenciales de la propia religión o que sean «contrarias al derecho natural en cuanto que minan los fundamentos mismos de la dignidad humana y de una convivencia basada en la justicia» .

Además de ser un deber moral, es también un «derecho fundamental e inviolable de toda persona, esencial para el bien común de toda la sociedad» , que el Estado tiene obligación de reconocer, respetar y valorar positivamente en la legislación . No es una concesión del poder, sino un derecho pre-político, consecuencia directa del reconocimiento de la libertad religiosa, de pensamiento y de conciencia. Por ello, el Estado no debe restringirlo o minimizarlo con el pretexto de garantizar el acceso de las personas a ciertas prácticas reconocidas legalmente, y presentarlo como un atentado contra “los derechos” de los demás. Una justa regulación de la objeción de conciencia exige que se garantice que aquellos que recurren a ella no serán objeto de discriminación social o laboral . La elaboración de un registro de objetores a determinados actos permitidos por la ley atenta contra el derecho de todo ciudadano a no ser obligado a declarar sobre sus propias convicciones religiosas o ideológicas. De todos modos, donde legalmente se exija este requisito «los agentes sanitarios no deben vacilar en pedirla (la objeción de conciencia) como derecho propio y como contribución específica al bien común» .

En cumplimiento de este deber moral, el cristiano no «debe prestar la colaboración, ni siquiera formal, a aquellas prácticas que, aun siendo admitidas por la legislación civil, están en contraste con la ley de Dios» . Puesto que el derecho a la vida tiene un carácter absoluto y nadie puede decidir por sí mismo sobre la vida de otro ser humano ni tampoco sobre la propia, «ante las leyes que legitiman la eutanasia o el suicidio asistido, se debe negar siempre cualquier cooperación formal o material inmediata» . Esta «se produce cuando la acción realizada, o por su misma naturaleza o por la configuración que asume en un contexto concreto, se califica como colaboración directa en un acto contra la vida humana inocente o como participación en la intención inmoral del agente principal» . Esta cooperación convierte a la persona que la realiza en corresponsable y no se puede justificar invocando el respeto a la libertad y a los “derechos” de los otros , ni apoyándose en que están previstos y autorizados por la ley civil.

Por ello, los católicos estamos absolutamente obligados a objetar en aquellas acciones que, estando aprobadas por las leyes, tengan como consecuencia la eliminación de una vida humana en su comienzo o en su término: «El aborto y la eutanasia son crímenes que ninguna ley humana puede pretender legitimar. Leyes de este tipo no solo no crean ninguna obligación de conciencia, sino que, por el contrario, establecen una grave y precisa obligación de oponerse a ellas mediante la objeción de conciencia» . Aunque no todas las formas de colaboración contribuyen del mismo modo a la realización de estos actos moralmente ilícitos, deben evitarse, en la medida de lo posible, aquellas acciones que puedan inducir a pensar que se están aprobando.

Actualmente, los católicos que tienen responsabilidades en instituciones del Estado, con frecuencia se ven sometidos a conflictos de conciencia ante iniciativas legislativas que contradicen principios morales básicos. Puesto que el deber más importante de una sociedad es el de cuidar a la persona humana , no pueden promover positivamente leyes que cuestionen el valor de la vida humana, ni apoyar con su voto propuestas que hayan sido presentadas por otros. Su deber como cristianos es «tutelar el derecho primario a la vida desde su concepción hasta su término natural» , por lo que tienen la «precisa obligación de oponerse a estas leyes» . Esto no impide que, cuando no fuera posible abrogar las que están en vigor o evitar la aprobación de otras, quedando clara su absoluta oposición personal, puedan «lícitamente ofrecer su apoyo a propuestas encaminadas a limitar los daños de estas leyes y disminuir así los efectos negativos en el ámbito de la cultura y de la moralidad pública» .

Aunque las decisiones morales corresponden a cada persona, el derecho a la libertad de conciencia, por analogía, se puede atribuir también a aquellas comunidades o instituciones creadas por los miembros de una misma religión para vivir mejor su fe, anunciarla o servir a la sociedad de acuerdo con sus convicciones. Estas tienen una serie de valores y principios que les confieren una identidad propia e inspiran su actuación. Por este hecho no dejan de prestar un servicio a la sociedad. Es legítima, por tanto, la objeción de conciencia institucional a aquellas leyes que contradicen su ideario. El Estado tiene el deber de reconocer este derecho. Si no lo hace, pone en peligro la libertad religiosa y de conciencia. Nos alegra constatar que algunas instituciones de la sociedad civil que han abordado esta cuestión desde otras perspectivas y se han pronunciado sobre ella, coincidan con nosotros en este punto .

Las instituciones sanitarias católicas, que «constituyen un signo concreto del modo con el que la comunidad eclesial, tras el ejemplo del buen samaritano, se hace cargo de los enfermos» , están llamadas a ejercer su misión desde «el respeto a los valores fundamentales y a aquellos cristianos constitutivos de su identidad, mediante la abstención de comportamientos de evidente ilicitud moral» . Por ello, no se deben plegar a las fuertes presiones políticas y económicas que les inducen a aceptar la práctica del aborto o de la eutanasia. Tampoco es éticamente aceptable «una colaboración institucional con otras estructuras hospitalarias hacia las que orientar y dirigir a las personas que piden la eutanasia. Semejantes elecciones no pueden ser moralmente admitidas ni apoyadas en su realización concreta, aunque sean legalmente posibles» . Esto supondría una colaboración con el mal.

Actualmente estamos asistiendo a la difusión de antropologías contrarias a la visión cristiana del hombre, de la sexualidad, del matrimonio y de la familia, que tiene como consecuencia la normalización de ciertos comportamientos morales opuestos a las exigencias de la ley de Dios. Frecuentemente estas ideologías son promovidas por los poderes públicos y se impone su difusión en centros educativos mediante leyes que tienen un carácter coercitivo. Se piensa que su imposición constituye el medio para evitar los delitos de odio hacia ciertos grupos o personas debido a sus características. El deber de los cristianos de respetar la dignidad de cualquier ser humano, de amarlo como a un hermano y de apoyarlo en cualquier circunstancia de su vida, no implica la asunción de principios antropológicos contrarios a la visión cristiana del hombre. Dado que la libertad religiosa y de conciencia es un derecho fundamental, los católicos tienen el deber de oponerse a la imposición de estas ideologías. Este deber lo han de ejercer, en primer lugar, los padres que, por ser los primeros educadores de sus hijos, tienen el derecho de formarlos de acuerdo con sus convicciones religiosas y morales, y de elegir las instituciones educativas que estén de acuerdo con ellas, cuya identidad ha de ser garantizada.

VI. LA LIBERTAD CRISTIANA

La libertad humana no es únicamente una “libertad amenazada”, sino que es también una “libertad herida” por el pecado. Si el hombre ha sido creado libre para que pudiera buscar a Dios y adherirse a él sin coacciones, el pecado lo ha llevado a la desobediencia a Dios y ha provocado en él una división interior. El ser humano experimenta constantemente que no hace el bien que quiere, sino el mal que aborrece (cf. Rom 7, 15), y que vive sujeto a sus pasiones y a sus deseos. El pecado es fuente de esclavitud interior para él, porque lo arrastra a hacer todo aquello que lo lleva a la muerte. La idea de una libertad autosuficiente o de un hombre que por sus propias fuerzas es capaz de hacer siempre el bien y buscar la justicia, no responde ni a la propia experiencia ni a la historia de la humanidad. Además de esta impotencia, el ser humano experimenta también lo que significa vivir sin esperanza porque el miedo a la muerte, que es el horizonte último de su existencia, lo domina y lo incapacita también para ejercer su libertad con todas sus consecuencias. El pecado, que conduce a la muerte e impide amar a Dios con todo el corazón y obedecer su voluntad, ha herido la libertad humana.

«Si el Hijo de Dios os hace libres, seréis realmente libres» (Jn 8, 36). El conocimiento de Cristo nos abre a la libertad plena y verdadera: «Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos, conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres» (Jn 8, 32). El encuentro con el Señor es un acontecimiento de gracia que nos permite participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios (cf. Rom 8, 21) y vivir una nueva existencia caracterizada por la fe, la esperanza y la caridad.

El pecado es la negativa por parte del hombre a reconocer a Dios como Señor, a glorificarlo y a darle gracias. En cambio, la fe es obediencia a Dios. Si el hombre por el pecado lo ha rechazado, por la fe llega a reconocerlo como a su Señor. Y es obedeciéndolo como el hombre se libera de la esclavitud de las apetencias que el pecado despierta en él. La fe fructifica en la esperanza. La muerte es el horizonte amenazador de la vida del hombre. El miedo a la muerte lo domina, hasta el punto de que todo lo que hace es para liberarse de ella. El drama del hombre consiste en que, a pesar de su esfuerzo, nunca lo podrá conseguir por sí mismo. En su resurrección, Cristo nos ha abierto un horizonte de vida. Gracias al Misterio pascual el temor a la muerte que nos esclaviza se ha desvanecido. Esta esperanza confiere al creyente la fuerza necesaria para afrontar las pruebas y los sufrimientos del tiempo presente, sin perder la confianza en Dios y la alegría de quien se siente unido a Cristo. El amor es la expresión más evidente de la libertad cristiana. El creyente, que se sabe amado y salvado por Dios, por amor a él y con un sentimiento de gratitud, cumple su voluntad, no por miedo al castigo, sino impulsado por la caridad que el Espíritu Santo ha derramado en su corazón (cf. Rom 5, 5).

Esta libertad que tiene su origen en Cristo da fuerza para superar las dificultades con las que el creyente puede encontrarse para actuar en coherencia con su fe . Los valores que se están generalizando en nuestra cultura y las leyes que se están aprobando en nuestras sociedades occidentales sitúan a los creyentes ante problemas difíciles de conciencia. Frecuentemente nos encontramos ante opciones dolorosas, que exigen sacrificios en la vida profesional e incluso en la vida familiar. «Es precisamente en la obediencia a Dios —a quien solo se debe aquel temor que es el reconocimiento de su absoluta soberanía— de donde nacen la fuerza y el valor para resistir a las leyes injustas de los hombres» . Quien no se deja vencer por el miedo está recorriendo el camino que lo conduce a la verdadera libertad que únicamente se encuentra en Cristo .

Madrid, 25 de marzo de 2022, solemnidad de la Anunciación del Señor


1. CONCILIO VATICANO II, Gaudium et spes, n. 4.
2. Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, n. 154: «Universalidad e indivisibilidad son las líneas distintivas de los derechos humanos».
3. Ibíd., n. 153.
4. Ibíd.
5. Cf. SAN JUAN PABLO II, Centesimus annus, n. 47. Cf. también Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, n. 155.
6. Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, n. 155.
7. Ibíd.
8. Ibíd.
9. Cf. CONCILIO VATICANO II, Gaudium et spes, n. 27: «Todo lo que se opone a la vida, como los homicidios de cualquier género, los genocidios, el aborto, la eutanasia y el mismo suicidio voluntario… son oprobios que, al corromper la civilización humana, deshonran más a quienes los practican que a quienes padecen la injusticia y son totalmente contrarios al honor debido al Creador».
10. Cf. Ibíd., n. 26: «Conviene, pues, que se haga accesible al hombre todo lo que necesita para llevar una vida verdaderamente humana, como es el alimento, el vestido, la vivienda, el derecho a elegir libremente un estado de vida… a actuar de acuerdo con la recta norma de su conciencia… y a la justa libertad también en materia religiosa».
11. Cf. FRANCISCO, Discurso a la Federación Nacional de los Colegios de Médicos y Cirujanos dentales (20.IX.2019): L’Osservatore Romano (21.IX.2019), 8: «Se puede y se debe rechazar la tentación ―inducida también por cambios legislativos― de utilizar la medicina para apoyar una posible voluntad de morir del paciente, proporcionando ayuda al suicidio o causando directamente su muerte por eutanasia. Son formas apresuradas de tratar opciones que no son, como podría parecer, una expresión de la libertad de la persona, cuando incluyen el descarte del enfermo como una posibilidad, o la falsa compasión frente a la petición de que se le ayude a anticipar la muerte».
12. CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, «La verdad os hará libres» (Jn 8, 32), (20.II.1990).
13. CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Samaritanus bonus, n. 9.
14. Catecismo de la Iglesia católica, n. 1731.
15. SAN IRENEO DE LYON, Adversus haereses, 4, 4, 3: PG 7, 983: «El hombre fue creado libre y dueño de sus actos».
16. CONCILIO VATICANO II, Gaudium et spes, n. 17.
17. Ibíd.
18. Catecismo de la Iglesia católica, n. 1738.
19. CONCILIO VATICANO II, Gaudium et spes, n. 17.
20. Catecismo de la Iglesia católica, n. 1738; cf. CONCILIO VATICANO II, Dignitatis humanae, n. 2.
21. Cf. Catecismo de la Iglesia católica, n. 1738.
22. CONCILIO VATICANO II, Dignitatis humanae, nn. 2-3.
23. Cf. FRANCISCO, Discurso en el encuentro con el pueblo marroquí, las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático (30.III.2019): «La libertad de conciencia y la libertad religiosa —que no se limita solo a la libertad de culto, sino a permitir que cada uno viva según la propia convicción religiosa— están inseparablemente unidas a la dignidad humana».
24. Cf. BENEDICTO XVI, Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, La libertad religiosa, camino para la paz (1.I.2011), n. 3.
25. Cf. CONCILIO VATICANO II, Dignitatis humanae, n. 7.
26. CONCILIO VATICANO II, Dignitatis humanae, n. 6.
27. Ibíd., n. 7.
28. Catecismo de la Iglesia católica, n. 1782.
29. Cf. SAN JUAN PABLO II, Veritatis splendor, nn. 57-61.
30. CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes, n. 16; cf. Catecismo de la Iglesia católica, n. 1776.
31. SAN JUAN PABLO II, Veritatis splendor, n. 60.
32. Cf. Catecismo de la Iglesia católica, n. 1790: «La persona humana debe obedecer siempre el juicio cierto de su conciencia. Si obrase deliberadamente contra este último, se condenaría a sí mismo». Cf. también SAN JUAN PABLO II, Veritatis splendor, n. 60: «El juicio de la conciencia tiene un carácter imperativo: el hombre debe actuar en conformidad con dicho juicio».
33. CONCILIO VATICANO II, Gaudium et spes, n. 16; cf. Catecismo de la Iglesia católica, n. 1776.
34. Catecismo de la Iglesia católica, n. 1778.
35. Ibíd., n. 1780: «La dignidad de la persona humana implica y exige la rectitud de la conciencia moral».
36. CONCILIO VATICANO II, Gaudium et spes, n. 16.
37. Cf. SAN JUAN PABLO II, Veritatis splendor, n. 62.
38. Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, n. 384.
39. Cf. FRANCISCO, Mensaje a los participantes en la conferencia internacional «Los derechos humanos en el mundo contemporáneo: conquistas, omisiones, negaciones» (10.XII.2018).
40. Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, n. 351.
41. Cf. CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Orientaciones morales ante la situación actual de España (23.XI.2006), n. 62: «La vida religiosa de los ciudadanos no es competencia de los gobiernos. Las autoridades civiles no pueden ser intervencionistas ni beligerantes en materia religiosa (…). Su cometido es favorecer el ejercicio de la libertad religiosa».
42. Catecismo de la Iglesia católica, n. 2242.
43. CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Samaritanus bonus, n. 9.
44. Ibíd.
45. Cf. Entrevista del papa Francisco en La Croix (30.VI.2016): «El Estado debe respetar las conciencias. En cada estructura jurídica, la objeción de conciencia debe estar presente, porque es un derecho humano».
46. Cf. SAN JUAN PABLO II, Evangelium vitae, n. 74: «Quien recurre a la objeción de conciencia debe estar a salvo no solo de sanciones penales, sino de cualquier daño en el plano legal, disciplinar, económico y profesional».
47. CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Samaritanus bonus, n. 9. Cf. FRANCISCO, Discurso a los participantes en un congreso organizado por la Sociedad Italiana de Farmacia Hospitalaria (14.X.2021): L’Osservatore Romano 2739 (22.X.2021), 7: «Vosotros estáis siempre al servicio de la vida humana. Y esto puede conllevar, en algunos casos, la objeción de conciencia, que no es deslealtad, sino, por el contrario, fidelidad a vuestra profesión, si está válidamente motivada».
48. Compendio de Doctrina Social de la Iglesia, n. 399.
49. CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Samaritanus bonus, n. 9.
50. SAN JUAN PABLO II, Evangelium vitae, n. 74.
51. El pecado es un acto personal del que cada cual es responsable, pero podemos tener una responsabilidad en los pecados cometidos por otros cuando cooperamos con ellos «participando directa y voluntariamente, ordenándolos, aconsejándolos, alabándolos o aprobándolos, no revelándolos o no impidiéndolos cuando se tiene obligación de hacerlo». Catecismo de la Iglesia católica, n. 1868.
52. Cf. CONGREGACIÓN PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Samaritanus bonus, n. 9: «No existe el derecho al suicidio ni a la eutanasia: el derecho existe para tutelar la vida y la coexistencia entre los hombres, no para causar la muerte».
53. SAN JUAN PABLO II, Evangelium vitae, n. 73. Cf. FRANCISCO, Discurso a los participantes en el congreso conmemorativo de la Asociación de Médicos Católicos Italianos con motivo del 70 aniversario de su fundación (15.XI.2014): «La fidelidad al Evangelio de la vida y al respeto de la misma como don de Dios, a veces requiere opciones valientes y a contracorriente que, en circunstancias especiales, pueden llegar a la objeción de conciencia».

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Vocaciones

Sacerdotes santos: beato Otto Neururer

El beato Otto Neururer fue el primer sacerdote asesinado en un campo de concentración nazi, en el de Buchenwald. Su fama de santidad destacó por el hecho de compartir sus escasas raciones de comida con los prisioneros más débiles, entre tantas otros hechos heroicos.

Pedro José María Chiesa·25 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

El matrimonio austríaco formado por Alois Neururer e Hildegar Streng, modestos granjeros que administraban un molino en Austria, tuvo doce hijos. El último de ellos fue el beato Otto Neururer. El padre del beato a quien hoy evocamos, falleció cuando éste tenía tan sólo ocho años.

Otto se preparó para el sacerdocio con los “vicentinos”, y recibió la ordenación presbiteral en la solemnidad de san Pedro de 1907. Luego quiso unirse a los jesuitas para trabajar en las lejanas misiones que estos tenían en diversas partes del mundo, pero su frágil salud hizo que no lo aceptasen. 

Durante quince años fue vicario parroquial de Saint James (1917-1932), donde trabajó como maestro de religión en las escuelas de la parroquia. 

Nombrado párroco en Goetzens (1932), además de la cura de almas específica en su parroquia (Santos apóstoles Pedro y Pablo), prestó servicios espirituales al Movimiento Social Cristiano (alienado con la reciente e impactante encíclica Rerum Novarum), lo que le supuso disgustos con los superiores que no veían con buenos ojos la base de la naciente Doctrina Social de la Iglesia, y fuertes riesgos de muerte cuando tuvo lugar la anexión de Austria por parte de los nazis (1938), que implicó el arresto y asesinato de muchos sacerdotes.

Ya en su parroquia, con valiente celo apostólico aconsejó con decisión a una muchacha para que no se uniera a un hombre divorciado, ateo y de vida disoluta. La joven no sólo no siguió los consejos del párroco, sino que se los dio a conocer a su amante. Este hombre, amigo personal de Franz Hofer, jefe nazi del distrito, hizo arrestar a Neururer el 15 de diciembre de 1938, bajo la acusación de “difamación del matrimonio germánico”. Al dar sus consejos Neururer era consciente de los riesgos. 

Luego, a poco de comenzar la guerra, septiembre de 1939, fue trasladado al campo de concentración de Buchenwald (prácticamente un campo de exterminio, en razón de las crueldades y fusilamientos masivos que padecieron muchos prisioneros). 

Por ser sacerdote (in odium fidei) fue con frecuencia torturado; su fama de santidad destacó por el hecho de compartir sus escasas raciones de comida con los prisioneros más débiles; y. sobre todo, porque cuando un prisionero le pidió ser bautizado, a pesar de muchos indicios que señalaban que podía ser una trampa (la acción estaba penada con la muerte), en razón de la consciencia de su misión sacerdotal, accedió. Efectivamente, era una trampa. 

El hecho tuvo lugar a fines de abril de 1940. Como castigo, después de varias torturas, un mes después fue colgado boca abajo, desnudo. Allí estuvo sufriendo cruelmente, sin quejarse en lo más mínimo, orando por sus ejecutores, hasta su fallecimiento después de treinta y cuatro horas de larga agonía (30 de mayo de 1940). Fue el primer sacerdote asesinado en un campo de concentración nazi. El sacerdote que lo asistió en sus tormentos, Alfred Berchtold (falleció en 1985), alcanzo a declarar que, estando colgado, nunca se quejó, y siempre rezó por sus verdugos murmurando oraciones. Su cruel sentencia de muerte fue ordenada directamente por el famoso y sádico sargento mayor Martin Sommer, el “Verdugo de Buchenwald”.

Fue beatificado como mártir in odium fidei, por san Juan Pablo II, en la Basílica de San Pedro, el 24 de noviembre de 1996. Sus restos fueron vilmente incinerados en un crematorio civil para borrar las pruebas de la brutal tortura. Los nazis declararon que murió por afección cardíaca. Afortunadamente sus fieles recuperaron las cenizas que hoy se encuentran depositadas bajo el altar de la parroquia que presidía.

Hoy la Iglesia católica lo propone como intercesor para los predicadores, para la santidad del matrimonio cristiano y para el espíritu de servicio sacerdotal. El beato Neururer, al igual que los Santos Inocentes, predicó el Evangelio non loquendo sed moriendo. Por otra parte, teniendo en cuenta que san Francisco de Asís afirmaba “Predicad el Evangelio, si es necesario con palabras”, Neururer siguió ejemplarmente este consejo, por lo cual es digno intercesor de los predicadores. También es digno defensor de la santidad del matrimonio, y de la indisolubilidad, al igual que santo Tomás Moro. Y en relación al espíritu de servicio sacerdotal, su muerte por administrar un riesgoso bautismo, nos interpela a todos los sacerdotes a no valorar la vida física como bien supremo, o al menos no por sobre la vida espiritual de los propios fieles.

Destacables fueron las palabras del santo Papa Juan Pablo II, en la homilía de su beatificación: «Hoy, como Romano Pontífice, tengo el honor de beatificar a uno de los hijos más fieles de la Iglesia; y al hacerlo honraré su noble decisión de preferir la muerte antes que arrodillarse ante la Bestia y su imagen (Apocalipsis 13, 1). Con su muerte, Neururer hizo resplandecer ante las tinieblas del relativismo contemporáneo que tanto afectan al matrimonio, un rayo soberano de la realeza de Cristo sobre la historia”. En 2019 se promocionó un film que narra la historia de la vida y el asesinato de este venerable sacerdote, el cual, si hoy viviera, de seguro preferiría morir asesinado antes que doblar su rodilla ante la Bestia y su imagen contemporánea más visible, la ideología de género, y que tampoco vacilaría en preferir morir ejecutado para no doblar su rodilla ante todas las propuestas de anular o debilitar la indisolubilidad y heterosexualidad del matrimonio cristiano.

El autorPedro José María Chiesa

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Ecología integral

Rafaela Santos: “La muerte es el momento donde nada acaba y todo empieza”

El lunes día 28, la neuropsiquiatra Rafaela Santos intervendrá en una Jornada sobre 'Alma, muerte y más allá', en la Universidad de Navarra. Con este motivo, en una entrevista con Omnes reflexiona sobre el miedo a la muerte, la escasa tolerancia a la frustración en los jóvenes, sobre el cerebro, o el sentido de la vida.

Rafael Miner·25 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

“Cuando estaba pensando en el título tuve la consulta con un paciente joven diagnosticado de cáncer”, comenta la doctora Santos, “y me dijo: ‘mi juego ha terminado… ‘Game over’. Me golpeó en un primer momento, pero inmediatamente reaccioné pensando que es un término que Dios utiliza… ‘ludens in orbe terrarum’…, mis delicias son jugar con los hijos de los hombres. Le dije que Dios juega con nosotros si se lo permitimos. Que no tuviera miedo porque para Dios, juzgar y jugar… es quitar una Z”.

Rafaela Santos es especialista es psiquiatría, presidenta ejecutiva de la Fundación Humanae, y autora de libros en torno a la resiliencia, por ejemplo ‘Mis raíces’. El lunes 28 interviene en la XIII Jornada Teológico-Didáctica del Instituto Superior de Ciencias Religiosas (ISCR) de la citada universidad, y le pedimos un adelanto de alguna de sus ideas.

La sugerencia fue atendida, y aquí van algunas reflexiones, que no dejan indiferente. Asegura que “el miedo a la muerte es algo natural porque hemos sido creados por y para el amor y la felicidad, hechos para la posesión no para la renuncia y la muerte”; que “la muerte es el momento donde nada acaba y todo empieza, es la cita definitiva”, y respecto a los jóvenes, “nos preocupa que su escasa tolerancia a la frustración provoque que sólo en el año pasado, 300 jóvenes entre 15 y 30 años se suicidaron”. Vamos con ello.

En la Jornada hablará usted sobre ‘La muerte: ¿game over?’ La muerte, ¿final del juego, de la partida? ¿Puede avanzar alguno de sus argumentos?

 – Sinceramente es la conferencia más difícil que me han propuesto. Desde que me pidieron este tema me ha venido al pensamiento con alguna frecuencia y confieso que me ha ayudado muy positivamente tenerlo presente.

Respecto al título, desde el primer momento tenía claro que no iba a darle un enfoque desde el punto de vista médico, ni mucho menos un sentido dramático. La muerte es una realidad a la que nos enfrentamos, antes o después, y tratar de esconderla sería insensato.

Cuando estaba pensando en el título tuve la consulta con un paciente joven diagnosticado de cáncer y me dijo: “mi juego ha terminado… “Game over”. Me golpeó en un primer momento, pero inmediatamente reaccioné pensando que es un término que

Dios utiliza… “ludens in orbe terrarum“… mis delicias son jugar con los hijos de los hombres. Le dije que Dios juega con nosotros si se lo permitimos. Que no tuviera miedo porque para Dios, juzgar y jugar… es quitar una Z.

La realidad es que nacemos para vivir y vivimos para morir, aunque si se trata de personas jóvenes cuesta mucho más entenderlo. Podríamos decir que la muerte es el momento donde nada acaba y todo empieza. Para mí es la cita definitiva

Con la pandemia, guerras como la de Ucrania, etc., el sufrimiento físico o moral y la muerte de tanta gente se ven más cercanos.

–  La muerte es algo que siempre le pasa a los demás.  Al no tener experiencia personal, podemos verla sólo como espectadores, y en ese sentido algunos reaccionan con pánico y otros con temeridad. Ninguno de esos dos extremos se puede llamar valentía. Hay que reflexionar sobre su sentido para ponernos en nuestro sitio. Hay personas que mueren cuando llega su momento y otras que lo hacen la víspera porque siempre viven con el miedo a morir.

En su justa medida, el miedo a la muerte es algo natural porque hemos sido creados por y para el amor y la felicidad, hechos para la posesión no para la renuncia y la muerte. Nuestro cerebro está programado para la supervivencia y la felicidad, pero, aunque tengamos programas automáticos, somos libres de elegir en cada momento el altruismo sobre el egoísmo. Podemos ser felices arriesgando la vida por salvar a otro, y por ese motivo, el sufrimiento tiene un sentido y nos hace mejores.

Le preguntaría, en este sentido, cómo afrontar los acontecimientos con serenidad, y también con una fortaleza que en ocasiones nos falta. Usted es especialista en resiliencia, quizá una de las mayores de España. Las adversidades pueden con nosotros a veces.

– Las adversidades pueden con nosotros si dejamos que nos venzan. Como he comentado en alguna otra ocasión, nosotros vamos modelando nuestro cerebro con los mensajes que le damos: si pensamos que no vamos a poder superar una adversidad, seguro que no podremos, pero si ese acontecimiento lo percibimos como un reto, y nos convencemos de que vamos a poder, aunque no sepamos cómo hacerlo, nuestro cerebro se pone a trabajar en nuestro favor buscando la manera de salir de esa situación, convirtiendo la dificultad en oportunidad de mejora.

Esa actitud para superar cualquier dificultad se llama resiliencia y se puede entrenar y desarrollar sabiendo que lo que somos hoy es consecuencia de nuestro ayer y por tantos las victorias actuales tienen sus raíces en el esfuerzo anterior.

Hace unos días, la joven escritora Ana Iris Simón se refirió a las altas tasas de suicidio de los jóvenes. Han aumentado nada menos que un 250 % durante la pandemia (en los jóvenes), y los psicólogos (y psiquiatras) no dan abasto. El suicidio parece ser el principal problema de salud pública en Europa. ¿Es así? ¿Qué reflexión le merecen estos datos?

– Durante la pandemia se han disparado los problemas de ansiedad, depresión, insomnio, miedo al contagio, etc. Según datos de la OMS, la llamada “Fatiga pandémica” ha afectado al 60 % de la población y el consumo de psicofármacos se ha triplicado. Este dato es alarmante en la salud mental, ya que la depresión es la principal causa de incapacidad en el mundo.

Respecto al suicidio en España, lo intentan cada día 200 personas y 11 de ellos lo consiguen. Hay que saber tratar este tema con mucho tacto y observar las diferencias de conducta entre el que amenaza con el suicidio y aquel que lo planea definitivamente. Desean “marcharse en paz” dejando las cosas cerradas. Por eso, muchos de ellos se muestran más cariñosos de lo habitual y de forma solapada se despiden. 

Respecto a los jóvenes nos preocupa que su escasa tolerancia a la frustración provoque el incremento que señala ya que, sólo en el año pasado, 300 jóvenes entre 15 y 30 años se suicidaron. La pérdida de motivación y significado crea un mundo plano, uniforme, sin relieves, que provoca tristeza.

Una última cuestión. Por su experiencia profesional, ¿ayuda el sentido de la vida a mantener una estabilidad emocional, psicológica o psíquica, como prefiera llamarlo, y en el fondo, a ser felices? Me refiero a las convicciones, a la solidaridad con los demás, a la familia, a la religión…

– Tener un sentido de por qué vivir, descubrir lo importante y amarlo es el secreto para dar significado a la vida y es el mejor efecto terapéutico. Como Viktor Frankl decía, quien tiene un por qué para vivir siempre encuentra el cómo mantener a salvo su esperanza, su fortaleza psicológica, y justo esa es la clave para la estabilidad y la felicidad, encontrar ese por qué, tener un sentido de la vida es lo que nos centra y nos permite avanzar a pesar de los pesares, es la brújula que nos ayuda en las tormentas y que nos impide perder el norte.

El año pasado, doctores y colegios de psicólogos preveían que tras la pandemia del Covid-19 llegarían consecuencias, secuelas, en especial mentales, en forma de miedos, traumas… Da la impresión de que sus predicciones se cumplen. Además, están los habituales de nuestra civilización, con o sin pandemia. Por ejemplo, adicciones, trivialización del sexo, maltratos, la soledad que se ensancha, y tantos otros. Nos quedamos con ganas de más en la entrevista con la doctora Rafaela Santos, pero la Jornada del lunes 28 en el ISCR está a la vuelta de la esquina.

Vaticano

El Via Crucis vuelve al Coliseo romano

Maria José Atienza·24 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La Semana Santa romana volverá a ser lo más parecido a las de antes de la pandemia. El Papa Francisco presidirá todas las ceremonias, entre ellas el Via Crucis del Viernes Santo a las 9:15 de la noche.

En los dos últimos años la pandemia obligó a realizar un Vía Crucis casi minimalista para evitar contagios.


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Familia

El ‘Sí a la Vida’ sale a la calle este domingo, arropado por ‘influencers’

La Plataforma Sí a la Vida sale a las calles de Madrid el domingo día 27, tras dos años de pandemia, con una Marcha que contará con ‘influencers’ de redes sociales, como Grace Villarreal, joven madre de tres hijos y empresaria, y con más de un millón de seguidores. Los convocantes denuncian la injusticia de las leyes contra la vida.

Rafael Miner·24 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Grace Villarreal, conocida ‘influencer’ nacida en Colombia y afincada en Madrid desde pequeña; su esposo americano, Jacob Henson, cantautor; y sus tres hijos de 9, 7 y 2 años, de religión protestante, serán una de las miles de familias que participarán el domingo día 27 en la Marcha Sí a la Vida, convocada por la Plataforma ‘Sí a la Vida’, formada por más de 500 asociaciones y entidades civiles nacionales e internacionales. “Vamos a intentar ir todos”, ha señalado Grace Villarreal a Omnes, refiriéndose a su familia.

La Marcha comenzará a las 12 horas en la confluencia de las calles Serrano y Goya, y concluirá en la Plaza de Cibeles, donde tendrá lugar un acto con testimonios, música en directo con el grupo Los Hermanos Martínez, y lectura de un Manifiesto, probablemente al estilo de las marchforlife norteamericanas.

Antes, a las 10,00 horas, tendrá lugar una Carrera, Milla urbana, a partir de las 10,00 am., impulsada por la Asociación Deportistas por la Vida y la Familia, y apoyada en redes sociales por corredores de la talla de Marc Roig, tal como ha informado Omnes, que colabora en el Concurso de Relatos por la Vida. En esta II Carrera Solidaria por la Vida se han inscrito ya cerca de un centenar de corredores.

La ‘influencer’ Grace Villarreal [@gracyvillarreal en su perfil de Instagram], que conducirá el acto junto a Diego de Julián, es cofundadora de su propia marca de moda y accesorios @thevillaconcept y de los restaurantes de comida americana @picandnicfood, situados en Madrid. Como creadora de contenido e ‘influencer’, su carrera comenzó en 2012 publicando videos en Youtube sobre tutoriales de maquillaje que más adelante ampliaría a moda, lifestyle, cocina, viajes, familia, etc; y donde, a día de hoy, tiene 839.359 seguidores. Además, Grace utiliza Instagram, plataforma en la que ha publicado más de 3.000 videos y cuenta con 628.536 a día de hoy.

“La vida siempre vale la pena”

En declaraciones a Omnes, Grace Villarreal ha destacado el valor de la vida y la familia: “Apuesto por la vida en todas las etapas. El otro día estuve escuchando una charla de Juan Carlos Unzué, ex jugador de fútbol del Barcelona y también entrenador, que hace poquito le han diagnosticado con ELA; y me quedé con una frase suya: ‘La vida siempre vale la pena’, y es verdad. En todos los sentidos, en todas sus etapas. Incluso en los momentos que creemos que todo está perdido, siempre vale la pena vivirla”.

La influencer’ ha asegurado a Omnes: “Estamos muy contentos con los hijos que Dios nos ha dado, fueron muy pedidos, y nos sentidos bendecidos de tener tres hijos, sanos. Somos una familia muy feliz. Mi marido es americano, y gracias a Dios pude encontrar un hombre que tiene los mismos valores que yo, y que ha crecido en una familia protestante, que ha estado super involucrada también en la iglesia. Somos protestantes. Ha sido perfecto para mí”.

“Estuvimos de misioneros en el Amazonas”

“Mi padre es pastor protestante. Estuvimos de misioneros en el Amazonas, en Perú, hasta mis cuatro años, y luego nos vinimos a España. A mi padre le asignaron una iglesia en España, en Madrid. Somos tres hermanos”. “Mi dedicación a las redes sociales surge cuando yo me caso, vivo en Estados Unidos, y me quedé embarazada. Fue justo a raíz de primera hija, cuando Dios nos bendijo con una niña, y el embarazo me sentó fatal. Estuve en casa mucho tiempo, hacía fotografía, pero no podía dedicarme a muchas cosas, y comencé a consumir mucho Youtube, que estaba en pleno boom. Estaba en casa, tenía tiempo y vi que ése era el momento”, ha explicado a Omnes.

“Soy audidacta, me gusta seguir aprendiendo, y me gusta crear”, prosigue. “Vi un nicho, un espacio para mí, tomé mi cámara, pequeñita, y empecé a grabar videos, a hablar de moda, de belleza, de valores, así surge. Hablamos de 2012. En diciembre de ese año di a luz a mi niña, y esto sucedió justo antes de dar a luz. Tengo tres hijos, una niña de 9 años, otra de 6 que hace 7 ahora en abril, y un niño de 2 años, que hace 3 en junio”.

Dignidad de la vida humana

Grace Villarreal ha estado en la presentación de la Marcha Sí a la Vida. La plataforma del mismo nombre convoca un año más a la sociedad civil española este domingo día 27, para celebrar el Día Internacional de la Vida, que se conmemora anualmente cada 25 de marzo. En el acto han intervenido Alicia Latorre, portavoz de la Plataforma Sí a la Vida y presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida. Amaya Azcona, directora general de Fundación RedMadre, Javier Rodríguez, director general del Foro de la Familia, y Álvaro Ortega, presidente de Fundación + Vida, que hablaron de “una celebración positiva y festiva”. Participaron también Grace Villarreal y la coordinadora europea de One of Us, Ana del Pino.

Alicia Latorre manifestó hace unas semanas en Omnes los objetivos de la Marcha este año: “Por un lado, mostrar un año más (y van 11 desde 2011) nuestro compromiso público y unitario con la defensa de la vida y su dignidad, desde todos los campos en los que están trabajando las distintas asociaciones que forman esta plataforma. Por otro, alzar la voz para denunciar la injusticia y vergüenza tanto de las leyes más recientes que atentan contra la vida (eutanasia y persecución a los provida), como las anteriores que han arrebatado millones de vidas humanas”.

“Igualmente, como cada año, queremos mostrar la cara preciosa e intensa de la vida humana con tantos aspectos positivos, tantos testimonios de lucha, superación y generosidad, que casi nunca se muestran y están dándose cada día”.

Los organizadores esperan que se sumen “miles de personas”, y han señalado que habrá un recuerdo especial por Ucrania. Amaya Azcona, directora general de Red Madre, se ha referido también a “los que no están”, porque han fallecido durante la pandemia del Covid-19. En la presentación se ha informado de la llegada el domingo de decenas de autobuses desde numerosas ciudades españolas, de la participación de muchos jóvenes, y de más de 400 voluntarios apuntados.

Convocantes

Las asociaciones convocantes de la Marcha son, entre otras, ABIMAD, ACdP, ADEVIDA, AEDOS, AESVIDA, ANDOC, Asamblea por la Vida, la Libertad y la Dignidad, AYUVI, Asociación de Bioética de Madrid, Asociación Española de Farmacia social, Asociación Europea de Abogados de Familia, ANDEVI, ADEVIDA, Asociación Universitaria APEX, AYUVI, Centro Jurídico Tomás Moro, CIDEVIDA, CIVICA, COFAPA, CONCAPA, CRIAME, Cristianos en Democracia, 40 días por la vida, Derecho a ser Madre, Deportistas por la vida y la familia , e-cristians, EUVITA, El Encinar de Mambré, Enraizados, Evangelium Vitae, Familia y Dignidad Humana, Familias para la acogida, FAPACE, Federación Española de Asociaciones Provida, Fertilitas, Foro de la Familia,  Foro cultura 21 Fundación Educatio Servanda, Fundación IUVE, Fundación Jérôme Lejeune,  Fundación REDMADRE, Fundación Vida, Fundación + Futuro, Fundación Villacisneros, Fundación +Vida, Grupo Provida, HO- Derecho a vivir, Hogares de Santa María, JCUM, Lands Care, ONE of US, Medicina y vidas, NEOS, Profesionales por la Ética, Proyecto Mater, Red Misión, RENAFER, REMAR, Rescatadores Juan Pablo II, RIOARRIBA, SOS Familia, Spei Mater, Valores y Sociedad, Voz Postaborto, etcétera.

La organización de la Marcha Sí a la Vida ha realizado un llamamiento a la solidaridad para ayudar a sufragar los gastos del evento. Mediante Bizum ONG: 00589, o transferencia: ES28 0081 7306 6900 0140 0041.

Aprender a acompañar a las familias

Además de la formación, siempre necesaria, es preciso acompañar a las familias en la sociedad actual. Lo que significa estar junto a ellas y establecer una relación real con ellas.

24 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Estamos cerca de la conclusión del Año de la familia Amoris laetitia, promovido por el Papa Francisco, quien ha subrayado en múltiples ocasiones la necesidad de estar cerca de las familias, de un modo práctico y realista, en definitiva, de acompañarlas.

Se trata de una tarea urgente, porque los cambios culturales de las últimas décadas no han ido de la mano de un cambio en la manera de ayudar a las familias, acorde con su mentalidad y sus nuevas circunstancias.

Hasta hace unos años creíamos que bastaba con ofrecer a las familias una “formación” para ayudarlas: es decir, darles unas ideas sobre cómo debe ser la familia y cómo deben hacer las cosas, con un estilo que podríamos llamar “directivo”, olvidando que la formación no es solo dar y recibir información, sino que requiere asumir vitalmente lo que se transmite.

La formación en el sentido tradicional, sigue siendo necesaria, pero hoy no es suficiente. Hay que aprender a formar de otro modo, con otra metodología y otro estilo, acorde con la cultura en la que vivimos, que ha cambiado radicalmente.

Se necesita desarrollar una nueva mirada hacia “lo familiar”. En primer lugar, hay que partir de la comprensión de cómo son y qué necesitan las “familias reales”, porque las “familias ideales” no existen.

La propuesta de acompañar a las familias introduce dos elementos diferenciales respecto a la actitud prevalente hasta ahora en el trabajo con las familias.

Acompañar significa “estar junto a alguien”, andar a su lado, para que descubra su propio protagonismo y aprenda el mejor modo para resolver las dificultades y conflictos que todas las relaciones personales llevan consigo.

Acompañar es sobre todo establecer una relación personal y, como tal, se basa en la confianza: no podemos imponerla, pero sí ofrecer las condiciones para que sea posible.

I Workshop Internacional sobre acompañamiento familiar

En mayo de 2022 tendrá lugar en Barcelona el I Workshop Internacional sobre acompañamiento familiar (más info: https://workshopfamilia.uic.es), con el objetivo de ofrecer una formación sobre qué es y cómo realizar este acompañamiento a las familias desde distintos ámbitos (educativo, pastoral, desde gabinetes profesionales, redes sociales, etc.), de forma práctica y realista.

El programa pretende ayudar a conocer cómo son las familias hoy y conocer cómo desde los diversos ámbitos se puede acompañar a las familias, con un marcado carácter práctico. Al mismo tiempo, el workshop será un punto de encuentro para dar a conocer iniciativas de acompañamiento que ya se están realizando con éxito en diversos países, posibilitando el encuentro entre quienes realizan esta tarea, y fomentando la creación de nuevas iniciativas.

El acompañamiento familiar no se reduce a una única acción: es más bien un cambio de perspectiva de amplio espectro, que puede aplicarse de maneras distintas y en ámbitos muy diversos. Como no existen “familias perfectas”, en realidad todos necesitamos ser acompañados. Y todos podemos de algún modo ser familias que acompañan a otras familias. Así que, de algún modo todas las personas preocupadas por ayudar a las familias tienen cabida en este workshop

El autorMontserrat Gas Aixendri

Catedrática en la Facultad de Derecho de la Universidad Internacional de Cataluña y directora del Instituto de Estudios Superiores de la Familia. Dirige la Cátedra sobre Solidaridad Intergeneracional en la Familia (Cátedra IsFamily Santander) y la Cátedra Childcare and Family Policies de la Fundación Joaquim Molins Figueras. Es además vicedecana en la Facultad de Derecho de UIC Barcelona.

Lecturas del domingo

«Todo lo mío es tuyo», cuarto domingo de Cuaresma

Comentario a las lecturas del IV domingo de Cuaresma y breve homilía en vídeo del sacerdote Luis Herrera.

Andrea Mardegan / Luis Herrera·24 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

“Solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharlo. Y los fariseos y los escribas murmuraban diciendo: ‘Ese acoge a los pecadores y come con ellos’”.

Esta introducción de Lucas nos ofrece una clave de lectura para su obra maestra, la parábola del padre misericordioso y sus dos hijos: los más alejados de Dios se acercan y escuchan a Jesús, mientras que los escribas y fariseos, que deberían estar más cerca de Dios, “murmuran”, lo critican precisamente por su cercanía a los pecadores.

La parábola es una manera maravillosa de hablar, con un relato realista y abierto, para que todos puedan dejarse conmover en el corazón y se involucren. Para que los primeros se den cuenta de que Dios puede hacerlos renacer como niños, y los segundos, de que su forma de pensar y actuar está a años luz de la de Dios.

El joven pide su parte de la herencia a un padre que, en realidad, querría darle todo lo que tiene, ya que le dirá a su hijo mayor “todo lo mío es tuyo”. Al alejarse de ese “todo”, pierde su identidad de hijo, dilapidando la herencia que le recordaba su origen y naturaleza. Con el cuidado de los cerdos pierde aún más dignidad, en contacto con animales considerados impuros, en tierra de paganos.

La penitencia por su pecado es el sufrimiento por estar lejos, la convicción de haber perdido la relación con su padre, la aceptación de hacerse siervo, el esfuerzo de levantarse, de resucitar, de tomar el camino de regreso a la casa de su padre, la ansiedad acerca de cómo acabará aquello.

El padre corre a su encuentro, le abraza, le besa y no le deja decir “trátame como a uno de tus jornaleros”. En cambio, lo colma con todos los signos posibles de su ser hijo, y no siervo: el vestido más hermoso, el anillo de la familia en el dedo, los zapatos en los pies, y el becerro cebado para festejar con alegría su regreso.

El hijo mayor, físicamente cercano, sin embargo, tiene el corazón alejado de su padre y no se alegra, piensa a su hermano como “este hijo tuyo”, detalla con desprecio sus pecados al padre, que, en cambio, nunca los había mencionado.

Y su padre, no obstante, ha salido a su encuentro como hizo con su hermano menor, y lo invita a convertir su corazón conforme a su corazón paternal, a dejar de trabajar en su casa como jornalero, a considerar todos los bienes de su padre como su herencia, incluso a ese hijo que es, en realidad, “este hermano tuyo”.

La parábola termina abierta, para que cada uno de los que oyeron a Jesús, y cada uno de nosotros que escuchamos este Evangelio, nos dejemos interpelar por las palabras del Padre y dejemos que el amor del Padre cambie nuestra vida, tanto si estamos en el papel del hijo menor como en el lugar del mayor. O en el de ambos.

La Homilía en un minuto

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

El autorAndrea Mardegan / Luis Herrera

Educación

Ser buena persona sí vende

Son jóvenes, tienen millones de seguidores en redes sociales como TikTok o Instagram y, en gran medida, su engagement se debe a su compromiso personal y cómo muestran, con total naturalidad unos valores humanos que siguen atrayendo a todas las personas.

Maria José Atienza·23 de marzo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Nacho Gil (@Nachter) y Tomás Páramo (@tomasparamo) son conocidos influencers. Para ellos, las redes sociales no son un entretenimiento sino un trabajo en que su compromiso y sus valores vitales no quedan a un lado.

Así lo han compartido en la mesa redonda “Marketing de influencia: Conexión de valores”, celebrada en la Universidad Villanueva en la que, además de ellos, intervinieron, “desde el lado de las marcas”, los responsables de agencia Daniela Rodríguez, de la agencia SoyOlivia, y Álvaro Blanco, de Native Talents.

Sus cuentas se podrían calificar de “blancas”: sin insultos, o escenas con tintes adultos. Una limpieza y una naturalidad que supone, en medio del mundo de las redes sociales un valor añadido, cada vez más apreciado por marcas de muy diferentes ámbitos. En este sentido, Páramo destacó que el trabaja con una marca que “me contrate a mí por mi valor añadido”. Una afirmación compartida por Natcher: «Una de las cosas más importantes es que la marca comparta mis valores y, además, me tiene que gustar el producto. Si no me dejan meter mis bromas, no hago la campaña».

Trabajo y naturalidad

Este marketing de valores es el que centró esta mesa redonda en la que Nacho Gil ha destacado la constancia necesaria y el trabajo duro para llegar al éxito en este sector. Un éxito que, sin embargo, intenta relativizar en la medida de lo posible: “huyo un poco de los eventos, porque prefiero un día normal”.  

«Llevo 7 años haciendo vídeos -explicaba Nachter- y la constancia es lo más importante. Nunca hemos parado. Es un esfuerzo, pero me ha ayudado a crecer. Tengas un día bueno o malo, tienes que subir algo porque te das cuenta de que ayudas a gente y sabes que tienes que estar positivo por ellos. Esto al final es un trabajo.»

Tomás Páramo, por su parte, recomendó «ser naturales, hay que ser nosotros mismos, ser transparentes, que la gente vea que todos tenemos días buenos y malos y que no somos actores y no tenemos que meternos en el papel de alguien que no somos».

Ambos hicieron especial hincapié en la necesidad de tener libertad creativa. Una libertad que, además, tienen comprobado que resulta positivo tanto para ellos a la hora de realizar los contenidos, como para las marcas con las que trabajan por la naturalidad con la que, de este modo, pueden hacer llegar sus objetivos.

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