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Siete claves sobre la devoción a la Divina Misericordia

El segundo domingo de Pascua se conoce como el Domingo de la Divina Misericordia. El Papa Francisco recordó en 2021 que “hace noventa años, el Señor Jesús se manifestó a santa Faustina Kowalska, confiándole un mensaje especial de la Divina Misericordia. A través de san Juan Pablo II, ese mensaje ha llegado a todo el mundo”, señaló.

Francisco Otamendi·24 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Durante el rezo del Ángelus, el 21 de febrero de 2021, en plena pandemia, el Santo Padre Francisco recordó ese mensaje, que “ha llegado a todo el mundo, y no es otro que el Evangelio de Jesucristo, muerto y resucitado, que nos da la misericordia del Padre”.

El pensamiento del Papa se dirigióa Polonia, al santuario de Płock, y al saludar en particular a los fieles polacos. Éstas fueron sus palabras: “Hace noventa años, el Señor Jesús se manifestó a santa Faustina Kowalska, confiándole un mensaje especial de la Divina Misericordia. A través de san Juan Pablo II, ese mensaje ha llegado a todo el mundo, y no es otro que el Evangelio de Jesucristo, muerto y resucitado, que nos da la misericordia del Padre. Abramos nuestro corazón a él, diciendo con fe: ‘Jesús, confío en ti’”.

Posteriormente, el domingo 11 de abril, tal como informó Omnes, el Papa Francisco presidió, por segunda vez, la Misa de la fiesta de la Divina Misericordia, en la iglesia del Santo Spirito in Sassia de Roma. La Santa Misa se celebró en privado a las 10,30 horas y, al final, desde la misma iglesia, el Papa dirigió el rezo del Regina Coeli desde allí mismo, y no desde la Biblioteca del Palacio Apostólico, como estaba haciendo los últimos domingos, a causa de las restricciones sanitarias.

En esta misma web tienen sendos comentarios a las Lecturas de este domingo, realizados por Andrea Mardegan y Luis Herrera. Y aquí tienen algunas claves de la devoción a la Divina Misericordia, que sintetizamos con ayuda de arguments.es y otros expertos.

1. Cuándo se celebra la fiesta de la Divina Misericordia?

El segundo Domingo de Pascua. La imagen representa a Jesús en el momento en que se aparece a los discípulos en el Cenáculo, tras la Resurrección. El momento viene recogido en la lectura del Evangelio de este domingo.

2. Origen.

Celebró por primera vez esta fiesta el cardenal Angelini Fiorenzo, el domingo 11 de abril de 1999, en la Basílica de San Pedro, en Roma. El domingo 30 de abril de 2000, san Juan Pablo II canonizó a santa Faustina Kowalska, y declaró en la homilía: “Es importante que acojamos íntegramente el mensaje que nos transmite la palabra de Dios en este segundo domingo de Pascua, que a partir de ahora en toda la Iglesia se designará con el nombre de “domingo de la Misericordia Divina”, o “domingo de la Divina Misericordia”.

3. ¿Quién difundió la devoción a la Divina Misericordia?

La fiesta de la Divina Misericordia procede del mensaje de la misericordia de Dios que recibió sor M. Faustina Kowalska (1905-1938), que pide por la confianza en Dios y la actitud de misericordia hacia el prójimo. El mensaje subraya que Dios es misericordioso y perdona, y que nosotros debemos hacer lo mismo. Llama a proclamar y orar por la Divina Misericordia para el mundo, incluyendo la práctica de nuevas formas del culto. 

La devoción a la Divina Misericordia creció muy rápidamente después de la beatificación (18 de abril de 1993) y canonización (30 de abril de 2000) de sor Faustina y también debido a las peregrinaciones del Papa Juan Pablo II a Lagiewniki (1997 y 2002). En el año 2000, san Juan Pablo II canonizó a santa Faustina. Tanto Benedicto XVI como el Papa Francisco han recomendado esta devoción.

4. ¿Cuál es el mensaje de la Divina Misericordia?

En síntesis, que la Misericordia de Dios es más grande que nuestros pecados. Tener devoción a la Divina Misericordia requiere de una entrega total a Dios como Misericordia, y ser misericordiosos como Él es misericordioso.

5. ¿Qué es la coronilla de la Divina Misericordia?

Es un conjunto de oraciones utilizadas como parte de la devoción a la Divina Misericordia. Se suele rezar a las 15,00 horas, las 3 de la tarde (el momento de la muerte de Jesús), utilizando las cuentas del santo Rosario pero con diferentes oraciones.

6. Qué ha dicho el Papa Francisco sobre la Divina Misericordia?

“No es posible pensar en la Divina Misericordia sin la Resurrección del Señor, porque la Resurrección del Señor, la Pascua del Señor, es el culmen de la revelación de la Misericordia de Dios, aquella apertura a la vida, a la vida eterna. Es un don supremo que Dios ofrece al hombre en Cristo. Jesús ha venido al mundo precisamente para revelar el rostro misericordioso de Dios”.

7. Algunos recursos sobre la Divina Misericordia.

Pueden visitar o acudir al Santuario de la Divina Misericordia y Congregación de las Hermanas de las Madre de Dios de la Misericordia; leer y meditar el evangelio de este Domingo de la Divina Misericordia; la Carta apostólica ‘Misericordia et Misera’, del Papa Francisco, al concluir el Jubileo Extraordinario de la Misericordia; algunas homilías de san Josemaría Escrivá, como ‘El corazón de Cristo, paz de los cristianos’, o el trabajo ‘san Josemaría Escrivá de Balaguer y la devoción al Amor Misericordioso (1927-1935)’, en ‘Studia et Documenta’, año 2009; etcétera.

El autorFrancisco Otamendi

Educación

¿Tiene sentido estudiar Teología hoy?

Los tiempos actuales plantean cada vez más desafíos éticos y morales. Basta echar una mirada a la guerra, la pobreza, al sufrimiento y a la muerte, la eutanasia, agresiones a la vida, ecología, sexualidad y familia, y por supuesto, la fe, la trascendencia. Omnes ha contactado con mujeres y varones que agradecen la formación recibida en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas (ISCR) de la Universidad de Navarra. Y lo cuentan.

Rafael Miner·23 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 11 minutos

Los grandes debates de nuestros días son en buena parte éticos, morales. No caben muchas dudas al respecto. Y uno de los problemas para afrontar los retos de nuestro tiempo es que muchos somos bastante analfabetos en cuestiones de fe y de moral. Mientras se multiplican los programas, cursos y tutoriales sobre economía, inteligencia artificial y robótica, sanidad, cuidado del cuerpo, o los negocios, por citar sólo algunos ejemplos, estamos cojos en dar razón de nuestra fe, si no la tenemos ya casi olvidada, o anestesiada, y la confusión y la infelicidad afloran.

“No soy profesor, ni docente, ni catequista, soy un mero laico. ¿Por qué estoy haciendo un curso de teología moral a distancia con 55 años? Formulado así hasta a mí me sorprende”, reflexiona para Omnes José Antonio Tovar, español residente en Fráncfort (Alemania). “Desde hace unos cinco años e imagino que por la gracia de Dios, he tenido un proceso de conversión (no paulina, sino paulatina). No es que fuese anteriormente un pequeño pagano, pero casi, casi…”, reconoce.

José Antonio Tovar cursa actualmente “el diploma en Teología Moral en la modalidad online (en terminología post moderna), por internet (en terminología moderna) o a distancia (en terminología clásica, la cual prefiero), y lo cierto es que estoy muy, muy contento”, asegura.

¿Cómo llegó a matricularse en el ISCR de la Universidad de Navarra? Luego nos lo cuenta, porque tiene su miga, pero antes el profesor Tovar confiesa con honestidad: “Sin tener la más remota idea de lo que era la teología moral, y sin haberme leído prácticamente el contenido del diploma me matriculé. Y lo curioso es que mi pereza no protestó, ni ha protestado lo más mínimo. Y no me arrepiento nada, porque me ha dado la respuesta a muchas cosas que me venía planteando. Y me ha encantado y me encanta, aunque lo termine en un par de semanas”.

“Una de las consecuencias de ese proceso de conversión fue la necesidad imperiosa de leer cosas relacionadas con la religión católica y la necesidad de adquirir más conocimientos y de profundizar en los que ya tenía”, explica Tovar. Y en este punto coinciden los entrevistados, aunque lo explican cada uno a su modo.

Una colombiana en Alemania

Carolina Lizarazo, colombiana, lleva 23 años en Alemania, “y ahora soy alemana de corazón”, reconoce, “porque sigo siendo colombiana, y trabajo como profesora titular de la Universidad de Stuttgart, en el Departamento de Lenguas. Además de eso, soy esposa, madre, y tengo mis obligaciones como cualquier mujer casada, con mi familia”, señala.

“Precisamente por eso, y por la metodología online, los programas de la Universidad de Navarra fueron para mí una opción perfecta. He tenido la suerte de haber cursado dos diplomados, el de Teología Bíblica, y acabo de terminar el de Teología. Este semestre me vuelvo a meter en esta aventura, e inicio el diploma de Teología Moral”, añade.

“Estos estudios, los diplomas, han significado para mí un antes y un después”, explica Carolina. “Desde que comencé con los estudios, mi vida de fe, mi conocimiento de la Iglesia, de la Sagrada Escritura, han hecho que mi fe, mi trabajo con jóvenes, con estudiantes, en mi vida normal, haya cambiado significativamente. Yo estudié Comunicación social y periodismo en Colombia, y aunque siempre participé en la vida de la Iglesia, en grupos, y me confrontaba con temas de fe, los programas me han aportado una formación más sólida, fundamentada, clara, fiel al Magisterio, a la Iglesia. Y esto me ha ayudado mucho para aplicar y transmitir en otros ambientes, para dar razones de mi fe”, subraya esta mujer colombiana.

“Perspectiva seria, científica, teológica”

Carolina Lizarazo lo precisa de este modo: “Yo pensaba que conocía la Biblia, hasta que empecé a hacer el diplomado en Teología bíblica, y esos estudios me dieron una perspectiva seria, científica, teológica, espiritual, y me ayudó a conocer más y tener más amor a la Sagrada Escritura. Muchas veces desconocemos mucho de la Palabra de Dios, y para mí fue un descubrimiento maravilloso. Como dice san Jerónimo, desconocer la Escritura es desconocer a Jesucristo, y eso a veces nos pasa”.

La experiencia del diploma de Teología fue “un poco diferente”, comenta esta periodista latinoamericana, ahora también alemana de sentimiento. “Lo hice durante la pandemia, me dio mucha esperanza, y supuso una gran ayuda. Cristología, mariología, eclesiología, para mí especialmente interesante por el proceso que se está viviendo en la Iglesia, y el que está viviendo la Iglesia alemana. Se ha producido en mí un amor renovado por la Iglesia. Gracias a Dios y al diploma, que me ha motivado mucho”.

Madre de familia en Navarra

De Colombia y Alemania volvemos a España. Concretamente a Navarra. Mara Barón es madre de familia numerosa, con 6 hijos. “Vivimos en Marcilla (Navarra), y trabajamos, mi marido principalmente, y yo en un restaurante llamado Villa Marcilla, en Marcilla de Navarra. Hice el diploma de Teología Moral hace ya dos años y creo que me matricularé el año que viene en otro que está sin decidir aún. La experiencia fue una maravilla”, cuenta Mara Barón.

Los estudios, aunque fueron online, como son estos diplomas, no están exentos de dificultades, pero se superan. Mara lo comenta de este modo. “Aunque tardé en adquirir el hábito de estudio, disfrutaba muchísimo con cada tema. Simplemente me matriculé por intentar formarme más y mejor, y conseguí ampliar mis conocimientos a la vez que se abría un mundo apasionante de búsqueda de la Verdad hacia el bien del hombre”.

Y prosigue: “Los casos de moral al final me sirvieron muchísimos, como para generalizar todos los aspectos. Me encantó la asignatura de Bioética, que es muy actual, donde se abordaron temas como la eutanasia, el aborto y la vida, la fecundación in vitro, etc. Y también la asignatura de Sexualidad, matrimonio y familia”. Al referirse a profesores, Mara afirma que ·”me ayudó mucho D. Tomás Trigo, con el que tenemos mucha amistad, en especial en la asignatura de Ética, que era la primera. Me costó, los conocimientos, el vocabulario, etc., pero recibí ayuda, también de D. José María Pardo”.

Catequesis y ambiente universitario

Mara Barón explica que “ha estado en Marcilla, hace ya tiempo, en las catequesis de Primera Comunión, y que sus hijos tienen entre 26 años ―la mayor se casa la semana que viene―, y 14 años”. ¿Cómo se hace para simultanear la atención a una familia numerosa, llevar un restaurante, y realizar un diploma online? “Yo lo hice sobre todo porque tenía algo más de tiempo al ser los hijos más mayores”, responde, “y al tener universitarias, coincidía con ellas en la biblioteca. Así disfrutaba del ambiente universitario, que no pude en mi edad, y no tuve opción de estudiar en la Universidad de Navarra; yo estudié en Madrid”.

“En definitiva, la experiencia fue maravillosa”, concluye. “Creo que el diploma [en Teología Moral] está muy bien trabajado y explicado. Yo sí que pondría alguna clase más online, para algunas explicaciones”, sugiere, “que por las guías o los libros, no se comprendan del todo bien”. “Personalmente, tuve la suerte de poder beneficiarme de la biblioteca de Teología y poder también preguntar mis dudas, que fueron muchas al principio”.

Desde Managua (Nicaragua)

La nicaragüense Lucía Hurtado se presenta de este modo: “Soy sin más una mujer laica, que sigue en búsqueda de la Verdad ―en un camino iniciado al lado de mi esposo en 2006―, de estar más cerca de Él también a través del conocimiento; que redescubre que la religión tiene hoy un importante valor público que cumplir, y que algún aporte podrá hacer para resaltarlo en aras del bien común”.

Al rato, recuerda un viernes por la tarde en Pamplona. “Sabía poco sobre la facultad de Teología de la Unav [Universidad de Navarra], y llamó mi atención ver a sacerdotes ir y venir por su campus y estación de bus, así que decidí ir a ver de dónde venían; ya antes había visitado la preciosa capilla del Santísimo del edificio Amigos. Caminé por esos lindos senderos y llegué al edificio del ISCR, y oh tristeza, al entrar y no ver a nadie, habían ya cerrado, pensé. Pero no, ahí se encontraba Natalia Santoro, secretaria académica, quien me atendió como si ya me hubiese estado esperando”.

“Fue una fácil, grata y fecunda conversación”, evoca Lucía Hurtado a Omnes, “al punto que al poco tiempo de regresar a mi país tomé de nuevo el folleto sobre el Diploma Online en Teología Moral, y opté por inscribir la clase Matrimonio, Sexualidad y Familia, con el prof. D. José María Pardo, que ella pensó era la que mejor me aportaría para los quehaceres con mi comunidad Matrimonios en Amor, cuyo lema es ‘Ama a tu cónyuge como a ti mismo’. Antes hablé con mi esposo Sergio y se mostró entusiasta, a fin de cuentas servimos juntos en ese movimiento que se reúne en la iglesia Santa Marta de Managua desde el año 2008”, revela esta madre de familia nicaragüense.

“Fue difícil adaptarme a la metodología en línea, cuando toda mi educación anterior había sido con papel, lápiz y libros en mano. No obstante, la clase me gustó tanto, que decidí al terminarla inscribir otra y luego otra. Mi corazón e intelecto fueron cautivados por videos y textos preparados con altísima profesionalidad, humanidad y modernidad, una combinación ideal de ciencias positivas, moral, ética, valores humanos, religión, teología y fe, que me hacían reflexionar y ponían en su lugar mis ideas y conceptos sobre el mundo, Dios y los hombres”, añade.

También Pedagogía

“Llevando una clase por semestre, que es lo que mi tiempo de esposa, madre, abuela y profesional y servidora me permitía, terminé Teología Moral y recién este mes de febrero recibí mi diploma, ni yo me lo creía, ya por fin iba a disponer de mis fines de semana”, concluye Lucía Hurtado, sólo para comentar que se ha apuntado a otro diploma, el de Pedagogía.

En efecto, Hurtado recibió entonces “un email del ISCR ofreciendo descuento a quienes ya teniendo un diploma deseasen estudiar Pedagogía Evolutiva de la Fe, y yo amante de las rebajas, caí en la trampa y ahora estoy llevando, felizmente, mi primera clase con el prof. José Luis Pastor. Sigo haciendo malabares para adentrarme en las lecturas, muchas cosas ocurren en mi entorno que me roban la concentración, pero cuando lo logro no quiero soltarlas”, comenta. Lo que hacen los profesores y tutores en el ISCR “es muy valioso, necesario, bien recibido y apreciado”, afirma.

“He aprendido más de lo imaginado”

Retomamos ahora las ideas iniciales de José Antonio Tovar, desde Fráncfort, y su satisfacción por el diploma de Teología Moral que está cursando. “Estoy muy, muy contento. Por la estructura, el contenido del curso en sí, la flexibilidad, el claustro de profesores (en especial con el padre Tomás) y por algo bastante difícil de conseguir, como es el hecho de que han conseguido que me sienta parte de la Universidad de Navarra, aunque sea un trocito muy chiquitito. Además, estoy sorprendido porque he aprendido muchísimo más de lo que en un principio había imaginado. Lo cierto es que no tengo nada más que buenas palabras”.

“Durante el curso me he planteado”, revela José Antonio Tovar, “si es mejor hacer un curso de ética o de moral con 20 o con 55 años y lo cierto es que no tengo una respuesta demasiado clara. Con 20 puedes adquirir unas herramientas que te pueden servir de bagaje para la vida, pero con 55 el bagaje y la experiencia que has ido adquiriendo te ayuda a reflexionar y profundizar más y te permite disfrutar (palabra muy valorada por la sociedad postmoderna) y valorar muchísimo más todo el contenido de lo que lees, escuchas y compartes. Ah, también de las personas”.

La opción por Teología Moral

Y le dejamos la palabra para que cuente cómo se decidió a realizar el diploma de Teología Moral, una historia muy personal, que evoca con detalle, y que considera “un milagro, para otros una nimiedad”. Es la siguiente, y Tovar lo cuenta de este modo, que necesariamente extractamos:

“Una de las facetas en las que me sentía y me siento como un analfabeto funcional es en todo lo relativo al Antiguo Testamento, y eso a pesar de haber ido a un colegio católico, haber pertenecido en mi juventud a un grupo de jóvenes (valga la redundancia) y de haber recibido todas las catequesis necesarias para todos los sacramentos que se puedan recibir (salvo la catequesis del bautismo, que por haberlo recibido con dos días no dio demasiado tiempo, ah y la catequesis del orden sacerdotal, claro)”.

“Pues bien, queriendo llenar esa laguna (o ese océano) de ignorancia, relativa al Antiguo Testamento, pensé: Por qué no hacer un curso de Teología Bíblica…

Y a golpe de ‘click’ llegué al diploma a distancia (sigo prefiriendo la terminología clásico-escolástica), que imparte la Unav. 

Y como Julio César: Leí, repasé y volví a leer el contenido del curso. 

Y me decidí.

[…] Pero el tiempo fue pasando y pasando… 

Y casi, casi me olvidé. Del curso, digo”.

«Sin embargo, con la eficiencia germánica de los gestores del curso, recibí un buen día un email en el que me recordaban que el plazo de inscripción terminaba dentro de poco. Mi pereza se sobresaltó bastante. Bueno mucho. Volví a leer el programa, volví a repasar las condiciones del curso y no sabiendo si debía o no hacerlo pues… Nada, que pedí ayuda a Dios. Y en una oración le dije francamente: ¿Qué hago? ¿Hago el curso o lo dejo pasar? ¿Lo hago ahora, el semestre que viene, el año que viene, o el siglo que viene?”

Un cuadro de Rembrandt

«Y entonces pasó algo sorprendente. Para mí un milagro, para otros una nimiedad. Hacía una semana que había leído un libro que me había impresionado bastante: ‘El regreso del hijo pródigo, meditaciones ante un cuadro de Rembrandt’, de Henri Neuwen (dejemos la trayectoria del autor al margen) y llevaba toda la semana pensando y reflexionando acerca del cuadro, que además no había visto en mi vida. Incluso lo había puesto como mi fotografía de whatsapp y fondo de pantalla del móvil…”.

“Pues bien, allí estábamos mi pereza y yo delante del ordenador decidiendo si hacíamos o no el dichoso (lo siento) curso de Teología Bíblica y justo antes de formalizar la inscripción, mi pereza me sugirió tenuemente: Venga, vuelve a leer el folleto con las asignaturas y el contenido del curso… Y entonces me equivoqué. Y entonces pulsé el enlace equivocado… Y entonces delante de mis narices apareció en la pantalla del ordenador, no el programa del curso de Teología bíblica, sino el de Teología moral”. 

“Y lo cierto es que en ese segundo me quedé petrificado: La imagen del folleto del curso de Teología moral era precisamente… Sí… el cuadro de Rembrandt, el mismo de mi whatsapp, el mismo que mi salvapantallas, el mismo que el fondo de mi móvil… El mismo que había visto por primera vez siete días antes…Y en ese mismo momento y aunque parezca una tontería, no me cupo absolutamente ninguna duda de que ese el curso que tenía que hacer. Y que era la respuesta a mi oración. […] Y me matriculé”. José Antonio Tovar no se arrepiente porque, como ha señalado más arriba, “me ha dado la respuesta a muchas cosas que me venía planteando”.

Dos razones para estudiar Teología

Como pueden imaginar, conectar con estos alumnos de Ciencias Religiosas ha llevado unos días. Entretanto, hemos podido rescatar alguna reflexión y algunos datos.

Entre las primeras, dos razones que ofreció para estudiar Teología Mons. Juan Antonio Martinez Camino, obispo auxiliar de Madrid y presidente de la Subcomisión episcopal  para las Universidades y la Cultura de la Conferencia Episcopal Española (CEE), en un artículo en Omnes. La pregunta que se hizo, fue: ¿Por qué estudiar Teología quien no piensa ser o no es sacerdote ni religioso? 

Sus respuestas fueron, en síntesis: 1) “porque un bautizado consciente del tesoro que es la fe profesada, suele desear conocerla más y mejor que en la primera catequesis. La Teología ayuda a vivir mejor la fe, a apreciarla más, a defenderla de los ataques de la cultura dominante, poco amiga de la vida cristiana; y por supuesto, a capacitarse para la misión apostólica propia de todo bautizado, en la familia, la profesión y la vida social en general”.

Y 2) “para poder ejercer oficios o misiones en la Iglesia que con frecuencia han desempeñado sacerdotes, pero que no están reservados a ellos. Son muchísimos”, realzó, y citó algunos de ellos, mencionando, por ejemplo, la enseñanza de la Teología, y las clases de religión en numerosos centros.

El ISCR de Navarra

En una reciente entrevista con Omnes, el subdirector del ISCR de la Universidad de Navarra, profesor D. Tomás Trigo, señaló: “Estamos en un momento histórico que pide a gritos que todos los cristianos tengan una formación doctrinal sólida y profunda, […], al hilo de los cambios culturales”.

El próximo 1 de mayo, este ISCR, que tiene una modalidad semipresencial, abre el plazo de admisión. Como explicó el profesor Trigo, estos Institutos de Ciencias Religiosas fueron creados para facilitar esta formación mediante un itinerario académico específico que son el Bachillerato y la Licenciatura en Ciencias Religiosas, títulos oficiales de la Santa Sede. Además, ha realizado “un gran esfuerzo” para disponer de una Colección de Manuales del ISCR de la Universidad de Navarra (EUNSA).

Además, la oferta formativa dispone de “títulos propios con modalidad a distancia 100 %, a los que llamamos ‘Diplomas online’, enfocados por áreas temáticas de la Teología, con otras asignaturas que complementan la formación”. El Diploma de Teología Moral, por ejemplo, es uno de ellos. “Actualmente, estudian con nosotros más de 450 alumnos de diversos países de América y Europa, además de España”, ha señalado el profesor Trigo.

Compañeros del joven Ratzinger

En la gestación de “ese gran teólogo, que llegaría a ser Papa”, Benedicto XVI, hoy Papa emérito, según ha escrito hace poco Peter Seewald, se sitúa la época de Freising, en la “el jovencísimo Ratzinger estudia con compañeros que, como él, aspiraban a ser ordenados sacerdotes”, ha recordado Mons. Martínez Camino.

“En cambio, en Fürstenried, tuvo compañeros y compañeras de estudio laicos, que se ayudaban mutuamente en los trabajos académicos. Entre ellos, llama la atención el caso de Esther Betz, hija del fundador de un gran diario alemán, estudiante de Teología desde 1946 y luego asistente del profesor Schmaus”.

“Esta mujer, empresaria, por fin, como su padre, del mundo editorial y periodístico, mantuvo hasta su muerte la amistad con su compañero de estudios, incluso cuando éste era ya Papa. La correspondencia entre ambos teólogos es una de las fuentes más originales de la biografía de Seewald”, ha recordado Monseñor Martínez Camino.

Revolución educativa

Hace más de tres años, como se recordó en este portal, el Papa Francisco dio el pistoletazo de salida a una revolución educativa. “Ha llegado el momento en el que los estudios eclesiásticos reciban esa renovación sabia y valiente que se requiere para una transformación misionera de una Iglesia en salida desde ese rico patrimonio de profundización y orientación”, señaló el Santo Padre en la Constitución Apostólica Veritatis Gaudium.

“Ante la nueva etapa de la evangelización, […], estos estudios no deben sólo ofrecer lugares e itinerarios para la formación cualificada de los presbíteros, de las personas consagradas y de laicos comprometidos, sino que constituyen una especie de laboratorio cultural providencial”, señaló el Papa Francisco, quien se refirió al desafío de “una valiente revolución cultural”.

Zoom

Un canto de esperanza en Sudán del Sur

Unas mujeres cantan durante una misa en la zona protegida de civiles de la base de las Naciones Unidas en Malakal, Sudán del Sur.

Maria José Atienza·22 de abril de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

«Acerquen los niños a los ancianos», pide el Papa

Rome Reports·22 de abril de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

«Acerquen a los niños, a los niños pequeños a los ancianos, acérquenlos siempre, para que sepan que esta es nuestra carne, que esto ha hecho posible que estemos aquí ahora, por favor, no alejen a los ancianos». Esa fue la petición del Papa Francisco a los padres en la audiencia del miércoles 20 de abril.

España

Cardenal Ayuso: «Lo que el Santo Padre y la Iglesia están haciendo por la paz es esencial»

El Presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso ha participado en la 51 Semana de la Vida consagrada organizada por el Instituto Teológico de Vida Religiosa.

Maria José Atienza·21 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Cardenal Miguel Angel Ayuso Guixot, mccj, Presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso ha centrado las intervenciones de la mañana del segundo día de la 51 Semana de la Vida Consagrada que se desarrolla en Madrid del 20 al 23 de abril. Unas jornadas a las que asisten presencialmente varios centenares de personas, muchas de ellas jóvenes religiosos y religiosas.

Además son miles, desde muy diferentes partes del mundo, las inscripciones recibidas de comunidades de vida religiosa que siguen este congreso a través de su modalidad online.

El Presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso ha centrado su intervención en “El diálogo interreligioso como espacio de encuentro y apuesta de futuro” una realidad de la que ha hablado con Omnes además de algunas cuestiones de actualidad.

En estos días, somos testigos de unas confrontaciones en las que se pone de manifiesto la necesidad de que las confesiones religiosas impulsen la reconciliación y no la guerra. ¿Cómo llevar a cabo esta apuesta por la paz que nos pide el Papa y que es cada vez más necesaria?

–Desde el inicio de su pontificado, el Papa ha remarcado que la Iglesia es un hospital de campaña que tiene que salir al encuentro de los demás y convertirse, invitando a los diferentes grupos, tanto a las diferentes comuniones cristianas como a otras tradiciones religiosas, a trabajar para ser artesanos de la paz.

Ha sorprendido mucho que el Papa, durante la bendición Urbi et orbi del pasado primer Domingo de Pascua citara estos conflictos apuntando que son el fruto de lo que él llama “una guerra mundial a trozos”.

Impresiona ver un mundo realmente herido, divido, confrontado por intereses. Dividido, también, por el fundamentalismo, el terrorismo, los abusos de poder, la falta de derechos humanos, el poco respeto a la dignidad humana… Esto quiere decir que, nunca como hoy, necesitamos que todos, en un clima de relación, sepamos colaborar para crear este mundo mejor que todos queremos.

A mí me sorprende negativamente ver cómo casi el único grito que invoca la paz e intenta crear esta relación en favor de la paz sea el del Santo Padre con algunos líderes religiosos; mientras que en otros ámbitos de la vida mundial se invoca más la guerra. Hay que hacer el esfuerzo de buscar estos medios: mesas de diálogo, lugares de encuentro… por la paz. Por esta razón el tema del diálogo es fundamental; lo necesitamos. Todo lo que el Santo Padre y la Iglesia están haciendo en este sentido es esencial.

En los últimos años, hemos visto o conocido muchos de estos gestos de diálogo en la Iglesia pero, ¿se reduce esta apuesta por la ‘apertura al otro’ a estos gestos públicos?

–El autentico diálogo es el diálogo de la vida cotidiana. Es un diálogo que se forma en la cotidianeidad, en la vecindad, en la convivencia…, en esos mil modos en los que vivimos un clima de comunión entre las personas, procedentes de distintas realidades y condiciones, para crear este clima de paz que es en el fondo la ambición de todo ser humano como Dios nos ha creado.

Tenemos que colaborar para que cada ser humano pueda gozar de su dignidad y, juntos, trabajar para que sea posible una cohesión social al beneficio de todos, de manera que podamos promover el bien común.

En este clima de comunión y teniendo presente su participación en estas Jornadas, ¿cómo valora la presencia de tantas comunidades religiosas en lugares en los son casi la única presencia de la Iglesia?

–La presencia de la vida religiosa en esos sitios es encomiable y hemos de apreciarla. Existe un reconocimiento en todas partes, tanto de realidades culturales diferentes como tradiciones religiosas distintas, de este gran respeto a las comunidades religiosas que están en los lugares mas remotos y que viven totalmente al servicio de los demás.

Tenemos el ejemplo del ‘hermano universal’, Carlos de Foucauld y que vivió en el desierto, en Tamanrasset. Allí, desde su soledad, desde la lejanía del desierto, ha dado a la Iglesia esta posibilidad de volver a los orígenes: a la importancia de la fraternidad y sororidad hecha de la relación de cada uno con Dios y la relación entre nosotros.

Ahora que estamos inmersos en un camino sinodal que pone sus ojos en este aspecto relacional, de diálogo, ¿cómo se vive este sínodo en el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso?

–Hemos tenido varios encuentros y hemos percibido que hablar de sinodalidad supone hablar de diálogo.

Tenemos una serie de proyectos para que, en estos dos años de reflexión y crecimiento conjunto, el papel de la comunidad cristiana en relación con otras tradiciones religiosas se centre en crear este caminar juntos por el bien de la humanidad.

Es importante no olvidar que el Buen Pastor sabe que hay ovejas que no son de nuestros redil y tenemos que ir a esas ovejas más lejanas.

Lecturas del domingo

«Tres imágenes de la misericordia en la Iglesia». II domingo de Pascua, de la Misericordia

Andrea Mardegan comenta las lecturas del II domingo de Pascua y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan·21 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El domingo de la Misericordia nos ofrece tres imágenes de la Iglesia. La primera es el tercer retrato de la comunidad cristiana en los Hechos. Se nota que crece visiblemente, muy unida a los apóstoles que cumplen señales y prodigios sobre los enfermos. Se los traen en multitudes, con atormentados por espíritus inmundos, para que sean sanados, aunque solo por la sombra de Pedro que pasa. Y todos se curan. La misericordia de Dios en la Iglesia de los comienzos se manifiesta en la atención a los débiles y frágiles gracias a un poder que los apóstoles recibieron de Dios. Y a través de esta misericordia la Iglesia crece. El sol es Cristo, que ilumina a Pedro cuya sombra paterna cubre, protege y cura con la fuerza que del sol emana.

Juan es exiliado en Patmos: es una época de persecución, quizás la de Diocleciano (95 d.C). En sus palabras por única vez en el Nuevo Testamento el octavo día es llamado “el día del Señor”, dies dominicus, domingo. En ese día Juan es tomado por el Espíritu del Señor que le pide que escriba las visiones que recibe. El libro tendrá la tarea de consolar a la Iglesia que ya tiene décadas de experiencia en las que, a los retratos de serena belleza de los primeros capítulos de los Hechos, ha añadido relatos de duras pruebas y persecuciones. La misericordia de Dios consola a su Iglesia en las pruebas, con las visiones de Juan a través del Apocalipsis.

El Evangelio nos hace volver a la noche de Pascua. La Iglesia naciente está encerrada por miedo a los judíos. Jesús se manifiesta y trae consigo el don de la paz. Muestra los signos de la pasión en su cuerpo para confirmarles su identidad, y sopla sobre ellos el Espíritu Santo creador: el Espíritu es el don de la Cruz y de la Resurrección y es él quien realiza el perdón de los pecados cuyo poder Jesús entrega esa noche a la Iglesia. La posibilidad de no perdonar se puede entender con lo que dijo Jesús sobre el Paráclito en la Última Cena: “Cuando venga Él demostrará la culpa del mundo en cuanto al pecado… porque no creen en mí”. Es el pecado contra el Espíritu Santo, el cierre del corazón que no deja entrar la luz de Cristo. Sin embargo la historia de Tomás, ocho días después, demuestra la voluntad de Jesús de salir al encuentro de cada uno y de transformar la obstinación en no creer y no confiar en lo que han visto, en el más alto acto de fe de todo el Nuevo Testamento. Tomás también quería mirar y también tocar. Gracias a su debilidad y obstinación en querer ver al Resucitado, podemos creer hoy apoyados en su testimonio y recibir la bienaventuranza y la paz del contacto con las llagas de Cristo que tanto amaron los santos, y recibir de él el perdón y la misericordia para nuestras llagas.

La homilía sobre las lecturas del II domingo de Pascua

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

Vaticano

Custodiar a los ancianos, una “cuestión de honor”, señala Francisco

El Papa ha manifestado en la plaza de San Pedro, al retomar su catequesis sobre la ancianidad y comentar el cuarto mandamiento del Decálogo, que “honrar al padre y a la madre”, y “honrar a los ancianos, custodiarlos”, es “una cuestión de dignidad y de honor”, y así lo hemos de transmitir a las jóvenes generaciones.

Francisco Otamendi·20 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Traducción del artículo al italiano

El Santo Padre ha continuado este miércoles en la Audiencia general su catequesis sobre la ancianidad y, con la ayuda de la Palabra de Dios, según manifestó ante miles de fieles, reflexionó sobre lo que significa “honra a tu padre y a tu madre”.

“Este mandamiento no se refiere solamente a los padres biológicos, sino al respeto y el cuidado que se debe procurar a las generaciones que nos preceden, es decir, a todas las personas mayores. Además, consideremos que no se trata sólo de ‘honrar’ a los ancianos cubriendo sus necesidades materiales sino, sobre todo, de ‘honrarlos’ —de ‘dignificarlos’— con el amor, con la cercanía y con la escucha”, prosiguió el Papa Francisco.

“Muchas veces, lamentablemente, los ancianos son objeto de burlas, incomprensiones y desprecios. Incluso, llegan a ser víctimas de la violencia, pues se los considera material de descarte. Por eso, es importante que transmitamos a las jóvenes generaciones que el amor a la vida hay que manifestarlo siempre, en todas sus etapas, desde la concepción hasta su fin natural, e incluye de modo especial ‘honrar la vida vivida’ por nuestros mayores y honrarla con ternura y con respeto”, agregó el Papa.

“Este amor especial que se abre el camino en la forma del honor —es decir, ternura y respeto al mismo tiempo— destinado a la edad anciana está sellado por el mandamiento de Dios”, señaló el Romano Pontífice. “‘Honrar al padre y a la madre’ es un compromiso solemne, el primero de la ‘segunda tabla’ de los diez mandamientos”.

“No se trata solamente del propio padre y de la propia madre”, especificó el Santo Padre. “Se trata de la generación y de las generaciones que preceden, cuya despedida también puede ser lenta y prolongada, creando un tiempo y un espacio de convivencia de larga duración con las otras edades de la vida. En otras palabras, se trata de la vejez de la vida”.

“Recibimos amor, devolvemos amor”

Respecto al concepto de “honor”, el Papa quiso subrayar que “honor es una buena palabra para enmarcar este ámbito de restitución del amor que concierne a la edad anciana. Es decir, nosotros hemos recibido el amor de los padres, de los abuelos y ahora nosotros les devolvemos este amor a ellos, a los ancianos, a los abuelos. Nosotros hoy hemos descubierto el término ‘dignidad’, para indicar el valor del respeto y del cuidado de la vida de todos. Dignidad, aquí, equivale sustancialmente al honor: honrar al padre y a la madre, honrar a los ancianos y reconocer la dignidad que tienen”, señaló.

En Buenos Aires

En su alocución, Francisco recordó sus visitas a los ancianos y personas mayores en la capital argentina.Os digo una cosa personal: a mí me gustaba en Buenos Aires visitar las residencias de ancianos. Iba a menudo y visitaba a cada uno. Recuerdo una vez que pregunté a una señora: ‘¿Usted cuántos hijos tiene?’ —‘Tengo cuatro, todos casados, con nietos’. Y empezó a hablarme de la familia. ‘¿Y ellos vienen?” —‘¡Sí, vienen siempre!’. Cuando salí de la habitación, la enfermera, que había escuchado, me dijo: ‘Padre, ha dicho una mentira para cubrir a sus hijos. ¡Desde hace seis meses no viene nadie!’.

Esto es descartar a los ancianos, es pensar que los ancianos son material de descarte. Por favor, es un pecado grave. Este es el primer gran mandamiento, y el único que indica el premio: ‘Honra al padre y a la madre y tendrás vida larga en la tierra’”, subrayó el Pontífice.

“Este mandamiento de honrar a los ancianos nos da una bendición, que se manifiesta de esta manera: ‘Tendrás larga vida’. Por favor, custodiad a los ancianos. Y si pierden la cabeza, custodiadlos también porque son la presencia de la historia, la presencia de mi familia, y gracias a ellos yo estoy aquí, lo podemos decir todos: gracias a ti, abuelo y abuela, yo estoy vivo. Por favor, no los dejéis solos”.

“Una auténtica revolución cultural”

“Y esto, de custodiar a los ancianos, no es una cuestión de cosméticos ni de cirugía plástica, no. Más bien es una cuestión de honor, que debe transformar la educación de los jóvenes respecto a la vida y a sus fases”.

“El amor por lo humano que nos es común, e incluye el ‘honor por la vida vivida’, no es una cuestión de ancianos”, concluyó el Papa. “Más bien, es una ambición que iluminará a la juventud que hereda sus mejores cualidades. La sabiduría del Espíritu de Dios nos conceda abrir el horizonte de esta auténtica revolución cultural con la energía necesaria”.

El autorFrancisco Otamendi

Cultura

Antonio Hernández Deus: «La mujer africana destaca por su esperanza y optimismo»

La educación, la salud, la promoción de la mujer y el desarrollo profesional son las principales líneas de acción de Harambee en África. Su presidente, Antonio Hernández destaca el optimismo y el ejemplo que las mujeres africanas, especialmente, suponen para nuestra sociedad. 

Maria José Atienza·20 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Traducción del artículo al inglés

El 26 de abril, la economista nigeriana Franca Ovadje, recibirá en Madrid el Premio Harambee 2022 a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana. Se suma así a la lista de mujeres africanas entre las que encontramos médicos, docentes e investigadoras que, desde 2010, reconocen a personas o instituciones que representen una aportación, ayuda o solución relevante a la dignidad, derechos e igualdad de la mujer africana.

Antonio Hernández Deus. Presidente Harambee
Antonio Hernández Deus. Presidente de Harambee ONGD

Desde su nacimiento, Harambee, –iniciativa que nació de la canonización de san Josemaría Escrivá– inspirado en esta visión, promueve iniciativas de educación en África y sobre África, con proyectos de desarrollo en África subsahariana y actividades de comunicación y sensibilización en el resto del mundo. Su presidente, Antonio Hernández Deus, destaca en esta entrevista para Omnes la apuesta por estos campos de acción: la educación, la salud, la promoción de la mujer y el desarrollo profesional de esta ONG que ha desarrollado más de un centenar de proyectos en 22 países de África con un destinatario clave: la mujer africana.

Desde hace más de 10 años Harambee otorga unos premios a mujeres africanas líderes en distintas materias. y que trabajan por la mujer en África ¿Por qué surgió este premio?

– Este premio surgió para hacer visible los objetivos de Harambee: demostrar que las mujeres de África Subsahariana tienen talento y capacidad, y lo que necesitan en algunos casos es un poco de ayuda para desarrollarlos.

Con este premio queremos destacar la trayectoria de algunas mujeres que sí lo han conseguido en su país. Ya hemos premiado a 14 mujeres africanas de distintos ámbitos profesionales, todas ellas han promovido iniciativas en servicio de su país y por ese motivo han recibido este galardón.

Los últimos años hemos contado con el patrocinio de René Furterer lo que ha ayudado considerablemente a consolidar este premio.

¿Por qué no se centra en una visión «asistencial» a la mujer africana?

– La atención asistencial de la mujer africana es algo necesario, pero ya lo realizan otras ONG. Nosotros preferimos mostrar la sonrisa de África y por ese motivo centramos nuestro trabajo en proyectos a largo plazo.

Hay distintas maneras de ayudar en África. Podemos ayudar dando un pez para que se alimenten, o facilitando cañas de pescar para que puedan conseguir alimento, o enseñando a fabricar cañas de pescar con los materiales que tengan disponibles; esta última forma de ayudar es la que nosotros desarrollamos. Esas sonrisas de satisfacción que recibimos de los africanos, por haber conseguido con sus propios medios lo que necesitan con un poco de ayuda, es nuestra gran motivación para seguir trabajando por la mujer africana y por África.

¿Qué diferencia Harambee de otros proyectos destinados a la mujer en África?

– Hay muchas otras entidades que ayudan a la mujer en África. Lo que nos diferencia de otras organizaciones es cómo nos planteamos la ayuda al desarrollo.

Nuestros proyectos son promovidos y ejecutados por los propios africanos y no se plantean como dependientes de ayuda sino que está previsto que se financien por sí mismos en el futuro. Centramos nuestro campo de acción en la educación, la salud, la promoción de la mujer y el desarrollo profesional.

Harambee
Escuela Rural Ilomba(Costa de Marfil) alumnas becadas por Harambee ONGD

También define en gran medida nuestra identidad, el proceso por el que se realizan los proyectos. En primer lugar, personas de África Subsahariana detectan problemas y proponen a Harambee proyectos concretos. Desde Harambee estudiamos la viabilidad y decidimos cuáles apoyar, teniendo en cuenta las posibilidades de financiación y de búsqueda de fondos que podemos acometer. Estos proyectos son gestionados y ejecutados por los propios beneficiarios.

Desde Harambee aseguramos que se proporciona la ayuda que realmente sea necesaria. Para evitar desviaciones o ineficacias se buscan colaboradores altruistas locales, que acompañan los proyectos y garantizan que se reúna la documentación necesaria para poder remitir las cantidades solicitadas para su ejecución. Una vez aprobada la ejecución del proyecto, Harambee asegura que se desarrolla como está previsto y justifica el gasto ante el financiador.

Aunque se trabaja a corto y medio plazo, siempre se asegura en todos los proyectos que tengan continuidad en el futuro; de ahí que seamos una ONG de Desarrollo (ONGD).

Las mujeres premiadas por Harambee

Desde sus inicios, hemos visto, entre las mujeres premiadas a educadoras, médicos, también economistas… son mujeres realmente líderes en su país y sobre todo preocupadas por la educación. ¿Son éstas la educación, la igualdad de oportunidades las claves para el continente africano?

– Sí, así lo hemos visto en Harambee durante estos 20 años, la educación es la clave para mejorar a las personas. Y mejorando la educación de una persona se mejora su familia, su entorno y su país. Además, ver el ejemplo de otros es muy inspirador. Especialmente en las mujeres que en algunas zonas de África Subsahariana son las más olvidadas.

En Harambee ONGD creemos que hay que dar oportunidades a todos los africanos para sacar adelante su país. Pero la mujer necesita más esta ayuda para conseguirlo. Todos son la esperanza de África.

¿Le parece que son también ejemplo para las mujeres europeas?

– Así es, mujeres que superan dificultades que parecen insalvables y se abren brecha en nuevos ámbitos indudablemente son un ejemplo. Además, la mujer africana destaca especialmente porque transmite esperanza y optimismo, valores muy necesarios actualmente.

¿Seguimos teniendo una visión «caritativa» del continente africano, como si todo fuese «susceptible de ayuda» en lugar de considerar, por ejemplo, muchos rasgos de su vida: la familia, el aprecio por los hijos…etc., como deseables e imitables?

– Además de lo que mencionas de familia, hijos, solidaridad de la tribu…, nosotros consideramos que África tiene mucho que enseñarnos. Cuando visitas África lo primero que te llama la atención es la cantidad de gente sonriente con la que te encuentras. Saben superar sus dificultades con alegría y con creatividad. Esta forma de vivir nos enseña al viejo Continente a recuperar nuestra juventud.

Vaticano

Il Cardinale Farrell: «I movimenti laicali devono sentirsi parte integrante della Chiesa»

Kevin Farrell, Prefetto del Dicastero per i Laici, la Famiglia e la Vita, ha concesso un'intervista a Omnes dove parla dei movimenti e delle nuove comunità nella Chiesa.

Giovanni Tridente·20 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Testo originale del articolo in spagnolo qui
Traduzione: Lino Bertuzzi

In Vaticano si celebrerà l’incontro annuale dei moderatori delle associazioni di fedeli, dei movimenti ecclesiali e delle nuove comunità, in cui si rifletterà sul lavoro, inteso come luogo di santificazione e di testimonianza civile per tutti i battezzati. Da parte sua, la Pontificia Università della Santa Croce ha ospitato una Giornata di studio dedicata anche ai movimenti, in una prospettiva teologica, riflettendo cioè sugli aspetti del carisma, del battesimo e della missione.

Per l’occasione Omnes ha intervistato il Prefetto del Dicastero per i Laici, la Famiglia e la Vita, il cardinale Kevin Farrell, responsabile dei movimenti e delle nuove comunità.

Eminenza, perché i movimenti e le nuove comunità sono importanti nella Chiesa?

-I movimenti ecclesiali, i gruppi laicali e le nuove comunità sono tanto importanti nel mondo in cui viviamo e nella cultura secolare che ci caratterizza, perché portano un’energia, una grazia, uno spirito attraverso il quale possono comunicare più facilmente la Parola di Dio a nostri contemporanei. In sostanza, i movimenti nascono per catturare e portare il messaggio del Vangelo a tutte le persone, non solo con le parole, ma anche attraverso la testimonianza di vita nel lavoro e nella vita quotidiana. Questa è l’essenza dei movimenti.

 Quali prospettive dovrebbero avere questi gruppi alla luce della Nuova Evangelizzazione?

– È essenziale che tutta la Chiesa si renda conto dell’importanza dei movimenti per il mondo di oggi. Viviamo in una realtà in cui questi gruppi portano praticamente il peso dell’evangelizzazione. Sono parte integrante della Chiesa e hanno il compito di vivere pienamente la loro missione, cioè la missione della Chiesa stessa.

Qual è il denominatore comune che fa di questi Movimenti un frutto unitario dell’evangelizzazione?

-Queste realtà devono collaborare e lavorare insieme nelle diocesi per la predicazione, per la Nuova Evangelizzazione. E non c’è alcun movimento che sia migliore di un altro.
 È sempre lo Spirito Santo che ha ispirato il carisma nei fondatori e nei moderatori, ma poi il grosso della testimonianza viene da tutti gli altri aderenti, perché il fondatore è stato la persona specifica che ha ricevuto il dono, ma il movimento è molto più esteso del centro dell’organizzazione.

Familia

La coppia ideale

Una coppia è formata da due persone imperfette, quindi il risultato dell’unione sarà una relazione imperfetta.  Il successo di una tale relazione è dato dallo sforzo, dalla lotta contro se stessi, che l'uomo e la donna vogliono fare per migliorarsi personalmente.

José María Contreras·20 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Testo originale del articolo in spagnolo qui
Traduzione: Lino Bertuzzi

Fin da piccoli, nelle storie da bambini ci hanno raccontato di coppie che si amano molto e senza difficoltà, dove tutto è meraviglioso e senza che nella loro vita ci siano problemi di alcun tipo.

Più tardi, il cinema romantico ci ha insegnato la stessa cosa.

Anche al giorno d’oggi, ci si dice che là fuori, da qualche parte, c’è qualcuno con cui si potrebbe vivere pacificamente e felicemente. Qualcuno con il quale l’amore non costi fatica.

Questo è estremamente attraente, ma assolutamente falso.  Si deve essere consapevoli che, anche se si potessero conoscere tutti gli uomini o tutte le donne del mondo, la convivenza con qualcuno sarebbe comunque difficile, richiederebbe un certo sforzo.

Una coppia è formata da due persone imperfette, quindi il risultato sarà una relazione imperfetta. Non ci si deve spaventare, in tutti i matrimoni ci sono cose che vanno bene e altre no. È normale.

Saper tacere e parlare al momento giusto non è facile.
Dominare l’arroganza, l’orgoglio, evitare di voler sempre prevalere, questo è una delle droghe che più ti fa soffrire.Voler dominare l’altro, non lasciargli spazio, chiedergli di fare le cose come le fai tu, guardare quello che fa, quello che dice, il cellulare, la posta, sono atteggiamenti frequenti che mostrano immaturità nella persona e nell’amore.

Poiché il rapporto di coppia è un rapporto tra pari, se uno non domina il proprio orgoglio, cercherà sempre di prevalere sull’altro.
Lui o lei saranno lì a voler avere sempre ragione. Comandare.

Insomma, quella persona con la quale ci siamo sposati ha dei difetti, e non può smettere di averli perché ha il peccato originale. Tutti abbiamo dei difetti.

Il successo di una relazione è dato allora da uno sforzo, da quella lotta contro sé stessi che l’uomo e la donna siano intenzionati a fare per migliorarsi personalmente.

Ciò significa che si deve avere una predisposizione costante a voler migliorare come persone, all’essere coerenti con le nostre convinzioni, e a non aver paura se la nostra relazione non è perfetta.

Una persona che sappia veramente amare è quella che lotta per conoscere sé stessa, che non ha paura della verità personale. Temere la verità su sé stessi è un atteggiamento suicida e fa ristagnare la capacità di amare.

Al giorno d’oggi c’è una gran paura di impegnarsi, di amare, perché si intuisce che ogni amore comporta di sicuro, in misura maggiore o minore, un certo sacrificio.

Chi non voglia avere dei dolori trascorra tutta la sua vita libera da ogni amore, dice la canzone popolare. Ecco come stanno le cose.

Questo è il motivo per cui molte persone nella nostra società passano attraverso la propria vita senza sapere cosa sia l’amore, con una tristezza di fondo e una irrequietezza che di tanto in tanto compensano con un po’ di sesso. Il che dà l’illusione di essere amati. Non si può vivere sempre nella tristezza!

Molti vanno con il cuore in mano, offrendolo a qualcuno che compensi il loro vuoto, spesso causato dalla paura che si ha o si è avuta di amare davvero. Vanno cercando un partner ideale che non esiste, perché il nostro coniuge ideale è quello con cui ci siamo sposati.

Per rendersi conto di questo fatto dobbiamo mettere la nostra relazione al primo posto nelle nostre priorità di vita, e perdere la paura dello sforzo, del sacrificio che l’amore richiede. Il resto è non saper amare.

La comodità non si concilia con l’amore.

Nella misura in cui non ci si lasci ingannare, si dica la verità e ci si confronti con sé stessi, ci si andrà rendendo conto che questo sforzo costa meno di quanto suggerisce la nostra immaginazione.

Ebbene sì, abbiamo trovato il partner ideale perché abbiamo iniziato ad amare davvero. Altro sono solo sdolcinatezze, se non si è sostenuti da un amore robusto e forte.  È così facile e così difficile.

Cultura

Storia della Via Crucis al Colosseo

Questo 2022, il Vaticano ha annunciato che a distanza di due anni dalla sospensione dovuta alla pandemia, il Papa avrebbe presieduto nuovamente la celebrazione della Via Crucis nel Colosseo a Roma. Difatti sia nel 2020 che nel 2021 questa devozione è stata celebrata in Piazza San Pietro e in maniera molto ridotta.

Maria José Atienza·20 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Testo originale del articolo in spagnolo qui
Traduzione: Lino Bertuzzi

La tradizione della Via Crucis a Roma affonda le sue radici nel diciottesimo secolo, quando un gruppo di fedeli iniziò a radunarsi attorno al missionario francescano Leonardo da Porto Maurizio nel convento di San Bonaventura, sul Palatino, la domenica di primo mattino,  per pregare la Via Crucis.

Questo sacerdote è stato uno dei grandi promotori della devozione alla Via Crucis, mosso dal fervore che questa pratica di pietà suscitava in coloro che la praticavano. A questo missionario francescano, infatti, è attribuita la creazione di oltre mezzo migliaio di Via Crucis, nella sola Italia. Leonardo da Porto chiese a papa Benedetto XIV il permesso di formare una confraternita e organizzare la Via Crucis nell’Anfiteatro Flavio per unire a queste preghiere una serie di meditazioni sulla Passione di Gesù. Il Papa accettò e incaricò la creazione dell’associazione al cardinale vicario Giovanni Antonio Guadagni. Nel frattempo, il Papa  ordinò il restauro delle quattordici edicole che già si trovavano intorno all’arena. 

L’autorizzazione fu concessa il 13 dicembre 1749 e, dopo pochi mesi, iniziarono i lavori per la costruzione delle quattordici stazioni della Via Crucis all’interno del Colosseo. 

Il Colosseo era stato un luogo di venerazione sin dal V secolo, al cui interno era stata eretta nel XV secolo la Cappella della Pietà. Infatti, nei decenni precedenti, il Colosseo aveva ospitato rappresentazioni sacre, e papa Clemente X lo aveva consacrato alla memoria della Passione. Tuttavia, quando è arrivata la richiesta di Leonardo da Porto Maurizio, il monumento era da tempo in disuso e in condizioni abbastanza deplorevoli.

La nuova Arciconfraternita degli Amanti di Gesù e Maria sul Calvario fu eretta il 17 dicembre 1750 e dieci giorni dopo furono benedette le edicole e la croce del Colosseo. Da quel momento l’Arciconfraternita ha eseguito il rito della Via Crucis ogni venerdì e domenica, in vari anniversari e durante la Settimana Santa, percorrendo la Via Sacra fino all’Anfiteatro Flavio. Per circa 100 anni, la pratica della Via Crucis nel Colosseo ha avuto una grande partecipazione di fedeli.Tuttavia declinò quando la croce fu rimossa nel 1874 a causa del ritrovamento di edifici nella zona inferiore.

Nel 1926 la croce sarebbe poi tornata nel suolo del circo. La grande Croce dell’Arciconfraternita degli Amanti di Gesù e Maria del Calvario si trova nella chiesa di San Gregorio Magno dei Muratori dal 1937. Nel 1959 san Giovanni XXIII restaurò il rito della Via Crucis nel Colosseo, e poco dopo san Paolo VI avrebbe ripetuto questo pio esercizio. Da allora, i Papi successivi hanno pregato pubblicamente questa Via Crucis al tramonto del Venerdì Santo insieme a centinaia di fedeli che, ogni anno, ricordano e meditano la passione del Signore insieme alle antiche e moderne sofferenze dell’Umanità sulla sabbia del l’anfiteatro

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Educación

Educar la virtud de la fortaleza desde la infancia: un reto en la educación del siglo XXI

Hoy en día supone un reto mayor la educación de la virtud de la fortaleza en los colegios pues, para el correcto crecimiento y desarrollo del niño es necesario que escuela y familia vayan de la mano.

Mónica Ríos de Juan·19 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Traducción del artículo al italiano

¿En qué consiste la virtud de la fortaleza?

Las personas somos vulnerables desde el mismo momento de la concepción. Esta condición trae consigo que somos susceptibles de recibir heridas, lo cual no implica que no seamos capaces de resistir a las mismas y anteponernos a ellas. Es precisamente esta vulnerabilidad la que nos permite desarrollar la virtud de la fortaleza.

Esta virtud se trabaja en medio de la dificultad. Una persona fuerte es aquella que además de aceptar y hacer frente al dolor, se esfuerza por conseguir un bien difícil sobreponiéndose a las dificultades que surgen en el proceso y perseverando a pesar de las mismas.

Así, en la medida en que vamos renunciando a pequeñas cosas que nos apetecen pero no suponen esfuerzo y apostando por aquellas otras que tienen un valor mayor, vamos creciendo en autodominio, en autocontrol, en perseverancia y en alegría, virtudes directamente relacionadas con la fortaleza.

Problemática actual

Trigo (2002) considera fundamental la educación en esta virtud si se busca un crecimiento ordenado y sano en todas las dimensiones, pues expone que en la madurez de una persona juegan un papel fundamental las cuatro virtudes cardinales entre las que se encuentra la fortaleza y afirma que nada hace madurar tanto como el dolor o la dificultad.

En una sociedad consumista donde se actúa en base al “me apetece” en lugar de al “quiero, aunque me cueste” o “debo, aunque me cueste”, se pone en juego dicho autodominio en tanto en cuanto las personas se dejan dominar por lo externo. De esta manera, al no actuar la voluntad, se produce un debilitamiento de la misma, incrementado por la necesidad de inmediatez a la hora de querer alcanzar cualquier objetivo.

Esta situación, unida al hecho de que en las familias de hoy en día predomina un estilo educativo sobreprotector, caracterizado por querer evitar cualquier tipo de esfuerzo y sufrimiento en los hijos, supone una repercusión negativa en el desarrollo de la virtud de la fortaleza en los niños.

Teniendo en cuenta las características de la sociedad del S.XXI, hoy en día supone un reto mayor la educación de la virtud de la fortaleza en los colegios, pues el primer ámbito educativo es la familia, célula básica de la sociedad, y para el correcto crecimiento y desarrollo del niño es necesario que escuela y familia vayan de la mano.

¿Se puede empezar a trabajar desde el nacimiento?

Sabemos que el periodo sensible para desarrollar esta virtud es de 6-12 años. Sin embargo, se considera fundamental empezar a ponerla en práctica desde los primeros años de la vida por varios motivos.

En primer lugar, porque cuanto más pequeño es el niño y menos recursos tiene, más vulnerable es y por tanto más necesita el ejercicio de esta virtud para sobreponerse a la dificultad. Y finalmente, porque la virtud de la fortaleza constituye la base del resto de virtudes, pues sin esfuerzo no es posible adquirir ninguna otra virtud.

¿Cómo podemos trabajarla desde Educación Infantil?

En Educación Infantil se pueden establecer los pilares trabajando cualquiera de las virtudes expuestas con anterioridad:

Desde el orden. Una persona fuerte ha de ser capaz de tener un horario y cumplirlo, planificar todo aquello que debe hacer y priorizar lo importante y no lo urgente. Cuando uno establece un orden en sus prioridades no se deja llevar por el “me apetece” sino por el “debo” y así va construyendo una personalidad sólida y fuerte. El periodo sensitivo para trabajar el orden es de 3-6 años, por tanto, enseñando a los niños a dejar cada cosa en su sitio pondremos las bases para que el día de mañana tengan orden en sus prioridades y luchen por lo verdaderamente importante.

Desde el autodominio: esta virtud nos permite aprender a decir que no a todo aquello que pueda suponer un obstáculo en la consecución de nuestro objetivo, así como a aprovechar el tiempo siendo dueños de nosotros mismos y a no tomar la decisión de abandonar en momentos de cansancio. Se puede ayudar al niño resistir y gestionar impulsos que se dan en el momento presente, siendo capaz, así, de retrasar la recompensa. Por ejemplo, si quiere un helado antes de cenar, podemos ayudarle a saber esperar y a entender que primero debe cenar y luego tomarse el helado.

Desde la paciencia y la tolerancia a la frustración. Santo Tomás relacionó la virtud de la fortaleza con la paciencia explicando que esta virtud permite aceptar la realidad de una situación difícil, lo que ayuda a la persona a continuar esforzándose y esperando sin dejarse llevar por el desánimo o la tristeza. Por ejemplo, no comprar sin motivo un juguete que el niño quiera en ese momento y esperar a su cumpleaños o a los Reyes Magos.

Desde la perseverancia. Esta virtud implica ser constantes en nuestro esfuerzo para conseguir un objetivo. Por ejemplo, animando al niño a que intente atarse los cordones tantas veces como sea necesario.

Desde la generosidad. El niño de esta edad se caracteriza por ser egocéntrico y el hacer frente a una situación difícil en la que tenga que buscar el bien del otro puede ayudarle a crecer en fortaleza. Por ejemplo, ceder y darle la última galleta a su hermano.

Inevitablemente trabajando esta virtud fomentaremos el crecimiento en otras virtudes como la alegría, pues la persona que lucha por algo bueno siempre está contenta. Dicha satisfacción se deriva de saber que está esforzándose por conseguir algo que realmente merece la pena.

En definitiva, ayudando a los niños desde que son pequeños a establecer las bases para desarrollar esta virtud conseguiremos que su voluntad se vea fortalecida en los años posteriores, repercutiendo de manera positiva en su crecimiento y desarrollo como persona y, por tanto, en su felicidad. En palabras de Séneca “per aspera ad astra”.

El autorMónica Ríos de Juan

Maestra de educación primaria en el colegio San Juan Evangelista y enfermera.

Vocaciones

Kenneth Orom: “África es la reserva católica del mundo actual” 

Kenneth Orom es un seminarista de 27 años de la diócesis de Jinja en Uganda. Estudia Teología en el Seminario Internacional Bidasoa, en Pamplona, gracias a la Fundación Centro Académico Romano.

Espacio patrocinado·18 de abril de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Kenneth Orom es un seminarista de 27 años de la diócesis de Jinja en Uganda. Estudia Teología en el Seminario Internacional Bidasoa, en Pamplona, gracias a la Fundación Centro Académico Romano. De familia católica, es el pequeño de cinco hermanos. Con 14 años ingresó en el seminario menor tras el que pasó a realizar sus estudios de Filosofía.

“En 2018 mi obispo me envió al Seminario Internacional Bidasoa de Pamplona para proseguir mi formación en Teología. Cuando llegué a España, me sentí muy bien recibido y acogido por los formadores y alumnos”, afirma. Para este sacerdote ugandés, África es “la reserva católica del mundo actual”. “La juventud en Uganda está muy abierta a lo religioso y los jóvenes están en búsqueda constante para encontrarse con Dios. El mensaje de Jesús puede llegar a ellos a través de la cercanía de los pastores y el interés que muestran por el Evangelio.

En Uganda no existen problemas con la libertad religiosa: “Todo el mundo tiene derecho a su propia creencia y gracias a Dios, no tenemos choques entre nosotros”.

“Respecto al próximo Sínodo de los Obispos sobre la sinodalidad, creo que una de las cosas más importantes es la participación de todos los miembros de la familia. Desde cada hogar se debe promover e implicarse en este Sínodo al que debe participar toda la Iglesia universal”.

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En el principio era la acción

La religiosidad popular no se resuelve exclusivamente en acciones, en actividades, genuinas o importadas.

18 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Traducción del artículo al italiano

El hombre es sociable por naturaleza, eso quiere decir que necesita de los demás para desarrollarse de forma integral, no sólo físicamente. El primer ámbito de socialización es la familia. En la familia el niño se descubre a sí mismo como persona diferenciada de los demás, se siente querido en los brazos de su madre, que le acogen. También se siente seguro, cuando el padre juega a lanzarlo al aire, incluso ríe, porque sabe que su padre no le va a fallar, siempre lo recogerá. Así comienza a construir lazos con los más cercanos.

La hermandad es otro ámbito de socialización, que se apoya no sólo en una fe compartida, también en las manifestaciones de la religiosidad popular, que alcanza su plenitud en la Semana Santa. Importa, y mucho, mantener y profundizar esas formas externas de religiosidad, tan variadas según la geografía, que nos hacen compartir raíces con los demás para crecer juntos. Es necesario cuidar esas tradiciones, tan sencillas como decisivas, porque “el amor es simple y a las cosas simples, las devora el tiempo” como explica Chavela Vargas. En algunos lugares se aprecia hoy una tendencia a importar estilos o modos de expresión popular propios de otras regiones, en detrimento de las costumbres propias, y que al ser trasladadas pierden su sentido. No parece que ésta sea una buena idea.

Pero la religiosidad popular no se resuelve exclusivamente en acciones, en actividades, genuinas o importadas. En la obra teatral Fausto, su autor, Goethe, pone en boca del protagonista una afirmación que ha dado pie a numerosos comentarios: «en el principio era la acción», una acción que no tiene más principio y fin que ella misma, por esto Fausto declara que no busca la felicidad, sólo garantizar su compromiso de entrega al movimiento, a la actividad, sin descanso. Todo fin, aquello a que lo que tiende la acción, ha de quedar excluido.

Bastante antes San Juan había afirmado lo contrario: «en el principio era el Verbo», es decir la Palabra, la Verdad. Jesús es el Verbo eterno de Dios que enviado al mundo comunica a los hombres, mediante sus palabras y sus obras la verdad sobre Dios y sobre Él mismo, presentando así la unidad entre la Verdad el Bien y la Belleza, que lleva al hombre, por medio de Cristo, al Padre en el Espíritu Santo, haciéndole partícipe de la Trinidad, en la que culmina la sociabilidad del hombre.

¿Qué tiene que ver ésto con las hermandades?

Ahora se habla mucho de la sociedad líquida, una sociedad sin firmeza en sus convicciones, que asume sin rechistar los criterios que le impongan, de la misma manera que un líquido adopta siempre la forma del recipiente que lo contenga, y que ahora se configura desde un radical antropocentrismo que trata de imponer, como Fausto, la primacía incondicionada de la acción.

En esta situación las hermandades han de superar el bucle de gestionar la rutina, sin plantear nuevos retos, nuevos horizontes. De lo contrario podrían ir deslizándose hacia la acción como un fin en sí misma, sin fundamentación ni orientación a la Verdad, alentando una religiosidad popular que se agota en sí misma, no como base para alcanzar la Verdad, la socialización completa, e influir en la sociedad.

No se trata ahora de que las hermandades propongan soluciones técnicas para la resolución de los problemas sociales, tampoco imponer sistemas, ni manifestar preferencias partidistas, sino de proclamar los principios morales, también los referentes al orden social, así como dar criterio sobre cualquier asunto humano, en la medida que lo exijan los derechos fundamentales de la persona humana.

Los modelos sociales se resuelven en el ámbito de la antropología. No se construyen a sí mismos a partir de la acción, son la consecuencia, no el motor. Por ello es necesario rearmarse intelectual y doctrinalmente. Ahí es donde alcanzan su razón de ser las hermandades, para acometer este desafío. En un escenario político tan líquido como el que vivimos es más necesario aún dotarse de un modelo conceptual sólido.

En resumen: el funcionamiento de las hermandades como ámbito de socialización, no se agota en la realización de actividades, éstas son medio. No se trata tampoco de animar al hermano a ajustar su existencia al cumplimiento de unos compromisos éticos, sino de proporcionarle formación y medios para que su acción revele a una persona ajustada a la Verdad, el Bien y la Belleza y por tanto a su plenitud como persona, como propone Karol Wojtyla en “Persona y Acción” y más tarde Benedicto XVI en su encíclica “Fides et Ratio”.

El autorIgnacio Valduérteles

Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla. Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.

Vaticano

La paz de Cristo resucitado “es posible y necesaria”, grita el Papa desde Roma

“Cristo, el Crucificado, ha resucitado. ¡Verdaderamente ha resucitado! Hoy más que nunca tenemos necesidad de Él”. Con gesto serio y dolorido, el Papa Francisco ha lanzado un mensaje pascual de paz ante la guerra de Ucrania y otras graves situaciones en el mundo: “La paz es posible, la paz es necesaria, la paz es la principal responsabilidad de todos!”, exhortó.

Rafael Miner·17 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Texto de la noticia en francés

“Necesitamos al Crucificado Resucitado para creer en la victoria del amor, para esperar en la reconciliación. Hoy más que nunca lo necesitamos a Él, para que poniéndose en medio de nosotros nos vuelva a decir: ‘¡La paz esté con ustedes!’ ¡Dejemos entrar la paz de Cristo en nuestras vidas, en nuestras casas y en nuestros países!, alentó el Papa Francisco.

Un Santo Padre al que sólo quitaron el rostro de preocupación y dolor los fieles presentes en la plaza de San Pedro, más de cien mil, según la agencia oficial vaticana, en un día de sol primaveral, a los que saludó desde el papamóvil, y millares de flores por la solemnidad de la Pascua, a la que el Papa denominó, sin embargo, “Pascua de guerra”.

‘La paz esté con ustedes, el saludo de Jesús a todos los que se apareció tras su Resurrección, fue quizá el mensaje del Señor más reiterado por Francisco ayer en el balcón central de la basílica de San Pedro, tras “dos años de pandemia que han dejado marcas profundas. Parecía que había llegado el momento de salir juntos del túnel, tomados de la mano, reuniendo fuerzas y recursos. Y en cambio, estamos demostrando que tenemos todavía en nosotros el espíritu de Caín, que mira a Abel no como a un hermano, sino como a un rival, y piensa en cómo eliminarlo”, señaló el Papa.

Como era esperable, el obispo de Roma clamó para que “haya paz en la martirizada Ucrania, tan duramente probada por la violencia y la destrucción de la guerra cruel e insensata a la que ha sido arrastrada. Que un nuevo amanecer de esperanza despunte pronto sobre esta terrible noche de sufrimiento y de muerte. Que se elija la paz. Que se dejen de hacer demostraciones de fuerza mientras la gente sufre”.

“Por favor, por favor” ―pidió el Romano Pontífice― no nos acostumbremos a la guerra, comprometámonos todos a pedir la paz con voz potente, desde los balcones y en las calles. Que los responsables de las naciones escuchen el grito de paz de la gente”, clamó desde la sede de Pedro, antes del dar la Bendición ‘Urbi et Orbi’ ante millares de fieles.

Redescubrir a Él, al Viviente”

En la Vigilia Pascual, al anochecer del sábado, el Papa había animado a no quedarnos mirando a las tumbas, al pasado. “No podemos hacer Pascua si seguimos en la muerte; si seguimos siendo prisioneros del pasado; si en la vida no tenemos el valor de dejarnos perdonar por Dios…, de cambiar, de romper con las obras del mal, de decidir por Jesús y por su amor; si continuamos reduciendo la fe a un amuleto, haciendo de Dios un hermoso recuerdo de tiempos pasados, en lugar de encontrarlo hoy como el Dios vivo que quiere transformarnos a nosotros y al mundo”.

“Un cristianismo que busca al Señor entre los restos del pasado y lo encierra en la tumba del hábito es un cristianismo sin Pascua. ¡Pero el Señor ha resucitado! ¡No nos quedemos alrededor de las tumbas, sino que vayamos a redescubrirlo a Él, el Viviente!”, exhortó el Papa.

“Las mujeres ven, escuchan y anuncian”

En la Vigilia se había referido a las mujeres del Evangelio, que “ven”, y vieron que “la piedra estaba corrida. Cuando entraron no hallaron el cuerpo del Señor Jesús”. El primer anuncio de la Resurrección, precisó el Pontífice, no se presenta como una fórmula que hay que comprender, sino “como un signo que hay que contemplar. La Pascua, por tanto, empieza cambiando nuestros esquemas. Llega con el don de una esperanza sorprendente. Pero no es fácil acogerla. A veces —debemos admitirlo— esta esperanza no encuentra espacio en nuestro corazón. También en nosotros, como en las mujeres del Evangelio, prevalecen preguntas e incertidumbres, y la primera reacción ante el signo imprevisto es el miedo, el “no levantar la vista del suelo”.

Pero las mujeres “escuchan el anuncio” que les dice: ‘¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No está aquí: ¡ha resucitado!’. El Papa señaló que nos hace bien escuchar y repetir estas palabras: “¡no está aquí!”.

Y las mujeres “anuncian. ¿Qué anuncian? La alegría de la Resurrección. La Pascua no acontece para consolar íntimamente al que llora la muerte de Jesús – subrayó el Pontífice – sino para abrir de par en par los corazones al anuncio extraordinario de la victoria de Dios sobre el mal y sobre la muerte”. Por eso, la luz de la Resurrección (…) genera discípulos misioneros que “regresan del sepulcro” y llevan a todos el Evangelio del Resucitado. Es por eso que, después de haber visto y escuchado, las mujeres corrieron a anunciar la alegría de la Resurrección a los discípulos”.

Una “Pascua de guerra”

En su Mensaje Pascual, el Papa pareció continuar el hilo argumental de su meditación de la Vigilia en torno a la Resurrección de Jesús, y lo aplicó a duras situaciones actuales.

“Jesús, el Crucificado, ha resucitado. Se presenta en medio de aquellos que lloran por él, encerrados en sus casas, llenos de miedo y angustia. Se pone en medio de ellos y les dice: ‘¡La paz esté con ustedes!’ (Jn 20,19). Les muestra las llagas de sus manos y de sus pies, y la herida de su costado. No es un fantasma, es Él, el mismo Jesús que murió en la cruz y estuvo en el sepulcro. Ante las miradas incrédulas de los discípulos, Él repite: ‘¡La paz esté con ustedes!’ (v. 21)”

“También nuestras miradas son incrédulas en esta Pascua de guerra”, continuó. “Hemos visto demasiada sangre, demasiada violencia. También nuestros corazones se llenaron de miedo y angustia, mientras tantos de nuestros hermanos y hermanas tuvieron que esconderse para defenderse de las bombas. Nos cuesta creer que Jesús verdaderamente haya resucitado, que verdaderamente haya vencido a la muerte. ¿Será tal vez una ilusión, un fruto de nuestra imaginación? No, no es una ilusión. Hoy más que nunca resuena el anuncio pascual tan querido para el Oriente cristiano: ‘¡Cristo ha resucitado! ¡Verdaderamente ha resucitado!’. Hoy más que nunca tenemos necesidad de Él, al final de una Cuaresma que parece no querer terminar”.

“Llevo en el corazón a las víctimas ucranianas”

Ucrania, Europa. El Papa confió entonces: “llevo en el corazón a las numerosas víctimas ucranianas, a los millones de refugiados y desplazados internos, a las familias divididas, a los ancianos que se han quedado solos, a las vidas destrozadas y a las ciudades arrasadas. Tengo ante mis ojos la mirada de los niños que se quedaron huérfanos y huyen de la guerra”.

“Mirándolos no podemos dejar de percibir su grito de dolor, junto con el de muchos otros niños que sufren en todo el mundo: los que mueren de hambre o por falta de atención médica, los que son víctimas de abusos y violencia, y aquellos a los que se les ha negado el derecho a nacer”.

“En medio del dolor de la guerra no faltan también signos esperanzadores, como las puertas abiertas de tantas familias y comunidades que acogen a migrantes y refugiados en toda Europa. Que estos numerosos actos de caridad sean una bendición para nuestras sociedades, a menudo degradadas por tanto egoísmo e individualismo, y ayuden a hacerlas acogedoras para todos”.

Solícitos ante el sufrimiento y el dolor

Y también, como es habitual al menos en Navidad y en Pascua, el Papa Francisco recorrió casi todo el mundo. “Que el conflicto en Europa nos haga también más solícitos ante otras situaciones de tensión, sufrimiento y dolor que afectan a demasiadas regiones del mundo y que no podemos ni debemos olvidar”, subrayó.

Oriente Medio. “Que haya paz en Oriente Medio, lacerado desde hace años por divisiones y conflictos. En este día glorioso pidamos paz para Jerusalén y paz para aquellos que la aman (cf. Sal 121 [122]), cristianos, judíos y musulmanes. Que los israelíes, los palestinos y todos los habitantes de la Ciudad Santa, junto con los peregrinos, puedan experimentar la belleza de la paz, vivir en fraternidad y acceder con libertad a los Santos Lugares, respetando mutuamente los derechos de cada uno”.

“Que haya paz y reconciliación en los pueblos del Líbano, de Siria y de Irak, y particularmente en todas las comunidades cristianas que viven en Oriente Medio.

Que haya paz también en Libia, para que encuentre estabilidad después de años de tensiones; y en Yemen, que sufre por un conflicto olvidado por todos con incesantes víctimas, pueda la tregua firmada en los últimos días devolverle la esperanza a la población”.

Myanmar. “Al Señor resucitado le pedimos el don de la reconciliación para Myanmar, donde perdura un dramático escenario de odio y de violencia, y para Afganistán, donde no se consiguen calmar las peligrosas tensiones sociales, y una dramática crisis humanitaria está atormentando a la población”.

África. “Que haya paz en todo el continente africano, para que acabe la explotación de la que es víctima y la hemorragia causada por los ataques terroristas ―especialmente en la zona del Sahel―, y que encuentre ayuda concreta en la fraternidad de los pueblos. Que Etiopía, afligida por una grave crisis humanitaria, vuelva a encontrar el camino del diálogo y la reconciliación, y se ponga fin a la violencia en la República Democrática del Congo”. ¡Que no falten la oración y la solidaridad para los habitantes de la parte oriental de Sudáfrica afectados por graves inundaciones”.

América Latina. “Que Cristo resucitado acompañe y asista a los pueblos de América Latina que, en estos difíciles tiempos de pandemia, han visto empeorar, en algunos casos, sus condiciones sociales, agravadas también por casos de criminalidad, violencia, corrupción y narcotráfico”.

Canadá. “Pedimos al Señor Resucitado que acompañe el camino de reconciliación que está siguiendo la Iglesia Católica canadiense con los pueblos indígenas. Que el Espíritu de Cristo Resucitado sane las heridas del pasado y disponga los corazones en la búsqueda de la verdad y la fraternidad.

“Queridos hermanos y hermanas”, concluyó el Papa Francisco, “toda guerra trae consigo consecuencias que afectan a la humanidad entera: desde los lutos y el drama de los refugiados, a la crisis económica y alimentaria de la que ya se están viendo señales”.

“Ante los signos persistentes de la guerra, como en las muchas y dolorosas derrotas de la vida, Cristo, vencedor del pecado, del miedo y de la muerte, nos exhorta a no rendirnos frente al mal y a la violencia. ¡Dejémonos vencer por la paz de Cristo! ¡La paz es posible, la paz es necesaria, la paz es la principal responsabilidad de todos!”

Cultura

Tradiciones de los días santos en Polonia. La Tumba del Señor

El 'Grób Panski', la tumba del Señor, una tradición que comienza al acabar la celebración litúrgica de la Pasión del Señor el Viernes Santo y también de la 'święconka', la bendición de los alimentos durante el Sábado Santo son dos de las tradiciones más arraigadas en Polonia.

Ignacy Soler·16 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Poland is really different. Este lema turístico usado en los años sesenta se puede decir que es muy real en el país de san Juan Pablo II, en lo que se refiere a la práctica de la fe cristiana por el pueblo fiel.

El pasado Jueves Santo, me sentí profundamente emocionado con la celebración eucarística de la misa crismal en la concatedral de la diócesis de Varsovia-Praga a las diez de la mañana. Una liturgia muy cuidada, con el gloria, sanctus y el Angus Dei de la misa de angelis, además de cantar también el Pater noster en latín. Toda la nave de la Iglesia de Santa María de la Victoria llena de sacerdotes, conté más seiscientos, muchos muy jóvenes, todos con sotana y revestidos con alba y estola blanca.

Se palpaba una devoción vivida con la naturalidad de quien está rezando. Entre los concelebrantes, que están en el presbiterio, hay tres sacerdotes que celebraban sus cincuenta años de sacerdocio, viven once de los treinta y uno que se ordenaron en Varsovia el 28 de mayo de 1972 junto al beato mártir Jerzy Popieluszko, y también se encuentran más de veinte que celebran sus bodas de plata sacerdotales. Todos con las manos juntas como si de niños de primera comunión se tratara.

Me vino a la cabeza la idea de que los sacerdotes cuando celebramos o concelebramos, en la ceremonia no sabemos dónde meter las manos. Lo más sencillo y piadoso es mantenerlas juntas como tantos sacerdotes piadosos lo hacían antiguamente y también lo hacen algunos hasta el día de hoy. Por lo menos en la concatedral de Santa María de la Victoria hoy he visto a tantos reverendos jóvenes, y de los que pintan canas, con las manos piadosamente unidas en señal de oración.

Rezamos especialmente para que se acabe la guerra en Ucrania y lo hemos hecho en ese templo por un querer explícito del obispo Romualdo. Para que Santa María que defendió el año 1920 a Varsovia del ejército soviético, el llamado Milagro del Vístula, defienda hoy a Kijowa y Ucrania de la ‘operación militar rusa’.

Grób Panski. La tumba del Señor

Sí, Polonia es diferente y quisiera ahora comentar dos costumbres introducidas en la liturgia de la Iglesia en Polonia que responden a un querer popular del pueblo fiel.

Me refiero a lo que en polaco llamamos el ‘Grób Panski’ – la tumba del Señor, al acabar la celebración litúrgica de la Pasión del Señor el Viernes Santo y también de la ‘święconka’.

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Hace un tiempo comenté que para entender mejor la Iglesia en Polonia es necesario saber el significado y el valor que tiene en la sociedad dos palabras – kolenda y plebanie – ahora quisiera añadir otras dos propias de la Semana Santa – Grób Panski y Święconka.

Al acabar la liturgia del Viernes Santo comienza lo que se llama ‘La tumba del Señor’. Se hace una procesión con el Santísimo Sacramento en la Custodia y se deposita en un capilla preparada en la que, junto a muchos y diferentes motivos de la vida religiosa, social y política del país y del mundo, siempre se encuentra la representación del Señor yaciente y muerto. A su lado se coloca la Custodia cubierta con un velo blanco. Soldados o bomberos hacen la guardia.

Los horarios dependen de cada parroquia. El viernes hasta media noche y el sábado desde las primeras horas hasta una hora antes del comienzo de la Vigilia Pascual. En todo ese tiempo, los fieles acuden al templo a rezar y contemplar el misterio de la Muerte del Señor en su Tumba junto a la adoración del Santísimo Sacramento. En mis largo años en Polonia he acabado por convencerme del sentido teológico de esta costumbre popular.

Święconka. La bendición de los alimentos

Todos los Sábados Santos también ha arraigado en mi la tradición, como lo hacen tantas familias polacas, de visitar la Tumba de Señor en varias iglesias y de acudir, también el Sábado Santo, a la bendición de los alimentos, es decir a la ‘Święconka’ que voy a explicar a continuación en qué consiste esta costumbre también ‘fuori norme’. Pero antes quisiera aclarar que el día del año que más fieles van a la Iglesia es precisamente el día en que no se celebra ninguna liturgia, el Sábado Santo. Really, Poland is different.

Hace años, viviendo Cracovia, un programa de la televisión aragonesa llamado Aragoneses por el mundo, hizo una visita a Cracovia y quedamos precisamente para entrevistarnos el Sábado Santo. Los realizadores del programa no salían de su asombro al ver en las calles las multitudes de familias que acudían con sus cestas de alimentos a la iglesias para recibir la bendición del sacerdote junto con una pequeña homilía aclaratoria del sentido de la fiesta de la pascua. Las veces que he escuchado esas pequeñísimas pláticas me ha parecido una catequesis mistagógica impresionante.

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La idea fundamental es que los fieles participen de la celebración litúrgica de la Pascua de la Resurrección y que se llenen de alegría pero no solamente en el templo, sino en sus casas. Se invoca la presencia del Resucitado para que toda la familia se siente juntos a comer el primer alimento del Domingo de Resurrección junto con el Señor. Y se utilizan, como signo, esos alimentos que en la cesta se han llevado a bendecir el día anterior, es decir el Sábado Santo.

Święconka es una tradición presente en varios países católicos, entre ellos en todo territorio de Polonia, que consiste en bendecir varios alimentos el Sábado Santo. Alimentos tales como: carne, pan, huevos, sal, etc., se ponen en cestas de mimbre y se llevan a las iglesias en donde los sacerdotes los bendicen durante un servicio especial. Los alimentos bendecidos se consumen a la mañana siguiente, durante el solemne desayuno pascual.

La bendición que imparte el sacerdote más o menos viene a decir los siguiente: “Señor Jesús, el día antes de tu pasión y muerte, mandaste a los apóstoles a preparar la pascua y, en el día de tu resurrección, te sentaste a la mesa con tus discípulos. Te pedimos que nos dejes vivir tu presencia con fe durante el desayuno del domingo de Pascua en nuestras casas. Tú, que eres el Pan vivo, que has bajado del cielo y das vida al mundo, bendice + este pan como bendijiste los panes que distes a comer a quienes te escuchaban en el desierto. Cordero de Dios, que has lavado al mundo del pecado, bendice + estas carnes y todos los alimentos que comeremos en memoria del cordero pascual como diste tu bendición a todos los alimentos que comiste con los Apóstoles en la Última Cena. Cristo, vida y resurrección nuestra, bendice + estos huevos, signo de vida nueva, para que, al compartirlos, compartamos también nosotros la alegría recíproca de tu presencia. Abre los ojos y los corazones de los que sufren a causa de la pandemia o de la guerra, ayuda a aquellos que sirven a los pobres y a la causa de la paz y de la justicia en el mundo. Y así podamos todos gozar de la fiesta eterna en la casa del Padre, en donde tú vives y reinas por los siglos de los siglos. Amen”.

In principio era l’atto

La religiosità popolare non si esaurisce esclusivamente negli atti, in attività spontanee o importate che siano.

15 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Testo originale del articolo in spagnolo qui

L’uomo è sociale per natura, il che significa che ha bisogno degli altri per svilupparsi e non solo fisicamente, ma in modo integrale. Il primo àmbito di socializzazione è la famiglia. In famiglia il bambino scopre sé stesso come persona diversa dalle altre, si sente amato tra le braccia della madre, che lo accolgono. Si sente anche al sicuro, quando suo padre gioca a lanciarlo in aria, ride anche, perché sa che suo padre non fallirà, lo raccoglierà sempre. È così che inizia a costruire i legami con coloro che gli sono più vicini.

La fraternità è un altro ambito di socializzazione, che si basa non solo su una fede condivisa, ma anche sulle manifestazioni della religiosità popolare, che raggiunge la sua pienezza nella Settimana Santa.
È molto importante mantenere e approfondire quelle forme esteriori di religiosità, così diverse a seconda della geografia, che ci fanno condividere le radici con gli altri per crescere insieme. Bisogna prendersi cura di queste tradizioni, tanto di quelle semplici come di quelle decisive, perché “l’amore è semplice e le cose semplici sono divorate dal tempo” come spiega Chavela Vargas.
In alcuni luoghi oggi, a scapito dei propri costumi, si tende a importare stili o modi di espressione popolare propri di altre regioni, che quando sono trasferiti perdono il loro significato. Questa, dunque, non sembra una buona idea.

Ma la religiosità popolare non si risolve esclusivamente in atti, in attività, originali o importate che siano. 

Nella opera teatrale Faust, Goethe, il suo autore, mette in bocca al protagonista un’affermazione che ha suscitato numerosi commenti: «in principio era l’azione», ovvero un atto che non ha inizio e fine se non in sé stesso, per questo Faust dichiara che non cerca la felicità, ma vuole solo garantire il suo impegno alla dedizione al moto, all’attività, senza riposo. Qualsiasi obbiettivo, quello a cui tende l’azione, deve essere escluso.

Già molto tempo prima san Giovanni aveva affermato il contrario: «in principio era il Verbo», cioè la Parola, la Verità.
 Gesù è il Verbo eterno di Dio che, inviato nel mondo, con le sue parole e con i suoi atti comunica agli uomini la verità su Dio e su sé stesso, presentando così l’unità tra Verità, Bontà e Bellezza, che conduce l’uomo, per mezzo di Cristo, al Padre nello Spirito Santo, rendendolo partecipe della Trinità, in cui culmina la socialità dell’uomo.

Cosa ha a che fare questo con le confraternite?

Oggi si parla molto di società liquida, una società senza fermezza di convinzioni, che assume i criteri che le vengono imposti senza discuterli, così come fa un liquido che assume sempre la forma del contenitore che lo contiene. Un contenitore che è ora configurato da un antropocentrismo radicale che cerca di imporre, come Faust, il primato incondizionato dell’azione.

In questa situazione, le confraternite devono superare il ciclo della gestione della routine, senza porre nuove sfide e nuovi orizzonti. In caso contrario, potrebbero scivolare verso l’azione fine a sé stessa, senza fondamento né orientamento alla Verità, favorendo una religiosità popolare che non è intesa come base per raggiungere la Verità, la socializzazione completa, e influenzare la società, ma che si esaurisce in sé stessa,

Ora non è il caso che le confraternite propongano soluzioni tecniche per la risoluzione dei problemi sociali, né impongano sistemi, né esprimano preferenze di parte, ma bisogna che invece proclamino principi morali, anche relativi all’ordine sociale, oltre a dare criteri su qualsiasi questione umana, nella misura richiesta dai diritti fondamentali della persona umana.  I modelli sociali si discutono nel campo dell’antropologia. Non costruiscono sé stessi mediante l’azione, non ne sono il motore ma la conseguenza.

Ecco perché è necessario riarmarsi intellettualmente e dottrinalmente. È lì che le confraternite raggiungono la loro ragion d’essere, per affrontare questa sfida. In uno scenario politico così liquido come quello in cui viviamo, è ancor più necessario dotarsi di un solido modello concettuale.

In sintesi: il funzionamento delle confraternite come area di socializzazione, non si esaurisce nello svolgere attività, che sono solamente dei mezzi.

 E nemmeno si tratta di esortare il fratello ad adeguare la sua esistenza al compimento di qualche impegno etico, ma di fornirgli la formazione e i mezzi perché la sua azione riveli una persona adeguata alla Verità, alla Bontà e alla Bellezza, e quindi alla sua pienezza di persona come proposta di Karol Wojtyla in «Persona e atto» e poi di Benedetto XVI nell’enciclica “Fides et ratio”.

El autorIgnacio Valduérteles

Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla. Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.

Cultura

La historia del Via Crucis del Coliseo romano

Este 2022, el Vaticano anunciaba que, tras dos años suspendida por la pandemia, el Papa volvería a presidir la celebración del Via Crucis en el Coliseo romano. Tanto en 2020 como en 2021 esta devoción se celebró, de manera muy reducida, en la plaza de San Pedro.

Maria José Atienza·15 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Traducción del artículo al italiano

La tradición del Via Crucis en Roma tiene sus raíces en el siglo XVIII, cuando un grupo de fieles comenzó a reunirse junto al misionero franciscano Leonardo da Porto Mauorizio los domingos a primera hora del día, en el convento de San Buenaventura, en el Palatino para rezar el Vía Crucis.

Este sacerdote fue uno de los grandes impulsores de la devoción al Vía Crucis, conmovido por el fervor que esta práctica de piedad suscitaba en quienes la realizaban. De hecho, a este misionero franciscano se le atribuye la creación de más de medio millar de Via Crucis, sólo en Italia. Leonardo da Porto pidió al Papa Benedicto XIV el permiso para formar una cofradía y organizar el Vía Crucis en el Anfiteatro Flavio con el fin de unir a estas oraciones

una serie de meditaciones sobre la Pasión de Jesús. El permiso se concedió el 13 de diciembre de 1749 y, al cabo de unos meses, comenzaron las obras para construir las catorce estaciones del Vía Crucis en el interior del Coliseo. El Papa aceptó y encargó al cardenal vicario Giovanni Antonio Guadagni la creación de la asociación. Mientras tanto, ordenó la renovación de los catorce edículos que ya se encontraban alrededor de la arena.

El Coliseo había sido un lugar de veneración desde el siglo V, y en su interior se había erigido en el siglo XV la capilla de la Piedad. De hecho, en décadas anteriores, el Coliseo había acogido representaciones sacras, y el Papa Clemente X lo había consagrado a la memoria de la Pasión. Sin embargo, cuando llegó la petición de Leonardo da Porto Maurizio, hacía tiempo que estaba casi en desuso y en condiciones bastante deplorables.

La nueva Archicofradía de los Amantes de Jesús y María en el Calvario fue erigida el 17 de diciembre de 1750, y diez días más tarde, se bendijeron los edículos y la cruz del Coliseo. A partir de ese momento, la Archicofradía realizó el rito del Vía Crucis todos los viernes y domingos, en diversos aniversarios y durante la Semana Santa, recorriendo la

Vía Sacra hasta el Anfiteatro Flavio. Durante unos 100 años, la práctica del Vía Crucis en el Coliseo romano contó con una gran participación de los fieles. Sin embargo, decayó cuando en 1874 se retiró la cruz debido al descubrimiento de construcciones en la zona inferior.

En 1926 la cruz volvería al suelo del circo. La gran Cruz de la Archicofradía de los Amantes de Jesús y María del Calvario se encuentra desde 1937 en la iglesia de San Gregorio Magno dei Muratori. En 1959 San Juan XXIII restauró el rito del Vía Crucis en el Coliseo y, poco después, san Pablo VI volvería a realizar este ejercicio piadoso. Desde entonces, los sucesivos Papas han rezado públicamente este Vía Crucis al atardecer del Viernes Santo junto a cientos de fieles que, cada año, recorren y meditan la pasión del Señor unida a los sufrimientos antiguos y modernos de la Humanidad sobre la arena del anfiteatro

Cultura

Vía Crucis en Jerusalén. Donde resuenan los pasos de Cristo

El Vía Crucis es una de las devociones más conocidas por los cristianos. A través de 14 estaciones, los fieles contemplan y meditan la Pasión de Cristo acompañando a Jesús en lo que fue su camino hasta el lugar de la crucifixión.

Maria José Atienza·15 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Traducción del artículo al inglés

El rezo del Vía Crucis tiene su origen en los relatos evangélicos de la pasión y muerte de Jesús. Los distintos evangelistas recogieron la historia de la vida del Señor, pero no del modo que actualmente se concibe una biografía o un estudio.

En los relatos de la Pasión no están recogidos todos los detalles del recorrido realizado por Jesús hasta el Gólgota. De las 14 estaciones que componen el Via Crucis actual, 9 de ellas tienen su anclaje directo en los relatos evangélicos. Las estaciones de las tres caídas de Jesús y el encuentro con la Virgen y la Verónica son fruto de la tradición piadosa del pueblo cristiano.

La Vía Dolorosa de Jerusalén

El evangelio de Juan señala que Cristo fue llevado de casa de Caifás al pretorio. Allí, tras el impresionante diálogo con Pilato, el pretor “sacó afuera a Jesús y se sentó en el tribunal, en el sitio que llaman ‘el Enlosado’ (en hebreo Gábbata). Era el día de la Preparación de la Pascua, hacia el mediodía. Y dijo Pilato a los judíos: ‘He aquí a vuestro rey’. Ellos gritaron: ‘¡Fuera, fuera; crucifícalo!’. Pilato les dijo: ‘¿A vuestro rey voy a crucificar?’. Contestaron los sumos sacerdotes: ‘No tenemos más rey que al César’. Entonces se lo entregó para que lo crucificaran. Tomaron a Jesús, y, cargando él mismo con la cruz, salió al sitio llamado ‘de la Calavera’ (que en hebreo se dice Gólgota), donde lo crucificaron; y con él a otros dos, uno a cada lado, y en medio, Jesús”.

Cristo había estado preso, encadenado en casa de Caifás, situada en una zona junto a las murallas de la ciudad, no lejos del palacio de Herodes. Desde allí, cubierto de cadenas, sería llevado a la torre Antonia, lugar del gobierno romano.

Los hallazgos arqueológicos han situado este pretorio mencionado por san Juan en el interior de la torre Antonia, edificada en el extremo oriental de la segunda muralla de la ciudad, al noreste de esta.

En la impresionante maqueta de la Jerusalén en la época del segundo templo (hasta el año 70) que se puede observar en el Museo de Israel, se aprecia cómo sería entonces la ciudad que cruzó Jesús cargado con la cruz.

La ruta partiría desde la Torre Antonia hasta las afueras de la ciudad, donde se encontraba el montículo Gólgota (hoy dentro de la basílica del Santo Sepulcro).

La distancia era de unos 600 metros, en torno a unos 2.000 pasos, que Cristo recorrería cargado con el travesaño -patibulum- horizontal de la cruz, cuyo peso oscilaba entre los 50 y los 70 kilos.

Todo ello tras haber estado preso, (probablemente colgado de las manos), haber recibido decenas de latigazos en el pretorio y con la cabeza sangrante por las espinas de la corona trenzada por los soldados. Los pasos de Cristo, que aún resuenan en la ciudad santa recorrieron el primer Vía Crucis.

Santo sepulcro
Procesión del jueves Santo en el interior del Santo Sepulcro en Jerusalén ©CNS photo/Ammar Awad, Reuters

En la actualidad, la Vía Dolorosa de Jerusalén recorre sólo una parte de lo que sería el camino que hizo Jesús desde el pretorio al lugar de la ejecución. Entonces, el lugar se encontraba fuera de las murallas de la ciudad, en una especie de descampado. Actualmente la basílica del Santo Sepulcro, en la que se ubican el Gólgota y la tumba donde pusieron a Cristo, se encuentra dentro del barrio cristiano de lo que se conoce como ciudad vieja de Jerusalén.

La Vía Dolorosa no es simplemente una calle, sino una ruta que consta de segmentos de varias calles, y que se reparte entre los barrios musulmán y cristiano.

La historia de la devoción

Las vicisitudes históricas por las que ha pasado lo que actualmente es Israel influyeron en la difusión o merma de esta devoción. Los viajeros de la época nos han dejado descripciones

de diversas estaciones a las que peregrinaba la Iglesia jerosolimitana. Una de las fuentes más ricas es el conocido Itinerarium Egeriae, de final s del siglo IV. Egeria, una peregrina que viaja a Tierra

Santa entre el 381 y el 384 d.C. procedente de la provincia romana de Galicia, escribe su relato de viaje, Itinerarium ad Loca Sancta, hacia final s del mismo siglo, en el que describe su desplazamiento hacia los Santos Lugares en Oriente, y las liturgias y oficios religiosos que se llevan a cabo en dicho territorio

La caída del imperio bizantino y la posterior dominación islámica en la zona dificultó la piedad popular de los cristianos y peregrinos locales. Los cristianos presentes en Jerusalén pasaron momentos complicados y, aunque la devoción a la Pasión de Cristo no cedió, la casi imposibilidad de las peregrinaciones hizo que decayera la práctica del recorrido de los peregrinos tras las huellas de la Pasión.

Tras la conquista de la Ciudad Santa por los cruzados volvería el auge de estas prácticas de piedad. En la primera mitad del siglo XIV, el Papa Clemente VI encomendó a los franciscanos “la guía, instrucción y cuidado de los peregrinos latinos, así como de con la tutela, manutención, defensa y rituales de los santuarios católicos de Tierra Santa” y se desarrolló la práctica de conmemorar el camino que recorrió el propio Jesús.

Las estaciones de la Vía Dolorosa

Desde 1880, cada viernes (con excepción del parón de la pandemia), a partir de las 15:00h., la comunidad franciscana guía solemnemente el rezo del Via Crucis por las calles de Jerusalén.

El recorrido parte junto a la puerta de. los leones, en el patio de la escuela islámica (Omariya School) que ocupa la zona de la antigua fortaleza Antonia.

A escasos metros encontramos dos pequeñas iglesias, una enfrente de otra, dedicadas a las primeras y segunda estación. Los templos, de reducido tamaño, están construidos sobre la probable ubicación del patio del pretorio. Como curiosidad, en el suelo de la capilla que recuerda la carga de Cristo con la Cruz se pueden observar “tableros” de antiguos juegos de dados realizados con punzones, datados de los primeros siglos y que bien pueden ser parte de aquellos juegos con los que los soldados se echaron a suertes las ropas de Jesús. La tercera estación está marcada por una capilla perteneciente al patriarcado católico armenio. Es uno de los puntos más conocidos de la Vía Dolorosa.

Muy cerca encontramos el arco de la puerta que marca la cuarta estación: Jesús encuentra a María, su Santísima Madre. Una pequeña capilla franciscana, no lejos de la iglesia de Santa María del Espasmo (restaurada por los armenios en 1881), recuerda el episodio de Simón de Cirene que contemplamos en la quinta estación.

La sexta estación es una capilla greco-católica. El episodio de la Verónica, fruto de la piedad popular, se recuerda en el mosaico del oratorio. Al sur se pueden ver restos de una antigua muralla y los arcos de un edificio no identificado, considerado por algunos como el monasterio de los santos Cosme y Damián

(construido en los años 548-563). En su exterior, una pétrea columna con la inscripción “Pia Veronica faciem christi linteo deterci” es otro de los puntos más significativos de este camino. A partir de aquí, las estaciones entran dentro del barrio cristiano, sobre lo que sería el cardo máximo de la Jerusalén en tiempos del Señor. Nos encontramos ya muy cerca de la basílica del Santo Sepulcro en el que se rezan las últimas 5 estaciones del Via Crucis.

En el lugar de la séptima estación se encuentra una pequeña capilla franciscana, en la que se halla una columna que, probablemente, formara parte de las columnas que marcaban la calle principal de la Jerusalén romana. El lugar de la octava estación está indicado por una pequeña cruz negra grabada en la pared del muro del convento griego de San Caralambos. En este punto, la Vía Dolorosa “se interrumpe”, por lo que se vuelve al cruce anterior para continuar el camino al Santo Sepulcro.

Casi a la entrada de la curiosa plaza por la que se accede a la basílica del Santo Sepulcro se indica la novena estación, en una columna colocada cerca de la puerta del monasterio copto, detrás del ábside de la basílica del Santo Sepulcro.

En el interior, culminan las cinco estaciones del Vía Crucis, que se refieren a los hechos directamente sucedidos entre el Calvario y el sepulcro de José de Arimatea excavado en roca, en el que pusieron a Jesús tras su muerte.

Hoy, ambas zonas, distantes apenas unos metros, comparten techo, aunque están perfectamente diferenciadas y siguen manifestando, con gritos callados, la grandeza de la salvación obrada por Cristo a través de su muerte y resurrección.

En la Ciudad Santa, la meditación de los misterios de la Pasión cobra una especial intensidad y significado. Sólo en Jerusalén, quienes rezan esta devoción pueden decir “aquí”. Aquí, sobre este suelo, Jesús fue condenado a muerte, “aquí” murió en la cruz y aquí, en este suelo, resucitado, hizo de toda la tierra el hogar de sus hijos.

La historia de nuestras vidas

Los relatos de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor han sido venerados por la Iglesia desde sus inicios. Ellos son, de hecho, el núcleo de los evangelios.

15 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Dos veces escuchamos, cada Semana Santa, las lecturas de la Pasión del Señor: una, en la Misa del Domingo de Ramos –este año ha tocado la versión de Lucas, aunque se turna con las de Mateo y Marcos–; y otra, en los oficios del Viernes Santo, en los que se proclama de forma fija el Evangelio según San Juan.

¿Por qué tanta insistencia en recordar una historia ya conocida, en cuya proclamación a veces uno se distrae o se cansa por el largo rato de pie? Lo cierto es que los relatos de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor han sido venerados por la Iglesia desde sus inicios. Ellos son, de hecho, el núcleo de los evangelios.

La gran coherencia de las cuatro narraciones apunta a una especial atención de los primeros cristianos en apuntalar bien esos textos para ser recordados, para que nunca se olvide qué pasó en aquella primera Semana Santa en Jerusalén.

Y es que las historias son las que configuran nuestra vida. Fueron nuestros padres quienes, a través de las historias familiares nos explicaron quiénes somos. Con el recurso de los cuentos, leyendas y narraciones, nos enseñaron a diferenciar el bien del mal, a situarnos en la sociedad y a comportarnos de forma correcta.

Luego, fueron los gustos personales o los azares de la vida los que nos fueron llevando de historia en historia, de novela en novela, de película en película, de serie en serie, hasta ir modelando la persona que somos hoy.

Nos quedaríamos pasmados si fuéramos capaces de reconocer la influencia de las historias que leemos, escuchamos o vemos en cada uno de nuestros gestos, en nuestras reacciones, en nuestros patrones de comportamiento.

Hay días en que uno se siente el Patito Feo y otros en los que se cree James Bond; en un mismo día hay quien se levanta con el deseo de hacer el bien del Quijote y se acuesta con el de Voldemort. Somos personajes encarnados, relatos prodigiosamente reales. El maravilloso órgano que nos dota de conciencia, nuestro cerebro, nos cuenta un relato del que somos protagonistas y en el que se cruzan héroes y villanos, aventuras y desventuras, comedias y dramas.

A quien quiera seguir indagando sobre la importancia de las historias para la vida ordinaria, le recomiendo que lea el mensaje que el Papa Francisco publicó con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2020. En este texto, el Papa afirma que «no es casualidad que los Evangelios sean relatos. Mientras nos informan sobre Jesús, nos “performan” a Jesús, nos conforman a Él: el Evangelio pide al lector que participe en la misma fe para compartir la misma vida». En otro lugar, afirma que «la historia de Cristo no es patrimonio del pasado, es nuestra historia, siempre actual» y que, «después de que Dios se hizo historia, toda historia humana es, de alguna manera, historia divina. En la historia de cada hombre, el Padre vuelve a ver la historia de su Hijo que bajó a la tierra».

ecce homo

Así que, esta tarde, cuando en los oficios escuchemos de nuevo la majestuosa Pasión según San Juan, será apasionante descubrirnos en ella a cada párrafo. Encontrarnos en el traidor de Judas, en el violento Pedro, en los hipócritas religiosos Anás y Caifás, en el mediocre Pilato, en la inmisericorde turba aborregada, en los aprovechados soldados o en los cobardes –por ausentes– discípulos; pero también en María, en Juan y en las santas mujeres, en los caritativos José de Arimatea y Nicodemo, y sobre todo en Jesús: «He aquí al hombre (Ecce homo)», profetizará Pilato sin saberlo. Y es que, en Jesús entregado por amor, magullado, coronado de espinas y con el manto de color púrpura, como en una nueva creación, se manifiesta por primera vez “el hombre”, la forma perfecta de ser hombres y mujeres a la que tenemos que tender. Con nuestra cruz particular a hombros, prestemos oído atento a este relato universal y eterno; porque la historia de Dios hecho hombre es la historia de nuestras vidas.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Vaticano

El Papa saluda a los jóvenes del UNIV en Roma

Rome Reports·14 de abril de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

Más de 2.000 estudiantes venidos de todo el mundo, participan, estos días de Semana Santa en Roma en el UNIV, un encuentro universitario que nació bajo la inspiración e impulso de San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei.

El UNIV conjuga un congreso, Foro UNIV, sobre temas relacionados con los jóvenes y la experiencia de vivir la Semana Santa cerca del Papa.


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Familia

Bebés nacidos con malformaciones ganan los Relatos de vida

La historia de una mujer que decide no entrar en la élite del deporte mundial para tener un hijo, Borja, que nace sin piernas y sin un brazo; la de Guadalupe Táuler, última de 10 hermanos, que nació con un bulto en el cráneo, y la de unos muchachos en torno a la vallisoletana Plaza de San Miguel, son los ganadores del II Concurso de Relatos de vida.

Rafael Miner·14 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

No está bien visto hacer ‘spoiler’, es decir, adelantar cómo son las historias, y menos su final, pero éstas conmueven. Los embarazos de Borja y Guadalupe, cada uno en su respectiva familia, y la vida de unos chicos de Valladolid en la plaza de San Miguel, han resultado premiados este año en el II Concurso de Relatos breves sobre ‘El don de la vida y el deporte’, convocado por la Asociación Deportistas por la Vida y la Familia que preside Javier Jáuregui, en el que ha colaborado Omnes.

El Jurado ha estado compuesto por Francisco Gil Sánchez, Manuel Ruiz-Tomás Parajón, José María López-Ferrera y Joaquín Albadalejo Giménez, que han debido decidir sobre unos cuantos relatos que publicará íntegros en un libro electrónico esta web de Omnes, como hizo hace unas semanas con los relatos galardonados en 2021.

Los chicos vallisoletanos son los que chocaron en el río Pisuerga, “mientras nadábamos, con otro cuerpo diminuto, desnudo, flotante, indefenso y algo hinchado. Arrojado al río vivo o muerto, quizás por un ser anónimo, sin esperanzas y desesperado”. “Allí, en la margen izquierda del Pisuerga, un día de verano, se elevó un lamento colectivo. Desde aquel día nadie de nosotros volvió a nadar en el río”, narra Fernando Barcenilla, uno de los ganadores.

Nuestro pequeño gladiador”

Mercedes Lucena, alumna del Colegio de Fomento de Córdoba El Encinar, vencedora en la categoría de menores de 19 años, con ‘La línea de una batalla’, cuenta la historia de Jorge, “nuestro pequeño gladiador”, y unos padres que, a pesar de la malformación en las piernas y el brazo derecho de su hijo, y a los comentarios de que “sería un estorbo para nosotros y que lo mejor sería quitárselo de encima”, siguieron adelante con su gladiador. No surtió efecto aquello de que “Borja no servía para nada”. “Lo siento de verdad porque jamás conocerán a la palabra resiliencia en persona”, escribe Mercedes Lucena, alentada por la profesora Ana Isabel Serrano.

“Para mí”, retrata Mercedes Lucena, “sus piernas metálicas volaban. Pronto, y para sorpresa de todos, adelantó a sus compañeros, y la meta se acercaba más y más. Antes de llegar se tropezó y cayó al suelo. Sin embargo, apretando los dientes se levantó y siguió corriendo, y gracias a la ventaja que tenía cruzó la línea blanca. Por unos instantes, levantándome del asiento y gritando, ese trozo de pintura me pareció la línea de una gran batalla”.

Una chispa de esperanza”

Blanca Táuler, alumna del colegio Senara, de Madrid, en la categoría libre, con su relato ‘Los ojos de nuestra hermanita’ (Guadalupe), “en los que vemos la vida, una chispa de esperanza”, ha sido galardonada en la categoría libre. “En la semana 12 del embarazo, en la clínica, le detectaron al bebé una malformación que días más tarde se confirmó; nuestra hermanita tenía meningocele; un defecto que se presenta como una pequeña bolsa cerca de la columna vertebral. Esa bolsa, llamada cariñosamente ‘bultito’, nos dio miedo a todos”.

Blanca Táuler, primera por la derecha, en la Carrera por la Vida

“Mis padres veían en los ojos de los médicos la dificultad, una chispa de riesgo; y se decidió el traslado al hospital Gregorio Marañón en el que el personal sanitario, neurocirujanos, ecógrafo, ginecóloga…, estaban especializados en embarazos de alto riesgo”, añade Blanca Táuler. “Con paz, mis padres estaban dispuestos a seguir adelante; en ese momento de afirmación todos estaban dispuestos a luchar, los médicos apoyaron, acogieron y acompañaron con sus conocimientos y su técnica, defendiendo la vida de nuestra hermanita. Otra reunión en la cena familiar con la noticia del ‘bultito’”, escribe la alumna del colegio Senara.

“Cada 15 días, mamá y papá iban a las revisiones, el bebé se desarrollaba a su ritmo y todo parecía mantenerse. Solo rezábamos para que el encéfalo no se desplazara, y para que al extirparlo no afectase a las funciones cerebrales. Yo hice caso a papá, en los momentos de estrés salía a dar una vuelta, de vez en cuando me iba sola y otras veces veía en los ojos de mi hermano el agobio, una chispa de intranquilidad; y le decía: ‘Juan, ¿salimos un rato?’. Se ataba las zapatillas y subíamos al Retiro, para sentir que no estábamos solos. Me di cuenta que cuanto más agobio tenía más fuerte pisaba y más rápido quería ir”. El resto lo dejamos para la publicación del relato íntegro.

Miro y no te encuentro”

En tercer lugar, ‘last but not the least’, Fernando Barcenilla, docente de Educación Física en el INEF de Madrid durante años, y ex gestor deportivo, entre otras actividades, ha sido el ganador en la categoría deportistas, con su relato ‘Farola de la Plaza de San Miguel, “una plaza donde jugaba de pequeño Francisco Umbral” en Valladolid, ha comentado a Omnes.

“Miro y no te encuentro. ¿Por qué has desaparecido, farola de la Plaza de San Miguel? ¿Quién decidió por todos nosotros? ¿Qué incontrolado funcionario se atrevió a mover la piedra escultural que sostenía las lámparas maravillosas que alumbraron los incipientes y profundos pensamientos?”. Así comienza un relato, el de Fernando Barcenilla, que termina hablando hasta de la Virgen del Henar, y la de las Angustias.

Meses de sufrimiento y esperanza”

“En mi relato cuento la historia de mi hermana, que nació este verano con un bulto en el cráneo, y explico un poco cómo lo vivimos nosotros, y cómo defendimos la vida de nuestra madre. Y también lo relaciono con el deporte que hacíamos para desfogar el estrés que llevábamos. Somos, con ella, diez, ella es la décima. Yo soy la tercera, explica Blanca Táuler, alumna de Senara, y me refiero a “esos meses de sufrimiento y a la vez de esperanza en la vida”.

Sobre la causa de la Vida, Blanca señala que “hay que defender a todas las mujeres que tienen incertidumbre con la vida, porque es una maravilla”, y posa en la fotografía con otras chicas que han venido a la Milla Urbana organizada por Deportistas por la Vida, como prólogo, el pasado 27 de marzo, de la Marcha Sí a la Vida que convocó a miles de manifestantes en Madrid. Entre ellas, Ana, vecina de Blanca, que estudia en el colegio Pureza de María, y ha venido también a la Carrera.

Los ganadores del concurso de relatos breves del año pasado sobre El don de la vida y el deporte fueron María José Gámez Collantes de Terán, estudiante de Primero de Bachillerato del colegio Adharaz Altasierra (Espartinas, Sevilla), del grupo Attendis, con un relato titulado ¡Corre!; María Moreno Guillén, de Badajoz, estudiante también de Primero de Bachillerato del colegio Puerta Palma-El Tomillar de Badajoz, del mismo grupo educativo, con el relato titulado La felicidad de mi vida; y Lorena Villalba Heredia, natural de Gijón, con el relato titulado Nyala, tras la superación, el triunfo.

Los relatos

‘La línea de una batalla’, de Mercedes Lucena

‘Los ojos de nuestra hermanita’, de Blanca Táuler

Farola de la Plaza de San Miguel‘, de Fernando Barcenilla

Lecturas del domingo

«El primer día de la vida nueva del mundo». I domingo de Pascua

Andrea Mardegan comenta las lecturas del I domingo de Pascua y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan·14 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Comentario a las lecturas del I domingo de Pascua

Al terminar el relato de la Pasión, Lucas presenta a José de Arimatea que pide el cuerpo de Jesús, lo baja de la cruz, lo envuelve en una sábana y lo entierra en un sepulcro nuevo excavado en la roca. Luego escribe: “Las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea lo siguieron, y vieron el sepulcro y cómo había sido colocado su cuerpo. Al regresar, prepararon aromas y mirra. Y el sábado descansaron de acuerdo con el precepto”. Las mismas mujeres son testigos de lo que sucedió el primer día de la semana, primer día de la vida nueva del mundo. Que empieza por ellas, las mujeres, expertas en acompañar a la muerte y a la vida que comienza: serán testigos del nacimiento de la humanidad de Jesús a una nueva vida, primicia de nuestra vida futura. Cristo Dios encarnado, en medio de la noche nació del vientre de la roca nueva del sepulcro, a una vida nueva.

No habían pensado a cómo quitar la piedra, pero su impulso de amor es recompensado por el autor de la vida: la piedra ya no cierra la tumba. Lucas, que habla de ángeles en varios pasajes del Evangelio, sin embargo dice aquí que a las mujeres se les presentan dos hombres con ropas deslumbrantes. También en los Hechos de los Apóstoles dirá de dos hombres que aparecen y dialogan con los Once después de la ascensión. “Dos hombres” son también Moisés y Elías en el monte de la transfiguración que hablan con Jesús “de su éxodo, que él iba a consumar en Jerusalén” (Lc 9, 30-31). Moisés y Elías son también protagonistas de las Escrituras que dan testimonio de Cristo, como explicó Jesús a los dos discípulos de Emaús, “y, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas”. Y un poco más tarde a los Once apóstoles y “sus compañeros”, asustados y encerrados en el Cenáculo en la tarde de ese mismo primer día de la semana, abriéndoles la mente a las cosas escritas sobre él “en la ley de Moisés, en los Profetas y Salmos”.

Pero sobre todo los dos hombres recuerdan a las mujeres que él, todavía en Galilea, habló de su muerte y también de su resurrección. “Recordad”, dicen estos hombres, o ángeles con rasgos humanos. Las mujeres recuerdan y corren a contar lo acontecido. No son solo tres, sino varias. En el mismo día de la Resurrección, del sepulcro vacío, de las cosas oídas por hombres con una luz particular, experimentan la humillación de los pequeños hacia los fuertes que mandan. “Ellos lo tomaron por un delirio y no las creyeron”. Por cierto, Él todavía no lo han visto. Pero creen en base a su palabra que ya oyeron en Galilea. Y son bienaventuradas. Logran un primer paso: Pedro sale y va a ver el sepulcro vacío. Pronto todos le verán a Él y a sus heridas y volverán a escuchar su voz que nunca más morirá.

La homilía sobre las lecturas del I domingo de Pascua

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

España

¿Eres feliz? La pregunta que ACdP lanza esta Semana Santa

Los días de Semana Santa son el marco para esta nueva campaña de la Asociación Católica de Propagandistas en la que cuestionan sobre la clave de la vida: la felicidad.

Maria José Atienza·13 de abril de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Después de campañas como «Vivan los padres» o «Cancelados», la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) lanza una nueva campaña en marquesinas, metro y autobuses de más de 100 ciudades de toda España poniendo el foco en la tristeza, la enfermedad espiritual más extendida de nuestro tiempo.

El pasado año, por estas fechas, la campaña lanzada por la ACdP se centraba en la esperanza de la salvación. En esta ocasión, los propagandistas preguntan a los 47 millones de españoles si son felices. Una cuestión para la que la ACdP propone dos testimonios personales. A través de sendos códigos QR, comparten dos historias reales, una para el “Sí” y otra para el “No”.

El «Sí» lleva a la historia del modelo y cineasta Pietro Ditano, que encontró a Dios cuando vio que su vida de lujos, aparentemente feliz, no le llenaba.»Era una apariencia de humo» de la que salió gracias a los sacramentos y el servicio a los demás. «El Señor me sacó de la infelicidad absoluta, que se disfraza de felicidad», asegura.

Para el «No», a pesar de lo que pueda parecer, la historia de Sonsoles abre también una puerta a la esperanza. Esta joven, que sufre una depresión, ha descubierto que el Señor la sostiene y la acompaña en su enfermedad. Sonsoles forma parte del 5% de los españoles que sufre un cuadro depresivo y para los que Dios también tiene respuesta, como recuerda esta campaña.

El reto #JesucristoMeHaSalvado

Además la ACdP ha lanzado un reto en redes sociales bajo hashtag #JesucristoMeHaSalvado. A través de este reto, se invita a compartir en vídeo su testimonio y a retar a otros amigos a hacer lo mismo, iniciando una cadena para compartir la buena noticia de la Resurrección. El activista y YouTuber Jordi Sabaté, o el sacerdote Pablo Pich, entre otros,ya han aceptado el desafío.

Vocaciones

Card. Aquilino Bocos: «Casi todas las crisis son crisis de relación humana, cristiana, eclesial o carismática»

Entrevista al Cardenal Aquilino Bocos Merino, cmf. Iniciador, organizador y editor de las Semanas Nacionales de Vida Religiosa con motivo de la LI edición de estas jornadas.

Maria José Atienza·13 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

En pocos días dará comienzo la LI edición de la Semana Nacional de Vida Consagrada. Un encuentro que reunirá a religiosos y religiosas de muy diversos carismas. La relación, un tema amplio, será el eje de esta edición que presenta el tema como una clave fundamental para expresar la identidad cristiana y la de la vida consagrada en las actuales circunstancias.

Esta Semana de la Vida Consagrada es una de las referencias del Instituto teológico de Vida Religiosa, un centro superior de investigación y docencia, fundado por lo Misioneros Claretianos en 1971. En esa fundación tendría un papel fundamental el Cardenal Aquilino Bocos, cmf.

Iniciador, organizador y editor de las Semanas Nacionales de Vida Religiosa, este claretiano oriundo de Esgueva, ha concedido una entrevista a Omnes en la que destaca que «la secularización no se cura huyendo sino afrontando con discernimiento y responsabilidad los desafíos».

Usted inició, hace 51 años, las Semanas de Vida Consagrada. A medio siglo vista, ¿qué balance hace de estas Semanas?

– En octubre de 1971 se inauguraba en Madrid el Instituto Teológico de Vida Religiosa y se produjo el relevo en la dirección de la revista “Vida Religiosa”. Como miembro del equipo del Instituto y como nuevo director de la revista presenté a la Comunidad responsable de estas obras la iniciativa de realizar una Semana Nacional de reflexión para los Institutos de vida religiosa. Fue muy bien acogida y, al proponerla a la CONFER y a un buen grupo de Institutos, recibimos la grata sorpresa de su total adhesión. La segunda sorpresa fue que, al iniciar la Semana, nos vimos desbordados pues se nos presentaron muchísimas más personas de las previstas.

Se han celebrado ya 50 Semanas y, excepto la del año 2020, que la impidió la covid-19, se ha mantenido numeroso el grupo de participantes. En todas ellas hemos podido percibir el gozo pascual, la fraternidad y la esperanza. La satisfacción de los participantes ha servido de estímulo para preparar cada siguiente Semana.

Además del gran número de asistentes, ha llamado la atención la pertenencia a tantas formas de vida consagrada, la diversidad de las edades y las múltiples procedencias geográficas. Hubo Semanas en las que participaron religiosas y religiosos de más de 50 naciones.

Creo que fue un acierto celebrarlas y difundir sus reflexiones en Publicaciones Claretianas, pues han servido para extender las inquietudes y esperanzas expresadas y para alumbrar nuevos caminos de vida y servicio a la Iglesia.

A lo largo de estos años las Semanas han experimentado el gozo de la presencia de Prefectos y Secretarios de la Congregación de Institutos de Vida Consagrada, del Sr. Nuncio, de los Presidentes de la Comision Episcopal de Vida Consagrada, de los Presidentes de CONFER, etc. y de numerosos pastores de nuestras iglesias locales. También es una satisfacción recibir muestras de gratitud de quienes han desarrollado algún tema. Se han sentido muy a gusto entre los participantes.

¿Cómo animan e impulsan estas Semanas la formación y la acción de los diferentes carismas de vida consagrada en la sociedad?

– Recuerdo una anécdota de los primeros años. Un gran teólogo me sugirió, a partir de la experiencia de la primera semana, que no le parecía oportuno congregar masivamente a tantas personas consagradas porque la sensibilidad de aquellos años era compartir en grupos pequeños. A los pocos años participó de nuevo y me pidió que no dejáramos de organizar estas Semanas porque estaban dando mucho aliento y esperanza a los institutos de vida consagrada.

Dicho esto, hay que resaltar que, al organizar la Semana, lo más importante es acertar con el título de la misma. Suele hacerse después de mucha consulta, intercambio, discernimiento. Viene a coincidir con algún tema que necesita ser discernido y reflexionado a la luz de la Palabra de Dios y el Magisterio de la Iglesia, y que afecta a los núcleos principales de la vida consagrada en la Iglesia y en la sociedad.

El título de la Semana, teniendo en cuenta los desafíos eclesiales y sociales, ilumina aspectos nucleares de la vida consagrada: vocaciones, espiritualidad, fraternidad, misión, formación y gobierno. No es sobreañadida, sino connatural, la constante referencia a la dimensión profética y al compromiso por los más desfavorecidos. De ahí que se intente impulsar una vida consagrada de proximidad y espíritu samaritano.

El intento, y parece que se logra, es que la Semana tenga una proyección en las Comunidades o Grupos de vida y apostolado. La proyección de la Semana en el extranjero es también encomiable. Por eso se publican las conferencias, que suelen ser objeto de reflexión, formación e intercambio. Frecuentemente, los profesores o ponentes en las Semanas han sido invitados a capítulos, asambleas o sesiones de formación permanente en distintos países.

En los primeros años, las Confers regionales se hacían eco de la Semana Nacional y se repetían en algunas ciudades las conferencias claves de la misma.

La semana de este año se centra en un tema complejo: la relación. El Papa nos anima mucho a vivir «mirando al otro». ¿Cómo se traduce esto en la vida religiosa?

– El tema de la 51 Semana es amplio, pero es profundo y comprometido. Casi todas las crisis son crisis de relación humana, cristiana, eclesial o carismática. Afrontar la relación es tomarse en serio los orígenes, la trayectoria y la plenitud de la vida en todos los ámbitos aludidos.

Nos movemos en una cultura relacional y un exponente vivísimo es el magisterio de nuestro Papa Francisco. Basta leer sus discursos, encíclicas y exhortaciones para ver su insistencia en el otro como hermano, como prójimo, como condiscípulo y como miembro de la comunidad evangelizadora. Todo cuanto indica sobre la Iglesia en salida e Iglesia samaritana, todo cuanto ha insistido en la fraternidad, revela una pasión por el hombre, por la convivencia, por la solidaridad, por la paz. No deja de apostar por el diálogo y el encuentro. Es evidente que el tema es nuclear para entender y vivir la sinodalidad en el Pueblo de Dios.

¿Existe, aún hoy, el peligro de cerrarnos en nuestra propia comunidad o entorno más o menos favorable como respuesta a un miedo a la secularización exterior?

– Hay algunos grupos que buscan el refugio de la comunidad cerrada. Pero no es lo común. El riesgo más grande es la dispersión y la disgregación. La secularización hay que afrontarla desde un testimonio serio en el pensar y en el actuar. Y en este actuar incluyo, como no podía ser de otro modo, la oración, la meditación de la palabra de Dios, la solidaridad con los más pobres y marginados. La secularización no se cura huyendo sino afrontando con discernimiento y responsabilidad los desafíos que nos llegan del pensamiento complejo que nos envuelve y de la vida líquida que nos impide hacer pie.

La secularización hay que afrontarla desde un testimonio serio en el pensar y en el actuar.

Card. Aquilino Bocos. Fundador Semana Vida Consagrada

También hoy, como decía el cardenal Suenens, “No es hora del miedo y de la soledad. No es el tiempo de la dispersión. No es el momento de vivir en solitario…Es la hora de la comunión”. Hemos de esforzarnos por vencer la secularización, la globalización y las falsas informaciones de las redes digitales con la pasión por la verdad, la misericordia y la fraternidad.

La Iglesia se halla inmersa en un camino sinodal especialmente orientado a la relación: hablar, escuchar a los demás, también a los de fuera ¿Cree que este espíritu sinodal está calando en la Iglesia de manera efectiva? ¿Cómo vive la Vida Consagrada hoy este reto sinodal?

– Sinodalidad es “caminar juntos”. Esta expresión hace referencia a los primeros discípulos del camino de Jesús y es la condición de quienes queremos seguir a Jesús Camino, Verdad y Vida. Quiere decir que la sinodalidad es algo más que la organización de reuniones internas de la Iglesia. El hecho de que el Papa haya convocado un Sínodo sobre la sinodalidad ha despertado un gran interés y desarrollado una amplia reflexión sobre nuestro estilo de vida y nuestro modo de celebrar y evangelizar. La Iglesia es Misterio, es comunión y es misión. Y, si queremos ser coherentes con nuestra participación en ella, hemos de ser adoradores, vivir con intensidad la fraternidad y desvivirnos por anunciar con alegría el Evangelio del Reino.

La sinodalidad está en marcha. ¿Qué es lo que la frena? La ruptura de las relaciones ante Dios, ante los otros y ante la naturaleza.

Card. Aquilino Bocos, cmf. Fundador Semana Vida Consagrada

La sinodalidad no es una pauta teórica, es un camino que recorrer conjugando, entre otros, estos verbos: mirar, acoger, convivir, agradecer, amar, incluir e integrar, escuchar, dialogar, perdonar, orar juntos, confiar, ayudarnos y comprometernos. Estos verbos suponen relaciones personales de los miembros de la familia de Dios en camino.

La sinodalidad está en marcha. ¿Qué es lo que la frena? La ruptura de las relaciones ante Dios, ante los otros y ante la naturaleza. Las empobrece la indiferencia, la apatía, la obviedad. Por eso, la sinodalidad implica una constante conversión a la persona de Jesús y a su Iglesia, que es su Cuerpo.

La Vida Consagrada está llamada a ejercer su servicio de testimonio profético en el camino sinodal que lleva la Iglesia a través de su consagración, vida fraterna y misión evangelizadora según el carisma del propio Instituto. Esta 51 Semana Nacional está, precisamente, orientada a vivir con nueva conciencia y responsabilidad este “caminar juntos” con los Pastores, con los sacerdotes y con los laicos.

Las relaciones intraeclesiales han mejorado mucho en estos años postconciliares, pero hemos de cualificarlas desde la docilidad al Espíritu y afrontando las necesidades de quienes más necesitan nuestra proximidad y servicio samaritano

Educación

¿Para qué sirven los números romanos?

La eliminación de la historia es esencial para este propósito de creación de un nuevo orden social. Necesitan una nueva generación de jóvenes sin historia.

Javier Segura·13 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

La decisión de eliminar el estudio cronológico de la asignatura de Historia en la LOMLOE ha resultado realmente chocante y ha levantado las críticas de historiadores y escritores. ¿Cómo se puede estudiar Historia sin tener en cuenta el hilo de los acontecimientos?

Las críticas no han tardado en aparecer y se han hecho oír en distintos medios. Precisamente un grupo de escritores ha promovido un manifiesto en el que se posicionan claramente en contra de este modelo de enseñanza de la Historia.

«Responden a un planteamiento ideológico que convierte la Historia es un magma, en una serie de fotogramas desconectados entre sí donde el tiempo histórico carece de sentido y, por consiguiente, los hechos no están integrados en una época concreta, sino que se enseñan descontextualizados.

Esa fórmula hace que el alumnado caiga en el presentismo y juzgue el pasado con criterios del presente, lo que supone fertilizar el terreno para ‘la cultura de la cancelación’: la impugnación de todo hecho histórico, obra cultural o personaje considerado contrario a determinados valores identitarios actuales».

Pero es que, además de este cambio de paradigma en el estudio histórico, la asignatura de Historia se ve mermada en otros muchos aspectos.

De entrada, se reduce seriamente el número de horas para impartirla. Además, se minimiza el estudio de las épocas históricas anteriores al siglo XIX dejando aparcados acontecimientos históricos esenciales. Y parte del temario se centra más en análisis sociológicos, no exentos de planteamientos ideológicos, que históricos.

Sin contar que algunos de los hechos históricos se tiñen de un grado de subjetividad que es en realidad una posición partidista, como ocurre por ejemplo al analizar la II República española.

Todo esto me ha recordado, por asociación de ideas, algo que ha pasado como anecdótico en la reforma educativa: el hecho de que se haya suprimido el estudio de los números romanos.

La excusa de que hay demasiados conocimientos en el currículo y que hay que aligerar la carga suena demasiado a excusa.

Las nuevas generaciones no serán capaces ya de interpretar la mayor parte de las inscripciones. Para ellos será como ver un jeroglífico egipcio, un montón de letras sin sentido. Pero el daño es mucho mayor y preocupante si lo unimos a esa pérdida general del concepto histórico del que hablamos.

La historia común nos configura como pueblo, nos da identidad, nos ancla en una comunidad. Nos hace entender quienes somos como sociedad y como personas. Analiza el pasado para entender el presente y proyectarse a un futuro mejor. Siempre hemos oído eso de que quien no conoce la historia está condenado a repetirla.

Hoy se respira en el ambiente y en las élites políticas y sociales una mentalidad revolucionaria. La revolución se plantea siempre con una pretensión adámica de que todo empieza hoy, de ruptura radical con el pasado.

En algunas ocasiones, como fue la de la Revolución francesa, se llegó a cambiar el calendario. No se podrían medir ya los años o los meses con el calendario cristiano. El nacimiento de Cristo no podía ser el centro de la Historia.

Este sentimiento revolucionario se puede vislumbrar hoy de una manera especial, aunque de una manera más pausada, más sutil, menos ruidosa. Estamos en un cambio de época, ciertamente. Pero es un cambio que algunos quieren que sea desde la ruptura, que permita proponer un nuevo paradigma ético y moral, político y económico. Y romper con el pasado, dejar sin raíces a las nuevas generaciones, desdibujar los vínculos comunitarios, es parte de ese camino que lleva al gran reinicio que pretenden. Dentro de este esquema revolucionario, de cambio de paradigma, la educación es un elemento clave, es la herramienta que impulsa ese cambio.

La eliminación de la historia es esencial para este propósito de creación de un nuevo orden social. Necesitan una nueva generación de jóvenes sin historia, sin pasado, sin anclajes. Sólo así, sin las ataduras a la tierra que supone tener raíces, pueden recorrer determinados caminos personales y colectivos que chocarían con principios morales y sociales que les constituyeron como pueblos y como personas.

Pero todos sabemos lo que ocurre con un árbol sin raíces. No se sujeta. Se tambalea con el menor viento. Y en última instancia, se muere. Este es el momento crucial que vivimos.

Precisamente pensando en todo esto no puedo sino recordar unas palabras del papa santo polaco. También a Karol Wojtyla y a su generación de compatriotas les tocó vivir un momento en el que un régimen revolucionario quería cambiar su identidad e implantar un nuevo orden social. Pero fue precisamente en ese enraizarse en la historia y en su tradición donde encontraron las claves para afrontar aquel descomunal reto. Merece la pena releer estas palabras y sacar conclusiones para nuestro tiempo actual.

«Pienso que en estas múltiples formas de piedad popular se esconde la respuesta a una cuestión que se plantea a veces sobre el significado de la tradición, incluso en sus manifestaciones locales.

En el fondo, la respuesta es sencilla: la sintonía de corazones constituye una gran fuerza. Enraizarse en lo que es antiguo fuerte, profundo y entrañable al mismo tiempo, da una energía interior extraordinaria.

Si ese enraizarse está además unido a una vigorosa fuerza de las ideas, ya no puede haber razón alguna para temer por el futuro de la fe y de las relaciones humanas en el interior de la nación.

En el rico humus de la tradición se alimenta la cultura, que cimienta la convivencia de los ciudadanos, les da el sentido de ser una gran familia y presta apoyo y fuerza a sus convicciones.

Nuestra gran tarea, especialmente hoy, en este tiempo de la llamada globalización, consiste en cultivar las sanas tradiciones, favorecer una audaz armonía de la imaginación y del pensamiento, una visión abierta al futuro y, al mismo tiempo, un afectuoso respeto por el pasado.

Es un pasado que perdura en los corazones humanos bajo la expresión de antiguas palabras, de antiguos gestos, de recuerdos y costumbres heredaros de las pasadas generaciones»

San Juan Pablo II, ‘¡Levantaos! ¡Vamos!’

Vaticano

Semana Santa con el Papa Francisco

En la Semana Santa de 2022 se celebrarán con cierta normalidad, tras dos años de suspensión por la pandemia, las celebraciones del Santo Padre en el Vaticano: procesiones, Via Crucis y Triduo Pascual.

Giovanni Tridente·12 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Tras dos años de suspensión debido a la pandemia del Covid-19, las celebraciones públicas de la Semana Santa se han reanudado en casi todo el mundo con gran participación de los fieles: procesiones, Vía Crucis, Triduo Pascual. La Iglesia universal tuvo una muestra de ello este Domingo de Ramos, cuando más de 65.000 fieles se reunieron en la Plaza de San Pedro y en la cercana Via della Conciliazione para asistir a la misa con el Papa Francisco.

Domingo de Ramos

Fue emocionante ver escenas que habíamos dejado atrás durante más de 24 meses: además de las grandes concentraciones de gente, el paseo del Papa en su «papamóvil» para saludar a la multitud al final de la celebración dio una sensación de normalidad a esta nueva etapa que esperemos se asiente. Fue igualmente significativo ver la Plaza de San Pedro decorada con cientos de arreglos florales y adornos, junto con la distribución de ramas de olivo. La misma decoración, incluso más detallada, se verá el Domingo de Pascua, con los adornos realizados con la ayuda de floristas holandeses y eslovenos.

Jueves Santo

En esta línea, se han confirmado todas las celebraciones de la Semana Santa con la participación del Papa Francisco, que aunque tiene algunos problemas para caminar debido a su problema de rodilla, presidirá todos los ritos programados. Comenzando por el Jueves Santo, con la Misa Crismal en presencia de patriarcas, cardenales, arzobispos, obispos y sacerdotes diocesanos y religiosos presentes en Roma, por la mañana a las 9.30 horas en la Basílica de San Pedro.

Viernes Santo

El Viernes Santo, de nuevo en la Basílica, el Santo Padre presidirá la Liturgia de la Palabra con la Adoración de la Santa Cruz y la Santa Comunión, a las 17 horas, mientras que por la tarde se reanudará el tradicional Vía Crucis en el Coliseo, también tras la parada de la pandemia, a las 21.15 horas, al final del cual el Papa dirigirá unas palabras e impartirá la Bendición Apostólica.

Vía Crucis en el Coliseo

El Papa ha querido confiar este año las meditaciones del Vía Crucis a algunas familias, ya que estamos en el año dedicado a ellas, mientras se celebra el 5º aniversario de la exhortación apostólica Amoris laetitia, que concluirá en junio con el 10º Encuentro Mundial de las Familias.

Entre las 14 familias representadas hay una pareja joven, una familia en misión, una pareja de ancianos, una familia numerosa, una familia con un hijo discapacitado, una familia con hijos adoptados, una viuda con sus hijos, una familia de emigrantes, en fin, toda la sección transversal de la sociedad con sus problemas y preocupaciones. También hay una referencia a la tragedia de la guerra, hasta el punto de que en la 13ª estación, una familia ucraniana y otra rusa llevarán la cruz. Las propias meditaciones se inspiran en el recorrido vital de cada uno de los grupos representados, con todos sus dramas y esperanzas.

También es interesante que los textos del Vía Crucis se hayan ilustrado con reproducciones de miniaturas extraídas de dos manuscritos de la Biblioteca Vaticana: un libro de meditaciones sobre la Pasión y un Libro de Horas del siglo XV.

Resurrección de Pascua

La Vigilia Pascual tendrá lugar siempre en la Basílica de San Pedro a las 19.30 horas del Sábado Santo; también aquí los Patriarcas, Cardenales y Obispos concelebrarán con el Papa. El día de la Resurrección del Señor, los fieles volverán a la Plaza de San Pedro para la misa del día a las 10 de la mañana – seguida de la bendición Urbi et Orbi impartida por el Papa Francisco desde la logia central de la Basílica.

Ucrania

A propósito de la guerra en Ucrania, el Papa estará cerca de las poblaciones atormentadas por el conflicto también durante el Triduo Pascual, materialmente a través del Cardenal Elector Konrad Krajewski, que ha llegado por tercera vez a Kiev, donde el Jueves Santo entregará una segunda ambulancia en nombre del Pontífice. A continuación, se quedará para todas las celebraciones de Semana Santa con las comunidades cristianas locales.

España

Comienza a perfilarse la Peregrinación Europea de Jóvenes

La Peregrinación Europea de Jóvenes 2022 (PEJ), que tendrá lugar en Santiago de Compostela entre el 3 y el 7 de agosto de 2022 con motivo del Año Santo Compostelano ha lanzado su web y una aplicación móvil.

Maria José Atienza·11 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Santiago de Compostela acogerá, el próximo agosto, la Peregrinación Europea de Jóvenes, que organizan de manera conjunta esta diócesis y la Subcomisión de Juventud e Infancia de la Conferencia Episcopal Española. Inicialmente estaba prevista para agosto del 2021, este encuentro juvenil pasó a agosto de 2022 a causa de la pandemia al tiempo que se prorrogaba el Año Santo Compostelano hasta 2022 por el mismo motivo.

Catequesis, actividades lúdicas, o conciertos formarán parte de este encuentro en el que está prevista la participación de jóvenes de toda España y varios países de Europa especialmente de Portugal, Italia y Francia.

Aunque la organización de la PEJ22 no va a realizar ningún camino «oficial», desde la organización, se va a hacer una coordinación con todas las realidades, movimientos y asociaciones que quieran participar para hacer un reparto equitativo de los 10 caminos posibles en las fechas previas a la PEJ.

Esta Peregrinación Europea de jóvenes tiene como lema «Joven levántate y se testigo» parte de uno de los tres versículos sobre los que el Papa Francisco animó a los jóvenes a reflexionar y orar en la JMJ 2019 en Panamá, con vistas a la Jornada Mundial de la Juventud de Lisboa

¡Joven, a ti te digo, levántate!’ (Lc. 7,14 – Christus vivit’, 20) para el año 2020;

‘¡Levántate! ¡Te hago testigo de las cosas que has visto!’ (Hechos 26,16)” para el año 2021;

“María se levantó y partió sin demora”, extraído de Lc 1,39, para el año 2022, año de la JMJ en Lisboa.

Tres temas que tienen en común la invitación a los jóvenes a “levantarse”, a apresurarse a vivir la llamada del Señor y difundir la buena noticia, como hizo María después de haber pronunciado su “Aquí estoy”.

La aplicación móvil y la web

La aplicación móvil de la PEJ22 está disponible tanto en Apple Store como en Google Play, y está concebida como en el vehículo de comunicación interna para todos los participantes de la peregrinación. De momento, está en una primera fase de desarrollo, pero irá incorporando nuevas funciones en los próximos meses exclusivas para los jóvenes inscritos.

Mientras, en la página web oficial, se puede encontrar la información básica de la peregrinación, con todos los materiales gráficos a disposición de los visitantes, las últimas noticias sobre la PEJ, e información de los caminos.

Lecturas del domingo

«Gestos llenos de sabiduría divina». Jueves Santo

Andrea Mardegan comenta las lecturas del Jueves Santo y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan·11 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Comentario a las lecturas del Jueves Santo

La antigua Alianza fue estipulada por Dios con Abraham, pasando por los animales descuartizados y su sangre. Jesús en la institución de la Eucaristía menciona la nueva Alianza, que durará para siempre. Está estipulada como la antigua: por Dios como protagonista y nosotros como destinatarios de su pacto de amor, en su sangre que será derramada en la cruz y es presentada de antemano a sus apóstoles en el vino del cáliz, separado del pan de su cuerpo. El tierno cordero sacrificado por orden del Señor en la Pascua de liberación de Egipto y cuya sangre fue untada en jambas y dinteles de las puertas para salvar a los primogénitos de las familias judías, era figura de Cristo, que está a punto de derramar su sangre en la cruz por la salvación de todos.

Juan destaca que Jesús sabe todo esto y todo lo demás de su Pascua, y por eso sus gestos están llenos de sabiduría divina. “Sabiendo Jesús que había llegado su hora”, amó hasta el extremo a sus discípulos. “Sabiendo que el Padre había puesto todo en sus manos, que venía de Dios y a Dios volvía”, lavó los pies a sus apóstoles. Un gesto que desciende de la sabiduría de Jesús y ligado al significado de aquella Pascua. Jesús dejó sus vestiduras. Son las mismas vestiduras tal vez tejidas por su madre y quizá impregnadas del perfume del nardo preciosísimo que María de Betania derramó sobre sus pies (Jn 12, 3) y sus cabellos (Mc 14, 3): trescientos gramos. Las mismas vestiduras que el día siguiente los soldados romanos tomaron después de crucificarlo. Y las dividieron en cuatro partes, una para cada soldado, y echaron suertes sobre la túnica tejida de una sola pieza. Para decir que “se llevaron” las vestiduras, Juan usa un verbo que también significa “acoger”. Como si Jesús se las hubiera entregado. De hecho, ya las había dejado para lavar a los pies de los suyos, ya las había donado. Quizá se las quitó también en el Calvario. Y los inconscientes soldados romanos tomándolas consigo, se llevaron una reliquia de Cristo.

Lavó los pies a todos, incluso a Judas, incluso a Pedro, que no quería, para que formaran “parte” de él, con su herencia: la vida eterna con el Padre. Alcanza a todos los discípulos, a todos los soldados, a toda la gente. “Cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí” (Jn 12, 32). Mientras Jesús lo sabe todo, nosotros sabemos poco y mal. Dejemos entonces que Jesús nos lave los pies, recogemos su ropa y todo lo que abandonó para darse a sí mismo: trabajo, familia, patria, honor, discípulos, seguridad, vida. Acogemos todo esto que él tiene en sus manos, en el pan que es él mismo. Jesús hecho Eucaristía que se nos entrega a sí mismo: “comed”, nos dice porque quiere tener parte con nosotros.

La homilía sobre las lecturas del Jueves Santo

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

Educación

La piedra angular de la educación

Como educadores cristianos, pienso de manera especial en los colegios de inspiración católica y en los profesores de Religión, haremos bien en plantearnos cuál es ‘nuestro perfil de salida’, es decir, qué modelo de persona tenemos y, con ello, cómo queremos que sea nuestra sociedad.

Javier Segura·9 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Texto en italiano

Hay una expresión que, por evangélica, me ha llamado la atención en la nueva ley educativa. El Ministerio de Educación de Pilar Alegría señala que el perfil de salida, “es la piedra angular del edificio curricular, la matriz que cohesiona y hacia donde convergen las distintas etapas”.

El perfil de salida es el modelo de persona que se quiere lograr con la aplicación de la LOMLOE. Todo el sistema educativo se encamina hacia ese objetivo. El perfil de salida del alumnado dibuja el tipo de persona que, como grupo social, se quiere contribuir a desarrollar mediante la educación y, a través de ella, el tipo de sociedad que se aspira a construir.

Como educadores cristianos, pienso de manera especial en los colegios de inspiración católica y en los profesores de Religión, haremos bien en plantearnos cuál es ‘nuestro perfil de salida’, es decir, qué modelo de persona tenemos y, con ello, cómo queremos que sea nuestra sociedad. Y tendremos que preguntarnos en qué medida coincide nuestro proyecto con el que ésta u otras leyes educativas propongan.

Quizás hemos de partir del principio. Nuestra piedra angular en la educación no es otra que el mismo Jesucristo. El fin de toda formación cristiana es la configuración con Cristo. El modelo que tenemos de humanidad es la que encarna, no idealmente, sino vivo y palpitante, Jesús de Nazaret. De hecho, estamos llamados a tener el corazón, la mirada, la mente de Jesucristo. Ese es nuestro último referente formativo.

Es verdad que la escuela tiene su propia dinámica, y que nuestra propuesta católica puede coincidir en muchos de los objetivos que se marca en el perfil de salida educativo, e incluso puede reforzar con una profundidad mayor algunos de ellos.

Pero hemos de ser conscientes y honestos con nosotros mismos para ser capaces de ofrecer nuestro propio proyecto, nuestro perfil de salida, sin tener miedo a que haya aspectos en los que no coincidamos con lo ‘políticamente correcto’. Hemos de ser capaces de proponer nuestra perspectiva en algunos temas en los que aparentemente hablamos de lo mismo, pero sólo aparentemente. Porque, por ejemplo, no es lo mismo hablar del cuidado de la casa común desde la perspectiva de que el mundo es creación de Dios y el hombre es su ‘obra cumbre’, a hacerlo proponiendo un esquema panteísta de la madre tierra Gaia y presentar al hombre como el enemigo, una especie de virus que hay que controlar con políticas neomaltusianas que disminuyan la población. No es lo mismo.

Y no solo se trata de puntos de vista sobre un mismo tema. A veces no es un problema de lo que se dice, sino de lo que no se dice. Hay perspectivas vitales que jamás aparecerán en el perfil de salida de ninguna ley educativa, pero que son esenciales para nosotros. Los cristianos no podemos olvidar que somos ciudadanos del cielo, que la tierra es nuestra casa común, pero que se amplia y se hace infinita en el seno del Padre. Que Jesús, muerto y resucitado, vivo hoy, es quien sostiene nuestra vida.

Nuestra piedra angular es Cristo. Sin él, todo el edificio se cae. Sin esa clave es imposible educar como cristianos. Teniendo eso claro, sabiendo quiénes somos y cuál es nuestra propuesta, podremos aportar la luz que nace del evangelio y que ha iluminado todos los siglos y todas las naciones.

También el XXI.

Ecología integral

Mutuactivos lanza un fondo “que tiene en cuenta la doctrina católica”

Mutuactivos, entidad de gestión de activos financieros de Mutua Madrileña, ha lanzado al mercado “un fondo sostenible de renta variable internacional”, denominado Mutuafondo Impacto Social FI, “centrado en el aspecto social y que tiene en cuenta la doctrina de la Iglesia católica”, afirma la gestora.

Rafael Miner·9 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

El objetivo sostenible del fondo se centra en la inversión en compañías que “buscan de manera activa mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas, tanto a través de sus procesos y operaciones, como de los bienes o servicios que ofrecen”, añade Mutuactivos.

“Por su carácter socialmente responsable, la política del fondo excluye la inversión en compañías que atenten contra la vida o la dignidad humana”, señala explicitamente. “De este modo, queda excluida la inversión en empresas con exposición al tabaco y el armamento, las que vulneran los derechos humanos, compañías que demuestren discriminaciones raciales o de género o fomento de la usura”. “El vehículo tratará de evitar compañías que participen en sectores cuya actividad atenta contra el ideario de la Iglesia catòlica”, explica la gestora.

Por otra parte, “los gestores analizarán de forma especialmente minuciosa los sectores clasificados como de alto impacto climático, restringiendo la inversión en compañías con exposición a combustibles fósiles, materias primas, residuos tóxicos y aquellas que realicen un uso intensivo del agua”.

Luis Ussia, consejero delegado de Mutuactivos, asegura que “la estrategia del fondo estará centrada en la selección de empresas que favorecen la lucha contra la pobreza y la desigualdad, la lucha contra el hambre, que promueven la salud, el bienestar y el consumo responsable y que adoptan soluciones en materia de protección de los derechos humanos y laborales”.

Un fondo de renta variable

Mutuafondo Impacto Social FI, que presenta “una inversión mínima de 10 euros”, “invertirá entre el 75 y el 100 % de su patrimonio en renta variable [por ejemplo, acciones], principalmente de emisores y mercados de la OCDE, aunque puede invertir hasta un 25 % en compañías en mercados emergentes”, ha informado estos días.

Según Mutuactivos, el fondo “entra a formar parte de un grupo todavía muy reducido en España de fondos con objetivo sostenible. Sus inversiones estarán alineadas con las directrices de la OCDE para empresas multinacionales y los principios rectores de las Naciones Unidas sobre empresas y derechos humanos. Cumple con los más estrictos criterios de inversión en este sentido”, informa Luis Ussia. 

Para incluir una entidad en cartera, los gestores del fondo “solo considerarán las empresas cuya gestión o negocio genere un impacto directo positivo en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) seleccionados, tras realizar una valoración de las mismas. El fondo está asesorado por Portocolom agencia de valores, entidad adherida al Pacto Mundial de las Naciones Unidas y especializada en el diseño y seguimiento de carteras sostenibles que combinan los aspectos financieros tradicionales con los criterios de sostenibilidad, ESG e impacto”. Los criterios ESG (Environmental, Social, Governance), se refieren a factores ambientales sociales y de gobierno corporativo que se tienen en cuenta a la hora de invertir en una empresa.

Objetivos sociales y puntos de atención

En este sentido, el fondo se centra, según su gestora, “en aquellos objetivos sociales más enfocados en la persona, en particular: ODS 1: Fin de la pobreza; ODS 2: Hambre cero; ODS 3: Salud y Bienestar; ODS 4: Educación de calidad; ODS 5: Igualdad de género; ODS 10: Reducción de las desigualdades; ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles”.

Un breve análisis de la información proporcionada por la gestora, en especial en lo relativo a “evitar compañías cuya actividad atenta contra el ideario de la Iglesia católica”, sugiere una somera lectura del texto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Nacional Unidas, que pueden consultar aquí. En el apartado relativo a Salud, ODS3, se menciona, entre otros objetivos, el siguiente: “3.7  Para 2030, garantizar el acceso universal a los servicios de salud sexual y reproductiva, incluidos los de planificación de la familia, información y educación, y la integración de la salud reproductiva en las estrategias y los programas nacionales”.

Expertos involucrados en la defensa de la vida han señalado habitualmente que la expresión “servicios de salud sexual y reproductiva” en los organismos internacionales suele ser un eufemismo para denominar al aborto. El Papa Francisco, en sintonía con sus predecesores, ha defendido en su Pontificado la dignidad de la persona humana y el derecho a la vida de los no nacidos. La última vez en su viaje apostólico a Malta el pasado fin de semana, como pueden ver en esta crónica de Omnes, con las siguientes palabras: “Los animo a seguir defendiendo la vida desde el inicio hasta su fin natural, pero también a protegerla en todo momento del descarte y del abandono. Pienso especialmente en la dignidad de los trabajadores, de los ancianos y de los enfermos. Y en los jóvenes (…). ¡Protejamos la belleza de la vida!”.

Ecología integral

Las menciones del Papa a los objetivos de desarrollo del milenio, a las propuestas educativas y al desafío ecológico han sido frecuentes estos años, en particular en foros académicos, como pueden consultar en este acto en la Universidad Lateranense. Y en lo que se refiere a la defensa de la vida humana, su doctrina ha sido nítida.

Por otra parte, el catedrático Emilio Chuvieco se ha referido a estos temas en un artículo publicado en Omnes, titulado ‘Moral de la vida’. En este texto se puede leer lo siguiente: “Me venían a la cabeza estas ideas leyendo el último libro del papa Francisco (“Soñemos juntos. El camino a un mundo futuro mejor”, 2020). Frente a quienes siguen sospechando de su postura sobre la cuestión ecológica, como si se tratara de una concesión a los valores del ‘progresismo cultural’, el Papa vuelve a recordar que el cuidado de la naturaleza (de la Creación, en términos cristianos) lleva consigo lo que él denomina‘ecología integral’, que incluye tanto el cuidado del medio ambiente como, y principalmente, el de los seres humanos”.

En cualquier caso, no parece ocioso comprobar que este tipo de fondos, lanzados por la entidad que fuere, afinan en sus inversiones. Mutuactivos ha señalado, como es habitual, que “existen a disposición del público para todos los fondos de Mutuactivos, folleto informativo completo, el documento con los datos fundamentales para el inversor, informes periódicos y última memoria anual auditada, que pueden solicitarse gratuitamente en el domicilio de la sociedad gestora”, en mutuactivos.com o en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (cnmv.es).

Mutuactivos lanzó hace poco un fondo con el fin de efectuar donaciones a ‘Cáritas con Ucrania’, campaña de emergencia de Cáritas Española para atender necesidades humanitarias de la población desplazada.

Cultura

Una app para rezar el Vía Crucis con textos de san Josemaría Escrivá

La aplicación desarrollada por los argentinos Alejandro Roggio y Ramiro González Morón acompaña los textos de este tradicional rezo con imágenes de la artista suiza Bradi Barth e incluso con música.

Maria José Atienza·8 de abril de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La aplicación Via Crucis está disponible en cuatro idiomas -español, inglés, portugués o italiano- y se puede descargar desde Google Play y Apple Store de manera gratuita, si bien se puede realizar una donación voluntaria en la descarga.

Los textos breves del Via Crucis escrito por san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, “son muy profundos y están expresados en un lenguaje actual y con una extensión relativamente breve, que los hace muy adecuados para una app”, destaca uno de los creadores de la app, Ramiro González.

Vaticano

Las familias, protagonistas del Via Crucis del Coliseo

Rome Reports·8 de abril de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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El primer Via Crucis en el Coliseo tras la pandemia estará marcado por su acento familiar ya que diversas familias serán las encargadas de preparar las meditaciones del Via Crucis. También serán algunas familias las que llevarán la cruz de estación en estación.

Esta apuesta por las familias se enmarca en el año de la familia “Amoris Laetitia” que concluirá el 26 de junio de 2022 con el X Encuentro Mundial de las Familias en Roma.

Vaticano

El lunes de Pascua el Papa Francisco se reúne con miles de adolescentes

La iniciativa pretende llamar la atención sobre el mundo de los adolescentes, jóvenes de entre 12 y 17 años, que a menudo son ignorados por el "mundo de los adultos" y que, en cambio, son imprescindibles para construir el mundo del mañana.

Giovanni Tridente·8 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

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Llevan varios meses preparando un encuentro que pretende poner de relieve una realidad existencial a menudo ignorada por el «mundo de los adultos». Son los miles de adolescentes, jóvenes de entre 12 y 17 años, que el 18 de abril, lunes de Pascua, se reunirán en la Plaza de San Pedro para un encuentro con el Papa Francisco.

La iniciativa ha sido promovida por el Servicio Nacional de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal Italiana, y ha sido propuesta al Pontífice como una «peregrinación a Roma» a través de la cual intentar reflexionar sobre este particular «mundo», maravilloso pero al mismo tiempo complicado, que ciertamente merece más atención por parte de toda la sociedad. Mientras tanto, la Iglesia comienza.

Los efectos de la pandemia

Una de las razones para iniciar una seria reflexión sobre la edad de desarrollo de los jóvenes también se deriva de las limitaciones experimentadas durante la pandemia de Covid-19, que, como demuestran muchas investigaciones realizadas sobre el terreno, ha penalizado gravemente la vida de los jóvenes, obligados a permanecer en casa y a privarse de relaciones humanas que son fundamentales para ellos. Además de los límites registrados en el ámbito de la educación -con la alternativa, en los casos en que ha funcionado, de la enseñanza a distancia- y en el replanteamiento de los espacios domésticos compartidos.

Por ello, la Iglesia italiana ha querido ser intérprete de este malestar general y ha iniciado un proceso en todas las diócesis para extender la conciencia de que es importante invertir en esta época estratégica. Por su parte, el Papa Francisco agradeció esta oportunidad de dirigirse una vez más a los jóvenes, aunque sólo sea para reiterar la importancia que tienen no sólo para el futuro sino también para el presente de la sociedad.

El diálogo entre jóvenes y mayores

No faltan ocasiones, en efecto, en las que el Santo Padre señala la necesidad de preservar y «vivir» las raíces, a través de un diálogo fecundo entre los mayores y los jóvenes, porque como repite a menudo en una imagen muy acertada citando a un poeta argentino, «todo lo que tiene el árbol que florece le viene de las raíces» (Bernárdez).

El encuentro del lunes después de Pascua tendrá obviamente su punto culminante en el diálogo entre los adolescentes y el Papa, pero también seguirá una vigilia de oración con la escucha y meditación del capítulo 21 del Evangelio de Juan, sobre el encuentro de Jesús con los discípulos después de la Resurrección.

No es casualidad que, al comentar la iniciativa, uno de los responsables de la pastoral juvenil en Italia, el padre Michele Falabretti, dijera: «queremos animar y dar signos de esperanza a quienes se comprometen con el crecimiento de los jóvenes y a quienes miran a la comunidad cristiana como guardiana de un futuro de vida que nace de la fe en Jesús resucitado».

El logotipo

El logotipo también quiere comunicar este mismo enfoque. Se compone del ICHTUS, un pez formado por muchos círculos azules dispuestos alrededor de la cruz del ojo. Tiene una forma «vital» y quiere representar «la natación en el mar de la historia humana». La cruz es de color naranja y hace referencia al «sol del día de Pascua», mientras que los círculos azules evocan muchas pequeñas gotas de agua como recuerdo del Bautismo y fuente de unidad.

El título es #sígueme, con el signo gráfico que en el mundo social simboliza la búsqueda, para representar «una búsqueda del sentido de la propia existencia que se renueva en la comunión de los hermanos con el Padre, en el Amor del Hijo».

España

Varios expertos subrayan la legalidad de la inmatriculación por la Iglesia

Las inmatriculaciones de bienes mediante certificado eclesiástico y la reforma de 2015 de la ley hipotecaria, y la revisión de un anteproyecto sobre la Ley de Patrimonio Histórico español, son algunos asuntos tratados en una Jornada sobre inmatriculaciones organizada por la Sección de Derecho Canónico del Colegio de Abogados de Madrid.

Rafael Miner·7 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

La Jornada se tituló “Las inmatriculaciones de la Iglesia católica mediante certificado eclesiástico”. Mónica Montero e Irene Briones, las dos copresidentas de la Sección de Derecho Canónico del Colegio de Abogados, moderaron un panel de catedráticos de Derecho Eclesiástico del Estado, Remigio Beneyto y Ricardo García, junto al vicesecretario para Asuntos Generales de la Conferencia Episcopal Española, Carlos López Segovia, y la asistencia de un buen grupo de juristas, asistentes online y en la sala.

A lo largo del debate, el catedrático Remigio Beneyto alertó sobre dos cuestiones. Por una parte, el hecho de que la ley 13/2015, de reforma de la ley hipotecaria, suprime para la Iglesia católica el procedimiento especial de inmatriculación. “Las consecuencias que se están planteando ya van a ser terribles, sobre todo para aquellas entidades eclesiásticas que no hayan inscrito sus bienes, porque va a suponer un auténtico calvario, cuando era mucho más fácil hacerlo mediante un certificado por inmatriculación”. (Inmatricular, como es sabido, es inscribir por primera vez un bien en el Registro de la Propiedad, y para hacerlo, es preciso acreditar el título de propiedad, o bien realizar un expediente de dominio, o bien mediante certificación).

De igual modo, en el transcurso de la Jornada, el académico Remigio Beneyto se refirió a la circulación de un anteproyecto de ley, “ahora parado”, en el que se modificaba la ley de Patrimonio Histórico español, y en el que “no se respetaban las competencias de la administración estatal y de la administración autonómica, con una restricción de las facultades del derecho de propiedad”. Un texto que, en su opinión, “si sale adelante generaría un problema, porque está vaciando de contenido el derecho de propiedad, y puede afectar de lleno a todas las grandes propiedades de la Iglesia”. Al final de este artículo se amplía la información sobre este asunto.

Bienes inmatriculados entre 1998 y 2015

Conviene situar antes que nada el contexto de la Jornada del Colegio de Abogados. Hace un par de meses, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, visitó la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Acababan de finalizar los trabajos sobre las inmatriculaciones de la Iglesia que había realizado la Comisión mixta entre la Iglesia y el gobierno, que datan de febrero de 2021, cuando la entonces vicepresidenta Carmen Calvo entregó en el Congreso el listado de los bienes inmatriculados por la Iglesia por certificación entre 1998 y 2015.

La ministra Carmen Calvo señaló entonces que las inmatriculaciones realizadas por la Iglesia eran ajustadas a derecho, e invitó a las instituciones a revisar el listado de las inmatriculaciones por si encontraban errores que afectaran a la titularidad. La Iglesia estudió los casi 35.000 registros del listado para comprobar si había errores. La entrega de los resultados al presidente del gobierno, en la sede de Añastro, fue una parte significativa de ese encuentro, señaló la CEE.

En el proceso, el gobierno no efectuó ningún caso concreto de reclamación por parte del Estado sobre el listado hecho público. En efecto, según el informe, que pueden ver aquí, la mayor parte del listado es correcto, y recoge los bienes inmatriculados por la Iglesia según lo solicitado por el Congreso.

Alguna polémica generada puede verse en los artículosescritos por el vicesecretario de Asuntos Económicos de la CEE, Fernando Giménez Barriocanal, por el también vicesecretario citado arriba, Carlos López Segovia, quien intervino en la Jornada del Colegio de Abogados, y por el director de Comunicación de la CEE, José Gabriel Vera Beorlegui, que recoge la misma web de la CEE. La siembra de alguna sospecha sobre si la Iglesia pudo inmatricular e inscribir algún bien que no perteneciera a ella y, en general, sobre el sistema jurídico de inmatriculación mediante certificado, sobrevoló la Jornada.

Un proceso legítimo

“Se ha puesto en duda la legitimidad de la propiedad de la Iglesia respecto de los bienes inmatriculados por certificado. Se olvida que este sistema nació con el propio Registro de la Propiedad a finales del siglo XIX, fue mantenido por la II República y se prolongó con sucesivas modificaciones hasta su supresión definitiva para la Iglesia en el año 2015”, había escrito Carlos López Segovia. Pues bien, en la Jornada del Colegio de Abogados volvió a reiterarlo y desarrollarlo, junto a otros ponentes.

Remigio Beneyto Berenguer, catedrático de Derecho Eclesiástico de la Universidad CEU-Cardenal Herrera de Valencia, y académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, afirmó en el debate: “Les tengo que decir que el tema me resulta cansino, porque está solventado desde hace muchísimo tiempo. Yo escribí en 2013 un pequeño librito sobre el tema, y esto sigue y sigue”.

A su juicio, “la Iglesia ha actuado siempre ajustándose a la legalidad vigente”, concluyó Remigio Beneyto. “Si en algún supuesto no ha sido así, quien alegue lo contrario, deberá demostrarlo, y la Iglesia actuar en consecuencia, asumiendo las consecuencias de sus decisiones. Pero personalmente, me está cansando una sospecha general de que ha actuado culposa o dolosamente. No procede, no sé dónde está el problema”.

La abogada y moderadora Mónica Montero preguntó a la mesa si compartía este punto de vista. Carlos López incidió en la cuestión: “Sí. Desde los orígenes de este Registro, en el siglo XIX interesaba que cuantas más inscripciones e inmatriculaciones, muchísimo mejor, porque si no se inscribían los bienes en el Registro de la Propiedad, el Registro resultaba inseguro. Si se instauraba un sistema demasiado rígido, todos los inmuebles de los que no se tenía titularidad dominical, no podían inscribirse, con lo cual resultaba inseguro. Y si se ponía un sistema de inscripción demasiado fácil, resultaba también inseguro, precisamente porque se inscribirían más inmuebles de lo que procedería inscribir”.

“Con lo cual, esto es la pescadilla que se muerde la cola. Llegamos a un punto intermedio en el que el sistema de inmatriculación e inscripción era doble: mediante certificación para aquellas instituciones que eran el Estado y la Iglesia, que tenía inmuebles con anterioridad a la propia constitución del Estado, y un sistema para aquellos que gozaban de titularidad dominical. No tiene mayor misterio, ni mayor trascendencia. Es más, se podría decir que en cierto modo la Iglesia coopera para que el Registro de la Propiedad fuese una institución jurídica segura. ¿Y cómo coopera? Inmatriculando los bienes que podía, al menos en aquel momento”.

“Sin embargo”, añadió más tarde, “al leer los inicios del Registro de la Propiedad desde la perspectiva del siglo XXI, se suele afirmar, errónea e injustamente, que la Iglesia católica se ha apropiado de algo que no es suyo, al usar el único sistema legal de inmatriculación que podía utilizar para muchos de sus bienes, y se tiende a olvidar que la inmatriculación e inscripción registral no es constitutiva del derecho de propiedad sobre los bienes inscritos, sino meramente declarativa del contenido registral”.

“Si la Iglesia no hubiera inmatriculado ningún bien, seguiría siendo la propietaria de esos bienes sin inmatricular. Pero la Iglesia cooperó y actuó con diligencia cumpliendo las normas civiles en todo momento, facilitando así la labor de la Administración”, recordó el vicesecretario Carlos López.

Conseguir seguridad jurídica

En la misma línea, el catedrático y académico Remigio Beneyto, explicó: “Todo proviene de la Ley Hipotecaria de 1861. Se trataba de conseguir la máxima seguridad jurídica, y fomentar la máxima incorporación de fincas al recién creado Registro de la Propiedad. ¿Pero qué ocurría si faltaba el título escrito de dominio, y por tanto la incapacidad de la pronta inmatriculación? Pues que se creyó conveniente la admisión de la certificación como título para la inmatriculación”.

“Fueron los reales decretos de 6 de noviembre de 1863 y de 11 de noviembre de 1864 los que dieron solución a un problema acuciante. ¿Cuál era? El acceso al Registro de la Propiedad de aquellos bienes eclesiásticos exentos de desamortización y carentes de título escrito de dominio”.

“Así, en el artículo 3 del mismo real decreto se exceptuaba de la inscripción a los templos destinados al culto. Luego veremos cuál fue la razón. Pero está claro que la razón no era la confesionalidad, como se pretende ahora, ni el privilegio, sino dar solución a un problema: cómo se inmatriculan en el Registro aquellas entidades que tienen un patrimonio pero que carecen de título escrito que lo acredite, pero es evidente que es de ellos”.

“La ley Hipotecaria de 1909 siguió con lo mismo. En 1944 sigue la reforma de la ley Hipotecaria, y ya viene el 206 que todos conocemos”. (Este artículo 206 permitió a la Iglesia la inmatriculación de los templos, superando así “una discriminación” existente “desde el comienzo del Registro y hasta 1998”: “la Iglesia católica era la única confesión religiosa en España que no podía inmatricular sus lugares de culto”, explica la web de la Conferencia Episcopal).

Tras otro pequeño recorrido histórico, el profesor Beneyto aludió a que “finalmente, aparece el real decreto de 4 de septiembre 1998, en el que se dice que se suprime por inconstitucional la prohibición de inscribir los templos destinados al culto católico”.

“Realmente no era una prohibición, sino que se inclinaba el artículo 5 del reglamento hipotecario por la no necesidad de inscripción, por la notoriedad de los templos católicos. Vamos a ver: ¿la catedral de Valencia, de quién es? ¿Del ayuntamiento de Valencia? No. Es del arzobispado de Valencia. Es decir, la notoriedad de los templos católicos y su uso común, de acceso abierto a la pluralidad de fieles, hacía innecesaria su inscripción”, añadió.

Una visita a la mezquita-catedral de Córdoba

Otro de los aspectos que se abordaron en la Jornada es a quién pertenecen los templos, las ermitas, los bienes inmuebles inmatriculados por la Iglesia.

En el curso de una de sus intervenciones, Ricardo García, catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado Universidad Autónoma de Madrid, se refirió a que en las vertientes del tema, “hay una historia detrás, más que consolidada”, y refirió una anécdota relativa a la mezquita-catedralde Córdoba.

“Hace poco, con alumnos de Turismo de la Universidad Autónoma estábamos realizando una visita a la mezquita-catedralde Córdoba. Nos atendió un sacerdote, don Fernando, que nos dijo: Quien más ha hecho por la islamización de la catedral mezquita de Córdoba ha sido la Iglesia católica. Efectivamente, dentro de este patrimonio histórico-artístico, se podía ver toda la evolución que había tenido la que es, por cierto, primera industria de Córdoba”.

“Dicho esto, volviendo al principio de igualdad, que no es lo mismo que igualitarismo”, añadió Ricardo García, “hay que entender que cuando se está inmatriculando un templo como éste, lo que se está ejerciendo es un derecho. Ese derecho de propiedad hay que relativizarlo con la aplicación del artículo 16 de nuestra Constitución, y de los textos internacionales, porque el mantenimiento de ese edificio, se ha hecho por aquellos que se consideran católicos”.

“Esto hace referencia a que la propiedad pudiera ser de los católicos, que son los que han venido contribuyendo cuando ha habido que arreglar el tejado, o cualquier otro problema. (…) En este caso, la propiedad se convierte en un derecho no fundamental, pero sí constitucional que tiene protección, aunque el titular sea la Iglesia católica. Lo que pasa es que, en ocasiones, es muy beneficioso criticar a la Iglesia católica, y criticar sobre los ladrillos, es especialmente fácil, y rentable, diría yo”.

Los inmuebles de la Iglesia, del “Pueblo de Dios”

Abundando en la cuestión, Carlos López Segovia añadió: “Comento algo que he reiterado en ocasiones. cuando me preguntan. Entonces, ¿los inmuebles que la Iglesia ha inmatriculado son de los ciudadanos? Añado: sí, cierto, de los que se llaman cristianos y se apellidan católicos. No olvidemos que una diócesis es una ‘universitas personarum’. Esto ha quedado muy claro desde el Concilio Vaticano II. Es un conjunto de personas que viven en un territorio, una porción del Pueblo de Dios que tiene un representante legal, que es el obispo. No conozco ningún fiel que al ir a rezar a una catedral, se haya quedado sin poder entrar”.

Anteproyecto parado

Se dijo al principio que se ofrecería más información sobre el anteproyecto de ley “parado” que puede modificar la ley de Patrimonio Histórico español. Dos cuestiones. El catedrático Remigio Beneyto manifestó en la Jornada su “gran preocupación”, porque “según uno de sus artículos, la declaración como bien cultural de interés mundial se puede realizar excluyendo a los propios propietarios de los bienes” ―“esto es una locura”, dijo― , “y se crea un patronato, que es el órgano de gobierno de una entidad jurídica, de una fundación, en el que participan los administraciones autonómicas y locales, que estará afecto al Ministerio de Cultura, que dispondrá siempre de la mayoría de votos del órgano….”, entre otras cuestiones.

La última noticia sobre este anteproyecto fue dada a conocer por el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, el 16 de marzo. El texto sobre Patrimonio ha sido “cuestionado duramente” por las comunidades autónomas porque, “quizá, en el momento de redactarlo el celo por preservar el patrimonio había hecho soslayar las competencias autonómicas del momento”, dijo el titular de Cultura, según varias agencias.

En cuanto a los plazos, hay un “proceso muy abierto” con las comunidades autónomas para “encontrar un punto de encuentro.”. “En estos momentos la cosa está verde, y dudo mucho que esté este año”, señaló.

Familia

La pareja ideal

José María Contreras·7 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Traducción del artículo al italiano

Escucha el podcast «La pareja ideal»

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Desde pequeños, en los cuentos de la infancia, nos vienen hablando de parejas que se quieren mucho y sin esfuerzo, donde todo es maravilloso sin que en su vida haya ningún problema.

Después, el cine romántico nos fue enseñando lo mismo.

Actualmente, también se nos dice que por ahí fuera, en algún lugar, existe alguien con el que yo podría vivir de una manera placida y feliz. Con quien el amor no me supusiese esfuerzo.

Eso, que es tremendamente atractivo, es absolutamente falso. Uno tiene que ser consciente que, aunque conociese a todos los hombres o mujeres del mundo, la convivencia sería difícil, exigiría esfuerzo.

Una pareja está formada por dos personas que son imperfectas, por lo tanto, la resultante será una relación con imperfecciones. No hay que asustarse, en todos los matrimonios hay cosas que van bien y otras no tan bien. Eso es normal.

Saber callar y hablar en el momento oportuno, no es fácil. Dominar la soberbia, el orgullo, evitar el continuo querer quedar por encima, – es una de las drogas que más hace sufrir-  querer dominar al otro, no dejarle espacio, pedirle que las cosas las haga como yo, vigilar lo que hace, lo que dice, el móvil, el correo, son actitudes frecuentes que demuestran inmadurez en la persona y en el amor.

Como la relación de pareja es una relación entre iguales, si no domina uno el orgullo, siempre estará uno intentando ganar terreno al otro. Querer llevar razón. Mandar.

Por tanto, esa persona con la que nos hemos casado tiene defectos y no puede dejar de tenerlos porque tiene pecado original. Todos tenemos defectos.

El éxito de una relación viene dado por el esfuerzo, lucha contra uno mismo, que el hombre y la mujer quieran hacer para mejorar personalmente.

Eso quiere decir que tenemos que tener una predisposición constante a querer mejorar como personas, en ser coherente con nuestras creencias y no asustarnos de que nuestra relación no sea perfecta.

Una persona que sepa amar de verdad es una persona que lucha por conocerse, que no le tiene miedo a la verdad personal.

Tener miedo a la verdad personal es suicida y hace que la capacidad de amar se estanque.

Actualmente se tiene  mucho miedo a amar, a comprometernos, porque intuimos, con verdad, que todo amor lleva consigo, en mayor o menor medida, cierto sacrificio.

El que no quiera tener dolores pase la vida entera libre de amores, dice la canción popular. Así es.

Esa es la razón de que muchas personas en nuestra sociedad, pasen por la vida sin saber lo que es el amor, con una tristeza de fondo y un desasosiego, que compensan, de vez en cuando, con algo de sexo. Así se hace uno la ilusión de que es querido. ¡¡No se puede vivir siempre en la tristeza!!

Muchos van con el corazón en la  mano, ofreciéndolo a alguien que compense su vacío, producido muchas veces por el miedo que se tiene o se ha tenido a amar de verdad, buscando una pareja ideal que no existe, porque nuestra pareja ideal es aquella con la que nos hemos casado.

Para darse cuenta de ello hay que ponerla en primer lugar de nuestras prioridades vitales y perder el miedo al esfuerzo, al sacrificio que exige el amor. Lo demás es no saber querer.

La comodidad se lleva mal con el amor.

En la medida que uno no se engañe, se diga la verdad, y se enfrente consigo mismo, se irá dando cuenta que ese esfuerzo es menos costoso de lo que nuestra imaginación nos dice.

Entonces, sí que hemos encontrado la pareja ideal, porque hemos empezado a amar de verdad. Lo otro son blandenguerías, si no van sostenidas por un amor recio y fuerte.

Así de fácil y así de difícil.

Lecturas del domingo

«Lloró por la ciudad amada». Domingo de Ramos

Andrea Mardegan comenta las lecturas del domingo de Ramos y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan·7 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Comentario a las lecturas del Domingo de Ramos

Jesús preparó a los suyos de muchas maneras para aquellos días de Pascua. Al entrar en Jerusalén, lloró por la ciudad amada que no se daba cuenta de ser visitada por el Hijo de Dios. En la última cena manifestó su deseo ardiente de comer con ellos una Pascua única, con la entrega total de sí, en la comunión con ellos. Se dedica con paciencia a corregir una vez mas su afán por querer ser el mayor entre ellos. Les anticipa la traición de Judas, y a Pedro su negación y su arrepentimiento. A pesar de sus limitaciones y traiciones, Jesús les renueva la confianza: “Vosotros sois los que habéis perseverado conmigo en mis pruebas”. A Pedro: “Y tú, cuando te hayas convertido, confirma a tus hermanos”. Los apoya con las profecías: es necesario que se cumpla en mí lo que está escrito: “Fue contado entre los pecadores”.

En el relato de la oración en el huerto, Lucas prefiere no nombrar a los tres discípulos predilectos. Todos los apóstoles tratan de orar con Jesús y todos se duermen. Como buen médico y discípulo de Jesús, los disculpa diciendo que esto sucedió “por tristeza”. Aparece un ángel que consuela a Jesús, y la somatización de su estado de ánimo: “Le sobrevino un sudor como gotas de sangre que caían hasta el suelo”. Ya el Hijo de Dios se convierte en punto de referencia para cada persona que en la historia es traicionada por los amigos y negada por los hermanos, capturada, encarcelada, juzgada y condenada. Lucas habla de los golpes y burlas de quienes lo tienen bajo custodia, pero no menciona la corona de espinas y azotes. Al interrogatorio ante el Sanedrín sigue el de Pilato, y Lucas añade, único entre los evangelistas, el tercer interrogatorio ante Herodes al que Jesús opone un elocuente silencio, y así relaciona la muerte de Jesús con la de Juan Bautista, su precursor también en esto.

En el camino al Calvario y en la crucifixión y muerte en la cruz, protagonistas son también los personajes que interactúan con él, y que gracias a su cruz se van convirtiendo. Las mujeres de Jerusalén que se golpeaban el pecho: “¡No lloréis por mí!”. Simón de Cirene, que como buen fiel carga la cruz “detrás de Jesús”. Los dos malhechores hacen el camino y son crucificados con él. De éstos, el primero en experimentar la eficacia salvífica de la cruz es el buen ladrón. Los soldados se burlaban de él, pero el centurión al ver su muerte dijo: “Realmente, este hombre era justo”. La multitud que miraba pasiva, ahora se va golpeándose el pecho. Los del sanedrín lo provocaban que bajara de la cruz, pero José, uno de ellos, es bueno y justo, pide y obtiene el cuerpo del Señor y lo coloca en un sepulcro nuevo. Que quedará, al tercer día, vacío para siempre, señal de la resurrección. 

La homilía sobre las lecturas del Domingo de Ramos

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

España

Un equipo «competente, plural e internacional» para investigar los abusos por parte de eclesiásticos en España

28 personas de diferentes países y áreas de especialización jurídica y social forman parte de este equipo de trabajo que, a lo largo de este año, se encargará de investigar loa abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia católica en España. 

Maria José Atienza·6 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Javier Cremades, presidente de Cremades & Calvo-Sotelo, ha presentado a los miembros del grupo de trabajo que forman parte de la auditoría independiente, encargada por la Conferencia Episcopal Española, en relación a las denuncias de abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica en este país.

El 22 de febrero, Mons. Omella, presidente de la Conferencia Episcopal presentaba esta auditoría que tiene el objetivo de “conocer, esclarecer y reparar a las victimas de abusos sexuales en la Iglesia”.

Ahora han sido presentados los 28 miembros que conforman esta auditoría el equipo de trabajo de la auditoría que se ha formado, en palabras de Javier Cremades, con el objetivo de “realizar con la mayor solvencia posible el trabajo encomendado”. 

Cremades ha defendido la disposición de colaboración mostrada desde la Iglesia española “para investigar hasta el final y aportar luz sobre una cuestión de los que no tenemos información suficiente”. 

Pluralidad de enfoques

El equipo se compone de 28 personas que representan «ángulos, especialidades y perspectivas ideológicas distintas».

Un equipo «competente y plural» como lo ha calificado el presidente del bufete español que ha querido señalar que, desde hace seis semanas, han comenzado «una escucha atenta a las víctimas para entender la verdad, acompañarlas y dar un primer paso en la reparación».

Las víctimas, el centro de esta auditoría, como han querido señalar tres de las miembros del bufete que se han reunido con ellas en estas semanas, han podido compartir su dolorosa experiencia en el marco de esta auditoría.

Un hecho que, según ha destacado el propio Javier Cremades, «ha tenido un impacto hondo en nuestra concepción del problema. Nos hemos podido reunir con las asociaciones e instituciones que están alzando la voz para pedir justicia reparación y verdad».

Cremades ha insistido en que todas las asociaciones de víctimas y particulares que hayan sufrido estos abusos «tienen las puertas abiertas. Nosotros no vamos a llamar a las víctimas pero vamos a estar disponibles para ellas».

El equipo de trabajo

Las 28 personas que formarán parte de esta comisión son:

Javier Cremades, Rafael Fernández Montalvo, Patricia Lee Refo, Carolina Marín Pedreño, Alfredo Dagnino, Katharina Miller, Carlos de la Mata, Martin Pusch, Jorge Cardona, Safira Cantos, Diego Solana, David Mills, Teresa Fernández Prieto, Ulrich Wastl, Marina Peña, Liza M. Velázquez, Pedro Strecht, Juan Carlos Gutiérrez, María Massó, Manuel Villoria, Fabiola Meco, Vicente Conde Martín de Hijas, Emilia Sánchez Pantoja, José F. Estévez, Juan Pablo Gallego, Myriam Salazar, Blanca Alguacil y Teresa del Riego.

Un equipo internacional en el que es destacable la participación de los socios del bufete de abogados Westpfahl, Spilker, Wastl, encargado de la investigación realizada en Munich y otras tres diócesis en relación a este mismo asunto, o Pedro Strecht, coordinador de la investigación independiente que estudia los abusos en el seno de la Iglesia católica portuguesa.

También es reseñable la presencia de activistas por los derechos humanos como Safira Cantos o psicólogos especializados en estos casos, como Marina Peña

Además de éstos, tres personas externas llevarán a cabo diversos dictámenes y opiniones que se añadirán a la investigación. En este caso, Encarnación Roca se centrará en la responsabilidad civil e indemnización de las víctimas, Manuela Carmena lo hará en relación a la perspectiva y experiencia de las víctimas y, por último, Juan Luis Cebrián pondrá el foco en la dimensión de la comunicación social de este asunto, tanto en España como a nivel internacional.

Durante la presentación todos ellos han incidido en el reto que supone una investigación de estas características y con un equipo tan variado. Una de las intervenciones más notables ha sido la de Pedro Strecht que se ha dirigido a la propia Iglesia animando a sus miembros a no tener miedo ante este tipo de investigaciones: «Esto no es un trabajo contra la Iglesia sino con la Iglesia y en última instancia por vosotros, por la Iglesia». 

En este sentido, Javier Cremades ha destacado que «vamos a intentar no defraudar ni a las víctimas ni al conjunto de la sociedad» y ha reiterado la disposición de este equipo «para los que quieran darnos a conocer su experiencia de la manera que consideren oportuna».

Javier Cremades durante la presentación del equipo de trabajo

Durante la presentación del equipo, Javier Cremades ha querido poner el acento en las tres vertientes de esta investigación: en primer lugar, los hechos; en segundo lugar, la reparación de estos crímenes, que no compete directamente a este bufete, y un tercer bloque de compliance para evitar la repetición de estas conductas en el futuro y combatir estos crímenes.

Colaboración con la comisión del Defensor del Pueblo

Otro de los puntos, que se ha tratado en esta rueda de prensa, ha girado en torno a la colaboración que esta investigación quiere prestar a la comisión que creará el Defensor del Pueblo para la investigación del abuso sexual por parte de la Iglesia católica únicamente.

Javier Cremades ha destacado que «no estamos para competir sino para colaborar en la comisión que se cree desde el Gobierno. Podemos colaborar con la aportación de los datos y experiencias que podamos ir recogiendo». En este sentido, Cremades ha apuntado que dicha comisión «puede llegar a ámbitos y áreas en las que nosotros no tenemos posibilidad de entrar».

Las oficinas diocesanas recogen 506 casos

En estas seis semanas desde que se puso en marcha la auditoría independiente, como ha confirmado Javier Cremados se han presentado en torno a 50 denuncias y se han iniciado contactos con diferentes
asociaciones y reuniones con obispos. Estas denuncias se refieren en un alto porcentaje, un 30%, a casos que ya han d¡sido denunciados en otros ámbitos.

El pasado 31 de marzo, las oficinas para la protección de menores y prevención de abusos creadas en las diócesis, las congregaciones religiosas y otras instituciones eclesiales se reunieron en Madrid. Un encuentro de formación en el que se dieron a conocer además los 506 casos recogidos por estas oficinas. De éstos, 103 se refieren a personas de las que consta que ya han fallecido y más del 70% son casos del siglo XX. El carácter pastoral y de acogida de estas oficinas permite tratar las denuncias, aunque el acusado haya fallecido o el caso esté prescrito en el ámbito judicial. Las oficinas han recogido también denuncias sobre personas laicas (61), sacerdotes (105) y religiosos (342) además de algunas denuncias dirigidas sobre acusados desconocidos.

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España

La Iglesia ortodoxa rusa en España y Portugal y la CEE publican una Declaración Conjunta por la Paz

La Iglesia ortodoxa rusa en España y Portugal y la Conferencia Episcopal Española han publicado una Declaración conjunta por la Paz en la que invitan "a todos nuestros fieles a intensificar la oración por la paz en todo el mundo, especialmente en Ucrania".

Maria José Atienza·6 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

La declaración, firmada por Mons. Francisco Javier Martínez, arzobispo de Granada y Presidente de la Subcomisión Episcopal para Relaciones Interconfesionales y Diálogo Interreligioso junto a Mons. Néstor Sirotenko, arzobispo de Madrid y Lisboa, perteneciente al Patriarcado de Moscú, hace un llamamiento a «todos aquellos que tienen el poder de detener la violencia y la barbarie a que escuchen en su conciencia la voz de Dios, que rechaza el mal y la guerra, y llama a reconstruir la fraternidad universal». Además señala el compromiso de ambas iglesias de «seguir trabajando por la reconciliación entre los pueblos».

Texto íntegro de la Declaración

Nuestras Iglesias se unen ante el dolor y el sufrimiento provocado a tantos hermanos nuestros ortodoxos, católicos y personas de todas las creencias, por la invasión de Rusia a Ucrania. Desde la segunda guerra mundial, Europa no se ha enfrentado a una catástrofe de tal magnitud, que agrava la ya difícil crisis provocada por la pandemia de Covid-19. En este contexto desolador, nuestras Iglesias quieren recordar juntas las palabras de nuestro Señor Jesucristo, el Príncipe de la Paz: «Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios» (Mt 5,9).

En este tiempo de Cuaresma, en el que nos preparamos para celebrar el triunfo de la Vida sobre la muerte, invitamos a todos nuestros fieles a intensificar la oración por la paz en todo el mundo, especialmente en Ucrania, para que la luz radiante de la Pascua no quede oscurecida por las lágrimas de los que lloran a sus muertos, víctimas de la guerra.

Agradecemos los gestos de caridad hacia las víctimas de la guerra y la acogida generosa a todos los refugiados. La solidaridad con el hermano que sufre es expresión del consuelo y la misericordia del Padre celestial hacia todos sus hijos.

Apelamos a todos aquellos que tienen el poder de detener la violencia y la barbarie a que escuchen en su conciencia la voz de Dios, que rechaza el mal y la guerra, y llama a reconstruir la fraternidad universal.

Mostramos nuestro compromiso para seguir trabajando por la reconciliación entre los pueblos como auténticos pastores que desean ser instrumentos de paz y de comunión.

Madrid, 6 de abril de 2022

Misa por la paz y las víctimas de la guerra y el Covid

Además, el jueves 7 de abril, la Conferencia Episcopal Española se une a la invitación del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) a celebrar durante cada día de la Cuaresma una Eucaristía por los fallecidos a causa de la pandemia en Europa. Una celebración a la que este año se suma la invocación por la paz y por los fallecidos a causa de la guerra.

La capilla de la Sucesión Apostólica acogerá la celebración eucarística por estas intenciones siguiendo la cadena de oración en la que participan todas las Conferencias Episcopales de Europa, según un calendario previsto.

Oración interreligiosa por la paz

Además de esta declaración, se da la circunstancia de que representantes católicos, evangélicos, judíos y musulmanes se dieron cita en Madrid, convocados por la Federación de Comunidades Judías de España y el Centro de Estudios Judeo Cristiano el martes 5 de abril en un rezo conjunto por la paz en Ucrania y en el mundo.

Coincidiendo con la celebración de las Pascuas judía, cristianas y el Ramadán en el mes de abril, los representantes religiosos explicaron los fundamentos y el sentido de sus respectivas festividades y se unieron en un rezo conjunto por la paz, la armonía y el respeto entre los seres humanos.

Enseñanzas del Papa

Tiempo de sembrar

Entre las intervenciones del Papa Franciso durante el mes de marzo, cabe destacar especialmente la recogida en el mensaje por las cuatro doctoras de la Iglesia, su mensaje para la Cuaresma y el discurso en el que relanza el Pacto educativo global. 

Ramiro Pellitero·6 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

Marzo se abrió con un mensaje de Francisco referido a las cuatro doctoras de la Iglesia, cuyo testimonio de santidad es fruto de la correspondencia a la gracia de Dios. En su mensaje para la Cuaresma, el Papa nos había invitado a sembrar el bien. Ya mediado el mes, Francisco ha querido relanzar el Pacto educativo global, subrayando el poder transformador de la educación en estos tiempos de conflictos. 

Las doctoras de la Iglesia y la “santidad femenina”

El Papa ha dirigido un mensaje (1-III-2022) con motivo de un congreso internacional organizado para celebrar los aniversarios de la declaración de Teresa de Jesús, Catalina de Siena, Teresa de Lisieux e Hildegarda de Bingen como Doctoras de la Iglesia, a las que se quiso unir Brígida de Suecia y Teresa Benedicta de la Cruz que, junto con Catalina de Siena, fueron nombradas co-patronas de Europa por san Juan Pablo II (cfr. Spes ædificandi, n. 3).

Una doctrina enseñada ante todo con la vida santa

Todas estas santas tienen en común, primero, por su testimonio de mujeres que han llevado una vida santa; segundo, una “doctrina eminente” por su “permanencia, profundidad y oportunidad que ofrece, en las actuales circunstancias, luz y esperanza a nuestro mundo, tan fragmentado y falto de armonía”. Por lo que toca a su doctrina, las enseñanzas más importantes son, precisamente, las que se refieren a la santidad.

¿Qué enseñaron sobre la santidad? Así lo expresa Francisco: “Dóciles al Espíritu, por la gracia del Bautismo, recorrieron su camino de fe movidas, no por ideologías cambiantes, sino por una adhesión inquebrantable a la ‘humanidad de Cristo’ que permeaba sus acciones”

Así es, porque la humanidad de Cristo es el signo e instrumento que Dios nos ha dado de su amor y condescendencia, al asumir la pequeñez y limitación humana.

Continúa el Papa diciendo: “También ellas se sintieron incapaces y limitadas en algún momento, ‘mujercillas flacas’, como diría Teresa de Jesús, ante una empresa que les superaba”. ¿De dónde sacaron –se pregunta Francisco– la fuerza para llevar a cabo su vocación y la misión que se les encomendó, sino del amor a Dios que llenaba sus corazones? “Como Teresa de Lisieux, pudieron realizar en plenitud su vocación, ‘su caminito, su proyecto de vida. Un camino asequible a todos, el de la santidad ordinaria”. Lo que quiere decir aquí “santidad ordinaria” se explica a continuación. En primer lugar: una santidad caracterizada, como acontece siempre de algún modo, por la fortaleza que surje de unir la confianza en el amor de Dios con la humildad de quien se sabe humanamente poca cosa. 

En segundo lugar, el Papa perfila lo que llama “la santidad femenina que hace fecundos a la Iglesia y al mundo”. Ante todo. subraya el fundamento de esa santidad, que tiene que ver con un aspecto de la sensibilidad actual en relación con la mujer: “La sensibilidad actual del mundo reclama que se devuelva a la mujer la dignidad y el valor intrínseco con que ha sido dotada por el Creador”

Características de la “santidad femenina”

Tercero, a partir de ahí el ejemplo de vida de estas santas pone de relieve algunos elementos que diseñan, con claras manifestaciones en el plano antropológico y social, esa femineidad tan necesaria en la Iglesia y en el mundo: 1) “Fortaleza para arrostrar dificultades”; 2) “Capacidad de lo concreto”; 3) “disposición natural para ser propositivas en aras de lo más bello y humano, según el plan de Dios”, y 4) “visión clarividente —profética— del mundo y de la historia que las ha hecho sembradoras de esperanza y constructoras del futuro”. Sin duda cuatro luces para perfilar la vocación y misión de las mujeres cristianas también nuestro tiempo.

Cuarto, en relación con la Iglesia y su misión. Destaca que “su dedicación al servicio de la humanidad se acompañaba con un gran amor a la Iglesia y al ‘Dulce Cristo en la Tierra’, como gustaba llamar Catalina de Siena al Papa”; junto a ello, “se sintieron corresponsables en subsanar los pecados y miserias de su tiempo, y contribuyeron a la misión de evangelización desde una plena sintonía y comunión eclesial”.

Esas características (fortaleza apoyada en la dignidad y valor de la mujer, concreción en la atención a la persona, atención a la belleza de lo verdaderamente humano, y visión clarividente y esperanzadora) son condiciones de la correspondencia a la gracia de Dios, que acompañó a estas santas en su amor y servicio a la Iglesia y al mundo. Son semillas y también frutos de una siembra divina, la santidad, que da siempre frutos abundantes.

La Cuaresma: siembra y cosecha de bien

En relación con esa siembra de santidad se puede ver el lema que propuso el Papa para la Cuaresma, con palabras de san Pablo: “No nos cansemos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad, hagamos el bien a todos” (Ga 6, 9-10a)

En su mensaje para la Cuaresma de 2022 (hecho público el 11-XI-2021) explica que la Cuaresma es un tiempo propicio (kairós) para sembrar el bien. Esto, según san Agustín, es una imagen de nuestra existencia terrena. En ella prevalecen con frecuencia la avidez y la soberbia, el deseo de tener, de acumular y de consumir (cfr. Lc 12, 16-21). 

Y “la Cuaresma nos invita a la conversión, a cambiar de mentalidad, para que la verdad y la belleza de nuestra vida no radiquen tanto en el poseer cuanto en el dar, no estén tanto en el acumular cuanto en sembrar el bien y compartir”.

En esa siembra, el primer agricultor es Dios mismo, que con generosidad “sigue derramando en la humanidad semillas de bien” (Fratelli tutti, 54). 

“Durante la Cuaresma —señala el Papa— estamos llamados a responder al don de Dios acogiendo su Palabra ‘viva y eficaz’” (Hb 4, 12). 

La escucha, clave para acoger la semilla

¿Cómo se acoge esa siembra? “La escucha asidua de la Palabra de Dios nos hace madurar una docilidad que nos dispone a acoger su obra en nosotros (cfr. St 1, 21), que hace fecunda nuestra vida”. En efecto, porque Dios nos habla en la lectura de la Sagrada Escritura, en la celebración de la liturgia, en la oración personal y en la dirección espiritual, e incluso en los acontecimientos cotidianos, si sabemos escucharlo. 

Además, nosotros también somos agricultores, sembradores y cosechadores. Somos “colaboradores de Dios” (1Co 3, 9), si utilizamos bien el tiempo presente (cfr. Ef 5, 16) para sembrar “obrando el bien”. Nos advierte Francisco que esta llamada a sembrar el bien no tenemos que verla como un peso, sino como una gracia con la que el Creador quiere que estemos activamente unidos a su magnanimidad fecunda.

Entre la siembra y la cosecha hay una conexión estrecha, como dice san Pablo: “A sembrador mezquino, cosecha mezquina; a sembrador generoso, cosecha generosa” (2Co 9, 6). 

La cosecha de las buenas obras

Pero, ¿de qué cosecha se trata? “Un primer fruto del bien que sembramos lo tenemos en nosotros mismos y en nuestras relaciones cotidianas, incluso en los más pequeños gestos de bondad”. El buen árbol da buenos frutos, y no se pierde ningún “cansancio generoso” (cfr. Evangelii gaudium, 279). Sembrar es “desatar procesos cuyos frutos serán recogidos por otros, con la esperanza puesta en las fuerzas secretas del bien que se siembra” (Fratelli tutti, 196).

Pero la siega más verdadera es la escatológica, la del último día. Esto se refiere no solo al momento de la muerte de cada uno; sino también más adelante, tras el juicio final, a la la resurrección de nuestro cuerpo(cfr. 1Co 15, 42-44). Si hemos estado unidos a Él por el amor, resucitaremos para la vida eterna, llena de luz y de alegría (cfr. Jn 5, 29).

Los obstáculos para todo ello se condensan en la “la tentación de encerrarnos en el propio egoísmo individualista y refugiarnos en la indiferencia ante el sufrimiento de los demás”. ¿Y la solución? Pedir la fe y la esperanza, porque así conseguiremos no cansarnos de hacer el bien (cfr. Ga 6, 9). 

A la hora de concretar, el Papa propone: no cansarnos de orar (con la pandemia hemos palpado que necesitamos de los demás y sobre todo de Dios); no cansarnos de extirpar el mal de nuestra vida (con el ayuno y con la confesión de nuestros pecados en el sacramento de la Penitencia) y practicar más los encuentros reales y no solo los “virtuales”; no cansarnos de hacer el bien a los demás, sobre todo a los que tenemos cerca: los necesitados, los enfermos, las personas que están solas. De esta manera, si no desfallecemos, cosecharemos abundantemente. 

Oración y compromiso educativo en favor de la paz

Con motivo de un encuentro de la fundación Gravissimum educationis, el Papa dirigió un discurso (fechado el 18-III-2022), alusivo al tema que les reunía: Educar para la democracia en un mundo fragmentado

Rezar por la paz

Francisco comienza aludiendo a la guerra que tenemos bien cerca, en Europa. Y pregunta qué estamos haciendo cada uno: “¿Rezo? ¿Ayuno? ¿Hago penitencia? ¿O vivo despreocupado, como vivimos normalmente guerras lejanas?”. Y evoca dos principios fundamentales: “Una guerra siempre –¡siempre!– es la derrota de la humanidad”; todos somos derrotados, porque “de algún modo somos responsables”

La promoción de la democracia es un tema actual y debatido. Pero no es frecuente abordarlo desde el punto de vista de la educación. Este enfoque, sin embargo, pertenece de manera especial a la tradición de la Iglesia, y, observa el sucesor de Pedro, “es el único capaz de dar resultados a largo plazo”.

Apoyándose en la parábola de los labradores asesinos (cfr. Mt 21, 33-43.45-46), que se cegaron por su deseo de posesión, el Papa se detuvo en dos degeneraciones de la democracia: el totalitarismo y el secularismo. 

El totalitarismo y el secularismo

Un Estado es totalitario, señaló, con palabras de Juan Pablo II, cuando “tiende a absorber a la nación, a la sociedad, a la familia, a las comunidades religiosas y al propio pueblo” (Centesimus annus, 45). Con esta opresión ideológica, “el estado totalitario vacía de valor los derechos fundamentales de la persona y de la sociedad, hasta el punto de suprimir la libertad”

El secularismo –vivir como si Dios no existiera– es inhumano, sobre todo cuando ese vivir es consciente y voluntario por parte de la sociedad: “El humanismo que excluye a Dios es un humanismo inhumano”, decía Benedicto XVI (Caritas in veritate, 78). 

Señala el Papa que “el secularismo radical, también ideológico, deforma el espíritu democrático de una manera más sutil y taimada: al eliminar la dimensión trascendente, debilita y anula poco a poco toda apertura al diálogo”. Y así, negando la existencia de una verdad última, , las ideas y creencias humanas pueden explotarse fácilmente con fines de poder. 

Aquí está, observa Francisco, la diferencia, pequeña pero sustancial, entre un “laicismo saludable” y un “laicismo envenenado”. (Cabría hablar de una sana laicidad, distinta de un laicismo combativo y antirreligioso) “Cuando lo laico se convierte en ideología, se convierte en laicismo, y eso envenena las relaciones e incluso las democracias”.

Relanzar el Pacto Educativo Global

Frente a estas degeneraciones se alza el poder transformador de la educación. Las experiencias en este sentido son ya fructuosas. Las concreta en tres propuestas.

1) Alimentar la sed de democracia en los jóvenes. Se trata, apunta, de ayudarles a valorar el sistema democrático, que, aunque es siempre perfectible, es proteger la participación de los ciudadanos (cfr. Centesimus annus, 46), así como la libertad de elección, de acción y de expresión. Con ello se les ayuda a rechazar la uniformidad y apreciar la universalidad. 

2) Enseñar a los jóvenes que el bien común se mezcla con el amor. El bien común no se puede defender, sin más, por la fuerza militar. Porque de esta manera se destruye, fomentando injusticias y violencias, y dejando muchos escombros: “Sólo el amor puede salvar a la familia humana”. “En esto –observa Francisco–, estamos viviendo el peor ejemplo cerca de nosotros”.

3) Educar a los jóvenes a vivir la autoridad como servicio. Todos estamos llamados a servir, ejerciendo cierta autoridad, en la familia, en el trabajo y en la vida social (cfr. Mensaje de lanzamiento del Pacto Educativo, 12-IX-2019). En cambio: “Cuando la autoridad va más allá de los derechos de la sociedad, de las personas, se convierte en autoritarismo y acaba en dictadura”. La autoridad es algo muy equilibrado, pero –añade– es algo hermoso que debemos aprender y enseñar a los jóvenes para que aprendan a manejarla.

Desea Francisco aprovechar esta oportunidad para relanzar el Pacto Educativo (para impulsar a los más jóvenes hacia el bien común global), que quiso iniciarse cuando estalló la pandemia. 

“En el contexto provocado por la guerra de Ucrania –observa ahora el obispo de Roma– se destaca aún más el valor de este Pacto Educativo, para promover la fraternidad universal en la única familia humana, basada en el amor”

Así es. Tanto la educación, como la santidad –a la que tanto contribuye–, y como la Cuaresma –que es un ejercicio de autoeducación–, son siembrasque valen la pena, eficaces ante tantos conflictos personales y sociales.

Educación

José María de Moya: “El profesor de Religión de la escuela pública es un héroe”

El I Encuentro Iberoamericano de Profesores de Religión hará de Madrid el epicentro de la reflexión y el conocimiento de nuevas dinámicas en torno a la asignatura de Religión. Un encuentro que quiere reivindicar la importancia de la enseñanza religiosa como señala el director general de Siena Educación.

Maria José Atienza·5 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Madrid acoge, los próximos 6, 7 y 8 de mayo de 2022, el I Encuentro Iberoamericano de Profesores de Religión. Una iniciativa del grupo Siena Educación dirigida a los más de medio millón de profesores de Religión que hay, actualmente, en Iberoamérica y España.

Durante tres días, se desarrollará un amplio y ambicioso panel de conferencias magistrales, dinámicas docentes innovadoras, presentación del Religion Teaching Lab, coloquios y actividades culturales.

El encuentro, que tendrá formato híbrido, está abierto a los profesores de Religión ya sea de escuelas públicas, privadas o concertadas, como señala en esta entrevista con Omnes, José María de Moya, director general de Siena Educación.

¿Su objetivo? Revindicar la importancia de la enseñanza de la Religión en una educación plena de los niños y jóvenes, especialmente ante el desafío del vacío existencial que cada vez más, se plantea en edades tempranas por la falta de atención a este ámbito.

El I Encuentro Iberoamericano de Profesores de Religión va a reunir a profesores de esta materia de entornos y países muy diferentes. ¿Por qué eligieron esta diversidad?

­–Desde un primer momento, quisimos sacar este encuentro de la problemática de la asignatura de Religión en España. No queríamos que el encuentro se centrara en los problemas jurídicos, políticos…, que rodean este tema en España.

Queremos, ante todo, reivindicar la importancia de la enseñanza de la Religión. Por eso lo hemos planteado en un formato más amplio, iberoamericano, porque existen muchos enfoques de la asignatura. Nos encontramos con el enfoque más catequético de la asignatura de Religión, que se da en algunos países de Iberoamérica donde el profesor de Religión, y por tanto la asignatura, está muy vinculada a la parroquia del pueblo.

También encontramos el enfoque que tenemos en España y en otros países de Hispanoamérica: la asignatura confesional pero no catequética -es decir, no hace falta tener fe para asistir a las clases- pero claramente confesional.

También hay algunos países que tienen un enfoque más sociológico, del estudio del hecho religioso o historia de las religiones, donde la asignatura no es confesional, aunque ciertamente está poco extendido. A éstos podemos incluso sumar otra opción que sí encontramos en países como Argentina donde no se imparte Religión en la escuela pública; la Religión, como asignatura, sólo se imparte en colegios religiosos. Por lo tanto, tenemos todo ese panorama de modelos y todos son bienvenidos a este encuentro que, aunque apuesta por un enfoque confesional de la asignatura, queremos que sea trasversal, que todo el mundo pueda aprender.

Objetivos del encuentro

¿Por qué un encuentro específico de la asignatura de Religión?¿Cuáles son sus objetivos?

–En efecto, y de hecho, con el Encuentro queremos destacar el orgullo de ser profesores de Religión y de la propia asignatura. El profesor de Religión ha de sentirse orgulloso de ser profesor de la asignatura de Religión y no por una estrategia de marketing sino por convicción.

El primer objetivo de este encuentro es reivindicar la importancia de una educación plena del alumno, que abarque también la dimensión espiritual, no sólo la intelectual y la humana. Por supuesto con libertad. Aquellas familias que sólo quieran que sus hijos sean bilingües o sepan muchas matemáticas no tienen por qué matricularlos en Religión, pero existen muchas familias que quieren una educación integral, plena.

Para nosotros, la educación es un taburete de tres patas: faceta humana, intelectual y espiritual y que no se sostiene sólo con dos.

La idea del encuentro surge de esta concepción. No son pocos los psicopedagogos, educadores, o incluso psiquiatras que nos han expuesto o señalan cómo, cada vez más, llegan jóvenes a las consultas o tutorías, académicamente brillantes, buenas personas, que saben trabajar en equipo y demás…, pero que experimentan un gran vacío existencial en sus vidas y eso deriva en problemas de autoestima, pensamientos suicidas… etc.

El segundo objetivo es destacar la importancia del conocimiento de las religiones para entender el mundo en que vivimos: el patrimonio o la historia…

Y por supuesto, queremos destacar el trabajo y la innovación que están haciendo muchísimos profesores de Religión y que es muy desconocida.

La educación es un taburete de tres patas: faceta humana, intelectual y espiritual y que no se sostiene sólo con dos.

José María de Moya. Director general de Siena Educación

¿Cómo ve a los profesores de Religión en la actualidad?

–El encuentro de mayo es ‘de’ profesores ‘para’ profesores – el grueso del congreso son dinámicas docentes que se dan sobre todo en colegios públicos – y nos hemos encontrado gente fantástica.

Los 35.000 profesores de Religión de España, a los que conocemos más, son gente estupenda. Personas que se forman, que trabajan muchísimo. Cada uno con su estilo y sus sensibilidades.

Son personas muy comprometidas, muy abnegadas y, además, que son resistentes, porque se les da mucha caña.

Ahora los profesores de Religión son muy cuestionados, efectivamente, sobre todo el profesor de la escuela pública, tanto la asignatura como ellos mismos.

En la escuela religiosa o vinculada a alguna institución católica, el profesor de Religión está más arropado por la pastoral o el ideario del centro, la congregación…, etc.

El profesor de Religión de la escuela pública es un héroe. Y muchas veces representan el “ideario” del centro público. Me explico, un centro público no tiene ideario, pero el profesor de Religión suele ser quién anima iniciativas de valores, actos solidarios, campañas… Este tipo de iniciativas que encarnan los “mejores valores” del centro público las coordinan los profesores de Religión.

Encuentro Iberoamericano de Profesores de Religión

Familia y escuela

La educación tiene dos claves: familia y escuela. En el caso de la enseñanza de la Religión, ¿se deja todo en manos del colegio en ocasiones? ¿Hasta donde llegar la enseñanza de Religión escolar?

–Ese tema está relacionado con el último de los cuatro objetivos del Congreso que se centra en reivindicar el derecho de las familias a que sus hijos se formen de acuerdo a sus convicciones morales y religiosas.

La escuela y la familia tienen que estar en sintonía porque, de lo contrario, se produce una especie de “esquizofrenia” en la vida del alumno. Con buena sintonía y comunicación entre el colegio y la familia esto no ocurre.

Las familias tienen que tener la libertad de elegir un colegio u otro y en el caso de la escuela pública, la facultad de hablar con el profesor y manifestar sus convicciones.

Una de las realidades actuales con las que nos encontramos es que no salen católicos de las escuelas católicas. ¿Dónde está el problema?

–En este tema no soy un experto. Me atrevo a decir poco. Creo que es un problema global. Habría que remontarse a las causas del proceso de secularización de la sociedad, por lo que desborda lo que podría ser un problema de la escuela o la familia. También pienso que corremos el riesgo y, quizás en ocasiones, hemos caído en asimilar la enseñanza de la Religión con una enseñanza de valores y “de murales” como señala el filósofo Quintana Paz.

Me parece que la Iglesia, como dijo el Papa Francisco, no es una ONG y la religión no viene sólo a resolver problemas sociales.

La asignatura de Religión tiene que abrir a los alumnos a la trascendencia, sin catequesis, porque es para cualquier persona. Ha de hacer que reflexionen, que se hagan preguntas y vean también las respuestas de la religión católica. Es dar un paso más.

Secularización e indiferencia

Esta secularización ambiental, ¿afecta sólo a los católicos?

–En el encuentro tenemos una mesa de diálogo interreligioso. Cuando he hablado con los ponentes que intervienen, todos reconocen que el problema de secularización es universal, no es un “tema católico”. Afecta a toda la visión trascendente del hombre que esta siendo laminada por una cultura relativista, líquida. Una visión inmanente frente a una visión trascendente. Todo ello alimentado por el materialismo, la sociedad de consumo. En este sentido, el representante de la religión judía que interviene desde Perú me contaba que los judíos practicantes han bajado muchísimo y que notan esta secularización. Creo que ese coloquio será muy interesante porque estarán representantes no sólo católicos, sino también evangélicos, islámicos y judíos. También creo que será muy interesante el coloquio de los filósofos. Este es un encuentro civil, y creemos de hecho que la filosofía tiene mucho que reivindicar y que decir en el tema de la educación religiosa y vamos a contar con filósofos de primer nivel como Miguel García Baró, Gregorio Luri o José María Torralba.

El problema de secularización es universal, no es un “tema católico”. Afecta a toda la visión trascendente del hombre que esta siendo laminada por una cultura relativista, líquida.

José María de Moya. Director general de Siena Educación

De hecho, hace poco en Gregorio Luri hablaba en Omnes de cómo la escasa consideración de la educación en el ámbito político ha llevado a cierta indiferencia del profesorado, ¿ocurre en mayor o menor medida con el profesorado de Religión?

–Si, existe mucha gente desanimada, pero por eso mismo hacemos este encuentro. Como en todos los colectivos hay de todo. Entre el profesorado de Religión hay quien se puede sentir muy solo y, además cuando uno se encuentra en ese estado todo parece en contra…

Con este congreso pueden ver que no es así, que hay mucha gente haciendo cosas, defendiendo las mismas ideas, muchos movimientos asociativos, etc., que tienen claro que hemos de defender la dimensión espiritual en la educación porque en ofrecer estas respuestas a los jóvenes nos jugamos el futuro.

Recursos

Más allá de Rusia y Ucrania

La Consagración de Ucrania y Rusia al Inmaculado Corazón de María manifiesta la profunda convicción de fe que tiene el Santo Padre en la protección materna de María, quien nos ha sido dada por Dios como Madre.

Jaime Fuentes·5 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

El Acto de consagración realizado por el Papa Francisco, en unión con todos los obispos del mundo en la Solemnidad de la Anunciación, el 25 de marzo de 2022, pasará a la historia. Lo será por las circunstancias dramáticas en que fue hecho y porque, aceptando el pedido que le habían hecho los obispos católicos ucranianos, Francisco se dirigió a la Virgen consagrando concretamente a Rusia, como Ella lo había solicitado en su aparición de julio de 1917 en Fátima.

No obstante, en mi opinión, su trascendencia histórica debería buscarse más allá de las circunstancias que lo han rodeado.

Una especial preparación

El 17 de marzo pasado las Nunciaturas Apostólicas enviaron a todos los obispos una comunicación, por encargo del Secretario de Estado, Cardenal Pietro Parolin que anticipaba que, en los próximos días el Papa Francisco enviará una Carta con la cual invita a unirse en oración especial por la paz el próximo viernes 25 de marzo. Después de anunciar que en esta fecha el Santo Padre tendrá una celebración particular en la cual consagrará Rusia y Ucrania al Corazón Inmaculado de María, añadía que era deseo del Papa que esta iniciativa a favor de la paz sea vivida por todo el santo pueblo de Dios y en particular por los sacerdotes, religiosas y religiosos, con iniciativas locales (en las catedrales, iglesias parroquiales y santuarios marianos) de la manera más conveniente en cada Diócesis.

Este anuncio fue un primer signo de la importancia que el Papa daba al Acto que iba a realizar. La Carta, fechada en San Juan de Letrán el 21 de marzo, llegó dirigida a cada obispo, Querido Hermano. Después de exponer el sufrimiento del pueblo ucraniano y la necesidad de interceder ante el “Príncipe de la paz”, y acogiendo también numerosas peticiones, Francisco explica su intención: deseo realizar un solemne Acto de consagración de la humanidad, particularmente de Rusia y de Ucrania, al Corazón inmaculado de María. Y enseguida añade el sentido que tendrá el Acto: quiere ser un gesto de la Iglesia universal, que en este momento dramático lleva a Dios, por mediación de la Madre suya y nuestra, el grito de dolor de cuantos sufren e imploran el fin de la violencia, y confía el futuro de la humanidad a la Reina de la paz. Por esta razón, concluye, lo invito a unirse a dicho Acto, (…) para que el Pueblo santo de Dios eleve la súplica a su Madre de manera unánime y apremiante.

Tres características pueden señalarse en estos pasos de preparación del Acto: 1) la consagración sería un Acto solemne, y dicha solemnidad se manifestaría en que sería realizado por el Papa y la Iglesia universal. 2) La consagración no sería solamente de Rusia y Ucrania, sino de toda la humanidad. 3) La oración de toda la Iglesia llegará al Cielo por mediación de la Madre de Dios, que es también Madre nuestra, y a Ella se le confiará el futuro de la humanidad.

La convocatoria al Acto tuvo una extraordinaria y sorprendente acogida en todas partes, como se verificó a lo largo y a lo ancho del mundo: la fibra mariana de los católicos se manifestó de manera inmediata. En Europa se pudo realizar a la misma hora de Roma, como el Papa lo pedía en su Carta. En algunos países de América, la diferencia horaria era una dificultad, pero, en todos los casos, se llevó a cabo con gran asistencia de público. (En Montevideo, concretamente, la Misa y consagración se celebró en la Catedral a las 5 de la tarde que, para sorpresa de no pocos, estuvo llena en un día de semana).

Madre de Dios y Madre nuestra

La celebración litúrgica penitencial presidida por Francisco comenzó con lecturas bíblicas, a las que siguió la homilía del Papa. En esta subrayó que realizaría el Acto en unión con los obispos y los fieles del mundo; deseo solemnemente llevar al Corazón inmaculado de María todo lo que estamos viviendo; renovar a ella la consagración de la Iglesia y de la humanidad entera y consagrarle, de modo particular, el pueblo ucraniano y el pueblo ruso, que con afecto filial la veneran como Madre. Saliendo al paso de una posible interpretación equivocada del Acto de consagración, Francisco explica en su homilía que no se trata de una fórmula mágica, no, no es eso; sino que se trata de un acto espiritual. Es el gesto de la plena confianza de los hijos que, en la tribulación de esta guerra cruel y esta guerra insensata que amenaza al mundo, recurren a la Madre. En momentos difíciles como el que ahora vivimos, Francisco quiso animarnos a acercarnos al Corazón de nuestra Madre para colocar en él todo lo que tenemos y todo lo que somos, para que sea ella, la Madre que nos ha dado el Señor, la que nos proteja y nos cuide.

Después de un tiempo dedicado a su Confesión personal y a confesar él mismo a algunos penitentes y, con él, más de un centenar de sacerdotes, el Papa Francisco se dirigió a la imagen de la Virgen de Fátima para realizar el Acto de consagración.

Oh María, Madre de Dios y Madre nuestra (…) Tú eres nuestra Madre, nos amas y nos conoces… Con esta preciosa advocación y declaración de la Maternidad espiritual de María comenzó la oración dirigida a la Señora. Madre Santa la llamará, reconociendo que es el mismo Dios quien nos la entregó como Madre en la Cruz y puso en su Corazón inmaculado un refugio para la Iglesia y para la humanidad.

Más adelante, apoyándose en las palabras llenas de cariño que la Virgen le dijo a san Juan Diego en su aparición en México, en 1531, se dirige a Ella para rogarle: Repite a cada uno de nosotros: “¿Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre?” Y recurre también a una advocación mariana (la Virgen Desatanudos, que se venera en Augsburgo desde 1707, a la que Francisco tiene especial devoción) para pedirle con total confianza: Tú sabes cómo desatar los enredos de nuestro corazón y los nudos de nuestro tiempo. Ponemos nuestra confianza en ti. Estamos seguros de que tú, sobre todo en estos momentos de prueba, no desprecias nuestras súplicas y acudes en nuestro auxilio. (…)

Por último, limitándonos a lo que nos interesa subrayar de la oración del Papa, después de revivir con el texto de san Juan la entrega de su Madre que Jesús hizo en la Cruz, concluirá: Madre, queremos acogerte ahora en nuestra vida y en nuestra historia. En esta hora la humanidad, agotada y abrumada, está contigo al pie de la cruz. Y necesita encomendarse a ti, consagrarse a Cristo a través de ti. (…) Por eso, Madre de Dios y nuestra, nosotros solemnemente encomendamos y consagramos a tu Corazón inmaculado nuestras personas, la Iglesia y la humanidad…

Significado del Acto

¿Cuál es el significado del Acto de consagración al Inmaculado Corazón de María, realizado por el Papa Francisco, unidos con él los pastores y los fieles del mundo entero?  En la Constitución dogmática Lumen Gentium se enseña que al Magisterio auténtico del Romano Pontífice se le debe un obsequio religioso de la voluntad y del entendimiento, aun cuando no hable ex cathedra, puesto que se trata de su magisterio supremo. A su vez, explica enseguida la Constitución que a esta enseñanza pontificia se le debe prestar adhesión según la manifiesta mente y voluntad del Santo Padre, que se deduce principalmente ya sea por la índole de los documentos, ya sea por la frecuente proposición de la misma doctrina, ya sea por la forma de decirlo(n. 25).

Aplicando estos principios al Acto de consagración del 25 de marzo y teniendo en cuenta su esmerada preparación, se podría afirmar: 1) Se trata de un Acto de consagración a Cristo, invocada la mediación materna de María, que además de su propio relieve teologal de primer orden, tiene como objeto a toda la humanidad y a toda la Iglesia. 2) Francisco, sirviéndose de palabras y gestos (homilías, visitas a la Virgen antes y al regresar de sus viajes pastorales…) en numerosas ocasiones ha hecho referencia a la Maternidad espiritual de María. 3) En esta oportunidad, tanto en la Carta de invitación dirigida a los obispos, como en la homilía pronunciada antes de la consagración, y en la Oración de consagración, la forma de referirse a ella como un Solemne acto -así lo expresa en los tres documentos- aparece como muy significativa: ¿acaso no quiere manifestar que la Maternidad espiritual de María debe permear la vida de la Iglesia, más allá de las difíciles circunstancias actuales?

El texto de la Lumen Gentium enseña también que, aunque cada uno de los Prelados no goce por sí de la prerrogativa de la infalibilidad, sin embargo, cuando, aun estando dispersos por el orbe, pero manteniendo el vínculo de comunión entre sí y con el sucesor de Pedro, enseñando auténticamente en materia de fe y costumbres, convienen en que una doctrina ha de ser tenida como definitiva, en ese caso proponen infaliblemente la doctrina de Cristo (n. 25).

A su vez, parecería conveniente recordar lo que explicó en su día la Congregación para la Doctrina de la Fe: cuando sobre una doctrina no existe un juicio en la forma solemne de una definición, pero pertenece al patrimonio del depositum fidei y es enseñada por el Magisterio ordinario y universal – que incluye necesariamente el del Papa –, debe ser entendida como propuesta infaliblemente. La intención del Magisterio ordinario y universal de proponer una doctrina como definitiva no está generalmente ligada a formulaciones técnicas de particular solemnidad; es suficiente que quede claro por el tenor de las palabras usadas y por el contexto.

Llegando al final de este análisis, una conclusión sería que el Acto de consagración del 25 de marzo de 2022, llevado a cabo por el Papa Francisco en unión con todos los obispos del mundo, ha puesto de manifiesto solemnemente la profunda convicción de fe que tiene el Santo Padre en la protección materna de María, quien nos ha sido dada por Dios como Madre.

Esta certeza de fe no ha cambiado desde que fue anunciada e infundida por Jesucristo a los suyos en el Calvario: en todos los tiempos así la han vivido todas las generaciones de cristianos y, sin duda, así se mantendrá hasta el final de los tiempos porque está inscrita con trazo fundacional, por así decir, en el corazón de la Iglesia: a nuestra Madre acudimos y siempre acudiremos confiadamente, de modo individual o colectivo, ante cualquier peligro o necesidad, buscando amparo, seguros de su intercesión y auxilio.

A su vez, el Acto de consagración quizás puede situarse en línea -una línea abierta a inéditos acontecimientos y a múltiples iniciativas pastorales-, con el deseo que manifestara san Juan Pablo II durante el inolvidable Año Mariano de 1987-1988, que precedió a la caída del comunismo: mediante este Año Mariano, escribió entonces, la Iglesia es llamada no sólo a recordar todo lo que en su pasado testimonia la especial y materna cooperación de la Madre de Dios en la obra de la salvación en Cristo Señor, sino además a preparar, por su parte, cara al futuro, las vías de esta cooperación.

El autorJaime Fuentes

Obispo emérito de Minas (Uruguay).

Vaticano

Las imágenes del Papa en Malta

Rome Reports·5 de abril de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El reciente viaje del Papa Francisco a Malta ha dejado imágenes para la memoria como el recorrido en papamóvil por las calles, el viaje en barco al santuario de Ta’ Pinu o el encuentro con refugiados en un centro de acogida.


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Elogio de la excelencia

La opción por una educación que reniega de la exigencia y del esfuerzo traerá, inevitablemente, un descenso en el nivel educativo de los alumnos, con todo lo que ello implicará para la sociedad del futuro.

4 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Gobierno acaba de aprobar los Reales Decretos en los que se regulan las enseñanzas de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). A la prensa ha saltado el tema por lo más pintoresco, como es la desaparición de un estudio cronológico de la Historia, o la tan manida educación emocional y feminista que ha de impregnar todas las áreas, incluyendo el estudio de las matemáticas con perspectiva de género. También se ha subrayado repetidamente la sangrante desaparición de estudios filosóficos en la ESO y la mengua hasta la inanición de la asignatura de Religión.

Cada uno de estos aspectos son vitales y merecen la pena ser tenidos en cuenta a la hora de analizar la presente reforma pedagógica. Pero hay un aspecto que subyace a toda la ley y que tiene un gran calado social. Es la opción por una educación que reniega de la exigencia y del esfuerzo, que inevitablemente traerá un descenso en el nivel educativo de los alumnos, con todo lo que ello implicará para la sociedad del futuro.

El que no se indique un número de suspensos máximo (dos hasta ahora) para que un alumno pueda pasar de curso, no es algo anecdótico. Ahora es el claustro el que decidirá si promociona  de curso a pesar de tener el número de suspensos que sea. Obviamente a las familias y a los alumnos les queda claro que la ley lo permite y que el ‘culpable’ de que no promocione no será el alumno por no estudiar, sino el centro, los profesores por no permitirlo, estando en su potestad el poder hacerlo. En la misma línea discurren los eufemismos por los que un alumno no ‘repetirá’ curso sino que ‘permanecerá’ en él.  O la eliminación de exámenes de recuperación.

En el fondo hay una mentalidad pedagogicista de no estigmatizar al alumno. A ello le  acompaña un planteamiento social que es altamente preocupante, que es el del que nadie asume la responsabilidad de lo que hace. Los culpables siempre son otros. Quien me tiene que resolver los problemas siempre es otro. En última instancia, por supuesto, ese otro que ha de velar por mi bienestar es el Estado.

Adulto es aquel que asume la responsabilidad de lo que hace. Pero parece ser que vivimos en una sociedad de adolescentes y que ese modelo se perpetuará con esta propuesta educativa.

Vamos hacia una sociedad cada vez más distanciada entre las personas que hayan recibido dos tipos de educación.  Por un lado nos encontraremos con los que opten por una educación que con esfuerzo les haga sacar a los jóvenes lo mejor de ellos  mismos, que forme hombres libres, autónomos, adultos. Y por otra parte una educación basada en un igualitarismo a la baja que les haga quedarse en su mediocridad,  que es la propuesta de nuestros actuales dirigentes en esta reforma educativa.

Habrá colegios que acojan una petición esos padres que buscan la exigencia y el esfuerzo para sus hijos, y otros que, forzados por el Gobierno  con sus equipos de inspección a la cabeza, que optarán por una educación en la que todos pasen de curso, en la que no pase nada.

Con Pedro Salinas no puedo sino recordar que quien ama, el buen educador, no se conforma con la mediocridad de la persona amada, sino que quiere que saque la mejor versión de sí misma, aunque le cueste, aunque le duela.

Perdóname por ir así buscándote
tan torpemente, dentro
de ti.

Perdóname el dolor alguna vez.
Es que quiero sacar
de ti tu mejor tú.

Ese que no te viste y que yo veo,
nadador por tu fondo, preciosísimo.
Y cogerlo
y tenerlo yo en lo alto como tiene
el árbol la luz última
que le ha encontrado al sol.

Y entonces tú
en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él
subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado
con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo
de ti a ti misma.

Y que a mi amor entonces le conteste
la nueva criatura que tú eres.

Pedro Salinas. La voz a ti debida. 1933

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

Mundo

El Papa anima a mirar a los demás como Jesús: con una «mirada de misericordia»

En el segundo día de su viaje a Malta, el Papa Francisco acudió a la Gruta donde se cree que vivió san Pablo, y celebró la Santa Misa en Floriana. Allí animó a mirar a los demás con la mirada de Jesucristo, para así no descartar a nadie, sino mirarles con "una mirada de misericordia".

David Fernández Alonso·3 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

En la segunda jornada de su viaje a Malta, el Papa Francisco se desplazó a la ciudad de Rabat para visitar la Gruta de San Pablo, donde se cree que el apóstol vivió y predicó durante tres meses tras naufragar cuando iba de camino a Roma.

En la gruta de san Pablo

El pontífice entró en la basílica que se encuentra en la cima de la gruta, antes de descender a la propia gruta, que también visitaron el Papa emérito Benedicto XIV y san Juan Pablo II. El Papa encendió una vela ante la estatua del Apóstol Pablo, y rezó para que el espíritu de acogida que tuvieron los isleños con el santo, continúe con los migrantes que llegan a las costas de la isla.

Después de rezar la oración, escribió en el Libro de Honor: «En este lugar sagrado, que conmemora a San Pablo, Apóstol de las Gentes y padre en la fe de este pueblo, doy gracias al Señor y le pido que conceda siempre al pueblo maltés el Espíritu del consuelo y el ardor del anuncio».

Santa Misa en Floriana

A continuación, el Papa se desplazó a la ciudad de Floriana, Malta, para celebrar la Santa Misa. Estaban presentes en la celebración unas 20.000 personas, entre ellas representantes de las Iglesias cristianas y de otras confesiones religiosas. La Plaza de los Graneros, en Floriana, está ubicada fuera de las murallas de La Valeta, capital de Malta, y preside la Iglesia de San Publio, considerado el primer obispo de Malta y quien, según la tradición, acogió en la Isla al Apóstol Pablo tras su naufragio.

Comentando en la homilía la conducta de los personajes del pasaje del Evangelio de hoy, el Papa Francisco recordó que «estos personajes nos dicen que incluso en nuestra religiosidad se puede colar el gusano de la hipocresía y el vicio de señalar con el dedo. En cada época, en cada comunidad. Siempre existe el peligro de malinterpretar a Jesús, de tener su nombre en los labios pero negarlo de hecho. Y esto también se puede hacer levantando pancartas con la cruz. ¿Cómo podemos entonces verificar si somos discípulos en la escuela del Maestro? Por nuestra mirada, por cómo miramos al prójimo y cómo nos miramos a nosotros mismos. Este es el punto para definir nuestra pertenencia».

Una mirada de misericordia

El Santo Padre indicó que la mirada del cristiano tiene que ser la de Jesucristo, «una mirada de misericordia», no la de los acusadores, «de forma sentenciosa, a veces incluso despectiva», «que se erigen en campeones de Dios pero no se dan cuenta de que están pisoteando a sus hermanos». Franciso recordó que, «en realidad, los que creen defender la fe señalando con el dedo a los demás pueden tener una visión religiosa, pero no abrazan el espíritu del Evangelio, porque olvidan la misericordia, que es el corazón de Dios».

Francisco dio otra clave, -además de nuestra mirada hacia los demás- para «entender si somos verdaderos discípulos del Maestro»: cómo nos vemos a nosotros mismos. «Los acusadores de la mujer están convencidos de que no tienen nada que aprender. En efecto, su aparato externo es perfecto, pero falta la verdad del corazón. Son el retrato de aquellos creyentes que, en cada época, hacen de la fe una fachada, donde lo que destaca es el exterior solemne, pero falta la pobreza interior, que es el tesoro más precioso del hombre. De hecho, para Jesús lo que cuenta es la apertura voluntaria de los que no se sienten llegados, sino necesitados de salvación. Nos conviene entonces, cuando estamos en oración y también cuando participamos en hermosos servicios religiosos, preguntarnos si estamos en sintonía con el Señor».

«Jesús, ¿qué quieres de mí?»

«Podemos preguntarle directamente: ‘Jesús, estoy aquí contigo, pero ¿qué quieres de mí? ¿Qué quieres cambiar en mi corazón, en mi vida? ¿Cómo quieres que vea a los demás?’. Nos hará bien rezar así, porque el Maestro no se contenta con las apariencias, sino que busca la verdad del corazón. Y cuando le abrimos el corazón de verdad, puede hacer maravillas en nosotros».

Al final de la homilía, el Papa animó a imitar así a Jesucristo, y aseguró que «si le imitamos, no nos veremos abocados a concentrarnos en la denuncia de los pecados, sino a buscar con amor a los pecadores. No contaremos el número de los presentes, pero iremos en busca de los ausentes. No volveremos a señalar con el dedo, sino que empezaremos a escuchar. No descartaremos a los despreciados, sino que miraremos primero a los que se consideran últimos. Esto, hermanos y hermanas, nos lo enseña hoy Jesús con su ejemplo».

«Dejémonos sorprender por él y acojamos su novedad con alegría», concluyó Francisco.

Mundo

Francisco exhorta en el santuario de Ta’ Pinu a «redescubrir lo esencial: Jesús»

El Santo Padre exhortó ayer en el santuario mariano de Ta’ Pinu, en la isla maltesa de Gozo, a renovar nuestra fe dejándonos guiar por la Virgen María y volviendo a la esencia del cristianismo: “El amor de Dios que nos hace evangelizar al mundo con alegría; y la acogida del prójimo”, “la relación con Jesús y el anuncio de su Evangelio”.

Rafael Miner·3 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

En la tarde de ayer, primera jornada del viaje apostólico del Papa a Malta, tuvo lugar un emotivo encuentro de oración con miles de personas en el santuario mariano de Ta’ Pinu, en la isla de Gozo, lugar de gran piedad para los malteses, visitado por san Juan Pablo II y luego por Benedicto XVI. Lo recordó el Santo Padre cuando comentó: “Aquí también llegó como peregrino san Juan Pablo II, del que hoy recordamos el aniversario de su muerte”.

Siguiendo los pasos de sus predecesores, Francisco visitó la capilla del santuario y rezó las tres Avemarías ante la imagen de la Virgen, entregándole como obsequio una rosa de oro, regalo de los Papas para expresar reverencia a la Madre de Dios, informó Vatican news. 

Tras escuchar el testimonio de fe de varias personas, el Papa pronunció su homilía en torno al pasaje del Evangelio según san Mateo que relata el momento en el que la Virgen María y el discípulo Juan acompañan a Jesús en la cruz en medio de un panorama desolador en el que parece que “todo acabó para siempre”.

Con Jesús en la cruz

“La Madre que ha dado a luz al Hijo de Dios está afligida por su muerte, mientras las tinieblas cubren el mundo. El discípulo amado, que había dejado todo para seguirlo, ahora está inmóvil a los pies del Maestro crucificado. Parece que todo está perdido”, señaló el Papa, al subrayar el hondo significado de las palabras de Jesús: “¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?”.

“Esta es también nuestra oración en los momentos de la vida marcados por el sufrimiento»,señaló el Santo Padre recordando que se trata de la misma oración que “cada día sube a Dios” desde el corazón de la humanidad. El Pontífice destacó en ese momento que la hora de Jesús —que en el Evangelio de san Juan es la hora de la muerte en la cruz— no representa la conclusión de la historia, sino que señala el comienzo de una vida nueva”.

“Junto a la cruz, en efecto, contemplamos el amor misericordioso de Cristo, que extiende hacia nosotros sus brazos abiertos de par en par y, a través de su muerte, nos abre a la alegría de la vida eterna”. Por ello, el Papa invitó a los fieles a meditar juntos desde el santuario de Ta’ Pinu sobre “el nuevo inicio que brota de la hora de Jesús”, y que “cada uno puede trasladar a su propia historia, observando los momentos personales de dolor en los que han aparecido la fe y la esperanza, a pesar de que pareciera que todo estaba perdido”.

“Volver a los orígenes”

Francisco animó de este modo a intentar comprender la invitación que nos propone la hora de Jesús: “Esa hora de la salvación para nosotros, nos dice que para renovar nuestra fe y la misión de la comunidad, estamos llamados a volver a ese inicio, a la Iglesia naciente que vemos en María y Juan al pie de la cruz”.

¿Y qué significa volver al inicio? ¿Qué significa volver a los orígenes? Para el Santo Padre, lo esencial de la fe es la relación con Jesús: “Se trata de redescubrir lo esencial de la fe”, es decir, “volver a la Iglesia de los orígenes no significa mirar hacia atrás para copiar el modelo eclesial de la primera comunidad cristiana, sino más bien, recuperar el espíritu de la primera comunidad cristiana, volver al corazón y redescubrir el centro de la fe: la relación con Jesús y el anuncio de su Evangelio al mundo entero”.

“El encuentro personal con Cristo”

A continuación, el Papa señaló que “la vida de la Iglesia no es solamente una historia pasada que hay que recordar”, sino “un gran futuro que hay que construir”, siendo “dóciles a los proyectos de Dios”.

“No nos puede bastar una fe hecha de costumbres transmitidas, de celebraciones solemnes, de hermosas reuniones populares y de momentos fuertes y emocionantes; necesitamos una fe que se funda y se renueva en el encuentro personal con Cristo, en la escucha cotidiana de su Palabra, en la participación activa en la vida de la Iglesia, en el espíritu de la piedad popular”, añadió el Santo Padre.

Francisco es consciente de “la crisis de la fe, la apatía de la práctica creyente sobre todo en la pospandemia y la indiferencia de tantos jóvenes respecto a la presencia de Dios”. “No son cuestiones que debamos ‘endulzar’, pensando que al fin y al cabo un cierto espíritu religioso todavía resiste”. “Es necesario vigilar para que las prácticas religiosas no se reduzcan a la repetición de un repertorio del pasado, sino que expresen una fe viva, abierta, que difunda la alegría del Evangelio”.

En este sentido, el Papa Francisco agradeció a los malteses el “proceso de renovación iniciado, a través del Sínodo”. “Esta es la hora para volver a ese comienzo, al pie de la cruz, mirando a la primera comunidad cristiana. Para ser una Iglesia a la que le importa la amistad con Jesús y el anuncio de su Evangelio, no la búsqueda de espacios y atenciones; una Iglesia que pone en el centro el testimonio, y no ciertas prácticas religiosas; una Iglesia que desea ir al encuentro de todos con la lámpara encendida del Evangelio y no ser un círculo cerrado”.

“Malta y Gozo: sois dos hermosas comunidades, precisamente como dos eran María y Juan. Que las palabras de Jesús en la cruz sean entonces vuestra estrella polar, para acogerse mutuamente, crear familiaridad y trabajar en comunión. ¡Adelante, siempre juntos!”, alentó el Papa.

Mundo

Soñar la paz, la inmigración «no es un virus», y proteger la vida, ejes de Francisco

La tristeza por la debilidad del “entusiasmo por la paz” tras la II Guerra Mundial, y el aliento a “escuchar la sed de paz de la gente” ante el riesgo de “una guerra fría ampliada”; la “corresponsabilidad europea” ante la inmigración, “que no es un virus del que hay que defenderse”, y la defensa de la “belleza de la vida”, han marcado el discurso del Papa el sábado en La Valeta (Malta).

Rafael Miner·2 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

“Vuestros antepasados ofrecieron hospitalidad al apóstol Pablo cuando se dirigía a Roma, tratándolo a él y a sus compañeros de viaje con ‘una cordialidad fuera de lo común’; ahora, viniendo de Roma, yo también experimento la cálida acogida de los malteses, tesoro que se transmite en este país de generación en generación”. 

Así comenzó el Papa Francisco su discurso a las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático, pronunciado desde la Sala del Gran Consejo del Palacio del Gran Maestre en La Valeta, capital de Malta, en presencia del presidente de la República, George William Vela, que le había recibido en el aeropuerto junto a su mujer, y del primer ministro Robert Abela.

“Por su posición, Malta puede ser definida el corazón del Mediterráneo. Pero no sólo por su posición: el entramado de acontecimientos históricos y el encuentro de los pueblos hacen de estas islas, desde milenios, un centro de vitalidad y de cultura, de espiritualidad y de belleza, una encrucijada que ha sabido acoger y armonizar influjos provenientes de muchas partes.”, prosiguió el Santo Padre.

El Romano Pontífice aprovechó, ya desde sus primeras horas en Malta, para subrayar algunos de los elementos más significativos de sus mensajes desde que fue elegido para la Sede de Pedro, dirigidos a los Estados y las instituciones, y al mismo tiempo a cada persona, resaltando la vida y la dignidad de la persona humana.

Por ejemplo, cuando animó “a seguir defendiendo la vida desde el inicio hasta su fin natural, pero también a protegerla en todo momento del descarte y del abandono. Pienso especialmente en la dignidad de los trabajadores, de los ancianos y de los enfermos. Y en los jóvenes, que corren el peligro de desperdiciar el bien inmenso que son, persiguiendo espejismos que dejan tanto vacío interior”.

La rosa de los vientos

La rosa de los vientos es la imagen que el Papa Francisco tomó prestada, dijo, para delinear las cuatro influencias esenciales para la vida social y política de la República de Malta, y “no es casual que en las representaciones cartográficas del Mediterráneo la rosa de los vientos se colocara a menudo cerca de la isla de Malta”. Entonces el Papa miró al norte, Europa y la Unión Europea; al oeste, Occidente; al sur, hacia África, con el tema de la inmigración ―”¡son personas!”, diría― y finalmente al este, donde fijó su atención en la guerra en Ucrania, en la paz y el desarme, y en lo que se ha entendido como una referencia al presidente ruso, Vladimir Putin, sin citarle, y a los Estados:

Éste fue uno de los párrafos textuales del Papa en este punto: “Cuánto necesitamos una’ medida humana’ frente a la agresividad infantil y destructiva que nos amenaza, frente al riesgo de una ‘guerra fría ampliada’, que puede sofocar la vida de pueblos y generaciones enteros. Y es triste ver cómo el entusiasmo por la paz, que surgió después de la segunda guerra mundial, se haya debilitado en los últimos decenios, así como el camino de la comunidad internacional, con pocos poderosos que siguen adelante por cuenta propia, buscando espacios y zonas de influencia. Y, de este modo, no sólo la paz, sino tantas grandes cuestiones, como la lucha contra el hambre y las desigualdades han sido de hecho canceladas de las principales agendas políticas. Pero la solución a las crisis de cada uno es hacerse cargo de las de todos, porque los problemas globales requieren soluciones globales”.

Viaje a Kiev: “Está sobre la mesa”

Por cierto, el Papa fue preguntado en el avión si valora la posibilidad de viajar a Kiev, y su respuesta fue: “Está sobre la mesa”, informan diversos medios. “Ayudémonos a escuchar la sed de paz de la gente, trabajemos para poner las bases de un diálogo cada vez más amplio, volvamos a reunirnos en conferencias internacionales por la paz, donde el tema central sea el desarme, con la mirada dirigida a las generaciones que vendrán. Y que los cuantiosos recursos que siguen siendo destinados a los armamentos se empleen en el desarrollo, la salud y la alimentación”, reclamó el Papa en el discurso. 

“Ahora, en la noche de la guerra que ha caído sobre la humanidad, no hagamos que desaparezca el sueño de la paz. Malta, que resplandece con luz propia en el corazón del Mediterráneo, puede inspirarnos, porque es urgente devolver la belleza al rostro del hombre, desfigurado por la guerra”.

“Necesitamos compasión y cuidados”

Se refirió entonces el Santo Padre a “una hermosa estatua mediterránea datada siglos antes de Cristo que representa a la paz, Irene, como una mujer que tiene en brazos a Pluto, la riqueza. Nos recuerda que la paz produce bienestar y la guerra solamente pobreza, y nos hace pensar el hecho de que en la estatua la paz y la riqueza se representen como una mamá que tiene en brazos un bebé”.

“La ternura de las madres, que dan la vida al mundo, y la presencia de las mujeres son la verdadera alternativa a la lógica perversa del poder, que conduce a la guerra. Necesitamos compasión y cuidados, no visiones ideológicas y populismos que se alimentan de palabras de odio y no se preocupan de la vida concreta del pueblo, de la gente común”, afirmó en este punto el Papa.

“Pablo fue socorrido: la belleza de servir”

“El fenómeno migratorio no es una circunstancia del momento, sino que marca nuestra época (…). Desde el sur, pobre y poblado, multitud de personas se trasladan hacia el norte más rico. Es un hecho que no se puede rechazar con cerrazones anacrónicas, porque en el aislamiento no habrá prosperidad ni integración. Asimismo, hay que considerar el espacio”. 

“La expansión de la emergencia migratoria —pensemos en los refugiados de la martirizada Ucrania— exige respuestas amplias y compartidas. No pueden cargar con todo el problema sólo algunos países, mientras otros permanecen indiferentes”, añadió Francisco. “Y países civilizados no pueden sancionar por interés propio acuerdos turbios con delincuentes que esclavizan a las personas. El Mediterráneo necesita la corresponsabilidad europea, para convertirse nuevamente en escenario de solidaridad y no ser la avanzada de un trágico naufragio de civilizaciones”. 

A continuación, citó el Santo Padre el episodio del naufragio del apóstol de las Gentes: “A propósito de naufragio, pienso en san Pablo, que en el curso de su última travesía en el Mediterráneo llegó a estas costas de manera inesperada y fue socorrido. Después, mordido por una víbora, pensaron que era un asesino; pero luego, al ver que no le pasó nada malo, fue en cambio considerado un dios (cf. Hch 28,3-6). 

Entre las exageraciones de los dos extremos se escapaba la evidencia principal: Pablo era un hombre, necesitado de acogida. La humanidad está ante todo y recompensa en todo. Lo enseña este país, cuya historia se ha visto beneficiada por la llegada forzosa del apóstol náufrago. En nombre del Evangelio que él vivió y predicó, ensanchemos el corazón y descubramos la belleza de servir a los necesitados”. 

“La narrativa de la invasión”

Hoy, mientras prevalece el miedo y ‘la narrativa de la invasión’, y el objetivo principal parece ser la tutela de la propia seguridad a cualquier costo, ayudémonos a no ver al migrante como una amenaza y a no ceder a la tentación de alzar puentes levadizos y de erigir muros”. 

“El otro no es un virus del que hay que defenderse, sino una persona que hay que acoger”, subrayó el Papa, y “el ideal cristiano siempre invitará a superar la sospecha, la desconfianza permanente, el temor a ser invadidos, las actitudes defensivas que nos impone el mundo actual» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 88). ¡No dejemos que la indiferencia desvanezca el sueño de vivir juntos! Ciertamente, acoger supone esfuerzo y exige renuncias. También le ocurrió a san Pablo: para ponerse a salvo primero tuvo que sacrificar los bienes de la nave (cf. Hch 27,38). Pero son santas las renuncias que se hacen por un bien más grande, por la vida del hombre, que es el tesoro de Dios”. 

Dignidad de la persona humana

“En el fundamento de un crecimiento sólido está la persona humana, el respeto a la vida y a la dignidad de todo hombre y de toda mujer. Conozco el compromiso de los malteses por abrazar y proteger la vida”. [nota: la comisionada de Derechos Humanos del Consejo de Europa ha urgido a Malta a ‘derogar disposiciones que penalizan el aborto’, y Malta ha respondido que las leyes provida de su país no conllevan peligro para la vida de las mujeres].

El Pontífice prosiguió: “Ya en los Hechos de los Apóstoles ustedes se distinguían por salvar a mucha gente”, y a continuación alentó a la defensa y protección de la vida, tal como se ha recogido más arriba: “Los animo a seguir defendiendo la vida desde el inicio hasta su fin natural, pero también a protegerla en todo momento del descarte y del abandono. Pienso especialmente en la dignidad de los trabajadores, de los ancianos y de los enfermos. Y en los jóvenes (…). ¡Protejamos la belleza de la vida!”.

Antes, al referirse a que “el norte evoca Europa, en particular la casa de la Unión Europea, edificada para que allí viva una gran familia unida en la salvaguardia de la paz”, el Papa había recordado la oración escrita por Dun Karm Psaila: “Concede, Dios omnipotente, sabiduría y misericordia a los que gobiernan, salud a los que trabajan, y asegura al pueblo maltés la unidad y la paz”. La paz sigue a la unidad y brota de ella”. [Dun Karm Psaila, 1871-1961, sacerdote y poeta maltés, autor del himno nacional de Malta]. 

“Esto recuerda la importancia de trabajar juntos, de anteponer la cohesión a toda división, de afianzar las raíces y los valores compartidos que han forjado la singularidad de la sociedad maltesa”, subrayó el Papa.

Sobre Oriente Medio

El Santo Padre concluyó con un pensamiento sobre “el vecino Oriente Medio, que se refleja en la lengua de este país, que se armoniza con otras, como la capacidad de los malteses de generar convivencias benéficas, en una suerte de coexistencia de las diferencias. Esto es lo que necesita Oriente Medio: el Líbano, Siria, Yemen y otros contextos destrozados por los problemas y la violencia”.

“Que Malta, corazón del Mediterráneo, siga haciendo palpitar el latido de la esperanza, el cuidado de la vida, la acogida del otro, el anhelo de paz, con la ayuda de Dios, cuyo nombre es paz. ¡Que Dios bendiga a Malta y a Gozo!.Por la tarde, el Papa mantendrá un Encuentro de oración en el Santuario Mariano de Ta’Pinu, en la isla de Gozo. Mañana Francisco celebrará la Santa Misa en uno de los mayores espacios abiertos de Malta, en Plaza de los Graneros en Floriana, y visitará el Centro de Migrantes Juan XXIII Peace Lab, que acoge a personas procedentes de Somalia, Eritrea y Sudán que han embarcado en Libia para cruzar el Mediterráneo. 

Mundo

Jorge de Habsburgo: «Pienso que mi abuelo está intercediendo para que vuelva la paz a Europa»

Hace cien años moría en el exilio el último emperador de Austria-Hungría, gran promotor de la paz en Europa durante la Primera Guerra Mundial, y beatificado por san Juan Pablo II. Su nieto, Georges de Habsbourg-Lorraine, embajador de Hungría en París, explica para Omnes la figura de su abuelo en el contexto de una nueva guerra en Europa.

Bernard Larraín·2 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Texto de la entrevista en inglés

Texto de la entrevista en alemán

El 1 de abril de 1922, hace cien años, fallecía en la isla de Madeira (Portugal), Carlos de Habsburgo, último emperador de Austria y rey de Hungría, con solo treinta y cuatro años de edad. Carlos I de Austria (Carlos IV de Hungría), se encontraba desde hace pocos meses en tierra portuguesa, donde, exiliado durante la Primera Guerra Mundial, había sido acogido en noviembre de 1921 junto a su familia. Pocos meses después de llegar, el estado de salud del emperador se debilitó hasta que una neumonía terminó con su vida. Su esposa, la emperatriz Zita, que esperaba entonces su octavo hijo, lo cuidó hasta el final de sus días. Su cuerpo reposa en la iglesia Nuestra Señora del Monte, en Funchal, en Madeira, muy lejos de la Cripta de los Capuchinos en Viena donde están enterrados los miembros de esta dinastía que reinó en Europa durante siglos.

Su nombre alcanzó especial prestigio en el mundo católico cuando fue declarado Beato el 3 de octubre de 2004 durante una ceremonia presidida por el Papa Juan Pablo II en Roma. El emperador Carlos fue reconocido como un modelo cristiano por sus virtudes y por sus acciones en favor de la paz, apoyando las gestiones del Papa Benedicto XV, durante la Primera Guerra Mundial. La Iglesia también vio en su figura un modelo de buen gobernante cristiano, comprometido con el bien común y las enseñanzas de la doctrina social cristiana: Carlos se preocupó de sus súbditos más pobres y abandonados, redujo los lujos de la Corte y estableció el primer Ministerio de Desarrollo Social del mundo. No por nada fue conocido como “el emperador del pueblo”. 

Georges de Habsbourg-Lorraine, nieto del emperador Carlos es, desde diciembre de 2020, embajador de Hungría en Francia. Este ciudadano austríaco (donde su nombre oficial en alemán es Georg Habsburg-Lothringen) y húngaro (en húngaro se llama Habsburg-Lotaringiai György), hubiese recibido el título de Alteza Imperial y Real Archiduque de Austria, príncipe de Hungria, de Bohemia y de Croacia, si el Imperio siguiese existiendo. El embajador nos recibe en un salón de la embajada de Hungría en París. 

Un siglo después de la muerte del emperador, su abuelo Carlos, Europa Central está en guerra nuevamente. ¿Qué reflexión le inspira este suceso? 

– Hay dos elementos que me parecen primordiales para entender el gobierno de mi abuelo. Carlos fue antes que todo un soldado. Hay que recordar que él nunca pensó en que iba a ser emperador, porque la línea de sucesión le era lejana. El conocía muy bien la guerra y las consecuencias de ésta. Esto es un elemento importante que hay que considerar en sus esfuerzos por la paz: sabía lo que era la guerra, por eso quería la paz. 

Otro elemento que me gusta resaltar es el hecho de que él era muy joven cuando asumió como emperador: tenía 29 años. Cuando él asume, es necesario considerar que sucedía a su tío abuelo Francisco José I de Austria que estuvo nada menos que 68 años en el poder, con todo lo que esto conlleva: es todo un sistema que él hereda. Los generales de Francisco José querían la guerra, porque confiaban en el poder y en la grandeza del ejército imperial. Carlos tuvo entonces mucha oposición en ese sistema. El imperio era inmenso y Carlos entendió rápidamente que con la guerra la integridad del imperio estaba en peligro, y fue justamente lo que pasó. 

A pesar de esta oposición en el aparato estatal, mi abuelo logró algunas reformas sobre todo de tipo social. Por su adhesión a la doctrina social cristiana, él había entendido muy bien que algunas transformaciones sociales eran necesarias, así como un nuevo estilo de gobierno que había que adoptar. Esto le llevó a viajar mucho dentro del Imperio, lo que no era tan fácil en aquella época, para conocer la realidad de la gente, sus problemas, sus aspiraciones. Fue así como concibió el primer Ministerio de Desarrollo Social del mundo y también impulsó una legislación protectora para los arrendatarios que fue muy adecuada a los tiempos de guerra donde mucha gente se queda sin dinero para pagar los arriendos. 

Por su adhesión a la doctrina social cristiana, mi abuelo el emperador Carlos I de Austria había entendido muy bien que algunas transformaciones sociales eran necesarias, así como un nuevo estilo de gobierno que había que adoptar.

Jorge de HabsburgoEmbajador de Hungría en París

¿La figura de su abuelo sigue vigente en estos tiempos de guerra? 

– Hay algo que me impresiona particularmente en la vida de mi abuelo y que puede inspirar a mucha gente en todo el mundo. Es algo que escuché en el Vaticano los días de su Beatificación. El emperador Carlos no fue beatificado porque fue exitoso o porque logró una gran hazaña, porque de hecho, políticamente fracasó ya que no logró la paz y terminó su vida en el exilio. Lo que cuenta para la visión cristiana de la vida es el camino cotidiano, lo que se hace o trata de hacer cada día para hacer el bien, para trabajar por el bien común. Y en este aspecto mi abuelo sí que fue ejemplar. Este es para mí, en lo personal, el gran mensaje que nos deja y que es muy pertinente en la sociedad actual en que tendemos a dar demasiada importancia a los resultados y no tanto al esfuerzo. 

De una manera más concreta y espiritual, pienso que mi abuelo está intercediendo para que vuelva la paz a Europa. Hay mucha gente que le está rezando por esta intención. Hay varias reliquias de él. En Hungría no me parece que su figura sea tan conocida. Curiosamente, me ha llamado mucho la atención el hecho de que en Francia lo sea más. Hay, por ejemplo, un colegio que lleva su nombre en la ciudad de Angers. Me parece que es el único colegio en el mundo al que le han dado el nombre “Beato Carlos de Austria”. Otro ejemplo: hace unos días en una comida oficial en Versalles, uno de los invitados comentó que su hijo se llamaba Charles en honor a mi abuelo: ¡se impresionó mucho cuando supo quién era yo!

De una manera más concreta y espiritual, pienso que mi abuelo está intercediendo para que vuelva la paz a Europa. Hay mucha gente que le está rezando por esta intención.

Jorge de HabsburgoEmbajador de Hungría en París

Se ha dicho que Hungría ha optado por una posición neutral en esta guerra. ¿Cuál es la posición de su gobierno? 

– Me parece que esa crítica no tiene mucho fundamento. Mi país es miembro de la Unión Europea y de la OTAN y como tal seguimos las sanciones y resoluciones que se han adoptado. Por otro lado, hemos enviado mucha ayuda humanitaria a Ucrania y ya hemos acogido cerca de 500.000 refugiados. En Budapest, las consecuencias de la guerra ya son visibles con la presencia de estas personas desplazadas. Sin ir más lejos, en mi propia casa en Budapest estamos alojando a dos familias ucranianas. 

Por otro lado, nosotros hemos decidido no aportar armas al conflicto. No queremos poner en riesgo a nuestros ciudadanos. Hay que precisar que, después de la Primera Guerra Mundial, con la dislocación del Imperio austro-húngaro oficializado por el Tratado de Trianon de 1920, más de tres millones de húngaros dejaron de vivir en Hungría. Hoy hay cerca de 150.000 húngaros en Ucrania que queremos proteger. Ya hemos lamentado la muerte de seis soldados ucranianos de origen húngaro en esta guerra. 

Por último, desde el punto de vista de la dependencia energética, nuestra situación no es exactamente la misma que la del resto de los miembros de la Unión Europea. En efecto, nosotros dependemos en 80% de la energía rusa. Entrar en conflicto con Rusia supondría un grave peligro para nuestra población. Se quiera o no, esta dependencia es real y es una herencia de la historia soviética reciente.

Hoy, en plena guerra en Europa Central, un Habsburgo es embajador en París durante la Presidencia francesa de la Unión Europea. ¿En su carrera de diplomático la figura de su abuelo ha sido un modelo?

– Las coincidencias históricas me divierten mucho. Por ejemplo, hace algunos días presenté mis credenciales al Príncipe de Mónaco, porque además de ser embajador ante Francia lo soy ante el Principado. Y pensé: “las vueltas de la historia, ¡un Habsburgo presentando sus credenciales al Príncipe de Mónaco!”. Más allá de las anécdotas históricas, tengo que decir que mi abuelo es una fuente de inspiración constante, pero tengo que reconocer al mismo tiempo que mi padre ha tenido mucha mayor influencia en mi carrera. Mi padre, Otto de Habsburgo, el hijo mayor del emperador y líder de la casa de Habsburgo, fue un político visionario y eurodiputado por más de 20 años. Tuvo un rol importante en el proceso de construcción europea y la inclusión, en la Unión Europea, de las antiguas naciones que formaban parte del imperio.

Él fue muy consciente de la responsabilidad histórica de nuestra familia en el siglo XXI, que había tenido una participación activa en la política europea por casi mil años, y nos enseñó a vivir en la sociedad moderna, a estudiar y a trabajar como cualquier otra persona. Realicé estudios universitarios en derecho, historia y ciencias políticas en Austria, Alemania y España. En este último país, estuve en la Universidad Complutense de Madrid para estudiar la historia contemporánea española y la cultura islámica, que no se enseñaba en Múnich. Comencé a trabajar en empresas de comunicación audiovisual. Hace 30 años fijé mi residencia en Hungría, país del cual soy embajador desde 1996. En particular, mi padre daba mucha importancia a los idiomas. Gracias a él, como él, yo hablo seis idiomas (alemán,  húngaro, francés, inglés, italiano y español) lo que evidentemente me ha sido muy útil en mi trabajo de diplomático. 

¿Qué actividades están previstas para el 1 de abril de 2022, centenario de la muerte de su abuelo Carlos? 

La principal actividad de este centenario será una Misa que tendrá lugar en la iglesia donde está enterrado mi abuelo, en la isla de Madeira. Estaremos presentes más de cien miembros de la familia. En un principio no pensaba asistir porque el domingo 3 de abril tenemos elecciones importantes en Hungría y en la embajada en Francia tenemos mucho trabajo para organizar los comicios. Sin embargo, el Vice-Primer Ministro de Hungría tuvo la delicadeza de pedirme que estuviese presente en Madeira para esta ocasión. Así que tendré la alegría de poder participar en este gran evento. 

El autorBernard Larraín

Vaticano

“Caminemos juntos, arrivederci in Canada.” Histórica disculpa del Papa a indígenas canadienses

El Papa Francisco ha pedido perdón personalmente a los autóctonos de Canadá por los sufrimientos coloniales en los que católicos estuvieron implicados.

Fernando Emilio Mignone·2 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Persevera y triunfarás. Como vienen reclamando durante años los líderes indígenas canadienses, en el Vaticano, el primero de abril, el Papa pidió perdón personalmente a los autóctonos de Canadá por los sufrimientos coloniales en los que católicos tuvieron parte. En efecto, no habían satisfecho las repetidas disculpas y compensaciones financieras de obispos y congregaciones religiosas canadienses a partir de los años 1990. Querían una petición de perdón papal. La consiguieron con creces.

Tras tres reuniones esta semana en el Vaticano con tres grupos diferentes de indígenas (Asociación de Primeras Naciones, Mestizos, Inuit), que se prolongaron por horas, en este encuentro de 50 minutos del viernes 1 de abril Francisco les prometió repetir su disculpa en sus tierras ancestrales: querría ir, les anunció, para festejar con ustedes la fiesta de la abuela de Jesús Santa Ana (26 de julio), a la que ustedes le tienen tanta devoción. Y bromeó, en ambiente festivo y distendido amenizado con músicas y danzas típicas, ¡que no vendría a Canadá en invierno! En la imponente Sala Clementina, tres docenas de indígenas del segundo país más grande del mundo, junto con siete obispos canadienses representando a toda la Conferencia Episcopal (que pagó el viaje de todos), escucharon emocionados a un Pontífice también visiblemente conmovido. No faltó la mención del Dios Creador, mentado por algunos indígenas que hablaron. Se comprometieron a “caminar juntos” de ahora en adelante. Una pareja inuit (esquimal) cantó el Padrenuestro en su lengua.

En el discurso en italiano de Bergoglio, poético capolavoro de comprensión, arrepentimiento y advertencia, no sobró ni una palabra. A pesar de lo cual, me atrevo a acortarlo un poquito. Por favor contrastar con el original mi traducción, si se va a citar, ya que a veces parafraseo. 

“Queridos hermanos y hermanas, en los últimos días he escuchado con atención vuestros testimonios. Los he llevado a la reflexión y a la oración, imaginando vuestras historias y situaciones. Os estoy agradecido por haber abierto vuestro corazón y porque con esta visita habéis expresado el deseo de caminar juntos. Comienzo con una expresión que pertenece a vuestra sabiduría y que es un modo de ver la vida: ‘Hay que pensar en siete generaciones futuras cuando se toma una decisión hoy’. Es lo contrario de lo que suele suceder en nuestros días, donde se persiguen objetivos útiles e inmediatos sin considerar el futuro de las próximas generaciones. En cambio, el vínculo entre los ancianos y los jóvenes es indispensable. Debe ser cultivado y custodiado, porque permite no invalidar la memoria y no perder la identidad. Y cuando se salvaguardan la memoria y la identidad, mejora la humanidad.”

“También surgió en estos días una bella imagen. Os comparasteis a las ramas de un árbol. Como ellas, habéis crecido en varias direcciones, habéis recorrido diversas estaciones y habéis sido también golpeados por fuertes vientos. Pero os habéis agarrado con fuerza en las raíces, que habéis mantenido sólidas. Y así continuáis dando fruto, porque las ramas se extienden alto solo si las raíces son profundas. Querría mencionar algunos frutos. Antes que nada, vuestro cuidado de la tierra, que no veis como un bien para disfrutar, sino como un don del Cielo; para vosotros la tierra custodia la memoria de los antepasados que descansan ahí y es un espacio vital, donde acoger la propia existencia dentro de un tejido de relaciones con el Creador, con la comunidad humana, con las especies vivientes y con la casa común en la que habitamos. Todo esto os lleva a buscar una armonía interior y externa, a albergar un gran amor por la familia y a tener un vivo sentido de la comunidad. A esto se agregan las riquezas específicas de vuestras lenguas, culturas, tradiciones y formas artísticas, patrimonios que no pertenecen solo a vosotros, sino a la humanidad entera, en cuanto que expresan humanidad.”

“Pero vuestro árbol que trae fruto ha sufrido una tragedia, que me habéis contado en estos días: la del desarraigo. La cadena que transmitió conocimientos y estilos de vida, en unión con el territorio, fue destruida por la colonización, que sin respeto arrancó a muchos de vosotros del ambiente vital e intentó uniformizaros a otra mentalidad. De esa manera vuestra identidad y vuestra cultura fueron heridas, muchas familias separadas, tantos jóvenes resultaron víctimas de esta acción omologatrice, apoyada en la idea que el progreso proviene de la colonización ideológica, según programas estudiados en un escritorio sin respetar la vida de los pueblos. Algo que, por desgracia, sucede también hoy, a varios niveles: las colonizaciones ideológicas. Cuántas colonizaciones políticas, ideológicas y económicas existen todavía en el mundo, impulsadas por la avidez, por la sed del beneficio, insensibles a las poblaciones, a sus historias y a sus tradiciones, y a la casa común de lo creado. Lamentablemente esta mentalidad colonial está todavía muy difundida. Ayudémonos juntos a superarla.”

“A través de vuestras palabras pude tocar con las manos y llevar dentro de mí, con gran tristeza en el corazón, los relatos de sufrimientos, privaciones, tratamientos discriminatorios y varias formas de abuso sufridos por algunos (diversi) de vosotros, en particular en los internados (scuole residenziali). Es escalofriante pensar en esa intención de instilar un sentido de inferioridad, de hacer perder a alguien la propia identidad cultural, de cortar las raíces, con todas las consecuencias personales y sociales que eso comportó y sigue comportando: traumas irresueltos, que se han convertido en traumas intergeneracionales.”

“Todo esto suscitó en mí dos sentimientos: la indignación y la vergüenza. Indignación, porque es injusto aceptar el mal, y es todavía más injusto habituarse al mal, como si fuese una dinámica ineludible provocada por los acontecimientos de la historia. No, sin una indignación firme, sin memoria y sin compromiso de aprender de los errores los problemas no se resuelven, y retornan. Lo vemos en estos días con respecto a la guerra. No se debe nunca sacrificar la memoria del pasado sobre el altar de un presunto progreso.”

“Y siento también vergüenza, dolor y vergüenza por el papel que diversos (diversi) católicos, en especial con responsabilidad educativa, tuvieron en todo lo que os ha herido, en los abusos y en la falta de respeto a vuestra identidad, cultura y hasta vuestros valores espirituales. Todo eso es contrario al Evangelio de Jesús. Por la deplorable conducta de aquellos miembros de la Iglesia católica pido perdón a Dios y querría deciros, de todo corazón: estoy muy afligido. Y me uno a los hermanos Obispos canadienses en pediros perdón. Es evidente que no se pueden transmitir los contenidos de la fe de una manera extraña a esa misma fe: Jesús nos enseñó a acoger, amar, servir y no juzgar; es terrible cuando, precisamente en nombre de la fe, se rinde un contra-testimonio del Evangelio.”

“Vuestra experiencia amplifica en mí aquellas preguntas, muy actuales, que el Creador dirige a la humanidad al comienzo de la Biblia. En primer lugar, después de la falta cometida, pregunta al hombre: ‘¿Dónde estás?’ (Gen 3,9). Poco después, le hace otro interrogante, que no se puede desligar del precedente: ‘¿Dónde está tu hermano?’ (Gen 4,9). ¿Dónde estás, dónde está tu hermano? Son preguntas que debemos repetirnos siempre, son los interrogantes esenciales de la consciencia porque no nos acordamos de estar en esta Tierra como guardianes de la sacralidad de la vida y por tanto custodios de los hermanos, de todo pueblo hermano. Al mismo tiempo, pienso con gratitud en tantos creyentes buenos que, en nombre de la fe, con respeto, amor y amabilidad, enriquecieron vuestra historia con el Evangelio. Me alegra, por ejemplo, pensar en la veneración que se ha difundido entre muchos de vosotros hacia Santa Ana, la abuela de Jesús. Este año yo querría estar con vosotros, en esos días. Hoy necesitamos reconstituir una alianza entre abuelos y nietos, entre ancianos y jóvenes, premisa fundamental para que haya una mayor unidad de la comunidad humana.”

“Confío en que los encuentros de estos días puedan abrir vías ulteriores a recorrer juntos, infundir valentía y acrecentar el esfuerzo a nivel local. Un eficaz proceso de saneamiento requiere acciones concretas. Con espíritu de fraternidad, animo a los Obispos y a los católicos a continuar emprendiendo pasos para la búsqueda transparente de la verdad y para promover la curación de las heridas y la reconciliación; pasos de un camino que permita redescubrir y revitalizar vuestra cultura, aumentando en la Iglesia el amor, el respeto y la atención específica con respecto a vuestras tradiciones genuinas. La Iglesia está de vuestra parte y quiere continuar y caminar con vosotros. El diálogo es la clave para conocer y compartir y los Obispos de Canadá han expresado claramente su compromiso a caminar juntos con vosotros en una vía renovada, constructiva, fecunda, donde podrán ayudar encuentros y proyectos compartidos.”

“Queridísimos, me he enriquecido con vuestras palabras y todavía más con vuestro testimonio. Habéis traído a Roma el sentido vivo de vuestras comunidades.  Me gustará aprovecharme aún más del encuentro con vosotros, visitando vuestros territorios nativos, donde viven vuestras familias. ¡No iré en invierno! Os doy ahora el arrivederci in Canada, donde podré expresaros mejor mi cercanía. Os aseguro mientras tanto de mi oración, invocando la bendición del Creador sobre vosotros, vuestras familias y comunidades. No quiero terminar sin decir a ustedes, hermanos Obispos: ¡gracias! Gracias por la valentía. En la humildad: en la humildad se revela el Espíritu del Señor. Frente a historias como estas que hemos escuchado, la humillación de la Iglesia es fecundidad. Gracias por vuestro coraje” (mirando a los siete obispos canadienses, de provincias como Alberta, Saskatchewan y Québec). “¡Y gracias a todos ustedes!” (mirando a los indígenas).

Y después de unos números musicales y oraciones de los autóctonos y de un lindo intercambio de regalos, a veces en lenguas indígenas, el Papa los bendijo en inglés con estas palabras: “God bless you all – the Father, the Son and the Holy Spirit. Pray for me, don’t forget! I’ll pray for you. Thank you very much for your visit. Bye bye!”

Mundo

El Papa en Malta tras reunirse en Roma con refugiados de Ucrania

El Santo Padre Francisco ha reanudado sus visitas apostólicas, tras su viaje a Grecia y Chipre en diciembre de 2021, con un rápido desplazamiento a la República de Malta este fin de semana, siguiendo las huellas del apóstol Pablo. “Será una ocasión para conocer personalmente una comunidad cristiana con una historia milenaria y vivaz”, ha escrito el Pontífice.

Rafael Miner·2 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

La «tierra luminosa» de Malta, la isla del naufragio de san Pablo, el gran evangelizador de los gentiles, acoge desde hace unas horas al Papa Francisco, en su décimo año como Pastor de la Iglesia católica. Se trata de un viaje muy esperado, ya que estaba programado para 2020, y debió posponerse a raíz de la emergencia sanitaria del Covid-19. 

Una «tierra luminosa», como la describió Francisco en la audiencia general del miércoles, hoy más que nunca comprometida en “acoger a tantos hermanos y hermanas en busca de refugio”, y que cuenta con 408.000 bautizados, el 85 % de la población total de 478.000 habitantes del archipiélago de Malta, Gozo y otras islas menores.

El lema de este 36 viaje internacional del Papa Francisco ―“Nos mostraron una hospitalidad poco común”―, está tomado de un versículo de los Hechos de los Apóstoles con palabras de San Pablo que describen el modo en que él y sus compañeros fueron tratados cuando naufragaron en la isla en el año 60, durante el viaje que les llevaba a Roma. Francisco es el tercer Pontífice que visita Malta después de san Juan Pablo II en 1990 y 2001, y Benedicto XVI en 2010.

El tema de la acogida está también simbolizado por el logotipo del viaje, que representa las manos extendidas hacia los demás, que emergen de la barca en la que San Pablo naufragó en la isla hace más de dos mil años, de camino a Roma. «Una oportunidad para ir a la fuente del anuncio del Evangelio”, y “para conocer en persona una comunidad cristiana con una historia milenaria y vivaz». 

Antes, como es habitual, Francisco acudió a la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, para rezar ante el icono de la Virgen Salus Populi Romani y le encomendó estos dos días intensos, en los que pronunciará cinco discursos u homilías.

Tras el saludo a las autoridades y al cuerpo diplomático esta mañana, en el Palacio del Gran Maestre en La Valeta, el Papa acudirá por la tarde a un encuentro de oración en el Santuario Mariano de Ta’Pinu, en la isla de Gozo, en el que estarán presentes el cardenal maltés Mario Grech, secretario general del Sínodo de los obispos, el arzobispo de Malta Monseñor Charles Scicluna, y el obispo de Gozo, Anton Teuma.

Quizá el acto más esperado del viaje del Papa es su visita de mañana domingo al centro de inmigrantes Juan XXIII Peace Lab, donde Francisco se reunirá con unas doscientas personas, principalmente africanas. Se trata de un centro donde se realiza una importante labor educativa en el ámbito de los derechos humanos, la justicia, la solidaridad y la asistencia médica. 

Encuentro con familias ucranianas

Esta mañana, antes de dejar la casa de Santa Marta, el Santo Padre se reunió con algunas familias de refugiados de Ucrania, acogidas por la Comunidad de Sant’Egidio, junto con el Limosnero de Su Santidad, cardenal Konrad Krajewski, según ha informado la Sala de Prensa vaticana.

Entre ellas se encuentran una madre de 37 años con dos niñas, de 5 y 7 años, que llegó a Italia desde Lviv hace unos 20 días. La niña fue operada del corazón y está bajo supervisión médica en Roma. También ha recibido a dos madres, cuñadas, con sus cuatro hijos, de entre 10 y 17 años, alojados en un piso ofrecido por una señora italiana, que vienen de Ternopil y llegaron a Roma hace poco más de 20 días. Los menores de las dos familias están escolarizados en Roma.

La tercera familia llegó a Roma hace tres días vía Polonia. Son 6 personas, de Kiev: madre y padre, con tres hijos de 16, 10 y 8 años, y una abuela de 75 años. Ellos también viven en una casa ofrecida por una mujer italiana para acoger a los refugiados.

Iglesia misionera

“Me parece significativo que en este décimo año de pontificado se produzca este viaje a Malta, porque Malta está ligada a la figura de san Pablo, que es el evangelizador por excelencia, y si hay una nota que ha caracterizado insistentemente el pontificado de Francisco, es precisamente la de la llamada, la invitación a la Iglesia a hacerse misionera, a hacerse cada vez más misionera, a llevar el anuncio del Evangelio a todos, en cualquier situación”, ha manifestado el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin en declaraciones a la agencia oficial del Vaticano.