Cultura

Tito Brandsma, ¿segundo patrón de los periodistas católicos?

Un grupo de periodistas pide al Papa Francisco que nombre al carmelita holandés patrón de los periodistas junto a san Francisco de Sales. Para ellos, Brandsma encarnó los valores de un periodismo de paz entendido como un servicio a todas las personas.

Maria José Atienza·10 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Traducción del artículo al italiano

Anton de Wit (director del semanario Katholiek Nieuwsblad, Países Bajos), Wilfred Kemp (jefe de programas católicos de radio y televisión de la cadena pública holandesa) y Emmanuel van Lierde (redactor jefe del semanario Tertio, Bélgica) y Hendro Munsterman (Nederlands Dagblad) son los impulsores de una carta al Papa Francisco en la que piden al pontífice la declaración de Tito Brandsma como patrón de los comunicadores católicos unido al actual patronazgo de San Francisco de Sales.

Una petición a la que ya se han unido numerosos profesionales de la comunicación de diversas nacionalidades y a la que los impulsores invitan a unirse a otros profesionales católicos de los medios.

Un conocedor del periodismo actual

En la misiva de petición al Papa Francisco, los periodistas destacan la figura de Titus Brandsma “para la comunidad católica de los Países Bajos” y subrayan su labor periodística.

Brandsma “fue redactor jefe de un periódico, se dedicó a la modernización y profesionalización de la prensa diaria católica en los Países Bajos y trabajó para mejorar las condiciones de trabajo y la creación de una formación profesional para los periodistas. Tito Brandsma realizó su trabajo en el contexto del ascenso del fascismo y el nazismo en Europa. De palabra y de obra se opuso al lenguaje de odio y división que era común en la época. En su opinión, lo que hoy llamamos fake news no merecía una tribuna en la prensa católica; consiguió que el episcopado prohibiera la impresión de propaganda nacionalsocialista en los periódicos católicos”.

Los peticionarios recuerdan además que esta labor fue causa del martirio del carmelita cuyos escritos se convirtieron en un punto de referencia para la resistencia moral y cultural del pueblo holandés. En este sentido, además, reconocen en Brandsma “a un hombre profesional y fiel de notable categoría. Alguien que compartió la misión más profunda del periodismo en los tiempos modernos: la búsqueda de la verdad y la veracidad, la promoción de la paz y el diálogo entre los pueblos”.

Los firmantes de esta carta añaden que Tito Brandsma es un periodista en el sentido moderno de la palabra. Su patronazgo, junto al de San Francisco de Sales, aporta un conocimiento del periodismo actual y la entrega de su vida “por la prensa libre para defender los valores humanos contra todo terror”.

Muerte en Dachau

Tito Brandsma fue detenido por las fuerzas de ocupación a principios de 1942 y enviado al campo de concentración de Dachau. Un diario y varias cartas enviadas a superiores, familiares y amigos dan cuenta de sus días en el campo de concentración. En ellas describió las condiciones de hacinamiento en su celda y los malos tratos, pero nunca expresó tristeza. El 26 de julio del mismo año, Brandsma fue asesinado por una inyección letal. Ese mismo día, los obispos holandeses hicieron leer en todas las iglesias su valiente protesta contra las deportaciones de judíos.

El carmelita holandés será canonizado el 15 de mayo junto a otros nueve beatos como Charles de Foucault, la francesa María Rivier o María de Jesús, fundadora de las Hermanas Capuchinas de la Inmaculada de Lourdes. Del resultado de la petición, puesta sobre la mesa por este grupo de periodistas, aún no se conoce la respuesta.

Leer más
Ecología integral

Anna Maria Tarantola: “Centrar la empresa en la persona es eficiente”

La presidenta de la Fundación Pontificia Centesimus Annus, Anna Maria Tarantola, ha manifestado en Roma que “la inclusión y la eficiencia no son antitéticas sino complementarias” en la empresa, en un encuentro sobre “Negocios sin dejar a nadie atrás”. Directivos de CaixaBank y empresarios subrayaron la necesidad de buscar un equilibrio entre negocios rentables y sostenibles, y mirar por la sociedad y los trabajadores.

Francisco Otamendi·10 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

La necesidad de un modelo de desarrollo justo, solidario, inclusivo e integralmente sostenible, como ha planteado el Papa Francisco, fue el marco de referencia de la jornada, celebrada en el “Palacio della Rovere”, sede de la Orden del Santo Sepulcro en Roma, y organizada por la agencia Rome Reports, la Fundación Centro Académico Romano (CARF) y Omnes, con el patrocinio de CaixaBank.

Anna María Tarantola, que ha sido directora general de la Banca de Italia y presidenta de la RAI, fue ponente destacada del acto, en el que intervinieron dirigentes de CaixaBank como David Alonso de Linaje, responsable de Instituciones Religiosas de Caixabank; Albert Riera, director de Relaciones Internacionales de La Fageda, empresa de yogures líder en Cataluña, que ha dado empleo a jóvenes discapacitados; o Davide Rota, CEO de Linkem, que emplea a decenas de personas en prisiones italianas. El gobernador del Santo Sepulcro, Leonardo Visconti di Modrone agradeció el papel de “las empresas que han conseguido mitigar las consecuencias de la crisis para los más vulnerables”.

Todos pusieron sobre la mesa, moderada por Antonio Olivié, CEO de Rome Reports, el testimonio de modelos de negocios exitosos que no dejan a nadie atrás, focalizados en las personas. Modelos, que como señaló Anna María Tarantola, enseñan “cómo se puede lograr la inclusión obteniendo buenos resultados”.

La encíclica Laudato si’, que es sobre todo una encíclica social, como han reiterado los estudiosos, y la Doctrina Social de la Iglesia, con su énfasis en la búsqueda del bien común y en considerar a la empresa como “una comunidad de personas”, y “no únicamente como una sociedad de capitales”, tal como subrayaron los santos Juan XXIII y Juan Pablo II, vertebraron las argumentaciones de Anna María Tarantola.

Distorsiones que no desaparecen

“Hace siete años, con la encíclica Laudato si´, el Papa Francisco dirigió a todas las personas de buena voluntad la fuerte y clara  invitación  a trabajar urgentemente para remediar las muchas distorsiones que estábamos  experimentando: el despilfarro de recursos no renovables, la reducción de la biodiversidad, el cambio climático que impacta sobre todo en los pobres, las crisis del agua y los alimentos, el aumento de las brechas económicas y las desigualdades sociales, la difusión de la cultura del descarte de personas y cosas”, explicó Tarantola.

Sin embargo, “lamentablemente, estas distorsiones no han desaparecido”, manifestó. “Las mejoras han sido muy lentas, desiguales y fluctuantes. Además, la situación se ha visto agravada por la pandemia que ha ampliado las desigualdades, ha empobrecido a los pobres y a los ricos, y ha puesto claramente de manifiesto los fracasos del actual modelo de desarrollo ante el que se encuentra la voz de la Iglesia. El Papa Francisco, actuando a raíz de la antigua tradición de la Doctrina Social de la Iglesia, en todas sus numerosas intervenciones llama en voz alta a un cambio de época, a una regeneración”.

“No podemos dejar de preguntarnos por qué, a pesar de las muchas invitaciones apremiantes del Santo Padre y de la evidente insostenibilidad de la situación actual, el proceso de regeneración no se ha acelerado cambiando las cosas”, planteó la presidenta de Centesimus Annus, que, como es sabido, es la encíclica que publicó san Juan Pablo II en 1991, a los cien años de la Rerum Novarum del Papa León XIII (1891).

“Creo que las razones son diferentes”, se respondió. “Pero sobre todo dos son de particular importancia: el persistente miedo generalizado al cambio y la prevalencia de una visión a corto plazo que se asocia con una creencia profundamente arraigada de que ambas fuerzas del mercado son capaces de encontrar nuevos equilibrios por sí mismas”,

Los emprendedores según “Fratelli Tutti”

En este punto, Anna María Tarantola recordó al Papa Francisco en su encíclica “Fratelli tutti”, cuando se refiere a la actividad empresarial. “La actividad de los emprendedores efectivamente ‘es una noble vocación orientada a producir riqueza y a mejorar el mundo para todos’. Dios nos promueve, espera que desarrollemos las habilidades que Él nos ha dado y ha llenado el universo de potencial. En sus diseños cada persona está llamada a promover su propio desarrollo, y esto incluye la implementación de capacidades económicas y tecnológicas para hacer crecer los bienes y aumentar la riqueza. Sin embargo, en cualquier caso, estas habilidades de los empresarios, que son un don de Dios, deben estar claramente orientadas hacia el progreso de otras personas y la superación de la pobreza, especialmente a través de la creación de oportunidades de trabajo diversificadas” (Fratelli tutti, 123).

“Este paso es realmente importante, y está estrechamente vinculado al tema de este encuentro que tiene como objetivo presentar testimonios de cómo se puede ser una ‘buena empresa’”, afirmó. A su juicio, “ser una buena empresa en el siglo XXI significa, como señala la COSUDE [Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación], considerar a la empresa como una comunidad de personas que trabajan por un objetivo común que no es  la creación de valor, en forma de beneficio, solo para los accionistas, sino la producción de beneficios con un impacto positivo en la creación y para todos aquellos que de alguna manera contribuyen al éxito de la empresa y, por lo tanto, para los empleados, clientes, proveedores y el territorio en el que opera la empresa”,

“La buena empresa es una empresa que se siente responsable de las consecuencias de su trabajo a nivel económico, social y medioambiental, que no pretende obtener un alto beneficio contaminando, vendiendo productos de calidad inferior, tratando mal a sus empleados, clientes y proveedores… El ‘buen negocio’ no impone altos costos humanos y ambientales a la comunidad y tiene éxito, al hacerlo, en producir valor para los accionistas a largo plazo, como lo demuestran no pocas investigaciones”, manifestó entre otras cosas Anna María Tarantola.

Modelos de negocio sostenibles

Omnes ha solicitado a David Alonso de Linaje, responsable de Instituciones Religiosas de CaixaBank, una síntesis de su aportación al encuentro romano. Las reflexiones del directivo van en la misma dirección. “Vivimos en un mundo de grandes cambios. En pocos años el mundo tecnológico ha sufrido una gran transformación que ha hecho que la sociedad modifique sus hábitos de consumo y de vivir la vida. A esto debemos añadir la agria experiencia de la pandemia y, si todavía nos parecía poco, un conflicto bélico que mantiene al mundo en vilo por sus consecuencias humanas y económicas”.

“Es tiempo de reflexionar y de evolucionar. En lo que se refiere a lo económico, buscar un equilibrio entre negocios rentables y que a la vez busquen impactar positivamente en la sociedad es lo perfecto. Ejemplos como los de Linkem, La Fageda o CaixaBank y Fundación la Caixa, son modelos de negocio sostenibles que miran por la sociedad, por los trabajadores y que ayudan a los más desfavorecidos. El futuro se presenta desafiante pero lleno de razones para que el modelo de negocio por excelencia sea aquel que no deje a nadie atrás”, añade el directivo de Caixabank.

Compromiso con la paz, y la emergencia en Ucrania

David Alonso de Linaje aporta asimismo datos globales de ayuda humanitaria de la entidad bancaria, a preguntas de Omnes, y también algunos relativos a Ucrania. “En coherencia con los valores fundacionales de la Caixa y su compromiso social, la Obra Social se propone ser una entidad de referencia a escala internacional, comprometida con los derechos humanos, la paz, la justicia y la dignidad de las personas. En este sentido cabe destacar que para 2022 tiene un presupuesto de 515 millones de euros, de los cuales 308 millones van destinados a programas y convocatorias sociales, 110 a cultura y ciencia, 44 a educación y becas, y 53 a investigación y salud”.

“Entre sus múltiples acciones”, añade Alonso de Linaje, “cabe destacar este año las medidas de apoyo a favor de la emergencia en Ucrania mediante aportaciones económicas por parte de nuestra fundación, aportaciones de empleados y clientes a través de las distintas plataformas de donativos y la puesta en marcha de un convoy de 10 autobuses organizados en dos turnos, y un equipo de 50 personas, entre empleados de la entidad, voluntarios, traductores y personal sanitario, que han trasladado a afectados por la guerra que han solicitado acogida en España”.

Linkem, La Fageda

Como se ha señalado más arriba, Davide Rota, CEO de Linkem, empresa tecnológica que ha desarrollado un proyecto de reparación de modem con presos de cárceles italianas, aseguró que “cuando una empresa o un grupo de personas tienen los principios claros, tomar las decisiones no es difícil”, y sabe que la mayoría de quienes están en prisión son recuperables. Hoy, a pesar de las dificultades, su modelo tiene éxito en prisiones italianas, y algunos ex reclusos están ya en su compañía, ha informado Antonio Olivié en “El Debate”.

La Fageda

En el acto romano se presentó también La Fageda, empresa catalana que ha contratado a numerosos discapacitados de la región. Albert Riera señaló que “esta empresa empezó al revés de como debe empezar una compañía. Primero estaban las personas y, a partir de ahí, se pensó en qué podían hacer juntos, sin ‘know how’, sin ‘business plan’, ni nada parecido”. Sus ideas se resumen, según ha informado Antonio Olivié, en “no contar con mano de obra barata, tener contacto con la naturaleza y no ser una mera empresa mercantil, sino social, sin ánimo de lucro”. Hoy, el yogur de esta empresa es el más vendido en Cataluña.

Alonso de Linaje, de Caixabank, citó asimismo el programa “Ningún hogar sin alimentos”, al que “entre 2020 y 2021 se han canalizado casi seis millones de euros, de los cuales dos millones los aportó nuestra propia Fundación”. Han sido más de 2.400 toneladas de alimentos para dar de comer a 8.935 familias durante los doce meses del año. “La red de CaixaBank ha permitido canalizar que quienes no han sufrido especiales problemas durante la pandemia pudieran ayudar a otras familias”.

Un modelo de gestión

Por otra parte, CaixaBank ha desarrollado un modelo de gestión especializado en instituciones religiosas, con una propuesta de valor que gira alrededor de cuatro ejes y que se ha construido bajo el documento de “Economía al servicio del carisma y de la misión’, emanado de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.

Estos ejes, explica el directivo de la entidad bancaria, son “por un lado, la propia especialización encarnada en gestores dedicados y formados para esta tarea. En segundo lugar, un modelo de asesoramiento financiero basado en propuestas independientes y alejadas de conflictos de interés en línea con los criterios que determina la Doctrina Social de la Iglesia católica, inversión socialmente responsable y de impacto. Y por último, como eje central en el asesoramiento, la planificación financiera a través de una herramienta única en el sector, basada en cuatro carteras objetivo (liquidez, generación de rentas, previsión de los miembros dependientes de la instituciones y cartera de crecimiento patrimonial). Adicionalmente, cabe destacar nuestro compromiso con la formación de los ecónomos y administradores de Instituciones Religiosas”.

Qué modelo de capitalismo

Entre los asuntos de reflexión en el acto, estuvo el capitalismo. Sobre la responsabilidad de las empresas, la presidenta de la Fundacion Centesimus Annus, Anna María Tarantola, recordó un pasaje de san Juan Pablo II en esta encíclica social.

“Preguntándose si el capitalismo era el camino hacia el verdadero progreso económico, escribió: “La respuesta es obviamente compleja. Si ‘capitalismo’ indica un sistema económico que reconoce el papel fundamental y positivo de la empresa, el mercado, la propiedad privada y la consiguiente responsabilidad por los medios de producción, de la libre creatividad humana en el campo de la economía, la respuesta es ciertamente positiva, aunque tal vez sería más apropiado hablar de ‘economía de negocios’, o ‘economía de mercado’, o simplemente ‘economía libre’. Pero si por ‘capitalismo’ nos referimos a un sistema en el que la libertad en el sector de la economía no se enmarca en un contexto jurídico sólido que la ponga al servicio de la libertad humana integral y la considere como una dimensión particular de esta libertad, cuyo centro es ético y religioso, entonces la respuesta es decididamente negativa” (Centesimus Annus, 42).

“Este paso, no siempre mencionado, es en mi opinión la base sobre la que las empresas deben construir su forma de ser y operar”, señaló Tarantola, quien añadió: “Desafortunadamente, en los últimos cincuenta años se ha afirmado un modelo de capitalismo superliberal, guiado por el consumismo, el individualismo, la financiación de la economía, la atención casi exclusiva al crecimiento  económico cuantitativo, mientras se descuida el social y cultural, la afirmación de una fe absoluta en la tecnología. Y está el mantra de ‘crear valor para los accionistas’, como el único propósito de la empresa, como argumentó Milton Friedman hace más de 50 años en el ‘Financial Times’.  El Papa Benedicto XVI en ‘Caritas in Veritate’ y el Papa Francisco en ‘Laudato si’’ han destacado sus degeneraciones y daños”.

“El Papa Francisco”, concluyó Anna María Tarantola, “que es hoy el punto de referencia no solo espiritual y moral, sino también cultural, económico y social de todos los pueblos, nos invita a cambiar urgentemente nuestro estilo de vida y los objetivos de los negocios, la política y las instituciones para luchar por un nuevo mundo justo, inclusivo, solidario y sostenible”.

El autorFrancisco Otamendi

Leer más
Vaticano

De Juan Pablo II a Francisco: la diplomacia «multilateral» de la Santa Sede

El papel del Papa Francisco ante el conflicto de Rusia y Ucrania nos lleva a reflexionar sobre la diplomacia de la Santa Sede. Ésta es heredera de una tradición milenaria, que ha hecho del papado el precursor de las relaciones modernas entre los Estados, y actúa en dos frentes particulares: por un lado, la protección de los cristianos, en particular de los católicos; por otro, la promoción de los valores de la justicia, la paz y la salvaguardia de los derechos humanos.

Gerardo Ferrara·10 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

La cruel guerra entre Rusia y Ucrania, los miles de víctimas, los desplazados, las ciudades y pueblos destruidos y la locura de unas armas cada vez más terribles que siguen masacrando a personas inocentes son a estas alturas una historia que se repite una y otra vez y la humanidad parece no querer aprender nunca de sus errores.

De todas las voces que se han alzado en nombre de la paz en los últimos tiempos, hay una, en particular, que parece preocuparse realmente por la propia paz, aunque sea más que por el gas, la venta de armas o las sanciones. Y estamos hablando del Papa Francisco.

De hecho, entre los distintos líderes mundiales, el Papa ha intentado, desde el inicio del conflicto, mantener abierto un canal diplomático con ambas partes, y lo ha hecho con gestos concretos: acudiendo personalmente a las embajadas rusa y ucraniana, activando las nunciaturas apostólicas presentes en ambos países, proporcionando ayuda material y apoyo espiritual, dialogando con los líderes políticos y religiosos (católicos y ortodoxos) de Rusia y Ucrania, incluido el primado del Patriarcado Ortodoxo de Moscú, Kirill, a quien, frente a los empujones cesaropapistas de éste para justificar la política agresiva de su país hacia Ucrania (especialmente en el famoso encuentro bilateral virtual entre el Papa y el citado patriarca), el pontífice (y recordemos aquí la etimología de ese término: constructor de puentes) no dejó de recordar que la tarea de los eclesiásticos es anunciar a Cristo, no favorecer u oponerse a un poder temporal, lo que fue reiterado, en el momento de escribir este artículo, el 6 de mayo de 2022, cuando Francisco, al recibir en audiencia a los participantes en la sesión plenaria del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, condenó una vez más la guerra «cruel e insensata» en Ucrania, declarando que, «ante esta barbarie, renovamos nuestro deseo de unidad y anunciamos el Evangelio que desarma los corazones ante los ejércitos».

Sin embargo, no han faltado las críticas, tanto de católicos como de ortodoxos, al Papa por no adoptar una postura abiertamente pro-ucraniana en el actual conflicto.

La actitud de Francisco, sin embargo, está en perfecta continuidad, en este como en otros casos (la guerra de Siria o las más recientes protestas en Myanmar son ejemplos), con la de sus predecesores, en particular Juan Pablo II, al querer promover ciertos valores de paz, solidaridad y justicia social en todo el mundo, independientemente del país, la etnia o la religión. Por ello, dialoga y busca establecer relaciones con todos los gobiernos, independientemente de su credo o ideología, lo que se expresa también a través del concepto de multilateralismo, es decir, de la equidistancia (quizás, sin embargo, sería mejor decir equidistancia) con respecto a los sujetos implicados.

En la práctica, todo esto resulta extraordinariamente parecido a lo que ocurrió con Pío XII, el Papa reinante durante toda la Segunda Guerra Mundial, que nunca condenó abiertamente a Hitler, aunque, continuando la política de dura oposición a esa ideología de Pío XI (que condenó duramente el nazismo con la Encíclica «Mit brennender Sorge»), intervino varias veces contra la política nazi con diferentes mensajes, en particular con el mensaje de Navidad de 1942 y el consentimiento de la lectura de la famosa Carta Pastoral «Vivimos en un tiempo de grandes sufrimientos», redactada por la Conferencia Episcopal Holandesa y leída en todas las iglesias de Holanda el 26 de julio de 1942 (en represalia a la cual Hitler ordenó la detención y deportación de judíos conversos, hasta entonces librados de su furia, como Edith Stein, Santa Teresa Benedicta de la Cruz).

El tema es bastante complejo, pero igualmente interesante, ya que el papel de la Iglesia católica en los asuntos nacionales e internacionales es todo menos secundario, si pensamos que puede influir, directa e indirectamente, en miles de millones de personas, no sólo entre los bautizados, sino también entre sujetos jurídicos que pueden ser individuos, Estados, organismos supranacionales y que nada tienen que ver con la fe que profesan los católicos.

La necesidad de diplomacia y reconocimiento a nivel internacional

La diplomacia de la Santa Sede es heredera de una tradición milenaria, que ha hecho del papado el precursor de las relaciones modernas entre los Estados, y actúa en dos frentes particulares: por un lado, la protección de los cristianos, en particular de los católicos; por otro, la promoción de los valores de la justicia, la paz y la salvaguardia de los derechos humanos: su Ostpolitik, especialmente desde finales de los años 50, es un ejemplo concreto de ello.

Esta política realista, que toma su impulso de la encíclica «Pacem in Terris» del Papa Juan XXIII de 1963 (en la que el pontífice explica que la paz mundial es un ideal que debe perseguirse a través del diálogo y la cooperación con todos los pueblos «de buena voluntad», incluso con aquellos que son portadores de una ideología «errónea» como el ateísmo y el comunismo), que también condicionará la política internacional de la Santa Sede a partir de Pablo VI.

Es necesario, en este punto, hacer una distinción esencial entre la Santa Sede y el Estado de la Ciudad del Vaticano: la primera constituye una soberanía abstracta, es decir, sin un territorio bien definido, del Papa sobre los fieles católicos (unos mil 345 millones de personas, según el Annuarium Statisticum Ecclesiae de 2019), pero reconocida por todas las organizaciones internacionales; el segundo es, por otra parte, el Estado más pequeño del mundo (su superficie es de sólo 44 hectáreas), cuya única función es, en virtud de su creación en 1929 por los Pactos de Letrán, proporcionar apoyo material y jurídico a las actividades de la Santa Sede, incluida la salvaguardia de su patrimonio cultural, artístico y religioso.

La Santa Sede y la política internacional

La Sede Apostólica, por tanto, es la máxima autoridad de la Iglesia Católica y está regida por el Sumo Pontífice (el Papa) y la Curia Romana, encabezada por el Secretario de Estado, que, bajo la autoridad del Santo Padre, es el jefe de la estructura diplomática. Debido a su estatus especial, es la Santa Sede, y no el Estado de la Ciudad del Vaticano, la que mantiene relaciones diplomáticas con otros Estados y organismos internacionales, y estas relaciones requieren una gran organización institucional.

Los funcionarios de la diplomacia papal, así como los nuncios apostólicos y los laicos que representan al papado a nivel internacional, proceden de casi todos los Estados del mundo y se forman en la Pontificia Academia Eclesiástica, la escuela de política exterior del Vaticano.

El objetivo de los contactos con la sociedad civil es garantizar la supervivencia e independencia de la Iglesia y el ejercicio de su función específica (libertad de mantener el contacto con el centro; libertad de movimiento y responsabilidad de los obispos y sacerdotes; libertad de conciencia y de culto para todos). En ausencia de estas condiciones básicas, normalmente no se establecen relaciones diplomáticas (es el caso actual de China, Bután, Afganistán, Corea del Norte y las Maldivas).

La Santa Sede cuenta con una amplia y capilar red diplomática. De hecho, mantiene relaciones diplomáticas normales con 183 de los 193 Estados miembros de la ONU y tiene el estatus de observador permanente en las Naciones Unidas, pero no de miembro de pleno derecho, ya que es el representante de una potencia espiritual que opta por la neutralidad total en los asuntos internacionales.

Juan Pablo II y su política internacional

La política internacional de Juan Pablo II es, por supuesto, la más obvia a tener en cuenta a la hora de analizar el concepto de multilateralismo de la Santa Sede en la política internacional, ya que el período de tiempo que abarca es notablemente amplio y confirma los múltiples y mencionados objetivos de la acción de la Santa Sede a nivel mundial. El pontificado de Juan Pablo II, de hecho, se caracterizó no sólo por su duración en términos de tiempo (27 años), sino también por el gran número de acontecimientos importantes que lo marcaron, por ejemplo, la larga disputa con los regímenes comunistas, en particular el de Polonia (su país de origen), el final de la Guerra Fría y la caída del Muro de Berlín, el reconocimiento de Israel y el establecimiento de relaciones diplomáticas con el Estado judío en 1994, los repetidos intentos de normalizar las relaciones con China y Vietnam, la desintegración de Yugoslavia, la histórica línea divisoria entre ortodoxos y católicos en los Balcanes, que puso en serios aprietos a la diplomacia vaticana y la llevó a intervenir directamente en el asunto en 1992, reconociendo la independencia de Croacia y Eslovenia, naciones tradicionalmente católicas.

Entre los casos más interesantes a mencionar, por su similitud con los temas actuales, está el de Filipinas, país que visitó Juan Pablo II en 1981 y donde la campaña de resistencia pasiva (muy similar a lo que ocurre hoy en Myanmar) liderada por el cardenal Jaime Sin contra Marcos tuvo como resultado el exilio del dictador en 1986; o Cuba, donde, en 1998, el Papa reiteró claramente su oposición al embargo y a las sanciones de Estados Unidos que asfixiaban la economía de la isla desde hacía 35 años, criticando esas medidas de represalia contra un país por parte de otros Estados y acusándolas, como en el caso de Irak o de Serbia (similar a la Rusia actual) de perjudicar sólo a ciudadanos inocentes sin aportar ninguna solución definitiva a los problemas.

Por último, quisiéramos mencionar dos casos particulares en los que, durante el pontificado de Juan Pablo II y a raíz de la intervención de Juan XXIII como mediador entre los Estados Unidos y la URSS en la crisis de los misiles de Cuba de 1962, la Santa Sede se mostró especialmente activa en la búsqueda de soluciones pacíficas a situaciones conflictivas en el ámbito internacional: En el primer caso, Wojtyla y sus representantes, en particular el Nuncio Apostólico en Argentina, lograron evitar el ya inminente conflicto entre Chile y Argentina por la soberanía del Canal de Beagle en 1984; en el segundo, durante la crisis internacional que precedió a la invasión de Irak en 2003, la diplomacia de la Santa Sede actuó en coordinación con los representantes de Francia, Alemania, Rusia, Bélgica y China en las Naciones Unidas para evitar el conflicto armado, y Juan Pablo II llegó incluso a enviar al Nuncio a Washington para que se reuniera con George Bush padre y le expresara el total desacuerdo del Papa con una invasión del país de Oriente Medio, que lamentablemente se produjo.

Todos estos ejemplos recuerdan notablemente a acontecimientos y cuestiones más recientes (Myanmar, Siria, la guerra entre Rusia y Ucrania y sus repercusiones) y permiten enmarcar la política internacional del Papa Francisco y su multilateralismo, o «equivocidad» con todas las partes implicadas en los conflictos a nivel internacional, como perfectamente adecuados a las necesidades de la diplomacia de la Santa Sede.

El autorGerardo Ferrara

Escritor, historiador y experto en historia, política y cultura de Oriente Medio.

Hermandades: ¿Justicia o caridad?

La justicia es la primera vía de la caridad: no puedo dar al otro de lo mío sin haberle dado en primer lugar lo que en justicia le corresponde; pero la justicia a secas no proporciona al ser humano todo lo que le corresponde, éste necesita además a Dios.

10 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Tres datos: el déficit público para este año se prevé del 5.3%; la Deuda Pública alcanzará el 116,4% del PIB; la inflación media anual se situará en torno al 7.5%. Trasladados a escala doméstica estos datos equivaldrían a decir que, este año, una familia tipo va a gastar un 5,3% más de lo que gana.

En consecuencia, va a tener que pedir préstamos para sobrevivir por un importe equivalente al 116,4% de sus ingresos anuales, con intereses cada vez más altos; además, manteniendo los mismos ingresos, sus gastos van a aumentar en un 7,5%.

Se podrían hacer algunas matizaciones técnicas a esta comparación; pero en líneas generales esa es la situación.

En estas proyecciones hay, sin embargo, un error de base: considerar sólo los aspectos estrictamente económicos, sin caer en la cuenta de que la economía es una cuestión radicalmente antropológica, acción humana (Mises dixit), que no se agota o se resuelve en propuestas de gasto público, subida de impuestos o ayudas y subvenciones, sino en la identificación de la persona humana y el respeto a su dignidad singular. Toda decisión económica tiene consecuencias de carácter moral.

Desde la izquierda se proclama la necesidad de más justicia social, que concreta en el incremento del estado de bienestar, garantizado por los poderes públicos. Desde la otra acera se aboga por la libertad y responsabilidad personales en la actividad económica y por la libertad de mercado como medio para asegurar la distribución de los recursos.

Aquí las hermandades tienen algo que decir y hacer en su doble misión de agentes de Caridad y regeneradoras de la sociedad desde dentro.

Las hermandades no pretenden dar una solución técnica a los problemas económico, sus criterios están contenidos en la Doctrina Social de la Iglesia, que no es una “tercera vía” entre el capitalismo y el socialismo, porque no atiende la «lógica de las operaciones», sino a la «lógica del don», a la aceptación libre del amor de Dios, que es la que determina la calidad de la acción humana que activa las operaciones.

“Se trata de promover la justicia, no de dar limosnas”, dicen algunos, creando así un falso par dialéctico entre justicia y caridad, a la que identifican como una concesión del capitalismo para tranquilizar su conciencia. Se olvidan estos apóstoles del estado del bienestar de que la justicia es inseparable de la caridad, intrínseca a ella; presupone la justicia y la perfecciona.

La justicia es la primera vía de la caridad: no puedo dar al otro de lo mío sin haberle dado en primer lugar lo que en justicia le corresponde; pero la justicia a secas no proporciona al ser humano todo lo que le corresponde, éste necesita además a Dios, lo que implica donación.

El desplazamiento de la caridad por la atención del Estado deja insatisfechas las más fundamentales necesidades morales y espirituales de la gente y perpetúa la pobreza material (Benedicto XVI).

El estado del bienestar cada vez más expandido, dificulta el ejercicio de la caridad y relega a la Iglesia, y también a las hermandades, a la condición de entidades filantrópicas subsidiarias del Estado.

Caridad no es dar, es “sufrir con”, por eso las hermandades no dan limosnas, reparten justicia, más amor; en ellas la caridad cristiana es intrínseca a su naturaleza, no un extra optativo.

La caridad no es solo resolver necesidades materiales inmediatas, hay que atender también a la dignidad personal de cada uno de los asistidos. La izquierda no entiende el enfoque individual, persona a persona, tiende a la ingeniería social, pero ésta falla al situarse ante cada persona individual, por eso el estado del bienestar fracasa al llegar a este punto.

Un último detalle importante a tener en cuenta: en esta batalla para atender necesidades de los demás, las hermandades no generan recursos, ni emiten “deuda cofrade” para atender sus obras de caridad.

Los recursos los consiguen de la sociedad, no por la vía coercitiva de la exacción de impuestos, sino apelando a la caridad y solidaridad de todos. Son los “agentes sociales” de la caridad.

Además de atender las necesidades de las personas, las hermandades reconstruyen así las bases morales de la economía, uniendo justicia y caridad. No se les pida más, ni menos, a estas instituciones que tienen en su mano, en buena medida, la reconstrucción de nuestros valores sociales.

El autorIgnacio Valduérteles

Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla. Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.

Cultura

“Mirar desde lo alto”. Un corto sobre Pauline Jaricot

Pauline Jaricot, fundadora de la Obra de Propagación de la Fe, germen del Domund, e inspiradora del resto de las Obras Misionales pontificias cuenta con un cortometraje que acerca su figura al mundo de hoy.

Maria José Atienza·9 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El cortometraje realizado por la Agencia Fides y producido por las Obras Misionales Pontificias, se titula “Mirar desde lo alto” y presenta, en forma de docufilm, la historia y experiencia de fe de Pauline Jaricot. Todo ello narrado a través de los ojos y la vida de Claire, una joven de nuestro tiempo.

La obra cinematográfica pretende comunicar, a través de imágenes y música originales, la belleza y el amor que Jaricot encontró en Dios y que generó su pasión misionera, para que también se genere en quienes la disfruten, un efecto de atracción, un auténtico vehículo de fe cristiana. Por ello, el cortometraje -realizado al mismo tiempo en cinco idiomas- será destinado a su proyección con el objetivo de fomentar la animación misionera. El objetivo final es anunciar la centralidad de Cristo en la vida de Pauline para que el público – especialmente los jóvenes – se sientan interpelados por el mensaje en el que ella creía, el Evangelio.

Acercar la vida de Pauline Jaricot

El rodaje del cortometraje tuvo lugar durante ocho días en los que el equipo viajó a Francia para grabar contando con la participación de jóvenes del movimiento Chemin-neuf, que tiene una rama dedicada a la evangelización a través del arte, y de jóvenes de las Obras Misionales Pontificias francesas.
Los espacios de rodaje han incluido los lugares de Lyon donde Jaricot vivió su experiencia de fe, y Rustrel, una ciudad de la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, conocida como el “Colorado de la Provenza”, donde Pauline Jaricot había fundado la fábrica Notre Dame des Anges. También aparece en las escenas finales del cortometraje Mayline Tran, la niña de tres años que recibió el milagro de la curación por intercesión de Pauline Jaricot, y su familia, intervienen también en este cortometraje contando su propia experiencia.

El documental ha sido concebido como un medio para la missio ad gentes, una obra útil para las iniciativas de “una Iglesia en salida”, en lugares y ambientes no cristianos, y por ello se pondrá a disposición de todas las Direcciones Nacionales de las Obras Misionales Pontificias.

Presentación en Roma

El 13 de mayo tendrá lugar la presentación de este cortometraje en el Auditorio Juan Pablo II de la Pontificia Universidad Urbaniana. Mons. Giampietro Dal Toso, presidente de las Obras Misionales Pontificias, el padre Tadeusz Nowak, secretario general de la POPF y Nataša Govekar, directora de la Dirección Teológico-Pastoral del Dicasterio Pontificio para la Comunicación serán los encargados de presentar esta producción.

Además estarán presentes el director, los autores del cortometraje y algunos actores y colaboradores de la producción. La producción y realización del cortometraje ha sido posible gracias a la colaboración de las Direcciones Nacionales de las OMP, en particular: Catholic Mission Australia, Missio Ireland, Missio UK, OMP España, OPM Canada Francophone, PMS in the United States, PMS Korea.

Vocaciones

“Los católicos hemos de tener conocimiento de la Sagrada Escritura”

Este seminarista de 31 años de Guatemala (diócesis de Santiago), estudia Teología en el Seminario Internacional Bidasoa, en Pamplona, gracias a una beca de CARF.

Espacio patrocinado·9 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Otto Fernando Arana Mont es un seminarista de 31 años de Guatemala (diócesis de Santiago). Estudia Teología en el Seminario Internacional Bidasoa, en Pamplona.

Aunque a los 11 años sintió la llamada de Dios al sacerdocio, dejó “aparcada” la vocación hasta los 29 años en los que el capellán del colegio donde daba clases le ayudó a redescubrir su vocación.

La experiencia de trabajo con las familias ha sido muy importante para él: ser testigo del sí cotidiano de la vocación matrimonial, de padres de familia que educaban a sus hijos con dedicación y esmero, dando con ello un auténtico testimonio de santidad.

En su país, como otros tantos de América Latina, se cierne el “peligro” de aprobarse la ley del aborto y de la eutanasia. Por eso, anuncia que Guatemala, la capital de su país, será declarada “Capital Iberoamericana pro-vida” en marzo de 2022.

Otra de las cuestiones de su país es el ascenso del protestantismo. “Pienso que la presencia del sacerdote en la parroquia es fundamental: debe estar disponible para los fieles, y como un padre, ser incansable en formarles y animarles siempre a ser discípulos misioneros.

Los católicos debemos tener un conocimiento sólido de la Sagrada Escritura, la Tradición viva y el Magisterio, así como una formación en mariología que nos lleve a sentirnos orgullosos de tener una Madre como Santa María Siempre Virgen”, explica.

Vaticano

Jura de bandera de la Guardia Suiza

Rome Reports·9 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

36 nuevos reclutas de la Guardia Suiza Pontificia han entrado a formar parte del cuerpo pontificio. La ceremonia de juramento tiene lugar cada 6 de mayo, para conmemorar a los 147 mercenarios suizos que dieron su vida defendiendo al Papa Clemente VII durante el saqueo de Roma en 1527.

En esta ceremonia, cada nuevo recluta coloca su mano izquierda en la bandera de la Guardia Suiza y levanta la derecha, extendiendo tres dedos que simbolizan la Santísima Trinidad, antes de prestar juramento.


Ahora puedes disfrutar de un 20% de descuento en tu suscripción a Rome Reports Premium, la agencia internacional de noticias, especializada en la actividad del Papa y del Vaticano.
Vaticano

Mons. Arthur Roche: “Pronto un documento sobre la formación litúrgica de todos los bautizados”

El primer año de Arthur Roche a la cabeza de la Congregación para el Culto Divino ha sido intenso. La publicación de “Traditionis custodes” y de una Carta del Papa a los obispos sobre la liturgia tridentina fue seguida por una aclaración de las dudas suscitadas firmada por Mons. Roche. El Prefecto echa de menos una mayor formación litúrgica de todos los bautizados, y confirma la próxima publicación de un documento para promoverla.

Alfonso Riobó·9 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 9 minutos

Traducción del artículo al inglés

Hace un año que el arzobispo Arthur Roche es Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, donde ya trabajaba desde 2012. En este año, gran parte del trabajo del Dicasterio ha girado en torno a las nuevas normas que restringen la posibilidad de usar la forma litúrgica anterior a la reforma de los años sesenta (la “Misa tridentina”), y a la creación del nuevo ministerio laical de catequista. Ahora, Mons. Roche ha recibido a Omnes en la sede de la Congregación, y hace balance de estas y otras cuestiones.

Hace ya casi un año, “Traditionis Custodes” limitó las posibilidades de usar la liturgia anterior a la reforma del Concilio. El documento explicaba que su objetivo era “buscar la comunión eclesial”. ¿Se ha avanzado hacia esa meta?

– Hay que comenzar diciendo que la razón que motiva esa decisión es la unidad de la Iglesia, y eso es lo que ha movido al Papa. Nunca los Papas anteriores, Juan Pablo II o Benedicto XVI, habían pensado que las posibilidades existentes tuvieran como objetivo promover el rito tridentino, sino solamente atender a las personas que tienen una dificultad con la nueva forma de la oración de la Iglesia.

Pero, al final, estamos formados por la liturgia, porque la liturgia lleva en sí la fe y la doctrina de la Iglesia. “Lex orandi, lex credendi”. Pienso que, en realidad, ésta no es solamente una dificultad para la liturgia, sino una dificultad para la eclesiología, para la doctrina. Por primera vez en la historia, desde el Concilio Vaticano II tenemos en el magisterio una inserción de la naturaleza de la Iglesia, pues es la primera vez después de dos mil años que tenemos una constitución dogmática como la “Lumen Gentium”. “Lumen Gentium” lleva consigo que no es sólo el sacerdote quien celebra la misa, sino todos los bautizados. Obviamente, no es posible que todos hagan lo relativo a la consagración de las especies eucarísticas sin el sacerdote; pero todos los bautizados, como el sacerdote, tienen una posición de celebrar. Todos participan del sacerdocio de Jesucristo y por esto, como recuerda “Sacrosanctum concilium”, tienen el derecho y el deber de participar en la liturgia. Esto está en contraste con el rito que recoge en el misal de 1962, donde el sacerdote era visto como el representante de todos los demás que están presentes en la celebración de la misa. Esta es la gran diferencia entre las dos formas: la Iglesia tal y como es entendida en la eclesiología de hoy, y la naturaleza de la Iglesia como era concebida por la eclesiología anterior.

Al mismo tiempo, Traditionis Custodes destaca la continuidad entre el rito actual y el antiguo: afirma que el nuevo Misal romano “contiene todos los elementos del rito romano, especialmente el canon romano, que es uno de los elementos más característicos”.

– Desde luego, hay que subrayar también la continuidad. La liturgia es un don vivo que la Iglesia ha recibido. Pero no hemos de canonizar lo antiguo por antiguo, de lo contrario encontraríamos personas que quieren volver a las cosas simplemente porque son más antiguas, y eso podría significar volver también a expresiones litúrgicas anteriores incluso a las tridentinas, por ejemplo. En realidad, el punto en el que estamos ahora, con el nuevo misal de Pablo VI, supone que hemos tenido la posibilidad de estudiar todos los elementos más fundamentales, aprovecharnos de las fuentes de la liturgia, que no eran conocidas durante el Concilio tridentino en los años 1545-1563.

El Papa Francisco ha dicho que le “duelen los abusos” de algunas celebraciones actuales. ¿Qué le parece?

– Creo que en este momento hay una falta de formación litúrgica. Es muy interesante recordar que en los años previos al Concilio existía el movimiento litúrgico, con fundamento patrístico, bíblico, ecuménico; y el Concilio ofreció la posibilidad de una renovación de la Iglesia, también en lo relativo a la liturgia.

Pienso que en este momento se pretende sólo el cumplimiento de las rúbricas de la Liturgia, y eso me parece un poco pobre. Teológicamente, la razón era la celebración del Misterio.

Por eso, hace dos años el Santo Padre pidió a esta Congregación que hiciera una reunión plenaria de todos sus miembros para debatir sobre la formación litúrgica en toda la Iglesia: desde los obispos a los sacerdotes y los laicos. Y, en efecto, en este momento está en preparación un documento sobre este asunto. Posiblemente se concrete en una carta a la Iglesia sobre la importancia de la formación. ¿Qué hacemos cuando nos reunimos cada domingo para esta celebración ¿Qué sentido tiene esa asamblea? No solo una obligación de hacer algo cada semana, pero ¿qué es lo que hacemos? ¿Qué celebramos en ese momento?

¿Será fácil hacer llegar el contenido de esa carta hasta los laicos, hasta el pueblo en sentido amplio?

– Como usted sabe, con motivo de la publicación del motu proprio “Traditionis Custodes” el Papa Francisco escribió una carta solamente a los obispos explicando lo que debían hacer. Creo que, en este momento, en la Congregación tenemos la responsabilidad de pensar en cómo llegar a una audiencia más amplia.

La catequesis “mistagógica”, que introduce en los misterios celebrados, es uno de los instrumentos de la formación litúrgica. Una ocasión especial son sacramentos como el bautismo, la comunión o el matrimonio. ¿Cumplen ese papel?

– La catequesis mistagógica es muy importante. Hay un parágrafo en “Sacrosanctum Concilium”, el número 16, que dice que la formación litúrgica está entre las materias más importantes en la formación de los seminaristas, y que los profesores de otras asignaturas han de tenerla en cuenta cuando enseñan las materias bíblicas, patrísticas, dogmáticas, etc.

Hay una abadía en América, Mount Angel, junto a Portland, donde todas las materias de la formación teológica en el periodo del seminario tienen siempre el foco en la liturgia del día. Todo está orientado en función de los grandes tiempos fuertes de la liturgia, del calendario litúrgico. Esto hemos de considerarlo también en relación con la formación: que se trata de la celebración. No se trata solamente de hacer cosas o de participar en algunas partes de la celebración, sino de celebrar dignamente con una participación profunda, activa como recordaba el Concilio. A través de las palabras y los gestos llegamos al misterio. Más que realizar actividades, como leer las lecturas u otras cosas, hemos de procurar una profunda participación, cuasi-mística, de la contemplación de la liturgia. Se trata de identificarnos con Cristo a través de las palabras y los gestos de la celebración.

El sacramento de la Penitencia es un referente de este pontificado. Francisco ha hablado de la misericordia y el perdón desde el inicio; ha invitado a celebraciones de la confesión, y ha mostrado gestos semejantes. ¿Cómo revalorizar este sacramento?

– Pienso que obviamente el sacramento de la Penitencia está, en cierto sentido, en un periodo de crisis en este momento, porque hay una pérdida del sentido del pecado. Los pecados no son menos hoy de lo que eran antes, pero falta el conocimiento del pecado individual; pienso que es un reto para tantas personas. El Papa como gran pastor, antes de su elección como Papa, ha evidenciado esto en su diócesis, en las parroquias y en su pastoral.

Le contaré una experiencia interesante: hace algunos años recibí una invitación de la Sagrada Penitenciaria para pronunciar una conferencia para los diáconos que preparaban para recibir la ordenación presbiteral. Cuando llegué y vi que había 500 personas, pregunté al cardenal Piacenza: ¿hay tantos para ordenarse este año? No era así, sino que casi dos tercios de los asistentes ya estaban ordenados presbíteros y habían venido a ese curso, en algunos casos después de bastantes años de la ordenación, para aprender de nuevo cómo celebrar el sacramento de la penitencia. Esto nos habla de una falta de formación de los sacerdotes. En particular, para el sacramento de la confesión es importante la disponibilidad del sacerdote, pero no sólo en cuanto a la dedicación de tiempo, sino también como disponibilidad de una persona que acoge a los penitentes, que habla de la misericordia, que habla como un padre a una persona que tiene necesidad de una reconciliación con Dios. Todos estos elementos son muy importantes, pero también son elementos integrantes de la formación.

¿Cómo evoluciona, en sus primeros pasos, el ministerio de catequista que se estableció el 10 de mayo del año pasado?

– En este momento lo más importante es que la Conferencia Episcopal defina quiénes son los catequistas. Se trata de un ministerio, y no únicamente de una participación en el ministerio como la que tenemos en todas las parroquias del mundo, donde algunas personas preparan a los muchachos para la primera comunión, la confesión, etc. Este es un ministerio más importante, pero que hay que definir. La persona que recibe este ministerio es un punto de referencia en la diócesis, para la organización de los programas, de los niveles, etc., pero depende de cómo haga la definición el obispo: esta es ahora la responsabilidad de las conferencias episcopales.

Hay por ejemplo algunas religiosas que desarrollan su apostolado como catequistas… pero este ministerio no está previsto para ellas. Aún más importante: tampoco está previsto para los seminaristas, que están en preparación para el sacerdocio. Ellos reciben el acolitado, el lectorado, y luego el diaconado, pero este ministerio de catequista no está previsto para él: es sólo para los bautizados en general. Para la Iglesia es un signo de la importancia de que los laicos anuncien el Evangelio y formen a los muchachos.

Hablemos de otros aspectos del trabajo de la Congregación para la Liturgia. La Constitución “Praedicate Evangelium” subraya que promueve la liturgia “según la renovación emprendida por el Concilio Vaticano II”.

– Ciertamente, una de sus tareas es promover la liturgia. Al mismo tiempo, también ha de convertirse en un punto de referencia para todos los obispos del mundo en su relación con el ministerio petrino. La Congregación (en el futuro, el Dicasterio) está para servir no solamente al Sumo Pontífice, sino también a todos los obispos del mundo, en el campo litúrgico. Y esta es una dimensión que debemos considerar atentamente. Se trata de una apertura de la Curia romana, que no debe entenderse como una estructura burocrática, sino como un servicio a la Iglesia universal.

¿Cómo colabora con otros Dicasterios?

– En lo relativo a sus competencias, colabora con todos los organismos de la Curia, desde la Doctrina de la Fe, al Clero o a casi todos los demás. También la nueva evangelización, las misiones, la práctica de la caridad, y todas las demás actuaciones tiene un aspecto litúrgico. Porque la liturgia es la vida de la Iglesia entera; es el alma de la Iglesia.

Pronto se cumplirán 60 años de “Sacrosanctum Concilium”. Este documento del Concilio sobre liturgia deseaba que el misterio pascual llegase a ser el centro de la vida cristiana. ¿Cómo se plantea hoy ese enfoque?

– Sesenta años es poco tiempo en la historia de la Iglesia. Después de Trento, hubo un gran periodo en el que se daban circunstancias de dificultad para que toda la Iglesia recibiera la reforma –una reforma es algo serio-; pero también ahora tenemos muchas dificultades.

Una dificultad importante en la Iglesia es el aumento del individualismo. Las personas plantean sus deseos como seres individuales, pero no como comunidad. Ahora bien, la Iglesia es precisamente una comunidad, y celebra todos los sacramentos en un sentido comunitario; entre ellos, también la misa, porque no está previsto que se celebre sin la presencia de otra persona, y normalmente los fieles se congregan en un número elevado.

En este momento el liberalismo, el individualismo que existen esta sociedad son un reto para la Iglesia. Es fácil pensar en mi preferencia personal, en un tipo específico de liturgia, en una expresión particular de la celebración, en este sacerdote en lugar de este otro sacerdote; pero este individualismo no es del carácter de la Iglesia. Y debemos considerar los efectos de estas influencias en la vida espiritual de la Iglesia, como está subrayado claramente en “Sacrosanctum Concilium”, pero también en “Lumen Gentium”.

¿Ha reforzado la pandemia la tendencia al individualismo?

– Pienso que esta tendencia no perdurará para siempre, porque sabemos que la necesidad de relacionarnos con Dios y con los demás está dentro de nosotros, y no es algo que tengamos la posibilidad de alejar indefinidamente, por medio de la televisión o de internet. Nosotros necesitamos estar presentes en la celebración, dado que los sacramentos se refieren a la relación personal con Cristo, y no son un programa o una película de cine. En línea o por la televisión seguimos algo durante un momento, pero no estamos allí; podemos verlo todo, pero no estamos presentes, y esto es lo más importante: la presencia de la gente.

Permítame mencionar dos aspectos particulares de “Sacrosancutm Concilium”. El primero es la inculturación litúrgica .

– Se trata de que hay algunas culturas, en determinadas sociedades fuera de Europa, especialmente en los países de misión, en las que el rito romano puede enriquecerse con el genio de cada lugar, lo cual no siempre es fácil.

Sobre este tema, he dicho muchas veces a los obispos que nos hemos pasado los últimos cincuenta años preparando la traducción de los textos litúrgicos; y ahora hemos de pasar a la segunda fase, que ya está prevista por “Sacrosanctum Concilium”, y es la inculturación o adaptación de la liturgia a las otras culturas diferentes, manteniendo la unidad. Pienso que habría que comenzar con este trabajo en este momento. Pero quiero precisar que hoy existe solamente un “uso” litúrgico, no un “rito”, y es en el Zaire, en África.

Es importante entender lo que significa que Jesús haya compartido nuestra naturaleza, y en un momento histórico. Tenemos que considerar la importancia de la Encarnación y, si podemos decirlo así, de la acción de la gracia que se encarna en otras culturas, con varias expresiones que son completamente diversas de lo que hemos visto y apreciado en Europa durante tantos años.

El segundo aspecto es la belleza, en particular en la arquitectura sagrada. Dice el Papa “la Iglesia evangeliza y se evangeliza a sí misma con la belleza de la liturgia” (“Evangelii Gaudium”, 24).

– La belleza es una parte de la naturaleza de Dios, y una parte de la existencia humana. Es muy importante para el hombre, porque lo atrae: somos atraídos por la belleza. Y nos habla no solo de una manera única, sino también individual.

Este aspecto de la liturgia, también en lo relativo a los templos, fue previsto por los documentos emanados nada más terminar aprobarse “Sacrosanctum Concilium” y respaldados también por los obispos participantes en el Concilio. Esos textos señalaban lo que ha de tenerse en cuenta en la configuración del templo de manera que ayude a la celebración, y el significado e importancia de los diversos elementos. Pienso, por ejemplo, en el altar, que significa el Cuerpo de Cristo; para los ortodoxos es el sepulcro, de donde la resurrección pertenece a la celebración de la Eucaristía. O en la importancia del ambón, por sí mismo y en relación con el altar. En nuestras celebraciones tenemos dos “mesas”: la Sagrada Escritura y las Sagrada Eucarística; pero sin la Sagrada Escritura no hacemos la Eucaristía. Las dos están en equilibrio, y ambas son la misma cosa. La Palabra conduce a la Eucaristía y ésta se profundiza y entiende con la Palabra.

¿Desea añadir algo más?

– Sí. Pienso que es muy importante que en este momento pensemos una vez más la voz del Concilio al mundo entero, una voz profética para el futuro de la Iglesia. Que profundicemos en lo que contiene “Sacrosanctum Concilium”, y también los demás documentos, pero sobre todo “Lumen Gentium”, sobre la santidad de la Iglesia y de nuestra vocación, porque sin la santidad careceremos de una voz auténtica para predicar el Evangelio.

Libros

Jesús y las raíces judías de la Eucaristía 

María José Atienza recomienda la lectura de Jesús y las raíces judías de la Eucaristía, de Brant Pitre.

Maria José Atienza·9 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Libro

Título: Jesús y las raíces judías de la Eucaristía
Autor: Brant Pitre
Páginas: 266
Editorial: Rialp
Ciudad: Madrid
Año: 2022

El autor comienza el libro explicando que este volumen responde a las preguntas, casi impertinentes, que un pastor baptista le planteó cuando supo que era católico. Estas cuestiones hicieron a Brant Pitre cuestionarse acerca de lo que él sabía de su propia fe y, especialmente, del fundamento de su fe y su vida cristiana: la Eucaristía. 

Con una pluma ligera y rítmica, el autor va repasando las prefiguraciones eucarísticas contenidas en el Antiguo Testamento no sólo directas sino también, en cuanto todo lo que esperaba el pueblo judío del Mesías y los distintos momentos en los que se confirma la institución de la Eucaristía como eje de la salvación. 

Es especialmente interesante la descripción del significado del Pan de la Presencia para el pueblo judío, no sólo como alimento de Dios sino como rostro del mismo Dios. junto a esta explicación, el hecho de que Cristo no concluyese los ritos judíos de la Pascua con la cuarta copa abren al lector una comprensión de que sería la cruz la última copa – el cáliz- que culminaría la nueva Pascua de Cristo. Un libro muy interesante y práctico para quienes deseen profundizar en el sacramento de la Eucaristía de un modo no sólo histórico sino en la totalidad de su concepción.

Leer más
Mundo

Obispo Mumbiela: “Hemos dedicado Asia Central a la Reina de la Paz”

El presidente de la nueva Conferencia de Obispos Católicos de Asia Central, Mons. José Luis Mumbiela, obispo de Almaty (Kazajistán), explica, en una entrevista con Omnes, los “lazos de fraternidad y unidad” que crea la conferencia. Además, asegura que el viaje del Papa Francisco a Kazajistán será “muy significativo”, y comenta la dedicación de Asia Central a María, Reina de la Paz.

Rafael Miner·8 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

Nuncios, obispos y administradores apostólicos que integran la recién creada Conferencia de Obispos Católicos de Asia Central, pertenecientes a Kazajistán, Kirguistán, Uzbekistán, Tayikistán, Turkmenistán, Azerbaiyán, Afganistán y Mongolia, dedicaron la inmensa y multiétnica región asiática el pasado 1 de mayo a Santa María, Reina de la Paz, en el Santuario Nacional de la Reina de la Paz de Kazajistán, en Ozerny.

Desde “el centro del continente euroasiático, en el lugar donde conviven representantes de muchas nacionalidades y religiones”, los arzobispos y obispos llamaron a la Virgen María “¡Reina de la Paz y Madre de la Iglesia!”, y le encomendaron “la Iglesia Católica de Asia Central, todos los creyentes cristianos, que reconocen al Dios Único, y las personas de buena voluntad, cuya fe y devoción son conocidas por el Todopoderoso”.

“Reina de los mártires”, rezaron, “mira la sangre y las lágrimas de los que, como Cristo, sufrieron inocentemente por la verdad y la justicia. María, muéstranos a nosotros y al mundo entero que Tú eres la Reina de la Paz. Que todas las naciones te proclamen bienaventurada y a través de ti encuentren el camino hacia Dios”.

La primera sesión de esta Conferencia de obispos asiáticos tuvo lugar en Nursultán, capital de Kazajistán, desde el 26 de abril hasta primeros de mayo. En esta ciudad, antes denominada Astaná, tuvo lugar la apertura oficial de la sesión plenaria, a la que acudieron el presidente del Senado del Parlamento de la República de Kazajistán, Ashimbaev Maulen Sagatkhanuly, y el ministro de Información y Desarrollo Social de Kazajistán, Umarov Askar Kuanyshevich, según la agencia Fides.

El cardenal Luis Antonio Tagle, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos [hasta la entrada en vigor de ‘Praedicate Evangelium’, el domingo de Pentecostés], estuvo presente en conexión online desde la Ciudad del Vaticano, expresando su satisfacción por el nacimiento de la Conferencia, que “está llamada a desempeñar un papel especial en la vida y el ministerio de la Iglesia en los territorios de los países de Asia Central. Aunque los católicos de esta región son una minoría, esto no resta importancia al papel que la Iglesia desempeña en la sociedad”.

Monseñor José Luis Mumbiela, obispo de Almaty, la ciudad más poblada de Kazajistán, y presidente de la conferencia de obispos del país, ha presidido esta plenaria de los obispos de Asia Central, al haber sido elegido para presidir la nueva conferencia por votación secreta en la reunión de los obispos de Asia Central.

Como vicepresidente y secretario general han sido elegidos, respectivamente, Mons. Jerzy Maculewicz, administrador apostólico de Uzbekistán, y Mons. Evgeny Zinkovsky, obispo auxiliar de la diócesis de Karaganda. El día de la apertura oficial de la plenaria, los ordinarios de Asia Central visitaron la Nunciatura Apostólica en Kazajistán, donde se reunieron con el Nuncio, el arzobispo Francis Assisi Chullikatt.

La mirada está puesta en una más que probable visita del Papa Francisco a Kazajistán, desde el momento en que el Santo Padre manifestó al presidente del país, Kassym-Jomart Tokayev, su intención de viajar a Kazajistán, con motivo del VII Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales, que tendrá lugar en septiembre en la capital kazaja.

En este contexto, Omnes ha conversado con Monseñor José Luis Mumbiela Sierra, presidente de la Conferencia de Obispos de Asia Central.

Háblenos en primer lugar de la dedicación de Asia Central a la Santísima Virgen María en el Santuario de Ozerny, que han realizado ustedes, los obispos.

― El texto es el mismo, en un 99 por cien, que el utilizado el 25 de junio de 1995 por  el obispo Jan P. Lenga, cuando consagró Kazajistán y Asia Central a la Virgen. Ese mismo texto lo usó Juan Pablo II en el 2001 cuando en Astaná, hace 21 años, repitió también esa consagración con las mismas palabras. Hemos cambiado dos palabras, porque en el original decía que estamos a las puertas del tercer milenio, y estamos en los inicios. Ha sido algún retoque. Antes era Kazajistán, y ahora es Asia Central. Y lo demás es lo que se hizo en el 95, lo que Juan Pablo II repitió, y nosotros hemos insistido.

¿Nos puede facilitar ese texto de la dedicación a Santa María, Reina de la Paz?

― Por supuesto. Éste es el texto:

“Oración: Dedicación de Asia Central a la Virgen Santísima

¡Madre del Hijo de Dios Jesucristo y Madre nuestra! Queremos expresarte nuestro amor y respeto, nuestra confianza y gratitud.

Estamos frente a Ti en el momento especial de la historia de la humanidad al comienzo del tercer milenio, cuando la humanidad se esfuerza por ser una sola familia, pero, sin embargo, sigue dividida, herida por muchos conflictos y guerras.

Estamos frente a Ti en un lugar especial del globo: en el centro del continente euroasiático, en el lugar donde conviven representantes de muchas nacionalidades y religiones.

Madre inmaculada de Dios, como la aurora de la mañana que predice la salida del sol, Tú fuiste la precursora de la venida del Salvador. Creemos que Tú eres la mejor para guiar a las personas hacia Dios. Tú diste a luz al Señor del Mundo, Jesucristo. Muriendo en la cruz, te confió a todos los hombres, para que fueras su Madre y Reina, su Guía hacia Dios y Patrona Perpetua.

¡Reina de la Paz y Madre de la Iglesia! Te encomendamos hoy la Iglesia Católica de Asia Central, todos los creyentes cristianos, que reconocen al Dios Único, y las personas de buena voluntad, cuya fe y devoción son conocidas por el Todopoderoso.

Reina de los mártires, mira la sangre y las lágrimas de los que, como Cristo, sufrieron inocentemente por la verdad y la justicia.

María, muéstranos a nosotros y al mundo entero que Tú eres la Reina de la Paz. Que todas las naciones te proclamen bienaventurada y a través de ti encuentren el camino hacia Dios.

Amén”.

(Pueden ver aquí la lectura de la Dedicación a la Virgen por parte del presidente de la Conferencia, Mons. José Luis Mumbiela, en ruso, junto al resto de los obispos, tras sus palabras al concluir la Misa (1h. 16’)).

DedicacionAsiaCentralMariaReinadelaPazSantuario

¿Cómo va la organización del Congreso de religiones en septiembre?

– El gobierno está poniendo todo lo que puede para sacar ese congreso adelante. El Papa ha dicho que viene a mostrar su presencia en el Congreso. Se están dando los pasos para preparar la visita del Papa. No hay un programa [del viaje] aún hecho, pero cuando te dicen que prepares el programa, significa que quiere venir. De hecho, quiere venir.

Entonces, el Papa Francisco irá a Kazajistán…

– A lo mejor necesitan confirmarlo después, una vez que venga la comisión del Vaticano a Kazajistán, pero en principio el Papa viene. Si la salud lo permite, el Papa vendrá.

En eso estamos. Para la Iglesia católica siempre es una alegría. Un Padre común no necesita motivos especiales para ver a sus hijos. Siempre es bienvenido. Pero evidentemente, las circunstancias históricas de Kazajistán y de países cercanos a Kazajistán (Ucrania, Rusia), hacen que este viaje sea muy significativo. Aprovechando el Congreso internacional, que busca precisamente favorecer la paz y la concordia entre religiones, y culturas diferentes. Es precisamente lo que el Papa quiere difundir, en un mundo que está sufriendo totalmente lo contrario. Las circunstancias históricas lo propician. Es muy hermosa esa coincidencia.

No le he preguntado por la guerra ruso-ucraniana. Quizá haya una herida profunda.

– Vemos aquí que la población padece en muchos casos esa división. Hay mucho sufrimiento, porque eso divide a las personas, que están sufriendo. Algunos más que otros.

¿Dónde han tenido lugar las reuniones de la nueva Conferencia estos días?

– La reunión de la nueva Conferencia Episcopal ha sido en Nursultán, la capital, donde está la oficina. Llegamos el día 25 a Nursultán. El primer día, nos fuimos todos a Karaganda para ver el seminario, la iglesia de los grecocatólicos, la catedral nueva, donde están también las reliquias del beato Vladislaw Bukowinsky, apóstol de Kazajistán, que también estuvo en otros países de Asia central; y después fuimos a decir la Misa a la basílica de San José, que es la primera catedral de Asia central en el siglo XX, donde comenzó la comunidad católica en Karaganda. Ahora no es catedral, es basílica.

Al acto oficial de inauguración solemne de la Conferencia de Obispos Católicos de Asia central, vino el speaker del Senado de Kazajistán, que leyó una carta del presidente del país; también estuvo el ministro de Información y Desarrollo Social, al que compete también Religión. La representación del gobierno fue al más alto nivel.  Fue cuando intervino el cardenal Tagle.

Estuvieron dos Nuncios, el arzobispo de Astaná, cuatro obispos más de Kazajistán, dos administradores apostólicos; y de otros países, el obispo de Taskent (Uzbekistán), el obispo de Mongolia, y el obispo de Baku, de Azerbaiyán (como observador, de momento); y aparte, sacerdotes, el administrador apostólico de Kirguistán, y los jefes de las ‘Missio sui iuris’ de Turkmenistán, Tayikistán y Afganistán. A día de hoy, el sacerdote de Afganistán está en Roma, y está haciendo lo posible por regresar, él y las religiosas. De momento, están fuera.

¿Cómo es la organización eclesiástica en Asia?

― En Asia hay muchas conferencias episcopales, casi cada país tiene su conferencia episcopal, aunque Camboya y Laos la tienen conjunta. Pero cada país la tiene: Vietnam, Indonesia, Malasia, Corea, Japón, Birmania, Filipinas… Después existe la FABC (‘Federation of Asian Bishops Conferences’), que es como el CELAM en América Latina, una conferencia episcopal continental. Nuestra conferencia episcopal, la de Asia Central, forma parte de esa confederación asiática.

¿Puede comentar la función y proyectos de esta nueva Conferencia Episcopal de Asia Central, que usted preside?

– La finalidad de esta Conferencia es, sobre todo, crear unidad entre las Iglesias pequeñitas, que somos todos, de fraternidad y cercanía, lo cual da una mayor fortaleza en las circunstancias de minoría en que vivimos, y eso se nota en estos días, en que ha salido rejuvenecida, fortalecida, entusiasmada, verse no solos, sino acompañados en la misma misión, cercana, en situaciones también cercanas.

Por ejemplo, el obispo de Mongolia, que ahora forma parte de nuestra Conferencia, antes iba a Corea, pero se siente más identificado con nuestra realidad. Para él, estar con nosotros ha sido una especie de entusiasmo, se ha visto perfectamente, eres como yo, en una misma situación económica, social, de pequeño rebaño del Pueblo de Dios, con dificultades. Aquí me siento más identificado, por la cultura, etcétera.

Más que hacer programaciones o declaraciones conjuntas, somos países diferentes y lejanos unos de otros a veces, no podemos realizar actividades conjuntas para los fieles, como se pueden hacer en la Conferencia Episcopal Española u otra similar, porque las distancias son grandes, pero a nivel de relación entre obispos, creo que es muy bueno.

Y para crear entre los fieles una conciencia de familia amplia, y cercana. No sólo en la Iglesia de tu país, sino que sepan que mi obispo está en conexión con otros obispos, que hay una comunicación, a lo mejor hay algún viaje, una presencia de alguien, para sentirse más acompañados y más cercanos unos de otros. En estas tierras, yo creo que es muy útil.

Crear lazos de fraternidad y de unidad, también para estas nuevas iglesias que forman parte de la Conferencia Episcopal, porque Kazajistán ya la tenía, pero estos que estaban sin Conferencia Episcopal, para ellos, cara a la relación institucional con el Vaticano, por ejemplo, ya están dentro de una organización, cosa que antes no estaban, como islas en el océano. Ahora están más compactas, digamos, a la hora de una relación institucional.

FotoKaragandaObisposMumbiela

También se facilita ahora la tarea en una zona de grandes extensiones, y la atención al seminario…

– Sí. Ahora, por ejemplo, hemos nombrado a algunos de estos países. Tras el presidente, que soy yo, está el vicepresidente, que es de Uzbekistán, y otros también forman parte de alguna pequeña misión. Ya es representar a un grupo más amplio, que da un poco más de ánimo. Después, en la medida que se pueda, hacer cosas conjuntas.

Hay algunas cosas que sí están claras. Una es el seminario interdiocesano, y de esto hablamos mucho con el cardenal Tagle. El seminario de Karaganda es el único seminario de toda Asia central. Ahora ellos ya saben que si tienen vocaciones diocesanas, pueden enviarlas a este seminario.

Estuvimos el primer día en Karaganda, ellos han visitado el seminario, lo han visto; de hecho, a día de hoy, hay un seminarista de Uzbekistán, también los hay de Georgia. Si los hubiera de otros sitios, ya saben que pueden enviarlos, lo cual va bien para todos. Por ejemplo, el obispo de Mongolia enviaba los seminaristas a Corea. Pero claro, la realidad eclesial y social de Corea es muy diferente a Mongolia. Es otro mundo. Y esto es más cercano y formativo para los nuestros. El tema del seminario es muy importante.

Otro tema es Cáritas. Dentro de Asia, existe la subregión de Cáritas de Asia central, que también incluye a los mismos países que estamos en la Conferencia. Después, ya veremos.

Concluimos la conversación por vía telemática con el obispo Mumbiela, aunque podríamos continuar con varios temas. Si quieren más información, pueden visitar esta web de la Iglesia Católica en Kazajistán, y desde luego, la entrevista realizada a Monseñor José Luis Mumbiela en Omnes, en febrero de este año.

Libros

Emotivistas por dentro y utilitaristas por fuera

Juan José Muñoz García recomienda la lectura de Emotivistas por dentro y utilitaristas por fuera, de José Manuel Horcajo.

Juan José Muñoz García·8 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Libro

Título: Emotivistas por dentro y utilitaristas por fuera
Autor: José Manuel Horcajo
Páginas: 174
Editorial: Palabra
Ciudad: Madrid
Año: 2022

Hazlo sólo si lo sientes: es el lema de actuación de la persona emotivista. Es cierto que las emociones mueven e impulsan nuestra vida, y sin ellas no nos sentiríamos vivos. Pero no pueden ser el único referente para nuestras decisiones libres. La posmodernidad ha diseñado, con la muerte de la razón, el olvido del bien de la persona y la ausencia de relatos personales coherentes, un sujeto emotivista y utilitarista, cuyos rasgos definitorios son: fragilidad, desorientación y ruptura interior.  

José Manuel Horcajo, doctor en Teología, profesor en la Universidad Eclesiástica San Dámaso y párroco de San Ramón Nonato en Madrid, bucea en este breve ensayo en la historia filosófica del emotivismo para ofrecer un alternativa desde la antropología cristiana y la teología. Todo ello con un estilo ligero, cercano a la divulgación espiritual tan en boga actualmente, que unifica el discurso intelectual con el primado del amor como luz para discernir las decisiones cotidianas de la vida cristiana. 

El autorJuan José Muñoz García

Leer más
Mundo

Mons. Shevchuk reafirma la unidad religiosa en Ucrania en la guerra

Monseñor Sviatoslav Shevchuk, arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana, ha confirmado desde Kiev, “la unidad ecuménica e interreligiosa en Ucrania como jamás existió en el pasado”, tal como informó Omnes en abril. “En las fosas comunes estamos todos”, agregó, en un acto organizado por ACN Internacional y España, en el que apeló a “resistir ante esta invasión ideológica injusta”.

Francisco Otamendi·7 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

El arzobispo mayor Shevchuk reveló hoy que se encuentra “en los primeros puestos de una lista de los rusos para eliminarme” y que es “objetivo prioritario”. Lo dijo por Internet en una conexión que consideró “un milagro” tal como están las cosas en la capital ucraniana.

En la misma intervención, en la que estuvo acompañado por el ecónomo de la archidiócesis, Mons. Sviatoslav Shevchuk acusó a los dirigentes rusos de difundir que “Ucrania es una ideología, no una nación. La invasión es una guerra colonial. Rusia considera a Ucrania como una antigua colonia que hay que reconquistar”, y a los ucranianos como elementos a “eliminar, reeducar en campos de concentración, o expulsar”, en un conflicto que “se puede comparar a la II Guerra Mundial”, manifestó.

“Los líderes de la Iglesia” están en esta situación, en la de personas a “eliminar”, remachó. “Hemos de resistir a esta invasión ideológica injusta de alta intensidad, porque “como señaló Putin, la intención era acabar con Ucrania en tres días”. “Y en dos meses” se ha destruido el “50 por ciento de la economía nacional. La gente llama a la Iglesia y pide comer, pero los recursos se acaban”, añadió. En esa línea, reiteró lo que había señalado al comienzo de la rueda informativa Javier Menéndez Ros, director de ACN España: “El desastre de Ucrania no ha terminado”.

Monseñor Shevchuk reiteró en sus palabras que “los líderes religiosos están unidos”, y que en esta línea, el consejo de Iglesias está teniendo un papel muy relevante, en particular en los que se refiere a “la ayuda humanitaria, porque la gente está sufriendo”.

El cardenal Michael Czerny, prefecto del Discasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral en la Santa Sede, había manifestado en territorio ucraniano: “Durante mi visita a la aldea de Beregove, en el oeste de Ucrania, me impresionó mucho ver a católicos de rito latino, greco-católicos, protestantes, reformados, judíos, uniéndose para compartir la labor de la emergencia de los refugiados. Una enorme emergencia que sólo puede ser abordada en conjunto. ‘No hay distinciones, todos somos el buen samaritano llamado a ayudar a los demás ahora’, dijo un pastor durante este diálogo tan franco y fraternal. Me consoló, es realmente el signo de una Iglesia viva”.

Tiempos de represión

La revista Omnes alertó en el número de abril sobre “un riesgo que se aprecia real. Si ésta prospera [la invasión rusa], la Iglesia católica en Ucrania podría desaparecer. Así lo manifestó Monseñor Shevchuk en una entrevista concedida a una emisora de radio ucraniana. Aparentemente estamos en la lista al igual que nuestros hermanos de la Iglesia ortodoxa de Ucrania’, dijo el gran arzobispo, refiriéndose a una posible relación de organizaciones a prohibir por el presidente ruso Vladimir Putin”.

“Sabemos por la historia”, recogió Omnes, “que cada vez que Rusia conquistó nuestro país, la Iglesia greco-católica ucraniana fue sistemáticamente destruida”, añadió el arzobispo Shevchuk, “Dios no quiera que esto se repita ahora”. En efecto, en 1946, Stalin la obligó a fusionarse con la Iglesia ortodoxa, de la que se había separado a finales del siglo XVI. Muchos obispos y clérigos que se opusieron a la integración fueron detenidos y murieron en Siberia. Sólo en 1989 terminó la represión estatal de la Iglesia greco-católica, que volvió a salir de la clandestinidad”.

Monseñor Sviatoslav Shevchuk, que agradeció la ayuda solidaria enviada por España, pidió en el acto de hoy: “Recen por Ucrania”. Alentó a mantener la esperanza con el saludo pascual de ‘Cristo resucitado’, y afirmó: “Valoramos mucho el esfuerzo del Papa Francisco, para parar esta guerra injusta. Es una autoridad moral muy grande, que se ha ofrecido a viajar a Moscú en una tarea de mediación, a pesar de su fuerte dolor de rodilla”. “Pero la diplomacia no ha podido parar esta guerra injusta”.

Nueva campaña de ACN

En Ucrania, un país con cerca de 44 millones de habitantes, el 60 por ciento de la población es ortodoxa. Además, pertenecen a la Iglesia greco-católica en torno al 8,8 por ciento, que junto al 0,8 de los latinos, llegan casi al 10 por ciento de la población ucraniana. Son en torno a 4,4 millones de personas, entre las que se encuentran 4.879 sacerdotes y religiosos, y 1.350 religiosas.

En la presentación de una nueva campaña de ayuda, ‘Iglesia en Ucrania, refugio de esperanza’, Javier Menéndez Ros subrayó que ACN ha venido ayudando desde 1953 de forma preferente a Ucrania”, mucho antes de esta guerra, y que “actualmente, en Ucrania hay más de 7 millones de personas que han huido de sus hogares hacia otras partes del país en busca de un lugar seguro”.

“Cada parroquia, convento y seminario se ha convertido en un centro de acogida. ACN promete enviar ahora, en una un nuevo paquete, ayuda por cerca de 2 millones de euros para socorrer a la Iglesia ucraniana en su misión caritativa y pastoral, especialmente en la región oeste del país donde se está acogiendo a los desplazados internos”.

Tanto Menéndez Ros como Marco Mencaglia, coordinador de proyectos para Europa de ACN Internacional, han explicado que tras “el envío de una primera ayuda de emergencia a la Iglesia en aquel país, por valor de un millón de euros, para garantizar que los miles de sacerdotes y religiosas que hoy viven en Ucrania cuenten con los medios imprescindibles para permanecer junto a su gente, en las parroquias, en las casas de acogida de niños, madres y ancianos, con los refugiados”, se trata ahora de abordar una segunda fase. Esta ayuda a proyectos específicos de la Iglesia en el oeste de Ucrania, “no es sólo material, sino de atención también espiritual, de consuelo, a las familias desplazadas”, en especial mujeres y niños, puesto que los varones en edad militar están combatiendo.

Más de 12 millones de desplazados

Junto a los siete millones de desplazados internos, están también los 5 millones de desplazados externos, refugiados que han huido del país en un verdadero éxodo, lo que supone que más de 12 millones de ucranianos han tenido que huir y mover, dentro y fuera del país, destacó el arzobispo de Kiev, que se mostró “orgulloso” de los obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas que se han quedado en el país para atender a la gente que sufre.

El autorFrancisco Otamendi

Libros

Una educación liberal

Santiago Leyra recomienda la lectura Una educación liberal, de José María Torralba

Santiago Leyra Curiá·7 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Libro

Título: Una educación liberal
Autor: José María Torralba
Páginas: 174
Editorial: Encuentro
Ciudad: Madrid
Año: 2022

Sugerente y ameno libro del profesor José María Torralba. A lo largo de sus páginas, nos va explicando las claves del movimiento intelectual que tanto en Europa como en América se ha propuesto reparar los daños académicos, culturales e institucionales que ha sufrido la educación humanística en la Universidad.

Sin quedarse paralizado por lamentos estériles sobre la suerte de las humanidades en nuestra época, el autor nos transmite su experiencia de cómo es posible y deseable poner en marcha medidas concretas y no utópicas para colmar las lagunas formativas de las nuevas generaciones. En ese sentido los programas de Grandes Libros son una pieza clave de este movimiento.

Asignaturas de humanidades para todos los alumnos y no para una selecta y menguante minoría: ese es el objetivo de los proyectos de Core Curriculum. El autor incluye una interesante mención a que han sido precisamente Universidades de inspiración cristiana (en realidad toda Universidad lo es en origen) las que están recuperando la tradición humanista de la educación para evitar que se convierta en una mera expedidora de títulos técnicos.

Leer más
Enseñanzas del Papa

Levantemos la mirada

La visita del Santo Padre a Malta en los primeros días del mes de abril, y el ciclo litúrgico de la Semana Santa y el comienzo de la Pascua son los principales momentos en los que se ha pronunciado el Papa Francisco.

Ramiro Pellitero·7 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

Nos centramos en el viaje apostólico a Malta y en la Semana Santa. El sábado santo, durante la vigilia pascual, Francisco invitó a “levantar la mirada”, porque el sufrimiento y la muerte han sido abrazados por Cristo y ahora ha resucitado. Mirando sus llagas gloriosas escuchamos a la vez el anuncio pascual que tanto necesitamos: “¡Paz a vosotros!”.

“Con una humanidad poco común”

Haciendo balance de su viaje apostólico a Malta (pospuesto durante dos años a causa del Covid), decía el Papa el miércoles 6 de abril que Malta es un lugar privilegiado, una “rosa de los vientos”, un lugar clave, por varias razones.

Primero, por su situación en medio del Meditarráneo (que recibe y procesa muchas culturas), y porque recibió muy pronto el Evangelio, por boca de san Pablo, al que los malteses acogieron “con una humanidad poco común” (Hch 28, 2), palabras que escogió Francisco como lema de su viaje. Y eso es importante para salvar a la humanidad de un naufragio que nos amenaza a todos, porque –decía el Papa evocando implícitamente su mensaje durante la pandemia– “estamos en la misma barca” (cfr. Momento de oración en la Plaza de San Pedro, vacía, el 27-III-2020). Y por eso necesitamos, dice ahora, que el mundo se vuelva “más fraterno, más vivible”. Malta representa ese horizonte y esa esperanza. Representa “el derecho y la fuerza de los pequeños, de las naciones pequeñas pero ricas de historia y civilización, que deberían llevar adelante otra lógica: la del respeto y la libertad, la del respeto y también la lógica de la libertad”.

En segundo lugar, Malta es clave por el fenómeno de las migraciones: “Cada inmigrante” –señaló el Papa ese día– “es una persona con su dignidad, sus raíces, su cultura. Cada uno de ellos es portador de una riqueza infinitamente más grande que los problemas que implica. Y no olvidemos que Europa fue hecha con las migraciones”.

Ciertamente, la acogida de los inmigrantes –observa Francisco– debe ser proyectada, organizada y gobernada con tiempo, sin esperar a las situaciones de emergencia. “Porque el fenómeno migratorio no puede ser reducido a una emergencia, es un signo de nuestros tiempos. Y como tal debe ser leído e interpretado. Se puede convertir en un signo de conflicto, o en un signo de paz”. Y Malta es, por eso, “un laboratorio de paz”: el pueblo maltés ha recibido, junto con el Evangelio, “la savia de la fraternidad, de la compasión, de la solidaridad […] y gracias al Evangelio podrá mantenerlos vivos”.

En tercer lugar, Malta es lugar clave también desde el punto de vista de la evangelización. Porque de sus dos diócesis, Malta y Gozo, han salido muchos sacerdotes y religiosos, y también fieles laicos, que han llevado a todo el mundo el testimonio cristiano. Exclama Francisco: “¡Como si el paso de san Pablo hubiera dejado la misión en el ADN de los malteses!”. Y por ello esta visita quiso ser ante todo un acto de reconocimiento y agradecimiento. 

Tenemos, en suma, tres elementos para situar esta “rosa de los vientos”: su “humanidad” especial, su encrucijada para los inmigrantes y su implicación en la evangelización. Sin embargo, también en Malta –dice Francisco–, soplan los vientos “del secularismo y de la pseudo-cultura globalizada a base de consumismo, neocapitalismo y relativismo”. Por ese motivo acudió a la Gruta de san Pablo y al santuario nacional de Ta’ Pinu: para pedirles al apóstol de las gentes y a la Virgen una renovada fuerza, que viene siempre del Espíritu Santo, para la nueva evangelización. 

En efecto, en la basílica de san Pablo rezó Francisco a Dios Padre: “Ayúdanos a reconocer desde lejos las necesidades de cuantos luchan entre las olas del mar, golpeados contra las rocas de una costa desconocida. Haz que nuestra compasión no se agote en palabras vanas, sino que encienda la hoguera de la acogida, que hace olvidar el mal tiempo, da calor a los corazones y los une; fuego de la casa construida sobre roca, de la única familia de tus hijos, hermanas y hermanos todos” (Visita a la Gruta de san Pablo, 3-IV-2022). Y de ese modo la unidad y la fraternidad que provienen de la fe se muestren a todos con obras. 

En el santuario de Ta´Pinu (isla de Gozo) señaló el Papa que, en la Cruz, donde muere Jesús y parece que todo está perdido, a la vez nace una vida nueva: la vida que viene con el tiempo de la Iglesia. Volver a ese comienzo significa redescubrir lo esencial de la fe. Y eso esencial es la alegría de evangelizar. 

No se anda con rodeos Francisco, sino que se sitúa en la realidad de lo que está pasando: “La crisis de la fe, la apatía de la práctica creyente sobre todo en la pospandemia y la indiferencia de tantos jóvenes respecto a la presencia de Dios no son cuestiones que debemos ‘endulzar’, pensando que al fin y al cabo un cierto espíritu religioso todavía resiste, no. Es necesario vigilar para que las prácticas religiosas no se reduzcan a la repetición de un repertorio del pasado, sino que expresen una fe viva, abierta, que difunda la alegría del Evangelio, porque la alegría de la Iglesia es evangelizar” (Encuentro de oración, homilía2-IV-2022).

Volver al comienzo de la Iglesia junto a la cruz de Cristo, significa también la acogida (de nuevo, alusión a los inmigrantes): “Sois una isla pequeña, pero de corazón grande. Sois un tesoro en la Iglesia y para la Iglesia. Lo digo otra vez: sois un tesoro en la Iglesia y para la Iglesia. Para cuidarlo, es necesario volver a la esencia del cristianismo: al amor de Dios, motor de nuestra alegría, que nos hace salir y recorrer los caminos del mundo; y a la acogida del prójimo, que es nuestro testimonio más sencillo y hermoso en la tierra, y así seguir avanzando, recorriendo los caminos del mundo, porque la alegría de la Iglesia es evangelizar”.

La misericordia: el corazón de Dios

El domingo 3 de abril Francisco celebró la misa en Floriana (en las afueras de La Valeta, capital de Malta). En su homilía, tomó pie del evangelio del día, que recogía el episodio de la mujer adúltera (cfr. Jn 8, 2 ss). En los acusadores de la mujer puede verse una religiosidad carcomida por la hipocresía, y por la mala costumbre de señalar con el dedo. 

También nosotros, observó el Papa, podemos tener el nombre de Jesús en los labios, pero desmentirlo con los hechos. Y enunció un criterio muy claro: “El que cree que defiende la fe señalando con el dedo a los demás tendrá incluso una visión religiosa, pero no abraza el espíritu del Evangelio, porque olvida la misericordia, que es el corazón de Dios”. 

Aquellos acusadores, explica el sucesor de Pedro,“son el retrato de esos creyentes de todos los tiempos, que hacen de la fe un elemento de fachada, donde lo que se resalta es la exterioridad solemne, pero falta la pobreza interior, que es el tesoro más valioso del hombre”. Por eso, Jesús quiere que nos preguntemos: “¿Qué quieres que cambie en mi corazón, en mi vida? ¿Cómo quieres que vea a los demás?”.

En el modo de tratar Jesús a la adúlterase encontraron la Misericordia y la miseria–, señala el Papa, “aprendemos que cualquier observación, si no está movida por la caridad y no contiene caridad, hunde ulteriormente a quien la recibe”. Dios, en cambio, siempre deja abierta una posibilidad y sabe encontrar caminos de liberación y de salvación en cada circunstancia.

Para Dios no existe nadie que sea “irrecuperable”, porque siempre perdona. Más aún –retoma aquí Francisco a uno de sus argumentos preferidos– “Dios nos visita valiéndose de nuestras llagas interiores”,porque no ha venido para los sanos sino para los enfermos (cfr. Mt 9, 12).

Por eso debemos a aprender de Jesús en la escuela del Evangelio: “Si lo imitamos, no nos enfocaremos en denunciar los pecados, sino en salir en busca de los pecadores con amor. No nos fijaremos en quienes están, sino que iremos a buscar a los que faltan. No volveremos a señalar con el dedo, sino que empezaremos a ponernos a la escucha. No descartaremos a los despreciados, sino que miraremos como primeros aquellos que son considerados últimos”.

Pedir perdón y perdonar

La predicación de Francisco durante la Semana Santa comenzó contraponiendo el afán de salvarse a sí mismo (cfr. Lc 23, 35; Ib., 37 y 39) con la actitud de Jesús que no busca nada para sí, solo implora el perdón del Padre. “Clavado al patíbulo de la humillación, aumenta la intensidad del don, que se convierte en per-dón(Homilía en el Domingo de Ramos, 10-IV-2022). 

En efecto, en la estructura de esta palabra, perdón, se puede ver que perdonar es más que dar, es dar del modo más perfecto, dar implicándose a sí mismo, dar por completo.

Nadie nos ha amado, a todos y a cada uno, como Jesús nos ama. En la cruz, Él vive el más difícil de sus mandamientos: el amor a los enemigos. No hace como nosotros, que lamemos nuestras heridas y rencores. Además, pidió perdón, “porque no saben lo que hacen”. “Porque no saben”, subraya Francisco y señala: “Esa ignorancia del corazón que tenemos todos los pecadores. Cuando se usa la violencia, nada se sabe de Dios, que es Padre, ni de los demás, que son hermanos”. Así es: cuando se rechaza el amor se desconoce la verdad. Y un ejemplo de todo ello, concluye el Papa, es la guerra: “En la guerra volvemos a crucificar a Cristo”.

En las palabras de Jesús dirigidas al buen ladrón, “Hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lc 23, 43), vemos “el prodigio del perdón de Dios, que transforma la última petición de un condenado a muerte en la primera canonización de la historia”. 

Así comprobamos que la santidad se alcanza pidiendo perdón y perdonando, y que “con Dios siempre se puede volver a vivir”. “Dios no se cansa de perdonar”, repitió varias veces estos días el Papa, también en relación con el servicio que los sacerdotes han de prestar a los fieles (cfr. Homilía en la Misa in Cœna Domini, en el nuevo Complejo Penitenciario de Civitavecchia, 14-IV-2022).

Ver, escuchar y anunciar

En la homilía durante la vigilia pascual (sábado santo, 16-IV-2022), Francisco se fijó en el relato evangélico del anuncio de la resurrección a las mujeres (cfr. Lc 41, 1-10). Y subrayó tres verbos. 

En primer lugar, “ver”. Vieron la piedra corrida y cuando entraron no hallaron el cuerpo del Señor. Su primera reacción fue el miedo, no levantar la vista del suelo. Algo así, observa el Papa, nos pasa a nosotros: “Con mucha frecuencia, miramos la vida y la realidad sin levantar los ojos del suelo; sólo enfocamos el hoy que pasa, sentimos desilusión por el futuro y nos encerramos en nuestras necesidades, nos acomodamos en la cárcel de la apatía, mientras seguimos lamentándonos y pensando que las cosas no cambiarán nunca”. Y así sepultamos la alegría de vivir. 

Luego, “escuchar”, teniendo en cuenta que el Señor “no está aquí”. Quizá le buscamos “en nuestras palabras, en nuestras fórmulas y en nuestras costumbres, pero nos olvidamos de buscarlo en los rincones más oscuros de la vida, donde hay alguien que llora, quien lucha, sufre y espera”. Hemos de levantar la mirada y abrirnos a la esperanza. 

Escuchemos: “¿Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo? No debemos buscar a Dios, interpreta Francisco, entre las cosas muertas: ennuestra falta de valentía para dejarnos perdonar por Dios, para cambiar y terminar con las obras del mal, para decidirnos por Jesús y por su amor; en el reducir la fe a un amuleto, “haciendo de Dios un hermoso recuerdo de tiempos pasados, en lugar de descubrirlo como el Dios vivo que hoy quiere transformarnos a nosotros y al mundo”; en “un cristianismo que busca al Señor entre los vestigios del pasado y lo encierra en el sepulcro de la costumbre”

Y finalmente, “anunciar”. Las mujeres anuncian la alegría de la Resurrección: “La luz de la Resurrección no quiere retener a las mujeres en el éxtasis de un gozo personal, no tolera actitudes sedentarias, sino que genera discípulos misioneros que ‘regresan del sepulcro’ y llevan a todos el Evangelio del Resucitado. Después de haber visto y escuchado, las mujeres corrieron a anunciar la alegría de la Resurrección a los discípulos”, aunque sabían que les tomarían por locas. Pero ellas no se preocuparon de su reputación ni de defender su imagen; no midieron sus sentimientos ni calcularon sus palabras. Sólo tenían el fuego en el corazón para llevar la noticia, el anuncio: “¡El Señor ha resucitado!”.

De ahí la propuesta para nosotros: “Llevémoslo a la vida ordinaria: con gestos de paz en este tiempo marcado por los horrores de la guerra; con obras de reconciliación en las relaciones rotas y de compasión hacia los necesitados; con acciones de justicia en medio de las desigualdades y de verdad en medio de las mentiras. Y, sobre todo, con obras de amor y de fraternidad”.

En la audiencia general del 13 de abril el Papa había explicado en qué consiste la paz de Cristo, y lo hizo en el contexto de la guerra actual en Ucrania. La de Cristo no es una paz de acuerdos, y, menos, una paz armada. La paz que Cristo nos da (cfr. Jn 20, 19.21) es la que ha conquistado sobre la cruz con el don de sí mismo.

El mensaje pascual del Papa, “al término de una cuaresma que parece no querer acabar” (entre el fin de la pandemia y la guerra) tiene que ver con esa paz que Jesús nos trae llevando “nuestras llagas”. Nuestras porque se las hemos causado nosotros y porque Él las lleva por nosotros. “Las llagas en el Cuerpo de Jesús resucitado son el signo de la lucha que Él ha combatido y vencido por nosotros, con las armas del amor, para que nosotros podamos tener paz, estar en paz, vivir en paz”(Bendición urbi et orbi Domingo de resurrección, 17-IV-2022).

Vaticano

La misericordia, la justicia y la recta aplicación de las normas canónicas ante los abusos

El profesor Ricardo Bazán, sacerdote y jurista, reflexiona sobre la aplicación de las normas canónicas ante los abusos sexuales dentro de la Iglesia, partiendo de la pregunta: "¿Bastan las normas para poner orden en una sociedad?".

Ricardo Bazán·6 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Traducción del artículo al italiano

Uno de los grandes problemas que Benedicto XVI tuvo que afrontar durante su pontificado fueron los casos de abusos sexuales contra menores, cometidos por sacerdotes y religiosos. A pesar de los numerosos esfuerzos y medidas que se tomaron, no fue suficiente, es más, podríamos decir que no alcanzó el tiempo. El Papa Francisco se ha tomado muy en serio esta situación, así lo demuetran las normas que ha emanado durante su pontificado para hacer frente a este cáncer al interno de la Iglesia.

¿Bastan las normas?

Como sacerdote y como jurista me hago la siguiente pregunta: ¿bastan las normas para poner orden en una sociedad? La Iglesia es un misterio, es el Cuerpo Místico de Cristo, a la vez, está compuesta por hombres y mujeres, todos los bautizados, entre los que se dan una serie de relaciones y un intercambio de bienes, no necesariamente ni principalmente de tipo material, sino, sobre todo, de tipo espiritual. De allí que hablemos de que la Iglesia es una sociedad y de que tenga un ordenamiento jurídico propio, el Derecho canónico. Sin embargo, como en toda sociedad, las normas no son suficientes para ordenarla. Por ejemplo, por el hecho de que en un Estado haya una norma penal que prescriba que todo aquel que se apropie de un bien ajeno será castigado con una pena privativa de la libertad de entre 4 a 8 años, eso no significa que deje de haber hurtos.

Desde la promulgación del motu proprio Sacramentorum Sanctitatis Tutela (SST), en el 2001, con las posteriores modificaciones, así como las normas que ha promulgado el Papa Francisco, los casos de abusos sexuales contra menores no han disminuido, quizá sí al inicio, cuando los escándalos se hicieron públicos, pero hoy en día los abusos sexuales cometidos por miembros del clero siguen, y no solo hablamos de escándalos con menores, sino también de actos contra el sexto mandamiento y que implican un incumplimiento de la promesa o voto de celibato que se espera de un sacerdote o de un religioso.

¿Qué hace falta entonces? Muchas cosas. El problema moral por parte de miembros de la Iglesia empieza desde la formación de los sacerdotes y religiosos, en el proceso de discernimiento y de selección, así como el acompañamiento que deberían tener a lo largo de su vida. Aquí nos vamos a ocupar del aspecto jurídico, tratando de contestar la primera pregunta. 

«El recto sentido de la justicia»

Conviene afirmar que las leyes no son eficaces por sí mismas. Para su recta aplicación es necesario entender la norma y algo más, que podemos denominar “un recto sentido de la justicia”. Vamos a poner un ejemplo. Si en una diócesis el obispo quiere implementar todas las medidas que prescribe Vos estis lux mundi (VELM), SST, Código de Derecho Canónico reformado en el libro VI sobre las penas por la Constitución Apostólica Pascite gregem Dei, etc., serán necesarios unos mínimos conocimientos sobre el Derecho y sobre los derechos. Uno de ellos es el principio de presunción de inocencia. Es decir, todas estas normas deben tener como principio la presunción de que el clérigo o el religoso en cuestión es inocente hasta que se demuestre lo contrario. 

De allí la necesidad de un proceso judicial, con unos principios, etapas, medios probatorios y recursos que están orientados a garantizar la tutela judicial efectiva, o sea, que cualquier persona pueda acudir a los tribunales de la Iglesia cuando haya sufrido una violación de sus derechos. El contrapeso, como es de justicia y de sentido común, es que el acusado de un delito tenga la garantía justamente de eso, de que es un acusado, incluso en la calidad de investigado en un primer momento, antes de que se formalice la denuncia. Será inocente, y debe ser tratado como inocente, hasta que la sentencia, debidamente fundamentada a partir de los actos procesales y las pruebas, diga que es culpable.

Lo que vemos en las noticias y en la práxis actual es que el acusado es ya culpable y debe demostrar que es inocente. Como botón de muestra tenemos el caso del cardenal George Pell, que debió pelear tres años por su inocencia. Es loable la actitud del Papa Francisco que no lo retiró del cargo de prefecto de la Secretaría para la Economía  mientras duró el proceso judicial en Australia, sino que le otorgó un permiso para viajar y presentarse ante la justicia de su país, precisamente porque era inocente hasta que hubiera una sentencia firme, hasta agotar todas las instancias.

Cuando no se respetan estos principios y los derechos fundamentales, la aplicación ciega de las normas podrían acarrear graves prejuicios, desde el punto de vista de la justicia y del Derecho. Pensemos en las severas medidas que suelen tomarse cuando un sacerdote es acusado, el cual es inmeditamente suspendido de todos sus encargos. Por supuesto, esta medida cautelar tiene una razón de ser: alejar al posible infractor de personas a las que podría hacer daño, pues la experiencia del pasado nos indica que el pederasta era cambiado de parroquia y seguía cometiendo delitos. Pero una cosa es la prudencia y otra es tratar al acusado como culpable. En otros casos, sin una adecuada distinción entre un proceso judicial y un proceso administrativo sancionador, se opta por este último para llevar el proceso penal con mayor celeridad, y se olvida que es un procedimiento excepcional, cuando hay evidencia suficiente o elementos probatorios fuertes en contra de la inocencia del acusado, que ameritan llevarlo por esa vía, la cual no tiene todas las garantías del caso. Así, un acusado puede encontrarse con que han iniciado una investigación en su contra y que es llamado a declarar en lo que podemos denominar una audiencia de pruebas, cuando las pruebas ya están prácticamente actuadas, y con pocas opciones o medios para defenderse, como sería de justicia.

El artículo 2 de del motu proprio VELM prescribe la creación de una oficina que se encargue de recibir informes o denuncias sobre posibles delitos. La idea de esta norma es que exista la obligación de investigar por parte del Ordinario, por ejemplo, el obispo, además de que la víctima tenga la posibilidad de ser escuchada. Sin embargo, aquí se debe precisar que este oficio no es un órgano judicial, ni mucho menos la sola recepción de la denuncia es sinónimo de culpalbilidad, sino que se trata de garantías o medios para evitar el encubrimiento. A lo largo de esa investigación debe primar siempre el principio de presunción de inocencia, así como un trabajo serio para recabar testimonios o pruebas que ayuden a discernir si hay elementos suficientes para iniciar un proceso judicial en la Iglesia. Sin embargo, consideramos que esta es una salida fácil a un problema más grande.

Si los tribunales de la Iglesia están debidamente constituidos y organizados, no habría necesidad de crear esas oficinas de las que habla VELM, pues esa actividad investigadora debería poder ser realizada por un órgano de la judicatura de la diócesis, que tenga una adecuada preparación, justamente para recavar toda la información necesaria que les permita emitir un juicio sobre la posible existencia de un crimen o no, mas no sobre la culpabilidad del investigado. Al mismo tiempo, se entiende que se haya propuesto crear este tipo de oficinas, puesto que en muchas ocasiones algunos obispos no han sabido atender el pedido de tutela de personas que sufrieron abusos o una conducta inapropiada por parte de sacerdotes o religiosos.

El año pasado fue publicado un informe ordenado por la Iglesia en Francia sobre los abusos cometidos por el clero entre 1950 y 2020, cuyas cifras han dejado a más de uno sin aliento. Es de justicia aclarar que la cifra presentada, 216.000 víctimas, es una estimación realizada por la comisión encargada a partir de las 2700 víctimas identificadas entre 1950 y 2020, y otras 4800 a partir de archivos encontrados. Sin embargo, esto no quita que no debió ocurrir ni un solo abuso dentro de la Iglesia, ni mucho menos debieron ser encubiertos. Algo semejante se espera en países como España, donde la Conferencia Episcopal ha solicitado una auditoría a un despacho de abogados.

Los principios y el Derecho natural

Desde el caso de la Iglesia en Estados Unidos, que salió a la luz con la investigación del diario The Boston Globe, hasta el reciente caso de la Iglesia en Francia, podemos ver la magnitud del problema al que la Iglesia ha tenido que afrontar, para lo cual fueron necesarias medidas de emergencia, con poca capacidad de reflexión, en primer lugar para conocer las causas y poder prevenir, empezando por una pregunta muy sencilla: ¿por qué mis clérigos y religiosos han cometido esos abusos o han faltado a sus promesas o votos de castidad? ¿Qué pasó en el proceso? A continuación, es necesario identificar los medios con los que cuenta la Iglesia, uno de ellos y del cual nos estamos ocupando, es el Derecho. Pero el Derecho no es una herramienta que se pueda utilizar de manera indiscriminada. El Derecho tiene unos principios que emanan del derecho natural y de las cosas.

De esta manera, se debe utilizar y aplicar con justicia y con un recto sentido de las cosas, de lo contrario, estaríamos volviendo a cometer una injusticia. Así pues, es necesario que la Iglesia, cuando legisla para hacer frente a los escándalos sexuales sobre los que estamos hablando, se tome su tiempo, no mucho, para relexionar sobre el fenómeno que trata de regular; los principios y derechos que deben ser respetados justamente para la consecución del fin de esa norma, así como los efectos que esa norma podría generar en la Iglesia. Posiblemente estemos lejos de poner fin al problema de los abusos, mientras no se haga frente a la causa de ellos, lo cual amerita un estudio pormenorizado e interdisciplinar, interdicasterial me atrevería a decir. Mientras eso sucede, el Derecho canónico puede ofrecer algunas herramientas, siempre que se haga con justicia, no solo con legalidad. De este modo se viviría la justicia y la misericordia con todas las partes involucradas, incluido el santo pueblo fiel de Dios, parafraseando al Papa Francisco.

Leer más
Familia

Hablemos de amor y afectividad. Todos

Más de 40 expertos de diferentes países y especialidades y temas como la afectividad, hablar de sexualidad con adolescentes, la pornografía o las relaciones de pareja se dan cita en el Love Talks, el Congreso digital de la IFFD. 

Maria José Atienza·6 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Traducción del artículo al inglés

Más de 40 ponentes de diferentes países y especialidades diferentes, un acceso sencillo, adaptable y asequible económicamente. El congreso Love Talks de la IFFD se plantea este año aprovechando lo mejor de la digitalización y con un elenco de charlas de entre 10 y 20 minutos en las que se abordan temas como la infidelidad, la pornografía, los diálogos sobre sexualidad con los adolescentes o el enamoramiento.

Un congreso completamente adaptable. Así podríamos definir Love Talks sobre sexualidad y afectividad. Se trata del congreso digital impulsado por la International Federation for Family Development (IFFD), una ONG sin ánimo de lucro e independiente cuya misión primordial es dar apoyo a la familia a través de formación y que se encuentra presente en más de 70 países.

Después de las experiencias de sus congresos presenciales que se han desarrollado en capitales como Nueva York, Roma, Valencia o Londres, la llegada de la pandemia y las posibilidades de la digitalización han llevado a la organización a lanzar una modalidad de Congreso mucho más amplia y accesible. De este modo, se facilita el acceso a una formación de alto nivel a miles de personas en todo el mundo, como señala para Omnes la directora de IFFD, Leticia Rodríguez.

“En IFFD desarrollamos los programas de formación con mucha base en el método del caso, apunta Leticia Rodríguez, pero veíamos que muchas personas demandaban otro tipo de dinámicas, que les dieran claves y que les mostraran la belleza de la familia”.

De hecho, la propia IFFD ha dio abriendo sus líneas de formación, algo que se recoge también en este congreso que se dirige a todo tipo de personas “de 18 a 98 años” bromea Rodríguez.

Y es que, entre los temas de los que hablarán los diferentes expertos se encuentran intereses para jóvenes profesionales, solteros, parejas, matrimonios con pocos o muchos años de relación a sus espaldas, padres y madres con hijos de todas las edades y también, abuelos, educadores o formadores… etc.

¿Por qué sexualidad y afectividad?

“Hay muchísima preocupación en este tema por parte de padres, familiares e incluso entre los mismos jóvenes” destaca Leticia Rodríguez. Además “veíamos que mucha formación en este campo estaba muy ligada a ámbitos religiosos, que está muy bien y es muy necesario, pero hay que ir más allá. En el congreso hemos querido que los ponentes no basen su discurso en un tema religioso, por eso el elenco es muy amplio, tanto en número como en especialidades”.

Charlas para ver en 6 meses

El congreso es realmente “atípico” en su desarrollo.

Las charlas, grabadas, estarán disponibles “dos días a partir del 4 de junio para quienes se inscriban con el modelo standard y 6 meses para los que lo hagan con el modelo premium”, apunta la directora de IFFD.

De esta forma, si alguien sólo está interesado en unas pocas charlas puede verlas en 48 horas mientras que, por poco más, hay quien puede distribuirlas en seis meses para pensarlas o escucharlas con clama, de aquí a diciembre”.


Love Talks: Sexualidad y afectividad from IFFD on Vimeo.

Entre los conferenciantes encontramos nombres como la médico norteamericana Meg Meeker, Carolina Sánchez Agostini, directora de los Estudios de Educación Sexual Integral de la Universidad Austral, Emerson Eggerich o los españoles Carlos Chiclana y Marian Rojas. De hecho, como apunta Leticia Rodríguez “se crearon tres comités para la selección de los conferenciantes, uno de España, otro de LATAM y otro del resto del mundo, y éste es más o menos el reparto de conferenciantes y de asistentes”.

Libros

Libertad para amar a través de los clásicos

David Fernández Alonso recomienda la lectura de Libertad para amar a través de los clásicos, de Mariano Fazio.

David Fernández Alonso·6 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Traducción del artículo al italiano

Libro

Título: Libertad para amar a través de los clásicos
Autor: Mariano Fazio
Páginas: 155
Editorial: Rialp
Ciudad: Madrid
Año: 2022

Mariano Fazio presenta un nuevo volumen que se suma a su prolífico repertorio literario y ensayístico. Fazio es sacerdote, historiador y filósofo, y profesor de Historia de las Doctrinas Políticas en la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en Roma. También ha sido el primer decano de esa facultad y rector magnífico de la universidad. Ahora trabaja como vicario auxiliar del Opus Dei.

No es sorpresa la elección del tema del libro, la libertad. En la introducción del libro, el autor hace una mención de agradecimiento al Prelado del Opus Dei, monseñor Fernando Ocáriz, afirmando que está en el origen del libro, debido a la abundante meditación personal que ha hecho de su carta pastoral sobre la libertad publicada en enero de 2018. Tampoco sorprende la forma en que aborda el tema, haciéndolo de la mano de grandes autores clásicos de todos los tiempos. 

Sustancialmente, el autor trata de mostrar cómo la libertad está orientada al amor, y cómo esta afirmación tiene una enorme importancia para la vida cristiana. El lector podrá observar a lo largo de las páginas cómo se entremezclan algunos pasajes del Evangelio con autores como Dostoyevski, Tolkien o Dickens. El tono y la agradable escritura de Fazio invitan a la lectura meditada del libro, que ofrecerá unas pautas para un verdadero crecimiento espiritual y humano.  

“Hemos sido creados libres para amar, y cuando no alcanzamos el fin propio de la libertad nos encontramos frente a un fracaso existencial. Todos deseamos una vida lograda, plena, feliz. Para alcanzarla, la clave reside en hacerlo todo libremente, por amor”. Esta tesis, que el autor plantea de modo sencillo, –“todas las grandes verdades lo son”-, es complicado de llevar a la práctica. Principalmente, como también apunta Fazio al inicio del libro, porque en las corrientes culturales contemporáneas abundan concepciones de la libertad alejadas de esa tesis. 

Tomando como compañeros de viaje a los clásicos de la literatura, el autor confirma que “hay una serie de valores a los que la humanidad ha aspirado desde sus inicios y que merecen protección y custodia”. Por lo tanto, Fazio desea con estas páginas presentar una ayuda a los lectores que les permita “descifrar el sentido profundo de este concepto alto de libertad”.  

Demografía, jóvenes y familia

La crisis de la natalidad y la caída en el número de matrimonios ponen de manifiesto una realidad doble: la falta de interés en la formación en el período previo a la convivencia matrimonial y la "mala prensa" del matrimonio.

6 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco inauguró hace un año aproximadamente los denominados Estados Generales de la Natalidad en Italia, promovidos por el Foro de Asociaciones Familiares. Y en presencia del primer ministro italiano, Mario Draghi, señaló: “Sin natalidad no hay futuro”. Es preciso “invertir” esta tendencia para “volver a poner a Italia en movimiento, a partir de la vida, a partir del ser humano”.

La tendencia italiana no es aislada, sino que responde a un hecho generalizado en Europa, un continente que se muere un poco más cada año, a pesar de la inmigración. En España, por ejemplo, el Observatorio Demográfico de la institución universitaria CEU ha alertado hace unos días sobre los indicadores de muy baja natalidad en España, que llevan arrastrándose desde hace tiempo. 

La cuestión es aún más penosa, si cabe, porque una encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE) recordó que las mujeres españolas en edad fértil aseguran querer tener “más del doble de los hijos que tienen”

Puesto que muchas mujeres desearían tener más hijos, no es ocioso preguntarse qué les impide hacerlo. El director del Observatorio universitario, Joaquín Leguina, alude a la coyuntura económica y laboral. “Las tasas de paro de la población juvenil española son muy altas, los salarios muy bajos y muchos empleos son precarios. Una realidad que provoca que la maternidad se retrase y los ciudadanos tengan un menor número de hijos, disminuyendo así la tasa de natalidad”.

María Álvarez de las Asturias, del Instituto Coincidir, ha ido incluso más allá, al solicitar en www.omnesmag.com “un replanteamiento del mercado laboral” mirando a la familia, y apuntar además a la reputación de la institución matrimonial en nuestros días. “El matrimonio tiene muy mala prensa, y las familias que siempre han sido pro matrimonio se han dejado contaminar de esta mentalidad de que el matrimonio es una cosa complicada, y tampoco animan”.

Al ahondar en la respuesta a la pregunta de por qué los jóvenes se casan cada vez menos, y lo hacen cada vez más mayores, Álvarez de las Asturias propone también una reflexión personal y comunitaria, por parte, tanto de las familias como de la Iglesia. ¿Por qué no se casan? “Porque lo seguimos haciendo fatal”, afirma. “Porque la preparación remota que pedían Juan Pablo II, y después Benedicto y Francisco, no la hacemos. No hay preparación remota. Y a los niños después de la Primera Comunión, o como mucho de la Confirmación, los perdemos, hasta que llegan al curso prematrimonial, cuando a lo mejor han estado conviviendo, tienen hijos… Hay ahí un espacio en el que no hacemos nada”.

Algunos aprecian “compartimentos estancos”, añade Álvarez de las Asturias en la web de Omnes. “Pastoral de juventud por un lado, pastoral familiar por otro… Y el Papa Francisco ha dicho que la pastoral familiar tiene que vertebrar todo. De la familia es de donde cuelga el resto de las pastorales.

El autorOmnes

Vaticano

El Papa Francisco en silla de ruedas

Rome Reports·6 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

Los intensos dolores en la rodilla han obligado al Papa a utilizar una silla de rueda en sus encuentros. De hecho, el Vaticano ha indicado que el Papa, previsiblemente, seguirá usando esa silla de ruedas y que por el momento no habrá cambios en la agenda.


Ahora puedes disfrutar de un 20% de descuento en tu suscripción a Rome Reports Premium, la agencia internacional de noticias, especializada en la actividad del Papa y del Vaticano.
Evangelización

¿Homilías aburridas? Me importan los demás

Todo lo humano debe importarnos porque, como decía Terencio, nada de lo humano me es ajeno. Hemos de de estar al cabo de la calle, no pendiente de las modas pero sí conociendo qué se cuece en el día a día de aquellos a quienes tenemos que hablar.

Javier Sánchez Cervera·5 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Evangelio de San Marcos relata en el cuarto capítulo la parábola de la semilla que crece sola, a continuación narra otra parábola, la del grano de mostaza, al terminar precisa que con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas.

Las imágenes y los temas de conversación que Cristo utiliza en su enseñanza son de lo más variado: Él habla de perlas, tesoros, monedas perdidas, del sembrador, del viento que sopla del sur, de los peces del mar de Galilea, de la semilla de mostaza, del hijo que se va de casa, del esposo que llega a la casa de la novia , de un rey que es coronado, de las yuntas de bueyes, del campo que compra un señor, de la cara del Cesar en la moneda y de miles de temas más.

Creo que si hoy escucháramos al Maestro podríamos oírle extraer sabiduría divina mientas nos habla de los euros, de la última canción de Rosalía, de la situación geopolítica del mundo, de los ingresados por el COVID en la pandemia o de la supercopa que ganó el Real Madrid con un hat trick de Benzemá.

Digamos que el Señor se toma muy enserio la encarnación y cuando decide hacerse hombre abraza todo lo humano, lo mira con atención y extrae lecciones de todo lo que contempla para, como dice el Evangelio, acomodarse a su entender. Estoy seguro que sus grandes maestros, fueron, como no podía ser de otro modo, María y José. La agudeza de nuestra Madre y la profundidad silenciosa de su esposo sabían ver, y hacer ver, mucho más allá, sabían -como señala San Josemaría-  descubrir ese algo divino que en los detalles se encierra.

Siglos después el Concilio Vaticano II precisará:

Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuántos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón.

Traduciendo: El trabajo y el descanso, el deporte, el ocio, la vida familiar y social, los progresos de la técnica y las expresiones de la cultura, los sucesos de las familias y los movimientos geopolíticos, todo lo humano, en definitiva, debe importarnos porque como decía Terencio nada de lo humano me es ajeno.

Se trata, en definitiva, de estar al cabo de la calle, no pendiente de las modas pero sí conociendo que se cuece en el día a día de aquellos a quienes tenemos que hablar.

En el tenis hay una norma básica: Hay que agacharse. Desde arriba no se puede golpear a la bola porque el efecto que se necesita dar, ya sea cortado o liftado requiere el roce del cordaje de la raqueta sobre la bola y eso no se puede hacer de arriba hacia abajo sino lo contrario. Podríamos decir lo mismo de nuestra predicación, no se puede hacer desde arriba, desde la distancia, sino desde la humildad de quien se abaja y hace el esfuerzo por conocer, por rozar, la realidad más concreta, el día a día, de aquellos a quienes tiene que hablar. Desde ahí luego podrá, deberá, elevar la bola hacia el cielo, de abajo hacia arriba, lo contrario es imposible.

Un ejemplo: Santa Teresa de Lisieux, desde su clausura, fue capaz de sumergirse en la intimidad con Dios y al mismo tiempo seguir muy unida al mundo por el que se ofrecía una y otra vez. Ella, al cabo de la calle, oía hablar de los avances de la técnica y sabía descubrir el algo divino encerrado en ello. Así se expresa en su Historia de un alma:

Estamos en un siglo de inventos. Ahora no hay que tomarse ya el trabajo de subir los peldaños de una escalera: en las casas de los ricos, un ascensor la suple ventajosamente. Yo quisiera también encontrar un ascensor para elevarme hasta Jesús, pues soy demasiado pequeña para subir la dura escalera de la perfección. Entonces busqué en los Libros Sagrados algún indicio del ascensor, objeto de mi deseo, y leí estas palabras salidas de la boca de Sabiduría eterna: El que sea pequeñito, que venga a mí.

Por eso si nos tomamos en serio al hombre que nos escucha debemos hacer un esfuerzo por conocer la realidad en la que se mueve, por entender qué le pasa y por utilizar ese conocimiento en nuestra predicación por, en definitiva, acomodarnos al entender de quienes nos escuchan. Cuando estés preparando tu predicación piensa: Los que me van a escuchar, ¿quienes son? ¿qué les pasa? ¿qué preocupaciones tienen? y, solo entonces, trata de anunciarles el Evangelio con sus propias categorías, encarnando la palabra eterna de Jesucristo, entonces serás buen instrumento en sus manos.

Lecturas del domingo

«El amor que dura para siempre». IV Domingo de Pascua

Andrea Mardegan comenta las lecturas del IV domingo de Pascua y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan / Luis Herrera·5 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El acto de escuchar, en el evangelio de Juan, tiene a menudo el significado de creer en la voz de Dios y obedecerle. Los dos primeros discípulos escuchan al Bautista y siguen a Jesús. Los samaritanos escuchan a Jesús y le dicen a la mujer que por eso creen en él. Jesús dice: “Quien escucha mi palabra y cree al que me envió posee la vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado ya de la muerte a la vida”. Los apedreadores de la adúltera escuchan lo que dice Jesús y se van, dejando sus piedras.

En el discurso del Buen Pastor, Jesús habla mucho de escuchar: las ovejas escuchan al pastor, pero no a los ladrones y salteadores, y los que no son de ese redil “escucharán mi voz y se convertirán en un solo rebaño, en un solo pastor”. Entonces, algunos de los judíos dicen que está endemoniado y preguntan: “¿Por qué le escucháis?”. En cambio, Jesús dice de sus ovejas: “escuchan mi voz” y “me siguen”. Esto se deriva de la relación que Jesús tiene con ellos: “Las conozco”. Es un conocimiento tan íntimo y verdadero que conmueve a Natanael en su primer encuentro con él: “¿De qué me conoces?”, y lo lleva a creer en Jesús y a seguirlo. Se repite la experiencia del salmista: “Señor, tú me sondeas y me conoces… de lejos penetras mis pensamientos… todas mis sendas te son familiares”. La vida eterna que Jesús da a sus ovejas es la participación en su propia vida desde el principio, y la seguridad futura del amor que dura para siempre: “No perecerán para siempre”. No se perderán por su debilidad intrínseca, pero tampoco por ninguna intervención externa que intente robarlas: “Nadie las arrebatará de mi mano”. Es la mano de Jesús la que bendice y cura, la mano crucificada y resucitada que, mostrada a Tomás, le hará volver a la fe. La mano que nos agarra si nos caemos. El Padre ama al Hijo y todo lo ha puesto en su mano. La mano del Hijo en la que el Padre ha puesto “todo” (Jn 3, 35). Es la misma mano del Padre, porque “yo y el Padre somos uno”.

No seremos arrancados de la mano del Hijo ni de la mano del Padre por las persecuciones de las sinagogas, como las que los judíos desataron contra Pablo y Bernabé por envidia al ver la alegría de los paganos convertidos por sus palabras. Tampoco nos arrancarán de la mano de Jesús y del Padre las persecuciones de los paganos, como la de Diocleciano, “la gran tribulación” que llevó al trono del Cordero, en el cielo, a una multitud inmensa “que nadie podía contar”. El Apocalipsis cita a Isaías pero con la presencia del Cordero, el pastor que nos conduce a las fuentes de las aguas de la vida, junto con la antigua promesa: “Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno… Y Dios enjugará toda lágrima de sus ojos”.

La homilía sobre las lecturas del V domingo de Pascua

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

El autorAndrea Mardegan / Luis Herrera

Zoom

Luz para el derecho a la vida

Las oficinas del Tribunal Supremo de EE.UU. en Washington el 2 de mayo de 2022, se ven iluminadas, después de la filtración de un borrador de la opinión mayoritaria que prepara al tribunal para anular a finales de este año la histórica decisión sobre el aborto Roe v. Wade.

David Fernández Alonso·4 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

«La fe merece respeto y honor: nos ha cambiado la vida»

El Papa Francisco ha centrado su catequesis del miércoles 4 de mayo en la figura de Eleazar y el honor a la fe, asegurando "con mucha humildad y firmeza, precisamente en nuestra vejez, que creer no es algo 'de ancianos'".

David Fernández Alonso·4 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Ya entrados en el mes de mayo, la audiencia general del Papa Francisco este miércoles día 4, en la plaza de San Pedro, se ha centrado en la figura bíblica de Eleazar y el honor a la fe: «En el camino de catequesis sobre la vejez, hoy encontramos un personaje bíblico de nombre Eleazar, que vivió en los tiempos de la persecución de Antíoco Epífanes. Su figura nos entrega un testimonio de la relación especial que existe entre la fidelidad de la vejez y el honor de la fe. Quisiera hablar precisamente del honor de la fe, no solo de la coherencia, del anuncio, de la resistencia de la fe. El honor de la fe se encuentra periódicamente bajo la presión, también violenta, de la cultura de los dominadores, que trata de envilecerla tratándola como un hallazgo arqueológico, vieja superstición, terquedad anacrónica».

«La historia bíblica», continúa el Papa haciendo referencia a la de Eleazar, «narra el episodio de los judíos obligados por un decreto del rey a comer carnes sacrificadas a los ídolos. Cuando es el turno de Eleazar, que era un anciano muy estimado por todos, los oficiales del rey le aconsejan que haga una simulación, es decir que finja comer la carne sin hacerlo realmente. Así Eleazar se habría salvado, y – decían aquellos – en nombre de la amistad habría aceptado su gesto de compasión y de afecto. Después de todo – insistían – se trataba de un gesto mínimo, insignificante».

Francisco hace hincapié en este punto, la coherencia con la fe es fundamental: «La respuesta tranquila y firme de Eleazar se basa en un argumento que nos llama la atención. El punto central es este: deshonrar la fe en la vejez, para ganar unos cuantos días, no es comparable con la herencia que esta debe dejar a los jóvenes, durante enteras generaciones futuras. Un anciano que ha vivido en la coherencia de la propia fe durante toda la vida, y ahora se adapta a fingir el repudio, condena a la nueva generación a pensar que toda la fe haya sido una ficción, una cubierta exterior que se puede abandonar pensando que se puede conservar en la propia intimidad. No es así, dice Eleazar. Tal comportamiento no honra la fe, ni tampoco frente a Dios. Y el efecto de esta banalización exterior será devastador para la interioridad de los jóvenes».

«Es precisamente la vejez la que aparece aquí como el lugar decisivo e insustituible de este testimonio. Un anciano que, a causa de su vulnerabilidad, aceptara considerar irrelevante la práctica de la fe, haría creer a los jóvenes que la fe no tiene ninguna relación real con la vida. Esta les aparecería a ellos, desde su inicio, como un conjunto de comportamiento que, si es necesario, pueden ser simulados o disimulados, porque ninguno de ellos es tan importante para la vida».

El Papa Francisco hizo alusión a «la antigua gnosis heterodoxa», que «teorizaba precisamente esto: que la fe es una espiritualidad, no una práctica; una fuerza de la mente, no una forma de vida. La fidelidad y el honor de la fe, según esta herejía, no tienen nada que ver con los comportamientos de la vida, las instituciones de la comunidad, los símbolos del cuerpo. La seducción de esta perspectiva es fuerte, porque interpreta, a su manera, una verdad indiscutible: que la fe nunca se puede reducir a un conjunto de normas alimenticias o de prácticas sociales. El problema es que la radicalización gnóstica de esta verdad anula el realismo de la fe cristiana, que sin embargo debe pasar siempre a través de la encarnación. Y vacía también su testimonio, que muestra los signos concretos de Dios en la vida de la comunidad y resiste a las perversiones de la mente a través de los gestos del cuerpo».

Por tanto, afirmó que «la tentación gnóstica siempre permanece actual. En muchas tendencias de nuestra sociedad y de nuestra cultura, la práctica de la fe sufre una representación negativa, a veces en forma de ironía cultural, a veces con una marginación oculta. La práctica de la fe es considerada como una exterioridad inútil e incluso nociva, como un residuo anticuado, como una superstición enmascarada. En resumen, una cosa para ancianos. La presión que esta crítica indiscriminada ejerce en las jóvenes generaciones es fuerte. Cierto, sabemos que la práctica de la fe se puede convertir en una exterioridad sin alma. Pero en sí misma no lo es en absoluto. Quizá nos corresponde precisamente a nosotros los ancianos devolver a la fe su honor. La práctica de la fe no es el símbolo de nuestra debilidad, sino más bien el signo de su fuerza. Ya no somos niños. ¡No bromeamos cuando nos pusimos en el camino del Señor!»

Conluye el Santo Padre diciendo que «la fe merece respeto y honor: nos ha cambiado la vida, nos ha purificado la mente, nos ha enseñado la adoración de Dios y el amor del prójimo. ¡Es una bendición para todos! No cambiaremos la fe por unos cuantos días tranquilos. Demostraremos, con mucha humildad y firmeza, precisamente en nuestra vejez, que creer no es algo “de ancianos”. Y el Espíritu Santo, que hace nuevas todas las cosas, con gusto nos ayudará».

España

«Ninguna vocación nos es indiferente»

La presentación de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la Jornada de Vocaciones Nativas que la Iglesia española celebra el próximo 8 de mayo ha sido una muestra de unidad y de vocación común en la Iglesia.

Maria José Atienza·4 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

El 8 de mayo se celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la Jornada de Vocaciones Nativas que este año se desarrolla bajo el lema, “Deja tu huella, sé testigo”. Una campaña en la que se unen la Comisión Episcopal para el Clero y Seminarios, la Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Obras Misionales Pontificias (OMP) y la Conferencia Española de Institutos Seculares (CEDIS).

Esta unidad ha sudo la tónica de la presentación de esta campaña que José María Calderón, director nacional de OMP y Sergio Requena, director de la Subcomisión Episcopal para Seminarios han explicado en rueda de prensa junto a cuatro testimonios vocacionales: el franciscano cordobés Manuel Jesús Madueño Moreno, Inmaculada Fernández, miembro del Instituto Secular Siervas Seglares de Jesucristo Sacerdote, Daniel Navarro Berrios, diácono de la diócesis de Getafe y la Hna. Justina Banda, pertenece a las Misioneras Hijas del Calvario.

Como ha destacado Sergio Requena “en esta jornada rezamos por las vocaciones y por que la comunidad cristiana cuide estas vocaciones” y también ha señalado que el hecho de que en ésta jornada por las vocaciones confluyan varias instituciones supone una alegría “porque en la Iglesia no hay nada que nos sea indiferente”.

Por su parte, el director de OMP España recordó que el 3 de mayo se cumplió el primer centenario de que la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe pasara a ser Obras del Papa, y por tanto Pontificias. Calderón quiso poner el acento en la necesidad de que “los primeros evangelizadores de los territorios que se incorporan a la iglesia sean los propios nativos, personas que conocen la cultura, el idioma y la tradición de estos lugares”.

Las huellas que yo sigo ahora

Tras la presentación de la jornada se dio paso a los testimonios de cuatro personas con vocaciones diversas dentro de la Iglesia: sacerdocio, vida consagrada y una laica consagrada. Entre estos testimonios, ha sido especialmente emotivo el de la hermana Justina Banda, natural de un pueblo de Zimbabwe en el que trabajan, desde hace 50 años, misioneros y misioneras españoles.

Viendo la tarea de estas misioneras, Justina se planteó su vocación. Su padre se negó y su madre, analfabeta, pudo lograr que se fuera al convento pidiendo a su hermano que escribiera la carta de permiso. Hoy Justina, sigue las huellas de esas religiosas españolas que vinieron a mi pueblo, cuidaban a los bebés, a las personas con hambre y evangelizaban. Ahora, como misionera Hija del Calvario “estamos allí donde están los calvarios del mundo: los enfermos de sida, huérfanos… Gracias a esta jornada sabemos que la evangelización ha de estar siempre en comunión”, concluyó.

El CARF se suma a esta jornada

Esta Jornada de oración por las vocaciones y la Jornada de Vocaciones Nativas tiene una especial resonancia para la Fundación centro Académico Romano. Esta Fundación tiene en marcha una campaña titulada “Que ninguna vocación se pierda” con el objetivo recoger los fondos suficientes para que 20 seminaristas de todo el mundo puedan realizar sus estudios en Roma y Pamplona. Desde CARF son conscientes de que muchas vocaciones nacen hoy en países de África o América, pero la falta de medios materiales impide que algunas de estas vocaciones no lleguen siquiera a los seminarios y anima a los cristianos a «pensar que detrás de cada vocación sacerdotal, hay otra llamada del Señor, que nos pide asegurar los medios para su formación».

Familia

Irse a vivir juntos. ¿Y después?

Son muy numerosas las parejas que, antes de contraer un compromiso matrimonial, se van a vivir juntos. Una decisión, en muchas ocasiones, que no ha sido realmente madurada y que aporta menos de lo que parece a la estabilidad de una pareja.

José María Contreras·4 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Traducción del artículo al inglés

Escucha el podcast Irse a vivir juntos. ¿Y después?

Ir a descargar

Hay gente que, a pesar de no tener las cosas muy claras, se va a vivir con otra persona, exponiéndose a un gran fracaso y desoyendo todos los consejos relacionados con el asunto.

Muchas veces, el ser humano, antes de ponerse a pensar, ya ha decidido. Y esta es una de las razones por las que la experiencia de los demás, en estos casos, vale muy poco.

Otras veces es por no saber lo que realmente se hace, las razones son superficiales: “lo hace todo el mundo”, “vamos a ver”, “no queremos fallar”…

Hay falta de formación y manipulación por parte de la débil cultura que nos rodea, mal uso de la libertad. En el fondo subyace la creencia de que, aunque a los demás, en general, les vaya mal, a ellos les va a ir bien… En resumen, todo muy débil, muy superficial, muy adolescente.

Me gustaría detenerme en lo que viene después del “irnos a vivir juntos” porque, en la mayoría de los casos, hay un después, un “ya no vivimos juntos”.

Generalmente la situación es dolorosa. Mucho peor que si se hubiera dejado un noviazgo. Vivir con una persona y después dejarlo es una experiencia que marca. Deja huella para siempre, porque se ha sido dejado para siempre.

La desilusión, el sufrimiento, la aridez que supone el fracaso, el desencanto, la sensación de haber sido rechazado como persona. Si uno ha sido dejado tiene la sensación de “que no ha satisfecho” lo que el otro quería comprobar, la sensación de no valer, de no haber sido amado, de haberse jugado con los sentimientos más profundos, todo ello en conjunto deja una marca indeleble en el corazón humano.

Hay veces que la autoestima termina por los suelos, se piensa que no se es digno de ser querido. El lastre es muy fuerte.

¿Rehacer la vida? ¿Con quién? De alguna forma la vida se ha roto. La ilusión de un amor limpio, exigente, ha desaparecido.

Probablemente la exigencia a la hora de buscar decaiga, hay situaciones en que basta con que alguien haga caso para establecer una nueva relación.

En realidad, lo que se va buscando quizás sea algo de ilusión, salir de esa desesperanza.

Quizás se empiece con una persona que también ha sido dejada. El valor del compromiso ha decaído y la unión de dos personas sin ese sentido es una unión débil, al primer contratiempo todo se rompe. Por otra parte, el reloj biológico aprieta. Lo cual lleva a actuar con cierta prisa.

No se trata de desesperanzar a nadie. En el terreno de la felicidad siempre se puede empezar pidiendo perdón, a quien se debe y como se debe.

Para los creyentes, confesarse, pedir perdón y empezar de cero, con la ilusión que da el saberse perdonado, es un remedio maravilloso, también en lo humano, en lo psicológico.

Vivir de acuerdo con unas creencias ayuda mucho.

Si no es así, probablemente, nos dejemos llevar más de la cuenta por el estado de ánimo, y este es un agarradero muy débil que además no es controlable.

Las vidas planas, sin creencias, no son completas, falta algo.

Por eso, antes de tomar una decisión, siempre se tiene que ver el estado en que se quedaría si se fracasara.

Vaticano

El Papa a los ancianos: «Los jóvenes nos observan»

Rome Reports·3 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

En su audiencia del miércoles, 4 de mayo, el Papa Francisco se dirigió a los mayores y subrayó el poder que tiene su ejemplo de la práctica de la fe hasta el final de sus días precisamente para contrarrestar la idea de que la fe no tiene una relación real con la vida.


Ahora puedes disfrutar de un 20% de descuento en tu suscripción a Rome Reports Premium, la agencia internacional de noticias, especializada en la actividad del Papa y del Vaticano.
Vaticano

Papa Francisco: «Iría a ver a Putin si abriese la puerta… hay que detener el fuego de las armas»

El Papa Francisco vuelve a manifestar su preocupación por los que está sucediendo en Ucrania. En una entrevista con un medio italiano ha asegurado que antes de ir a Kiev debe ir a Moscú y reunirse con Putin "si abriese la puerta".

Giovanni Tridente·3 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Traducción del artículo al alemán

No pasa un día sin que el Papa Francisco haga un llamamiento al fin de la guerra. Desde el inicio del conflicto en Ucrania, ha sido una preocupación constante, manifestada en cada encuentro público, desde las audiencias con los fieles hasta las celebraciones de Pascua, pasando por el Ángelus y el Regina Caeli desde la ventana de la Plaza de San Pedro.

El último llamamiento público fue el pasado domingo, cuando confesó «sufrir y llorar» pensando en el sufrimiento de la población ucraniana agotada por más de dos meses de bombardeos.

A continuación, invitó a ofrecer el Rosario diario, especialmente en este mes de mayo dedicado a la Virgen, por la paz. Ante la «macabra regresión de la humanidad» -así definió el Papa lo que está ocurriendo- uno se pregunta, de hecho, si realmente buscamos la paz y queremos evitar «la continua escalada militar y verbal».

«Os lo ruego, no se ceda a la lógica de la violencia, a la perversa espiral de las armas. Por favor, no cedan a la lógica de la violencia, a la perversa espiral de las armas.

Preocupación y desánimo

En una entrevista con el redactor jefe y el subdirector del diario italiano Corriere della Sera, el Papa Francisco volvió a mostrar su preocupación y desánimo por lo que está ocurriendo, sin ocultar una vena de pesimismo, como dijeron sus interlocutores.

A continuación, hizo saber, mientras se realizan todas las gestiones diplomáticas para alcanzar un «alto el fuego» inmediato, que se había ofrecido a visitar Moscú a las pocas semanas de iniciado el conflicto, pero que no había recibido respuesta. Sin embargo, está amargado porque no ve la manera de detener «tanta brutalidad»: «Hace 25 años vivimos lo mismo con Ruanda», dice sin tapujos el Pontífice, comparando el conflicto de Ucrania con el genocidio africano.

El comercio de armas es un escándalo

A la pregunta de si cree que es correcto enviar armas a Ucrania, el Papa respondió: «No puedo responder, estoy demasiado lejos, a la pregunta de si es correcto abastecer a los ucranianos. Lo que está claro es que se están probando armas en esa tierra». Y añadió: «Para eso se hacen las guerras: para probar las armas que hemos producido. Esto es lo que ocurrió en la guerra civil española antes de la Segunda Guerra Mundial».

Así que reitera, como ha hecho en muchas otras ocasiones, que «el comercio de armas es un escándalo» y que hay muy pocos que se oponen a él.

Iría a ver a Putin…

A continuación, aclara también la idea de su visita a Kiev, donde en todo caso ha enviado varias veces como representantes al cardenal Czerny (Dicasterio para la Promoción del Servicio del Desarrollo Humano Integral) y al Limosnero Krajewski, y dice que por el momento prefiere ir primero a Moscú: «primero debo reunirme con Putin. Pero yo también soy sacerdote, ¿qué puedo hacer? Hago lo que puedo. Si Putin abriera la puerta…».

La reunión en línea con Kirill…

En cuanto a la reunión con el Patriarca Kirill, cabeza de la Iglesia Ortodoxa Rusa, reveló que los primeros veinte minutos los pasó leyendo una serie de «justificaciones para la guerra» de su interlocutor: «Le escuché y le dije: no entiendo nada de esto. Hermano, no somos clérigos del Estado, no podemos usar el lenguaje de la política, sino el de Jesús… debemos buscar caminos de paz, detener el fuego de las armas».

Operación de rodilla

El Papa se someterá hoy a una pequeña operación en la rodilla, una infiltración, para superar un dolor que le ha obligado a evitar el movimiento durante varias semanas. Parece que tiene un ligamento roto: «Hace falta un poco de dolor, un poco de humillación…».

Familia

Mª Pilar Lacorte: «Todos podemos, de algún modo, ser familias que acompañan a otras familias»

El I Workshop Internacional sobre Acompañamiento Familiar, promovido por el Instituto de Estudios Superiores de la Familia de la Universitat Internacional de Catalunya quiere ser un punto de encuentro para abordar de manera práctica y realista el acompañamiento familiar.

Maria José Atienza·3 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

En pocos días, el Instituto de Estudios Superiores de la Familia de la Universitat Internacional de Catalunya inaugurará el I Workshop Internacional sobre Acompañamiento Familiar. Tres días en los que psiquiatras, familias, orientadores y docentes compartirán reflexiones y sobre todo, experiencias y formación sobre acompañamiento familiar, que va más allá de ofrecer contenidos teóricos sobre la familia.

Como destaca en esta entrevista Mª Pilar Lacorte, subdirectora de Programas Docentes del Instituto de Estudios Superiores de la Familia de esta Universidad “la formación sigue siendo necesaria, pero no es suficiente, y sobre todo hay que aprender a formar de otro modo, con otra metodología y otro estilo, acorde con la cultura en la que vivimos”.

¿Cómo nace la idea de este workshop?

–En el IESF llevamos años trabajando sobre la necesidad y el modo de realizar acompañamiento a las familias. Desde la experiencia docente e investigadora, hemos constatado que los cambios culturales de las últimas décadas no han ido de la mano de un cambio en la manera de ayudar a las familias acorde con su nueva mentalidad y sus nuevas circunstancias.

Después de estos años de trabajo, nos ha parecido un buen momento de compartir esta experiencia con quienes están en primera línea al lado de las familias. Nos ha parecido que una buena manera de hacerlo es convocar un Workshop, es decir, un encuentro con un enfoque práctico, sobre Acompañamiento Familiar. Vemos este workshop como una oportunidad para promover un cambio de ciclo, dando una respuesta más real y concreta a las necesidades que hoy tenemos las familias.

El hecho de celebrarlo este año ha sido motivado por la celebración del año de la familia Amoris laetitia, promovido por el Santo Padre. Debemos recordar que el Papa Francisco ha subrayado especialmente la necesidad de estar cerca de las familias, de un modo práctico y realista. Y esto es precisamente el acompañamiento familiar.

Vemos este workshop como una oportunidad para promover un cambio de ciclo, dando una respuesta más real y concreta a las necesidades que hoy tenemos las familias.

Mª Pilar Lacorte. Subdirectora de Programas Docentes del Instituto de Estudios Superiores de la Familia. UIC

¿A quién va dirigido y cuáles son los objetivos de este I Workshop Internacional sobre Acompañamiento Familiar ? 

–Como objetivo general, el workshop quiere ayudar a entender el acompañamiento familiar como un cambio de enfoque en el modo que hasta ahora se tenía sobre cómo apoyar a las familias, como ya he indicado antes. No se trata de iniciar nuevas estructuras, o de realizar cambios drásticos, sino de comprender cuáles son las dificultades reales ante las que se enfrentan las familias y aprender a ayudarles desde una perspectiva y una mirada renovadas.

Los objetivos concretos del workshop son, por un lado, ofrecer una formación sobre qué es y cómo realizar este acompañamiento a las familias desde distintos ámbitos (educativo, pastoral, desde gabinetes profesionales, redes sociales, etc.), de forma práctica y realista.

Al mismo tiempo, nos gustaría que el workshop sirviese como punto de encuentro para dar a conocer iniciativas de acompañamiento que ya se están realizando y posibilitar el encuentro con quienes desean realizar esta tarea, posibilitando sinergias entre los participantes, y fomentar la creación de nuevas iniciativas en los distintos países.

Nos alegra ver que hasta el momento tenemos más de 400 asistentes de unos 50 países de los cinco continentes. Creemos que esto va a suponer un enriquecimiento muy relevante para todos los que participen en el programa.

Durante mucho tiempo se ha «instruido»o formado a padres, madres, orientadores…, pero, ¿es lo mismo que el acompañamiento? ¿Qué lo diferencia, por ejemplo, de un curso de orientación familiar? 

Pilar Lacorte
Mª Pilar Lacorte

–Hasta hace unos años creíamos que bastaba con ofrecer a las familias una “formación” para ayudarlas: es decir, darles unas ideas sobre cómo debe ser la familia y cómo deben hacer las cosas, con un estilo que podríamos llamar “directivo”, olvidando que la formación no es solo dar o recibir información, la formación requiere la libertad que posibilita que cada persona, cada familia descubra su protagonismo único. Tal vez hemos tenido una idea demasiado moralista o intelectual sobre la familia.

Evidentemente la formación sigue siendo necesaria, pero no es suficiente, y sobre todo hay que aprender a formar de otro modo, con otra metodología y otro estilo, acorde con la cultura en la que vivimos, que como decía al inicio ha cambiado radicalmente en las últimas dos décadas.

Da la sensación de que nos formamos mucho en la vida profesional, o incluso social, pero para lo que menos tiempo nos formamos es para lo que nos ocupará toda la vida que es el desarrollo de nuestra vida familiar. ¿Somos conscientes de esta carencia?

–Las personas y las familias, con nuestras acciones cotidianas, somos quienes creamos la cultura que nos rodea, y a la vez, nos sentimos influidas por esa misma cultura.

Desde el Instituto de Estudios Superiores de la Familia hemos analizado cómo son las familias actuales: occidente muestra una clara tendencia hacia la creación de sociedades muy individualistas. Nos cuesta estar unos con otros, necesitamos respuestas y acciones inmediatas y cuando surge el conflicto, lo entendemos como señal de un fracaso irreparable. Y evidentemente, nos cuesta pedir ayuda.

Con estos presupuestos, la vida de las familias puede llegar a ser muy complicada; nos cuesta comprender la importancia de los lazos familiares y fortalecer esos vínculos se hace difícil. Tal vez ese sea el motivo por el que no somos conscientes de lo que realmente es importante en la vida de nuestras familias.

¿Persiste cierta idea de que sólo se acude a la formación o a la orientación para resolver un problema familiar o para prevenirlo? 

–Nuestra propuesta es acompañar a las familias. Acompañar significa “estar junto a alguien”, andar a su lado, no sólo cuando hay dificultades, hay que estar presentes para que exista la necesaria confianza que permite acompañar.

Se acompaña para que las familias sean capaces de descubrir su propio protagonismo y aprendan el mejor modo para resolver las dificultades y conflictos que todas las relaciones personales llevan consigo. Acompañar es sobre todo establecer una relación personal y, como tal, se basa en la confianza: no podemos imponerla, pero sí ofrecer las condiciones para que sea posible.

El acompañamiento familiar no es una única acción, sino más bien un cambio de perspectiva “de amplio espectro” que puede aplicarse de maneras distintas y en ámbitos muy diversos.

Mª Pilar Lacorte. Subdirectora de Programas Docentes del Instituto de Estudios Superiores de la Familia. UIC

En nuestra sociedad, se está perdiendo en muchos ambientes el concepto de «familia», como unidad de madre-padre-hijos, e incluso, de familia amplia. ¿Cómo afrontar este acompañamiento en situaciones diversas como las que encontramos en estos momentos? 

–El acompañamiento familiar no es una única acción, sino más bien un cambio de perspectiva “de amplio espectro” que puede aplicarse de maneras distintas y en ámbitos muy diversos. No creo que se esté perdiendo el concepto de familia, somos seres familiares, porque somos personas humanas.

Hay un núcleo fundamental, podríamos decir que universal de lo que significa “ser familia”, pero después hay muy variadas formas de desplegarlo, como he señalado antes. Como no existen “familias ideales” ni “familias perfectas”, en realidad todos necesitamos ser acompañados. Y todos podemos de algún modo ser familias que acompañan a otras familias.

Para eso es importante aprender a mirar de otro modo la realidad familiar, formarnos y compartir con otros, así que, de algún modo, todas las personas preocupadas por ayudar a las familias tenemos cabida en este workshop.

Teología del siglo XX

Las etapas de Joseph Ratzinger (II). Prefecto (1982-2005)

Como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger realizó un trabajo inmenso y oculto, pero también se dio a conocer por la lucidez de sus conferencias, cursos y entrevistas, que desarrollaron su aportación teológica y le situaron en la vida y reflexión de la Iglesia.

Juan Luis Lorda·2 de mayo de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

Traducción del artículo al inglés

Cuando Joseph Ratzinger llegó a Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (1982), era un teólogo alemán conocido, con una obra no muy grande, un libro de éxito (Introducción al cristianismo, 1968) y un pequeño manual (Escatología). En alemán tenía bastantes artículos y algún libro. Poco más. Cabía suponer que su trabajo como Prefecto terminaría con su producción. Además, realizó un trabajo intenso y absorbente durante muchos años (1982-2005): veintitrés, tantos como había sido profesor de teología (1954-1977). Pero, afortunadamente, no desapareció como teólogo. Y esto se debe, en primer lugar, a que el cargo le puso ante las grandes cuestiones planteadas en la Iglesia; ante lo que quería hacer Juan Pablo II; ante los problemas doctrinales que llegaban a la Congregación, los trabajos de las comisiones ecuménicas, de la Comisión Teológica Internacional y de la Pontificia Comisión Bíblica, y ante las preocupaciones y consultas del episcopado mundial.

Una manera de trabajar

Otro prefecto quizá hubiera transmitido la responsabilidad de estudiar estos asuntos a expertos teólogos, reservándose un juicio prudencial último. Contaba con otros expertos, pero siendo él mismo un “experto teólogo” se veía obligado a tener una mente clara y personal sobre estas cuestiones, y a aumentar su conocimiento y a desarrollar su juicio. Y le tocaba explicarlo en los distintos foros de trabajo en la congregación y en reuniones de obispos. Por ejemplo, en 1982, da un curso al Celam sobre Jesucristo; y en 1990, otro a obispos del Brasil sobre la situación de la catequesis, recogido en La Iglesia, una comunidad siempre en camino (1991). La mayor parte de esas intervenciones, conferencias, cursos y contribuciones a homenajes (Festschrift) las escribía él, a diferencia de lo que es normal en este tipo de cargos. Minuciosamente, a lápiz y con letra menuda. Y las retocaba para publicar. Después, con notable perseverancia, las reunía en libros con cierta unidad temática, retocándolas de nuevo y explicando cuidadosamente el origen de cada texto. De modo que unos hilos argumentales, que vienen desde su época de profesor, van desarrollándose, enriqueciéndose y coordinándose a lo largo de los años. Por eso, su obra no es un conjunto de escritos ocasionales para salir del paso, sino un poderoso cuerpo de mentes sobre los grandes temas.

Un impacto mediático

Es seguro que, dada su personalidad y timidez, no pensó jamás en una estrategia mediática. Sin embargo, se produjo. Lo primero fue un libro entrevista sorpresa, Informe sobre la fe (1985), sobre la aplicación del Concilio, respondiendo al periodista Vittorio Messori. Incómodo, porque todavía era de mal gusto en ambientes eclesiásticos insinuar que algo había salido mal, a pesar de las tremendas estadísticas. Nadie quería dar razones a la reacción tradicionalista. Pero a Joseph Ratzinger no le cuadraba este estúpido esquema de dos bandos. No tenía ninguna duda sobre el valor del Concilio, y, en cambio, tenía reparos sobre las derivas. Después, la nueva revista 30Giorni, de Comunione e Liberazione, que nació en 1988 y cerró en 2012, divulgó sus conferencias y entrevistas en muchas lenguas generando un creciente interés, y recogiéndolas, después, en Ser cristiano en la era neopagana (1995). En 1996, salió el libro entrevista con Peter Seewald, La sal de la tierra; y en 2002, Dios y el mundo, que le permitieron expresarse con franqueza y sencillez. En 1998, cuando ya era una personalidad muy conocida y aumentaban sus conferencias, surgió Zenit, que las tradujo y difundió inmediatamente por internet en muchos idiomas. Esto ayudó a multiplicar las ediciones de sus libros, porque interesaba todo. Y se recuperaron obras menores y predicaciones de su época de profesor y de cuando era obispo de Múnich. En una época difícil para la Iglesia, el cardenal Ratzinger se había convertido en la mente de referencia para muchas cuestiones intelectuales, que acompañaba la obra de renovación de Juan Pablo II. Y esto fue creciendo hasta ser elegido Papa en 2005.

De esta manera, se pasó de unas pocas obras conocidas (sobre todo, Introducción al cristianismo) a un considerable conjunto de libros en muchos idiomas, con cierta dispersión de títulos. Materiales reordenados después, de nuevo, sistemáticamente, para sus Obras Completas (O.C.).

Trabajo en la Congregación

Su trabajo en la Congregación era, en primer lugar, seguir al Papa san Juan Pablo II en sus empeños. Especialmente en las encíclicas de mayor compromiso doctrinal: Donum vitae (1987), sobre la moral de la vida; Veritatis splendor (1993), sobre los fundamentos de la moral católica; y Fides et ratio (1998), además del Catecismo de la Iglesia Católica (1992). Sobre cada uno de estos documentos, hay mucho trabajo previo e importantes comentarios posteriores del entonces cardenal Ratzinger. Sobre las encíclicas y cuestiones morales, por ejemplo, el libro La fe como camino (1988). Todo el movimiento de Juan Pablo II y sus iniciativas sobre el milenio, la purificación de la memoria histórica, los sínodos temáticos, y las relaciones ecuménicas le exigían mucho trabajo. También le correspondían por oficio los aspectos más duros de la Iglesia, los pecados graves de los clérigos, que entonces se reservaban a la Congregación para la Doctrina de la Fe. Le tocó aclarar y afrontar toda la crisis sobre la pederastia, intervenir en los casos, exigir investigaciones, renovar los protocolos de actuación e impulsar la adecuada expresión canónica. Además, había seis grandes áreas de tensión doctrinal, que requerían mucho discernimiento teológico. Las dividimos en dos grupos: las que tienen que ver con la coherencia de la teología católica, y las que tienen que ver con el diálogo ecuménico y con otras religiones.

Discernimientos sobre la teología católica

1. La cultura moderna producía y produce cuestionamientos en temas doctrinales y morales, con todo lo que resulta incómodo creer (Divinidad y Resurrección de Cristo, presencia eucarística, escatología, ángeles…) o practicar (moral sexual, cuestiones de género, no al aborto y a la eutanasia). Requerían constantes precisiones, como, entre muchas, la carta apostólica Ordinatio Sacerdotalis (1994) sobre la imposibilidad del sacerdocio femenino; y correcciones: Küng, Schillebeeckx (1984), Curran (1986)…, que se trataban con los autores, y se deformaban sin límite en los medios de comunicación.

2. Durante el Concilio se había producido un cierto trasvase de autoridad doctrinal de los obispos a los peritos y teólogos. Esto fomentaba, a veces, un protagonismo desequilibrado. Porque la fe no se sustenta en la especulación teológica, y se expresa mejor en la Liturgia y oración de los fiel s que en los despachos. Así nació la Instrucción Donum veritatis, sobre la vocación eclesial del teólogo (1990). Con sus comentarios y otros escritos, el cardenal compondría Naturaleza y misión de la teología (1993).

3. También afectaba a la interpretación auténtica del Concilio, si debía hacerse desde la “letra” aprobada o desde el “espíritu” del Concilio, encarnado más bien en algunos teólogos, chocante propuesta del historiador Alberigo. Desde otro punto de vista, estaba la crítica de Lefevbre al Concilio, que ocupó mucho al Prefecto, intentando evitar un cisma. Además de Informe sobre la fe, Joseph Ratzinger tenía ya mucho escrito sobre la aportación del Concilio. Todo recogido en el tomo XII de sus obras completas (2 volúmenes en castellano).

4. Por otro lado, la ideología comunista, con puntos de contacto con el alma cristiana (preocupación por los pobres) pero con presupuestos y métodos bien lejanos, empujaba hacia la revolución total, redentora y utópica, y no hacia las ONGs, modestas y transformadoras, que solo resurgirían tras el vendaval ideológico. Además, en la explosiva situación social de algunos países latinoamericanos, había dado vuelo a las Teologías de la Liberación y a compromisos revolucionarios exitosos en derribar gobiernos y desastrosos en gestionar naciones. Era necesario un discernimiento, que se hizo en las Instrucciones Libertatis nuntius (1984) y Libertatis conscientia (1986). Además de corregir la obra de Leonardo Boff (1985), que no lo admitió, y de dialogar con Gustavo Gutiérrez, que nunca tuvo un proceso y evolucionó.

Discernimientos en el ecumenismo y con otras religiones

1. Las relaciones ecuménicas obligaban a precisar: primero, con los anglicanos; después, con los ortodoxos, especialmente sobre el sentido de la comunión de las Iglesias particulares en la Iglesia universal y sobre el Primado. Con los protestantes, se logró un acuerdo histórico, con matices, sobre el tema clásico de la justificación (1999), y se trató sobre el sacramento del Orden. La noción de “comunión” (y su ejercicio), muy importante en la teología del siglo XX, es capital para que los ortodoxos puedan entenderse en comunión con la Iglesia católica, aparte de las dificultades históricas y de mentalidad. De ahí la Carta Communionis notio, sobre algunos aspectos de la Iglesia considerada como comunión (1992). Se relaciona con muchos escritos anteriores y posteriores del cardenal sobre eclesiología y ecumenismo (tomo VIII de sus O. C.).

2. El dinamismo de la vida cristiana, sobre todo en la India pero también en África, exigía una mente sobre el valor de las religiones, el sincretismo religioso y el lugar de Cristo y la Iglesia, también sobre la inculturación litúrgica. La carta Orationis formae (1989) sobre la forma de la oración cristiana, y la notificación sobre los escritos de De Mello (1998) matizaban posibles sincretismos. En cambio, la Declaración Dominus Iesus, sobre la unicidad y la universalidad salvífica de Jesucristo y de la Iglesia (2000) sentaba los fundamentos teológicos del diálogo de la Iglesia con las religiones del mundo, en el inicio del tercer milenio. El tema fue muy trabajado por el cardenal, antes y después de la Declaración. Destaca sus conferencias en la Sorbona (1999). Con esta y otras publicó Fe, verdad y tolerancia. El cristianismo y las religiones del mundo (2003).

Tres grandes temas

En la mente del prefecto y teólogo había sin embargo tres temas más. El primero es la Liturgia que, en su experiencia creciente, es el alma de la vida de la Iglesia, donde expresa su fe. Recoge las muchas intervenciones sobre temas litúrgicos, relanzadas en su etapa como obispo de Múnich. Además, es capaz de componer un ensayo nuevo, El espíritu de la liturgia. Una introducción (1999) sobre la esencia y forma de la liturgia y el papel del arte. En paralelo, recopila sus predicaciones sobre los tiempos litúrgicos y los santos. Y reafirma que la verdadera teología ha de obtener su experiencia de la santidad. Componen el tomo XIV de sus O.C. Después está su preocupación por la nueva exégesis, de la que ha aprendido mucho, pero le parece que media demasiado entre la Biblia y la Iglesia, y que puede alejar la figura de Cristo.

El documento de la Pontificia Comisión Bíblica sobre La interpretación de la Biblia en la Iglesia (1993) no le entusiasmó. Aprovechó el doctorado honoris causa en la Universidad de Navarra para hablar sobre el lugar de la exégesis en la teología (1998). Y llevaba años dando forma a una “Cristología espiritual” con una exégesis creyente. Había publicado ya Miremos al traspasado (1984) con el curso al Celam sobre Jesucristo (1982) y otros hermosos textos sobre el Corazón de Jesús. Y en el libro Un canto nuevo para el Señor (1999), además de materiales sobre liturgia, recogió dos cursos sobre Cristo y la Iglesia (uno en el Escorial, 1989); también reivindicó la figura viva del Señor en Caminos de Jesucristo (2003). Quiere retirarse para escribir esa “Cristología espiritual”, con un adecuado fondo exegético, pero solo lo podrá hacer, a ratos, cuando sea Papa.

Por último, en conferencias a peticiones concretas, desarrolla un “nuevo pensamiento político” sobre la situación de la Iglesia en el mundo postcristiano. Las recoge en varios libros: en Verdad, valores, poder. Piedras de toque de la sociedad pluralista (1993); en Europa, raíces, identidad y misión (2004), donde entre otras cosas está el famoso diálogo con Jürgen Habermas (2004); y en El cristiano en la crisis de Europa (2005), con su última conferencia en Subiaco, a las puertas de la elección papal.

Aparecen temas que se harán famosos: “la dictadura del relativismo”, la necesidad de que exista un fundamento moral prepolítico (“etsi Deus daretur”), la conveniencia de “ampliar la razón” frente a las pretensiones reductivas del método científico, y también que las nuevas ciencias funcionan, de facto, con “otra filosofía primera”.

Amas de casa, la revolución del servicio

Ser ama de casa hoy en día es mucho más que poner lavadoras, preparar la comida o limpiar la casa, eso lo puede hacer un empleado, un marido, los hijos…; ser ama de casa es estar al servicio en el sentido amplio del término, es una diakonía.

30 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

El día 1 de mayo coincide el Día de la Madre (primer domingo del mes de las flores) con el Primero de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores; una fecha en mi opinión muy propicia para acordarnos de las madres que trabajan exclusivamente en el hogar, las tradicionalmente conocidas como amas de casa.

Bien es cierto que el 8 de marzo, Día de la Mujer, algunos se acuerdan de ellas; pero son los menos, puesto que es una jornada que, en su origen, reivindicaba primordialmente los derechos laborales de las mujeres. También hay otra fecha, el 9 de octubre, en la que se celebra el Día del Ama de Casa (desconozco el porqué), pero para la mayoría pasa absolutamente desapercibida. Y es que pasar desapercibida es la especialidad del ama de casa, pues el trabajo del hogar siempre es silencioso y oculto, aunque imprescindible.

Por eso hoy quiero sacarlas a la luz y romper una lanza por ellas: las amas de casa. Me da igual que me critiquen los ideólogos de género o los gurús del movimiento woke: ¡vivan las amas de casa!

Porque no hablo de quienes no tuvieron otra oportunidad, no hablo de quienes fueron obligadas a quedarse en casa en términos de desigualdad, hablo de quienes libre y voluntariamente, conscientes de la importancia de la familia como núcleo vital o quizá sin un discernimiento tan profundo, sino simplemente guiadas por el sentido práctico, decidieron que lo mejor para sus hijos, para su marido y para ellas mismas era encargarse en exclusiva de cuidar de los suyos.

Son muchas hoy en día las profesionales altamente capacitadas y bien situadas en el mercado laboral, con maridos implicados en las tareas domésticas, que viven una relación igualitaria, pero que se dan cuenta de que las promesas de felicidad que les ofrecía la carrera profesional no han cubierto sus expectativas y que, en un movimiento revolucionario, vuelven al hogar a hacer ese trabajo que no se cotiza en euros, porque dar la vida por los demás no puede pagarse.

Y es que ser ama de casa hoy en día es mucho más que poner lavadoras, preparar la comida o limpiar la casa, eso lo puede hacer un empleado, un marido, los hijos…; ser ama de casa es estar al servicio en el sentido amplio del término, es una diakonía.

En su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2021, el papa Francisco invitó a fomentar una «cultura del cuidado para erradicar la cultura de la indiferencia, del rechazo y de la confrontación, que suele prevalecer hoy en día», y afirmaba que «la educación para el cuidado nace en la familia, núcleo natural y fundamental de la sociedad, donde se aprende a vivir en relación y en respeto mutuo».

Las amas de casa nos enseñan el valor de entregar la vida entera a los cuidados. Reflejan al Buen Pastor que desafía a la lógica y a lo que todo el mundo hace para atender a quien lo necesita; reflejan al Buen Samaritano, que pierde su tiempo, su estatus y su dinero para cuidar de quien nadie quiere cuidar. Porque hoy nadie quiere cuidar a los bebés (la natalidad está en mínimos históricos), porque hoy nadie quiere cuidar a los niños ni a los adolescentes (los centros educativos extienden sus horarios para hacer de cuidadores), porque hoy nadie quiere cuidar a los ancianos (la eutanasia se abre paso como válvula de escape de la olla exprés de la cada vez más invertida pirámide poblacional), porque las palabras servir y dar gratis producen urticaria.

Es fácil leer este artículo en clave de lucha de sexos (¿por qué ellas y no ellos?) o en clave económica (es que con un solo sueldo es imposible). Perderíamos una vez más la ocasión de hacerlas protagonistas. Y es que hoy quiero fijarme en ti, ama de casa, que no tienes un pelo de tonta ni te dejas dominar por nadie, sino que has descubierto la perla de la que habla Jesús cuando dice: «¿quién es más, el que está a la mesa o el que sirve? ¿Verdad que el que está a la mesa? Pues yo estoy en medio de vosotros como el que sirve» (Lc 22, 27

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Leer más
Familia

Mercado laboral y reputación del matrimonio erosionan la natalidad

Las altas tasas de paro de la población juvenil española, bajos salarios y precariedad del empleo, disuaden a los jóvenes del matrimonio y la natalidad, ha asegurado estos días el Observatorio Demográfico del CEU que dirige Joaquín Leguina. El hecho se agrava con una imagen fake del matrimonio y una penalización por familia, explica la consultora María Álvarez de las Asturias.

Francisco Otamendi·30 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

Sin duda habrá otros factores. Pero el empleo precario, tal como han destacado los expertos del CEU, y la “mala prensa del matrimonio”, en expresión coloquial de María Álvarez de las Asturias (Instituto Coincidir), autora de libros de excelente difusión como ‘Más que juntos’, ‘Una decisión original’, o ‘La nulidad matrimonial, mitos y realidades’, inciden claramente en que “los jóvenes cada vez se casan menos y lo hacen cada vez más mayores”, y en que “la juventud se emancipa muy mayor, con altas tasas de paro”.

Conclusión, “desde el punto de vista social, España tiene un problema grave con respecto a la natalidad”, ha manifestado esta semana el director del Observatorio Demográfico (OD) del CEU, Joaquín Leguina, en un acto organizado en la Universidad CEU San Pablo por la Facultad de Humanidades y CC. de la Comunicación, el Instituto CEU de Estudios de la Familia y el Centro de Estudios, Formación y Análisis Social (CEFAS).

Verán ahora algunos datos, en cascada, extraídos en parte de los informes presentados por el citado observatorio, en los que figura como coordinador el ingeniero Alejandro Macarrón, y también procedentes de otras fuentes, en especial los relativos a las bodas civiles y canónicas, es decir, celebradas por la Iglesia, como suele decirse coloquialmente. Luego les ofreceremos unos comentarios.

Emancipación, a los 29,5 años; matrimonio, a los 34

1) Los jóvenes españoles son de los que más tardíamente se emancipan en la Unión Europea, habiéndose retrasado en algo más de un año la edad media de salida del hogar familiar (en España tiene lugar a los 29,5 años, por los 25,5 en la eurozona) a raíz de la última gran crisis económica que comenzó en 2008.

2) El indicador coyuntural de primonupcialidad, que equivale a una estimación anual de la probabilidad de que la gente se case al menos una vez con menos de 60 años, ha caído algo más del 50 %, concretamente de 0,99 en 1976 a 0,48 en 2019, según el Observatorio universitario.

Es decir, “a comienzos de la Transición se casaba alguna vez la inmensa mayoría de los españoles. Por eso hoy solo 1 de cada 11 españoles que fallece con 80 años o más lo hace sin haberse casado a lo largo de su vida. Y con los datos actuales, más de la mitad de los españoles no se casarían nunca.”.

3) “La edad media al primer matrimonio ha pasado de 25,4 años en 1976 a 34,4 años en 2019, un retraso enorme”. En las últimas décadas, “se ha retrasado notablemente la edad al contraer matrimonio, lo cual tiene una incidencia negativa en la fecundidad, si bien actualmente no pocas parejas invierten el orden tradicional de casarse primero y tener hijos después, y celebran su boda ya con uno o varios retoños”.

4) El número de hijos por mujer, denominado por los expertos índice sintético de fecundidad, se desplomó en España en 2019, hasta situarse en 1,23, la cifra más baja desde el año 2000, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Estos días, el citado OD ha informado que en 2020, año ciertamente atípico por la pandemia, este índice fue del 1,18.

5) Hace 20 años hubo en España 163.000 bodas católicas. En 2020, no llegaron a las diez mil. Frente a ello, los ritos civiles pasaron de 44.779 en 1996 a 129.000 en 2019. En 2001, el 73,1 por ciento de los matrimonios celebrados en España eran católicos. Ocho años después, el porcentaje se había reducido al 45,5 por ciento. A mediados de la pasada década, caía hasta el 31,7 por ciento. El año pasado, apenas superaba el 20 por ciento. Ahora, sólo uno de cada diez son católicos (fuentes de la Conferencia Episcopal Española, CEE).

Las españolas quieren tener más hijos

El bajo índice de fecundidad mencionado es aún más penoso, si cabe, porque una encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE) recordó que las mujeres españolas en edad fértil aseguran querer tener “más del doble de los hijos que tienen”. En efecto, la brecha entre los hijos deseados y los que se tienen es la más grande de Europa, con 1,1 hijos por mujer, según el informe ‘Estado del bienestar, ciclo vital y demografía’, del Observatorio Social de la Fundación La Caixa, presentado a finales del año pasado.

El factor laboral

Podemos repasar ahora algunas causas de este fenómeno, que buena parte de la opinión pública ha calificado como invierno demográfico, e incluso suicidio demográfico. Es decir, por qué las españolas y españoles que quieren tener más hijos, no los tienen. Aunque se ha mencionado al principio, conviene reiterarlo. Se trata de la coyuntura económica y laboral.

“Las tasas de paro de la población juvenil española son muy altas, los salarios muy bajos y muchos empleos son precarios. Una realidad que provoca que la maternidad se retrase y los ciudadanos tengan un menor número de hijos, disminuyendo así la tasa de natalidad”, señalan Joaquín Leguina y su equipo. A su juicio, existe una corriente social y política en contra de la familia. “Toda persona que hable en contra de la natalidad está hablando en contra de España. Hay que pelear contra las ideologías que defienden que las mujeres no tengan hijos”, afirma.

Por otra parte, la consultora y escritora María Álvarez de las Asturias explica a Omnes, en primer término, su apoyo a la tesis de los expertos del CEU. “El factor económico es ahora muy importante. Yo en otras épocas he dicho que la cuestión económica no era para tanto, pero ahora mismo, que a un chico le estén pagando en una empresa potente 800 euros al mes, no da para hacer planes. Además, con trabajos muy precarios, que no sabes si dentro de seis meses vas a estar ahí o no. La parte económica en estos momentos influye mucho”.

“Las empresas están pidiendo gente joven con 2 ó 3 años de experiencia, pero esas mismas empresas no dan a los jóvenes contratos en lo que puedan adquirir esa experiencia. No hay manera”, añade Álvarez de las Asturias. “Lo del mercado laboral hay que replantearlo si queremos que los jóvenes puedan hacer planes. Yo no digo un contrato para toda la vida. Comprendo también a los empresarios, pero un mínimo… Retribuciones de 800 euros no se corresponden con el mercado de alquiler, y tampoco con lo que están ganado los grandes directivos. Todo esto hay que replantearlo.

No hablo de un contrato para toda la vida, pero hay que encontrar el equilibrio entre que la empresa pueda pagarte, y si no puede que te tengas que ir, y que den un mínimo de seguridad”.

Discriminación o penalización por familia

Pero la consultora no se queda aquí, y se refiere a otros factores. Por ejemplo, a lo que podría llamarse discriminación o penalización en razón de familia, aunque no emplee esos términos. Lo explica de este modo: “Es que luego a los trabajadores que quieren formar una familia se les ve como una pega. La conciencia social de formar una familia es una pega. Es como si fuera un lujo. Si quieres tener hijos, arréglate. Es toda una mentalidad [la que hay que cambiar]. No digo ya pro familia, pro natalidad. Que a cualquiera que quiera tener un hijo se le pongan las cosas más fáciles”.

“Esto no pasa solamente con el matrimonio, sino con tener una familia. Tú tienes un empleado que tiene familia y no es una noticia bien recibida. De hecho, la gente se cuida mucho de decirlo, hasta que no queda más remedio que decirlo. Entre un chico que no está casado, y otro que tiene obligaciones familiares, pues está más libre… Pero es que estamos poniendo el trabajo y el rendimiento económico…, y es en cierto modo una explotación, porque son contratos en los que si despides a uno, al día siguiente tienes cincuenta mil candidatos a ese puesto. Al mercado laboral hay que darle una vuelta completa”, sintetiza.

Adolescencia, imagen

Además, Álvarez de las Asturias menciona que “la inmadurez de la adolescencia se está prolongando. Algún psicólogo señala que hasta los ventitantos es adolescencia, cuando la adolescencia terminaba antes, ¿no? Ahora, cuando unos jóvenes se casan entre 25 y 28 años, la reacción general es: ¡pero si son muy jóvenes! No son tan jóvenes, digo yo, es una edad en la que es aconsejable que tengan ya una madurez, como para tener decisiones importantes”.

La escritora cita un tercer argumento. “El matrimonio tiene muy mala prensa, y familias que siempre han sido pro matrimonio se han dejado contaminar por esta mentalidad de que el matrimonio es una cosa complicada, y tampoco animan. Y luego tienen al alcance de la mano vivir con todas las ventajas de un matrimonio, sin asumir ninguna responsabilidad. Y si hacemos un pack con todo eso… Además, se emancipan, pero con el dinero que ganan se van a vivir a un piso con varios amigos. Todo esto que he comentado influye, creo que sí”.

Una reflexión en la Iglesia

Álvarez de las Asturias propone asimismo una reflexión personal y comunitaria, mirando a las familias y a la Iglesia. ¿Por qué no se casan? “Porque lo seguimos haciendo fatal”, afirma. “Porque la preparación remota que pedía Juan Pablo II, y después Benedicto y Francisco, no la hacemos. No hay preparación remota. Y a los niños después de la Primera Comunión, o como mucho de la Confirmación, los perdemos, hasta que llegan al curso prematrimonial, cuando a lo mejor han estado conviviendo, tienen hijos… Hay ahí un espacio en el que no hacemos nada”.

Algunos aprecian “compartimentos estancos”, añade Álvarez de las Asturias en la web de Omnes. “Pastoral de juventud por un lado, pastoral familiar por otro… Y el Papa Francisco ha dicho que la pastoral familiar tiene que vertebrar todo. De la familia es de donde cuelga el resto de las pastorales. Si no tenemos familias, si no tenemos niños, nos podemos olvidar de todo”.

La consultora y escritora lleva hablando una temporada de la importancia de “mostrar matrimonios normales, no parejas perfectas. Mostrarles con la vida cómo es un matrimonio ‘de verdad’. Pero el amor imperfecto no deja de ser amor real, como dice el Papa Francisco en Amoris Laetitia: “Me ama como es y como puede, con sus límites, pero que su amor sea imperfecto no significa que sea falso o que no sea real. Es real, pero limitado y terreno” (AL. 113).

Cara al próximo Encuentro Mundial de las Familias en Roma y en las diócesis, a finales de junio, es una idea en la que se podría ahondar, aunque no comentamos este aspecto con la autora, porque el tema se alarga. Simplemente recogemos la última frase de este punto 113, aunque todo él tiene numerosas aplicaciones reales: “El amor convive con la imperfección, la disculpa, y sabe guardar silencio ante los límites del ser amado”.

“Sin natalidad no hay futuro”

Puede recordarse, finalmente, algún mensaje lanzado por el Santo Padre Francisco al inaugurar hace un año los Estados Generales de la Natalidad en Italia, promovidos por el Foro de Asociaciones Familiares. En presencia del primer ministro italiano, Mario Draghi, señaló: “Sin natalidad no hay futuro”. Es preciso “invertir” esta tendencia para “volver a poner a Italia en movimiento, a partir de la vida, a partir del ser humano”, añadió el Santo Padre en su discurso. “Italia se encuentra desde hace años con el menor número de nacimientos de Europa, que se está significando en el viejo continente no ya por su gloriosa historia, sino por su avanzada edad”, agregó el Pontífice.

Lo mismo podría decirse de España, de Grecia, y tantos otros países. Porque Francisco habló en Italia, pero tenía el mundo en su mente y en su corazón.

El autorFrancisco Otamendi

Cultura

María Tarruella Oriol: “Mis pinturas son oraciones”

No es frecuente encontrar una exposición importante de un pintor, en este caso una pintora, que hable de la fe a través del arte contemporáneo, y que afirma a las claras que su pintura es “oración”. María Tarruella lo hace. En esta conversación con Omnes, asegura que “el fondo de mi obra es la fe y la forma es muy vanguardista”.

Francisco Otamendi·30 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Esta pintora contemporánea, que tiene un curriculum a sus espaldas, expone desde el 5 de mayo al 19 junio en Boadilla del Monte (Madrid). Y nos va a contar su exposición, y la escuela de verano el ‘Observatorio de lo invisible’ en el Monasterio de Guadalupe, en conexión con el arzobispado de Toledo y el apoyo de diferentes instituciones, entre las que se encuentran varias universidades.

María Tarruella_1

En esta ocasión, la artista ha invitado a poetas cristianos que hablan de sus cuadros y de la presencia de Dios en ellos a través de su pluma; y también a un compositor joven de música sacra, que ha compuesto una pieza para cuarteto de cuerda inspirado en una obra de la artista. Ellos estarán en Boadilla el 7 de mayo y el 10 de junio.

“La exposición es la excusa para realizar un encuentro interdisciplinar de las artes contemporáneas en alabanza a Dios, es algo único”, añade María Tarruella, quien manifiesta que “mi vocación es el arte contemporáneo y la fe, conectar los dos mundos para que uno alimente y ensalce al otro, como instrumento de evangelización y de creación”.

Durante la Jornada Mundial de la Juventud 2011, celebrada en Madrid, organizó su primera exposición, ‘Arte +, Fe»’, de la que han florecido múltiples iniciativas. Conversamos, aunque no con facilidad, porque esta mujer realmente no para.

Usted, María Tarruella, tiene una historia personal, familiar, artística y de fe. ¿Qué pasó con uno de sus hijos? Santiago nació con una cardiopatía severa.

― Mi marido y yo dimos un curso prematrimonial sobre la importancia de la fe en el matrimonio. Cuando llegan momentos complicados, lo importante es haber anclado el matrimonio en la fe. Tuvimos que dar testimonio, y contamos cosas. Tenemos cuatro hijos. Está todo en Youtube, en el perfil ‘Cambio de agujas’. [28’ que merecen verse enteros. Ahí podrán ver cómo se hicieron cargo de un pequeño, Arturo, también con cardiopatía, al que encontraron en el hospital con seis meses, aunque no entró a vivir con la familia hasta los dos años y medio. “Arturo es un ángel que ha traído Dios a nuestra familia”, dice la pintora].

¿Qué cuadros estarán en la exposición?

Serán treinta cuadros. Los de 2021 y los de 2022, quizá alguno de 2020, incluidos los que figuran en la mi dirección de internet, bajo el título Vida 2022. El título es Vebo  (Vecinos de Boadilla), porque este año el concurso lo he ganado yo. [El título no le gusta a María, pero es el que hay].

¿Su estudio es una capilla gótica?

― No. Eso fue cuando estaba en Barcelona. Me prestaron una capilla de un castillo a las afueras de Barcelona. Lo limpié y lo usé. En Madrid es mi garaje, en Boadilla.

Díganos algún pintor, algún artista, que le haya inspirado o influenciado de algún modo.

― ¿Amores platónicos o reales, cercanos? A ver, amores platónicos tengo a Anish Kapoor, británico de origen indio, escultor; y Bill Viola, estadounidense, budista, uno de los artistas más importantes del mundo, en Video Art, me inspiro mucho en él. Me apasiona, busca el silencio, la contemplación. El año pasado hubo una exposición buenísima suya en la Fundación Telefónica, y se alargó por el éxito que tuvo.

En cuanto a Kappor, tiene esculturas que son sólo pigmento azul, como un círculo gigante, y te acercas, y se llama Madonna. Él no es cristiano, pero esta sensación de atracción al vientre materno de la Virgen es brutal. Es hindú, trabaja en Londres, y es uno de los ‘picassos’ hoy día.

¿Cómo pinta María Tarruella?

― Con diferentes materiales, no es sólo pintura, se llaman técnica mixta. Son óxidos, tierra, polvos de hierro… Por ejemplo, cenizas para hablar de nuestro pecado, que las barren mantos de cera cristalina para reflejar la fuerza y el amor de Dios; también utilizo minerales como polvo de mica para simbolizar la joya preciosa que somos a los ojos de Dios; la presencia de la Virgen está siempre latente en mi obra con pintura azul tornasolada inspirando destellos de su manto protegiéndonos…

Es usted patrona y fundadora de la Fundación Vía de las Artes, y lanzan a finales de junio el ‘Observatorio de lo invisible’. Cuéntenos.

― Precisamente vengo ahora de la Universidad Francisco de Vitoria, donde hemos hablado de esto. Somos varios artistas que buscamos la trascendencia a través de la creación, Uno es Javier Viver, el que ha hecho la Virgen de Iesu Communio, la de Hakuna; yo como pintora; Ignacio Yepes como músico, y un arquitecto, Benjamín Cano, que a través de los espacios busca la ascensión a Dios. Cómo todos a través del arte buscamos expresar lo sublime.

El Observatorio de lo invisible, único en España, es uno de los proyectos de la Fundación Vía de las Artes, una escuela de verano que realizamos el año pasado, por primera vez, en el Monasterio de Guadalupe. Vinieron cien jóvenes, becados por diferentes universidades de España, Fue apoteósico. Se mezclaba la oración con la creación, Había bastantes que estaban en búsqueda, y encontraron un lugar en el que encontrar algo en ellos. Fue una belleza. Estamos preparando el de este año, que se celebrará también en Guadalupe. El año pasado estuvo el arzobispo, y éste también se acercará.

Una última cosa. Se aprecian muchos tonos azules en sus cuadros. ¿Con qué colores juega más?

― Pues si entras en la serie Vida, es casi toda verde. Después del confinamiento, reflejaba esa necesidad de todo el mundo de acercarse a la naturaleza como locos, y para mí era como un acercarse a Dios, a respirar, a la grandeza y a la libertad. Para mí era como una explosión intrínseca de Dios en la naturaleza hacia nosotros.

Recapitulamos. La exposición se inaugura el 5 mayo, a las 19,30 horas, y estará hasta el 19 de junio; el recital de poesía es el sábado 7 de mayo, a las 19,00 horas, y el 10 de junio será el recital del cuarteto de cuerda, basado en una de las pinturas. Lugar, el Palacio del Infante Don Luis, en Boadilla del Monte. “Unión de música y pintura, de poesías y pintura”, remacha la pintora catalana María Tarruella Oriol, que en aquel testimonio de ‘Cambio de agujas’, concluyó así: “Si yo quiero decir algo, son aquellas palabras de Juan Pablo II: ‘No tengáis miedo’. No tengáis miedo a amar a Dios. Es como si al tener fe nos dieran superpoderes. Unos superpoderes que nos van a ayudar en los momentos de sufrimiento, y nos van a hacer entender que el sufrimiento no es algo a evitar. Es algo a enfocar bien. Porque el sufrimiento te hace crecer, y te hace amar mucho más”.

El autorFrancisco Otamendi

España

Toma de pulso a cuestiones como familia, abusos y sínodo, temas de la plenaria de los obispos españoles

El secretario general de la Conferencia Episcopal Española y portavoz, Mons. Luis Argüello ha dado cuenta de los trabajos y temas que han centrado la 119 Asamblea Plenaria de los obispos españoles que ha tenido lugar en Madrid, del 25 al 29 de abril de 2022.

Maria José Atienza·29 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Argüello ha expresado, en nombre de la CEE, en el día que la Iglesia celebra a santa Catalina de Siena, “nuestro deseo de orar por la paz. Una oración que no es inútil porque, entre otras cosas, puede ayudarnos a no acostumbrarnos a la barbarie de la guerra”.

Además de la oración, ha querido “expresar nuestra denuncia de ante la invasión injusta sufrida por la nación ucraniana y la solidaridad con pueblo ucraniano que ejerce su legítima defensa” y ha apelado a la necesidad de la “búsqueda de soluciones pacíficas y justa a los conflictos que se han querido resolver con la guerra”.

Mons. Argüello, en la línea con lo expresado por el presidente de la CEE en el discurso de apertura de esta Asamblea ha destacado la solidaridad mostrada por el pueblo español ante este conflicto. De hecho, la labor que la Iglesia, a través de sus distintas instituciones, está realizando en la acogida y ayuda a los ucranianos desplazados a España ha sido uno de los temas de esta reunión de los obispos españoles.

En este sentido, Argüello ha hecho una llamada a “transformar la emoción en virtud, un ejercicio de virtud no sólo cristiana, sino cívica y política en lo que supone la acogida de estas personas”.

Además de la labor con los refugiados procedentes de Ucrania, como ha destacado el portavoz de los obispos españoles, se ha tratado la continua llegada de inmigrantes a nuestro país por la frontera sur y, en especial, el problema que vive Canarias con “la acumulación de miles de jóvenes en sus calles”.

En este sentido, ha señalado Argüello, se ha hablado de “establecer corredores de hospitalidad para que otras diócesis puedan acoger a estos jóvenes que llegan a Canarias. Una ayuda que es imposible sin colaboración de las administraciones públicas”.

11 de junio: Asamblea general del sínodo en España

El desarrollo de los trabajos relativos al Sínodo de los Obispos ha sido, como no podía ser de otro modo, otro de los puntos de atención de esta Plenaria. En este ámbito, Mons. Argüello ha anunciado que el próximo 11 de junio se celebrará la Asamblea final correspondiente a esta primera fase local del Sínodo. Este encuentro, que se celebrará en la sede de la Fundación Pablo VI de Madrid, contará con representación de todas las diócesis españolas. Unas 600 personas a las que se sumarán los obispos y representantes de la vida consagrada y laicado asociado.

En esta Asamblea se debatirá y aprobará el texto final, elaborado a raíz de las aportaciones diocesanas, que se remitirá a la Santa Sede.

Semana del Matrimonio

Una de las novedades reseñables de esta Asamblea ha sido la decisión de incorporar la semana del matrimonio, cuya primera edición se celebró el febrero pasado, dentro de la acción pastoral propia de la CEE. La buena acogida de esta semana y la importancia que la pastoral familiar y matrimonial tiene dentro de las líneas de acción de la Iglesia española han dado lugar a esta decisión de los obispos españoles para animar la pastoral familiar.

Tomar el pulso a las instituciones vinculadas a la CEE

La plenaria celebrada estos días ha sido un momento de información acerca de las instituciones vinculadas a la Conferencia Episcopal Española como Cáritas, la Universidad Pontificia de Salamanca o el grupo Ábside.

En relación a Cáritas, que celebra este 2022 el 75 aniversario de su creación en España, los obispos han sido informados de la “situación actual de la institución, los trabajos que realiza y ha sido además, un momento de expresar la vinculación de Cáritas y la Iglesia. Cáritas es la Iglesia” ha destacado Mons. Argüello que ha informado de que representantes de esta institución serán recibidos en audiencia por el Papa Francisco, próximamente.

Abusos de menores

Las últimas decisiones tomadas en el campo de la prevención y el tratamiento de los abusos a menores cometidos en el entorno de la Iglesia católica en nuestro país ha sido otro de los temas abordados por los obispos en esta plenaria y que ha centrado gran parte de las preguntas de los medios de comunicación en la rueda de prensa final. Los obispos dedicaron la tarde del jueves de manera íntegra a este tema.

Por una parte, el trabajo del bufete de abogados Cremades – Calvo Sotelo ha sido presentado a la plenaria de los obispos (la decisión de esta auditoría se tomó en la Comisión Ejecutiva de febrero en la que participa alrededor del 50% de los obispos españoles).

Desde el despacho además se ha informado de la misiva dirigida a los obispos españoles y provinciales de religiosos en la que se explica el proceso seguido y pide ayuda para recabar la información necesaria.

Como ha destacado Mons. Argüello, “saber las denuncias presentadas en las diócesis y, en el caso que hayan sido juzgados, dar cuenta del resultado”.

Asimismo, el portavoz de la CEE ha manifestado su deseo de que este trabajo de la iglesia, a través de las 70 oficinas diocesanas y las 150 oficinas puestas en marcha por congregaciones religiosas “sirva para sumar, para que surja una conciencia en la sociedad que aborde realmente la problemática de los abusos, cuya amplitud se ha puesto de manifiesto en el propio informe de la Fiscalía General y lo que, de estos casos, se refieren a la Iglesia”.

Una vez más, Mons. Argüello ha recordado que la Iglesia aborda este tema con la intención de “querer caminar rostro a rostro, no por números anónimos”.

Cultura

¿Quién manda en la Iglesia y cómo se organiza internamente?

La Iglesia es una gran organización, necesitada de mando y estructura –jerarquía– gracias a lo cual pueda realizar su misión. Precisa un organigrama con funciones determinadas, que señale quién tiene competencia y debe ejercitarla para su correcto funcionamiento.

Alejandro Vázquez-Dodero·29 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

La actual jerarquía de la Iglesia es el resultado de muchos concilios y deliberaciones históricas. A través del tiempo tuvo que definir una serie de figuras o títulos eclesiásticos que apoyaran al Papa y a los obispos en su tarea de gobernar y cuidar del pueblo de Cristo. Como curiosidad, la palabra “jerarquía” deriva de dos palabras griegas: “hierós” (sagrado) y “archeía” (mando­).

El fundamento de esa jerarquía se encuentra en el mismo Jesucristo, su fundador. Él mismo confiere a la Iglesia los tres oficios de enseñar, santificar y regir –los denominados tria munera– contando para ello con la sucesión apostólica, es decir, la continuidad a lo largo de los siglos del desarrollo de esas funciones por parte de quien detente la autoridad competente.

Jesús mismo diseñaría el modelo a partir del cual la Iglesia comenzaría su misión. La comunidad compuesta por Él, sus apóstoles y varios discípulos, daría lugar a la aparición de los obispos, cuya cabeza será el Papa, formando todos ellos un colegio o grupo estable. 

La jerarquía se basa de un lado en la facultad por parte de los clérigos –ordenados en distintos niveles, según veremos– de administrar los sacramentos: determinados ritos, como la celebración de la Eucaristía, serán exclusivos de los presbíteros, quienes, junto con otros miembros, forman parte del clero. 

También se basa la jerarquía en el poder de intervenir a nivel de jurisdicción: por ejemplo, determinando quien competa qué sacerdote será párroco de una determinada parroquia.

El clero –integrado por los clérigos– se organiza en distintos niveles en una jerarquía ascendente, basado en los tres grados del sacramento del orden –Episcopado, Presbiterado y Diaconado– que va desde el diácono, pasando por el presbítero, obispo, arzobispo, primado, patriarca –en casos más particulares– y cardenal, hasta llegar al cargo supremo del Papa.

¿Qué distingue a un obispo de un cardenal? ¿Y de un arzobispo?

En un primer nivel de esa jerarquía contamos con los cardenales, obispos y arzobispos.

Los cardenales son los consejeros y colaboradores más inmediatos del Papa, siendo en su inmensa mayoría obispos. Deben ayudar al Santo Padre a administrar la Iglesia. También pueden participar en el cónclave o elección del nuevo Papa. El color que distingue a los cardenales es el rojo púrpura, y el término por el cual se dirige a ellos es el de eminencia.

Los obispos, de otro lado, obtienen su cargo mediante la ordenación episcopal. Sus tareas son guiar a las diócesis, o sea, las unidades territoriales y administrativas que componen la Iglesia, así como ordenar sacerdotes y diáconos, y administrar el sacramento de la Confirmación. Los obispos pueden administrar todos los sacramentos, incluida la ordenación. El color que les distingue es el púrpura, y pueden llamarse monseñor o excelencia.

Por último, cabría referirse al arzobispo. Es el obispo de una archidiócesis, o mejor dicho de la diócesis al frente de una provincia eclesiástica compuesta por varias diócesis. Si el arzobispo además es la cabeza de la provincia eclesiástica, es denominado metropolitano. De otro lado la calificación de arzobispo también puede ser solo honorífica.

¿En qué se distingue un presbítero de un diácono?

En un segundo nivel jerárquico encontramos a los presbíteros, también denominados sacerdotes, que si están vinculados a una parroquia en particular son párrocos.

La parroquia, por cierto, es también una unidad administrativa de la Iglesia. Varias parroquias forman un vicariato, y así, un párroco puede también detentar el cargo de vicario, coordinando varias parroquias de la zona. Los sacerdotes pueden administrar todos los sacramentos, a excepción del orden.

Los diáconos formarían un tercer nivel en la jerarquía eclesiástica. Su cometido es ayudar a los sacerdotes y obispos en las ceremonias. Solo pueden administrar el sacramento del bautismo y asistir al matrimonio con delegación particular. Predican la palabra de Dios y sirven en las comunidades parroquiales.

En algunos casos –más en las iglesias orientales– los diáconos abrazan el diaconado con carácter permanente; en otros provisionalmente y con miras a su posterior ordenación presbiteral. 

Otros títulos eclesiásticos: nuncio apostólico, vicario general.

Además de lo anterior, contamos con otros títulos eclesiásticos o cargos ocupados por quienes ya ostentan una posición en la jerarquía eclesiástica.

Nos referimos de un lado al caso del nuncio apostólico, que viene a ser un embajador de la Santa Sede ante los Estados; y de otro lado al vicario general, que representa al obispo en la gestión de las relaciones entre parroquias y vicariatos, las diversas circunscripciones en las que se divide la diócesis territorialmente.

¿La existencia de jerarquía implica desigualdades entre los distintos miembros de la Iglesia?

La jerarquía de la Iglesia no implica desigualdad de los fieles, pues todos, clérigos o no, están igualmente bautizados. Así, la igualdad de todos es anterior a la diversidad de condiciones personales en la Iglesia como consecuencia del sacramento del orden y de los distintos carismas.

La jerarquía existe, en el interior de la comunión de los fieles y a su servicio, no sobre la propia Iglesia ni, evidentemente, al margen de ella.

O sea, no se trata de “ejercicio de poder”, sino de “ejercicio de funciones” al servicio de los demás, por parte de cualquiera de los clérigos en sus diversos órdenes. Pues detentar un cargo jerárquico no es más que servir de ese modo concreto a todos los católicos, implique ese cargo la autoridad que implique.

Vaticano

Cardenal Farrell: «Los movimientos laicales deben sentirse parte integrante de la Iglesia»

Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, ha concedido una entrevista a Omnes donde trata sobre los movimientos y nuevas comunidades en la Iglesia.

Giovanni Tridente·28 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Traducción del artículo al italiano

Se celebra en el Vaticano el encuentro anual de moderadores de asociaciones de fieles, movimientos eclesiales y nuevas comunidades, en el que se reflexionará sobre el trabajo como lugar de santificación y testimonio civil para todo bautizado. Por su parte, la Universidad Pontificia de la Santa Cruz ha acogido una Jornada de Estudio dedicada también a los movimientos, desde una perspectiva teológica, reflexionando sobre aspectos del carisma, el bautismo y la misión.

Para la ocasión, Omnes ha entrevistado al Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, el cardenal Kevin Farrell, responsable de los movimientos y nuevas comunidades.

Eminencia, ¿por qué son importantes los movimientos y las nuevas comunidades en la Iglesia?

–Los movimientos en la Iglesia, los grupos de laicos y las nuevas comunidades son tan importantes en el mundo en el que vivimos y en la cultura secular que nos caracteriza porque aportan una energía, una gracia, un espíritu a través del cual pueden comunicar más fácilmente la Palabra de Dios a nuestros contemporáneos. En esencia, los movimientos nacieron para captar y llevar el mensaje del Evangelio a todas las personas, pero no sólo con palabras, sino a través del testimonio de vida en el trabajo y en la vida cotidiana. Esta es la esencia de los movimientos.

¿Qué perspectivas deben tener estos grupos a la luz de la Nueva Evangelización?

–Es esencial que toda la Iglesia se dé cuenta de la importancia de los movimientos para el mundo actual. Vivimos en una realidad en la que estos grupos llevan prácticamente la carga de la evangelización. Son parte integrante de la Iglesia y tienen la tarea de vivir plenamente su misión, que es la misión de la propia Iglesia.

¿Cuál es el denominador común que hace de estos Movimientos un fruto unificado de la evangelización?

–Estas realidades deben colaborar y trabajar juntas en las diócesis para la predicación, para la Nueva Evangelización… No hay ningún movimiento que sea mejor que otro. Siempre es el Espíritu Santo quien ha inspirado el carisma en los fundadores y moderadores, pero luego el grueso del testimonio proviene de todos los demás adherentes, porque el fundador fue una persona concreta que recibió el don, pero el movimiento es mucho más grande que la organización central.

Lecturas del domingo

«Todos estamos en esa barca». III domingo de Pascua

Andrea Mardegan comenta las lecturas del III domingo de Pascua y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan·28 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

La pesca milagrosa en el evangelio de Juan tiene lugar después de la Resurrección. Es un episodio de vida cotidiana y de trabajo de los discípulos para ganarse la vida, con significados simbólicos. Ellos son siete, número perfecto que puede aludir a la plenitud de la Iglesia. Simón Pedro, guía a esos pescadores como guía a la Iglesia y toma la iniciativa de la pesca, imagen de la evangelización del mundo. Está Tomás, que hizo el acto de fe más hermoso al final del evangelio “Señor mío y Dios mío”, y Natanael que lo hizo al principio: “Rabí, tú eres el Hijo de Dios”. Están los hijos de Zebedeo y otros dos: todos estamos allí.

Jesús desde la orilla mira a nuestra vida con bondad e interés concreto: ¿tenéis algo para comer? Así mira a la Iglesia todos los días. El milagro de la pesca dice al discípulo amado que “es el Señor” en la orilla : los hechos de la gracia mueven a la fe. Pedro se arroja desnudo al agua: como el morir y renacer en las aguas del bautismo. Con la fuerza de la gracia y del encuentro con Jesús, Pedro logra sacar de la barca a los 153 peces que poco antes todos juntos llevaron a la orilla con dificultad. Acostumbraba contar los peces para referir la hazaña, ahora lo hace para testimoniar el milagro. La red es la comunión de la Iglesia. El contar los peces uno a uno es el trabajo de acoger y tratar a cada uno según su diferente personalidad y vocación. En el mismo sentido Jesús habla a Pedro de cuidar a corderos y ovejas; ya les ha hablado del único rebaño. 

A la pregunta: “Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?”, Pedro no se atreve a responder “te amo” y ni siquiera “más que estos”. La experiencia de la negación después de haber prometido ¡Daré mi vida por ti!”, lo vuelve más humilde. Vio al discípulo amado recostado sobre el pecho de Jesús y fuerte bajo la cruz: ya no se atreve a pensar que tiene más fe y más amor que los demás. Contesta: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero” y Jesús en las siguientes preguntas se adapta a él. En la segunda ya no pone comparación con los demás, pero sigue preguntándole ¿me amas? Pedro sigue sin atreverse: “Sí, Señor, tú sabes que te quiero”. Jesús se acerca en la tercera pregunta:¿me quieres? Pedro comprende que le está acompañando a hacer un camino para borrar las tres negaciones. Y le responde con confianza: “Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero”. Los hechos que Jesús pide como consecuencia de este amor son siempre el apacentar a sus ovejas. Con comida adecuada, come él escogió pan, pescado y brasa adaptas para sus discípulos. Pedro no se atrevería a decir como antes de la pasión, confiando en sus fuerzas: “Te seguiré adondequiera que vayas”. Entonces puede decírselo Jesús: “Sígueme”.

La homilía sobre las lecturas del III domingo de Pascua

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

Vaticano

Papa Francisco: «Las suegras han dado la vida a vuestros maridos»

Rome Reports·27 de abril de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El Papa Francisco ha continuado sus catequesis sobre diferentes generaciones.

En esta ocasión se refirió al papel de nueras y suegras y ofreció algunos consejos a estas últimas para que mantengan una buena relación con sus nueras.


Ahora puedes disfrutar de un 20% de descuento en tu suscripción a Rome Reports Premium, la agencia internacional de noticias, especializada en la actividad del Papa y del Vaticano.
Vaticano

«Que los jóvenes se abran a la gratitud por lo recibido»

En la catequesis del Papa Francisco de este miércoles 27 de abril, el pontífice ha aludido a cómo el libro de Rut ilumina los vínculos familiares.

David Fernández Alonso·27 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Amanece soleado en Roma este miércoles 27 de abril, en el que se esperaba con ganas ver el Papa Francisco mantener la audiencia general en la Plaza de San Pedro, como acostumbra cada miércoles. El Pontífice retoma su agenda tras haberse visto obligado a suspenderla en el día de ayer por los dolores de rodilla.

Comenzó su catequesis haciendo referencia a una figura femenina de la Biblia: «Hoy nos dejaremos inspirar por el espléndido libro de Rut, una joya de la Biblia. La parábola de Rut ilumina la belleza de los vínculos familiares: generados por la relación de pareja, pero que van más allá del vínculo de pareja. Vínculos de amor capaces de ser igualmente fuertes, en los cuales se irradia la perfección de ese poliedro de los afectos fundamentales que forman la gramática familiar del amor. Esta gramática lleva savia vital y sabiduría generativa en el conjunto de las relaciones que edifican la comunidad. Respecto al Cantar de los Cantares, el libro de Rut es como la otra cara del díptico del amor nupcial. Igualmente importante, igualmente esencial, celebra el poder y la poesía que deben habitar los vínculos de generación, parentesco, entrega, fidelidad que envuelven a toda la constelación familiar. Y que se vuelven incluso capaces, en las coyunturas dramáticas de la vida de pareja, de llevar una fuerza de amor inimaginable, capaz de relanzar la esperanza y el futuro».

«Sabemos que los lugares comunes sobre vínculos de parentela creados por el matrimonio, sobre todo entre suegra y nuera, hablan contra esta perspectiva. Pero, precisamente por esto, la palabra de Dios se vuelve valiosa. La inspiración de la fe sabe abrir un horizonte de testimonio contra los prejuicios más comunes, un horizonte valioso para toda la comunidad humana. ¡Os invito a redescubrir el libro de Rut! Especialmente en la meditación sobre el amor y en la catequesis sobre la familia».

«Este pequeño libro contiene también una valiosa enseñanza sobre la alianza de las generaciones: donde la juventud se revela capaz de dar de nuevo entusiasmo a la edad madura, la vejez se descubre capaz de reabrir el futuro para la juventud herida. En un primer momento, la anciana Noemí, incluso conmovida por el afecto de las nueras, que quedan viudas de sus dos hijos, se muestra pesimista sobre su destino dentro de un pueblo que no es el de ellas. Por eso anima afectuosamente a las jóvenes mujeres a volver a sus familias para rehacerse una vida. Dice: “No puedo hacer nada por vosotras”. Ya esto se muestra como un acto de amor: la mujer anciana, sin marido y ya sin hijos, insiste para que las nueras la abandonen. Pero también es una especie de resignación: no hay futuro posible para las viudas extranjeras, privadas de la protección del marido. Rut resiste a esta oferta generosa. El vínculo que se ha establecido ha sido bendecido por Dios: Noemí no puede pedir ser abandonada. En un primer momento, Noemí aparece más resignada que feliz de esta oferta: quizá piensa que este extraño vínculo agravará el riesgo para ambas. En ciertos casos, la tendencia de los ancianos al pesimismo necesita ser contrarrestado por la presión afectuosa de los jóvenes».

«De hecho, Noemí, conmovida por la entrega de Rut, saldrá de su pesimismo e incluso tomará la iniciativa, abriendo para Rut un nuevo futuro. Instruye y anima a Rut, viuda de su hijo, a conquistar un nuevo marido en Israel. Booz, el candidato, muestra su nobleza, defendiendo a Rut de los hombres que trabajan para él. Lamentablemente, es un riesgo que se verifica también hoy».

«El nuevo matrimonio de Rut se celebra y los mundos son de nuevo pacificados. Las mujeres de Israel dicen a Noemí que Rut, la extranjera, vale “más que siete hijos” y que ese matrimonio será una “bendición del Señor”. Noemí, en su vejez conocerá la alegría de tener una parte en la generación de un nuevo nacimiento. ¡Mirad cuántos “milagros” acompañan la conversión de esta anciana mujer! Ella se convierte al compromiso de hacerse disponible, con amor, por el futuro de una generación herida por la pérdida y con el riesgo de abandono. Los frentes de la recomposición son los mismos que, en base a las probabilidades trazadas por los prejuicios del sentido común, deberían generar fracturas insuperables. Sin embargo, la fe y el amor consienten superarlos: la suegra supera los celos por el propio hijo, amando el nuevo vínculo de Rut; las mujeres de Israel superan la desconfianza por el extranjero (y si lo hacen las mujeres, todos lo harán); la vulnerabilidad de la mujer sola, frente al poder del hombre, es reconciliada con un vínculo lleno de amor y de respeto».

El Papa Francisco concluye asegurando que «todo ello porque la joven Rut se ha empeñado en ser fiel a un vínculo expuesto al prejuicio étnico y religioso. Todo porque la anciana Noemí asume la iniciativa de reabrir el futuro para Rut, en lugar de limitarse a disfrutar de su apoyo. Si los jóvenes se abren a la gratitud por lo recibido y los ancianos toman la iniciativa de relanzar su futuro, ¡nada podrá detener el florecimiento de las bendiciones de Dios entre los pueblos! ¡Dios nos conceda ser testigos y mediadores de esta bendición!»

Vaticano

Sínodo y vulnerabilidad: las religiosas de todo el mundo se reúnen

La próxima Asamblea Plenaria de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), organismo que reúne a más de 1900 religiosas pertenecientes a casas generales distribuidas en 97 países del mundo, estará dedicada al tema "Abrazar la vulnerabilidad en el camino sinodal" y se celebrará del 2 al 6 de mayo.

Giovanni Tridente·27 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Hay muchas maneras de hacer visible la sinodalidad: «nuestra asamblea, con sus contenidos y métodos, es una experiencia de sinodalidad en la vida religiosa femenina», dijo la hermana Jolanta Kafka, presidenta de la UISG, «esperamos realmente vivir un espacio privilegiado de escucha, de búsqueda común con el Espíritu Santo».

Durante la Asamblea, la XXII en la historia del organismo, las religiosas dialogarán de hecho sobre cómo contribuir al proceso sinodal de la Iglesia, cómo favorecer la escucha y cómo entrar en una dinámica de discernimiento, «reconociendo la vulnerabilidad como una característica típicamente humana», añadió la Hna. Kafka.

Una gran asamblea

Unos 700 Superiores Generales han confirmado su participación en la reunión, que se celebrará en Roma en el Hotel Ergife y también por internet, de los cuales 520 asistirán. Representan 71 nacionalidades diferentes, la mayoría de ellas de Europa, donde residen muchas Casas Generales de Congregaciones.

También estarán representados el continente africano, con una mayor presencia de la República Democrática del Congo; Asia, con India; Estados Unidos, por América del Norte; México y Brasil, por América Central y del Sur.

Habrá encuentros animados por más de 10 ponentes que abordarán cinco palabras clave: vulnerabilidad, proceso sinodal, vida religiosa y sinodalidad, periferias, llamada a la transformación.

UISG

La UISG está activa desde 1965 y fue creada como punto de encuentro de las religiosas que ocupan cargos de gobierno en las Congregaciones. Su objetivo es también crear redes, estrategias y sinergias que permitan a las hermanas comunicarse más allá de las distancias geográficas y de las diferencias lingüísticas y culturales, para favorecer la comunión entre las consagradas de toda la Iglesia.

Sus miembros se distribuyen de la siguiente manera Europa (25 países – 1046 superiores); Asia (16 países – 184 superiores); América (30 países – 479 superiores); África (22 países – 166 superiores); Oceanía (4 países – 28 superiores).

El evento se presentará en una conferencia de prensa el viernes 29 de abril en la Oficina de Prensa de la Santa Sede. Además del Presidente de la UISG, intervendrán la Secretaria Ejecutiva, Sor Patricia Murray, la Superiora General de las Hermanas Marianistas, Sor Franca Zonta, y la Superiora General de las Hermanas Educadoras de Notre Dame, Sor Roxanne Schares.

Lenin en España

«La guerra de invasión de Ucrania por parte de Vladimir Putin me ha recordado a otro presidente de Rusia, en este caso a Vladimir Ilich Ulianov, más conocido como Lenin, que todavía cuenta con estatuas y placas conmemorativas por todo el país euroasiático. Fundador de la Unión Soviética, sanguinario líder revolucionario, creador de la policía política y del exterminio selectivo, su figura sigue siendo asombrosamente elogiada por mucha gente. Y, ya entre nosotros, su nefasta influencia en España deja una larga lista histórica de admiradores: desde varios importantes socialistas de la II República española hasta la actual vicepresidenta 2º del Gobierno»

27 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

El 22 de abril de 1870 nacía en la ciudad de Simbirsk, a 893 km de Moscú, el que sería mundialmente conocido como Lenin. Unas décadas después, moriría con sólo 53 años dejando tras de sí una historia legendaria, bien explotada y difundida por su sucesor Stalin y sus seguidores. La leyenda trataba y aún trata de esconder una eficaz labor criminal que se extendería por muchos países del mundo, sin exceptuar el nuestro.

Hoy en día, su figura sigue presente en las calles y edificios de Moscú y en ciudades de toda Rusia. Al mausoleo de la Plaza Roja que guarda su momia siguen acudiendo miles de turistas llevados por la curiosidad o la admiración. Cerca se puede ver también el Rolls Royce que usaba cuando alcanzó el poder. La Rusia de hoy, la patria de Dostoievski y de tantos otros ilustres rusos de la historia a los que honrar, no encuentra el momento de enterrar definitivamente al viejo bolchevique y parece seguir ahora bajo su siniestra influencia. 

Sólo un mal entendido patriotismo ruso, que no puede ignorar la importancia histórica del personaje, puede permitir semejante homenaje al responsable directo e indirecto de tantos millones de muertes. La propaganda comunista ha conseguido cubrir de un halo heroico a quien, quizá inicialmente resentido por la ejecución de su hermano por orden del Zar, tanta sangre derramó e hizo derramar en su tierra y en medio mundo.

Conocido es que Lenin no pudo mantenerse por sí mismo antes de 1917. Le mantenía su madre que periódicamente le enviaba dinero. Fracasó como abogado en San Petersburgo y se negó a trabajar en el campo. Su madre y su hermana le consintieron, y él las trató luego con desprecio, de manera profundamente machista. Mantuvo un lamentable triángulo amoroso entre su mujer Nadezhda y su amante francesa, Inessa Armand, gracias al piso que Lenin alquiló en París con el dinero prestado por su madre. 

Fue un “pequeño burgués”, como muchos revolucionarios históricos, desde Marx al Che Guevara. Un hombre sin escrúpulos que basaba en el terror el control sobre el pueblo. El exterminio selectivo, la liquidación de monárquicos, cristianos, judíos, burgueses, demócratas, socialdemócratas y de todo aquel que no obedeciera al único líder, se inició con Lenin. Utilizó la guerra civil rusa para liquidar a sus “enemigos de clase” y adversarios políticos, entre el golpe de Estado de enero de 1918, cuando disolvió la Asamblea constituyente tras unas elecciones que perdió, y finales de 1922. 

Creó la policía política (esa en la que llegaría a trabajar años después un joven Putin), los campos de concentración, trabajo y exterminio que luego copiaron los nacionalsocialistas, e inició el terror como forma de gobierno. En un telegrama, fechado el 10 de agosto de 1918 aunque desgraciadamente sin haber perdido actualidad, Lenin ordenó: “Es preciso dar un escarmiento. Colgad (y digo colgad de manera que la gente lo vea) al menos a cien kulaks, ricos y chupasangres conocidos. (…). Haced esto de manera que en centenares de leguas a la redonda la gente lo vea, tiemble, sepa y se diga: matan y continuarán matando”. Por cierto, que en aquella época su cocinero era el abuelo del actual presidente Putin.

Aunque hayan pasado tantos años desde su muerte, tampoco hoy en España su vida nos resulta del todo ajena. Desde los inicios de su revolución, a la que consagró toda su vida a comienzos del siglo pasado, no han faltado admiradores del dictador en nuestro país. Su influencia es patente en diversas fases de nuestra historia.  

Es famosa la anécdota del viaje que realizó en 1920 el diputado socialista por Granada Fernando de los Ríos a la Unión Soviética comisionado por el PSOE. Junto con Daniel Anguiano, el propósito del viaje era ver las posibilidades de ingreso del partido en la Tercera Internacional. Durante su entrevista con Lenin, De los Ríos le preguntó cuándo permitiría su gobierno la libertad de los ciudadanos. Según el relato de De los Ríos, Lenin habría rematado una extensa respuesta cuestionando «¿Libertad para qué?».

El que más tarde sería ministro de Justicia de la II República española habría deducido de esta respuesta que se produciría una deriva totalitaria de la Revolución Soviética, como así fue. Por ello, en el siguiente congreso extraordinario del PSOE, De los Ríos se opuso al ingreso del partido en la citada Internacional. Esto provocaría la posterior escisión de un sector pequeño del partido que habría de fundar el Partido Comunista de España.

Quizá es menos conocida la idea que tenía Lenin de que España era el país de Europa en el que primero podría triunfar la revolución comunista después de Rusia. El conocido político socialista Francisco Largo Caballero, que llegó a presidir el Gobierno y que cuenta con una estatua en los Nuevos Ministerios de Madrid, predicó abiertamente la necesidad de hacer la revolución en España y fue pronto conocido como el “Lenin español”. Su sueño era llegar a crear la Unión de Repúblicas Socialistas Ibéricas. 

Desde luego, los líderes de la Unión Soviética no escatimaron recursos de todo tipo desde entonces para que España se convirtiera en una República comunista como lo fueron años después tantos países al este del telón de acero. La derrota del bando republicano en la guerra civil española frustraría el conocido proyecto de implantar la dictadura del proletariado en nuestro país dando paso al régimen de Franco.

Hoy en día, la vicepresidenta 2ª del Gobierno, Yolanda Díaz, se ha manifestado en diversas ocasiones orgullosa de pertenecer al Partido Comunista de España. Ojalá pueda leer y reflexionar sobre la influencia de Lenin en la historia de nuestro país y siga el ejemplo de otros políticos de izquierdas de talante más pacífico y constructivo, como por ejemplo Julián Besteiro. Y ojalá Rusia logre desprenderse de una vez de esa ya demasiado larga tradición de líderes “fuertes” y sanguinarios.

Cultura

Antonio Hernández Deus: “African women stand out for their hope and optimism”

Education, health, promotion of women and professional development are the main lines of action of Harambee Africa. Its president, Antonio Hernández, highlights the optimism and the example that African women, especially, represent for our society. 

Maria José Atienza·26 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Original Text of the article in Spanish here
Translation: Peter Damian-Grint

Harambee

On April 26, the Nigerian economist Franca Ovadje will receive in Madrid the Harambee 2022 African Woman Prize. She will join the list of African women, including doctors, teachers and researchers who have won this prize, which recognizes individuals or institutions that have contributed, helped or solved problems relevant to the dignity, rights and equality of African women.

Harambee, an initiative born at the time of the canonization of St Josemaría Escrivá, has from the start promoted educational initiatives in Africa and about Africa, with development projects in sub-Saharan Africa and communication and awareness-raising activities in the rest of the world. In this interview for Omnes, Harambee’s president, Antonio Hernández Deus, highlights the NGO’s commitment to the fields of action of education, health, promotion of women and professional development that it has developed in more than a hundred projects in 22 African countries with a key target: African women.

For more than 10 years, Harambee has been awarding prizes to African women leaders in different fields and who work for women in Africa. Why was the prize started?

This prize was created to make Harambee’s objectives visible: to show that women in Sub-Saharan Africa have talent and capacity, and all they need in some cases is a little help to develop them.

With this prize, we want to highlight the trajectory of some women who have been successful in their country. We’ve already awarded it to fourteen African women from different professional fields: all of them have promoted initiatives in the service of their country and that’s why they have received the prize.

In recent years we’ve been sponsored by René Furterer, which has been a great help in developing the prize.

Why don’t you focus on a “welfare” approach to African women?

Welfare for African women is necessary, but it’s already being done by other NGOs. We prefer to show the smile of Africa, and that’s why we focus our work on long-term projects.

There are different ways of helping in Africa. We can help people by giving them a fish to feed them; or by providing fishing rods so they can get their own food; or by teaching them how to make fishing rods with the materials they have available—this last way of helping is the one we’re developing. Those smiles of satisfaction that we receive from the Africans, for having achieved what they need by their own means, with a little help, is our greatest motivation for continuing working for African women and for Africa.

What makes Harambee different from other projects for women in Africa?

There are many other entities that help women in Africa. What makes us different from other organizations is the way we approach development aid.

Our projects are promoted and implemented by Africans themselves, and they aren’t intended to be aid-dependent, but rather to finance themselves into the future. We focus our field of action on education, health, promotion of women and professional development.

Ilomba Rural School (Côte d’Ivoire) students with scholarships from Harambee ONGD

Our identity is also very largely defined by the way the projects are carried out. First of all, people from sub-Saharan Africa identify particular problems and propose specific projects to Harambee. At Harambee we do a feasibility study and decide which ones to support, taking into account the possibilities of financing and fundraising that we can undertake. Then these projects are managed and executed by the beneficiaries themselves.

From Harambee we make sure that they’re getting the assistance they really need. To avoid money being diverted or wasted, we look for altruistic local collaborators who will accompany the projects and guarantee that they put together the documentation needed in order to be able to send the money requested for them to be carried out. Once a project has been approved for implementation, Harambee ensures that it’s carried out as planned and that an account of the expenditure is provided to the funders.

Although we work in the short and medium term, we always ensure that all projects have continuity into the future: that’s why we’re a Development NGO (NGDO).

Women awarded by Harambee

Since its inception, among the women awarded we have seen educators, doctors, economists… women who are real leaders in their country, and above all concerned about education. Are education and equal opportunities keys to the African continent?

Yes, as we’ve seen in Harambee over the last twenty years, education is the key to improving people. And improving someone’s education improves his family, his environment and his country. And it’s very inspiring to see the example of other people. Especially for women, who in some areas of sub-Saharan Africa are the most forgotten of all.

In Harambee NGDO we believe in giving opportunities to all Africans, so they can move their countries forward. But women need more help to achieve this. They’re all the hope of Africa.

Do you think they are also an example for European women?

Yes, women who overcome seemingly insurmountable difficulties and break through into new areas are certainly an example. In addition, African women stand out especially because they transmit hope and optimism, values that are much needed nowadays.

Do we still have a “charity” vision of the African continent, as if everything “needed aid”, instead of considering, for example, many features of their lives—family, appreciation for their children, etc.—as desirable and something to imitate?

In addition to what you mention about family, children, tribal solidarity…, yes, we believe that Africa has a lot to teach us. When you visit Africa, the first thing that strikes you is the number of smiling people you meet. They know how to overcome their difficulties with joy and creativity. This way of living can teach us on the old continent how to regain our youth.

Leer más
Educación

Insegnare la virtù della fortezza fin dall’infanzia: una sfida nell’educazione del XXI secolo

Oggi l'educazione alla virtù della fortezza nelle scuole costituisce una grande sfida, poiché per una corretta crescita e per lo sviluppo dei bambini è necessario che scuola e famiglia vadano di pari passo. 

Maria José Atienza·26 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Testo originale del articolo in spagnolo qui
Traduzione: Monica Ríos de Juan

In che consiste la virtù della fortezza?

Tutti noi siamo vulnerabili dal momento del concepimento. Questa condizione comporta la nostra suscettibilità a ricevere ferite, il che non implica che non siamo capaci di resistervi e di affrontarle.
È proprio questa vulnerabilità che ci permette di sviluppare la virtù della fortezza.

Questa virtù ci è utile in mezzo alle difficoltà. Una persona forte è colui che, oltre ad accettare e affrontare il dolore, si sforza di raggiungere un bene difficile, superando le difficoltà che sorgono nel procedere e perseverando nonostante esse.

Così, nella misura in cui rinunciamo alle piccole cose che ci piacciono ma non implicano particolare sforzo, e ci prepariamo a quelle che presentano maggiore difficoltà, stiamo crescendo nel dominio di noi stessi, in autocontrollo, in perseveranza e allegria, tutte virtù direttamente correlate alla fortezza.

la problematica attuale

Trigo (2002) considera fondamentale l’educazione a questa virtù, se si cerca una crescita ordinata e sana in tutte le dimensioni, poiché afferma che le quattro virtù cardinali, tra le quali troviamo quella della fortezza, giocano un ruolo fondamentale nella maturità di una persona, e afferma che nulla matura tanto quanto il dolore o la difficoltà.

In una società consumistica in cui le persone agiscono in base al «mi piace» invece del «lo voglio, anche se mi costa» o «devo, anche se mi costa», questo autocontrollo viene messo in gioco nella misura in cui le persone si lasciano dominare dall’esterno. In questo modo, quando la volontà non agisce, si produce il suo indebolimento, accresciuto dal bisogno di immediatezza quando si tratta di voler raggiungere un qualsiasi obiettivo.

Questa situazione, insieme al fatto che nelle famiglie di oggi prevale uno stile educativo iperprotettivo, caratterizzato dal proposito di evitare qualsiasi tipo di sforzo e di sofferenza nei bambini, ha un impatto negativo sullo sviluppo della virtù della fortezza nei bambini stessi.

Tenendo conto delle caratteristiche della società del 21° secolo, oggi l’educazione alla virtù della fortezza nelle scuole rappresenta una grande sfida, poiché il primo ambito educativo è la famiglia, cellula fondamentale della società, e per la corretta crescita e sviluppo del bambino è necessario che scuola e famiglia vadano di pari passo.

È possibile cominciare quest’opera fin dal momento della nascita?

Sappiamo che il periodo favorevole per sviluppare questa virtù va dai 6 ai 12 anni. Tuttavia, si ritiene che sia essenziale iniziare a metterlo in pratica fin dai primi anni di vita, per diversi motivi.
In primo luogo, perché quanto più il bambino è piccolo e ha meno risorse, tanto più è vulnerabile e quindi ha più bisogno dell’esercizio di questa virtù per superare una difficoltà. E infine, per il fatto che la virtù della fortezza costituisce la base del resto delle virtù, dato che senza sforzo non è possibile acquisire nessun’altra virtù.

Come è possibile lavorarci cominciando l’educazione dalla prima infanzia?

Nell’educazione della prima infanzia, i pilastri possono essere stabiliti lavorando su una qualsiasi delle virtù sopra indicate:

Dall’ordine: una persona forte deve essere in grado di avere un programma e rispettarlo, di pianificare tutto ciò che deve fare, e dare la priorità a ciò che è importante e non a ciò che è urgente.
Quando stabilisci un ordine nelle tue priorità, se non ti lasci trasportare dal “mi va” ma dal “devo”, con questo costruisci una personalità solida e forte. Il periodo delicato per lavorare su ordinazione va dai 3 ai 6 anni; quindi, insegnando ai bambini a rimettere ogni cosa al suo posto getteremo le basi affinché domani mettano ordine nelle loro priorità e lottino per ciò che è veramente importante.

Dall’autocontrollo: questa virtù ci permette di imparare a dire di no a tutto ciò che potrebbe essere di ostacolo al raggiungimento del nostro obiettivo, oltre a sfruttare il tempo facendoci padroni di noi stessi e a non prendere la decisione di abbandonarci nei momenti di fatica.
Il bambino può essere aiutato a resistere e gestire gli impulsi che si manifestano nel momento presente, se noi siamo capaci di ritardare la ricompensa. Ad esempio, se vuole un gelato prima di cena, possiamo aiutarlo ad imparare ad aspettare e a capire che prima si deve cenare, e poi mangiare il gelato.

Dalla pazienza e dalla tolleranza di fronte alla frustrazione. San Tommaso ha messo in relazione la virtù della fortezza con la pazienza, spiegando che questa virtù permette di accettare la realtà di una situazione difficile, nella quale essa aiuta la persona a continuare a lottare e ad aspettare, senza cedere allo scoraggiamento o alla tristezza.
Ad esempio, non comprare un giocattolo che il bambino desidera in quel momento senza che ce ne sia un motivo, ma attendere il suo compleanno o l’Epifania.

Dalla perseveranza. Questa virtù implica l’essere costanti nei nostri sforzi per raggiungere un obiettivo. Ad esempio, incoraggiare il bambino a provare ad allacciarsi le scarpe tutte le volte che sia necessario.

Dalla generosità. Il bambino di questa età è caratterizzato dall’essere egocentrico, e affrontare una situazione difficile in cui deve cercare il bene dell’altro può aiutarlo a crescere in forze. Ad esempio, cedere e dare a suo fratello l’ultimo biscotto.

Lavorare su questa virtù incoraggerà inevitabilmente la crescita in altre virtù come la gioia, perché la persona che lotta per qualcosa di buono è sempre felice. Questa soddisfazione deriva dal sapere che si sta lavorando per qualcosa che ne vale davvero la pena.

In breve, aiutando i bambini fin dalla più tenera età a porre le basi per lo sviluppo di questa virtù, faremo in modo che la loro volontà si rafforzi negli anni successivi, avendo un impatto positivo sulla loro crescita e sviluppo come persona e, quindi, sulla loro felicità. Ricordiamo le parole di Seneca “per aspera ad astra”.

Cultura

Franca Ovadje: “Empoderar a las mujeres sólo se consigue a través de la educación”

La economista nigeriana Franca Ovadje ha sido la premiada con el premio Harambee 2022 a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana. Una edición que coincide, además, con el 20 aniversario de la ONGD.

Maria José Atienza·26 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

La ONGD Harambee ha entregado su premio a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana. Un galardón que cuenta con el patrocinio de René Furterer y que ha reconocido en esta edición la tarea que Franca Ovadje, economista, ha llevado a cabo a través de diversos programas de capacitación para mujeres emprendedoras que han convertido a cientos de mujeres en empresarias en Nigeria.

Durante la rueda de prensa en vicepresidente de la ONGD, Ramon Pardo de Santayana, ha descrito la labor de esta ONGD que tiene el convencimiento de que África es capaz de lo mismo que el resto de países desarrollados” y ha agradecido a los donantes y voluntarios de Harambee su dedicación y compromiso.

Carmen Muiños, de René Furterer, ha destacado que “Franca es un ejemplo para todo el mundo, no sólo Africa. Porque ella desarrolla proyectos con empatía, liderazgo y amplitud”.

No soy una activista, vi necesidades y busqué recursos 

La premiada, Franca Ovadje ha querido señalar que “Es una inspiración trabajar para las mujeres africanas” y el premio ha sido para ella una sorpresa puesto que no se considera una “activista, simplemente he visto necesidades en mi entorno y he buscado recursos y personas que pudieran brindar soluciones”.

100 millones de mujeres no tienen oportunidades

Ovadje ha compartido que nunca se sintió discriminada por ser mujer gracias a una educación completamente igualitaria, recibida en su familia, pero ha señalado que “en Nigeria hay más de 100 millones de mujeres y la mayoría no han tenido estas oportunidades” y ha apuntado algunos aspectos en los que aún pervive la discriminación por ser mujer.

Ovadje ha apuntado a los patrones culturales que existen en ciertos lugares de Africa como el principal obstáculo para el desarrollo del potencial de las mujeres africanas. Por ello, es necesario un impulso clave en la educación de las mujeres: “empoderar a las mujeres para que crean en si mismas solo se consigue a través de la educación, porque después de todo, si un colega masculino quiere discriminarte, si no se lo permites, lo tendrá difícil”.

Las mujeres empresarias se encuentran con mayores dificultades, por ejemplo, ante los bancos y la obtención de garantías. Algo que, gracias a la buena experiencia de las empresas puestas en marcha por mujeres, va disminuyendo.

Entre los proyectos que ha impulsado esta economista nigeriana destaca un programa de Liderazgo para estudiantes de la Universidad de Lagos, Ibadan y Nigeria a través de los que más de mil chicas se han “descubierto a así mismas y han encontrado su voz”.

Franca Ovadje, premio Harambee 2022.

La educación, condición sine qua non

Franca Ovadje ha sido clara en la base del progreso de las naciones africanas: la posibilidad del “acceso a una buena educación” que Ovadje ha subrayado como la clave del desarrollo en Africa: “Solo una mujer que se considera igual al hombre puede empoderar a sus hijos: hombres y mujeres. La educación es una condición sine qua non para el empoderamiento económico, social y político”.

El proyecto Tech Power 

La dotación del premio irá destinado a un nuevo proyecto Tech Power por el que Ovadje quiere impulsar la educación y formación de mujeres en Ciencias, tecnología, Ingeniería y Matemáticas y ayudarlas a encontrar el éxito profesional en estos campos.

Ovadje ha querido dedicar este premio a sus padres “de los que aprendí que la dignidad de las personas no dependen de lo que tiene sino de lo que es, un hijo de Dios”.

Recursos

El drama del encantado

Una reciente experiencia vivida por el autor le recuerda el drama al tipo desencantado en el microcuento de Gabriel García Márquez, que le da pie para una reflexión sobre la propia vida.

Vitus Ntube·26 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Haruki Murakami tiene un relato corto titulado «Conduce mi coche«. Es un relato con el que no puedo afirmar que tenga cosas en común conmigo. Yo conduzco, pero no puedo conducir aquí en Roma ni tengo coche propio. El protagonista del relato de Murakami siempre percibía una cierta tensión y sentía una especie de fricción en el aire cuando era conducido por mujeres. Llegó a la conclusión, basándose en las veces que había viajado en coches conducidos por mujeres, de que la mayoría de las conductoras entraban en una de estas dos categorías: o eran un poco demasiado agresivas o un poco demasiado tímidas. No puedo decir que sea mío su conclusión, pero hay ciertas cosas que puedo reclamar del cuento. Puedo afirmar que he “viajado” en muchos coches en las carreteras de Roma, y sin ningún tipo de nerviosismo. He “viajado” en estos coches no desde los asientos de los pasajeros sino desde el coche de mi amigo. Me explico.

Cada vez que salgo con mi amigo, a veces observo lo que ocurre en los otros coches de alrededor. Es una experiencia que me parece rica y única. Por supuesto, no me desconecto de las muchas conversaciones que mantengo con mi amigo en el trayecto, pero de vez en cuando tiendo a mirar por la ventanilla el vehículo paralelo o lo que pueda encontrar en el arcén.

Mi reciente experiencia al hacer esto me recordó el drama de aquel tipo desencantado en el microcuento de Gabriel García Márquez. El tipo “se arrojó a la calle desde el décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado a la conclusión de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida.”

Tuve una experiencia similar a través de las ventanas de los coches en la carretera. Mi experiencia a través de las ventanas, en lugar de ser vertical como la del tipo desencantado del décimo piso, fue horizontal junto a los coches paralelos de la carretera.

La otra tarde, con mi amigo, pasamos por un pequeño coche Fiat, con una pareja mayor que mantenía una suave conversación. Así lo percibí por el ritmo del movimiento de sus labios. 

En el semáforo, al igual que dos coches en la pole de una carrera de Fórmula 1, pude ver al otro coche cerca durante los pocos segundos necesarios para que la luz roja diera paso a la verde. Vi una madre y su hijo pequeño con su ropa de deporte. El chico llevaba la ropa de un equipo de fútbol de Roma. Vi el escudo. Tenía la imagen de la loba alimentando a dos niños pequeños: Rómulo y Remo. ¡Nostálgico! Me evocó la imagen de un equipo de fútbol que tenía entonces con mis amigos. Nuestro equipo se llamaba Rómulo y Remo. Fue un nombre que elegimos para expresar la fraternidad que existía en nuestro equipo. El joven tenía una mirada cansada, viendo un vídeo en su teléfono con los auriculares conectados. Quizás estaba viendo ciertos vídeos de YouTube sobre cosas de fútbol. 

Justo en ese momento se encendió el semáforo en verde y mi amigo salió acelerando de la línea. No hubo tiempo para ver al joven cansado y a su madre hacia el camino de su casa. Los dejamos atrás. El camino estaba despejado, a pocos segundos de reunirnos con el grupo que nos precedía. Justo entonces vi una estatua de piedra. Muy común en Roma. Recordé a Julio César gracias a que los sonetos de Shakespeare han sido mi dosis de poesía estos días. Me repetí espontáneamente estas palabras: “Cuidado con los idus de marzo”. Caí en la cuenta de que al día siguiente eran los idus de marzo. Las palabras de Bruto cobraron relevancia inmediata: “¿No son mañana, muchacho, los idus de marzo?”. ¿Podría ser esto el destino? ¿Qué me está diciendo? Antes de que pudiera empezar a diseccionar con mi amigo lo que podría significar la suerte y el destino -es el tipo de conversación que le gusta-, las palabras de Casio a Bruto también surgieron de inmediato; “! ¡Los hombres son algunas veces dueños de sus destinos! ¡La culpa, querido Bruto, no es de nuestras estrellas, sino de nosotros mismos, que consentimos en ser inferiores”! Abandoné el pensamiento rápidamente, ya que los coches paralelos seguían cambiando. La siguiente ventana que pude ver fue la de dos señoras jóvenes en un pequeño coche Smart, todas sonrientes y felices. Encantado por ellas.

En la ventana de al lado había un hombre con traje y corbata, aparentemente en una llamada telefónica, porque gesticulaba mientras conducía. Debe haber tenido un largo día de trabajo.

En la siguiente ventana, o mejor dicho, en el coche con la ventana abierta, había un tipo de unos veinte años supongo, con la música audible para los compañeros de la carretera. Digo música audible y no a todo volumen. La diferencia no debe pasarse por alto. 

En ese momento pasamos por un pequeño puente. Volví a ver lo que he visto muchas veces. Candados cerrados en los puentes con nombres. Nombres como Paolo y Francesca o Romeo y Julieta en él. ¿No es cierto que los jóvenes siguen pensando en el amor entre dos personas como algo que debe perdurar para siempre? No creo que esto sea una ingenuidad, sino más bien un reflejo de los anhelos inocentes de lo que debería ser la entrega en el amor verdadero.

Por supuesto, había muchas otras ventanas, pero la que dio otro tema de conversación a mi amigo fue la de una madre, la abuela y las dos hijas. Las hijas, al fondo, conversando con su madre y su abuela. Tres generaciones en un diálogo alegre. El Papa Francisco tenía razón cuando dijo recientemente “Si no viene esta savia, si no viene este “goteo” —digamos así— de las raíces, nunca podrán florecer. No olvidemos ese poeta que he citado tantas veces: “Lo que el árbol tiene de florido vive de lo que tiene sepultado” (Francisco Luis Bernárdez). Todo lo hermoso que tiene una sociedad está en relación con las raíces de los ancianos.

Me dirigí a mi amigo y le dije en italiano: «¡La vita è bella!» (¡La vida es bella!) y me dijo que la película es una de sus favoritas, pensando en la de 1997 de Roberto Benigni. Le dije que acababa de ver otra versión en los últimos minutos y que, efectivamente, la vida vale la pena ser vivida. Por suerte, no necesité el drama del tipo desencantado para recordármelo.

El autorVitus Ntube

España

“La Iglesia católica es una gran desconocida para muchos conciudadanos nuestros”

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Juan José Omella, ha abierto las sesiones de la 119º Asamblea Plenaria de los obispos españoles destacando en su discurso temas como la secularización, la cultura de la cancelación o la importancia de revitalizar la familia.

Maria José Atienza·25 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

El Arzobispo de Barcelona y presidente de la CEE, Mons. Juan José Omella, ha abierto la reunión de todos los obispos españoles que se celebra del 25 al 29 de abril en la sede de la Conferencia en Madrid.

En su discurso inaugural, Mons. Omella ha querido destacar la situación por la que atraviesa Ucrania, dos meses después del inicio de la invasión por parte de Rusia. En este sentido ha querido destacar que el Papa “no ha ahorrado palabras para describir “una masacre insensata en la que todos los días se repiten estragos y atrocidades” y el recuerdo de que “es absurda cualquier justificación «religiosa» de esta guerra. La tarea de las Iglesias y comunidades religiosas en medio de esta tragedia debería contribuir a acelerar la consecución de la paz, basada en la justicia, en la verdad y en el perdón”.  Omella ha querido destacar la ejemplar acción que la Iglesia, a través de instituciones y fieles está realizando en la acogida y atención a los millones de desplazados por esta guerra sin olvidar la necesidad de “una acción más coordinada entre todos los actores públicos y privados”.

Los retos de la Iglesia española hoy

Fuera de la idea de España como una nación católica, el Arzobispo de Barcelona ha señalado que “en la actualidad, la Iglesia católica es una gran desconocida para muchos conciudadanos nuestros”. 

Desconocimiento acentuado por la imagen que, en muchas ocasiones, se da de ella en los medios de comunicación para lo que el presidente de la CEE ha querido recordar que “la Iglesia no tiene intereses económicos, geoestratégicos ni ideológicos particulares”.

En este desconocimiento, e incluso desconfianza, el tema de los abusos sexuales a menores por parte de algunos miembros de la Iglesia ha sido quizás, uno de los puntos de inflexión vividos en nuestras comunidades. El presidente de la CEE ha destacado la auditoría independiente sobre la gestión de los casos de abusos sexuales ocurridos en el seno de la Iglesia católica en España que está llevando a cabo el despacho de abogados Cremades & Calvo-Sotelo y que abordará “todos los casos documentados hasta la fecha y los que pudieren presentarse tanto en dicho despacho como en las oficinas diocesanas mientras se realiza el estudio”.

Además, ha señalado Omella que “la Iglesia tiene la oportunidad de trabajar para que dichos abusos no se repitan y para destapar esta nueva forma de esclavitud mundial que no se quiere abordar”.

Familia y libertad

Otro de los temas en los que la Iglesia actual se está “jugando las cartas” es el de la familia y el presidente de la CEE no ha querido dejar pasar esta oportunidad de señalar que  “la familia, en tanto que sociedad natural básica, no está, por lo tanto, en función de la sociedad y del Estado, sino que la sociedad y el Estado están al servicio de la familia para que pueda llevar a cabo la misión propia de educar a los hijos”. Una clara alusión a legislaciones e iniciativas que pretenden, desde el Estado, invadir las competencias propias de padres y madres en la actualidad así como otras destinadas a la eliminación de la vida, ya sea dentro del periodo de gestación como ante la ancianidad o enfermedad.

También se ha referido a la cercenación de la “libertad religiosa en temas como la libertad de expresión, la limitación de la manifestación pública del propio credo” y ha apelado además al necesario y justo ejercicio de la objeción de conciencia como “una garantía de verdadera convivencia, ya que permite un espacio seguro para todos frente a cualquier tentativa de abuso del poder o de imposición de la opinión mayoritaria”.  

Omella ha señalado explícitamente cuatro puntos que “son objeto de fricción con el modus vivendi de las ideologías pujantes en este momento” y que ha resumido en

-la visión católica del ser humano

-la moral sexual,

-la identidad y la misión de la mujer en la sociedad,

-y la defensa de la familia formada por el matrimonio entre un hombre y una mujer. 

En este punto, Omella ha pedido respeto a los diversos agentes sociales y políticos ya que “podemos pensar diferente sin tener que ser atacados”.

Necesidad de unidad no de polarización

La petición de diálogo, unidad y abandono de los sectarismos ha sido una constante en los diversos puntos del discurso de apertura de Omella. No en vano, el presidente de la CEE ha destacado que “nuestros tiempos exigen en todos una mayor solidaridad, así como mayor cohesión social y política que nos aleje de frentismos y de polarizaciones ideológicas o políticas” y esto, lo ha vuelto a subrayar en diversos momentos al referirse al grave contexto económico y social por el que atraviesa España con “once millones de personas en España que padecen pobreza y seis millones de ellas, pobreza severa. Casi tres millones de jóvenes, de entre 16 y 34 años, sufren problemas de trabajo y de vivienda”.

Omella ha apelado a la necesidad de un trabajo real desde las instituciones de gobierno afirmando que “es evidente es que la bronca entre los políticos hace mucho daño. Existe un hartazgo social ante la falta de acuerdos entre los grandes partidos y ante la incapacidad de colaboración para promover el bien común de los ciudadanos”.

Sínodo y misión

Como no podía ser de otro modo, el proceso sinodal ha estado muy presente en el discurso de apertura de esta Asamblea Plenaria. Un proceso en el que la Iglesia “ está redescubriendo el camino de la sinodalidad, que no es el de las mayorías simples de votos, sino el camino más lento, pero más seguro y firme del consenso” y siempre encaminado a la misión evangelizadora de la Iglesia en la que el Arzobispo de Barcelona ha querido destacar la participación de los laicos.

“Los laicos que, en función de su propia vocación de estar en el mundo, son llamados hoy a humanizar el mundo y a mostrar la belleza de la fe en todos los ambientes” ha señalado Omella que ha querido puntualizar que esta vocación misionera sólo es posible “permaneciendo en el vínculo vivo con Cristo dentro del cuerpo de su Iglesia”.

La agenda de estos días

La Asamblea Plenaria recibirá información, como es habitual, de las actividades de las distintas Comisiones Episcopales. Entre los temas que se tratarán destacan el estado de la fase diocesana del Sínodo de los Obispos. Las iniciativas puestas en marcha para abordar la situación actual de los refugiados ucranianos en España o distintos aspectos de la Peregrinación Europea de Jóvenes (PEJ). También se dará a conocer el proyecto del nuevo Servicio de Pastoral Vocacional de la Conferencia Episcopal Española.

Además se abordará el estado de un borrador de documento sobre la corresponsabilidad en el Sostenimiento de la Iglesia, del Secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia.

Nombramientos y elecciones

Durante estos días, los obispos miembros de la Asamblea Plenaria al Presidente de la Comisión Episcopal para la Evangelización, Catequesis y Catecumenado, así como al Presidente de la Subcomisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales.

Además, se realizará la elección del obispo delegado de la Conferencia Episcopal Española para la COMECE (Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea). También está prevista la elección del Gran Canciller de la Universidad Pontificia de Salamanca, así como la elección de un nuevo miembro del Consejo de Economía.

Recursos

Con Darth Vader en el tren

Tenemos experiencia de que la dinámica "pasión, muerte y resurrección" tiene un cierto paralelo con nuestra vida cotidiana. En este relato, el autor replica ese itinerario en un episodio de la vida de don Giorgio, aunque con un simpático toque de humor.

Juan Ignacio Izquierdo Hübner·25 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Era domingo, caía la noche y don Giorgio viajaba a casa de su madre para pasar la Pasquetta con ella. Había celebrado tres Misas largas y anhelaba reencontrarse con su almohada. La deseaba no tanto por la marca que tenía bordada en la funda, ‘Michelangelo’, como por lo mullido del relleno, pues sospechaba que la elección del personaje (su madre se la había regalado) podría estar aludiendo al artista en el mejor de los casos, o a una de las Tortugas Ninja, con quien el sacerdote comparte ciertas similitudes físicas no reconocidas por él (buen estado físico, hasta aquí perfecto, pero también calvicie y baja estatura).

Subió al tren interurbano Roma-Viterbo, encontró por milagro un asiento libre por el lado del pasillo y se derrumbó contra el respaldo de plástico verde. El vagón olía a pan, sudor y tabaco. Se quitó el alzacuellos, estiró un poco las piernas en el espacio que le dejaban las tres señoras que lo rodeaban con sus paquetes, una a su lado y las otras dos en frente, y engañó a su sentido del deber sacando el Evangelio del maletín. Como era previsible, no pudo leer más que una línea: el sueño se le subía a la cabeza como la espuma, los párpados tendían a juntarse, sus pies se entumecían y la cabeza se le caía adelante y atrás como a un guitarrista de rock and roll

El sacerdote estaba alcanzando una paz relativa: el aroma a focaccia que ascendía bailando desde el paquete de la señora del lado lo aturdía, lo transportaba a su infancia; digamos que funcionaba como la vara de Moisés con la roca del Horeb, le hacía agua la boca.

Pero la vida es difícil. En la siguiente estación, una pandilla de 5 o 6 adolescentes vestidos de raperos, un atuendo más llamativo que el clergyman que el sacerdote llevaba debajo del forro polar, irrumpió en el vagón con una vulgaridad que hería la noche. Venían agitados, hedían a amaro o ron, jugaban a golpes y reían con estridencia. Don Giorgio los miró de reojo y al ver que extraían unas botellas de las mochilas para brindar, se preguntó si el clink-clink de los vidrios entrechocándose podría ser equivalente al sonido de las campanas de Satán. Inmediatamente se corrigió y formuló un juicio más benévolo: «Es solo un grupo de niños que desconoce la amistad, cuánto me gustaría poder enseñárselas…». 

Tuvo, en todo caso, un mal presentimiento: midió las fuerzas de los muchachos, las comparó con las que le quedaban a él y guardó el Evangelio para adoptar la arcana estrategia de hacerse el dormido.

Los chicos conquistaron el espacio central del vagón y los pasajeros toleraron su arrogancia alejándose y subiendo el volumen de los auriculares. El líder de la pandilla, un joven alto vestido con una sudadera blanca de talla más apropiada para una toga, gafas de sol y que se peinaba el flequillo de su melena rubia con la mano como en un tic nervioso, de pronto, levantó el brazo y señaló a don Giorgio con su dedo índice, en una postura similar a la de Jesús en el cuadro “Vocazione di san Matteo”, de Caravaggio, solo que esta elección parecía tener el significado contrario. Luego, el melenas bajó el dedo, esbozó una sonrisa cruel y conspiró con sus compinches. El sacerdote se empezó a preocupar, pues todavía le quedaban unas cuantas estaciones para llegar a su destino.

Los chicos parecieron decidirse. Fruncieron las cejas, se cuadraron y avanzaron con paso militar hacia el asiento del sacerdote mientras canturreaban, emulando con los labios el sonido de trombones y trompetas que interpretaban la marcha imperial de Star Wars“Tan, tan, tan, ¡tan-ta-tan!, ¡tan-ta-tan!; tin, tin, tin, ¡tín-ti-tin!, ¡tin-ti-tín! …”. Don Giorgio quedó situado en medio del espectáculo, no tenía ganas de pelear y se mantuvo en su estrategia de fingir el sueño. Los jóvenes, por su parte, percibieron algunas sonrisas cómplices entre los pasajeros, quienes al oír las campanas de la diversión habían reconectado con el presente. 

Los muchachos marchaban de un lado a otro por el pasillo, aumentando la intensidad de la provocación para conseguir su objetivo: subieron el volumen del canto, dejaron caer algunos insultos y zapatearon el suelo. Hasta que uno, desvergonzado o ingenuo, se atrevió a más y zarandeó el hombro de don Giorgio. La situación se volvió insostenible y el sacerdote abrió los ojos. Se imaginó a sí mismo como a un dragón que es perturbado en el corazón de la montaña donde custodia el tesoro; sin embargo los chavales solo vieron a un sacerdote cansado, bajo, aunque en buena forma física, de cabeza redonda y ojos celestes, de una edad similar a la de sus padres. Uno comentó que parecía un pingüino extraviado y rieron.

El ragazzo jefe apuró con un trago lo que quedaba en su botella y se enfrentó al párroco:

— Levántate.

El tren estaba frenando y don Giorgio se levantó… no para aceptar el duelo, sino para explicar, con su mejor sonrisa, que, “¡vaya coincidencia!”, debía bajar del tren. El joven alto, sin embargo, le cerró el paso. Don Giorgio se volteó hacia el otro lado del pasillo y se encontró con los demás pandilleros que también le sacaban pecho. 

— ¿Qué haces a estas horas por aquí?, ¿y de negro?… ¡eh!, ¿acaso te disfrazaste de Darth Vader? —rugió el líder mientras peinaba su melena con los dedos e inclinaba la cabeza hacia atrás, como haciendo gárgaras para celebrar su ingenio. Los demás de la pandilla lo acompañaron con estrépito de hienas alienadas.

Don Giorgio se sentía en su propio Vía Crucis. “Pero Cristo resucitó —se dijo—, y yo lo debo representar también en esa versión…”. De pronto, se le iluminó la bombilla. Se cubrió la boca con una mano y se puso a respirar con dificultad, como si llevara un tanque de oxígeno. Los jóvenes no se inmutaron, pero la gente del vagón se sintió incómoda. Entonces don Giorgio levantó la mirada y, entre inhalaciones y exhalaciones carraspeadas, intentó hablar: 

— Ghh, uhh, ghh, uhh.

— ¿Qué te pasa? —preguntó el chaval con un ligero quiebre de temor.

— Ghh, uhh, ghh, uhh.

— ¡Qué pasa!

— Yo —ghh— soy-tu-padre.

Las puertas se cerraron. Por dos o tres segundos el silencio llenó cada espacio del vagón; esos instantes que todo comediante ha sufrido en el intervalo que media entre la broma y el juicio del público. 

Sonó un aplauso austero por parte de la señora que custodiaba la focaccia, rompiendo el hielo. Las demás señoras que rodeaban a don Giorgio siguieron su ejemplo. Otros pasajeros se quitaron los auriculares y buscaron los ojos de los jóvenes para reprocharles su exceso… El ambiente se había endurecido, pero esa densidad se comenzó a derretir con las risas de los pasajeros de atrás, que ya comentaban la ingeniosa estratagema del sacerdote. Los jóvenes, al ver que el público los traicionaba y que el hechizo de la intimidación se había roto, perdieron su seguridad y se amontonaron junto a la puerta con los brazos cruzados y la cabeza gacha, rumiando su fracaso. Se bajaron en la estación siguiente, empujándose y culpándose unos a otros. 

El sacerdote volvió a su asiento y pidió permiso a la señora situada junto a la ventana para mirar el andén a través del vidrio. Vio al león ofuscado, rabiando como un pequeño tirano y rezó por él. El tren avanzaba otra vez, pero don Giorgio seguía atento… En el último momento, tres muchachos de la pandilla volvieron la cabeza, encontraron a don Giorgio y, cautelosamente, le sonrieron. Bien. Quizá los encontraría otro día, y entonces los invitaría a conversar un poco. El primer tema sería la amistad, ¡qué falta les hace!

— ¿Quiere un poco de focaccia? —preguntó la mujer, que se había dado cuenta del efecto que producía su aroma en el sacerdote.

— Sí, gracias —Miró sigilosamente las opciones que había dentro de la bolsa y añadió, con picardía—, me encanta la que tiene aceitunas. Pero coma usted también y así me acompaña.

Ella se alegró y le hizo caso. Don Giorgio tomó el pan, lo apretó ligeramente con los dedos para sentir su frescor y lo saboreó, soñando, optimista, con el futuro de esos muchachos, y con el merecido descanso que disfrutaría con su madre al día siguiente.

Leer más
Vaticano

La misericordia es cuidar las heridas del prójimo

Después de dos años de celebraciones privadas en la iglesia del Santo Spirito de Sassia, el Domingo de la Divina Misericordia volvió a celebrarse en presencia de los fieles en la Basílica de San Pedro. Una recurrencia iniciada por el Papa Francisco en pleno Jubileo de la Misericordia en 2016.

Giovanni Tridente·24 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

«Si nos hacemos cargo de las llagas del prójimo y en ellas derramamos misericordia, renace en nosotros una esperanza nueva, que consuela en la fatiga». De esta manera «nos encontramos con Jesús, que
Jesús, que desde los ojos de quienes son probados por la vida, nos mira con misericordia y nos repite: ¡La paz esté con ustedes!». Lo dijo el Papa Francisco en su homilía de la Misa de la Divina Misericordia, en el segundo domingo de Pascua, que este año volvió a la Basílica de San Pedro con la presencia de los fieles, después de dos años de celebraciones en forma privada en el cercano Santuario de Santo Spirito en Sassia.

Comentando el pasaje evangélico del día, en el que aparece tres veces el «¡La paz esté con ustedes!» de Jesús, el Papa sugirió las «tres acciones de la divina misericordia en nosotros» que se desprenden de este relato.

La primera es una reacción de alegría, que surge de haber sido perdonados gratuitamente a pesar de nuestro abandono y negación. Un entusiasmo que surge de haber experimentado una vez más la presencia del Resucitado, logrando desviar la atención de nosotros mismos. De ahí la invitación: «Antepongamos el recuerdo del abrazo y de las caricias de Dios al de nuestros errores y nuestras caídas. De ese modo alimentamos la alegría. Porque nada puede seguir siendo como antes para quien experimenta la alegría de Dios».

Una segunda razón de la alegría es que hay que compartirla con otros, después de haberla experimentado: «si sabemos en primera persona lo que significa renacer, después de una experiencia que parecía no tener salida, entonces se hace necesario compartir el pan de la misericordia con los que están a nuestro lado. Sintámonos llamados a esto», añadió Francisco. Y de nuevo: «preguntémonos: yo, aquí donde vivo, en la familia, en el trabajo, en mi comunidad, ¿promuevo la comunión, soy artífice de reconciliación? Me comprometo a calmar los conflictos, a llevar perdón donde hay odio, paz donde hay rencor?»

Por último, está el ejemplo de Tomás, que es algo así como «la historia de todo creyente», en la que es habitual asistir a una crisis de fe. La respuesta está en la «prueba» de las heridas, como ocurrió entre el discípulo y Jesús. «Preguntémonos entonces si en este último tiempo hemos tocado las llagas de alguien que sufre en el cuerpo o en el espíritu; si hemos llevado paz a un cuerpo herido o a un espíritu quebrantado; si hemos dedicado un poco de tiempo a escuchar, acompañar y consolar». Este es el secreto, concluyó el Papa Francisco, para volver a sentir la paz del Señor en la propia vida y la alegría de haberse reencontrado con él.

El aniversario

El aniversario de la Divina Misericordia fue instaurado, como recordaremos, por San Juan Pablo II durante el Gran Jubileo del año 2000, y hace referencia al culto a la santa polaca Sor Faustina Kowalska, que en sus visiones místicas tenía indicaciones de cómo pintar la imagen de Jesús misericordioso.

El año pasado se cumplió el 90 aniversario de la revelación de esa imagen, y fue el propio Papa Francisco quien presidió una Santa Misa en Santo Spirito in Sassia -una iglesia que el Papa Wojtyla había dedicado a la devoción de la Divina Misericordia y elevado a Santuario en 1994- en presencia de presos, médicos, enfermeras y refugiados de África y Oriente Medio.

Misericordia para la guerra

Al saludar a los fieles polacos en la audiencia del pasado miércoles, el Papa recordó que «Cristo nos enseña que el hombre no sólo experimenta la misericordia de Dios, sino que también está llamado a mostrarla al prójimo». A continuación, agradeció al pueblo del que procede el culto que hoy se celebra su misericordia «hacia tantos refugiados de Ucrania, que han encontrado en Polonia puertas abiertas y corazones generosos».

Otra referencia a la guerra en curso y a cómo vivirla con sentido de la misericordia la hizo Francisco al recibir el sábado en audiencia a un grupo de peregrinos, a los que recordó cómo Dios llora a las víctimas de un conflicto armado que «está destruyendo a todos los pueblos implicados», a los vencedores, a los perdedores y a los que miran superficialmente lo que ocurre. Encomendemos, pues, a María, Madre de la Misericordia, todo lo que sucede en este momento en el mundo.

Misioneros de la Misericordia

La misericordia se refiere también a los llamados «Misioneros», aquellos sacerdotes que han recibido el mandato especial de administrar el sacramento de la Reconciliación incluso en situaciones difíciles y «periferias», tanto humanas como geográficas. También ellas son fruto del Jubileo de la Misericordia, deseado por expreso deseo del Papa Francisco, y hoy son 1040 en el mundo, según comunica el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, que anima su coordinación.

Estos días se reúnen en Roma para reflexionar sobre su tarea como «signo de acogida». Proceden de varios países del mundo, de todos los continentes, y también hay varios sacerdotes de Ucrania para los que se ha obtenido un visado especial para salir del país.

Además de varios talleres para compartir experiencias y prácticas pastorales desarrolladas durante la pandemia, asistieron a varias charlas, entre ellas una del Predicador de la Casa Pontificia, el cardenal capuchino Raniero Cantalamessa. Después participaron en la Santa Misa en San Pedro este domingo y mañana concluirán el encuentro acudiendo a una audiencia con el Papa Francisco.

Actualidad

Siete claves sobre la devoción a la Divina Misericordia

El segundo domingo de Pascua se conoce como el Domingo de la Divina Misericordia. El Papa Francisco recordó en 2021 que “hace noventa años, el Señor Jesús se manifestó a santa Faustina Kowalska, confiándole un mensaje especial de la Divina Misericordia. A través de san Juan Pablo II, ese mensaje ha llegado a todo el mundo”, señaló.

Francisco Otamendi·24 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Durante el rezo del Ángelus, el 21 de febrero de 2021, en plena pandemia, el Santo Padre Francisco recordó ese mensaje, que “ha llegado a todo el mundo, y no es otro que el Evangelio de Jesucristo, muerto y resucitado, que nos da la misericordia del Padre”.

El pensamiento del Papa se dirigióa Polonia, al santuario de Płock, y al saludar en particular a los fieles polacos. Éstas fueron sus palabras: “Hace noventa años, el Señor Jesús se manifestó a santa Faustina Kowalska, confiándole un mensaje especial de la Divina Misericordia. A través de san Juan Pablo II, ese mensaje ha llegado a todo el mundo, y no es otro que el Evangelio de Jesucristo, muerto y resucitado, que nos da la misericordia del Padre. Abramos nuestro corazón a él, diciendo con fe: ‘Jesús, confío en ti’”.

Posteriormente, el domingo 11 de abril, tal como informó Omnes, el Papa Francisco presidió, por segunda vez, la Misa de la fiesta de la Divina Misericordia, en la iglesia del Santo Spirito in Sassia de Roma. La Santa Misa se celebró en privado a las 10,30 horas y, al final, desde la misma iglesia, el Papa dirigió el rezo del Regina Coeli desde allí mismo, y no desde la Biblioteca del Palacio Apostólico, como estaba haciendo los últimos domingos, a causa de las restricciones sanitarias.

En esta misma web tienen sendos comentarios a las Lecturas de este domingo, realizados por Andrea Mardegan y Luis Herrera. Y aquí tienen algunas claves de la devoción a la Divina Misericordia, que sintetizamos con ayuda de arguments.es y otros expertos.

1. Cuándo se celebra la fiesta de la Divina Misericordia?

El segundo Domingo de Pascua. La imagen representa a Jesús en el momento en que se aparece a los discípulos en el Cenáculo, tras la Resurrección. El momento viene recogido en la lectura del Evangelio de este domingo.

2. Origen.

Celebró por primera vez esta fiesta el cardenal Angelini Fiorenzo, el domingo 11 de abril de 1999, en la Basílica de San Pedro, en Roma. El domingo 30 de abril de 2000, san Juan Pablo II canonizó a santa Faustina Kowalska, y declaró en la homilía: “Es importante que acojamos íntegramente el mensaje que nos transmite la palabra de Dios en este segundo domingo de Pascua, que a partir de ahora en toda la Iglesia se designará con el nombre de “domingo de la Misericordia Divina”, o “domingo de la Divina Misericordia”.

3. ¿Quién difundió la devoción a la Divina Misericordia?

La fiesta de la Divina Misericordia procede del mensaje de la misericordia de Dios que recibió sor M. Faustina Kowalska (1905-1938), que pide por la confianza en Dios y la actitud de misericordia hacia el prójimo. El mensaje subraya que Dios es misericordioso y perdona, y que nosotros debemos hacer lo mismo. Llama a proclamar y orar por la Divina Misericordia para el mundo, incluyendo la práctica de nuevas formas del culto. 

La devoción a la Divina Misericordia creció muy rápidamente después de la beatificación (18 de abril de 1993) y canonización (30 de abril de 2000) de sor Faustina y también debido a las peregrinaciones del Papa Juan Pablo II a Lagiewniki (1997 y 2002). En el año 2000, san Juan Pablo II canonizó a santa Faustina. Tanto Benedicto XVI como el Papa Francisco han recomendado esta devoción.

4. ¿Cuál es el mensaje de la Divina Misericordia?

En síntesis, que la Misericordia de Dios es más grande que nuestros pecados. Tener devoción a la Divina Misericordia requiere de una entrega total a Dios como Misericordia, y ser misericordiosos como Él es misericordioso.

5. ¿Qué es la coronilla de la Divina Misericordia?

Es un conjunto de oraciones utilizadas como parte de la devoción a la Divina Misericordia. Se suele rezar a las 15,00 horas, las 3 de la tarde (el momento de la muerte de Jesús), utilizando las cuentas del santo Rosario pero con diferentes oraciones.

6. Qué ha dicho el Papa Francisco sobre la Divina Misericordia?

“No es posible pensar en la Divina Misericordia sin la Resurrección del Señor, porque la Resurrección del Señor, la Pascua del Señor, es el culmen de la revelación de la Misericordia de Dios, aquella apertura a la vida, a la vida eterna. Es un don supremo que Dios ofrece al hombre en Cristo. Jesús ha venido al mundo precisamente para revelar el rostro misericordioso de Dios”.

7. Algunos recursos sobre la Divina Misericordia.

Pueden visitar o acudir al Santuario de la Divina Misericordia y Congregación de las Hermanas de las Madre de Dios de la Misericordia; leer y meditar el evangelio de este Domingo de la Divina Misericordia; la Carta apostólica ‘Misericordia et Misera’, del Papa Francisco, al concluir el Jubileo Extraordinario de la Misericordia; algunas homilías de san Josemaría Escrivá, como ‘El corazón de Cristo, paz de los cristianos’, o el trabajo ‘san Josemaría Escrivá de Balaguer y la devoción al Amor Misericordioso (1927-1935)’, en ‘Studia et Documenta’, año 2009; etcétera.

El autorFrancisco Otamendi

Educación

¿Tiene sentido estudiar Teología hoy?

Los tiempos actuales plantean cada vez más desafíos éticos y morales. Basta echar una mirada a la guerra, la pobreza, al sufrimiento y a la muerte, la eutanasia, agresiones a la vida, ecología, sexualidad y familia, y por supuesto, la fe, la trascendencia. Omnes ha contactado con mujeres y varones que agradecen la formación recibida en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas (ISCR) de la Universidad de Navarra. Y lo cuentan.

Rafael Miner·23 de abril de 2022·Tiempo de lectura: 11 minutos

Los grandes debates de nuestros días son en buena parte éticos, morales. No caben muchas dudas al respecto. Y uno de los problemas para afrontar los retos de nuestro tiempo es que muchos somos bastante analfabetos en cuestiones de fe y de moral. Mientras se multiplican los programas, cursos y tutoriales sobre economía, inteligencia artificial y robótica, sanidad, cuidado del cuerpo, o los negocios, por citar sólo algunos ejemplos, estamos cojos en dar razón de nuestra fe, si no la tenemos ya casi olvidada, o anestesiada, y la confusión y la infelicidad afloran.

“No soy profesor, ni docente, ni catequista, soy un mero laico. ¿Por qué estoy haciendo un curso de teología moral a distancia con 55 años? Formulado así hasta a mí me sorprende”, reflexiona para Omnes José Antonio Tovar, español residente en Fráncfort (Alemania). “Desde hace unos cinco años e imagino que por la gracia de Dios, he tenido un proceso de conversión (no paulina, sino paulatina). No es que fuese anteriormente un pequeño pagano, pero casi, casi…”, reconoce.

José Antonio Tovar cursa actualmente “el diploma en Teología Moral en la modalidad online (en terminología post moderna), por internet (en terminología moderna) o a distancia (en terminología clásica, la cual prefiero), y lo cierto es que estoy muy, muy contento”, asegura.

¿Cómo llegó a matricularse en el ISCR de la Universidad de Navarra? Luego nos lo cuenta, porque tiene su miga, pero antes el profesor Tovar confiesa con honestidad: “Sin tener la más remota idea de lo que era la teología moral, y sin haberme leído prácticamente el contenido del diploma me matriculé. Y lo curioso es que mi pereza no protestó, ni ha protestado lo más mínimo. Y no me arrepiento nada, porque me ha dado la respuesta a muchas cosas que me venía planteando. Y me ha encantado y me encanta, aunque lo termine en un par de semanas”.

“Una de las consecuencias de ese proceso de conversión fue la necesidad imperiosa de leer cosas relacionadas con la religión católica y la necesidad de adquirir más conocimientos y de profundizar en los que ya tenía”, explica Tovar. Y en este punto coinciden los entrevistados, aunque lo explican cada uno a su modo.

Una colombiana en Alemania

Carolina Lizarazo, colombiana, lleva 23 años en Alemania, “y ahora soy alemana de corazón”, reconoce, “porque sigo siendo colombiana, y trabajo como profesora titular de la Universidad de Stuttgart, en el Departamento de Lenguas. Además de eso, soy esposa, madre, y tengo mis obligaciones como cualquier mujer casada, con mi familia”, señala.

“Precisamente por eso, y por la metodología online, los programas de la Universidad de Navarra fueron para mí una opción perfecta. He tenido la suerte de haber cursado dos diplomados, el de Teología Bíblica, y acabo de terminar el de Teología. Este semestre me vuelvo a meter en esta aventura, e inicio el diploma de Teología Moral”, añade.

“Estos estudios, los diplomas, han significado para mí un antes y un después”, explica Carolina. “Desde que comencé con los estudios, mi vida de fe, mi conocimiento de la Iglesia, de la Sagrada Escritura, han hecho que mi fe, mi trabajo con jóvenes, con estudiantes, en mi vida normal, haya cambiado significativamente. Yo estudié Comunicación social y periodismo en Colombia, y aunque siempre participé en la vida de la Iglesia, en grupos, y me confrontaba con temas de fe, los programas me han aportado una formación más sólida, fundamentada, clara, fiel al Magisterio, a la Iglesia. Y esto me ha ayudado mucho para aplicar y transmitir en otros ambientes, para dar razones de mi fe”, subraya esta mujer colombiana.

“Perspectiva seria, científica, teológica”

Carolina Lizarazo lo precisa de este modo: “Yo pensaba que conocía la Biblia, hasta que empecé a hacer el diplomado en Teología bíblica, y esos estudios me dieron una perspectiva seria, científica, teológica, espiritual, y me ayudó a conocer más y tener más amor a la Sagrada Escritura. Muchas veces desconocemos mucho de la Palabra de Dios, y para mí fue un descubrimiento maravilloso. Como dice san Jerónimo, desconocer la Escritura es desconocer a Jesucristo, y eso a veces nos pasa”.

La experiencia del diploma de Teología fue “un poco diferente”, comenta esta periodista latinoamericana, ahora también alemana de sentimiento. “Lo hice durante la pandemia, me dio mucha esperanza, y supuso una gran ayuda. Cristología, mariología, eclesiología, para mí especialmente interesante por el proceso que se está viviendo en la Iglesia, y el que está viviendo la Iglesia alemana. Se ha producido en mí un amor renovado por la Iglesia. Gracias a Dios y al diploma, que me ha motivado mucho”.

Madre de familia en Navarra

De Colombia y Alemania volvemos a España. Concretamente a Navarra. Mara Barón es madre de familia numerosa, con 6 hijos. “Vivimos en Marcilla (Navarra), y trabajamos, mi marido principalmente, y yo en un restaurante llamado Villa Marcilla, en Marcilla de Navarra. Hice el diploma de Teología Moral hace ya dos años y creo que me matricularé el año que viene en otro que está sin decidir aún. La experiencia fue una maravilla”, cuenta Mara Barón.

Los estudios, aunque fueron online, como son estos diplomas, no están exentos de dificultades, pero se superan. Mara lo comenta de este modo. “Aunque tardé en adquirir el hábito de estudio, disfrutaba muchísimo con cada tema. Simplemente me matriculé por intentar formarme más y mejor, y conseguí ampliar mis conocimientos a la vez que se abría un mundo apasionante de búsqueda de la Verdad hacia el bien del hombre”.

Y prosigue: “Los casos de moral al final me sirvieron muchísimos, como para generalizar todos los aspectos. Me encantó la asignatura de Bioética, que es muy actual, donde se abordaron temas como la eutanasia, el aborto y la vida, la fecundación in vitro, etc. Y también la asignatura de Sexualidad, matrimonio y familia”. Al referirse a profesores, Mara afirma que ·”me ayudó mucho D. Tomás Trigo, con el que tenemos mucha amistad, en especial en la asignatura de Ética, que era la primera. Me costó, los conocimientos, el vocabulario, etc., pero recibí ayuda, también de D. José María Pardo”.

Catequesis y ambiente universitario

Mara Barón explica que “ha estado en Marcilla, hace ya tiempo, en las catequesis de Primera Comunión, y que sus hijos tienen entre 26 años ―la mayor se casa la semana que viene―, y 14 años”. ¿Cómo se hace para simultanear la atención a una familia numerosa, llevar un restaurante, y realizar un diploma online? “Yo lo hice sobre todo porque tenía algo más de tiempo al ser los hijos más mayores”, responde, “y al tener universitarias, coincidía con ellas en la biblioteca. Así disfrutaba del ambiente universitario, que no pude en mi edad, y no tuve opción de estudiar en la Universidad de Navarra; yo estudié en Madrid”.

“En definitiva, la experiencia fue maravillosa”, concluye. “Creo que el diploma [en Teología Moral] está muy bien trabajado y explicado. Yo sí que pondría alguna clase más online, para algunas explicaciones”, sugiere, “que por las guías o los libros, no se comprendan del todo bien”. “Personalmente, tuve la suerte de poder beneficiarme de la biblioteca de Teología y poder también preguntar mis dudas, que fueron muchas al principio”.

Desde Managua (Nicaragua)

La nicaragüense Lucía Hurtado se presenta de este modo: “Soy sin más una mujer laica, que sigue en búsqueda de la Verdad ―en un camino iniciado al lado de mi esposo en 2006―, de estar más cerca de Él también a través del conocimiento; que redescubre que la religión tiene hoy un importante valor público que cumplir, y que algún aporte podrá hacer para resaltarlo en aras del bien común”.

Al rato, recuerda un viernes por la tarde en Pamplona. “Sabía poco sobre la facultad de Teología de la Unav [Universidad de Navarra], y llamó mi atención ver a sacerdotes ir y venir por su campus y estación de bus, así que decidí ir a ver de dónde venían; ya antes había visitado la preciosa capilla del Santísimo del edificio Amigos. Caminé por esos lindos senderos y llegué al edificio del ISCR, y oh tristeza, al entrar y no ver a nadie, habían ya cerrado, pensé. Pero no, ahí se encontraba Natalia Santoro, secretaria académica, quien me atendió como si ya me hubiese estado esperando”.

“Fue una fácil, grata y fecunda conversación”, evoca Lucía Hurtado a Omnes, “al punto que al poco tiempo de regresar a mi país tomé de nuevo el folleto sobre el Diploma Online en Teología Moral, y opté por inscribir la clase Matrimonio, Sexualidad y Familia, con el prof. D. José María Pardo, que ella pensó era la que mejor me aportaría para los quehaceres con mi comunidad Matrimonios en Amor, cuyo lema es ‘Ama a tu cónyuge como a ti mismo’. Antes hablé con mi esposo Sergio y se mostró entusiasta, a fin de cuentas servimos juntos en ese movimiento que se reúne en la iglesia Santa Marta de Managua desde el año 2008”, revela esta madre de familia nicaragüense.

“Fue difícil adaptarme a la metodología en línea, cuando toda mi educación anterior había sido con papel, lápiz y libros en mano. No obstante, la clase me gustó tanto, que decidí al terminarla inscribir otra y luego otra. Mi corazón e intelecto fueron cautivados por videos y textos preparados con altísima profesionalidad, humanidad y modernidad, una combinación ideal de ciencias positivas, moral, ética, valores humanos, religión, teología y fe, que me hacían reflexionar y ponían en su lugar mis ideas y conceptos sobre el mundo, Dios y los hombres”, añade.

También Pedagogía

“Llevando una clase por semestre, que es lo que mi tiempo de esposa, madre, abuela y profesional y servidora me permitía, terminé Teología Moral y recién este mes de febrero recibí mi diploma, ni yo me lo creía, ya por fin iba a disponer de mis fines de semana”, concluye Lucía Hurtado, sólo para comentar que se ha apuntado a otro diploma, el de Pedagogía.

En efecto, Hurtado recibió entonces “un email del ISCR ofreciendo descuento a quienes ya teniendo un diploma deseasen estudiar Pedagogía Evolutiva de la Fe, y yo amante de las rebajas, caí en la trampa y ahora estoy llevando, felizmente, mi primera clase con el prof. José Luis Pastor. Sigo haciendo malabares para adentrarme en las lecturas, muchas cosas ocurren en mi entorno que me roban la concentración, pero cuando lo logro no quiero soltarlas”, comenta. Lo que hacen los profesores y tutores en el ISCR “es muy valioso, necesario, bien recibido y apreciado”, afirma.

“He aprendido más de lo imaginado”

Retomamos ahora las ideas iniciales de José Antonio Tovar, desde Fráncfort, y su satisfacción por el diploma de Teología Moral que está cursando. “Estoy muy, muy contento. Por la estructura, el contenido del curso en sí, la flexibilidad, el claustro de profesores (en especial con el padre Tomás) y por algo bastante difícil de conseguir, como es el hecho de que han conseguido que me sienta parte de la Universidad de Navarra, aunque sea un trocito muy chiquitito. Además, estoy sorprendido porque he aprendido muchísimo más de lo que en un principio había imaginado. Lo cierto es que no tengo nada más que buenas palabras”.

“Durante el curso me he planteado”, revela José Antonio Tovar, “si es mejor hacer un curso de ética o de moral con 20 o con 55 años y lo cierto es que no tengo una respuesta demasiado clara. Con 20 puedes adquirir unas herramientas que te pueden servir de bagaje para la vida, pero con 55 el bagaje y la experiencia que has ido adquiriendo te ayuda a reflexionar y profundizar más y te permite disfrutar (palabra muy valorada por la sociedad postmoderna) y valorar muchísimo más todo el contenido de lo que lees, escuchas y compartes. Ah, también de las personas”.

La opción por Teología Moral

Y le dejamos la palabra para que cuente cómo se decidió a realizar el diploma de Teología Moral, una historia muy personal, que evoca con detalle, y que considera “un milagro, para otros una nimiedad”. Es la siguiente, y Tovar lo cuenta de este modo, que necesariamente extractamos:

“Una de las facetas en las que me sentía y me siento como un analfabeto funcional es en todo lo relativo al Antiguo Testamento, y eso a pesar de haber ido a un colegio católico, haber pertenecido en mi juventud a un grupo de jóvenes (valga la redundancia) y de haber recibido todas las catequesis necesarias para todos los sacramentos que se puedan recibir (salvo la catequesis del bautismo, que por haberlo recibido con dos días no dio demasiado tiempo, ah y la catequesis del orden sacerdotal, claro)”.

“Pues bien, queriendo llenar esa laguna (o ese océano) de ignorancia, relativa al Antiguo Testamento, pensé: Por qué no hacer un curso de Teología Bíblica…

Y a golpe de ‘click’ llegué al diploma a distancia (sigo prefiriendo la terminología clásico-escolástica), que imparte la Unav. 

Y como Julio César: Leí, repasé y volví a leer el contenido del curso. 

Y me decidí.

[…] Pero el tiempo fue pasando y pasando… 

Y casi, casi me olvidé. Del curso, digo”.

«Sin embargo, con la eficiencia germánica de los gestores del curso, recibí un buen día un email en el que me recordaban que el plazo de inscripción terminaba dentro de poco. Mi pereza se sobresaltó bastante. Bueno mucho. Volví a leer el programa, volví a repasar las condiciones del curso y no sabiendo si debía o no hacerlo pues… Nada, que pedí ayuda a Dios. Y en una oración le dije francamente: ¿Qué hago? ¿Hago el curso o lo dejo pasar? ¿Lo hago ahora, el semestre que viene, el año que viene, o el siglo que viene?”

Un cuadro de Rembrandt

«Y entonces pasó algo sorprendente. Para mí un milagro, para otros una nimiedad. Hacía una semana que había leído un libro que me había impresionado bastante: ‘El regreso del hijo pródigo, meditaciones ante un cuadro de Rembrandt’, de Henri Neuwen (dejemos la trayectoria del autor al margen) y llevaba toda la semana pensando y reflexionando acerca del cuadro, que además no había visto en mi vida. Incluso lo había puesto como mi fotografía de whatsapp y fondo de pantalla del móvil…”.

“Pues bien, allí estábamos mi pereza y yo delante del ordenador decidiendo si hacíamos o no el dichoso (lo siento) curso de Teología Bíblica y justo antes de formalizar la inscripción, mi pereza me sugirió tenuemente: Venga, vuelve a leer el folleto con las asignaturas y el contenido del curso… Y entonces me equivoqué. Y entonces pulsé el enlace equivocado… Y entonces delante de mis narices apareció en la pantalla del ordenador, no el programa del curso de Teología bíblica, sino el de Teología moral”. 

“Y lo cierto es que en ese segundo me quedé petrificado: La imagen del folleto del curso de Teología moral era precisamente… Sí… el cuadro de Rembrandt, el mismo de mi whatsapp, el mismo que mi salvapantallas, el mismo que el fondo de mi móvil… El mismo que había visto por primera vez siete días antes…Y en ese mismo momento y aunque parezca una tontería, no me cupo absolutamente ninguna duda de que ese el curso que tenía que hacer. Y que era la respuesta a mi oración. […] Y me matriculé”. José Antonio Tovar no se arrepiente porque, como ha señalado más arriba, “me ha dado la respuesta a muchas cosas que me venía planteando”.

Dos razones para estudiar Teología

Como pueden imaginar, conectar con estos alumnos de Ciencias Religiosas ha llevado unos días. Entretanto, hemos podido rescatar alguna reflexión y algunos datos.

Entre las primeras, dos razones que ofreció para estudiar Teología Mons. Juan Antonio Martinez Camino, obispo auxiliar de Madrid y presidente de la Subcomisión episcopal  para las Universidades y la Cultura de la Conferencia Episcopal Española (CEE), en un artículo en Omnes. La pregunta que se hizo, fue: ¿Por qué estudiar Teología quien no piensa ser o no es sacerdote ni religioso? 

Sus respuestas fueron, en síntesis: 1) “porque un bautizado consciente del tesoro que es la fe profesada, suele desear conocerla más y mejor que en la primera catequesis. La Teología ayuda a vivir mejor la fe, a apreciarla más, a defenderla de los ataques de la cultura dominante, poco amiga de la vida cristiana; y por supuesto, a capacitarse para la misión apostólica propia de todo bautizado, en la familia, la profesión y la vida social en general”.

Y 2) “para poder ejercer oficios o misiones en la Iglesia que con frecuencia han desempeñado sacerdotes, pero que no están reservados a ellos. Son muchísimos”, realzó, y citó algunos de ellos, mencionando, por ejemplo, la enseñanza de la Teología, y las clases de religión en numerosos centros.

El ISCR de Navarra

En una reciente entrevista con Omnes, el subdirector del ISCR de la Universidad de Navarra, profesor D. Tomás Trigo, señaló: “Estamos en un momento histórico que pide a gritos que todos los cristianos tengan una formación doctrinal sólida y profunda, […], al hilo de los cambios culturales”.

El próximo 1 de mayo, este ISCR, que tiene una modalidad semipresencial, abre el plazo de admisión. Como explicó el profesor Trigo, estos Institutos de Ciencias Religiosas fueron creados para facilitar esta formación mediante un itinerario académico específico que son el Bachillerato y la Licenciatura en Ciencias Religiosas, títulos oficiales de la Santa Sede. Además, ha realizado “un gran esfuerzo” para disponer de una Colección de Manuales del ISCR de la Universidad de Navarra (EUNSA).

Además, la oferta formativa dispone de “títulos propios con modalidad a distancia 100 %, a los que llamamos ‘Diplomas online’, enfocados por áreas temáticas de la Teología, con otras asignaturas que complementan la formación”. El Diploma de Teología Moral, por ejemplo, es uno de ellos. “Actualmente, estudian con nosotros más de 450 alumnos de diversos países de América y Europa, además de España”, ha señalado el profesor Trigo.

Compañeros del joven Ratzinger

En la gestación de “ese gran teólogo, que llegaría a ser Papa”, Benedicto XVI, hoy Papa emérito, según ha escrito hace poco Peter Seewald, se sitúa la época de Freising, en la “el jovencísimo Ratzinger estudia con compañeros que, como él, aspiraban a ser ordenados sacerdotes”, ha recordado Mons. Martínez Camino.

“En cambio, en Fürstenried, tuvo compañeros y compañeras de estudio laicos, que se ayudaban mutuamente en los trabajos académicos. Entre ellos, llama la atención el caso de Esther Betz, hija del fundador de un gran diario alemán, estudiante de Teología desde 1946 y luego asistente del profesor Schmaus”.

“Esta mujer, empresaria, por fin, como su padre, del mundo editorial y periodístico, mantuvo hasta su muerte la amistad con su compañero de estudios, incluso cuando éste era ya Papa. La correspondencia entre ambos teólogos es una de las fuentes más originales de la biografía de Seewald”, ha recordado Monseñor Martínez Camino.

Revolución educativa

Hace más de tres años, como se recordó en este portal, el Papa Francisco dio el pistoletazo de salida a una revolución educativa. “Ha llegado el momento en el que los estudios eclesiásticos reciban esa renovación sabia y valiente que se requiere para una transformación misionera de una Iglesia en salida desde ese rico patrimonio de profundización y orientación”, señaló el Santo Padre en la Constitución Apostólica Veritatis Gaudium.

“Ante la nueva etapa de la evangelización, […], estos estudios no deben sólo ofrecer lugares e itinerarios para la formación cualificada de los presbíteros, de las personas consagradas y de laicos comprometidos, sino que constituyen una especie de laboratorio cultural providencial”, señaló el Papa Francisco, quien se refirió al desafío de “una valiente revolución cultural”.

Zoom

Un canto de esperanza en Sudán del Sur

Unas mujeres cantan durante una misa en la zona protegida de civiles de la base de las Naciones Unidas en Malakal, Sudán del Sur.

Maria José Atienza·22 de abril de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto