España

Mons. Argüello: “De lo que sí han hablado todos en el sínodo es de la Eucaristía”

Ni la ordenación de mujeres, ni el celibato opcional han sido los temas de mayor calado en el total de los resúmenes enviados por las distintas diócesis y grupos en la primera fase del camino sinodal en España.

Maria José Atienza·23 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Aunque estos temas, ciertamente, han aparecido y se han convertido en un fácil recurso mediático, la petición de conocer mejor el Magisterio de la Iglesia (también para entender las razones de los temas mencionados) y, sobre todo, la importancia de la Eucaristía, su participación y cuidado han sido las demandas comunes en los resúmenes recibidos por la CEE en la primera fase del sínodo en España.

Así lo ha expuesto Mons. Luis Argüello, Secretario General de la Conferencia Episcopal Española en la rueda de prensa de información de los trabajos de la 259º reunión de la Comisión Permanente de los obispos españoles. Evidentemente, el camino recorrido por las diócesis españolas en la primera fase local del sínodo de los obispos ha centrado parte de los trabajos de estos días.

Los obispos han realizado un balance del encuentro del pasado 11 de junio que han calificado de gozoso. A las conclusiones presentadas ese día se ha añadido un apéndice que recoge los subrayados y algunas lagunas que encontraron los participantes en la Asamblea tras repasar, reunidos por grupos, la síntesis que se presentó inicialmente. 

La Eucaristía, tema central

En este sentido, Mons. Argüello ha señalado que el presidente de los obispos españoles ha llevado, personalmente, estos documentos a la Secretaría General del Sínodo junto con todos los materiales y anexos recibidos.

Los obispos, ha destacado el secretario de la CEE, han manifestado de “seguir continuando en este itinerario en espera de las propuestas de la Secretaría General del Sínodo”, el primer Instrumentum Laboris que está previsto recibir en torno al próximo otoño.

¿Qué es los que más se ha puesto de manifiesto en los documentos de este sínodo: La necesidad de superar el clericalismo y, por encima de todo, como ha querido subrayar Argüello “el asunto unánimemente tratado ha sido la Eucaristía: los lenguajes, la homilía, la participación…”. El Secretario General de los obispos españoles ha señalado que “la Iglesia es un entretejer de camino y mesa” y “en este camino, sobre todo, los fieles quieren hablar de la mesa”.

La prevención y el trabajo realizado por las Oficinas diocesanas de protección de menores ha sido otro de los temas tratados en estas jornadas. En este ámbito se ha presentado el plan de trabajo previsto para los próximos meses. En octubre, además, está prevista una nueva reunión, esta vez de dos días de duración, de estas Oficinas diocesanas y de congregaciones religiosas y se está perfilando un protocolo marco para la prevención de abusos contra menores y el modo de actuación si estos se producen. El protocolo recoge los principales aspectos que contienen algunos de los protocolos ya existentes en las diócesis españolas, así como los documentos de la Santa Sede con respecto a este problema.

Sólo 9 casos de abusos en el s. XXI en la Iglesia española

La actuación y el desarrollo de las distintas investigaciones en el ámbito de los abusos cometidos por parte de miembros de la Iglesia, han centrado, como de costumbre, gran parte de las preguntas posteriores de los medios de comunicación.

En este sentido, Mons. Argüello ha querido señalar que, efectivamente, la Iglesia no participará institucionalmente en la comisión de investigación puesta en marcha desde el Defensor del Pueblo del gobierno español que se centra únicamente en los abusos sexuales cometidos en el entorno de la Iglesia.

Argüello ha señalado que, si bien, hay católicos a título personal que sí participan en esta comisión, desde la Conferencia Episcopal, “pensamos que es bueno que este tipo de comisiones tenga su independencia”. Asimismo, no ha eludido señalar que “no nos parece muy correcto que solo se ponga la mirada en los casos de abuso de la Iglesia” cuando la mayor parte de estos abusos se produce en otros ámbitos.

Mons. Argüello ha querido subrayar que la colaboración de la Iglesia es siempre prioritaria en “cualquier investigación que quiera poner el acento en la acogida de las víctimas y la prevención está colaboración es prioritaria”.

Casos prescritos

Además, ha explicado cómo “en la cuestión de los archivos se ha generado una expectativa irreal. Con los datos nuestros, los presentados por el periódico El País y todos los demás, el 80% de los casos son anteriores al año 80, desde el punto de vista civil penal, muchos de ellos han prescrito, muchas de las personas acusadas están fallecidas y los superiores u obispos responsables en esos momentos ya no están”.

El portavoz de los obispos españoles ha recordado además que “en nuestros protocolos de actuación está en comunicar a la Fiscalía todos los casos que se reciben y se ha hecho”.

En relación al segundo informe elaborado por el periódico El País, Argüello ha explicado que se ha enviado “a cada congregación y cada diócesis lo que le corresponde, a Roma y a la fiscalía. Y hemos escrito al País solicitando a la dirección, en la medida que ellos han querido que hagamos de “mediadores” para que las personas que han realizado esas acusaciones se pongan en contacto con las oficinas e incluso, si fuera necesario, hacer de mediadores entre estas personas y las diócesis”.

Argüello ha afirmado que está previsto que “a final de año demos un informe de las novedades recibidas en cada oficina” y ha querido destacar que “del siglo XXI solo hay 9 casos” lo que le produce “la tranquilidad de que las cosas no se están haciendo mal”.

Más bautismos de adultos

Uno de los temas que ha sido tratado estos días por los miembros de la Comisión Permanente se relaciona con una realidad creciente en España en los últimos años: la recepción de los sacramentos de la Iniciación Cristiana por parte de adultos, es decir, mayores de 14 años.

En esta línea, los obispos han tratado el nuevo catecismo para adultos “¡Es el Señor!”. Un catecismo que sigue en gran medida, el ritual de Iniciación Cristiana de Adultos y al que se le añadirán las propuestas presentadas por los obispos estos días con el fin de culminar este nuevo documento, dirigido al catecumenado de adultos y a los que se reinician en la vida cristiana.

Apoyo a las manifestaciones en favor de la vida

La manifestación a favor de la vida convocada para el 26 de junio por numerosos grupos civiles junto a algunos de inspiración cristiana ha formado parte también del elenco de preguntas dirigidas al Secretario de los obispos españoles.

En este sentido, Mons. Luis Argüello ha confirmado el respaldo de todos los obispos a la nota recientemente publicada por la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida en la que se anima “a todos a promover el sí a la vida y expresamos nuestro apoyo en favor de quienes tienen derecho a nacer y a ser acogidos por sus padres con amor; en favor de las madres, que tienen derecho a recibir el apoyo social y estatal necesario para evitar convertirse en víctimas del aborto.

En favor de la libertad de los padres y de las escuelas que colaboran con ellos para dar a sus hijos una formación integral, que otorgue la necesaria importancia hoy a la educación afectiva y sexual, de acuerdo con unas convicciones morales que los preparen de verdad para ser padres y acoger el don de la vida; en favor de los cuidados paliativos y de la libertad de conciencia; denunciando las situaciones en las que se ve amenazada, como se sigue constatando en diversas formas de esclavitud, en la trata de personas o en las condiciones laborales abusivas”.

Para el portavoz de la CEE “las movilizaciones en la calle son genuinas de la vocación laical” y ha querido destacar además que, más allá de las manifestaciones, “el desafío es mayor: pide un cambio cultural, una manera de vivir en favor de la vida”.

Argüello ha querido señalar además que “La cuestión del aborto no es específica de los católicos. La cultura en favor de la vida se puede compartir con creyentes de otras religiones así como con hombre y mujeres, agnósticos, que ven que el cuidado de la vida es una línea roja que no se ha de cruzar”

Vaticano

¿Quiere el Sínodo cambiar la doctrina?

Rome Reports·23 de junio de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

¿Quiere el Sínodo cambios en la doctrina en temas como el celibato o la ordenación sacerdotal de mujeres? Como ha apuntado el Secretario General del Sínodo, el cardenal Mario Grech, el Papa Francisco quiere una Iglesia más sinodal.

¿Y qué significa eso? Sobre todo que no solo tengan voz en foros permanentes los religiosos. Puede ser en el nivel parroquial, diocesano o nacional, pero quiere que se escuche también a los laicos cuando haya que tomar decisiones. 


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Familia

La cuestión demográfica debe estar en el centro de la agenda europea

En una Europa que ya no tiene hijos, la cuestión de la natalidad vuelve al centro del debate público. En numerosas ocasiones, también recientes, el Papa Francisco ha reiterado la necesidad de redescubrir la belleza de la familia como contribución al desarrollo de la sociedad.

Giovanni Tridente·23 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

OMNES ha entrevistado al presidente de la Federación Europea de Asociaciones Familiares Católicas (FAFCE), el abogado Vincenzo Bassi, que explica algunos de los asuntos más urgentes relacionados con la cuestión demográfica. 

La Federación de Asociaciones Familiares Católicas de Europa cumple 25 años. ¿Puede explicar a nuestros lectores cómo surgió esta organización y qué iniciativas lleva a cabo?

La FAFCE es una federación de asociaciones que representan a 18 países europeos. Los miembros de la FAFCE son 23 asociaciones y su objetivo es doble. Por un lado, presenta las peticiones y necesidades de las familias y de las asociaciones nacionales ante las instituciones europeas. Esto incluye no sólo las de la Unión Europea sino también las del Consejo de Europa.  Por otro lado, desarrolla y promueve, de acuerdo con las conferencias episcopales locales, el asociacionismo familiar católico en los países donde está menos desarrollado.

Con vistas al próximo Encuentro Mundial de las Familias, la FAFCE organizó una conferencia para «celebrar la belleza de la familia». ¿Qué importancia tiene redescubrir esta belleza en una Europa que ya no tiene niños?

Hoy en día, formar una familia se considera cada vez más un acto heroico y no un acto de generosidad. Celebrar la belleza de la familia sirve precisamente para presentar la habitual generosidad de la familia, que tiene efectos positivos también en toda la comunidad. La familia no es sólo una institución privada, también tiene relevancia pública. Es un regalo para la sociedad y no debe darse por sentado, sino que debe ser recompensado.

En este sentido, creemos que la cuestión demográfica debe convertirse en una cuestión más europea. Nuestra experiencia nos enseña que es necesario implicar y reunir a los Estados nacionales en esta cuestión, y luego hacer del fomento de la natalidad un punto central de la agenda europea. En cambio, vemos que ni siquiera en el Recovery Plan for Europe se piensa en las políticas de natalidad. Hay que recordar que las familias también inician los procesos de desarrollo económico. La familia es el combustible que enciende el motor de la sociedad, en términos demográficos, pero también de desarrollo sostenible. 

Una ocasión importante de este aniversario fue el encuentro con el Santo Padre hace unos días. ¿Cómo vivió esos momentos?

Con gran emoción, sabiendo que el Papa siempre nos estimula a mejorar y hacer más efectivo nuestro compromiso. Las asociaciones y redes familiares deben ser cada vez más hogares abiertos a la comunidad y no pisos en los que refugiarse por miedo a la confrontación con la sociedad.

En su discurso, el Papa Francisco valoró su contribución en la creación de redes de familias, de las que fluye un servicio a toda la sociedad… ¿Es así?

Las redes de familias son un instrumento no sólo al servicio de la sociedad sino también de la Iglesia, porque a través de ellas es más fácil acercarse a las personas frágiles, y a las familias en dificultad. Estamos convencidos de que nuestra contribución al servicio de la sociedad será tanto más eficaz cuanto más podamos contribuir al servicio de la Iglesia. En este sentido, las redes familiares pueden ayudar, y ser una herramienta para que nuestros pastores se mantengan cerca del rebaño.

Recientemente ha firmado una Resolución en la que reafirma la importancia de tener hijos como recurso indispensable para el futuro también en clave ecológica. ¿Puede explicarlo mejor?

Todo es muy sencillo y real: nunca habrá desarrollo sostenible sin un equilibrio intergeneracional garantizado precisamente por los niños. Por eso el verdadero enemigo de la sociedad y de su desarrollo sostenible es el consumismo y el individualismo, mientras que las familias optimizan los recursos para su propio bien y el de sus hijos, y por tanto para el futuro de la sociedad, que querrán dejar en herencia a sus hijos.

El Pontífice también denunció la lacra de la pornografía y la práctica inhumana del alquiler de vientres. Como Federación, ¿cómo piensan ayudar a erradicar estas lacras sociales?

Ambos son consecuencia de la soledad, de las personas y de las familias. En la soledad, todo es una mercancía, incluso un hijo o el sexo. En la familia se aprende y se experimenta el don. Cuanto más se vive la alegría del don ofrecido y recibido, más se ve la pornografía y el vientre de alquiler como una aberración. 

Sin embargo, hay que decir que detrás de estas prácticas hay fragilidades existenciales más o menos graves, y nuestra tarea sigue siendo siempre la de acoger a los frágiles y ayudarles a superar su debilidad. El Papa nos llama no sólo a condenar los actos sino también a acoger a las personas, porque nuestras familias no son modelos de perfección. Nuestras familias deben dar testimonio de que están en un viaje, generoso y responsable; un viaje que a veces es difícil, pero que se recorre sabiendo que no están solos, como un rebaño con su pastor.

Libros

La mesa católica. Lectura para «degustar»

La mesa católica aborda, de manera sencilla pero asombrosamente profunda, cuestiones esenciales para el católico. Considerar que Dios se hace comida no es un asunto banal, supone que necesitamos a Dios para vivir

Maria José Atienza·23 de junio de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La mesa católica

Título: La mesa católica. La alegría y dignidad de la comida desde la fe
Autor: Emily Stimpson Chapman
Páginas: 210
Editorial: CEU Ediciones
Ciudad: Madrid
Año: 2021

Emily Stimpson Chapman lleva, desde hace años, escribiendo con sencillez y una asombrosa profundidad sobre la relación entre la comida y su fe católica. Su blog «La mesa católica» ha sido el alma mater de este muy recomendable libro sobre el mismo tema. 

La autora entra en cuestiones esenciales para el hombre y la mujer de hoy, y especialmente el católico. Considerar que Dios se hace comida no es un asunto banal. Supone que, más allá de una simple cuestión de supervivencia física, necesitamos a Dios para vivir y no es lo mismo, por ejemplo, comer o no en familia.

Stimpson recorre, sin ceder a extremos, lo que ella llama el «daño espiritual que se produce cuando no vemos la comida correctamente y vivimos de acuerdo con lo que vemos», problema en el que se incluyen todos los extremos desórdenes relacionados con la comida y que van desde las culpabilidades, el despilfarro o la obsesión con uno mismo que elimina incluso a Dios…

También con todo lo que supone un Dios hecho comida: el sentido del ayuno, el hambre de Dios, la solidaridad con los demás…

Y lo hace con una esperanza y una equilibrada visión de las cosas que hace de este libro (que «adereza» con recetas estupendas), una elección de lectura más que acertada.

Libros

De la Casa Blanca a la Santa Sede 

Santiago Leyra Curiá recomienda la lectura de De la Casa Blanca a la Santa Sede, de Rafael Navarro-Valls.

Santiago Leyra Curiá·23 de junio de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Libro

Título: De la Casa Blanca a la Santa Sede
Autor: Rafael Navarro-Valls
Páginas: 240
Editorial: Almuzara
Ciudad: Córdoba
Año: 2022

Nuevo y apasionante libro de Rafael Navarro-Valls. Como experto en historia política estadounidense y en la Iglesia católica, ha escrito ya tres libros analizando las presidencias desde F. D. Roosevelt hasta Obama y los papas desde San Juan Pablo II hasta los inicios del pontificado de Francisco.

En esta nueva obra, analiza al presidente J. F. Kennedy y a sus hermanos Bob y Ted desde la perspectiva de los atentados y escándalos que vivieron; se refiere a datos nuevos sobre Nixon (Watergate); las visitas de Obama a Cuba y España durante su último año en el poder; la candidatura fallida de Hillary R. Clinton y sus duelos con Obama y Trump; los cuatro años de Trump en la Casa Blanca, incluido su notable aferramiento al poder y el dramático duelo con el rubio presidente que marcó la elección de Joe Biden, hasta su toma de posesión.

Por otra parte, Navarro-Valls analiza nuevos e interesantes datos sobre san Juan Pablo II y Benedicto XVI, así como el pontificado del Papa Francisco hasta ahora. Finalmente, el autor añade algunas anécdotas históricas de su hermano Joaquín, el primer portavoz laico de la Santa Sede. En resumen, un libro que se lee con mucho gusto y aporta novedades relevantes.

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Lecturas del domingo

«El rostro de Jesús firme en la misericordia». XIII domingo del Tiempo Ordinario

Andrea Mardegan comenta las lecturas del XIII domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan·23 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Comienza el viaje de Jesús a Jerusalén, central en el Evangelio de Lucas. En el griego, Lucas menciona tres veces el rostro de Jesús. “La decisión firme” de ir a Jerusalén la expresa así: “Endureció su rostro para caminar hacia Jerusalén”; el envío de los mensajeros: “Envió mensajeros ante su rostro”; y la causa del rechazo de los samaritanos: “Porque su rostro estaba en camino hacia Jerusalén”.

Lucas nos muestra el rostro de Jesús que revela el del Padre. El rostro de Jesús parece duro, pero en realidad es firme en su decisión de amor de dar su vida por todos en Jerusalén, tenaz en la ternura y la misericordia. Quiere resistir a los que se oponen al plan de salvación que se cumplirá allí. 

Los judíos evitaban Samaria en su camino a Jerusalén porque los samaritanos eran infieles, pero Jesús pasa por allí a propósito. Ha enviado mensajeros, tal vez los propios Santiago y Juan, que, molestos por su negativa, piden a Jesús permiso para pedir fuego del cielo para consumirlos. Jesús se vuelve y muestra su rostro, decidido a seguir siendo misericordioso, incluso con los que le rechazan. Para reprender a Santiago y Juan, utiliza el mismo verbo con el que expulsa a los demonios. Los que quieren impedirles caminar en la lógica de Dios son considerados por él como “Satanás”, como Pedro.

Lucas relata en los Hechos: que Samaria es el primer destino, después de Judea, indicado por Jesús a los apóstoles para su testimonio; que durante la persecución de Saulo los cristianos huyeron a Samaria, donde llevaron la palabra de Dios; que Pedro y Juan fueron enviados allí, e impusieron las manos a los samaritanos que recibieron el Espíritu Santo: ese era el fuego del cielo que Jesús quería para Samaría. 

Ir, caminar, seguir, son palabras frecuentes en este pasaje. Jesús enseña a tres aspirantes discípulos que hay que tener en cuenta para seguirle. Si queremos seguirle en todo lugar, Jesús nos advierte que él no es un refugio, una solución a todos los problemas, un lugar protegido de las dificultades de la vida, sino todo lo contrario. Si, al escuchar su llamada, le decimos que antes de seguirle tenemos cuerpos que enterrar, heridas, historias y malentendidos del pasado que resolver, nos dice que dejemos de lado a esas cargas y nos lancemos con él a la misión.

En tercer lugar, nos anima a librarnos de los condicionamientos de las personas que amamos y que nos aman, pero que pueden ser un obstáculo para seguir a Jesús. Los campesinos que ponían las manos en el arado miraban hacia adelante porque así se enderezaba el surco. También los que siguen al Maestro deben mirar hacia adelante, hacia el futuro, hacia la novedad de vida que Él siempre es capaz de proponernos y realizar. 

La homilía sobre las lecturas del domingo XIII

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

Vaticano

«Es importante seguir a Jesús siempre; a pie o en silla de ruedas»

El Papa Francisco ha animado a los más mayores en su catequesis del miércoles 22 de junio a ceder el protagonismo a los más jóvenes. Algo, que ha subrayado “no es fácil”.

Maria José Atienza·22 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

La audiencia general del miércoles 22 de junio ha continuado con la serie de catequesis sobre la vejez iniciada, hace unas semanas, por el Papa Francisco. Una catequesis seguida atentamente por los cientos de personas que se han unido al Santo Padre en esta mañana estival.

Tomando el pasaje de el diálogo entre Jesús resucitado y Pedro al finalizar el Evangelio de Juan, el Papa ha reflexionado sobre el testimonio que, en sí mismo, encierra la entrega y la debilidad física propia de los últimos años de vida.

En este sentido, ha precisado el Papa “en el transcurso de la discusión de Jesús con Pedro, encontramos dos pasajes que se refieren precisamente a la vejez y a la duración del tiempo”. El primero de ellos “cuando eras joven, tú mismo te ceñías e ibas adonde querías; cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quiera” alude a esa entrega del testigo a los más jóvenes y a ceder el sitio.

En este punto, afablemente, el Papa ha comentado “¡Digamnelo a mi que tengo que ir en silla de ruedas! Pero la vida es así. Con la vejez vienen enfermedades y debemos aceptarla como viene” y ha querido recordar una cita de San Ignacio de Loyola que dice ‘Así en la vida como en la muerte hemos de dar testimonio de los discípulos de Jesús’ El fin de nuestra vida tiene que ser el fin de la vida de un discípulo de Jesús.  Además la huella de Jesús va siempre por delante. Con buena o mala salud”. Lo importante, ha subrayado el Papa, “es seguir a Jesús siempre, andando a pie o en silla de ruedas”.

Francisco ha compartido con los presentes cuánto le gusta “hablar con los ancianos mirándolos a los ojos; esos ojos brillantes, que te hablan sin palabras, que son el testimonio de una vida. Es algo bello que debemos conservar”.

Ceder el protagonismo

Otro de los temas tratados en esta catequesis ha girado en torno a la insistencia que tenemos, en muchas ocasiones, de conocer y “dirigir”, en cierto modo, la vida de los demás. A este respecto, el Papa ha querido preguntar, especialmente a las personas mayores si, realmente, son capaces, en muchas ocasiones de confiar en los más jóvenes, de “cederles el protagonismo”.

“Alejarse del protagonismo de la vida no es fácil” ha afirmado el Papa Francisco, “este nuevo tiempo es también un tiempo de prueba, ciertamente. Empezando por la tentación de conservar nuestro protagonismo. En la vejez, nuestro protagonismo tiene que abajarse.

Por eso, ha continuado el Papa, cuando Pedro pregunta a Jesús sobre Juan, “¿realmente tiene que estar en “mi” secuela? ¿Debe quizá ocupar “mi” espacio? ¿Debe durar más que yo y tomar mi lugar? La respuesta de Jesús es franca e incluso áspera: ‘¿Qué te importa? Tú, sígueme’”. Así hace Cristo con nosotros, ha puntualizado el Papa, “cuando nos metemos en la vida del otro Jesús nos dice ‘¿A ti que te importa? Tu sígueme’”

Familia

Álvaro Medina: “Una sociedad sin los abuelos no es viable”

La catequesis del Papa Francisco sobre ancianos y personas mayores ha sido abundante, como pueden ver en Omnes. Hoy, con ocasión del X Encuentro Mundial de la Familias (EMF 2022), que comienza en Roma este miércoles, Omnes ha entrevistado a Álvaro Medina, presidente del Movimiento Vida Ascendente, que intervendrá este jueves 23 con su mujer, Rosario García, en el EMF.

Francisco Otamendi·22 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

Hasta tal punto es relevante la catequesis del Papa sobre los ancianos, que el Santo Padre decidió celebrar el pasado año la primera Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores. Este año será el 24 de julio, cerca de la fiesta de San Joaquín y santa Ana, abuelos de Jesús, con el fin de no olvidar ‘la riqueza de custodiar las raíces y transmitira los jóvenes la experiencia de vida y de fe que sólo pueden dar ellos.

Se trata de una iniciativa del Año ‘Familia Amoris laetitia’, coordinado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, que organiza este EMF 2022, y que ha invitado al matrimonio Álvaro Medina y Rosario García a exponer su testimonio en Roma.

Fue precisamente Álvaro Medina, como presidente del Movimiento Vida Ascendente, quien presentó hace un mes en Madrid, junto al obispo de Canarias, Mons. José Mazuelos, presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, el documento ‘La ancianidad, riqueza de frutos y bendiciones’, en la sede de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Una presentación de la que informó con amplitud Omnes.

Ahora conversamos con él, en vísperas de su intervención en el Encuentro de las Familias. Álvaro Medina, perteneciente a la diócesis de Getafe adelanta, sin desvelar sus historias: “Nunca hay que desfallecer en el apostolado. Lo contaremos en Roma”.

¿Su mujer forma parte del Movimiento Vida Ascendente?

̶  Mi mujer, María del Rosario, es la que manda en mi casa, en el Movimiento no tiene cargo, aunque hablará conmigo en Roma.

¿Qué le gustaría comentar en primer lugar? Quizá algo del EMF 2022 en Roma, o en España.

̶  Mimujer y yo hemos sido invitados por el Vaticano para dar un testimonio en el X Encuentro Mundial de las Familias, en Roma, y lo haremos así el día 23 de este mes de junio. Sé que hay algún otro matrimonio de España, pero no vamos juntos. A lo mejor nos vemos en el avión.

Ha sido directamente el Vaticano quien ha contactado con nosotros, quizá a través del Dicasterio de Laicos, Familia y Vida de Roma, con el que tenemos relación lógicamente por Vida Ascendente. De ahí habrá surgido nuestro nombre, y la llamada a nosotros fue directamente de los que organizan el encuentro. Intervenimos, si no hay cambios, de 12,30 a 13,30 de la mañana.

¿Se puede conocer un pequeño adelanto?

̶  El tema sobre el que vamos a hablar gira en torno a una preocupación latente en las personas mayores, que es cuando alguno de nuestros hijos o nietos no siguen el camino de la fe. Y se produce un poco de desesperación y de desilusión cuando ves que eso ocurre.

Tenemos un par de historias en nuestra familia en las que se ve claramente que nosotros tenemos la obligación de poner la semilla, pero quien la hace crecer a su debido tiempo es el Señor.

Vamos a contar dos historias, una mi mujer y otra yo, sobre dos hechos que han ocurrido en la familia, y que muestran que nunca hay que desfallecer en nuestro afán de hacer el apostolado dentro ó fuera de la familia, pero especialmente dentro de la familia.

Lo contaremos en Roma.

Tenéis dos hijos, ¿verdad?

̶  Sí, tenemos un hijo y una hija. Mi hijo está casado, tiene 4 hijos, y ahora demás cuida al hijo pequeño de su hermana. Mi hija está divorciada, tiene cuatro hijos, las dos mayores son bastante mayores, el tercero vive con su padre, y el pequeño vive con mi hijo.

Mi hija, el 12 de agosto hará 4 años, sufrió un aneurisma en la cabeza, que le ha generado secuelas importantes, psíquicas y físicas, aunque gracias a Dios va superando ciertas dificultades, pero está muy limitada. Vive en casa, la cuidamos, y la llevamos todos los días a rehabilitación, pero lógicamente el cuidado de ella día y noche corresponde a nosotros.

Las orientaciones para la pastoral con mayores

¿Puede recordar algún rasgo del documento sobre la ancianidad que han presentado en la CEE?

̶  Se trata, como indica el documento, de un conjunto de orientaciones para la pastoral del mayor. Lo más relevante, a mi modo de entender, es la necesidad que hay en la Iglesia y en la sociedad de reconocer al mayor como es en realidad. Porque se le va estigmatizando, se le va considerando algo que casi llega a ser molesto, y es un error gravísimo, porque llegar a viejo no es una desgracia, es una gracia.

Llegar a mayor es un regalo de Dios, y tiene sus frutos. Si uno se para dos segundos a reflexionar, se da cuenta sin necesidad de tener mucho conocimiento.

Háblenos de esa reflexión y de la parte espiritual.

̶  La condición del ser humano, básicamente, se compone de tres partes. Una parte, la física: otra parte, la intelectual; y una tercera, la espiritual. Tanto en la física como en la intelectual, el cuerpo se va fortaleciendo con el paso del tiempo, y llega a su cúspide, según cada persona a una edad.

Lo mismo pasa con el cerebro, el conocimiento se va adquiriendo con el tiempo, la inteligencia se va ejercitando, y llega un momento en que el cuerpo y el cerebro, la inteligencia, declinan, decaen.

Sin embargo, la parte espiritual jamás decae. Al revés, a medida que pasa el tiempo, uno va teniendo más ocasiones de ser consciente de que el Señor está con nosotros, el espíritu se fortalece, la fe se fortalece, y llegado a una edad avanzada, lo que tienes es un espíritu con una fe probada. Y esa riqueza hay que verla desde de la realidad de la vida.

Si la realidad de la vida es que hemos nacido del amor de Dios y tenemos como destino llegar a los brazos del Señor, el camino de la vida es el camino de la fe. Si el camino de la fe, cuando se encuentra en su plenitud, precisamente, es cuando tiene muchos años, al mayor habrá que mirarlo desde ese punto de vista.

Usted subraya con fuerza el camino de la fe.

̶  Sí. Parece que los mayores estamos considerados como algo que quedó detrás. Sin embargo, en el camino de la fe, es lo contrario. Los que vamos delante, simplemente porque hemos nacido antes y hemos vivido más años, los que vamos por delante, el futuro del camino de la fe, lo llevamos los mayores.

De vez en cuando, cuando miro a mi biznieta, porque tengo una biznieta, en ella veo el futuro de mañana. Pero si ella, cuando tenga suficiente conocimiento, quiere ver el futuro de su vida en la fe, tendrá que mirar hacia sus bisabuelos. Luego el futuro de la realidad de la vida, de la auténtica razón de vivir, es el camino de la fe.

Si miramos así a los mayores nunca podremos que es un material de desecho, como tantas veces nos recuerda el Papa Francisco, y como tanto se empeña la sociedad, en descartar al mayor. Es todo lo contrario. Luego en este argumento de la pastoral, lo primer es visibilizar la realidad del mayor. Que sí, que luego tendrá problemas físicos, o psíquicos, pero son propios de la edad. Eso forma parte de la realidad del mayor.

Luego está que el mayor deba ser agente de pastoral, es decir, participe en el desarrollo de la sociedad y de la Iglesia, con su actividad, y en otros casos será receptor de esa pastoral, por sus propias necesidades naturales.

Visibilizar al mayor, primero nosotros mismos

Luego el primer objetivo del documento es visibilizar al mayor. Primero con el mayor. Porque cuando hablamos nosotros mismos, los mayores, hablamos del mayor como si fuera un tercero: nadie es mayor… En el Camino Ascendente todos somos mayores, pero cuando habla un mayor, se refiere a ellos en tercera persona. Nos hemos contagiado en este defenestrar la imagen del mayor, lamentablemente. Luego al mayor también hay que ayudarle a verse a sí mismo.

Recuerdo muchos encuentros, cuando voy a visitas, asambleas, etc., por España, y cuando me refiero a los mayores, me miran como diciendo: ¿De verdad están hablando de nosotros? Pues claro que sí. En esos gestos de cariño que tenéis con vuestros seres queridos, con vuestros hijos, con vuestros nietos, donde no dudáis ningún momento en dejaros lo que sea preciso por el cariño que les tenéis, ése es un ejemplo de la fortaleza de vuestro espíritu.

Hijos, nietos, vecinos, amigos, eso gestos sencillos de amor son el testimonio fiel de que ese milagro de la vida se está dando generosamente entre vosotros.

Pero como lo hacéis de manera tan natural, no le dais el valor que tiene. Y lo tiene. Pues ése es el primer objetivo del documento. Visibilizar al mayor.

Los ejemplos sencillos del Evangelio

El mayor es un tesoro, no una carga. Eso lo ha dicho usted.

̶  Hay un ejército de mayores que hemos permanecido en el camino de la fe. Pero es que esperamos el milagro de que se abra el cielo en dos y baje el Espíritu Santo en forma de paloma.

El Señor en los Evangelios nos recuerda a esas personas sencillas, aquella mujercita en el templo que echaba su última monedita, y la ponía como ejemplo; aquel que se consideraba indigno de estar delante del Señor, en su humildad, junto al fariseo, que estaba dando gracias por la suerte que tenía de ser como era… Nos los pone delante el Señor. Que el cielo está en la tierra, representado clara y sencillamente por esos amores sencillos del santo de la puerta de al lado, que dice nuestro querido Papa.

Los datos señalan que en torno a un 20 % o más de la población española tiene más de 65 años.

̶  La tendencia es a seguir creciendo. La expectativa de vida es cada vez más longeva, y la natalidad, por desgracia, es cada vez más escasa. Por lo tanto, la participación porcentual de los mayores en nuestro país cada día es mayor y tiene más peso. Eso son estadísticas que están al alcance de cualquiera.

Junto a este asunto, en el documento se refieren a la soledad. En algunos casos es elegida, pero en otros es sobrevenida. ¿Hemos dejado algo solos a nuestros mayores, durante la pandemia, por ejemplo?

 ̶  La soledad tiene muchosmatices, pero es cierto que en ocasiones va ganando terreno paso a paso. Cuando uno termina su vida laboral, afronta una vida nueva. Donde estabas acompañado por una actividad concreta, la has perdido y afrontar una etapa nueva, en la que casi todo es nuevo.

Primera compañía que tienes. Segunda compañía, los compañeros de viaje, la mujer, el marido, los familiares, los amigos, se van quedando en el camino, y va acuciando más la soledad. Lo que pasa es que no se percibe de golpe. Va comiendo terreno poco a poco.

Otra es el avance de la ciencia y las tecnologías modernas en la sociedad. A la velocidad que van, los mayores nos vamos quedando al margen, y lo vamos viendo con todo lo que tiene que ver con la digitalización de las cosas. Te vas apartando de la dinámica normal de la vida anterior, y de la sociedad actual. Luego la soledad tiene todos esos matices. Además, cuando llega a ser profunda, es decir, cuando la capacidad física no te permite valerte, tienes que terminar en manos de un cuidador, o en una residencia, ahí es mucho más aguda. La soledad es quizá el peor de los males dentro de la sociedad actual.

Dos palabras sobre un tema incómodo, las residencias… 

̶  Las residencias son centros donde pueden atender a los ancianos de un modo que no podemos hacerlo, por diversas razones y circunstancias. Pienso que deberían considerarse como la antesala de la gloria. Y por tanto deberían ser el mejor lugar posible para quien llegue a ella. No es tarea fácil, pero si no se tiene esa conciencia, es tarea imposible. Luego hay que alentar a los familiares que se ven en esa necesidad, llevar a un ser querido a una residencia, que busquen esos centros donde el trato a sus seres queridos tenga consideración. Que no les lleven a cualquier lado, ni porque está cerca ni por lo que sea. Que tengan la consideración de exigirse a sí mismos en la selección de sitios, y exigir al sitio en el que atiendan a esa persona como se merece, como persona digna de todo el respeto y persona que está en la antesala de la gloria.

Los abuelos, los mayores, han sido y son una red social en las crisis, para hijos, nietos, hermanos… Cuidarles tendría que ser un deber de toda la sociedad. ¿Qué me puede decir?

̶  No hace falta ir muy lejos. Pregúntale a cualquiera si sería posible que se sostuviera la dinámica de la sociedad en nuestro país sin los abuelos. No podría ser. ¿Quién cuida de los nietos? ¿Quién asiste a los hijos cuando les falta el trabajo? ¿Quién está pendiente de ellos? No hace falta realizar muchas cuentas. No es viable.

La verdad es que muchas veces el Señor nos hace mirar al cielo a través de las lágrimas. Pero qué hermosura es cuando uno, dentro de esta dureza, ve la compañía del Señor. Sin Él sí que no tendrá sentido la vida. Todo lo que estamos hablando, si sacamos del escenario del razonamiento al Señor, somos incapaces de razonar. Nos perdemos. La razón no razona si no tiene en cuenta todos los factores que componen la realidad, y el principal de los factores es la presencia de Dios.

Álvaro Medina está con las luchas diarias de cada día, la rehabilitación de su hija, etcétera, pero escucharle es un placer que da alas. No le hemos logrado sacar nada de su intervención en Roma, junto a su mujer, en el EMF, así que habrá que escucharle. Es el jueves 23, a media mañana.

El autorFrancisco Otamendi

Recursos

Un cuento para celebrar Santo Tomás Moro

Juan Ignacio Izquierdo continúa la serie de relatos para conmemorar a diversos santos el día de su fiesta. Puedes leer más pinchando en la etiqueta de cuentos.

Juan Ignacio Izquierdo Hübner·22 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

Dos mujeres 

En la cuarta planta de un edificio clásico, dentro de una oficina amplia con mesas divididas por tabiques grises, uno teclea con pocas ganas, otras miran el móvil encorvándose desde sus asientos, dos entran riendo con vasos de café en la mano mientras discuten algo sobre el Osasuna. Pero la luz joven de la tarde que entra por la ventana se concentra en Isabel, quien intenta guardar sus cosas en los cajones con sigilo similar al de un ladrón. De pronto, la jefa sale de su despacho, los analistas del café enmudecen, Isabel se encoge en su asiento y escucha a sus espaldas los pasos de la ley.

— ¿Cómo?, ¿ya se va?

Isabel mantuvo la atención en el proceso de apagar el ordenador y no respondió. Sus compañeros de la Consultora, tres mujeres y tres hombres, tampoco aprobaban su costumbre, pero a Manuela, su jefa, le encantaba verbalizar la crítica en público. Esta vez había dejado caer la pregunta desde la boca como un avión libera un misil, y surcó el pasillo con paso ágil, sin detenerse para revisar los daños que hubiera causado en su subordinada, dejando atrás una estela de ironía con esencia de tabaco. ¿Por qué lo hace? ¿Envidia, desprecio, rivalidad? Después de todo, Isabel y Manuela tienen los mismos 32 años, coincidieron en la Universidad y, aunque visten con estilos muy distintos, las dos son guapas. 

Isabel congeló sus movimientos por unos segundos, esperó a que Manuela regresase a su despecho para terminar de guardar sus cosas, miró el reloj y, antes de que otro bromista la retuviese, salió disparada hacia el ascensor. Quería recoger a su hija del colegio. «Hay dos tipos de profesionales jóvenes —pensó mientras apretaba el botón en la pared—, los que viven para trabajar y los que trabajan para vivir». 

En cuanto salió por la puerta del edificio y el aire cálido de Pamplona infló su largo pelo rojo, su ánimo se tranquilizó. A esas horas no había casi nadie por la avenida Carlos III. Terminó de cerrar la cartera y se puso a caminar hacia el aparcamiento gratuito donde había dejado el coche. No terminaba de adaptarse a la empresa, sentía que luchaba contra el absurdo: «¿¡Qué problema hay en irse temprano si empezaste a trabajar temprano!? —La murmuración fue aumentando en volumen— Manuela DIJO que podemos irnos pronto siempre que cubramos las horas de la jornada, ¡lo dijo!, pero luego ella se queda hasta las tantas de la noche y los demás chupa suelas se sienten orgullosos de competir por quién aguanta más en la oficina… ¡Es ridículo!». 

Entró al coche, un Volkswagen Golf con 5 años de uso, y detuvo la mirada en la foto de su hija que colgaba del espejo retrovisor. Esbozó una sonrisa. Sólo habían podido tener una hija, Sara. Ahora tiene 7 años, ojos claros y un cáncer. Su enfermedad está bien tratada en la Clínica Universitaria y los médicos son optimistas, pero vaya que ha sufrido la pobrecita. «Necesito mi trabajo. Tengo que adaptarme mejor, sobrevivir», se dijo Isabel. En ese momento sonó su móvil y, a la vez que arrancaba el coche para encaminarse al colegio, activó el manos libres. 

— Hola, cariño —Dijo la voz grave y afectuosa de su marido.

— ¿Sabes?, la jefa se volvió a meter conmigo… Perdona que me queje otra vez, vas a pensar que estoy obsesionada. Pasaré a comprar con Sara las cosas para el aperitivo de esta noche, ¿te apetece algo?

Desde que se casaron, casi todos los días Isabel toma algo con su marido en el balcón del apartamento, antes o después de cenar. Discuten los asuntos del día, ella en el sofá amarillo con una limonada, él en la silla de mimbre con una cerveza. Cuando sale un problema económico o laboral, él da un trago un poco más largo y luego, mirando los balcones del edificio que tienen en frente, suspira diciendo: “¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?”, una frase que le había quedado grabada en la memoria desde que habían visto la película de Tomás Moro. Acto seguido, suele dejar el vaso en la mesa de cristal y se abalanza sobre su mujer para atraparla contra el sofá amarillo y hacerle cosquillas. Al final le roba un beso y siguen charlando. Pero ahora la voz del marido sonaba distinto, más nasal.

— No, Isa, gracias, no me apetece nada. Te llamo por otra cosa. Perdona que te lo diga así, pero mi padre acaba de irse al cielo. 

Isabel detuvo el coche a un costado de la calle. Quería responder, pero antes sacó un pañuelo de la cartera para secarse las lágrimas, se sujetó el pelo, se miró al espejo. Las pecas anaranjadas sobre su rostro blanco se habían encendido y parecían formar una constelación. 

— ¿Sigues ahí, cariño?

— Lo siento mucho. ¿Estás con él?

— Sí, estamos con los hermanos en la Clínica. El funeral será mañana a las 11.00. 

— Voy con Sara para allá entonces. ¿Cómo te sientes?

— Destrozado. Después hablamos. Te mando un beso.

Isabel se dio cuenta que debía organizar un poco las cosas. Tomó aire, marcó el número de su jefa y arrancó el coche otra vez con movimientos torpes. Manuela respondió al quinto tono.

— Perdona que te moleste, Manuela, quería hacerte una pregunta. 

— ¿Sigue trabajando usted? Pensé que se había ido a descansar.

Isabel pudo imaginar esa sonrisa ácida al otro lado del teléfono y sintió un escalofrío. Ay, Manuela. Para ella, “aprovechar el tiempo” significa amar desorbitadamente la propia excelencia. Supervisa el equipo de analistas, pero quiere ascender más. Va al gimnasio tres veces a la semana, visita la peluquería los lunes a primera hora, dedica las mañanas de los sábados a hacer cursos online de management y siempre es la última en irse de la oficina. Conoce el poder de su denso pelo negro en movimiento, le gustan los vestidos de color azul noche y con su sonrisa cautiva a los clientes o a los directores de la compañía. Su marido es abogado y ambos llegan tarde a casa. No tienen mucho tiempo para su hija de 4 años, pero de momento eso no les preocupa demasiado. Ya se ocuparán más personalmente de ella cuando crezca. Mientras tanto, habían contratado a María, una señora mayor de origen ecuatoriano y rasgos bondadosos, para que les cocinara, se ocupara de la limpieza de la casa y sacara a pasear de vez en cuando a la niña por el parque.  

— Ha fallecido el padre de mi marido. Mañana es el funeral.

— Cuánto lo siento. ¿Qué edad tenía?

— 70. Un hombre magnífico… Llevaba bastante tiempo enfermo. 

— ¡Ah! —dijo ella con una frivolidad desconcertante—, ya veo, a su suegro le tocaba descansar. Pues nada, así es la vida. Supongo que quiere pedirme permiso para ir al funeral, pero ya sabe usted que puede distribuir como quiera sus horas de trabajo, así que… 

— Eso es, pero quisiera ausentarme todo el día —Dejó un silencio cauteloso—. Mi marido me necesita y lo quiero acompañar.  

— Hmm. No me extraña… Claramente nuestra firma no es una prioridad en su vida. Haga lo que quiera, pero si se ausenta todo el día la empresa dejará de necesitar sus servicios. ¿Entiende lo que le digo? Y necesito que me lo diga ahora, ¿cuento con usted?

— Por favor, no te pongas así… 

— Dese prisa, que debo atender otros asuntos.

El semáforo se puso en rojo, Isabel divisó el colegio de su hija y vio madres encontrándose con sus pequeñas. No necesitó más que un segundo para decidirse.

— Vale. No voy. Mi marido es más importante que mi trabajo. Igual iré a trabajar el miércoles, por si acaso entras en razón —Y colgó, con el corazón latiendo rápido. Pidió a Santo Tomás Moro que le ayudara a salir de ésta y aparcó. 

Al día siguiente, martes, la jefa no vio a Isabel en su mesa y se irritó. Se pasó el día evitando mirar ese puesto y pensando en cómo despedirla más formalmente al día siguiente. Cometió algunos errores que la llevaron a repetir tareas y acabó llegando particularmente tarde a casa, donde se encontró con otros problemas que la terminaron de trastornar. 

El miércoles, apenas llegó Manuela a la oficina y vio que Isabel era la única persona que estaba trabajando, la llamó con un grito agudo para que la acompañara a su despacho. Atravesaron el pasillo como un verdugo arrastra al prisionero, por una cadena atada al cuello, rumbo a la guillotina. Manuela hizo pasar a su subordinada a su segundo hogar, una habitación gris climatizada, algo saturada con una mesa de madera demasiado grande, además de sillas de cuero negro y respaldos altos; decorada con gráficos en la pared e iluminada por una ventana pequeña. Apenas entraron, la jefa dio un portazo que hizo temblar el cristal que los separaba de la sala grande para analistas. Todavía de pie, la una frente a la otra junto a la puerta, estalló el combate:  

— Isabel, parece que usted no me entendió. 

— Pues, sí, pero…

— Lamentablemente, como le dije hace dos días —cruzó los brazos—, si usted pierde interés en la empresa, nosotros tampoco la necesitamos a usted. Lo siento mucho. 

— ¡Pero mi suegro!, ¡mi marido me necesitaba! —Sus pecas se encendieron como las luces de freno del coche, su pelo creció como una hoguera en la playa y las lágrimas se agolparon en los ojos— ¿Cómo puedes ser tan inhumana?

— ¡Basta!, ¡tranquilícese! —Manuela dio un golpe en la mesa que hizo temblar ahora el ordenador y las carpetas y la cesta con bolígrafos y una caja de pastillas que se asomaban por un cajón semiabierto— Hay otro trabajo que le puedo ofrecer. 

Una frágil tregua las envolvió. El rostro hermético de Manuela se había quebrado e Isabel, desconcertada, consiguió balbucear:

— ¿Cuál?

— El mío.

— ¿Cómo? —Preguntó Isabel, bajando la voz, confundida, dispuesta a dar el asalto final en caso de que le estuvieran tomando el pelo por última vez. 

De pronto, Isabel vio a su jefa llorar. Manuela se sentó con cierta violencia en su silla de cuero negro, apoyó la frente en la mesa de modo que su cabellera negra parecía un plato de spaghetti en salsa de pulpo. Isabel se quedó petrificada, miró a través del cristal para confirmar que todavía no había llegado nadie y después de unos segundos de inquieta indecisión se acercó a su jefa para rodearla, muy cautelosamente, con el brazo.

— ¿Qué pasa? —preguntó Isabel con un hilo de voz.

— Ayer estaba muy molesta con usted, ¿sabe? —Manuela volvió a erguirse en la silla y aceptó el pañuelo que le ofrecía Isabel— Cuando llegué a casa, mi marido estaba en el fondo de la sala de estar, en la penumbra y con la corbata a medio soltar, con el rostro iluminado por el iPad. No me saludó. Encendí las luces y alcé la voz para decirle que había llegado, que venía cansada, frente a lo cual él levantó la cabeza y me indicó con los labios que me fijara en la mesa del comedor. Me giré y vi la tarta de merengue que había preparado María (una señora ecuatoriana que contratamos hace años). La tarta estaba intacta, con sus cinco velas apagadas. Joder. Se me había olvidado el cumpleaños de mi hija. 

— ¿Y qué hiciste?

— Eran las 10 pasadas. Casi las 11, en realidad. La niña debía estar durmiendo, pero fui a su habitación. La encontré acurrucada en su cama, oculta bajo las sábanas. Cuando me senté a su lado, ella sacó la cabeza para apoyarla en la almohada. Tenía una expresión desesperada, como si hubiera estado mucho tiempo bajo el agua. Me sentí fatal. Intenté acariciarla, pero ella me golpeó en la mano y luego volvió a taparse con la sábana. Me quedé perpleja, y después me enfadé: con ella, con usted, y conmigo. Le dije que comeríamos la torta en el desayuno, no esperé a que respondiera y me fui a la cocina. Allí encontré a María. Le pregunté qué hacía ahí a esas horas. Me había estado esperando, dijo, pues estaba preocupada por si me había ocurrido algo. Le dije que no fuera ingenua y la mandé para su casa. La buena mujer asintió, recogió sus cosas con la misma sumisión con que tú recoges las tuyas y se dispuso a salir. De pronto, mientras yo volvía a la sala de estar, escuché que mi hija gritaba algo a María desde su habitación. Quería despedirse. La mujer se acercó y yo la seguí desde cierta distancia. Lo que escuché todavía me duele en el estómago.

— ¿Qué le dijo?

— “Gracias por la tarta, mamá”.

— Vaya… —Isabel no supo qué decir y le dio otro pañuelo a Manuela.

— Gracias. Eso le dijo mi hija a esa mujer, ¡mi hija!, ¡a esa mujer! ¿Lo puedes creer? La señora le dio un beso rápido en la frente y salió. Me apresuré para abrirle la puerta de entrada y le pregunté qué le había dicho mi hija. Es que no daba crédito a mis oídos. “Gracias por la tarta, María. Eso me dijo, señora”. Pero yo había escuchado lo otro. La dejé ir. Quise hablar con mi marido, pero él se había puesto los cascos para ver vídeos de Youtube. Me senté en la mesa del comedor, derrotada, y probé la torta con el dedo. Así, poco a poco y sin darme cuenta, me comí un trozo de un tamaño equivalente a lo que hubiéramos comido los tres juntos si hubiera llegado a tiempo. He sido una estúpida, ¡ahora me doy cuenta!, todos estos años… En cambio usted… Tú, Isabel, ¡mierda!, tú has sabido vivir. Me tomaré unas vacaciones. Necesito reflexionar, pasar más tiempo con mi hija, ordenar mi vida. No sé cuánto tiempo necesitaré y te pido que me sustituyas mientras esté fuera… cuando regrese hablaremos de tu promoción, ¿vale? —Sus ojos se volvieron inocentes, los músculos de la mandíbula se relajaron. De pronto, Isabel recordó a la Manuela que conoció en la Universidad—. No sé si lo has pensado alguna vez, pero ¿de qué sirve ganar y ganar posiciones en la empresa si te pierdes lo mejor de la vida?

El autorJuan Ignacio Izquierdo Hübner

España

Ayuda a la Iglesia Necesitada bate récords en 2021, gracias a legados

La generosidad de los benefactores de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) con la Iglesia más perseguida y pobre en el mundo continúa creciendo. En 2021 la fundación pontificia ha recaudado 18,68 millones de euros en España, de los que el 30 % proceden de legados, y sus ingresos totales han crecido un 37,3 %.

Francisco Otamendi·21 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Los benefactores de ACN apoyaron con 13,03 millones de euros en donativos en 2021, lo que supone un aumento del 10,3 % respecto a lo conseguido en 2020 (11,81 millones). Y por deseo de estos benefactores, un 11,2 % del total de los donativos fueron destinados a sufragar los estipendios de Misas de los sacerdotes en necesidad, con 1.45 millones de euros.

El año pasado, un total de 21.592 bienhechores han apoyado a los cristianos que sufren mayores dificultades en el mundo, a pesar de los inconvenientes de la pandemia del Covid-19.

«Damos gracias a Dios por un año de muchos frutos y esperamos llegar a más proyectos y más personas que necesitan nuestra ayuda», ha señalado Javier Menéndez Ros, director de ACN España.

Ucrania es uno de los países más ayudados por ACN, y a raíz de la guerra nuestro vínculo es y será mucho mayor”, ha añadido Javier Menéndez Ros, aportando datos y fechas de los que informó Omnes.

ACN: 5.298 proyectos en 132 países

“El año pasado, el ratio de gastos sobre ingresos atendiendo a la misión de esta institución fue del 8,4 %, por lo que el 91,6 % de los fondos obtenidos fue destinado a los fines de la organización: información, difusión y a ser puente de caridad y oración entre nuestros donantes y las iglesias pobres y perseguidas. 

En total, ACN en el mundo ha apoyado 5.298 proyectos en 132 países, con 347.000 benefactores en el mundo, casi 5.300 proyectos pastorales y de emergencia financiados, y 1.181 diócesis ayudadas, una de cada tres diócesis, y uno de cada ocho sacerdotes del mundo, ha informado Antonio Sainz de Vicuña, presidente de ACN España.

Todos los ingresos económicos que llegan son gracias a los donativos privados de personas e/o instituciones que han confiado en el trabajo de ACN, ya que la fundación no recibe ninguna ayuda pública ni subvención, recordó Javier Menéndez Ros. Los estados financieros de ACN están auditados por Crowe, que ha expresado su opinión favorable.

África, Asia y Oceanía, Oriente Medio…

Por regiones, destaca África (“donde el yihadismo está avanzando”), que recibió el 30,7% de las ayudas a proyectos, seguida por Asia y Oceanía, con el 22,3%.

En Oriente Medio (16,9%), ACN siguió apoyando especialmente Líbano, Siria e Irak, donde ha financiado proyectos destinados a ayudar a los cristianos a permanecer en sus tierras, pese a la persecución, la guerra y las crisis económicas. Le siguen Europa del este, con un 15,2%, y Latinoamérica, con un 13,8%.

En consonancia con la misión pastoral de ACN, la financiación incluyó la formación de futuros sacerdotes y religiosos, medios de locomoción -por ejemplo, coches todoterreno o barcos para parroquias remotas-, y la construcción y renovación de iglesias. El año pasado, ACN financió la adquisición de 1.338 vehículos y apoyó 949 proyectos de construcción y reconstrucción de iglesias, conventos, centros de pastoral y seminarios. 

Apoyo a uno de cada ocho sacerdotes

Otra ayuda significativa es la destinada a sacerdotes que sirven en comunidades sin medios económicos. Así, un total de 52.879 sacerdotes de África, Asia, Europa del este, Iberoamérica y Oriente Medio obtuvieron ayuda en forma de estipendios de Misa.

Esto significa que uno de cada ocho sacerdotes del mundo entero se benefició de esta ayuda, pero también que cada 15 segundos se celebró una Misa en algún lugar del mundo por las intenciones de los benefactores de ACN.

Por otra parte, ACN financió la formación de 13.381 futuros sacerdotes. Desde 2004, la fundación pontificia ha apoyado a 237.353 seminaristas, y ha llevado a cabo proyectos, como se ha informado, en un total de 1.181 diócesis.

“Desde Albania hasta Zimbabue, ACN continúa marcando una diferencia real y duradera en la vida de los cristianos de todo el mundo. Estas comunidades son una fuente de inspiración para nosotros por la forma en que viven su fe a pesar de la pobreza económica, las dificultades y, a menudo, la persecución que padecen. Gracias a la enorme generosidad y a la ayuda de nuestros benefactores, podemos apoyarlos y sostenerlos materialmente”, ha explicado Antonio Sainz de Vicuña.

“El año pasado fuimos profundamente conscientes de la actuación de la Divina Providencia, que, en medio de una creciente incertidumbre mundial, abrió aún más el corazón de nuestros benefactores”, ha asegurado Sainz de Vicuña.

Los efectos de la pandemia en muchos países en vías de desarrollo exigieron “una respuesta contundente” por parte de ACN Internacional, según sus responsables.

En proyectos relacionados con el Covid se invirtieron 9,7 millones de euros del presupuesto de 2021. La India, especialmente afectada por el virus, encabeza con más de 12 millones de euros la lista en cuanto al importe total de los proyectos financiados. Al país asiático le siguen Ucrania, Líbano, Siria, República Democrática del Congo, Tanzania, Brasil, Irak y Nigeria, entre otros.

Javier Menéndez Ros dio las gracias de modo especial a los 200 voluntarios de ACN en 32 ciudades españolas, de las que 22 tienen delegaciones físicas, y a los empleados.

Finalmente, se refirió a la “parte espiritual”, a las vigilias de oración, que han dado voz a gentes de países perseguidos, y al agradecimiento por los 75 años de la fundacion de ACN en 1947 por el padre Werenfried van Straaten, monje premonastratense holandés.

Actualmente, la sede central de ACN está en Königstein, Alemania.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

Comienza el X Encuentro Mundial de las Familias

El X Encuentro Internacional de las Familias, titulado "La belleza de la familia", arranca mañana, miércoles 22 de junio, con el tema "El amor familiar: vocación y camino a la santidad". Concluirá el domingo 26 de junio con el Ángelus del Papa Francisco.

Antonino Piccione·21 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

En la Sala San Pío X, a un paso de San Pedro, se ha celebrado una sesión informativa en la que se han presentado los artistas que intervendrán y se han anunciado los nombres de las familias que darán testimonio durante la velada inaugural. 

Intervinieron monseñor Walter Insero, director de la Oficina de Comunicación Social de la diócesis de Roma; monseñor Marco Frisina, autor del himno del Encuentro Mundial, «Creemos en el amor», y director del Coro de la diócesis de Roma; Paolo Pinamonti, director artístico del Festival de Ópera de Macerata; Piero Barone, Gianluca Ginoble e Ignazio Boschetto, artistas de Il Volo.

La belleza de la familia

Conduciendo «La belleza de la familia», mañana en el Aula Pablo VI, estará el presentador Amadeus acompañado por su esposa. Comenzará con el testimonio de un sacerdote de Kiev que permaneció cerca de los núcleos de su comunidad durante la guerra. Es una elección inusual comenzar un evento con un momento de celebración, que normalmente tiene lugar al final.  ¿Por qué? «Hemos querido anticipar el Festival para lanzar los temas que se abordarán durante el Congreso Teológico Pastoral del jueves, viernes y sábado», explicó el director de la Oficina de Comunicación Social de la diócesis de Roma.

En el Ángelus del pasado domingo, recordando la inminente apertura del evento, el Papa Francisco agradeció «a los obispos, párrocos y agentes de pastoral familiar que han convocado a las familias a momentos de reflexión, celebración y fiesta». Especialmente los cónyuges y las familias, que darán testimonio del amor familiar como vocación y camino de santidad. La Fiesta de las Familias contará mañana con la presencia del Santo Padre.

Los principales eventos

El día 23 figuran en la agenda un panel sobre «Esposos y sacerdotes juntos para construir la Iglesia» y una conferencia sobre «Acompañamiento de los primeros años de matrimonio». El viernes 24, se centrará en «El catecumenado matrimonial» y «Vocación y misión en las periferias existenciales». El día siguiente, sábado 25 de junio, habrá una conferencia dedicada a la familia Beltrame Quattrocchi. La entrega del subsidio a los Santos Matrimonios precede entonces a la Santa Misa presidida por el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro. El encuentro finaliza el domingo 26 de junio con el «Mandato a las familias».

La gran variedad de sedes en Roma en las que habrá eventos es una de las peculiaridades de este encuentro. Una fórmula innovadora, como tuvimos ocasión de contar durante la conferencia de presentación, celebrada el pasado 31 de mayo. Roma es, en efecto, la sede principal, pero en los mismos días cada diócesis podrá promover un encuentro local para sus propias familias y comunidades. Por tanto, todas las familias del mundo pueden participar en esta cita, programada en el sexto aniversario de Amoris Laetitia y cuatro años después de Gaudete et Exsultate. El propio Santo Padre lo subrayó en el videomensaje de presentación. «Esta vez será una oportunidad de la Providencia para realizar un evento mundial capaz de involucrar a todas las familias que quieran sentirse parte de la comunidad eclesial». 

«Permiso, gracias y perdón»

En el fondo la importancia de la catequesis sobre la familia es condensada en tres palabras muy queridas por el Papa: «Permiso, gracias, perdón». «Haciendo suyas estas tres palabras -leemos en la catequesis-, cada miembro de la familia se pone en situación de reconocer su propia limitación. Reconocer la propia debilidad lleva a cada uno a no prevaricar sobre el otro, a respetarlo y a no pretender poseerlo. Permitir, agradecer y disculpar son tres palabras muy sencillas que nos guían para dar pasos muy concretos en el camino de la santidad y el crecimiento en el amor. (…) Aceptar que uno no se basta a sí mismo y dejar espacio al otro es la manera de vivir no sólo el amor en la familia, sino también la experiencia de la fe.
Esas tres palabras, guía y apoyo para multitud de hogares de todas las latitudes, son la expresión más auténtica de la belleza inherente a cada familia.

El autorAntonino Piccione

Evangelización

“Sin los sacramentos no es posible una auténtica reforma de la Iglesia”

Se ha celebrado la IV Jornada de Estudio de la iniciativa Neuer Anfang (“Nuevo Comienzo”). Para la renovación de la Iglesia católica se propuso acudir a la Escritura, la Tradición y la renovación interior de cada creyente, especialmente a través de los sacramentos.

José M. García Pelegrín·21 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

“Toda forma de autorreferencialidad es fatal“. Y una iglesia que no evangeliza, que no es misionera, es una iglesia autorreferencial. En estos términos se expresó Martin Brüske, profesor de ética en la Escuela Superior de Teología de Aarau, en su conferencia “Una reforma sin cisma”. Con ella se inició la cuarta Jornada de Estudio online de la iniciativa Neuer Anfang (“Nuevo Comienzo”). Seis ponentes de Alemania y Austria abordaron diversos aspectos de una renovación “estructural, cultural y espiritual” de la Iglesia católica, según dijo el moderador Dominik Klenk.

Estas jornadas de estudio se deben a dicha iniciativa, un grupo de laicos, antropólogos, filósofos, teólogos y publicistas de lengua alemana. Se han propuesto comunicar puntos de vista teológicos y filosóficos como alternativa al “camino sinodal”, con blogs, análisis, videoconferencias y jornadas de estudio. Tras la asamblea plenaria del camino sinodal en febrero de 2022, los iniciadores redactaron un “Manifiesto de Reforma”. Fue firmado por más de 5.000 fieles y entregado al Papa Francisco.

La auténtica reforma

En relación con los “criterios para una verdadera reforma que pueda conducir a una auténtica renovación porque lleva a la Iglesia a la fuente de su vida”, Martin Brüske hizo una relectura del libro de Yves Congar Vraie et fausse réforme dans l’Eglise (“Falsas y verdaderas reformas en la Iglesia”) de 1950. Según Brüske, este libro —que tanto Juan XIII como Pablo VI “leyeron intensamente”— no es un programa teórico de reforma, sino la respuesta a la constatación de que Francia se había convertido en un “país de misión”. Por eso, ofrece respuestas para la labor pastoral. La cuestión de cómo puede tener éxito una reforma sin romper la unidad eclesial, es altamente actual. La respuesta de Congar: redescubrir la tradición, la Sagrada Escritura y los Padres de la Iglesia.

De ahí, Martin Brüske llega a la conclusión de que la Iglesia debe ser reformada de manera que conserve la unidad de estructura y vida. La fidelidad al futuro implica la fidelidad a los principios, a la tradición. Para la Iglesia, la reforma significa reforzar la presencia del Evangelio, la relación de las personas con Cristo. Para ello, es esencial la “conversión de los corazones”, que denominó “la dimensión de lo subjetivo”: la verdadera reforma consiste en la “relación viva de cada persona con Jesucristo”.

Mirar a la tradición

Sobre verdaderas y falsas reformas habló también la religiosa dominica Theresia Mende, que dirigió el Instituto para la Nueva Evangelización de la diócesis de Augsburgo de 2018 a 2021. Para ello se basí en los mensajes a las siete iglesias de Asia Menor que recoge el Apocalipsis en los capítulos 2 y 3.

En la Iglesia hay una necesidad de reforma desde el principio. Del reproche a la iglesia de Éfeso: “Tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete”, concluye: “una Iglesia sin el fuego del primer amor no perdurará”. De esas palabras, dijo, se infiere una clara directiva: “¿quién puede negar que esto, precisamente esto, es lo que falta hoy en nuestra Iglesia?”. Exteriormente, parece ir bien: “tenemos hermosos edificios, una tradición centenaria, disponemos de suficientes recursos financieros, tenemos un impresionante aparato administrativo, escuelas, instituciones sociales, proyectos e incluso sínodos…”. La pregunta, sin embargo, es: “¿y el primer amor?, ¿no están nuestras comunidades a menudo cansadas por dentro, poco encendidas por Cristo? Suelen mantener un aparato, pero ya no están llenas de vida”.

La Iglesia en Alemania

Para una verdadera reforma de la Iglesia en Alemania, Sor Theresia recomienda que se tome en serio la amonestación a la iglesia de Éfeso. Debe dedicar toda su energía a la renovación de la vida espiritual interior de cada creyente, al encuentro personal con el Señor. Lo más importante que debería hacer el camino sinodal sería renovar la relación personal con Jesús. “Es lo que los últimos Papas Juan Pablo II, Benedicto XVI y también Francisco llaman nueva evangelización”. Retóricamente, se pregunta: “¿pero es la renovación espiritual, la nueva evangelización, realmente el tema principal del camino sinodal?”. Según ella, este exige más bien una reforma estructural de la Iglesia con las consabidas cuestiones político-eclesiásticas. “¿Dónde está la llamada a la vuelta al primer amor?”. A la renovación solo conducen la oración y sobre todo la adoración eucarística “cara a cara con el Señor”.

La verdadera reforma de la Iglesia

Refiriéndose a la tercera epístola, a la comunidad de Pérgamo, en el Apocalipsis y a la advertencia que contiene contra “la doctrina de los nicolaítas”, que querían adaptarse a la sociedad para evitar dificultades y desventajas. Sor Theresia se pregunta: “¿Dónde es necesaria y posible la adaptación a la sociedad secular, dónde está el límite” para renunciar a la propia identidad? Una verdadera reforma de la Iglesia debe consistir en un claro compromiso con Jesucristo y en una “adhesión sin componendas a las enseñanzas de la Iglesia Católica”.

Por el contrario, el camino sinodal abandona deliberadamente el terreno de la enseñanza católica en la creencia de que “la Iglesia universal se unirá al progreso alemán”. Las reformas de la moral sexual propugnadas por el camino sinodal no son bíblicas, una verdadera reforma, sino “una disolución de la moral”.

La iglesia actual se parece sobre todo a la iglesia de Laodicea, externamente rica e interiormente vacía y pobre. La séptima epístola del Apocalipsis dirigida a esta comunidad trata de la tibieza en el amor y la vida espiritual. “¿Cómo es la reforma en una iglesia tibia, en una iglesia autocomplaciente que se ha vuelto ciega a su propia pobreza?” La verdadera reforma, dijo, consiste no solo en volver a Cristo, sino también en la voluntad de “ser purificado y limpiado por él”.

Acudir a los sacramentos para reformar la Iglesia

La purificación se da en el sacramento del bautismo y se vuelve a dar en el sacramento de la penitencia. “Para una verdadera reforma de la Iglesia, debemos redescubrir los sacramentos del Bautismo y la Penitencia. Porque los sacramentos son lugares de encuentro directo con el Señor. No es posible una reforma de la Iglesia sin el renacimiento de estos sacramentos”.

Las otras conferencias de la IV Jornada de Estudio online también trataron de la reforma de la Iglesia acudiendo a las fuentes. Desde la Sagrada Escritura (Thomas Schumacher), desde los Padres de la Iglesia (Manuel Schlögl) y desde la profecía (Marianne Schlosser). La Jornada ofreció enfoques para una renovación de la Iglesia desde la Escritura y la Tradición, sobre todo desde la renovación interior de cada creyente.

Señales para la Iglesia en Alemania

Artículos y declaraciones parecen encaminadas a reconducir el Camino sinodal” de la Iglesia en Alemania.

21 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Traducción del artículo al inglés

El objetivo de varias declaraciones producidas en los últimos meses parece ser ayudar a encauzar, a orientar de manera diversa o a reformular los objetivos y los métodos del llamado “Camino sinodal” de la Iglesia en Alemania.

Hace pocos días el cardenal de Viena Christoph Schönborn, que una figura muy respetada y con gran peso en la Iglesia en Centroeuropa, ha concedido una entrevista a la revista Communio en la que, desde los fundamentos teológicos, se confronta con las bases teóricas que inspiran ese proceso. Entre otras cosas, subraya la “dimensión diacrónica” de la Iglesia, que no se reinventa en cada tiempo, porque está inserta en un largo proceso histórico, en el que en cierto sentido depende de lo que ha recibido, al mismo tiempo que lo propone en su propia época y para el futuro. Schönborn afirma que “la Iglesia es un organismo vivo en el tiempo (8…). 

Es la Iglesia de los que han creído antes de nosotros y de aquellos que creerán después de nosotros. Y no tenemos la libertad de hacer como si no existiera la historia de fe de la Iglesia, la historia de la santidad y naturalmente también de la pecaminosidad de los miembros de la Iglesia en la consideración diacrónica”. También alude a un elemento definitorio de la unidad de la Iglesia: su fidelidad al depósito de fe en el que ella misma tiene su origen.

Pocos antes de esa entrevista, el teólogo italiano Marco Vanzini había escrito en Omnes también sobre esa dimensión. Para él, precisamente por su carácter sinodal la Iglesia realiza un recorrido en el que avanza mediante la escucha: en primer término, de la herencia que ha sido depositada en ella; y, en segundo lugar, ejercitando la renovación necesaria en cada tiempo. Si no escuchara esas voces que la preceden, y al mismo tiempo las actualizara, la Iglesia correría el riesgo de anquilosarse o de abandonar “la vía que es Cristo, para seguir direcciones falaces”.

Para Vanzini, “la escucha y el diálogo con la tradición y en la tradición” son garantía de que ofrece al mundo no una solución de sabiduría humana, sino encarnación de la palabra divina. En ese sentido, la sinodalidad de la Iglesia es ante todo histórica: los cristianos de hoy caminan con los de ayer y preparan el camino para los de mañana. “Confiando en la asistencia del Espíritu de la verdad, la Iglesia sabe que la Tradición es el lugar donde Dios sigue hablándole, permitiéndole ofrecer al mundo una doctrina siempre viva y pertinente”.

En la asamblea plenaria del 3 al 5 de febrero, el Camino Sinodal alemán aprobó por vez primera una serie de propuestas que reclaman cambios en el celibato sacerdotal, la ordenación de mujeres, la formulación de la moral sexual de la Iglesia o la concepción en ella fundamento de la potestad. Desde la perspectiva teológica mencionada, su aprobación introduciría una quiebra en la escucha de lo recibido, y en la transmisión fiel del depósito a las generaciones sucesivas; esto, con independencia de la motivación que inspira a los proponentes, que es el deseo de poner solución a las causas de los abusos sexuales, pero también, para muchos observadores como el propio cardenal Schönborn, también la “instrumentalización” de los abusos para introducir reformas que pertenecen a una agenda independiente.

Schönborn ofrece un ejemplo: “Cuando en la tercera asamblea sinodal de Alemania se votó sobre la cuestión de si se debía discutir sobre la necesidad misma del ministerio ordenado en el futuro, y esta moción recibió 95 votos a favor y 94 en contra, aquí ha fallado algo. Lisa y llanamente. Porque una cuestión así no se puede negociar sinodalmente (…). Esta cuestión no es negociable. (…) Imagínese un camino sinodal sin el depositum fidei. Eso ya no es sinodalidad, es otro camino, pero ciertamente no sinodalidad en el sentido de la Iglesia”. Sobre la naturaleza verdadera de la sinodalidad, que inspira el proceso del Sínodo de los obispos de la Iglesia universal, puede leerse aquí la completa explicación de Luis Marín, uno de sus Subsecretarios.

Desde la asamblea plenaria en febrero, se han sucedido las señales dirigidas hacia Alemania, llamando a los impulsores del Camino Sinodal a reconsiderar su planteamiento. De la Conferencia de los Obispos del norte de Europa provino una carta equilibrada y fraterna, pero también inequívoca. Asimismo el presidente de la Conferencia Episcopal de Polonia se dirigió al presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Georg Bätzing, exponiendo las razones por las que el método y los objetivos del Camino Sinodal le parecen inaceptables. Lo mismo han hecho obispos franceses o americanos y de otros lugares, individual o colectivamente. Ahora ha sido Schönborn, perteneciente al mundo lingüístico y cultural germánico, quien ha hecho pública su disconformidad.

Casi en las mismas fechas de publicación de la entrevista con el cardenal austríaco, el 14 de junio, La civiltà cattolica ha publicado una entrevista concedida por el Papa a las revistas jesuitas de Europa. Cuando le preguntan sobre la situación en Alemania, Francisco recuerda que hizo este comentario al presidente de los obispos alemanes: “En Alemania hay una Iglesia evangélica muy buena. No hacen falta dos”. En esta expresión y en la Carta del Papa a los católicos alemanes de junio de 2019 está dicho casi todo.

Dentro de Alemania eran conocidas las posiciones de diversos obispos, reticentes o críticas en relación con el Camino Sinodal, como el cardenal Rainer Woelki, de Colonia, y otros varios. Monseñor Rudolf Voderholzer, obispo de Ratisbona, promueve una página web con reflexiones y textos alternativos a los utilizados por el Camino Sinodal. También el respetado teólogo y cardenal Walter Kasper ha declarado su escepticismo. Y diversos grupos de fieles, sobre todo laicos, se han organizado para reconducir el proceso. Un ejemplo es la iniciativa “Neuer Anfang”, que promueve un manifiesto con propuestas alternativas de reforma. Estos movimientos no actúan de la manera de quien busca el enfrentamiento o la ruptura, sino el encuentro y el diálogo sobre bases teológicas serias. Ese es el esfuerzo de personas como la filósofa y premio Ratzinger 2021 Hannah-Barbara Gerl-Falkovitz, que intervino en Madrid en una convocatoria de nuestro Foro Omnes.

Es difícil saber cómo se desarrollarán las cosas, pero no parece que ahora pueda prescindirse de las referencias que marcan estas señales hacia Alemania: quizá indican las pistas para la reconducción del Camino Sinodal.

Cultura

Mons. Fernando Ocáriz. Doctor honoris causa por la Pontificia Facultad Teológica de Breslavia

El miércoles 22 de junio del año 2022 la Pontificia Facultad Teológica de Breslavia, heredera lejana de la antigua universidad Leopoldina, otorga a Fernando Ocáriz, Prelado del Opus Dei, el Doctorado Honoris Causa.

Ignacy Soler·21 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

Es una buena ocasión para redescubrir un poco la historia de esta ciudad, de su universidad. También para exponer brevemente, en qué consiste un doctorado honoris causa y cuáles son los motivos teológicos que han llevado al senado de esta Facultad polaca a dar a monseñor Ocáriz ese título. También quiero sucintamente comentar la aportación teológica del profesor Ocáriz.

Un poco de historia

Uno de los primeros documentos que tenemos de Breslavia (Wrocław en polaco y Breslau en alemán) data del siglo X. El príncipe checo Vratislav levantó un castillo que dio nombre a la ciudad de Vratislavia.

En el año 1112 la Crónica Polaca de Galla el Anónimo escribe que las principales sedes del reino de Polonia son Cracovia, Sandomierz y Vratislavia.

En el año 1335 después de trescientos años de pertenencia a los príncipes y reyes polacos, Wrocław cayó bajo el dominio de los reyes checos y más tarde bajo la dinastía de los Habsburgo. En 1741, durante las guerras de Silesia, Federico II anexionó esta ciudad a Prusia.

Su universidad fue fundada en 1702 por el emperador Leopoldo I de Habsburgo como una Escuela de Filosofía y Teología Católica con el nombre de ´Leopoldina´. Este instituto católico en la protestante Breslau fue un importante instrumento de la contrarreforma en la Silesia. En 1811, con la reorganización del estado prusiano, se fusionó esta universidad con otras, llamándose Universidad de Silesia Friedrich Wilhelms (Federico Guillermo).

Se crearon cinco nuevas facultades: filosofía, derecho, medicina, teología protestante y teología católica. Medio siglo después seguía creciendo con química, tecnología, física, veterinaria, etc. Diez estudiantes de esta universidad han recibido el premio Nobel, entre ellos mencionamos a Max Born y Erwin Schrödinger.

La nueva universidad de Wrocław

Al acabarse la segunda guerra mundial, con el cambio de no pocas fronteras y habitantes, Breslau se convirtió en Wrocław, con cambio total de habitantes e instituciones. Se creó la actual Universidad de Wrocław con profesores venidos del este polaco (de Leópolis y Vilna).

Actualmente se distinguen sus facultades de matemáticas, física y la escuela politécnica. La famosa escuela matemática de Leópolis (Lwów en polaco, Lviv en ucraino), con figuras tan insignes como Stefan Banach o Hugo Steinhaus, pasó a esta Universidad de Wrocław.

En la nueva Universidad de Breslavia no hubo lugar para las facultades de teología protestante y católicas que existían en la antigua Universidad de Silesia Federico Guillermo. En 1968 se creó la Pontificia Facultad Teológica de Breslavia – Pontificia Facultas Theologica Wratislaviensis, que no pertenece a la Universidad de Wrocław.

Entre sus alumnos, Edith Stein

Merece también la pena mencionar a Edith Stein, que estudió en la Universidad de Breslau (1911 – 1918) germanística, historia y psicología bajo la tutela del profesor William Stern, pionero en el campo de la psicología de la personalidad y de la inteligencia. Edith Stein obtuvo el grado de doctor y la habilitación en esta universidad.

Sus estudios la llevaron a la universidad de Göttingen colaborando con Edmund Husserl, fundador de la fenomenología. También tuvo contactos académicos con Max Scheler y Martin Heidegger, exponiendo una antropología propiamente dicha en la que resalta algunas características propias del hombre como la libertad, la conciencia y la capacidad reflexiva.

La futura santa mártir carmelita, Teresa Benedicta de la Cruz, patrona de Europa, fue el décimo primero hijo de una familia judía acomodada de Breslau. Se convirtió al catolicismo en un proceso en donde la gracia, los estudios y su inquietud intelectual le llevaron al descubrimiento de la Verdad. Merece la pena citar dos frases de su experiencia religiosa.

La primera, al entrar en una iglesia católica: «Para mí fue algo bastante nuevo. En las sinagogas y templos que yo conocía, íbamos allí para la celebración de un oficio. Aquí, en medio de los asuntos diarios, alguien entró en una iglesia como para un intercambio confidencial. Esto no lo podré olvidar jamás».

La segunda, al leer durante toda una noche la autobiografía de santa Teresa de Ávila, un libro que había tomado al azar de la biblioteca en la casa de un matrimonio amigo, convertido al catolicismo: «Cuando cerré el libro, me dije: esta es la Verdad». Más tarde escribiría: «Mi anhelo por la verdad era ya una oración».

La ciudad de Wrocław

Breslavia tuvo un gran desarrollo urbanístico, industrial y cultural en el siglo XIX y principios de los años veinte. Durante la segunda guerra mundial fue destruida en un setenta por ciento. Fue la última ciudad en capitular después de Berlín, el 6 de mayo de 1945. Meses antes los nazis habían hecho de Breslau un Festung, una Fortaleza inexpugnable, y para mejor defenderse construyeron en el centro de la ciudad, en la plaza más grande, un aeropuerto.

Después de la guerra Breslavia pasó a ser una ciudad polaca, con el nombre de Wrocław. Fue reconstruida y renovada, sobre todo en los últimos treinta años de democracia. Esta ciudad de uno ochocientos mil habitantes merece la pena ser visitada. Todavía conserva mucho de su grandeza.

De manera especial, la parte más antigua, la Isla de la Catedral (Ostrów Tumski), que siempre a través de los siglos ha conservado su identidad católica y respeto hacia la minoría polaca. De hecho el último obispo católico alemán de Breslau, Adolf Bertram (1945), exigía a los sacerdotes alemanes de su diócesis que vivían en la Silesia de habla polaca, que aprendieran ese idioma para explicar la fe en la lengua original de los fieles.

El Doctorado Honoris Causa

Hablemos ahora un poco de lo que es un Doctorado honoris causa. Es un título honorífico que da una universidad o institución académica concede a personas eminentes. 

El nombre latino honoris causa – por causa de honor- , hace referencia a una cualidad que conduce a una persona al cumplimiento de sus deberes, respeto a sus semejantes y a sí mismo, es la buena reputación que sigue a la virtud, al mérito o a las acciones de servicio, las cuales trascienden a las familias, personas, instituciones y las acciones mismas que se reconocen.

La concesión, en la ceremonia ritual de investidura, de distintos objetos relacionados con la universidad clásica encierra toda una exaltación de la docencia y la sabiduría.

Como a un caballero de la enseñanza, al doctorando se le impone, de modo sucesivo: el birrete — «…para que no solo deslumbres a la gente, sino que además, como con el yelmo de Minerva, estés preparado para la lucha»; el anillo — «La Sabiduría con este anillo se te ofrece voluntariamente como cónyuge en perpetua alianza»; los guantes — «Estos guantes blancos, símbolo de la pureza que deben conservar tus manos en tu trabajo y en tu escritura, sean distintivo también de tu singular honor y valía»; el libro — «He aquí el libro abierto para que descubras los secretos de la Ciencia (…) he aquí cerrado para que dichos secretos, según convenga, los guardes en lo profundo del corazón».

Tras la ceremonia, y con la concesión al nuevo doctor de las facultades de leer, comprender e interpretar, se le indica: «Toma asiento en la cátedra de la Sabiduría, y desde ella, descollando por tu ciencia, enseña, orienta, juzga y muestra tu magnificencia en la universidad, en el foro y en la sociedad». 

La Pontificia Facultad Teológica de Wrocław ha otorgado el Doctorado honoris causa a reconocidos teólogos, entre otros, los cardenales Joachim Meisner (nacido en Breslau), Joseph Ratzinger, Marian Jaworski o Gerhard Ludwig Müller

Perfil académico de Mons. Ocáriz

Para comprender mejor los motivos que han llevado a la Pontificia Facultad Teológica de Breslavia a otorgar al profesor Ocáriz este título, es bueno saber un poco de la biografía del hombre homenajeado. Físico, teólogo y profesor universitario.

Consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe (desde 1986) y del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización (desde 2011). Fue consultor de la Congregación para el Clero de 2003 a 2017.

En 1989 ingresó en la Pontificia Academia Teológica. En la década de los ochenta, fue uno de los profesores que iniciaron la Universidad Pontificia de la Santa Cruz (Roma), donde fue profesor ordinario (ahora emérito) de Teología Fundamental.

Sus numerosos artículos y libros giran en torno a la Cristología, Eclesiología y la comprensión del mundo desde la fe y la filosofía del ser. Entre sus publicaciones teológicas destacan libros sobre cristología, como «El misterio de Jesucristo»; «Hijos de Dios en Cristo. Introducción a una teología de la participación sobrenatural». 

Merece la pena mencionar también su formación filosófica tomista, lo que se aprecia en su libro «Naturaleza, gracia y gloria», y su crítica al marxismo desde la filosofía del ser en su estudio: «El marxismo: teoría y práctica de una revolución». También tiene libros teológicos ascéticos como «Amar con obras: a Dios y a los hombres».

Hay tres puntos que el profesor Ocáriz comenta expresamente en su lección magistral. En primer lugar la centralidad de Cristo. En relación con la Cristología merece la pena recordar las palabras de san Agustín en su comentario al Evangelio de san Juan: Qui enim tam tuum quam tu? Et quid tam non tuum quam tu? – Qué cosa tan tuya como tu propio tú? Y que cosa tan no tuya como tu propio tú? La realidad de la persona como relación nos habla ya de un misterio que solamente la Encarnación Redentora en su relación filial con el Padre puede esclarecer algo.

Ocáriz honoris causa
Mons. Fernando Ocáriz

Nos dice el profesor Ocáriz: «La unión entre la humanidad y la divinidad en Cristo exige que, de algún modo, haya algo en común entre la Persona divina y la naturaleza humana; si no, en vez de encarnación habría que hablar simplemente de inhabitación de Dios en el hombre. Este algo en común es precisamente el Ser del Verbo que, sin embargo, no entra a formar parte de la naturaleza humana, por no pertenecer al nivel formal: es la energía (acto) que la hace existir (…) por eso podemos afirmar con fundamento que la humanidad de Jesucristo es un modo de ser de Dios: el modo de ser no divino que el Hijo de Dios ha asumido en Sí. Un modo de ser humano de Dios, que es la plenitud de la revelación del mismo Dios, de manera que “toda obra de Cristo tiene un valor trascendente: nos da a conocer el modo de ser de Dios” (S. Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, n. 109)».

En segundo lugar, al profesor Ocáriz se le atribuyen importantes aportaciones eclesiológicas, sobre todo en relación con dos documentos de la Congregación de la Doctrina de la Fe. En primer lugar, la «Communionis notio» que es una carta a los obispos de la Iglesia católica sobre algunos aspectos de la Iglesia considerada como comunión (1992). En segundo lugar, la declaración «Dominus Iesus» sobre la unicidad y universalidad salvífica de Jesucristo y de su Iglesia (2000).

Escribe el nuevo Doctor honoris causa de la Pontificia Facultad Teológica de Breslavia: «En su trabajo, el teólogo procede racionalmente, entrando en diálogo con los más diversos saberes y, por tanto, con rigor intelectual, con libertad y creatividad. A la vez, con el convencimiento de que la verdad sobre la que estudia no le pertenece; es más, que él está en comunión con esta verdad solamente por la Iglesia y en la Iglesia. Teniendo en cuenta que estar en comunión con la Iglesia comporta también la comunión con quienes en ella tienen la función de Magisterio».

Nuevo marxismo, ideología del género y ateísmo científico

Por último, su visión del mundo actual desde la perspectiva teológica y filosófica es sugerente y precisa. En concreto tres temas relacionados entre sí: el nuevo marxismo, la ideología del género y el ateísmo científico.

El nuevo marxismo vuelve a la continua tentación del hombre de reducir todo a lo material, es el «materialismo histórico y dialéctico como explicación última de la naturaleza del hombre y del mundo, y, por otra, la negación de la existencia de Dios y de cualquier realidad trascendente, implicación necesaria del materialismo».

Por lo que se refiere a la ideología de género, el profesor Ocáriz lo entiende como «una derivación, quizá última, de la concepción filosófica especialmente formulada por Hegel, según la cual la verdad no es un presupuesto sino un resultado de la acción».

Y el nuevo ateísmo científico «surge en una situación cultural y social compleja, en la que el método propio de las ciencias físico-matemáticas se presenta frecuentemente como el único método propiamente científico».

En la concesión de un título honorífico de Doctor honoris causa tiene que haber afinidades de pensamiento y cercanía en el ámbito de la investigación entre la institución y la persona nombrada. Así ocurre con las líneas académicas de la Pontificia Facultad Teológica de Breslavia.

Lógicamente, además del mérito científico está siempre el factor humano tan importante a la hora de tomar decisiones. El profesor de teológica sistemática Włodzimierz  Wołyniec, rector de la Pontificia Facultad Teológica de Wrocław entre los años 2014 a 2022, propuso por propia iniciativa al senado de esta Facultad este nombramiento.

Włodzimierz Wołyniec tuvo como promotor de su tesis doctoral al profesor Ocáriz. Y de allí surgió una continuidad en el campo teológico de la Cristología bajo la luz de la metafísica de santo Tomas de Aquino.

Mundo

Włodzimierz Wołyniec: «Mons. Ocáriz combina el estudio de la Teología con la contemplación»

Entrevista al profesor de la Pontificia Facultad de Teología de Wrocław, Włodzimierz Wołyniec, con motivo de la investidura de Mons. Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei, como Doctor Honoris Causa por este centro académico.

Ignacy Soler·21 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Traducción del artículo al polaco
Traducción del artículo al inglés

El miércoles 22 de junio de 2022, Mons. Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei, entra a formar parte de los doctores Honoris Causa por la Pontificia Facultad de Teología de Wrocław. Uno de los impulsores de este reconocimiento ha sido su rector hasta hace pocas semanas, Włodzimierz Wołyniec, al que Omnes ha entrevistado con este motivo.

Natural de Oława y Doctor en Teología, Wołyniec ha desempeñado su labor sacerdotal como rector y director espiritual del Seminario Teológico Superior Metropolitano de Wrocław. Desde 2014 a 2022 ha sido el rector de esta Facultad.

La Pontificia Facultad de Teología de Wrocław, cuya historia se remonta a 1565 con el establecimiento de uno de los primeros seminarios de la Iglesia en suelo polaco, tiene por Gran Canciller al Arzobispo Dr. Józef Kupny y es uno de los principales centros de estudios teológicos en el este de Europa.

Profesor Wołyniec, usted ha sido el principal promotor del nombramiento Doctor Honoris Causa del profesor Ocáriz. Quisiera preguntarle en primer lugar por el significado e importancia de otorgar un doctorado Honoris Causa.

– La concesión del título de Doctor Honoris Causa es la máxima distinción académica por logros destacados en el campo de la ciencia y la didáctica.

El sacerdote profesor Fernando Ocáriz es el vigésimo quinto Doctor Honoris Causa de la Pontificia Facultad de Teología de Wrocław.

Me gustaría mencionar que este grupo ya incluye al cardenal Joseph Ratzinger, quien recibió este título en el año 2000, y recientemente también el cardenal Gerhard Ludwik Müller (2015).

El Gran Canciller de la Pontificia Facultad de Teología de Breslavia, el Arzobispo Józef Kupny, destaca que muchas generaciones de estudiantes se beneficiaron del conocimiento teológico y la sabiduría del Prelado Ocáriz, incluidos numerosos estudiantes polacos.

Aprovechando esta ocasión, la Iglesia de Wrocław quiere agradecer al nuevo Doctor Honoris Causa y a la Prelatura del Opus Dei la ayuda prestada a los estudiantes de la Archidiócesis de Wrocław para realizar estudios teológicos especializados en el extranjero, en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma y en la Universidad de Navarra en Pamplona.

Los estudios realizados en estas universidades fundadas o previstas por san Josemaría Escrivá de Balaguer gozan de fama mundial y dan muy buenos frutos en la formación superior de graduados con una adecuada atención espiritual.

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Foto: Mons. Ocáriz ©Opus Dei

El perfil del nuevo doctor

Del nuevo Doctor, ¿qué aspectos de su hacer teológico destacaría? ¿Qué líneas de investigación de la Pontificia Facultad de Teología de Wrocław están en consonancia con el pensamiento de profesor Ocáriz?

– El prelado Ocáriz hace hincapié en su teología en la dimensión sobrenatural del cristianismo y del humanismo cristiano. En sus publicaciones muestra que el hombre es introducido por Cristo en la vida trinitaria de Dios y participa de la comunión de vida y de amor con las Personas divinas. Un tema teológico muy importante para él es la filiación divina, que es la trascendencia plena del hombre y la cumbre de su desarrollo personal.

La reflexión teológica del reverendo Profesor es profunda. No es sólo una descripción de la realidad, sino un descubrimiento de la verdad y el sentido de la realidad a la luz de la palabra de Dios. Su teología se caracteriza por un pensamiento metafísico que se pregunta por la causa et ratio de todo lo existente.

Sin embargo, el pensamiento metafísico no lo distrae de la vida cotidiana. Al contrario, le permite encontrar respuestas a las preguntas finales y más profundas del hombre contemporáneo. En nuestra Universidad también queremos practicar una teología que esté cerca de la vida y ayude a las personas a encontrar el sentido de la vida.

Según su opinión, ¿qué aspectos teológicos deben resaltarse en la figura del profesor Ocáriz?

– Quisiera especialmente subrayar uno: la dimensión contemplativa de la teología de nuestro nuevo Doctor Honoris Causa. Combina el estudio científico de la teología con la contemplación del Verbo de Dios encarnado.

El Profesor quiere conocer con la mente y el corazón el misterio de Dios en Jesucristo, para que este modo se pueda “comprender con todos los santos cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad; y conocer también el amor de Cristo” (Ef 3, 17-19). Por tanto, su estudio científico está siempre ligado al misterio de Cristo en la oración.

Podría contarnos alguna anécdota o recuerdo personales de sus encuentros con el profesor Ocáriz.

– Durante mis estudios en el Ateneo Romano della Santa Croce en Roma en 1987-1992, el profesor Ocáriz me ayudó a escribir mi tesis doctoral y fue mi supervisor de doctorado durante los primeros años.

Años más tarde, cuando vine a Roma para invitarle a la ceremonia de entrega del doctorado Honoris Causa, me dijo: «Mira, yo te doctoré en teología y ahora tú me doctoras en tu facultad.»

Familia

La maternidad subrogada en Francia y la guerra de Ucrania

La guerra de Ucrania ha mostrado a las claras la problemática de la maternidad subrogada en Francia y el fraude de ley que se esconde tras esta práctica. Cada vez más voces reclaman un tratado internacional que prohíba estos casos.

Bernard Larraín·20 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Entrevista en francés

Las guerras producen efectos insospechados. Por eso Juan Pablo II decía que la guerra es “una camino sin retorno” y “un espiral de luto y de violencia”. Como es sabido, en situaciones de crisis humanitarias, son las personas más vulnerables las más afectadas y, en especial, los niños. Con ocasión del Día Internacional de la Infancia Vatican News afirmaba que “el balance de 98 días de guerra en Ucrania es dramático. 700 menores han muerto o han resultado heridos”. En la misma línea se podría situar el caso de las madres de alquiler de nacionalidad ucraniana, que han dado a luz en Francia a niños de parejas francesas. Esta situación fue cubierta ampliamente por la prensa.

La técnica de “vientres de alquiler” esta prohíba por el derecho francés pero algunos juristas constatan una tendencia de los jueces para legitimar esta práctica. Una voz respetada en temas de derecho de los niños es la de la profesora de derecho Aude Mirkovic. Fundadora y portavoz de la ONG Juristes pour l’enfance, la profesora Mirkovic nos explica esta delicada situación que se dio en Francia hace algunas semanas y que su ONG señaló a las autoridades.

¿Cómo nace tu vocación de ser una voz de los derechos de los niños?

Pienso que la vocación de todo jurista es la de buscar la justicia y el bien común. Eso es común a todas las áreas del derecho. En mi caso, elegí la especialidad de derecho de la familia y en particular la protección de la infancia. Veo la importancia de esos temas en mi país y en el mundo en general. A veces pensamos que muchas situaciones injustas en relación con los niños se han acabado: la explotación, el maltrato, los abusos, etc. Sin embargo, éstas siguen afectando tristemente la vida de muchos niños no solo en países en vías de desarrollo. También en Europa hay explotación reproductiva y sexual de las madres vientres de alquiler; crece la manipulación genética y la selección de embriones; la congelación durante largos años de esos embriones, etc.

Nuestra ONG, que tiene estatus de observadora en la ONU, reúne a expertos jurídicos para analizar constantemente la actualidad. En particular nos fijamos en la aplicación de la convención de los derechos de los niños de la ONU. Buscamos colaborar, desde nuestra aérea, en el debate público sobre temas relacionados con la infancia, tema de constante actualidad: no por nada, el Presidente Macron, reelecto hace pocas semanas, ha anunciado que será la prioridad de su nuevo gobierno. En este sentido, tenemos que estar vigilantes para que el discurso político se haga realidad en todos los ámbitos de la vida de los niños pues. Muchas veces, amplios aspectos del respeto su dignidad son, no solo ignorados, sino atacados.

¿Por qué es preocupante la situación que se ha vivido en Francia con las madres de sustitución ucranianas?

Nosotros hemos señalado a las autoridades que con motivo de la guerra en Ucrania, parejas de franceses habían hecho venir a nuestro país mujeres ucranianas contratadas para gestar niños para esas parejas en el marco de un contrato de “madres de sustitución”. De manera una poco inesperada para nosotros, nuestra acción tuvo gran notoriedad en los medios de comunicación nacionales e internacionales. Es una situación muy delicada porque nuestro derecho prohíbe esta práctica en virtud de numerosos principios y de normas expresas.

Esas mujeres provienen de un país en guerra y esa situación dolorosa no debe llevarnos a cerrar los ojos delante de la realidad de esa técnica contraria a nuestro derecho, a la dignidad humana de la madre y del hijo. Este tipo de contratos son contrarios a la dignidad de la persona humana pues explotan, por un lado, la situación vulnerable de las madres portadoras y, por otro, el deseo legítimo de tener hijos de esas parejas.

Los intermediarios y agentes que organizan este mercado tendrían que ser perseguidos con más determinación por las autoridades. Nosotros vemos con preocupación que estos agentes actúen con mucha libertad en nuestro país: cada año se organiza en Paris un salón Désir d’enfant (“deseo de niño”) en que diversas empresas promueven estos contratos de maternidad subrogada (ya lo hemos señalado a las autoridades sin obtener realmente una respuesta). También los bufetes de abogados explican en sus sitios web la asistencia jurídica para concluir estos contratos, etc. Vemos con tristeza que los principios legales de nuestro país no se respetan por la presión que este mercado de miles de millones de euros impone.

Parece un problema sin solución. ¿Hay alguna salida?

El problema en sí no es el hecho de traer a estas mujeres a dar a luz en Francia para poder recuperar a los niños. El problema es la petición y la entrega de un niño, y la utilización de una mujer para este fin. El hecho de que el nacimiento y el parto del niño tengan lugar en territorio francés, mientras que la madre subrogada ha dejado en ocasiones a sus propios hijos en Ucrania, hace más visible la terrible realidad de la subrogación, pero la guerra sólo desplaza lo que dice el contrato, en cualquier caso, con o sin guerra.

Deberíamos anticiparnos a este problema, para que no sea posible establecer dichos contratos. Esto significa un compromiso por parte de los Estados a redactar y firmar un tratado internacional que prohíba la técnica de las madres subrogadas. Esto es lo que ha recomendado el Comité Nacional de Ética de Francia. Estamos trabajando en este sentido con un grupo de expertos legales internacionales con los que nos reuniremos en Casablanca en 2023.

El autorBernard Larraín

Hermandades: Cabeza o corazón

Poner exclusivamente la ética como referencia conduciría a una especie de indiferencia estoica. Dejarse llevar sólo por la emoción conduce a un sentimentalismo pietista. Las hermandades han de conjugar ambas: cabeza y corazón.

20 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Es un tema recurrente discutir si en las hermandades debe primar la religiosidad popular, dirigida principalmente al corazón, o hay que ceder la dirección a la inteligencia, a los aspectos doctrinales, para no caer en puro sentimentalismo sin fundamentación.

Querría terciar en esa discusión desde la experiencia, a partir de dos anécdotas reales sacadas del día a día de las hermandades.

Un hombre, de unos treinta años, acompañado por su mujer y dos niñas pequeñas, se presentó en la hermandad a contar su historia: en su infancia él había sido hermano, su padre, también hermano, lo había inscrito al nacer. La vida lo había llevado por caminos complicados de delincuencia y drogas. Poco a poco se fue hundiendo. Había tocado fondo. Se acercó entonces cuando se acercó a la hermandad de sus primeros años, como último recurso, para pedir ayuda. El responsable de caridad que lo atendió le escuchó con todo el cariño de que fue capaz, sin reproches ni sermones, le pidió una determinada documentación y le aseguró la ayuda que necesitaba. Quedaron emplazados para la semana siguiente.

El día que habían quedado no apareció. Dos días después llegó la mujer sola, con las dos hijas:

-Mi marido falleció de un infarto el mismo día que habíamos quedado; pero quiero decirle que los seis días que han pasado desde que estuvimos aquí han sido los más felices de su vida. Por vez primera en muchos años se sintió querido y me repetía: “A pesar de todo la Virgen no se ha cansado de esperarme”.

Una historia real que toca el corazón y sentimiento; pero también hay alguna que va a la cabeza y la inteligencia.

En la hermandad hay un grupo de voluntarios que visita y acompaña a hermanos ancianos y solos. Uno de esos voluntarios me contaba su experiencia tras una de estas visitas.

-No sé cómo explicarte, su vida parece rutinaria y solitaria, pero ha aprendido a vivir para adentro. Siempre cerca tiene una vieja estampa de nuestros Titulares. Le llevé la que repartieron en la última Función Principal, pero prefiere la de siempre, gastada a besos. Esa estampa es como un espejo, las arrugas de su cara tienen su réplica en el rostro del Señor, talladas por la misma gubia, y sus ojos conservan la misma intensidad que los de la Virgen.

En las manos lleva siempre un rosario con las cuentas desgastadas. Te aseguro que su rezo es pura oración contemplativa que, a ratos, discurre por esa infancia espiritual que algunos llaman Alzheimer. Cualquier día, con la misma discreción de siempre, comenzará a rezar el Rosario y su alma saldrá sin ser notada estando ya su cuerpo sosegado, para entrar en la intimidad de Cristo intercambiando con Él confidencias eternas. Estoy convencido de que es así como llegará al Cielo, con su vieja estampa en la mano como salvoconducto. Pura contemplación.

Dos anécdotas reales como la vida misma y que tienen su precedente en el Evangelio.

Cuenta San Lucas (cfr. 7, 11-17) que en una ocasión, al acercarse Jesús a una ciudad llamada Naím, vio cómo sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de su madre, que era viuda, acompañada por mucha gente. Al verla el Señor, tuvo compasión de ella, y le dijo: No llores. Y, acercándose, tocó el féretro y le dijo al joven: ¡Levántate! El muerto se incorporó y Él se lo entregó su madre.

El Señor siente compasión, removido por el dolor de la madre, anticipo del que sufriría la Suya. El milagro desata la emoción de los que la acompañaban, que estallan en una manifestación de devoción popular.

San Juan nos cuenta una situación diferente (Cap. 3): la conversación entre Nicodemo, hombre culto, y el Señor. Podemos imaginar la escena, los dos solos, apenas iluminados por un candil, charlando hasta altas horas de la noche, intercambiando confidencias en voz baja mientras Cristo va abriendo la inteligencia de Nicodemo hasta llevarlo a la Verdad.

Las dos situaciones se refuerzan y complementan. Poner exclusivamente la ética como referencia conduciría a una especie de indiferencia estoica, centrada en el cumplimiento del deber por el propio deber, sin que ningún afecto lo contamine. Por el contrario, dejarse llevar sólo por la emoción conduce a un sentimentalismo pietista, en el que se corre el peligro de que el sentimiento se convierta en criterio de verdad, invadiendo las áreas del entendimiento y la voluntad. La verdad objetiva desaparece al quedar reducida a sentimiento.

Cabeza y corazón complementados en una armonía dinámica, así han de ser las hermandades.

El autorIgnacio Valduérteles

Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla. Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.

Actualidad

Presentado el Observatorio Mundial de las Mujeres

El 14 de junio se presentó públicamente en Roma el Observatorio Mundial de la Mujer, una iniciativa promovida por la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC). Su objetivo es dar visibilidad a las situaciones de vulnerabilidad y sufrimiento, inspirando estrategias pastorales y políticas públicas.

Giovanni Tridente·20 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

“La Iglesia nace del costado de Cristo, de modo que ella como mujer procede también de la sustancia de Él y está siempre en Él como elemento femenino”. El pasado 14 de junio el Cardenal Marc Ouellet, Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, presentó con estas palabras el Observatorio Mundial de las Mujeres (OMM) promovido por la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC).

Se trata de una iniciativa que involucra toda clase de mujeres en el mundo, incluidas muchas de las que normalmente no “tienen voz” ni “son vistas”, explican desde la UMOFC. Con ello se pretende inspirar y generar estrategias pastorales, pero también renovar las políticas públicas de apoyo al desarrollo humano integral de las mujeres, sus familias, comunidades y pueblos enteros.

“Hay que mirar para reconocer. Pero también hay que dejarse mirar para que nuestro propio yo adquiera su verdadera dimensión –ha añadido el Cardenal Ouellet –. Todas estas miradas, de alguna manera, están recogidas en la mirada de María, que nos ve con ternura y compasión, por haber pecado de omisión tantas veces, tantas veces haber sido traidores. María transforma todo este reclamo en un llamado a la conversión. Conversión de corazón que necesitamos todos”.

Impacto del Covid-19

Uno de los primeros frutos de este Observatorio fue la elaboración del primer informe Impacto del Covid-19 en las mujeres de América Latina y el Caribe, llevado a cabo por el OMM en alianza con el Observatorio Socio-Antropológico Pastoral del Centro de Gestión del Conocimiento de la Conferencia Episcopal de América Latina (CELAM), representada por su Presidente mons. Miguel Cabrejos Vidarte, OFM.

Comentando este informe, Mónica Santamarina de Robles, Tesorera de la UMOFC, explicó cómo este primer trabajo ha conseguido recoger ejemplos de la fuerza y la resiliencia femenina que ayudaron a afrontar la crisis. También ha servido para resaltar las principales propuestas manifestadas por las mujeres latinoamericanas y caribeñas.

Entre los efectos de la pandemia registrados por el informe se encuentran el aumento de las denuncias de violencia de género con la relativa ayuda del Estado en la salvaguarda de estos delitos; el deterioro de la autonomía económica de las mujeres debido a las medidas de la cuarentena; el deterioro de la salud física y mental (miedo, depresión, etc.); las dificultades en la educación; el aumento de la delincuencia organizada y el tráfico de personas; las experiencias de duelo y soledad por la desaparición repentina de familiares.

El cuidado como dimensión esencial

En la presentación ha intervenido también la hermana Alessandra Smerilli, Secretaria del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y delegada de la Comisión vaticana Covid-19, la cual ha declarado: “Si la economía fuera una mujer, hablaría del cuidado, por ejemplo de la capacidad de cuidar como dimensión esencial del ser humano, junto al trabajo”. Además añadió: “Soñamos con un mundo en el que, cuando nos encontremos con una persona por primera vez, le preguntemos ‘¿a quién cuidas?’ y no sólo ‘¿a qué te dedicas?’”.

Fundada en 1910

La Union Mundial de las Organizaciones Femeninas Católica nació en 1910 y hoy recoge casi 100 organizaciones de tod el mundo. Actúa en más de 50 países, contando con alrededor de 8 millones de mujeres en todas etapas de la vida. En 2006 la Santa Sede la erigió como una Asociación Pública Internacional de Fieles y mantiene su estado consultivo en las Naciones Unidas ante el Consejo Económico y Social, el Consejo de Derechos Humanos, la FAO, el Consejo de Europa y es Socio Oficial de la UNESCO.

Entre las principales área de su actividad se encuentra la promoción de la formación de las mujeres para afrontar los retos del mundo contemporáneo, la sensibilización al respeto por la diversidad cultural, la promoción y la coordinación de actividades de las Organizaciones miembros.

Vaticano

«Comer y quedar saciados: dos necesidades que se satisfacen en la Eucaristía»

En la Solemnidad del Corpus Christi el Santo Padre ha centrado sus palabras en cómo la Eucaristía llena nuestras vidas, nos da de comer y nos sacia.

Javier García Herrería·19 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

En la Solemnidad del Corpus Christi el Santo Padre ha centrado sus palabras en destacar cómo “en la Eucaristía cada uno puede experimentar esta amorosa y concreta atención del Señor. Quien recibe con fe el Cuerpo y la Sangre de Cristo no solo come, sino que queda saciado. Comer y quedar saciados: se trata de dos necesidades fundamentales, que se satisfacen en la Eucaristía”.

Dios no es un ser lejano al que no le importan los seres humanos. “Nos llama a ser ciudadanos del Cielo, pero mientras tanto tiene en cuenta el camino que debemos afrontar aquí en la tierra. Si tengo poco pan en la bolsa, Él lo sabe y se preocupa”.

Eucaristía y caridad

“A veces se corre el riesgo de confinar la Eucaristía a una dimensión vaga, quizá luminosa y perfumada de incienso, pero lejos de las situaciones difíciles de la vida cotidiana. En realidad, el Señor se toma en serio nuestras necesidades, empezando por las más elementales. Y quiere dar ejemplo a los discípulos diciendo: «Dadles vosotros de comer» (v. 13). Nuestra adoración eucarística encuentra su verificación cuando cuidamos del prójimo, como hace Jesús: en torno a nosotros hay hambre de comida, pero también de compañía, de consuelo, de amistad, de buen humor, de atención. Esto encontramos en el Pan eucarístico: la atención de Cristo a nuestras necesidades, y la invitación a hacer lo mismo hacia quien está a nuestro lado. Es necesario comer y dar de comer”.

La presencia de Cristo en la Eucaristía es el verdadero motor de la vida cristiana. «En el Cuerpo y en la Sangre de Cristo encontramos su presencia, su vida donada por cada uno de nosotros. No nos da solo la ayuda para ir adelante, sino que se da a sí mismo: se hace nuestro compañero de viaje, entra en nuestras historias, visita nuestras soledades, dando de nuevo sentido y entusiasmo. Esto nos sacia, esto nos da ese algo más que todos buscamos: ¡la presencia del Señor! Porque al calor de su presencia nuestra vida cambia: sin Él sería realmente gris. Adorando el Cuerpo y la Sangre de Cristo, pidámosle con el corazón: “¡Señor, dame el pan cotidiano para ir adelante, y sáciame con tu presencia!”.

Al acabar el rezo del Ángelus el Santo Padre ha dedicado unas palabras a los mártires dominicos beatificados ayer en Sevilla. También ha pedido oraciones por Myanmar y Ucrania. Incluso ha animado a los fieles a hacer examen para ver cuánto está haciendo cada uno para implorar el final de la guerra

Evangelización

El origen de las procesiones del Corpus en centroeuropa

Algunas consideraciones sobre la fiesta litúrgica y las procesiones del Corpus Christi, desde una perspectiva centroeuropea

José M. García Pelegrín·19 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Lieja, 1209. Una religiosa agustina del convento de Mont-Cornillon, sito en esta ciudad de la Bélgica francófona, de 16 años, que más tarde sería conocida como Santa Juliana de Lieja (o de Cornillon), tiene una visión durante una adoración eucarística: una franja oscura atraviesa la luna en pleno esplendor; Juliana comprende que la luna significa la vida de la Iglesia sobre la tierra; la franja oscura, la ausencia de una fiesta litúrgica dedicada al Corpus Christi.

No es de extrañar, por tanto, que la fiesta de la presencia real de Cristo en la Eucaristía comience a celebrarse precisamente en Lieja, en la basílica de San Martín. En 1247, una vez que el obispo de esta ciudad, Roberto de Thourotte, acogiera la propuesta de Juliana, después de trasmitirle esta visión guardada en secreto durante decenios.

Ahora bien, en el desarrollo de la doctrina —y, por consiguiente, de la devoción— eucarística desempeñó un papel muy destacado el IV Concilio Lateranense de 1215, convocado por el Papa Inocencio III; se trata del principal concilio de la Edad Media y, junto con el de Trento (1545-1563), el más importante en el ámbito de los sacramentos.

Extensión de la devoción

Para la extensión de la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo a la Iglesia universal tiene especial importancia un milagro eucarístico ocurrido en 1263 en Bolsena (Italia). Según narra la tradición, mientras un sacerdote celebraba la Misa, de la Hostia consagrada brotó sangre. La difusión de este milagro llevó al Papa Urbano IV (1261–1264), quien anteriormente había sido archidiácono en Lieja, a instituir la “Fiesta del Cuerpo de Cristo” (en latín, festum corporis Christi, festum corpus domini) mediante la encíclica Transiturus de hoc mundo, promulgada el 11 de agosto de 1264.

En dicha encíclica, Urbano IV ordenaba: “Que cada año, pues, sea celebrada una fiesta especial y solemne de tan gran sacramento, además de la conmemoración cotidiana que de él hace la Iglesia, y establecemos un día fijo para ello, el primer jueves después de la octava de Pentecostés. También establecemos que en el mismo día se reúnan a este fin en las iglesias devotas muchedumbres de fieles, con generosidad de afecto, y todo el clero, y el pueblo, gozosos entonen cantos de alabanza, que los labios y los corazones se llenen de santa alegría; cante la fe, tremole la esperanza, exulte la caridad; palpite la devoción, exulte la pureza; que los corazones sean sinceros; que todos se unan con ánimo diligente y pronta voluntad, ocupándose en preparar y celebrar esta fiesta”. 

El papel de Tomás de Aquino

Santo Tomás de Aquino (1224-1274) había participado muy activamente en la elaboración de la encíclica. También se le encargo preparar los textos para el Oficio y Misa propia del día, que incluye himnos y secuencias, como Pange Lingua, Lauda Sion, Panis angelicus y Adoro te devote.

Muy pronto comienzan a organizarse procesiones con el Santísimo Sacramento; en 1273 se celebra en Benediktbeuren, en Baviera; en Colonia la primera procesión del Corpus Christi sale por primera vez en el año 1274; sigue celebrándose hoy, con una de las participaciones más numerosas en Centroeuropa. Las normas para regular la procesión las establece Clemente V en el concilio de Vienne de 1311. En Roma, la primera procesión, presidida por el papa Nicolás V, data de 1447.

El rechazo de Lutero

Si bien Lutero, en 1530, mostró un fuerte rechazo al Corpus Christi: “no hay otra fiesta de la que sea más enemigo, pues es la fiesta más ignominiosa. En ninguna otra fiesta se blasfema más de Dios y su Cristo; es una desgracia para el Santísimo Sacramento, porque solo se usa como espectáculo y para la vana idolatría”, el Concilio de Trento declara: “Muy piadosa y religiosamente fue introducida en la Iglesia de Dios la costumbre que todos los años, determinado día festivo, se celebre este excelso y venerable sacramento con singular veneración y solemnidad; y reverente y honoríficamente sea llevado en procesión por las calles y lugares públicos”.

Del mismo modo que estas afirmaciones del Concilio Tridentino pueden considerarse como una reacción a la Reforma protestante —no en vano se habla de “Contrarreforma”—, también como respuesta a las críticas de la Ilustración y a la política prusiana del Kulturkampf (“combate cultural”) contra los católicos, en el siglo XIX surgen nuevas procesiones del Corpus Christi como la “Gran Procesión” en Münster o en Spandau —en aquel entonces, todavía una ciudad independiente; desde 1920 forma parte del “Gran Berlín”—, que atraía a gran número de católicos de la capital prusiana, si bien la población protestante la tilda de provocación por parte de la minoría católica.

Durante el nacionalsocialismo, la procesión del Corpus Christi se considera como una manifestación de fe que expresa el rechazo de la visión pagana del mundo propia del nazismo; no es de extrañar que, a partir de 1936, los nazis prohíben en Colonia la participación masiva de colegios.

Las procesiones en la actualidad

En la actualidad, la procesión del Corpus Christi está considerada como la mayor manifestación de la fe, no solo en ciudades con mayoría católica, sino precisamente también allí donde, como en Berlín, la población católica no alcanza ni al diez por ciento. Aunque se trata de un día laborable en la capital alemana —como en otros nueve de los 16 Estados Federados—, la procesión se desarrolla tradicionalmente el jueves, al caer la tarde, en el centro de la ciudad, mientras que un buen número de parroquias berlinesas organizan procesiones el siguiente domingo.

Además de las convencionales —entre las que destaca la de Sipplingen, a orillas del lago de Constanza, con una alfombra floral de 800 metros de longitud—, en Austria y Alemania existe una tradición de procesiones en barco. Por ejemplo, en el lago de Traunsee, en Alta Austria, la procesión comienza en la iglesia de Traunstein y se dirige al lago, donde un barco con un baldaquino especialmente rico transporta al Santísimo Sacramento, acompañado por otros barcos, a las diversas estaciones de la procesión. Esta tradición existe desde 1632.

Otras procesiones antiguas

Y desde 1623 se celebra otra procesión en un lago cercano a este, el de Hallstatt. No tan antigua, pues se remonta a 1935, es la procesión sobre el lago Staffelsee, en Baviera. Aquí, sin embargo, la procesión no recorre solamente el lago, sino que se dirige desde Seehausen a la isla de Wörth, donde se encuentran las raíces de la parroquia de Seehausen.

En Colonia goza de una larga tradición una procesión fluvial, la denominada Mülheimer Gottestracht por celebrarse en Mülheim, el distrito de Colonia de mayor población. La procesión en barco sobre el río Rhin se remonta probablemente al siglo XIV.

Después de dos años de paréntesis debido a la pandemia de Covid, este año se han celebrado nuevamente las tradicionales procesiones, tanto las convencionales como las que se desarrollan en barco.

Cultura

El Día de la Libertad conmemora el fin de la esclavitud en EEUU

El 19 de junio se celebra en Estados Unidos un gran acontecimiento cívico, denominado en el argot como de June nineteenth. Ese día del año 1865, el general unionista Gordon Granger, en Galveston, Texas, declaró que todos los esclavos eran libres.

Omnes·19 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Los Estados introdujeron una fiesta federal en 2021 bajo el mandato de Joe Biden, que la calificó como «uno de los mayores honores como presidente». El evento se denomina «Día de la Libertad» o «Día de la Liberación”. El aniversario, celebrado especialmente en la comunidad afroamericana, se sintió con especial intensidad en 2020, tras el asesinato de George Floyd en Minneapolis a manos de la policía.

La esclavitud forma parte de la historia de la humanidad y tiene raíces muy antiguas. Una de las primeras rupturas con esta tradición se produce en la persona de Jesús y la posterior difusión de sus enseñanzas. San Pablo en su carta a los Gálatas escribe: «Porque todos vosotros sois hijos de Dios. No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer, porque todos sois uno en Cristo Jesús» (Gal 3:26-28). 

Fueron necesarios varios siglos de vida cristiana para difundir la oposición a esta práctica. Desde los primeros tiempos parecía estar en profunda antítesis con el mensaje de amor, libertad e igualdad del cristianismo

En la Edad Media

La Europa medieval fue la única civilización que se mostró capaz de mitigar, primero, y abolir, después, la compraventa de seres humanos, en virtud de sus valores teológicos y antropológicos cristianos. El Concilio de Londres de 1102 representa la primera condena explícita de la esclavitud en bloque: «que nadie entre en el nefasto comercio, que estaba en uso aquí en Anglia, por el que los hombres se vendían como si fueran animales brutos». 

A finales del siglo XII, el francés Juan de Matha fundó la Orden de la Santísima Trinidad. Este proyecto de vida religiosa unía el culto a la Trinidad con la labor de liberación de la esclavitud, en particular el rescate de los cristianos que habían caído prisioneros de los moros. La orden se esforzó por la redención de los cautivos porque sabía que se les ofrecía la libertad si renunciaban a su fe. Recientemente, la Orden de la Santísima Trinidad ha realizado el servicio de la liberación de diversas maneras: atendiendo las nuevas formas de esclavitud (prostitución, alcoholismo, drogadicción, etc.) o participando en la liberación de los indigentes de la pobreza. 

Época Moderna

En la época del descubrimiento del continente americano, el pensamiento de los distintos papas había madurado en una oposición convencida a la práctica de la esclavitud, que se extendió mucho con las poblaciones de indios, negros, etc. Por parte de la Iglesia, en los siglos XV al XIX, las bulas papales y las excomuniones a los traficantes de esclavos fueron habituales.  

En 1492, año del descubrimiento de América, el Papa Pío II recordó a un obispo de la Guinea portuguesa (actual Guinea Bissau) que la esclavización de los negros era «magnum scelus», un gran crimen. Posteriormente, los papas utilizaron la excomunión para mostrar su rechazo de esta práctica. Por ejemplo, el Papa Urbano VIII en 1639 y el Papa Benedicto XIV en 1741. 

Edad Contemporánea

En el momento en que el Congreso de Viena de 1815 decidió cómo repartir el continente africano, el Papa Pío VII pidió que se prohibiera la trata de esclavos. Y en 1839 el Papa Gregorio XVI resumió los pronunciamientos condenatorios de sus predecesores en una bula en la que «amonesta y suplica» a los cristianos que dejen de ser culpables de la «tan grande infamia» de la esclavitud, «ese comercio inhumano por el que los negros… son comprados, vendidos y a veces obligados a realizar trabajos muy duros». 

Entre los siglos XIX y XX, la oposición de la Iglesia se hizo cada vez más severa, hasta el punto de que el Código de Derecho Canónico de 1917 castigaba la esclavitud incluyéndola entre los delitos «contra la vida, la libertad, la propiedad, la buena reputación y la moral». Los laicos que hayan sido condenados legítimamente por asesinato, «secuestro de niños de ambos sexos, venta de hombres como esclavos» y otros actos malvados, «deben ser excluidos automáticamente de cualquier acción eclesiástica y de cualquier salario, si lo tuvieran en la Iglesia, con la obligación de reparar el daño». 

En el Concilio Vaticano II se menciona la esclavitud en una larga lista de prácticas «vergonzosas» que ofenden la dignidad humana. Finalmente, el Catecismo de la Iglesia Católica (1994) condena la esclavitud en la sección del séptimo mandamiento, «no robarás».

Proyectos actuales

En los últimos años ha arraigado una iniciativa originada en la vida religiosa femenina y denominada Talitha Kum. El proyecto ha despertado el profundo deseo de dignidad y vida que ha estado latente y herido por tantas formas de explotación. La trata de personas es un fenómeno complejo y multidimensional, que hiere a decenas de millones de personas y a toda la sociedad humana. Las actividades de Talitha Kum se dirigen a todas las personas privadas de su dignidad y libertad. Y eso con independiencia de su estilo de vida, raza, religión, situación económica u orientación sexual. 

Evidentemente, en el siglo XXI, el fenómeno de la esclavitud aún no está superado, y presenta formas de expresión que han evolucionado con el tiempo. A lo largo de la historia de la Iglesia encontramos abundantes argumentos teológicos desde los tiempos patrísticos para condenar esta práctica. Por ejemplo, se subraya que Dios es el creador de todos los hombres, que gozan de igual capacidad y dignidad; el dominio de unos hombres sobre otros es consecuencia del pecado del hombre; el sacrificio de Cristo ha liberado a todos los hombres por igual de la esclavitud del mal; todos los hombres, incluso los no creyentes, son capaces de tener fe en Cristo; la esclavitud es un obstáculo para la conversión a Dios debido al testimonio negativo que ofrecen los cristianos.

Cine

Cine: El milagro del Padre Stu

La última película de Mark Wahlberg y Mel Gibson narra la increíble historia del Padre Long y su viaje del ring a la silla de ruedas.

Patricio Sánchez-Jáuregui·18 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Dirección y guión: Rosalind Ross
Estados Unidos 2022

Pocas veces podemos ver una película de temática religiosa -o espiritual- que no patine a la hora de promover su particular causa de manera poco respetuosa con el espectador. Pregona ésta con el palo y la batuta de un omnipresente sentimentalismo y ahoga cualquier raciocinio con empalagosidad. Father stu, o El milagro del Padre Stu, traducida al castellano, es diferente.

Salida de un campo de asteroides de críticas dispares (algunas beligerantemente rabiosas), llega a nuestras pantallas la más que respetable ópera prima de su directora, Rosalind Ross: una película que aporta, cuya visión del sufrimiento no es de evasión, sino de encuentro, y que puede producir
chiribitas en el cerebro de un espectador cuyos problemas son solucionados a base de pastillas, el fin de semana como propósito vital y vivirlo todo entre hashtags. Debemos hacer un ejercicio para dejar los prejuicios -y hashtags- fuera y disfrutar de la sencillez de la historia y la posibilidad que esté, como está,
basada en un hecho real, lo cual hace más controvertido -y relevante- todo.

Mark Wahlberg es Stu, un hombre cuyas aspiraciones no van más allá de la supervivencia y, después del boxeo y la cárcel, decide probar suerte en la ciudad de Los Ángeles como actor. Derrochando confianza y autodestrucción, se intentará abrir camino en una vida en la cual nunca confió. Así conocerá a Carmen (Teresa Cruz), una devota parroquiana que dará el pistoletazo de salida a un proceso de conversión. Éste sobrepasará su relación y le pondrá en las puertas del seminario, con sus más o menos graciosos problemas y encontronazos.

No obstante, todo toma un paso más dramático cuando le diagnostican una enfermedad muscular degenerativa. Es entonces cuando verdaderamente empieza la andadura hacía la muerte pero también la redención. Esquivando los lloriqueos, apuntalándose en la actitud despreocupada del protagonista, y con dos secundarios de lujo (siempre enorme Mel Gibson y la eternamente tierna Jacki Weaver), además de un terciario que siempre es agradabilísimo de ver (Malcolm McDowell). Tenemos entre manos una cinta transportadora, tributo, que huye de las convenciones de santidad y cuenta una historia real con sencillez, guión ágil, despierto y ninguna pretenciosidad. Una obra estimulante, correcta y agradable, que deja respirar a lo emocional y cuyos diálogos despiertan carcajadas con frecuencia en la sala. Un proyecto personal del propio Wahlberg del que es fácil encariñarse.

El autorPatricio Sánchez-Jáuregui

Evangelización

Los nuevos beatos mártires dominicos. Radicalidad evangélica y fidelidad

La Catedral de Sevilla, ciudad en la que reposan los restos de muchos de estos mártires, acoge la ceremonia de beatificación de 27 mártires de la orden de predicadores que dieron la vida por Cristo entre 1936 y 1937 en España.

Maria José Atienza·18 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Traducción del artículo al inglés

Traducción del artículo al italiano

27 mártires dominicos del siglo XX en España entran a formar parte de los beatos de la Iglesia católica el 18 de junio. Entre ellos se cuentan 25 frailes, un laico dominico y una monja dominica.

Sufrieron martirio en tres lugares: Almería, Huéscar y Almagro (Ciudad Real) y muchos de ellos no habían alcanzado ni tan siquiera los 30 años de edad cuando dieron su vida por no renegar de Cristo.

Una juventud que muestra que “también hoy hay jóvenes capaces de dar su vida por una gran causa, y sin duda por el Evangelio de Jesucristo” como apunta Fray Emilio García, prior del convento de Santo Tomás de Aquino de Sevilla.

«Su ejemplo nos habla de radicalidad evangélica«

La aprobación de la beatificación de este grupo de dominicos ha servido también para conocer, incluso dentro de su orden, la vida y el martirio de estos frailes.

Así lo destaca Fray Emilio García que explica que “se trata de mártires de una de las tres Provincias que había en España hasta 2016, la Provincia Bética o de Andalucía. Eso quiere decir que los que pertenecíamos a alguna de las otras dos teníamos menos conocimiento de los frailes de Almagro, Almería o Huéscar y de su historia concreta. Por eso, para nosotros esta beatificación creemos que no despierta la misma resonancia que para los que pertenecieron a esa Provincia e incluso estuvieron emparentados con ellos o vivieron donde ellos. Pero, evidentemente, son hermanos nuestros y su ejemplo es muy estimulante para todos nosotros y nos habla de radicalidad evangélica y de fidelidad a la propia vocación, así como de actitud de gran generosidad cristiana al perdonar a quienes les quitaron la vida”.

De hecho, la llegada a los altares de estos 27 dominicos ha llevado a que “los frailes más veteranos de aquella antigua Provincia, han mostrado su emoción y su cariño ante la historia y los restos que nos han llegado de estos testigos de Cristo”.

Mártir, laico y periodista

El ejemplo de Fructuoso Pérez Márquez, seglar dominico es, por sus características, el más diferente de este grupo de nuevos beatos.

Natural de Almería, casado y padre de cuatro hijos, entró a trabajar a los 24 años en el periódico almeriense “La Independencia”, del que llegaría a ser director. Colaboraba además con otros medios como El Correo Español, El Universo o El Debate.

En sus artículos exponía con claridad la doctrina de la Iglesia, muy especialmente en materia social. Esta vivencia del carisma de los predicadores en el mundo de los medios de comunicación sigue presente hoy en día.

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Cartel de la Beatificación

“El hecho de que, también en nuestra Orden, haya hoy muchos laicos que colaboran en ese mundo, por razones profesionales y vinculados simultáneamente a nuestra espiritualidad, nos hace pensar que, llegado el caso, también ellos estarían dispuestos a dar testimonio de su fe ejerciendo esa noble profesión”, asegura Fray Emilio Pérez.

Quienes lo conocieron, recordaban a Fructuoso como un ferviente católico, defensor valiente de la verdad, afable y caritativo, fue denunciado, procesado y hasta encarcelado.

El 26 de julio de 1936, Fructuoso era detenido en su casa y trasladado a la prisión improvisada en el convento de las religiosas Adoratrices. El 3 de agosto lo trasladaron al barco “Segarra”. En ese barco, junto a otros compañeros, fue ejecutado y lanzaron su cuerpo al mar.

Le machacaron la cabeza entre dos piedras

Especialmente duro es el testimonio del martirio de la única mujer de este grupo de mártires. Sor Ascensión de San José moriría en Huéscar, donde nació en 1861 tras un cruento proceso.

Esta monja dominica comenzó su noviciado en el convento dominicano de Huéscar hacia mayo de 1884. Su vida estuvo marcada por la enfermedad que sobrellevó con paciencia y mucha paz.

Fue, durante muchos años, tornera del convento. El 4 de agosto de 1936 las religiosas se vieron obligadas a abandonar el convento refugiándose en casas de familiares y personas caritativas.

La nueva beata fue acogida en casa de una sobrina hasta febrero de 1937 cuando fue apresada por llevar un crucifijo al cuello. Con sus cerca de 76 años sufrió golpes y apaleamientos por negarse a blasfemar. El ensañamiento fue tal que la anciana terminó tendida en el suelo sobre su sangre.

Al día siguiente, 17 de febrero, la cargaron en un camión junto a otros presos hasta las puertas del cementerio. Allí fusilaron a los detenidos, entre ellos su sobrino Florencio. Cuando volvió a negarse a blasfemar, colocaron su cabeza sobre una piedra y con otra piedra le machacaron el cráneo. 

Los mártires de Almagro

De entre los nuevos beatos, un numeroso grupo, 13 de ellos, formaban parte del convento de Almagro. Al inicio de julio de 1936, en el convento se encontraban varios estudiantes, hermanos cooperadores y padres. Poco después del estallido de la guerra, el alcalde de la localidad les apremia a abandonar el convento. Esa misma noche varios hombres registran el convento en busca de armas.

En los días siguientes, se recrudecen las amenazas y el 25 de julio los frailes comienzan a evacuar el convento. Por instancia del Ateneo Libertario que argumenta que la dispersión de los religiosos era una dificultad para tenerles controlados, el alcalde ordena confinar a los frailes en una casa deshabitada. El 30 de julio el alcalde comienza a expedir salvoconductos a los religiosos.

La medida fue inútil, los miembros del Ateneo Libertario bajan de los trenes a los que habían ido saliendo, muy jóvenes, y los ejecutan en diversos lugares. El resto de los religiosos siguió el camino del martirio el 13 de agosto. Conducidos a las afueras de Almagro, los fusilaron al tiempo que los hoy beatos rezaban.

Los nuevos beatos mártires

  • Ángel Marina Álvarez, sacerdote
  • Manuel Fernández (Herba), sacerdote 
  • Natalio Camazón Junquera, sacerdote 
  • Antonio Trancho Andrés, sacerdote 
  • Luis Suárez Velasco, sacerdote
  • Eduardo Sainz Lantarón, sacerdote 
  • Pedro López Delgado, sacerdote 
  • Francisco Santos Cadierno, religioso estudiante
  • Sebastián Sáinz López, religioso estudiante
  • Arsenio de la Viuda Solla, hermano cooperador
  • Ovidio Bravo Porras, hermano cooperador
  • Dionisio Pérez García, hermano cooperador
  • Fernando García de Dios, novicio para hermano cooperador
  • Antolín Martínez-Santos Ysern, novicio para clérigo
  • Paulino Reoyo García, profeso estudiante
  • Santiago Aparicio López, profeso estudiante
  • Ricardo Manuel López y López, profeso estudiante
  • José Garrido Francés, sacerdote
  • Justo Vicente Martínez, profeso estudiante
  • Mateo (Santiago) de Prado Fernández, hermano cooperador
  • Juan Aguilar Donis, sacerdote
  • Tomás Morales Morales, sacerdote
  • Fernando Grund Jiménez, sacerdote
  • Fernando de Pablos Fernández, hermano cooperador
  • Luis María (Ceferino) Fernández Martínez, hermano cooperador
  • Fructuoso Pérez Márquez, seglar dominico
  • Sor Ascensión de San José (Isabel Ascensión Sánchez Romero), monja dominica
Vaticano

¿En qué se ha gastado el dinero del Óbolo de San Pedro?

Cada año, el 29 de junio, se recogen las ofrendas de los fieles en las parroquias y se destinan a la misión del Papa. Se trata del Obolo di San Pietro (Ofrenda de San Pedro), una antiquísima institución de apoyo de los fieles a la labor de la Iglesia.

Andrea Gagliarducci·17 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

El Óbolo de San Pedro se ha convertido en un verdadero soporte para la Santa Sede desde el siglo XIX, cuando el Papa perdió los Estados Pontificios y los católicos de todo el mundo se organizaron para financiar su misión. Por lo tanto, no debe sorprender que la gran mayoría de los fondos del Óbolo se dediquen a las actividades de la Santa Sede: cubrir el presupuesto de la Curia, los gastos de las nunciaturas y otros gastos institucionales. Sólo una pequeña parte del óbolo de San Pedro se destina a obras de caridad, con proyectos concretos.

Las cifras se publicaron el 16 de junio, en la declaración anual que se empezó a hacer el año pasado, pues las últimas cifras eran de 2015. Para entender qué es el Óbolo y cómo se utiliza, empecemos por los números y vayamos a la historia.

Los números

En 2021, se destinaron 55,5 millones para apoyar las actividades promovidas por la Santa Sede en el cumplimiento de la misión apostólica del Santo Padre. Otros 9,8 millones fueron a parar a proyectos de asistencia directa a los necesitados.

El total de 65,3 millones de euros no salió de la recaudación, puesto que el año pasado la colecta alcanzó los 46,9 millones. El Obolo está, en definitiva, en números rojos. Sin embargo, las cifras dicen que ha ido mejor de lo esperado.

El padre Antonio Guerrero Alves, prefecto de la Secretaría para la Economía, hablando del «presupuesto de la misión» de la Curia Romana para 2021, había expresado precisamente su preocupación por la recaudación del Óbolo.

«A grandes rasgos -subrayó el prefecto de la Secretaría de Economía-, puedo decir que en 2021 volvió a haber una caída respecto al año anterior, que me atrevería a cuantificar en no menos del 15%. Si en 2020 la recaudación total del Óbolo fue de 44 millones de euros, en 2021 no creo que sea de 37 millones. El descenso en 2021 se suma al del 23% entre 2015 y 2019 y al del 18% en 2020, el primer año de la pandemia.

¿Cómo se cubrió el agujero?

La Santa Sede donó más de 35 millones de euros, con las que se cubrieron algunas necesidades. De este modo, el Óbolo dio directamente fondos a 157 proyectos diferentes en 67 países distintos. En total, 9,8 millones, que deben incluirse en los 35 millones mencionados. El 41,8% de los proyectos se financiaron en África, el 23,5% en América, el 25,5% en Asia, el 8,2% en Europa y el 1% en Oceanía.

Entre los proyectos financiados están la construcción de un edificio para jóvenes en Saint Bertin (Haití); una contribución a la construcción de una escuela en Zimbabue, un proyecto en Filipinas para ayudar a acabar con la explotación sexual y el tráfico de niños; dormitorios en Sudán del Sur e Indonesia; la reconstrucción de un monasterio en Ecuador o la construcción de una parroquia en la India.

A esto se añade el apoyo a la misión del Papa, es decir, el gasto destinado a mantener los dicasterios. Los 55 millones dados por el Óbolo han ayudado a financiar los 237,7 millones de gastos de los dicasterios el año pasado.

Los países que más contribuyen al Óbolo son Alemania, Estados Unidos, Italia, Francia, España, Filipinas, América Latina y Polonia.

Cómo funciona el Óbolo

El Óbolo tiene una página web en la que se puede encontrar toda la información sobre los proyectos que apoya. Sin embargo, no hay que olvidar que el objetivo principal es ayudar a la Santa Sede en su misión. Por ello, no es de extrañar que se utilice con fines institucionales.

La cuestión del Óbolo ha pasado a primer plano en el proceso vaticano sobre la gestión de los fondos de la Secretaría de Estado. Se dijo que la Secretaría de Estado había invertido dinero del Óbolo quitándoselo a los pobres.

La realidad, tal y como reveló el juicio, es muy diferente. Hasta los años 90, era la Secretaría de Estado la que gestionaba el flujo de donaciones del Óbolo de San Pedro. Para ello, la Secretaría de Estado había abierto una Cuenta del Óbolo, al tiempo que abría cuentas para cada proyecto, en el IOR o en otras entidades de crédito (sólo en el llamado banco del Vaticano, a mediados de los 90, había unas 80 cuentas abiertas para necesidades específicas).

Se decidió entonces racionalizar los gastos y el control, cerrando las cuentas y transfiriendo la gestión del Óbolo a la Secretaría de Estado. Sin embargo, la Secretaría de Estado mantuvo la cuenta «Óbolo». Sin embargo, esa cuenta sólo tenía del Óbolo el nombre, mientras que otros recursos de la Secretaría de Estado se habían conducido hacia ella. De allí es de donde se había sacado el dinero de las inversiones de la Secretaría de Estado. Si hubiera utilizado el Óbolo, lo habría hecho en todo caso de acuerdo con su misión. Y de hecho, no ha tocado el patrimonio del Óbolo de San Pedro.

La historia del Óbolo de San Pedro

La práctica del óbolo tiene orígenes muy antiguos, ya que desde el principio los cristianos han apoyado las obras de los Apóstoles.

A finales del siglo VIII, los anglosajones, tras su conversión, se sintieron tan unidos al obispo de Roma que decidieron enviar un contribución anual al Santo Padre. La iniciativa tomó el nombre de Denarius Sancti Petri (la Limosna a San Pedro), y pronto se extendió a los países europeos. El Papa Pío IX, con la Encíclica Saepe venerabilis del 5 de agosto de 1871, institucionalizó la práctica a raíz de un movimiento de fieles a su favor.

De hecho, parece que Charles Forbes René, Conde de Montalembert, molesto por la huida de Pío IX a Gaeta en noviembre de 1848 en tiempos de Garibaldi, creó un comité para acudir en ayuda del Papa fugitivo, y para apoyar al Estado Vaticano que, según dijo el secretario de Estado vaticano Giacomo Antonelli, se estaba encogiendo en «un cuerpo de niño con aliento cada vez más asmático».

En 1870, Roma, que ya no estaba protegida por los franceses que participaban en la guerra franco-prusiana, fue tomada y anexionada por el Reino de Italia. Pío IX se refugió en el Vaticano, rechazó la oferta del Estado italiano de una indemnización anual, porque la ley se planteaba de modo unilateral, dando el territorio en uso y no en propiedad.

Aislada, sin más territorio, la Santa Sede depende cada vez más de las ofrendas de los fieles. Y estas ofrendas continuaron incluso después de que se reconstituyera un estado territorial tras los Pactos de Letrán, en 1929.

El Óbolo con los últimos Papas

Las ofrendas dependen tanto de la coyuntura económica en las distintas regiones como de la simpatía del Papa. En los años ochenta, una serie de escándalos -entre ellos el del Instituto para las Obras de Religión- estuvieron a punto de provocar el colapso del Óbolo, que se desplomó hasta los 17 millones de dólares en 1985.

El déficit, sin embargo, también fue causado por los numerosos gastos, en particular los de las nunciaturas, por lo que Juan Pablo II realizó una drástica contención del gasto. Comenzó también mayor transparencia haciendo públicos los presupuestos y estableció el Consejo de 15 Cardenales para los problemas organizativos y económicos de la Santa Sede.

Con Benedicto XVI y Francisco, las finanzas del Vaticano aspiran a una mayor transparencia. A partir de 2016, la Santa Sede decide hacer más accesible el Óbolo y establece un diálogo con los fieles de todo el mundo sobre la necesidad y los efectos de la caridad hacia los más necesitados. Por eso se crea la página web para facilitar más información.

El autorAndrea Gagliarducci

Actualidad

El podcast de Omnes, un resumen de las noticias más importantes

El equipo de redacción de Omnes, selecciona las noticias clave de la actualidad de la Iglesia católica y la sociedad y te las ofrece en un cómodo podcast de 5 minutos.

Omnes·17 de junio de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Cada semana, el equipo de redacción de Omnes realiza una selección de las noticias más interesantes publicadas en nuestra web y en la revista impresa, así como recomendaciones de contenidos variados.

Con todo ello, producimos un breve podcast para estar informado de las últimas noticias y conocer diversos contenidos que puedes encontrar en la web.

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Actualidad

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Omnes·17 de junio de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

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Educación

¿Religión en la escuela pública? ¡Sí, gracias!

El debate de la asignatura de Religión suele tener dos frentes ante los que justificarse. Por un lado, dialoga con la opinión pública para argumentar su inclusión en el currículum de educación. Por otro, dentro de la Iglesia hay quienes plantean que sería mejor eliminar la materia confesional e impartir una buena catequesis desde las parroquias.

Santiago Mata·17 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

No es infrecuente escuchar que la Religión no debería estar en el currículo de la escuela pública secundaria, y que desde luego no debería puntuar (cosa que ya ha impuesto en España la LOMLOE). Quienes lo dicen a veces rechazan la enseñanza de la Religión como si fuera algo acientífico. Otros la rechazan desde el campo católico, pensando que su defensa incomoda las relaciones con los no cristianos, o que es un esfuerzo inútil ante el cada vez menor interés de los alumnos o, aún más, la indiferencia de los padres. ¿No sería mejor concentrarse en dar una buena catequesis en parroquias y colegios confesionales a quienes estén de veras interesados?

¿Quién elige Religión?

Gracias a mi modesta experiencia de profesor de Religión en la enseñanza pública durante seis cursos, he comprobado la utilidad que tiene para nuestra sociedad esta asignatura: les expondré los resultados, si me lo permiten.

Para empezar, retirarse a unos cuarteles parroquiales o a los colegios en los que el pescado ya está vendido, supone dejar de someternos a un control de calidad. En la pública, el alumnado que reclama la asignatura -pues la piden los niños y no sus padres, no nos engañemos- supone en torno a un tercio del total en España (con grandes diferencias, en mi instituto supera el 40%). Abandonarlo no es coherente con la vocación docente y además es renunciar al reto de ser elegido, examinado y preferido no solo por los alumnos, sino por la comunidad educativa en general.

Ir a las periferias

Podemos invertir recursos y dinero en dotar de magníficos profesores y clases a colegios y parroquias donde prometamos ofrecer una educación religiosa de calidad… Pero lo haremos alejándonos del lugar por donde transita realmente el alumnado. Y con ese alejamiento exquisito lo traicionaremos, porque esos muchachos que prefieren la clase de Religión a otras alternativas -ahora en la práctica la papiroflexia, por obra de la ministra Celaá, para más escarnio hoy embajadora en el Vaticano- no van a pisar previsiblemente, en muchos años, una parroquia, y menos para apuntarse a unas clases lejanas a su entorno vital. Los alumnos que asisten a Religión en la enseñanza pública no solo rara vez o nunca van a misa, sino que ya ni hacen la primera Comunión. Precisamente porque para eso tienen que salir de su ámbito vital, cada vez más reducido.

En definitiva, la Religión en la escuela pública podrá disponer de pocas horas, menos medios, y de un público poco dispuesto al esfuerzo. Pero eso es lo que sucede con todas las asignaturas, así que o les damos lo que se puede dar en esas circunstancias, o no tendrán nada. De muchas maneras se nos dice a los profesores de Religión (de la pública, insisto) que nuestras clases serán para muchos la última ocasión de oír hablar de Dios, o en nuestro caso de que les expliquen correctamente la doctrina católica. Claro que no se pueden poner puertas al campo ni cortar a Dios las manos. Precisamente por eso no se les puede negar este viático. Y sí, aspirar a que no sea la última ocasión: pero si se la negamos, ni eso tendrán.

Menos prejuicios entre los alumnos

Para quienes andan con remilgos queriendo diferenciar -o separar y hasta enfrentar- la clase de Religión y la catequesis, opino que están bastante desfasados. Cierto que hubo un tiempo (el de mi juventud) en que ya conocíamos la Religión católica e íbamos a la clase con espíritu rebelde y ganas de fastidiar al profesor. Desde mi limitada experiencia, me parece que los chicos de hoy tienen respecto a los de antaño la desventaja de su total ignorancia de la Religión, pero la ventaja de su también total ausencia de prejuicios: tienen ganas de saber, mientras que nosotros, que ya sabíamos, solo queríamos reventar la clase. Eso sí, para no idealizar al personaje, las ganas no suelen ir acompañadas de un gran espíritu de sacrificio, sino de uno más cercano a la curiosidad de los atenienses del Areópago…

Hasta aquí espero haber aportado algún argumento para mantener, por poco que sea, lo que se ha preservado de enseñanza de la Religión en la escuela pública. Habría que añadir la consideración de que es un derecho humano, un derecho de los padres, reconocido en la Constitución, etc. La realidad es que los padres suelen tener otras preocupaciones, que la mayoría no está dispuesta a exigir nada, ni a sus hijos ni a los educadores, y que en España ha sido la Conferencia Episcopal la que ha defendido este derecho, y que parece estar cansándose ya de la pelea. Por eso mismo quizá convenga que tomemos el relevo cuantos sepamos ser conscientes de que los niños, los jóvenes, tienen derecho a oír hablar de Dios, y que muchos lo piden.

Hablar de Jesucristo

No me oirán decir que la Religión es útil para entender el mundo moderno. No, lo que necesitan los jóvenes es que les hablen de Dios, de Cristo, no de la influencia que el cristianismo haya tenido en la historia. Primero porque para contar eso ya están los profesores de Historia o Arte, y sobre todo porque cada vez es más escasa la influencia del cristianismo y por tanto les estaríamos mintiendo. De hecho, más bien habría que decir que el profesor de Religión puede explicarles por qué el mundo es incomprensible e inhumano, y sugerirles que otro mundo es posible.

Y para terminar, una reflexión para aquellos que critican la Religión como si fuera algo impropio de la enseñanza pública de un “país laico”. Incluso para los directamente descreídos -y esto vale para los católicos respecto a otras religiones frente a las que aparecemos como “infieles”-, un sano sentido de integración social hace comprender que es mejor que quien enseña la Religión -la que sea- lo haga si quiere en su casa o en su templo, pero también en el ámbito público: porque debemos conocer los argumentos y hasta las intenciones de todos. Más vale, en definitiva, hablar en público, si queremos evitar la corrupción, el sectarismo y el fanatismo, que necesitan del secreto.

No autosegregarnos

Si nos obligamos y obligamos a todos a decir abiertamente lo que su religión predica, nos evitaremos sorpresas, prejuicios innecesarios, o esfuerzos para desenmascarar lo irracional. En cambio, arrinconar la enseñanza de la Religión a las sacristías (o a las mezquitas), es el primer paso hacia la segregación y la persecución religiosa. No hay más que mirar al pasado para ver cómo la ignorancia mutua es el germen de las teorías de la conspiración y los pogromos.

En definitiva, expulsar a la Religión del ámbito escolar público es puro sectarismo y una agresión a un derecho muy cercano al de la libertad de culto, que no puede ejercerse desde la ignorancia. No caigamos los católicos en la ingenuidad de creer que es la mejor solución para no aparecer como intransigentes.

El autorSantiago Mata

Profesor de Religión en Secundaria y escritor.

Vaticano

No podemos perder el genio femenino en la Iglesia

Rome Reports·17 de junio de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El trabajo de la mujer en la Iglesia es uno de los temas que recogen la mayoría de las síntesis que las Iglesias locales han realizado en la primera fase del camino sinodal.

El secretario general de este proceso, el cardenal Mario Grech, recuerda que podemos perder «todo lo que puede aportar el genio femenino si no encontramos espacio para su participación«.


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Cultura

La larga noche de las iglesias

El 10 de junio se ha celebrado en Italia un evento que combina arte, música y cultura en clave de reflexión y espiritualidad. 

Omnes·17 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Esta iniciativa comenzó gracias a una asociación de la ciudad de Belluno, pero se extiende a cientos de iglesias de muchas diócesis de toda Italia, que se adhieren a esta séptima edición. La larga noche de las Iglesias comenzó en 2016 y se ha celebrado anualmente desde entonces. 

La Iglesia se implica en la vida social de cada ciudad, abriendo gratuitamente muchos lugares sagrados para acoger exposiciones, conciertos, visitas guiadas, lecturas, momentos de reflexión. 

Este evento, que es ecuménico, ya que también se implican otras iglesias cristianas, cuenta con la colaboración de las diócesis italianas, sus vicariatos de cultura, las oficinas de arte sacro, las pastorales juveniles y otras numerosas confesiones religiosas. 

La Larga Noche de las Iglesias es un evento totalmente gratuito, que sólo se sostiene gracias a la ayuda de los numerosos voluntarios y asociaciones que prestan su tiempo cada año. Por eso se propone ayudar a la iniciativa cultural con donaciones, para que pueda continuar y ampliar este proyecto de año en año.

El tema de la VII edición

El tema elegido para esta séptima edición es En-cuentra (In-contra), que nace de la esperanza de que podamos volver a vivir plenamente esta jornada en presencia, dentro de los maravillosos lugares de culto. Mientras se preparaba la edición de 2022, de las sugerencias de los participantes en el evento surgieron temas parecidos: inclusión, redescubrimiento de vínculos, tejer relaciones, acogida, amistad, diversidad, fraternidad, aproximación, diálogo, proximidad, solidaridad…

El lema italiano In-Contra se concibió dividiendo con un guión la preposición «In» del adverbio «Contra», dos palabras técnicamente opuestas pero que juntas expresan el elemento central y significativo del diálogo, el de la diversidad.

El concepto también fue enfatizado con fuerza por el Santo Padre en su último viaje apostólico, subrayando la importancia que tiene en la lógica de la acogida transformar al potencial «enemigo» en “huésped».

¿Quién puede participar?

Todos los lugares de culto, de cualquier denominación, participan en el evento. La organización puede provenir de la parroquia individual con su párroco, apoyado por otros responsables. Las asociaciones, grupos musicales, artistas que quieran actuar, pueden proponérselo a su párroco y encargarse ellos mismos de la organización de la velada. 

Los objetivos del evento son múltiples: mostrar con claridad la vida de la Iglesia cristiana; ser una oportunidad de encuentro con personas a menudo alejadas de ella; hacer experimentar la pluralidad de formas de expresión de la Iglesia y de las comunidades religiosas; despertar el interés por las iniciativas culturales y sociales de las iglesias; presentar las iglesias como partes importantes de la vida pública; hacer que los niños y los jóvenes, en particular, descubran la iglesia como un espacio vivo.

Libros

La cultura moderna

Juan José Muñoz recomienda la lectura de La cultura moderna, de Roger Scruton.

Juan José Muñoz García·17 de junio de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Libro

Título: La cultura moderna
Autor: Roger Scruton
Páginas: 280
Editorial: El buey mudo
Ciudad: Madrid
Año: 2021

Los buenos filósofos tienen la gran habilidad de hablar con seriedad de lo más variado: la música pop, el cine, lo sagrado y la religión, la música de Wagner o la fantasía y la imaginación en el arte contemporáneo (literatura, fotografía, pintura y cine) y su influencia en la configuración de la personalidad. Y todo esto responde a un análisis completo, riguroso, y no exento de humor inglés, de lo que consideramos la cultura contemporánea. 

En este ensayo, Roger Scruton defiende que el origen religioso de la cultura es el vínculo que unifica todas sus formas, incluso de aquellas que reniegan de la religión revelada y ofrecen una versión pagana de la divinidad. Con ello, este autor inglés apuesta por una defensa de la “alta cultura” de nuestra civilización contra sus críticos radicales y “deconstruccionistas”, defensores del nihilismo posmoderno.

Roger Scruton (1944-2020) doctor en Filosofía por Cambridge, y especialista en Estética, fue profesor en Birkbeck College de Londres y en las universidades de Boston y St. Andrews. Fundador y editor del periódico The Salisbury Review, y fundador del Claridge Press, autor de más de cuarenta libros y polemista presente en debates de actualidad.

El autorJuan José Muñoz García

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Procesión del Corpus Christi en Alemania

Fieles católicos vestidos con ropa tradicional participan en la procesión anual de Corpus Christi en Crostwitz, Alemania, el 16 de junio de 2022.

Omnes·16 de junio de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Evangelización

Padre Pío, síntesis de oración y caridad de una vida santa 

El 16 de junio de 2022 se cumplen veinte años de la canonización del capuchino de San Giovanni Rotondo

Antonino Piccione·16 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

«Mi yugo es dulce y mi carga ligera» (Mt 11,30).

Este es el núcleo de la homilía que el Papa Juan Pablo II pronunció el 16 de junio de 2002, durante el rito solemne de canonización del Beato Pío de Pietrelcina (nacido Francesco Forgione en 1887 y fallecido en 1968), sacerdote de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos. «La imagen evangélica del ‘yugo’ -dijo el Santo Padre- evoca las muchas pruebas que tuvo que afrontar el humilde capuchino de San Giovanni Rotondo. Hoy contemplamos en él cuán dulce es el «yugo» de Cristo y cuán ligera es su carga cuando se lleva con amor fiel. La vida y la misión del Padre Pío dan testimonio de que las dificultades y las penas, si se aceptan por amor, se transforman en un camino privilegiado de santidad, que se abre hacia perspectivas de un bien mayor, conocido sólo por el Señor».

Una intensa vida interior

Queriendo recordar algunos apuntes biográficos, y aprovechando la preciosa reconstrucción que ofrecen las páginas web del Dicasterio para las Causas de los Santos, hay que decir que tras su ordenación sacerdotal, recibida el 10 de agosto de 1910 en Benevento, Pío permaneció con su familia hasta 1916 por motivos de salud. En septiembre del mismo año, fue enviado al convento de San Giovanni Rotondo y permaneció allí hasta su muerte.

Vivió su vocación para contribuir plenamente a la redención del hombre, según la misión especial que caracterizó toda su vida y que puso en práctica mediante la dirección espiritual de los fieles, la reconciliación sacramental de los penitentes y la celebración de la Eucaristía. El punto culminante de su actividad apostólica fue la celebración de la Santa Misa. Los fieles que asistieron percibieron la cumbre y la plenitud de su espiritualidad. 

La caridad, primera virtud

En el plano de la caridad social, se comprometió a aliviar el dolor y la miseria de tantas familias, principalmente con la fundación de la Casa Sollievo della Sofferenza (Casa para el alivio del sufrimiento), inaugurada el 5 de mayo de 1956. El amor de Dios le llenaba, colmando todas sus expectativas; la caridad era el principio rector de su jornada: Dios para ser amado y amar. Su preocupación particular: crecer y hacer crecer en la caridad. 

Expresó el máximo de su caridad hacia el prójimo acogiendo, durante más de 50 años, a muchas personas, que acudían a su ministerio y a su confesionario, para recibir sus consejos y su consuelo. Era casi un asedio: lo buscaban en la iglesia, en la sacristía, en el convento. Y se entregó a todos, reavivando la fe, distribuyendo la gracia, trayendo la luz. Pero especialmente en los pobres, los que sufren y los enfermos vio la imagen de Cristo y se entregó especialmente por ellos.

La cruz en su vida

Pronto se dio cuenta de que su camino sería el de la Cruz, y lo aceptó inmediatamente con valor y por amor. Experimentó los sufrimientos del alma durante muchos años. Durante años soportó los dolores de sus heridas con admirable serenidad. Cuando tuvo que someterse a investigaciones y restricciones en su servicio sacerdotal, lo aceptó todo con profunda humildad y resignación. Ante las acusaciones y calumnias injustificadas, siempre guardó silencio, confiando en el juicio de Dios, de sus superiores directos y de su propia conciencia. 

Se consideraba sinceramente inútil, indigno de los dones de Dios, lleno de miseria y, al mismo tiempo, lleno del favor divino. En medio de la admiración del mundo, repetía: «Sólo quiero ser un pobre fraile que reza». Su salud, desde su juventud, no fue muy floreciente y, especialmente en los últimos años de su vida, decayó rápidamente. Murió a la edad de 81 años. Su funeral se caracterizó por una extraordinaria afluencia de público.

Fama de santidad

En los años que siguieron a su muerte, su fama de santidad y milagros creció cada vez más, convirtiéndose en un fenómeno eclesiástico, extendido por todo el mundo, entre todas las categorías de personas. No pasó mucho tiempo antes de que la Orden de los Frailes Menores Capuchinos diera los pasos requeridos por el derecho canónico para iniciar la Causa de beatificación y canonización. 

El 18 de diciembre de 1997, en presencia de Juan Pablo II, se promulgó el Decreto sobre la heroicidad de las virtudes. El 2 de mayo de 1999, Su Santidad Juan Pablo II beatificó al Venerable Siervo de Dios Pío de Pietrelcina, fijando el 23 de septiembre como fecha de la fiesta litúrgica. El decreto de canonización fue promulgado el 26 de febrero de 2002.

Un discípulo muy especial

Una vida, la del Padre Pío, al servicio y en comunión con otras vidas. Entre ellas nos gusta recordar la de Don Salvatore Pannullo, con la reciente publicación de Zi Tore. Il ‘parroco’ di Padre Pio (autor Raffaele Iaria, editorial Tau). Un sacerdote que hizo historia en Pietrelcina, viendo entre los primeros la santidad de un joven que se convertiría en el primer sacerdote estigmatizado de la historia y uno de los más seguidos del mundo.

Don Pannullo, de hecho, fue párroco de este centro desde 1901 hasta 1928. Es una figura bastante olvidada en las biografías del Padre Pío y, sin embargo, importante por haber estado a su lado mientras maduraba en su vocación religiosa. Fue en cierto modo su consejero y guía, maestro y amigo. Fue un sacerdote que siguió al joven Forgione en los últimos meses de su preparación al sacerdocio, ofreciéndole instrucciones sobre la liturgia, acompañándole en el examen final y el día de la ordenación. Y también fue el primero en conocer la historia de los llamados estigmas invisibles del fraile, un mes después de la propia ordenación. 

¿Cuál es, en definitiva, el rasgo más distintivo de la biografía y la obra del Padre Pío? ¿Dónde está el origen y la fuerza de su apostolado? La respuesta, de nuevo, en las palabras pronunciadas por Juan Pablo II en el parvis de la Basílica Vaticana, aquel domingo de hace veinte años: «La raíz profunda de tanta fecundidad espiritual se encuentra en esa unión íntima y constante con Dios, de la que eran testimonio elocuente las largas horas pasadas en la oración y en el confesionario. Le gustaba repetir: ‘Soy un pobre fraile que reza’, convencido de que ‘la oración es la mejor arma que tenemos, una llave que abre el Corazón de Dios'».

Un rasgo distintivo de su espiritualidad que continúa en los Grupos de Oración que fundó, que ofrecen a la Iglesia y a la sociedad «la formidable contribución de la oración incesante y confiada». A la oración el Padre Pío unió también una intensa actividad caritativa, de la que la Casa Sollievo della Sofferenza es una extraordinaria expresión. Oración y caridad, he aquí una síntesis muy concreta de la enseñanza del Padre Pío».

El autorAntonino Piccione

La hostia

Ignoran quienes utilizan la palabra de forma abusiva que, ridiculizando el sacramento, están en realidad dándole gloria o, al menos, actualizando la pasión del Señor.

16 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Me habré vuelto un mojigato, pero reconozco que siento un escalofrío cada vez que oigo la expresión vulgar en sus múltiples versiones y formas de conjugar de nuestro idioma.

Admito que la usé de joven, llevado por las modas, hasta que comencé a tener conciencia de lo que decía.

No hay que olvidar que, aunque hoy forma parte del lenguaje informal común, su sentido original, fuera del ámbito litúrgico, no es otro que la provocación, la ofensa a Dios y, sobre todo, a los creyentes.

Lo cierto es que la mayoría de las personas que usan la palabra como muletilla, especialmente los más jóvenes, no relacionan ya en absoluto el término con su significado como cuerpo de Cristo; y quizá muchos ni tan siquiera hayan visto jamás una forma consagrada ni conozcan lo que supone ese trozo de pan para los católicos.

A quienes la repiten sin cesar, conscientemente, por ir de transgresores, les invitaría a darse cuenta de que la sociedad ha cambiado muchísimo en las últimas décadas; y que lo realmente transgresor sería soltar tacos contra alguno de los dogmas actuales, esos que la cultura de la cancelación ha hecho intocables.

Si quieren pasar del “caca-culo-pedo-pis” a algo más adulto, que piensen en una grosería políticamente incorrecta de verdad, porque la religión hoy es irrelevante. Así podrían exhibir su osadía ante su público sin parecer simples malotes de patio de colegio.

Ignoran, no obstante, quienes utilizan la palabra de forma abusiva que, ridiculizando el sacramento, están en realidad dándole gloria o, al menos, actualizando la pasión del Señor. Y es que la palabra hostia, etimológicamente, hace referencia a la víctima de un sacrificio. Jesús (presente en el pan y el vino) es la víctima, el cordero de Dios que entregó su vida por los pecados del mundo entero. Maniatado, abofeteado, escupido, cosido a latigazos, clavado en una cruz, insultado… ¡No creerán estos modernos que son los primeros en meterse con Él!

En estos días, miles de hostias consagradas recorrerán las calles de nuestros pueblos y ciudades con motivo de la festividad del Corpus Christi. Harán presente, de nuevo, de forma pública, ese sacrificio de Jesús en la cruz por cada uno de nosotros, también por quienes lo insultan y menosprecian.

No saben estos que, tras la aparente simpleza de una hostia, se esconde una fuerza real que lleva a millones de católicos a ser hostias vivas, entregando también ellos su vida por los demás: por sus familias, por sus vecinos, desde su actividad profesional, en las misiones, o a través de esa increíble red eclesial de iniciativas sociales: colegios, hospitales, residencias, voluntariado de prisiones, centros de discapacitados, etc.

No saben que ese trozo de pan es el que da sentido a toda la labor de Cáritas, la mayor institución que lucha contra la pobreza en nuestro país, con presencia capilar en cada barrio, en cada pueblo, y que celebra ahora su 75 aniversario. Cáritas no existiría sin la Eucaristía, por lo que mofarse del Santísimo Sacramento es mofarse de los sentimientos de los miles de voluntarios que acompañan a las personas que más sufren en nuestro país.

No se trata de ir de ofendiditos, pero sí conviene recordar de vez en cuando que el respeto a los sentimientos religiosos no solo es un signo de buena educación, sino una necesidad para la convivencia, para la democracia y para la propia libertad de expresión.

Mientras tanto, cuando sigamos oyendo la expresión malsonante, solo nos queda repetir con Jesús en la cruz: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Y además de verdad.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Lecturas del domingo

«Acoger a la gente y darles todo». Solemnidad del Corpus Christi

Andrea Mardegan comenta las lecturas del Corpus Christi y Luis Herrera ofrece una breve homilía en su canal de vídeo. 

Andrea Mardegan·16 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El milagro de la multiplicación de los panes y los peces es narrado por Lucas tras el regreso de los apóstoles, sus relatos de la misión y la invitación de Jesús a retirarse juntos hacia Betsaida. Pero las multitudes se dieron cuenta y lo siguieron. Jesús las “acogió”.

Esta actitud de Jesús, que no se lee en la liturgia, contrasta con la actitud de los doce, que quieren inducir a Jesús a “despedir” a la multitud. Jesús “acoge” y no “despide» a sus apóstoles, y escucha el problema de la falta de alimento que le presentan. Pero quiere resolverlo cambiando la actitud de los corazones de los suyos. 

Al principio, Lucas los llama “los Doce”: son los pilares de su iglesia, que se ocupan del orden público. Jesús les llama a una forma diferente de actuar, haciendo hincapié en el “dadles vosotros de comer”. Los Doce vuelven a ser “discípulos”, como los llama Lucas inmediatamente después: vuelven a aprender de Jesús.

Se comprometen: cuentan los cinco panes y los dos peces, se dan cuenta que no es nada, pero también están dispuestos a ir a comprar comida para todos. Pero han comprendido que no tienen que despedir a nadie. Jesús les ordena que organicen a la gente en grupos de cincuenta.

Ellos obedecen. Podrían haber dado comida a cada persona singular, pero esos grupos de cincuenta son imagen de las primeras comunidades cristianas que, al reunirse, manifiestan su hambre de Cristo y su esperanza de ser alimentadas por él, y nos sugieren que Jesús quiere que la Iglesia viva como una familia.

Ya no se trata de una multitud indistinta o de individuos aislados, sino de una comunidad concreta y organizada. 

Las resonancias del relato son eucarísticas: “el día comenzaba a declinar”, como en la hora de la Última Cena o cuando los dos de Emaús invitan a Jesús a quedarse.

Con respecto a los gestos de la institución de la Eucaristía, hay un gesto más: el de levantar los ojos al cielo, como en el Evangelio de Juan al comienzo de la oración sacerdotal, y que el celebrante repite antes de la consagración, en el Canon romano.

Para los otros gestos hay completa correspondencia: Jesús toma, reza, parte y da. Toma los panes, luego los peces, recita la bendición sobre ellos, los parte y los da a los discípulos.

En el relato de Lucas sobre la Última Cena aparece la misma secuencia. En el relato de Pablo, que es más antiguo, está implícito el gesto de dar el pan a los apóstoles.

Aquí hay doce cestas de sobras. Los discípulos siguen aprendiendo, por el peso de esas cestas que llevan, que si son dóciles al maestro y dan todo lo poco que tienen nunca faltará, es más, habrá sobreabundancia de alimento eucarístico con el que alimentar a la Iglesia, que, como “doce”, están llamados a guiar. 

La homilía sobre las lecturas del Corpus Christi

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

España

2021, el año más complicado en la historia de Manos Unidas

Las consecuencias de la pandemia, en especial el deterioro de las condiciones de vida de las comunidades que atiende Manos Unidas y el retroceso de los avances conseguidos en distintos campos: soberanía alimentaria, derechos para las mujeres o educación, han marcado estos meses de trabajo de la ONGD que, sin embargo, ha visto crecer la solidaridad de sus donantes.

Maria José Atienza·15 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Más de un millón y medio de personas atendidas directamente, 474 nuevos proyectos en 51 países a los que se han destinado 33.449.399 € de inversión son las cifras globales de un año difícil en el que, sin embargo, como apuntaba Clara Pardo, presidenta en funciones de Manos Unidas, «también ha habido felicidad». La presentación de la Memoria de 2021 de esta ONGD católica ha sido además, el último acto como presidenta de Pardo a la que sucede en el cargo Cecilia Pilar Gracia.

Marcado de principio a fin por la presencia de la pandemia de coronavirus, en 2021 Manos Unidas ha tenido que reinventarse y poner a trabajar su creatividad para poder seguir ayudando a los más pobres en un entorno completamente hostil. Tanto por las restricciones, la imposibilidad de viajar a ver los proyectos y otro factor, incluso más grave: el rechazo al desconocido y el agostamiento de la solidaridad que han dejado los meses de confinamiento, como destacaba Clara Pardo.

Las consecuencias de la pandemia entre los más pobres han sido terribles y su impacto en la economía de estas comunidades así como en el retroceso de avances conseguidos en educación o en el campo de los derechos de la mujer serán muy difíciles de superar.

Crecen las herencias a Manos Unidas

Sin embargo, como quiso subrayar Clara Pardo «muchas personas si oyeron el grito de los más pobres». A pesar de las complicaciones, este 2021 ha sido, para la presidenta saliente de Manos Unidas, «un momento de felicidad también».

Esta solidaridad se ha traducido en los más de 50 millones de euros que ha recibido Manos Unidas en 2021, que suponen 20,6 más que 2020. El 88.6% del total se destinó directamente a los fines de Manos Unidas. Además, el 86% procede del sector privado: donativos de socios y colaboradores, herencias y legados o entidades religiosas. En cuanto a la ayuda pública recibida, ha sido de 6,8 millones de euros, similar a 2020.

Una de las vías de donación es la de los legados o herencias que ha crecido un 140% con respecto al año 2020. Han sido 154 testamentos en 47 delegaciones. Un punto, destacó emocionada Clara Pardo, es que «muchas de estas personas ni siquiera aparecían como socios de Manos Unidas. Esto demuestra la confianza que muchas personas tienen en nuestra ONGD».

Retroceso en proyectos y derechos

De entre las consecuencias que el Covid ha tenido en las poblaciones más vulnerables de América, Asia y África, tanto Clara Pardo, como Mabel Ibáñez, coordinadora del departamento de Proyectos de Manos Unidas en África, destacaron el «deterioro de las condiciones de vida de las comunidades que atendemos y un retroceso de los avances conseguidos en distintos campos».

En este sentido Mabel Ibáñez, apuntó que el trabajo de Manos Unidas en 2021 se ha centrado especialmente en «hacer frente a las consecuencias de esta pobreza a los más vulnerables. Todo se ha ralentizado y ha repercutido en el desarrollo de muchos proyectos».

De hecho, la imposibilidad de viajar y conocer nuevos posibles proyectos ha llevado a Manos Unidas a «a trabajar con organizaciones y socios de total confianza con los que ya se trabajaba. Sólo a partir del último trimestre del año, se viajó para retomar proyectos en Uganda, Paraguay, Senegal, Ecuador, El Salvador y Camerún».

La pandemia ha hecho aumentar además los índices de desnutrición y malnutrición, especialmente en África, lo que ha llevado a Manos Unidas a poner en marcha proyectos de empoderamiento alimenticio en zonas de Nigeria y Sudán del Sur.

Otro de los campos más afectados por los confinamientos y demás ha sido el de la educación. Como quiso subrayar, Ibáñez «hay países que han estado casi dos años sin clase por la pandemia. Esta realidad ha hecho que 24 millones de menores presenten abandono escolar y hay un aumento del trabajo infantil y también de la trata».

El aumento de la violencia y la vulneración derechos humanos en este tiempo de pandemia, especialmente contra mujeres, niños y quienes luchaban en favor de los derechos ha sido otra de las consecuencias de la pandemia contra la que Manos Unidas ha ido poniendo en marca proyectos en diferentes países de África, Latinoamérica o Asia, donde destaca el programa contra la violencia hacia las trabajadoras domésticas, muchas de ellas, niñas que llevan a acabo en el norte de la India.
También, como apuntó Mabel Ibáñez, los trabajadores en favor de los derechos humanos «clave de desarrollo por ejemplo en la Amazonia» son otro colectivo afectado en la pandemia y, en su favor, se han iniciado proyectos en diversas zonas de Perú, Colombia Méjico y Madagascar.

Ayuda humanitaria y emergencias

Como ha querido recordar Mabel Ibáñez, aunque Manos Unidas es una Organización no Gubernamental de ayuda al desarrollo, el pasado año, se colaboró en 55 proyectos de emergencia en Asia (34), África (13) y América (8), a los que se destinaron 1.607.331 €.

Entre ellos se cuentan proyectos en zonas de permanente conflicto como Sudán del Sur, Burkina Faso y la zona de Tigray en Etiopía o la ayuda prestada a los afectados por el terremoto de Haití.

En total, se ha atendido a 270.679 personas que, por distintas causas, habían perdido prácticamente todo. A esto se suma también 7 proyectos de ayuda humanitaria para asistir a 7.686 personas.

Desde Manos Unidas quisieron agradecer este contagio de solidaridad, haciéndose eco de su campaña de 2021, que ha hecho posible estos proyectos en tantos lugares del mundo y ayudar a combatir la pobreza y desigualdad en el mundo.

Vaticano

Papa Francisco: “El espíritu de servicio no es solo para mujeres”

El Papa Francisco ha continuado su catequesis sobre la ancianidad partiendo de la reflexión del pasaje evangélico de la curación de la suegra de Pedro. Ha animado a hombres y mujeres a renovar su espíritu de servicio por los más mayores, especialmente los abuelos. 

Javier García Herrería·15 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Las audiencias romanas ya no son primaverales, sino más bien veraniegas. 30º a las 10 de la mañana. Se nota la llegada de las vacaciones, pues había más extranjeros de lo habitual, especialmente jóvenes de grupos escolares. 

En sus catequesis sobre la ancianidad, desde el pasado mes de febrero el Papa no ha dejado de subrayar que la atención de los mayores es cosa de todos. Esto incluye por igual a hombres y mujeres. “Tenemos que entender bien que el espíritu de la intercesión y del servicio, que Jesús prescribe a todos sus discípulos, no es simplemente una cosa de mujeres: en las palabras y en los gestos de Jesús no hay ni rastro de esta limitación. El servicio evangélico de la gratitud por la ternura de Dios no se escribe de ninguna manera en la gramática del hombre amo y de la mujer sierva. Sin embargo, esto no significa que las mujeres, sobre la gratitud y sobre la ternura de la fe, puedan enseñar a los hombres cosas que a ellos les cuesta más comprender”.

Las imitaciones de le vejez

El Papa desglosaba estas ideas partiendo del texto evangélico, que narra que “«la suegra de Simón estaba en la cama con fiebre», escribe Marcos. No sabemos si se trataba de una enfermedad leve, pero en la vejez también una simple fiebre puede ser peligrosa. Cuando eres anciano, ya no mandas sobre tu cuerpo. Es necesario aprender a elegir qué hacer y qué no hacer. El vigor del cuerpo falla y nos abandona, aunque nuestro corazón no deja de desear. Por eso es necesario aprender a purificar el deseo: tener paciencia, elegir qué pedir al cuerpo, a la vida”.

Conocedor de primera mano de las limitaciones físicas de la vejez, el pontífice señalaba que “la enfermedad del anciano parece acelerar la muerte y en todo caso disminuir ese tiempo de vida que ya consideramos breve. Se insinúa la duda de que no nos recuperaremos, de que esta vez será la última que me enferme”.

Jesús visitó a la suegra de Pedro en compañía de los apóstoles. Y este detalle ha sido subrayado por el Papa para insistir en que es “la comunidad cristiana la que debe cuidar de los ancianos: parientes y amigos. La visita a los ancianos debe ser hecha por muchos, juntos y con frecuencia. Nunca debemos olvidar estas tres líneas del Evangelio. Sobre todo hoy que el número de los ancianos ha crecido considerablemente. Debemos sentir la responsabilidad de visitar a los ancianos que a menudo están solos y presentarlos al Señor con nuestra oración”.

Cultura

La Embajada de España ante la Santa Sede, la mas antigua, cumple 400 años

El 7 de junio, con motivo del IV Centenario del Palacio de España, sede de la Embajada de España ante la Santa Sede en Roma, se inauguró una estructura efímera en la fachada del Palacio, diseñada por el antropólogo visual Roberto Lucifero. En presencia de la embajadora Isabel Celaá, también hubo algunas representaciones de la cultura española.

Giovanni Tridente·15 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Para realzar la importancia de este edificio se está celebrando el IV centenario de su adquisición. La iniciativa incluye una serie de actividades organizadas por la Embajada para conmemorar el importante aniversario: conferencias, arte, música y danza, visitas al edificio, etc. Para la ocasión, OMNES ha entrevistado a la Responsable de Comunicación y Eventos del IV Centenario, Patricia Pascual Pérez-Zamora. Además de presentar las iniciativas llevadas a cabo, nos hace un recorrido por la trayectoria de la presencia de la Embajada de España ante la Santa Sede en Roma.

En el 2022 se cumplen los 400 años desde que la Embajada de España ante la Santa Sede se instaló en el llamado Palacio de España. ¿Cuál ha sido la trayectoria de esta importante presencia en Roma?

La Embajada de España ante la Santa Sede fue creada en 1475 por los Reyes Católicos. Tradicionalmente se considera que el primer Embajador permanente del Reino de España en la península italiana fue Gonzalo de Beteta en torno a 1480. En todo caso consta la existencia de embajadores ante la Corte Pontificia ya en época de los reinos hispano visigodos.

Desde el principio, la Embajada de España ante los Estados Pontificios fue en muchos aspectos el modelo de lo que sería el estilo de la presencia diplomática europea en la Corte Pontificia en los siglos XVI, XVII y primera mitad del XVIII. Además, el Palacio fue un destacado exponente del lenguaje político propagandístico y de protocolo imperante en la época, así como testigo y partícipe privilegiado de los equilibrios de poder entre el Obispo de Roma y las demás potencias europeas.

¿Come fue la adquisición de este complejo de edificios donde desde el principio han vivido todos los embajadores?

El Palacio de España fue alquilado en 1622 por el Duque de Alburquerque y su compra la materializó en 1647 el Conde de Oñate, que pagó 22.000 escudos romanos de la época. En 1654 el Estado español lo adquirió de este último.

El edificio alquilado en 1622 era básicamente el mismo que construyó el arquitecto Carlo Lombardi entre 1592 y 1600. La compra del Palacio por parte del Conde de Oñate conllevó una remodelación completa del edificio según el modelo de protocolo cardenalicio. El trabajo se encargó al ilustre arquitecto Francesco Borromini.

¿Por qué es importante para España tener esta presencia en Roma?

Históricamente por la importancia que Roma y la Santa Sede tuvieron como principal centro diplomático de la Europa moderna. Hoy por el peso y autoridad que tiene el Papa a escala global como autoridad moral y religiosa. Asimismo, por la importancia y e influencia que siempre ha tenido la iglesia española en el desarrollo de la Iglesia Católica.

Cómo responsable de comunicación y eventos, ¿puede contarnos cómo han organizado las celebraciones de este aniversario?

El protagonista de estos 400 años es el Palacio. La Embajada existía ya desde mucho antes como hemos visto. Hemos organizado una serie plural de eventos conmemorativos: Un ciclo de conferencias sobre las relaciones de España y la Santa Sede durante este largo periodo, en colaboración con la EEHAR; el efímero en la fachada; una renovación de parte de las oficinas de la Embajada; habrá eventos de arte, música y danza; un gran evento institucional con la Santa Sede; visitas sectoriales al Palacio y un sello conmemorativo de Posta Vaticana.

El edificio es un tesoro del arte y del testimonio español. ¿Por qué es importante valorar este patrimonio único en la historia de las embajadas ante la Santa Sede?

Porque la cultura europea es esencialmente una cultura histórica. La de la ciudad de Roma todavía más. Sin la historia es imposible comprender lo que Roma y la Santa Sede significan. Lo mismo ocurre con este palacio, que es pura historia.

Evidentemente, la iniciativa nace también como motivo para “abrirse” a la ciudad de Roma, ¿es así?

Efectivamente. Muchos de los “peregrinos” contemporáneos – turistas – pasan por delante de la Plaza sin ver ni oír. Nos gustaría que con estos tres grandes estandartes que ahora pueden verse en la fachada los turistas y transeúntes reflexionaran un poco más sobre el papel que la Embajada ha jugado en el desarrollo histórico del barrio y de la plaza, a la que el Palacio acabó dando nombre.

Foto: exposición de arte afímero en la Embajada Española en Roma

¿Nos puede explicar un poco la intención que ha tenido el artista Roberto Lucifero con su aparato efímero “Barocco digitale”?

Pues la intención ha sido precisamente esa que acabo de mencionar: servir de instrumento de comunicación con el público que no conoce el palacio y que no podrá acceder a él por ser una Embajada. Hemos construido una nueva página web y creado un QR sobre la pieza de arte efímera, que esperamos sirva como una forma digital de abrir el Palacio.

Es además un homenaje a la Fiesta Barroca de Roma, en la que esta Embajada jugó un papel fundamental. El barroco fue la primera civilización de la imagen, dice Maurizio Fagliolo. Esto pone al barroco en diálogo inmediato con el mundo contemporáneo.

Se ha querido recrear también tres momentos simbólicos de la presencia de España en Roma: la compra del Palacio por el Conde de Oñate, el retrato de Inocencio X por Velázquez y un efímero de Claude Lorrain que representa las dos grandes casas reales españolas: los Habsburgo y los Borbón.

Vocaciones

El termómetro

Es importante que haya hombres y mujeres que nos ayuden a mirar cara a cara a la eternidad. Personas que, con los pies bien puestos en esta tierra, ayudando a sus hermanos, tengan el corazón puesto ya en el cielo y nos señalen cuál es la meta de nuestra vida.

Javier Segura·15 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Hay un termómetro que nos da la temperatura de la vitalidad de la Iglesia y que, desde hace décadas, viene dando datos alarmantes: el número de vocaciones para la vida consagrada. Hay otros termómetros que nos deben poner en alerta, claro, como el número de matrimonios o el de vocaciones sacerdotales, pero me gustaría resaltar este de las vocaciones a la vida consagrada, que me parece especialmente significativo.

Y me parece significativo no sólo por el hecho de que hayan disminuido las respuestas a la llamada a la consagración, sino también porque esta disminución no sea valorada en general por la comunidad eclesial como una gran pérdida. Porque percibimos como una carencia la falta de vocaciones sacerdotales y, en general, los cristianos nos alegramos cuando escuchamos que un joven se decide a entrar en el seminario. Pero no hay esta misma sensibilidad hacia la vida consagrada.

La vida de la Iglesia, pensamos sin pensar, puede continuar sin que haya consagrados. Y en esa mentalidad utilitarista que lo impregna todo acabamos en la conclusión de que lo que importa es que los laicos tomen un papel activo en la vida eclesial y que así ya harán lo que los religiosos ya no puedan hacer por falta de vocaciones. Pero no es ese el punto de vista correcto, en absoluto.

Antes de que nadie me tire una piedra diré que soy un radical defensor de la necesidad de que los bautizados tomen en serio su consagración bautismal y asuman con radicalidad su misión en la Iglesia y en el mundo. Empezando por lo que les es más específico, que es la transformación de este mundo para que sea tal y como Dios lo ha soñado.

Pero si hay un laicado vivo, con una profunda experiencia de Dios, sin duda surgirán hombres y mujeres que con radicalidad evangélica sientan la llamada de Jesús a dejarlo todo y a seguirle viviendo tal como él vivió. Por ello un bajo número de vocaciones y una falta de estima por la vida consagrada, es necesario reconocerlo, nos señala una comunidad eclesial con una vida espiritual baja.

Quizás por la comodidad y la cierta mundanidad en la que vivimos también los cristianos. Quizás por el miedo al compromiso -y más si es para toda la vida- que se ha instalado en nuestra sociedad y especialmente entre los jóvenes. Y, sin duda, porque vivimos en un mundo materialista e inmanentista, que ha dejado de mirar hacia el cielo, hacia la eternidad. Entonces, la vida consagrada, cuya última esencia es señalar el camino hacia el cielo, traer al tiempo el sabor de la eternidad, queda convertida en un sinsentido.

J.R.R. Tokien, al narrar la caída de Númenor en el Silmarillion, nos cuenta como Eru, el Creador de todo lo que existe, ante el deseo de los hombres de alcanzar las tierras imperecederas para conseguir por la fuerza la inmortalidad, convirtió la tierra, que hasta entonces era plana, en una esfera. Así nadie, por muy lejos que quiera navegar hacia el oeste, podría llevar nunca a alcanzar la morada de los Valar, la tierra imperecedera. La tierra se convirtió así en un círculo de eterno retorno, del que solo se puede salir a través de la muerte. Sólo los elfos, inmortales, si así lo desean, cansados de ese eterno devenir de los años y de las eras, pueden embarcarse y encontrar el camino recto para llegar a las tierras imperecederas.

Vivimos en un mundo que se mira a sí mismo, sin mirada a la trascendencia. Y, me temo, que algo de esto se nos ha pegado a muchos de los cristianos.

Por ello es tan importante que haya hombres y mujeres que nos ayuden a mirar cara a cara a la eternidad. Personas que, con los pies bien puestos en esta tierra, ayudando a sus hermanos, tengan el corazón puesto ya en el cielo y nos señalen cuál es la meta de nuestra vida.

Vaticano

Jesucristo se hizo pobre por vosotros

La Oficina de Prensa de la Santa Sede ha presentado el mensaje del Santo Padre Francisco para la VI Jornada Mundial de los Pobres, que se celebrará el domingo 13 de noviembre de 2022, sobre el tema "Jesucristo se hizo pobre por vosotros" (2 Cor 8,9).

Antonino Piccione·14 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

La guerra, con sus atrocidades e iniquidades, agrava la condición de los más débiles e indefensos. Al presentar el mensaje, Mons. Rino Fisichella, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, recordó en primer lugar la carga de dolor y violencia que el conflicto de Ucrania produce y que constituye el telón de fondo del texto del Papa. En el centro está la invitación a mantener nuestra mirada en Jesucristo que, como dice el título, «se hizo pobre por ti».

Lejos de toda retórica, la fe debe ser practicada y testimoniada con responsabilidad y plenitud, sin delegar. Tres son los pasajes clave del mensaje de Francisco, identificados por Fisichella: el rechazo de toda laxitud o indiferencia, frutos envenenados de un laicismo exacerbado («el sueño de la indiferencia», homilía del 29 de noviembre de 2020); la vigilancia de la caridad, sin la cual no se puede ser cristiano; el compartir con los que no tienen nada, para lo cual «el pobre es un hermano que me tiende la mano para que despierte del letargo en el que he caído». 

El sentido cristiano del dinero

El dinero no puede convertirse en un absoluto, no podemos acabar deslumbrados por el ídolo de la riqueza para una vida efímera y sin éxito: una actitud -acusa el Papa- que nos impide mirar con realismo la vida cotidiana y nos nubla la mirada, impidiéndonos ver las necesidades de los demás».

Por el contrario, el apoyo a los que están en dificultades es un deber del cristiano que debe ser honrado sin un comportamiento asistencialista, «como ocurre a menudo», sino comprometiéndose «para que a nadie le falte lo necesario». Por ello, es urgente encontrar nuevas vías que superen el enfoque de aquellas políticas sociales «concebidas como una política hacia los pobres, pero nunca con los pobres, nunca de los pobres y menos aún parte de un proyecto que una a los pueblos».

Dos tipos de pobreza

A la luz de la fe, además, existe una paradoja que define dos tipos de pobreza: «La que mata -escribe Francisco- es la pobreza, hija de la injusticia, de la explotación, de la violencia y de la injusta distribución de los recursos. Es la pobreza desesperada, privada de futuro, porque la impone la cultura del descarte que no concede perspectivas ni salidas».

Por el contrario, hay una libertad que libera: «es la que se presenta ante nosotros como una elección responsable para aligerar el lastre y centrarse en lo esencial. De hecho, es fácil encontrar esa sensación de insatisfacción que muchos experimentan, porque sienten que les falta algo importante y van en su búsqueda como vagabundos sin rumbo. Ansiosos por encontrar lo que puede satisfacerles, necesitan dirigirse a los pequeños, a los débiles, a los pobres para comprender por fin lo que realmente necesitan. El encuentro con los pobres pone fin a tantas angustias y temores insustanciales».

El ejemplo es Charles de Foucauld, la expresión para hacerla nuestra es de San Juan Crisóstomo: «Si no puedes creer que la pobreza te enriquece, piensa en tu Señor y deja de dudar de ello». Si él no hubiera sido pobre, tú no serías rico; esto es extraordinario, que de la pobreza salieron abundantes riquezas. Pablo quiere decir aquí por ‘riquezas’ el conocimiento de la piedad, la limpieza de los pecados, la justicia, la santificación, y mil otras cosas buenas que nos han sido dadas ahora y siempre. Todo esto lo tenemos gracias a la pobreza».

La Jornada Mundial de los Pobres

El próximo 13 de noviembre, el Papa presidirá la celebración de la Santa Eucaristía en la Basílica de San Pedro, con la participación de miles de pobres, asistidos por las distintas asociaciones de voluntarios presentes en Roma. En referencia a la Jornada del 2021, Fisichella recordó cómo el Papa Francisco quiso dedicar una atención especial a las Casas de Familia presentes en el territorio de la diócesis de Roma, gracias también a la generosidad de las cadenas de supermercados Elite, Antico Molino y Pastificio La Molisana, con la entrega de una reserva de alimentos y productos de cuidado personal, especialmente productos para la primera infancia, suficiente para más de dos meses.

También se entregaron suministros a algunas parroquias y organizaciones benéficas. Otra iniciativa consistió en la distribución de 5.000 «kits» de ayudas básicas para la salud y el cuidado personal a unas 60 parroquias de Roma, que luego los distribuyeron a las familias más necesitadas.

Además de la ayuda mediante la distribución de alimentos y medicinas, la Jornada Mundial de los Pobres del año pasado se caracterizó también, concluyó Fisichella, por otra iniciativa que fue posible gracias a la generosidad de UnipolSai. Para unas 500 familias con dificultades económicas, fue posible hacer frente al pago de las facturas de gas y electricidad. Estos gastos suponen una carga para las familias que, para poder acceder a estos servicios, a menudo dejan de recibir alimentos u otros gastos médicos, como denunció el Papa Francisco en el Mensaje 2021: «Algunos países están sufriendo consecuencias muy graves por la pandemia, de modo que las personas más vulnerables se encuentran privadas de las necesidades básicas. Las largas colas ante los comedores sociales son un signo tangible de este deterioro».

El autorAntonino Piccione

Evangelización

¿Qué es realmente la sinodalidad?

El profesor Marco Vanzini ofrece una explicación acerca del concepto de sinodalidad en la Iglesia. El Papa Francisco ha invitado a reflexionar sobre este asunto a todas las diócesis del mundo y en octubre de 2023 tendrá lugar la fase final del sínodo en Roma.

Marco Vanzini·14 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Traducción del artículo al inglés

La escucha de la historia, el diálogo con y en la Tradición es para la Iglesia la primera forma de camino sinodal. La Iglesia es una caravana que mantiene unidas a las sucesivas generaciones con su bagaje de experiencia, de fe entendida y vivida. Confiando en la asistencia del Espíritu de la verdad, la Iglesia sabe que la Tradición es el lugar donde Dios sigue hablándole, permitiéndole ofrecer al mundo una doctrina siempre viva y pertinente.

La Iglesia siempre ha sido consciente de estar en camino. El camino, así se designaba la propia fe cristiana en los primeros siglos, recordando la palabra del Evangelio en la que Jesús declara que Él es «el camino, la verdad y la vida» (Jn 14,6). El cristianismo es el camino por el que el hombre puede caminar para alcanzar la vida en el sentido más verdadero, la que se encuentra en Dios mismo, en el abrazo del Padre. A Él nos conduce Cristo en ese viaje que es nuestra existencia en la tierra y cuyos pasos son esencialmente interiores. Son los pasos por los que nuestro espíritu sale de su encierro y comprende que el sentido de vivir es el amor, la comunión con cada persona, reconocida como hermano o hermana en Cristo, hija del mismo Padre. 

La Iglesia siempre ha sido consciente de estar en camino. El camino, así se designaba la propia fe cristiana en los primeros siglos, recordando la palabra del Evangelio en la que Jesús declara que Él es «el camino, la verdad y la vida» (Jn 14,6).

El objetivo del viaje del hombre no es sumergirse en una relación individual y «privada» con Dios, ni el viaje debe hacerse solo, sino juntos, en la comunión que ya existe, aunque no plenamente, en la Iglesia. Es un syn-hodos, un viaje sinodal que hacemos. Y, en efecto, en este camino la Iglesia quiere acompañar a cada hombre y a cada mujer, a toda la familia humana de la que ella misma forma parte y de la que comparte fatigas, sufrimientos, deseos y esperanzas. 

Qué quiere el Papa

La Iglesia, en efecto, «se compone de hombres que, reunidos en Cristo, son guiados por el Espíritu Santo en su peregrinación hacia el reino del Padre, y han recibido un mensaje de salvación para proponerlo a todos. Por eso la comunidad de los cristianos se siente verdadera e íntimamente unida al género humano y a su historia» (Gaudium et spes, 1).

Esta es la conciencia fundamental que el Papa Francisco quiere reavivar en la Iglesia, dando impulso a la reflexión sobre la sinodalidad. Pero si es cierto que desde sus orígenes la Iglesia ha sabido que camina junto con el mundo en el Camino que es Cristo, entonces la primera conciencia que hay que reavivar es la de su propia historia como lugar de sinodalidad. En efecto, desde el día de Pentecostés, la razón de ser de la Iglesia ha sido llevar a Cristo al mundo y el mundo a Cristo. Y lo ha hecho a través de la vida de los creyentes, de su testimonio, de su caridad vivida y alimentada en la Eucaristía, del anuncio del Evangelio y de su actualización en cada época de la historia. 

La vida de Pedro y de Pablo, de Lorenzo y de Inés, el genio teológico de Orígenes, de Agustín y de Tomás, el progreso en la comprensión del misterio de Dios y del hombre testimoniado por el Magisterio en los Concilios y en sus diversas expresiones, la profundidad espiritual de Teresa y de Ignacio, la humildad de Francisco y la luminosa caridad de José Cottolengo y de Maximiliano Kolbe, son expresiones de la inagotable riqueza y vitalidad de Cristo y del Evangelio. Sin estas expresiones, esa riqueza quedaría confinada al pasado. 

Estas expresiones son la mediación que en cada época realiza la Iglesia entre el Evangelio y el hoy de la vida y la cultura de las personas. Son lo que se llama Tradición y, en su conjunto, constituyen un patrimonio perenne de la Iglesia, una sinfonía de voces a través de la cual ha hecho audible la Palabra de Cristo en cada época y la hace audible en el mundo de hoy. La Iglesia, basándose en la promesa de Cristo, está convencida de que el Espíritu Santo coordina y acuerda esas voces para que esa Palabra se escuche en su riqueza, fielmente, sin distorsiones. 

Por ello, la Iglesia avanza en su camino escuchando, ante todo, estas voces, recurriendo constantemente a esa herencia y actualizándola. De lo contrario, correría el riesgo de quedarse anacrónicamente anclada en el pasado o de salirse del camino, abandonando la «Vía» que es Cristo para seguir direcciones falaces. 

La sinodalidad es una sinodalidad histórica

Tomando prestada una expresión muy querida por el Papa Francisco, la Iglesia es una caravana de solidaridad que mantiene unidas a las sucesivas generaciones con su bagaje de experiencias, de fe entendida y vivida. En este sentido podemos decir que la sinodalidad de la Iglesia es ante todo histórica: en la Iglesia, los cristianos de hoy caminan junto a los de ayer y preparan el camino para los de mañana. Y ello gracias a su Tradición viva, capaz de conservar y actualizar la Palabra de Dios, para iluminar con su luz los problemas y cuestiones actuales del hombre. 

Escuchar la propia historia -la Tradición- no es fácil ni se da por descontado, como tampoco lo es el diálogo entre generaciones en una familia y en la sociedad. Pero en la Iglesia es un asunto indispensable, incluso más que en una familia y en la sociedad. En efecto, está en juego la fe en la indefectibilidad asegurada por Cristo a la Iglesia en su misión de transmitir la verdad, con la asistencia del «Espíritu de la verdad» (Mt 16,18; Jn 16,13).

La doctrina cristiana tiene un desarrollo porque es la doctrina de un sujeto -la Iglesia- que vive en el tiempo y se enfrenta a los contextos de cada tiempo y lugar. Y porque el misterio del que se nutre -el Dios revelado en Jesucristo- es inagotable, como lo es el misterio del hombre, que es iluminado por esa doctrina. Pero, como ha explicado con agudeza J.H. Newman, es un desarrollo que no rechaza el pasado, sino que sabe apreciarlo y volver continuamente a él como garantía de una verdadera continuidad histórica. 

De este modo, la Iglesia puede manifestar en su camino un vigor perenne y una capacidad de renovación que nunca falla. Por lo tanto, una verdadera profundización en la verdad puede tener lugar en cualquier momento, no sólo una transposición de las enseñanzas del pasado en términos y conceptos más actuales. Nuevos aspectos de la verdad, antes inexpresados o incluso ocultos, pueden surgir bajo el estímulo de un nuevo contexto histórico y cultural. Las nuevas adquisiciones iluminan las anteriores, de las que siempre se preparan y anticipan en cierta medida, y así se manifiesta la coherencia, la unidad de la doctrina cristiana y su fecundidad.

Escuchar y dialogar con la Tradición y en la Tradición es una modalidad esencial de la sinodalidad que la Iglesia necesita hoy. Esta escucha-diálogo es la garantía de que lo que se pretende ofrecer al mundo como comunidad de creyentes en Cristo no será simplemente una solución de sabiduría humana a los retos antropológicos, éticos y espirituales que el cambio de época nos plantea. Será más bien una palabra humana en la que se expresa -se encarna- la Palabra divina, la única capaz de iluminar verdaderamente, en toda su profundidad, el misterio del hombre, el sentido de su vida y la meta de su caminar junto a toda la comunidad humana.

El autorMarco Vanzini

Mundo

El jubileo de la Reina y su importancia para la Iglesia católica

La reina Isabel II ha contribuido a mejorar las relaciones con la Iglesia católica en el Reino Unido. Ha conocido a 5 Papas y, bajo su reinado, varios miembros de la Familia Real han entrado a formar parte de la Iglesia católica.

Sean Richardson·14 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Este mes se celebra el Jubileo de Platino de la Reina Isabel II, 70 años desde su llegada al trono el 6 de febrero de 1952. Es la monarca que más tiempo ha reinado en la historia de Inglaterra. En todo el país, y en la Commonwealth, la gente se ha unido a las festividades para marcar esta importante ocasión para la Reina. 

Entre los que conmemoran este momento histórico, la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales estableció que, en todas las misas dominicales del 4 y 5 de junio de 2022, en cada parroquia, se rece por Su Majestad la Reina, incluyendo una intención en la Oración de los Fieles y al final de la misa.

El Papa Francisco incluso envió un telegrama para felicitar a Su Majestad; y ha donado un cedro del Líbano a la iniciativa Green Canopy de la Reina, un proyecto que invita a la gente de todo el Reino Unido a plantar un árbol para conmemorar el jubileo.

Estos gestos de afecto mutuo entre la familia real y la Iglesia católica muestran un paso histórico importante tanto para el Reino Unido como para el Vaticano.

Es importante recordar que no fue hasta 1829 cuando Inglaterra introdujo la Ley de Emancipación, restaurando la mayoría de los derechos civiles a los católicos.

Sin embargo, incluso después de esta ley, ha sido un largo camino para que los católicos sean aceptados públicamente dentro de la sociedad inglesa.

En el pasado, convertirse al catolicismo significaba a veces perder el estatus en la sociedad inglesa, como tuvieron que soportar San John Henry Newman y la madre de J.R.R. Tolkien, Mabel.

Isabel II: clave en la mejora de las relaciones con la Iglesia

Podría decirse que la reina Isabel II ha contribuido a mejorar las relaciones con la Iglesia católica en el Reino Unido. En 2014, ella y su marido, el Príncipe Felipe, el Duque de Edimburgo, incluso visitaron al Papa Francisco en el Vaticano para conmemorar el centenario del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre el Reino Unido y la Santa Sede. Además, ha conocido personalmente a cinco papas, cuatro de ellos como Reina, y a Papa Pío XII, aun como Princesa.

Esto es bastante significativo, ya que antes del reinado de la reina Isabel II el primer soberano de Gran Bretaña que visitó al Papa fue el rey Eduardo VII en 1903, después de tres siglos y medio, seguido por el rey Jorge V en 1923.

Como Joseph Pearce, reconocido escritor católico y autor del nuevo libro de Ignatius Press «Faith of Our Fathers: Una historia de la verdadera Inglaterra», ha escrito para Omnes: «A diferencia de sus predecesores, la reina Isabel ha fomentado relaciones cálidas con el papado. En concreto, no ha sido tímida a la hora de reunirse con los numerosos papas que han ocupado la Cátedra de Pedro durante su largo e ilustre reinado. Ella conoció a Juan XXIII en el Vaticano en 1961 y se reunió con Juan Pablo II en tres ocasiones distintas: en el Vaticano en 1980, durante la histórica visita del Papa a Inglaterra en 1982, y una vez más en 2000. Conoció a Benedicto XVI durante su exitosa visita a Inglaterra en 2010, durante la cual beatificó a John Henry Newman, y al Papa Francisco en 2014».

Familiares católicos de Isabel II

Además, incluso dentro de la propia familia de la Reina y sus allegados se han producido conversiones al catolicismo. Como añade Joseph Pearce, «en 1994, la duquesa de Kent fue recibida en la Iglesia, el primer miembro de la familia real que se convirtió públicamente desde la aprobación del Acta de Establecimiento en 1701. Ese mismo año, Frances Shand Kydd, madre de la princesa Diana, también fue recibida en la Iglesia.

En 2001, Lord Nicholas Windsor, hijo del Duque y la Duquesa de Kent, fue recibido en la Iglesia, perdiendo así su derecho a la sucesión al trono según los términos del Acta de Conciliación.

En su bautismo de niño, Lord Nicholas tuvo como padrinos al heredero del trono, el príncipe Carlos, y a Donald Coggan, obispo anglicano de York y posteriormente arzobispo de Canterbury.

En 2006, tal y como exige la Ley de Matrimonios Reales de 1772, necesitó el consentimiento de la monarca para su matrimonio con una católica, siendo la concesión del permiso necesario por parte de la reina una prueba más de su actitud cordial hacia la Iglesia. Desde su conversión, Nicolás Windsor ha sido un incansable y abierto defensor de la protección de los niños no nacidos. En diciembre de 2019, el antiguo capellán anglicano de la reina Isabel, Gavin Ashendon, fue recibido en la Iglesia, habiendo servido a la reina como su capellán personal desde 2008 hasta 2017.» 

De una época en la que el catolicismo estaba prohibido, incluso brutalmente castigado, en Gran Bretaña, a la actual aceptación pública de la fe, incluso en el seno de la familia real, es una transición importante.

No oculta su fe

Aunque todavía hay barreras que superar, el ejemplo de perseverancia de la Reina, su voluntad de diálogo y, en definitiva, su compromiso total de servir a su nación es un testimonio de liderazgo inestimable para todos.

Como señaló el obispo de Shrewsbury, Mark Davies, durante su homilía de la fiesta de Pentecostés, «la Reina no oculta que es su fe cristiana la que le ha permitido responder a las innumerables exigencias de su vida a lo largo de siete décadas. Una vida marcada por un ritmo diario de oración y culto dominical que ha sido el hilo conductor de todos los cambios y convulsiones de su reinado. De hecho, en la era moderna es imposible imaginar cómo podría vivirse un servicio de tan larga duración sin ese sentido de vocación cristiana».

El reinado de la Reina dejará inevitablemente una huella significativa en la historia de Inglaterra y, al menos por el momento, muchos reflexionan sobre el futuro de la familia real una vez que ella se haya ido; y sobre el ejemplo que querrán dar.

El autorSean Richardson

Vaticano

Papa Francisco «¡Los ancianos tienen tanto que darnos!»

Rome Reports·13 de junio de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El Papa ha continuado el ciclo de catequesis dedicado a la vejez, subrayando la sabiduría que aportan los años y que es preciosa para todos. Además ha vuelto ha hablar de “la cultura del descarte” que excluye a los ancianos de la comunidad.


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Vaticano

Papa Francisco: «Los estados deben eliminar los obstáculos a las familias»

Rome Reports·13 de junio de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El Papa Francisco ha afirmado que Europa no apoya lo suficiente la natalidad y pide a los gobiernos estímulos para las familias, mayor creatividad y que se abra a las necesidades del otro.

Además señaló que se debe denunciar la pornografía como un ataque permanente a la dignidad del hombre y la mujer.


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FirmasJuan Arana

Temor al tumor

Antes de que el asunto me concerniese en directo, había dos cosas que me preocupaban. La primera era que al escuchar: “Tiene usted un cáncer” me diese muchísima grima, lo sintiera como si una especie de gusano me devorara por dentro.

13 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos
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Como setentón que soy, estoy acostumbrado a que el body de vez en cuando me dé la lata. Es como poseer un coche cargado de años y kilómetros. Hay que llevarlo con más frecuencia que antes al taller y a la hora de pasar la ITV va uno preparado para que le obliguen a revisar esto o cambiar lo otro.

Claro está que, aunque tengas cariño al cacharro y estés dispuesto a perdonar sus desfallecimientos, todavía cuentas con que en algún momento dejará de merecer la pena repararlo y habrá que llevarlo al desguace mientras tú adquieres un nuevo vehículo, quizá de esos eléctricos que se conducen solos.

Sin embargo, ¡ay!, no parece posible efectuar una maniobra análoga con tu propio cuerpo: estás encadenado a él mucho más fuertemente que a tu montura mecánica. Por tanto, si el desarreglo no tiene cura ni hay posibilidad de trasplante, más vale que ordenes tus asuntos y vayas poniéndote en paz con El de allá arriba.

Al igual que la mayor parte de los mortales soy bastante aprensivo. Sin embargo, como toda la vida he padecido problemas intestinales, sé cómo sobrellevar el mal nuestro de cada día y no doy mucha importancia a mareítos, coliquitos y dolorcitos variados.

Ya pensé que me iba a librar de lo más gordo, pero hete aquí que una revisión rutinaria detectó algo que el facultativo de turno valoró prudentemente como “pequeña lesión”. En realidad, las sospechosas eran dos y tras la correspondiente biopsia resultó que sólo la de apariencia más inofensiva merecía el temido nombre.

Se me ha dicho que, con todo, el pronóstico es favorable y la solución quirúrgica seguramente será radical. En consecuencia, aquí me tienen, esperando pasar por el trance: la cita es para dentro de diez días. He pensado que no debo desaprovechar la oportunidad, ahora que por primera le veo las orejas al lobo.

Será deformación profesional, pero la ocasión la pintan calva para adobarla con la correspondiente meditación antropológico-filosófica.

Hay dos aspectos a contemplar: primero, cómo estoy experimentando el asunto yo solito sin dar tres cuartos al pregonero. Segundo, cómo perturba esa vivencia íntima la interacción con los otros (médicos, familia próxima y menos próxima, amigos, colegas y conocidos).

A Pilar, compañera de departamento, le detectaron muy joven un cáncer de pecho. Con enorme coraje superó la experiencia, consiguió llegar a catedrática de universidad, se casó, fue madre y vivió una existencia plena hasta que un segundo tumor, esta vez de pulmón, acabó con ella. Comentaba las agallas que había tenido con mi compadre Javier, y éste me dijo: “Yo sería incapaz. El día que me diagnostiquen algo parecido me entregaré sin resistencia…”, Se lo llevó un maldito covid, contra el que luchó hasta el final con todo el arrojo y valentía de cuya ausencia presumía.

Tanto Pilar, como Javier, como yo, somos (o fueron) filósofos y cristianos. Doble motivo para encarar estos envites “como Dios manda”.

Así que, ahora que me ha llegado el turno (aunque sea de mentirijillas, como comentaré luego), parece que es coyuntura adecuada para sacar pecho y demostrar que algo he aprendido de la religión que me trasmitieron mis padres y del oficio que he ejercicio por más cincuenta años.

Al fin y al cabo, ¿no dijo Heidegger que el hombre “es un ser para la muerte”? Es una de las pocas tesis suyas que aprecio.

Mi suegra me contó que cuando desahuciaron a cierto pariente, su mujer empezó a lloriquear un poco (con todo el motivo, la pobre), pero el enfermo cortó la expansión diciéndole: “Haz el favor de llamar al cura, y que vengan todos mis hijos y nietos, para que vean y comprueben cómo muere un cristiano…”

Admirable, pero, en fin, no estoy aún en esa tesitura y no sabría hacer otro tanto sin ponerme melodramático.

Antes de que el asunto me concerniese en directo, había dos cosas que me preocupaban.

La primera era que al escuchar: “Tiene usted un cáncer” me diese muchísima grima, lo sintiera como si una especie de gusano me devorara por dentro. Pensaba que me pondría histérico para que me lo quitaran sobre la marcha, como quien pega un respingo al notar que le ha caído encima una araña.

Pero no. Tampoco es que me haya pasado al bando negacionista, como los que meten la cabeza debajo del ala y dilatan sine die el tratamiento aconsejado.

Me he limitado a cumplir sin prisas ni pausas los plazos prescritos por la superioridad facultativa. La sorpresa ha sido que no he experimentado el mal como algo extraño. Sin identificarme con la cosa esa, la he sentido tan propia como las partes sanas de mi anatomía. Será cáncer, pero en todo caso es mi cáncer. Le he declarado la guerra, pero no es un alien. Esto me ha dado serenidad. Creo que en parte se lo debo a otro amigo que ya se ha ido, Paco Vidarte, que relataba en un bloc los episodios de su enfermedad. Un día los médicos le dieron permiso para salir por unas horas del hospital y sacó en el restaurante una foto que colgó con el siguiente comentario: “Este es el chuletón que nos comimos el linfoma y yo”. Si se dice que “hasta el rabo, todo es toro”, para ponernos en paz con nosotros mismos tenemos que aceptar que cuerpo y alma, salud y enfermedad, virtudes y defectos, alegrías y pesares, forman parte indisoluble de nuestro ser. Yo conseguí empezar a ser feliz cuando logré reconciliarme con mi calva y otros defectillos que padezco. No me voy a amargar ahora por una enfermedad de la que el médico me ha asegurado (¿con qué autoridad?) que no me va matar. ¡Qué puñetas! Ni aunque me matara… Hay una anécdota de Federico II de Prusia que siempre me hizo gracia y ahora viene a cuento. Mandaba su ejército en una batalla cuando una parte de las tropas huyó en desbandada. Al galope cortó el paso a los desertores espetándoles: “¡¿Pero es que acaso creéis que no os vais a morir nunca?!”

Será cáncer, pero en todo caso es mi cáncer. Le he declarado la guerra, pero no es un alien. Esto me ha dado serenidad.

Juan Arana

El segundo escrúpulo que tenía era ser el último en enterarme. Muy pobre concepto de mí tendrá quien piense que voy a ser incapaz de afrontar el lance. De hecho, sellé un pacto recíproco con mi mujer para no ocultarnos uno a otro la gravedad cuando se presente. Por fortuna, parece que este tipo de compasivas conspiraciones han entrado en desuso. Por supuesto, siempre hay quien no se quiere enterar. Muchos se niegan a hacerse chequeos e incluso ignoran tercamente síntomas bastante inequívocos. Además de autoengañarse, están pidiendo a gritos que se les engañe y puesto está en razón darles el gusto, sobre todo si no hay gran cosa que se pueda hacer para curarles. Pero, aunque la medicina siga sin resolver muchos problemas, por lo menos consigue la mayor parte de las veces verlos venir de lejos.

Otro punto a considerar es que la voz “cáncer” se va desdramatizando, gracias a Dios. Antaño era sinónimo de sentencia de muerte, de horror para uno mismo y para quienes se enteraban de la desgracia, que miraban al portador del síndrome como una especie de espectro, un agonizante al que se podía dar de baja a todos los efectos, salvo el de ser objeto de lástima y plegarias.

Este último punto es de interés. Soy creyente, y como tal practico con regularidad la oración. En casa rezamos casi a diario el rosario y tenemos la costumbre de dedicar cada misterio a una intención, según la proponemos por turno. Es una buena idea por lo a mí respecta, puesto que mi altruismo precisa ser reforzado. Lo malo es que cuando te toca pasas el misterio anterior exprimiéndote el cráneo para decidir a qué o quién lo vas a dedicar, en lugar de centrarte en el rezo.

En este sentido, contar con un canceroso próximo representa un valor seguro, aunque melancólico, porque muchos acaban yéndose al cielo, cuando lo que pretendíamos era que se quedaran con nosotros más tiempo. Eso me ha llevado a preguntarme, ¿para qué rezo y, sobre todo, para qué debo rezar? Me ha iluminado el pasaje de Lucas 4,25-30, donde Jesucristo dice:

“Verdaderamente, había muchas viudas en Israel en tiempos del profeta Elías, cuando no llovió durante tres años y medio y hubo mucha hambre en todo el país; pero Elías no fue enviado a ninguna de las viudas israelitas, sino a una de Sarepta, cerca de la ciudad de Sidón. También había en Israel muchos enfermos de lepra en tiempos del profeta Eliseo, pero no fue sanado ninguno de ellos, sino Naamán, que era de Siria. Al oír esto, todos los que estaban en la sinagoga se enojaron mucho“.

Dejando aparte el hecho de que mi fe nunca ha sido de las que mueven montañas, el hecho en sí es claro y —si lo pensamos un poco— justo, adecuado y hasta consolador: los milagros y hechos providenciales no están para satisfacer ni los caprichos, ni siquiera las agónicas necesidades de los humanos en general o de las almas rezadoras en particular. No sirven para que Dios se amolde a la conveniencia humana, sino al revés, para que nos acomodemos al designio de la Divinidad (que para nosotros la mayor parte de las veces resulta secreto y oscuro).

Es comprensible y hasta sano exclamar: “Señor, que se haga lo que Tú quieras, pero, por favor, ¡quiere esto!” No obstante, si los efectos obtenidos desdicen de los propuestos, sería absurdo pillar una rabieta, como aquellos parroquianos que, tras resultar infructuosa la maniobra de procesionar al santo patrón para apresurar el fin de la sequía, optaron por tirarlo al río con paso y todo. No creo que a este respecto haya fórmula más acertada que la que emplea el pueblo llano: ¡Que sea lo que Dios quiera!

Borges escribió en algún sitio:

Las pruebas de la muerte son estadísticas
y nadie hay que no corra el albur de ser el primer inmortal

Un poeta tiene bula para decir lo que le dé la gana, pero con todos los respetos, más que: “correr el albur” debería haber puesto: “tener la veleidad”, porque ni como albur nos cuadra la supervivencia ilimitada.

El propio Borges escribió un cuento, El inmortal, cuyo protagonista la logra por arte de magia y encuentra que se trata de algo atroz. Lo que deseamos (aun sin saberlo) no es la vida perdurable (que literalmente nos resultaría larguísima), sino la vida eterna. Sin cáncer ni nada me basta mirar al espejo cada mañana para ver retratada en él mi mortalidad.

Hace unos meses di una conferencia sobre Ray Kurzweil, una alocada eminencia transhumanista que pretende, en la estela de Borges, convertirse en el primer inmortal. Pensé que la mejor forma de refutarlo consistía en mostrar en la misma diapositiva del powerpoint una foto suya de hace treinta años y otras de ahora. La vida no es un estado, es un viaje, y como tal tan malo es que se acabe demasiado pronto como demasiado tarde.

También es desaconsejable que este tipo de ensayitos se alarguen en desmesura. Concluyo con una reflexión sobre la conveniencia o no de hacer partícipes a quienes te conocen de la amenaza que se cierne sobre tu salud. Aristotélicamente creo que también en esto uno se puede equivocar tanto por exceso como por defecto. Al fin y al cabo, no se trata de un secreto de estado, sobre todo si ya te has jubilado y no desempeñas cargos y funciones de los que debas ser relevado. Por otro lado, si las cosas tomaran mal sesgo, tampoco conviene que la gente se desayune con tu esquela, sin tener oportunidad de despedirte antes o —si eso suena fúnebre— acompañarte un ratito.

Dicho lo cual, advertiré que no soy tan desconfiado como para pensar que el feliz desenlace augurado por los profesionales y aficionados a la res medica de mi entorno responde a una aviesa trama para mantenerme en la higuera. De sobra sé que no es lo mismo un cáncer de próstata que otro de páncreas, esófago o cerebro. Sobre grados de malignidades estoy menos puesto, pero por lo visto también he tenido suertecilla (porque suerte, lo que se dice suerte, mejor sería haber continuado estando sano como una manzana, ¿no les parece?).

También soy consciente, sin embargo, de que a veces las cosas se tuercen. Mi biopsia, por ejemplo, no iba a ser nada y se produjo una complicación que me las hizo pasar canutas. ¿Habré agotado mi cupo de desgracias imprevisibles?

Los expertos en estadística aseguran que sería una simpleza creerlo. Pero, en fin, a lo que iba es que también en el campo de las relaciones públicas existen efectos inesperados cuando uno trata de no pasarse ni por un lado ni por otro.

El primero es que se diría que hasta debajo de las piedras aparecen víctimas y supervivientes del mismo o parecido trauma, lo cual es muy alentador, aunque te quite protagonismo.

El segundo es que también abundan los que, con la buena intención de animarte, te sueltan que tampoco es para tanto, que tu cáncer es de segunda o tercera división. Aunque en parte, en efecto, te tranquilizan, en parte te están dando una colleja en castigo por haber pretendido ser la novia en la boda, el niño en el bautizo o el muerto (con perdón) en el entierro.

Así que, para demostrar que he aprendido la lección de humildad, ya no digo que sufro un carcinoma, ni tampoco un tumor, ni siquiera un tumorcito. Ahora informo (y no a todos) que me van a quitar la próstata, como a todo el mundo.

El autorJuan Arana

Catedrático de Filosofía de la Universidad de Sevilla, académico numerario de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, profesor visitante en Maguncia, Münster y París VI –La Sorbona–, director de la revista de filosofía Naturaleza y Libertad y autor de numerosos libros, artículos y colaboraciones en obras colectivas.

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Mundo

Nadia Coppa: «Debemos reflexionar sobre la nueva forma de presentar la vida consagrada de la mujer»

Entrevistamos a Nadia Coppa, recientemente nombrada Presidenta de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG).

Federico Piana·13 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Traducción del artículo al inglés

La identidad de las organizaciones pertenecientes a la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) es más global que nunca. Mil novecientas congregaciones femeninas de derecho diocesano y pontificio distribuidas en todos los continentes: desde Europa hasta Asia, desde las Américas hasta Oceanía.

Desde el pasado mes de mayo, la red mundial de hermanas tiene una nueva presidenta: Nadia Coppa, que pertenece al instituto religioso de las Adoratrices de Cristo. “Mi elección -afirma- fue una sorpresa. Pero desde el principio me puse al servicio de los objetivos de la UISG. Por ejemplo, favorecer la conexión entre las diversas congregaciones, compartir una visión común de la vida consagrada en diferentes contextos interculturales y promover procesos de formación y promoción de la vida». 

Estas metas no las perseguirá sola, sino con compartiendo el esfuerzo con un buen equipo. «Me apoyará un consejo ejecutivo de mujeres que tienen una rica experiencia misionera y eclesial y eso me anima a ponerme en un actitud de escucha, apertura y disponibilidad”, añade la monja.

¿Cuáles son los desafíos para la UISG que ve en el horizonte?

– En primer lugar, continuar desarrollando redes entre las congregaciones. El proceso lleva tiempo en marcha pero, durante nuestra última asamblea plenaria, sentimos el deseo de fortalecerlo en los procesos de formación y en el intercambio de ideas y proyectos, especialmente a favor de los más vulnerables. Otro reto es la mayor visibilidad de las mujeres consagradas en la Iglesia, con participación también en las mesas de decisión. Este resultado sería el signo de una Iglesia que amplía su visión al compartir los carismas. Y luego están los nuevos desafíos que vienen de un mundo dividido y globalizado en el que nuestra presencia es ciertamente una presencia de comunión, de escucha y de promoción del cuidado y protección de la vida. Es un horizonte verdaderamente fascinante.

Con respecto al papel de la mujer en la Iglesia, ¿qué contribución concreta puede hacer la UISG?

– Debe fomentarse la reflexión sobre el papel de la mujer en la Iglesia. La UISG opera en un contexto cultural diferente en cada nación. Para ello, necesita crear conciencia sobre el valor de la dignidad de la mujer y explicar cómo las mujeres promueven la transformación del mundo y de la Iglesia. Las propuestas del Papa Francisco con respecto a la participación de la mujer en la vida eclesial fueron verdaderamente significativas. Debemos continuar en este proceso con espíritu de acogida, diálogo y discernimiento común.

¿Hay alguna parte del mundo que actualmente te llame más la atención?

– Mi atención, y la de la UISG, se concentra actualmente en las congregaciones religiosas de mujeres que están presentes en Ucrania, en Rusia y en los países del Este, para brindarles apoyo a través de una solidaridad concreta. Hoy, la presencia de nuestras hermanas en estos territorios es profética, porque comparten su vida con las personas que están allí en un momento de gran incertidumbre. Nuestra mirada se dirige también a las naciones africanas que viven dimensiones eclesiales todavía necesitadas de un espíritu sinodal.

Entonces, ¿una de las dimensiones de su gobierno es la de escuchar?

– Así es. Junto con el consejo de gobierno de la UISG, debemos comenzar a reunirnos para elaborar una visión común a la luz de los procesos que se han dado en los últimos años. La escucha es la actitud fundamental para responder al grito de los pobres y de la tierra.

¿Qué contribución está haciendo la UISG al camino sinodal?

– Se han dado pasos significativos hasta ahora. La UISG ha colaborado con la Unión de Superiores Generales (Usg) garantizando, en la Santa Sede, la participación activa en los momentos de compartir. Y queremos seguir fomentando momentos similares entre las diversas congregaciones caminando y pensando juntos.

¿Hubo una reflexión colectiva sobre el problema de la falta de vocaciones que más afecta a los países occidentales?

– El número de vocaciones y la elevación del promedio de edad de las hermanas dentro de nuestras congregaciones son dos elementos de vulnerabilidad que discutimos en la última asamblea plenaria. Al mismo tiempo, sin embargo, tenemos mucha confianza en que las nuevas vocaciones. Aunque pequeñas en número, tienen un alto grado de motivación: están disponibles para la misión y para vivir radicalmente el Evangelio. Es cierto, sin embargo, que debemos reflexionar sobre los nuevos paradigmas de vida comunitaria y sobre una nueva forma de presentar la vida consagrada de la mujer.

El autorFederico Piana

 Periodista. Trabaja en Radio Vaticana y colabora con L'Osservatore Romano.

Vaticano

Papa Francisco: «La Trinidad nos estimula a vivir con y para los demás»

En la fiesta de la Santítisima Trinidad el Papa Francisco reflexiona sobre cómo las personas divinas viven para nosotros. Siguiendo su ejemplo, anima a los fieles a no estar centrado en los propios problemas y vivir para los demás.

Javier García Herrería·12 de junio de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

En una soleada mañana romana el Papa saludó a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro. Aunque en las últimas semanas estamos acostumbrados a ver en silla de ruedas al Santo Padre, en el rezo del Ángelus puede estar en pie y con buen aspecto.

En sus palabras previas al rezo de la oración el Papa ha reflexionado sobre la fiesta del día, la Santítisima Trinidad. El pontifíce ha subrayado como Dios es una trinidad de personas, no un ser puramente individual. Además, la misericordia divina vive pendiente de los seres humanos y sus anhelos. De igual modo, el Papa Francisco reflexiona sobre cómo las personas divinas viven para nosotros. Siguiendo su ejemplo, anima a los fieles a salir de sí mismos y estar pendiente de los demás. 

Tras el rezo del Ángelus , el Papa ha pedido un aplauso para la Beata María Paschalis Jahn y sus nueve compañeras mártires beatificadas en Polonia el día anterior. También ha tenido unas palabras para los habitantes de Congo y Sudán, tras la reciente cancelación del viaje pastoral que tenía previsto realizar a esos países. Por último, se ha unido a la celebración del día mundial contra el trabajo infantil, que se conmemora en el día de hoy.

Libros

Autobiografía de la Madre Antonia de Jesús Pereira y Andrade

Ha sido presentado en Madrid el libro Autobiografía de la fundadora del Carmelo de Santiago, la Madre Antonia de Jesús Pereira y Andrade (1700-1768).

Javier García Herrería·12 de junio de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

En el año 1748 la Madre Antonia de Jesús, fundó el Carmelo de Santiago de Santiago de Compostela. Fue una fiel seguidora de Santa Teresa de Avila y, como ella mística, escritora y fundadora. Gracias a la conservación completa de sus escritos autobiográficos –cerca de 800 folios-, cabe conocer a fondo no sólo el desarrollo de su itinerario humano. También es posible descubrir su itinerario interior, espiritual, en el que la mano de Dios la guía, haciendo una obra primorosa en su alma.

Para implantar la reforma teresiana en Galicia, Dios se preocupó de dotarla de excelentes cualidades propias de esas latitudes. Por ejemplo, las condiciones temperamentales y físicas de su gente, la honda religiosidad de su pueblo, la suavidad y firmeza de un carácter manso y seguro, rico en sensibilidad para todo lo espiritual, y abierto a la acción de Dios, una acción en definitiva de fluidas experiencias místicas.

En Omnes ya analizamos la historia de la Madre Antonia hace unos meses. La nueva biografía constituye un nuevo impulso en el desarrollo de su devoción. También facilita la comprensión de su pensamiento a los estudiosos de su obra.

La autobiografía ha sido editada por Grupo Editorial Fonte. La presentación de la obra tuvo lugar recientemente en la Casa de Galicia en Madrid. Participaron Leticia Casans, directora del programa “Monasterios y conventos” de Radio María, Fray Rafael Pascual Elías, OCD, y el Cardenal Arzobispo Emérito de Madrid, don Antonio María Rouco Varela.

España

Asamblea del Sínodo en España: «Escuchamos al Espíritu Santo escuchando al hombre de hoy»

Más de 600 personas se han dado cita en la Asamblea que marca el final de la primera fase local del Sínodo de la sinodalidad en España. Hacer de este proceso de sinodalidad el nuevo modo de hacer Iglesia es ya uno de sus primeros frutos.

Maria José Atienza·11 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

“Vuestra iniciativa muestra que la Iglesia en España ha sido movida por el Espíritu Santo” Así daba la bienvenida el Nuncio Apostólico en España, Mons. Bernardito Auza a la Asamblea que pone punto y seguido al sínodo en España.

Más de 600 personas se han dado cita en la sede de la fundación Pablo VI durante el sábado 11 de junio en este encuentro en el que han participado representantes de todas las diócesis, de otras confesiones y miembros de la vida consagrada, movimientos y asociaciones.

“Eviten el pensamiento cerrado”

“Escuchamos al Espíritu Santo escuchando al hombre de hoy”, así lo ha afirmado, en su saludo a esta Asamblea, el Cardenal Grech que destacó además que “Esto que estamos haciendo es ya un buen fruto del sínodo”.

El Secretario General del Sínodo animaba a los participantes de esta Asamblea a “no tener un pensamiento cerrado; completo”, con palabras del Papa.

Cómo escuchar al Espíritu Santo

La escucha, eje de este proceso sinodal, ha vuelto a ser la clave de esta Asamblea. En sus palabras iniciales, Mons. Omella apuntaba que “Estamos acostumbrados a oír, pero no a escuchar” y este proceso sinodal ha puesto a la Iglesia a escuchar: a escucharse unos a otros y, por encima de todo, escuchar al Espíritu Santo. El personaje más importante de este encuentro es Dios”, destacaba el presidente de la CEE.

De hecho, después de los saludos, tuvo lugar una oración compartida invocando al Espíritu Santo, dirigida por la Hna. María José Tuñón, ACI, también miembro del equipo Sinodal.

La escucha y el discernimiento del querer de Dios y no de las opiniones personales es clave en el proceso sinodal, dado que, desde sus inicios, tanto el Papa Francisco como los obispos españoles, pusieron de manifiesto que no se trata de una consulta popular sino de una escucha del Espíritu Santo para ver que pide a la Iglesia de los próximos años.

Como apuntaba Olalla Rodríguez, del equipo sinodal del a CEE, “el Espíritu Santo está suscitando un nuevo tiempo en la Iglesia en España. Estamos haciendo la Iglesia que vendrá”. En esta línea, Mons. Carlos Osoro destacaba que “la sinodalidad nos invita a ser grandes de corazón, al estilo de Cristo”.

Utilizando el GPS como analogía, Mons. Omella ha destacado que, en este proceso sinodal, la Iglesia está “Recalculando el rumbo para encontrase, escucharse y discernir. Esto no es un momento es un camino” ha señalado Omella. El presidente de la Conferencia Episcopal Española ha añadido que este momento de la Iglesia le recuerda a Israel “que camina por el desierto pero llevan la tienda del encuentro. El Señor camina con nosotros. No es solo que Dios camina con nosotros es que Dios camina enmedio de nosotros”

Nunca es tarde para abrazar a Dios

Especialmente revelador ha sido el vídeo y los testimonios sobre el trabajo que en toda España diferentes grupos y comunidades ha ido realizando en estos meses. Unos trabajos que, como destacaba Auza, “son una prueba de amor para con la Iglesia, en comunión con el Papa”.

Un aplauso ensordecedor cerró la intervención de Aaron, interno de la prisión de Texeira que participó en este proceso sinodal en el centro penitenciario. Este antiguo preso señalaba que en las reuniones del sínodo tanto el como sus compañeros, “pudimos constatar que, aunque amigos y familiares nos habían dejado atrás, la Iglesia no me había dejado atrás”.

Junto con 11 compañeros, Aaron ha formado parte de esos grupos que se han formado en 19 cárceles españolas para trabajar el sínodo. Cada uno con sus historia y opiniones pero, como destacaba Aaron había varios puntos de acuerdo: “Todos guardábamos un recuerdo muy bueno de nuestras parroquias».

«El Sínodo ha sido el momento para sentirnos escuchados por la Iglesia, que queríamos que continuase este grupo. Nosotros necesitamos “esa ayuda espiritual para revivir el perdón, para perdonarnos a nosotros mismos y perdonar a los demás. Nunca es tarde para abrazar a Dios” concluía.

La síntesis final del Sínodo

Tras los testimonios, se dio paso al momento de presentar la síntesis final elaborada por el equipo sinodal de la Conferencia Episcopal Española con las aportaciones recibidas.

La síntesis destaca que, durante este proceso «ha predominado la percepción de no estar solos. De hecho, lo más valorado ha sido el proceso mismo: el sentirse todos comunidad, la libertad para expresarse, la posibilidad de escucha, el compartir inquietudes, deseos, dificultades, dudas».

En la presentación de esta síntesis, se pusieron de manifiesto algunas de las dificultades con las que se encontraba en proceso sinodal: desgana, apatía, falta de entendimiento de las preguntas… etc, realidades que se unían a la falta de experiencia, en muchas comunidades, con respecto a la sinodalidad y al discernimiento. Sin embargo, apuntaron los miembros del equipo de la CEE encargados de presentar la síntesis, «lo que al principio nos parecía abstracto se ha ido aclarando con el camino».

Este sínodo contaba además con la experiencia previa del Congreso de Laicos que ha sido, para muchos, como un preludio del camino sinodal.

La clave, en este proceso era hacer del estilo sinodal un nuevo modo de hacer la Iglesia y no simplemente «rellenar un cuestionario».

Como punto de partida, destacan dos ideas fundamentales en esta síntesis: la conversión, y con ella, subrayar el papel de la oración, los sacramentos, la participación en las celebraciones y la formación y la liturgia que, en muchas ocasiones, se vive de una forma fría, pasiva o monótona.

Quizás la palabra más escuchada, tanto en la Asamblea como en todo el proceso sinodal ha sido la de «escucha«. De hecho, la síntesis recoge la necesidad de ser «una Iglesia que escuche». Una escucha que se manifieste en la acogida «el caso de las personas que necesitan de un mayor acompañamiento en sus circunstancias personales por razón de su situación entre las que han destacado aquellas que se sienten excluidas por situaciones familiares complejas y su orientación sexual.

Pasar de eventos eclesiales a procesos de vida cristiana

Dos de las cuestiones que más reflexiones ha suscitado en los grupos diocesanos y de movimientos son la complementariedad de las tres vocaciones y especialmente, la corresponsabilidad de los fieles laicos.

En este sentido, como recoge la síntesis, se ha puesto de manifiesto la paradoja de que los laicos reclaman mejor formación pero luego hay poco compromiso.

Por ello, recoge el documento, se ha de cambiar el modo de ofrecer esta formación pasando una simple oferta de «recursos formativos a unos procesos formativos y animar al compromiso con esos procesos»

La ruptura entre la Iglesia y la sociedad también tiene cabida en esta síntesis en la que se afirma «que la Iglesia debe acercarse a los hombres y mujeres de hoy, sin renunciar a su naturaleza ni a la fidelidad al Evangelio, estableciendo un diálogo con otros actores sociales, con el fin de mostrar su rostro misericordioso y contribuir a la realización del bien común».

Temas claves en el proceso sinodal

Entre los temas que se han repetido en los documentos remitidos a la CEE en esta primera fase del sínodo, la síntesis final recoge los siguientes campos de reflexión y estudio:

En primer lugar, sin duda alguna, la referencia al papel de la mujer en la Iglesia.

Es patente la preocupación por la escasa presencia y participación de los jóvenes en la vida y misión de la Iglesia.

La familia, como ámbito prioritario de evangelización.

Los abusos sexuales, de poder y de conciencia en la Iglesia, evidenciando la necesidad de perdón, acompañamiento y reparación.

Mayoritario ha sido el sentir acerca de la necesidad de institucionalizar y potenciar los ministerios laicales.

Atención específica merece el tema del diálogo con las demás confesiones cristianas y con otras religiones.

Propuestas sinodales

El documento recoge además una serie de propuestas para el ámbito parroquial, diocesano y de Iglesia universal. En el primer ámbito, destaca la propuesta de promover una nueva forma de estar en el territorio: organizar una nueva forma de presencia de la Iglesia con sinergias en la vida parroquial y un mayor compromiso de los fieles laicos.

Además se propone hacer de los consejos parroquiales y de asuntos económicos verdaderos espacios sinodales y favorecer los grupos de fe.

En relación a las propuestas diocesanas, el documento propone: un mayor protagonismo a los movimientos eclesiales, las cofradías y hermandades, y a la vida consagrada y monástica en la elaboración de los planes diocesanos. Una colaboración real entre todos los organismos de la diócesis al que se une un impulso de los ministerios formalmente reconocidos para los laicos: ministros de liturgia, de la Palabra, de Caritas, de visitadores, de catequistas.

Por último, en relación a las propuestas a nivel de Iglesia universal, el documento anima a redescubrir la vocación bautismal y estar cada vez más presente como voz profética en todas las dificultades en el mundo de hoy.

Iniciativas

Puerto Rico. La escuela de familia

La pandemia fue un momento de impulso para “La Escuela de Familia”, organizada desde Puerto Rico con el fin de ayudar en la formación de otros matrimonios, resaltar la belleza de la familia, y brindar la oportunidad de compartir estas experiencias con otros matrimonios.

Javier Font·11 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Durante este Año “Familia Amoris Laetitia”, que concluye el próximo 26 de junio de 2022, hemos visto distintas iniciativas apostólicas que han tenido como objetivo resaltar la belleza y la alegría del amor familiar.

Una que comenzó poco antes, inmersos en la pandemia durante el verano del 2020, pero que tomó un nuevo impulso en este Año dedicado a la familia, lo ha sido “La Escuela de Familia” en y desde la Isla de Puerto Rico.

Unos cinco matrimonios nos reunimos en plan “brainstorming”, pero con tres objetivos claros: ayudar en la formación de otros matrimonios -entre el propio matrimonio y con sus hijos-; resaltar la belleza de la familia; y brindar la oportunidad de compartir con otros matrimonios (“networking” y/o “acompañamiento”).

Conferenciantes internacionales

Decidimos establecer una estructura mínima apoyada en una conferencia magistral mensual con un ponente prestigioso que brindara virtualmente temas de interés para las familias, lo cual se materializó con la participación de conferenciantes internacionales como Catherine L’Ecuyer sobre “Educar en la atención” y sobre “El vínculo de apego”; Pablo Zubieta sobre “Felicidad Profesional”; Joan-Enric Puig sobre “Cómo gestionar el estrés en el entorno familiar”; Carmen Corominas sobre “Educar en valores” e Isabel Rojas Estapé sobre “La mujer hoy en día”; así como conferenciantes de Puerto Rico como Carlos Morell y su esposa Magaly sobre “Conéctate y comunícate con tu hijo adolescente”; Patrick Haggarty y esposa Emma sobre “Sex Education vs Love Education. Educando en la afectividad”; y Rafael Martínez y su esposa Miriam sobre “El hijo que transformónuestras vidas: del sufrimiento al sentido de la vida.

Un común denominador entre todos los temas lo fue la familia, resaltando los valores positivos y brindando soluciones prácticas para las dificultades que siempre existen.

Mejor aún, un común denominador entre los conferenciantes y participantes fue, en primer lugar, el redescubrir la importancia de la formación para las familias: estudiamos para ser ingenieros, médicos, abogados, administradores, arquitectos…¿Cómo no formarnos mejor para ser buenos esposos y padres de familia?

escuela familia

Y, después, el valorar la importancia de saberse acompañados por otras familias que comparten mismos valores y de cuyas experiencias puedes nutrir tu propia familia. Este segundo punto se fortaleció más durante este último año en que nos propusimos, con la venia que nos brindó la reducción del distanciamiento social, hacer la actividades de manera presencial.

Ricardo  Pou y su esposa Yazmín abrió las puertas de su hogar para acoger a  una Senadora muy joven que se ha ganado el respeto del pueblo de Puerto Rico por su defensa de la familia, la Hon. Joanne Rodriguez Veve, quien no vino en carácter político sino de formación para la familia. Los anfitriones prepararon su hogar con mucha ilusión y acogieron al medio centenar de asistentes que al finalizar el compartir con motivo del almuerzo escuchamos a la invitada hablar sobre temas de la familia que se debaten en el gobierno y el rol que cada uno puede asumir.

A petición de otro matrimonio, Ricardo Negrón y su esposa Sandra, quienes salieron como todos entusiasmados de la actividad antes citada, tuvimos en su apartamento la próxima actividad con Jerry Ramirez sobre “Optimal Work” -como sacar mejor rendimiento de cada hora-.

A raíz de la invitación que le hicimos aplicó por primera vez este concepto dirigido al trabajo y al estudio a la familia, con múltiples ejemplos prácticos. René Franceschini y su esposa Brenda, fueron los siguientes anfitriones en su hogar.

Tuvimos de invitado al psiquiatra Dr. José Manuel Pou hablándonos sobre “La crianza en tiempos de pandemia”. Este conferenciante octogenario y pausado mantuvo la atención de más de dos decenas de matrimonios que le escuchábamos admirados por la sabiduría de sus palabras y los consejos tan adecuados que nos brindaba.

Enfatizó que la crianza está en ayudar de manera positiva a nuestros hijos a tener herramientas para que puedan ellos mismos superar las dificultades de la vida. Nos advirtió que por encima de la pandemia del COVID-19 estaba la “pandemia de la familia” que requiere de nuestra parte el conocer y tratar mejor a nuestros hijos, resaltando siempre la belleza de la familia.

Tecnología y familia

Este mismo psiquiatra quiso organizar la siguiente conferencia presencial con dos estudiantes suyos psiquiatras, quienes nos hablaron sobre “Beneficios y Riesgos del uso de la tecnología digital en los jóvenes”. Al final de la conferencia los matrimonios que asistieron no solamente hicieron preguntas sino que sobre todo compartieron experiencias con sus hijos que nos enriquecieron a todos.

Por ejemplo, tras Julio Lugo explicar que le había pedido asesoramiento a su hijo de 12 años de como promocionar por Facebook unas pinturas, ante lo cual ese hijo exclamó que eso ya es anticuado, que debe hacerlo por Instagram u otra plataforma, Antonio Ocasio y Annette explicaron que ellos también tuvieron una experiencia similar, pero que aprovecharon la circunstancia para hacer una reunión con sus hijos en la que tras escuchar los conocimientos y recomendaciones que estos daban con la tecnología la mamá terminó llevándolos a la máquina tecnológica de lavar ropa y explicándoles como de ahora en adelante cada uno lavaría con dicha tecnología su propia ropa.

En cada una de estas actividades tuvimos una cena antes o después de la conferencia, de manera que los matrimonios que asistimos tuvimos la oportunidad de compartir con calma de manera presencial, algo que valoramos más luego del aislamiento social y que fortalece los lazos entre todos.

El autorJavier Font

Vaticano

Quién cobra en el Vaticano

Con una superficie de 0,49 km² y una población de unos 900 habitantes, el Vaticano representa el centro de la Iglesia católica, desde donde ésta es gobernada. Pero también es una nación pequeña, que cuenta con trabajadores suficientes y remunerados para llevar a cabo su misión.

Alejandro Vázquez-Dodero·10 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Traducción del artículo al italiano

¿Qué tipo de trabajos hay en el Vaticano?

En el Vaticano se desempeña todo el trabajo necesario para el gobierno de la Iglesia fundada por Cristo. También es una nación –por eso es denominado “Estado de la Ciudad del Vaticano”– y mantiene relaciones diplomáticas con casi todos los países del mundo. Se puede establecer una distinción básica entre los oficios precisos para el gobierno eclesial, y los trabajos requeridos por las infraestructuras propias de un Estado.

Por un lado trabajan en el Vaticano quienes gobiernan los llamados Dicasterios –grandes organismos de la Iglesia– y quienes los administran. Por otro lado, hay que contar con aquellos que se ocupan de otra gran diversidad de empleos propios del Estado de la Ciudad del Vaticano. Desde la gestión y mantenimiento del patrimonio, hasta los museos y todo lo relacionado con la cultura, pasando por la atención del turismo, la seguridad –incluyendo la Guardia Suiza– y multitud de aspectos que requieren atención y mantenimiento. Por ejemplo los jardineros, bomberos o enterradores, así como los oficios típicos de suministro y mantenimiento de cualquier país desarrollado.

¿Quién puede trabajar en el Vaticano?

Los empleados del Vaticano son en su mayoría clérigos que trabajan en la Santa Sede, guardias suizos y, finalmente, funcionarios de Estado. Otros muchos, no necesariamente laicos ni funcionarios, y obviamente hombres o mujeres, trabajan en el Vaticano aunque residen fuera –en Roma o ciudades aledañas–. Muchos son ciudadanos italianos o de otras nacionalidades distintas de la vaticana.

El sistema de gobierno de la Iglesia –referido como Curia romana– está principalmente ocupado por clérigos, según decíamos. También hay ciertas labores que dan soporte a la Curia y son desempeñadas por laicos. Por ejemplo, trabajos administrativos o de gestión, labores éstas no referidas propiamente al gobierno eclesial.

La cualificación profesional requerida a todos aquellos trabajos no desempeñados por los clérigos que integran la Curia romana será la que ordinariamente se requiera en el ámbito civil. En áreas altamente especializadas, como la economía o la comunicación, se va abriendo paso la necesidad de profesionales y directivos cualificados. Como es natural, contarán con criterios propios de empleabilidad y retribuciones acordes a tal condición.

Tanto el salario como las prestaciones sociales distinguen según se trate de un clérigo o de un laico. Y, desde que san Juan Pablo II así lo dispusiera, se atiende de modo particular a quienes deben sacar adelante a su familia, con unas prestaciones de tipo económico especialmente concebidas para ese personal.

¿Se requieren otras condiciones para trabajar en el Vaticano?

La normativa vaticana –y en particular el Reglamento general de la Curia romana– es muy clara al exigir a esos empleados una serie de exigencias de alineamiento con la misión espiritual del Romano Pontífice y de la Iglesia, que trascienden la pura prestación laboral o desarrollo técnico de un oficio.

Cuenta con unos requisitos de idoneidad, exige los compromisos expresados en la profesión de fe y en el juramento de fidelidad y observancia del secreto de oficio y, para quienes es requerido, el secreto pontificio; da por hecho que el empleado observará una ejemplar conducta moral, incluyendo la vida privada y familiar, en conformidad con la doctrina de la Iglesia; y en general la normativa prescribe la prohibición de obrar de formas que no se adecúen a un trabajador de la Santa Sede.

En lo que se refiere específicamente al trabajo de los laicos, cabe preguntarse si para muchos empleos es sostenible un sistema de función pública. O quizá sería preferible un recurso más frecuente al mercado de trabajo. De todos modos, la Sede apostólica cuenta con unas políticas de personal que velan por una seria selección de los empleados, incluyendo los referidos requisitos de rectitud personal, moral y religiosa. De este modo, se favorece una dimensión para este tipo de trabajos como es la confianza. Y en cuanto a los laicos, según señalábamos más arriba, prevé la posibilidad de asumir trabajadores altamente cualificados a los que se les pueda atraer, junto con unas bases éticas y de comprensión de la misión eclesial, con retribuciones comparables con las que se dan en el mercado para servicios análogos. Se trata en definitiva de contar con personas rectas, bien formadas, leales y trabajadoras.

¿Y cómo accede un clérigo a trabajar en la Curia romana?

Son varias las posibilidades de que un clérigo llegue a trabajar en la Santa Sede, como la confianza que tenga con un superior porque coincidieran en el seminario o en la diócesis de origen; destacar en los estudios realizados en las universidades pontificias o en general los cursos de formación ofrecidos por la Curia romana; ser recomendado por una autoridad eclesiástica o civil a la Sede Apostólica; o la manifestación del propio clérigo a ocupar ese puesto laboral.

¿Cuántas personas trabajan en la Santa Sede?

El Vaticano cuenta con una oficina que tiene la función de contribuir a la consolidación de la comunidad laboral. Se ocupa de aquellos que trabajan en la Curia romana y en el gobierno de la Ciudad del Vaticano como Estado, en los organismos o entes administrativos de que se trate. Además, facilita la formación profesional, con el objetivo claro de que todos esos empleados sean conscientes de que están prestando un servicio a la Iglesia universal.

Según datos de dicha oficina recogidos en el anuario pontificio de los últimos años, en la Curia romana trabajan unas 2000 personas, sin contar el personal a tiempo parcial. De estos, algo más de la mitad se ocupa de los dicasterios (tribunales, oficios…), otro cuarto trabaja en otros organismos y el último en nunciaturas.

Algunos datos que pueden ilustrarnos, para hacernos una idea de las dimensiones laborales de las que estamos hablando. Los museos vaticanos emplean a unos 700 trabajadores, la Secretaría de Estado ocupa a otros 200, de las cuales una cuarta parte son personal diplomático; el Archivo Secreto Vaticano y la Biblioteca Apostólica Vaticana dan empleo a unas 150 personas.

Pero la Curia romana es una administración muy modesta en comparación con cualquier ministerio de un país. Por ejemplo, en España el más pequeño de sus ministerios cuenta con unos 2000 empleados, lo que supera la totalidad de trabajadores del Vaticano.