Alfonso Bullón de Mendoza repite presidencia de la Asociación Católica de Propagandistas
Bullón de Mendoza ha sido reelegido como presidente de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) durante la IV Asamblea General Extraordinaria de la asociación.
Alfonso Bullón de Mendoza continuará, en los próximos cuatro años, al frente de la ACdP y las obras de la Asociación: la Fundación Universitaria San Pablo CEU, la Fundación Abat Oliba, la Fundación San Pablo Andalucía CEU, el Colegio Mayor Universitario San Pablo y la Fundación Cultural Ángel Herrera Oria.
Bajo su primer mandato, la ACdP ha impulsado de manera clave su dimensión pública con iniciativas como el relanzamiento del diario digital El Debate o la puesta en marcha de campañas de comunicación a escala nacional, como Vividores o Cancelados. La evangelización en la vida pública es un elemento fundamental del carisma de la Asociación Católica de Propagandistas.
Alfonso Bullón de Mendoza es doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid y catedrático de la Universidad CEU San Pablo. Ha desempeñado los cargos de rector de la Universidad CEU Cardenal Herrera (2004-2007) y de la Universidad CEU San Pablo (2007-2009). Desde 2009, dirige el Instituto CEU de Estudios Históricos y la revista de historia contemporánea ‘Aportes’. Es también académico de número de la Real Academia de Doctores y académico correspondiente de la Real Academia de la Historia, la Academia Portuguesa da Historia y la Real Academia Sevillana de Buenas Letras.
Renacimiento Eucarístico en Estados Unidos: Tiempo de Gracia y Encuentro con Jesús.
El 19 de junio del 2022, Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, inició en los Estados Unidos el Renacimiento Eucarístico Nacional, una iniciativa de tres años implementada por los Obispos del país para renovar el amor y el conocimiento del Misterio de la Eucaristía, fuente y cumbre de la fe católica. El lema de esta proyecto es “Mi Carne para que el mundo tenga vida” (Jn 6,51).
Gonzalo Meza·9 de julio de 2022·Tiempo de lectura: 4minutos
“El Renacimiento Eucarístico no es un programa o un evento. Es un tiempo de gracia, un nuevo encuentro con Jesús y un momento para crecer en nuestra relación con Él. Queremos despertar en la Iglesia en nuestro país, y en el corazón de cada católico, lo que el Papa San Juan Pablo II llamo, ‘Asombro Eucarístico’”, dijo Mons. José Gómez, arzobispo de Los Ángeles, el 19 de junio durante su homilía de inicio del Renacimiento Eucarístico en Los Ángeles.
De Este a Oeste, comienza la Primera Fase
La solemnidad del Corpus Christi en EUA marcó el inicio de este movimiento en todas las diócesis de Estados Unidos. Desde Nueva York hasta Los Ángeles se celebraron Misas solemnes seguidas de procesiones Eucarísticas tanto en las catedrales como en las diversas parroquias.
En la Costa Este, tan solo en Nueva York, 61 parroquias realizaron procesiones eucarísticas, precedidas de la Santa Misa.
En la Catedral de San Patricio el Cardenal Timothy Dolan presidió la Liturgia y posteriormente la procesión a lo largo de la emblemática Quinta Avenida en Manhattan.
En la Costa Oeste, en Los Ángeles, California, el arzobispo José Gómez, encabezó la Misa y luego la procesión eucarística por las calles del centro.
¿Por qué surge esta iniciativa?
Las dificultades económicas y sociales, propias de EUA, tales como la polarización política tras las elecciones del 2020 y la pandemia cambiaron las vidas y las prácticas de la fe de miles de feligreses.
Tras el regreso a la nueva normalidad post-COVID un alto porcentaje de católicos estadounidenses no regresó a la Iglesia. Este hecho se sumó al incremento en las nuevas generaciones del número de “no afiliados”, “sin religión”, o “Nones” (No religious affiliation, sin afiliación religiosa), para quienes la fe se ha convertido en algo irrelevante o en un mero formalismo social. Aunque esto es un fenómeno multifactorial, la pandemia fue un detonador y acelerador de esta tendencia.
Otro factor importante fue la falta de formación y el profundo desconocimiento del Sacramento de la Eucaristía entre los estadounidenses. Una encuesta del 2019 del Pew Research Center reveló que más de dos tercios de los católicos de este país consideran que el pan y el vino consagrados durante la Misa son solo “símbolos” del Cuerpo y Sangre de Cristo. De acuerdo con esta encuesta, solamente el 30% de los católicos cree en la Presencia Real de Jesucristo en la Eucaristía.
Este desconocimiento del Misterio de la Fe es una realidad visible en muchas parroquias norteamericanas y que se traduce en diversos aspectos, desde la falta de reverencia y piedad ante el Misterio Eucarístico hasta el alejamiento de la Iglesia.
Al respecto, Mons. Andrew Cozzens, Obispo de Crookston, Minnesota y presidente del Comité de Evangelización y Catequesis de la USCCB (encargado de la iniciativa Renacimiento Eucarístico), indicó: “Este Renacimiento Eucarístico es una respuesta espiritual a los problemas de nuestro mundo. Estamos conscientes de los tiempos de crisis que vivimos. Es una crisis enraizada en el abandono de Dios y de la fe. Es una crisis que se manifiesta en guerras, en tiroteos masivos, en altas tasas de suicidio entre nuestros jóvenes y luchas morales de varios tipos… La lista podría seguir y seguir. Estamos viviendo tiempos difíciles”.
Timing
Ante este panorama, los prelados norteamericanos decidieron poner en marcha el Renacimiento Eucarístico Nacional que inició el 19 de junio del 2022. Consta de tres partes: el año del renacimiento diocesano (2022-2023); el año del renacimiento parroquial (2023-2024) y el año del Congreso Eucarístico Nacional (2024-2025).
Durante el primero año, los obispos organizarán diferentes eventos e iniciativas a nivel diocesano, entre ellos congresos eucarísticos diocesanos, catequesis y jornadas de oración centradas en el misterio de la Eucaristía en la vida de la Iglesia.
Asimismo, las diócesis contarán con grupos de evangelizadores quienes después de un periodo de formación acudirán a las parroquias, en la segunda fase, a brindar formación. Las diócesis también prepararán y distribuirán material catequético sobre el tema así como sitios internet dedicados al tema.
En la segunda fase, el año de renacimiento parroquial (2023-2024), las parroquias con sus feligreses serán los protagonistas. El objetivo es fomentar comunidades eucarísticas por medio de la adoración Eucarística, grupos de oración, procesiones parroquiales y catequesis sobre la Misa y la Presencia Real de Nuestro Señor en la Eucaristía.
Finalmente, en la última fase (2024-2025), la iglesia norteamericana se reunirá del 17 al 24 de julio del 2024 en Indianápolis, Indiana, para celebrar el Congreso Eucarístico Nacional. A este evento se espera la asistencia de miles de católicos, quienes al finalizar serán enviados a sus diócesis y parroquias como misioneros eucarísticos.
Herramientas para el Renacimiento Eucarístico
Dos pilares importantes de esta iniciativa son el documento “Misterio de la Eucaristía en la vida de la Iglesia” y el ciberespacio, especialmente los sitios web de cada diócesis.
El documento “Misterio de la Eucaristía en la vida de la Iglesia” fue elaborado por la Conferencia Episcopal Norteamericana y contiene aspectos catequéticos y doctrinales sobre la fuente y culmen de nuestra fe. Está redactado en un lenguaje sencillo y por ello es una herramienta accesible para que las diferentes comunidades o parroquias se preparen a vivir este tiempo de gracia.
Asimismo, se ha creado un portal especial en inglés y español para informar todo lo relacionado con este movimiento a nivel nacional: https://www.eucharisticrevival.org El sitio contiene videos informativos, boletines, información catequética y diferentes formas de participación.
En la homilía de inicio del Renacimiento Eucarístico en Los Ángeles, Mons. José Gómez dijo, citando a San Josemaría Escrivá: “Jesús se quedó en la Eucaristía por amor a ti. Se quedó, para que le comas, le visites y le cuentes tus cosas, y tratándolo en la oración junto al Sagrario y en la recepción del Sacramento, te enamores más cada día y hagas que otras almas sigan el mismo camino (Cf. San Josemaría Escrivá, Forja, 887).
En estos próximos años tendremos una increíble oportunidad para renovar nuestra devoción y nuestro amor personal a Nuestro Señor en la Eucaristía. Pidamos la gracia de crecer en nuestra devoción, renovando nuestra fe en la Presencia Real de Jesús en la Comunión para que sea el centro y la raíz de nuestra vida cristiana”, concluyó Gómez.
Christian Schüller: «Maria Taferl tiene el apodo de el confesionario de la diócesis»
A orillas del Danubio se alza el santuario mariano de María Taferl. Hablamos con Christian Schüller, uno de los gestores de este lugar santo, el segundo más importante de Austria.
Fritz Brunthaler·9 de julio de 2022·Tiempo de lectura: 7minutos
En la orilla norte del Danubio, no lejos de la famosa región vinícola de la Wachau, visible desde lejos y con una amplia vista de los Alpes, se alza el santuario mariano de María Taferl como “la joya en el Taferlberg (el monte Taferl)”. Después de Mariazelles el segundo santuario más importante de Austria y el gran santuario regional de la Baja Austria. Entre 250.000 y 300.000 visitantes acuden cada año a rezar en la basílica menor ante la pequeña imagen de la Piedad de Nuestra Señora de los Dolores.
La devoción a Maria Taferl se remonta al siglo XVII. En 1633, el pastor Thomas Pachmann quiso cortar un roble sin fijarse en la placa de madera con una cruz que colgaba de él. Milagrosamente, no pudo derribar el árbol, pero al intentarlo se lesionó las dos piernas. Cuando vio la cruz, pidió perdón a Dios y se curó en el acto. Nueve años después, el juez Alexander Schinnagl, en una situación de angustia espiritual, sustituyó la cruz por una imagen que tenía en su casa, y como resultado obtuvo alivio y curación. Cuando el roble seco empezó a reverdecer de nuevo en 1651 y se extendieron las noticias de apariciones y curaciones, se comenzó la construcción de la iglesia en estilo barroco en 1660 y se terminó más de 60 años después.
En los siglos XVII y XVIII, la afluencia de peregrinos era tan grande que a veces eran necesarios veinticinco sacerdotes para atender a los peregrinos. Se dice que en el centenario de 1760 se celebraron 700 procesiones y 19.000 misas. Las numerosas ofrendas votivas y los libros de milagros que se conservan en el tesoro de la iglesia de peregrinación siguen dando todavía testimonio de la popularidad de la peregrinación a Maria Taferl.
Bajo el emperador José II se prohibió la peregrinación, y la iglesia, que hasta entonces había pertenecido a Passau, en Alemania, pasó a la diócesis austriaca de San Pölten y se convirtió en iglesia parroquial. Después de este declive de las peregrinaciones, también debido a las guerras napoleónicas, Maria Taferl experimentó un resurgimiento en el siglo XX y especialmente en las últimas décadas: como en otros lugares del mundo, vienen personas de todas partes, a veces después de un largo viaje, para rezar ante el altar con el roble estilizado, para abrir su corazón, recibir el sacramento de la penitencia y participar en la Santa Misa.
El santuario de Maria Taferl a orillas del Danubio
Hablamos con Christian Schüller, que lleva más de tres décadas colaborando de manera decisiva en la gestión de Maria Taferl, como miembro del Consejo parroquial y del Consejo de la iglesia, sobre sus experiencias. Desde el año 2000 es responsable voluntario de la última renovación y de la cámara del tesoro y los archivos del santuario.
Señor Schüller, usted ha vivido y trabajado en Maria Taferl durante gran parte de su vida. ¿Qué tiene de especial este lugar?
Por un lado, se ha convertido en mi segundo hogar, y por otro, es un lugar de gracia donde se vierten incontables oraciones. Un lugar que atrae a mucha gente con preocupaciones y necesidades, pero que viene también para agradecer. Incluso para mí, que soy de aquí, Maria Taferl es una enorme fuente de fuerza.
Todos estos años ha trabajado voluntariamente en la parroquia, como laico, y ayuda en todo lo que es necesario, abre la iglesia por la mañana y la cierra por la tarde, a veces también actúa de monaguillo. ¿Has adquirido por este camino una relación especial con la Santísima Virgen?
Ya de niño tenía yo una profunda relación con la Virgen. Recuerdo las maravillosas devociones del mes de mayo, y sobre todo los “gozos” marianos que aún hoy conservo en mis oídos.
Y luego, en María Taferl, realmente no se puede evitar convertirse en un devoto de Nuestra Señora de los Dolores. Todos los días la miro en el altar mayor y le doy las gracias. Pero también le pido muchas cosas. Y estoy firmemente convencido de que me ha ayudado mucho en mi vida.
Usted ha sido durante mucho tiempo representante del párroco en el Consejo parroquial, es decir, el segundo encargado de dirigir el santuario. ¿Puede resumir de alguna manera su actividad? ¿Qué ha sido lo más bonito? ¿Qué es lo más difícil?
El lugar de peregrinación lo cuidan desde hace 50 años los llamados Hünfelder Oblaten (Oblatos de Hünfeld). Debido al constante ir y venir de los religiosos, que están aquí unos siete años como media, me he convertido en algo así como el guardián y el administrador de este lugar de gracia.
A lo largo de los años, las tareas se han ido ampliando, de modo que hoy me encargo de la agenda financiera, de los archivos, los paramentos, la biblioteca y el tesoro, y en realidad de todo lo que tiene que ver con la iglesia.
Lo más bonito para mí son los relatos conmovedores de la gente cuando traen exvotos y así presentan su agradecimiento o sus peticiones a la Virgen.
Lo más difícil es, sin duda, garantizar que podemos cubrir los gastos financieros. Como no poseemos ningún terreno como los monasterios de los alrededores, por ejemplo, tenemos que financiar a los empleados y todos los gastos de funcionamiento con los ingresos de los donativos. Y eso a veces es realmente muy ajustado.
Hasta 300.000 visitantes acuden cada año a Maria Taferl. ¿Vienen para rezar, o buscan más bien el descanso? ¿Puede decir algo sobre las peregrinaciones en las últimas décadas?
A veces se nota que la peregrinación, o tal vez también el senderismo, como lo llama la gente, vuelve a estar de moda. Y así, el senderismo mueve a la gente, de forma bastante inconsciente, a rezar una oración, a recogerse para rezar y a encender una vela. Por supuesto, la ubicación geográfica de Maria Taferl también juega un papel importante. Se pueden leer muchas historias conmovedoras en los libros de testimonios, y hacerse una idea de la peregrinación, la caminata o el viaje en autobús a Maria Taferl.
¿Hay eventos especiales para los peregrinos en la iglesia, o en la parroquia? ¿Se puede decir que también vienen muchos jóvenes?
Por supuesto, en el santuario ha de haber eventos especiales. Es una iglesia muy buscada para las bodas (unas 40 o 50 al año), y los bautizos (unos 60 anuales). También hay confirmaciones y conciertos. La vida parroquial propiamente dicha (tenemos unos 800 fieles), hay que decirlo con sinceridad, queda un poco en segundo plano frente a la intensa actividad de las peregrinaciones.
A los jóvenes también les gusta venir a Maria Taferl porque, por ejemplo, aprecian el abanico de las cinco misas dominicales. En la época anterior al COVID19, también teníamos misas para las familias, a las que solían asistir hasta 400 personas.
Imagen de Maria Taferl
¿Recuerda algún acontecimiento o encuentro especial relacionado con las peregrinaciones?
Muchos de los grupos de peregrinos vienen a Maria Taferl desde hace generaciones (la mayoría son las llamadas peregrinaciones votivas). A lo largo de los años, muchos participantes en los grupos de peregrinación se han convertido en amigos del santuario, y uno se alegra cuando lee en el programa semanal que un grupo de aquí o de allá viene a este lugar santo esta semana.
Y también vienen los jóvenes, y así también se transmite esta tradición a la siguiente generación. Muchos se llevan un recuerdo, agua bendita o un pan de jengibre para los que se han quedado en casa, para hacérselo saber: estuve en Taferl.
Desde el incendio de 1870, la parroquia de Maria Taferl también peregrina a la vecina parroquia de Neukirchen.
En la iglesia hay unos 20 confesionarios. ¿Siguen siendo necesarios todos? ¿Cómo se vive aquí el sacramento del perdón? ¿Expresan los fieles su satisfacción por poder confesarse aquí?
Maria Taferl tiene desde hace décadas el apodo de “el confesionario de la diócesis”. Los domingos, hasta hace unos años, dos o tres sacerdotes tenían que estar siempre en los confesionarios. La gente sabe que en Maria Taferl puede confesarse siempre. Hoy en día si alguien necesita confesarse puede pulsar un timbre que avisa al sacerdote de turno en su smartphone.
A muchas parejas jóvenes también les gusta confesarse aquí, sobre todo antes de casarse y, a menudo, porque les da reparo hacerlo con su propio párroco. Maria Taferl sin confesión sería inimaginable.
Usted es responsable del tesoro. ¿Puede describirlo con más detalle? ¿Cuántos exvotos hay aproximadamente? ¿Recuerda alguna reacción especial de los visitantes? ¿Cuál es su pieza favorita en el tesoro?
Especialmente en los lugares de peregrinación, a la gente le gusta llevar ofrendas votivas. Como forma de agradecimiento o para acompañar una petición. Incluso hoy en día, aunque no tanto como en el pasado, se siguen trayendo algunos. El tesoro de nuestra basílica es una caja fuerte. Pero más bien es un tesoro de fe, porque detrás de cada pieza hay una historia y una petición. Por eso, a cada pieza se le atribuye el mismo valor, ya sea un valioso anillo de diamantes de una viuda de buena posición o un oso de peluche traído por un niño porque su madre se ha recuperado de una grave enfermedad.
Son historias realmente conmovedoras. Sumando todos los cuadros votivos, debe haber unos cuantos miles de objetos. Muchos de los visitantes también vienen a mostrar a sus nietos o bisnietos los exvotos de las generaciones anteriores. Personalmente, me gustan mucho los paramentos antiguos, la mayoría de los cuales fueron confeccionados y bordados por los propios miembros de la casa imperial.
El Papa emérito Benedicto XVI llamó a María Taferl “faro de Dios”, en un mensaje de saludo. El faro encaja muy bien con la ubicación geográfica sobre el Danubio. ¿Podemos decir que esto también se aplica a la dimensión espiritual, que Maria Taferl también contribuye a la renovación espiritual del país?
Creo que Maria Taferl desde luego contribuye mucho a la renovación espiritual del país. Todo el mundo y, me atrevo a decirlo casi con certeza, que está en María Taferl también entra en la iglesia. Aunque a veces se tenga la sensación de que la gente se comporta como si estuviera en un museo, además, como mencioné al principio, quizá inconscientemente también rezan una breve oración, se persignan o encienden una vela.
Y luego vale la pena hacer de nuevo un gesto a la Virgen al cerrar la iglesia por la noche, y darle las gracias por todo esto. “María con el Niño querido, danos a todos tu bendición”, con la jaculatoria tan difundida en lengua alemana: “Maria mit dem Kindlein lieb, uns allen deinen Segen gib”.
El papa Francisco visitará varias poblaciones de Italia el próximo septiembre.
El sábado 24 de septiembre viajará a Asís para participar en el evento “La economía de Francisco” y al día siguiente, clausurará en Matera el Congreso Eucarístico Nacional.
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Figuras místicas femeninas. La experiencia de Dios como encarnación
Carolina Blázquez Casado O.S.A y profesora de la Facultad de Teología de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, presenta en este artículo la obra Figuras místicas femeninas de Louis Bouyer que aborda las figuras de mujeres como Hadewijch de Amberes, Teresa de Ávila, Teresa del Niño Jesús, Isabel de la Trinidad y Edith Stein.
Louis Bouyer es una figura sumamente interesante de la teología del siglo XX. Participó activamente en el movimiento de renovación teológica que precedió al Concilio Vaticano II y también vivió —mejor sería decir en su caso, sufrió—la difícil época postconciliar en la Iglesia.
Entre sus valiosas aportaciones y responsabilidades, podemos destacar que Louis Bouyer participó activamente en la puesta en marcha del Centro de Pastoral litúrgica de París, fue catedrático de Historia de la Espiritualidad en el Instituto Católico de esta misma ciudad, fue nombrado consultor en el Concilio y miembro del organismo eclesial para su aplicación en materia litúrgica y reforma del Canon eucarístico, fue elegido por Pablo VI miembro, por dos períodos, de la Comisión Teológica Internacional y, junto con Balthasar, Rahner y Ratzinger, entre otros de los más relevantes teólogos europeos del momento, fue co-iniciador de la revista Communio.
Ahora bien, poco a poco, a partir de finales de los años 70 y 80, fue retirado de la actividad pública, sobre todo en Europa, hasta llegar a quedar relegado en el olvido. Esta reacción estuvo provocada por la incomprensión hacia su dura posición crítica en relación con la deriva eclesial, principalmente en cuestiones litúrgicas, disciplinares y eclesiales. Su vida puede ser leída como un proceso de identificación con la kénosis de Cristo a la luz del Misterio Pascual, tema central en su vida personal y en su teología —la obra que escribió con ese mismo nombre ha sido una de las más importantes del autor en materia litúrgica y una valiosísima aportación para el redescubrimiento de la Pascua y su celebración como misterio central de la vida cristiana— .
Bouyer, a lo largo de su vida, fue perdiéndolo todo hasta sufrir, en sus últimos años, una situación extrema de soledad y aislamiento, agudizado trágicamente por el alzheimer del que murió y que llegó a velar completamente su capacidad de reflexión e interrelación.
Hay huellas en Bouyer de un cierto profetismo. Él intuyó, por adelantado, algunas dificultades y problemáticas que, en su presente, aún, no se veían con tanta nitidez. Esta agudeza en ver más allá unida a su carácter difícil e irónico, que se expresaba muchas veces de forma mordaz y provocativa, alimentó esta incomprensión y cierta reserva hacia su persona, de la que venimos hablando.
Está siendo en este siglo XXI cuando su figura y su pensamiento teológico está siendo redescubiertos y re-comprendidos mucho más favorablemente. Probablemente, su tendencia a presentar siempre una perspectiva diacrónica de todos los temas explica esta capacidad audaz de interpretación de la realidad. El pasado ofrece siempre pistas para prever lo que será el futuro en el presente.
Bouyer era un enamorado de la historia, del desarrollo de los procesos —en todos sus libros dedica un gran espacio al análisis histórico del desarrollo de los contenidos—, de la evolución de los conceptos. Esta fue una herencia de su querido Cardenal Newmann, del que se consideró siempre discípulo, y de su común educación reformada.
Esta fue también, paradójicamente, la brújula que le condujo hacia el catolicismo reconociendo en el desarrollo histórico dogmático y teológico la permanencia de un elemento de perennidad que mantenía vivo y remitía al acontecimiento primero y único de la revelación, al acontecimiento Cristo. En este sentido, el descubrimiento y la comprensión del sentido auténtico de la Tradición fue clave.
Nació en el seno de una familia luterana, en París, en 1913. En el ámbito del protestantismo encontró y creció su experiencia personal de fe y su vocación, siendo ordenado pastor protestante en 1936. Ejerció su ministerio pastoral en Estrasburgo y en París. Tuvo como profesores a los mejores teólogos luteranos del siglo XX y, también, tuvo un gran contacto con miembros de otras confesiones cristianas, lo que despertó en él una admiración y estima hacia la tradición ortodoxa y católica, sobre todo, por la dimensión litúrgica y mística de la fe.
Después de una fuerte crisis personal y espiritual que le llevó a reconocer que los principios de la fe protestante: sola gracia, sola fe, solo Cristo, sola Escritura solo podían vivirse en plenitud en el seno de la lglesia Católica —tema que puede encontrarse descrito y fundamentado en su obra, también editada por Encuentro, Del protestantismo a la Iglesia— renuncia a su cargo de pastor y pasa a la Iglesia Católica. En 1944 se ordena sacerdote y, a partir de aquí, se dedica al estudio y a la enseñanza de la teología y otras disciplinas humanistas en diversas universidades, en todo el mundo.
Su producción teológico-literaria es enorme. Ha sido autor de más de treinta volúmenes de temática teológica, una lista enorme de artículos, ha escrito cuatro novelas de ficción sobre la búsqueda del Santo Grial, fascinado por el legado de Tolkien y su obra el Señor de los Anillos, de quien fue discípulo y amigo en Oxford.
Dentro de la teología, las temáticas de sus obras son variadísimas: dogmática, liturgia, biblia, espiritualidad, historia, ecumenismo, estados de vida, pastoral… Muchos de sus escritos fueron concebidos como trilogías, tenemos la trilogía trinitaria: Le Père invisible. Approches du mystère de la divinité (Paris 1976); Le Fils éternel. Théologie de la Parole de Dieu et christologie (Paris 1974); Le Consolateur. L´Esprit et la Grâce (Paris 1980); la trilogía económica: L´ Eglise de Dieu. Corps du Christ et Temple de l´Esprit (Paris 1970); Le Trone de la Sagesse. Essai sur la signification du culte marial (Paris 1957); Cosmos. Le monde et la Gloire de Dieu (Paris 1982); la trilogía sobre el método teológico: Gnosis. Le connaissance de Dieu dans l´Ecriture (Paris 1988); Misterion. Du mystère a la mystique (Paris 1986); Sophia ou le Monde en Dieu (Paris 1994); la trilogía de los estados de vida: Le sens de la vie sacerdotale (Paris 1962); Le sens de la vie monastique (Paris 1950); Introduction à la vie spirituelle. Prècis de théologie ascétique et mystique (Paris 1960) y, bajo mi parecer, podemos también establecer una trilogía sobre lo femenino.
Esta trilogía estaría compuesta por el primer volumen de carácter dogmático, su obra sobre antropología dedicada a María: Le Trône de la Sagesse; el segundo volumen de temática eclesiológica: Mistère et ministère de la femme, Paris 1976; y, el tercero, que es el recién publicado por primera vez en español: Figures mystique femenines (Paris 1989) con una orientación más existencial, testimonial y vital.
Su interés por lo femenino
¿Por qué este interés hacia el tema de la mujer en Louis Bouyer?
Podemos encontrar dos motivaciones muy diversas pero que se complementan.
La primera es de índole estrictamente teológica. Louis Bouyer ha llegado a la convicción de que, en la historia de la revelación, de las relaciones de Dios con el orden creado, Dios, que al hablar de sí no permite jamás que se le vincule a ningún sexo como un modo de defender su trascendencia, se relaciona con lo creado y, especialmente, con el ser humano, asumiendo el rol masculino. Esto lo vemos, sobre todo, en la metáfora esponsal y encontrará su cumplimiento en la encarnación del Verbo. Para describir las relaciones de Dios con el hombre a través de esta metáfora, Dios se identifica con el varón, mientras que el ser creado asume el papel femenino. Dios ve siempre ante sí a María cuando mira a la criatura, de la que espera un sí libre de amor que le permita derramar el amor que, desde toda la eternidad, nos precede a cada uno, es la razón de nuestra existencia y, a la vez, espera ser aceptado y consumado en la comunión interpersonal. Lo femenino, como expresión de la libertad que consiente, que recibe, que acoge el don primero, se convierte, por tanto, para Bouyer, en el paradigma del alma cristiana.
Hay también otra razón para explicar esta predilección por la mujer en Bouyer y tiene que ver con su propio recorrido vital. Hijo único, por ser el único superviviente de los cuatro hijos que el matrimonio Bouyer tiene. Louis describe su infancia marcada por una especialísima relación con su madre, que muere joven dejando al niño huérfano con 12 años.
Es tal la conmoción que provoca este suceso en el pequeño Louis que pierde el habla y la conexión con la realidad y su padre tiene que enviarle fuera de París, al campo, a la región de la Lorenne, a la casa de una familia cercana a la madre. Allí, durante un año, gracias al contacto con la belleza del entorno que le rodea y la compañía de una joven de la que se enamorará perdidamente, la hija pequeña de esta familia, Elisabeth, saldrá de esta noche oscura y comenzará a gustar la vida de nuevo.
La belleza y ternura de lo femenino será para él siempre una compañía de gracia y vida y un recuerdo sanador de la presencia y ternura de la madre. De hecho, varias mujeres acompañaron la vida de Bouyer a través de una amistad profunda y probada en el tiempo, expresamente él hablará de Julien Green y de Elisabeth Goudge en sus Memorias. A esta última dedica el libro Misterio y ministerio de la mujer. El lazo que unía a Louis Bouyer con Hedwige de Ursel, marquesa de Maupeou Monbail, a la que dedica el libro de Figuras místicas femeninas, nos es totalmente desconocido.
Figuras místicas femeninas
Título: Figusras misticas femeninas
Autor: Louis Bouyer
Páginas: 172
Editorial: Encuentro
Ciudad: Madrid
Año: 2022
El libro
Este libro, escrito en 1989 y reeditado en Francia en varias ocasiones, es la primera vez que se traduce al español. El autor lo presenta como un intento de diálogo crítico con el movimiento de liberación de la mujer que había despertado con mucha pujanza en Estados Unidos y en Europa a lo largo del siglo XX.
En el prólogo, el autor presenta claramente sus puntos de partida. Por un lado, se distancia, con una valoración muy negativa, de los intentos por buscar un reconocimiento de la dignidad y capacidad de la mujer luchando por una igualdad con el varón. Esto es un verdadero fracaso, porque significa la renuncia a la peculiar y única forma de vivir lo humano desde la condición femenina.
La mujer, para Bouyer, está dotada de una especial forma de ver e interpretar la realidad y, por tanto, también de vivir la experiencia religiosa. De aquí que el objetivo de que ella sea y actúe como los varones, renunciando a la perspectiva de complementariedad entre los sexos, supone un grave daño tanto para la mujer como para el hombre, que necesita de ella, en la plenitud de su singularidad y peculiaridad, para llegar a ser él mismo y construir así juntos la sociedad y el Reino.
Por otra parte, el autor afirma que, en contra de lo que muchos creen y vocean, el cristianismo tiene en sí un potencial de custodia y respeto hacia la mujer que ha hecho posible el que muchas mujeres, a lo largo de la historia de la Iglesia, abrieran nuevos caminos de espiritualidad, partiendo de su experiencia personal y genuina de encuentro y comunión con Cristo. Desde aquí, ellas han ejercido un significativo liderazgo en la Iglesia desde la paradoja, muchas veces, de una vida escondida.
Podrían haberse elegidos muchos otros nombres, pero Bouyer se decanta por estas cinco figuras de las cuales solo la primera, la beguina Hadewijch de Amberes, no es carmelita. A través de ellas, se nos ofrece una perspectiva diacrónica del tema del papel de la mujer en la Iglesia puesto que la primera mística nos sitúa en el siglo XIII y, con Edith Stein, la última testigo, nos trasladamos hasta la mitad del siglo XX.
En realidad, en los diversos capítulos del libro no encontramos un relato biográfico ni una hagiografía al uso. Aunque siempre hay una breve referencia a los acontecimiento más destacados de la vida de cada una de estas mujeres, en realidad, Bouyer se detiene en la experiencia espiritual particular que cada una vive, en su contexto concreto y con sus circunstancias propias. Esta experiencia personal de encuentro con el amor de Dios manifestado en Cristo es lo que al autor le maravilla y sorprende y lo que manifiesta esa forma propia de la mujer de vivir la experiencia religiosa.
En ellas, dirá Bouyer, el acontecimiento de gracia del amor de Dios dándose al hombre se acoge y recibe con un corazón de mujer que capta la vida de Dios con una capacidad de acogida tal, que renueva el acontecimiento de la encarnación, Dios se hace presente en el mundo a través de ellas que se convierten, por reconocerse hijas y aceptar movidas por el Amor a ser esposas, en madres del mismo Cristo, dándole a luz para y en el mundo; el mundo concreto en el que ellas viven y del que cuidan y al que se entregan.
Bouyer quiere que reconozcamos, en cada una, esta relación particular con Dios que siendo profundamente personal abre un camino de gracia para todos los hombres, ellas son las maestras de las grandes escuelas de espiritualidad en la Iglesia, escuelas que, en muchos casos, han sido los varones, sus discípulos, quienes luego las han formulado conceptualmente y dado a conocer de un modo metódico y expositivo.
El estilo de Louis Bouyer escribiendo no es fácil. Mezcla un serio lenguaje teológico académico, en el que, además, da por supuesta mucha información que maneja con soltura pero que la mayoría de los lectores, mucho menos cultivados que él —gozaba de una tremenda capacidad intelectual y una vastísima cultura teológica y humanista—, no conocemos tanto, con un lenguaje directo, coloquial, irónico. Por ejemplo, algunas opiniones sobre “nuestra santa”, Teresa de Jesús, y sobre España —afirmaciones hechas ,además, por parte de un francés (aunque Bouyer tenía herencia española y manifestaba una especial simpatía por el carácter español que decía conocer bien, así como nuestro país)— pueden parecer un tanto orgullosas.
Otro aspecto muy positivo del libro son las constantes referencias bibliográficas sobre estas mujeres y de ellas mismas. La selección de textos que el autor hace de cada una despierta el deseo de más, de entrar en contacto con la palabra directa de cada una de estas mujeres y conocerlas, así, de primera mano.
Rasgos comunes a estas mujeres
Para terminar quiero destacar tres elementos comunes a estas cinco mujeres, que cada una vive de un modo particular pero en los que coinciden y que puede ser el motivo de la elección, por parte de Bouyer, de estas cinco figuras:
Experiencia única de Dios
Cada una de ellas ha vivido una experiencia única de encuentro con Dios en la que su talante femenino ha sido clave para captar algo propio del Misterio divino: la comunión con Cristo que nos introduce en el amor trinitario de Hadewijch, la contemplación de Dios a través de la contemplación de la humanidad de Cristo de Teresa, la relación de total confianza y abandono de Teresa de Lisieux en el amor de Dios Padre, la llamada a vivir en la alabanza de la Gloria de la Trinidad de Isabel y el reconocimiento del Amor y la Sabiduría de Dios manifestados, en su plenitud, en la cruz redentora de Cristo de Edith Stein.
Audacia para responder a los retos de su tiempo.
Cada una de ellas traza un itinerario de encuentro con Dios para el hombre y la mujer de su tiempo, del presente en el que viven, asumiendo algunos aspectos propios de ese momento histórico y, a la vez, rompiendo con una audacia única con los moldes, esquemas o clichés que podrían oprimir la novedad del Espíritu para mantener viva la actualidad del acontecimiento de Cristo, hasta ser ellas mismas renovadoras de la espiritualidad cristiana.
Guiadas por las fuentes de la revelación: la Escritura y la Tradición
La luz que guía este camino no es la genialidad de una preparación filosófica o teológica, no es un discurso académico abstracto, sino la experiencia de una vida confrontada con la Palabra de Dios, guiada por ella y alimentada por la Tradición de la Iglesia, principalmente, de la vida litúrgica. La vuelta constante al origen de la vida cristiana permite una originalidad atractiva que conecta con la fuente de la revelación: el amor de Dios y el objeto de esta: el corazón inquieto del hombre que busca, aún a tientas, el Dios para el que ha sido hecho.
En definitiva, el objetivo del autor y lo valioso y oportuno de esta publicación está en que, a través de su lectura, se pueda despertar y mantener vivo el constante renacimiento interior que las mujeres han provocado en la Iglesia, señalando así un camino para esclarecer la cuestión, siempre importante y delicada, del papel de la mujer hoy, en el mundo y en la Iglesia, ante los desafíos de nuestro tiempo.
Mons. Fernando Vérgez, L. C.: «Hacen falta testigos del Evangelio que sepan sacudir las conciencias»
En esta entrevista con Omnes, Mons. Vérgez Alzaga habla de algunos rasgos del funcionamiento del pequeño Estado Vaticano, de la misión de quienes trabajan en él, de las consecuencias de la pandemia, del deseo de paz mundial, del desafío ecológico y de la reforma de la Curia Romana. En un futuro próximo: "grandes retos para la Iglesia".
«Todo está al servicio del Pontífice y de la Iglesia»: así comenta el arzobispo español Fernando Vérgez Alzaga, L. C., presidente del Governatorato de la Ciudad del Vaticano, que será creado cardenal por el Papa Francisco el próximo 27 de agosto, su servicio en la Curia Romana durante más de cincuenta años.
Su Excelencia, lleva cincuenta años sirviendo en la Curia Romana, habiendo entrado como funcionario en la Congregación para los Religiosos e Institutos Seculares. ¿Cómo ha vivido esta trayectoria que ha recorrido en paralelo a su vocación de Legionario de Cristo?
–En nuestro servicio a la Curia Romana no debemos perder nunca de vista la razón por la que hemos sido llamados al cargo. Ser colaboradores más estrechos del Papa para permitirle ejercer su ministerio universal sobre la Iglesia.
Trabajar diariamente en la Curia Romana significa, por tanto, ser el intérprete de las peticiones que llegan de las Iglesias locales de todo el mundo.
He experimentado la responsabilidad como una llamada a la misión, viviendo así mi consagración religiosa.
Mi campo de apostolado ha sido, en parte, dentro de la Curia Romana. Al trabajar en los distintos Dicasterios no perdemos nuestra identidad de obispo, sacerdote, religioso, laico, sino que todo se pone al servicio del Pontífice y de la Iglesia.
Entre sus diversos cometidos, ha dirigido varios sectores del Estado Vaticano, desde la APSA hasta las telecomunicaciones, pasando por la actual presidencia del Governatorato. ¿Qué aspecto destacaría del servicio que ha prestado y sigue prestando?
–Trabajar con pasión es, sin duda, una de las características que debe caracterizar a quienes participan en los distintos órganos de la Curia Romana. Sin embargo, es natural que haya tareas para las que seamos más aptos según nuestras capacidades personales.
A veces, se nos pide que dirijamos determinadas oficinas u organismos, como la gran estructura de la Gobernación o simplemente la Dirección de Telecomunicaciones y Sistemas de Información. Debo decir que trabajar en esta última dirección en un momento de profunda transición tecnológica e informática ha sido emocionante y atractivo. Todavía hay muchos retos que afrontar, pero es precisamente en ellos donde uno crece y madura desde el punto de vista humano y profesional. Basta con pensar en la defensa contra los ataques de los hackers, cada vez más arteros y organizados.
Visto desde fuera, a menudo es difícil entender cómo se organiza esta pequeña ciudad-estado. ¿Podría ilustrar, aunque sea con símiles, el papel que desempeña y cómo funciona el Vaticano?
–Para entender el Estado de la Ciudad del Vaticano hay que considerar su naturaleza: ha sido funcional a la misión del Sucesor de Pedro desde el principio. Si se olvida esto, se piensa en el Estado como una entidad de récord, debido a su extensión geográfica, o como un país de postal, que debe incluirse en la gira por Europa.
El Vaticano, como se llama simplemente, es el reflejo de una realidad enraizada en la comunión eclesial, en la universalidad de la Iglesia.
Si se quiere comparar mi papel con una estructura externa en la esfera internacional, debemos pensar en un gobernador de un Estado. Una figura que tiene poderes, por delegación del Papa, para desempeñar la función de guía y gestión de una serie de realidades diversificadas que dependen de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano, que también promulga el reglamento general. Quisiera recordar que las disposiciones legislativas son emitidas por el Papa, o en su nombre, por la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano.
El ejercicio del poder ejecutivo se delega precisamente en el Presidente de la Comisión Pontificia, que toma el nombre de Presidente de la Gobernación
Al consagrarle obispo, el 15 de noviembre de 2013, el Papa Francisco le encomendó también la atención espiritual de los empleados del Estado. ¿En qué consiste este acompañamiento paternal en una comunidad formada por muchas almas y diferentes condiciones de vida?
Es natural que la Ciudad del Vaticano refleje la realidad de la Iglesia universal, de modo que todas las instancias que la componen están representadas en ella. Cuidar la atención espiritual de los empleados significa acompañarlos en su camino de unión y fidelidad a Cristo.
Esta porción del Pueblo de Dios necesita pastores al igual que todas las partes que componen la Iglesia, por lo que no hay que descuidar la promoción de la pastoral y la formación para motivar a las personas a imitar el ejemplo del Maestro.
Recientemente se ha anunciado también su creación como cardenal, que tendrá lugar el próximo 27 de agosto. ¿Con qué sentimientos ha acogido esta decisión del Papa Francisco?
Con gran gratitud a Dios y al Papa por haberme llamado a servirle aún más de cerca. Recibí la noticia con sorpresa y gratitud por un regalo que me llegó tan repentinamente. Sin embargo, soy consciente de que conlleva una mayor responsabilidad y una dedicación cada vez mayor al bien de la Iglesia universal.
En cuanto a los que trabajan al servicio de la Sede Apostólica, ¿qué importancia tiene el reconocimiento de su contribución a la evangelización?
Los colaboradores y los que forman parte de la comunidad de trabajo del Vaticano deben ser, por su propia naturaleza, misioneros. Así lo exige la naturaleza de la estructura de la que forman parte, por lo que no cabe duda de que todos deben compartir sus talentos para ponerlos al servicio de la misión del Pontífice.
La nueva Constitución Apostólica «Praedicate Evangelium», ya desde su título, subraya el aspecto ad gentes de la Curia Romana, por lo que es en la propia naturaleza misionera de la Iglesia donde la reciente reforma encuentra también su realización. Por ello, es importante no perder nunca de vista la tensión evangelizadora que supone la propia petición de Cristo a sus discípulos.
Hemos atravesado dos años de pandemia muy dolorosos y, sin embargo, es difícil considerar que haya terminado. ¿Qué consecuencias ha tenido en el Vaticano y cómo ha gestionado el desarrollo de Covid-19?
Ciertamente, la pandemia de Covid-19 no fue un reto fácil, tanto por su gravedad como porque nos cogió a todos por sorpresa.
Tuvimos que hacer frente a una emergencia que pasó de ser sanitaria a social y económica, con considerables repercusiones también desde el punto de vista humano.
El recrudecimiento de las distintas oleadas del virus aún no se ha extinguido del todo, y hay que contar con los daños que ha dejado.
Los últimos años han sido especialmente difíciles no sólo para el personal sanitario y los enfermos de Covid-19 y sus familias, sino también para los trabajadores y las personas en situación socioeconómica desfavorecida.
Numerosos estudios demuestran que la pérdida de productividad laboral, uno de los efectos de Covid, se encuentra entre las principales causas de una mala salud mental. Y
a el 31 de diciembre de 2021, el Papa Francisco, durante el Te Deum de Acción de Gracias de fin de año, subrayó: «Este tiempo de pandemia ha aumentado el sentimiento de desconcierto en todo el mundo. Tras una primera fase de reacción, en la que nos sentimos solidarios en el mismo barco, se ha extendido la tentación del «sálvese quien pueda». Pero gracias a Dios hemos vuelto a reaccionar, con sentido de la responsabilidad».
La pandemia es una prueba para demostrar nuestra responsabilidad hacia los demás, para dar testimonio de nuestra coherencia con los valores del Evangelio y para ejercer la caridad hacia nuestros hermanos.
El mundo vive actualmente una «tercera guerra mundial» de facto, como también ha dicho el Papa Francisco. ¿Qué se puede hacer para poner fin a los conflictos y restablecer la paz?
El Papa Francisco no deja de hacer un llamamiento a la paz y de pedir a los gobernantes que tomen decisiones para restablecer la paz en los países donde hay conflictos.
Desgraciadamente, no sólo existe la guerra en Ucrania. Hay muchos focos dispersos en diversas zonas geográficas, donde no se busca otra solución que el uso de las armas.
El Papa Francisco en cada uno de sus discursos o encuentros siempre intenta llamar la atención sobre la guerra que asola Ucrania. Ya sea para lograr la paz o una tregua que silencie las armas, o para promover la acogida de los refugiados y los que sufren bajo las bombas. En las audiencias generales de los miércoles, el Pontífice no deja de recordar la dramática situación de las poblaciones agotadas por las consecuencias de los conflictos. Incluso en la del miércoles 15 de junio, el Papa pidió no olvidar al atormentado pueblo de Ucrania y no acostumbrarse a vivir como si la guerra fuera algo lejano.
Uno de los temas también cercanos al Papa Francisco es la ecología, bien desarrollada en la Encíclica Laudato si’. ¿Cómo se declina esto en la «gestión» y administración del Estado Vaticano?
El Estado de la Ciudad del Vaticano, desde los últimos pontificados, siempre ha estado atento a la implantación de energías alternativas y a la protección del medio ambiente.
Con el pontificado del Papa Francisco y la publicación de la Encíclica Laudato sì‘, el compromiso se ha vuelto aún más importante. Recuerdo la colocación de paneles fotovoltaicos en el techo del Salón Pablo VI para producir electricidad a partir del sol y también en el comedor de servicio de la Gobernación. También la construcción de sistemas de agua en los Jardines Vaticanos para optimizar los recursos y eliminar los residuos y la creación de la isla ecológica que ha permitido la recogida selectiva de residuos que, de ser un coste, se ha convertido en un recurso.
También subrayo que, como Estado, estamos por delante de los puntos de referencia fijados para lograr una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de al menos el 55%, en comparación con 1990, tal y como establecen los objetivos europeos del Green Deal. También hemos optado por el plástico cero en todo el Vaticano.
Hace unas semanas entró en vigor la nueva Constitución Apostólica sobre el Praedicate Evangelium de la Curia Romana. ¿Por qué es importante esta nueva reforma del Papa Francisco y qué perspectivas abre?
Como dije antes, uno de los elementos que caracterizan a la Constitución Apostólica es el misionero. Esto significa que es necesario ser misionero tanto en los países donde el Evangelio fue proclamado hace siglos y donde corre el riesgo de desaparecer a causa de la secularización, como en aquellas tierras que aún no lo han aceptado.
El otro elemento fundamental de la Constitución es la sinodalidad, es decir, cada uno, según su tarea, está llamado a participar en la misión de la Iglesia. De ahí la necesidad de una atención pastoral para las personas que trabajan en la Curia. Es una llamada a la conversión, especialmente para los que trabajan más estrechamente con el Papa. En la Constitución también se ha intentado eliminar cierta actitud arribista para fomentar una mentalidad de servicio que no exija ser recompensada con ascensos.
Como próximo cardenal, ¿cómo ve el futuro de la Iglesia?
El futuro de la Iglesia está en manos de Dios, así que no tenemos nada que temer. Sólo somos cooperadores de la Providencia, debemos actuar como discípulos que mantienen la mirada fija en el Maestro.
El futuro próximo depara grandes retos para la Iglesia, pero no debemos olvidar que toda la historia se ha caracterizado por períodos dramáticos y complejos. Se trata de no perder nunca de vista la naturaleza misionera de la Iglesia.
Cada vez serán más necesarios los heraldos testigos del Evangelio que sacudan las conciencias y llamen a Dios a las personas inmersas en sociedades secularizadas en las que ciertos valores se olvidan, están ausentes o se niegan.
La sombría idolatría de las armas en Estados Unidos
El pasado 4 de julio, Día de la Independencia en Estados Unidos, un hombre abrió fuego con su rifle y dejó seis muertos y 25 heridos cerca de Chicago (Illinois). Hubo tres muertos más y 7 heridos en un tiroteo en Gary (Indiana), y otro tiroteo en Filadelfia. Greg Erlandson, director de Catholic News Service, analiza la violencia armada en el país.
Greg Erlandson·7 de julio de 2022·Tiempo de lectura: 3minutos
A mediados de junio de 2022 se han producido ya más de 260 tiroteos masivos en Estados Unidos, definidos como cuatro o más víctimas mortales o heridas. Pero tres masacres recientes ―en un supermercado de Buffalo, Nueva York, con 10 muertos, en una escuela de Uvalde, Texas, con 21 muertos, entre ellos 19 alumnos de cuarto grado, y en un hospital de Tulsa, Oklahoma, con cuatro muertos―, han sacudido a la nación.
Un sitio web satírico llamado The Onion señala muchos de los tiroteos masivos con el mismo titular: “‘No hay forma de prevenir esto’, dice la única nación en la que esto ocurre con regularidad».
La obsesión de los estadounidenses por las armas y su disposición a utilizarlas contra los demás y contra ellos mismos se considera cada vez más una crisis de salud pública,
pero existe poca voluntad política para abordarla. Se cree que en Estados Unidos hay ahora más armas que personas. Se calcula que el 42% de los hogares estadounidenses poseen armas. Los que lo hacen es probable que posean más de una.
Las ventas de armas se disparan
¿Qué pasa con los estadounidenses y las armas? Algunos lo achacan a nuestros mitos del Salvaje Oeste, a los vaqueros y a los pistoleros. Algunos culpan a Hollywood o a los videojuegos. Algunos lo atribuyen a una sociedad que ya no confía en su policía, teme a su gobierno y teme a sus conciudadanos. Las ventas de armas se dispararon durante la pandemia. Las ventas de armas se disparan después de las masacres. Las ventas de armas se disparan en los buenos y en los malos tiempos, pero especialmente en los malos.
Las armas son talismanes de seguridad. Una de las muchas ironías de la cultura de las armas en Estados Unidos es que la solución a los tiroteos suele ser más armas. Los legisladores de Ohio y otros estados proponen ahora que los profesores vayan armados mientras imparten clase.
El rifle más vendido en Estados Unidos es el semiautomático que suele llamarse AR-15. Es una imitación de un rifle militar, y mata de forma fea, haciendo volar a los objetivos en lugar de una herida de entrada y salida limpia. Algunos de los niños de 10 años abatidos en Uvalde tuvieron que ser identificados por sus zapatos o su ropa porque sus cabezas no eran identificables.
Mueren más niños que policías
Sin embargo, el verdadero horror de la idolatría de Estados Unidos por las armas no son los tiroteos masivos. Es el hecho de que hay más de 40.000 muertes por armas de fuego cada año, y más del 50% de todas las muertes por armas de fuego son suicidios. Las armas no sólo matan a los malos o a los desconocidos. Las armas matan a sus propietarios.
En un discurso reciente, el presidente Joseph Biden declaró que, en los últimos 20 años, “han muerto por armas de fuego más niños en edad escolar que agentes de policía en servicio y militares en activo juntos”. Hubo 42.507 muertes de niños de 5 a 18 años. De policías y militares: 29.110.
Los obispos de EEUU han defendido sistemáticamente leyes más estrictas sobre las armas de fuego al menos desde 1975. En una carta dirigida al Congreso el 3 de junio, después de las tres masacres recientes, los obispos dijeron que apoyaban la prohibición total de las armas de asalto y la limitación del acceso de los civiles a las armas de gran capacidad y a los cargadores de munición. También citaron su apoyo a la comprobación universal de antecedentes para todas las compras de armas.
Impacto de la violencia
“La violencia armada es una cuestión provida cuando se empiezan a ver las estadísticas y el impacto que la violencia armada tiene en la vida y el impacto destructivo que tiene en la sociedad”, dijo la hermana Mercy Mary Haddad, presidenta de la Asociación Católica de Salud.
Pero con el Congreso en un estancamiento político y los republicanos bloqueando una posible legislación para limitar el acceso a las armas, muchos estadounidenses simpatizan con la indignación del obispo Daniel Flores de Brownsville (Texas) ante la noticia de la masacre de Uvalde:
“No me digan que las armas no son el problema, sino la gente. Estoy harto de oírlo”, tuiteó el obispo Flores el 25 de mayo. “La oscuridad primero se lleva a nuestros niños que luego matan a nuestros niños, usando las armas que son más fáciles de obtener que una aspirina. Sacralizamos los instrumentos de la muerte y luego nos sorprendemos de que la muerte los utilice”.
La beatificación del pionero de la genética moderna Jérôme Lejeune está muy cerca. El 21 de enero del año 21 del siglo 21 (tres veces 21), –una fecha que algunos ven especialmente significativa, debido a que Lejeune fue el descubridor de la trisomía 21, causa del síndrome de Down–, el Papa Francisco aceptó la promulgación del decreto que reconoce el carácter heroico de las virtudes de Jerome Lejeune.
Rafael Miner·7 de julio de 2022·Tiempo de lectura: 10minutos
El médico francés Jérôme Lejeune, considerado padre de la genética moderna, es Venerable en la Iglesia católica. Las normas litúrgicas no permiten dar culto a los siervos de Dios declarados Venerables, pero desde el momento de la declaración han de cesar los sufragios por su alma, puesto que la Santa Sede ha juzgado que vivió en grado heroico las virtudes cristianas.
El 21 de enero del año 21 del siglo 21 (tres veces 21), –una fecha que algunos ven especialmente significativa, debido a que Lejeune fue el descubridor de la trisomía 21, causa del síndrome de Down–, el Papa Francisco aceptó la promulgación del decreto que reconoce el carácter heroico de las virtudes de Jerome Lejeune.
Antes había tenido lugar el voto positivo de la Comisión de teólogos, y posteriormente el de los obispos y cardenales de la Congregación para las Causas de los Santos, que preside el cardenal Marcello Semeraro desde octubre del año pasado. Para su beatificación, ya sólo falta un milagro, es decir, un hecho no explicable por causas naturales y que se atribuye a su intercesión. La mayoría son de naturaleza médica, y en cualquier caso debe ser físico, según las normas de la Iglesia.
La Asociación de Amigos de Lejeune, promotora de un proceso que se inició el 28 de junio de 2007 por el entonces arzobispo de París, cardenal Vingt-Trois, manifestó su alegría por este “paso decisivo hacia la beatificación” de Lejeune. Y añadió que es también “una inmensa alegría para todos los que, en el mundo, siguen su luminoso ejemplo, dedicándose al servicio de los enfermos y de la vida, con amor incondicional. ¡Y también para los apasionados por la verdad”.
Jean Marie Le Mené, presidente de la Fundación que lleva el nombre del genetista francés, ha señalado que “esta decisión constituye un gran estímulo para continuar la labor del profesor Jérôme Lejeune al servicio de la vida. ‘La calidad de una civilización se mide por el resto que tiene por los miembros más débiles’”.
La Fundación recuerda, en una nota hecha pública estas semanas, que el anuncio se produce en un contexto alarmante para el respeto a la vida en Francia, ya que la ley de bioética aún en discusión en el Parlamento objetiva y deshumaniza cada vez más al embrión, que es el miembro más joven de la especie humana”.
En efecto, “la lucha por el respeto al embrión fue permanente a lo largo de su vida en Jérôme Lejeune” ̶ recuerda la nota ̶ , una persona que fue “histórico opositor a la Ley Veil que legalizó el aborto en Francia en 1975, y que había visto la primera ley de bioética en 1994, justo antes de su muerte, como investigador y médico, que llevaría a la fertilización in vitro y a la investigación con embriones”.
Sintonía con san Juan Pablo II
El genetista francés fue el primer presidente la Pontificia Academia para la Vida, designado por san Juan Pablo II, y la Fundación subraya que la Iglesia católica reconoce de este modo “a un hombre de ciencia excepcional, que puso su inteligencia, su talento y su fe al servicio de la dignidad de las personas heridas por una discapacidad mental, incluidos los niños con trisomía 21”.
Pablo Siegrist Ridruejo, director de la Fundación Jérôme Lejeune en España, donde existe una delegación permanente desde 2015, es una de las voces más autorizadas para hablar del médico e investigador francés. “Lejeune es el promotor de la Academia Pontificia para la Vida a partir de su amistad con Juan Pablo II. San Juan Pablo II acelera la creación de la Academia cuando se entera del cáncer de Lejeune, que duró tres meses, y le nombra primer presidente vitalicio de la Academia. El estudio de la bioética es algo absolutamente central, nuclear, y Lejeune lo promovió muy activamente en sus charlas y en sus conferencias, y lo vivió de hecho”.
“Pienso que Lejeune es una de las personas que tenía en la cabeza el Papa Juan Pablo II cuando hablaba de los mártires del siglo XX. Y hay mucha sintonía en la vida de los dos. Eran muy amigos”, añade. “Por ejemplo, el día del atentado de Alí Agca, en 1981, el Papa venía de comer con Lejeune y su mujer. Lejeune se fue al aeropuerto, no estaba en la plaza de San Pedro, y al llegar a París, y saber del atentado, tuvo un cólico nefrítico; estuvo malísimo, y luego ya se recuperó. Hay muchos momentos en que se aprecia una gran sintonía entre estos dos santos”, comenta Pablo Siegrist.
Pionero de la genética moderna
Siegrist se define como “un apasionado de Lejeune”, así que no hay que tirarle mucho de la lengua. “Aquí hay una cátedra de Bioética, cuya directora es Mónica López Barahona, y yo dirijo la Fundación, que tiene tres ramas, fundamentalmente: atención médica, investigación y toda la parte de defensa de la vida”, explica. Pero “para entender la fundación en profundidad hay que conocer a Lejeune, porque la fundación lo único que persigue es continuar la obra de Lejeune”.
A su juicio, “es indudable que Lejeune es el padre de la genética moderna, la genética que tiene consecuencias en la vida concreta. El primero que descubrió eso y que encontró un camino de investigación y de eventual tratamiento de patologías diversas, es Jérôme Lejeune. Porque la primera anomalía cromosómica que se detecta es la trisomía del par 21, en 1958. Lejeune describe luego otros síndromes genéticos, y se dedica toda su vida a trabajar en eso”.
Lo más valioso: su mirada sobre la persona
“Ahora bien, si vamos más al fondo, a lo que representa para la humanidad, más allá de esto, que es muy útil y muy valioso, lo verdaderamente valioso de Lejeune es su mirada sobre la persona”.
Es decir, el descubrimiento de Lejeune llega en un contexto, explica Siegrist, en el que las personas con síndrome de Down , que tenían una esperanza de vida media de 10-12 años, “se pensaba que eran fruto de relaciones sexuales ilícitas. Había una especie de leyenda urbana de que el síndrome de Down venía de la sífilis. Se miraba con sospecha a las madres que tenían hijos con síndrome de Down. Se les llamaba mongólicos, o subnormales aquí en España. Había toda una mirada sobre ellos como el tonto del pueblo”.
“Y sin embargo”, prosigue, “lo que se destaca permanentemente en los testimonios de las familias que le trataron, es, casi con palabras textuales: ‘él me hizo ver a mi hijo Fulanito, no un síndrome’. Podría decirse que Lejeune rehabilita a las personas con síndrome de Down, a los trisómicos, según numerosos testimonios de aquella época (él descubre la trisomía en el año 58)”.
Hasta tal punto es así, que Lejeune “renombra el síndrome de Down, aunque esto no ha calado en otras lenguas, pero en Francia, para referirse a una persona con síndrome de Down, se habla de una persona trisómica. Él dice: esta persona no es un síndrome; esta persona porta una trisomía en el par cromosómico 21”.
Devuelve su humanidad a los trisómicos, a los embriones…
En el fondo, podría decirse que Jérôme Lejeune “devuelve su humanidad y su dignidad a estas personas, y ahí reconforta y transforma la mirada de los padres y del entorno de estas personas. Para mí, esto es el núcleo de Lejeune, tener esa comprensión tan clara de lo que son sus pacientes: hay fotos que son preciosas, en las que se ve a Lejeune entablando un diálogo de miradas con el paciente, que es impresionante verlo”.
Precisamente por tener esa comprensión clara de que “su paciente es una persona, sujeto digno del máximo reconocimiento y sujeto de derechos, por eso se deja la vida, por defender al embrión con síndrome de Down”, señala Siegrist. “Porque su planteamiento es: aquí, antes que nada, hay una persona, que merece todas las reverencias”.
Eso le lleva a él a perder toda sus grandezas y reconocimientos humanos. “Están registrados testimonios en los que se recoge que no se le dio el Premio Nobel para no darle demasiado poder político. Él lo que tiene es una convicción tan profunda de que está delante de un hijo de Dios, que al final todo lo demás enmudece. Es verdad que no lo expresa en estos términos, aunque en algunas conferencias sí, cuando habla a un público católico. Pero si no, él habla siempre desde la ciencia. Se aprecia ahí una coherencia vital aplastante. Esta es la clave para entender a Lejeune”.
No se quedó al margen del debate público
Madame Birthe Lejeune, mujer de Jeróme, vivió todos los avatares de su marido, y antes de fallecer en mayo del año pasado, con 92 años, fue evocando anécdotas de vida, también en alguna visita a España.
“Madame Lejeune me contó el momento preciso en el que toma conciencia de que no puede quedarse al margen del debate público”, narra Pablo Siegrist. “Porque él era un genetista, y se define a sí mismo como un médico. Su aspiración en la vida era ser un médico de pueblo, y así está recogido en alguna carta a su mujer cuando eran novios: yo te ofrezco simplemente la vida sencilla de un médico de pueblo. Luego, él va a hacer unas prácticas en el hospital Enfants Malades de París, con un médico, el profesor Turpin, que ya estaba trabajando sobre la pista del tema de los que llamaban mongólicos, y él se deja llevar por aquello”.
Profundamente optimista
Lejeune descubre la denominada trisomía 21 en el 58, y lo publica en enero del 59. Tiene numerosos reconocimientos en la década de los 60, pero va viendo que las sociedades médicas empiezan a promover el aborto eugenésico. Ya se podía hacer la amniocentesis, con lo que podía detectarse la anomalía cromosómica en el útero, y se podía plantear un aborto en los casos de síndrome de Down, explica Siegrist.
“De hecho, en el primer proyecto de ley de aborto, de despenalización del aborto en Francia, en el año 69, el único supuesto que se contempla es el aborto eugenésico, la única anomalía cromosómica posible de detectar es el síndrome de Down”. Esto le interpela directamente, porque él había descubierto la trisomía del par 21. “Estaba ilusionadísimo, porque piensa que en el momento en que está descubierta la causa, estamos en el camino de encontrar la solución. Y él era profundamente optimista. Estaba convencido de que encontraríamos una solución al drama de la discapacidad intelectual. En esa época, durante la tramitación del proyecto de ley, empieza a haber debates públicos televisivos, era mayo del 68…”
Un debate en televisión, “me tienes que defender”
“Y tuvo lugar un debate en televisión en el que una feminista muy agresiva comenzó a decir que estos seres son monstruos, y que hay que erradicarlos de la sociedad. Al día siguiente, él está en consulta y llega un chico de unos doce años con sus padres, muy excitado y nervioso tras haber visto el debate, y le dice: doctor, doctor, tú eres mi médico, me quieren matar, me tienes que defender”.
Lejeune pasó la mañana rumiando la petición del niño, y cuando llegó a casa a comer con su mujer, le dijo: “mira lo que me ha pasado, voy a tener que dar un paso al frente en la defensa de mis pacientes”. Esa misma tarde reunió al equipo en el laboratorio, porque no paraba de investigar, y les dice que eso no lo puede consentir, porque están atacando a sus pacientes (él ve al embrión con síndrome de Down como su paciente), y se la va a jugar, y el que quiera, que se vaya.
Siegrist lo cuenta como si lo estuviera oyendo a la señora Lejeune. “Su marido va a poner en juego todo, y es consciente de lo que viene, ya en el año 69. Y de hecho vino. Lo que vino fue el exterminio. No hay casos en muchas zonas de nacimientos de niños con síndrome de Down. Son raros de ver”.
Tiene razón. “Down España nos decía el año pasado que estimaba que el aborto eugenésico se estaba dando en más de un 96 por ciento de los casos en los que se diagnostica síndrome de Down”, revela. “Lo dramático es que hemos extendido una mentalidad social y una cultura, como decía el Papa Francisco, del descarte total. Directamente, no aceptamos que otros dejen nacer a estas personas, que ya es el colmo de los colmos”.
En una reciente conferencia, el profesor Agustín Huete (Salamanca) y la doctoranda Mónica Otaola señalaron que “en ningún lugar del mundo ha habido un descenso de la natalidad de las personas con síndrome de Down tan grande como en España”, aunque los datos son difíciles de encontrar y a veces son incompletos (ver sindromedown.net).
Se moviliza…
Retomamos a Lejeune. A partir de su decisión, el genetista francés comienza una movilización.“Si han podido ver algunos videos, él no pierde los nervios, es muy afable, siempre reconoce en primer lugar a la persona que tiene delante, aunque fueran realmente adversarios en el plano de las ideas, Realizan una campaña en la que acaba siendo el líder sin quererlo, porque él no quería ser un activista, él era un médico, pero reúne a miles de médicos recogiendo firmas en Francia, políticos, juristas. En realidad, su campaña tumba el primer proyecto de ley del aborto en Francia. Y si no hubiera muerto De Gaulle ni hubiera habido la ley de Simone Veil, quizá otro gallo hubiera cantado”.
… pero le boicotean
Hay un momento en el que ya no le invitan a los debates en televisión. Porque saben que es demasiado bueno. Y le quitan de los focos. A partir de ahí comienza una batalla directa contra su persona. “En aquellos años, grupos marxistas y feministas comienzan a dinamitar conferencias. Hubo una conferencia sobre el embrión, estoy hablando de memoria, y Lejeune explicaba que el embrión, desde el punto de vista genético, es un nuevo ser humano, con un patrimonio genético diferenciado, y un programa de vida autónomo desde el momento en que acaba el proceso de fecundación. Y en esa conferencia, dos o tres, ubicados en distintas partes de la sala, empiezan a gritar, le lanzan un hígado como si fuese un feto, y entonces él, con mucha tranquilidad, dice: señores, los que quieran seguir la conferencia vámonos fuera, Salen todos y se quedan tres o cuatro personas dentro”.
Se juega el Nobel
Pablo Siegrist asegura que Lejenue era consciente de que se estaba jugando el Nobel de Medicina. “Él era muy templado, no buscaba enfrentamientos. Pero tiene claro que lo que tiene que defender, lo va a defender hasta el final”, explica. “Y si se juega el Nobel, se lo juega”.
En agosto de 1969, la Sociedad Americana de Genética concedió a Lejeune el premio William Allen Memorial Award, y pronunció una conferencia en la que afirma que el mensaje cromosósico indica la pertenencia a la especie humana, y está presente y completo desde sus primeras células; un embrión es un ser humano a proteger. Desde que llegó a san Francisco, percibe que se considera la posibilidad de dar vía libre al aborto de los embriones con síndrome de Down. En su discurso, defiende la dignidad y belleza de la vida de estas personas, y llama a la responsabilidad de médicos y científicos. En una carta a su mujer, desde el avión, le dice: hoy he perdido el Nobel”.
Profesionales médicos: defensa de los más vulnerables
La conversación con Pablo Siegrist va concluyendo. Quedan muchas cuestiones en el tintero, pero sólo abordamos una. ¿Qué pueden aprender los profesionales sanitarios del testimonio de Lejeune?
“De entrada, intentar adquirir esa mirada del paciente como persona, De hecho, en el plano médico, el paciente como persona tiene muchas implicaciones, no sólo relacionadas con el origen de la vida. El paciente como persona digna de todo respeto cuando se sienta conmigo y tengo sólo 5 minutos en agenda porque luego tengo al siguiente paciente”.
Esto, naturalmente, tiene consecuencias. Siegrist desgrana algunas. “Eso debería llevar a la máxima honradez y coherencia. Y esto es un pensamiento mío, subjetivo”, aclara. “Vemos hoy cómo se ha extendido de una manera tan dramática el aborto en todas las sociedades occidentales. Los médicos, en un momento dado, han cerrado los ojos. Los médicos saben perfectamente si un feto es un ser humano, ellos saben del sufrimiento fetal. Un médico, cuando practica un aborto, sabe en su fuero interno que está liquidando una vida. Hay un momento en que ha cerrado los ojos y se ha dicho a sí mismo: no lo voy a pensar. Por eso sigue”.
No cabe la eutanasia
“Entonces, en ese momento quiebra el juramento hipocrático, que era lo que le movía a Lejeune. Él argumentaba desde ahí, no desde la fe. No necesitaba la fe como medio de conocimiento. El se mantenía en ese plano científico”, señala Pablo Siegrist.
Siguiendo el hilo argumental, diría: “Si yo sé que mi paciente es un ser humano, no le puedo proveer la muerte, porque estoy aquí para ayudarle a vivir bien, no a morir. Entonces, no cabe la eutanasia. Si yo sé que mi paciente es un ser humano, me da igual si tiene discapacidad intelectual o no, le voy a dedicar todo el tiempo que necesita.
Y no voy a pensar: como tiene discapacidad intelectual no se va a quejar; como tiene autismo, no se va a quejar. Me da igual si sufre, no le voy a aplicar técnicas para aliviar el sufrimiento… O como tiene una parálisis cerebral, le trato con brutalidad. O no hablo de determinada manera delante de un paciente que está en coma…”.
En definitiva, “es una coherencia de la práctica médica, y de la práctica de vida, que Lejeune tenía perfectamente integrada en su vida, y que desgraciadamente en muchos casos la sociedad está animando a muchos médicos a perder. Es cuando se deshumaniza la práctica de la medicina”.
«Ánimo: ¡haz tú lo mismo!». XV domingo del Tiempo ordinario
Andrea Mardegan comenta las lecturas del XV domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.
Andrea Mardegan·7 de julio de 2022·Tiempo de lectura: 2minutos
Moisés dice al pueblo que es posible convertirse de todo corazón a Dios y cumplir sus preceptos. El Salmo 18 acompaña esta certeza proclamando que los preceptos de Dios son rectos y alegran el corazón.
El himno a los Colosenses nos dice que Jesús “es la imagen del Dios invisible”, que “todo fue creado por él y para él”, que “él es anterior a todo”, “Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia”.
Por eso también lo que manda Jesús tiene el valor de los preceptos de Dios, que pueden ser observados. Así, el maestro de la ley que habla con Jesús puede poner en práctica lo que Jesús le dice: “Anda y haz tú lo mismo”. Puedes vivir tú también como el samaritano.
Gracias, joven maestro de la ley, por tu pregunta que fue la ocasión para regalarnos la parábola del buen samaritano. Pusiste a prueba a Jesús preguntándole qué hacer para heredar la vida eterna.
Jesús te involucró en la respuesta y contestaste bien, citando tanto el mandamiento de amar a Dios como el de amar al prójimo. Pero eso no te bastó y sacaste a relucir el capcioso debate rabínico sobre quién debe ser considerado prójimo para ser amado. Una pregunta a la que tus colegas daban respuestas muy restrictivas.
Jesús, para dejar una enseñanza imperecedera y lograr erradicar conceptos erróneos, te respondió contándote una historia. Al final de la cual cambió totalmente tu pregunta. No añadió nuevas categorías a su lista de quién es tu prójimo en el sentido pasivo: a quién entonces estarías obligado por la ley a amar. Lo cambia todo en la pregunta que te hace: ¿quién ha sido próximo, en sentido activo, del hombre herido por los ladrones? Has seguido el relato de Jesús, has cambiado tu perspectiva con su pregunta. “El que practicó la misericordia con él”. Has contestado bien, aunque no te hayas atrevido a llamarlo con su nombre: ha sido el samaritano, el hereje, el infiel, el que no vive la Ley.
Miró al hombre herido; tuvo compasión; se acercó. No lo detuvo el peligro de la sangre que lo haría impuro según la ley. Le dio ayuda: aceite y vino, medicinas y sacramentos. No temía que su caballo se manchara de sangre, volviéndose impuro. Cambió sus planes de viaje. Pidió ayuda al posadero: no podía solo. No se fue enseguida a sus negocios y a su familia: se detuvo a prestarle los primeros auxilios, a tranquilizarle con sus palabras, a cambiarle las vendas con ternura. Solo después pidió al posadero que se ocupara: le pagó y le pagará.
El posadero también fue próximo del herido. Ahora, maestro de la ley, destruye la lista de quién es tu prójimo, tu horizonte se ha vuelto universal: con todos podrás actuar como el samaritano y el posadero, especialmente con los más necesitados. Ánimo: ¡haz tú lo mismo!
La homilía sobre las lecturas del domingo XV
El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.
Primer plano de un párroco veterano, Enrique Meyer, en una ciudad de Paraguay. El número de feligreses o las dificultades de la pandemia no disminuyen la energía de este sacerdote.
Federico Mernes·6 de julio de 2022·Tiempo de lectura: 2minutos
Llegando a la ciudad de Luque, a 10 km de la capital, veo un cartel que dice: La patrona de la economía familiar es la Virgen del Rosario. Llego quince minutos a mi entrevista en la parroquia. Voy a la capilla de adoración, hay cuatro personas, dos mujeres y dos hombres de mediana edad.
Me recibe el padre Enrique Meyer, de 81 años y cincuenta y tres de sacerdocio. Al llegar me dice que el nuevo arzobispo le dio dos encargos en la Arquidiócesis. Además de todo lo que tiene es Decano de las parroquias del Decanato. Se lo ve muy tranquilo detrás de su escritorio. Es el rector y párroco del Santuario Virgen del Rosario y le ayuda un vicario cooperador. Tiene un mapa de todo el territorio. El suyo alcanza aproximadamente cien mil habitantes. Comprende además treinta y seis capillas en las que le ayudan otros seis sacerdotes que están destinados en otras parroquias cercanas. En las capillas tienen misa tres veces al mes. En el santuario todos los días y el domingo cuatro misas. A las misas diarias vienen unas cuatrocientas personas.
Sacramentos
Cuenta que atienden a mil niños para la primera comunión a quienes hay que confesa, pero la ceremonia la hacen en las capillas. Comenta que tiene que haber una mejor distribución de sacerdotes. La parroquia se divide en cuatro zonas pastorales. Además, tienen treinta y nueve territorios sociales que llaman asentamientos: allí se hacen misiones. Son territorios de gente que ha migrado y se ha establecido en terrenos municipales o propiedades privadas, donde no tienen título. Allí se comienza a dar catequesis y administrar sacramentos. No fue fácil entrar. Se está hablando con las familias para intentar regularizar su situación.
Recursos
Durante la pandemia se dio comida a siete mil personas diariamente, todo un año, en veintitrés comedores populares. Dice que “gracias a eso no hubo un estallido social”.
Le pregunto como anda la administración y me dice sonriendo: “no tenemos problemas económicos”. Me muestra la revista mensual que tiene una tirada de mil ejemplares donde informa, entre otras cosas, de la situación económica. Vemos que tiene como superávit 35.000 Us., gracias a la colecta de la misa. Le digo que no en vano su apellido es de origen judío. Y es que además estuvo al frente de la administración económica de la Arquidiócesis durante treinta años.
Hace mención a un sacerdote de comienzo del siglo pasado: Pantaleón García, quien construyó el templo, fundó el club de fútbol que se llama Sportivo Luqueño, que juega en primera. Unió a todo el pueblo y hasta hoy es considerado un héroe.
Menciona que ahora se acaba de crear una radio comunitaria. Con orgullo dice que ahora por internet está abierto a todo el mundo. Además, Luque es una ciudad profamilia y provida por decreto de la Municipalidad. Me dice que la gente de aquí es fanática de su club de fútbol y de la Virgen del Rosario.
Otro servicio que ofrece es el de diez psicólogos que atienden gratuitamente a cualquiera que necesite ayuda. Al terminar le pregunto qué remedios toma, y me dice que tres pastillas y una más día de por medio.
Historias de judíos en el Archivo Apostólico Vaticano
El Papa Francisco ha abierto en junio de 2022 el archivo "judío", que contiene la documentación con las peticiones de ayuda que llegaron a Pío XII por parte de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
Stefano Grossi Gondi·6 de julio de 2022·Tiempo de lectura: 4minutos
Durante siglos se le ha llamado Archivo Secreto Vaticano y fue creado por Pablo V el 31 de enero de 1612. El Papa Francisco le cambió el nombre en 2019: ahora se llama más simplemente Archivo Apostólico Vaticano. La palabra “secreto” procede del adjetivo latino “secretum” (de secernere, que significa separar, distinguir, reservar). Con ella se distinguía el archivo del Papa como separado de los demás y reservado al uso del pontífice y de los funcionarios por él nombrados. El cambio es sólo nominal, porque la intención del Papa era eliminar cualquier posible malentendido sobre las intenciones de la Iglesia, todas ellas encaminadas a la transparencia, sin ningún deseo de ocultar o malinterpretar.
Nueva sede
La cantidad de documentos es inmensa, porque se refieren a varios siglos de actividad, más larga que la de cualquier nación del mundo. En el siglo XX, el Papa Pablo VI quiso que se construyera un nuevo Archivo bajo el Cortile della Pigna. Se trata de un inmenso búnker subterráneo con 85 kilómetros de estanterías que lo convierten en la mayor base de datos históricos del mundo.
El patrimonio documental conservado en sus vastos depósitos abarca un lapso cronológico de los últimos doce siglos, y consta de más de 600 fondos de archivo. Aunque no es el mayor archivo del mundo en cuanto a cantidad, sí lo es en cuanto a geografía, ya que abarca todos los continentes y todos los estados en los que está presente la Iglesia católica.
El archivo judío
Tras el trabajo de ordenación de periodos históricos completos, los archivos de esa época se pondrán a disposición del público en su totalidad. Un ejemplo es el relativo a las actividades de Pío XII, que ha despertado mucho interés y curiosidad por su actuación durante la Segunda Guerra Mundial.
Recientemente se ha publicado en internet la serie «judía» del Archivo Histórico de la Secretaría de Estado. Se pueden consultar un total de 170 volúmenes, equivalentes a casi 40.000 expedientes. Inicialmente estará disponible el 70% del material total, que posteriormente se completará con los últimos volúmenes en curso.
Durante la guerra hubo miles de peticiones de ayuda dirigidas al Papa por judíos de todas las edades. Por ejemplo, se menciona cómo le fue a un joven estudiante alemán, Werner Barasch. El lector espera un final feliz, imaginando su liberación del campo de concentración y su intento exitoso de reunirse con su madre en el extranjero. En este caso concreto, nuestro deseo se ha cumplido: si se buscan recursos en Internet, se encontrarán rastros de él en 2001. No sólo existe una autobiografía que relata sus memorias como «superviviente», sino que entre las colecciones en línea del Museo Conmemorativo del Holocausto de Estados Unidos hay incluso una larga entrevista en vídeo, en la que el propio Werner Barasch cuenta su increíble historia a los 82 años.
El archivo «judío» es, por tanto, un patrimonio precioso, ya que recoge las peticiones de ayuda enviadas al Papa Pío XII por los judíos, bautizados y no bautizados, tras el inicio de la persecución nazi-fascista.
Casi 3000 expedientes
A instancias del Papa Francisco, este patrimonio es ahora fácilmente accesible para todo el mundo. La primera parte de este archivo sobre los judíos (1939-1948) ya estaba disponible para su consulta por parte de estudiosos de todo el mundo desde el 2 de marzo de 2020, en la sala de lectura del Archivo Histórico.
La entonces Sagrada Congregación para Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios, equivalente a un Ministerio de Asuntos Exteriores, encomendó a un minucioso diplomático (monseñor Angelo Dell’Acqua) la tarea de atender las peticiones de socorro que llegaban al Papa desde toda Europa, con el fin de prestar toda la ayuda posible. Las peticiones podían ser de visados o pasaportes para expatriación, refugio, reunificación con un familiar, liberación de la detención, traslado de un campo de concentración a otro, noticias sobre una persona deportada, suministro de alimentos o ropa, apoyo financiero, apoyo espiritual y más.
Cada una de estas solicitudes constituía un expediente que, una vez procesado, estaba destinado a ser conservado en una serie documental llamada «Judíos». Hay más de 2.700 expedientes, que contienen solicitudes de ayuda casi siempre destinadas a familias o grupos de personas enteras. Miles de personas perseguidas por su pertenencia a la religión judía, o por una mera ascendencia «no aria», acudieron al Vaticano sabiendo que otros habían recibido ayuda, como escribe el propio joven Werner Barasch.
Las peticiones llegaron a la Secretaría de Estado, donde se activaron los canales diplomáticos para intentar prestar toda la ayuda posible, teniendo en cuenta la complejidad de la situación política a escala mundial.
La lista Pacelli
Después de que el pontificado de Pío XII se abriera a la consulta en 2020, esta lista particular de nombres se denominó «lista Pacelli» (es decir, del Papa Pío XII), haciéndose eco de la conocida «lista Schindler». Aunque los dos casos son diferentes, la analogía plasma perfectamente la idea de cómo, en los pasillos de la institución al servicio del pontífice, se hacían incesantes esfuerzos para proporcionar a los judíos una ayuda concreta.
A partir de junio de 2022, en el sitio web del Archivo Histórico de la Secretaría de Estado -Sección de Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales-, la serie de los judíos estará disponible en Internet en una versión virtual, de libre acceso para todos.
Además de la fotocopia de cada documento individual, se pondrá a disposición un archivo con el inventario analítico de la serie, en el que se han transcrito todos los nombres de los beneficiarios de las ayudas que se encuentran en los documentos.
Accesible a los familiares
Como en el caso de la solicitud del joven Werner Barasch, la mayoría de los más de 2.700 expedientes que llegaron a la Secretaría de Estado, y que hoy nos cuentan tantas historias de huida de la persecución racial, nos dejan con la boca abierta, aunque no siempre se dispone de fuentes con más información. La digitalización de toda la serie judía disponible en Internet permitirá a los descendientes de quienes solicitaron ayuda buscar rastros de sus seres queridos en todo el mundo. Al mismo tiempo, permitirá a los estudiosos y a cualquier persona interesada examinar este especial patrimonio archivístico de forma libre y a distancia.
Los objetivos de la Iglesia son hacer aún más accesibles los documentos de su historia centenaria, aprovechando los avances tecnológicos que hacen todo más accesible a través de la digitalización. Cada año, este archivo acoge a unos 1.200 becarios procedentes de unos 60 países de todo el mundo. La apertura deseada por el Papa Francisco extiende la posibilidad de consultar y estudiar los documentos hasta el 9 de octubre de 1958, día de la muerte del Papa Pío XII.
Gabriella Gambino: ‘It’s important not to leave families on their own’
2000 people from 120 countries around the world took part in the 10th World Meeting of Families in Rome, with the theme ‘Family Love: A Vocation and a Path to Holiness’.
Leticia Sánchez de León·5 de julio de 2022·Tiempo de lectura: 4minutos
Translated by Charles Connolly
The 10th World Meeting of Families, which took place in Rome (June 22-26), was an oasis of hope for the family and a glimpse of optimism for the future. About two thousand delegates chosen by the Bishops’ Conferences, the Synods of the Oriental Churches and international ecclesial entities traveled to Rome to participate in the meeting.
Formation and accompaniment seem to be the key words of this year’s meeting. Pope Francis wanted it to serve as the culmination of the Amoris Lætitia Year of the Family proclaimed by him just one year ago.
We have been hearing for some time that preparation for marriage is essential, with special insistence on the importance of remote preparation. At the same time, being born into a Christian family and having more or less established family values does not guarantee marital success. Marriages that experience difficulties and often end up breaking up are not only those of non-believers, but of people who could be said to belong to the Church.
Gabriella Gambino is the undersecretary at the Dicastery for the Laity, Family and Life and main organizer of the event. She explains to Omnes some of the key ideas present in this World Meeting of Families.
Isn’t it enough to know the theory about marriage and the couple’s relationship for a marriage to last? Do you think we need to make young people more aware of the need to prepare themselves for this new adventure?
I think that an essential point in preparing for marriage is to be able to listen to the witness of other married couples who are already living married life. They know the difficulties involved and they’ve also learned strategies to take advantage of the grace of the sacrament of matrimony. The Christian sacrament marks the difference between a civil marriage and a canonical one: only in one is the presence of Christ found between the spouses. Before marriage, no one experiences this presence. It’s something beautiful, a gift, that can only be experienced in marriage itself.
But you have to form oneself for it as engaged couples, placing Christ at the center of your lives. We must know how to listen and learn to grasp with precision the signs of his presence in our concrete daily life, in the simplest things. If you don’t learn to do this from an early age, with a remote preparation for marriage and then a gradual preparation to lead you gradually to the sacrament, it’s hard to learn to do it later on and all at once. Remote preparation makes it possible for young people to find faith and to learn to recognize Christ already during courtship.
For this, the Dicastery for the Laity, Family and Life has recently published Catechumenal Itineraries for Married Life. These pastoral guidelines for the particular Churches are intended as a kind of preparation for marriage; even though many journalists have labeled the document as a ‘memorandum of sexual morality.’
Itineraries is a fundamental tool for rethinking the entire pastoral care of vocations in the Church. It is essential to accompany children in understanding the beauty of marriage and the family, for they are a gift within the Church. And parents must be helped to accompany their children in this discovery because they can’t do it alone. Today the family faces many challenges: smartphones, fast and unlimited access to the Internet and so on. Often models of life are being put forward that are completely different from what parents expect for their children, starting with the vision of affectivity and sexuality.
The purpose of Itineraries is to put parents on a path early on, to really help them cultivate values such as chastity, because such values serve to protect children in their ability to prepare themselves for total love, lasting a lifetime. And today it’s very important not to leave families to tread this path alone.
Another of the topics discussed at the congress was that of the education of young people in affectivity and sexuality. There are many parents who still view these topics as taboo subjects, very superficially. Do you think there has been a change in outlook? Are the new generations less afraid to discuss these topics with their children or with their friends?
The subject of sexuality is a complex one within the family. Certainly, today, young people are being tried and challenged by the many messages they’re receiving from a complex world. Parents need to be well trained in these areas. They have to keep up with the times by developing greater relational or empathic skills, and by dialoguing with their children on these issues, right from childhood and adolescence into adulthood.
The way we talk to our younger children about affectivity and sexuality won’t be the same as when they’re sixteen or seventeen years old. But when that time comes, it will be very important to have begun a dialogue with them from a young age, and to keep that dialogue open. This will allow us to address these issues and the questions they come up with later on: otherwise they can become a source of interior anxieties. Because nowadays, young people are forced to undergo very intense experiences early on, that mark their later human and spiritual life.
What difference does it make to learn these things at home, in the family, from watching their parents’ example, rather than to learn them outside, perhaps through cell phones or other devices in general?
They need to receive values at home if they are to know how to make better use of what they read on the Internet or what they find around them, in their own environment. From experience, we know that, if children have reading tools—critical tools to be able to observe the reality around them, and also to evaluate it intelligently—they are able to dialogue with this reality calmly.
In a certain sense, we’ve lost the certainty that God blesses marriage and gives spouses the grace to face all the difficulties they will encounter along the way. How can the sacramental value of marriage be revitalized?
First of all, with the witness of other spouses who live this grace and who can attest to its presence. Young people need to see, they need real testimonies: nothing is more convincing than a testimony. Secondly, we must accompany engaged couples and spouses, so that they learn to pray together. It’s only praying together that really makes the presence of Christ alive among them. It’s different from praying separately; and it has a very different effect on the couple, on the unitive dimension of their marriage. This is an aspect we have to work on a lot so that, especially in communities, in parishes, spouses are really accompanied when they pray together.
El autorLeticia Sánchez de León
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Liturgia al son de tambores: el rito Zairé y la Amazonia
Siguiendo las propuestas del Concilio Vaticano II, el Papa Francisco propone que la buena experiencia de la inculturación del rito zairé se extienda a otras comunidades cristianas.
Leticia Sánchez de León·5 de julio de 2022·Tiempo de lectura: 4minutos
El 1 de diciembre de 2021 la Librería Editrice Vaticana publicó el volumen “El papa Francisco y el Misal Romano para las Diócesis del Zaire», justo un año después de la Eucaristía presidida por el Pontífice en rito Zairé (propio de la région del Congo), en la Basílica de San Pedro. El Papa mandó un vídeo mensaje para unirse a la presentación del libro, que lleva además un prefacio escrito por él mismo.
La inculturación de la liturgia
Con tantas iniciativas en curso, y tantos desafíos que afronta la Iglesia hoy, la pregunta es obvia: ¿Por qué da el Papa tanta importancia a un libro sobre liturgia congolesa? En un vídeo mensaje, el Papa Francisco señala la razón principal de la publicación: “El significado espiritual y eclesial y el propósito pastoral de la celebración eucarística del rito congolés están a la base de la creación de este volumen”. Además, en el prefacio del libro añade: “El proceso de inculturación litúrgica en el Congo es una invitación a realzar los diferentes dones del Espíritu Santo, que son una riqueza para toda la humanidad».
El Papa Francisco, que ha tocado y vivido en primera persona la piedad y la religiosidad popular durante su etapa como arzobispo de Buenos Aires, ve claramente la necesidad de una liturgia que esté metida de lleno en la sociedad, para que el pueblo haga suya la celebración de los sacramentos, sellos indelebles de la gracia. Y todo esto, no es una invención suya.
Lo cierto es que la inculturación de la liturgia no es una cuestión que ha surgido a raíz del Sínodo para la Amazonía o con el pontificado de Francisco. Durante los trabajos del Concilio Vaticano II, se proponían “normas para la adaptación al carácter y las tradiciones de varios pueblos». En este sentido, el rito zairé o congolés, es el primer y único rito inculturado de la Iglesia Latina aprobado tras el Concilio y -como sigue diciendo el Papa en el vídeo mensaje- la experiencia de ese rito en la celebración de la misa “puede servir de ejemplo y modelo para otras culturas”.
La inculturación de la liturgia y continuidad con el misal romano
El número 125 del Instrumentum Laboris del Sínodo para la Amazonía (realizado del 6 al 27 de octubre de 2019) en su número 125 dice: “La celebración de la fe debe realizarse de manera inculturada para que sea expresión de la propia experiencia religiosa y vínculo de comunión de la comunidad que celebra.”
«Una cultura que vibra, una espiritualidad animada por cantos con ritmo africano, el sonido de los tambores, movimientos corporales y nuevos colores… todo ello es necesario para que la celebración esté viva y cumpla con su objetivo evangelizador», explica el Papa. Quizá para los católicos occidentales podría parecer demasiado novedoso e incluso irreverente, pero no para los congoleses. Para ellos son familiares esos colores y los diferentes lenguajes, conocen los movimientos y danzas, y los cantos forman parte del día a día de sus celebraciones. La Iglesia lo que propone es plasmar esas costumbres celebrativas originarias de los diferentes pueblos en la liturgia; usos y costumbres que ya existían y que están, de hecho, bien asentadas en las comunidades, a fin que esa liturgia responda mejor a su espiritualidad originaria, para que las celebraciones sean fuente y culmen de su vida cristiana y estén ligados a la vez a sus luchas, sufrimientos y alegrías.
Como es lógico, esta “inculturación de la liturgia” no se hace para todas las culturas de modo genérico sino que debe tocar “el mundo cultural de la gente». Para ello se necesita un “proceso de discernimiento respecto a los ritos, símbolos y estilos celebrativos de las culturas indígenas en contacto con la naturaleza que necesitan ser asumidos en el ritual litúrgico y sacramental”. Dicho proceso lleva a separar el verdadero sentido del símbolo que trasciende lo meramente estético y folclórico. Especial importancia tiene, sin embargo, la inclusión en la celebración de la propia música y danza, y las vestimentas autóctonas, propias de cada comunidad y en comunión con la naturaleza.
Un asunto que viene de lejos
En el texto programático de su pontificado, la exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, el Papa habla precisamente de la conveniencia de llegar a las diferentes culturas con su lenguaje propio. Se exhorta a superar la rigidez de una disciplina que excluye y aleja, por una sensibilidad pastoral que acompaña e integra”, porque «el cristianismo no tiene un modelo cultural único». Éste, manteniéndose “en total fidelidad al anuncio del Evangelio y a la tradición eclesial, traerá también el rostro de las numerosas culturas y pueblos en los que es acogido y enraizado». De hecho, el rito romano sigue siendo el rito mayoritario de los fieles cristianos desde que el papa San Pío V obligara al uso del mismo excepto donde preexistiera una costumbre diferente de un rito particular de, al menos, doscientos años de antigüedad celebrado ininterrumpidamente.
En este sentido, el caso del rito zairé bien puede ser un paso más hacia nuevos caminos y procesos de discernimiento litúrgicos donde se puedan tener en cuenta las diferentes especificidades de cada comunidad, inserta en una cultura, con sus lenguajes y símbolos propios, sin alterar la naturaleza del Misal Romano, que garantiza la continuidad con la antigua y universal tradición de la Iglesia.
Una invitación transversal
Bien podría pensarse que no resulta novedosa en sí la publicación del citado volumen, ya que el misal romano que contiene el rito zairé fue aprobado en 1988 por la Congregación para el Culto Divino y el rito viene utilizándose desde entonces en la región de la República Democrática del Congo. Sin embargo, la clave de lectura no es la publicación o la presentación del libro sino la invitación del Papa a trabajar en este ámbito: el Papa habla del rito congolés como “un rito prometedor para otras culturas”, con un objetivo, sobre todo pastoral, y de acompañamiento de las comunidades que están pidiendo ese reconocimiento de su espiritualidad propia. El Pontífice recuerda que “el Concilio Vaticano II ya había pedido este esfuerzo de inculturación de la liturgia en los pueblos indígenas y, aunque aún se ha avanzado poco». Así pues, el Papa realiza un llamamiento que es transversal -a las diferentes comunidades y asociaciones locales y, sobre todo, a las Conferencias Episcopales,- en esta dirección.
Navarro-Valls: «Joaquín dejó preparadas para su publicación una buena parte de sus recuerdos de Juan Pablo II»
Rafael Navarro-Valls es catedrático emérito de la Universidad Complutense. Acaba de publicar De la Casa Blanca a la Santa Sede, que recoge sus artículos sobre las relaciones políticas entre estas dos instituciones en los últimos años. Aprovechamos la ocasión para charlar con él de la guerra de Ucrania, la sentencia de Roe, las reformas del Vaticano, la ley de eutanasia y la publicación de las memorias de su hermano.
¿Qué le parece destacable de la nueva Constitución apostólica Predicate Evangelium y las reformasvaticanas de los últimos años?
Creo que facilitarán ser mejores testigos del Evangelio, con un mejor servicio de la Curia a toda la Iglesia, es decir, a todos los fieles, desde los obispos hasta el último bautizado en todos los rincones de la tierra. No es una reforma de la Iglesia, sino de los mecanismos que ayudan al Papa a servir a la Iglesia. Hay una restructuración de organismos para que pueda haber una mayor dinamicidad. En definitiva, facilitar que la savia de la Iglesia pueda llegar hasta la última rama seca y florezca de nuevo.
Conociendo cómo va a quedar el nuevo colegio cardenalicio y la reunión decardenales de agosto, ¿podemos empezar a dibujar un perfil del Papa del próximocónclave?
La Iglesia ha nacido universal y sigue siendo universal. Esto se manifiesta en el colegio cardenalicio. Lo que puede parecer una limitación, es a la vez un enriquecimiento. Las características de cardenales de tantos lugares forman como una armonía que se reflejará en nuevos tonos. El Espíritu Santo hará que el próximo Papa se enfrente con luces nuevas a los retos de cada época. Al final, la Iglesia es la que siempre sale enriquecida. Basta pensar en los pontificados de los últimos Papas: Juan Pablo I, Juan Pablo II, Benedicto XVI, Francisco… El Espíritu Santo no dejará de sorprendernos.
¿Cuáles son los puntos más delicados entre el Papa y el Patriarca Kiril en elcontexto de la guerra de Ucrania? ¿Cómo conjuga el Papa su papel de jefe deEstado con el de pastor ante una situación como esta?
La dificultad estriba en que ese diálogo ha de mantenerse en el ámbito de la justicia, sin entrar en valoraciones políticas de la acción política. En este sentido la Iglesia ortodoxa tiene de hecho una relación más estrecha con el régimen político. Y el diálogo entre el Papa y Kiril es complicado por esa dualidad. En cualquier caso, el Papa es pastor de almas, y se preocupa del bien de todos los hombres, y por tanto de hacerles llegar el mensaje de paz de Cristo. Que sea jefe del Estado del Vaticano es una necesidad por ser la Iglesia una sociedad que interactúa en este mundo; es como el vestido visible de una realidad y autoridad espiritual.
El Tribunal Supremo estadounidense ha revocado la antigua sentencia Roe v. Wade sobre el aborto. ¿Cuál es su opinión también sobre la reacción de Biden?
Desde un punto de vista estrictamente jurídico, Roe era una sentencia defectuosa. El Tribunal Supremo norteamericano, con su nueva sentencia, ha rectificado su postura al respecto, dejando claro que nada en la Constitución americana obliga a entender el aborto como un derecho fundamental. La supresión de la protección constitucional sobre el aborto ha dado a los Estados un control individual sobre la oportunidad y la extensión de los procedimientos de aborto. En realidad, el Tribunal Supremo vendría a dar ahora la razón, con medio siglo de retraso, a los jueces que discreparon en Roe v. Wade, los cuales afirmaron tajantemente que nada había en el texto de la Constitución que pudiera justificar la existencia de un derecho fundamental al aborto. De ahí que, sin morderse la lengua, calificaran la sentencia como un “ejercicio imprudente a irrazonable del poder de revisión constitucional”.
Respecto a la reacción de Biden animando al Congreso a que dicte una ley que recoja los aspectos que la nueva sentencia ha eliminado, me recuerda la reciente intervención de Nancy Pelosi – presidenta de la Cámara de Representantes – que ha presentado una ley como la que quiere Biden, pero que ha sido rechazada. Ante esto, el Arzobispo de San Francisco -después de varios intentos (infructuosos) de conversar con la política- ha decidido prohibir a Pelosy recibir la Comunión, lo que marca una escalada en una tensión de décadas entre la Iglesia Católica y aquellos políticos católicos partidarios del aborto.
Sigue así la posición del papa Francisco cuando hace poco se manifestaba contrario al aborto con estas duras palabras : «¿Es correcto matar una vida humana para resolver un problema?(…) ¿es correcto contratar a un sicario para resolver un problema? (…) Por eso la Iglesia es tan dura con este tema, porque si acepta esto es como aceptar el homicidio cotidiano«. Veremos la reacción del arzobispo de Washington, el cardenal Wilton D. Gregory, ante las extremas declaraciones del presidente americano.
En un mundo marcado por la comunicación, mucha gente querría saber si se van a publicar las memorias de su hermano.
Joaquín dejó preparadas para su publicación, una buena parte de sus recuerdos y vivencias durante el largo pontificado de Juan Pablo II . Ahora se han podido completar. De este modo, no creo que tarden mucho en ver la luz. De hecho alguna vez manifestaba que prefería que pasara algo de tiempo después de su muerte. Ahora que se cumple su quinto aniversario, es un momento muy apropiado.
¿Y qué destacaría del pontificado de Francisco hasta ahora?
Cada Papa en la Historia de la Iglesia se han enfrentado con problemas que han entendido prioritarios. Juan Pablo II, por ejemplo, se encontró con tres problemas importantes: en el primer mundo, con una vasta marea secularizadora; en el segundo (los países del este) intentó denodadamente enfrentarse al desafío de la fractura de los derechos humanos; en el tercero, con el hambre y el retraso tecnológico.
Por su parte Benedicto XVI , se propuso dos objetivos que persiguió con tenacidad: renovar cultural y espiritualmente al viejo continente europeo y despertar en el mayor número de países una minoría creativa, que desde su núcleo duro sirviera de palanca para la transformación antropológica de toda una civilización. Cuando fue elegido Francisco se buscaba un pastor, probablemente cercano a uno de los lugares con mayor número de católicos: Iberoamérica. Por su parte, él piensa que su objetivo es el de aplicar la Doctrina Social de la Iglesia con intensidad. Es lo que está haciendo.
Hace un tiempo se ha cumplido un año de la entrada en vigor de la ley sobre la eutanasia. Con ese motivo algunos sectores han redoblado sus críticas a los objetores de conciencia. ¿Cómo enjuicia usted la figura del personal sanitario objetor?
Desde mi punto de vista en los objetores de conciencia se observa un empeño en ser custodios de la verdad -en su sentido atemporal y objetivo- y, al tiempo, creador de una verdad futura, histórica y subjetiva.
Y es que entre conciencia y ley existe una delgada frontera en la que no es raro que se produzcan incidentes fronterizos. El problema aquí es que en algunas democracias -también en la española- esos incidentes están proliferando. Ante esta multiplicación caben dos posturas: creer que la objeción de conciencia es un vulnus a los principios democráticos o, al contrario, entender que la objeción “es un fruto maduro de la democracia, que conjuga el presente de la norma con el futuro de la profecía” (R. Bertolino).
Por lo demás, coincido con quienes entienden que cuando una mayoría renuncia a imponer su voluntad a las minorías disidentes, entonces es cuando las sociedades democráticas dan prueba no de debilidad sino de fuerza.
Antes de la pandemia, trabajando con un grupo de amigos, nos dimos cuenta de que en algunos sectores de la sociedad la Iglesia no está bien vista. Algunos por ideas equivocadas que han tenido en su formación personal, pero la mayoría por falta de conocimiento. La mejor manera de presentar un rostro más atractivo es a través del testimonio, en concreto, de la cantidad de personas que por su fe procuran vivir las obras de misericordia.
La mayoría no conoce las cosas que hacen los cristianos por el prójimo, especialmente por los más necesitados. Así que nos propusimos con un grupo de empresarios, encontrar estas iniciativas sociales, ayudarles a crecer y contar sus historias para que sean cada vez más los que se vean atraídos por esa luz. Así nació Waki Maki que en quechua significa «Dar una mano».
Vimos que deberíamos enfocarnos en emprendimientos sociales que se hayan propuesto sacar adelante proyectos en los ámbitos de la cultura de la vida y cultura del encuentro. Esto fue un reto grande pues no existe en el país una base de datos que las incluya.
Así que fue un proceso de paciencia y aprendizaje. Tuvimos reuniones de planificación con el equipo para construir de la mejor manera posible el proyecto que teníamos en mente.
Los inicios de Waki Maki
La primera actividad de Waki Maki se desarrolló en abril de 2022 y consistió en un reto, la idea fue enganchar a las iniciativas ofreciéndoles unas jornadas de capacitación y en función de lo aprendido, presentar unos documentos que explican la posible mejora de sus propios proyectos. Finalmente participar por dos premios de 5.000 dólares.
Para esto contamos con dos categorías, la primera se llamó idea, para los proyectos que estaban comenzando o que buscaban comenzar una nueva área denyto de una iniciativa que estuviera en funcionamiento.
La otra categoría se llamó crecimiento, enfocada a proyectos que ya tenían recorrido y que buscaban mejorar.
El primer paso fue realizar la convocatoria a numerosas iniciativas de labor social. Contamos con el apoyo de la Universidad Hemisferios, Asociación de Empresarios Católicos, Cáritas, y la AEI (una asociación de empresas privada muy grande de Ecuador).
Realizamos llamadas a fundaciones y ong´s y mandamos muchos correos. Además, utilizamos las redes sociales como la difusión de grupos de Whatsapp y publicaciones en Instagram y Facebook para extender la invitación a todos quienes estuviesen interesados en adquirir las herramientas para potenciar su gestión de ayuda a la comunidad.
Las inscripciones se cerraron el 6 de abril y obtuvimos 150 proyectos registrados. Se utilizó un primer filtro para validar los formularios de postulación, se seleccionaron 100. A lo largo del reto establecimos un canal de comunicación directo y permanente para resolver sus inquietudes o atender a sus comentarios.
Las jornadas de capacitaciones, se ejecutaron el 19 y 20 de abril y se enfocaron en el campo del uso de redes sociales, manejo de voluntarios, marketing para captación de fondos, financiamiento, entre otros. Durante las capacitaciones 80 iniciativas se conectaron de manera constante y 60 presentaron los requisitos para avanzar a la segunda fase.
El 26 de abril fue la jornada de asesorías personalizadas donde los 11 finalistas tuvieron la oportunidad de conversar y recibir retroalimentación de sus proyectos con cada mentor durante 10 min.
Finalmente , el comité seleccionó al ganador de cada categoría. El centro de atención de capacidades y las hermanas de la toca de Asís fueron los ganadores de la categoría idea y crecimiento respectivamente.
Realizamos una ceremonia de premiación donde pudimos conversar con los ganadores y enriquecernos de su experiencia tanto dentro del reto como en su labor con la comunidad. Estamos contentos de los resultados obtenidos y ansiosos por emprender más actividades de Waki Maki para vincular a la empresa privada con los proyectos de ayuda social y así darnos una mano para potenciar las buenas acciones que hace la Iglesia en nuestra sociedad.
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De Campesino a Obispo: Juan Sinforiano Bogarín, apóstol del Paraguay
Monseñor Juan Sinforiano Bogarín es considerado uno de los grandes evangelizadores del Paraguay. La fecundidad de su apostolado ha dejado una huella profunda hasta nuestros días, llegando a iniciarse hace dos años su proceso de beatificación.
Hugo Fernández·2 de julio de 2022·Tiempo de lectura: 6minutos
De entre todas las figuras que se destacan en el amplio abanico histórico del Paraguay tiene un gran protagonismo y una muy sentida y actual memoria monseñor Juan Sinforiano Bogarín (1863-1949). Nació en el corazón mismo del país y creció bajo los peligros de la guerra. Supo, desde muy joven, unir dos reglas fundamentales de una disciplina cristiana: el trabajo y la oración. Hoy le recordamos como el Reconstructor Moral de la Nación Paraguaya.
Sus Orígenes
Nació el 21 de agosto de 1863, en un lejano paraje llamado Mbuyapey, zona rural junto al río Tebicuarymí, a unos 180 km de Asunción. Su infancia fue muy triste. Apenas con tres años padeció la terrible guerra del Paraguay contra la Alianza de la Argentina, Brasil y Uruguay entre los años 1865 a 1870. Allí murieron sus padres, quedando huérfano junto con sus dos hermanos.
Concluida la guerra, los hermanos Bogarín se refugiaron en la casa de sus tías maternas, las hermanas Gonzales, en un pueblo cercano a Asunción y se dedicaron a las labores del campo. Como casi todos sus contemporáneos manejaba el español y el guaraní, idioma con el que se expresó con viva fuerza.
Preparándose para los designios de Dios
Recibió una instrucción muy elemental. Cuando en 1880 se reabrió el Seminario Conciliar de Asunción, ingresó con 17 años por insistencia de sus hermanos.
En aquel entonces Mons. Pedro Juan Aponte, el obispo diocesano, había confiado la dirección del Seminario a los Padres de la Misión de San Vicente de Paul. El nuevo seminario estaba guiado el R.P. Julio César Montagne, brillante formador y, más tarde, prudente consejero para el joven obispo.
Consagrado a Dios y enamorado de su patria
Apenas hubo recibido la consagración sacerdotal en 1886, fue nombrado párroco de la catedral. Enseguida dio pruebas de su eficacia organizadora y de su fiel cumplimiento en sus tareas y obligaciones. Hasta 1930 la diócesis de Asunción comprendía todo el territorio del país.
Con la sede vacante de la diócesis y ejerciendo el derecho de patronado se presentó una terna de candidatos a la Santa Sede. En ella estaba Juan Sinforiano. Por eso escribió repetidas veces pidiendo que no se lo designara: “… me daba cuenta de las innúmeras dificultades futuras para el gobierno de la diócesis, máxime cuando la impiedad moderna, fruto de la Escuela sin Dios, comenzaba a asomar su cara multiforme, y la juventud a mirar a la religión y a los sacerdotes con bastante preocupación” (Bogarín, J.S. Mis apuntes, p. 19).
Siempre sintió el episcopado como una pesada Cruz. Muy a su pesar, fue elegido y consagrado el 3 de febrero de 1895 por el obispo salesiano, titular de Trípoli, Mons. Luis Lasagna. Tenía 31 años.
Preparar la tierra para el cultivo
El joven Obispo comenzó una labor tremenda. Las palabras desastre, exterminio, desolación y otras parecidas no eran suficientes para dar una idea exacta y cabal del estado en que había quedado su infortunado país, un cuarto de siglo atrás, al término de la guerra grande. Tal estado poco había cambiado. No había clero; tampoco una organización básica, por falta de personal.
En su corazón: Dios y la patria
Pro aris et pro focus, por el altar y por el hogar fue su lema episcopal. Resume su labor pastoral y su vida. En su mente no había distinción entre la tarea misionera y el servicio a la patria.
A los pocos meses de su consagración, inició sus visitas pastorales. Escribe en sus apuntes: “Convencido como estaba de que la fe religiosa de los fieles estaba muy debilitada en la diócesis, resolví efectuar las visitas pastorales, en forma de verdadera misión, a los pueblos de la campaña, dos veces en cada año. … Desde el primer año establecí los ejercicios espirituales del Clero, debiendo concurrir una mitad en un año y la otra mitad en el año siguiente. Esta disposición causó disgustos y hasta resistencia en algunos sacerdotes viejos, pero después se sometieron y quedaron muy contentos” (Bogarín, J. S. Mis apuntes, p. 37)
Años más tarde –en 1937- se vieron los frutos de esa pastoral de cultivar las almas en las celebraciones del primer Congreso Eucarístico nacional. Fue una imponente demostración de fuerza popular y de organización de una iglesia que había sido reconstruida desde sus cimientos.
Imagen viva del Buen Pastor se lo llamó: Ángel de la paz, Apóstol misionero, Lucero del Paraguay, Reconstructor Moral de la nación. Anduvo 48,425 km, en sus giras pastorales; bendijo 10.928 matrimonios; impartió 553.067 confirmaciones; pronunció 4055 conferencias doctrinales y escribió 66 cartas pastorales. Sus últimas cartas y exhortaciones, con un ambiente caldeado por la post guerra civil de 1947, fueron en favor de la paz, del desarme espiritual, de la honestidad, de trabajo honrado y del amor fraternal.
Monseñor Juan Sinforiano Bogarín
Líneas pastorales
A lo largo de su ministerio episcopal ordenó más de noventa sacerdotes. Trajo nueve instituciones de religiosos varones y catorce de mujeres que hicieron mucho bien al país. Durante el siglo XIX, además de la guerra, la Iglesia estuvo aislada y se expulsaron religiosos. Había mucho, muchísimo por hacer. Se pudo llegar a los indígenas, a la formación de las escuelas urbanas y a la atención de los más pobres y enfermos.
Siguiendo las orientaciones de la Santa Sede escribió una carta pastoral sobre el peligro de la Masonería; muy influyente en esos momentos. El laicismo campeaba entre las clases más cultas. Fue calumniado de diversas maneras y lo llevó con espíritu cristiano y de caballero. Hasta llegaron a realizar actos de violencia en su casa.
En materia social también consiguió agrupar a los obreros católicos en asociaciones y círculos religiosos y en sindicatos con gran energía social. Fiel al pontífice gobernante hizo sus visitas ad limina. Confió siempre en sus colaboradores. Cuando en 1898 el Papa León XIII convocó a los obispos de la América Latina llevó a su gran colaborador Hermenegildo Roa, que lo fue durante todo su ministerio episcopal. Otro colaborador fue el padre Mena Porta, que sería su sucesor.
Promotor de los laicos
Promovió las primeras asociaciones y movimientos de apostolado laico que surgieron en el Paraguay. En 1932, fue fundada la Acción Católica del Paraguay, que desde 1941 tendrá un gran impulso gracias a su director general, el padre Ramón Bogarin Argaña.
La familia fue su gran preocupación, hasta lo injuriaron por su insistencia en regularizar las uniones de hecho. En sus visitas pastoral, los “casamientos guasú” (multitudinarios), eran frecuentes.
“Felices los que trabajan por la paz”
Paraguay vivió la primera mitad del siglo entre revoluciones, guerras civiles y la trágica guerra con Bolivia. Monseñor Bogarín conocía a sus compatriotas y nadie mejor que él estaba llamado a realizar la pacificación tan anhelada por los verdaderos amantes de la patria. Su opinión fue siempre pacificadora, aunque muchas veces no fue escuchado. Todos dirigentes de los grupos políticos lo tuvieron como referente.
Durante la Guerra del Chaco (1932-1935) fue el paño de lágrimas de incontables madres paraguayas. Desde Bolivia recibía voluminosa correspondencia que pedía noticias y protección para los desgraciados prisioneros. Ninguna de aquellas misivas quedó sin recibir contestación autógrafa del bondadoso y ya anciano arzobispo paraguayo. Así también el pueblo boliviano en La Paz le recibió con gran cariño cuando varios años después visitó la ciudad. Una anécdota refleja su talante: durante la contienda paraguayo boliviana su anciana hermana y otras buenas ancianas lavaban en los departamentos de la curia metropolitana las vendas que usaban los heridos, el obispo ayudaba en ese trabajo.
Cartas pastorales
El elenco de temas en sus cartas pastorales incluye la enseñanza religiosa en las escuelas, el matrimonio canónico, el pontificado romano, la práctica de la religión, algunas devociones tradicionales, la libertad y la hermandad, la enseñanza catequética, la Iglesia y la política… Con exhortaciones vibrantes sobre el cumplimiento de los deberes en el trabajo y en el sacrificio, siempre acompañó a su pueblo en las revueltas y en la guerra.
Pero su principal aporte pastoral fue su mismo ministerio abnegado. Suaviter et fortiter: tanto en su escudo episcopal como en el tenor se movió su actividad pastoral. Sus sacerdotes y más allegados destacaban su inteligencia y el congénito don de simpatía personal, amenísimo contertulio y conversador con chispa.
Un conocedor de la Historia y defensor del Patrimonio.
Formó un pequeño museo que fue su orgullo y su más placentero motivo de ocupación en las horas de descanso. Le gustaba exhibirlo y reseñar, con gran riqueza de pormenores, cada una de sus piezas. El Museo Monseñor Juan Sinforiano Bogarín es, una verdadera reliquia, un tesoro incalculable del patrimonio nacional del Paraguay se encuentra en un viejo edificio de la época colonial, junto a la catedral.
Un anhelo en marcha
Asunción es madre de ciudades y su sede episcopal es de 1567. En 1930 se erigieron diócesis sufragáneas: Villarrica y Concepción y Chaco. Mons. Bogarín recibió el palio arzobispal de manos del nuncio. Falleció el 25 de febrero de 1949 con 86 fructíferos años de edad y 54 de obispo. El pueblo paraguayo lloró la muerte de un patriarca. En el 2020 se inició su proceso diocesano de beatificación del Siervo de Dios.
El autorHugo Fernández
Director del Museo Eclesiástico Monseñor Juan Sinforiano Bogarín y secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal de los Bienes Culturales de la Iglesia en el Paraguay.
El Papa Francisco entrega una caja con el palio a un nuevo obispo durante la Misa celebrada en la basílica vaticana en la Solemnidad de san Pedro y san Pablo.
Filippo Pellini «Nada me hacía más feliz que anunciar a Cristo»
Este joven milanés, perteneciente a la Fraternidad Sacerdotal de los Misioneros de San Carlos Borromeo y estudiante de la licenciatura en Teología descubrió su vocación a través del capellán de su universidad.
Pertenece a la Fraternidad Sacerdotal de los Misioneros de San Carlos Borromeo, una sociedad de vida apostólica fundada en 1985 por Mons. Massimo Camisasca, ahora obispo en Reggio Emilia, junto con otros sacerdotes que deseaban vivir su ministerio siguiendo el carisma de Comunión y Liberación.
Nació y creció en Milán, en una familia que no era particularmente religiosa, pero que le animó a estudiar el catecismo y le dio la oportunidad de recibir los sacramentos de la iniciación cristiana. «Sin embargo, como tantos jóvenes, después de recibir la confirmación, sin grandes dramas existenciales, simplemente dejé de asistir a la parroquia. Tenía 12 años en ese momento y no tenía nada en contra de Dios o de la Iglesia», expone.
Vivió unos años con “el pie en dos zapatos”, internamente dividido entre dos visiones opuestas del mundo y de la vida. Comenzó a asistir a la facultad de diseño en Bovisa, la sede del Politécnico de Milán, una universidad muy prestigiosa. Allí decidí seguir la compañía de amigos que me acercaban a Dios y a la Iglesia universal.
«La Providencia quiso que durante mis últimos años de universidad, D. Antonio, sacerdote de la Fraternidad San Carlo, fuera capellán de Bovisa. El encuentro con él fue el encuentro con un padre que supo acompañarme en el laberinto de afectos, acontecimientos y deseos que de vez en cuando ocupaban espacio en mi corazón», relata Filippo.
Todos estos elementos hicieron que, a los pocos días de obtener mi título, acudiera a D. Antonio para formularle la pregunta vocacional que ya no podía evitar: «¿y si el camino por el que el Señor me llama fuera el sacerdocio?»
Decidieron tomarse un tiempo para verificar esta hipótesis. «Comencé a trabajar como diseñador gráfico, trabajando en una oficina editorial y como asistente en el Politécnico. Sin embargo, todo esto no era suficiente. Nada de esto me hacía más feliz que cuando anunciaba y daba testimonio de la novedad de Cristo. No entendía por qué el Señor me pedía ese gran paso pero me di cuenta que si no lo hubiera dado, habría perdido las cosas más bellas que llenaron mi vida».
«Después de más de cinco años de vida en la Fraternidad y habiendo alcanzado el umbral de la ordenación, mirando hacia atrás, solo puedo estar agradecido por la aventura a la que Dios me ha llamado, llena de rostros amables y pruebas que afrontar», concluye.
La mediación vaticana en la Guerra de Ucrania es compleja, pero pueden distinguirse tres niveles. La vía diplomática clásica, la actuación y seguimiento personal del Santo Padre y el impulso de la ayuda humanitaria.
Andrea Gagliarducci·1 de julio de 2022·Tiempo de lectura: 4minutos
La noticia de que la Federación Rusa estaría dispuesta a aceptar la mediación de la Santa Sede en el conflicto de Ucrania fue comunicada por primera vez el pasado 13 de junio. Lo hizo público Alexei Paramonov, director del primer departamento europeo del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, en declaraciones a la agencia gubernamental Ria Novosti. Pero que la situación era más compleja de lo que pensaban los medios de comunicación más optimistas lo atestigua el hecho de que, tras esa apertura, durante quince días no hubo más noticias. ¿Qué está haciendo la diplomacia de la Santa Sede por Ucrania? Al final, hay tres niveles de actividad, tres canales diplomáticos abiertos, de diversas maneras, con la esperanza de ser efectivos.
La vía diplomática
El primer canal es el diplomático. Las declaraciones a Ria Novosi fueron, en cualquier caso, un notable cambio de paso, esa «pequeña ventana» que el Papa Francisco había dicho que buscaba en una entrevista concedida al diario italiano Corriere della Serael 3 de mayo. En resumen, Paromonov afirmó que la Santa Sede no sólo ha declarado repetidamente su disposición a mediar, sino que «estas observaciones se confirman en la práctica». Rusia mantiene con la Santa Sede «un diálogo abierto y de confianza sobre una serie de cuestiones, principalmente relacionadas con la situación humanitaria en Ucrania». Esta última parte vincula la mediación principalmente al aspecto humanitario, y deja claro que Rusia no quiere cambiar un ápice su posición. Es un diálogo complejo.
Pero la Santa Sede lo sabe. La actividad diplomática y el intercambio de información son intensos. El Arzobispo Paul Richard Gallagher, Ministro del Vaticano para las Relaciones con los Estados, estuvo en Ucrania del 18 al 21 de mayo, en un viaje que le llevó no sólo a reunirse con los dirigentes del estado ucraniano, sino también a vivir de cerca la situación de la guerra, con una visita a las ciudades mártires de Bucha y Vorzel.
No es casualidad, por tanto, que inmediatamente después de la nota difundida por Ria Novosti, el arzobispo Gallagher hablara claramente de lo que se puede aceptar o no sobre la situación en Ucrania. Por ello, el 14 de junio, al margen de un coloquio sobre la migración celebrado en la Pontificia Universidad Gregoriana, afirmó que hay que «resistir la tentación de aceptar compromisos sobre la integridad territorial de Ucrania». El arzobispo Gallagher había reiterado el mismo concepto desde Kiev, el 20 de mayo, cuando dijo que la Santa Sede «defiende la integridad territorial de Ucrania».
El seguimiento del Papa
Esta es la posición de la Santa Sede a nivel diplomático. Luego está el segundo canal, que es el del Papa Francisco. La diplomacia del Papa Francisco parece trabajar en una vía paralela, y lo compromete personalmente. Cuando estalló la guerra, el Papa quiso visitar personalmente la embajada de la Federación Rusa, en un gesto sin precedentes (los jefes de Estado convocan a los embajadores, no a la inversa) que no fue compensado por una iniciativa similar para la embajada ucraniana. A continuación, envió al cardenal Konrad Krajewski, limosnero del Papa, y a Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, para ver la situación, coordinar la ayuda humanitaria y ser el brazo del Papa.
Además, no dejó de opinar sobre el asunto. En una conversación con los editores de las revistas jesuitas de todo el mundo, el 19 de mayo, el Papa Francisco había contado que un jefe de Estado «poco hablador y muy sabio», con el que se había reunido en enero, le había expresado su preocupación por la actitud de la OTAN, explicando que «están ladrando a las puertas de Rusia y no entienden que los rusos son imperiales y no permiten que ninguna potencia extranjera se les acerque». El Papa también añadió que quería «evitar reducir la complejidad entre buenos y malos».
Información de primera mano
¿Cuál es entonces la clave diplomática del Papa Francisco? Tal vez simplemente no lo haya, porque el punto de vista del Papa se refiere principalmente a la ayuda humanitaria. A los editores de las revistas jesuitas, el Papa Francisco les ha pedido que estudien la geopolítica, porque esa es su tarea, pero que al mismo tiempo se acuerden de destacar el «drama humano» de la guerra.
Para que el Papa conociera mejor la situación, el padre Alejandro, amigo argentino del Papa, organizó un encuentro en Santa Marta con dos de sus amigos, Yevhen Yakushev, de Mariupol, y Denys Kolyada, consultor para el diálogo con organizaciones religiosas, que había traído consigo a Myroslav Marynovych, su amigo personal.
La reunión tuvo lugar el 8 de junio y duró 45 minutos. Marynovych dijo que «hablamos del hecho de que Rusia utiliza tanto las armas como la información falsa», hasta el punto de que Ucrania, incluso desde el Vaticano, era vista principalmente a través del prisma ruso, y que era injusto mirar a los ofendidos «a través del prisma de la propaganda informativa del agresor». Por el contrario, Marynovych pidió al Papa que «desarrolle su propia política ucraniana, no derivada de la política rusa».
Son palabras que deben leerse a contraluz, y que se refieren más personalmente al Papa que a la diplomacia de la Santa Sede, certificando una especie de «diplomacia de dos velocidades» hacia Ucrania.
El campo humanitario
Por último, está el tercer canal, que es el canal humanitario. Ya hemos mencionado a los dos cardenales enviados por el Papa Francisco. Luego está el extraordinario compromiso puesto en marcha en el campo. El 22 de junio, en su intervención en el encuentro de Obras para la Ayuda a las Iglesias Orientales, el Arzobispo Mayor Sviatoslav Shevchuk, jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, detalló el compromiso de Cáritas y de las parroquias, tradicionalmente los lugares a los que la gente acude en busca de ayuda.
Ucrania está dividida en tres zonas: la zona de conflicto, donde se presta la primera ayuda; la zona limítrofe con los lugares de los combates y que es el primer punto de recepción de los refugiados que huyen tanto del este como del oeste (hay 6 millones de emigrantes y 8 millones de desplazados); y la zona relativamente tranquila del oeste de Ucrania, desde donde se organiza la ayuda.
Una nueva moneda vaticana
La última iniciativa de apoyo es una medalla especial acuñada por la Casa de la Moneda del Vaticano, cuya recaudación se destina precisamente a financiar la ayuda a Ucrania. La primera tirada de 3.000 ejemplares se agotó inmediatamente y se están acuñando 2.000 más. Es una señal de que no sólo hay atención, sino que hay voluntad de hacer.
Ahora se trata de ver si estas tres vías de la diplomacia vaticana conducen a resultados concretos. El Papa ha hecho saber que quiere ir a Moscú y luego a Kiev. Sin embargo, sería bueno que sus recursos fueran escuchados primero.
Lo ha hecho en la carta apostólica “Desiderio Desideravi”. En ella destaca que la belleza de la celebración cristiana no debe “ser reducida de su valor, o peor aún, por su explotación al servicio de ideología de distinto tipo”.
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Los jóvenes invaden el Vaticano para su «Verano 2022»
Los hijos de entre 5 y 13 años de los empleados del Vaticano empiezan su campamento de verano. Tienen la suerte de realizarlo nada menos que en los mismos jardines papales.
No todo el mundo sabe que durante el mes de julio algunas zonas de la Ciudad del Vaticano, incluido el Aula Pablo VI, se transforman en un gran centro de verano para acoger a niños de 5 a 13 años, hijos de empleados de la Santa Sede.
El Verano de los Niños en el Vaticano, así se llama la iniciativa, cumple su tercera edición y este año tendrá como tema «los sueños», para acompañar a los jóvenes a «redescubrir el valor de mirar un poco más allá», explican los organizadores.
El leitmotiv será la figura de San Juan Bosco, «un niño que creyó en los sueños de Dios, se hizo sacerdote y dedicó su vida a educar a sus hijos para que fueran obras maestras». El libro de Roald Dahl El gran gigante gentil será el centro de las actividades. El objetivo será tomar conciencia de la belleza de «crecer juntos» y de que «no hay que tener miedo a ser un gigante», como lo fue Jesús o los santos.
El programa
El programa diario es muy detallado, dividido por grupos de edad, e incluye juegos en grupo, actividades deportivas, talleres de arte, junto con retos diarios, actividades educativas y actuaciones. Comienza a primera hora de la mañana, a las 7.30 horas, y termina a las 18.00 horas, excepto los viernes, que se adelanta a las 14.00 horas.
Después de la bienvenida, hay un desayuno en el Aula Pablo VI y la apertura de la jornada con el himno de Estate Ragazzi, un momento de oración y la presentación de las actividades programadas. A la 1 de la tarde habrá un almuerzo seguido de actividades educativas, juegos de equipo y espectáculos, intercalados con una merienda.
Ubicación
El telón de fondo serán los característicos jardines del Vaticano. En la zona del helipuerto se llevarán a cabo juegos en equipo y actividades al aire libre, mientras que también están previstas visitas guiadas por las zonas verdes del pequeño estado. En cambio, los juegos acuáticos con piscinas especiales tendrán lugar en la zona este de la ciudad, donde también hay pistas de tenis y campos de fútbol sala.
Personal
El personal está formado por educadores profesionales coordinados por el Director de la Comunidad Salesiana en el Vaticano, el Padre Franco Fontana, que también es el Capellán de la Gendarmería y de los Museos Vaticanos. En el grupo de 5/7 años habrá un animador por cada 7 niños, cada 10 niños para el grupo de 8/10 años y cada 14 niños para los mayores.
La visita del Papa
En 2020, el Papa Francisco visitó por sorpresa el oratorio de verano acogido en su casa y animó a los chicos a hacer nuevos amigos: «las personas que sólo saben divertirse solas son egoístas; para divertirse hay que estar juntos, con amigos».
Verdadera y falsa reforma en la Iglesia, de Yves Marie Congar
El ensayo de Congar Verdadera y falsa reforma en la Iglesia es un clásico de la Teología del siglo XX. Nadie había estudiado teológicamente hasta entonces este aspecto de la vida de la Iglesia. Él lo hizo en un momento crucial.
Juan Luis Lorda·1 de julio de 2022·Tiempo de lectura: 7minutos
El 6 de diciembre de 1944, por voluntad de Pío XII, llegó a Roncalli, que representaba a la Santa Sede en Bulgaria (1925), Turquía y Grecia (1931), un telegrama que lo nombraba nuncio en París. No se trataba de una promoción, sino de apagar un fuego. Recién terminada la segunda guerra mundial, la nueva cabeza de la República francesa, el general De Gaulle, católico, pedía que se cambiase el nuncio Valeri, por demasiado afecto al régimen de Pétain. Y urgía que fuera antes de Navidad, cuando tradicionalmente se recibía al cuerpo diplomático y el nuncio actuaba como decano. Además, el gobierno francés exigía renovar por el mismo motivo a 30 obispos de Francia.
Angelo Roncalli tenía entonces 63 años. Pasaría nueve en París, hasta ser elegido Patriarca de Venecia (1953) y después Papa (1958), con el nombre de Juan XXIII.
Años fecundos y complejos
Aquellos años de posguerra en Francia fueron, desde el punto de vista cristiano, de una riqueza extraordinaria. Surgió una magnífica floración de intelectuales y teólogos cristianos, y también de iniciativas apostólicas, que renovaron el panorama del catolicismo francés. Ya había empezado tras la primera guerra mundial.
Esto, entre grandes tensiones culturales y políticas. Por un lado, la que mantenían el amplio sector de los católicos tradicionales, refractarios a la República, orgullosos del pasado católico de Francia y heridos por las arbitrariedades republicanas laicistas que ya duraban 150 años. Y por otro, la tentación que el comunismo suponía para el catolicismo con sensibilidad social y el clero joven, ya que buscaba incorporarlos a su proyecto político.
En este contexto todo se confundía y se politizaba con facilidad y surgían tensiones inesperadas. La Santa Sede –el Santo Oficio- recibió en esos años cientos de denuncias francesas, y se creó un clima de sospecha frente a la llamada “Nouvelle Théologie” que dificultaba el debido discernimiento y complicó mucho la vida de algunos grandes teólogos como De Lubac y Congar. En 1950, se separó a De Lubac de Fourvière.
Génesis de Verdadera y falsa Reforma
El 17 de agosto de 1950 el Padre General de los dominicos, Manuel Suárez, de visita en París, se entrevistó con Yves Marie Congar (1904-1995) para hablar de la reedición de Cristianos desunidos (1937), el pionero ensayo que había escrito Congar sobre el ecumenismo católico. En aquel momento el tema estaba en sus inicios, y solo maduraría con la voluntad del Concilio Vaticano II, convirtiéndose en una misión de la Iglesia. Pero entonces suscitaba recelos históricos. Además, la Santa Sede quería evitar que las relaciones ecuménicas se le fueran de las manos. Se acababa de crear el Consejo Ecuménico de las Iglesias.
Congar anotó cuidadosamente la conversación en un memorándum (publicado en Diario de un teólogo): “Le digo que estoy corrigiendo las pruebas de un libro titulado Verdadera y falsa Reforma… [mirada un tanto asustada del Padre General]; que sin duda este libro me acarreará dificultades, cuyo peso tendrá todavía que llevar el pobre P. General. […] Pero ¿qué puedo hacer yo? No me es posible dejar de pensar y decir lo que me parece que es verdad. ¿Ser prudente? Me esfuerzo al máximo por serlo”.
Leyendo el libro hoy, tras los vaivenes posconciliares, se tiene la sensación de que hubiera podido servir de guía sobre los cambios. Pero cuando se publicó las cosas sonaban distinto. De entrada, el solo uso de la palabra “reforma”, por lo menos en Italia, parecía dar razón al cisma protestante. Aunque el libro recibió algunas elogiosas reseñas (incluso en L´ Osservatore Romano), también se suscitaron sospechas, que tenían más que ver con el contexto que con el propio libro. Congar cuenta la anécdota de una señora que fue a comprar uno de sus libros y la librera le preguntó: ¿también usted es comunista?
Complicaciones del momento
El Padre General de los dominicos, Manuel Suárez, era un hombre prudente en una situación difícil. Todo lo complicaba la cuestión de los sacerdotes obreros, en la que estaban implicados varios dominicos franceses (pero no Congar). Proyecto evangelizador audaz e interesante y que quizá en otro contexto, con mayor atención pastoral de los implicados, hubiera podido fructificar serenamente. Pero con las dos tensiones mencionadas era inviable. De un lado, se multiplicaban críticas y denuncias; del otro, se vio una oportunidad de captación comunista.
Todo se precipitó con algunas defecciones. Y esto provocó una intervención en los dominicos de Francia en 1954, pero a través del propio Padre General. Entre otras cosas se pidió a Congar que dejara de enseñar (aunque no de escribir). También se dilató la segunda edición de Verdadera y falsa reforma y de sus traducciones (pero salió la española en 1953). No hubo más sanción ni se le puso nada en el Índice, como se había temido. Pero durante muchos años no podría volver a la enseñanza regular.
¿Y el nuncio Roncalli? Está por estudiar. Desde luego era un hombre fiel a la Santa Sede, que actuaba con sensatez y gran humanidad. Fue puenteado tanto por las denuncias que iban directamente a Roma (también de los obispos) como por las medidas que se tomaron a través de los superiores generales. Sin embargo, cuando como Papa convocó el Concilio, tanto De Lubac como Congar fueron llamados a la comisión preparatoria. Y jugarían un gran papel: De Lubac, más bien como inspirador, pero Congar también como redactor de muchos textos. ¡Eran sus temas!: Iglesia, ecumenismo…
La intención del libro
Ya el título es un programa Verdadera y falsa Reformaen la Iglesia. No se trata de la “Reforma de la Iglesia”, sino de la “Reforma en la Iglesia”. Y eso se debe a que la Iglesia no está en las manos de los hombres. La Reforma se hace desde su propia naturaleza, más quitando lo que estorba que inventando. Y se requiere una labor para adaptar la vida y misión de la Iglesia a los cambios de los tiempos. No por la comodidad de la acomodación, sino por la autenticidad de la misión. Por eso, en realidad “las reformas resultan ser un fenómeno constante en la vida de la Iglesia, a la vez que un momento crítico para la comunión católica”, señala en el prólogo de 1950.
Por eso, en un tiempo de efervescencia como el que se vivía, le parece importante estudiar el fenómeno, para reformar bien, aprendiendo de la experiencia histórica y evitando los errores. Dice lúcidamente en el mismo lugar: “La Iglesia no es solo un cuadro, un aparato, una institución. Es una comunión. Existe en ella una unidad que ninguna secesión puede destruir, la unidad que generan por sí mismos sus elementos constitutivos. Pero existe también la unidad ejercida o vivida por los hombres. Esta cuestiona su actitud, es edificada o destruida por esa actitud, y constituye la comunión”. En esto hay un eco de Johann Adam Möhler, siempre admirado por Congar (y editado).
El Prefacio de 1967 da cuenta del cambio de contexto desde que escribió el libro. Por un lado, la magnífica Eclesiología del Concilio, pero también las relaciones con un mundo mucho más independiente de lo eclesial. Esto es positivo en un sentido; pero, por otro, “aquello que viene del mundo corre el riesgo de ser vivido como con una intensidad, una presencia, una evidencia que superan las afirmaciones de la fe y de los compromisos de Iglesia”. Exige una presencia evangelizadora nueva.
Por otra parte, Congar advierte (estamos en 1967) que “ocurre que algunos, imprudentemente, lo ponen todo en cuestión sin preparación suficiente […]. En la situación actual no suscribiríamos tal cual las optimistas líneas que consagramos al empuje reformista de la inmediata posguerra. No porque seamos pesimistas, sino porque ciertas orientaciones, incluso ciertas situaciones, son realmente preocupantes”. Con todo, le parece que el libro conserva una validez substancial.
La estructura
Describe así la estructura en el prólogo de 1950: “Entre una introducción que estudia el hecho de las reformas tal como hoy se presenta y una conclusión, dos grandes partes, a las que ha parecido conveniente añadir una tercera: 1. ¿Por qué y en qué sentido se reforma la Iglesia constantemente? 2. ¿En qué condiciones una reforma puede ser verdadera y realizarse sin ruptura? 3. Reforma y protestantismo”. Añadió esta tercera parte para comprender mejor la Reforma y la ruptura que supuso. Debería haber sido una reforma de la vida, pero se quiso reformar la estructura y eso llevó al cisma.
La introducción constata el hecho de la reforma en la historia de la Iglesia: “La Iglesia ha vivido siempre reformándose a sí misma […] su historia se haya ritmada por los movimientos de reforma. […] A veces son las órdenes religiosas las que corrigen su propia relajación […] con tal ímpetu que se conmueve toda la cristiandad (san Benito de Aniano, Cluny, san Bernardo). A veces fueron los mismos papas los que emprendieron una reforma general de los abusos o de un estado de cosas gravemente deficiente (Gregorio VII, Inocencio III)”. Después, señala que el tiempo en que se escribe el libro es un tiempo de fermentos. Y trata largamente de la “situación de la crítica en la Iglesia católica”. Hay, de hecho, una autocrítica a la que hay que prestar atención para facilitar las mejoras.
La primera parte, la más extensa, se titula “¿Por qué y en qué sentido se reforma la Iglesia?”. Se divide en tres capítulos y estudia la combinación de santidad de Dios y flaquezas nuestras, de la que está compuesta la Iglesia. Y lo hace recorriendo el tema en la patrística, en la escolástica, en otras aportaciones teológicas y en el Magisterio. Subraya el sentido del misterio de la Iglesia como cosa de Dios. Y determina qué es y qué no es falible en la Iglesia.
Condiciones para una reforma sin cisma
Es el título de la segunda parte, que contiene lo más substancial y lúcido del libro. Señala que en todo movimiento cabe desarrollo auténtico o desviación, y que muchas veces la reacción a un error unilateral provoca también un acento unilateral. Después estudia cuáles son las condiciones de una verdadera reforma. Y señala cuatro condiciones.
La primera es “la primacía de la caridad y de la pastoral”. No se puede pretender reformar la Iglesia solo con ideas o ideales, que pueden quedarse en afirmaciones teóricas: hay que atenerse a la práctica pastoral, que es lo que garantiza la eficacia. Las herejías frecuentemente tratan a la Iglesia como una idea y maltratan la realidad creando tensiones destructivas.
La segunda condición es “permanecer en la comunión del todo”. Es también la condición de ser católico, unido a lo universal en la Iglesia. Muchas veces la iniciativa parte de la periferia, pero debe ser integrada con el centro, que ejerce un papel regulador.
La tercera condición sigue a la anterior y es “la paciencia, evitar los apresuramientos”. La unidad y la integración tienen sus tiempos, que es preciso respetar, y la precipitación provoca rupturas. Esa paciencia, a veces doliente, es una prueba de autenticidad y rectitud de intención. Congar lo vivió en sus propias carnes, aunque no siempre logró ser tan paciente.
La cuarta condición es que la verdadera renovación supone el retorno al principio y a la tradición, no la introducción de una novedad en virtud de una “adaptación mecánica”. Congar distingue lo que es una adaptación como desarrollo legítimo que se ha de hacer conectando con las fuentes de la Iglesia, de lo que sería una adaptación como introducción de una novedad que se suma como algo postizo. Esto también se inspiraba en Newman, otro de sus grandes referentes.
También sobre la Reforma
Como si fuera un eco, la encíclica Ecclesiam suam (6 de agosto de 1964) de Pablo VI, en el contexto del Concilio, todavía por terminar, habla de las condiciones de una verdadera reforma de la Iglesia; y del método, que ha de ser el diálogo. Se trata de “devolverle siempre su forma perfecta que, por una parte, corresponda al plan primitivo y que, por otra, sea reconocida como coherente y aprobada en aquel desarrollo necesario que, como árbol de la semilla, ha dado a la Iglesia, partiendo de aquel diseño, su legítima forma histórica y concreta”. También Benedicto XVI se referirá a la necesaria distinción entre reforma y ruptura al interpretar la voluntad del Concilio Vaticano II y precisar la hermenéutica con que hay que leerlo.
Noticias bibliográficas
Acaba de publicarse una gruesa biografía de Congar, por Étienne Fouillox, que editó también su Diario de un teólogo (1946-1956), y es un conocido historiador de esa interesantísima época en Francia. También se pueden encontrar online varios estudios de los profesores Ramiro Pellitero y Santiago Madrigal.
Cáritas nos hace entender que el amor no es indecoroso. Sus 73.661 voluntarios y 5.408 trabajadores contratados son el rostro más amable de la Iglesia.
La frase es del famoso himno a la caridad de San Pablo y me sirve para hablar hoy de una maravillosa y excepcional historia de amor, de esas que duran para siempre: 75 años para ser exactos. La celebración de estas bodas de brillantes tendrá su momento culminante este 1 de julio, a las 18.30 horas, durante una Misa que presidirá el cardenal Osoro en la Almudena.
Pero no se engañen, no habrá renovación de las promesas matrimoniales ni entrega de los anillos ni oración sobre los esposos, porque esta historia de amor no es entre dos personas como estarán pensando.
Permítanme un paréntesis para reflexionar sobre cómo el abuso de la palabra amor en nuestro lenguaje para referirnos a la unión romántica entre dos personas ha devaluado mucho su significado. La merma es directamente proporcional a la fragilidad de dichas uniones. Con 100.000 divorcios al año y relaciones cada vez más efímeras, se puede decir que el amor para toda la vida es, cuando menos, una rareza. Y es una pena, porque la mayoría querría que el amor les durara siempre. Por eso, el capítulo 13 de la primera epístola a los Corintios que nos ha servido para titular este artículo es una de las lecturas más proclamadas en ceremonias nupciales religiosas y civiles, y el propio papa Francisco, en su exhortación sobre el amor en la familia Amoris Laetitia, lo pone como modelo de amor verdadero. Es bonito de oír, pero difícil de cumplir. Imposible, diría yo, sin la asistencia de la gracia.
Y es que sólo quien ha experimentado el amor puede a su vez ser amor de verdad para los demás. Es lo que ha conseguido Cáritas Española, que es quien celebra hoy la Misa por sus 75 años.
En este tiempo, con Corintios 13, Cáritas ha demostrado que el amor es paciente, acompañando sin mirar el reloj ni el calendario a las personas en sus muchas veces lentos procesos para salir adelante, cuando no en sus situaciones crónicas.
Cáritas nos ha enseñado que el amor es benigno, poniéndose al servicio de los pobres de forma gratuita, sin pedir nada a cambio. Los 2,6 millones de personas acompañadas el año pasado durante la pandemia pueden responder de ello.
Con Cáritas, hemos aprendido que el amor no tiene envidia, no presume y no se engríe, siendo una organización ejemplar en medio de la sociedad. Frente al exhibicionismo de alguna ONG, la competencia entre ellas y la mercantilización y politización de la pobreza, la labor silenciosa y humilde, siempre discreta, de Cáritas es una luz que brilla de forma especial. Pocas instituciones invierten menos en publicidad y en asesores de prensa y consiguen ser tan relevantes y valoradas como ella.
Cáritas nos hace entender que el amor no es indecoroso. Sus 73.661 voluntarios y 5.408 trabajadores contratados son el rostro más amable de la Iglesia para personas que acuden rotas, a veces solo necesitadas de un oído atento, de un hombro acogedor, de una mano tendida.
Gracias a Cáritas vemos que el amor no es egoísta. En 2021, invirtió 403 millones de euros en sus diferentes proyectos y recursos en España (16 más que el año anterior) manteniendo su objetivo de austeridad en el apartado de Gestión y Administración en un 6,2%. Es decir, de cada 100 euros invertidos, solo se destinan 6,20 euros a gastos de gestión y administración. Una cifra que se mantiene en los últimos 20 años.
Que el amor no se irrita y no lleva cuentas del mal lo corroboran los voluntarios y trabajadores de Cáritas cuando soportan el trato muchas veces desagradecido o en exceso exigente de algunas de las personas que acuden a las parroquias sin conocer la precariedad de medios con la que se cuenta y a quienes no les cierran las puertas. También por la respuesta sosegada de la entidad cuando ha tenido que aguantar las críticas de quienes la han atacado por motivos políticos o ideológicos.
Los informes que a través de la Fundación FOESSA edita Cáritas desde 1967 nos dan cuenta de cómo el amor no se alegra de la injusticia, sino que goza con la verdad. Estos prestigiosos estudios sociológicos vienen denunciando la injusta distribución de la riqueza y la verdad sobre los niveles de pobreza en España, marcando hitos en el conocimiento de la situación social de España y permitiendo afinar las respuestas y acompañar de manera eficaz a los destinatarios de su acción.
El amor, en Cáritas, todo lo excusa, señalando el pecado de las estructuras y administraciones, pero no al pecador; todo lo cree, creyendo en las personas a las que presta su ayuda, dándoles el voto de confianza que tantas veces la sociedad les niega; todo lo espera, contagiando esperanza a los destinatarios de su labor y animando a la sociedad a creer que un mundo más justo es posible; y todo lo soporta, afrontando los nuevos retos que la sociedad cambiante nos presenta, sin bajar la guardia sino empujando siempre aunque los datos parezcan ir siempre en contra.
Y es que, en Cáritas, como en los matrimonios para toda la vida, el amor no pasa nunca, porque Deus caritas est (el amor es Dios).
Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.
Como cada mes, el Papa Francisco invita a los fieles a unirse a su oración por una intención concreta. En el mes de junio el vídeo mensual del Papa nos invita a hacer más presentes a los ancianos
Este mes, el Papa nos habla en primera persona para transmitirnos su intención de oración. Él es uno más de los ancianos que nunca fueron “tan numerosos en la historia de la humanidad”. A los mayores, nos dice, la sociedad les ofrece “muchos planes de asistencia, pero pocos proyectos de existencia”, olvidándose de la gran contribución que aún pueden aportar.
Ellos “son el pan que alimenta nuestras vidas, son la sabiduría escondida de un pueblo”, añade el Papa. El pontífice nos invita a “celebrarlos” en la “jornada dedicada a ellos”: la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores.
Compartir este vídeo es una forma de agradecerles todo lo que son y hacen en nuestras familias.
Joaquín Paniello: “El Camino de Emaús muestra el amor de Dios”
Reconstruir la conversación de Jesús con los dos caminantes hacia Emaús, rastreando sus palabras en los Hechos de los Apóstoles, Evangelios y Antiguo Testamento, podría sintetizar el libro ¿Por qué camináis tristes? Ha sido escrito por Joaquín Paniello, sacerdote residente en Jerusalén, y presentado en un Foro Omnes sobre Tierra Santa, en el que intervino también Piedad Aguilera, de la Unidad de Peregrinaciones de Viajes El Corte Inglés.
Francisco Otamendi·30 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 10minutos
Los destinos religiosos cobran fuerza también en estas semanas, ante la progresiva vuelta a la normalidad. Entre ellos siempre ha tenido un lugar especial, además de Roma, la tierra del Señor, Tierra Santa.
En este contexto, «Las peregrinaciones a Tierra Santa tras la pandemia» han sido objeto de un Foro Omnes celebrado en Madrid, con el patrocinio del Banco Sabadell, la Fundación Centro Académico Romano (CARF), y Saxum Visitor Centre, centro de recursos multimedia que ayuda a los visitantes a profundizar en su conocimiento de Tierra Santa de forma interactiva, situado a unos 18 kilómetros de Jerusalén.
Entre los asistentes estuvieron el director de Instituciones Religiosas y Tercer Sector del Banco Sabadell, Santiago Portas; el director general del CARF, Luis Alberto Rosales, y otras personas relacionadas con el sector de las instituciones religiosas y el turismo religioso; además el director de Omnes, Alfonso Riobó, que moderó el acto, y la redactora jefe, María José Atienza. Intervino además, en un vídeo con el autor del libro, el Patriarca Latino de Jerusalén, el arzobispo Pierbattista Pizzaballa.
Recuperación de la demanda
El primer ponente fue el sacerdote Joaquín Paniello (Barcelona, 1962), doctor en Física, Filosofía y Teología. Lleva quince años viviendo y trabajando en Jerusalén, y acaba de publicar ‘¿Por qué camináis tristes? La conversación de Jesús con los discípulos de Emaús’, libro editado por emmausfootprints.
A continuación, Piedad Aguilera, de la Unidad de Peregrinaciones y Turismo Religioso de Viajes El Corte Inglés, a la que luego citaremos con mayor amplitud, mencionó algunos datos. “En 2019, Tierra Santa recibió 4,5 millones de visitantes, incluso con cotas de saturación en algunos lugares. Después llego la covid: en marzo de 2020 llevábamos 800.000 visitantes y pico, según el Ministerio de Turismo de Israel. 2019 fue peor todavía”. Pero el sector espera, a no mucho tardar, “una demanda explosiva”. “En el 2023 creo que será el momento en el que todos los proyectos que tenemos se van a realizar con esa normalidad que teníamos en 2019. Estamos deseando que todo el mundo venga con esa esperanza”, manifestó Piedad Aguilera.
Una catequesis
Dio la bienvenida al acto el directivo del Banco Sabadell, Santiago Portas. Señaló que “hoy volvemos a realizar un Foro Omnes de modo presencial, o de forma híbrida, también por streaming, y es una alegría para todos que en esta vuelta a la normalidad el primer acto sea con Omnes”.
Santiago Portas agradeció a todos su asistencia, y manifestó al autor, don Joaquín Paniello, que “una vez leído su libro, me he convertido en embajador del mismo. Me parece que su lectura es una catequesis por la que todos deberíamos transitar, para encontrar nuestro camino, nuestro verdadero sentido”.
El director de Banco Sabadell agradeció también la presencia de Piedad Aguilera, de Viajes El Corte Inglés, “nuestro partner, con el que hemos formalizado un acuerdo para atender de forma artesanal a nuestros clientes en sus viajes a destinos religiosos y peregrinaciones”. Y agradeció finalmente la intervención del Patriarca Latino de Jesusalén, monseñor Pierbattista Pizzaballa, perteneciente a la orden franciscana.
Peregrinar, una forma de oración
El director de Omnes, Alfonso Riobó, intervino a continuación para agradecer a Santiago Portas y al Banco Sabadell “la hospitalidad con la que acogen hoy este coloquio”. “El tema que nos reúne, las peregrinaciones en tiempos posteriores a la pandemia”, añadió, “suscita muchos recuerdos, al menos a los que conocemos y leemos el Evangelio con frecuencia, porque en este pasaje [el de los discípulos de Emaús] se expone quizá la primera de las peregrinaciones, o al menos la primera de las peregrinaciones cristianas, el mismo día de la Resurrección”.
“Y si pensamos en Tierra Santa, probablemente uno de los lugares emblemáticos en los que se detiene el recuerdo y la imaginación es el Camino de Emaús, lo conozcamos o no lo conozcamos, quizá lo conoceremos pronto”, añadió don Alfonso Riobó, quien recordó unas palabras de un sacerdote italiano, don Giuseppe, que hace poco ha tenido oportunidad de estar en Tierra Santa, tras haberlo esperado largo tiempo.
‘“Regresar a Tierra Santa es un gran regalo”, ha escrito don Giuseppe, “porque aquí están las raíces de nuestra fe, está la presencia, la vida del Señor, la vida de la Iglesia. Realmente es un regreso a las fuentes. Después de tanto tiempo, es un regalo precioso en este momento, poder dar vida a esta forma de oración que es la peregrinación, una forma de vida que nos permite disfrutar de la belleza del Señor”.
Reflexión sobre Emaús y el pasaje de San Lucas
“No es un libro de viajes, ni una guía de oración para el peregrino, sino una reflexión sobre ese lugar y sobre ese pasaje”, señaló Alfonso Riobó al presentar a Joaquín Paniello, quien ha escrito el primer libro que presenta en forma de diálogo la conversación de Jesús con los discípulos en el camino de Emaús.
Pero lo ha logrado reconstruyendo en sus páginas más de dos mil años de historia contados “a través de imágenes directas y eficaces, que revelan un profundo conocimiento bíblico, un rigor teológico-filosófico y un gran respeto por las fuentes”, ha manifestado el Patriarca latino de Jerusalén, el arzobispo Pierbattista Pizzaballa, que ha prologado el libro.
“Querría trasladar algún comentario y unir el tema de las peregrinaciones con el por qué de este libro sobre el Camino de Emáus”, señaló Joaquín Paniello. “Primero he de decir que yo no he peregrinado a Tierra Santa, porque fui, y me quedé. Cuando vamos a Tierra Santa, vamos pensando en las cosas del Señor, de Jesús. Pero a veces nos perdemos una dimensión de la raíz. Porque Jesús era judío, vivió el judaísmo, vivió muchas cosas relacionadas con el judaísmo, y a veces dejamos muchas cosas de lado, y nos perdemos muchas cosas que están muy en la raíz”.
“Conocemos poquito el Antiguo Testamento”
“Tengo que confesar que estando en Tierra Santa he comenzado a valorar mucho más el Antiguo Testamento, y el pueblo judío. Hay muchas cosas en nuestra liturgia, en nuestras oraciones, en las bendiciones, que se refieren a cómo vivía el pueblo de Israel, en el siglo I, el judaísmo, y cómo muchas de las cosas las han heredado hasta nuestros días”.
¿Eso qué tiene que ver con este libro? Cuando vamos a Tierra Santa hemos de ver el Antiguo Testamento detrás. Los católicos conocemos poquito el Antiguo Testamento, y nos perdemos una riqueza”. “Ahora bien, hace falta una guía, de alguna manera. Y yo me di cuenta, estando allí”.
“El Saxum Visitor Center nació para transmitir la figura de Jesús y los Lugares Santos. A mí me tocó, cuando empezó el proyecto, seguirlo desde Roma, pero luego me fui a Jerusalén, en 2010, y pude seguir, incluso antes de empezar a construir, cuestión ligada a los permisos (el terreno no se había comprado todavía), y colaborando con lo que iban haciendo los profesionales, cuál podía ser la idea de fondo para transmitir lo que queríamos allí”, explicó Joaquín Paniello.
“Nos dimos cuenta que estaba en el Camino de Emaús, y que estar en el Camino de Emaús resumía todo lo que se quería en ese centro”, reflexionó el autor del libro. “Que era, de alguna manera, que la gente que pase por ahí, pueda decir, como los mismos discípulos: ‘¿No ardía nuestro corazón cuando nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?’ ¿Y qué es lo que dijo Jesús? ¿Qué es lo que les explicó? Ahí es cuando me empecé a meter”.
“Necesitaban hablar de las profecías”
“No había estudiado tan a fondo el Antiguo Testamento. Sí en clases de Teología, etcétera. Y me di cuenta de un par de cosas que me llamaron mucho la atención”, añadió Joaquín Paniello. “Una es que los primeros cristianos necesitaban hablar del Antiguo Testamento, de las profecías en concreto, y de cómo se habían cumplido en la vida de Jesús, para presentar a Jesús”. Y san Justino, por ejemplo, en el siglo II, cuando escribe al emperador, no le bastaba presentar a Jesús diciendo que fue una persona extraordinaria, que hizo milagros, etc., sino que empieza diciendo: en el pueblo judío hay una figura que son los profetas, que decían lo que iba a suceder en el futuro. E introduce a Jesús como aquel en el que se cumplen las profecías”.
Situación parecida a la de san Justino
“Ahora mismo estamos en una situación parecida a la de san Justino. Nos toca hablar de Jesús, y mucha gente piensa que Jesús era una gran figura, un gran hombre, y ya está. No, un momento, hay un plan de Dios desde mil años antes, David por ejemplo, y de antes incluso, la bendición de Jacob a sus hijos, donde ya sale que va a venir alguien, que Judá va a tener un cetro, que va a ser Rey ―Judá en ese momento no era más que uno de los hijos―, y que ese reinado no iba a perderse hasta que viniera el que estábamos esperando. Era mil seiscientos años antes de Cristo”.
“Hay todo un plan, y a medida que se va acercando se va intensificando, y los profetas van siendo cada vez más concretos, que nos va diciendo qué es lo que tiene que pasar en la vida de Jesús, y cómo se cumple después en su vida”, recalcó Joaquín Paniello. “Claro, esa introducción hace que no sea que de repente aparece Jesús, un gran personaje, ¡hijo de Dios!, sino que hay una introducción que para la evangelización me parece muy importante”.
Ésa era una de las cosas que le llamaron más la atención a este sacerdote catalán afincado en Tierra Santa. Pero hay más. “La otra tiene que ver con el envío de la primera versión del libro a mucha gente, que me hizo comentarios, y recogí muchas cosas de mucha gente. El libro en el fondo no es sólo mío. Una de ellas me dijo: siempre que leo el capítulo 24 de san Lucas, me enfado, porque pone san Lucas en boca del Señor que les contó todo lo que dice la Escritura acerca de Sí mismo, ¡y no pone nada!
La autoridad de la Escritura
“Pero me di cuenta que sí dice mucho, pero no ahí”, argumenta Paniello en su libro. “San Lucas escribió también los Hechos de los Apóstoles. Y tanto en el Evangelio como en los Hechos de los Apóstoles aparecen muchas referencias a profecías (ya aparecían en san Mateo, un poco anterior). Y en los Hechos de los Apóstoles aparecen muchos discursos de algunos de los apóstoles”.
“Esos discursos serían largos”, prosigue el autor, “y san Lucas incluye una profecía en cada discurso, que lógicamente venían de la conversación con Jesús. Es la única vez que Jesús les habla a sus apóstoles no desde su autoridad sino desde la autoridad de la Escritura. Sólo hay un pasaje, algo parecido, el de la samaritana, que se pone a hablar con Él. Pero aquí les va razonando todo desde la Escritura, para que se den cuenta de que se ha cumplido todo en la vida de Jesús. Que hay un plan de Dios largo. Hay muchas cosas que estando allí, te vas dando cuenta más a fondo”.
Jesús les va transformando
“Los discípulos de Emaús estaban profundamente desalentados, entristecidos. Su estado de ánimo era de desastre total”, señaló Joaquín Paniello en el coloquio, en un momento que pareció central en su breve exposición. “De ahí a volver a Jerusalén al anochecer, hay todo un camino con Jesús que les va transformando. Lo primero que tuvo que hacer Jesús es hacerles comprender que la Cruz podría tener un sentido. Que realmente esa Cruz no es incompatible con el amor de Dios”.
“Esa parte me parece que es lo primero para darle la vuelta a nuestra propia experiencia. Entender cómo es Dios y que ahí también se está manifestado el amor de Dios, es muy importante. Yo diría que el hilo conductor del amor de Dios es fundamental en el libro, porque se trata de resaltar que todo el plan de Dios es por amor. Todo el que lea este libro va a encontrar cosas nuevas”, concluyó.
Expertos en Tierra Santa
“La Tierra Santa es la Tierra Prometida. Una tierra de infinitos caminos, todo un mundo de sorpresas y sensaciones. Un lugar donde lo sagrado se vuelve cotidiano y cercano para dejarse sentir en sus variados paisajes, en sus delicados aromas, en su cultura, su historia…, y sobre todo en sus hondos silencios que invitan a la reflexión y a la oración”.
Así comienza la descripción que realiza la Unidad de Peregrinaciones y Turismo Religioso de Viajes El Corte Inglés, de la que forman parte Piedad Aguilera y su equipo, de la peregrinación a Tierra Santa. “Un viaje diferente a cualquier otro, que al menos hay que realizar una vez en la vida”, como dijo Piedad Aguilera en el coloquio de Omnes, en el que “peregrinar a Tierra Santa es hacer un recorrido por los escenarios del Antiguo y del Nuevo Testamento, un viaje en el tiempo, una travesía por el crisol donde confluyen diversas y variadas culturas que buscan afanosamente un sendero nuevo que conduzca a la convivencia pacífica entre las diferentes culturas y religiones que en ella se manifiestan”.
En el Foro Omnes, Piedad Aguilera comenzó recordando la alianza recién firmada de Viajes El Corte Inglés con el Banco Sabadell “para dinamizar los viajes espirituales, los viajes culturales a los destinos religiosos. Es un proyecto que hemos puesto en marcha con mucha ilusión y entusiasmo”.
En cuanto al libro de Joaquín Paniello, Piedad Aguilera señaló que “desde un punto de vista técnico ―nosotros nos dedicamos al mundo de los viajes―, ese recorrido bíblico, ese recorrido histórico, puede aportar mucho valor a nuestras rutas, y sobre todo comenzando en el Centro de visitantes de Saxum, que conocemos, que aporta una ubicación para nuestros peregrinos fantástica de los que significa Tierra Santa. Si luego además realizamos ese recorrido, en la medida de nuestras posibilidades, hasta Emaús-Nicópolis, será fantástico”.
Cumplir laexpectativa del peregrino
“Es verdad que es un poco complejo para nosotros sintetizar nuestros proyectos en siete días”, reconoció la directiva de Viajes El Corte Inglés. “Lo que buscamos es simplemente que el peregrino se deje llevar y no tenga que preocuparse de su vuelo, de su alojamiento, etc.., y sintetizar esa agenda”.
“A nosotros nos gusta resaltar que la peregrinación comienza cuando tenemos la reunión con nuestro grupo, porque ahí tenemos que detectar cuál es la motivación real de ese peregrino. Y en función de ello, seleccionamos los lugares, dónde hacemos las Eucaristías, y sobre todo, es muy importante detectar la pastoral y esa liturgia de fe, para que el peregrino reciba lo que espera recibir, y su expectativa sea un éxito”.
“¡Qué mejor que el viaje a Tierra Santa!”
“Nosotros no nos dedicamos a la evangelización, pero creo que todos los que estamos aquí tenemos la obligación, desde nuestros ámbitos, y después de la pandemia, de dinamizar esa confianza y esa garantía al viajero, a tener esas ganas de experimentar esa experiencia. y qué mejor que el viaje a Tierra Santa”, alentó Piedad Aguilera.
“Indudablemente son muchos los lugares existentes en el mundo, los lugares de culto, pero siempre decimos que Tierra Santa es el viaje diferente a cualquier otro. Tierra Santa lo ofrecemos como aquel viaje que al menos una vez en la vida hay que realizar, sea cual sea la motivación del visitante. Hemos tenido grupos con una inquietud más cultural, pero todo el mundo que viene a Tierra Santa, llega transformado, de alguna u otra medida. El peregrino es el viaje más agradecido que tenemos, Si a eso unimos la pastoral del sacerdote capellán que va al cargo de cada peregrinación, y los guías cristianos que siempre tenemos en destino, creo que es el éxito”.
“Han sufrido mucho”
“Nosotros intentamos que el mundo del gran patrimonio cultural que tenemos, tanto en España, como en lugares como Tierra Santa, los acerquemos al viajero. Y con ello generemos esa experiencia que sea la prueba de todo lo que allí ocurrió en tantísimos siglos, para cualquier creyente, o no creyente”, prosiguió la experta, quien quiso destacar la ayuda de la Iglesia a todos los cristianos de Tierra Santa.
Durante estos dos años y medio, “las comunidades cristianas en Tierra Santa no sólo las que vien en Israel, también las de Palestina, han sufrido mucho, porque el visitante aporta una riqueza y un sustento diario que en estos dos años han sido muy difíciles. Y es justo indicar que toda la Orden Franciscana, con todo lo que significa en Tierra Santa, y otras instituciones religiosas, han realizado acciones de ayuda importantes hacia esas comunidades cristianas, que son minoritarias en Tierra Santa.
“Se convive con naturalidad”
Respecto a seguridad, en ocasiones se ofrecen datos políticos o sociales que crean “el temor a Tierra Santa”, añadió Piedad Aguilera, “pero cuando se visita la ciudad vieja de Jerusalén y ve que se convive con naturalidad, se disipan los temores. Desde la última Intifada creo que se ha podido viajar ya con total normalidad”.
Ahora estamos poniendo en marcha todos los recursos, aéreos, hoteleros, porque nos vamos a enfrentar a “una demanda explosiva”. Y en el 2023 creo que será el momento donde ya estemos adaptados, donde todos los proyectos que tenemos se van a realizar con esa normalidad que teníamos en 2019. Estamos deseando que todo el mundo venga con esa esperanza”. Piedad Aguilera deseó resaltar, finalmente, “esa seguridad que podemos aportar la viajero, en la estructura de personas especializadas que tenemos en la unidad, contratando seguros en destino con coberturas sanitarias amplias, de modo que el viajero puede estar con tranquilidad en el caso de una incidencia, que nos puede ocurrir a cualquiera. Nuestra capacidad para reacciones ante imprevistos está garantizada”.
El coloquio posterior dio ocasión a formular numerosas preguntas a los ponentes, sobre los guías, el perfil de turistas y peregrinos, sobre peregrinar, etcétera, que pueden visualizar en la cuenta de Youtube de Omnes.
La liturgia es verdadero encuentro con Cristo. Las ideas centrales de «Desiderio desideravi»
El 29 de junio de 2022, el Santo Padre Francisco ha publicado la Carta apostólica Desiderio desideravi sobre la formación litúrgica del pueblo de Dios. Es una carta extensa, 65 puntos, con la que el Romano Pontífice no pretende tratar de forma exhaustiva la liturgia, sino ofrecer algunos elementos de reflexión para contemplar la belleza y la verdad de la celebración cristiana.
Un primer punto que desarrolla el documento es la Liturgia en el hoy de la historia de la salvación. En este primer epígrafe el Papa nos sitúa en el Misterio pascual, verdadero centro de la teología litúrgica de la Constitución conciliar sobre la liturgia, la Sacrosanctum Concilium. La Última Cena, la Cruz de Cristo y la Resurrección, el Misterio pascual, aparecen como el único y verdadero culto perfecto y agradable al Padre.
La liturgia es el medio que el Señor nos ha dejado para tomar parte en este acontecimiento único y admirable de la historia de la Salvación. Y es un medio que vivimos en la Iglesia. “Desde los inicios, la Iglesia ha comprendido, iluminada por el Espíritu Santo, que aquello que era visible de Jesús, lo que se podía ver con los ojos y tocar con las manos, sus palabras y sus gestos, lo concreto del Verbo encarnado, ha pasado a la celebración de los sacramentos” (Carta, n. 9).
Encuentro con Cristo
En relación directa con lo que hemos dicho hasta ahora está el segundo epígrafe de la Carta: La Liturgia, lugar del encuentro con Cristo. Nos recuerda este subtítulo una expresión muy significativa de la Carta que Juan Pablo II escribió a los 25 años de la publicación de la Sacrosanctum Concilium: “La liturgia es el lugar privilegiado de encuentro con Dios y con quien Él envió, Jesucristo” (san Juan Pablo II, Carta apost. Vicesimusquintus annus, n. 7). Aquí está toda la poderosa belleza de la liturgia, dirá Francisco: es un encuentro con Cristo, pues no podemos olvidar que “la fe cristiana, o es un encuentro vivo con Cristo, o no es” (Carta, n. 10).
La liturgia constituye un verdadero encuentro con Cristo, no es un simple vago recuerdo. Encuentro que empezó en el Bautismo, acontecimiento que marca la vida de todos nosotros. Y este encuentro con Cristo en el Bautismo, verdadera muerte y resurrección, nos hace hijos de Dios, miembros de la Iglesia y así experimentamos la plenitud del culto a Dios. “De hecho, uno solo es el acto de culto perfecto y agradable al Padre, la obediencia del Hijo cuya medida es su muerte en cruz. La única posibilidad de participar en su ofrenda es ser hijos en el Hijo. Este es el don que hemos recibido. El sujeto que actúa en la Liturgia es siempre y solo Cristo-Iglesia, el Cuerpo Místico de Cristo” (Carta, n- 15).
Beber de la liturgia
A renglón seguido, el Papa quiere recordarnos, como ya hicieran el Concilio Vaticano y el movimiento litúrgico que lo precedió, que la liturgia es la “fuente primaria y necesaria de donde han de beber los fieles el espíritu verdaderamente cristiano” (Sacrosanctum Concilium, n. 14). Por eso “con esta carta quisiera simplemente invitar a toda la Iglesia a redescubrir, custodiar y vivir la verdad y la fuerza de la celebración cristiana. Quisiera que la belleza de la celebración cristiana y de sus necesarias consecuencias en la vida de la Iglesia no se vieran desfiguradas por una comprensión superficial y reductiva de su labor, o peor aún instrumentalizadas al servicio de alguna visión ideológica” (Carta, n. 16). El objetivo de la Carta, más allá de algunos titulares sensacionalistas, es claro leyendo estas palabras de Francisco.
Frente al peligro del gnosticismo y del pelagianismo, al que el Santo Padre se ha referido por extenso en su carta programática Evangelii gaudium, la Carta pone ante nuestros ojos el valor de la belleza de la verdad de la celebración cristiana. “La liturgia es el sacerdocio de Cristo revelado y entregado a nosotros en su Pascua presente y activo hoy a través de los signos sensibles (agua, aceite, pan, vino, gestos, palabras) para que el Espíritu, sumergiéndonos en el misterio pascual, transforme toda nuestra vida, conformándonos cada vez más a Cristo” (Carta, n. 21).
En este párrafo se encierra toda la belleza y profundidad de la liturgia: el misterio en el que participamos, que se hace presente por medio de signos sensibles, que nos configura a Cristo muerto y resucitado, transformándonos en Él. Belleza que, como recuerda el Romano Pontífice, no es un simple esteticismo ritual, o el cuidado únicamente de una formalidad exterior del rito o de las rúbricas.
Cuidar la liturgia
Lógicamente, esto es necesario para no “confundir lo sencillo con una dejadez banal, lo esencial con la superficialidad ignorante, lo concreto de la acción ritual con un funcionalismo práctico exagerado” (Carta, n. 22). Por eso hay que cuidar todos los aspectos de la celebración, observar todas las rúbricas, pero sin olvidar que es necesario fomentar “el asombro ante el misterio pascual, parte esencial de la acción litúrgica” (Carta, n. 24). Un asombro que va más allá de la expresión sentido del misterio. “La belleza, como la verdad, siempre genera asombro y, cuando se refiere al misterio de Dios, conduce a la adoración” (Carta, n. 25). El asombro es parte esencial de la acción litúrgica, porque es la actitud de quien sabe que está ante la peculiaridad de los gestos simbólicos.
Después de esta primera parte introductiva, el Papa se pregunta: ¿cómo recuperar la capacidad de vivir plenamente la acción litúrgica? Y la respuesta es clara: “La reforma del Concilio tiene este objetivo” (Carta, n. 27). Pero el Papa no quiere que la no aceptación de la reforma, así como una comprensión superficial de la misma, distraiga de encontrar la respuesta a la pregunta que hacíamos antes: ¿cómo podemos crecer en la capacidad de vivir plenamente la acción litúrgica?, ¿cómo podemos seguir asombrándonos de lo que ocurre ante nuestros ojos en la celebración? Y la respuesta clara de Francisco: “Necesitamos una formación litúrgica seria y vital” (Carta, n 31).
Formación litúrgica
Formación para la liturgia y formación desde la liturgia son los dos aspectos que trata a carta a continuación. En esta formación para la liturgia el estudio es solo el primer paso para poder entrar en el misterio celebrado, ya que para poder guiar en el camino hay que recorrerlo antes. Tampoco hay que olvidar que la formación para la liturgia “no es algo que se pueda conquistar de una vez para siempre: puesto que el don del misterio celebrado supera nuestra capacidad de conocimiento, este compromiso deberá ciertamente acompañar la formación permanente de cada uno, con la humildad de los pequeños, actitud que abre al asombro” (Carta, n. 38).
Por lo que se refiere a la formación desde la liturgia, ser formados por ella, conlleva una real implicación existencial con la persona de Cristo. “En este sentido, la liturgia no tiene que ver con el conocimiento, y su finalidad no es primordialmente pedagógica (aunque tiene su valor pedagógico) sino que es la alabanza, la acción de gracias por la Pascua del Hijo, cuya fuerza salvadora llega a nuestra vida” (Carta, n. 41). Por eso la celebración tiene que ver con la “realidad de ser dóciles a la acción del Espíritu, que actúa en ella, hasta que Cristo se forme en nosotros. La plenitud de nuestra formación litúrgica es la conformación con Cristo. Repito: no se trata de un proceso mental y abstracto, sino de llegar a ser Él” (Carta, n. 41).
Unión de cielo y tierra
Esta implicación existencial tiene lugar por vía sacramental. A través de los signos creados que han sido asumidos y puestos al servicio del encuentro con el Verbo encarnado, crucificado, muerto, resucitado, ascendido al Padre. Es muy bonita la frase del Papa cuando recuerda que la “liturgia da gloria a Dios porque nos permite, aquí en la tierra, ver a Dios en la celebración de los misterios” (Carta, n. 43). ¿Y cómo volver a ser capaces de símbolos? ¿Cómo volver a saber leerlos para vivirlos? Ante todo, dirá Francisco, recuperando la confianza en la creación. Además, otra cuestión será la educación necesaria para adquirir la actitud interior que permitirá situar y comprender los símbolos litúrgicos.
Un aspecto que señala la Carta para custodiar y para crecer en la comprensión vital de los símbolos de la liturgia será el ars celebrandi: el arte de celebrar. Arte que conlleva comprender el dinamismo que describe la liturgia, estar en sintonía con la acción del Espíritu, así como conocer la dinámica del lenguaje simbólico, su peculiaridad y su eficacia (cfr. Carta, nn. 48-50).
Silencios litúrgicos
El Papa Francisco recuerda que este tema concierne a todos los bautizados y supone un hacer común (caminar en procesión, sentarse, estar de pie, arrodillarse, cantar, estar en silencio, mirar, escuchar…), que educa a cada fiel a descubrir la auténtica singularidad de su personalidad, no con actitudes individualistas, sino siendo conscientes de ser un solo cuerpo de la Iglesia.
Un gesto particularmente importante es el silencio. Está previsto expresamente por las rúbricas (en los ritos iniciales, en la liturgia de la Palabra, en la plegaria eucarística, después de la comunión. El silencio no es un refugio para esconderse en un aislamiento intimista, padeciendo la ritualidad como si fuera una distracción, sino que es el símbolo de la presencia y de la acción del Espíritu Santo.
Ars celebrandi
Si bien el ars celebrandi concierne a todos los bautizados, el Papa señala que los ministros ordenados deben cuidarlo especialmente. Hay diversos modelos de presidencia, pero lo fundamental es evitar el exagerado personalismo en el estilo celebrativo. Para que este servicio de presidencia se haga bien, con arte, es de fundamental importancia que el presbítero sea consciente de que él es, en sí mismo, uno de los modos de presencia del Señor.
Esto le llevará a no olvidar que el Resucitado tiene que seguir siendo el protagonista, como en la Última Cena y en la Cruz y Resurrección. Se trata de mostrar en la celebración que el Señor, y no el celebrante, es el protagonista. “El presbítero está formado para presidir mediante las palabras y los gestos que la Liturgia pone en sus labios y en sus manos” (Carta, n. 59). Conviene tener siempre presente que las palabras y los gestos de la liturgia son expresión madurada a lo largo de los siglos de los sentimientos de Cristo y ayudan a configurarse a Él (cfr. Instr. Redemptionis sacramentum, n. 5).
Finalidad del documento
El Papa Francisco, como hicieron en repetidas ocasiones san Juan Pablo II y Benedicto XVI, concluye animando a redescubrir la riqueza de la constitución conciliar sobre la Sagrada Liturgia, Sacrosanctum Concilium. Al mismo tiempo reitera, como hizo al inicio y en diversos momentos de la carta constituyendo su Leitmotiv, su filo rosso, el deseo de que esta carta ayude a “reavivar el asombro por la belleza de la verdad de la celebración cristiana, a recordar la necesidad de una auténtica formación litúrgica y a reconocer la importancia de un arte de la celebración, que esté al servicio de la verdad del misterio pascual y de la participación de todos los bautizados, cada uno con la especificidad de su vocación” (Carta, n. 62). Estas, y no otras, son las motivaciones de fondo de esta bonita Carta. Un broche de oro para recordar la importancia del año litúrgico y del domingo.
“Abandonemos las polémicas para escuchar juntos lo que el Espíritu dice a la Iglesia, mantengamos la comunión, sigamos asombrándonos por la belleza de la Liturgia” (Carta, n. 65).
Título: El eterno femenino. Cincuenta mujeres de libro
Autor: Rafael Gómez Pérez
Páginas: 202
Editorial: Rialp
Ciudad: Madrid
Año: 2022
Sin grandes pretensiones, el libro recoge de manera sucinta, medio centenar de pequeños relatos en los que el autor, cogiendo como modelo a diferentes figuras femeninas de la literatura universal, va desgranando virtudes, defectos, actitudes de los que estos personajes son imagen. Desde la generosa serenidad de Eugenia Grandet, la pureza de Catalina von Heilbronn o la virtud de Pamela a otros rasgos menos positivos como la crueldad de Electra, la obsesión despertada por Rebeca o la superficialidad casi insoportable de Madame Bovary.
“El eterno femenino” no quiere ser un libro de pensamiento al uso sino, más bien, una obra que sirva de guía y primer acercamiento a estas figuras más o menos conocidas de la literatura.
Una obra muy interesante para utilizar en ámbitos educativos a la hora de buscar ejemplos y dar a conocer las grandes obras de todos los tiempos así como punto de partida para conversaciones, especialmente con jóvenes, sobre los grandes temas del ser humano. Una pequeña reivindicación de la figura femenina, con su variedad de matices, en la historia de la literatura universal y en la construcción de arquetipos que han llegado, casi inalterados, a nuestros días.
«Jesús explica quién es el discípulo y la misión». XIV domingo del Tiempo ordinario
Andrea Mardegan comenta las lecturas del XIV domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.
Andrea Mardegan·30 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 2minutos
Las instrucciones de Jesús sobre la misión, en Marcos y Mateo se dirigen a los Doce, en Lucas se encuentran en dos discursos, el primero a los Doce (9, 1) y el segundo a los setenta y dos. El número recuerda a las setenta naciones paganas mencionadas en el Génesis (setenta y dos en la versión griega): lo que significa que la misión no se limita al pueblo de Israel, sino que llegará “hasta el confín de la tierra”, como dirá Jesús antes de su ascensión.
También puede referirse a los setenta ancianos que Dios pidió a Moisés que eligiera para ayudarle en el gobierno del pueblo, a los que más tarde se añadieron otros dos, lo que subraya que su misión tiene un origen divino.
Las acciones y palabras de Jesús definen al discípulo y la misión. Los envía de dos en dos: su hermandad es esencial, no van solos, para apoyarse mutuamente. Los envía delante de él: su papel es abrir el camino, son precursores, como el Bautista. La primera tarea que les encomienda es rezar al dueño de la mies para que envíe obreros. Tampoco el dueño de la mies quiere actuar solo: involucra a sus obreros en la llamada de otros obreros, con su oración. Les advierte que serán como corderos en medio de lobos.
Sin embargo, les exhorta a ir sin equipaje. Pero antes de su pasión, les dirá: “Cuando os envié sin bolsa, ni alforja, ni sandalias, ¿os faltó algo?”. Dijeron: “Nada”. “Pero ahora, el que tenga bolsa, que la lleve consigo, y lo mismo la alforja; y el que no tenga espada, que venda su manto y compre una”. Significa que aquel consejo concreto no era válido en todas las circunstancias. En cambio, la exhortación al desprendimiento es válida para siempre.
El primer regalo que traen de parte de Jesús es la paz, y les recomienda guardarla para sí en caso de que no fuera recibida. Luego tiene que curar a los enfermos. Solo en tercer lugar pueden proclamar que el reino está cerca. Es bueno que reciban su sustento, pero no deben ir de casa en casa como para hacer propaganda o crear un grupo de opinión o poder.
Lucas está muy atento al desprendimiento de los discípulos de la ambición mundana: por dos veces escribe que Jesús dice a los Doce que la autoridad es servicio, y es el único evangelista que recoge estas palabras suyas: “Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que se os ha ordenado, decid: Somos siervos inútiles. Hemos hecho todo lo que teníamos que hacer”.
Con esta preparación, los discípulos van y someten incluso a los demonios. Jesús ve a Satanás caer como un rayo. Regresan llenos de alegría, y Jesús les asegura que nada podrá hacerles daño. Pero les indica que no se alegren por el resultado, sino porque han sido elegidos por Dios y tienen prometida su eterna gratitud.
La homilía sobre las lecturas del domingo XVI
El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.
La Iglesia llora el asesinato de otros dos sacerdotes en Nigeria
Otros dos sacerdotes han sido asesinados esta semana en Nigeria. El padre Christopher Odia y el padre Vitus Borogo, las últimas víctimas de un largo rastro de sangre. Es el tercer gran atentado contra católicos en el último mes.
Antonino Piccione·29 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 3minutos
Dos sacerdotes fueron asesinados este fin de semana en el estado sureño de Edo y en el estado norcentral de Kaduna. Apenas han pasado unas semanas desde la matanza del domingo de Pentecostés, con el asesinato de al menos 40 personas en la iglesia de San Francisco Javier de Owo, en el estado suroccidental de Ondo.
Asesinatos a sangre fría
El padre Christopher Odia, de 41 años, fue secuestrado ayer en su rectoría, en la iglesia de San Miguel, cuando se preparaba para celebrar misa. El sacerdote fue asesinado posteriormente por sus atacantes, según explicó un comunicado de la Iglesia local. El sábado, el padre Vitus Borogo, sacerdote de la archidiócesis de Kaduna, fue asesinado en la Granja de la Prisión, tras una incursión de «terroristas», según informó el padre Alumuku, como también informaron la prensa local y fuentes de Ayuda a la Iglesia Necesitada.
El sacerdote, de 50 años, «estaba allí», explica el responsable de comunicación social de la archidiócesis de Abuja, «con dos personas, su hermano y otro chico, que luego fueron secuestrados» por los pistoleros. «Conocí al padre Vitus, ya que fue alumno mío cuando era rector del seminario St. James, en la diócesis de Makurdi, en el estado de Benue», recuerda el padre Alumuku. «Era un chico muy amable y brillante. Lo conocí recientemente, hace un par de meses en Kaduna. Como capellán del Politécnico del Estado de Kaduna, guiaba a los estudiantes católicos de ese colegio en la fe para que fueran signos positivos en la comunidad local».
Nigeria, país de mártires
«Como sacerdotes, no nos echamos atrás, no tenemos miedo: Estamos preparados para ser mártires, porque es con la sangre del martirio como crecerá la Iglesia en Nigeria«. Estas son las palabras del padre Patrick Alumuku, responsable de comunicación social de la archidiócesis de Abuja y director de la televisión católica nacional de Nigeria, ante el reguero de sangre que golpea trágicamente al país africano y a la Iglesia católica en particular.
«La zona de Kaduna es una de las más afectadas por los pastores fulani», explica el sacerdote, refiriéndose a la etnia nómada de África occidental. Su presencia se extiende desde Mauritania hasta Camerún, a menudo en sangriento conflicto con las poblaciones agrícolas asentadas. El contexto general de inseguridad se genera por la violencia de las distintas ramas del extremismo islámico Boko Haram.
Petición de ayuda a las autoridades
De una deriva «yihadista» en el país, el padre Alumuku habla de que «la Iglesia católica es un objetivo a atacar»» simplemente «por su fe cristiana: No luchamos contra nadie, no tenemos armas». En nombre de Signis Nigeria, la rama local de la Asociación Católica Mundial para la Comunicación, de la que el padre Alumuku es presidente en Abuja, el sacerdote insta a los «organismos de seguridad a nivel federal y estatal a intensificar sus esfuerzos para llevar a los asesinos ante la justicia, al tiempo que multiplican sus esfuerzos» para salvaguardar la vida de todos los ciudadanos.
«El Estado tiene el deber de proteger a todos los nigerianos», señala monseñor Matthew Man-Oso Ndagoso, arzobispo de Kaduna. «Es algo terrible. La Iglesia está dolida, pero no sólo la Iglesia: Todos los nigerianos están dolidos por lo que está pasando». «La gente no se siente segura en sus casas, en las calles, en ningún sitio», continuó el prelado. «Cientos de nigerianos son víctimas de secuestradores y terroristas y todo ello», señala, «con impunidad». «Si hay paz en el país, los que tienen la tarea de anunciar el Evangelio, como nosotros, tienen la posibilidad de hacerlo; donde no hay paz y seguridad, como ocurre ahora, nuestro trabajo» es difícil, «inhibido» por el hecho de que «no podemos movernos libremente». Ésta, concluye el arzobispo de Kaduna, «es la terrible situación que vivimos hoy» en Nigeria.
Un mes trágico
El país ha vivido un largo y espeluznante rastro de derramamiento de sangre en el mundo católico. A principios de este mes, escribe CNA, «hombres armados atacaron una iglesia católica y otra baptista en el estado de Kaduna, asesinando a tres personas y secuestrando, al parecer, a más de 30 fieles». Se denunció el atroz y cobarde ataque a la iglesia católica en el estado de Ondo el 5 de junio.
Con respecto al último episodio trágico, la agencia de noticias Fides informó de la captura de dos de los secuestradores del padre Christopher. «Dos de los asesinos fueron capturados por la comunidad que estaba tras la pista de los secuestradores», explicó el obispo auxiliar de Minna, monseñor Luka Gopep.
Desde principios de año, tres sacerdotes han sido asesinados sólo en Nigeria. El primero, el padre Joseph Aketeh Bako, fue secuestrado y luego asesinado el 20 de abril. La Agencia Fides también informa de que 900 cristianos han sido asesinados hasta ahora en los primeros meses del año. El país de África Occidental está lidiando con una ola de violencia por parte de bandas armadas, principalmente en comunidades rurales desprotegidas. Desde 2009, cuando surgió la insurgencia de Boko Haram, Nigeria vive en un estado total de inseguridad.
El viernes 24 de junio el Tribunal Supremo anuló la sentencia de Roe vs. Wade, que amparaba el «derecho» al aborto en EEUU desde 1973. Conocida la decisión miles de personas salieron a la calle para celebrarlo, mientras que otras muchas lo hacían para protestar.
Y es que posiblemente el aborto es la cuestión moral más controvertida en occidente desde hace más cincuenta años.
Las exigencias de los provida parecen razonables, en la medida en que creen que están en juego vidas humanas. Sin embargo, los que están a favor del aborto están igualmente convencidos de que es un derecho humano de las mujeres, pues piensan que los embriones o los fetos no son personas con derechos.
Yo estoy personalmente en contra del aborto pero, en estas líneas, no quiero entrar a valorar los argumentos de las dos partes. Quiero subrayar el hecho de que claramente no estamos de acuerdo. Si todos reconocemos esto, lo siguiente que podemos plantearnos es cómo hacer para avanzar juntos en el esclarecimiento de esta cuestión.
Es cierto que uno pueda pensar que es imposible llegar a un acuerdo sobre el asunto. Hay buenas razones para ello: Las posiciones de ambas partes son muy firmes. Unos y otros apenas escuchamos las razones de la parte contraria, hay muchos intereses económicos enfrentados, se trata de un tema que nos implica emocionalmente, etc.
Ahora bien, después de tantos siglos de historia, me pregunto si no será posible resolver nuestras diferencias de una forma más racional y pacífica. A lo largo de la historia los seres humanos hemos solucionado nuestras discrepancias acudiendo a la guerra, a las descalificaciones personales y, últimamente, a la cancelación o la condena social. Y la verdad es que tiene sentido hacerlo, pues muchas veces la imposición forzosa de las ideas de unos sobre otros ha sido eficaz. Ha funcionado en muchas ocasiones, implantado una determinada visión del mundo.
Creo que esta es la razón por la que todos nos podemos sentir tentados a imponer por mayorías las leyes que consideramos justas. Y como la violencia ha dejado de estar bien vista socialmente, preferimos no acudir a ella salvo que no quede otro remedio.
Seguramente sea un poco ingenuo, pero me pregunto si no podríamos ser capaces de tener un diálogo sereno sobre una cuestión moral controvertida. Evidentemente no es algo fácil, pero si no lo intentamos, corremos el riesgo de seguir ahondando en la polarización que cada vez más divide nuestras sociedades.
Con la decisión del tribunal americano los provida han obtenido una gran victoria, revocando una sentencia que parecía inamovible. Mañana, sin embargo, serán los proaborto los que ganarán la siguiente batalla. Ahora bien, en lo que creo que podemos estar de acuerdo todos es que imponer leyes por mayorías ajustadas no está solucionando las discrepancias sociales. Es más, parece agrandarlas.
Así pues, todos deberíamos aceptar que hay que afrontar un debate moral complejo y que nos incomoda. Michael Sandel, el famoso profesor de Harvard y Premio Princesa de Asturias, ha dedicado buena parte de su obra a explicar por qué la mayoría de debates sociales sobre cuestiones morales controvertidas en realidad no han tenido lugar. Sus investigaciones muestran que da igual si el tema es el aborto, la eutanasia, el matrimonio homosexual o la maternidad subrogada: En ninguno de esos casos ha habido un diálogo real. Tampoco hay diferencias entre cómo se han gestionado los procesos de decisión en unos países y otros. En todos ellos encontramos la imposición legislativa de unas mayorías sobre otras.
Por eso, si queremos respetarnos todos y avanzar como sociedad ambas partes deben buscar la verdad sobre cada asunto si queremos resolverlo de veras. ¿Y cómo será posible superar las discrepancias? Personalmente tengo la convicción de que en cualquiera de los temas en los que no estamos de acuerdo hay muchos aspectos en torno a esa misma cuestión en los que sí lo estamos. Solo partiendo de aquello que aceptamos todos, podemos aclarar exactamente dónde discrepamos. Y, llegados a ese punto, nos quedará preguntarnos cómo podemos hacer para convivir juntos.
Pongamos un ejemplo sobre la sentencia del aborto recientemente anulada. Las posiciones del Presidente Joe Biden y los obispos estadounidenses son diametralmente opuestas a la hora de juzgar la decisión del Tribunal Supremo. Sin embargo, ambos han subrayado la importancia de que no haya un estallido de violencia. El hecho de que ahora algunos estados prohiban el aborto y otros lo faciliten todavía más no resuelve el problema de fondo. Estamos lejos de convivir serenamente entre todos y de que se den las condiciones para que haya un clima que permita esclarecer la verdad sobre el origen de la vida.
En este sentido el triunfalismo provida no puede ser revanchista: No basta con prohibir el aborto en algunos estados si no se ayuda de verdad a todas las madres que tienen dificultades para criar a sus hijos. Y restregar la victoria frente a los partidarios del aborto tampoco sumará mucho (y esto con independencia de que ellos hagan lo mismo cuando se llevan el gato al agua).
Entiendo las razones de los manifestantes provida que han salido a la calle a celebrarlo. Sin duda es un gran paso para su causa. Sin embargo, el Tribunal Supremo de EEUU ha estado lejos de decir que el aborto sea acabar con la vida de una persona. Sencillamente ha declarado que son los distintos estados americanos los que deben decidir si legalizarlo o no. Al hacer esto está reconociendo implicitamente que el aborto no es matar a un inocente, pues si pensara realmente eso, las leyes americanas lo prohibirían en toda la nación.
¿A dónde voy con todo esto? Pues a que con independencia de que el aborto sea legal o no en un determinado estado (y podríamos decir lo mismo de cualquier país), el verdadero problema es cómo vamos a hacer para ponernos de acuerdo entre las dos partes. Las leyes son importantes y sin duda configuran la cultura, pero lo que he tratado de señalar en estas líneas es que en determinadas cuestiones el establecimiento de una ley no acaba con la controversia. Así pues, ¿cómo podemos avanzar?
El camino para solucionar estos temas no es fácil, por eso muchos piensan que lo único que queda es la batalla cultural. Si entendemos por este concepto dar la cara en el debate público para justificar racionalmente las propias convicciones, entonces estoy de acuerdo en que es muy necesaria. Ahora bien, si dar la batalla cultural quiere decir aceptar que en la sociedad hay dos bandos en torno a cada cuestión controvertida y solo uno de los dos puede quedar en pie, entonces la idea no me entusiasma tanto. Yo no quiero acabar con los que piensan diferente y tampoco quiero imponerles mis convicciones. Quiero una sociedad donde unos y otros tengan la oportunidad de tratar de convencer al otro de su postura sin ser cancelado por intentar hacerlo.
Por eso, aunque estoy contento con la anulación de Roe vs Wade, no tengo un tono triunfalista frente a los partidarios del aborto. De hecho, ahora se sienten atacados y con más miedo, por lo que a priori no es tan fácil que escuchen las razones de la posición contraria. Yo en cambio, quiero dialogar con ellos, tratar de convencerles, no de vencerles en una votación que hoy he ganado y mañana puedo perder. Y por supuesto, estoy dispuesto a escuchar también sus argumentos sin hacer descalificaciones personales y respetando a las personas que no piensan como yo. Quizá así avancemos, realmente, en el debate.
Transmitir el legado de la fe, eje del 24 Congreso Católicos y Vida Pública
Mientras el año pasado, el congreso del CEU abordó la corrección política, junto al análisis, por ejemplo, de la cultura de la cancelación y el movimiento woke, con un eco notable en la opinión pública, este año mirará en positivo con propuestas en torno a la fe y a la transmisión de un legado, ha avanzado su director, Rafael Sánchez Saus.
Francisco Otamendi·28 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 3minutos
El director del Congreso Católicos y Vida Pública, Rafael Sánchez Saus, ha adelantado algunos detalles de la 24 edición de este congreso que se celebrará los días 18, 19 y 20 de noviembre de 2022, en el campus de Moncloa de la Universidad CEU San Pablo, bajo el título ‘Proponemos la fe. Transmitimos un legado’.
Como siempre, el congreso analizará asimismo los acontecimientos que están sucediendo en nuestro tiempo, y mirará a Estados Unidos, con motivo de la reciente decisión de la Corte Suprema, que ha manifestado que la Constitución norteamericana no concede ni contiene el ‘derecho’ al aborto, y devuelve la decisión al “pueblo” y a sus “representantes electos”, es decir, al gobierno de cada Estado. Esto supone un “triunfo” para el movimiento provida de Estados Unidos, y se va a analizar, manifestó Rafael Sánchez Saus en un encuentro informal con periodistas.
El congreso mirará también hacia Europa del Este y la guerra de Ucrania, y lo que está sucediendo allí, y destinará “todos los ingresos por inscripción y misas, como se ha hecho en anteriores ocasiones, a las campañas que tengan como finalidad Ucrania, y en concreto de Ayuda a la Iglesia Necesitada”, añadió Sánchez Saus.
Respuesta a las ideologías
El director del Congreso ha señalado, por otra parte, que el encuentro de noviembre compendia la respuesta que los católicos de nuestro tiempo podrían plantear al mundo de hoy frente a las ideologías. “La fe que proponemos es la fe en Jesucristo, Dios y hombre, creador y redentor, y en la Iglesia católica, apostólica y romana, que nos lo ha dado a conocer”.
A su juicio, “el legado que debemos transmitir es el que recibimos de nuestros padres y ellos de los suyos, el de una civilización que fue fundada sobre principios radicalmente nuevos en la historia de la humanidad”.
En este sentido, Sánchez Saus ha asegurado que “tenemos el derecho y el deber de recibir, incrementar y proyectar ese inmenso legado espiritual, moral y cultural, del que somos herederos, sin menguas ni rebajas”.
Además, ha apelado a un legado que “ciertamente debe ser actualizado para responder con nuevas ideas y soluciones a los problemas de hoy y del inmediato mañana, muchos de ellos derivados de la subversión antropológica que se nos impone desde las ideologías y sus poderosas terminales, de la pérdida de sentido y vaciamiento de la vida en aras del hedonismo y el consumo”.
El director del Congreso no ha desvelado, de momento, los ponentes del próximo meeting, pero ha avanzado que habrá “un plantel de ponentes internacionales de primer nivel y un conjunto de expertos en distintas materias, interdisciplinar, desde la educación y la familia a la historia, la economía o el derecho, entre otras, que dirigirán los talleres en los que los congresistas podrán profundizar según el área de su interés en un ambiente de diálogo”.
La apuesta del congreso de noviembre se centrará en “una experiencia formativa y constructiva que debe fortalecer nuestra voluntad plenamente apostólica de contribuir a la existencia de un mundo más cristiano y, por ello, más humano”, ha subrayado Rafael Sánchez Saus.
Entre otros pensadores y especialistas, estuvo en el congreso el filósofo francés y profesor emérito de La Sorbona, Rémi Brague, para quien lo que está en juego con la cultura de la cancelación es “nuestra relación con el pasado”, y debemos elegir “entre perdonar o condenar”.
Rémi Brague, que propuso “recobrar nuestra capacidad de perdonar”, concedió también una entrevista a Omnes.
En el encuentro de hoy se han entregado las actas del 23 Congreso, el del año pasado, sobre corrección política, elaboradas por CEU Ediciones. El Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas y su obra la Fundación Universitaria San Pablo CEU, “quiere propiciar un marco de encuentro y reflexión para cuantos católicos y personas de buena voluntad se hallan interesados en conseguir que la luz del Evangelio ilumine todos los aspectos de la vida, tanto en sus dimensiones personal como social”.
En el anterior Congreso hubo 1.063 inscritos, una cifra que no se había alcanzado nunca, casi 1.700 seguidores on line, y una presencia en 115 medios informativos, 26 de ellos internacionales, señaló Rafael Sánchez Saus, quien destacó el crecimiento del impacto mediático en los últimos años.
La prioridad de la gracia: El teólogo Karl-Heinz Menke, sobre el Opus Dei
El teólogo alemán Karl-Heinz Menke ha subrayado la prioridad que san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, concede en sus enseñanzas a la acción de la gracia divina, también en la vida corriente de los fieles comunes.
Emilio Mur·28 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 7minutos
Karl-Heinz Menke es catedrático emérito de Teología Dogmática en la Universidad de Bonn, entre 2014 y 2019 fue miembro de la Comisión Teológica Internacional y en 2017 recibió el premio “Joseph Ratzinger” de Teología. El prestigioso profesor ha rebatido también las críticas que otro renombrado teólogo, el cardenal suizo Hans Urs von Balthasar, hizo a “Camino”, la obra más conocida de Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei.
Karl-Heinz Menke reconoce que él las compartió por algún tiempo, pero ahora percibe que von Balthasar pasó por alto “el punto crucial: solo si he comprendido a mis padres, mi educación, los golpes del destino y las discapacidades, las limitaciones y los talentos de mi vida como gracia; solo si he comprendido con toda mi existencia que yo —¡precisamente yo!— puedo mover montañas y ser luz y sal de la tierra, puedo y debo permitir que me digan, quizás todos los días: “Puedes mucho más. ¡Deja poso! No eres un saco de arena; ¡reacciona! ¡Templa tu voluntad!”.
Karl-Heinz Menke se expresó así en Colonia (Alemania) el 25 de junio, durante la homilía de una Misa celebrada con ocasión de la memoria del fundador del Opus Dei. Además, destacó la importancia que san Josemaría concede a la libertad, y destacó el compromiso social y caritativo de las personas de la Obra.
Por su interés, reproducimos el texto completo, en una traducción española.
Homilía en conmemoración de san Josemaría Escrivá en Colonia, St. Ursula
Sucedió hace ya mucho tiempo; pero hay cosas que no se olvidan. Así, recuerdo una reunión a la que había invitado a los padres de los chicos que iban a recibir la primera confesión y la primera Comunión. Como es habitual en este tipo de reuniones, al principio todo giraba en torno a cosas externas: el orden, la distribución de papeles, la vestimenta y cosas por el estilo. Pero entonces una madre, a la que conocía bien, se levantó y, bastante emocionada y con el rostro enrojecido, se desahogó diciendo lo que evidentemente llevaba mucho tiempo reprimido. Más o menos: «Usted nos conoce, a mí y a mi marido. Acudimos a Misa todos los domingos y a menudo también entre semana. También acudimos a la confesión. Yo voy de casa en casa para recolectar fondos para Cáritas. Y mi marido está en la junta directiva de Kolping. Si hay que ayudar en la fiesta parroquial, en la del Corpus Christi o cualquier otra fiesta, ahí estamos. Solo que la gente, e incluso nuestros propios familiares, se ríen de nosotros. Nuestros vecinos no tienen que discutir con sus hijos adolescentes para que vayan a Misa los domingos. Les dan a sus hijas adolescentes la píldora y no tienen remordimientos de conciencia a la hora de hacer la declaración de la renta. Y mucho menos tienen que explicar a un niño de ocho años —como he hecho yo ya por cuarta vez— lo que es el pecado y que Jesús nos espera cada domingo».
Esta mujer dijo —¡hace ya décadas!— lo que muchos pensaban o sentían. Si he entendido bien a san Josemaría Escrivá, él mismo es una respuesta a esa pregunta.
Lo que más me ha fascinado al leer la biografía de Josemaría Escrivá por Peter Berglar es el don del santo para descubrir en cada ser humano —incluso en los que están profundamente heridos por las desviaciones y desvíos del pecado— la gracia [!!!] que, descubierta y desplegada con coherencia, puede convertirse en algo radiante (luz del mundo y sal de la tierra). San Josemaría estaba profundamente convencido: todo ser humano, por muy poco vistosa que pueda parecer su vida a los ojos de este mundo, y por muy obstaculizada que esté es vida por todo tipo de adversidades y limitaciones, está tocado por la gracia. Solo hay que reconocer y despertar esta gracia, fomentarla constantemente y hacerla fructificar.
El camino marcado por la gracia rara vez es idéntico a una sola posibilidad. Quien se hizo dentista también podría haberse convertido en un buen profesor. Prácticamente nadie es apto por naturaleza exclusivamente para una única profesión. Ciertamente, hay que tener en cuenta la naturaleza; quien no sabe hablar no debería convertirse en orador; y quien no tiene maña no debería convertirse en relojero. Pero siempre es cierto que cuando uno ha descubierto lo que está destinado a ser, cuando por fin sabe cuál es la gracia de su propia vida, entonces el resto se desarrolla.
San Josemaría aconseja recibir la Eucaristía diariamente y reservar dos medias horas al día para conversar con el Señor. No para añadir algo religioso a las numerosas obligaciones de la vida cotidiana. En ese caso, la relación con Dios o con Cristo sería algo así como un segundo piso sobre la planta baja de la jornada laboral. ¡No! Se trata de dar primacía a la recepción de la gracia, que debe determinar todo lo que hablamos, planeamos, pensamos y hacemos.
La gracia no suple a la naturaleza. Un mal médico no se convierte en uno bueno por acudir a la Misa diaria. Por el contrario, los que cubren la pereza, la incompetencia o la incapacidad con el manto de la piedad son una de esas figuras cómicas que caricaturizaron con mordacidad Friedrich Nietzsche y Heinrich Heine. La piedad no es un sustituto de la falta de competencia. Pero, por ejemplo, un médico que entiende su trabajo como un regalo de Cristo a sus pacientes, se esforzará al mismo tiempo al máximo. Eso es la santidad: la santificación del trabajo.
Sin la gracia, todo es nada. Pero con la gracia puedo mover montañas. San Pablo lo dijo con una rotundidad difícilmente superable: “Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor [Josemaría Escrivá diría: “la gracia”], sería como una campana que resuena o un platillo que retiñe, no sería nada” (1 Cor 13,1 y s.).
Solo quien ha entendido que su vida —ya sea la de la madre citada al principio, la del médico antes mencionada, la de un albañil o una enfermera— es gracia (vaso del amor), entiende los imperativos que recogió san Josemaría en “Camino”: “¿Adocenarte? —¿¡Tú… del montón!? Si tú puedes mucho más. ¡Deja poso! No eres un saco de arena; ¡reacciona! ¡Templa tu voluntad!”
He de reconocer que durante mucho tiempo, lamentablemente, asumí las críticas de Hans Urs von Balthasar. Él describió estos imperativos como meras consignas, como si fueran una patada; pero al hacerlo —y a pesar de ser uno de los más grandes teólogos— pasó por alto el punto crucial: solo si he comprendido a mis padres, mi educación, los golpes del destino y las discapacidades, las limitaciones y los talentos de mi vida como gracia; solo si he comprendido con toda mi existencia que yo —¡precisamente yo!— puedo mover montañas y ser luz y sal de la tierra, puedo y debo permitir que me digan, quizás todos los días: “Puedes mucho más. ¡Deja poso! No eres un saco de arena; ¡reacciona! ¡Templa tu voluntad!”.
El Evangelio de la pesca milagrosa, el evangelio previsto para la fiesta de san Josemaría, nos recuerda el requisito básico de todo éxito misionero: “¡Echa tus redes para pescar! ¡No envidies las redes de los demás! Sé, allí donde te han colocado, el amor, la gracia de Cristo”. El éxito misionero, para muchos contemporáneos, es un término que huele a manipulación y apropiación. Pero el amor no se apodera de nadie; al contrario, libera.
Todavía hoy mantengo correspondencia con un hombre que —estaba empleado en la recogida de basuras— se convirtió en un borracho tras el divorcio de su matrimonio, sin techo, etc.; todos saben a qué carrera descendente me refiero. Un estudiante de veinte años —hoy, fiel del Opus Dei con toda su familia— lo recogió literalmente de la calle y lo acompañó durante dos años con una fidelidad admirable, paso a paso y a pesar de todos los contratiempos. Hoy, este hombre, liberado de su infierno, asiste a la Santa Misa casi todas las tardes; recoge juguetes desechados de la basura, los repara en sus muchas horas libres y los dona a varios jardines de infancia y hogares infantiles. Incluso ha desarrollado dos patentes; en mayo del pasado año recibió la Cruz Alemana del Mérito.
El Cardenal Schönborn habla en La alegría de ser sacerdote de uno de sus sacerdotes: “Desde hace décadas, está en el confesionario todos los días a las cuatro y media de la mañana. La gente de toda la región sabe que puede encontrar allí al ‘cura’. Cuando van a trabajar a Viena o sus alrededores, muchos hacen un pequeño rodeo para dirigirse a ese pueblo y confesarse. Él siempre está. Incluso ha ampliado un poco el confesionario para poder hacer allí su gimnasia matutina. Lee, reza y espera; sencillamente está ahí. Es uno de los mejores sacerdotes, también para los jóvenes, por quienes es muy querido. Un sacerdote que es gracia porque vive de la gracia”.
Se puede vivir todo en modo de tener y todo en modo de amar (desde la gracia). Hay científicos que trabajan día y noche para descubrir, por ejemplo, una vacuna que salve la vida de cientos de miles de personas, sin pensar ni un segundo en el dinero que ganan con ello. Y hay gente que vive incluso la pobreza evangélica en modo de tener, siguiendo el lema: “¡Mira: yo tengo la pobreza; tú no la tienes!”
San Josemaría llamaba a su sacerdocio “de la Santa Cruz” porque vivía de la Eucaristía. Quien vive de la Eucaristía sabe que la gracia como perfección de la naturaleza es también su crucifixión. No se puede recibir al Cristo que literalmente se entrega (se sacrifica) sin la voluntad de dejarse situar en esta entrega (sacrificio) de sí mismo: cuanto más concreta, mejor. Ciertamente: lo decisivo es el indicativo, no el imperativo. Lo decisivo se nos da a cada uno de manera singular. Pero también es cierto que no somos simplemente el objeto de la gracia; somos también sujeto de la gracia.
Supongo que a la madre que se desahogó en esa reunión de padres en vísperas de la primera confesión y comunión de sus hijos, san Josemaría le habría respondido: ser cristiano nunca ha sido cómodo. Pero cuando se vive de la gracia, ya no se quiere prescindir de ella.
Porque quien se entrega a sí mismo se hace libre. Casi ninguno de los muchos críticos del Opus Dei sabe que no hay ningún tema sobre el que san Josemaría haya hablado tanto como sobre la libertad. En una de sus homilías de 1963, confiesa: “Soy muy amigo de la libertad, y precisamente por eso quiero tanto esa virtud cristiana [la obediencia]. Debemos sentirnos hijos de Dios, y vivir con la ilusión de cumplir la voluntad de nuestro Padre. Realizar las cosas según el querer de Dios, porque nos da la gana, que es la razón más sobrenatural. Cuando me decido a querer lo que el Señor quiere, entonces me libero de todas las cadenas que me han encadenado a cosas y preocupaciones […]. El espíritu del Opus Dei, que he procurado practicar y enseñar desde hace más de treinta y cinco años, me ha hecho comprender y amar la libertad personal”.
Así se explica —me parece a mí— la selección de la segunda lectura para su conmemoración (Rom 8, 14-17): “Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, esos son hijos de Dios. Habéis recibido, no un espíritu de esclavitud […], sino un espíritu de hijos adoptivos” (8, 15).
La defensa de la vida se refuerza en las calles de Madrid
En menos de un año, Madrid ha acogido tres manifestaciones en defensa de la vida. En noviembre de 2021 fue ‘Cada vida importa’. A finales de marzo, la Marcha por la Vida 2022, que reivindicó el cuidado de todo ser humano desde su concepción hasta la muerte natural. Ayer, con el liderazgo de la plataforma NEOS, decenas de miles de personas gritaron “sí a la vida” y abarrotaron la Plaza de Colón.
Francisco Otamendi·27 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 2minutos
En un ambiente familiar y reivindicativo, miles de personas procedentes de diferentes lugares de la geografía española se manifestaron ayer en defensa de la vida y de la verdad en Madrid, convocadas por la plataforma NEOS.
Las críticas más duras se dirigieron hacia las “leyes educativas adoctrinadoras”, la reforma de la ley del aborto y la ley de eutanasia vigente, que está amparando ya la ayuda a morir de enfermos de la mano de algunos facultativos en España. La manifestación comenzó en la glorieta de Bilbao y concluyó en la Plaza de Colón.
“El debate por la vida está abierto, y la vida siempre vencerá”, señaló Jaime Mayor Oreja, miembro del equipo impulsor de la plataforma NEOS. “Nos movilizamos porque queremos denunciar no a gobernantes, sino a inventores que generan ocurrencias más que leyes, y que no buscan el bien común, sino que los españoles se enfrenten entre sí”.
Mayor Oreja consideró que el acto “es un compromiso, una obligación, que va a significar un antes y un después”. “Nos movilizamos en este gran debate porque no queremos ser parte de un silencio cómplice y culpable”. Poco después, apeló a la implicación de “creyentes y no creyentes en la defensa de nuestra civilización” y solicitó “a los que somos creyentes queno escondamos nuestra fe”.
La manifestación estaba convocada con anterioridad, pero se ha producido dos días después de conocerse que la Corte Suprema de Justicia ha anulado el “derecho” al aborto a nivel federal en los Estados Unidos. Seis de los nueve jueces que conforman el Tribunal Supremo de los Estados Unidos dictaminaron que la Constitución americana no concede ni contiene el derecho al aborto, como ha informado Omnes.
Ha sido necesario casi medio siglo para que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, en una decisión histórica, revoque su sentencia Roe v. Wade, que declaró la existencia de un derecho constitucional al aborto, y la decisión de la Corte estadounidense, que devuelve la competencia a los Estados, puede suponer el principio del fin del aborto en los Estados Unidos, ha escrito Rafael Palomino.
Para las organizaciones convocantes ayer, la decisión de la Corte Suprema estadounidense muestra que “la batalla por la vida está más viva que nunca”.“Es una puerta de esperanza a que esto también se haga en España”, aseguró María San Gil, vicepresidenta de la Fundación Villacisneros y miembro de NEOS.
La Marcha por la Vida 2022 de finales de marzo tuvo lugar en Madrid también con la mirada dirigida a Estados Unidos, y a Colombia. En Washington, miles de personas salieron en enero a la calle para defender la vida con MarchforLife, mientras Colombia despenalizaba el aborto hasta la semana 24.
En el acto de ayer intervino, entre otras personas, Carmen Fernández de la Cigoña, directora del Instituto de Estudios de la Familia del CEU, quien pidió: “No tengáis miedo”, recordando las primeras palabras de san Juan Pablo II tras ser elegido Papa en 1978. La directiva del CEU criticó la aprobación de leyes contra la vida y contra la libertad. “Quitar los tres días de reflexión” es un paso más para evitar “que la gente piense”, señaló.
Nayeli Rodríguez, coordinadora nacional de la plataforma 40 días por la vida, recordó que más de 2,5 millones de inocentes han muerto desde la aprobación de la ley del aborto. “No hablamos de números, son personas”.
Muchos de los fracasos matrimoniales de los próximos años se están fraguando en nuestros días, en especial por adicciones de todo tipo a las que muchas veces no se quiere enfrentar.
Uno de los avances que se han dado últimamente en el terreno social es la consideración de igualdad del hombre y la mujer. Cosa que, por otra parte, es obvia, pero muchas veces lo evidente es lo más difícil de descubrir y de explicar.
Hay que tener en cuenta que una cosa es que sean iguales como personas y como sujetos de derecho y otra es que un hombre sea igual a una mujer. No hace falta nada más que tener un hijo y una hija, para darse cuenta de la diferencia que hay.
Para que una pareja funcione, el hombre tiene que ser tratado como tal y la mujer también.
En este último apartado nos damos cuenta que la mujer está llevando la peor parte, existe mucha violencia física y sicológica contra ella. También contra el hombre, pero ésta es más sicológica que física. No voy aquí a hablar de las causas de la violencia, porque éste no es el propósito de este artículo y, probablemente, yo no sabría hacerlo con la suficiente profundidad.
En lo que sí me gustaría incidir es en el hecho de que, de unos años a esta parte, en un amplio segmento de la juventud, se está identificando diversión con drogas, alcohol y sexo. Este último distorsionado por la pornografía, por la adicción a ella que tanto trastorno está ocasionando en las personas. Jóvenes y no tan jóvenes. Nadie negará que estos hábitos estén teniendo una influencia grande en las relaciones de pareja y en la agresividad que se da en las mismas.
Se puede estar conociendo a una persona y quizás no darnos cuenta de la importancia con que estos hábitos de vida influirán en su conducta futura.
Cuántas veces, en la orientación familiar, te viene alguien diciendo que se ha casado con una persona que no sabía que era alcohólica. Porque, en realidad, bebía lo que los demás, tomaba lo que todo el mundo. Vamos, que hacía lo normal.
Aquello que de novios aparece como «una forma de divertirse», una vez casados, esas conductas empiezan a presentarse como negativas e insoportables en la relación.
Antes formaban parte de la diversión, ahora forma parte de la vida. Nadie, por lo general, te va a decir: “Oye, tu novio, tu novia bebe más de la cuenta, o bebe mucho”.
No es políticamente correcto. Aparte de que los baremos están dislocados. Se puede decir sin temor a equivocarse que la mayoría de los jóvenes que beben, lo hacen en una cantidad excesiva para su salud y negativa para el futuro de una relación.
Con una persona que esté enganchada a drogas, del tipo que sean, es imposible llevar una convivencia que tenga una cierta normalidad.
Una persona que reúna esas características podemos decir que, en muchos casos, está incapacitada para querer; se le hace muy difícil, si no imposible, amar al otro.
Tengamos en cuenta que uno de los componentes del amor es la voluntad, junto con la inteligencia y el sentimiento. Una persona sin voluntad es una persona que no es libre para querer. Cuanto más adicta sea a sustancias que le cambian su forma de ser, pensar, comportarse como es, y cuanto más incapaz sea de liberarse de estas sustancias, más difícil se le hará querer, más difícil será, por tanto, la convivencia.
Muchos de los fracasos matrimoniales de los próximos años se están fraguando en nuestros días. No nos quepa la menor duda de que muchas de las causas tienen relación con lo que estamos comentando.
Tengamos en cuenta que lo que se dice de los hombres se puede decir de las mujeres.
«Pedro durmió tranquilo en la cárcel». Solemnidad de san Pedro y san Pablo
Andrea Mardegan comenta las lecturas san Pedro y San Pablo y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.
Andrea Mardegan·27 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 2minutos
Cuando leemos en los Hechos lo que sufrieron los apóstoles por su testimonio sobre Jesús, podemos centrarnos en lo bueno: el poder de la fe, la corona del martirio o, en el caso de Pedro capturado por Herodes, que todo acabó bien, que la Iglesia con su oración incesante y el ángel con su fuerza pudieron vencer la maldad del tirano. Pero es importante que también reflexionemos sobre la magnitud de las pruebas que han sufrido los apóstoles y los mártires de todas las épocas. Pensemos en ello: “El rey Herodes decidió arrestar a algunos miembros de la Iglesia”. No es agradable sentirse perseguido, tener la incertidumbre de lo que puede pasar en la calle o saber que pueden entrar en tu casa para encarcelarte. Estar en peligro de muerte. Santiago, el hermano de Juan, es asesinado por la espada. Es el primero de los apóstoles que sigue a Jesús hasta la muerte. Lo había aceptado: le había dicho a Jesús que podía beber su propio cáliz, y Jesús le había asegurado: así será.
Pedro fue arrestado para complacer a los judíos. Vigilado por cuatro piquetes de cuatro soldados cada uno. Herodes temía que sus hermanos se levantaran en armas para asaltar la prisión y liberarlo. No sabía él que la única espada que Pedro tomó en la noche de la traición no le sirvió para nada. La única y torpe herida que produjo en la oreja del siervo del sumo sacerdote fue inmediatamente curada por Jesús. Pongámonos en la piel de Pedro para entender que no fue un momento agradable. Pero gracias a los tres actos de amor que curaron las tres negaciones, y al Espíritu Santo que le dio fuerza y consuelo, Pedro sintió la cercanía de Jesús, y de hecho durmió tranquilo en la cárcel. Soñó tranquilamente: incluso el ángel que lo liberó, le pareció un sueño o una visión.
Esa noche le había ido bien. Una vez más había experimentado el poder de Dios. Ese recuerdo debió de ayudarle cuando no le fue posible bajar de la cruz, durante la persecución de Nerón, cuyo fatal desenlace celebramos hoy. Debió darse cuenta de que realmente había llegado el momento de que se cumpliera la profecía de Jesús: “Cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras”. En efecto, había llegado el momento de aceptar esa muerte con la que, como dice el evangelio de Juan, “iba a dar gloria a Dios”. Había llegado el momento de obedecer definitivamente a la última palabra que Jesús le dijo a orillas del lago: “Sígueme”. Esta vez ningún ángel vendría a liberarlo. Pidamos la intercesión de Pedro y Pablo para obtener de Dios la gracia de estar preparados, cuando llegue el momento de seguir también nosotros a Jesús con radicalidad por el camino de la cruz. Que podamos encontrar la mirada de María.
La homilía sobre las lecturas san Pedro y san Pablo
El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.
Nadie sabrá cómo será el mundo dentro de 50 años. Por eso, cada vez se ve con más claridad la necesidad de adquirir los hábitos que facilitan el aprendizaje continuo y un espíritu colaborativo y emprendedor.
Alejandro María Lino·26 de junio de 2022·Tiempo de lectura: < 1minuto
El profesor de Harvard Howard Gardner propuso la teoría de las inteligencias múltiples. Sus aportaciones son celebradas en todo el mundo por constituir un foco de luz en el incierto mundo de la educación. En una de sus últimas obras, Las cinco mentes del futuro, analiza las cinco habilidades básicas que serán más valoradas en el mundo profesional. Su apuesta se decanta por poseer los conocimientos de una disciplina, la capacidad de síntesis, la creatividad, el respeto y la ética.
Y es que los nuevos perfiles profesionales que demandan las empresas no solo exigen los conocimientos de una disciplina. También requieren que los estudiantes tengan confianza en sí mismos, iniciativa para resolver problemas imprevistos y una integridad personal capaz de comprometerse con los objetivos de la empresa. Para interiorizar estos hábitos es necesario poseer una buena formación humanística y contextos para poner en práctica estos ideales.
Dejar huella
Para conseguir este objetivo, la Universidad Villanueva ha desarrollado el Programa Impronta. Se trata de un proyecto transversal a las titulaciones de grado y que se han reforzado con nuevos contenidos, para dar respuesta a las necesidades de las carreras del ámbito Jurídico-Empresarial, de la Educación, de la Comunicación y de la Psicología.
La meta del programa es transformar a los estudiantes para que dejen huella e impacto en la sociedad. Formar ciudadanos que asuman sus responsabilidades con madurez y autonomía. Para ello, también se cuenta con un programa de tutorías de mentoring a lo largo de los años universitarios y el desarrollo de una mentalidad de Aprendizaje Servicio.
Un 60% de los alumnos de la universidad tienen algún tipo de beca, gracias a un ambicioso y variado programa de becas.
Papa Francisco: «Dejarse vencer por la ira en la adversidad es fácil; lo difícil es dominarse a sí mismo»
Tras la Misa de clausura del Encuentro Mundial de las Familias, el Papa ha dirigido sus reflexiones tras Ángelus desde el balcón de su despacho. Partiendo de la escena evangélica del día ha animado a los fieles a no dejarse llevar por la ira, a pesar de estar tentados a hacerlo. El ejemplo de los apóstoles que refleja el relato debe servir de estímulo a los creyentes.
El Evangelio de este domingo muestra cómo “los discípulos, llenos de un entusiasmo todavía demasiado mundano, sueñan que el Maestro está en camino hacia el triunfo. Jesús, en cambio, sabe que en Jerusalén le esperan el rechazo y la muerte; sabe que tendrá que sufrir mucho; y esto requiere una decisión firme. Es la misma decisión que debemos tomar nosotros si queremos ser discípulos de Jesús”.
De camino a Jerusalén, en una aldea samaritana, los habitantes rechazaron recibir a Jesús. “Los apóstoles Santiago y Juan, indignados, sugieren a Jesús que castigue a esa gente haciendo bajar fuego del cielo. Jesús no sólo no acepta la propuesta, sino que reprende a los dos hermanos. Quieren involucrarlo en su deseo de venganza y Él no está de acuerdo. El fuego que vino a traer a la tierra es el Amor misericordioso del Padre.
La reacción de Santiago y Juan es comprensible desde el punto de vista humano, pero no por ello Jesús la justifica. “Esto también nos sucede a nosotros, cuando, aunque hagamos el bien, quizás con sacrificio, en lugar de acogida encontramos una puerta cerrada. Entonces surge la ira: incluso intentamos involucrar a Dios mismo, amenazando con castigos celestiales. (…) Dejarse vencer por la ira en la adversidad es fácil, es instintivo. Lo difícil, en cambio, es dominarse a sí mismo, haciendo como Jesús, que -dice el Evangelio- se puso «en camino hacia otra aldea».
Por esta razón, el Papa Francisco animaba a los fieles a que cuando encuentren el rechazo de los demás a su predicación, “debemos recurrir a hacer el bien en otro lugar, sin recriminaciones. Así, Jesús nos ayuda a ser personas serenas, contentas con el bien que hemos hecho y sin buscar la aprobación humana”.
Gabriella Gambino: “Es importante no dejar a las familias solas”
Entrevistamos a Gabriella Gambino, organizadora del EMF. 2.000 personas de 120 países de todo el mundo han participado en Roma del X Encuentro Mundial de las Familias bajo el lema “El amor familiar: vocación y camino de santidad”.
Leticia Sánchez de León·26 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 4minutos
El Encuentro Mundial de las Familias que ha tenido lugar en Roma (del 22 al 26 de junio), ha supuesto un oasis de esperanza para la familia y una mirada de optimismo hacia el futuro. Unos dos mil delegados elegidos por las Conferencias Episcopales, los Sínodos de las Iglesias Orientales y las realidades eclesiales internacionales, han viajado a Roma para participar en el encuentro.
Formación y acompañamiento parecen ser las palabras claves del encuentro de este año. El Papa Francisco ha querido que sirviera como colofón al año Amoris Laetitia proclamado por el Pontífice hace justo un año.
Llevamos tiempo escuchando que es esencial la preparación al matrimonio, con especial insistencia en la importancia de la preparación remota. Al mismo tiempo, haber nacido en una familia cristiana y tener unos valores familiares más o menos asentados no asegura el éxito matrimonial. Los matrimonios que atraviesan dificultades y, muchas veces terminan por romperse, no son sólo los no creyentes sino personas que podríamos decir de Iglesia.
Gabriella Gambino es la subsecretaria en el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y principal organizadora del evento. Explica para Omnes algunas claves del Encuentro Mundial de las Familias:
¿No basta conocer la teoría sobre el matrimonio y la relación de pareja para que un matrimonio perdure? ¿Cree que sería necesario concienciar mejor a los jóvenes de la necesidad de prepararse para esa nueva aventura?
Creo que un punto esencial en la preparación al matrimonio es poder escuchar el testimonio de otros matrimonios que viven ya la vida conyugal. Conocen las dificultades y han aprendido también las estrategias para conseguir aprovechar la gracia del sacramento del matrimonio. El sacramento cristiano marca la diferencia entre un matrimonio civil y uno canónico: En uno se encuantra la presencia de Cristo entre los esposos. Y antes del matrimonio, nadie conoce esta presencia. Es una belleza, un regalo, que sólo se puede experimentar con el matrimonio mismo.
Pero como novios, hay que formarse para ello, poniendo a Cristo en el centro de la propia vida. Hay que saber escuchar y aprender a captar precisamente los signos de su presencia en nuestra vida cotidiana concreta, en las cosas más sencillas. Si no se aprende a hacerlo desde una edad temprana con una preparación remota para el matrimonio y luego una preparación gradual que te lleve poco a poco al sacramento, es difícil aprender a hacerlo después de forma repentina. La preparación remota hace que los jóvenes puedan encontrar la fe y aprender a reconocer a Cristo ya durante el noviazgo.
En este sentido, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida ha publicado de reciente unas «Itinerarios catecumenales para la vida matrimonial». Estas orientaciones pastorales para las Iglesias particulares están pensadas precisamente como una especie de preparación al matrimonio. Sin embargo, muchos medios han tachado el documento de “memorándum de la moral sexual”.
Los itinerarios son una herramienta fundamental para repensar toda la pastoral vocacional en la Iglesia. Es fundamental acompañar a los niños en la comprensión de la belleza del matrimonio y de la familia, que son un don dentro de la Iglesia. Y hay que ayudar a los padres a acompañar a sus hijos en este descubrimiento porque solos no lo pueden hacer. Hoy en día la familia se enfrenta a muchos desafíos: Los smartphones, el acceso rápido e ilimitado a Internet… Muchas veces allí se proponen modelos de vida completamente diferentes de lo que los padres esperan por sus hijos, empezando por la visión de la afectividad y la sexualidad.
Los itinerarios tienen precisamente la finalidad de ayudar a los padres en un camino remoto. Para ayudarles realmente a cultivar valores como la castidad, que sirven precisamente para proteger a los hijos en su capacidad de prepararse para un amor total y para siempre. Y hoy es muy importante no dejar a las familias solas en este camino.
Otro de los temas tratados en el congreso ha sido precisamente el de la educación de los jóvenes en la afectividad y la sexualidad. Hay muchos padres que siguen abordando estos temas como temas tabú, de manera superficial. ¿Usted cree que está habiendo un cambio de mentalidad? ¿Tienen las nuevas generaciones menos miedo a tratar estos temas con sus hijos o con sus amigos?
El tema de la sexualidad es complejo en el seno de la familia. Ciertamente, hoy en día, los jóvenes son puestos a prueba, desafiados por tantos mensajes que reciben de un mundo complejo. Los padres tienen que capacitarse en estos ámbitos. Tienen que estar a la altura de los tiempos desarrollando mayores habilidades relacionales o empáticas, dialogando con sus hijos sobre estos temas. Desde la infancia y la adolescencia hasta llegar a la edad adulta.
La forma en que hablamos con nuestros hijos más jóvenes sobre la afectividad y la sexualidad no será la misma que cuando tengan 16 y 17 años. Pero cuando llegue ese momento será muy importante haber iniciado un diálogo con ellos desde pequeños y que ese diálogo permanezca abierto. Eso permite que se puedan abordar más adelante esas cuestiones y las preguntas que generan que, de otra manera, pueden convertirse en una fuente de inquietudes interiores porque, hoy en día, los jóvenes se ven abocados a tener experiencias tempranas muy fuertes que luego marcan su vida humana y espiritual.
¿Qué diferencia supone aprender estas cosas en casa, en la familia, viendo el ejemplo de los padres, que aprenderlas fuera, a través, muchas veces de los móviles u otros dispositivos en general?
Recibir valores en casa es necesario para saber cómo utilizar mejor lo que leen en Internet o lo que encuentran a su alrededor, en su propio ambiente. Por experiencia, sabemos que, si los niños tienen herramientas de lectura, herramientas críticas para poder observar la realidad que les rodea, y también para evaluarla de forma inteligente, son capaces de dialogar con esta realidad serenamente.
Se ha perdido en cierto sentido la certeza de que Dios bendice el matrimonio y da la gracia a los esposos para afrontar todas las dificultades que se encuentren en el camino. ¿Cómo se podría revitalizar el valor sacramental del matrimonio?
En primer lugar, con el testimonio de otros cónyuges que viven esta gracia y que pueden atestiguar su presencia. Los jóvenes necesitan ver, necesitan testimonios reales. Nada es más convincente que un testimonio. En segundo lugar, debemos acompañar a los novios y a los cónyuges para que aprendan a rezar juntos. La oración conjunta es la única que realmente hace vivir la presencia de Cristo entre ellos. Es diferente a rezar por separado. Y muy diferente es el efecto que tiene en la pareja, en la dimensión unitiva. Este es un aspecto en el que hay que trabajar mucho para que en las comunidades, en las parroquias, sobre todo los cónyuges estén realmente acompañados en la oración conjunta.
Una de mis secciones favoritas en la revista impresa de Omnes se llama “Rincones de Roma”. La columna muestra los secretos ocultos de Roma, ¿he dicho ocultos? No, no están realmente ocultos, sino que requieren atención y cierta sensibilidad para encontrarlos. Estoy haciendo una crónica de mis propias experiencias en los rincones de Roma. El tiempo dirá el contenido.
Hago referencia a la columna porque el otro día volví a visitar uno de esos rincones. Junio es un mes “duro” en Roma. Las temperaturas empiezan a subir y la humedad parece tener un efecto multiplicador sobre ella, el periodo de exámenes para los universitarios se encuentra en este mes, etc. Lo más difícil del mes de junio llega cuando los amigos que han terminado sus estudios regresan a sus respectivos países. Intentamos no despedirnos, nos atrevemos a decir con certeza, “hasta luego”.
Así como mis amigos no se despiden como tal, nosotros intentamos despedirnos de los lugares que siempre hemos visitado. No vamos a la fontana Di Trevi a echar monedas, con la esperanza de un regreso, sino que estamos agradecidos por los recuerdos que hemos vivido y, por supuesto, con un tinte de deseo de volver.
No cantamos el famoso Arrivederci Roma. Sólo fuimos a visitarla por última vez. Nos inspiramos en Lucía, en el clásico de Manzoni, Los novios. Lucía, al dejar su pueblo, hace una letanía de cosas de las que se despide. Adiós montañas, adiós arroyos, adiós casas… “¡Adiós!, montes emergentes de las aguas, y elevados al cielo; cimas desiguales, conocidas por quien creció entre vosotras, e impresas en su mente, como los rostros de nuestra propia familia. ¡Adiós! Arroyos, cuyo rumor distingue, al igual que el sonido de las voces domésticas de nuestros amigos más cercanos. Aldeas dispersas, que blanquean en la pendiente, como rebaños de ovejas paciendo, ¡Adiós!”
Nosotros, como Lucía nos despedimos, no de las montañas, sino de los obeliscos, no de los arroyos, sino de las fuentes, de las casas, de los tejados, de las cúpulas.
Adiós a los obeliscos, que se levantan alegres y firmes como un tronco…, adiós a las cúpulas que se erigen en el esplendor del sol, del amanecer y de los atardeceres… Adiós a las fuentes que dejan que el agua surja desde abajo y fluya hacia arriba …
Hubo un lugar que contenía en él, todos nuestros deseos de despedida. Es la basílica de san Pedro. Sé de un romántico español que, contemplando las bellezas de Roma desde un tejado, hizo referencia al [lugar donde se aloja] el papa como la joya más preciosa de Roma. Escribió sobre el esplendor de Roma con estas palabras:
“O quam luces, Roma. Quam amoeno hic rides pospectu quantis ecllis antiquitatis monumentos. Sed nobilior tua gemma atque purior Christi vicarius de quio una cive gloriaris.”
“¡Oh, cómo brillas, Roma! Cómo resplandeces desde aquí, con un panorama espléndido, con tantos monumentos maravillosos de antigüedad. Pero tu joya más noble y más pura es el vicario de Cristo, del que te glorías como ciudad única.”
El romántico era san Josemaría Escrivá de Balaguer.
Fuimos a la basílica de san Pedro para despedirnos. Vimos las fuentes, porque Roma es la ciudad de las fuentes. Vimos la fuente de las Tiaras que está cerca de la columnata de la plaza de san Pedro. ¡una belleza! El agua de las tres tiaras refresca a muchos peregrinos en estos días de altas temperaturas. No nos detuvimos aquí para despedirnos, sino que fuimos a una fuente quizás menos conocida. Tiene una inscripción que me gusta:
“Quid miraris apem, quæ mel de floribus haurit? Si tibi mellitam gutture fundit aquam.”
“¿por qué te sorprende la abeja que extrae miel de las flores, si [cuando] vierte agua dulce para ti desde su garganta?”
Las fuentes son lo que Chesterton llamaría los “pulmones de Roma”. La fuente es una paradoja. El agua fluye hacia arriba y no hacia abajo. El agua está en estado de resurrección aquí, el agua se impulsa hacia arriba y se eleva. Lo mismo ocurre con el obelisco de la plaza antes de entrar en la basílica. Parecen pilares que han plantado sus raíces en la tierra. Un gran tronco firme, sin ramas. Parecía vivo.
Nos despedimos de los santos de la basílica, tanto de los que están en la piedra como de los que están en la tumba. Recuerdo al niño brasileño llamado Zezé en “Mi planta de naranja lima”. El chaval no estaba seguro de si era bueno ser santo porque pensaba que los santos estaban siempre estáticos y tranquilos en su lugar en las piedras. Por mucho que quisiera hacer de las suyas, quedarse quieto no era una opción para el joven. Lo que no sabía era que estaban más vivos que estáticos. A diferencia de Zezé, los santos de piedra eran los compañeros de Quasimodo, el campanero jorobado de Notre Dame en la novela de Víctor Hugo.
Fuimos a la tumba, a la cripta, recitamos el Credo y cada palabra la sentimos viva.
Roma es una ciudad de tumbas, catacumbas y criptas. Uno tiene la impresión de que las tumbas están llenas de vida. Los muertos están vivos. El pasado viene al presente. Roma es eterna porque sabe salir de la tumba.
Luego, la cúpula de la basílica. Era como estar en la cima del mundo, o, mejor dicho, en la cima de la capital del mundo. Cuando se contempla desde la cima del mundo, todo parece diferente, todo vuelve a cobrar otro sentido. Esmeralda quedó maravillada de la vista de París desde lo alto de la basílica de Notre Dame cuando Quasimodo le ofreció ese momento, que ella consideró impagable.
Es desde esta cima donde uno empieza a despedirse. Uno empieza a ver con los ojos de los pájaros, una visión amplia. Es aquí donde se empieza a ver de nuevo lo que es Roma. Roma es la ciudad eterna porque es la ciudad de la resurrección. Fuentes que dejan subir el agua, santos de piedra que parecen majestuosos y vivos, tumbas que se llenan de vida. La tumba no es el último lugar. La cúpula está justo encima. Todo habla de vida. Todo está vivo.
Roma es la ciudad de la resurrección. Esto es lo que sentimos desde lo alto de la cúpula y pudimos ver en retrospectiva. Roma nos hace eternos porque acaba con la estrechez de miras, una mentalidad cerrada y nos resucita con un alma más grande – la magna anima. Roma es eterna porque es la ciudad de la resurrección y nos hace universales, nos hace católicos. Uno sale de Roma con una personalidad resucitada.
Santos en la vida de familia, una enseñanza central del mensaje de san Josemaría Escrivá
El Opus Dei fundado por san Josemaría Escrivá, hunde sus raíces en la necesidad de vivir la contemplación en medio del mundo. Como consecuencia se santifica la vocación y la misión matrimonial. En la conclusión del Año de la Familia Amoris Laetitia, que coincide con la fiesta de este santo, se recogen los puntos clave de esta enseñanza nuclear de san Josemaría.
Rafael de Mosteyrín Gordillo·26 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 2minutos
A propósito de esta curiosidad, que podemos entender como casual o providencial, queremos recordar algunos consejos de san Josemaría sobre el matrimonio y la vida familiar.
El ejemplo de la Sagrada Familia
El camino de santidad, específico del matrimonio, tiene distintas partes en las que se desarrolla la respuesta del cristiano. San Josemaría Escrivá explica con qué medios se alcanza la identificación con Cristo. La respuesta absoluta, a cómo recorrer el camino y llegar a la meta, es Cristo.
La referencia más importante y continua es la de la imitación de Cristo en la vida ordinaria. El ejemplo de la Sagrada Familia, de modo que se encuentre a Dios ininterrumpidamente.
San Josemaría explica de este modo la necesidad de vivir la contemplación en medio del mundo. Como consecuencia se santifica la vocación y la misión matrimonial.
Ha sido distinguida en sus escritos la santificación de las actividades temporales, la santificación del trabajo ordinario, y la santificación a través de la vida familiar, la procreación y educación de los hijos. La vocación del laico se realiza así de acuerdo con el espíritu cristiano de las tareas profesionales, sociales o matrimoniales que conforman su vida.
Santificarse y santificar en la familia
A partir de la gracia del sacramento del matrimonio, san Josemaría Escrivá explica la educación de los hijos, la santificación del hogar, la atención a la familia, la dedicación a la profesión, etc.
Son ámbitos en los que simultáneamente se requiere la ayuda sobrenatural, que procede de la oración y los sacramentos. Tanto en el hogar, como en los distintos lugares en los que se desenvuelve, la familia cristiana puede ir encontrando la vocación específica prevista por Dios para cada miembro.
El cuidado por el bien del cónyuge y de los hijos son un elemento necesario para la santificación de cada uno de los esposos en el matrimonio.
El reto principal propuesto por san Josemaría a los padres es el de formar auténticos cristianos, personas que luchan por alcanzar y transmitir la santidad.
El camino de cada cristiano corriente es, por tanto, la santificación del trabajo profesional y de las relaciones familiares y sociales; con los medios de santificación y apostolado que le proporciona la Iglesia. Con estos medios nos hemos referido a la participación en los sacramentos, la oración y la formación cristiana.
La vida matrimonial y familiar son caminos de felicidad y de santidad a través de la entrega sacrificada y generosa, a la voluntad de Dios y a los demás.
Las enseñanzas de la Revelación sobre la vocación al matrimonio son vistas por san Josemaría con una luz nueva. Esta luz, derivada del carisma que Dios le concedió es, en nuestra opinión, su mayor originalidad.
Corresponde ahora a cada bautizado reconocer la dignidad de la vocación matrimonial y cooperar, cada uno desde su lugar, en el mundo.
La enseñanza de san Josemaría, y su correspondencia a la gracia de Dios, ha sido realzada por la Iglesia, también con su canonización en Roma, el 6 de octubre de 2002.
Analizada su predicación podemos concluir que la llamada divina a luchar por ser santos, a través del matrimonio y la vida familiar, es una enseñanza central del mensaje de san Josemaría Escrivá.
Propaganda Fide cumple 400 años y toma el nombre de Dicasterio para la Evangelización
La Congregación para la Evangelización de los Pueblos se ha transformado en el Dicasterio para la Evangelización. Así lo ha querido el Papa Francisco, en la reforma de la Curia Romana contenida en su Constitución Apostólica Praedicate Evangelium promulgada el pasado 19 de marzo y que entró en vigor el día de la Solemnidad de Pentecostés.
Stefano Grossi Gondi·25 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 4minutos
El nuevo Dicasterio fusiona la antigua Congregación para la Evangelización de los Pueblos y el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización. Se trata de una nueva evolución, tras la reforma llevada a cabo por Pablo VI y la intervención de Juan Pablo II. La famosa institución conocida como Propaganda Fide ha desempeñado un importante papel en la historia de la Iglesia a lo largo de los siglos.
Un poco de historia
Fue el 6 de enero de 1622 cuando el Papa Gregorio XV fundó esta Congregación como órgano de coordinación de la Santa Sede para todas las iniciativas que se estaban llevando a cabo en los distintos continentes para anunciar el Evangelio y estructurar la presencia de la Iglesia mediante nuevas misiones y diócesis, que entonces tomaron la forma de prefecturas y vicariatos apostólicos. El Papa le asignó un doble propósito. Por un lado, promover la reunificación de los cristianos y, por otro, difundir la fe entre los no cristianos. Especialmente en aquellos países y continentes que, a través de las exploraciones y descubrimientos, habían entrado en contacto con Europa y la Iglesia católica.
Propaganda Fide ha llevado a cabo desde sus inicios la tarea de apoyar la actividad misionera en todo el mundo. Su fundación constituyó un momento importante para la Iglesia, que llegó a profundizar en la conciencia de su vocación irrenunciable de anunciar a Cristo, Salvador del mundo. Por tanto, debía orientar, estimular y organizar todas las fuerzas de que dispone para que este anuncio salvador llegue a todos los pueblos.
Desde entonces y hasta la actualidad, desde un hermoso palacio en la Plaza de España, diseñado por Borromini, se coordinan las actividades de los misioneros. Toda una formidable red activa en todos los rincones del planeta que proporciona un flujo continuo de información al Vaticano.
Una puerta abierta al mundo
Vinculado a él, el Papa Urbano VIII fundó en 1627 el Colegio Urbano de Propaganda Fide. El objetivo era formar al clero secular para las misiones. También contaba con la Imprenta Políglota, para imprimir documentos y textos en las diferentes lenguas de los pueblos.
Propaganda Fide tiene jurisdicción canónica sobre todos los territorios en los que las estructuras eclesiásticas se encuentran todavía en un nivel que no permite la creación de una diócesis. O también cuando un territorio está dividido en vicariatos apostólicos, prefecturas apostólicas o misiones sui iuris. Además, también hay países en los que la presencia cristiana es más reciente y está menos arraigada. Por ejemplo, prácticamente toda Asia, a excepción de Filipinas; África, salvo Egipto y Túnez; y Oceanía, salvo Australia. Alaska, las Indias Occidentales e incluso partes de Bosnia-Herzegovina, Macedonia, Kosovo, Montenegro y Albania también dependen de Propaganda Fide.
Propaganda Fide en datos
Según las estadísticas más recientes, hay 1.117 circunscripciones eclesiásticas que siguen dependiendo de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. La mayoría están en África (517) y Asia (483), seguidas de América (71) y Oceanía (46). Por circunscripciones eclesiásticas se entienden las archidiócesis, las diócesis, los vicariatos apostólicos, las prefecturas apostólicas y las misiones en el ámbito jurisdiccional.
De la Sede de Propaganda Fide dependen las prácticas para el nombramiento de obispos y más de sesenta Conferencias Episcopales. Está dotada de presupuesto propio, tiene un patrimonio inmobiliario muy importante que permite mantener universidades, actividades humanitarias e instalaciones sanitarias en diferentes partes del mundo. El cardenal que lo preside siempre ha sido llamado el Papa Rojo.
El presente de Propaganda Fide
Llegando a la actualidad, la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium marca un hito importante en el pontificado del Papa Francisco. Es la concreción de un proceso de reforma, con el que se pretende afirmar que la tarea más importante de la Iglesia es la evangelización. La dimensión misionera pasa a formar parte importante de las estructuras de servicio de la Curia Romana. Estructuras que, aunque cambien de nombre, de perfil parcialmente operativo y de competencias residuales, deben ser necesariamente más misioneras.
De todas las Congregaciones, que ahora se han convertido en Dicasterios o incluso en Instituciones Curiales, no es casualidad que el Dicasterio para la Evangelización ocupe el primer lugar. Precisamente marca la perspectiva con la que se está llevando a cabo esta reforma.
La misión evangelizadora de la Iglesia en los últimos siglos está indisolublemente ligada a la acción de la Congregación de la Propagación de la Fe; 400 años después de su fundación, sigue siendo el punto de referencia de todo el sistema misionero pontificio.
Obras Misionales Pontificias
El ámbito de actuación de las Obras Misionales Pontificias, aunque hayan surgido en las distintas naciones en contextos históricos y geográficos diferentes, tiene la finalidad de sostener la responsabilidad misionera junto con la dimensión caritativa, con el fin de extender el sentido de la misión a toda la Iglesia.
El Concilio Vaticano II enseñó que las principales iniciativas con las que los difusores del Evangelio, yendo por el mundo, llevan a cabo la tarea de predicar el Evangelio y establecer la Iglesia en medio de los pueblos no evangelizados, se llaman misiones.
En la nueva Constitución, la Sección de Primera Evangelización y Nuevas Iglesias Particulares responde a esto añadiendo la necesidad de promover la cooperación y el intercambio de experiencias entre las nuevas Iglesias Particulares y de suscitar vocaciones misioneras.
La presidencia del Papa
Otro aspecto fundamental en la nueva Constitución es que el Dicasterio para la Evangelización es el único presidido directamente por el Romano Pontífice.
Los títulos históricos atribuidos al Papa son: Vicario de Cristo, Sucesor del Príncipe de los Apóstoles, Sumo Pontífice de la Iglesia Universal, Primado de Italia, Arzobispo Metropolitano de la Provincia Romana, Soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano, Siervo de los Siervos de Dios. No se dice expresamente en la Constitución que el Papa asuma también el título de prefecto, pero se puede deducir en relación con los otros Dicasterios. El hecho de estar a la cabeza de ellos subraya la centralidad del Dicasterio para la Evangelización. Y al mismo tiempo da al Papa una tarea que hasta ahora nunca había sido competencia de un pontífice.
El Dicasterio para la Evangelización, se lee en los números 53 y 54 del Praedicate Evangelium, «está al servicio de la obra de evangelización para que Cristo, luz de los gentiles, sea conocido y testimoniado con palabras y con obras y para que su Cuerpo Místico, que es la Iglesia, sea edificado». El Dicasterio es competente para «las cuestiones fundamentales de la evangelización en el mundo y para la constitución, acompañamiento y apoyo de las nuevas Iglesias particulares, sin perjuicio de la competencia del Dicasterio para las Iglesias orientales».
La Congregación erige y divide las circunscripciones misioneras en sus territorios según las necesidades; preside el gobierno de las misiones; examina las cuestiones y los informes enviados por los Ordinarios, los Nuncios y las Conferencias Episcopales; supervisa la vida cristiana de los fieles, la disciplina del clero, las asociaciones caritativas y la Acción Católica; supervisa la dirección de las escuelas y los seminarios católicos.
El actual Prefecto de la Congregación, nombrado el 8 de diciembre de 2019 por el Papa Francisco, es el cardenal Luis Antonio Tagle, de nacionalidad filipina.
Las familias «toman» Roma en el X Encuentro Mundial
El Papa juega con un niño en el festival de apertura del Encuentro Mundial de las Familias en el Aula Pablo VI del Vaticano el 22 de junio de 2022. El festival de las familias abre los 5 días del encuentro.
La Corte Suprema de Justicia anula el “derecho” al aborto a nivel federal en los Estados Unidos
Seis de los nueve jueces que conforman el Tribunal Supremo de los Estados Unidos dictaminaron que la Constitución americana no concede ni contiene el derecho al aborto.
Gonzalo Meza·24 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 3minutos
En una decisión histórica, la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos revocó hoy la sentencia Roe v Wade de 1973 que establecía protecciones jurídicas para realizar abortos a nivel federal, y que fue interpretada como un “derecho constitucional”.
Por ende, la sentencia Roe v Wade queda anulada a partir de hoy. Este veredicto forma parte del caso Dobss v. Jackson Women’s Health Organization, en la que se dirimía si una ley del estado de Mississippi que prohibía el embarazo a partir de la semana quince, era constitucional o no.
Desde ahora, “La competencia para regular el aborto se le regresa al pueblo y a sus representantes electos”, dice el fallo. Esta sentencia será una de las más importantes en varias décadas pues la regulación del aborto quedará en manos de cada uno de los cincuenta estados de la Unión Americana. De esta forma, se prevé que más de la mitad de ellos implementen restricciones e incluso prohíban el aborto. Muchos de ellos ya lo hacen.
Los argumentos presentados hoy y respaldados por seis de nueve magistrados en la sentencia de 213 páginas señalan que la Constitución no establece el aborto como un derecho.
La Constitución no confiere a nadie el derecho a destruir una vida en interés de la otra.
Tal prerrogativa, dicen los jueces, no forma parte ni tiene sustento en la historia y tradición de la Nación Americana. Las leyes proaborto que se implementaron a nivel federal en las últimas décadas rompieron el equilibrio entre los intereses de la mujer que quiere abortar y los intereses del ser humano que está por nacer.
El aborto básicamente destruye una vida en potencia, indica el dictamen. Sin embargo, la Constitución no confiere a nadie el derecho a socavar o destruir una vida en interés de la otra. Roe v Wade y otras leyes, refieren los jueces, desconocieron en cincuenta años los derechos de una vida por nacer.
El juez Samuel Alito escribe en su opinión que el aborto representa un asunto de carácter moral que provoca opiniones divergentes, por ejemplo, cuando inicia una vida humana. En una democracia, tales cuestiones tan delicadas “deben ser resueltas por los ciudadanos de cada estado. Por ello es hora de regresar ese asunto al pueblo y a sus representantes electos”, indica el magistrado.
Para aquellos que están a favor del aborto, entre ellos el presidente norteamericano Joe Biden, este dictamen fue un “trágico error” y hoy ha sido un día sombrío en la historia de los EUA.
El mandatario indicó que usará todo lo que está en su poder para defender el “derecho de la mujer a decidir” entre ellos poner a disposición de las mujeres medicamentos para el control natal y favorecer el traslado de mujeres que deseen abortar hacia estados donde puedan realizarse el procedimiento.
Un día histórico
Para los que han defendido la vida desde el momento en que se aprobó Roe V Wade en 1973, hoy es un día de gozo, un día histórico, tal como señala José Gomez, arzobispo de los Ángeles y presidente de la Conferencia Episcopal de los Estados Unidos: “Durante cincuenta años se impuso una ley injusta. Estados Unidos se fundó sobre la verdad fundamental de que todos los hombres y mujeres son creados iguales, con derechos otorgados por Dios. Sin embargo, dicho principio fue gravemente mermado con la sentencia Roe v. Wade, la cual legalizaba la destrucción de una vida humana”.
Los prelados norteamericanos reconocen la labor de miles de personas y organizaciones provida pues gracias a su incansable trabajo a favor de los derechos de los no nacidos fue posible llegar a este fallo. Estos grupos, señala la Conferencia Episcopal, deben ser considerados como parte de los movimientos sociales que han luchado por los derechos civiles en nuestra nación.
Dado que este veredicto provocará reacciones violentas, tanto el presidente Biden como los Obispos norteamericanos han hecho un llamado a la paz.
Para tomar este tiempo posterior a Roe v. Wade como una oportunidad para sanar las heridas y reparar las divisiones sociales por medio del diálogo y la reflexión. El panorama indica que no será una tarea fácil.
El principio del fin del aborto en los Estados Unidos
El Tribunal Supremo de USA ha decretado que la Constitución americana no otorga el "derecho" al aborto y devuelve la decisión al "pueblo" y sus "representantes electos", es decir, al gobierno de cada estado.
Ha sido necesario casi medio siglo para que el Tribunal Supremo de los Estados Unidos revocara su sentencia Roe v. Wade, que declaró la existencia de un derecho constitucional al aborto.
Casi 50 años hasta alcanzar esta nueva sentencia, Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, una importante victoria en favor de los seres humanos no nacidos, que deja tras de sí algo más de sesenta millones de abortos.
Como se recordará, la nueva sentencia Dobbs tuvo ya su polémico preanuncio con la filtración a la prensa, hace unos meses (aún no ha podido determinarse quién filtró el borrador), y con la posterior reacción en contra y a favor de la opinión pública.
Dobbs es un hito jurídico de primer orden, con un valor simbólico innegable. Sin embargo, en realidad no significa que el aborto haya sido abolido en los Estados Unidos de América.
De hecho, la ley del estado de Mississippi de la que trae causa la sentencia no abolía el aborto, lo limitaba en los plazos y en las indicaciones: «Excepto en una emergencia médica o en el caso de una anormalidad fetal severa, una persona no realizará o inducirá intencionalmente un aborto de un ser humano nonato si se ha determinado que la edad gestacional probable del ser humano nonato es mayor de 15 semanas». Entonces, ¿dónde radica la importancia de esta nueva decisión? En muchas cosas, de las cuales selecciono ahora tres.
En primer lugar, en desenmascarar en mito (y la imprecisión jurídica) de que la Constitución de los Estados Unidos alberga un derecho al aborto. No existe tal. Ese pretendido derecho se construyó desde el activismo judicial, que convierte a los jueces en legisladores.
En segundo lugar, en remitir la cuestión a las cámaras legislativas de los cincuenta estados que componen los Estados Unidos. Aquí los esfuerzos pro-vida se multiplicarán en muy distintas versiones en cuanto a la limitación del aborto (ecografía previa, prohibición de aborto si late ya el corazón del bebé, sistemas de indicaciones, obligación de anestesiar al bebé antes de matarlo…) pero, sobre todo, permitirá impulsar normas de protección positiva (ayudas a las madres, centros de acompañamiento al embarazo…).
En tercer lugar, estos cincuenta años han significado la consagración paciente, constante, del movimiento pro-vida. Es movimiento ha supuesto, entre otras cosas, una corriente inter-religiosa transversal y ecuménica que ha reunido a gente de buena voluntad bajo la bandera de la causa común de la vida humana.
En fin, asistimos desde hoy al principio del fin del aborto en los Estados Unidos.
Omnes·24 de junio de 2022·Tiempo de lectura: < 1minuto
Todos los viernes puedes escuchar nuestro podcast de 4 minutos con las noticias de la Iglesia y la actualidad. Puedes seguirlo en iVox o Spotify
Esta semana hablamos del sínodo en España, los proyectos de Ayuda a la Iglesia Necesitada, la violencia que sufren los cristianos en diversas partes del mundo y otras noticias de actualidad.
Alex es un pez loro que se gana la vida como conserje en los hermosos y poblados arrecifes de coral, donde viven todo tipo de criaturas marinas en un hábitat que el propio protagonista mantiene pulcro y multicolor.
La vida de todos los habitantes de la comunidad se verá amenazada por una extraña mancha negra, al principio anodina, pero que empezará a afectar más y más sus vidas. Ante la negativa del rey de considerarlo siquiera un problema, y en su misión por limpiar los arrecifes de coral, Alex se embarca en una aventura que le llevará más allá de lo desconocido (por supuesto, la mancha negra no será otra cosa que las fugas de petróleo de una refinería)
De clara vocación concienciadora, la historia está narrada en el más puro estilo de boletín medio ambiental. Un pez humilde que quiere hacer bien las cosas, mientras los humanos perforan en busca de petróleo que se está filtrando al resto del mar. Hay una misión, una aventura, y muchos chistes y personajes para entretener a los más pequeños.
Para los que pidan algo más que esto, el resto de los factores de la película no acaban de cuajar. Pasa de puntillas sobre los porqués de la historia y la animación es menor que la mayoría de los estrenos cinematográficos. Es la ópera prima en cine de su director, escritor y productor, y esto se palpa en el resultado completo de la obra, quizá más comparable a los programas animados de televisión.
En definitiva, Go Fish: Salvemos el mar es una película épica cuyas grandes virtudes serán más apreciadas por los pequeños. Consisten en ser colorida, brillante, estar protagonizada por un amplio elenco de peces de todo tipo y condición, desde tiburones a anguilas, tener moraleja y durar apenas una hora y cuarto. Toda la producción es una fábula al más puro estilo cuento con moralina para antes de acostar. Y por tanto, es un divertimento para familias y sus niños. Un viaje de descubrimiento de las distintas criaturas marinas y su forma de vivir.
El magisterio de los Papas en los conflictos armados
Papas por la paz en tiempos de guerra. De Benedicto XV y Pío XII a Francisco es el título del encuentro, promovido por el Comité Papa Pacelli - Asociación Pío XII, que tuvo lugar en el Instituto María Santísima Bambina, en Roma. El objetivo de la sesión fue reflexionar sobre el magisterio de los Papas en los conflictos armados.
Antonino Piccione·24 de junio de 2022·Tiempo de lectura: 4minutos
El encuentro, presidido por Dominique Mamberti, Prefecto del Supremo Tribunal de la Signatura Apostólica, contó con la presencia de Massimo de Leonardis, Profesor de Historia de las Relaciones Internacionales (Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán); Johan Ickx, Director del Archivo Histórico de la Secretaría de Estado del Vaticano (Sección Relaciones con los Estados); y Andrea Tornielli, Director Editorial de Vatican Media. El magisterio de los Papas en los conflictos armados no es un tema menor que nazca de la guerra de Ucrania.
Nuevo libro del Papa
Las reflexiones del Papa Francisco contenidas en su reciente publicación Contra la guerra. Il coraggio di costruire la pace (publicado por Solferino), muestran la necesidad de la fraternidad y denuncian el absurdo de la guerra. Son páginas impregnadas del sufrimiento de las víctimas en Ucrania, de los rostros de quienes sufrieron el conflicto en Irak, de los acontecimientos históricos de Hiroshima y del legado de las dos guerras mundiales del siglo XX.
Francisco identifica en la codicia por el poder, en las relaciones internacionales dominadas por la fuerza militar, en la ostentación de los arsenales bélicos, las motivaciones profundas de las guerras que aún hoy tiñen de sangre el planeta. Enfrentamientos que siembran la muerte, la destrucción y el resentimiento y que traen nuevas muertes y nuevas destrucciones, en una espiral a la que sólo la conversión de los corazones puede poner fin.
El Magisterio papal sobre la guerra
El diálogo como arte político, la construcción artesanal de la paz, que parte del corazón y se extiende al mundo, la prohibición de las armas atómicas y el desarme como opción estratégica son las indicaciones concretas que Francisco nos confía para que la paz se convierta realmente en el horizonte compartido sobre el que construir nuestro futuro. Porque nada verdaderamente humano puede nacer de la guerra.
El pontífice sigue la estela del magisterio de sus predecesores: La súplica con la que en 1962 San Juan XXIII pidió a los poderosos de su tiempo que detuvieran una escalada bélica que podría haber arrastrado al mundo al abismo del conflicto nuclear; la fuerza con la que San Pablo VI, hablando en 1965 en la Asamblea General de las Naciones Unidas, dijo: «¡Nunca más la guerra! Nunca más la guerra»; los numerosos llamamientos a la paz de San Juan Pablo II, que en 1991 calificó la guerra de «aventura sin retorno».
«Desde el principio de mi servicio como obispo de Roma -se lee en la introducción del volumen- he hablado de la Tercera Guerra Mundial, diciendo que ya la estamos viviendo, aunque todavía a trozos. Esas piezas se han hecho cada vez más grandes, soldándose entre sí. En este momento hay muchas guerras en el mundo, que causan un inmenso dolor, víctimas inocentes, especialmente niños. Guerras que provocan la huida de millones de personas, obligadas a abandonar su tierra, sus hogares, sus ciudades destruidas para salvar sus vidas. Estas son las muchas guerras olvidadas que reaparecen ante nuestros ojos desatentos de vez en cuando».
La locura de la guerra
Lejos de ser la solución a los conflictos, para Francisco la guerra «es una locura, la guerra es un monstruo, la guerra es un cáncer que se alimenta de sí mismo engulléndolo todo». Además, la guerra es un sacrilegio, que «causa estragos en lo más precioso de nuestra tierra, la vida humana, la inocencia de los pequeños, la belleza de la creación».
La solución es más bien la que propone la encíclica Fratelli tutti: utilizar el dinero que se gasta en armas y otros gastos militares para crear un Fondo Mundial destinado a eliminar definitivamente el hambre y favorecer el desarrollo de los países más pobres, para evitar atajos violentos o engañosos. Una propuesta que el Santo Padre siente la necesidad de renovar «también hoy, especialmente hoy». Porque «hay que parar las guerras, y sólo pararán si dejamos de alimentarlas».
Pío XII y los judíos
Otro libro –Pío XII y los judíos (Rizzoli 2021)- ofrecerá probablemente la oportunidad de arrojar luz sobre la obra de Pío XII, con referencia a las intervenciones deseadas por el Pontífice, coordinadas por el Secretario de Estado, el cardenal Luigi Maglione, y realizadas por altos prelados como Domenico Tardini y Giovanni Battista Montini (el futuro Pablo VI). «Los documentos inéditos de Pío XII», escribe Ickx, «contrarrestan la falsa narrativa anteriormente aceptada por muchos».
El Papa, de hecho, «organizó una red de vías de escape para las personas en peligro y supervisó una red de sacerdotes que operaban en toda Europa con un único objetivo: salvar vidas siempre que fuera posible». Se trata de la llamada lista de Pío XII, la «serie judía» del archivo histórico de la Secretaría de Estado. Una serie particular, ya desde su nombre (las demás llevan nombres de países concretos), que contiene unas 2.800 peticiones de intervención o ayuda y que atestigua hasta qué punto la suerte de esos pobres estaba cerca del corazón del Papa. La serie muestra el destino de más de 4.000 judíos, algunos de ellos bautizados como católicos pero de origen judío (pero a partir de cierto momento ni siquiera el bautismo impidió las deportaciones).
Las solicitudes abarcaron el periodo de 1938 a 1944 y se intensificaron durante los años cruciales de la guerra. No siempre fue posible salvar a todo el mundo, pero la «serie judía» «demuestra más allá de toda duda razonable», dice Icks, «que Pío XII y su equipo hicieron todo lo posible para ofrecer asistencia también a los que profesaban la fe judía».
El próximo martes, día 28 de junio a las 18.00 h., tendremos un excepcional Foro Omnes sobre el tema Las peregrinaciones a Tierra Santa tras la pandemia.
Contaremos como invitados con Joaquín Paniello, autor del libro ¿Por qué camináis tristes? La conversación de Jesús con los discípulos de Emaús; y Piedad Aguilera, Unidad de Peregrinaciones y Turismo Religioso Viajes El Corte Inglés. Estará moderado por Alfonso Riobó, director de Omnes.
Como seguidor y lector de Omnes le invitamos a asistir. En el caso de que así lo desee, le rogamos que confirme su asistencia a través del correo [email protected].
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Mons. Argüello: “De lo que sí han hablado todos en el sínodo es de la Eucaristía”
Ni la ordenación de mujeres, ni el celibato opcional han sido los temas de mayor calado en el total de los resúmenes enviados por las distintas diócesis y grupos en la primera fase del camino sinodal en España.
Aunque estos temas, ciertamente, han aparecido y se han convertido en un fácil recurso mediático, la petición de conocer mejor el Magisterio de la Iglesia (también para entender las razones de los temas mencionados) y, sobre todo, la importancia de la Eucaristía, su participación y cuidado han sido las demandas comunes en los resúmenes recibidos por la CEE en la primera fase del sínodo en España.
Así lo ha expuesto Mons. Luis Argüello, Secretario General de la Conferencia Episcopal Española en la rueda de prensa de información de los trabajos de la 259º reunión de la Comisión Permanente de los obispos españoles. Evidentemente, el camino recorrido por las diócesis españolas en la primera fase local del sínodo de los obispos ha centrado parte de los trabajos de estos días.
Los obispos han realizado un balance del encuentro del pasado 11 de junio que han calificado de gozoso. A las conclusiones presentadas ese día se ha añadido un apéndice que recoge los subrayados y algunas lagunas que encontraron los participantes en la Asamblea tras repasar, reunidos por grupos, la síntesis que se presentó inicialmente.
La Eucaristía, tema central
En este sentido, Mons. Argüello ha señalado que el presidente de los obispos españoles ha llevado, personalmente, estos documentos a la Secretaría General del Sínodo junto con todos los materiales y anexos recibidos.
Los obispos, ha destacado el secretario de la CEE, han manifestado de “seguir continuando en este itinerario en espera de las propuestas de la Secretaría General del Sínodo”, el primer Instrumentum Laboris que está previsto recibir en torno al próximo otoño.
¿Qué es los que más se ha puesto de manifiesto en los documentos de este sínodo: La necesidad de superar el clericalismo y, por encima de todo, como ha querido subrayar Argüello “el asunto unánimemente tratado ha sido la Eucaristía: los lenguajes, la homilía, la participación…”. El Secretario General de los obispos españoles ha señalado que “la Iglesia es un entretejer de camino y mesa” y “en este camino, sobre todo, los fieles quieren hablar de la mesa”.
La prevención y el trabajo realizado por las Oficinas diocesanas de protección de menores ha sido otro de los temas tratados en estas jornadas. En este ámbito se ha presentado el plan de trabajo previsto para los próximos meses. En octubre, además, está prevista una nueva reunión, esta vez de dos días de duración, de estas Oficinas diocesanas y de congregaciones religiosas y se está perfilando un protocolo marco para la prevención de abusos contra menores y el modo de actuación si estos se producen. El protocolo recoge los principales aspectos que contienen algunos de los protocolos ya existentes en las diócesis españolas, así como los documentos de la Santa Sede con respecto a este problema.
Sólo 9 casos de abusos en el s. XXI en la Iglesia española
La actuación y el desarrollo de las distintas investigaciones en el ámbito de los abusos cometidos por parte de miembros de la Iglesia, han centrado, como de costumbre, gran parte de las preguntas posteriores de los medios de comunicación.
En este sentido, Mons. Argüello ha querido señalar que, efectivamente, la Iglesia no participará institucionalmente en la comisión de investigación puesta en marcha desde el Defensor del Pueblo del gobierno español que se centra únicamente en los abusos sexuales cometidos en el entorno de la Iglesia.
Argüello ha señalado que, si bien, hay católicos a título personal que sí participan en esta comisión, desde la Conferencia Episcopal, “pensamos que es bueno que este tipo de comisiones tenga su independencia”. Asimismo, no ha eludido señalar que “no nos parece muy correcto que solo se ponga la mirada en los casos de abuso de la Iglesia” cuando la mayor parte de estos abusos se produce en otros ámbitos.
Mons. Argüello ha querido subrayar que la colaboración de la Iglesia es siempre prioritaria en “cualquier investigación que quiera poner el acento en la acogida de las víctimas y la prevención está colaboración es prioritaria”.
Casos prescritos
Además, ha explicado cómo “en la cuestión de los archivos se ha generado una expectativa irreal. Con los datos nuestros, los presentados por el periódico El País y todos los demás, el 80% de los casos son anteriores al año 80, desde el punto de vista civil penal, muchos de ellos han prescrito, muchas de las personas acusadas están fallecidas y los superiores u obispos responsables en esos momentos ya no están”.
El portavoz de los obispos españoles ha recordado además que “en nuestros protocolos de actuación está en comunicar a la Fiscalía todos los casos que se reciben y se ha hecho”.
En relación al segundo informe elaborado por el periódico El País, Argüello ha explicado que se ha enviado “a cada congregación y cada diócesis lo que le corresponde, a Roma y a la fiscalía. Y hemos escrito al País solicitando a la dirección, en la medida que ellos han querido que hagamos de “mediadores” para que las personas que han realizado esas acusaciones se pongan en contacto con las oficinas e incluso, si fuera necesario, hacer de mediadores entre estas personas y las diócesis”.
Argüello ha afirmado que está previsto que “a final de año demos un informe de las novedades recibidas en cada oficina” y ha querido destacar que “del siglo XXI solo hay 9 casos” lo que le produce “la tranquilidad de que las cosas no se están haciendo mal”.
Más bautismos de adultos
Uno de los temas que ha sido tratado estos días por los miembros de la Comisión Permanente se relaciona con una realidad creciente en España en los últimos años: la recepción de los sacramentos de la Iniciación Cristiana por parte de adultos, es decir, mayores de 14 años.
En esta línea, los obispos han tratado el nuevo catecismo para adultos “¡Es el Señor!”. Un catecismo que sigue en gran medida, el ritual de Iniciación Cristiana de Adultos y al que se le añadirán las propuestas presentadas por los obispos estos días con el fin de culminar este nuevo documento, dirigido al catecumenado de adultos y a los que se reinician en la vida cristiana.
Apoyo a las manifestaciones en favor de la vida
La manifestación a favor de la vida convocada para el 26 de junio por numerosos grupos civiles junto a algunos de inspiración cristiana ha formado parte también del elenco de preguntas dirigidas al Secretario de los obispos españoles.
En este sentido, Mons. Luis Argüello ha confirmado el respaldo de todos los obispos a la nota recientemente publicada por la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida en la que se anima “a todos a promover el sí a la vida y expresamos nuestro apoyo en favor de quienes tienen derecho a nacer y a ser acogidos por sus padres con amor; en favor de las madres, que tienen derecho a recibir el apoyo social y estatal necesario para evitar convertirse en víctimas del aborto.
En favor de la libertad de los padres y de las escuelas que colaboran con ellos para dar a sus hijos una formación integral, que otorgue la necesaria importancia hoy a la educación afectiva y sexual, de acuerdo con unas convicciones morales que los preparen de verdad para ser padres y acoger el don de la vida; en favor de los cuidados paliativos y de la libertad de conciencia; denunciando las situaciones en las que se ve amenazada, como se sigue constatando en diversas formas de esclavitud, en la trata de personas o en las condiciones laborales abusivas”.
Para el portavoz de la CEE “las movilizaciones en la calle son genuinas de la vocación laical” y ha querido destacar además que, más allá de las manifestaciones, “el desafío es mayor: pide un cambio cultural, una manera de vivir en favor de la vida”.
Argüello ha querido señalar además que “La cuestión del aborto no es específica de los católicos. La cultura en favor de la vida se puede compartir con creyentes de otras religiones así como con hombre y mujeres, agnósticos, que ven que el cuidado de la vida es una línea roja que no se ha de cruzar”
Rome Reports·23 de junio de 2022·Tiempo de lectura: < 1minuto
¿Quiere el Sínodo cambios en la doctrina en temas como el celibato o la ordenación sacerdotal de mujeres? Como ha apuntado el Secretario General del Sínodo, el cardenal Mario Grech, el Papa Francisco quiere una Iglesia más sinodal.
¿Y qué significa eso? Sobre todo que no solo tengan voz en foros permanentes los religiosos. Puede ser en el nivel parroquial, diocesano o nacional, pero quiere que se escuche también a los laicos cuando haya que tomar decisiones.
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