Vaticano

Novedades en las finanzas del Vaticano. Guía para entender los cambios

La publicación de los balances de la Santa Sede y de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, conocido por sus siglas APSA, dibujan el estado de las finanzas del Vaticano, una de las grandes áreas reformadas en los últimos años.

Andrea Gagliarducci·25 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

¿Cómo se gestiona el dinero del Vaticano? En el sector inmobiliario, principalmente, y en inversiones conservadoras, con rendimientos no excesivos pero seguros.

¿Para qué se utiliza el dinero del Vaticano? En primer lugar para llevar a cabo la misión de la Iglesia, y por lo tanto, a efectos institucionales, para mantener en funcionamiento la Curia Romana, los «ministerios» del Papa que llevan a cabo la misión.

Las respuestas a estas preguntas se pueden encontrar leyendo el balance de la Santa Sede y el balance de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, conocido por sus siglas APSA.

Los balances se publicaron a principios de agosto, desgraciadamente sólo acompañados de una entrevista institucional a la cúpula directiva, pero sin rueda de prensa ni explicaciones complementarias. Para entenderlos, hay que leerlos con atención.

Hay que tener en cuenta que los balances son fotografías de una situación financiera que aún está en proceso de cambio. Mientras escribimos, el Papa Francisco ha establecido con un “rescriptum“ que todas las inversiones y gestiones mobiliarias de la Santa Sede y de las instituciones afines deben pasar por el Instituto para las Obras de Religión y que todos los fondos deben ser transferidos al llamado “banco Vaticano“ antes del 30 de septiembre. Sin embargo, esto no cambia nada en los presupuestos que estamos analizando.

Los dos presupuestos

Son dos presupuestos muy diferentes. El presupuesto de la Santa Sede incluye todas las entidades relacionadas con ella. Hasta el año pasado, se consideraban unos 60 organismos. Ahora el perímetro de entidades se ha ampliado a 92, e incluye también la administración de, por ejemplo, el Hospital Pediátrico Bambino Gesù, vinculado a la Secretaría de Estado. El presupuesto también incluye la Caja de Asistencia Sanitaria y la Caja de Pensiones del Vaticano, dos entidades que, generalmente, se han considerado con un presupuesto autónomo y cuya gestión ha vivido momentos de crisis.

El presupuesto de la APSA, en cambio, es el presupuesto de la entidad que actúa como “banco central“ del Vaticano y la entidad que es el inversor central. Con el traspaso de los fondos de la Secretaría de Estado a la gestión de la APSA, decidido por el Papa Francisco el año pasado, todas las inversiones, ingresos y decisiones financieras pasan a ser gestionadas por la APSA.

Ni que decir tiene que los planteamientos de ambos presupuestos son muy diferentes. El presupuesto de la Santa Sede tiene 11 páginas, está redactado íntegramente en inglés y pretende reunir, de forma muy técnica, los números. Sin embargo, al final es difícil encontrar las cifras desglosadas de todas las entidades. No hay una lista exacta de las entidades que antes se incluían en los recuentos y las que no, y el hecho de que ahora se junten todas las cuentas hace imposible saber cómo funcionaba cada entidad. El presupuesto quiere mostrar el nuevo enfoque, pero la comparación con el antiguo es difícil de hacer.

El balance de la APSA, en cambio, tiene 91 páginas y un enfoque más descriptivo e histórico, que va más allá de los datos y trata de explicar los modos de actuar. Se trata de un balance que pretende aclarar la filosofía y la razón de ser de lo que se ha convertido en una especie de banco central, pero que empezó siendo una administración especial para gestionar el dinero de la “Conciliazione“, el acuerdo suscrito con el Estado italiano en 1929. De hecho, Italia resolvió el litigio con la Santa Sede que había surgido con la invasión del Estado Pontificio en 1870, concediendo al Papa el pequeño territorio del Estado de la Ciudad del Vaticano y una compensación por las tierras y el Estado que le habían sido expropiados.

El objetivo principal de las finanzas del Vaticano

El objetivo principal de las finanzas del Vaticano, como se ha mencionado, es apoyar la misión del Papa, es decir, los «ministerios» del Papa, la Curia Romana. No es de extrañar, por tanto, que desde 2011 la APSA esté obligada a enviar al menos 20 millones al año a la Curia, más una cantidad a calcular de otros beneficios, de los que el 30% van a la Curia y el 70% a la propia APSA. Este año, son más de 30 millones.

Curiosamente, las cuentas consolidadas de la Curia no incluyen la aportación de la APSA, pero sí 15 millones de euros asignados a la Santa Sede por la gobernación, 22,1 millones de euros pagados por el IOR y 1 millón de euros del Óbolo de San Pedro. Se trata de una contribución que no puede cubrir todos los gastos de la Santa Sede.

El Dicasterio para la Comunicación es el que más gasta, 40 millones de euros, mientras que las nunciaturas suponen 35 millones y la Evangelización de los Pueblos 20 millones. El Dicasterio para las Iglesias Orientales cuesta 13 millones al año, la Biblioteca Vaticana 9 millones al año y la Caridad 8 millones.

Cabe destacar que entre las partidas con mayor gasto se encuentra la Universidad Pontificia Lateranense, que supone 6 millones al año. Esto es más que el Dicasterio de Desarrollo Integral (4 millones) o el Archivo Vaticano (4 millones), mientras que la cantidad gastada en el Tribunal Vaticano, ascendía a 3 millones, aunque probablemente verá aumentar sus gastos debido al juicio en curso. De hecho, el mismo juicio podría repercutir en los 27,1 millones de servicios de consultoría, que seguramente aumentarán si se tienen en cuenta los costes de las distintas asesorías jurídicas relacionadas con el mismo juicio.

En palabras de los presidentes

Las declaraciones que acompañan a los presupuestos son muy optimistas. El padre Antonio Guerrero Alves, prefecto de la Secretaría para la Economía, destacó que la Santa Sede ha pasado de un activo total de 2.200 millones en 2020 a 3.900 millones en 2021, una cifra que podría ser engañosa si no se recordara que antes pasaban al balance unas 60 entidades, ahora 92, entre ellas el Hospital Bambino Gesù y, precisamente, entidades vaticanas como la Caja de Asistencia Sanitaria y la Caja de Pensiones. Y es obvio que, a medida que aumenta el número de entidades, también lo hace el patrimonio: en 2020 era de 1.400 millones, hoy es de 1.600 millones.

Por otro lado, el obispo Nunzio Galantino, presidente de la APSA, señaló que había un superávit de 8,1 millones de euros, a pesar de las dificultades creadas por la pandemia.

Los frutos de la inversión inmobiliaria

La APSA no sólo es el “banco central“, sino que también tiene la tarea de gestionar e invertir los activos. Históricamente, desde la creación del “Especial“, la APSA ha apostado por las inversiones conservadoras y ha desarrollado principalmente una política de inversión en el sector inmobiliario.

Hay 4.086 inmuebles con una superficie de 1,5 millones de metros cuadrados, de los cuales el 30% están destinados al mercado libre. El 70% restante se destina a necesidades institucionales, por lo que se alquilan a precios favorables o a renta cero a empleados y entidades de la Santa Sede.

Las propiedades en el extranjero son gestionadas por empresas históricas, establecidas ya en los años 30, que de vez en cuando aparecen en los titulares de los medios de comunicación como si fueran novedades. No lo son.

“Grolux“, que gestiona inmuebles en el Reino Unido, es, entre otros, propiedad en un 49% del Fondo de Pensiones del Vaticano. Ahora está renovando un edificio por 16 millones de libras, que será realquilado con un alquiler potencial de 1.200 millones de libras. Una operación similar a la del edificio de la Secretaría de Estado en “Sloane Avenue“, en Londres, después de todo.

En Suiza, había 10 empresas, todas ellas canalizadas ahora en la histórica “Profima“, que realizaba compras de viviendas sociales. En Francia, todo está gestionado por “Sopridex“.

Además, APSA puso en marcha los proyectos “Maxilotti 1“ y “Maxilotti 2“ para renovar 140 viviendas que habían quedado vacías y en mal estado. Hay que señalar que sólo el 30% de las viviendas de APSA se ponen en el mercado, mientras que el 70% se destinan a fines institucionales, concedidas a renta cero o subvencionadas.

En cuanto a los bienes muebles, APSA ha mantenido una alta liquidez y ha invertido de forma conservadora, con sólo el 25% del paquete asignado a acciones. Las empresas participadas se encuentran principalmente en Francia (8,6 millones de euros), el Reino Unido (5,2 millones de euros) y Suiza (1,1 millones de euros).

Hacia la plena transparencia

La publicación de los dos balances es un paso hacia la plena transparencia financiera de la Santa Sede. La APSA, en particular, ha publicado sus estados financieros por segunda vez, mientras que la Santa Sede ha comenzado recientemente a presentar un estado financiero consolidado realizado según estos criterios.

Faltan, sin embargo, los estados financieros del Governatorato, es decir, de la Administración del Estado de la Ciudad del Vaticano, que no se publican desde 2015. El objetivo era contar con un consolidado que pusiera en común los estados financieros del Governatorato y de la Santa Sede, pero aún no se ha producido. Y la Gobernación es la administración con más posibilidades de tener buenos beneficios, porque también gestiona el centro museístico del Vaticano, y cuenta con los ingresos por entradas de la gran masa de visitantes que compran los Museos Vaticanos cada año.

El autorAndrea Gagliarducci

Zoom

Vigilias y oraciones por Nicaragua

Un nicaragüense exiliado durante la "Vigilia de la Fe y la Libertad" para protestar por la detención del obispo Rolando Álvarez de Matagalpa realizada frente a la Catedral Metropolitana en San José, Costa Rica, el 19 de agosto de 2022.

Maria José Atienza·25 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

El Papa Francisco: “Nuestro destino es el cielo”

El Papa ha concluido sus catequesis sobre la ancianidad con la mirada puesta en “el destino de los hombres”: el cielo y la resurrección.

Maria José Atienza·24 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

La reciente celebración de la Asunción de Nuestra Señora ha sido el ancla utilizada por el Santo Padre para poner ante los fieles la realidad de la muerte, nuestro “segundo nacimiento, el nacimiento en el cielo” así como la verdad de fe de la resurrección de los cuerpos.

De hecho, el Papa ha querido destacar que “después de la muerte, nacemos al cielo, al espacio de Dios, y seguimos siendo nosotros los que hemos caminado por esta tierra. De la misma manera que le ocurrió a Jesús: el Resucitado sigue siendo Jesús: no pierde su humanidad, su experiencia vivida, ni siquiera su corporeidad, no, porque sin ella ya no sería Él, no sería Jesús: es decir, con su humanidad, con su experiencia vivida”.

Como ha recordado poco después, “estamos seguros de que mantendrá nuestros rostros reconocibles y nos permitirá seguir siendo humanos en el cielo de Dios”.

“Lo mejor de la vida está por ver”

En esta última catequesis dedicada a los ancianos, el Papa ha querido dibujar una imagen amable de la muerte cristiana. En esta línea, Francisco ha destacado que para un cristiano “la muerte es como un peldaño para el encuentro con Jesús que me espera para llevarme a Él” y ha aludido a las imágenes evangélicas del cielo como una fiesta o una boda.

Asimismo, se ha dirigido a los ancianos, protagonistas de sus catequesis de los últimos meses para señalar cómo “en la vejez se agudiza la importancia de tantos «detalles» de los que se compone la vida: una caricia, una sonrisa, un gesto, un trabajo apreciado, una sorpresa inesperada, una alegría hospitalaria, un vínculo fiel. Lo esencial de la vida, lo que más apreciamos al acercarnos a la despedida, se nos hace definitivamente claro”. Esta sensibilidad a los detalles es para Francisco una muestra de ese nuevo nacimiento que debe, además “dar luz a los demás”.

“Lo mejor de la vida está por ver” les ha dicho el Papa, «Pero somos viejos, ¿qué más tenemos que ver?». Lo mejor, porque lo mejor de la vida está por ver. Esperemos esta plenitud de vida que nos espera a todos, cuando el Señor nos llame”.

Aunque no ha escondido que la cercanía de la muerte da “un poco de miedo porque no sabemos lo que significa y pasar por esa puerta, siempre está la mano del Señor que te hace avanzar y una vez atravesada la puerta hay celebración. Tengamos cuidado, queridos «viejos» y queridas «viejas», tengamos cuidado, Él nos espera, sólo un paso y luego la fiesta”.

América Latina

Qué ha pasado y qué puede pasar en la crisis de Nicaragua

La crisis social y política en Nicaragua ha aumentado notablemente este verano, sobre todo en lo que se refiere al hostigamiento a la Iglesia. Explicamos por qué la voz de la Iglesia ha llegado a ser tan respetada entre los ciudadanos y hacemos un repaso de los principales acontecimientos que han derivado en esta situación. 

Javier García Herrería·24 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Artículo en inglés

A finales de junio de 2022 los medios internacionales se quedaron perplejos ante la decisión del gobierno nicaragüense de expulsar del país a las inofensivas Hijas de la Caridad. ¿Cómo era posible que unas monjas, conocidas en todo el mundo por su abnegado y pacífico trabajo, debieran ser expulsadas? La respuesta es bien sencilla: en sus pequeños dispensarios médicos atendían a los heridos que se producían tras los ataques policiales que intentaban sofocar las protestas en las calles. Como el gobierno había prohibido atender en los hospitales públicos a los manifestantes, estos solo tenían la opción de acudir a las que nunca desoyen a los necesitados. Y es que solo la valentía de estas mujeres era capaz de paliar los daños producidos. La crisis de Nicaragua alcanzaba un punto todavía más alto.

Estas graves protestas se originaron en 2018, tras la decisión del gobierno de bajar un 5% las pensiones y aumentar los impuestos a las empresas. La violencia policial dejó entonces más de 300 muertos y 2000 heridos, y el único lugar donde han encontrado refugio los manifestantes ha sido en las iglesias. La mayoría de párrocos del país les han abierto las puertas de sus parroquias. El informe de Naciones Unidas daba cuenta de la grave crisis de derechos humanos que se estaba produciendo.

Un obispo arrestado

Estos dos hechos permiten entender el empeño que desde entonces y hasta ahora ha tenido Daniel Ortega, el presidente del país, por silenciar la voz de Iglesia. El viernes 19 de agosto Nicaragua volvía a ser noticia en todos los medios internacionales. El obispo Rolando Álvarez, de la diócesis de Matagalpa, era detenido en plena noche en el palacio arzobispal, junto con varios sacerdotes y seminaristas. Actualmente se encuentra de nuevo en arresto domiciliario. 

De este modo, el gobierno presionaba con fuerza a una de las principales voces disidentes con el régimen, seguramente con la esperanza de que abandone el país como se han visto obligados a hacer unos cuantos sacerdotes y pastores. 

Nuevos hostigamientos a la Iglesia

En las últimas semanas el gobierno ha intensificado la vigilancia sobre las parroquias. Muchas de ellas tienen patrullas policiales en la puerta durante las misas dominicales. Si el sacerdote no guarda un delicado equilibrio con respecto a la situación del país, se prohíbe el ingreso de los fieles a las ceremonias. Esta es la razón por la que en los últimos días se están viendo muchas fotos y vídeos por las redes sociales en las que aparecen fieles comulgando a través de las verjas de las fincas parroquiales, ante la atenta mirada de la policía. 

De esta forma, el gobierno trata de presionar a los sacerdotes para que no denuncien los abusos cometidos y las causas de la crisis política y social que arrastra Nicaragua desde hace quince años. Una situación que ha generado más de 150.000 refugiados, la mayoría de ellos desplazados a la vecina Costa Rica. 

La eliminación de los disidentes

Cabe preguntarse por qué la Iglesia tiene un liderazgo tan destacado, hasta el punto de ser actualmente el objetivo número uno del gobierno. A lo largo de la última década, la represión política en el país ha sido intensa, dando lugar a numerosos líderes opositores exiliados o encerrados (en el último año ha encarcelado a 18 opositores). El poder judicial se ha doblegado a los intereses gubernamentales, de tal forma que la separación de poderes ha dejado de existir realmente. 

Nicaragua, un país pequeño, con menos de 7 millones de habitantes cuenta con nueve obispos. Uno de ellos, monseñor Silvio Báez, se vio obligado a exiliarse en 2019. Pero la presión del gobierno no se ha ceñido solo a la jerarquía, sino que en los últimos meses ha cerrado la televisión y las radios católicas.

La Iglesia ha tratado de tener un papel lo más constructivo posible -dentro de la tensa e inestable situación-, pero con el paso del tiempo ha acabado siendo la única voz pública suficientemente autorizada para denunciar los ataques a los derechos humanos. Esto ha hecho que mucha gente respete y agradezca su fortaleza. Si a esto le sumamos la tradición católica que tiene el país, es lógico que la Iglesia sea vista con buenos ojos por la mayoría de la población y no por el gobierno.

Cronología de la crisis y la represión contra la Iglesia:

  • 1985-1990. Daniel Ortega es presidente de Nicaragua. 
  • Enero de 2007. Daniel Ortega gana las elecciones de nuevo. Su gobierno es de izquierdas, heredero del sandinismo y a lo largo de los años va adquiriendo un carácter cada vez más comunista. 
  • Octubre de 2009. La corte suprema de Nicaragua acepta que Ortega pueda presentarse de nuevo a las elecciones, pese a la prohibición expresa de la constitución. La separación de poderes se va debilitando cada vez más. 
  • Ortega es reelegido en 2012, 2017 y 2021.
  • Mayo de 2014. Los obispos del país se reúnen con el presidente y su mujer (por entonces portavoz del gobierno) para analizar la carta pastoral que habían escrito los prelados analizando la situación del país y sus propuestas de mejora. En el texto se denunciaba la falta de libertad de expresión, la corrosión de la separación de poderes, la violencia policial y los amaños electorales, entre otras cosas

2018

  • Abril de 2018. Daniel Ortega reduce las pensiones un 5% y aumenta las contribuciones de empresas y trabajadores. Comienzan manifestaciones y protestas sociales, fuertemente reprimidas por el régimen. Los sacerdotes a lo largo y ancho del país abren las puertas de las iglesias para refugiar a los manifestantes que estaban siendo atacados por policías y grupos de paramilitares.
  • Junio de 2018. Los principales obispos del país procesionan con el Santísimo en medio de una manifestación, gracias a lo cual se logra evitar una masacre policial. Los obispos piden al gobierno un adelanto electoral que apacigüe los ánimos de los ciudadanos tras el amaño de las elecciones de 2017.
  • Julio de 2018. Seguidores del gobierno hostigan al obispo Silvio Báez, que resulta herido de levedad, cuando acudió a constatar las denuncias de violencia en la que habrían participado las fuerzas de seguridad del país.
  • Agosto de 2018. Naciones Unidas emite un informe sobre la situación del país. Señalaba la existencia de una grave crisis de derechos humanos a raíz de las protestas sociales, que se han saldado con aproximadamente 300 personas fallecidas y 2000 heridas. 
  • Diciembre de 2018. Estados Unidos impone sanciones económicas al país. 

2019-2022

  • Abril de 2019. El obispo Silvio Báez se exilia a petición del Papa Francisco, tras las presiones del gobierno ante la Santa Sede.
  • Julio de 2020. La catedral de Managua sufre un atentado, en forma de incendio.
  • Noviembre de 2021. Ortega gana unas elecciones bastante corruptas. Venezuela, Cuba, Bolivia y Rusia son los únicos países que aceptan el resultado sin reservas. 
  • Marzo de 2022. El gobierno expulsa al nuncio del país. 
  • Mayo de 2022. El gobierno cierra el Canal 51, propiedad de la Conferencia Episcopal.
  • Junio de 2022. El gobierno ilegaliza más de cien ONG´s, tanto confesionales como laicas. 
  • Junio de 2022. Las Misioneras de la Caridad son expulsadas del país. La razón que aduce el gobierno es que los dispensarios que atendían recibían donaciones del exterior y ese dinero se utilizaba para comprar armamento y desestabilizar el país. No se han presentado pruebas que corroboren esta acusación.
  • Julio y Agosto de 2022. Varios sacerdotes son arrestados. El gobierno cierra 13 radios católicas. 

Agosto de 2022. 

  • Monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, y principal denunciante de los ataques a los derechos humanos es arrestado en su residencia junto con otros sacerdotes y seminaristas. 
  • El gobierno acusa a organizaciones católicas de incumplir la ley contra el Lavado de Activos y la Financiamiento al Terrorismo. La razón es que entiende que los que ayudan a los opositores al régimen favorecen las divisiones, las protestas, la violencia y el terrorismo contra el estado. 
  • Los informes sucesivos de Naciones Unidas muestran la represión y falta de libertades en Nicaragua. 
  • El Secretario de la Pontificia Comisión para América Latina, Rodrigo Guerra, explica que hay una intensa labor diplomática en la sombra de la Santa Sede
Vaticano

¿Cómo queda el colegio cardenalicio?

Rome Reports·24 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El colegio cardenalicio resultante del próximo consistorio estará constituido por cardenales de muy diversa procedencia. Aunque sigue predominando la presencia de cardenales europeos, entre la procedencia de alguno de los nuevos cardenales se encuentra Tonga o Papúa Nueva Guinea

Además, a partir del consistorio del 27 de agosto, casi el 60% de los cardenales electores son elección de Francisco

Ecología integral

Expertos urgen una revisión de la ley española de eutanasia

Tras un año de vigencia de la ley orgánica de 2021 de regulación de la eutanasia en España, catedráticos como Navarro-Valls y Martínez-Torrón, y la profesora María José Valero, urgen su modificación. Solicitan, por ejemplo, que “debería eliminarse el registro de objetores, por el previsible efecto disuasorio e inhibidor que puede tener”, y que se reconozca “expresamente la posibilidad de objeción de conciencia institucional a la práctica de la eutanasia y el suicidio asistido” en entes privados.

Francisco Otamendi·23 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Desde antes de su entrada en vigor, y a lo largo de estos meses, numerosos profesionales de la medicina y diversos expertos han criticado artículos de la ley orgánica de regulación de la eutanasia, que aprobó el Parlamento en plena pandemia por iniciativa del grupo socialista, sin consulta ni diálogo con la sociedad civil, colegios profesionales, ni el Comité de Bioética de España. Un organismo consultivo remodelado casi en su integridad en pleno verano por la ministra de Sanidad, y en el que tan solo permanece una persona del anterior Comité.

Pues bien, expertos de la esfera académica efectúan ahora un análisis de manera sistematizada, repasando conceptos como la tutela constitucional e internacional de la libertad de conciencia, y la objeción de conciencia en el Derecho comparado, en el libro ‘Eutanasia y objeción de conciencia’, recién editado por Palabra. En él se incluye, en sus páginas finales, un apartado titulado ‘Una ley que debe ser revisada cuanto antes’, donde los autores sintetizan aspectos desarrollados anteriormente (epígrafe 7 y último).

“Si se ha introducido un nuevo derecho en el ordenamiento jurídico español ―el derecho a morir y a ser ayudado a ello―, lo natural es referirse a los límites que se derivan de otros derechos, como la libertad de conciencia de quienes podrían estar obligados prima facie a colaborar en esa muerte provocada intencionadamente”, señalan los autores, Rafael Navarro-Valls, Javier Martínez-Torrón y María José Valero (pp. 104-105).

Importantes problemas éticos

¿Por qué esa referencia a la libertad de conciencia? Podrían mencionarse numerosos motivos, pero quizá basten éstos. La ley española “no sólo despenaliza la eutanasia y el suicidio asistido, sino que transforma el deseo de ciertas personas de morir voluntariamente en una prestación obligada y gratuita por parte del Estado a través de su sistema de salud y de quienes trabajan para el mismo” (introducción), como ha ido informando Omnes.

Naturalmente, “a nadie puede sorprender” que se generen “importantes problemas éticos para un amplio número de profesionales de la salud”. “Problemas que son fácilmente comprensibles pues, para muchos, la noción de medicina está intrínsecamente vinculada a la protección de la vida y la salud, y no justifica en ningún caso su eliminación, sean fueren los motivos que se aducen para acabar con una vida humana y la licitud de esa conducta desde la perspectiva de la ley”. (pp. 13-14).

“De hecho”, añaden los autores, “la propia Ley Orgánica 3/2021, como veremos más adelante, regula la objeción de conciencia de médicos y otros profesionales sanitarios” (art. 16).

Libertad de conciencia

“La libertad de conciencia es un derecho fundamental protegido tanto por la Constitución española como por los instrumentos internacionales de derechos humanos”, Y “estos últimos, desde la Declaración Universal de Derechos Humanos, han incluido ‘la libertad de pensamiento, conciencia y religión’ como parte del patrimonio jurídico esencial de la persona, que el Estado no concede graciosamente, sino que está obligado a reconocer y proteger”, escriben los juristas.

Entre otros instrumentos internacionales vinculantes para España, se citan el Convenio Europeo de Derechos Humanos (art. 9) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art. 18), además de la Carta de Derechos Fundamentales (art. 10) en la Unión Europea.

La Constitución Española no cita expresamente el término “libertad de conciencia”, pero “el Tribunal Constitucional, desde el inicio de su andadura, ha sido muy claro al declarar que ‘la libertad de conciencia es una concreción de la libertad ideológica’ reconocida en el artículo 16 de la Constitución y que ésta implica ‘no sólo el derecho a formar libremente la propia conciencia, sino también a obrar de modo conforme a los imperativos de la misma”, señalan Navarro-Valls, Martínez-Torrón y Valero.

Sobre los conflictos entre conciencia y ley, que las páginas del libro abordan también, podríamos extendernos, pero mejor leánlo, junto a alguna reflexión que Navarro-Valls ha realizado recientemente en El Mundo.

Actitud restrictiva hacia la libertad y la objeción

El artículo 16 relativo a la objeción de conciencia es objeto de un detallado análisis en el libro. Antes de manifestar su petición de revisar la ley, los autores hacen notar que el texto “indica literalmente que los profesionales sanitarios podrán ejercer su derecho  a la objeción de conciencia, como si se tratara de una concesión graciosa del legislador pro bono pacis, para evitar problemas con profesionales que, en muy alto porcentaje, se habían manifestado contrarios a esta ley, y cuyos colegios profesionales no habían sido consultados durante el proceso legislativo”.

“Y es que, en efecto”, a su juicio, “el texto del artículo 16 parece traslucir un recelo del legislador hacia este derecho fundamental. Como si lo reconociera porque no le queda más remedio, pero estuviera más preocupado de perfilar sus limitaciones operativas que sus garantías jurídicas”.

En esta línea, el texto menciona a continuación a otras restricciones del art. 16. Por ejemplo, el apartado 1 restringe el ejercicio del derecho a los “profesionales sanitarios directamente implicados en la prestación de ayuda para morir”. Y analiza qué ha de entenderse por ‘profesionales sanitarios’ y otra reflexión al concepto de ‘directamente implicados’. Además, recuerda que “el Comité de Bioética de España, sobre la base de que la llamada ‘prestación de ayuda para morir’ no puede ser conceptuada en ningún caso como acto médico, sino simplemente como acto sanitario, afirma que la expresión ‘profesionales sanitarios’ debe interpretarse en sentido amplio”, y no restringirse a “quienes intervengan directamente en el acto…”.

Sugerencias para una revisión de la ley

En los epígrafes 5 y 6 del libro, los expertos señalan aspectos de la actual normativa española que, a su parecer, “sería necesario modificar”. Al final sintetizan algunos del siguiente modo

“Revisar y modificar el texto de la actual Ley Orgánica 3/2021 mediante un procedimiento que discurra en franco diálogo y colaboración con la sociedad civil”, entre los que citan colegios profesionales, otro tipo de actores sociales, juristas con experiencia en la protección de la libertad de conciencia y el derecho sanitario, especialistas en bioética (incluido el Comité de Bioética de España), representantes o personas con autoridad moral en las principales confesiones religiosas que operan en España, etc.

“Este proceso debió llevarse a cabo antes de la promulgación de la ley. Las fuertes críticas suscitadas por un texto que es claramente mejorable deberían hacer reflexionar al gobierno sobe la importancia de acometer cuando antes la revisión de la ley”, añaden.

Durante la tramitación parlamentaria, en el Senado, según los autores, “las voces más críticas partieron del portavoz del Grupo de Izquierda Confederal, Koldo Martínez (médico intensivista, de Geroa Bai), quien recordó al gobierno ‘la escasa seguridad jurídica’ de la nueva normativa. ‘La ley es deficiente, está redactada con muy poca calidad y lleva a una enorme confusión’, aseguró”. (pp. 56-57).

“Debería eliminarse el registro de objetores, por el previsible efecto disuasorio e inhibidor que puede tener -y de hecho parece estar teniendo en algunos lugares de España-, sobre la libertad de conciencia del personal sanitario en material tan delicada y trascendente”.

A continuación, los autores sugieren en todo caso hacerlo al revés. Es decir, “en vista del amplio rechazo manifestado a la ley por los profesionales de la salud, el actual registro bien puede ser sustituido en este momento por una base de datos que contenga información (confidencial) sobre las personas y equipos que estén dispuestos a participar en la prestación de la ayuda para morir”.

Los últimos datos publicados refieren que en España se habían practicado hasta julio en torno a 175 eutanasias, y que los objetores de conciencia registrados superan los 4.000.

-Una tercera sugerencia, “de especial trascendencia, tanto teórica como práctica” es “reconocer expresamente la posibilidad de objeción institucional a la práctica de la eutanasia y el suicidio asistido en el caso de instituciones privadas, con o sin ánimo de lucro, cuyo ideario ético sea contrario a dichas actuaciones”.

En el caso de las confesiones religiosas, “su autonomía ha sido claramente reconocida en el entorno internacional”. Y en otro tipo de instituciones, “incluidas aquellas con finalidad lucrativa, la jurisprudencia comparada comienza a mostrar sensibilidad para reconocer la importancia de que su identidad incluya valores morales que determinen su actuación, y la de quienes trabajen para ellas”.

En julio del año pasado, Federico de Montalvo, profesor de Derecho en Comillas Icade y presidente del Comité de Bioética de España hasta hace pocas semanas, consideró en una entrevista con Omnes que negar la objeción de conciencia a la ley de eutanasia ejercida por instituciones y comunidades “es inconstitucional”.Los juristas añaden que “no estaría de más reconocer carácter de ley orgánica al entero artículo 16 de la ley, sin excluir su primer párrafo, pues todo él se refiere al desarrollo de la libertad de conciencia protegida por la Constitución”.

El autorFrancisco Otamendi

Iniciativas

Peregrina a Roma con CARF

La Fundación Centro Académico Romano ha organizado una peregrinación al corazón de la cristiandad del 18 al 23 de octubre de 2022.

Espacio patrocinado·23 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Roma es el destino de la peregrinación organizada por la Fundación Centro Académico Romano, que tendrá lugar del 18 al 23 de octubre próximos.

Los peregrinos tendrán la oportunidad de asistir a la audiencia semanal con el Papa Francisco y visitar, de modo extraordinario, la necrópolis ubicada bajo la basílica de San Pedro. También conocerán Castel Gandolfo y podrán disfrutar de una cena en la Piazza Navona. Además de contar con numeroso tiempo libre para pasear, rezar y visitar Roma de manera personal.

Sacerdotes gracias a CARF

Uno de los momentos más esperados en las peregrinaciones organizadas por CARF es el encuentro con los sacerdotes y seminaristas que realizan sus estudios en Roma, muchos de ellos gracias a las becas y ayudas proporcionadas por los socios de esta fundación.

En esta peregrinación, los asistentes disfrutarán de dos conferencias en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz y podrán compartir momentos de tertulia en el Seminario Sedes Sapientiae y la Santa Misa en la residencia sacerdotal Tiberino.

Encuentro con el prelado del Opus Dei

Los peregrinos mantendrán un encuentro con  Mons. Fernando Ocáriz actual prelado del Opus Dei y gran Canciller de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz. Además podrán visitar la Iglesia Prelaticia de Sta. María de la Paz donde reposan los restos de San Josemaría Escrivá en la que podrán asistir a la Santa Misa.

Información y reserva

Toda la información de esta peregrinación, así como los detalles propios del viaje, alojamiento…, pueden consultarse en la web de CARF. A través de la web puede reservarse además la plaza de viaje para esta magnífica peregrinación.

Leer más

Quiénes son los cardenales del próximo consistorio

La última semana de agosto tendrá lugar una importante reunión de todos los cardenales, el famoso consistorio. En estas líneas hacemos un repaso de los cardenales que hemos entrevistado a lo largo de los últimos años, tanto los que serán nombrados el 27 de agosto, como otros más veteranos.

23 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

El 27 de agosto el Papa Francisco creará nuevos cardenales en un consistorio ordinario, y los días 29 y 30 reunirá a todos los cardenales en una reunión extraordinaria para estudiar algunos aspectos de la reforma de la Curia romana realizada el 19 de marzo de 2022 por la Constitución apostólica “Praedicate Evangelium”.

Como desde febrero de 2015 no se convocaba una reunión de ese tipo, algunas personas han entendido que esta reunión es una oportunidad de que los cardenales se conozcan mejor entre sí, puedan colaborar más fácilmente y, quizá, decidir con más fundamento cuando deban elegir a uno de ellos como futuro Papa. 

Pero este momento puede ser también una ocasión para que los conozca mejor la opinión pública. Los lectores de Omnes conocen ya a algunos de ellos, como enseguida diremos. Recordemos antes los datos esenciales sobre los nuevos cardenales: son 20 obispos y arzobispos, de los cuales 5 no serán electores por tener más de 80 años, y 15 sí lo serán; y entre estos últimos hay 1 de Oceanía, 5 de Asia, 2 de África, 3 de Europa (otro obispo belga rechazó la designación) y 4 de América.

Los nuevos cardenales, en Omnes

Omnes han entrevistado en los últimos meses a cuatro de los nuevos cardenales. No es necesario, ni superfluo, advertir que haberlos entrevistado no responde a ningún “filtro”, selección ni preferencia; por ese mismo motivo, los mencionaré por orden alfabético de apellido.

Giorgio Marengo, italiano y misionero de la Consolata, será a final de mes el más joven de los cardenales, pues tiene sólo 48 años. Es prefecto apostólico de Ulán Bator, la capital de Mongolia. La conversación con él permite no sólo conocer a la persona, sino también acercarse a la realidad de una Iglesia pequeña, situada en un país lejano y distinto. Sin embargo, el número de católicos crece allí, y según Marengo se debe a dos razones: el acompañamiento a los conversos y la coherencia de vida. 

En el mes de mayo, Arthur Roche explicaba a Omnes el trabajo del Dicasterio para el Culto Divino, que preside desde el año 2012. El arzobispo inglés quiso subrayar en la conversación la necesidad de promover la formación litúrgica de todos los bautizados, y anunció un documento de la Santa Sede dirigido a ese fin. Se publicaría, en efecto, poco después con el nombre de “Desiderio desideravi”.

También se convertirá en cardenal a final de agosto Leonardo Ulrich Steiner, arzobispo de Manaos, que es la capital del Estado de la Amazonia, al norte de Brasil. El interés del Papa por ese territorio le llevó a reunir un Sínodo específico en 2019. Steiner entiende que su nombramiento responde el deseo del Papa de “una Iglesia misionera perfectamente encarnada en la Amazonía, que sea samaritana y por tanto cercana a los pueblos originarios”. 

Un historial largo de servicio a las instituciones de la Santa Sede tiene el arzobispo Fernando Vérgez, español, Legionario de Cristo. Comenzó a trabajar en ellas en 1972, y en 2021 ha sido nombrado nombrado Presidente de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano y de la Gobernación de ese Estado. Omnes conversó con él sobre el funcionamiento de esas instituciones. Pero su visión va más allá de los muros vaticanos, y afirma que “hacen falta testigos del Evangelio que sepan sacudir las conciencias”.

Los cardenales anteriores, en Omnes

Los nuevos cardenales estarán acompañados por sus hermanos con más tiempo en el Colegio cardenalicio. Y no sólo por la natural cercanía fraterna, sino porque en los días siguientes (29 y 30 de agosto) el Papa Francisco ha convocado una reunión de todos los cardenales para reflexionar sobre la nueva Constitución apostólica “Praedicate evangelium”, que reordena la Curia romana.

De entre este grupo, no son pocos los ya conocidos por los lectores de Omnes a través de las correspondientes entrevistas. Ahora recordaremos solamente a algunos de ellos, sin una intención particular que motive esta selección, y mencionándolos también por orden alfabético.

El primer nombre viene de América Latina, en concreto de Santiago de Chile, donde es arzobispo el cardenal Celestino Aós, un capuchino nacido en España. En esta entrevista responde a una gran variedad de temas a partir de su deseo de poner a Jesucristo en el centro. Y resume así su visión sobre el momento actual de América Latina: “Es la hora de trabajar juntos y construir juntos cuidándonos de los más débiles y necesitados. ¡Entre tanta muerte y egoísmo es tan hermosos anunciar y trabajar por la vida y el amor!”. 

Desde Suecia, el cardenal Anders Arborelius, arzobispo de Estocolmo y carmelita, aporta siempre un mensaje de esperanza, también en el diálogo con Omnes. Piensa que esta dimensión de la esperanza debe volver a Europa, y brinda la experiencia sueca de “regreso desde la secularización” como un ejemplo. En 2018 abordó ese tema con Omnes, entre otros asuntos. También participó como invitado en el Foro Omnes que puede verse aquí, en un fluido español, y en abril de 2021 publicó en nuestra revista un artículo sobre la unidad en la diversidad de los miembros de la Iglesia en Suecia.

El presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso es un español, el comboniano Miguel Ángel Ayuso. El eje de la entrevista con el cardenal Ayuso fue el diálogo interreligioso como espacio de encuentro y apuesta de futuro, sobre el que intervino en un encuentro en España. Se detuvo en lo que el Papa suele llamar “una guerra mundial a pedazos”, que provoca un mundo divido y reclama un clima de relación y colaboración.

Uno de los rostros de la dimensión social del pontificado de Francisco es el cardenal jesuita Michael Czerny. Poco después de su creación como cardenal en octubre de 2019, Omnes publicó una conversación con él que contiene un perfil biográfico, intelectual y espiritual del cardenal. Ya en 2022 nos concedió otra entrevista nada más regresar de Ucrania, donde estuvo como enviado especial de Francisco para intentar “llevar a la gente la atención, las esperanzas, la angustia y el compromiso activo del Papa en la búsqueda de la paz”.

Con el cardenal húngaro Péter Erdő Omnes conversó en verano de 2021, poco antes del Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Budapest con presencia del Papa. Erdő es un canonista prestigioso. La entrevista apareció en Omnes en dos partes. El cardenal Erdő no habló solamente de los preparativos para el Congreso, sino también de la situación religiosa y cultural de Hungría, de la secularización y de los retos para la Iglesia en la Europa de hoy. 

El cardenal Kevin Farrell nació en Dublín (Irlanda), aunque residió en los Estados Unidos, y es el Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. En esta ocasión habló con Omnes sobre los movimientos laicales, subrayando que son y deben sentirse parte de la Iglesia. El cardenal dijo que son para ella una aportación importante, “porque aportan una energía, una gracia, un espíritu a través del cual pueden comunicar más fácilmente la Palabra de Dios a nuestros contemporáneos”. 

La teología y la práctica del sacerdocio fueron el tema de una entrevista con el Prefecto del Dicasterio para los Obispos, el cardenal canadiense Marc Ouellet. Abordó el tema del celibato, negando que se encuentre entre las causas que favorecen los abusos sexuales. La principal causa de los abusos estaría más bien en la falta de autocontrol y el desequilibrio afectivo de algunos sacerdotes. 

El arzobispo de Montevideo (Uruguay) es, desde 2014, el salesiano Daniel Sturla. Un año después fue nombrado cardenal, y a los pocos meses nos concedió una entrevista que refleja tanto su estilo como el enfoque de su tarea al frente de “una Iglesia pobre y libre, pequeña y hermosa”, como calificaba a la Iglesia católica en Uruguay.

Un foco indiscutible de atención en la Iglesia actualmente es la iniciativa llamada “Camino Sinodal” en Alemania. Una de las figuras más destacadas en el episcopado alemán es el cardenal Rainer Maria Woelki, arzobispo de Colonia. En esta entrevista con Omnes pide que en el Camino Sinodal se escuchen las indicaciones del Papa (como la Carta a los católicos alemanes de 2019). Partiendo de la Eucaristía, Woelki recuerda, frente a las fuerzas centrífugas que “amenazan con disgregar” la Iglesia, que su centro verdadero está en Jesucristo. Recordamos también la entrevista con el cardenal Reinhardt Marx, arzobispo de Munich, que publicó nuestra revista en abril de 2014.

Repito que se trata sólo de una muestra casual, no exhaustiva ni basada en otro propósito que el de traer a la memoria de los lectores algunas de estas conversaciones, mostrando, en el limitado espacio de este texto, la variedad de personas y territorios. Tanto las personas mencionadas como las que no han sido citadas en esta ocasión saben de nuestro agradecimiento.

En definitiva, el Colegio cardenalicio contará después del consistorio de agosto de 2022 con 229 cardenales, de los cuales 132 serán electores. Algo más del 40 % serán europeos, el 18 % latinoamericanos, el 16 % serán asiáticos, el 13 % africanos, el 10 % norteamericanos, y algo más del 2 % oceánicos.

Formación: clave de la libertad y la innovación en las Hermandades

La complejidad de la sociedad actual exige a las hermandades una formación que, que junto con la experiencia personal, proporcionará las herramientas para el análisis del entorno, y tomar las decisiones necesarias con libertad.

22 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

No es fácil innovar, menos aún ser disruptivo. Sólo desde una preparación rigurosa y un conocimiento exhaustivo de los fundamentos se puede intentar explorar nuevos caminos.

¿Es necesario innovar? Las personas y las instituciones, también las hermandades,  no pueden quedar aisladas de su entorno, empeñadas en hacer cada vez mejor lo de siempre. Las corrientes de pensamiento van modificando continuamente los modelos sociales, por lo que es imprescindible un análisis permanente de la realidad para anticiparse a los cambios y seguir siendo fieles a su propósito en las nuevas circunstancias, no permanecer aisladas en una realidad inexistente; en eso consiste la innovación que han de promover los responsables de las instituciones, en nuestro caso de las hermandades. Esa innovación no se hace en el vacío, ni mediante pruebas de ensayo y error, las condiciones personales requeridas para acometer este proceso con garantías son: formación, experiencia reflexionada y una clara conciencia de la libertad personal.

Es conveniente, más bien imprescindible, que los hermanos mayores y miembros de las juntas de gobierno, procuren adquirir una formación adecuada en antropología cristiana; teología moral; derecho canónico; historia de las ideas y de las hermandades, además de capacitación en dirección de organizaciones de personas.

Esa formación es la que proporciona las herramientas necesarias para analizar la realidad social, sin asumir el análisis y el consiguiente relato hechos por otros. Elrelato lo construyo yo en base a mi criterio fundamentadomi experiencia reflexionada. Hay personas a quienes simplemente “le pasan cosas” y otras que son capaces de sacar enseñanzas de esas incidencias contrastándolas con su modelo de pensamiento.

A partir de aquí se podrán ir tomando las decisiones necesarias para mantener a las hermandades fieles a su misión, en eso consiste la innovación.

Este planteamiento incomoda a quienes viven en su burbuja en la que se mueven cómodamente entre altares de culto, salidas procesionales, actividades sociales y cabildos de elecciones. Su aparente conservadurismo, revestido de una cierta superioridad moral, oculta una mentalidad populista, carente de fundamentos y necesitada de un contrario frente al que afirmarse, normalmente quien podría hacer estallar su burbuja al tratar de presentarles el mundo real.

Las personas afectadas por esta mentalidad no acaban de entender el valor de la libertad. Renuncian a la misma, prefieren su existencia como un conjunto de hechos y acciones que se van sucediendo, sin un sujeto enraizado en el ser. Desconocen cómo la libertad de Cristo, manifestada en la obediencia al Padre hasta la Cruz, es la que ilumina el sentido de nuestra libertad, que confiere a la persona su dignidad y su elevación a la condición de hijos de Dios. Una libertad que no depende de la moda ideológica o la opinión de la mayoría y que adquiere su plenitud cuando se descubre como don divino con el que podemos colaborar con Dios en la creación del mundo y en la construcción de la historia.

Esa libertad que tiene un doble aspecto: libertad de coacciones, interferencias, imposiciones y libertad para hacer o ser algo, para comprometerse; una libertad entendida como tarea ética que es, además, personal, sin refugiarse en el anonimato de la masificación en la que se pierde la responsabilidad individual y con ella la posibilidad de vivir una relación auténticamente humana con Dios y con los demás.

Todo esto tiene unos costes que hay que estar dispuesto a asumir. Hoy se reconoce a Goya como un artista innovador y se estudia la revolución estética que supusieron sus Caprichos y sus Pinturas Negras como expresión ideológica del Siglo de la Razón y anticipo de la pintura contemporánea; pero esa innovación se sustentaba en su gran formación artística y técnica, de la que dejo constancia en sus primeras etapas. El camino no fue fácil, hasta llegar a esa libertad de expresión artística había recorrido un largo sendero de estudio y formación, soportó críticas amargas, incluso, con sus Caprichos, despertó el interés de la Inquisición que vio en esos grabados posibles desviaciones doctrinales.

La sociedad actual es muy diferente de la de hace cincuenta años y las hermandades han de dar respuesta a esa nueva situación, han de innovar para seguir siendo fieles su misión; esa innovación exige formación que, que junto con la experiencia personal, proporcionará las herramientas para el análisis del entorno, y tomar las decisiones necesarias con libertad, asumiendo la correspondiente responsabilidad. 

Desde luego es más cómodo no tomar riesgos, limitarse a ir haciendo “lo de siempre”, sin exponerse al fracaso o la crítica, pero deslizando la hermandad hacia la mediocridad´.

El autorIgnacio Valduérteles

Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla. Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.

Familia

Amaya Azcona: “La relación Red Madre, Cáritas y  parroquias es intensa”

En su Exhortación programática Evangelii gaudium (La alegría del evangelio), el Papa Francisco convocaba “a un nuevo protagonismo de cada uno de los bautizados” (n. 120). Omnes ha conversado con Amaya Azcona, directora general de Fundación Red Madre, quien explica la colaboración entre Cáritas, la “Iglesia que cuida”, y Red Madre, que ayuda a mujeres en los embarazos, en especial imprevistos.

Francisco Otamendi·22 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Durante el reciente viaje apostólico a Canadá, el Papa Francisco ha tenido gestos y actitudes que no han pasado indiferentes. Entre estos gestos, se puede anotar sin duda éste: el día 26 de julio, fiesta de san Joaquín y santa Ana, antes del celebración de la Misa en Edmonton, Francisco pudo dar una vuelta al estadio en el papamóvil, y saludar y besar a una veintena de bebés, ante más de 50.000 asistentes. 

Los temas de familia y vida en la sociedad civil y la vida de la Iglesia son asuntos en los que diócesis y parroquias requieren personas expertas, como sucede con tantas cosas. Hablamos de corresponsabilidad de los laicos, como pueden ver en el Especial del número de verano de Omnes. 

Amaya Azcona es directora general desde hace años de la Fundación Red Madre, una entidad que sólo en 2020, por ejemplo, atendió a 49.535 mujeres embarazadas y madres recientes, 17.690 más que en el año anterior, y que señala en su Memoria que 8 de cada de 10 mujeres embarazadas con dudas que conectaron con Red Madre continuaron adelante con su embarazo, al recibir el apoyo que necesitaban. 

Acompañamiento en el embarazo

La pregunta de Omnes a Amaya Azcona es sencilla. Al ser una entidad aconfesional, y no estar en el organigrama eclesial, ¿cómo es su relación con las diócesis y las parroquias? ¿O no existe relación?

“Te contesto, porque es una actividad habitual de Red Madre”, responde Amaya Azcona. “Red Madre es una fundación de Derecho civil y aconfesional. Pero como somos red, trabajamos en red con otras organizaciones, civiles o confesionales, públicas o privadas. La Iglesia católica es una organización importante con la que trabajamos habitualmente. Tenemos una relación estupenda. Por un lado, el párroco, sacerdotes, nos pueden derivar mujeres que tengan una dificultad en el acompañamiento de su embarazo, con dudas de continuar. De hecho, nos derivan habitualmente desde las parroquias a mujeres embarazadas para que las acompañemos”. 

“Nosotros también derivamos a muchas mujeres, cuando ya han dado a luz y tienen ya un recorrido más estable, a Cáritas, con la que tenemos relación directa prácticamente en toda España”, añade. “En todas las asociaciones Red Madre, unas veces mandamos a las familias para que les den comida, otras veces Cáritas de Vallecas me piden un carrito de gemelos. Desde lo pequeño a lo grande. Sí. Siempre con muy buena relación. Esto respecto de lo asistencial”. 

“También hay que decir que algunas ciudades estamos acogidos en parroquias. Porque les sobraba el local, porque hay una amistad entre el párroco y quien inició Red Madre. En Cáceres, por ejemplo, estamos en una parroquia, y a veces la Iglesia católica nos cede locales para que podamos realizar nuestra misión”, informa Amaya Azcona.

Defensa de la maternidad, de la vida

La directora general de la fundación Red Madre se refiere ahora a aspectos formativos, en materias como la prevención del aborto, educación afectivo sexual, etcétera, y a su misión. “Es habitual que nos inviten tanto a portavoces de las asociaciones como a mí, más en concreto, a dar formación. Tanto en universidades católicas, como en universidades civiles, y en parroquias. Por ejemplo, el CEU nos invita habitualmente, y yo personalmente he dado mi testimonio en congresos de Católicos y Vida Pública. El año que dedicaron a la vida dirigimos un taller con Red Madre, porque a ellos les interesa que nuestra misión de defensa de la maternidad y de la vida llegue a sus gentes. Con la ACdP hay una relación importante”.

“Y luego en parroquias, es muy normal que vayamos. La última ha sido en una parroquia de Málaga, sobre cómo actuar ante la noticia de un embarazo imprevisto, cómo ayudar a esa mujer que está pasando por una situación complicada. Un católico no puede desentenderse, ni quedarse callado”, señala Amaya Azcona. 

“Nosotros hablamos desde nuestro mensaje, vamos a decir aconfesional, pero que está totalmente imbricado en lo que la Iglesia defiende: la vida humana en el seno de la madre, desde la fecundación hasta la muerte natural”, explica la responsable de Fundación Red Madre.

Prevención y acompañamiento post aborto

“Usamos argumentos de la razón, de la biología, de la sociología, de la economía, que ayudan a los católicos también en su preparación. Es muy normal que yo hable en la Universidad de Navarra y en otras. En la Universidad católica de Ávila, por ejemplo, me han hecho asesora de la cátedra Santa Teresa de la mujer, con otras personas. También es habitual que nos inviten, a Benigno Blanco, impulsor de Red Madre, a mí, etcétera, para dar formación muy concreta sobre esta defensa de la mujer madre, no sólo en la vida privada sino en la vida pública, porque la maternidad es un bien público”.

“Por otro lado”, añade Amaya Azcona, “me solicitan mucha formación sobre las consecuencias del aborto, cómo prevenirlo, y cómo hacer un acompañamiento a aquellas mujeres que hayan abortado. La Iglesia tiene programas de acompañamiento al post aborto, y a veces me invitan a que dé la parte formativa quizá más de acompañamiento psicológico en el post aborto”.

“Por ejemplo, los católicos no nos podemos desentender de situaciones de embarazo no previsto”, explica. “Hay que ayudar a esa mujer, o a ese hombre que ha dicho que ha dejado embarazada a su novia. En España, el número de abortos está disminuyendo en números brutos [el número de abortos fue de 88.000 en 2020, según fuentes oficiales], porque hay menos mujeres en edad fértil, pero aumenta en proporción a las mujeres embarazadas”.

Diagnóstico prenatal

Hablamos también con Amaya Azcona de los diagnósticos prenatales, por ejemplo de malformación, ante los que más o menos la mitad de los padres se echan para atrás y abortan. “Una tragedia”, dice la experta. Pero dejamos el tema para otro momento, porque el espacio es limitado.

Simplemente desea recordar que Red Madre se apoya también en instituciones religiosas que tiene casas o pisos de acogida para mujeres embarazadas o madres que han dado a luz recientemente.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

El Papa habla por primera vez de Nicaragua

Javier García Herrería·21 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Tras la detención el pasado viernes del obispo nicaraguense Rolando Álvarez, había mucha expectación por si el Papa Francisco hacía alguna referencia en sus palabras del Ángelus a la situación de la Iglesia en el país. Hasta ahora el Santo Padre había mantenido un sorprendente silencio. Como suele ocurrir en este tipo de situaciones la diplomacia vaticana suele actuar discretamente, sin que sea percibida por la opinión pública.

Sus palabras sobre el país americano han sido: «Sigo de cerca con preocupación y dolor la situación en Nicaragua, que implica a personas e instituciones. Quisiera expresar mi convicción y mi esperanza de que, a través de un diálogo abierto y sincero, todavía podemos encontrar las bases para una coexistencia pacífica».

Comentario del Evangelio

En el pasaje del Evangelio de este domingo, un hombre le pregunta a Jesús: «¿Son pocos los que se salvan?» Y el Señor responde: «Traten de entrar por la puerta estrecha» (Lc 13, 24). «La puerta estrecha es una imagen que podría asustarnos» -decía el Papa Francisco- como si la salvación fuera destinada solo a pocos elegidos o a los perfectos. Pero esto contradice lo que Jesús nos ha enseñado en muchas ocasiones; de hecho, poco más adelante, Él afirma: «Vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios» (v. 29). Por lo tanto, esta puerta es
estrecha, ¡pero está abierta a todos!»

El pontífice ha explicado qué es esta puerta estrecha: «Para entrar en la vida de Dios, en la salvación, hay que pasar a través de Él, acogerlo a Él y su Palabra (…). Esto significa que la vara de medir es Jesús y su Evangelio: no lo que pensamos
nosotros, sino lo que nos dice Él. Así que se trata de una puerta estrecha no por ser destinada a pocas personas, sino porque pertenecer a Jesús significa seguirle, comprometer la vida en el amor, en el servicio y en la entrega de sí mismo como hizo Él, que pasó por la puerta estrecha de la cruz. Entrar en el proyecto de vida que Dios nos propone implica limitar el espacio del egoísmo, reducir la arrogancia de la
autosuficiencia, bajar las alturas de la soberbia y del orgullo, vencer la pereza para correr el riesgo del amor, incluso cuando supone la cruz.

El Santo Padre ha invitado a los fieles a pensar en los gestos amorosos de tantas perdonas. Por ejemplo, podemos pensar «a los padres que se dedican a los hijos haciendo sacrificios y renunciando al tiempo para sí mismos; a los que se ocupan de los demás y no solo de sus propios intereses; a quien se dedica al servicio de los ancianos, de los más pobres y de los más frágiles; a quien sigue trabajando con esfuerzo, soportando dificultades y tal vez incomprensiones; a quien sufre a causa de la fe, pero continúa rezando y amando; a los que, en lugar de seguir sus instintos, responden al mal con el bien, encuentran la fuerza para perdonar y el coraje para volver a empezar. Solo son algunos ejemplos de personas que no eligen la puerta ancha de su conveniencia, sino la puerta estrecha de Jesús, de una vida entregada en el amor. Hermanos y hermanas, nosotros, ¿de qué lado queremos estar? ¿Preferimos el camino fácil de pensar exclusivamente en nosotros mismos o la puerta estrecha del Evangelio, que pone en crisis nuestros
egoísmos pero nos vuelve capaces de acoger la verdadera vida que viene de Dios? ¿De qué lado estamos?»

Evangelización

Yoga, mindfulness y oración cristiana

El término “meditación” se emplea hoy para prácticas muy diversas, como el yoga o el mindfulness. Algunas personas buscan en ellas relajación en medio de una vida intensa, y también algo más. ¿Qué relación tiene esta búsqueda con la oración cristiana?

Wenceslao Vial·21 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 12 minutos

“Si quieres tener éxito en el trabajo, primero tienes que gestionarte a ti mismo. Para ello se necesita la excelencia interior o la espiritualidad”. Y esto incluye una vida serena, con menos estrés.

Estamos de acuerdo, pero nos preguntarnos: ¿quién lo dijo? ¿Qué es y cómo conseguir esa excelencia interior en el asfixiante trabajo de cada día? ¿Cómo hacerla compatible con una familia: unos hijos pequeños y unos padres que también necesitan cuidados…? ¿Con los anhelos profesionales y deseos de cambiar el mundo? ¿Con la falta de tiempo, la competitividad del entorno y los numerosos compromisos?

Sin pensar demasiado, pues ¡no hay tiempo!, dan ganas de dejar la teórica gestión de uno mismo y la espiritualidad para aquellos que se separan del mundo. Lo que deseamos es resolver lo inmediato, el éxito, la influencia, el poder, el dinero, los bienes concretos… Aunque también anhelamos descansar, tener paz, vivir serenos y relajados.

El mundo empresarial ha comprobado que no solo es posible compatibilizar una vida serena y relajada con el éxito y los buenos negocios, sino que es el mejor camino para lograrlo. Las más grandes empresas ofrecen lugares de esparcimiento para sus empleados, cursos de yoga, mindfulness y otras actividades
para reducir el estrés. Todo repercute en una mejor salud individual, de la familia y de la sociedad.

De las formas tradicionales de descanso a la meditación

Hay muchas formas de descanso y relajación. La lectura de un libro no solo interesante sino entretenido, la reflexión calmada de lo que se ha leído…, un paseo contemplando la naturaleza, disfrutar de las obras de arte, una pieza musical o un cuadro, el turismo que abre a culturas diferentes. Y por supuesto la dedicación a la familia, la conversación con amigos, que facilitan aprovechar los fines de semana para oxigenar la mente y el cuerpo.

Son conocidos los efectos beneficiosos del deporte y del ejercicio, en particular cuando se realizan con serenidad. Están hoy menos de moda los métodos de relajación más fogosos, como deportes extenuantes e intensos, en breves pausas de medio día, que eran el ideal de todo “yuppie“ (acrónimo de joven profesional urbano).

Estirar los músculos y movilizarlos con delicadeza a todas las edades es saludable, previene el riesgo de lesiones, disminuye los dolores articulares y ayuda a recuperar energía, agilidad y fuerza. Disminuye el estrés y la ansiedad, mejora el estado de ánimo, la calidad del sueño y la respuesta inmunológica.

En ocasiones, el ejercicio adquiere formas elegantes o poéticas del cuerpo. Por ejemplo, en el tai chí, adaptado de las artes marciales chinas, que cabe observar en parques de todo el mundo, desde Tokio a Roma: grupos de personas, en coros o aislados, despliegan con suavidad movimientos coordinados, en perfecta sincronización. Incluso personas muy mayores notan el beneficio de estas prácticas, con una mejor calidad de vida y hasta menor riesgo de caídas y fracturas.

Estos datos nos hacen recordar que somos cuerpo y alma, materia y espíritu. Numerosas prácticas, antiguas y recientes, tienen en cuenta esta realidad e intentan satisfacer las necesidades materiales y espirituales. Lo más frecuente son las formas de meditación, que unen la introspección al movimiento corporal y al ritmo de la respiración.

La meditación clásica consistía en reflexionar sobre el sentido de la vida, entrar en relación con lo sagrado y, quizá, dirigirse a un creador o a una divinidad. Hoy muchas personas la practican para reducir el estrés cotidiano, buscando paz y calma interior y exterior, en un fluido intercambio. Lo sagrado queda muchas veces olvidado. En la práctica, se trata de concentrarse en un punto sereno de la mente y del cuerpo, y que esa atención cancele de algún modo los pensamientos que atormentan.

Este parón en los procesos mentales, con o sin lo sagrado, actúa como un “reset“ emocional. Después de unos momentos de relajación física y mental es posible ver con nuevas perspectivas aquello que antes estresaba. Se cambian los modos de afrontar la tensión y aumenta la imaginación y la creatividad. La
mente en cierto sentido reseteada da paso a un “flow“, o flujo positivo y luminoso, que mejora la paciencia y tolerancia.

Diversas prácticas… y su multiplicación

Son muchos los tipos de prácticas que incluyen o son un tipo de meditación. El estado de paz reflexivo puede ser promovido por imágenes visuales, sonidos repetitivos, olores, texturas, el gotear sobre la piel de aceites en el ayurveda, la recitación de un mantra o palabra que ocupa la mente y aleja otros pensamientos, la meditación trascendental que busca la relajación del cuerpo, la consciencia plena o mindfulness, el yoga…

Cada estilo meditativo requiere un entrenamiento para concentrar la atención, y contribuir a liberar la mente de las emociones negativas: miedo, vergüenza, rabia, tristeza, tensión. Todas las formas ponen el acento en una respiración relajada, profunda y uniforme, que use el diafragma para conseguir una mayor expansión pulmonar.

Suelen hacerse en una posición y postura cómoda que no estorbe al flujo de los pensamientos, y un lugar tranquilo con pocas distracciones, incluidas las de los teléfonos celulares. Pero cabe concentrarse y espirar con serenidad caminando, en la sala de espera del dentista o antes de un examen o un discurso público. Cuando se aprende la técnica, los beneficios fisiológicos son claros: la respiración diafragmática, así como diversos ejercicios de relajación muscular profunda, disminuye las pulsaciones y la presión arterial.

Desde los años 80 del siglo XX, las prácticas de meditación se han multiplicado y han entrado a formar parte de las rutinas escolares y de empresas, de clubes deportivos y protocolos médicos.

El conocido libro de auto ayuda de Stephen Covey “Los siete hábitos de la gente altamente efectiva” (1989) da gran importancia al séptimo hábito, afilar la sierra («sharpening the saw»). Quien corta árboles, dirá con un ejemplo gráfico, tiene que parar de vez en cuando y reparar su instrumento; si no, avanzará más lento en su tarea, hasta que destroce por completo la herramienta.

Quien trabaje y quiera obtener buenos resultados, debe aprender a descansar, a relajarse, a cuidar su salud espiritual y física –¡el cuerpo como instrumento!–, a dedicar tiempo a aprender, a estar con los demás, a meditar.

En ámbitos religiosos, donde la búsqueda de lo sacro no debería quedar relegada, se observa también un creciente interés por formas meditativas orientales. Se puede encontrar propaganda sobre cursos especializados en los anuncios publicitarios de universidades, en el hall de un hospital, en un autobús o en lugares de culto.

Veremos las dos formas de meditación más extendidas en occidente, el yoga y el mindfulness, para comentar después la oración o meditación cristiana.

El yoga con su silencio y abandono

Yoga es una palabra que proviene del sánscrito. Hay huellas de su uso desde unos 3000 años antes de Cristo. La base religiosa es el hinduismo y corresponde a una de sus seis doctrinas. Como otras formas de meditación, se presenta como un método para alcanzar el equilibrio y dejar de lado el sufrimiento. Tiene un fin también moral, el llamado “karma yoga”, que consiste en la autorrealización.

Según la doctrina del yoga, el ser humano es un alma encerrada en un cuerpo, que tiene cuatro partes: el cuerpo físico, la mente, la inteligencia y el ego falso. En la religión hindú, el yoga constituye un camino espiritual para experimentar el contacto con lo divino: la integración del alma individual con Dios (es decir con el “brahman”) o su deidad (que es el “avatar”) y la liberación de las ataduras materiales.

El yoga presenta los ocho pasos de una autorrealización que se apoya en tres bases: suprimir las modificaciones de la mente, con el silencio; no apegarse, o el no-yo o nulidad; abandono para alcanzar el “samadhi”, que es la plena realización de sí mismo, un despertar interior, una fuerza espiritual y la comunicación con lo divino.

Como forma de meditación, usa diversas posturas (de la llamada “asana yoga”) para actuar en el cuerpo y en la mente. Habría una resonancia especial desde distintos puntos energéticos del organismo, a lo largo de la columna. En tiendas deportivas del mundo entero ofrecen cientos de productos de todos los colores para practicar el yoga. Lo fundamental es tener una colchoneta y un cojín, que vienen llamados “sabuton” y “zufu”.

Las claves de la práctica del yoga son: lentitud de movimientos, respiración pausada, consciente y dirigida, y atención mental en estado receptivo a lo que sucede. Las posturas pueden acompañarse de la repetición de un mantra, para concentrarse en inspirar y expirar regular y lentamente.

Los promotores afirman que tiene numerosos efectos positivos en el organismo, especialmente la reducción del estrés y una mayor concentración y claridad mental. En el cuerpo, por ejemplo, los ejercicios de yoga mejoran la flexibilidad, la coordinación y la resistencia.

Muchas personas practican yoga por su beneficio psicofísico, con rechazo o indiferencia al trasfondo religioso. En las escuelas de niños de la India es una disciplina obligatoria. Hay también quienes acuden al yoga como puerta a más experiencias religiosas de oriente, y muchas veces no resulta fácil desligarse del marco doctrinal que lo sustenta.

De la sati budista al mindfulness

El mindfulness es un fenómeno más reciente, que toma del yoga las posturas de meditación. Es la traducción moderna al inglés del término budista “sati”, considerado un tipo de meditación.

El mindfulness se describe en la colección de escritos budistas, recopilados con comentarios en el siglo V, en la “Digha nikaya“ (DN 22). Ahí se recoge a modo de plegaria lo siguiente: “El camino con una única meta, oh monjes, viene de los cuatro pilares para conseguir la purifi cación, superar el llanto y el lamento, alejarse del dolor y sufrimiento: observar el cuerpo, observar la sensación, observar la mente, observar los elementos”. En la Digha nikaya se describe también cómo se realiza la meditación con el mindfulness: con las piernas cruzadas y atención plena, hay que concentrarse en inspirar y espirar, experimentando el cuerpo.

Según los promotores del mindfulness, su práctica aumenta la concentración mental (el “samatha“ o meditación, que obtiene la tranquilidad concentrándose en la respiración o recitando un mantra); agudiza también la visión interior (el “vipassana“ o meditación que se subordina a la “sati“): para esto hay que focalizarse o fijarse en la misma concentración.

Los principales difusores del mindfulness en occidente son el monje budista vietnamita Thích Nhât Hanh (nace en 1926) y su discípulo estadounidense de tradición hebrea, el biólogo John Kabat-Zinn (nace en 1944). Fue presentada como la esencia del budismo.

Thích Nhât Hanh pone un ejemplo de lo que podría ser el mindfulness: “Cuando estás lavando los platos, lavar los platos debe ser la cosa más importante de tu vida, lo mismo si bebes té o si estás en el baño…”. Y añade: “Vivir en el momento presente es el milagro”.

Una pregunta que expresa lo que podría ser esta conciencia plena sería: tu cuerpo está presente, ¿y tu mente está también aquí? Se ha extendido la definición de mindfulness como atención total en el momento, una “particular atención al presente, con una actitud de aceptación”.

Se insiste en la concentración sobre la propia respiración y pensamientos, de un modo no reflexivo y sin juzgarlos. La “sati“, dicen, no busca eliminar los pensamientos o sentimientos, sino no identificarse con ellos. Se trata de considerarlos de un modo impersonal, para no dejar que nos arrastren.

Los promotores afirman que es un estado mental que todos pueden alcanzar, como concentración, conciencia plena y atención plena. La concentración en el cuerpo, los pensamientos y sentimientos permite ver la naturaleza real del odio, la codicia, el sufrimiento y el rencor, distanciarse de ellos y llegar al nirvana. Por la concentración, dirán, te vacías de ti mismo y desaparece el sufrimiento: la “sati“ consigue alejarse del falso yo (“anatta“) y llega al culmen de la ética budista que es la compasión (“karuna“), separarse del egoísmo, unirnos a todos y al universo y cuidar amorosamente la universalidad.

El mindfulness tiene manifestaciones culturales, como la ceremonia del té en Japón, en que se aprecia ese momento social del encuentro con otro, único e irrepetible, compartiendo en el propio hogar una bebida y un espacio de distensión.

Expansión del mindfulness

En occidente se ha insistido en que es una destreza sin matices religiosos. Se introdujo en medicina como técnica de reducción del estrés basada en la atención plena: en inglés, “Mindfulness-Based Stress Reduction“ (MBSR). Se usa en la depresión, la ansiedad, en el trastorno obsesivo-compulsivo y otras patologías. Como en otras formas de meditación aplicadas a la medicina, se han descrito efectos adversos, por exceso de concentración sobre los propios pensamientos. La hiperreflexión puede acentuar algunos trastornos psíquicos.

Se ofrece mindfulness para niños y adultos. Se emplea en las adicciones, para un mejor desempeño sexual, en el embarazo y el pre-parto, en el «burnout», en los negocios y en la vida cotidiana… Existen aplicaciones digitales que mueven millones, asociadas a universidades y empresas, como Harvard y
Google por nombrar algunas.

Se ha transformado en un producto de consumo que se presenta a veces como infalible para dar paz. Por esto, algunos hablan irónicamente de “McMindfulness”. Como el yoga, tampoco es sencillo siempre desligarlo de su fondo religioso.

La mayoría de las academias de yoga y de mindfulness insisten en que no son una religión, sino una disciplina que intenta combinar la armonía del espíritu y el cuerpo y la relajación. Sin embargo, en muchos libros y en los gimnasios se explican conceptos del hinduismo o budismo. En ocasiones, perspectivas de este tipo ven en la cruz de Cristo un simple masoquismo.

El aumento de prácticas de meditación, más o menos unidas a conceptos religiosos, manifiesta una sed de espiritualidad. Pueden contribuir a remediar la dispersión, dan importancia y espacio al cuerpo y sus
energías, y ayudan a controlar y expandir la interioridad.

¿Cómo se sitúa la oración cristiana ante el requerimiento de paz y plenitud, de espiritualidad?

La oración cristiana como forma de meditación

La oración, presente en muchas religiones, es el método más frecuente de meditación. Sus beneficios para la salud han sido comprobados en numerosos ensayos clínicos. Las formas son variadas, desde la repetición de palabras, a veces como un mantra, a la unión silenciosa o en diálogo con un ser superior.

En la oración cristiana, se afirma que se habla con un Dios personal, que escucha y ama al ser humano. Aunque menos presente que en otras religiones, no se excluye el simbolismo psicofísico del cuerpo, y por supuesto se aconseja rezar con serenidad y distensión. “La oración involucra a la persona entera“: se
ora con todo el ser, que incluye el cuerpo y el corazón o mundo afectivo.

De algún modo la meditación, incluso sin el recurso a lo sagrado, hace que uno no se sienta el centro del universo, sino parte de él, lo que contrarresta la tendencia egocéntrica del ser humano. Las enseñanzas cristianas dan más claridad a este aspecto. La meta no es observarse o conseguir solo el equilibrio, sino amar a los demás, que supone esfuerzo y una cierta tensión.

Dirigirse a Dios, sentir su presencia en el silencio del corazón, estimula a salir de uno mismo. Descubrir que hay un Dios que nos ve, nos oye y nos ama es un buen modo de focalizar la conciencia en lo importante. Cabe hacerlo a través de momentos de paz en cada práctica de piedad, especialmente en
la oración, que impregna el pensamiento y la acción.

Es un buen camino para reducir las preocupaciones y pensamientos negativos sobre uno mismo y sobre los demás, y descubrir un sentido nuevo de la vida. Poco a poco, quien hace oración llega a interiorizar a Cristo, en “íntima relación de amistad”, en oración de recogimiento y paz, como escribió santa Teresa.
Jesús fue uno de nosotros, con afectos, actos, deseos y pensamientos. Se trata de observar e imitar su mirada, su rostro y su corazón; y todo con la ayuda directa de Dios mismo: el Espíritu Santo, que ilumina y da descanso a quien acude a Él.

La oración cristiana, que lejos de dejar de lado lo sagrado, es diálogo con Dios, es fuente de optimismo y reduce el estrés de un modo más profundo y permanente que la relajación meditativa de fundamentos orientales. Se abandona el pasado, dándose cuenta de las equivocaciones. Se afronta el presente, esforzándose por mejorar; y se mira el futuro con esperanza, deseando un mundo mejor para todos.

Se aprende a compartir la tierra con hombres y mujeres de toda condición, con los peces, las aves, las plantas… Invitando a cantar “al sol, a la luna y a los más pequeños animales”, se renuncia “a convertir la realidad en mero objeto de uso y de dominio”; y se reconoce “la naturaleza como un espléndido
libro”, como escribió el Papa Francisco en la Laudato si’.

Muchos santos ponen el acento en la oración unida a la paz. Termino con un texto de san Basilio, que bien resume la conciencia plena, la meditación o el mindfulness de un cristiano: “Es bonita la oración que hace más presente a Dios en el alma […]. En esto consiste la presencia de Dios: en tener a Dios dentro
de sí mismo, reforzado por la memoria […].

Nos convertimos en templo de Dios: cuando la continuidad del recuerdo no se ve interrumpida por preocupaciones terrenas, cuando la mente no es turbada por sentimientos fugaces, cuando el que ama al Señor está desprendido de todo y se refugia sólo en Dios, cuando rechaza todo lo que incita al mal y gasta su vida en el cumplimiento de obras virtuosas”.

La contemplación de la cruz de Cristo y de su resurrección, de su Humanidad santísima que, llena de amor al Padre, se compadece de todos hasta el extremo de dar su vida por nosotros, nos introduce en el misterio del amor de Dios. Esa contemplación ayuda a enraizar nuestra filiación divina en lo más hondo de nuestro espíritu, conducidos por el Espíritu Santo, y nos lleva a clamar “¡Padre!” en todas las circunstancias de la vida: ante lo bueno y lo malo, ante lo que supone salir de sí mismo y darse a los demás con sacrificio.

La paz interior es propia de quien se sabe de verdad hijo de Dios y esa verdad se afianza y se vive si, dóciles al Espíritu Santo, somos mujeres y hombres de oración, contemplativos en medio de nuestra existencia.

La oración y nuestro obrar calmado generan sentimientos de paz y bienestar. Qué útil resulta el consejo de gestionarse a uno mismo y cuidar la excelencia interior o espiritualidad, citado al inicio. Procede de uno de los mayores empresarios de la India, Grandhi M.R., nacido en un pequeño y pobre pueblo
del Andhra Pradesh.


Diferencias entre las diversas prácticas

Descanso

➔ Descanso tradicional: lectura, paseo, naturaleza, turismo…

➔ Otras prácticas:

  • No relegar la búsqueda de lo sacro.
  • Técnicas basadas en una respiración relajada.

Yoga

➔ Base religiosa en el hinduismo. El ser humano como alma encerrada en un cuerpo.

➔ Se desea:

  • Alcanzar el equilibrio y dejar de lado las ataduras materiales.
  • Fin moral: autorrealización.

➔ Técnicas: posturas, atención mental, respiración, repetición de mantras.

➔ No es fácil desligarlo de su trasfondo religioso y doctrinal.

Mindfulness

➔ Base religiosa en el budismo.

➔ Se desea:

  • Atender al momento presente.
  • Considerar los pensamientos y sensaciones de modo impersonal, sin identificarse con ellos.
  • Llegar al nirvana y unirse al universo.

➔ Herramienta médica, pero también producto de consumo.

➔ Puede permanecer ligado a aspectos del hinduismo o del budismo.

Oración cristiana

➔ Se habla con un Dios personal, que escucha y ama al ser humano.

➔ Involucra a la persona entera, lo que incluye el cuerpo y el mundo afectivo.

➔ Estimula a salir de uno mismo:

  • Ayuda a focalizar la conciencia en lo importante.
  • Conduce a una relación de amistad con Dios y a amar a los demás.

➔ Es fuente de optimismo. Reduce el estrés de modo más profundo que la relajación meditativa de fundamentos orientales.

El autorWenceslao Vial

Médico y sacerdote.

Vaticano

¿Qué es un consistorio de cardenales?

El 29 y 30 de agosto el Papa Francisco ha convocado una consistorio de cardenales para analizar la nueva constitución de la Santa Sede, Predicate Evangelium. En estas líneas explicamos qué es un consistorio y su importancia.

Alejandro Vázquez-Dodero·20 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

El santo Padre ha convocado un consistorio. Para los próximos 29 y 30 de agosto. El día anterior nombrará 21 nuevos cardenales y a continuación trabajarán un interesante documento: la constitución apostólica Predicate Evangelium –sobre la Curia Romana y su servicio a la Iglesia– publicada el pasado 19 de marzo

Entre los nuevos cardenales hay tres responsables máximos de dicasterios de la Curia: Congregación para el culto divino, Congregación para el Clero, y Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano y Governatorato. De los nuevos purpurados –así se llama también a los cardenales por el color de su vestimenta– 16 son electores, es decir, menores de 80 años, que podrían ser elegidos Romano Pontífice en un cónclave.

¿Qué es un cardenal y el colegio cardenalicio? 

El cardenalato es la máxima dignidad eclesiástica después del Papa. Es denominado “príncipe” de la Iglesia. Varios de los cardenales desempeñan funciones en las dependencias de la Curia –dicasterios– para administrar los asuntos de la Santa Sede. 

Los designa el Papa entre quienes cumplen una serie de requisitos. A fecha de hoy para ser nombrado cardenal debe haberse recibido el orden del presbiterado, y destacar en doctrina, buenas costumbres, piedad y prudencia. De ordinario el candidato debe ser obispo, pero cabe que el Papa exima de tal condición.

Todos los cardenales conforman el colegio cardenalicio. Este órgano cumple una doble función, elegir al Romano Pontífice y asesorarle en el gobierno de la Iglesia o cualquier otro asunto que el Papa considere oportuno.

Actualmente el colegio cardenalicio lo componen 208 cardenales, de los cuales 117 son electores de un nuevo Papa. Tras el consistorio próximo los cardenales serán 229, y el total de electores será de 132.

¿Quiénes componen el consistorio y cuál es su cometido? 

Los cardenales, según decíamos, forman parte de la organización jerárquica de la Iglesia para su gobierno, y lo hacen individualmente o –cuando actúan en calidad de colegio cardenalicio– como colectivo. El consistorio consiste en una reunión formal del colegio cardenalicio. Representa el órgano superior del gobierno supremo y universal de la Iglesia.

Su origen mantiene una estrecha relación con la historia del presbiterio romano o cuerpo del clero de Roma. En el antiguo presbiterio romano había diáconos, encargados de los asuntos temporales de la Iglesia en las diferentes regiones de Roma; sacerdotes, que encabezaban las principales iglesias de la ciudad; y obispos de las diócesis vecinas a Roma. 

Los actuales cardenales han sucedido a los miembros del antiguo presbiterio, no únicamente en lo relativo a los oficios propios de esos tres grados –obispos, presbíteros y diáconos– sino sobre todo asistiendo al Papa en la administración de los asuntos de gobierno de la Iglesia.

¿Qué tipos de consistorios hay?

Existen tres tipos de consistorios: ordinarios, extraordinarios y semipúblicos.

El ordinario o secreto se llama así porque nadie fuera del Papa y los cardenales puede estar presente en sus deliberaciones. Se convoca para la consulta a los cardenales presentes en la Ciudad Santa –Roma– sobre algunas cuestiones graves o para la realización de ciertos actos de máxima solemnidad. 

El extraordinario se convoca cuando lo aconsejan especiales necesidades de la Iglesia o la gravedad de los asuntos que han de tratarse. Es público en el sentido de que pueden ser invitadas personas ajenas al colegio cardenalicio. Es el caso del nombramiento de nuevos cardenales, como el de agosto de este año.

Y por último el semipúblico, llamado así porque además de los cardenales forman parte de él algunos obispos, aquellos que residen en un radio de cien millas de Roma. Además se invita a los demás obispos de Italia, y a quienes estén de paso en ese momento por la Ciudad Santa.

¿Cómo es el rito de creación de un cardenal?

En cuanto al rito o celebración del consistorio, suele comenzar con una breve liturgia de la palabra, homilía del Santo Padre, y desarrollo del asunto a tratar. En el caso de los consistorios de nombramiento de nuevos cardenales, hay profesión de Fe y juramento, imposición del anillo cardenalicio y asignación del título correspondiente, colocación del birrete, e intercambio de signos de paz con el Papa y entre los nuevos purpurados. La misma tarde de la celebración tiene lugar una recepción para saludo de los cardenales, y al día siguiente el Romano Pontífice concelebra la Santa Misa con ellos, en acción de gracias y para pedir por sus nuevos cometidos.

Como conclusión a esta breve exposición, los fieles deben concienciarse de la necesidad imperiosa de rezar por este instrumento de gobierno, ya que el consistorio constituye la más estrecha colaboración para el Santo Padre en gobierno de la Iglesia.

Lecturas del domingo

«La puerta estrecha y la puerta cerrada». XXI domingo del tiempo ordinario (c)

Andrea Mardegan comenta las lecturas del XXI domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan·19 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Al final del libro de Isaías hay un fuerte mensaje de universalismo de la salvación. Dios reúne a “las naciones de toda lengua; vendrán para ver mi gloria”. Tras el regreso del exilio, el pueblo se ve abrumado por muchas dificultades y el profeta lo apoya con visiones de un futuro lleno de esperanza: la salvación de Dios llegará, a través de Israel, a muchos otros pueblos. “Les daré una señal, y de entre ellos enviaré supervivientes a las naciones: a Tarsis, Libia y Lidia (tiradores de arco), Túbal y Grecia, a las costas lejanas que nunca oyeron mi fama ni vieron mi gloria. Ellos anunciarán mi gloria a las naciones”. Tal vez Tarsis designe a España, y Tubal a Cilicia. Pero significan a todos los pueblos que irán hacia Jerusalén, junto con los hijos de Israel.

Jesús mismo se dirige a Jerusalén. Un hombre le hizo una pregunta habitual en los debates entre los rabinos: ¿cuántos se salvarán? Algunos pensaban: todos los judíos; otros decían: sólo algunos. Jesús no entra en la cuestión numérica, pero eleva el tono hacia la calidad del compromiso. Lo hace con dos imágenes de la puerta: la puerta estrecha y la puerta que el amo ha cerrado, en una parábola que tiene como trasfondo la invitación al banquete: “Preparará el Señor del universo para todos los pueblos, en este monte, un festín de manjares suculentos” (Is 25, 6). El verbo griego utilizado por Jesús es deportivo: “competir” para entrar por la puerta estrecha. Las ciudades fortificadas tenían una puerta ancha por la que podían entrar “en caballos, en carros, en sillas de montar, en mulas, en dromedarios”, y una puerta estrecha por la que sólo podía entrar una persona a la vez, que se utilizaba cuando la puerta ancha ya estaba cerrada. Para entrar por la estrecha puerta había que estar libre de equipaje voluminoso. Podría significar que la salvación llega a cada uno personalmente.

Una vez en la ciudad y llegando a la casa del dueño que invitó al banquete, la puerta de su casa podría estar ya cerrada. Entonces los que se han quedado fuera intentarán que se les abra, pero el amo de la casa dirá que no los conoce. Apuntan a una familiaridad que no existía: no os conozco, les dice, así que no abro mi casa, mi intimidad, mi fiesta, a los extraños. Jesús se refiere a sus contemporáneos que honran a Dios con los labios, pero su corazón está lejos de él. Vendrán de todo el mundo a sentarse a la mesa del reino de Dios, junto con los patriarcas y profetas de Israel, pero ellos se quedarán fuera. Estas palabras nos guían para que no demos por sentado que agradamos a Dios por estar en el número de los que son cristianos: los pensamientos, las palabras y las obras deben ser acordes con el corazón de Cristo.

La homilía sobre las lecturas del domingo XXI

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

América Latina

Ulrich Steiner: “Para mí, llegar a ser cardenal significa poder servir más y mejor”

Por primera vez en su historia, la Amazonia brasileña tendrá un cardenal. Se trata de monseñor Leonardo Ulrich Steiner, arzobispo de Manaos, un populoso centro urbano de Brasil y capital del estado de Amazonas, situado en el norte del país.

Federico Piana·19 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Monseñor Steiner explica que esta “decisión del papa Francisco ha sido una sorpresa para mí y una alegría para mi comunidad”. El futuro purpurado recibirá el anillo pastoral y el birrete cardenalicio en el consistorio del 27 de agosto, en el que el pontífice creará 21 cardenales. “Para mí, llegar a ser cardenal significa poder servir más y mejor”, explica el arzobispo de Manaos, que revela cómo, nada más conocer la noticia de su nombramiento, su vida no cambió en absoluto. “He seguido y sigo sirviendo a mi diócesis como antes”, dice con gran sencillez.

Usted será el primer cardenal de la Amazonia brasileña, ¿cuáles serán las cargas y los honores de esta decisión tomada por el Papa?

Mi comunidad, todos los fieles, están agradecidos al Santo Padre por haber demostrado una vez más su cercanía y paternidad. Ciertamente, con esta decisión, el Papa Francisco ha expresado su deseo de querer una Iglesia misionera perfectamente encarnada en la Amazonía, que sea samaritana y por tanto cercana a los pueblos originarios. Este nombramiento tiene la fuerza, el peso y la dignidad del servicio.

Como cardenal, ¿cómo intensificará sus esfuerzos por la Amazonia?  ¿Qué objetivos intentará alcanzar por el bien de esta región? 

En la Amazonia, la Iglesia es una Iglesia de Iglesias particulares que, juntas, sueñan, rezan, celebran y elaboran sus directrices pastorales. Es realmente una Iglesia sinodal que siempre trata de aprender de los pueblos originarios, buscando inculturarse. A lo largo del tiempo, esta Iglesia también ha hecho un enorme esfuerzo por preservar nuestra casa común. Si puedo animar y fortalecer esta evangelización, como pide el Papa Francisco en la exhortación postsinodal Querida Amazonia, ayudaré al Obispo de Roma en su ministerio.

¿Cree que puede haber una conexión entre el Sínodo de 2019 sobre la Pan-Amazonía y su nombramiento como cardenal?

Ese sínodo es una luz para fortalecer el camino recorrido y buscar nuevos caminos. La Conferencia Episcopal para la Amazonía, aprobada por el Papa Francisco, apunta a este camino eclesial sinodal. Mi nombramiento anima a las Iglesias particulares que están en la Amazonia a seguir confiando en este camino y a realizar los sueños de Querida Amazonia.

¿Cuál es la situación actual de la Iglesia en la Amazonia?

Somos una Iglesia viva, misionera y sinodal. Nuestras comunidades son acogedoras, solidarias, con la participación de hombres y mujeres como discípulos misioneros. Es una Iglesia que cuida la formación de los laicos y del clero, que se apoya en la vida religiosa incrustada en la vida pastoral y misionera. Necesita ayuda para mantener viva la vida eclesial debido a las distancias y a la sencillez en la que viven un gran número de comunidades. Además, es también una Iglesia atenta a las necesidades de los pueblos originarios y de las personas que viven en la periferia. Para ello está animada por líderes comunitarios, ministerios no ordenados y pastoral social. En definitiva, es una Iglesia necesitada y, quizás por ello, generosa y esperanzada. 

¿Cuáles son los retos sociales y políticos a los que se enfrenta la Amazonia?

En mi opinión, los principales retos están relacionados con la hermenéutica del Papa Francisco: son retos sociales, culturales, medioambientales y eclesiales. Las periferias de las ciudades son pobres, sin infraestructuras, sin saneamiento básico, con falta de espacios culturales y recreativos. Los pobres, los ribereños, los indígenas, sufren la falta de servicios médicos; a ello se suma la violencia, que va en aumento.  Además, hay problemas relacionados con la subestimación de las diferentes culturas y la devastación de la selva, el aumento de la pesca depredadora, la minería y la contaminación del agua: actividades que destruyen el medio ambiente, la morada de los pueblos nativos.

Luego están los desafíos eclesiales. Debemos esforzarnos por ser una Iglesia capaz de escuchar las expresiones religiosas de las comunidades, de acoger la riqueza religiosa de los rituales de la gente, de ofrecer oportunidades para encargar ministerios, de percibir la presencia de Dios en la forma de vivir en armonía con todo y con todos. Los desafíos son muchos cuando la Iglesia busca ser encarnada y liberadora.

¿Qué puede hacer la comunidad internacional para apoyar al Amazonas? ¿Y qué no ha hecho?

La Amazonia debe vivir visiblemente de forma autónoma: debe ser respetada y no destruida, cuidada y no dominada, cultivada y no explotada. La Amazonia debe ser vista como una realidad compleja y armoniosa; abarcadora y única. La comunidad internacional podría apoyar cada vez más la realidad, el modo de vida, la cultura, de los pueblos originarios. Son ellos quienes cuidan de nuestra casa común y pueden garantizar su futuro. La comunidad internacional podría contribuir a la investigación y el apoyo a la conservación del Amazonas. Precisamente la presión internacional para que se cuide mejor la Amazonia y sus pueblos ha contribuido a la necesidad de abordar la cuestión de la destrucción medioambiental en la región, pero también la necesidad de la autonomía cultural y religiosa de los pueblos originarios.

Sin embargo, mientras vivamos en un sistema económico basado en la acumulación de riqueza, el beneficio a cualquier precio y la falta de respeto por la dignidad de la persona y de los pobres, la Amazonia seguirá siendo destruida. Esto tiene que cambiar. Lo que no hemos hecho todavía es poner la economía en el centro de la casa común, como dice la etimología de la palabra. El Amazonas es parte del planeta Tierra, el hogar de todos. Es urgente despertar a la humanidad para que cuide la casa común, como afirma el Papa Francisco en la encíclica Laudato Sì. 

El autorFederico Piana

 Periodista. Trabaja en Radio Vaticana y colabora con L'Osservatore Romano.

Evangelización

Veinte años de la Consagración del mundo a la Divina Misericordia

La Consagración del mundo a la Divina Misericordia realizada por Juan Pablo II hace dos décadas ha acrecentado con fuerza la devoción impulsada por santa Faustina Kowalska.

Barbara Stefańska·18 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

«Dios, Padre misericordioso […] a Ti confiamos hoy el destino del mundo y de cada hombre» -dijo Juan Pablo II hace 20 años en Cracovia. Este evento tuvo una dimensión global. Y no ha perdido su relevancia.
El actual Santuario de la Divina Misericordia en Cracovia-Łagiewniki es el lugar donde vivió y murió Sor Faustina Kowalska durante los últimos años de su vida. Sus restos mortales están enterrados allí. A través de esta sencilla monja, el Señor Jesús recordó al mundo su misericordia.

Un mensaje oportuno

En agosto de 2002, el Papa Juan Pablo II vino a Polonia por última vez. Uno de los principales objetivos de su viaje fue la consagración de un nuevo santuario, ya que la antigua y pequeña iglesia ya no era suficiente para la multitud de peregrinos que llegaban allí. El 17 de agosto, una multitud de fieles se reunió en el santuario y en el amplio recinto del mismo.

«¡Cuánto necesita el mundo de hoy la misericordia de Dios! En todos los continentes parece surgir un grito de misericordia desde las profundidades del sufrimiento humano. Donde hay odio, deseo de venganza, donde la guerra trae dolor y muerte a los inocentes, se necesita la gracia de la misericordia que calma las mentes y los corazones humanos y genera paz. Donde hay una falta de respeto por la vida y la dignidad humana, se necesita el amor misericordioso de Dios, a la luz del cual se revela el valor indecible de cada ser humano. La misericordia es necesaria para que toda injusticia en el mundo encuentre su fin en el esplendor de la verdad», dijo entonces el Papa enfermo. ¡Cuán relevantes son estas palabras hoy en día!

«Por eso hoy, en este Santuario, quiero hacer un acto solemne de encomendar el mundo a la misericordia de Dios. Lo hago con el ferviente deseo de que el mensaje del amor misericordioso de Dios, proclamado aquí a través de sor Faustina, llegue a todos los habitantes de la tierra y llene sus corazones de esperanza. Que este mensaje se extienda desde este lugar a nuestra querida patria y al mundo entero», con estas palabras Juan Pablo II expresó el propósito de consagrar el mundo a la misericordia de Dios.

Unas palabras enigmáticas

También recordó las misteriosas palabras del Diario de santa Faustina en las que señala que de Polonia ha de salir «la chispa que preparará al mundo para la venida final de Cristo» (cf. Diario, 1732). Juan Pablo II también nos dejó a todos una tarea: «Hay que encender esta chispa de la gracia de Dios. Es necesario transmitir el fuego de la misericordia al mundo. En la misericordia de Dios, el mundo encontrará la paz y el hombre la felicidad. Os confío esta tarea a vosotros, queridos hermanos y hermanas, a la Iglesia de Cracovia y de Polonia, y a todos los devotos de la misericordia de Dios que vienen aquí de Polonia y de todo el mundo. Sed testigos de la misericordia».

El Papa de la misericordia

La difusión del culto a la Divina Misericordia es uno de los frutos del pontificado del Papa polaco. Era, por así decirlo, una prolongación de la labor que había iniciado como metropolitano de Cracovia. En ese momento, encargó un análisis del «Diario» a efectos del proceso de beatificación de Sor Faustina. Esto requería un análisis diligente porque la Santa Sede había prohibido la difusión del culto a la Divina Misericordia según las formas transmitidas por Sor Faustina en 1959. La prohibición se retiró en 1978, incluso antes de la elección de un Papa polaco.

El cardenal Wojtyla cerró el proceso en la etapa diocesana. Ya como Papa, Juan Pablo II declaró a Sor Faustina beata y luego santa. El día de su canonización, en abril de 2000, estableció para toda la Iglesia la fiesta de la Divina Misericordia, fijada para el primer domingo después de Pascua. Anteriormente, esta fiesta ya se celebraba en Polonia. Juan Pablo II también contribuyó a difundir la devoción a la misericordia de Dios mediante la publicación de la encíclica Dives in misericordia en 1980.

La entrega del mundo a la misericordia de Dios en 2002 fue, por así decirlo, el toque final para recordar este mensaje a la Iglesia y a todos los hombres. No es casualidad que Juan Pablo II falleciera el sábado, la víspera de la fiesta de la Divina Misericordia.

El autorBarbara Stefańska

Periodista y secretaria de la redacción del semanario "Idziemy"

Evangelización

«Amistad y confidencias», un juego con mucho fondo

Amistad y confidenciases juego de mesa fue ideado por el padre Juan María Gallardo. El objetivo de este pasatiempo es conocerse más a uno mismo, a los demás y a Jesucristo.

Javier García Herrería·18 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

“Amistad y confidencias” es un juego de mesa que ayuda a cultivar la amistad. La Biblia enseña que las relaciones humanas son un tesoro, pero crecer en ellas requiere generosidad, tiempo y conocimiento mutuo. Este juego permite abrir el corazón y darse a conocer a los demás de una manera sencilla, al tiempo que ayuda a reflexionar sobre cómo es nuestra amistad con Dios y con los que nos rodean. En este sentido, puede ser una ayuda útil para la catequesis.

El creador es el sacerdote argentino Juan María Gallardo. Esta primera edición del juego está disponible solo en versión digital. Se puede imprimir gratuitamente accediendo al PDF. El proyecto para el futuro es que se pueda comprar en formato físico.

Inspirado en el juego de la Oca

Esta propuesta de entretenimiento es similar al conocido Juego de la Oca. La partida se desarrolla en un tablero con 150 casillas que abordan distintos episodios de la vida de Jesús -el amigo que nunca traiciona- y de María, con miniaturas o iluminaciones de Speculum humanae salvaciónis, un manuscrito Belga de mediados del siglo XV. La forma de avanzar es a través de cartas que formulan preguntas en las que uno se va dando a conocer. 

Familiarizarse con más de un centenar de escenas evangélicas sin duda constituye un buen comienzo para conocer la vida de Jesucristo.

Por supuesto, al igual que ocurre en el famoso juego de la oca, para ganar es necesaria una buena dosis de fortuna. Por eso, las instrucciones del juego recuerdan: «Te deseamos suerte. Como el discípulo que reemplazó a Judas; cuenta la escritura que eran dos los candidatos y echaron “suertes” y esta cayó sobre Matías.

Vaticano

Papa Francisco: «La vejez debe dar testimonio a los niños de que son una bendición»

El Santo Padre ha continuado sus audiencias de los miércoles sobre la vejez. Como en otras ocasiones, ha destacado la especial relación entre los ancianos y los niños.

Javier García Herrería·17 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

La anécdota de la audiencia de este miércoles, 17 de agosto, ha sido el guardia suizo que se ha desplomado a pocos metros del Papa Francisco. Ha cumplido su deber hasta la extenuación. Curiosidades aparte, el Santo Padre ha continuado su catequesis sobre la vejez partiendo de la reflexión del sueño profético de Daniel. Esta visión recogida al principio del Apocalipsis hace referencia a Jesús resucitado, que se presenta como Mesías, Sacerdote y Rey, eterno, omnisciente e inmutable (1:12-15).

La tradición artística cristiana ha representado a Dios Padre como un bondadoso anciano de barba blanca. Sin sentimentalismos pueriles, el Santo Padre ha destacado la validez de la imagen: “El término bíblico más utilizado para indicar a un anciano es `zaqen´, que viene de `zaqan´, y significa `barba´. El cabello blanco como la nieve es un símbolo antiguo de un tiempo muy largo, de un tiempo inmemorial, de una existencia eterna. No hace falta desmitificar todo para los niños: la imagen de un Dios que lo vigila todo con el pelo blanco como la nieve no es un símbolo tonto, es una imagen bíblica, es noble e incluso tierna. La figura del Apocalipsis que está en medio de los candelabros de oro coincide con la del «Anciano de los días» de la profecía de Daniel. Es tan antiguo como toda la humanidad, incluso más. Es tan antiguo y nuevo como la eternidad de Dios”.

Los niños son una bendición

El pontífice ha destacado también el ejemplo bíblico de Simeón y Ana en la presentación de Jesús en el templo de Jerusalén. “La vejez -señalaba el Papa Francisco- en su camino hacia un mundo en el que el amor que Dios ha infundido en la Creación irradie por fin sin obstáculos, debe cumplir este gesto realizado por Simeón y Ana, antes de despedirse. La vejez debe dar testimonio a los niños de que son una bendición”. La fuerza de este signo indica la dignidad y el valor inalienable de la vida humana, por lo que el Santo Padre subrayaba que nuestro destino en la vida que no puede ser aniquilado, ni siquiera por la muerte.

La credibilidad de los ancianos es muy grande para los niños, por eso nace entre ellos una gran complicidad. “Los jóvenes y los adultos -continuaba diciendo el Papa- no son capaces de dar un testimonio tan auténtico, tierno y conmovedor como el de los ancianos. Es irresistible cuando un anciano bendice la vida cuando se le presenta, dejando de lado cualquier resentimiento por la vida cuando se va. El testimonio de los ancianos une las generaciones de la vida, lo mismo que las dimensiones del tiempo: pasado, presente y futuro. Es doloroso -y perjudicial- ver que las edades de la vida se conciben como mundos separados, en competencia entre sí, cada uno buscando vivir a costa del otro”.

La sabiduría de la vejez

A lo largo de los últimos meses el Papa Francisco ha subrayado el valor de la aportación de los ancianos a la familia y la sociedad actual. “La alianza entre los ancianos y los niños salvará a la familia humana”, destacaba el pontífice. Y acababa sus palabras preguntándose: “¿Podemos devolver a los niños, que necesitan aprender a nacer, el tierno testimonio de los ancianos que poseen la sabiduría de la muerte? ¿Podrá esta humanidad, que con todo su progreso parece un adolescente nacido ayer, recuperar la gracia de una vejez que se aferra al horizonte de nuestro destino? La muerte es ciertamente un pasaje difícil de la vida, pero también es uno que concluye el tiempo de la incertidumbre y tira el reloj. Porque la parte hermosa de la vida, que ya no tiene plazos, comienza precisamente entonces“.

Mundo

La mediación de la Iglesia en la crisis social de Panamá

El gobierno y los diferentes actores de la sociedad civil panameña han solicitado de la ayuda la Iglesia para buscar soluciones a los conflictos sociales derivados de la situación económica del país.

Giancarlos Candanedo·17 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Desde siempre la Iglesia católica en Panamá ha gozado de gran reconocimiento social, pues en todo momento, incluso en los años más difíciles de la dictadura militar (1968-1989), ha mantenido una posición conciliadora. A lo largo de la historia -también durante la democracia- ha sido garante, a solicitud tanto de los gobernantes de turno como de la sociedad civil, de fructuosos diálogos en búsqueda de la paz y el bien común.

Es lo que ocurre en estos momentos cuando producto de más de tres semanas de protestas a nivel nacional iniciados en julio pasado, que incluyeron huelgas de distintos gremios -mayormente obreros, magisteriales, médicos y enfermeras, campesinos e indígenas-, y bloqueos de las principales vías del país que causaron desabastecimiento en los supermercados, el Gobierno nacional que encabeza el presidente Laurentino Cortizo, solicitó a la Iglesia católica servir de ”mediadora” para que tanto los sectores que protestaban como el Gobierno pudieran llegar a acuerdos que llevaran a la apertura del libre tránsito en todo el país y al restablecimiento de la paz social. 

Las causas del descontento

Las protestas se centraban en temas como el alto costo de la vida, principalmente el precio del combustible que estaba por llegar a US$4.00/galón, el aumento de la cesta básica familiar, la corrupción, la falta de transparencia en las finanzas públicas, entre otros. Se trató de un estallido social nacional sin precedentes en la era democrática panameña. Los manifestantes tenían diversos líderes en las distintas regiones del país y esto dificultaba que el Gobierno lograra acuerdos al no tener un único interlocutor. De hecho, la propuesta del Gobierno de congelar el precio del combustible en US$3.95, fue aceptada por algunos sectores, mientras que otros la rechazaron. 

A solicitud del Gobierno nacional, la Iglesia católica en el país, en la figura del arzobispo metropolitano, José Domingo Ulloa Mendieta, aceptó ser ”facilitadora”, no mediadora, porque como explicó el arzobispo, “la Iglesia no puede ser mediadora”. ”Ser mediador es estar en el medio, y la Iglesia siempre estará del lado de los más necesitados”. A través de un comunicado fechado 16 de julio “la Iglesia católica aceptó ser facilitadora de un proceso que no solo ayudará a resolver la difícil situación coyuntural que se está viviendo sino, sobre todo, a iniciar un proceso de cambio estructural que realmente haga de Panamá un país más justo y equitativo”.

Condiciones de la mediación

Para ello, la Iglesia propuso unos principios que condicionaban su aceptación, a saber: 1) Diálogo en una mesa única; 2) Consensuar una agenda única con todos los actores; 3) Un proceso dividido en etapas, primero lo urgente y, posteriormente, un diálogo más profundo; 4) Que los actores de la primera etapa fueran los grupos que estaban expresando su malestar y descontento a través de acciones en las calles y vías del país y que, en la segunda etapa, los actores sean los representantes de todos los sectores de la sociedad; 5) Que la Iglesia comenzaría su labor cuando todos los actores la aceptaran oficialmente junto a las condiciones establecidas para realizar su papel.

Los actores aceptaron el papel de la Iglesia y se inició el proceso. Al ser consultado sobre el por qué la Iglesia aceptó ser facilitadora, Mons. Ulloa señaló: “Es que la fe es atrevida. No lo pensamos mucho, y si se mira con ojos humanos, fue atrevido. Cuando ya estábamos en la mesa del diálogo, rodeados de gente insatisfecha y molesta, por un lado, y el Gobierno por el otro, sin los recursos debidos para atender a los dos lados, entendimos que solo quedaba ponerse en manos de Dios para que todo saliera bien”.

Avances concretos

Y así avanza el proceso de diálogo. En la primera etapa se han obtenido resultados rápidos que llevaron a la reapertura del libre tránsito por parte de los manifestantes, así como al congelamiento del precio del combustible en US$3.25/galón y al control de precio de más de setenta productos de la cesta de la compra por parte del Gobierno nacional. 

Fueron ocho los temas consensuados a discutir en la mesa única: cesta de la compra, precio del combustible, rebaja y abastecimiento de medicamentos en el sistema de salud nacional, financiación de la educación, rebaja de la energía, discusión del tema de la Caja de Seguro Social, corrupción y transparencia, mesa intersectorial y de seguimiento. Sin embargo, aunque se van dando pasos importantes, existen puntos en los que no se ha llegado a acuerdos en este primera etapa.

A lo anterior debemos añadir que existe gran presión por parte de asociaciones y gremios empresariales que no formaron parte de los grupos que estaban expresando su descontento a través de acciones en las calles y vías del país, con la intención de ser incluidos desde ya en un diálogo que catalogan de excluyente y del cual manifiestan temores ante una posible imposición de un sistema económico que limite la libre empresa. El Gobierno ha solicitado que sean incluidos otros sectores, pero de momento el diálogo aún se encuentra en la primera etapa, siguiendo la hoja de ruta pactada inicialmente.

Otros mediadores

A la labor que inició el arzobispo metropolitano junto con un equipo de facilitadores entre los cuales se encuentran el rector de la Universidad Santa María la Antigua, la presidenta de la Comisión de Justicia y Paz, entre otros, se han sumado los Obispos de la Conferencia Episcopal Panameña.

Asimismo, como muestra de que se trata de un tema de unidad nacional y no solo de índole católica, Mons. Ulloa ha invitado a representantes de otras iglesias, quienes también han aportado su parte en este momento tan delicado. Cabe destacar la labor de laicos y voluntarios que se han puesto manos a la obra para apoyar un diálogo del que dependerá, en gran parte, la estabilidad y paz social de una nación pequeña y pujante, pero al mismo tiempo con grandes retos, uno de ellos, la desigualdad social. 

El autorGiancarlos Candanedo

Leer más
Evangelización

Las labores ecuménicas en Oriente Medio entre cristianos y árabes son ya una realidad

Pedro, junto a su equipo, lograron formar una comunidad de cristianos de lengua árabe pertenecientes a distintos ritos: bizantino, maronita, ortodoxo y latino. Actualmente se encuentra en Oriente Medio de misión dentro del plan de su formación sacerdotal.

Rome Reports·16 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88
Actualidad

Franz Reinisch: “Contra mi conciencia —con la gracia de Dios— no puedo ni quiero actuar”

Hace 80 años fue ejecutado el padre austríaco de Schönstatt Franz Reinisch: fue el único sacerdote que se negó a prestar el juramento de fidelidad a Hitler.

José M. García Pelegrín·16 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

En abril de 1534, el ex Lord Canciller Tomás Moro y el obispo de Rochester John Fisher se negaron a firmar el “Acta de Supremacía” aprobada por el Parlamento inglés, que convertía al rey Enrique VIII en cabeza de la Iglesia inglesa. Moro y Fisher fueron ejecutados por dicha negativa. Juan Pablo II nombró a Tomás Moro patrón de gobernantes y políticos el 31 de octubre de 2000: “De la vida y del martirio de santo Tomás Moro brota un mensaje que a través de los siglos habla a los hombres de todos los tiempos de la inalienable dignidad de la conciencia”, decía el Motu Proprio para su proclamación.

Mártires de la conciencia los ha habido “a través de los siglos”, también en el régimen nacionalsocialista. Siguieron los dictados de su conciencia tanto por ejemplo los estudiantes de la Rosa Blanca como otras personas que se negaron a obedecer el sistema nazi, anticristiano e inhumano, y que pagaron con su vida esa resistencia.

Mártir de la conciencia

Una forma especial de negativa consistió en el rechazo del juramento de fidelidad a Hitler. Tras el fallecimiento del Presidente del Reich, Paul von Hindenburg, el 2 de agosto de 1934, cambió la fórmula de la jura. En lugar de servir “siempre fiel y cabalmente a mi pueblo y a mi Patria”, los reclutas debían jurar “que prestaré obediencia incondicional al Führer del Reich y Pueblo Alemán, Adolf Hitler”.

De los 18 millones de soldados de la Wehrmacht, solo unos pocos se negaron a prestar este juramento, en contraste con los desertores, que se estiman en unos 30.000. Para la deserción puede haber diferentes motivos; el juramento, en cambio, fue rechazado por razones de conciencia. Al margen de los Testigos de Jehová o “Estudiantes de la Biblia” —que no rechazaban específicamente el juramento de Hitler, sino el servicio militar en general—, según los últimos estudios dieron este paso trascendental unos 20 católicos y nueve protestantes.

Junto a Franz Jägerstätter y Josef Mayr-Nusser, beatificados en 2007 y 2017, respectivamente, el más conocido de ellos es Franz Reinisch, cuyo proceso de beatificación ya ha pasado la fase diocesana. Padre palotino y de Schönstatt, fue condenado a muerte por “socavar la fuerza de defensa” (Wehrkraftzersetzung) en julio de 1942 y ejecutado el 21 de agosto del mismo año, hace ahora 80 años.

Ya en 1939 y en la casa de ejercicios espirituales de Schönstatt, Reinisch había dicho: “No se puede prestar el juramento, la jura a la bandera nacionalsocialista, al Führer. Eso es pecado, pues sería como prestar juramento a un criminal… Nuestra conciencia nos prohíbe seguir a una autoridad que solo trae al mundo crímenes y asesinatos por mor de la conquista. ¡A ese criminal no se le puede prestar juramento!”. Mantuvo su convicción hasta el final.

Vocación

Franz Reinisch había nacido el 1 de febrero de 1903 en Feldkirch-Levis (Vorarlberg). Su padre era jurista, por lo que él también comenzó a estudiar derecho en la Universidad de Innsbruck. Tras un retiro de 30 días en Wyhlen, cerca de Basilea, y en vista de la miseria moral que encontró mientras estudiaba Medicina legal en Kiel en 1923, se despertó en él el deseo de “ganar almas para Cristo”. Decide hacerse sacerdote. Tras tres años en el seminario de Brixen, Reinisch es ordenado sacerdote el 29 de junio de 1928.

Pronto entra en contacto con los padres palotinos de Salzburgo. En noviembre ingresa en el noviciado palotino de Untermerzbach, cerca de Bamberg. A través de los palotinos, Franz Reinisch conoció Schönstatt en agosto de 1934 (hasta 1964 el Movimiento de Schönstatt permaneció estrechamente ligado a los palotinos en cuanto a su organización). Finalmente había encontrado su vocación.

Fue precisamente en esta época cuando comienza su enfrentamiento con el nacionalsocialismo. Le indignaba que, en relación con el llamado “Röhm-Putsch” (“noche de los cuchillos largos”) a finales de junio de 1934, el régimen mandara asesinar a personas sin que mediara una sentencia judicial, pero también que Hitler incorporara Austria al Reich alemán violando el derecho internacional. Al igual que Dietrich Bonhoeffer, Reinisch reconoce la alternativa: “O nazi o cristiano”, no es posible ser ambas cosas.

Camino del martirio

Con el comienzo de la guerra se agudizó la persecución a la Iglesia. A Franz Reinisch se le prohibió predicar en septiembre de 1940, lo cual sellaría su destino: al no poder ocupar un puesto parroquial, podía ser llamado a filas. El 1 de marzo de 1941, el P. Reinisch recibió la orden de prepararse para el reclutamiento; la orden de acudir a filas en sí le fue enviada el martes de Pascua de 1942.

Franz Reinisch llega al cuartel de Bad Kissingen el 15 de abril de 1942, deliberadamente un día después de lo ordenado. Inmediatamente declara su negativa a prestar el juramento de fidelidad a Hitler, por lo que es llevado a la prisión de Berlín-Tegel. El juicio ante el Tribunal Militar del Reich tuvo lugar el 7 de julio; pero la sentencia de muerte ya estaba dictada con anterioridad. Fue trasladado a la prisión de Brandenburg-Görden para su ejecución.

En su alegato final, en el juicio, declara: “El condenado no es un revolucionario, un enemigo del Estado y del pueblo, que lucha con la violencia; es un sacerdote católico que utiliza las armas del espíritu y de la fe. Y sabe por lo que está luchando”. Franz Reinisch entiende su muerte como signo de expiación. Su vida terrenal termina el viernes 21 de agosto de 1942, a las 5.03 horas.

Unos padres fuertes

Franz Reinisch es el único sacerdote católico que se negó a prestar el juramento a Hitler, de lo cual era consciente: “Sé que muchos sacerdotes piensan de otra manera que yo; pero por mucho que examine mi conciencia, no puedo llegar a ninguna otra conclusión. Y contra mi conciencia —con la gracia de Dios— no puedo ni quiero actuar”. Sus padres le reafirman en su decisión; en una carta le dice su padre: “El sufrimiento es breve y se pasa pronto. Al final del sufrimiento impuesto se encuentra la alegría eterna. Finis tuus gloriosus erit! El fin del sufrimiento y el comienzo de la eternidad serán magníficos”. Y su madre: “No tengo nada más que añadir que decir que rezaré y me sacrificaré más aún; sé fuerte, Franzl; el cielo es nuestra recompensa”.

El proceso de beatificación de Franz Reinisch se clausuró, en la fase diocesana, en junio de 2019. Los expedientes y documentos se remitieron a Roma, a la Congregación para las Causas de los Santos. Como mártir (de conciencia), no es necesario ningún milagro para la beatificación. A esto alude Manfred Scheuer, obispo de Linz y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Austriaca, en el documental de una hora “Pater Franz Reinisch – Der Film” (Angela Marlier, 2016): el martirio de Franz Reinisch está “en la línea de los mártires de la Iglesia primitiva que dijeron no al emperador” y que deletrearon el credo diciendo: “Renuncio al mal”.

Documental de Angela Marlier
Evangelización

Orígenes de la celebración litúrgica de la Asunción

El teólogo Antonio Ducay resume en este artículo cómo nació la fiesta de la dormición de María. El autor es un experto que recientemente ha publicado un libro sobre esta cuestión, “La asunción de María: Historia, teología, éschaton“.

Antonio Ducay·15 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

La veneración de la Virgen María existe desde los primeros tiempos del cristianismo. Ya en los Evangelios, la figura de María, aunque tratada con sobriedad, tiene una gran importancia. En el siglo II, Padres de la Iglesia, como Justino e Ireneo, la consideran la “nueva Eva” que colabora en la redención del mundo, y los escritos apócrifos de esa época ensalzan su pureza virginal y la presentan con una dignidad casi angelical. 

Las primeras celebraciones marianas

En el siglo III, la oración “Sub tuum praesidium” habla del poder de intercesión que los cristianos atribuían a la Virgen. También conocemos una serie de himnos marianos que se cantaban hacia finales del siglo IV, incluso antes de que el Concilio de Éfeso proclamara solemnemente en el año 431 que María es la Madre de Dios (“Theotókos”).

La Jerusalén de mediados del siglo V sólo conocía una conmemoración litúrgica de María. Esta conmemoración tenía lugar en una iglesia situada a mitad de camino entre Jerusalén y Belén. Lo sabemos porque se ha conservado en lengua armenia el calendario litúrgico con las fiestas y conmemoraciones que se celebraban en la Ciudad Santa en aquella época. Este calendario también incluye las lecturas de cada celebración. Una de sus entradas indicaba lo siguiente: «15 de agosto: María Theotokos: en la segunda milla desde Belén». No se trataba de la fiesta de la Asunción que celebramos hoy, ni de la fiesta de la Dormición de María, que precedió a la Asunción a partir del siglo VI. Ese día se conmemoraba el reposo de la Madre de Dios (“Theotókos”).

La dormición

¿De qué reposo se trataba? En aquella época, existía la leyenda de que María, ya embarazada, se había parado a descansar durante el viaje a Belén. Un escrito apócrifo muy antiguo, el “Protoevangelio de Santiago”, cuenta que, a mitad de camino entre Jerusalén y Belén, María, ya cercana a dar a luz, se sintió cansada y se bajó del asno para reposar un rato: se acercaba el momento del nacimiento virginal. En recuerdo de este episodio legendario, una piadosa mujer cristiana, Hikelia, construyó en ese lugar hacia mediados del siglo V una iglesia que, naturalmente, se llamó Iglesia del Reposo o “Kathisma” (“sede” o “asiento” en griego antiguo). Esta iglesia, cuya planta aún se conserva, tiene como centro la roca sobre la que se dice que María se sentó a descansar. A ella se refería el calendario armenio. 

Este calendario nos dice, por tanto, que en la iglesia de la “Kathisma” había una memoria mariana de María Madre de Dios. Las lecturas de ese día contenían la conocida profecía de Isaías sobre la Virgen que concibe y da a luz al Emmanuel (“Dios con nosotros”) y el texto en el que San Pablo dice a los gálatas que “cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer”. Se trataba, por tanto, de un recuerdo en el que todo estaba vinculado al nacimiento de Jesús y al parto virginal de María. 

La fiesta de la Asunción de la Virgen

Pero entonces, ¿cómo llegamos a celebrar el 15 de agosto una fiesta que no conmemora el nacimiento de Jesús de una madre virgen, sino su Asunción al cielo? Un calendario posterior (probablemente de finales del siglo V o del siglo VI), similar al armenio pero conservado en lengua georgiana, informa de una práctica diferente. En él, la conmemoración mariana que se celebra en la Iglesia del Reposo sigue presente, pero ya no es el 15 de agosto: se ha adelantado al 13 de ese mismo mes. El 15 de agosto, en cambio, este calendario indica una nueva conmemoración mariana, que esta vez se celebra en la iglesia de Getsemaní, cerca del huerto donde Jesús había rezado antes de su pasión. 

Algunos apócrifos ubicaban ahí el lugar donde el cuerpo de María había sido depositado tras su muerte, antes de que el Señor lo trasladara al cielo. Según estos escritos, esta iglesia contenía, vacío, el sepulcro de María. Las lecturas y los himnos de este calendario georgiano muestran que se trata ya de una conmemoración de la Dormición y del traslado de la Virgen al cielo. 

Una fiesta universal

Dios no había permitido que el cuerpo de su Madre permaneciera en la tumba. En la iglesia de Getsemaní, a finales del siglo V, los cristianos celebraban esta hermosa gracia. En el siglo siguiente, la amplia difusión de estos escritos apócrifos sobre la Dormición y la Glorificación de María favoreció la divulgación de esta conmemoración mariana de Getsemaní. Así empezó a celebrarse también en otros lugares, hasta el punto de que, a finales del siglo VI, el emperador Mauricio decretó que se celebrara como fiesta en todo el imperio. 

Roma la estableció medio siglo después (siglo VII), llamándola Fiesta de la Asunción de María al Cielo. La fiesta mariana del 15 de agosto pronto habría de convertirse en la más solemne y popular de las fiestas marianas de Roma.  

El autorAntonio Ducay

María del pueblo

María, la que es más que los apóstoles, se sienta a escuchar como una discípula, y nos ayuda a dejar a un lado nuestras divisiones y a sentirnos, como ella, miembros de la Iglesia.

15 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

La solemnidad de la Asunción de la Virgen María, a mitad del mes de agosto, llena nuestros pueblos y ciudades de festejos. España entera se paraliza para celebrar, literalmente, la más popular de nuestras fiestas. Popular no solo por su gran propagación, sino porque su origen hay que buscarlo precisamente, en el pueblo, en el deseo de la gente sencilla de proclamar que María fue asunta al cielo en cuerpo y alma.

Este dogma, que data de 1950, es, de hecho, una consecuencia natural del dogma mariano inmediatamente anterior (1854), el también definido por aclamación popular de la Inmaculada Concepción de María.

Lo explica el papa Pío XII en la constitución apostólica “Munificentissimus Deus”, recordando que, «cuando fue solemnemente definido que la Virgen Madre de Dios, María, estaba inmune de la mancha hereditaria de su concepción (Inmaculada), los fieles se llenaron de una más viva esperanza de que cuanto antes fuera definido por el supremo magisterio de la Iglesia el dogma de la Asunción corporal al cielo de María Virgen».

El texto continúa diciendo que «en esta piadosa competición, los fieles estuvieron admirablemente unidos con sus pastores, los cuales, en número verdaderamente impresionante, dirigieron peticiones semejantes a esta cátedra de San Pedro».

Y es que la sinodalidad, neologismo puesto de moda con motivo del proceso convocado por Francisco para el periodo 2021-2023, y que designa el camino que recorremos juntos, fieles y pastores, como Pueblo de Dios bajo la guía del Espíritu Santo, no es algo nuevo en la Iglesia, sino que pertenece a su más íntima esencia desde sus inicios, «es dimensión constitutiva», señala el Papa.

La propia María, la mismísima madre de Dios, vivió también la sinodalidad. En el libro de los Hechos, crónica del nacimiento de las primeras comunidades cristianas, la vemos  atenta a la predicación de los apóstoles, junto con el resto de discípulos y discípulas de Jesús, perseverando “unánimes en la oración”. La muchacha de Nazaret elegida por Dios para ser su criatura más perfecta camina como una más con el resto del pueblo santo en el seguimiento de su Hijo.

También a lo largo de la historia han sido muchas las ocasiones en las que este caminar juntos de los fieles y sus pastores, ha salvaguardado el depósito de la fe y la vida de la Iglesia.

Hoy son muchas las voces, sobre todo fuera de la comunidad cristiana, aunque tristemente también dentro, que tratan de romper este espíritu, pretendiendo vender una imagen de división en el seno de la familia eclesial.

Promueven una visión de Iglesia en la que la jerarquía va por un lado mientras que el común de los creyentes va por otro. O ponen el foco en las decisiones o declaraciones más polémicas del Papa con el único objetivo de presentar una Iglesia en descomunión, y por tanto más débil. Pero es una imagen falsa.

Claro que hay disparidad de opiniones y criterios entre fieles y obispos, entre obispos entre sí, entre fieles y obispos y el papa, y por supuesto en el seno de cada comunidad cristiana.

Habrá decisiones de la jerarquía que se acepten mejor y peor, y habrá pastores que escuchen más y que escuchen menos a sus fieles, pero hay un misterio, un pegamento, el Espíritu Santo, que permite unir lo que en apariencia pueda parecer desunido, como los huesos secos y desperdigados que se juntaron y cobraron vida delante del profeta Ezequiel.

Frente a los expertos en intrigas vaticanas, frente a quienes se creen dueños de la verdad absoluta y pretenden imponerla a los demás, frente a los que malmeten para sacar rédito, el Pueblo Santo de Dios continúa caminando unido, consciente de sus limitaciones y fracasos, buscando la verdad de nuestra fe todos juntos, participando, aportando, “perseverando unánimes en la oración” y siempre bajo la guía de los pastores a quienes el Señor confió su rebaño, no para beneficiarse, sino para que dieran su vida por él.

María, mujer de pueblo, mujer del pueblo, siempre atenta al Espíritu, la que es más que los apóstoles, pero se sienta a escuchar como una discípula, nos puede ayudar en esta su fiesta a dejar a un lado nuestras divisiones y a sentirnos, como ella, miembros de la Iglesia.

Ella nos precede en el cielo, y nos invita a acompañarla. Lo lograremos en la medida en que sigamos sintiéndonos parte de su pueblo, del único y Santo Pueblo de Dios.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Vaticano

Papa Francisco: «El Evangelio nos desafía a salir del individualismo»

En su comentario al Evangelio del día, el Santo Padre ha invitado a los fieles a advertir las exigencias de las propuestas de Jesucristo.

Javier García Herrería·14 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Evangelio del domingo trae las palabras de Jesús en las que explica a sus discípulos que ha “venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!” (Lc 12,49). El Santo Padre se preguntaba: «¿De qué fuego está hablando? ¿Y qué significan estas palabras hoy para nosotros? Como sabemos -continuaba diciendo el Papa- Jesús vino a traer el Evangelio al mundo, es decir, la buena noticia del amor de Dios por cada uno de nosotros. Por eso, nos está diciendo que el Evangelio es como un fuego, porque es un mensaje que, cuando irrumpe en la historia, quema los viejos equilibrios de la vida, nos desafía a salir del individualismo, a superar el egoísmo, a pasar de la esclavitud del pecado y de la muerte a la vida nueva del Resucitado. En otras palabras, el Evangelio no deja las cosas como están, sino que incita al cambio e invita a la conversión«.

El fuego del Espíritu Santo

El Papa Francisco ha subrayado que el Evangelio no trae una falsa paz, sino que es «exactamente como el fuego: mientras nos calienta con el amor de Dios, quiere quemar nuestros egoísmos, iluminar los lados oscuros de la vida, consumir los falsos ídolos que nos hacen esclavos (…) Jesús está inflamado por el fuego del amor de Dios y, para hacerlo arder en el mundo, se entrega él mismo el primero de todos, amando hasta el extremo, incluso hasta la muerte y la muerte de cruz (cf. Flp 2,8). Él está lleno del Espíritu Santo, que se asemeja al fuego, y con su luz y su poder revela el rostro misericordioso de Dios y da esperanza a los que se consideran perdidos, derriba las barreras de la marginación, cura las heridas del cuerpo y del alma, renueva una religiosidad reducida a prácticas externas.

El Papa Francisco ha invitado a los fieles a acrecentar la fe «para que no se convierta en una realidad secundaria, o en un medio de bienestar individual, que nos lleve eludir los desafíos de la vida y del compromiso en la Iglesia y en la sociedad». Finalmente el pontífice ha sugerido unas preguntas para meditar: «¿Soy un apasionado por el Evangelio? ¿Lo leo a menudo? ¿Lo llevo conmigo? La fe que profeso y celebro, ¿me sitúa en una tranquilidad feliz o enciende en mí el fuego del testimonio? También podemos preguntarnos como Iglesia: en nuestras comunidades, ¿arde el fuego del Espíritu, la pasión por la oración y la caridad, la alegría de la fe, o nos dejamos arrastrar por el cansancio y las costumbres, con el rostro apagado y el lamento en los labios?»

Mundo

Dennis Petri: «Muchos cristianos se autocensuran inconscientemente»

La libertad religiosa parece estar cada vez más amenazada en muchas partes del mundo. Para analizarlo hablamos con Dennis P. Petri, uno de los investigadores que más ha estudiado el asunto y dirige un instituto centrado en esta temática.

Javier García Herrería·14 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

Omnes entrevista a Dennis P. Petri, director del Instituto Internacional para la Libertad Religiosa, un centro de investigación encargado de estudiar a fondo en todo el mundo este derecho humano fundamental. La institución cuenta con más de 15 años de experiencia y ha desarrollado una gran cantidad de estudios académicos.

¿Qué proyectos tienen entre manos desde el instituto? 

Entre otras cosas, editamos nuestra propia revista académica, el “International Journal for Religious Freedom”. También publicamos libros e informes de investigación, facilitamos capacitaciones, asesoramos a políticos que desean promover la libertad religiosa y académicos que buscan integrar el tema en sus currículos educativos y sus líneas de investigación.

Actualmente, uno de nuestros proyectos en expansión es la Base de Incidentes Violentos. Es un instrumento para recopilar, registrar y analizar incidentes violentos relacionados con violaciones a la libertad religiosa. Con estos datos buscamos influir en las políticas públicas de los diversos países que monitorizamos.

Por el momento, el staff del Observatorio de Libertad Religiosa en América Latina (OLIRE), un programa que fundé en el 2018, mantiene actualizada esta base de datos para América Latina. Más recientemente hemos dado el primer paso para convertirlo en un proyecto mundial, comenzando con la recolección de datos en Nigeria e India.

¿Cuál es su valoración general de la libertad religiosa en el mundo? ¿Estamos mejorando?

Hoy en día, hay una gran variedad de instrumentos de medición de la libertad religiosa. Todos, sin excepción, confirman que está en aumento la discriminación religiosa en el mundo. Es una tendencia global que afecta a todas las religiones y áreas geográficas, incluyendo el mundo occidental. Si bien hay mejoras en algunos países, en promedio, hay deterioros en muchos más lugares.

Queda por delante un largo camino para que la libertad religiosa sea plenamente garantizada en el mundo. Muchos países están comenzando a reconocer y comprender lo que realmente implica garantizar la libertad religiosa. Ya no se trata solo de promulgar este derecho en sus constituciones políticas, sino que hay que desarrollar políticas públicas que integren a la diversidad religiosa de sus países en igualdad de condiciones. 

En un mundo cada vez más globalizado y polarizado, la diversidad religiosa sigue siendo un desafío para la cultura y el gobierno de muchos países. Al mismo tiempo, representa una oportunidad para fortalecer la democracia o un riesgo para la misma si esta dimensión del hombre es reducida sólo al ámbito privado y relegada de su rol social.  

¿Qué países le preocupan especialmente en este momento?

Un país del mundo que me preocupa especialmente es Nigeria. Es un país extremadamente complejo. La situación de la libertad religiosa es muy difícil de interpretar porque hay muchos factores y actores involucrados. Hay cierto desacuerdo sobre si el conflicto consiste en una disputa entre agricultores y pastores por recursos naturales, o si hay algo más que eso. Creo que el debate no es si es una cosa o la otra, sino ambas.

En cualquier conflicto siempre hay múltiples factores implicados, por lo que podemos debatir durante años si se trata de un conflicto religioso o no, pero creo que ese no es el debate adecuado. A mi juicio, deberíamos reconocer que, además de un conflicto religioso, también es político, cultural, económico, étnico y de recursos. Tanto si es religioso como si no, los grupos religiosos están sufriendo y eso es lo que debemos destacar.

¿Qué puede decirnos de la libertad religiosa en América latina, especialmente en Nicaragua?

En América Latina, los países sobre los cuales OLIRE tiene especial atención son México, Cuba y Nicaragua. México por lo que hemos estado observando durante los últimos años, por la especial vulnerabilidad que viven los referentes de comunidades religiosas que desarrollan su trabajo pastoral o comunitario en zonas afectadas por el narcotráfico y la trata de personas. Son claros ejemplos de cómo el crimen organizado ha condicionado la libertad religiosa de muchas personas en el mundo. Y, desgraciadamente, ha saltado a la vista a nivel global tras el asesinato de los sacerdotes y pastores en zonas fronterizas con Estados Unidos.

Sobre Nicaragua, la situación ha escalado de forma preocupante durante los últimos seis meses. El rol que desempeñan diversos referentes de la Iglesia católica como defensores de los derechos humanos, los ha expuesto de forma particular a las arbitrariedades del régimen de Daniel Ortega. Las acciones del gobierno han incrementado no solo en su nivel de censura a la libre expresión religiosa o de opinión de sacerdotes y feligreses, sino que han llegado a manifestar un nivel de violencia seriamente preocupante. Desde las diversas detenciones, enjuiciamientos de sacerdotes, expulsión de religiosos y religiosas del país, hasta la violenta toma de diversas instalaciones, como una radio emisora católica clausurada por el gobierno, el asedio policial a sacerdotes críticos al gobierno, el acordonamiento que impide a los feligreses de participar de sus celebraciones, entre otras.

Estas acciones han amedrentado no solo a los obispos o sacerdotes, sino a la feligresía que comienza a percibir como un riesgo el participar de determinada comunidad parroquial, ante la constante vigilancia y acoso de la policía. 

¿Hay algún político en algún país que destaque por su defensa y lucha por la libertad religiosa? 

Tuve el privilegio de trabajar con un diputado holandés, el Dr. Pieter Omtzigt, y el activista para los derechos de las minorías religiosas Markus Tozman. En el 2012 organizamos una consulta pública sobre la situación del milenario monasterio Sirio Ortodoxo Mor Gabriël, que estaba siendo expropiado por el gobierno de Turquía. Hicimos un llamamiento para el Ministro de Relaciones Exteriores de los Países Bajos agendara el tema internacionalmente. Desafortunadamente la iniciativa no tuvo mayor trascendencia debido a la realidad geopolítica del mundo, aunque la Canciller de Alemania, Angela Merkel, siguió planteando el tema.

Son destacables también los políticos colombianos que promovieron la creación de la Política Pública Integral de Libertad Religiosa en el 2017. Se trata de una iniciativa única en el mundo, que generó un marco para la consulta de actores religiosos en la toma de decisiones sobre asuntos pertinentes. Ha tenido aplicaciones muy positivas en varios gobiernos locales, incluyendo el Municipio de Manizales y el Departamento del Meta.

Por supuesto que también se puede mencionar la ley de Libertad Religiosa Internacional que votó el Congreso de los Estados Unidos en el 1998. Tras esfuerzos de una coalición amplia de organizaciones religiosas y de derechos humanos, la libertad religiosa pasó a ser un eje permanente de la política exterior norteamericana.

¿Cree que los creyentes de Occidente son suficientemente conscientes de la persecución religiosa que existe en otros países? 

Considero que en occidente hay una percepción de que la persecución religiosa es algo que se vive en regiones lejanas como Medio Oriente, África, India o China. Sin embargo, occidente está enfrentando otras formas de limitación a la libertad religiosa, muchas de las cuales los creyentes de occidente apenas comienzan a reconocer. El laicismo, la intolerancia religiosa o los regímenes dictatoriales son algunos de los retos que afronta la libertad religiosa en nuestros países. Por ejemplo, en América Latina se cree que, porque el continente es mayoritariamente creyente, estas limitaciones a la expresión religiosa no deberían ocurrir.

Sin embargo, cada día las sociedades occidentales parecen ir entendiendo que este derecho no es algo por lo que se luche solo en territorios conflictivos. Ocurre en la gran mayoría de nuestros países sin que seamos conscientes del nivel de autocensura al que estamos sometidos por diversos agentes externos, como lo son los grupos ideológicos o la errada comprensión del estado laico, entre otros. 

¿En qué consiste la autocensura de la que hablan sus informes?

Para comprender mejor a qué nos referimos con autocensura, debemos primero conocer de que se trata el “chilling Effect”. Este término fue desarrollado por primera vez por la Corte Suprema de los Estados Unidos. Este fenómeno se da cuando un individuo que goza de libertad de expresarse libremente, decide autocensurarse para evitar las consecuencias negativas que podría expresar su opinión en un determinado caso. 

El “chilling Effect”, “efecto paralizador” o “efecto intimidatorio” es un término que, en relación con la libertad de expresión y la libertad religiosa, puede ser utilizado para hacer referencia al efecto disuasorio que surge cuando las personas temen las consecuencias de manifestar sus convicciones religiosas o incluso comportarse según sus propias convicciones, lo que finalmente puede llevarlas a la autocensura. De manera que, “chilling effect“ y autocensura son dos aspectos de un mismo fenómeno. 

Hemos observado que este fenómeno puede ocurrir como consecuencia de la implementación de leyes y/o políticas que de manera indirecta reducen la libertad de expresión religiosa. O también cuando un individuo percibe un entorno hostil, o sospecha que manifestar sus creencias tendrá consecuencias negativas.

En junio publicamos un informe sobre la autocensura en cristianos titulado “Perceptions on Self-Censorship: Confirming and Understanding the “Chilling Effect”. Tras realizar entrevistas a cristianos de Alemania, Francia, Colombia y México, recabamos datos muy interesantes sobre los factores que influyen en dicho fenómeno. Entre los hallazgos podemos mencionar que muchos cristianos frecuentemente se ven en la necesidad de ser “prudentes”, de “autorecularse” o de usar un “lenguaje democrático” para expresar sus ideas. Mostrar con transparencia unos valores fundados en la fe implica un costo social muy alto: ser objeto de censura, descalificación o incluso de discriminación en el ámbito social o incluso laboral.

Y además, esta conducta muchas veces no es reconocida como autocensura por los propios individuos. En definitiva, hemos observado que muchos cristianos se autocensuran inconscientemente.

Tras el 11-S, se ha extendido la idea de que la religión genera violencia y, por tanto, debemos hacer todo lo posible por suprimirla. ¿Cómo respondería usted a este argumento?

Los desafortunados hechos ocurridos el 11-S marcaron un antes y un después en la materia. Durante buena parte del siglo XX, en las ciencias sociales predominaba la llamada “teoría de la secularización”, que planteaba que el mundo se estaba secularizando. La religión nunca desaparecería por completo, pero el proceso de secularización sería inevitable. Los lamentables hechos ocurridos en el 11-S fueron una llamada de atención para la comunidad científica internacional, porque dejaron muy claro que la religión seguía siendo un factor relevante a tomar en consideración.

Que la comunidad científica se interese más por el hecho religioso es significativo. El problema es que el 11-S también hizo que se asociara la religión con el terrorismo y la violencia, lo cual es muy preocupante, pues se oscurece el papel positivo que los actores religiosos han tenido, y siguen teniendo, en la promoción del desarrollo a muchos niveles. 

Es importante recordar que los radicalismos de cualquier tipo, ya sean religiosos, ideológicos o políticos son sumamente arriesgados y volátiles. Los atentados del 11-S fueron llevados a cabo por personas en concreto, con una interpretación de su fe radicalizada, que en definitiva no representaban la totalidad de los musulmanes del mundo o del medio oriente. Desgraciadamente el sufrimiento y desconcierto de millones de personas en el mundo ha hecho perder de vista los valores, principios y aportes pacíficos que han traído la mayor parte de las religiones presentes en nuestra civilización.

¿Podemos olvidarnos de la dimensión religiosa?

La dimensión religiosa, espiritual o trascendental del hombre es esencial a su condición humana, por lo cual siempre ha estado y probablemente estará presente en las nuevas generaciones. Las comunidades religiosas han demostrado a lo largo de la historia su relevante rol como agentes de cohesión social, como mediadores de conflictos, proveedores de ayuda humanitaria, así como colaboradores en la construcción de la paz y la justicia. 

Quitar mérito a las diversas comunidades religiosas en el ámbito del servicio humanitario, la defensa de los derechos humanos y la promoción de la dignidad humana, sería dejar de lado a un actor estratégico clave para la construcción de la paz. Esto sería una gran pérdida. En lugar de sumar colaboradores de paz, reducimos el análisis a que todas las religiones llevan a la violencia, cuando la historia y los hechos nos han demostrado que este posicionamiento ante la religión es errado.

Muchas religiones no aceptan la visión de género que promueve la ONU. ¿Cómo cree que evolucionará esta diversidad de opiniones y se verá amenazada la libertad religiosa por esta cuestión?

Es difícil predecir cómo avanzará el debate al respecto, pero considero que, para proteger la libertad religiosa en estos ámbitos internacionales, los defensores y referentes religiosos deben abogar por el respeto a la diversidad de religiones y expresiones religiosas. Es en esta diversidad, todos juntos, que podrían exigir a las agencias internacionales coherencia con su discurso de inclusión y diversidad.

La diversidad de opiniones sobre el género será una amenaza en la medida que renunciemos a exigir el respeto del valor de la diversidad cultural expresada en la religiosidad. Podría sonar ingenuo, pero es importante que los defensores y líderes religiosos no renuncien a usar el sistema de defensa de los derechos humanos para hacer valer su voz como una más que debe ser respetada. 

El argumento muchas veces usado en estas instancias es que las religiones mayoritarias imponen su visión hegemónica con respecto al género. Sin embargo, sería provechoso que las religiones mayoritarias fueran comprendidas como parte de una diversidad cultural que debe ser respetada al igual que otras más “modernas”, por así decirlo. Es en la breve renuncia de la individualidad, que las comunidades religiosas podrían consolidar una unidad de las diversas religiones con una idea sobre el género similar, para así contrarrestar la amenaza de imposiciones arbitrarias sobre la materia.  

¿Existen universidades u otras instituciones académicas donde se estudien a fondo los datos sobre la persecución religiosa? ¿Es alguna de estas universidades realmente relevante?

Efectivamente, en los últimos años han surgido muchos programas de investigación universitarios que se interesan por la libertad religiosa. El mejor ejemplo es el proyecto de Religión y Estado dirigido por el Dr. Jonathan Fox en la University de Bar-Ilan, en Israel. Ese proyecto es la base de datos más completa que permite analizar la discriminación religiosa en el mundo. Con cerca de 150 indicadores, es actualmente el “estándar de oro” para los datos sobre libertad religiosa en el mundo académico. Se ha utilizado en más de 200 publicaciones, incluidos libros, artículos académicos, tesis doctorales y de grado.

Evangelización

Peytrequin: «Debemos mostrar una misión con rostro y no una mera actividad»

Jafet Peytrequin es el responsable de buscar recursos para promover la labor misionera de la Iglesia desde el continente americano.

Federico Piana·13 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Entrevistamos al padre Jafet Peytrequin, actual director nacional de las Obras Misionales Pontificias de Costa Rica. Ha sido también nombrado recientemente coordinador de las Obras Misionales Pontificias para todo el continente americano. En su corazón tiene un gran deseo, que no quiere mantener oculto: “Desde el punto de vista de la misión de la Iglesia, me gustaría que América fuera un continente cada vez más saliente. Esto se ha hecho necesario”.

El sacerdote explica que uno de sus próximos compromisos será “promover, con renovado vigor, la misiónAd gentes”, involucrando específicamente a las Iglesias particulares y apoyando a los obispos en su tarea de responsabilidad misionera”.

En su opinión, ¿cuál es el futuro de la misión en los países del continente americano? 

Lo esencial es recordar que la Iglesia peregrina es misionera por naturaleza. En esencia, la misión no es algo que la Iglesia hace, sino que la misión es lo que la Iglesia hace. Por lo tanto, una Iglesia misionera es una Iglesia viva, que respira. Dar un nuevo impulso a la misión en nuestro continente significa provocar, en palabras de San Juan Pablo II, “una nueva primavera para la Iglesia”.  Es un momento privilegiado para plantearnos algunas preguntas importantes: ¿cuáles son los retos que el entorno socio-religioso plantea a la misión hoy? ¿Cómo estamos llamados a la misión en estos tiempos? ¿Cómo pueden las Iglesias particulares promover más arduamente la misión Ad gentes”?

¿Qué medidas podrían adoptarse para reforzar esta misión?

En primer lugar, hay que reforzar un lenguaje común para lograr conceptos compartidos. Además, debemos aprovechar e integrar el trabajo realizado por los centros misioneros del continente y compartir toda su riqueza. Es importante que la Obra Misional Pontificia se integre en la pastoral ordinaria de nuestros países y forme parte de sus planes pastorales. Creo que es fundamental insistir en la responsabilidad universal que todos tenemos en la misión y promover la cooperación misionera a partir de una animación alegre. También es importante hacer visible la misión en la persona de los misioneros: debemos mostrar una “misión con rostro” y no una mera actividad. El próximo Congreso Misionero Americano, que se celebrará en 2024 en Puerto Rico, podría ayudarnos en este sentido.

¿Cómo se está preparando este evento y cuáles serán los objetivos?

La dinámica y la preparación de este congreso han sido particulares. Hemos tratado de volver a la esencia sinodal de la Iglesia, nacida precisamente del impulso misionero. Para ello, la organización local que dirige el congreso ha contado con el apoyo continental y mundial. El objetivo de este gran evento será precisamente promover la misión Ad gentes”, caminando juntos a la escucha del Espíritu Santo, y siendo testigos de la fe en Jesucristo, en la realidad de nuestros pueblos y hasta los confines de la tierra.

¿Qué valor han tenido los Congresos Misioneros Americanos para todo el continente?

En las Américas han sido consecuencia de grandes esfuerzos comunes que han pasado por diferentes instancias incluyendo la coordinación continental. Estos congresos han sido un recurso indispensable para contribuir a la reflexión y al trabajo local, pero también para ofrecer aportaciones a nivel global, tanto en términos de animación como de cooperación misionera.

Foto: Jafet Peytrequin en un encuentro con el Cardenal Tagle

 ¿Cuál es el papel del coordinador continental de las Obras Misionales Pontificias que ha asumido recientemente?

Creo que es un servicio “puente” entre las diferentes direcciones nacionales de las Obras Misionales Pontificias y útil para reunir a todos los directores nacionales para compartir esfuerzos, expectativas, sueños; para apoyarse mutuamente y también para reflexionar sobre puntos de interés común y proponer iniciativas conjuntas.

Se trata de generar espacios de comunión que a su vez promuevan la misión. La comunión es en sí misma misionera y la misión es para la comunión, como dice el número 32 de la exhortación postsinodal “Christifideles laici“ de San Juan Pablo II. El coordinador continental es también un facilitador del encuentro entre las direcciones nacionales y las respectivas autoridades mundiales, así como entre las direcciones de otros continentes. 

¿Qué han conseguido los anteriores coordinadores hasta ahora?

En las Américas, los coordinadores anteriores, con su trabajo delicado y responsable, han logrado conectar a los diferentes liderazgos nacionales del continente de manera eficaz y eficiente. 

¿Cuál es la relación actual entre las Obras Misionales Pontificias de cada país del continente americano?

Hoy contamos con fluidas redes de comunicación y cooperación continental que nos ayudan a aprovechar mejor los recursos y nos enriquecen con las aportaciones de cada uno. La integración de todo el continente ha aportado mucha riqueza y, al mismo tiempo, nos ha hecho sentirnos comprometidos con los retos específicos de cada país del continente.

El autorFederico Piana

 Periodista. Trabaja en Radio Vaticana y colabora con L'Osservatore Romano.

Evangelización

Edinson Farfán: «El laico no es de segunda categoría, todos somos parte del Pueblo de Dios»

La Iglesia se encuentra en camino hacia un Sínodo de obispos que tendrá lugar en Roma en octubre de 2023. En cada país se están cerrando las conclusiones de los sínodos regionales. Entrevistamos a monseñor Farfán, responsable de esta tarea en Perú. 

Jesús Colquepisco·12 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 10 minutos

Monseñor Edinson Farfán Córdova, OSA, es Obispo de la Prelatura de Chuquibambilla (Apurímac, Perú) y Coordinador del Sínodo en la Conferencia Episcopal Peruana. Nació en Tambo Grande (Piura, 1974). Ingresó en la Orden de san Agustín en 1998. Hizo la profesión religiosa el 11 de enero de 2003 y fue ordenado sacerdote el 26 de julio de 2008. Es licenciado en teología espiritual y pedagogía por la Universidad Católica San Pablo  de Cochabamba (Bolivia). 

Ha ejercido de coordinador de la Comisión Internacional de comunicaciones y publicaciones de la organización de Agustinos de América Latina (OALA-2006-2014); maestro de prenovicios de la Orden Agustina (2011-2012); párroco de Nuestra Señora de Montserrat en la arquidiócesis de Trujillo (2012-2013); profesor de teología en la Universidad Católica Benedicto XVI en la arquidiócesis de Trujillo (2013-2015); prior y maestro de los profesos de la Orden Agustiniana (2013-2017) y secretario general de la Organización de Agustinos de América Latina (OALA-2015-2019).  Desde abril de 2018 fue Administrador Apostólico de la Prelatura Territorial de Chuquibambilla; y el 7 de diciembre de 2019 fue nombrado Obispo de dicha prelatura, en enero de 2022 fue elegido presidente de la Comisión episcopal de Comunicación de la Conferencia Episcopal Peruana.

Monseñor, usted preside la Comisión Episcopal para el Sínodo en el Perú, ¿cómo ha sido la acogida del presente Sínodo en todas las diócesis del Perú, se ha conseguido un trabajo organizado y participativo durante el proceso? 

– Hemos tenido buena respuesta, el proceso sinodal se ha realizado en las 46 jurisdicciones eclesiásticas del Perú. Primero el Consejo permanente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) conformó la Comisión nacional que animaría el Sínodo de la sinodalidad en el Perú, nosotros recogimos todos los lineamientos y documentos preparados por la Secretaría General del Sínodo y los adaptamos a la realidad del país. Luego invitamos a que cada jurisdicción eclesiástica haga un lanzamiento del Sínodo, cada uno lo hizo desde su propia realidad y contexto; y seguidamente invitamos al Obispo a que forme su Comisión diocesana, que animó el proceso sinodal en su territorio. Se pidió también que haya una comisión parroquial sinodal para el proceso de escucha.

¿Qué objetivo tenía todo este proceso?

– El objetivo fue llegar a todos los lugares, el 95% de las jurisdicciones conformó su Comisión Diocesana. Hemos trabajado organizadamente, con reuniones de coordinación mensuales. El Perú ha respondido a la Sinodalidad, es un pueblo católico y quiere mucho a sus misioneros, se ha sentido acompañado por sus obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas y laicos comprometidos.

En este proceso de escucha el pueblo ha respondido con gratitud y generosidad, los fieles sienten que sus voces han sido escuchadas y valoradas. También ha sido un tiempo para sanar heridas, en algún momento los fieles manifestaron que no se les tomaba en cuenta y ahora en este tiempo han podido expresar sus necesidades, quejas o esperanzas. Podríamos decir que el Sínodo va en camino y la Iglesia Peruana ha asumido el compromiso de caminar juntos con los retos y desafíos que seguro se presentarán en el camino.

Después de la escucha realizada a nivel nacional, ¿qué temas son de interés o preocupación en los fieles católicos peruanos?

– Revisando las síntesis de las jurisdicciones hay temas constantes y prioritarios que han destacado en esta fase de escucha, y son los siguientes: la formación permanente de los bautizados para asumir un compromiso eclesial, la pastoral de las familias a través de la formación catequética, la formación de los laicos en el campo de la política, la dimensión profética iluminada por la doctrina social de la Iglesia, la evangelización a través de los medios de comunicación y la formación de los maestros de religión a través de la Oficina de Educación Católica.

También ha habido preocupación por la celebración de la liturgia, mayor claridad y concreción en los ministerios laicales, el valor de la piedad popular, la experiencia de fe de los pueblos de acuerdo a su realidad, la falta de los misioneros en los pueblos alejados, la promoción vocacional, la opción por los pobres sin excluir a nadie, un rol más protagonista de la mujer y los jóvenes en la Iglesia y la sociedad, las consecuencias de la covid 19 y el diálogo ecuménico.

No han faltado tampoco reflexiones sobre el clericalismo que afecta la vida de los fieles, los abusos sexuales en el ámbito eclesial, el acompañamiento a los ancianos, la trata de personas y migrantes, la necesidad de contar con un plan pastoral orgánico y estructurado en cada jurisdicción, la formación en la sinodalidad en los futuros sacerdotes, los conflictos mineros, el cuidado de la casa común y de la Amazonía, el cuidado de las culturas autóctonas, la acogida a las personas que son excluidas.

Estos son los temas constantes que se manifiestan en la mayoría de las jurisdicciones eclesiásticas, que el pueblo de Dios ha reflexionado.

¿Bajo esta lectura, qué retos y desafíos se presentan para la Iglesia en el Perú?

– En primer lugar, la formación permanente de los laicos. Esto ha salido en todas las jurisdicciones eclesiásticas. Nos preguntamos qué tipo de formación quieren y realmente necesitan nuestros fieles. ¿Cuáles son esos temas fundamentales en los que necesita formarse el pueblo de Dios? Es el discernimiento que la Iglesia debe hacer, obviamente, teniendo siempre presente la centralidad del misterio de Jesucristo; en este sentido, el proceso de escucha resulta muy útil.

Esta formación también debe llevar al compromiso eclesial. En Aparecida se evidenció una fe débil del pueblo con poco compromiso eclesial; y esto debido a la falta de formación. Este tema es muy importante y debe ser abordado en discernimiento profundo.

Entiendo, ¿y qué más temas se presentan?

– También, otro tema importante es la formación de los laicos en la política. Como Iglesia tenemos un gran tesoro de conocimientos en el Magisterio, el Papa Francisco publicó su tercera encíclica “Fratelli Tutti” que nos invita a entrar en el ámbito de la política, tenemos que formar a nuestros fieles y enseñarles que la política es buena, la política en sí misma es buscar el bien común. Cómo animar a nuestros fieles a entrar en este ámbito, sin duda es un gran desafío.

La iglesia tiene que estar atenta a las necesidades del mundo, discernir los signos de los tiempos, dar a conocer el Magisterio de la Doctrina social de la Iglesia. Los laicos deben participar en el ámbito de la política, es una gran oportunidad para el crecimiento integral de nuestros pueblos. En la política siempre se buscará el bien común y estoy convencido que un laico bien formado puede aportar mucho para el desarrollo de la sociedad y de la persona humana.

¿Y respecto a la piedad popular?

– La piedad popular se presenta como una fortaleza para nuestro país, pero a la vez como un desafío. A nosotros nos toca como obispos acompañar al Pueblo de Dios, teniendo presente la cultura del pueblo, también tenemos que respetarla y valorarla. Antes se hablaba de purificar y extirpar, ahora tenemos que acompañar y aprender de esta expresión de fe. Obviamente también hay que cuidar lo esencial: la fe de los pueblos, la formación doctrinal; es decir, la piedad popular  debe llevarnos también a la vida sacramental y al compromiso eclesial.

Como pastores nos toca acompañar al santo pueblo de Dios del que también formamos parte en cuanto bautizados; y formarles en las Sagradas Escrituras, la Tradición, El Magisterio y en el Sensus Fidei. Siempre valorando la riqueza que hay en cada pueblo. La piedad popular es el tesoro de la Iglesia. En América Latina, en el Perú, nuestra gente ha mantenido su fe a través de la piedad popular, a través de la fe sencilla. Es un reto cómo poder acompañar estas experiencias de fe para que nos conduzcan siempre al encuentro personal con el Señor, a la praxis de la vida sacramental y al compromiso eclesial.

Foto: Monseñor Farfán en una procesión mariana en Chuquibambilla

En los últimos años se ha hablado mucho del cuidado de las culturas originarias. ¿Cómo es la situación en Perú?

– La Amazonía y el cuidado de la casa común y las culturas originarias es un llamado urgente. El Papa Francisco en repetidas veces nos invita a una mayor conciencia sobre el cuidado de la casa común. Puede verse en “Laudato Si”, “Querida Amazonía”, “Fratelli Tuti”, también en el Magisterio Latinoamericano: Medellín, Puebla, Santo Domingo, Aparecida y últimamente en la voz profética de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, no podemos cerrar los ojos: la naturaleza sigue siendo agredida.

En 2019 ha sido el Sínodo de la Amazonía, nuestros obispos de la Amazonía son una voz profética para nuestros pueblos amazónicos, sienten en carne propia el maltrato de la tierra, la preocupación de las aguas contaminadas, el dolor de algunas comunidades indígenas que se encuentran fuera de sus tierras porque estas han sido degradadas. Los obispos de la Amazonía caminan con su pueblo y conocen sus necesidades. Sin embargo, en lo que respecta a todos, no basta decir que “hay que cuidar” o “hay que valorar y cuidar las culturas originarias o autóctonas”, necesitamos formarnos en la sensibilidad para poder actuar. Es responsabilidad de todos poder asumir un mayor compromiso en los diversos espacios de acción.

¿Podría poner un ejemplo concreto?

Yo vivo en un lugar donde hay constantes conflictos mineros con relación al tema de la contaminación ambiental. Es la región Apurímac, donde se encuentra la minería de cobre más grande del Perú, “las Bambas”. Constantemente hay conflictos entre las comunidades campesinas y la compañía minera. Sin embargo un problema mayor en esta región, el aumento de minerías informales. La contaminación ambiental es alarmante, los cerros se están derrumbando, las aguas se contaminan y las personas se enferman diariamente.

¿Qué hacer ante esta dura realidad? Es responsabilidad moral nuestra dar pasos concretos para cuidar nuestra casa común, es un grito de la costa, selva y sierra peruana. El proceso de escucha del sínodo ha permitido que el pueblo de Dios pueda dialogar sobre esta realidad alarmante que debe llevarnos a asumir orientaciones pastorales concretas.

Cambiemos de tema. El clericalismo es otro de los asuntos que preocupan al Papa Francisco.

– Sí, y también ha sido un tema que ha salido en todo momento, es un desafío porque no podemos mantener a los laicos en una etapa infantil, relegándolos y no tomándolos en cuenta en las decisiones. Hoy realmente necesitamos caminar juntos. El laico no es de segunda categoría, todos somos parte del Pueblo de Dios porque hemos recibido el sacramento bautismo; obispos, clérigos, religiosos y religiosas, y fieles laicos. No tendría el sacerdote que mandar y mandar siempre, tenemos que aprender a distribuir y delegar responsabilidades como Pueblo de Dios. Entiéndase, no se trata de que el laico haga lo que hace el sacerdote; y el sacerdote, lo que hace el laico, no, sino que juntos desde nuestra vocación y ministerio aportemos en el crecimiento de la Iglesia y su misión. 

¿A qué se refiere el Papa Francisco cuando habla del Pueblo de Dios o del santo pueblo de Dios?

– La respuesta la podemos encontrar en la Eclesiología del Concilio Vaticano II, en el capítulo II: “El Pueblo de Dios” de la Constitución Dogmática sobre la Iglesia “Lumen Gentium” ¿Quiénes conforman el Pueblo de Dios? Todos los bautizados, es decir antes de ser obispos, sacerdotes, primero somos pueblo de Dios, nuestro carnet de identidad es el Bautismo. Muchas veces se ha dado a entender erróneamente que el pueblo de Dios son sólo los laicos. Es un tema que debe seguir profundizándose. En los desafíos y orientaciones pastorales de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe salía como una prioridad para ser abordado con urgencia.

¿Cómo van a trabajar la cuestión de los abusos?

– Otro desafío actual para toda la Iglesia son los abusos en el ámbito eclesial. Cada conferencia episcopal en el mundo está dando pasos a través de las Oficinas de Escucha. El pueblo pide que se les escuche y, por su puesto, las personas que han sido afectadas necesitan un acompañamiento. Pienso que esto tiene que darse de manera más seria y responsable. Estamos dando pasos como Iglesia en el Perú. Como Conferencia Episcopal, hemos reconocido este problema por su importancia como una prioridad: acompañar en todo momento a aquellas personas que han sido afectadas y maltratadas.

También es necesaria la ayuda profesional para poder acompañar casos concretos. Hemos reflexionado mucho sobre este tema, no se puede cerrar los ojos ante esta dolorosa realidad. Se evidencian algunas situaciones de dolor, por ello es necesario ese espacio de acompañamiento para sanar heridas, incluso también al victimario. 

¿Cómo se ha llevado a cabo la experiencia de la sinodalidad durante el proceso? ¿Qué oportunidades a futuro se abren bajo esta modalidad de trabajo en la Iglesia?

– Hemos realizado lo que el Papa Francisco nos pedía en su homilía cuando se inauguró el Sínodo para toda la Iglesia: “crear espacios de encuentro, de diálogo, de escucha y discernimiento”. En esta experiencia sinodal lo que más ha llamado la atención es el encuentro de las personas, virtual o presencial, han sido espacios de comunión. Este encuentro ha permitido que las personas puedan expresarse, manifestar sus puntos de vista, se sientan escuchados.

La escucha nos hace maduros en la fe, en nuestros compromisos, sabio es el que escucha y pide un consejo. Estos espacios de encuentro nos han hecho ver diversos temas de acuerdo con la realidad local. Si bien es cierto que el Sínodo nos ponía unos temas, se han evidenciado otros muchos más. En nuestro país, con una rica diversidad, estos espacios han favorecido a la comunión. Este también es el reto y desafío, a todos nos cuesta caminar juntos, sentarnos y escucharnos, se requiere de mucha paciencia.

También es importante entender la dimensión espiritual del Sínodo. Es el Espíritu el que guía y acompaña a su Iglesia. Nos conduce por caminos nuevos, hacia nuevos temas desafiantes, donde hay lugar para la reflexión e incluso para la queja o reclamo. Siempre con plena confianza en que si nos ponemos en sus manos nos llevará sin duda a buen término.

La Sinodalidad es un gran reto para nuestra Iglesia en el Perú.

– En este tiempo sinodal tanto de la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe y el proceso de escucha del Sínodo, se ha evidenciado el deseo de caminar juntos. Veo a los obispos del Perú muy unidos, reflexionando temas muy actuales. La virtualidad en ese sentido nos ha ayudado mucho, hay buena comunicación, estamos convencidos de que la sinodalidad debe permanecer siempre.

Si bien es cierto que la realidad del Perú es muy diversa -costa, sierra y selva-, hay un gran compromiso con la comunión. Uno de los retos y desafíos que se viene dialogando ya en varias Asambleas de la CEP, y que estoy seguro pronto se darán pasos concretos, es la ayuda material entre las Jurisdicciones Eclesiásticas, tanto con la presencia de misioneros como económicamente. Hay jurisdicciones que pueden sostenerse económicamente por sí solas y otras que son muy pobres económicamente. Otras que tienen clero suficiente y otras que carecen de sacerdotes. En fin, este es un gran reto para trabajar juntos en este sentido, dándonos una mano desde las posibilidades de cada jurisdicción. 

¿Cómo se dará la conclusión del Sínodo en el Perú?

 Ahora estamos trabajando en la síntesis final, una riqueza para la Iglesia del Perú. Da gusto leer las palabras sencillas de los fieles. Así como se ha expresado en las reuniones, de la misma manera ha sido puesto por escrito. La Comisión Nacional tiene ahora la misión, en un clima de oración y discernimiento, de realizar una Síntesis nacional. Con la información que le ha llegado de las jurisdicciones y con las impresiones que ha podido recoger durante las reuniones presinodales o de preparación. Todo se está teniendo en cuenta para la Síntesis Nacional.

El 5 de agosto debemos entregar al Consejo Permanente de la CEP la síntesis nacional para la debida aprobación. Luego, antes del 15 de agosto tiene que ser entregada a la Secretaría General del Sínodo. Vamos por buen camino, tenemos ya los tiempos organizados. También enviaremos las síntesis diocesanas de las jurisdicciones para que sirvan de soporte técnico de información y referencia, lo que evidencia un trabajo serio y responsable. 

El siguiente paso será fase continental, el CELAM juntamente con la Secretaría General del Sínodo, están realizando las respectivas coordinaciones. La sinodalidad debe permanecer siempre. Desde América Latina tenemos que seguir trabajando los desafíos y orientaciones pastorales que nos ha dejado la Primera Asamblea Eclesial.

Concluyendo, ¿qué reflexión final le merece este proceso sinodal?

– Mi reflexión final es que nos dejemos guiar por el Espíritu Santo. A veces la tentación es querer controlarlo todo, pero sucede que el Espíritu nos desborda y nos desinstala del lugar del confort, llevando a su Iglesia por caminos nuevos y de asombro. Precisamente, teniendo esa plena confianza en el Señor, que camina con su Iglesia y la ama, tenemos que seguir adelante. No basta decir creo en la sinodalidad, tenemos que dar pasos concretos, pasos en los que se muestre ese espíritu sinodal en la Iglesia.

Surgen grandes desafíos, para seguir creciendo como Iglesia de comunión, participación y misión; esto se logra cuando se hace un camino juntos.

El autorJesús Colquepisco

Evangelización

¿Por qué el cristianismo es la religión más verdadera?

Mejor imposible es un libro sin complejos. Su autor, explica con frescura y desenfado por qué el catolicismo es la religión más razonable.

Alejandro María Lino·12 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Titular a un libro Mejor imposible es arriesgado y toda una declaración de intenciones. Pero para José Luis Retegui, un joven sacerdote diocesano de Madrid, la religión católica no es una más dentro entre otras religiones y visiones de la existencia. Es la mejor de todas porque, a su juicio, no se puede imaginar una mejor. 

Dios, el mejor futuro posible

Dios ha sido pretencioso y ha querido compartir con nosotros, como afirma Cristo en la última Cena, la gloria que Él disfrutaba antes de la creación del mundo. Si a los dos protagonistas de toda religión, Dios y el hombre, los elevamos a su máxima expresión, nos sale la verdad defendida por la Iglesia Católica.

Dios tiene todas las perfecciones imaginables (todopoderoso, infinito, omnisciente…), su creación rebosa sabiduría. El hombre está llamado a ser como Dios por el bautismo porque Dios se ha hecho como nosotros en la encarnación. La vida después de la muerte es toda la felicidad de Dios para siempre. ¿Se puede imaginar una alternativa mejor? El cristianismo es la unión total entre Dios y el hombre. No en un futuro, sino hoy y ahora, cada vez que participamos de la Eucaristía. Por la fe creemos en lo que el hombre ni se hubiera atrevido a imaginar o pedir a Dios. 

La religión más verdadera

Mejor imposible comienza afirmando que la religión católica es la más verdadera. En primer lugar, porque es la única en la que Dios se ha hecho hombre y nos ha comunicado la verdad que sólo Él conoce. Además, esa verdad la ha demostrado con milagros y hechos extraordinarios, desde hace dos mil años hasta la actualidad. Para pensar que todos los milagros que han sido corroborados por testigos son inventados quizá requiere todavía más fe. 

Retegui realiza un planteamiento optimista en un mundo donde hay tanto mal y sufrimiento. En su opinión, la visión católica del mal es la más positiva que se puede concebir: Gracias a la Cruz creemos que el “mal es bueno”, pues nos permite, como Cristo, amar con más intensidad a Dios y a los demás. Además, sólo padeceremos en esta vida aquellos males que Dios permita para sacar bienes mayores. El mal tiene fecha de caducidad: Cristo lo ha aniquilado en la Cruz, es como un pez fuera del agua dando sus últimos coletazos. 

El mal

Sobre todo los católicos identificamos y tenemos las herramientas para combatir el único mal que nos debe preocupar: el pecado. El resto de males pueden venir bien en este corto periodo de vida en la tierra. Cristo nos ha indicado cómo transformar el dolor en amor. El mal en cierta medida es como el estiércol maloliente; se puede desechar, sin embargo, si lo enterramos en nuestro campo hará florecer las plantas. 

La obra tiene un tono positivo y desacomplejado, lo que aporta frescura en la manera de transmitir la fe en nuestro tiempo. Muestra cómo el cristianismo ofrece la mejor visión del hombre, de modo que no solo somos un conjunto de células que desaparecerá después de la muerte. Además, los movimientos más modernos son en realidad muy antiguos. El culto a la naturaleza, el yoga, el karma, la reencarnación… son mucho más viejas que el cristianismo. 

María

Al final del libro se defiende que la Virgen María es la prueba de que nuestro mundo creado es el mejor imaginable. Es un debate filosófico que viene de lejos. Leibniz defendía que este mundo es el mejor de los mundos posibles, si no, Dios hubiera creado otro mejor. Santo Tomás de Aquino objetaba con razón que este mundo es mejorable y finito, Dios podría haber creado un universo mejor, por ejemplo, con un tamaño superior. 

María es la respuesta a esta aparente contradicción: Dios podría haber diseñado un universo más perfecto, pero no una criatura más perfecta que la Virgen María. El mejor de los mundos posibles, Dios lo ha concentrado en una mujer de Nazaret. El ser humano está llamado a ser como Dios, ella es la única sin ningún pecado o imperfección. Por tanto, la Virgen María es el reflejo en la tierra de la perfección de Dios. 

El autorAlejandro María Lino

Lecturas del domingo

Solemnidad de la Asunción de la Virgen María

Andrea Mardegan comenta las lecturas de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan·11 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

“Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel de Espíritu Santo”. El saludo entre dos personas que se encuentran es la acción más espontánea y natural, y la mayoría de las veces no le prestamos atención. Pero si falta o es un poco fría, lo sentimos. Si el saludo es sincero, nos comunica muchas cosas. Ese saludo de María, su voz, además, provoca algo extraordinario. El niño de Isabel no sólo jadea, lo que podría ser fruto de la emoción de su madre, sino que incluso baila en su vientre. Lucas, al describir su reacción, utiliza el mismo verbo que, en el griego de los LXX, describe la danza del rey David ante el Arca de la Alianza. 

La voz de María y su saludo son un medio de la infusión del Espíritu Santo, que llena a Isabel y llega a su hijo, porque esa voz gozosa es de una persona llena de gracia, sobre la que han descendido el Espíritu Santo y la sombra del Altísimo, y en ella habita ya el hijo de Dios. La voz de su saludo adquiere la fuerza de la voz de Jesús adulto cuando expulsa a los demonios u ordena a Lázaro que vuelva a la vida; cuando cura a distancia al siervo del centurión y al hijo del funcionario de Herodes; cuando convierte el agua en vino, y el pan en su cuerpo y el vino en su sangre… la voz de Jesús, la Palabra de Dios, llena del Espíritu Santo que cura y salva. Por ahora, le toca a María dar voz al cuerpo de Jesús recién concebido en su seno. Su voz manifiesta la presencia de Dios hecho hombre. Es el vehículo del Espíritu Santo, una anticipación de la voz de la Iglesia que celebra los sacramentos.

El saludo desea la bendición y la paz y los hace presentes. Por eso Jesús dirá a sus discípulos: “Al entrar en una casa, saludadla” (Mt 10, 12); “cuando entréis en una casa, decid primero: Paz a esta casa” (Lc 10, 5), y les animará a saludar también a sus enemigos: “Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? ¿No hacen lo mismo también los gentiles?” (Mt 5, 47). El saludo es muy importante en las cartas de Pablo. El último capítulo de la Carta a los Romanos es una conmovedora lista de saludos. “Os saludan todas las Iglesias de Cristo”. Al final de la Primera a los Corintios: “Muchos saludos, en el Señor, de Áquila y Priscila, y de la iglesia que se reúne en su casa”. Al final de la Segunda a los Corintios: “Os saludan todos los santos”. Los saludos iniciales y finales en las reuniones litúrgicas reflejan la convicción del saludo como portador del bien y la gracia. María, la amiga de Isabel, no puede ser consciente de que está prestando su voz al primer saludo de Jesús, su hijo. Vive el saludo espontáneo y franco de la amistad, que es una manifestación del amor.

La homilía sobre la Asunción de la Virgen María

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

Mundo

El obispo emérito de Hong Kong será juzgado en septiembre

A sus 90 años, el cardenal fue detenido hace meses acusado de ser el tesorero de un fondo para pagar las fianzas de los manifestantes arrestados en las manifestaciones pro-democráticas de 2019.

Rome Reports·11 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88
España

Cáritas Ceuta: dignificar a quienes tienen necesidad

En pleno 75 aniversario de Cáritas Española, se cumplen pronto casi cinco años de la puesta en marcha del Centro de Distribución de Ayuda Básica Virgen de África, que gestiona Cáritas diocesana de Ceuta para centenares de familias. Manuel Gestal lo cuenta a Omnes.

Francisco Otamendi·11 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

“Los puntos clave de la acción de Cáritas son las personas, manifestó a Omnes Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas Española, en una entrevista concedida con ocasión de los 75 años. ¿Qué ha cambiado y qué permanece desde su nacimiento?, le preguntaba María José Atienza. Y Natalia Peiro respondió: “Permanece la raíz. Nuestros pies están fundados en el Evangelio, en la comunidad cristiana. Cáritas es una expresión de esa comunidad cristiana y eso sigue siendo así en todos los países del mundo. Permanece esa razón de ser que nos dice que nuestra tarea es una expresión de nuestra fe. Y permanece, siempre, el servicio a todos, sin excepción, sin preguntar de dónde vienes o cómo son”.

Estas palabras se pueden aplicar al pie de la letra a Cáritas diocesana de Ceuta, ciudad autónoma española de 83.000 habitantes, cuyo enclave geográfico han podido constatar estos años que no es lo más reposado del mundo. Para comentar los retos de esta Cáritas diocesana ceutí, Omnes ha contactado con Manuel Gestal, su director. 

Además, a finales de noviembre hará cinco años desde que Mons. Rafael Zornoza Boy, objipo de Cádiz y Ceuta, bendijo las instalaciones del Centro de Distribución de Ayuda Básica “Virgen de África”, gestionado por Cáritas diocesana de Ceuta, y convertido en elemento de referencia en la atención a las familias necesitadas y en la gestión de los recursos.

“Se les atiende, se les escucha”

“El Centro de distribución es un modo de dignificar a quienes tienen necesidad. No se le da una bolsa, sino que se les atiende, se les escucha… Aunque ellos vengan por el tema material, se llevan algo más y se les trata con la mayor dignidad”, señaló antes de la pandemia Manuel Gestal en la web del obispado de Cádiz y Ceuta. 

Ahora, hace pocas semanas, el director de Cáritas Ceuta ha subrayado a Omnes alguna de sus peculiaridades: “Se trata de un centro que Cáritas diocesana ha puesto al servicio de las parroquias. Lo más importante es señalar que antes los equipos de Cáritas de las parroquias eran autónomos, y cada uno, según sus posibilidades, repartía a sus usuarios el dinero que tenían. Con el Centro de distribución, hemos conseguido acabar con los términos usuario de parroquias ricas y usuario de parroquias pobres”. 

“Ahora, cualquier usuario, sea de la parroquia que sea, recibe exactamente lo mismo. Lo que miramos fundamentalmente para las ayudas es el número de miembros de la unidad familiar. Y en función de eso se destina una cantidad de puntos, y van haciendo una compra, con pequeños límites, de tal manera que sea una compra responsable. Que es lo que pretendemos también”.

“El sueldo durará toda la eternidad” 

Antes de comentar los desafíos que tiene el Centro de Distribución, y la propia Cáritas en la zona, Manuel Gestal explica su trayectoria de estos años. El año que viene, en julio de 2023, Gestal cumplirá seis años en su segunda etapa como director de Caritas diocesana de Ceuta. Pero desde 2009 estuvo ya al frente. En total, lleva 14 años impulsando y dirigiendo la atención de los más necesitados en la Ciudad autónoma. 

Transcribimos brevemente esta parte del diálogo, porque invita a la reflexión: ¿Le da tiempo para atender a sus otras cosas, a su familia? “Me jubilé el año pasado. Antes he estado simultaneando todo. El sueldo es bueno”, dice con buen humor, porque en realidad es un voluntario. “Espero me lo den cuando llegue allá arriba. El sueldo durará toda la eternidad. Todo esto es muy gratificante. Sentirse útil es importante”. Se nota que el obispado confía mucho en usted porque no le sueltan, le decimos, y contesta: “Mi objetivo está en los 70 años. Tengo 66, o sea, me quedan 4”. 

En cuanto a la tarea actual, Gestal explica que “hay siete Caritas parroquiales en Ceuta, y atendemos a unas 600 familias al mes, con una media de entre 4 y 5 personas por familia, por lo que se presta una atención a alrededor de 2.500 personas en la actualidad. Estamos en total entre 40 y 50 voluntarios. En el Centro de Distribución hay 5 trabajadores”.

Sin embargo, enseguida pasamos a los retos inmediatos, que tienen que ver con el país vecino. “En cuanto a necesidades, ahora mismo estamos en un ”stand by”. Se ha abierto la frontera con Marruecos, y seguramente subiremos. Oscila mucho con los planes de empleo de la ciudad”.

“En el 2020, cuando comenzó la pandemia, pegamos una bajada importante”, añade, “porque muchas de las personas asistidas nuestras vivían a caballo entre Marruecos y Ceuta. Les cogió el cierre de la frontera en Marruecos, y allí se quedaron. El lunes han abierto la frontera y seguramente lo notaremos. Pero entonces, cuando cerraron la frontera en el 20, notamos un bajón de más de cien familias, entre cien y doscientas. Porque andábamos en torno a 800 ó 900 familias al mes. Durante la pandemia ha habido altas y bajas, pero a día de hoy, estamos atendiendo a unas 600 familias, con tendencia al alza”, comenta.

Acogida en parroquias, base de datos

El primer paso sigue siendo la acogida en las parroquias. “Son nuestra base, no podemos prescindir de ellas. Los equipos de Cáritas de las parroquias siguen funcionando y ellos son los responsables de los archivos, de hacer la acogida.  Al Centro le comunican cuándo gente va a acudir al mes siguiente. Y nos dicen: tengo siete altas, o tres bajas. Y vamos haciendo las previsiones para la compra, y para que las estanterías estén llenas, explica Manuel Gestal.

“Los directores de las parroquias van al Centro de Distribución con la lista de los asistidos, los usuarios, según el número que tengan, y no deben acumularse, porque el número de personas permitido son ocho”, añade. “Y lo que se llevan ya lo controlamos nosotros. En unos sitios tenemos códigos de puntos y en otros de colores, para ver la cantidad que pueden recibir. Al final, pasan por una caja, como en un supermercado normal; la cajera, que es una persona contratada, controla que los puntos coinciden con lo que se está llevando. De este modo, cualquier usuario de cualquier parroquia recibe y se controla en función del número de miembros de la unidad familiar”.

En paralelo, se ha creado una base de datos nacional, que da transparencia a todo el proceso. “Nosotros, todas las ayudas que hacemos, las cargamos en una base de datos, a la cual tienen acceso la ciudad, la consejería de Asuntos Sociales de la Ciudad de Ceuta, y la consejería de Hacienda. De tal manera que cualquier usuario nuestro, o persona registrada que autorice la Administración, o con certificado propio para acceder a ella, porque son asuntos delicados y no puede acceder cualquiera. Hay que señalar que un usuario cualquiera, autorizado naturalmente, que tenga acceso a la base nacional de datos de sus regiones, mete el DNI de una de nuestras personas, y puede tener todo lo que ha recibido durante los últimos tres años, me parece. Esa base de datos es de Hacienda, y es transparente”. 

“Cuando un usuario sale por la puerta, entra en esa base nacional de datos, y las personas autorizadas pueden ver, con ese DNI, las familias que se han llevado, por ejemplo, cien euros en alimentos de Cáritas diocesana de Ceuta. Esto en el instante que sale por la puerta, porque ya está registrado, antes de salir”.

Principales benefactores

Para concluir, parecía natural preguntar al director de Cáritas diocesana de Ceuta por sus principales benefactores, los que más aportan. Esta ha sido su respuesta: “La mayoría es del fondo FEGA (Fondo Europeo de Garantía Agraria), lo que viene de Europa; luego está la subvención de la Ciudad autónoma, de Ceuta, casi 200.000 euros; el Banco de Alimentos de Ceuta como tal, porque su misión es atender a las entidades que nos dedicamos a ayudar a los usuarios finales. y luego están las donaciones”.

El autorFrancisco Otamendi

Leer más
Familia

Ángel Lasheras: «Uno de nuestros objetivos es dar a conocer Torreciudad a un público más amplio»

El santuario de Torreciudad volverá a acoger la Jornada Mariana de la Familia, un encuentro que reúne a comienzos de septiembre a miles de familias. Este año cumplirá su edición número treinta y será presidido por mons. Juan Carlos Elizalde, obispo de Vitoria. En su programa incluye la celebración de la Eucaristía en el altar de la explanada, ofrendas a la Virgen y el rezo del rosario. Charlamos con el rector sobre este evento, la evangelización de las familias y las novedades que ofrece el santuario.

Javier García Herrería·11 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

El 1 de julio de 2022 don Ángel Lasheras cumplirá su primer año como rector de Torreciudad. A los 67 años, este gallego sonriente y cercano recibió un encargo que poco tiene que ver con la soñada jubilación a la que se suman muchas personas a esa edad. Si a día de hoy todavía hay quienes usan la expresión de que “vives como un cura”, no parece que el tópico pueda aplicarse en este caso.

Muchos santuarios marianos están enclavados en lugares geográficos poco accesibles, y Torreciudad no es una excepción, por lo que no es tan fácil que vengan multitudes a visitarlo. Sin embargo, también en esto hay excepciones, y una de esas ocasiones tiene lugar cada año —excepto los pasados dos años del Covid— los primeros días de septiembre, cuando muchas familias se acercan para participar en un encuentro que lleva ya treinta ediciones. 

Charlamos con el rector también acerca de la familia y otros asuntos relacionados con la labor pastoral que se desarrolla en Torreciudad. 

En Torreciudad la Virgen María se vuelca con sus hijos…

Nuestra Madre se vuelca con todos, especialmente con los que más lo necesitan o los que están más alejados de su Hijo Jesús. En Torreciudad el cariño de la Virgen María se manifiesta con milagros sencillos, pero continuos. Ya decía san Josemaría que los grandes milagros de Torreciudad tendrán que ver con la conversión interior de las almas, especialmente a través de la confesión.

En septiembre celebran la trigésima edición de la Jornada Mariana de la Familia, ¿qué valoración hacen de estas tres décadas? 

La Jornada Mariana de la Familia siempre ha sido uno de los grandes eventos anuales de Torreciudad. Y gracias a Dios y a la Virgen seguirá siendo así. Este año lo vamos a vivir con especial ilusión tras dos años de pandemia. Vemos que mucha gente tiene ganas de venir y está preparando viajes con tiempo. 

Por este encuentro multitudinario y por otras actividades que se hacen en torno a la familia, nos gustaría que Torreciudad fuera conocida como el “santuario de la familia”. Por ejemplo, en los próximos meses tendrán lugar actividades dirigidas a matrimonios —“proyecto de amor matrimonial”—, a jóvenes profesionales y a gente todavía más joven, con el fin de ahondar en la importancia del núcleo familiar, de la relaciones padres-hijos, del noviazgo, etc. Y esperamos ampliar la oferta de este tipo de planes para personas de toda España y durante todo el año. 

Durante la jornada hay unas ofrendas a la Virgen. ¿En qué consisten y cómo se puede participar?

Es muy sencillo: las familias que lo deseen o las parroquias, colegios y asociaciones, ofrecen a la Virgen flores, algunos productos de la tierra, imágenes de la Virgen que han traído para dejarlas en la galería de imágenes del santuario, etc. De modo ordinario, nos escriben a través de nuestra web para informarnos o incluso nos lo dicen directamente el día de la jornada. Lo importante es facilitar que las familias puedan participar con entusiasmo y alegría, y toda la familia unida…

En treinta años la familia ha cambiado mucho.

¡Desde luego, ya lo creo! La Iglesia es consciente de las dificultades que afrontan los matrimonios, pues el espíritu de familia cristiana se ha diluido. 

Supongo qué ocurrirá en todos los santuarios de la Virgen, pero en Torreciudad corroboramos que vienen muchas familias —y no solo en la Jornada Mariana, sino también a largo del año— que se recomponen por dentro por haber tenido un encuentro con María, o con el sacramento de la Penitencia, o por el ambiente de paz que se respira en el santuario… La gracia de Dios les toca de cerca. 

Es verdad que no somos un santuario con la afluencia de peregrinos que tiene El Pilar, Fátima, Lourdes o Montserrat, por ejemplo, donde acuden millones de personas, pero queremos que siga creciendo el número de personas que vengan aquí a rezar a la Virgen, también de otros países. Podemos decir que Torreciudad ya es un santuario internacional —universal, diría yo—, aunque en pequeña escala.

El nuevo santuario está a las puertas de cumplir 50 años, y queremos seguir relanzando este atractivo proyecto para los peregrinos del siglo XXI iniciado en 2018 con el que ya estamos viendo abundantes frutos en este año después de la pandemia. 

¿Considera que Torreciudad es suficientemente conocido?

Sí y no. Al ser el nuevo santuario una iniciativa del fundador del Opus Dei, muchas personas que son de la Obra o que participan de sus apostolados lo conocen y hablan de él, y traen a sus amigos y familiares. Pero este es uno de nuestros principales objetivos  que tenemos ahora mismo por delante: dar a conocer Torreciudad a un público mucho más amplio, tenemos que llegar a muchísima más gente, porque esta es una casa de la Virgen para todo el mundo. 

Y lo vamos comprobando día tras día: es una maravilla ver llegar a dos autobuses con chinos católicos que venían de Barcelona y que celebraron misa en la capilla de la Virgen de Guadalupe; o atender a un numeroso grupo de fieles de la ciudad de Marsella que traían una reproducción de la Patrona de su ciudad, Notre Dame de la Garde; o acoger a un grupo de parroquianos llegados de México con su sacerdote, Legionario de Cristo…

También nos alegra mucho que los sacerdotes del entorno vengan con sus feligreses, con los chicos que se preparan para la confirmación o la comunión. 

Y también vienen inmigrantes que residen en España…

Uno de los acontecimientos anuales del santuario es la peregrinación de la Virgen del Quinche de Quito, en la que se concentran miles de ecuatorianos en el mes de noviembre. Y muchos otros ciudadanos de muchos pueblos de América vienen en pequeñas peregrinaciones con sus advocaciones más queridas. O los ucranianos, que celebran aquí su eucaristía cada año en el rito greco-católico. Incluso de países africanos, como Guinea Ecuatorial, también nos visitan. En este último caso, vinieron en julio y les celebró la Eucaristía el Obispo de Barbastro, mons. Ángel Pérez Pueyo.

Lo cierto es que hay cada vez más comunidades, de tipos muy variados, que están encontrando en Torreciudad una segunda casa. 

¿Cómo está siendo la acogida de las nuevas experiencias evangelizadoras que ofrece el santuario?

Muy positiva. Se nota que vienen muchos peregrinos por este motivo. El espacio “Vive la experiencia de la fe” ofrece una evangelización muy catequética, centrada en lo principal de la Revelación. Es una forma de resaltar el kerigma, el anuncio originario de la fe a través de medios totalmente actuales: vídeos interactivos, gafas de visión en tres dimensiones… Y luego está la experiencia del vídeo-mapping, que permite contemplar el espléndido retablo de Torreciudad de un modo diferente, quizás más intenso, y que está ayudando a valorarlo todavía más. Creo que su éxito se basa en que ayuda a hacer oración con él. La gente sale muy removida. 

Vamos, que están haciendo un esfuerzo para dejar huella en los peregrinos. 

Sí, eso es. Pero somos conscientes de una realidad de la vida sobrenatural: nunca sabes qué fruto tendrá lo que siembras, pues el fruto es de Dios y de nuestra Madre la Virgen.

Un ejemplo reciente: este año vino un matrimonio mexicano de la ciudad de Monterrey con sus tres hijos. Venían a agradecer la vida de su abuelo, ya fallecido. Resulta que el abuelo, en los años ochenta del siglo pasado, hizo un curso de retiro espiritual en una casa de formación del Opus Dei a las afueras de aquella ciudad, cuya ermita está dedicada a la Virgen de Torreciudad. Nosotros no lo sabíamos. Delante de aquella imagen, el abuelo tuvo una conversión espiritual que le llevó a tratar más a Dios.

Él quedó muy impactado, hasta tal punto que vino a conocer el santuario. Y regresó a su país tan emocionado que se propuso impulsar la construcción de una iglesia para fomentar la devoción a la Virgen de Torreciudad en su ciudad, Monterrey. Y hoy existe una iglesia en aquella gran urbe mexicana dedicada a Nuestra Señora de Torreciudad. Solo hace falta entrar en Google y comprobarlo: “Nuestra Señora de Torreciudad en Monterrey”. No lo sabíamos hasta ahora, pero podemos afirmar que es… ¡la primera iglesia del mundo dedicada a la Virgen de Torreciudad fuera del santuario! 

Si te digo la verdad, me gustaría ir a conocerla, y espero lograrlo a principios del año que viene.

Vaticano

Papa Francisco: «La pretensión de detener el tiempo no solo es imposible, es delirante»

En las catequesis sobre la vejez a lo largo de estos meses el Papa Francisco ha puesto en valor la sabiduría de los ancianos. Hoy también ha destacado este conocimiento frente a la mentalidad actual que pretenden controlarlo todo.

Javier García Herrería·10 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

En la audiencia papal de este 10 de agosto los peregrinos llegados a Roma han podido escuchar una de las últimas catequesis de los miércoles dedicada a la ancianidad. El Pontífice ha destacado cómo la búsqueda de “la juventud eterna, la riqueza ilimitada, el poder absoluto” son una pretensión irrealizable. Incluso la ha calificado de delirante.

Los cristianos no viven solo para esta vida, sino que su meta está más allá. “En este camino se nos invita, con la gracia de Dios, a salir de nosotros mismos y a ir siempre más allá, hasta llegar a la meta definitiva, que es el encuentro con Cristo”.

La promesa de vida eterna

La reflexión del Santo Padre ha partido de la escena recogida en el Evangelio de Juan donde Jesús pronuncia la consoladora promesa de la vida eterna: “No se turbe vuestro corazón. Cuando me haya ido y os haya preparado un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde yo esté vosotros también estéis”. Y continuaba el Papa: “Una vejez que se consume en el desconsuelo de las oportunidades perdidas trae consigo el desconsuelo para uno mismo y para todos. En cambio, la vejez vivida con dulzura y respeto por la vida real disuelve definitivamente el malentendido de un poder que debe bastarse a sí mismo y a su propio éxito”.

El Papa Francisco ha señalado cómo la perspectiva de la ancianidad puede ser positiva. “Nuestra existencia en la tierra es el momento de la iniciación a la vida, que solo en Dios encuentra su realización. Somos imperfectos desde el principio y seguimos siendo imperfectos hasta el final. En el cumplimiento de la promesa de Dios, la relación se invierte: el espacio de Dios, que Jesús nos prepara con todo cuidado, es superior al tiempo de nuestra vida mortal. He aquí que la vejez acerca la esperanza de esta realización.

La vejez conoce definitivamente el sentido del tiempo y las limitaciones del lugar en el que vivimos nuestra iniciación. Por eso ella es creíble cuando nos invita a alegrarnos del paso del tiempo: no es una amenaza, es una promesa. La vejez, que redescubre la profundidad de la mirada de fe, no es conservadora por naturaleza, como se dice”.

El papel de los ancianos

A lo largo de estos meses, el Papa Francisco ha tratado de mostrar cómo los ancianos tienen una misión muy especial tanto en las familias como en la sociedad. Hoy ha concretado uno de los aspectos en los que este cometido puede concretarse: “La vejez es la fase de la vida más adecuada para difundir la alegre noticia de que la vida es una iniciación para una realización definitiva. Y lo mejor está por llegar. ¡Que Dios nos conceda una vejez capaz de esto!”.

En la recta final de la audiencia, el Santo Padre ha saludado a los peregrinos en distintas lenguas. En sus palabras en castellano ha expresado su “cercanía de modo especial a los afectados en la tragedia causada por las explosiones y el incendio de la Base petrolera de Matanzas, en Cuba”.

Lecturas del domingo

«El deseo y la angustia de Jesús». XX domingo del tiempo ordinario

Andrea Mardegan comenta las lecturas del XX domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan·10 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Jeremías es enviado por Dios para intentar salvar a su pueblo y a Jerusalén, pero su mensaje no es escuchado, y su pueblo será derrotado y deportado a Babilonia, y Jerusalén destruida. Jeremías siempre obedece al Señor y dice lo que le manda a los que le indica; el resultado es que es odiado y arrojado a la cárcel. La historia de Jeremías es una profecía de la vida de Jesús. El rey Sedecías, que se parece a Pilato, entrega al profeta en manos de los notables.

Jeremías, arrojado al barro de la cisterna, vive su pasión. Dios se acerca a él y le salva a través de una persona despreciada por su condición de extranjero y eunuco, el etíope Ebed-Mèlech que, habiendo comprendido la injusticia a la que está sometido el profeta, es el único que se acerca al rey para hablarle en nombre de Jeremías, que en la ciudad asediada corría el riesgo de ser olvidado y morir de hambre. Arriesga su vida y así salva la de Jeremías.

El autor de la carta a los Hebreos, después de mencionar los innumerables testigos de la fe desde Abel hasta Enoc, Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés, se refiere a los numerosos testigos anónimos que por la fe estuvieron dispuestos a sufrir las más terribles pruebas, torturas y ejecuciones.

Al principio del capítulo 12 aplica la enseñanza a todos nosotros, y nos exhorta a perseverar en nuestro compromiso con la vida cristiana, utilizando la imagen de la carrera y la de mirar fijamente a Jesús. El ejemplo decisivo es precisamente el de Jesús, que se propone a los oyentes de esta obra maestra de la homilía cristiana, para exhortarles: “No os canséis ni perdáis el ánimo” y resistid hasta la sangre, o sea, hasta el posible martirio. 

Jesús revela a los discípulos su estado de ánimo: el deseo de encender un fuego en la tierra y la angustia hasta que se cumpla el bautismo que va a recibir. La imagen del fuego en algunos pasajes del Antiguo Testamento significa la eficacia de la palabra de los profetas: “Entonces el profeta Elías se levantó como un fuego; su palabra ardía como una antorcha” (Sir 48, 1); “Haré que mis palabras sean como un fuego en tu boca” (Jer 5, 14). También tiene el sentido de la purificación.

El Bautista había profetizado que Jesús bautizaría en el Espíritu Santo y en el fuego. El bautismo que va a recibir Jesús es una imagen de su pasión, muerte y resurrección. El peso de ese paso ya le causa angustia pero, sabiendo que va a incendiar la tierra, se acerca a esa hora también con un gran deseo. Deseo y angustia de Jesús, sentimientos contrapuestos y coexistentes, que pueden confortar a todos los que están llamados a dar su vida por fidelidad a la voluntad de Dios, y que experimentan los mismos sentimientos contrapuestos. 

La homilía sobre las lecturas del domingo XX

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

Familia

Claves para entender mejor «Amoris Laetitia» y su polémica

La publicación de Amoris Laetitia, trajo consigo cierta polémica por el enfoque que daba el Papa a la hora de acompañar a las personas con una situación matrimonial irregular, especialmente si se habían vuelto a casar. En esta entrevista el autor trata de explicar el mensaje que trataba de comunicar el Papa Francisco, centrado en tres verbos: Acompañar, discernir, integrar.

Stefano Grossi Gondi·10 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

En la exhortación apostólica postsinodal “Amoris Laetitia” el Papa proponía a los cristianos acompañar más de cerca a las personas con situaciones matrimoniales complejas. Su perspectiva fue acogida con reservas en algunos sectores de la Iglesia. Omnes entrevista a Stéphane Seminckx -sacerdote belga, doctor en medicina y teología- para charlar sobre los asuntos más controvertidos del documento y arrojar luz sobre su interpretación.

En el capítulo VIII de “Amoris Laetitia” el Papa Francisco propone acompañar, discernir e integrar la fragilidad. Su lectura ha provocado muchos comentarios. ¿Cómo entender estos tres verbos?

– De estos tres verbos -acompañar, discernir, integrar- el segundo es la piedra angular del enfoque pastoral de la Iglesia: el acompañamiento favorece el discernimiento, que a su vez abre el camino a la conversión y a la plena integración en la vida de la Iglesia.

El “discernimiento” es un concepto clásico. San Juan Pablo II ya utiliza este término en la “Familiaris Consortio” (nº 84): “Los pastores deben ser conscientes de que, en aras de la verdad, tienen la obligación de discernir bien las distintas situaciones”. Benedicto XVI recuerda casi literalmente la misma idea en “Sacramentum Caritatis” (nº 29).

¿Cómo se puede definir concretamente el discernimiento?

– Discernimiento significa llegar a la verdad sobre la situación de una persona ante Dios, una verdad que, en realidad, sólo Dios conoce plenamente: “Aunque no sea culpable de nada, no estoy justificado: mi juez es el Señor” (1 Cor 4, 4).

Sin embargo, “el Espíritu de la verdad (…) os guiará en toda la verdad” (Jn 16, 13). El Espíritu Santo nos conoce mejor que nosotros mismos y nos invita a conocernos en Él. El discernimiento es nuestro esfuerzo por responder a la luz y al poder que nos da el Espíritu de la verdad. El lugar por excelencia para el discernimiento es la oración.

El discernimiento comienza con las circunstancias que han llevado al alejamiento de Dios. Hablando de los divorciados y vueltos a casar, San Juan Pablo II pone los siguientes ejemplos: «En efecto, existe una diferencia entre quienes han buscado sinceramente salvar un primer matrimonio y han sido injustamente abandonados, y quienes por culpa grave han destruido un matrimonio canónicamente válido. Por último, está el caso de quienes han contraído una segunda unión para la crianza de los hijos, y que a veces tienen la certeza subjetiva en su conciencia de que el matrimonio anterior, irremediablemente destruido, nunca fue válido”. (Familiaris Consortio 84). Conocer estas circunstancias permite al pecador evaluar su responsabilidad y sacar experiencia del mal cometido, y al sacerdote adaptar su enfoque pastoral.

El discernimiento también significa evaluar -típicamente en manos del confesor- si hay un deseo de conversión en el alma del pecador. Este punto es decisivo: si existe este deseo sincero -incluso en la forma más básica- todo se vuelve posible. Se puede poner en marcha un camino de acompañamiento y retorno a la plena comunión en la Iglesia.

En tercer lugar, el discernimiento significa descubrir las causas del alejamiento de Dios, lo que también determinará el camino de la conversión. “Amoris Laetitia” recuerda explícitamente el número 1735 del Catecismo de la Iglesia Católica: “La imputabilidad y la responsabilidad de una acción pueden quedar disminuidas e incluso suprimidas a causa de la ignorancia, la inadvertencia, la violencia, el temor, los hábitos, los afectos desordenados y otros factores psíquicos o sociales.”

¿Podría darnos algunos ejemplos concretos de este punto en el Catecismo?

– Los confesores son muy conscientes de estos factores, que a menudo juegan un papel decisivo en la situación de un alma. En la actualidad, la primera y más importante es la ignorancia de la mayoría de los fieles. “Hoy en día hay un número creciente de paganos bautizados: con esto me refiero a personas que se han convertido en cristianos porque han sido bautizados, pero que no creen y nunca han conocido la fe» (Joseph Ratzinger – Benedicto XVI).

El sacerdote debe evaluar el nivel de formación del penitente y, si es necesario, animarle a formar su conciencia y a alimentar su vida espiritual, para que poco a poco pueda ser llevado a vivir plenamente las exigencias de la fe y de la moral.

Factores como la depresión, la violencia y el miedo pueden afectar al ejercicio de la voluntad: pueden impedir que algunas personas actúen libremente. Si, por ejemplo, una persona sufre una depresión, necesitará ayuda médica. O si una mujer es tratada con violencia por su marido u obligada a prostituirse, no tiene sentido enfrentarla a los preceptos de la moral sexual. En primer lugar, hay que ayudarla a salir de esta situación de abuso.

Los comportamientos obsesivos o compulsivos, las adicciones al alcohol, a las drogas, al juego, a la pornografía, etc. perjudican gravemente la voluntad. Estas patologías suelen tener su origen en la repetición de actos inicialmente conscientes y voluntarios, y por tanto culpables. Sin embargo, cuando se establece la adicción, el pastor debe saber que la voluntad está enferma y debe ser tratada como tal, con los recursos de la gracia pero también de la medicina especializada.

El punto del Catecismo recordado por el Papa Francisco menciona también los «factores sociales»: hay muchos comportamientos inmorales que están ampliamente aceptados en la sociedad, hasta el punto de que muchas personas ya no se dan cuenta de la malicia que suponen o, si lo hacen, les resulta muy difícil evitarlos sin poner en peligro su imagen, o incluso su situación profesional, familiar o social. En ciertas cuestiones morales, uno no puede expresarse al margen de un determinado pensamiento único sin ser denunciado y puesto en la picota, o incluso perseguido.

¿Quizás deberíamos recordar también lo que no es el discernimiento?

– El discernimiento no consiste en juzgar al prójimo: «No juzguéis, para que no seáis juzgados» (Mt 7, 1). El examen de conciencia es siempre un ejercicio personal y no una invitación a escudriñar la conciencia del prójimo. También el confesor se cuidará de no verse como el Juez Supremo que pone las ovejas a su derecha y los cabritos a su izquierda (cf. Mt 25,33), sino que se verá como el humilde instrumento del Espíritu Santo para guiar al alma hacia la verdad. Por eso, un sacerdote nunca rechaza la absolución a menos que la persona excluya consciente y deliberadamente cualquier voluntad de ajustarse a la ley de Dios.

El discernimiento no consiste en cambiar la medicación, sino en ajustar la dosis. Los medios de salvación y la ley moral son los mismos para todos en la Iglesia, ayer, hoy y mañana. No se puede, con el pretexto de la misericordia, cambiar la norma moral para una persona concreta. La misericordia consiste en ayudarle a conocer esta norma, a comprenderla y a asumirla progresivamente en su vida. Se trata de la llamada “ley de la gradualidad”, que no debe confundirse con la “gradualidad de la ley”: “Puesto que no hay gradualidad en la ley misma (cf. “Familiaris Consortio” 34), este discernimiento no puede estar nunca exento de las exigencias evangélicas de verdad y caridad propuestas por la Iglesia”. (“Amoris Laetitia” 300). Como dice San Juan Pablo II, la misericordia no consiste en rebajar la montaña, sino en ayudar a subirla.

El discernimiento tampoco es un intento de sustituir la conciencia de las personas. Como señala el Papa en “Amoris Laetitia”, nº 37: “Estamos llamados a formar las conciencias, pero no a pretender sustituirlas”. Esta observación es fundamental porque somos los actores de nuestra propia vida, no “vivimos por delegación”, como si estuviéramos suspendidos de las decisiones de un tercero o de las prescripciones de un código moral. Cada uno de nosotros es el agente consciente y libre de su propia vida, del bien que hace y del mal que comete. Asumir la responsabilidad del mal que hacemos es una prueba de nuestra dignidad y, ante Dios, el comienzo de la conversión: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti”. (Lc 15, 21)

Todo el reto de la educación -y de nuestra formación como adultos- es forjar la verdadera libertad, que es la capacidad de la persona para discernir el verdadero bien y ponerlo en práctica, porque quiere: «El grado más alto de dignidad de los hombres consiste en que no son conducidos por otros al bien, sino por sí mismos”. (Santo Tomás de Aquino). Este reto, por tanto, significa también formar bien la conciencia, que es la norma de acción próxima, inmediata.

¿Cómo se puede conseguir esta formación?

– A través de la educación, centrada en las virtudes, la formación continua, la experiencia, la reflexión, el estudio y la oración, el examen de conciencia y, en caso de duda o de situaciones complejas, la consulta a un experto o guía espiritual. Esta formación nos hace adquirir la virtud cardinal de la prudencia, que perfecciona el juicio de la conciencia, como una especie de GPS para nuestras acciones.

Los Diez Mandamientos han sido y serán siempre la base de la vida moral: “Antes de que pasen el cielo y la tierra, no desaparecerá de la Ley ni un ápice, ni un tracto” (Mt 5,18). Son la revelación de la ley de Dios inscrita en nuestros corazones, que nos invita a amar a Dios y al prójimo y nos señala una serie de prohibiciones, es decir, “actos que, en sí mismos y por sí mismos, independientemente de las circunstancias, son siempre gravemente ilícitos, por su objeto” (“Veritatis Splendor” 80). El Catecismo de la Iglesia Católica indica qué son los pecados graves, en particular en los números 1852, 1867 y 2396.

El hecho de que la moral incluya prohibiciones puede ofender a la mentalidad contemporánea, para la que la libertad se asemeja a una voluntad omnipotente que nada puede obstaculizar. Pero toda persona bien pensante entiende que, en la carretera de la vida, los semáforos en rojo y las señales de STOP nos protegen del peligro; sin ellos, nunca llegaríamos a nuestro destino.

¿De dónde cree que provienen las diferencias de interpretación sobre este capítulo de “Amoris Laetitia”?

– En mi opinión, hay un gran malentendido en “Amoris Laetitia”: la moral no se hace objetiva cuando se limita a los “hechos externos” de la vida de las personas, sino cuando se esfuerza por alcanzar la “verdad de la subjetividad”, la verdad del corazón, ante Dios, porque “el hombre bueno saca el bien del tesoro de su corazón, que es bueno; y el hombre malo saca el mal de su corazón, que es malo: porque lo que dice la boca es lo que rebosa del corazón”. (Lc 6, 45) y “Dios no mira como los hombres: los hombres miran la apariencia, pero el Señor mira el corazón” (1 Sam 16, 7).

Por ejemplo, no se puede condenar a una persona por el mero “hecho externo» de que esté divorciada y se haya vuelto a casar: se trata, por así decirlo, de un estado civil, que no dice todo sobre la situación moral de la persona en cuestión. Puede ser, de hecho, que esta persona esté en el camino de la conversión, poniendo los medios para salir de esta situación. Por otro lado, un hombre que aparece a los ojos de todos como un “marido modelo”, porque lleva treinta años al lado de su mujer, pero que la engaña en secreto, se encuentra en una situación matrimonial aparentemente “regular”, mientras que en realidad está en un estado de pecado grave. La verdad de estas dos situaciones no es lo que perciben nuestros ojos, sino lo que Dios ve y hace discernir a la persona en el fondo de su corazón, con la posible ayuda del sacerdote.

El autorStefano Grossi Gondi

Dos narrativas sobre la evangelización de América

El reciente viaje del Papa Francisco a Canadá muestra cómo muchas veces sus mensajes llegan con pocos matices a la opinión pública. En este caso, la narrativa negativa sobre la evangelización de América influye notablemente en cómo se recibe su mensaje.

9 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

En los últimos años está creciendo un nuevo relato sobre la colonización de América y la evangelización llevada a cabo por España y otros países. Como es lógico no todo se hizo bien y la historia debe sacar a la luz todos los hechos. Sin embargo, parece que en el debate público no se están teniendo en cuenta muchos matices importantes. La cultura woke está imponiendo una narrativa basada en el resentimiento y poco favorable al diálogo sereno sobre muchas cuestiones. 

Los titulares de la prensa muchas veces tampoco ayudan, como ha podido verse en el reciente viaje del Papa a Canadá. Sin duda, el mensaje principal ha sido pedir perdón a los indígenas por la colaboración de la Iglesia en las escuelas estatales de reeducación de niños. La empatía y humildad mostradas por Francisco han conquistado el corazón de muchas personas de los pueblos originarios de esas regiones, que han aceptado las disculpas con gestos que han dado la vuelta al mundo en multitud de fotografías. 

Sin embargo, Francisco ha estado lejos de reconocer que fueran ciertas todas las historias que han salido a la luz en los últimos años sobre las escuelas residenciales, especialmente la idea de que hubo un auténtico genocidio. El matiz es muy importante, pero quizá en la opinión pública haya quedado la idea de que el Papa ha reconocido más cosas de las que en realidad ha dicho. 

Creo que el modo verdaderamente humilde y cercano que ha mostrado Francisco es la imagen que ha quedado más grabada de este viaje, pero es importante no perder todos los matices de sus palabras. Y es que, a diferencia de lo que hacen los grandes gobiernos y corporaciones hoy día cuando cometen errores, la Iglesia no se está dedicando solo a indemnizar a las víctimas. También pide perdón públicamente en numerosas ocasiones y sus máximos representantes -piénsese en Francisco o Benedicto XVI- se han reunido personalmente y con frecuencia con los afectados. 

A mi modo de ver esta forma de proceder es adecuada, pero no debe llevarnos a pensar que la corrupción y el pecado son lo que más abunda en la Iglesia. Si así fuera, hace tiempo que hubiera dejado de existir, pues ninguna institución puede sobrevivir mucho tiempo si en ella anidan sobre todo cosas malas. El éxito de la gran obra de divulgación histórica de Elvira Roca, “Imperiofobia”, y otros libros del estilo están poniendo en valor lo positivo de la aportación social de la Iglesia, que sin duda es mucho. Además, esta percepción corrupta de la Iglesia está lejos de ser lo habitual en el día a día de la mayoría de católicos cuando van a sus parroquias y tratan con sus sacerdotes. 

En conclusión, creo que hay que sentirse humildemente orgullosos de cómo la Iglesia reconoce y arregla sus errores, al tiempo que percibimos que la mayoría de cosas que hace son muy positivas. Es más, la sociedad actual vive y exige los ideales cristianos sin darse cuenta.

El autorJavier García Herrería

Redactor de Omnes. Anteriormente ha sido colaborador en diversos medios y profesor de Filosofía de Bachillerato durante 18 años.

Experiencias

Experiencia en la gestión del patrimonio de una congregación religiosa

La gestión del patrimonio de una congregación religiosa requiere conjugar dos lenguajes: el económico o secular y el religioso. Michele Mifsud, Ecónomo general adjunto de la Congregación de la Misión de los Padres Paúles, expone su experiencia.

Michele Mifsud·9 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Desde hace más de una década trabajo en la tesorería general de una congregación católica, donde me encargo de administrar unos bienes que, en última instancia, están destinados al servicio de los pobres. Para poder entenderlo, es necesario fundamentar el propio trabajo en un sistema económico basado en el valor, entendido desde un punto de vista religioso.

Por tanto, la economía y las finanzas se consideran como una economía fraterna, es decir, con una perspectiva orientada a la ayuda a los pobres. Sólo de esta manera es posible evitar caer en la tentación de administrar mal los bienes. Porque, como decía el Santo Padre Juan XXIII, todavía no somos ángeles, es decir, siempre podemos cometer errores que nos desvíen del uso correcto de los bienes y las propiedades que están a nuestra disposición.

El bien común en la gestión del patrimonio de una congregación

El cardenal Peter Turkson, cuando era presidente de la Comisión Pontificia Justicia y Paz, dijo en 2012 que los obstáculos al servicio del bien común se presentan de muchas formas, como la corrupción, la ausencia del estado de derecho, las tendencias a la codicia, la mala gestión de los recursos; pero lo más significativo para un líder empresarial a nivel personal es llevar una vida dividida.

Estas advertencias son importantes para no llegar a una situación de crisis financiera con el pánico consiguiente, causado por tener inversiones comprometidas, una deuda externa, la mala gestión de la tesorería y la ruptura de los sistemas y las estructuras de responsabilidad.

Conjugar lo secular y lo religioso

El aspecto importante que hay que entender es que hay dos lenguajes relacionados con los aspectos financieros, un lenguaje del mundo económico y secular, y otro del mundo misionero y religioso.

La economía habla a través del lenguaje del mundo secular, por lo que hace referencia a los movimientos de dinero en diferentes divisas, considera si hay una ganancia o una pérdida, si hay ingresos o gastos, prepara y respeta un presupuesto, realiza inversiones, controla la posición financiera y el patrimonio.

La misión habla puramente con el lenguaje religioso, utilizando los términos agradecimiento, sencillez, justicia, sacrificio, compartir, ministerio, voto de pobreza.

En el centro de los dos lenguajes están los valores; evidentemente, para funcionar la misión religiosa debe utilizar el lenguaje económico, pero sólo como un medio; el valor para el mundo religioso es el del lenguaje misionero. Para el mundo secular, en cambio, el lenguaje económico es a la vez un medio y una medida de valor.

Los valores que permiten el funcionamiento de una congregación religiosa se basan en el Evangelio de Jesucristo: Mateo 25, 14-30, la parábola de los talentos sobre la laboriosidad y el trabajo, sobre la administración y la gestión.

Magisterio pontificio

Las enseñanzas de la Iglesia se encuentran en las encíclicas Rerum Novarum, de León XIII (1891); Centesimus Annus, de Juan Pablo II, en 1991. El ejemplo del Papa Francisco, además del ejemplo personal, se expresa en Evangelii Gaudium, de 2013; en Laudato Si’, de 2015, y en Fratelli Tutti, de 2020.

En la exhortación apostólica Evangelii Gaudium el Papa Francisco habla de la inclusión social de los pobres, de que el corazón del mensaje moral cristiano es el amor recíproco, que debe motivar a los cristianos a compartir el Evangelio, ayudar a los pobres y trabajar por la justicia social; evitar el mal del poder que crea y alimenta la desigualdad y la indiferencia, llevando a la mundanidad espiritual. En efecto, el papel del dinero es servir, y no gobernar a la humanidad.

La vida de cada persona adquiere sentido en el encuentro con Jesucristo y en la alegría de compartir esta experiencia de amor con los otros, con vidas enraizadas en el amor misericordioso de Dios.

En la encíclica Laudato Si, de mayo de 2015, el Papa Francisco habla de algo más que de la simple ecología; se pronuncia sobre la relación con Dios, con el prójimo, con la tierra en una comunión universal, con el destino común de los bienes. Contrapone el valor del trabajo humano a un énfasis excesivo en la tecnología, la ecología humana que se deriva del bien común.

Fratelli Tutti, de octubre de 2020, es una encíclica social del Papa Francisco que pretende promover una aspiración universal a la fraternidad y a la amistad social, como en la parábola del buen samaritano, donde los buenos prójimos no dan la espalda al sufrimiento, sino que actúan con el corazón abierto, en un mundo abierto centrado en la persona, donde el encuentro es diálogo y amistad.

Prioridades en la gestión del patrimonio de una congregación

Los valores, pues, como puente entre los dos mundos, el secular y el religioso, se complementan en la misión de Jesucristo para alcanzar el reino de Dios. Los valores son la responsabilidad financiera, la justicia, la entrega, el sacrificio, la transparencia, el compromiso en el trabajo, la relación entre el bien común y la solidaridad, la comunión y la fraternidad, la sencillez a través de la pobreza y la austeridad. Esta es la economía fraternal, que lleva a la necesidad de una buena guía.

Los retos para la aplicación de estos valores y los obstáculos pueden superarse a través del diálogo, poniendo en marcha estructuras que sigan las mejores prácticas de trabajo, pero siempre con el Evangelio como referencia.

El autorMichele Mifsud

Ecónomo general adjunto de la Congregación de la Misión de los Padres Paúles, asesor financiero y de inversiones registrado.

Vocaciones

12.000 jóvenes europeos peregrinaron a Santiago

En las últimas semanas han tenido lugar en Europa dos multitudinarios encuentros de jóvenes, una peregrinación a Santiago y el festival de la juventud de Medjugorje, que ha contado con decenas de miles de participantes.

Javier García Herrería·8 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Del 3 al 7 de agosto ha tenido lugar la Peregrinación Europea de Jóvenes. Aunque estaba previsto para el verano de 2021, la pandemia obligó a retrasarla un año. La peregrinación es organizada por la Subcomisión de Juventud e Infancia de la Conferencia Episcopal Española conjuntamente con la archidiócesis de Santiago.

A lo largo de la semana miles de jóvenes realizaban las últimas etapas del camino de Santiago, al tiempo que intensificaban su catequesis y vida sacramental. Cientos de parroquias, movimientos e instituciones religiosas han acudido al encuentro del apóstol. Además de España, los grupos más numerosos procedían de Portugal e Italia. Gracias a la colaboración de 400 jóvenes voluntarios gallegos ha sido posible atender una logística muy superior a la habitual en la ruta jacobea.

Reflexionar sobre la vocación

La PEJ22 contó con un espacio denominado “El Pórtico de la Vocación“, ubicado en el Seminario Mayor de Compostela, junto a la catedral. El lugar ofrecía un itinerario para el anuncio (kerigma), acompañamiento, escucha, diálogo y orientación vocacional básica. En este recorrido los jóvenes participaban de una experiencia dividida en tres partes: escucha, clarificación y personalización. Esta última propuesta constaba de cinco espacios vocacionales: familia, educación, caridad, apostolado y misión, consagración.

El itinerario tomaba como referencia el Pórtico de la Gloria pues, a todos los peregrinos de la PEJ22, les anuncia una buena nueva: la belleza de la vida como vocación. En esta obra cumbre del arte medieval están representadas diversas fuerzas que están en la iniciación a la fe y el caminar cristiano. Y como toda propuesta vocacional cada uno ha de dar una respuesta, se debe una misión.

Misa de clausura

El cardenal Marto, delegado especial enviado por el Papa, ha presidido en la mañana del domingo 7 la eucaristía de clausura en el Monte del Gozo. En ella han concelebrado 55 obispos de España, Portugal e Italia además de cerca de cuatrocientos sacerdotes.

En la homilía, Marto ha subrayado a los jóvenes que “Jesús propone una nueva forma de relacionarse entre nosotros, basada en la lógica del amor y el servicio. Es una auténtica revolución frente a los criterios humanos de egoísmo y ambición de poder y dominación: la revolución de la fraternidad que parte del amor fraterno para englobar la cultura del cuidado mutuo, la cultura del encuentro que tiende puentes, derriba muros de división y acorta distancias entre personas, culturas y pueblos. Nuestro encuentro en Santiago es un bello ejemplo de ello”.

Tras la celebración de la eucaristía, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, ha valorado ante los medios de comunicación los acontecimientos de estos días. En sus palabras ha dicho que se ha “encontrado con unos jóvenes que rezan (…), con unos jóvenes que piensan, que tratan de discernir la realidad en la que se encuentran; a la que tenemos que dar respuesta en todo momento (…). No sé qué podrán hacer pero con su actitud y su forma de ver las cosas, nuestra sociedad puede ser mejor”.

Ecología integral

Emmanuel Luyirika: “África rechaza la eutanasia. El foco son los paliativos”

“Tanto en África globalmente como en cada país, la eutanasia se ha rechazado rotundamente. El foco está en hacer el cuidado paliativo accesible para la población, y el principal desafío es el acceso a las medicinas esenciales”, ha señalado a Omnes el doctor ugandés Emmanuel B.K. Luyirika, director de la Asociación Africana de Cuidados Paliativos (APCA), que ha estado en la Fundación Ramón Areces.

Francisco Otamendi·8 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Opiáceos como la morfina “no son suficientemente accesibles”, manifiesta a Omnes el doctor Emmanuel Luyirika. “Incluso en los países que más han avanzado en cuidados paliativos. El acceso a las medicinas sigue siendo uno de los grandes retos en África. Estamos trabajando para que los gobiernos se involucren en esta cuestión”.

“Creemos que si el cuidado paliativo es accesible y el paciente se ve atendido en sus necesidades, la cuestión de la eutanasia no surgirá. No hay un gran debate social sobre esta cuestión [la eutanasia] en África; tal vez sí un pequeño debate en Sudáfrica, pero no más allá”, añade.

El Dr. Emmanuel Luyirika ha participado en el simposio internacional ‘Cuidados paliativos globales: Retos y expectativas’, patrocinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y organizado por la Fundación Ramón Areces y el Observatorio Global de Cuidados Paliativos Atlantes, del Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra, que ha sido designado nuevo centro colaborador de la OMS para la evaluación del desarrollo mundial de Cuidados Paliativos.

En el simposio han participado panelistas de la OMS, la Asociación Africana de Cuidados Paliativos y la Asociación Internacional de Cuidados Paliativos, además del M.D. Anderson Cancer Center (EE. UU.) y el Hospice Buen Samaritano (Argentina). 

El encuentro fue presentado por Raimundo Pérez-Hernández y Torra, director de la Fundación Ramón Areces; Marie-Charlotte Bouësseau, Jefe de equipo en el Departamento de Servicios Sanitarios Integrados de la Organización Mundial de la Salud en la sede central (Ginebra); Joaquim Julià Torras, vicepresidente de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL); y Paloma Grau, vicerrectora de Investigación y Sostenibilidad de la Universidad de Navarra.

Más necesidad de paliativos

El tema preocupa cada vez más a los especialistas porque, tal como se señaló en el simposio, el número de personas con necesidad de recibir cuidados paliativos casi se duplicará en 2060: de 26 millones a 48 en todo el mundo, tal como ha ido informando Omnes. Por el tipo de enfermedades que se presentan, hasta la mitad de las personas en el mundo necesitará el alivio de cuidados paliativos en procesos graves y al final de la vida. 

Hoy día, se calcula que de los más de 50 millones de personas que necesitan cuidados paliativos cada año, el 78 % viven en países de ingresos medios y bajos, mientras solo el 39 % de los países informan de una disponibilidad generalizada de cuidados paliativos.

El evento ha supuesto una oportunidad más para promover los cuidados paliativos, analizar los retos a los que se enfrentan en todo el mundo y reiterar el compromiso de la OMS en este campo, aprovechando la publicación del informe Assessing the development of palliative care worldwide: a set of actionable indicators’, elaborado conjuntamente con Atlantes.

El Dr. Emmanuel Luyirika responde a Omnes sobre los cuidados paliativos en África.

¿Cómo se están desarrollando los cuidados paliativos en África? ¿Cuáles son los países más punteros en este desarrollo?

― Los países más avanzados en el desarrollo de los cuidados paliativos en África se localizan mayoritariamente en el este y el sur de África, incluyendo Sudáfrica, Uganda, Malawi, Kenya y Zimbabwe. Los países que quedan en la cola de este desarrollo son los países centroafricanos, especialmente los francófonos. Allí hay que hacer un mayor esfuerzo para que se sumen a este desarrollo de los cuidados paliativos. De todos modos, incluso en aquellos que están más avanzados, hay que hacer mucho trabajo. 

¿Qué retos tienen los países que están en la cola de este desarrollo?

― El principal desafío es el acceso a las medicinas esenciales para el cuidado paliativo. Este desafío tiene dos aspectos. Por un lado, hay que enfrentarse a las regulaciones y restricciones para acceder a estas medicinas, y, por otro, también hay que enfrentarse a la falta de recursos para poder adquirirlas. El otro gran desafío es la falta de personal formado para administrar los cuidados paliativos. Del mismo modo, también faltan las herramientas para recopilar datos sobre los pacientes de paliativos. Por supuesto, la falta de financiación para los cuidados paliativos es una de las grandes dificultades, así como la falta de directivas o políticas que tengan en cuenta este aspecto. 

¿En estos países es el gobierno el que financia los cuidados paliativos o son los individuos y las familias?

― En la mayoría de los países hay una parte financiada por el gobierno. En Uganda, por ejemplo, el gobierno financia toda la morfina que los pacientes paliativos necesitan, para que los individuos no tengan que pagar de su propio dinero esta medicina. Se puede acceder a la morfina en caso de necesidad tanto si estás en una institución médica pública o privada sin coste, pero esto no es posible en otros países. 

En Botswana el gobierno financia los cuidados paliativos tanto en los centros públicos como privados. El gobierno sudafricano aporta recursos para que centros benéficos implementen los cuidados paliativos. En este sentido, estos países son los más punteros, junto con Ruanda, que tiene seguridad sanitaria nacional que da acceso a los cuidados paliativos. También habría que destacar la labor de Malawi, que está haciendo grandes esfuerzos y ha quedado bien posicionada en los últimos ranking globales. 

¿Son accesibles los opiáceos como la morfina en África? 

― No son suficientemente accesibles. Incluso en los países que más han avanzado en cuidados paliativos. El acceso a las medicinas sigue siendo uno de los grandes retos en África. Estamos trabajando para que el gobierno se involucre en esta cuestión. Es un problema que no responde a un solo factor. Son muchos factores. Hay que trabajar la concienciación en los políticos y en las personas que diseñan las regulaciones, la concienciación en los centros de salud, en los pacientes… pero también hay que conseguir el dinero para crear sistemas de administración de estas medicinas. 

¿Qué tipo de problemas tiene el paciente que requiere cuidados paliativos en África?

― El paciente que requiere cuidados paliativos en África es un paciente que tiene cáncer, pero también puede ser un paciente de VIH, o con enfermedades tropicales… o puede tener insuficiencia en los riñones o el corazón debido a una infección o a algún otro tipo de enfermedad. También puede haber pacientes con enfermedades genéticas. El perfil es muy variado. 

¿Después del Covid-19 cómo ve el futuro de los cuidados paliativos en África?

― El futuro de los cuidados paliativos después del Covid-19 debe apoyarse en la tecnología, en la posibilidad de acceder a los servicios mediante la tecnología. El teléfono móvil ha tenido un uso muy extenso en África y ahora se está convirtiendo en una plataforma donde los pacientes pueden entrar en contacto con los trabajadores de la salud. También es importante formar al personal en cuidados paliativos; también dar instrucción al personal de unidades de cuidados intensivos para que sepan cuándo derivar a un paciente a cuidados paliativos. El futuro de los cuidados paliativos también pasa por integrar a los cuidados paliativos en el sistema sanitario, en lugar de dejarlo en centros aislados. 

¿Hay algún país africano que haya aprobado la eutanasia?

― No, en África la eutanasia se ha rechazado rotundamente. Tanto en África globalmente como en cada país en concreto. El foco está en hacer el cuidado paliativo accesible para la población: creemos que si el cuidado paliativo es accesible y el paciente se ve atendido en sus necesidades la cuestión de la eutanasia no surgirá. No hay un gran debate social sobre esta cuestión en África; tal vez sí un pequeño debate en Sudáfrica, pero no más allá. 

Aquí concluye la entrevista con el Dr. Luyirika. Otro de los panelistas en el simposio internacional, Matías Najún, jefe del Servicio de Cuidados Integrales (Paliativos) del Hospital Universitario Austral y cofundador y actual presidente de Hospice Buen Samaritano (Argentina), resaltó que “las investigaciones demuestran que la pobreza reduce el acceso a cuidados paliativos, que a su vez constituye un bien muy escaso a nivel mundial”.

A su juicio, “en nuestros sistemas de salud, concebidos para lo agudo o centrados en las especialidades, los pacientes paliativos son evitados, pero si además son pobres pasan a ser casi invisibles”, lamentó. En estos casos, en los que “la complejidad de la vida es mucho mayor que la enfermedad”, apostó por “ser creativos para hacerlos visibles, brindando unos cuidados accesibles y a la medida de estos pacientes”, pues “más allá de la realidad social, cuando alguien sufre, la gran pobreza no es solo un asunto económico; también preocupa la falta del cuidado que dignifica en ese momento”, subrayó.

El autorFrancisco Otamendi

Cultura

Siria: El mundo perdido (II)

En este segundo artículo sobre Siria se explican los orígenes del nacionalismo árabe y la situación del país tras once años de guerra civil.

Gerardo Ferrara·7 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Nacionalismo árabe e islámico: la raíz del conflicto en Oriente Medio

Es imposible hablar de Siria, especialmente a la luz de los trágicos sucesos de los últimos años, sin mencionar la ideología que está detrás del régimen y del Partido Baath, que ha estado en el poder en el país durante décadas: el nacionalismo árabe. Esta corriente de pensamiento vio la luz a finales del siglo XIX, al mismo tiempo que el nacimiento de los nacionalismos europeos (por los que está influenciado).

De hecho, hasta el siglo XIX, es decir, antes de la Tanzimat (una serie de reformas destinadas a «modernizar» el Imperio Otomano, también a través de una mayor integración de los ciudadanos no musulmanes y no turcos, protegiendo sus derechos mediante la aplicación del principio de igualdad ante la ley), el Estado otomano estaba fundado sobre una base religiosa y no étnica: el sultán era también el «príncipe de los creyentes», por tanto califa de los musulmanes de cualquier etnia (árabes, turcos, kurdos, etc.), que eran considerados ciudadanos del país. ), que eran considerados ciudadanos de primera clase, mientras que los cristianos de las distintas confesiones (ortodoxos griegos, armenios, católicos y otros) y los judíos estaban sometidos a un régimen especial, el del millet, que preveía que toda comunidad religiosa no musulmana fuera reconocida como «nación» dentro del imperio, pero con un estatus de inferioridad jurídica (según el principio islámico del dhimma).

Judíos y cristianos discriminados

Los cristianos y los judíos, por tanto, no participaban en el gobierno de la ciudad, pagaban la exención del servicio militar mediante un impuesto de capitación (jizya) y un impuesto sobre la tierra (kharaj), y el jefe de cada comunidad era su líder religioso. Los obispos y los patriarcas, por ejemplo, eran por tanto funcionarios civiles sometidos inmediatamente al sultán.

Por tanto, es en la época de la Tanzimat donde se sitúa el nacimiento, precisamente entre Siria y Líbano, del nacionalismo panárabe, o panarabismo, entre cuyos fundadores se encontraban cristianos: Negib Azoury, George Habib Antonius, George Habash y Michel Aflaq. Esta ideología se basaba en la necesidad de la independencia de todos los pueblos árabes unidos (se identificó como factor de unión la lengua) y en que todas las religiones tuvieran la misma dignidad ante el Estado. Era, por tanto, una forma de nacionalismo secular y de base étnica, y en esto, muy similar a los nacionalismos europeos.

Panarabismo vs. panislamismo

El nacionalismo árabe (o panarabismo) se opuso inmediatamente a su homólogo islámico, el panislamismo: nacido también en el mismo periodo, de la mano de pensadores como Jamal al-Din Al-Afghani y Muhammad Abduh, proponía en cambio unificar a todos los pueblos islámicos (no sólo a los árabes) bajo la bandera de una fe común. El Islam, por tanto, debía tener un papel preponderante, una mayor dignidad y un pleno derecho de ciudadanía, en detrimento de las demás religiones. Movimientos salafistas como los Hermanos Musulmanes, Al Qaeda o el propio ISIS se basan precisamente en esta última doctrina y pretenden la formación de un estado islámico, en el que la única ley sea la musulmana, la Sharia.

El panarabismo, entonces centrado en la independencia de cada país, triunfó en casi todo el mundo árabe (excepto en las monarquías absolutas del Golfo Pérsico) pero desde entonces, debido a la corrupción de sus dirigentes y otros factores, siempre se le opusieron, incluso con violencia, los movimientos nacidos de la ideología panislamista que, sobre todo en los últimos 30 años, se ha ido implantando cada vez más en el mundo árabe-islámico, culminando con el nacimiento del ISIS en 2014.

Cristianos en Siria antes y después de la guerra

Antes de la guerra civil, Siria era un país de 24 millones de habitantes, en el que los cristianos representaban aproximadamente entre el 10 y el 13% de la población (más de la mitad eran griegos ortodoxos y el resto católicos melquitas, maronitas, sirios, armenios católicos, caldeos, etc. o armenios ortodoxos y sirios ortodoxos). Los armenios, en particular, tanto en Siria como en el Líbano, fueron la comunidad que experimentó un mayor aumento, especialmente tras el Genocidio Armenio (las marchas forzadas que los turcos obligaron a sufrir a la población armenia de Anatolia terminaron en Deir ez-Zor, en el este de Siria, donde los pocos supervivientes llegaron tras cientos de kilómetros de penurias y donde, en memoria del millón y medio de víctimas del mismo genocidio, cuyos huesos están esparcidos por toda la zona, se construyó un monumento conmemorativo, posteriormente destruido por el ISIS en 2014).

En un país de mayoría islámica (71% de sunitas, el resto pertenecientes a otras sectas como los drusos y los alauitas, una rama de los chiítas), los cristianos constituían la cola de la población, un factor fundamental para la unidad nacional (y esto se sabía incluso a nivel del régimen baasista, hasta el punto de que Asad los protegía de forma especial). De hecho, estaban repartidos por todo el país y, al igual que en el Líbano, vivían codo con codo y en armonía con todas las demás comunidades.

Las obras cristianas

Las misiones y las escuelas cristianas (especialmente las franciscanas) estuvieron y siguen estando presentes en todas partes y proporcionando asistencia, formación y ayuda a todos los sectores de la población, a todas las etnias y a todos los credos. También es importante señalar que algunos santuarios cristianos del país fueron y siguen siendo objeto de peregrinación y devoción tanto por parte de la población cristiana como de la musulmana.

Hablamos, en particular, de monasterios como el de Mar Mousa (restaurado y refundado por el padre jesuita Paolo Dall’Oglio, cuyos vestigios se perdieron durante la guerra), el de Saidnaya (un santuario mariano cuya fundación se remonta al emperador bizantino Justiano) y el de Maaloula, uno de los pocos pueblos del mundo, junto con Saidnaya y algunos otros de la misma zona al sur de Damasco, donde aún se habla una forma de arameo. Todos estos lugares se han hecho tristemente célebres en los últimos años por haber sido asediados y conquistados por las guerrillas islamistas, que secuestraron y luego liberaron a las monjas ortodoxas de Saidnaya, devastaron la aldea de Maaloula y sus preciosas iglesias, matando a muchos cristianos, e intentaron destruir esos mismos centros que eran el corazón palpitante de Siria, porque eran queridos por todos los sirios, independientemente de su credo.

Sin embargo, las aldeas cristianas de Saidnaya y Sadad (en la provincia de Homs), asediadas por grupos cercanos a Al Qaeda y al ISIS, respectivamente, con su enérgica resistencia a los islamistas ayudaron a evitar que grandes centros como Damasco y Homs cayeran en manos del ISIS, gracias también a la formación de milicias cristianas que lucharon junto al ejército regular, los rusos, los iraníes y el Hezbolá libanés.

El presente

La situación actual, sin embargo, es dramática. Tras 11 años de guerra, de hecho, la estructura social y económica del país está destruida, entre otras cosas por las sanciones de Estados Unidos que siguen impidiendo que Siria se recupere del conflicto, sanciones, además, a las que se opone el Vaticano.
Los sufrimientos infligidos por la actual situación económica son, como informa la ONU, quizá más atroces que los causados por la larga guerra civil que ha provocado unos seiscientos mil muertos, casi siete millones de desplazados internos y otros siete millones de refugiados aproximadamente en los países vecinos.

Además, el hecho de que ya no se hable de Siria, debido a la aparición de otras emergencias internacionales, como la crisis libanesa, la pandemia del Covid-19 y la guerra de Ucrania, hace que los millones de personas que necesitan asistencia, incluida la sanitaria, sean ayudados casi exclusivamente por las misiones cristianas y las organizaciones no gubernamentales vinculadas a ellas.

Pérdida de la unidad

Lo que hace que el escenario sea aún más dramático es la desintegración de la unidad entre las distintas comunidades, que se sostenía, como escribimos, por la amplia presencia de la población cristiana, que a menudo actuaba como intermediaria entre los demás componentes de la población, y que ahora se encuentra en una situación crítica, desde el punto de vista geográfico (regiones enteras ahora totalmente desprovistas de cristianos, como Raqqah y Deir ez-Zor), demográfico y económico (los sectores en los que predominaban los cristianos están obviamente en crisis debido a la emigración masiva de esta parte de la población).

Por lo tanto, es crucial que todos tengamos presente que la Iglesia tiene «dos pulmones», uno en Occidente y otro en Oriente (según una metáfora propuesta hace un siglo por Vjaceslav Ivanov y que luego fue ampliamente retomada por Juan Pablo II) para recordarnos una vez más nuestra misión como cristianos, recordada por la Carta a Diogneto: ser «católico», no pensar en pequeño y sólo en nuestro pequeño jardín, sino fundar esa «civilización del amor» tan anhelada por Pablo VI, en la estela del monacato oriental y occidental, y ser el alma del mundo.

El autorGerardo Ferrara

Escritor, historiador y experto en historia, política y cultura de Oriente Medio.

Cultura

La Divina Comedia de Dante

A lo largo de los próximos meses publicaremos una serie de artículos de grandes obras de la literatura cristiana. Hoy comenzamos con el clásico de Dante, La divina comedia.

Gustavo Milano·6 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 12 minutos

Hablar elogiosamente sobre la Divina comedia, de Dante Alighieri, puede ser ya un cliché. Es difícil encontrar una lista, sea extensa o mínima, de mayores clásicos occidentales que no sugiera vivamente su lectura. Aquí no podré ser diferente en este aspecto, porque efectivamente es una obra prima desde muchos puntos de vista. Procedamos entonces a la presentación.

De modo general, es sabido que se trata de un largo poema “a la medieval”, quizás un poco indigerible, pero seguramente buenísimo (aunque tú mismo nunca lo hayas leído, ¿verdad?). La intención de este artículo es explicarte el contexto en que fue escrito y contarte brevemente algo de su contenido. Conforme vayas descubriendo cuán increíblemente valioso es el poema, a ver si consigues aguantarte y no empezar a leer la Divina de Dante cuanto antes.

Contexto histórico

Nos situamos en Florencia, una de las ciudades más prósperas de Europa, localizada entre Roma y Milán, en los siglos XIII-XIV. Políticamente, hay tres bandos: los güelfos blancos (donde militaba nuestro autor), que defendían la autonomía de Florencia; los güelfos negros, que apoyaban las aspiraciones políticas del Papa, que entonces gobernaba los llamados Estados Pontificios, unas tierras cercanas a Florencia; y los gibelinos, adeptos del feudalismo protegido por el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, con sede en la actual Alemania.

Varias veces en el poema Dante agrupa las dos facciones güelfas en un solo bando, y menciona simplemente los güelfos y los gibelinos, es decir, los pro-Italia y los pro-Alemania, aunque estos términos sean anacrónicos, pues en aquel siglo no existían esos países así como los conocemos hoy en día.

Dante

Luego, la persona del autor. Nacido en 1265 en una familia de comerciantes, a los nueve años vio por primera vez a una chica, Beatriz (en su lengua, Beatrice), y ese encuentro le marcó profundamente. Según Luka Brajnovic, “se puede identificar este personaje [Beatriz], casi con toda seguridad, con Bice, hija de Folco Portinari, casada con Simone de Bardi, muerta en 1290”, por tanto, a los 25 años, ya que ella tenía la misma edad que Dante.

Esa muerte precoz de la amada parece haber sido el detonante para el inicio de la vida literaria de Dante Alighieri, una vez que pocos años después (1295) publicará Vida nueva, su primer libro. Pero, diferentemente de las fantasiosas musas que inspiraban a los poetas griegos, lo que Dante nutre por ella va mucho más allá de una mera iluminación poética. Llegó a prometer decir de Beatriz “lo que nunca fue dicho de ninguna mujer”, tamaño fue el encanto y la veneración que le tributó. Y ya no la podrá olvidar por toda su vida, pues cumplirá su promesa precisamente en la Divina comedia, concluida en 1321, el mismo año de su muerte.

Foto: escultura de Dante. ©Marcus Ganahl

Beatriz

Nuestro autor amó a Beatriz de modo idealizado y platónico, de manera que esa pasión no le impidió casarse, en 1283, es decir con dieciocho años de edad y por tanto cuando Beatriz aún vivía, con Gemma di Manetto, una mujer de la aristocracia burguesa de la casa Donati (de los güelfos negros). Tuvieron cuatro hijos: Jacobo, Pietro, Antonia (luego monja, con el significativo nombre de Beatriz) y Giovanni. Pero una pregunta se hace aquí forzosa. ¿Por qué Dante no se casó con Beatriz, si la amaba desde los nueve años? De un lado, cuando lees la Divina comedia, notas una Beatriz que corrige a Dante, que le exige, le reprende, apenas le sonríe, lo que quizás indique que no haya correspondido a su amor entonces.

De otro lado, es posible que, aunque hubieran querido casarse, no hayan podido hacerlo, dado que, en aquella época y localidad, no era raro que el cónyuge fuera elegido por los padres, y no por uno mismo (tanto en el caso de la mujer como en el del hombre). A lo mejor a los dieciocho años Dante ya no nutría esperanzas de poder casarse con Beatriz, así que accedió a casarse con Gemma.

Matrimonio

Un pequeño inciso – poco frecuente en textos de este tipo – vale la pena hacer aquí. ¿Fue el matrimonio de Dante con Gemma una cosa falsa y fingida, puesto que no la amaba, sino a Beatriz? Volvamos al inicio del párrafo anterior. Beatriz era real, pero sin duda fue idealizada, como los buenos poetas saben hacer con sus musas. Tengamos en cuenta que Dante empieza a componer la Divina comedia a los 39 años de edad (1304), más de dos décadas después de haber encontrado a Beatriz por última vez (1283). Ahora dime tú, ¿qué recuerdos tienes de algo fuerte que hayas vivido hace 21 años? ¿Y hace 30 años (Dante se encontró por primera vez con Beatriz en 1274)? Pues, seguramente tienes muchos recuerdos de ello (si tienes edad para ello), pero debes reconocer que todo este tiempo va poco a poco cambiando las impresiones reales y convirtiéndolas cada vez más en subjetivas y afectivas, más que en imparciales y desapasionadas.

Además, Dante y Beatriz nunca habían sido novios ni nada por el estilo. Por ello, es posible suponer que a lo mejor mucho del amor que él tenía por su esposa Gemma haya sido poéticamente encauzado hacia la figura de Beatriz, a fin de centralizar todo en una única figura femenina. Me parece imposible afirmar que un matrimonio fiel por toda la vida y además con cuatro hijos no se haya mantenido así a causa de un verdadero amor. Sucede que a menudo un amor real y, por así decirlo, “realizado” aparentemente goza de menos atractivo emocional para un poema épico. En este sentido, Gemma puede haber sido una segunda “beatriz” de Dante, una fuente de inspiración real para lo que él narró en la Divina comedia.

Exilio

Si el choque por la prematura muerte de aquella bella señora puede haberle causado todo ese enamoramiento retroactivamente en su memoria, ese no fue el único factor para haberla escogido como figura clave de esa epopeya de ultratumba. Sabemos que en 1302 Dante tuvo que exiliarse de Florencia. Había ido a Roma como embajador de su ciudad, y, mientras se encontraba fuera, los güelfos negros tomaron el poder, y ya no le dejaron volver.

Primero se fue a Verona, más al norte de la península itálica, luego a distintas ciudades cercanas, hasta acabar en Rávena, donde murió. El inicio de la escritura de la Divina comedia, en 1304, se sitúa por tanto ya en el exilio, fuera de Florencia. El no poder volver a su amada tierra natal le desgarró el corazón, como con la temprana muerte de Beatriz.

Así pues, se nota en Dante un corazón noble y nostálgico: ama, pero lo que ama siempre le es quitado definitivamente; ama, y sigue fiel a ese amor pase lo que pase. En este sentido, la ciudad de Florencia le es como una nueva musa inspiradora, una tercera “beatriz”, distante de la cual se inspira a poner por obra quizás la más excelsa obra literaria occidental. Por eso el libro mezclará con tanta cercanía su amor patrio (a Florencia), su amor humano (a Beatriz) y su amor divino (a Dios).

Foto: Catedral de Florencia. ©David Tapia

El título

Por fin hemos llegado al libro en cuestión. Lo siento por la larga introducción; es que la veía necesaria. Entonces, ¿por qué “divina” y por qué “comedia”? Dante la había titulado simplemente “Comedia”, no porque suscitara risas al ser leída, sino porque, en oposición a las tragedias, el trayecto narrativo iba del infierno al paraíso, es decir, terminaba bien, tenía un final feliz.

Da la impresión de que todo el largo poema había agotado la creatividad de Dante y ya no le quedaba ninguna para el título de la obra, así que puso solo eso. Pero Giovanni Boccaccio (1313-1375), al comentar la obra en la iglesia de Santo Stefano di Badia, de Florencia, por algún motivo la calificó de “divina”, y así quedó para la posteridad. Así de sencillo: “Divina comedia”.

Las partes de la obra

Tras la portada, vayamos al meollo. El libro se divide en tres cánticos denominados infierno, purgatorio y paraíso, es decir, los novísimos, según la doctrina de la Iglesia. La primera tiene 34 cantos (1 introductorio y 33 de cuerpo) y las otras dos 33 cada una, totalizando 100 cantos. La simbología de los números indica la relación con la Santísima Trinidad: un solo Dios y tres personas divinas. Literariamente, se incluye en la tradición del llamado Dolce stil nuovo (Dulce estilo nuevo), con acentos en la sinceridad, la intimidad, la nobleza y el amor cortés. Como explicó en De vulgari eloquentia (1305), Dante veía también en el idioma vulgar (que es algo parecido a lo que hoy llamamos “italiano”) “un instrumento para hacer cultura y producir belleza, y no solo para ser utilizada para los intercambios comerciales”. Por eso prefirió escribir su poema en la lengua que él hablaba: una mezcla de italiano con latín, resumiendo. 

Si un cierto pragmatismo se asoma en esa elección, todo lo contrario se nota en la temática de los cantos. Ahí encontramos temas literarios, políticos, científicos, eclesiásticos, filosóficos, teológicos, espirituales y amorosos. Como estamos en el siglo siguiente al del inicio de las primeras universidades europeas, cuyo objetivo era alcanzar la profunda unidad y universalidad del saber (de ahí la palabra “universitas”, del latín), él intenta abarcarlo todo en su obra. Mirando hacia los dos siglos siguientes, servirá de preparación para el humanismo y el Renacimiento, cuyo centro no se dio sino en la misma península itálica.

El verso

Cuando empiezas a leerlo, te das cuenta de que todos los versos tienen más o menos el mismo tamaño. Son endecabílabos, lo que significa que tienen once sílabas poéticas, cuando la última sílaba no es acentuada (cuando sí lo es, el verso tiene solo diez sílabas, para conservar la musicalidad del verso; si lo lees en voz alta medio cantando lo percibirás). A su vez, las estrofas están encadenadas del modo que se vino a llamar terzina dantesca, o sea, el final del primer verso rima con el final del tercero, y el segundo rima con el cuarto y el sexto, y el quinto con el séptimo y el noveno… en fin, es un poco difícil de explicar sin dibujar, pero el esquema es este: ABA BCB CDC y así sucesivamente.

Si quieres entenderlo en detalle es mucho más fácil que lo busques en internet. Te vas a sorprender aún más con el ingenio que hace falta para seguir rigurosamente este esquema durante los más de 14 mil versos que componen la Divina comedia.

Sobre la forma ya basta, vayamos ahora al contenido. El viaje dantesco por el “otro mundo” dura una semana (de 7 a 13 de abril de 1300) y es en primera persona. Se nota este rasgo biográfico ya en el primer verso: “Nel mezzo del camin di nostra vita” (En el medio del camino de nuestra vida), o sea, se pone en marcha cuando tenía 35 años. Al inicio se encuentra en un callejón sin salida, rodeado por tres bestias y es rescatado por Virgilio, su poeta favorito, que le propone guiarlo a través de los reinos de ultratumba.

Infierno

Empiezan por el infierno, en cuyo dintel se recomienda: “Lasciate ogni speranza o voi ch’entrate” (Dejad toda esperanza, vosotros que entráis). Este no es el sitio para tener esperanza de nada bueno, sino un hondo precipicio que llega hasta el centro de la Tierra, donde está preso el mismo Lucifer. Este precipicio surgió con la caída de Lucifer desde el cielo, tan tremenda que generó un enorme agujero, un vacío, una nada, como aludiendo al mismo mal, que no es criatura de Dios, no tiene esencia, es solamente la privación del bien, como el frío no es nada sino la privación del calor, o como la oscuridad no es nada sino la privación de la luz. De hecho, Lucifer se encuentra ahí en un sitio oscuro y congelado (sí, en medio del hielo, aunque el fuego estuviera en otras partes del infierno). Él ha elegido ser nada, en vez de ser fiel al Bien, y por eso padece indeciblemente, él y los que le siguieron, ángeles y humanos.

Todo el infierno, como luego el purgatorio y el paraíso, están ordenados por zonas, como la mentalidad escolástica en boga prescribía (échale un vistazo al índice de la Suma teológica, de santo Tomás de Aquino, para tener un barrunto de hasta qué extremos puede llegar la virtud del orden). El infierno tiene forma de embudo y se divide en nueve círculos, cada vez más abajo hasta llegar al luciferino, divididos por grupos de pecadores según niveles de gravedad del pecado.

Pecados

El nivel más bajo es el de la traición, el pecado más grave según el autor, por eso en la boca de Lucifer están Judas Iscariote (el que traicionó a Jesús), Bruto y Casio (los que traicionaron a Julio César). En el canto XIV, verso 51, dice un condenado: “Qual io fui vivo, tal son morto” (Cual yo fui vivo, tal soy muerto), o sea, el réprobo permanece siendo el mismo después de su muerte, de modo que las penas del infierno tienen directa relación con sus pecados en la Tierra. Las consecuencias indican sus causas.

Por ejemplo, los que en la Tierra fueron esclavos de su estómago (golosos) ahora se encuentran continuamente con la boca en el fango inmundo. Ahí encontrarás a políticos, a eclesiásticos (incluso a Papas), a nobles, a comerciantes; a todo tipo de gente. En medio a eso, Dante se aflige enormemente y va preguntando a Virgilio lo que no entiende. Se siente pesado en el infierno, sufre con el sufrimiento ajeno. Quiere salir de ahí.

Purgatorio

Tras llegar a Lucifer, ambos se meten por un pasaje y salen al otro lado del globo terrestre (sí, ellos sabían que la tierra era esférica, aunque todavía pensaran que era el centro del universo), y ahí divisan la montaña del purgatorio. La espantosa caída de Lucifer al otro lado del planeta había desplazado la masa de tierra, generando, en el lado opuesto, una montaña. En la Biblia, la montaña es el sitio del diálogo con Dios, de la oración, asequible a la capacidad humana, a pesar de requerir esfuerzo y causar fatiga. Ahí están los que agridulcemente sufren purificándose de sus imperfecciones mientras esperan el cielo tarde o temprano, ya con esperanza. Siete terrazas dividen el purgatorio, de acuerdo con los siete pecados capitales, pero ahora el orden es el inverso: al inicio de la montaña encuentran los pecados más graves, que están más lejos del cielo.

A diferencia del infierno y del paraíso, en el purgatorio no se encuentran ángeles, sino solo hombres. Las marcas que los pecados dejaron en esas personas están inscritas en sus frentes, ya no se pueden ocultar a nadie, y poco a poco son borradas a medida que avanzan en su purgación.

Cielo

En la cumbre de la montaña dan con el paraíso terrenal, donde estuvieron Adán y Eva y desde el cual Dante accede al paraíso celestial. Y ahí Virgilio se ve impedido de seguir guiándole a Dante. Como poeta pagano, no es apto para ascender a los cielos, simplemente no puede. Sin embargo, a esta altura del trayecto, su discípulo ya se encuentra suficientemente compungido y enmendado como para cruzar el umbral del paraíso.

En el canto XXX del purgatorio Dante ve una mujer coronada de ramos de olivo y vestida con los colores de las tres virtudes teologales: la fe (el velo blanco que cubre su rostro), la esperanza (el manto verde) y la caridad (el vestido rojo). Dante no la distingue a primera vista, y cuando va a preguntar a Virgilio quién es esta dama, se da cuenta de que Virgilio ha desaparecido, ya no está con él. Dante llora, mientras tanto Beatriz viene hacia él, le llama por el nombre y le reprocha por su mala vida hasta entonces. Es su última conversión hasta pisar el reino de los justos.

De la mano de Beatriz, cuyo nombre significa “la que hace beato, feliz”, nuestro protagonista se adentra en el paraíso. El recorrido ahora ya no se hará a fuerza de pasos, con cansancio. Lo natural del hombre se queda corto, y tiene que acudir a lo sobrenatural, a la fuerza divina, para poder volar por las nueve esferas celestes que le quedan para llegar a contemplar a Dios. Ahí ya no padece con lo que ve, oye o siente. Todo es gozo, caridad, fraternidad. Los bienaventurados reciben bien a Dante y a su guía, son cordiales, ligeros de peso, rápidos de movimiento.

Los santos

En cierto momento, encuentran a santo Tomás de Aquino, quien, siendo dominico, elogia a san Francisco de Asís delante del franciscano san Buenaventura de Bagnoregio, quien, a su vez, enseguida retribuye elogiando a santo Domingo de Guzmán delante del dominico aquinate. Entre otros santos, Dante encuentra en el paraíso a su tatarabuelo Cacciaguida, que había muerto en Tierra Santa en 1147 durante una batalla cruzada. En el canto XXIV, Beatriz invita a san Pedro a que examine la fe de Dante. Echando mano de rigurosos razonamientos e distinciones escolásticas, nuestro “turista de ultratumba” dice que la fe es el principio sobre el cual se apoya la esperanza en la vida futura, y la premisa de la cual debemos partir para explicar lo que no vemos. El príncipe de los apóstoles le aprueba efusivamente y siguen adelante. Luego será examinado en la esperanza por Santiago el Mayor, y en el amor por san Juan. 

Despedida

Superadas las nueve esferas celestes, Dante tiene que enfrentarse con otra despedida. Beatriz ya no puede seguir guiándole en el empíreo, donde está propiamente la rosa de los bienaventurados, el anfiteatro más elevado donde están la santísima Virgen María y los santos más elevados.

En el canto XXXI del paraíso san Bernardo de Claraval asume la ultimísima guía de Dante, ya a las puertas de la contemplación del Eterno. Es en el último canto de la obra, el XXXIII, donde leemos: “Vergine Maria, figlia del tuo figlio” (Virgen María, hija de tu hijo), y así empieza una de las más bellas alabanzas a la Madre de Dios. Al mirar directamente a la luz divina, en ella encuentra todo por lo cual esperaba, todo aquello que le satisface. En esa luz distingue los contornos de una figura humana, y no encuentra palabras para describir a Dios. Lo único que consigue decir es que ahora su voluntad está movida por “l’amore che move il sole e l’altre stelle” (el amor que mueve el sol y las demás estrellas).

Contemplación

Así concluye la Divina comedia: con una contemplación inefable de la esencia divina en forma de luz. Por el arte y la razón, representados en Virgilio, Dante se dio cuenta de sus errores; por el amor humano, representado en Beatriz, se preparó para estar en la presencia directa de Dios; y por la amistad con los santos, representados en san Bernardo de Claraval, pudo alcanzar la bienaventuranza sin fin. En el infierno la fe de Dante es confirmada, al comprobar la veracidad de tantas cosas en las cuales creía; en el purgatorio comparte la esperanza de los lugareños por el cielo; por fin en el paraíso puede unirse amorosamente al Creador y a sus santas criaturas. Durante el pasaje por el infierno y el purgatorio las demás criaturas le afectaban interiormente solo a través de los sentidos, pues él no llegaba verdaderamente a comulgar con su entorno. Pero, una vez en el paraíso, los ángeles y hombres que va encontrando están dispuestos a ayudarle, y por eso Dante se abre y acoge esos dones. Todos ganan, porque hay una fuente inagotable de bienes, que es el mismo Bien.

Dante supo maravillosamente captar y transmitir lo verdadero, lo bello y lo bueno de la realidad, a pesar de todas las dificultades que enfrentó en su vida. La temprana muerte de Beatriz y el exilio definitivo de Florencia podrían haberle dejado un rasgo trágico impreso en el carácter. Sin embargo, con la fuerza de su fe, él aprendió que lo trágico de la vida – cuando lo hay – es solo el primer capítulo. Todavía quedan los siguientes. No hay que desesperarse. Espera, sigue el camino de la belleza con paciencia, abrázate a tus verdaderos amores. Serás ayudado, tendrás que arrepentirte muchas veces, pero, con la gracia de Dios, pronto llegarás adonde te han conducido tus propias acciones.

El autorGustavo Milano

Evangelización

De la Llama: «Corremos riesgo de leer el Evangelio como si se tratara de una historia que ya conocemos»

Entrevistamos a Alfonso de la Llama, autor de un libro divulgativo para conocer la figura de Jesucristo a través de los evangelios.

Javier García Herrería·6 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Alfonso de la Llama es un biólogo con dos profesiones. Por un lado, ha impartido clase de biología y de religión a adolescentes durante años. También es un ambientalista dedicado con empeño a la erradicación de plagas y especies invasoras. Nunca se ha dedicado a escribir, pero, al llegar a los 60 años, ha sentido la necesidad de acercar la figura de Jesucristo a los que no lo conocen. La sorpresa ha sido que Planeta ha publicado su libro sobre el Evangelio de san Mateo con uno de sus sellos, Universo de letras. 

¿Qué crees que tiene el libro para que una editorial tan relevante haya decidido publicarlo? ¿Con qué perspectiva lo has escrito?

El Evangelio ha iluminado el pensamiento, el arte, las costumbres de occidente, aportando durante estos siglos igualdad y libertad a la sociedad. La editorial lo sabe. Pensar que no está de moda es como afirmar que la sabiduría ya no tiene interés para nadie.

Dices en el libro que durante mucho tiempo leíste la Sagrada Escritura con superficialidad. ¿Qué fue lo que te hizo darte cuenta de que era así? ¿Tiene algo que ver ese despertar tuyo con lo que tratas de transmitir a tus lectores?

Corremos riesgo de leer el Evangelio como si se tratara de una historia que ya conocemos. Paulatinamente, te das cuenta de que no es así. San Josemaría enseña la importancia de formar parte de las diversas escenas. Cada uno puede vivirlas y meditarlas una y otra vez, a su manera, la que Dios le muestre. 

¿Cómo crees que es la formación bíblica de los creyentes españoles? Me refiero a los practicantes. 

Gente muy preparada ha profundizado serenamente en la biblia, la conoce a fondo. A otros, a la gran mayoría, se nos puede definir como personas que estudiamos un idioma para salir del paso, sin intención de aprenderlo; leemos los prospectos cuando empiezan los problemas, una vez que nos sentimos mal. 

¿Qué recomiendas para formarse más en temas bíblicos?

La inclinación por formarse bien es muestra de sabiduría. El Antiguo Testamento está sembrado de maravillosas historias, las parábolas de Jesús, narradas desde un profundo conocimiento de la naturaleza humana. Nadie, como Él, sabe lo que los hombres necesitamos en cada momento, quiere intimar con nosotros, que se lo preguntemos. Sabios y santos a lo largo de los siglos han contemplado las lecturas de la Misa de modo admirable. Meditarlas cada día puede ser un buen comienzo. Raras veces se percibe como algo apasionante, enriquecedor, es una verdadera lástima.  

¿Podrías poner un ejemplo concreto para entiender porqué le interesa formarse más? 

Va un ejemplo. Pensemos en la escena de la hemorroísa. La sociedad judía era muy exigente en algunos puntos: excluía a los leprosos, discriminaba a los pecadores, aislaba a los que consideraba impuros. Muchos fariseos simulaban ser perfectos, ocultaban sus pecados. Como el famoso que, cuando es entrevistado, afirma que su mayor defecto es ser demasiado generoso.

La situación de la hemorroísa no se puede ocultar. Padece una enfermedad que la avergüenza y aísla de los demás, probablemente tenga su origen en complicaciones durante el parto. No hay compresas ni pañales. Cada vez que se levanta del asiento, su flujo de sangre se hace evidente a todos, sin que pueda disimularlo. Cuando acaricia a su hijo pequeño este queda contaminado. Los niños son crueles y se burlan, no quieren jugar con él. Los fariseos recuerdan una y otra vez a su marido que no pueden mantener relaciones. ¡Pobre mujer!, lleva doce años sin poder entrar a la sinagoga. Es casi una apestada.

Confundida entre el tumulto, empuja a todos hasta lograr su objetivo, ha recibido mucha caña en ese trance y piensa ¡que se fastidien! Siente gran respeto por Cristo, por eso convencida de que vuelve impuro cuanto toca, sólo se atreve a rozar el borde de su manto. Ese mínimo contacto le sana de su mal. Al contrario de lo que creen los fariseos, nadie puede manchar a Dios. El resto de la historia, ya la sabemos.

Ahora imaginemos lo que supone, para un cristiano, recibir la comunión con semejante fe.

Tu libro acerca el Evangelio al día a día de las personas. ¿Tienen algo que decir esos relatos al hombre del siglo XXI?

El mensaje evangélico nunca pasará de moda, el lenguaje de la sociedad cambia continuamente con los años. Ha sido publicado hace pocos meses, es pronto para hacer una valoración extensa. He intentado huir de todo tecnicismo, pedantería. Está escrito para gente sencilla de diversas edades, padres y madres de familia de toda condición. El comentario común ha sido: ¡los ejemplos son tremendamente actuales, es de lectura fluida y agradable! 

¿Hay aspectos del Evangelio que se puedan comprender mejor con una sencilla reflexión?

En una escena se anima a vender cuanto uno tiene para comprar el campo que esconde un tesoro. Uno puede pensar, ¿en qué entidad bancaria se hace el cambio de divisa terrenal por la celestial? ¿Alcanzará lo que tengo para comprarlo? ¿En qué consiste el esfuerzo? ¿Merecerá la pena? 

En realidad, se trata de encauzar todo lo que hacemos hacia la maravillosa meta que Dios nos ofrece, cada uno según sus circunstancias. No se puede interpretar literalmente.

América Latina

La expulsión de las Misioneras de Nicaragua “no tiene asidero jurídico”

Periodista exiliado considera que es un paso más de la represión de Ortega contra la Iglesia.

Rome Reports·5 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

Periodista exiliado considera que es un paso más de la represión de Ortega contra la Iglesia.


Ahora puedes disfrutar de un 20% de descuento en tu suscripción a Rome Reports Premium, la agencia internacional de noticias, especializada en la actividad del Papa y del Vaticano.
Vaticano

El Papa visitó a drogadictos en secreto

No ha salido mucho en la prensa internacional, pero este detalle del Papa visitando por sorpresa un centro de drogadictos ha tenido eco en los medios canadienses.

Fernando Emilio Mignone·5 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Como informó Omnes Francisco tuvo un mensaje canadiense claro. “Ante las ideologías que amenazan a los pueblos intentando borrar su historia y sus tradiciones, la Iglesia se siente interpelada y no quiere repetir errores. Su misión en el mundo es anunciar el Evangelio y construir la unidad respetando y valorando la diversidad de cada pueblo y de cada persona. Para esta misión, un binomio clave es la relación entre ancianos y jóvenes, un diálogo entre memoria y profecía que puede edificar un mundo más fraterno y solidario.” Estas palabras fueron pronunciadas por el Papa Francisco en la audiencia del Aula Pablo VI el 3 de agosto.

En continuidad con ese mensaje, Francisco siempre pide no tenerle miedo a la ternura (homilía del 19 de marzo de 2013 en el inicio de su ministerio petrino).

A mí, se me saltaron las lágrimas cuando leí, en Omnes, sobre la santiagueña señora Margarita. Pues bien, qué mejor coda que la que sigue, del viaje papal del 24 al 29 de julio. 

Al encuentro de los drogadictos

“En la casa de los toxicómanos de Québec” intituló Le Devoir, periódico de Montréal, el 30 de julio, la visita en secreto de Francisco a un hogar de drogadictos en el barrio de Beauport (ciudad de Québec), después de la misa del 28 de julio en la Basílica de Sainte Anne. 

El redentorista André Morency, de 73 años, miembro de la misma congregación que se encarga de la Basílica, fundó hace 30 años la Fraternité Saint-Alphonse para ocuparse de toxicómanos. 

Unas sesenta personas pudieron saludar al Santo Padre, lejos de las cámaras. El Padre Morency estaba en las nubes. Además de un icono de la Virgen con el Niño, el Papa le entregó al despedirse un sobre con veinte mil dólares canadienses. 

Morency llama a los que vienen a su fraternidad los “sin nombre”, personas atormentadas por sus demonios, heridas por su pasado y a menudo abandonados, a la deriva. “Casi siempre han conocido el rechazo y la indiferencia. Siempre han sido burlados con esa actitud.”

Veinte minutos pasó el Papa con ellos. El P. Morency cuenta que el Papa, al salir de su automóvil, tenía una sonrisa enorme y un rostro radiante. “Durante las ceremonias oficiales, yo hallaba a veces que él tenía un aspecto decaído. Cuando llegó aquí, fue todo lo contrario: él bromeaba con nosotros, tenía la luz en los ojos.”

“Todavía tengo escalofríos.” “¡Increíble!” comentan dos de los que saludaron a Francisco. “La visita papal”, informa Le Devoir, “les ha permitido sentirse, pour une rare fois, tenidos en cuenta.”

Vaticano

Vídeo mensual del Papa: por los pequeños y medianos empresarios

El Papa Francisco invita a rezar en su vídeo mensual por los pequeños y medianos empresarios, duramente afectados por la crisis económica y social.

Omnes·5 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Video del Papa es una iniciativa oficial que tiene como objetivo difundir las intenciones de oración mensuales del Santo Padre. Es desarrollada por la Red Mundial de Oración del Papa. Desde el año 2016 El Video del Papa lleva más de 179 millones de visualizaciones en todas las redes sociales vaticanas, es traducido a más de 23 lenguas y tiene una cobertura de prensa en 114 países. El proyecto cuenta con el apoyo de Vatican Media.

La Red Mundial de Oración del Papa es una Obra Pontificia, que tiene como misión movilizar a los católicos por la oración y la acción, ante los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia. Estos desafíos se presentan en forma de intenciones de oración confiadas por el Papa a toda la Iglesia. Fue fundada en 1844 como Apostolado de la Oración. Está presente en 89 países y la integran más de 22 millones de católicos. Incluye su rama de jóvenes, el MEJ – Movimiento Eucarístico Juvenil. En diciembre 2020 el Papa constituyó esta obra pontificia como fundación vaticana y aprobó sus nuevos estatutos.

El contenido del vídeo del Papa dice:

Como consecuencia de la pandemia y de las guerras, el mundo se enfrenta a una grave crisis socioeconómica. ¡Todavía no nos dimos cuenta!
Y entre los grandes perjudicados están los pequeños y medianos empresarios.
Los de los comercios, los talleres, la limpieza, el transporte y tantos otros.
Los que no salen en las listas de los más ricos y poderosos y, a pesar de las dificultades, crean puestos de trabajo manteniendo su responsabilidad social.
Los que invierten en el bien común en lugar de esconder su dinero en paraísos fiscales.
Todos ellos dedican una enorme capacidad creativa a cambiar las cosas desde abajo, desde donde siempre sale la mejor creatividad.
Y con valor, con esfuerzo, con sacrificio, invierten en la vida generando bienestar, oportunidades y trabajo.
Recemos para que los pequeños y medianos empresarios, duramente afectados por la crisis económica y social, encuentren los medios necesarios para continuar su actividad al servicio de las comunidades en las que viven.

Cultura

Pablo Delclaux: «El patrimonio de la Iglesia genera un 2,17% del PIB y 225.000 empleos»

Entrevistamos a Pablo Delclaux, que trabaja en la oficina de patrimonio de la Conferencia Episcopal Española.

Javier García Herrería·5 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

La subcomisión episcopal para el patrimonio cultural de la Conferencia Episcopal Española organiza todos los años en el mes de junio unas jornadas sobre patrimonio. Están destinadas a los delegados diocesanos, ecónomos, responsables de museos, es decir, gestores del patrimonio eclesiástico. Charlamos con uno de los organizadores del encuentro, D. Pablo Delclaux, que también es el secretario técnico de la subcomisión episcopal de patrimonio de la CEE.

Del 27 al 30 de junio han tenido lugar en Barbastro las Jornadas de Patrimonio cultural sobre patrimonio eclesiástico y desarrollo local. ¿Qué ideas destacaría sobre las reflexiones de estos días?

– El tema de este año es consecuencia de la despoblación de algunas zonas de España. Hemos buscado fórmulas para que el patrimonio eclesiástico contribuya al crecimiento de esas localidades y al uso que se puede hacer de ese patrimonio para que no se deteriore.

Destacaría que en España tenemos mucho patrimonio y dada la coyuntura no es fácil de gestionar. No es fácil generalizar las soluciones dadas las diferencias entre unas poblaciones y otras. Por ejemplo, algunos lugares tienen visitantes y turistas y para otras es casi imposible. 

Hay que unir esfuerzos entre las parroquias, diócesis y órdenes religiosas, las instituciones privadas (hostelería, restauración, artesanías) y los organismos públicos para encontrar la solución más óptima para cada lugar. 

¿En España valoramos el patrimonio cultural que tenemos?

– Tenemos mucho patrimonio, pero quizá no lo valoremos como corresponde. En otros países lo valoran más, tal vez porque tengan menos y lo estimen más. Nosotros en cada rincón de España tenemos maravillas de primera calidad. 

La mentalidad francesa e italiana es más decorativa y detallista, mientras que en España somos más austeros. A grandes rasgos el arte italiano es muy teatral, el francés muy elegante, el alemán muy dramático. El español se caracteriza por lo profundo de su significado. Esto hace que tengamos un arte con mucho contenido, aunque no sea tan decorativo. Me parece que podríamos ser más conscientes de la carga significativa de nuestro patrimonio, nos centramos más en la forma y menos en el contenido. Creo que la parte del contenido deberíamos explotarla mucho más, de forma que vibremos más con ella. 

En los últimos meses ha habido cierto revuelo mediático por el tema de las inmatriculaciones. En relación a este asunto, ¿qué idea le hubiera gustado que entendiera mejor la opinión pública?

– Hay que aclarar varios aspectos. En primer lugar los registros de la propiedad nacen en el siglo XIX, y tenían como fin aclarar los dueños de las distintas posesiones. La cuestión era que las propiedades de la Iglesia estaban bastante claras y no generaban especiales problemas legales. Por eso no se registraron en ningún sitio. Con el paso de los años, sí que surgían dudas y pleitos respecto a las propiedades de la Iglesia. Por eso, para poner orden, el estado español pidió a la Iglesia que registrara sus bienes. 

El problema es que muchos edificios eran anteriores a la creación del registro, por lo que no había documentación alguna que pudiera presentarse. El gobierno de Aznar permitió que fueran los obispos los que dieran un certificado a esas propiedades, de modo que ese papel fuera válido para registrar esos bienes ante la autoridad civil.

En muchos lugares de España hay muchos templos sin apenas actividad. ¿Qué tiene previsto hacer la Iglesia con esos templos? 

– En primer lugar, hay que decir que esto depende de cada diócesis y aun así tiene bastantes matices. Por ejemplo, los monasterios son de las órdenes religiosas y, por tanto, quedan fuera de la jurisdicción episcopal. Por otro lado, las parroquias que se cierran en entornos urbanos pueden transformarse en museos o archivos diocesanos. 

En España hay muchos lugares de culto que se han reaprovechado con un fin cultural. Tenemos el caso del Espacio Pirineos, que es la conversión de una residencia jesuita en un centro de exposiciones y formación en Graus. También tenemos el Centro de Estudios Lebaniegos, en Potes, que reutiliza la iglesia de san Vicente, mártir. O el Centro Cultural San Marcos, que adapta en Toledo la iglesia del mismo nombre.

La Sagrada Familia o la Catedral-Mezquita de Córdoba son muy visitadas por los turistas. ¿Existen datos auditados o fiables sobre el ingreso económico que produce el patrimonio de la Iglesia al estado español? 

– Hace unos años desde la conferencia la conferencia episcopal presentamos un estudio que cuantificaba este tipo de aspectos. El trabajo fue realizado por la auditora KPMG y concluía que el patrimonio de la Iglesia generaba un 2,17% del PIB. Además, los bienes inmuebles de interés cultural católicos sostienen 225.300 empleos, de los que el 71% son directos. Este tipo de datos pueden consultarse en el portal de transparencia de la CEE. Como se puede ver, la aportación es muy notable. 

Vaticano

El Papa Francisco y el mensaje de perdón en la tumba de Celestino V

El próximo 28 de agosto, justo antes del consistorio de cardenales, el Papa Francisco visitará la tumba de Celestino V.

Giovanni Tridente·4 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Traducción del artículo al italiano

Traducción del artículo al inglés

Dentro de unas semanas, el Papa Francisco realizará un nuevo viaje, esta vez a L’Aquila, Italia. Dará así comienzo oficialmente las celebraciones de la llamada «Perdonanza Celestiniana», un rito que se remonta a 1294.

El 29 de agosto de ese año, en la basílica de Santa Maria di Collemaggio, Pietro Angeleri fue elegido Papa con el nombre de Celestino V en presencia de más de doscientas mil personas. En esa misma ocasión, concedió el don de la indulgencia plenaria a «todos los que, confesados y sinceramente arrepentidos», habían visitado devotamente la misma basílica «desde las Vísperas del 28 de agosto hasta las Vísperas del 29».

La bula del perdón

La bula formal de la cancillería papal llegó un mes después, el 29 de septiembre, y al año siguiente se celebró la primera fiesta solemne, que continúa hasta hoy. Una especie de «jubileo ante litteram» dedicado al perdón, ya que el primer Año Santo real fue instituido en 1300 por Bonifacio VIII.

La autenticidad de la Bula del Perdón ha sido cuestionada varias veces a lo largo del tiempo, pero fue San Pablo VI quien, en 1967, en el momento de la revisión general de todas las indulgencias plenarias, contó con la de Celestino V a la cabeza de la lista oficial.

Los conceptos centrales del precioso documento son la paz, la solidaridad y la reconciliación. Hoy resuenan con más actualidad que nunca, precisamente por los acontecimientos bélicos que también sacuden a Europa. Y es significativo que el último viaje que ha hecho el Papa Francisco ha sido a Canadá, precisamente para reconciliar a la Iglesia con los pueblos originarios de esas tierras.

El Papa Francisco en el L’Aquila

El viaje al L’Aquila adquiere un significado adicional de renacimiento, después de que el desastroso terremoto de 2009 arrasara su centro histórico, incluida la basílica de Collemaggio. La visita del Papa Francisco es también un estímulo para las poblaciones que aún luchan por recuperar la normalidad de la vida ordinaria. No es casualidad que, tras la visita privada a la catedral de la ciudad, todavía inhabitable, el Pontífice salude también a los familiares de las víctimas del terremoto en el parvis.

Francisco será también el primer pontífice de la historia en abrir, después de 728 años, la Puerta Santa que inaugura los actos de la Perdonanza, y es representativo que lo haga quien ha hecho de la misericordia una piedra angular de su pontificado.

«L’Aquila, con la imagen de Collemaggio, llegará a todo el mundo como una ciudad que proclama el mensaje del Perdón, un mensaje que debe vernos comprometidos como protagonistas, con obras y nuestro testimonio», comentó en días pasados el cardenal Giuseppe Petrocchi, quien dirige la comunidad diocesana de L’Aquila desde 2013.

El programa de la visita del Papa tiene en el centro «la dimensión espiritual y cultural de un evento que debe apuntar a lo esencial», teniendo como «núcleo fundamental» el perdón, reiteró el arzobispo.

Y un último apunte. A partir de 2019, la Perdonanza Celestiniana es patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO.

Recursos

Un cuento para celebrar al Cura de Ars

Como todos los meses, ofrecemos un relato de ficción con ocasión de la festividad de algún santo, en este caso el Cura de Ars, 4 de agosto.

Juan Ignacio Izquierdo Hübner·4 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

Hay cosas que no pueden esperar 

Gabriel llevaba un buen rato recostado sobre la arena fina y dorada de la playa de la Concha, en San Sebastián, cuando por fin vio llegar a su amigo. Venía con bañador, una camisa holgada, bear size, si se puede decir así, y traía una mochila al hombro. El sol se había puesto, los faroles del paseo se estaban encendiendo y las tranquilas olas del mar circulaban en la bahía como si las estuviera dibujando un compás. Después de pasar 12 años sobreviviendo juntos en el colegio, la separación que les impuso el primer año de Universidad le parecía una década.

—¡Hombre, Iñaki!, ¡qué alegría verte! Estás más fuerte, ¡eh! Veo que has estado dándole al gimnasio —gritó Gabriel, a la vez que guardaba las gafas en la funda, las dejaba cuidadosamente en la arena y se incorporaba para preparar el ataque contra su amigo, para cuando terminara de bajar la rampa de los relojes. 

Gabriel saltó sobre su cuello y lo atenazó como un cangrejo para arrastrarlo al suelo. Una idea graciosa, casi tierna, teniendo en cuenta que Gabriel estaba delgado como un espárrago, mientras que Iñaki parecía un gladiador esculpido en bronce. Así que en lugar de doblarle la espalda, él quedó colgando ahí como un gato abrazado a un farol del paseo.

—Jaja, Gabriel, no me haces ni cosquillas. Suéltate mejor, si no quieres que te catapulte al mar —argumentó Iñaki entre risas, lo convenció con eso y en cuando se liberó de él, contraatacó con un abrazo que lo hizo crujir— ¿Cómo estás, cabezón? ¿Has leído mucho en tu doble carrera de Filosofía y Derecho? ¿Quién te manda a estudiar tanto? Deberías haberte venido a estudiar conmigo Mecánica en Madrid, ahí sí que nos la sabemos montar; ¡jo!, si te contara… 

Se sentaron y continuaron la conversación que habían suspendido al acabar el verano anterior. Pasaron las horas, se pusieron al día con anécdotas y recuerdos, se bañaron en el mar (Gabriel había olvidado la toalla, pero Iñaki, que conocía bien las distracciones de su amigo, había traído dos en la mochila), y cuando volvieron a tenderse en la arena, en torno a la medianoche, la conversación había escalado hacia las zonas más altas de la amistad. De pronto, el pasado se había incorporado al presente: risas y puños, sueños compartidos y baldes de realidad, aventuras y castigos; toda esa confianza acumulada les regalaba un clima grato y seguro que los animaba a abrir el corazón. Sin darse cuenta, Gabriel e Iñaki estaban absortos en esa conversación confidencial que suena como el susurro de un arroyo, aunque de uno con rápidos y cascadas.

—¡Espera, espera un poco! Déjame ver si te entiendo, vamos a recapitular —apuntó Gabriel, levantando las manos y empujando el aire con ellas, como si quisiera contener el alud de palabras que salían de la boca de su amigo—. Conociste a Sofía en el Museo del Prado. Cuando entraste ahí por equivocación, por supuesto. 

—También me interesaba el arte…

—Ya. Quedaron para salir unas cuantas veces, te enamoraste como un tonto y por algún motivo milagroso, ella accedió a ser tu novia. ¿Ella es de Pamplona, has dicho? 

—Sí, ahora está ahí con su familia, pero ojo…

—¡Espérame, te digo! En 6 meses habías conseguido a la mejor novia de España, afortunado de mierda, y dos semanas después vas a una discoteca, te pasas de copas y terminas liado con otra chica que no conocías de nada. Sofía, por supuesto, se enteró: le llegaron fotos, y te dejó de responder los mensajes. ¿Qué otra cosa podía hacer? Tú le escribiste todos los días durante un mes y acabaste tirando la toalla. ¿No?, ¿más o menos?

—Sí… más o menos fue así. Me entenderás mejor cuando encuentres novia tú también: leyendo y leyendo no se conocen a las chicas. En cuanto a lo mío, qué quieres que te diga… soy el tipo más imbécil que he conocido. Daría mi mano izquierda, ya no te digo para recuperar a Sofía, que eso no me lo merezco, pero al menos me gustaría poder pedirle perdón en persona, ¿sabes? Y será imposible, porque mañana ella se va a unos trabajos sociales en Tanzania, después sigue a no sé dónde; tendría que buscarla en septiembre, si eso. Y no sé si tendré fuerzas como para seguir viviendo hasta entonces… 

Era evidente que eso último se le había escapado, su rostro se había ensombrecido y la angustia había tomado el mando de sus ojos desorbitados. El ambiente parecía indiferente a esas señales: el aire estaba sereno, la isla Santa Clara los saludaba con sus farolas cálidas, no hacía calor y un hombre gordo pasó caminando delante de ellos, muy cómodo con su bañador, pero mostrando una barriga tan ostentosa que distrajo a los dos amigos, trayéndoles el recuerdo del flan de vainilla que les solían servir los lunes en el colegio. Gracias a esa pausa algo insólita, Gabriel dejó entrar el aire que su corazón necesitaba para pensar. Así, en lugar de cometer el crimen de pasar a los consejos y dar la chapa, tuvo la prudencia de cavar un poco más, disimulando que no había oído el último comentario, o que le había parecido solo una figura literaria que bebía del Romanticismo.

—¿Por qué te pasaste de copas en la discoteca?

Iñaki se sorprendió y miró a su amigo con cierto pasmo admirativo. Las causas no se las había contado a nadie, ni siquiera a sí mismo. 

—Estaba huyendo.

—¿De quién?

—¿De quién va a ser? De mí. 

—¿Por qué?

—Pues, hombre, ¿qué te voy a decir?… por miedo. 

Gabriel volvió la mirada al cielo. Sabía que no podía preguntar más, no tenía derecho. La conciencia de su amigo era un terreno sagrado, y frente a ella debía quitarse las sandalias. En esos casos era mejor hacer como que miraba las estrellas y esperar.

—¡Vale!, te cuento. Eres bueno para sonsacarle cosas a la gente, ¿te das cuenta? No es nada del otro mundo, no te creas que soy muy original… Cuando salimos del colegio empezó el declive. En la Escuela me iba bien, sabes que la mecánica es lo mío. Los problemas me caían por la noche, cuando me quedaba a solas con el móvil en la habitación del piso.

Iñaki se interrumpió para respirar hondo y con cierta avidez. Quería hablar, pero le estaba costando ordenar las ideas. Levantó un puñado de arena y lo empezó a soltar sobre la palma de su otra mano en un hilillo. Mientras repetía el movimiento, volvió a su relato.

—Perdí bastante pasta con apuestas online. Sí, es una vergüenza. No me juzgues, ¿eh? Lamentable. Intentaba recuperar y perdía más… no quiero entrar en detalles, pero han sido meses horribles. Si no fuera por mi padre, que me zarandeó de lo lindo cuando descubrió que estaba malviviendo en Madrid, ahora mismo estaría dominado por esa adicción. Es una mierda. Te reirás de mí, pero todavía me llegan coletazos de esa guerra y me entran las vergüenzas, ¡unos bajones del ánimo que tumbarían a un camello!

—Vaya, se ve que te afectó.

—Además, dejé de ir a Misa, primero por pereza, supongo, pero después se me fueron acumulando otros pecados y la idea de confesarme se me hacía cada vez más pesada. Cuando conocí a Sofía y empezamos a salir, ella me invitaba a la Misa del domingo y me entraban unas ganas locas de ir solo para estar con ella, mirar de reojo su pelo rubio, su frente noble, sus bracitos brillantes, pero el orgullo me podía, ¡no tenía valor para enfrentarme a mi conciencia! Le decía que necesitaba estudiar. Ahora que lo pienso, era una excusa malísima, ¿estudiar?, ¿yo?, ¿un domingo?

—Bien malo el pretexto, en eso tienes razón —intentó bromear Gabriel, pero Iñaki no le hizo caso.

—¿Te ha pasado que sabes lo que tienes que hacer, pero no logras reunir fuerzas para hacerlo? ¿Sí? Pues eso, me ha costado levantar cabeza —dijo suspirando y dejó la arena para llevarse una mano al mentón—. Es curioso, esto no se lo había dicho a nadie… Y mientras te lo voy contando, mi actitud me va pareciendo ridícula, casi infantil.

—Te sigo. 

—Conocí mis límites, ¿me entiendes? Si te soy sincero, ya no estoy tan seguro de que la vida valga la pena.

—¡No nos pongamos dramáticos! —lo interrumpió Gabriel con un arrebato—. Yo conozco a un sacerdote. Vamos a verlo ahora y te confiesas. Recomienzas y punto, ¡así de sencillo!

—Jaja, hombre, ¿qué dices? Son casi las 1:00 de la mañana. No vamos a despertar a un pobre cura a estas horas. 

—Hay cosas que no pueden esperar. Me lo dijo él mismo hace un tiempo. Además, mañana tendrás que viajar a Pamplona para pedir perdón a Sofía en persona antes de que se vaya a Tanzania. ¡Vamos!, ¡sígueme! —dijo Gabriel con vehemencia mientras saltaba para ponerse en pie. Se puso la camisa y se calzó las alpargatas; se movió con tanto aplomo, que Iñaki lo imitó mecánicamente, pensando quizá que había llegado la hora de volver a casa. 

Caminaron una media hora colina arriba, discutiendo fuerte, con la esperanza de que las ventanas de las casas fueran lo suficientemente gruesas como para que los vecinos no se despertaran.

—¡Que no me confieso! —gritaba Iñaki, cada vez con menos convicción. —Te dejo ahí en el Colegio Mayor y me voy.

—¡Haz lo que quieras, joder! —respondía Gabriel, sin darle tregua y acelerando el paso. —Al menos deja que me confiese yo —añadió en un momento de inspiración.

Llegaron al Colegio Mayor donde vivía el sacerdote. Portón cerrado, luces apagadas, ni un alma por la calle. Tocaron el timbre. Iñaki estaba nervioso y quería irse; refunfuñaba, ya había decidido dejar la confesión para otro día. Gabriel tocó otra vez. De pronto, salió un señor en bata y con cara de zombi anestesiado, que escuchó la explicación con la misma extrañeza que manifestaría si estuviera recibiendo a unos embajadores de Marte. 

—¿Un sacerdote?, ¿ahora? —bufó—. Vale, entren —concluyó sin esperar respuesta. Les abrió el portón, los dejó en la sala de visitas y se fue escaleras arriba para despertar al cura.

El sacerdote era un hombre joven, simpático y atlético, que se levantó al instante, se abrochó esos botones infinitos de la sotana, se lavó la cara y bajó al recibidor. Al reconocer a Gabriel y ver junto a él a su amigo, intuyó de qué iba la cosa y sonrió. 

—Perdón por la hora, ejem… ¿me puede confesar? —preguntó Gabriel, quien de pronto se había puesto muy tímido.

—Con mucho gusto, Gabriel —El joven sacerdote sacó una estola morada del bolsillo como un mago saca los conejos del sombrero, y se dirigieron al confesionario que está en la entrada de la capilla. 

Cinco minutos después, Gabriel salió riéndose. Iñaki, sin levantar la mirada para evitar el riesgo de cruzarse con la de su amigo, entró al confesionario también. Diez minutos más tarde, el sacerdote volvió a su habitación para seguir durmiendo con los angelitos, e Iñaki entró al oratorio para rezar las avemarías que le habían impuesto de penitencia. 

Al volver al vestíbulo, Iñaki se secó con el puño de la camisa un resto de lágrima que le había quedado debajo del ojo y miró a Gabriel, que lo esperaba de pie intentando disimular su expectación. 

—¿Vamos a celebrar, no? —preguntó Iñaki, como si fuera la idea más normal del mundo.

Gabriel sonrió de alivio. Encontraron una banca con buenas vistas a la bahía y se tomaron unas latas de Coca-Cola que Iñaki tenía guardadas en la mochila. 

A la mañana siguiente, Iñaki se despidió muy cariñosamente de sus padres (hacía años que no los abrazaba con tantas ganas) y partió montado en su motocicleta, con el corazón chisporroteando de amor oxigenado y limpio, rumbo a Pamplona. ¡Vamos, Sofía!, ¡si Dios me perdonó, tú tendrás también que ser misericordiosa conmigo!, gritó en la carretera. Iba rápido, se sentía volando entre las nubes, nunca había tenido tantas ganas de vivir como entonces. ¡Tanto que descubrir!, ¡tanto tiempo perdido!, ¡vamos adelante, a conquistar el mundo! Pero en el carril de la derecha avanzaba un camión enorme y su ruta era zigzagueante… Iñaki aceleró para alejarse, el camión hizo lo mismo, llegaron a una curva cerrada, el asfalto estaba mojado por una lluvia reciente, el camión dio un golpecito a la rueda trasera de la moto y ¡pum!, el accidente fue terrible. 

El funeral fue en la iglesia de Nuestra Señora del Coro. Gabriel estuvo en la cuarta fila, acompañado por sus padres; ahí aguantó hasta el final, conteniendo el llanto, preguntándose por qué, luchando contra un tipo de dolor nuevo y volcánico que lo quemaba por dentro. 

A la salida, una chica rubia y de frente noble, que llevaba un vestido negro que dejaba ver dos bracitos brillantes, se presentó como Sofía. Como había viajado sola, los padres de Gabriel la invitaron a que los acompañara al entierro en su coche. Hicieron el trayecto en silencio. Cuando terminó la segunda ceremonia, Gabriel esperó a que la gente se fuera y pidió quedarse unos minutos con la tumba de Iñaki. Sus padres y Sofía lo acompañaron guardando unos metros de distancia.

—Esto no debió haberte pasado, Iñaki. No a ti —La voz se le cortó. Decidió que dejaría la conversación para el día siguiente, de momento tendría que limitarse a lo esencial—. Supongo que quieres que le diga a Sofía —ella se sintió aludida y se acercó cautelosamente, con dignidad, para ponerse a su lado—, de tu parte, que viajabas a Pamplona, como un hombre, para pedirle perdón. 

Sofía palideció y abrió mucho los ojos. Gabriel la abrazó y le repitió esas palabras. Ella asintió con la cabeza, sus mejillas se habían ruborizado, y se dejó refugiar por su hombro. Luego volvió al sitio donde estaban los padres y les pidió un pañuelo. 

Gabriel se quedó unos minutos más allí, mirando la lápida, como si estuviera conversando mentalmente con su amigo. Al final esbozó media sonrisa. 

—¿Vamos? —dijo, volviéndose a sus padres y a Sofía—, los invito a que nos tomemos una Coca-Cola. 

El autorJuan Ignacio Izquierdo Hübner

Vaticano

El Papa Francisco hace balance del viaje a Canadá

La audiencia que el Papa Francisco ha concedido a los peregrinos llegados a Roma le ha servido para hacer resumen para destacar los principales logros de su reciente viaje a Canadá.

Javier García Herrería·3 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

El miércoles 3 de agosto el Papa ha retomado su catequesis semanal. La temperatura en Roma era alta, por lo que la audiencia no ha sido en la Plaza de San Pedro sino en el aula Pablo VI. A lo largo de los últimos meses el Papa Francisco ha reflexionado sobre el papel de los ancianos en la familia y en el mundo actual. Sin embargo, hoy ha preferido hacer un balance de su reciente viaje a Canadá.

El Santo Padre ha comenzado subrayando el mensaje principal de su viaje, reconocer que algunos hombres y mujeres de Iglesia «han participado en programas que hoy entendemos que son inaceptables y contrarios al Evangelio». Con estas palabras hacía referencia al sistema estatal de escuelas para indígenas. Ahora bien el Papa Francisco también ha señalado como también ha habido cristianos que «han estado entre los más decididos y valientes defensores de la dignidad de las poblaciones autóctonas, poniéndose de su lado y contribuyendo al conocimiento de sus lenguas y culturas».

Un balance por partes

El Papa Francisco ha señalado que su viaje ha tenido tres patas: hacer memoria del pasado, reconciliarse y sanar las heridas. «Juntos hemos hecho memoria -comentaba el Papa-, la buena memoria de la historia milenaria de estos pueblos, en armonía con su tierra, y la memoria dolorosa de los abusos sufridos».

Respecto al segundo paso de su camino penitencial, la reconciliación, señalaba que no se trataba de un mero «acuerdo entre nosotros – sería una ilusión, una puesta en escena – sino un dejarse reconciliar por Cristo, que es nuestra paz (cfr Ef 2,14). Lo hemos hecho teniendo como referencia la figura del árbol, central en la vida y en la simbología de los pueblos indígenas; el árbol, cuyo sentido nuevo y pleno se desvela en la Cruz de Cristo, mediante el cual Dios ha reconciliado todas las cosas (cfr Col 1,20). En el árbol de la cruz el dolor se transforma en amor, la muerte en vida, la desilusión en esperanza, el abandono en comunión, la distancia en unidad».

Sanación

Junto a la orilla del lago Santa Ana, tuvo lugar la sanación de las heridas. El Papa Francisco recordaba que «para Jesús el lago era un ambiente familiar: en el lago de Galilea vivió buena parte de su vida pública, junto a los primeros discípulos, todos pescadores; ahí predicó y sanó a muchos enfermos (cfr Mc 3,7-12). Todos podemos tomar de Cristo, fuente de agua viva, la Gracia que sana nuestras heridas: a Él, que encarna la cercanía, la compasión y la ternura del Padre, hemos llevado los traumas y las violencias sufridas por los pueblos indígenas de Canadá y del mundo entero.

Toda petición de perdón exige una reparación, por ello la Iglesia en Canadá se ha comprometido a indemnizar a los indígenas, para lo que ha recaudado más de 4 millones de euros.

Mentalidad colonizadora actual

En su encuentro en Canadá con los gobernantes y del cuerpo diplomático el Papa Francisco destacó «la voluntad activa de la Santa Sede y de las Comunidades católicas locales de promover las culturas originarias, con recorridos espirituales apropiados y con la atención a las costumbres y a las lenguas de los pueblos. Al mismo tiempo» -continuaba diciendo el Papa- «señalé cómo la mentalidad colonizadora se presenta hoy bajo varias formas de colonizaciones ideológicas, que amenazan a las tradiciones, la historia y los vínculos religiosos de los pueblos, aplanando las diferencias, concentrándose solo en el presente y descuidando a menudo los deberes hacia los más débiles y frágiles. Se trata por tanto de recuperar un sano equilibrio, una armonía entre la modernidad y las culturas ancestrales, entre la secularización y los valores espirituales».

El equilibrio y la armonía

En cualquier organización de personas, como una hermandad, es más importante llegar a la armonía, trabajando todos juntos en la consecución de un proyecto común.

3 de agosto de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Ese es el título de un breve libro del filósofo francés Gustave Thibon publicado hace casi cuarenta años y que ha tenido numerosas ediciones. Recoge una selección de textos breves en los que trata problemas de la vida cotidiana con sencillez y, al mismo tiempo, con gran profundidad.

En el texto que da título al libro explica la diferencia entre el equilibrio, que es la situación que se produce cuando fuerzas contrapuestas se anulan entre sí, y la armonía, en la que varias fuerzas de diferente intensidad y sentido convergen en un proyecto común. En el equilibrio hay tensión contenida, hablamos de “equilibrio nuclear”; en la armonía la combinación de fuerzas diversas produce una situación mejor que la de partida, como en el caso de una sinfonía.

En cualquier organización de personas, como una hermandad, es más importante llegar a la armonía, trabajando todos juntos en la consecución de un proyecto común sin renunciar a lo singular de cada aportación, que conseguir un equilibrio derivado de un contrapeso de poderes dentro de la hermandad y entre ésta y la Iglesia institucional.

Para que una organización funcione correctamente es primordial que tenga bien definida su misión, su razón de ser. La misión de una hermandad es formar a sus hermanos, promover el culto público, fomentar la Caridad e influir en la sociedad con espíritu cristiano. Son organizaciones de personas que colaboran con la Iglesia, bajo su supervisión, en el desempeño de su misión evangelizadora. Dirigir una hermandad es conseguir que funcione una organización que atiende a cientos o miles de asociados, de hermanos. Eso exige algo más que entusiasmo y buenas intenciones.

Poner el énfasis en estos temas no es rebajar la actividad de las hermandades, reduciéndolas a empresas desprovistas de alma, todo lo contrario, es garantizar que el sentimiento y la doctrina van a poder discurrir por vías expeditas.

En la dirección de la hermandad se distinguen dos ámbitos de actuación: por una parte los procesos de gestión comunes a cualquier organización de personas: la llevanza de una contabilidad y gestión financiera homologable con las de cualquier otra organización, que avale su sostenibilidad; también una definición de procesos administrativos que garanticen la atención a los hermanos y una política de comunicación que ayude a reforzar la imagen real y percibida de la hermandad, contribuyendo a su reforzamiento.

El otro campo de trabajo es el de las actividades que ha de llevar a cabo para cumplir su misión. Abarca la formación de los hermanos, el fomento de la caridad y la promoción del culto público. Eso supone la organización de sesiones de formación, montaje de altares, organización de cultos, la atención a los desfavorecidos desde la Comisión de Caridad.

Se configuran así dos líneas de trabajo complementarias en las hermandades: la gestión administrativa y la realización de actividades. Ninguna ha de prevalecer sobre la otra. Explicaba Aristóteles aquello de que la virtud está en el punto medio; pero un punto medio que no se obtiene del equilibrio entre tendencias opuestas, sino de la armonía entre elementos distintos que se complementan y nos sitúa en un punto medio que está en un plano superior al de los dos extremos.

Urge superar el bucle de gestionar la rutina, es preciso plantear nuevos horizontes, evitando a las hermandades participar, por acción u omisión, de las crisis sociales; para ello la gestión y actividades han de ser la manifestación externa de una sólida formación que se adquiere con exigencia y esfuerzo. Si no hay formación, no hay fundamentos y se proyectan acríticamente los prejuicios propios en el análisis de la realidad, lo que resulta demoledor. En un escenario social tan líquido como el que vivimos es necesario dotarse de un modelo conceptual sólido que dé respuesta frente a los desafíos permanentes, es necesario armar y reforzar una cosmovisión propia, una cosmovisión cristiana basada en la revelación divina, que perfecciona a la razón.

De esa cosmovisión se deducen una serie de afirmaciones decisivas: el concepto de persona, su libertad, su capacidad de realización personal, de amor, de felicidad y de posesión de Dios. Todo un universo nacido de la cultura cristiana y que se sostiene sólo dentro de ella. Si las hermandades, quienes las dirigen, no participan de esa visión global de la realidad difícilmente podrán llevar a cabo su tarea. Serán, a lo sumo, buenos gestores de unas organizaciones sin raíces y, por tanto, sin futuro.

El autorIgnacio Valduérteles

Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla. Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.

Leer más