Sin miedo a una Iglesia que no entiendo

La realidad es que hay muchas cosas de la Iglesia que no entiendo. Pero creo que no pasa nada. Me imagino que los apóstoles tampoco entendían mucho al principio, pero Jesús confió en ellos igualmente.

18 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Hay muchas cosas del funcionamiento de la Iglesia que no entiendo. Empezando por el latín o lo que ocurre en los cónclaves. Por no entender, no entiendo ni la burocracia que te encuentras algunas veces cuando quieres hacer algo como casarte. Hay ocasiones en las que no sabes si estás hablando con tu párroco o con un funcionario del ayuntamiento de Parla.

También hay muchas cosas de contenido que me cuesta entender. O más que entender, saber ajustar mi vida a ellas. Me cuesta eso de poner la otra mejilla. ¿Y qué me dices de perdonar hasta setenta veces siete? O lo de dar el manto y la túnica, cuando a mi marido le quito la manta por la noche, y eso que no llevo ni un año casada.

Empezar a perder el miedo

La realidad es que hay muchas cosas de la Iglesia que no entiendo. Pero creo que no pasa nada. Me imagino que los apóstoles tampoco entendían mucho al principio, pero Jesús confió en ellos igualmente. Confió tanto en ellos que les encomendó la tarea de propagar la misión de una Iglesia que ni ellos terminaban de entender. Pero sabía que a Él le querían con un corazón sincero, y eso, por lo menos al principio, basta.

Sin embargo, en ese inicio está la clave. Los apóstoles no tenían miedo a esa Iglesia que no entendían porque amaban a Jesús, a quien, por cierto, tampoco entendían del todo. Pero aprendieron a ensanchar su corazón y adoptaron Su medida. Optaron por dejar de hacer las cosas como ellos querían y como les encajaba en su mente para aceptar por completo el plan de Jesús.

La Iglesia y nuestros miedos

Hoy hay mucha gente con miedo a la Iglesia. Hay personas que desdibujan el mensaje de Cristo y tratan de convertirlo en algo distinto: en un musical, en un misticismo orientalista que se funde en el todo (y que acaba en la nada), en un activismo sin norte… Y yo, que al principio pensaba que esto lo hacían por ignorancia, he caído en la cuenta de que lo que hay detrás de eso es miedo: miedo a un Cristo que no entienden, a una Iglesia que nos desafía, en el mejor sentido de la palabra.

Hay incluso miedo al compromiso, ese temor del que los católicos acusamos a los otros miembros de la sociedad, como si nosotros no formáramos también parte de ella. Y como nos da miedo el compromiso de verdad, confundimos la iglesia con un club social al que acudimos una vez a la semana.

Y como tenemos miedo nos excusamos en esas cosas que no entendemos para hacernos otra Iglesia a nuestra medida, otro Evangelio “adaptado”. El Juez es misericordioso, pero no deja de ser juez y hay unas cuantas cosas que ha dejado muy claras.

Y como tenemos miedo, decimos que ya no hay Papa. Y pensamos que el Vaticano en realidad es una mafia encubierta. E identificamos a Cristo con un yogui en lugar de confesar que es Dios… Y de tanto desvirtuar lo que hay alrededor, creemos que tapamos el miedo a reconocer que Jesús tiene un mensaje que, si no contamos con un corazón abierto a la gracia, nos supera.

Fijar la mirada

Tal vez me equivoque y, efectivamente, más que miedo hay ignorancia. O incluso una intervención activa de Satanás. La verdad es que no lo sé… No termino de entenderlo. Pero prefiero empezar por la parte clara, la del mensaje bien explicado en el Evangelio por el mismo Cristo. Prefiero empezar confiando en la Iglesia, incluso si algunas veces me cuenta las cosas en latín, pero no pasa nada porque estamos en el siglo XXI y hay traductores automáticos maravillosos.

Me gustaría empezar por la parte en la que, si confías en Cristo, pierdes el miedo a esta Iglesia que no terminas de entender. Pero es Suya, mucho más que del Papa, del párroco-funcionario y que mía. Más allá de conspiraciones y de doctrinas confusas, de miedos proyectados en mensajes distorsionados, confío plenamente en que Jesús eligió bien aquella piedra que no entendía nada pero sobre la que decidió edificar su Iglesia. Centrando la mirada en Cristo, aceptando su mensaje íntegro y la gracia que viene con él, empieza a disminuir ese miedo a una Iglesia que, lo reconozco, muchas veces no entiendo.

El autorPaloma López Campos

Redactora jefe de Omnes

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Vaticano

El Papa “estable”, continúa con su tratamiento y agradece las oraciones

Maria José Atienza·17 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La oficina de prensa de la Santa Sede ha emitido un nuevo comunicado sobre el estado de salud del Papa Francisco, ingresado desde hace dos días a causa de una infección polimicrobiana de las vías respiratorias. El Santo Padre “continúa con la terapia prescrita” y su “estado clínico es estable”, según reza la última hora emitida por el Vaticano.
El pontífice ha recibido la Eucaristía por la mañana y “y después ”se ha dedicado a algunos trabajos y a la lectura de textos”.

La nota subraya además el agradecimiento del Santo Padre por los “numerosos mensajes de afecto y cercanía” y, especialmente “a los que se encuentran hospitalizados, por el afecto y el cariño que le expresan a través de dibujos y mensajes de buenos deseos“; reza por ellos y pide que recen por él”.

Vaticano

Sor Raffaella Petrini será presidenta del Estado Ciudad del Vaticano

Ya es un hecho confirmado y oficial: Sor Raffaella Petrini asumirá el cargo de presidenta del Estado Ciudad del Vaticano a partir del mes de marzo.

Rome Reports·17 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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Su nombramiento se hará efectivo tras la jubilación del actual titular, el cardenal español Fernando Vérgez, quien dejará el puesto al cumplir 80 años de edad. Con esta designación, Sor Raffaella Petrini marcará un hito en la historia del Vaticano, asumiendo una responsabilidad de gran relevancia en la administración y gobierno de la Santa Sede.


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Mundo

Los salesianos elegirán al nuevo Rector Mayor en su capítulo general

La asamblea de más alto nivel de la Congregación Salesiana ha comenzado en Turín, hasta el 12 de abril, y participan en ella 227 salesianos representantes de los algo más de 14.000 presentes en 136 países. En la capitulo se elige al nuevo Rector Mayor, que sustituirá al anterior, cardenal Angel Fernández Artime.  

Francisco Otamendi·17 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Los salesianos efectuarán en este Capítulo una revisión de la vida y misión de la Congregación fundada por san Juan Bosco en 1859 en Turín, habrá propuestas de cambios en las normas salesianas y se elegirá el gobierno central, de modo prevalente al Rector Mayor que sustituirá al anterior, don Ángel Fernandez Artime S.D.B., creado por el Papa cardenal y consagrado obispo.

El cardenal Fernandez Artime fue nombrado, además, a primeros de enero, pro-prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, junto a la prefecta Sor Simona Brambilla, M.C., Misionera de la Consolata.

El nombre oficial de los salesianos es ‘Sociedad de San Francisco de Sales’, en referencia al santo que el fundador, san Juan Bosco, nacido a 30 kilometros de Turin, eligió como modelo por su amabilidad y fuerza evangelizadora. Comúnmente se les conoce por “Salesianos de Don Bosco”, o simplemente “Salesianos”. 

“Apasionados por Jesucristo, dedicados a los jóvenes”

Los jóvenes representan el primer y más privilegiado horizonte del trabajo apostólico de los salesianos, cuyas actividades están organizadas en tres sectores: la educación, las misiones y la comunicación social. 

Este XXIX Capítulo General (CG29) de la Congregación Salesiana tiene como tema central “Apasionados por Jesucristo, dedicados a los jóvenes”, y se articula en tres núcleos de reflexión: la animación y cuidado de la vida vocacional del salesiano; juntos, salesianos, familia salesiana y laicos ‘con’ y ‘para’ los jóvenes; y la revisión y reorganización del gobierno de la Congregación en los diversos niveles.,. como se ha comentado. 

El CG29 se celebra en Valdocco, el barrio de Turín donde se encuentra la Casa Madre de la Congregación, y donde nació la primera obra de Don Bosco.

Responder a los desafíos actuales

El arzobispo de Turín, cardenal Roberto Repole, presidió la Eucaristía de apertura del Capítulo en la tarde del domingo, en la Basílica de María Auxiliadora de la capital piamontesa. Una celebración que fue una invocación al Espíritu Santo para que acompañe los trabajos de la asamblea, en la que invitó a los capitulares a tener “la mirada de Dios sobre el mundo, la sociedad”, y a afrontar este momento “con un corazón grande, apasionado”. El cardenal Repole señaló que hay “grandes retos, pero hay que afrontarlos de forma evangélica, confiando en Cristo, en su fuerza, en su presencia”.

Respuestas personales e institucionales

Tras la Misa, ya en el teatro de Valdocco, continuó la sesión de apertura con algunos discursos. 

El salesiano Stefano Martoglio, vicario del Rector Mayor, y que ha guiado a la Congregación tras la renuncia de Fernández Artime, destacó la misión de la asamblea capitular: “replantear el gobierno de la Congregación en todos los niveles” y responder a los desafíos del momento actual para “dejarnos interpelar, no permanecer tranquilos y ofrecer respuestas tanto personales como institucionales. Este es el camino de toda la Iglesia, guiada por el Papa Francisco”.

Sor Simona Brambilla, recién elegida prefecta del Dicasterio vaticano para la Vida Consagrada, dirigió un mensaje recorriendo el pasaje evangélico del camino de Emaús. “El camino nos lleva lejos de Jerusalén, de la experiencia dolorosa de la cruz”, explicó. “Pero  después del encuentro con Jesús se inicia el regreso, incluso en la noche, pero sin temores, hacia la comunidad y la vida”.

“El futuro del carisma, en manos de cada uno”

También intervino la Superiora General de las Salesianas, Sor Chiara Cazzuola, quien manifestó que «el futuro del carisma está en manos de cada uno de nosotros, pero sobre todo en vuestras manos, como asamblea capitular. Este es un evento de gracia y sinodalidad. Puede irradiar su fuerza en la vida cotidiana de las nuevas generaciones y asegurarles un futuro mejor». 

Por su parte Antonio Boccia, coordinador mundial de los Salesianos Cooperadores, dirigió a los capitulares una invitación para “fortalecer la vida interior y descubrir motivos de mejora. Vuestro deber es mantener viva la llama del carisma de Don Bosco, que está arraigado en la comunidad espiritual formada por toda la Familia Salesiana”.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

Se alarga la hospitalización del Papa Francisco

La hospitalización del Papa Francisco se alarga. La Santa Sede lo ha confirmado en un comunicado en el que indican que el Santo Padre presenta un "cuadro clínico complejo" debido a una “una infección polimicrobiana de las vías respiratorias”. La audiencia del 19 de febrero ha sido anulada.

Paloma López Campos·17 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La Santa Sede ha publicado un informe de actualización del estado de salud del Papa Francisco. Según las investigaciones médicas realizadas, el Santo Padre muestra “una infección polimicrobiana de las vías respiratorias”. Poco después, la oficina de prensa vaticana anunciaba la anulación de la audiencia del miércoles 19 de febrero por el ingreso hospitalario del Papa.

Estos resultados obligan a los médicos del hospital Gemelli a cambiar la terapia que estaba recibiendo el Santo Padre. Asimismo, el comunicado de la Santa Sede indica que el estado de salud del Papa presenta “un cuadro clínico complejo que requerirá una hospitalización adecuada”.

La información llega después de que los portavoces del Vaticano afirmaran que el Papa Francisco había dormido y estaba respondiendo bien a los medicamentos.

Vaticano

El Papa agradece a la gente sus oraciones desde el hospital

Desde su habitación en el décimo piso del hospital Gemelli de Roma, el Papa Francisco agradeció ayer las oraciones por su recuperación, y pidió a la gente que rece por todos los profesionales de la salud en el Gemelli. En su mensaje para el Ángelus, el Pontifice pidió disculpas a los asistentes al Jubileo de los Artistas.  

CNS / Omnes·17 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

– Cindy Wooden, Catholic News Service (CNS)

El Papa Francisco agradeció ayer desde el hospital Gemelli de Roma a todas las personas que están rezando por su recuperación. El “estado clínico del Papa es estable, y continúa el curso diagnóstico terapéutico prescrito por el personal médico”, informó el boletín vespertino del Vaticano del 16 de febrero.

Por la mañana, el Papa recibió la Comunión y vio la Misa por televisión. Pasó la tarde leyendo y descansando.

Siguiendo las órdenes de su médico de reposo absoluto, el Papa Francisco, de 88 años, envió un breve texto que se publicó el 16 de febrero en lugar del discurso que suele dar a los visitantes que se reúnen con él para rezar el Ángelus los domingos a mediodía.

Esperanza de que el Papa saliera

Aunque el texto del Papa no fue leído a la gente en la Plaza de San Pedro, cientos se habían reunido allí por si acaso. Vatican News informó de que al menos 50 personas se habían reunido también fuera del hospital Gemelli, con la esperanza de que el Papa dirigiera el Ángelus desde allí o al menos se acercara a la ventana para saludar.

El Papa Francisco ingresó en el hospital Gemelli el 14 de febrero, tras más de una semana de padecer bronquitis y dificultad para respirar. Se le diagnosticó una infección de las vías respiratorias.

“Todavia necesito tratamiento para mi bronquitis”

En su mensaje del Ángelus, el Papa pidió disculpas a los asistentes al Jubileo de los Artistas y del Mundo de la Cultura, que esperaban una audiencia con él el 15 de febrero y una Misa con él el 16 de febrero. En su lugar, la Misa fue celebrada por el cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, que leyó la homilía que el Papa había preparado para la ocasión.

“Me hubiera gustado estar entre vosotros, pero, como sabéis, me encuentro en el hospital Gemelli porque todavía necesito tratamiento para mi bronquitis”, escribió el Papa en su mensaje del Ángelus.

“Gracias por el afecto, la oración y la cercanía con la que me estáis acompañando en estos días”, decía su mensaje, “Y quiero agradecer a los médicos y al personal sanitario de este hospital sus cuidados: ¡hacen un trabajo tan valioso y fatigoso, apoyémosles con la oración!”.

Rezar por la paz

El Papa Francisco, como suele hacer en su discurso del Ángelus, también pidió a la gente que rezara por la paz y mencionó específicamente a “Ucrania, Palestina, Israel y todo Oriente Medio, Myanmar, Kivu (en el Congo) y Sudán”.

Matteo Bruni, director de la oficina de prensa del Vaticano, dijo a los periodistas que el Papa tuvo una segunda noche de descanso en el hospital y se despertó, desayunó y estaba leyendo periódicos.

El tiempo que el Papa permanecerá en el Gemelli dependerá de cómo reaccione al tratamiento, había dicho Bruni un día antes.

El autorCNS / Omnes

Evangelización

De mercaderes de Florencia a Siervos de María santos

Siete ricos mercaderes de Florencia decidieron en el siglo XIII abandonar el mundo y retirarse a la contemplación. En honor de Dios, se pusieron al servicio de la Virgen Maria. La comunidad tuvo un prior, san Bonifilio Monaldi, y uno de ellos vivió hasta los 110 años, san Alessio  Falconieri. La Iglesia les celebra el 17 de febrero, junto a san Teodoro de Heraclea.    

Francisco Otamendi·17 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Los siete santos miembros de la primitiva Comunidad de la Orden de los Siervos de María no querían ser llamados “fundadores”. San Alessio Falconieri dejó el siguiente testimonio: “Nunca fue mi intención ni la de mis compañeros, fundar una nueva Orden. Ni que de nuestra unión saliera una multitud tan grande de Hermanos. Yo y mis compañeros creíamos habernos reunido por inspiración divina con la única finalidad de abandonar el mundo y cumplir más dignamente con la voluntad de Dios. Por lo tanto, la fundación de la Orden de los Siervos de Maria debe ser atribuida a Nuestra Señora”.

Tras más de medio siglo, el 11 de febrero de 1304, la Orden fue aprobada por el Papa Benedicto XI. “El motivo que impulsaba el Papa a la aprobación era exactamente éste: la especial dedicación de los Siervos a la Reina de los cielos. Como texto básico, desde el principio los Siervos de María adoptaron la Regla de San Agustín, como varias Órdenes de ese tiempo, agregando Constituciones en honor de la Madre de Dios. Actualmente está extendida por 27 paises.

San Teodoro de Heraclea fue un soldado azotado, encarcelado y quemado vivo, segun el Martirologio Romano, por confesar que era cristiano, en Amasea, en el Helesponto. San Gregorio de Nisa alabó a este santo, fallecido a primeros del siglo IV,  en un célebre elogio. Ante la tesis de que hubo otro Teodoro santo, general, mártir, el asunto fue estudiado por H. Delehaye, quien opina que solo hubo un Teodoro mártir, y posiblemente soldado.

El autorFrancisco Otamendi

Ecología integral

Olivia Maurel: «La gestación subrogada es una nueva forma de trata de seres humanos»

Olivia Maurel, nacida mediante gestación subrogada, expone el impacto de este proceso en la identidad de los niños y su lucha por su abolición a nivel mundial.

Javier García Herrería·17 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 5 minutos

Olivia Maurel, activista feminista y figura clave en el debate sobre la gestación subrogada, ha convertido su experiencia personal en un testimonio influyente a nivel internacional. Nacida en 1991 de una madre de alquiler en Estados Unidos contratada por una pareja formada por un padre suizo y una madre francesa, Olivia resume en sus pasaportes este mercado internacional: tiene las nacionalides americana, suiza y francesa.

Su testimonio desafía las narrativas predominantes y plantea profundas cuestiones éticas sobre esta práctica. Maurel no sólo habla a partir de su experiencia sino que también desde su saber jurídico. Es licenciada y master en derecho bancario y tributario (Université Nice-Sophia-Antipolis) y master en economía y gestión de recursos humanos (Université Côte d’Azur).

Esta semana publica una obra con su testimonio y, en esta entrevista hablamos con ella sobre su historia, sus reflexiones y el impacto de su lucha en la defensa de los derechos de los niños nacidos por subrogación.

En su libro describe el profundo impacto que tuvo en usted nacer de una madre de alquiler. ¿Qué le llevó a compartir su historia públicamente?

– Quería compartir mi historia públicamente por varias razones. La primera es que fue muy terapéutico escribir mi historia, como si pudiera soltar cosas que había estado guardando dentro de mí. En segundo lugar, quería dar testimonio públicamente para contrarrestar la única versión que los medios de comunicación nos muestran de la maternidad: las flores, las mariposas, las historias bonitas. 

A pesar de que creo que hay algunas buenas historias, la realidad de la gestación subrogada es mucho más oscura y terrible de lo que los medios intentan contarnos. A través de mi historia, intento concienciar a la gente de lo que es la gestación subrogada: una nueva forma de trata de seres humanos. Es más, me he unido a la Declaración de Casablanca, cuyo objetivo es abolir los vientres de alquiler en todo el mundo, porque ese es el objetivo de mi vida. 

¿Cuál fue el momento clave de su vida en el que empezó a cuestionarse la maternidad subrogada y su impacto en los niños nacidos de esta forma?   

– No hay un momento concreto en mi vida. Conocí la gestación subrogada a los 17 años, cuando investigué sobre el tema. Antes de eso, no sabía que existía. Desde el momento en que me di cuenta, rechacé inmediatamente la práctica de este tipo de embarazos. No empecé a luchar por la abolición de esta práctica hasta 2023, cuando decidí hablar claro en mis redes sociales.

¿Qué cree que falta en el debate sobre la gestación subrogada que rara vez se discute en los medios de comunicación?   

– Hay una grave carencia de personas en los medios de comunicación que estén a favor de abolir la maternidad subrogada. Por el momento, todo lo que vemos en televisión son personas que están a favor o personas que han recurrido a ella y la promueven. Me parece terrible que en un país como Francia, donde la gestación subrogada está prohibida, los medios de comunicación se empeñen tanto en promover «buenas historias» sin poner nunca delante a personas que lo han sufrido o que militan por su abolición.

¿Qué les diría a las parejas que están pensando en recurrir a una madre de alquiler para tener hijos?   

– Intento no juzgar. Creo que estas personas sufren enormemente y comprendo su dolor. Pero no creo que debamos olvidar los derechos de los niños y las mujeres sólo porque queremos tener un hijo a cualquier precio.

¿Qué impacto cree que tiene la separación de la madre de alquiler en la identidad y el desarrollo emocional del niño?   

– Lo más difícil es el trauma del abandono. Lo hemos estudiado en niños adoptados: los niños adoptados tienen cuatro veces más probabilidades de intentar suicidarse. Esto demuestra claramente que ser arrancado de tu madre al nacer, que te roben tus orígenes y no saber quién eres puede causar terribles problemas. Todos necesitamos saber quiénes somos, de dónde venimos, quiénes son nuestros abuelos, porque eso nos define para el resto de nuestras vidas. Personalmente, siempre me he preguntado: ¿por qué amo tanto a los animales? La respuesta me la dio mi madre de alquiler: a ella también le apasionan los animales. Para construirnos a nosotros mismos, necesitamos saber de dónde venimos. Como los cimientos de una casa: si no son buenos, la casa se derrumba.

Algunos defienden la maternidad subrogada como un acto de generosidad o un derecho a la reproducción. ¿Cómo responde usted a estos argumentos?   

– No existe un derecho a tener un hijo o a tener descendencia: no existe en ningún texto legal, en ningún país del mundo. Lo que sí existe, son los derechos de los niños que están reconocidos específicamente en la Convención sobre los Derechos del Niño, y la gestación subrogada viola muchos de estos derechos

Si este tipo de gestación fuera un acto de pura generosidad, ¿por qué siempre hay dinero de por medio en el proceso? Incluso cuando es «altruista», las madres de alquiler reciben grandes sumas de dinero, a veces equivalentes a un sueldo. Si quitáramos todo el dinero de la ecuación, si estas mujeres lo hicieran absolutamente gratis y sin recibir ningún reembolso, ¿cree que haría cola para inyectarse enormes dosis de hormonas, someterse a un embarazo y a los riesgos asociados (como la muerte), y luego regalar a su bebé? No lo creo.

Usted aboga por una prohibición internacional de la gestación subrogada. ¿Cree que es posible lograrlo en un mundo en el que la demanda sigue siendo elevada?   

– La demanda es muy elevada: acaba de publicarse un nuevo estudio que muestra que el mercado de la gestación subrogada ascendió a 21.850 millones de dólares en todo el mundo en 2024 y se espera que alcance los 195.000 millones en 2034. A pesar de esta enorme demanda, estoy absolutamente convencida de que podemos acabar con este mercado al aire libre de mujeres y niños. De lo contrario, ¡no estaría aquí luchando por su abolición!

Soy consciente de que abolir un mercado tan enorme llevará tiempo, pero tenemos que ser pacientes y actuar de forma muy estratégica. El mercado de esclavos fue un mercado colosal en su momento, y se tardó casi 100 años en abolirlo por completo, ¡pero hoy parece increíble que haya podido ocurrir! Creo que ocurrirá lo mismo con los vientres de alquiler: llevará mucho tiempo y un día las generaciones futuras se preguntarán cómo hemos podido permitir que se alquilen y compren mujeres y niños como si nada.

¿Qué le ha ayudado a aceptar su historia y su identidad?   

– Lo primero que me reconcilió con mi historia y mi identidad fue tener la oportunidad de conocer mis orígenes gracias a la prueba de ADN que me hizo mi suegra: por fin pude saber la composición de mis genes, conocer a mi familia biológica ¡e incluso conocer a mi hermanastro! ¡Qué milagro! También pude hablar con mi madre de alquiler, lo que me dio muchas respuestas a mis preguntas existenciales. Luego, dar mi testimonio ante diferentes públicos en países muy variados y luchar por la abolición de la gestación subrogada junto a la Declaración de Casablanca fue una increíble fuente de reconstrucción para mí y me permitió convertir mi dolor en fuerza.

Por último, escribir mi libro también ha sido muy terapéutico, porque por fin he podido poner por escrito todo lo que me rondaba por la cabeza, con toda sinceridad. Espero que sea de utilidad para cualquiera que quiera luchar contra la gestación subrogada a su propio nivel.

Si pudiera hablar con los niños nacidos por gestación subrogada que, como usted, sienten un vacío o un conflicto interior, ¿qué les diría?   

– Ya estoy en contacto con otros niños nacidos por este procedimiento que sufren como yo. Estas personas saben que las quiero y que estaré a su lado el resto de mi vida. Estoy firmemente decidida a hacerlo porque el apoyo psicológico es muy importante para superar nuestros traumas.

¿Santos en el siglo XXI?

La pregunta “¿Es posible que haya santos en este siglo XXI?” es la misma pregunta que Jesús realizó a los apóstoles: “¿Cuando venga el Hijo del hombre, hallará fe sobre la tierra?” (Lc 18, 8). Dicho de un modo más claro: “¿El día del fin del mundo habrá cristianos?”.

17 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

En estos años intensos que estamos viviendo en la Iglesia católica, en el comienzo del tercer milenio de nuestra historia, el santo Padre nos convoca ahora a todos los cristianos del mundo entero al año jubilar ordinario del 2025 para revivir nuestra esperanza: “Spes non confundit” (Rom 5, 5), que es el lema de este año de gracias abundantes del Cielo.

Por supuesto que la primera y más importante gracia que solicitamos siempre de Dios es la de la santidad, pues como afirmaba san Juan Pablo II en la Carta Apostólica “Novo Milenio ineunte” (Roma, 6.I.2001): “La pastoral de la Iglesia del siglo XXI, será la pastoral de la santidad” (n. 31).

La santidad

No olvidemos, que la santidad es sencillamente “conocer y amar a Jesucristo”, lo cual es verdaderamente un regalo de Dios, don de Dios, pues como afirmaba contundentemente el mismo Jesús: “Nadie viene a mí si el Padre no le atrae” (Jn 6, 41).

Precisamente, la pregunta acerca de si la santidad es posible, podría ser objeto de un estudio detenido. En primer lugar, porque preguntarse por la santidad es volver a recordar que en la vida espiritual el primer paso lo da siempre Dios.

La pregunta acerca de si “¿Es posible que haya santos en este siglo XXI?”. En el fondo se trataría de la misma pregunta que Jesús realizó a los apóstoles: “¿Cuando venga el Hijo del hombre, hallará fe sobre la tierra?” (Lc 18, 8). Dicho de un modo más claro: “¿El día del fin del mundo habrá cristianos?”.

La respuesta es afirmativa, puesto que estamos nosotros aquí y nosotros con el ejemplo de nuestra alegría y felicidad atraeremos a otros muchos hombres y mujeres y así sucesivamente. “Dios es amor” y quien cree en el amor, cree en Dios.

Carlo Acutis y los santos de nuestros tiempos

Hace unos días, como asesor de la Conferencia Episcopal Española tuve que responder a un periodista en un programa de radio. El periodista preguntaba si la Iglesia se había equivocado al canonizar a un niño de quince años llamado Carlo Acutis.¿Qué sentido tendría presentar como modelo e intercesor al pueblo de Dios extendido en el mundo entero a un adolescente? ¿Qué le puede decir un crío a un hombre o una mujer del siglo XX?

La pregunta es interesante pues para muchas personas, pensar en la santidad es pensar en una lucha heroica, denodada, por vivir todas las virtudes en grado superlativo, hacer grandes proezas y en morir de modo muy extraordinario. En ese sentido a un joven de 15 años no le habría dado tiempo material de demostrar nada a nadie.

Verdaderamente, en el próximo mes de abril recibiremos con gozo el don de Dios de la canonización de ese joven italiano, pues es uno de los grandes santos del siglo XXI. Puesto que tiene la característica fundamental de todos los santos de todos los tiempos: una vida de oración de complicidad. Como ha explicado la mamá de Acutis, su hijo mantenía a lo largo del día un trato continuo con Dios. Tenía y tiene, como todos los campeones de la fe una característica esencial de la vida espiritual: hacía oración de complicidad.

Felicidad y santidad

La definición de felicidad es exactamente esa: “la felicidad es la íntima convicción de estar haciendo lo que Dios quiere”. Dios quiere que las piedras den gloria a Dios siendo piedras, que los animales le den gloria pululando y los árboles creciendo y los hombres siendo felices al buscar dar gloria a Dios con su libertad: “no tener otra libertad que la de amar a Dios y a quienes nos rodean”.

Así pues, la oración de complicidad con Dios, la relación de intimidad con Dios lleva inmediatamente a vivir la caridad con todas las personas. Por eso, el mejor documento del Papa Francisco, el más definitivo es sin duda la Encíclica “Fratelli tutti” del 3.X.2020 y en ella el Romano Pontífice plantea la civilización del amor. Si todos los cristianos nos pusiéramos en serio a amar a Dios y a los demás, a vivir el mandato de la caridad, el mundo cambiaría de inmediato y terminarían las guerras, conflictos y la pobreza (n. 282).

Así pues, no sólo habrá cristianos en el siglo XXI, sino que habrá santos en el siglo XXI, como los ha habido siempre en la Iglesia. De hecho, estamos elaborando una historia de la Iglesia basada en la santidad; hemos recogido un grupo de 40 santos que cambiaron el rumbo de la historia. Esperemos en unos años darlo a conocer a todos los hombres para promover santos transformantes, con la gracia de Dios.

Lo común a todos esos santos es que aprendieron a amar a Dios y a los demás, aprendieron el camino de la santidad en sus hogares, fueran o no cristianos, pues todos los hogares cristianos lo son a imitación del hogar de Belén y de Nazaret. La familia cristiana ha sido siempre el lugar de aprendizaje del amor pues las personas maduramos aprendiendo a amar.

Santos de lo ordinario

A su vez, el núcleo del amor en la familia lo forma el amor conyugal que se construye sobre la entrega diaria entre Dios, el marido y la esposa. Indudablemente, todos los cónyuges cristianos saben que si quieren quererse más sólo hay un camino, comenzar por buscar a Dios y tratarle para así pedir ayuda y consejo para buscar detalles con los que seguir amando eternamente a la propia pareja.

La propuesta de santidad de la Iglesia al mundo se podría resumir en el programa de vida que proponía san Josemaría en 1939: “Que busques a Cristo, que encuentres a Cristo, que trates a Cristo y que ames a Cristo” (Camino, n.382). En definitiva, el programa es Jesucristo. Y el encuentro con Jesucristo se aprende en el hogar y en las actividades ordinarias del cristiano.

Como decía san Juan Pablo II en la “Novo Millennio Ineunte: “No se trata, pues, de inventar un nuevo programa. El programa ya existe. Es el de siempre, recogido por el Evangelio y la Tradición viva. Se centra, en definitiva, en Cristo mismo, al que hay que conocer, amar e imitar, para vivir en él la vida trinitaria y transformar con él la historia hasta su perfeccionamiento en la Jerusalén celeste. Es un programa que no cambia al variar los tiempos y las culturas, aunque tiene en cuenta el tiempo y la cultura para un verdadero diálogo y una comunicación eficaz. Este programa de siempre es el nuestro para el tercer milenio” (n. 29).

El autorJosé Carlos Martín de la Hoz

Miembro de la academia de historia eclesiástica. Profesor del máster de Causas de los Santos del Dicasterio, asesor de la Conferencia Episcopal Española y director de la oficina de las causas de los santos del Opus Dei en España.

Laicos en marcha

El secreto para la movilización de los laicos está en cultivar una vida interior intensa, anclada en un profundo amor a Jesucristo y a la Virgen, que nos haga desbordar de vida.

16 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 7 minutos

La implicación del laicado en la misión de la Iglesia es uno de los aspectos recurrentes y que, como no podía ser de otra forma, ha estado en el corazón de la sinodalidad que quiere impulsar el papa Francisco. Todos los cristianos hemos de estar igualmente comprometidos en la misión de la Iglesia, cada uno en la parcela del Reino que nos corresponde acorde a nuestra vocación.

Pero, para que esto sea realidad, para que haya una verdadera implicación de los laicos en la vida de la Iglesia y en su misión en medio del mundo, hace falta formarles para ello. Esta ha sido la pasión de numerosos sacerdotes a lo largo de los últimos cien años, y ue el Concilio Vaticano II ratificó de una manera especial.

Uno de esos impulsores del laicado es el sacerdote jesuita, el Venerable Tomás Morales, que dedicó lo mejor de sus energías y enseñanzas precisamente a la formación del laicado y que sintetiza en su obra “Laicos en marcha”. En este libro, desde la experiencia acumulada a lo largo de los años, ofrece consejos para la movilización de los laicos católicos. Emerge aquí su gran pasión. Cree que la Iglesia necesita que los cristianos laicos, que son una inmensa mayoría, descubran la dignidad de su bautismo. De ese descubrimiento nacerá una nueva actitud que los lleve a tomar parte activa en la vida de la Iglesia.

El laico no es, como decía con gracia uno, el que está al “laíco” del cura. Los laicos no son simplemente las manos largas del sacerdote, para llegar donde él no llegue. El laico tiene toda la dignidad de la consagración bautismal, y por ello es sacerdote, profeta y rey. Y tiene una misión insustituible: construir este mundo según el corazón de Cristo, hacer que sea tal y como Dios lo soñó.

Pero ¿por dónde empezar?

El padre Morales S.I. no se pierde en las casuísticas de las diferentes realidades temporales que hay que evangelizar, sino que va a la médula de la acción y ofrece seis consejos sobre los que cimentar una verdadera y eficaz movilización del laicado católico. Seis consejos que también nos pueden ser útiles a los educadores del siglo XXI.

Hacer-hacer

El primer consejo que nos da es el de aprender a implicar a los demás. Es más fácil hacer como diez, que hacer que diez personas hagan algo, nos dice. Y es verdad, lo sabemos por experiencia. Lleva menos trabajo hacer algo nosotros mismos que intentar que diez personas hagan eso mismo, pues tendrán que aprender, querrán hacerlo a su manera, lo harán peor que nosotros que ya sabemos, etc.

Y, sin embargo, precisamente es así (haciéndolo todo nosotros) como acabamos convirtiendo a nuestros colaboradores en niños que solo pueden, como mucho, seguir al pie de la letra las indicaciones que les demos, hacer lo que nosotros les digamos, echarnos una mano. Pero de esta forma no crecen, no lo toman como suyo, no maduran. 

El reto de todo movilizador del laicado es entrar en esa escuela del hacer-hacer. Y que, a su vez, esas mismas personas implicadas aprendan esta técnica. Así la acción se multiplica exponencialmente. Porque cada sujeto es responsable y autónomo a la hora de acometer la evangelización en su ambiente. Y contagia esa responsabilidad a los demás.

Con esta forma de trabajo las personas crecen. Y es esto lo principal que se busca. No tanto que la obra concreta salga bien, sino que quienes se ven involucrados tengan una ocasión de aprender, crecer como personas y desarrollar cualidades concretas. ¡De nuevo la persona en el centro!

Renunciar a la prisa

El segundo consejo alerta al apóstol novel de una gran tentación: la prisa.

En una sociedad en la que queremos resultados inmediatos, nos vemos abocados a presentar grandes números, —¡y pronto!—, que hagan ver la eficacia de la propuesta evangelizadora que estamos llevando a cabo. ¡Y las prisas nunca han sido buenas consejeras!

Porque, llevados de esa prisa, podemos caer fácilmente en hacer concesiones peligrosas, acabar pactando con los criterios del mundo para atraer a más gente. Quizás al final tengamos más gente alrededor, pero la pregunta que hemos de hacernos con sinceridad es si realmente les está llegando la vida divina, si en verdad se está transformando su corazón.

El crecimiento de las personas es lento, al ritmo de la vida, y no se puede forzar. La más sólida herramienta de evangelización es la que se da en el contacto alma a alma, como le gustaba expresar al P. Morales, en la conversación de amistad, en el diálogo sereno, en la confidencia íntima. Pero el camino del corazón es lento, la amistad se forja en las adversidades, la intimidad no se genera de inmediato ni con cualquiera.

Debemos cultivar una visión de fe. Especialmente cuando vemos la magnitud de la empresa que tenemos entre manos, un mundo que casi diríamos nos aplasta y no abarcamos. Entonces puede venir la doble tentación: o intentar evangelizar el mundo por métodos “rápidos”, utilizando los mismos que el mundo utiliza para vender sus productos; o desanimarnos y tirar la toalla. Pero las dos son tentaciones.

El camino que nos propone este apóstol infatigable es otro. Formar una minoría que transforme la masa, como hace la levadura. Emplear todo el tiempo necesario en la formación y educación de cada joven. No tener prisa, ninguna; simplemente porque Dios no la tiene.

Como dice el refrán italiano, “Chi va piano va lontano”.

No dejarse encandilar por mesianismos sociales o políticos

Precisamente el tercer consejo tiene mucho que ver con esta prisa por transformar la sociedad. Al padre Morales le tocó vivir distintos mesianismos sociales y políticos ante los que muchos sucumbieron. Todos ellos pasaron. También hoy tenemos este riesgo, pensar que lo que hay que hacer es organizar un partido político, ganar las elecciones y desde el poder cambiar la sociedad. Creemos que la clave es movilizar a la gente en la calle, tener mecanismos de poder para influir en la masa, disponer de potentes medios de comunicación y propaganda. Por eso la indicación de no dejarse arrastrar por mesianismos sociales o políticos sigue siendo totalmente actual.

Habrá que estar atentos, por ello, a los nuevos mesianismos que nos puedan encandilar.

No es que el padre Morales no creyese que la sociedad tenga que mejorar, y por lo tanto que despreciase la acción social o política. Al contrario, animaba a todo el que se sintiese llamado a la política a emprender ese camino de compromiso desde el Evangelio. Pero era consciente de que la verdadera reforma de la sociedad no pasa tanto por el cambio de las estructuras, como por la conversión de los corazones. Es al hombre al que hay que reformar. Es su corazón el que hay que cambiar, si se quiere tener una sociedad más justa. 

Solo hombres transformados transformarán la sociedad.

Y en ello emplea todas sus fuerzas.

No convertirse en organizador de diversiones

La cuarta tentación sobre la que advierte al apóstol, especialmente entre los jóvenes, es la de convertirse en un organizador de diversiones. Esta tentación pasa por la creencia de que generar un espacio sano donde los jóvenes se diviertan y convivan, con actividades adaptadas a ellos, terminará por acercar a las masas a Dios.

En sí hay algo de verdad en esta pretensión. Hay que generar una cultura nueva, y esa cultura que debe impregnarlo todo, implica también todas las relaciones humanas, incluidas la diversión y el esparcimiento. 

Pero hemos de admitir que, como método evangelizador, el riesgo de quedarse en ese estadio de diversión sana es alto, muy alto. No llevará a los jóvenes hacia Dios, si no hay dentro de ese grupo de jóvenes otros que ayuden a elevar la mirada, más allá de ese mundo de diversión. Y no llegará a nada más que a generar un buen ambiente, si esa propuesta no tiene ya en sí el germen de vida cristiana.

Porque, en definitiva, lo que se puede generar es que esos jóvenes atraídos por esa diversión sana acaben después buscando otras diversiones, sin haber cambiado de mentalidad. Y al final, en esto de organizar diversiones, hay quienes lo hacen mucho mejor que nosotros.

El camino que nos propone el P. Morales es poner la expectativa no en los medios, sino en el fin. Buscar que nuestras acciones tengan fruto, no éxito. Tener la cabeza, y el corazón, en su sitio, en Dios. Porque cuando Jesucristo está en el centro de la vida, todo se coloca en su lugar y cobra su importancia relativa.

Y a la vez, el padre Morales anima a poner en el corazón de los jóvenes, como máxima ilusión, el que sus compañeros de estudio o trabajo se acerquen a Jesucristo. Que el apostolado sea su mejor diversión, la aventura más apasionante, capaz de catapultar lo mejor de sus energías.

Porque si todos necesitamos nuestros desaguaderos, como repetía santa Teresa de Jesús a sus monjas, lo que no podemos consentir es que toda la vida se vaya por ese desaguadero de la diversión como objetivo central de la vida. ¡Solo hay una vida y merece la pena gastarla por algo grande, por el Evangelio!

Amplitud ecuménica en la mentalidad y en la acción

El quinto consejo es el de salir de las estrechas miras de nuestro grupo y elevar la mirada a la misión de la Iglesia universal. Esto no es fácil, porque tendemos al “capillismo”, a mirarnos el ombligo, a creer que nuestro movimiento es mejor que los demás, que en él está la salvación de la Iglesia.

La Iglesia es mucho más grande que nosotros mismos. Y el Espíritu suscita un sinfín de carismas para llevar la vida divina al mundo. Y a nosotros se nos pide ser militantes de la Iglesia católica, no de nuestro pequeño grupo.

Esa mentalidad ecuménica que el padre Morales vivió con intensidad en el postconcilio Vaticano II, debe ser ejercida dentro de la propia Iglesia católica. Necesitamos un ecumenismo entre los católicos. Hemos de aprender a valorar al hermano y a vivir su carisma como una gracia que enriquece a toda la Iglesia, un don que me pertenece. Quizás una de las aportaciones que nosotros podemos hacer desde este espíritu universal, es precisamente hacer familia entre los diferentes carismas y movimientos en nuestros ambientes. Unirnos en la misión compartida es hacer Iglesia.

Y esto, si cabe, todavía más en nuestro mundo actual en el que la Iglesia está en minoría en la sociedad, en el que todos palpamos nuestra debilidad.  Hemos de aprender que nadie, ningún grupo o movimiento, tiene en sí las respuestas a todas las necesidades del mundo. Todos nos necesitamos y nos complementamos. Unos aportarán su capacidad de adorar, otros su entrega a los más necesitados, la llamada a la conversión o la creación de cultura.  Cada uno es como una preciosa pieza en un mosaico. Si faltase una sola piedrecilla, el mosaico quedaría incompleto. 

Primacía de la vida interior

El sexto y último consejo no podía ser otro que el de dar la primacía a la vida interior. Y muy en concreto, cultivar el cariño a la Virgen, el gran amor de este apóstol que fue Tomás Morales.

Frente a una acción que se puede descontrolar, Tomás sabe que la fuente de la que mana todo nuestro hacer es el encuentro personal con Jesucristo, el amor incondicional que él nos tiene. Un amor que cultivamos especialmente en la vida de sacramentos y en la oración íntima diaria. Se hace eco así de una sabiduría que comparte con todos los santos. Por eso, santa Teresa de Calcuta, cuando aumentaba el trabajo con los enfermos y moribundos, pedía a las hermanas incrementar la vida de oración. ¡Qué fácil es, si no se tiene el corazón en su sitio, despistarse! Empezamos a creer, sin darnos cuenta, que la oración nos quita tiempo de la urgencia de atender a los necesitados. Y acabamos dejando la fuente de la vida. Y nuestra alma acaba seca, marchita, muerta.

El último secreto para la movilización de los laicos está precisamente en este punto, en cultivar una vida interior intensa, anclada en un profundo amor a Jesucristo y a la Virgen, que nos haga desbordar de vida. Que convierta nuestro corazón en un manantial que salta a la vida eterna.

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

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Diez propuestas para renovar las relaciones interreligiosas

Las relaciones entre religiones exigen mucho más que palabras amables; requieren un compromiso profundo que combine pensamiento, estudio, oración y respeto. Sin un conocimiento sólido de las creencias propias y ajenas el diálogo es imposible.

Joseph Evans·16 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 9 minutos

Las relaciones interreligiosas requieren pensar, estudiar, rezar y amar con ahínco. Una discusión vacía basada en un pensamiento vago, sin un conocimiento real de las creencias propias y ajenas, no es más que palabrería, por muy educada y respetuosa que intente ser. También debemos rezar para que la humanidad se una en una fe compartida agradable a la divinidad. Confiar sólo en los esfuerzos humanos no nos llevará a ninguna parte.

Y entonces, sin amor verdadero, —sabiendo que el amor verdadero puede ser duro—, sólo nos distanciaremos y serviremos al mal, no al bien. Como escribí en un artículo publicado en Adamah Media: “El diálogo con otros creyentes exige superar prejuicios y barreras culturales y apreciar la dignidad de la otra persona, sea cual sea su credo”.

El diálogo religioso nunca debe abandonar la búsqueda de la verdad. El debate basado en un rechazo relativista del sentido de la verdad —todo es de algún modo verdad o nada es realmente verdad— cae rápidamente en el absurdo. Debemos estar convencidos de que se puede encontrar la verdad y trabajar juntos respetuosamente, y de la forma más racional posible, para buscarla.

Aunque nunca proclamemos nuestras creencias en contra de los demás, no debemos tener miedo de sacudir la sensibilidad de los demás. Lo que para mí es un artículo de fe puede resultar chocante para ellos, y la firme convicción de otra persona puede parecerme muy problemática. Deberíamos estar preparados para este choque y estar dispuestos —por ambas partes— a explorar por qué tiene ese efecto. Y del mismo modo, aunque estemos convencidos de la verdad de nuestra religión, debemos estar dispuestos a admitir y descubrir formas concretas en las que podría no vivirse adecuadamente. Toda religión puede tener sus formas desviadas y corruptas.

Pero las relaciones interreligiosas no pueden detenerse ahí. Aparte de la discusión teológica, debemos emprender acciones prácticas. En este artículo quiero profundizar en esta cuestión. ¿Cuáles son las áreas específicas, las cuestiones morales clave, en las que podemos estar de acuerdo y permanecer unidos para promoverlas? Con demasiada frecuencia nos centramos en las diferencias, y cómo éstas suelen ser tan numerosas en los encuentros interreligiosos (el abismo teológico entre el hinduismo y el cristianismo, por ejemplo, puede parecer casi infinito), podemos quedarnos paralizados.

Pero un compromiso interreligioso digno de ese nombre —que quiera ir más allá de una fútil tertulia— necesita llegar a una acción práctica concertada. He aquí una lista propuesta de 10 áreas —si no 10 mandamientos, al menos 10 campos de oportunidad— en las que creyentes de todas las tendencias podrían alcanzar un consenso para la acción común. Cinco se expresan como “noes” y cinco como “síes”. Por supuesto, estas son mis elecciones, sin duda inspiradas en buena medida por mis propias convicciones cristianas, pero las propongo como áreas en las que creo que podría haber un posible acuerdo entre todos los creyentes religiosos.

No a la esclavitud y la trata de seres humanos

La esclavitud y la trata de seres humanos prosperan en parte porque los creyentes religiosos no hacen lo suficiente para oponerse a ellas. De hecho, las religiones han tardado demasiado en oponerse a ellas. Pensemos, por ejemplo, que la esclavitud no se abolió definitivamente en la Europa cristiana hasta el siglo XIX.

Incluso puede haber nociones racistas o de otro tipo persistentes en ciertas formas religiosas que consideran a los no adeptos a esa religión, sobre todo si está vinculada a una etnia concreta como ocurre con algunos credos, merecedores de subyugación. La esclavitud podría considerarse un castigo apropiado por no aceptar esa religión. Si este fuera el caso, la convicción tiene que declararse honestamente y permitir que se la cuestione.

Pero, por lo general, los creyentes de todas las religiones coincidirán en sentir horror ante el hecho de que otros seres humanos se vean injustamente privados de libertad. Para que la religión sea una fuerza de bien en el mundo, debe ser una fuerza de libertad. Las religiones pueden entonces unirse para explicar cómo la verdadera libertad no es la licencia para hacer lo que a uno le plazca: hay límites. Del mismo modo que la libertad no justifica el daño físico a los demás o a uno mismo, tampoco justifica el daño moral.

La lucha común para oponerse a la esclavitud y al tráfico de seres humanos que, por desgracia, está tan presente en el mundo contemporáneo, podría ser un buen punto de partida para la acción interreligiosa.

No a la explotación y opresión de las mujeres

Ninguna religión seria puede alegrarse de ver a la mitad de la población humana sometida a la explotación y la opresión. Sin duda, las religiones pueden unirse para decir “basta ya” cuando se trata de la cosificación de la mujer.

Si una religión tiene una justificación para considerar inferiores a las mujeres, debería ponerla sobre la mesa para debatirla, dispuesta a ver si sus argumentos resisten realmente el análisis lógico de los demás. Dicho sin rodeos, si crees que las mujeres son inferiores, al menos ten el valor de decirlo abiertamente y explicar por qué.

Incluso puede haber convicciones que otros vean como prejuicios negativos y tú veas como respeto positivo por un motivo más profundo. Hablando como católico, yo vería la resistencia de mi Iglesia a la ordenación de mujeres como sacerdotes como uno de esos ejemplos, y estaría encantado de defender mi caso, aunque también soy consciente de que aún nos queda mucho camino por recorrer en la apertura de las funciones de liderazgo y responsabilidad a las mujeres.

Pero si esta mentalidad negativa se debe simplemente a fuerzas culturales, o a la fuerza del tiempo, la religión debería tener el valor de luchar contra esta actitud equivocada, ayudando a sus propios fieles a superar sus prejuicios.

Deben cuestionarse prácticas denigrantes como la circuncisión femenina. ¿Pueden las culturas que las practican encontrar una verdadera justificación religiosa o racional? Sospecho que no, aunque estoy dispuesto a escuchar los argumentos a su favor. Sospecho más bien que simplemente han adquirido la fuerza de la costumbre. Pero las costumbres corruptas pueden y deben cambiar.

Y sin duda ha llegado el momento de que los creyentes de todos los credos hagan campaña y trabajen enérgicamente para oponerse juntos a las fuerzas comerciales que promueven la pornografía con fines lucrativos, unidos en la oración y la acción política, educativa e incluso tecnológica. Este es sin duda un problema que está paralizando a muchas personas en el Occidente nominalmente cristiano y sería interesante compararlo con creyentes de otras partes del mundo para discutir posibles formas de cooperación que ayuden a superar esta plaga.

No a la miseria humana y a la pobreza

La enseñanza religiosa puede dar sentido al sufrimiento, explicando cómo la deidad puede hacer uso de él para un fin superior: por ejemplo, como forma de purificación espiritual o para prepararnos para la eternidad.

Pero esto no significa que las religiones sean indiferentes a la miseria humana y, de hecho, diversas formas religiosas —lo sé por el cristianismo, el judaísmo, el islam, el sijismo y el budismo, por nombrar sólo algunas— dan mucha importancia a las obras de misericordia. Entienden que Dios (en el budismo podría ser más un sentido de compasión) se compadece de los seres humanos que sufren y quiere que sus seguidores sean instrumentos de su tierno cuidado hacia ellos.

Como el ateísmo rara vez se apiada de la miseria humana, tanto más incumbe a las religiones hacerlo. Así pues, deberíamos trabajar juntos para superar el sufrimiento en la medida de nuestras posibilidades. Como algunos códigos religiosos pueden aceptarlo de forma fatalista, ésta es otra actitud que podría ponerse sobre la mesa para debatir.

La lucha contra la pobreza es más delicada. Algunos credos parecen incluso justificarla —como el sistema de castas hindú (aunque, de hecho, es rechazado por muchos hindúes)—, pero la mayoría no. De nuevo, en varios sistemas religiosos, sobre todo en el cristianismo, la pobreza puede tener un valor positivo cuando se ve como la renuncia voluntaria a las posesiones materiales para abrirse más a Dios. Y los pobres se consideran objetos particulares del amor divino.

Pero el cristianismo y la mayoría de las demás tradiciones religiosas coinciden en ver la indigencia no elegida como algo malo. 

¿Cómo puede la gente elevar su mirada hacia la deidad cuando se ve obligada a revolcarse en una miseria degradante y debe centrarse en cambio en dónde encontrar su próxima comida? Dado que ayudar a alimentar a los hambrientos es el primer paso para que puedan elevar su mirada hacia Dios, todas las tradiciones religiosas se beneficiarían, por tanto, de dar comida (y cobijo y ropa) a quienes lo necesitan.

No a la guerra y a la violencia

La expectativa de que las religiones deben estar en contra de la guerra y la violencia es difícil de defender porque algunas religiones se han extendido precisamente por estos medios y muchos creyentes religiosos han utilizado el nombre de Dios —y lo siguen utilizando hoy en día— para justificar su derramamiento de sangre.

Pero las religiones también pueden evolucionar sin traicionar sus principios esenciales. Mediante un estudio más profundo de sus propios documentos fundacionales y de las mejores expresiones de su práctica vivida, estoy seguro de que muchas religiones descubrirán que la violencia no es fundamental para sus creencias y que podría haber surgido de una interpretación errónea o al menos limitada de las mismas, referidas a ese periodo histórico.

Descubrirán hombres y mujeres santos en su historia que destacaron por su promoción de la paz y que pueden inspirarles a hacer lo mismo hoy. Es sorprendente cómo el cristianismo ha seguido precisamente este camino, aprendiendo que propagar la fe por la espada es una aberración de la verdadera creencia cristiana. Por supuesto, esto no significa necesariamente que todos los cristianos hayan aprendido la lección: véase el actual conflicto entre la Rusia cristiana y Ucrania.

La paz es una estructura compleja y difícil de construir y mantener, pero implica los gestos concretos y locales de buena voluntad de creyentes muy corrientes.

No al aborto

La religión que no defiende la vida inocente —y qué hay más inocente que un niño en el vientre materno o un recién nacido— es una religión muerta. Si no ve a cada ser humano como una criatura querida por la divinidad y, por tanto, que debe ser amada y defendida, ¿qué idea tiene de esa divinidad? ¿Qué clase de ser divino quiere que se mate a sus inocentes criaturas?

Sin embargo, soy consciente de que puede haber diferencias de opinión sobre cuándo comienza realmente la vida en el vientre materno: algunas religiones no creen que haya vida hasta pasados los 40 días. Aunque éste podría ser un tema de debate permanente, no cabe duda de que podríamos trabajar juntos para defender la vida en el vientre materno a partir de ese momento.

En un momento en que, por la pérdida del sentido de Dios, algunos países occidentales y grupos de presión promueven el aborto como un derecho humano, deberíamos proclamar conjuntamente que la vida humana es un derecho, como voluntad divina. Y esto incluye el derecho a no ser asesinado en el vientre materno.

Una forma de violencia que se está extendiendo en nuestro tiempo es la eutanasia. Aparte de las muchas razones humanas en contra de ella, debería ser fácil para los creyentes religiosos ponerse de acuerdo para oponerse juntos. Sólo la divinidad debe decidir cuándo debe terminar la vida humana.

Sí a la familia

Una convicción que tienen clara las principales religiones del mundo es que el verdadero matrimonio sólo puede ser entre un hombre y una mujer con vistas a tener hijos. Consideran el matrimonio como una unión inquebrantable para toda la vida, al menos como objetivo ideal, ya que algunas permiten el divorcio. Aunque algunas religiones permiten la poligamia, siguen enseñando que la relación matrimonial (y, por tanto, sexual) fundamental debe ser hombre—mujer, y no cualquier otra combinación.

No es sorprendente que sean las familias de personas religiosas las que más crecen. Aquí, nuestra creencia común en la realidad del matrimonio podría llevarnos a una acción común que, de hecho, podría salvar a la humanidad del autoexterminio.

El descenso de las tasas de natalidad en todo el mundo, pero de forma más dramática en lugares como Japón (donde, como es lógico, la práctica religiosa también es muy débil, o no se vive en absoluto o se reduce a mera superstición), nos recuerda lo grave que es la amenaza. La falta de fe suele traducirse en falta de hijos, lo que pone en grave peligro la continuación de la humanidad. Las religiones pueden permanecer unidas para trabajar no sólo por la vida después de la muerte, ¡sino también por la vida antes de ella!

Sí a la influencia religiosa en la vida pública

Las religiones deben alzarse juntas para exigir el derecho a tener voz en la vida social. No deben ser confinadas al templo o la iglesia y negárseles la posibilidad de influir en la política y las prácticas de la nación. En Occidente y en algunos regímenes autoritarios asiáticos a menudo no se reconoce en la práctica este derecho.

Asimismo, debemos permanecer unidos para oponernos a toda forma de prejuicio y discriminación injustos contra las religiones: La islamofobia, el antisemitismo, la persecución de las minorías cristianas, etc., así como la ridiculización social de las convicciones religiosas.

También es hora de que los creyentes se unan para reclamar una mayor integridad en la vida pública. Las religiones pueden cooperar para trabajar por una nueva cultura política verdaderamente inspirada en la honestidad, el servicio público y los valores éticos que enseñan las religiones.

Pero allí donde las religiones tienen voz, deben aprender a contenerse para no abusar de su autoridad. Cuando la religión y la política se mezclan, la pureza de la religión siempre acaba muy manchada.

Así que, si las religiones tienen derecho a hablar y a intentar influir en la vida de la nación para bien, este derecho les impone una mayor responsabilidad de autocontrol. Y los casos en que las religiones no viven esto sólo demuestran lo perjudicial que es cuando sucede.

Sí al cuidado de la creación

La sensibilidad religiosa puede ayudar al creyente a ver el mundo natural y la persona humana como maravillas del creador divino. El cuidado y la defensa del medio ambiente podría ser un buen lugar para iniciar una acción conjunta interreligiosa, como, afortunadamente, parece estar ocurriendo cada vez más, con un reconocimiento del papel de la humanidad como cumbre y administradora de la creación visible.

Sí al desarrollo integral

Creer en la divinidad implica también valorar la dignidad de su mayor criatura en la tierra, la persona humana. Dios también es glorificado cuando lo es su criatura racional, la que más le refleja.

Por lo tanto, debería ser natural que las religiones promovieran la educación y el desarrollo artístico, intelectual y cultural, y podrían emprenderse muchas y hermosas iniciativas comunes en estos ámbitos. Las religiones que no lo hagan deberían preguntarse si realmente son fieles a sus creencias fundamentales. ¿Estaría contenta su deidad con su negligencia en estas áreas?

Sí a la libertad

Ya me he referido a esto antes, pero todas las religiones deberían defender la libertad, y esto incluye la libertad tanto de ellas mismas como de otros credos para operar dentro de una sociedad civil floreciente.

Esto es algo que deberíamos exigir a la autoridad secular, pero también vivirlo nosotros mismos (como católico, soy consciente de que los cristianos a menudo no lo hemos hecho). Una religión que siente la necesidad de proscribir otras expresiones religiosas para defenderse es una religión muy frágil. Si cree que es verdadera, debería tener los argumentos y la confianza para defender sus creencias sin limitarse a prohibir las de los demás.

Estas 10 áreas podrían abrir campos apasionantes y creativos de acción común y relaciones fructíferas, vividas con frecuencia a un nivel local discreto. Esto sería beneficioso para cada una de las religiones implicadas y también para la sociedad en general.

Evangelización

San Onésimo, discípulo de San Pablo, y san Claudio de la Colombière

La Iglesia celebra el 15 de febrero a san Onésimo, que siendo esclavo huido en Colosas, fue acogido y convertido por san Pablo, y evangelizó luego Asia; al presbítero jesuita francés san Claudio de la Colombière, y a los mártires del siglo II santos Faustino y Jovita.

 

Francisco Otamendi·15 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Esclavo en Colosas tras haber robado a su patrón Filemón, discípulo de san Pablo, huyó a Roma. Alli conoció a san Pablo, que estaba prisionero. El Apóstol de las Gentes le convirtió y le envió de vuelta a Filemón, pidiéndole en una Carta, escrita desde la cárcel, que le acogiera no como esclavo sino como hermano querido. Onésimo evangelizó Asia.

Merece la pena ver la humanidad reflejada en la breve Carta de san Pablo y Timoteo a Filemón. He aquí un párrafo: “Te recomiendo a Onésimo, mi hijo, a quien engendré en la prisión (…). Te lo envío como a hijo. Me hubiera gustado retenerlo junto a mí, para que me sirviera en nombre tuyo en esta prisión que sufro por el Evangelio; pero no he querido retenerlo sin contar contigo (…). Quizá se apartó de ti por breve tiempo para que lo recobres ahora para siempre; y no como esclavo, sino como algo mejor que un esclavo, como un hermano querido, que si lo es mucho para mí, cuánto más para ti, humanamente y en el Señor”.

San Claudio de la Colombière, nacido en Saint-Symphorien-d’Ozon (Francia), en 1641, fue presbítero jesuita, y siendo persona entregada a la oración, con sus consejos dirigió a muchos en su esfuerzo para amar a Dios. Fue canonizado el 31 de mayo de 1992 por san Juan Pablo II.

Los santos Faustino y Jovita eran descendientes de una familia pagana de Brescia, y se convirtieron al cristianismo gracias al obispo Apolonio, que ordenó sacerdote a Faustino y diácono a Jovita. Fueron decapitados durante la persecución de Adriano entre el 120 y el 134, y se les representa con la espada y la palma del martirio.

El autorFrancisco Otamendi

Soy subnormal

El lenguaje cambia, pero los problemas siguen ahí. Nos obsesionamos con las palabras, mientras ignoramos lo esencial: la dignidad de cada ser humano.

15 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

«¿Conque Dios os ha dicho que no comáis de ningún árbol del jardín?» –dijo la serpiente a Eva–. Pero, si Dios les prohibió solo uno, ¿por qué dijo «ninguno»? 

Hoy, la serpiente sigue retorciendo el lenguaje para lograr sus perversos propósitos, como con la palabra «subnormal». 

Cualquiera que peine canas recuerda que el término era de uso habitual para hacer referencia a las personas con discapacidad intelectual. Existía incluso oficialmente un «Día del subnormal» puesto en marcha por las propias asociaciones de familiares para sensibilizar sobre sus necesidades y reivindicar su inclusión. 

Todavía hoy es frecuente escuchar a personas mayores referirse a amigos o parientes muy queridos con esta palabra que no tiene nada de peyorativo para ellos. Vamos que se usaba «subnormal» como por ahora usamos la más políticamente correcta «persona con discapacidad intelectual». Y digo «por ahora» porque no creo equivocarme si digo que dentro de unos años esta denominación empezará a sonarnos mal y tendremos que buscar otra distinta. Lo mismo pasó con las palabras inválido, minusválido, deficiente, disminuido, discapacitado y tantas otras que, en su tiempo, sustituyeron a otras malsonantes, pero que pronto, de tanto usarlas, empezaron a serlo ellas mismas. 

Parece que, cambiando la palabra, va a desaparecer el problema, pero lo cierto es que el problema permanece y eso es insoportable. La sociedad del bienestar nos había prometido acabar con todos los sufrimientos, pero la vida real se rebela y una alteración genética, una enfermedad, la vejez o un accidente nos lleva de repente a reflexionar sobre el misterio de la vida, sobre qué es un ser humano. ¿Dónde está la dignidad humana? ¿Qué vidas vale la pena vivirlas y cuáles no?

Creemos que cambiando el lenguaje cambiamos algo, pero solo caemos en la trampa de la astuta serpiente que vuelve a desviar nuestra atención de lo importante como con aquel «ninguno» pronunciado en el jardín del Edén. La mejor mentira es la que tiene algo de verdad. Y es verdad que Dios les había advertido del peligro de comer de un único árbol, pero no que no les dejara probar de ninguno de ellos. Del mismo modo, también es verdad que el lenguaje debe ser inclusivo, no paternalista ni ofensivo, pero no es verdad que solo cambiando las palabras cambie nuestra percepción de las personas. 

La prueba está en la popularización actual del término «subnormal». Dese una vuelta por cualquier patio de instituto, por cualquier corrillo de café en la oficina o por cualquier red social. Es el insulto estrella. Yo no puedo evitar sentir un escalofrío cuando oigo a alguien usar la palabra de forma despectiva contra otro. Fíjense hasta dónde puede llegar el retorcimiento del lenguaje que el término que hemos dejado de usar farisaicamente para designar a quien tiene limitaciones del funcionamiento intelectual lo usamos ahora para designar a las que consideramos peores personas. ¿O me dirán ahora que el insulto no busca la comparación con los primeros? Pues claro, porque, aunque cambiemos las palabras, el corazón no ha cambiado. 

Distraídos como estamos con el lenguaje inclusivo no nos damos cuenta de que ese rechazo absoluto a estas personas es real y está detrás del hecho de que, en España, hasta el 95 por ciento de los niños diagnosticados con Síndrome de Down no llegan a nacer. Como el prestidigitador consigue centrar nuestra atención en la baraja para sacarse la carta del bolsillo y hacer su magia, el mal nos la consigue colar con el juego de la corrección política del lenguaje. 

Yo, ¿qué quieren que les diga? Obras son amores y no buenas razones. Una sociedad inclusiva sería aquella en la que a nadie se le negara el derecho a nacer por tener un cromosoma más; en la se valorara a cada ser humano, no por lo que produce, sino por el mero hecho de existir; en la que la sociedad apoyara a las familias ante sus miedos e inseguridades y les ofreciera más ayudas económicas; en la que todos volvieran a tener un primo, un vecino o un compañero de colegio con síndrome de Down porque serían bienvenidos y acompañados; en la que nadie insultara a nadie comparándolo con quien no se puede defender y en la que no nos chirriaran tanto las palabras como los hechos. 

Habrá quien me llame subnormal por este artículo. ¿Mi respuesta? ¡A mucha honra!

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Evangelización

Hermanas Pobres: «Queremos compartir nuestra vida contemplativa»

Las Hermanas Pobres han convertido las redes sociales en una herramienta de evangelización, llevando su vida contemplativa y su música a miles de personas.

Javier García Herrería·15 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Las Hermanas Pobres han encontrado en las redes sociales una forma inesperada de evangelización. A través de Instagram y YouTube, su comunidad ha crecido exponencialmente, alcanzando a miles de personas con su música y testimonio. En esta entrevista, nos cuentan cómo nació esta iniciativa, anécdotas que han vivido y su visión sobre la formación vocacional. 

Hablamos con ellas en el Congreso de Vocaciones organizado por la Conferencia Episcopal Española, en el que además han actuado ofreciendo su música en el concierto de clausura.

En redes sociales se percibe que vuestra comunidad está formada por hermanas muy jóvenes y otras muy mayores. ¿Cómo se vive esta diferencia generacional?

— En realidad, no hay tantos saltos generacionales como parece. Nuestra comunidad está formada por 14 hermanas, y tenemos representación de todas las décadas. Es cierto que la más joven tiene 24 años y la mayor 92, pero en medio hay una gran diversidad de edades que hace que la convivencia sea muy enriquecedora.

¿Cómo surgió la idea de utilizar Instagram y YouTube para compartir vuestro día a día?

— Todo comenzó de una manera muy sencilla. Teníamos una cuenta de Instagram con unos 7.000 seguidores, pero la usábamos principalmente para difundir nuestro trabajo y mostrar un poco nuestra forma de vida. En el Día de la Vida Contemplativa nos preguntamos cómo podíamos compartir con la gente la importancia de este día para nosotras. Así que decidimos publicar una canción.

Nos pusimos con la guitarra y otros instrumentos, buscando el lugar ideal para grabar. Pasamos de un sitio a otro sin que nos convenciera ninguno, hasta que, cansadas, casi desistimos. Pero una hermana insistió: “No, no, lo hacemos como salga”. Y así fue. Grabamos, publicamos… y desde ese momento todo cambió.

¿En qué año ocurrió?

— El año pasado. Fue increíble. En poco más de un año pasamos de 7.000 seguidores a más de 338.000. Y lo más bonito es que nos dimos cuenta del impacto que tenía en la gente. Muchos nos escribían para decirnos que nuestras canciones les habían ayudado en momentos muy difíciles.

¿Alguna historia en particular que os haya marcado?

— Sí, una muy especial. Un médico nos llamó desde Francia para contarnos sobre un paciente con cáncer que estaba en sus últimos días. El enfermo estaba completamente aislado, no hablaba con nadie, ni con su familia ni con los médicos. El doctor decidió ponerle nuestras canciones, y en una de ellas, una hermana se equivocó y el enfermo comenzó a reírse. “Pónmela otra vez”, decía una y otra vez. Aquello rompió el hielo, y poco a poco comenzó a comunicarse con los demás. Hasta llamó a su familia y se reconcilió con ellos antes de fallecer.

¿Y alguna anécdota divertida?

— Una vez, mientras comprábamos muebles en Ikea, una mujer nos reconoció y se emocionó muchísimo. Nos dijo: “¡No me lo puedo creer! ¡Las hermanas pobres! ¡Con lo que me habéis ayudado!”. No nos pagó los muebles (risas), pero nos ayudó a cargarlos, que ya es bastante.

También habéis impulsado la imagen de la Virgen de la Mirada. ¿Cómo nació esta iniciativa?

— Santa Clara hablaba constantemente de la mirada. Decía que hay que mirar a Jesús para poder seguirlo, contemplarlo y no apartar la vista de Él. También señalaba que la Virgen fue la primera que miró a Jesús y la primera a la que Él miró. Ese vínculo nos inspiró a encargar una imagen que reflejara esa relación de amor entre la Madre y el Hijo.

La imagen es muy particular, pues la Virgen mira directamente al Niño…

— Sí, nos lo han dicho muchas veces. En muchas imágenes, María sostiene a Jesús, pero mira al frente o a otro lado. En esta, ambos se miran con amor y complicidad. Es un gesto que invita a la contemplación. Los niños se cuelgan de ella, la tocan, se acercan… Está ya muy “sobada”, como solemos decir.

Estamos en el Congreso de vocaciones, ¿cómo cuidáis la formación y el acompañamiento de las jóvenes vocaciones en vuestra comunidad?

— Creemos que el acompañamiento es fundamental, no solo en la vida religiosa, sino en todos los aspectos de la vida. Cuando una chica está discerniendo, preferimos llevar nosotras el proceso, acompañarla bien y ayudarla a que realmente descubra si este es su camino.

No queremos llenar la casa de vocaciones, sino que la gente se encuentre con Dios. Para ello, es clave la formación, el diálogo, la oración y, sobre todo, la Sagrada Escritura. La formación en Sagrada Escritura es una fuente fundamental de la vida cristiana. Si no la conocemos, no podemos amar a Jesucristo. Todo lo que necesitamos saber está en la Palabra de Dios.

¿Algo más que queráis compartir?

— Solo dar las gracias a todas las personas que nos siguen y nos apoyan. Y recordar que, aunque estemos en redes, lo más importante es siempre el encuentro con Dios en la vida diaria.

Cultura

Científicos católicos: José de Acosta, teólogo e investigador

El 15 de febrero de 1600 fallecía José de Acosta, teólogo e investigador jesuita que estuvo presente en América. Esta serie de biografías breves de científicos católicos se publica gracias a la colaboración de la Sociedad de Científicos Católicos de España.

Leandro Sequeiros San Román·15 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

José de Acosta (1 de octubre de 1540 ​– 15 de febrero de 1600) fue un científico y misionero en Hispanoamérica que recibió el apodo de «el Plinio del Nuevo Mundo». Fue ordenado jesuita de joven y, cuando contaba 31 años de edad, lo destinaron a los Andes. Allí fundó varios colegios, entre ellos los de Panamá, Arequipa, Potosí, Chuquisaca y La Paz. Después ocupó la cátedra de teología en la Universidad de San Marcos en Lima y también fue elegido provincial de la Compañía en Perú en 1576.

Lo mismo se le menciona supervisando la fundición de una gran campana como investigando las mareas de los estrechos en vista del posible ataque del inglés Francis Drake. También dirigió la elaboración del Catecismo y el Breviario Trilingües (español, aimará y quechua). Además, realizó al menos tres largos viajes por el interior del Perú en los que visitó las misiones allí establecidas, lo que le permitió un conocer la naturaleza y vida social de los indígenas.

De sus contribuciones científicas se pueden destacar dos. La primera es descubrir la corriente oceánica de Humboldt, al oriente del océano Pacífico junto a Sudamérica (250 años antes que el científico prusiano Alexander von Humboldt).

La segunda se relaciona con la evolución. En 1590 publicó “Historia Natural y Moral de las Indias”, donde se tratan las cosas notables del Cielo, elementos, metales, plantas y animales; y los ritos, ceremonias, leyes y gobierno y guerras de los indios. Allí postula una interpretación tímida pero evolutiva de la realidad animal, vegetal y cultural. Para él todos los animales de América no serían otra cosa que una modificación de los originales de Europa, donde la diferencia en distintos caracteres de los animales pudo ser causada por diversos accidentes. Por este motivo se le cita en varios libros de historia de la ciencia como fundador de la Biogeografía, consistente en el estudio de la distribución geográfica de los seres vivos sobre la Tierra a lo largo de los miles de millones de años de evolución. Sus aportaciones audaces hicieron que anticipase a Alexander von Humboldt (que lo cita profusamente) y a Charles Darwin (que copia lo que dice Humboldt) en algunas ideas sobre la distribución y migraciones de los seres vivos en América hispana desde hace millones de años.

El autorLeandro Sequeiros San Román

Catedrático de paleontología. Facultad de Teología de Granada.

Vaticano

El Papa Francisco cancela su agenda

El Papa Francisco, de 88 años, fue ingresado el 14 de febrero en el hospital Gemelli de Roma para someterse a pruebas médicas y continuar.

OSV / Omnes·14 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

– Cindy Wooden, CNS

Tras sufrir una bronquitis durante más de una semana y tener evidentes dificultades para respirar, el Papa Francisco, de 88 años, fue ingresado el 14 de febrero en el hospital Gemelli de Roma.

«Esta mañana, al término de las audiencias, el Papa Francisco -dice el comunicado– ha ingresado en el Policlínico Agostino Gemelli para someterse a algunas pruebas diagnósticas necesarias y continuar en ambiente hospitalario su tratamiento contra la bronquitis, que aún continúa», dijo la oficina de prensa del Vaticano a los periodistas. Se espera que el Papa permanezca en el hospital varios días.

Antes de salir del Vaticano para ir al hospital, el Papa se reunió en privado con el primer ministro eslovaco, Robert Fico, y con Mark Thompson, presidente y consejero delegado de la CNN, y mantuvo una reunión de grupo con miembros de la Fundación Gaudium et Spes.

Christopher Lamb, corresponsal de CNN en el Vaticano, estuvo presente al comienzo de la reunión del Papa con Thompson y dijo que «el Papa estaba mentalmente alerta, pero luchando por hablar durante largos períodos debido a dificultades respiratorias», informó la CNN.

Jubileo de los artistas

En un segundo comunicado el 14 de febrero, la oficina de prensa del Vaticano dijo que la audiencia general del Jubileo con el Papa Francisco programada para el 15 de febrero fue cancelada y que el cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, celebrará la Misa que el Papa Francisco tenía previsto presidir en la Basílica de San Pedro el 16 de febrero con los peregrinos que asisten al Jubileo de los Artistas y el Mundo de la Cultura.

También se canceló la visita del Papa a Cinecittà, el estudio de cine de Roma, para reunirse con actores y otros artistas el 17 de febrero.

Las últimas semanas

El Papa, que fue operado en 1957 para extirparle parte de uno de sus pulmones tras sufrir una grave infección respiratoria, ha sido propenso a resfriados y ataques de bronquitis.

A partir de su audiencia general semanal del 5 de febrero, el Papa Francisco ha hecho que un ayudante lea la mayor parte de sus homilías y discursos preparados en misas y audiencias públicas.

El Santo Padre explicó que hablar le resultaba difícil cuando se dirigió a los visitantes de la audiencia del 5 de febrero antes de entregarles su texto.

En la Misa del 9 de febrero por el Jubileo de las Fuerzas Armadas, Policía y Cuerpos de Seguridad, se disculpó diciendo que tenía «dificultad para respirar».

En su audiencia general del 12 de febrero, se disculpó por no haber pronunciado él mismo el discurso principal, diciendo que era «porque todavía no puedo con mi bronquitis. Espero poder hacerlo la próxima vez».

Pero en todas esas ocasiones públicas, tomó el micrófono para hacer un llamado a orar por la paz y dar su bendición.

Además, desde el 6 de febrero hasta la mañana en que ingresó en el hospital, el Papa Francisco mantuvo su agenda de reuniones con individuos y pequeños grupos, pero celebró las reuniones en la Domus Sanctae Marthae, su residencia, en lugar de en la biblioteca o en los salones ornamentados del Palacio Apostólico.

Hospitalizaciones recientes

El Papa Francisco ha estado hospitalizado varias veces en el hospital Gemelli.

En marzo de 2023, fue hospitalizado durante tres días por lo que los médicos dijeron que era una «infección respiratoria». Dio negativo en la prueba de COVID-19.

Volvió el 7 de junio de 2023, cuando fue sometido a una intervención quirúrgica de tres horas para reparar una hernia y pasó nueve días en el hospital, donde San Juan Pablo II había sido hospitalizado en múltiples ocasiones. La intervención al Papa Francisco, bajo anestesia general, se realizó utilizando una malla quirúrgica para reforzar la reparación y evitar la reaparición de una hernia. Los cirujanos también eliminaron varias adherencias o bandas de tejido cicatricial que, según los médicos, se habían formado tras cirugías anteriores hace décadas.

Antes de eso, el Papa había pasado siete días en el hospital en julio de 2021 después de someterse a una cirugía de colon para tratar la diverticulitis, una inflamación de protuberancias en el intestino. El Papa Francisco negó en repetidas ocasiones que los médicos hubieran encontrado cáncer durante la operación.

El autorOSV / Omnes

Vaticano

El Papa Francisco ingresado en el hospital para tratar su bronquitis

El Papa Francisco ha ingresado en el hospital Gemelli para tratar la bronquitis que padece desde hace ya aproximadamente una semana.

Paloma López Campos·14 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El Papa Francisco ha ingresado en el hospital Gemelli para recibir tratamiento por una bronquitis que le aqueja desde hace ya una semana. Así lo ha confirmado la Oficina de Prensa de la Santa Sede el 14 de febrero por la mañana.

A pesar del ingreso, el Pontífice recibió a primera hora del viernes al Primer Ministro de Eslovaquia y no ha modificado su agenda, repleta de celebraciones y audiencias en este año jubilar.

Durante su estancia en el hospital Gemelli el equipo médico realizará algunas pruebas al Papa Francisco y le aplicará un tratamiento que ayude a aliviar las molestias que ha estado sufriendo durante días y que le han impedido pronunciar los discursos preparados para distintas audiencias.

Evangelización

Santos Cirilo y Metodio, copatronos de Europa, y san Valentín, mártir

Los santos Cirilo y Metodio, hermanos, difundieron el mensaje cristiano en el este europeo, por lo que san Juan Pablo II les proclamó copatronos de Europa. La Iglesia les celebra hoy, 14 de febrero, junto a san Zenón y san Valentín, mártires. A este último se le considera patrón de los enamorados.    

Francisco Otamendi·14 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El mayor de los hermanos fue el obispo Metodio (en realidad se llamaba Miguel) y había nacido en el 825 en Tesalónica, donde en el 827, dos años más tarde, vio la luz Cirilo (llamado Constantino), monje. Ambos fueron enviados a Moravia, República Checa, para predicar la fe cristiana. Realizaron su obra evangelizadora en el siglo IX en Europa central. 

Se les denomina «apóstoles de los eslavos», entre otros motivos por haber creado un nuevo alfabeto, el “cirílico”, llamado así por san Cirilo, que ofrecía al mundo eslavo unidad lingüística y cultural con la traducción de la Biblia, del misal y del ritual litúrgico. En 1980, san Juan Pablo II les declaró patronos de Europa, uniéndolos así a san Benito, proclamado patrono del continente por san Pablo VI en 1964.

Posteriormente, en 1999, el Papa polaco declaró patronas de Europa a tres mujeres: santa Brígida de Suecia, santa Catalina de Siena y santa Teresa Benedicta de la Cruz.

San Valentín, patrón de los enamorados

El 14 de febrero se celebra también al mártir san Valentín. Es patrón de los enamorados porque, según la tradición, durante la persecución a los cristianos en el siglo III, el santo puso en riesgo su vida para unir en matrimonio a las parejas, contra la orden del emperador.

La tesis puede completarse con lo siguiente. Hubo dos santos ‘Valentín’ y ambos poseen una historia parecida, pues los dos (quizá fueran el mismo), prefirieron ser ejecutados a renunciar a su fe cristiana. En suma, san Valentín fue ajusticiado por celebrar matrimonios en secreto, y cada 14 de febrero se conmemora su valentía y compromiso con el amor.

El autorFrancisco Otamendi

Libros

Los orígenes de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz

Un estudio exhaustivo sobre los primeros años de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz revela cómo san Josemaría Escrivá, desde sus inicios, buscó servir y formar espiritualmente a los sacerdotes diocesanos en plena comunión con sus obispos.

José Carlos Martín de la Hoz·14 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

Santiago Martínez Sánchez, profesor de historia en la Universidad de Navarra y director del Centro de Estudios Josemaría Escrivá de esa Universidad, ha realizado un estudio verdaderamente exhaustivo acerca de los primeros años de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, desde el 2 de octubre de 1928, cuando san Josemaría Escrivá de Balaguer (1902-1975) fundó el Opus Dei, hasta la conclusión del Concilio Vaticano II, el 8 de diciembre de 1965. 

Lo primero que demuestra esta profunda investigación es que la labor del Opus Dei con los sacerdotes diocesanos del mundo entero, constituía desde el principio de la vida sacerdotal de san Josemaría, una verdadera “pasión dominante”. Es decir, que el querer de Dios para que trabajase en la formación del clero secular, su sostenimiento espiritual, preparación para trabajar a las órdenes de los Ordinarios de los lugares y, finalmente, en la construcción de presbiterios sacerdotales unidos y vibrantes, ya estaba en el corazón de san Josemaría desde sus tiempos de seminarista en Zaragoza y permanecerá hasta su muerte en Roma.

La configuración jurídica

La historia jurídica de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, responde a un querer de Dios y atravesará todas circunstancias jurídicas del derecho de la Iglesia desde el Código de Derecho Canónico de 1917 hasta el de 1984 y de la historia de la Iglesia y de la teología desde el siglo XX hasta la actualidad. Ambos afluentes confluirán en 1982 en la Constitución Apostólica “Ut Sit” y su formulación jurídica en la Bula “Ut Sit” del 19 de marzo de 1983, con la que se ha venido formulando el carisma de la Prelatura del Opus Dei y de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz inseparablemente unida. En esa fórmula jurídica se contienen los elementos fundacionales y son salvaguardados por el derecho.

La medula fundamental de este trabajo consistirá en explicar cómo se llevó a cabo ese querer de Dios: que el Opus Dei trabajara con sacerdotes diocesanos en plena comunión con los obispos del mundo entero promoviendo la plena identificación de esos sacerdotes con sus Ordinarios y con los sacerdotes del presbiterio diocesano, convirtiendo la tarea sacerdotal que le encomendaban los ordinarios de cada lugar como materia que debían santificar (17, 44, 456, 461).

Servir a los sacerdotes

Es bien conocido, y el estudio que ahora presentamos lo explica muy pormenorizadamente, el momento en que san Josemaría cuando iba a proceder a solicitar la aprobación Pontificia del Opus Dei, entonces como Instituto Secular, ante las dificultades que encontraba para explicar lo que sería la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, estaba decidido a abandonar la Obra para fundar una Asociación para sacerdotes en el mundo entero y promover la búsqueda de la santidad en el ministerio.

Al igual que Dios le confirmó la presencia de mujeres en el Opus Dei, también le hizo ver que “cabían los sacerdotes diocesanos” sin merma de su amor a la diócesis, ni doble obediencia, ni división en el presbiterio. con mentalidad laical y diocesana entre los demás miembros de la Obra (258). Conviene leer despacio este capítulo pues aporta documentación de gran interés (280-281).

Precisamente, la mejor conclusión de este extenso y sólido trabajo de investigación es marcar la sobrenaturalidad de la Sociedad Sacerdotal de la santa Cruz y los frutos de santidad, de unión con los obispos de cada diócesis y entre los miembros del Presbiterio sacerdotal. Evidentemente, siempre san Josemaría pedía a los sacerdotes que deseaban adquirir formación y dirección espiritual en esa institución que mostraran haber recibido la vocación divina y los deseos de dejarse ayudar y la comunión de oraciones con el obispo y con el Padre de esta familia espiritual.

Contexto

Asimismo, el autor ha procurado acercarse a la mentalidad sobre las asociaciones clericales que tenían algunos prelados, sus curias diocesanas y los formadores de los seminarios, en los años cuarenta, cincuenta y sesenta. Algo necesario para entender por qué algunos obispos no captaron del todo la libertad de un sacerdote para adscribirse a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, como tampoco entenderían después los cambios que la juventud exigió tras la revolución del 68. En definitiva, el diálogo con el mundo contemporáneo que propició el Concilio Vaticano II para poder trabajar mejor en el mundo contemporáneo.

También es importante la lectura de los capítulos primeros para conocer un poco el mundo rural, tan distinto al actual, es más, casi desaparecido (“con la gente se va el cura” p. 153), pues sin esas coordenadas históricas no se entiende el sistema pedagógico de los seminarios diocesanos y la propia formación intelectual que se les impartía, pues la mayoría de aquellos chicos llegarían a la capital de la comarca o de la provincia, si destacaban mucho, con una edad muy madura, una larga experiencia y después de muchos años de lectura y de estudio personal que les capacitaría para terminar sus días trabajando en parroquias con familias y feligreses que requirieran un poco de mayor nivel.

El único problema de este interesante estudio radica en su gran extensión, pues cuando se llega al capítulo noveno que es el más interesante: “historia diocesana de la sociedad sacerdotal de la santa cruz” (539-626), ya se han tenido que leer muchas cuestiones previas. Lógicamente, es un problema difícil pues también es importante fundar bien las cuestiones previas para poder entender los hechos. Es cierto que las gráficas elaboradas facilitan mucho el entendimiento de las cuestiones. Finalmente, hemos de resaltar el alto nivel espiritual de aquellos sacerdotes (306).

Indudablemente, la esperanza de que se publicará el siguiente volumen, el que mostrará cómo verdaderamente la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, sobrevivirá a los tremendos embates del fenómeno de la contestación y a las crisis de identidad que acaecieron en muchos lugares de España. También aparecerá el intenso trabajo de los Sacerdotes de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz por descubrir muchas vocaciones para los seminarios y colaborar con las autoridades de los seminarios y los obispos para que cuajaran muchas vocaciones que hoy son, junto a sus compañeros, la esperanza y el futuro de la Iglesia en España (422).

Santiago Martínez Sánchez, Párrocos, obispos y Opus Dei. Historia y entorno de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz en España, 1928-1965, Rialp, Madrid 2025, 702 pp. 

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Vocaciones

Noviazgo, un tiempo para trabajar el amor

El Papa Francisco definió el noviazgo como: "El tiempo en el cual los dos están llamados a realizar un buen trabajo sobre el amor, un trabajo partícipe y compartido, que va a la profundidad". Basándose en esta y otras reflexiones del Pontífice, el autor ofrece consejos para trabajar el amor en una relación.

Santiago Populín Such·14 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 8 minutos

En la audiencia general del 27 de mayo del 2015, el Papa Francisco definió el noviazgo como: «El tiempo en el cual los dos están llamados a realizar un buen trabajo sobre el amor, un trabajo partícipe y compartido, que va a la profundidad. Ambos se descubren despacio, mutuamente, es decir, el hombre ‘conoce’ a la mujer conociendo a esta mujer, su novia; y la mujer ‘conoce’ al hombre conociendo a este hombre, su novio».

Así mismo, comentó que en el relato bíblico del Génesis se habla de toda la creación como un trabajo del amor de Dios; de esa imagen se entiende que el amor de Dios, del cual procede todo el mundo, no fue algo tomado a la ligera. «¡No! Fue un trabajo hermoso. El amor de Dios creó las condiciones concretas de una alianza irrevocable, sólida, destinada a durar». De igual modo, la alianza de amor entre un hombre y una mujer requiere tiempo, no es algo instantáneo, por ello «es necesario trabajar en el amor (…)». En otras palabras, la unión amorosa entre el hombre y la mujer se cultiva y se perfecciona con el tiempo. «Me permito decir que se trata de una alianza artesanal. Hacer de dos vidas una vida sola, es incluso casi un milagro, un milagro de la libertad y del corazón, confiado a la fe».

El amor es una relación

El 14 de febrero de 2014, en el discurso dirigido a las parejas de novios que se preparan para el matrimonio, el Papa Francisco, abordando una consulta que le hicieron sobre si es posible amar para siempre, comentó: «¿Pero qué entendemos por ‘amor’? ¿Sólo un sentimiento, un estado psicofísico? Cierto, si es esto, no se puede construir sobre ello algo sólido. Pero si en cambio el amor es una relación, entonces es una realidad que crece, y podemos incluso decir, a modo de ejemplo, que se construye como una casa. Y la casa se construye juntos, no solos. Construir significa aquí favorecer y ayudar el crecimiento».

Es interesante resaltar que un año antes, en su primera carta encíclica “Lumen fidei n. 27, ya había expresado algo similar: «En realidad, el amor no se puede reducir a un sentimiento que va y viene. Tiene que ver ciertamente con nuestra afectividad, pero para abrirla a la persona amada e iniciar un camino, que consiste en salir del aislamiento del propio yo para encaminarse hacia la otra persona, para construir una relación duradera; el amor tiende a la unión con la persona amada. Y así se puede ver en qué sentido el amor tiene necesidad de verdad. Sólo en cuanto está fundado en la verdad, el amor puede perdurar en el tiempo, superar la fugacidad del instante y permanecer firme para dar consistencia a un camino en común. Si el amor no tiene que ver con la verdad, está sujeto al vaivén de los sentimientos y no supera la prueba del tiempo.

El amor verdadero, en cambio, unifica todos los elementos de la persona y se convierte en una luz nueva hacia una vida grande y plena. Sin verdad, el amor no puede ofrecer un vínculo sólido, no consigue llevar al ‘yo’ más allá de su aislamiento, ni librarlo de la fugacidad del instante para edificar la vida y dar fruto».

En el capítulo cuarto de la exhortación apostólica “Amoris laetitia”, el Papa Francisco comentó que, en el Himno a la caridad de san Pablo, encontramos «algunas características del amor verdadero». Haciendo una paráfrasis de él, presentó algunas indicaciones para los esposos que conducen a la caridad conyugal. Considerando el noviazgo, en palabras del Pontífice, como un «camino de preparación al matrimonio», es preciso que los novios también las conozcan para trabajar el amor de su relación.

El primer punto del Himno es la paciencia. El Papa resaltó que, por impulso del amor, ésta se afianza cuando se reconoce «que el otro también tiene derecho a vivir en esta tierra junto a mí, así como es», dejando de lado el deseo perfeccionista y la ambición de que todo sea como uno quiere.

El segundo, es la actitud de servicio. Indicó que la paciencia lleva a una postura activa «dinámica y creativa ante los demás», traducida en una actitud servicial, pues «el amor beneficia y promueve a los demás».

En el tercero, destacó que el amor lleva a mirar al otro con los ojos de Dios, sanando la envidia y conduciendo a la alegría por el bien del otro.

Respecto al cuarto y al quinto punto, explicó que el amor lleva a no «hacer alarde ni agrandarse», pues ayuda a ubicarse en el lugar que le corresponde sin buscar ser el centro.

Luego, trató los siguientes cuatro puntos. Subrayó que «amar es volverse amable»; «la cortesía es una escuela de sensibilidad y desinterés, que exige a la persona cultivar su mente y sus sentidos, aprender a sentir, hablar y, en ciertos momentos, a callar». En ese contexto, animó a observar y aprender el lenguaje amable de Jesús. Después, el amor «no busca su propio interés», «puede ir más allá de la justicia y desbordarse gratis sin esperar nada a cambio».

Además, el amor lleva a no irritarse; se trata de una actitud que nace «de una violencia interna, de una irritación no manifiesta que nos coloca a la defensiva ante los otros, como si fueran enemigos molestos que hay que evitar». Posteriormente, «no tiene en cuenta el mal», el amor sabe perdonar; una forma que surge de «una actitud positiva, que intenta comprender la debilidad ajena y trata de buscarle excusas a la otra persona, como Jesús cuando dijo: ‘Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen’ (Lc 23, 34)».

Y terminó esta explicación del Himno con los siguientes aspectos. Acentuó que el amor lleva a «alegrarse con los demás». «Si no alimentamos nuestra capacidad de gozar con el bien del otro y, sobre todo, nos concentramos en nuestras propias necesidades, nos condenamos a vivir con poca alegría». Igualmente, el amor «disculpa todo». Este término se distingue del «no tiene en cuenta el mal» porque se refiere al uso de la lengua, que en ocasiones puede implicar saber «guardar silencio» de los defectos de los demás.

En este sentido, «los esposos que se aman y se pertenecen, hablan bien el uno del otro, intentan mostrar el lado bueno del cónyuge más allá de sus debilidades y errores». Más aún, «el amor todo lo cree», «confía». La confianza permite tener una relación sana, con libertad y con un amplio horizonte, pues el «amor confía, deja en libertad, renuncia a controlarlo todo, a poseer, a dominar».

Otro de los rasgos que recalcó es que «el amor todo lo espera», no se impacienta ante el porvenir. Surge de una actitud que «indica la espera de quien sabe que el otro puede cambiar», brotando así la esperanza en la otra persona. Y en último lugar, «el amor todo lo soporta». Hace referencia a «mantenerse firme en medio de un ambiente hostil». Se trata de «amor a pesar de todo, aun cuando todo el contexto invite a otra cosa».

Cómo se construye el amor

Francisco, en el discurso a las parejas de novios de febrero de 2014, después de explicar el significado del amor, animó a los novios a crecer juntos, a construir una casa y vivir juntos para toda la vida. Les alertó de no edificar esa casa «en la arena de los sentimientos que van y vienen, sino en la roca del amor auténtico, el amor que viene de Dios». También les explicó que la familia surge de ese proyecto de amor, que ha de crecer como se construye una casa. «Que sea espacio de afecto, de ayuda, de esperanza, de apoyo. Como el amor de Dios es estable y para siempre, así también el amor que construye la familia queremos que sea estable y para siempre». Además, reveló cuál es el secreto para sanar el miedo al «para siempre»:

«Se cura día a día, encomendándose al Señor Jesús en una vida que se convierte en un camino espiritual cotidiano, construido por pasos, pasos pequeños, pasos de crecimiento común, construido con el compromiso de llegar a ser mujeres y hombres maduros en la fe. Porque, queridos novios, el ‘para siempre’ no es sólo una cuestión de duración. Un matrimonio no se realiza sólo si dura, sino que es importante su calidad. Estar juntos y saber amar para siempre es el desafío de los esposos cristianos».

En la línea con lo comentado, el 26 de septiembre de 2015, en el discurso en la fiesta de las familias y vigilia de oración en Filadelfia, el Papa explicó que el amor es un aprendizaje que busca crecer: «No existen familias perfectas y esto no nos tiene que desanimar. Por el contrario, el amor se aprende, el amor se vive, el amor crece ‘trabajándolo’ según las circunstancias de la vida por la que atraviesa cada familia concreta.

El amor nace y se desarrolla siempre entre luces y sombras. El amor es posible en hombres y mujeres concretos que buscan no hacer de los conflictos la última palabra, sino una oportunidad. Oportunidad para pedir ayuda, oportunidad para preguntarse en qué tenemos que mejorar, oportunidad para poder descubrir al Dios con nosotros que nunca nos abandona.

Este es un gran legado que le podemos dejar a nuestros hijos, una muy buena enseñanza: nos equivocamos, sí; tenemos problemas, sí; pero sabemos que eso no es lo definitivo. Sabemos que los errores, los problemas, los conflictos son una oportunidad para acercarnos a los demás, a Dios».

Un año después, en “Amoris laetitia” n. 134, Francisco insistió: «El amor que no crece comienza a correr riesgos, y sólo podemos crecer respondiendo a la gracia divina con más actos de amor, con actos de cariño más frecuentes, más intensos, más generosos, más tiernos, más alegres». Es decir, se trata de «un camino de constante crecimiento».

El noviazgo como «un itinerario de vida»

En la audiencia general del 27 de mayo de 2015, el Papa expresó que la alianza de amor entre el hombre y la mujer no se improvisa, no nace de un día para el otro, «es necesario trabajar en el amor, es necesario caminar». Francisco explicó que Dios, cuando habla de la alianza con su pueblo, lo hace en algunas ocasiones en términos de noviazgo. Para sostener su argumento citó dos pasajes de la Sagrada Escritura: «En el libro de Jeremías, al hablar al pueblo que se había alejado de Él, le recuerda cuando el pueblo era la ‘novia’ de Dios y dice así: ‘Recuerdo tu cariño juvenil, el amor que me tenías de novia’ (2, 2). Y Dios hizo este itinerario de noviazgo; luego hace también una promesa: lo hemos escuchado al inicio de la audiencia, en el libro de Oseas: ‘Me desposaré contigo para siempre, me desposaré contigo en justicia y en derecho, en misericordia y en ternura, me desposaré contigo en fidelidad y conocerás al Señor’ (2, 21-22). Es un largo camino el que el Señor recorre con su pueblo en este itinerario de noviazgo. Al final Dios se desposa con su pueblo en Jesucristo: en Jesús se desposa con la Iglesia. El pueblo de Dios es la esposa de Jesús».

Los pasajes de la Biblia explicados por Francisco ilustran que ese mismo itinerario sucede en el noviazgo entre un hombre y una mujer: primero comienzan a caminar juntos, luego viene la promesa de fidelidad que culminará en el matrimonio, siendo éste el signo de la unión de Cristo y de la Iglesia.

El 26 de diciembre de 2021, fiesta de la Sagrada Familia, en la carta a los matrimonios con ocasión del año “Familia Amoris laetitia”, el Santo Padre expresó que, al igual que Abrahán, «cada uno de los esposos sale de su tierra desde el momento en que, sintiendo la llamada al amor conyugal, decide entregarse al otro sin reservas». Por esta razón afirmó que el noviazgo supone «transitar juntos el camino que conduce al matrimonio». Y en ese itinerario compartido es capital que los novios aprendan a amarse.

Permiso, gracias y perdón

 El Papa Francisco, en el discurso a las parejas de novios del 14 de febrero de 2014,caracterizado por su estilo de hablar sencillo pero al mismo tiempo profundo, señaló la importancia de ciertas normas esenciales que pueden resumirse en tres palabras: «permiso», «gracias» y «perdón». Tres palabras que, en el contexto del noviazgo concebido como un período destinado a «transitar juntos el camino que conduce al matrimonio» y del aprender a amarse como compañeros de viaje, es bueno tenerlas en cuenta

«Permiso». El Papa comentó que se trata de «la petición gentil de poder entrar en la vida de otro con respeto y atención». En otras palabras, es «saber entrar con cortesía en la vida de los demás», ya que el amor verdadero no se impone, es por esta razón que la cortesía mantiene el amor.

«Gracias». Francisco afirmó que puede parecer una palabra sencilla de decir, pero que no siempre es así. «¿Recordáis el Evangelio de Lucas? Jesús cura a diez enfermos de lepra y sólo uno regresa a decir gracias a Jesús. Y el Señor dice: y los otros nueve, ¿dónde están? Esto es válido también para nosotros: ¿sabemos agradecer? En vuestra relación, y mañana en la vida matrimonial, es importante tener viva la conciencia de que la otra persona es un don de Dios, y a los dones de Dios se dice ¡gracias!, siempre se da gracias». Por este motivo animó a los novios a ser agradecidos, para poder avanzar juntos y positivamente hacia la vida matrimonial.

«Perdón». El Pontífice destacó que la condición humana lleva a cometer errores y equivocaciones a lo largo de la vida, por consiguiente, resulta imperativo pedir disculpas en las múltiples ocasiones del día. «“Perdona si hoy levanté la voz”; “perdona si pasé sin saludar”; “perdona si llegué tarde”, “si esta semana estuve muy silencioso”, “si hablé demasiado sin nunca escuchar”; “perdona si me olvidé”; “perdona, estaba enfadado y me la tomé contigo”.

Podemos decir muchos ‘perdón’ al día». También explicó que se trata de una enseñanza de Jesús, que nos anima a no acabar nunca el día sin pedir perdón, sin que la paz vuelva al hogar, al seno de la familia. «Si aprendemos a pedirnos perdón y a perdonarnos mutuamente, el matrimonio durará, irá adelante».

El autorSantiago Populín Such

Bachiller en Teología por la Universidad de Navarra. Licenciado en Teología Espiritual por la Universidad de la Santa Cruz, Roma.

Estados Unidos

El obispo Barron quiere fundar una congregación orientada a la evangelización

El obispo Barron, a la cabeza de la plataforma "Word on Fire", tiene un nuevo proyecto en mente: fundar una orden religiosa orientada a la evangelización.

Redacción Omnes·13 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El obispo Robert Barron, conocido por su plataforma “Word on Fire” ha anunciado un nuevo proyecto: una congregación religiosa orientada a la evangelización.

Coincidiendo con el 25 aniversario de “Word on Fire” el prelado estadounidense está buscando a entre tres y cinco sacerdotes y tres o cinco novicias que se sientan llamados a evangelizar siguiendo el estilo de la plataforma de contenido católico.

La comunidad religiosa se regirá por unas reglas ya redactadas por el obispo Barron y recibirá una formación profunda para evangelizar. Para lograr esto la futura orden ya cuenta con una primera casa donde iniciar la comunidad en la ciudad de Rochester, en Minnesota.

En la nota de prensa publicada en “Word on Fire” anuncian que “el reclutamiento de sacerdotes comenzará en breve”. Sin embargo, también avisan de que faltan donaciones “para financiar los costes asociados con los gastos de manutención, formación y educación”. De hecho, en la web explican que el objetivo de financiación son 25.000.000 dólares, de los cuales sólo se han conseguido por ahora 778,281 dólares.

El anuncio de esta congregación fundada por el obispo Barron finaliza con el deseo de que “esta orden exista a perpetuidad, abriendo camino en la evangelización y atrayendo a la gente a una relación más profunda con Jesucristo”.

Cine

‘Descalzos’, la película de Hakuna sobre la fuerza vital de la música

El viernes 14 se estrena en las salas españolas ‘Descalzos’, la película de Hakuna sobre el proceso de creación de su música, que en el fondo surge de la oración, la relación con Dios. Se trata de un amplio reportaje musical con testimonios sobre un movimiento católico que atrapa a muchos jóvenes. “Cantamos lo que vivimos y vivimos lo que cantamos”, aseguran.  

Francisco Otamendi·13 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

La sinopsis oficial de la película ‘Descalzos’, que se estrena el 14 de febrero en los cines, de la mano de Bosco Films y A Contracorriente Films, da suficientes pistas sobre el documental. “¿Quién enseñó al pájaro a cantar?”, lanza de entrada al aire, para la reflexión. “‘Descalzos’ se sumerge en el silencio del que despierta la música”, y “descubre la historia del grupo que ha desconcertado al panorama musical, recorriendo su proceso creativo y adentrándose en la Vida que les mueve”.

“Cuando el hombre se atreve a descalzarse, abriéndose a la Verdad”, prosigue, “la música que brota es como una flecha imparable que alcanza el corazón de la persona que se atreve a ponerse a tiro. La Vida era la pregunta; la música, la respuesta”, dice de un modo algo críptico, que se entiende mejor viendo la película.

“Cuando algo es verdad”

Lo dice en el film en varias ocasiones el productor musical de Hakuna Group Music, Iñigo Guerrero, y lo ha comentado estos días, al reflexionar sobre las claves del éxito de sus conciertos con miles de personas. “Cuando algo es verdad, es atractivo”.

Ésa es una clave del ‘boom’ de la música cristiana en español, como explica en la revista Omnes este mes el seminarista Luis Sierra: “La inquietud espiritual que manifiestan los artistas de modo explícito, su propia relación con Dios”, viviendo la vida “con los pies descalzos”, “matando la indiferencia”, como dice la letra de la canción que da título a la película. 

Las canciones de “Hakuna Group Music, formación vinculada al movimiento eclesial del mismo nombre, se han convertido en unas de las más escuchadas en España. ‘Huracán’ fue un éxito en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa en 2023. En efecto, Hakuna Group Music acumula sólo en Spotify más de 342.000 oyentes mensuales, aunque Huracán tiene ya 14,5 millones de escuchas.

“Los pies descalzos, el alma desnuda”

Esta misma semana, al concluir el preestreno de ‘Descalzos’, varios de los asistentes, en particular del entorno Hakuna, por ejemplo el propio fundador, el sacerdote José Pedro Manglano (Josepe para los amigos), me preguntaron si me había gustado la película. Supongo que como público, porque no soy experto en cine.

Con el telón de fondo de los pies descalzos, “el alma desnuda” (dijeron algunos en la película), pensé que en la respuesta no podía haber engaño. La verdad por delante. Y les dije lo que realmente pensaba: que me había gustado bastante, incluso mucho, y que había descansado y disfrutado, las dos cosas, que no es poco en estos tiempos.

Pero no viene mal saber lo que se va a ver. Ni con ésta ni con cualquier película. En mi familia, un poco desperdigada por edades, no vamos mucho al cine, porque los móviles y las series han ocupado el terreno. Así que, sin hacer spoiler, es bueno enterarse antes si te van a ofrecer un cachopo, una chuleta, o una dorada.

Cartel de la película ‘Descalzos’.

Música que se mete por las rendijas del alma

Es decir, si vamos a ver una película de acción, o una obra de teatro con planteamiento, nudo y desenlace, o un documental sereno y tranquilo. Pues bien, ‘Descalzos’ es esto último. En el fondo, ‘Descalzos’ es un reportaje amplio sobre Hakuna, su génesis, con música que se mete por las rendijas, y testimonios personales reales. Sin argumento especial, interesante y sencilla. Magnífica fotografía y espléndida naturaleza.

Me puse en la última fila. El público del preestreno era variado, pero, salvo alguna excepción, no juvenil, y por lo que pude atisbar, con asistencia de personas que aparecen en ‘Descalzos’, como Agueda, enferma de ELA, y su familia. 

Y fue surgiendo la película del director Santos Blanco, conocido por ‘Libres’, sobre la vida monástica. De dentro a afuera, del interior a la naturaleza, de las Horas Santas de adoración a Dios hacia la música. 

“Es algo más”

Con testimonios reales. Javi Nieves (Cadena 100), el citado Iñigo Guerrero, Manuel Alejandro, un anciano cantaor flamenco sabio, una religiosa curada de un cáncer, una teóloga, miembros de Hakuna, etcétera. Sin identificarse ni con un letrero, a pelo. Confesando, mostrando su estupor, contando su historia, su relación con la trascendencia, desvelando el alma. “La música puede cambiar el mundo porque puede cambiar a las personas”, eso cuentan.

A fuer de ser sincero, técnicamente no es un documental sobre este fenómeno musical, aunque popularmente se hable de ‘la película sobre Hakuna’. “Es algo más”, ha escrito un crítico que suele dar en la diana. Pues eso. Y conviene reiterar: la fotografía y el sonido, magníficos.

Además, siempre están ahí canciones como “Sencillamente”, “Olor a tostadas”, “Un segundo”, “Noche” o “Dime Padre”, la citada ‘Huracán’, y desde luego, ‘Forofos’, con su mensaje de unidad.

El autorFrancisco Otamendi

Evangelización

Giavani Cairo, actor de The Chosen, cuenta cómo la serie reavivó su fe

El actor Giavani Cairo, que interpreta al apóstol Judas Tadeo, fue criado como católico pero se alejó de su fe. La redescubrió mientras seguía actuando en Los Ángeles.

OSV / Omnes·13 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

OSV News / Jack Figge

En los últimos cuatro años, la serie de televisión The Chosen ha tomado por asalto el mundo católico, mientras miles de personas esperan con impaciencia el estreno de la quinta temporada.

The Chosen es un popular drama histórico que sigue la vida de Cristo y sus discípulos. Producida por 5&2 Studios, estudio fundado por Dallas Jenkins, creador y director de la serie, The Chosen se encuentra actualmente en su cuarta temporada. La quinta temporada se estrenará en los cines de todo el país el próximo mes de marzo.

Gracias a su participación en The Chosen, muchos de los miembros del equipo y actores de la serie -incluido Jonathan Roumie, que interpreta a Jesús- han redescubierto la fe.

Giavani Cairo

Uno de ellos es Giavani Cairo, que interpreta a Judas Tadeo, uno de los Doce Apóstoles. Cairo se crió como católico en Michigan, pero se alejó de su fe.

«Al crecer, la fe parecía ser algo que simplemente se hacía», dijo Cairo a OSV News. «Haces la primera comunión y la confirmación, y luego vas a la iglesia los fines de semana. Pero nunca sentí que tuviera una relación con Cristo».

Cairo nunca quiso ser actor hasta que tomó una clase en su último año de secundaria. Entonces, eso es todo lo que podía soñar hacer.

«Necesitábamos una clase de oratoria para graduarnos, así que tomé una clase de actuación», dijo Cairo. «No sabía si me iba a gustar, pero descubrí que era una forma estupenda de expresarme a través de ella, y me dio ganas de aprender más sobre el mundo de la interpretación, así que me mudé a Los Ángeles».

«Allí, simplemente me enamoré más de eso e hice más entrenamiento de actuación», dijo.

Cansando de la vida de actor

«En 2018, había estado en Los Ángeles durante unos años persiguiendo este sueño, pero por las razones equivocadas», dijo Cairo. «Quería ser actor para poder salir en la tele o poder estar en el candelero, y simplemente no me llenaba».

«Echaba de menos a mi familia y mi relación con ellos se estaba deteriorando», explica. «No hablaba tanto con ellos y me sentía muy perdido».

Hablando con una amiga, ella le sugirió a Cairo que empezara a hacer voluntariado en su tiempo libre y que se fijara objetivos concretos para ese año. Cairo empezó a rezar de nuevo con regularidad y en pocos meses fue contratado para un programa de televisión.

Encuentro con la Escritura

«Hice un pacto para leer la Biblia todos los días. Empecé a rezar todos los días, aunque creía que no lo estaba haciendo bien», dice Cairo. «Lo que es una locura es que unas semanas antes del año nuevo me presenté a una audición para ‘Los elegidos’ después de enterarme de que buscaban actores».

Al principio, Cairo dudaba si presentarse a la audición de «The Chosen». Era una producción de bajo presupuesto, y los programas basados en la fe rara vez tienen éxito. Sin embargo, quedó tan impresionado por el guión y la visión de Jenkins que dio un salto de fe y se presentó al casting. Tras una segunda convocatoria, Cairo mantuvo una memorable conversación por Skype con Jenkins y otros miembros del equipo.

«Dallas me dijo: ‘No sabemos dónde te vamos a poner, pero queremos que participes’», cuenta Cairo. «Estaba muy emocionado porque las dos cosas que más deseaba del año, que eran crecer más en mi fe y reservar una serie, se hicieron realidad».

Actuar en The Chosen ha sido una experiencia que le ha cambiado la vida, dijo. «Me ha hecho querer ser mejor persona», dijo. «El personaje que represento, Thaddeus, es un pacificador que intenta ver a la gente tal como es y quiere que la gente se sienta vista. Ese es el tipo de amigo que siempre quise y siempre quise ser cuando era pequeño. Lo que he aprendido es a querer a la gente por lo que es».

Al igual que Cairo, muchos espectadores se sienten identificados con los personajes de la serie. Dice que esto es intencionado, y ha ayudado a que la serie se haga popular entre una gran audiencia.

«Si ves la serie, empiezas a ver partes de ti mismo en ellos», dice. «Ves a Simón Pedro frustrado o sintiendo que va a perderlo todo porque le han dado impuestos. Ves a Jesús riendo y contando chistes en una boda con sus discípulos. La gente siente que en persona hacemos estas cosas con nuestros amigos. Nos identificamos con los personajes».

Ficcionar a Tadeo

Cuando Cairo y los guionistas empezaron a discutir cómo retratar a Tadeo, también conocido como San Judas, tenían poco en lo que basarse. Poco se sabe de Tadeo, aparte de que es un santo y de que parecía ser un observador. Esto dio a Cairo la libertad de moldear y elaborar el personaje para hacerlo más cercano.

«Es un poco más callado que muchos de los otros discípulos; es un observador, como yo también lo soy», dice Cairo. «Pero lo cierto es que yo no tuve la confianza necesaria para decir lo que pensaba o defender a los demás. Pero Thaddeus sí». A través del programa, Thaddeus me está enseñando a ser mejor persona conmigo mismo; por lo tanto, puedo ser mejor persona para mucha otra gente».

A lo largo de los últimos siete años, el reparto y el equipo de The Chosen han formado una comunidad muy unida en su intento de representar la vida de Cristo, una comunidad que Cairo apreciará siempre.

«Se han convertido en mi familia, mis hermanos y mis hermanas», afirma. «Hemos pasado juntos por tantas pruebas y tantas victorias. Hemos reído juntos, hemos llorado juntos. Hemos compartido victorias y momentos increíbles. Simplemente amo a estos chicos».

La quinta temporada de «The Chosen» se estrenará en los cines a partir de marzo, con un lanzamiento posterior en la aplicación «The Chosen» para streaming. Aunque la serie se acerca a la muerte y resurrección de Cristo, Cairo sabe que «The Chosen» siempre seguirá siendo relevante, ya que cuenta la historia más atemporal.

«Es la historia más importante que se ha contado nunca», afirma. «Todos sabemos hacia dónde se dirige esta historia, pero en el gran esquema de las cosas, todos tenemos la responsabilidad de compartirla, y eso nunca terminará. Esto es sólo el principio de lo que podemos hacer como discípulos: mostrarnos amor unos a otros y difundir el Evangelio».

El autorOSV / Omnes

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Evangelio

Fe y justicia social. VI domingo del Tiempo Ordinario (C)

Joseph Evans comenta las lecturas del VI domingo del Tiempo Ordinario (C) correspondiente al 16 de febrero de 2025.

Joseph Evans·13 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

El evangelio de Lucas es, en general, el más optimista de los cuatro evangelios. En él, y quizá aún más en los Hechos de los Apóstoles, Lucas se las arregla indefectiblemente para ver el lado positivo de las cosas. Si Marcos subraya la Pasión de Cristo y Juan, al tiempo que destaca la divinidad de Cristo, también ve con agudeza la oposición que Jesús debe afrontar por parte de las fuerzas de las tinieblas e incluso de su propio pueblo (véase Juan 1, 5-11), Lucas anuncia con alegría la salvación de Cristo (por ejemplo, Lucas 2, 10-11). 

La narración de la infancia de Mateo nos presenta la sombría realidad de la masacre de los inocentes, pero en el relato de Lucas todo es alegría, con apenas un atisbo del sufrimiento futuro al que alude el anciano Simeón (Lucas 2, 34-35). Para Lucas, la persecución apenas parece un problema (por ejemplo, Lucas 4, 28-30) e incluso puede convertirse en una oportunidad de crecimiento (Hechos 8, 1-6).

Por eso sorprende que en la versión de Lucas de las Bienaventuranzas, que es el evangelio de hoy, él —a diferencia de Mateo— se refiera a las maldiciones que nos acarreará un estilo de vida mundano. En el relato de las bienaventuranzas de Mateo, Jesús sólo propone toda una serie de bendiciones: Bienaventurados los pobres de espíritu, los mansos, los misericordiosos, etc… Por supuesto, Jesús habla en ambas versiones, pero la cuestión aquí es lo que el evangelista, inspirado por el Espíritu Santo, elige registrar.

Lucas da la mitad de las bienaventuranzas que Mateo y llena los espacios con maldiciones. Bienaventurados los pobres, los que ahora tienen hambre y lloran, y los perseguidos… En ese sentido, su relato es mucho más social, con una mayor preocupación por los pobres y marginados y por la justicia social (todo ello típico de Lucas). La lista de Mateo es más interior y espiritual (“Bienaventurados los pobres”). Su preocupación es más la renovación interior; la de Lucas es más el cambio social. Las dos versiones se complementan perfectamente. 

Y con esta misma preocupación social (como su relato del Magnificat de María: véase Lucas 1,50-54), Lucas esboza las maldiciones que traerá consigo la opresión de los humildes. Los ricos, los hinchados, los que ríen vacíamente y buscan la fama, todos serán maldecidos. En la primera lectura, Jeremías tiene su propia lista, breve y mucho más sencilla, de bendiciones y maldiciones. Somos maldecidos por confiar en nosotros mismos y bendecidos por confiar en Dios. Es como Mateo y Lucas, pero en pocas palabras.

Si el generalmente positivo Lucas puede ser tan duro con los abusos de los demás, debe tratarse de un asunto serio. En el fondo, necesitamos ambas versiones: donde el Jesús de Mateo nos llama a la santidad, en Lucas nos advierte de que no hay santidad sin una preocupación práctica por la justicia social.

Teología del siglo XX

La esencia del cristianismo, de Romano Guardini

El 15 de diciembre de 2017 se introdujo la causa de beatificación de Romano Guardini, casi 50 años después de su muerte.

Juan Luis Lorda·13 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 7 minutos

Siempre es difícil trazar la historia de las ideas: cuáles son los momentos y contextos en que se perfilan, se formulan y logran difusión. Que el cristianismo se centra en la persona de Cristo lo formula bella y claramente Guardini, con un impacto que ha marcado toda la teología católica del siglo XX. Pero evidentemente no se lo ha inventado.

El mismo Señor lo da a entender cuando dice “Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie va al Padre sino por mí” (Jn 14, 6). Con toda la misteriosa fuerza del “Yo soy” de Cristo, en el Evangelio de San Juan: “Yo soy el pan de vida” (Jn 6, 35.48.51), “Yo soy la luz del mundo” (Jn 8, 12; 12, 46-48), “Yo soy la puerta” (Jn 10, 1-6), “Yo soy la resurrección” (Jn 11, 25). 

Los contextos

Por un lado está el esfuerzo “racionalista liberal”, que desde el XVIII, intenta reducir el cristianismo a alguna idea o esencia “universal”, prescindiendo de sus concreciones históricas, que le parecen dudosas. Por otro lado, desde el siglo XIX, ha crecido exponencialmente el conocimiento de otras religiones: ¿qué tienen en común?, ¿qué caracteriza el hecho religioso? Y, dentro de esto, ¿qué singulariza a lo cristiano?

La teología liberal protestante, desde Schleiermacher, ha asumido la idea de que el cristianismo representa la esencia de lo religioso en su concreción histórica más acabada. En efecto, lo religioso puede definirse como la relación de sumisión y reconocimiento hacia el absoluto. Y, para Schleiermacher, el cristianismo lo realiza de manera eminente.

Pero en paralelo, durante el siglo XIX, se ha extendido el estudio comparado de las religiones. Y al igual que se intenta encontrar en otras religiones el esquema y los elementos que tan claramente se observan en la cristiana, con sus creencias, sus libros sagrados, su moral, su culto y su iglesia o comunidad creyente, también se intenta tipificar la religión cristiana por comparación con las demás. Y se ve en Cristo al Fundador y Profeta de la religión cristiana. 

Desde luego, Jesucristo es el fundador y profeta de la religión cristiana, el vehículo por el que este mensaje llega y se difunde en el mundo. Pero, sobre todo, es el centro y el contenido del mensaje. 

Esto es lo singular, que no encuentra parecido en la historia de las religiones. Buda o Mahoma pueden ser vehículos e incluso modelos en la práctica de una religión (aunque en el caso de Buda fuera más bien una filosofía), pero no son su esencia. En cambio, con su Encarnación, la Palabra de Dios se ha hecho presente en la historia en forma de persona. En Jesucristo, el Hijo encarnado, Dios se manifiesta y salva. Por eso la religión cristiana no se compendia en una idea sino en una persona. 

Explicará Guardini: “Jesús no es solo portador de un mensaje que exige una decisión, sino que es Él mismo quien provoca la decisión, una decisión impuesta a todo hombre, que penetra todas las vinculaciones terrenas y que no hay poder que pueda ni contrastar ni detener” (La esencia del cristianismo, Cristiandad, Madrid 1984, p. 47) 

El título

Dos famosos libros llevaban ya el mismo título. En 1841, Ludwig Feuerbach había publicado su La esencia del cristianismo. Era una explicación hermenéutica reductiva del cristianismo. El cristianismo sería lo contrario de lo que pretende ser. No la manifestación de un Dios que quiere salvar al hombre, sino la ilusión del hombre que sublima sus propias aspiraciones en la idea de Dios. Dios es solo lo que nos gustaría ser, llevado al infinito. 

Adolf von Harnack, famoso historiador de la antigüedad cristiana y protestante liberal, le contestó con unas conferencias reunidas en su libro La esencia del cristianismo (1901). No se trata de una ilusión, sino que el mandamiento del amor es la máxima expresión histórica del progreso interior humano. La historia cristiana ha prestado, quizá, demasiada atención a la doctrina sobre Dios o sobre Jesucristo –eso le parece–, pero la esencia está en la realización del hombre interior en la justicia y la caridad. Eso es lo que le da su significado universal, para los hombres de todos los tiempos. 

En realidad, tenían bastante en común. Como hijos de su tiempo, les parecía problemática la historia de la salvación y solo le daban un valor alegórico. Pero donde Feuerbach veía un infeliz espejismo, von Harnack encontraba la máxima manifestación del espíritu humano. 

La ingenuidad liberal que quiere contemplar el progreso humano en la historia, también religioso, naufragaría en la primera guerra mundial. Y Barth juzgaría duramente el intento de la teología liberal de hacer razonable el cristianismo, convirtiéndolo en idea y esencia. Es el escándalo de la revelación el que tiene que juzgar la razón, y no al revés. Así la salva y la saca de sus límites.  Pero Barth no desciende a la historia concreta.

El libro de Guardini

Sin citarlo, Guardini sigue el itinerario contrario a Harnack: parte del hecho histórico de Jesucristo y muestra su significado universal, que no puede reducirse a ninguna idea. Jesucristo, tal como fue y como es, es la esencia de la religión cristiana.  

Como señala en la “Advertencia preliminar”, La esencia del cristianismo se publicó en 1929, en la revista Die Schildgenossen. Pero Guardini vio conveniente publicarlo aparte, porque le parecía que podía servir de ”introducción metódica”, para sus otros libros sobre Cristo, especialmente La imagen de Jesús, el Cristo, en el Nuevo Testamento, y El Señor

Desarrolla la argumentación en cuatro partes que seguiremos brevemente: I. El problema; II. A modo de diferenciación; III. La persona de Cristo y lo propia y esencialmente cristiano. Finalmente, en el apartado IV, Resultado, resume brevemente su tesis.

El problema

“La pregunta por la esencia del cristianismo ha sido contestada de modos muy diversos. Se ha dicho que lo esencial del cristianismo es que en él la personalidad individual avanza al centro de la conciencia religiosa; se ha afirmado asimismo que la esencia del cristianismo radica en que en él Dios se revela como Padre, quedando el creyente situado frente a Él […]: también se ha sostenido que lo peculiar del cristianismo es ser una religión que eleva el amor al prójimo a la categoría de valor fundamental […]. De todas estas respuestas no hay ninguna que dé en el blanco” (16). Además de que son falsas, “se hallan formuladas en forma de proposiciones abstractas, subsumiendo su ‘objeto’ bajo conceptos generales” (17). 

“El cristianismo no es, en último término, ni una doctrina de la verdad ni una interpretación de la vida. Es eso también, pero nada de ello constituye su esencia nuclear. Su esencia está constituida por Jesús de Nazaret, por su existencia, su obra y su destino concretos; es decir, por una personalidad histórica” (19). 

Esto plantea un “problema”. Porque estamos acostumbrados a someternos a normas o a leyes, pero aquí se trata de “reconocer a otra persona como ley suprema de toda la esfera religiosa”.

A modo de diferenciación

Se necesita un discernimiento: “Una mirada superficial basta para percatarse de la inconmensurable significación que reviste la persona de Jesús en el Nuevo Testamento” (25). Recuerda el caso de Buda, y también de los profetas de Israel: “El profeta como el apóstol son portadores del Mensaje, obreros en la gran obra, pero nada más” (32). “Por contraste con todo eso, se pone de manifiesto cuán fundamentalmente diferente es la posición de la persona de Jesús en el orden religioso proclamado por él” (33).

La persona de Cristo y lo propia y esencialmente cristiano

Hay muchas versiones sobre el mensaje de Cristo: predicó el Reino que venía, el amor universal, una nueva idea de Dios. En definitiva, “se ha afirmado repetidamente que Jesús no forma parte del contenido de su mensaje” (37). Pues bien, “esta teoría es falsa” (38). Por muchos motivos. 

El primero es que Jesús “exige explícitamente que los hombres le sigan” (38), que opten por él, de una manera plena. Además, sus palabras y gestos “hacen aparecer la persona de Cristo como criterio y motivo de la conducta” (40). Hasta el escándalo que supone “el hecho de que una persona histórica pretenda para sí una significación religiosa absoluta” (50). “Todo lo cristiano que viene de Dios a nosotros, y lo mismo todo lo que va de nosotros a Dios, tiene que pasar por Aquel” (52). Es una mediación que forma parte del contenido.

“La doctrina de Jesús es la doctrina del Padre. Pero no como en un profeta que recibe y da a conocer la revelación, sino en el sentido de que su punto de partida se halla en el Padre, pero, a la vez, también en Jesús” (60). 

También la salvación se da en él y a través de él. Por eso se entiende la expresión frecuente en San Pablo: “en él”, recogida en la liturgia: “Por Cristo, con él y en él”. Así viven, así rezan, así se salvan los cristianos, por la acción del Espíritu Santo. Cada uno en particular y, a la vez, todos en la Iglesia. Y se expresa de manera especial en la Eucaristía: todos están llamados a comer su Cuerpo, condición necesaria para entrar en el Reino de los Cielos.

Resultado

En este último y breve apartado concluye todo: “No hay ninguna doctrina, ninguna estructura fundamental de valores éticos, ninguna actitud religiosa ni ningún orden vital que pueda separarse de la persona de Cristo y del que, después, pueda decirse que es cristiano. Lo cristiano es Él mismo, lo que a través de Él llega al hombre y la relación que a través de Él puede mantener el hombre con Dios” (103).

El cristianismo tiene una doctrina y una moral (un sistema de valores) y un culto público y una oración personal. Tiene; pero no es ni una doctrina, ni una moral, ni un culto, ni una iglesia. Su esencia es Jesucristo. Su doctrina, su moral, su culto se realizan en Cristo. Y no hay doctrina ni moral ni culto que sean cristianos si no se enraízan y expresan en Cristo. 

Y, por último, citando sin citar las otras “esencias del cristianismo”, concluye: “La tesis de que el cristianismo es la religión del amor solo puede ser exacta en el sentido de que el cristianismo es la religión del amor a Cristo y, a través de Él, del amor dirigido a Dios, así como a otros hombres […]. El amor a Cristo es, pues, la actitud que en absoluto presta sentido a cuanto es. Toda vida tiene que ser determinada por él” (105).  

El teólogo y obispo italiano Bruno Forte tiene un ensayo sobre La esencia del cristianismo (2002), con un replanteamiento del tema en la actualidad y algunas valoraciones históricas; y también el teólogo español Olegario González de Cardedal escribió La entraña del cristianismo (1997), mucho más voluminoso y amplio, aunque con menos detalle en lo que se refiere a Guardini.

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España

La Conferencia Episcopal Española lanza la campaña “Matrimonio es +”

La Conferencia Episcopal Española presentó el 12 de febrero la campaña “Matrimonio es +”, que tiene como fin “mostrar la belleza de la propuesta del matrimonio cristiano”.

Redacción Omnes·12 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

El 12 de febrero la Conferencia Episcopal Española presentó la campaña “Matrimonio es +”. Esta presentación precede a la semana del matrimonio 2025, que se celebra del 14 al 21 de febrero y tiene como fin “mostrar la belleza de la propuesta del matrimonio cristiano”.

En la presentación intervinieron José Gabriel Vera, director de Comunicación de la Conferencia; Miguel Garrigós, director de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida; y Carlota Mariño Esteban, miembro del equipo de creativos que han diseñado la campaña.

Este 2025 los obispos han innovado con la propuesta de la semana del matrimonio, contando con la participación de alumnos de último año de la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca. Estos alumnos han creado una campaña cuyo eje “gira en torno al latido del corazón”, como explicó Mariño Esteban. A través de esta imagen, los contenidos siguen en tres vídeos la historia de una pareja real que atraviesa diversas etapas.

Miguel Garrigós señaló que esta campaña nace de dos preocupaciones: “la disminución del número de personas que deciden contraer matrimonio” y “el aumento del número de divorcios”.

Una campaña propositiva a favor del matrimonio

A pesar de esto, desde la Subcomisión Episcopal están “convencidos de que el corazón de cada persona aspira a un amor que la complete, que sea fecundo y que perdure”. Por ello, la campaña de este año “es propositiva” y muestra, a través de su lema, que el “matrimonio es más”.

En la página web de la campaña pueden encontrarse varios recursos para novios y matrimonios que quieran profundizar más en su relación. Hay también testimonios, artículos para reflexionar sobre la identidad del matrimonio en la Iglesia y consejos.

(De derecha a izquierda) José Gabriel Vera, Carlota Mariño Esteban y Miguel Garrigós (Flickr / Conferencia Episcopal Española)

Vaticano

El Papa destaca la humildad de Dios al entrar en la historia

En su ciclo de catequesis del Año Jubilar sobre ‘Jesucristo , nuestra esperanza’, el Papa Francisco, todavía con bronquitis, se ha centrado esta mañana en el nacimiento de Jesús y la visita de los pastores. Y ha remarcado la humildad de Dios al entrar en la historia. Además, ha rogado “penitencia por la paz”.  

Francisco Otamendi·12 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Pontífice ha dedicado la catequesis de la Audiencia de esta mañana en el Aula Pablo VI al nacimiento de Jesús, con una meditación que ha subrayado “la humildad de Dios al entrar en la historia”. 

Al comenzar, ha informado que “con mi bronquitis, aún no puedo leer, pero la próxima semana podré”, por lo que salvo sus palabras en italiano y en español, ha leído su reflexión para los peregrinos en diversos idiomas el sacerdote Pierluigi Giroli, de la Secretaría de Estado.

“Que se encuentren caminos de paz”

Al final de la catequesis en italiano, junto antes de la rezar el Padre nuestro y dar la Bendición, el Papa ha alentado dos consideraciones generales, al rogar oración y penitencia por la paz, y al recordar que “pasado mañana (día 14), celebraremos la fiesta de los santos Cirilo y Metodio, primeros propagadores de la fe entre los pueblos eslavos. Que su testimonio os ayude a ser también vosotros apóstoles del Evangelio, fermento de renovación en la vida personal, familiar y social”.

Al reflexionar sobre la paz, el Santo Padre ha recordado a “tantos países que están en guerra”, y ha alentado: “Oremos por la paz, hagamos todo por la paz, no hemos nacido para matar, sino para hacer crecer a los pueblos. Que se encuentren caminos de paz. Que su oración cotidiana sea, por favor, pedir la paz, por la martirizada Ucrania que sufre, piensen en Palestina, en Israel, en Myanmar, en Kivu del Norte, en Sudán del Sur, por favor, recemos por la paz, hagamos penitencia por la paz”.

Signos de la humildad del Mesías

“En nuestra catequesis de hoy” (basada en san Lucas 2, 10-12), “contemplamos el nacimiento de Jesús en Belén, que entra en la historia haciéndose nuestro compañero de camino”, ha comenzado su reflexión el Papa.

“Él mismo, desde el vientre materno, estuvo siempre en camino. Primero, de Nazaret hasta la casa de Isabel y Zacarías —en la Visitación—; después, de Nazaret a Belén para cumplir con el censo. Esto muestra la humildad de Dios, que no evade ni socava las estructuras del mundo, sino que las ilumina y recrea desde dentro”.

“Otro signo de la humildad del Mesías es que no nace en un palacio, sino en un lugar destinado a los animales. No se manifiesta en el clamor, sino en el silencio; no se impone, sino que se ofrece”. 

Los pastores, “destinatarios de la noticia más maravillosa de la historia”

Además, el Papa ha subrayado que Dios elige a los pastores “para que sean los destinatarios de la noticia más maravillosa que jamás haya resonado en la historia: los pastores, gente sencilla y humilde, son los primeros que reciben esta buena noticia. El Salvador tan esperado nace para ellos, para ser el Pastor de su pueblo. Ellos lo acogen con asombro agradecido y, al ponerse en camino para ir a su encuentro, sus corazones se llenan de gozo y esperanza”.

Francisco ha animado: “Pidamos al Señor la gracia de ir a su encuentro con prontitud y sencillez, como los pastores, anunciando a todos la esperanza y la alegría del Evangelio”. 

Jubileo, tiempo de renovación espiritual

En cuanto a sus palabras a los peregrinos de diversas lenguas, quizá las dirigidas a los de lengua inglesa, y luego a los de lengua china, pueden resumir sus alocuciones.

“Deseo que el Jubileo de la esperanza sea para vosotros y vuestras familias un tiempo de gracia y de renovación espiritual. Invoco sobre todos la alegría y la paz del Señor Jesús”, ha manifestado a los peregrinos procedentes de Inglaterra, Irlanda del Norte, Malta, Suecia, Australia, Indonesia, Filipinas y Estados Unidos, con mención especial a” los seminaristas del Pontificio Colegio Irlandés, asegurándoles mis oraciones por su preparación al sacerdocio”.

“Saludo cordialmente al pueblo de lengua china. Queridos hermanos y hermanas, os exhorto a trabajar por una sociedad justa y unida. ¡Mi bendición para todos!”, ha manifestado a los de lengua china.

“Discernir en la debilidad la fuerza del Niño Dios”

Finalmente, el Papa ha señalado dos peticiones. En primer lugar, para que “pidamos también nosotros la gracia de ser, como los pastores, capaces de asombro y alabanza ante Dios, y capaces de custodiar lo que Él nos ha confiado: nuestros talentos, nuestros carismas, nuestra vocación y las personas que Él pone a nuestro lado”. 

Y en segundo término, “pidamos al Señor saber discernir en la debilidad la fuerza extraordinaria del Niño Dios, que viene para renovar el mundo y transformar nuestras vidas con su proyecto lleno de esperanza para toda la humanidad”.

El autorFrancisco Otamendi

Iniciativas

Los proyectos de Amigos de Monkole cambian vidas

Enrique Barrio, presidente de Amigos de Monkole, desea que “pronto vuelva la paz al Congo”. “Nosotros seguiremos adelante con nuestros proyectos en Kinshasa”.

Teresa Aguado Peña·12 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

La vida de 27.438 personas ha cambiado gracias a la Fundación Amigos de Monkole en la República Democrática del Congo, financiando la atención sanitaria de familias sin recursos a través del hospital materno infantil Monkole y sus tres dispensarios médicos en las periferias de Kinshasa (la capital del país).

Desde su constitución en 2017 han ayudado a más de 150.000 congoleños en situación de vulnerabilidad, en su mayoría mujeres y niños y el año pasado los médicos voluntarios de Amigos de Monkole impartieron más de 2.000 horas de formación. En la actualidad, esta fundación lleva a cabo 13 proyectos centrados en la mejora de la calidad sanitaria y educativa de las personas.

«Amigos de Monkole» en 2024

Entre los proyectos de 2024 destacan el Proyecto Elikia (que significa “esperanza” en lingala) de cribado de cáncer de útero en mujeres. Gracias a la labor del Dr Luis Chiva, jefe de Ginecología de la Clínica Universidad de Navarra, y sus equipos de voluntarios, se han atendido a 1.200 mujeres y se han operado de cánceres graves a 8 mujeres. Con el Proyecto de Raquitismo han atendido a 79 niños y con Forfait Mamá han apoyado el nacimiento, control y seguimiento de 56 bebés prematuros.

Impulsan también el servicio de Atención Primaria, atendiendo en 2024 a 25.400 personas. Con el Proyecto de Odontología, gracias a la labor y viajes solidarios del estomatólogo Ignacio Martínez, se atendió a 103 niños, adolescentes y personas mayores sin recursos.

Gracias al Proyecto de depranocitosis de cadera han sido operados con éxito 27 jóvenes, en el que la labor del Dr. Víctor Barro y su equipo de voluntarios ha sido fundamental.

El Proyecto Capacitación Agrícola para Mujeres ha tenido un impacto significativo en la vida de 40 mujeres hortelanas de la Cooperativa COMABOK, mejorando tanto su capacidad productiva como su resiliencia ante el cambio climático.

Además, Amigos de Monkole ha conseguido escolarizar a 30 niños de pequeños orfanatos concediéndoles becas escolares. También han impulsado el Proyecto Nutrición Infantil en Kimwenza, cuidando, junto a las misioneras de Cristo Jesús, a 253 niños con graves problemas de nutrición. Asimismo, han becado a 12 chicas jóvenes de la Escuela de Enfermería del hospital Monkole para que puedan realizar sus estudios de Enfermería en la escuela ISSI.

Próximos proyectos

Llegado el 2025, la fundación sigue impulsando estos proyectos y pone en marcha otro más de empoderamiento y capacitación profesional de mujeres vulnerables en los municipios de Mont-Ngafula y Selembao, en Kinshasa. Tratan así de beneficiar a 230 mujeres jóvenes, en particular a aquellas que están en situación de vulnerabilidad entre los 16 y 22 años.

Respecto al conflicto que hoy vive la R.D. del Congo, Enrique Barrio, presidente de la fundación, señala que “somos conscientes de la delicada situación que hoy está viviendo la R.D. del Congo y esperamos que cuanto antes vuelva la paz y estabilidad en el este del país”.  “Nosotros seguimos trabajando sobre el terreno y vamos a continuar con todos nuestros proyectos en Kinshasa, que se encuentra a algo más de 2.500  kilómetros de Goma”, añade.

El autorTeresa Aguado Peña

El día que no viví el minuto heroico 

Hay muchos y muchas, más de los que se fueron, que hoy también han tenido su minuto heroico viviendo el espíritu del Opus Dei. Otros hemos apagado el despertador y nos hemos dado la vuelta en la cama…, y no pasa nada.

12 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

No quise levantarme. Mi cuerpo decía que no y esa vez decidí hacerle caso y no. No me levanté cuando sonó el despertador. No viví el minuto heroico, ese que se ha hecho tan famoso. Y no pasó nada.

Nadie me regañó, ni me violentó… ni siquiera me confesé de no hacerlo; porque no es pecado remolonear un día. Porque es eso, la caidita de un día.

La verdad es que yo me levanto a las 6:30 a.m. para hacer deporte. También intento hacer oración por las mañanas, pero mi falta de diligencia aquel día podía haber sido más terrible para el deportista comprometido que para el cristiano medio, sea o no del Opus

Una vez más, esta institución de la Iglesia vuelve a ser tema de postre.

Y no digo que no haya quien se haya sentido abandonado, herido (y no sin razón) dentro de la Obra, o de los carmelitas o de los camalduenses.

El pecado es así de terrible: las heridas que deja -en uno mismo y en el prójimo-, son incontrolables. Como dice el Papa Francisco: «el pecado corta siempre, separa, divide». Las personas a las que, a lo largo de nuestra vida, con o sin intención, hemos tratado o juzgado mal, muchas veces no logran sanar sus heridas y por ello, siempre hemos de pedir perdón. A ellas si tenemos la posibilidad, y sobre todo y siempre, a Dios.

Yo conozco mucha gente del Opus Dei, que sigue y vive cada día feliz y contenta. Célibes y no célibes. Que se mortifican (sí, porque eso es patrimonio común de la Iglesia) y que mete la pata. De los que conozco del Opus, hay unos pocos que me caen sinceramente mal – para qué lo voy a negar-, y hay muchos otros a los que puedo contar entre mis amigos más leales. 

Conozco también mucha gente que fue del Opus y se largó de la institución con calma y paz. Otras no.

Otras personas, a las que también quiero, salieron heridas porque faltaron explicaciones y entendimientos; porque realmente no tenían vocación y hubo quien no entendió que la entrega siempre es a Dios y no a sus obras, como decía el cardenal Van Thuan; porque se vivía de otro modo y chocaron la sensibilidad de unos y – a veces- el rigorismo de otros…, por mil razones. Porque razones hay siempre: para perserverar, y para dejarlo. 

Y he visto, entre muchas de esas personas que dejaron la Obra y quienes viven su espíritu a diario, una postura de diálogo, de sanación, de reparación si era necesario, que ha puesto en orden muchas ideas y restañado heridas en sus corazones. Incluso no pocas de estas personas han vuelto a vivir su vida cristiana siguiendo las enseñanzas de san Josemaría Escrivá

Hay muchos y muchas, más de los que se fueron, que hoy también han tenido su minuto heroico viviendo el espíritu del Opus Dei. Otros, como yo, hemos apagado el despertador y nos hemos dado la vuelta en la cama…, y no pasa nada. 

El autorMaria José Atienza

Directora de Omnes. Licenciada en Comunicación, con más de 15 años de experiencia en comunicación de la Iglesia. Ha colaborado en medios como COPE o RNE.

Vocaciones

Mi viaje del sufismo al cristianismo

Mi camino espiritual comenzó en el sufismo, con su amor incondicional y su anhelo de unión con Dios. Sin embargo, fue en Cristo donde encontré la plenitud de ese amor que todo lo transforma.

Cyrus Azad·12 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Quiero contaros una historia. La historia de un viaje en busca de la luz, esa luz que calma el corazón inquieto y que desde hace siglos ha guiado a místicos y sabios. Un viaje que comenzó con una chispa de curiosidad y que terminó con un descubrimiento que lo cambió todo. Un camino de transformación espiritual, en el que el sufismo me reveló su profunda conexión con el cristianismo.

Desde mi infancia, el sufismo formó parte de mi vida. Esta corriente mística del islam, basada en el amor y la búsqueda de la unión con Dios, siempre me pareció distinta al islam ortodoxo. Su espíritu de entrega, su constante anhelo por la verdad y su insistencia en la anulación del ego me recordaban profundamente a la vida de Cristo y sus enseñanzas.

No es casualidad que muchos historiadores rastreen las raíces del sufismo hasta las primeras comunidades cristianas en Siria y Egipto, e incluso hasta los esenios. La palabra «sufí» comparte la misma raíz que «sophia», la sabiduría, un término que resuena con la tradición cristiana primitiva. Y no solo en la etimología encontramos esta relación, sino también en el modo en que los sufíes buscan la verdad: a través del amor, el desprendimiento y la contemplación de la divinidad.

El sufismo enseña que el camino hacia Dios es el amor absoluto y la aniquilación del yo para renacer en Él. Este concepto encuentra su paralelo en la idea cristiana de «morir a uno mismo» para vivir en Cristo. Poetas sufíes como Rumi y Attar describieron este proceso como un viaje a través de distintas etapas de purificación, similares a las experiencias de los místicos cristianos como San Juan de la Cruz o Santa Teresa de Ávila.

El gran poeta sufí Farid al-Din Attar habló de las «Siete Ciudades del Amor», un camino espiritual que comienza con la búsqueda y culmina en la aniquilación del yo. Cada etapa, desde el deseo de Dios hasta la pobreza y la renuncia, resuena con el viaje espiritual de los santos cristianos.

Las etapas

  1. «Talab» – Deseo, Buscar: El inicio del camino, donde el buscador trasciende los deseos mundanos y comienza su búsqueda de la verdad.
  2. «Eshgh» – Amor: La etapa más grande y temible, donde el amor por Dios consume al buscador y lo transforma.
  3. «Ma’arefat» – Conocimiento: El conocimiento de Dios y de la verdad, que aleja al buscador de la inmoralidad y lo acerca a la contemplación divina.
  4. «Bi Niazi» – No Necesitar: La renuncia a los deseos mundanos sin esperar recompensa alguna, buscando solo la cercanía de Dios.
  5. «Tawhid» – La Unicidad: La comprensión profunda de la unicidad de Dios y la entrega total a Él.
  6. «Heirat» – Sorpresa: Un estado de asombro y contemplación en el que el buscador se enfrenta a la grandeza divina.
  7. «Faghr y Fana» – Necesidad y Aniquilación: La culminación del viaje, donde el buscador renuncia completamente a sí mismo y se funde en el amor de Dios.

En mi propia búsqueda, hubo un momento en que sentía que algo me faltaba. Sabía que el sufismo me acercaba a la verdad, pero una pregunta seguía latente: ¿dónde encontrar la fuente definitiva de ese Amor que todo lo transforma? Como si el destino lo hubiese dispuesto, mis estudios me llevaron a Jesús de Nazaret, y ahí encontré la respuesta. El sufismo me había preparado el corazón, pero en Cristo encontré la plenitud de ese amor que había estado buscando.

La renuncia de Benedicto XVI fue la expresión de un acto de profunda humildad, demostrando que, pese a su inmensa autoridad sobre millones de personas, su mayor compromiso era con el ejemplo de Jesús. En un mundo donde pocos están dispuestos a ceder poder, él, revestido de la máxima autoridad espiritual como Papa, decidió dar un paso al costado. Este gesto me llevó a una reflexión profunda: comprendí que mi amor por Él debía traducirse en acción y compromiso. Fue entonces cuando tuve claridad absoluta: debía bautizarme en su nombre y convertirme en hijo de Dios, aceptando el regalo de su sacrificio con gratitud y fe.

El sufismo, con su búsqueda incansable de Dios a través del amor, es la expresión del islam que más se acerca al corazón del cristianismo. Y en mi caso, fue el puente que me llevó hasta Él.

El autorCyrus Azad

Evangelización

Los mártires de Abitinia y santa Eulalia de Barcelona, testigos de la fe

La Iglesia celebra hoy a los 49 santos mártires de Abitinia o Abitina, actual Túnez, sorprendidos en la Eucaristía desafiando la prohibición imperial. Uno de ellos respondió antes de morir: “Sine dominico non possumus” (sin el domingo no podemos vivir). Barcelona conmemora a Santa Eulalia, virgen y mártir.  

Francisco Otamendi·12 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

En la clausura del XXVI Congreso Eucarístico italiano en Bari (Italia), en mayo de 2005, Benedicto XVI recordó la escena. Era la fiesta del Corpus Christi. El Papa dijo: “Fue significativa, entre otras, la respuesta que un cierto Emérito dio al procónsul que le preguntaba por qué habían transgredido la severa orden del emperador. Respondió: “Sine dominico non possumus”; es decir, sin reunirnos en asamblea el domingo para celebrar la Eucaristía no podemos vivir. Nos faltarían las fuerzas para afrontar las dificultades diarias y no sucumbir”. 

Después de atroces torturas, san Saturnino y otros 48 mártires de Abitina, registrados con sus nombres en el Martirologio Romano, fueron asesinados. “Así, con la efusión de la sangre, confirmaron su fe. Murieron, pero vencieron; ahora los recordamos en la gloria de Cristo resucitado. Sobre la experiencia de los mártires de Abitina debemos reflexionar también nosotros, cristianos del siglo XXI”, sugirió el Papa Benedicto.

“Necesitamos este pan para afrontar la fatiga y el cansancio del viaje. El domingo, día del Señor, es la ocasión propicia para sacar fuerzas de él, que es el Señor de la vida”, prosiguió el Papa. “Participar en la celebración dominical, alimentarse del Pan eucarístico y experimentar la comunión de los hermanos y las hermanas en Cristo, es una necesidad para el cristiano”.

Santa Eulalia era una joven cristiana del siglo IV que vivía en Barcelona, y no renunció a su fe durante las persecuciones del emperador Diocleciano. Como consecuencia de ello, fue sometida a fuertes torturas y está enterrada en la cripta de la catedral, dedicada a la Santa Cruz y a Santa Eulalia, que es copatrona de la ciudad. Por otra parte, la fiesta de la Virgen de la Merced, patrona de la diócesis de Barcelona, se celebra el 24 de septiembre.

El autorFrancisco Otamendi

Recursos

Identidad y misión de la Iglesia: entrevista con Giulio Maspero

¿Cómo refleja la comunidad cristiana al Dios que adora? ¿Por qué la Iglesia no puede reducirse a una mera institución humana? Estas son algunas de las preguntas a las que da respuesta Giulio Maspero, decano de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz.

Giovanni Tridente·12 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

¿Cómo refleja la comunidad cristiana al Dios que adora? ¿Cómo se relaciona la historia del pueblo de Israel con la misión de los cristianos, y por qué la Iglesia no puede reducirse a una mera institución humana?

En una conversación con el P. Giulio Maspero, exploramos algunos de los fundamentos espirituales, antropológicos y jurídicos que caracterizan a la comunidad de creyentes. Miembro del consejo de la Pontificia Academia de Teología, es profesor de Teología Dogmática y decano de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma.

Profesor, empecemos por el concepto de identidad de una comunidad religiosa. ¿Cómo refleja la Iglesia la divinidad a la que rinde culto?

– Toda comunidad religiosa se identifica según la deidad a la que rinde culto. En el caso de la Iglesia, la deidad es el Dios de Jesucristo, por lo que, para entender qué es la Iglesia y cuál es su misión, debemos partir del misterio de este Dios trino. A diferencia de las deidades paganas, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob es único, trascendente y crea de la nada por amor. Esta comunión trinitaria es el modelo que la Iglesia misma está llamada a reflejar en su vida y en su acción.

¿Cómo comprender adecuadamente a este Dios que es uno pero también trino?

– Significa reconocer que Dios, siendo Padre, Hijo y Espíritu Santo, es comunión perfecta y absoluta. El hombre, creado a su imagen y semejanza, participa de esta vida divina. El Antiguo Testamento muestra la progresiva toma de conciencia del pueblo judío de su relación con Dios, que culmina en Jesucristo. La Iglesia nace precisamente del encuentro con el Dios trino que, en Jesús, se entrega definitivamente, ofreciéndonos ser sus amigos y miembros del Cuerpo místico que es la Iglesia misma.

¿Dónde encaja la historia del pueblo de Israel en este discurso?

– Israel es el pueblo llamado a vivir la relación con el Dios único, descubriendo poco a poco la profundidad de la alianza. Tras momentos de crisis y exilio, ha ido tomando conciencia del valor de pertenecer a un Creador que ama a su pueblo.

Con el advenimiento de Jesús, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob se revela plenamente como Trinidad: el cristianismo no se limita a heredar una monarquía terrena, sino que acoge y difunde la posibilidad de participar en la Vida divina abierta a todos. La Iglesia es la prolongación de esta historia de amor, donde los bautizados entran en una relación profunda con el Dios trino.

A menudo se subraya que la Iglesia no puede reducirse a una estructura meramente humana o política…

– En efecto, la Iglesia no es una institución política como la monarquía davídica del Antiguo Testamento, ni tampoco el mero edificio o el Estado Vaticano. Es el Pueblo de Dios, el Cuerpo de Cristo y el templo del Espíritu Santo: tres imágenes que hablan de la riqueza de la comunión trinitaria que la genera. El vínculo principal no es jurídico, sino espiritual: todo cristiano, por el Bautismo, entra en contacto con el Dios vivo y con todos los hermanos en la fe.

Obviamente, la Iglesia, a lo largo de dos mil años de historia, se ha dotado de estructuras y reglas para hacer visible y operativa esta comunión, pero su origen y su fuerza residen en el encuentro vivo con el Resucitado.

¿De dónde procede su carácter universal, es decir, “católico”?

– Se deriva del hecho de que Dios es el Señor de todos los tiempos y lugares, por lo que la Iglesia, como Pueblo de Dios, está destinada a reunir a personas de todas las culturas, edades y procedencias. Así lo anuncian ya las Escrituras, desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento: toda la historia humana es vista como el encuentro progresivo entre Dios y el hombre.

El Evangelio no es simplemente un conjunto de palabras escritas en un libro, sino la presencia misma de Cristo que habita en su comunidad, especialmente en los sacramentos, la liturgia y el amor mutuo. De ahí la vocación de la Iglesia de ser signo de esta unidad de Dios con la humanidad.

¿Qué fuentes recomendaría a quienes quisieran saber más sobre la naturaleza y la misión de la Iglesia?

– Hay tres referencias principales. En primer lugar, la propia vida de la Iglesia, con los sacramentos, la liturgia y el testimonio de los santos, que expresan concretamente su realidad. En segundo lugar, la Sagrada Escritura, en particular los Hechos de los Apóstoles, donde encontramos la Iglesia de los orígenes. En tercer lugar, el Magisterio de la Iglesia, que incluye los documentos y el Catecismo.

A continuación, señalo estos tres ejemplos de textos: “La Iglesia nuestra madre”, de san Josemaría Escrivá de Balaguer; los Hechos de los Apóstoles, que encontramos inmediatamente después de los Evangelios; el Catecismo de la Iglesia católica y la Constitución dogmática “Lumen gentium” del Concilio Vaticano II. En mi opinión, estas fuentes, combinadas, ayudan a captar la Iglesia como comunión viva en continuo diálogo con el Señor y con la humanidad.

En concreto, ¿cómo puede la institución dialogar con el mundo actual?

– La Iglesia es el lugar donde todo hombre es invitado a encontrar personalmente a Cristo resucitado, haciéndose amigo suyo y compartiendo su vida divina. Es, por tanto, una realidad que toca la dimensión más profunda de la persona, pero que también se traduce en relaciones reales y concretas de comunión.

A lo largo del tiempo, este encuentro se ha traducido en una estructura y una identidad definidas, a pesar de las limitaciones y dificultades de la historia humana. Sin embargo, al final, lo que sigue siendo crucial es la presencia del Resucitado: es Él quien la hace posible y la impulsa a servir al mundo, anunciando la buena nueva a cada pueblo y generación.

Vaticano

Santa Teresa de Calcuta entra en el Calendario Romano General

La santa Sede ha anunciado que la memoria libre de la santa fundadora de las Misioneras de la Caridad se inscriba en el Calendario Romano General y se celebre el 5 de septiembre.

Maria José Atienza·11 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

“El Sumo Pontífice Francisco, acogiendo las peticiones y los deseos de Pastores, religiosas y religiosos, como de asociaciones de fieles, y considerando la influencia ejercida por la espiritualidad de santa Teresa de Calcuta en numerosas regiones del mundo, ha dispuesto que el nombre de santa Teresa de Calcuta, virgen, sea inscrito en el Calendario Romano General y su memoria libre sea celebrada por todos el 5 de septiembre”, así destaca el decreto firmado por el Papa y difundido hoy por la Santa Sede la inclusión en el Calendario Romano General de la memoria de la santa de Calcuta. 

Santa Teresa de Calcuta se une así a las últimas incorporaciones al Calendario Romano como son las santas María y Marta y su hermano Lázaro o san Juan de Ávila.

Ahora las Conferencias episcopales deben traducir, aprobar y, tras la confirmación de este Dicasterio, publicar los textos correspondientes a esta memoria e incluirlos en los Calendarios y Libros litúrgicos para la celebración de la Misa y la Liturgia de las Horas. 

En el decreto emitida por el Vaticano se destaca el “testimonio de la dignidad y el privilegio del servicio humilde” de Anjezë Gonxhe Bojaxhiu​, que se erige como «icono del Buen samaritano» y “no deja de brillar como fuente de esperanza para tantas personas que buscan consuelo en las tribulaciones del cuerpo y del espíritu”. 

Teresa de Calcuta fue beatificada en 2003 por san Juan Pablo II a quien le unió una profunda y sincera amistad, y canonizada en 2016 por el Papa Francisco dentro del Año de la Misericordia. Su fiesta se celebra el 5 de septiembre, fecha de su dies natalis.

Evangelización

El obispo de Perú que multiplicó por 4 los sacerdotes de su diócesis en 13 años

Monseñor José María Ortega, obispo en Perú de la diócesis de Juli, explica que la primera tarea que emprendió tras su nombramiento fue conocer y cuidar a los sacerdotes. Gracias a su labor, ha conseguido que se multipliquen por cuatro los sacerdotes de su diócesis en tan solo trece años.

P. Manuel Tamayo·11 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Monseñor José María Ortega es obispo dimisionario de Juli. Fue el primer sacerdote peruano ordenado en Yauyos y, en 2006, fue nombrado obispo prelado de Juli. Esta prelatura, ubicada en la puna peruana a 4,000 metros de altura junto al lago Titicaca, es una de las zonas más pobres del país. Durante 13 años, Monseñor Ortega dedicó su vida a servir a estas comunidades, enfrentando desafíos y dejando un legado de fe y esperanza. Hoy nos comparte su experiencia y los frutos de su labor en esta tierra de contrastes y belleza extrema. Hablamos con él sobre su experiencia al frente de la prelatura.

¿Cómo es el territorio al que fue destinado?

– La prelatura de Juli fue erigida para la raza indígena aymara, que habita en cinco provincias y seis distritos de la región de Puno, alrededor del lago Titicaca. Es una zona muy fría y con mucha indigencia.

¿Qué encontró en la prelatura cuando llegó? ¿Qué le llamó más la atención?

– Lo que más me llamó la atención fue la pobreza, tanto material como espiritual. Había religiosos, pero llevaban más de 50 años sin buscar vocaciones o formar sacerdotes para la jurisdicción. Sin embargo, los obispos anteriores habían dejado seis sacerdotes aymaras, naturales de la zona.

¿Cómo se planificó su trabajo al llegar? ¿Qué fue lo primero que hizo?

– Lo primero fue cuidar y atender a los cinco sacerdotes aymaras que había, ya que uno estaba enfermo. Sabía que necesitaba ganarme su confianza, pues yo era de fuera y ellos esperaban un obispo nativo. Luego, me enfoqué en buscar vocaciones, visitando colegios y tratando con jóvenes. Inspirado por santo Toribio de Mogrovejo, decidí recorrer toda la prelatura para conocerla bien.

¿Cómo fue la recepción de la gente? ¿Encontró dificultades?

– Sí, siempre hay dificultades. Al principio, algunas autoridades y encargados de municipios se mostraban reacios, pero la gente sencilla, al verme celebrar misa y explicar los sacramentos, se alegraba. Poco a poco, me fui ganando su confianza. Recuerdo un pueblo llamado Quilcapunco, a 4,800 metros de altura, donde al principio no me abrían la iglesia, pero la gente terminó obligando al encargado a abrirla. Esa noche celebramos Misa, y la gente estaba feliz.

Si solo había seis sacerdotes, ¿cómo fue la formación de nuevos sacerdotes? ¿Se puso un seminario?

– No fue fácil, pero con la ayuda de dos sacerdotes de Yauyos, Fernando Samaniego y Clemente Ortega, empezamos a recorrer colegios y a hablar con los jóvenes. No les hablábamos directamente de vocación, sino que les mostrábamos nuestra labor como sacerdotes. Jugábamos al fútbol con ellos y así fuimos ganando su confianza.

A los tres años de mi llegada, empezamos el seminario mayor, y al cabo de siete años tuvimos las primeras ordenaciones. Cuando dejé la prelatura, había 24 sacerdotes ordenados y 3 diáconos, sumando 33 sacerdotes en total.

¿Cómo fue la experiencia con las mujeres tejedoras de la región?

– Fue una iniciativa que surgió más tarde. Contacté con amigos de España, como Adolfo Cazorla, quienes ayudaron a mejorar los tejidos de las mujeres. Les enseñaron a perfeccionar su arte sin perder su cultura. Esto mejoró su situación económica y familiar. Hoy, estas mujeres tienen presentaciones en Lima y Madrid, y están muy agradecidas. La asociación que crearon estas mujeres artesanas reúne a 300 mujeres del Altiplano peruano, pertenecientes a 21 comunidades.

¿Cuáles son los frutos y logros de esos años de trabajo?

– Estuve de obispo en Juli 13 años, desde 2006 hasta 2019. Desde el punto de vista espiritual, dejé un seminario con 17 seminaristas mayores y 14 menores. Erigí nuevas parroquias, pasando de 17 a 26, todas atendidas por sacerdotes. También mejoramos las casas parroquiales.

En lo material, ayudamos a mejorar los cultivos y la crianza de truchas en el lago Titicaca, lo que elevó el nivel económico de las familias. Todo esto fue posible gracias a la ayuda de instituciones como Adveniat, la Conferencia Episcopal Italiana y Cáritas de España.

¿Qué mensaje le daría a quienes siguen su labor en la prelatura de Juli?

– Que sigan soñando y trabajando con esperanza. Como decía san Josemaría Escrivá, «soñad y os quedaréis cortos». La siembra que hicimos dará frutos, y vendrán cosas buenas para la prelatura.

El autorP. Manuel Tamayo

Sacerdote peruano

Evangelización

Nuestra Señora de Lourdes, Salud de los enfermos

El 11 de febrero se celebra la festividad de Nuestra Señora de Lourdes. La historia comenzó en el siglo XIX cuando la pequeña Bernadette Soubirous recibió la visita de la Virgen María. A sus preguntas sobre quién era, la Virgen respondió: “Yo soy la Inmaculada Concepción”. Hoy tiene lugar la XXXIII Jornada Mundial del Enfermo.  

Loreto Rios·11 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 8 minutos

La Iglesia conmemora hoy a la Virgen de Lourdes, patrona y protectora de los enfermos. En 1858, la Virgen se apareció a Bernadette Soubirous en Lourdes. Desde entonces, millones de peregrinos han acudido al santuario para rezar, reconciliarse con Dios y bañarse en el agua del manantial. 

Para esta Jornada Mundial del Enfermo, en el Año Jubilar 2025, el Papa ha escrito un Mensaje. El Pontífice concluye llamando a María ‘Salud de los enfermos’, como en el Rosario, y con la oración Sub tuum praesidium (Bajo tu amparo, nos acogemos). Repasamos a continuación los puntos clave de las apariciones y de la historia del santuario.

La infancia de Bernadette

Bernadette nació el 7 de enero de 1844 en el molino Boly de Lourdes. En 1854, la familia empezó a afrontar dificultades debido a las malas cosechas. Además, hubo una epidemia de cólera. Bernadette lo contrajo y arrastró las secuelas durante toda su vida.

La crisis económica llevó a la familia al desahucio. Gracias a un pariente, pudieron trasladarse a un cuarto de 5×4 metros, un calabozo de una antigua cárcel que había dejado de usarse por sus condiciones insalubres.

Bernadette no sabía leer ni escribir. Debido a la pobreza de su familia, la niña comenzó a trabajar desde muy joven como sirvienta, además de ocuparse de tareas de la casa y sus hermanos pequeños. Finalmente, tanto ella como una de sus hermanas comenzaron a recoger y vender chatarra, papeles, cartones y leña. Bernadette se dedicaba a esto aun teniendo una salud muy frágil debido al asma y las secuelas del cólera.

La primera aparición

Fue en una de estas ocasiones, al salir Bernadette, su hermana y una amiga del pueblo para buscar leña, cuando tuvo lugar la primera aparición. Era el 11 de febrero de 1858, y Bernadette tenía 14 años (todas las apariciones tuvieron lugar en este año, sumando un total de dieciocho). El lugar al que iban era la gruta de Massabielle.

La niña contó posteriormente que oyó un rumor de viento: “Detrás de las ramas, dentro de la abertura, vi enseguida a una joven toda blanca, no más alta que yo, que me saludó con una ligera inclinación de cabeza”, dijo más adelante. “De su brazo derecho colgaba un rosario. Tuve miedo y retrocedí. […] Sin embargo no era un miedo como el que había sentido otras veces, porque me hubiese quedado mirando siempre a aquella (‘aquéro’), y cuando se siente miedo una huye enseguida. Entonces me vino la idea de rezar. […] Yo rezaba con mi rosario. La joven deslizaba las cuentas del suyo, pero no movía los labios. […] Cuando hube terminado el rosario, me saludó sonriendo. Se retiró dentro del hueco y desapareció súbitamente” (las palabras textuales de Bernadette y la Virgen están tomadas de la página de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes y de la página oficial del santuario).

Invitación de la Virgen

La segunda aparición, que tuvo lugar el 14 de febrero, fue también silenciosa. La niña le echó a la Virgen agua bendita, esta sonrió e inclinó la cabeza y, cuando Bernadette terminó de rezar el rosario, desapareció. Bernadette contaba en casa lo que le estaba ocurriendo y sus padres le prohibieron volver a la gruta. Sin embargo, una conocida de la familia les convenció de que dejasen volver a la niña, pero acompañada, y con papel y pluma para que la mujer desconocida escribiese su nombre. 

De este modo, Bernadette regresó a la gruta, y tuvo lugar la tercera aparición. Ante la petición de que escribiese su nombre, la mujer sonrió e invitó a Bernadette con un gesto a entrar en la gruta. “Lo que tengo que decir no es necesario ponerlo por escrito”, le dijo. Y añadió: “¿Quiere hacerme el favor de venir aquí durante quince días?”. Más tarde, Bernadette diría que era la primera vez que alguien la llamaba de usted. “Me miraba como una persona mira a otra persona”, dijo explicando su experiencia. Estas palabras de la niña se encuentran actualmente escritas en la entrada del Cenáculo de Lourdes, un lugar de rehabilitación para personas con diferentes adicciones, especialmente a la droga.

Bernadette aceptó la invitación, y la Virgen añadió: “No le prometo la felicidad de este mundo, sino la del otro”. Entre el 19 y el 23 de febrero tuvieron lugar cuatro apariciones más. Mientras tanto, la noticia se había ido extendiendo y muchas personas acompañaban a Bernadette a la gruta de Massabielle. Tras la sexta aparición, la niña fue interrogada por el comisario Jacomet.

El manantial

Las primeras apariciones, siete en total, fueron felices para Bernadette. Durante las cinco posteriores, que tuvieron lugar entre el 24 de febrero y el 1 de marzo, la niña parecía triste. La Virgen le pidió oración y penitencia por los pecadores. Bernadette reza de rodillas y avanza a veces por la cueva en esa postura. También come hierba por indicación de la señora, que le dice: “Vaya a beber y lavarse en la fuente”.

Ante esta petición, Bernadette va tres veces al río. Pero la Virgen le indica que regrese y le señala el lugar donde debe escarbar para encontrar el manantial al que se refiere.

La niña obedece y descubre efectivamente agua, de la que bebe y con la que se lava, aunque, al estar mezclada con barro, se ensucia el rostro. La gente le dice que está loca por hacer estas cosas, a lo que la niña responde: “Es por los pecadores”. En la duodécima aparición tuvo lugar el primer milagro: por la noche, una mujer lavó su brazo, paralizado desde hacía dos años por una luxación, en el manantial y recuperó la movilidad.

Inmaculada Concepción

En la aparición del 2 de marzo, la Virgen le encomienda una tarea: que les pida a los sacerdotes que se edifique una capilla en aquel lugar y que se vaya allí en procesión. Obedeciendo a este mandato, Bernadette va directamente a hablar con el párroco. El sacerdote no la recibe muy calurosamente y le indica que, antes de atender su petición, la mujer misteriosa tiene que revelar su nombre. Porque Bernadette nunca decía que había visto a la Virgen, ya que la mujer con la que hablaba no le había dicho cómo se llamaba.

El 25 de marzo, la niña va a la gruta de madrugada acompañada por sus tías. Tras rezar un misterio del rosario, aparece la mujer, y Bernadette le pide que le diga su nombre. La niña lo pregunta tres veces. A la cuarta, la mujer responde: “Yo soy la Inmaculada Concepción”. La Virgen nunca hablaba con la niña en francés, sino en el dialecto natal de Bernadette, y en este idioma aparecen escritas las palabras debajo de la talla de la Virgen de Lourdes que está colocada actualmente en la gruta: “Que soy era Immaculada Concepciou”.

Este término, que hace referencia a que María fue concebida sin pecado original, Bernadette no lo conocía, y había sido proclamado dogma de fe tan solo cuatro años antes por el Papa Pío IX.

Reconocimiento de las apariciones

Bernadette fue a la casa parroquial para dar cuenta de lo que se le había transmitido. El sacerdote se sorprendió de oír ese término en labios de la niña, y esta le explicó que había venido durante todo el camino repitiendo las palabras para no olvidarlas. Finalmente, el 16 de julio tuvo lugar la última aparición.

La Iglesia reconoció oficialmente las apariciones de la Virgen de Lourdes en el año 1862, tan solo cuatro años más tarde de que concluyesen, y estando Bernadette todavía viva.

Después de las apariciones, ingresó como novicia en 1866 en la comunidad de las Hermanas de la Caridad de Nevers. Falleció de tuberculosis en 1879, y fue canonizada por el Papa Pío XI en el año 1933, el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción.

Lugares del santuario

El santuario cuenta con algunos lugares clave que conviene visitar en cualquier peregrinación. La gruta de Masabielle es uno de los lugares más importantes del santuario. En la parte más grande de ella se celebra actualmente la Misa. Situada en el lugar en la roca donde María se aparecía, hay una figura de la Virgen que se hizo a partir de la descripción de Bernadette. 

“Ella llevaba un vestido blanco, que le bajaba hasta los pies, de los cuales solo se veía la punta. El vestido quedaba cerrado muy arriba, alrededor del cuello. Un velo blanco, que le cubría la cabeza, descendía por los hombros y los brazos hasta llegar al suelo. Sobre cada pie vi que tenía una rosa amarilla. La faja del vestido era azul y le caía hasta un poco más abajo de las rodillas. La cadena del rosario era amarilla, las cuentas blancas, gruesas y muy apartadas unas de otras”. 

La figura mide casi dos metros de alto y se colocó en la gruta el 4 de abril de 1864. El escultor fue Joseph Fabisch, profesor en la escuela de Bellas Artes de Lyon. En el suelo está indicado el lugar donde se situaba la niña durante las apariciones.

El agua de Lourdes, lugares, procesiones 

El manantial que nutre las fuentes de Lourdes y las piscinas brota de la gruta de Massabielle, y es el que fue descubierto por Bernadette por indicación de la Virgen. El agua ha sido analizada en numerosas ocasiones y no contiene nada diferente a las aguas de otros lugares.

La tradición de bañarse en las piscinas de Lourdes surge de la novena aparición, que tuvo lugar el 25 de febrero de 1858. Fue en esa ocasión cuando la Virgen le dijo a Bernadette que bebiese y se lavase en el manantial. En los días siguientes, muchas personas la imitaron y tuvieron lugar los primeros milagros, que han continuado hasta nuestros días (el último aprobado por la Iglesia data de 2018).

Con el agua de ese manantial se llenan también las piscinas de mármol, situadas cerca de la gruta, donde se sumergen los peregrinos. La inmersión, durante la que se está cubierto por una toalla, se realiza con la ayuda de voluntarios de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes.

En invierno, o en época de pandemia, no es posible la inmersión total. El acceso al agua y el baño son completamente gratuitos. Mucha gente opta por llevarse también una botella rellena con el agua del manantial de Lourdes, fácilmente accesible en las fuentes que se encuentran junto a la gruta.

En total hay 17 piscinas, once para las mujeres y seis para los hombres. Las usan aproximadamente 350.000 peregrinos al año.

Lugares donde vivió Bernadette

Además del santuario, en Lourdes se pueden visitar los lugares en los que estuvo Bernadette: el molino de Boly, donde nació; la parroquia local, que aún conserva la pila bautismal en la que fue bautizada; el hospicio de las Hermanas de la Caridad de Nevers, donde hizo su primera comunión; la antigua casa parroquial, donde habló con el abad Peyramale; el “calabozo” en el que vivió con su familia después del desahucio; Bartrès, donde residió cuando era pequeña y en 1857; o Moulin Lacadè, donde vivieron sus padres tras las apariciones.

Las procesiones

Un acontecimiento muy importante del santuario de Lourdes es la procesión eucarística, que se viene realizando desde 1874. Se produce de abril a octubre todos los días a las cinco de la tarde. Comienza en la pradera del santuario y concluye en la basílica de San Pío X.

También es relevante la procesión de las antorchas. Esta se celebra desde 1872, de abril a octubre, todos los días a las nueve de la noche. La costumbre surgió de que Bernadette muchas veces acudía a las apariciones con una vela.

Tras las apariciones, se construyeron tres basílicas en la zona. La primera fue la basílica de la Inmaculada Concepción, que el Papa Pío IX convirtió en basílica menor el 13 de marzo de 1874. Sus vidrieras representan tanto las apariciones como el dogma de la Inmaculada Concepción.

Basílicas e iglesias

También está la basílica de Nuestra Señora del Rosario, de estilo románico-bizantino. La basílica contiene 15 mosaicos que representan los misterios del rosario. La cripta, que fue la capilla que se construyó por petición de la Virgen, fue inaugurada en 1866 por monseñor Laurence, obispo de Tarbes, en una ceremonia en la que estaba presente Bernadette. Se encuentra entre la basílica de la Inmaculada Concepción y la de Nuestra Señora del Rosario.

También está la basílica de San Pío X, una iglesia subterránea de cemento armado construida por el centenario de las apariciones en 1958.

Por último, está la iglesia de Santa Bernadette, construida en el lugar donde la niña vio la última aparición, al otro lado del río Gave, ya que ese día no pudo entrar en la gruta porque la habían vallado. La iglesia se inauguró más de un siglo más tarde, en 1988.

Estados Unidos

La asistencia a la Misa dominical en EEUU vuelve a niveles pre-pandemia

La asistencia presencial a la Misa del domingo en las iglesias católicas de EE.UU. ha vuelto a los niveles anteriores a la pandemia, aunque apenas una cuarta parte de los católicos del país acude a la Misa semanalmente.  

Agencia OSV News·11 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

OSV News / Gina Christian

El Centro de Investigación Aplicada en el Apostolado de la Universidad de Georgetown ha señalado en un post del 5 de febrero en su blog de investigación Nineteen Sixty-four que la asistencia a Misa dominical de modo presencial ha aumentado al 24 por ciento desde que se declaró el fin de la pandemia Covid-19 en mayo de 2023. Esa tasa se ha mantenido hasta la primera semana de 2025.

Desde el inicio de los cierres por pandemia en marzo de 2020 hasta mayo de 2023, la asistencia había sido del 15 % de media. Antes de la pandemia, la asistencia media era del 24,4 %.

Mark Gray, director de encuestas de CARA y editor del blog, dijo a OSV News que las cifras de asistencia publicadas recientemente por la diócesis de Arlington, Virginia, habían subrayado una tendencia que él y sus compañeros habían identificado.

No es medición directa, pero sí una aproximación

“Es algo de lo que me di cuenta, y cuando la diócesis de Arlington publicó sus cifras de asistencia de octubre.., pensé, muy bien, voy a seguir adelante y poner estos (datos) por ahí”, dijo Gray, en referencia a un recuento anual de asistencia de Misa realizado por muchas diócesis de EE.UU.

Gray, que también es profesor asociado de investigación en la Universidad de Georgetown, y sus compañeros se han basado en los datos de sus diversas encuestas nacionales, junto con las consultas de Google Trends que, según dijo, “permiten ver las variaciones en la frecuencia con la que la gente busca” ciertos términos que “se correlacionarían con la asistencia a misa”.

“No es una medición directa, pero es una aproximación”, ha explicado Gray, quien ha señalado asimismo que la caída de los datos no tiene en cuenta a quienes recurrieron a liturgias retransmitidas en directo y televisadas durante los cierres por pandemia.

Análisis de las cifras

“También hemos analizado esas cifras”, dijo. “Podemos alterar los términos de búsqueda y Google Trends a diferentes consultas. Ya lo hicimos en el pasado, y vimos que aproximadamente el mismo porcentaje de católicos participaba en la misa durante los cierres, si se incluía el visionado por televisión o por Internet. Y luego tenemos encuestas sobre la asistencia a misa en persona, y verla por televisión o por internet”.

Gray dijo que los datos de asistencia a misa “casi parecen una distribución más directa una vez que se incluyen las cifras de televisión e Internet” durante los cierres por pandemia.

También señaló que los cierres por pandemia fueron ‘una situación local’ en la que algunas zonas “se abrieron… rápidamente” y “otras permanecieron cerradas durante mucho más tiempo”.

Miércoles de Ceniza, el tercer día de mayor asistencia

Pero desde “esta última Navidad de 2024, las cosas han vuelto a la normalidad”, ha señalado.

Algunas misas durante el año generalmente reflejan “picos” de asistencia, dijo Gray. Navidad, Pascua y el Miércoles de Ceniza son las liturgias más concurridas.

“Siempre nos interesa el Miércoles de Ceniza”, ya que “es probablemente uno de los días más inusuales”, dijo Gray. “No es un día de precepto, pero es el tercero de mayor asistencia a misa históricamente, según los datos”, dijo. “Y también tiene probablemente la mayor participación de católicos adultos jóvenes”.

Gray añadió que “si hay algún momento en que la Iglesia tiene que llegar a los católicos adultos jóvenes, la Cuaresma y específicamente el Miércoles de Ceniza es el momento. Así que siempre es un buen barómetro ver cómo es la actividad durante ese periodo, porque te da una pequeña visión del futuro de la próxima generación de católicos”.

El autorAgencia OSV News

Iniciativas

Harambee convoca el sexto programa de becas Guadalupe

Harambee busca científicas africanas que quieran participar en el programa de becas Guadalupe que comienza el 11 de febrero.

Teresa Aguado Peña·10 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, 11 de febrero, se publican las bases de la sexta convocatoria del Programa Becas Guadalupe de Harambee para mujeres científicas de África subsahariana, que permanecerá abierta con un plazo de solicitud de 45 días en www.harambee.es

Este programa, creado en 2019 en memoria de la científica española Guadalupe Ortiz de Landázuri, beatificada ese mismo año, proporciona becas de movilidad a mujeres de África subsahariana para que puedan ampliar su horizonte científico en estancias investigadoras fuera de su país. 

El objetivo de esta iniciativa según el vicepresidente de Harambee ONGD, Ramón Pardo de Santayana, es promover el liderazgo y dar visibilidad a mujeres africanas en la investigación científica, tecnológica y humanística, promover la igualdad en el ámbito académico y ayudar a completar la formación y especialización científica y técnica.

Becadas por Harambee

Un total de 25 científicas han disfrutado ya de las becas, con proyectos de investigación apoyados por Harambee ONGD. Siete han sido establecidas por la Cátedra de Química Sostenible de la UNED con la financiación del Ayuntamiento de Puertollano. 

Nigeria, Kenia, Costa de Marfil, Liberia, Uganda, R.D. Congo y Senegal son los lugares de donde proceden las becadas. Entre ellas, la bióloga nigeriana Brakemi Egbedi, ha llegado a Vigo a principios de 2025 para investigar sobre la obtención de colágeno marino a partir de subproductos pesqueros en el Instituto de Investigaciones Marinas CSIC. 

Prestigiosas investigadoras españolas conforman el comité científico que evalúa a las solicitantes y seleccionan las de mejor currículo entre las que reúnen los requisitos exigidos, entre los que se encuentra el compromiso de retorno a su país. Harambee ONGD es una iniciativa internacional de solidaridad que promueve, a través de la cooperación y la comunicación, el desarrollo en África subsahariana con el apoyo a proyectos educativos de promoción de la mujer, de salud materno-infantil y de seguridad alimentaria. Así como la difusión en el resto del mundo de los valores y cualidades de la cultura africana.

El autorTeresa Aguado Peña

Vaticano

Israelíes, palestinos y estadounidenses se reúnen en Roma

Jóvenes de Israel, Palestina y Estados Unidos se reunieron en Roma para hablar sobre la necesidad de buscar la paz.

Rome Reports·10 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

Jóvenes de Israel, Palestina y Estados Unidos se reunieron en Roma para hablar sobre la necesidad de buscar la paz. Todos ellos ofrecieron sus testimonios, partiendo de los horrores acaecidos el 7 de octubre de 2023.

Este encuentro ha sido posible gracias a un evento interreligioso organizado por la Fundación Scholas Ocurrentes.


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Vocaciones

Miles de voces se unen para acrecentar la llama de las vocaciones en España

La Conferencia Episcopal ha organizado un gran evento para avivar las vocaciones en España y realizar una propuesta positiva y ambiciosa.

Javier García Herrería·10 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Del 7 al 9 de febrero de 2025, la Conferencia Episcopal Española ha celebrado en el pabellón Madrid-Arena el Congreso de Vocaciones bajo el lema «¿Para quién soy? Asamblea de llamados para la misión«. Durante tres días, alrededor de 3.000 personas de distintas realidades eclesiales —diócesis, congregaciones religiosas, movimientos laicales y nuevas comunidades— se han reunido para reflexionar sobre la vocación cristiana en todas sus formas.

El congreso ha sido inaugurado con un mensaje del Papa Francisco, quien ha recordado que toda vocación nace del amor de Dios y se sostiene en la entrega generosa. Por su parte, el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, ha animado a los participantes a dejarse sorprender por la llamada de Dios, que siempre nos invita a salir de nosotros mismos. Mons. Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española, ha subrayado en su intervención que no se trata solo de preguntarnos ‘para quién soy’, sino de hacer de nuestra vida una respuesta concreta a la llamada de Dios.

Una apuesta ambiciosa para abordar un tema clave

La organización de este congreso ha supuesto una apuesta ambiciosa por parte de la Iglesia española, que ha abordado el tema vocacional con una gran inversión en medios y logística. La elección del pabellón Madrid-Arena, un recinto con capacidad para miles de asistentes, ha reflejado la magnitud y la importancia que se ha querido dar al evento.

El congreso ha respondido a la necesidad de promover un renovado impulso vocacional en un momento en el que la Iglesia afronta grandes retos en la transmisión de la fe y el acompañamiento de quienes sienten una llamada especial de Dios. Con una programación variada y dinámica, la Conferencia Episcopal ha buscado generar un impacto duradero en la pastoral vocacional del país.

Un Congreso estructurado en cuatro itinerarios

El evento se ha organizado en torno a cuatro grandes itinerarios temáticos: Palabra, Comunidad, Sujeto y Misión. Estos ejes han servido de guía para las reflexiones, testimonios y actividades, ofreciendo una visión integral sobre la vocación cristiana.

  • Palabra: se ha profundizado en cómo la vocación nace y se alimenta de la escucha de Dios a través de la Escritura y la oración.
  • Comunidad: se ha abordado la importancia del acompañamiento y la vida en comunidad en el camino vocacional.
  • Sujeto: se ha puesto el foco en la identidad personal de cada creyente y su proceso de discernimiento.
  • Misión: se ha destacado la vocación como un llamado a la entrega y al servicio dentro y fuera de la Iglesia.

64 talleres formativos

Dentro de estos itinerarios, los asistentes han participado en un total de 64 talleres diseñados para profundizar en distintos aspectos de la vocación. Estos espacios, dirigidos por expertos, sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos, han incluido testimonios de personas que han descubierto y abrazado su vocación en diversas realidades eclesiales.

Además de los talleres, el Congreso ha ofrecido momentos de oración comunitaria, espacios de adoración, testimonios vocacionales y celebraciones litúrgicas, culminando con una eucaristía de envío presidida por Mons. Luis Argüello. En sus palabras finales, el presidente de la CEE ha recordado que la vocación es siempre una respuesta de amor a un Dios que nos llama a servir con alegría.

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Bienaventurados los que lloran: mi paso por el Colegio Almendral

Fue solo un año, pero fue el primero en mi camino de sacerdote. Me despido del colegio Almendral de La Pintana, donde estuve trabajando como capellán durante el año 2024, y aprovecho para compartir sus recuerdos más emocionantes.

10 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 6 minutos

La micro 286 avanza rápido. Un sol tímido no ha subido lo suficiente como para dar calor. Se me escapa un bostezo mientras miro por la ventana. Damos vueltas por zonas con casas bajas y almacenes; luego salimos de la ciudad flanqueando amplios terrenos sin cultivar, basura aquí y allá, indigentes con sus casas de cartón; vadeamos el peaje del acceso sur a La Pintana y entramos por fin a la población El Castillo. Sin novedades. Ahí están los perros vagos paseando por las calles, siguen los trabajos para tapar hoyos en el asfalto, el narcotráfico duerme. Mi destino es la calle La Primavera, más en concreto, el colegio Almendral

Entre marzo y diciembre de 2024 me tocó trabajar ahí todos los jueves y viernes. Me podría haber tocado alguna otra de las otras iniciativas que el Opus Dei apoya en la misma calle: un poco más allá está el colegio Nocedal (para niños), la iglesia rectoral de San Josemaría (enorme y colorida) y un centro de actividades para familias. Yo trabajé en un colegio para casi mil niñas y, en cuatro palabras, ¡qué manera de aprender!

La comuna

La Pintana es un dragón alegre durante el día, pero peligroso en la noche. Con frecuencia salía en las noticias que había sido asesinado tal vecino o tal otro. Según el informe de la Fiscalía Nacional, en el año 2023 se registraron 26 asesinatos en la comuna (es decir, fue la novena con más homicidios del país). Pero los colegios de la Fundación Nocedal nadie los toca; al contrario, la gente los cuida y los agradecen hasta las lágrimas.

Al principio me advirtieron que tuviera cuidado. Hace unos años, un sacerdote español iba llegando al colegio Nocedal en su auto y se perdió. Por lo visto, la calle que le indicaba el Waze estaba ocupada por la feria, así que decidió bajar la ventana y preguntó a un joven:

—¿Sabes cómo puedo llegar a la iglesia rectoral San Josemaría?

—Claro, déjeme ver su celular y le indico.

El curita sacó el brazo con el aparato, el joven lo recibió con delicadeza y a continuación huyó hacia uno de los estrechos pasajes de la zona. Y no volvió. 

Pero la anécdota del cura español quedó en el pasado. Ahora suceden cosas peores. Hay armas, hombres que ofrecen droga a los niños, balas locas. En una ocasión, conversando con un curso de 8º básico en la capilla salió el tema de cómo elegir a la persona ideal para casarse. Les propuse un caso: “Te gusta un chico y un día descubres que fuma marihuana, ¿qué pensarías?”. Entonces una alumna preguntó, con su corbatín amarillo algo suelto y el ceño fruncido: “Padre, no entiendo. ¿Entonces la marihuana es mala?”. 

Me conmoví. Esa hierba está en el paisaje habitual de las niñas, sin embargo, ésta era la primera vez que oían algo en contra. Pero no me conmoví por eso, sino por algo más profundo: caí en la cuenta de que estas chicas estaban experimentando algo tan básico como ausente en su día a día, la conversación. Dialogábamos: ellas hacían preguntas, intercambiaban ideas, pensaban, y aprendíamos juntos. Esfuerzos arenosos si vives en un barrio donde prima la música estridente, el Tik Tok o los gritos. 

Me estaban poniendo una pregunta importante en bandeja: “¿Entonces la marihuana es mala?”. Un momento único; ahora bien, ¿sería capaz de convencer a esa niña de que se mantenga al margen de la droga para siempre? 

Se me ocurrió devolverle la pregunta: “¿Qué piensas tú?”. Ella se llevó la mano al mentón para pensar y respondió genuinamente confundida: “No lo sé. En mi pasaje muchos compran. Y el otro día mi tía me dijo que fumar de vez en cuando era bueno para la salud”. Miré a las demás y ofrecí la palabra. Varias tenían anécdotas similares. Se me venía encima el timbre, así que anuncié un cambio de planes para el programa de catequesis: “La próxima clase no será sobre los Sacramentos. Hablaremos de la marihuana”. El curso salió al recreo. Me sentí desafiado. En la siguiente sesión no podría improvisar, había experimentado la pasión, la necesidad de enseñar algo.

El colegio

Muchas alumnas prefieren quedarse hasta más tarde en actividades extraprogramáticas para demorarse en volver a sus casas. Su alternativa es llegar a encerrarse en la habitación y pasarse la tarde viendo Tik Tok. Lo sé porque vi las consecuencias. 

En una ocasión se desmayó una niña de 8º básico durante la Misa. Entre profesoras y compañeras se la llevaron en camilla a la enfermería. Cuando la fui a ver, ya no estaba, pues su mamá había venido a buscarla. Pregunté. La enfermera quería explicarme lo que había sucedido, pero no encontraba las palabras. Supongo que no quería herirme. Una profesora joven entendió la situación y me puso en contexto: “Padre, no es el primer desmayo que tenemos. Probablemente esta niña no tomó desayuno, ni comió anoche. Y quizá ha estado comiendo poco durante varios días…”. Me extrañó, pues en el colegio ofrecen desayuno a todas las alumnas que lo necesiten. Ante mi perplejidad, ella continuó: “A ver, padre. Estas niñas vienen al colegio en la mañana y aquí están muy bien. Pero cuando van a sus casas en la tarde, como no pueden salir mucho de la casa, se pasan tres o cuatro horas navegando en Tik Tok. Y entonces vienen las modas. Ahora hay muchas que tienen la idea de adelgazar. El problema es que el método que usan consiste en dejar de comer. Por eso se nos desmayan”. 

Hay mucho que hacer y faltan manos. Doy fe de que el trabajo de las profesoras es difícil y oculto. Estas chicas necesitan mucha más ayuda de la que el colegio les alcanza a dar, pues vienen con problemas gordos de la casa. Alguna vez que salí al patio durante el recreo, me puse a conversar con un grupo de alumnas de IIIº medio y aproveché de tantear qué proyectos tenían. Una me dijo: “Estudiar Enfermería”; otra, “no lo tengo muy claro”; y una tercera, “lo único que me interesa es llegar a la mayoría de edad para poder irme de la casa”. 

En otra ocasión estaba en la capilla contando el milagro de las bodas de Caná a las alumnas de 4º básico, y cuando dije “entonces Jesús transformó el agua en vino, es decir en jugo de uva”, una niña exclama sonriendo: “¡Ah!, mi papá dice eso todas las noches. ¡Dice que solo se va a tomar una botellita de jugo de uva!”. Algunas compañeras sonrieron. Otras no. La inocencia es un tesoro que dura poco.

Algo que me llamó siempre la atención es que en todos los cursos hay niñas alegres, y otras aplastadas. En unas relucen sus uniformes amarillos, pero en otras pareciera que hasta los rostros se hubieran descolorido para llegar al gris. Un exalumno de Nocedal me dio su teoría: cuando llega la noche, no es tan fácil dormir, pues hay ruidos, o se escuchan disparos y la mamá entra a la pieza de las hijas para cerciorarse de que se han arrojado al suelo. En cualquier caso, aunque hayan dormido regular, o en la mañana se puedan saltar el desayuno, las niñas vuelven felices al colegio. Les gusta. Ahí encuentran amigas, las profesoras las tratan bien, aprenden Enfermería y Administración, eventualmente proyectan un futuro. Si tienen suerte, empiezan a soñar. 

Llama la atención el optimismo que irradian las personas que trabajan en el Almendral. Desde 1999, las profesoras no se limitan solo a dar sus clases: también se esfuerzan por conversar personalmente con cada alumna. Para la Confirmación del 2024, por ejemplo, cuatro estudiantes eligieron de madrina a la misma profesora. En cuanto a las auxiliares, muchas te dicen con orgullo que tienen hijas estudiando en tal curso o tal otro, o que ya están en la Universidad. 

Ahora una anécdota simpática, aunque un poco insolente. Estaba en la puerta de la capilla, saludando a las alumnas que pasaban por la zona durante el recreo. Muchas niñas chicas dicen querer “saludar a Jesús”, o simplemente vienen a persignarse con el agua bendita (a veces incluso se lavan la cara). De pronto, llega una pequeña de unos seis años corriendo y se queda mirándome fijo.

—¿Hola? —pregunto.

—Hola —responde ella, con voz tímida.

—¿Quieres preguntar algo?

—Sí.

—Dale, pregunta con confianza.

—¿Padre?

—Sí, dígame…

—¿Cómo es que le ha crecido tanto la nariz?

Silencio. Yo barajando opciones. Al final decido pensar que le acaban de dar una clase sobre Pinocho.

—No te preocupes, esta nariz la he tenido así siempre.

—Ah, ¡gracias!

Y se fue corriendo al patio para seguir jugando con las amigas.

En otra oportunidad, estaba en el mismo lugar, junto a la estatua de San Josemaría de tamaño natural. Como él, yo estoy siempre de sotana. Entraban dos niñas a la capilla muy juntas.

—Bienvenidas —les dije.

Las dos dieron un respingo, como si un fantasma se les hubiera aparecido en la casa del terror.

—¡Uy, padre!, ¡pensamos que San Josemaría había resucitado!

Nostalgia

Lo que hace el colegio Almendral es colosal. Muchas niñas que conocí ahí viven con serios problemas, pero el colegio les ofrece un oasis y una plataforma de despegue. Les da la oportunidad de entrar en la Educación Superior (el 88% de las alumnas consigue matricularse). Me cuesta, pero este 2025 dejaré de ir a La Pintana. Por eso escribí este artículo, como un pequeño homenaje para las profesoras y auxiliares que están formando a todas esas jóvenes promesas: a ellas les toca enfrentar todo el trasiego de la formación, y consiguen sostener la sonrisa en medio de un clima hostil. Ellas son las grandes heroínas de toda esta historia. Gracias por enseñarme tanto, que Dios las bendiga.


El autorJuan Ignacio Izquierdo Hübner

Abogado de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Licenciado en Teología de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma) y Doctor en Teología de la Universidad de Navarra (España).

Teología del siglo XX

Elogio del humanismo cristiano

Juan Luis Lorda fue homenajeado en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra en su 70 cumpleaños. En su conferencia, el profesor hizo un recorrido por el  “maravilloso patrimonio intelectual” de los cristianos.    

Juan Luis Lorda·10 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 8 minutos

Intervención en la jornada académica sobre Teología, humanismo, Universidad, que tuvo lugar en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, el 17 de enero de 2025, con motivo de su próxima jubilación.

Recuerdos y conmemoraciones

Empezamos el Año Jubilar 2025. Y podemos hilvanar unas ideas, recorriendo otros años 25. 

En el 225 (hace 1800 años), Orígenes escribía el Peri arché, el primer intento sistemático de la teología. Había comprado un manuscrito hebreo, encontrado en una vasija, con el que empezaría las Hexapla. Así comenzaba el quehacer de la teología en diálogo con el pensamiento humano y con las Sagradas Escrituras.

En el 325 (hace 1700 años), la Iglesia celebró el Concilio de Nicea, que originó un gran Credo y definió el lugar del Hijo de Dios con el término homoousios. Fue posible gracias al amparo del emperador Constantino. Comenzaba una primera fase de la cristiandad. 

En el 425 (hace 1600 años), san Agustín escribía los últimos libros de La Ciudad de Dios sobre la historia humana donde se realiza la historia divina. En apenas cien años, se observaba que el mensaje cristiano no bastaba para revitalizar el viejo imperio. El Occidente, medianamente cristianizado, caería con las invasiones bárbaras y nacería otro mundo (las naciones cristianas) tras un largo periodo de gestación. En Oriente, en cambio, duraría mil años más, hasta ser sometido por el Islam (1453).

En el 1225 (hace 800 años), nació santo Tomás de Aquino. Le debemos la estructura básica de la teología católica, que procede de la Suma. Y muchas otras luces. Aunque la historia no se suele contar bien. Quien triunfó hacia 1220 fueron las Sentencias de Pedro Lombardo, que definieron la teología más de tres siglos. La Suma triunfó más tarde. En 1526, el dominico Francisco de Vitoria ganó una cátedra y sustituyó las Sentencias del Lombardo por la Suma Teológica como libro básico para el estudio de la teología. Además, impulsó el Derecho de Gentes. 

En 1525 (hace 500 años), Juan Luis Vives, harto de la escolástica universitaria (escribiendo De disciplinis) y lejos de España (donde su padre fue quemado por judaizante en 1524), estaba en Inglaterra con Tomás Moro, estudiando precisamente La Ciudad de Dios. Ese año, Lutero se casó con Catalina de Bora. Y el rey Enrique VIII, que había merecido el título pontificio de Fidei defensor por oponérsele (1521), pensaba divorciarse de Catalina de Aragón, lo que acabaría separando la Iglesia anglicana (1534).

En 1825 (hace 200 años), John Henry Newman fue ordenado como presbítero anglicano, se inició como guía de universitarios, y empezó a estudiar a los Padres y la controversia arriana, sobre la que escribiría un excelente libro. También comenzó a estudiar la legitimidad de la Iglesia anglicana como tercera vía entre protestantes y católicos. Esto le llevaría a la Iglesia católica. Además, vivió la secularización liberal en Inglaterra, inicio del fin de las naciones cristianas forjadas en la Edad Media, a medida que se desarrollaba el moderno estado democrático y pluralista.

Los acontecimientos de 1925 

Hay muchísimas cosas interesantes que pasaron hace 100 años. 

En 1925, Maritain, converso a la fe, al tomismo (y al tradicionalismo político), publicó Tres Reformadores. Lutero, Descartes, Rousseau; pero en 1926, con la condena de L’Action (herida sin cerrar), pasó de la nostalgia (y reivindicación) del Antiguo Régimen a la defensa del Estado de Derecho. Desarrolló una filosofía de la persona y del estado de inspiración tomista. Y se planteó cómo vivir cristianamente en una sociedad democrática y pluralista, especialmente en Humanismo integral (1937). Influirá mucho en Dignitatis humanae del Concilio Vaticano II.  

En 1925, Guardini ya había puesto en marcha sus grandes dedicaciones. Ayudaba a los jóvenes de Rothenfels, había publicado El espíritu de la Liturgia (1918) y las Cartas sobre autoformación; y preparaba Las cartas sobre el Lago de Como (1926), reflexionando sobre el cambio de época y su exigencia cristiana; lo repensaría en El ocaso de la Edad Moderna (1950). Además, llevaba dos años en la cátedra de Weltanschauung (1923) releyendo a Kierkegaard, Dostoyevski, Pascal, san Agustín… 

En 1925 Von Hildebrand (con 36 años), organizaba círculos sobre el amor. Inspirado por la fe, Trataba sobre la afectividad espiritual (el corazón) y su respuesta a los valores. Además, en esos años defendía valientemente a otros profesores ante la creciente presión nazi en la universidad alemana. 

En 1925, su colega y amiga, Edith Stein trabajaba formando vocaciones religiosas en Espira y le preocupaba la deriva atea de Heidegger. Habían sido, casi a la vez, ayudantes de Husserl, y mientras Heidegger perdía la fe, Edith Stein la encontró. Por eso, originaron dos metafísicas divergentes. Heidegger la compendió en Ser y tiempo, 1927. Edith Stein en Ser finito y eterno,publicado póstumamente, tras su muerte en un campo de concentración (1942). En su última parte, señala lo que falta a la metafísica de Heidegger. Vidas trágicamente paralelas. Convendrá recordarlo en 2027.  

En 1925, se fundó el Instituto Saint Serge de Teología Ortodoxa en París, por un grupo de pensadores y teólogos rusos, expulsados en 1922. Salieron con lo puesto. A otros les tocó estrenar el archipiélago Gulaj (1923). Saint Serge hizo presente en vivo la teología patrística y bizantina en París, y así la conocieron De Lubac, Congar y otros teólogos católicos. Dio identidad a la teología ortodoxa moderna y marcó sus líneas rojas ante el catolicismo y el protestantismo. 

En 1925, De Lubac, en un noviciado jesuita de Inglaterra, leía a Rousselot (Los ojos de la fe, 1910) y a Blondel, y se introducía en los Padres. Y Congar comenzaba sus estudios de teología en Le Saulchoir (entonces en Bélgica), con Chenu, que había propuesto un nuevo plan de estudios. Estos fermentos darían forma a la teología del siglo XX. 

En 1925, Chesterton publicó The everlasting man, genial y actualísimo, que caló en C. S. Lewis y le impulsó a su conversión. En dos partes, reivindica el despliegue cristiano en la historia y el valor religioso único de Jesucristo ante tendencias “arrianas” (“unitarias”) o panreligiosas modernas.

En 1925, se ordenó san Josemaría e inició su labor sacerdotal, que, con las inspiraciones de Dios, le llevó a fundar el Opus Dei. Su misión no era académica, pero dejó muchas luces sobre el buen hacer cristiano en el mundo. Además, tenía un marcado talante humanista con su aprecio por los frutos del trabajo humano, del lenguaje, la cultura y el estudio, de la educación y las virtudes, de la responsabilidad cívica y social. 

¿Qué podemos sacar de todo esto? 

Primero asombrarnos y agradecer un patrimonio tan amplio y hermoso, fruto de tantos cristianos en diálogo con su tiempo y con las Escrituras (con la revelación). No existe nada tan rico y coherente en el universo intelectual. Basta recordar la ideología comunista dominante en el último siglo (y leer El drama del humanismo ateo de De Lubac). Hoy transmutada en cultura woke, que promete ser tan ubicua, arbitraria (y asfixiante) como lo fue el comunismo. Epidemias o covid intelectuales. 

El evangelio, dialogando con cada época e incorporando los frutos legítimos del espíritu, produce a su alrededor un humanismo cristiano. Nos ayuda a comprendernos. Y es campo de encuentro (y evangelización) con todos los hombres de buena voluntad.

Así tenemos una idea de Dios, que conecta con el misterio del mundo y con nuestras más profundas aspiraciones (ya no podemos creer en otros dioses). Y una rica y exacta idea del ser humano, de su espíritu y desarrollo. Y de su misteriosa herida (genialmente expresada en los 7 pecados capitales). Y de su fin, felicidad y salvación en Cristo (camino, verdad y vida, cfr. Juan 14,6). Y conviene destacar que el Estado de Derecho, con los Derechos Humanos, que es el marco legal de nuestras sociedades (y nuestra defensa ante las nuevas tiranías) también es fruto de ese humanismo cristiano, y hoy peligra entre simplificaciones materialistas y caprichos ideológicos.

Un nuevo contexto

En su Introducción al cristianismo (1967),Joseph Ratzinger advirtió que la Iglesia está pasando de las antiguas sociedades cristianas a minorías fervientes (proceso que quizá dure siglos). El Imperio Romano de Occidente se derrumbó en los siglos V y VI. Y desde finales del XVIII, un impulso de secularización (en parte legítimo) desmonta las naciones cristianas forjadas en la Edad Media. Y nos convierte en una minoría, que debe realizar como un fermento la misión que el Señor pidió: “Id y evangelizad a todas las gentes” (Marcos 16, 15). 

Han cambiado muchas cosas desde que se fundó nuestra Facultad de Teología en 1964. Entonces se ordenaban casi 700 sacerdotes al año en España, y ahora algo más de 70. Hace unos años, se revisó el plan formación de los sacerdotes. Y hace unos meses, se inició un proceso de unificación de los seminarios españoles. Probablemente seguirá una revisión de los estudios eclesiásticos, porque se siente que no se corresponden con lo que reclaman los tiempos: no alientan suficientemente la fe de los candidatos y no les prepara para la misión. 

El camino sinodal alemán ha puesto de manifiesto la insuficiencia de una teología estrictamente académica (con muchos medios), quizá demasiado aséptica cuando no problemática, que no ha conseguido alimentar la fe de las estructuras eclesiásticas que ha formado. 

Temas pendientes de la teología 

El tema de la teología, por definición, es Dios. Pero el Dios revelado en la historia y plenamente en el Hijo. Hoy, un nuevo arrianismo quiere convertir a Jesucristo en una buena persona. Lo advirtió Chesterton en El hombre eterno y C. S. Lewis, cuando planteó su famoso “trilema” (véase en Wikipedia).

Jesucristo, el Hijo, nos ha revelado la verdad y la belleza del amor de Dios, manifestado en su plena entrega. Ese amor personal (de persona a persona) constituye la unión trinitaria, por el Espíritu Santo, y se extiende a la comunión de los santos. Si Jesucristo no es homoousios, un Dios solitario sigue encerrado en su lejano y velado misterio. “A Dios nadie lo ha visto nunca, el Unigénito que está en el seno del Padre nos lo ha revelado” (Juan 1, 18).

Y nos quedamos sin camino de salvación, que es Jesucristo. Necesitamos renovar y hacer significativo el mensaje de salvación para nuestros contemporáneos. El evangelio del amor de Cristo nos salva del sinsentido del mundo y de la historia, de nuestras quiebras morales y las de la humanidad, de la muerte y del pecado, que es lo más profundo y lo más misterioso. Y lo que menos sienten nuestros contemporáneos.

Por eso necesitamos también una lectura creyente de la Biblia, que haga patente la Historia de la revelación, de la Alianza y de la Salvación, que culmina en Cristo (cfr. Carta a los Hebreos 1,1). Y no se limite a la exégesis puntual, que dispersa la atención. El estudio filológico pormenorizado es solo una tarea previa (que no necesita fe ni la enciende). 

Aclarar las causas de la crisis posconciliar

El debate interno actual de la Iglesia reclama un justo y profundo diagnóstico de lo que ha pasado para entender los motivos profundos de la crisis y reaccionar en consecuencia. 

Es preciso revisar el enfrentamiento del tomismo escolástico de los años cuarenta del siglo pasado con la nouvelle theologie. Surgió entre muchos malentendidos y era bastante ajeno al verdadero pensamiento y talante de santo Tomás. Pero corre el peligro de prolongarse.

Además, hay dos ámbitos filosóficos donde la herencia de santo Tomás requiere desarrollos (que él haría). La relación con las ciencias, que se expresa en la Filosofía de la Naturaleza y en la Metafísica. Lo reclamaba Gilson en las últimas páginas de El filósofo y la teología.

También la relación con el pensamiento político. En definitiva, el discernimiento sobre la modernidad: la legitimidad y el valor del Estado de Derecho, con los Derechos Humanos y la libertad religiosa. Hilo que viene desde Francisco de Vitoria. Lo recoge Maritain y muchos otros. Lo asume el Concilio Vaticano II y origina, por reacción, el cisma de Lefebvre. 

La teología de los siglos XIX (con Newman, Scheeben, Möhler y otros) y XX (con tantísimos autores interesantes) es, sin duda, una tercera época de oro, junto a la patrística y la escolástica. Y es preciso sintetizarla e incorporarla. La dificultad estriba precisamente en su riqueza y variedad, y en los límites de lo que se puede enseñar. 

Además necesitamos una revisión de la Teología de la Liberación, que discierna el pasado y se proyecte al futuro. Porque corre el riesgo de que la opción preferencial por los pobres, lo más noble y cristiano que tiene, se convierta en una nostalgia revolucionaria ilusa o en una retórica inoperante. Hace falta esfuerzo político y moral (y teológico) para construir sociedades justas con inspiración cristiana. 

Tenemos un inmenso patrimonio para inspirarnos y entablar el diálogo evangelizad que hoy nos toca.

Un maestro de “hacer lío”

Álvaro, un maestro del "hacer lío": aunque la ELA le arrebató el movimiento, nunca perdió su habilidad para armar jaleo, contagiar sonrisas y vivir con un amor inquebrantable por la vida. Su legado es un canto a la alegría y a la fe, incluso en los momentos más difíciles.

9 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

Álvaro era un liante. Siempre lo fue, también antes de estar enfermo. La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) le arrebató el movimiento, pero no la habilidad -parafraseando al Papa Francisco- de “hacer lío”. ¡Qué se lo digan a don Enrico! Para grabar los vídeos de sus homilías semanales -que llevaban por título “El Evangelio a los enfermos”-, con la ayuda de sus amigos Mariano y Marco preparaban la mejor “location” y todo el set para la puesta en escena, sin tener en cuenta que luego el párroco se volvería loco buscando la imagen de la Virgen que habían cambiado de sitio o la casulla azul sin la cual no podía celebrar la Misa. 

Se empeñó en redecorar el salón adjunto a la iglesia donde pasaba la mayor parte del día recibiendo a gente y le pidió a una amiga que le regalara un cuadro. Había que ver las caras de los otros curas cuando la señora apareció con “El Beso” de Gustav Klimt. En otra ocasión, ante el ofrecimiento de una amable parroquiana de traerle algo del sur de Italia, no se le ocurrió nada mejor que pedir “sanguinaccio”, pensando que sería parecido a la morcilla española, sin sospechar que la buena mujer iba a tener que trapichear en el mercado negro porque la venta de ese macabro derivado del cerdo está prohibida desde 1992. 

No se me olvida cuando fui a verle en pleno “ferragosto” romano y, al preguntarle qué quería que llevara de merienda, me pidió unas aceitunas rellenas de anchoa. La enfermedad -como se ve- no le quitó el apetito.

Que levante la mano quien haya ido a visitarlo y se haya encontrado con que había dado cita a la misma hora a otras dos personas. O quien se haya quedado dando vueltas por los pasillos de la iglesia porque había llegado un amigo inesperado para una confesión o una charla consoladora. 

El pasado 1 de noviembre fui al hospital donde estaba ingresado para una intervención médica y me pidió que le diera una vuelta empujando la silla por la terraza. Estaba prohibido, pero los dos nos divertimos con aquella pequeña trastada. Entonces pudo contemplar los prados verdes que rodean aquel centro hospitalario y la línea del horizonte, mientras la luz del sol y la brisa le daban en la cara. 

Cuando no podía gozarlos al natural, se ponía en YouTube vídeos de pastores turcos que van por las montañas de una lado a otro con sus rebaños, o unas tomas hechas con dron de Noja, el pueblo de la costa cántabra donde pasó los veranos de su infancia. 

Álvaro era un enamorado de la vida. En la homilía que nos predicó a sus familiares el día de su 57 cumpleaños, en 2021, nos decía: “El amor es el centro del cristianismo. Hay que amar. Hay que amar la vida”. Fue una predicación hecha carne. Y no una carne cualquiera, sino paciente, lo cual añade todavía más mérito a su capacidad de disfrute. A veces no fue fácil. 

La última temporada, cuando la ELA ya le afectaba al habla y la capacidad respiratoria, le costaba más sonreír. Tuvo incluso su noche oscura. Pero no se dio por vencido. Le decía a su hermana, que fue a visitarlo a Roma desde Madrid, catorce días antes de morir: “Siento la tentación de dejarme morir, pero le pido a Dios la gracia de aferrarme a la vida para darle gloria con mi enfermedad mientras Él quiera”. 

Seguramente el enredo más monumental fue pedir a sus hermanos que trajeran a la Ciudad Eterna a su madre, enferma de Párkinson y recién convaleciente, el pasado mes de julio, para despedirse de ella. Preguntó si habría un 1% de posibilidades de hacer realidad aquel viaje, y a ese 1% se “aferraron”. La capacidad de armar jaleo, o viene de cuna, o se vuelve contagiosa. 

Don Santiago, que se ha entregado en cuerpo y alma a cuidarlo en los últimos meses, en un mensaje a la familia escrito la pasada Navidad, decía que “como Álvaro se ha dedicado a complicarse la vida y a darse a los demás, ahora está recogiendo, en el cariño de la gente, un poco de los frutos de lo que ha sembrado”.

El camarote de los hermanos Marx

Mariano, que además de “filmmaker” de las homilías de Álvaro es cirujano cardiovascular, comentaba que como médico le era difícil aceptar el hecho de que la enfermedad de su amigo no tuviera cura. Así que se propuso hacerle sonreír, como la mejor terapia alternativa. Él y Marco lograron este propósito con creces la última vez que yo vi a Álvaro. El salón parroquial esa mañana era lo más parecido al camarote de los hermanos Marx: primero llegó Angelina, enfermera, acompañada de una podóloga para hacerle la pedicura y la manicura. 

Alessandro, otro enfermero, vino para ponerle la intravenosa, improvisando un gotero con una percha del revés puesta en un colgador de sotanas. Veronique, una cuidadora nueva, que tenía turno de asistencia, trataba de ayudar moviendo la bombona de oxígeno. 

Otra parroquiana y amiga, Giuliana, le hacía compañía mientras grababa la escena con su teléfono móvil. Entonces llegaron Mariano y Marco con la idea fija de cortarle el pelo. Marco le pasaba la maquinilla mientras Mariano sujetaba el respirador. De fondo se oía El Barbero de Sevilla. Giovanni, el sacristán, irrumpió con un espejo y lo plantó delante de Álvaro para que pudiera ver cómo estaba quedando. Allí nos encontrábamos su hermana con su marido y la prima, sin dar crédito a nuestros ojos.

Cualquier que nos hubiera visto desde fuera habría pensado que estábamos locos. Pero aquel día robamos a Dios un pedazo de cielo, de ese cielo en el que Álvaro entraría -por la puerta grande- apenas dos semanas después. Desde allí seguirá haciendo lo que mejor se le daba aquí en la tierra: un gran lío. Seguro que don Enrico tiene algún consejo para transmitir a san Pedro. Por cierto, conseguimos un paisaje de Monet para sustituir al Klimt. 

Cultura

Timothy McDonnell: “La música es compañera de la liturgia”

El profesor y director de coro Timothy McDonnell explica en esta entrevista con Omnes la estrecha relación que existe entre el canto gregoriano y la liturgia católica, dos aspectos en los que pide a los católicos de hoy profundizar para disfrutar y proteger el tesoro recibido por las generaciones que han vivido en la Iglesia a lo largo del tiempo.

Paloma López Campos·9 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 7 minutos

Timothy McDonell es el director de Música Sacra en Hillsdale College, donde dirige el coro de la capilla universitaria. Previamente, el doctor McDonnell dirigió el programa de posgrado en Música Sacra impartido por la Universidad Católica de América. Además, fue el maestro del coro del Pontificio Colegio Norteamericano en el Vaticano antes de regresar a Estados Unidos en 2008.

Gracias a su labor académica y profesional, Timothy McDonnell ha profundizado en la estrecha relación que existe entre el canto gregoriano y la liturgia católica. Una relación tal que una no se entiende sin el otro, por lo que el director de música sagrada anima a los católicos a devolver al canto gregoriano su lugar especial en la liturgia y reconocer su legado.

¿Cómo definiría el canto gregoriano en términos musicales y espirituales? ¿Qué lo hace único dentro del contexto litúrgico católico?

– Esto nos lleva al meollo de la cuestión, porque toda la música sacra es especial y está reservada para fines sagrados. Pero en concreto el canto gregoriano tiene algunas características especiales que creo que lo hacen especialmente adecuado para la liturgia católica y reflejan la espiritualidad de esta liturgia.

Entre las características que enumeraría está la franqueza, porque el canto gregoriano es una forma musical sencilla, con una sola línea musical. Por eso tiene cierta sencillez, pero al mismo tiempo es una música muy refinada. Es música que ha tardado siglos en crearse, pero conserva ese carácter directo y sencillo en su expresividad.

La otra cosa que mencionaría sería que proviene de una tradición, lo que creo que es muy importante en un contexto religioso porque la premisa de la religión es que hay una transmisión, que pasamos de Cristo y su misión dada a los apóstoles.

Esta idea de una tradición musical en la Iglesia es una especie de símbolo de ese proceso de transmisión del tesoro. Y así, la propia música es una especie de metáfora de la tradición en términos musicales. Por ejemplo, los diferentes modos o tonalidades en los que se compone el canto gregoriano se derivan de antiguas fórmulas para recitar y cantar los Salmos.

Y el tercer punto que yo plantearía es que la propia liturgia está diseñada y se coordina perfectamente con el canto litúrgico. El canto gregoriano se refiere siempre a algo fuera de sí mismo: a la liturgia, por una parte, y a la Sagrada Escritura, por otra. Así que es música profundamente bíblica. En cierto modo encarna el canto de las Escrituras.

¿Cuál ha sido la influencia más profunda del canto gregoriano en la evolución de la liturgia católica?

– La liturgia ha ido cambiando gradualmente a lo largo del tiempo. Esta es una idea importante porque la liturgia y su música crecieron juntas. Por poner un ejemplo, entre los siglos VII y IX el canto gregoriano fue compuesto por el clero responsable de la creación de nuestro calendario litúrgico.

Estos músicos clérigos elegían textos litúrgicos, que sugerían por sí mismos un contenido melódico. En otras palabras, la melodía surge del texto. Y así cuando esto cambia el texto, hay una influencia en la liturgia.

El Concilio Vaticano II trajo cambios significativos en la liturgia. ¿Cómo ve usted la relación entre el canto gregoriano y las reformas litúrgicas de ese período?

– Este es un punto increíblemente importante. De hecho, es quizá la consideración más importante en términos de música y liturgia en nuestro tiempo. Porque si la música es algo que se transmite de generación en generación como un tesoro, tenemos que entender las reformas litúrgicas en el contexto de la recepción de ese tesoro. Así que si nos apartamos demasiado de lo que aprendemos del tesoro musical de la Iglesia en la forma en que perseguimos la reforma litúrgica, va a haber demasiada desconexión con nuestra tradición.

Creo que es crucial que comprendamos que la música nos proporciona un contexto en el que entender todos los demás cambios rituales que han tenido lugar. Y puedo dar un par de ejemplos positivos y tal vez negativos de esto.

Ha habido, por ejemplo, un proceso de recuperación en la liturgia del Oficio Divino en torno a los himnos del Oficio Divino. Porque en el siglo XVII, hubo una revisión de los himnos que cambió los himnos originales, y todos los textos fueron recreados. Y perdimos algo muy importante debido a esos cambios.

Después del Concilio Vaticano II ocurrió algo maravilloso, y fue que se restauraron esos himnos. Y así se convirtieron en los himnos oficiales del Oficio Divino. Este es un ejemplo positivo en el que la recuperación nos ha enseñado algo sobre nuestro pasado y hemos tenido una especie de restauración.

Pero estas cosas no fueron tomadas especialmente en serio por la generación que siguió al Concilio Vaticano II y se produjo una reducción de los ideales. Y creo que eso fue en parte debido a las circunstancias prácticas. Hubo una pérdida de energía y vigor para perseguir eso.

Ahora, la buena noticia es que en las generaciones más jóvenes hay un creciente interés por encontrar la energía para hacer lo que el Concilio pidió con respecto a la restauración del canto gregoriano y convertirlo en un modo central de oración para toda la Iglesia.

Por otro lado, hay que señalar que la oración de la Misa se ha hecho más corta en la liturgia reformista, sin embargo, la música a veces es demasiado larga. Así que aquí hay un caso en el que la música y la liturgia no son compatibles en cierta manera. Este es un desafío al que tenemos que hacer frente.

Otro desafío en este sentido es que hay una especie de politización de los objetivos del Concilio Vaticano II. Hay un “lado progresista” y otro “conservador”. Esto es algo que el Concilio no estaba buscando, pero la gente decidió politizar la liturgia y convertirla en una materia política, en lugar de ser el vaso de la verdad desde el cual aprendemos nuestra fe. Sin embargo, tengo la esperanza de que volveremos a esta idea de que la música es compañera de la liturgia y podremos escuchar esta tradición recibida mientras miramos la oración de la Iglesia.

¿Cree que este debate que tenemos ahora en la Iglesia sobre el Novus Ordo y la Misa tradicional va a afectar a la oración en la Iglesia y al canto gregoriano dentro de la liturgia?

–Hay muchas críticas en este sentido. Hay quienes piensan que quienes apoyan la Misa tradicional están atascados y no son realistas. Sinceramente, no creo que eso sea lo que motiva a las personas que acuden a la Misa tradicional. Creo que en este rito escuchan la voz de la Iglesia de una manera especial y les mueve de una manera que el Novus Ordo no hace.

De todos modos, yo pienso que la Iglesia es una misma voz todo el tiempo. No hay ayer, no hay mañana, solo hay un ahora en el que la Iglesia está orando, es Cristo quien hoy ora a través de la liturgia. Él está aquí ahora orando con y como Iglesia, porque es la cabeza. Si tenemos esto presente, tal vez el debate sobre pasado, presente y futuro podría calmarse un poco.

En cuanto a que esta cuestión tenga efectos en la oración, el Papa Benedicto XVI tenía una muy buena idea sobre el tema cuando dijo que la forma antigua tiene que informar la nueva forma en la liturgia. Estas dos cosas tienen que verse como compatibles y no en oposición.

La música en sí es un enlace entre el Novus Ordo y la tradición. Si decidimos que necesitamos una música totalmente diferente para una nueva liturgia, habremos perdido alguna conexión a esta idea de que recibimos la liturgia de la Iglesia antigua.

Ahora bien, el canto gregoriano no es tan antiguo como la oración de los apóstoles, eso es cierto. No sabemos realmente de dónde viene ni cuándo comienza. Sin embargo, hay varias teorías que afirman que las fórmulas de oración judía influyeron en su desarrollo. Sabiendo esto, si pudieras escuchar la manera en que los apóstoles, que eran judíos, oraron, ¿no querrías saber más sobre ello?

Como experto en este campo, ¿qué desafíos enfrenta el canto gregoriano en el contexto de la Iglesia contemporánea?

– Durante el último siglo y medio podemos observar una especie de odio hacia el pasado. Incluso creo que algunos católicos se han dado cuenta de que no deberíamos estar especialmente apegados al pasado, porque entonces no estás viviendo el presente y no te enfrentas a los verdaderos desafíos de nuestro días. Este apego desmedido no es sano, pero tampoco es sano sentir odio hacia el pasado, pues es esencial entender quién eres y de dónde vienes.

En términos de la liturgia y la música sagrada, lo más importante para entender la liturgia es su historia. ¿Y cuál es la historia de la liturgia? La historia de la música. Tienes que conocerlas juntas porque la música y la liturgia eran lo mismo, no se desarrollaron independientemente.

En el siglo XX se enraizó esta idea de que música y liturgia son dos mundos diferentes. Pero los historiadores nos demuestran que esto es falso y que no se puede entender la historia de la liturgia sin entender la historia de la música.

Por todo esto, tenemos que perder el miedo a que si miramos nuestro pasado vamos a fallar de alguna manera en nuestro presente. No es un miedo racional. Si no entiendo y valoro el pasado, esa historia que hemos mencionado, no tengo nada que llevar adelante. Por tanto, me veo obligado a inventar la realidad constantemente.

No podemos olvidar que la religión nos conecta con el pasado, no podemos ser religiosos sin llevar el pasado con nosotros.

Teniendo en cuenta este desafío, tenemos que saber que el canto gregoriano no es solo antiguo, sino que se regenera a lo largo del tiempo. No está atascado, sino que evoluciona. Es esencial que los músicos entiendan esta idea y forme parte de su educación.

¿Qué pasos pueden tomarse para preservar la práctica del canto gregoriano dentro de la liturgia?

– Creo que es importante reconocer que el canto gregoriano tiene múltiples niveles. Hay un nivel congregacional y luego uno más desarrollado, en el que puede participar la congregación pero que requiere más práctica. Por encima de este, hay un nivel del canto gregoriano que está reservado para gente más experta.

Para mí esto es algo hermoso, porque refleja la liturgia en sí misma. En la liturgia hay cosas que solo pueden hacer los “expertos”, los sacerdotes. Es decir, la liturgia es jerárquica, al igual que la música.

Lo que ocurre es que en la época de la Reforma se rompió esa jerarquía. Por tanto, para avanzar tenemos que reconocer que el canto gregoriano es jerárquico, al igual que la liturgia, y que por ello nos hacen falta músicos especializados. Hay que promover además la práctica del canto en la congregación para que puedan cantar cosas como el Credo, el Kyrie Eleison o el Agnus Dei.

Otro aspecto a considerar sobre el que existen opiniones diferentes es la apertura a cantar en el idioma vernacular. Creo que es posible traducir a otros idiomas las piezas musicales, pero hace falta mucha disciplina para no perder la belleza original.

Evangelización

Santa Josefina Bakhita, patrona de las víctimas de la trata

La Iglesia celebra el 8 de febrero a santa Josefina Bakhita, mujer sudanesa esclavizada de niña que, tras su liberación, se consagró a Jesucristo como religiosa canosiana en Italia. Es patrona de Sudán. Hoy se la invoca de modo especial, al ser la XI Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la trata de personas. También es la fiesta de san Jerónimo Emiliano, patrón de los huérfanos.  

Francisco Otamendi·8 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Nacida en Darfur (Sudán), en 1869, fue raptada por comerciantes de esclavos cuando aún era niña, y vendida en mercados africanos, fue maltratada cruelmente como esclava. Bakhita, cuyo nombre significa Afortunada, fue liberada por un comerciante italiano, y a través de un matrimonio amigo de aquél, ya en Italia, conoció a Jesús, fue bautizada y profesó como religiosa canosiana durante 51 años. Los habitantes de Schio, donde vivió y murió, descubrieron en su «madre morenita» una gran fuerza interior, basada en la oración y en su caridad.

En su Mensaje para la XI Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas, que tiene lugar hoy, el Papa Francisco, que también le dedicó una catequesis en 2023, ha escrito: “Juntos -confiando en la intercesión de Santa Bakhita – lograremos hacer un gran esfuerzo y crear las condiciones para que la trata y la explotación sean proscritas y para que siempre prevalezca el respeto de los derechos humanos fundamentales, en el reconocimiento fraterno de nuestra humanidad común”.

Santa Bakhita perdonó a los traficantes, y el perdón la hizo libre, ha escrito el Papa Francisco. Gracias al mensaje de reconciliación y misericordia que transmitió, ha escrito Cáritas, Josefina Bakhita fue beatificada y nombrada “Hermana universal” por san Juan Pablo II en 1992. En la ceremonia fue beatificado también san Josemaría Escrivá. Santa Josefina Bakhita sería canonizada por san Juan Pablo II en octubre de 2000. El director italiano Giacomo Campiotti dirigió la película Bakhita.

El autorFrancisco Otamendi

Educación

El precio oculto de la pornografía

La pornografía fomenta una cultura de autocomplacencia y gratificación instantánea, a menudo a expensas del bienestar de los demás. Muchos usuarios se ven arrastrados a un patrón de consumo que prioriza la satisfacción personal sobre los vínculos significativos.

Bryan Lawrence Gonsalves·8 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 5 minutos

En la era digital actual, la pornografía es más accesible que nunca. Se presenta como un entretenimiento inofensivo, una forma de expresión personal o incluso una herramienta educativa. Sin embargo, bajo esta apariencia se esconde una realidad más profunda: la pornografía no es sólo entretenimiento para adultos, sino una industria basada en la explotación, la degradación y la mercantilización de la intimidad humana. Modifica la percepción de las relaciones, distorsiona las expectativas y alimenta el desapego social hacia la auténtica conexión humana.

Impacto de la pornografía

La pornografía fomenta una cultura en la que los individuos se convierten en objetos de gratificación en lugar de personas dignas con un valor inherente. Una joven que conocí hace algunos años, cuyo nombre no mencionaré por razones de privacidad, compartió conmigo su experiencia con una pareja adicta a la pornografía. «Siempre sentí que competía con un ideal inalcanzable», afirma. «Me hacía cuestionar mi valor».

Los efectos de la pornografía van más allá del mero entretenimiento; perturban las relaciones en la vida real al crear expectativas poco realistas y erosionar la confianza. Refuerza unos cánones de belleza inalcanzables y unos comportamientos sexuales poco realistas, lo que lleva a muchos a sentirse inadecuados en sus relaciones. Junto con las representaciones de la perfección impulsadas por los medios de comunicación, cultiva la insatisfacción y la duda, haciendo que las personas se comparen con estándares artificiales en lugar de abrazar conexiones humanas reales. Esto influye en las interacciones sociales, moldeando las expectativas de apariencia y comportamiento de maneras que pueden dañar la confianza, las relaciones e incluso la salud mental.

Además, las investigaciones sugieren que el consumo excesivo de pornografía altera la función cerebral. Al igual que ocurre con las sustancias adictivas, desencadena la liberación de dopamina, creando una dependencia que se traduce en una necesidad de contenidos más extremos. Esta insensibilización afecta a la capacidad de establecer conexiones emocionales genuinas, lo que hace que los usuarios se sientan vacíos a pesar de la gratificación temporal.

El consumo excesivo genera expectativas poco realistas de intimidad, lo que hace que las relaciones auténticas parezcan insatisfactorias en comparación. Esto crea un ciclo en el que las relaciones personales se tensan, la confianza se erosiona y la conexión auténtica se sustituye por la gratificación digital.

A nivel social, la pornografía fomenta una cultura de autocomplacencia y gratificación instantánea, a menudo a expensas del bienestar de los demás. En lugar de valorar el amor mutuo, el respeto y la intimidad emocional, muchos usuarios se ven arrastrados a un patrón de consumo que prioriza la satisfacción personal sobre los vínculos significativos.

Una epidemia silenciosa entre los jóvenes

Cada vez son más los adolescentes que se inician en la pornografía antes de comprender plenamente la intimidad humana. Tomemos, por ejemplo, el caso de un estudiante de secundaria que, a través de una simple búsqueda en Internet, se topa con contenidos explícitos. Al carecer de la madurez emocional para procesar lo que ven, absorben representaciones poco realistas de relaciones en las que la dominación, la agresión y la cosificación están normalizadas. Con el tiempo, esto da forma a sus expectativas, lo que provoca problemas en sus propias relaciones interpersonales.

Las escuelas y los padres pueden tener dificultades para abordar el problema. Mientras la educación se centra en el uso responsable de Internet, muchos pasan por alto la necesidad de hablar del impacto psicológico y emocional de la pornografía. Sin orientación, las mentes jóvenes adoptan percepciones sesgadas de las relaciones, creyendo a menudo que lo que ven en la pantalla representa la realidad. Por ejemplo, los adolescentes que consumen grandes volúmenes de contenido explícito pueden empezar a ver las relaciones a través de una lente transaccional, esperando una gratificación instantánea sin conexión emocional. Este distanciamiento puede dificultarles el establecimiento de relaciones sanas y significativas en el futuro.

Además, la accesibilidad de la pornografía a través de los teléfonos inteligentes y las redes sociales significa que incluso quienes no la buscan activamente pueden estar expuestos a ella a través de anuncios, ventanas emergentes o enlaces compartidos por compañeros. Los padres que suponen que sus hijos son inmunes a este tipo de exposición suelen subestimar la omnipresencia de contenidos explícitos en Internet. Sin la orientación de los padres, los jóvenes pueden recurrir a sus compañeros o a fuentes de información poco fiables, lo que agrava aún más el problema.

Un paso concreto para abordar esta crisis es fomentar el diálogo abierto en las familias y las escuelas. Los padres que establecen conversaciones claras y adecuadas a la edad sobre la intimidad y el respeto ayudan a los niños a desarrollar una comprensión sana de las relaciones antes de que se encuentren con contenidos perjudiciales.

Las escuelas pueden integrar programas de alfabetización en los medios de comunicación que enseñen a los alumnos a distinguir entre las relaciones de la vida real y las representaciones distorsionadas que se ven en la pornografía. Cuando los adolescentes adquieren conocimientos, están mejor preparados para navegar por los espacios digitales de forma responsable y evaluar críticamente los medios que consumen.

El coste ético: entre bastidores de la industria

La industria de la pornografía no se limita a la producción consentida de contenidos por parte de adultos, sino que es una empresa multimillonaria con un oscuro trasfondo. Con frecuencia surgen informes sobre la coacción, el tráfico y la explotación dentro de la industria. Muchas personas entran en la industria en apuros económicos, mientras que otras son manipuladas para que actúen en condiciones que nunca aceptaron. En algunos casos, los artistas sufren traumas a largo plazo y tienen que luchar con las repercusiones psicológicas mucho después de abandonar la industria.

Entre bastidores, algunas personas, sobre todo mujeres jóvenes vulnerables, son engañadas con falsas promesas de seguridad económica y oportunidades profesionales, sólo para verse atrapadas en contratos de explotación. Otras son obligadas a participar mediante amenazas o chantaje. Más allá de la explotación directa, la industria se ha vinculado a la difusión de contenidos no consentidos, como la pornografía por venganza y los materiales filtrados. La rápida difusión de material explícito a través de plataformas digitales ha hecho casi imposible para algunas víctimas reclamar su dignidad y privacidad una vez que sus imágenes circulan sin consentimiento.

Romper el ciclo: Una llamada a la concienciación

Aunque la sociedad reconoce cada vez más los daños de la pornografía, las soluciones reales requieren un compromiso proactivo. La educación desempeña un papel crucial: enseñar a los jóvenes la dignidad, el respeto y el amor auténtico. Las conversaciones abiertas en las familias, las escuelas y las comunidades religiosas pueden ayudar a las personas a comprender que la verdadera intimidad se basa en la confianza, no en la cosificación.

Además, las herramientas de responsabilidad digital, como los filtros de Internet y la gestión del tiempo frente a la pantalla, ofrecen formas prácticas de limitar la exposición. Los grupos de apoyo y el asesoramiento proporcionan un camino hacia la recuperación para quienes luchan contra la adicción, ofreciendo la esperanza de que el cambio es posible. 

En el fondo, la lucha contra la pornografía es una lucha por la dignidad humana. Una sociedad que respeta a las personas no aprueba su mercantilización. Al igual que rechazamos la explotación en otras formas -trata de seres humanos, trabajo infantil o abusos-, también debemos cuestionar una industria que se lucra reduciendo a las personas a objetos de deseo.

El cambio es posible, pero la concienciación debe ser lo primero. El asesoramiento, los grupos de apoyo y el apoyo familiar son formas válidas de superar la adicción a la pornografía. Es posible recuperar la autoestima, reparar las relaciones y redescubrir la belleza de la auténtica conexión humana, pero para ello hay que concienciar sobre la pornografía y sus problemas.

El impacto de la pornografía es de gran alcance, afectando a las mentes, las relaciones e incluso las estructuras sociales. El reto que tenemos ante nosotros no es sólo resistir a la tentación, sino fomentar una cultura que valore el amor auténtico, respete la dignidad humana y promueva relaciones basadas en el cuidado y el respeto mutuos. Al abordar esta cuestión de frente, damos un paso crucial hacia la restauración del carácter sagrado de la intimidad y la conexión humana.

El autorBryan Lawrence Gonsalves

Fundador de “Catholicism Coffee”

La fragilidad es nuestra fuerza: una lección de Giovanni Allevi

Para Giovanni Allevi la emoción es el lenguaje a través del cual nos comunicamos con sinceridad, desnudándonos sin temor de mostrarnos frágiles e indefensos, porque, es en la fragilidad donde está nuestra fuerza en un mundo arrastrado por la razón hacia la competitividad extrema.

8 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

Allevi es un músico que, cuando termina agotado en el escenario después de haberlo dado todo en un concierto de piano, mientras está escuchando los aplausos del público, da unas palmaditas de agradecimiento al instrumento, como no atribuyéndose el mérito de lo que en el escenario ha ocurrido.

Coincidí casualmente con él en un vuelo. Lo tenía delante de mi asiento y lo reconocí porque su rizada melena negra de león sobresalía por la parte de atrás de su asiento (es un tipo muy alto). No pude resistir la curiosidad y no sé cómo lo hice, pero me encontré conversando con él. Le comenté que admiraba su talento y que escuchaba su música. En ese momento, tendría unos 50 años, pero parecía mucho más joven por forma de vestir y dinamismo.

Una sensibilidad especial

La sensación que me dio fue la de ser un tipo normal, activo, nervioso, creativo, encantador, amable, artista. Giovanni Allevi volvía de Madrid, ciudad que, me confesó, le fascinaba, de grabar para un programa de televisión. No me pasó inadvertido que llevaba un móvil de los que ya no se usaban (los que solo sirven para llamar y recibir llamadas). No me resistí a preguntarle el porqué de esa elección y la respuesta fue preciosa: “Soy músico y compongo, necesito silencio interior. El sonido electrónico y las imágenes de la pantalla me distraen de mi objetivo: la inspiración. La música”. Me quedé impresionada, pero entendí perfectamente la respuesta. Recuerdo que se comunicaba conmigo con las palabras, pero también con su alma, se entendía muy bien lo que quería decir aunque no hablaba mucho.

Al llegar al aeropuerto de Malpensa, en Milán, cada uno se fue por su camino para recoger las maletas. Yo iba con mis tres hijos pequeños y estaba pendiente de que ninguno se me perdiera entre el barullo de gente. De repente, vi que se me acercaba un hombre alto con una rizada melena negra que se acercaba para despedirse de mí: Allevi. Me dijo que yo tenía unos hijos preciosos, creo que él, en esos momentos, echaba de menos a los suyos. Me quedé de piedra, porque creía que los famosos iban con prisas por los aeropuertos para no ser reconocidos por la masa. Cuando, por motivos profesionales, se alejaba de su familia, sentía unos ligeros sentimientos de culpa, como todo buen padre. Lo compensaba viviendo intensamente los momentos que pasaba con sus hijos y, dedicando a ellos, alguna de sus composiciones.

Los famosos -creía también antes de ese encuentro con el músico- no se despedían de personas conocidas casualmente hacía una hora en un viaje de avión. Noté en él una gran sensibilidad que debe ser consustancial a la de ser compositor. Entendí que él escucha el silencio y llena el espacio de melodía.

El diagnóstico

Unos dos años después de este encuentro supe por los medios de comunicación que en el verano del 2022, Giovanni Allevi anunció que padecía una dura enfermedad: un mieloma múltiple. Se trata de una enfermedad incurable y su supervivencia se sitúa entre los 3 y 4 años. La enfermedad que padece presenta un pronóstico grave porque apenas un 3 por ciento de pacientes siguen vivos al cabo de 10 años. Tiene un cáncer que le lleva a estar ingresado en el Instituto de Tumores de Milán para recibir la terapia adecuada. El músico reconoce que está “heroicamente saliendo del infierno”. Es una forma muy expresiva de comunicar por lo está pasando: las células de mieloma múltiple son plasmáticas anormales que se acumulan en la médula ósea y forman tumores en muchos huesos del cuerpo. Debe de sentir grandes dolores: le cuesta mantener la postura correcta mientras toca el piano y le tiemblan las manos.

Renunciar a la música

Giovanni Allevi tiene 55 años, está casado con una pianista que es a su vez su mánager, Nada Bernardo, y tienen dos hijos: Giorgio y Leonardo. De su vida privada no se sabe mucho más que esto. A pesar de su fama, siempre se mantuvo bien lejos de vender su intimidad. Como músico solo ofrece su don, la música. 

Ahora, atormentado, con heridas y pesadillas, le tiemblan las manos… y, en sus horas bajas, tiene que renunciar también a lo más grande que lleva dentro: la música. Cuando se encuentra un poco mejor ofrece algún concierto a su público. La vida le ha golpeado en el cuerpo y en el alma pero es feliz cuando el piano lo espera.

Tiene una cuenta de instagram (se ve que le han aconsejado que debe tenerla) y escribió hace poco a sus seguidores: “Mi condición me confirma que existe un mundo hecho de humanidad, gentileza, autenticidad y coraje”.

La fragilidad y la música

Un ser muy especial, al que la vida le tenía preparada una dura prueba que está llevando con coraje. Además del don de la música, ahora se descubre su gran capacidad de mostrar el dolor sin temor. Allevi piensa que, como compositor, es su música lo que nos puede ofrecer. Es consciente de haber recibido un don, un regalo: la música. El mismo don que ahora le da esperanza y ánimos para VIVIR. Me parece que este músico italiano es un ejemplo de que los dones recibidos son para servir y aliviar al prójimo.

Afortunadamente en la música no hay ganadores o vencedores, sólo ganas de compartir emociones y experiencias. Para el pianista la emoción es el lenguaje a través del cual nos comunicamos con sinceridad, desnudándonos sin temor de mostrarnos frágiles e indefensos, porque, es en la fragilidad donde está nuestra fuerza en un mundo arrastrado por la razón hacia la competitividad extrema.

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Mundo

El Opus Dei responde a las acusaciones de la docuserie “Minuto heroico”

El Opus Dei rechaza rotundamente el enfoque de la docuserie de MAX "Minuto heroico: yo también dejé el Opus Dei". Según el comunicado de la Obra, la producción “no representa la realidad del Opus Dei”, sino que presenta los hechos “de manera sesgada”.

Paloma López Campos·7 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Opus Dei ha publicado un comunicado para responder a las acusaciones realizadas en la docuserie de MAX “Minuto heroico: yo también dejé el Opus Dei”.

La plataforma define este documental como una investigación en la que “mujeres que formaron parte del Opus Dei cuentan sus experiencias por primera vez, denuncian abusos psicológicos, religiosos y económicos sufridos”. Como explica el tráiler, “Minuto heroico” promete destapar, a través de los testimonios de trece mujeres con origen diverso, la “manipulación”, “presión” y “exigencias” que de forma sistemática sufren los miembros de la prelatura.

Reconocimiento de errores por parte del Opus Dei

Ante estas acusaciones, el Opus Dei comienza su comunicado pidiendo perdón por las ocasiones en las que los miembros de la Obra han causado “dolor en el prójimo” y admitiendo que “las críticas de antiguos miembros han facilitado una reflexión institucional para mejorar y cambiar modos de hacer”.

Asimismo, el Opus Dei acepta algunos errores que han intentando mejorarse en los últimos años: “fallos en los procesos de discernimiento; estándares demasiado exigentes para vivir el compromiso vocacional; falta de sensibilidad para comprender el peso que esa exigencia significaba en algunas personas; eventuales carencias en el acompañamiento durante el proceso de salida”.

El sesgo de «Minuto heroico»

Sin embargo, la Obra rechaza rotundamente “el enfoque que la docuserie asume”, ya que este “no representa la realidad del Opus Dei”, sino que presenta los hechos “de manera sesgada”, señalando a la Obra “como una organización de personas malvadas cuya motivación es hacer daño”.

Este sesgo ha sido denunciado también por algunos críticos de la serie, quienes dudan de que una auténtica investigación periodística pueda realizarse basándose en los testimonios de 13 mujeres célibes, que teniendo en cuenta las cifras de miembros del Opus Dei, no representan ni al 10 % de toda la Obra. Ejemplo de ello es la reseña publicada por Ana Sánchez de la Nieta en Aceprensa.

Acusaciones falsas en «Minuto heroico»

La prueba de que las acusaciones son falsas, continúa el comunicado, se puede encontrar tanto en las enseñanzas de san Josemaría como en “la experiencia de miles de personas que viven o han vivido una experiencia de plenitud y desarrollo en el Opus Dei, como camino de encuentro con Dios en las realidades cotidianas”.

Otras acusaciones pronunciadas en “Minuto heroico” y rechazadas por la organización son el “reclutamiento”, la “reducción a la servidumbre” y el “sistema abusivo para manipular a las personas”. La Obra explica en el comunicado que “estas afirmaciones son una descontextualización de la formación o la vocación que eligieron libremente algunas mujeres” y que todo forma parte de “una narrativa” construida por algunas personas conocidas por tratar de presentar una imagen del Opus Dei “ajena a un enfoque de fe y de compromiso cristiano”.

Protocolos de sanación

A pesar de todo, la Obra comprende que “cualquier proceso de desvinculación, cuando hay un compromiso personal vivido con intensidad, genere dolor y sufrimiento”. Por ello, reitera que “actualmente la mayoría de personas que dejan el Opus Dei lo hacen de forma acompañada, sin que se corte la relación”.

La organización explica también en el comunicado los “protocolos de sanación y resolución dirigidos a recibir cualquier experiencia negativa que pueda haber ocurrido, pedir perdón y reparar en las situaciones que corresponda”.

Falta de diálogo por parte de la productora

Por último, el Opus Dei denuncia que durante los cuatro años en los que MAX ha estado trabajando en “Minuto heroico”, “la productora no contactó con las oficinas de información de la Obra, ni en Roma ni en España ni en otros países”. Tan solo al finalizar la grabación quisieron pidieron la intervención del Prelado o de alguna persona autorizada en unas condiciones que, aseguran desde el Opus Dei, “no eran las habituales para una serie de estas características”.

Ante esta situación, la Obra “declinó participar en lo que era un producto creado desde un marco previo y con un sesgo que solo se quería confirmar”. El Opus Dei, por tanto, señala que no hubo “ningún deseo previo manifestado de diálogo” por parte de la productora y se queja de que solo se les ofreciera “la posibilidad de una réplica en el último momento”.

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Vaticano

Video del Papa en febrero: “Dios sigue llamando a los jóvenes también hoy”

Es el mensaje central de la intención de oración del Papa en el video para este mes de febrero de 2025: “Dios sigue llamando a los jóvenes también hoy”. El tema de la intención lleva por título “Por las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa”. En el video, el Papa comparte su historia personal.  

Francisco Otamendi·7 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

“Cuando tenía 17 años”, señala el Papa Francisco en el videomensaje realizado por la Red Mundial de Oración del Papa en colaboración con Vatican Media y con la arquidiócesis de Los Àngeles, “era estudiante y trabajaba, tenía mis  proyectos. No pensaba para nada en ser sacerdote. Pero un día entré en la parroquia… ¡y allí estaba Dios, esperándome!”, comienza diciendo el Papa Francisco.

Abren ‘El Video del Papa’ sus fotos de joven -en la escuela, en familia, en la iglesia- para luego ceder el paso a escenas de la vida cotidiana de los jóvenes de hoy: cambian los tiempos, pero no cambia la capacidad del Señor de hablar al corazón de quien lo busca.

“A veces no lo escuchamos”

“Dios sigue llamando a los jóvenes también hoy, en ocasiones de maneras que no imaginamos. A veces no lo escuchamos porque estamos muy ocupados con nuestras cosas, con nuestros proyectos, incluso con nuestras cosas de la Iglesia”.

“Pero el Espíritu Santo nos habla también a través de los sueños y nos habla a través de las inquietudes que los jóvenes sienten en su corazón”, prosigue el Pontífice. “Si acompañamos su camino, veremos cómo Dios hace cosas nuevas con ellos. Y podremos acoger su llamada en modos que sirvan mejor a la Iglesia y al mundo de hoy”.

Y el Papa anima: “¡Confiemos en los jóvenes! Y, sobre todo, ¡confiemos en Dios: porque Él llama a cada uno! Oremos para que la comunidad eclesial acoja los deseos y las dudas de los jóvenes que sienten la llamada a vivir la misión de Jesús en la vida: sea la vida sacerdotal, sea la vida religiosa”.

“Dios llama a cada uno” 

“El desafío es, entonces, el de la confianza en los jóvenes, en su capacidad para contribuir significativamente a la Iglesia y al mundo. De hecho, en el video de febrero, el Papa Francisco invita a esperar en los jóvenes y, principalmente, en Dios, ‘porque Él llama a cada uno’”, alienta la Red Mundial de Oración.

“Nuestro Dios es un Dios que se toma en serio las vidas y los dones de los jóvenes”, comenta Mons. José H. Gómez, arzobispo de Los Ángeles. “La misión de la Iglesia -prosigue el obispo de la mayor diócesis estadounidense, que contribuye a la producción de este vídeo con los profesionales de su equipo digital –es caminar con los jóvenes para ayudarlos a crecer en su fe y trabajar para transformar este mundo en el Reino que Dios quiere para su pueblo”.

“Examinar con libertad la propia vocación y responder con valentía”

Por otra parte, el director internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, P. Cristóbal Fones, S.J., recuerda que “la confianza en los jóvenes es esencial para animarlos a examinar con libertad su propia vocación y a responder a ella con valentía. Un enfoque en la pastoral vocacional que realmente valora el diálogo y el acompañamiento también acepta y acoge las inquietudes, interrogantes y aspiraciones concretas del joven como un componente importante del proceso vocacional”. 

“Además, el Papa nos dice que, mediante la palabra de los jóvenes -a veces hasta desafiante o cuestionadora-, Dios también puede indicar caminos nuevos para la Iglesia de hoy, e incluso ofrecernos una ocasión para nuestra propia conversión”. 

La intención de oración del Papa para el mes de enero fue “Por el derecho a la educación: Oremos para que migrantes, refugiados y afectados por las guerras vean siempre respetado su derecho a la educación, educación necesaria para construir un mundo más humano”.

El autorFrancisco Otamendi