Evangelización

Hermanas Pobres: «Queremos compartir nuestra vida contemplativa»

Las Hermanas Pobres han convertido las redes sociales en una herramienta de evangelización, llevando su vida contemplativa y su música a miles de personas.

Javier García Herrería·15 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Las Hermanas Pobres han encontrado en las redes sociales una forma inesperada de evangelización. A través de Instagram y YouTube, su comunidad ha crecido exponencialmente, alcanzando a miles de personas con su música y testimonio. En esta entrevista, nos cuentan cómo nació esta iniciativa, anécdotas que han vivido y su visión sobre la formación vocacional. 

Hablamos con ellas en el Congreso de Vocaciones organizado por la Conferencia Episcopal Española, en el que además han actuado ofreciendo su música en el concierto de clausura.

En redes sociales se percibe que vuestra comunidad está formada por hermanas muy jóvenes y otras muy mayores. ¿Cómo se vive esta diferencia generacional?

— En realidad, no hay tantos saltos generacionales como parece. Nuestra comunidad está formada por 14 hermanas, y tenemos representación de todas las décadas. Es cierto que la más joven tiene 24 años y la mayor 92, pero en medio hay una gran diversidad de edades que hace que la convivencia sea muy enriquecedora.

¿Cómo surgió la idea de utilizar Instagram y YouTube para compartir vuestro día a día?

— Todo comenzó de una manera muy sencilla. Teníamos una cuenta de Instagram con unos 7.000 seguidores, pero la usábamos principalmente para difundir nuestro trabajo y mostrar un poco nuestra forma de vida. En el Día de la Vida Contemplativa nos preguntamos cómo podíamos compartir con la gente la importancia de este día para nosotras. Así que decidimos publicar una canción.

Nos pusimos con la guitarra y otros instrumentos, buscando el lugar ideal para grabar. Pasamos de un sitio a otro sin que nos convenciera ninguno, hasta que, cansadas, casi desistimos. Pero una hermana insistió: “No, no, lo hacemos como salga”. Y así fue. Grabamos, publicamos… y desde ese momento todo cambió.

¿En qué año ocurrió?

— El año pasado. Fue increíble. En poco más de un año pasamos de 7.000 seguidores a más de 338.000. Y lo más bonito es que nos dimos cuenta del impacto que tenía en la gente. Muchos nos escribían para decirnos que nuestras canciones les habían ayudado en momentos muy difíciles.

¿Alguna historia en particular que os haya marcado?

— Sí, una muy especial. Un médico nos llamó desde Francia para contarnos sobre un paciente con cáncer que estaba en sus últimos días. El enfermo estaba completamente aislado, no hablaba con nadie, ni con su familia ni con los médicos. El doctor decidió ponerle nuestras canciones, y en una de ellas, una hermana se equivocó y el enfermo comenzó a reírse. “Pónmela otra vez”, decía una y otra vez. Aquello rompió el hielo, y poco a poco comenzó a comunicarse con los demás. Hasta llamó a su familia y se reconcilió con ellos antes de fallecer.

¿Y alguna anécdota divertida?

— Una vez, mientras comprábamos muebles en Ikea, una mujer nos reconoció y se emocionó muchísimo. Nos dijo: “¡No me lo puedo creer! ¡Las hermanas pobres! ¡Con lo que me habéis ayudado!”. No nos pagó los muebles (risas), pero nos ayudó a cargarlos, que ya es bastante.

También habéis impulsado la imagen de la Virgen de la Mirada. ¿Cómo nació esta iniciativa?

— Santa Clara hablaba constantemente de la mirada. Decía que hay que mirar a Jesús para poder seguirlo, contemplarlo y no apartar la vista de Él. También señalaba que la Virgen fue la primera que miró a Jesús y la primera a la que Él miró. Ese vínculo nos inspiró a encargar una imagen que reflejara esa relación de amor entre la Madre y el Hijo.

La imagen es muy particular, pues la Virgen mira directamente al Niño…

— Sí, nos lo han dicho muchas veces. En muchas imágenes, María sostiene a Jesús, pero mira al frente o a otro lado. En esta, ambos se miran con amor y complicidad. Es un gesto que invita a la contemplación. Los niños se cuelgan de ella, la tocan, se acercan… Está ya muy “sobada”, como solemos decir.

Estamos en el Congreso de vocaciones, ¿cómo cuidáis la formación y el acompañamiento de las jóvenes vocaciones en vuestra comunidad?

— Creemos que el acompañamiento es fundamental, no solo en la vida religiosa, sino en todos los aspectos de la vida. Cuando una chica está discerniendo, preferimos llevar nosotras el proceso, acompañarla bien y ayudarla a que realmente descubra si este es su camino.

No queremos llenar la casa de vocaciones, sino que la gente se encuentre con Dios. Para ello, es clave la formación, el diálogo, la oración y, sobre todo, la Sagrada Escritura. La formación en Sagrada Escritura es una fuente fundamental de la vida cristiana. Si no la conocemos, no podemos amar a Jesucristo. Todo lo que necesitamos saber está en la Palabra de Dios.

¿Algo más que queráis compartir?

— Solo dar las gracias a todas las personas que nos siguen y nos apoyan. Y recordar que, aunque estemos en redes, lo más importante es siempre el encuentro con Dios en la vida diaria.

Cultura

Científicos católicos: José de Acosta, teólogo e investigador

El 15 de febrero de 1600 fallecía José de Acosta, teólogo e investigador jesuita que estuvo presente en América. Esta serie de biografías breves de científicos católicos se publica gracias a la colaboración de la Sociedad de Científicos Católicos de España.

Leandro Sequeiros San Román·15 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

José de Acosta (1 de octubre de 1540 ​– 15 de febrero de 1600) fue un científico y misionero en Hispanoamérica que recibió el apodo de «el Plinio del Nuevo Mundo». Fue ordenado jesuita de joven y, cuando contaba 31 años de edad, lo destinaron a los Andes. Allí fundó varios colegios, entre ellos los de Panamá, Arequipa, Potosí, Chuquisaca y La Paz. Después ocupó la cátedra de teología en la Universidad de San Marcos en Lima y también fue elegido provincial de la Compañía en Perú en 1576.

Lo mismo se le menciona supervisando la fundición de una gran campana como investigando las mareas de los estrechos en vista del posible ataque del inglés Francis Drake. También dirigió la elaboración del Catecismo y el Breviario Trilingües (español, aimará y quechua). Además, realizó al menos tres largos viajes por el interior del Perú en los que visitó las misiones allí establecidas, lo que le permitió un conocer la naturaleza y vida social de los indígenas.

De sus contribuciones científicas se pueden destacar dos. La primera es descubrir la corriente oceánica de Humboldt, al oriente del océano Pacífico junto a Sudamérica (250 años antes que el científico prusiano Alexander von Humboldt).

La segunda se relaciona con la evolución. En 1590 publicó “Historia Natural y Moral de las Indias”, donde se tratan las cosas notables del Cielo, elementos, metales, plantas y animales; y los ritos, ceremonias, leyes y gobierno y guerras de los indios. Allí postula una interpretación tímida pero evolutiva de la realidad animal, vegetal y cultural. Para él todos los animales de América no serían otra cosa que una modificación de los originales de Europa, donde la diferencia en distintos caracteres de los animales pudo ser causada por diversos accidentes. Por este motivo se le cita en varios libros de historia de la ciencia como fundador de la Biogeografía, consistente en el estudio de la distribución geográfica de los seres vivos sobre la Tierra a lo largo de los miles de millones de años de evolución. Sus aportaciones audaces hicieron que anticipase a Alexander von Humboldt (que lo cita profusamente) y a Charles Darwin (que copia lo que dice Humboldt) en algunas ideas sobre la distribución y migraciones de los seres vivos en América hispana desde hace millones de años.

El autorLeandro Sequeiros San Román

Catedrático de paleontología. Facultad de Teología de Granada.

Vaticano

El Papa Francisco cancela su agenda

El Papa Francisco, de 88 años, fue ingresado el 14 de febrero en el hospital Gemelli de Roma para someterse a pruebas médicas y continuar.

OSV / Omnes·14 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

– Cindy Wooden, CNS

Tras sufrir una bronquitis durante más de una semana y tener evidentes dificultades para respirar, el Papa Francisco, de 88 años, fue ingresado el 14 de febrero en el hospital Gemelli de Roma.

«Esta mañana, al término de las audiencias, el Papa Francisco -dice el comunicado– ha ingresado en el Policlínico Agostino Gemelli para someterse a algunas pruebas diagnósticas necesarias y continuar en ambiente hospitalario su tratamiento contra la bronquitis, que aún continúa», dijo la oficina de prensa del Vaticano a los periodistas. Se espera que el Papa permanezca en el hospital varios días.

Antes de salir del Vaticano para ir al hospital, el Papa se reunió en privado con el primer ministro eslovaco, Robert Fico, y con Mark Thompson, presidente y consejero delegado de la CNN, y mantuvo una reunión de grupo con miembros de la Fundación Gaudium et Spes.

Christopher Lamb, corresponsal de CNN en el Vaticano, estuvo presente al comienzo de la reunión del Papa con Thompson y dijo que «el Papa estaba mentalmente alerta, pero luchando por hablar durante largos períodos debido a dificultades respiratorias», informó la CNN.

Jubileo de los artistas

En un segundo comunicado el 14 de febrero, la oficina de prensa del Vaticano dijo que la audiencia general del Jubileo con el Papa Francisco programada para el 15 de febrero fue cancelada y que el cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, celebrará la Misa que el Papa Francisco tenía previsto presidir en la Basílica de San Pedro el 16 de febrero con los peregrinos que asisten al Jubileo de los Artistas y el Mundo de la Cultura.

También se canceló la visita del Papa a Cinecittà, el estudio de cine de Roma, para reunirse con actores y otros artistas el 17 de febrero.

Las últimas semanas

El Papa, que fue operado en 1957 para extirparle parte de uno de sus pulmones tras sufrir una grave infección respiratoria, ha sido propenso a resfriados y ataques de bronquitis.

A partir de su audiencia general semanal del 5 de febrero, el Papa Francisco ha hecho que un ayudante lea la mayor parte de sus homilías y discursos preparados en misas y audiencias públicas.

El Santo Padre explicó que hablar le resultaba difícil cuando se dirigió a los visitantes de la audiencia del 5 de febrero antes de entregarles su texto.

En la Misa del 9 de febrero por el Jubileo de las Fuerzas Armadas, Policía y Cuerpos de Seguridad, se disculpó diciendo que tenía «dificultad para respirar».

En su audiencia general del 12 de febrero, se disculpó por no haber pronunciado él mismo el discurso principal, diciendo que era «porque todavía no puedo con mi bronquitis. Espero poder hacerlo la próxima vez».

Pero en todas esas ocasiones públicas, tomó el micrófono para hacer un llamado a orar por la paz y dar su bendición.

Además, desde el 6 de febrero hasta la mañana en que ingresó en el hospital, el Papa Francisco mantuvo su agenda de reuniones con individuos y pequeños grupos, pero celebró las reuniones en la Domus Sanctae Marthae, su residencia, en lugar de en la biblioteca o en los salones ornamentados del Palacio Apostólico.

Hospitalizaciones recientes

El Papa Francisco ha estado hospitalizado varias veces en el hospital Gemelli.

En marzo de 2023, fue hospitalizado durante tres días por lo que los médicos dijeron que era una «infección respiratoria». Dio negativo en la prueba de COVID-19.

Volvió el 7 de junio de 2023, cuando fue sometido a una intervención quirúrgica de tres horas para reparar una hernia y pasó nueve días en el hospital, donde San Juan Pablo II había sido hospitalizado en múltiples ocasiones. La intervención al Papa Francisco, bajo anestesia general, se realizó utilizando una malla quirúrgica para reforzar la reparación y evitar la reaparición de una hernia. Los cirujanos también eliminaron varias adherencias o bandas de tejido cicatricial que, según los médicos, se habían formado tras cirugías anteriores hace décadas.

Antes de eso, el Papa había pasado siete días en el hospital en julio de 2021 después de someterse a una cirugía de colon para tratar la diverticulitis, una inflamación de protuberancias en el intestino. El Papa Francisco negó en repetidas ocasiones que los médicos hubieran encontrado cáncer durante la operación.

El autorOSV / Omnes

Vaticano

El Papa Francisco ingresado en el hospital para tratar su bronquitis

El Papa Francisco ha ingresado en el hospital Gemelli para tratar la bronquitis que padece desde hace ya aproximadamente una semana.

Paloma López Campos·14 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El Papa Francisco ha ingresado en el hospital Gemelli para recibir tratamiento por una bronquitis que le aqueja desde hace ya una semana. Así lo ha confirmado la Oficina de Prensa de la Santa Sede el 14 de febrero por la mañana.

A pesar del ingreso, el Pontífice recibió a primera hora del viernes al Primer Ministro de Eslovaquia y no ha modificado su agenda, repleta de celebraciones y audiencias en este año jubilar.

Durante su estancia en el hospital Gemelli el equipo médico realizará algunas pruebas al Papa Francisco y le aplicará un tratamiento que ayude a aliviar las molestias que ha estado sufriendo durante días y que le han impedido pronunciar los discursos preparados para distintas audiencias.

Evangelización

Santos Cirilo y Metodio, copatronos de Europa, y san Valentín, mártir

Los santos Cirilo y Metodio, hermanos, difundieron el mensaje cristiano en el este europeo, por lo que san Juan Pablo II les proclamó copatronos de Europa. La Iglesia les celebra hoy, 14 de febrero, junto a san Zenón y san Valentín, mártires. A este último se le considera patrón de los enamorados.    

Francisco Otamendi·14 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El mayor de los hermanos fue el obispo Metodio (en realidad se llamaba Miguel) y había nacido en el 825 en Tesalónica, donde en el 827, dos años más tarde, vio la luz Cirilo (llamado Constantino), monje. Ambos fueron enviados a Moravia, República Checa, para predicar la fe cristiana. Realizaron su obra evangelizadora en el siglo IX en Europa central. 

Se les denomina «apóstoles de los eslavos», entre otros motivos por haber creado un nuevo alfabeto, el “cirílico”, llamado así por san Cirilo, que ofrecía al mundo eslavo unidad lingüística y cultural con la traducción de la Biblia, del misal y del ritual litúrgico. En 1980, san Juan Pablo II les declaró patronos de Europa, uniéndolos así a san Benito, proclamado patrono del continente por san Pablo VI en 1964.

Posteriormente, en 1999, el Papa polaco declaró patronas de Europa a tres mujeres: santa Brígida de Suecia, santa Catalina de Siena y santa Teresa Benedicta de la Cruz.

San Valentín, patrón de los enamorados

El 14 de febrero se celebra también al mártir san Valentín. Es patrón de los enamorados porque, según la tradición, durante la persecución a los cristianos en el siglo III, el santo puso en riesgo su vida para unir en matrimonio a las parejas, contra la orden del emperador.

La tesis puede completarse con lo siguiente. Hubo dos santos ‘Valentín’ y ambos poseen una historia parecida, pues los dos (quizá fueran el mismo), prefirieron ser ejecutados a renunciar a su fe cristiana. En suma, san Valentín fue ajusticiado por celebrar matrimonios en secreto, y cada 14 de febrero se conmemora su valentía y compromiso con el amor.

El autorFrancisco Otamendi

Libros

Los orígenes de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz

Un estudio exhaustivo sobre los primeros años de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz revela cómo san Josemaría Escrivá, desde sus inicios, buscó servir y formar espiritualmente a los sacerdotes diocesanos en plena comunión con sus obispos.

José Carlos Martín de la Hoz·14 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

Santiago Martínez Sánchez, profesor de historia en la Universidad de Navarra y director del Centro de Estudios Josemaría Escrivá de esa Universidad, ha realizado un estudio verdaderamente exhaustivo acerca de los primeros años de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, desde el 2 de octubre de 1928, cuando san Josemaría Escrivá de Balaguer (1902-1975) fundó el Opus Dei, hasta la conclusión del Concilio Vaticano II, el 8 de diciembre de 1965. 

Lo primero que demuestra esta profunda investigación es que la labor del Opus Dei con los sacerdotes diocesanos del mundo entero, constituía desde el principio de la vida sacerdotal de san Josemaría, una verdadera “pasión dominante”. Es decir, que el querer de Dios para que trabajase en la formación del clero secular, su sostenimiento espiritual, preparación para trabajar a las órdenes de los Ordinarios de los lugares y, finalmente, en la construcción de presbiterios sacerdotales unidos y vibrantes, ya estaba en el corazón de san Josemaría desde sus tiempos de seminarista en Zaragoza y permanecerá hasta su muerte en Roma.

La configuración jurídica

La historia jurídica de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, responde a un querer de Dios y atravesará todas circunstancias jurídicas del derecho de la Iglesia desde el Código de Derecho Canónico de 1917 hasta el de 1984 y de la historia de la Iglesia y de la teología desde el siglo XX hasta la actualidad. Ambos afluentes confluirán en 1982 en la Constitución Apostólica “Ut Sit” y su formulación jurídica en la Bula “Ut Sit” del 19 de marzo de 1983, con la que se ha venido formulando el carisma de la Prelatura del Opus Dei y de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz inseparablemente unida. En esa fórmula jurídica se contienen los elementos fundacionales y son salvaguardados por el derecho.

La medula fundamental de este trabajo consistirá en explicar cómo se llevó a cabo ese querer de Dios: que el Opus Dei trabajara con sacerdotes diocesanos en plena comunión con los obispos del mundo entero promoviendo la plena identificación de esos sacerdotes con sus Ordinarios y con los sacerdotes del presbiterio diocesano, convirtiendo la tarea sacerdotal que le encomendaban los ordinarios de cada lugar como materia que debían santificar (17, 44, 456, 461).

Servir a los sacerdotes

Es bien conocido, y el estudio que ahora presentamos lo explica muy pormenorizadamente, el momento en que san Josemaría cuando iba a proceder a solicitar la aprobación Pontificia del Opus Dei, entonces como Instituto Secular, ante las dificultades que encontraba para explicar lo que sería la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, estaba decidido a abandonar la Obra para fundar una Asociación para sacerdotes en el mundo entero y promover la búsqueda de la santidad en el ministerio.

Al igual que Dios le confirmó la presencia de mujeres en el Opus Dei, también le hizo ver que “cabían los sacerdotes diocesanos” sin merma de su amor a la diócesis, ni doble obediencia, ni división en el presbiterio. con mentalidad laical y diocesana entre los demás miembros de la Obra (258). Conviene leer despacio este capítulo pues aporta documentación de gran interés (280-281).

Precisamente, la mejor conclusión de este extenso y sólido trabajo de investigación es marcar la sobrenaturalidad de la Sociedad Sacerdotal de la santa Cruz y los frutos de santidad, de unión con los obispos de cada diócesis y entre los miembros del Presbiterio sacerdotal. Evidentemente, siempre san Josemaría pedía a los sacerdotes que deseaban adquirir formación y dirección espiritual en esa institución que mostraran haber recibido la vocación divina y los deseos de dejarse ayudar y la comunión de oraciones con el obispo y con el Padre de esta familia espiritual.

Contexto

Asimismo, el autor ha procurado acercarse a la mentalidad sobre las asociaciones clericales que tenían algunos prelados, sus curias diocesanas y los formadores de los seminarios, en los años cuarenta, cincuenta y sesenta. Algo necesario para entender por qué algunos obispos no captaron del todo la libertad de un sacerdote para adscribirse a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, como tampoco entenderían después los cambios que la juventud exigió tras la revolución del 68. En definitiva, el diálogo con el mundo contemporáneo que propició el Concilio Vaticano II para poder trabajar mejor en el mundo contemporáneo.

También es importante la lectura de los capítulos primeros para conocer un poco el mundo rural, tan distinto al actual, es más, casi desaparecido (“con la gente se va el cura” p. 153), pues sin esas coordenadas históricas no se entiende el sistema pedagógico de los seminarios diocesanos y la propia formación intelectual que se les impartía, pues la mayoría de aquellos chicos llegarían a la capital de la comarca o de la provincia, si destacaban mucho, con una edad muy madura, una larga experiencia y después de muchos años de lectura y de estudio personal que les capacitaría para terminar sus días trabajando en parroquias con familias y feligreses que requirieran un poco de mayor nivel.

El único problema de este interesante estudio radica en su gran extensión, pues cuando se llega al capítulo noveno que es el más interesante: “historia diocesana de la sociedad sacerdotal de la santa cruz” (539-626), ya se han tenido que leer muchas cuestiones previas. Lógicamente, es un problema difícil pues también es importante fundar bien las cuestiones previas para poder entender los hechos. Es cierto que las gráficas elaboradas facilitan mucho el entendimiento de las cuestiones. Finalmente, hemos de resaltar el alto nivel espiritual de aquellos sacerdotes (306).

Indudablemente, la esperanza de que se publicará el siguiente volumen, el que mostrará cómo verdaderamente la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, sobrevivirá a los tremendos embates del fenómeno de la contestación y a las crisis de identidad que acaecieron en muchos lugares de España. También aparecerá el intenso trabajo de los Sacerdotes de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz por descubrir muchas vocaciones para los seminarios y colaborar con las autoridades de los seminarios y los obispos para que cuajaran muchas vocaciones que hoy son, junto a sus compañeros, la esperanza y el futuro de la Iglesia en España (422).

Santiago Martínez Sánchez, Párrocos, obispos y Opus Dei. Historia y entorno de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz en España, 1928-1965, Rialp, Madrid 2025, 702 pp. 

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Vocaciones

Noviazgo, un tiempo para trabajar el amor

El Papa Francisco definió el noviazgo como: "El tiempo en el cual los dos están llamados a realizar un buen trabajo sobre el amor, un trabajo partícipe y compartido, que va a la profundidad". Basándose en esta y otras reflexiones del Pontífice, el autor ofrece consejos para trabajar el amor en una relación.

Santiago Populín Such·14 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 8 minutos

En la audiencia general del 27 de mayo del 2015, el Papa Francisco definió el noviazgo como: «El tiempo en el cual los dos están llamados a realizar un buen trabajo sobre el amor, un trabajo partícipe y compartido, que va a la profundidad. Ambos se descubren despacio, mutuamente, es decir, el hombre ‘conoce’ a la mujer conociendo a esta mujer, su novia; y la mujer ‘conoce’ al hombre conociendo a este hombre, su novio».

Así mismo, comentó que en el relato bíblico del Génesis se habla de toda la creación como un trabajo del amor de Dios; de esa imagen se entiende que el amor de Dios, del cual procede todo el mundo, no fue algo tomado a la ligera. «¡No! Fue un trabajo hermoso. El amor de Dios creó las condiciones concretas de una alianza irrevocable, sólida, destinada a durar». De igual modo, la alianza de amor entre un hombre y una mujer requiere tiempo, no es algo instantáneo, por ello «es necesario trabajar en el amor (…)». En otras palabras, la unión amorosa entre el hombre y la mujer se cultiva y se perfecciona con el tiempo. «Me permito decir que se trata de una alianza artesanal. Hacer de dos vidas una vida sola, es incluso casi un milagro, un milagro de la libertad y del corazón, confiado a la fe».

El amor es una relación

El 14 de febrero de 2014, en el discurso dirigido a las parejas de novios que se preparan para el matrimonio, el Papa Francisco, abordando una consulta que le hicieron sobre si es posible amar para siempre, comentó: «¿Pero qué entendemos por ‘amor’? ¿Sólo un sentimiento, un estado psicofísico? Cierto, si es esto, no se puede construir sobre ello algo sólido. Pero si en cambio el amor es una relación, entonces es una realidad que crece, y podemos incluso decir, a modo de ejemplo, que se construye como una casa. Y la casa se construye juntos, no solos. Construir significa aquí favorecer y ayudar el crecimiento».

Es interesante resaltar que un año antes, en su primera carta encíclica “Lumen fidei n. 27, ya había expresado algo similar: «En realidad, el amor no se puede reducir a un sentimiento que va y viene. Tiene que ver ciertamente con nuestra afectividad, pero para abrirla a la persona amada e iniciar un camino, que consiste en salir del aislamiento del propio yo para encaminarse hacia la otra persona, para construir una relación duradera; el amor tiende a la unión con la persona amada. Y así se puede ver en qué sentido el amor tiene necesidad de verdad. Sólo en cuanto está fundado en la verdad, el amor puede perdurar en el tiempo, superar la fugacidad del instante y permanecer firme para dar consistencia a un camino en común. Si el amor no tiene que ver con la verdad, está sujeto al vaivén de los sentimientos y no supera la prueba del tiempo.

El amor verdadero, en cambio, unifica todos los elementos de la persona y se convierte en una luz nueva hacia una vida grande y plena. Sin verdad, el amor no puede ofrecer un vínculo sólido, no consigue llevar al ‘yo’ más allá de su aislamiento, ni librarlo de la fugacidad del instante para edificar la vida y dar fruto».

En el capítulo cuarto de la exhortación apostólica “Amoris laetitia”, el Papa Francisco comentó que, en el Himno a la caridad de san Pablo, encontramos «algunas características del amor verdadero». Haciendo una paráfrasis de él, presentó algunas indicaciones para los esposos que conducen a la caridad conyugal. Considerando el noviazgo, en palabras del Pontífice, como un «camino de preparación al matrimonio», es preciso que los novios también las conozcan para trabajar el amor de su relación.

El primer punto del Himno es la paciencia. El Papa resaltó que, por impulso del amor, ésta se afianza cuando se reconoce «que el otro también tiene derecho a vivir en esta tierra junto a mí, así como es», dejando de lado el deseo perfeccionista y la ambición de que todo sea como uno quiere.

El segundo, es la actitud de servicio. Indicó que la paciencia lleva a una postura activa «dinámica y creativa ante los demás», traducida en una actitud servicial, pues «el amor beneficia y promueve a los demás».

En el tercero, destacó que el amor lleva a mirar al otro con los ojos de Dios, sanando la envidia y conduciendo a la alegría por el bien del otro.

Respecto al cuarto y al quinto punto, explicó que el amor lleva a no «hacer alarde ni agrandarse», pues ayuda a ubicarse en el lugar que le corresponde sin buscar ser el centro.

Luego, trató los siguientes cuatro puntos. Subrayó que «amar es volverse amable»; «la cortesía es una escuela de sensibilidad y desinterés, que exige a la persona cultivar su mente y sus sentidos, aprender a sentir, hablar y, en ciertos momentos, a callar». En ese contexto, animó a observar y aprender el lenguaje amable de Jesús. Después, el amor «no busca su propio interés», «puede ir más allá de la justicia y desbordarse gratis sin esperar nada a cambio».

Además, el amor lleva a no irritarse; se trata de una actitud que nace «de una violencia interna, de una irritación no manifiesta que nos coloca a la defensiva ante los otros, como si fueran enemigos molestos que hay que evitar». Posteriormente, «no tiene en cuenta el mal», el amor sabe perdonar; una forma que surge de «una actitud positiva, que intenta comprender la debilidad ajena y trata de buscarle excusas a la otra persona, como Jesús cuando dijo: ‘Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen’ (Lc 23, 34)».

Y terminó esta explicación del Himno con los siguientes aspectos. Acentuó que el amor lleva a «alegrarse con los demás». «Si no alimentamos nuestra capacidad de gozar con el bien del otro y, sobre todo, nos concentramos en nuestras propias necesidades, nos condenamos a vivir con poca alegría». Igualmente, el amor «disculpa todo». Este término se distingue del «no tiene en cuenta el mal» porque se refiere al uso de la lengua, que en ocasiones puede implicar saber «guardar silencio» de los defectos de los demás.

En este sentido, «los esposos que se aman y se pertenecen, hablan bien el uno del otro, intentan mostrar el lado bueno del cónyuge más allá de sus debilidades y errores». Más aún, «el amor todo lo cree», «confía». La confianza permite tener una relación sana, con libertad y con un amplio horizonte, pues el «amor confía, deja en libertad, renuncia a controlarlo todo, a poseer, a dominar».

Otro de los rasgos que recalcó es que «el amor todo lo espera», no se impacienta ante el porvenir. Surge de una actitud que «indica la espera de quien sabe que el otro puede cambiar», brotando así la esperanza en la otra persona. Y en último lugar, «el amor todo lo soporta». Hace referencia a «mantenerse firme en medio de un ambiente hostil». Se trata de «amor a pesar de todo, aun cuando todo el contexto invite a otra cosa».

Cómo se construye el amor

Francisco, en el discurso a las parejas de novios de febrero de 2014, después de explicar el significado del amor, animó a los novios a crecer juntos, a construir una casa y vivir juntos para toda la vida. Les alertó de no edificar esa casa «en la arena de los sentimientos que van y vienen, sino en la roca del amor auténtico, el amor que viene de Dios». También les explicó que la familia surge de ese proyecto de amor, que ha de crecer como se construye una casa. «Que sea espacio de afecto, de ayuda, de esperanza, de apoyo. Como el amor de Dios es estable y para siempre, así también el amor que construye la familia queremos que sea estable y para siempre». Además, reveló cuál es el secreto para sanar el miedo al «para siempre»:

«Se cura día a día, encomendándose al Señor Jesús en una vida que se convierte en un camino espiritual cotidiano, construido por pasos, pasos pequeños, pasos de crecimiento común, construido con el compromiso de llegar a ser mujeres y hombres maduros en la fe. Porque, queridos novios, el ‘para siempre’ no es sólo una cuestión de duración. Un matrimonio no se realiza sólo si dura, sino que es importante su calidad. Estar juntos y saber amar para siempre es el desafío de los esposos cristianos».

En la línea con lo comentado, el 26 de septiembre de 2015, en el discurso en la fiesta de las familias y vigilia de oración en Filadelfia, el Papa explicó que el amor es un aprendizaje que busca crecer: «No existen familias perfectas y esto no nos tiene que desanimar. Por el contrario, el amor se aprende, el amor se vive, el amor crece ‘trabajándolo’ según las circunstancias de la vida por la que atraviesa cada familia concreta.

El amor nace y se desarrolla siempre entre luces y sombras. El amor es posible en hombres y mujeres concretos que buscan no hacer de los conflictos la última palabra, sino una oportunidad. Oportunidad para pedir ayuda, oportunidad para preguntarse en qué tenemos que mejorar, oportunidad para poder descubrir al Dios con nosotros que nunca nos abandona.

Este es un gran legado que le podemos dejar a nuestros hijos, una muy buena enseñanza: nos equivocamos, sí; tenemos problemas, sí; pero sabemos que eso no es lo definitivo. Sabemos que los errores, los problemas, los conflictos son una oportunidad para acercarnos a los demás, a Dios».

Un año después, en “Amoris laetitia” n. 134, Francisco insistió: «El amor que no crece comienza a correr riesgos, y sólo podemos crecer respondiendo a la gracia divina con más actos de amor, con actos de cariño más frecuentes, más intensos, más generosos, más tiernos, más alegres». Es decir, se trata de «un camino de constante crecimiento».

El noviazgo como «un itinerario de vida»

En la audiencia general del 27 de mayo de 2015, el Papa expresó que la alianza de amor entre el hombre y la mujer no se improvisa, no nace de un día para el otro, «es necesario trabajar en el amor, es necesario caminar». Francisco explicó que Dios, cuando habla de la alianza con su pueblo, lo hace en algunas ocasiones en términos de noviazgo. Para sostener su argumento citó dos pasajes de la Sagrada Escritura: «En el libro de Jeremías, al hablar al pueblo que se había alejado de Él, le recuerda cuando el pueblo era la ‘novia’ de Dios y dice así: ‘Recuerdo tu cariño juvenil, el amor que me tenías de novia’ (2, 2). Y Dios hizo este itinerario de noviazgo; luego hace también una promesa: lo hemos escuchado al inicio de la audiencia, en el libro de Oseas: ‘Me desposaré contigo para siempre, me desposaré contigo en justicia y en derecho, en misericordia y en ternura, me desposaré contigo en fidelidad y conocerás al Señor’ (2, 21-22). Es un largo camino el que el Señor recorre con su pueblo en este itinerario de noviazgo. Al final Dios se desposa con su pueblo en Jesucristo: en Jesús se desposa con la Iglesia. El pueblo de Dios es la esposa de Jesús».

Los pasajes de la Biblia explicados por Francisco ilustran que ese mismo itinerario sucede en el noviazgo entre un hombre y una mujer: primero comienzan a caminar juntos, luego viene la promesa de fidelidad que culminará en el matrimonio, siendo éste el signo de la unión de Cristo y de la Iglesia.

El 26 de diciembre de 2021, fiesta de la Sagrada Familia, en la carta a los matrimonios con ocasión del año “Familia Amoris laetitia”, el Santo Padre expresó que, al igual que Abrahán, «cada uno de los esposos sale de su tierra desde el momento en que, sintiendo la llamada al amor conyugal, decide entregarse al otro sin reservas». Por esta razón afirmó que el noviazgo supone «transitar juntos el camino que conduce al matrimonio». Y en ese itinerario compartido es capital que los novios aprendan a amarse.

Permiso, gracias y perdón

 El Papa Francisco, en el discurso a las parejas de novios del 14 de febrero de 2014,caracterizado por su estilo de hablar sencillo pero al mismo tiempo profundo, señaló la importancia de ciertas normas esenciales que pueden resumirse en tres palabras: «permiso», «gracias» y «perdón». Tres palabras que, en el contexto del noviazgo concebido como un período destinado a «transitar juntos el camino que conduce al matrimonio» y del aprender a amarse como compañeros de viaje, es bueno tenerlas en cuenta

«Permiso». El Papa comentó que se trata de «la petición gentil de poder entrar en la vida de otro con respeto y atención». En otras palabras, es «saber entrar con cortesía en la vida de los demás», ya que el amor verdadero no se impone, es por esta razón que la cortesía mantiene el amor.

«Gracias». Francisco afirmó que puede parecer una palabra sencilla de decir, pero que no siempre es así. «¿Recordáis el Evangelio de Lucas? Jesús cura a diez enfermos de lepra y sólo uno regresa a decir gracias a Jesús. Y el Señor dice: y los otros nueve, ¿dónde están? Esto es válido también para nosotros: ¿sabemos agradecer? En vuestra relación, y mañana en la vida matrimonial, es importante tener viva la conciencia de que la otra persona es un don de Dios, y a los dones de Dios se dice ¡gracias!, siempre se da gracias». Por este motivo animó a los novios a ser agradecidos, para poder avanzar juntos y positivamente hacia la vida matrimonial.

«Perdón». El Pontífice destacó que la condición humana lleva a cometer errores y equivocaciones a lo largo de la vida, por consiguiente, resulta imperativo pedir disculpas en las múltiples ocasiones del día. «“Perdona si hoy levanté la voz”; “perdona si pasé sin saludar”; “perdona si llegué tarde”, “si esta semana estuve muy silencioso”, “si hablé demasiado sin nunca escuchar”; “perdona si me olvidé”; “perdona, estaba enfadado y me la tomé contigo”.

Podemos decir muchos ‘perdón’ al día». También explicó que se trata de una enseñanza de Jesús, que nos anima a no acabar nunca el día sin pedir perdón, sin que la paz vuelva al hogar, al seno de la familia. «Si aprendemos a pedirnos perdón y a perdonarnos mutuamente, el matrimonio durará, irá adelante».

El autorSantiago Populín Such

Bachiller en Teología por la Universidad de Navarra. Licenciado en Teología Espiritual por la Universidad de la Santa Cruz, Roma.

Estados Unidos

El obispo Barron quiere fundar una congregación orientada a la evangelización

El obispo Barron, a la cabeza de la plataforma "Word on Fire", tiene un nuevo proyecto en mente: fundar una orden religiosa orientada a la evangelización.

Redacción Omnes·13 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El obispo Robert Barron, conocido por su plataforma “Word on Fire” ha anunciado un nuevo proyecto: una congregación religiosa orientada a la evangelización.

Coincidiendo con el 25 aniversario de “Word on Fire” el prelado estadounidense está buscando a entre tres y cinco sacerdotes y tres o cinco novicias que se sientan llamados a evangelizar siguiendo el estilo de la plataforma de contenido católico.

La comunidad religiosa se regirá por unas reglas ya redactadas por el obispo Barron y recibirá una formación profunda para evangelizar. Para lograr esto la futura orden ya cuenta con una primera casa donde iniciar la comunidad en la ciudad de Rochester, en Minnesota.

En la nota de prensa publicada en “Word on Fire” anuncian que “el reclutamiento de sacerdotes comenzará en breve”. Sin embargo, también avisan de que faltan donaciones “para financiar los costes asociados con los gastos de manutención, formación y educación”. De hecho, en la web explican que el objetivo de financiación son 25.000.000 dólares, de los cuales sólo se han conseguido por ahora 778,281 dólares.

El anuncio de esta congregación fundada por el obispo Barron finaliza con el deseo de que “esta orden exista a perpetuidad, abriendo camino en la evangelización y atrayendo a la gente a una relación más profunda con Jesucristo”.

Cine

‘Descalzos’, la película de Hakuna sobre la fuerza vital de la música

El viernes 14 se estrena en las salas españolas ‘Descalzos’, la película de Hakuna sobre el proceso de creación de su música, que en el fondo surge de la oración, la relación con Dios. Se trata de un amplio reportaje musical con testimonios sobre un movimiento católico que atrapa a muchos jóvenes. “Cantamos lo que vivimos y vivimos lo que cantamos”, aseguran.  

Francisco Otamendi·13 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

La sinopsis oficial de la película ‘Descalzos’, que se estrena el 14 de febrero en los cines, de la mano de Bosco Films y A Contracorriente Films, da suficientes pistas sobre el documental. “¿Quién enseñó al pájaro a cantar?”, lanza de entrada al aire, para la reflexión. “‘Descalzos’ se sumerge en el silencio del que despierta la música”, y “descubre la historia del grupo que ha desconcertado al panorama musical, recorriendo su proceso creativo y adentrándose en la Vida que les mueve”.

“Cuando el hombre se atreve a descalzarse, abriéndose a la Verdad”, prosigue, “la música que brota es como una flecha imparable que alcanza el corazón de la persona que se atreve a ponerse a tiro. La Vida era la pregunta; la música, la respuesta”, dice de un modo algo críptico, que se entiende mejor viendo la película.

“Cuando algo es verdad”

Lo dice en el film en varias ocasiones el productor musical de Hakuna Group Music, Iñigo Guerrero, y lo ha comentado estos días, al reflexionar sobre las claves del éxito de sus conciertos con miles de personas. “Cuando algo es verdad, es atractivo”.

Ésa es una clave del ‘boom’ de la música cristiana en español, como explica en la revista Omnes este mes el seminarista Luis Sierra: “La inquietud espiritual que manifiestan los artistas de modo explícito, su propia relación con Dios”, viviendo la vida “con los pies descalzos”, “matando la indiferencia”, como dice la letra de la canción que da título a la película. 

Las canciones de “Hakuna Group Music, formación vinculada al movimiento eclesial del mismo nombre, se han convertido en unas de las más escuchadas en España. ‘Huracán’ fue un éxito en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa en 2023. En efecto, Hakuna Group Music acumula sólo en Spotify más de 342.000 oyentes mensuales, aunque Huracán tiene ya 14,5 millones de escuchas.

“Los pies descalzos, el alma desnuda”

Esta misma semana, al concluir el preestreno de ‘Descalzos’, varios de los asistentes, en particular del entorno Hakuna, por ejemplo el propio fundador, el sacerdote José Pedro Manglano (Josepe para los amigos), me preguntaron si me había gustado la película. Supongo que como público, porque no soy experto en cine.

Con el telón de fondo de los pies descalzos, “el alma desnuda” (dijeron algunos en la película), pensé que en la respuesta no podía haber engaño. La verdad por delante. Y les dije lo que realmente pensaba: que me había gustado bastante, incluso mucho, y que había descansado y disfrutado, las dos cosas, que no es poco en estos tiempos.

Pero no viene mal saber lo que se va a ver. Ni con ésta ni con cualquier película. En mi familia, un poco desperdigada por edades, no vamos mucho al cine, porque los móviles y las series han ocupado el terreno. Así que, sin hacer spoiler, es bueno enterarse antes si te van a ofrecer un cachopo, una chuleta, o una dorada.

Cartel de la película ‘Descalzos’.

Música que se mete por las rendijas del alma

Es decir, si vamos a ver una película de acción, o una obra de teatro con planteamiento, nudo y desenlace, o un documental sereno y tranquilo. Pues bien, ‘Descalzos’ es esto último. En el fondo, ‘Descalzos’ es un reportaje amplio sobre Hakuna, su génesis, con música que se mete por las rendijas, y testimonios personales reales. Sin argumento especial, interesante y sencilla. Magnífica fotografía y espléndida naturaleza.

Me puse en la última fila. El público del preestreno era variado, pero, salvo alguna excepción, no juvenil, y por lo que pude atisbar, con asistencia de personas que aparecen en ‘Descalzos’, como Agueda, enferma de ELA, y su familia. 

Y fue surgiendo la película del director Santos Blanco, conocido por ‘Libres’, sobre la vida monástica. De dentro a afuera, del interior a la naturaleza, de las Horas Santas de adoración a Dios hacia la música. 

“Es algo más”

Con testimonios reales. Javi Nieves (Cadena 100), el citado Iñigo Guerrero, Manuel Alejandro, un anciano cantaor flamenco sabio, una religiosa curada de un cáncer, una teóloga, miembros de Hakuna, etcétera. Sin identificarse ni con un letrero, a pelo. Confesando, mostrando su estupor, contando su historia, su relación con la trascendencia, desvelando el alma. “La música puede cambiar el mundo porque puede cambiar a las personas”, eso cuentan.

A fuer de ser sincero, técnicamente no es un documental sobre este fenómeno musical, aunque popularmente se hable de ‘la película sobre Hakuna’. “Es algo más”, ha escrito un crítico que suele dar en la diana. Pues eso. Y conviene reiterar: la fotografía y el sonido, magníficos.

Además, siempre están ahí canciones como “Sencillamente”, “Olor a tostadas”, “Un segundo”, “Noche” o “Dime Padre”, la citada ‘Huracán’, y desde luego, ‘Forofos’, con su mensaje de unidad.

El autorFrancisco Otamendi

Evangelización

Giavani Cairo, actor de The Chosen, cuenta cómo la serie reavivó su fe

El actor Giavani Cairo, que interpreta al apóstol Judas Tadeo, fue criado como católico pero se alejó de su fe. La redescubrió mientras seguía actuando en Los Ángeles.

OSV / Omnes·13 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

OSV News / Jack Figge

En los últimos cuatro años, la serie de televisión The Chosen ha tomado por asalto el mundo católico, mientras miles de personas esperan con impaciencia el estreno de la quinta temporada.

The Chosen es un popular drama histórico que sigue la vida de Cristo y sus discípulos. Producida por 5&2 Studios, estudio fundado por Dallas Jenkins, creador y director de la serie, The Chosen se encuentra actualmente en su cuarta temporada. La quinta temporada se estrenará en los cines de todo el país el próximo mes de marzo.

Gracias a su participación en The Chosen, muchos de los miembros del equipo y actores de la serie -incluido Jonathan Roumie, que interpreta a Jesús- han redescubierto la fe.

Giavani Cairo

Uno de ellos es Giavani Cairo, que interpreta a Judas Tadeo, uno de los Doce Apóstoles. Cairo se crió como católico en Michigan, pero se alejó de su fe.

«Al crecer, la fe parecía ser algo que simplemente se hacía», dijo Cairo a OSV News. «Haces la primera comunión y la confirmación, y luego vas a la iglesia los fines de semana. Pero nunca sentí que tuviera una relación con Cristo».

Cairo nunca quiso ser actor hasta que tomó una clase en su último año de secundaria. Entonces, eso es todo lo que podía soñar hacer.

«Necesitábamos una clase de oratoria para graduarnos, así que tomé una clase de actuación», dijo Cairo. «No sabía si me iba a gustar, pero descubrí que era una forma estupenda de expresarme a través de ella, y me dio ganas de aprender más sobre el mundo de la interpretación, así que me mudé a Los Ángeles».

«Allí, simplemente me enamoré más de eso e hice más entrenamiento de actuación», dijo.

Cansando de la vida de actor

«En 2018, había estado en Los Ángeles durante unos años persiguiendo este sueño, pero por las razones equivocadas», dijo Cairo. «Quería ser actor para poder salir en la tele o poder estar en el candelero, y simplemente no me llenaba».

«Echaba de menos a mi familia y mi relación con ellos se estaba deteriorando», explica. «No hablaba tanto con ellos y me sentía muy perdido».

Hablando con una amiga, ella le sugirió a Cairo que empezara a hacer voluntariado en su tiempo libre y que se fijara objetivos concretos para ese año. Cairo empezó a rezar de nuevo con regularidad y en pocos meses fue contratado para un programa de televisión.

Encuentro con la Escritura

«Hice un pacto para leer la Biblia todos los días. Empecé a rezar todos los días, aunque creía que no lo estaba haciendo bien», dice Cairo. «Lo que es una locura es que unas semanas antes del año nuevo me presenté a una audición para ‘Los elegidos’ después de enterarme de que buscaban actores».

Al principio, Cairo dudaba si presentarse a la audición de «The Chosen». Era una producción de bajo presupuesto, y los programas basados en la fe rara vez tienen éxito. Sin embargo, quedó tan impresionado por el guión y la visión de Jenkins que dio un salto de fe y se presentó al casting. Tras una segunda convocatoria, Cairo mantuvo una memorable conversación por Skype con Jenkins y otros miembros del equipo.

«Dallas me dijo: ‘No sabemos dónde te vamos a poner, pero queremos que participes’», cuenta Cairo. «Estaba muy emocionado porque las dos cosas que más deseaba del año, que eran crecer más en mi fe y reservar una serie, se hicieron realidad».

Actuar en The Chosen ha sido una experiencia que le ha cambiado la vida, dijo. «Me ha hecho querer ser mejor persona», dijo. «El personaje que represento, Thaddeus, es un pacificador que intenta ver a la gente tal como es y quiere que la gente se sienta vista. Ese es el tipo de amigo que siempre quise y siempre quise ser cuando era pequeño. Lo que he aprendido es a querer a la gente por lo que es».

Al igual que Cairo, muchos espectadores se sienten identificados con los personajes de la serie. Dice que esto es intencionado, y ha ayudado a que la serie se haga popular entre una gran audiencia.

«Si ves la serie, empiezas a ver partes de ti mismo en ellos», dice. «Ves a Simón Pedro frustrado o sintiendo que va a perderlo todo porque le han dado impuestos. Ves a Jesús riendo y contando chistes en una boda con sus discípulos. La gente siente que en persona hacemos estas cosas con nuestros amigos. Nos identificamos con los personajes».

Ficcionar a Tadeo

Cuando Cairo y los guionistas empezaron a discutir cómo retratar a Tadeo, también conocido como San Judas, tenían poco en lo que basarse. Poco se sabe de Tadeo, aparte de que es un santo y de que parecía ser un observador. Esto dio a Cairo la libertad de moldear y elaborar el personaje para hacerlo más cercano.

«Es un poco más callado que muchos de los otros discípulos; es un observador, como yo también lo soy», dice Cairo. «Pero lo cierto es que yo no tuve la confianza necesaria para decir lo que pensaba o defender a los demás. Pero Thaddeus sí». A través del programa, Thaddeus me está enseñando a ser mejor persona conmigo mismo; por lo tanto, puedo ser mejor persona para mucha otra gente».

A lo largo de los últimos siete años, el reparto y el equipo de The Chosen han formado una comunidad muy unida en su intento de representar la vida de Cristo, una comunidad que Cairo apreciará siempre.

«Se han convertido en mi familia, mis hermanos y mis hermanas», afirma. «Hemos pasado juntos por tantas pruebas y tantas victorias. Hemos reído juntos, hemos llorado juntos. Hemos compartido victorias y momentos increíbles. Simplemente amo a estos chicos».

La quinta temporada de «The Chosen» se estrenará en los cines a partir de marzo, con un lanzamiento posterior en la aplicación «The Chosen» para streaming. Aunque la serie se acerca a la muerte y resurrección de Cristo, Cairo sabe que «The Chosen» siempre seguirá siendo relevante, ya que cuenta la historia más atemporal.

«Es la historia más importante que se ha contado nunca», afirma. «Todos sabemos hacia dónde se dirige esta historia, pero en el gran esquema de las cosas, todos tenemos la responsabilidad de compartirla, y eso nunca terminará. Esto es sólo el principio de lo que podemos hacer como discípulos: mostrarnos amor unos a otros y difundir el Evangelio».

El autorOSV / Omnes

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Evangelio

Fe y justicia social. VI domingo del Tiempo Ordinario (C)

Joseph Evans comenta las lecturas del VI domingo del Tiempo Ordinario (C) correspondiente al 16 de febrero de 2025.

Joseph Evans·13 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

El evangelio de Lucas es, en general, el más optimista de los cuatro evangelios. En él, y quizá aún más en los Hechos de los Apóstoles, Lucas se las arregla indefectiblemente para ver el lado positivo de las cosas. Si Marcos subraya la Pasión de Cristo y Juan, al tiempo que destaca la divinidad de Cristo, también ve con agudeza la oposición que Jesús debe afrontar por parte de las fuerzas de las tinieblas e incluso de su propio pueblo (véase Juan 1, 5-11), Lucas anuncia con alegría la salvación de Cristo (por ejemplo, Lucas 2, 10-11). 

La narración de la infancia de Mateo nos presenta la sombría realidad de la masacre de los inocentes, pero en el relato de Lucas todo es alegría, con apenas un atisbo del sufrimiento futuro al que alude el anciano Simeón (Lucas 2, 34-35). Para Lucas, la persecución apenas parece un problema (por ejemplo, Lucas 4, 28-30) e incluso puede convertirse en una oportunidad de crecimiento (Hechos 8, 1-6).

Por eso sorprende que en la versión de Lucas de las Bienaventuranzas, que es el evangelio de hoy, él —a diferencia de Mateo— se refiera a las maldiciones que nos acarreará un estilo de vida mundano. En el relato de las bienaventuranzas de Mateo, Jesús sólo propone toda una serie de bendiciones: Bienaventurados los pobres de espíritu, los mansos, los misericordiosos, etc… Por supuesto, Jesús habla en ambas versiones, pero la cuestión aquí es lo que el evangelista, inspirado por el Espíritu Santo, elige registrar.

Lucas da la mitad de las bienaventuranzas que Mateo y llena los espacios con maldiciones. Bienaventurados los pobres, los que ahora tienen hambre y lloran, y los perseguidos… En ese sentido, su relato es mucho más social, con una mayor preocupación por los pobres y marginados y por la justicia social (todo ello típico de Lucas). La lista de Mateo es más interior y espiritual (“Bienaventurados los pobres”). Su preocupación es más la renovación interior; la de Lucas es más el cambio social. Las dos versiones se complementan perfectamente. 

Y con esta misma preocupación social (como su relato del Magnificat de María: véase Lucas 1,50-54), Lucas esboza las maldiciones que traerá consigo la opresión de los humildes. Los ricos, los hinchados, los que ríen vacíamente y buscan la fama, todos serán maldecidos. En la primera lectura, Jeremías tiene su propia lista, breve y mucho más sencilla, de bendiciones y maldiciones. Somos maldecidos por confiar en nosotros mismos y bendecidos por confiar en Dios. Es como Mateo y Lucas, pero en pocas palabras.

Si el generalmente positivo Lucas puede ser tan duro con los abusos de los demás, debe tratarse de un asunto serio. En el fondo, necesitamos ambas versiones: donde el Jesús de Mateo nos llama a la santidad, en Lucas nos advierte de que no hay santidad sin una preocupación práctica por la justicia social.

Teología del siglo XX

La esencia del cristianismo, de Romano Guardini

El 15 de diciembre de 2017 se introdujo la causa de beatificación de Romano Guardini, casi 50 años después de su muerte.

Juan Luis Lorda·13 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 7 minutos

Siempre es difícil trazar la historia de las ideas: cuáles son los momentos y contextos en que se perfilan, se formulan y logran difusión. Que el cristianismo se centra en la persona de Cristo lo formula bella y claramente Guardini, con un impacto que ha marcado toda la teología católica del siglo XX. Pero evidentemente no se lo ha inventado.

El mismo Señor lo da a entender cuando dice “Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie va al Padre sino por mí” (Jn 14, 6). Con toda la misteriosa fuerza del “Yo soy” de Cristo, en el Evangelio de San Juan: “Yo soy el pan de vida” (Jn 6, 35.48.51), “Yo soy la luz del mundo” (Jn 8, 12; 12, 46-48), “Yo soy la puerta” (Jn 10, 1-6), “Yo soy la resurrección” (Jn 11, 25). 

Los contextos

Por un lado está el esfuerzo “racionalista liberal”, que desde el XVIII, intenta reducir el cristianismo a alguna idea o esencia “universal”, prescindiendo de sus concreciones históricas, que le parecen dudosas. Por otro lado, desde el siglo XIX, ha crecido exponencialmente el conocimiento de otras religiones: ¿qué tienen en común?, ¿qué caracteriza el hecho religioso? Y, dentro de esto, ¿qué singulariza a lo cristiano?

La teología liberal protestante, desde Schleiermacher, ha asumido la idea de que el cristianismo representa la esencia de lo religioso en su concreción histórica más acabada. En efecto, lo religioso puede definirse como la relación de sumisión y reconocimiento hacia el absoluto. Y, para Schleiermacher, el cristianismo lo realiza de manera eminente.

Pero en paralelo, durante el siglo XIX, se ha extendido el estudio comparado de las religiones. Y al igual que se intenta encontrar en otras religiones el esquema y los elementos que tan claramente se observan en la cristiana, con sus creencias, sus libros sagrados, su moral, su culto y su iglesia o comunidad creyente, también se intenta tipificar la religión cristiana por comparación con las demás. Y se ve en Cristo al Fundador y Profeta de la religión cristiana. 

Desde luego, Jesucristo es el fundador y profeta de la religión cristiana, el vehículo por el que este mensaje llega y se difunde en el mundo. Pero, sobre todo, es el centro y el contenido del mensaje. 

Esto es lo singular, que no encuentra parecido en la historia de las religiones. Buda o Mahoma pueden ser vehículos e incluso modelos en la práctica de una religión (aunque en el caso de Buda fuera más bien una filosofía), pero no son su esencia. En cambio, con su Encarnación, la Palabra de Dios se ha hecho presente en la historia en forma de persona. En Jesucristo, el Hijo encarnado, Dios se manifiesta y salva. Por eso la religión cristiana no se compendia en una idea sino en una persona. 

Explicará Guardini: “Jesús no es solo portador de un mensaje que exige una decisión, sino que es Él mismo quien provoca la decisión, una decisión impuesta a todo hombre, que penetra todas las vinculaciones terrenas y que no hay poder que pueda ni contrastar ni detener” (La esencia del cristianismo, Cristiandad, Madrid 1984, p. 47) 

El título

Dos famosos libros llevaban ya el mismo título. En 1841, Ludwig Feuerbach había publicado su La esencia del cristianismo. Era una explicación hermenéutica reductiva del cristianismo. El cristianismo sería lo contrario de lo que pretende ser. No la manifestación de un Dios que quiere salvar al hombre, sino la ilusión del hombre que sublima sus propias aspiraciones en la idea de Dios. Dios es solo lo que nos gustaría ser, llevado al infinito. 

Adolf von Harnack, famoso historiador de la antigüedad cristiana y protestante liberal, le contestó con unas conferencias reunidas en su libro La esencia del cristianismo (1901). No se trata de una ilusión, sino que el mandamiento del amor es la máxima expresión histórica del progreso interior humano. La historia cristiana ha prestado, quizá, demasiada atención a la doctrina sobre Dios o sobre Jesucristo –eso le parece–, pero la esencia está en la realización del hombre interior en la justicia y la caridad. Eso es lo que le da su significado universal, para los hombres de todos los tiempos. 

En realidad, tenían bastante en común. Como hijos de su tiempo, les parecía problemática la historia de la salvación y solo le daban un valor alegórico. Pero donde Feuerbach veía un infeliz espejismo, von Harnack encontraba la máxima manifestación del espíritu humano. 

La ingenuidad liberal que quiere contemplar el progreso humano en la historia, también religioso, naufragaría en la primera guerra mundial. Y Barth juzgaría duramente el intento de la teología liberal de hacer razonable el cristianismo, convirtiéndolo en idea y esencia. Es el escándalo de la revelación el que tiene que juzgar la razón, y no al revés. Así la salva y la saca de sus límites.  Pero Barth no desciende a la historia concreta.

El libro de Guardini

Sin citarlo, Guardini sigue el itinerario contrario a Harnack: parte del hecho histórico de Jesucristo y muestra su significado universal, que no puede reducirse a ninguna idea. Jesucristo, tal como fue y como es, es la esencia de la religión cristiana.  

Como señala en la “Advertencia preliminar”, La esencia del cristianismo se publicó en 1929, en la revista Die Schildgenossen. Pero Guardini vio conveniente publicarlo aparte, porque le parecía que podía servir de ”introducción metódica”, para sus otros libros sobre Cristo, especialmente La imagen de Jesús, el Cristo, en el Nuevo Testamento, y El Señor

Desarrolla la argumentación en cuatro partes que seguiremos brevemente: I. El problema; II. A modo de diferenciación; III. La persona de Cristo y lo propia y esencialmente cristiano. Finalmente, en el apartado IV, Resultado, resume brevemente su tesis.

El problema

“La pregunta por la esencia del cristianismo ha sido contestada de modos muy diversos. Se ha dicho que lo esencial del cristianismo es que en él la personalidad individual avanza al centro de la conciencia religiosa; se ha afirmado asimismo que la esencia del cristianismo radica en que en él Dios se revela como Padre, quedando el creyente situado frente a Él […]: también se ha sostenido que lo peculiar del cristianismo es ser una religión que eleva el amor al prójimo a la categoría de valor fundamental […]. De todas estas respuestas no hay ninguna que dé en el blanco” (16). Además de que son falsas, “se hallan formuladas en forma de proposiciones abstractas, subsumiendo su ‘objeto’ bajo conceptos generales” (17). 

“El cristianismo no es, en último término, ni una doctrina de la verdad ni una interpretación de la vida. Es eso también, pero nada de ello constituye su esencia nuclear. Su esencia está constituida por Jesús de Nazaret, por su existencia, su obra y su destino concretos; es decir, por una personalidad histórica” (19). 

Esto plantea un “problema”. Porque estamos acostumbrados a someternos a normas o a leyes, pero aquí se trata de “reconocer a otra persona como ley suprema de toda la esfera religiosa”.

A modo de diferenciación

Se necesita un discernimiento: “Una mirada superficial basta para percatarse de la inconmensurable significación que reviste la persona de Jesús en el Nuevo Testamento” (25). Recuerda el caso de Buda, y también de los profetas de Israel: “El profeta como el apóstol son portadores del Mensaje, obreros en la gran obra, pero nada más” (32). “Por contraste con todo eso, se pone de manifiesto cuán fundamentalmente diferente es la posición de la persona de Jesús en el orden religioso proclamado por él” (33).

La persona de Cristo y lo propia y esencialmente cristiano

Hay muchas versiones sobre el mensaje de Cristo: predicó el Reino que venía, el amor universal, una nueva idea de Dios. En definitiva, “se ha afirmado repetidamente que Jesús no forma parte del contenido de su mensaje” (37). Pues bien, “esta teoría es falsa” (38). Por muchos motivos. 

El primero es que Jesús “exige explícitamente que los hombres le sigan” (38), que opten por él, de una manera plena. Además, sus palabras y gestos “hacen aparecer la persona de Cristo como criterio y motivo de la conducta” (40). Hasta el escándalo que supone “el hecho de que una persona histórica pretenda para sí una significación religiosa absoluta” (50). “Todo lo cristiano que viene de Dios a nosotros, y lo mismo todo lo que va de nosotros a Dios, tiene que pasar por Aquel” (52). Es una mediación que forma parte del contenido.

“La doctrina de Jesús es la doctrina del Padre. Pero no como en un profeta que recibe y da a conocer la revelación, sino en el sentido de que su punto de partida se halla en el Padre, pero, a la vez, también en Jesús” (60). 

También la salvación se da en él y a través de él. Por eso se entiende la expresión frecuente en San Pablo: “en él”, recogida en la liturgia: “Por Cristo, con él y en él”. Así viven, así rezan, así se salvan los cristianos, por la acción del Espíritu Santo. Cada uno en particular y, a la vez, todos en la Iglesia. Y se expresa de manera especial en la Eucaristía: todos están llamados a comer su Cuerpo, condición necesaria para entrar en el Reino de los Cielos.

Resultado

En este último y breve apartado concluye todo: “No hay ninguna doctrina, ninguna estructura fundamental de valores éticos, ninguna actitud religiosa ni ningún orden vital que pueda separarse de la persona de Cristo y del que, después, pueda decirse que es cristiano. Lo cristiano es Él mismo, lo que a través de Él llega al hombre y la relación que a través de Él puede mantener el hombre con Dios” (103).

El cristianismo tiene una doctrina y una moral (un sistema de valores) y un culto público y una oración personal. Tiene; pero no es ni una doctrina, ni una moral, ni un culto, ni una iglesia. Su esencia es Jesucristo. Su doctrina, su moral, su culto se realizan en Cristo. Y no hay doctrina ni moral ni culto que sean cristianos si no se enraízan y expresan en Cristo. 

Y, por último, citando sin citar las otras “esencias del cristianismo”, concluye: “La tesis de que el cristianismo es la religión del amor solo puede ser exacta en el sentido de que el cristianismo es la religión del amor a Cristo y, a través de Él, del amor dirigido a Dios, así como a otros hombres […]. El amor a Cristo es, pues, la actitud que en absoluto presta sentido a cuanto es. Toda vida tiene que ser determinada por él” (105).  

El teólogo y obispo italiano Bruno Forte tiene un ensayo sobre La esencia del cristianismo (2002), con un replanteamiento del tema en la actualidad y algunas valoraciones históricas; y también el teólogo español Olegario González de Cardedal escribió La entraña del cristianismo (1997), mucho más voluminoso y amplio, aunque con menos detalle en lo que se refiere a Guardini.

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España

La Conferencia Episcopal Española lanza la campaña “Matrimonio es +”

La Conferencia Episcopal Española presentó el 12 de febrero la campaña “Matrimonio es +”, que tiene como fin “mostrar la belleza de la propuesta del matrimonio cristiano”.

Redacción Omnes·12 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

El 12 de febrero la Conferencia Episcopal Española presentó la campaña “Matrimonio es +”. Esta presentación precede a la semana del matrimonio 2025, que se celebra del 14 al 21 de febrero y tiene como fin “mostrar la belleza de la propuesta del matrimonio cristiano”.

En la presentación intervinieron José Gabriel Vera, director de Comunicación de la Conferencia; Miguel Garrigós, director de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida; y Carlota Mariño Esteban, miembro del equipo de creativos que han diseñado la campaña.

Este 2025 los obispos han innovado con la propuesta de la semana del matrimonio, contando con la participación de alumnos de último año de la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca. Estos alumnos han creado una campaña cuyo eje “gira en torno al latido del corazón”, como explicó Mariño Esteban. A través de esta imagen, los contenidos siguen en tres vídeos la historia de una pareja real que atraviesa diversas etapas.

Miguel Garrigós señaló que esta campaña nace de dos preocupaciones: “la disminución del número de personas que deciden contraer matrimonio” y “el aumento del número de divorcios”.

Una campaña propositiva a favor del matrimonio

A pesar de esto, desde la Subcomisión Episcopal están “convencidos de que el corazón de cada persona aspira a un amor que la complete, que sea fecundo y que perdure”. Por ello, la campaña de este año “es propositiva” y muestra, a través de su lema, que el “matrimonio es más”.

En la página web de la campaña pueden encontrarse varios recursos para novios y matrimonios que quieran profundizar más en su relación. Hay también testimonios, artículos para reflexionar sobre la identidad del matrimonio en la Iglesia y consejos.

(De derecha a izquierda) José Gabriel Vera, Carlota Mariño Esteban y Miguel Garrigós (Flickr / Conferencia Episcopal Española)

Vaticano

El Papa destaca la humildad de Dios al entrar en la historia

En su ciclo de catequesis del Año Jubilar sobre ‘Jesucristo , nuestra esperanza’, el Papa Francisco, todavía con bronquitis, se ha centrado esta mañana en el nacimiento de Jesús y la visita de los pastores. Y ha remarcado la humildad de Dios al entrar en la historia. Además, ha rogado “penitencia por la paz”.  

Francisco Otamendi·12 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Pontífice ha dedicado la catequesis de la Audiencia de esta mañana en el Aula Pablo VI al nacimiento de Jesús, con una meditación que ha subrayado “la humildad de Dios al entrar en la historia”. 

Al comenzar, ha informado que “con mi bronquitis, aún no puedo leer, pero la próxima semana podré”, por lo que salvo sus palabras en italiano y en español, ha leído su reflexión para los peregrinos en diversos idiomas el sacerdote Pierluigi Giroli, de la Secretaría de Estado.

“Que se encuentren caminos de paz”

Al final de la catequesis en italiano, junto antes de la rezar el Padre nuestro y dar la Bendición, el Papa ha alentado dos consideraciones generales, al rogar oración y penitencia por la paz, y al recordar que “pasado mañana (día 14), celebraremos la fiesta de los santos Cirilo y Metodio, primeros propagadores de la fe entre los pueblos eslavos. Que su testimonio os ayude a ser también vosotros apóstoles del Evangelio, fermento de renovación en la vida personal, familiar y social”.

Al reflexionar sobre la paz, el Santo Padre ha recordado a “tantos países que están en guerra”, y ha alentado: “Oremos por la paz, hagamos todo por la paz, no hemos nacido para matar, sino para hacer crecer a los pueblos. Que se encuentren caminos de paz. Que su oración cotidiana sea, por favor, pedir la paz, por la martirizada Ucrania que sufre, piensen en Palestina, en Israel, en Myanmar, en Kivu del Norte, en Sudán del Sur, por favor, recemos por la paz, hagamos penitencia por la paz”.

Signos de la humildad del Mesías

“En nuestra catequesis de hoy” (basada en san Lucas 2, 10-12), “contemplamos el nacimiento de Jesús en Belén, que entra en la historia haciéndose nuestro compañero de camino”, ha comenzado su reflexión el Papa.

“Él mismo, desde el vientre materno, estuvo siempre en camino. Primero, de Nazaret hasta la casa de Isabel y Zacarías —en la Visitación—; después, de Nazaret a Belén para cumplir con el censo. Esto muestra la humildad de Dios, que no evade ni socava las estructuras del mundo, sino que las ilumina y recrea desde dentro”.

“Otro signo de la humildad del Mesías es que no nace en un palacio, sino en un lugar destinado a los animales. No se manifiesta en el clamor, sino en el silencio; no se impone, sino que se ofrece”. 

Los pastores, “destinatarios de la noticia más maravillosa de la historia”

Además, el Papa ha subrayado que Dios elige a los pastores “para que sean los destinatarios de la noticia más maravillosa que jamás haya resonado en la historia: los pastores, gente sencilla y humilde, son los primeros que reciben esta buena noticia. El Salvador tan esperado nace para ellos, para ser el Pastor de su pueblo. Ellos lo acogen con asombro agradecido y, al ponerse en camino para ir a su encuentro, sus corazones se llenan de gozo y esperanza”.

Francisco ha animado: “Pidamos al Señor la gracia de ir a su encuentro con prontitud y sencillez, como los pastores, anunciando a todos la esperanza y la alegría del Evangelio”. 

Jubileo, tiempo de renovación espiritual

En cuanto a sus palabras a los peregrinos de diversas lenguas, quizá las dirigidas a los de lengua inglesa, y luego a los de lengua china, pueden resumir sus alocuciones.

“Deseo que el Jubileo de la esperanza sea para vosotros y vuestras familias un tiempo de gracia y de renovación espiritual. Invoco sobre todos la alegría y la paz del Señor Jesús”, ha manifestado a los peregrinos procedentes de Inglaterra, Irlanda del Norte, Malta, Suecia, Australia, Indonesia, Filipinas y Estados Unidos, con mención especial a” los seminaristas del Pontificio Colegio Irlandés, asegurándoles mis oraciones por su preparación al sacerdocio”.

“Saludo cordialmente al pueblo de lengua china. Queridos hermanos y hermanas, os exhorto a trabajar por una sociedad justa y unida. ¡Mi bendición para todos!”, ha manifestado a los de lengua china.

“Discernir en la debilidad la fuerza del Niño Dios”

Finalmente, el Papa ha señalado dos peticiones. En primer lugar, para que “pidamos también nosotros la gracia de ser, como los pastores, capaces de asombro y alabanza ante Dios, y capaces de custodiar lo que Él nos ha confiado: nuestros talentos, nuestros carismas, nuestra vocación y las personas que Él pone a nuestro lado”. 

Y en segundo término, “pidamos al Señor saber discernir en la debilidad la fuerza extraordinaria del Niño Dios, que viene para renovar el mundo y transformar nuestras vidas con su proyecto lleno de esperanza para toda la humanidad”.

El autorFrancisco Otamendi

Iniciativas

Los proyectos de Amigos de Monkole cambian vidas

Enrique Barrio, presidente de Amigos de Monkole, desea que “pronto vuelva la paz al Congo”. “Nosotros seguiremos adelante con nuestros proyectos en Kinshasa”.

Teresa Aguado Peña·12 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

La vida de 27.438 personas ha cambiado gracias a la Fundación Amigos de Monkole en la República Democrática del Congo, financiando la atención sanitaria de familias sin recursos a través del hospital materno infantil Monkole y sus tres dispensarios médicos en las periferias de Kinshasa (la capital del país).

Desde su constitución en 2017 han ayudado a más de 150.000 congoleños en situación de vulnerabilidad, en su mayoría mujeres y niños y el año pasado los médicos voluntarios de Amigos de Monkole impartieron más de 2.000 horas de formación. En la actualidad, esta fundación lleva a cabo 13 proyectos centrados en la mejora de la calidad sanitaria y educativa de las personas.

«Amigos de Monkole» en 2024

Entre los proyectos de 2024 destacan el Proyecto Elikia (que significa “esperanza” en lingala) de cribado de cáncer de útero en mujeres. Gracias a la labor del Dr Luis Chiva, jefe de Ginecología de la Clínica Universidad de Navarra, y sus equipos de voluntarios, se han atendido a 1.200 mujeres y se han operado de cánceres graves a 8 mujeres. Con el Proyecto de Raquitismo han atendido a 79 niños y con Forfait Mamá han apoyado el nacimiento, control y seguimiento de 56 bebés prematuros.

Impulsan también el servicio de Atención Primaria, atendiendo en 2024 a 25.400 personas. Con el Proyecto de Odontología, gracias a la labor y viajes solidarios del estomatólogo Ignacio Martínez, se atendió a 103 niños, adolescentes y personas mayores sin recursos.

Gracias al Proyecto de depranocitosis de cadera han sido operados con éxito 27 jóvenes, en el que la labor del Dr. Víctor Barro y su equipo de voluntarios ha sido fundamental.

El Proyecto Capacitación Agrícola para Mujeres ha tenido un impacto significativo en la vida de 40 mujeres hortelanas de la Cooperativa COMABOK, mejorando tanto su capacidad productiva como su resiliencia ante el cambio climático.

Además, Amigos de Monkole ha conseguido escolarizar a 30 niños de pequeños orfanatos concediéndoles becas escolares. También han impulsado el Proyecto Nutrición Infantil en Kimwenza, cuidando, junto a las misioneras de Cristo Jesús, a 253 niños con graves problemas de nutrición. Asimismo, han becado a 12 chicas jóvenes de la Escuela de Enfermería del hospital Monkole para que puedan realizar sus estudios de Enfermería en la escuela ISSI.

Próximos proyectos

Llegado el 2025, la fundación sigue impulsando estos proyectos y pone en marcha otro más de empoderamiento y capacitación profesional de mujeres vulnerables en los municipios de Mont-Ngafula y Selembao, en Kinshasa. Tratan así de beneficiar a 230 mujeres jóvenes, en particular a aquellas que están en situación de vulnerabilidad entre los 16 y 22 años.

Respecto al conflicto que hoy vive la R.D. del Congo, Enrique Barrio, presidente de la fundación, señala que “somos conscientes de la delicada situación que hoy está viviendo la R.D. del Congo y esperamos que cuanto antes vuelva la paz y estabilidad en el este del país”.  “Nosotros seguimos trabajando sobre el terreno y vamos a continuar con todos nuestros proyectos en Kinshasa, que se encuentra a algo más de 2.500  kilómetros de Goma”, añade.

El autorTeresa Aguado Peña

El día que no viví el minuto heroico 

Hay muchos y muchas, más de los que se fueron, que hoy también han tenido su minuto heroico viviendo el espíritu del Opus Dei. Otros hemos apagado el despertador y nos hemos dado la vuelta en la cama…, y no pasa nada.

12 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

No quise levantarme. Mi cuerpo decía que no y esa vez decidí hacerle caso y no. No me levanté cuando sonó el despertador. No viví el minuto heroico, ese que se ha hecho tan famoso. Y no pasó nada.

Nadie me regañó, ni me violentó… ni siquiera me confesé de no hacerlo; porque no es pecado remolonear un día. Porque es eso, la caidita de un día.

La verdad es que yo me levanto a las 6:30 a.m. para hacer deporte. También intento hacer oración por las mañanas, pero mi falta de diligencia aquel día podía haber sido más terrible para el deportista comprometido que para el cristiano medio, sea o no del Opus

Una vez más, esta institución de la Iglesia vuelve a ser tema de postre.

Y no digo que no haya quien se haya sentido abandonado, herido (y no sin razón) dentro de la Obra, o de los carmelitas o de los camalduenses.

El pecado es así de terrible: las heridas que deja -en uno mismo y en el prójimo-, son incontrolables. Como dice el Papa Francisco: «el pecado corta siempre, separa, divide». Las personas a las que, a lo largo de nuestra vida, con o sin intención, hemos tratado o juzgado mal, muchas veces no logran sanar sus heridas y por ello, siempre hemos de pedir perdón. A ellas si tenemos la posibilidad, y sobre todo y siempre, a Dios.

Yo conozco mucha gente del Opus Dei, que sigue y vive cada día feliz y contenta. Célibes y no célibes. Que se mortifican (sí, porque eso es patrimonio común de la Iglesia) y que mete la pata. De los que conozco del Opus, hay unos pocos que me caen sinceramente mal – para qué lo voy a negar-, y hay muchos otros a los que puedo contar entre mis amigos más leales. 

Conozco también mucha gente que fue del Opus y se largó de la institución con calma y paz. Otras no.

Otras personas, a las que también quiero, salieron heridas porque faltaron explicaciones y entendimientos; porque realmente no tenían vocación y hubo quien no entendió que la entrega siempre es a Dios y no a sus obras, como decía el cardenal Van Thuan; porque se vivía de otro modo y chocaron la sensibilidad de unos y – a veces- el rigorismo de otros…, por mil razones. Porque razones hay siempre: para perserverar, y para dejarlo. 

Y he visto, entre muchas de esas personas que dejaron la Obra y quienes viven su espíritu a diario, una postura de diálogo, de sanación, de reparación si era necesario, que ha puesto en orden muchas ideas y restañado heridas en sus corazones. Incluso no pocas de estas personas han vuelto a vivir su vida cristiana siguiendo las enseñanzas de san Josemaría Escrivá

Hay muchos y muchas, más de los que se fueron, que hoy también han tenido su minuto heroico viviendo el espíritu del Opus Dei. Otros, como yo, hemos apagado el despertador y nos hemos dado la vuelta en la cama…, y no pasa nada. 

El autorMaria José Atienza

Directora de Omnes. Licenciada en Comunicación, con más de 15 años de experiencia en comunicación de la Iglesia. Ha colaborado en medios como COPE o RNE.

Vocaciones

Mi viaje del sufismo al cristianismo

Mi camino espiritual comenzó en el sufismo, con su amor incondicional y su anhelo de unión con Dios. Sin embargo, fue en Cristo donde encontré la plenitud de ese amor que todo lo transforma.

Cyrus Azad·12 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Quiero contaros una historia. La historia de un viaje en busca de la luz, esa luz que calma el corazón inquieto y que desde hace siglos ha guiado a místicos y sabios. Un viaje que comenzó con una chispa de curiosidad y que terminó con un descubrimiento que lo cambió todo. Un camino de transformación espiritual, en el que el sufismo me reveló su profunda conexión con el cristianismo.

Desde mi infancia, el sufismo formó parte de mi vida. Esta corriente mística del islam, basada en el amor y la búsqueda de la unión con Dios, siempre me pareció distinta al islam ortodoxo. Su espíritu de entrega, su constante anhelo por la verdad y su insistencia en la anulación del ego me recordaban profundamente a la vida de Cristo y sus enseñanzas.

No es casualidad que muchos historiadores rastreen las raíces del sufismo hasta las primeras comunidades cristianas en Siria y Egipto, e incluso hasta los esenios. La palabra «sufí» comparte la misma raíz que «sophia», la sabiduría, un término que resuena con la tradición cristiana primitiva. Y no solo en la etimología encontramos esta relación, sino también en el modo en que los sufíes buscan la verdad: a través del amor, el desprendimiento y la contemplación de la divinidad.

El sufismo enseña que el camino hacia Dios es el amor absoluto y la aniquilación del yo para renacer en Él. Este concepto encuentra su paralelo en la idea cristiana de «morir a uno mismo» para vivir en Cristo. Poetas sufíes como Rumi y Attar describieron este proceso como un viaje a través de distintas etapas de purificación, similares a las experiencias de los místicos cristianos como San Juan de la Cruz o Santa Teresa de Ávila.

El gran poeta sufí Farid al-Din Attar habló de las «Siete Ciudades del Amor», un camino espiritual que comienza con la búsqueda y culmina en la aniquilación del yo. Cada etapa, desde el deseo de Dios hasta la pobreza y la renuncia, resuena con el viaje espiritual de los santos cristianos.

Las etapas

  1. «Talab» – Deseo, Buscar: El inicio del camino, donde el buscador trasciende los deseos mundanos y comienza su búsqueda de la verdad.
  2. «Eshgh» – Amor: La etapa más grande y temible, donde el amor por Dios consume al buscador y lo transforma.
  3. «Ma’arefat» – Conocimiento: El conocimiento de Dios y de la verdad, que aleja al buscador de la inmoralidad y lo acerca a la contemplación divina.
  4. «Bi Niazi» – No Necesitar: La renuncia a los deseos mundanos sin esperar recompensa alguna, buscando solo la cercanía de Dios.
  5. «Tawhid» – La Unicidad: La comprensión profunda de la unicidad de Dios y la entrega total a Él.
  6. «Heirat» – Sorpresa: Un estado de asombro y contemplación en el que el buscador se enfrenta a la grandeza divina.
  7. «Faghr y Fana» – Necesidad y Aniquilación: La culminación del viaje, donde el buscador renuncia completamente a sí mismo y se funde en el amor de Dios.

En mi propia búsqueda, hubo un momento en que sentía que algo me faltaba. Sabía que el sufismo me acercaba a la verdad, pero una pregunta seguía latente: ¿dónde encontrar la fuente definitiva de ese Amor que todo lo transforma? Como si el destino lo hubiese dispuesto, mis estudios me llevaron a Jesús de Nazaret, y ahí encontré la respuesta. El sufismo me había preparado el corazón, pero en Cristo encontré la plenitud de ese amor que había estado buscando.

La renuncia de Benedicto XVI fue la expresión de un acto de profunda humildad, demostrando que, pese a su inmensa autoridad sobre millones de personas, su mayor compromiso era con el ejemplo de Jesús. En un mundo donde pocos están dispuestos a ceder poder, él, revestido de la máxima autoridad espiritual como Papa, decidió dar un paso al costado. Este gesto me llevó a una reflexión profunda: comprendí que mi amor por Él debía traducirse en acción y compromiso. Fue entonces cuando tuve claridad absoluta: debía bautizarme en su nombre y convertirme en hijo de Dios, aceptando el regalo de su sacrificio con gratitud y fe.

El sufismo, con su búsqueda incansable de Dios a través del amor, es la expresión del islam que más se acerca al corazón del cristianismo. Y en mi caso, fue el puente que me llevó hasta Él.

El autorCyrus Azad

Evangelización

Los mártires de Abitinia y santa Eulalia de Barcelona, testigos de la fe

La Iglesia celebra hoy a los 49 santos mártires de Abitinia o Abitina, actual Túnez, sorprendidos en la Eucaristía desafiando la prohibición imperial. Uno de ellos respondió antes de morir: “Sine dominico non possumus” (sin el domingo no podemos vivir). Barcelona conmemora a Santa Eulalia, virgen y mártir.  

Francisco Otamendi·12 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

En la clausura del XXVI Congreso Eucarístico italiano en Bari (Italia), en mayo de 2005, Benedicto XVI recordó la escena. Era la fiesta del Corpus Christi. El Papa dijo: “Fue significativa, entre otras, la respuesta que un cierto Emérito dio al procónsul que le preguntaba por qué habían transgredido la severa orden del emperador. Respondió: “Sine dominico non possumus”; es decir, sin reunirnos en asamblea el domingo para celebrar la Eucaristía no podemos vivir. Nos faltarían las fuerzas para afrontar las dificultades diarias y no sucumbir”. 

Después de atroces torturas, san Saturnino y otros 48 mártires de Abitina, registrados con sus nombres en el Martirologio Romano, fueron asesinados. “Así, con la efusión de la sangre, confirmaron su fe. Murieron, pero vencieron; ahora los recordamos en la gloria de Cristo resucitado. Sobre la experiencia de los mártires de Abitina debemos reflexionar también nosotros, cristianos del siglo XXI”, sugirió el Papa Benedicto.

“Necesitamos este pan para afrontar la fatiga y el cansancio del viaje. El domingo, día del Señor, es la ocasión propicia para sacar fuerzas de él, que es el Señor de la vida”, prosiguió el Papa. “Participar en la celebración dominical, alimentarse del Pan eucarístico y experimentar la comunión de los hermanos y las hermanas en Cristo, es una necesidad para el cristiano”.

Santa Eulalia era una joven cristiana del siglo IV que vivía en Barcelona, y no renunció a su fe durante las persecuciones del emperador Diocleciano. Como consecuencia de ello, fue sometida a fuertes torturas y está enterrada en la cripta de la catedral, dedicada a la Santa Cruz y a Santa Eulalia, que es copatrona de la ciudad. Por otra parte, la fiesta de la Virgen de la Merced, patrona de la diócesis de Barcelona, se celebra el 24 de septiembre.

El autorFrancisco Otamendi

Recursos

Identidad y misión de la Iglesia: entrevista con Giulio Maspero

¿Cómo refleja la comunidad cristiana al Dios que adora? ¿Por qué la Iglesia no puede reducirse a una mera institución humana? Estas son algunas de las preguntas a las que da respuesta Giulio Maspero, decano de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz.

Giovanni Tridente·12 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

¿Cómo refleja la comunidad cristiana al Dios que adora? ¿Cómo se relaciona la historia del pueblo de Israel con la misión de los cristianos, y por qué la Iglesia no puede reducirse a una mera institución humana?

En una conversación con el P. Giulio Maspero, exploramos algunos de los fundamentos espirituales, antropológicos y jurídicos que caracterizan a la comunidad de creyentes. Miembro del consejo de la Pontificia Academia de Teología, es profesor de Teología Dogmática y decano de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma.

Profesor, empecemos por el concepto de identidad de una comunidad religiosa. ¿Cómo refleja la Iglesia la divinidad a la que rinde culto?

– Toda comunidad religiosa se identifica según la deidad a la que rinde culto. En el caso de la Iglesia, la deidad es el Dios de Jesucristo, por lo que, para entender qué es la Iglesia y cuál es su misión, debemos partir del misterio de este Dios trino. A diferencia de las deidades paganas, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob es único, trascendente y crea de la nada por amor. Esta comunión trinitaria es el modelo que la Iglesia misma está llamada a reflejar en su vida y en su acción.

¿Cómo comprender adecuadamente a este Dios que es uno pero también trino?

– Significa reconocer que Dios, siendo Padre, Hijo y Espíritu Santo, es comunión perfecta y absoluta. El hombre, creado a su imagen y semejanza, participa de esta vida divina. El Antiguo Testamento muestra la progresiva toma de conciencia del pueblo judío de su relación con Dios, que culmina en Jesucristo. La Iglesia nace precisamente del encuentro con el Dios trino que, en Jesús, se entrega definitivamente, ofreciéndonos ser sus amigos y miembros del Cuerpo místico que es la Iglesia misma.

¿Dónde encaja la historia del pueblo de Israel en este discurso?

– Israel es el pueblo llamado a vivir la relación con el Dios único, descubriendo poco a poco la profundidad de la alianza. Tras momentos de crisis y exilio, ha ido tomando conciencia del valor de pertenecer a un Creador que ama a su pueblo.

Con el advenimiento de Jesús, el Dios de Abraham, Isaac y Jacob se revela plenamente como Trinidad: el cristianismo no se limita a heredar una monarquía terrena, sino que acoge y difunde la posibilidad de participar en la Vida divina abierta a todos. La Iglesia es la prolongación de esta historia de amor, donde los bautizados entran en una relación profunda con el Dios trino.

A menudo se subraya que la Iglesia no puede reducirse a una estructura meramente humana o política…

– En efecto, la Iglesia no es una institución política como la monarquía davídica del Antiguo Testamento, ni tampoco el mero edificio o el Estado Vaticano. Es el Pueblo de Dios, el Cuerpo de Cristo y el templo del Espíritu Santo: tres imágenes que hablan de la riqueza de la comunión trinitaria que la genera. El vínculo principal no es jurídico, sino espiritual: todo cristiano, por el Bautismo, entra en contacto con el Dios vivo y con todos los hermanos en la fe.

Obviamente, la Iglesia, a lo largo de dos mil años de historia, se ha dotado de estructuras y reglas para hacer visible y operativa esta comunión, pero su origen y su fuerza residen en el encuentro vivo con el Resucitado.

¿De dónde procede su carácter universal, es decir, “católico”?

– Se deriva del hecho de que Dios es el Señor de todos los tiempos y lugares, por lo que la Iglesia, como Pueblo de Dios, está destinada a reunir a personas de todas las culturas, edades y procedencias. Así lo anuncian ya las Escrituras, desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento: toda la historia humana es vista como el encuentro progresivo entre Dios y el hombre.

El Evangelio no es simplemente un conjunto de palabras escritas en un libro, sino la presencia misma de Cristo que habita en su comunidad, especialmente en los sacramentos, la liturgia y el amor mutuo. De ahí la vocación de la Iglesia de ser signo de esta unidad de Dios con la humanidad.

¿Qué fuentes recomendaría a quienes quisieran saber más sobre la naturaleza y la misión de la Iglesia?

– Hay tres referencias principales. En primer lugar, la propia vida de la Iglesia, con los sacramentos, la liturgia y el testimonio de los santos, que expresan concretamente su realidad. En segundo lugar, la Sagrada Escritura, en particular los Hechos de los Apóstoles, donde encontramos la Iglesia de los orígenes. En tercer lugar, el Magisterio de la Iglesia, que incluye los documentos y el Catecismo.

A continuación, señalo estos tres ejemplos de textos: “La Iglesia nuestra madre”, de san Josemaría Escrivá de Balaguer; los Hechos de los Apóstoles, que encontramos inmediatamente después de los Evangelios; el Catecismo de la Iglesia católica y la Constitución dogmática “Lumen gentium” del Concilio Vaticano II. En mi opinión, estas fuentes, combinadas, ayudan a captar la Iglesia como comunión viva en continuo diálogo con el Señor y con la humanidad.

En concreto, ¿cómo puede la institución dialogar con el mundo actual?

– La Iglesia es el lugar donde todo hombre es invitado a encontrar personalmente a Cristo resucitado, haciéndose amigo suyo y compartiendo su vida divina. Es, por tanto, una realidad que toca la dimensión más profunda de la persona, pero que también se traduce en relaciones reales y concretas de comunión.

A lo largo del tiempo, este encuentro se ha traducido en una estructura y una identidad definidas, a pesar de las limitaciones y dificultades de la historia humana. Sin embargo, al final, lo que sigue siendo crucial es la presencia del Resucitado: es Él quien la hace posible y la impulsa a servir al mundo, anunciando la buena nueva a cada pueblo y generación.

Zoom

Jubileo de las fuerzas armadas

Miembros del ejército italiano y de los Carabineros asisten a la misa del Jubileo de las Fuerzas Armadas, el 9 de febrero de 2025.

Redacción Omnes·11 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

Santa Teresa de Calcuta entra en el Calendario Romano General

La santa Sede ha anunciado que la memoria libre de la santa fundadora de las Misioneras de la Caridad se inscriba en el Calendario Romano General y se celebre el 5 de septiembre.

Maria José Atienza·11 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

“El Sumo Pontífice Francisco, acogiendo las peticiones y los deseos de Pastores, religiosas y religiosos, como de asociaciones de fieles, y considerando la influencia ejercida por la espiritualidad de santa Teresa de Calcuta en numerosas regiones del mundo, ha dispuesto que el nombre de santa Teresa de Calcuta, virgen, sea inscrito en el Calendario Romano General y su memoria libre sea celebrada por todos el 5 de septiembre”, así destaca el decreto firmado por el Papa y difundido hoy por la Santa Sede la inclusión en el Calendario Romano General de la memoria de la santa de Calcuta. 

Santa Teresa de Calcuta se une así a las últimas incorporaciones al Calendario Romano como son las santas María y Marta y su hermano Lázaro o san Juan de Ávila.

Ahora las Conferencias episcopales deben traducir, aprobar y, tras la confirmación de este Dicasterio, publicar los textos correspondientes a esta memoria e incluirlos en los Calendarios y Libros litúrgicos para la celebración de la Misa y la Liturgia de las Horas. 

En el decreto emitida por el Vaticano se destaca el “testimonio de la dignidad y el privilegio del servicio humilde” de Anjezë Gonxhe Bojaxhiu​, que se erige como «icono del Buen samaritano» y “no deja de brillar como fuente de esperanza para tantas personas que buscan consuelo en las tribulaciones del cuerpo y del espíritu”. 

Teresa de Calcuta fue beatificada en 2003 por san Juan Pablo II a quien le unió una profunda y sincera amistad, y canonizada en 2016 por el Papa Francisco dentro del Año de la Misericordia. Su fiesta se celebra el 5 de septiembre, fecha de su dies natalis.

Evangelización

El obispo de Perú que multiplicó por 4 los sacerdotes de su diócesis en 13 años

Monseñor José María Ortega, obispo en Perú de la diócesis de Juli, explica que la primera tarea que emprendió tras su nombramiento fue conocer y cuidar a los sacerdotes. Gracias a su labor, ha conseguido que se multipliquen por cuatro los sacerdotes de su diócesis en tan solo trece años.

P. Manuel Tamayo·11 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Monseñor José María Ortega es obispo dimisionario de Juli. Fue el primer sacerdote peruano ordenado en Yauyos y, en 2006, fue nombrado obispo prelado de Juli. Esta prelatura, ubicada en la puna peruana a 4,000 metros de altura junto al lago Titicaca, es una de las zonas más pobres del país. Durante 13 años, Monseñor Ortega dedicó su vida a servir a estas comunidades, enfrentando desafíos y dejando un legado de fe y esperanza. Hoy nos comparte su experiencia y los frutos de su labor en esta tierra de contrastes y belleza extrema. Hablamos con él sobre su experiencia al frente de la prelatura.

¿Cómo es el territorio al que fue destinado?

– La prelatura de Juli fue erigida para la raza indígena aymara, que habita en cinco provincias y seis distritos de la región de Puno, alrededor del lago Titicaca. Es una zona muy fría y con mucha indigencia.

¿Qué encontró en la prelatura cuando llegó? ¿Qué le llamó más la atención?

– Lo que más me llamó la atención fue la pobreza, tanto material como espiritual. Había religiosos, pero llevaban más de 50 años sin buscar vocaciones o formar sacerdotes para la jurisdicción. Sin embargo, los obispos anteriores habían dejado seis sacerdotes aymaras, naturales de la zona.

¿Cómo se planificó su trabajo al llegar? ¿Qué fue lo primero que hizo?

– Lo primero fue cuidar y atender a los cinco sacerdotes aymaras que había, ya que uno estaba enfermo. Sabía que necesitaba ganarme su confianza, pues yo era de fuera y ellos esperaban un obispo nativo. Luego, me enfoqué en buscar vocaciones, visitando colegios y tratando con jóvenes. Inspirado por santo Toribio de Mogrovejo, decidí recorrer toda la prelatura para conocerla bien.

¿Cómo fue la recepción de la gente? ¿Encontró dificultades?

– Sí, siempre hay dificultades. Al principio, algunas autoridades y encargados de municipios se mostraban reacios, pero la gente sencilla, al verme celebrar misa y explicar los sacramentos, se alegraba. Poco a poco, me fui ganando su confianza. Recuerdo un pueblo llamado Quilcapunco, a 4,800 metros de altura, donde al principio no me abrían la iglesia, pero la gente terminó obligando al encargado a abrirla. Esa noche celebramos Misa, y la gente estaba feliz.

Si solo había seis sacerdotes, ¿cómo fue la formación de nuevos sacerdotes? ¿Se puso un seminario?

– No fue fácil, pero con la ayuda de dos sacerdotes de Yauyos, Fernando Samaniego y Clemente Ortega, empezamos a recorrer colegios y a hablar con los jóvenes. No les hablábamos directamente de vocación, sino que les mostrábamos nuestra labor como sacerdotes. Jugábamos al fútbol con ellos y así fuimos ganando su confianza.

A los tres años de mi llegada, empezamos el seminario mayor, y al cabo de siete años tuvimos las primeras ordenaciones. Cuando dejé la prelatura, había 24 sacerdotes ordenados y 3 diáconos, sumando 33 sacerdotes en total.

¿Cómo fue la experiencia con las mujeres tejedoras de la región?

– Fue una iniciativa que surgió más tarde. Contacté con amigos de España, como Adolfo Cazorla, quienes ayudaron a mejorar los tejidos de las mujeres. Les enseñaron a perfeccionar su arte sin perder su cultura. Esto mejoró su situación económica y familiar. Hoy, estas mujeres tienen presentaciones en Lima y Madrid, y están muy agradecidas. La asociación que crearon estas mujeres artesanas reúne a 300 mujeres del Altiplano peruano, pertenecientes a 21 comunidades.

¿Cuáles son los frutos y logros de esos años de trabajo?

– Estuve de obispo en Juli 13 años, desde 2006 hasta 2019. Desde el punto de vista espiritual, dejé un seminario con 17 seminaristas mayores y 14 menores. Erigí nuevas parroquias, pasando de 17 a 26, todas atendidas por sacerdotes. También mejoramos las casas parroquiales.

En lo material, ayudamos a mejorar los cultivos y la crianza de truchas en el lago Titicaca, lo que elevó el nivel económico de las familias. Todo esto fue posible gracias a la ayuda de instituciones como Adveniat, la Conferencia Episcopal Italiana y Cáritas de España.

¿Qué mensaje le daría a quienes siguen su labor en la prelatura de Juli?

– Que sigan soñando y trabajando con esperanza. Como decía san Josemaría Escrivá, «soñad y os quedaréis cortos». La siembra que hicimos dará frutos, y vendrán cosas buenas para la prelatura.

El autorP. Manuel Tamayo

Sacerdote peruano

Evangelización

Nuestra Señora de Lourdes, Salud de los enfermos

El 11 de febrero se celebra la festividad de Nuestra Señora de Lourdes. La historia comenzó en el siglo XIX cuando la pequeña Bernadette Soubirous recibió la visita de la Virgen María. A sus preguntas sobre quién era, la Virgen respondió: “Yo soy la Inmaculada Concepción”. Hoy tiene lugar la XXXIII Jornada Mundial del Enfermo.  

Loreto Rios·11 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 8 minutos

La Iglesia conmemora hoy a la Virgen de Lourdes, patrona y protectora de los enfermos. En 1858, la Virgen se apareció a Bernadette Soubirous en Lourdes. Desde entonces, millones de peregrinos han acudido al santuario para rezar, reconciliarse con Dios y bañarse en el agua del manantial. 

Para esta Jornada Mundial del Enfermo, en el Año Jubilar 2025, el Papa ha escrito un Mensaje. El Pontífice concluye llamando a María ‘Salud de los enfermos’, como en el Rosario, y con la oración Sub tuum praesidium (Bajo tu amparo, nos acogemos). Repasamos a continuación los puntos clave de las apariciones y de la historia del santuario.

La infancia de Bernadette

Bernadette nació el 7 de enero de 1844 en el molino Boly de Lourdes. En 1854, la familia empezó a afrontar dificultades debido a las malas cosechas. Además, hubo una epidemia de cólera. Bernadette lo contrajo y arrastró las secuelas durante toda su vida.

La crisis económica llevó a la familia al desahucio. Gracias a un pariente, pudieron trasladarse a un cuarto de 5×4 metros, un calabozo de una antigua cárcel que había dejado de usarse por sus condiciones insalubres.

Bernadette no sabía leer ni escribir. Debido a la pobreza de su familia, la niña comenzó a trabajar desde muy joven como sirvienta, además de ocuparse de tareas de la casa y sus hermanos pequeños. Finalmente, tanto ella como una de sus hermanas comenzaron a recoger y vender chatarra, papeles, cartones y leña. Bernadette se dedicaba a esto aun teniendo una salud muy frágil debido al asma y las secuelas del cólera.

La primera aparición

Fue en una de estas ocasiones, al salir Bernadette, su hermana y una amiga del pueblo para buscar leña, cuando tuvo lugar la primera aparición. Era el 11 de febrero de 1858, y Bernadette tenía 14 años (todas las apariciones tuvieron lugar en este año, sumando un total de dieciocho). El lugar al que iban era la gruta de Massabielle.

La niña contó posteriormente que oyó un rumor de viento: “Detrás de las ramas, dentro de la abertura, vi enseguida a una joven toda blanca, no más alta que yo, que me saludó con una ligera inclinación de cabeza”, dijo más adelante. “De su brazo derecho colgaba un rosario. Tuve miedo y retrocedí. […] Sin embargo no era un miedo como el que había sentido otras veces, porque me hubiese quedado mirando siempre a aquella (‘aquéro’), y cuando se siente miedo una huye enseguida. Entonces me vino la idea de rezar. […] Yo rezaba con mi rosario. La joven deslizaba las cuentas del suyo, pero no movía los labios. […] Cuando hube terminado el rosario, me saludó sonriendo. Se retiró dentro del hueco y desapareció súbitamente” (las palabras textuales de Bernadette y la Virgen están tomadas de la página de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes y de la página oficial del santuario).

Invitación de la Virgen

La segunda aparición, que tuvo lugar el 14 de febrero, fue también silenciosa. La niña le echó a la Virgen agua bendita, esta sonrió e inclinó la cabeza y, cuando Bernadette terminó de rezar el rosario, desapareció. Bernadette contaba en casa lo que le estaba ocurriendo y sus padres le prohibieron volver a la gruta. Sin embargo, una conocida de la familia les convenció de que dejasen volver a la niña, pero acompañada, y con papel y pluma para que la mujer desconocida escribiese su nombre. 

De este modo, Bernadette regresó a la gruta, y tuvo lugar la tercera aparición. Ante la petición de que escribiese su nombre, la mujer sonrió e invitó a Bernadette con un gesto a entrar en la gruta. “Lo que tengo que decir no es necesario ponerlo por escrito”, le dijo. Y añadió: “¿Quiere hacerme el favor de venir aquí durante quince días?”. Más tarde, Bernadette diría que era la primera vez que alguien la llamaba de usted. “Me miraba como una persona mira a otra persona”, dijo explicando su experiencia. Estas palabras de la niña se encuentran actualmente escritas en la entrada del Cenáculo de Lourdes, un lugar de rehabilitación para personas con diferentes adicciones, especialmente a la droga.

Bernadette aceptó la invitación, y la Virgen añadió: “No le prometo la felicidad de este mundo, sino la del otro”. Entre el 19 y el 23 de febrero tuvieron lugar cuatro apariciones más. Mientras tanto, la noticia se había ido extendiendo y muchas personas acompañaban a Bernadette a la gruta de Massabielle. Tras la sexta aparición, la niña fue interrogada por el comisario Jacomet.

El manantial

Las primeras apariciones, siete en total, fueron felices para Bernadette. Durante las cinco posteriores, que tuvieron lugar entre el 24 de febrero y el 1 de marzo, la niña parecía triste. La Virgen le pidió oración y penitencia por los pecadores. Bernadette reza de rodillas y avanza a veces por la cueva en esa postura. También come hierba por indicación de la señora, que le dice: “Vaya a beber y lavarse en la fuente”.

Ante esta petición, Bernadette va tres veces al río. Pero la Virgen le indica que regrese y le señala el lugar donde debe escarbar para encontrar el manantial al que se refiere.

La niña obedece y descubre efectivamente agua, de la que bebe y con la que se lava, aunque, al estar mezclada con barro, se ensucia el rostro. La gente le dice que está loca por hacer estas cosas, a lo que la niña responde: “Es por los pecadores”. En la duodécima aparición tuvo lugar el primer milagro: por la noche, una mujer lavó su brazo, paralizado desde hacía dos años por una luxación, en el manantial y recuperó la movilidad.

Inmaculada Concepción

En la aparición del 2 de marzo, la Virgen le encomienda una tarea: que les pida a los sacerdotes que se edifique una capilla en aquel lugar y que se vaya allí en procesión. Obedeciendo a este mandato, Bernadette va directamente a hablar con el párroco. El sacerdote no la recibe muy calurosamente y le indica que, antes de atender su petición, la mujer misteriosa tiene que revelar su nombre. Porque Bernadette nunca decía que había visto a la Virgen, ya que la mujer con la que hablaba no le había dicho cómo se llamaba.

El 25 de marzo, la niña va a la gruta de madrugada acompañada por sus tías. Tras rezar un misterio del rosario, aparece la mujer, y Bernadette le pide que le diga su nombre. La niña lo pregunta tres veces. A la cuarta, la mujer responde: “Yo soy la Inmaculada Concepción”. La Virgen nunca hablaba con la niña en francés, sino en el dialecto natal de Bernadette, y en este idioma aparecen escritas las palabras debajo de la talla de la Virgen de Lourdes que está colocada actualmente en la gruta: “Que soy era Immaculada Concepciou”.

Este término, que hace referencia a que María fue concebida sin pecado original, Bernadette no lo conocía, y había sido proclamado dogma de fe tan solo cuatro años antes por el Papa Pío IX.

Reconocimiento de las apariciones

Bernadette fue a la casa parroquial para dar cuenta de lo que se le había transmitido. El sacerdote se sorprendió de oír ese término en labios de la niña, y esta le explicó que había venido durante todo el camino repitiendo las palabras para no olvidarlas. Finalmente, el 16 de julio tuvo lugar la última aparición.

La Iglesia reconoció oficialmente las apariciones de la Virgen de Lourdes en el año 1862, tan solo cuatro años más tarde de que concluyesen, y estando Bernadette todavía viva.

Después de las apariciones, ingresó como novicia en 1866 en la comunidad de las Hermanas de la Caridad de Nevers. Falleció de tuberculosis en 1879, y fue canonizada por el Papa Pío XI en el año 1933, el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción.

Lugares del santuario

El santuario cuenta con algunos lugares clave que conviene visitar en cualquier peregrinación. La gruta de Masabielle es uno de los lugares más importantes del santuario. En la parte más grande de ella se celebra actualmente la Misa. Situada en el lugar en la roca donde María se aparecía, hay una figura de la Virgen que se hizo a partir de la descripción de Bernadette. 

“Ella llevaba un vestido blanco, que le bajaba hasta los pies, de los cuales solo se veía la punta. El vestido quedaba cerrado muy arriba, alrededor del cuello. Un velo blanco, que le cubría la cabeza, descendía por los hombros y los brazos hasta llegar al suelo. Sobre cada pie vi que tenía una rosa amarilla. La faja del vestido era azul y le caía hasta un poco más abajo de las rodillas. La cadena del rosario era amarilla, las cuentas blancas, gruesas y muy apartadas unas de otras”. 

La figura mide casi dos metros de alto y se colocó en la gruta el 4 de abril de 1864. El escultor fue Joseph Fabisch, profesor en la escuela de Bellas Artes de Lyon. En el suelo está indicado el lugar donde se situaba la niña durante las apariciones.

El agua de Lourdes, lugares, procesiones 

El manantial que nutre las fuentes de Lourdes y las piscinas brota de la gruta de Massabielle, y es el que fue descubierto por Bernadette por indicación de la Virgen. El agua ha sido analizada en numerosas ocasiones y no contiene nada diferente a las aguas de otros lugares.

La tradición de bañarse en las piscinas de Lourdes surge de la novena aparición, que tuvo lugar el 25 de febrero de 1858. Fue en esa ocasión cuando la Virgen le dijo a Bernadette que bebiese y se lavase en el manantial. En los días siguientes, muchas personas la imitaron y tuvieron lugar los primeros milagros, que han continuado hasta nuestros días (el último aprobado por la Iglesia data de 2018).

Con el agua de ese manantial se llenan también las piscinas de mármol, situadas cerca de la gruta, donde se sumergen los peregrinos. La inmersión, durante la que se está cubierto por una toalla, se realiza con la ayuda de voluntarios de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes.

En invierno, o en época de pandemia, no es posible la inmersión total. El acceso al agua y el baño son completamente gratuitos. Mucha gente opta por llevarse también una botella rellena con el agua del manantial de Lourdes, fácilmente accesible en las fuentes que se encuentran junto a la gruta.

En total hay 17 piscinas, once para las mujeres y seis para los hombres. Las usan aproximadamente 350.000 peregrinos al año.

Lugares donde vivió Bernadette

Además del santuario, en Lourdes se pueden visitar los lugares en los que estuvo Bernadette: el molino de Boly, donde nació; la parroquia local, que aún conserva la pila bautismal en la que fue bautizada; el hospicio de las Hermanas de la Caridad de Nevers, donde hizo su primera comunión; la antigua casa parroquial, donde habló con el abad Peyramale; el “calabozo” en el que vivió con su familia después del desahucio; Bartrès, donde residió cuando era pequeña y en 1857; o Moulin Lacadè, donde vivieron sus padres tras las apariciones.

Las procesiones

Un acontecimiento muy importante del santuario de Lourdes es la procesión eucarística, que se viene realizando desde 1874. Se produce de abril a octubre todos los días a las cinco de la tarde. Comienza en la pradera del santuario y concluye en la basílica de San Pío X.

También es relevante la procesión de las antorchas. Esta se celebra desde 1872, de abril a octubre, todos los días a las nueve de la noche. La costumbre surgió de que Bernadette muchas veces acudía a las apariciones con una vela.

Tras las apariciones, se construyeron tres basílicas en la zona. La primera fue la basílica de la Inmaculada Concepción, que el Papa Pío IX convirtió en basílica menor el 13 de marzo de 1874. Sus vidrieras representan tanto las apariciones como el dogma de la Inmaculada Concepción.

Basílicas e iglesias

También está la basílica de Nuestra Señora del Rosario, de estilo románico-bizantino. La basílica contiene 15 mosaicos que representan los misterios del rosario. La cripta, que fue la capilla que se construyó por petición de la Virgen, fue inaugurada en 1866 por monseñor Laurence, obispo de Tarbes, en una ceremonia en la que estaba presente Bernadette. Se encuentra entre la basílica de la Inmaculada Concepción y la de Nuestra Señora del Rosario.

También está la basílica de San Pío X, una iglesia subterránea de cemento armado construida por el centenario de las apariciones en 1958.

Por último, está la iglesia de Santa Bernadette, construida en el lugar donde la niña vio la última aparición, al otro lado del río Gave, ya que ese día no pudo entrar en la gruta porque la habían vallado. La iglesia se inauguró más de un siglo más tarde, en 1988.

Estados Unidos

La asistencia a la Misa dominical en EEUU vuelve a niveles pre-pandemia

La asistencia presencial a la Misa del domingo en las iglesias católicas de EE.UU. ha vuelto a los niveles anteriores a la pandemia, aunque apenas una cuarta parte de los católicos del país acude a la Misa semanalmente.  

Agencia OSV News·11 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

OSV News / Gina Christian

El Centro de Investigación Aplicada en el Apostolado de la Universidad de Georgetown ha señalado en un post del 5 de febrero en su blog de investigación Nineteen Sixty-four que la asistencia a Misa dominical de modo presencial ha aumentado al 24 por ciento desde que se declaró el fin de la pandemia Covid-19 en mayo de 2023. Esa tasa se ha mantenido hasta la primera semana de 2025.

Desde el inicio de los cierres por pandemia en marzo de 2020 hasta mayo de 2023, la asistencia había sido del 15 % de media. Antes de la pandemia, la asistencia media era del 24,4 %.

Mark Gray, director de encuestas de CARA y editor del blog, dijo a OSV News que las cifras de asistencia publicadas recientemente por la diócesis de Arlington, Virginia, habían subrayado una tendencia que él y sus compañeros habían identificado.

No es medición directa, pero sí una aproximación

“Es algo de lo que me di cuenta, y cuando la diócesis de Arlington publicó sus cifras de asistencia de octubre.., pensé, muy bien, voy a seguir adelante y poner estos (datos) por ahí”, dijo Gray, en referencia a un recuento anual de asistencia de Misa realizado por muchas diócesis de EE.UU.

Gray, que también es profesor asociado de investigación en la Universidad de Georgetown, y sus compañeros se han basado en los datos de sus diversas encuestas nacionales, junto con las consultas de Google Trends que, según dijo, “permiten ver las variaciones en la frecuencia con la que la gente busca” ciertos términos que “se correlacionarían con la asistencia a misa”.

“No es una medición directa, pero es una aproximación”, ha explicado Gray, quien ha señalado asimismo que la caída de los datos no tiene en cuenta a quienes recurrieron a liturgias retransmitidas en directo y televisadas durante los cierres por pandemia.

Análisis de las cifras

“También hemos analizado esas cifras”, dijo. “Podemos alterar los términos de búsqueda y Google Trends a diferentes consultas. Ya lo hicimos en el pasado, y vimos que aproximadamente el mismo porcentaje de católicos participaba en la misa durante los cierres, si se incluía el visionado por televisión o por Internet. Y luego tenemos encuestas sobre la asistencia a misa en persona, y verla por televisión o por internet”.

Gray dijo que los datos de asistencia a misa “casi parecen una distribución más directa una vez que se incluyen las cifras de televisión e Internet” durante los cierres por pandemia.

También señaló que los cierres por pandemia fueron ‘una situación local’ en la que algunas zonas “se abrieron… rápidamente” y “otras permanecieron cerradas durante mucho más tiempo”.

Miércoles de Ceniza, el tercer día de mayor asistencia

Pero desde “esta última Navidad de 2024, las cosas han vuelto a la normalidad”, ha señalado.

Algunas misas durante el año generalmente reflejan “picos” de asistencia, dijo Gray. Navidad, Pascua y el Miércoles de Ceniza son las liturgias más concurridas.

“Siempre nos interesa el Miércoles de Ceniza”, ya que “es probablemente uno de los días más inusuales”, dijo Gray. “No es un día de precepto, pero es el tercero de mayor asistencia a misa históricamente, según los datos”, dijo. “Y también tiene probablemente la mayor participación de católicos adultos jóvenes”.

Gray añadió que “si hay algún momento en que la Iglesia tiene que llegar a los católicos adultos jóvenes, la Cuaresma y específicamente el Miércoles de Ceniza es el momento. Así que siempre es un buen barómetro ver cómo es la actividad durante ese periodo, porque te da una pequeña visión del futuro de la próxima generación de católicos”.

El autorAgencia OSV News

Iniciativas

Harambee convoca el sexto programa de becas Guadalupe

Harambee busca científicas africanas que quieran participar en el programa de becas Guadalupe que comienza el 11 de febrero.

Teresa Aguado Peña·10 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, 11 de febrero, se publican las bases de la sexta convocatoria del Programa Becas Guadalupe de Harambee para mujeres científicas de África subsahariana, que permanecerá abierta con un plazo de solicitud de 45 días en www.harambee.es

Este programa, creado en 2019 en memoria de la científica española Guadalupe Ortiz de Landázuri, beatificada ese mismo año, proporciona becas de movilidad a mujeres de África subsahariana para que puedan ampliar su horizonte científico en estancias investigadoras fuera de su país. 

El objetivo de esta iniciativa según el vicepresidente de Harambee ONGD, Ramón Pardo de Santayana, es promover el liderazgo y dar visibilidad a mujeres africanas en la investigación científica, tecnológica y humanística, promover la igualdad en el ámbito académico y ayudar a completar la formación y especialización científica y técnica.

Becadas por Harambee

Un total de 25 científicas han disfrutado ya de las becas, con proyectos de investigación apoyados por Harambee ONGD. Siete han sido establecidas por la Cátedra de Química Sostenible de la UNED con la financiación del Ayuntamiento de Puertollano. 

Nigeria, Kenia, Costa de Marfil, Liberia, Uganda, R.D. Congo y Senegal son los lugares de donde proceden las becadas. Entre ellas, la bióloga nigeriana Brakemi Egbedi, ha llegado a Vigo a principios de 2025 para investigar sobre la obtención de colágeno marino a partir de subproductos pesqueros en el Instituto de Investigaciones Marinas CSIC. 

Prestigiosas investigadoras españolas conforman el comité científico que evalúa a las solicitantes y seleccionan las de mejor currículo entre las que reúnen los requisitos exigidos, entre los que se encuentra el compromiso de retorno a su país. Harambee ONGD es una iniciativa internacional de solidaridad que promueve, a través de la cooperación y la comunicación, el desarrollo en África subsahariana con el apoyo a proyectos educativos de promoción de la mujer, de salud materno-infantil y de seguridad alimentaria. Así como la difusión en el resto del mundo de los valores y cualidades de la cultura africana.

El autorTeresa Aguado Peña

Vaticano

Israelíes, palestinos y estadounidenses se reúnen en Roma

Jóvenes de Israel, Palestina y Estados Unidos se reunieron en Roma para hablar sobre la necesidad de buscar la paz.

Rome Reports·10 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

Jóvenes de Israel, Palestina y Estados Unidos se reunieron en Roma para hablar sobre la necesidad de buscar la paz. Todos ellos ofrecieron sus testimonios, partiendo de los horrores acaecidos el 7 de octubre de 2023.

Este encuentro ha sido posible gracias a un evento interreligioso organizado por la Fundación Scholas Ocurrentes.


Ahora puedes disfrutar de un 20% de descuento en tu suscripción a Rome Reports Premium, la agencia internacional de noticias, especializada en la actividad del Papa y del Vaticano.

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Vocaciones

Miles de voces se unen para acrecentar la llama de las vocaciones en España

La Conferencia Episcopal ha organizado un gran evento para avivar las vocaciones en España y realizar una propuesta positiva y ambiciosa.

Javier García Herrería·10 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Del 7 al 9 de febrero de 2025, la Conferencia Episcopal Española ha celebrado en el pabellón Madrid-Arena el Congreso de Vocaciones bajo el lema «¿Para quién soy? Asamblea de llamados para la misión«. Durante tres días, alrededor de 3.000 personas de distintas realidades eclesiales —diócesis, congregaciones religiosas, movimientos laicales y nuevas comunidades— se han reunido para reflexionar sobre la vocación cristiana en todas sus formas.

El congreso ha sido inaugurado con un mensaje del Papa Francisco, quien ha recordado que toda vocación nace del amor de Dios y se sostiene en la entrega generosa. Por su parte, el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, ha animado a los participantes a dejarse sorprender por la llamada de Dios, que siempre nos invita a salir de nosotros mismos. Mons. Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española, ha subrayado en su intervención que no se trata solo de preguntarnos ‘para quién soy’, sino de hacer de nuestra vida una respuesta concreta a la llamada de Dios.

Una apuesta ambiciosa para abordar un tema clave

La organización de este congreso ha supuesto una apuesta ambiciosa por parte de la Iglesia española, que ha abordado el tema vocacional con una gran inversión en medios y logística. La elección del pabellón Madrid-Arena, un recinto con capacidad para miles de asistentes, ha reflejado la magnitud y la importancia que se ha querido dar al evento.

El congreso ha respondido a la necesidad de promover un renovado impulso vocacional en un momento en el que la Iglesia afronta grandes retos en la transmisión de la fe y el acompañamiento de quienes sienten una llamada especial de Dios. Con una programación variada y dinámica, la Conferencia Episcopal ha buscado generar un impacto duradero en la pastoral vocacional del país.

Un Congreso estructurado en cuatro itinerarios

El evento se ha organizado en torno a cuatro grandes itinerarios temáticos: Palabra, Comunidad, Sujeto y Misión. Estos ejes han servido de guía para las reflexiones, testimonios y actividades, ofreciendo una visión integral sobre la vocación cristiana.

  • Palabra: se ha profundizado en cómo la vocación nace y se alimenta de la escucha de Dios a través de la Escritura y la oración.
  • Comunidad: se ha abordado la importancia del acompañamiento y la vida en comunidad en el camino vocacional.
  • Sujeto: se ha puesto el foco en la identidad personal de cada creyente y su proceso de discernimiento.
  • Misión: se ha destacado la vocación como un llamado a la entrega y al servicio dentro y fuera de la Iglesia.

64 talleres formativos

Dentro de estos itinerarios, los asistentes han participado en un total de 64 talleres diseñados para profundizar en distintos aspectos de la vocación. Estos espacios, dirigidos por expertos, sacerdotes, religiosos y laicos comprometidos, han incluido testimonios de personas que han descubierto y abrazado su vocación en diversas realidades eclesiales.

Además de los talleres, el Congreso ha ofrecido momentos de oración comunitaria, espacios de adoración, testimonios vocacionales y celebraciones litúrgicas, culminando con una eucaristía de envío presidida por Mons. Luis Argüello. En sus palabras finales, el presidente de la CEE ha recordado que la vocación es siempre una respuesta de amor a un Dios que nos llama a servir con alegría.

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Bienaventurados los que lloran: mi paso por el Colegio Almendral

Fue solo un año, pero fue el primero en mi camino de sacerdote. Me despido del colegio Almendral de La Pintana, donde estuve trabajando como capellán durante el año 2024, y aprovecho para compartir sus recuerdos más emocionantes.

10 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 6 minutos

La micro 286 avanza rápido. Un sol tímido no ha subido lo suficiente como para dar calor. Se me escapa un bostezo mientras miro por la ventana. Damos vueltas por zonas con casas bajas y almacenes; luego salimos de la ciudad flanqueando amplios terrenos sin cultivar, basura aquí y allá, indigentes con sus casas de cartón; vadeamos el peaje del acceso sur a La Pintana y entramos por fin a la población El Castillo. Sin novedades. Ahí están los perros vagos paseando por las calles, siguen los trabajos para tapar hoyos en el asfalto, el narcotráfico duerme. Mi destino es la calle La Primavera, más en concreto, el colegio Almendral

Entre marzo y diciembre de 2024 me tocó trabajar ahí todos los jueves y viernes. Me podría haber tocado alguna otra de las otras iniciativas que el Opus Dei apoya en la misma calle: un poco más allá está el colegio Nocedal (para niños), la iglesia rectoral de San Josemaría (enorme y colorida) y un centro de actividades para familias. Yo trabajé en un colegio para casi mil niñas y, en cuatro palabras, ¡qué manera de aprender!

La comuna

La Pintana es un dragón alegre durante el día, pero peligroso en la noche. Con frecuencia salía en las noticias que había sido asesinado tal vecino o tal otro. Según el informe de la Fiscalía Nacional, en el año 2023 se registraron 26 asesinatos en la comuna (es decir, fue la novena con más homicidios del país). Pero los colegios de la Fundación Nocedal nadie los toca; al contrario, la gente los cuida y los agradecen hasta las lágrimas.

Al principio me advirtieron que tuviera cuidado. Hace unos años, un sacerdote español iba llegando al colegio Nocedal en su auto y se perdió. Por lo visto, la calle que le indicaba el Waze estaba ocupada por la feria, así que decidió bajar la ventana y preguntó a un joven:

—¿Sabes cómo puedo llegar a la iglesia rectoral San Josemaría?

—Claro, déjeme ver su celular y le indico.

El curita sacó el brazo con el aparato, el joven lo recibió con delicadeza y a continuación huyó hacia uno de los estrechos pasajes de la zona. Y no volvió. 

Pero la anécdota del cura español quedó en el pasado. Ahora suceden cosas peores. Hay armas, hombres que ofrecen droga a los niños, balas locas. En una ocasión, conversando con un curso de 8º básico en la capilla salió el tema de cómo elegir a la persona ideal para casarse. Les propuse un caso: “Te gusta un chico y un día descubres que fuma marihuana, ¿qué pensarías?”. Entonces una alumna preguntó, con su corbatín amarillo algo suelto y el ceño fruncido: “Padre, no entiendo. ¿Entonces la marihuana es mala?”. 

Me conmoví. Esa hierba está en el paisaje habitual de las niñas, sin embargo, ésta era la primera vez que oían algo en contra. Pero no me conmoví por eso, sino por algo más profundo: caí en la cuenta de que estas chicas estaban experimentando algo tan básico como ausente en su día a día, la conversación. Dialogábamos: ellas hacían preguntas, intercambiaban ideas, pensaban, y aprendíamos juntos. Esfuerzos arenosos si vives en un barrio donde prima la música estridente, el Tik Tok o los gritos. 

Me estaban poniendo una pregunta importante en bandeja: “¿Entonces la marihuana es mala?”. Un momento único; ahora bien, ¿sería capaz de convencer a esa niña de que se mantenga al margen de la droga para siempre? 

Se me ocurrió devolverle la pregunta: “¿Qué piensas tú?”. Ella se llevó la mano al mentón para pensar y respondió genuinamente confundida: “No lo sé. En mi pasaje muchos compran. Y el otro día mi tía me dijo que fumar de vez en cuando era bueno para la salud”. Miré a las demás y ofrecí la palabra. Varias tenían anécdotas similares. Se me venía encima el timbre, así que anuncié un cambio de planes para el programa de catequesis: “La próxima clase no será sobre los Sacramentos. Hablaremos de la marihuana”. El curso salió al recreo. Me sentí desafiado. En la siguiente sesión no podría improvisar, había experimentado la pasión, la necesidad de enseñar algo.

El colegio

Muchas alumnas prefieren quedarse hasta más tarde en actividades extraprogramáticas para demorarse en volver a sus casas. Su alternativa es llegar a encerrarse en la habitación y pasarse la tarde viendo Tik Tok. Lo sé porque vi las consecuencias. 

En una ocasión se desmayó una niña de 8º básico durante la Misa. Entre profesoras y compañeras se la llevaron en camilla a la enfermería. Cuando la fui a ver, ya no estaba, pues su mamá había venido a buscarla. Pregunté. La enfermera quería explicarme lo que había sucedido, pero no encontraba las palabras. Supongo que no quería herirme. Una profesora joven entendió la situación y me puso en contexto: “Padre, no es el primer desmayo que tenemos. Probablemente esta niña no tomó desayuno, ni comió anoche. Y quizá ha estado comiendo poco durante varios días…”. Me extrañó, pues en el colegio ofrecen desayuno a todas las alumnas que lo necesiten. Ante mi perplejidad, ella continuó: “A ver, padre. Estas niñas vienen al colegio en la mañana y aquí están muy bien. Pero cuando van a sus casas en la tarde, como no pueden salir mucho de la casa, se pasan tres o cuatro horas navegando en Tik Tok. Y entonces vienen las modas. Ahora hay muchas que tienen la idea de adelgazar. El problema es que el método que usan consiste en dejar de comer. Por eso se nos desmayan”. 

Hay mucho que hacer y faltan manos. Doy fe de que el trabajo de las profesoras es difícil y oculto. Estas chicas necesitan mucha más ayuda de la que el colegio les alcanza a dar, pues vienen con problemas gordos de la casa. Alguna vez que salí al patio durante el recreo, me puse a conversar con un grupo de alumnas de IIIº medio y aproveché de tantear qué proyectos tenían. Una me dijo: “Estudiar Enfermería”; otra, “no lo tengo muy claro”; y una tercera, “lo único que me interesa es llegar a la mayoría de edad para poder irme de la casa”. 

En otra ocasión estaba en la capilla contando el milagro de las bodas de Caná a las alumnas de 4º básico, y cuando dije “entonces Jesús transformó el agua en vino, es decir en jugo de uva”, una niña exclama sonriendo: “¡Ah!, mi papá dice eso todas las noches. ¡Dice que solo se va a tomar una botellita de jugo de uva!”. Algunas compañeras sonrieron. Otras no. La inocencia es un tesoro que dura poco.

Algo que me llamó siempre la atención es que en todos los cursos hay niñas alegres, y otras aplastadas. En unas relucen sus uniformes amarillos, pero en otras pareciera que hasta los rostros se hubieran descolorido para llegar al gris. Un exalumno de Nocedal me dio su teoría: cuando llega la noche, no es tan fácil dormir, pues hay ruidos, o se escuchan disparos y la mamá entra a la pieza de las hijas para cerciorarse de que se han arrojado al suelo. En cualquier caso, aunque hayan dormido regular, o en la mañana se puedan saltar el desayuno, las niñas vuelven felices al colegio. Les gusta. Ahí encuentran amigas, las profesoras las tratan bien, aprenden Enfermería y Administración, eventualmente proyectan un futuro. Si tienen suerte, empiezan a soñar. 

Llama la atención el optimismo que irradian las personas que trabajan en el Almendral. Desde 1999, las profesoras no se limitan solo a dar sus clases: también se esfuerzan por conversar personalmente con cada alumna. Para la Confirmación del 2024, por ejemplo, cuatro estudiantes eligieron de madrina a la misma profesora. En cuanto a las auxiliares, muchas te dicen con orgullo que tienen hijas estudiando en tal curso o tal otro, o que ya están en la Universidad. 

Ahora una anécdota simpática, aunque un poco insolente. Estaba en la puerta de la capilla, saludando a las alumnas que pasaban por la zona durante el recreo. Muchas niñas chicas dicen querer “saludar a Jesús”, o simplemente vienen a persignarse con el agua bendita (a veces incluso se lavan la cara). De pronto, llega una pequeña de unos seis años corriendo y se queda mirándome fijo.

—¿Hola? —pregunto.

—Hola —responde ella, con voz tímida.

—¿Quieres preguntar algo?

—Sí.

—Dale, pregunta con confianza.

—¿Padre?

—Sí, dígame…

—¿Cómo es que le ha crecido tanto la nariz?

Silencio. Yo barajando opciones. Al final decido pensar que le acaban de dar una clase sobre Pinocho.

—No te preocupes, esta nariz la he tenido así siempre.

—Ah, ¡gracias!

Y se fue corriendo al patio para seguir jugando con las amigas.

En otra oportunidad, estaba en el mismo lugar, junto a la estatua de San Josemaría de tamaño natural. Como él, yo estoy siempre de sotana. Entraban dos niñas a la capilla muy juntas.

—Bienvenidas —les dije.

Las dos dieron un respingo, como si un fantasma se les hubiera aparecido en la casa del terror.

—¡Uy, padre!, ¡pensamos que San Josemaría había resucitado!

Nostalgia

Lo que hace el colegio Almendral es colosal. Muchas niñas que conocí ahí viven con serios problemas, pero el colegio les ofrece un oasis y una plataforma de despegue. Les da la oportunidad de entrar en la Educación Superior (el 88% de las alumnas consigue matricularse). Me cuesta, pero este 2025 dejaré de ir a La Pintana. Por eso escribí este artículo, como un pequeño homenaje para las profesoras y auxiliares que están formando a todas esas jóvenes promesas: a ellas les toca enfrentar todo el trasiego de la formación, y consiguen sostener la sonrisa en medio de un clima hostil. Ellas son las grandes heroínas de toda esta historia. Gracias por enseñarme tanto, que Dios las bendiga.


El autorJuan Ignacio Izquierdo Hübner

Abogado de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Licenciado en Teología de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma) y Doctor en Teología de la Universidad de Navarra (España).

Teología del siglo XX

Elogio del humanismo cristiano

Juan Luis Lorda fue homenajeado en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra en su 70 cumpleaños. En su conferencia, el profesor hizo un recorrido por el  “maravilloso patrimonio intelectual” de los cristianos.    

Juan Luis Lorda·10 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 8 minutos

Intervención en la jornada académica sobre Teología, humanismo, Universidad, que tuvo lugar en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra, el 17 de enero de 2025, con motivo de su próxima jubilación.

Recuerdos y conmemoraciones

Empezamos el Año Jubilar 2025. Y podemos hilvanar unas ideas, recorriendo otros años 25. 

En el 225 (hace 1800 años), Orígenes escribía el Peri arché, el primer intento sistemático de la teología. Había comprado un manuscrito hebreo, encontrado en una vasija, con el que empezaría las Hexapla. Así comenzaba el quehacer de la teología en diálogo con el pensamiento humano y con las Sagradas Escrituras.

En el 325 (hace 1700 años), la Iglesia celebró el Concilio de Nicea, que originó un gran Credo y definió el lugar del Hijo de Dios con el término homoousios. Fue posible gracias al amparo del emperador Constantino. Comenzaba una primera fase de la cristiandad. 

En el 425 (hace 1600 años), san Agustín escribía los últimos libros de La Ciudad de Dios sobre la historia humana donde se realiza la historia divina. En apenas cien años, se observaba que el mensaje cristiano no bastaba para revitalizar el viejo imperio. El Occidente, medianamente cristianizado, caería con las invasiones bárbaras y nacería otro mundo (las naciones cristianas) tras un largo periodo de gestación. En Oriente, en cambio, duraría mil años más, hasta ser sometido por el Islam (1453).

En el 1225 (hace 800 años), nació santo Tomás de Aquino. Le debemos la estructura básica de la teología católica, que procede de la Suma. Y muchas otras luces. Aunque la historia no se suele contar bien. Quien triunfó hacia 1220 fueron las Sentencias de Pedro Lombardo, que definieron la teología más de tres siglos. La Suma triunfó más tarde. En 1526, el dominico Francisco de Vitoria ganó una cátedra y sustituyó las Sentencias del Lombardo por la Suma Teológica como libro básico para el estudio de la teología. Además, impulsó el Derecho de Gentes. 

En 1525 (hace 500 años), Juan Luis Vives, harto de la escolástica universitaria (escribiendo De disciplinis) y lejos de España (donde su padre fue quemado por judaizante en 1524), estaba en Inglaterra con Tomás Moro, estudiando precisamente La Ciudad de Dios. Ese año, Lutero se casó con Catalina de Bora. Y el rey Enrique VIII, que había merecido el título pontificio de Fidei defensor por oponérsele (1521), pensaba divorciarse de Catalina de Aragón, lo que acabaría separando la Iglesia anglicana (1534).

En 1825 (hace 200 años), John Henry Newman fue ordenado como presbítero anglicano, se inició como guía de universitarios, y empezó a estudiar a los Padres y la controversia arriana, sobre la que escribiría un excelente libro. También comenzó a estudiar la legitimidad de la Iglesia anglicana como tercera vía entre protestantes y católicos. Esto le llevaría a la Iglesia católica. Además, vivió la secularización liberal en Inglaterra, inicio del fin de las naciones cristianas forjadas en la Edad Media, a medida que se desarrollaba el moderno estado democrático y pluralista.

Los acontecimientos de 1925 

Hay muchísimas cosas interesantes que pasaron hace 100 años. 

En 1925, Maritain, converso a la fe, al tomismo (y al tradicionalismo político), publicó Tres Reformadores. Lutero, Descartes, Rousseau; pero en 1926, con la condena de L’Action (herida sin cerrar), pasó de la nostalgia (y reivindicación) del Antiguo Régimen a la defensa del Estado de Derecho. Desarrolló una filosofía de la persona y del estado de inspiración tomista. Y se planteó cómo vivir cristianamente en una sociedad democrática y pluralista, especialmente en Humanismo integral (1937). Influirá mucho en Dignitatis humanae del Concilio Vaticano II.  

En 1925, Guardini ya había puesto en marcha sus grandes dedicaciones. Ayudaba a los jóvenes de Rothenfels, había publicado El espíritu de la Liturgia (1918) y las Cartas sobre autoformación; y preparaba Las cartas sobre el Lago de Como (1926), reflexionando sobre el cambio de época y su exigencia cristiana; lo repensaría en El ocaso de la Edad Moderna (1950). Además, llevaba dos años en la cátedra de Weltanschauung (1923) releyendo a Kierkegaard, Dostoyevski, Pascal, san Agustín… 

En 1925 Von Hildebrand (con 36 años), organizaba círculos sobre el amor. Inspirado por la fe, Trataba sobre la afectividad espiritual (el corazón) y su respuesta a los valores. Además, en esos años defendía valientemente a otros profesores ante la creciente presión nazi en la universidad alemana. 

En 1925, su colega y amiga, Edith Stein trabajaba formando vocaciones religiosas en Espira y le preocupaba la deriva atea de Heidegger. Habían sido, casi a la vez, ayudantes de Husserl, y mientras Heidegger perdía la fe, Edith Stein la encontró. Por eso, originaron dos metafísicas divergentes. Heidegger la compendió en Ser y tiempo, 1927. Edith Stein en Ser finito y eterno,publicado póstumamente, tras su muerte en un campo de concentración (1942). En su última parte, señala lo que falta a la metafísica de Heidegger. Vidas trágicamente paralelas. Convendrá recordarlo en 2027.  

En 1925, se fundó el Instituto Saint Serge de Teología Ortodoxa en París, por un grupo de pensadores y teólogos rusos, expulsados en 1922. Salieron con lo puesto. A otros les tocó estrenar el archipiélago Gulaj (1923). Saint Serge hizo presente en vivo la teología patrística y bizantina en París, y así la conocieron De Lubac, Congar y otros teólogos católicos. Dio identidad a la teología ortodoxa moderna y marcó sus líneas rojas ante el catolicismo y el protestantismo. 

En 1925, De Lubac, en un noviciado jesuita de Inglaterra, leía a Rousselot (Los ojos de la fe, 1910) y a Blondel, y se introducía en los Padres. Y Congar comenzaba sus estudios de teología en Le Saulchoir (entonces en Bélgica), con Chenu, que había propuesto un nuevo plan de estudios. Estos fermentos darían forma a la teología del siglo XX. 

En 1925, Chesterton publicó The everlasting man, genial y actualísimo, que caló en C. S. Lewis y le impulsó a su conversión. En dos partes, reivindica el despliegue cristiano en la historia y el valor religioso único de Jesucristo ante tendencias “arrianas” (“unitarias”) o panreligiosas modernas.

En 1925, se ordenó san Josemaría e inició su labor sacerdotal, que, con las inspiraciones de Dios, le llevó a fundar el Opus Dei. Su misión no era académica, pero dejó muchas luces sobre el buen hacer cristiano en el mundo. Además, tenía un marcado talante humanista con su aprecio por los frutos del trabajo humano, del lenguaje, la cultura y el estudio, de la educación y las virtudes, de la responsabilidad cívica y social. 

¿Qué podemos sacar de todo esto? 

Primero asombrarnos y agradecer un patrimonio tan amplio y hermoso, fruto de tantos cristianos en diálogo con su tiempo y con las Escrituras (con la revelación). No existe nada tan rico y coherente en el universo intelectual. Basta recordar la ideología comunista dominante en el último siglo (y leer El drama del humanismo ateo de De Lubac). Hoy transmutada en cultura woke, que promete ser tan ubicua, arbitraria (y asfixiante) como lo fue el comunismo. Epidemias o covid intelectuales. 

El evangelio, dialogando con cada época e incorporando los frutos legítimos del espíritu, produce a su alrededor un humanismo cristiano. Nos ayuda a comprendernos. Y es campo de encuentro (y evangelización) con todos los hombres de buena voluntad.

Así tenemos una idea de Dios, que conecta con el misterio del mundo y con nuestras más profundas aspiraciones (ya no podemos creer en otros dioses). Y una rica y exacta idea del ser humano, de su espíritu y desarrollo. Y de su misteriosa herida (genialmente expresada en los 7 pecados capitales). Y de su fin, felicidad y salvación en Cristo (camino, verdad y vida, cfr. Juan 14,6). Y conviene destacar que el Estado de Derecho, con los Derechos Humanos, que es el marco legal de nuestras sociedades (y nuestra defensa ante las nuevas tiranías) también es fruto de ese humanismo cristiano, y hoy peligra entre simplificaciones materialistas y caprichos ideológicos.

Un nuevo contexto

En su Introducción al cristianismo (1967),Joseph Ratzinger advirtió que la Iglesia está pasando de las antiguas sociedades cristianas a minorías fervientes (proceso que quizá dure siglos). El Imperio Romano de Occidente se derrumbó en los siglos V y VI. Y desde finales del XVIII, un impulso de secularización (en parte legítimo) desmonta las naciones cristianas forjadas en la Edad Media. Y nos convierte en una minoría, que debe realizar como un fermento la misión que el Señor pidió: “Id y evangelizad a todas las gentes” (Marcos 16, 15). 

Han cambiado muchas cosas desde que se fundó nuestra Facultad de Teología en 1964. Entonces se ordenaban casi 700 sacerdotes al año en España, y ahora algo más de 70. Hace unos años, se revisó el plan formación de los sacerdotes. Y hace unos meses, se inició un proceso de unificación de los seminarios españoles. Probablemente seguirá una revisión de los estudios eclesiásticos, porque se siente que no se corresponden con lo que reclaman los tiempos: no alientan suficientemente la fe de los candidatos y no les prepara para la misión. 

El camino sinodal alemán ha puesto de manifiesto la insuficiencia de una teología estrictamente académica (con muchos medios), quizá demasiado aséptica cuando no problemática, que no ha conseguido alimentar la fe de las estructuras eclesiásticas que ha formado. 

Temas pendientes de la teología 

El tema de la teología, por definición, es Dios. Pero el Dios revelado en la historia y plenamente en el Hijo. Hoy, un nuevo arrianismo quiere convertir a Jesucristo en una buena persona. Lo advirtió Chesterton en El hombre eterno y C. S. Lewis, cuando planteó su famoso “trilema” (véase en Wikipedia).

Jesucristo, el Hijo, nos ha revelado la verdad y la belleza del amor de Dios, manifestado en su plena entrega. Ese amor personal (de persona a persona) constituye la unión trinitaria, por el Espíritu Santo, y se extiende a la comunión de los santos. Si Jesucristo no es homoousios, un Dios solitario sigue encerrado en su lejano y velado misterio. “A Dios nadie lo ha visto nunca, el Unigénito que está en el seno del Padre nos lo ha revelado” (Juan 1, 18).

Y nos quedamos sin camino de salvación, que es Jesucristo. Necesitamos renovar y hacer significativo el mensaje de salvación para nuestros contemporáneos. El evangelio del amor de Cristo nos salva del sinsentido del mundo y de la historia, de nuestras quiebras morales y las de la humanidad, de la muerte y del pecado, que es lo más profundo y lo más misterioso. Y lo que menos sienten nuestros contemporáneos.

Por eso necesitamos también una lectura creyente de la Biblia, que haga patente la Historia de la revelación, de la Alianza y de la Salvación, que culmina en Cristo (cfr. Carta a los Hebreos 1,1). Y no se limite a la exégesis puntual, que dispersa la atención. El estudio filológico pormenorizado es solo una tarea previa (que no necesita fe ni la enciende). 

Aclarar las causas de la crisis posconciliar

El debate interno actual de la Iglesia reclama un justo y profundo diagnóstico de lo que ha pasado para entender los motivos profundos de la crisis y reaccionar en consecuencia. 

Es preciso revisar el enfrentamiento del tomismo escolástico de los años cuarenta del siglo pasado con la nouvelle theologie. Surgió entre muchos malentendidos y era bastante ajeno al verdadero pensamiento y talante de santo Tomás. Pero corre el peligro de prolongarse.

Además, hay dos ámbitos filosóficos donde la herencia de santo Tomás requiere desarrollos (que él haría). La relación con las ciencias, que se expresa en la Filosofía de la Naturaleza y en la Metafísica. Lo reclamaba Gilson en las últimas páginas de El filósofo y la teología.

También la relación con el pensamiento político. En definitiva, el discernimiento sobre la modernidad: la legitimidad y el valor del Estado de Derecho, con los Derechos Humanos y la libertad religiosa. Hilo que viene desde Francisco de Vitoria. Lo recoge Maritain y muchos otros. Lo asume el Concilio Vaticano II y origina, por reacción, el cisma de Lefebvre. 

La teología de los siglos XIX (con Newman, Scheeben, Möhler y otros) y XX (con tantísimos autores interesantes) es, sin duda, una tercera época de oro, junto a la patrística y la escolástica. Y es preciso sintetizarla e incorporarla. La dificultad estriba precisamente en su riqueza y variedad, y en los límites de lo que se puede enseñar. 

Además necesitamos una revisión de la Teología de la Liberación, que discierna el pasado y se proyecte al futuro. Porque corre el riesgo de que la opción preferencial por los pobres, lo más noble y cristiano que tiene, se convierta en una nostalgia revolucionaria ilusa o en una retórica inoperante. Hace falta esfuerzo político y moral (y teológico) para construir sociedades justas con inspiración cristiana. 

Tenemos un inmenso patrimonio para inspirarnos y entablar el diálogo evangelizad que hoy nos toca.

Un maestro de “hacer lío”

Álvaro, un maestro del "hacer lío": aunque la ELA le arrebató el movimiento, nunca perdió su habilidad para armar jaleo, contagiar sonrisas y vivir con un amor inquebrantable por la vida. Su legado es un canto a la alegría y a la fe, incluso en los momentos más difíciles.

9 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

Álvaro era un liante. Siempre lo fue, también antes de estar enfermo. La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) le arrebató el movimiento, pero no la habilidad -parafraseando al Papa Francisco- de “hacer lío”. ¡Qué se lo digan a don Enrico! Para grabar los vídeos de sus homilías semanales -que llevaban por título “El Evangelio a los enfermos”-, con la ayuda de sus amigos Mariano y Marco preparaban la mejor “location” y todo el set para la puesta en escena, sin tener en cuenta que luego el párroco se volvería loco buscando la imagen de la Virgen que habían cambiado de sitio o la casulla azul sin la cual no podía celebrar la Misa. 

Se empeñó en redecorar el salón adjunto a la iglesia donde pasaba la mayor parte del día recibiendo a gente y le pidió a una amiga que le regalara un cuadro. Había que ver las caras de los otros curas cuando la señora apareció con “El Beso” de Gustav Klimt. En otra ocasión, ante el ofrecimiento de una amable parroquiana de traerle algo del sur de Italia, no se le ocurrió nada mejor que pedir “sanguinaccio”, pensando que sería parecido a la morcilla española, sin sospechar que la buena mujer iba a tener que trapichear en el mercado negro porque la venta de ese macabro derivado del cerdo está prohibida desde 1992. 

No se me olvida cuando fui a verle en pleno “ferragosto” romano y, al preguntarle qué quería que llevara de merienda, me pidió unas aceitunas rellenas de anchoa. La enfermedad -como se ve- no le quitó el apetito.

Que levante la mano quien haya ido a visitarlo y se haya encontrado con que había dado cita a la misma hora a otras dos personas. O quien se haya quedado dando vueltas por los pasillos de la iglesia porque había llegado un amigo inesperado para una confesión o una charla consoladora. 

El pasado 1 de noviembre fui al hospital donde estaba ingresado para una intervención médica y me pidió que le diera una vuelta empujando la silla por la terraza. Estaba prohibido, pero los dos nos divertimos con aquella pequeña trastada. Entonces pudo contemplar los prados verdes que rodean aquel centro hospitalario y la línea del horizonte, mientras la luz del sol y la brisa le daban en la cara. 

Cuando no podía gozarlos al natural, se ponía en YouTube vídeos de pastores turcos que van por las montañas de una lado a otro con sus rebaños, o unas tomas hechas con dron de Noja, el pueblo de la costa cántabra donde pasó los veranos de su infancia. 

Álvaro era un enamorado de la vida. En la homilía que nos predicó a sus familiares el día de su 57 cumpleaños, en 2021, nos decía: “El amor es el centro del cristianismo. Hay que amar. Hay que amar la vida”. Fue una predicación hecha carne. Y no una carne cualquiera, sino paciente, lo cual añade todavía más mérito a su capacidad de disfrute. A veces no fue fácil. 

La última temporada, cuando la ELA ya le afectaba al habla y la capacidad respiratoria, le costaba más sonreír. Tuvo incluso su noche oscura. Pero no se dio por vencido. Le decía a su hermana, que fue a visitarlo a Roma desde Madrid, catorce días antes de morir: “Siento la tentación de dejarme morir, pero le pido a Dios la gracia de aferrarme a la vida para darle gloria con mi enfermedad mientras Él quiera”. 

Seguramente el enredo más monumental fue pedir a sus hermanos que trajeran a la Ciudad Eterna a su madre, enferma de Párkinson y recién convaleciente, el pasado mes de julio, para despedirse de ella. Preguntó si habría un 1% de posibilidades de hacer realidad aquel viaje, y a ese 1% se “aferraron”. La capacidad de armar jaleo, o viene de cuna, o se vuelve contagiosa. 

Don Santiago, que se ha entregado en cuerpo y alma a cuidarlo en los últimos meses, en un mensaje a la familia escrito la pasada Navidad, decía que “como Álvaro se ha dedicado a complicarse la vida y a darse a los demás, ahora está recogiendo, en el cariño de la gente, un poco de los frutos de lo que ha sembrado”.

El camarote de los hermanos Marx

Mariano, que además de “filmmaker” de las homilías de Álvaro es cirujano cardiovascular, comentaba que como médico le era difícil aceptar el hecho de que la enfermedad de su amigo no tuviera cura. Así que se propuso hacerle sonreír, como la mejor terapia alternativa. Él y Marco lograron este propósito con creces la última vez que yo vi a Álvaro. El salón parroquial esa mañana era lo más parecido al camarote de los hermanos Marx: primero llegó Angelina, enfermera, acompañada de una podóloga para hacerle la pedicura y la manicura. 

Alessandro, otro enfermero, vino para ponerle la intravenosa, improvisando un gotero con una percha del revés puesta en un colgador de sotanas. Veronique, una cuidadora nueva, que tenía turno de asistencia, trataba de ayudar moviendo la bombona de oxígeno. 

Otra parroquiana y amiga, Giuliana, le hacía compañía mientras grababa la escena con su teléfono móvil. Entonces llegaron Mariano y Marco con la idea fija de cortarle el pelo. Marco le pasaba la maquinilla mientras Mariano sujetaba el respirador. De fondo se oía El Barbero de Sevilla. Giovanni, el sacristán, irrumpió con un espejo y lo plantó delante de Álvaro para que pudiera ver cómo estaba quedando. Allí nos encontrábamos su hermana con su marido y la prima, sin dar crédito a nuestros ojos.

Cualquier que nos hubiera visto desde fuera habría pensado que estábamos locos. Pero aquel día robamos a Dios un pedazo de cielo, de ese cielo en el que Álvaro entraría -por la puerta grande- apenas dos semanas después. Desde allí seguirá haciendo lo que mejor se le daba aquí en la tierra: un gran lío. Seguro que don Enrico tiene algún consejo para transmitir a san Pedro. Por cierto, conseguimos un paisaje de Monet para sustituir al Klimt. 

Cultura

Timothy McDonnell: “La música es compañera de la liturgia”

El profesor y director de coro Timothy McDonnell explica en esta entrevista con Omnes la estrecha relación que existe entre el canto gregoriano y la liturgia católica, dos aspectos en los que pide a los católicos de hoy profundizar para disfrutar y proteger el tesoro recibido por las generaciones que han vivido en la Iglesia a lo largo del tiempo.

Paloma López Campos·9 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 7 minutos

Timothy McDonell es el director de Música Sacra en Hillsdale College, donde dirige el coro de la capilla universitaria. Previamente, el doctor McDonnell dirigió el programa de posgrado en Música Sacra impartido por la Universidad Católica de América. Además, fue el maestro del coro del Pontificio Colegio Norteamericano en el Vaticano antes de regresar a Estados Unidos en 2008.

Gracias a su labor académica y profesional, Timothy McDonnell ha profundizado en la estrecha relación que existe entre el canto gregoriano y la liturgia católica. Una relación tal que una no se entiende sin el otro, por lo que el director de música sagrada anima a los católicos a devolver al canto gregoriano su lugar especial en la liturgia y reconocer su legado.

¿Cómo definiría el canto gregoriano en términos musicales y espirituales? ¿Qué lo hace único dentro del contexto litúrgico católico?

– Esto nos lleva al meollo de la cuestión, porque toda la música sacra es especial y está reservada para fines sagrados. Pero en concreto el canto gregoriano tiene algunas características especiales que creo que lo hacen especialmente adecuado para la liturgia católica y reflejan la espiritualidad de esta liturgia.

Entre las características que enumeraría está la franqueza, porque el canto gregoriano es una forma musical sencilla, con una sola línea musical. Por eso tiene cierta sencillez, pero al mismo tiempo es una música muy refinada. Es música que ha tardado siglos en crearse, pero conserva ese carácter directo y sencillo en su expresividad.

La otra cosa que mencionaría sería que proviene de una tradición, lo que creo que es muy importante en un contexto religioso porque la premisa de la religión es que hay una transmisión, que pasamos de Cristo y su misión dada a los apóstoles.

Esta idea de una tradición musical en la Iglesia es una especie de símbolo de ese proceso de transmisión del tesoro. Y así, la propia música es una especie de metáfora de la tradición en términos musicales. Por ejemplo, los diferentes modos o tonalidades en los que se compone el canto gregoriano se derivan de antiguas fórmulas para recitar y cantar los Salmos.

Y el tercer punto que yo plantearía es que la propia liturgia está diseñada y se coordina perfectamente con el canto litúrgico. El canto gregoriano se refiere siempre a algo fuera de sí mismo: a la liturgia, por una parte, y a la Sagrada Escritura, por otra. Así que es música profundamente bíblica. En cierto modo encarna el canto de las Escrituras.

¿Cuál ha sido la influencia más profunda del canto gregoriano en la evolución de la liturgia católica?

– La liturgia ha ido cambiando gradualmente a lo largo del tiempo. Esta es una idea importante porque la liturgia y su música crecieron juntas. Por poner un ejemplo, entre los siglos VII y IX el canto gregoriano fue compuesto por el clero responsable de la creación de nuestro calendario litúrgico.

Estos músicos clérigos elegían textos litúrgicos, que sugerían por sí mismos un contenido melódico. En otras palabras, la melodía surge del texto. Y así cuando esto cambia el texto, hay una influencia en la liturgia.

El Concilio Vaticano II trajo cambios significativos en la liturgia. ¿Cómo ve usted la relación entre el canto gregoriano y las reformas litúrgicas de ese período?

– Este es un punto increíblemente importante. De hecho, es quizá la consideración más importante en términos de música y liturgia en nuestro tiempo. Porque si la música es algo que se transmite de generación en generación como un tesoro, tenemos que entender las reformas litúrgicas en el contexto de la recepción de ese tesoro. Así que si nos apartamos demasiado de lo que aprendemos del tesoro musical de la Iglesia en la forma en que perseguimos la reforma litúrgica, va a haber demasiada desconexión con nuestra tradición.

Creo que es crucial que comprendamos que la música nos proporciona un contexto en el que entender todos los demás cambios rituales que han tenido lugar. Y puedo dar un par de ejemplos positivos y tal vez negativos de esto.

Ha habido, por ejemplo, un proceso de recuperación en la liturgia del Oficio Divino en torno a los himnos del Oficio Divino. Porque en el siglo XVII, hubo una revisión de los himnos que cambió los himnos originales, y todos los textos fueron recreados. Y perdimos algo muy importante debido a esos cambios.

Después del Concilio Vaticano II ocurrió algo maravilloso, y fue que se restauraron esos himnos. Y así se convirtieron en los himnos oficiales del Oficio Divino. Este es un ejemplo positivo en el que la recuperación nos ha enseñado algo sobre nuestro pasado y hemos tenido una especie de restauración.

Pero estas cosas no fueron tomadas especialmente en serio por la generación que siguió al Concilio Vaticano II y se produjo una reducción de los ideales. Y creo que eso fue en parte debido a las circunstancias prácticas. Hubo una pérdida de energía y vigor para perseguir eso.

Ahora, la buena noticia es que en las generaciones más jóvenes hay un creciente interés por encontrar la energía para hacer lo que el Concilio pidió con respecto a la restauración del canto gregoriano y convertirlo en un modo central de oración para toda la Iglesia.

Por otro lado, hay que señalar que la oración de la Misa se ha hecho más corta en la liturgia reformista, sin embargo, la música a veces es demasiado larga. Así que aquí hay un caso en el que la música y la liturgia no son compatibles en cierta manera. Este es un desafío al que tenemos que hacer frente.

Otro desafío en este sentido es que hay una especie de politización de los objetivos del Concilio Vaticano II. Hay un “lado progresista” y otro “conservador”. Esto es algo que el Concilio no estaba buscando, pero la gente decidió politizar la liturgia y convertirla en una materia política, en lugar de ser el vaso de la verdad desde el cual aprendemos nuestra fe. Sin embargo, tengo la esperanza de que volveremos a esta idea de que la música es compañera de la liturgia y podremos escuchar esta tradición recibida mientras miramos la oración de la Iglesia.

¿Cree que este debate que tenemos ahora en la Iglesia sobre el Novus Ordo y la Misa tradicional va a afectar a la oración en la Iglesia y al canto gregoriano dentro de la liturgia?

–Hay muchas críticas en este sentido. Hay quienes piensan que quienes apoyan la Misa tradicional están atascados y no son realistas. Sinceramente, no creo que eso sea lo que motiva a las personas que acuden a la Misa tradicional. Creo que en este rito escuchan la voz de la Iglesia de una manera especial y les mueve de una manera que el Novus Ordo no hace.

De todos modos, yo pienso que la Iglesia es una misma voz todo el tiempo. No hay ayer, no hay mañana, solo hay un ahora en el que la Iglesia está orando, es Cristo quien hoy ora a través de la liturgia. Él está aquí ahora orando con y como Iglesia, porque es la cabeza. Si tenemos esto presente, tal vez el debate sobre pasado, presente y futuro podría calmarse un poco.

En cuanto a que esta cuestión tenga efectos en la oración, el Papa Benedicto XVI tenía una muy buena idea sobre el tema cuando dijo que la forma antigua tiene que informar la nueva forma en la liturgia. Estas dos cosas tienen que verse como compatibles y no en oposición.

La música en sí es un enlace entre el Novus Ordo y la tradición. Si decidimos que necesitamos una música totalmente diferente para una nueva liturgia, habremos perdido alguna conexión a esta idea de que recibimos la liturgia de la Iglesia antigua.

Ahora bien, el canto gregoriano no es tan antiguo como la oración de los apóstoles, eso es cierto. No sabemos realmente de dónde viene ni cuándo comienza. Sin embargo, hay varias teorías que afirman que las fórmulas de oración judía influyeron en su desarrollo. Sabiendo esto, si pudieras escuchar la manera en que los apóstoles, que eran judíos, oraron, ¿no querrías saber más sobre ello?

Como experto en este campo, ¿qué desafíos enfrenta el canto gregoriano en el contexto de la Iglesia contemporánea?

– Durante el último siglo y medio podemos observar una especie de odio hacia el pasado. Incluso creo que algunos católicos se han dado cuenta de que no deberíamos estar especialmente apegados al pasado, porque entonces no estás viviendo el presente y no te enfrentas a los verdaderos desafíos de nuestro días. Este apego desmedido no es sano, pero tampoco es sano sentir odio hacia el pasado, pues es esencial entender quién eres y de dónde vienes.

En términos de la liturgia y la música sagrada, lo más importante para entender la liturgia es su historia. ¿Y cuál es la historia de la liturgia? La historia de la música. Tienes que conocerlas juntas porque la música y la liturgia eran lo mismo, no se desarrollaron independientemente.

En el siglo XX se enraizó esta idea de que música y liturgia son dos mundos diferentes. Pero los historiadores nos demuestran que esto es falso y que no se puede entender la historia de la liturgia sin entender la historia de la música.

Por todo esto, tenemos que perder el miedo a que si miramos nuestro pasado vamos a fallar de alguna manera en nuestro presente. No es un miedo racional. Si no entiendo y valoro el pasado, esa historia que hemos mencionado, no tengo nada que llevar adelante. Por tanto, me veo obligado a inventar la realidad constantemente.

No podemos olvidar que la religión nos conecta con el pasado, no podemos ser religiosos sin llevar el pasado con nosotros.

Teniendo en cuenta este desafío, tenemos que saber que el canto gregoriano no es solo antiguo, sino que se regenera a lo largo del tiempo. No está atascado, sino que evoluciona. Es esencial que los músicos entiendan esta idea y forme parte de su educación.

¿Qué pasos pueden tomarse para preservar la práctica del canto gregoriano dentro de la liturgia?

– Creo que es importante reconocer que el canto gregoriano tiene múltiples niveles. Hay un nivel congregacional y luego uno más desarrollado, en el que puede participar la congregación pero que requiere más práctica. Por encima de este, hay un nivel del canto gregoriano que está reservado para gente más experta.

Para mí esto es algo hermoso, porque refleja la liturgia en sí misma. En la liturgia hay cosas que solo pueden hacer los “expertos”, los sacerdotes. Es decir, la liturgia es jerárquica, al igual que la música.

Lo que ocurre es que en la época de la Reforma se rompió esa jerarquía. Por tanto, para avanzar tenemos que reconocer que el canto gregoriano es jerárquico, al igual que la liturgia, y que por ello nos hacen falta músicos especializados. Hay que promover además la práctica del canto en la congregación para que puedan cantar cosas como el Credo, el Kyrie Eleison o el Agnus Dei.

Otro aspecto a considerar sobre el que existen opiniones diferentes es la apertura a cantar en el idioma vernacular. Creo que es posible traducir a otros idiomas las piezas musicales, pero hace falta mucha disciplina para no perder la belleza original.

Evangelización

Santa Josefina Bakhita, patrona de las víctimas de la trata

La Iglesia celebra el 8 de febrero a santa Josefina Bakhita, mujer sudanesa esclavizada de niña que, tras su liberación, se consagró a Jesucristo como religiosa canosiana en Italia. Es patrona de Sudán. Hoy se la invoca de modo especial, al ser la XI Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la trata de personas. También es la fiesta de san Jerónimo Emiliano, patrón de los huérfanos.  

Francisco Otamendi·8 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Nacida en Darfur (Sudán), en 1869, fue raptada por comerciantes de esclavos cuando aún era niña, y vendida en mercados africanos, fue maltratada cruelmente como esclava. Bakhita, cuyo nombre significa Afortunada, fue liberada por un comerciante italiano, y a través de un matrimonio amigo de aquél, ya en Italia, conoció a Jesús, fue bautizada y profesó como religiosa canosiana durante 51 años. Los habitantes de Schio, donde vivió y murió, descubrieron en su «madre morenita» una gran fuerza interior, basada en la oración y en su caridad.

En su Mensaje para la XI Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas, que tiene lugar hoy, el Papa Francisco, que también le dedicó una catequesis en 2023, ha escrito: “Juntos -confiando en la intercesión de Santa Bakhita – lograremos hacer un gran esfuerzo y crear las condiciones para que la trata y la explotación sean proscritas y para que siempre prevalezca el respeto de los derechos humanos fundamentales, en el reconocimiento fraterno de nuestra humanidad común”.

Santa Bakhita perdonó a los traficantes, y el perdón la hizo libre, ha escrito el Papa Francisco. Gracias al mensaje de reconciliación y misericordia que transmitió, ha escrito Cáritas, Josefina Bakhita fue beatificada y nombrada “Hermana universal” por san Juan Pablo II en 1992. En la ceremonia fue beatificado también san Josemaría Escrivá. Santa Josefina Bakhita sería canonizada por san Juan Pablo II en octubre de 2000. El director italiano Giacomo Campiotti dirigió la película Bakhita.

El autorFrancisco Otamendi

Educación

El precio oculto de la pornografía

La pornografía fomenta una cultura de autocomplacencia y gratificación instantánea, a menudo a expensas del bienestar de los demás. Muchos usuarios se ven arrastrados a un patrón de consumo que prioriza la satisfacción personal sobre los vínculos significativos.

Bryan Lawrence Gonsalves·8 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 5 minutos

En la era digital actual, la pornografía es más accesible que nunca. Se presenta como un entretenimiento inofensivo, una forma de expresión personal o incluso una herramienta educativa. Sin embargo, bajo esta apariencia se esconde una realidad más profunda: la pornografía no es sólo entretenimiento para adultos, sino una industria basada en la explotación, la degradación y la mercantilización de la intimidad humana. Modifica la percepción de las relaciones, distorsiona las expectativas y alimenta el desapego social hacia la auténtica conexión humana.

Impacto de la pornografía

La pornografía fomenta una cultura en la que los individuos se convierten en objetos de gratificación en lugar de personas dignas con un valor inherente. Una joven que conocí hace algunos años, cuyo nombre no mencionaré por razones de privacidad, compartió conmigo su experiencia con una pareja adicta a la pornografía. «Siempre sentí que competía con un ideal inalcanzable», afirma. «Me hacía cuestionar mi valor».

Los efectos de la pornografía van más allá del mero entretenimiento; perturban las relaciones en la vida real al crear expectativas poco realistas y erosionar la confianza. Refuerza unos cánones de belleza inalcanzables y unos comportamientos sexuales poco realistas, lo que lleva a muchos a sentirse inadecuados en sus relaciones. Junto con las representaciones de la perfección impulsadas por los medios de comunicación, cultiva la insatisfacción y la duda, haciendo que las personas se comparen con estándares artificiales en lugar de abrazar conexiones humanas reales. Esto influye en las interacciones sociales, moldeando las expectativas de apariencia y comportamiento de maneras que pueden dañar la confianza, las relaciones e incluso la salud mental.

Además, las investigaciones sugieren que el consumo excesivo de pornografía altera la función cerebral. Al igual que ocurre con las sustancias adictivas, desencadena la liberación de dopamina, creando una dependencia que se traduce en una necesidad de contenidos más extremos. Esta insensibilización afecta a la capacidad de establecer conexiones emocionales genuinas, lo que hace que los usuarios se sientan vacíos a pesar de la gratificación temporal.

El consumo excesivo genera expectativas poco realistas de intimidad, lo que hace que las relaciones auténticas parezcan insatisfactorias en comparación. Esto crea un ciclo en el que las relaciones personales se tensan, la confianza se erosiona y la conexión auténtica se sustituye por la gratificación digital.

A nivel social, la pornografía fomenta una cultura de autocomplacencia y gratificación instantánea, a menudo a expensas del bienestar de los demás. En lugar de valorar el amor mutuo, el respeto y la intimidad emocional, muchos usuarios se ven arrastrados a un patrón de consumo que prioriza la satisfacción personal sobre los vínculos significativos.

Una epidemia silenciosa entre los jóvenes

Cada vez son más los adolescentes que se inician en la pornografía antes de comprender plenamente la intimidad humana. Tomemos, por ejemplo, el caso de un estudiante de secundaria que, a través de una simple búsqueda en Internet, se topa con contenidos explícitos. Al carecer de la madurez emocional para procesar lo que ven, absorben representaciones poco realistas de relaciones en las que la dominación, la agresión y la cosificación están normalizadas. Con el tiempo, esto da forma a sus expectativas, lo que provoca problemas en sus propias relaciones interpersonales.

Las escuelas y los padres pueden tener dificultades para abordar el problema. Mientras la educación se centra en el uso responsable de Internet, muchos pasan por alto la necesidad de hablar del impacto psicológico y emocional de la pornografía. Sin orientación, las mentes jóvenes adoptan percepciones sesgadas de las relaciones, creyendo a menudo que lo que ven en la pantalla representa la realidad. Por ejemplo, los adolescentes que consumen grandes volúmenes de contenido explícito pueden empezar a ver las relaciones a través de una lente transaccional, esperando una gratificación instantánea sin conexión emocional. Este distanciamiento puede dificultarles el establecimiento de relaciones sanas y significativas en el futuro.

Además, la accesibilidad de la pornografía a través de los teléfonos inteligentes y las redes sociales significa que incluso quienes no la buscan activamente pueden estar expuestos a ella a través de anuncios, ventanas emergentes o enlaces compartidos por compañeros. Los padres que suponen que sus hijos son inmunes a este tipo de exposición suelen subestimar la omnipresencia de contenidos explícitos en Internet. Sin la orientación de los padres, los jóvenes pueden recurrir a sus compañeros o a fuentes de información poco fiables, lo que agrava aún más el problema.

Un paso concreto para abordar esta crisis es fomentar el diálogo abierto en las familias y las escuelas. Los padres que establecen conversaciones claras y adecuadas a la edad sobre la intimidad y el respeto ayudan a los niños a desarrollar una comprensión sana de las relaciones antes de que se encuentren con contenidos perjudiciales.

Las escuelas pueden integrar programas de alfabetización en los medios de comunicación que enseñen a los alumnos a distinguir entre las relaciones de la vida real y las representaciones distorsionadas que se ven en la pornografía. Cuando los adolescentes adquieren conocimientos, están mejor preparados para navegar por los espacios digitales de forma responsable y evaluar críticamente los medios que consumen.

El coste ético: entre bastidores de la industria

La industria de la pornografía no se limita a la producción consentida de contenidos por parte de adultos, sino que es una empresa multimillonaria con un oscuro trasfondo. Con frecuencia surgen informes sobre la coacción, el tráfico y la explotación dentro de la industria. Muchas personas entran en la industria en apuros económicos, mientras que otras son manipuladas para que actúen en condiciones que nunca aceptaron. En algunos casos, los artistas sufren traumas a largo plazo y tienen que luchar con las repercusiones psicológicas mucho después de abandonar la industria.

Entre bastidores, algunas personas, sobre todo mujeres jóvenes vulnerables, son engañadas con falsas promesas de seguridad económica y oportunidades profesionales, sólo para verse atrapadas en contratos de explotación. Otras son obligadas a participar mediante amenazas o chantaje. Más allá de la explotación directa, la industria se ha vinculado a la difusión de contenidos no consentidos, como la pornografía por venganza y los materiales filtrados. La rápida difusión de material explícito a través de plataformas digitales ha hecho casi imposible para algunas víctimas reclamar su dignidad y privacidad una vez que sus imágenes circulan sin consentimiento.

Romper el ciclo: Una llamada a la concienciación

Aunque la sociedad reconoce cada vez más los daños de la pornografía, las soluciones reales requieren un compromiso proactivo. La educación desempeña un papel crucial: enseñar a los jóvenes la dignidad, el respeto y el amor auténtico. Las conversaciones abiertas en las familias, las escuelas y las comunidades religiosas pueden ayudar a las personas a comprender que la verdadera intimidad se basa en la confianza, no en la cosificación.

Además, las herramientas de responsabilidad digital, como los filtros de Internet y la gestión del tiempo frente a la pantalla, ofrecen formas prácticas de limitar la exposición. Los grupos de apoyo y el asesoramiento proporcionan un camino hacia la recuperación para quienes luchan contra la adicción, ofreciendo la esperanza de que el cambio es posible. 

En el fondo, la lucha contra la pornografía es una lucha por la dignidad humana. Una sociedad que respeta a las personas no aprueba su mercantilización. Al igual que rechazamos la explotación en otras formas -trata de seres humanos, trabajo infantil o abusos-, también debemos cuestionar una industria que se lucra reduciendo a las personas a objetos de deseo.

El cambio es posible, pero la concienciación debe ser lo primero. El asesoramiento, los grupos de apoyo y el apoyo familiar son formas válidas de superar la adicción a la pornografía. Es posible recuperar la autoestima, reparar las relaciones y redescubrir la belleza de la auténtica conexión humana, pero para ello hay que concienciar sobre la pornografía y sus problemas.

El impacto de la pornografía es de gran alcance, afectando a las mentes, las relaciones e incluso las estructuras sociales. El reto que tenemos ante nosotros no es sólo resistir a la tentación, sino fomentar una cultura que valore el amor auténtico, respete la dignidad humana y promueva relaciones basadas en el cuidado y el respeto mutuos. Al abordar esta cuestión de frente, damos un paso crucial hacia la restauración del carácter sagrado de la intimidad y la conexión humana.

El autorBryan Lawrence Gonsalves

Fundador de “Catholicism Coffee”

La fragilidad es nuestra fuerza: una lección de Giovanni Allevi

Para Giovanni Allevi la emoción es el lenguaje a través del cual nos comunicamos con sinceridad, desnudándonos sin temor de mostrarnos frágiles e indefensos, porque, es en la fragilidad donde está nuestra fuerza en un mundo arrastrado por la razón hacia la competitividad extrema.

8 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

Allevi es un músico que, cuando termina agotado en el escenario después de haberlo dado todo en un concierto de piano, mientras está escuchando los aplausos del público, da unas palmaditas de agradecimiento al instrumento, como no atribuyéndose el mérito de lo que en el escenario ha ocurrido.

Coincidí casualmente con él en un vuelo. Lo tenía delante de mi asiento y lo reconocí porque su rizada melena negra de león sobresalía por la parte de atrás de su asiento (es un tipo muy alto). No pude resistir la curiosidad y no sé cómo lo hice, pero me encontré conversando con él. Le comenté que admiraba su talento y que escuchaba su música. En ese momento, tendría unos 50 años, pero parecía mucho más joven por forma de vestir y dinamismo.

Una sensibilidad especial

La sensación que me dio fue la de ser un tipo normal, activo, nervioso, creativo, encantador, amable, artista. Giovanni Allevi volvía de Madrid, ciudad que, me confesó, le fascinaba, de grabar para un programa de televisión. No me pasó inadvertido que llevaba un móvil de los que ya no se usaban (los que solo sirven para llamar y recibir llamadas). No me resistí a preguntarle el porqué de esa elección y la respuesta fue preciosa: “Soy músico y compongo, necesito silencio interior. El sonido electrónico y las imágenes de la pantalla me distraen de mi objetivo: la inspiración. La música”. Me quedé impresionada, pero entendí perfectamente la respuesta. Recuerdo que se comunicaba conmigo con las palabras, pero también con su alma, se entendía muy bien lo que quería decir aunque no hablaba mucho.

Al llegar al aeropuerto de Malpensa, en Milán, cada uno se fue por su camino para recoger las maletas. Yo iba con mis tres hijos pequeños y estaba pendiente de que ninguno se me perdiera entre el barullo de gente. De repente, vi que se me acercaba un hombre alto con una rizada melena negra que se acercaba para despedirse de mí: Allevi. Me dijo que yo tenía unos hijos preciosos, creo que él, en esos momentos, echaba de menos a los suyos. Me quedé de piedra, porque creía que los famosos iban con prisas por los aeropuertos para no ser reconocidos por la masa. Cuando, por motivos profesionales, se alejaba de su familia, sentía unos ligeros sentimientos de culpa, como todo buen padre. Lo compensaba viviendo intensamente los momentos que pasaba con sus hijos y, dedicando a ellos, alguna de sus composiciones.

Los famosos -creía también antes de ese encuentro con el músico- no se despedían de personas conocidas casualmente hacía una hora en un viaje de avión. Noté en él una gran sensibilidad que debe ser consustancial a la de ser compositor. Entendí que él escucha el silencio y llena el espacio de melodía.

El diagnóstico

Unos dos años después de este encuentro supe por los medios de comunicación que en el verano del 2022, Giovanni Allevi anunció que padecía una dura enfermedad: un mieloma múltiple. Se trata de una enfermedad incurable y su supervivencia se sitúa entre los 3 y 4 años. La enfermedad que padece presenta un pronóstico grave porque apenas un 3 por ciento de pacientes siguen vivos al cabo de 10 años. Tiene un cáncer que le lleva a estar ingresado en el Instituto de Tumores de Milán para recibir la terapia adecuada. El músico reconoce que está “heroicamente saliendo del infierno”. Es una forma muy expresiva de comunicar por lo está pasando: las células de mieloma múltiple son plasmáticas anormales que se acumulan en la médula ósea y forman tumores en muchos huesos del cuerpo. Debe de sentir grandes dolores: le cuesta mantener la postura correcta mientras toca el piano y le tiemblan las manos.

Renunciar a la música

Giovanni Allevi tiene 55 años, está casado con una pianista que es a su vez su mánager, Nada Bernardo, y tienen dos hijos: Giorgio y Leonardo. De su vida privada no se sabe mucho más que esto. A pesar de su fama, siempre se mantuvo bien lejos de vender su intimidad. Como músico solo ofrece su don, la música. 

Ahora, atormentado, con heridas y pesadillas, le tiemblan las manos… y, en sus horas bajas, tiene que renunciar también a lo más grande que lleva dentro: la música. Cuando se encuentra un poco mejor ofrece algún concierto a su público. La vida le ha golpeado en el cuerpo y en el alma pero es feliz cuando el piano lo espera.

Tiene una cuenta de instagram (se ve que le han aconsejado que debe tenerla) y escribió hace poco a sus seguidores: “Mi condición me confirma que existe un mundo hecho de humanidad, gentileza, autenticidad y coraje”.

La fragilidad y la música

Un ser muy especial, al que la vida le tenía preparada una dura prueba que está llevando con coraje. Además del don de la música, ahora se descubre su gran capacidad de mostrar el dolor sin temor. Allevi piensa que, como compositor, es su música lo que nos puede ofrecer. Es consciente de haber recibido un don, un regalo: la música. El mismo don que ahora le da esperanza y ánimos para VIVIR. Me parece que este músico italiano es un ejemplo de que los dones recibidos son para servir y aliviar al prójimo.

Afortunadamente en la música no hay ganadores o vencedores, sólo ganas de compartir emociones y experiencias. Para el pianista la emoción es el lenguaje a través del cual nos comunicamos con sinceridad, desnudándonos sin temor de mostrarnos frágiles e indefensos, porque, es en la fragilidad donde está nuestra fuerza en un mundo arrastrado por la razón hacia la competitividad extrema.

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Mundo

El Opus Dei responde a las acusaciones de la docuserie “Minuto heroico”

El Opus Dei rechaza rotundamente el enfoque de la docuserie de MAX "Minuto heroico: yo también dejé el Opus Dei". Según el comunicado de la Obra, la producción “no representa la realidad del Opus Dei”, sino que presenta los hechos “de manera sesgada”.

Paloma López Campos·7 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Opus Dei ha publicado un comunicado para responder a las acusaciones realizadas en la docuserie de MAX “Minuto heroico: yo también dejé el Opus Dei”.

La plataforma define este documental como una investigación en la que “mujeres que formaron parte del Opus Dei cuentan sus experiencias por primera vez, denuncian abusos psicológicos, religiosos y económicos sufridos”. Como explica el tráiler, “Minuto heroico” promete destapar, a través de los testimonios de trece mujeres con origen diverso, la “manipulación”, “presión” y “exigencias” que de forma sistemática sufren los miembros de la prelatura.

Reconocimiento de errores por parte del Opus Dei

Ante estas acusaciones, el Opus Dei comienza su comunicado pidiendo perdón por las ocasiones en las que los miembros de la Obra han causado “dolor en el prójimo” y admitiendo que “las críticas de antiguos miembros han facilitado una reflexión institucional para mejorar y cambiar modos de hacer”.

Asimismo, el Opus Dei acepta algunos errores que han intentando mejorarse en los últimos años: “fallos en los procesos de discernimiento; estándares demasiado exigentes para vivir el compromiso vocacional; falta de sensibilidad para comprender el peso que esa exigencia significaba en algunas personas; eventuales carencias en el acompañamiento durante el proceso de salida”.

El sesgo de «Minuto heroico»

Sin embargo, la Obra rechaza rotundamente “el enfoque que la docuserie asume”, ya que este “no representa la realidad del Opus Dei”, sino que presenta los hechos “de manera sesgada”, señalando a la Obra “como una organización de personas malvadas cuya motivación es hacer daño”.

Este sesgo ha sido denunciado también por algunos críticos de la serie, quienes dudan de que una auténtica investigación periodística pueda realizarse basándose en los testimonios de 13 mujeres célibes, que teniendo en cuenta las cifras de miembros del Opus Dei, no representan ni al 10 % de toda la Obra. Ejemplo de ello es la reseña publicada por Ana Sánchez de la Nieta en Aceprensa.

Acusaciones falsas en «Minuto heroico»

La prueba de que las acusaciones son falsas, continúa el comunicado, se puede encontrar tanto en las enseñanzas de san Josemaría como en “la experiencia de miles de personas que viven o han vivido una experiencia de plenitud y desarrollo en el Opus Dei, como camino de encuentro con Dios en las realidades cotidianas”.

Otras acusaciones pronunciadas en “Minuto heroico” y rechazadas por la organización son el “reclutamiento”, la “reducción a la servidumbre” y el “sistema abusivo para manipular a las personas”. La Obra explica en el comunicado que “estas afirmaciones son una descontextualización de la formación o la vocación que eligieron libremente algunas mujeres” y que todo forma parte de “una narrativa” construida por algunas personas conocidas por tratar de presentar una imagen del Opus Dei “ajena a un enfoque de fe y de compromiso cristiano”.

Protocolos de sanación

A pesar de todo, la Obra comprende que “cualquier proceso de desvinculación, cuando hay un compromiso personal vivido con intensidad, genere dolor y sufrimiento”. Por ello, reitera que “actualmente la mayoría de personas que dejan el Opus Dei lo hacen de forma acompañada, sin que se corte la relación”.

La organización explica también en el comunicado los “protocolos de sanación y resolución dirigidos a recibir cualquier experiencia negativa que pueda haber ocurrido, pedir perdón y reparar en las situaciones que corresponda”.

Falta de diálogo por parte de la productora

Por último, el Opus Dei denuncia que durante los cuatro años en los que MAX ha estado trabajando en “Minuto heroico”, “la productora no contactó con las oficinas de información de la Obra, ni en Roma ni en España ni en otros países”. Tan solo al finalizar la grabación quisieron pidieron la intervención del Prelado o de alguna persona autorizada en unas condiciones que, aseguran desde el Opus Dei, “no eran las habituales para una serie de estas características”.

Ante esta situación, la Obra “declinó participar en lo que era un producto creado desde un marco previo y con un sesgo que solo se quería confirmar”. El Opus Dei, por tanto, señala que no hubo “ningún deseo previo manifestado de diálogo” por parte de la productora y se queja de que solo se les ofreciera “la posibilidad de una réplica en el último momento”.

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Vaticano

Video del Papa en febrero: “Dios sigue llamando a los jóvenes también hoy”

Es el mensaje central de la intención de oración del Papa en el video para este mes de febrero de 2025: “Dios sigue llamando a los jóvenes también hoy”. El tema de la intención lleva por título “Por las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa”. En el video, el Papa comparte su historia personal.  

Francisco Otamendi·7 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

“Cuando tenía 17 años”, señala el Papa Francisco en el videomensaje realizado por la Red Mundial de Oración del Papa en colaboración con Vatican Media y con la arquidiócesis de Los Àngeles, “era estudiante y trabajaba, tenía mis  proyectos. No pensaba para nada en ser sacerdote. Pero un día entré en la parroquia… ¡y allí estaba Dios, esperándome!”, comienza diciendo el Papa Francisco.

Abren ‘El Video del Papa’ sus fotos de joven -en la escuela, en familia, en la iglesia- para luego ceder el paso a escenas de la vida cotidiana de los jóvenes de hoy: cambian los tiempos, pero no cambia la capacidad del Señor de hablar al corazón de quien lo busca.

“A veces no lo escuchamos”

“Dios sigue llamando a los jóvenes también hoy, en ocasiones de maneras que no imaginamos. A veces no lo escuchamos porque estamos muy ocupados con nuestras cosas, con nuestros proyectos, incluso con nuestras cosas de la Iglesia”.

“Pero el Espíritu Santo nos habla también a través de los sueños y nos habla a través de las inquietudes que los jóvenes sienten en su corazón”, prosigue el Pontífice. “Si acompañamos su camino, veremos cómo Dios hace cosas nuevas con ellos. Y podremos acoger su llamada en modos que sirvan mejor a la Iglesia y al mundo de hoy”.

Y el Papa anima: “¡Confiemos en los jóvenes! Y, sobre todo, ¡confiemos en Dios: porque Él llama a cada uno! Oremos para que la comunidad eclesial acoja los deseos y las dudas de los jóvenes que sienten la llamada a vivir la misión de Jesús en la vida: sea la vida sacerdotal, sea la vida religiosa”.

“Dios llama a cada uno” 

“El desafío es, entonces, el de la confianza en los jóvenes, en su capacidad para contribuir significativamente a la Iglesia y al mundo. De hecho, en el video de febrero, el Papa Francisco invita a esperar en los jóvenes y, principalmente, en Dios, ‘porque Él llama a cada uno’”, alienta la Red Mundial de Oración.

“Nuestro Dios es un Dios que se toma en serio las vidas y los dones de los jóvenes”, comenta Mons. José H. Gómez, arzobispo de Los Ángeles. “La misión de la Iglesia -prosigue el obispo de la mayor diócesis estadounidense, que contribuye a la producción de este vídeo con los profesionales de su equipo digital –es caminar con los jóvenes para ayudarlos a crecer en su fe y trabajar para transformar este mundo en el Reino que Dios quiere para su pueblo”.

“Examinar con libertad la propia vocación y responder con valentía”

Por otra parte, el director internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, P. Cristóbal Fones, S.J., recuerda que “la confianza en los jóvenes es esencial para animarlos a examinar con libertad su propia vocación y a responder a ella con valentía. Un enfoque en la pastoral vocacional que realmente valora el diálogo y el acompañamiento también acepta y acoge las inquietudes, interrogantes y aspiraciones concretas del joven como un componente importante del proceso vocacional”. 

“Además, el Papa nos dice que, mediante la palabra de los jóvenes -a veces hasta desafiante o cuestionadora-, Dios también puede indicar caminos nuevos para la Iglesia de hoy, e incluso ofrecernos una ocasión para nuestra propia conversión”. 

La intención de oración del Papa para el mes de enero fue “Por el derecho a la educación: Oremos para que migrantes, refugiados y afectados por las guerras vean siempre respetado su derecho a la educación, educación necesaria para construir un mundo más humano”.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

La Santa Sede aprueba definitivamente los estatutos del Regnum Christi

Después de cinco años, la Santa Sede aprueba definitivamente los estatutos del Regnum Christi. Desde la sede de la dirección general de la federación afirman que “esta aprobación representa un reconocimiento de la Santa Sede que da solidez y estabilidad a la Federación”.

Paloma López Campos·7 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Después de cinco años, la Santa Sede aprueba definitivamente los estatutos del Regnum Christi, que se presentaron en 2019 por la Federación y habían estado a prueba desde entonces.

Desde la sede de la dirección general de la organización afirman en una nota de prensa que “esta aprobación representa un reconocimiento de la Santa Sede que da solidez y estabilidad a la Federación”.

Estos estatutos son el resultado de un largo camino de renovación que comenzó en 2010. Conscientes de que hacía falta expresar con más claridad el carisma de la organización, la Federación comenzó un proceso de profundización en su espíritu. Así, el 31 de mayo de 2019 el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica erigió canónicamente la Federación Regnum Christi y aprobó “ad experimentum” sus estatutos.

Los estatutos del Regnum Christi

Entre los cambios presentados en 2019 estaban una mayor participación de los laicos y nuevas medidas para prevenir los casos de abuso dentro de la organización. Sin embargo, el cambio más significativo tuvo lugar en la definición de la estructura canónica, con el objetivo de encontrar una figura “que exprese la unidad espiritual y la colaboración apostólica de todos, promueva la identidad y legítima autonomía de cada realidad consagrada, y permita a los otros fieles del Regnum Christi pertenecer al mismo cuerpo apostólico de una forma canónicamente reconocida”, como explicaron en 2019.

Por esta razón, los estatutos aprobados en 2019 señalan que “la Congregación de los Legionarios de Cristo, la Sociedad de vida apostólica Consagradas del Regnum Christi y la Sociedad de vida apostólica Laicos Consagrados del Regnum Christi se vinculan entre sí a través de la Federación Regnum Christi”.

La Santa Sede señala que todos estos cambios tienen como objetivo ayudar a los miembros de la Federación “a promover el carisma común y a favorecer la colaboración en vista de la misión que les ha sido confiada por la Iglesia”.

Evangelización

Beato Pío IX, Papa, y san Ricardo de Wessex, laico

El santoral católico celebra el 7 de febrero al beato Pío IX (1792-1878), el Papa con más años en el Pontificado católico, 31 años y 7 meses, quizá tras san Pedro, y a san Ricardo de Wessex, padre de santos evangelizadores de Alemania.    

Francisco Otamendi·7 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Los años en los que Pío IX gobernó la Iglesia fueron de gran turbulencia política en Italia. En 1848 tuvo que exiliarse en Gaeta mientras que en Roma se estableció la República Romana de Mazzini, que declaró la caída del poder temporal del Papa. En 1850 pudo volver a Roma, y años más tarde afrontó las consecuencias de la proclamación del Reino de Italia en 1861. Antes se había reconciliado con las monarquías protestantes de los Países Bajos y el Reino Unido.

El beato Pío IX, nacido Giovanni Maria Mastai Ferretti, trabajó por preservar los Estados Pontificios, que perdió; promulgó la encíclica ‘Quanta cura’ con el célebre ‘Syllabus errorum’, proclamó el dogma de la Inmaculada Concepción (1854) y convocó el Concilio Vaticano I (1869-1870), donde se definió la infabilidad papal como Pastor de la Iglesia universal en materia de fe y moral. Su hermano Gabriel declaró que Juan María se consideraba «simplemente un sacerdote», también después de ser arzobispo, cardenal y Papa. Fue beatificado en 2000 por san Juan Pablo II junto a san Juan XXIII.

En cuando a san Ricardo de Wessex, conviene citar de este modo al inglés, porque hay algún otro Ricardo en el santoral, como el obispo san Ricardo de Wyche (3 de abril). Ricardo de Wessex fue hombre de oración y padre de tres hijos que le acompañaron en peregrinación a Roma y Tierra Santa en el año 720. Tras fallecer, se registraron milagros en su tumba. Un hijo suyo se unió a san Bonifacio y llegó a ser el primer obispo de Eichstätt en Baviera. 

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

El Papa insta a los obispos a dar a conocer el proceso de nulidad matrimonial

En la tradicional audiencia al Tribunal de la Rota Romana, con motivo de la inauguración del Año Judicial, el Papa Francisco ha señalado que, con ocasión de la última reforma, ha instado a los obispos a que los fieles conozcan el proceso abreviado de nulidad matrimonial. Además, es importante “que se asegure la gratuidad de los procedimientos”. La reforma busca “no la nulidad de los matrimonios, sino la celeridad de los procesos”.  

Francisco Otamendi·7 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 5 minutos

La inauguración del Año Judicial del Tribunal de la Rota Romana fue el acto principal del Santo Padre el pasado viernes, que recibió en audiencia a los prelados auditores, oficiales, abogados y colaboradores del Tribunal, presididos por su decano, el arzobispo español Monseñor Alejandro Arellano Cedillo.

Antes del discurso del Papa, pronunció unas palabras de saludo Monseñor Arellano, en las que recordó que “la noche de Navidad, tras abrir la Puerta Santa y dado el pistoletazo de salida al año jubilar, dirigiste con firmeza al mundo entero: poneos en camino sin demora para ‘redescubrir la esperanza perdida, renovarla en nosotros, sembrarla en las desolaciones de nuestro tiempo y de nuestro mundo’”.

“Sembradores de esperanza”

“Santo Padre”, añadió el decano del Tribunal, “nos sentimos directamente interpelados por los desafíos del presente y del futuro, conscientes de que la Rota Romana, como Tribunal de la familia cristiana, es sólo una ‘solapa del manto’ de la Iglesia; sin embargo, nos parece que no es ajena a nuestra esperanza de que, por el toque de ese manto, a través de la administración de justicia, las personas heridos puedan encontrar la paz, a fin de fomentar la tranquillitas ordinis en la Iglesia”.

En esta línea, el decano manifestó, entre otras cosas, que “éste es nuestro deseo: ser sembradores de esperanza para todas las familias heridas, alejadas de la Iglesia o en dificultad, que han perdido la esperanza en la justicia, en la misericordia, en el amor de Dios que resucita al hombre y le devuelve su dignidad”.

Esclarecer la situación matrimonial

La inauguración del Año Judicial del Tribunal de la Rota Romana “me brinda la oportunidad de renovar la expresión de mi aprecio y gratitud por vuestro trabajo. Saludo cordialmente al Decano y a todos los que servís en este Tribunal”, comenzó manifestando el Papa.

“Este año se cumple el décimo aniversario de los dos Motu Proprio ‘Mitis Iudex Dominus Iesus’ y ‘Mitis et Misericors Iesus’, con los que reformé el proceso para la declaración de nulidad del matrimonio. Me parece oportuno aprovechar esta tradicional ocasión de encontrarme con vosotros para recordar el espíritu que impregnó aquella reforma, que aplicasteis con competencia y diligencia en beneficio de todos los fieles”.

El objetivo de la reforma era que se “respondiera de la mejor manera posible a quienes se dirigen a la Iglesia para esclarecer su situación matrimonial (cf. Discurso al Tribunal de la Rota Romana, 23 de enero de 2015). 

Que los fieles conozcan el proceso y la gratuidad

“Quería que el obispo diocesano estuviera en el centro de la reforma. En efecto, es a él a quien corresponde administrar justicia en la diócesis, tanto como garante de la proximidad de los tribunales y de la vigilancia sobre ellos, como en cuanto juez que debe decidir personalmente en los casos en que la nulidad es manifiesta, es decir, a través del ‘processus brevior’ como expresión de la solicitud de la ‘salus animarum’”, prosiguió el Pontífice.

“Por ello, he instado a incorporar la actividad de los tribunales a la pastoral diocesana, encargando a los obispos que procuren que los fieles conozcan la existencia del ‘processus brevior’ como posible remedio a la situación de necesidad en la que se encuentran”, señaló el Papa. “A veces es triste constatar que los fieles desconocen la existencia de esta vía. Además, es importante ‘que se asegure la gratuidad de los procedimientos, para que la Iglesia […] manifieste el amor gratuito de Cristo por el que todos hemos sido salvados’ (Proemio, VI)”.

Tribunal: personas bien formadas e idóneas

En particular, concreta Francisco, “la solicitud del obispo se concreta en garantizar por ley la constitución en su diócesis del tribunal, dotado de personas -clérigos y laicos- bien formadas e idóneas para esta función; y en asegurar que realicen su trabajo con justicia y diligencia. La inversión en la formación de estos trabajadores -formación científica, humana y espiritual- beneficia siempre a los fieles, que tienen derecho a que sus peticiones sean consideradas con atención, incluso cuando reciben una respuesta negativa”.

Preocupación por la salvación de las almas

“Ha guiado la reforma -y debe guiar su aplicación- la preocupación por la salvación de las almas (cf. Mitis Iudex, Proemio). Nos sentimos interpelados por el dolor y la esperanza de tantos fieles que buscan claridad sobre la verdad de su condición personal y, en consecuencia, sobre la posibilidad de participar plenamente en la vida sacramental. Para tantos que ‘han vivido una experiencia matrimonial infeliz, la verificación de la validez o no del matrimonio representa una posibilidad importante; y a estas personas hay que ayudarlas a recorrer este camino de la manera más suave posible’ (Discurso a los participantes en el Curso promovido por la Rota Romana, 12 de marzo de 2016)”.

“Favorecer no la nulidad de los matrimonios,  sino la celeridad de los procesos”

La reciente reforma, fue concluyendo el Santo Padre, “también ha querido favorecer ‘no la nulidad de los matrimonios, sino la celeridad de los procesos, no menos que una justa simplicidad, para que, a causa del retraso en la definición de la sentencia, los corazones de los fieles que esperan la aclaración de su estado no se vean oprimidos durante mucho tiempo por la oscuridad de la duda’ (Mitis Iudex, Proemio)”.

En efecto, “para evitar que se produzca el dicho ‘summum ius summa iniuria’ (‘Excesivo derecho, excesiva injusticia’) (Cicerón, De Officiis I,10,33) como consecuencia de procedimientos demasiado complejos, he suprimido la necesidad del juicio de doble conformación y he animado a decidir más rápidamente los casos en los que la nulidad es manifiesta, buscando el bien de los fieles y deseando llevar paz a sus conciencias”. 

Todo esto, señaló el Papa, “requiere dos grandes virtudes: la prudencia y la justicia, que deben estar informadas por la caridad. Existe una íntima conexión entre prudencia y justicia, ya que el ejercicio de la prudentia iuris tiene por objeto saber lo que es justo en el caso concreto’ (Discurso a la Rota Romana, 25 de enero de 2024)”.

Labor de discernimiento

“Todo protagonista del proceso se acerca a la realidad conyugal y familiar con veneración”, subrayó el Pontífice al final de su reflexión. “Porque la familia es reflejo vivo de la comunión de amor que es Dios Trinidad (cf. Amoris laetitia, 11). Además, los esposos unidos en matrimonio han recibido el don de la indisolubilidad, que no es una meta a alcanzar por su propio esfuerzo, ni siquiera una limitación a su libertad, sino una promesa de Dios, cuya fidelidad hace posible el ser humano”. 

“Vuestra labor de discernimiento sobre la existencia o no de un matrimonio válido”, manifestó el Papa a los prelados auditores,  “es un servicio a la salus animarum, pues permite a los fieles conocer y aceptar la verdad de su realidad personal. En efecto, ‘todo juicio justo sobre la validez o la nulidad de un matrimonio es una contribución a la cultura de la indisolubilidad, tanto en la Iglesia como en el mundo’ (San Juan Pablo II, Discurso a la Rota Romana, 29 de enero de 2002)”.

Al concluir, el Papa Francisco invocó sobre todos, “peregrinantes in spem, la gracia de la conversión gozosa y la luz para acompañar a los fieles hacia Cristo, que es el Juez manso y misericordioso. Os bendigo de corazón y os pido, por favor, que recéis por mí. Gracias”.

El autorFrancisco Otamendi

Cultura

El cardenal Tolentino elogia la amistad ante el uso ambiguo del “amor”

El Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, el cardenal José Tolentino de Mendonça, ha hecho notar la “inflación de la palabra amor” en la sociedad actual, en detrimento de la amistad, que es “camino inagotable de humanización y esperanza”, en la festividad de santo Tomás de Aquino en la Universidad eclesiástica San Dámaso.  

Francisco Otamendi·7 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

En un acto presidido por el arzobispo de Madrid y Gran Canciller de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, cardenal José Cobo, y presentado por el Rector de la corporación, Nicolás Álvarez de las Asturias, el cardenal José Tolentino de Mendonça realizó un elogio de la amistad como bien necesario para la comunidad académica.

En la celebración de la fiesta de santo Tomás de Aquino, el cardenal prefecto de la Cultura y la Educación en la Santa Sede, señaló que “la Universidad cumpliría bien su misión si algún día fuera recordada por aquellos que en ella se formaron, no solo por la calidad pedagógica y de investigación que encontraron, sino también por las bellas amistades que ahí comenzaron”.

Sin embargo, la reflexión del cardenal portugués, poeta además de teólogo, fue más allá, y constituyó un diagnóstico de la sociedad actual, en lo que se refiere a los vocablos amor y amistad, bajo el título ‘Elogio de la amistad: Redescubrir un bien necesario’.

Centralidad de la reflexión sobre la amistad

“Espero que no os parezca extraño que haya elegido como argumento académico la amistad, cuando parecería haber mil temas más urgentes y pertinentes que proponer a una comunidad universitaria en este período histórico y cultural de cambios acelerados”, comenzó diciendo. 

“En Santo Tomás es evidente la centralidad de la reflexión sobre la amistad, hasta el punto de preguntarse si la perfecta bienaventuranza en la gloria no requiere también la compañía de los amigos. Pero la propia historia de la Universidad no se entendería sin la idea de societas amicorum”.

“Uso masivo del vocabulario del amor”: consecuencias

Enseguida, el cardenal apuntó que “parece que nuestra época sólo sabe hablar de amor. A medida que asistimos a la inflación de esta palabra, su fuerza expresiva disminuye claramente y parece secuestrada por un uso monocorde y equívoco. Cada vez sabemos menos de qué hablamos cuando hablamos de amor. Pero esto no constituye un freno”. 

Con la misma palabra, añadió, “designamos el amor conyugal y el apego a un equipo deportivo, las relaciones entre parientes y las de consumo, las aspiraciones individuales más profundas, pero también las más frívolas. Todo es amor. No es casualidad que la magnífica poesía de W.H. Auden, que el siglo pasado eligió como una de sus canciones, se resuma en la pregunta: ‘La verdad, por favor, sobre el amor’”.

A su juicio, según expuso ante un nutrido auditorio en San Dámaso, ““el peligro que presenta el uso masivo del vocabulario del amor es el de perdernos en lo indefinido, ahogarnos en lo ilimitado de la subjetividad: no sabemos realmente lo que es el amor; siempre lo es todo; es una tarea sin límites; y esta totalidad inextricable, con demasiada frecuencia, se consume en una retórica desilusionada. La amistad es una forma más objetiva, más concretamente diseñada, que quizá sea más posible de experimentar”. 

Pasa lo mismo en el “universo religioso”

“En el universo religioso, por desgracia, la situación no es muy diferente”, prosiguió el cardenal Tolentino de Mendonça. “El término amor sufre un uso excesivo que no siempre favorece el realismo y la profundización de los caminos de la fe. La referencia al amor se disipa en homilías, discursos catequéticos, proposiciones morales: un camino tan variado que su significado se diluye”. 

“Nos hemos acostumbrado a oír la llamada al amor, a recibirla o a reproducirla sin mucho conocimiento. Estoy convencido de que una parte importante del problema reside en la ausencia de reflexión sobre la amistad”. 

“La amistad, camino de humanización y esperanza”

Su argumentación continuó en la misma línea, escéptica ante el uso indiscriminado de la palabra amor, y elogiando la amistad. “Llamamos ambiguamente ‘amor’ a ciertas relaciones y prácticas afectivas que ganarían mayor consistencia si las pensáramos como modos de amistad. La amistad es una experiencia universal y representa, para cada persona, un camino inagotable de humanización y esperanza”. 

Más adelante, citó a Raïssa Maritain, esposa de Jacques Maritain, que compuso una especie de autobiografía relatando las experiencias personales de sus amigos. “Y es cierto: los amigos son nuestra mejor autobiografía. Pero no sólo eso: la amplían, conspiran para hacerla luminosa y auténtica. (…). Los amigos dan testimonio a nuestro corazón de que siempre hay un camino”. 

“La amistad se nutre de la aceptación de los límites”

“La amistad no contiene esa pretensión de posesión que, muchas veces, es característica de un amor exageradamente narcisista. La amistad se nutre de la aceptación de los límites”, añadió el cardenal. “Quizá la gran diferencia entre el amor y la amistad radica en que el amor tiende siempre a lo ilimitado, mientras que en la amistad nos enfrentamos con ligereza a las limitaciones, aceptamos que hay una vida sin nosotros y más allá de nosotros”.

El Prefecto vaticano para la Cultura y la Educación mencionó en su conferencia al Papa Francisco. “Es de vital sabiduría abrazar los límites como múltiples aspectos y vínculos de una misma verdad, según lo que el Papa Francisco enunció por primera vez en Evangelii gaudium y ha reiterado a menudo en su pontificado: ‘El modelo no es la esfera, donde cada punto es equidistante del centro y no existen diferencias entre un punto y otro. El modelo es el poliedro, que refleja la confluencia de todas las parcialidades que en él mantienen su originalidad’ (EG n. 236)”.

Universidades, activarse como “laboratorios de esperanza”

Para concluir, citó la reciente nota sobre la Inteligencia Artificial que su Dicasterio ha elaborado junto con el de Doctrina de la Fe, en el que se recuerda precisamente, que “la inteligencia humana no es una facultad aislada, sino que se ejercita en las relaciones, encontrando su plena expresión en el diálogo, la colaboración y la solidaridad. Aprendemos con los demás, aprendemos gracias a los demás” (n. 18).

El documento exhorta a las universidades católicas y eclesiásticas a activarse “como grandes laboratorios de esperanza, en esta encrucijada de la historia”. “Creo que lo lograremos mejor si lo hacemos juntos, como maestros de la amistad que constituye una expresión concreta de la esperanza”, concluyó.

El autorFrancisco Otamendi

Firmas invitadasYákov Druzhkov

Temazos en Misa

Llevo ya dos años en España, el país más católico de Europa, y me deja confundido el afán de algunas personas por convertir la Liturgia en algo que, según su parecer, recuerda a mi infancia protestante en una sala alquilada de la biblioteca del barrio.

7 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

Nací en San Petersburgo en 1994. En aquellos años, en la ciudad culturalmente más “occidental” de la Rusia post soviética, ser «raro» era algo muy común. Mi familia también era «rara»: éramos protestantes fervorosos.

La comunidad que frecuentábamos era una mezcla entre evangélicos y baptistas. Todos los domingos teníamos una reunión en un edificio de la biblioteca del barrio. Cantábamos, rezábamos, escuchábamos sermones y conversábamos con nuestros iguales, evangelizados por pastores estadounidenses e ingleses.

La liturgia protestante

La «liturgia» de esas reuniones era bastante sencilla: primero, colgábamos en las paredes del salón de actos alquilado unos grandes letreros con palabras «Jesús» y «Dios es fiel», luego subía al escenario un grupo musical — era su servicio a la comunidad — con batería, bajo, guitarra acústica, violín, flauta y teclas.

Las letras de las canciones se proyectaban allí mismo. Las letras eran simples, comprensibles para todos y motivadoras, a veces hasta nos hacían llorar, sea de alegría, sea por sentirnos pecadores perdonados en manos de Dios. A menudo tocaban éxitos mundiales de grupos pop protestantes traducidos al ruso. A veces las acompañábamos con las palmas.

Después venía la meditación de la Palabra dirigida por uno de los pastores, el momento de «dar la paz», — unos 5-10 minutos un poco incómodos, en los cuales nos preguntábamos cómo estábamos y si todo nos iba bien —, seguido de un recuerdo simbólico de la Última Cena.

También había “retreats” (retiros): los fines de semana en casas de campo que pasábamos en silencio, oración conjunta, estudio de las Escrituras y muchas otras actividades. Gracias a esa comunidad protestante mucha gente empezó a leer la Biblia diariamente, a dirigirse a Jesús con sus propias palabras y a «no avergonzarse del Evangelio de Cristo» (cfr. Rom 1, 16).

Los cristianos «tradicionales»

Sobre los cristianos más «tradicionales», como los ortodoxos y los católicos, si acaso se mencionaban, se decía que sus modos de hacer eran obsoletos, no respondían a las necesidades de la sociedad contemporánea y que a menudo preferían sus rituales arcaicos a una relación viva con Dios.

Se hacía una comparación especial con toda la tradición ortodoxa, la confesión cristiana dominante en Rusia. Se criticaba la «idolatría» hacia los iconos, unos ritos largos en un idioma incomprensible (la Liturgia se celebra en eslavo eclesiástico), las extrañas vestimentas de los clérigos y unas ancianas que te regañan si no te persignas al entrar en la iglesia o, si eres mujer, cuando entras con pantalones o sin cubrirte la cabeza. La mayoría de estas críticas, además de no tener mucho fundamento real, no son más que acontecimientos aislados y puntuales, que han sido llevados al extremo y se han convertido en estereotipos entre las personas que no han dedicado ni un minuto en interesarse por el porqué de las cosas que hacemos los cristianos.

Conversión al catolicismo

Mi familia se convirtió al catolicismo gracias a la inquietud intelectual de mi padre, cuando yo tenía catorce años. Mi padre se interesó por la historia de los primeros cristianos y un día nos llevó — a mi madre, mi hermano pequeño y a mí — a una iglesia cercana. Además de no tener que aprender de memoria los versículos bíblicos, siendo un recién converso del protestantismo, resulta innecesario volver a aprender a rezar; ese mismo Jesús con quien habías hablado antes en tu oración personal está en esta caja que los católicos llaman Sagrario. Más que una conversión es un encuentro.

A partir de este encuentro, toda la «complejidad» y el «arcaísmo» de la Liturgia — tanto romana como bizantina —, me empezó a parecer una exigencia de sentido común. Allí, ante el Cristo vivo, no se podía cantar las mismas canciones ni hacer lo mismo que en la comunidad protestante: todo lo que había hecho antes, toda la «modernidad» y «claridad» del culto protestante me parecían inadecuadas. La presencia de Dios vivo exigía no «modernidad», sino «eternidad»; no la «comprensión» del lenguaje, sino el «misterio», porque Dios, siendo eterno, es algo más que «moderno», y siendo Misterio, es mucho más que uno puede comprender.

Los «temazos»

No sé qué es lo que impulsa ciertas decisiones pastorales, pero supongo que a alguien que haya encontrado a Dios en un templo católico, le resulta extraño ver a la Alfa y la Omega escondidos detrás de un letrero — compuesto en «un lenguaje actual y comprensible» — del género pop. Como si a Dios las modas le importasen más que las personas.

Parece que existen géneros musicales cuya forma es inseparable del evento al que están dedicados. Por ejemplo, cantar el “Cumpleaños feliz” o “Las Mañanitas” solo tiene sentido en el contexto del evento para el que están destinadas. Sin embargo, a los mexicanos no se les ocurriría cambiar su canción de cumpleaños —ya sea porque podría resultar «difícil de entender para los demás» o porque se considera «anticuado». Es curioso que algo similar no suceda con la música destinada a eventos como la Misa, un acontecimiento que tiene un significado mucho más profundo en la vida de los cristianos que un cumpleaños.

Llevo ya dos años en España, el país más católico de Europa, y me deja confundido el afán de algunas personas por convertir la Liturgia en algo que, según su parecer, recuerda a mi infancia protestante en una sala alquilada de la biblioteca del barrio: unos letreros, un escenario, un canto de entrada telonero, una melismática dulzona que toca los sentimientos, pero no ayuda a ordenarlos; un «temazo» que dice cosas bonitas, pero cuyo género lo condena a acaparar el protagonismo. «Es lo que a la gente le gusta. Atrae a los jóvenes». Es lo que se decía en mi querida comunidad protestante.

El autorYákov Druzhkov

Lingüista y traductor, Doctor en filología por la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos (Moscú). 

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Evangelización

San Pablo Miki y compañeros mártires en Japón

La Iglesia celebra el 6 de febrero a San Pablo Miki y 25 compañeros mártires. Tras la llegada de san Francisco Javier a Japón (1549-1551), Pablo Miki, jesuita, fue el primer religioso japonés martirizado. Con él fueron crucificados en Nagasaki otros dos jesuitas, seis franciscanos y 17 laicos, algunos españoles.  

Francisco Otamendi·6 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Los santos Pablo Miki (1564-1597), Juan de Goto y Diego Kisai son los primeros jesuitas que dieron su vida por imitar al Señor crucificado en Japón. Miki procedía de una familia con recursos cerca de Osaka, y se hizo cristiano cuando tuvo lugar la conversión de la familia. A los 20 años se matriculó en el seminario de Azuchi, llevado por los jesuitas y dos años después entraba en la Compañía. Hablaba muy bien y lograba atraer budistas a la fe cristiana. Le faltaban sólo dos meses para la ordenación cuando fue arrestado. 

San Francisco Javier había sembrado el cristianismo en Japón desde 1549. Él mismo convirtió y bautizó a buen número de paganos. Luego, provincias enteras recibieron la fe. Se dice que en 1587 había en Japón más de doscientos mil cristianos. Este crecimiento provocó reticencias en algunas autoridades, que temieron que el cristianismo fuera el primer paso de España para invadir el país.

Expulsaron a los misioneros de Japón y se intensificó la persecución, que terminó con la crucifixión cerca de Nagasaki de los jesuitas, los franciscanos y terciarios (26) en 1597. Los franciscanos santos fueron Pedro Bautista, Martín De Aguirre, Francisco Blanco, Francisco de San Miguel, españoles, Felipe de Jesús, nacido en México, aún no ordenado, y Gonzalo García. Los 17 mártires restantes eran japoneses, varios catequistas e intérpretes. Desde la cruz, Pablo Miki perdonó a sus verdugos y pronunció un sermón invitando a seguir a Cristo con alegría.

El autorFrancisco Otamendi

Evangelización

El cardenal Lazzaro You y el prelado Ocáriz, en el centenario de la ordenación de san Josemaría

Zaragoza acogerá los días 27 y 28 de marzo el centenario de la ordenación sacerdotal de san Josemaría, fundador del Opus Dei, que tuvo lugar el 28 de marzo de 1925. Tras el arzobispo de Zaragoza, Monseñor Carlos Escribano, intervendrán en los actos el cardenal Lazzaro You Heung-sik, Prefecto del Dicasterio para el Clero, y el prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz, entre otros participantes.  

Francisco Otamendi·6 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

San Josemaría Escrivá de Balaguer fue ordenado sacerdote el 28 de marzo de 1925 en Zaragoza, en la iglesia del Seminario de San Carlos, por el obispo Mons. Miguel de los Santos Díaz Gómara. 

Han pasado cien años, y con motivo del centenario de su ordenación sacerdotal, tendrán lugar en la capital aragonesa una serie de actos en los que participarán el cardenal Lázaro You Heung-sik, Prefecto del Dicasterio para el Clero, y el prelado del Opus Dei, Mons. Fernando Ocáriz.

Sobre el programa de actos, los organizadores, la Biblioteca Sacerdotal Alacet, con la colaboración de Fundación CARF y Omnes, informan que en primer lugar tendrá lugar el acto académico, el día 27 jueves, sobre el que se informa más abajo.

Eucaristía, vigilia de oración

A su conclusión, a las 19,00 horas, tendrá lugar una concelebración eucarística en la Basílica del Pilar para los sacerdotes que lo deseen.

A continuación (20,00 h.), se celebrará una Vigilia de oración por las vocaciones, para seminaristas, jóvenes y familias, en la iglesia del Real Seminario de San Carlos Borromeo, que presidirá el Cardenal Lazzaro You.

El 28 de marzo, día del aniversario, tendrá lugar una solemne concelebración eucarística, también en la iglesia del Seminario de San Carlos Borromeo, en acción de gracias por  los frutos de la santidad sacerdotal. Y posteriormente, una comida de confraternización en el Salón del Trono del palacio arzobispal.

Estampa del centenario.

Acto académico

El acto académico del día 27 comenzará con unas palabras de bienvenida de Mons. Carlos Escribano, arzobispo de Zaragoza, que preside actualmente la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española. 

El cardenal Lazzaro You, además de Prefecto del Dicasterio para el Clero, es miembro  también de los Dicasterios para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos; para los Obispos; para la Evangelización; para la Cultura y la Educación; y del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales. En la conferencia hablará sobre la santidad y misión del sacerdote.

Monseñor Fernando Ocáriz, nacido en París en 1944, es prelado del Opus Dei desde enero de 2017. Es físico y teólogo, consultor del Dicasterio para la Doctrina de la Fe desde 1986 y del Dicasterio para la Evangelización desde 2022. En 1989 ingresó en la Pontificia Academia Teológica. Hablará en Zaragoza sobre la centralidad de la Eucaristía en la vida del sacerdote.

Otros ponentes

Antes, José Luis González Gullón, miembro del Instituto Histórico San Josemaría Escrivá, abordará los años de seminario y de ordenación de san Josemaría.  Por la tarde, tendrá lugar una mesa redonda sobre el corazón universal del sacerdote: de oriente a occidente pasando por el mundo rural.

En la mesa participarán Esteban Aranaz, sacerdote de la Diócesis de Tarazona, misionero en China; Jorge de Salas, sacerdote de la Prelatura del Opus Dei residente en Suecia, vicario judicial de la diócesis de Estocolmo; y Antonio Cobo, sacerdote de la Diócesis de Almería en la Alpujarra.

Bodas de oro sacerdotales en 1975

San Josemaría celebró sus Bodas de oro sacerdotales el 28 de marzo de 1975, un año antes de fallecer en Roma. A mediados de enero, antes de cruzar el Atlántico en un viaje de catequesis en América, dirigió una carta a los fieles del Opus Dei en la que, según transcribe Andrés Vázquez de Prada en su biografía, les dijo: 

“Os pido que estemos muy unidos en ese día, con una gratitud más honda al Señor -es Viernes Santo este 28 de marzo-, que nos ha empujado a participar de su Santa Cruz, es decir, del Amor que no pone condiciones”.

San Josemaría les pidió también: “Acompañadme a adorar a Nuestro Redentor, realmente presente en la Sagrada Eucaristía, en todos los Monumentos de todas las iglesias del mundo, en este Viernes Santo. Vivamos un día de intensa y enamorada adoración”.

El autorFrancisco Otamendi

Vocaciones

El matrimonio y «su» fortaleza

En el matrimonio, las quejas muchas veces no son reproches, sino peticiones, lo cual nos invita a ser fuertes y combatir la actitud quejica, más propia de la mezquindad que de la cordura y positividad.

Alejandro Vázquez-Dodero·6 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Catecismo de la Iglesia Católica, en su nº 1808, señala que “La fortaleza es la virtud moral que asegura en las dificultades la firmeza y la constancia en la búsqueda del bien. Reafirma la resolución de resistir a las tentaciones y de superar los obstáculos en la vida moral. La virtud de la fortaleza hace capaz de vencer el temor, incluso a la muerte, y de hacer frente a las pruebas y a las persecuciones. Capacita para ir hasta la renuncia y el sacrificio de la propia vida por defender una causa justa (…)”.

¿Uno nace fuerte o se hace fuerte? Más bien lo segundo, y sobre todo en el caso del ser humano, que viene al mundo dependiendo absolutamente de los demás para su supervivencia. Es a medida que va adquiriendo experiencia de la vida –por eso es virtud, o sea hábito operativo bueno– cuando uno se hace fuerte.

Nos interesa destacar eso que dice el punto reseñado: busca el bien quien, habiendo contraído matrimonio, quiere preservarlo en su autenticidad y belleza, haciendo todo lo necesario porque su matrimonio rezume frescura, cueste lo que cueste, haciéndose fuerte para afrontar la contrariedad.

En la prosperidad y en la adversidad…

En el rito del matrimonio canónico los futuros cónyuges se comprometen a guardarse fidelidad en la prosperidad y en la adversidad; o sea que parten de la base de que en su matrimonio va a haber dificultades, sufrimiento, pero que aún así van a ser fieles a su compromiso de amor.

En el matrimonio aparecen las tormentas, pero tras los nubarrones reaparece el sol. Por eso cuando los marineros ven los vientos venir se preparan para, con todas sus fuerzas, luchar contra esa adversidad, porque saben que siempre al final saldrán ganando y la mar volverá a serenarse; navegan contra viento y marea con la esperanza de que se reencontrarán con un mar apacible, navegable.

En el matrimonio sucede lo mismo: tras una contrariedad, bien llevada, llega la superación, y ahí es donde se reconoce el fruto de la fidelidad al sí dado en su día, al contraerlo; y ahí es donde se reconoce la belleza de corresponder al amor aun a costa de los reveses de la vida, poniendo esfuerzo y confiando, esperanzándose.

Unidad y comunicación

La fortaleza del matrimonio reside en su unidad, en el sentirse los cónyuges una única realidad. Por eso conviene que compartan –se comuniquen– las dificultades como si el problema del otro también fuera con uno. Preguntarle por su significado, por lo que representa, y tratar de ponerse en su lugar.

Quizás sepamos emitir sonidos, pero comunicar va mucho más allá. Hace falta saber expresar nuestras ideas sin herir al prójimo, describiendo nuestro punto de vista, empezando las frases por “yo” para llegar al “nosotros”, y manifestando nuestros sentimientos y afectos.

La escucha activa, todavía más importante y necesaria que el habla, requiere de un aprendizaje: prestar y mantener la atención, y asegurarse que el otro se siente escuchado y tenido en cuenta. Eso cuesta, y muchas veces hay que “hacerse violencia”, desde la fortaleza, para lograrlo.

En el matrimonio es importante aprender a escuchar los sentimientos. Centrarse en lo que el cónyuge siente más que en lo que dice. En la frase “Juan -un hijo- está insoportable; ¡no puedo más!”, lo importante no es “Juan está insoportable”, sino “no puedo más”; y antes de abordar el problema de Juan, hay que empatizar con el sentimiento de tu cónyuge: “Tienes razón: no hay quién lo aguante” ¿Qué podemos hacer?”. Y ese ejercicio suele requerir esfuerzo.

Respeto, comprensión, y cuidado de las cosas pequeñas

El respeto es imprescindible en sí mismo. Tener en cuenta las cuestiones y los planteamientos de los demás dándoles como mínimo el mismo valor o más que las propias ideas. No imponer los pensamientos de uno, ni transformar las propias opiniones en dogmas.

Priorizar siempre al cónyuge. Es el que da sentido a la propia existencia del matrimonio y de cada uno de los esposos. No anteponer los deseos de otros a los del propio cónyuge, siendo prudente, y por supuesto jamás tomar partido contra él ni limitarse a “ser neutral”. Intentar ponerse en el lugar del otro. Lo que significa tal cosa para él o ella. Eso cuesta…

Cuidar los detalles más pequeños de la convivencia, con el sacrifico constante que ello requiere. Todos sabemos que la grandeza de las cosas está en los detalles. De otro lado, si eres cuidadoso con los pequeños gestos, estarás preparándote para retos más desafiantes, y eso en el matrimonio encuentra su espacio y es garantía de fidelidad, que es felicidad.

Serenidad y buen humor

Discutir en la vida matrimonial, que a veces será preciso, debe hacerse siempre desde la serenidad: lo agradece uno mismo y el cónyuge con quien se ha discutido. Se trata de aplicar un equilibrio entre la razón y el corazón, cosa que muchas veces requiere esfuerzo. 

Si un cónyuge siente una emoción fuerte, mejor dejar que fluya sin manipularla y, cuando haya remitido, afrontar la causa del desencuentro.

Y en todo caso reírse un poco de la vida, desdramatizando, sin absolutizar desmesuradamente. Reírse “con” y no “de” une mucho más de lo que pensamos. Pero en ocasiones cuesta y hay que esforzarse para lograrlo.

Está comprobado que las quejas verbales nos debilitan y contagian a los demás con actitudes negativas. Conviene buscar sacar algo positivo y no insistir en cosas que no aporten soluciones o no ayuden a levantar el ánimo.

Aun así, cuando uno escuche quejas de su cónyuge, mejor que piense que, en el matrimonio, las quejas muchas veces no son reproches, sino peticiones, lo cual, nuevamente, nos invita a ser fuertes y combatir la actitud quejica, más propia de la mezquindad que de la cordura y positividad.

La formación moral de Kant

En el 300 aniversario del nacimiento de Kant, repasamos algunas facetas menos conocidas del primer y más importante representante del criticismo y precursor del idealismo alemán, valiente defensor de la libertad frente a los poderes políticos y religiosos.

6 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 7 minutos

La reciente biografía de Manfred Kuehn (2024) nos revela a un Kant poco conocido por el gran público y que fue un excelente anfitrión y un devoto amigo. Asociado a la Ilustración, asistió al nacimiento del mundo moderno y su pensamiento es tanto expresión de una época trepidante como una salida de sus aporías, convirtiéndose en uno de los pensadores más influyentes de la Europa moderna y de la filosofía universal.

La vida de Kant se extiende a lo largo de casi todo el siglo XVIII. Su mayoría de edad asistió a algunos de los cambios más significativos del mundo occidental -cambios que aún hoy siguen resonando-. Era el periodo durante el cual se originó el mundo en el que hoy vivimos. La filosofía de Kant fue en gran medida una expresión y una respuesta ante aquellos cambios. Su vida intelectual reflejó los desarrollos especulativos, políticos y científicos más significativos de la época. Sus opiniones son reacciones al clima cultural de su tiempo. La filosofía inglesa y francesa, la ciencia, la literatura, la política y las costumbres formaron el tejido de sus conversaciones cotidianas. Incluso sucesos tan relativamente distantes como las revoluciones americana y francesa repercutieron definitivamente en Kant, y por tanto también en su obra. Su filosofía debe ser contemplada en este contexto global.

Emanuel, que más tarde cambiaría su nombre por Immanuel, era hijo de Johann Georg Kant (1683-1746), un maestro guarnicionero afincado en Königsberg, y de Anna Regina Reuter (1697-1737), hija de otro guarnicionero de la misma ciudad. Kant fue el cuarto hijo del matrimonio, aunque cuando él nació sólo sobrevivía una hermana de cinco años. El día que lo bautizaron, su madre escribió en su libro de oraciones: “Quiera Dios conservarlo de acuerdo con Su Promesa de Gracia hasta el final de sus días, por el amor de Jesucristo, Amén”. El nombre impuesto le pareció de muy buen augurio. Esta plegaria no era solamente la expresión de un anhelo piadoso, sino que respondía también a un deseo real y expresaba un sentimiento muy profundo. De los cinco hermanos nacidos después de Kant, sólo tres sobrepasaron la primera infancia.

La educación recibida

El gran filósofo guardó siempre un profundo agradecimiento a la educación recibida por sus padres, principalmente a través de su ejemplo de vida. Su familia se vio afectada por querellas profesionales entre distintos gremios: “… a pesar de ellas, mis padres trataban con tal respeto y consideración a sus enemigos y con tan firme confianza en el porvenir que el recuerdo de este incidente no se borrará nunca de mi memoria, aun cuando entonces yo era sólo un muchacho”.

Años más tarde, su amigo Kraus dejó escrito: “Kant me comentó una vez que cuando observaba más de cerca la educación que se impartía en la casa de un conde no lejos de Königsberg… pensaba con frecuencia en la preparación incomparablemente más noble que él había recibido en casa de sus padres. Les estaba muy agradecido por eso, añadiendo que jamás había oído o visto nada indecente en su casa”.

Kant sólo tenía cosas buenas que decir acerca de sus padres. Así, en una carta de una época más avanzada de su vida escribía: “Mis dos padres (que pertenecían a la clase de los artesanos) eran perfectamente honestos, moralmente decentes y disciplinados. No me legaron una fortuna (pero tampoco me dejaron deudas). Y, desde el punto de vista moral, me dieron una educación absolutamente inmejorable. Cada vez que pienso en esto me siento invadido por sentimientos de la más intensa gratitud”.

Su madre murió a los cuarenta años, cuando el futuro filósofo tenía sólo 13 años y quedó profundamente afectado. Murió contagiada de la enfermedad de una amiga enferma a la que cuidó en su lecho de muerte. Kant escribió años después que “su muerte fue un sacrificio a la amistad”. Cuando murió su padre en 1746, un Immanuel de casi veintiún años escribió en la Biblia familiar: “El 24 de marzo mi querido padre nos ha dejado con una muerte tranquila… Quiera Dios, que no le deparó muchas alegrías en esta vida, permitirle participar en la bienaventuranza eterna”.

Kant y la religión

Los padres de Kant eran religiosos muy influidos por el pietismo, movimiento religioso dentro de las iglesias protestantes de Alemania que fue en gran medida una reacción al formalismo de la ortodoxia protestante. Los pietistas subrayaban la importancia del estudio independiente de la Biblia, la devoción personal, del ejercicio del sacerdocio entre los laicos y de una fe encarnada en actos de caridad. Usualmente comportaba la insistencia en una experiencia personal de conversión radical o renacimiento y menosprecio del éxito mundano, que a menudo podía fecharse con precisión. El “viejo yo” tenía que ser superado por el “nuevo yo” en una batalla librada con ayuda de la gracia de Dios. Cada creyente debía formar en su entorno una pequeña iglesia de “verdaderos cristianos”, diferente de la iglesia formal que pudiera haberse alejado del verdadero sentido del cristianismo.

Sobre las ideas religiosas de sus padres, que aparecerían como las “exigencias de santidad” en la segunda “Crítica” de Kant, dejó también escrito: “Incluso aunque las ideas religiosas de aquel tiempo… y las concepciones de lo que se llamaba virtud y piedad no fueran claras y suficientes, la gente era realmente virtuosa y piadosa. Uno puede decir tantas maldades como quiera sobre el pietismo. Pero las gentes que lo tomaban en serio estaban caracterizadas por una cierta especie de dignidad. Poseían las cualidades más nobles que un ser humano pueda tener: esa tranquilidad y amabilidad, esa paz interior que no se deja perturbar por ninguna pasión. Ninguna necesidad, ninguna disputa podían enfurecerlos o convertirlos en enemigos de nadie”.

La educación de los niños

En sus “Lecciones sobre Pedagogía” (1803) dejará buenas ideas para la educación moral de los niños, a los que hay que enseñar los deberes comunes para con uno mismo y para con los otros. Deberes basados en “una cierta dignidad que el ser humano posee en su naturaleza interna que lo dignifica en comparación con todas las otras criaturas. Es deber suyo no negar esta dignidad de la humanidad en su propia persona”.

La embriaguez, los pecados antinaturales y todos los tipos de excesos son para Kant ejemplos de esa pérdida de dignidad por la que nos colocamos a nosotros mismos por debajo del nivel de los animales. La acción de “arrastrarse” -deshacerse en cumplidos y mendigar favores- nos coloca también por debajo de la dignidad humana. La mentira debe ser evitada, pues “convierte a los seres humanos en objeto de general desprecio y tiende a despojar al niño de su propio respeto”, algo que todo el mundo debería poseer. Y cuando un niño evita a otro niño porque es más pobre, cuando lo empuja o le pega, deberíamos hacerle comprender que esa conducta contradice el derecho de humanidad.

En su “Metafísica de las costumbres” (1785) ofrece el ejemplo de un hombre que abandona su proyecto de dedicación a una actividad que le complace “inmediatamente, aunque de mala gana, ante la idea de que de proseguirla tendría que omitir alguno de sus deberes como funcionario o descuidar a un padre enfermo”, y que al comportarse así estaba probando su libertad en grado máximo.

Kant se sentía horrorizado cuando recordaba sus años escolares en el Collegium Fridericianum y, con alguna excepción, decía de sus profesores que “serían incapaces de encender un fuego con un posible chispazo de nuestra mente sobre filosofía o matemáticas, pero se mostrarían muy buenos apagándolos”. Kant reconocía que “es muy difícil para todo individuo lograr salir de esa minoría de edad, casi convertida ya en naturaleza suya… Principios y fórmulas, instrumentos mecánicos de uso -o más bien abuso- racional de sus dotes naturales, son los grilletes de una permanente minoría de edad”.

Ante el rigorismo de sus profesores, dejará escrito en sus lecciones sobre antropología que jugar a las cartas “nos cultiva, atempera nuestro ánimo y nos enseña a controlar nuestras emociones. En este sentido puede ejercer una influencia beneficiosa sobre nuestra moralidad”. Por diversas experiencias desagradables con soldados en su ciudad, su concepto del estamento militar no era muy elevado.

En su obra “El único argumento posible en una demostración de la existencia de Dios” (1763) Kant termina afirmando que “es absolutamente necesario estar convencido de que Dios existe; pero que Su existencia tenga que ser demostrada, sin embargo, no es igualmente necesario”. Y en sus “Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime” (1764) comenta que “Los hombres que obran según principios son muy pocos, cosa que hasta es muy conveniente, pues con facilidad estos principios resultan equivocados, y entonces el daño que de ello se deriva llega tanto más lejos cuanto más general es el principio y más firme la persona que lo ha adoptado”. Kant pensaba que a los cuarenta años se adquiría el carácter definitivo y pensaba que la máxima primera y más relevante para juzgar el carácter de una persona es la de la veracidad consigo mismo y con los demás.

En un pasaje famoso de la “Crítica de la razón práctica” (1788) dice Kant: “Dos cosas llenan el ánimo de admiración y respeto, siempre nuevos y crecientes cuanto con más frecuencia se ocupa de ellas la reflexión: el cielo estrellado sobre mí y la ley moral dentro de mí”.

Fue un defensor entusiasta de la revolución francesa, que veía como primer triunfo práctico de la filosofía que había ayudado a crear un gobierno basado en los principios de un sistema ordenado y racionalmente construido. En su obra “La religión dentro de los límites de la mera razón” (1794) afirma que puede ocurrir que “la persona del maestro de la única religión válida para todos los mundos sea un misterio, que su aparición sobre la tierra y su desaparición de ella, que su azarosa vida y su pasión sean puros milagros… que la historia misma de la vida del gran maestro sea a su vez un milagro (una revelación sobrenatural); podemos dar a todos esos milagros el valor que queramos, y honrar incluso la envoltura… que ha puesto en marcha una doctrina que está inscrita en nuestros corazones…”.

En 1799, cuando su debilidad no era aún muy evidente, Kant afirmó a unos conocidos suyos: “Señores míos, soy viejo y débil, y ustedes deben considerarme como a un niño… No tengo miedo a la muerte; yo sabré cómo morir. Les juro ante Dios que, si siento acercarse a la muerte durante la noche, uniré mis manos y exclamaré Dios sea alabado. Pero si un demonio maligno se situara a mi espalda y me susurrase al oído: Tú has hecho desgraciados a los seres humanos, entonces mi reacción sería muy distinta”. El 12 de febrero de 1804 Kant murió a las 11.00 de la mañana, a dos meses de cumplir 80 años.

Siendo un hombre con errores, como todos, San Juan Pablo II le admiró por su defensa de la dignidad de la persona humana (no utilizar nunca a la persona como un medio). Fue un hombre recto y verdaderamente preocupado por fundamentar la moral. Su aspecto más criticable es su gnoseología, que sirvió de base para el subjetivismo posterior, aunque probablemente él mismo no fue nunca subjetivista como se desprende de algunas de sus más célebres sentencias.

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Evangelio

Escuchar y actuar. V domingo del Tiempo Ordinario (C)

Joseph Evans comenta las lecturas del 9 de febrero de 2025 que se corresponde con el V domingo del Tiempo Ordinario (C)

Joseph Evans·6 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Hay una clara temática sobre la llamada en las lecturas de hoy. La primera lectura nos ofrece la extraordinaria revelación de la gloria de Dios que el profeta Isaías recibió en el Templo de Jerusalén en el siglo VIII a.C. 

La segunda lectura nos habla de las apariciones de Jesús resucitado a sus discípulos después de la Resurrección, principalmente al apóstol Pedro (Cefas). Por último, el Evangelio nos ofrece la primera pesca milagrosa que para Pedro fue como una revelación del poder de Cristo. 

Sin embargo, a pesar del carácter extraordinario de estos episodios, también eran muy ordinarios. Isaías ejercía su actividad sacerdotal. Pedro y sus compañeros estaban realizando la más mundana de las tareas: remendar sus redes. 

Jesús entra en su barca. No les pide permiso. Una vez en ella le complica la vida a Pedro, pidiéndole “que la apartara un poco de tierra”. Era sólo una pequeña petición, que interrumpía el trabajo del apóstol. Pero tuvo un efecto decisivo: obligó a Pedro a escuchar. Jesús obliga a Pedro a alejarse de su trabajo para escuchar su predicación. Cristo nos encuentra y nos llama en medio de nuestro trabajo. Pero también nosotros necesitamos dejar de trabajar para escuchar, para oír y reflexionar sobre la palabra de Dios.

Después de haber escuchado a Jesús, éste puede lanzar a Pedro un desafío: “Rema mar adentro, y echad vuestras redes para la pesca”. Cristo siempre nos desafía a salir de las aguas poco profundas de nuestra comodidad y mediocridad.

Pedro había tenido una noche infructuosa. Pero tenía fe. Su propio fracaso no le desanima. “Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos recogido nada; pero, por tu palabra, echaré las redes”. Cualquiera que intente ganar almas para Cristo conocerá este sentimiento. Pero un alma de fe no se rinde. Fiel al mandato de Jesús, echa las redes una y otra vez. Finalmente, se consigue una pesca tan grande que trae consigo el buen problema de ser temporalmente incapaces de hacer frente a tanta abundancia.

Ante este milagro, Pedro se siente sobrecogido. El poder de Dios en Cristo lo deja sintiéndose totalmente pecador, como Isaías se había sentido pecador al ver la gloria divina. “Señor, apártate de mí, que soy un hombre pecador”, dice. A lo que Jesús responde: “No temas; desde ahora serás pescador de hombres”. En otras palabras, precisamente porque reconoces tu indignidad, te llamo al apostolado. La humilde aceptación de nuestra miseria no nos inhabilita para servir a Cristo. Más bien, a partir de esta conciencia, Nuestro Señor nos llama. 

Vaticano

La Visitación de María y el Magnificat centran la catequesis del Papa

El Papa Francisco ha animado en la Audiencia de hoy a ponernos “en la escuela de María”, que en la Visitación siente el impulso del amor y sale al encuentro de los demás. Además, ha considerado el Magníficat de Nuestra Señora como “canto de redención”, y ha exhortado a rezar también por “los desplazados de Palestina”.    

Francisco Otamendi·5 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

Con un resfriado que le ha impedido pronunciar la catequesis, teniendo que dejar el discurso a un oficial de la Secretaria de Estado, Pier Luigi Giroli, el Papa Francisco ha reanudado en la Audiencia de este miércoles el tema que desarrollará a lo largo del Año  Jubilar, ‘Jesucristo, nuestra esperanza’. La reflexión ha tenido como motivo el evangelio de san Lucas (1, 39-42), con el título: “Y bienaventurada la que creyó” (Lc 1,45).

En un Aula Pablo VI repleta de peregrinos, la meditación del Papa se ha centrado en la Visitación de Nuestra Señora a su prima santa Isabel, el segundo misterio gozoso del Rosario, y en el Magnificat. 

El Pontífice ha alentado a pedir hoy “al Señor la gracia de saber esperar el cumplimiento de todas sus promesas; y que nos ayude a acoger en nuestras vidas la presencia de María. Poniéndonos en su escuela, que todos descubramos que toda alma que cree y espera ‘concibe y engendra al Verbo de Dios’ (San Ambrosio, Exposición del Evangelio según San Lucas 2, 26)”.

Por sacerdotes y consagrados, y por los desplazados de Palestina

En su saludo a los peregrinos polacos, el Papa ha animado “a rezar por los sacerdotes y los consagrados y consagradas que desempeñan su ministerio en países pobres y desgarrados por la guerra, especialmente en Ucrania, Oriente Medio y la República Democrática del Congo. Para muchos, esta presencia es la prueba de que Dios siempre se acuerda de ellos”.

Al final, al dirigirse a los peregrinos en lengua italiana, Francisco volvería a pedir oraciones por “la martirizada Ucrania, Israel, Jordania, tantos países que están sufriendo, y por los desplazados de Palestina. Recemos por ellos”, ha rogado.

Peticiones a los peregrinos 

El Sucesor de Pedro ha pedido a los peregrinos de lengua francesa que “sigamos la escuela de María, cultivando un corazón abierto a Dios y a los hermanos”; a los de lengua inglesa, su deseo de que “el Jubileo sea para vosotros una ocasión de renovación espiritual y de crecimiento en la alegría del Evangelio”; a los de lengua alemana, “llevemos también nosotros a Cristo a los hombres de nuestro tiempo”; a los fieles de lengua española, que se hicieron notar mucho, como los polacos, les ha pedido “elevar a Dios el canto del Magníficat, como María, recordando con gratitud las grandes cosas que Él ha hecho en nuestra vida”.

A los de lengua china, el Pontífice les ha exhortado a “ser siempre constructores de paz”; a los de habla portuguesa, “aprender de Ella la disponibilidad para servir a los necesitados”;  y a los árabes, “dar testimonio del Evangelio para construir con mansedumbre, mediante los dones y carismas recibidos, un mundo nuevo”.

Adhesión a Cristo al visitar las tumbas de los Apóstoles

Antes de rezar el Padre nuestro y dar la bendición final, el Papa ha leído personalmente otros dos ruegos. En primer lugar, “espero que la visita a las tumbas de los Apóstoles suscite un renovado deseo de adhesión a Cristo y de testimonio cristiano en vuestras comunidades”.

Y al concluir, ha señalado: “Como exhorta el apóstol Pablo, os animo a estar alegres en la esperanza, fuertes en la tribulación, perseverantes en la oración, solícitos por las necesidades de vuestros hermanos (cf. Rm 12,12-13)”.

María, el impulso del amor

En su catequesis, y poniendo como ejemplo a la Virgen María, el Papa ha animado a salir al encuentro de los demás. “Esta joven hija de Israel no elige protegerse del mundo, no teme los peligros y los juicios de los demás, sino que sale al encuentro con los demás. Cuando una persona se siente amada, experimenta una fuerza que pone en movimiento el amor; como dice el apóstol Pablo, ‘el amor de Cristo nos posee’ (2Cor 5,14), nos impulsa, nos mueve”.

María siente el impulso del amor y acude a ayudar a una mujer que es pariente suya, pero también una anciana que, tras una larga espera, acoge un embarazo inesperado, difícil de afrontar a su edad. Pero la Virgen acude a Isabel también para compartir su fe en el Dios de lo imposible y la esperanza en el cumplimiento de sus promesas”. 

El Magníficat

La presencia masiva del motivo pascual, ha comentado el Santo Padre, “hace también del Magnificat un canto de redención, que tiene como trasfondo la memoria de la liberación de Israel de Egipto. Los verbos están todos en pasado, impregnados de una memoria de amor que enciende de fe el presente e ilumina de esperanza el futuro: María canta la gracia del pasado, pero es la mujer del presente que lleva en su vientre el futuro”.

El autorFrancisco Otamendi

Evangelización

Santa Águeda, virgen y mártir de Catania

La Iglesia celebra el 5 de febrero a santa Águeda (Ágata), patrona de Catania. Fue mártir cristiana en la persecución del emperador Decio (siglo III), tras defender su virginidad y su fe. Su nombre figura en el Canon romano junto a Felicidad y Perpetua, (Águeda), Lucía, Inés, Cecilia, Anastasia… 

Francisco Otamendi·5 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Nacida en una familia cristiana, Águeda decidió desde joven consagrarse a Dios, hacer voto de virginidad y recibir del obispo de Catania el velo rojo, símbolo de las vírgenes consagradas. Esto representaba su compromiso de vivir una vida de pureza y servicio a Dios. La historia de santa Águeda se desarrolla entre Catania y Palermo, que se disputan su lugar de nacimiento.

Coincidiendo con la persecución de Decio contra los cristianos, el procónsul Quinciano se fijó en su belleza. Al ser rechazado, fue torturada con el desgarro de sus pechos y mutilada. Sus oraciones fueron escuchadas y según la tradición, fue confortada con la aparición de san Pedro, curando milagrosamente sus heridas, Cuando Quinciano ordenó que Águeda, envuelta solo en el velo rojo de esposa de Cristo, fuera quemada en brasas ardientes, un terremoto lo impidió. Falleció en la celda.

Cuentan las actas del martirio que un año después, hubo una gran erupción del volcán Etna, y la corriente de lava se dirigía hacia la ciudad de Catania. Muchas personas se encaminaron al sepulcro de Águeda para pedir su intercesión, y su velo fue colocado ante el río de lava. Milagrosamente, la lava se detuvo. Sus reliquias se conservan en Catania, en la catedral dedicada a ella.  La fiesta de Santa Ágata es una institución en la ciudad, y consta su primitivo culto. Es nombrada en la Plegaria I-Canon Romano

El autorFrancisco Otamendi

Ecología integral

Altruismo y cultura del cuidado: una respuesta a la crisis antropológica

Una conferencia en la Universidad de la Santa Cruz, del 6 al 8 de marzo, explorará la relevancia del altruismo y la cultura del cuidado. El profesor Francesco Russo explica algunos aspectos concretos en esta entrevista.

Giovanni Tridente·5 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 3 minutos

En el contexto de un mundo contemporáneo marcado en gran medida por el individualismo y la crisis antropológica, la próxima propuesta académica de la Facultad de Filosofía de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz – su XXV Congreso de Estudios-, estará dedicada al altruismo. 

Este acto, que forma parte de un proyecto de investigación de tres años sobre la cultura del cuidado, pretende explorar el papel del altruismo en la existencia humana, más allá de las interpretaciones reduccionistas que lo vinculan a simples actos de caridad o cálculos utilitaristas.

La actividad, que tendrá lugar del 6 al 8 de marzo, contará con la contribución de filósofos, neurocientíficos, médicos, sociólogos y economistas, y pretende desarrollarse en el marco del desafío cultural y educativo al que a menudo se ha referido el Papa Francisco, invitando a un replanteamiento profundo de la relación entre el individuo y la comunidad. En este marco, OMNES entrevistó al profesor Francesco Russo, catedrático de Antropología de la Cultura y de la Sociedad y miembro del comité organizador de la conferencia.

¿Por qué se eligió este tema para el congreso?

– Porque la filosofía no es ajena a su contexto sociocultural y hoy todo el mundo está de acuerdo en que vivimos en una sociedad enferma de individualismo. Por eso es importante reflexionar sobre el altruismo para comprender su papel en la existencia humana.

La reflexión filosófica es necesaria porque no puede reducirse a un gesto superficial de caridad, ni encuadrarse en lo que se denomina «altruismo efectivo», según una visión que deriva básicamente del utilitarismo o del egocentrismo en busca de un mero bienestar emocional. El altruismo es el vínculo esencial entre el yo y el tú, y es un rasgo humano esencial, que implica compasión y empatía.  

¿Puede explicar también este vínculo más amplio con la llamada «cultura del cuidado» y cómo ésta puede ser una respuesta a la crisis antropológica?

– La crisis antropológica a la que se refiere fue señalada en 2009 por Benedicto XVI y destacada recientemente, en varias ocasiones, por el Papa Francisco. Frente a los problemas que hay que afrontar, las soluciones políticas o sociológicas o económicas no bastarán si no nos damos cuenta de que están en juego la identidad y la especificidad de la persona humana. En Veritatis Gaudium, en el n. 6, el Papa Francisco invitó a los estudiosos, en particular a las universidades y facultades eclesiásticas, a tomar conciencia de que «lo que hoy emerge ante nuestros ojos es ‘un gran desafío cultural, espiritual y educativo que comportará largos procesos de regeneración'».

Por ello, en el proyecto de investigación promovido por la Facultad de Filosofía de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, hemos involucrado a 14 investigadores de diez instituciones universitarias europeas y americanas para ayudar a refundar la cultura del cuidado, que constituye la vocación profunda de la persona humana, como recordó el mismo Papa Francisco en su Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de 2021: el cuidado del ser humano y su florecimiento en las diferentes dimensiones de la existencia (como, por ejemplo, las relaciones, el medio ambiente, el bien común, el patrimonio artístico, lo sagrado). 

¿Es posible un diálogo entre la filosofía y las humanidades sobre estos temas?

– El diálogo no sólo es posible, sino indispensable. De hecho, en la conferencia intervendrán no sólo filósofos, sino también neurocientíficos, médicos, sociólogos, pedagogos y economistas. Esta interdisciplinariedad se refleja no sólo en las ponencias principales, sino también en las cerca de cuarenta comunicaciones que se presentarán.

Las ciencias humanas, en particular la neurociencia, avanzan considerablemente, pero no captan a la persona en su integridad corpóreo-espiritual: no somos sólo un organismo biológicamente complejo regido por un cerebro altamente especializado. De lo contrario, el dolor, la libertad, la compasión por los demás, la entrega a los demás, la propia búsqueda de la verdad sobre nuestra condición humana y el sentido de nuestras acciones quedarían sin explicación o sentido. El rigor de la ciencia y la visión holística de la antropología filosófica pueden y deben confrontarse y dialogar. 

Ha mencionado la compasión y la empatía. ¿Sigue habiendo lugar para estos sentimientos en la sociedad tecnologizada de hoy?

– En cuanto a la esfera sentimental, la omnipresencia de la tecnología acentúa el analfabetismo, porque no nos ayuda a comprender, expresar y reconocer los sentimientos propios y ajenos. Por otra parte, la compasión y la empatía no sólo implican el plano emocional, en el sentido de que van más allá de un estado de ánimo pasajero. Por el contrario, son dos actitudes existenciales que implican una apertura del corazón hacia las necesidades de los demás, una conciencia de nuestra relacionalidad constitutiva y una voluntad de procurar el bien de los demás.

Me gusta subrayar que, de manera providencial, la conferencia coincide con el Jubileo del Voluntariado; sólo nos dimos cuenta de ello una vez fijadas las fechas y vimos en ello una confirmación de lo que he mencionado: el altruismo es inherente a la naturaleza humana, aunque la cultura individualista difumine sus rasgos y su alcance. 

“Cantadle el himno más bello”

Cantar es clave en la adoración a Dios, expresando fe y entrega. La Iglesia lo ha valorado siempre como medio de alabanza y transmisión de la fe.

5 de febrero de 2025·Tiempo de lectura: 2 minutos

Si a algo nos anima la Palabra de Dios es a cantar: “¡Cantad!”. 

El pueblo salvado canta y baila. Lo hace en medio del desierto, cuando María, la hermana de Moisés, animaba a cantar “al Señor, vencedor excelso”. Baila David “con todo su entusiasmo, cantando con cítaras y arpas, con panderos, sistros y címbalos”; María entona una rítmica salmodia, el Magnificat, a las puertas de la casa de Isabel; el propio Cristo lamenta la incredulidad del pueblo con una comparación musical: “os hemos cantado al son de la flauta y no habéis bailado”

La música está íntimamente ligada a las más profundas emociones humanas y ahí está Dios. Adorar a Dios con cantos y bailes muestra esta entrega total del hombre: ese movimiento que nace del fondo del corazón y se manifiesta físicamente. 

No en vano, se dice que la música es el lenguaje de los ángeles, creados para la eterna adoración y alabanza de Dios. Dios canta y crea; crea cantando y hay quien imaginó la creación del mundo como una composición musical siguiendo la poderosa imagen de C. S. Lewis en Las crónicas de Narnia.

Los hombres y mujeres de todos los tiempos han cantado sus más profundas aspiraciones y deseos, sus más claros amores, su principio y final. También la Iglesia, como pueblo de Dios, ha cantado al centro de su amor desde sus orígenes: “la tradición musical de la Iglesia universal constituye un tesoro de valor inestimable que sobresale entre las demás expresiones artísticas, principalmente porque el canto sagrado, unido a las palabras, constituye una parte necesaria o integral de la liturgia solemne” afirma la Sacrosanctum Concilium

En un magistral, y no poco polémico, artículo de Marcos Torres publicado en Omnes el 9 de octubre de 2024, el autor apunta cómo “hasta tal punto la música religiosa ha sido importante en la transmisión de la verdad de los contenidos de la fe, que la Iglesia a través de la sucesión apostólica siempre ha cuidado de discernir y verificar las expresiones y formas concretas de las diversas creaciones musicales”. Expresiones que van desde la música litúrgica, propia de la celebración del misterio sacramental eucarístico a los nuevos movimientos musicales ligados a la adoración (worship). 

La música, como expresión profundamente humana y divina, es vehículo privilegiado para adorar a Dios y transmitir la fe, de encarnar el amor y amar al Dios que se hizo hombre y que, seguro, también bailó y cantó.

El autorOmnes

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