Vaticano

El Papa Francisco hace balance de su viaje a Kazajistán

El Santo Padre ha participado en el “VII Congreso de Líderes de las religiones mundiales y tradicionales“, el más importante en nuestros días. Hoy miércoles, 21 de septiembre, ha interrumpido sus catequesis habituales para hacer balance de su viaje a Kazajistán.

Javier García Herrería·21 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Richard Dawkins, uno de los máximos divulgadores del ateísmo en nuestros días, insiste con frecuencia en que las religiones son una amenaza para el sostenimiento de la paz en las sociedades contemporáneas. Sin embargo, menos del 7% de todas las guerras de la historia han tenido como causa conflictos religiosos, como puede comprobarse con facilidad en la “Encyclopedia of Wars“, de 2004, de Charles Phillips y Alan Axelrod. No obstante, hay que reconocer que la tesis de que la religión genera habitualmente violencia es una opinión común para muchos. Por eso, son especialmente relevantes los encuentros entre los líderes de las grandes religiones como el que tuvo lugar el 14 y 15 de septiembre en Kazajistán, especialmente si muestran cordialidad y una perspectiva común. En su audiencia de hoy, miércoles 21 de septiembre, el Papa Francisco ha hecho balance de su reciente viaje a Kazajistán.

Balance del viaje a Kazajistán

El Santo Padre participó en el VII “Congreso de los Líderes de las religiones mundiales y tradicionales“, una iniciativa que comenzó hace veinte años auspiciada por las autoridades políticas del país. El Papa ha destacado “la vocación de Kazajistán de ser país del encuentro: en él, de hecho, conviven cerca de ciento cincuenta grupos étnicos y se hablan más de ochenta lenguas. Esta vocación, que se debe a sus características geográficas y a su historia, – esta vocación de ser país de encuentro, de cultura, de lenguas – fue acogida y abrazada como un camino que merece ser animado y sostenido”.

En el país asiático el pontífice animó a construir “una democracia cada vez más madura, capaz de responder efectivamente a las exigencias de toda la sociedad”. Aun reconociendo que se trata de una tarea ardua y que requiere tiempo, Francisco ha reconocido “que Kazajistán ha hecho elecciones muy positivas, como la de decir ´no` a las armas nucleares y la de buenas políticas energéticas y ambientales”, un gesto que ha calificado como “valiente”.

Las religiones, promotoras de paz

El Papa he elogiado el esfuerzo de Kazajistán como lugar de encuentro multicultural y multireligioso, y sus esfuerzos por la promoción de la paz y de la fraternidad humana. Ha sido la séptima edición de este congreso, algo sorprendente en un país que tiene 30 años de independencia. “Esto significa poner las religiones en el centro del compromiso para la construcción de un mundo en el que nos escuchamos y nos respetamos en la diversidad. Y esto no es relativismo, no: es escuchar y respetar. Y esto hay que reconocérselo al gobierno kazajo que, tras haberse liberado del yugo del régimen ateo, propone ahora un camino de civilización que mantiene unidos política y religión, sin confundirlas ni separarlas, condenando claramente fundamentalismos y extremismos. Es una posición equilibrada y de unidad”.

El Congreso aprobó una “Declaración final“ en continuidad con la que se firmó en Abu Dabi en febrero de 2019 sobre la fraternidad humana. Desde que Juan Pablo II convocara en Asís la jornada interreligiosa de oración por la paz en 1986, los encuentros de los líderes de las principales religiones se han sucedido con cierta regularidad. El Papa ha señalado que aquel encuentro fue criticado por algunas personas que no supieron entrever su valor.

La Iglesia en Kazajistán

El Santo Padre también tuvo un encuentro y una misa con los fieles católicos de Kazajistán, una minoría en el conjunto del país. Señaló que aunque sean pocos, “esta condición, si es vivida con fe, puede llevar frutos evangélicos: sobre todo la bienaventuranza de la pequeñez, del ser levadura, sal y luz contando únicamente con el Señor y no en alguna forma de relevancia humana. Además, la escasez numérica invita a desarrollar las relaciones con los cristianos de otras confesiones, y también la fraternidad con todos. Por tanto, pequeño rebaño, sí, pero abierto, no cerrado, no defensivo, abierto y confiado en la acción del Espíritu Santo”.

La Eucaristía celebrada en la plaza de la Expo 2017 coincidió con la fiesta de la Santa Cruz, un lugar rodeado por una arquitectura de vanguardia. Precisamente el Papa aprovechó esta circunstancia para señalar que vivimos en un mundo en el cual se entremezclan progresos y retrocesos, sin embargo “la Cruz de Cristo permanece como ancla de salvación: signo de la esperanza que no decepciona porque está fundada en el amor de Dios, misericordioso y fiel”.

Vaticano

La vida de San Pedro en un mapping en la fachada vaticana

Rome Reports·21 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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La fachada de la Basílica de San Pedro será la pantalla de un video mapping que contará la historia del apóstol pescando en el mar de Galilea, descubriendo su vocación y siguiendo a Jesús.

El espectáculo, que se podrá ver del 2 al 21 de octubre, lleva como nombre “Seguimi. La vita di Pietro” y es la primera etapa del programa pastoral de la Basílica para acercar la fe a través del arte.


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Evangelización

Centenario de la coronación de Nuestra Señora de Altagracia

La Patrona del pueblo dominicano es la Virgen de las Mercedes, que se venera en el Santo Cerro, en la diócesis de La Vega, el 24 de septiembre. También tiene gran arraigo en la devoción del pueblo dominicano Nuestra Señora de la Altagracia, que se venera en su Basílica, en la diócesis de Higüey, al este del país, el 21 de enero.

José Francisco Tejeda·21 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

Historia de la devoción a Nuestra Señora de la Altagracia

Existen varias versiones de la historia de la imagen. El documental, que se proyecta en el museo de la Basílica, relata la sencilla historia de la devoción a Nuestra Señora de la Altagracia, que se remonta a principios del siglo XVI, en que un comerciante de Higüey iba a realizar un viaje a Santo Domingo, para vender sus productos. Pregunta a sus hijas qué regalo esperan cuando regrese. La hija mayor pide vestidos y prendas propias de la vanidad de una adolescente, y la menor, de escasos 14 años, pide una imagen de la Virgen de la Altagracia como la que había visto en sueños.

Ya en Santo Domingo, el comerciante hizo las gestiones por conseguir la imagen, pero nadie la conocía. De regreso, en una posada comentó apesadumbrado su problema de no poder satisfacer la petición de su hija menor. Y un hombre le tranquiliza al decir que su hija tiene razón y le muestra y entrega la imagen. La hija menor estaba feliz al ver la imagen, que no conocía sino en sueños. La comenzaron a venerar en casa adornándola con flores y velas, pero la imagen desaparecía y la encontraban cada mañana en la copa de un naranjo.

No había duda de la intención de la Señora. Se pusieron a construir una capilla donde era venerada por los pobladores. Tiempo más tarde el arzobispo de Santo Domingo dispuso trasladarla a la ciudad, pero cuando llegó a la ciudad, el cofre en que la trasladaron estaba vacío. Y la imagen nuevamente estaba en su capilla.

Son muchos los favores atribuidos a Nuestra Señora de la Altagracia, que se recogen en diversas salas del museo de la Basílica y el agradecimiento queda manifiesto en pinturas, ex votos, regalos, etc.

Descripción de la imagen.

Son diversas las representaciones de la Santísima Virgen: en actitud orante, encinta, con su Hijo en brazos o en la falda… En el caso de Nuestra Señora de la Altagracia la vemos adorando a su Hijo en el pesebre y, paradójicamente, coronada porque es la Madre del Rey. Además de las doce estrellas, como la mujer descrita en el Apocalipsis, se ve la estrella de Belén, que anunció a los Magos el nacimiento del Rey de los judíos. El Niño está en las pajas, pero se ven unas columnas y parte de una bóveda como para indicar el templo, porque ese Niño desnudo es Dios.

Y en segundo plano, pero no menos importante, aparece San José en actitud vigilante. El lienzo es de escaso medio metro de altura y, curiosamente, los colores de la indumentaria de la Virgen son los de la bandera de la República Dominicana: azul, blanco y rojo.

Crónica de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de la Altagracia

El pueblo dominicano venera a Nuestra Señora de la Altagracia no sólo a nivel personal, sino que también en momentos críticos de su historia ha acudido a Ella. Tal fue el caso que llevó al arzobispo Nouel, de Santo Domingo, a solicitar al Papa Benedicto XV la coronación de la Santísima Virgen para resolver la situación de la ocupación americana del territorio dominicano. El pontífice accedió, pero falleció, y su sucesor, el Papa Pío XI, fue quien la realizó por medio de su delegado, Mons. Sebastián Leyte de Vasoncellos, el 15 de agosto de 1922. 

Para esta ocasión el arzobispo de Santo Domingo, Mons. Nouel, pidió a los fieles prepararse espiritualmente. Durante los días 14, 15, 16 y 17 de agosto los fieles debían confesarse para ganar la indulgencia concedida por el papa Pío XI. Se pedía que al momento de la coronación repicaran las campanas de todos los templos y los fieles ofrecieran una mortificación o realizaran un acto de caridad y recitaran la oración compuesta para la ocasión: ¡Virgen Santísima, Madre Nuestra de la Altagracia! Ampara y defiende al católico pueblo Dominicano, que hoy te corona y proclama su Reina y Soberana. Y el rezo de un Ave María. Se pedía también rezar por la salud y el pontificado del Papa Pío XI.

Se sugería a todas las Congregaciones y asociaciones religiosas santificar ese día socorriendo a los pobres con limosna, comida, ropa y medicinas. También a los reclusos y a los hospitalizados. Y se redactó una carta de agradecimiento al Papa firmada por todo el clero dominicano.

Las comuniones y actos de piedad de los días 15, 16 y 17 de agosto se ofrecerían, por mediación de la Santísima Virgen de la Altagracia, pidiendo por la justicia, la paz, y la tranquilidad del pueblo dominicano ante la situación por la intervención de la nación norteamericana. 

Procesión de Altagracia el 15 de agosto de 2022

El traslado de la imagen desde el santuario se hizo en forma solemne y en medio de gran regocijo por parte de los fieles. Cincuenta y un días permaneció la venerada imagen en Santo Domingo, expuesta en la Catedral Primada.

El Delegado papal coronó a Nuestra Señora de la Altagracia en el parque Independencia ante un enjambre de gente llegada desde todos los rincones del país. Fue llevada en procesión solemne desde la Catedral hasta el lugar de la coronación y, al terminar la ceremonia, nuevamente en procesión solemne volvió a la Catedral. El ejército americano observaba con discreción todos los desplazamientos de la devota masa de gente. 

Al día siguiente desde las 4 de la mañana comenzaron los repiques de campana, las salvas de 21 cañonazos y la celebración de las Misas. Ese día República Dominicana celebra la Restauración de la Independencia y también se cantó el “Te Deum“. El día 17 fue similar y se dedicó un templo a la Señora de la Altagracia. 

También se colocó la primera piedra de un monumento conmemorativo a 66 kilómetros en la carretera de Santo Domingo a Santiago. Actualmente está en territorio de la diócesis de Baní, colindando con las diócesis de Santo Domingo y La Vega.

Un acto muy significativo fue la petición del Capitán Louis Cukella, del ejército americano y condecorado en la primera guerra mundial, para que el delegado papal le impusiera la medalla de la Virgen de la Altagracia. 

Mons. Nouel solicitó a la autoridad americana el indulto de 80 prisioneros, y el alto mando americano accedió como un modo de unirse a los festejos de la coronación.

El arzobispo de Santo Domingo dispuso que se levantara un acta con todos los actos de la coronación y se colocara en el reverso de la imagen una placa de plata certificando la canónica coronación.

El día 18 los frailes capuchinos fueron encargados de devolver a su casa a la venerada imagen.

Preparación a la celebración del Centenario de la Canónica Coronación.

La Conferencia del Episcopado Dominicano dispuso un Año Jubilar Altagraciano para la celebración del Centenario de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de la Altagracia. No son extrañas las peregrinaciones parroquiales o de diversos grupos religiosos al santuario de Higüey, pero para esta ocasión también se organizaron por diócesis.

Durante la pandemia se había suspendido la tradicional reunión del clero de todo el país y en este año se reanudó precisamente en la Basílica de Nuestra Señora de la Altagracia. Se hicieron copias de la imagen para que peregrinara en cada diócesis durante el año. También se tuvieron actos culturales y exposiciones de la imagen.

Celebración del Centenario de la Coronación Canónica

Todos los años, para la solemnidad de la Altagracia se tiene el tradicional obsequio de toros por parte de los ganaderos de la región, y se trasladan hasta la Basílica. También se llevó a cabo para la celebración del Centenario. En la Basílica se celebró un concierto y una Misa solemne para despedir a la Virgen, que fue trasladada a la capital acompañada de una caravana de vehículos. El domingo 14 llegó al monumento de Fray Antonio de Montesinos ya en la noche y, desde allí fue llevada en procesión solemne por las autoridades eclesiásticas y numeroso pueblo a la Catedral Primada. Durante toda la noche se tuvo una vigilia alternando los cantos y la predicación, mientras el numeroso pueblo fue pasando, por la nave central, a venerar la imagen.

También hubo sacerdotes atendiendo confesiones. A las 6 de la mañana del día 15 dio comienzo el Rosario de la Aurora. Partió la procesión solemne desde la Catedral Primada, haciendo una escala delante del Santuario de la Altagracia, hacia la Puerta del Conde, en donde se llevó a cabo la Coronación hace cien años.

El enviado especial del Papa Francisco, Mons. Edgar Peña Parra, hizo entrega de una rosa de oro -regalo del Papa a la Santísima Virgen- al Presidente de la República acompañado de la Vicepresidente, la Primera Dama, el presidente del Senado y el de la Cámara de Diputados, la Alcaldesa de la Ciudad de Santo Domingo y otras autoridades civiles y militares. Fue un acto con intervenciones breves del Presidente de la República, del Presidente de la Comisión Nacional del Centenario y del Arzobispo de Santo Domingo. Desde allí fue llevada la carroza hasta el Estadio Olímpico Félix Sánchez, en donde la esperaba el numeroso pueblo llegado desde toda la geografía dominicana.

En el Estadio Olímpico, Mons. Edgar Peña Parra presidió la Solemne Concelebración Eucarística acompañado del Episcopado Dominicano, otros Obispos llegados de otros países y de numeroso clero de todo el país. En su homilía Mons. Edgar Peña Parra dijo, entre otras cosas: “el cuadro de la Virgen de la Altagracia nos enseña a priorizar el valor de la vida y la dignidad de las personas; es también una defensa del valor de la familia como institución y de los lazos familiares que han sido y son duramente probados, denigrados y marginados, pero que al mismo tiempo, continúan siendo el punto de referencia más firme para la estabilidad de toda la comunidad humana y social”.

También se dirigió a los jóvenes: “No se dejen seducir por el hedonismo, las ideologías, la evasión, la droga, la violencia y las mil razones que aparentan justificarlas. Prepárense para ser los hombres y las mujeres del futuro, responsables y activos en las estructuras sociales, económicas, culturales, políticas y eclesiales de su país”.

Por su parte, Mons. Freddy Bretón Martínez, arzobispo de Santiago de los Caballeros y presidente de la conferencia del episcopado dominicano, agradeció a la comisión nacional organizadora. Recibió la rosa de oro, regalo del Papa a la Santísima Virgen y, en nombre de los obispos obsequió una imagen de Nuestra Señora de la Altagracia en alto relieve al Papa. Terminados todos los actos, volvió la venerada imagen a su Basílica.

Está de más decir que los aplausos a la imagen de Nuestra Señora de la Altagracia fueron fortísimos, tanto en su entrada a la catedral primada como al estadio olímpico.

Las tres coronas de Nuestra Señora de la Altagracia.

El Papa san Juan Pablo II, con ocasión de su segundo viaje a República Dominicana, para la celebración de los 500 años del descubrimiento de América, el 12 de octubre de 1992 coronó a la Virgen de la Altagracia en su Basílica, en Higüey. Y así se habla de las tres coronas de la Virgen de la Altagracia: la del cuadro, la del centenario que se celebró este año y la que realizó san Juan Pablo II, que en este mes de octubre cumple 30 años.

Sólo queda decir que -gracias a Dios por la intercesión de nuestra Protectora- esta actividad ha sido una gran ocasión para encender la devoción del pueblo dominicano, adormilada por el largo período de la pandemia.

El autorJosé Francisco Tejeda

Corresponsal de Omnes en República Dominicana

Libros

Contemplativo y contemplado

Javier García Herrería·21 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Libro

Título: Contemplativo y contemplado
Autor: Carlos Chiclana
Páginas: 89
Editorial: Día Diez
Ciudad: Madrid
Año: 2022

El psiquiatra Carlos Chiclana ha publicado una breve obra sobre la contemplación cristiana. Siguiendo las enseñanzas de san Josemaría, con gran sencillez, va explicando de qué modo un cristiano puede ser verdaderamente contemplativo en medio de las prosaicas ocupaciones del día a día. El texto se vertebra a través de los principales textos del fundador del Opus Dei sobre esta cuestión, pero también entra en diálogo con las ideas de autores clásicos -como santa Teresa o san Juan de la Cruz- y modernos, especialmente Pablo d´Ors.

Uno de los aspectos más interesantes del libro es la importancia que da a la unidad entre el crecimiento espiritual y un desarrollo humano equilibrado. En este sentido, se nota que está escrito por un médico cristiano. Aunque el libro no hace referencia explícita a las tan de moda técnicas de meditación, como el yoga o el mindfulness, las ideas que subyacen están en consonancia con la aceptación de la realidad serena y el abandono, que no es pasividad total, en los brazos de Dios Padre.

El subtítulo de la obra es “tu vida a pleno pulmón”, pues Chiclana apuesta por una vida interior que aspire a la más alta intimidad con Dios sin alejarse de las ocupaciones ordinarias. 

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Lecturas del domingo

Acoger en casa a Lázaro, el séptimo hermano. XXVI domingo del tiempo ordinario (C)

Andrea Mardegan comenta las lecturas del XXVI domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Andrea Mardegan·21 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El profeta Amós ataca el uso inmoderado de las riquezas por parte de los aristócratas y potentados de Samaria, sus lujosas casas que la arqueología ha sacado a la luz, y profetiza su fin con el exilio, que se hará realidad en el 722 a.C. cuando los asirios, con Sargón II, destruyan Samaría deportando a sus habitantes a Mesopotamia: vanidad de las riquezas acumuladas.

Pablo escribe a Timoteo: “Tú, en cambio, hombre de Dios, huye de estas cosas”. Se refiere a lo que ha dicho inmediatamente antes: “Los que quieren enriquecerse sucumben a la tentación, se enredan en un lazo y son presa de muchos deseos absurdos y nocivos, que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición. Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males, y algunos, arrastrados por él, se han apartado de la fe y se han acarreado muchos sufrimientos”. E invita a su discípulo a “la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre”, y a combatir el buen combate de la fe.

El verso antes del Evangélio nos da una clave de lectura de la parábola del rico y el pobre Lázaro: “Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre por vosotros, para que os enriquecierais por su pobreza”. Aquel pobre arrojado a nuestra puerta es, por tanto, Cristo que quiere salvarnos: “Por sus llagas hemos sido curados”. Jesús se dirige a los fariseos mostrándoles un retrato de ellos, el del rico vestido de púrpura y lino, para que se conviertan mientras viven, dándose cuenta de el pobre está a su puerta, para que acudan en su ayuda y reciban la salvación que Cristo conquistará en su cruz: “Venid, benditos de mi Padre… porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me acogisteis, estuve desnudo y me vestisteis”. Los sacude para que salven el abismo que ellos mismos han construido contra los demás hombres, incluso con la oración: “Oh Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni como este publicano”. El rico, una vez muerto, se da cuenta de que es hijo de Abraham y de que tiene cinco hermanos, seis contándole a él, y se preocupa por ellos. Pero debería haber vivido como un hijo en vida, distribuyendo sus bienes, y acogiendo a Lázaro, que significa “Dios salva”, en su casa como un séptimo hermano, signo de plenitud en la fraternidad. Los ricos solían limpiarse las manos de la grasa del banquete con migas de pan que luego arrojaban al suelo, pero Lázaro ni siquiera podía llegar a éstas, pues yacía fuera de su puerta. De él sólo se apiadaban los perros, lo que a oídos de los fariseos también significaba: los paganos. Pero para convertirse no se necesitan hechos extraordinarios: hay que escuchar la palabra de Dios, de Moisés y de los profetas.

La homilía sobre las lecturas del domingo XXVI

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

Familia

Juan Carlos Elizalde preside la 30ª Jornada de la Familia en Torreciudad

Tras dos años de pandemia sin poder celebrarse, el 17 de septiembre tuvo lugar una nueva Jornada Mariana de la Familia en Torreciudad.

Javier García Herrería·20 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El santuario de Torreciudad ha celebrado hoy la 30ª Jornada Mariana de la Familia que ha convocado a cerca de nueve mil peregrinos llegados de toda España. Los participantes se han sumado a la petición del Papa Francisco para que sus hogares sean “semilla de convivencia, participación y solidaridad“.

Las familias han rezado por el final de la guerra en Ucrania y se han unido en un emocionante aplauso a un grupo de 30 refugiados ucranianos llegados desde Selva del Camp (Tarragona) y acogidos por la ONG Coopera Acción Familiar y por SOS Ucrania.

El obispo Elizalde con las familias de refugiados ucranianas

Los asistentes llegaron al Alto Aragón para participar en la multitudinaria eucaristía presidida por el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, y celebrada en la explanada del santuario. Durante la celebración cantaron los coros de los colegios Tajamar (Vallecas, Madrid) y Alborada (Alcalá de Henares).

A su término, el rector de Torreciudad, Ángel Lasheras, leyó un mensaje del Papa dirigido a las familias en el que pide que sean “el rostro acogedor de la Iglesia, que construyan familias de gran corazón que transmiten la fe y recomponen el tejido de la sociedad“. Antes de finalizar el mensaje con su bendición apostólica, el Papa Francisco ha rogado que “no le olviden en sus oraciones por su misión al frente de toda la Iglesia“.

Un proyecto familiar

En su homilía el obispo de Vitoria animó a cada asistente a considerar ante el comienzo del curso escolar, “el proyecto familiar“, a “rescatar la promesa de felicidad que Dios te hizo en tu familia y que te ayuda ante conflictos, enfermedades, deudas, separaciones, ausencias y difuntos“.

Monseñor Elizalde destacó ante los padres que “la vida es grande por las personas que acompañamos, es un tesoro por las personas que crecen junto a vosotros“. Pidió valorar “lo pequeño y lo frágil, donde nos jugamos la madurez de la familia en una sociedad que suele optar por la cultura del descarte“.

Por último, animó a evitar discusiones, culpabilizar o sacar trapos sucios: “nos envenenamos -dijo- cuando buscamos culpables». Y pidió preguntarse: «¿dónde tengo que ayudar, quién me necesita, qué me están pidiendo a gritos, cuál va a ser mi aportación este curso?“.

España

La migración no es un problema, es una oportunidad

La 108ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado se celebra en España con un particular acento en el trabajo que la Iglesia española realiza ya en esta tarea, eje del pontificado del Papa Francisco.

Maria José Atienza·20 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

La Iglesia celebra el domingo 25 de septiembre la 108ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. Una de las primeras jornadas que se celebra en la Iglesia, y que nació para acompañar a aquellos católicos que se encontraban en zonas de difícil atención pastoral o fuera de sus comunidades.

Hoy, más de un siglo después, como destaca Xabier Gómez, director del departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española “tiene una mirada mucho más amplia”. Este año además, desde la CEE se ha querido poner el acento en la localización y la concreción del trabajo con las personas migrantes y junto a ellas; de ahí que al lema de la Jornada “Construir el futuro con los migrantes y los refugiados” se le sume el adverbio “aquí”: “Aquí construimos un futuro con migrantes y refugiados”. Una manera, junto con la expresión gráfica del localizador que se puede ver en la cartelería para esta jornada, de hacer presente y evidente que “la Iglesia en España ya está construyendo ese futuro con los migrantes”, como señala Gómez. Asimismo, invita a un compromiso “de cada lugar en el que se coloque este cartel, cada parroquia o comunidad…”

Una oportunidad, no un peligro

Xabier Gómez ha puntualizado que una de las principales preocupaciones de la pastoral es “la necesidad de dejar de mirar a las personas migrantes como extraños; de lo contrario no tendremos una relación de igual con ellos, de hermanos, de vecinos”.

Es una realidad que constatamos cada día, especialmente en países como España: las personas migradas suponen ya un alto número de conciudadanos y, por tanto, de feligreses de las parroquias y comunidades de fe.

En este sentido, ha destacado Gómez, en “nuestras comunidades cristianas tenemos una idea importante para impulsar comunidades misioneras que nos ayude a comprender que la migración no es un problema es una oportunidad. Las personas migradas revitalizan nuestras comunidades, parroquias, la vida consagrada”.

Además de los fieles, hombres y mujeres de diversas nacionalidades de origen o españoles de primera generación son los que acuden a los seminarios españoles, las órdenes religiosas… etc.

Con la vista no sólo en esta jornada, sino en todo el desarrollo vital, para Xabier Gómez, es muy importante “transmitir narraciones positivas. La realidad es que mucho más lo positivo que aportan los migrantes cuando se integran bien que lo negativo. Es importante poner el acento en lo que aportan las personas migrantes”.

Rechazo a la pobreza más que a la raza

Una de las ideas que ha querido destacar el director del Secretariado de Migraciones de la CEE es la de trabajas con los migrantes, “no solo ser portavoces sino escuchar lo que buscan las personas migradas y construir ese futuro con ellos”. Como recuerda el mensaje del Papa Francisco para esta Jornada del Migrante y el Refugiado “Construir el futuro con los migrantes y los refugiados significa también reconocer y valorar lo que cada uno de ellos puede aportar al proceso de edificación”.

Para ello, ha destacado la necesidad de facilitar la integración plena de las personas migradas, especialmente, en lo que se refiere a la obtención de permisos de trabajo y ciudadanía.

De hecho, ha señalado Gómez, “más que racismo, el miedo o rechazo que se tiene con los migrantes viene motivado por su situación de pobreza o exclusión social, no por la raza”.

En esta línea ha querido destacar que, cuando se trabaja por le plena inclusión, por evitar la cronificación de la pobreza de estas personas migrantes, “hay resultados”.

Abordar la realidad de las migraciones, ha puntualizado Xabier Gómez, no es sencillo. El mundo actual está marcado por los flujos migratorios por diferentes causas: guerras, desplazados climáticos, refugiados, pobreza… que han cambiado el paisaje de continentes envejecidos como los que conforman las naciones de Occidente.

“Las migraciones reflejan que todo está conectado, como nos recuerda el Papa en Laudato Si’” ha afirmado Gómez, en este asunto “pretender aplicar recetas simples para un problema complejo es complicado”.

Experiencias positivas

La 108ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado ha sido también un momento para conocer experiencias e historias de muchas de estas personas que conforman nuestras comunidades sociales y de fe y que en la Iglesia han de encontrar un lugar de acogida y de integración. Así lo señalan además los obispos españoles en su mensaje para esta jornada en el que apuntan «el reto de seguir construyendo comunidades hospitalarias en todos los aspectos, no delegando ni encapsulando la atención al migrante como un aspecto periférico de la pastoral, sino injertándola en la catequesis, en la predicación, en la oración, en la gestión»

Para la Iglesia, ha querido subrayar Xabier Gómez, “el trabajo con los migrantes y desplazados es el mismo con quien viene de Ucrania que con el que llega en patera”.

Cada vez más en nuestras parroquias y comunidades vemos que estas personas no sólo reciben ayuda sino que dan lo mejor de sí mismas y apoyan, con su trabajo o sus dones, los distintos campos de la pastoral, “revitalizando y rejuveneciendo nuestras misas y nuestros pueblos”.

En este sentido, el director del Departamento de Migraciones de la CEE ha querido poner de relieve el ejemplo de la Mesa del Mundo Rural en la que se facilita a muchas familias que vienen a nuestro país el acceso a pueblos con poca población, lo que ha llevado a la revitalización de zonas de envejecimiento poblacional.

Vaticano

Curso de formación de nuevos obispos para transmitir la «alegría del Evangelio»

Más de trescientos nuevos obispos se reunieron en Roma para un curso de formación para saber afrontar sus responsabilidades.

Antonino Piccione·20 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

El sentido y los horizontes de una Iglesia sinodal; la educación para el liderazgo sinodal; la gestión de crisis, con especial atención a los abusos; la Iglesia en la sociedad posmoderna después de la pandemia; la experiencia canónica para la administración de una diócesis; vivir en el mundo mediático más allá del paradigma tecnocrático; la familia y la fraternidad universal; la santidad episcopal en la comunión católica. Estos son los temas del curso anual promovido por el Dicasterio para los Obispos junto con el Dicasterio para las Iglesias Orientales, para la formación de los prelados recién ordenados.

Dedicado al tema «Anunciar el Evangelio en una época de cambio y después de la pandemia: el servicio del obispo», el seminario comenzó el pasado jueves 1 en el Ateneo Regina Apostolorum, con una misa presidida por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin. Debido al elevado número de prelados participantes, un total de 344, este año se celebran dos rondas. La primera del 1 al 8 de septiembre y la segunda del 12 al 19. En la primera ronda participaron 154 obispos: 109 de los territorios bajo la jurisdicción del Dicasterio para los Obispos llamados al episcopado entre agosto de 2019 y agosto de 2020, y los 45 restantes de las diócesis referidas al Dicasterio para las Iglesias Orientales.
Entre otros, participaron como ponentes varios jefes de dicasterio.

Formación para obispos

La idea que inspiró la organización del curso -subraya un comunicado de la Santa Sede- «surgió del deseo de facilitar a los obispos una reflexión colegiada sobre su ministerio en el contexto actual de la Iglesia en camino sinodal, dentro de un mundo sacudido por los dolorosos cambios geopolíticos que se están produciendo». ¿Qué pastores necesita hoy el pueblo de Dios? ¿Qué rasgos espirituales deben calificar su identidad de creyentes y animar su caridad pastoral?

La gente evalúa nuestra credibilidad como ministros por la serenidad interior con la que, incluso en circunstancias adversas, sabemos transmitir la «alegría del Evangelio». De hecho, es esto último, la verdadera brújula del pontificado de Francisco desde la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, lo que guía nuestro discernimiento. Una alegría que no es aleatoria ni está moldeada por contingencias externas, sino que encuentra sustancia y sentido en la vida de Jesús’.

En esta perspectiva de servicio, como repitió el Cardenal Prefecto Marc Ouellet durante la Misa en la Basílica de San Pedro el 8 de septiembre, «son días de aprendizaje concreto del significado de la pertenencia de cada Obispo al Colegio de los Sucesores de los Apóstoles, ´cum Petro et sub Petro`. Es una semana de fraternidad sacramental que simboliza la comunión de todos estos discípulos misioneros, llamados a la plenitud del sacerdocio, para el servicio pastoral del Pueblo de Dios en su camino por la historia».

Conocer la Santa Sede

El aprendizaje concreto también se ve favorecido por el conocimiento de las instituciones de la Iglesia y de las propias personas que sirven en ellas. En este sentido, el Dicasterio para las Iglesias Orientales, al acoger al grupo de 45 obispos recién ordenados pertenecientes a las Iglesias y territorios bajo su jurisdicción, permitió a los Superiores y Oficiales conocer a los nuevos obispos, ofreciéndoles al mismo tiempo la oportunidad de conocer los rostros y nombres de quienes en Roma trabajan al servicio de sus Iglesias en nombre del Santo Padre.

En la mañana del viernes 9, el cardenal prefecto Leonardi Sandri presidió la celebración eucarística en rito latino, pronunciando la homilía, y a continuación, en la sesión de trabajo, se presentó el funcionamiento del Dicasterio, su lugar dentro de la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium con un informe del arzobispo secretario Giorgio Demetrio Gallaro. Se dedicó un espacio -según se desprende de una nota del Dicasterio- a las cuestiones administrativas, con una explicación de cómo es posible también apoyar materialmente a las respectivas Iglesias gracias a las contribuciones de una serie de benefactores, en particular la Colecta de Tierra Santa, el CNEWA y un pequeño porcentaje de la Colecta Misionera.

Cuestiones prácticas

La ocasión también permitió subrayar la importancia de tener criterios claros de transparencia, aprovechando todas las formas de asesoramiento y colaboración también en el ámbito económico previstas por el derecho eclesiástico. 

Durante las sesiones -continúa el comunicado del Dicasterio para las Iglesias Orientales- se mencionó también la prevista elaboración de dos plataformas informáticas para la gestión de becas y proyectos ROACO (Riunione Opere Aiuto Chiese Orientali) con la colaboración del Centro de Procesamiento de Datos de la Secretaría de Economía, la creación de un sitio de conexión y comunicación para las Iglesias Orientales y la necesidad de garantizar formularios de seguridad social para los sacerdotes ancianos o enfermos en contextos muy pobres o poco asistidos.

Audiencia con el Papa

Recibidos en audiencia el 8 de septiembre por el Papa Francisco en la Sala Clementina, los participantes en el seminario «pudieron vivir un auténtico momento de comunión con el Sucesor de Pedro, compartiendo la experiencia de su ministerio e inspirándose en el sabio discernimiento del Papa sobre las diversas cuestiones que se le plantearon».

Recordando el discurso que el Santo Padre había dirigido a los obispos de los territorios de misión exactamente cuatro años antes en un seminario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. La sana preocupación por el Evangelio en el origen de su sentida llamada: «Queridos hermanos, desconfiad, os lo ruego, de la tibieza que conduce a la mediocridad y a la pereza, ese ´démon de midi`. Ten cuidado con eso. Desconfía de la tranquilidad que rehúye el sacrificio; de la prisa pastoral que lleva a la impaciencia; de la abundancia de bienes que desfigura el Evangelio. No olvides que el diablo entra por los bolsillos, ¡eh! En cambio, te deseo una santa inquietud por el Evangelio, la única inquietud que da la paz».

El autorAntonino Piccione

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Mundo

Una propuesta católica para «una negociación de paz creíble» en Ucrania en 7 puntos

Stefano Zamagni, presidente de la Academia Pontificia de las Ciencias, ha presentado algunos puntos firmes "para una negociación de paz creíble"

Giovanni Tridente·20 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Texto original del artículo en italiano

En pocos días se cumplirán siete meses de conflicto sin sentido en Ucrania que está causando destrucción y muerte, además de poner al mundo entero en estado de sitio debido a las consecuencias económicas y sociales de la guerra.

No es que no haya guerras en otras partes del mundo -como ha señalado repetidamente el Papa Francisco-, pero sentimos este choque más acuciante tanto porque tiene lugar a nuestras puertas, como porque afecta al día a día material de nuestras vidas.

Desde el inicio de la guerra desatada por Rusia, el Papa Francisco ha pedido el fin de las hostilidades más de 80 veces y ha calificado los enfrentamientos de monstruosidad sin sentido, de herejía… de locura. Ha pedido con insistencia la vía del diálogo sin más pretensiones, y que los cristianos imploren a Dios el don de la paz mediante la oración constante.

Diálogo

En su rueda de prensa con los periodistas a su regreso de Kazajstán, dijo que, aunque cueste dinero, hay que «hablar» con el enemigo, porque la prioridad son las vidas que hay que salvar y el fin de los combates. Luego habrá tiempo para arreglar las cosas según la justicia, evaluando las responsabilidades de cada uno, pero lo urgente es parar cuanto antes.

Según las últimas noticias procedentes de las zonas de guerra, parece que Ucrania está recuperando parte de los territorios anteriormente tomados por el ejército ruso. Aunque este escenario puede representar un elemento de optimismo hacia la conclusión del conflicto con la retirada completa de los ocupantes, no se puede descartar que el bando contrario esté (re)preparando una ofensiva aún más violenta. Esperemos que no.

Constructores de la paz

En esta coyuntura, surge una propuesta explícita de la parte católica para llegar cuanto antes a la paz definitiva al menos en esta zona al este de Europa. Lleva la firma nada menos que del presidente de la Academia Pontificia de las Ciencias, el italiano Stefano Zamagni, que en este caso es portavoz del amplio magisterio sobre la llamada a ser «constructores de paz». Reconocido economista y académico, fue también uno de los principales colaboradores del Papa Benedicto XVI en la redacción de la Encíclica Caritas in veritate.

En Italia, Zamagni es también el inspirador y fundador de un grupo político «de inspiración cristiana», centrista y popular, llamado «Insieme», que sitúa el trabajo, la familia, la solidaridad y la paz en lo más alto de su agenda. Por ello, ha escrito una larga contribución que repasa los pasos que condujeron al conflicto, pero al mismo tiempo establece algunos puntos firmes «para una negociación de paz creíble».

Se trata de siete puntos que el autor tiene razones para creer que pueden ser «recibidos favorablemente por las partes en conflicto» si la propuesta se presenta «adecuadamente y se maneja sabiamente a través de los canales diplomáticos».

Al fin y al cabo, concluye Zamagni, «la paz no es un objetivo inalcanzable porque la guerra no es algo que suceda como un terremoto o un tsunami; es el resultado de la elección de las personas que la desean». Y también la paz.

Los siete puntos de la propuesta

He aquí los siete puntos de la propuesta de paz firmada por el Presidente de la Academia Pontificia de las Ciencias:

Primero: «La neutralidad de Ucrania renunciando a su ambición nacional de entrar en la OTAN, pero conservando la plena libertad de formar parte de la UE, con todo lo que ello significa».

Segundo: «Ucrania obtiene la garantía de su soberanía, independencia e integridad territorial; una garantía proporcionada por los 5 miembros permanentes de la ONU (China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos), así como por la UE y Turquía».

Tercero: «Rusia mantiene el control de facto de Crimea durante varios años más, tras lo cual las partes buscan, por vía diplomática, un acuerdo permanente de iure. Las comunidades locales gozan de un acceso facilitado tanto a Ucrania como a Rusia, así como de libertad de circulación de personas y recursos financieros».

Cuarto: «Autonomía de las regiones de Lugansk y Donetsk dentro de Ucrania, de la que siguen siendo parte integrante, económica, política y culturalmente».

Quinto: «Acceso garantizado para Rusia y Ucrania a los puertos del Mar Negro, para la realización de actividades comerciales normales».

Sexto: «Levantamiento gradual de las sanciones occidentales a Rusia en paralelo a la retirada de las tropas y el armamento ruso de Ucrania».

Séptimo: «Creación de un Fondo Multilateral para la Reconstrucción y el Desarrollo de las zonas destruidas y gravemente dañadas de Ucrania, un fondo al que Rusia está llamada a contribuir sobre la base de criterios predefinidos de proporcionalidad».

Mundo

In 7 punti, una proposta cattolica per “un credibile negoziato di pace” in Ucraina

Stefano Zamagni, presidente della Pontificia Accademia delle Scienze, ha presentato alcuni punti fermi "per un negoziato di pace credibile".

Giovanni Tridente·20 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Testo del articolo in spagnolo qui

Tra pochi giorni si compiono i sette mesi dell’insensato conflitto in Ucraina che sta provocando distruzione e morte, oltre a mettere il mondo intero in uno stato di assedio dovuto alle conseguenze economiche e sociali della guerra. Non che in altre parti del mondo non ci siano guerre – come ha più volte evidenziato Papa Francesco – ma questo scontro lo avvertiamo più pressante sia perché si svolge alle porte di casa nostra, sia perché sta incidendo sulla quotidianità materiale delle nostre esistenze.

Dall’inizio della guerra scatenata dalla Russia, Papa Francesco ha fatto appello alla fine delle ostilità oltre 80 volte, e ha qualificato gli scontri come mostruosità insensata, eresia… follia. Ha chiesto insistentemente di avviare la via del dialogo senza altre pretese, e ai cristiani di implorare da Dio il dono della pace attraverso la preghiera costante.

Dialogo

Nella conferenza stampa con i giornalisti di ritorno dal Kazakhstan ha affermato che, anche se costa, bisogna “parlare” con il nemico, perché la priorità sono le vite umane da salvare e la fine degli scontri. Ci sarà poi il tempo di mettere a posto le cose secondo giustizia, valutando le responsabilità di ciascuno, ma l’urgenza è smettere quanto prima.

Secondo le ultime notizie che arrivano dalle zone di guerra sembra che l’Ucraina stia riconquistando parte dei territori precedentemente sottratti dall’armata russa. Se da una parte questo scenario può rappresentare un elemento di ottimismo verso la conclusione del conflitto con il ritiro completo degli occupanti, non è escluso che da parte avversa si stia (ri)preparando una offensiva ancora più violenta. Speriamo di no.

Costruttori di pace

In questo frangente, sta emergendo una esplicita proposta da parte cattolica per arrivare quanto prima alla pace definitiva almeno in quest’area ad est dell’Europa. Porta la firma niente meno che del Presidente della Pontificia Accademia delle Scienze, l’italiano Stefano Zamagni, che si fa in questo caso portavoce dell’ampio magistero sulla chiamata ad essere “costruttori di pace”. Noto economista e accademico, è stato anche tra i principali collaboratori di Papa Benedetto XVI per la stesura dell’Enciclica Caritas in veritate.

Zamagni, in Italia, è anche ispiratore e fondatore di un gruppo politico “cristianamente ispirato”, centrista e popolare, denominato “Insieme”, che mette al vertice del suo programma il lavoro, la famiglia, la solidarietà e la pace. In questa veste, dunque, ha scritto un lungo contributo che ripercorre i passaggi che hanno portato al conflitto, ma al tempo stesso fissa alcuni punti fermi “per un credibile negoziato di pace”.

Si tratta di sette punti su cui l’estensore ha motivo di credere che possano essere “favorevolmente accolti dalle parti in conflitto” se la proposta viene “opportunamente presentata e saggiamente gestita per via diplomatica”. Dopotutto, chiosa Zamagni, “la pace non è un obiettivo irraggiungibile perché la guerra non è qualcosa che accade come un terremoto o uno tsunami; ma è frutto della scelta di persone che la vogliono”. E così anche la pace.

I 7 punti della proposta

Ecco i sette punti della proposta di pace firmata dal Presidente della Pontificia Accademia delle Scienze:

Primo: “Neutralità dell’Ucraina che rinuncia all’ambizione nazionale di entrare nella NATO, ma che conserva la piena libertà di diventare parte dell’UE, con tutto ciò che questo significa”.

Secondo: “L’Ucraina ottiene la garanzia della propria sovranità, indipendenza, e integrità territoriale; una garanzia assicurata dai 5 membri permanenti delle Nazioni Unite (Cina, Francia, Russia, UK, USA) oltre che dall’UE e dalla Turchia”.

Terzo: “La Russia conserva il controllo de facto della Crimea per un certo numero di anni ancora, dopodiché le parti cercano, per via diplomatica, una sistemazione de jure  permanente. Le comunità locali usufruiscono di accesso facilitato sia all’Ucraina sia alla Russia; oltre alla libertà di movimento di persone e risorse finanziarie”.

Quarto: “Autonomia delle regioni di Lugansk e Donetsk entro l’Ucraina, di cui restano parte integrante, sotto i profili economico, politico, e culturale”.

Quinto: “Accesso garantito a Russia e Ucraina ai porti del Mar Nero, per lo svolgimento delle normali attività commerciali”.

Sesto: “Rimozione graduale delle sanzioni occidentali alla Russia in parallelo con il ritiro delle truppe e degli armamenti russi dall’Ucraina”.

Settimo: “Creazione di un Fondo Multilaterale per la Ricostruzione e lo Sviluppo delle aree distrutte e seriamente danneggiate dell’Ucraina, un fondo al quale la Russia è chiamata a concorrere sulla base di predefiniti criteri di proporzionalità”.

Artículos

Die alljährliche Maria Namen-Feier : Ein starkes Glaubenszeugnis Österreichs

Die jährliche Feier des Namens Mariens - ein starkes Zeugnis des österreichischen Glaubens. Seit 1958 organisiert die "Gebetsgemeinschaft für Kirche und Welt" um den 12. September herum für zwei Tage die "Feier des Namens Mariens".

Maria José Atienza·19 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Der Artikel in seiner Originalfassung auf Spanisch hier

Man schreibt das Jahr 1683, den 12. September. Vor den Toren Wiens steht ein gewaltiges türkisches Heer mit 200 000 Mann. Vor mehr als 150 Jahren war es 1529 Sultan Süleyman I. nicht gelungen, die Kaiserstadt, den Mittelpunkt des Habsburgerreiches, zu erobern. Doch nun steht dem Erfolg von Kara Mustapha angesichts seiner überlegenen Streitmacht wohl nichts mehr im Weg. Zwar hat sich zur Befreiung Wiens ein Entsatzheer formiert: Kaiserliche Truppen, Bayern, Sachsen, vor allem Polen unter König Jan III. Sobieski, doch was sind diese 65 000 Mann gegen eine dreifache Übermacht? Aber die Wiener vertrauen auf die Hilfe Gottes und die Fürsprache seiner Mutter: Am 12. September erbittet der selige Marco d´Aviano auf dem sich im Norden über der Stadt erhebenden Kahlenberg in der Hl. Messe den Schutz des Allmächtigen. Dann, mit dem Banner der Schutzmantelmadonna an der Spitze, erfolgt der Angriff von der Höhe über die Abhänge hinunter auf die Stellungen der Belagerer. Diese sind trotz ihrer Übermacht so überrascht, dass sie in aller Eile flüchten und viele Ausrüstungsgegenstände zurück lassen, darunter sind auch Kanonen, aus denen später die „Pummerin“ gegossen wird, die größte Glocke Österreichs, die im Stephansdom, der Kathedrale von Wien, hängt. Als Dank an Maria führt Papst Innozenz für den Sonntag nach Mariä Geburt für die ganze Kirche das Fest Mariä Namen ein. Papst Pius verlegt es auf den 12. September. In Österreich wird der Tag Mariä Namen wirklich als Fest gefeiert.

Der „Rosenkranz-Sühnekreuzzug“: Um den Frieden in der Welt

Man schreibt das Jahr 1947, den 2. Februar: Was vor beinahe 300 Jahren, der Zeit entsprechend, in Krieg und Schlacht gegen einen ungläubigen Feind geglaubt und gebetet wurde, das wird jetzt, auf den Trümmern des Zweiten Weltkrieges, nur dem Frieden dienen. Otto Pavlicek, 1902 in Innsbruck geboren, in Gottferne aufgewachsen und zeitweilig aus der Kirche ausgetreten, erlebt 1937 seine Bekehrung: Mit 35 Jahren tritt er in den Franziskanerorden ein und erhält den Ordensnamen Petrus. 1941 wird er zum Priester geweiht. Er muss zum Militär einrücken und wird Sanitäter. Ein Jahr nach Kriegsende dankt er in Mariazell für seine glückliche Heimkehr und betet tief besorgt für seine Heimat Österreich. Da hat er eine innere Eingebung: Er vernimmt die Worte – Worte der Gottesmutter in Fatima: „Tut, was ich euch sage, und ihr werdet Frieden haben.“ Daraufhin gründet P. Petrus Pavlicek am 2. Februar 1947, den Rosenkranz-Sühnekreuzzug (RSK), eine Gebetsgemeinschaft von Rosenkranzbetern: Gebet zur Bekehrung der Menschen und um den Frieden in der Welt.

Es geht aber auch um die Freiheit Österreichs von den vier Siegermächten, die seit Ende des Zweiten Weltkrieges Österreich besetzt halten. Deshalb schließen sich auch hohe österreichische Politiker wie der damalige Bundeskanzler Leopold Figl und sein Nachfolger Julius Raab der Gebetsgemeinschaft an. Mit Unterstützung in der Erzdiözese Wien steigt die Zahl der Mitglieder rasch an: 1950 sind es 200 000, 1955 über eine halbe Million. P. Petrus lädt auch zu Sühneprozessionen ein, die nun jedes Jahr rund um den 12. September, dem Fest Maria Namen, veranstaltet werden, und wieder kommen viele Gläubige: 1953 zählt man 50.000, 1954 80.000 Teilnehmer. Als Russland 1955 gegen alle Erwartung die Zustimmung zum Staatsvertrag und damit zur Freiheit Österreichs gibt, sehen viele darin eine Erfüllung ihrer Bitten an die Gottesmutter. So meinte der damalige Bundeskanzler Julius Raab: „Wenn nicht soviel gebetet worden wäre, so viele Hände in Österreich sich zum Gebet gefaltet hätten, so hätten wir es wohl nicht geschafft.“

Die Maria Namen-Feier

Um weiterhin gemeinsam im Vertrauen auf den Namen Marias zu beten, veranstaltet seit die Gemeinschaft des RSK – heute auch „Gebetsgemeinschaft für Kirche und Welt“ genannt – seit 1958 rund um den 12. September die zweitägige „Maria Namen-Feier“. Jährlich treffen sich in der Wiener Stadthalle – einem Ort für große Events, zum Beispiel dem Auftritt von Künstlern u. ä. – tausende Gläubige mit Dutzenden von Priestern und auch Bischöfen zum gemeinsamen Gebet, zum Glaubenszeugnis und zur Hl. Messe. Seit 2011 findet die Feier im Dom von Wien statt. Jedes Jahr kommen aus Rom, vom Papst, Gruß- und Segensworte für die Teilnehmer. Jedes Jahr steht die Feier unter einem anderen Thema: 2020, im Jahr der Pandemie, hieß es „Unterwegs zu Jesus“, 2021 ging es um die Synodalität der Kirche. Nach der Eucharistiefeier zieht man mit der Fatimastatue in Prozession durch die Innenstadt von Wien zum abschließenden Segen zum Hof vor dem Amtssitz des Bundespräsidenten von Österreich.

Im heurigen Jubiläumsjahr des 75-jährigen Bestehens des RSK fragten die Festprediger der Maria Namen-Feier, Kardinal Christoph Schönborn, Erzbischof von Wien, und Franz Lackner, Erzbischof von Salzburg und nach der Tradition der „Primas Germaniae“: „Wirkt beten? Und was hoffen wir als Betende heute noch?“ – auch angesichts des Krieges in der Ukraine.

Die einhellige Antwort war: Es braucht das Gebet für den Frieden heute so nötig wie vor 75 Jahren! Kardinal Schönborn ermutigte die anwesenden Gläubigen: „Seien wir unbesorgt – selbst wenn wir weniger werden. Denn die Kraft der Wirklichkeit Gottes ist stärker als unsere menschliche Schwachheit.“ Die Aufgabe des Beters bestehe daher darin, für den Nächsten, ja, für die Welt „in die Bresche zu steigen.“ „Auch wenn der moderne Mensch vergessen hat, dass er Gott vergessen hat“, meinte Erzbischof Lackner, dürfe die Antwort darauf jedoch nicht Resignation sein, sondern die feste Hoffnung darauf, dass die Sehnsucht des Menschen nach Erlösung und Gerechtigkeit stärker sind als die Gleichgültigkeit. „Selbst wenn wir scheinbar mit unseren Rosenkränzen ohnmächtig dastehen – dort, wo Sehnsucht nach Gott ist, wird sie wachsen. Wo wir uns von der Not der Leidenden betreffen lassen und diese vor Gott tragen, da wird unser Gebet erhört werden.»

In den 60-er Jahren hat sich der RSK über Österreich hinaus verbreitet, zunächst vor allem in Deutschland. Heute gehören ihm etwa 700 000 Menschen in 132 Ländern an. Er will eine vertiefte, an der Heiligen Schrift orientierte Marienverehrung fördern, weil Maria ein sicherer Weg zu Christus ist. Als Hilfsmittel gibt die «Mutter der Glaubenden» den Rosenkranz an die Hand. Wach gehalten werden soll auch der Gedanke der stellvertretenden Sühne – nach dem emeritierten Papst Benedikt XVI. eine «Urgegebenheit des biblischen Zeugnisses». Auch zum Beten und Opfern für die Bekehrung der Sünder möchte der RSK anleiten. Als Mitglied der Gebetsgemeinschaft soll man täglich wenigstens ein Gesätz des Rosenkranzes beten, und als Frucht des Rosenkranzes die Arbeit gewissenhaft verrichten, hilfsbereit sein und Leiden und Sorgen geduldig ertragen, auch im Geist stellvertretender Sühne.

P. Petrus Pavlicek, starb im Jahre 1982. Sein Seligsprechungsprozess wurde 2001 in der Erzdiözese Wien abgeschlossen und wird seither in Rom weitergeführt.

Evangelización

Celebración del nombre de María en Austria: “Bajo tu amparo nos acogemos…”

La celebración anual del Nombre de María: un fuerte testimonio de la fe de Austria. La “Comunidad de Oración por la Iglesia y el Mundo”- organiza desde 1958 durante dos días, en torno al 12 de septiembre, la “Celebración del Nombre de María”.

Fritz Brunthaler·19 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Texto del artículo en alemán aquí

El año es 1683, el 12 de septiembre. Un poderoso ejército turco de 200.000 hombres está a las puertas de Viena. Hace más de 150 años, en 1529, el sultán Suleyman I había fracasado en su intento de conquistar la ciudad imperial, centro del imperio de los Habsburgo. Pero ahora, dada su superioridad militar, nada parece interponerse en el camino del éxito de Kara Mustafá.

Confiando en su nombre

Es cierto que se ha formado un ejército de apoyo para liberar Viena: tropas imperiales, bávaros, sajones, y sobre todo polacos, bajo el mando del rey Jan III Sobieski, pero… ¿qué son estos 65.000 hombres contra una fuerza tres veces superior? Pero los vieneses confían en la ayuda de Dios y en la intercesión de su Madre: el 12 de septiembre, el beato Marco d’Aviano implora la protección del Todopoderoso en la Santa Misa celebrada en el monte Kahlenberg, que se eleva en el norte sobre la ciudad. Luego, con el estandarte de la Virgen que protege con su manto a la cabeza, se produce desde lo alto, y bajando por las laderas, el ataque a las posiciones de los sitiadores. A pesar de su superioridad numérica, estos últimos se ven tan sorprendidos que huyen a toda prisa y dejan atrás muchas piezas de su equipo, entre ellas los cañones de los que más tarde se fundirá la “Pummerin”, la campana más grande de Austria, que cuelga en el templo de San Esteban, la catedral de Viena. En agradecimiento a María, el Papa Inocencio introduce para toda la Iglesia la fiesta del Nombre de María, el domingo después de la Natividad de Nuestra Señora. El Papa Pío la trasladará al 12 de septiembre. En Austria, la fiesta del Nombre de María se celebra realmente con gran festividad.

La “Cruzada de reparación del Rosario”: por la paz en el mundo

Estamos en el año 1947, y es el 2 de febrero: lo que hace casi 300 años, de acuerdo con los tiempos, se creía y rezaba en la guerra y la batalla contra un enemigo incrédulo, ahora, sobre las ruinas de la Segunda Guerra Mundial, servirá únicamente para la paz. Otto Pavlicek, nacido en Innsbruck en 1902, que había crecido alejado de Dios y abandonado durante algún tiempo la Iglesia, experimenta su conversión en 1937: a los 35 años ingresa en la Orden Franciscana y recibe el nombre de religión de Petrus.

En 1941 es ordenado sacerdote. Tiene que alistarse en el ejército y se hace médico. Un año después del final de la guerra, da gracias en Mariazell por su feliz regreso a casa y reza por Austria, su patria, con profunda preocupación. Entonces tiene una inspiración interior: escucha las palabras pronunciadas por la Virgen en Fátima: “Haced lo que os digo y tendréis la paz”. A continuación, el P. Peter Pavlicek funda el 2 de febrero de 1947 la Cruzada de reparación del Rosario”, una comunidad de personas que rezan el rosario: oración por la conversión de las personas y por la paz en el mundo.

Pero también está en juego la libertad de Austria de las cuatro potencias vencedoras que la han ocupado Austria desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Por eso, también se unen a la comunidad de oración altos políticos austriacos, como el entonces canciller federal Leopold Figl y su sucesor Julius Raab.

El número de miembros aumenta rápidamente, la comunidad recibe el apoyo de la archidiócesis de Viena: en 1950 hay 200.000 miembros, en 1955 más de medio millón. El P. Peter también llama a la gente a participar en procesiones de expiación, que ahora se organizan cada año en torno al 12 de septiembre, la fiesta del Nombre de María, y de nuevo acuden numerosos fieles: en 1953 fueron 50.000, en 1954 se contaron 80.000 participantes.

Cuando Rusia dio su consentimiento, contra todo pronóstico, al Acuerdo de Estado en 1955 y, por tanto, aprobó la libertad de Austria, muchos vieron en ello el cumplimiento de sus peticiones a la Virgen. El entonces Canciller Federal, Julius Raab, se expresó así: “Si no se hubiera rezado tanto, si tantas manos en Austria no se hubieran recogido en oración, probablemente no lo habríamos logrado”.

La fiesta del Nombre de María

Para continuar rezando juntos llenos de confianza en el Nombre de María, la “Cruzada de reparación del Rosario” -hoy llamada también “Comunidad de Oración por la Iglesia y el Mundo”- organiza desde 1958 durante dos días, en torno al 12 de septiembre, la “Celebración del Nombre de María”.

Cada año, miles de creyentes y decenas de sacerdotes y obispos se reúnen en la “Stadthalle” de Viena -un lugar donde se celebran grandes eventos, por ejemplo conciertos de música y similares- para rezar juntos, dar testimonio de la fe y para celebrar la Santa Misa. Desde 2011, la celebración tiene lugar en la catedral de Viena. El Papa envía desde Roma su saludo y sus bendiciones a los participantes.

Cada año la celebración tiene un tema diferente: en 2020, el año de la pandemia, se llamaba “En camino hacia Jesús”; en 2021 trataba de la sinodalidad de la Iglesia. Tras la celebración eucarística, la estatua de Fátima se lleva en procesión por el centro de Viena hasta el patio que está delante de la residencia oficial del Presidente Federal de Austria, para la bendición final.

En el año jubilar del 75 aniversario de la Cruzada de reparación del Rosario, se preguntaron los predicadores invitados a la celebración del Nombre de María, el cardenal Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, y Franz Lackner, arzobispo de Salzburgo y “Primas Germaniae” de acuerdo con la tradición: “¿Sirve para algo rezar? ¿Y qué es lo que esperamos hoy, como personas que rezan?”, también en relación con la guerra en Ucrania.

La respuesta unánime fue: ¡la oración por la paz es tan necesaria hoy como hace 75 años! El cardenal Schönborn animó a los fieles presentes: «No nos preocupemos, aunque seamos menos. Porque el poder de la realidad de Dios es más fuerte que nuestra debilidad humana”.

La tarea del orante, dijo, consiste por tanto en “ponerse manos a la obra” por el prójimo y por el mundo. “Aunque el hombre moderno haya olvidado que ha olvidado a Dios», dijo el arzobispo Lackner, sin embargo la respuesta no debe ser la resignación, sino la firme esperanza en que el anhelo de redención y justicia del hombre es más fuerte que la indiferencia. “Aunque parezca que somos impotentes con nuestros rosarios, crecerá donde hay anhelo de Dios. Cuando dejamos que nos afecte la situación de los que sufren y la llevamos ante Dios, nuestra oración será escuchada”.

En la década de 1960 la Cruzada de reparación del Rosario se extendió fuera de Austria, al principio sobre todo en Alemania. En la actualidad, unas 700.000 personas de 132 países pertenecen a ella. La Cruzada de reparación del Rosario quiere promover una devoción más profunda a María, basada en la Sagrada Escritura, porque María es un camino seguro hacia Cristo.

La “Madre de los creyentes” pone el Rosario en sus manos como ayuda. También hay que mantener viva la idea de la expiación vicaria, que según el Papa emérito Benedicto XVI es un “hecho primordial del testimonio bíblico”.

La Cruzada de reparación del Rosario también quiere mover a la oración y al sacrificio por la conversión de los pecadores. Los miembros de la Comunidad de Oración deben rezar diariamente al menos un misterio del Rosario y, como fruto del Rosario, hacer el trabajo a conciencia, ser servicial y soportar los sufrimientos y las penas con paciencia, también con espíritu de expiación vicaria.

El P. Petrus Pavlicek murió en el año 1982. La fase diocesana de su proceso de beatificación se cerró en 2001 en la archidiócesis de Viena, y prosigue en Roma desde entonces.

El autorFritz Brunthaler

Austria

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Mundo

La despedida y el último legado de la Reina

El fallecimiento de la Reina Isabel II significa el fin de una era. Ha sido la monarca que más tiempo ha reinado en la historia de Inglaterra y ha sido admirada no sólo en su propia nación, sino en todo el mundo.

Sean Richardson·19 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Texto original del artículo en inglés

Isabel II estaba tan arraigada en la cultura y la vida británicas que parecía que era inmortal y que siempre lo sería. Miles y miles de personas acudieron a Londres, haciendo cola durante 14 horas, si no más, para presentar sus últimos respetos a Su Majestad mientras yacía en el Westminster Hall.

Líderes de todo el mundo han volado a Londres para asistir al funeral, que ha sido marcado como día festivo nacional; e innumerables personas han sintonizado la televisión, la radio e Internet para seguir la ceremonia.

Responsabilidad, servicio y fe

A pesar de su frágil salud y su avanzada edad, la Reina nunca abdicó y permaneció en su cargo hasta su último aliento, considerándolo un deber de por vida.

El servicio de la Reina Isabel II a su nación y a la Commonwealth sirve como recordatorio continuo de que, independientemente de la condición, la edad o la etapa de la vida de una persona, siempre tiene un servicio inestimable que ofrecer a los demás; y nunca carece de valor, ni debe ser abandonado. Como dijo, incluso antes de convertirse en Reina, en su vigésimo primer cumpleaños en 1947: «Declaro ante todos vosotros que toda mi vida, sea larga o corta, estará dedicada a vuestro servicio».

Recientemente incluso, la Reina reafirmó este compromiso durante su mensaje de agradecimiento por el fin de semana del Jubileo de Platino 2022: «Mi corazón ha estado con todos vosotros; y sigo comprometida a serviros lo mejor que pueda».

Desde una tierna edad, la Reina Isabel II vió la gran responsabilidad que tenía dentro de la sociedad. Por ejemplo, a la edad de 14 años, ella y su hermana, la Princesa Margarita, hicieron una emisión de radio para ofrecer esperanza y consuelo a otros niños que vivían los terrores de la Segunda Guerra Mundial. Además, desde muy joven siempre recordó al público que su papel se basaba en la fe cristiana. Como dijo una vez: «Para muchos de nosotros, nuestras creencias tienen una importancia fundamental. Para mí, las enseñanzas de Cristo, y mi propia responsabilidad personal ante Dios, proporcionan un marco en el que intento conducir mi vida. Yo, como muchos de ustedes, he encontrado gran consuelo en tiempos difíciles en las palabras y el ejemplo de Cristo».

Como Gobernadora Suprema de la Iglesia de Inglaterra se le encomendó el deber de defender la fe protestante. Incluso se le dio el título de «Defensora de la Fe». Este fue un título originalmente recompensado a Enrique VIII por el Papa León X por la defensa de los siete sacramentos por parte del rey Tudor, al que posteriormente renunció; y luego fue derogado por la reina María I, siendo finalmente restituido durante el reinado de la reina Isabel I. 

Durante la época de la reina Isabel II reconoció y celebró otras confesiones. Como dijo en la Recepción Interconfesional, en el Palacio de Lambeth, el 15 de febrero de 2012 «De hecho, los grupos religiosos tienen un orgulloso historial de ayuda a los más necesitados, incluidos los enfermos, los ancianos, los solitarios y los desfavorecidos. Nos recuerdan las responsabilidades que tenemos más allá de nosotros mismos».

Isabel II y la Iglesia católica

Para la Iglesia católica, podría decirse que ayudó a avanzar en las relaciones, aceptando incluso conversiones dentro de su propia familia. Esto es bastante significativo, ya que antes del reinado de la reina Isabel II el primer soberano de Gran Bretaña que visitó al Papa fue el rey Eduardo VII en 1903, después de tres siglos y medio, seguido por el rey Jorge V en 1923.

Isabel II conoció a cinco Papas, cuatro como Reina, y casualmente su muerte se produjo en una importante fiesta que se celebra dentro de la Iglesia católica, la Natividad de Nuestra Señora.

Los católicos se han unido al luto por la reina Isabel II y en Inglaterra se celebró una misa de réquiem oficiada por el presidente de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales, el cardenal Vincent Nichols, el 9 de septiembre. Como señaló el cardenal Nichols en su homilía en la catedral de Westminster (Londres), «la reina Isabel aprovechó muchas oportunidades para explicar su fe, de forma suave pero directa, especialmente en casi todos los mensajes públicos de Navidad que dio. Las palabras de San Pablo que acabamos de escuchar me lo han recordado. Ella veía, como él, que era su deber proclamar su fe en Jesucristo. Y, según ella, entre los tesoros que se desprendían de esa fe estaba su disposición a no juzgar a los demás, a tratar a la gente con respeto y sin críticas innecesarias, a darles la bienvenida… a no concentrarse nunca en la paja en el ojo ajeno. Por el contrario, siempre estaba dispuesta a ver lo bueno en todas las personas que conocía. En una época en la que nos apresuramos a cerrar a las personas, a «cancelarlas», su ejemplo es de crucial importancia».

En una época en la que muchos, incluidos los líderes de hoy en día, suelen ceder tan fácilmente a las últimas tendencias, al populismo, a las ideologías o a un estilo de vida concreto, la Reina fue un símbolo de firmeza, dignidad y sofisticación: no se dejó llevar por una cultura efímera y siempre cambiante que a menudo menosprecia, escandaliza y degrada al ser humano. Mostró cómo las formalidades, el refinamiento y la tradición no deben abandonarse, sino que son los engranajes hacia el respeto y la autodisciplina que le recuerdan a uno su vocación superior en la vida; así como el ejemplo que debe dar a los demás.

Ella fue un empoderamiento para las mujeres, mostrando cómo se puede ser una autoridad líder en el mundo sin sacrificar su feminidad natural, mostrando en realidad que es una gran fuerza que debe ser abrazada en lugar de un obstáculo para la identidad de una mujer. Como dijo recientemente la Reina consorte, Camilla, en el programa de la BBC, al rendir homenaje a la Reina, ésta «se labró su propio papel» en un mundo dominado por los hombres.

En sus mensajes navideños, la Reina Isabel II recordaba que, por mucho que avancemos en la sociedad, nunca debemos perder de vista los valores fundamentales fundados en el cristianismo. Como mencionó en 1983, al examinar los avances tecnológicos en materia de comunicación y transporte: «Quizá sea aún más grave el riesgo de que este dominio de la tecnología nos ciegue a las necesidades más fundamentales de las personas. La electrónica no puede crear camaradería; los ordenadores no pueden generar compasión; los satélites no pueden transmitir tolerancia».

La Reina admiraba la tecnología y los nuevos descubrimientos del mundo, pero también veía la importancia de no permitir que estas innovaciones nos distrajeran de las cosas más importantes de la vida.

Promovía la necesidad de estar cerca de los pobres y mostrar respeto hacia el prójimo, sin permitir que nuestro estatus o talento se utilizara como medio para dominar a los demás, sino que se empleara al servicio de los mismos. 

La reina Isabel II era el epítome moderno de la elegancia y la sofisticación que muchas personas han tratado de emular, pero que a menudo no alcanzan.

Mientras la nación y el resto del mundo se unen para despedir a una figura monumental en los últimos tiempos, es muy apropiado terminar este artículo con uno de los últimos mensajes de la Reina. En su mensaje del Día de la Adhesión, el 5 de febrero de 2022, la Reina Isabel II parecía ser muy consciente del futuro y quiso preparar a todos para este triste momento subrayando la importancia de la unión: «Este aniversario también me permite reflexionar sobre la buena voluntad que me han demostrado personas de todas las nacionalidades, credos y edades en este país y en todo el mundo durante estos años.  Me gustaría expresar mi agradecimiento a todos por su apoyo.  Estoy eternamente agradecido y humilde por la lealtad y el afecto que me siguen brindando.  Y cuando, con el tiempo, mi hijo Carlos se convierta en Rey, sé que le daréis a él y a su esposa Camilla el mismo apoyo que me habéis dado a mí».

El autorSean Richardson

Vaticano

Nadie es extranjero en la Iglesia: ninguno es forastero en este mundo en cambio

Las palabras del Papa Francisco en su encuentro con el clero y agentes pastorales de Kazajstán ofrecieron la clave de lectura de este 38 viaje papal: Nadie es forastero en este mundo que a veces se muestra como una estepa desolada.

Aurora Díaz Soloaga·19 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Akulina vive en Almaty. Es ortodoxa, de origen ruso. El miércoles viajó a Astaná recorriendo 1.500 km de estepa, para asistir a la Misa del Papa en la EXPO. Las dos noches en tren, en menos de 48 horas, y las muchas horas junto a otros asistentes, de las parroquias de Almaty, se le han hecho breves tras la impresión tan positiva de esas escasas horas con el Papa.

Alisher, a su vez, es un joven pastor protestante, de origen kazajo. El no pudo viajar, dadas las escasas posibilidades asequibles de los últimos días antes de la visita del Papa. Pero su deseo era el de poder ver de cerca al Santo Padre, lo que consideraba un gran honor.

Para estar con personas como Akulina y Alisher, para católicos de todo Asia Central y países colindantes, para las delegaciones de religiones tradicionales presentes en Astaná (la capital de Kazajstán ha vuelto a recibir su primitivo nombre en estos días) vino el Papa Francisco a Kazajstán.

Si bien su viaje en esta ocasión no puede considerarse estrictamente pastoral, sino oficial con motivo de la asistencia al 7º congreso de líderes de religiones tradicionales y del mundo, en el cálido encuentro del Papa Francisco con el clero y agentes pastorales de Kazajstán, en la mañana del jueves 15 de septiembre, el Pontífice ofreció una clave de lectura de todo su viaje.

El Papa subrayó en esa ocasión que “la belleza de la Iglesia es ésta, que somos una sola familia, en la cual nadie es extranjero”. Y de alguna manera es una afirmación que con distintos matices ha querido repetir a los distintos públicos con los que se ha encontrado.

Agradeció de manera especial la presencia de fieles de todo Asia Central en la Misa del día 14, llamó hermanos y hermanas a los participantes del Congreso de líderes de religiones tradicionales y del mundo; y se dirigió con especial afecto a los representantes de la sociedad civil del país, agradeciéndoles su compromiso con valores universales (la supresión de la pena de muerte, la renuncia a las armas nucleares) a la vez que con fina delicadeza sugería caminos de democracia y promoción social a sus autoridades.

Nadie es forastero en este mundo que a veces se muestra como una estepa desolada e inhóspita. El Papa lo ha demostrado con su cercanía a otros líderes religiosos, alejado a la vez de todo sincretismo, reconociendo más bien las semillas de verdad de otras realidades de apertura al Absoluto.

Por eso, probablemente, hemos visto a un Papa cercano con cada persona y asequible a los fieles. Su paseo en papamóvil por la explanada de la EXPO sorprendió a muchos que no se esperaban esa cercanía física, como sugería su evidente estado de salud que limita muchos de sus movimientos.

También se ha mostrado gratamente sorprendido, como reflejó en su viaje de vuelta, por la grandeza (no sólo territorial) de un país ejemplarmente acogedor: “taller multiétnico, multicultural y multirreligioso único, (…) país del encuentro”.

El Papa ha descubierto un gran país, y Kazajstán ha conocido a su vez a un Papa que valora su multietnicidad y su vocación de apertura y acogida como un don deseable para todo el mundo, para cada país, para cada región, para cada conflicto.

Hay muchos otros temas de gran calado que el Papa ha recordado e incluso demandado: el compromiso por la paz, la responsabilidad conjunta de las religiones en la construcción de un mundo más humano, pacífico e inclusivo, la fuerza de la memoria, la historia y la gratitud en el camino eclesial.

Todo lo ha sabido transmitir con imágenes cercanas al pueblo multiétnico que vive en Kazajstán: las referencias al poeta Abay, el símil de la dombra, las referencias a la estepa, la bandera y los símbolos del país.

Así que el Presidente, con fino humor, no ha podido menos que responder a tanto cariño con un regalo especial al despedir al Papa el jueves día 15: el Santo Padre, que bromeó con ser un Papa musical al describir la dombra, regresó a Roma con ese instrumento, regalo del pueblo kazajo.

El autorAurora Díaz Soloaga

Cultura

Los misterios de la Roma subterránea

Roma es una ciudad con muchas obras de arte, pero el subsuelo de la urbe esconde maravillas únicas. Hacemos un repaso de algunas de ellas.

Stefano Grossi Gondi·19 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Roma es una ciudad famosa, frecuentada durante todo el año por los turistas que toman las rutas clásicas para visitar monumentos de la época del Imperio Romano, así como obras de arte de los siglos en que la Iglesia gobernaba la ciudad. Las basílicas, las numerosas iglesias, así como los famosos recuerdos de la vida romana como el Coliseo, el Foro, el Panteón, etc., acogen diariamente a turistas de todo el mundo; se calcula que hay más de 4 millones de visitantes diarios.

No sólo hay lugares a la luz del sol, sino que la ciudad esconde muchos lugares ocultos con una larga historia, en algunos casos poco conocida.

La ciudad se ha construido en capas superpuestas y, gracias a ellas, hay una ciudad visible y otra invisible, que se extiende bajo los pies de los turistas involuntarios, a disposición de quienes gustan de hacer descubrimientos en el campo del arte y la arqueología. 

Catacumbas

Las más conocidas, con una larga historia que contar, son las catacumbas, que comenzaron a desarrollarse en el siglo II y se crearon en zonas cargadas de toba y puzolana. Se encuentran sobre todo en la parte sur de Roma, especialmente entre la Via Appia y la Via Ardeatina, y son una experiencia única. En el subsuelo de Roma se han descubierto unas 40 catacumbas que se extienden a lo largo de 150 kilómetros de túneles.

No todas se pueden visitar, pero hay al menos dos que merecen absolutamente la atención de los turistas: las Catacumbas de San Calixto y las de San Sebastiano. En el primero fueron enterrados nada menos que 16 Papas, así como un número indeterminado de mártires cristianos, lo que lo convierte en el cementerio oficial de la Iglesia de Roma. La catacumba de San Sebastiano, en cambio, es más importante artísticamente. No se trata sólo de los frescos y estucos contenidos en los nichos funerarios subterráneos, sino también de la Basílica Superior, que contiene la que quizá fue la última obra realizada por el gran escultor barroco Gian Lorenzo Bernini, el Salvator Mundi, que el propio artista escribió que había esculpido “sólo por su devoción“. En la historia, además de estas dos catacumbas, nunca se han abandonado las catacumbas de S. Pancracio, S. Lorenzo, S. Agnese y S. Valentino.

Iglesias de Roma

Cuatro iglesias en particular son famosas por la riqueza de sus zonas subterráneas. Empezando por San Clemente (cerca del Coliseo), en el que, bajando las escaleras, se pasa de la iglesia medieval a la iglesia paleocristiana, rica en frescos de increíble policromía, y de ahí, más abajo, al descubrimiento del Mitreo y de un antiguo edificio imperial considerado por muchos estudiosos como la antigua Casa de la Moneda de Roma, reconstruida aquí tras el tremendo incendio que asoló el Capitolio en el año 80. No hay ningún otro lugar en Roma que proporcione una evidencia tan clara de la gran estratificación de la Urbe.

S. Cecilia se encuentra en Trastevere, y aquí, en una maraña de construcciones, se pasa de una importante domus nobiliare a una modesta insula popolare, enriquecida por una cripta subterránea. El lugar lo ocupaba probablemente la casa donde la joven mártir vivía con su marido Valeriano y donde sufrió el martirio. En la iglesia se encuentra una obra maestra del arte: la conmovedora escultura de Stefano Maderno de la mártir Cecilia en la posición en la que fue encontrada durante el Jubileo de 1600.

Más maravillas de Roma

También en el Trastévere se encuentra la iglesia de San Crisógono, bajo la cual se mantiene la iglesia original, construida en el siglo V d. C. A unos 8 metros por debajo de la superficie de la carretera, entrará en la antigua nave, donde podrá admirar los restos de frescos con imágenes de santos e historias del Antiguo Testamento.

S. Lorenzo in Lucina se encuentra junto al antiguo trazado de la Vía Lata (actual Vía del Corso); además de ser una de las iglesias más antiguas de la ciudad, alberga una serie de obras de arte e importantes testimonios religiosos, como las reliquias vinculadas al martirio del santo que da nombre a la iglesia: la famosa parrilla y las cadenas de la prisión. Las excavaciones realizadas han sacado a la luz una zona arqueológica con una extensa estratigrafía mural que permite reconstruir la dinámica constructiva a partir del siglo II d.C. De extraordinaria importancia fue el descubrimiento del antiguo baptisterio paleocristiano del siglo V d.C.

Palacios de Roma

Más difíciles de visitar son los ejemplos de las épocas más antiguas, que se han dado a conocer gracias al uso de la tecnología. Nos referimos, por ejemplo, a las Domus Romane del Palacio Valentini, edificios patricios de la época imperial, pertenecientes a poderosas familias de la época, con mosaicos, paredes decoradas, etc. – y la Domus Aurea, la famosa villa urbana de Nerón, inscrita en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1980. Se trata de una construcción enorme, que hasta la fecha sólo se conoce parcialmente.

Gracias a los proyectores multimedia (en el primer caso) y a los sofisticados visores individuales (en el segundo), es posible, de hecho, dar vida a los edificios en todo su esplendor, haciendo que el público pueda verlos cobrar vida a su alrededor, dándole la emoción de poder caminar por esos pisos, entre esas paredes, con esas luces.

Museo de las Termas de Caracalla

Este museo se inauguró en diciembre de 2012 en el sótano del complejo termal, y con la ocasión se reabrió también el mitreo.

El recorrido de la exposición se realiza a lo largo de dos galerías paralelas, que conducen desde las escaleras de acceso primero a las dos islas de exposición dedicadas al gimnasio, luego al “frigidarium“, y continúan en la segunda galería que contiene las islas de la “natatio“ y la biblioteca.

Basílica neopitagórica

Encontrada por casualidad en 1917, durante las obras de construcción del ferrocarril en Porta Maggiore, se descubrió la basílica pagana más antigua de todo Occidente, que sigue atrayendo muchos misterios por la falta de información fiable. Se dice que es obra de una secta místico-esotérica, cuya función es aún incierta: tumba o basílica funeraria, ninfeo o, más probablemente, templo neopitagórico.

Sigue siendo casi inaccesible, y desde hace algunos años algunos visitantes pueden visitar estas salas algunos domingos, con reserva previa. Este es un ejemplo del enorme potencial de descubrimiento de la antigua Roma, que sin duda no ha llegado a su fin.

Cloaca Máxima

No está clasificada en la lista de obras de arte, pero es sin duda un componente importante de la civilización romana, que dura siglos y siglos, la alcantarilla más antigua del mundo que sigue funcionando plenamente. El sistema de gestión del agua, tanto de entrada como de salida, permitió a Roma reunir una población que no se había vuelto a alcanzar hasta el siglo XIX, y la Cloaca Máxima es una de las bases de este sistema. Los orígenes del artefacto se remontan al siglo VI a.C.; concebido por Tarquinio Prisco y realizado por Tarquinio el Superbo, fue diseñado como canal de desagüe para encauzar las aguas procedentes del arroyo “Spinon“ que inundaba el “Argiletum“, el valle del Foro Romano y el Velabro.

Sin embargo, probablemente su función más importante era la de devolver rápidamente a su lecho las aguas del Tíber que periódicamente se inundaban. Los estudios han revelado que ciertamente en la época imperial la Cloaca ya cumplía su función de alcantarilla sirviendo a un vasto territorio que incluía, además de la zona forense y el Velabro, al menos la Suburra y el Esquilino.

La Cloaca Máxima siempre ha funcionado, aunque en la época del Renacimiento probablemente sólo estaba activa la sección situada debajo del Velabro. Hacia finales del siglo XIX, cuando se creó Roma Capitale, se intentó restaurar los antiguos conductos del alcantarillado, restableciendo su funcionamiento. Desde 2004, Roma Sotterranea ha llevado a cabo una campaña de obras que ha ampliado la exploración de tramos antes inexplorados. En la actualidad, la Cloaca puede visitarse en la parte que comienza justo fuera del Foro de Nerva, cerca del Tor de ‘Conti (actual Via Cavour ).

El autorStefano Grossi Gondi

Cultura

José García Nieto. “Ámame más, Señor, para ganarte”

Poeta de vivas raíces católicas, magistral sonetista, impulsor de buena parte de la poesía de posguerra, se le ha considerado uno de los mayores líricos contemporáneos, con una gran variedad de tonos y registros, siempre en continua evolución. Volver a sus versos es un encuentro con la creación poética de la más acendrada tradición clásica. 

Carmelo Guillén·19 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

El 10 de diciembre de 1996 se le concedió a José García Nieto el Premio Cervantes, máximo galardón de las letras hispanas. Oficialmente, se le entregó el 23 de abril del año siguiente. Por su delicado estado de salud, tuvo que ser el talaverano Joaquín Benito de Lucas quien accediera a la cátedra del paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares para la lectura de su discurso. 

Unas palabras de aquel texto dan idea de la importancia que cobra en nuestro poeta ovetense su relación con Dios. Escribe: “‘Dios está aquí…’ es el principio de un canto religioso [García Nieto hace alusión a un hermoso texto católico de Cindy Barrera. Fácilmente se puede escuchar en You Tube]. Yo cantaría: ‘Dios está ahí…’. Es una cuestión de distancia. He tenido una fe sencilla y oracional, que va cambiando con el tiempo. Pero esto Él lo sabe. Y espero que a mi debilitamiento se asome su misericordia, que creo infinita”. A lo que añade: “Gracias, Señor, porque estás / todavía en mi palabra; / debajo de todos mis puentes / pasan tus aguas”, cuatro versos de su poemario Tregua (1951) que definirán premonitoriamente los últimos años de la trayectoria vital y religiosa de este hombre del que quienes lo trataron esgrimieron a su favor, además de su gran valor de la amistad y de la cortesía, su afirmación de la esperanza sobre lo oscuro y su ininterrumpida presencia de Dios.

Rasgos generacionales

Aunque en la producción poética de García Nieto late su fe en el Dios que desde pequeño asimiló en la casa paterna, principalmente transmitida por su madre —el padre falleció cuando él tenía seis años— y por la educación que le imparten los escolapios, algunas entregas líricas lo delatan en particular: Tregua, La red, varios poemas de La hora undécima, gran parte de El arrabal y diversas composiciones aisladas que, por su temática religiosa, así lo reflejan: sobre todo aquellas que giran en torno a la Navidad o al Corpus toledano. 

En todas hay un sabor de época, extensible a otros poetas coetáneos como Luis López Anglada, Francisco Garfias, José Luis Prado Nogueira o Leopoldo Panero, que hablan, al igual que él, de un territorio geográfico particular, del hondo sentido de la amistad o de sus familiares más allegados: esposa e hijos. Sin embargo, junto a ese eco grupal, generacional, propio del tiempo en que les tocó vivir, la voz personal, y al mismo tiempo en evolución de cada uno, se reconoce fácilmente. 

Voz propia

En el caso de García Nieto, él es el poeta que, junto a la perfección formal —en la que tanto se ha incidido como si su poesía se hubiera dejado de leer a partir de 1951— pone el acento en la certidumbre de la providencia divina, sostén de su vida, que con su misteriosa presencia invade la realidad. 

Es a la que se refiere cuando escribe: “Porque estás tan en todo, y yo lo siento, / que, más que nunca, en la quietud del día, se evidencian tus manos y tu acento”. Un sentimiento que marcará su continuada actividad lírica. De hecho, en La hora undécima condensa su inquietud existencial y fervorosa en un soneto definitivo —de esos en los que con rotundidad muestra sus aspiraciones existenciales más hondas— donde deja constancia de la condición mortal del hombre, viniendo a decir: si ser hombre trae consigo toparse con la muerte, “exijo” necesariamente encontrarme contigo a lo largo de mi vida. 

Y así escribe: “Porque ser hombre es poco y se termina / pronto. Ser hombre es algo que adivina / la mirada detrás de cualquier llanto. / Exijo que haya más. Dime, Dios mío / que hay más detrás de mí; que hay algo mío / que ha de ser más por desearlo tanto”. Ese “algo mío” es su propia libertad, como se puede leer en alguna composición: “Tú y tu red, envolviéndome. ¿Tenía / yo un ciego mar de libertad, acaso, / donde evadirme? […] Y, sin embargo, libre, ¡oh, Dios! ¿Qué oscuro / mi pecho está junto a tu claro muro, / contándose las penas y las horas, / sabiéndose en tu mano. ¡Red, aprieta! / Que sienta más tu yugo esta secreta / libertad que yo gasto y Tú atesoras”.

Vivir desde la libertad

Vivir desde la misma libertad que pone en manos de Dios se convierte para José García Nieto en un apasionante juego, supeditado al transcurrir temporal, donde se entrelazan amor y muerte, fuego y nieve final; un juego —el de su propia existencia— en el que, como si fuera un niño, sabe de quién se fía: de su hacedor, aquel que vigila sus propios pasos. Escribe: “Qué sosiego da pensar / que Dios vigila en las cosas; / que si ponemos los ojos / en el agua clara y honda, / nos devuelve la mirada / con su mirada remora”; un juego de preparación para el hecho de morir, cuyo aliciente más señero en ese encuentro personal y definitivo que acabará dándose inevitablemente en algún momento del acontecer vital y que requerirá por parte del poeta total aceptación. 

Juego, además, sujeto al dolor, desde donde Dios lo llama sin cesar: “Otra vez […] me has llamado. Y no es la hora, no; pero me avisas; / (…) Y Tú llamas y llamas, y me hieres, / y te pregunto aún, Señor, qué quieres […]. / Perdóname si no te tengo dentro, / si no sé amar nuestro mortal encuentro, / si no estoy preparado a tu llegada”

Pensamiento religioso

Queda, pues, establecido el pensamiento religioso de García Nieto, hombre de fe, sin más pretensiones que la de ser tocado por Dios para no desfallecer en su invariable empeño por descubrir su presencia aquí en la tierra; hombre que se hace oír desde su propia identidad, desde su soledad, desde sus miedos, a través de la palabra poética, con el fin de desentrañar los misterios de la vida, entendida ésta como preparación para la muerte; cuya búsqueda es más la de la presencia de la divinidad en el mundo que la de Él mismo. 

Así, en la ya citada y amplia composición inicial de La hora undécima condensa lo que es anhelo y búsqueda repetida del poeta, quien, sin el apoyo de Dios, no deja de ser más que ruina, abdicación, torre sin cimiento, nube deshilándose, carbón imposible hacia otro fuego, redoble de letras en un cuero rajado…; sin embargo, con su apoyo, todo cobra sentido: “Dime que estás ahí, Señor; que dentro / de mi amor a las cosas Tú te escondes, / y que aparecerás un día lleno / de ese amor mismo ya transfigurado / en amor para Ti, ya tuyo… […] ¡Nómbrame, / para saber que todavía es tiempo! […]. Yo soy el hombre, el hombre, tu esperanza, / el barro que dejaste en el misterio”.

Vale la pena hacer una ligera incursión en el más conocido e inspirado soneto de su trayectoria poética, el que titula La partida. Un poema crucial, en el que, imaginándose próxima su muerte, García Nieto se ve jugando una partida de cartas con el mismísimo Dios: “Contigo, mano a mano. Y no retiro / la postura, Señor. Jugamos fuerte / Empeñada partida en que la muerte / será baza final. Apuesto. Miro / tus cartas, y me ganas siempre. Tiro / las mías. Das de nuevo. Quiero hacerte / trampas. Y no es posible”. Un poema éste de salvación y de plena confianza en la divinidad; un poema en que se da cuenta de que, frente a su rival, tiene las de perder: “Pierdo mucho, Señor. Y apenas queda / tiempo para el desquite”. De pronto, impulsado por la gracia, el poema cambia el enfoque y se convierte en una hermosísima oración de petición: “Haz tú que pueda / igualar todavía. Si mi parte / no basta por pobre y mal jugada, / si de tanto caudal no queda nada, / ámame más, Señor, para ganarte”.

Al final, se llega a la conclusión de que la poesía de García Nieto es un ejercicio de encuentros y desencuentros con el amor de Dios, ese que salva si se acoge; una magnífica oportunidad que se le otorga a Él para “darle ocasión a la azucena”, esto es, para que se haga dueño de su propia vida.

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Iniciativas

Christian Art. Meditar el Evangelio a través del arte

Christian Art es una iniciativa de Patrick van der Vorst, que fue director de Sotheby’s Londres. En su página web ofrece el comentario del Evangelio de cada día relacionando sus reflexiones con una obra de arte que recoja la escena bíblica. Con más de 40.000 suscriptores, esta iniciativa tiende un puente entre el mundo del arte y la Iglesia católica.

Javier García Herrería·18 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Entrar en la oración a través del arte. Esta idea, que conlleva múltiples posibilidades y que ha sido recuentemente utilizada en la Iglesia desde sus inicios resume, de manera somera la propuesta de este británico, especialista en arte. 

En su web podemos encontrar, por ejemplo, junto a la imagen de la Transfiguración de Bellini el siguiente comentario: “El cuadro de hoy fue pintado por Giovanni Bellini hacia 1480. Bellini fue descrito en 1506 por el artista Alberto Durero como “el mejor pintor de todos”. Fue célebre sobre todo por sus impresionantes retablos, y éste es uno de ellos. 

«La transfiguración de Cristo», de Giovanni Bellini. ©Wikipedia Commons

Vemos a Cristo en el centro, con un manto blanco brillante, como fuente de luz. Una nube sobre Cristo envía rayos de luz sobre él. A su izquierda, vemos a Moisés, con la cabeza cubierta con un manto de oración judío, sosteniendo un pergamino, y a la derecha de Cristo está Elías, sosteniendo un pergamino con las palabras “Dios reunirá a mi pueblo”. Los apóstoles Pedro (en el centro), Santiago y Juan están en la parte inferior, y Rávena está pintada en el fondo, rodeada de escenas de la vida cotidiana en la Toscana.

De la nube salió una voz que decía: “Este es mi Hijo, el Elegido. Escuchadle”. Con estas palabras se confirmó a Jesús quién era y cuál era su misión y lo que debemos hacer: ¡escucharle! Moisés y Elías identificaron a Jesús como Aquel en quien se cumplen las promesas del Antiguo Testamento… en última instancia en la cruz. Sin embargo, para mí, la frase que sobresale hoy es la que abre el pasaje: que Jesús subió a la montaña a orar. 

Esto nos recuerda de nuevo lo mucho que rezó. Aunque era el Hijo de Dios, y nada hubiera cambiado eso, rezó y rezó, una y otra vez. Fue durante este tiempo de oración que todo sucedió como se describe en la lectura de hoy.

Podemos unirnos a Jesús en su oración, para que también nosotros podamos cambiar. Podemos, por ejemplo, rezar el Rosario. En 2002, el Papa Juan Pablo II añadió los misterios luminosos al Rosario. La Transfiguración es uno de ellos, el momento en que Jesús se reveló como Hijo de Dios.

La escena evangélica de la transfiguración de Cristo, en la que los tres apóstoles Pedro, Santiago y Juan aparecen embelesados por la belleza del Redentor, puede considerarse un icono de la contemplación cristiana“, escribió Juan Pablo II en la carta apostólica Rosarium Virginis Mariae.

 Juan Pablo II utiliza la palabra belleza como una cualidad clave para adentrarnos en el misterio de nuestra fe… una belleza que podemos encontrar en algunas de las obras de arte que miramos en nuestras reflexiones diarias, como el cuadro de aquí”.

Este ejemplo muestra cómo se conjugan muy bien los detalles evangélicos, la reflexión ascética y una gran pedagogía para que el lector disfrute también del arte. 

Santa Clara de Asís o san Agustín desarrollaron una gran apuesta por la vía de la belleza -la via pulchritudinis- para que el ser humano conozca al creador. También muchos autores modernos, como Paul Cludel o Hans Urs von Balthasar, han subrayado la conveniencia de este modo de acceso a Dios. 

Ahora bien, como el mundo es el que es, se hace necesaria una evangelización a través de los medios audiovisuales que nos son connaturales. Por eso, el cardenal Ratzinguer en la introducción al Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica ya proponía en 2005: “Una tercera característica es la presencia de algunas imágenes, que acompañan a la articulación del Compendio. Provienen del riquísimo patrimonio de la iconografía cristiana.

De la secular tradición conciliar aprendemos que también la imagen es predicación evangélica. Los artistas de todos los tiempos han ofrecido, para contemplación y asombro de los fieles, los hechos más sobresalientes del misterio de la salvación, presentándolo en el esplendor del color y la perfección de la belleza. Es éste un indicio de cómo hoy más que nunca, en la civilización de la imagen, la imagen sagrada puede expresar mucho más que la misma palabra, dada la gran eficacia de su dinamismo de comunicación y de transmisión del mensaje evangélico”.

La propuesta de Christian Art viene a sumarse a este empeño de la Iglesia por evangelizar a través del lenguaje artístico. Patrick van der Vorst, antiguo director de Sotheby‘s Londres, es el responsable de esta iniciativa. Patrick trabajó en la famosa casa de subastas desde 1995 hasta 2010. Fue subastador y jefe de mobiliario y después creó su propia compañía de valoración de arte, ValueMyStuff.com

Con más de 500.000 clientes, vendió la empresa en 2018 para comenzar sus estudios en el seminario en septiembre de 2019. Desde entonces reside en el Pontificio Colegio Beda de Roma para la diócesis de Westminster, Londres. Hace unos meses ha recibido el diaconado y el próximo mes de mayo será ordenado sacerdote. En Christian Art ofrece meditaciones personales sobre el Evangelio diario, combinando su conocimiento del arte, la Sagrada Escritura y la ascética cristiana.

La página web ofrece la posibilidad de suscribirse para recibir diariamente el comentario del Evangelio en el correo electrónico. También es posible darse de alta en la propia página con un usuario personal, lo que permite guardar directamente los comentarios preferidos por cada lector, interactuar con otros usuarios y acceder a contenidos exclusivos. 

Las redes sociales, especialmente instagram y facebook, también ofrecen los contenidos a diario, y tienen decenas de miles de seguidores.

La mayoría de comentarios al Evangeliose basan en obras de arte pictóricas, pero la oferta no se reduce solo a cuadros o frescos. También presenta esculturas, relieves o edificios, tanto antiguos como modernos. De este modo, el lector profundiza notablemente en el conocimiento de obras artísticas que no son tan famosas y con las que solo los expertos están familiarizados. 

Los más de mil comentarios al Evangelio publicados a lo largo de estos años cubren prácticamente todas escenas de la vida de Jesús, por eso la web ofrece un buscador por versículos que permite encontrar cualquier pasaje. Con el paso del tiempo será posible encontrar y unir todas las imágenes de las escenas evangélicas casi como si tratara de los fotogramas de una película.

Teología del siglo XX

Paul Evdokimov y El arte del icono

Evdokimov fue un gran teólogo laico ortodoxo ruso. Emigrado y formado en París; involucrado en trabajos de ayuda a refugiados y en el movimiento ecuménico, y autor de un conjunto de obras teológicas de gran aliento espiritual, de las que El arte del icono es la más conocida.

Juan Luis Lorda·16 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

Pavlos o, en París, Paul Evdokimov (1900-1970) nació en San Petersburgo. De familia ennoblecida, su padre era un valiente y apreciado coronel, que murió asesinado por un terrorista al intentar solucionar pacíficamente un motín (1907). Su madre, noble, lo llevó al colegio militar, y en las vacaciones a largos retiros en monasterios. Con la revolución (1917) la familia se retiró a Kiev. Y en 1918 Pavlos quiso estudiar teología, como reacción cristiana en tiempos de prueba, aunque era muy raro en su medio (los sacerdotes procedían de los estratos bajos). Participó durante dos años en el ejército blanco antirrevolucionario. Y, ante la inminente derrota, instado por su madre, huyó a Estambul. Allí sobrevivió como taxista, camarero y cocinero, habilidad que conservaría. 

Los años de París

En 1923, con lo puesto, se trasladó a París, como tantos rusos. Trabajaba por las noches en la Citroen y limpiando vagones. Pero hizo una licenciatura de filosofía en la Sorbona. Y cuando se fundó en París el Instituto de Teología Ortodoxa Saint Serge (1924) se matriculó en la licenciatura en teología, que terminó en 1928. Trató muy estrechamente con Berdiaev, gran pensador cristiano ortodoxo, y con Boulgakov, fundador de Saint Serge y decano de teología. Son sus principales fuentes.

El contacto con el cristianismo occidental, sus catedrales, sus monasterios, sus bibliotecas supuso para todos, y en particular para Evdokimov, un enriquecimiento impresionante. Y les hizo desarrollar su teología ortodoxa en diálogo con católicos y también con protestantes y judíos. Saint Serge fue un fenómeno muy relevante de influencia teológica mutua y Evdokimov participó con entusiasmo en ese intercambio. Más tarde, sería un gran impulsor del ecumenismo espiritual y “pneumático” (confiado al Espíritu Santo). Y desde que se fundó, participó en el Consejo Mundial de las Iglesias (1948-1961) y fue observador en el Concilio Vaticano II. 

Guerra, trabajos asistenciales y tesis

Se casó en 1927 con Natacha Brun, profesora de italiano, mitad francesa y mitad rusa (caucasiana) y tuvieron dos hijos. Vivieron junto a la frontera italiana hasta la segunda guerra mundial. De nuevo la catástrofe le llevó a profundizar cristianamente. Y aunque su mujer enfermó de cáncer (y murió en 1945), y tenía que ocuparse de todo, emprendió una tesis sobre el problema del mal en Dostoyevski, que publicó en 1942. El misterio profundo del mal, como le había transmitido Boulgakov, es que Dios está dispuesto a abajarse (kénosis) y a padecer la libertad humana hasta la cruz redentora. Al mismo tiempo, inspirado en la figura de Aliosha de Los hermanos Karamazov, define una espiritualidad laical, que lleva la contemplación monástica al medio del mundo. 

Durante la ocupación alemana, ayudó a refugiados (y a judíos) con una organización protestante (CIMADE). Y al llegar la paz, a desplazados, en una casa de acogida. Después, hasta 1968, dirigió el hogar de estudiantes que Cimade fundó cerca de París. Era un consejero profundamente cristiano entre tantas vidas rotas, y se interesó especialmente por la juventud ortodoxa. Además, reflexionando como laico, publica un hermoso libro sobre El matrimonio, sacramento del amor (1944).

Un giro intelectual y tres últimos ensayos

Su vida cambió cuando, en 1953, comenzó a dar clases en Saint Serge y cuando, en 1954, volvió a casarse con la hija de un diplomático japonés (mitad inglesa), que tenía 25 años. Son años muy intensos de maduración espiritual e intelectual. Al poco de casarse, publica La mujer y la salvación del mundo. Y más tarde un amplio conjunto de artículos, Ortodoxia (1959), y un ensayo sobre Gogol y Dostoyevski y el descenso a los infiernos (1961). Renueva su estudio sobre el matrimonio, El sacramento del amor (1962). Y reúne muchos escritos espirituales y su ideal de monaquismo en el mundo en Las edades de la vida espiritual (1964).

Los tres últimos años de su vida, con la sensación de que su tiempo se acababa, están dominados por sus cursos en el recién fundado Instituto superior de Estudios Ecuménicos en el Instituto Católico de París (1967-1970). Y por tres ensayos panorámicos. Primero, el más famoso, El arte del icono. La teología de la belleza, terminado en 1967 y publicado en 1970; después, Cristo en el pensamiento ruso (1969); y El Espíritu Santo en la tradición ortodoxa (1970). Muere inesperadamente, en la noche, el 16 de septiembre de 1970. Tiene otras obras menores. Su obra es ya difícil de encontrar, aunque está siendo reeditada, y ha sido bastante pirateada en la red.

Lo más notable de Evdokimov es ser un autor al mismo tiempo teológico y espiritual, que profundiza en los temas tradicionales de la ortodoxia, la contemplación la gloria de Dios, la divinización. Pero también avanza originalmente en la teología del matrimonio y del sacerdocio, y en el verdadero ecumenismo, con una eclesiología muy eucarística y vinculada a la acción del Espíritu Santo. Su colega en Saint Serge y gran amigo, Olivier Clément, nos ha transmitido el mejor retrato espiritual, que aquí ha sido resumido: Orient et Occident, Deux Passeurs, Vladimir Lossky, Paul Evdokimov (1985). “Passeurs” son los que pasan las fronteras (y los contrabandistas). Con su exilio parisino y su trabajo, Lossky y Evdokimov, traspasaron las fronteras espirituales entre el Oriente y el Occidente cristianos. 

El contexto de la teología de la belleza

El título del libro es El arte del icono, y el subtítulo La teología de la belleza. Y se necesita mucho contexto para situarse en un tema más profundo, espiritual y trascendente de lo que puede parecer a primera vista. De entrada, la belleza es uno de los nombres de Dios. La misma esencia divina se irradia externamente en la gloria de la creación, en las teofanías del Antiguo Testamento (especialmente en el Sinaí); y plenamente, en la Transfiguración y Resurrección de Cristo. Además, llega como un reflejo a la vida de los santos, que, desde su alma divinizada, irradian la gloria y el buen olor de Cristo; de ahí el halo que los rodea en la iconografía.

La teología oriental, siguiendo al teólogo bizantino Gregorio Palamas (s. XIV), distingue siempre (y lo ha canonizado) la esencia de Dios, incomunicable en sí misma, y la esencia en cuanto se nos comunica, mediante dos grandes “energías increadas” (o actos ad extra, que dirán los occidentales): la acción creadora de Dios, que da el ser; y la divinizadora (la gracia), que eleva al ser humano a la participación de la naturaleza divina. Y ésta la conciben como la luz eterna que irradia sobre todo, que es también la “luz tabórica” de la Transfiguración, contemplada por los Apóstoles. Esa irradiación de la misma esencia divina es lo que nos diviniza, haciéndose objeto de contemplación y fuente de elevación y de alegría para los que aman a Dios. Visión de la esencia velada en esta vida y directa en la otra, aunque siempre trascendente. Se necesita una transformación recibida de Dios, para que la podemos contemplar con nuestros ojos mortales. La contemplación de la esencia trinitaria de Dios es lo más esencial y característico de la santidad, que así participa de Dios.

La materia transmutada

Dios se hace presente en el mundo porque lo crea, lo mantiene en el ser y, cuando quiere, en la historia, actúa en él de manera extraordinaria y espectacular. Por otro lado, además de crearlo, se hace presente por la gracia, en la elevación del alma humana, y eminentemente en la de Cristo.

Pero la gran desgracia es que este mundo es caído y está roto por el pecado del ser humano. Porque Dios quiso afrontar con todas sus consecuencias la libertad humana, capaz de pecar y apartarse de su Creador. Esa caída moral produjo una impresionante caída ontológica cósmica, que afecta a todo y necesita de la salvación divina, que, sin embargo, respetará siempre la libertad humana. Va a salvar por la atracción y fuerza del amor redentor y no por la coacción y la violencia.

Jesucristo, hecho hombre, es “imagen de la substancia divina” en la carne, en su cuerpo. Sometido en este mundo a la condición de la naturaleza caída, pero anunciando en su Transfiguración y anticipando en su Resurrección, la transmutación y salvación de todas las cosas a la gloria eterna, donde habrá un “nuevo cielo y una nueva tierra”: el universo transformado a través de la resurrección de Cristo. Así que la misma materia, que ha sido hecha por Dios y ha integrado el Cuerpo de Cristo, participará de su gloria y belleza. 

Las cuatro partes del libro 

El libro se divide en cuatro partes, que aprovechan también artículos y conferencias anteriores. La primera describe “La belleza” con su sentido teológico, que hemos adelantado, recurriendo a la visión bíblica y patrística de la belleza y extendiéndose en la experiencia religiosa y en las expresiones culturales y artísticas (con algunas incógnitas sobre al arte moderno).

La segunda está dedicada a “Lo sagrado”, como ámbito y presencia trascendente de Dios en el mundo: en todas sus dimensiones, en el tiempo, el espacio, y, en particular, en el templo.

La tercera es “La teología del icono”. Con su historia en la tradición oriental, los debates iconoclastas y las sanciones de los concilios, el II de Nicea (787) y el IV de Constantinopla (860), que declara: “Lo que el Evangelio nos dice por la Palabra, el icono nos lo anuncia por los colores y nos lo hace presente”.

La cuarta se titula “Una teología de la visión” y recorre y comenta algunos iconos más famosos y los motivos o escenas principales. Preside el capítulo, el comentario al icono de la Trinidad de Roublev. Sigue con el icono de Nuestra Señora de Vladimir. Y con las escenas del Nacimiento del Señor, la Transfiguración, Crucifixión, Resurrección y Ascensión. Después, Pentecostés. Y cierra con el icono de la Sabiduría divina (otro nombre de Dios).

La teología del icono

La teología de la belleza como nombre de Dios y energía divinizadora (gracia) y la teología de la materia transmutada por la encarnación y gloria de Cristo forman el marco de la teología del icono. Pero hay más.

De entrada, una historia, que ha establecido, con experiencia espiritual, las formas de representación. Al occidental no iniciado en la materia, le sorprende que los iconos no buscan ser “bonitos”. Hay una estilización y una austeridad y seriedad intencionadas, una distancia, porque tratamos con algo trascendente: no con un objeto de uso ordinario, que dominamos, es una vía para introducirse en Dios. Pero, para eso, tiene que nacer de arriba y no de abajo. Eso también se expresa en “la perspectiva inversa” y en la disposición y tamaños de figuras y objetos. Se trata de la forma en que Dios hace las cosas, no la nuestra.

Un icono no expresa el ingenio del artista, sino la espiritualidad de la Iglesia con su tradición. El artista solo puede contribuir si está profundamente imbuido de su espíritu, si reza y posee la sabiduría de la fe. Se pinta rezando, para que se pueda rezar. Entonces, además de respetar los cánones tradicionales de representación (formas, colores, escenas, modelos), puede ser realmente creativo, no con espíritu propio, sino con el de la Iglesia, que es el Espíritu Santo. Por eso, los iconos no suelen ir firmados. Se aprecia especialmente en el icono del monje Roublev, al mismo tiempo revolucionario en su representación de la Trinidad y tradicional en sus recursos.

En el apartado IV (Teología de la presencia) de la parte III, explica: “Para el Oriente, el icono es uno de los sacramentales, el de la presencia personal”. Los iconos son una santa y significativa presencia de lo sobrenatural en el mundo y, especialmente, en el templo. Una verdadera, aunque velada, irradiación de la gloria divina y un anticipo de la recapitulación de todas las cosas en Cristo, a través de la pobre materia de nuestro mundo, creada por Dios y afectada por el pecado. Cuando se trata de un santo: “El icono testimonia la presencia de la persona del santo y su ministerio de intercesión y de comunión”.

“El icono es una simple tabla de madera, mas funda todo su valor teofánico en su participación de la santidad divina: no encierra nada en sí mismo, mas se convierte en una realidad de irradiación […]. Esta teología de la presencia, afirmada en el rito de la consagración, distingue netamente el icono de un cuadro de tema religioso y trata la línea divisoria”

Otras referencias

Se ha escrito mucho y felizmente sobre los iconos. En el universo oriental, son clásicas las obras del sacerdote, ingeniero y pensador (y mártir) ruso Pável Florensky (1882-1937), sobre La perspectiva invertida y sobre El iconostasio. Una teoría de la estética

Cabe mencionar La teología del icono, de Leonid Uspenski (1902-1987), pintor de iconos y pensador contemporáneo de Evdokimov, y como él, afincado en París, aunque vinculado a San Dionisio, creado por el patriarcado de Moscú, y no a Saint Serge, que se había independizado para distanciarse del dominio comunista. 

En nuestra área occidental y católica, hay que destacar la labor artística y teórica hecha por el jesuita esloveno Marco Ivan Rupník y su centro Aletti, y por su mentor, el cardenal checo Tomás Špidlík.

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España

Madre María Antonia. Una mujer fuerte y comprometida

En el bicentenario de su nacimiento, la figura de la Madre María Antonia emerge como un ejemplo de mujer comprometida con sus semejantes más vulnerables.

Marisa Cotolí·16 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

El 2 de febrero de 1870, Antonia María de Oviedo y Schönthal, con la sabiduría de quien camina en constante proceso de búsqueda, eligió un nombre nuevo: Antonia María de la Misericordia. 

En las historias de los profetas, la misericordia es una sobrecogedora característica de Dios, que oye el sufrimiento de los que han sido condenados en la tierra por otros seres humanos, e interviene desde el amor.

Para Madre Antonia, las mujeres se convierten en clave misionera y el amor entregado a ellas en la savia y el talante congregacional. Ellas nos revelan el rostro de Dios.

La vida de Antonia María, su identidad de mujer fuerte e inteligente y su identidad de madre, maestra y religiosa, anuncian vida para las mujeres de hoy. Antonia María fue una mujer, habitada por Dios, que descubrió la libertad y la humildad de estar plenamente presente para entregar con generosidad su vida en beneficio de los demás. 

Su principal deseo fue estar en el deseo de Dios. Con mirada humana, descubrió la vida y, con mirada humanizadora, la potenció. Mujer apasionada por la vida, contempló la belleza y el arte de la Creación. Sus habilidades artísticas en literatura, música y pintura, refinaron su sensibilidad. Desarrolló profundamente el estudio y cultivó el talento propio, en medio de una sociedad en la que la esfera de la actividad femenina era muy restringida. 

Antonia María supo aprovechar los factores de culturización para entrar en el mundo moderno por medio de la cultura. Usó su inteligencia y entusiasmo para aprender durante toda su vida y para enseñar con valentía.

El dolor de muchas mujeres que ejercían la prostitución no le pasó desapercibido. Sorprendida y conmovida, descubrió la llamada a un servicio que levanta la dignidad. 

Su disponibilidad a entregar la vida, abriendo la primera casa de acogida, supuso una transformación interior, que incidió radicalmente en su vida y en la de muchas mujeres 

La vocación oblata

La vocación que hemos recibido nos hace especialmente sensibles a las injusticias, en que están inmersas muchas mujeres en situación de prostitución, violencia de género y trata con fines de explotación sexual.

Esto nos lleva a vivir siendo contemplativas en la acción, a orar con las mujeres a un Dios que las escucha y que las ayuda a creer en ellas mismas y a creer en que la opresión y la muerte no tienen la última palabra. 

Convocadas a vivir en comunidad, formamos una familia que es expresión de fraternidad y signo de alegría, misericordia, ternura y esperanza en las diferentes realidades. Y esto es posible porque creemos en un Dios que nos ofrece cada día la posibilidad de liberarnos de lo que nos oprime y de darnos la fuerza para ponernos en pie y caminar mirando hacia el futuro con esperanza. 

Volver a la esencia del carisma

Este segundo centenario del nacimiento de Antonia María de Oviedo y Schönthal, es una oportunidad de visibilizar la vida de una gran mujer que, con la total confianza puesta en Dios, se atrevió a fundar y dinamizar una Congregación, con un nombre propio, del que ella misma hizo honor: las Oblatas del Santísimo Redentor.

Una mujer, en cuya vida se revela la gratitud, la aceptación, el perdón, la compasión, la inteligencia, el coraje, la alegría y la fortaleza combinada con la fragilidad, de quien se sabe que sólo pertenece a Dios. 

Para la congregación supone la posibilidad de revitalizar, actualizar y desplegar el carisma y la misión, insertas en la realidad del mundo, atentas a los cambios sociales y a las situaciones de mayor vulnerabilidad que padecen las mujeres. 

Un tiempo propicio para impulsar la devoción a la Venerable Madre Antonia de la Misericordia, cuyo proceso de beatificación sigue activo, a la espera de que sea reconocida su santidad por la Iglesia. 

Deseamos seguir impulsando el carisma y la misión oblata con talante innovador. Atentas y abiertas a lo que las realidades más vulnerables del mundo reclaman, y respondiendo de forma creativa y audaz. 

Impulsando la igualdad y la inclusión y denunciando la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual y todo tipo de situaciones que violan los derechos humanos. 

Deseamos dar a conocer al mundo, que la vida puede ganarle el pulso a la muerte. Que es posible vivir desde los valores fundamentales de la acogida, el respeto, la justicia, la igualdad y el amor.

El autorMarisa Cotolí

Vicepostuladora de la causa de beatificación de Madre María Antonia

España

Lourdes Perramón: “Algo que nos caracteriza como Congregación es el permanente dinamismo”

Reelegida en 2019 como Superiora General de las Oblatas, Lourdes Perramón, nacida en Manresa en 1966, ha ejercido como educadora, trabajadora social, y referente en el trabajo de sensibilización con el mundo de la prostitución especialmente a través de los proyectos propios de la Congregación. Como ella puntualiza: “Entre las propias mujeres que ejercen prostitución existen, no sólo discursos, sino vivencias distintas” ante las que las Oblatas ofrecen su cercanía y ayuda. 

Maria José Atienza·16 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Entrevista a la Superiora General de las Oblatas del Santísimo Redentor en España, Lourdes Perramón.

“Que rebosen caridad todos nuestros corazones por las muchachas que el cielo nos confía. Que también seamos sus madres sin parcialidad ninguna y que, con amor santo y paciencia sin límites, procuremos hacerles aborrecer el vicio y amar la virtud, más aún con nuestros ejemplos que con nuestras palabras”. Así concebía su labor, hace más de un siglo, Antonia María de Oviedo y Schönthal, fundadora de las Oblatas del Santísimo Redentor, de la que este 2022 se celebra el bicentenario de su nacimiento.

Junto con el obispo José María Benito Serra, la joven María Antonia, que había sido preceptora de las infantas de España, dedicaría su vida a la acogida y liberación de mujeres que habían ejercido la prostitución. Lo que hoy llamamos “empoderamiento femenino” fue, para esta mujer comprometida y valiente, un camino de santidad y de materialización del amor a Dios. 

El carisma de las Oblatas es un carisma “de periferia”. Desde que comenzara, hace más de cien años, ¿qué cambios han advertido?

—Desde entonces la realidad de las mujeres, y sobre todo la manera de comprender y de acercarnos a ellas, así como las herramientas con las que contamos para intervenir, han cambiado muchísimo. Sin embargo, yo diría que lo esencial en el modo de acercarnos y de acompañar permanece. 

Permanece en cuanto al sentido profundo de acogida, algo que nace desde nuestro carisma. Permanece la escucha atenta y honesta a la realidad, dejándola hablar y acogiendo lo que ella nos dice, superando preconceptos; y permanece algo que para nosotras es fundamental, el creer en la mujer y creer en sus posibilidades, acompañando desde lo que llamamos la pedagogía del amor. Esto tiene muchos matices, pero va de la mano de la comprensión, habla de ternura, de paciencia, de misericordia, de complicidad…, y de todo lo que favorezca el propio empoderamiento de la persona. 

Quizás lo podríamos resumir en esa capacidad de ver a la mujer más allá de la actividad que realiza, y viéndola en lo que ella es, caminar juntas. 

¿Cómo se ha adaptado su labor a las necesidades cambiantes de este mundo?

—A grandes rasgos me atrevería a señalar cuatro grandes cambios. 

Uno, quizá muy visible, es de un trabajo más hacia dentro, pues la congregación nace con lo que entonces se llamaban asilos, a un trabajo que, sin descartar el apoyo residencial, parte del “hacia fuera”, de pisar la realidad, de tocar las situaciones concretas donde las mujeres se encuentran, con el acercamiento a clubs, pisos de prostitución y otros lugares donde ellas están.

Otro cambio relevante sería el paso de trabajar las hermanas prácticamente solas, a un rico dinamismo y experiencia de misión compartida, con profesionales contratados, voluntariado, pero también, y cada vez más, personas laicas que reciben, y con quien compartimos, el mismo carisma oblata impregnando y configurando sus vidas. Eso implica que hoy ya no podríamos entender nuestra misión si no es en misión compartida, ni entender el carisma sino es vivido, celebrado y enriquecido en el caminar conjunto entre vida religiosa y laical.

También ha cambiado el hecho de definir proyectos y ofrecer respuestas de modo local y bastante autónomo a trabajar en red, con muchos otros proyectos o instituciones tanto públicas como privadas. Una red de articulaciones, apoyos, alianzas…, donde surge la complementariedad, la suma y que permite ofrecer una intervención más integral e integradora a las mujeres. 

Y quizás el último gran cambio sería el compaginar el acompañamiento a la mujer en sus procesos vitales en el trabajo también la dimensión de sensibilización, de transformación social y de acción política, para incidir en los contextos, ir a las causas y defender los derechos de las mujeres como ciudadanas. 

¿Qué tipo de proyectos llevan adelante las Oblatas en el mundo?

—El tipo de proyecto varía un poco según la realidad de la ciudad, del país, la cultura, y por supuesto, en función de las necesidades que presentan las mujeres. Sin embargo, hay algunas características que se cuidan y permanecen en los distintos lugares en los que estamos. 

Un primer elemento sería este acercamiento a la mujer en su realidad de prostitución. Se trata de visitas regulares, ya sea en carreteras, invernaderos, bares, calles, clubs… donde, superando la sensación de distancia que ellas experimentan por el rechazo y estigma, se va gestando desde la escucha y empatía una progresiva relación y vínculos, que posibilita conocer sus deseos y necesidades. Una acogida individual y personalizada a cada mujer sin restricciones que, poco a poco, en el intercambio de informaciones, le abre a un mundo de posibilidades habitualmente desconocidas por ellas. 

De ahí se desprende la elaboración de un plan individualizado, orientado hacia su sueño, su proyecto de vida, abordando temas de salud, formativos, legales y, sobre todo, brindándoles valoración y confianza en sus posibilidades. 

En nuestros proyectos el acompañamiento, en el que pueden intervenir diferentes profesionales, cobra un papel fundamental, extendiéndose en ocasiones a otros miembros de su familia, sobre todo los hijos e hijas. 

También es fundamental la realización de procesos diferenciados en los que, según el país o realidad de las mujeres que atendemos, pueden primar los cursos formativos, los emprendimientos, los espacios de espiritualidad o cuidado, la acogida y protección a víctimas de trata, la inserción laboral o el apoyo a sus propias luchas, construyendo juntas caminos de defensa de sus derechos como ciudadanas, dependiendo del contexto social y político.

¿Cómo se restaura una vida interior y físicamente marcada por la explotación sexual?

—Yo diría que cada persona es un mundo, no hay una receta que se pueda generalizar. Sí que resulta fundamental, en todos los casos, escuchar mucho, ayudarlas a narrar su propia historia y sanar heridas. Todo ello desde la acogida, la comprensión y superando la sensación de culpa. Para ello, hay que poner nombre y reconocer lo que ellas sienten como herida, porque no siempre va de la mano de la sensación de explotación, pero sí incluye en casi todas las culturas y países la experiencia del rechazo social y estigma que conlleva una importante desvaloración y, a menudo, vergüenza. 

Desde ahí es fundamental ayudar a que la mujer pueda reconectar con su propia persona y capacidades, con su proyecto vital, sus sueños, porque solamente cuando cada una logra adentrarse en su esencia como persona, como mujer, es posible que salga adelante. 

Me resultan muy iluminadoras las palabras de una mujer que decía: “Vosotras habéis sido mi interruptor, porque yo tenía una luz dentro y no lo sabía”. Creo que en eso consiste restaurar una vida: hacer que la mujer descubra esa luz que tiene dentro. 

En un mundo que mira especialmente a la mujer, ¿no es incongruente aceptar la prostitución?

—La prostitución es una realidad compleja, plural, y no solo en las condiciones en las que se ejerce la prostitución y se encuentran las mujeres. Partiendo de ahí, realmente faltaría un enfoque más integral que incluya, por un lado, más recursos y protocolos para detectar y proteger a aquellas que son víctimas de trata, así como sensibilidad y motivación política y formación policial para perseguir ese delito y restituir los derechos de las víctimas.

Por otro lado, frente a las otras realidades de prostitución, más que persecución, lo que habría que favorecer en gran parte es la prevención. Una prevención que vaya a las verdaderas causas, tanto la pobreza estructural, ya que en la mayoría de historias de vida descubrimos que ha sido la falta de oportunidades lo que ha forzado a las mujeres a que entren en el entorno de prostitución, como también, un replanteamiento de los flujos migratorios y las restrictivas leyes de extranjería, pues el encontrarse en situación irregular es otra gran puerta hacia la prostitución. 

Junto con la prevención, es necesario seguir incrementando los recursos sociales, formativos, incentivando el mercado laboral, los pequeños emprendimientos, ofrecer protección a las mujeres solas o más vulnerables  para que las que buscan otra opción desde donde poder rehacer sus proyectos vitales lo puedan hacer. Por último, no podemos olvidar el necesario cuestionamiento sobre los estereotipos y rechazo social que sigue obligando a todas ellas a ocultarse y cargar con el peso del estigma. 

En este año que se cumple el bicentenario del nacimiento de Madre María Antonia, ¿cuáles son los retos de futuro que tiene la Congregación? 

—Me atrevo a señalar tres grandes retos. El primero percibir y comprender cuales son los nuevos códigos y las realidades emergentes que se van dando en prostitución y trata. Desde ahí, escuchar y adentrarnos en las nuevas fronteras que vamos detectando: fronteras geográficas, las fronteras virtuales, realidad que ya se venía dando y que con el contexto de pandemia ha ido creciendo y nos trae formas nuevas de prostitución, en todo lo que se va llamando la “Prostitución 2.0”; y también las fronteras existenciales, esas realidades que a menudo quedan fuera de todo, en los márgenes y periferias no solo de la sociedad, sino de los propios recursos de atención, las políticas sociales y los discursos ideológicos y posicionamientos, porque no entran en “los perfiles” predefinidos.

Otro reto sería fomentar más la red a nivel del cuerpo congregacional. Crecer en articulación entre los proyectos de los 15 países donde estamos presentes para aprender unas de otras, compartir buenas prácticas e iniciativas innovadoras frente a los nuevos desafíos, sistematizar el propio conocimiento y ofrecerlo, no sólo a los equipos de profesionales sino a nivel social. Rentabilizar esfuerzos en la causa común que nos moviliza. 

Por último, seguir dando pasos en la misión compartida y el camino con el laicado oblata. Quizás habría que afianzar y dar más pasos en el delegar responsabilidades trabajando en una mayor igualdad; con el laicado, cuidar no solo el compartir misión sino compartir vida, discernimientos y entre todos y todas, asumir respuestas más audaces frente a los nuevos desafíos, también junto con otras congregaciones.

Vaticano

Las imágenes del Papa Francisco en Kazajistán

Rome Reports·16 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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El papa Francisco ha regresado de su viaje número 38, en el que ha visitado Kazajistán para asistir al VII Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales.

Entre los momentos más destacados figura el encuentro con la delegación del Patriarca Ortodoxo de Moscú. 


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Cultura

La Tierra Santa de Jesús

Gerardo Ferrara, escritor, historiador y experto en historia, política y cultura de Oriente Medio, se adentra en este artículo en las características de la tierra y el momento socio político que vio nacer a Jesús

Gerardo Ferrara·16 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Artículo original en italiano

Al acercarnos a los Evangelios se vislumbra el paisaje social de lo que hoy conocemos por Tierra Santa, en la época de Jesús. La historia de esta tierra y de los pueblos que en ella han habitado a través de los siglos, enmarca la vida de Cristo en la tierra y otorgan un marco de interpretación muy valioso para revivir y descubrir toda la riqueza que encierran las escrituras.

Una tierra que siempre ha sido compleja

En la época de Jesús, Tierra Santa no se llamaba Palestina. Este nombre, de hecho, se lo dio el emperador Adriano a partir del año 135 d.C., al final de la Tercera Guerra Judía. Entonces ni siquiera era un sólo unicum, geográfica, política, cultural y religiosamente, si es que alguna vez lo había sido. De hecho, el antiguo Reino de Israel hacía tiempo que había dejado de ser un estado independiente y estaba dividido entre Judea, sometida inmediatamente a Roma y gobernada por un praefectus, y las otras dos regiones históricas, Galilea y Samaria.

Tierra Santa en tiempos de Jesús

Sin embargo, Judea siguió siendo el corazón del culto judío, ya que allí, en Jerusalén, se encontraba el Templo, al que acudían todos los judíos dispersos por el mundo.

Por otra parte, Samaria, meseta central de lo que hoy se conoce como Palestina o Israel, estaba habitada por los samaritanos, población resultante de la fusión de los colonos traídos por los asirios en el siglo V a.C., en la época de la conquista del Reino de Israel, y los proletarios locales, dejados por los conquistadores, que en cambio habían deportado a los notables israelitas a Asiria.

La mezcla había dado lugar a un culto que al principio era sincrético, pero que luego se refinó hasta convertirse en monoteísta, aunque en contraste con el judío. En la práctica, tanto los judíos como los samaritanos se consideraban los únicos y legítimos descendientes de los patriarcas y custodios de la Alianza con Yahvé, la Ley y el culto. Los primeros, sin embargo, tenían su centro de culto en Jerusalén, los segundos en un templo en el monte Garizim, cerca de la ciudad de Siquem. Sabemos por los evangelios, pero no sólo, que judíos y samaritanos se detestaban mutuamente.

Galilea

Galilea era una zona de población mixta: pueblos y ciudades judías (por ejemplo, Nazaret, Caná) se encontraban junto a ciudades de cultura grecorromana y luego pagana (por ejemplo, Séforis, Tiberíades, Cesárea de Filipo). La población de la región, aun siendo de fe y cultura judías, era despreciada por los habitantes de Judea, que se jactaban de ser más puros y refinados. Varias veces, sobre Jesús, oímos decir en los evangelios que «nada bueno puede salir de Nazaret o Galilea». Por cierto, no sólo nos dicen los evangelios, sino también los pocos escritos rabínicos que quedan de aquella época, que también se burlaban de los galileos por su forma de hablar. El hebreo y el arameo (una lengua franca que se hablaba en todo Oriente Medio en aquella época), como todas las lenguas semíticas, tienen muchas letras guturales y sonidos aspirados o laríngeos. Y los galileos pronunciaban muchas palabras de una manera considerada graciosa o vulgar por los judíos. Por ejemplo, el nombre יְהוֹשֻׁעַ, Yehoshu‛a, lo pronunciaban Yeshu, de ahí la transcripción griega Ιησούς (Yesoús), más tarde cambiada al latín Jesús.

Galilea, sin embargo, constituía un reino vasallo de Roma y estaba gobernada por el tetrarca Herodes, un rey de origen pagano puesto literalmente en el trono por Augusto. Herodes, conocido por su crueldad pero también por su astucia, había hecho todo lo posible para ganarse la simpatía del pueblo judío, incluso hacer ampliar y embellecer el Templo de Jerusalén (que había sido reconstruido por el pueblo de Israel tras su regreso del cautiverio de Babilonia). Las obras para completar la estructura seguían en curso mientras Jesús vivía y se completaron sólo unos años antes del 70 d.C., cuando el santuario mismo fue arrasado durante la destrucción de Jerusalén por los romanos dirigidos por Tito.

Al lado, más al noreste, más allá de la orilla oriental del lago de Galilea, había una confederación de diez ciudades (la Decápolis), que representaba una isla cultural helenizada.

La destrucción del Templo y la diáspora

La diáspora, es decir, la dispersión de los israelitas por los cuatro rincones del planeta ya había comenzado entre el 597 y el 587 a.C., con el llamado «cautiverio babilónico», es decir, la deportación de los habitantes de los reinos de Israel y Judá a Asiria y Babilonia, y con la destrucción del Templo construido por Salomón, por parte del rey Nabucodonosor. En el año 538, con el Edicto de Ciro, rey de los persas, una parte de los judíos pudo reconstruir el Templo al regresar a su país, aunque muchos judíos permanecieron en Babilonia o se fueron a vivir a otras regiones, proceso que continuó en la época helenística y romana.

Sin embargo, fue Roma la que puso fin -y durante casi dos mil años- a las aspiraciones nacionales y territoriales del pueblo judío, con las sangrientas tres guerras judías.

La primera de ellas (66-73 d.C.) culminó con la destrucción de Jerusalén y el Templo, así como de otras ciudades y fortalezas militares como Masada, y la muerte, según el historiador de la época, Josefo Flavio, de más de un millón de judíos y veinte mil romanos. La segunda (115-117) tuvo lugar en las ciudades romanas de la diáspora y también se cobró miles de víctimas. En la tercera (132-135), también conocida como la Revuelta de Bar-Kokhba (en honor a Shimon Bar-Kokhba, el líder de los rebeldes judíos, que al principio fue incluso proclamado mesías), la maquinaria bélica romana pasó como una apisonadora por encima de todo lo que encontró, arrasando unas 50 ciudades (incluyendo lo que quedaba de Jerusalén) y 1000 pueblos. No sólo los revoltosos, sino casi toda la población judía que había sobrevivido a la Primera Guerra Judía fue aniquilada (hubo aproximadamente 600.000 muertos) y la damnatio memoriae llevó a borrar la idea misma de una presencia judía en la región, que fue romanizada incluso en la topografía.

El nombre de Palestina, de hecho, y más precisamente Siria Palæstina (Palestina propiamente dicha era, hasta entonces, una delgada franja de tierra, correspondiente más o menos a la actual Franja de Gaza, en la que se encontraba la antigua Pentápolis filistea, un grupo de cinco ciudades-estado habitadas por una población de habla indoeuropea históricamente hostil a los judíos: los filisteos), fue atribuido por el emperador Adriano a la antigua provincia de Judea en el año 135 d.C, tras el final de la Tercera Guerra Judía. El mismo emperador hizo reconstruir Jerusalén como ciudad pagana, con el nombre de Aelia Capitolina, colocando templos de dioses grecorromanos justo encima de los lugares sagrados judíos y cristianos (los judíos y los cristianos fueron entonces asimilados).

La Tierra Santa como pedagogía de Jesús

La Tierra Santa ha sido llamada repetidamente el Quinto Evangelio. El último, por orden de tiempo, en referirse a ella en este sentido ha sido el Papa Francisco, cuando al recibir a la Delegación de la Custodia de Tierra Santa en el Vaticano, en enero de 2022, dijo: «dar a conocer Tierra Santa significa transmitir el Quinto Evangelio, es decir, el entorno histórico y geográfico en el que la Palabra de Dios se reveló y luego se hizo carne en Jesús de Nazaret, para nosotros y para nuestra salvación».

Que Tierra Santa es un poco como el Quinto Evangelio lo demuestra la propia vida de Jesús y su incansable caminar por esta tierra para cumplir su misión allí.

Sabemos que esta misión de Jesús es el abajamiento de Dios hacia el hombre, definido en griego como κένωσις (kénōsis, «vaciamiento»): Dios se rebaja y se vacía; se despoja, en la práctica, de sus propias prerrogativas y atributos divinos para compartirlos con el hombre, en un movimiento entre el cielo y la tierra. Este movimiento supone, tras un descenso, también un ascenso de la tierra al cielo: la théosis (θέοσις), la elevación de la naturaleza humana que se convierte en divina porque, en la doctrina cristiana, el hombre bautizado es el propio Cristo. En la práctica, el rebajamiento de Dios conduce a la apoteosis del hombre.

El abajamiento de Dios para la apoteosis del hombre lo vemos en varios aspectos de la vida humana de Jesús, desde su nacimiento hasta su muerte en la cruz y su resurrección. Pero también lo vemos en su predicación del Evangelio a la Tierra de Israel, desde el comienzo de su vida pública, con su bautismo en el río Jordán por Juan el Bautista, hasta su rumbo decidido hacia Jerusalén. Curiosamente, el bautismo en el Jordán tiene lugar en el punto más bajo de la tierra (precisamente las orillas del Jordán, en los alrededores de Jericó, a 423 metros por debajo del nivel del mar) y la muerte y resurrección en lo que se consideraba, en la tradición judía, el punto más alto: Jerusalén.

Jesús, por tanto, desciende, como el Jordán (cuyo nombre hebreo, Yarden, significa precisamente «el que desciende») hacia el Mar Muerto, un lugar desierto, desnudo y bajo que simboliza los abismos del pecado y la muerte. Sin embargo, luego asciende a Jerusalén, el lugar donde sería «levantado» de la tierra. Y sube allí, como hicieron todos los judíos antes que él, en peregrinación. Por extensión, encontramos esta idea de peregrinación, de «ascensión», en el concepto moderno de ‘aliyah), término que define tanto la peregrinación a Israel de los judíos (pero también de los cristianos) como la inmigración y el asentamiento (los peregrinos y los emigrantes se llaman ‘olím -de la misma raíz «‘al»- que significa ‘los que ascienden’). Incluso el nombre de la compañía aérea de bandera israelí El Al significa «hacia arriba» (y con un doble significado: «alto» es el cielo, pero «alto» es también la Tierra de Israel). Una ascensión, pues, en todos los sentidos.

El autorGerardo Ferrara

Escritor, historiador y experto en historia, política y cultura de Oriente Medio.

FirmasCarol B. Resurrección

Vender(se) el cuerpo a través de la pantalla

El preocupante ascenso de contenidos eróticos en plataformas de creación de contenido como Only Fans o Tik Tok, es una llamada a los cristianos a llevar a esos espacios la luz del Evangelio y de la dignidad de todo ser humano. 

16 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

“Hago porno libremente; nos quitan la libertad de expresión”. Este fue el titular que llamó mi atención con cierto descaro. Mi mente cortocircuitó al leer en una misma frase “porno” y “libertad de expresión”, así que no me quedó más remedio que leer aquella entrevista publicada en el periódico local sobre una mujer llamada Eva. 

En la actualidad son numerosas las personas “anónimas” que no han encontrado otra forma de ganarse el pan que creando contenido erótico para un grupo de desconocidos al que, mes a mes, (mal)venden su cuerpo, su intimidad. 

Como cristianos no nos toca juzgar las decisiones de cada ser humano del planeta, pero como cristianos, como Iglesia de Cristo en medio del mundo, nos debe interpelar la realidad en la que vivimos. ¿Qué hace que una persona se enorgullezca de haber encontrado su sustento en la creación de vídeos pornográficos? Durante toda la historia de la humanidad, mujeres y hombres se han visto obligados a comerciar con su cuerpo, ese sagrario de Dios que es cada ser humano, para poder sobrevivir al día a día. En pleno siglo XXI, ¿cómo podemos permitir que una persona se alegre de ganar dinero —independientemente de la cantidad— traficando con su propio cuerpo? 

Casos como estos me llevan a pensar en la urgente necesidad de volver a la esencia de la primera misión a la que Cristo envío a los apóstoles: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio”. Hemos cruzado las barreras de lo físico y de lo abstracto. Como cristianos, como creyentes, es evidente la urgencia de aprender a acompañar las formas de pobreza que surgen en los nuevos espacios digitales, en los que muchas personas comercian con lo sagrado de su cuerpo sin tan siquiera saberlo o defienden como “libertad de expresión” lo que no es más que una esclavitud. Sea como sea, la frustración y la indignación me embargan a partes iguales al saber que hay personas en el mundo, que se sienten satisfechas de esa “profesión” que, antes o después, abrirá nuevas heridas en su corazón.

Sin demonizar los nuevos medios de comunicación o las nuevas plataformas de creación de contenido, creo que estamos llamados a discernir a la luz del Espíritu los espacios de bien y mal que surgen en un mundo digital que, aunque no lo parezca, se enreda en nuestra realidad cotidiana y que ha llegado para quedarse con nosotros. Ojalá, entre todos, podamos acompañar a todas las personas que caen en las sombras digitales para poder mostrarles la esperanza de un Jesús que ama cada parte de su ser.

El autorCarol B. Resurrección

Comunicadora eclesial en la diócesis de Tui-Vigo.

Ecología integral

Ser médico es buscar la salud del paciente, defienden los profesionales

El acto médico no es una mera prestación, es buscar la salud del paciente en todo momento; la esencia de la labor profesional del médico es el cuidado del enfermo; la objeción de conciencia es un derecho fundamental, vinculado al artículo 16 de la Constitución. Son ideas defendidas por profesionales en una Jornada de Debate en el Colegio de Médicos de Madrid.

Francisco Otamendi·15 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

“El acto médico no es una mera prestación. Hay una persona que lo da, por tanto hay una conciencia detrás que está actuando, es la persona que está actuando, y la conciencia es la que nos obliga a actuar según lo que creemos que debemos hacer. Y en el acto médico, esto significa unos actos orientados a la salud, a la restitución de la salud del paciente en todo momento”.

Ésta mensaje fue quizá el primero con el que el Dr. Rafael del Río Villegas, presidente de la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos de Madrid (Icomem), sintetizó el coloquio que había tenido lugar en una Jornada de Debate desde la Ética y Deontología de la Profesión Médica, celebrada en la sede del Colegio, y que pueden ver aquí de forma íntegra.

La segunda idea mencionada por Rafael del Río fue la consideración de la objeción de conciencia como “derecho fundamental o al menos tener ese estatus; es lo que nos están apuntando diferentes sentencias del Constitucional, o el trato que se le da cuando se habla de él por su vinculación con el artículo 16 de la Constitución, que recoge estos derechos de la persona en cuanto a la libertad religiosa, ideológica y de culto”. Nos referiremos a este asunto más adelante.

En el debate, el quinto de estas Jornadas en torno a temas éticos de la profesión, seguido por más de trescientos colegiados, intervinieron como ponentes los doctores Juan José Bestard, especialista en medicina preventiva y salud pública, médico en La Paz; y Vicente Soriano, médico especialista en enfermedades infecciosas (UNIR).

Ambos fueron precedidos de una introducción del doctor Julio Albisúa, jefe asociado de Neurocirugía de la Fundación Jiménez Díaz, y moderados por el doctor José Manuel Moreno Villares, director del Departamento de Pediatría Clínica de la Universidad de Navarra.

La esencia, el cuidado del enfermo

El Dr. Vicente Soriano se había referido con detenimiento a la cuestión de “ser médico”. En su intervención, señaló que “ser médico, la esencia de nuestra labor profesional, bien sedimentada desde Hipócrates” es “buscar la salud del paciente, el bien del paciente. Esto se ha desarrollado con el tiempo”, y citó algunos investigadores médicos como Edmund Pellegrino, de Georgetown University Medical Center, y Joel L. Gambel, canadiense, y a filósofos como Xavier Simons.

Edmund Pellegrino es un gran visionario de lo que es el trabajo médico ―manifestó el Dr. Soriano―, del compromiso, la esencia de la labor profesional del médico, que es el cuidado del enfermo; si no podemos curarlo, aliviar el daño que tenga; y si no podemos aliviarlo, acompañarlo hasta el final. Y vivimos las virtudes médicas en su grandeza, (…) queremos que el paciente puede descansar, en nuestras decisiones consensuadas con él”.

Un bien para el paciente y la sociedad

Más adelante, Soriano precisó: “el acto médico no es un producto, no es una ‘commodity’, el acto médico es un bien para la sociedad, que tiene además obligación de preservarlo como tal”. Y citó al canadiense Joel L. Gamble, de la Universidad de British Columbia (Vancouver), cuando señala que “el cuidado no es una intervención, que el acto médico no es una prestación. Los pacientes tienen derecho al cuidado, lo que les puede dar el médico, que no es cualquier cosa de tipo sanitario, es el acto médico. Que el médico debe considerar beneficioso para el paciente. Dicho de otra manera, y esto está en el Código Deontológico: el acto médico no es una prestación sanitaria”.

El Dr. Soriano citaría al final sus conclusiones. Primera, “la práctica de la medicina debe seguir el fin de la profesión, esto es, la búsqueda de la salud del paciente”. Segunda: “El acto médico debe ajustarse al código ético médico. Fue definido por vez primera hace 25 siglos por Hipócrates, con la triada de preceptos: ‘curar, aliviar, acompañar’”.

Puesto que el tema de análisis de la jornada fue ‘La objeción de conciencia en la Profesión Médica’, Soriano mencionó también, entre otros, a Xavier Symons, filósofo australiano dedicado a temas sanitarios, que se ha referido a la conciencia  recientemente.

“La conciencia es una facultad de la psicología moral humana. El conjunto de principios del actuar humano que consideramos nos identifican, y deseamos guíen nuestra conducta. La conciencia ni proporciona un conocimiento moral intuitivo, sino más bien un sentido de tener una obligación moral. [Los médicos no estudiamos mucho de estos en la facultad, sino más bien técnicas, procederes de diagnósticos, medicamentos, etc., comentó Soriano]. Actuar en conciencia supone coherencia entre nuestros pensamientos y acciones. El reconocimiento de la objeción de conciencia deriva de reconocer el significado moral de la conciencia y el daño que supone violarla”.

Objeción de conciencia

La objeción de conciencia como derecho fundamental fue uno de los temas que abordó en su intervención el Dr. Juan José Bestard. A su juicio, “la objeción de conciencia es un derecho constitucional y es un derecho autónomo. Varias sentencias del Tribunal Constitucional la califican como derecho fundamental, y sin embargo, la última no lo hace”, advirtió el especialista en medicina preventiva y salud pública.

El Dr. Bestard se refirió a “la vinculación sustancial” de este derecho con el artículo 16 de la Constitución, e indicó también que “la sentencia del TC 160/1987 abre una puerta interpretativa al decir: “en la hipótesis de estimarlo fundamental…”

Sin embargo, el doctor Bestard señaló que la objeción de conciencia “goza de rasgos inherentes a los derechos fundamentales, y la doctrina le atribuye un estatus: por su inexorable vinculación con el artículo 16 de la Constitución, dispone de contenido esencial; por el artículo 53.2 de la Constitución española, dispone de amparo frente al TC; si bien por la STV 160/1997 no goza de reserva de ley orgánica, pero sí de ley ordinaria”.

La objeción institucional

Aludió también el Dr. Bestard a la objeción de conciencia institucional, y manifestó que “no tiene sentido, puesto que la objeción de conciencia tiene carácter individual”. Además, señaló que “el Código de Dentología médica en España entiende que la objeción de conciencia institucional no es admisible”.

No es éste un tema pacífico. Conocidos juristas, como los catedráticos Rafael Navarro-Valls y Javier Martínez-Torrón, y la profesora María José Valero, han publicado análisis y peticiones, que consideran “de especial trascendencia, tanto teórica como práctica”. Entre ellas se encuentra “reconocer expresamente la posibilidad de objeción institucional a la práctica de la eutanasia y el suicidio asistido en el caso de instituciones privadas, con o sin ánimo de lucro, cuyo ideario ético sea contrario a dichas actuaciones”, tal como ha recogido Omnes

Por otra parte, Federico de Montalvo, profesor de Derecho en Comillas Icade y ahora ex presidente del Comité de Bioética de España, consideró el año pasado en una entrevista con Omnes que negar la objeción de conciencia a la ley de eutanasia ejercida por instituciones y comunidades “es inconstitucional”. Los juristas citados anteriormente añaden que “no estaría de más reconocer carácter de ley orgánica al entero artículo 16 de la ley, sin excluir su primer párrafo, pues todo él se refiere al desarrollo de la libertad de conciencia protegida por la Constitución”.

Crisis del ambiente, de la cultura

En su resumen, el presidente de la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos de Madrid (Icomem), Rafael del Río, efectuó alguna reflexión. “Objeción de conciencia es una expresión que aguanta el paso del tiempo ―manifestó―, porque describe algo muy esencial que quiere ser preservado del actuar de cada persona, pero también sufre el desgaste del tiempo. La palabra objetar, sin embargo, sí conserva su cariz, que lamentablemente es negativo: aparentemente implica no aceptar, rechazar, criticar… Por eso nos preguntamos cuál es la actitud adecuada”.

“Tenemos que reconocer que si el médico llega hasta el punto de que se plantea seriamente la no colaboración, el problema debe venir de mucho más atrás” ―añadió―, En este sentido, la objeción de conciencia desde el punto de vista del objetor habla de cierto tipo de crisis, que no es de las instituciones, ni de las estructuras, ni de los partidos particularmente, sino un poco del ambiente, de la cultura misma, al menos desde su perspectiva”.

A su juicio, “en este sentido, la objeción no es un acto aislado, ni una mera expresión de la libertad individual, sino que podría tocar a las mismas garantías del propio Estado de Derecho, y en muchos casos, es necesaria para la restitución de algún bien fundamental que está en juego, esos bienes que igual no deberían estar puestos en discusión”.

El autorFrancisco Otamendi

Vulnerables, como Jesús

Si no somos capaces de reconocernos como seres vulnerables, necesitados de los demás a lo largo de todas las etapas de nuestra vida, difícilmente llegaremos a ser felices.

15 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Desde pequeños nos enseñaron que hay que crecer para ascender y ganar independencia, pero nos ocultaron una parte fundamental de la historia: que en algún momento hay que volver a descender y empezar a depender de otros.

Este problema se manifiesta en muchas personas mayores a quienes los años se les vienen encima de repente, como si nunca hubieran pensado que a ellos les pudiera pasar. No aceptan las limitaciones físicas y sensoriales, no admiten no llevar ya la voz cantante, se vuelven malhumorados, tacaños… Hay casos extremos que terminan en depresión e incluso en suicidio.

No hace falta llegar a viejo para pasar por este proceso. He visto casos parecidos en personas jóvenes ante una enfermedad, un problema familiar o económico. ¡No entraba en sus planes tener que pedir ayuda!

Por más que nuestro mundo promueva un modo de vida individualista, competitivo, en el que tenemos que ser más fuertes que el otro, más guapos, más ricos, más inteligentes o más astutos; lo cierto es que, como nos recuerda el sabio Qohélet, ¡Todo eso es vanidad! Si no somos capaces de reconocernos como seres vulnerables, necesitados de los demás a lo largo de todas las etapas de nuestra vida, difícilmente llegaremos a ser felices, porque trabajaremos sobre un modelo falso de la realidad que convierte el ideal de existencia en inalcanzable. El problema del ser humano es irresoluble si no incluimos su vulnerabilidad intrínseca en la ecuación.

Lo propio de nuestra especie es formar parte de una comunidad, de un pueblo en el sentido más entrañable del término: el de una familia de familias, una red de apoyo y ayuda mutua. En declaraciones al diario El País con motivo del reciente descubrimiento de lo que parece ser la primera intervención quirúrgica de la historia (una amputación hace 31.000 años), la paleoantropóloga María Martinón-Torres afirmaba que «en nuestra especie, el instinto de supervivencia abarca al grupo, no solo al individuo, e incluye actos premeditados, proactivos y organizados, como la institucionalización del cuidado». La científica española recordaba con motivo de la presentación de su libro “Homo imperfectus” (Destino) que «nuestra fortaleza no es individual, es siempre como grupo. Eso nos permite acoger, compensar y proteger debilidades o fragilidades individuales. El más débil no es el físicamente frágil o el que está enfermo, sino el que está solo».

Frente a esta evidencia antropológica, la soledad se está convirtiendo en un “problema de salud pública” en el mundo occidental, como ha reconocido un estudio encargado por la Comisión Europea. Uno de cada cuatro ciudadanos de la UE declaró haberse sentido solo durante los primeros meses de la pandemia. En Estados Unidos, la soledad ha sido calificada por las autoridades como “epidemia” y en otros países, como Japón o Reino Unido, han tenido que crear incluso ministerios de la soledad para tratar de paliar los terribles efectos en las personas de la falta de apoyo familiar o social.

Resulta llamativo ver cómo, a pesar de esta evidencia, la destrucción programada de la familia sigue su curso, alentada por ideologías delirantes, aunque muy bien apoyadas por los poderes económicos. Ellos sabrán.

Mientras tanto, el Evangelio tiene muchas respuestas a este problema. En primer lugar, Jesús, el hombre perfecto, nos enseña a ser verdaderamente humanos, y eso pasa por sentirnos vulnerables, por no creernos invencibles. Él, que es Dios, se despojó de su rango para hacerse perfecto hombre y, como tal, necesitó familia, comunidad, pueblo. Necesitó que otros le amamantaran y le cambiaran los pañales en Belén, que lo protegieran en Egipto, que le ayudaran a sentirse amado, a crecer y a formarse en Nazaret, que lo dejaran todo en Galilea para seguirle en su misión, que lo arroparan y cuidaran en Betania, que rezaran por Él en Getsemaní, que lo acompañaran en el Gólgota…

Claro que Él también ayudó a muchos y que como Dios salvó a la humanidad entera, ¡pero como hombre pidió ayuda y se dejó ayudar! Él nos invitó a ser como niños. Y eso significa sentirse vulnerables, descubrir que necesitamos ayuda, pedirla y dejarnos ayudar. Es la mejor receta cuando se está cansado y agobiado, y para ser hombres y mujeres auténticos.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Vaticano

«La verdadera riqueza es compartir», comenta el Papa Francisco en una audiencia con empresarios

El lunes 12 de septiembre el Papa Francisco se reunió con un grupo de empresarios de la confederación italiana de industria. En el encuentro glosó algunas ideas sobre los deberes sociales de un buen empresario.

Giovanni Tridente·15 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Traducción del artículo al italiano

Un pequeño compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, centrado específicamente en la comprensión de la riqueza “justa“, fue entregado por el Papa Francisco el lunes a los más de 5.000 empresarios italianos recibidos en audiencia en el Aula Pablo VI.

Estaban allí representando a más de 5 millones de empleados de pequeñas, medianas y grandes empresas manufactureras y de servicios de la península, que son miembros de la asociación Confindustria, la Confederación General de la Industria Italiana.

El discurso del Pontífice superó evidentemente el ámbito italiano, de hecho puede decirse que el valor de las consideraciones que hizo implican a toda la sociedad humana, especialmente en este periodo de gran incertidumbre y crisis. Y no es casualidad que el propio organismo confederal italiano tenga oficinas de representación en varios países ribereños del Mediterráneo, desde Europa del este hasta Rusia.

En su discurso, el Papa Francisco quiso caracterizar la figura del «buen empresario», frente a los “mercenarios“. El buen empresario se asemeja al “buen pastor“ -explicó Francisco- porque se hace cargo de los sufrimientos de los trabajadores y siente sus incertidumbres y riesgos. Una verdadera prueba es el tiempo en el que la situación es fácil después de la pandemia y con la guerra en curso en Ucrania.

Los denarios de Judas y los del Buen Samaritano

Mencionando algunos episodios bíblicos y evangélicos, el Papa ofreció un paralelismo entre “el dinero de Judas“ y el dinero que el samaritano adelanta al posadero para que atienda al hombre robado y herido que encontró en el camino, mostrando cómo “la economía crece y se hace humana cuando el dinero del samaritano es más numeroso que el de Judas“, es decir, cuando el altruismo supera el interés personal y egoísta.

No en vano, el dinero “puede servir, ayer como hoy, para traicionar y vender a un amigo o para salvar a una víctima“.

Compartir

El Papa quiso entonces aclarar cuál es la clave correcta para que un seguidor de Cristo que sea empresario “entre en el reino de los cielos“, frente a las palabras de Jesús que en el Evangelio de Mateo (19,23-24) considera una misión casi imposible para esta categoría aspirar (ver camello y ojo de la aguja).

La palabra clave es compartir. Asumir esta capacidad de extender la propia riqueza en beneficio de los demás permite al empresario rehuir la tentación idolátrica y le abre a la responsabilidad de hacer fructificar su riqueza y no disiparla. Así que no es imposible entrar en el Reino de los Cielos, difícil sí, pero no imposible, concluye el Papa.

¿Cómo se vive el compartir? Hay muchas formas “y cada empresario puede encontrar la suya“ con creatividad y según su propia personalidad. El Pontífice señala algunas de ellas:

  • Filantropía: “dar a la comunidad, de diversas maneras“.
  • El pago de impuestos: “una forma elevada de compartir los bienes, son el corazón del pacto social“. Obviamente, deben ser justos y equitativos, garantizando unos servicios eficaces y no corruptos.
  • Creación de empleo: como no podía ser de otra manera para un empresario, esto significa también dar oportunidades a los jóvenes.
  • Favorecer la natalidad: apoyando a las familias y permitiendo que las mujeres no sean discriminadas cuando esperan un hijo, pagando a menudo con el despido.
  • Promover la integración de la población inmigrante a través de un empleo honesto, que a la vez que acoja, apoye e integre.
  • Reducir la brecha entre los salarios de los directivos y los trabajadores: “si la brecha entre los más altos y los más bajos se hace demasiado grande, la comunidad empresarial se enferma, y pronto la sociedad se enferma“.

El olor del trabajo

Otro valioso consejo entregado por el Papa Francisco es que el propio empresario se considere y viva como un “trabajador“. “El buen empresario conoce a los trabajadores porque conoce el trabajo“, percibe ese olor que le hace estar en contacto con la vida de su empresa, y además, a través de ese contacto y esa cercanía imita “el estilo de Dios: estar cerca“.

Al fin y al cabo, el valor que crea una empresa no depende sólo de la creatividad y el talento del empresario, sino “también de la cooperación de todos“, por lo que, concluye el Pontífice, éste debe contar con la creatividad, el corazón y el alma de sus trabajadores, su “capital espiritual“.

Izquierdas, derechas y hermandades

La alternativa que presentan las hermandades se sitúa en un plano superior a la dialéctica política de izquierdas y derechas, es una cosmovisión fundamentada en las raíces culturales europeas.

14 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Todo comenzó en Francia, en la Asamblea constituyente de 1792. A la derecha de la presidencia se sentaron los girondinos, partidarios del mantenimiento del orden y las instituciones. La izquierda de la Cámara la ocuparon los jacobinos, que propugnaban la radicalización revolucionaria. En el centro se situó un grupo de asambleístas indiferenciado, con objetivos poco definidos. Desde entonces, y hasta hoy, cualquier propuesta sobre asuntos sociales se califica de derecha o de izquierda por analogía con aquellos grupos, un planteamiento tan limitado como empobrecedor.

Durante el siglo XIX esta clasificación resultó más o menos eficaz para explicar la realidad social, pero fue decayendo a medida que se fue agotando la mística revolucionaria de la lucha de clase. En 1989 culminó el derrumbe de los sistemas marxistas que había comenzado años antes. El detonante más inmediato fue el fracaso del modelo económico, por eso, tras el desconcierto inicial retomen la idea de Gramsci de apropiarse de la cultura. Universidades, escuelas, organismos internacionales, medios de comunicación y otras tribunas son ocupadas por la izquierda.

Al día de hoy, los grupos que se reconocen como de izquierda, sin propuestas culturales, políticas o económicas que ofrecer, han optado por un nuevo modelo de transformación social: asumir todas las luchas que vayan surgiendo e integrarlas en un solo discurso (Laclau). En esa amalgama se integran el movimiento LGTBI, el feminismo radical, o queer, el dogma del cambio climático, el indigenismo, el ecologismo, la oposición a la cultura del esfuerzo, al derecho a la propiedad, a la vida, la revisión de la historia, la resignificación del lenguaje y la sustitución de la identidad de las personas por la igualdad. Y lo que venga, que este es un proceso abierto al que cada día se suman nuevas causas. Todas estas reivindicaciones se presentan en bloque, en un paquete completo con pretensiones de doctrina, que ha de ser asumido en su totalidad bajo pena de ser considerado negacionista primero, para ser luego cancelado (woke) como persona, derribado como estatua o exhumados sus restos si ya falleció.

Cualquier intento de ir legalmente contra este estado de cosas es considerado persecución judicial, o lawfare, término de moda en el lenguaje político para definir la supuesta persecución judicial de los poderosos a la izquierda.

Curiosamente esta radicalidad en temas sociales se complementa en lo económico con un salvaje capitalismo global, el presentado en la tan aireada Agenda 2030.

Imposible encontrar el hilo conductor de este amasijo de ideas, en ocasiones contradictorias, que se acumulan sin método. Un caos inasumible en el resulta imposible tomar decisiones lógicas, pero con un objetivo claro: reorientar las leyes que supuestamente determinan la Historia.

Aquí las hermandades tienen algo que decir. No son de derechas ni de izquierda, pero su identidad cristiana y su perfil social les obliga a entrar en el debate, conscientes de que ésta no es una lucha dialéctica entre girondinos y jacobinos, entre derecha e izquierda. La alternativa que presentan las hermandades se sitúa en un plano superior, es una cosmovisión fundamentada en las raíces culturales europeas, en la que tiene un papel fundamental la tradición judeocristiana. Explicaba Julián Marías que el cristianismo es prioritariamente una religión, pero también una visión del mundo, una forma de ver, pensar, proyectar y sentir la realidad y, en último extremo, una forma de vida que fundamenta, en buena medida, las estructuras intelectuales, jurídicas y sociales de la civilización occidental.

No se trata de animar a las hermandades a presentar soluciones técnicas a los problemas sociales, tampoco de alentar opciones partidistas; sino de proclamar los principios morales, también los referentes al orden social, así como dar criterio sobre cualquier asunto en la medida que lo exijan los derechos fundamentales de la persona.

La vida de la hermandad, como la de las personas, no se agota gestionando el presente (cofradías, elecciones, estrenos, itinerarios…), sólo cobra sentido en el futuro, un futuro que pertenece a Dios, que es eterno, puro presente, Señor de la Historia. Una Historia que no está regida por leyes inexorables que hay que reorientar, como proponen la izquierda; sino por la libertad del hombre, que lleva al cofrade a mirar el mundo con los ojos de Cristo, llevando hacia Él todas las realidades humanas.

Urge en las hermandades el desarrollo y aplicación de las herramientas intelectuales precisas para implicarse a fondo en devolver su sentido a la Historia, más allá de las propuestas marxistas, si no quieren terminar siendo dueñas de pasados gloriosos, presentes fugaces y futuros inciertos.

El autorIgnacio Valduérteles

Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla. Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.

Vaticano

El Papa comienza su visita a Kazajistán

Rome Reports·14 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El Papa Francisco se encuentra ya en territorio kazajo. El primero de sus discursos, el más político de los que espera dar, fue una llamada a la unidad y al respeto.

El Papa alabó, además, la capacidad de respetar a las distintas religiones que muestra el pueblo kazajo.


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Mundo

Europa reza por la paz en Ucrania

El 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, los católicos de todos los países de Europa están llamados a rezar por la paz en Ucrania, especialmente con la Adoración al Santísimo Sacramento.

Maria José Atienza·14 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El presidente del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa, Mons. Gintaras Grušas, Arzobispo de Vilnius, ha convocado a todas las Conferencias episcopales europeas a vivir el 14 de septiembre un día de oración para invocar la paz para Ucrania.

Esta petición por la paz impulsado por los obispos europeos ha centrado su mirada en la Adoración eucarística. El propio lema de la jornada “Arrodillados ante la eucaristía para invocar la paz” es una invitación a las parroquias y templos a realizar actos de adoración eucarística pidiendo el cese de la guerra.

La fecha no es casual ya que la Conferencia Episcopal de Rito Católico Romano en Ucrania ha declarado 2022 como Año de la Santa Cruz. En la carta que los obispos ucranianos publicaron con motivo de este año señalaron el «doloroso camino de la cruz», que está recorriendo la nación ucraniana «en el que personas inocentes sufren. (…) Ahora más que nunca comprendemos a Jesucristo en su vía crucis, comprendemos su sufrimiento y muerte”. 

Este Año de la Santa Cruz terminará con una solemne Santa Liturgia y Vía Crucis con la participación de todos los obispos católicos romanos de Ucrania el 14 de septiembre de 2022, durante el Día Europeo de Oración por Ucrania.

Hace unos meses, durante la Cuaresma de 2022, la CCEE coordinó una cadena eucarística en la que cada día se oró tanto por las víctimas de la pandemia de covid como por la guerra de Ucrania.

Lecturas del domingo

Los bienes existen para hacer el bien. XXV domingo del Tiempo Ordinario (C)

Andrea Mardegan comenta las lecturas del XXV domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo. 

Andrea Mardegan / Luis Herrera·14 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Jesús cuenta la parábola del mayordomo acusado ante su amo (en el griego de Lucas se le llama «kurios», señor, el mismo nombre que se da a Dios) de despilfarrar sus bienes. Al final, sin embargo, el mismo señor alaba a su administrador por haber distribuido sus bienes entre los deudores, despilfarrándolos
igualmente. El punto de la conversión del mayordomo es la llamada del amo a rendir cuentas de su mayordomía, pues le será quitada. Nos viene a la mente la parábola del rico insensato que atesoró su cosecha en los graneros, pero que perdería su vida esa misma noche. Hay en la actuación del administrador una notable premura: “Siéntate, escribe, cambia la cuantía de tu deuda”. Es alabado por su señor, que no está interesado en la acumulación de bienes, sino en que se utilicen para hacer el bien, para aliviar el dolor y el sufrimiento. Antes, ese administrador descuidaba aquellos bienes, o los utilizaba para sí mismo, para divertirse, para especular, para el egoísmo. Después de que le anunciaran su destitución, aunque impulsado por el deseo de hacer amigos que luego lo acojan, adivinó el corazón de su señor: quería que sus bienes estuvieran destinados a hacer el bien a todos.

Eso es lo que Dios quiere para los bienes materiales y espirituales creados por él y dejados a los hombres como administradores. Es lo que quiere para los bienes dejados en herencia a su Iglesia: el tesoro de su Palabra, la fuerza de los sacramentos, la gracia de la salvación, la verdad que nos hace libres, el mandamiento nuevo del amor. Que estos bienes no sean confiscados y puestos en las arcas: sirven para la salvación de todos, pues Dios quiere que “todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad”, explica Pablo a Timoteo, y por eso quiere que recemos por todos, incluso por el emperador que da muerte a los cristianos, o por los que se enriquecen de manera deshonesta.

“Haceos amigos con las riquezas deshonestas, para que cuando estas falten, os reciban en las moradas eternas”. Deshonestas porque se han acumulado mediante el fraude, como el de los destinatarios de la invectiva del profeta Amós, que pisotean a los pobres y no soportan el reposo de la luna nueva y del sábado, porque pone freno a su codicia de ganar dinero deshonestamente, con medidas falsas, vendiendo las sobras, comprando un esclavo por un par de sandalias. O deshonestas porque engañan a los hombres, porque prometen una felicidad que nunca darán. Pero si se utilizan para ayudar, para socorrer, esas riquezas crean amistad y gratitud en todos los pobres y desheredados de todo tipo, que en la vida estarán cerca de nosotros y en el momento de nuestra muerte darán testimonio de que les hemos dado dinero, atención, tiempo, ciencia, vida, amor.

La homilía sobre las lecturas del domingo XXV

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

El autorAndrea Mardegan / Luis Herrera

Evangelización

La impresionante vida del cardenal Van Thuan

Se cumplen 20 años del fallecimiento del cardenal Van Thuan. Su proceso de beatificación continúa tras ser declarado venerable y crecer su devoción en todo el mundo.

Pedro Estaún·14 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Francois Xavier Nguyen Van Thuan nació el 17 de abril de 1928 en una pequeña ciudad de Vietnam. Era el mayor de 8 hermanos. Los Van Thuan eran católicos desde varias generaciones y vivían en un ambiente de fe inconmovible, por eso no resultó extraño que el joven Nguyen decidiese ingresar en el seminario.

Fue ordenado sacerdote en 1953 y, viendo que tenía cualidades intelectuales, sus superiores le enviaron a Roma para ampliar conocimientos. Finalizados sus estudios volvió a Vietnam, donde fue profesor del seminario y posteriormente rector y vicario general de su diócesis. Su trabajo pastoral fue muy eficaz. En 1967 fue nombrado obispo de Nha Trang. 

Un año después, las tropas comunistas ocuparon muchas ciudades de Vietnam del Norte. El 24 de abril de 1975, pocos días antes de que el régimen se hiciera con el poder de todo el país, Pablo VI lo nombró arzobispo coadjutor de Saigón. Tres semanas después fue arrestado y encarcelado. Comenzaba así un larguísimo periodo de cautiverio que duró trece años, sin juicio ni sentencia, nueve de los cuales los pasó incomunicado.

Van Thuan ante la adversidad

Quedó entonces aislado y sin contacto con su pueblo, pero buscó el modo de ponerse en comunicación con ellos. Una mañana le dijo a Quang, un niño de siete años: “Dile a tu madre que me compre blocs viejos de calendarios». Por la noche el niño le trajo los cuadernos, y así «escribí a mi pueblo mi mensaje desde la cautividad”. El obispo devolvía los escritos al niño que se los entregaba a sus hermanos. Éstos se encargaban de copiar y distribuir a los católicos que debían actuar clandestinamente.

De estos breves mensajes nació un libro, «El camino de la esperanza». Lo escribió con rapidez -en mes y medio- pues tenía miedo de no poder terminarlo si lo trasladaban a otro lugar. Del mismo modo fueron saliendo posteriormente nuevos libros.

Misas en la cautividad

Van Thuan, sabía que la fuerza que precisaba para mantener su alma y su estado de ánimo sólo le podía venir del encuentro con el Señor. “Cuando me arrestaron, tuve que marcharme enseguida, con las manos vacías. Al día siguiente me permitieron escribir a los míos, para pedir lo más necesario: ropa, pasta de dientes… Les puse: ´Por favor, enviadme un poco de vino como medicina contra el dolor de estómago`. Los fieles comprendieron enseguida. Me enviaron una botellita de vino de misa, con la etiqueta: ´medicina contra el dolor de estómago`, y hostias escondidas en una antorcha contra la humedad. La policía me preguntó:

–¿Le duele el estómago?

–Sí.

–Aquí tiene una medicina para usted.

Nunca podré expresar mi gran alegría: diariamente, con tres gotas de vino y una gota de agua en la palma de la mano, celebré la misa (…). La Eucaristía se convirtió para mí y para los demás cristianos en una presencia escondida y alentadora en medio de todas las dificultades”.

Apostolado con los guardias

Luego le vinieron momentos todavía más dramáticos. Fue trasladado a otro lugar en un penoso viaje en barco con otros 1.500 prisioneros famélicos y desesperados. Allí fue nuevamente encarcelado, pero ahora además en una celda de aislamiento. Comenzaba una nueva y larga etapa todavía más penosa que la de los años anteriores. Su insólita actitud de respeto ante los guardias encargados de controlarlo permitió una relación que podríamos calificar como sorprendente.

En un principio, el trato con ellos era inexistente; no le hablaban, respondían sólo “sí” o “no”; era imposible ser amable con ellos. Empezó entonces por sonreírles, intercambiar palabras amables y contarles historias de sus viajes, de cómo viven en otros países: Estados Unidos, Canadá, Japón, Filipinas, Singapur, Francia,…; y les habló de economía, libertad, tecnología, etc., incluso les enseñó lenguas como el francés y el inglés: “¡mis guardianes se convierten en mis alumnos!” Mejoró así las relaciones con ellos y el ambiente de la prisión, y aprovechó entonces para hablarles también de temas religiosos.

Un viaje a Lourdes

El amor a la Virgen lo había recibido de su familia. En su casa rezaban el rosario a diario y vivían muchas devociones marianas. En sus años de seminario vivió también, con profunda unción, muchas prácticas dirigidas a la Madre de Dios. Durante su estancia en Italia viajó a varios países europeos; en agosto de 1957 estuvo en Lourdes y allí sintió­ una fuerte presencia de la Virgen. Arrodillado ante la cueva, donde una vez hizo lo mismo Bernardette, escuchó en su corazón las palabras que María habí­a dirigido a aquella joven: “No te prometo alegría y consuelo en la tierra, sino más bien adversidades y sufrimiento”.

Comprendió que estas palabras también estaban dirigidas a él. Era una premonición de lo que le vendría después. Durante su largo cautiverio la Virgen María tuvo un papel esencial en su vida y recordando su estancia en la prisión escribió: “¡Hay días en que, al límite del cansancio, de la enfermedad, no puedo ni recitar una oración!” entonces rezaba el Ave María y la repetía muchas veces. La Virgen fue para él su continua compañera durante aquella penosa cautividad.

Van Thuan liberado

La libertad le llegó de improviso el 21 de noviembre de 1988, y supuso un enorme gozo para los cristianos vietnamitas, pero no pudo permanecer mucho tiempo en su tierra. Muy pronto fue exiliado a Occidente. En el Vaticano se valoró enseguida su presencia y fue llamado para participar en diferentes misiones. Fue en estos años, fue curándose de las penalidades sufridas durante tanto tiempo, pero continuó hasta el final de sus días llevando una vida sobria.

En el 2000 llegó un momento conmovedor en su vida: fue llamado a predicar los ejercicios espirituales de Cuaresma a Juan Pablo II y a la curia romana. Cuando el Papa le recibió para felicitarle y mantener con él una entrañable conversación, el cardenal Van Thuan respondió: “hace 24 años estaba celebrando misa con tres gotas de vino y una de agua en la palma de mi mano. Nunca hubiera pensado que el Santo Padre me recibiría de esta manera… Qué grande es nuestro Señor, y que grande es su amor”. En el año 2001 el Papa le nombró cardenal de la Iglesia católica. El 16 de septiembre del 2002, tras padecer un cáncer durante años, dio el paso definitivo a la vida eterna.

Cinco años después de su fallecimiento el Papa Benedicto XVI dispuso que se iniciase en Roma el proceso de su beatificación. Sin llegar a sufrir físicamente el martirio, se le puede considerar un verdadero mártir del catolicismo vietnamita y a la vez, un modelo de fidelidad a la Iglesia en situaciones difíciles y comprometidas.

El autorPedro Estaún

España

Se acerca la XXX Jornada Mariana de la Familia en Torreciudad

El sábado 17 de septiembre de 2022 la Jornada Mariana de la Familia cumple su 30ª edición y ofrece a familias de todas las latitudes una peregrinación festiva realizada bajo la protección de la Virgen María.

Javier García Herrería·13 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El próximo 17 de septiembre, sábado, se celebrará en el santuario de Torreciudad (Huesca) la 30ª Jornada Mariana de la Familia, un evento festivo centrado en la devoción a la Virgen María y dirigido a familias de toda España y de algunos otros países.

El rector, Ángel Lasheras, señalaba en una entrevista reciente en Omnes, la ilusión con la que están organizando el evento tras dos años de pandemia.

Vemos que mucha gente tiene ganas de venir y está preparando viajes con tiempo. “Por este encuentro multitudinario y por otras actividades que se hacen en torno a la familia, nos gustaría que Torreciudad fuera conocida como el ´santuario de la familia`“. 

La concelebración eucarística será presidida por el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, y tendrá lugar en el altar de la explanada. La eucaristía es el centro de la jornada, en la que las familias peregrinan para rezar por sus ilusiones y retos.  

Videomensaje del obispo de Vitoria animando a participar en el evento

Ángel Lasheras recuerda que desde la primera jornada en 1989 han llegado miles de familias, con la ilusión de poner a los pies de la Virgen todas sus necesidades. El rector señala que “los motivos y contenidos de las Jornadas han ido siempre de la mano de las convocatorias de la Iglesia, como los años internacionales de la familia, el jubileo del tercer milenio, los encuentros mundiales de la familia, el Año del Rosario o diversos sínodos”.

“A esta universalidad -añade- ha ayudado contar con un mensaje del Papa y la presencia a lo largo de estos años de cardenales y obispos que han venido a la concelebración participada por las familias, que son las grandes protagonistas”.

Cultura

Ignacio Saavedra: «Tolkien trató de evitar paralelismos entre sus relatos y la Historia de la Salvación»

Ignacio Saavedra, profesor de Comunicación Corporativa de la Universidad CEU San Pablo, es uno de los componentes del comité científico del congreso sobre Tolkien que se celebrará próximamente en Madrid bajo el título “Tolkien: poética, mito y lenguaje”. En los últimos años ha habido numerosos eventos académicos centrados en Tolkien, pero este llegará cuando acabe de terminar la primera temporada de una serie basada en la obra de Tolkien que ya es la más cara de la historia.

Javier García Herrería·13 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

Aunque es desgraciadamente habitual asociar a J. R. R. Tolkien con el fenómeno “freak”, lo cierto es que la aproximación de Ignacio Saavedra a la obra del escritor inglés ha sido siempre de la mano de la Academia.

Ignacio Saavedra

En 1994 asistió a una conferencia sobre Tolkien impartida en la Universidad Complutense por el catedrático de Griego Carlos García Gual, que terminó su exposición obsequiando al auditorio con una grabación de la voz del profesor de Oxford cantando en lengua élfica una de las más de cien canciones que aparecen en “El Señor de los Anillos”. Ahí estuvo la inspiración para que el profesor Saavedra creara años más tarde el grupo de teatro musical Endor Lindë (la música de la Tierra Media)

Siendo estudiante de Periodismo en la Universidad de Navarra, se encontró con la grata sorpresa de que la profesora de Literatura Contemporánea incluía “El Señor de los Anillos” en la lista de lecturas obligatorias, junto a autores como Thomas Mann, Marcel Proust o Franz Kafka. Poco después tuvo la oportunidad de conocer personalmente al profesor de Teología de la misma universidad José Miguel Odero, autor del primer estudio serio sobre Tolkien publicado en España. 

Acaba de estrenarse la serie más cara de la televisión, en la que Amazon ha invertido más de 200 millones de euros. 

ーNo hay un dato exacto sobre el coste de la serie. Un artículo reciente publicado en The Wall Street Journal lo sitúa en 750 millones de dólares sin incluir la campaña de marketing.

Narra hechos muy anteriores a las famosas sagas de “El hobbit” y “El señor de los anillos”. ¿Cómo está siendo la recepción de esta serie por parte de los seguidores del escritor inglés? 

ーEstá habiendo una gran variedad de opiniones sobre la serie entre los seguidores de Tolkien. Para muchos es toda una traición al escritor. El problema es que, al leer opiniones, es difícil saber cuánto hay de crítica ponderada y cuánto de aprovechar la serie para volcar todo el odio acumulado contra Jeff Bezos y su imperio en los últimos años. Y para acabar de complicar las cosas, está la obsesión por parte de mucha gente de ver manifestación de la ideología “woke” por todas partes. 

Existe un sector de profundos conocedores de la obra de Tolkien que han decidido no opinar mientras no se haya estrenado un cierto número de capítulos, pero ya han manifestado su agrado por ciertos diálogos que, en su opinión, son un verdadero homenaje a los elementos más profundos y más positivos de la obra de Tolkien. 

No olvidemos, por último, que Amazon ha invertido mucho en agasajar a líderes de opinión para intentar que publiquen opiniones favorables a la serie. En lo que todos coinciden es en que la alta inversión luce: decorados deslumbrantes, música arrebatadora y realización cuidada hasta el mínimo detalle para provocar una atracción irresistible en el espectador.

¿Por qué la obra de Tolkien es considerada católica si los personajes no tienen un rito religioso?

ーSería un tema para un congreso entero, pero la cuestión se aclararía bastante si no hubiera tantos católicos que se dedican al trabajo intelectual y que siguen sin haber leído la Carta de San Juan Pablo II a los Artistas. La catolicidad no es que los cuentos tengan una moraleja para que la historia sea un vehículo de catequesis. La catolicidad está en que la Belleza nos lleve a Dios como el único origen posible de una belleza tan inefable. Cuando un artista es tan auténtico como lo era Tolkien, cuando no es un simple juntaletras que se conoce los trucos para convertir un relato en “best-seller” de quiosco, la obra creada refleja todo el mundo interior del artista, incluida la cosmovisión católica si la hubiere. 

Se podría decir que Tolkien no pudo evitar que se notara que era católico, pero trató de evitar que el público estableciera cualquier paralelismo entre sus relatos y la Historia de la Salvación. El problema es que hay un sector bastante amplio de público católico que tiene una cierta idea de la Historia Bíblica pero no saben nada de mitología y, por ejemplo, ven en Galadriel un reflejo de Santa María pero no ven un montón de personajes de diversas mitologías que también podrían ser una inspiración para el personaje de Galadriel. 

Esa presunta catolicidad se nota en detalles que van mucho más allá de si hay ritos o no. Se nota, por ejemplo, en la concepción de la libertad humana que refleja el comportamiento de los personajes. Se nota en cómo el relato transmite, de un modo mitopoético, que todos estamos obligados a ser muy cuidadosos con la Naturaleza porque la Naturaleza es un don de Dios. Esta idea empieza a ser connatural entre los católicos después de la promulación de la “Laudato Si”, pero era algo revolucionario cuando se publicó “El Señor de los Anillos”.

Los seres espirituales creados por Tolkien en “El Silmarillion”, Valar y los Maiar, ¿hasta qué punto la naturaleza de estos seres está influida por su visión teológica católica?

ーEs difícil saber hasta qué punto, y yo no diría que se trata de seres espirituales, sin más. Son seres dotados de poderes especiales, pero no exactamente espirituales. Es normal que, observando el comportamiento de Gandalf, convertido en protector y guía de Frodo en el cumplimiento de su misión, los creyentes piensen en ángeles o arcángeles, pero ese tipo de seres especialmente poderosos, que usan ese poder al servicio o en contra de los mortales, están tan bien en otras fuentes religiosas, mitológicas y literarias de las que se nutrió Tolkien.

Los elfos ideados por Tolkien no mueren, y consideran la muerte un don. Gandalf le dice a Frodo que no mate a Gollum. Considerando estos dos hechos, ¿qué opinión le merece el sentido de la esperanza de Tolkien? 

ーDebo aclarar que los elfos sí mueren, y murieron en la época en que tuvieron que batallar contra las huestes de Morgoth. Se trata de grandes cuestiones, que darían no para una tesis doctoral, sino para varias tesis doctorales. De hecho, una de las últimas tesis doctorales sobre Tolkien defendidas en la Universidad Española está centrada precisamente en esa idea: la muerte como don. 

Aquella conversación en que Gandalf alaba la compasión de Bilbo, porque “ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos” ha sido lo que ha provocado que muchos lectores se conviertan en enemigos acérrimos de la pena de muerte. La esperanza es uno de los grandes temas de la obra de Tolkien. No en vano la revista de la Sociedad Tolkien Española se llama ESTEL, palabra de la lengua élfica que significa esperanza. 

Se podrían decir muchas cosas sobre cómo es la esperanza en la obra de Tolkien, pero una idea capital es que, en el fondo, no hay tan gran diferencia entre elfos y seres humanos. La esperanza vendría de que los seres humanos tienen el don de la muerte, sí, pero también gozan de una inmortalidad espiritual porque sus obras perviven. Esa pervivencia, en muchos casos, significa estar presentes en las canciones que hablan de los tiempos pasados, que para mí es un modo mítico de expresar que la muerte no es algo definitivo.

El converso Evelyn Waugh vio el Concilio Vaticano II como una traición a la tradición, cosa que quizá también ocurra a muchas personas en otros momentos históricos. ¿Cuál fue la percepción de Tolkien sobre el Concilio?

ーQue se sepa, sólo ha habido por su parte un aspecto que no le gustó del Vaticano II: el retroceso del latín. Hay varios motivos por los que Tolkien tenía un especial aprecio por esta lengua. Uno de ellos es que fue uno de los primeros idiomas que estudió, bajo la guía de su propia madre, que enseñó Griego y Latín a Tolkien y a su hermano, durante una temporada en que no consiguió inscribirlos en ninguna escuela. 

Un segundo motivo por el que le dolió lo que ocurrió con el Latín tras el concilio, es que Tolkien estaba convencido de que el Latín era un gran elemento de unidad. Podríamos decir que la irrupción de las lenguas vernáculas en detrimento del Latín fue percibido por Tolkien como una nueva versión de la Torre de Babel. Como buen filólogo, era muy consciente de que un cambio de lenguaje implica un cambio de pensamiento, lo que implica diversidad de interpretaciones de la doctrina y, por tanto, riesgo de desunión.

Lewis y Tolkien, dos grandes de la literatura y con visiones cristianas diferentes.

ーLa relación entre Tolkien y Lewis es un tema apasionante. Como sabe cualquier conocedor de la vida de ambos escritores, tuvo un momento culminante en aquel paseo por esa parte de Magdalen College llamada Addison’s Walk, en la Universidad de Oxford. Tolkien supo utilizar la pasión compartida por ambos, el amor a la mitología, como vehículo para mostrar a Lewis el camino hacia Dios. Es un momento muy bien plasmado en una película reciente, “The Most Reluctant Convert”, sobre la vida de C. S. Lewis.

Pero después sucedieron dos cosas. Por una parte, Lewis prefirió seguir en la Iglesia de Inglaterra en vez de optar por la Católica “Romana” de su amigo y colega universitario. Por otra parte, llevado de su celo apostólico, creó relatos que eran claras alegorías de la fe, algo que a Tolkien le disgustó. También influyó negativamente en su relación de amistad el matrimonio de Lewis con Joy Gresham, que Tolkien no veía con buenos ojos. 

¿Tuvo Tolkien alguna relación relevante con otros escritores católicos?

ーEn el círculo de profesores y escritores que solían reunirse en varios pubs de Oxford –los famosos Inklings- estaba también Owen Barfield, cuyo catolicismo es todavía objeto de debate. Se le puede considerar el fundador de los Inklings, lo que ya sería suficiente para considerarlo un hombre decisivo en la vida de Tolkien. 

En esas reuniones de los Inklings se empezó a leer “El Señor de los Anillos”. Incluso puede ser que fue ahí cuando Tolkien acabó de convencerse de que el hoy famoso libro era digno de ser publicado. Verlyn Flieger, una de los estudiosas de la obra de Tolkien más reconocidas de nuestros días, ha investigado a fondo la posible influencia de Barfield en la obra de Tolkien y está llegando a conclusiones bastante contundentes. Y no se puede negar que el catolicismo puede haber sido elemento necesario en esa influencia. 

Los católicos estamos muy marcados por el comienzo del Evangelio de San Juan, y esa primacía de La Palabra. El Logos es el motor de la obra de Tolkien. No creo que haya ningún caso en que un relato que es pura filología haya acabado siendo tan popular y, sobre todo, tan capaz de cambiar la visión de la vida por parte de sus lectores.

Ecología integral

La reforma de la ley del aborto inclina a las menores a abortar

El proyecto de ley de Salud Sexual y Reproductiva y de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) enviado por el Ejecutivo al Parlamento este verano plantea graves problemas jurídicos. La eliminación de los tres días de reflexión e información antes de realizar un aborto en las adolescentes menores, de 16 y 17 años, y anular la exigencia de consentimiento de los padres, ha sido criticado por juristas consultadas por Omnes.

Francisco Otamendi·13 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

Uno de los principales argumentos de las profesoras, pertenecientes a universidades como CEU San Pablo, Navarra y Francisco de Vitoria, se centra en la desviación del bien jurídico a proteger, teniendo en cuenta que el nuevo proyecto de ley orgánica que estudiarán las Cortes modifica la Ley Orgánica de 2010 del gobierno de Rodríguez Zapatero.

Ana Sánchez-Sierra

“Me acordaba cuando Hannah Arendt, filósofa de origen judío, hablaba de la banalidad del mal, a raíz del exterminio judío”, explica Ana Sánchez-Sierra, profesora del Instituto de Humanidades Ángel Ayala del CEU. “Ya el mal se convierte en tan banal, que ni se piensa lo que se hace. En esta ley, comparada con la de Zapatero de 2010, desaparecen jurídicamente dos cuestiones técnicas muy importantes: el nasciturus, el no nacido; y otro, un concepto que sí estaba en la ley de Zapatero, y se encuentra en la sentencia 53/1985 del Tribunal Constitucional, que es la autodeterminación consciente, que los profesores de bioética llamamos autonomía, el principio de autonomía”.

“En la ley de Zapatero aparecen términos como protección de la vida prenatal, viabilidad fetal”, prosigue Sánchez-Sierra, que cita textualmente el posicionamiento de aquella ley: “Que queden adecuadamente garantizadas tanto la autonomía de las mujeres como la eficaz protección de la vida prenatal como bien jurídico”, que es lo que dijo la sentencia del Tribunal Constitucional [Sentencia 53/1985]. En suma, que el no nacido era un bien jurídico y no tenía derecho a la vida según el artículo 15 de la Constitución, pero era un bien jurídico que había que proteger”.

¿Y cómo se protegía al nasciturus, no nacido? La profesora del CEU responde: “Con la idea de la autodeterminación consciente. Es decir, que la mujer fuera consciente, tuviera un período de información y reflexión [de tres días], que desaparece con la nueva ley. Podía parecer un poco hipócrita, pero esos tres días eran como un escollo. Y ahora todo esto desaparece”.

¿Qué se protege?

Pilar Zambrano, profesora de Filosofía del Derecho de la Universidad de Navarra, explica que “el recorrido histórico del aborto en España comenzó con la STC 53/1985 donde, interpretando el artículo 15 de la Constitución (“todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral”), se determinó que el niño por nacer no es persona ni, por lo mismo, titular del derecho a la vida, al tiempo que se afirmó que la vida por nacer es un bien jurídico objetivo que el Estado está obligado a proteger”.

Pilar Zambrano
Pilar Zambrano

“El siguiente hito fue la instauración de un marco regulador de las políticas públicas de sanidad y educación en materia de salud sexual y reproductiva (LO 2/2010), en cuyo marco se modificó nuevamente el Código Penal”, añade la jurista, y “se eliminó el requisito general de consentimiento expreso de los padres o tutores, en el caso del aborto en menores de 16 y 17 años. Esta última reforma fue revertida en 2015 (LO 2/2015) en atención a la desprotección que suponía para las propias menores de edad, cuyos padres son quienes, de forma indiscutible, se encuentran en mejores condiciones de evaluar el impacto psicológico que supone atravesar un aborto y, por tanto, de aconsejarlas”.

Ahora, el anteproyecto de reforma, enviado al Parlamento ya como proyecto, “toma el testigo en esta suerte de carrera de postas ―considera Pilar Zambrano―, y entre otras cosas, (a) elimina el plazo de reflexión de tres días que opera en la actualidad para la despenalización del “aborto a petición”; […], y (e) compromete a todas las administraciones públicas a “impulsar campañas de concienciación (…) dirigidas a toda la población … en el ámbito de … la promoción de los derechos reproductivos con especial énfasis en la interrupción voluntaria del embarazo”.

A su juicio, “esta última novedad no es baladí: de forma indirecta pero clara, se incluye al aborto entre el conjunto de derechos sexuales y reproductivos; con lo cual, de paso, se legitima su inclusión no sólo en las políticas sanitarias, sino también en las educativas (que son una sub-categoría de las políticas de “concienciación” a las que explícitamente hace referencia la norma). Se legitima, en otras palabras, la puesta en acción de todo el aparato estatal (sostenido con la aportación de todos los contribuyentes) para ¿educar? ¿reformar? ¿cambiar? la opinión social, inclinándola hacia la convicción de que el aborto en cualquiera de sus formas (a petición, terapéutico o eugenésico) es un bien jurídico”.

En conclusión, tenemos que el bien jurídico a proteger parece haber cambiado. Señala la profesora de Navarra: El aborto pasó así de ser una libertad que el Estado toleraba como un mal menor, en atención a las difíciles circunstancias que no pocas veces contextualizan la decisión de abortar; a un derecho prestacional que compromete a toda la sanidad pública (LO 2/2010) y; finalmente, el foco de políticas públicas transversales, de sanidad, educación y concienciación general en el actual anteproyecto de reforma”.

Y concluye: “el preámbulo de la LO 2/2010 al menos simuló coherencia con la doctrina sentada en la STC 53/1985. El actual anteproyecto abandona este esfuerzo completamente. No hace ninguna referencia al valor de la vida no nacida en todo su texto, e inclina el terreno de decisión de la mujer, de forma casi burda, en favor de la elección de abortar. ¿Qué otro propósito, distinto de la instigación al aborto, explica que se hayan eliminado el deber de informar a la mujer sobre los recursos disponibles para el caso de que pretenda continuar el embarazo; el brevísimo tiempo de espera de tres días entre el consentimiento informado y la realización del aborto; y la exigencia de consentimiento de los padres en el caso de las menores?” `

Mayoría constitucional, a los 18 años

Otro aspecto de capital importancia, ligado a éste, que subrayan las juristas consultadas es el de la patria potestad y la protección de las menores de 18 años que señala la Constitución española.

María Jose Castañón

María José Castañón, profesora doctora de Derecho Penal de la Facultad de Derecho, Empresa y Gobierno de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), afirma, como se ha señalado, que “la nueva ley elimina el consentimiento informado de los progenitores en el caso del aborto de mujeres menores de 18 años (16 y 17 años). El objetivo es “acabar con los obstáculos que las mujeres siguen encontrando para interrumpir el embarazo”; “un nuevo avance para las mujeres y para la democracia en nuestro país”, describe.

“Esta reforma es “especialmente polémica”, asegura María José Castañón. “La nueva modificación ofrece la posibilidad de que las mujeres de 16 y 17 años tomen de manera unilateral una decisión drástica.”, añade. “Para otro tipo de derechos es fundamental la autorización de los padres si no está directamente prohibido. De acuerdo con el artículo 12 de la Constitución Española, la mayoría de edad se establece en los 18 años ya que entonces “se obtiene plena capacidad para realizar actos jurídicos válidos y ser responsables de los mismos”.

En su opinión, “la nueva ley plantea una grave incoherencia en nuestro ordenamiento jurídico. Es imprescindible unificar esta disparidad regulatoria y distinguir entre consentimiento y conocimiento de todo aquello que pueda afectar no sólo a la salud física sino a la salud psicológica de sus hijos”.

Y remite al artículo 39.3 de la Constitución Española, que dice lo siguiente: “Los padres deben prestar asistencia de todo orden a los hijos habidos dentro o fuera del matrimonio, durante su minoría de edad y en los demás casos en que legalmente proceda”. “Son los responsables legales de los menores y hasta la mayoría de edad actual, tienen la obligación velar por ellos”, escribe la profesora de UFV.

¿La patria potestad, en cuestión?

En consonancia con esta norma constitucional, la profesora del CEU, Ana Sánchez-Sierra, recuerda lo que prescribe el Código Civil sobre el deber de velar por los menores: “La patria potestad está regulada en el Código Civil, artículo 154, y dice: “los padres o tutores legales deben velar por ellos, tenerlos en su compañía, alimentarlos, educarlos y procurarles una formación integral”. Entiendo que los padres no podemos inhibirnos de la educación sexual y afectiva de nuestros hijos. Por tanto, ¿cómo no vamos a acompañar en esta situación?  No tiene visos de ser constitucional, es un tema grave, porque la herida en la sociedad puede ser muy profunda”.

Además, Sánchez-Sierra comenta: “En cuanto a la cuestión de si pueden colisionar esos artículos de la Constitución [artículos 12 y 39.3] con el proyecto de Salud Sexual y Reproductiva y de IVE, “por supuesto que sí. Con esto de empoderar a las chicas adolescentes, lo que se intenta desde el poder público, es, primero: quitas la patria potestad a los padres y haces que se banalice lo que va a hacer (la adolescente)”.

“Yo tengo una hija de 16 años y tengo que dar mi consentimiento para ponerle brackets

Si no estoy en la consulta presencialmente, porque estoy aparcando, y le digo: vete tú entrando, no entra en la consulta, y le dicen: hasta que no esté tu madre, no pasas. Y tengo un amigo oftalmólogo, con el que he comentado esta ley, que me decía: efectivamente, cuando viene una menor, y no está la madre en la sala de espera, se le dice: pasas cuando venga tu madre. Estoy muy impactada con este asunto, y hay que hacer batalla con este tema”, agrega Ana Sánchez-Sierra, que es profesora del Título de Experto en Doctrina Social de la Iglesia del Instituto de Humanidades Ángel Ayala, en el CEU.

En su opinión, “el mensaje que se está mandando a los adolescentes ―porque la ley habla de anticoncepción y de la píldora del día después―, es como si el aborto fuera un anticonceptivo de último recurso. Es decir, desaparece el no nacido. Y las leyes tienen una función pedagógica y son el alma de un pueblo”.

Dignidad humana

Por otra parte, Pilar Zambrano acentúa que “la LO 2/2010 y el actual anteproyecto de reforma representan un giro “copernicano” en el orden de valores que sostiene al orden jurídico español.

“Enuncia el artículo 10.1 de la CE, en completa sintonía con el preámbulo de la Declaración Universal de los derechos humanos de 1948” ―cita textualmente la profesora de Navarra―, que “la dignidad de la persona, los derechos inviolables que le son inherentes, el libre desarrollo de la personalidad, el respeto a la ley y a los derechos de los demás son fundamento del orden político y de la paz social”.

“¿Qué otra muestra más clara de abandono del principio de respeto a la inherente dignidad de todo ser humano ―comenta la profesora―, que un legislador que se confiere a sí mismo el poder de repartir el pasaporte de la dignidad a voluntad, entre distintas categorías de seres humanos en función de cuál sea su estado de desarrollo o, peor aún, según cuáles sean sus capacidades físicas o mentales? ¿Qué otra muestra más clara del abandono del principio de libre desarrollo de la personalidad de las mujeres, que escatimarles información, consejo y tiempo de deliberación, tres condiciones básicas de cualquier libre elección?”

Menores, inimputables

María José Castañón, por su parte, dedica alguna reflexión a la imputabilidad, y asegura que “un menor de 18 años a efectos penales es “inimputable”, no cumple una pena de prisión. En el peor de los casos se le impondrá una medida de internamiento en un centro de menores con el único objetivo de reeducar o reinsertar”, precisa la jurista de la Francisco de Vitoria.

La imputabilidad, aclara Castañón, “es un concepto jurídico de base psicológica del que dependen los conceptos de responsabilidad y culpabilidad. Quien carece de estas capacidades, bien por no tener la madurez suficiente (menores de edad), bien por sufrir graves alteraciones psíquicas (enajenados mentales), no puede ser declarado culpable ni puede ser responsable penalmente de sus actos”.

El autorFrancisco Otamendi

Vocaciones

Mensaje para la JMJ de Lisboa en 2023

Mensaje del Papa Francisco para la 37ª Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Lisboa del 1 al 6 de agosto de 2023.

Javier García Herrería·12 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 9 minutos

Mensaje del Papa Francisco para la JMJ 2023

Queridos jóvenes:

El tema de la JMJ de Panamá fue: “He aquí la sierva del Señor: hágase en mí según tu palabra“ (Lc 1,38). Después de ese acontecimiento, retomamos el camino hacia un nuevo destino —Lisboa 2023—, dejando que haga eco en nuestros corazones la apremiante invitación de Dios a levantarnos. En 2020 meditamos la palabra de Jesús: «¡Joven, a ti te digo, levántate!» (Lc 7,14). El año pasado nos inspiramos en la figura del apóstol san Pablo, a quien el Señor Resucitado le dijo: “¡Levántate! Te hago testigo de las cosas que has visto“ (cf. Hch 26,16). En el tramo que aún nos queda antes de llegar a Lisboa, caminaremos junto a la Virgen de Nazaret que, inmediatamente después de la anunciación, “se levantó y partió sin demora“ (Lc 1,39) para ir a ayudar a su prima Isabel. El verbo común a los tres temas es levantarse, una expresión que —es bueno recordar— adquiere también el significado de “resurgir”, “despertar a la vida”.

En estos últimos tiempos, que han sido tan difíciles, cuando la humanidad, probada ya por el trauma de la pandemia, se ve desgarrada por el drama de la guerra, María reabre para todos y especialmente para ustedes, que son jóvenes como ella, el camino de la proximidad y del encuentro. Espero, y creo firmemente, que la experiencia que muchos de ustedes vivirán en Lisboa en agosto del año próximo representará un nuevo comienzo para ustedes, jóvenes, y —con ustedes— para toda la humanidad.

María se levantó

María, después de la anunciación, hubiera podido concentrarse en sí misma, en las preocupaciones y temores debidos a su nueva condición. Pero no; ella confió plenamente en Dios. Pensaba más bien en Isabel. Se levantó y salió a la luz del sol, donde hay vida y movimiento. Aunque el impactante anuncio del ángel haya provocado un “terremoto” en sus planes, la joven no se dejó paralizar, porque en ella estaba Jesús, el poder de la resurrección. Dentro de ella ya estaba el Cordero inmolado, pero siempre vivo. Se levantó y se puso en marcha, porque estaba segura de que los planes de Dios eran el mejor proyecto posible para su vida. María se convirtió en el templo de Dios, imagen de la Iglesia en camino, la Iglesia que sale y se pone al servicio, la Iglesia portadora de la Buena Noticia.

Experimentar la presencia de Cristo resucitado en la propia vida, encontrarlo “vivo”, es la mayor alegría espiritual, una explosión de luz que no puede dejar a nadie “quieto”. Nos pone en movimiento inmediatamente y nos impulsa a llevar esta noticia a otros, a dar testimonio de la alegría de este encuentro. Es lo que animó la prisa de los primeros discípulos en los días siguientes a la resurrección: “Las mujeres, atemorizadas pero llenas de alegría, se alejaron rápidamente del sepulcro y fueron a dar la noticia a los discípulos“ (Mt 28,8).

Los relatos de la resurrección utilizan a menudo dos verbos: despertar y levantarse. Con ellos, el Señor nos insta a salir a la luz, a dejarnos llevar por Él para cruzar el umbral de todas nuestras puertas cerradas. “Es una imagen significativa para la Iglesia. También nosotros, como discípulos del Señor y como comunidad cristiana, estamos llamados a levantarnos rápidamente para entrar en el dinamismo de la resurrección y dejarnos guiar por el Señor en los caminos que Él quiere mostrarnos“ (Homilía en la solemnidad de san Pedro y san Pablo, 29 de junio de 2022).

La Madre del Señor es modelo de los jóvenes en movimiento, no inmóviles frente al espejo
contemplando su propia imagen o “atrapados” en las redes. Ella estaba totalmente orientada hacia el
exterior. Es la mujer pascual, en permanente estado de éxodo, de salida de sí misma hacia el gran
Otro que es Dios y hacia los demás, los hermanos y las hermanas, especialmente los más
necesitados, como lo fue su prima Isabel.

…y partió sin demora

San Ambrosio de Milán, en su comentario al Evangelio de Lucas, escribe que María partió hacia la montaña porque «llena de gozo y sin demora […] se sentía impulsada por el deseo de cumplir un deber de piedad, anhelante de prestar sus servicios y presurosa por la intensidad de su alegría. Llena ya totalmente de Dios, ¿a dónde podía dirigirse María con prisa sino hacia las alturas? En efecto, la gracia del Espíritu Santo ignora la lentitud». La prisa de María es, por tanto, la solicitud del servicio, del anuncio gozoso, de la respuesta pronta a la gracia del Espíritu Santo.

María se dejó interpelar por la necesidad de su prima anciana. No se echó atrás, no permaneció indiferente. Pensaba más en los demás que en sí misma. Y esto dio dinamismo y entusiasmo a su vida. Cada uno de ustedes puede preguntarse: ¿Cómo reacciono ante las necesidades que veo a mi alrededor? ¿Pienso inmediatamente en una justificación para desentenderme, o me intereso y me pongo a disposición? Por supuesto, ustedes no pueden resolver todos los problemas del mundo. Pero tal vez puedan empezar con los más cercanos, con los problemas de su propia zona. A la Madre Teresa le dijeron una vez: “Lo que usted hace es sólo una gota en el océano”. Y ella respondió: “Pero si no lo hiciera, el océano tendría una gota menos”.

Ante una necesidad concreta y urgente, hay que actuar con rapidez. ¡Cuántas personas en el mundo están esperando la visita de alguien que los atienda! ¡Cuántas personas mayores, cuántos enfermos, presos, refugiados necesitan nuestra mirada compasiva, nuestra visita, un hermano o una hermana que rompa las barreras de la indiferencia!

Queridos jóvenes, ¿qué “prisas” los mueven? ¿Qué les hace sentir el impulso de moverse, tanto que no pueden quedarse quietos? Muchos —afectados por realidades como la pandemia, la guerra, la migración forzosa, la pobreza, la violencia, las catástrofes climáticas— se preguntan: ¿Por qué me pasa esto a mí? ¿Por qué justo a mí? ¿Por qué ahora? Por ello, la pregunta central de nuestra existencia es: ¿Para quién soy yo? (cf. Exhort. ap. postsin. Christus vivit, 286).

La prisa de la joven de Nazaret es la de quienes han recibido dones extraordinarios del Señor y no pueden dejar de compartir, de hacer desbordar la inmensa gracia que han experimentado. Es la prisa de los que saben poner las necesidades de los demás por encima de las suyas. María es un ejemplo de persona joven que no pierde el tiempo buscando la atención o la aprobación de los demás —como ocurre cuando dependemos de los “me gusta” en las redes sociales—, sino que se mueve para buscar la conexión más genuina, la que surge del encuentro, del compartir, del amor y del servicio.

A partir de la anunciación, desde que fuera por primera vez a visitar a su prima, María no
deja de cruzar espacios y tiempos para visitar a sus hijos necesitados de su ayuda solícita. Nuestro
caminar, si está habitado por Dios, nos lleva directamente al corazón de cada uno de nuestros
hermanos y hermanas. ¡Cuántos testimonios nos llegan de personas “visitadas” por María, Madre de
Jesús y Madre nuestra! ¡En cuántos lugares remotos de la tierra, a lo largo de los siglos —con
apariciones o gracias especiales— María ha visitado a su pueblo! Prácticamente no hay lugar en
esta tierra que no haya sido visitado por ella. La Madre de Dios camina en medio de su pueblo,
movida por una ternura amorosa, y asume sus angustias y vicisitudes. Y allí donde hay un santuario,
una iglesia, una capilla dedicada a ella, sus hijos acuden en gran número. ¡Cuántas expresiones de
piedad popular! Las peregrinaciones, las fiestas, las súplicas, la acogida de imágenes en los hogares y tantas otras son ejemplos concretos de la relación viva entre la Madre del Señor y su pueblo, que se visitan mutuamente.

La prisa “buena” siempre nos empuja hacia arriba y hacia los demás

La prisa buena siempre nos empuja hacia arriba y hacia los demás. También existe una prisa que no es buena, como por ejemplo la que nos lleva a vivir superficialmente, a tomar todo a la ligera, sin compromiso ni atención, sin participar realmente en las cosas que hacemos; la prisa de cuando vivimos, estudiamos, trabajamos, salimos con los demás sin poner en ello la cabeza y, mucho menos, el corazón. Puede ocurrir en las relaciones interpersonales: en la familia, cuando no escuchamos realmente a los demás ni les dedicamos tiempo; en las amistades, cuando esperamos que un amigo nos entretenga y satisfaga nuestras necesidades, pero lo evitamos inmediatamente y acudimos a otro si vemos que está en crisis y nos necesita; e incluso en las relaciones afectivas, entre novios, pocos tienen la paciencia de conocerse y entenderse a fondo. Podemos tener esta misma actitud en la escuela, en el trabajo y en otros ámbitos de la vida cotidiana. Pues bien, todas estas cosas vividas con prisas es poco probable que den fruto. Existe el riesgo de que permanezcan estériles. Esto es lo que leemos en el libro de los Proverbios: “Los proyectos del hombre laborioso son pura ganancia, el que se precipita —la prisa mala— acaba en la indigencia“ (21,5).

Cuando María llegó finalmente a la casa de Zacarías e Isabel se produjo un encuentro maravilloso. Isabel había experimentado una prodigiosa intervención de Dios sobre ella, que le había dado un hijo en su vejez. Hubiera tenido razones suficientes para hablar primero de sí misma, pero no estaba llena de sí, sino inclinada a acoger a su joven prima y al fruto de su vientre. En cuanto escuchó su saludo, Isabel se llenó del Espíritu Santo. Estas sorpresas e irrupciones del Espíritu ocurren cuando experimentamos la verdadera hospitalidad, cuando ponemos en el centro al huésped, y no a nosotros mismos. Esto es también lo que vemos en la historia de Zaqueo. En Lucas 19,5-6 leemos: “Al llegar a ese lugar [donde estaba Zaqueo], Jesús miró hacia arriba y le dijo: ´Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa`. Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría“.

A muchos de nosotros nos ha sucedido que, inesperadamente, Jesús salió a nuestro encuentro: por primera vez, experimentamos en Él una cercanía, un respeto, una ausencia de prejuicios y condenas, una mirada de misericordia que nunca habíamos encontrado en los demás. No sólo eso, también sentimos que a Jesús no le bastaba con mirarnos desde lejos, sino que quería estar con nosotros, quería compartir su vida con nosotros. La alegría de esta experiencia despertó en nosotros una prisa por acogerlo, una urgencia por estar con Él y conocerlo mejor. Isabel y Zacarías acogieron a María y a Jesús. ¡Aprendamos de estos dos ancianos el significado de la hospitalidad! Pregunten a sus padres y abuelos, y también a los miembros mayores de sus comunidades, qué significa para ellos ser hospitalarios con Dios y con los demás. Les hará bien escuchar la experiencia de los que les han precedido.

Queridos jóvenes, es hora de volver a emprender sin demora el camino de los encuentros concretos, de una verdadera acogida de los que son diferentes a nosotros, como ocurrió entre la joven María y la anciana Isabel. Sólo así superaremos las distancias —entre generaciones, entre clases sociales, entre etnias y categorías de todo tipo— e incluso las guerras. Los jóvenes son siempre la esperanza de una nueva unidad para la humanidad fragmentada y dividida. Pero sólo si tienen memoria, sólo si escuchan los dramas y los sueños de sus mayores. «No es casual que la guerra haya vuelto en Europa en el momento en que la generación que la vivió en el siglo pasado está desapareciendo» (Mensaje para la II Jornada Mundial de los abuelos y de los mayores). Es necesaria una alianza entre los jóvenes y los ancianos, para no olvidar las lecciones de la historia, para superar las polarizaciones y los extremismos de este tiempo.

Escribiendo a los efesios, san Pablo anunció: ´Ahora, en Cristo Jesús, ustedes, los que antes estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo. Porque Cristo es nuestra paz; él ha unido a los dos pueblos en uno solo, derribando el muro de enemistad que los separaba, a través de su propia carne` (2,13-14). Jesús es la respuesta de Dios a los desafíos de la humanidad en cada época. Y esta respuesta, María la llevaba dentro cuando fue al encuentro de Isabel. El mayor regalo de María a su parienta anciana fue llevarle a Jesús. Ciertamente, la ayuda concreta también es inestimable. Pero nada más podría haber llenado la casa de Zacarías de una alegría y un significado tan grandes como la presencia de Jesús en el seno de la Virgen, que se había convertido en el sagrario del Dios vivo. En esa región montañosa, Jesús, solamente con su presencia, sin decir una palabra, pronunció su primer “sermón de la montaña”: proclamó en silencio la bendición de los pequeños y los humildes que se confían a la misericordia de Dios.

¡Mi mensaje para ustedes, jóvenes, el gran mensaje del que es portadora la Iglesia, es Jesús!

Sí, Él mismo, su amor infinito por cada uno de nosotros, su salvación y la nueva vida que nos ha dado. Y María es el modelo de cómo acoger este inmenso don en nuestras vidas y comunicarlo a los demás, haciéndonos a su vez portadores de Cristo, portadores de su amor compasivo, de su generoso servicio a la humanidad que sufre.

¡Todos juntos en Lisboa!

María era una joven como muchos de ustedes. Era una de nosotros. El obispo Tonino Bello escribió sobre ella: “Santa María, […] bien sabemos que fuiste destinada a singladuras en alta mar, pero si te obligamos a navegar a vela próxima a la costa, no es porque queramos reducirte a los niveles de nuestro pequeño cabotaje. Es porque, viéndote tan cerca de las playas de nuestro desánimo, nos pueda salvar la conciencia de que también nosotros hemos sido llamados a aventurarnos, como tú, por los océanos de la libertad“ (María, mujer de nuestros días, Paulinas, Madrid 1996, 11).

Desde Portugal, como recordé en el primer Mensaje de esta trilogía, en los siglos XV y XVI, numerosos jóvenes —muchos de ellos misioneros— partieron hacia tierras desconocidas, para compartir también su experiencia de Jesús con otros pueblos y naciones (cf. Mensaje de la JMJ 2020). Y a esta tierra, a principios del siglo XX, María quiso hacer una visita especial, cuando desde Fátima lanzó a todas las generaciones el poderoso y admirable mensaje del amor de Dios que llama a la conversión, a la verdadera libertad. A cada uno y cada una de ustedes les renuevo mi calurosa invitación a participar en la gran peregrinación intercontinental de jóvenes que culminará en la JMJ de Lisboa en agosto del próximo año; y les recuerdo que el próximo 20 de noviembre, solemnidad de Cristo Rey, celebraremos la Jornada Mundial de la Juventud en las Iglesias particulares de todo el mundo. A este respecto, el reciente documento del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida —Orientaciones pastorales para la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en las Iglesias particulares— puede ser de gran ayuda para todas las personas que trabajan en la pastoral juvenil.

Queridos jóvenes, sueño que en la JMJ vuelvan a experimentar la alegría del encuentro con Dios y con los hermanos y las hermanas. Tras largos periodos de distancia y aislamiento, en Lisboa —con la ayuda de Dios— redescubriremos juntos la alegría del abrazo fraternal entre los pueblos y entre las generaciones, el abrazo de la reconciliación y la paz, ¡el abrazo de una nueva fraternidad misionera! Que el Espíritu Santo encienda en sus corazones el deseo de levantarse y la alegría de caminar todos juntos, en estilo sinodal, abandonando las falsas fronteras. ¡El momento de levantarse es ahora! ¡Levantémonos sin demora! Y, como María, llevemos a Jesús dentro de nosotros para comunicarlo a todos. En este hermoso momento de sus vidas, sigan adelante, no pospongan lo que el Espíritu puede hacer en ustedes. De todo corazón bendigo sus sueños y sus pasos.

Roma, San Juan de Letrán, 15 de agosto de 2022, solemnidad de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María.

FRANCISCO

Mensaje del Papa Francisco para la JMJ 2023

Vaticano

El limosnero pontificio volverá a Ucrania

Rome Reports·12 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El limosnero pontificio, el cardenal Konrad Krajewski, viajará a Ucrania por cuarta vez en nombre del Papa Francisco.

Entre los objetivos de esta cuarta visita está el de ofrecer ayuda concreta a las diversas Cáritas diocesanas en el frente.


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Mundo

El camino sinodal alemán creará una Comisión sinodal para preparar un Consejo sinodal permanente

Crisis al comienzo de la Asamblea por la negativa de algunos obispos a aprobar un documento. Se ejerció una presión insoportable sobre los que habían votado en contra.

José M. García Pelegrín·12 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

El camino sinodal alemán concluyó su cuarta Asamblea el sábado día 10 por la tarde, después de que nada más comenzar –el jueves, 8 de septiembre– se produjera una auténtica sensación, una situación que, por las reacciones que suscitó, no entraba en los planes ni de los dirigentes del camino sinodal ni de la inmensa mayoría: el primero de los textos que se presentaba a votación, con el título de “Líneas básicas para una ética sexual renovada” –en realidad, un cambio radical de la doctrina tradicional siguiendo los dictados de la “diversidad sexual”–, no obtuvo la mayoría precisa entre los votos de los obispos.

Según los propios estatutos del camino sinodal, para aprobar definitivamente un texto se requieren dos mayorías cualificadas: dos tercios de todos los votos emitidos en la asamblea, y además dos tercios de los votos emitidos por los obispos. De los 57 votos emitidos por obispos, 31 lo hicieron con “sí” y 22 con “no”; 3 se abstuvieron.

Tras el primer momento de desconcierto, comenzó una presión prácticamente insoportable sobre los obispos que habían votado en contra. Entre lágrimas, la co-presidenta del camino sinodal, Irme Stetter-Karp, les afeó no haber tomado la palabra en el debate para dejar clara su posición; un argumento un tanto falaz, pues quien ha asistido a las anteriores Asambleas sabe que quien se atrevía a exponer una opinión minoritaria –defendiendo la Tradición y la doctrina de la Iglesia– era objeto de murmullos de desaprobación e incluso de abucheos. Además, como dijo en una intervención el cardenal Rainer Woelki, de Colonia, un grupo de esa minoría –dirigido por el obispo Rudolf Voderholzer de Ratisbona– había presentado una y otra vez documentos alternativos, disponibles en internet, que sin embargo nunca se tuvieron en cuenta.

Presión en el camino sinodal

En la rueda de prensa a primera hora de la mañana del viernes día 9, Irme Stetter-Karp, que también es presidenta del Comité Central de los católicos alemanes, incrementó aún más la presión sobre los obispos “disidentes” y les echó en cara seguir una “estrategia de bloqueo”. Incluso dejó entrever un ultimátum: si se continuaba con dicho bloqueo, el Comité Central abandonaría la Asamblea.

Para salir de la “crisis”, se tomaron diversas medidas: por un lado se elevó el tiempo de cada intervención de uno a dos minutos, para facilitar que expusieran sus reparos quienes estuvieran en contra de un determinado texto; además, el presidente de la Conferencia Episcopal y co-presidente del camino sinodal, Georg Bätzing, se reunió con los obispos a puerta cerrada. Como consecuencia de esto, en el debate sobre el texto básico “Mujeres en servicios y ministerios en la Iglesia” participó un número muy elevado de obispos, sin que se produjeran las expresiones de desaprobación usuales en anteriores asambleas.

Intimidación

A la aprobación del texto, también por parte de los obispos, contribuyeron otras dos circunstancias. Por un lado, una medida de intimidación: la exigencia de que las votaciones fueran nominales –con la correspondiente publicación en internet– y, por otro, que en cierto modo que se rebajara el tono del documento; así, dicho texto sobre la mujer en la Iglesia se presenta ahora no como una exigencia de la ordenación sacerdotal para la mujeres, sino como una “consulta a la autoridad suprema de la Iglesia (Papa y concilio)” de si se puede revisar la doctrina de “Ordinatio sacerdotalis” de Juan Pablo II (1994), en que el Papa establecía como doctrina definitiva la imposibilidad de la ordenación de mujeres en la Iglesia católica.

De este modo se consiguió aprobar el texto con solo 10 votos en contra (y 5 abstenciones) de los 60 obispos presentes. Aun así, el resto del documento –cuyo tono queda reflejado en la observación con que se introdujo: “lo que hay que argumentar no es por qué puedan ordenarse mujeres, sino por qué no pueden”– continuó manteniendo el mismo tenor literal.

Nuevo consejo sinodal

Algo similar sucedió también en la mañana del sábado día 10 al debatir un texto “de acción” sobre la erección de un Consejo Sinodal para toda Alemania, con el fin de dar continuidad al camino sinodal. Según el texto presentado, su función sería coordinar los trabajos de la Conferencia Episcopal y del Comité central de los católicos alemanes. Dicho Consejo se enfrentaría abiertamente a la nota de la Santa Sede del pasado mes de julio, que recordaba que el camino sinodal “no está facultado para obligar a los obispos y a los fieles a adoptar nuevas formas de gobierno”.

Se llegó entonces a una fórmula de compromiso: en lugar de aprobar la creación de un Consejo Sinodal, se trataba de votar sobre una “comisión sinodal”, encargada de prepararlo: “hoy no tomamos ninguna decisión definitiva”; tanto el obispo de Eichstätt, Gregor Maria Hanke, como el de Görlitz, Wolfgang Ipolt, recomendaron vivamente estudiar el documento de la Comisión Teológica Internacional sobre sinodalidad y se refirieron a que “lo importante, sobre todo, es que descubramos la parte espiritual de la sinodalidad y profundicemos en ella”. En la votación llamó la atención, entre los obispos, el elevado número de abstenciones: 10; solo 6 votaron en contra, por 43 a favor.

Promoviendo una nueva ética sexual

Por otro lado, el hecho de que el texto fundamental sobre la ética sexual renovada fuera rechazado tampoco parece tener consecuencias prácticas. Mons. Georg Bätzing anunció que –a pesar de la votación en contra– llevaría el texto, “por ser resultado del trabajo del camino sinodal”, al “nivel de la Iglesia universal”, concretamente a la visita ad limina en noviembre en Roma y a la reunión continental de los obispos en vista al Sínodo de los obispos sobre la sinodalidad, en enero.

Además anunció que la Conferencia Episcopal trataría ese texto en su Asamblea ordinaria a finales de septiembre, y también que lo emplearía en su propia diócesis, Limburgo, cosa que también ha anunciado el obispo de Dresden, Mons. Heinrich Timmerevers. Sin embargo, el obispo de Passau, Mons. Stefan Oster, mostró su sorpresa y desacuerdo: “Me pregunto si no estás adelantando algo que estaba siempre previsto en caso de que no hubiera mayorías”; si esto fuera así, “cada diócesis seguiría su propio camino y se llegaría a la división que queríamos evitar”.

Además, el sábado se aprobaron –en primera lectura, con lo que la decisión final queda aplazada a su presentación, tras diversas modificaciones, en la siguiente asamblea sinodal para su segunda lectura– tres textos relativos a la “nueva moral sexual”; uno de ellos sobre “Diversidad sexual” que –según una de las participantes en la asamblea, Dorothea Schmidt– “pone en cuestión la doctrina sobre la creación”. Sin embargo, ninguno de los obispos presentes hizo una intervención crítica al respecto. Al aprobar este texto, la asamblea sinodal exhorta a todas las diócesis a nombrar encargados para personas “LGBTI*” a fin de “sensibilizar” a los fieles en cuestiones de diversidad sexual. Solicitan además al Papa que “abra a personas transexuales todos ministerios ligados a la ordenación”.

Hay que hacer notar que sobre esos textos “de acción” no se debería haber votado, puesto que el texto base del que emanaban –“Líneas básicas para una ética sexual renovada”– había sido rechazado el jueves por la tarde. Aunque el cardenal Reinhard Marx avisó de ello, la presidencia de la Asamblea hizo oídos sordos a la advertencia y permitió la votación.

Sacerdotes homosexuales

El texto “Des-tabuización y normalización: sobre la situación de los sacerdotes no heterosexuales”, igualmente aprobado en primera lectura, exige el reconocimiento de sacerdotes no heterosexuales y solicita a los obispos que, a nivel universal, aboguen por abolir la prohibición de que se ordenen sacerdotes homosexuales. Mons. Oster volvió a mostrar su escepticismo: ese texto supone un dilema para los obispos; cuando hablan sobre homosexualidad y “posiblemente la problematicen” se ven expuestos a que eso se considere como un ataque a personas con orientación homosexual.

Por último, la Asamblea asintió, en primera lectura, al texto sobre “Proclamación del evangelio por mujeres, con la palabra y los sacramentos”, que aboga por “abrir” la predicación para las mujeres, así como por que las diócesis estudien la posibilidad de que los laicos –hombres y mujeres– administren el bautismo; lo mismo puede decirse del matrimonio.

Antes de esta votación, cinco participantes de la Asamblea solicitaron formalmente que la votación fuera secreta, conforme al estatuto del camino sinodal; según este, en ese caso, la votación ha de ser secreta. Sin embargo, la presidencia de la Asamblea lo pasó por alto –aludiendo a una “interpretación” ad hoc del estatuto—, obligando a que la votación fuera nominal. Marianne Schlosser, catedrática de Teología de Viena y premio Ratzinger de Teología, se mostró “indignada” por el modo autoritario en que se tomó esa decisión; inmediatamente después de la votación, abandonó la Asamblea.

Al término de la Asamblea, Irme Stetter-Karp volvió sobre a hablar de los obispos; con cierto aire de suficiencia, dijo: “Es positivo que los obispos hayan comprendido que la situación era seria; pero podrían haber expresado su opinión antes”. Y, de cara al Consejo Sinodal: “Estamos dispuestos a tomar decisiones difíciles junto con los obispos alemanes”.

La quinta –y previsiblemente última– Asamblea sinodal se celebrará en marzo de 2023.

* Texto actualizado a las 17.22h.

América Latina

Rodrigo Guerra: «Sólo lo asumido es redimido»

"Las ciencias sociales se vuelven víctimas de sí mismas cuando absolutizan un fragmento y lo vuelven criterio hermenéutico supremo" señala en esta entrevista Rodrigo Guerra, secretario de la Pontificia Comisión para América Latina.

Maria José Atienza·12 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

Rodrigo Guerra es doctor en filosofía por la Academia Internacional de Filosofía en el Principado de Liechtenstein, fundador del Centro de Investigación Social Avanzada (CISAV, México) y Secretario de la Pontificia Comisión para América Latina.

Hace unas semanas, Guerra fue uno de los ponentes del I Congreso Internacional Hispanoamericano organizado por UNIR y la UFV. En ese encuentro, Guerra recordó que «la cultura latinoamericana tiene un sustrato no racionalista, basado en la fe católica, que defiende la dignidad de la persona”. De este sustrato base de la cultura hispanoamericana habla en esta entrevista con Omnes.

Hace ya tiempo asistimos a una reivindicación de las culturas precolombinas que acusan a los misioneros de eliminar / arrasar con una cultura o sistemas sociales previos para imponer “la visión cristina y europeísta”. ¿Esta afirmación es cierta?

– La historiografía contemporánea está logrando superar las simplificaciones ideológicas de antaño. Por ejemplo, las que se difundieron en torno a 1992, con motivo del V Centenario del descubrimiento de América. Tanto la “leyenda negra” como la “leyenda rosa” son fruto de una racionalidad univocista, que niega justo el “ethos” analógico de la cultura barroca latinoamericana.

Sin analogía, no hay matices finos, no hay comprensión analítica y diferenciada de un proceso complejo, como fue el arribo de pueblos europeos a América.

Por otra parte, algo que más allá de las controversias académicas, siempre ayuda a mirar las cosas con mayor perspectiva, es el acontecimiento guadalupano. La racionalidad introducida por Santa María de Guadalupe es la que permite el mestizaje, la inculturación del evangelio y la opción decidida por los más pobres. Esta lógica, sin dudas, compensa la perspectiva militar de los conquistadores y abre una vía de evangelización original para los misioneros, a partir de 1531. Las culturas prehispánicas fueron lastimadas sin lugar a duda. La corona española, por ejemplo, no tenía elementos para anunciar la cruz, más que a través de la espada. Las enfermedades europeas, además, diezmaron a la población. Pero la experiencia del encuentro con una maternidad venida del cielo, que anuncia al “verdaderísimo Dios por Quién se vive”, generó una originalidad sociológicamente identificable. Generó un pueblo nuevo: Latinoamérica, la “Patria grande”, la fraternidad singularísima que hace que un argentino y un mexicano, puedan reconocerse como “hermanos”, a pesar de la distancia.

La Iglesia ha pedido perdón por los errores históricos cometidos, no sólo en América Latina sino en otros lugares también. Esta petición de perdón ¿sería necesaria si se contextualizaran los hechos en cada periodo?

– La fe en Jesucristo nos hermana a todos. No sólo sincrónicamente sino diacrónicamente. Por eso, somos misteriosamente solidarios con los pecados cometidos en el pasado por algunos católicos, y por eso, hoy todos debemos reaprender a pedir perdón. No sólo es el Papa quien debe hacerlo. Soy yo, en primera persona, el que me debo reconciliar con mi historia.

La unidad de los pueblos no es la unidad de las ideologías, del poder político o del mercado. La unidad de los pueblos es pluralidad reconciliada, es experiencia empírica de re-encuentro y abrazo, gracias a la cual es posible seguir caminando. Cuando una nación no llora sus errores tampoco encontrará camino para alegrarse de fondo por sus victorias. Por eso, es tan importante el mensaje del evangelio.

Sólo desde Cristo, las personas y las culturas, pueden superar el fácil antagonismo, el radicalismo fanático y la fractura social.

¿Se traiciona la historia cuando se mira a través de los paradigmas del presente?

– La ciencia y el arte de la interpretación de la historia es un ejercicio complejo. Todo acto hermenéutico requiere no sólo herramientas teoréticas afinadas –como la analogía– sino el ejercicio de virtudes, en especial de la prudencia. La prudencia nos permite reconocer en el plano de lo práctico lo finito como finito y lo trascendente como trascendente, de manera simultánea.

Dicho de otro modo: la historia se traiciona cuando se mira como un mero fenómeno empírico que no posee un horizonte metafísico. Es el horizonte metafísico el que permite un doble movimiento: por un lado, reconocer el hecho en su contexto, para no juzgarlo desde categorías que le pueden ser impropias, como las procedentes de otra época.

Pero, por otro lado, la comprensión metafísica de la historia también permite juzgar el hecho en su perspectiva meta-histórica. Esta perspectiva no es algo “exógeno”, sino el significado último de lo real-concreto que aparece como exigencia si se acogen la totalidad de los factores de lo real.

En la escuela de pensamiento de la que tu servidor proviene, la comprensión metahistórica de un hecho prácticamente coincide con las exigencias perennes de una antropología integral, que al mirar a la persona como “lo más perfecto de la naturaleza”, también la entiende como lo más singular, y por ello, como lo más “histórico”.

Entiendo que está de moda hablar de “paradigmas”. Sin embargo, los paradigmas de la época no son el último horizonte de la inteligencia. Si así fuera, estaríamos en una prisión insuperable que, entre otras cosas, impediría el progreso histórico. El horizonte real de la inteligencia humana se alcanza cuando la persona es educada en la no-censura, en el máximo realismo, en la apertura a la posibilidad de un don que rebase nuestros propios pre-juicios y nos sorprenda. Nada más actual que Gregorio de Nisa, cuando dice: “Sólo el asombro conoce”.

¿Sufrimos una especie de miedo, por una parte, o hiperestesia ante cualquier comentario que pueda ser tachado de “colonialista”? ¿Hemos caído también en la Iglesia en una actitud reduccionista con respecto a nuestra historia de propagación de la fe?

– La denuncia contemporánea, en ciertas escuelas, de un pensamiento “colonial” que se impone desde la lógica del amo y del esclavo, muestra cuán deudores somos de Hegel en la actualidad. La perspectiva “decolonial”, por otra parte, reivindica el conocimiento situado y el deseo de desmontar el denso eurocentrismo que existe en algunos ambientes. Cuando estos temas se abordan sin identificar con claridad su herencia hegeliana, y por ello, su limitación inmanentista, fácilmente se tornan en trampas discursivas. Se aceptan de entrada muchas premisas que requieren ser analizadas críticamente.

No es aquí el lugar para hacer este ejercicio. Simplemente me atrevo a decir que las ciencias sociales, en muchas ocasiones, se vuelven víctimas de sí mismas, cuando absolutizan un fragmento y lo vuelven criterio hermenéutico supremo. Hoy necesitamos una perspectiva más holística para no traicionar la realidad. Comparto la necesidad de pensar-en-contexto. Comparto la necesidad de denunciar la perversa racionalidad instrumental. Comparto que existen aún mecanismos sutiles y no tan sutiles de colonización, por ejemplo, en América Latina. Pero también, junto con todo ello, estoy convencido que estamos llamados a algo más.

Sólo es posible hablar de la fuerza del contexto y de la importancia de “lo situado” desde un parámetro superior que los rebase. Si no lo hacemos así, hasta nuestra propia afirmación sobre la importancia de lo contextual habrá de ser contextualizada, y así, en un proceso sin fin.

En la Iglesia también fácilmente caemos en “modas” socio-analíticas, de manera explícita o encubierta. Pero es justamente en la experiencia que llamamos “Iglesia”, no en su concepto, no en su teoría, sino en la “experiencia” de amistad empírica que es la “Ekklesía” dónde yo aprendí a amar a mi pueblo, a mi historia, con todo y sus heridas de origen “colonial”, y a descubrir que la dialéctica amo-esclavo no tiene la última palabra. La realidad tiene tensiones, algunas muy dolorosas, pero la verdadera superación de ellas, la verdadera “Aufhebung”, se logra buscando una síntesis superior bajo la lógica del don extremo, es decir, bajo el re-encuentro con lo esencial-cristiano. Por esto, es importante leer a Romano Guardini y a Gaston Fessard. Por esto, entre otras cosas, hay que dejarnos educar por el Papa Francisco.

En la experiencia se puede constatar que la buena noticia del Evangelio, vivida en comunión, es fuente de humanidad renovada, es decir, de verdadero desarrollo

Rodrigo Guerra. Secretario de la Pontificia Comisión para América Latina

Realmente ¿contribuyó la fe al desarrollo de los pueblos de América?

– Norteamérica está compuesta por Canadá, Estados Unidos y México. Centro América va de Guatemala hasta Panamá. El sur de América va de Colombia hasta la Patagonia. Tanto en América del Sur, como en general, en toda la región latinoamericana, desde 1531 la fe ha sido el factor más importante de liberación y de lucha a favor de la dignidad de todos, en especial de los últimos y excluidos.

Quienes buscan sostener que la fe no ha colaborado al desarrollo y a la emancipación de América Latina son herederos del viejo iluminismo y de las viejas teorías de la secularización. Estas últimas, por cierto, no se cumplieron en América Latina, tal y como atestigua hasta el observador más despistado cualquier 12 de diciembre en el Tepeyac.

Quienes piensan en la actualidad que la fe no ha contribuido al desarrollo de América Latina sería muy bueno que meditaran con atención el “Nican Mopohua”; la obra de Vasco de Quiroga; los argumentos de Bartolomé de las Casas y de Francisco de Vitoria a favor de la igual dignidad humana de los indígenas; la riquísima cultura virreinal; y, muy en especial, el barroco latinoamericano, por ejemplo, en Puebla, en Perú o en Ecuador. Nada mejor para quebrar al iluminismo que peregrinar a pie durante semanas a algún santuario mariano con nuestro pueblo pobre, visitar las reducciones jesuíticas en el Uruguay, vivir la experiencia de una fiesta popular en Nicaragua, leer en voz alta a sor Juana Inés de la Cruz, arrodillarse frente a la tumba de san Oscar Arnulfo Romero en El Salvador, o cargar los ataúdes de dos jesuitas, ancianitos, recientemente asesinados por el crimen organizado, en la Sierra Tarahumara.

Más allá de teorías y discursos, es en la experiencia dónde se puede constatar que la buena noticia del evangelio, vivida en comunión, es fuente de humanidad renovada, es decir, de verdadero desarrollo.

Si nos fijamos en muchas de las tradiciones culturales iberoamericanas, nos damos cuenta que la fe cristiana se unió a tradiciones previas contribuyendo a su vigencia ¿es el sur de América un ejemplo de inculturación de la fe?

– Sudamérica, Centro América y México son buenos ejemplos de evangelización inculturada e inculturación del evangelio. En cada país hay una modulación diversa. Pero en todos, es reconocible algún grado de inculturación. Sin embargo, la palabra más adecuada para describir este fenómeno no es “unión” entre fe cristiana y “tradiciones previas” sino “encarnación”.

En el misterio de la Encarnación todo lo humano es asumido, porque sólo lo asumido es redimido. La “analogía de la Encarnación” –como decía san Juan Pablo II– es la que guía una adecuada relación entre la fe cristiana y las culturas. Sólo de esta manera no hay destrucción, sino abrazo paciente y tierno. Abrazo que asume todos los signos y lenguajes prehispánicos, para purificarlos y elevarlos a través de la gracia.

La lógica de la destrucción no es parte del anuncio cristiano. Alguien me decía alguna vez: “pero al pecado hay que destruirlo”. En efecto, al pecado indígena y al pecado europeo hay que “destruirlos” con la misericordia y la ternura que vienen del corazón de Jesús. Es la misericordia la que “extirpa” el pecado. Jamás la aniquilación del otro. La misericordia de Dios es la que salva. Todo lo otro es violento pelagianismo. Evangelizar de manera radicalmente inculturada, es en el fondo, el corazón del mensaje de la Virgen de Guadalupe a san Juan Diego.

¿Cómo se vive, desde la perspectiva americana y católica, el proceso de descristianización que se sufre en muchos lugares?

– En los pequeños círculos neoconservadores, la descristianización es vista en términos de derrumbe civilizatorio. En varios momentos de la historia de la Iglesia latinoamericana, la reducción conservadora del cristianismo a normas morales ha provocado diagnósticos equivocadísimos sobre la crisis cultural. Simétricamente, como en un espejo, la descristianización vista desde los grupos progresistas es celebrada con alegría. La reducción del cristianismo a la “ideología de los valores comunes” conlleva también diagnósticos extraviados sobre el desafío del momento actual. La identificación del progreso del reino de Dios con el aparente “progreso” de la sociedad relativista contemporánea termina afirmando que el verdadero cristianismo es el propio de las comunidades secularizadas, puramente “humanistas”.

La descristianización existe más por la debilidad de quienes preferimos un cristianismo burgués, acostumbrado a existir dentro de una zona de confort, que por la “perversidad” y “estrategia” de las tendencias anticristianas.

Rodrigo Guerra. Secretario de la Pontificia Comisión para América Latina

Ambas posturas son un grave error. Neoconservadores y progresistas, aparentemente opuestos, son hijos en el fondo de la misma matriz iluminista. La lectura teológica de la historia realizada por los obispos latinoamericanos desde la II Conferencia general del episcopado (Medellín, 1968) hasta la V Conferencia general realizada en Aparecida (2007), es diversa. Los procesos de descristianización conviven con nuevas búsquedas que significan que el corazón humano sigue anhelando una plenitud de verdad, de bien, de belleza y de justicia que sólo Cristo puede cumplir y rebasar. Lo digo de otro modo: la Iglesia latinoamericana es hija del Concilio Vaticano II. En el Concilio hay una plena conciencia sobre el drama de nuestro tiempo. Pero este drama no se enfrenta con miedo al mundo, ni con aprobación ingenua de sus inercias “mundanas”.

La “descristianización” de las personas, de las familias y de las sociedades más que un “enemigo” es una “ocasión” para reproponer con vitalidad un cristianismo empírico, experiencial, sacramental, no reaccionario, sino comunitario y misionero. Para ello, es preciso, curiosamente, amar al mundo apasionadamente. No para solapar sus extravíos. Sino para abrazarlo y reconocer que en él siempre habitan y habitarán mociones del Espíritu Santo que nos preceden en el dinamismo misional.

En otras palabras: la descristianización existe más por la debilidad de quienes preferimos un cristianismo burgués, acostumbrado a existir dentro de una zona de confort, que por la “perversidad” y “estrategia” de las tendencias anticristianas. Por eso es tan oportuno escuchar al Papa Francisco cuando nos habla de la “Iglesia en salida”, volcada a la misión, no a la reacción. Volcada a las periferias, es decir, a las zonas límite, llenas de riesgos, pero urgidas de Cristo.

Polarizar el papado

La labor del Papa siempre ha suscitado reacciones diversas, e incluso contrapuestas. Sin embargo, reducir la figura del Papa a un nivel meramente político o considerarlo desde la lógica de la confrontación es, no sólo erróneo, sino también injusto.

12 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

La lógica del discurso polarizado tiende a emplear un lenguaje contrapuesto a través del cual se configura un mundo dividido en dos principios irreconciliables: conservador versus progresista, derecha versus izquierda, tradicionalista versus liberal, ellos versus nosotros. Sí o no. Blanco o negro. Sin matices. Se abre así una brecha infranqueable que hace estéril cualquier intento de diálogo o entendimiento entre ambas partes. 

Este panorama antagónico es aplicado por muchos analistas que se ocupan de la información religiosa y la actualidad vaticana al papado de Francisco, presentando a la Iglesia como dos facciones divididas y situando al romano pontífice en el propio bando o el contrario, según la posición editorial del medio de comunicación en particular. 

Desde los comienzos de la Iglesia, el ministerio petrino ha sido instrumento de unión y garantía de catolicidad. El “pastorea mis ovejas” (Jn 21, 16) de Jesús a Pedro ha tenido un eco constante a lo largo de la historia del pontificado, incluso en sus horas más oscuras. El Papa es signo de unidad para todos los bautizados, y esto independiente de su procedencia, su ideología e incluso su orientación política. 

Aplicar a Francisco esta lógica de los dos polos enfrentados no sólo es injusto o inapropiado, sino que también resulta dañino. El Papa, como todo hombre formado, tiene sus propias ideas sobre la solución temporal a los problemas del mundo, pero esa visión personal no se impone a su ejercicio de guía de la Iglesia universal. Y no es correcto imponérsela desde fuera. 

El Papa es un pastor, no un político, por mucho que gobierne el Estado Vaticano. Su liderazgo es espiritual. Ahora que nos encontramos inmersos en plena reforma de la curia vaticana, con la promulgación el pasado 19 de marzo de la constitución apostólica Praedicate Evangelium, y que el pontífice se reunirá en Roma el 29 y 30 de agosto con el colegio cardenalicio para reflexionar sobre este texto legislativo, tal vez sea oportuno recordarlo.

Cine

Dibujos animados para ver en familia

Ida es una niña radiante, brillante y precoz, que llega nueva a la vistosa escuela en el castillo Winterstein. Allí encuentra un ambiente poco acogedor, salvo por Benni, un estudiante peculiar y tímido que no es muy popular.

Patricio Sánchez-Jáuregui·12 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El colegio de los animales mágicos

Director: Gregor Schnitzler
Historia: John Chambers, Arne Nolting, Viola Schmidt, Oliver Schütte

Ida es una niña radiante, brillante y precoz, que llega nueva a la vistosa escuela en el castillo Winterstein. Allí encuentra un ambiente poco acogedor, salvo por Benni, un estudiante peculiar y tímido que no es muy popular y se refugia en sus fantasías de aventuras piratas. De primeras, Ida se sentirá atraída por Jo, el rebelde del colegio. Esta relación dejará de lado a Benni.

La clase de la que forma parte se llevará una sorpresa con la llegada de la maestra Cornfield, una profesora estrafalaria que conquistará a los niños con su encanto, introduciendo a su hermano, el también enigmático Mortimer Morrison, propietario de una “tienda de mascotas mágicas”. Los estudiantes se convertirán en una “comunidad mágica” cuando acogen con entusiasmo y excitación a dos animales parlantes, una tortuga y un zorro, que elegirán ser las mascotas de Ida y Benni. Al mismo tiempo, otros sucesos preocupantes empezarán a suceder: desaparición de cosas, pintadas y vandalismos varios, etc. Ida, Benni y sus mascotas tendrán que unir fuerzas para descubrir al travieso vándalo y ladrón.

Esta imaginativa propuesta semi-musical al más puro estilo de las novelas infantiles de Los Cinco, crea una aventura detectivesca juvenil con toda suerte de encantos y sin muchas pretensiones. Un vistoso y colorido mundo con moraleja, donde se ponen de relieve los valores de la amistad, la aceptación y el honor. Una fábula de imagen real y animales animados donde las voces de estos y su amistad incondicional sirven para inculcar mensajes importantes a los niños, fortalecer su autoconfianza y ayudarlos a encontrar su rol. Todo sin perder de vista la idea de hacerles reír y soñar.

Eminentemente familiar, fantástica y de aventuras. La cinta está basada en la saga best seller internacional (7 millones de copias vendidas y traducida a 25 idiomas) de libros alemanes infantiles de Margit Auer (escritora) y Nina Dulleck (ilustradora), que empezaron su andadura en 2013. Una película correcta, de hora y media de duración, que llega a las pantallas el 9 de septiembre, con su secuela a punto de ser estrenada en el país de origen, donde la primera fue un éxito con más de un millón de espectadores.

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Vaticano

El proceso sinodal entra en la fase continental

A la Secretaría General del Sínodo han llegado las síntesis de las Conferencias Episcopales relativas a la primera fase sinodal de “escucha del pueblo de Dios”, que concluyó en junio. A partir de este mes de septiembre se iniciará la segunda fase, la continental, para llegar en octubre de 2023 a la discusión universal de los obispos.

Giovanni Tridente·12 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Ha concluido la “fase de consulta local” (diócesis, conferencias episcopales, sínodos de la Iglesia Oriental) del proceso sinodal de la Iglesia universal, que culminará en octubre de 2023 con la “fase universal”. A partir de este mes de septiembre el camino continúa con la “fase continental”, que prevé un nuevo discernimiento sobre el texto del primer Instrumentum Laboris -preparado por la Secretaría General del Sínodo-, esta vez, sin embargo, circunscrito a las especificidades culturales de cada continente. 

La fase que acaba de terminar, incluye las “síntesis” preparadas por cada una de las conferencias episcopales, que a su vez habían recogido las aportaciones de las Iglesias particulares. Han sido enviadas a la Secretaría General del Sínodo, integrando una consulta verdaderamente capilar y sumergida en el territorio, como era la intención del Papa Francisco. No es casualidad que, abriendo este extenso camino de discernimiento espiritual y eclesial, en octubre de 2021 el Pontífice invitara a ser “peregrinos enamorados del Evangelio, abiertos a las sorpresas del Espíritu Santo”, sin perder por ello “las ocasiones de gracia de encuentro, de escucha mutua, de discernimiento”.

Propuestas de todos los países

A partir de los documentos enviados a Roma, es posible hacerse una idea de lo que se guarda en el corazón y en la mente del “pueblo de Dios”, al que la Iglesia ha ofrecido la oportunidad de ser protagonista y de expresarse libremente, siguiendo un camino detallado y programado. Ciertamente, no hay que absolutizar las “respuestas” y menos aún las “propuestas” que, como ha recordado el propio Santo Padre, refiriéndose en particular a la vía sinodal alemana, deberán ser examinadas después en el seno de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que se celebrará en Roma 2023. 

Por lo tanto, estas síntesis no tienen ningún valor “ejecutivo”, pero no se puede descartar que representen el verdadero sentimiento en el alma de los fieles. Serán ciertamente una dinámica y un contenido a tener en cuenta para el camino de la Iglesia en este tercer milenio. 

Sin ánimo de ser exhaustivos, veamos algunas de las pistas que se desprenden de las contribuciones enviadas a la Secretaría del Sínodo por las principales conferencias episcopales europeas: España, Italia, Francia y Alemania. Cada documento incluye una introducción sobre la experiencia realizada, informando también de algunas cifras sobre la implicación de los grupos de trabajo de las distintas realidades eclesiales; una lista de temas preeminentes, formalmente una decena; una parte conclusiva con propuestas concretas para continuar el camino de implicación emprendido.

España

En el caso de la Iglesia española, 14.000 grupos sinodales involucraron a más de 215 mil personas, en su mayoría laicos, pero también consagrados, religiosos, sacerdotes y obispos. Participaron más de doscientos monasterios de clausura y 21 institutos seculares. Como en el caso de otros países, la participación fue de personas ya comprometidas con la vida de la Iglesia, en su mayoría mujeres; hubo poca participación de jóvenes y familias, y de personas alejadas o no creyentes. No faltaron las dudas o la incertidumbre inicial sobre esta “fase de escucha”, sobre si realmente servía para algo.

En cuanto a los diez puntos destacados, en primer lugar, se encuentra el papel de la mujer, cuestión vista “como inquietud, necesidad y oportunidad”, viendo como indispensable su presencia en los órganos de responsabilidad y decisión de la Iglesia. Preocupa “la escasa presencia y participación de los jóvenes en la vida de la Iglesia”, mientras que la familia se considera un ámbito prioritario de evangelización. También está presente la conciencia de la cuestión de los “abusos sexuales, de poder y de conciencia”, así como la necesidad de institucionalizar y fortalecer “los ministerios laicales”, junto con una “presencia cualificada de la Iglesia en el mundo rural”, hacia la religiosidad popular, con atención específica a los ancianos, los enfermos, los emigrantes, los presos y otras confesiones religiosas.

“Nos hemos sabido escuchar, hemos sido libres al hablar, hemos experimentado esperanza, alegría, ilusión, coraje para cumplir nuestra misión, con un fuerte sentimiento comunitario de seguir en camino y de hacerlo juntos. Sentimos un profundo agradecimiento por haber podido ser protagonistas del proceso”, comentan los protagonistas.

Italia

En el frente italiano, se formaron 50.000 grupos sinodales para una participación total de medio millón de personas.

“La sinodalidad no se habló simplemente, sino que se vivió, teniendo en cuenta también las inevitables fatigas: en el trabajo del equipo, en el acompañamiento discreto y solícito de las parroquias y de las realidades implicadas, en la creatividad pastoral puesta en marcha, en la capacidad de planificar, verificar, recoger y devolver a la comunidad”, señala la síntesis italiana, indicando que “la experiencia fue emocionante y generadora” para los implicados.

En cuanto a los “diez núcleos” en torno a los cuales se organizaron las reflexiones surgidas de las síntesis diocesanas -recogidas en unas 1.500 páginas-, surgió una pluralidad de temas, prioridades que para la Iglesia en Italia representan otras tantas “obras” en las que trabajar para los próximos años. 

Parte de la necesidad de “escuchar” a todos los actores de la vida social, desde los jóvenes hasta los marginados, “acogiendo” así con proximidad la pluralidad de situaciones y condiciones de vida que habitan un territorio. Se destaca la importancia de las “relaciones”, de una “celebración” digna, la centralidad de la “comunicación”, el fuerte deseo de “compartir” y la ineludibilidad del “diálogo”. Toda comunidad eclesial debe ser vivida como un “hogar” y no como un club, evitando la autorreferencialidad y la cerrazón. Por último, es necesario estar al lado de las personas “en cualquier estado de la vida”. Todo esto debe llevarse a cabo mediante un “método” basado en los principios de la conversación espiritual, para continuar este proceso de escucha.

Francia

150.000 personas participaron en el proceso del sínodo en la fase nacional en Francia de octubre de 2021 a abril de 2022. Una vez más, se agradeció su participación. En la introducción del documento de síntesis se afirma que las propuestas no tienen el valor de un juicio teológico, sino que pretenden orientar el discernimiento posterior en el seno de la Iglesia, respecto a los verdaderos “desafíos que han surgido de esta consulta”

No faltaron dificultades para escuchar “las voces de los más frágiles, llegar y movilizar a los jóvenes” o implicar a los sacerdotes de forma más capilar. Dado que los trabajos se llevaron a cabo mientras el informe sobre los abusos sexuales elaborado por una comisión independiente hacía estragos en Francia, que también tuvo un eco mundial, uno de los puntos significativos del proceso fue reavivar “la necesidad de cuidarse unos a otros”, junto con la inspiración de “una Iglesia más fraternal”.

Otros aspectos consideraron la urgencia de poner la Palabra de Dios en primer lugar, así como el reconocimiento de la misma dignidad de todos los bautizados mediante la implementación de ministerios que estén “al servicio del encuentro con Dios y del encuentro con las personas”. Debe reservarse la misma dignidad a hombres y mujeres, al igual que deben reconocerse y apoyarse los diferentes carismas. Se dedica un punto importante a la liturgia, que debe ser expresión de “profundidad y comunión”.

Alemania

Por último, Alemania, ya inmersa en un “camino sinodal” propio a partir de 2019 y a menudo en el centro de no pocas polémicas. En este caso, la respuesta fue mucho más baja y menos entusiasta, probablemente precisamente porque se trataba de una experiencia “paralela”. El documento, de hecho, reconoce que el número de creyentes implicados no llegó ni al 10 % y que, de hecho, fue imposible implicar a personas alejadas de la Iglesia o no creyentes. 

Una serie de puntos ponen de manifiesto aspectos críticos del propio proceso sinodal, como la participación pasiva de los laicos, la duda generalizada de que la Iglesia sea sincera en su deseo de escuchar de verdad, la falta de profundidad espiritual y de fe, el lenguaje autorreferencial del mismo vademécum propuesto por la Secretaría del Sínodo…

Lo que se desprende del informe, sin embargo, es el deseo de devolver el sentido a la Eucaristía, posiblemente a través de “una interpretación de los ritos, un lenguaje concreto y comprensible que hable de la realidad del pueblo”. Se hace referencia a la posibilidad de resaltar el carisma de las mujeres mediante una participación más activa. En cuanto al diálogo de la Iglesia con la sociedad, los católicos se dividen “entre los que quieren alejarse del mundo y los que, en cambio, sienten una contemporaneidad crítica-constructiva” con el mundo actual. En este contexto, “es necesaria una cooperación cada vez mayor y un testimonio cristiano común también en el ecumenismo”.

Vaticano

Papa Francisco: «Dios no excluye a nadie, desea que todos estén en su banquete»

Las parábolas de la misericordia de este domingo han sido el telón de fondo para que el Papa Francisco glosara uno de sus temas preferidos, la ternura de Dios con los hombres.

Javier García Herrería·11 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Una de las notas más destacadas del pontificado del Papa Francisco es cómo ha puesto de relieve la misericordia de Dios. El evangelio del hijo pródigo de este domingo 11 de septiembre ha sido una ocasión natural para volver de nuevo sobre esta idea. «Dios es justamente así: no excluye a nadie, desea que todos estén en su banquete, porque ama a todos como a hijos». 

El corazón de Dios es el de un buen padre, que «viene a buscarnos cada vez que nos hemos extraviado». Aunque una persona posea abundancia de bienes materiales, no puede ser feliz del todo si sufre por algún ser querido que anda por caminos errados. «El que ama se preocupa por lo que echa de menos, siente nostalgia por el que está ausente, busca al que está perdido, espera al que se ha alejado. Porque quiere que nadie se pierda. Hermanos y hermanas, así es Dios: no se queda ´tranquilo` si nos alejamos de Él, se aflige, se estremece en lo más íntimo y se pone a buscarnos, hasta que nos vuelve a tener en sus brazos». 

Dios es padre y madre

Un verdadero padre, una verdadera madre, quiere a sus hijos incondicionalmente, sin cálculo ni medida alguna. Por eso, señala el Papa Francisco que el «Señor no calcula la pérdida y los riesgos, tiene un corazón de padre y madre, y sufre al echar de menos a sus hijos amados. Sí, Dios sufre por nuestra lejanía, y cuando nos perdemos, espera nuestro regreso. Recordemos: Dios nos espera siempre con los brazos abiertos, sea cual sea la situación de la vida en la que nos hayamos perdido». 

Como es habitual en la predicación del Santo Padre, acaba sus palabras con algunas preguntas que sirvan de examen de conciencia a los fieles. En esta ocasión, decía: «¿Sentimos nostalgia por quien está ausente, por quien se ha alejado de la vida cristiana? ¿Llevamos esta inquietud interior, o nos mantenemos serenos e imperturbables entre nosotros? En otras palabras, ¿realmente echamos de menos a quien falta en nuestra comunidad? ¿O estamos cómodos entre nosotros, tranquilos y dichosos en nuestros grupos, sin tener compasión por quien está lejos?» 

La verdadera fraternidad cristiana incluye a todos los hombres, con independencia de cómo piensen o cómo le caigan a uno. Por eso, el Papa lanzaba algunas preguntas finales subrayando la mentalidad católica, universal, del corazón cristiano.:»¿Rezo por quien no cree, por el que está lejos? ¿Atraemos a los alejados por medio del estilo de Dios, que es la cercanía, la compasión y la ternura? El Padre nos pide que estemos atentos a los hijos que más echa de menos. Pensemos en alguna persona que conozcamos, que esté cerca de nosotros y que quizá nunca haya escuchado a nadie decirle: ´¿Sabes? Tú eres importante para Dios`».  

Vaticano

El obispo de Karaganda (Kazajistán) explica el próximo viaje del Papa

Mons. Adelio Dell'Oro, Obispo de Karaganda en Kazajistán, ha ofrecido un desayuno informativo para periodistas sobre el próximo viaje apostólico del Papa.

Antonino Piccione·11 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

“Los católicos, según nuestras capacidades y sensibilidades, buscamos cooperar en el camino de la paz, la armonía y el desarrollo, principalmente en tres direcciones: la belleza, la ayuda desinteresada y la oración”.

Con su intervención en el encuentro promovido online esta mañana por la Asociación ISCOM (estaban presentes una treintena de corresponsales), monseñor Adelio Dell’Oro, obispo de Karaganda (Kazajistán), contribuyó a arrojar luz sobre una serie de cuestiones relacionadas con el próximo viaje del Papa Francisco: el origen y las intenciones del VII Congreso de líderes de las religiones mundiales y tradicionales (el evento que reúne a diversos líderes religiosos de todo el mundo) y la presencia de la Iglesia católica en el antiguo país soviético. 

Nacido en Milán en 1948, Dell’Oro fue coadjutor durante 25 años en dos parroquias de la diócesis de la capital lombarda. En 1997, partió como misionero fidei donum a Kazajistán, donde permaneció hasta 2009, cuando regresó a Italia. Pro-rector del Colegio Guastalla de Monza y residente en la parroquia de Cambiago, a finales de 2012 fue nombrado obispo con el cargo de administrador apostólico de Atyrau. Es obispo de Karaganda desde el 31 de enero de 2015. 

Sentido del congreso

“Aceptando la invitación de las autoridades civiles y eclesiales, el Papa Francisco realizará el anunciado viaje apostólico a Kazajistán del 13 al 15 de septiembre“. Así es como, a principios de agosto, un comunicado del director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, formalizaba la visita del Santo Padre a la ciudad de Nur-Sultan con motivo del VII Congreso de líderes de las religiones mundiales y tradicionales, convocado para debatir sobre el desarrollo socio-espiritual de la humanidad en la era post-pandémica y en el contexto de la convulsa situación geopolítica.

Un Congreso -explica Dell’Oro- organizado por primera vez en 2003, coincidiendo con el segundo aniversario del viaje apostólico de Juan Pablo II (22-27 de septiembre de 2001), por el entonces presidente de la República Nursultan Abievich Nazarbaev, inspirado por el Papa Karol Wojtyła, que dos años antes, dirigiéndose a los jóvenes kazajos, había invitado a musulmanes y cristianos a construir una “civilización basada en el amor” y a hacer de Kazajistán “un país noble, sin fronteras, abierto al encuentro y al diálogo”. 

Los encuentros de Asís

¿El modelo? La “Jornada de Oración por la Paz Mundial” convocada en Asís por Juan Pablo II en enero de 2002, con el objetivo de reafirmar la contribución positiva de las diferentes tradiciones religiosas a la confrontación y la armonía entre los pueblos y las naciones tras las tensiones que siguieron a los atentados del 11 de septiembre de 2001.  

Desde entonces, desde 2003, el Congreso se celebra regularmente cada tres años, a excepción de la séptima edición, que se aplazó un año debido a la pandemia, y se celebrará en el Palacio de la Paz y la Reconciliación. Con el tiempo, la iniciativa se ha convertido en un catalizador del diálogo entre confesiones y culturas de todo el mundo, para fomentar la resolución de conflictos religiosos y políticos. Hace cuatro años (octubre de 2018), el último Congreso contó con la participación de delegaciones de 45 países.

“En primer lugar”, reflexiona Dell’Oro, «es necesario que los líderes religiosos establezcan relaciones de proximidad más fuertes y estrechas en una época en la que las propias religiones se ven desafiadas: el gran tema de la exclusión de Dios de las sociedades modernas está afectando significativamente a las religiones, que deben redescubrir la capacidad de ser creíbles en este tiempo. Luego está la cuestión del interés de las nuevas generaciones, que cada vez se sienten menos atraídas por el elemento religioso y las tradiciones que representan las religiones. Por tanto, se plantea la cuestión de la credibilidad de las religiones a partir del supuesto fundamental: ¿cómo se experimenta a Dios? ¿Cómo se experimenta la fe? ¿Cómo se puede apreciar el valor de las religiones? Las religiones son para la paz”.

Encuentros personales

Una paz que también se construye a través de encuentros directos y personales entre los líderes. En este sentido, el obispo de Karaganda no oculta su pesar – “me apena“- por la no participación del Patriarca Kirill de Moscú en el Congreso de Kazajistán: “habría sido una contribución notable, encontrarse con el Papa Francisco», para poner fin a lo que el propio Pontífice ha calificado como «una guerra de especial gravedad, tanto por la violación del derecho internacional, como por los riesgos de escalada nuclear, y por las fuertes consecuencias económicas y sociales. Es una tercera guerra mundial en pedazos”. 

Por otra parte, con el fin de consolidar las relaciones entre China y la Santa Sede, “es de agradecer la noticia de que el presidente Xi Jinping visitará Kazajistán el mismo día que el papa Francisco estará en el país centroasiático la próxima semana”, según Dell’Oro. 

Expectación

La visita del Papa Francisco a Kazajstán despierta una gran expectación desde el punto de vista de la comunidad católica, en un país que es musulmán en un 80%, dado que la fe cristiana, en su forma católica, durante unos 60 años se comunicó con la ausencia casi total de sacerdotes y, por tanto, de los sacramentos, con la excepción del bautismo, que se administraba mayoritariamente de forma clandestina. “Durante la época soviética“, subraya Dell’Oro, “no había estructuras eclesiásticas.

Entonces aparecieron sacerdotes semiclandestinos, supervivientes de los campos de concentración, entre ellos el beato Władysław Bukowiński, beatificado el 11 de septiembre de 2016 en Karaganda, o llegados de Lituania. Después de 1991, con la disolución de la Unión Soviética y la aparición de Kazajstán como estado independiente, al igual que las demás religiones, la Iglesia católica también pudo salir de la clandestinidad; se invitó a sacerdotes y monjas de Polonia, Alemania, Eslovaquia, etc., y se pudieron construir edificios eclesiásticos”.

Una paloma con una rama de olivo, sus alas representadas como alas unidas. El logotipo del viaje del Papa Francisco a Kazajistán tiene este aspecto, mientras que el lema es “Mensajeros de la paz y la unidad”. 

“Creo que el Papa“ -es la reflexión final de Dell’Oro- “pondrá de relieve el origen de la paz subrayando la importancia de reconocer que todos dependemos de Dios y, por tanto, que todos somos sus hijos e hijas y, en consecuencia, hermanos y hermanas entre todos los hombres, más allá de las diferentes visiones políticas y afiliaciones étnicas (en Kazajstán conviven personas pertenecientes a más de 130 grupos étnicos)”.

El autorAntonino Piccione

Vaticano

¿Cuál es el futuro de la diplomacia ecuménica? 

La negativa del patriarca Kirill de no acudir al Congreso Mundial de Líderes Religiosos es una muestra importante de la delicada situación en la que se encuentra la diplomacia ecuménica. En este artículo analizamos las variables más importantes a tener en cuenta en este momento.

Andrea Gagliarducci·10 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Por el momento no habrá un segundo encuentro entre el Papa Francisco y el Patriarca Kirill de Moscú. El Patriarca ha retirado bruscamente su presencia del Encuentro Mundial de Líderes Religiosos, que se celebrará en Nur Sultan (Kazajistán) los días 14 y 15 de septiembre, y al que también asistirá el Papa Francisco. La diplomacia ecuménica se encuentra en una fase especialmente delicada.

El Patriarca Kirill había confirmado su participación hace tiempo, y se podría decir que una de las razones por las que el Papa Francisco quería ir a Kazajistán era precisamente por la posibilidad de un segundo encuentro con el Patriarca.

Esta segunda reunión había cobrado una importancia increíble en un momento en el que había estallado el conflicto en Ucrania. El Patriarcado de Moscú no sólo había apoyado las decisiones rusas, sino que se había encontrado irremediablemente aislado en medio de la ortodoxia. Incluso el Metropolitano Onufry, que dirigía el rebaño ortodoxo de Kiev vinculado al Patriarcado de Moscú, había cortado efectivamente los lazos con su casa madre. Mientras que desde el Patriarcado de Serbia, tradicionalmente aliado de Rusia, la ayuda llegó directamente a Onufry, sin pasar por la mediación de Moscú.

Eran choques menores en un mundo ortodoxo que, con la agresión rusa en Ucrania, empezaba a cambiar de actitud e incluso de línea de fuerza. Porque por un lado siempre está Moscú, la mayor Iglesia Ortodoxa, la vinculada al Estado más poderoso. Pero por otro lado están las otras “autocefalias“ (las iglesias ortodoxas son nacionales), que ante la agresión rusa han cambiado ligeramente su actitud. Alentados, eso sí, por el ejemplo de Ucrania, que ya en 2018 había pedido y obtenido convertirse en una Iglesia autocéfala, desligándose de la administración secular de Moscú que le había concedido Constantinopla en el siglo XVII. 

La autocefalia ucraniana ha estado a punto de desembocar en un cisma ortodoxo, con Moscú por un lado y el resto del mundo ortodoxo por otro, o simplemente observando. Y es quizás a esa autocefalia a la que hay que mirar para entender realmente los temores de Moscú, los de una Ucrania cada vez más alejada de sus hermanos rusos, cada vez más cerca de Europa. 

¿Qué pasará en Kazajistán?

No habrá reunión con el Patriarca Kirill, pero eso no significa que el viaje del Papa Francisco no tenga significado o impacto. El Papa se reunirá con otros líderes religiosos, mantendrá conversaciones personales con cada uno de ellos, intentando tender puentes de diálogo.

En general, el protocolo provocó cierta perplejidad. El Papa no participa en las reuniones organizadas por otros gobiernos, sino que organiza la reunión o es el invitado principal. La mera participación corre el riesgo de menospreciarlo, y esto es algo con lo que la Santa Sede siempre ha sido cautelosa. 

Asimismo, el Encuentro Mundial de Líderes Religiosos celebrado en Nur Sultan es, como mínimo, una oportunidad extraordinaria para establecer recuentos.

Desde 2019, el Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso ha establecido un memorando de entendimiento con la organización del Encuentro Mundial de Líderes Religiosos, en la culminación de muy buenas relaciones establecidas desde que la Santa Sede asistió con su pabellón a la Expo en el país en 2017. 

Ahora, será el Papa Francisco quien explote esta mina de encuentros, acompañado por el cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, presidente del dicasterio y ahora prácticamente en casa, en Kazajistán,

Y quién sabe si el Papa no aprovechará su presencia en Nur Sultan para reunirse con el presidente chino Xi Jinping, que estará en Kazajistán esos mismos días. Sería un golpe extraordinario para el presidente kazajo, pero aún más para Rusia, que no dudaría en mostrar el encuentro como una señal de apertura del Papa también hacia los países marginados por Occidente. 

Las posibilidades de conocer a Kirill

Como se ha dicho, no estará el Patriarca Kirill, sino el Metropolitano Antonij, nuevo jefe del Departamento de Relaciones Exteriores del Patriarcado de Moscú. 

La ausencia de Kirill se explica de forma muy concreta: el Patriarca de Moscú no quiere que el Papa le reciba “al margen“ de otro evento, sino que quiere que ese encuentro tenga dignidad, que produzca un documento, que represente un hito. 

Y es que, ante un posible aislamiento incluso en el mundo ortodoxo, el Patriarcado de Moscú necesita demostrar que hay al menos un líder, y entre los más respetados, que da crédito a su labor. Y ello a pesar de que el Papa no dudó en llamar a Kirill “monaguillo de Putin“ en la videoconferencia del pasado 16 de marzo -el propio Papa Francisco lo admitió en una entrevista- y a pesar de que el cardenal Kurt Koch, presidente del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, definió como “herejía“ ciertas posiciones teológicas ortodoxas sobre Russkyi Mir, la Gran Rusia. 

¿Qué novedades hay ahora?

La presencia del Papa, que no se reunió con Kirill, representa para Kazajstán no sólo una oportunidad de celebrar los 30 años de relaciones diplomáticas con la Santa Sede, sino también de reforzar un papel en el diálogo interreligioso que intenta desarrollar desde 2003, año en que se celebró por primera vez el Encuentro Mundial de Líderes Religiosos.

Al final de la reunión se hará una declaración conjunta, que -explicaron los funcionarios kazajos- será “distribuida como un documento oficial de las Naciones Unidas“, y en ella se “reflexionará sobre los problemas más actuales del mundo, los conflictos globales, las tensiones geopolíticas, los problemas sociales, incluida la difusión de los valores morales y éticos“.

Cabe señalar que el tema de la conferencia también fue señalado por Kazajstán a las autoridades de los EAU, hasta el punto de que el embajador kazajo en Abu Dhabi celebró una conferencia de prensa sobre el tema en los últimos días. Y la declaración final tendrá probablemente dos modelos: la Declaración de Abu Dhabi sobre la Fraternidad Humana firmada por el Papa Francisco durante su viaje de 2019 a los EAU junto al Gran Imán de al Azhar Ahmed al Tayyb; y la declaración final del encuentro entre el Papa Francisco y Kirill en La Habana en 2016.

Esto tomaría lo mejor de los últimos modelos de diálogo desarrollados por el Papa Francisco, continuando en esa estela por un camino aceptable para la Santa Sede.

¿Un viaje a Moscú o a Kiev?

Se ha hablado mucho del viaje a Kazajistán como consecuencia, o anticipación, de un viaje del Papa Francisco a Moscú o a Kiev, o a ambos. Tal como están las cosas, ni el viaje a Moscú ni a Kiev parecen probables. El Papa Francisco ha mantenido durante mucho tiempo que es por razones médicas, y que le gustaría ir al menos a Kiev, donde hay una invitación urgente, pero que no puede porque su estado no se lo permite.

Esto es cierto, pero es sólo una explicación parcial. Un viaje a Kiev realizado después del viaje a Kazajstán y una posible reunión con el Patriarca Kirill probablemente habrían exacerbado los ánimos ucranianos, ya muy alterados por la guerra. Ahora, un viaje a Kiev después de la reunión en Kazajstán tendría más oportunidades, pero al mismo tiempo se vería como algo secundario.

La situación de Moscú es diferente, porque para eso se necesita una invitación, y todavía no la ha habido. Se trata de situaciones diplomáticas muy difíciles y delicadas, que se basan en equilibrios aún por descifrar.

Ciertamente, el viaje a Kazajistán no tiene relación con los otros dos viajes que el Papa podría emprender. Pero tiene un vínculo ideal con el paso a Jerusalén que el Papa habría querido hacer el 14 de junio, tras dos días en el Líbano, donde se encontraría con el Patriarca Kirill.

Todo estaba listo para la reunión, que luego fue aplazada por “razones de conveniencia“, dejando al Patriarcado de Moscú no poco desconcertado. Quizás esta sea también la razón práctica por la que Kirill decidió no ir a Nur Sultan.

La reconciliación europea sólo puede pasar por el diálogo ecuménico. Lo saben bien en Ucrania, donde existe el Consejo Panucraniano de Iglesias y Organizaciones Religiosas, que reúne a las confesiones religiosas de Ucrania desde hace 25 años, y que hace llamamientos precisos.

La Iglesia católica puede desempeñar un papel importante en esta reconciliación ecuménica. Pero, por decirlo con las palabras de su beatitud Sviatoslav Shevchuk, arzobispo mayor de la Iglesia greco-católica ucraniana, “podemos reconciliarnos con nuestros hermanos. No podemos conciliar con la geopolítica“.

El autorAndrea Gagliarducci

FirmasJaqui Lin

Festival de la juventud de Medjugorje, una llamada a la conversión

Durante el verano, ha habido dos numerosos encuentros de jóvenes, la Peregrinación Europea de Jóvenes y el Medjugorje Fest, que ha contado con más de 50.000 asistentes. Ofrecemos el testimonio de una participante en este último evento.

10 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Tres semanas han pasado desde el mejor viaje de mi vida. Ni playa ni piscina. Tampoco grandes cenas y comidas. Y mucho menos eso de quedarse durmiendo hasta las 12 del mediodía. Sin embargo, han sido las mejores vacaciones. 

El 31 de julio de 2022 viajé hasta Medjugorje, un pueblo de Bosnia y Herzegovina, donde se aparece la Virgen María, bajo la advocación de la Reina de la Paz, desde 1981. Cogí un avión desde Barcelona (El Prat) hasta Croacia (Split), y de allí un autobús hasta Medjugorje. Fui con un grupo de jóvenes de Effetá Valencia y nuestra peregrinación fue A Jesús por María, organizada por Blanca Llantada y Emilio Ferrando.

Me habían hablado bastante de Medjugorje, incluso había visto varios vídeos de la vidente Mirjana. Siempre decía que algún día iría, ya es un lugar sagrado dónde se reciben muchas gracias, pero tendría que surgir con el tiempo, ya que no soy de planificar viajes con mucha antelación. Y no ha sido hasta este año que la Virgen me ha llamado a ir. Y te preguntarás, “¿y cómo te ha llamado?”. En mi caso particular fue un regalo de cumpleaños. Cada peregrino se siente llamado de un modo distinto. Es algo inexplicable. Parece que el viaje no lo estés organizando tú si no que te están llamando a ir. Y es que la Virgen, nuestra Madre, tiene algo que decirte al llegar allí. 

Algo que te advierten nada más subir al autobús, de camino a la posada, y que yo también quiero transmitir a los futuros peregrinos, es que para disfrutar de este viaje y sacar frutos hay que ir con el corazón abierto. Este es el lema principal. Abre tu corazón a todo lo que puedas ver y a todo lo que te puedan decir. Trata de buscar qué quiere Dios de ti, qué plan te está pidiendo. Y para ello, es importante estar preparado. Porque si tenías algún plan a priori, como podría ser seguir en “x” trabajo, dar la vuelta al mundo o viajar a las islas griegas, este podría verse totalmente modificado. “Fiat voluntas tua”. 

Estos sucesos medirán el termómetro de nuestra fe. ¿Hasta cuánto confiamos en nuestro Padre Celestial? 

Todos los días teníamos un programa del Festival de la Juventud: Santo Rosario, Ángelus, Santa Misa, testimonios, catequesis, adoración eucarística, y otras actividades nocturnas como la procesión con la imagen de la Virgen o la meditación con velas y la oración ante la cruz. Por otro lado, cada peregrinación organizaba unas salidas a los lugares más emblemáticos: el Monte de las Apariciones, el Krizevac, al cementerio de Mostar, etc. 

Fue una semana de mucha actividad y para llegar a todo se vieron alteradas algunas horas de descanso, pero valió mucho la pena. Más de 500 sacerdotes, confesores, religiosas, conversos, y decenas de miles de jóvenes de todos los continentes nos reunimos allí para orar por la paz en el mundo y encomendar nuestras intenciones. 

Viví homilías increíbles, firmes, sin tibieza, de esas que parece que te estén clavando las palabras en el corazón. Y quiero mencionar especialmente la del Fray Marinko Sakota. 

El sacramento de la confesión fue mi gran regalo. Viví una experiencia personal y única. Me confesó un padre franciscano y lo que vivimos, tanto él como yo, fue un regalo del cielo. El Espíritu Santo intercedió entre nosotros y ambos pudimos ver el reflejo de Jesús en nuestra mirada. Me habló con mucha claridad y me orientó espiritualmente en lo que debía hacer a partir de ahora. Ese momento cambió parte de mi vida y el resto de los días que me quedarían de viaje. Y es que, si no acogía sus palabras con el corazón abierto, nada tenía sentido. Así que le hice caso. 

Ese momento marcó el inicio de una conversión más profunda de mi fe. Ahora paso una hora diaria, o más, delante del Santísimo, rezo cada día el Santo Rosario, también la Coronilla de la Divina Misericordia, y medito una página de la Santa Biblia al azar. Intento cumplir con las 5 piedras que nos pide María: la oración, el ayuno, la lectura de la Sagrada Biblia, la confesión y la eucaristía.

Me he enamorado de la oración y de adorar a Nuestro Señor Jesucristo. Es mi momento favorito del día. Yo le hablo y Él, por intercesión del Espíritu Santo, me susurra. 

Medjugorje llama a la conversión, incluso de los mismos cristianos. El camino de la fe no termina nunca, es una carrera de fondo que hay que trabajar a diario para llegar a conocer el corazón de Jesús y el de su Madre, María. Allí sentí que Dios nos necesita, a todos y a cada uno de nosotros. Y debemos responder a su llamado. 

De este viaje me llevo muchas cosas. Voy a mencionar las que más calaron en mi interior: el gran amor misericordioso que siente Dios y nuestra Madre, la Virgen María, por cada uno de nosotros; la manifestación de la paz por cada uno de los rincones de todo el pueblo de Medjugorje; las gracias que se conceden durante el viaje y a posteriori, y no solo a nivel personal, también en tu círculo familiar; el haber visto que la presencia del mal también existe; el poder de la oración; y la cantidad de personas que te acompañan en este camino. No estamos solos. 

Ahora gritaría un ¡Viva Cristo Rey!

El autorJaqui Lin

Cantante y asistente al Medjugorje Fest.

Artículos

Santi nella vita familiare, un insegnamento centrale nel messaggio di san Josemaría Escrivá

L'Opus Dei, fondato da san Josemaría Escrivá, affonda le sue radici nella necessità di vivere la contemplazione in mezzo al mondo. Ne sono di conseguenza santificate la vocazione e la missione del matrimonio.

Rafael de Mosteyrín Gordillo·9 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Testo originale del articolo in spagnolo qui

A conclusione dell’Anno della Famiglia intitolato Amoris laetitia, che coincide con la festa del santo, si riassumono i punti chiave di questo nucleo centrale nell’insegnamento di san Josemaría.

A proposito di questa curiosa coincidenza, che possiamo intendere come accidentale o provvidenziale, vorremmo ricordare alcuni consigli di san Josemaría sul matrimonio e sulla vita familiare.

L’esempio della Sacra Famiglia

Il cammino di santità, proprio del matrimonio, ha diverse parti in cui si sviluppa la risposta del cristiano. San Josemaría Escrivá spiega con quali mezzi si realizza l’identificazione con Cristo. La risposta assoluta, come percorrere il sentiero della vita e raggiungere la meta, è Cristo.

Il riferimento più importante e continuo è quello dell’imitazione di Cristo nella vita ordinaria. L’esempio da seguire è quello della Sacra Famiglia, perché Dio sia sempre presente nella nostra.
San Josemaría spiega così la necessità di vivere la contemplazione in mezzo al mondo. Di conseguenza, ne vengono santificate la vocazione e la missione del matrimonio.

Nei suoi scritti si distinguono la santificazione delle attività temporali, la santificazione del lavoro ordinario e la santificazione mediante la vita familiare, la procreazione e l’educazione dei figli. In questo modo si realizza la vocazione del laico, secondo lo spirito cristiano, nello svolgimento dei compiti professionali, sociali o matrimoniali che ne conformano la vita

 Santificarsi e santificare

Partendo dalla grazia del sacramento del matrimonio, san Josemaría Escrivá insegna l’educazione dei figli, la santificazione del focolare, la cura della famiglia, la dedizione alla professione, ecc.

Sono àmbiti in cui allo stesso tempo è necessario l’aiuto soprannaturale, che ci viene dalla preghiera e dai sacramenti. Sia in casa propria che nei diversi luoghi in cui opera, la famiglia cristiana può ritrovare gradualmente la specifica vocazione prevista da Dio per ognuno dei suoi membri.

L’attenzione al bene del coniuge e dei figli è nel matrimonio un elemento necessario per la santificazione di entrambi gli sposi.

La sfida principale che san Josemaría presenta ai genitori è quella di formare cristiani autentici, delle persone che si sforzano di raggiungere e trasmettere la santità.

Il cammino di ogni cristiano ordinario è quindi la santificazione del lavoro professionale e delle relazioni familiari e sociali, raggiungibili con i mezzi di santificazione e di apostolato forniti dalla Chiesa. Come mezzi facciamo sempre riferimento alla partecipazione ai sacramenti, alla preghiera e alla formazione cristiana.

La vita matrimoniale e familiare sono cammini di felicità e santità attraverso la dedizione sacrificata e generosa alla volontà di Dio e agli altri.

Gli insegnamenti della Rivelazione sulla vocazione al matrimonio sono visti da san Josemaría sotto una luce nuova. Questa luce, derivata dal carisma che Dio gli ha donato, è, secondo noi, la sua maggiore caratteristica di originalità.

Ora spetta a ciascun battezzato riconoscere la dignità della vocazione matrimoniale e collaborare nel mondo, ciascuno dal proprio posto.

L’insegnamento di san Josemaría, e la sua corrispondenza alla grazia di Dio, è stato messo in luce dalla Chiesa, anche con la canonizzazione, avvenuta a Roma il 6 ottobre 2002.

Analizzando la sua predicazione, possiamo concludere che la chiamata divina a lottare per essere santi attraverso il matrimonio e la vita familiare, è un insegnamento centrale nel messaggio di san Josemaría Escrivá.

El autorRafael de Mosteyrín Gordillo

Sacerdote.

Mundo

Eduardo Calvo: “Personas de otros credos se alegran de que venga el Papa”

Eduardo Calvo Sedano, originario de Palencia, es párroco de la parroquia de San José, en Almaty (Kazajstán), y Director de Cáritas diocesana. Conversamos con él sobre la próxima visita del Papa Francisco al país.

Aurora Díaz Soloaga·9 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Papa Francisco ha aceptado la invitación del presidente del país, Kasym-Jomart Tokaev a asistir al VII Congreso de Religiones Mundiales y Tradicionales, en la ciudad de Nur-Sultan. Entrevistamos a Eduardo Calvo, sacerdote español que desarrolla su trabajo en el país asiático.

Kazajstán espera la segunda visita de un Papa: después de la experiencia de la visita de Juan Pablo II en 2001, ¿cómo se está ahora preparando la joven Iglesia?

—Con alegría y con ilusión. Es para todos un estímulo en nuestra fe. Vivimos rodeados de un ambiente de mucha indiferencia religiosa, donde además, la religión cristiana es minoritaria. La mayoría de los cristianos son de tradición ortodoxa y mucha gente apenas tiene conocimiento de qué significa ser católico. La visita del Papa nos ayuda a que todos vean que nuestra fe está viva, que es “católica” (internacional). Además, nos recuerda que la fe católica forma parte de las raíces religiosas de esta tierra, en la que hay católicos desde los primeros siglos de la historia de la Iglesia, antes de la aparición del Islam. 

¿Es bien aceptada la visita de un líder religioso como el Papa, en una sociedad multicultural?

—Totalmente. Es más, me atrevo a decir que, en líneas generales, no sólo es aceptada, sino también querida y deseada. Son muchas las personas de otros credos que se alegran de que una persona de la trascendencia mundial que tiene el Papa venga al país. 

Kazajstán es un país muy tolerante y con mucha diversidad. La gente está acostumbrada, ya desde la niñez, a convivir y relacionarse con gran naturalidad con personas de otras nacionalidades y de otros credos. Aquí lo normal es que personas procedentes de culturas diferentes sean amigas y no sean ni quiera conscientes de que esa diversidad podría haber sido un obstáculo en sus vidas para estar unidos y relacionarse con cordialidad. Al fin y al cabo somos seres humanos… en lo sustancial somos iguales: buscamos amar y ser ser amados, nos gusta pasear y reírnos, tenemos problemas semejantes, vivimos en un mismo entorno… 

¿Cómo se está recuperando el país, después de los desórdenes que sufrió en su principal ciudad, Almaty, en enero de este año? ¿Puede afectar el clima de inseguridad que se vivió en ese momento a la visita del Papa?

—La sensación de los que estamos aquí es de que “se ha pasado página”. Aquellos incidentes hicieron peligrar nuestra convivencia y me atrevería a decir que también nuestra democracia. Son parte del pasado y se ha vuelto a la vida ordinaria, con sus luces y sus sombras. Todo país tiene sus más y sus menos. Me duele escuchar a veces en España comentarios hechos como con aire de superioridad, mirando a países de Asia central (como Kazajstán), como si fueran países “de segunda”, inferiores no sólo en lo económico o político; sino también en lo moral o social… Creo que es profundamente injusto y alejado de la verdad. 

La situación actual es pacífica. La visita del Papa es también un regalo para los no católicos, un aliciente. Su visita nos recuerda que nos quiere y nos tiene en consideración. 

El Papa ha cancelado otros viajes recientes por motivos de salud y, sin embargo, ha querido mantener este viaje, al que ha calificado de “tranquilo” en su viaje de vuelta desde Canadá. ¿Ve otros motivos por los que al Papa haya podido mantener este viaje en su agenda? 

—El motivo –creo- es su deseo que dialogar con otras confesiones cristianas y con personas de otros credos, para ahondar en lo mucho que tenemos en común y en la necesidad de vivir todos juntos como hermanos, pertenecientes a una misma familia. En este sentido, se comprende su intención de participar en este encuentro mundial de líderes religiosos. A día de hoy, me parece que es de vital importancia sumar fuerzas para combatir los radicalismos religiosos y promover la paz. 

¿Qué visión de la Iglesia en Asia puede aportar al Papa la comunidad de Kazajstán?

—Creo que el Papa es bastante consciente de la situación que vivimos. Sabe de nuestras dificultades y de nuestros sueños. Podemos aportarle nuestro cariño, con una mayor cercanía física. Podemos compartir con él la oración y las ganas de que esta Iglesia en minoría crezca, anuncie el Evangelio, se desviva por los demás, prospere no sólo en lo económico sino también en lo espiritual… La Iglesia católica aquí está viva y creciendo. Gracias a Dios, muchos cristianos de aquí no son extranjeros, sino gente local y muchos de ellos se han acercado a la fe por el testimonio de otros católicos y no por la tradición familiar. 

Se ha hablado de la importancia estratégica de esta visita del Papa a Kazajstán en este momento, considerando los vínculos del país con el mundo eslavo y la importante presencia de población rusa y ucraniana que allí convive. ¿Le parece que este viaje podría aportar algo al proceso de pacificación del cercano conflicto en Ucrania?

—El Santo Padre quiere estar muy cerca de los que sufren. El conflicto de Ucrania es de orden mundial. No me cabe duda de que está haciendo lo que está en su mano para apaciguar la situación. Kazajstán, por estar situado en territorio neutral, por su caracter abierto y por su presencia en el país de personas de todas las naciones, creo que es un buen lugar para que la Iglesia católica, con el Papa a la cabeza, pidan al mundo entero que reinen la paz y el amor.

El autorAurora Díaz Soloaga

De la mano de María, con la mirada en Lisboa

El camino de la Virgen María a Aim-Karim para ayudar a su prima Isabel es el trasfondo de la próxima Jornada de la Juventud de Lisboa 2023. De esta propuesta podemos sacar algunos ítems que puedan servirnos a la hora de diseñar un proyecto pastoral y educativo para este curso.

9 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Este curso académico estará, sin duda, marcado eclesialmente por la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud convocada por el papa Francisco en Lisboa. El lema elegido por el sucesor de Pedro en esta ocasión es “María se levantó y partió sin demora” (Lc 1, 39). Con ello Francisco nos propone a los jóvenes la actitud de la Virgen María como un modelo a seguir cuando, al enterarse de que su prima Isabel estaba embarazada, sale aprisa a la montaña para ayudarla.

Este acontecimiento eclesial que viviremos del 1 al 6 de agoto del año 2023 hemos de prepararlo lo mejor posible si queremos que dé el máximo fruto. Tenemos un curso entero para hacerlo. Y el Papa nos marca un camino a recorrer para todos los educadores que acompañemos a los jóvenes en esta peregrinación a la capital lusa: proponer el modelo de María joven en su viaje a Ain-Karim, el pueblo en el que vivía su pariente.

Varios son los hitos que podemos tener en cuenta a la hora de plantear un recorrido educativo que prepare el corazón de los jóvenes para la gran experiencia del verano. El modelo de esa muchacha que acaba de recibir la noticia de que sería la madre de Dios y sus actitudes vitales serán, sin duda, el mejor referente que podemos proponer y cultivar entre nuestros jóvenes. Me gustaría señalar algunos ítems que puedan servirnos a la hora de diseñar un proyecto pastoral y educativo para este curso.

Olvido de uno mismo

María recibe el anuncio del ángel de que era la mujer elegida para ser la madre del mesías, pero no se queda ensimismada, sino que se olvida de ella misma y está atenta a lo que necesita su prima. Este olvido de uno mismo es una gran propuesta, claramente contracorriente, audazmente revolucionaria. Será como la música de fondo de todo el año. Olvidarnos de nosotros mismos, dejarnos de mirar el ombligo, levantar la mirada y descubrir las necesidades de los demás. 

Salió aprisa

Sin demora, María se dirige a ayudar a su prima. No se queda en planteamientos abstractos, en compromisos etéreos o sentimentales, sino que se pone manos a la obra. Hemos de alentar a los jóvenes a saltar del sillón, a despegarse de la pantalla, a comprometernos en serio con la realidad. Y hacerlo venciendo la pereza que nos arrastra siempre a lo más cómodo. El camino hacia Lisboa debe estar concretado en acciones de ayuda a los demás que nos saquen de nuestra comodidad y pereza. Visita a enfermos, residencias de ancianos, echar una mano a compañeros que se les dé mal alguna asignatura… Debemos ayudar a nuestros jóvenes a concretar y poner en marcha sus deseos de entrega a los demás. 

La revolución de la alegría

En cuanto María entró en casa de Isabel el niño que llevaba en sus entrañas saltó de alegría. Isabel entona una alabanza a María, cuya visita inesperada llena de gozo y alegría toda la casa. Y la propia María rompe a cantar entonando el Magníficat. María lleva allí donde va la revolución de la alegría. Nuestro itinerario hasta Lisboa debe estar marcado por esa alegría que nace de la entrega a los demás. Y materializarse en una cultura que lleve la sonrisa a nuestros labios, que destierre la queja de nuestro corazón, que se haga acogida y ternura. La alegría debe ser un distintivo del cristiano, como nos pide el papa Francisco desde el principio de su pontificado.

Con Jesús en las entrañas

Y un último hito de este camino es el de actualizar la presencia de Jesús en nuestra vida. María lo llevó en sus entrañas en todo este tiempo. Ese es el motor de su vida, esa es la causa de la alegría que se desborda. Con ella, por los caminos de Palestina, se realiza la primera procesión del Corpus. Vivir desde Cristo, especialmente en el sacramento de la eucaristía, y llevarlo a los demás, son también dos hitos que podemos marcarnos en nuestro camino hacia la JMJ. Cuidar nuestras celebraciones eucarísticas y realizar en grupo alguna acción evangelizadora que ayude a los demás a encontrarse con Jesús nos harán entrar en la escuela de María.

Ojalá preparemos bien este acontecimiento trascendental y aprovechemos esta ocasión tan propicia para la evangelización para que nos ofrece el papa Francisco. Y que, dicho sea de paso, a nosotros nos pilla tan cerquita esta vez. ¡Todo un regalazo!

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

Enseñanzas del Papa

Sobre el sentido y valor de la vejez

En agosto el Papa concluyó sus dieciocho catequesis sobre la vejez, comenzadas el 23 de febrero pasado, tras la catequesis sobre san José. Francisco nos ofrece lecciones de humanidad y de antropología cristiana. 

Ramiro Pellitero·9 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

En estas catequesis, el Papa presenta la ancianidad como don que importa proteger y educar, para que sepamos acogerlo y cuidarlo, de modo que brille la misión humana y cristiana de los ancianos.

La ancianidad como don y bendición

Comenzó situando la vejez en el marco unitario de las edades de la vida protagonistas. Hoy los ancianos son más numerosos que en otras épocas de la historia, y a la vez tienen un mayor riesgo de ser descartados, ya desde el siglo pasado: “La exaltación de la juventud como única edad digna de encarnar el ideal humano, combinada con el desprecio de la vejez vista como fragilidad, degradación o invalidez, fue la marca dominante de los totalitarismos del siglo XX” (Audiencia general, 23-II-2022). Hoy, en la cultura dominante, los ancianos son poco valorados, en su calidad espiritual, su sentido comunitario, su madurez y sabiduría. Y esto, a los ojos del Papa, implica un “vacío de pensamiento, imaginación, creatividad”

“Con estas catequesis sobre la vejez” –declaraba– “quisiera animar a todos a invertir pensamientos y afectos en los dones que ella trae consigo y para las otras edades de la vida” (ibid.) Los ancianos son como las raíces del árbol: el jugo, si no llega ese “goteo” –por así decirlo– desde las raíces, no se darán las flores ni los frutos (cfr. ibid).

Oportunidad para hacer un mundo más humano

La Biblia muestra que la maduración humana y su calidad espiritual requiere un largo tiempo de iniciación, de apoyo entre las generaciones, de transmisión de experiencias, como una larga “fermentación”, de un diálogo entre los abuelos y los niños, que marcan los extremos de las edades. Pero “la ciudad moderna tiende a ser hostil con los ancianos (y no por casualidad también lo es con los niños)” (Audiencia general, 2-III-2022). Por eso, sin el diálogo entre generaciones tenemos “una sociedad estéril, sin futuro, una sociedad que no mira al horizonte, sino que se mira a sí misma” (ibid).

La vejez, pondera Francisco, puede salvar al mundo, porque se adelanta al día de la destrucción. Recuérdese la historia de Noé y el diluvio, y las consideraciones de Jesús (cfr. Lc 17, 26-27). Eso nos puede suceder a nosotros sin que nos salven los robots. Jesús advierte que, si no nos preocupamos más que de comer y beber, y no de las cuestiones fundamentales de nuestra vida –la calidad espiritual, el cuidado de la casa común, la justicia y el amor–, podemos acostumbrarnos a la corrupción. 

Por eso Francisco les dice a los ancianos: “Tenéis la responsabilidad de denunciar la corrupción humana en la que vivimos y en la que continúa esa forma de vida del relativismo, totalmente relativa, como si todo fuera lícito. Adelante. El mundo precisa, necesita jóvenes fuertes, que salgan adelante, y viejos sabios” (ibid). 

“Memoria” y “testimonio” de fidelidad vivida 

El Papa se fija también en el llamado “Cántico de Moisés”, que es como el testamento espiritual del que fue guía del Pueblo elegido (cfr. Dt 32 ss). Una bella confesión de fe, que transmite, como valiosa herencia, la memoria de la fidelidad de Dios hacia su Pueblo. También nuestros ancianos pueden llegar a esa lucidez, a esa sabiduría que proviene de los años bien aprovechados; y por tanto esa capacidad para entregar (“tradición”) el sentido de la historia transcurrida. 

“En nuestra cultura” –observa Francisco–, “tan ‘políticamente correcta’, este camino resulta obstaculizado de varias formas: en la familia, en la sociedad, en la misma comunidad cristiana. Hay quien propone incluso abolir la enseñanza de la historia, como una información superflua sobre mundos que ya no son actuales, que quita recursos al conocimiento del presente. ¡Cómo si hubiéramos nacido ayer!” (Audiencia general, 23-III-2022)

Por eso señala el Papa: “Sería bonito que en los planes de catequesis existiera desde el principio también la costumbre de escuchar, de la experiencia vivida de los ancianos”; así entran ellos en la “tierra prometida” (la vida de la fe) que Dios prepara para cada generación.

Proteger a los ancianos, educar en el cuidado de la ancianidad

Dice Francisco que corresponde a la sociedad educar a todos en el honor debido a los ancianos (cfr. Audiencia general 20-IV-2022). La Biblia condensa ese deber cuando manda “honrar padre y madre”, sugiriendo una interpretación más amplia. Pero con frecuencia faltamos a ese deber. “El honor falta cuando el exceso de confianza, en vez de manifestarse como delicadeza y cariño, ternura y respeto, se convierte en rudeza y prevaricación. Cuando la debilidad es reprochada, e incluso castigada, como si fuera una falta. Cuando el desconcierto y la confusión se convierten en ocasión para la burla y la agresión” (ibid).

Esto –advierte el sucesor de Pedro– abre el camino, en la sociedad, a excesos inimaginables. 

El puente entre los jóvenes y los ancianos

El Papa ha insistido en que se fomente la “alianza entre las generaciones”, para abrir el futuro (cfr. Audiencia general, 27-IV-2022). Se apoya en el libro de Rut, que considera complementario al Cantar de los Cantares a la hora de explicar el valor del amor nupcial, en cuanto que celebra el poder, la poesía y la fuerza del amor, que se pueden encontrar en los lazos de familia y parentesco.

Tomando pie de otro relato bíblico, el del anciano Eleazar (cfr. 2 M, 18 ss.), Francisco explica cómo la fidelidad de la vejez muestra el “honor” que debemos a la fe, y que le damos cuando la vivimos hasta el final, también cuando hay que ir a contracorriente (cfr. Audiencia general, 4-V-2022). 

Oponiéndose a la postura gnóstica (una fe puramente teórica y espiritualista, que no se “mancha” con la vida ni influye en la sociedad), declara Francisco que “la práctica de la fe no es el símbolo de nuestra debilidad, sino el signo de su fortaleza” (ibid.).

Y por eso: “Demostraremos, con toda humildad y firmeza, precisamente en nuestra vejez, que creer no es algo ‘para viejos’, sino algo vital. Creer en el Espíritu Santo, que hace nuevas todas las cosas, y con mucho gusto nos ayudará”. La fe vivida es herencia de la ancianidad. 

La generosidad de los ancianos es fruto y garantía de una juventud admirable

De la figura bíblica de Judit –heroína que salva a su pueblo por la fuerza y la valentía de su amor–, Francisco extrae otras lecciones importantes (cfr. Audiencia general, 11-V-2022).

“Los pequeños aprenden la fuerza de la ternura y el respeto por la fragilidad: lecciones insustituibles, que con los abuelos son más fáciles de impartir y de recibir. Los abuelos, por su parte, aprenden que la ternura y la fragilidad no son solo signos de la decadencia: para los jóvenes, son pasajes que hacen humano el futuro”. 

El libro de Job enseña que la ancianidad puede superar las pruebas –la pandemia, las enfermedades, las guerras– con la fe, y así abrir la esperanza para todos (cfr. Audiencia general, 18-V-2022). Ante las serias pruebas que Dios permite, y el aparente “silencio” de Dios, Job no se arredra y manifiesta la fe: “Sé que mi redentor vive y que al fin se alzará sobre el polvo: después que me arranquen la piel, ya sin carne, veré a Dios. Yo mismo lo veré, y no otro; mis propios ojos lo verán” (19, 25-27).

Amor a la justicia, oración y “magisterio de la fragilidad”

También el Papa acude al libro del Eclesiastés o Cohélet. Ahí se enseña a superar el desencanto que viene con la vejez (“todo es vanidad”), con la pasión por la justicia; y eso es signo de fe, de esperanza y de amor (cfr. Audiencia general, 25-V-2022). En lugar del cinismo y de la tibieza (acedia), que aúnan el conocimiento y la irresponsabilidad, una ancianidad lograda se vuelve antídoto contra la decepción, el escepticismo y el desánimo paralizante. 

Esto requiere la oración. Tomando pie del salmo 71, Francisco apunta algunas características que ha de tener la oración en la ancianidad. “Todos estamos tentados de ocultar nuestra vulnerabilidad, de ocultar nuestra enfermedad, nuestra edad y nuestra vejez, porque tememos que sean el preludio de nuestra pérdida de dignidad” (Audiencia general, 1-VI-2022).

El anciano redescubre la oración y da testimonio de su fuerza. “Los ancianos, por su debilidad, pueden enseñar a los que viven otras edades de la vida que todos necesitamos abandonarnos en el Señor, para invocar su ayuda. En ese sentido, todos tenemos que aprender de la vejez: sí, hay un don en ser viejo entendido como abandonarse al cuidado de los demás, comenzando por el mismo Dios” (Ibid).

De ahí surge un “magisterio de la fragilidad”: no esconder las debilidades de la vejez es una lección de los ancianos para todos. 

La misión humana y cristiana de los ancianos 

En el evangelio de san Juan, Nicodemo le pregunta a Jesús: “¿Cómo puede uno nacer siendo ya viejo?” (Jn 3,4). Y Jesús le explica que la vejez es oportunidad para renacer espiritualmente y aportar un mensaje de futuro, misericordia y sabiduría (cfr. Audiencia general, 8-VI-2022).

Hoy, dice el Papa, “la vejez es un tiempo especial para disolver el futuro de la ilusión tecnocrática de la supervivencia biológica y robótica, pero sobre todo porque se abre a la ternura del vientre creador y generador de Dios” (ibid.). 

Y así enseña: “Los viejos son los mensajeros del futuro, los viejos son los mensajeros de la ternura, los viejos son los mensajeros de la sabiduría de una vida vivida” (ibid.).

Escuela de aceptación y de servicio

A partir del relato de la sanación de la suegra de Simón (cfr. Mc 1, 29-31), considera Francisco: “Cuando eres anciano, ya no mandas sobre tu cuerpo. Es necesario aprender a aceptar los propios límites, lo que ya no podemos hacer” (cfr. Audiencia general 15-VI-2022: “También yo tengo que ir ahora con bastón”). 

La suegra de Pedro “se levantó y se puso a servirles”. Dice el Papa: “Los ancianos que conservan la disposición para la sanación, el consuelo, la intercesión por sus hermanos y hermanas —sean discípulos, sean centuriones, personas perturbadas por espíritus malignos, personas descartadas…—, son quizá el testimonio más elevado de pureza de esa gratitud que acompaña la fe”. Todo ello, observa, no es exclusivo de las mujeres. Pero las mujeres pueden enseñar a los hombres sobre la gratitud y la ternura de la fe, que a veces a ellos les cuesta más comprender.

En el diálogo entre Jesús resucitado y Pedro al final del evangelio de Juan (21, 15-23, cfr. Audiencia general 22-VI-2022), Francisco encuentra también fundamento para aconsejar a los ancianos: 

“Debes ser testigo de Jesús incluso en la debilidad, en la enfermedad y en la muerte”. Más aún, el Señor nos habla siempre según la edad que tengamos. Y nuestro seguimiento deberá aprender a dejarse instruir y moldear por nuestra propia fragilidad, nuestra impotencia, la dependencia de los demás, incluso en el vestir, en el andar”.

La vida espiritual es la que nos da esa fortaleza y sabiduría para saber despedirse con una sonrisa: “Una despedida alegre: he vivido mi vida, he conservado mi fe”

A los demás, especialmente a los jóvenes, corresponde ayudar a los mayores a vivir y expresar esa sabiduría, y saber recibir recibirla. 

Tiempo de testimoniar la vida que ya no muere

En esa misma línea, ya cerca del final de las catequesis, el Papa invita a releer la despedida de Jesús (cfr. Jn 14): “Cuando me haya marchado y os haya preparado un lugar, de nuevo vendré y os llevaré junto a mí, para que, donde yo estoy, estéis también vosotros” (14, 3). 

Afirma el sucesor de Pedro: “El tiempo de la vida en la tierra es la gracia de ese paso. La presunción de detener el tiempo –querer la eterna juventud, el bienestar ilimitado, el poder absoluto– no sólo es imposible, es delirante” (cfr. Audiencia general, 10-VIII-2022). 

Aquí abajo la vida es iniciación, imperfección camino de la vida más plena. Y aprovecha Francisco para decir que, a nuestra predicación, donde abunda la bienaventuranza, la luz y el amor, “quizá le falta un poco de vida”

En conexión con esto se sitúa la original catequesis del Papa sobre el “anciano de cabellos blancos” que aparece en el libro de Daniel (7, 9; cfr. Audiencia general, 17-VIII-2022). Así se suele representar a Dios Padre. Pero esto –observa Francisco– “no es un símbolo tonto” que habría que desmitificar. Es símbolo de una existencia eterna, de la eternidad de Dios, siempre antigua y siempre nueva, con su fuerza y su cercanía; “porque Dios siempre nos sorprende con su novedad, siempre sale a nuestro encuentro, cada día de manera especial, para ese momento, para nosotros”

Francisco puso el broche de oro a sus catequesis sobre la vejez contemplando el misterio de la asunción de la Virgen (cfr. Audiencia general, 24-VIII-2022). En Occidente –recordaba– la contemplamos elevada a lo alto, envuelta en luz gloriosa; en Oriente se la representa acostada, dormida, rodeada de los Apóstoles en oración, mientras el Resucitado la lleva en sus manos como a una niña. El Papa indica que debería subrayarse la conexión de la asunción de la Virgen con la resurrección del Señor, a la que está vinculada la nuestra. 

María nos antecede en su asunción al cielo, también como figura de la Iglesia, que eso será al final: la extensión del cuerpo resucitado de Cristo, hecha familia. Jesús habla de eso –de la vida plena que nos espera en el Reino de los cielos– con diversas imágenes: el banquete de bodas, la fiesta con los amigos, la rica cosecha, el fruto que viene, no sin dolor. 

De todo ello y para el bien de los demás –propone el Francisco incluyéndose en el grupo– hemos de ser los ancianos semilla, luz, y también inquietud; de esa plenitud de vida que nos espera.

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La Natividad de la Virgen María en el arte

La Iglesia católica celebra, cada 8 de septiembre, la festividad de la Natividad de la Virgen María. Un motivo recogido por artistas como esta obra de Andrea di Bartolo del s. XV.

Maria José Atienza·8 de septiembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto