Cultura

Schiller, autor de la Oda a la Alegría

Friedrich Schiller fue un poeta, dramaturgo y filósofo. Junto a Goethe es considerado el escritor más importante de Alemania.

Santiago Leyra Curiá·26 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

“Juan Cristóbal Federico Schiller (1759-1805) dice en una de sus cartas a Goethe: El Cristianismo es la manifestación de la belleza moral, la encarnación de lo santo y lo sagrado en la naturaleza humana, la única religión verdaderamente estética. Menéndez Pelayo dice que Schiller se mostró a cada paso cristiano por el sentimiento y la imaginación” (“Historia de las ideas estéticas en España”, T. IV, p. 53, Santander 1940).

Cita Menéndez Pelayo de Schiller estas palabras: “Vive con tu siglo (dice al artista), pero no seas hechura suya; trabaja para tus contemporáneos, pero haz lo que ellos necesiten, no lo que ellos alaben. No te aventures en la peligrosa compañía de lo real, antes de haberte asegurado en tu propio corazón un círculo de naturaleza ideal. Dirígete al corazón de tus semejantes: no combatas directamente sus máximas, no condenes sus acciones; pero destierra de sus placeres lo caprichoso, lo frívolo, lo brutal, y de ese modo los irás desterrando insensiblemente de sus actos, y, por último, de sus sentimientos. Multiplica en torno de ellas las formas grandes, nobles, ingeniosas, los símbolos de lo perfecto, hasta que la apariencia triunfe de la realidad, y el arte domine a la naturaleza”.

Su padre, Juan Gaspar (1723-96), era incansable en el trabajo, profundamente religioso y optimista. Su madre, Isabel Dorotea (1732-1802), hija de un posadero y tahonero.

La primera instrucción de Schiller la recibió del párroco de Loch, Moser, al cual dedicó el poeta un recuerdo en “Los bandidos”. De 1766 a 1773, estudió en la escuela de latín de Ludwigsburg. En 1773 entró en la escuela de instrucción militar de Solitüde, trasladada a Stuttgart en 1775 como Academia militar del ducado.

Schiller en un principio quiso estudiar Teología, pero renunció a ello, tras entrar en la Academia, y optó por el Derecho, abrazando más tarde la Medicina.

La primera inclinación a la poesía nació en Schiller con la lectura de la Mesíada, de Klopstock. Influyeron también en él los dramas de Klinger y el Gotz de Goethe. Pero más influyeron en él Plutarco y J.J.Rousseau.

Amigo en principio de la Revolución francesa se apartó de ella con honor después de la ejecución de Luis XVI. El 23 de agosto de 1794 dirigió una carta a Goethe en la que revelaba grandes conocimientos en materia de arte y en septiembre le visitó en su casa.

El 9 de mayo de 1805, entre las cinco y las seis de la tarde, una plácida muerte puso fin a la vida del poeta antes de que llegara a los 46 años de edad. En 1826 escribió Goethe el poema “Im ernsten Beinhares war´s wo ich erschante”, testimonio del buen recuerdo que tenía del noble amigo.

El rasgo más sobresaliente del espíritu de Schiller es el idealismo de su concepción del mundo. “Todo es inmoderado, enorme y monstruoso” en sus primeras obras como “Los ladrones” y “Cábala y Amor”: el idealismo domina a sus anchas (Menéndez y Pelayo). Es verdadera literatura de “asalto y de irrupción” (“Storm und Drang”), como la llaman en Alemania (Menéndez y Pelayo).

Posteriormente “Goethe dio a Schiller la serenidad y objetividad que le faltaba”. “¡Qué serie de obras maestras ilustró este último periodo de la vida de Schiller (1798 a 1805): Wallenstein, María Estuardo, Juana de Arco, La Novia de Messina, Guillermo Tell (1804), el Canto de la Campana”.

“Obra totalmente armónica y preferida por muchos a las restantes del poeta es Guillermo Tell… en la que se da una perfecta conveniencia entre la acción y el paisaje, una compenetración no menos perfecta del drama individual y del drama que pudiéramos llamar épico o de interés trascendental, y un torrente de poesía lírica, tan fresca, transparente y limpia como el agua que mana de las mismas cumbres agrestes.

La Campana sería la primera poesía lírica del siglo XIX si no se hubiese escrito en el penúltimo año del XVIII y no llevase impreso el espíritu de aquella era, aunque en su parte más ideal y noble, toda la poesía de la vida humana está condensada en aquellos versos de tan metálico son, de ritmo tan prodigioso y tan flexible. El que quiera saber lo que vale la poesía como obra civilizadora, lea la Campana de Schiller (Menéndez y Pelayo).

Schiller es el poeta del idealismo moral, del que Kant era el filosofo… El imperativo kantiano… se trueca al pasar por el espíritu de Schiller, en ternura y piedad inmensa, en caridad universal, que no merman ni debilitan, antes realzan el temple heroico del alma, señora de sí misma, obediente a los dictados de la ley moral… para salir triunfante de todo conflicto de pasión”.

En noviembre de 1785, Schiller compuso La Oda a la Alegría (“An die Freude”, en alemán), composición poética lírica que se publicó por primera vez en 1786.

Según una leyenda del siglo XIX la oda iba a ser originariamente una “Ode an die Freiheit” (oda a la libertad cantada en la época revolucionaria por los estudiantes con la música de La Marsellesa), pero luego se convirtió en la “Ode an die Freude” definitiva, para ampliar su significado: aunque la libertad es fundamental, no es un fin en sí misma sino sólo un medio para alcanzar la felicidad, que es fuente de alegría.

En 1793, cuando tenía 23 años, Ludwig van Beethoven conoció la obra y enseguida quiso musicalizar el texto, surgiendo así la idea que acabaría siendo con los años su novena y última sinfonía en Re menor, Op. 125, cuyo movimiento final es para coro y solistas sobre la versión definitiva de la “Oda a la Alegría” de Schiller. Esta pieza musical ha pasado a ser el Himno Europeo.​

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Cultura

Foro Omnes La crisis espiritual de Europa

El lunes, día 31 de octubre a las 19.00 h., tendremos un excepcional Foro Omnes sobre el tema La crisis espiritual de Europa junto al profesor Joseph Weiler, Premio Ratzinger 2022.

Maria José Atienza·25 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El próximo lunes, día 31 de octubre a las 19.00 h., tendremos un excepcional Foro Omnes sobre el tema La crisis espiritual de Europa.

Contaremos con un invitado de excepción, el profesor Joseph Weiler, Catedrático en la New York University School of Law, en Nueva York, y Senior Fellow en el Center for European Studies, de Harvard.

Weiler ha sido presidente del European University Institute, de Florencia y el próximo diciembre recibirá, de manos del Papa Francisco el Premio Ratzinger de Teología 2022.

Estará moderado por María José Roca, catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense, en Madrid.

El encuentro tendrá lugar presencialmente en la Sede de la Universidad de Navarra en Madrid (C/ Marquesado de Santa Marta, 3. 28022 Madrid).

Como seguidor y lector de Omnes le invitamos a asistir. En el caso de que así lo desee, le rogamos que confirme su asistencia a través del correo [email protected].

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El Foro, organizado por Omnes junto a la Fundación Centro Académico Romano, cuenta con la colaboración de la Universidad de Navarra y el patrocinio del Banco Sabadell y Peregrinaciones y Turismo Religioso de Viajes El Corte Inglés.

Retransmisión en streaming

Este Foro Omnes será además, retransmitido por Youtube para aquellas personas que no puedan asistir de manera presencial a través del siguiente enlace:

Mundo

Silvio Ferrari: “El respeto a la diversidad debe partir de las religiones”

¿Puede la dignidad humana contribuir a crear un terreno de entendimiento común entre concepciones antagónicas de los derechos humanos? El profesor milanés Silvio Ferrari, en una entrevista con Omnes, habla de este tema y de la creciente polarización, división social e intolerancia ética y religiosa, a raíz del VI Congreso del ICLARS, consorcio internacional con sede en Milán, celebrado recientemente en Córdoba (España).

Francisco Otamendi·25 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Los desafíos que experimentan las sociedades contemporáneas en el ámbito de la libertad de religión y las creencias son cada vez más numerosos. Por ejemplo, se suceden los conflictos entre el ejercicio de la libertad de conciencia e intereses públicos materializados en leyes; se producen aparentes tensiones entre la libertad religiosa y otros derechos humanos; la relación entre las competencias estatales en materia de educación y la libertad de enseñanza no es siempre pacífica; los derechos de las minorías en entornos sociales que pueden resultar hostiles no gozan en ocasiones de protección eficaz., y así podríamos seguir enumerando cuestiones.

Son asuntos en los que se aprecia una creciente tendencia a la polarización y la división social, un fenómeno que afecta particularmente a las opciones religiosas y éticas de los ciudadanos, y que en ocasiones llega a la intolerancia hacia el discrepante, incluso a la estigmatización y a la agresividad.

En este contexto tuvo lugar en Córdoba hace unas semanas el VI Congreso del ICLARS (“International Consortium for Law and Religious Studies”), organización con sede en Milán. Bajo el título general de “Dignidad humana, derecho, y diversidad religiosa: diseñando el futuro de sociedades interculturales”, casi quinientos congresistas de todo el mundo ―catedráticos, académicos, intelectuales, senadores y ex políticos, periodistas, profesores de distintos ámbitos― exploraron respuestas a estas cuestiones.

La organización del congreso de Córdoba fue confiada a LIRCE (“Instituto para el Análisis de la Libertad y la Identidad Religiosa, Cultural y Ética”), que actuó en colaboración y con el patrocinio del proyecto “Consciencia, Espiritualidad y Libertad Religiosa” de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España; la Universidad de Córdoba; la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA); el grupo de investigación REDESOC de la Universidad Complutense; y otras instituciones locales y regionales, públicas y privadas. El presidente del comité organizador del congreso ha sido el profesor Javier Martínez-Torrón, catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense, y Presidente del Comité Directivo del ICLARS y de LIRCE.

Silvio Ferrari, fundador y ex presidente del ICLARS, profesor de Derecho en la Università degli Studi di Milano, intervino en una de las sesiones plenarias con un epílogo sobre las perspectivas de futuro de la libertad religiosa en nuestras sociedades, junto a otros expertos. Con él conversamos, una vez retornado a Milán.

Usted ha participado en septiembre en el VI Congreso de ICLARS, celebrado en Córdoba. ¿Podría comentar brevemente el objetivo del congreso?

La diversidad cultural y religiosa ha llegado a Europa, pero aún no sabemos cómo gestionarla. En otras partes del mundo, creyentes de diferentes religiones han convivido durante siglos. No siempre es una convivencia pacífica, pero hay algo que los europeos podemos aprender del diálogo con África y Asia: el valor de la diversidad que, bien entendida, es un enriquecimiento para todos. Y también hay algo que podemos enseñar: la necesidad de una plataforma de principios y normas compartidas sobre la que pueda desarrollarse la diversidad religiosa sin crear conflictos. 

En el tramo final, tuvo usted una intervención relevante en torno a las perspectivas de futuro de la libertad religiosa en estas sociedades interculturales. ¿Puede señalar algo al respecto? 

En mi discurso intenté identificar lo que los europeos pueden aportar a un diálogo intercultural: en primer lugar, la primacía de la conciencia individual, y luego la existencia de un núcleo de derechos civiles y políticos que deben garantizarse a todos sin distinción de religión. No se debe poner a nadie en la alternativa de cambiar de religión o ser asesinado o exiliado, como ocurrió no hace muchos años en los países bajo el califato islámico, y se debe conceder a todos, independientemente de la religión que profesen, el derecho a casarse y formar una familia, educar a sus hijos, participar en la vida política de su país, etc. 

   En Europa hemos tardado siglos en aprender estas cosas, y ahora estos principios forman parte de la identidad europea y constituyen la contribución que Europa puede hacer al diálogo intercultural: sin pretender imponerlos a todos los pueblos del mundo, pero también sabiendo que representan valores universales.

¿Está amenazada la libertad religiosa, no sólo en el ámbito de las leyes, sino en actitudes de intolerancia hacia los disidentes, en el ámbito ético y religioso, con todo lo que ello conlleva? 

En los últimos cincuenta años, el radicalismo religioso ha crecido, de la mano del nuevo significado político de las religiones. Por un lado, algunas religiones (afortunadamente no todas) se han vuelto más intolerantes, no sólo con los fieles de otras religiones, sino también dentro de ellas mismas. 

   Por otro lado, los Estados han aumentado su control sobre las religiones, temiendo que los conflictos entre ellas puedan socavar la estabilidad política y la paz social de un país. Juntos, estos dos elementos han reducido el espacio para la libertad religiosa. Sin embargo, no hay que exagerar: hace cien años, tanto en España como en Italia, había mucha menos libertad religiosa que hoy. 

Parece que se van dando formulaciones antagónicas de los derechos humanos. ¿Han visto posible la posibilidad de crear espacios de entendimiento común?

Nociones como la dignidad humana y los derechos humanos deben manejarse con cuidado. En primer lugar, hay que aceptar que son construcciones históricas: hace siglos la esclavitud estaba generalmente aceptada, hoy (afortunadamente) ya no lo está. La dialéctica e incluso el antagonismo de los derechos humanos forman parte de este proceso de construcción histórica. Si se acepta este punto de partida, uno se da cuenta de que los derechos humanos también deben ser contextualizados en cierta medida. 

   El nivel de respeto de los derechos humanos alcanzado en una parte del mundo no puede imponerse sin más a otras partes del mundo donde el proceso histórico de construcción de los derechos humanos ha tenido ritmos y modalidades diferentes. Es más sabio madurar este respeto desde el interior de cada tradición cultural y religiosa, fomentando el desarrollo de todo el potencial que encierra.  

Hablan ustedes de contribuir a crear una cultura de respeto por la diversidad. ¿Puede ampliar esta reflexión? ¿A qué organismos del Estado, y estamentos de la sociedad civil, se dirigiría principalmente? 

― La cultura del respeto a la diversidad debe partir de las religiones. Se construye a través del diálogo entre las religiones y la construcción de espacios donde sus fieles puedan convivir sin tener miedo a su diversidad. En este punto, todas las religiones se quedan atrás porque se esfuerzan por comprender que la afirmación de la verdad -la que cada religión tiene derecho a afirmar- no implica la supresión de la libertad -la libertad de afirmar verdades diferentes-. 

   Los Estados deben garantizar este espacio de libertad en el que se puedan proponer a todos diferentes verdades y se puedan construir experiencias de vida basadas en estas diferentes verdades. Cuando esto sucede, la sociedad civil (de la que forman parte las comunidades religiosas) se convierte en el lugar donde cada uno puede expresar su identidad respetando la de los demás.

El autorFrancisco Otamendi

Evangelización

João Chagas, responsable vaticano de la JMJ: «Los jóvenes se involucrarán más que en ediciones anteriores»

Omnes entrevista al sacerdote João Chagas, coordinador de la oficina de la juventud Dicasterio de Laicos, Familia y Vida y encargado de coordinar, desde la Santa Sede, los preparativos de la próxima Jornada Mundial de la Juventud de este verano en Lisboa. 

Federico Piana·25 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

“La JMJ 2023 será probablemente un éxito”. El pronóstico lleno de optimismo sobre la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Lisboa del 1 al 6 de agosto del año próximo, proviene de las palabras del padre João Chagas, responsable de la Oficina de la Juventud del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. El clérigo, que en nombre del organismo vaticano está ayudando al comité local de la capital portuguesa a organizar el evento, explica que en todo el mundo, tras el resurgimiento de la pandemia, “hay un deseo muy grande de volver a empezar, de encontrarse. Algunos delegados de varias conferencias episcopales me han dicho que los jóvenes están impacientes por poder participar en la próxima JMJ, a pesar de que han pasado más de cuatro años desde el último encuentro”. Todo ello es un buen augurio y, añade el padre Chagas, “estoy seguro de que la participación será muy numerosa”.

¿Qué ayuda está prestando el Dicasterio Vaticano para los Laicos, la Familia y la Vida al comité local para preparar la JMJ 2023?

El dicasterio guarda la memoria de todas las JMJ anteriores, somos un punto de unión y los garantes de la fidelidad al proyecto original, que se ha ido actualizando a lo largo del camino. Para ello, existe un memorando, un esquema operativo. Como dice el Papa Francisco: debemos recordar el pasado para tener valor en el presente y esperanza en el futuro. Somos la memoria del pasado y tratamos de animar en el presente caminando junto al comité organizador local.

En su opinión, ¿cómo están afectando la pandemia y la guerra en Ucrania a los preparativos de la JMJ 2023?

El primer efecto concreto es que esta JMJ se ha desplazado un año: en realidad debía celebrarse en 2022. En 2019 y 2021, las reuniones preparatorias entre el comité organizador local y el central en Roma no eran tan frecuentes, pero ahora todo se intensifica. Sin embargo, haberla trasladado nos está ayudando mucho en la preparación.

¿Se involucrarán los jóvenes en la JMJ 2023 a pesar del clima internacional tan preocupante?

En mi opinión, los jóvenes se involucrarán más que en ediciones anteriores. Cuando hay dificultades, los jóvenes sacan lo mejor de sí mismos: la resiliencia, el valor para superar los obstáculos. Y esto sucede especialmente si uno tiene la fuerza de la fe. Una confirmación se encuentra en la forma en que los voluntarios de Lisboa y Portugal están dando lo mejor de sí mismos para organizar el evento en un clima que sigue siendo incierto. 

¿Cree que esta edición de la JMJ atraerá también el interés de los jóvenes alejados de la fe?

En Roma hay un centro de pastoral juvenil vinculado a nuestro dicasterio que conserva la cruz original de la JMJ y allí suelo encontrarme con muchos grupos de diferentes países en los que siempre hay jóvenes ateos o creyentes pero no practicantes. Debo decir que por su parte veo mucho interés en la JMJ y en la Iglesia. Una vez, uno de estos jóvenes, después de asistir a una audiencia papal, me dijo que estaba muy impresionado por el hecho de que una figura como el Papa pueda ser un punto extraordinario de unión entre tantas personas de diferentes culturas y realidades. Podemos decir, pues, que la JMJ es también para todos, porque la experiencia de fe que se vive en ella se declina en tantos temas, compartidos también con quienes no creen.

¿Cómo se implicará a los jóvenes que no pueden ir a Lisboa para no correr el riesgo de excluirlos?

El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y el comité organizador de Lisboa tienen un gran deseo de que la JMJ 2023 sea lo más mediática posible. Son muchas las conferencias episcopales y diócesis de todo el mundo que están preparando actos al mismo tiempo y en conexión con Lisboa para que quienes no puedan ir puedan seguir no sólo los actos con el Papa sino también las numerosas actividades culturales y espirituales que tendrán lugar durante esos días.

El autorFederico Piana

 Periodista. Trabaja en Radio Vaticana y colabora con L'Osservatore Romano.

Reverendo SOS

La tecnología NFC

La tecnología NFC permite realizar pagos desde el móvil con gran comodidad y seguridad. Su uso puede ser muy interesante para las parroquias, por ejemplo, como cepillo electrónico para donativos.

José Luis Pascual·25 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Un Near Field Communication o, simplemente NFC, permite que se establezca un intercambio de datos de manera inalámbrica entre dos dispositivos en tiempo real. Es muy similar a la ya utilizada WLAN o la popular bluetooth.

¿Cómo funciona?

Para empezar, es importante dejar claro que los NFC tienen la particularidad de que, para funcionar de una manera correcta, necesitan que los dispositivos en cuestión estén muy cerca el uno del otro, a unas distancias inferiores a los 10 centímetros. El beneficio que se obtiene por esto es toda la seguridad de los datos que se están transfiriendo, pues de esta manera se evita el robo de información por parte de cualquier hacker.

Esta tecnología permite el intercambio de datos de manera unidireccional, de un dispositivo a otro. Pero también posibilita el intercambio de manera bidireccional, o sea, entre ambos dispositivos al mismo tiempo.

El uso del sistema NFC resulta ser muy eficiente, pues solo requiere de 200 microsegundos para realizar la conexión entre dispositivos. A esto hemos de añadir que la gran mayoría de dispositivos ya cuentan con este sistema. Los smartphone desde la versión 4.0 de Android ya son compatibles con los protocolos NFC, al igual que los productos de Apple desde el iPhone 6.

Los teléfonos, tablets y otros dispositivos inteligentes cuentan con hasta tres formas distintas de ejecutar el sistema NFC:

-mediante un modo de lectura y escritura, que permite al usuario utilizar su dispositivo NFC en una máquina terminal que se encargara de leer y, de ser necesario, escribir datos.

modo Peer-to-Peer. Esto es, el intercambio de datos entre dos o más dispositivos. 

-emulación de tarjeta. En este caso el usuario selecciona una tarjeta para la realización de un pago, colocando su dispositivo cerca del TPV, como si se tratara de una tarjeta física.

¿Dónde se aplica la tecnología NFC?

Una de las características que hace a la tecnología NFC tan atractiva es su rápida y sencilla configuración en los sectores más variados.

-Pagos a través del teléfono móvil. En este caso, el pago sustituye al uso de la tarjeta bancaria. En lugar de una tarjeta física, se crea una imagen virtual de ésta en el teléfono para realizar el pago correspondiente.

-Pagos contactless, incluido el cepillo electrónico en iglesias y parroquias. 

-Autenticación de doble factor. Uno de los usos más comunes del NFC está relacionado con la seguridad para tener permiso de acceso al ordenador o a una aplicación web. La manera usual, se introduce la contraseña y se coloca el dispositivo NFC cerca del sensor habilitado especialmente para que el sistema reconozca y permita el acceso al usuario.

-Compra de entradas en soporte digital. Esto es básicamente una manera de sustituir el clásico trozo de papel que nos permite entrar a una sala de cine o a un concierto. 

-Control de acceso a hoteles o restaurantes. La entrada a hoteles o ciertos restaurantes está limitada al uso de RFID que, en términos simples, es un chip que permite tener acceso a ciertas zonas o áreas restringidas. 

El éxito y uso del sistema NFC (en general de cualquier tecnología) no depende exclusivamente de quien se encarga de proveer la aplicación, sino también del individuo que la utiliza. De nada sirve introducir mecanismos para agilizar trámites e intercambio de datos, si los usuarios no los ponen en práctica de manera correcta. Por esta razón, si alguien está pensando en utilizar un NFC, lo mejor que puede hacer es guardar su tarjeta de crédito en una funda protectora, que bloquee interferencias de agentes externos. Si por el contrario lo que se pretende es utilizar el smartphone, lo mejor es activar el modo NFC solo en el momento de, por ejemplo, realizar el pago, desactivándolo inmediatamente después de hacer la operación.

Cultura

“La muerte de Iván Ilich”. El dolor y el sentido de la vida

Cuando en 1886 León Tolstoi publica una breve novela titulada “La muerte de Iván Ilich” estaba poniendo el dedo en la llaga. En efecto, es difícil pensar en dos temas más recurrentes para el mundo posmoderno que el dolor y la búsqueda del sentido de la vida. Son cuestiones que se hacen presentes en todas las épocas, pero que quizás atormentan al hombre contemporáneo – privado (“liberado”) de tantos referentes – de una manera especial.

Juan Sota·24 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

La novela de Tolstoi es una reflexión sobre la vida, vista desde la perspectiva de la muerte. Iván Ilich es un hombre que a los 45 años tiene una brillante carrera como funcionario a sus espaldas y cumple rigurosamente con su deber. Es en cierta medida el ideal perfecto de ciudadano. Su única pretensión es llevar una existencia “fácil, agradable, entretenida y siempre decente y aprobada por la sociedad”. Y, sin embargo, al enfermar gravemente de una extraña dolencia que los doctores no son capaces de diagnosticar, mucho menos curar, el protagonista empieza a descubrir que todo en su vida no había sido “como habría debido ser”.

El libro comienza con la reacción de los colegas y amigos a la muerte de Iván, que se resume en la perspectiva para algunos de un ascenso y, sobre todo, en el desagrado que les causa tener que cumplir con los deberes sociales relativos a tal suceso. “El deceso de un conocido cercano no suscitó en ninguno de ellos, como suele ser el caso, más que un sentimiento de alegría, pues había sido otro quien había pasado a mejor vida. ´Es él quien ha muerto, no yo`, pensaron o sintieron todos”. En cuanto a la mujer del difunto funcionario, solo muestra interés por la suma que pueda cobrar del Estado con tal ocasión. Es el panorama de una vida que ha pasado sin dejar huella ni siquiera en aquellos más cercanos.

Pasa así Tolstoi a relatar la exitosa carrera de Iván Ilich desde sus tiempos en la Facultad de Jurisprudencia hasta ocupar el puesto de juez en una de las provincias rusas y el casamiento con una de las jóvenes más atractivas y brillantes de su entorno, Praskovia Fiódorovna. Iván Ilich había aprendido a realizar su trabajo conforme a su gran regla vital, es decir, de tal manera que no le privara de una vida “fácil y agradable”: “Había que esforzarse por dejar al margen de todas esas actividades cualquier elemento vivo y palpitante, que tanto contribuyen a perturbar el correcto desenvolvimiento de las causas judiciales: no debían entablarse relaciones más allá de las meramente oficiales, y tales relaciones debían restringirse exclusivamente al ámbito laboral, pues no había ningún otro motivo para establecerlas”.

Así mismo, pronto se desencanta de la vida conyugal y resuelve reducirla a las satisfacciones que podía ofrecerle: “una mesa puesta, un ama de casa, un lecho—, y, sobre todo, ese respeto por las formas exteriores sancionadas por la opinión pública”.

La enfermedad

Pese a que la enfermedad inicialmente no lleva a Iván a replantearse su vida pasada, si le hace percibir que hay algo falso en cómo le tratan su mujer, sus amigos e incluso los médicos. Todos se esfuerzan por ignorar lo que él ya no puede: que está al borde de la muerte. Todos, salvo uno de los criados, Guerásim, que muestra verdadera compasión y afecto por su señor. El encuentro con alguien que no vive solo para sí supone un punto de inflexión en la vida de Iván Ilich. Tolstoi describe este descubrimiento con gran belleza:

“Se daba cuenta de que cuantos le rodeaban rebajaban el acto terrible y espantoso de su muerte al nivel de una contrariedad pasajera y un tanto inadecuada (se comportaban con él más o menos como se hace con una persona que, al entrar en un salón, difunde una oleada de mal olor), tomando en consideración ese decoro al que él se había plegado a lo largo de toda su vida. Veía que nadie le compadecía porque no había nadie que quisiera comprender siquiera su situación. Solo Guerásim la comprendía y le compadecía. Por eso era la única persona con la que se encontraba a gusto. (…).

Guerásim era el único que no mentía; además, según todas las apariencias, era el único que comprendía lo que estaba sucediendo y no consideraba necesario disimularlo, solo se compadecía de su extenuado y consumido señor. Hasta había llegado a decírselo abiertamente, una vez que Iván Ilich le había ordenado retirarse:

—Todos tenemos que morir. ¿Por qué no molestarse, pues, un poco por los demás?”.

La muerte

Lo impactante de la novela de Tolstoi es que muestra que no es únicamente el protagonista el que vive despreocupado de los demás. Todos llevan una vida vacía y rechazan aquello que les pueda recordar la existencia del sufrimiento. Están ciegos y solo el dolor y la perspectiva de la propia muerte les pueden hacer descubrir, como a Iván, que su conducta “no es en absoluto la que debería haber sido”. ¿Pero cómo debería haber sido? Es la pregunta a la que finalmente llega Iván en su lecho de muerte.

El personaje de Guerásim es la respuesta de Tolstoi a esta pregunta. El joven siervo no hace nada “especial” por su señor. La mayoría del tiempo simplemente le mantiene las piernas en alto, como este le pedía. Pero mientras los cuidados de Praskovia, la mujer de Iván, son fríos y carentes de interés por su marido y por eso le son antipáticos, Guerásim pone el corazón en lo que hace. Se compadece. Y el amor se hace notar, hiere el corazón egoísta de Iván y le hace recapacitar. “¿Por qué no molestarse, pues, un poco por los demás?”.

La vida de Iván Ilich, una vida perdida, es sin embargo enmendada en el último momento. También gracias a su hijo pequeño, que quizás por su edad, es todavía capaz de compadecerse:

En ese mismo momento el hijo se deslizó sin hacer ruido en la habitación de su padre y se acercó al lecho. El moribundo seguía gritando desesperado y agitaba los brazos. Una de las manos fue a caer sobre la cabeza del muchacho. Y este se la cogió, la apretó contra sus labios y se echó a llorar.

En ese preciso instante Iván Ilich se precipitó en el fondo del agujero, vio la luz y descubrió que su vida no había sido como habría debido ser, pero que aún estaba a tiempo de remediarlo. Se preguntó cómo debería haber sido, y a continuación guardó silencio y se quedó escuchando. Entonces se dio cuenta de que alguien le estaba besando la mano. Abrió los ojos y vio a su hijo. Y sintió pena de él. También se acercó su mujer. Iván Ilich la miró. Con la boca abierta y las lágrimas cayéndole por la nariz y las mejillas, lo contemplaba con expresión desesperada. Iván Ilich sintió pena también de ella.

«Sí, los estoy atormentando —pensó—. Les da pena, pero estarán mejor cuando haya muerto.» Hizo intención de pronunciar esas palabras, pero no tuvo fuerzas para articularlas. «Además, ¿para qué hablar? Lo que hay que hacer es actuar», pensó. Señaló al hijo con la mirada y le dijo a su mujer:

—Llévatelo… Me da pena… También de ti…

Quiso añadir la palabra «disculpa», pero en lugar de eso dijo «culpa», y, como ya no tenía fuerzas para corregirse, hizo un gesto con la mano, sabiendo que quien debía entenderlo lo entendería».

Por una vez en su vida Iván actúa pensando en los demás. Quiere evitar que sus familiares le vean morir. Y llega a pedir perdón a su mujer, a la que tanto había mortificado durante su enfermedad. Este último acto, un acto libre de amor, verdaderamente redime la vida de Iván y le hace perder el miedo a la muerte. El sentido de la vida, como bien recuerda Guerásim con su ejemplo, es más una realidad que acoger con el corazón que un problema que resolver con nuestra cabeza o con una existencia empeñada en el propio bienestar. Y la experiencia del dolor, que tantas veces parece un obstáculo para la felicidad, es lo que nos capacita para vivir una vida dedicada a los demás. Como concluye Alexandre Havard su bello libro sobre el corazón, “el hombre ha sido creado para ser amado, pero es en el sufrimiento donde este amor, de una manera misteriosa y paradójica, se comunica más eficazmente”[1]. Son los demás los que llenan de sentido la vida. Fiémonos de Tolstoi.


[1] Alexandre Havard, Corazón libre. Sobre la educación de los sentimientos. Pamplona, EUNSA, 2019, p. 93.

El autorJuan Sota

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Teología del siglo XX

Tradición y tradiciones

La crisis posconciliar mostró una dialéctica entre progresismo, que quería otro Concilio “a la altura de los tiempos”, y tradicionalismo, dolido por las novedades del Vaticano II o del posconcilio. Entre las etiquetas que exigen discernimiento está la noción católica de Tradición.

Juan Luis Lorda·24 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

“Tradición” es una palabra muy importante del vocabulario cristiano. En un sentido muy amplio, pero muy auténtico y pleno, se puede decir que, para la fe cristiana, tradición es lo mismo que Iglesia. Pero sin identificar aquí Iglesia con la sociología eclesiástica, los hombres y representantes de la Iglesia, sino con la Iglesia como misterio de fe y de salvación de Dios que atraviesa la historia hasta su consumación en el cielo. La Iglesia entendida como Cuerpo de Cristo, “le Christ repandu”, el Cristo expandido, como felizmente la llamó Bossuet. Y animada, ayer y hoy, por el Espíritu Santo.

Esto representa el concepto más pleno de tradición, como puso de manifiesto Joseph Ratzinger desde sus trabajos en el Concilio hasta sus alocuciones como Papa. Desde la genial conferencia Ensayo sobre el concepto de tradición (1963), publicada junto con otro escrito de Rahner en el cuaderno Revelación y tradición, hasta su breve y hermosa audiencia general sobre La tradición como comunión en el tiempo (26-IV-2006). Además de muchas otras contribuciones sobre Teología Fundamental, su primera materia de especialización, recogidas en el volumen IX de sus Obras completas. 

Los “monumentos” o testimonios de la tradición 

Con todo, el Señor no ha dejado a su Iglesia un sistema sencillo para consultarle sobre la fe o sobre lo que quiere de nosotros. A diferencia de algunos cultos vigentes, como el budismo, no tenemos “oráculos” que puedan entrar en trance o comunicación directa, y hablar de parte de Dios. Y esto se debe a que la revelación ya ha sido plena en Cristo; por eso, ya no habrá más profetas ni nuevas revelaciones esenciales, aunque sí nuevas luces. 

Si queremos saber qué debemos creer o qué debemos hacer tenemos todo el largo testimonio histórico de la Iglesia, en su Liturgia, enseñanza, derecho, y en la vida de los santos. Y las Sagradas Escrituras. Allí encontramos lo que la Iglesia cree y vive. Son los “monumentos” o testimonios de la tradición o de la vida de la Iglesia. Claro es que en este inmenso tesoro y patrimonio no todo ocupa el mismo lugar ni tiene la misma importancia.

Las tradiciones en la vida humana

El ser humano es mortal, pero las sociedades son menos mortales que los individuos. Sobreviven al conservar y transmitir (tradición) su identidad y sus funciones. Eso hace que la “tradición” sea un fenómeno humano vital y muy arraigado, que aquí solo podemos mencionar porque también influye. Las sociedades humanas y las corporaciones transmiten su cultura particular: sus modos eficaces de organizarse y trabajar, pero también otros usos y costumbres accesorios que les sirven como ornato y signos de identidad. Tanto las ciudades como las familias celebran fiestas y repiten periódicamente costumbres que dan color y perfil a la vida. Y las aprecian como parte de su identidad y pertenencia, y, muchas veces, del vínculo y agradecimiento que sienten hacia sus antecesores. 

Las tradiciones en la vida de la Iglesia

En la Iglesia, con una extensión tan grande y tan antigua, hay y ha habido muchos usos y costumbres que son y han sido queridos por sus fieles, fomentan su adhesión y subrayan su identidad: fiestas, procesiones, cantos, vestiduras, comidas tradicionales… Usos como santiguarse en determinadas ocasiones o asperjar con agua bendita. Y muchos otros. 

Pero lo más central de la tradición de la Iglesia es lo recibido del Señor: el Evangelio. Un mensaje de salvación, que es también una forma de vida. Por especificarlo más en términos conocidos, nos dio una doctrina, una moral y una liturgia, con la celebración de la Eucaristía y los sacramentos. En realidad, yendo al centro, el Señor mismo se nos dio. “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo” (Jn 3, 16). Porque creemos en Él, vivimos en Él y ofrecemos lo que Él mismo ofrece, su muerte y resurrección. La fe, la moral y el culto cristianos se centran en Cristo. Lo que sabemos es principalmente por Él, lo que vivimos es en Él y con Él. Por eso, lo más “tradicional” que puede haber en la Iglesia es unirse a Cristo y “guardar su palabra” o su mensaje (cfr. Jn 14, 23). 

El Señor dio a su Iglesia su Espíritu y su Madre

El Señor se entregó por su Iglesia, le entregó su palabra, su Evangelio, pero también le entregó su Espíritu. Eso genera una interesante relación entre Palabra y Espíritu. El mensaje cristiano se interpreta, se vive y se desarrolla en el Espíritu. Y así es desde el principio por la voluntad del Señor, que apenas vivió tres años con sus discípulos. “El Paráclito, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Jn 14, 26). El Espíritu Santo ha configurado a la Iglesia primitiva, desde que salió como nueva Eva del costado del Señor muerto en la cruz, como gustan recordar los Padres. Esa presencia del Señor en su Iglesia, con su Palabra y su Espíritu, hace que no se puede considerar la tradición ni como un puro conjunto de costumbres, ni como un recuerdo del pasado. Está viva en el presente.

Y entre esos dones del Señor, también nos dio desde la Cruz a su Madre, intercesora y modelo, que ocupa un lugar tan relevante en la primera comunidad cristiana y después en la comunión de los santos. Y da el estilo y tono adecuados de la vida cristiana, hecha de cara a Dios y mezcla de sencillez, de piedad, de agradecimiento, de entrega y de alegría, como se aprecia en el Magnificat

Primeras etapas en la tradición

En 1960, Yves Congar publicó un importante estudio histórico sobre La tradición y las tradiciones. Ensayo histórico, al que seguiría una segunda parte teológica (1963) y un resumen, La tradición y la vida de la Iglesia (1964); los tres, traducidos al castellano. En la primera parte, estudia las grandes etapas históricas sobre la tradición.

En los primeros pasos de la Iglesia, en tiempos apostólicos, con la ayuda del Espíritu, se organizó la celebración de la Eucaristía, dando lugar a las primitivas, diversas y legítimas tradiciones litúrgicas en el mundo, en Oriente y Occidente. Se escribieron los Evangelios. Y se desarrolló la estructura eclesiástica: obispos, presbíteros y diáconos. “Nos ha parecido al Espíritu Santo y a nosotros” declaran los Apóstoles al tomar las primeras decisiones (Hch 15, 28-30). La Iglesia primitiva tiene conciencia de haber recibido un “depósito” de doctrina y vida. Y hay que notar, por cierto, que esta primera tradición es anterior al Nuevo Testamento, que es uno de sus primeros frutos.

Después vendrá una época patrística donde se observa cómo las diversas Iglesias se consultan sobre las tradiciones recibidas, ante las dudas que tienen sobre el canon de las Escrituras, los modos del vivir cristiano o problemas doctrinales provocados por derivas y herejías. Se hará famoso y representativo el criterio doctrinal formulado por san Vicente de Lerins en su Conmonitorio: “Lo que se ha creído siempre, en todas partes y por todos”: quod semper, quod ubique, quod ab omnibus. La Edad Media recogerá y estudiará este legado 

La tradición y el protestantismo

Lutero supone una gran ruptura. Escandalizado por algunos abusos eclesiásticos, rechaza en bloque la “tradición” como sospechosa. Y va a escoger como único criterio de verdad cristiana la Escritura: Sola Scriptura. Lo que no está allí es invención humana, que puede ser legítima, pero no es revelación de Dios y no tiene ni su valor ni su autoridad. Con esto realiza una enorme “poda” que afecta tanto a cuestiones accesorias como centrales: el valor sacrificial de la Misa, el purgatorio, el sacramento del orden, la vida monástica…

El Concilio de Trento quiere responder con una auténtica reforma de la Iglesia y también con mayor precisión de la doctrina. Defiende que las doctrinas cristianas se sustentan tanto en la Escritura como en la Tradición. De ahí nace la idea de que hay dos fuentes de la revelación, o dos lugares donde se puede buscar cómo es. Dentro de la tradición ocupa un lugar importante el Magisterio de la Iglesia que, a lo largo de los siglos, ha definido autorizadamente la doctrina cristiana y corregido errores, desde los primeros Credos de Nicea y Constantinopla.

Al pensar el método teológico, Melchor Cano postula que las verdades de fe se argumentan recurriendo a los lugares teológicos o “monumentos” de la tradición. La teología manualística acogerá este método y, hasta el siglo XX, justificará las tesis teológicas con citas tomadas de la Escritura, de la tradición de los Padres y del Magisterio.

Aportaciones posteriores

La crisis protestante hace que la tradición se convierta en un gran tema “católico”, que necesita ser profundizado y bien defendido.

El gran teólogo católico de Tubinga, Johann Adam Möhler, dedica un sólido esfuerzo a comparar catolicismo y protestantismo, y difunde la idea de una “tradición viva”, precisamente por la acción constante y misteriosa del Espíritu Santo en la Iglesia.

Por su parte, el teólogo anglicano de Oxford, John Henry Newman, estudia si cabe un legítimo desarrollo de la doctrina cristiana en la historia, precisamente para ver si pueden justificarse los puntos que Lutero ha retirado del dogma. Y cuando concluye que sí, se hace católico y publica su Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana (1845).

Franzelin, con la Escuela romana, añadió unas oportunas distinciones entre el sentido objetivo (el depósito de las doctrinas) y el sentido activo de la tradición (la vida en el Espíritu), y entre lo que es tradición divina, apostólica y eclesiástica, según su origen.

En pleno siglo XX, el Concilio Vaticano II dedicó su primer documento (Dei Verbum) a los grandes temas de la Revelación y, en breve, expuso bella y matizadamente la profunda relación que existe entre Escritura, Magisterio y Tradición.

Sobre el momento actual 

Desde finales del siglo XX, la Iglesia católica conoce unas reacciones tradicionales o tradicionalistas que merecen atención. Por una parte, la separación de la Iglesia y el Estado en las antiguas naciones católicas europeas (y americanas) sigue su curso, y hace sufrir a los cristianos tradicionales al ver desaparecer de su entorno los usos y costumbres cristianos.

A ese proceso, se juntó en pleno siglo XX, la fuerte crisis posconciliar, ni querida ni originada por el mismo Concilio, sino por una especie de aplicación anárquica, donde soplaron los vientos del momento. Por un lado, la presión marxista que empujaba a la Iglesia hacia el compromiso revolucionario. Por otro, el espíritu de los tiempos que exigía eliminar todo lo “raro”, “molesto” o “pasado de moda”.

Los cristianos más tradicionales sufrieron especialmente con las arbitrariedades litúrgicas, que, con frecuencia, obedecieron mucho más a modas improvisadas por clérigos que al espíritu del Concilio, que buscaba sobre todo una participación más profunda de los fieles en el misterio pascual de Cristo.

Como esa crisis ha sido tan compleja y difícil de juzgar, la reacción tradicionalista lanza una sospecha general sobre todos los factores: teología, Concilio, Papas, reforma litúrgica…, atribuye oscuramente a unos u otros la responsabilidad (modernistas, masones…). Entiende que, de una manera u otra, se ha roto la tradición católica. E intenta volver a los modos en que vivía la Iglesia en los años cincuenta del siglo XX.

En este proceso, la posición de monseñor Lefebvre era especial al juzgar herético el Concilio por su cambio de criterio acerca de la libertad religiosa (Dignitatis humanae). Esta cuestión tiene su importancia, pero apenas incide, porque es incomprensible para la mayoría que, además, estaría de acuerdo sin darse cuenta con la doctrina conciliar, con el derecho básico a la libertad de las conciencias y con la no discriminación por cuestiones religiosas. Por eso, en la práctica sus sucesores se suman a la misma crítica, al mismo remedio y a la misma estética: borrar los últimos decenios y devolver la vida de la Iglesia a los años cincuenta. Pero en una bastante insostenible posición cismática (ser más Iglesia que la Iglesia) que, como la historia muestra, difícilmente evolucionará bien si se mantiene.

Este proceso parece exigir bastante discernimiento.

-Conviene entender las causas de la crisis posconciliar, para aprender de ella, para no hacer atribuciones falsas, para poner remedios justos, y para seguir con el proceso de una recepción auténtica de la doctrina del Concilio y, especialmente, de su renovación litúrgica. 

-Hay que defender la verdadera idea de la tradición en la Iglesia, distinguiendo lo que es nuclear (lo que el mismo Cristo nos dio con el Espíritu Santo) de lo que son usos y costumbres secundarios o incluso accesorios, variados y ricos en la historia. Porque no es lo mismo apoyarse en una cosa que en otra. Y equivocarse en esto no contribuiría a mejorar las cosas, sino a empeorarlas. Los cristianos podemos amar unas fiestas, unas vestiduras, unos ritos, unos usos, una historia, pero sobre todo amamos al Señor presente en su Iglesia.
-Hay un legítimo pluralismo en la vida de la Iglesia que hay que respetar y que, desgraciadamente, en muchos casos, no se respetó en el proceso de aplicación del Concilio, causando heridas innecesarias y desbaratando ingenuamente un patrimonio de piedad tradicional, que si no siempre era perfecto (nada lo es fuera de Dios) era, sin embargo, auténtico. Aunque, precisamente porque la tradición es viva y animada por el Espíritu Santo, es capaz de generar también hoy nuevas formas legítimas, hermosas y satisfactorias de vida cristiana, que no entran en polémica con otras, sino que se suman en un magnífico patrimonio multisecular.

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Sagrada Escritura

“Y dio dones a los hombres” (Ef 4, 1-16)

San Pablo, en su carta a los Efesios, recuerda que la unidad es el fundamento de la Iglesia a la que se dirigen los diferentes dones de sus miembros.

Juan Luis Caballero·24 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

En la primera parte de su Carta a los Efesios, Pablo ha hablado del misterio escondido desde los siglos y ahora revelado: la Iglesia, familia de Dios. Una de las señas de identidad de este cuerpo es la unidad (Ef 2, 11-22). Pero, como se dice en la segunda parte de la carta, esta unidad se da en la diversidad: el cuerpo eclesial tiene cabeza y miembros, y ha de edificarse y desarrollarse de una forma armónica hacia una plenitud. En este proceso vital, Cristo es la clave, pues él no solo es la cabeza que da unidad al cuerpo, sino que es el dador de los dones que le permiten desarrollarse en la diversidad. De este tipo de vida se habla a partir de Ef 4, siendo los vv. 1-16 el marco en el que se sitúan los principios e instrucciones sobre la vida diaria desarrollados del v. 17 en adelante.

Exhortación a la unidad y sus razones (Ef 4, 1-6)

En estos primeros versículos, la carta, retomando palabras e ideas de otros escritos paulinos (1 Co 12; Rm 12; Col 2-3), introduce toda la parte exhortativa, insistiendo en la unidad de los creyentes, recibida como una gracia (Ef 4, 1-3), y aportando una serie de razones por las que la unidad ha de vivirse y mantenerse (Ef 4, 4-6). Respecto a lo primero, tras la regla general (“que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados”, v. 1) se mencionan los medios concretos para vivir la llamada (vv. 2-3): humildad, amabilidad, comprensión, sobrellevarse con amor, guardar la unidad con el vínculo de la paz. Ciertamente, la unidad es un don recibido en la Cruz, pero es también un camino a recorrer en el día a día: se ha recibido y, al mismo tiempo, se ha de mantener y proteger, siendo agentes de paz y reconciliación.

Los vv. 4-6, ya de otro tono, están compuestos por tres series de aclamaciones, en las que hay una progresión. La primera expresa que la vocación es una llamada a vivir en un único cuerpo (la Iglesia), animado por un único Espíritu (santo) y que espera una única gloria (v. 4). La segunda habla del solo Señor que la ha constituido, de la única fe en él y del único bautismo (v. 5). La tercera, del único Dios y Padre de todos los seres creados, “que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos” (v. 6). La lógica de la progresión es esta: es a partir de la vida del cuerpo eclesial y en el vivir su fe en Cristo Señor como la Iglesia puede confesar a Dios como Padre de todos y que obra en todos. O, dicho de otro modo: es porque la Iglesia vive, como nueva humanidad, lo que ella es, gracias a lo que puede comprender y decir mejor cómo Dios es el creador.

Diversificación de los dones (Ef 4, 7-16)

Con el v. 7 se comienza a hablar del valor de la diversidad de los dones en aras de la unidad y del crecimiento de todo el cuerpo: “A cada uno de nosotros [todos los cristianos] se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo”

Después de este anuncio, el v. 8 introduce una cita de Sal 67 (68), 19, que servirá como esquema para el desarrollo de los vv. 9-16: “Por eso dice la Escritura: Subió a lo alto llevando cautivos y dio dones a los hombres”. Este versículo, interpretado en la tradición judía como referido a Moisés, el cual, habiendo subido al cielo, recibió las palabras de la Ley para darlas a los hombres, es adaptado cristológicamente por Pablo: Cristo ha sido exaltado (Ef 1, 20-22) (y ha llevado cautivos al cielo a los poderes que tenían cautivos a los hombres); ha dado dones (los ministerios y otras gracias); a los hombres. La insistencia es en el protagonismo de Cristo y en la diversidad en la Iglesia:

a) vv. 9-10. Cristo no ha subido al cielo como Moisés, sino que lo ha hecho tras haber muerto (y descendido al lugar de los muertos), definitivamente glorioso, lo que le va a permitir estar presente en todo lo creado (como el Padre en el v. 6), haciendo que la creación reciba su vocación plena y última, la esperanza de su propia glorificación. Cristo exaltado tiene el poder para hacer vivir y crecer a su Iglesia.

b) v. 11: “Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelistas, a otros, pastores y doctores”. Los dones que Cristo otorga a la Iglesia para su buen funcionamiento son precisamente los apóstoles, los profetas, los evangelistas, los pastores y los doctores, todos ellos en función del Evangelio: lo proclaman, lo interpretan, lo predican, lo enseñan. Cristo mismo da a la Iglesia las personas que le permiten entrar en el conocimiento del misterio y anunciarlo. No es la Iglesia la que se los da a sí misma.

c) vv. 12-16. En estos versículos se habla de la finalidad de los dones y de sus destinatarios (el conjunto de los creyentes) en dos etapas: crecimiento y plena estatura del cuerpo eclesial (vv. 12-13); para no errar ni ser engañados (v. 14) e ir todos a Cristo y, de Cristo, a la Iglesia (vv. 15-16).  Cristo ha dado sus dones para preparar a los santos para que lleven a cabo una obra de servicio que tiene como finalidad la edificación del cuerpo de Cristo. El fin de este desarrollo es una unidad que necesita de la fe y del conocimiento del misterio (la voluntad de Dios en Cristo) para poder caminar hacia el hombre perfecto (adulto, física y moralmente desarrollado, como opuesto a infantil, menor e inmaduro), siendo este hombre el cuerpo eclesial, que ha desarrollado armónicamente el conjunto de sus facultades. Los efectos de este crecimiento son la defensa frente a las doctrinas erróneas que tientan a los creyentes con sus falacias y con astucia que lleva al error y, gracias a la realización de la verdad en el amor, el crecimiento y la reunificación con la cabeza, Cristo, que es la que hace del cuerpo un todo armonioso y sólido, capaz de llevar a cabo su misión cara a la humanidad y al resto de la creación.

El autorJuan Luis Caballero

Profesor de Nuevo Testamento, Universidad de Navarra.

Vaticano

El Papa se inscribe en directo en la JMJ

En el Ángelus del día de hoy, 23 de octubre, el Papa ha explicado algunos matices de la parábola del publicano y el pecador, además de mencionar un variado cúmulo de temas.

Javier García Herrería·23 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Ángelus de hoy ha tenido temas bastantes distintos. En su comentario al evangelio del día el Papa Francisco ha subrayado la importancia de la humildad. No debemos creernos superiores a los demás ni ser autorreferenciales. Para glosar esta idea el Pontífice ha hecho referencia a un sacerdote que hablaba tanto de sí mismo que sus fieles decían que se auto incensaba continuamente. 

Glosando la parábola del publicano y el pecador que suben a rezar al templo, ha animado a los fieles a aplicarla cada uno a sí mismo, comprobando “si en nosotros, como en el fariseo, existe ´la íntima presunción de ser justos` que nos lleva a despreciar a los demás. Sucede, por ejemplo, cuando buscamos cumplidos y enumeramos siempre nuestros méritos y buenas obras, cuando nos preocupamos por aparentar en lugar de ser, cuando nos dejamos atrapar por el narcisismo y el exhibicionismo. Vigilamos el narcisismo y el exhibicionismo, basados ​​en la vanagloria, que nos llevan a los cristianos, a los sacerdotes, a los obispos a tener siempre en los labios la palabra ´yo`: ´Hice esto, escribí esto, lo escribí. Dije, yo lo entendió`, y así sucesivamente. Donde hay demasiado yo, hay poco Dios”. 

Jornada del Domund

El Papa también ha recordado que en el día de hoy “se celebra la Jornada Mundial de las Misiones, que tiene como lema ´Seréis testigos de mí`. Es una ocasión importante para despertar en todos los bautizados el deseo de participar en la misión universal de la Iglesia, mediante el testimonio y el anuncio del Evangelio. Animo a todos a apoyar a los misioneros con la oración y la solidaridad concreta, para que puedan continuar la obra de evangelización y promoción humana en todo el mundo”.

JMJ en Lisboa

La anécdota simpática de la mañana ha llegado cuando Francisco ha animado a dos jóvenes portugueses a salir junto a él al balcón y se ha inscrito él mismo en la JMJ de 2023 a través de una tableta. A continuación, ha invitado a los jóvenes a sumarse “a este encuentro en el que, tras un largo período de ausencia, redescubriremos la alegría del abrazo fraterno entre los pueblos y entre las generaciones, ¡que tanto necesitamos!”

Beatificaciones en España

Por último, también se ha referido a la beatificación que tuvo lugar ayer en Madrid, que elevó a los altares a Vincenzo Nicasio y once compañeros de la Congregación del Santísimo Redentor, asesinados durante la Guerra Civil española. “El ejemplo de estos testigos de Cristo, hasta el derramamiento de sangre, nos empuja a ser consecuentes y valientes; su intercesión sostiene a los que hoy luchan por sembrar el Evangelio en el mundo”.

Un país dividido y una Iglesia dividida

Estados Unidos se acerca a unas nuevas elecciones en noviembre. La polarización que divide al país también está presente entre los católicos, como recogen las conclusiones del sínodo enviadas al Vaticano.

23 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

A medida que los Estados Unidos se acerca a las elecciones legislativas de noviembre, la Iglesia no está del todo a gusto con ninguno de los dos partidos principales. Quizá lo más explosivo haya sido la sentencia del Tribunal Supremo que anula el caso Roe contra Wade sobre el aborto. 

Los obispos católicos han subrayado que detener el aborto es sólo una parte de la lucha y hacen un llamamiento para apoyar a las mujeres, ya que en estados como Indiana, Idaho y Virginia Occidental, los legisladores se han apresurado a prohibir el aborto. En otros, como California y Nueva York, los gobiernos están trabajando para proteger e incluso ampliar los servicios de aborto.

Si bien la posición católica sobre el aborto es clara (tan clara que numerosas iglesias han sido objeto de vandalismo en aparente represalia), también lo es su posición sobre los derechos de las familias migrantes. El año pasado, Estados Unidos tuvo más de 2 millones de personas que cruzaron ilegalmente sus fronteras. El Partido Republicano se ha propuesto hacer de esto un tema de campaña, pidiendo una drástica restricción de la afluencia. Los gobernadores republicanos de Texas y Florida han optado por enviar a las familias migrantes a ciudades que consideran liberales, como Nueva York y Washington D.C. Dos de estos gobernadores son católicos y los obispos de esos Estados han condenado sus acciones. “Utilizar a los migrantes y a los refugiados como peones ofende a Dios, destruye la sociedad y muestra lo bajo que pueden caer los individuos (para beneficio personal)”, escribió en Twitter el arzobispo de San Antonio, Gustavo García-Siller.

Otros temas que agitan las aguas electorales son la preocupación por la economía, la inflación y el estado de la democracia en un país muy polarizado. Los católicos están tan divididos como el resto de ciudadanos. En el documento de síntesis nacional para el Sínodo de 2021-2023 presentado al Vaticano, los católicos estadounidenses expresaron “un profundo sentimiento de dolor y ansiedad” por las divisiones que se infiltran en la Iglesia. 

“Las personas de ambos extremos del espectro político han montado su campamento oponiéndose a los ‘otros’, olvidando que son uno en el Cuerpo de Cristo. La política partidista se está infiltrando en las homilías y en el ministerio, y esta tendencia ha creado divisiones e intimidación entre los creyentes”, decía el texto.

El impacto de las divisiones políticas en la propia Iglesia puede ser una preocupación para los obispos estadounidenses mucho después de que hayan concluido las elecciones de noviembre.

El autorGreg Erlandson

Periodista, autor y editor. Director de Catholic News Service (CNS)

Mundo

«De mí seréis testigos», la misión evangelizadora de todo creyente

Hoy domingo 23 de octubre se celebra la 96 Jornada Mundial de las Misiones. Se cumplen 200 años desde que comenzara esta campaña global para el sostenimiento de la evangelización.

Antonino Piccione·23 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

En 1926, la Sociedad de Propagación de la Fe, a propuesta del Círculo Misionero del Seminario de Sassari, propuso al Papa Pío XI celebrar una jornada anual en favor de la misión evangelizadora de la Iglesia universal. La petición fue aceptada y ese mismo año se celebró la primera “Jornada Misionera Mundial de la Propagación de la Fe”, con la intención de volver a proponerla cada penúltimo domingo de octubre, mes misionero por excelencia.

El domingo 23, por tanto, los fieles de todos los continentes están llamados a abrir su corazón a las exigencias espirituales de la misión y a comprometerse con gestos concretos para responder a las necesidades primarias de la evangelización, sin descuidar la promoción humana y el desarrollo social. Las Obras Misionales Pontificias se encargan de que todas las comunidades, especialmente las más pequeñas, pobres y periféricas, puedan recibir la ayuda que necesitan.

El destino de los fondos

Debido a la dimensión universal, que es la principal característica de la Iglesia, las ofrendas van a parar al llamado Fondo Universal de Solidaridad y luego se distribuyen entre las jóvenes Iglesias misioneras. Los compromisos incluyen: apoyar los estudios de los seminaristas, sacerdotes, religiosos, monjas y catequistas laicos; construir y mantener seminarios, capillas y aulas para la catequesis y las actividades pastorales; garantizar la asistencia sanitaria, la educación escolar y la formación cristiana de los niños; subvencionar la radio, la televisión y la prensa católica local; proporcionar medios de locomoción a los misioneros, sacerdotes, religiosos, monjas y catequistas locales.

El Fondo se compone, por tanto, de todas las ofrendas recibidas durante el año por parte de los fieles de los distintos países del mundo, destinadas a las Iglesias nuevas o de reciente creación (para facilitar su desarrollo inicial) y a las que carecen de autonomía financiera o se encuentran en situación de emergencia, debido a guerras, hambrunas, catástrofes naturales.

Mensaje papal

En el día de la Epifanía del Señor, el 6 de enero, se dio a conocer el mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de las Misiones 2022. El Santo Padre escribe que “muchos cristianos se ven obligados a huir de su patria” y que, con la ayuda del Espíritu, “la Iglesia deberá ir siempre más allá de sus fronteras, para testimoniar a todos el amor de Cristo”.

Bajo el lema «De mí seréis testigos» se subraya que la Iglesia es misionera por naturaleza, no puede prescindir de la evangelización, so pena de diluir su propia identidad. Jesús, antes de subir al cielo, deja a sus discípulos el mandato que es una llamada esencial para todos los cristianos: “Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que vendrá sobre vosotros, y seréis testigos de mí en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra”. 

Seréis mis testigos: estas palabras, escribe el Papa, “son el punto central”: Jesús dice que todos los discípulos serán sus testigos y que “serán constituidos como tales por la gracia” y “la Iglesia, comunidad de los discípulos de Cristo, no tiene otra misión que la de evangelizar el mundo, dando testimonio de Cristo”. El uso del plural “seréis testigos” indica “el carácter comunitario-eclesial de la llamada”. Continúa: “Todo bautizado está llamado a la misión en la Iglesia y por mandato de la Iglesia: la misión se realiza, por tanto, conjuntamente, no individualmente, en comunión con la comunidad eclesial y no por iniciativa propia. Y aunque haya alguien que en alguna situación muy particular realice la misión evangelizadora en solitario, la realiza y debe realizarla siempre en comunión con la Iglesia que le ha enviado”.

La luz de san Pablo VI

Francisco recuerda a san Pablo VI cuando advertía que “el hombre contemporáneo escucha más a gusto a los testigos que a los maestros”, y por ello afirma que para la transmisión de la fe es fundamental “el testimonio de la vida evangélica de los cristianos”, pero que “el anuncio de la persona y del mensaje de Cristo sigue siendo igualmente necesario”.

Escribe en el mensaje: “En la evangelización, por tanto, el ejemplo de vida cristiana y el anuncio de Cristo van juntos. Este testimonio completo, coherente y alegre de Cristo será ciertamente la fuerza de atracción para el crecimiento de la Iglesia también en el tercer milenio. Por ello, exhorto a todos a recuperar el valor, la franqueza, la ´parresia` de los primeros cristianos, para dar testimonio de Cristo con palabras y con hechos, en todos los ámbitos de la vida”.

“La Iglesia de Cristo ha estado, está y estará siempre en salida hacia nuevos horizontes geográficos, sociales y existenciales, hacia lugares y situaciones humanas ´límite`, para dar testimonio de Cristo y de su amor a todos los hombres y mujeres de cualquier pueblo, cultura y condición social. En este sentido, la misión será siempre también ´missio ad gentes`, como nos ha enseñado el Concilio Vaticano II, porque la Iglesia tendrá que ir siempre más allá, más allá de sus propias fronteras, para testimoniar a todos el amor de Cristo”.

Aniversarios

El Papa nos invita a leer, a la luz de la acción del Espíritu Santo, también los aniversarios que, en el campo de la misión, caen este año: el de la Congregación de Propaganda Fide, fundada en 1622, y el de tres Obras misioneras reconocidas como “pontificias” hace cien años. Se trata de la Obra de la Santa Infancia, iniciada por el obispo Charles de Forbin-Janson; la Obra de San Pedro Apóstol, fundada por la señora Jeanne Bigard para apoyar a los seminaristas y sacerdotes en tierras de misión; y la Asociación para la Propagación de la Fe, fundada hace 200 años por la francesa Pauline Jaricot, cuya beatificación se celebra en este año jubilar.

Un ejemplo

Gracias a la generosidad de los católicos de 120 países del mundo, la cantidad distribuida en el año 2021 fue de 91.671.762 euros. Con los fondos de este año se pueden apoyar miles de proyectos misioneros.

Algunos, a modo de ejemplo para la Iglesia italiana, se presentan en el sitio web de la Fundación Missio. Entre ellas, la renovación de la Casa General de las Hermanas de la Inmaculada Concepción en Inongo, en la diócesis del mismo nombre, en la República Democrática del Congo.

El edificio donde residen actualmente las 150 monjas se construyó hace más de 50 años y ahora necesita una importante renovación. Cuando llueve, el agua se filtra por el techo. Además, las ventanas no se cierran, lo que favorece a los ladrones y rateros. El proyecto consiste en restaurar el tejado, los marcos de las ventanas y los techos, que se han deteriorado entretanto, con un coste de 30.000 euros. “Siendo parte integrante de la nación congoleña”, reza el informe que el superior general preparó para la solicitud del proyecto, “nuestra congregación sufre la miseria que atenaza al Congo debido a la inestabilidad política de este país, a pesar de las numerosas riquezas que tenemos en el subsuelo y los bosques”.

La mayoría de las hermanas de la Inmaculada Concepción de Inongo están empleadas en la educación y la sanidad pública, pero el salario que reciben no les alcanza ni para cubrir sus necesidades diarias. Gracias a las actividades de autofinanciación (como la venta de miel, pescado salado, etc.) y a los productos agrícolas de los campos que cultivan, las monjas consiguen satisfacer sus necesidades básicas. Ahora, sin embargo, urge hacer frente a los gastos extraordinarios de renovación de la casa: un proyecto, uno de tantos, apoyado a través del Fondo de Solidaridad Universal, financiado por la 96ª Jornada Mundial de las Misiones.

El autorAntonino Piccione

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Cultura

Todo comenzó en Wadowice. La casa museo de san Juan Pablo II

En la ciudad natal de san Juan Pablo II, Wadowice, la que fuera su casa, el lugar donde nació y donde vivió sus primeros años, es hoy un museo dedicado al santo Papa. En sus paredes recorre su vida completa y los acontecimientos más significativos de la existencia de Karol Wojtyła.

Stefan M. Dąbrowski·22 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 10 minutos

El 18 de mayo de 1920 a las cinco de la tarde nació Karol, el tercer hijo del matrimonio Wojtyla. 80 años después, concretamente el 16 de junio de 1999, aquel niño era Juan Pablo II y desgranaba sus recuerdos en una visita pastoral a su ciudad natal: “Una vez más, durante mi ministerio a la Iglesia universal en la Santa Sede, vengo a mi ciudad natal de Wadowice. Miro con gran emoción esta ciudad de la infancia, que fue testigo de mis primeros pasos, mis primeras palabras. La ciudad de mi casa familiar, mi iglesia bautismal…”.

Esos días tuvo un entrañable encuentro con miles de personas que colmaban la plaza central de Wadowice y los millones de polacos que seguían la transmisión por televisión.

Fachada de la casa museo de San Juan Pablo II. El apartamento de los Wojtylas ocupaba tres ventanas del segundo piso. ©fot. Muzeum Dom Rodzinny Ojca Świętego Jana Pawła II w Wadowicach. 

Tras aquel viaje, uno de los descendientes de los propietarios del edificio donde había nacido el pequeño Karol comenzó las gestiones ante el gobierno polaco para recuperar la propiedad, perdida durante el periodo comunista. Al cabo de unos años, una vez solucionados los complicados aspectos legales, pudo ponerlo a la venta. Aquella oferta coincidió en el tiempo con el fallecimiento de Juan Pablo II.

Un próspero empresario, conmovido por la vida ejemplar del Papa polaco, decidió adquirir el inmueble y costear el proyecto de reforma para que se abriera allí el museo Casa Familiar de Juan Pablo II.

El edificio completo, que incluía la vivienda alquilada por los Wojtyla, fue adaptado para organizar un moderno museo narrativo que permite no sólo conocer la vida, la obra y la enseñanza del san Juan Pablo II sino también llevar a los visitantes a un viaje en el tiempo en la historia más reciente de Polonia.

El resultado son unos 1200 m2 de superficie de exposición en cuatro plantas divididos en dieciséis zonas. El corazón del museo es el apartamento de los Wojtyła, donde Karol nació y vivió durante dieciocho años. Describimos de modo sintético algunas de esas zonas.

La patria pequeña: Wadowice.

La parte dedicada a los años de la juventud de Karol muestra las raíces de su personalidad y espiritualidad. Los visitantes pueden percibir el clima de Wadowice de los años 20 y 30 del siglo XX – así como la recordó el futuro papa – llena de la riqueza cultural y espiritual.

Se encuentran allí las fotografías de su familia, amigos y conocidos, también de las personas destacadas de Wadowice. En los escaparates separados se pueden ver documentos de gran valor histórico como por ejemplo el título de bachiller de Karol Wojtyła y el manuscrito de su curriculum vitae.

El Wadowice de principios de siglo XX era un mundo donde se cruzaban culturas y religiones, de allí que, en esta zona, fue colocada la exposición dedicada a los judíos de Wadowice, que constituían el veinte por ciento de los habitantes de la ciudad.

En la sala diseñada como la tienda de Chiel Bałamuth de antes de la guerra, –propietario del edificio y quien alquiló el apartamento a los Wojtyła–, se recogen numerosas fotografías. Entre ellas encontramos la de Jerzy Kluger, amigo de Karol desde los tiempos de la escuela primaria hasta el final de su vida.

En esta primera zona del museo se pueden ver objetos relacionadas con dos lugares importantes para la espiritualidad del futuro Papa. El primero de ellos es el escapulario que Karol recibió en el Carmelo de Wadowice, o sea el convento de los carmelitas “na Górce” (sobre el Monte) y que hoy es uno de los objetos más valiosos del Museo. También allí se inició la fascinación por la espiritualidad carmelitana, la cuál se expresó en el trabajo de licenciatura y del doctorado de Karol Wojtyła.

La vivienda de los Wojtyła

Desde el 1919 hasta el 1938 los Wojtyła vivieron en la primera planta de la casa ubicada en calle Kościelna 9 – calle de la Iglesia (anteriormente Rynek 2 – la Plaza Mayor, puerta 4). En la casa se ubicaba entonces la tienda de Chiel Bałamuth además de otras tiendas y talleres de artesanía, que constituían una especie de de centro comercial.

La vivienda de los Wojtyła se componía de tres cuartos comunicados entre sí: la cocina, el dormitorio y el salón. A la casa se accedía desde el patio exterior por una la escalera caracol a través de la que se subía al rellano donde la puerta daba directamente a la cocina.

El interior de la vivienda de los Wojtyła recordaba casas de las familias de clase media intelectual. Hoy puede verse su reconstrucción basada en los recuerdos de los vecinos y amigos de Karol.

La vivienda decorada con muebles de la época y objetos originales pertenecientes a los Wojtyła, por ejemplo, las servilletas bordadas por Emilia Wojtyłowa, su bolso, un pequeño prendedor de oro, además de la vajilla familiar y las fotografías del álbum de familia.

En el dormitorio nació el futuro Papa. Tras la muerte de Emilia cuando el pequeño Karol se quedó en el piso solo con su padre, esta habitación pasaría a ser el cuarto principal de la casa. Además de las dos camas, se encontraba también el reclinatorio donde – como recordaba Juan Pablo II – con frecuencia veía rezar a su padre por la noche.

Habitación de los padres de san Juan Pablo II ©fot. Muzeum Dom Rodzinny Ojca Świętego Jana Pawła II w Wadowicach. 

A través de la ventana de la cocina Karol podía ver en la pared de la iglesia parroquial el reloj de sol con la inscripción “El tiempo corre, la eternidad espera”. Los visitantes del museo pueden contemplar este reloj hoy en día también.

Cracovia, te doy las gracias

La etapa de Cracovia ocupó cuarenta años de la vida de Karol, desde su salida de Wadowice en 1938 hasta la elección a la Sede Petrina en 1978. En esta parte de la exposición se pueden ver los objetos que hacen referencia a la vida del futuro Papa procedentes del tiempo de la II guerra mundial, relacionados con sus estudios universitarios, el trabajo en la cantera de Zakrzówek o la formación al sacerdocio.

Después de llegar a Cracovia, Karol y su padre vivieron en la calle Tyniecka 10, en una casa que pertenecía a Robert Kaczorowski, el hermano menor de la madre.

En octubre del año 1938 el futuro papa comenzó los estudios de la filología polaca en la Universidad Jaguelónica, desarrollando además su pasión por el teatro y la poesía.

Esta parte de la exposición presenta a Karol Wojtyła como trabajador de la fábrica de industria química Solvay en la que empezó a trabajar durante la guerra, para evitar ser deportado a Alemania a trabajos forzados.

El otoño de 1942 Karol Wojtyła decidió entrar al Seminario Diocesano de Cracovia que entonces funcionaba de forma clandestina. El 1 de noviembre de 1946 fue ordenado sacerdote, de las manos del arzobispo Adam Sapieha y el día siguiente celebró su primera misa en la cripta de san Leonardo en la Catedral de Cracovia.

En el museo se puede visitar una réplica de aquella cripta. En las vidrieras laterales se pueden ver las estampas recordatorias de la primera misa del sacerdote Karol Wojtyła – una con la inscripción a mano y otra estampa con la ocasión del 25 aniversario de la ordenación sacerdotal.

El objeto central de esta parte – que anuncia la siguiente – es la última de varias sotanas y la primera papal de Juan Pablo II con la que saludó a los reunidos en la Plaza de san Pedro el 16 de octubre de 1978.

¡Mar adentro!

En esta sala atrae la vista una réplica de gran tamaño de una barca de los tiempos de Cristo encontrada a la orilla del mar de Galilea en las cercanías de Cafarnaún. La barca es el símbolo de la Iglesia – el 16 de octubre de 1979 el Cardenal de Cracovia comenzó a ser su timonel–. En esta zona del museo resuenan las palabras del cardenal Pericle Felici, quién en latín anuncia a la multitud reunida: Habemus papam… El discurso se complementa con una película que documenta el momento de la elección de Karol Wojtyła a la Sede Petrina.

La pistola con la que Ali Agca disparó al Papa se encuentra en esta casa – museo

Más adelante los visitantes pasan por una oscura sala que les introduce en los acontecimientos del 13 de mayo de 1981. Ese día, en la Plaza de San Pedro, Juan Pablo II fue víctima de un atentado. La pistola original con la que le disparó Ali Agca puede verse detrás un vidrio en el suelo.

Una pantalla multimedia que aprovecha las fotografías y películas documentales además de las grabaciones de la radio refleja el terror de esos momentos. Los mudos testigos son otros objetos – el traje de Francesco Pasanisi, uno de los guardaespaldas de Juan Pablo II, con visibles manchas de sangre y también el cuadro de la Virgen de Częstochowa que iba a ser regalado al Papa por uno de los grupos el mismo día y frente del cual – justo después del atentado – rezaron todos en la Plaza.

Hay que subrayar que esta parte de la exposición está dedicada sobre todo al mensaje del perdón y la fuerza de la oración. De allí las grandes fotografías del encuentro de Juan Pablo II con Ali Agca (27 de diciembre de 1983) a quién el Papa perdonó una vez recuperado del atentado. La presencia de la estatua de la Virgen de Fátima recuerda el convencimiento de Juan Pablo II de que fue la Virgen la que lo salvó: Una mano disparó, otra mano desvió la bala. En esta zona de la exposición se encuentra además el rosario ofrecido al Santo Padre por Sor Lucía.

La Iglesia edificada sobre la roca de amor

Juan Pablo II, siendo la cabeza de la Iglesia universal, ejerció además la autoridad del magisterio que se refleja las catorce columnas que sostienen la cúpula de la zona de su magisterio se colocaron las portadas de sus catorce encíclicas.

En centro de la sala se encuentra la réplica de la Puerta Santa, abierta (y cerrada) por Juan Pablo II dos veces. Una en marzo de 1983 (y en abril de 1984) y en diciembre de 1999 (y en enero de 2001).

En la parte delantera hay bajorrelieves de escenas bíblicas y los escudos de los 28 papas que abrieron la Puerta Santa.

En la parte trasera se colocó la inscripción ¡No tengáis miedo! Abrid de par en par las puertas a Cristo en diez lenguas. En las vitrinas se pueden ver también los recuerdos relacionados con el Gran Jubileo del Año 2000. Allí encontramos la cruz pectoral y la mitra de Juan Pablo II, confeccionadas para esta ocasión, y el plato con los escudos de todos los papas que inauguraron los Años Santos.

Saliendo de la sala el visitante pasa por una otra puerta. Su forma recuerda la rejilla del confesionario – el símbolo del sacramento de la confesión, que libera y fortalece.

En los viajes apostólicos realizados durante su pontificado, Juan Pablo II recorrió más de 1,5 millón de kilómetros, visitando 129 países. En esta parte los visitantes del museo pueden “viajar” a los lugares en los que estuvo el Papa.

Aquí se guardan recuerdos relacionados con estos viajes, a menudo regalos recibidos por Juan Pablo II. Un tapiz con la oración Padre Nuestro en la lengua de los inuit, (indígenas de las regiones árticas),  el busto de ébano de Cristo del Congo o los impresos conmemorativos – el tebeo de Marvel con Juan Pablo II en la portada (1982) y el disco con las canciones favoritas del Papa (México, 1979) son algunos de ellos.

La pared lateral está cubierta de una pantalla multimedia de 15 metros de longitud que permite ver las fotografías y leer fragmentos de los discursos del Santo Padre de sus 104 viajes apostólicos.

La zona “juvenil” consta de paredes compuestas de cientos de placas coloridas que juntas forman una gran imagen de Juan Pablo II rodeado por los jóvenes. Además, los visitantes se pueden ver a sí mismos en un espejo del lado opuesto y, simbólicamente, sentirse parte de estas fotos. En las pequeñas pantallas se pueden ver partes de las películas documentales de las Jornadas Mundiales de la Juventud de las que Juan Pablo II fue su iniciador.

Como no sonreír aquí al escuchar el diálogo tan alegre con los jóvenes cuando el Santo Padre bromeaba desde la ventana papal en Cracovia. Las siguientes vitrinas presentan los tablones de madera con los logos de las Jornadas Mundiales de la Juventud (1986-2000) presentadas con la ocasión del gran Jubileo del Año 2000.

Esta fugacidad tiene sentido

En el subsuelo del museo los visitantes son animados a reflexionar sobre el pasar de la vida. Allí de manera especial resuenan las palabras del Papa “Esta fugacidad tiene sentido…” (Tríptico Romano, Meditaciones…).

En estos tiempos, cuando se intenta mantener la juventud a cualquier precio y se niega en la conciencia la vejez y el sufrimiento, el Papa recuerda que el paso de tiempo tiene un sentido profundo y es un camino hacia la plenitud. Aquí los visitantes pueden acompañar a Juan Pablo II en su paso a la otra vida.

No podría faltar la réplica del reloj de sol, el que Karol Wojtyła veía desde la ventana de la cocina, y el reloj original de los apartamentos papales parado el día de la muerte el Papa a las 21:37 horas.

También se puede ver la Biblia de la que sor Tobiana Sobótka leía para al moribundo Santo Padre. En ella, cuando el Papa falleció, la hermana marcó el signo de la cruz en el lugar hasta donde leyó y escribió la palabra “Amén”.

Una historia que continúa su curso

Antes de salir del museo el visitante se encuentra con una singular pregunta: “¿Por qué Juan Pablo II es santo?”. En una gran pantalla multimedia se encuentran decenas de fotografías de diferentes personas. Hay conocidas y desconocidas, clérigos y laicos, jóvenes y mayores, entre los que hay quienes tuvieron la posibilidad de conocer al Papa en persona y quienes nunca lo experimentaron. Pinchando las fotos, el visitante conoce la respuesta que cada una de ellas dio a la mencionada pregunta.

Para los visitantes más jóvenes a la salida hay un teatrillo de madera mecánico que, de forma breve, cuenta la historia de la vida del Papa polaco – desde su nacimiento en Wadowice hasta la gloria del cielo. Los que quieran profundizar el tema de la vida del Santo Padre, su magisterio, memorias sobre él o simplemente conseguir un recuerdo de la visita en el Museo pueden acceder a la librería del museo.

Más de un millón de visitantes

Hace cuatro años en junio de 2018 el Museo de la Casa Familiar del Santo Padre Juan Pablo II en Wadowice recibió al “visitante un millón”. La afortunada turista resultó ser Monika, que llegó junto con su marido a Wadowice desde Kórnik pueblito cercana a Poznan. Monika se comprometió a ser embajadora del Museo de la Casa Familiar del Santo Padre Juan Pablo II en Wadowice. En todo el mundo hay muchos embajadores como Monika.

Recuerdos de san Juan Pablo II

Más del 80% de los visitantes de la casa natal de Juan Pablo II son polacos. De entre los extranjeros, abundan los de Italia, Francia, Estados Unidos, España, Eslovaquia, Alemania, Brasil, Austria y Gran Bretaña. El Museo ha recibido a peregrinos de más de 100 países, entre ellos Arabia Saudita, Barbados, Burkina Faso, Gabón, Cuba, Mauricio, Costa de Marfil, Nueva Zelandia, China, Zambia, Kenya y Sudáfrica.

El Museo organiza también actividades científicas y educativas. Todos los años se celebran conferencias y conciertos con motivo de los aniversarios papales, y los niños y jóvenes pueden participar en los talleres de los museos. La casa natal de San Juan Pablo II se ha convertido en un moderno foco de formación y catequesis. El cariño a Juan Pablo II ha logrado aunar muy diversas instituciones: eclesiásticas, estatales, locales y nacionales. Personas de diversas religiones y culturas se sienten movidas y unidas de todo corazón a esta iniciativa.

El autorStefan M. Dąbrowski

Domund 2022. Sierra Leona

22 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Este año el vídeo del DOMUND se ha grabado en Sierra Leona. Un pequeño país del África Occidental, de no más de ocho millones de habitantes. Un país mayoritariamente musulmán, en el que los católicos no representan ni un 5 % de la población. Pero es un país en el que todos sus habitantes, católicos o no, sienten un gran orgullo por lo que los misioneros católicos les han dado. Misioneros que no huyeron de la terrible guerra que duró diez años, de 1992 a 2002, en la que un puñadico de ellos murió en manos de los rebeldes de forma cruel. Que acompañaron y ayudaron a reconstruir un país deshecho tras la guerra, con miles de niños huérfanos, amputados o hechos soldados… que afrontaron con valentía la epidemia terrible del ébola, del que murieron unos cuantos de ellos, dos de ellos españoles… Misioneros que han ido a los lugares más complicados a enseñar la buena noticia de la salvación, del perdón, de la compasión, de la misericordia.

Este año queremos mostrar, con este vídeo, que los misioneros, en Sierra Leona, pero también en África del Sur, en Japón, Vietnam, Honduras o en Sri Lanka… son testigos de Cristo. Son testigos del Redentor. El misionero no es un voluntario, ni un cooperante, no es un trabajador social o un psicólogo, es un hombre, una mujer, casado, soltero, ordenado sacerdote, con votos que le consagran… que han dejado todo para hacerse uno con aquellos a los que han sido enviados y ser entre ellos, con ellos, ante ellos, testigos de Dios.

El Papa ha propuesto para este DOMUND el lema “seréis mis testigos” (Hch 1, 8). Y ¿qué mejor forma de definir lo que son los misioneros, sino que ¡son testigos de Cristo!? Cada bautizado debe ser testigo de Jesús, pero los que lo han dejado todo para ir a tierras de misión lo son por título propio… ¡gracias, testigos del Señor! Recemos para que sean fieles a lo que el Señor les está pidiendo. ¿Nos ayudas a ayudarles?

El autorJosé María Calderón

Director de las Obras Misionales Pontificias en España.

Mundo

Actualizados los datos estadísticos de la Iglesia católica en el mundo

La Agencia Fides, una de las agencias de comunicación del Vaticano, ha publicado una fotografía que muestra los principales número de la Iglesia en el mundo.

Javier García Herrería·21 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Con motivo de la 96 Jornada Mundial de las Misiones, que  se celebra el domingo 23 de octubre del 2022, la Agencia Fides presenta como de costumbre, algunas estadísticas recogidas para ofrecer un cuadro panorámico de la Iglesia misionera en el mundo. Los datos han sido extraídos del último “Anuario Estadístico de la Iglesia” y se refieren a los miembros de la Iglesia, sus estructuras pastorales, las  actividades en el campo sanitario, asistencial y educativo. Entre paréntesis se indica la variación, aumento (+) o disminución (-) con respecto al año anterior. 

Población mundial 

A día 31 de diciembre de 2020 la población mundial era 7.667.136.000 personas, con un aumento de 89.359.000 unidades respecto al año anterior. El aumento global, este año también se refiere a todos los continentes. Los aumentos más consistentes se dan de nuevo en Asia (+39.670.000) y en África (+37.844.000), seguidas por América (+8.560.000), Europa (+2.657.000) y Oceanía (+628.000).  

Número de católicos y porcentaje 

En la misma fecha, a 31 de diciembre de 2020, el número de católicos era de 1.359.612.000 personas, con un aumento total de 15.209.000 unidades respecto al año anterior. El aumento interesa cuatro continentes, a excepción de Oceanía (-9.000). Como en el pasado, el aumento es mayor en África (+5.290.000) y en América (+6.463.000), seguidas por Asia (+2.731.000) y Europa (+734.000).  

El porcentaje mundial de católicos ha disminuido levemente (-0,01) con respecto al año precedente deteniéndose en el 17,73%. Los continentes, registran pequeñas variaciones, excepto Oceanía que permanece estable.  

Habitantes y católicos por sacerdote 

El número de habitantes por sacerdote ha aumentado este año también, por un total de 95 unidades alcanzando la cuota de 14.948. La distribución por continentes ve incrementos en Oceanía (+349), América (+177) y Europa (+130), mientras que disminuyen en África (-1.784) y Asia (-78). 

El número de católicos por sacerdote ha aumentado en total de 69 personas, alcanzando el  número de 3.314. Se registran aumentos en todos los continentes: América (+117), Oceanía (+53),  Europa (+49), Asia (+15) y África (+3). 

Obispos, sacerdotes y diáconos 

El número de los obispos en todo mundo es de 5.363. Aumentan los obispos diocesanos (+22 pero disminuyen los obispos religiosos (-23). En total los obispos diocesanos son 4.156, mientras que los obispos religiosos son 1.207.

El número total de sacerdotes en el mundo ha disminuido deteniéndose a una cuota de 410.219 (-4.117). Se señala nuevamente una disminución considerable en Europa (-4.374) a la que se suman América (-1.421) y Oceanía (-104). Los aumentos se dan en África (+1.004) y en Asia (+778). 

Los diáconos permanentes en el mundo continúan aumentando, este año de 397 unidades, alcanzando el número de 48.635.

Religiosos y misioneros

Los religiosos no sacerdotes han aumentado de 274 unidades, alcanzando el número de 50.569. Se confirma también la tendencia a la disminución global de las religiosas, este año de 10.553 unidades. Actualmente son en total 619.546.

El número de Misioneros laicos en el mundo es de 413.561, con un aumento global de 3.121 unidades.

Catequistas y seminaristas

Los Catequistas en el mundo han disminuido un total de 190.985 unidades, llegando a ser  2.883.049.

Los seminaristas mayores, diocesanos y religiosos, este año han disminuido globalmente de 2.203 unidades, estableciéndose en el número de 111.855. El aumento se registran solo en África (+907), mientras disminuyen en América (-1.261), Asia (-1.168), Europa (-680) y Oceanía (-1). Los seminaristas mayores diocesanos son 67.987 (-622), y los religiosos 43.868 (-1.581).

Instituciones de beneficencia

Los institutos de beneficencia y asistencia administrados en el mundo por la Iglesia engloban: 5.322 hospitales, 14.415 dispensarios, la mayor parte en África (4.956) y América (3.785); 534 leproserías, principalmente en Asia (265) y África (210); 15.204 casas para ancianos, enfermos crónicos y discapacitados la mayor parte en Europa (7.953); 9.230 orfanatos en su mayoría en Asia (3.201); 10.441 guarderías con el mayor número en Asia (2.801) y América (2.816); 10.362 consultorios matrimoniales, en gran parte en Europa (5.279) y América (2.604); 3.137 centros de  educación o reeducación social y 34.291 instituciones de otros tipos. 

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Vocaciones

«Tal vez Dios me llama a ser un sacerdote misionero»

Daniele Bonanni, un joven seminarista italiano, se planteó su vocación ante el ejemplo de un padre jesuita octogenario al que conoció en su época de estudiante universitario.

Espacio patrocinado·21 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Daniele Bonanni es un joven seminarista italiano. Está cursando el tercer año del Bachiller en Teología en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz gracias a una beca del CARF, quien le está ayudando a él y a todos sus compañeros de la Fraternidad Misionera de San Carlos Borromeo para formarse como futuros sacerdotes y misioneros. La Fraternidad de San Carlos fue fundada en 1985 por Monseñor Massimo
Camisasca, en el carisma de Comunión y Liberación.

“Tengo que agradecer a Dios por la belleza de mi familia. Soy el menor de tres hermanos y mi padre, Fabio, junto a mi madre, Antonella, siempre han sido un claro signo de unidad, amor, optimismo y esperanza de vida. Primero entre ellos, pero luego también hacia nosotros. Su unión fundada en la fe me ha puesto en germen de certeza de que mi vida es algo bueno, que es positiva y que vale la pena descubrir su verdadero sentido”, afirma.

En los años universitarios se alejó de la fe. Se graduó de ingeniería matemática en el Politécnico di Milano y trabajó en Luxemburgo en fondos de inversión. “Pensé que había logrado lo que soñaba. Un trabajo, una chica con quien compartir la vida, amigos. Sin embargo, no era feliz. Algo dentro de mí seguía diciéndome que el valor de mi vida no podía reducirse a eso. Me parecía que mi vida se había reducido a un plan fijo con el que me estaba contentando”, señala.

Entonces conoció al padre Maurice, un padre jesuita que en ese momento tenía unos ochenta años. “Estaba en Luxemburgo en una misión y me llamó la atención por la unidad de vida que mostraba. Estaba sereno, en paz, siempre y en todo lugar, con toda persona. Por esto era capaz de amar a cualquier persona. Pero yo no, no lo era. Después de una confesión con él, por primera vez, vino a mi mente ese extraño pensamiento: “Tal vez Dios me está llamando a ser como el Padre Maurice: un sacerdote misionero”.

Después de algún tiempo, decidió pedir su ingreso en el seminario de la Fraternidad de San Carlo Borromeo, una fraternidad sacerdotal, misionera, pero anclada al carisma de Comunión y Liberación, “que –me daba cuenta– era el camino elegido por Dios para venir a llevarme”, relata.

Hoy me encuentro en mi sexto año de seminario en Roma –con un año de formación en Bogotá, Colombia–, y los demás en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, “donde me estoy preparando para recibir, si Dios quiere, la ordenación como diácono en los próximos meses. La amistad con Jesús hace florecer nuestra vida”.

Vaticano

Redescubrir la figura de san Pedro

Rome Reports·21 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

La Basílica de San Pedro acogerá cuatro encuentros destinados a crear un espacio para redescubrir a San Pedro.

Junto con la Fundación Fratelli Tutti y el Patio de los Gentiles, la Basílica de San Pedro quiere aprovechar estos encuentros para explorar los pasajes más importantes del Evangelio que abarcan la vida de San Pedro.


Ahora puedes disfrutar de un 20% de descuento en tu suscripción a Rome Reports Premium, la agencia internacional de noticias, especializada en la actividad del Papa y del Vaticano.

Atreverse a ser diferente

Atreverse a ser diferente es condición ‘sine qua non’ para poder tener una identidad propia, para ser uno mismo, para ser, en definitiva, cristiano.

21 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Si uno es cristiano es diferente a los demás. Si es igual al mundo, entonces no es cristiano.

Esta afirmación contundente choca con el deseo que todos tenemos de ser como los demás, de ser admitido en el grupo. Y entonces se alza la pregunta a la defensiva: ¿por qué un cristiano tiene que ser un bicho raro? ¿Por qué no podemos ser normales?

El tema está en qué significado se le dé a eso de ser normal. No haré yo una apología de que los cristianos tengamos que hacer cosas extravagantes, ni mucho menos. Pero sí tengo claro que el estilo de vida de Cristo, al que nosotros seguimos, más temprano que tarde chocará con el estilo de vida que nos propone el mundo. Y que si queremos ser como los demás acabaremos dejando de ser cristianos.

Hay que tragarse la cruz de ser diferente. Una cruz especialmente dura entre los jóvenes, por la especial necesidad de socialización que tienen. Y es que en cuanto te muestras distinto inevitablemente serás excluido del grupo, estarás fuera de los círculos en los que se mueven los demás. Y eso es duro. Y todos los sabemos hay una cultura dominante de lo políticamente correcto que se ha convertido en una dictadura silenciosa que nos lleva a una autocensura constante. El que se atreve a ser diferente inmediatamente es cancelado, está fuera de los círculos sociales, marginado al ostracismo social.

Y esto se da por igual en los grandes círculos culturales y sociales como en los pequeños ambientes de nuestro día a día.

Pero, atreverse a ser diferente es condición ‘sine qua non’ para poder tener una identidad propia, para ser uno mismo. Para ser cristiano.

Por eso, frente a un esquema formativo entre los jóvenes en el que se incida en ser uno más y hacer las mismas cosas que hacen los otros, creo que habría que incidir en una formación que dé identidad y que enseñe a nuestros chicos y chicas a ser diferentes, a tener personalidad, a nadar contracorriente.

Eso obliga a que los educadores nos empleemos a fondo. Hay mucho que trabajar. Tendremos que ayudarles a formar personalidades fuertes, capaces de afrontar las contradicciones a las que se van a ver sometidos. Deberemos aportar criterios y formación sólida que dé razones de su fe y de sus valores. Tendremos que acompañar el proceso de maduración personal, para sostener y alentar, impulsar y animar. Será necesario fomentar la convivencia con otros jóvenes que sean cristianos, que les den sentido de pertenencia, que les aporten ese grupo de iguales que todo joven necesita para socializar.  

Y sobre todo deberemos ser ejemplo y referencia con nuestra vida. Pues si algo da seguridad a un joven y le ayuda a obtener una identidad es estar acompañado por un adulto que encarne aquello que él quiere llegar a ser.

Para ello los primeros que hemos de aceptar no ser normales, ser diferentes, somos los propios educadores.

Por ahí debemos empezar.

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

Vaticano

La Santa Sede y China ante la renovación del acuerdo para nombrar obispos

La Santa Sede y China negocian la renovación del acuerdo secreto para la elección de obispos, al tiempo que hace unas semanas empezó el juicio al cardenal Zen.

Andrea Gagliarducci·21 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

El anuncio de la renovación del acuerdo chino-vaticano para el nombramiento de obispos parece inminente. El acuerdo, firmado en 2018 y renovado en 2020 por otros dos años “ad experimentum”, nunca se ha hecho público. Hasta ahora ha permitido el nombramiento de seis obispos con la doble aprobación de Pekín y la Santa Sede, aunque en dos de ellos los procedimientos de nombramiento ya habían comenzado con anterioridad. No es un equilibrio emocionante. El Papa, sin embargo, parece querer avanzar en este camino de diálogo. Y ha seguido tendiendo la mano a China. Mientras tanto, se celebra un juicio en Hong Kong contra el cardenal Joseph Zen Ze-kiun, acusado de connivencia con fuerzas extranjeras. 

¿Cuál es la posición de la Santa Sede? ¿Y por qué sigue el camino de un acuerdo?

El juicio del Cardenal Zen y la mano tendida del Papa

El juicio del cardenal Joseph Zen comenzó el 26 de septiembre. El cardenal había sido detenido el 11 de mayo, y posteriormente puesto en libertad bajo fianza. Se le acusa de injerencia extranjera, en particular por participar en un fondo de ahorro para ayudar a los manifestantes detenidos en las protestas de 2019. El fondo ya se había disuelto en 2021. 

La Santa Sede hizo saber inmediatamente que se había enterado “con preocupación” de la detención del cardenal Zen. Sin embargo, la detención no ha interrumpido las líneas de diálogo abiertas para la renovación del acuerdo chino-vaticano. 

Por parte del Vaticano, hubo voluntad de hacer algunos cambios en el acuerdo. Por parte de China, en cambio, hubo una voluntad de continuar el acuerdo tal y como estaba. Al final, parece que será esta segunda opción la que salga adelante. 

En cambio, para el cardenal Zen, la Santa Sede seguirá vigilando la situación, pero intentará no interferir. Y esto a pesar de las protestas de los propios cardenales. En particular, el cardenal Gerhard Ludwig Muller, prefecto emérito de la Congregación para la Doctrina de la Fe, había planteado durante el Consistorio de los días 29 y 30 de agosto el hecho de que dentro de un mes se celebraría un juicio injusto contra el cardenal, reclamando una postura firme. Esta postura no tuvo lugar. 

El camino del diálogo

La razón por la que no hubo oposición se explica entonces por lo ocurrido durante el viaje del Papa Francisco a Kazajistán del 13 al 15 de septiembre. Durante el viaje, el Papa Francisco quiso tender la mano a China. Lo hizo a su regreso a Kazajistán, recalcando a los periodistas que siempre estaba dispuesto a ir a China, y también lo hizo de manera informal, buscando la manera de reunirse con el presidente Xi en Astaná, cuando tanto él como el presidente chino estaban en la capital kazaja.

Este encuentro no se produjo, aunque la parte china hizo saber que se apreciaba la voluntad del Papa, así como las propias palabras del Papa sobre China. Era una señal de que las negociaciones habían ido bastante bien, compatibles con las diferentes necesidades, y de que se estaba avanzando hacia la firma de un acuerdo. 

También durante el viaje a Kazajstán, el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, dio muestras de apertura respecto a una posible mejora de las relaciones diplomáticas con Pekín, subrayando que siempre estaba abierto a trasladar la “comisión de estudio” de la Santa Sede sobre China de Hong Kong a Pekín. Son palabras que tienen peso, y deben leerse como una señal de apertura para hablar también de relaciones diplomáticas. 

Sin embargo, las relaciones diplomáticas plenas no están en el horizonte. Esto implicaría la necesidad de reducir las relaciones con Taiwán, que hasta ahora ha sido un socio fiable para la Santa Sede. No es casualidad que en las celebraciones del 80º aniversario de las relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y Taiwán, el 5 de octubre, estuvieran presentes numerosos funcionarios del Vaticano, empezando por el arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados, que pronunció un breve discurso.

Esto explica el hecho de que cuando se le preguntó al cardenal Parolin si la Santa Sede estaba dispuesta a romper las relaciones diplomáticas con Taiwán, se limitó a responder: “Por ahora las cosas siguen así”. 

Al mismo tiempo, sin embargo, Parolin quería enviar una señal. La idea es que, tras el acuerdo, se inicie una relación más estrecha entre la Santa Sede y Pekín. Se habla de la creación de un comité conjunto chino-vaticano, que podría reunirse a intervalos fijos para debatir el progreso del acuerdo y quizás trazar una hoja de ruta para un mayor acercamiento de la Santa Sede a Pekín.

La renovación del acuerdo

La última ronda de negociaciones conocida entre la Santa Sede y Pekín tuvo lugar en China los días 28 y 2 de septiembre  El lugar era simbólicamente importante, teniendo en cuenta que es una de las diócesis vacantes en China, sin obispo reconocido desde 2005. 

La delegación del Vaticano también visitó al obispo clandestino Melchior Shi Hongzhen, de 92 años. En un mundo en el que todo tiene que leerse simbólicamente, esta fue una fuerte señal de la Santa Sede, que mostraba que, a pesar de la voluntad de diálogo, no se había olvidado la situación de los católicos en China.

Por otro lado, la Santa Sede también apreció la voluntad mostrada por las autoridades chinas. La delegación de la Santa Sede iba, como era consciente, con la idea de poder cambiar ciertas partes del acuerdo, pero también consciente de que el parón en el diálogo que se había producido a causa de la pandemia era razón suficiente para mantener las cosas como estaban, y como mínimo aumentar más la cantidad de intercambios.

Tal vez aumente el valor diplomático del acuerdo, pero esto también está por definir. Ciertamente, la Santa Sede parece estar más interesada que China en continuar un proceso de negociación. 

La cuestión ucraniana en el fondo

Paradójicamente, la crisis de Ucrania ha acercado de alguna manera a China y a la Santa Sede. En particular, se han destacado las palabras de Zhang Jun, embajador de China ante las Naciones Unidas. En relación con la cuestión ucraniana, Zhang subrayó: “La posición de China sigue siendo coherente: hay que respetar la soberanía y la integridad territorial de cada país, hay que respetar los principios de la Carta de la ONU. China siempre ha estado del lado de la paz, promoviendo la paz y el diálogo, y seguirá desempeñando un papel constructivo”.

Zhang también dijo que “la confrontación entre bloqueos y sanciones sólo llevará a un callejón sin salida”. La posición china se hace eco de la de la Santa Sede, y también existe la posibilidad de que ésta encuentre en Pekín una muleta para llevar a cabo algún tipo de negociación de paz en Ucrania. La Santa Sede, por su parte, no puede imponer su presencia como fuerza mediadora, y por ahora ni Rusia ni Ucrania pretenden contar con ella. 

Aun así, hay muchas actividades informales para tratar de encontrar una solución al conflicto ucraniano, y si la Santa Sede cree que China puede ser un socio fiable, lo sumará a los acuerdos. 

La cuestión del Estrecho de Taiwán

La cuestión del Estrecho de Taiwán es más compleja. Al igual que defiende la soberanía de Ucrania, la Santa Sede defiende la soberanía de Taiwán. 

En su discurso en la recepción por el 80º aniversario de las relaciones entre Taiwán y la Santa Sede, el embajador Matthew Lee destacó que “la seguridad en el Estrecho de Taiwán es crucial para la paz y la estabilidad mundiales”, al tiempo que subrayó que Taiwán no tiene en absoluto la intención de crear un conflicto, como también destacó la presidenta Tsai. 

El discurso de Lee fue muy claro a la hora de enviar una señal a la Santa Sede, destacando los sentimientos de amistad y cooperación, y subrayando las dificultades que pueden surgir a nivel regional. Desde este punto de vista, es interesante la presencia del arzobispo Gallagher, pero también la decisión del arzobispo en su discurso de no involucrarse en cuestiones político-diplomáticas. Aun así, no se quiere hacer declaraciones precipitadas que puedan enardecer las relaciones con China.

Cabe recordar que el arzobispo Gallagher se reunió con su homólogo chino Wang Yi en Múnich el 14 de febrero, al margen de la reunión de seguridad. Si no hubiera habido pandemia, probablemente los contactos habrían continuado y al menos veríamos una especie de comisión chino-vaticana, una plataforma estable de diálogo que permitiría continuar el acuerdo hasta el Vaticano. 

¿Una renovación del acuerdo?

Todas estas cuestiones parecen estar destinadas a permanecer en un segundo plano. El Papa Francisco califica el documento de “pastoral”, mientras que la Santa Sede señala que en virtud del acuerdo ya no hay obispos ilegítimos en China, es decir, no reconocidos por Roma. 

Sin embargo, esto no ha puesto fin al proceso de chiinización iniciado por Xi, y reiterado en el último congreso del Partido Comunista, y ha aumentado la presión sobre los católicos locales para que se unan a la Asociación Patriótica. La Asociación, fundada en 1957, es el organismo gubernamental al que deben inscribirse los sacerdotes, para demostrar su buena voluntad y, de hecho, su patriotismo. 

Así, al término de la 10ª Asamblea Nacional de representantes católicos chinos, celebrada en la ya famosa ciudad de Wuhan, monseñor Joseph Li Shan, arzobispo de Pekín, fue elegido presidente de la Asociación Patriótica, mientras que monseñor Shen Bin, obispo de Haimen, dirigirá el Consejo de Obispos Chinos, órgano colegiado no reconocido por la Santa Sede.

El nombramiento de Li Shan parece ser un signo de distensión, ya que fue consagrado obispo en 2007, con el consentimiento de la Santa Sede, según un procedimiento vigente antes del acuerdo chino-vaticano de 2018 que marcó, de hecho, una distensión de las relaciones esbozada en la carta de Benedicto XVI a los católicos de China.

Sin embargo, más allá de estos signos de mejoría, todos los problemas de la Santa Sede en China permanecen. Mientras tanto, se celebra un juicio en Hong Kong contra el cardenal Joseph Zen Ze-kiun, acusado de connivencia con fuerzas extranjeras.

El autorAndrea Gagliarducci

¿Qué podemos hacer? Orar

Siguiendo las intenciones del Santo Padre, Celso Morga anima a los fieles a rezar el rosario por la paz en Ucrania.

20 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Permitidme que os dirija unas palabras en este mes del Rosario, mes también de las Misiones, en el que el papa Francisco viene hablándonos continuamente del horror de la guerra y la necesidad de paz en el mundo. Como podéis comprender, estamos llamados a acoger filialmente esta invitación del papa Francisco para construir, entre todos los cristianos y personas de buena voluntad, un mundo mejor y más pacífico. 

También en mi archidiócesis de Mérida-Badajoz hemos escuchado el dolor de la guerra, el sufrimiento de las víctimas, el llanto por los seres queridos desaparecidos, heridos y muertos. En los encuentros que he podido mantener con los refugiados de Ucrania en diversos lugares de la Archidiócesis, se encoge el corazón al escuchar tantas historias de sufrimiento, incluso en boca de los niños. Intentamos hacer por ellos todo lo que podemos, aunque seguramente siempre es poco ante tanto dolor. Desgraciadamente, no son estas las únicas voces que nos llegan del flagelo de la guerra y la violencia. A través de los medios de comunicación escuchamos el eco de la violencia e inseguridad en muchos lugares del mundo. 

Ante todas estas situaciones que nos inquietan nos preguntamos como fieles cristianos: ¿qué podemos hacer?, ¿cómo ser instrumentos de paz en este contexto actual plagado de violencia y conflictos?

Además de procurar cada uno de nosotros ser fieles al mandato supremo del Amor (cf. Jn 13, 35), no podemos olvidar la importancia de la oración (cf. Mt 7, 7). La oración, suscitada por el Espíritu Santo, llega al mismo corazón de Dios, que desea mover con su gracia los corazones de los hombres, para que abandonen toda forma de violencia y así abran caminos de paz y de justicia, fomentando la concordia entre las naciones.

¡Qué bonito sería si aprovechamos este mes del Rosario, para desgranar esas cuentas, individualmente o en comunidad, y ofrecerlas por esta intención de la Paz! ¡Qué bueno sería si los sacerdotes celebramos también en alguna ocasión con nuestras comunidades parroquiales alguno de los formularios del Misal dedicados a orar por la paz y la concordia! (cf. Misal romano, p. 1006 y ss).

Os agradezco de corazón vuestra sensibilidad para acoger esta llamada del papa Francisco a orar todos juntos por la paz en todo el mundo y os pido que hagamos nuestros, con los gozos y esperanzas, también los sufrimientos y anhelos de tantas personas que no tienen el privilegio de vivir en un ambiente de paz y seguridad como nosotros. 

Os encomiendo en mis oraciones, que Dios os bendiga.

+ Celso Morga Iruzubieta

El autorCelso Morga

Arzobispo emérito de la diócesis de Mérida Badajoz

América Latina

Nicaragua. Una Iglesia que sufre

En los últimos meses el gobierno nicaragüense está presionando a la Iglesia con más intensidad. Diversos organismos, desde la ONU hasta la Unión Europea, denuncian la situación en diversos informes.

Javier García Herrería·20 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

En 2018 se originaron unas graves protestas ciudadanas tras la decisión del gobierno de bajar un 5 % las pensiones y aumentar los impuestos a las empresas. La violencia policial dejó entonces más de 300 muertos y 2000 heridos, que por orden del gobierno no podían ser atendidos en los hospitales. Los dispensarios de las Hijas de la Caridad fueron los únicos lugares que atendieron a los heridos y se convirtieron en la razón principal por la que el gobierno de Ortega decidió expulsarlas del país en junio de 2022. Además, hay que sumar que ante la represión del gobierno muchos manifestantes solo encontraron refugio en las iglesias, pues los sacerdotes les abrieron las puertas de sus parroquias. Un informe de Naciones Unidas dio cuenta de la grave crisis de derechos humanos que se estaba produciendo. 

Un informe reciente

Más recientemente el informe de la abogada nicaragüense Martha Patricia Molina, titulado Nicaragua: ¿una Iglesia perseguida? (2018-2022), señalaba que “antes de abril 2018 los atropellos hacia la Iglesia eran esporádicos. Después de esa fecha, las hostilidades se incrementaron y subieron de tono. El lenguaje ofensivo y amenazante de la pareja presidencial contra la jerarquía católica se hicieron cada vez más evidentes y frecuentes; y las acciones de algunas instituciones públicas en contra del trabajo caritativo de la iglesia incrementaron”. 

Y es que en “países con tendencia autoritaria, como en Nicaragua, la Iglesia se presenta como una de las pocas, por no decir única institución que goza de mayor credibilidad y, por tanto, su nivel de influencia entre la población es vista como un peligro para el control del gobierno”, explica en una entrevista en Omnes la abogada Teresa Flores, directora del Observatorio de Libertad Religiosa en América Latina (OLIRE), cuya misión es promover la libertad religiosa y dar a conocer las restricciones a este derecho en la región.

En los años anteriores a la presidencia de Ortega la Iglesia no sufría ataques frontales. Sin embargo, según la base de datos del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) desde 2018 se producen casi 200 ataques personales y profanaciones cada año. No obstante, el informe de Martha Patricia Molina indica que las cifras del estudio estarían muy por debajo de las reales. De hecho, apunta que probablemente habría que multiplicar ese número por diez, debido a las escasas denuncias y la falta de publicidad de las mismas. “Encontramos casos en que los sacerdotes cansados de los robos y profanaciones decidieron denunciar solo el último de ellos. Otros han optado por hacer silencio, ya que no creen en el sistema judicial de Nicaragua”, afirma el estudio.

Las últimas semanas

En las últimas semanas el gobierno ha intensificado la vigilancia que existía desde hace años sobre las parroquias. Muchas de ellas tienen patrullas policiales en la puerta durante las misas dominicales. Si el sacerdote no guarda un delicado equilibrio con respecto a la situación del país, se prohíbe el ingreso de los fieles a las ceremonias. De hecho, en el mes de septiembre el gobierno incluso ha prohibido las procesiones en varias parroquias de Managua especialmente críticas con el gobierno.

De esta forma, las autoridades tratan de presionar a los sacerdotes para que no denuncien los abusos cometidos. Una situación que ha generado más de 150.000 refugiados, la mayoría de ellos desplazados a la vecina Costa Rica. Uno de los últimos episodios, al cierre de la edición de este número, es la petición de asilo de 50 sacerdotes nicaragüenses en Honduras y Costa Rica. Temen por su seguridad después de que la policía pregunte por ellos en sus parroquias varios días a la semana con el propósito de detenerlos o coaccionarlos. 

Según fuentes presentes en el país consultadas por Omnes para la elaboración de este artículo, hay mucho temor por parte de la población a que el régimen de Ortega eleve la tensión hasta el punto de que haya que lamentar la muerte de algún líder religioso. “No existen límites para este gobierno”, afirman. Las iglesias, por su parte, han solicitado el apoyo de los fieles para mantener una constante vigilancia en pro de la seguridad de los sacerdotes. “En mi comunidad”, señala un ciudadano, “el párroco es muy crítico a las arbitrariedades del gobierno de Ortega y en la última semana la policía y los grupos paramilitares han visitado la iglesia a preguntar por el padre para conversar con él. Pero eso es mentira, lo que quieren es detenerlo. Está situación se mantiene en todo el territorio nicaragüense.

El Papa Francisco señaló en el vuelo de regreso de su viaje a Kazajstán que sigue habiendo diálogo entre la Iglesia nicaragüense y las autoridades civiles del país, pero no parece que el acuerdo que permita lograr una convivencia pacífica vaya a ser fácil de alcanzar

Un largo conflicto

Entre 1985 y 1990 tuvo lugar el primer periodo de Daniel Ortega como presidente de Nicaragua. En 2007 ganó de nuevo las elecciones, formando un gobierno de izquierdas heredero del sandinismo. En 2012, 2017 y 2021 se alzó de nuevo con la victoria electoral, aunque las irregularidades en las elecciones presentaban cada vez más dudas a los observadores internacionales. Finalmente, los resultados de los comicios de noviembre de 2021 fueron aceptados sin reservas únicamente por Venezuela, Cuba, Bolivia y Rusia.

En los últimos años Ortega ha tomado control del poder judicial y ha perseguido a los opositores políticos y periodísticos, así como las asociaciones civiles que no estuvieran alineadas con el régimen. La Iglesia católica nicaragüense ha tratado de tener un papel lo más constructivo posible, pero con el tiempo ha acabado siendo la única voz pública suficientemente autorizada para denunciar los ataques a los derechos humanos. 

Desde el pasado verano la crisis nicaragüense ha saltado con frecuencia a los titulares de los medios de comunicación de todo el mundo. Especialmente sonadas han sido la expulsión de las misioneras de la caridad y el arresto del obispo Rolando Álvarez. 

Son muchas las voces autorizadas que han pedido cambios al régimen sandinista. En septiembre el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos emitió un informe sobre la situación en Nicaragua. Denunciaba los atropellos del régimen desde marzo de 2022. Por otra parte, en agosto más de 26 ex-jefes de Estado y de gobierno de España y Latinoamérica publicaron una carta mostrando su preocupación y pidiendo al Papa Francisco que condenara los abusos cometidos. 

Sin embargo, la reprobación más sorprendente de las que se han expresado hasta ahora, quizá haya sido la que emitió el Parlamento Europeo el pasado 14 de septiembre. Se trata de la sexta resolución sobre Nicaragua en lo que va de legislatura. Los países de la Unión Europea cada vez tienen más legislación común, sin embargo, la política exterior es un ámbito donde no es fácil llegar a consensos, especialmente a la hora de valorar los conflictos de terceros países. Y es que la historia y los intereses de cada nación suelen dificultar tener opiniones comunes. Por supuesto hay excepciones, como las posturas ante Venezuela o el conflicto árabe-israelí y, más recientemente, la guerra de Ucrania, aunque en este caso es fácilmente comprensible por el miedo que suscita a todos sus miembros una expansión de la influencia rusa. 

Dura represión estatal

La Propuesta de resolución común, emitida por el Parlamento Europeo el pasado 14 de septiembre, consta de siete folios y condena la represión política y religiosa . La iniciativa contó con el apoyo de siete de los cinco grupos de diputa esentados en la cámara: populares, socialistas, de renovación, verdes y reformistas. Obtuvo 538 votos a favor, 16 en contra y 28 abstenciones.

Como el lenguaje del documento es meridianamente claro y muestra una gran contundencia, se transcriben directamente sus principales contenidos: “El Parlamento condena en los términos más enérgicos la represión y las detenciones de miembros de la Iglesia católica en Nicaragua, en particular la detención del obispo Rolando Álvarez”. Pero la resolución no solo denuncia los hechos, sino que también “insta al régimen nicaragüense a que ponga fin inmediatamente a la represión y restablezca el pleno respeto de todos los derechos humanos, incluida la libertad de expresión, religión y creencias; pide la liberación inmediata e incondicional de todas las víctimas de detención arbitraria, incluidos el obispo Álvarez y los detenidos junto con él, y que se anulen todos los procedimientos judiciales contra ellos y las sentencias impuestas”. 

Los parlamentarios europeos tienen una visión muy definida acerca de los acontecimientos ocurridos en el país centroamericano. Entienden que hay un “continuo deterioro de la situación en Nicaragua y la escalada de la represión contra la Iglesia católica, personalidades de la oposición, la sociedad civil, defensores de los derechos humanos, periodistas, campesinos, estudiantes y personas de pueblos indígenas”. La represión incluye la “detención arbitraria únicamente por ejercer sus libertades fundamentales, el trato inhumano y degradante que reciben y el deterioro de sus condiciones de salud”. 

Cancelación de la sociedad civil

Los parlamentarios europeos consideran que “desde 2018, el régimen nicaragüense ha practicado sistemática y reiteradamente encarcelamientos, acoso e intimidación contra precandidatos presidenciales, líderes de la oposición y líderes religiosos, en particular de la Iglesia católica, así como contra estudiantes y líderes rurales, periodistas, defensores de los derechos humanos, organizaciones de la sociedad civil, personas LGBTI y representantes empresariales

Además de controlar el poder judicial, el presidente Ortega está cancelando literalmente a las organizaciones civiles, por lo que el Parlamento Europeo “lamenta que el 7 de septiembre de 2022 se cerraran otras 100 ONG, lo que elevó a 1.850 el total de ONG clausuradas en Nicaragua este año; pide al régimen nicaragüense que ponga fin al cierre arbitrario de ONG y organizaciones de la sociedad civil y que restablezca el estatuto de legalidad a todas las organizaciones, partidos políticos, organizaciones religiosas, medios de comunicación y sus asociaciones, universidades y organizaciones de derechos humanos que han sido cerrados de forma arbitraria”.

Desde Europa se “destaca el papel clave que desempeñan la sociedad civil, los defensores de los derechos humanos, los periodistas y los miembros de la Iglesia católica en Nicaragua”, y se “pide al régimen nicaragüense que permita urgentemente el retorno de las organizaciones internacionales al país, en particular la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos”.

Acciones

La Unión Europea pide “que se incluya rápidamente a los jueces y fiscales nicaragüenses en la lista de personas sancionadas por la Unión y que se amplíe la lista de personas y entidades sancionadas para incluir a Daniel Ortega y su círculo más cercano”.

Aunque seguramente el aspecto donde mejor se ve la gravedad de los hechos se muestra en la petición de los parlamentarios de la Unión Europea “a los Estados miembros de la Unión y al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que, de conformidad con los artículos 13 y 14 del Estatuto de Roma, inicien una investigación formal sobre Nicaragua y Daniel Ortega a través de la Corte Penal Internacional por crímenes contra la humanidad”.

España

Isaías Hernando: “La economía no debería medirse por el tamaño del PIB”

Con ocasión del encuentro de los jóvenes con el Papa en Asís, Omnes ha conversado con el español Isaías Hernando, miembro del staff de la Economía de Francisco. Hernando precisa conceptos que serán de interés para emprendedores y economistas.

Francisco Otamendi·20 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Isaías Hernando (Quintanar de la Sierra, Burgos, 1960), es miembro de la comunidad global de The Economy of Francesco/EoF, y una de sus voces autorizadas. Entre otras razones, porque ha sucedido en la Economía de Comunión, realidad surgida en el movimiento de los Focolares/Obra de María, al profesor Luigino Bruni, que entonces era coordinador de la Economía de Comunión, y ahora es director científico de EoF.

El profesor Bruni es asesor del Papa en su liderazgo por impulsar una nueva economía, “una economía con alma”, como señala Isaías Hernando, al que pescamos para esta entrevista con un pie en el estribo hacia Asís (Italia), y con muchas tareas entre manos. 

¿Qué tereas implica la coordinación global de Economía de Comunión?

—Conviene precisar. La Economía de Comunión (EdC) y la Economía de Francisco (EoF) son realidades distintas. Tienen una cierta relación, en el sentido de que la Economía de Comunión forma parte del comité organizador de la Economía de Francisco, pero son cosas distintas que tienen una historia distinta.

A lo largo de los años de historia de la Economía de Comunión, que son 31, se han desarrollado muchas expresiones distintas en el campo empresarial, académico, en la cultura, y también en el campo de los proyectos de desarrollo humano integral, además en muchos lugares diferentes. 

Coordinar supone buscar los mecanismos para que todas estas expresiones tan diferentes tengan una unidad. Para que la comunión entre todas las personas que forman parte de este movimiento sea efectiva, y se dé a todos los niveles. Y también para entender juntos cuáles son las respuestas que la Economía de Comunión debe dar hoy en la situación del mundo actual, que es distinta de la de 1991, cuando Chiara Lubich (fundadora del movimiento de los Focolares/Obra de María) lanzó esta propuesta, y sin perder las raíces carismáticas.

Por eso, la coordinación no recae sobre una persona, sino sobre una comisión internacional que está formada por nueve personas.

¿Cómo surgió la Economía de Francisco, y cuáles son sus conceptos más básicos?

—Surgió a raíz de una intuición del Papa Francisco, en el sentido de hacer protagonistas a los jóvenes, con todo el entusiasmo y la creatividad que les caracteriza, del cambio que la economía mundial necesita.

Esta intuición fue tomando forma a raíz de algunas conversaciones con el profesor Luigino Bruni, que entonces era coordinador de la Economía de Comunión, a las que después se añadieron otras personas, como el obispo de Asís, y otras.

El Papa decía entonces, el 1 de mayo de 2019, que había que lanzar una invitación a jóvenes economistas, emprendedores y activistas de todo el mundo, para reunirse con ellos en Asís, y establecer un pacto cambiar la economía de hoy, y dar un alma a la economía de mañana.

The Economy of Francisco es una comunidad global, ¿correcto?

—Ya hemos dicho que muchos de los jóvenes que forman parte de este proceso ya se conocen, y han realizado un camino juntos durante algún tiempo. 

Podemos decir que se ha convertido en una red global, o mejor aún, en una comunidad global que quiere inspirar sus propuestas y su acción en dos Franciscos: Francisco de Asís, que con su elección radical de la pobreza mostró cuales son los bienes mejores, y puso a los pobres en el centro de la economía; y el Papa Francisco, que sobre todo a través de sus dos encíclicas, Laudato sí’, y Fratelli tutti, que se complementan una a otra, plantea que el cuidado del planeta no puede separarse del cuidado de las relaciones humanas, que todo está conectado. De alguna forma, estos dos “faros”, son los que marcan el camino de la economía de Francisco.

¿Para quién es la invitación del Papa?

—En su convocatoria, en la carta de invitación, el Papa se dirige específicamente a los jóvenes, pero no para excluir a los que ya no somos jóvenes de una transformación que la economía mundial necesita, sino para que estos jóvenes tengan un ámbito específico en el que puedan desarrollar sus propuestas y proyectos con creatividad, innovación, con capacidad de profecía, a la que alude el Papa, y con una cierta libertad, es decir, sin verse obligados a pasar por estructuras qua ya existen y ya han sido creadas y de alguna forma están controladas por los adultos.

En todo caso, son propuestas y proyectos que están abiertos al diálogo con todos. Tampoco se trata de crear una burbuja para aislar a los jóvenes sin tener esta dimensión dialógica y de relación con los demás, y de discusión de las propuestas. Para hacer realidad este diálogo, han nacido, por ejemplo, muchos grupos locales de la comunidad de Francisco, donde personas de todas las edades y de todas las condiciones, y de todo nivel cultural, pueden dialogar y seguir este proceso, sin que haya más requisitos que compartir los objetivos. Algunos han nacido ya. Hay países con más vitalidad y otros con menos. En España hay todavía pocos, pero seguro que en el futuro nacerán más. 

¿En qué consiste la Economía de Francisco?  

—La Economía de Francisco no es en sí misma una nueva economía. Podríamos decir que es, como ya he dicho, una comunidad global de personas de todo el mundo, con un especial protagonismo de los jóvenes. Ciertamente promueve una economía más justa, equitativa y fraterna, acorde con los principios económicos de la Doctrina Social de la Iglesia, con los acentos que ha añadido el Papa Francisco, que son fundamentalmente el cuidado a la vez de la casa común y de todas las personas. Pero no se puede perder de vista que es una realidad que todavía está en pañales y que necesita tiempo para producir formulaciones más concretas y más maduras.

Se habla también de un crecimiento inclusivo para erradicar la pobreza. ¿Ve posible que cada vez más se ponga a la persona en el centro de la economía?

—Es algo que difícilmente alguien puede estar en contra. Los tiempos en los que se pensaba que el puro crecimiento económico erradicaría indirectamente la pobreza, han pasado. Hoy sabemos que no es así. Para muchas cosas, o para las cosas más importantes, no funciona. 

Porque el crecimiento económico tiene límites. Por un lado, un límite es la sostenibilidad del planeta. No es materialmente posible explotar todos los recursos de forma ilimitada. Y por otro lado, están las desigualdades, que son otro limite al crecimiento. Es decir, la acumulación de la riqueza en pocas manos crea pobres y crea problemas sociales. Nosotros pensamos que habría que cambiar el concepto de crecimiento, e incluir otros aspectos que tienen que ver, no solamente con el Producto Interior Bruto (PIB). sino con el bienestar, con el desarrollo humano integral.

En este sentido, está claro que habría que cambiar también los instrumentos de medida. ¿Cuál es la medida ideal para incluir estos otros aspectos? El PIB, no es la medida ideal para integrar estos otros aspectos. El éxito de una economía no debería medirse, en mi opinión, por el tamaño del PIB, sino por su capacidad de integrar a todos, de redistribuir la riqueza, y de dejar a las generaciones futuras, a nuestros hijos, un planeta al menos tan hermoso y fecundo como lo hemos encontrado nosotros. Y dejarles un futuro abierto y con posibilidades, y con oportunidades.

El autorFrancisco Otamendi

Cultura

Encuentro online sobre la mujer en la Iglesia: «Ser católica 24/7 es un desafío»

El encuentro Omnes-Carf sobre la Mujer en la Iglesia. Trabajo, compromiso e influencia contó con el testimonio de dos mujeres comprometidas en ámbitos heterogéneos que compartieron sus proyectos y trabajos en favor de otras mujeres y la importancia de su fe en este compromiso.

Maria José Atienza·19 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Son mujeres, católicas, comprometidas con otras mujeres en su vida profesional. Janeth Chavez y Franca Ovadje han compartido sus experiencias y anhelos en el Encuentro Omnes – Carf celebrado el 19 de octubre y retransmitido a través de YouTube. Este encuentro ha servido para conocer iniciativas muy diversas y de latitudes variadas llevadas a cabo por mujeres y dirigidas especialmente a mujeres. Una muestra de la labor que muchas católicas llevan a cabo en su día a día y que, de ese modo, construyen la Iglesia y responden a su vocación de cristianas en el mundo.

«Hemos de ser el libro que otros lean»

El encuentro arrancó con las palabras de Franca Ovadje, economista nigeriana. Como ella misma ha explicado, la figura y el ejemplo de su madre ha sido crucial para esta nigeriana que afirma que su preocupación por los demás viene muy influenciada por el ejemplo familiar: “Vimos viva la doctrina social de la Iglesia en nuestros padres. Mi madre era el manual, el modelo”.

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Franca Ovadje

Por su trabajo como profesora, Ovadje destacó que tiene “la oportunidad de abrirme como un abanico, llegar a muchas personas e influenciarlas positivamente. En los últimos 30 años, Ovadje ha colaborado en “una variedad de proyectos en los que he tratado de vivir la fe e influir en los demás de una manera natural. En el diseño de los programas incluyo liderazgo y ética, temas que me dan la oportunidad de discutir temas fundamentales”. En este sentido, compartió con los asistentes su experiencia en tres proyectos: Tech Power, Always a Bride y un proyecto de alfabetización para mujeres jóvenes

El primero de ellos, Tech Power, tiene como objetivo “el desarrollo de la capacidad de las niñas de secundaria de escuelas públicas, de barrios marginales, en el espacio tecnológico. Además del aprendizaje tecnológico, esperamos que los cursos fomenten la creatividad, la resolución de problemas y las habilidades de colaboración que son necesarias para el futuro. Si no se quiere que las mujeres se queden atrás en la cuarta revolución industrial, se debe hacer algo para desmitificar la tecnología y la ingeniería y alentarlas a seguir carreras en STEM”. Este proyecto ha contado además con la ayuda del premio Harambee que recibió Ovadje el pasado abril.

Always a bride es un programa completamente distinto centrado en mujeres casadas y el fortalecimiento del matrimonio a través del “conocimiento y orientación para que las jóvenes comprendan el porqué del matrimonio, se comprendan a sí mismas para manejar mejor la relación con su esposo y la familia extendida”. A través de formación en temas como el “temperamento, el significado del matrimonio y la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio o el presupuesto familiar y la planificación financiera personal” se ayuda a muchas mujeres nigerianas en su vida familiar y personal.

Por última Franca Ovadje quiso detenerse en el programa de alfabetización, para niñas y mujeres jóvenes entre las edades de 18 y 35 años, que se encuentra diseñando en estos momentos. Explicó que “el programa hará que el aprendizaje sea divertido y se adapte a la edad y las circunstancias de las alumnas. Al final del programa de un año, los alumnos deben poder leer y escribir, realizar funciones aritméticas básicas y comprender conceptos básicos de ciencias del hogar y cálculo mental” y subrayó que, además, “el programa tendrá un componente de liderazgo y ética”.

Ovadje concluyó destacando que “la Iglesia nos necesita donde estemos, para dar testimonio de la fe, de una vida vivida 24/7 para Dios. De hecho, como ella misma explicó, «el cristianismo tiene poco más de 100 años en Nigeria. Todavía no está en la cultura de la gente aunque hemos hecho algunos progresos. Los católicos constituyen menos del 10% de la población. Vivir la fe en la vida ordinaria, ser católico 24/7 es un gran desafío en este ambiente pero si luchamos por vivir nuestra fe las 24 horas del día, los 7 días de la semana, seremos el libro que otros leerán».

«El mundo necesita mujeres llenas del Evangelio»

Por su parte, Janeth Chávez ha presentado la tarea que lleva a cabo, desde hace años a través de Magnífica, “un gran recurso para vivir nuestro compromiso de cómo ser una mujer cristiana. Lo más importante es la formación en la fe”.

Chávez quiso destacar que los “documentos del Magisterio son proféticos, porque están enraizados en la Sagrada escritura y porque nos hablan de las necesidades de hoy”

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Janeth Chavez

La misión de Magnífica es educar sobre la naturaleza y la dignidad de la mujer, sus guías de estudio recogen textos del Magisterio de la Iglesia, de los santos, etc. y en la actualidad ofertan un variado elenco de estas guías a través de las que se crean grupos de estudio y oración en los que las mujeres comparten un “espacio de encuentro y escucha”.

Esta dinámica del acompañamiento es clave en la misión de Magnífica, ya que, como quiso apuntar Chávez “nos encontramos con una cultura aislada, muchos no han regresado a sus parroquias o han perdido su fe y no estamos fomentando estas relaciones reales y nos hemos olvidado de ese espacio. Ese espacio es muy importante porque encontramos al otro y nuestra naturaleza florece”.

Los grupos de estudio, de comunidad y de oración de Magnífica nacen con este sentido: “como mujeres tenemos influencia y necesitamos amistades virtuosas que con su ejemplo nos inspiren a mas, a ser mejor personas y nos dirijan a las demás”.

“Tenemos, como mujeres, una gran responsabilidad a atender a la llamada de reconciliar la humanidad con la vida”, subrayó Janeth Chávez, recordando a Pablo VI que quiso destacar además que la juventud está ahora más necesitada, si cabe, “del ejemplo de mujeres llenas del Evangelio. Una mujer que sabe quién es Dios, que sabe quién es, cuál es su naturaleza”. En esta línea, la directora de Magnífica animó a salir de una misma y “servir al prójimo con mi autenticidad femenina”.

Janet Chavez

Licenciada en Marketing y Administración, Janeth ha recibido capacitación en liderazgo y acompañamiento, formación espiritual católica por el Instituto In Ipso, así como formación teológica por la Universidad de Notre Dame. Tiene un Diploma Internacional por la Academia Latinoamericana de Líderes Católicos. Janet Chavez es directora de Magnifica, un apostolado católico internacional para mujeres; perteneciente a Endow. La misión de Magnifica es educar sobre la naturaleza y la dignidad de la mujer a través de guías de estudio.

Franca Ovadje

Economista nigeriana.  Licenciada en las universidades de Ibadan y Nsukka, doctora en Administración de Empresas por el IESE Business School donde también ha dado clases. Además ha sido profesora, entre otros centros, en la Lagos Business School y en diversas universidades de Sudáfrica y Ghana. En la actualidad es profesora visitante en la Strathmore Business School de Kenia y presidenta del Centro de Investigación Danne Institute for Research de Nigeria, una organización sin fines de lucro que lleva a cabo investigaciones que impactan positivamente en la sociedad africana.

Autora de numerosos artículos, capítulos de libros y estudios de casos, Ovadje recibió el premio African Management Scholar en 2005 y el Premio Harambee en 2022.

Evangelización

Tamara Falcó: “Irme de misión es algo que, definitivamente, me gustaría hacer”

Tamara Falcó es la pregonera del DOMUND 2022. Un pregón en el que le gustaría transmitir "el amor de Dios, que a mí me cambió la vida".

Maria José Atienza·19 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Rodeada de cámaras desde su nacimiento, Tamara Falcó es el personaje del momento en la crónica social española. Su conversión al catolicismo, gracias a la lectura de la Biblia, sumó un título más a su personaje público y, sobre todo, le dio la alegría y la paz que buscaba desde siempre.

Este 2022 ha sido un año lleno de matices que ha sobrellevado con entereza y serenidad, en gran parte, gracias a su fe. Este año, además, Tamara es la pregonera del DOMUND, en un año especialmente significativo para Obras Misionales Pontificias. Un pregón que recibió también como una misión y para el que, como afirma en esta entrevista con Omnes, no se considera “ni un cuarto de digna”.

Tras unas semanas difíciles, Tamara Falcó pone cara a los misioneros de todo el mundo tras una estancia en Lourdes que le ha impactado profundamente.  

Desde tu conversión, eres «la celebrity católica» por excelencia y este año el Domund habla de ser testigo de Cristo en el mundo.  ¿Consideras este lugar de influencia en el que te mueves como “una misión”, un camino que Dios te da para reflejarlo en tu día a día? ¿Hay más (o menos) presión para ser su testigo en el ambiente que te rodea? 

–Pienso que la celebrity por excelencia es la Virgen María y yo soy simplemente un granito de arena. Si hay mas presión…, no lo sé. Es cierto que no me muevo alrededor de un grupo súper católico. Por ejemplo, Lourdes ha sido para mí un remanso de paz, porque en la Hospitalidad había mucha gente que pensaba y rezaba como yo, y eso es un gusto. Lo que sí que creo que Dios me ha dado las “armas” para que, en el sitio donde estoy, transmita la fe, su amor y su paz.

Tu vida, en los últimos años, ha estado ligada a las cocinas. Como católica además, tienes el Alimento del alma que es la Eucaristía, ¿cómo vive la Misa Tamara Falcó?

–Para mí la Eucaristía es un milagro, el mayor milagro. Allí es donde Dios me da fuerzas. De los sacramentos me encanta también la confesión, pero poder comulgar es maravilloso.

La celebrity por excelencia es la Virgen María y yo soy simplemente un granito de arena.

Tamara Falcó. Pregonera Domund 2022

¿Qué pensaste cuando te propusieron dar el pregón del Domund?

–La verdad es que lo tomé como una misión. No me siento ni un cuarto de digna de dar ese pregón y lo poco que puedo ofrecer, que es la exposición mediática, estoy feliz de utilizarla para dar a conocer el DOMUND y la labor que hacen las misiones.

¿Cómo valoras la labor de la Iglesia, y especialmente de los misioneros, dentro y fuera de nuestros países?

–La labor que realizan los misioneros es brutal. Dejar a tu familia, a tus amigos, el país donde has crecido y tienes tus costumbres para irte a sitios recónditos, muchas veces arriesgando sus propias vidas, en sitios de guerra, es un sacrificio gigantesco, ¡es impresionante!

También creo que es muy cierto lo que dijo Santa Teresa de Calcuta, que “Calcuta está en todas partes”. Pienso en san Felipe Neri, que quería irse de misionero a toda costa y Dios le hizo quedarse en Italia, y allí hacer su misión con los niños. Un poco como el padre Ángel. Creo que, es verdad, que misiones hay en todas partes.

Es difícil dejar nuestros daños atrás y pensar que Dios nos ama, pero es así.

Tamara Falcó. Pregonera Domund 2022
Tamara_Falco

En algún momento pensaste ser religiosa… pero, ¿ha pensado Tamara Falcó alguna vez en ser misionera? 

–¡Claro que sí! Definitivamente es algo que me gustaría hacer y de lo que siempre hablo. Creo que es una cita que hemos de bloquear en el calendario, organizar bien, y hacerlo. Estuve en Lourdes con una señora que era médico en la Hospitalidad y estaba planeando su viaje a un sitio pequeñísimo en Uganda para ir a operar allí. Es algo que me encantaría hacer. Pienso que para la juventud es algo fantástico que hacer porque te cambia la mirada.

En los últimos días estás en el centro de todas las miradas y ahora, llega este pregón. ¿Qué te gustaría transmitir al mundo, creyente o no, con tu vida y en cierto modo, con este pregón? 

–El amor de Dios. Es lo único que me gustaría transmitir porque es lo que a mí me cambió la vida. Es difícil dejar nuestros daños atrás y pensar que Dios nos ama, pero es así.

El Pregón del DOMUND

El próximo domingo 23 de octubre se celebra la Jornada Mundial de las Misiones, más conocida como Domund y, entre otras acciones, desde el 18 de octubre puede visitarse la exposición “El Domund al descubierto”, que pretende acercar la realidad misionera a la gente de la calle. Estará abierta en el Invernadero del Palacio de Cristal de Arganzuela hasta el domingo 23, Jornada del Domund.

El pregón del DOMUND es uno de los actos que, desde hace unos años, marca la agenda del mes misionero en España. Este 2022, el Domund cumple 200 años al servicio de la misión.

Vaticano

«El estilo de Dios es discreto, no se impone», señala el Papa Francisco

Nueva catequesis sobre el discernimiento espiritual, en la que se explica su relación con una lectura narrativa de la propia vida para descubrir la voluntad de Dios y el lenguaje con el que nos habla. 

Javier García Herrería·19 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

En las catequesis de las últimas semanas el Santo Padre está explicando las condiciones para hacer un buen discernimiento espiritual. En el día de hoy se ha centrado en la importancia de la propia biografía y su narrativa. Esta debe ser interpretada como un libro que nos ha sido dado y debemos saber leer. 

Como modelo de santo que sabe interpretar su propia biografía el Papa se ha referido a san Agustín, al que ha definido como un gran buscador de la verdad. También ha recordado las palabras del santo en las que decía: “Y he  aquí que tú estabas dentro de mí y yo fuera, y por fuera te andaba buscando; y deforme como era, me  lanzaba sobre las bellezas de tus criaturas. Tú estabas conmigo, pero yo no estaba contigo” (Confesiones  X, 27.38). Y continuaba el Papa recomendando el consejo agustiniano de entrar dentro de uno mismo porque en el interior del hombre es donde reside la verdad. 

El modelo que propone el Papa

El Pontífice señalaba que los hombres también hemos tenido las mismas experiencias que Agustín, con pensamientos negativos y victimistas, del tipo “´´yo no valgo nada`, ´a mí todo me va mal`, ´nunca realizaré nada bueno`, etc. Leer la propia historia significa también reconocer la presencia de estos elementos ´tóxicos`, pero para ampliar después la trama de nuestra historia, aprendiendo a notar otras cosas, haciéndola más rica, más respetuosa con la  complejidad, logrando también recoger las formas discretas en las que Dios actúa en nuestra vida”.  

Este modo de razonar tiene un enfoque narrativo, es decir, no se centra en una acción  puntual, sino que incluye el contexto: “¿De dónde viene este pensamiento? ¿Dónde me lleva? ¿Cuándo he  tenido la posibilidad de encontrarlo antes? ¿Por qué es más insistente que otros?”. 

La narrativa de la propia vida

El Papa señalaba la importancia de que cada persona construya el relato de su propia vida captando los matices y detalles significativos, que pueden resultar valiosos ayudas aunque en un primer momento no lo parecieran. “Una lectura, un servicio, un encuentro, a primera vista considerados cosas de poca importancia, en el tiempo sucesivo transmiten una paz interior, transmiten la alegría de vivir y sugieren ulteriores iniciativas de bien. Detenerse y reconocer esto es indispensable para el discernimiento, es un trabajo de recogida de perlas preciosas y escondidas que el Señor ha sembrado en nuestro terreno”.  

Acostumbrarse a interpretar la propia vida nos acerca cada vez a la onda de Dios, educa y afina nuestra mirada, descubriendo los pequeños milagros que el Señor realiza por nosotros cada día. En la parte final de las palabras del Papa invitaba a preguntarse, “¿He contado mi vida a alguien alguna vez? Se trata de una de una de las formas de comunicación más hermosas e íntimas. Esto permite descubrir cosas desconocidas hasta ese momento, pequeñas y sencillas, pero, como dice el Evangelio, es precisamente de las cosas pequeñas que  nacen las grandes” (cfr Lc 16,10).  

Vaticano

«In viaggio». Se estrena un documental sobre los viajes del Papa

Se ha presentado en el Vaticano un documental sobre los viajes del Papa Francisco. Para su producción han contado con muchas grabaciones personales del archivo vaticano.

Stefano Grossi Gondi·19 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

El 4 de octubre, el director Gianfranco Rosi presentó una película dedicada a los viajes internacionales del Papa Francisco durante los primeros nueve años de su pontificado. La obra fue incluida fuera de concurso en el 79º Festival de Cine de la Bienal de Venecia y desde esta fecha está disponible en 190 salas de cine y más de 100 cines parroquiales. 

El autor es un documentalista, que ya ganó el León de Oro en Venecia en 2013 con “Sacro GRA” y el Oso de Oro en Berlín en 2016 con “Fuocoammare”, y en esta ocasión asumió un reto inédito al realizar una película basada, en su mayor parte, en imágenes del archivo vaticano relativas a las visitas apostólicas realizadas por el Papa. Por lo tanto, no fue disparado por él. 

Las intenciones del autor

El autor explicó que quería hacer una obra que siguiera al Papa en movimiento, acompañando al espectador en una peregrinación a los lugares de los dramas de nuestro tiempo, entre Lampedusa e Irak. Una película que quiere ser “un homenaje a los que intentan cambiar algo” y que, según espera Rosi, será “vista en el cine, en la oscuridad y en la gran pantalla”. 

A través de la mirada del Papa y de los temas que aborda en sus discursos, el interés era dibujar un mapa de la condición humana, ilustrado a través de las andanzas del Pontífice por el mundo. Hasta ahora ha realizado 37 viajes, desde Brasil a Cuba, desde Estados Unidos a África, hasta el Sudeste Asiático, visitando un total de 59 países. 

La gran cantidad de material disponible (800 horas de imágenes en total) se ha sintetizado en ochenta minutos. El director ha hecho una lectura personal del gran material que tiene entre manos, con la convicción de que en las imágenes está el retrato de un hombre que nos hace mirar más allá, y reflexionar sobre temas universales. En su elección de imágenes, añade imágenes inéditas que él mismo filmó cuando fue invitado a acompañar algunas de las misiones papales. 

Temas de vídeo

Los itinerarios de “In Viaggio” siguen el hilo rojo de los temas centrales de nuestro tiempo: la pobreza, la naturaleza, la migración, la condena de todas las guerras, la solidaridad. Poco a poco se va componiendo el relato de lo que es el mundo hoy. Rosi muestra al Papa en la línea de frontera, tendido en el acto de encuentro con esa humanidad cansada y doblegada por la vida. 

Comienza con el primer viaje apostólico a Lampedusa, el 8 de julio de 2013, tras una nueva tragedia en el mar, donde Francisco afirma a viva voz: “En este mundo de la globalización hemos caído en la globalización de la indiferencia. Nos hemos acostumbrado al sufrimiento del otro”; luego pasamos a describir la visita a los territorios martirizados de Irak el 7 de marzo de 2021, donde el Papa hace un llamamiento contra las guerras: “reafirmamos nuestra convicción de que la fraternidad es más fuerte que el fratricidio, que la esperanza es más fuerte que la muerte, que la paz es más fuerte que la guerra”.

Esquema de la película

En una especie de Vía Crucis, Francisco es testigo del sufrimiento del mundo y experimenta la dificultad de hacer algo más, al margen del consuelo de las palabras papales y de su presencia. El esquema de la película es extremadamente sencillo: se sigue al Papa, se observa lo que ve, se escucha lo que dice. Al observar al Pontífice mirando al mundo, Rosi establece un diálogo a distancia entre el flujo del archivo de viajes pastorales, las imágenes de su cine, la actualidad y la historia reciente. Crea un equilibrio entre el flujo del tiempo lineal y la memoria del cine.

Un documental que el propio director definió en una entrevista como “experimental”, explicando que quería hacer una obra que siguiera al Papa en movimiento, acompañando al espectador en una peregrinación a los lugares de los dramas de nuestro tiempo. Una película que quiere ser “un homenaje a los que intentan cambiar algo”.

La descripción del Papa

El Pontífice descrito en la película no se queda quieto en Roma, sino que se convierte él mismo en peregrino y nos lleva a los rincones del mundo afligidos por los dramas de nuestro tiempo. El director tenía especial interés en mostrar sus viajes fuera del Vaticano, como si a través de la mirada del Papa y de los temas que aborda en sus discursos fuera posible trazar un mapa de la condición humana. 

A menudo se utiliza un plano muy evocador: el de la cámara que filma al Papa desde atrás, en el papamóvil, mientras atraviesa las calles de diferentes ciudades y lugares. Una imagen que crea la idea del impacto del Papa con el mundo.

Otra cosa que destaca el director es la capacidad de este Papa para pedir perdón, incluso personalmente. En la película le vemos en Canadá, cuando pide perdón a los nativos en nombre de la Iglesia, pero también le vemos volver de Chile, pidiendo perdón personalmente. Eso -dice el director- es para mí un momento de gran impacto, porque reconocer los errores de uno es algo profundamente “divino”. 

Haber tenido la oportunidad de ver horas y horas de imágenes del Papa Francisco le dio al autor de la película la percepción de su capacidad de expresarse en varios niveles: con los periodistas, con la gente en la calle, con otras autoridades religiosas. “Es un Papa que se dirige tanto a los creyentes como a los no creyentes. Nunca podré olvidar”, subrayó, “su mirada en Filipinas tras la tragedia del tifón, cuando se encontró con los pobres”.

“Todo lo que dice Bergoglio para mí, como laico, es un mundo que me pertenece de todos modos, porque son discursos universales que deberían adoptar muchos políticos”.

El autorStefano Grossi Gondi

Evangelización

El último rosario de Jerzy Popiełuszko

El 19 de octubre de 1984 sería el último día que se vio con vida a Jerzy Popiełuszko, capellán de “Solidaridad”. Popiełuszko fue asesinado por el gobierno comunista que no toleraba su oposición a la falta de libertad y la falsedad del sistema.

Ignacy Soler·19 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Aquellos días de octubre del año 1984 han quedado firmemente sellados en la memoria de muchos. La noticia ocupaba las portadas de todos los periódicos, era la información principal de los informativos en la España de aquel entonces: Jerzy Popiełuszko, capellán de “Solidaridad”, famoso por sus misas por la Patria en el barrio de Żoliborz en Varsovia,  había sido raptado por desconocidos (se suponía con fundamento que por agentes del gobierno). Al cabo de unos días de espera la noticia adquiere caracteres verdaderamente dramáticos: Popiełuszko asesinado. Se confirma la suposición: los verdugos son funcionarios de Ministerio de Asuntos Interiores.

Una idea surge sola y clara: el sistema totalitario comunista es el responsable de la muerte de ese sacerdote. Un sistema fundamentado en la mentira no soporta que se le diga la verdad, una verdad sin odio, sin ira, sin venganza.

Ese acontecimiento se me quedó fuertemente grabado en los años jóvenes de mi sacerdocio: Popiełuszko mártir de la Verdad, de un Verdad impregnada de Amor, de fuerza y audacia, una verdad valiente.

Cristo murió en la cruz por nuestros pecados y resucitó para la salvación nuestra. En estas dos sentencias se encierra la fuente de salvación y de verdad para todo hombre. La muerte del mártir es en la Iglesia la mayor fidelidad al ideal cristiano: la identificación con Cristo Víctima.

Los primeros cristianos estaban dispuesto a dar su vida y muchos hicieron realidad esa disposición, no por propio gusto ni capricho, sino como fruto de la injusticia de unos sistemas políticos opresores que no entendían, o no querían entender la verdad cristiana, como opuesta a sus pretensiones religiosas, políticas, mundanas.

Entre ellos hubo muchos sacerdotes mártires que recibieron la vocación de sellar con su propia sangre el sacrificio de la Sangre de Cristo, sacrificio que constituye el fundamento y la raíz del ser sacerdotal: la ofrenda de Cristo en la Cruz.

No es fácil ser mártir, no es fácil ser testigo de la Verdad de Cristo con la propia vida y con la propia sangre. Sabemos también muy bien, que todos estamos llamados a la vocación del martirio, del testimonio de la verdad, en la vida ordinaria sin derramamiento de sangre pero con un heroísmo no menos pequeño. Algunos están también llamados al martirio en su sentido plenamente literal: a la entrega de su vida. ¡Cuántos mártires hemos tenido en el siglo XX! Uno de ellos es Popiełuszko.

Los misterios dolorosos de Popiełuszko

19 de octubre de 1984. Popiełuszko había aceptado la invitación de celebrar la santa misa con homilía en la ciudad de Bydgoszcz a 250 kilómetros al norte de Varsovia. Aunque tenía escrita la homilía, decide no predicarla.

Al acabar la Eucaristía se celebra el rezo del Santo Rosario y antes de cada misterio Popiełuszko hace una breve consideración a viva voz y saliéndole todo del corazón –ex abundatia cordis os loquitur.

Unas horas después, camino de vuelta a Varsovia, es raptado y asesinado. Estas son pues sus últimas palabras, este es su último mensaje.

Contemplando el primer misterio doloroso -la oración en el huerto- Popiełuszko habló de la dignidad humana y de la libertad. “Debemos guardar la dignidad humana para que aumente el bien y vencer de este modo el mal. Debemos permanecer libres interiormente también cuando las circunstancias externas son de falta de libertad. Debemos ser nosotros mismos en cada situación histórica. Nuestra filiación divina lleva en sí la herencia de la libertad”.

La libertad como don de Dios y como tarea, la tarea de defenderla cuando la libertad se patalea, se arrebata y confunde: la pasión por la verdad es al mismo tiempo pasión por la libertad. Y acababa la meditación del primer misterio doloroso con estas palabras: “Pidamos que sepamos portarnos cada día según la dignidad de los hijos de Dios”.

En el segundo misterio -la flagelación- Popiełuszko habla de la justicia que emana de la verdad y de la caridad. “Allí donde hay falta de amor y de bien allí se encuentran los gérmenes de donde pulula el odio y la violencia. Cuando alguien es motivado por el odio y la violencia no se puede hablar de justicia”.

Para el cristiano la fuente de la justicia es Dios mismo, por eso es injusto imponer el ateísmo como sistema. “Todos sin excepción tienen el deber de vivir en justicia y pedir la justicia, pues como dijo el antiguo pensador: son tiempos malos cuando la justicia se la encierra en el silencio. Recemos para  que la justicia nos guíe todos los día de nuestra vida”.

La consideración del tercer misterio -la coronación de espinas- giró en torno a la verdad. Nos dirigimos hacia ella por un impulso del mismo Dios. La verdad une, la verdad triunfa aunque desde siglos nos encontremos en una encarnizada lucha contra ella. “

Cristo eligió a unos pocos para que anunciaran la verdad. Solamente la multitud de mentiras exige palabras sin cuento. La mentira se vende en mercadillos inmundos de compra y venta, como mercancía expuesta en anaqueles de tienducha. La mentira tiene que ser siempre nueva, necesita muchos servidores para que la aprendan hoy, mañana y dentro de un mes, para rehacerla de nuevo con el violento programa de otras mentiras”.

No es fácil distinguir la verdad de la mentira ante la presencia de la censura, de la cual caen también como víctimas las mismas palabras del primado o del papa. “Es deber del cristiano mantenerse junto a la verdad, aunque ello mucho le cueste, pues por la verdad hay que pagar. Solamente la paja no cuesta nada. El grano de trigo de la verdad lleva consigo un gran precio. Recemos para que nuestra vida ordinaria esté llena de verdad”.

La cruz a cuesta -cuarto misterio- es punto de partida para meditar sobre la virtud de la fortaleza. “El cristiano debería recordar que solamente hay que temer una cosa: la traición a Jesucristo por unas monedas de hueca tranquilidad plateadas. El seguidor de Jesucristo tiene que ser testigo, portavoz y defensor de la justicia, pues no basta condenar el mal. Si el cristiano renuncia a la virtud de la fortaleza se hace un daño a sí mismo, y a todos los que de él dependen: a su familia, a sus compañeros de trabajo, a su nación, a su estado y a su Iglesia. ¡Hay de vosotros gobernantes que queréis ganaros a los ciudadanos con el precio de la amenaza y de la esclavitud del miedo! Ese poder se denigra a sí mismo y rebaja su autoridad. La práctica de la fortaleza debería estar en el interés lo mismo de los gobernantes que de los ciudadanos”.

El motivo dominante en la meditación del quinto y último misterio doloroso -la crucifixión y muerte de Cristo- lo constituye la oposición a la violencia. “A quien no le hes dado convencer con el corazón y la cabeza intenta vencer con la fuerza. Cada manifestación de violencia nos habla del abajamiento moral. Cada idea capaz de dar vida se mantiene con sus solas fuerzas. Y así fue con Solidaridad, que de rodillas y con el rosario en las manos luchó por la dignidad humana más que por el pan. En Polonia, en los últimos años se han limitado los fundamentales derechos de la persona humana. Cuando este acorralamiento hizo que todos sintieran su dolorosa presión, entonces estalló el grito de la libertad. Se levantó Solidaridad demostrando que para construir una sociedad y su economía no es necesario prescindir de Dios. Recemos para que seamos libres del miedo, de la amenaza y sobre todo de la tentación del revanchismo y de la violencia”.

Acabado el santo Rosario y después de la oración “Bajo tu protección nos acogemos”, Popiełuszko rezó a San José para que aquel que con el trabajo de sus manos mantuvo a la Sagrada Familia nos conceda a todos los cristianos “santificar todas nuestras acciones con el amor, la paciencia, la justicia y la realización del bien”. 

Sus últimas palabras de despedida fueron: «Que los principios evangélicos de la justicia y la caridad social dirijan las acciones de todas las gentes de nuestra Patria. Amén».

Últimas horas

Ya en la casa parroquial adjunta se tuvo un breve encuentro informal de unos pocos en donde le preguntaron por Solidaridad, por su seguridad y salud. Alguien le preguntó si no le podría conseguir una batería para su coche. Popiełuszko se rió de buena gana contestándole: “podrías haberlo dicho antes y me hubiese traído de Varsovia una junto con todo lo necesario para alimentar el micrófono, pues con frecuencia ocurre que nos cortan la corriente justo cuando predico la homilía”.

Aunque se encontraba cansado y algo enfermo, y a pesar de la insistencia del párroco para que pasase la noche en Bydgoszcz, Popiełuszko quiso volver inmediatamente a Varsovia pues tenía trabajo al día siguiente.

Cuando alguien le previno para que tuviese cuidado en el camino de vuelta a Varsovia, Popiełuszko le tranquilizó comentado: “Además viajo con la sotana puesta que en este país todavía significa algo”.

Sus asesinos unas horas después le apalearon a muerte con la sotana puesta y con ella vestido le arrojaron al estanque, una señal más del motivo de su condena: ser sacerdote que da testimonio.

En otras ocasiones de persecución a sacerdotes, si por casualidad a alguien le encontraban con sotana lo primero que hacían era quitársela, después ya vendría la condena a muerte.

No fue este el caso de Popiełuszko que murió con la sotana puesta.

Lecturas del domingo

La oración más bella. XXX Domingo del Tiempo Ordinario (C)

Andrea Mardegan comenta las lecturas del XXX domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Andrea Mardegan·19 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Eclesiástico, dos siglos antes de Jesús, nos da en el capítulo 35 una catequesis sobre la oración agradable a Dios, la que va acompañada de autenticidad de vida y de atención a los débiles: “Quien da limosna ofrece sacrificios de alabanza”; la oración del que ayuda a la viuda “sube hasta las nubes”.

Jesús va en la misma dirección y más en profundidad. Lucas introduce la parábola que compara la oración del fariseo y del publicano, diciendo que Jesús la dijo para todo aquel que tiene la “íntima presunción” de ser justo y desprecia a los demás. Es, por tanto, una lección para todas las personas que creen en Dios y le rezan, de todo tiempo y cultura, pues todos, en efecto, pueden estar sujetos a la tentación del fariseísmo. La postura del fariseo es correcta: está de pie. Pero el detalle de que “oraba así en su interior” nos induce a intuir que su horizonte no es Dios, sino él mismo: de hecho, en adelante el “yo” está muy presente en su oración: “Yo no soy como los demás hombres…, yo ayuno, yo pago, yo poseo”. Se encierra en sí mismo y se presenta ante Dios como si éste no lo conociera. En realidad, está hablando consigo mismo, para convencerse de que se está salvando por sus buenas obras. Las primeras palabras podrían haber sido adecuadas: “Oh Dios, te doy gracias”. Pero el motivo de la acción de gracias revela un juicio negativo sobre todos los demás hombres, a quienes añade también el publicano, al que vislumbra de reojo. Comunica a Dios que ayuna dos veces a la semana, aunque no se exigía; que paga los diezmos sobre lo que posee, aunque sólo eran sobre las cosechas. Hace de más para agradar a Dios. Muy distinta es la actitud de Pablo, que confía a Timoteo que los hermanos en la fe lo han abandonado, pero no les acusa porque piense ser mejor que ellos: el encuentro con Cristo le ha curado del fariseísmo en que había sido educado. En la primera carta a Timoteo le había confiado que se consideraba el primero de los pecadores, y aquí atribuye toda la salvación a Dios: “El Señor estuvo a mi lado… el Señor me librará de toda obra mala”.

El publicano, que cada día se siente señalado y despreciado como pecador, permanece distante, no se atreve a levantar la vista y en su oración no hace una lista de sus pecados para estar más seguro del perdón (no sabría por dónde empezar), sino que se abandona confiadamente con la más hermosa oración: “Oh Dios, ten compasión de este pecador”. La oración del corazón. En griego, con el artículo, suena aún más fuerte: ten piedad de mí, “el pecador”. Jesús dice que el publicano “bajó a su casa”: a partir de ese momento, será para él un lugar aún más familiar, rico en relaciones amorosas, después de que Dios, por su oración, lo haya hecho justo. Del fariseo, en cambio, no menciona la casa, como para subrayar su soledad.

La homilía sobre las lecturas del domingo XXX

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

Vaticano

El Sínodo se desdobla: nueva Asamblea General también en 2024

El Sínodo de la Sinodalidad tendrá dos sesiones en su fase universal, en octubre de 2023 y en el mismo mes de 2024.

Giovanni Tridente·18 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco hizo el anuncio sorpresa el pasado domingo al final del Ángelus, saludando a los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro: el proceso sinodal en curso en la Iglesia, que debía concluir en octubre de 2023 con la Asamblea General del Sínodo de los Obispos reunida en el Vaticano, se prolonga también a una nueva Asamblea en 2024.

Al iniciarse la segunda fase de este proceso de escucha y discernimiento, el Pontífice considera necesario proceder con cautela, sin prisas, para que los numerosos frutos que este proceso está generando “alcancen su plena madurez”. Esta es, al menos, la motivación oficial, pero también se ajusta perfectamente a la correcta comprensión de este instrumento deseada hace casi sesenta años por San Pablo VI: no es un parlamento, sino “un momento de gracia, un proceso guiado por el Espíritu que hace nuevas todas las cosas”, como recordó Francisco a un grupo de peregrinos franceses hace apenas unos días.

Prioridades

En esa ocasión, reiteró que en este camino de discernimiento espiritual y eclesial se debe dar prioridad, en primer lugar, a la oración, a la adoración y a la Palabra de Dios, evitando “partir de nuestra voluntad, nuestras ideas o nuestros proyectos”. En definitiva, es importante dar prioridad sobre todo a la escucha, porque es en esta dinámica donde “Dios nos muestra el camino a seguir, haciéndonos salir de nuestras costumbres, llamándonos a tomar nuevos caminos como Abraham”.

Visto en estos términos, el Sínodo “nos llama a interrogarnos sobre lo que Dios quiere decirnos en este tiempo, hoy, y sobre la dirección en la que quiere conducirnos”, explicó además el Papa Francisco a los peregrinos francófonos.

Participación universal

Al comentar la decisión del Papa sobre la ampliación de la fecha hasta octubre de 2024, la Secretaría General del Sínodo habló de “un prolongado discernimiento no sólo por parte de los miembros de la Asamblea Sinodal, sino de toda la Iglesia” como una necesidad que ha ido madurando en estos primeros meses de inicio del proceso de escucha. 112 de las 114 Conferencias Episcopales y Sínodos de las Iglesias Católicas Orientales elaboraron un documento durante la fase de discernimiento en las Iglesias particulares.

Entramos ahora en la Etapa Continental, que culminará con las Asambleas Sinodales Continentales entre enero y marzo de 2023, después de que las distintas comunidades hayan reflexionado sobre el Documento de la Etapa Continental preparado por la Secretaría General, pero a partir de las especificidades socioculturales de cada región.

Más adelante se verá cómo se reformularán los trabajos de las dos Asambleas Generales de octubre de 2023 y 2024 en el Vaticano y cómo se estructurará el tiempo intermedio. Un trabajo que la Secretaría General no ha hecho más que empezar.

Cultura

Las catacumbas cristianas, orígenes y características

Este fin de semana, coincidiendo con la fiesta de san Calixto el día 14, tiene lugar en Roma el Día de las catacumbas”, una iniciativa para redescubrir el legado arqueológico y martirial cristiano.

Antonino Piccione·18 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Con motivo del 18º centenario de la muerte del Papa Calixto (218-222) el Día de las Catacumbas tiene como tema en su quinta edición “Calixto y la invención de las catacumbas”. De hecho, el primer cementerio oficial de la Iglesia de Roma, en la Via Appia Antica, que lleva su nombre, y la Catacumba de Calepodium, en la Via Aurelia, donde fue enterrado, están vinculados al Papa. Como se indica en el comunicado de prensa emitido por la Comisión Pontificia de Arqueología Sagrada, en el que se presenta la iniciativa prevista para el sábado 15 de octubre 2022, “el evento pretende proponer una serie de itinerarios a través de testimonios arqueológicos y artísticos tanto para subrayar la centralidad de la figura de Calixto, como para hacer que los visitantes recorran las etapas que llevaron al nacimiento y desarrollo de los cementerios subterráneos”.

La Jornada nos brinda la oportunidad de recordar algunas notas históricas y artísticas sobre las catacumbas cristianas, concebidas desde el principio como un espacio destinado a acoger a los fieles en un lugar de descanso común y a garantizar a todos los miembros de la comunidad, incluso a los más pobres, una sepultura digna, expresión de igualdad y fraternidad. 

Orígenes de las catacumbas

Las catacumbas nacieron en Roma entre finales del siglo II y principios del III d.C., con el pontificado del papa Céfiro (199-217), que encargó al diácono Calixto, futuro pontífice, la tarea de supervisar el cementerio de la Vía Apia, donde serían enterrados los pontífices más importantes del siglo III. La costumbre de enterrar a los muertos en espacios subterráneos ya era conocida por los etruscos, los judíos y los romanos, pero con el cristianismo se crearon cementerios subterráneos mucho más complejos y extensos para albergar a toda la comunidad en una sola necrópolis.

El término antiguo para designar estos monumentos es “coemeterium”, que deriva del griego y significa “dormitorio”, subrayando el hecho de que para los cristianos la sepultura no es más que un momento temporal, a la espera de la resurrección final. El término catacumba, extendido a todos los cementerios cristianos, definía, en la antigüedad, sólo el complejo de San Sebastián en la Vía Apia.

En cuanto a sus características, las catacumbas están excavadas en su mayoría en toba o en otro tipo de suelo fácilmente extraíble pero sólido. Por eso se encuentran sobre todo donde hay suelos tobáceos, es decir, en el centro, el sur y las islas de Italia. Las catacumbas consisten en escaleras que conducen a ambulatorios llamados, como en las minas, galerías. En las paredes de las galerías se disponen los «lóculos», es decir, los enterramientos de los cristianos comunes hechos a lo largo; estos sepulcros se cierran con losas de mármol o ladrillos. 

Los nichos funerarios representan el sistema sepulcral más humilde e igualitario para respetar el sentido comunitario que animaba a los primeros cristianos. En las catacumbas, sin embargo, también se encuentran tumbas más complejas, como los arcosoli, que implican la excavación de un arco sobre el ataúd de toba, y los cubiculi, que son verdaderas cámaras funerarias.

Datos

La mayoría de las catacumbas se encuentran en Roma, alcanzando un número de unas sesenta, mientras que hay otras tantas en el Lacio. En Italia, las catacumbas se desarrollan especialmente en el sur, donde la consistencia del suelo es más tenaz y, al mismo tiempo, más dúctil a la excavación. La catacumba más septentrional es la de la isla de Pianosa, mientras que los cementerios subterráneos más meridionales se encuentran en el norte de África y especialmente en Hadrumetum, en Túnez. Otras catacumbas se encuentran en Toscana (Chiusi), Umbría (cerca de Todi), Abruzos (Amiterno, Aquila), Campania (Nápoles), Apulia (Canosa), Basilicata (Venosa), Sicilia (Palermo, Siracusa, Marsala y Agrigento), Cerdeña (Cagliari, S. Antioco).

En las catacumbas se desarrolló desde finales del siglo II un arte extremadamente sencillo, en parte narrativo y en parte simbólico. Las pinturas, los mosaicos, los relieves de los sarcófagos y las artes menores evocan historias del Antiguo y del Nuevo Testamento, como si quisieran presentar a los nuevos conversos ejemplos de la salvación del pasado. Así es como se representa a menudo a Jonás rescatado del vientre de la ballena, donde el profeta había permanecido durante tres días, evocando la resurrección de Cristo. También se representan los jóvenes de Babilonia salvados de las llamas del horno, Susana salvada de las artimañas de los ancianos, Noé escapando del diluvio, Daniel permaneciendo ileso en el foso de los leones. 

Del Nuevo Testamento se seleccionan los milagros de curación (el ciego, el paralítico, la hemorroide) y de resurrección (Lázaro, el hijo de la viuda de Naim, la hija de Jairo), pero también otros episodios, como la conversación con la samaritana en el pozo y la multiplicación de los panes. El arte de las catacumbas es también un arte simbólico, en el sentido de que ciertos conceptos difíciles de expresar se representan con sencillez.

Para significar a Cristo se representa un pez, para significar la paz del paraíso se representa una paloma, para expresar la firmeza de la fe se dibuja un ancla. Algunos símbolos, como las copas, los panes y las ánforas, aluden a las comidas funerarias que se hacen en honor a los muertos, la llamada “refrigeria”. La mayoría de los símbolos están relacionados con la salvación eterna, como la paloma, la palma, el pavo real, el fénix y el cordero.

La imagen más antigua de la Virgen

La imagen de la Virgen más antigua del mundo.
Catacumba de santa Priscila.

En las catacumbas romanas se conserva la imagen más antigua de la Virgen María, representada en pintura en el cementerio de Priscila en la Vía Salaria. El fresco, que data de la primera mitad del siglo III, representa a la Virgen con el Niño de rodillas ante un profeta (quizá Balaam, quizá Isaías) que señala una estrella, aludiendo a la profecía mesiánica. Una de las imágenes más representadas es la del buen pastor, que, aunque toma el esquema de la cultura pagana, adquiere inmediatamente un significado cristológico, inspirado en la parábola de la oveja perdida. Así, Cristo es representado como un humilde pastor con una oveja sobre sus hombros, que vigila un pequeño rebaño, a veces compuesto sólo por dos ovejas colocadas a su lado.

Los mártires asesinados durante las sangrientas persecuciones ordenadas por los emperadores Decio, Valeriano y Diocleciano fueron enterrados en las catacumbas. Pronto se desarrolló una forma de culto en torno a las tumbas de los mártires, con peregrinos que dejaban sus grafitis y oraciones en estas excepcionales tumbas. Los cristianos procuraban situar las sepulturas de sus muertos lo más cerca posible de las tumbas de los mártires porque se creía que esta cercanía mística se establecería también en el cielo.

La opinión de los Padres de la Iglesia

Entre finales del siglo IV y principios del V, los Padres de la Iglesia describen las catacumbas. San Jerónimo cuenta por primera vez que, cuando era estudiante, solía visitar los domingos las tumbas de los apóstoles y de los mártires con sus compañeros: “Entramos en los túneles, excavados en las entrañas de la tierra… Raras luces desde lo alto del suelo suavizaban un poco la oscuridad… Caminamos lentamente, un paso tras otro, completamente envueltos en la oscuridad”.

En la segunda mitad del siglo IV, el papa Dámaso partió en busca de las tumbas de los mártires situadas en las distintas catacumbas de Roma. Tras encontrar las tumbas, las hizo restaurar y mandó grabar espléndidos panegíricos en honor de aquellos primeros campeones de la fe. 

En el siglo VI, los papas Vigilio y Juan III también restauraron las catacumbas tras las incursiones debidas a la guerra greco-gótica. También más tarde, entre los siglos VIII y IX, los papas Adriano I y León III restauraron los santuarios de los mártires de las catacumbas romanas. Tras un largo periodo de olvido, en el siglo XVI, el redescubrimiento de estos lugares subterráneos ofreció una preciosa prueba de la auténtica fe de los primeros cristianos, utilizada posteriormente por el movimiento de la Contrarreforma. Finalmente, en el siglo XIX, el Papa Pío IX creó la Comisión de Arqueología Sagrada para preservar y estudiar los lugares del cristianismo primitivo. También a través de iniciativas como la que meritoriamente se ha organizado para el próximo sábado.

El autorAntonino Piccione

Ecología integral

Hacia el bien común. Familia y vivienda, lo primero

Es necesario modificar el sistema económico y orientarlo al bien común, como pide el Papa. Urge proteger a la familia, abordar una política de vivienda pública, y reforzar el sistema de garantía de ingresos mínimos.

Raúl Flores·18 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Antes de que llegara la crisis de la Covid 19, si nos retrotraemos dos años atrás, la realidad de nuestra sociedad (no sólo española, europea, global) seguía siendo una realidad de desigualdad, no de falta de bienes, pero sí de una distribución injusta de esos bienes. Y si lo enlazamos con la Doctrina Social de la Iglesia, no estábamos avanzando positivamente ni en el destino universal de los bienes, ni en una sociedad orientada al bien común.

Estamos ante una forma de desarrollo económico y social en el cual, cuando llega una crisis, se incrementan la pobreza y la exclusión social; pero cuando salimos de la crisis, no recuperamos los niveles previos a la crisis. Es decir, vamos acumulando, la mayor parte de la población, dificultades de pobreza y de exclusión social. 

De este análisis extraería tres elementos: el empleo, la vivienda y la salud. Es verdad que se ha recuperado mucha capacidad de empleo, y es una gran noticia. Pero también es verdad que el empleo cada vez tiene menoscapacidad de proteger a las familias y de integrarlas socialmente. Es decir, en más de la mitad de las familias a las que acompañamos desde Cáritas alguien trabaja. A pesar de trabajar, hay muchas familias que tienen que seguir viniendo a Cáritas. Ni siquiera con dos pequeños empleos llegan. 

La cuestión de la vivienda

¿Y por qué no llegan? Por muchos factores, pero principalmente por la vivienda. Llevamos muchos años sin resolver la cuestión de la vivienda. Las familias tienen que dedicar muchos recursos para poder pagar la vivienda y los suministros. Esto significa que cuando hay ingresos débiles, por trabajos pequeños o inestables, obviamente no llegamos. Y aun consiguiendo mejores condiciones laborales, tampoco llegamos, porque la vivienda requiere cada vez más nuestro dinero.

En tercer lugar, la salud. La inaccesibilidad de las familias a unos tratamientos adecuados de salud mental. 

¿Cómo se pueden afrontar estas cuestiones? Empiezo por una enmienda de profundidad. Necesitamos dar un paso decidido hacia una nueva economía, que en vez de estar al servicio de los individuos concretos, o de los intereses particulares, esté al servicio del bien común. Esto sin cuestionar, obviamente, el legítimo espacio de la economía, y de alguna forma, de la iniciativa. 

Y aquí lo enlazamos con los nn. 154 y 155 de la encíclica Fratelli tutti. Nos dice el Papa Francisco: “Para hacer posible el desarrollo de una comunidad mundial, capaz de realizar la fraternidad a partir de pueblos y naciones que vivan la amistad social, hace falta la mejor política puesta al servicio del verdadero bien común”.

Tres elementos

Es necesario que seamos capaces de modificar el sistema económico en el que nos asentamos, para reorientarlo hacia ese bien común, y que se parta de las necesidades de los últimos, de los más débiles. Y ahí hemos de superar una mirada asentada en las formas liberales -dice la Fratelli tutti-, al servicio de los intereses económicos de los poderosos. 

Destacaría, además, tres elementos. El primero es incrementar y reorientar la inversión en proteger a la familia. Llevamos muchos años, en el caso concreto del Estado español, sin atender a la familia. Las familias numerosas son las que más están padeciendo los efectos de esta crisis, como los de la anterior. Tenemos que ser capaces de una vez por todas, degenerar una protección universal a la crianza.

Nos hemos dotado de mecanismos para proteger a nuestros mayores, y tenemos que dotarnos de mecanismos para proteger a las familias que están criando hijos, que en el fondo son la base, la piedra sobre la que construimos nuestra sociedad.

En segundo lugar, necesitamos resolver de una vez por toda la cuestión de la vivienda. Y aunque no es fácil, tenemos que dar un primer paso: generar un parque de vivienda pública en alquiler, que ayude a las personas con menos recursos a tener un espacio mínimo de seguridad, que es la casa, la vivienda, el entorno más necesario. 

Por último, pero no menos importante, tenemos que afrontar la necesidad de que esa cobertura de ingresos mínimos sea real y llegue a todas las familias que más lo necesitan.

Son tres elementos: protección a la familia, abordaje público de una política de vivienda, y reforzar ese sistema de garantía de ingresos mínimos.

El autorRaúl Flores

 Coordinador del equipo de estudios de Cáritas y secretario técnico de Fundación Foessa.

España

La Iglesia española lanza «Paradarluz» un portal sobre protección de menores y prevención de abusos

El portal Paradarluz, que fue presentado a los responsables de comunicación de las oficinas de protección de menores de prevención de abusos en el encuentro que celebraron durante el sábado 15 de octubre en Madrid se ha dado a conocer al público general.

Maria José Atienza·17 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Paradarluz recoge, en un solo portal web, el trabajo de la Iglesia en España para la protección de menores y prevención de abusos y pretende ser, además, un medio de facilitar el contacto con las oficinas que se han creado en las diócesis, las congregaciones religiosas y otras instituciones eclesiales.

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, mons. Juan José Omella, destaca en la carta de presentación de este portal que el trabajo realizado por por la Iglesia española en el campo de eliminar estos abusos y «acompañar y acoger a quienes la han sufrido más directamente. Es mucho lo que hemos hecho, y en esta página web puede verse; pero no es suficiente. Nunca lo es frente al sufrimiento. Por eso abrimos este espacio virtual en el que toda la sociedad podrá conocer las decisiones tomadas y las que estamos dispuesto a tomar, además de poner a disposición de todos los contactos con las oficinas desde las que poder ayudar a quienes quieran denunciar».

Oficinas diocesanas y de congregaciones

Paradarluz muestra e informa sobre las 202 oficinas (60 diocesanas y 142 de congregaciones) que, en toda España, se han abierto con le objetivo de ser cauce de recepción de denuncias de abusos cometidos en el pasado. Estas oficinas se encargan también del establecimiento de protocolos de actuación y formación para la protección de menores y la prevención de abusos.

Asimismo se pone de manifiesto el trabajo que, desde la Iglesia, se viene realizando en procesos comunes para la protección de menores, protocolos para los centros educativos y formación para profesores y alumnos para la detección y prevención de abusos a menores.

Junto a ello, destaca e informa de la auditoría independiente encargada por los obispos españoles al bufete Cremades & Calvo-Sotelo acerca de los informes e investigaciones realizados sobre los casos de abusos a menores cometidos por algunos miembros de la Iglesia. 

El camino recorrido

El nuevo portal realiza además un recorrido histórico de los pasos dados en esa tarea de prevención de abusos y justicia restaurativa.

Un camino que comenzó en 2010 con los primeros protocolos de actuación en relación a estos casos y que ha venido mejorándose a lo largo de estos años con la actualización de las normas jurídicas relativas a estos delitos en el Derecho Canónico así como la emanación, por parte de la Santa Sede de normas caras y comunes para el tratamiento de estos casos.

A estos se unen las oficinas diocesanas creadas a tal efecto y las investigaciones independientes que, en numerosos países, se están efectuando sobre los abusos cometidos en el seno de la Iglesia.

Documentación variada

El portal posee además la capacidad de cursar, de manera sencilla, una posible denuncia sobre un delito de abuso dentro de la Iglesia, a través del contacto directo con las oficinas creadas a tal efecto.

Además contiene un amplio elenco bibliográfico de documentos sobre estos delitos, protocolos y vademecums creados por diócesis e instituciones religiosas así como materiales de prensa.

Vaticano

El Papa se reúne con miembros de Comunión y Liberación

Maria José Atienza·17 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Unos 50.000 miembros de Comunión y Liberación se reunieron en la Plaza de San Pedro para encontrarse con el Papa en el centenario del nacimiento de su fundador, el padre Luigi Giusssani.

Durante el encuentro, el Papa destacó que «Son tiempos de renovación y relanzamiento misionero a la luz del momento eclesial actual. También de la necesidad, del sufrimiento y de la esperanza de la humanidad contemporánea. La crisis nos hace crecer.» y les pidió no perder de vista su carisma original.


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Vocaciones

Isidoro Zorzano, en la Escuela de Ingenieros de Madrid

Hace unos días, la Escuela de Ingenieros Industriales de la Universidad Politécnica de Madrid acogió la presentación de un libro sobre el ingeniero Isidoro Zorzano (Buenos Aires, 1902-Madrid, 1943). Enrique Muñiz, el autor, y Cristina, ingeniera en ciernes, conversaron sobre el que puede ser el primer laico varón del Opus Dei en ser canonizado. La primera mujer beatificada fue Guadalupe Ortiz de Landázuri (2019).

Francisco Otamendi·17 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Naturalmente, Isidoro Zorzano, fallecido en 1943 de un cáncer, no está en los altares todavía. Pero el Papa Francisco abrió la puerta en 2016, y el ingeniero argentino Zorzano es ya venerable, es decir, vivió las virtudes cristianas en grado heroico, según la Iglesia. Por delante de él en el Opus Dei sólo están san Josemaría Escrivá, el beato Álvaro del Portillo, y la chica catalana Montse Grases, también venerable desde 2016. 

Existe desde hace años una biografía completa de Isidoro Zorzano, escrita por José Miguel Pero-Sanz, ex director de Palabra y publicada en la editorial del mismo nombre, que va por la quinta edición. Ahora, Enrique Muñiz publica esta semblanza ilustrada de 175 páginas,’ Isidoro 100 %’, en original formato conversación con una joven, Cristina (22), que termina este año Industriales en la Escuela madrileña. Ambos reprodujeron una síntesis del libro en la presentación, ante decenas de estudiantes y algunos profesores de la Escuela, abiertos a preguntas de los asistentes.

Isidoro Zorzano nació en Buenos Aires en 1902. Era el tercero de cinco hijos de unos emigrantes españoles, y puede decirse con justicia que era migrante —tanto en Argentina, por ser hijo de españoles, como en España por haber nacido en Argentina—. Sus padres regresaron a España en 1905, aunque con la intención de volver a Argentina. Se establecieron en Logroño, donde Isidoro fue compañero de san Josemaría cuando ambos estudiaban el bachillerato en Logroño. Su familia se arruinó en 1924, tras las graves dificultades del Banco Español del Río de la Plata.

Luego, Zorzano fue el hombre de confianza del fundador en los inicios de la Obra, y el primero que perseveró en la vocación al Opus Dei que le planteó su amigo san Josemaría directamente en 1930. En los años siguientes, ayudaría con heroicidad al fundador y a fieles de la Obra, durante la guerra civil española.

259 testimonios, 2.000 páginas

Los capítulos de la semblanza atrapan, pero si hubiera que destacar subjetivamente alguno, sugeriría leer la breve introducción, titulada ‘El santo de mi puerta de enfrente’, que comienza con una referencia a la exhortación apostólica ‘Gaudete et exsultate’ del Papa Francisco; los capítulos 3 y 4   ̶ ‘Amigos’ y ‘La botella media llena’ ̶ ; el 6  ̶

‘El crucifijo de Isidoro’ ̶ ,  o el 10, cuyo encabezamiento, ‘Extraordinariamente ordinario’, es quizá una de las mayores aportaciones del libro. 

De hecho, así lo subrayó el autor cuando en el coloquio de la Escuela de Ingenieros comentó que la vida de Isidoro Zorzano estuvo “llena de cosas muy normales y de constantes detalles de servicio a los demás”, en la búsqueda de la santidad en lo ordinario.

En “Isidoro 100%” se recogen trazos significativos de los 259 testimonios, más de dos mil páginas, que se recogieron tras su fallecimiento, debido a un linfoma cuando estaba cerca de cumplir 41 años y trabajaba como ingeniero de ferrocarriles.

El ingeniero Rafael Escolá, que fundaría con el paso tiempo una conocida consultora, escuchó a san Josemaría decir de él: “Cumplió cada día las normas de piedad, trabajó mucho, estuvo siempre alegre, y se ocupó de los demás. Si esto no es ser santo, ¿qué es ser santo?” (p. 121).

No hablaba de sí mismo

El beato Álvaro del Portillo, que convivió con él en el centro de Villanueva antes de ser sacerdote, mencionó entre otros aspectos: “Nunca oí a Isidoro hablar de sí mismo, si no le preguntaba. Nunca escuché de él una réplica. Nunca se excusaba, ni echaba la culpa de algo que hubiera resultado menos bien a otro, aunque habitualmente pudiera hacerlo, pues ya he dicho que Isidoro procuraba hacer todo lo mejor que podía”.

Proseguía el beato Álvaro con una anécdota que refleja la humildad de Isidoro, y que pueden leer íntegra en las págs. 129 y 130: “¡Cuántas veces se habrá repetido la escena que voy a referir! Allá en un rincón de nuestra Secretaría, detrás de su mesa, sentado en un sillón, procurando pasar oculto, desaparecer, está Isidoro. Él es para todos, para mí, el modelo vivo de lealtad, de fidelidad al Padre y a la vocación, de generosidad, de perseverancia. Es el amigo de infancia del Padre, el más antiguo en la Obra. Yo le tenía interiormente un gran respeto. El Padre me había nombrado hace unos años Secretario General de la Obra. […]”.

“Trabajaba Isidoro como Administrador General de la Obra, en su rincón”  -añade el beato Álvaro-. “No se interrumpía el trabajo cuando otros de los que vivíamos en aquella casa habíamos de entrar en su despacho: seguía con naturalidad en lo suyo. Pero cuando no entraba otro conmigo, invariablemente, se ponía de pie. ¡Por Dios, Isidoro, por qué te levantas! “No, nada: si quieres algo”. Téngase en cuenta […] que esa jerarquía interna no era entonces sino una cosa incipiente, prácticamente irreal, que él era un hombre hecho y derecho, lleno de prestigio social, el más antiguo de la Obra…, y su interlocutor un estudiante, al que casi doblaba el número de años”.

“Cuando llegue al cielo, ¿qué quiere que pida?”

En el aula de la Escuela de Ingenieros, y en su semblanza, Enrique Muñiz explica que “Isidoro es una muestra de que la santidad no es una especie de arrebato digno de titanes, sino algo asequible, que se trabaja poco a poco, con esfuerzos ordinarios y una apertura constante a la gracia de Dios…”. En su investigación, el autor destaca que Zorzano “era cercano, amable, educado, superservicial, superingeniero, sencillo, humilde, y en su enfermedad mostró el valiente heroísmo con el que vivió toda su vida”.

Por ejemplo, “entre los que se quedan a pasar la noche en el sanatorio, hay varios testimonios encantadores de cómo Isidoro no pegaba ojo mientras se preocupaba de que ellos durmieran a gusto”, relata el autor.

La progresión fue in crescendo hasta el final de su vida, como refleja este suceso. En la última conversación que tuvo con san Josemaría, el día antes de morir escribió el beato Álvaro que Isidoro preguntó: “Padre, ¿de qué asuntos me tengo que preocupar en cuanto llegue al cielo. Por qué quiere que pida? Y el Padre le respondió “que pidiera, en primer lugar, por los sacerdotes; después por la sección femenina de la Obra, por la parte económica… Y cuando salió el Padre, con la emoción que se puede suponer, ante la reacción extraordinariamente sobrenatural de Isidoro, él se quedó lleno de alegría: ¡pronto iría al cielo y, desde allí, podría trabajar mucho por lo que más le preocupaba al Padre!”. (págs. 136-137).

Los restos mortales de Isidoro Zorzano reposan en la parroquia de San Alberto Magno, en Vallecas (Madrid), situada junto al colegio Tajamar. Allí se encuentran estampas y hojas informativas sobre Isidoro. El capítulo 12 de la semblanza, ‘Devoción’, recoge algunos favores y peticiones a Isidoro Zorzano, y sus devotos son variadísimos, señala el autor, que ha dejado escrito: “Ojalá la lectura de estas páginas sirva también para animar a alguien a pedir a Dios un milagro por la intercesión de Isidoro, que sirva para su beatificación…, y luego otro, si Dios quiere, para la canonización”.

El autorFrancisco Otamendi

Ecología integral

Una economía con alma. El reto ante una crisis global

La tres recientes crisis -financiera de 2009-2013, sanitaria por el Covid-19 y energética inflacionaria con la invasión rusa de Ucrania-, han afectado de manera más lacerante a los vulnerables, los más pobres, en torno a 800 millones de personas en el mundo. Erradicar la pobreza es el mayor reto actual. El Papa ha impulsado en Asís, The Economy of Francesco (EoF), que promueve una economía más justa y solidaria.

Francisco Otamendi·17 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Por si el impacto de las crisis no fuera suficiente, catástrofes climáticas sin precedentes provocan enormes daños en diversas zonas del mundo. Entre los últimos lugares afectados, sobresale el caso de Pakistán, con 222 millones de habitantes, en su inmensa mayoría musulmanes, de los que 33 millones de personas se han visto afectadas por lluvias extremas e inundaciones, y más de 1.200 personas, entre ellas unos 450 niños, han muerto. Hasta la fecha, más de 300.000 viviendas han sido destruidas y otras 692.000 han sufrido daños.

Además, funcionarios del gobierno pakistaní informan que se han destruido más de 800.000 hectáreas de tierras agrícolas, y se han perdido alrededor de 731.000 cabezas de ganado, lo que ha dejado a numerosos agricultores sin medios de subsistencia para mantener a sus familias, informa Caritas Internationalis (caritas.org) que ha lanzado una alerta global con el fin de proporcionar a la población alimentos, agua potable, servicios sanitarios y acceso a suministros de higiene.

Las dos grandes zonas más pobres del planeta, según los expertos, se ubican en África Subsahariana y en Asia meridional, donde se encuentra Pakistán, pero también Afganistán, el país con mayor índice de pobreza del mundo, según los rankings, debido en buena parte a las sucesivas guerras y conflictos. En América, Haití sigue liderando la tasa de pobreza, con graves episodios de violencia. 

Mirando a Europa y a Ucrania, investigadores del Real Instituto Elcano han apuntado ya “cómo la invasión rusa y la respuesta de Occidente podrían generar problemas en la economía global, sobre todo en el ámbito de las materias primas y la energía, aunque también en sectores industriales y servicios en un contexto de creciente inflación y cadenas de valor ya muy tensionadas y que se estaban redefiniendo tras la pandemia”.

Es evidente que “la economía de la Unión Europea está sintiendo el impacto de la guerra de Rusia en Ucrania, señaló Euronews antes del verano. “Se ha producido un nuevo aumento de los precios de la energía, que ha llevado la inflación a máximos históricos. Ucrania y Rusia producen casi un tercio del trigo y la cebada del mundo, y son grandes exportadores de metales.

Las interrupciones en las cadenas de suministro, así como el aumento de los costes de muchas materias primas, han hecho subir el precio de los alimentos, y de otros bienes y servicios básicos. Esto supone una carga para las empresas y menos poder adquisitivo”. Lo que se prevé, en consecuencia, es menor crecimiento, y más inflación con precios al alza, si las cosas no cambian.

A quiénes afectan más las crisis

Las tres crisis mencionadas están provocando “un impacto muy desigual. Frente a la mirada de que han podido afectar mucho a las clases medias, la realidad de las investigaciones nos dice que esta crisis a quien más ha afectado ha sido a las clases bajas y a las personas que ya estaban en esa posición de vulnerabilidad, o directamente de exclusión social”, ha manifestado a Omnes Raúl Flores, coordinador del equipo de estudios de Cáritas Española, y secretario técnico de Fundación Foessa, al referirse a la coyuntura española.

A su juicio, “cuando analizamos el impacto en la crisis de los años 2009-2013, ocurrió exactamente lo mismo. Esto ha sucedido en la crisis de la Covid, y está volviendo a ocurrir en esta crisis energética, que está generando una inflación en los precios que desborda la capacidad de las familias que estaban ahí en el límite. Ya no digamos la de aquellas familias que estaban sobrepasadas, para las que esta situación lo que hace es ahondar más en el pozo de pobreza y exclusión social”, añade Raúl Flores.

La pobreza puede incrementarse

Las consideraciones del coordinador de Cáritas suponen una llamada de atención, en línea con una alerta realizada por Naciones Unidas al referirse a los Objetivos 1 y 2 de Desarrollo Sostenible (ODS). El primero es “Fin de la pobreza”, y el segundo “Hambre cero”.

Esto dice la ONU: “Una nueva investigación publicada por el Instituto Mundial de Investigaciones de Economía del Desarrollo de la Universidad de las Naciones Unidas advierte de que las consecuencias económicas de la pandemia mundial podrían incrementar la pobreza en todo el mundo hasta llegar a afectar a 500 millones de personas más, o lo que es lo mismo, a un 8 % más de la población total mundial. Esta sería la primera vez que la pobreza aumente en todo el mundo en 30 años, desde 1990”. Como es sabido, actualmente se considera que las personas que viven por debajo del umbral de pobreza (1,90 dólares/día), son más de 700 millones en el mundo, el 10 por ciento de la población mundial.

Los ricos, ¿culpables de la desigualdad?

Un debate que algunos plantean en ocasiones es si la inequidad es culpa de los ricos, o dicho de otro modo: ¿son los ricos culpables de la desigualdad? Así se lo preguntó un periodista de CNN, basándose en un informe reciente, al profesor Luis Ravina, director del Navarra Center for International Development, perteneciente al Instituto Cultura y Sociedad de la Universidad de Navarra.

Luis Ravina respondió telemáticamente desde Guatemala: “El informe comunica una realidad que es preocupante. En lo que no estoy de acuerdo es en la interpretación que hace el reporte sobre esos datos, que es un juicio, una evaluación, en mi opinión, equivocada. Porque, efectivamente, dice que la causa de la pobreza está en la concentración de poder en unos ricos, y no estoy de acuerdo. Esto es muy antiguo, no es nada nuevo. Parte de una concepción errónea, que es pensar que la sociedad es estática, cuando la realidad es que la sociedad es dinámica”.

A continuación, Ravina añadió: “La idea que se transmite es que la economía es una tarta, y que esa tarta tiene que ser repartida equitativamente. Estoy de acuerdo en la equidad, y estoy de acuerdo en que la concentración de poder excesivo es peligroso, porque puede interferir e influir en el desarrollo sano de la democracia. Hasta aquí, estoy de acuerdo. Pero después, que haya una tarta estática, y que se tenga que repartir igualitariamente, es falso. La sociedad y la economía, lo sabemos por experiencia, es una tarta que está moviéndose constantemente. La sociedad justa es la que lleva a cabo una movilidad”. 

Una sociedad más justa

Hasta aquí, lo que está pasando a gran y menor escala, y algunos debates que se suscitan. Veamos ahora algunas iniciativas lideradas por el Papa Francisco. Para ello, nos fijaremos en varios observatorios. El más inmediato es el reciente encuentro de Asís, donde jóvenes de todo el mundo han realizado un pacto con el Papa, y han efectuado un llamamiento a economistas y líderes del mundo, con propuestas para poner en marcha una economía con alma, más justa, inclusiva y fraterna, The Economy of Francesco. De ello hablamos en estas mismas páginas con algunos miembros del staff de EoF.

Por otra parte, impulsada por Fondazione Centesimus Annus, que preside Anna María Tarantola, tiene lugar entre el 6 y el 8 de octubre en el Vaticano la Conferencia CAPPF 2022, con el título Crecimiento inclusivo para erradicar pobreza y promover desarrollo sostenible y paz, en la que pronunciará un discurso el Secretario de Estado de la Santa Sede, cardenal Pietro Parolín.

La persona humana y su dignidad

En recientes intervenciones, el Santo Padre ha ofrecido pistas, sugerencias, que animan a velar por el respeto de la persona humana y su dignidad, como indica la Doctrina Social de la Iglesia. Por ejemplo, a finales del año pasado, el Papa mostró el camino a seguir, tal como recuerdan los documentos preparatorios de la Conferencia Internacional de la Fondazione Centessimus Annus: “En todos los ámbitos de la vida, hoy más que nunca, estamos obligados a ser testigos de nuestra preocupación por los demás, a pensar no solo en nosotros mismos, y comprometernos libremente en el desarrollo de una sociedad más justa y equitativa donde no prevalezcan formas de egoísmo e intereses partidistas. Al mismo tiempo, estamos llamados a velar por el respeto de la persona humana y de su libertad, y por la salvaguardia de su dignidad inviolable. Esta es la misión de poner en práctica la doctrina social de la Iglesia”.

La fundación recuerda asimismo la insistencia del Papa Francisco en contar con los pobres: “Si se margina a los pobres, como si fueran los culpables de su condición, entonces se pone en peligro el concepto mismo de democracia y toda política social resultará en quiebra. Con gran humildad, debemos confesar que muchas veces somos incompetentes cuando se trata de los pobres. Hablamos de ellos en abstracto; nos detenemos en las estadísticas y pensamos que podemos mover el corazón de las personas filmando un documental. La pobreza, por el contrario, debe motivarnos a una planificación creativa, encaminada a aumentar la libertad necesaria para vivir una vida plena de acuerdo con las capacidades de cada persona” (Mensaje del Papa Francisco para la Jornada de la Palabra de los Pobres, 2021).

Diferentes dimensiones de la pobreza

La fundación Centesimus Annus señala también que “tenemos que enfrentar la pobreza causada por situaciones económicas, climáticas, digitales, espirituales y educativas… Un conjunto muy complejo de situaciones difíciles de afrontar pero que debemos abordar y resolver con urgencia”.

Por otra parte, Tarantola manifestó en una jornada organizada en Roma por Rome Reports, el Centro Académico Romano Fundación (CARF) y Omnes, con el patrocinio de Caixabank, que “centrar la empresa en la persona es eficiente”, y que “la buena empresa” no crea valor sólo para los accionistas, sino que “produce un impacto positivo en la creación y para todos los que contribuyen al éxito de la empresa, empleados, clientes, proveedores, etc.”

“El buen negocio no impone altos costos humanos y ambientales a la comunidad, y tiene éxito también en producir valor para los accionistas a largo plazo como lo demuestran no pocas investigaciones”.

La encíclica Laudato si’ y la Doctrina Social de la Iglesia, con su énfasis en la búsqueda del bien común y en considerar a la empresa como “una comunidad de personas” y “no unicamente como una sociedad de capitales” como subrayaron los santos Papas Juan XXIII y Juan Pablo II, vertebraron las argumentaciones de Anna María Tarantola.

El autorFrancisco Otamendi

Cultura

Viaje a Tierra Santa (II): El judaísmo en la época de Jesús

Continuación del texto de Gerardo Ferrara, escritor, historiador y experto en historia de Oriente Medio. En esta ocasión se centra en la explicación de los grupos sociales, creencias y fiestas judías de los tiempos de Jesús.

Gerardo Ferrara·17 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Tierra Santa de Jesús (I)

En la época de Jesús, el judaísmo no formaba un bloque uniforme, sino que estaba dividido en seis escuelas:

  • Los saduceos (en hebreo “saddoqím”, de su progenitor, “Saddóq”), que constituían la clase sacerdotal y la élite de la época. Eran funcionarios religiosos ricos, que servían en el templo, que no creían en la resurrección de los muertos ni en la existencia de ángeles, demonios y espíritus y sostenían que la única ley que había que seguir era la escrita, contenida en la Torá, es decir, los cinco primeros libros de la Biblia (Pentateuco).
  • Los fariseos (en hebreo, “perushím”, que significa “separados”), piadosos observadores de la Ley, solían fijarse incluso en las minucias de la misma, que para ellos no era sólo la Ley escrita (Torá), sino también y sobre todo la oral, la “halajá”, que se extendía a las más variadas acciones de la vida civil y religiosa, desde las complicadas reglas para los sacrificios de culto hasta el lavado de los platos antes de las comidas. Los fariseos eran muy parecidos a los judíos ultraortodoxos de hoy en día, de los que son prácticamente los precursores. Se describían a sí mismos como “separados”, ya que se consideraban contrarios a todo lo que no fuera puramente judío, es decir, a ellos mismos. Baste decir que se les llamaba “am ha-areṣ”, gente de la tierra, en sentido despectivo.
  • Los herodianos, conocidos más por su lealtad al rey Herodes. También debían estar muy cerca de los saduceos, ya que estos últimos eran la élite más proclive al poder tanto de Herodes como de los romanos, empeñados como estaban en mantener los privilegios derivados del “statu quo”.
  • Los Doctores de la Ley, o escribas (en hebreo “ṣofarím”). Progresivamente codificaron todo lo que podían legislar. Por ejemplo, en la época de Jesús el tema más debatido, en las dos principales escuelas rabínicas de los grandes maestros Hillel y Shammai, era si estaba permitido comer un huevo de gallina en sábado).
  • Los zelotes (cuyo nombre en italiano viene del griego “zelotés”, pero en hebreo es “qana’ím”). Los términos “zelotés” y “qana’ īm” significan “seguidores” en ambos idiomas y hacen referencia al celo con el que este grupo se adhería a la doctrina judía, también en un sentido político. Entre los discípulos de Jesús hay uno llamado Simón el Cananeo, donde “cananeo” no se refiere al origen geográfico, sino a la pertenencia al grupo “qana’īm”, es decir, a los zelotes. Estos eran básicamente fariseos intransigentes también desde un punto de vista político, no sólo religioso. Los romanos los llamaban “Sicarii”, por los puñales (“sicæ”) que escondían bajo sus mantos y con los que mataban a todo el que encontraban infringiendo los preceptos de la ley judía.
  • Los esenios, nunca mencionados en las Escrituras judías o cristianas, pero de los que hablan Flavio Josefo, Filón, Plinio y otros, constituían una verdadera hermandad religiosa, extendida por toda la tierra de Israel, pero concentrada en particular alrededor del Mar Muerto, cerca del oasis de En Gedi (Qumrán). Eran muy parecidos a una orden religiosa y rechazaban el culto del Templo y otras sectas judías como impuras. Eran literalmente fanáticos de la pureza ritual y de la estricta separación del resto del mundo, que consideraban impuro, y tenían una rígida aversión a las mujeres. La propiedad privada no existía entre ellos y practicaban, con algunas excepciones, el celibato. Se ha planteado la hipótesis de que tanto Jesús como Juan el Bautista eran esenios, pero esto choca con la universalidad de su mensaje (abierto, entre otras cosas, a las mujeres).

Estos eran, pues, los principales grupos en los que se dividía el judaísmo en la época de Jesús. Tras la gran catástrofe del 70 y el 132 d.C., los únicos que sobrevivieron, desde el punto de vista doctrinal, fueron los fariseos, de los que desciende el judaísmo moderno.

Creencias, costumbres y tradiciones del judaísmo

El judaísmo en la época de Jesús se encontraba en la llamada fase “mishnaica” (10-220 d.C.), de la raíz hebrea “shanah”, la misma que las palabras “Mishnah” y “shanah”, que significa año. La “Mishnah”, de hecho, junto con el Talmud y el Tanaj (término que designa el corpus de la Biblia hebrea) es el texto sagrado de la ley judía. Sin embargo, el Talmud y la Mishnah no son la Biblia, sino textos exegéticos que recogen las enseñanzas de miles de rabinos y eruditos hasta el siglo IV de nuestra era.

Pues bien, el inmenso material de tales textos exegéticos estaba siendo elaborado al principio mismo de la era cristiana, por tanto bajo la ocupación romana, por los Tannaim (“tannà” es el equivalente arameo de “shanah” e indica el acto de repetir), verdaderos “repetidores” y difusores de la doctrina adquirida de los maestros y ellos mismos maestros de la Ley Oral. Un ejemplo de esta fase son los escribas, que codificaron progresivamente todo lo que podían legislar, desde los alimentos prohibidos hasta las normas de pureza.

A través de este proceso de codificación, la Ley judía ya no se extendía a las diez reglas contenidas en el Decálogo, sino que ahora dominaba cada acción del observante piadoso, con 613 mandamientos principales, divididos entre 365 prohibiciones (como los días del año) y 248 obligaciones (el mismo número que los huesos del cuerpo humano).

Cuando Jesús vivía, había dos grandes escuelas de pensamiento judío, la de Hillel y la de Shammai, que representaban dos perspectivas distintas de la ley judía, siendo la primera más rigurosa y la segunda proponiendo una reforma espiritual del judaísmo a partir del concepto “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”, expresado en un midrash. Jesús, que desde un punto de vista puramente judío podría considerarse uno de los Tannaim, se situó como una síntesis entre las dos escuelas de Hillel y Shammai, al predicar que no se aboliría ni un ápice de la Ley, sino que el cumplimiento de la propia Ley era el amor a Dios y al prójimo.

Dos eran los pilares fundamentales de la vida de todo judío, además de profesar la unicidad de Dios, y sobre estos pilares, especialmente después de las persecuciones de Antíoco IV Epífanes (167 a.C.), se formó la identidad misma del pueblo de Israel:

La circuncisión, que se realizaba ocho días después del nacimiento de cada varón y se solía practicar en casa, daba nombre al niño. Las tradiciones piadosas contaban que incluso los ángeles del cielo estaban circuncidados y que ningún incircunciso entraría en el paraíso (la no circuncisión era una abominación para los judíos como símbolo de paganismo).

La observancia del sábado, que comenzaba con la puesta de sol del viernes (la parasceve) y terminaba con la puesta de sol siguiente. Esta observancia era tan estricta que dos tratados del Talmud estaban dedicados a su casuística, con toda una serie de prohibiciones (por ejemplo, encender fuego en sábado) y las decenas de minucias que permitían escapar de ella (por ejemplo, estaba prohibido desatar un nudo de cuerda pero, en el caso de un ronzal de buey, caballo o camello, si se podía desatar con una mano, no había violación del sábado; o bien, quien tiene un dolor de muelas puede enjuagarse con vinagre, siempre que lo trague después y no lo escupa, pues en el primer caso sería tomar comida, lo cual es lícito, y en el segundo tomar una medicina, lo cual es ilícito).

El sábado era, y es, para el judaísmo un día de descanso y de fiesta, en el que uno se dedica a comer con su familia los alimentos preparados en la víspera del sábado, a vestirse con ropas y adornos adecuados y a dedicar tiempo a la oración, en el Templo o en la sinagoga.

A los dos pilares mencionados hay que añadir la pureza ritual, a la que se dedican no menos de doce tratados (los “Tohoroth”) en el Talmud, sobre lo que está permitido comer, tocar, beber, etc. Se daba gran importancia, para mantener o recuperar la pureza, al lavado de las manos, de la vajilla y de diversos objetos, hasta el punto de que, en algunas sentencias, se compara a los que no se lavan las manos con los que van en compañía de prostitutas. Entendemos, en este punto, el escándalo causado por los discípulos de Jesús al tomar alimentos con manos impuras (Marcos 7:1-8. 14-15. 21-23).

Las fiestas

Además del sábado, una fiesta semanal, el judaísmo observaba otras fiestas periódicas, siendo las principales la Pascua (“Pesah”, la fiesta que celebra la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto) el 14 del mes de Nisan, seguida de la Fiesta de los Panes sin Levadura; Pentecostés (“Shavu’ot”, que en hebreo significa “semanas” e indica los cincuenta días posteriores a la Pascua) y Tabernáculos (“Sukkòt”, entre septiembre y octubre, que conmemora la estancia de los judíos en Egipto, de hecho era y es costumbre construir tabernáculos o tiendas de campaña y pasar el tiempo allí). Estas tres se llamaban «fiestas de peregrinación» porque todo israelita varón y púber estaba obligado a ir al Templo de Jerusalén.

Otras fiestas eran el Yom Kippur (el Día de la Expiación, un día de ayuno para todo el pueblo y el único en el que el sumo sacerdote podía entrar en el Lugar Santísimo del Templo), la Hannukah y el Purìm.

El autorGerardo Ferrara

Escritor, historiador y experto en historia, política y cultura de Oriente Medio.

Vaticano

“La oración es la medicina de la fe”, afirma el Papa Francisco

Durante el rezo del Ángelus, el Pontífice ha animado a los fieles a decir jaculatorias para encender la presencia de Dios en medio de las ocupaciones diarias.

Javier García Herrería·16 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

El comentario del Evangelio del domingo de hoy, 16 de octubre, ha dado pie al Papa para glosar algunas ideas sobre las oraciones vocales. A raíz de la pregunta que plantea Jesús, “cuando el Hijo del hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra?” (Lc 18,8), el Papa Francisco ha invitado a los fieles a reflexionar sobre esta cuestión a nivel personal: “¿encontraría [Jesucristo] quien le dedique tiempo y afecto, quien lo ponga en el primer lugar? Y sobre todo preguntémonos: ¿qué encontraría en mí, si el Señor hoy viniera, qué encontraría en mí, en mi vida, en mi corazón? ¿Qué prioridades de mi vida vería?”

El Papa señalaba que en nuestro mundo vivimos a gran velocidad, absorbidos por muchas cosas urgentes, pero no importantes, de forma que sin pretenderlo imposibilitamos que Dios esté cerca de nosotros y nuestra fe se va enfriando poco a poco. “Hoy Jesús nos ofrece el remedio para calentar una fe tibia. ¿Y cuál es el remedio? La oración. La oración es la medicina de la fe, el reconstituyente del alma. Pero es necesario que sea una oración constante. Si tenemos que seguir una cura para estar mejor, es importarte cumplirla bien, tomar los medicamentos en la forma correcta y a su debido tiempo, con constancia y regularidad”. 

El ejemplo de cuidar una planta

El Santo Padre ha comparado la importancia de la constancia en la oración, con la perseverancia para cuidar una planta: necesita agua y nutrientes de forma regular. De igual modo ocurre con la vida de oración. “No se puede vivir solo de momentos fuertes o de encuentros intensos de vez en cuando para después ´entrar en letargo`. Nuestra fe se secará. Necesita el agua cotidiana de la oración, necesita de un tiempo dedicado a Dios, de forma que Él pueda entrar en nuestro tiempo, en nuestra historia; de momentos constantes en los que abrimos el corazón, para que Él pueda derramar en nosotros cada día amor, paz, gloria, fuerza, esperanza; es decir nutrir nuestra fe”.

Por esto Jesucristo insiste a sus discípulos en la necesidad de orar sin desfallecer. El Papa señalaba que no hay que dejarse llevar por las excusas del tipo, “¡No vivo en un convento, no tengo tiempo para rezar!”. Si uno lleva una vida ajetreada, el Papa Francisco le recomienda a acudir a las oraciones vocales en forma de jaculatorias. Se trata de “oraciones muy breves, fáciles de memorizar, que podemos repetir a menudo durante el día, durante las diversas actividades, para estar ´en sintonía` con el Señor. Hagamos algún ejemplo. Nada más levantarnos podemos decir: ´Señor, te doy las gracias y te ofrezco este día`; esta es una pequeña oración; después, antes de una actividad, podemos repetir: ´Ven, Espíritu Santo`; y entre una cosa y la otra rezar así: ´Jesús, confío en ti, Jesús, te amo`. Pequeñas oraciones pero que nos mantienen en contacto con el Señor. 

El ejemplo de enviar mensajes 

Para ilustrar la eficacia de la repetición de jaculatorias y su sentido, el Papa Francisco las ha comparado con los frecuentes mensajes que uno envía a las personas que quiere. “Hagámoslo también con el Señor, para que el corazón permanezca conectado a Él. Y no nos olvidemos de leer sus respuestas. El Señor responde, siempre. ¿Dónde las encontramos? En el Evangelio, que hay que tenerlo siempre a mano y abrir cada día algunas veces, para recibir una Palabra de vida dirigida a nosotros”.

Cambios en el futuro Sínodo

Tras la oración del Ángelus el Papa ha señalado que la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, sobre el tema “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión”, se desarrollará en dos fases. La primera del 4 al 29 de octubre de 2023 y la segunda en octubre de 2024. 

Finanzas en la Hermandad

No basta el entusiasmo y la buena voluntad para gestionar y sacar adelante una hermandad, es necesario soportarla en un trabajo callado, oscuro, generoso y realizado además con el máximo rigor y profesionalidad

16 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Puede resultar extraño que en una publicación enfocada a proporcionar “una mirada católica a la actualidad” se presente una colaboración sobre contabilidad y finanzas, aunque éstas se refieran al mundo de las hermandades.

Una hermandad es una asociación razonablemente compleja y tiene que generar y aplicar recursos económicos para la realización de sus fines en el tiempo, para su sostenibilidad, como cualquier otra organización.

Hay una particularidad, las hermandades no son entes autónomos, una hermandad no existe hasta que la autoridad diocesana no la reconoce e inscribe como tal. Es la autoridad canónica quien la dota de personalidad jurídica. Desde ese momento todo lo relativo a su funcionamiento está sujeto a la legislación canónica.

Tampoco adquiere personalidad jurídica civil hasta que no está inscrita en el Registro de Entidades Religiosas del Ministerio de Justicia, quedando sometida a las normas civiles que le afecten.

¿Qué consecuencias tiene esto en los temas económicos? En lo que se refiere a su personalidad canónica, el Código de Derecho Canónico (canon 1257) deja claro que «todos los bienes temporales que pertenecen a la Iglesia universal, a la Sede Apostólica o a otras personas jurídicas públicas en la Iglesia, son bienes eclesiásticos».

En coherencia con esto, la hermandad «administra sus bienes bajo la superior dirección de la autoridad eclesiástica (canon 319.§1)».

En lo que se refiere a su personalidad civil a las hermandades les alcanza la Ley de Transparencia (Ley 19/2013) que obliga a las entidades que reciban fondos públicos, entre las que se encuentra la Iglesia y asociaciones que formen parte de ella, «a la llevanza de una contabilidad transparente y homologable, y al acceso de cualquier ciudadano a la información publicada por esas entidades».

Hay una cuestión en la que ambas administraciones, canónica y civil, coinciden: la obligación de llevar una contabilidad transparente y homologable y de que sus cuentas sean públicas y accesibles a cualquier ciudadano, hermano o no. Unas cuentas que han de abarcar años naturales, han de ser aprobadas por el Cabildo General a los dos meses del cierre del ejercicio, es decir el 28 de febrero, y posteriormente depositadas en el Protectorado Canónico, que viene a ser el como Registro Mercantil de las hermandades.

Algo más: los temas fiscales. El ordenamiento jurídico español reconoce beneficios tributarios a las confesiones religiosas, y hermandades, a las que equipara, a efectos de tributación, con las entidades sin ánimo de lucro cuyos fines son considerados de interés general. Esta consideración supone un régimen económico y fiscal más favorable, pero es preciso realizar una serie de trámites administrativos para ser reconocidas formalmente como tales.

No terminan aquí las cuitas administrativas de las hermandades. Precisamente por su carácter de entidades sin ánimo de lucro, los donativos que realicen personas físicas o jurídicas –normalmente los hermanos- generan derecho a deducciones fiscales. Entre esos donativos están las cuotas que normalmente se pagan u otros donativos extraordinarios para caridad o cualquier otro fin.

Esto también supone una carga administrativa añadida a la hermandad, que cada año, en el mes de enero tendrá que comunicara la Agencia Tributaria quiénes son los donantes y el importe total de la donación (Mod. 182) y expedirles el correspondiente certificado.

En determinadas circunstancias estarían también obligadas a presentar declaración del Impuesto de Sociedades (Ley 49/2002).

Comprendo que todas estas consideraciones pueden resultar y tediosas a los responsables de las hermandades, incluso molestas. Es mucho más agradable dedicarse a los aspectos esenciales: preparar los cultos anuales o la salida procesional, organizar alguna conferencia o charla de formación para los hermanos y atender la Bolsa de Caridad, entre otras cosas, pero todas esas actividades se soportan necesariamente en tareas administrativas fastidiosas pero imprescindibles. No basta el entusiasmo y la buena voluntad para gestionar y sacar adelante una hermandad, es necesario soportarla en un trabajo callado, oscuro, generoso y realizado además con el máximo rigor y profesionalidad.

Una última consideración, aunque mucha gente no lo sepa las hermandades tienen una doble contabilidad: la que llevan los responsables económicos en sus libros y la que van llevando simultáneamente en el Cielo, en ésta las partidas del Debe y el Haber son anotadas por Cristo y revisadas por su Madre.

El autorIgnacio Valduérteles

Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla. Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.

Vocaciones

Miguel Brugarolas: «En el Evangelio no encontramos ninguna invitación a encerrarse»

Los múltiples frentes en los que se desarrolla la vida y el ministerio sacerdotal en la actualidad se combinan con una imagen, en muchos casos, desgastada o ignorada.

Maria José Atienza·16 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

La vida de un sacerdote católico no ha sido fácil en ningún periodo de la historia, tampoco lo es en la actual. Los sacerdotes asumen que su ministerio no será fácil, por circunstancias diversas, y en esta labor, la tarea de la formación continua, la actualización en los campos de la pastoral y el cuidado de a vida de oración son claves para responder a las demandas que la Iglesia y la sociedad plantean a los sacerdotes de hoy.

En este sentido, como destaca Miguel Brugarolas, Doctor en Teología Sistemática por la Universidad de Navarra y director de las Jornadas de Actualización Pastoral que se han desarrollado en este centro académico a finales del mes de septiembre, la «línea roja» de la mundanización «es siempre el pecado, que es lo único que nos separa de Dios».

Si hay una figura cuestionada en las sociedades occidentales, ésa es la del sacerdote católico ¿Cómo sobrellevar, espiritual y también psíquicamente, un entorno más o menos hostil?

– La sociedad occidental bajo el lema de diversity, equity and inclusion y bajo una apariencia de tolerancia es intransigente con cualquier pretensión de verdad o fundamento trascendente de la vida. No solo la figura del sacerdote, sino toda identidad y todo modo de vida –como la familia, la educación y otras instituciones– que proponga una verdad y un bien universal sobre el hombre y el mundo, ajenos a las reglas ideológicas de turno y a los sistemas de poder, es rechazada de plano.

Esto es así y hay que contar con ello para no crearse falsas expectativas, situarse bien e involucrarse en las cosas que valen realmente la pena. Pero tampoco creo que haya que detenerse demasiado en las adversidades del ambiente. Las dificultades contra las que podemos luchar siempre porque dependen directamente de nosotros son las interiores.

Así las describieron hace años San Pablo VI y San Juan Pablo II: “la falta de fervor que se manifiesta en la fatiga y desilusión, en la acomodación al ambiente y el desinterés, y sobre todo en la falta de alegría y esperanza” (Evangelii nuntiandi, 80; Redemptoris missio, 36). Y también ha insistido en ello el Papa Francisco: “los males de nuestro mundo no deberían ser excusas para reducir nuestra entrega y nuestro fervor” (Evangelii gaudium, 84).

¿No cree que existe el peligro de replegarse en un ámbito de seguridad que lleve al raquitismo apostólico?

– Si miramos al Evangelio, no encontramos ninguna invitación a encerrarse; al contrario, Cristo nos invita a “remar mar adentro”, duc in altum! Toda vocación cristiana, y la del sacerdote, por ser sacerdote, de modo especial, es esencialmente apostólica y siembra en el alma el deseo de abrirse a los demás. La dinámica contraria, la de replegarse en uno mismo, es la propia del pecado, que nos aísla; así funciona la soberbia, el egoísmo, la impureza, etc.

También la especial vocación divina de quienes se separan del mundo para vivir en la clausura de un monasterio es esencialmente apostólica y no repliega el corazón, sino que lo dilata para que quepa en él el mundo entero. En este sentido, tenemos el precioso ejemplo, por decir uno, de Santa Teresa de Lisieux, patrona de las misiones.

También se podría contestar a esta pregunta con una expresión que, en otro contexto, utiliza Pedro Herrero y que aquí adquiere un valor inspirador: quien cree, crea.

Al mismo tiempo, en el afán de hacerse al mundo, ¿dónde marcamos las líneas rojas?

– Cuando el cristiano habla del “mundo” distingue entre el mundo como lo opuesto a Dios, lo mundano, el pecado; y el mundo como realidad a la que Cristo fue enviado y en la que han sido puestos los apóstoles y todos los discípulos para santificarla y santificarse en ella.

Por eso, los cristianos amamos el mundo como el lugar propio de nuestra santificación y tenemos una visión muy positiva de él. Dios lo ha puesto en nuestras manos para trabajarlo, para transformarlo con el Espíritu divino que actúa en nosotros, para ser fermento en toda la masa. Este es el mundo que al final será transformado en los cielos nuevos y la tierra nueva.

Viviendo así no se cae en la mundanidad, porque se trata de poner a Cristo en la cumbre de todas las realidades humanas.

La línea roja es siempre el pecado, que es lo único que nos separa de Dios. Antes morir que pecar es el primer propósito de una vida cristiana auténtica. Así han vivido los santos.

Las sociedades occidentales son sociedades envejecidas, no sólo en el plano físico, sino también en los impulsos y el ardor, en este sentido, cuando hablan de mantener joven el espíritu sacerdotal. ¿Constatamos que, en ocasiones, se ha «endurecido» o «envejecido» esta vida sacerdotal?

– La juventud en su sentido más profundo es una condición que no tiene tanto que ver con la edad, como con la disposición personal para aventurarse en proyectos de amor y de entrega que valgan la pena o, mejor dicho, que valgan la vida entera.

De hecho, uno de los dramas que hoy constatamos es la cantidad de personas que en el mejor momento de sus vidas están ya de vuelta de todo. Quien no tiene un amor que conquistar o no sabe luchar por algo más allá de sí mismo, ese ha perdido la juventud y está malbaratando sus mejores capacidades.

El sacerdote, en cambio, ha conocido personalmente el amor de Dios y en su ministerio lo palpa de un modo extraordinario. Los sacerdotes tienen el mejor motivo que puede existir para levantarse cada mañana: ¡traernos a Dios y llevarnos a Él! Claro que todos sufrimos el desgaste del tiempo y la fragilidad de nuestro querer. Nadie vive mucho tiempo de experiencias pasadas, por eso el problema del amor es el tiempo. Pero con Dios las cosas se renuevan cada día. La clave está en conquistar ese amor cada día. Qué exceso de vida manifiesta la fidelidad en el amor.

¿Cómo pueden, los fieles, ayudar a nuestros sacerdotes en el día a día?

– El pueblo cristiano siempre ha querido y ha rezado por sus sacerdotes. La oración es lo que nos sostiene a todos, y el cariño –que si es auténtico será siempre humano y sobrenatural– lo necesitamos porque convierte en amable la superficie un poco áspera que a veces la vida nos presenta, pero, sobre todo, porque nos ayuda a ver las cosas desde la perspectiva acertada. Solo vemos bien a las personas y a las circunstancias que las envuelven, cuando en nuestra mirada ponemos cariño.

Por otro lado, hay personas que parecen empeñadas en quitar credibilidad a la figura del sacerdote y restarle confianza, ofreciendo en ocasiones una información injusta o sesgada sobre quiénes son realmente los sacerdotes.

Creo que hoy es muy necesario dar a conocer buenos ejemplos de sacerdotes y ofrecer noticias positivas sobre el inmenso trabajo que hacen desde el silencio de su vida normal. Urge más que nunca mostrar la belleza y la santidad del sacerdocio, porque cuando a la gente se le priva de la confianza en sus sacerdotes, en realidad, se le está privando de algo muy necesario: los sacerdotes son quienes Dios ha puesto a nuestro lado con la especial misión de cuidarnos, alentarnos y guiarnos por el camino que todos hemos de recorrer para llegar al Cielo.

Luego hay un sinfín de acciones concretas que podemos emprender en beneficio de los sacerdotes. Por ejemplo, en nuestra Facultad de Teología se forman cada año más de doscientos seminaristas y sacerdotes de los cinco continentes, gracias, en buena medida, a muchas personas que apoyan generosamente sus estudios a través de fundaciones como el Centro Académico Romano Fundación (Carf).

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Enseñanzas del Papa

Los mensajes del Papa en Kazajistán

Entre el martes 13 y el jueves 15 de septiembre el Papa Francisco realizó un viaje apostólico a Kazajistán. El motivo principal era participar en el VII Congreso de los líderes de las religiones mundiales y tradicionales. 

Ramiro Pellitero·16 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

Desde hace dos décadas las autoridades de Kazajistán vienen organizando, cada 3 años, el congreso de líderes religiosos. Llama la atención que 10 años después de su independencia Kazajistán decidiera, como ha expresado Francisco en su balance del viaje, “poner las religiones en el centro del compromiso para la construcción de un mundo en el que nos escuchamos y nos respetamos en la diversidad”. Y ha dejado claro que “eso no es relativismo, no: es escuchar y respetar”, a la vez que se rechazan fundamentalismos y extremismos (Audiencia general 21-IX-2022).

A juicio del Papa, este congreso ha sido un paso adelante en el camino iniciado por los santos Juan XXIII y Pablo VI, junto con “grandes almas de otras religiones” como Gandhi, y “tantos mártires hombres y mujeres de todas las edades, lenguas y naciones, que han pagado con la vida la fidelidad al Dios de la paz y de la fraternidad” (ibíd.). Y no sólo en momentos extraordinarios, sino en el esfuerzo diario de contribuir a mejorar el mundo para todos. De hecho, Kazajistán fue descrito por Juan Pablo II como “tierra de mártires y creyentes, tierra de deportados y héroes, tierra de pensadores y artistas” (Discurso durante la ceremonia de bienvenida, 22-IX-2001).

Una sinfonía de tradiciones culturales y religiosas

Durante el encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático, el Papa destacó la vocación de Kazajistán a ser “país del encuentro”, por su geografía y por su historia (Discurso en la sala de conciertos Qazaq, en Nursultán, 13-IX-2022). Allí viven cerca de 150 grupos étnicos y se hablan más de 80 lenguas. Es una vocación que merece ser animada y sostenida, junto con el fortalecimiento de su joven democracia. En este camino, el país ha tomado ya decisiones muy positivas, como el rechazo a las armas nucleares.

Tomando como símbolo el dombra –un tipo de laúd con dos cuerdas–, el Papa señaló con palabras de Juan Pablo II, que resuenan en el país las notas de dos almas, la asiática y la europea, que tienen una permanente “misión de conexión entre dos continentes” (Discurso a los jóvenes, 23-IX-2001); “un puente entre Europa y Asia”, un “eslabón de unión entre Oriente y Occidente” (Discurso en la ceremonia de despedida, 25-IX-2001). También alabó Francisco el concierto de los grupos étnicos y de las lenguas presentes en Kazajistán, con sus tradiciones culturales y religiosas variadas, que logra componer una gran sinfonía, “un taller multiétnico, multicultural y multirreligioso único”, un “país del encuentro”. 

La sana laicidad, condición de ciudadanía libre

De hecho, la constitución del país, al definirlo como laico, prevé la libertad de religión. Esto equivale, dice Francisco, a una sana laicidad, que reconoce “el rol valioso e insustituible de la religión” y se contrapone al extremismo que la corroe. Representa así “una condición esencial para el trato equitativo de cada ciudadano, además de favorecer el sentido de pertenencia al país por parte de todos sus elementos étnicos, lingüísticos, culturales y religiosos”. Por tanto, “la libertad religiosa constituye el mejor cauce para la convivencia civil”.

También se fijaba el Papa en el significado del nombre “kazajo”, que evoca un caminar libre e independiente. La tutela de la libertad implica reconocer los derechos, acompañados de los deberes. Francisco aprovechó para aplaudir la abolición de la pena de muerte –en nombre del derecho de todo ser humano a la esperanza–, junto con la  libertad de pensamiento, de conciencia y de expresión; así como el fortalecimiento de los mecanismos democráticos en las instituciones y al servicio del pueblo, la lucha contra la corrupción y la protección de los más débiles.

Juan Pablo II llegó al país para sembrar esperanza, después de los trágicos atentados de las torres gemelas en Nueva York (2001). “Yo” –aseguró Francisco– “llego aquí mientras está en curso la insensata y trágica guerra originada por la invasión de Ucrania, mientras otros enfrentamientos y amenazas de conflictos ponen en peligro nuestra época”. Y añadió: “Vengo para amplificar el grito de tantos que imploran la paz, camino de desarrollo esencial para nuestro mundo globalizado”. Para esto –consideró– son necesarias la comprensión, la paciencia y el diálogo con todos. 

La fraternidad se fundamenta en nuestro ser “criaturas”

En la apertura de la sesión plenaria del Congreso de líderes de religiones mundiales y tradicionales, el Papa se dirigió a los líderes y representantes de las religiones “en nombre de esa fraternidad que nos une a todos, como hijos e hijas del mismo cielo” (Discurso en el Palacio de la Independencia, Nursultán, 14-IX-2022). En su discurso citó abundantemente al poeta más célebre del país y padre de su literatura moderna, Abay Ibrahim Qunanbayuli (1845-1904), conocido popularmente como Abai. “Necesitamos” –afirmó Francisco– “encontrar un sentido a las preguntas últimas, cultivar la espiritualidad; necesitamos, decía Abai, mantener ‘despierta el alma y clara la mente’.

Un mensaje para una convivencia más armoniosa

En nuestros días, apuntaba el Papa, ha llegado la hora de una religiosidad auténtica, libre de fundamentalismos. La hora de rechazar los “discursos que […] han inculcado sospechas y desprecio respecto a la religión, como si fuera un factor de desestabilización de la sociedad moderna”. Concretamente, los discursos provenientes del ateísmo de Estado, con su “mentalidad opresora y sofocante por la cual el simple uso de la palabra ‘religión’ era incómodo”. “En realidad” –observa Francisco–, “las religiones no son un problema, sino parte de la solución para una convivencia más armoniosa”.

En la última parte del discurso señaló cuatro desafíos que las religiones pueden ayudar a vencer: la pospandemia (cuidando especialmente de los más débiles y necesitados); la paz (comprometiéndose en ella en nombre del Creador); la hospitalidad y acogida fraterna (porque todo ser humano es sagrado), especialmente de los migrantes; y al cuidado de la casa común, que es regalo del padre celestial.

Y por si alguien no tuviera claro en qué sentido pueden colaborar en todo esto los creyentes (aportando lo que cada uno tiene de positivo y purificándose de lo negativo), concluye el Papa: “No busquemos falsos sincretismos conciliadores —no sirven—, sino más bien conservemos nuestras identidades abiertas a la valentía de la alteridad, al encuentro fraterno. Sólo así, por este camino, en los tiempos oscuros que vivimos, podremos irradiar la luz de nuestro Creador”.

El Papa anima al “pequeño rebaño” cristiano abierto a todos

En su balance del viaje, señalaba el sucesor de Pedro: “En lo que se refiere a la Iglesia, me ha alegrado mucho encontrar una comunidad de personas contentas, alegres, con entusiasmo. Los católicos son pocos en ese vasto país. Pero esa condición, si se vive con fe, puede dar frutos evangélicos: sobre todo la bienaventuranza de la pequeñez, de ser levadura, sal y luz, contando únicamente con el Señor y ninguna forma de relevancia humana. Además, la escasez numérica invita a desarrollar las relaciones con los cristianos de otras confesiones, y también la fraternidad con todos.

Por tanto, pequeño rebaño, sí, pero abierto, no cerrado, no defensivo, abierto y confiado a la acción del Espíritu Santo, que sopla libremente donde y como quiere”. También recordó a los mártires: “Los mártires de ese Pueblo santo de Dios —porque ha sufrido decenios de opresión atea, hasta la liberación hace 30 años—, hombres y mujeres que han sufrido tanto por la fe durante el periodo de la persecución: asesinados, torturados, encarcelados por la fe” (Audiencia general, 21-IX-2022).

De hecho, en el encuentro con los obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados, seminaristas y agentes pastorales (cfr. Discurso en la catedral de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, Nursultán, 14-IX-2022), el obispo de Roma les recordó que la fe se transmite con la vida y con el testimonio. Y para ello no son un obstáculo nuestras debilidades ni nuestra pequeñez, porque tenemos la fuerza de Cristo. Lo que necesitamos no es la ilusoria exhibición de nuestras fortalezas, sino la humildad dejarnos conducir por la gracia de Dios. Los fieles laicos deben ser, dentro de la sociedad, hombres y mujeres de comunión y de paz, rechazando los miedos y las quejas, con la ayuda de pastores cercanos y compasivos. 

Ser cristianos significa “vivir sin venenos”

“Con ese pequeño pero alegre rebaño celebramos la Eucaristía, en Nursultán, en la plaza de la Expo 2017, rodeada de arquitecturas muy modernas. Era la fiesta de la Santa Cruz. Y eso nos hace reflexionar. En un mundo en el que progreso y retroceso se cruzan, la Cruz de Cristo sigue siendo el ancla de salvación: signo de la esperanza que no decepciona porque está fundada en el amor de Dios, misericordioso y fiel” (Audiencia general, 21-IX-2022).

En efecto, la homilía de la misa en la fiesta de la exaltación de la Cruz (14-IX-2022) fue toda una lección de teología pastoral sobre el sentido de la Cruz. Recordó Francisco el suceso de las serpientes que mordían a los israelitas durante el camino por el desierto, ycómo Dios le indicó a Moisés que hiciera una serpiente de bronce para que el que la mirara quedase curado (cfr. capítulo 21 de Nm). 

A partir de ahí, distinguió Francisco dos tipos de serpientes: primero, “las serpientes que muerden” (las murmuraciones, el desánimo, la desconfianza ante Dios, la violencia y la persecución atea y, como raíz de todo ello, el pecado). En segundo lugar, “la serpiente que salva”, que prefiguraba a Jesús, clavado sobre la cruz; de modo que “mirándolo a Él, podamos resistir las mordeduras venenosas de las serpientes malignas que nos atacan”. Los brazos de Jesús, extendidos sobre la cruz nos muestran la fraternidad que hemos de vivir entre nosotros y con todos: “el camino del amor humilde, gratuito y universal, sin condiciones y sin peros”. 

En Kazajistán las religiones están al servicio de la paz

Finalmente, con motivo de la clausura del congreso, Francisco recordó el lema de su visita, alusivo a los creyentes de todas las religiones: “Mensajeros de la paz y de la unidad”. Y recordó que, tras los sucesos del 11 de septiembre de 2001, Juan Pablo II consideró que “era necesario […] reaccionar juntos ante el clima incendiario que la violencia terrorista quería provocar y que amenazaba con hacer de las religiones un factor de conflicto” (Discurso en el Palacio de la Independencia, Nursultán, 15-IX-2022). Por eso en 2002 convocó a los creyentes en Asís para rezar por la paz (24-I-2002).

Y añadió el Papa Bergoglio: “El terrorismo de matriz pseudorreligiosa, el extremismo, el radicalismo, el nacionalismo alimentado de sacralidad, fomentan todavía hoy temores y preocupaciones en relación a la religión”. “Por eso en estos días ha sido providencial reencontrarnos y reafirmar la esencia verdadera e irrenunciable de la misma”.

¿Y qué ha concluido el congreso en este sentido? En palabras de Francisco: “La Declaración de nuestro Congreso afirma que el extremismo, el radicalismo, el terrorismo y cualquier otra incitación al odio, a la hostilidad, a la violencia y a la guerra, cualquier motivación u objetivo que se propongan, no tienen relación alguna con el auténtico espíritu religioso y han de ser rechazados con la más resuelta determinación (cfr. n. 5); han de ser condenados, sin condiciones y sin peros”.

Política y religión

Kazajistán, situado en el corazón de Asia, ha sido el lugar para aclarar la relación entre política y religión (con su apelación a la trascendencia), entre las autoridades terrenas y la autoridad divina. Entre ellas hay distinción, no confusión ni separación. No haya confusión, porque el ser humano necesita libertad para volar hacia la trascendencia sin estar limitado por el poder terreno; tampoco debe traducirse la trascendencia en poder humano partidista. Al mismo tiempo, no hay separación entre política y trascendencia, puesto que, señaló el Papa, “las más altas aspiraciones humanas no pueden ser excluidas de la vida pública y relegadas al mero ámbito privado”; y por eso los Estados deben proteger la libertad religiosa, también frente a la violencia de extremistas y terroristas. 

Recordó que la Iglesia Católica cree en la dignidad de cada persona, creada a imagen de Dios (cfr. Gn 1, 26). Cree también en la unidad de la familia humana sobre la base del mismo origen en Dios creador (cfr. Concilio Vaticano II, Decl. Nostra aetate, sobre las relaciones con las religiones no cristianas, n. 1). Y considera que el diálogo interreligioso es un camino de paz, no solo posible sino imprescindible, sobre las huellas del camino del hombre, que es el camino de la Iglesia (cfr. Juan Pablo II, enc. Redemptor hominis, 14). 

Francisco ha concluido señalando que “el hombre es el camino de todas las religiones”. Los creyentes estamos llamados, también en la pospandemia, a dar testimonio de la trascendencia (ese ir “más allá”, hacia la adoración), de la fraternidad y del cuidado de la creación. Y para ello conviene dejar especialmente paso a las mujeres y a los jóvenes.

Vaticano

La diplomacia de la caridad

El Papa Francisco está dispuesto a asumir riesgos para ayudar a los más débiles estén donde estén. Esta es una de las notas más distintivas de su pontificado.

Federico Piana·15 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

En el actual pontificado, hay una dimensión que se ha vuelto esencial para toda la Iglesia: lo que podría ser llamada diplomacia de la caridad. El Papa Francisco no se cansa de repetir al mundo entero la necesidad de estar cerca del sufrimiento de los pueblos hasta el punto de sentir la urgencia de acudir en su ayuda, de defenderlos sin demora. Esta forma de actuar, llena de amor, en el pontificado del Papa Francisco se ha convertido en un modus operandi sistemático que implica también a todas las instituciones de la Santa Sede.

Y cuando el Pontífice moviliza la oración y la ayuda humanitaria concreta para socorrer a un pueblo angustiado, se desencadena un círculo virtuoso de comprensión, respeto y confianza, capaz incluso de acortar las más largas distancias diplomáticas o de iniciar un diálogo donde no lo había. 

La diplomacia de la caridad no tiene límites territoriales ni religiosos; no rehúye las crisis más agudas; no espera agradecimientos ni medallas. Como ejemplo exhaustivo, se podría citar la guerra de Ucrania. 

La diplomacia de la caridad del Papa Francisco no sólo permitió el envío de alimentos, medicinas y dinero a este país devastado por las bombas, sino que consintió que dos cardenales, Michael Czerny y Konrad Krajeswki, arriesgaran sus propias vidas para llevar una palabra de paz y esperanza, con el claro resultado de que la Santa Sede se ha contado entre las posibles instituciones que puedan ayudar a las dos partes enfrentadas a encontrar una salida a un conflicto sin sentido.  

De Haití a Bangladesh, del Líbano a Irán, la diplomacia de la caridad también ha demostrado ser una herramienta útil para animar a esas pequeñas porciones de la Iglesia que en muchas naciones son minorías, a menudo discriminadas. 

Por último, no se pueden olvidar los frutos de conversión -que no se pueden contar con una estadística- que genera la diplomacia de la caridad sin imposiciones: porque Dios se anuncia mejor con una caricia suave.

El autorFederico Piana

 Periodista. Trabaja en Radio Vaticana y colabora con L'Osservatore Romano.

Libros

Sienkiewicz: sus obras, su personalidad y el final de su vida

Segunda parte del artículo sobre el Nobel de origen polaco, abordando en esta ocasión sus obras más conocidas y el final de su vida.

Ignacy Soler·15 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 14 minutos

Primera parte del artículo

La ya mencionada trilogía nacional polaca de Sienkiewicz– A sangre y fuego, El diluvio, Un héroe polaco, es para muchos la obra cumbre del este escritor. Son tres novelas históricas hiladas con figuras de fantasía. Lo que más llama la atención es el conocimiento profundo de la historia polaca del siglo XVII -Sienkiewicz se documentaba metódicamente-, la utilización de un bello y arcaico lenguaje, la apasionante historia de amor que en ellas se encuentra, así como su publicación periódica por capítulos en la revista Słowo entre los años1883 y 1886. Son novelas históricas, y como para muchos la historia la hacen las guerras, hay una presencia continua de escenas de batalla, con explicación de sus motivos, descripción de paisajes y una presentación psicológica de los personajes. Se representan los momentos más importantes de la historia de Polonia en el siglo XVII, sus héroes nacionales, nobles y caballeros. Todo bajo el lema «para fortalecer los corazones», es decir Sienkiewicz pretende animar a sus lectores para que defiendan su patria en el siglo XIX como lo hicieron sus antepasados dos siglos antes.

A sangre y fuego – Ogiem i mieczem (1883–1884) es una novela histórica de la época de las guerras cosacas y con Ucrania en la región del Dniéper, durante los años 1648-1654. La pérdida de lo que podía haber sido La República de las tres naciones (Polonia, Lituania y Ucrania). Primer gran éxito de Sienkiewicz que le puso ya entonces en la cumbre de los escritores polacos en prosa. El romance amoroso del noble militar Skrzetuski llena toda la narración con el rapto de la amada -tema que repite en sus obras-, con su continua búsqueda y el final feliz: „El rey paga muy bien los servicios pero el Rey de reyes los paga con el mejor de los dones”. Sienkiewicz ve a la mujer como un don, un regalo del cielo.

El diluvio  – Potop (1884-1886) en donde se narra la lucha contra la invasión sueca y la defensa en el santuario fortaleza de Jasna Góra en Częstochowa en el año 1655.  La ansiosa espera de los capítulos y su asombrosa difusión y lectura despertó la conciencia patriótica entre los campesinos. Recordemos que en aquel tiempo el diez por ciento de la población eran nobles y tenían un profunda conciencia de su identidad polaca. El resto, los campesinos, era del lugar del campo y no les importaba mucho que estuvieran los rusos, prusianos o austríacos, con tal que les dejaran vivir bien y con sus costumbres. Pero la lectura de El diluvio despertó en muchos de ellos su identidad, de tal manera que le decía a Sienkiewicz: ¡tú nos has hecho polacos!

Publicando capítulo tras capítulo del El diluvio, el escritor lucha contra la devastadora enfermedad de su amada esposa María, que muere en octubre de 1885 a los treinta y un años en el Balneario de Reichenhall en Bavaria. Henryk está destrozado pero tiene que seguir escribiendo, según el hilo de la narración, páginas llenas de esperanza.

Un héroe polaco (1887–1888)  el título original es Pan Wołodyjowski (El Señor Wołodyjowski). Se narra la historia de este militar caballero en la guerra de Turquía y termina con la victoria de Sobieski sobre los turcos en Chocim (1673). Como la entonces república de Polonia tenía un rey electo por los nobles, cosa única en Europa, Jan III Sobieski fue elegido rey y venció nuevamente a los turcos en la batalla de Viena (1683), y parafraseando a Julio Cesar dijo: venimus, vedimus, Deus vicit.  A pesar de todo Sienkiewicz narra en esta última parte de su trilogía menos historia y traza todo un romance de aventuras.

La Trilogía dio a los lectores polacos un fortalecimiento de sus corazones, de sus esperanzas en la recuperación de su estado, una lección artística de patriotismo, una fe en el valor del ser humano y del heroísmo. En sus narraciones la gente corriente se convierte en héroes a imitar, defensores de la justicia, vencedores de sus enemigos, hombres de oración y de fe cristiana, piadosos observantes de la ley de Dios y de la Iglesia. Gracias a la Trilogía, Sienkiewicz comenzó a ser una gran figura nacional, llegando a ser una autoridad literaria y política reconocida, algunos lo veían como el líder espiritual de la nación. Nadie ha igualado mejor el sentido de orgullo nacional de los lectores polacos de todas las clases y generaciones. Sus libros fueron muy leídos entonces y hasta el día de hoy. La Trilogía es una lectura que fluye, que se lee con gusto y sin esfuerzo.

Quo vadis

Es interesante pensar en qué consiste un libro, una obra clásica de la literatura. No es solamente algo material o ahora con soporte electrónico en mucho de sus diferentes formatos. Una obra literaria existe de verdad cuando una persona la lee y la vive. Por eso hay tantas lecturas e interpretaciones como lectores. Cada uno de nosotros nos acordamos del momento de nuestra vida en que leímos una obra de la literatura universal que nos conmovió fuertemente.

Mi primer recuerdo de Quo vadis se remonta a junio del año 1975, un mes de muchos exámenes en mi tercer curso de matemáticas en la Universidad Complutense de Madrid. Tenía entonces una lucha personal con la asignatura de Estadística matemática, que conseguí aprobar en junio. Lo que confirma que el estudio, además de un hacer de la inteligencia, es sobre todo un esfuerzo de la voluntad para querer aprender. Yo estudiaba a rabiar en una biblioteca donde había un estudiante de Derecho que leía Quo vadis sin parar. -¿Es que no tienes exámenes en junio? – Sí, pero no puedo dejar de leer esta novela. Llegué a la conclusión de que Derecho se podía aprobar sin estudiar y de que esa novela debía de ser apasionante.

El invierno de 1995, en Cracovia, fue el más frio de todos los que hasta ahora he pasado en Polonia. Durante varios meses el termómetro estuvo variando entre menos veinte y menos diez. Recuerdo una jornada en la que todo el día estuvimos a menos cinco y se estaba fenomenal. En ese tiempo se nos estropeó la calefacción en la academia de estudiantes en la que vivía, y hasta que se decidió comprar alguna estufa eléctrica pasaron dos semanitas frescas. Yo estaba en mi habitación sentado ante mi escritorio, con abrigo, guates, sombrero de lana y doble calcetín en los pies, leyendo en polaco, por primera vez en mi vida, Quo vadis. Llegó el encargado de la casa con un termómetro y dijo: – Padre, usted no se puede quejar, su habitación está a cero grados, ni frio ni calor. A mí me daba absolutamente igual pues estaba enfrascado, embebido por Quo vadis. Lectura apasionante. Pero dejémonos de recuerdos personales y volvamos al artículo.

Con la experiencia de la Trilogía y su éxito, Sienkiewicz va a dar un cambio de escenario: en vez de la historia de Polonia en la segunda mitad del siglo XVII, vámonos a Roma, a los últimos años del emperador Nerón (63-68). Sin embargo el sistema funciona igual: historia real e historia ficticia entrelazándose en un hilo de aventura amorosa que da continuidad, consistencia y tensión a la lectura.

Quo vadis significa ¿adónde vas? Según una tradición-leyenda, durante la persecución de Nerón a los cristianos, Pedro huía de Roma por la vía Apia. Vio entonces al Señor resucitado que iba en dirección opuesta, hacia Roma, y le dijo: Quo vadis, Domine? A lo que Jesús le responde: «Voy a ser crucificado en Roma por segunda vez ya que tú abandonas mi rebaño». Avergonzado de su cobardía, Pedro regresa a Roma para afrontar su destino: el martirio.

Quo vadis narra magistralmente cómo era la Roma del siglo primero. El hilo histórico de la novela se centra en la persona del emperador romano Nerón, así como en la persecución y difusión de la fe cristiana. Se presenta el contraste entre el Imperio Romano y los primeros cristianos. Hay un contraposición entre el libertinaje pagano del palacio imperial con el poder de las razones morales de los seguidores de Cristo, que se convertiría más tarde en la base para la construcción de la civilización europea.

La trama principal de la novela es la historia de amor entre Marco Vinicio y Ligia. Pertenecen a dos mundos separados: Vinicio es un patricio romano, miembro del ejército, Ligia pertenece a una tribu bárbara, es rehén en una familia romana y cristiana. La trama amorosa, que lógicamente es ficticia, influye decisivamente en el desarrollo de la acción en la que destaca la huida de Ligia, la búsqueda de su amada por parte de Vinicio, el intento de secuestro, la transformación y el bautismo de Vinicio, y la milagrosa salvación de Ligia en el circo. El punto culminante de la trama es el enfrentamiento de Ursus, el protector de Ligia, con el toro. La victoria del hombre frente al animal en la arena del circo simboliza un final feliz de la trama ya que, a partir de entonces, Ligia, Vinicio y el propio Ursus están en manos del pueblo romano. Se trata de un acontecimiento clave ya que, en ese mismo momento, el pueblo da la espalda a Nerón y se declara a favor de los cristianos.

Una figura importante en la obra es Petronio, un patricio romano, consejero cercano de Nerón, que constituye un ejemplo de gusto y  elegancia de la Antigüedad clásica, Petronio es el arbiter elegantiae, simboliza la cultura clásica del pasado, grandiosa en comparación con la que reina durante el gobierno de Nerón, una cultura en constante decadencia. A lo largo de una lucha constante entre la vida y la muerte, Petronio critica la idea del emperador y pierde.

El personaje más trágico y cómico es Chilon Chilonides, un sofista escéptico sin principios morales. Se hace pasar por cristiano para traicionarles. Vende como esclavos a la familia de Glaucus, un médico cristiano de ascendencia griega, que también traicionado muere mártir perdonando a Chilon. Gracias a ese ejemplo se produce en el despreciable sofista un cambio radical y al final muere en la cruz en defensa de los que ha entregado: los cristianos.

En esta gran novela cabe destacar lo bien representado y escrito que está la Roma del primer siglo. Sienkiewicz se documentaba muy bien. Hay como una gran alabanza a la grandeza del Imperio Romano con sus virtudes y defectos. En segundo lugar lo bien que describe a los primeros cristianos. Hombres y mujeres apasionados por Cristo: las virtudes de la justicia, honor y dignidad, pureza y pobreza son admirables en ellos. Eran cristianos que creían y oraban. En una buena crítica de esta novela la autora se preguntaba si realmente la descripción de esos primeros cristianos, de su vida tan ejemplar, es una invención de Sienkiewicz o se dio en realidad.

Es una narración llena de valores cristianos. Quizá el primero de ellos sea el amor entre Vinicio y Ligia. Vinicio que ha conocido a Ligia en la familia romana de la que es rehen, huésped y hasta familiar se enamora locamente. Quiere poseerla abusando de ella en las orgías de Nerón, pero Ligia no está dispuesta. Vinicio descubre poco a poco que quiere a Ligia porque hay en ella un secreto, algo que la hace fuerte, pura, justa. Vinicio descubre el gran secreto de Ligia: es cristiana. Marco Vinicio busca desesperadamente a Ligia y quiere conquistar su amor por eso empieza a conocer el cristianismo. Lo que descubre le deja asombrado: todo un nuevo mundo, una nueva manera de pensar, de vivir y de tratar a las personas. Vinicio buscando y amando a Ligia está como inconscientemente buscando y amando el secreto de ella: Jesucristo.

Para quien no haya leído todavía Quo vadis, lo cual me parece una carencia fundamental, pero quiera confirmar que tratándose de una novela de literatura clásica es además de profundos valores cristianos, le recomiendo la lectura del capítulo VIII, tres páginas en mi versión polaca que en lectura sosegada llevan diez minutos; y el capítulo XXXIII cinco páginas, unos quince minutos. En el capítulo octavo se describe la impresión de Akte, antigua amante de Nerón, cuando ve cómo reza Ligia que se encuentra en una situación desesperada. Akte nunca ha visto a nadie rezar de esa manera y siente que está dirigiendo sus palabras a Alguien que la ve y que solamente Él la puede ayudar.

En el capítulo treinta y tres es toda una declaración de amor entre Vinicio y Ligia junto a los apóstoles Pedro y Pablo. Algunos de los cristianos critican duramente a Ligia por enamorarse de un pagano pero „Pedro se acercó a ella y le dijo: -Ligia, ¿tú le quieres de verdad, para siempre? Se hizo un momento de silencio. Sus labios empezaron a temblar como los de un niño que va a irrumpir en llanto, que sabiendo que es culpable se da cuenta al mismo tiempo que tiene que reconocer su culpa. -¡Respóndeme! Insistió el apóstol. Entonces humildemente, con voz temblorosa y susurrando, se postró de rodillas ante Pedro: -Sí, así es… Vinicio en ese mismo momento se arrodilló también ante ella. Pedro extendió sus manos y las reposó sobre sus cabezas diciendo: – Amaos en el Señor y para su gloria, no hay ningún pecado en vuestro amor”.

La narración termina con la muerte de Nerón y el epitafio  final: „Y así paso Nerón como pasa el viento y la tormenta, el fuego o las plagas, pero la basílica de san Pedro sigue dominando desde la colina vaticana la ciudad y el mundo. Donde estaba antes la puerta Capena se levanta ahora una pequeña capilla con una difusa inscripción: Quo vadis, Domine?” Una pregunta actual que Sienkiewicz une al Quo vadis, homine?, ¿a dónde va el ser humano si pierde su humanidad? Pero todavía hay esperanza y el sufrimiento y martirio de los cristianos dio su fruto, como también lo dará el sufrimiento de los héroes polacos.

La novela rápidamente tuvo un éxito increíble en todo el mundo. Mas de cien ediciones en francés y en italiano. En 1916, cuando murió Sienkiewicz, la tirada de Quo vadis sólo en Estados Unidos superaba el millón y medio de ejemplares. Ha sido traducido a más de cuarenta idiomas y hasta el día de hoy goza de una popularidad excepcional.

La personalidad de Sienkiewicz

Muchos dicen que Henryk Sienkiewicz se identifica bastante con el personaje Petronio, arbiter elegantiae, de su Quo vadis, que realmente existió. Culto, distante, elegante, algo escéptico, con un gusto por la belleza, especialmente en las mujeres pero siempre con un trato delicado, respetuoso. Utiliza una crítica irónica y humorística de la realidad en la que vive.

Después de completar la Trilogía, Sienkiewicz publicó dos novelas contemporáneas: Bez dogmatuSin dogma y Rodzina PołanieckichLa familia Polaniecki. Que en forma de diario recogen muchos datos autobiográficos. Sin dogma es el diario con los pensamientos de un rico conde polaco que vive con su padre en Roma, asiduo visitante de los salones europeos, un ejemplo de la «improductividad eslava» en constante análisis de la belleza y del espíritu humano.

Alguien me preguntó últimamente si Sienkiewicz era creyente. No supe contestarle, tampoco a la pregunta si era practicante católico, siendo esta segunda más fácil de encontrar respuesta pues es un dato empírico. Lo que está claro por sus obras es que no se entiende la historia de Polonia sin el cristianismo, como tampoco Sienkiewicz entiende su propia vida sin la fe católica y la devoción a la Madre de Dios. Su pensamiento es católico pero teológicamente poco pensado. Me parece que las corrientes filosófica de la época, de cuya lectura era también muy asiduo, le llevaron a un escepticismo que quiso superarlo con un voluntarismo: quiero creer.

Escribe en Sin dogma: “Estoy esperando que se me dé un estado de mi alma en el cual pueda creer firmemente y sin mezcla de dudas, para creer como creía cuando era niño. Tengo nobles motivos, no busco ningún interés personal pues sería más cómodo para mi ser un animal alegre y cebado (…) Yo en este grande ´no sé´ de mi alma procuro cumplir todas las normas religiosas y no me tengo como un hombre insincero. Lo sería si en vez de decir ´no sé´ pudiera decir: sé, que no hay nada. Pero nuestro escepticismo no es una abierta negación, es más bien una dolorosa y penosa intuición de que puede no haber nada, es una densa niebla que rodea nuestra cabeza, presiona en nuestros pechos y nos cubre la luz. Así que extiendo mis manos hacia ese sol que tras la niebla brilla. Pienso que no estoy solo en esta mi situación, que la oración de muchos, de muchos de los que van a misa el domingo, podría resumirse en estas palabras: ¡Señor, dispersa la niebla!”

La familia Polaniecki es una defensa del papel social de la nobleza y la burguesía, así como una apoteosis abierta del tradicionalismo católico. El protagonista de la novela es un noble empobrecido que hace negocios en Varsovia. Escribiendo esta novela conoció a María Romanowska, la hija adoptiva de un hombre rico de Odessa. Henryk tiene ya cuarenta y seis años, María dieciocho. Los dos tienen dudas pero la madre, fascinada por la lectura de Sin dogma, presiona a su hija para que se case. La boda tuvo lugar en Cracovia en el año 1893 y fueron casados por el cardenal obispo de esa ciudad. La suegra pasa de la fascinación por Sienkiewicz a la reprobación. Ella hizo los trámites para conseguir ante el Vaticano la nulidad del matrimonio, lo que se consiguió en menos de un año de la ceremonia de la boda. Sienkiewicz recibió la confirmación papal de la inexistencia del sacramento del matrimonio con pena y dolor. La desagradable aventura de una suegra que hace y deshace está retratada en las páginas de La familia de los Polaniecki.

Los cruzados

Poco después el escritor planeó visitar los campos de Grunwald -estaba escribiendo Krzyżacy – Los cruzados, historia de los caballeros Teutónicos en el siglo XV-, pero no obtuvo el permiso de la policía prusiana. En cambio, conoció a otra María: «Una hermosa mujer de Wielkopolska, la señorita Radziejewska, que me causó una impresión electrizante». Ella era periodista, entonces tenía veintitrés años, Sienkiewicz, cincuenta y tres. Era una mujer muy hermosa e inteligente pero Henryk, a pesar de estar muy enamorado, descubre en ella alguna anomalía psíquica. Tras las tristes experiencias del segundo matrimonio, el escritor decidió romper esta relación. Años más tarde se confirmaría trágicamente el desequilibrio de esta cuarta María.

La combinación de aventura caballeresca y romance se puede encontrar en Los Cruzados (1900). Es una gran pintura histórica con un contenido más extenso, profundo y exacto que cualquiera de sus obras anteriores obras. La epopeya cuenta la historia de las luchas polaco-teutónicas, llenas de un fuerte sentimiento patriótico, y constituye una respuesta de Sienkiewicz ante los abusos prusianos.

La idea de escribir Los cruzados surgió al ver los abusos cometidos por las autoridades prusianas contra la población polaca. Lo más fuerte fue la cruel persecución de los niños y sus padres en Września, ciudad cerca de la actual Poznań, que protestaron contra la enseñanza de la religión en alemán en la escuela. No se permitía hablar en polaco en la escuela, pero que la enseñanza de la religión católica se hiciera en alemán, para los polacos colmó el vaso. Henryk participó activamente en las acciones de protesta contra ellos. La descripción final de la victoriosa Batalla de Grunwald (1410) hizo que la novela fuera adoptada desde el principio como una obra de actualidad política, y los acontecimientos históricos posteriores -con la derrota de Alemania en ambas guerras mundiales- la hicieron casi profética.

La última María y su actividad social

En 1904, Sienkiewicz, de 58 años, se casó con Maria Babska, de 42. Esta mujer era su prima, y ella estaba enamorada de él desde hacía mucho tiempo, pues lógicamente como familiares se conocían desde antiguo. La boda fue íntima, solo en compañía de los seres queridos. Los Sienkiewicz se reencontraron para vivir juntos doce felices años, hasta la muerte del escritor.

Henryk Sienkiewicz fue un gran trabajador social promoviendo y financiando muchas iniciativas sociales: museos, fundaciones para promover la cultura, la investigación científica o la promoción de jóvenes escritores. Promovió santuarios para niños tuberculosos y financió la construcción de iglesias. En los últimos años de su vida intensificó su cooperación en proyectos sociales ayudado por su esposa.

El estallido de la Primera Guerra Mundial (1914) sorprendió a Sienkiewicz en Oblęgorek, su residencia palacio -Dworek- cerca de Varsovia, desde donde partió hacia Suiza vía Cracovia y Viena. Con la participación de Ignacy Jan Paderewski, organizó en Vevey el Comité General Suizo de Ayuda a las Víctimas de la Guerra en Polonia, enviando dinero, medicinas, alimentos y ropa a un país devastado por ejércitos combatientes

Su gran última novela: A través de la selva y de las estepas

La novela para jóvenes W pustyni i w puszczy – A través de la selva y de las estepas (1911) es la última gran novela de aventuras con las que concluyó su carrera de más de cuarenta años de escritor. Este romance de aventuras, que deja notar la influencia de Julio Verne, trata del viaje de dos niños secuestrados por los musulmanes durante el levantamiento del Mahdi en Sudán (1881-1885). Consiguen escaparse y atraviesan todo el continente africano para ser encontrados, al borde ya de la muerte, por un equipo de rescate. El autor utiliza sus propias experiencias de su viaje a África. Tiene toda la maestría de sus grandes obras, de muy fácil lectura, especialmente para los jóvenes.

El amor a su patria y su muerte en Suiza

En 1905, en respuesta a una entrevista del periódico parisino Le Courrier Européen, decía: „Debes amar a tu patria por encima de todo y pensar ante todo en su felicidad. Pero al mismo tiempo, el primer deber de un verdadero patriota es hacer que la idea de su patria no sólo no se oponga a la felicidad de la humanidad, sino que se convierta en uno de sus fundamentos. Sólo bajo estas condiciones la existencia y el desarrollo de la Patria se convertirán en un asunto que atañe a toda la humanidad. En otras palabras, la consigna de todos los patriotas debe ser: por la Patria a la humanidad, y no: por la Patria contra la humanidad”.

Henryk Sienkiewicz murió como vivió, trabajando en el extranjero. Su último escrito es una novela de la era  napoleónica LegionyLegiones, un trabajo que se publicó póstumamente. Murió en su residencia temporal de Vevey, en Suiza, de un ataque al corazón. En 1924, en la Polonia libre, las cenizas del escritor fueron traídas solemnemente desde Vevey al país. Sus restos mortales reposan en la catedral de san Juan de Varsovia.

Acabemos recalcando que el talento literario de Henryk Sienkiewicz se mide por su habilidad para usar palabras prestadas del lenguaje de épocas pasadas, con el uso de términos que hacen único el estilo de este escritor. Además el autor de la Trilogía contribuyó de una manera decisiva en la formación de la conciencia nacional de los polacos del siglo XIX. Witold Gombrowicz, conocido escritor y crítico de la literatura polaca escribía estas palabras en su Diario (1953 – 1956): „¿Quién leyó a Mickiewicz por su propia voluntad, quién conoció a Słowacki? Pero Sienkiewicz es el vino con el que realmente nos embriagamos. Aquí late nuestro corazón… y hables con quien hables, con un médico, un obrero, un profesor, un terrateniente, un oficinista, siempre te encontraras con Sienkiewicz. Sienkiewicz es el último y más íntimo secreto del gusto polaco: el sueño de belleza polaca”.

Henryk Sienkiewicz sigue siendo considerado un clásico de la novela histórica, uno de los más grandes escritores de la historia de la literatura polaca y un estilista sin igual. Las listas bibliográficas internacionales prueban que Sienkiewicz es uno de los escritores polacos más populares en el mundo. Sus obras siguen apareciendo en reimpresiones y nuevas traducciones.

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Cultura

La revista ‘Misión’ entrega sus premios 2022

Diez iniciativas y personas relacionadas con la promoción de la familia, la vida y las creencias cristianas, han recibido esta semana en la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid los premios 2022 de la revista ‘Misión’, en una gala que se desarrolló en un ambiente festivo.

Francisco Otamendi·14 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Las iniciativas y personalidades galardonadas este año han sido los Rescatadores Juan Pablo II (Marta Velarde); Puy du Fou España (José Ramón Molinero); Manuel Martínez-Sellés (Colegio de Médicos de Madrid); la campaña “Vivan los padres” de la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) (Pablo Velasco); el “Proyecto Nosotras” de Dale una Vuelta (Blanca Elía); el documental ‘Soy Fuego, la vida del padre Henry’ (padre Brian Jackson); el Rosario de las 11 pm (Belén Perales); el cineasta Juan Manuel Cotelo (Sofía Cotelo); el Xacobeo 2021-2022 (Javier Vázquez Prado); y la película Corazón de Padre (Andrés Garrigó).

Al inicio de la gala de la revista, que cuenta con más de 60.000 suscriptores en toda España, y 14 años de vida, el rector de la Universidad Francisco de Vitoria, Daniel Sada, felicitó a ‘Misión’y recordó que la institución ha estado siempre muy ligada y comprometida con la revista desde su nacimiento.

“Esta publicación nos sigue pareciendo un milagro que entra dentro de la categoría de lo improbable, como es que cada año siga publicándose, manteniendo la calidad que tiene y representando no solo una buena propuesta para las familias, sino para toda la sociedad. En ‘Misión’ os prestáis a las cosas improbables que Dios de repente pretende hacer en nuestras vidas”, afirmó Daniel Sada.

A los premiados: “Nos devolvéis la esperanza”

Isabel Molina Estrada, directora de la publicación, dio las gracias a todas las iniciativas premiadas, y señaló: “A veces parece que la fe se extingue, pero vosotros nos devolvéis la esperanza. Unidos a los premiados de otros años nos demostráis que el Evangelio está vivo, que Cristo sigue suscitando conversiones a diario y prendiendo fuego en el mundo”.

Vinculada a la Universidad Francisco de Vitoria, al movimiento Regnum Christi y a los Legionarios de Cristo, ‘Misión’ es una publicación generalista, trimestral, de inspiración católica, enfocada al público familiar, con más de 400.000 lectores, y cien por cien gratuita, informan sus promotores.

Por su parte, el padre Javier Cereceda L.C., director territorial de los Legionarios de Cristo en España, hizo un llamamiento a trabajar unidos en el seno de la Iglesia. “Que el Señor nos conceda no desfallecer en este mundo, seguir orgullosamente dando la cara por Él, merece la pena plenamente. Gracias a los que ya lo hacen, muchas veces con el desprecio del mundo, en la ignorancia en otras tantas, pero siempre unidos y en la Iglesia. Gracias a los que trabajan desde esta revista para que podamos ser un pequeño foco de unión de tantos y tantos esfuerzos en la Iglesia”, manifestó.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

«The Mystery Man». La exposición sobre la Sábana Santa

Rome Reports·14 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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La Catedral de Salamanca (España) acoge la exposición «The Mystery Man», organizada por Artisplendore Exhibitions y que muestra una obra hiperrealista del hombre cuya silueta aparece plasmada en el sudario.

La idea de los organizadores es que esta exposición «The Mystery Man» recorra todo el mundo para mostrar la recreación más exacta hasta la fecha, de lo que pudo ser el rostro y el cuerpo de Jesús. 

El Papa Francisco celebró la Misa en el 60 Aniversario del Concilio Vaticano II. Durante la celebración se recordó el discurso de apertura de Juan XXIII. El pontífice pidió no desanimarse ante quienes aseguraban que la Iglesia estaba peor que nunca sin recordar los problemas que rodeaban a otros concilios del pasado.


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Iniciativas

Encuentro Omnes – Carf sobre «La mujer en la Iglesia»

En Encuentro Omnes - Carf "La mujer en la Iglesia" podrá seguirse a través del canal de YouTube de Omnes, el miércoles 19 de octubre a partir de las 19:00 y contará con la participación de Franca Ovadje (Nigeria) y Janeth Chávez (USA).

Maria José Atienza·14 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

En los últimos años, la reflexión y el debate sobre la presencia de la mujer en la Iglesia ha sido una constante en la vida social y eclesial.

En el desarrollo de esta reflexión, en no pocas ocasiones, se ha confundido la visibilización de la mujer con el hecho de ocupar cargos, sin complementarlo con la revalorización de la ingente y variada tarea que las mujeres realizan en todos los campos de la sociedad.

Este tema será el centro de la próxima edición de los Encuentros Omnes – Carf.

A través de la labor de dos mujeres comprometidas con sus semejantes en ámbitos heterogéneos, podremos conocer la importancia de diferentes proyectos y trabajos para que la mujer tenga, en todos los aspectos, las mayores oportunidades y la valoración merecida en los ámbitos en los que se halla presente.

El encuentro contará con la intervención de Franca Ovadje, premio Harambee 2022, Fundadora y Directora Ejecutiva del Instituto Danne de Investigación, en Nigeria, que lidera el proyecto TECH, a través del que ayuda e impulsa el acceso de mujeres a carreras de tecnología y la ingeniería, y con Janeth Chávez, directora de Magnífica Groups, una plataforma de formación humana dirigida a la mujer en Estados Unidos.

«La mujer en la Iglesia» podrá seguirse a través del canal de YouTube de Omnes, el miércoles 19 de octubre a partir de las siete de la tarde hora española.

El arma del Apocalipsis

Releyendo el Apocalipsis en clave actual, podemos encontrar hoy a las nuevas bestias y dragones que nos atemorizan, pero que no lograrán la victoria final.

14 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

“Tristeza y melancolía no las quiero en casa mía”, repetía Santa Teresa de Jesús a sus monjas. En esta víspera de su fiesta, me pregunto si realmente hay motivos para estar alegres en un mundo que parece hundirse bajo nuestros pies.

Cuando la mayor pandemia global en décadas parecía estar alejándose en el retrovisor, dejándonos la sensación de haber sido solo un mal sueño, la “tercera guerra mundial”, como el propio Papa Francisco ha denominado ya al conflicto que la humanidad entera está librando, por ahora, en el tablero de Ucrania, cubre de oscuros nubarrones el futuro de Europa y el mundo.

Si a eso añadimos las consecuencias del cambio climático, con una sequía de récord y la amenaza de fenómenos meteorológicos extremos, ¿qué podemos esperar de los años venideros sino sufrimientos de todo tipo? Es más, con la posibilidad de un armagedón nuclear sobre la mesa ¿es que existirán siquiera los años venideros o la humanidad habrá sido solo un insignificante soplo en medio de los eones de vida del planeta tierra?

Estoy seguro de que la fe cristiana puede ayudarnos a recuperar la esperanza haciendo algo más que rezar por el fin de las hostilidades y por la mejora del clima –siendo esto muy necesario– y la solución está en el Apocalipsis, un libro tan nombrado como desconocido por los propios creyentes.

Y es que el último libro de la Biblia, lejos de servir para infundir temor y terror, como parecería a un lector poco avezado que se enfrenta a las visiones que describe, lo que trata es de animar, consolar y promover la esperanza a la comunidad cristiana a la que va dirigido. Las terribles visiones que describe no son vaticinios futuros a los que haya que temer, sino formas metafóricas de aludir a los males ya presentes, como la monstruosa persecución del imperio romano entonces, animando a los fieles a resistir confiando en la asistencia divina. Es, en definitiva, no un texto catastrofista, sino que tiene un carácter positivo y gozoso.

Releyendo el Apocalipsis en clave actual, podemos encontrar hoy a las nuevas bestias y dragones que nos atemorizan, pero que no lograrán la victoria final, porque la mujer vestida de sol (imagen de María o de la Iglesia) y el cordero degollado (imagen de Cristo) se imponen al final de la historia. Es una llamada, en definitiva, a no tener miedo a pesar de los pesares, porque la llave de los acontecimientos está en manos de Dios, y sólo Él sabe el día y la hora de cada uno.

Llegan momentos duros, siempre los ha habido en la historia de la humanidad, pero el cristiano se apoya en el espíritu de las bienaventuranzas, pilar del Evangelio: bienaventurados los pobres, los que lloran, los perseguidos… A pesar de las pruebas de este mundo, podemos experimentar, ya aquí en primicias, los frutos del Reino de los cielos: la alegría, el consuelo, la esperanza de la justicia al final de los tiempos. Saberse amado y reconocer a Dios en los pliegues de la historia es motivo de esperanza y repelente para los demonios de la tristeza y melancolía que nos acechan.

Frente al miedo y la incertidumbre, es bueno invocar la esperanza cantando, con el salmista: «el Señor está conmigo: no temo. ¿Qué podrá hacerme el hombre?» y recurrir una vez más a la santa de Ávila que nos recuerda: «Espera, espera, que no sabes cuándo vendrá el día ni la hora. Vela con cuidado, que todo se pasa con brevedad, aunque tu deseo hace lo cierto dudoso, y el tiempo breve largo. Mira que mientras más peleares, más mostrarás el amor que tienes a tu Dios y más te gozarás con tu Amado con gozo y deleite que no puede tener fin».

La esperanza, esa sí que es un arma invencible. Literalmente, el arma del Apocalipsis.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

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Evangelización

250 evangelizadores digitales participan en el proceso sinodal

Entre las muchas ramificaciones del proceso sinodal en curso en toda la Iglesia, una en particular se refería al entorno digital, que ha ganado su propio espacio de relevancia.

Giovanni Tridente·14 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

RIIAL, la Red Informática de la Iglesia en América Latina, que lleva más de treinta años realizando iniciativas de comunicación y pastoral digital. Con su iniciativa y la supervisión del Dicasterio para la Comunicación, se lanzó en los últimos meses una consulta a la gente de internet con el proyecto La Iglesia te escucha, para aplicar la “pastoral del oído” tan querida por el Papa Francisco, con el enfoque de la “Iglesia en salida”, también en estos espacios.

Han participado unos 250 evangelizadores digitales, como se les ha llamado, que a través de un cuestionario online han abierto esta conversación a la escucha para implicar sobre todo a los que están lejos, pero también para empezar a sentar las bases de una verdadera pastoral del continente digital.

En cuanto a las diócesis y las conferencias episcopales, los misioneros digitales también elaboraron un resumen de esta primera fase de escucha, entregado a la Secretaría General del Sínodo. Se rellenaron un total de 110 mil cuestionarios, para un número estimado de 20 millones de personas implicadas, teniendo en cuenta los compromisos y las acciones en la red: 115 países involucrados y 7 idiomas cubiertos (inglés, español, francés, portugués, italiano, malayalam y tagalo).

Una realidad transversal para acompañar

En las diez páginas del documento se aclara, en primer lugar, que se trata de un proyecto piloto, que representa una ventana abierta a una realidad transversal, como es el continente digital, que también hay que acompañar.

Uno de los descubrimientos que ha hecho la experiencia de la escucha digital es la existencia de un gran número de laicos, no sólo sacerdotes, religiosos o consagrados, por tanto, que evangelizan en la red con audacia y creatividad. De hecho, existen verdaderos procesos interactivos “entre el anuncio, la búsqueda de la fe y el acompañamiento”, afirma el documento. De todos los influenciadores implicados, el 63 % eran, como es lógico, catequistas y laicos comprometidos.

Al mismo tiempo, “los evangelizadores expresaron la necesidad de ser escuchados, ayudados, reconocidos e integrados en la acción más amplia de la Iglesia”. Además de establecer una relación “formal y recíproca” con la Institución, para contribuir también a su cultura comunicativa.

Otra cuestión es la de abandonar la consideración de la realidad digital como una mera herramienta y entenderla en cambio como un lugar (locus) que debe ser habitado “con su propio lenguaje y dinámica”.

Además de los creyentes bautizados y practicantes, hubo una importante participación de personas distantes o que se han distanciado (40 %); agnósticos, miembros de otras religiones y ateos (10 %) que deseaban participar en el proyecto de escucha rellenando el cuestionario. La imagen que surgió es la de “personas heridas que expresan sus preguntas existenciales”. Muchos se sienten excluidos, desilusionados… y entre los motivos de abandono, el principal se refiere al “escándalo relacionado con la pederastia y la corrupción en la Iglesia”, que entre otras cosas ni siquiera responde a “sus preocupaciones y prioridades; otros se sienten juzgados”.

Se trata evidentemente de un primer paso, que todos esperan que continúe en las próximas etapas del Sínodo, para dar mayor consistencia a la presencia de la Iglesia en este lugar transversal que es internet.

“Haber realizado el proyecto La Iglesia te escucha es un bello y gran fruto”, confió monseñor Lucio Adrián Ruiz, secretario del Dicasterio para la Comunicación, “que siembra una importante semilla ya en el presente, y sobre todo para el futuro”. De hecho, “más allá de la importancia y la grandeza de los contenidos producidos, hay algo aún más esencial y es el propio proceso sinodal, como repite a menudo el Papa Francisco”

La iniciativa también fue validada públicamente por la Secretaría General del Sínodo, en la conferencia de prensa de presentación de la fase continental del camino sinodal, que comienza este mismo mes.

Mundo

Samad: la guerra dio un vuelco a su vida y le devolvió una nueva, siempre para los demás

Hablamos con Samad Qayumi, de origen de afgano, para conocer su historia como emigrante en Europa.

Leticia Sánchez de León·14 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Samad es un amigo de las Misioneras Seculares Scalabrininas, que lo conocieron en Solothurn, en Suiza. Así como pasa con muchos migrantes, a él  también lo encontraron en un momento muy crítico, al poco tiempo de haber llegado en tierra extranjera, cuando la herida de la salida está fresca, las incertidumbres debidas a los permisos de residencia son muchas y la necesidad de compartir el camino con alguien es muy importante.

Así fue con Samad: desde los primeros pasos, a través de las diferentes etapas del camino, la amistad ha crecido, se ha fortalecido y su testimonio, que desde un principio nos hizo bien a nosotras, con el tiempo se ha convertido en un regalo para muchos jóvenes, una ayuda para reflexionar, para aprender a valorar todo momento de la vida, incluso los más duros y a no dejar de tener esperanza, porque el amor recorre la historia siempre, pase lo que pase, y la está cargando.

Samad, ¿puedes presentarte?

Me llamo Samad Qayumi. Nací y crecí en Kabul, Afganistán, donde también cumplí mis estudios universitarios con una licenciatura en ingeniería. Trabajé en el sector petrolero en Irán y después, de vuelta a mi país, me contrataron en una empresa de Mazar-e-Sharif que producía fertilizantes y daba trabajo a 3000 personas. Empecé como ingeniero jefe, llegué a ser subdirector y después director de esta planta. Siempre he tratado de hacer bien mi trabajo y de llevarme bien con todos.

¿Y cómo llegaste a asumir responsabilidades políticas?

Inesperadamente en 1982 recibí un telegrama del primer ministro del gobierno con la invitación a ir a Kabul. Se trataba de mi nombramiento a responsable de todas las provincias, encargo que ocupé durante cuatro años. Cuando surgían problemas en ámbito escolar, sanitario, agricola, de la construcción u otras cosas, se dirigían a mí y yo buscaba una solución junto con el ministro competente.

Y luego el salto al mundo de la formación… 

Posteriormente fui nombrado ministro de Educación. En este cargo me ocupé sobre todo de la construcción y de la mejora de las escuelas de nuestro país. Siempre he pensado que la educación es fundamental para el futuro de Afganistán.

Para encontrarme más preparado para esta tarea hice un doctorado en pedagogía. El trabajo era inmenso porque el sistema educativo estaba atrasado y también porque los fundamentalistas eran muy activos y seguían destruyendo los edificios escolares y matando a los profesores.

¿Qué cambió el curso de tu historia?

En 1989 fui nombrado nuevamente responsable de las provincias y permanecí en el cargo hasta que en 1992 los mujhaiddin han llegado al poder. Seis millones de afganos han tenido que dejar el país. Yo también tuve que huir con mi familia en el espacio de dos horas, dejándolo todo. Otros miembros del gobierno ya habían sido matados. Por dos meses nos quedamos cerca de la frontera con Pakistán, esperando que la situación mejorara. Luego dejamos el país y, con dos de nuestros tres hijos, llegamos a Suiza. Hubiera preferido ir a Alemania, pero en aquel entonces los traficantes que organizaban la fuga tenían más facilidad para llevar a los solicitantes de asilo a Suiza.

Al llegar a Suiza, ¿habéis podido rehacer sus vidas?

Una vez en Suiza, finalmente nos sentimos seguros. Sin embargo, por seis años y medio, mientras se procesaba nuestra solicitud de asilo, no pudimos ni estudiar, ni trabajar: teníamos que vivir de la ayuda del Estado. Nos preguntábamos: ¿Cuándo terminará nuestra espera? Fue un tiempo muy difícil. En Afganistán no tenía ni tiempo libre, ni vacaciones y aquí de repente me había encontrado sin ocupación alguna… Mi esposa en Afganistán era profesora. Cada día penssaba en sus alumnos y llorando se cuestionaba acerca de su destino. Tuvo también momentos de depresión.

¿Cómo le hiciste para resistir?

Vivir sin tener un trabajo a realizar puede llevar a perder la confianza en uno mismo, a no saber ya si uno es capaz de hacer algo. En aquellos años, en el tiempo largo de inactividad al que fui obligado, leí el Corán y la Biblia y logré vivir aquel tiempo sin enojo y rencor gracias a la fe y a la oración: siempre he creído que Dios no me habría abandonado. Leyendo el Evangelio me fascinó especialmente la respuesta de Jesús a la pregunta de sus discípulo acerca del mandamiento más grande: “Ama a tú prójimo como a ti mismo”, “Ámense como yo los he amado”.

¿Luego algo mejoró?

Después de más de seis años de espera finalmente llegó la respuesta positiva a nuestra solicitud de asilo y desde aquel día me dijeron que tenía que encontrar inmediatamente un empleo, pero no fue fácil. Después de los primeros intentos de encontrar un trabajo, en la agencia de empleo me preguntaron hasta cuándo quería seguir viviendo a costa de los demás. Fui a presentarme en muchos sitios, pero cuando me preguntaban qué había hecho antes, siempre recibía respuestas negativas. Sin embargo no dejé de buscar, porque para un hombre es importante poder hacer algo con y para los demás.

Después de tres años un día tuve la oportunidad de presentar solicitud para un empleo como portero en el condominio donde vivíamos. La primera vez que corté el pasto mi esposa lloró. Después, ya que el trabajo era mucho, ella también empezó a ayudarme. Esto cambió también las relaciones con los vecinos: antes eran muy alejados, nos evitaban y luego comenzaron a hablar y a entretenerse con nostros.

Más adelante me contrataron como vigilante en un museo histórico de armas y de armaduras. Pero después de dos años, gracias a mis habilidades técnicas, me convertí en restaurador de armaduras antiguas.

¿Crees que tu vida e historia pasada pueden ser un regalo valioso para los demás?

Justo en aquellos años he conocido el Centro Internazional de Formación para Jóvenes (IBZ) “J. B. Scalabrini” de Solothurn y comencé a colaborar con las misioneras seculares scalabrinianas en el trabajo de sensibilización y de formación de los jóvenes. Pude presentar mi experiencia y mis reflexiones a muchos estudiantes universitarios, sobre todo de las facultades de pedagogía y de derecho, o a grupos de jóvenes de diferentes nacionalidades que participaban en los encuentros internacionales. Los temas que trato normalmente son la situación en Afganistán, las condiciones de vida de los solicitantes de asilo y refugiados, pero también mi personal testimonio de vida, los valores que me han guiado desde mi juventud.

A menudo digo a los jóvenes que es importante tener mucha paciencia y estar listos a dar el primer paso hacia el otro. El amor hace crecer al otro y es la clave para construir la paz. Él que ama lo hace todo por el otro. Él que no ama destruye, llega a odiar y a hacer la guerra. A través del amor es posible perdonar, superar el odio y ser feliz.

El autorLeticia Sánchez de León

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60 Aniversario del Concilio Vaticano II

El Papa Francisco preside la misa en la Basílica de San Pedro el 11 de octubre de 2022, con motivo del 60º aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II.

Maria José Atienza·13 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
España

Carmen Peña: “Al Derecho Canónico corresponde crear un marco para la prevención de abusos”

Abuso de conciencia, vulnerabilidad o la investigación previa en los casos de abuso sexual son algunos de los temas que tratará, en una jornada extraordinaria de derecho penal, la Asociación Española de Canonistas.

Maria José Atienza·13 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Desde que la Iglesia se puso al frente de la lucha contra los abusos sexuales, promulgando diversas iniciativas normativas, se observa una creciente preocupación por poner el acento en la protección de la víctima y la salvaguarda de los derechos de los implicados en un proceso.

De todo ello hablamos con Carmen Peña, presidenta de la Asociación Española de Canonistas, a pocos días de celebrarse este encuentro.

Desde hace unos años, hemos venido observando diversos cambios y avances en el tratamiento de los abusos sexuales en el Derecho Canónico. ¿Cuales son, a su juicio, las claves del nuevo libro VI del Código? 

–El tema de los abusos sexuales es un tema muy complejo, que permite diversas aproximaciones, siendo la penal sólo una de ellas. De hecho, el castigo penal es el remedio podríamos decir último, en cuanto que sanciona el delito ya cometido, lo que supone de suyo un fracaso del sistema.

El tratamiento eclesial de los abusos, tanto sexuales como de conciencia y de poder, permite -y exige- una aproximación mucho más amplia, que ha ido desarrollándose en los últimos años en sucesivas normas e intervenciones pontificias: así, se ha ido poniendo el foco más en la prevención, en la creación de entornos seguros en las entidades eclesiales y obras religiosas, y se ha buscado generar un cambio de actitud en el tratamiento de estos abusos.

También desde la perspectiva penal -insuficiente, pero necesaria- se han ido sucediendo las normas. En concreto, en la reciente reforma del libro sexto del Código, se han producido cambios significativos en la regulación sustantiva de estos abusos, no sólo endureciendo con carácter general las penas para estos delitos o limitando la prescripción, sino también ampliando los sujetos susceptibles de cometer estos delitos canónicos, que ya no son únicamente los clérigos, sino también los laicos que desempeñen oficios o funciones en la Iglesia.

Uno de los ámbitos en los que ha habido un significativo cambio de mentalidad se centra en el llamado abuso de autoridad, ¿cómo discernir si ha existido este tipo de abuso, ciertamente complejo de detectar? ¿Cómo trata este tipo de abuso el código de Derecho Canónico?, ¿no lo hacía antes? 

–Efectivamente, las nuevas normas han introducido conceptos muy difíciles de delimitar jurídicamente, y más en el ámbito penal, de interpretación necesariamente estricta. Sería el caso de conceptos como el abuso de autoridad o los sujetos vulnerables, cuyo alcance y contenido exacto distan de estar claros. Es el motivo por el que, en la Jornada de la Asociación Española de Canonistas del día 20 de octubre, hemos querido prestar especial atención a estos conceptos para intentar clarificarlos, no tanto desde una perspectiva de elucubración teórica, sino de cara a facilitar la tarea de los agentes jurídicos en la tramitación y resolución de estos casos.

Respecto a los abusos de autoridad en concreto, más allá de su configuración penal, debe insistirse en la necesidad de ir generando un cambio en los hábitos y modos de gobierno que ayuden a evitar los abusos y la arbitrariedad. El objetivo no es sólo evitar ejercicios abusivos o delictivos de la autoridad, sino ir creando, de modo proactivo, dinámicas y hábitos de buen gobierno en el ejercicio de la autoridad en la iglesia, así como promover una cultura del cuidado, a todas las personas, y muy especialmente a las más vulnerables.

Tras estos años en los que éste ha sido «el tema» en medios y en conversaciones de expertos dentro de la Iglesia. ¿Cuáles con los campos que merecen más atención? ¿Por qué seguir estudiando y profundizando acerca de este campo del Derecho Canónico? 

–Aunque la aproximación a los abusos, sean sexuales, de conciencia o de autoridad, deba ser necesariamente interdisciplinar, pues envuelve también cuestiones teológicas, espirituales, morales y psicológicas, el Derecho Canónico tiene también un papel importante que jugar. De hecho, ya había en el Derecho Canónico normas que protegen la inviolabilidad de la conciencia de las personas, que predican la distinción de fueros, sancionan la utilización de la penitencia con fines espúreos, etc.

Pero queda todavía mucho por hacer.

En el ámbito de la prevención, al Derecho Canónico corresponde crear un marco de buen gobierno y de relaciones interpersonales  que favorezcan la erradicación de la arbitrariedad, el establecimiento de mecanismos de control y de detección de conductas irregulares.

Y, respecto a los abusos cometidos, será fundamental establecer vías claras, accesibles y eficaces de denuncia, y también mejorar la aproximación penal, especialmente a nivel procesal.

Respondiendo a título personal, creo que está pendiente todavía la reforma del proceso penal, que debería garantizar mejor los derechos de todos los implicados. Ello implicaría revisar aspectos como la regulación de la posición jurídica y la posibilidad de actuación de las víctimas en los procesos por estos delitos, la necesidad de evitar la revictimización, o el logro de un efectivo resarcimiento del daño causado, pero también la salvaguarda de la seguridad jurídica y el derecho de defensa de los acusados, el resarcimiento de su buena fama en caso de denuncias falsas, etc.

¿Cómo conjugar el trabajo propio del Derecho Canónico y el civil ordinario en asuntos de esta índole?

–En el caso concreto de la persecución de los delitos sexuales, el principio a seguir, superadas ya antiguos concepciones autodefensivas, es el de la plena colaboración de las autoridades eclesiásticas con las autoridades civiles en la investigación de estos delitos.

No obstante, en el plano jurídico, sería conveniente profundizar, en bien de las víctimas, de la seguridad jurídica, de los derechos de las partes y de la misma investigación del delito, en cuestiones como la recepción recíproca de las actuaciones realizadas en sede estatal y canónica, el alcance de la obligación de denuncia, etc.

Al tratarse de abusos ocurridos en el ámbito de la Iglesia y no sólo por clérigos / religiosos ¿Cómo se procede en los casos de abusos por parte de laicos en entornos de la Iglesia?

–Como he indicado, la comisión de estos delitos por parte de laicos no estaba regulada en el Derecho Canónico hasta la reciente reforma del libro VI, en gran medida por la finalidad del mismo Derecho Penal Canónico, que no pretende sustituir o reduplicar la legislación penal estatal, que ya contempla estos delitos, con independencia de que los cometan clérigos o laicos.

Pero, ello no significa que no hubiera una responsabilidad de la Iglesia en la prevención de abusos cometidos por laicos en entornos que dependen de ella, y de ahí que, ya con anterioridad a la reforma del Código, hubiera un llamamiento a implementar medidas para crear entornos seguros para la infancia y adolescencia en colegios, parroquias, etc.

España

San Isidro. Historia y devoción

La actualidad de san Isidro sorprende. Un labrador del siglo XII está vigente en la era tecnológica del siglo XXI. Su vida, y la devoción que se ha mantenido a lo largo de los siglos, nos recuerdan que es un ejemplo que no pasa de moda.

Cristina Tarrero·13 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

La Catedral de la Almudena acoge bienes vinculados a la figura de san Isidro Labrador que nos ayudan a conformar y descubrir su figura. Su cuerpo descansa en la colegiata que lleva su nombre, pero su vinculación con el templo mayor de Madrid es evidente desde que uno entra a orar al templo. La Catedral de la Almudena desde el año 1993 ha expuesto el arca que contuvo el cuerpo del santo. Este año jubilar, el arca, sin moverse de su ubicación inicial, se ha musealizado y permite al visitante una mirada más detallada y minuciosa. En ella podemos descubrir sus milagros y la primera imagen que se plasmó del santo y que sin duda nos acerca al mundo medieval, una imagen muy diferente a la que hoy día se presenta. Según la pintura del arca, Isidro con una aureola sobre su cabeza (halo o nimbo), lleva como atuendo la túnica larga propia de los labradores de castilla, la saya, con mangas estrechas. Su representación es muy familiar pues está acompañado de santa María de la Cabeza, su esposa. Esta imagen es muy diferente a la ha llegado hasta nosotros y que reconocemos en tallas y lienzos, pues está se fijó a finales del siglo XVI y principios del XVII, cuando se canonizó y seguía modelos de la edad moderna y no medievales. Es, por tanto, la imagen del arca la representación artística más fiel del santo pues lleva la indumentaria que le corresponde. 

En esta misma capilla podemos contemplar unos pequeños leones, que sustentaban el arca y dos figuras del matrimonio santo que realizó el escultor Alonso de Villalbrille y Ron, de una gran calidad. Los milagros que se describen en arca están de plena actualidad pues nos muestran la oración del santo durante el trabajo, el cuidado de la naturaleza atendiendo a las palomas, y la ayuda que junto con su esposa prestó a los necesitados 

Acercarnos a la girola este año jubilar y ver el arca el santo, no solo es conocer su imagen y descubrir uno de sus primeros sepulcros, sino profundizar en su figura a través de un cronograma que se ha instalado y que desgrana el fervor que ha suscitado a lo largo de la historia. En este cronograma no sólo recorreremos Madrid y la fe de tantos devotos, sino que nos sorprenderá la devoción que los reyes españoles le profesaron. En uno de los paneles se puede observar una fotografía del arca de plata que contemplamos el pasado mes de mayo cuando san Isidro procesionó a la Catedral. Fue regalo de la reina Mariana de Neoburgo y completaba la realizada unos años antes con motivo de su beatificación. La cofradía de los plateros de Madrid en 1619 había realizado una pieza excepcional para custodiar el cuerpo del santo cuando este fue beatificado, y en el año 1692 la reina Mariana de Neoburgo estando enferma se encomendó al santo para solicitar su recuperación; para ello, su el cuerpo fue trasladado a los aposentos reales. Una vez restablecida atribuyó esta curación a la intervención de san Isidro y mando realizar una nueva interior que es la que actualmente se conserva. Esta arca sólo la hemos podido contemplar durante la exposición y veneración el pasado mes de mayo del cuerpo incorrupto del santo, pues custodia el cuerpo dentro de la urna que se expone en la Colegiata de san Isidro. La pieza encargada por la reina es de nogal y está ensayada en seda con filigrana de plata y aldabones, y dotada de ocho cerraduras. Fue realizada por el platero Simón Navarro, el bordador José Flores y el cerrajero, Tomas Flores. Con motivo del centenario de la canonización ha sido restaurada por el taller de platerías Martínez, habiendo costeado dicha restauración el Cabildo Catedral, el heredero del Cabildo de San Isidro, que se encargaba del cuidado y la devoción al santo y tenía su sede en la Colegiata antes de constituirse la diócesis. 

El Cabildo Catedral custodia también piezas excepcionales que nos acercan a la devoción a san Isidro, entre ellos el códice de Juan Diácono y el terno de su canonización. El códice es el texto más antiguo que recoge los milagros del santo, esta datado en torno al siglo XIII y es un documento trascendental para conocerle. Desgrana los milagros que realizó y servía de guía a los sacerdotes que custodiaban el cuerpo y atendían a los peregrinos que acudían a la parroquia de san Andrés, donde inicialmente estuvo enterrado. El códice ha sido estudiado en muchas ocasiones y este año, con motivo del año jubilar el Cabildo Catedral ha encomendado al Instituto de Estudios Madrileños una digitalización y traducción para poder darlo a conocer. Su lectura sin duda es enriquecedora. Por otro lado, junto con otros objetos, en el museo se expone el terno que tradicionalmente se ha considerado que fue utilizado en 1622 en la canonización y que se conserva de forma excepcional. Por todo ello, la catedral es un lugar para visitar este año jubilar. Complementa los recorridos por templos isidrianos y nos recuerda que la devoción a los patronos de la diócesis siempre estuvo estrelazada.

El autorCristina Tarrero

Directora del Museo Catedral de la Almudena. Madrid