Cultura

Don y Misterio: contrastes en la vocación de San Juan Pablo II

La vocación cristiana es un don de Dios pero también encierra muchos misterios que uno debe descubrir. En esta obra san Juan Pablo II hace un relectura de su vida en el cincuenta aniversario de su ordenación sacerdotal.

Juan Ignacio Izquierdo Hübner·5 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

En el año 1996, san Juan Pablo II cumplía 50 años de sacerdocio. Con motivo de ese aniversario, el Papa polaco compartió con nosotros la apasionante historia de su vocación. Lo hizo a través de un libro personal, íntimo y —algo que siempre se agradece— también corto. Se titula “Don y misterio”.

Además de ser ya un clásico del género testimonio espiritual, este libro es para mí muy querido —perdón por el inciso personal—, pues lo he leído en dos momentos clave de mi vida: por primera vez en 2018, mientras terminaba de decidir si aparcar o no el título de abogado que había recibido poco antes y entrar en el Seminario. La segunda vez fue hace pocos meses, mientras discernía la decisión final. Como ven, el testimonio de san Juan Pablo II me ha acompañado en momentos cruciales de mi vida. Este 19 de noviembre, cuando reciba la ordenación diaconal, y en mayo del próximo año, con la ordenación sacerdotal, entre tanta gente que me ha ayudado en mi vida, me acordaré también de dar las gracias a san Juan Pablo II. 

¿Qué es el sacerdocio?

El título del libro responde a la pregunta “¿qué es el sacerdocio?” Pues, eso, el sacerdocio es un don y un misterio. Ahora bien, ¿cómo podemos saber si hemos recibido un don, cuando ese don es también un misterio? Esta vez la respuesta exige combinar el pensamiento y la vida, pues las palabras se quedan cortas. Por eso el testimonio de san Juan Pablo II es tan valioso para que podamos acercarnos a la solución de la paradoja. 

Acerquémonos al año 1942. Las fuerzas del Tercer Reich ocupan Polonia, los nazi persiguen a judíos y católicos, y un Karol Wojtyła de 22 años ​está entrando en el Seminario clandestino de Cracovia (es decir, la residencia del Arzobispo) para ir preparando su camino hacia el sacerdocio. Será un tiempo de crecimiento y también de cansancio, pues, en paralelo a los estudios eclesiásticos, Karol se pone a trabajar en una cantera de piedra para evitar que lo trasladen a otro campo de trabajo peor. 

La persecución y el miedo conformaban el telón de fondo de la época: en esos años espeluznantes de la Segunda Guerra Mundial murió el 20% de la población polaca y 3.000 sacerdotes polacos fueron asesinados en Dachau. En este escenario tan adverso, ¿cómo fue capaz, este joven polaco de 22 años, de entregar su vida a Dios? 

La herida familiar

Poco a poco nos vamos enterando de que Karol padeció una dolorosa preparación. Cuando tenía 9 años perdió a su madre, tiempo después perdió a su hermano mayor y, un año antes de que entrara en el Seminario, perdió también a su padre, a quien tanto quería. Sin embargo, es notable ver cómo el Papa recuerda toda su vida con gratitud, pues es capaz de ver a Dios detrás de su biografía: se fija más en las presencias que en las ausencias y asegura que su familia fue decisiva en su camino de fe. Su padre, por ejemplo, con quien creció en un clima de estrecha confianza y calidez, era militar de profesión y un hombre profundamente religioso.

Juan Pablo II lo recuerda así: “Sucedía a veces que me despertaba de noche y encontraba a mi padre arrodillado, igual que lo veía siempre en la iglesia parroquial. Entre nosotros no se hablaba de vocación al sacerdocio, pero su ejemplo fue para mí, en cierto modo, el primer seminario, una especie de seminario doméstico”. 

En medio de la debacle entre los pueblos, Karol tuvo la fuerza interior necesaria para salirse de los moldes de la historia. Mientras fuera reinaba el odio, en el interior de este joven seminarista germinaba una vocación radical al Amor: en sus años de juventud creció en intimidad con Dios, hizo amistades duraderas, ejercitó el teatro e incluso escribió poesía. “Mi sacerdocio, ya desde su nacimiento ha estado inscrito en el gran sacrificio de tantos hombres y mujeres de mi generación”, sostiene. Cuando terminó la guerra, Karol se trasladó a la sede normal del Seminario y el 1 de noviembre de 1946 recibió la ordenación sacerdotal. 

Esperanza

En “Don y misterio” disfrutamos de un relato lleno de optimismo sobrenatural, en el que podemos vislumbrar la magnanimidad de un hombre de Dios, la finura de un sacerdote enamorado de Jesucristo; y podemos entender el atractivo que una vida como la suya ejerce en el discernimiento vocacional de una vida corriente como la mía, o en el entusiasmo que sigue despertando en mis compañeros polacos de la Facultad de Teología, o en la renovada esperanza que suscita en tantas personas de mi generación.

La vida y la vocación de san Juan Pablo II están marcadas por los contrastes. Para comprender la convivencia entre felicidad y dolor en una vida, la relación entre don y misterio en una vocación, es necesario leer tranquilamente este libro, cerrarlo de vez en cuando y meditar: efectivamente, nos decimos entonces, la vocación al sacerdocio es sobre todo un regalo maravilloso de Dios, y lo entendemos mejor cuando un santo como Juan Pablo II ha aceptado ese don, lo encarna, lo agradece y luego, generosamente, nos lo comunica, como sigue haciendo a través de estas emocionantes memorias. 

El autorJuan Ignacio Izquierdo Hübner

Vaticano

Jornada Mundial de los Pobres: “Frente a los pobres no hay retórica”

El próximo domingo, 13 de noviembre, tendrá lugar la VI Jornada Mundial de los Pobres, una fiesta instituida por el Papa Francisco y que es una muestra de la identidad de su pontificado.

Giovanni Tridente·5 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

“Ante los pobres no se hace retórica, sino que se remanga y se pone en práctica la fe a través de la implicación directa, que no se puede delegar en nadie”. Lo escribió el Papa Francisco el 13 de junio en su Mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres, que instituyó al final del Jubileo de la Misericordia, que este año se celebrará el próximo domingo 13 de noviembre.

Lo repitió en la Conmemoración de los Fieles Difuntos en la Basílica de San Pedro: “Dios espera ser acariciado no con palabras, sino con hechos”. Palabras que suenan como piedras, como ponerse en el espejo y medir el grado de fe y disposición para convertirse en dispensadores de la misericordia de Dios.

Es una invitación sin ambages a estar del lado correcto -como explicó el Papa en la liturgia del 2 de noviembre, centrada en el capítulo 25 del Evangelio de Mateo, tan querido por él- también porque “en el tribunal divino, la única cabeza de mérito y acusación es la misericordia hacia los pobres y los descartados”.

Amor gratuito

Ciertamente, es un camino que se aprende con el tiempo y que tiene su punto de apoyo en la gratuidad: “amar gratuitamente, sin esperar la reciprocidad”. Pero uno que debe ser emprendido inmediatamente “ahora, hoy”, sin perderse en señalamientos, análisis, justificaciones varias.

La inminente Jornada Mundial de los Pobres quiere difundir el mismo llamamiento, que este año reitera en su lema cómo Cristo mismo “se hizo pobre por nosotros”, inspirándose en el pasaje de San Pablo a los Corintios. Un pobre que se identifica con las innumerables víctimas de la guerra, por ejemplo, un sinsentido que cosecha muerte y destrucción y que no hace sino aumentar el número de indigentes en el mundo.

Por eso es necesario abrir las puertas de los corazones y de la solidaridad, aprendiendo a “compartir lo poco que tenemos con los que no tienen nada, para que nadie sufra”. Una atención generosa y sincera que está lejos de un activismo inconcluso o distante, pero que también se acerca a los pobres por un sentido de justicia social, como escribió el Pontífice en la Evangelii gaudium.

En efecto, hay una pobreza que mata, que es la miseria, la injusticia, la explotación, la violencia, la injusta distribución de los recursos; y hay una pobreza que libera, que lleva a apuntar a lo esencial, vuelve a reflexionar el Santo Padre en su Mensaje para la jornada del 13 de noviembre: “el encuentro con los pobres nos permite poner fin a tantas angustias y temores inconsistentes, para llegar a lo que verdaderamente cuenta en la vida y que nadie puede robarnos: el amor verdadero y gratuito”.

En definitiva, en la correcta comprensión del fenómeno, según el Papa Francisco, los pobres, antes de ser objeto de nuestra generosa atención, “son sujetos que ayudan a liberarnos de las ataduras de la inquietud y la superficialidad”.

Día Mundial

Por ello, por sexto año consecutivo, la Jornada Mundial de los Pobres se celebrará en todo el mundo, centrada en la Santa Misa presidida por el Papa Francisco en la basílica de san Pedro. En los días previos a este evento, se llevan a cabo numerosas iniciativas de solidaridad en la Diócesis de Roma, la Iglesia que preside todas las demás en materia de caridad.

El año pasado, por ejemplo, más de 5.000 familias recibieron un botiquín para hacer frente a la pandemia y a diversas enfermedades estacionales; se destruyeron toneladas de alimentos básicos; y unas 500 familias afectadas por el desempleo se vieron liberadas de los gastos de servicios y alquiler. 

La Jornada Mundial de los Pobres, “cada año se arraiga más en el corazón de los cristianos de todo el mundo con iniciativas de lo más variadas, fruto de la caridad creativa que anima y suscita el compromiso de la fe”, comentó el arzobispo Rino Fisichella, jefe de la Sección del Dicasterio para la Educación que se encarga de llevar a cabo la iniciativa desde hace seis años.

Actualidad

Omnes en diversos idiomas

Omnes trabaja para ofrecer la información y los artículos de nuestra web en diversos idiomas.

Maria José Atienza·4 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

En Omnes estamos trabajando para ofrecer la información y los artículos de nuestra web en diversos idiomas, con el fin de facilitar la lectura de Omnes a más personas en todo el mundo. 

Por este motivo, durante algunos días, el servicio de traducción puede sufrir alteraciones. 

Esperamos contar muy pronto con el sistema mejorado de traducción.

Artículos

Francisco en Baréin: un sembrador de paz

Rome Reports·4 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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Una de las primeras paradas de su peregrinación de diálogo en Baréin: el Santo Padre fue recibido en la ceremonia de bienvenida y se encontró con las autoridades, la sociedad civil y el Cuerpo Diplomático.

Francisco resaltó la cordialidad del pueblo multiétnico, multicultural y multirreligioso, donde muchos migrantes se han trasladado en búsqueda de oportunidades, y llamó a construir la fraternidad.


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El Papa en Baréin exhorta a la paz

El papa Francisco saluda al jeque Ahmad el-Tayeb, gran imán de la mezquita y universidad egipcia Al-Azhar, en el Palacio de Sakhir en Awali. Bahréin, 4 de noviembre de 2022.

Javier García Herrería·4 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

El Papa en Baréin: «No basta con decir que la religión es pacífica»

En su viaje a Baréin el Papa Francisco está hablando con claridad sobre la guerra y los derechos humanos. Este artículo recoge los principales mensajes de la jornada de hoy, viernes 4 de noviembre.

Antonino Piccione·4 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Un itinerario bajo la bandera del diálogo interreligioso, la paz y el encuentro entre personas de diferentes creencias. Este es el trasfondo y el horizonte del Viaje Apostólico del Papa Francisco al Reino de Baréin, en su viaje del 3 al 6 de noviembre. Es el número 39ª del pontificado, el noveno en países de mayoría musulmana: un corolario de la encíclica «Fratelli tutti», en la estela de la visita en 2019 a Abu Dhabi para la firma con el gran imán de Al-Azhar, Ahmed al-Tayeb (con quien el Papa se reunirá también en privado en los próximos días) del «Documento sobre la fraternidad humana», un hito para las nuevas relaciones entre el Islam y la Iglesia católica.

En el espíritu del viaje se centró el propio Francisco, el pasado domingo en el Ángelus. «Participaré en un Foro que se centrará en la indispensable necesidad de que Oriente y Occidente se unan más por el bien de la convivencia humana; tendré la oportunidad de reunirme con representantes religiosos, en particular con representantes islámicos». Una oportunidad para la fraternidad y la paz, de las que el mundo tiene «extrema y urgente necesidad».

La misma clave de interpretación se encuentra en las palabras de los últimos días con las que el cardenal Pietro Parolin confirmó el carácter primordialmente interreligioso de la visita, la segunda del Pontífice a la Península Arábiga (de la que Baréin es un apéndice insular).

Templos en Baréin

Baréin, cuna del Islam chiita, a pesar de algunas tensiones con la parte minoritaria suní de la población, es un estado también tolerante con la pequeña comunidad católica (unas 80 mil personas, en su mayoría inmigrantes por motivos laborales de una población total de 1,4 millones). El rey Hamad bin Isa Al Khalifa, que recibió al Papa antes del encuentro con las autoridades y el cuerpo diplomático, donó hace unos años el terreno en el que hoy se levanta la segunda iglesia del país, la Catedral de Nuestra Señora de Arabia en Awali, que el Papa visitará. El primero data de 1939 y se encuentra en la capital, Manama.

Entre los actos más destacados de la visita, que se prolongará hasta el domingo, figuran un encuentro con el Consejo de Ancianos Musulmanes en la Mezquita del Palacio Real de Sakhir esta tarde, y un abrazo con la comunidad católica en la misa que el propio Papa presidirá el sábado en el estadio nacional de Baréin (se espera la asistencia de más de 20.000 personas), seguido de un encuentro con los jóvenes en la escuela del Sagrado Corazón.  Finalmente, el domingo por la mañana, en la Iglesia del Sagrado Corazón de Manama, Francisco concluirá la visita con los obispos, el clero local, los consagrados, los seminaristas y los agentes de pastoral. 

Condena de la guerra

En el Palacio Real de Sakhir, en Awali, Francisco ha concluido hoy el Foro de Diálogo con los líderes de las distintas confesiones. Con una invitación a la acción conjunta para reparar las divisiones: «Que el camino de las grandes religiones sea una conciencia de paz para el mundo. Oponerse al «mercado de la muerte», aislar a los violentos que abusan del nombre de Dios y dejar de apoyar a los movimientos terroristas». De nuevo un llamamiento «para que se ponga fin a la guerra en Ucrania y se celebren negociaciones de paz serias». No basta con decir que una religión es pacífica: hay que actuar en consecuencia. No basta con afirmar la libertad religiosa: es necesario superar realmente todas las limitaciones en materia de fe y trabajar para que incluso la educación no se convierta en un adoctrinamiento autorreferencial, sino en una forma de abrir realmente el espacio a los demás.

Es un mensaje sobre las consecuencias concretas de la fraternidad que el Papa Francisco ha pronunciado esta mañana en Baréin al dirigirse a los demás líderes religiosos y personalidades presentes en el «Foro para el Diálogo: Oriente y Occidente para la Convivencia Humana», el evento sobre el diálogo que es la ocasión del actual viaje apostólico. En la plaza Al-Fida’ del palacio real de Awali, junto al soberano Hamad bin Isa Al Khalifa, estuvieron presentes exponentes de diferentes confesiones religiosas convocados en el país del Golfo para esta ocasión: entre ellos el imán de al Azhar, Ahmed al Tayyeb, y el patriarca de Constantinopla Bartolomé, a quien Francisco saludó con afecto. «Oriente y Occidente se asemejan cada vez más a dos mares opuestos», dijo el Pontífice, comentando el tema del encuentro, «nosotros, en cambio, estamos aquí juntos porque pretendemos navegar en el mismo mar, eligiendo la ruta del encuentro y no la del enfrentamiento».

Esta tarea es más urgente que nunca en un mundo tan conflictivo como el actual: incluso desde Awali, Francisco no dejó de alzar su voz para pedir el fin de la guerra en Ucrania. «Mientras la mayoría de la población mundial se encuentra unida por las mismas dificultades, aquejada por graves crisis alimentarias, ecológicas y pandémicas, así como por una injusticia planetaria cada vez más escandalosa», dijo, «unos pocos poderosos se concentran en una lucha decidida por intereses partidistas, exhumando un lenguaje obsoleto, redibujando zonas de influencia y oponiendo bloques». Lo calificó como «un escenario dramáticamente infantil: en el jardín de la humanidad, en lugar de cuidar el conjunto, se juega con fuego, con misiles y bombas, con armas que causan llanto y muerte, cubriendo la casa común de cenizas y odio».

Fraternidad

Por lo tanto, es necesario que los creyentes de todas las religiones respondan siguiendo el camino de la fraternidad, ya indicado en 2019 en la Declaración firmada en Abu Dhabi con al Tayyeb y recordado por la misma Declaración del Reino de Baréin discutida durante la reunión de estos días. Pero para que no se queden en meras palabras, Francisco ha indicado hoy tres retos concretos: la oración, la educación y la acción. En primer lugar, la dimensión de la oración: «la apertura del corazón al Altísimo -explicó- es fundamental para purificarnos del egoísmo, la cerrazón, la autorreferencialidad, la falsedad y la injusticia».

Quien reza «recibe la paz en su corazón y no puede sino convertirse en su testigo y mensajero». Pero para ello se necesita una premisa indispensable: la libertad religiosa. «No basta -subraya el Papa- con conceder permisos y reconocer la libertad de culto, sino que hay que conseguir una verdadera libertad religiosa. Y no sólo cada sociedad, sino cada credo está llamado a comprobarlo. Está llamada a preguntarse si constriñe desde el exterior o libera en el interior de las criaturas de Dios; si ayuda al hombre a rechazar la rigidez, la cerrazón y la violencia; si aumenta en los creyentes la verdadera libertad, que no es hacer lo que a uno le plazca, sino disponerse al propósito de bien para el que hemos sido creados».

Educación

Un segundo reto indicado por el Pontífice es la educación, una alternativa a la ignorancia que es enemiga de la paz. Pero debe ser una educación verdaderamente «digna del hombre, para ser dinámica y relacional: por tanto, no rígida y monolítica, sino abierta a los desafíos y sensible a los cambios culturales; no autorreferencial y aislante, sino atenta a la historia y a la cultura de los demás; no estática, sino indagadora, para abarcar aspectos diferentes y esenciales de la única humanidad a la que pertenecemos». Debe enseñar a «entrar en el corazón de los problemas sin presumir de tener la solución y a resolver problemas complejos de forma sencilla, pero con la disposición de habitar la crisis sin ceder a la lógica del conflicto».

Una educación que haga crecer la capacidad «de cuestionarse, de entrar en crisis y de saber dialogar con paciencia, respeto y espíritu de escucha; de aprender la historia y la cultura de los demás». Porque no basta con decir que somos tolerantes, sino que hay que dar cabida al otro, darle derechos y oportunidades».

Mujer y derechos

La educación para Francisco conlleva también tres urgencias: en primer lugar, «el reconocimiento de las mujeres en la esfera pública. En segundo lugar, la protección de los derechos fundamentales de los niños: «eduquémonos -exhortó el Papa- a mirar las crisis, los problemas, las guerras, con los ojos de los niños: no se trata de una bondad ingenua, sino de una sabiduría previsora, porque sólo pensando en ellos el progreso se reflejará en la inocencia y no en el beneficio, y contribuirá a construir un futuro a escala humana». Y luego la educación para la ciudadanía, renunciando «al uso discriminatorio del término minoría, que lleva consigo el germen del sentimiento de aislamiento e inferioridad».

Por último, la fraternidad llama a la acción, para traducir en gestos coherentes el «no a la blasfemia de la guerra y al uso de la violencia». «No basta con decir que una religión es pacífica», especificó Francisco, «es necesario condenar y aislar a los violentos que abusan de su nombre». El hombre religioso, el hombre de la paz, también se opone a la carrera armamentística, al negocio de la guerra, al mercado de la muerte. No favorece alianzas contra nadie, sino caminos de encuentro con todos: sin ceder al relativismo ni al sincretismo de ningún tipo, persigue un solo camino, el de la fraternidad, el del diálogo, el de la paz».

«El Creador -concluyó Francisco- nos invita a actuar, especialmente en favor de demasiadas de sus criaturas que todavía no encuentran suficiente espacio en las agendas de los poderosos: los pobres, los no nacidos, los ancianos, los enfermos, los emigrantes… Si nosotros, que creemos en el Dios de la misericordia, no escuchamos a los miserables y damos voz a los sin voz, ¿quién lo hará? Estemos de su lado, trabajemos para socorrer a los heridos y probados. Al hacerlo, atraeremos sobre el mundo la bendición del Altísimo».

El autorAntonino Piccione

Mundo

Los retos de la nueva cúpula directiva de los obispos de Estados Unidos

A mediados de noviembre los obispos de EE.UU. se reunirán para elegir a los nuevos representantes de los obispos. También analizarán a fondo los retos de la Iglesia norteamericana tras el proceso de escucha sinodal.

Gonzalo Meza·4 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Del 14 al 17 de noviembre se llevará a cabo en Baltimore, Maryland, la Asamblea Plenaria de la Conferencia de Obispos de los Estados Unidos (USCCB por sus siglas en inglés). En las sesiones se discutirán los retos más importantes que afronta la Iglesia en los EE.UU., entre ellos la Iniciativa de Renacimiento Eucarístico, la revisión del documento doctrinal sobre responsabilidad política de los católicos (“Formando la conciencia para ser ciudadanos fieles”, así como temas relacionados con la decisión Dobbs vs. Jackson de la Corte Suprema de Justicia y la discusión de algunas causas de beatificación y canonización. 

Los temas internacionales de esta Asamblea incluirán la Jornada Mundial de la Juventud 2023, el Sínodo de los Obispos, la guerra en Ucrania y la situación migratoria en la frontera México-EU, entre otros. La Asamblea iniciará con el discurso del Nuncio Apostólico en los Estados Unidos, Mons. Christophe Pierre, seguido por Mons. José H. Gómez, Arzobispo de Los Ángeles, quien pronunciará su última alocución como presidente de la USCCB, concluyendo su mandato. Durante esta reunión los obispos norteamericanos votarán para elegir nuevos presidente, vicepresidente y las cabezas de seis comités. 

Los retos de la nueva administración

Los obispos que conformen la nueva administración para el próximo trienio tendrán delante de sí los desafíos y esperanzas de la Iglesia norteamericana los cuales se expresaron durante el proceso sinodal que se desarrolló recientemente en EE.UU. y cuyas conclusiones fueron publicadas en la “Síntesis Nacional del Pueblo de Dios en los EE.UU. del Sínodo de Obispos 2021-2023”. El documento sintetiza los informes de las 178 diócesis y arquidiócesis de la Iglesia Latina, el Ordinariato Personal de la Cátedra de San Pedro y las 18 eparquías católicas orientales presentes en el país. 

En este proceso sinodal participaron 700,000 personas, las cuales conforman cerca del 1% de los católicos en EE.UU. (de un total de 66.8 millones de católicos). El documento refleja las alegrías, esperanzas y heridas persistentes en la Iglesia norteamericana. La Síntesis señala que esta experiencia sinodal en los EE.UU. permitió el redescubrimiento de “la sencilla práctica de reunirse, rezar juntos y escucharse unos a otros” para discernir las respuestas a los retos que enfrenta la Iglesia, siendo el Espíritu Santo el principal agente en este ejercicio.

Las heridas

Los abusos sexuales, la división en la iglesia, la polarización en EE.UU., la ausencia de los jóvenes y la marginación de grupos étnicos y raciales son las heridas reportadas por los participantes en el proceso sinodal. De acuerdo con la Síntesis, la herida que más aflige es la de los efectos de la crisis del abuso sexual: “El pecado y el delito de abuso sexual ha erosionado no solo la confianza en la jerarquía y la integridad moral de la Iglesia, sino que también ha creado una cultura de temor que impide que las personas se relacionen entre sí”, indica el texto. 

Otra herida persistente fue “la experiencia de la profunda división de la Iglesia, la cual provoca una profunda sensación de dolor y ansiedad. En ese sentido, muchas regiones del país percibieron la falta de unidad entre los obispos de los Estados Unidos y entre algunos obispos (a título individual) con el Santo Padre, situación que fue definida como “fuente de grave escándalo”. 

Esta división al interior de la Iglesia, que se retroalimenta por la polarización política, afecta también la celebración eucarística. Las diferencias en la forma de celebrar la liturgia, precisa el texto, “a veces alcanzan un nivel de hostilidad”. En ese rubro, la cuestión que generó más polémica fue la celebración de la Misa preconciliar. Otros desafíos identificados en las consultas sinodales fueron la marginación de grupos minoritarios, el sentimiento de exclusión de los más jóvenes y su ausencia de la Iglesia: “Prácticamente todas las consultas sinodales compartieron un profundo dolor por la partida de los jóvenes”.

Las esperanzas puestas en la Eucaristía

A pesar de las numerosas heridas que ponen de manifiesto un gran deseo de sanación y comunión, los participantes en el proceso sinodal coincidieron en que la Eucaristía es la fuente de esperanza, de donde parten la unidad, la comunidad y la vida de fe. Providencialmente este año se lleva a cabo la iniciativa denominada “Renacimiento Eucarístico Nacional”, un programa de tres años patrocinado por la USCCB y cuyo objetivo es fomentar el conocimiento el amor y el encuentro del pueblo de Dios con la fuente y cumbre de la fe católica. 

Esta iniciativa tendrá su culmen con el Congreso Eucarístico Nacional en Indianápolis, Indiana del 17 al 21 de julio del 2024. Como dice en la página web de la iniciativa: “Escándalo, división, enfermedad, duda. La Iglesia ha resistido cada uno de ellos a lo largo de nuestra historia. Pero hoy nos enfrentamos a todos a la vez. En medio de estas olas rugientes, Jesús está presente, recordándonos que Él es más poderoso que la tormenta. Él desea sanar, renovar y unificar a la Iglesia y al mundo. ¿Cómo lo hará? Uniéndonos de nuevo en torno a la fuente y la cumbre de nuestra fe: la Sagrada Eucaristía”.

Cultura

Timothy Schmalz. Cuando la fe se esculpe en bronce

Obras como Angels Unawares (Ángeles sin saberlo) o los Homeless Jesus (Jesús sin techo) forman parte del catálogo del artista canadiense Timothy Schmalz que, a través de su prolífica obra escultórica de carácter religioso, acerca al espectador a realidades “visibles e invisibles”. Especializado en la escultura en bronce, Schmalz concibe su trabajo como una evangelización materializada: la realización obras de arte que glorifiquen a Cristo. 

Maria José Atienza·4 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Desde el 29 de mayo de 2022, la iglesia romana de San Marcello al Corso muestra en su interior una curiosa imagen: una moderna Virgen con un Niño no nacido en su interior, visible, obra del artista canadiense Timothy Schmalz, que pretende celebrar la vida a través de la belleza. 

Esta imagen, bautizada como el Monumento a la Vida, fue bendecida por Mons. Vicenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida del Vaticano. No será la única imagen de estas características que se podrá ver en todo el mundo. Junto a la escultura de Roma, Washington albergará una réplica de este Monumento a la vida

El propio Schmalz ha señalado que la fuente de inspiración para el Monumento a la Vida la encontró en el Mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de la Paz de 2015. 

Al artista, que ha sido recibido varias veces por el Santo Padre, le llamó la atención lo que el Papa llamaba en este mensaje la “globalización de la indiferencia”. Basándose en esta idea, Schmalz pensó que una escultura podría ayudar a concienciar sobre esas otras vidas vulnerables en el vientre de sus madres. En otras palabras, hacer visible lo invisible. 

En este sentido, como destaca para Omnes Tim Schmalz, no es que la sociedad tenga dificultades para acceder a la trascendencia sino que “la naturaleza humana es creer en lo que se ve. Si el feto se pudiera ver siempre, creo que habría una sociedad que lo consideraría más sagrado”. 

El desarrollo de esta escultura fue, como señala el autor “muy rápido y hermoso. Hice un boceto inicial y, en el momento en que vi el dibujo, supe que era excelente”.

Toda la imagen dirige la mirada del espectador hasta el centro: el Niño no nacido. Al mismo tiempo, “recoge” también al espectador, que se refleja en el círculo de acero plateado el vientre de la Virgen, que actúa como un espejo. “Los espectadores de la escultura se ven literalmente en el centro de la obra, simbolizando su conexión con esta fuente creativa” afirma Schmalz.

El Monumento a la Vida es una donación del Movimento Per la Vita Italiano . En este sentido, como señaló Mons. Vicenzo Paglia en la bendición de la imagen, “se trata del compromiso para que la mujer (y la pareja) reciba todo el apoyo posible para prevenir el aborto, superando las dificultades, incluidas las económicas, que llevan a la interrupción del embarazo”. 

Su lugar romano, en la iglesia de San Marcello, que alberga el “Crocifisso miracoloso”, que el Papa Francisco llevó al Vaticano durante la pandemia, es una manera de hacer que muchas personas, de todos los lugares, se encuentren con este canto a la vida no nacida. 

La colocación y bendición de esta imagen se ha producido en un momento en el que el debate sobre la vida ha vuelto a primera plana en países como Estados Unidos. Con el Monumento a la Vida el escultor quiere, de hecho, “celebrar la vida”. Es cierto que, tanto el desarrollo como la inauguración de este monumento no ha sido propiciado por el debate, sino que ha resultado ser una coincidencia. 

Casualidad o no, para Tim Schmalz “debemos defender toda la vida, como dijo el Papa Francisco, aunque no sea conveniente”. Por este motivo, el artista quiere que esta escultura esté ubicada donde pueda servir como testimonio. De ahí que el Monumento a la Vida de Estados Unidos, tras cortas estancias en diferentes ciudades, vaya a ser instalado de forma permanente en la capital del país.

La barca de migrantes en San Pedro

No es la primera obra de Tim Schmalz ubicada en el corazón de la cristiandad; el canadiense es el autor de Angels Unawares, un impactante grupo escultórico que, desde septiembre de 2019, ocupa un lateral de la Plaza de San Pedro. La ingente obra representa una balsa en la que se acurruca, expectante, un grupo de migrantes y refugiados de diferentes orígenes culturales y raciales, y de diversos períodos históricos. De entre ellos, sobresalen unas alas de ángeles remitiendo al texto de la carta a los Hebreos: “No olvidéis la hospitalidad: por ella algunos, sin saberlo, hospedaron a ángeles”. Una escultura que supuso todo un reto para el escultor. 

Angels Unawares fue iniciativa de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral para conmemorar la 105ª Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado. El propio Papa Francisco presidió la Santa Misa tras la que se bendijo la escultura. 

Cuando recibió el encargo desde la Santa Sede, Schmalz reconoce que sintió, más que felicidad, “una responsabilidad muy grande de dar la mejor cara de nuestra fe a través del arte. No había tiempo para descansar”. Además de la que se puede ver en San Pedro, Angels Unawares puede verse en el campus de la Catholic University of America.

Un especial “sin techo” 

Entre las obras de inspiración religiosa más conocidas de Timothy Schmalz destacan sus Homeless Jesus. Estas esculturas muestran un indigente sin techo, acostado en un banco de la calle y cubierto por una manta raída. Al observar detenidamente, en las marcas de sus pies, descubrimos a un Cristo cuyo rostro se oculta en la figura de la pobreza más extrema. 

Son numerosos los lugares, generalmente exteriores y de tránsito continuado, en los que se pueden ver estas impactantes obras: los alrededores de la catedral metropolitana de Buenos Aires, el Seosomun Historical Park de Seúl, las orillas del mar de Galilea o el exterior de la sede romana del movimiento de Sant’Egidio, son algunos de estos lugares. 

Una de las características de muchas de estas obras de Schmalz que representan realidades especialmente dolorosas como pueden ser la emigración, el desamparo o la exclusión es la serenidad con la que transmite estas duras escenas. Tim Schmalz señala para Omnes que, al enfrentarse a este tipo de realidades, “me centro en el tema y trato de hacerlo lo más auténtico posible. Creo que una obra de arte es bella si muestra la verdad de algo”. 

“La fe es la razón de mi escultura”

El escultor canadiense afirma sin ambages que “mi fe es la única razón por la que esculpo, sería imposible poner tanto tiempo en mi arte si no tuviera una misión de Dios”. Para Schmalz el artista es un evangelizador y ha de ser consciente de ello. Hacer de su obra una vía de comprensión, de acercamiento al otro y a Dios. “Si la escultura fuera lo suficientemente buena cambiaría los corazones y las mentes de la gente” apunta Tim Schmalz, “si no lo consigue no es la religión la que falla, somos nosotros, el artista, el sacerdote, todos los que evangelizamos los que no presentamos la verdad de una manera que la gente pueda ver”.

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Recursos

Elemento material, gestos humanos y palabras en la Penitencia y la Eucaristía

Los sacramentos son signos sensibles de la gracia, por lo que están compuestos de aspectos materiales y formales: palabras, gestos y elementos materiales.

Alejandro Vázquez-Dodero·4 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Veíamos en el anterior artículo el significado de los sacramentos, y por qué se celebran como se celebran. Decíamos que los siete sacramentos corresponden a todos los momentos importantes de la vida del cristiano: dan nacimiento y crecimiento, curación y misión a la vida de fe de los cristianos. La Eucaristía ocupa el centro, pues contiene al Autor de la vida de la gracia divina, a Cristo mismo; de otro lado, por la misericordia y el perdón de Dios, el sacramento de la Penitencia logra la curación del alma enferma –caída– y, por tanto, posibilita el crecimiento del amor a Dios.

¿Cuáles son el elemento material, los gestos humanos y las palabras en el sacramento de la Penitencia?

El Concilio de Trento sentó como doctrina que el signo sensible de este sacramento es la absolución de los pecados por parte del sacerdote, así como los actos del penitente.

La materia sería la contrición o el dolor de corazón de haber ofendido a Dios, los pecados dichos al confesor de manera sincera e íntegra y el cumplimiento de la penitencia o satisfacción. Al respecto, cabe subrayar que para la validez del sacramento debe observarse la obligación de confesar todos los pecados mortales o graves de los que se sea consciente.

De otro lado, la forma serían las palabras que pronuncia el sacerdote –que en ese instante es el mismo Cristo, pues actúa “in persona Christi”– después de escuchar los pecados: “Yo te absuelvo de tus pecados, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”.

En cuanto a la celebración de este sacramento encontramos dos elementos fundamentales. El primero lo constituyen los actos que realiza el penitente que quiere convertir su corazón en presencia del amor misericordioso de Dios, gracias a la acción del Espíritu Santo: el arrepentimiento o contrición, la confesión de los pecados y el cumplimiento de la penitencia. El otro elemento es la acción de Dios: según dispone el Catecismo en su punto 1148, por medio de los sacerdotes la Iglesia perdona los pecados en nombre de Cristo, decide cuál debe ser la penitencia, ora con el penitente y hace penitencia con él.

Con carácter ordinario el sacramento se recibe de manera individual, acudiendo al confesionario, diciendo sus pecados y recibiendo la absolución también individualmente. Existen casos excepcionales –prácticamente el estado de guerra, peligro de muerte por catástrofe, y notoria escasez de sacerdotes– en los cuales el sacerdote puede impartir la absolución general o colectiva: se trata de situaciones en las que, de no impartirse, las personas se quedarían sin poder recibir la gracia sacramental por largo tiempo, sin ser por culpa suya. Pero esto no excluye a los penitentes de tener que acudir a la confesión individual en la primera ocasión que se les presente y confesar los pecados que fueron perdonados a través de la absolución general.

Por último, cabría referirse a la confesión general: cuando una persona hace una confesión de todos los pecados cometidos durante toda la vida, o durante un período de la vida, incluyendo los ya confesados con la intención de obtener una mayor contrición.

¿Por qué se habla también de sacramento de la “confesión”, de la “reconciliación”, del “perdón de Dios” y de la “alegría”? 

Al sacramento de la Penitencia se le denomina sacramento de la “confesión” porque la declaración o manifestación de los pecados ante el sacerdote es un elemento esencial del mismo. Se trata de un reconocimiento y alabanza de la santidad de Dios y de su misericordia para con el hombre pecador.

Es asimismo conocido como sacramento de la “reconciliación” porque otorga al pecador el amor de Dios, que reconcilia. Así lo aconseja el apóstol Pablo a los de Corinto: “Dejaos reconciliar con Dios” (2 Co 5,20).

Se le denomina sacramento del “perdón” ya que por la absolución sacramental del sacerdote Dios concede al penitente el perdón de sus pecados.

Por último, es también sacramento de la “alegría” por la paz y gozo que se obtiene tras hacerse con el perdón de un Padre que comprende a sus hijos y dispensa su amor misericordioso las veces que haga falta.

¿Cuáles son el elemento material, los gestos humanos y las palabras en el sacramento de la Eucaristía?

Con carácter introductorio y aclaratorio cabe señalar que la palabra “Eucaristía” se refiere tanto a la celebración de la santa Misa como a la presencia sacramental de Cristo, que de hecho puede quedar reservado en los tabernáculos o sagrarios.

La materia del sacramento de la Eucaristía es pan de harina sin levadura y vino natural, extraído de la uva, tal y como los utilizó Jesucristo en la Última Cena.

La forma se refiere a las palabras pronunciadas por el Señor al instituir el sacramento, momento de la Misa denominado “transubstanciación”, ya que el pan y vino dejan de ser tales y pasan a constituir el cuerpo y la sangre de Jesucristo: “Tomad y comed todos de él, porque esto es mi Cuerpo que será entregado por vosotros” (…) “Tomad y bebed todos de él, porque ésta es mi Sangre. Sangre de la alianza nueva y eterna que será derramada por vosotros y por muchos, para el perdón de los pecados”.

El pan y el vino se depositan en el altar, elemento éste que litúrgicamente representa a Cristo y que por tanto convierte ese “depositar” en un “ofrecer”. Se trata de una ofrenda espiritual de toda la Iglesia que recoge la vida, los sufrimientos, las oraciones y los trabajos de todos los fieles, que se unen a los de Cristo en una única ofrenda.

En su mensaje a los peregrinos romanos en la Cuaresma de 2018 el Papa Francisco recordó que cada Eucaristía consiste en los mismos signos y gestos que realizó Jesús la víspera de su Pasión, en la primera Eucaristía.

Esos signos vienen representados en la liturgia –o celebración– eucarística con multitud de detalles gestuales que el sacerdote celebrante de la santa Misa pone por obra: apertura de los brazos en forma de cruz para significar el sacrificio escondido en la Eucaristía, arrodillarse como muestra de adoración y reconocimiento de la grandeza de Dios, elevar el cáliz y la patena a modo de ofrenda a lo Alto, etc.

Vaticano

El Papa en Baréin. Mensaje de diálogo y convivencia en un mundo de guerras

En línea con su visita a los Emiratos Árabes Unidos en 2019, y con el Documento sobre la Fraternidad Humana, firmado con el gran Imán de al-Azhar en Abu Dabi, el Papa Francisco clausura estos días en el Reino de Baréin un Foro por el Diálogo sobre Oriente y Occidente para la convivencia humana, y envía una señal a Arabia Saudí e Irán.

Francisco Otamendi·4 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

La visita del Papa Francisco al Reino de Baréin entre los días 3 y 6 de noviembre, refuerza la elección de la familia real de los Al Khalifa, en su deseo de mostrar el perfil del Reino como lugar de diálogo, de acogida tolerante y de convivencia pacífica entre diferentes culturas y comunidades, en un mundo ensangrentado por guerras y conflictos.

El más cercano para Baréin y los otros países del Golfo Pérsico es el de Yemen en la Península Arábiga. Pero no demasiado lejos se sitúa el enfrentamiento entre Rusia y Ucrania, que afecta a Europa y al mundo, y por cuyo final impulsa el Santo Padre a la oración y al diálogo.

El Papa Francisco desea “abrir nuestras mentes y hacernos entender que es absolutamente necesario que entremos en una relación de mutuo respeto y colaboración sobre el terreno, allí donde sea posible”. Con estas palabras se refería el administrador apostólico del Vicariato de Arabia del Norte, Monseñor Paul Hinder, a la visita papal.

En sendos encuentros que Hinder ha mantenido con periodistas acreditados en el Vaticano y a través de ACN, subrayó que “todos los viajes del Papa persiguen el mismo propósito: construir una plataforma en la que, a pesar de nuestras diferencias en las creencias, podamos crear comunidades positivas y constructivas para construir el futuro…. Si las dos principales religiones monoteístas no encuentran una mínima base de entendimiento existe un riesgo para todo el mundo”.

Para el administrador apostólico del Vicariato de Arabia del Norte , “el Papa está construyendo una plataforma común” y apuntó que esta visita del Pontífice a Baréin, sigue la estela de Abu Dabi, y es “continuación de sus viajes a Marruecos, Irak y Kazajstán”.

Según Fayad Charbel, sacerdote de la iglesia del Sagrado Corazón de Manama, capital del archipiélago de Baréin, la visita papal contribuye a mostrar que este país es una tierra “de diálogo y convivencia”. Por su parte, el sacerdote Saba Haidousian, párroco de la comunidad greco ortodoxa local, destaca la importancia del viaje para el Reino y para todo Oriente Medio, según la agencia Fides, al subrayar que el rey Hamad bin Isa Al Khalifa lleva tiempo pidiendo que Baréin se convierta en un espacio de convivencia pacífica y libre entre las diferentes comunidades religiosas. A su juicio, el Foro Baréin por el Diálogo Oriente-Occidente para la Convivencia Humana centrará la atención internacional sobre Baréin, mostrando todas las normas de “convivencia entre diferentes” que caracterizan la vida en el Reino.

En la misma línea, el encuentro entre el Papa Francisco y el rey Hamed, asegura Hani Aziz, pastor de la Iglesia Evangélica de Manama, será también una oportunidad para enviar “un gran mensaje” en favor de un Oriente Medio “libre de las guerras” que atormentan a pueblos enteros.

Fraternidad universal

Otros medios, como Asia News, han subrayado que el Papa Francisco visita Baréin “para retomar el diálogo con el islam y Oriente”, y se apoyan en que el mensaje del Papa es “un mensaje de paz”, en momentos en que muchas personas están viviendo “diversas formas de conflicto, hostilidad y guerras”, tal como ha señalado Monseñor Paul Hinder, OFM, actual administrador apostólico de Arabia del Norte, que ha sido durante años, hasta hace pocos meses, Vicario Apostólico de Arabia del Sur, y que es el anfitrión eclesiástico principal de la visita del Papa a Baréin.

En cualquier caso, existe unanimidad en que la visita de Francisco a Baréin sigue la estela “del proceso iniciado” en su visita de febrero de 2019 a Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos, EAU), “continuación de sus viajes a Marruecos, Irak y Kazajstán”. El Papa desea “abrir nuestras mentes y hacernos entender que es absolutamente necesario que entremos en una relación de mutuo respeto y colaboración sobre el terreno, allí donde sea posible”, explicó Monseñor Paul Hinder en un encuentro online organizado por Iscom el 24 de octubre. “El Papa está construyendo
una plataforma común”, añadió.

En el mismo encuentro, Mons. Hinder señaló que la visita el Papa lanza una “señal fuerte” a Arabia Saudí y a Irán, enfrentados en un largo conflicto. “No es imaginable que su estancia [del Santo Padre] pase inadvertida en Riad y en Teherán”, añadió el vicario apostólico de Arabia del Norte.

La firma del Documento sobre la Fraternidad Humana por el gran Imán de al-Azhar y el Papa Francisco en Abu Dabi, “es un acontecimiento que para nosotros sigue siendo un punto de referencia fundamental”, y “en los territorios del Vicariato, estamos llamados a mantener viva la memoria de este acontecimiento
y al mismo tiempo debemos comprometernos a desarrollar sus implicaciones desde el punto de vista social, del diálogo y de las relaciones culturales e interreligiosas”, manifestó poco antes del verano en Omnes.

Monseñor Paolo Martinelli, Vicario Apostólico de Arabia del Sur. “En esencia” —añade Monseñor Martinelli—, “las religiones deben apoyar la fraternidad y la paz universales”. Ferrán Canet, corresponsal de Omnes en Líbano, que se desplaza a menudo a tierras arábigas, corrobora que, en su opinión, “el motivo principal del viaje es el mismo de Abu Dabi, es decir, seguir en esa línea de la fraternidad universal, de diálogo de religiones, pero no en cuanto al contenido de la fe, sino en la línea de lo que puede ser común, la fraternidad universal, aparte de que el Papa aproveche para tener encuentros con los cristianos de allí, como una Misa con sacerdotes, religiosas, etc.”.

“Sobre Baréin, el antiguo vicario apostólico ya fallecido, Monseñor Camillo Ballin, me comentaba que había tenido una acogida muy buena por parte de las autoridades, con muchas facilidades, a diferencia de otros países. Facilidades para la nueva catedral, la sede del obispo, una casa en la que se pudieran
realizar ejercicios espirituales y actividades varias”, comenta Ferrán Canet.

Un itinerario con lógica

Asia News ha subrayado que “el viaje apostólico del Papa Francisco a Bahrein forma parte de un itinerario que tiene su propia lógica y que ha tocado anteriormente Abu Dhabi, Marruecos, Irak y más recientemente Kazajstán”. Esta decisión muestra que “en la mente del Pontífice hay una estrategia positiva de acercamiento a las diversas corrientes internas del Islam”, para tratar de revitalizar o establecer
“un diálogo con el vasto mundo musulmán”, ha explicado también Mons. Paul Hinder, quien, como vicario del Sur de Arabia, recibió al Papa en Abu Dabi.

En su reciente visita a Kazajstán, el Papa elogió el esfuerzo del país kazajo para situarse como lugar de encuentro multicultural y multirreligioso, y por la promoción de la paz y de la fraternidad humana. Fue en la séptima edición del Congreso de los Líderes de las religiones mundiales y tradicionales, una
iniciativa que comenzó hace veinte años auspiciada por las autoridades políticas del país, tal como informó Omnes.

El congreso kazajo aprobó una Declaración final en continuidad con la firmada en Abu Dabi en 2019, y podría añadirse que en línea también con su encuentro de oración con líderes religiosos en la Llanura de Ur, en Iraq, y con sucesivos eventos en Asís, que continúan los encuentros convocados por san Juan Pablo II desde 1986. Es un punto clave de su pontificado.

El autorFrancisco Otamendi

España

El 32 % de los hogares, con graves dificultades para una vida digna

Los ingresos de seis millones de familias españolas son inferiores al 85 por ciento de su presupuesto de referencia para llevar una vida digna. Esto supone que un tercio de los hogares no puede satisfacer sus necesidades básicas, según un informe de la Fundación Foessa presentado en Caritas Española, que supone una verdadera alerta social.

Francisco Otamendi·3 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Las consecuencia sociales y económicas de la pandemia del Covid han sido devastadoras para muchas familias. Y mientras que la pandemia todavía no ha terminado, “seguimos sin tener perspectivas claras de hasta cuándo continuará lastrando la economía mundial, pues se ha sumado una nueva crisis, esta vez de tipo inflacionario, derivada principalmente de la guerra en Ucrania que, de nuevo, trae consigo graves repercusiones en los niveles de precariedad de las familias”, señala el informe, titulado “El coste de la vida y las estrategias familiares para abordarlo”.

Ahora, la sociedad se ve afectada por el encarecimiento del coste de la vida, “que representa un nuevo contratiempo para muchas empresas y hogares en nuestro país”. Lo ha subrayado la secretaria general de Cáritas, Natalia Peiro, en la presentación del informe: “la situación afecta a toda la sociedad, pero tiene consecuencias más graves para las familias más vulnerables, para los sectores más débiles de la sociedad”.

Entre los datos del informe, sintetizados por Thomas Ubrich, miembro del equipo técnico de la Fundación Foessa, se encuentran los siguientes: “tres de cada 10 diez familias en España se están viendo obligadas a recortar gastos esenciales de alimentación, ropa y calzado, y también de suministros, y “siete de cada 10 hogares con ingresos inferiores al 85 por ciento de su presupuesto han reducido su gasto en vestido y ropa”.

De los seis millones de hogares con graves dificultades, la mitad, es decir, “tres millones de familias, han recortado su presupuesto familiar en alimentación; una cuarta parte de ellos no puede llevar una dieta especial que se necesita por razones médicas; y el 18 por ciento de hogares con niños a cargo han dejado de usar el comedor escolar por no poder costearlo, lo que supone alrededor de medio millón de hogares con niños en España”. Además, “seis de cada 10 hogares han reducido el consumo de electricidad, gas, agua o calefacción, y un 22 por ciento han pedido ayudas para pagar estos suministros”.

Los recibos aumentan

El cúmulo de datos refleja el impacto de la espiral inflacionista a la que se ha referido Natalia Peiro, con base en el informe: “Desde hace varios meses, todos en España observan la tendencia: los recibos están aumentando y cada vez cuesta más llenar la nevera. En junio, la inflación siguió acelerándose alcanzando máximos no vistos en 37 años y asciende al 10,2 %. Por su parte, la Comisión Europea estima que cerraremos el año 2022 con una inflación global del 8,1%. Además de la luz o el gas, la factura de la cesta de la compra sigue a su vez la misma tendencia. Y parece ser que llega para quedarse, pues según la OCDE la inflación en España seguirá en máximos al menos hasta 2024. Pero ¿quién tendrá que soportar tal inflación?”

Foessa considera que “los efectos se multiplicarán para las más de 576.000 familias sin ningún tipo de ingresos o para las 600.000 familias sin ingresos estables que dependen, exclusivamente, de una persona que trabaja a tiempo parcial o de forma intermitente a lo largo de todo el año. Para todas ellas ya no se trata solo de un contratiempo, sino de una seria situación de desborde”.

Hogares con más problemas

Los hogares con graves dificultades para satisfacer sus necesidades básicas (ingresos inferiores al 85 % del Presupuesto de Referencia para unas Condiciones de Vida Dignas, PRCVD), se encuentran, sobre todo, “entre los hogares que viven en alquiler, hogares con presencia de niños y niñas en el hogar y en edad de escolarización y/o estudiar, personas con discapacidad o situación de dependencia, la existencia de deudas, la ausencia de ingresos estables, y el desempleo de alguno o todos los miembros activos del hogar. Es crucial, además, considerar la brecha de género y el conjunto de dificultades añadidas que soportan los hogares encabezados por una sola persona adulta y con la responsabilidad exclusiva de los niños y niñas”.

Por otro lado, el hecho de tener ingresos estables y provenientes de un empleo fijo y de calidad, tener la vivienda en propiedad pagada, así como vivir solo o en pareja sin descendencia a cargo son claros factores de protección ante dificultades para cubrir sus necesidades básicas, indica el informe.

A quién recurrir

Según Foessa, el 73,6 % de los hogares con ingresos inferiores al 85 % de su PRCVD buscan la obtención de ingresos extras a través de una de las siguientes estrategias:

– Pedir ayuda económica a un amigo o familiar.

– Acudir a una ONG, parroquia o servicios sociales para solicitar ayudas económicas.

– Recurrir a los ahorros para cubrir los gastos.

– Verse obligado a vender su vehículo privado (coche o moto).

– Verse obligado a vender diversas pertenencias (joyas, electrodoméstico, etc.).

Políticas públicas

En cuanto a las políticas de las Administraciones públicas, el informe señala “la necesidad” de trabajar en estas direcciones [Nota: la numeración es de la redacción]:

1) Un sistema de garantía de ingresos mínimos desde los criterios de suficiencia para garantizar un nivel adecuado de modo que la alimentación, el vestido y otros elementos básicos tengan una cobertura asegurada, en condiciones de dignidad y de libertad de elección.

Este sistema debe reunir las condiciones mínimas de cobertura alcanzando a toda la población en situación de pobreza extrema sin excepciones, de accesibilidad y de no condicionalidad.

2) Garantizar un parque suficiente de vivienda social en alquiler y de viviendas de emergencia. Garantizar el acceso a la vivienda como parte de las necesidades básicas y, por tanto, condición para un nivel de vida adecuado.

3) Garantizar la gratuidad real de la educación obligatoria en todos sus elementos (material, comedor, actividades extraescolares, …), y la existencia de becas suficientes para la educación no obligatoria de modo que nadie quede discriminado por insuficiencia de rentas, incluyendo además a los jóvenes migrantes en situación irregular.

4) Considerar la relevancia del derecho al agua y la energía y el acceso a Internet como un elemento imprescindible para la igualdad de oportunidades.

5) Asegurar los tratamientos médicos necesarios, los accesorios sociosanitarios y los cuidados imprescindibles que garanticen el derecho a la salud física y mental.

6) Reforzar las inspecciones que eviten la explotación laboral de personas aprovechando su situación de precariedad y vulnerabilidad.

7) Proteger a las personas y familias que, por su origen migrante, su situación de dependencia o discapacidad, su composición familiar, su género, o cualquier otra cuestión, están en una situación de desventaja.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

Vídeo del Papa por los niños que sufren

La "Red Mundial de Oración por el Papa" ha publicado el vídeo con la intención mensual del Papa, dirigida a los niños y niñas olvidados, rechazados, abandonados, pobres o víctimas de conflictos, que sufren a causa de un sistema que los adultos hemos construido.

Javier García Herrería·3 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

En el vídeo del mes de noviembre el Papa pide oraciones para que los niños que sufren, viven en las calles, son víctimas de las guerras o huérfanos, puedan acceder a la educación y redescubrir el afecto de una familia.

Las palabras del Papa Francisco a lo largo del vídeo dicen:

Todavía hay millones de niños y niñas que sufren y viven en condiciones muy parecidas a la esclavitud. No son números: son seres humanos con un nombre, con un rostro propio, con una identidad que Dios les ha dado.

Demasiadas veces olvidamos nuestra responsabilidad y cerramos los ojos ante la explotación de estos niños que no tienen derecho ni a jugar, ni a estudiar, ni a soñar. Ni siquiera tienen el calor de una familia.

¡Cada niño marginado, abandonado por su familia, sin escolarización, sin atención médica, es un grito! Un grito que se eleva a Dios y acusa al sistema que los adultos hemos construido. Un niño abandonado es culpa nuestra. No podemos permitir más que se sientan solos y abandonados; necesitan poder recibir una educación y sentir el amor de una familia para saber que Dios no los olvida.

Recemos para que los niños y niñas que sufren, los que viven en las calles, las víctimas de las guerras y los huérfanos, puedan acceder a la educación y redescubrir el afecto de una familia.

Red Mundial de Oración por el Papa

El Video del Papa es una iniciativa oficial que tiene como objetivo difundir las intenciones de oración mensuales del Santo Padre. Es desarrollada por la Red Mundial de Oración del Papa, con el apoyo de Vatican Media. La Red Mundial de Oración del Papa es una Obra Pontificia, que tiene como misión movilizar a los católicos por la oración y la acción, ante los desafíos de la humanidad y de la misión de la Iglesia.

Fue fundada en 1844 como Apostolado de la Oración y la integran más de 22 millones de católicos. Incluye su rama de jóvenes, el MEJ – Movimiento Eucarístico Juvenil. En diciembre 2020 el Papa constituyó esta obra pontificia como fundación vaticana y aprobó sus nuevos estatutos.

Familia

Educar en la templanza

Educar en la templanza puede ser complicado en ocasiones, especialmente cuando el ambiente, como el actual, no invita a refrenar ninguna apetencia. Sin embargo, es clave para la maduración de cualquier persona.

José María Contreras·3 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Escucha el podcast que acompaña este comentario para saber más sobre la educación en la templanza.

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La templanza, como cualquier virtud, es tremendamente positiva: Hace que la persona sea capaz de ser dueña de sí misma y pone orden en la sensibilidad, afectividad, gustos y deseos.

Por eso, cuando un hijo nos pide algún deseo y los padres se lo negamos, es fácil que le demos respuestas como que no nos podemos permitir ese gasto o cosas por el estilo. Eso sólo es parte de la verdad y, además, tiende a que los hijos vean la sobriedad como algo negativo; piensan que cuando tengamos más dinero lo haremos. No es así.

La templanza nos procura un equilibrio en el uso de los bienes materiales que nos hace libres para aspirar a bienes más altos.

Para educar en la austeridad hay que tener valor: muchas veces exige enfrentarse a los hijos y a la corriente por donde va la sociedad. Pero ése es el camino. O se tiene ese valor o no se hace nada.

El placer es bueno, no podemos caer en la cortedad de pensar que es algo negativo para la persona. Pero tampoco podemos caer en la tentación de negar el hombre es un ser que, por naturaleza, tiene desordenadas las pasiones. Pablo de Tarso decía que “hacia el mal que no quería y que dejaba de hacer el bien que quería”. Es de suponer que no siempre ocurría así, pero aun siendo algo puntual, él se quejaba de esto.

Es como si el mal, se hubiera insertado en el corazón humano y el hombre tuviera que defenderse de él. Cuando decimos que sí, todo son facilidades. Facilidades con desasosiego muchas veces, pero facilidades.

Tenemos que acostumbrarnos a decirnos que no y en esa lucha interior por hacer el bien, algunas veces con victorias y otras con derrotas, es cuando viene esa paz que deseamos. Decir que no en muchas ocasiones es alejarse del mal.

Cuántas adicciones, que tanto están haciendo sufrir a tantas personas, se hubieran evitado si se hubiera educado a los hijos en negarse aquello que les perjudica, aquello que objetivamente es malo.

Hay personas que son incapaces de decir “no” a los impulsos del ambiente o a los deseos de quienes les rodean. Son personas despersonalizadas, no son libres porque son llevadas por lo deseos de otro sin poder renunciar a ellos.

Decir que “no” a algunas cosas, en el fondo, es comprometerse con otras. Es la manera de demostrarse a sí mismo que uno tiene valores.

Decir que “no” supone comprometerse con lo que realmente se estima y darlo a conocer con nuestra vida, con lo que hacemos.

Una persona que no se esfuerza por vivir la sobriedad, la templanza, termina siendo incapaz de decir que no a las sensaciones que el ambiente despierta en él. Termina buscando la felicidad en sensaciones falsas, fugaces, que por ser pasajeras, nunca satisfacen.

Me comentaba un amigo que su hijo pequeño le había preguntado que por qué, si teniendo dinero, no se aprovechaba de ello y pedía siempre lo mejor en los restaurantes. Aproveché para explicarle que la sobriedad, la templanza, no depende de que se tenga mucho o poco dinero. Son virtudes, valores que tiene uno que vivir independientemente del coste o del pagador. Así una persona con mucho dinero puede ser sobria y templada y un pobre de solemnidad puede ser muy poco templado.

La templanza es indispensable para poner un poco de orden en caos que el mal impone a la naturaleza humana.

Lecturas del domingo

Con la fe en el Dios de los vivos. XXXII domingo del tiempo ordinario (C)

Andrea Mardegan comenta las lecturas del XXXII domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Andrea Mardegan·3 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Cerca del final del año litúrgico, meditamos sobre las verdades últimas de la vida humana: hoy, la esperanza en la resurrección.

El episodio de la tortura y la muerte de los siete hermanos macabeos ante la mirada de su madre atestigua cómo la revelación sobre la resurrección de los muertos progresó a lo largo del Antiguo Testamento.

El segundo hijo dice: “Cuando hayamos muerto por su ley, el rey del universo nos resucitará para una vida eterna”; y el tercero: “Del cielo recibí [las manos]; espero recobrarlas del mismo Dios”. Una fe en la resurrección vinculada al mérito por las buenas obras realizadas en vida.

En el Evangelio de Lucas aparecen por primera vez los saduceos, pero muchos de ellos eran sumos sacerdotes, por lo que probablemente también se encontraban entre los que poco antes, tras la expulsión de los vendedores del templo, “buscaban acabar con él” (Lc 19, 47), y que tras interrogar a Jesús “intentaban echarle mano” (Lc 20, 19).

Estaban relacionados con la aristocracia sacerdotal que controlaba las finanzas del templo. Consideraban que sólo el Pentateuco era inspirado, y como en esos libros no se mencionaba la resurrección, pensaban que no pertenecía a la fe del pueblo judío. Su pregunta da a Jesús la oportunidad de hablar de la resurrección, sin referirse a la suya.

La ley del levirato de la que hablan, tan alejada de nuestra mentalidad, expresa el deseo de supervivencia más allá de la muerte, a través de la vida de los hijos. En cambio, la fe en la resurrección da a los siete hijos macabeos la fuerza para perder la vida por amor a Dios, renunciando a traer hijos al mundo.

Jesús subraya la gran diferencia que hay entre el mundo terreno y la vida en Dios después de la muerte. Cuando dice que no toman esposa ni marido, no está afirmando que en la vida celestial sean indiferentes las relaciones amorosas que se tenían en la vida terrenal, sino que tienen características diversas: no dan lugar a vínculos como los terrenos, ni a nuevos nacimientos.

El amor, en cambio, permanece; es más, se vive en grado máximo, sin límites, distracciones, egoísmos, envidias, celos, incomprensiones, enfados o infidelidades, sino con la libertad de los ángeles del cielo, siempre dispuestos a amar como Dios ama.

Jesús, que conoce la relación de los saduceos con la Torá, refuta su error citando precisamente a Moisés, considerado el autor de la Torá, que en la zarza ardiente oye a Dios llamarse el Dios de Abraham, Isaac y Jacob: por tanto, éstos están vivos, y los muertos resucitan. Con fe en el Dios de los vivos, Jesús se dirige hacia su pasión y muerte, y le confía: “Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu” (Lc 23, 46), sé que dentro de tres días mi espíritu volverá a dar vida a mi cuerpo, que así resucitará.

La homilía sobre las lecturas del domingo XXXII

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

Cine

A las monjas que nos dieron clases

Patricio Sánchez-Jáuregui·3 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Película

Título: Llenos de gracia
Director: Roberto Bueso
Historia: Roberto Bueso y Óscar Díaz
Música: Vicente Ortiz Gimeno
Año: 2022

El 20 de diciembre de 2004, en un partido Osasuna – Mallorca, Valdo Lopes marcó un gol y corrió a cámara para dedicarlo. Escrito en la recién descubierta camiseta interior, se leía: “Gracias, hermana Marina”. Esta película cuenta la historia de ese agradecimiento, de Valdo y sus compañeros, cuando apenas levantaban un palmo del suelo. Entonces vivían en la casa de la caridad de Cáritas en Aravaca, que llevaba la orden de las Esclavas, y al cual llegó la hermana Marina para cambiar sus vidas.

Fue en el verano de 1994, cuando al colegio de El Parral llegó la una monja ecléctica, vivida, con un corazón de oro. Se tuvo que hacer con el respeto de los pillos que, sin otro lugar al que ir, pasarían los meses de vacaciones, haciendo de las suyas. A esto se unirá la amenaza de cierre de la institución, y de ahí saldrá una idea: promocionar el colegio con un equipo de fútbol y así salvar el colegio y las vidas de sus estudiantes.

Hilando comedia y emotividad, Llenos de gracia es el segundo largometraje de Roberto Bueso (La banda), que cuenta con un cártel bien nutrido: Carmen Machi (Aída, Hable con ella) a los mandos, secundada por una encantadora, idealista e inocente novicia, Paula Usero (La boda de Rosa), Nuria González (Mataharis) de madre superiora, Anis Doroftei (Charlie Contryman) como sor cocinera y Pablo Chiapella (La que se avecina) como bedel. Completan el elenco el grupo de niños variopintos, que añaden, con su frescura y ternura, aún más autenticidad a una cinta que es tremendamente disfrutable.

Con sus más y sus menos nos encontramos ante una obra en la cual es tan fácil llorar como reír, que rezuma ternura y pone en la palestra el valor de la entrega, la amistad y la educación. A pesar de ignorar la motivación de las protagonistas y cualquier cosa relacionada con la vida contemplativa, convierte el colegio El Parral, y quizá todos los colegios de monjas, en hogar: un símbolo de caridad. Toda la historia de madurez de los protagonistas se convierte en una dedicatoria, como la que llevaba Valdo Lopes en su camiseta: Una carta de amor a todas esas religiosas que nos han criado, condensada en la frase de una de las hermanas: “No somos sus madres, ni somos sus cuidadoras… Somos sus monjas, que ya es mucho”.

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Argumentos

¿Apoyó la Iglesia el Tercer Reich?

Es ya un tópico especialmente manido e insidioso que la Iglesia católica auspició el ascenso de Hitler al poder, le sostuvo en él y no hizo nada para impedir el holocausto. Pese a la falsedad de tales acusaciones, aún hay muchas personas de buena voluntad que siguen creyéndolas, incluyendo buenos cristianos. Por ello en este artículo me propongo esgrimir algunas razones —y algunos datos concretos— que puedan ayudarnos a enfocar bien esas horas terribles que tuvo que padecer la Iglesia y toda la humanidad.

Antonino González·3 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 11 minutos

Con ardiente preocupación y con creciente asombro venimos observando, hace tiempo, el camino de dolor de la Iglesia [alemana].

Primeras palabras de la encíclica Mit brennender Sorge de SS. Pío XI, 14 de marzo de 1937. Todas las traducciones en adelante son mías.

Tras la Primera Guerra Mundial y hasta el ascenso de Hitler al poder y la consecuente instauración del Tercer Reich, la República de Weimar (1918-1933) fue un periodo convulso en la historia de Alemania, en el que sobresalió un partido político confesionalmente católico, el Deutsche Zentrumspartei, o simplemente, el Zentrum, llamado a protagonizar algunos sucesos importantes en las últimas boqueadas de la república alemana de entreguerras. Fundado a finales de 1870, acogía en su seno diversas corrientes políticas y una importante dosis de liberalismo político —excepto en cuestión moral— que lo alejaba del conservadorismo protestante prusiano.

En la fase final de la República de Weimar, a partir de 1930, la situación política se hace altamente inestable por causa, principalmente, del crack del 29, que causa entre finales de 1929 y 1933 más de cinco millones de parados —añadidos al millón largo que ya existía—. Cuando en marzo de 1930 cae el gobierno socialdemócrata de Hermann Müller por su incapacidad ante esta situación, el presidente Paul von Hindenburg nombra canciller a Heinrich Brüning, que era, junto al sacerdote Ludwig Kaas, cabeza del Zentrum. Brüning, con escasos apoyos en el Reichstag —el Parlamento alemán—, tiene que convocar elecciones en breve —septiembre de 1930—, en las que su partido, el Zentrum, obtendrá 68 escaños[ii], mientras que el de Hitler, el NSDAP, asciende de 12 a 107.

Entre marzo de 1930 y mayo de 1932, Brüning se mantiene en el cargo sin mayoría en el Parlamento, hasta que el presidente Hindenburg, instigado por las maquinaciones del general Schleicher, lo depone de la Cancillería. En esta ocasión, el designado para el puesto es el también centrista Franz von Papen, pero éste es expulsado del Zentrum por ser considerado un traidor a Brüning y al propio partido. Sustituido por Schleicher tras dimitir en noviembre del 32,​ von Papen vuelve al primer plano en enero de 1933[iii] como vicecanciller del recién designado Hitler. En las siguientes elecciones (marzo de 1933) el Zentrum sube a 74 escaños mientras Hitler, con 288, se alza con la mayoría y consolida su posición al frente del país.

¿Apoyó la Iglesia al régimen de Hitler?

Veamos a continuación las motivaciones de la Iglesia, por un lado, y de Hitler, por otro, para actuar como lo hicieron. Se verá, una vez más, que los hijos de la sombra son más astutos…

Desde su ascenso a la vicecancillería, el católico von Papen va a promover la firma del Reichskonkordat —o Concordato entre la Santa Sede y Alemania— por el que llevaban años luchando Kaas y el nuncio, Monseñor Pacelli, y que la Santa Sede había deseado desde el primer año de la República de Weimar. Por su parte, el Zentrum firma la ley habilitante de 24 de marzo de 1933 o Ermächtigungsgesetz por la que se le confieren plenos poderes a Hitler y, así, se autodisuelve a sí mismo el 5 de julio de 1933 —algo similar ocurre con el resto de partidos, que son definitivamente prohibidos el 14 de julio—.

De este modo la Iglesia pierde su presencia en el debate político pero pone sus esperanzas en la consecución del Reichskonkordat, que finalmente se firmará en el Vaticano el 20 de julio de 1933, con la presencia de von Papen por parte del Reich y el cardenal Pacelli, que había dejado la nunciatura ante la República de Weimar y había sido nombrado en 1930 Secretario de Estado vaticano.

Varios factores promueven esta situación. Por una parte, el concordato o acuerdo Iglesia-Estado era la vía que estaba trabajando la Santa Sede, desde tiempo atrás, con innumerables países, no sólo con Alemania, con la que ya había firmado concordatos parciales[iv]. Por otro lado, el clima de inestabilidad política no hacía sino aumentar, y se percibía la participación de los católicos en el Reichstag como menos operante que un acuerdo de cara a salvaguardar los intereses de la Iglesia. Finalmente, Hitler supo envolver sus palabras del tono que la Iglesia esperaba: las importantes “ventajas que se le concedían a la Iglesia en el ámbito religioso-cultural, (…) la imagen del Führer de matriz ideológica monárquica, (…) la quimera del Estado unitario. (…) Ningún gobierno se había mostrado nunca tan generoso y dispuesto a hacer concesiones a la Iglesia católica como Hitler durante las negociaciones previas al concordato”[v].

Un discurso esperanzado

Más allá de todo ello, el discurso de Hitler durante su primera declaración de gobierno el 1 de febrero de 1933 proponía que “pondría al cristianismo como base de toda la moral”, y aun en la presentación parlamentaria de la Ermächtigungsgesetz del 23 de marzo —la ley por la que el Zentrum se había suicidado—, se afirmaba: “El gobierno nacional ve en las dos confesiones cristianas los factores más importantes para la conservación de nuestro carácter nacional. Respetará los pactos acordados entre aquellas y los Estados federados. (…) El gobierno del Reich (…) atribuye el máximo valor a las relaciones amistosas con la Santa Sede”[vi].

Las autoridades católicas debieron suspirar de alivio oyendo que quedaban atrás las maneras violentas del tiempo de la lucha, cuando el nacionalsocialismo se autoinscribía en un cristianismo positivo —valga decir, pagano— frente al cristianismo negativo —inerte, caduco— de católicos y luteranos. Sin embargo, tan solo dos semanas después de afirmar Hitler ante el Parlamento alemán que el cristianismo estaba en la base de la nueva Alemania y que para él era prioritaria la amistad con la Iglesia, reunido con sus colaboradores más estrechos confesaba: “Hacer las paces con la Iglesia (…) me impediría arrancar de raíz toda forma de cristianismo de Alemania. Se es cristiano o se es alemán. No se puede ser las dos cosas[vii].

Y es que esta era la verdadera cara de Hitler: durante los largos años de lucha por el poder, había manifestado reiteradamente que su movimiento no era una doctrina política sino una religión de sustitución y, como tal, irreconciliable con el cristianismo. Así lo hacía notar el jesuita Muckerman al definir la profecía del Tercer Reich como la herejía del siglo XX[viii].

La reacción católica

Del mismo modo, ante la inminente victoria del NSDAP en las elecciones de marzo del 33, numerosas asociaciones católicas de trabajadores, de Acción Católica y de la juventud hacen público un comunicado en que puede leerse: “Escuchamos las palabras orgullosas de ´espíritu alemán, fe alemana, libertad y honor alemanes, verdadero cristianismo y pura religión`. Pero alemana es la fe a lo prometido al jurar la Constitución, alemán es el amor a la libertad, el respeto de la del adversario, el cuidado de no dejar impunes las violencias; el verdadero cristianismo (…) exige la paz (…), y nosotros afirmamos que es cometer un pecado contra la juventud el imbuirle pensamientos de odio y de venganza, poniendo fuera de la ley a los que son de otra opinión”[ix].

Si al comienzo de su mandato el Führer quiso mostrarse pacífico y conciliador con la Iglesia fue sólo para, a través del engaño y la manipulación, eliminar los elementos que podrían haberle supuesto desprestigio o inestabilidad para su régimen. Cuando hubo engañado a los católicos —autoridades y fieles— con sus maniobras y la firma del concordato, volvió a mostrar gradualmente su verdadera faz. Como afirma el historiador británico Alan Bullock, “a ojos de Hitler, el cristianismo era una religión únicamente apropiada para esclavos; en particular detestaba su ética. Su enseñanza, declaró, era una rebeldía contra la ley natural de la selección por la lucha y la supervivencia del más apto. (…) Llevado al extremo, el cristianismo significaría el cultivo sistemático del fracaso humano”[x].

Esta visión del cristianismo no puede dejar de recordar la caracterización que de él hiciera Nietzsche en La genealogía de la moral[xi]. Con estos mimbres, era inevitable el desencadenamiento del Kirchenkampf o lucha de las Iglesias.

La reacción de la Iglesia

En concreto, la lucha contra la Iglesia católica constó de tres fases. En la primera Hitler delegó la tarea en el ideólogo del Reich, Alfred Rosenberg, fingiendo no saber nada de esta persecución más o menos soterrada que llevó, a propósito del golpe de Röhm en junio del 34 (la noche de los cuchillos largos) a asesinar a dirigentes católicos como “el Doctor Erich Klausener, Secretario General de Acción Católica [quien] fue disparado hasta la muerte en su oficina de Berlín por el líder de las SS Gildisch”[xii], justo seis días después de haber criticado la opresión política del momento ante 60.000 personas en la Convención Católica de 1934 en Berlín[xiii].

“El director nacional de la Asociación Católica Juvenil de Deportes, Adalbert Probst, fue secuestrado y después encontrado muerto por disparos (…). El Doctor Edgar Jung [escritor y asesor de Papen, y también colaborador de Acción católica], fue tiroteado en las celdas del cuartel de la Gestapo” al tiempo que “el destacado político católico y excanciller del Reich sin duda escapó de un destino similar solo porque estaba en Londres en ese momento”[xiv].

Durante la segunda fase, entre 1934 y 1939, so capa de la desconfesionalización del Reich, se llevó a cabo un virulento ataque contra la Iglesia, en el que destaca el proceso a miles de clérigos bajo la propaganda “así son todos los sacerdotes”[xv]. En esa misma línea, y en aumento con los años, a partir de la creación del campo de concentración de Dachau, en marzo de 1933, se empezaron a destinar allí, a los barracones establecidos a tal efecto, casi tres millares de clérigos[xvi], en su mayor parte polacos pero seguidos por los de nacionalidad alemana. A mediados de diciembre de 1940, se unieron a los sacerdotes que ya estaban en Dachau otros 800 o 900 sacerdotes procedentes de Buchenwald, Mauthausen, Sachsenhausen, Auschwitz y otros campos. Alrededor de 200 sacerdotes católicos alemanes fueron asesinados.**Buscar dato en Dictatorship** [xvii].

La tercera fase viene marcada por la asunción por parte del anticatólico secretario de Hitler, Martin Bormann, del “mando en la lucha de exterminio que debía conducir, tras la guerra, a la eliminación de la Iglesia y el cristianismo”[xviii]. Asimismo, “en agosto de ese año [1942], Joseph Goebels desató, como ministro de propaganda del Tercer Reich, una campaña de millones de panfletos contra «el papa projudío»”[xix].

Publicación de la encíclica

Ante esta situación, la Iglesia, de la mano con los cristianos evangélicos, va a suponer el último bastión contra el régimen nazi. Es por ello que Hitler considera al cristianismo el enemigo más peligroso del Reich, como revelan los informes secretos de la Gestapo[xx]. Así, “se procedió a cerrar todas las organizaciones católicas cuyas funciones no fueran estrictamente religiosas y rápidamente se hizo evidente que se pretendía encarcelar a los católicos, por así decir, en sus propias iglesias. Podían celebrar Misa y mantener su ritual tanto como quisieran, pero no tenían nada más que ver con la sociedad alemana”[xxi].

Por fin, el 14 de marzo de 1937 aparece la encíclica Mit brennender SorgeCon ardiente preocupación— del papa Pío XI, redactada en primera instancia por el cardenal alemán M. Faulhaber pero reelaborada por el cardenal Pacelli para que resultase más severa, como se aprecia en el propio título. La encíclica comienza dando razón del porqué del Reichskonkordat. Continúa explicando la genuina fe en Dios, en Jesucristo, en la Iglesia y en el Primado, “contra un provocador neopaganismo”[xxii], para reprobar a continuación toda forma de adulteración de nociones y términos sagrados, insistir en la verdadera doctrina y orden moral, apelar al derecho natural y finalizar con un llamamiento a los jóvenes, los sacerdotes y religiosos y los fieles laicos.

Para que pudiese propagarse ampliamente, se introdujeron y repartieron 300.000 copias clandestinamente, además de leerse en todos los templos católicos el domingo 21 de marzo. La reacción del Ministerio de Propaganda fue ignorarla completamente, pero la Gestapo, paralelamente, llevó a cabo numerosas detenciones, fruto de las cuales fueron enviados a la cárcel o a campos de concentración cientos de personas[xxiii].

Control y represión

Por otra parte, la presencia católica en la resistencia al Reich es incontestable. Para contrarrestar su influencia, los servicios de seguridad nazi colocaron espías en cada diócesis, hasta el punto de dejar por escrito, según refiere Berben, esta instrucción: “la importancia de este enemigo es tal que los inspectores de la policía de seguridad y el servicio de seguridad harán que este grupo de personas y las cuestiones que discutan su especial preocupación”[xxiv]. Asimismo, afirma Berben que “el clero era vigilado de cerca y frecuentemente denunciado, arrestado y enviado a campos de concentración. (…) [Hubo sacerdotes que] fueron arrestados simplemente por ser «sospechosos de actividades hostiles al Estado» o porque había motivos para «suponer que sus tratos podrían dañar a la sociedad»”[xxv].

El historiador de la resistencia interna al Reich, el alemán Peter Hoffmann, en The history of the German resistance, 1933-1945, relata que “durante el transcurso de 1933, la Iglesia católica también se vio literalmente obligada a resistir. No pudo aceptar en silencio la persecución general, la regimentación o la opresión, ni en particular la ley de esterilización del verano de 1933. A lo largo de los años hasta el estallido de la guerra, la resistencia católica se endureció hasta que finalmente su portavoz más eminente fue el mismo Papa con su Encíclica Mit brennender Sorge[xxvi].

Uno de los grupos de resistencia fue el de los hermanos Scholl, la Rosa Blanca, que entre 1942 y 1943 distribuyó folletos en Munich llamando a la resistencia y a la paz. “Aunque eran conscientes de que sus actividades difícilmente podrían causar un daño significativo al régimen, estaban preparados para sacrificarse”[xxvii]. Asimismo, el Director del departamento de investigación del Consejo Ecuménico en Ginebra, el protestante Hans Schönfeld, elaboró un memorándum por encargo del Obispo anglicano de Chichester, George Bell. En él se consideraba a la Iglesia católica como uno de los principales grupos de conspiradores, junto a miembros refractarios de la Wehrmacht, de la administración y de los sindicatos, y la Iglesia Evangélica dirigida por el obispo Theophil Wurm.

***

A la Iglesia se la ha acusado recurrentemente de haber resistido de un modo escaso a la situación y las aberraciones cometidas por el régimen nazi, pero después de lo expuesto, cabe preguntarse: si así fuese, ¿habría llevado a cabo Hitler la persecución que puso en marcha contra ella? El odio de Hitler a la Iglesia es innegable; ¿tuvo que ver en ello la actitud de la Iglesia y de los católicos particulares ante el nuevo orden de cosas? Paralelamente, parece muy dudoso pensar que una protesta exacerbada contra el Reich por parte del Papa Pío XII durante los años de la guerra hubiera permitido salvar tantas vidas como se salvaron con la neutralidad oficial y la diplomacia, de un lado, y la acción más o menos clandestina, de otra. En todo caso, la sangre de los mártires cristianos del Tercer Reich proclama la grandeza de su madre, la Iglesia.


[ii]  Esto es, el 11% de los votos, cuarta fuerza política del país. El NSDAP de Hitler, por su parte, se consolida como segunda fuerza, con un 18% de los votos.

[iii] Al no tener apoyos del Zentrum ni de los nazis, von Papen convoca elecciones en julio del 32 y los nazis obtienen 230 escaños. Nuevamente no se forma gobierno y en las elecciones de noviembre del 32 pierden 2 millones de votos. Nuevamente von Papen no puede formar gobierno; es sustituido por Schleicher, que tampoco forma gobierno y, finalmente, el presidente nombra canciller a Hitler en enero de 1933. Pero ya en 1934, con el concordato firmado, von Papen es retirado de la vicecancillería y nombrado embajador ante Turquía. Allí, por influencia del nuncio Roncalli, futuro Juan XXIII, acabará salvando judíos destinados a los lager.

[iv] Por ejemplo, el Concordato con Baviera en 1924 o el de Prusia de 1929. Desde los años 20 la Santa Sede había firmado 18 concordatos.

[v] A. Franzen, Historia de la Iglesia, Sal Terrae, Santander, 2009, 375-376.

[vi] Discurso ante el Reichstag de presentación de la Ley de plenos poderes, 23 de marzo de 1933.

[vii] A. Franzen, Historia de la Iglesia, 377. El subrayado es mío.

[viii] Cf. A. Franzen, Historia de la Iglesia, 374.

[ix]https://resurgimientocatolico.wordpress.com/2014/05/08/una-mitologia-politica-los-principios-anticristianos-del-racismo/

[x] A. Bullock,  Hitler: a study in tyranny, Penguin, Londres, 1962, 389. Alude aquí el autor a las palabras de Hitler recogidas en Hitler’s table talk, 1941-1944, Londres, 1943, 57.

[xi] Afirma Nietzsche: “La debilidad debe ser mentirosamente transformada en mérito (…) y la impotencia, que no toma desquite, en «bondad»; la temerosa bajeza en «humildad»; (…) su estar-aguardando-a-la-puerta, su inevitable tener-que-aguardar, recibe aquí un buen nombre, el de «paciencia», y se llama también «virtud»”. F. Nietzsche, La genealogía de la moral, Tratado 1, 14.

[xii] J. Conway, The Nazi Persecution of the Churches, 1933-1945, Basic Books, Nueva York, 1968, 92.

[xiii] Cf. A. Gill, An Honourable Defeat. A History of the German Resistance to Hitler, Henry Holt, Nueva York, 1994, 60.

[xiv] J. Conway, The Nazi Persecution of the Churches, 92-93.

[xv] Cf. A. Franzen, Historia de la Iglesia, 378.

[xvi]Cf. W. L. Shirer, The Rise and Fall of the Third Reich, Simon and Schuster, 1990, 235-238. Sobre este particular, resulta imprescindible P. Berben, Dachau, 1933–1945: the official history, Norfolk Press, 1975.

[xvii] “De un total de 2.720 clérigos registrados como encarcelados en Dachau, la abrumadora mayoría, unos 2.579 (o el 94,88%) eran católicos. (…)  Berben señaló que la investigación de 1966 de R. Schnabel, Die Frommen in der Hölle, encontró un total alternativo de 2.771. (…) Kershaw señaló que unos 400 sacerdotes alemanes fueron enviados a Dachau”. Cuartel de sacerdotes del campo de concentración de Dachau, disponible en https://hmong.es/wiki/Priest_Barracks_of_Dachau_Concentration_Camp. Se hace referencia aquí a P. Berben, Dachau, 1933–1945, 276–277; R. Schnabel, Die Frommen in der Hölle,  Union-Verlag, Berlín, 1966; e I. Kershaw, The Nazi Dictatorship: Problems and Perspectives of Interpretation, Oxford University Press, Nueva York, 2000, 210-211.

[xviii] A. Franzen, Historia de la Iglesia, 378.

[xix] J. Rodríguez Iturbe, El nazismo y el Tercer Reich, Universidad de la Sabana, Chía, 2019, 493.

[xx] Ejemplo de dichos informes contra la Iglesia, véase el capítulo 2 de El prisionero nº 29392, que contiene un epígrafe dedicado al informe secreto de la Gestapo de Fulda. E. Monnerjahn, El prisionero nº 29392. El fundador del movimiento Schoentatt prisionero de la Gestapo (1939-1945), Nueva Patris, Santiago, 2011, cap. 2, § 3, disponible en http://reader.digitalbooks.pro/book/preview/19669/

[xxi] A. Gill, An Honourable Defeat, 57.

[xxii] Mit brennender Sorge, 17. Disponible en http://www.vatican.va/content/pius-xi/es/encyclicals/documents/hf_p-xi_enc_14031937_mit-brennender-sorge.html

[xxiii] Cf. W. L. Shirer, The Rise and Fall of the Third Reich, 235, P. Hoffmann, The History of the German Resistance 1933-1945, 1933-1945, MIT Press, Cambridge (Mass.), 1977, 25, y B. R. Lewis, Hitler Youth: the Hitlerjugend in War and Peace 1933–1945, MBI Publishing, 2000, 45.

[xxiv] P. Berben, Dachau, 1933–1945, 141-142.

[xxv] Cuartel de sacerdotes del campo de concentración de Dachau, disponible en https://hmong.es/wiki/Priest_Barracks_of_Dachau_Concentration_Camp citando P. Berben, Dachau, 1933–1945, 142.

[xxvi] P. Hoffmann, The history of the German resistance, 14.

[xxvii] H. Rothfels, The german oppsition to Hitler, Henry Regnery, Hinsdale (Illinois), 1948, 13. Tomado de P. Hoffmann, The history of the German resistance, 23.

El autorAntonino González

Responsable de proyectos del Instituto Core Curriculum, Universidad de Navarra.

Vaticano

En el día de los difuntos el Papa anima a los fieles a soñar con el cielo

En esta mañana del 2 de noviembre, día de los difuntos, el Santo Padre Francisco ha presidido una misa en sufragio de los cardenales y obispos fallecidos durante el año. Posteriormente ha visitado el santo Campo Teutónico, uno de los cementerios del Vaticano, para rezar por los difuntos.

Javier García Herrería·2 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco ha presidido la santa misa en sufragio de cardenales y obispos fallecidos durante el año. En la homilía ha explicado cómo los cristianos viven “con la esperanza de escuchar un día aquellas palabras de Jesús: ´Venid, benditos de mi Padre` (Mt 25,34). Estamos en la sala de espera del mundo para entrar en el cielo”. El paso del hombre por la tierra puede ser feliz si uno considera que se hará realidad la esperanza puesta en la vida eterna, donde “el Señor ´abolirá la muerte para siempre` y ´enjugará las lágrimas de todos los rostros`”. 

Pensar en el cielo

El Papa ha animado a alimentar los deseos de llegar al cielo: “Nos hace bien preguntarnos hoy si nuestros deseos tienen algo que ver con el Cielo. Porque corremos el peligro de aspirar constantemente a cosas que pasan, de confundir los deseos con las necesidades, de anteponer las expectativas del mundo a las de Dios. Pero perder de vista lo que importa para perseguir el viento sería el mayor error de la vida”.

El Pontífice animaba a considerar la poquedad de nuestros deseos en comparación con el premio eterno. Muchas cosas que son importantes en esta vida para nosotros, apenas lo serán en la otra: “Las mejores carreras, los mayores éxitos, los títulos y premios más prestigiosos, las riquezas acumuladas y las ganancias terrenales, todo se desvanecerá en un momento. Y todas las expectativas depositadas en ellos se verán defraudadas para siempre. Y, sin embargo, ¡cuánto tiempo, esfuerzo y energía gastamos preocupándonos y afligiéndonos por estas cosas, dejando que la tensión hacia el hogar se desvanezca, perdiendo de vista el sentido del viaje, la meta del viaje, el infinito al que tendemos, la alegría por la que respiramos!”.

El Santo Padre animaba a preguntarse si uno verdaderamente espera en la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. “¿Cómo es mi espera? ¿Voy a lo esencial o me distraigo con muchas cosas superfluas? ¿Cultivo la esperanza o sigo lamentándome porque valoro demasiado tantas cosas que no importan?”.

El juicio de Dios

La caridad es la virtud más importante para el cristiano, por eso en “el tribunal divino, la única cabeza de mérito y acusación es la misericordia hacia los pobres y descartados: ´Todo lo que hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis`, juzga Jesús. Y continuaba diciendo el Papa: “Tengamos mucho cuidado de no endulzar el sabor del Evangelio. Porque a menudo, por conveniencia o comodidad, tendemos a suavizar el mensaje de Jesús, a diluir sus palabras. Reconozcámoslo, nos hemos vuelto bastante buenos para hacer concesiones con el Evangelio”.

Para glosar cómo muchas veces tiene lugar esta simplificación equivocada y parcial del Evangelio, el Papa Francisco ha señalado varios ejemplos, como cuando uno piensa: “alimentar a los hambrientos sí, pero el tema del hambre es complejo y ciertamente no puedo resolverlo. Ayudar a los pobres sí, pero entonces las injusticias tienen que ser tratadas de una manera determinada y entonces es mejor esperar, también porque si te comprometes entonces te arriesgas a que te molesten todo el tiempo y quizás te das cuenta de que podrías haberlo hecho mejor. Estar cerca de los enfermos y de los encarcelados, sí, pero en las portadas de los periódicos y en las redes sociales hay otros problemas más acuciantes, ¿por qué debería interesarme por ellos? Acoger a los inmigrantes sí, pero es una cuestión general complicada, se trata de política… Y así, a fuerza de peros, hacemos de la vida un compromiso con el Evangelio”. 

Esta degradación del mensaje cristiano hace que uno se convierta en un teórico de los problemas y no se comprometa con soluciones concretas, que discuta mucho y haga poco, que busque las respuestas más frente al ordenador que frente al Crucifijo, en internet que a los ojos de los hermanos: “cristianos que comentan, debaten y exponen teorías, pero que ni siquiera conocen a un pobre por su nombre, que no han visitado a un enfermo en meses, que nunca han alimentado o vestido a alguien, que nunca se han hecho amigos de un necesitado, olvidando que ´el programa del cristiano es un corazón que ve` (Benedicto XVI, “Deus caritas est”, 31). 

Vaticano

Papa Francisco: «Os pido la compañía de la oración»

Rome Reports·2 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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El Papa Francisco ha pedido a los fieles que le acompañen con la oración en el viaje al Golfo Pérsico, donde visitará Baréin del 3 al 6 de noviembre.

Será su segundo viaje a esta zona y en él, el Papa participará en un encuentro «donde se hablará de la imprescindible necesidad de que Oriente y Occidente dialoguen por el bien de la convivencia humana«.

Además de pedir oraciones, el Papa Francisco también aseguró que rezará por los difuntos y recomendó visitar los cementerios, rezar y acudir a los sacramentos durante este mes de noviembre.


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Sobre la ley trans

Dudo de que un cambio de nombre, una intervención quirúrgica más o menos mutilante o un cóctel de hormonas de impredecibles consecuencias acabe con el problema de sentirse en un cuerpo equivocado. Son soluciones superficiales propias de una sociedad superficial.

2 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

La que hay liada en España con la ley trans. La coalición de izquierdas del Gobierno se ha visto sometida a una tensión interna sin precedentes a la hora de sacarla adelante.

Y es que son muchos los flecos que cuelgan de una norma que pretende regular una gran mentira como es que la condición de hombre o mujer sea solo cuestión de género, no de sexo. Para entendernos, que el ser hombre o mujer no sea una realidad biológica sino una simple construcción sociocultural.

La mentira tiene las patas muy cortas y esta de la ideología de género ha hecho aguas entre sus propios seguidores porque deja muchos cabos sueltos.

Si ser hombre o mujer es solo cuestión externa, de apariencia (que es lo máximo que consiguen el cambio registral y los tratamientos quirúrgicos y hormonales, el ADN no se puede cambiar) estamos identificando el ser hombre o mujer con los mismos estereotipos que tanto se ha luchado por derribar.

Si quedamos en que una mujer no se define por sus curvas, por el tamaño de su melena, o por el timbre de su voz; al igual que un hombre no se define por la cantidad de vello facial, la forma de andar o el tamaño de sus bíceps, ¿cómo les decimos ahora a estas personas que les pagamos el tratamiento para encasillarse en dichos estereotipos?

Si llevamos décadas luchando contra la opresión del hombre a la mujer, ¿cómo decimos ahora que cualquier hombre que lo desee puede considerarse una de ellas con solo desearlo?

Las incongruencias de esta delirante ideología de género son interminables y algunas parecen de chiste.

A mí, sin embargo, no me hace ninguna gracia pues lo que hay detrás es el sufrimiento de muchas personas, muchos de ellos niños, a quienes solo se les ofrece como solución a su problema la llamada “reasignación de sexo”.

Dudo de que un cambio de nombre, una intervención quirúrgica más o menos mutilante o un cóctel de hormonas de impredecibles consecuencias para la salud acabe con el problema de sentirse en un cuerpo equivocado. Son soluciones superficiales propias de una sociedad superficial.

Porque, al igual que cuando construimos viviendas en una zona inundable, o cerca de un volcán, más tarde o más temprano, la naturaleza se manifiesta indomable denunciando la soberbia de quienes pretendían someterla; del mismo modo, la masculinidad o femineidad que impregna cada una de nuestras células terminará recordándonos que no somos dioses, que ella tiene sus reglas y que no podemos cambiarlas a nuestro antojo.

Entonces, ¿cómo iluminar, desde la fe, esta realidad? ¿Cómo ayudar a estas personas, muchas de ellas católicas, que tengan este sentimiento encontrado?

La idea de que Dios se ha equivocado, traspapelando la identidad de algunos de nosotros, no resiste el más mínimo análisis serio. Él, que es el amor, nos ha pensado amándonos, nos ha creado por puro amor y nos ha hecho para que encontremos la felicidad en amar y servir, como hizo Jesús.

En la parábola de los talentos, Él nos habló de servir con los dones que Dios nos ha dado a cada uno, y el cuerpo con el que nacimos es uno de esos dones. ¿Por qué soy hombre o mujer, alto o bajo, de piel oscura o clara, celiaco o propenso a engordar? Bueno, ahí están nuestros talentos para ponerlos en juego. ¿Los ponemos al servicio del amor para que den fruto o los escondemos, avergonzados, porque nos parecen peores que los de los demás?

Quien le diga a una persona que no se acepta tal como es que es un error de la naturaleza y que debe cambiarse, no la está amando, a lo más la está contentando para ganar votos.

Quien ama de verdad, no quiere cambiar a la persona ni le sigue la corriente, porque busca su bien y es capaz de ver su belleza y su perfección no solo en su aspecto externo sino en lo más íntimo de su ser.

Así nos amó Dios desde el momento en el que éramos una única célula, así nos sigue amando y así nos invita a amar para toda la eternidad.

En la sociedad consumista en la que estamos, hemos convertido el cuerpo en un objeto más que queremos devolver si no nos gusta, perdiendo su dimensión trascendente. Por eso, también tantos jóvenes recurren a cirugías estéticas a edades tan tempranas y por eso tantos sufren trastornos alimenticios en busca de un cuerpo perfecto inalcanzable.

Ojalá sepamos todos mirarnos y aceptarnos a nosotros mismos tal y como somos, admirando el bien, la belleza y el amor que impregnan este inmenso regalo que es el cuerpo. Un cuerpo, no lo olvidemos, al que después del breve beso de la muerte, volveremos para que nos acompañe toda la eternidad. ¡Fíjense si está bien hecho! ¿O hay algo de lo que haya hecho el ser humano que dure para siempre?

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Mundo

Mons. Paul Hinder: «Esta visita continúa el diálogo del Pontífice con el mundo musulmán»

A pocas horas del comienzo de la visita del Papa Francisco a Baréin, el administrador del Vicariato Apostólico de Arabia del Norte, Mons. Paul Hinder destaca la inyección de confianza que esta visita supondrá para la comunidad católica local, que componen unas 80.000 personas.

Federico Piana·2 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Bahréin es un estado con más de treinta islas, enclavado en el azul del Golfo Pérsico. Del pequeño reino gobernado por una monarquía constitucional que limita con Arabia Saudí al oeste y Qatar al sur y cuya población es mayoritariamente musulmana, Monseñor Paul Hinder dice que es una «nación que se siente orgullosa de ser campeona de la tolerancia religiosa y permite a los no musulmanes practicar su fe en sus respectivos lugares de culto».

El obispo, administrador del Vicariato Apostólico de Arabia del Norte, bajo cuya jurisdicción se encuentra Bahrein, afirma que el viaje que el Papa Francisco realizará al país del 3 al 6 de noviembre es «un gran honor para todos».

El Reino despliega la alfombra roja para el Santo Padre. Mientras los responsables del vicariato colaboran con las autoridades para preparar un gran programa para el Pontífice, la comunidad trabaja entre bastidores para que todo salga bien».

Así que habrá una cálida bienvenida….

–Sí. Las autoridades se preparan para dar una cálida bienvenida al Santo Padre. Su Majestad, el Rey Hamad bin Isa Al Khalifa, mantendrá un encuentro privado con el Papa inmediatamente después de su llegada al palacio real de Sakhir el 3 de noviembre.

Las autoridades civiles y eclesiásticas organizan una misa pública en el estadio nacional para el sábado 5 de noviembre a las 8.30 horas, a la que asistirán los católicos del Vicariato Apostólico de Arabia del Norte y los habitantes de los alrededores.

Los organizadores del «Foro de Bahrein para el diálogo: Oriente y Occidente para la coexistencia humana» también se preparan para dar una digna bienvenida al Papa Francisco el viernes 4 de noviembre a las 10:00 horas. Ese día también participarán numerosos líderes de diferentes religiones en la plaza Al-Fida del Palacio Real de Sakhir.

¿Qué representa esta visita para el país?

–El Golfo Pérsico es predominantemente musulmán, con diversos grados de libertad y tolerancia religiosa. Bahréin se enorgullece de apoyar y fomentar la tolerancia y la convivencia. El Reino ha apoyado a los no musulmanes en la práctica de su culto durante más de 200 años. La visita del Papa reforzará aún más al pequeño reino como propagador de la tolerancia religiosa.

El foro de diálogo, al que asistirán el Papa y otros destacados líderes religiosos, es una expresión del compromiso del reino con la armonía interconfesional y la coexistencia pacífica.

Foto: ©Vicariato Apostólico del Norte de Arabia

Bahréin ganará puntos en la comunidad internacional como defensor de los derechos de las diferentes confesiones, mientras el Pontífice reitera su llamamiento a la paz y la justicia, sin discriminación de religión o nacionalidad.

Bahréin se distinguirá como un país que respeta todas las religiones y promueve el diálogo como medio para lograr la paz y la reconciliación entre naciones o facciones enfrentadas.

Este es un mensaje que concierne a todas las partes del mundo, especialmente al Golfo Pérsico.

¿Cuál es la situación de la Iglesia católica en el país?

–Se calcula que hay 80.000 católicos en Bahrein, muchos de ellos inmigrantes de Asia, especialmente de Filipinas e India. En total, los cristianos, unas 210.000 personas, representan el 14% de la población, seguidos de los hindúes, con un 10%.

Aquí hay dos parroquias: la Iglesia del Sagrado Corazón -la primera iglesia del Golfo Pérsico, construida e inaugurada en 1939- y la Catedral de Nuestra Señora de Arabia, construida en un terreno de 9.000 metros cuadrados donado por Su Majestad el Rey Hamad.

Las actividades de la Iglesia que podrían tener un impacto importante en la sociedad son limitadas. Existe la escuela del Sagrado Corazón, que goza de gran estima entre los ciudadanos.

El apoyo a los trabajadores se lleva a cabo, discretamente, por grupos parroquiales que realizan visitas a los campos de trabajo (zonas residenciales reservadas a los trabajadores inmigrantes).

Como migrantes, los cristianos no tienen ninguna influencia política en la legislación del país, pero pueden contribuir de forma discreta y prudente a una mayor concienciación sobre problemas sociales concretos.

¿Cómo se prepara la Iglesia para la visita del Papa y qué espera de ella?

–Para muchos católicos de Bahrein, que han estado esperando esta visita desde que el rey invitó personalmente al Papa, es un sueño hecho realidad.

La noticia de la visita papal ha despertado un gran entusiasmo, no sólo entre los católicos sino también entre personas de otras confesiones. Además de la misa, se han organizado programas separados en los que el Santo Padre se reunirá con grupos y organizaciones católicas.

Las autoridades eclesiásticas preparan un encuentro ecuménico y una oración por la paz en la catedral de Nuestra Señora de Arabia en Awali.

También se está preparando otro encuentro de oración y Ángelus con sacerdotes, personas consagradas, seminaristas y agentes de pastoral en la iglesia del Sagrado Corazón, en Manama. Un coro de cien personas, formado por cantantes y músicos de diferentes nacionalidades, comenzó a ensayar para cantar durante la Santa Misa.

Como Bahrein forma parte del Vicariato Apostólico de Arabia del Norte, los fieles de toda la región están organizando un viaje a Bahrein para fortalecer su fe y realizar su sueño de ver al Papa en persona y participar en la Santa Misa.

La visita del Papa tendrá lugar con motivo del foro de diálogo dedicado a la convivencia humana entre Oriente y Occidente. ¿Qué importancia tiene el diálogo en Bahréin? ¿Y qué significa para la Iglesia estar en minoría?

–Esta visita es una continuación del diálogo del Pontífice con el mundo musulmán. Uno de los temas más urgentes es la cuestión de la violencia y la importancia de los valores de justicia y paz.

Existe el famoso dicho «no hay paz sin justicia»: el diálogo es el único camino a seguir en un mundo en el que no existe la posibilidad de utilizar la violencia para asegurar el propio camino, porque esto abre la aterradora posibilidad del uso de armas de destrucción masiva que acabarán apuntando a los inocentes de ambos bandos.

Al acoger este evento, Bahréin está liderando el camino y tratando de difundir el mensaje de que la resolución de las diferencias sólo es posible a través del diálogo: esto, para el país, es crucial desde el punto de vista de la división entre musulmanes chiíes y suníes.

Además, al patrocinar la visita papal, Bahréin está enviando una señal a diversos sectores regionales: las diferencias deben abordarse mediante el diálogo y no mediante la confrontación.

En cuanto a la Iglesia local, la visita papal servirá para recordar que, independientemente del lugar en el que nos encontremos, podemos practicar nuestra fe y ser faros de paz y justicia, incluso en un entorno predominantemente no cristiano. La visita del Papa contribuirá a reforzar nuestra decisión de vivir una vida verdaderamente cristiana.

Durante su visita, el Papa visitará la ciudad de Awali, donde el 10 de diciembre de 2021 se consagró la catedral dedicada a Nuestra Señora de Arabia, patrona del Golfo Pérsico. ¿Por qué, en su opinión, es importante este gesto? ¿Qué importancia ha tenido la construcción de esta catedral para el país?

–La Catedral de Nuestra Señora de Arabia es la segunda iglesia católica más grande del Golfo Pérsico. La moderna iglesia, con su cúpula octogonal, se ha convertido en un punto de referencia para los 80.000 católicos del país y el resto de los fieles del Vicariato. Es un verdadero logro para Bahréin: animará a otros a venir a vivir aquí.

También representa la culminación de años de trabajo en los que han participado los gobernantes de la nación, las autoridades eclesiásticas, la comunidad católica en general y docenas de otras personas: desde arquitectos hasta constructores. Esta obra es también un reflejo de una rica historia de tolerancia hacia otras religiones que se remonta a dos siglos atrás.

La Iglesia de Nuestra Señora de Arabia es la catedral del Vicariato de Arabia del Norte, que incluye Bahrein, Kuwait, Qatar y Arabia Saudí. Por lo tanto, los católicos que viven en Arabia Saudí también la consideran su catedral, especialmente los que viven en la Provincia Oriental.

En su opinión, ¿qué frutos traerá la visita del Papa?

–El Papa Francisco continuará por el camino de la paz y el respeto mutuo que ha elegido desde el inicio de su pontificado, también y sobre todo en relación con el mundo musulmán.

Para la Iglesia local, compuesta mayoritariamente por inmigrantes, la visita del Papa será una inyección de confianza: sus miembros, al ser una iglesia pequeña en un país pequeño en medio de un contexto musulmán, se sienten a veces olvidados.

Al acoger al Papa, los fieles no sólo serán vistos por todo el mundo, sino que se sentirán parte de la Iglesia universal. Bahréin también será un buen lugar desde el que enviar señales a los países de la región que están en conflicto, como Yemen, desgarrado por una guerra civil asesina.

El lema de la visita del Papa es «Paz a los hombres de buena voluntad»: se espera que este mensaje se escuche en todos los rincones de la tierra.

El autorFederico Piana

 Periodista. Trabaja en Radio Vaticana y colabora con L'Osservatore Romano.

Recursos

Un cuento para celebrar a todos los santos

Nueva narración de Juan Ignacio Izquierdo para conmemorar a diversos santos el día de su fiesta.

Juan Ignacio Izquierdo Hübner·1 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

La sonrisa de Dios

Para tener 6 años, Javier era bastante audaz. Una mañana de verano, después de los cereales, se puso pantalones cortos, una camiseta de Osasuna y salió de casa. “¡Voy y vuelvo!”, gritó para que su madre se enterara (ella levantó la cabeza de la revista y volvió a sentir ese toque de orgullo por la reciente iniciativa de su hijo de salir a jugar al fútbol). Pero el plan era distinto: después de un trote de 30 minutos, el niño llegó por fin a la tienda de la avenida Carlos III. 

—Hola, Javi. ¿Otra vez por aquí?

Magdalena, la vendedora, que tenía unos 20 años más que él, lo había recibido con la mirada en el móvil. El niño prefirió esperarla: se fijó en el pelo azabache que caía por ambos lados de su rostro; le gustó el color de su delantal, pues contrastaba con el moreno de su cara y de sus brazos. Consideró que sus ojos estaban grandes y hermosos, pero que perdían vida: para entonces los tenía cansados, severos, casi apagados; sobre todo porque la pintura no conseguía disimular del todo una mancha violácea que se extendía por debajo del ojo izquierdo; el niño la miraba justamente ahí, arrugando la nariz, cuando ella se dispuso a atenderlo.

—¿Vienes a comprar la chocolatina, cierto? —lo increpó mientras giraba hacia las estanterías para escoger una y aprovechaba el movimiento para cubrirse la mejilla con una cortina de pelo. Luego se apoyó en el mostrador y añadió con tono de reproche— Javito, en lugar de venir cada día hasta aquí… ¿no te compensaría pedir a tu madre un poco más de dinero para comprar una bolsica más grande? Porque tú vives algo lejos, ¿no?

—No…

—¿Vienes andando o tomas el autobús?

—Son solo un par de manzanas, una cosa de nada.

La chica cerró los ojos y suspiró.

—¡Bueno!, venga, son 20 céntimos —le informó sin muchas ganas, a la vez que recuperaba su semblante altivo—. ¿Mañana vienes otra vez?

—Creo que sí, y te diré por qué —alegó el niño con tono defensivo. Pero antes de terminar, estiró el brazo para darle la moneda y se demoró revisando el tesoro que recibió a cambio.

—¿Hmm? —Ella sintió el picor de la curiosidad y simuló que ordenaba la caja.

—Es que… —Tragó con dificultad, se guardó la chocolatina en el bolsillo, la miró a los ojos— Vengo porque me gusta verte. 

Los ojos de Magdalena brillaron.

—¡Javi! Ven aquí. ¡Déjame darte un beso! 

El niño rodeó el mesón para encontrarla, ella lo besó en la frente y lo dejó colorado. Javi no salía de su asombro y en cuanto volvió en sí, se sintió expuesto y emprendió la huida. Cruzó la puerta automática a pasos rápidos, pero con la creciente sonrisa de un torero que sale por la Puerta Grande. 

El niño se había alejado unos 10 metros, cuando, de pronto, necesitó volver. 

—Perdón —se excusó desde la entrada, con la chocolatina en la mano y el rostro acomplejado—. Se me olvidó una cosa: ¿Quieres la mitad?

Los ojos de Magdalena refulgieron.

—No, gracias. Es toda tuya.

—Ah, muy bien —replicó el niño visiblemente aliviado—. ¡Agur! —agregó ya de salida, con una sonrisa tan pura que Magdalena vio en ella una imagen de la sonrisa de Dios. 

La chica corrió a apoyarse en el costado de la puerta para mirar a Javi. “Ay, Javito”, suspiró mientras el niño se alejaba por la avenida Carlos III, caminando como un borrachín, como un borrachín simpático, a diferencia de él… “Vaya, ¿cómo no me di cuenta antes? ¡Es evidente! Pero solo caigo en la cuenta ahora, gracias a este pequeñín… De los que son como ellos —recordó— es el Reino de los Cielos” . Corrió al cuarto de baño, se sujetó el pelo para lavarse la cara y quitarse la pintura, acercó el rostro al espejo para revisar el estado del moratón y, entonces, decidida, llamó a su novio.

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El autorJuan Ignacio Izquierdo Hübner

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Reverendo SOS

Tu vida digital a salvo. Contraseñas seguras: “KeePass”

El uso de contraseñas para acceder a sistemas informáticos protege nuestra información personal. Pero para ser seguras requieren la observancia de ciertos requisitos y medidas de prudencia. Por otro lado, es fácil terminar olvidándolas o confundiéndolas. Ofrecemos algunos consejos.

José Luis Pascual·1 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Todos los sistemas tienen la particularidad de estar protegidos por una contraseña de acceso. Por eso, para tener una organización digital segura y protegida tenemos que contar con una clave sólida y eficiente. Así, evitaremos sufrir incidentes con nuestras cuentas online.

La experiencia muestra la utilidad de las siguientes medidas de prudencia.

-No usar la misma clave para todo. Para cada usuario que tenemos (de correo electrónico, red social, banco, etc.) deberíamos contar con una contraseña distinta. Los ciberdelincuentes suelen robar contraseñas de sitios web que cuentan con poca seguridad, y luego intentan replicar las mismas en entornos más seguros, como webs de los bancos. Por eso: conviene usar distintas claves en diversos sitios de internet.

-Claves largas, complejas y si no tienen sentido, mejor.Las mejores contraseñas, es decir las más difíciles de adivinar y por ende de ser sustraídas, son las largas, que contienen letras, números, signos de puntuación y símbolos. Hay palabras o frases inventadas por el usuario que pueden ser fáciles de recordar para él mismo e imposibles de descifrar para quien lo intente. Por eejmplo: “Tengo1clave+segura”.

-¡No compartirlas con nadie! Las claves son personales y no para compartirlas. El usuario es el dueño de la cuenta, pero también es el dueño de la clave. La misma no debe ser conocida más que por su dueño.

-Contraseñas fáciles, pero difíciles de olvidar y de adivinar. Para muchos, las contraseñas complejas son un riesgo por la posibilidad de olvidarlas. Un truco es usar una palabra o frase fácil, pero cambiando las vocales por números. Por ejemplo: “Tengoalgoparadecirte” sería “T3ng0alg0parad3c1rt3”.

-Integrar símbolos en tus claves y mayúsculas. También se puede tener una clave fácil de recordar y difícil de adivinar, mediante la utilización de símbolos. Por ejemplo: “vaca123” (clave fácil de adivinar) quedaría convertida en “vaca!”#”. La opción de las mayúsculas agrega una dificultad más a quien quiera adivinar nuestra clave. La misma puede ir al inicio o en cualquier parte de la clave. Ejemplo: “Elecciones2012” o “eleCciones2012”.

-Evitar información personal. La contraseña no debe incluir nombre, apellido, fecha de nacimiento, número de documento ni otra información por el estilo, ya que las que los usan son más fáciles de adivinar.

-Procurar cambiar la clave luego de un período de tiempo prudencial. Si usamos equipos compartidos o redes públicas en sitios públicos, será prudente cambiar las claves de acceso que utilizamos en dichos equipos y redes luego de determinado tiempo.

-Preguntas secretas. En el momento de la registración en un sitio web, uno de los requisitos que surgen al completar los datos suele ser establecer una “pregunta secreta” por si alguna vez no recordamos la clave o contraseña de acceso. Por eso debemos elegir la pregunta que consideremos más complicada de adivinar, es decir, evitar las de respuestas obvias. Ejemplo: color favorito.

-Guarda tus claves: KeePass. Una buena contraseña es importante en todos los casos, pero nadie es capaz de acordarse de secuencias complejas. En cambio, KeePass lo hace por ti. Es, sin duda alguna, el gestor de contraseñas más apreciado en la actualidad, gracias a una infinidad de opciones que contribuyen a ofrecer una fiabilidad en seguridad fuera de lo común.

Con licencia GPL v2, KeePass es gratuito, y seguirá siéndolo. Su código fuente está disponible para todos los codificadores y desarrolladores del mundo, lo que asegura que contará con importantes actualizaciones y evoluciones a lo largo de sus futuras versiones. Su funcionamiento es muy simple: KeePass guarda todas tus contraseñas en una base de datos propia que es, en realidad, un archivo cifrado (o “encriptado”). A esta base de datos solamente se puede acceder mediante tu contraseña principal, la única que tendrás que memorizar, y que habrás elegido previamente de manera sensata.

La seguridad en el acceso a esta base de datos puede ser reforzada todavía más, de manera muy fácil, añadiendo una clave (con la ayuda de un archivo .key). El enlace de descarga para todas las plataformas es este:

https://keepass.info/download.html

Cultura

Joseph Weiler: «Vemos las consecuencias de una sociedad llena de derechos pero sin responsabilidad personal»

Joseph Weiler, Premio Ratzinger de Teología 2022, ha sido el ponente del Foro Omnes sobre "La crisis espiritual de Europa", en un Aula rebosante en la que ha compartido claves y reflexiones sobre el pensamiento europeo actual. 

Maria José Atienza·31 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

El Aula Magna de la sede de la Universidad de Navarra en Madrid ha acogido el Foro Omnes sobre «La crisis espiritual de Europa». Un tema que ha suscitado una gran expectación traducida en el amplio público que se ha dado cita en este Foro Omnes.

Alfonso Riobó, director de Omnes, ha abierto este Foro Omnes agradeciendo a ponentes y asistentes su presencia y destacando el nivel intelectual y humano del profesor Weiler que se convierte en el tercer galardonado con el Premio Ratzinger que acude a un Foro Omnes. Asimismo, el director de Omnes agradeció a los patrocinadores, el Banco Sabadell y la sección de Turismo Religioso y Peregrinaciones de Viajes el Corte Inglés su apoyo en este Foro como también al Máster de Cristianismo y Cultura de la Universidad de Navarra.

La catedrática María José Roca ha sido la encargada de moderar la sesión y presentar a Joseph Weiler. Roca ha señalado la defensa de «que sea posible en Europa una pluralidad de visiones dentro de un contexto de respeto a los derechos» que encarna el profesor Weiler quien representó a Italia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en el Caso Lautsi vs Italia, que falló a favor de la libertad de la presencia de crucifijos en las escuelas públicas italianas.

La «trinidad europea»

Weiler ha comenzado su disertación destacando cómo «la crisis que vive Europa no es sólo
política, defensiva o económica. Es una crisis, sobre todo de valores». En este ámbito, Weiler ha explicado los valores que, a su juicio, sustentan el pensamiento europeo y que ha denominado «la trinidad europea»: «el valor de la democracia, la defensa de los derechos humanos y el estado de derecho».

Estos tres principios son la base de los estados europeos, y son indispensables. No queremos vivir en una sociedad que no respeta esos valores, mantuvo Weiler, «pero tienen un problema, están vacíos, pueden ir en una dirección buena o en una dirección mala».

Weiler ha explicado esta vaciedad de los principios: la democracia es una tecnología de
gobierno; está vacía, porque si hay una sociedad donde la mayor parte fueran personas malas, habría una democracia mala. «Al igual, los derechos fundamentales indispensables nos dan libertades, pero ¿qué hacemos con esa libertad? Según lo que hagamos se puede hacer bien o mal; por ejemplo, podemos hacer mucho mal protegidos por la libertad de expresión».

Por último, ha apuntado Weiler, lo mismo ocurre con el estado de derecho si las leyes que emana son injustas.

El vacío europeo

Ante esta realidad, Weiler ha defendido su postulado: el ser humano busca «dar un significado de nuestra vida que va más allá de nuestro interés personal».

Antes de la II Guerra Mundial, ha continuado el profesor, «este deseo humano se cubría con tres elementos: familia, Iglesia y patria. Tras la contienda, estos elementos desaparecen; y se entiende, si se tiene en cuenta la connotación con, y abuso por parte de, los regímenes fascistas. Europa se vuelve secular, las iglesias se vacían, desaparece la noción de patriotismo y la familia se desintegra. Todo ello da lugar a un vacío». De aquí deviene esa crisis espiritual de Europa: «sus valores, ‘la santa trinidad europea’ son indispensables, pero no colman la busca de significado de vida. Los valores del pasado: familia, iglesia y patria ya no existen. Se produce, pues un vacío espiritual».

Ciertamente no queremos regresar a una Europa fascista. Pero, tomando como ejemplo el patriotismo, en la versión fascista el individuo pertenece al Estado; en la versión democrático-republicana, el Estado pertenece al individuo. 

Europa ¿cristiana?

El experto constitucionalista se ha preguntado en la conferencia si es posible una Europa no cristiana. Ante esta pregunta, ha continuado Weiler, podemos responder según como se defina la Europa cristiana. Si miramos «el arte, la arquitectura, la música, y también la
cultura política, es imposible negar el profundo impacto que la tradición cristiana, han tenido en la cultura actual de Europa».

Pero la raíz cristiana no es la única que ha influido en la concepción de Europa: «en las raíces culturales de Europa hay también una influencia importante de Atenas. Europa culturalmente hablando es una síntesis entere Jerusalén y Atenas».

Weiler ha apuntado que junto a esto, es muy significativo que hace veinte años,»en la gran
discusión sobre el preámbulo de la Constitución Europea, ésta empezaba con una cita de Pericles (Atenas) y hablaba sobre la razón iluminista y se rechazó la idea de incluir una mención a las raíces cristianas». Aunque este rechazo no cambia la realidad, demuestra la actitud con la que la clase política europea aborda este tema de las raíces cristianas de Europa.

Otra posible definición de Europa cristiana sería si hubiera «al menos una masa crítica que sean cristianos practicantes. Si no tenemos esta mayoría es difícil hablar de Europa cristiana. «Es una Europa con un pasado cristiano», ha destacado el jurista. «En la actualidad nos encontramos en una sociedad post Constantino. Ahora”, ha afirmado Weiler, “la Iglesia (y los creyentes: la minoría creativa) deben buscar otra manera de influir en la sociedad”. .

joseph weiler
Alfonso Riobó, Joseph Weiler y María José Roca ©Rafael Martín

Los tres peligros de la crisis espiritual de Europa

Joseph Weiler ha apuntado tres puntos clave en esta crisis espiritual de Europa: la idea de que la fe es algo relativo al ámbito privado, una falsa concepción de la neutralidad que es, en realidad, una opción por la laicidad, y la concepción del individuo como sujeto únicamente de derechos y no de deberes:

1. Considerar la fe como algo privado.

Weiler ha expuesto, con clarividencia cómo los europeos somos «hijos de la Revolución francesa y veo muchos colegas cristianos que han asumido esta idea de que la religión es algo privado. Personas que bendicen la mesa pero que no lo hacen con sus colegas de trabajo por esta idea de que es algo privado».

En este punto, Weiler ha recordado las palabras del profeta Miqueas: «Hombre, se te ha hecho saber lo que es bueno, lo que el Señor quiere de ti: tan solo practicar el derecho, amar la bondad, y caminar humildemente con tu Dios» (Miqueas 6, 8) y ha apuntado que «no dice camina en secreto, sino humildemente. No es lo mismo caminar humildemente que caminar a escondidas. En la sociedad postconstantiniana, me pregunto si es una buena política esconder la fe porque hay un deber de testimonio».

2. La falsa concepción de la neutralidad

En este punto, Weiler ha señalado esta otra «herencia de la Revolución francesa». Weiler ha ilustrado este peligro poniendo como ejemplo el ámbito de la educación. Un punto en el que, «americanos y franceses están en la misma cama. Piensan que el estado tiene la obligación de ser neutral, es decir no puede mostrar una preferencia a una u otra religión. Y eso lleva a pensar que la escuela pública debe ser laica, secular, porque si es religiosa sería una violación de la neutralidad.

¿Que significa esto? Que familia laica, que quiere una educación laica para sus hijos puede enviar a sus hijos a la escuela pública, financiada por el estado pero una familia católica que quiere una educación católica debe pagar porque es privada. Es una falsa concepción de la neutralidad, porque opta por una opción: la laica.

Se puede demostrar con el ejemplo de Países Bajos y Gran Bretaña. Estas naciones han entendido que la ruptura social de ahora no se da entre protestantes y católicos, por ejemplo, sino entre religiosos y no religiosos. Los Estados financian escuelas laicas, escuelas católicas, escuelas protestantes, escuelas judías, escuelas musulmanas… porque financiar sólo escuelas seculares es mostrar una preferencia por la opción secular».

«Dios nos pide caminar humildemente, no caminar a escondidas»

Joseph Weiler. Premio ratzinger 2022

3. Derechos sin deberes

La última parte de la conferencia del profesor Weiler se ha detenido en lo que él ha denominado como «una consecuencia evidente de la secularización de Europa: la nueva fe son la conquista de derechos·.

Aunque, como ha defendido, si el derecho pone al hombre en el centro es bueno. El problema es que nadie habla de deberes y poco a poco, se «convierte a este individuo en un individuo autocentrado. Todo empieza y termina en mí mismo, lleno de derechos y sin responsabilidades».

Ha explicado: “No juzgo a una persona según su religión. Conozco a personas religiosas que creen en Dios y que son, al mismo tiempo, horribles seres humanos. Conozco a ateos que son nobles. Pero como sociedad algo ha desaparecido cuando se ha perdido una poderosa voz religiosa”.

Pero «en la Europa no secularizada», ha explicado Weiler, «cada domingo había una voz, en todos lados, que hablaba de deberes y era una voz legítima e importante. Esta era la voz de la Iglesia. Ahora ningún político de Europa podría repetir el famoso discurso de Kennedy. Podremos ver las consecuencias espirituales de una sociedad que está llena de derechos pero no hay deberes, ni responsabilidad personal».

Recuperar el sentido de responsabilidad

Ante la preguntas sobre qué valores debería recuperar la sociedad europea para evitar este colapso, Weiler ha apelado, en primer lugar a «la responsabilidad personal, sin ella las implicaciones son muy importantes». Weiler ha defendido los valores cristianos en la creación de la Unión Europea: «posiblemente más importante que el mercado, en la creación de la Unión Europea fue la paz».

Weiler ha defendido que «De una parte fue una decisión política y estratégica muy sabia, pero no sólo eso. Los padres fundadores: Jean Monet, Schumman, Adenauer, De Gasperi.. católicos convencidos, hicieron un acto que mostraba la fe en el perdón y en la redención. Sin estos sentimientos, ¿pensáis que cinco años después de la Segunda Guerra Mundial se hubieran dado la mano franceses y alemanes?, ¿de dónde han venido estos sentimientos y este convencimiento en la redención y el perdón si no es de la tradición cristiana católica? Es el éxito más importante de la Unión Europea».

Joseph Weiler

Joseph Weiler, norteamericano de origen judío, nació en Johannesburgo en 1951 y ha vivido en diversos lugares de Israel así como en Gran Bretaña, donde estudió en las universidades de Sussex y Cambridge. Posteriormente se trasladó a los Estados Unidos donde ha ejercido como profesor en la Universidad de Michigan, luego en la Harvard Law School, y en la Universidad de Nueva York.

Weiler es un renombrado experto en Derecho de la Unión Europea. De religión judía, Joseph Weiler, casado y padre de cinco hijos, es miembro de la American Academy of Arts and Sciences y, en nuestro país, ha recibido el doctorado honoris causa por la Universidad de Navarra y por CEU San Pablo.​

Representó a Italia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en el Caso Lautsi vs Italia, en el que su defensa de la presencia de los crucifijos en lugares públicos, reviste un particular interés por la clarividencia de sus argumentos, la facilidad de sus analogías, y sobre todo, por el nivel de razonamientos presentados ante en Tribunal afirmando por ejemplo que «el mensaje de tolerancia hacia los otros no debe traducirse en un mensaje de intolerancia hacia la propia identidad».

En su argumentación Weiler puso además de manifiesto la importancia de un equilibrio real entre las libertades individuales propias de las naciones europeas, tradicionalmente cristianas que «demuestra a los países que creen que la democracia les obligaría a despojarse de su identidad religiosa, que eso no es cierto».

El próximo 1 de diciembre, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el Santo Padre Francisco entregará el Premio Ratzinger 2022 al Padre Michel Fédou y al Profesor Joseph Halevi Horowitz Weiler.

España

Mons. García Beltrán: “En primera línea del diálogo con la sociedad se asumen muchos riesgos”

Mons. Ginés García Beltrán preside desde 2015 la Fundación Pablo VI. Bajo su presidencia se ha iniciado una nueva andadura en la que la formación y el diálogo social se manifiestan en diferentes iniciativas. Una de ellas, el congreso Iglesia y Sociedad Democrática celebraba en Madrid, los días 9 y 10 de marzo de 2022, su segunda edición centrada en El mundo que viene. 

Maria José Atienza·31 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Ministras, literatos, filósofos, científicas y religiosas… La segunda edición del congreso Iglesia y Sociedad Democrática, auspiciado por la Fundación Pablo VI, reunió en Madrid, los días 9 y 10 de marzo de 2022, a personas de muy distintos ámbitos profesionales y culturales. Una representación tan amplia como el tema que se trató durante las dos jornadas: el futuro de nuestra sociedad. 

El mundo que viene, como se titulaba este congreso, ha marcado un punto clave en la nueva etapa de esta fundación, heredera de Instituto Social León XIII fundado por el cardenal Ángel Herrera Oria, y que hace cuatro años iniciaba un nuevo ciclo en su historia con una profunda renovación de sus programas formativos a través de la promoción de un think tank y la organización de congresos, foros y seminarios en ámbitos como: bioética, ciencia y salud; tecnología, ecología, desarrollo y promoción humana; diálogo cultural, social y político; liderazgo humanista y economía social y digital. 

De esa transformación nacieron el Observatorio de Bioética y Ciencia, los Foros de Encuentros Interdisciplinares y el Centro de Pensamiento Pablo VI, para reflexionar y recuperar el legado de Papa Montini y, un año más tarde, la Escuela de Economía y Sociedad. 

Con este motivo, ha concedido una entrevista a Omnes en el que recuerda que “estar en primera línea del diálogo con la sociedad está inscrito en lo más profundo de la naturaleza de la Iglesia”

El II congreso Iglesia y Sociedad Democrática ha contado con la participación de personas de diversas sensibilidades políticas, culturales o sociales. ¿Es una muestra del objetivo de diálogo abierto que persigue esta fundación? 

—No podemos olvidar que la Fundación Pablo VI nace en 1968 cuando el cardenal Ángel Herrera Oria toma las riendas de la escuela social León XIII y lanza este proyecto para la difusión de la Doctrina Social de la Iglesia; y el diálogo es base en la Doctrina Social de la Iglesia y, mucho más, en la mente del papa Pablo VI, bajo cuyo auspicio se funda esta iniciativa. 

El diálogo es un don. El propio Pablo VI dice que el diálogo forma parte de la revelación de Dios. La revelación es un diálogo: Dios que habla y el hombre que responde. 

Por lo tanto, el diálogo está inscrito en lo más profundo de la naturaleza de la Iglesia. Tenemos que estar presentes, y estar en primera línea es un riesgo porque la pretensión es dialogar con todos, hacer presente el mensaje de la salvación en medio del mundo. 

La Fundación Pablo VI quiere estar, por parte de la Iglesia, en la frontera de ese diálogo. Somos conscientes de que quien está en primera línea también asume muchos riesgos, te viene todo “de frente”.

Por eso el diálogo con todos ha sido tan importante en este congreso. El congreso nació en 2018 y lo hizo con vocación de permanencia. El primer congreso fue ese año, hubiera tocado el año 2020 pero no se pudo hacer debido a la pandemia. La convocatoria de este año ha sido pues, la segunda, pero nuestra intención es volver a organizar un congreso como éste en dos años. 

Durante estos días hemos querido mirar al futuro: al mundo que viene. Se habla constantemente de que estamos en un cambio de época, y es verdad. Lo hemos visto, por ejemplo, manifestado muy evidentemente en la mesa Jóvenes y futuro: tres miradas a una sociedad posmoderna. Estamos en un verdadero momento de cambio y tenemos que saber cómo miramos al futuro. 

Muchas veces recuerdo una de las experiencias más dolorosas que he vivido en mi ministerio: cuando una chica me preguntó qué se podía esperar, si era posible esperar algo hoy. Me apenó. Cuando un joven mira el futuro con miedo y no con esperanza es que algo pasa. 

Por tanto, tenemos que ayudar a mirar el mundo con esperanza. Nuestra obligación, también desde la Iglesia, es ver cómo es el mundo que viene. 

Uno de los peligros que seguimos teniendo es el de crear grupos o ambientes cerrados en los que el diálogo se considera un peligro para la firmeza de los principios… 

—Pienso que el diálogo no es un peligro, es una posibilidad. El diálogo no nos abaja de nuestra identidad. 

Entrar al diálogo conlleva tener la certeza de que la otra persona, la posición deferente, me puede enriquecer, pero no me tiene que convencer. 

Creo que un diálogo bien planteado enriquece, e incluso afianza los principios que queremos defender porque podemos encontrarnos con alguien que piense completamente distinto, contrario incluso, y que esa misma diferencia ayude a reforzar mi posición. 

En el cierre del Congreso hizo referencia a esa idea equivocada de que todo pasado fue mejor. Ahora hay quien afirma que “todo está en contra de los católicos”. ¿Es así? ¿Hemos polarizado las posturas en la Iglesia “o conmigo o contra mi”? 

—Podemos caer en una polarización si no asumimos que la Iglesia, a lo largo de la historia, ha navegado contra corriente. El mensaje de Cristo es una propuesta siempre original, siempre joven y que contrasta con el mundo. 

El hombre es imagen de Dios y tiene la dignidad de los hijos de Dios pero, al mismo tiempo, está herido por el pecado. A todo ello se une la libertad. 

Por tanto, a lo largo de la historia, la sociedad y la cultura no han estado a favor del Evangelio. Unas veces de manera muy explícita, como puede ser el momento actual o el final del siglo XVIII; otras veces, como diría san Ignacio, “vestido de ángel de luz”. 

Ha habido periodos que la sociedad arropaba a la Iglesia, pero muchas veces para servirse de ella. Tampoco en esos esos periodos a la Iglesia le ha sido tan fácil. 

Tenemos que asumir que nuestra visión y nuestra misión en el mundo es paradójica, porque el Evangelio es paradójico. Hay que contar con que vamos a experimentar el rechazo, la incomprensión, incluso hasta la persecución, pero esto no nos tiene que frenar o atemorizar sino todo lo contrario. 

Si esta realidad nos llevara a una reacción de extremos, de negación, contraria… es que no hemos entendido la revelación cristiana. 

Se podría objetar que a usted no le supone dificultad decir esto, porque “le va el sueldo”. Pero, ¿y cuándo la posición cristiana conlleva problemas en la sociedad o en el trabajo? 

—Esto es, efectivamente, una realidad. No pocas personas acuden a nosotros con este tipo de situaciones. A lo mejor no tanto en que puedan perder el empleo, pero sí muchas que consideran en conciencia que no pueden hacer tal o cual cosa. Siempre que me han hablado de estos problemas yo les aconsejo permanecer, seguir ahí, ser presencia. Unas veces podremos hacerlo todo, otras veces podremos hacer un poquito, otras veces nada, solo estar ahí. 

Aquí entramos además en un tema importantísimo ahora: la objeción de conciencia. En la objeción de conciencia entra la conciencia personal, formada por una realidad objetiva en el caso de los creyentes por la revelación, por la fe de la Iglesia y el don de la libertad que Dios me respeta. Y el Estado, los poderes establecidos han de respetar esa conciencia también. Nosotros tenemos que anunciar -y denunciar si es preciso- este derecho a objetar en conciencia a realidades o situaciones que podamos estar viviendo.

Por llevar a un plano teológico este tema de la presencia, podemos preguntarnos qué podía hacer la Virgen María al pie de la cruz. Ante la impotencia de no poder hacer nada, estaba, simplemente estaba, como nos dice el evangelio de san Juan. 

En este sentido, ¿hemos estado los católicos o realmente vivimos las consecuencias de una incomparecencia en el ámbito público?

—Yo creo que, si se mira un horizonte amplio de lo que consideramos el ámbito público, sí estamos presentes. Algunas veces hay quien echa de menos una palabra de la Iglesia, de los pastores, en determinados momentos. Y no es fácil porque a veces tenemos que hablar pero en otras hay que ser prudentes. 

En este sentido, una de las razones de ser de la Fundación Pablo VI es impulsar la presencia de los laicos en la vida pública: en la política, la economía, los sindicatos o los medios de comunicación. 

La presencia católica no se reduce a la palabra de los pastores para iluminar una realidad concreta sino, especialmente, se manifiesta en la presencia de los laicos informando la sociedad con los principios evangélicos. 

Durante el congreso se puso de manifiesto la realidad de los jóvenes “anhelantes”. Educados quizás fuera de la fe pero que anhelan o desean esperar e incluso creer algo más. 

—En algunos planos de la realidad social, como la política, hay mucha crispación y eso no contribuye al diálogo. Sin embargo, creo que en el contacto con el pueblo sencillo hay muchas posibilidades de este encuentro. 

Hay mucha gente necesitada, con hambre de trascendencia, mucha gente que está de vuelta y que necesita escuchar una palabra distinta, de fe. Estamos en un buen momento para el anuncio y para el diálogo. 

De este último congreso que hemos celebrado me quedo con una llamada a la esperanza, que he visto en muchos momentos. Y la esperanza reside en los jóvenes, a pesar de quienes no tienen confianza en ellos. A mi me encantó la mesa redonda de los jóvenes, donde se pusieron de manifiesto tantas inquietudes o ver una monja joven en África que hace presente a Cristo en los territorios más remotos y que afirma que en la Eucaristía está la raíz de la vida. Esos son signos de esperanza.

Hablando de diálogo y esperanza, estamos en un proceso sinodal en el que el encuentro con el otro son claves, pero ¿está calando en la Iglesia?

—Yo creo que el sínodo ha tocado al pueblo de Dios y está arraigando, no sin dificultad, en la Iglesia. No se puede renunciar a la sinodalidad, porque la sinodalidad no es un invento del Papa Francisco sino que forma parte de la esencia de la Iglesia. El reto de este momento es pasar del sínodo como “algo que tengo que hacer” al sínodo como “algo que tengo que vivir

La finalidad de este proceso sinodal lo que nos quiere llevar es a tomar conciencia de que, en la Iglesia, somos sínodo y tenemos que vivir como sínodo. Si esto queda en la Iglesia habremos conseguido realmente lo que se busca con este proceso.

Vaticano

 «Zaqueo nos enseña que nunca está todo perdido»

El Papa Francisco ha destacado, comentando el evangelio del domingo XXXI del Tiempo Ordinario, que refiere el encuentro de Cristo con Zaqueo, cómo "el cruce de miradas entre Zaqueo y Jesús parece resumir toda la historia de la salvación".

Maria José Atienza·30 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco ha comentado la historia de las «búsquedas» que recoge el evangelio de este domingo subrayando que «Zaqueo «buscaba ver quién era Jesús» (v. 3), y Jesús, tras haberlo encontrado, afirma: «El Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido» (v.10). Detengámonos un momento en las dos miradas que se buscan: la mirada de Zaqueo que busca a Jesús, y la mirada de Jesús que busca a Zaqueo».

Recordando la «baja estatura» de Zaqueo que señala el evangelista unida a su posición preminente, aunque odiada, en su pueblo, el Papa ha destacado que «Zaqueo se arriesgó a que se burlasen de él para ver a Jesús, hizo el ridículo. Zaqueo, en su bajeza, siente la necesidad de buscar otra mirada, la de Cristo. Aún no lo conoce, pero espera a alguien que lo libere de su condición —moralmente baja—, que le haga salir de la ciénaga en la que se encuentra».

Un ejemplo, ha continuado el Santo Padre, que que siempre se puede buscar y encontrar a Dios: «Zaqueo nos enseña que, en la vida, nunca está todo perdido. Por favor: ¡nunca está todo perdido, nunca! Siempre podemos dar espacio al deseo de recomenzar, de reiniciar, de convertirnos».

Además el Papa ha calificado la historia de Zaqueo como la historia de «las miradas de Dios»: «Dios no nos ha mirado desde lo alto para humillarnos y juzgarnos, no; por el contrario, se ha rebajado hasta lavarnos los pies, mirándonos desde abajo y restituyéndonos la dignidad. Así, el cruce de miradas entre Zaqueo y Jesús parece resumir toda la historia de la salvación: la humanidad con sus miserias busca la redención; pero, ante todo, Dios con su misericordia busca a la criatura para salvarla».

«La mirada de Dios», ha afirmado el Papa «no se detiene nunca en nuestro pasado lleno de errores, sino que ve con infinita confianza lo que podemos llegar a ser» y ha animado a los presentes a «tener la mirada de Cristo, desde abajo, que abraza, que busca al que está perdido, con compasión». 

Recuerdo para las víctimas de Mogadiscio y Seúl

En sus saludos tras el rezo del Ángelus, el Papa ha querido elevar su recuerdo y su oración por «las víctimas del atentado terrorista que, en Mogadiscio, ha causado la muerte de más de cien personas, entre ellas numerosos niños. ¡Que Dios convierta el corazón de los violentos!» así como «por quienes han muerto esta noche en Seúl —sobre todo jóvenes— debido a las trágicas consecuencias de una repentina estampida de la multitud».

Como en las últimas apariciones del Santo Padre, tampoco ha olvidado «el dolor de nuestro corazón, de la martirizada Ucrania» pidiendo continuar orando por la paz.

Zoom

La luz de Todos los Santos

En el cementerio de Lublin, como en otros muchos cementerios de Polonia, las tumbas se iluminan con velas, cada 31 de octubre, un día antes de Todos los Santos para recordar y orar por los fallecidos.

Maria José Atienza·30 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Cultura

Iván Illich. El camino de la convivencialidad

Veinte años después de la muerte de Iván Illich (1926-2002) —humanista polémico y controvertido en su tiempo—, su pensamiento todavía anima a cuestionar la industrialización y a reemplazarla con alternativas más humanas.

Philip Muller y Jaime Nubiola·30 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

“Si la expresión ‘búsqueda de la verdad’ provoca en algunos una sonrisa y les hace pensar que pertenezco a un mundo pasado, no es de extrañar, porque es así” (Últimas conversaciones con Iván Illich, p. 205). Tal vez la afirmación de que la inquietud por la verdad pasa por la pérdida de familiaridad con el presente explique el desconcierto y la admiración que suscita el pensamiento del atípico Iván Illich.

Pensadores como Giorgio Agamben, Michel Foucault y Eric Fromm han encontrado en sus análisis inspiración y nuevas perspectivas. Más recientemente, el prestigioso filósofo canadiense Charles Taylor, no dudaba en referirse a Illich como una “gran voz en los márgenes” comparable a Nietzsche: “Illich ofrece una nueva hoja de ruta […], y lo hace simplemente sin caer en los clichés del antimodernismo” (Últimas conversaciones con Iván Illich, pp. 14 y 18).

Hijo de padre dálmata y católico y de madre austriaca y judía, Illich nace en Viena el 4 de septiembre de 1926. Huyendo del Tercer Reich, su familia se asienta en Italia en 1942. En los siguientes nueve años, Illich estudia Cristalografía en la Universidad de Florencia y, ya en Roma, Filosofía y Teología en la Pontifica Universidad Gregoriana; también se doctora en historia medieval en la Universidad de Salzburgo.

Tras ordenarse sacerdote en 1951, parte hacia Nueva York, donde residirá hasta 1960. Su labor pastoral con la comunidad portorriqueña de esta ciudad -en concreto, la necesidad de formar a hombres y mujeres de Iglesia que dominasen el castellano y entendieran las costumbres y tradiciones de los nuevos inmigrantes- le inspirará la fundación del Centro Intercultural de Formación (CIF), que posteriormente se transformará en el Centro Intercultural de Documentación (CIDOC), en Cuernavaca, México.

Las puertas del CIDOC permanecerán abiertas hasta 1976. A raíz de sus investigaciones y discusiones en Cuernavaca, Illich publicará durante los setenta lo que denominará con gran acierto sus “panfletos”, los libros que más fama le han dado y que le han retratado para la posteridad como crítico de la industrialización y de la ideología del desarrollo. Sus títulos más conocidos son La sociedad desescolarizada (1970), La convivencialidad (1973), Energía y equidad (1973) y Némesis médica (1975). 

La fuerza de la crítica de Illich a la industrialización reside en su sencillez: “Cuando una iniciativa sobrepasa cierto umbral […], primero destruirá el fin para el cual fue concebida y luego se convertirá en una amenaza para la sociedad en sí misma” (La convivencialidad, p. 50).

Pasado un cierto límite, por ejemplo, el automóvil solo multiplica los kilómetros que en principio había prometido reducir y, para entonces, la propulsión a motor ya ha mutado y se ha impuesto como único modo de transporte válido. “Semejante proceso de crecimiento pone al hombre ante una exigencia fuera de lugar: encontrar satisfacción en la sumisión a la lógica de la herramienta” (p. 113).

Illich identifica dinámicas similares en los sistemas educativos y sanitarios contemporáneos. El automóvil priva a las personas de la capacidad política de caminar, tanto como el hospital moderno de su capacidad de sanar y sufrir, y la escuela —transformada en agente de una educación universal que homogeneiza— de su derecho a aprender. Tales privaciones generan a su vez efectos perversos imprevisibles.

Uno de ellos es la figura del “usuario”, el producto más acabado de la industrialización. Esta suerte de turista de su propia vida “vive en un mundo ajeno al de las personas dotadas de la autonomía de sus miembros” (Obras reunidas I, p. 338). Al utilizar unas herramientas que no entiende, el usuario es sencillamente incapaz de dominarlas. Junto a él aparecen el experto -que conoce, controla y decide sobre la tecnología- y el marginado -quien, al carecer de los recursos con que costeársela, no puede realizarse en una sociedad industrializada. Abandonada a su propia lógica, la industrialización genera una dependencia y desigualdad radicales.

Frente al exceso industrial, Illich recomienda la convivencialidad: “Llamo sociedad convivencial a aquella en que la herramienta moderna está al servicio de la persona integrada en la colectividad y no al servicio de un cuerpo de especialistas” (p. 374).

Así como el consumo de energía no debe sobrepasar los límites metabólicos, el uso correcto de cualquier tecnología siempre debe ser austero: “La austeridad forma parte de una virtud que es más frágil, que la supera y la engloba: la alegría, la eutrapelia, la amistad (Obras reunidas I, p. 374). 

En todos sus libros, Illich detalla cómo podría plantearse una alternativa real al modelo industrial occidental. También señala los riesgos, tanto psicológicos como estructurales, que esa alternativa entraña, por necesaria y utópica que resulte.

Por lo pronto, cabe señalar que la propuesta política de Illich, de un realismo atento a las capacidades de cada persona, podría resumirse en dos palabras: energía y amistad.

El mismo Illich reconoce que su peculiar realismo está enraizado en el misterio y realidad de la Encarnación. También cabría añadir que hunde sus raíces en una cierta tradición tomista: al final de sus días, todavía se refería a Jacques Maritain como a su maestro.

Aunque abandonó el sacerdocio en 1969 para evitar ser motivo de división dentro y fuera de la Iglesia, Illich nunca renunció a su fe, libre y profundamente vivida, y a su amor por los grandes autores medievales. De hecho, su último libro, En el viñedo del texto (1993), está dedicado a Hugo de San Víctor. Como bien resume Taylor, “este mensaje surge de una determinada teología, pero debiera ser escuchado por todos” (Últimas conversaciones con Iván Illich, p. 18).

El autorPhilip Muller y Jaime Nubiola

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Cultura

“Los Lusíadas”, de Luís de Camões

Gustavo Milano·29 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Las epopeyas, con su característica grandilocuencia, pueden a veces parecernos aburridas. No porque los grandes hitos de los hombres nos parezcan en realidad algo despreciable, sino más bien porque dudamos de su plena veracidad. “Es muy difícil que no estén exagerando”, quizás pensamos. En nuestra rutina habitualmente trivial, lo heroico puede sonar a cuento de hadas.

Sin embargo, debemos reconocer que no siempre es así. Si, en 1492, alguien te contara que unos navegantes descubrieron todo un continente nuevo, al principio podría parecerte fantasioso, pero poco a poco la acumulación de indicios acabaría por constituirte una prueba. La proeza sería del todo verdadera.

Contenido

Pues “Los Lusíadas”, de Luís de Camões (1524-1580), no es ni uno ni otro. No es ni un cuento de hadas ni un libro de historia, sino un conjunto de hechos reales mezclado con sucesos imaginarios narrados bajo la forma de poema épico. Su autor parecía pretender narrar los logros del imperio portugués en ultramar introduciendo su obra en la tradición épica que le precedía, a saber, la de Homero, Virgilio y Dante.

Navegante y poeta, Camões fue el que se dedicó a contarlo de forma elevada, digna de la gesta. “Los Lusíadas” fue publicado en 1572 y cuenta el viaje de Vasco da Gama a India de 1497 a 1499. Hasta entonces nadie había conseguido cruzar a navío el llamado “Cabo de las Tormentas” (actual Cape Town, en Sudáfrica), porque las circunstancias marítimas y climáticas de la localidad hacían que todos los navíos que lo intentaban se estrellaran en las rocas o tuvieran que dar media vuelta antes de que esto sucediera. En el poema, Camões personifica el Cabo en un gigante titán llamado Adamastor, que, en su incapacidad de impedir el paso de los portugueses, se limita a proferirles impotentes amenazas a distancia. Como símbolo de la victoria de franquearlo, ahora lo pasan a llamar “Capo de la Buena Esperanza”.

Lusitanos

Ya en Melinde (en el actual Kenia), Vasco se detiene y cuenta al rey local episodios de la historia lusitana, entre los cuales el de Inés de Castro, una noble gallega. El príncipe portugués Pedro I, joven viudo, se enamora de Inés y con ella tiene hijos. Pero el rey Alfonso IV se entera de que su hijo quiere casarse oficialmente con ella y legitimar esos hijos. Temiendo que su trono viniera a recaer sobre un hijo legitimado de Pedro e Inés y así aumentara la influencia gallega en Portugal, el rey decide mandar matarla. Trágicamente Inés es asesinada y poco después fallece también el rey asesino. Cuando Pedro I asume como rey, hace coronar a su amada muerta como reina póstuma.

Tras llegar a Calicut (India), los navegantes disfrutan del éxito y luego regresan victoriosos a Lisboa. Camões se había propuesto cantar “las memorias gloriosas de los reyes que fueron dilatando la fe, el imperio, y las tierras viciosas de África y de Asia conquistando”, y de hecho, gracias a este viaje ordenado por el rey D. Manuel I y liderado por Vasco da Gama, fueron puestas las bases de la Iglesia Católica en India, el país que el año que viene será el más poblado del mundo. A ellos debemos admiración, gratitud y memoria.

El autorGustavo Milano

Sagrada Escritura

Mentiroso y padre de la mentira (Jn 8, 31-59)

En la primera gran parte de su Evangelio, Juan intercala una serie de signos con unos diálogos y discursos que los explican y confirman.

Juan Luis Caballero·29 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

En la primera gran parte de su Evangelio, Juan intercala una serie de signos con unos diálogos y discursos que los explican y confirman. 

El llamado “signo de la Luz”, la curación del ciego de nacimiento en Siloé (Jn 9, 1-17), está precedido por unas controversias con algunos judíos en torno a la celebración de la Fiesta de los Tabernáculos. Jesús se presenta como agua y luz del mundo (= vida) (cfr. Jn 1, 4; 8, 12). En un encuentro de fe con Jesús, un ciego de nacimiento es bautizado/iluminado. El pasaje muestra las buenas disposiciones de ese hombre y su camino hasta la confesión de fe: “Creo, Señor” (Jn 9, 38). 

En Jn 7, 14 – 8, 59 se pueden individuar siete diálogos entre Jesús y diversos grupos de judíos. En ellos, Jesús se manifiesta como enviado del Padre. En el último (Jn 8, 31-59), Jesús ofrece la verdadera libertad al que, habiendo comenzado a creer, permanezca en su palabra. Pero, ante la incapacidad de algunos de los interlocutores para hacerlo, Jesús dirige el diálogo hacia la causa profunda de esa incapacidad.

El camino de la libertad (Jn 8, 31-41a)

Jesús dice que el que permanece en lo que él ha predicado es su discípulo, y que este es el camino para conocer una verdad que libera; esa verdad es lo que Jesús ha dicho sobre él mismo y sobre el Padre (Jn 1, 14.17-18; 8, 32.40). Pero los judíos con los que habla le dicen que ellos son descendencia de Abrahán (Gn 22, 17-18) y que siempre han sido libres

Jesús les dice que descendencia y filiación son dos cosas diferentes: el hijo (= el libre), que es el que permanece en la casa para siempre (aquí, el que recibe la bendición del Padre; cfr. Mt 17, 25-26; Ga 4, 30; Hb 3, 5-6), es el que escucha al Padre, y esa escucha se manifiesta en las obras, de modo que, si uno peca, es que ha escuchado al pecado, y por el pecado ha sido hecho esclavo o, lo que es lo mismo, es esclavo del pecado (cfr. Ga 5, 1; Rm 6, 17; 7, 7 ss; 8, 2; 2 P 2, 19; 1 Jn 3, 8). Solo el Hijo de verdad, Jesús, puede disipar las tinieblas y liberar de esa esclavitud.

Jesús acepta que los judíos son linaje de Abrahán (Jn 8, 37), pero no que sean hijos (Jn 8, 39), porque las obras que hacen, y ahí demuestran su pecado, no son las que hizo Abrahán: escuchar a Dios (dar cabida a la palabra de Dios; cfr. Jn 5, 38; 15, 7), obrar con fe y acoger a sus emisarios (Gn 12, 1-9; 18, 1-8; 22, 1-17; cfr. Lc 16, 19-31). Es una alusión indirecta a su falta de fe (cfr. Ga 3, 6; Rm 4, 3; Hb 11, 8. 17; St 2, 22-23). Lo que sí han hecho y hacen es lo que han oído a su verdadero padre: eso es lo que define su filiación (Jn 1, 12). Jesús ha visto al Padre (con claridad; Jn 5, 19) y de esa verdad habla; los judíos imitan lo que han oído (con engaño) a otro padre.

Hijos del padre de la mentira (Jn 8, 41b-47)

Los judíos responden a Jesús, usando una imagen típica de los Profetas (Jn 8, 41; cfr. Os 1, 2; 4, 15; Ez 16, 33-34), que ellos son hijos de Dios porque con ellos se ha sellado la Alianza (Ex 4, 22; Dt 14, 1; 32, 6). Jesús les replica que, si fueran hijos de Dios, su padre sería el mismo que el suyo y, por tanto, le amarían como a un hermano y le escucharían. Y entonces habla de proveniencia: él, Jesús, es (viene) de Dios (Jn 7, 28; 17, 8; 1 Jn 5, 20) y hace su voluntad (Jn 4, 34; 5, 36), pero ellos no son de Dios porque las apetencias que quieren cumplir no son las de Dios, sino que buscan matarle (Jn 7, 19. 20. 25), y en eso muestran que son hijos del que introdujo en el mundo el homicidio (así, Caín mató a Abel; Gn 4, 8; 1 Jn 3, 12-15) por medio de la mentira (engaño a Adán y Eva; Gn 3, 1-5): el diablo.

Las palabras de Jesús abordan dos cuestiones cruciales. La primera, la identidad del diablo, al que esos judíos hacen padre cuando le imitan. Jesús alude a lo que dice el inicio del Evangelio: en el principio estaba la palabra (verdadera), que es la que él siempre pronuncia (Jn 1, 1; cfr. 8, 25), mientras que el diablo, que, antes de caer, estaba en el ámbito de la verdad, se ha hecho inicio de toda mentira y muerte de modo que, cuando habla, no dice verdad, sino que saca de su interior lo que le es propio: la mentira (Jn 8, 44). Al procurar la muerte de Jesús, los judíos están haciendo la obra (propósito) del diablo (cfr. Sb 2, 24; Si 25, 24; Jn 13, 2. 27). La otra cuestión es el misterio de por qué los judíos no le escuchan si habla la verdad y en él no hay pecado (cfr. Jn 8, 7-9; Hb 4, 15; Is 53, 9). La causa es que ellos no son de Dios: quien escucha a la mentira no puede comprender y acoger la verdad, porque está cerrado a ella; es más, la manifestación de la verdad incrementa en él el rechazo a esa luz, aumentando el endurecimiento y la ceguera (Jn 3, 20; 1 Jn 4, 6). Y solo Jesús puede sacar al hombre de esa dinámica.

Jesús revela su identidad: “Yo soy” (Jn 8, 48-59)

Los judíos acusan a Jesús de ser cismático y de llevar al demonio dentro. Pero Jesús reafirma que él tiene a Dios por Padre, y que lo honra y hace su voluntad (Mc 3, 22-25). Es más, él no busca su propio prestigio, y esto asegura que dice la verdad (Jn 7, 18).

A la afirmación de que el que permanezca en él vivirá y no verá la muerte (Jn 5, 24; 8, 51), los judíos, entendiendo mal esa “muerte”, retoman la figura de Abrahán diciendo que hasta las personas más grandes han muerto. Entonces Jesús les habla de su propia muerte y de su glorificación (Jn 12, 23. 31; 13, 31; 17, 1), que será condena del diablo y los suyos (Jn 16, 11). Pero ellos no entienden. Esa vida, la otorgada por el Padre, es la de verdad, pero como no conocen al Padre ni guardan su palabra, ni la comprenden ni la recibirán. Con ironía, Jesús les dice que Abrahán, al que llaman padre, deseó ver el “Día de Jesús” y que, de hecho, ya lo ha visto. Y eso lo ha llenado de alegría. El mismo Abrahán da así testimonio de Jesús, el cual es antes de que Abrahán naciese. Jesús es el verdadero cumplimiento de la historia de Israel (Mt 13, 17; Jn 5, 46; Hb 11, 13): “Yo soy” (Jn 8, 12. 58).

El autorJuan Luis Caballero

Profesor de Nuevo Testamento, Universidad de Navarra.

Cultura

Jonathan Roumie: “Para interpretar a Jesús siempre empiezo rezando”

En esta entrevista a corazón abierto, Jonathan Roumie, el actor que da vida a Jesús en la exitosa serie "The Chosen", apunta que “Dios puede redimir a cualquiera que busque redimirse”.

Jerónimo José Martín y José María Aresté·28 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 9 minutos

Se ha convertido en un fenómeno global a una escala que, ni el director ni los actores pudieron imaginar cuando comenzaron a rodar The Chosen (Los elegidos). Esta serie sobre Jesús de Nazaret y sus primeros seguidores, ha hecho historia en la producción audiovisual, por la financiación por crowdfunding (micromecenazgo) de los 26 episodios de sus tres primeras temporadas —8 episodios convencionales en cada una más dos especiales navideños— y también por sus 420 millones de visionados por Internet en más de 140 países y en 56 idiomas.

Jerónimo José Martín y José María Aresté, autores de esta entrevista, pudieron compartir, el pasado agosto, días de rodaje y entrevistas en Midlothian, Texas, “campo base” de producción de la serie, creada por Dallas Jenkins, un cristiano evangélico de 47 años, casado desde 1998 con la escritora y profesora Amanda Jenkins, y padre de cuatro hijos, el último de ellos, adoptado.

Jonathan Roumie interpreta a Jesús. De 48 años, es hijo de padre egipcio y madre irlandesa. Roumie fue bautizado en la Iglesia Ortodoxa Griega, pero se convirtió al catolicismo cuando se mudó de Nueva York a sus alrededores. Ha aparecido en varias series televisivas, ha doblado diversos videojuegos, ha sido explorador de localizaciones para superproducciones como Spider-Man, La búsqueda o Soy leyenda, y hasta ha grabado una canción original, Outta Time, lanzada en Europa para el álbum Unbreakable, que él mismo coprodujo.

Roumie ya interpretó a Cristo anteriormente.en un proyecto multimedia itinerante sobre la vida de Santa Faustina, titulado Faustina: Messenger of Divine Mercy (Faustina: Mensajera de la Divina Misericordia), y también en Once we were Slaves / The Two Thieves (Una vez éramos esclavos / Los dos ladrones). Roumie también es coproductor, codirector y actor principal de The Last Days: The Passion and Death of Jesus, una actuación en vivo sobre la pasión de Cristo. Además, el actor ha sido ministro extraordinario de la Sagrada Comunión dentro de la Iglesia Católica, y es vicepresidente en las juntas directivas de dos compañías sin fines de lucro: Catholics in Media Associates y GK Chesterton Theatre Company. Roumie vive en Los Ángeles desde 2009, y en 2020 fue nominado para el título de caballero papal de la Orden de San Gregorio Magno.

Nos han dicho que hablas un poco de español

– Un poquito. Muy poquito. Pero nos las arreglaremos…

Y nos las arreglamos muy bien en un inglés, por nuestra parte, manifiestamente mejorable…

En The Chosen (Los elegidos) hay muchos personajes interesantes, pero obviamente el tuyo es el más difícil de interpretar y todo un reto para cualquier actor. ¿Cómo te preparas para encarnar a Jesús de Nazaret?

– Lo primero, gracias por acompañarnos. Para interpretar a Jesús siempre empiezo rezando, leyendo y meditando los evangelios y, como católico que soy, yendo a Misa, participando en ella y en los demás sacramentos, y llenándome de ese espíritu. Y después, leyendo otros libros sobre los aspectos históricos de Jesús, sobre el contexto social, político y económico de la Judea del siglo I, e intentando documentarme sobre el judaísmo de ese tiempo y las tradiciones de los rabinos. En la serie tenemos acceso a varios expertos en esos ámbitos, que nos ayudan a entender más en profundidad cómo debían vivir estas personas en el siglo I. Es estupendo. Pero yo siempre comienzo rezando…

Háblanos de la evolución de tu Jesús en esta tercera temporada.

– En esta tercera temporada, Jesús va un paso más allá. Comienza a llamar la atención, los fariseos empiezan a fijarse en él y a pensar: “A ver si Jesús va ser un problema”. El año pasado hablamos de remover el avispero. Este año no lo va a remover, va a ir mucho más allá. Vemos que entre los discípulos empieza a haber más enfrentamientos, y Jesús los tiene que controlar y asegurarse de que entiendan por qué hace lo que hace.

Todos los aspectos de la serie suben un peldaño más. Como se van a proyectar varios episodios en salas de cine, todo es mucho más cinematográfico y épico. La gente se va a quedar de piedra con esta tercera temporada. Va a ser fantástica. Tengo muchas ganas de que la gente la vea.

Nos gustaría preguntarte por la humanidad de Cristo. Los cristianos creen que Jesucristo es Dios y hombre a la vez. Y quizá una de las cosas más originales de la serie es el sentido del humor, los chistes, los momentos cómicos…

– Sí. The Chosen (Los elegidos) se diferencia de otros retratos de Jesús en que permite que salgan a la luz sus aspectos más humanos. La experiencia humana no sería completa sin reír, sin llorar, sin guiñar un ojo de vez en cuando. Ser humano es eso. Son reacciones y conductas humanas. Las personas bromeamos. Jesús no estaba exento de esa parte de humanidad. Era totalmente humano y totalmente divino.

¿Y qué es ser totalmente humano?

– Como podemos permitirnos el lujo de rodar bastantes episodios durante varias temporadas, podemos desarrollar esa parte y mostrarle al público los detalles de esa humanidad que pudo tener. Creo que ha sido el ingrediente secreto del éxito de la serie. La gente quiere saber cómo pudo haber sido Jesús, y hasta ahora no lo habíamos visto. Yo tengo la suerte, la bendición y el honor de ser el actor que les transmita esa imagen. Y el impacto ha sido enorme. La respuesta del público ha sido buenísima, increíble.

¿Cómo te está influyendo este trabajo a nivel personal?

– Sobre todo me está influyendo a través de ese impacto que está teniendo la serie en la vida de la gente. La historia más impactante que recuerdo ahora mismo es la de una joven a la que conocí el año pasado. Creo que tenía 19 ó 20 años. Me contó cómo era su vida un año antes. Tenía una depresión muy grave, tanto, que iba a suicidarse ahorcándose en casa de sus padres. Incluso tenía escrita una nota de despedida. Y alguien, creo que uno de sus amigos, la convenció de no hacerlo y le puso un episodio de The Chosen (Los elegidos), quizás el primero. Y aquel episodio la emocionó tanto, aquella nueva visión de Jesús le supuso un cambio tan grande, que sintió que su vida valía algo, que Dios la amaba y que tenía un lugar en el mundo para ella. Y decidió no matarse. Un año después me lo contó. Le acompañaba su familia. Lloramos todos. Hace cosa de un mes hablé con el padre y me dijo que ahora esta chica trabaja con otros jóvenes que sufren depresión o que necesitan atención psicológica. Los está ayudando a superar sus propios problemas. Su vida es otra. La serie se la ha cambiado por completo. Con tener ese impacto en una sola persona, ya ha valido la pena hacerla.

¿Qué les dirías a los potenciales espectadores, tanto cristianos como no creyentes, para animarlos a ver la serie? Porque el cristiano puede pensar: “Esto ya me lo sé. No necesito volver a verlo”. Y el no creyente puede pensar: “Esto a mí no me interesa”.

– Creo que les citaría una de las frases de la serie: “Venid y veréis”. Hace poco se hizo un documental sobre la generación Z. Tomaron a nueve chavales de esa generación, los metieron en una sala, no les dijeron qué iban a ver y les pusieron la primera temporada de nuestra serie. Y la reacción de aquellos chavales… Muchos habían tenido malas experiencias en el pasado con iglesias de uno u otro tipo. Pero ver la serie les abrió otras posibilidades. Vieron que Dios, Jesús y la fe no tenían por qué estar vinculados a aquella experiencia negativa, a aquel edificio o a aquella comunidad concreta, sino que Dios es mucho más que un edificio, o más que una confesión concreta por encima de otra. Y fue porque les pareció entretenida una serie de televisión que muestra a Jesús y sus discípulos como no se los habían imaginado antes.

Creo que esta serie tiene la posibilidad de influir en las personas como ellas mismas no sabían que lo necesitaban. Ese es el auténtico regalo. La gente viene y ve. De hecho, si te bajas la aplicación, puedes ver el documental que te digo, y ver esas reacciones y las interacciones que tuve con un par de aquellos chicos.

¿Y respecto a los no creyentes, agnósticos, ateos?

– La serie es para todo el mundo. Nos han llegado mensajes de personas sin religión, de cristianos de lo más devoto… Hasta nos llegó un mensaje de un tipo que dice ser devoto de la Iglesia de Satán. Decía algo así: “¡Me encanta la serie! No me creo lo que pasa en ella, pero la serie en sí me encanta”. Para mí, ya es un comienzo. Ya es algo.

Si Dios, con una serie, puede llegar a una persona que ni en un millón de años se identificaría con algo así y que esa persona diga que le gusta… Si eso pasa, todo es posible.

Las elegidas, la figura femenina en The Chosen

Nos gusta que en The Chosen (Los elegidos) las mujeres tengan papeles relevantes.

Ciertamente, en la serie tenemos personajes femeninos muy potentes. De hecho, muchas de las frases más memorables las dicen mujeres. Y las mujeres influyeron muchísimo en el ministerio de Jesús. Se reveló públicamente como el Mesías ante una mujer. La primera persona a la que se reveló después de la resurrección fue María Magdalena. Creo que Jesús empoderó a las mujeres en una época en la que la cultura no lo hacía. Para aquella cultura, las mujeres eran secundarias, y Jesús les dio protagonismo aunque no ejercían ninguna función en la sociedad ni en el ministerio sacerdotal. Por ejemplo, la mujer de Samaria. Jesús eligió revelar su identidad a una samaritana. Los samaritanos, en aquella época, se llevaban a matar con los judíos. Y aun así, busca a esa mujer y le revela su papel, su cometido. A ella, que es una mujer. El ministerio de Jesús da protagonismo a las mujeres. La serie ha hecho hincapié en muchos de esos ejemplos y lo seguirá haciendo.

The chosen_mujeres

Háblanos de una mujer en concreto. Tu madre, la Virgen María. A la que, por cierto, llevas en la espalda ( vestía una camiseta blanca con una moderna recreación de la Virgen de Guadalupe)

Te refieres a esta, ¿no? Ya. Es la Virgen de Guadalupe. Bueno, es la madre de toda la humanidad. Cuando Jesús estaba en la cruz, confió a su madre a su discípulo Juan. A toda la humanidad, de hecho.

¿Y las escenas de la serie con tu madre?

– La actriz que interpreta a María se llama Vanessa Benavente. Y bueno… Esperad a ver la tercera temporada… Con algunas de nuestras escenas juntos de la tercera temporada os quedaréis… Vanessa es buenísima. Bue-ní-si-ma. Me encanta trabajar con ella. No me hace faltar ni actuar, solo mirarla y pensar en mi madre. Además, mi madre y ella miden más o menos lo mismo.

En la primera temporada, en las bodas de Caná, la primera vez que la veo, la abrazo, la levanto en volandas y le doy una vuelta, así [hace el gesto]. Es algo que yo suelo hacer con mi madre. Pregunté a Dallas si le parecía bien, y me dijo que sí. Así que lo hicimos Rodar con ella es facilísimo.

¿Cómo es Dallas Jenkins como director, sobre todo contigo?

– Fantástico. Es uno de los directores más colaborativos con los que he trabajado. Es genial.

¿Cuál es tu escena preferida de las dos primeras temporadas de la serie?

– Ese encuentro con mi madre en Caná —que hemos comentado— es una de mis escenas favoritas. Normalmente, son escenas que comparto con actores con los que me llevo muy bien. También las escenas con María Magdalena están entre mis preferidas.

Si tuviera que elegir una, quizá elegiría la primera aparición de Jesús con María Magdalena. Me parece una manera genial de presentar a Jesús. ¡En un bar, nada menos! Y luego, cómo sigue a María Magdalena.

Cuando la veo, es como si viera a otro actor. Es como si no fuera yo. Pero me llega igualmente. No la entiendo del todo. Tiene algo místico. Y creo que es por la verdad de lo que pasa en la escena y lo que significa. Que Dios puede redimir a cualquiera que busque redimirse. Esa es la fuerza de esa escena. Por eso es una de las favoritas de los fans desde el principio.

«The Chosen» en España

La  distribuidora A Contracorriente ha apostado fuerte por la serie. Han acometido el doblaje de la serie al castellano español, algo que reclamaban todos los fans y, además de en versión original subtitulada, la primera temporada de la serie ya puede verse también doblada en el canal AContra+, y está previsto su lanzamiento en DVD y Blu-ray el 29 de noviembre.

Además, habrá estrenos exclusivos limitados en salas españolas, siguiendo la estela de Estados Unidos: su primera temporada se podrá ver en cines de nuestro país en un estreno que se dividirá en tres partes: el 2 de diciembre, The Chosen: Te he llamado por tu nombre (piloto y episodios 1 y 2); el 9 de diciembre, The Chosen: La piedra sobre la que se edifica (episodios 3, 4 y 5) y el 16 de diciembre The Chosen: Compasión indescriptible (episodios 6, 7 y 8).

The Chosen (Los elegidos) es la primera adaptación cinematográfica en varias temporadas sobre la vida de Jesús. Una serie que se ofrecerá en 7 temporadas, con más de 50 episodios, y que está íntegramente financiada por donantes.

Se trata del mayor crowdfunding en la historia de las producciones audiovisuales: para la primera temporada, más de 19.000 personas donaron 11 millones de dólares, y para la segunda y tercera temporada (ahora en post-producción) se han recaudado más de 40 millones de dólares.

En el transcurso de sus dos primeras temporadas, la serie ha recibido elogios de la crítica y el público por su precisión histórica y bíblica y su espíritu lúdico, y por ser un drama conmovedor con toques de humor genuino y con un gran impacto.

Además, viene avalada por varios premios, como el de la Actuación más inspiradora en televisión en los MovieGuide Awards para Jonathan Roumie, o el premio Film & TV Impact en los K-Love Fan Awards. En España, se ha hecho con el premio a la mejor serie sobre el hecho religioso de los XXVII Premios Alfa y Omega 2022.

El autorJerónimo José Martín y José María Aresté

Vaticano

Un belén veneciano y un abeto de los Abruzos para el Vaticano

Un belén de madera en el que la Sagrada Familia aparecerá acompañado de figuras muy simbólicas y un abeto blanco de 30 metros serán los adornos navideños que se podrán ver este año en la Plaza de San Pedro.

Maria José Atienza·28 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano ha hecho públicos los detalles de los adornos navideños que, como cada año, dotarán a la Plaza de San Pedro, de un encanto especial durante los días de Navidad.

El belén que se instalará en la Plaza de San Pedro para la Navidad de 2022 procede de Sutrio, en la provincia de Udine, en la región de Carnia, Friuli Venezia-Giulia.

Las figuras, realizadas en madera a tamaño natural mostrarán, además de la escena tradicional de la Sagrada Familia, personajes comunes realizando trabajos o gestos simbólicos.

Las figuras han sido realizadas de manera respetuosa con el medio ambiente y ejecutadas con la clásica técnica del «levare», utilizando equipos mecánicos para el desbaste (sierras de cadena), cinceles, gubias y escofinas para los distintos acabados manuales.

Entre ellas, destaca el Niño Jesús con los rasgos clásicos del pequeño envuelto en pañales y acostado en un pesebre; la Virgen, colocada a la izquierda del Niño Jesús, estará arrodillada con la cabeza cubierta por el manto y los brazos extendidos para indicar al Salvador.

Junto a ellos, San José está representado de pie a la derecha del Niño: con una mano sostiene un bastón y con la otra una pequeña linterna para iluminar la Gruta. No faltan la mula y el buey así como el ángel sobre el pesebre dentro de la Gruta.

Personajes del Belén

Entre esos personajes diversos que se mostrarán en este particular Belén, destaca un carpintero, en homenaje a los artesanos del pueblo de Sutrio, de donde proceden estas imágenes, así como una tejedora, uno de los oficios tradicionales de la zona de Carnia.

También podremos ver al «Cramar», representante de una antigua profesión de comerciante itinerante que, saliendo de su pueblo a pie y cargando un cofre de madera sobre los hombros, iba de pueblo en pueblo para vender los pocos productos artesanales creados por su comunidad.

Otra figura típica del belén, la pastora, simboliza también la montaña, que con sus recursos proporciona alimento a los animales. La pastora se coloca de rodillas con dos ovejas y una «gerla», la clásica cesta, a su lado.

Otras figuras de especial simbolismo serán la familia compuesta por un hombre, una mujer y un niño que se abrazan de pie frente a la Gruta; los dos niños que representan las esperanzas de la vida y del mundo y, por último, un hombre ayudando a otro a levantarse para volver a la Gruta como recordatorio de la solidaridad.

Un belén en el Aula Pablo VI

Además de los adornos propios de la plaza de San Pedro, el Aula Pablo VI, lugar de las audiencia papales, contará con un belén regalado por el gobierno guatemalteco. Se trata de la Sagrada Familia y tres ángeles, hechos a mano por artesanos según la tradición guatemalteca, con grandes telas de colores, en las que predomina el color dorado, y estatuas de madera.

Un abeto de 30 metros

En cuanto al abeto que lucirá en la plaza de San Pedro, procede de Rosello, un pueblo situado en el centro del Sangro y que conserva el mejor núcleo de abetos de Italia. Este año será un majestuoso abeto blanco (Abies alba) de 30 metros.

Rosello, un pequeño pueblo de apenas dos centenares de habitantes, se trata de un antiguo pueblo de origen medieval, que según la tradición debe su nacimiento a los monjes benedictinos de la abadía de San Giovanni in Verde a principios de la Edad Media.

Los adornos del árbol han sido realizados por los jóvenes del centro residencial de rehabilitación psiquiátrica «La Quadrifoglio».

Inauguración y duración

La tradicional inauguración del belén y el encendido del árbol de Navidad tendrán lugar en la plaza de San Pedro el sábado 3 de diciembre a las 17:00 H..

La ceremonia será presidida por el Cardenal Fernando Vérgez Alzaga, Presidente del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, en presencia de Sor Raffaella Petrini, Secretaria General del mismo Governatorato.

Por la mañana, las delegaciones de Sutrio, Rosello y Guatemala serán recibidas en audiencia por el Papa Francisco para la entrega oficial de los regalos.

El árbol y los belenes permanecerán expuestos hasta el domingo 8 de enero de 2023, fiesta del Bautismo del Señor.

Mundo

Michael McConnell: «Roe v. Wade fue uno de los dictámenes peor razonados de la historia del Tribunal Supremo»

Entrevistamos a Michael McConnell, uno de los mayores expertos en la constitución de Estados Unidos. Le preguntamos por la sentencia sobre el aborto, la cultura woke, la educación y la libertad religiosa en los estados modernos.

Javier García Herrería·28 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Michael W. McConnell es catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Stanford y está especializado en asuntos relacionados con la Iglesia y el Estado. Hace unas semanas fue uno de los ponentes principales del VI Congreso del ICLARS (“International Consortium for Law and Religious Studies”), del que hemos hablado recientemente en Omnes. Más de 400 congresistas se reunieron para relfexionar sobre “Dignidad humana, derecho, y diversidad religiosa: diseñando el futuro de sociedades interculturales”.

En los países europeos, algunas personas piensan que los políticos con convicciones cristianas no deberían poder ocupar cargos públicos debido al sesgo de sus creencias. ¿Qué opina de este argumento?

En un país libre con separación entre Iglesia y Estado, los ciudadanos de todas las religiones, o de ninguna, tienen el mismo derecho a ocupar cargos públicos y a defender su concepción del bien común sobre la base de cualquier sistema de creencias que les resulte convincente. Esto se aplica tanto a los cristianos como a los judíos, los musulmanes, los ateos y todos los demás. En Estados Unidos, esta apertura a todas las creencias se refleja específicamente en el artículo VI de la Constitución: “nunca se exigirá ninguna prueba religiosa como requisito para acceder a ningún cargo o confianza pública bajo los Estados Unidos”. En cuanto a las afirmaciones de “parcialidad”, algunas personas necesitan mirarse en el espejo.

¿Es posible separar la esfera privada de la pública? ¿Hasta qué punto es bueno hacerlo? 

El derecho de las libertades civiles somete necesariamente la esfera pública a un conjunto de normas diferente al de la esfera privada. Por ejemplo, el Estado está obligado a ser neutral en aspectos que los particulares no lo son. Esto es especialmente cierto con respecto a la religión. Todos tenemos derecho a considerar ciertas opiniones religiosas como verdaderas y otras como falsas. El Estado no tiene ese papel.

Michael Sandel sostiene que en las sociedades occidentales no ha habido un verdadero debate público sobre muchas cuestiones morales controvertidas (aborto, eutanasia, gestación subrogada, matrimonio homosexual, etc.). ¿Está usted de acuerdo con esta idea? 

Ciertamente no, aunque algunas personas de ambos bandos están tan seguras de sus posiciones que intentan silenciar a los disidentes. Sí estoy de acuerdo con Sandel en que la discusión pública sobre algunas de estas cuestiones es menos sólida y menos informada de lo que me gustaría.

En muchos países, algunas leyes consideradas “moralmente progresistas” no reciben suficiente apoyo parlamentario, pero se aprueban en sentencias de tribunales constitucionales. ¿Qué opina de esta forma de proceder?

Creo que los tribunales se limitan adecuadamente a hacer cumplir las normas constitucionales que han sido adoptadas por el pueblo a través de los distintos procesos de formación constitucional. Los tribunales no tienen derecho a usurpar la función legislativa imponiendo normas jurídicas únicamente sobre la base de que los jueces las consideran “progresistas” (o normativamente atractivas en cualquier otro sentido). Roe v. Wade es el ejemplo más conspicuo en Estados Unidos.

Hablando de Roe v. Wade, como experto en la constitución estadounidense, ¿qué opinión le merece la nueva sentencia del Tribunal Supremo?

Roe v. Wade fue uno de los dictámenes más mal razonados de la historia del Tribunal Supremo. No se basó en ninguna lectura plausible del texto constitucional, ni en los precedentes del tribunal, ni en las antiguas tradiciones y prácticas del pueblo estadounidense. 

¿Qué opina de la cultura woke y de la cancelación con respecto a su impacto en el mundo académico?

Desapruebo todo extremismo, incluido el extremismo woke, y todo esfuerzo de censura masiva. La homogeneidad de opinión dentro del mundo académico en Estados Unidos es una grave amenaza para la educación liberal. Esto también sería cierto si la academia fuera unilateral e intolerante en apoyo de cualquier otra ideología. 

La visión de género está recibiendo cada vez más aprobación social y legal en la legislación de muchos países. Poco a poco los que no están de acuerdo con estas ideas tienen más dificultades para educar a sus hijos según sus convicciones o para desarrollar una labor profesional (por ejemplo en el campo de la medicina) según su visión antropológica. ¿Cree que se respeta la libertad de pensamiento y de expresión de las personas que tienen una visión más conservadora?

Evidentemente, no. El pensamiento de la gente sobre el género y el sexo fluye rápidamente, y una visión extrema no debe ser tratada como la única con autoridad. La gente tiene el derecho humano a tener una visión diferente, y los padres tienen el derecho humano a que las instituciones públicas no impongan una ideología determinada a sus hijos.

Mundo

Construir la paz: la presencia pública de la religión

La Universidad Pontificia de la Santa Cruz ha acogido en Roma una jornada para reflexionar sobre el papel de la religión en los estados modernos.

Antonino Piccione·28 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

La religión, sea cual sea, tiende a impregnar todas las dimensiones de la existencia, tanto los aspectos más personales como los vinculados a la esfera política y social. Con el efecto, entre otros, de fomentar la formación de grupos sociales, entre los componentes más relevantes de la sociedad civil que ayudan a definir la identidad de un pueblo e influyen en las relaciones entre países.

Construir la paz: la presencia pública de la religión es el tema de la Jornada de Estudio y Formación Profesional para Periodistas promovida por la Asociación ISCOM, junto con el Comité “Periodismo y Tradiciones Religiosas”, el grupo de trabajo activo en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz (PUSC), que incluye a periodistas, académicos y representantes de diferentes realidades religiosas, con el objetivo de promover -a través de seminarios y publicaciones- la excelencia en la comunicación sobre religión y espiritualidad en los medios de comunicación, y fomentar la comprensión del factor religioso en el contexto social y en la opinión pública.

Una oportunidad para reflexionar sobre el papel y la función de las diferentes tradiciones (judaísmo, islam, cristianismo, hinduismo), con especial atención a la geopolítica, la educación, los lugares de culto, los sistemas jurídicos y el pluralismo cultural y político. Con el objetivo de fomentar un diálogo fructífero de paz y libertad.

Ponentes

La Jornada -que ha tenido lugar esta mañana en Roma en la PUSC, con la participación de más de 100 personas entre profesionales de la información y expertos en la materia, y que ha sido introducida por los saludos de Marta Brancatisano (profesora de Antropología Dual y miembro de la Comisión “Periodismo y Tradiciones Religiosas”) y Paola Spadari (Secretaria de la Orden Nacional de Periodistas)- se ha dividido en dos partes.

La primera, moderada por Giovan Battista Brunori (redactor jefe de la RAI), abordó tanto el tema de cómo construir la paz: vías formativas en los textos sagrados y las tradiciones religiosas, así como el de la enseñanza de las religiones en las escuelas públicas. Principios y aplicaciones.

“En las escrituras hebreas”, señaló Guido Coen (Unión de Comunidades Judías Italianas), “las opciones de vida concretas son las premisas indispensables para que la paz sea otorgada desde arriba. La paz es, pues, el resultado de la cooperación entre los seres humanos y la Divinidad”. Pero, ¿las religiones favorecen o dificultan la paz? “Los textos fundadores de las distintas tradiciones -es la respuesta de Coen- contienen pasajes que son problemáticos: los cánones ciertamente no pueden cambiarse, pero lo que sí puede cambiar es la interpretación de esos pasajes. El diálogo entre religiones es una de las condiciones para la paz en el mundo”. 

Religiones orientales

Desde el punto de vista de la tradición hindú, según Svamini Shuddhananda Ghiri (Unione Induista Italiana, UII), el tema debe leerse a la luz de los textos sagrados. “En el ´sanatana dharma` todo conduce al Uno: el sustrato del que todo surge y al que todo vuelve. Sin embargo, la manifestación se basa en la dualidad, simbolizada por la continua lucha entre el dharma, el orden, la bondad, y el adharma, el egoísmo. Cuanto más se adhieren los pensamientos, las acciones y las palabras al dharma, más se convierte uno en “sukrita”, “hacedor del bien”. 

La realización de “ahimsa” o “shanti”, la paz, es el hilo conductor de las escrituras hindúes, desde los Vedas hasta los textos superiores, de los que el Bhagavad Gita es el máximo emblema. Figuras como R. Tagore o Mahatma Gandhi fueron capaces de dar voz a la no violencia alabada por los textos, convirtiéndose en modelos vivos de la misma. 

Sobre el papel y la función de la enseñanza de la religión, Antonella Castelnuovo (profesora de Mediación Lingüística-Cultural en el Máster de Religiones y Mediación Cultural de la Universidad de la Sapienza de Roma) señaló cómo “su reaparición en el espacio público, que a menudo atestigua un retorno a los valores fideístas pero también la presencia de una función de identidad religiosa sobre todo para los sujetos inmigrantes, debería tener en cuenta temas transversales abordados de forma interdisciplinar. En esta tarea, pueden hacer aportaciones fundamentales disciplinas como la antropología, las ciencias sociales y la historia”.

Escuelas públicas

La enseñanza en las escuelas públicas puede ser un vehículo de riqueza para la diversidad y el pluralismo, sin embargo -fue la reflexión de Ghita Micieli de Biase (UII)- “es necesario evitar la tentación de un mero tratamiento histórico-religioso en el que la mezcla con aspectos sociales y de poder correría el riesgo de encubrir los credos en estereotipos. Incluso la redacción de los textos escolares debería poder ser aprobada por las distintas comunidades religiosas para garantizar su correcta transmisión”. 

También sería deseable que los educadores recibieran una formación laica, que garantizara la objetividad y el no proselitismo, y que transmitiera la belleza de los distintos credos a través del contacto directo con las comunidades religiosas. “Las religiones son materia viva y así deben proponerse a los niños, ¡no como reliquias arqueológicas!”.

Con especial referencia a Italia, la evolución normativa de la enseñanza religiosa en la escuela pública ha representado un elemento de continuidad en su desarrollo histórico, “configurando un modelo de escuela pública laica pero abierta e inclusiva, donde el actual marco normativo que regula la materia debe medirse con los urgentes desafíos de nuestro tiempo, como el creciente pluralismo religioso de la sociedad italiana, el proceso de integración europea y el de la globalización”. Así lo subrayó Paolo Cavana (Profesor de Derecho Canónico y Eclesiástico, LUMSA).

Dimensión pública

Entre las muchas manifestaciones de la presencia pública de las tradiciones religiosas, no se puede dejar de incluir y, por tanto, razonar sobre los lugares de culto, en el contexto de la cuestión mucho más amplia y compleja del simbolismo religioso y desde la perspectiva de la neutralidad (otros dirían imparcialidad) de las instituciones públicas, con efectos sobre el principio de laicidad que subyace en nuestros sistemas jurídicos europeos e italianos. Pero con la intención de mirar también más allá de nuestras fronteras culturales, geográficas y jurídicas. El tema fue confiado a la reflexión conjunta de Ahmad Ejaz (Centro Islámico de Italia), Marco Mattiuzzo (UII) y Giovanni Doria (Profesor de Derecho Privado en la Universidad Tor Vergata). 

Destacando que el Islam y sus adeptos siempre han estado en la esfera pública desde sus inicios, Ejaz recordó la naturaleza peculiar de la tradición musulmana, según la cual “el Islam no es una religión sino un Din, es decir, el código de la vida. Nací en Pakistán, en el seno de una familia musulmana suní que comprendía la importancia de las leyes islámicas, la centralidad de la persona en la umma (la comunidad islámica), la familia extensa y la diferencia entre lo privado y lo público. El Islam y la convivencia con otras religiones, el mosaico de culturas y lenguas en el mundo islámico. Nuestra relación con la naturaleza y el concepto del más allá”.

En una sociedad cada vez más plural, “el Estado”, según Mattiuzzo, “tiene la carga y el honor de fomentar la vida de las religiones y su integración mutua para evitar procesos de guetización. La encrucijada ideal para este encuentro es el lugar de culto. Un espacio en el que los fieles realizan un servicio para el bien común de la comunidad, en el que se actúa para la inclusión social de los más frágiles, para ayudarse y apoyarse espiritual y materialmente. Para acercarse y superar el miedo innato al otro, el conocimiento es absolutamente necesario”.

Laicidad

En el marco del principio de laicidad, que postula la copresencia igualitaria, incluso simbólica o externa, de cada creencia religiosa, orientación ética o convicción agnóstica (cuando esté concretamente copresente en una determinada comunidad social y siempre que esté en consonancia con sus valores ético-jurídicos fundamentales), Doria también aportó “la presencia del crucifijo en un aula (u otro lugar público). Un crucifijo que también representa valores humanos absolutamente fundamentales para la sociedad: el amor de los que dieron su vida por los demás, el sacrificio para servir y amar, la libertad y la justicia. Valores que, desde un aspecto propiamente humano y social, son innegablemente compartidos por todos”.

La última sesión de la Jornada se dedicó a los propios ordenamientos jurídicos: ¿la “Shastra”, la “Halajá”, la “Sharia” y el Derecho Canónico representan instrumentos de derecho positivo para proteger la libertad religiosa u obstáculos al pluralismo? La “Halajá”, señaló Marco Cassuto Morselli (Presidente de la Federación de Amistades Judeo-Cristianas de Italia), “incluye todo el sistema jurídico judío, cuyas fuentes son, en primer lugar, la Torá escrita (el Pentateuco), luego los Neviim (los escritos de los profetas) y los Ketuvim (los hagiógrafos), y la Torá oral, es decir, el Talmud y la Cábala”. ¿Es la Halajá un obstáculo para el pluralismo y la libertad religiosa? Para responder a esta pregunta, retomo el pensamiento de dos rabinos que también son filósofos: Rav Elia Benamozegh (Livorno 1823-1900) y Rav Jonathan Sacks (Londres 1948-2020). Ambos subrayan que en la Torá están presentes tanto una dimensión particularista como una universalista.

La India

El derecho indio es uno de los sistemas más complejos para entender la evolución del derecho en general, al menos desde una perspectiva comparada. Partiendo de esta premisa, Svamini Hamsananda Ghiri (Vicepresidente de la Unione Hinduista Italiana) afirmó que “el derecho es un injerto polifacético cuya finalidad es, sí, la buena convivencia entre los interlocutores sociales, pero también es un instrumento para garantizar el fin último de la vida. De ahí que en el derecho, en sentido estricto, confluyan planos heterogéneos desde el teológico, hasta el sacerdotal, pasando por las estructuras familiares, las instituciones políticas, etc”. 

¿Cuál es entonces el origen y la finalidad del derecho indio? “El principio es el ´dharma`, el código, la norma, que además de indicar el código de conducta es en sí mismo el camino y la meta. La fuerza de la legalidad que vincula al individuo es la autoridad moral del ´dharma` interpuesta al mismo tiempo a la ley eterna que mantiene el equilibrio del universo (sanātana-dharma), a la ley civil para el bien común, ´loka-kshema`, y a la vida de cada individuo, ´sva-dharma`. Por lo tanto, la autoridad del ´dharma`, como ley que rige la sociedad, está directamente relacionada con el orden universal. Si está iluminado por la luz del ´dharma`, el derecho, al menos en sus aspiraciones ideales, nunca podrá ser un obstáculo para la libertad de los demás, sino que se convertirá en un almacén de riquezas y armonía para la convivencia buena y pacífica`.

Derecho Canónico

Por último, en referencia al Derecho Canónico, Costantino-M. Fabris (profesor de Derecho Canónico de la Universidad de Roma Tre) aclaró que “la Iglesia protege el derecho a la libertad religiosa en una doble dimensión: externa e interna. En el primero pide a los Estados que garanticen a todos los hombres el derecho a profesar libremente su fe. Desde otra perspectiva, el derecho canónico protege, a través de un sistema de derechos y deberes, el correcto desarrollo de la vida cristiana de los bautizados con vistas a la salus animarum, fin último de la Iglesia, erigiéndose así en un instrumento positivo de protección de quienes se profesan católicos”.

La amplitud y profundidad de las reflexiones ofrecidas por cada uno de los protagonistas de la iniciativa del 26 de octubre animó a los organizadores a seguir en las próximas semanas con la publicación de las actas, con la intención de ofrecer una nueva contribución al debate sobre la asignatura de Religión, en continuidad con el volumen “Libertad de expresión, derecho a la sátira y protección del sentimiento religioso”, fruto de la Jornada de Estudio y Formación del 26 de febrero de 2021. Partiendo de la convicción de que el sentimiento religioso, expresión de la dimensión espiritual y moral más íntima del hombre, y corolario del derecho constitucional de libertad religiosa, integra la justa pretensión del creyente a la protección de su dignidad.

Y en el espíritu del Llamamiento “Sigue el camino de la paz” lanzado ayer, 25 de octubre, conjuntamente por el Comité Internacional Olímpico con los Dicasterios para la Cultura y la Educación, para los Laicos, la Familia y la Vida y para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. La invitación a los líderes de la tierra “a promover el diálogo, la comprensión y la fraternidad entre los pueblos y a defender la dignidad de cada hombre, mujer y niño, especialmente los pobres, los marginados y los que sufren la violencia de la guerra y los conflictos armados. Dios quiere la paz y la unidad de nuestra familia humana».

El autorAntonino Piccione

Cine

The Chosen: En la piel de los apóstoles y las santas mujeres

La serie creada por Dallas Jenkins pone el foco en los apóstoles y las personas que coincidieron con Cristo en la Palestina del siglo I dando lugar a una historia que pudo ser. Eso sí, plenamente afianzada en el relato de los Evangelios e invitando al espectador a ser un personaje más de los Evangelios.

Pablo Úrbez·27 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

A través de un proyecto de micro mecenazgo, tan ambicioso como arriesgado, un colectivo de cineastas norteamericanos decidió recrear la Palestina de tiempos de Jesucristo mediante una serie dramática de larga duración, al margen de Hollywood y de las grandes productoras.

El resultado supuso, allá por 2018, una verdadera revolución en el panorama audiovisual, tanto desde el punto de vista de su producción y distribución como, especialmente, desde su contenido. No se estrenó en plataformas al uso ni en los cines norteamericanos, sino que se permitió su visualización completamente gratis, a través de una página web, confiando en el agradecimiento por vía de donaciones y en la difusión mediante el boca a boca.

Varios años después, The Chosen se ha visualizado en más de cien países y ha cambiado, literalmente, la visión de muchas personas acerca de Jesús de Nazaret y sus doce apóstoles. De las siete temporadas previstas, dos se han estrenado a día de hoy, y pronto podrá verse la tercera.

Por iniciativa de la distribuidora “A Contracorriente”, la serie ha sido doblada al castellano e inicia su distribución en España. Por una parte, podrá adquirirse en DVD y en Blu-Ray, y además está previsto su estreno a partir del 2 de diciembre en las salas de cine, en tres pases proyectando varios capítulos cada vez. Quien esté suscrito a la distribuidora, podrá también ver los capítulos vía internet.

La innovación de The Chosen consiste en situar el foco no en la figura de Jesucristo, sino en la de sus apóstoles y las personas que coincidieron con Él en la Palestina del siglo I.

Por tanto, es un producto audiovisual muy alejado de películas como Rey de reyes (Nicholas Ray, 1961), El evangelio según San Mateo (Pasolini, 1964), La historia más grande jamás contada (Stevens y Lean, 1965), la miniserie Jesús de Nazaret (Zeffirelli, 1977) o La Pasión de Cristo (Gibson, 2004). Sí hallamos precedentes, en formato reducido, en Barrabás (Fleischer, 1961), Pablo, el apóstol de Cristo (Hyatt, 2018) o la desafortunada María Magdalena (Davis, 2018).

El director Dallas Jenkins, coautor del guion junto a Tyler Thompson y Ryan Swanson, recrea minuciosamente el espacio y el tiempo en que vivió Jesús, apoyándose escrupulosamente en las fuentes históricas en cuanto a vestuario, ambientación, costumbres sociales y religiosas, y, en definitiva, en cómo se desarrollaba el día a día en aquellas tierras del levante. Pero, una vez colocados esos cimientos (muy firmes, insisto), los guionistas dejan volar la imaginación para configurar un mundo posible, un relato con un sinfín de posibilidades que atañe a los apóstoles, los romanos, los fariseos, publicanos, saduceos y todo aquel cuyo nombre figura en los Evangelios.

The Chosen tiene muy claro que no desea explicar la Historia, puesto que, además, tampoco es esa la función de los Evangelios. La serie pretende contarnos una historia, que bien pudo suceder así, como también pudo suceder de otra manera. Tomando como punto de partida el relato evangélico, se configuran unos personajes con problemas, sueños, preocupaciones, alegrías, virtudes y defectos.

Apenas conocemos de san Pedro su impulsividad, su actitud bravucona y su condición de pescador, lo cual se respeta y queda reflejado en el relato. Pero, a partir de allí, ancha es Castilla para imaginar cómo se relacionaba con sus vecinos, cómo subsistía para ganarse el pan y cuál era su relación con su esposa y con su hermano Andrés.

Igual sucede con Mateo, de quien la Sagrada Escritura solo nos señala que era recaudador de impuestos. ¿Pero por qué se dedicaba a ello y no a otro oficio? ¿Cómo le afectaba el desprecio del pueblo judío?

Y así también con María Magdalena (cuánto sufrió al estar poseída por siete demonios), y suma y sigue con la retahíla de personajes evangélicos.

Sin ninguna duda, la serie demuestra un gran cariño hacia sus personajes, quienes rebosan autenticidad desde el primer minuto.

A través de la puesta en escena de conflictos cotidianos, de los problemas reales que padecen, The Chosen desprende un aire fresco, sin adoctrinamiento ni sensiblería beata.

Al espectador le interpelan las propias acciones de los personajes, su modo de vida y, especialmente, su evolución, fruto en muchos casos de su encuentro con Jesús.

En este sentido, cuando antes señalábamos que Jesucristo no es el protagonista del relato, sino que se sitúa en primer plano a quienes le conocieron más de cerca, conviene matizar: no se narra la vida de quienes coincidieron con Jesús; se narra cómo el encuentro con Jesús cambió la vida de aquellas personas.

Porque Jesucristo es el nexo de unión de todas las tramas, es el pegamento que articula todo el relato. Sin protagonismo, sin aparente relevancia dramática, es quien da sentido a esta historia bíblica. Si no fuese por Él, nos encontraríamos relatos independientes, con más o menos interés, unos sobre la pesca y otros sobre los romanos, unos sobre el sanedrín y otros sobre discusiones domésticas.

La interacción entre esos diferentes personajes, el zurcido de cada una de las tramas, da lugar a una panorámica sobre la presencia de Jesucristo en Palestina. El espectador se aproxima a Jesús a través de los ojos de todos los personajes que con Él coinciden, y es esta perspectiva la que construye una ventana tan amplia.

Por otra parte, The Chosen sabe dar con el tono apropiado para las diferentes escenas de cada capítulo. Como la propia vida, hay momentos de violencia y de jolgorio, de reflexión y de impulsividad.

El director conjuga a la perfección las bromas y la amenidad con situaciones realmente dramáticas, duras e impactantes para el espectador. Estas últimas situaciones, cuidadas a su vez con delicadeza y sugiriendo más que explicitando para evitar la incomodidad.

En definitiva, The Chosen invita al espectador a ser un personaje más de los Evangelios, a interaccionar con los apóstoles, los ciegos, los fariseos y con todo habitante de Palestina. Quien busque una detallada realidad histórica acerca de la vida de estos hombres, en actitud purista, no la encontrará. La propuesta consiste en imaginar un mundo posible y verosímil. Quien desee adentrarse en ese mundo con intención de soñar, disfrutará.

El autorPablo Úrbez

Evangelización

El Papa explica que los laicos pueden llevar la dirección espiritual de otras personas

El pasado lunes, 24 de octubre, el Papa Francisco respondió a numerosas preguntas en un encuentro con sacerdotes y seminaristas que estudian en Roma.

Javier García Herrería·27 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

El lunes pasado el Papa Francisco tuvo un coloquio con los seminaristas y sacerdotes que estudian en Roma. Una de las preguntas que atendió tenía que ver con la dirección espiritual de los sacerdotes. Por su interés, reproducimos la transcripción completa de su respuesta, en la que diferencia entre el confesor y el director espiritual y explica porqué este último puede ser un laico.

Pregunta: ¿Cómo aconsejaría a los sacerdotes, especialmente a los jóvenes, que busquen esta ayuda espiritual para su formación? 

Respuesta del Papa Francisco:

«La cuestión de la dirección espiritual -hoy en día usamos más un término menos directivo, ´acompañamiento` espiritual, que me gusta- ¿Es obligatoria la dirección espiritual, el acompañamiento espiritual? No, no es obligatorio, pero si no tienes a alguien que te ayude a caminar, te caerás y harás ruido. A veces es importante estar acompañado por alguien que conozca mi vida, y no es necesario que sea el confesor; a veces va, pero lo importante es que son dos papeles distintos. 

Vas al confesor para que te perdone los pecados y vas preparándote para los pecados.  Acudes al director espiritual para contarle las cosas que te pasan por el corazón, las emociones espiritual, las alegrías, los enfados y lo que ocurre en tu interior. Si sólo te relacionas con el confesor y no con el director espiritual, no sabrás crecer. Si sólo te relacionas con un director espiritual, un compañero, y no vas a confesar tus pecados, eso también está mal. 

Son dos papeles diferentes, y en las escuelas de espiritualidad, por ejemplo la de los jesuitas, San Ignacio dice que es mejor distinguirlos, que uno es el confesor y otro el director espiritual. A veces es lo mismo pero son dos cosas diferentes, que tal vez una persona hace, pero dos cosas diferentes.  

Papa seminaristas
El Papa en la audiencia con sacerdotes y seminaristas. ©CNS photo/Vatican Media

Segundo. La dirección espiritual no es un carisma clerical, es un carisma bautismal. Los sacerdotes que hacen dirección espiritual tienen el carisma no porque sean sacerdotes, sino porque son laicos, porque están bautizados. Sé que hay algunos en la Curia, tal vez algunos de ustedes, que hacen dirección espiritual con una monja que es buena, que enseña en la Gregoriana, es buena y es la directora espiritual. Ve, no hay problema, es una mujer de sabiduría espiritual que sabe dirigir. 

Algunos movimientos quizás tengan una sabia laica. Digo esto porque no es un carisma sacerdotal. Puede ser un sacerdote, pero no es exclusivamente de sacerdotes. Y ser director espiritual requiere una gran unción. Por lo tanto, a su pregunta, le diría: en primer lugar, tenga la certeza de que debo estar acompañado, siempre. Porque la persona que no está acompañada en la vida genera “hongos” en el alma, los hongos que luego te molestan. Enfermedades, soledad sucia, tantas cosas malas. Necesito que me acompañen. Aclara las cosas. Buscar emociones espirituales, que alguien me ayude a entenderlas, qué quiere el Señor con esto, dónde está la tentación… (…)

No sé si he respondido. Es algo importante. Que lo que estoy diciendo ahora sirva al menos para que ninguno de vosotros se quede a partir de ahora sin dirección espiritual, sin acompañamiento espiritual, porque no creceréis bien, lo digo por experiencia. ¿Está claro? ¿Está claro para todos?». 

España

Mons. Segura: “El foco de esta campaña es agradecer”

El obispo responsable del secretariado para el Sostenimiento de la Iglesia y José María Albalad, director de este secretariado han presentado la campaña del Día De la Iglesia Diocesana de 2022 que llega con un cambio de imagen de la marca “Por tantos”.

Maria José Atienza·27 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

El próximo domingo 6 de noviembre, la Iglesia española celebra Día de la Iglesia diocesana. Una jornada que la Conferencia Episcopal Española quiere que se convierta en una oportunidad para dar las “Gracias por tanto” a las personas que colaboran en la Iglesia de una u otra forma y que es el lema que se propone para la campaña este año.

En este sentido, Mons. Segura ha destacado cómo “el foco de esta campaña es agradecer: “Agradecer el trabajo, el compromiso de tantas personas: por el tiempo, las cualidades que cada uno aporta , también los que no tienen tiempo o capacidades y apoyan con su oración”. “Una oración que muchas personas hacen permanentemente”, ha querido subrayar, como “enfermos o en la vida celebrativa”.

Tampoco ha querido olvidar el obispo de Bilbao el agradecimiento por el apoyo económico” de tantas personas ya que “con tanto trabajo que la Iglesia tiene que hacer, ante todos los proyectos que se sostienen… La dimensión económica es muy importante”. 

Asimismo, Mons. Segura ha destacado cómo la gratuidad es un elemento clave en la Iglesia, materializado en tantas personas que entregan sus dones y tiempo de manera voluntaria en un tiempo en el que “la gratuidad no está tan defendida en otros ámbitos”.

«Por Tantos» estrena imagen

Por su parte, José María Albalad ha querido explicar la evolución de la marca “Por tantos” que se estrena este año y que responde a la necesidad “de adaptarnos a los nuevos lenguajes visuales. No se trata de seguir modas sino de seguir al lado de las personas y el mundo ha cambiado sustancialmente”.

La marca mantiene los “valores y atributos esenciales” que la han definido desde su nacimiento, en 2007 y su evolución se resumen, según Albalad en tres claves: 1- el paso a una marca más humana: en el que la “X” condensa la fe, la humanidad y la entrega. 2- La proyección de movimiento -futuro- del nuevo imagotipo y, 3- la desaparición de la casilla de la renta de la imagen con el objetivo de que ésta contenga gráficamente todo lo que, a día de hoy, supone la marca “por tantos” y que engloba lo referente al Día de la Iglesia diocesana, el proyecto Iglesia 24/7 y la campaña de la renta.

La campaña de la Iglesia diocesana contará con un plan de medios amplio, en el que se unen medios analógicos: revista y cartelería, así como la presencia en soportes y medios digitales. De hecho, desde el secretariado para Sostenimiento de la Iglesia repiten presencia en redes sociales como Instagram o TikTok.

«La Iglesia no vive en Marte»

El contexto socioeconómico actual, marcado por la crisis, y su incidencia en los datos de donativos destinados a la Iglesia católica han marcado parte de las preguntas durante la intervención de los responsables del Sostenimiento de la Iglesia.

Ante esta situación, José María Albalad ha señalado que “La Iglesia no vive en Marte, sino que está muy pegada a la tierra. Es evidente que vemos un aumento de las necesidades de la gente, no sólo material, sino espiritual, emocional y de ánimo. Gracias a este aporte de las personas del que hablamos hoy, la Iglesia está pudiendo sostener, no solo económicamente sino también en estos ámbitos, a tantas personas”.

Tanto Albalad como Segura han puesto el foco en el “cambio de modalidad” de colaboración de los files con la Iglesia puesto que “ha bajado en algunos lugares el dinero que se recoge en las colectas de las misas” pero “suben las suscripciones periódicas y los donativos a través de la web www.donoamiiglesia.com”. Una manera además, que “permite a diócesis y parroquias elaborar presupuestos mucho más realistas”.

Educación

UNISERVITATE: Simposio en Roma con educadores de todo el mundo

Universidades católicas de 16 países se reúnen en un congreso en Roma para compartir experiencias de aprendizaje y servicio.

Giovanni Tridente·27 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Los días 27 y 28 de octubre, la Universidad LUMSA de Roma será el escenario del III Simposio Global de Universidades, programa de promoción del aprendizaje y servicio solidario en las instituciones católicas de educación superior (ICES). La iniciativa está promovida por la Fundación holandesa Porticus con la coordinación de CLAYSS, el Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario. Reunirá a más de 30 instituciones católicas de enseñanza superior de 26 países de los cinco continentes.

Como explicó María Nieves Tapia, directora de CLAYSS, la actividad – a la que se adhieren la Federación Internacional de Universidades Católicas (FIUC) y la Universidad Católica Australiana, en estrecha adhesión al Pacto Educativo Global lanzado por el Papa Francisco – “nos permitirá reflexionar y debatir contando con una pluralidad de voces, pero sobre todo compartir experiencias concretas que ya muestran nuevas formas de enseñar, aprender, investigar y vincularse con la comunidad”.

Participantes

Los asistentes pertenecen al ámbito educativo: directivos, docentes y estudiantes de universidades católicas, públicas y privadas de todo el mundo. Participarán mediante paneles temáticos, mesas redondas y múltiples actividades, con debates entre varios oradores, sesiones y talleres.

Las reflexiones estarán centradas las universidades con compromiso social, que han sabido desarrollar programas virtuales y presenciales en contexto de pandemia; estos compartirán la experiencia sobre cómo innovar en la vida universitaria, implementando prácticas de aprendizaje y servicio solidario que permitan integrar los aprendizajes académicos con acciones de transformación concretas de los estudiantes y la comunidad en conjunto. 

Para María Cinque, directora de la Escuela de Alta Formación EIS (Educar al Encuentro y a la Solidaridad) de la Universidad LUMSA, “este simposio es una gran oportunidad para conocer y profundizar en las buenas prácticas que articulan la educación académica y la acción solidaria, favoreciendo así la formación integral de los estudiantes como ciudadanos responsables, protagonistas críticos y creativos, con visión de futuro”. 

Esta tercera edición del Simposio se focalizará en las siguientes áreas temáticas: 1. Dignidad y derechos humanos; 2. Fraternidad y cooperación; 3. Tecnología y ecología integral; 4. Paz y ciudadanía; 5. Culturas y Religiones, temas muy cercanos al Papa Francisco y que surgen del propio Pacto Mundial por la Educación.

Premio “Universitate”

El encuentro contará también con un panel liderado por jóvenes llamado “La voz de los jóvenes: experiencias regionales ganadoras del Premio Uniservitate” destinado a visibilizar y dar a conocer a los protagonistas de los mejores proyectos de aprendizaje-servicio solidario en la educación superior, reconocidas por el Premio “Uniservitate” 2022 y lideradas por estudiantes, profesores y comunidades solidarias de siete regiones del mundo: África, América Latina y el Caribe, Asía y Oceanía, Europa Occidental Norte, Europa Occidental Sur, Estados Unidos y Canadá, Europa Central y Oriental y Medio Oriente.

En esta edición del premio se reparten un total de 84.000 euros, destinados a dar continuidad a los proyectos premiados o para iniciar otros. En cada región se otorgaron dos premios, dotados de 5.000 euros cada uno, y dos menciones, de 1.000 euros.

Entre las universidades españolas premiadas se encuentra la Universidad Pontificia de Comillas por un proyecto relacionado con la creación de recursos educativos destinados a menores con dificultades escolares, y la Universidad de San Jorge en el ámbito de la salud y bienestar (fisioterapia), por una enseñanza activa desarrollando proyectos de aprendizaje-servicio. 

Mundo

El Papa lamenta el asesinato de una religiosa ugandesa

Rome Reports·27 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

Marie-Sylvie Kavuke, de las Hermanitas de la Presentación de Nuestra Señora en el Templo ha sido la última de las religiosas asesinadas en República Democrática de Congo. La religiosa fue una de las víctimas del ataque terrorista del 19 de octubre reivindicado por las Fuerzas Democráticas Aliadas, un grupo yihadista ugandés.

El Papa recordó el compromiso con la asistencia sanitaria de esta religiosa y pidió oraciones por las víctimas y sus familias.


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Lecturas del domingo

Santidad es dejar que Dios actúe. Solemnidad de todos los santos

Comentario del sacerdote Andrea Mardegan sobre las lecturas de la Solemnidad de Todos los Santos.

Andrea Mardegan·27 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Hoy celebramos a todos los santos, en particular a los que no están canonizados ni beatificados, y ni siquiera en proceso de beatificación. Los santos escondidos. Que tal vez se sentían un desastre: les costaba rezar, y les parecía que tenían muchos defectos. Se sentían pecadores como el publicano y rezaban así: “¡Oh, Dios, ten compasión de este pecador”, se sentían frágiles como el padre del niño y rezaban como él: “¡Ayuda mi falta de fe!”. Se dejaron guiar por el Espíritu Santo para ayudar a otros que estaban en el último lugar, hicieron el bien de manera oculta y quizás nadie se dio cuenta. No conseguían poner en práctica lo que oían en bonitas homilías o los consejos de los santos confesores. Leían las vidas de los santos y se sentían infinitamente distantes.

El día en que fue canonizado san Josemaría Escrivá, el cardenal Ratzinger publicó un comentario en L’Osservatore Romano en el que escribía: “Conociendo un poco la historia de los santos, sabiendo que en los procesos de canonización se busca la virtud «heroica» podemos tener, casi inevitablemente, un concepto equivocado de la santidad porque tendemos a pensar: «Esto no es para mí». «Yo no me siento capaz de realizar virtudes heroicas». «Es un ideal demasiado alto para mí». En ese caso la santidad estaría reservada para algunos «grandes» de quienes vemos sus imágenes en los altares y que son muy diferentes a nosotros, pecadores normales. Tendríamos una idea totalmente equivocada de la santidad, una concepción errónea que ya fue corregida -y esto me parece un punto central- por el propio Josemaría Escrivá.

Virtud heroica no quiere decir que el santo sea una especie de «gimnasta» de la santidad, que realiza unos ejercicios inasequibles para llevarlos a cabo las personas normales. Quiere decir, por el contrario, que en la vida de un hombre se revela la presencia de Dios, y queda más patente todo lo que el hombre no es capaz de hacer por sí mismo. Quizá, en el fondo, se trate de una cuestión terminológica, porque el adjetivo «heroico» ha sido con frecuencia mal interpretado. Virtud heroica no significa exactamente que uno hace cosas grandes por sí mismo, sino que en su vida aparecen realidades que no ha hecho él, porque él sólo ha estado disponible para dejar que Dios actuara. Con otras palabras, ser santo no es otra cosa que hablar con Dios como un amigo habla con el amigo. Esto es la santidad.

Ser santo no comporta ser superior a los demás; por el contrario, el santo puede ser muy débil, y contar con numerosos errores en su vida. La santidad es el contacto profundo con Dios: es hacerse amigo de Dios, dejar obrar al Otro, el Único que puede hacer realmente que este mundo sea bueno y feliz. Cuando Josemaría Escrivá habla de que todos los hombres estamos llamados a ser santos, me parece que en el fondo está refiriéndose a su personal experiencia, porque nunca hizo por sí mismo cosas increíbles, sino que se limitó a dejar obrar a Dios. Y por eso ha nacido una gran renovación, una fuerza de bien en el mundo, aunque permanezcan presentes todas las debilidades humanas”. Y continuaba: “Verdaderamente todos somos capaces, todos estamos llamados a abrirnos a esa amistad con Dios, a no soltarnos de sus manos, a no cansarnos de volver y retornar al Señor hablando con Él como se habla con un amigo. […] Quien tiene esta vinculación con Dios […] no tiene miedo; porque quien está en las manos de Dios, cae siempre en las manos de Dios. Es así como desaparece el miedo y nace el coraje de responder a los retos del mundo de hoy”.

Mundo

Gran expectación en Baréin y en el Golfo ante la visita del Papa

Tanto en el Reino de Baréin, como en los demás países del Golfo Pérsico, también entre la mayoría musulmana, existe “gran expectación” ante la próxima visita del Papa Francisco del 3 al 6 noviembre. El administrador apostólico del Vicariato de Arabia del Norte, Monseñor Paul Hinder, OFM, ha añadido: “Vendrán de todo el Golfo”.

Francisco Otamendi·26 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Los católicos de Baréin son “un pequeño rebaño”: unas 80.000 personas, la gran mayoría de ellas trabajadores inmigrantes. Y tan solo un millar han obtenido la ciudadanía en Baréin. Sin embargo, para la Misa en el ‘Bahrain National Stadium’, con capacidad para unas 30.000 personas, “todas las entradas se agotaron en pocos días”, señaló Monseñor Hinder en un encuentro online organizado por la asociación Iscom el lunes, con periodistas acreditados ante el Vaticano.

“Hemos recibido muchas peticiones, incluso de musulmanes, y viene gente de Arabia Saudí, Qatar, Emiratos Árabes, Omán, Kuwait”, añadió el obispo Hinder, corroborando las expectativas, tal como ha señalado la agencia Ansa. Como es lógico, no habrá apenas desplazamientos desde Yemen, país en guerra y con graves tensiones, al que el administrador apostólico ha calificado como “periferia olvidada del mundo”.

El administrador apostólico Paul Hinder, en una conferencia online organizada este martes por la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), también con motivo de la visita apostólica del Papa Francisco a Baréin, se refirió al trasfondo de la visita papal, que tiene como lema ‘Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad’.

“Todos los viajes del Papa persiguen el mismo propósito: construir una plataforma en la que, a pesar de nuestras diferencias en las creencias, podamos crear comunidades positivas y constructivas para construir el futuro…. Si las dos principales religiones monoteístas no encuentran una mínima base de entendimiento existe un riesgo para todo el mundo”, añadió Paul Hinder en la conferencia de ACN Internacional.

El administrador apostólico de Arabia del Norte se refirió en esta línea al Documento sobre la Fraternidad Humana, firmado por el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb, en febrero de 2019 en Abu Dabi (Emiratos Árabes). Y recordó concretamente su punto inicial: ‘En el nombre de Dios que ha creado todos los seres humanos iguales en los derechos, en los deberes y en la dignidad, y los ha llamado a convivir entre ellos, para poblar la tierra y difundir en ella los valores del bien, la caridad y la paz. En el nombre de la inocente alma humana que Dios ha prohibido matar… En el nombre de los pobres…”.

Un ‘suelo común’

“Creo que el Papa ha visto la posibilidad de llegar a un ‘suelo común’ manteniendo la identidad de cada uno”, manifestó Hinder, quien reconoció por otra parte no conocer los detalles del Foro para el Diálogo de Baréin, que con el título ‘Oriente y Occidente para la convivencia humana’, clausurará el Papa Francisco el viernes día 4.

En el encuentro de Iscom con periodistas, el vicario apostólico Hinder se refirió también al ‘suelo común’, a ‘la plataforma’. El Papa Francisco desea “abrir nuestras mentes y hacernos entender que es absolutamente necesario que entremos en una relación de mutuo respeto y colaboración sobre el terreno, allí donde sea posible”. A su juicio, “sus pasos valientes abrirán puertas y creo que contribuirá a las soluciones de los conflictos en la zona y también en todo el mundo”.

En el mismo foro, Monseñor Hinder señaló que el viaje del Papa lanza una “señal” a Arabia Saudí y a Irán, enfrentados en un largo conflicto. “No es imaginable que su estancia pase inadvertida en Riad y en Teherán”.

“El Papa está construyendo una plataforma común”, añadió, tras recordar que la visita del Pontífice a Baréin, que sigue la estela de Abu Dabi, es “continuación de sus viajes a Marruecos, Irak y Kazajstán”, subrayó en la conferencia de ACN Internacional.

Cristianos activos

Hubo un momento en el que el administrador apostólico Hinder pareció emocionarse un poco. Fue al hablar de los cristianos de Baréin, y del Golfo arábigo. “Mirando atrás, durante los últimos 18 años que he trabajado aquí, hay muchos rasgos importantes, pero parte de lo bonito de este ministerio en esta zona del mundo es tratar con cristianos activos. No tenemos que ir detrás de los cristianos preguntándoles si vendrán a misa; de hecho, todo lo contrario, muchas veces tenemos problemas de espacio para acoger a todo el mundo. Esto nos hace ver la vida de forma diferente, y nos proporciona cierta satisfacción”, explicó.

Por ejemplo, los filipinos celebran la tradición de ‘Simbang Gabi’ o Misas de Gallo, y preparan la Navidad durante nueve días. Comienzan el 16 de diciembre y celebran una novena de misas que termina en la víspera de la Navidad, el 24 de diciembre. Pues bien, en Dubai, por ejemplo, en los Emiratos, “cada día, 30.000 filipinos iban a la misa durante el Simbang Gabi. Increíble”, recordó Paul Hinder, que fue vicario apostólico de Arabia del Sur unos cuantos años.

Baréin es “el país de la zona que goza de mayor libertad religiosa, así como de mejores condiciones para las mujeres. Sin embargo, “está atrapado entre dos grandes contendientes, Arabia Saudí e Irán, y necesita la atención del mundo”, señaló Hinder.  La Familia Real de Baréin es sunita, aunque en torno a 2/3 de la población musulmana son chíitas, y 1/3 sunitas y en crecimiento.

La catedral de Nuestra Señora de Arabia

Con la visita del Papa Francisco, invitado por el rey Hamad bin Isa Al Khalifa, se refuerza la elección de la familia real de los Al Khalifa para mostrar el perfil del Reino como lugar de diálogo, de acogida tolerante y de convivencia pacífica.

En el Reino de Baréin se encuentra la iglesia más grande de la región, la catedral de Nuestra Señora de Arabia, un templo cuyos terrenos fueron donados por el propio Rey Hamad en 2013 al obispo Camillo Ballin, Vicario Apostólico del Norte de Arabia hasta su fallecimiento en 2020.

Situada en Awali, la catedral fue consagrada por el cardenal Luis Antonio Tagle, como Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el 10 de diciembre de 2021, en presencia del arzobispo Eugene Nugent, nuncio apostólico, y del obispo Paul Hinder.

“La construcción de la nueva catedral marca un gran avance en las relaciones Iglesia-Estado, y también es testimonio del número cada vez mayor de católicos en la región. ACN apoyó en diferentes fases este importante proyecto para los cristianos de la Península Arábiga. Hasta ahora, solo cinco iglesias designadas formalmente atienden 2,3 millones de kilómetros cuadrados que componen el vicariato”, afirma Regina Lynch, directora de proyectos de ACN.

Acuden a Baréin para los sacramentos

“En toda la Península Arábiga, pero particularmente en Arabia Saudí, la práctica pública del cristianismo está severamente restringida y limitada a los terrenos de embajadas extranjeras y hogares privados. Por eso, muchos de los cristianos que viven en este país acuden a Baréin –país fronterizo– para recibir los sacramentos y vivir la fe en comunidad”, añade Regina Lynch.

Recordando a Mons. Ballin, Lynch comenta: “Mostró una gran determinación a la hora de superar muchos, muchísimos, desafíos. Desde la ceremonia de la primera piedra, el 31 de mayo de 2014, han sido más de seis años de arduo trabajo y muchos retos. Estoy segura de que Mons. Ballin compartirá la alegría desde el cielo”.

Ferrán Canet, corresponsal de Omnes en Líbano, que se desplaza a menudo a tierras arábigas, ha manifestado sobre Baréin, que“el antiguo vicario apostólico ya fallecido, Monseñor Camillo Ballin, me comentaba que había tenido una acogida muy buena por parte de las autoridades, con muchas facilidades, a diferencia de otros países. Facilidades para la nueva catedral, la sede del obispo, una casa en la que se pudieran realizar ejercicios espirituales y actividades varias”.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

“La tristeza es un obstáculo con el que el tentador quiere desanimarnos”, afirma el Papa

En la catequesis de este miércoles, 26 de octubre, el Papa ha señalado el valor positivo que pueden jugar la tristeza y las tentaciones en la vida espiritual.

Javier García Herrería·26 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Santo Padre ha continuado su catequesis sobre el discernimiento espiritual. En esta ocasión ha centrado sus reflexiones en el papel positivo que puede jugar la tristeza en la vida espiritual. En primer lugar ha señalado cómo la desolación interior es algo que todos los hombres han podido experimentar alguna vez, aunque evidentemente no lo deseen para su vida. “Nadie quisiera estar desolado, triste. Todos quisiéramos una vida siempre alegre, feliz y satisfecha”.

Cuando una persona camina por la vida dejándose llevar por malos hábitos tarde o temprano aparece la tristeza y el remordimiento. Para explicar esta idea, el Papa ha comentado detenidamente una escena de una de sus novelas preferidas, “Los novios”, de Alessandro Manzoni, en la que hace una descripción del remordimiento como ocasión para cambiar de vida. 

Tristeza

El Papa ha dado algunas pistas para lidiar con éxito con la tristeza. “En nuestro tiempo, está considerada mayoritariamente de forma negativa, como un mal del que huir a toda costa, y sin embargo puede ser una campana de alarma indispensable para la vida”. Acudiendo a santo Tomás de Aquino ha definido la tristeza como un dolor del alma que sirve para llamar nuestra atención sobre un peligro o un bien desatendido (cfr. “Suma Teológica”. I-II, q. 36, a. 1). Por esta razón, insistía el Papa, “sería mucho más grave y peligroso no tener este sentimiento” y recordaba un sabio consejo que recomendaba “no hacer cambios cuando se está desolado”.  

Y continuaba el Pontífice: “Para quien tiene el deseo de realizar el bien, la tristeza es un obstáculo con el que el tentador  quiere desanimarnos. En tal caso, se debe actuar de forma exactamente contraria a lo sugerido, decididos  a continuar lo que nos habíamos propuesto hacer (cfr. “Ejercicios espirituales”, 318). Pensemos en el estudio, en la oración, en un compromiso asumido: si los dejáramos apenas sentimos aburrimiento o tristeza, no concluiríamos nunca nada. Esta también es una experiencia común a la vida espiritual: el camino hacia el bien, recuerda el Evangelio, es estrecho y cuesta arriba, requiere un combate, un vencerse a sí mismo. Empiezo a rezar, o me dedico a una buena obra y, extrañamente, precisamente entonces me vienen a la mente cosas para hacer con urgencia. Es importante, para quien quiere servir al Señor, no dejarse guiar por la desolación”. 

Acompañamiento espiritual

El Papa ha señalado cómo, “lamentablemente, algunos deciden abandonar la vida de oración, o la  elección emprendida, el matrimonio o la vida religiosa, empujados por la desolación, sin pararse antes a  leer este estado de ánimo, y sobre todo sin la ayuda de una guía”. La ayuda del acompañamiento espiritual está siendo una idea recurrente en esta catequesis sobre el discernimiento. 

El Santo Padre también ha subrayado cómo el Evangelio muestra la determinación con la que Jesús rechaza las tentaciones (cfr. Mt 3,14-15; 4,1-11; 16,21-23). Las pruebas sirven para mostrar el deseo de cumplir la voluntad del Padre. “En la vida espiritual la prueba es un momento importante, la Biblia lo  recuerda explícitamente: ´Si te llegas a servir al Señor, prepara tu alma para la prueba`” (Sir 2,1). De este modo, se puede salir reforzado de la prueba.

Por último, ha recordado cómo “ninguna prueba está fuera de nuestro alcance; San Pablo recuerda  que nadie es tentado más allá de sus posibilidades, porque el Señor no nos abandona nunca y, con Él  cerca, podemos vencer toda tentación” (cfr. 1 Cor 10,13).

Cultura

G. K. Chesterton. En el centenario de su conversión

En un momento en que se buscan intelectuales cristianos, muchos miran atrás para leer a Tomás Moro, a Newman, a Knox… o a Chesterton. Sus bromas son aire fresco. Sus razonamientos, lógica clara y sorprendente. Se citan con frecuencia, pero pocos saben quién fue realmente Gilbert Keith Chesterton.

Victoria De Julián y Jaime Nubiola·26 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

En el verano de 1922 G. K. Chesterton llamó por fin a las puertas de la Iglesia católica. Tenía entonces 48 años. Sería recibido en la Iglesia el domingo 30 de julio en una sala del hotel de la estación utilizada como sede parroquial en Beaconsfield, a las afueras de Londres. En la comunión estaba muy nervioso y el sudor cubría su frente: “Ha sido la hora más feliz de mi vida” (El hombre que fue Chesterton, p. 207). Hablar de la conversión de Chesterton es hablar de un viaje desde la confusión a la lucidez. En el camino redescubrió los cuentos de hadas, disfrutó con su hermano y sus amigos, se sorprendió con los sacerdotes magníficos de la High Church —el grupo más pro católico y ritualista de la Iglesia anglicana— y se enamoró de su mujer, Frances Blogg. 

Todos saben que Chesterton fue un ingenioso apologeta de la fe, que inventó unas divertidas historias sobre un sacerdote-detective y también una novela un poco rara llamada El hombre que fue jueves. Pocos saben, en cambio, que Chesterton, muy por encima de apologeta, siempre se llamó a sí mismo periodista, que el Padre Brown está inspirado en el sacerdote que le confesó aquel verano de 1922 y que El hombre que fue jueves ilustra la pesadilla que Chesterton vivió de joven, antes de encontrar a Dios. 

Camino a la fe

Esa pesadilla recorre como un escalofrío el año 1894, cuando Chesterton tenía 20 años, no tenía barriga y quería ser pintor. En la prestigiosa escuela de arte Slade School de Londres logró dominar la arcana técnica de la holgazanería y chapoteó sin criterio en las diversas ocurrencias de su tiempo, como dudar de la existencia de todo lo que estaba fuera de su mente. “Y lo mismo que me sucedía con los límites mentales, me sucedía con los morales. Hay algo verdaderamente inquietante cuando pienso en la rapidez con la que imaginaba lo más loco. […] Sentía un arrollador impulso de grabar o dibujar horribles ideas e imágenes, y me hundía cada vez más como en una especie de ciego suicidio espiritual. Por aquel entonces, nunca había oído hablar de la confesión en serio, pero eso es precisamente lo que se necesita en esos casos” (Autobiografía, pp. 102-103). 

Hasta que se hartó: “Cuando ya llevaba cierto tiempo sumido en las profundidades del pesimismo contemporáneo, sentí en mi interior un gran impulso de rebeldía: desalojar aquel íncubo o librarme de aquella pesadilla. Pero como aún intentaba resolver las cosas yo, con poca ayuda de la filosofía y ninguna de la religión, me inventé una teoría mística rudimentaria y provisional” (p. 103). La piedra angular de esa teoría mística elemental era la gratitud. Chesterton se dio cuenta de que todo podría no existir, él mismo podría no existir. El inventario de cosas que hay en el mundo era entonces un poema épico sobre todo lo que se había salvado del naufragio. Chesterton se agarró a ese fino hilo de agradecimiento y años después, en 1908, ilustraría ese descubrimiento suyo en La ética en el País de los Duendes, el cuarto capítulo de su Ortodoxia

Chesterton deseaba recuperar la mirada limpia de los niños, la sencillez del sentido común. Así que en la teoría que inventó solo le interesaban las ideas que le devolvieran la salud. Después comprendió que además de saludable, su teoría era verdadera. En su excursión hacia la luz, se tropezó con el cristianismo: “Como todos los niños serios, intenté ser un adelantado a mi época. Igual que ellos, me esforcé en ir diez minutos por delante de la verdad. Y descubrí que iba mil ochocientos años por detrás. […] Me esforcé en inventar una herejía propia y, después de darle los últimos retoques, descubrí que era la ortodoxia” (Ortodoxia, p. 13). Cuando despertó de su pesadilla rondaba el año 1896. Despertó al asombro de que la vida es una aventura solo apta para viajeros humildes y libres, una epopeya con un sentido y un Autor. 

Una gran esposa

En un club de debate en otoño de 1896 conoció a Frances Blogg, la mujer que en 1901 se convertiría en Frances Chesterton. Con su ayuda pudo trazar el acrobático salto desde sus intuiciones hasta la consistencia de la fe católica. Frances era una intelectual amante de la poesía. Su familia era agnóstica y ella, anglicana. Sería recibida en la Iglesia católica en noviembre de 1926, así que hizo el mismo camino de aprendizaje que su marido. Pero ella le ayudó porque le familiarizó con la devoción a la Virgen y le dio orden y concierto a su vida. Ella recogía donde él desparramaba: “Compra los billetes de tren, llama al taxi que le lleva a la estación, filtra las llamadas telefónicas, contrata a una secretaria, ordena papeles y libros…” (El hombre que fue Chesterton, p. 91). 

Chesterton y Frances no pudieron tener hijos. Pero Frances contrató una secretaria, Dorothy Collins, con la que establecieron un vínculo tan fuerte que la adoptaron como hija. Allí estaban Frances y Dorothy, alrededor de la cama de Chesterton, cuando falleció el domingo 14 de junio de 1936. 

Con su sentido del humor y su mirada de niño, dejaba un legado luminoso como defensor de la fe. No obstante, quizás a Chesterton no le hubiese gustado que le llamasen “intelectual cristiano”. Le habrían incomodado las ínfulas de intelectual o se habría ruborizado pues, con mucha humildad, solo quería librarse de sus pecados. Aunque le gustaba mucho luchar, incluso con espadas de juguete, no se habría enzarzado en estériles guerras culturales de intelectuales cristianos. Habría encontrado siempre en la polémica una buena ocasión para hacer amigos, reír a carcajadas y brindar con borgoña.

El autorVictoria De Julián y Jaime Nubiola

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Lecturas del domingo

La mirada de Jesús sobre nuestro “hoy”. XXXI Domingo del Tiempo Ordinario (C)

Andrea Mardegan comenta las lecturas del XXXI domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Andrea Mardegan·26 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El libro de la Sabiduría narra el amor de Dios por los hombres pecadores: “Te compadeces de todos, porque todo lo puedes y pasas por alto a los pecados de los hombres para que se arrepientan”, y explica su método: “Corriges poco a poco a los que caen”. Jesús hace visible este amor misericordioso también en su encuentro con Zaqueo en Jericó, que es el último encuentro personal con Jesús que narra Lucas antes de su entrada en Jerusalén para su pasión. Poco antes aquel rico se había ido triste, y Jesús había comentado que era difícil para un rico entrar en el reino de Dios, pero que para Dios incluso esto era posible. La conversión de Zaqueo es una confirmación. Lucas lo presenta como “jefe de los publicanos”, un hombre en la cúspide del éxito profesional y perteneciente a una categoría odiada por el pueblo elegido. Por su parte, tiene el deseo de ver quién es Jesús, y se muestra libre de las posibles burlas o críticas de sus conciudadanos: se encarama a un árbol frondoso. Su acción está definida con verbos de movimiento: “Buscaba ver, corrió, subió”, pero la acción de ver, por la que subió al sicomoro, se dice sólo de Jesús, que “levantó los ojos”. Porque la mirada de Jesús llega antes. Zaqueo no lo conocía, Jesús se anticipa a él, llamándolo por su nombre porque lo conoce desde siempre. 

La mirada de Jesús sobre nosotros es constante, el llamarnos por nuestro nombre y su invitación a vivir con él en la intimidad sucede “hoy”, un reflejo en el tiempo del siempre de la eternidad: “Es necesario que hoy me quede en tu casa… Hoy ha sido la salvación de esta casa”. A nuestro tímido intento de acercamiento, quizá por curiosidad, responde con una mirada de amor, con el conocimiento de nuestro nombre y la autoinvitación a comer con nosotros. “Es necesario” traduce el verbo “deo”, con el que Jesús manifiesta que el designio del Padre debe cumplirse. Debe ocuparse de los asuntos de su Padre, debe sufrir a manos de los dirigentes del pueblo… Y debe buscar a la oveja perdida: ha venido por los pecadores. 

El método que activa no es el de la predicación o la exhortación: no pide a Zaqueo la conversión como condición para entrar en su casa: va con él y hacia él, pecador en camino, y con la presencia amistosa, la mirada que revela la del Padre, la simpatía, la no condena pública de su pecado, abre el corazón de Zaqueo a la conversión. Que no está hecha sólo de sentimientos, sino de gestos concretos y visibles de restitución y limosna, de atención hacia esos mismos pobres a los que antes había robado. Como escribe Pablo a los Tesalonicenses, es Dios quien obra el bien en nosotros, y por eso pide: “Para que nuestro Dios os haga dignos de la vocación, y con su poder lleve a término todo propósito de hacer el bien”. 

La homilía sobre las lecturas del domingo XXXI

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

Cultura

Schiller, autor de la Oda a la Alegría

Friedrich Schiller fue un poeta, dramaturgo y filósofo. Junto a Goethe es considerado el escritor más importante de Alemania.

Santiago Leyra Curiá·26 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

“Juan Cristóbal Federico Schiller (1759-1805) dice en una de sus cartas a Goethe: El Cristianismo es la manifestación de la belleza moral, la encarnación de lo santo y lo sagrado en la naturaleza humana, la única religión verdaderamente estética. Menéndez Pelayo dice que Schiller se mostró a cada paso cristiano por el sentimiento y la imaginación” (“Historia de las ideas estéticas en España”, T. IV, p. 53, Santander 1940).

Cita Menéndez Pelayo de Schiller estas palabras: “Vive con tu siglo (dice al artista), pero no seas hechura suya; trabaja para tus contemporáneos, pero haz lo que ellos necesiten, no lo que ellos alaben. No te aventures en la peligrosa compañía de lo real, antes de haberte asegurado en tu propio corazón un círculo de naturaleza ideal. Dirígete al corazón de tus semejantes: no combatas directamente sus máximas, no condenes sus acciones; pero destierra de sus placeres lo caprichoso, lo frívolo, lo brutal, y de ese modo los irás desterrando insensiblemente de sus actos, y, por último, de sus sentimientos. Multiplica en torno de ellas las formas grandes, nobles, ingeniosas, los símbolos de lo perfecto, hasta que la apariencia triunfe de la realidad, y el arte domine a la naturaleza”.

Su padre, Juan Gaspar (1723-96), era incansable en el trabajo, profundamente religioso y optimista. Su madre, Isabel Dorotea (1732-1802), hija de un posadero y tahonero.

La primera instrucción de Schiller la recibió del párroco de Loch, Moser, al cual dedicó el poeta un recuerdo en “Los bandidos”. De 1766 a 1773, estudió en la escuela de latín de Ludwigsburg. En 1773 entró en la escuela de instrucción militar de Solitüde, trasladada a Stuttgart en 1775 como Academia militar del ducado.

Schiller en un principio quiso estudiar Teología, pero renunció a ello, tras entrar en la Academia, y optó por el Derecho, abrazando más tarde la Medicina.

La primera inclinación a la poesía nació en Schiller con la lectura de la Mesíada, de Klopstock. Influyeron también en él los dramas de Klinger y el Gotz de Goethe. Pero más influyeron en él Plutarco y J.J.Rousseau.

Amigo en principio de la Revolución francesa se apartó de ella con honor después de la ejecución de Luis XVI. El 23 de agosto de 1794 dirigió una carta a Goethe en la que revelaba grandes conocimientos en materia de arte y en septiembre le visitó en su casa.

El 9 de mayo de 1805, entre las cinco y las seis de la tarde, una plácida muerte puso fin a la vida del poeta antes de que llegara a los 46 años de edad. En 1826 escribió Goethe el poema “Im ernsten Beinhares war´s wo ich erschante”, testimonio del buen recuerdo que tenía del noble amigo.

El rasgo más sobresaliente del espíritu de Schiller es el idealismo de su concepción del mundo. “Todo es inmoderado, enorme y monstruoso” en sus primeras obras como “Los ladrones” y “Cábala y Amor”: el idealismo domina a sus anchas (Menéndez y Pelayo). Es verdadera literatura de “asalto y de irrupción” (“Storm und Drang”), como la llaman en Alemania (Menéndez y Pelayo).

Posteriormente “Goethe dio a Schiller la serenidad y objetividad que le faltaba”. “¡Qué serie de obras maestras ilustró este último periodo de la vida de Schiller (1798 a 1805): Wallenstein, María Estuardo, Juana de Arco, La Novia de Messina, Guillermo Tell (1804), el Canto de la Campana”.

“Obra totalmente armónica y preferida por muchos a las restantes del poeta es Guillermo Tell… en la que se da una perfecta conveniencia entre la acción y el paisaje, una compenetración no menos perfecta del drama individual y del drama que pudiéramos llamar épico o de interés trascendental, y un torrente de poesía lírica, tan fresca, transparente y limpia como el agua que mana de las mismas cumbres agrestes.

La Campana sería la primera poesía lírica del siglo XIX si no se hubiese escrito en el penúltimo año del XVIII y no llevase impreso el espíritu de aquella era, aunque en su parte más ideal y noble, toda la poesía de la vida humana está condensada en aquellos versos de tan metálico son, de ritmo tan prodigioso y tan flexible. El que quiera saber lo que vale la poesía como obra civilizadora, lea la Campana de Schiller (Menéndez y Pelayo).

Schiller es el poeta del idealismo moral, del que Kant era el filosofo… El imperativo kantiano… se trueca al pasar por el espíritu de Schiller, en ternura y piedad inmensa, en caridad universal, que no merman ni debilitan, antes realzan el temple heroico del alma, señora de sí misma, obediente a los dictados de la ley moral… para salir triunfante de todo conflicto de pasión”.

En noviembre de 1785, Schiller compuso La Oda a la Alegría (“An die Freude”, en alemán), composición poética lírica que se publicó por primera vez en 1786.

Según una leyenda del siglo XIX la oda iba a ser originariamente una “Ode an die Freiheit” (oda a la libertad cantada en la época revolucionaria por los estudiantes con la música de La Marsellesa), pero luego se convirtió en la “Ode an die Freude” definitiva, para ampliar su significado: aunque la libertad es fundamental, no es un fin en sí misma sino sólo un medio para alcanzar la felicidad, que es fuente de alegría.

En 1793, cuando tenía 23 años, Ludwig van Beethoven conoció la obra y enseguida quiso musicalizar el texto, surgiendo así la idea que acabaría siendo con los años su novena y última sinfonía en Re menor, Op. 125, cuyo movimiento final es para coro y solistas sobre la versión definitiva de la “Oda a la Alegría” de Schiller. Esta pieza musical ha pasado a ser el Himno Europeo.​

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Cultura

Foro Omnes La crisis espiritual de Europa

El lunes, día 31 de octubre a las 19.00 h., tendremos un excepcional Foro Omnes sobre el tema La crisis espiritual de Europa junto al profesor Joseph Weiler, Premio Ratzinger 2022.

Maria José Atienza·25 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El próximo lunes, día 31 de octubre a las 19.00 h., tendremos un excepcional Foro Omnes sobre el tema La crisis espiritual de Europa.

Contaremos con un invitado de excepción, el profesor Joseph Weiler, Catedrático en la New York University School of Law, en Nueva York, y Senior Fellow en el Center for European Studies, de Harvard.

Weiler ha sido presidente del European University Institute, de Florencia y el próximo diciembre recibirá, de manos del Papa Francisco el Premio Ratzinger de Teología 2022.

Estará moderado por María José Roca, catedrática de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense, en Madrid.

El encuentro tendrá lugar presencialmente en la Sede de la Universidad de Navarra en Madrid (C/ Marquesado de Santa Marta, 3. 28022 Madrid).

Como seguidor y lector de Omnes le invitamos a asistir. En el caso de que así lo desee, le rogamos que confirme su asistencia a través del correo [email protected].

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El Foro, organizado por Omnes junto a la Fundación Centro Académico Romano, cuenta con la colaboración de la Universidad de Navarra y el patrocinio del Banco Sabadell y Peregrinaciones y Turismo Religioso de Viajes El Corte Inglés.

Retransmisión en streaming

Este Foro Omnes será además, retransmitido por Youtube para aquellas personas que no puedan asistir de manera presencial a través del siguiente enlace:

Mundo

Silvio Ferrari: “El respeto a la diversidad debe partir de las religiones”

¿Puede la dignidad humana contribuir a crear un terreno de entendimiento común entre concepciones antagónicas de los derechos humanos? El profesor milanés Silvio Ferrari, en una entrevista con Omnes, habla de este tema y de la creciente polarización, división social e intolerancia ética y religiosa, a raíz del VI Congreso del ICLARS, consorcio internacional con sede en Milán, celebrado recientemente en Córdoba (España).

Francisco Otamendi·25 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Los desafíos que experimentan las sociedades contemporáneas en el ámbito de la libertad de religión y las creencias son cada vez más numerosos. Por ejemplo, se suceden los conflictos entre el ejercicio de la libertad de conciencia e intereses públicos materializados en leyes; se producen aparentes tensiones entre la libertad religiosa y otros derechos humanos; la relación entre las competencias estatales en materia de educación y la libertad de enseñanza no es siempre pacífica; los derechos de las minorías en entornos sociales que pueden resultar hostiles no gozan en ocasiones de protección eficaz., y así podríamos seguir enumerando cuestiones.

Son asuntos en los que se aprecia una creciente tendencia a la polarización y la división social, un fenómeno que afecta particularmente a las opciones religiosas y éticas de los ciudadanos, y que en ocasiones llega a la intolerancia hacia el discrepante, incluso a la estigmatización y a la agresividad.

En este contexto tuvo lugar en Córdoba hace unas semanas el VI Congreso del ICLARS (“International Consortium for Law and Religious Studies”), organización con sede en Milán. Bajo el título general de “Dignidad humana, derecho, y diversidad religiosa: diseñando el futuro de sociedades interculturales”, casi quinientos congresistas de todo el mundo ―catedráticos, académicos, intelectuales, senadores y ex políticos, periodistas, profesores de distintos ámbitos― exploraron respuestas a estas cuestiones.

La organización del congreso de Córdoba fue confiada a LIRCE (“Instituto para el Análisis de la Libertad y la Identidad Religiosa, Cultural y Ética”), que actuó en colaboración y con el patrocinio del proyecto “Consciencia, Espiritualidad y Libertad Religiosa” de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España; la Universidad de Córdoba; la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA); el grupo de investigación REDESOC de la Universidad Complutense; y otras instituciones locales y regionales, públicas y privadas. El presidente del comité organizador del congreso ha sido el profesor Javier Martínez-Torrón, catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense, y Presidente del Comité Directivo del ICLARS y de LIRCE.

Silvio Ferrari, fundador y ex presidente del ICLARS, profesor de Derecho en la Università degli Studi di Milano, intervino en una de las sesiones plenarias con un epílogo sobre las perspectivas de futuro de la libertad religiosa en nuestras sociedades, junto a otros expertos. Con él conversamos, una vez retornado a Milán.

Usted ha participado en septiembre en el VI Congreso de ICLARS, celebrado en Córdoba. ¿Podría comentar brevemente el objetivo del congreso?

La diversidad cultural y religiosa ha llegado a Europa, pero aún no sabemos cómo gestionarla. En otras partes del mundo, creyentes de diferentes religiones han convivido durante siglos. No siempre es una convivencia pacífica, pero hay algo que los europeos podemos aprender del diálogo con África y Asia: el valor de la diversidad que, bien entendida, es un enriquecimiento para todos. Y también hay algo que podemos enseñar: la necesidad de una plataforma de principios y normas compartidas sobre la que pueda desarrollarse la diversidad religiosa sin crear conflictos. 

En el tramo final, tuvo usted una intervención relevante en torno a las perspectivas de futuro de la libertad religiosa en estas sociedades interculturales. ¿Puede señalar algo al respecto? 

En mi discurso intenté identificar lo que los europeos pueden aportar a un diálogo intercultural: en primer lugar, la primacía de la conciencia individual, y luego la existencia de un núcleo de derechos civiles y políticos que deben garantizarse a todos sin distinción de religión. No se debe poner a nadie en la alternativa de cambiar de religión o ser asesinado o exiliado, como ocurrió no hace muchos años en los países bajo el califato islámico, y se debe conceder a todos, independientemente de la religión que profesen, el derecho a casarse y formar una familia, educar a sus hijos, participar en la vida política de su país, etc. 

   En Europa hemos tardado siglos en aprender estas cosas, y ahora estos principios forman parte de la identidad europea y constituyen la contribución que Europa puede hacer al diálogo intercultural: sin pretender imponerlos a todos los pueblos del mundo, pero también sabiendo que representan valores universales.

¿Está amenazada la libertad religiosa, no sólo en el ámbito de las leyes, sino en actitudes de intolerancia hacia los disidentes, en el ámbito ético y religioso, con todo lo que ello conlleva? 

En los últimos cincuenta años, el radicalismo religioso ha crecido, de la mano del nuevo significado político de las religiones. Por un lado, algunas religiones (afortunadamente no todas) se han vuelto más intolerantes, no sólo con los fieles de otras religiones, sino también dentro de ellas mismas. 

   Por otro lado, los Estados han aumentado su control sobre las religiones, temiendo que los conflictos entre ellas puedan socavar la estabilidad política y la paz social de un país. Juntos, estos dos elementos han reducido el espacio para la libertad religiosa. Sin embargo, no hay que exagerar: hace cien años, tanto en España como en Italia, había mucha menos libertad religiosa que hoy. 

Parece que se van dando formulaciones antagónicas de los derechos humanos. ¿Han visto posible la posibilidad de crear espacios de entendimiento común?

Nociones como la dignidad humana y los derechos humanos deben manejarse con cuidado. En primer lugar, hay que aceptar que son construcciones históricas: hace siglos la esclavitud estaba generalmente aceptada, hoy (afortunadamente) ya no lo está. La dialéctica e incluso el antagonismo de los derechos humanos forman parte de este proceso de construcción histórica. Si se acepta este punto de partida, uno se da cuenta de que los derechos humanos también deben ser contextualizados en cierta medida. 

   El nivel de respeto de los derechos humanos alcanzado en una parte del mundo no puede imponerse sin más a otras partes del mundo donde el proceso histórico de construcción de los derechos humanos ha tenido ritmos y modalidades diferentes. Es más sabio madurar este respeto desde el interior de cada tradición cultural y religiosa, fomentando el desarrollo de todo el potencial que encierra.  

Hablan ustedes de contribuir a crear una cultura de respeto por la diversidad. ¿Puede ampliar esta reflexión? ¿A qué organismos del Estado, y estamentos de la sociedad civil, se dirigiría principalmente? 

― La cultura del respeto a la diversidad debe partir de las religiones. Se construye a través del diálogo entre las religiones y la construcción de espacios donde sus fieles puedan convivir sin tener miedo a su diversidad. En este punto, todas las religiones se quedan atrás porque se esfuerzan por comprender que la afirmación de la verdad -la que cada religión tiene derecho a afirmar- no implica la supresión de la libertad -la libertad de afirmar verdades diferentes-. 

   Los Estados deben garantizar este espacio de libertad en el que se puedan proponer a todos diferentes verdades y se puedan construir experiencias de vida basadas en estas diferentes verdades. Cuando esto sucede, la sociedad civil (de la que forman parte las comunidades religiosas) se convierte en el lugar donde cada uno puede expresar su identidad respetando la de los demás.

El autorFrancisco Otamendi

Evangelización

João Chagas, responsable vaticano de la JMJ: «Los jóvenes se involucrarán más que en ediciones anteriores»

Omnes entrevista al sacerdote João Chagas, coordinador de la oficina de la juventud Dicasterio de Laicos, Familia y Vida y encargado de coordinar, desde la Santa Sede, los preparativos de la próxima Jornada Mundial de la Juventud de este verano en Lisboa. 

Federico Piana·25 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

“La JMJ 2023 será probablemente un éxito”. El pronóstico lleno de optimismo sobre la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en Lisboa del 1 al 6 de agosto del año próximo, proviene de las palabras del padre João Chagas, responsable de la Oficina de la Juventud del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. El clérigo, que en nombre del organismo vaticano está ayudando al comité local de la capital portuguesa a organizar el evento, explica que en todo el mundo, tras el resurgimiento de la pandemia, “hay un deseo muy grande de volver a empezar, de encontrarse. Algunos delegados de varias conferencias episcopales me han dicho que los jóvenes están impacientes por poder participar en la próxima JMJ, a pesar de que han pasado más de cuatro años desde el último encuentro”. Todo ello es un buen augurio y, añade el padre Chagas, “estoy seguro de que la participación será muy numerosa”.

¿Qué ayuda está prestando el Dicasterio Vaticano para los Laicos, la Familia y la Vida al comité local para preparar la JMJ 2023?

El dicasterio guarda la memoria de todas las JMJ anteriores, somos un punto de unión y los garantes de la fidelidad al proyecto original, que se ha ido actualizando a lo largo del camino. Para ello, existe un memorando, un esquema operativo. Como dice el Papa Francisco: debemos recordar el pasado para tener valor en el presente y esperanza en el futuro. Somos la memoria del pasado y tratamos de animar en el presente caminando junto al comité organizador local.

En su opinión, ¿cómo están afectando la pandemia y la guerra en Ucrania a los preparativos de la JMJ 2023?

El primer efecto concreto es que esta JMJ se ha desplazado un año: en realidad debía celebrarse en 2022. En 2019 y 2021, las reuniones preparatorias entre el comité organizador local y el central en Roma no eran tan frecuentes, pero ahora todo se intensifica. Sin embargo, haberla trasladado nos está ayudando mucho en la preparación.

¿Se involucrarán los jóvenes en la JMJ 2023 a pesar del clima internacional tan preocupante?

En mi opinión, los jóvenes se involucrarán más que en ediciones anteriores. Cuando hay dificultades, los jóvenes sacan lo mejor de sí mismos: la resiliencia, el valor para superar los obstáculos. Y esto sucede especialmente si uno tiene la fuerza de la fe. Una confirmación se encuentra en la forma en que los voluntarios de Lisboa y Portugal están dando lo mejor de sí mismos para organizar el evento en un clima que sigue siendo incierto. 

¿Cree que esta edición de la JMJ atraerá también el interés de los jóvenes alejados de la fe?

En Roma hay un centro de pastoral juvenil vinculado a nuestro dicasterio que conserva la cruz original de la JMJ y allí suelo encontrarme con muchos grupos de diferentes países en los que siempre hay jóvenes ateos o creyentes pero no practicantes. Debo decir que por su parte veo mucho interés en la JMJ y en la Iglesia. Una vez, uno de estos jóvenes, después de asistir a una audiencia papal, me dijo que estaba muy impresionado por el hecho de que una figura como el Papa pueda ser un punto extraordinario de unión entre tantas personas de diferentes culturas y realidades. Podemos decir, pues, que la JMJ es también para todos, porque la experiencia de fe que se vive en ella se declina en tantos temas, compartidos también con quienes no creen.

¿Cómo se implicará a los jóvenes que no pueden ir a Lisboa para no correr el riesgo de excluirlos?

El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida y el comité organizador de Lisboa tienen un gran deseo de que la JMJ 2023 sea lo más mediática posible. Son muchas las conferencias episcopales y diócesis de todo el mundo que están preparando actos al mismo tiempo y en conexión con Lisboa para que quienes no puedan ir puedan seguir no sólo los actos con el Papa sino también las numerosas actividades culturales y espirituales que tendrán lugar durante esos días.

El autorFederico Piana

 Periodista. Trabaja en Radio Vaticana y colabora con L'Osservatore Romano.

Reverendo SOS

La tecnología NFC

La tecnología NFC permite realizar pagos desde el móvil con gran comodidad y seguridad. Su uso puede ser muy interesante para las parroquias, por ejemplo, como cepillo electrónico para donativos.

José Luis Pascual·25 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Un Near Field Communication o, simplemente NFC, permite que se establezca un intercambio de datos de manera inalámbrica entre dos dispositivos en tiempo real. Es muy similar a la ya utilizada WLAN o la popular bluetooth.

¿Cómo funciona?

Para empezar, es importante dejar claro que los NFC tienen la particularidad de que, para funcionar de una manera correcta, necesitan que los dispositivos en cuestión estén muy cerca el uno del otro, a unas distancias inferiores a los 10 centímetros. El beneficio que se obtiene por esto es toda la seguridad de los datos que se están transfiriendo, pues de esta manera se evita el robo de información por parte de cualquier hacker.

Esta tecnología permite el intercambio de datos de manera unidireccional, de un dispositivo a otro. Pero también posibilita el intercambio de manera bidireccional, o sea, entre ambos dispositivos al mismo tiempo.

El uso del sistema NFC resulta ser muy eficiente, pues solo requiere de 200 microsegundos para realizar la conexión entre dispositivos. A esto hemos de añadir que la gran mayoría de dispositivos ya cuentan con este sistema. Los smartphone desde la versión 4.0 de Android ya son compatibles con los protocolos NFC, al igual que los productos de Apple desde el iPhone 6.

Los teléfonos, tablets y otros dispositivos inteligentes cuentan con hasta tres formas distintas de ejecutar el sistema NFC:

-mediante un modo de lectura y escritura, que permite al usuario utilizar su dispositivo NFC en una máquina terminal que se encargara de leer y, de ser necesario, escribir datos.

modo Peer-to-Peer. Esto es, el intercambio de datos entre dos o más dispositivos. 

-emulación de tarjeta. En este caso el usuario selecciona una tarjeta para la realización de un pago, colocando su dispositivo cerca del TPV, como si se tratara de una tarjeta física.

¿Dónde se aplica la tecnología NFC?

Una de las características que hace a la tecnología NFC tan atractiva es su rápida y sencilla configuración en los sectores más variados.

-Pagos a través del teléfono móvil. En este caso, el pago sustituye al uso de la tarjeta bancaria. En lugar de una tarjeta física, se crea una imagen virtual de ésta en el teléfono para realizar el pago correspondiente.

-Pagos contactless, incluido el cepillo electrónico en iglesias y parroquias. 

-Autenticación de doble factor. Uno de los usos más comunes del NFC está relacionado con la seguridad para tener permiso de acceso al ordenador o a una aplicación web. La manera usual, se introduce la contraseña y se coloca el dispositivo NFC cerca del sensor habilitado especialmente para que el sistema reconozca y permita el acceso al usuario.

-Compra de entradas en soporte digital. Esto es básicamente una manera de sustituir el clásico trozo de papel que nos permite entrar a una sala de cine o a un concierto. 

-Control de acceso a hoteles o restaurantes. La entrada a hoteles o ciertos restaurantes está limitada al uso de RFID que, en términos simples, es un chip que permite tener acceso a ciertas zonas o áreas restringidas. 

El éxito y uso del sistema NFC (en general de cualquier tecnología) no depende exclusivamente de quien se encarga de proveer la aplicación, sino también del individuo que la utiliza. De nada sirve introducir mecanismos para agilizar trámites e intercambio de datos, si los usuarios no los ponen en práctica de manera correcta. Por esta razón, si alguien está pensando en utilizar un NFC, lo mejor que puede hacer es guardar su tarjeta de crédito en una funda protectora, que bloquee interferencias de agentes externos. Si por el contrario lo que se pretende es utilizar el smartphone, lo mejor es activar el modo NFC solo en el momento de, por ejemplo, realizar el pago, desactivándolo inmediatamente después de hacer la operación.

Cultura

“La muerte de Iván Ilich”. El dolor y el sentido de la vida

Cuando en 1886 León Tolstoi publica una breve novela titulada “La muerte de Iván Ilich” estaba poniendo el dedo en la llaga. En efecto, es difícil pensar en dos temas más recurrentes para el mundo posmoderno que el dolor y la búsqueda del sentido de la vida. Son cuestiones que se hacen presentes en todas las épocas, pero que quizás atormentan al hombre contemporáneo – privado (“liberado”) de tantos referentes – de una manera especial.

Juan Sota·24 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

La novela de Tolstoi es una reflexión sobre la vida, vista desde la perspectiva de la muerte. Iván Ilich es un hombre que a los 45 años tiene una brillante carrera como funcionario a sus espaldas y cumple rigurosamente con su deber. Es en cierta medida el ideal perfecto de ciudadano. Su única pretensión es llevar una existencia “fácil, agradable, entretenida y siempre decente y aprobada por la sociedad”. Y, sin embargo, al enfermar gravemente de una extraña dolencia que los doctores no son capaces de diagnosticar, mucho menos curar, el protagonista empieza a descubrir que todo en su vida no había sido “como habría debido ser”.

El libro comienza con la reacción de los colegas y amigos a la muerte de Iván, que se resume en la perspectiva para algunos de un ascenso y, sobre todo, en el desagrado que les causa tener que cumplir con los deberes sociales relativos a tal suceso. “El deceso de un conocido cercano no suscitó en ninguno de ellos, como suele ser el caso, más que un sentimiento de alegría, pues había sido otro quien había pasado a mejor vida. ´Es él quien ha muerto, no yo`, pensaron o sintieron todos”. En cuanto a la mujer del difunto funcionario, solo muestra interés por la suma que pueda cobrar del Estado con tal ocasión. Es el panorama de una vida que ha pasado sin dejar huella ni siquiera en aquellos más cercanos.

Pasa así Tolstoi a relatar la exitosa carrera de Iván Ilich desde sus tiempos en la Facultad de Jurisprudencia hasta ocupar el puesto de juez en una de las provincias rusas y el casamiento con una de las jóvenes más atractivas y brillantes de su entorno, Praskovia Fiódorovna. Iván Ilich había aprendido a realizar su trabajo conforme a su gran regla vital, es decir, de tal manera que no le privara de una vida “fácil y agradable”: “Había que esforzarse por dejar al margen de todas esas actividades cualquier elemento vivo y palpitante, que tanto contribuyen a perturbar el correcto desenvolvimiento de las causas judiciales: no debían entablarse relaciones más allá de las meramente oficiales, y tales relaciones debían restringirse exclusivamente al ámbito laboral, pues no había ningún otro motivo para establecerlas”.

Así mismo, pronto se desencanta de la vida conyugal y resuelve reducirla a las satisfacciones que podía ofrecerle: “una mesa puesta, un ama de casa, un lecho—, y, sobre todo, ese respeto por las formas exteriores sancionadas por la opinión pública”.

La enfermedad

Pese a que la enfermedad inicialmente no lleva a Iván a replantearse su vida pasada, si le hace percibir que hay algo falso en cómo le tratan su mujer, sus amigos e incluso los médicos. Todos se esfuerzan por ignorar lo que él ya no puede: que está al borde de la muerte. Todos, salvo uno de los criados, Guerásim, que muestra verdadera compasión y afecto por su señor. El encuentro con alguien que no vive solo para sí supone un punto de inflexión en la vida de Iván Ilich. Tolstoi describe este descubrimiento con gran belleza:

“Se daba cuenta de que cuantos le rodeaban rebajaban el acto terrible y espantoso de su muerte al nivel de una contrariedad pasajera y un tanto inadecuada (se comportaban con él más o menos como se hace con una persona que, al entrar en un salón, difunde una oleada de mal olor), tomando en consideración ese decoro al que él se había plegado a lo largo de toda su vida. Veía que nadie le compadecía porque no había nadie que quisiera comprender siquiera su situación. Solo Guerásim la comprendía y le compadecía. Por eso era la única persona con la que se encontraba a gusto. (…).

Guerásim era el único que no mentía; además, según todas las apariencias, era el único que comprendía lo que estaba sucediendo y no consideraba necesario disimularlo, solo se compadecía de su extenuado y consumido señor. Hasta había llegado a decírselo abiertamente, una vez que Iván Ilich le había ordenado retirarse:

—Todos tenemos que morir. ¿Por qué no molestarse, pues, un poco por los demás?”.

La muerte

Lo impactante de la novela de Tolstoi es que muestra que no es únicamente el protagonista el que vive despreocupado de los demás. Todos llevan una vida vacía y rechazan aquello que les pueda recordar la existencia del sufrimiento. Están ciegos y solo el dolor y la perspectiva de la propia muerte les pueden hacer descubrir, como a Iván, que su conducta “no es en absoluto la que debería haber sido”. ¿Pero cómo debería haber sido? Es la pregunta a la que finalmente llega Iván en su lecho de muerte.

El personaje de Guerásim es la respuesta de Tolstoi a esta pregunta. El joven siervo no hace nada “especial” por su señor. La mayoría del tiempo simplemente le mantiene las piernas en alto, como este le pedía. Pero mientras los cuidados de Praskovia, la mujer de Iván, son fríos y carentes de interés por su marido y por eso le son antipáticos, Guerásim pone el corazón en lo que hace. Se compadece. Y el amor se hace notar, hiere el corazón egoísta de Iván y le hace recapacitar. “¿Por qué no molestarse, pues, un poco por los demás?”.

La vida de Iván Ilich, una vida perdida, es sin embargo enmendada en el último momento. También gracias a su hijo pequeño, que quizás por su edad, es todavía capaz de compadecerse:

En ese mismo momento el hijo se deslizó sin hacer ruido en la habitación de su padre y se acercó al lecho. El moribundo seguía gritando desesperado y agitaba los brazos. Una de las manos fue a caer sobre la cabeza del muchacho. Y este se la cogió, la apretó contra sus labios y se echó a llorar.

En ese preciso instante Iván Ilich se precipitó en el fondo del agujero, vio la luz y descubrió que su vida no había sido como habría debido ser, pero que aún estaba a tiempo de remediarlo. Se preguntó cómo debería haber sido, y a continuación guardó silencio y se quedó escuchando. Entonces se dio cuenta de que alguien le estaba besando la mano. Abrió los ojos y vio a su hijo. Y sintió pena de él. También se acercó su mujer. Iván Ilich la miró. Con la boca abierta y las lágrimas cayéndole por la nariz y las mejillas, lo contemplaba con expresión desesperada. Iván Ilich sintió pena también de ella.

«Sí, los estoy atormentando —pensó—. Les da pena, pero estarán mejor cuando haya muerto.» Hizo intención de pronunciar esas palabras, pero no tuvo fuerzas para articularlas. «Además, ¿para qué hablar? Lo que hay que hacer es actuar», pensó. Señaló al hijo con la mirada y le dijo a su mujer:

—Llévatelo… Me da pena… También de ti…

Quiso añadir la palabra «disculpa», pero en lugar de eso dijo «culpa», y, como ya no tenía fuerzas para corregirse, hizo un gesto con la mano, sabiendo que quien debía entenderlo lo entendería».

Por una vez en su vida Iván actúa pensando en los demás. Quiere evitar que sus familiares le vean morir. Y llega a pedir perdón a su mujer, a la que tanto había mortificado durante su enfermedad. Este último acto, un acto libre de amor, verdaderamente redime la vida de Iván y le hace perder el miedo a la muerte. El sentido de la vida, como bien recuerda Guerásim con su ejemplo, es más una realidad que acoger con el corazón que un problema que resolver con nuestra cabeza o con una existencia empeñada en el propio bienestar. Y la experiencia del dolor, que tantas veces parece un obstáculo para la felicidad, es lo que nos capacita para vivir una vida dedicada a los demás. Como concluye Alexandre Havard su bello libro sobre el corazón, “el hombre ha sido creado para ser amado, pero es en el sufrimiento donde este amor, de una manera misteriosa y paradójica, se comunica más eficazmente”[1]. Son los demás los que llenan de sentido la vida. Fiémonos de Tolstoi.


[1] Alexandre Havard, Corazón libre. Sobre la educación de los sentimientos. Pamplona, EUNSA, 2019, p. 93.

El autorJuan Sota

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Teología del siglo XX

Tradición y tradiciones

La crisis posconciliar mostró una dialéctica entre progresismo, que quería otro Concilio “a la altura de los tiempos”, y tradicionalismo, dolido por las novedades del Vaticano II o del posconcilio. Entre las etiquetas que exigen discernimiento está la noción católica de Tradición.

Juan Luis Lorda·24 de octubre de 2022·Tiempo de lectura: 8 minutos

“Tradición” es una palabra muy importante del vocabulario cristiano. En un sentido muy amplio, pero muy auténtico y pleno, se puede decir que, para la fe cristiana, tradición es lo mismo que Iglesia. Pero sin identificar aquí Iglesia con la sociología eclesiástica, los hombres y representantes de la Iglesia, sino con la Iglesia como misterio de fe y de salvación de Dios que atraviesa la historia hasta su consumación en el cielo. La Iglesia entendida como Cuerpo de Cristo, “le Christ repandu”, el Cristo expandido, como felizmente la llamó Bossuet. Y animada, ayer y hoy, por el Espíritu Santo.

Esto representa el concepto más pleno de tradición, como puso de manifiesto Joseph Ratzinger desde sus trabajos en el Concilio hasta sus alocuciones como Papa. Desde la genial conferencia Ensayo sobre el concepto de tradición (1963), publicada junto con otro escrito de Rahner en el cuaderno Revelación y tradición, hasta su breve y hermosa audiencia general sobre La tradición como comunión en el tiempo (26-IV-2006). Además de muchas otras contribuciones sobre Teología Fundamental, su primera materia de especialización, recogidas en el volumen IX de sus Obras completas. 

Los “monumentos” o testimonios de la tradición 

Con todo, el Señor no ha dejado a su Iglesia un sistema sencillo para consultarle sobre la fe o sobre lo que quiere de nosotros. A diferencia de algunos cultos vigentes, como el budismo, no tenemos “oráculos” que puedan entrar en trance o comunicación directa, y hablar de parte de Dios. Y esto se debe a que la revelación ya ha sido plena en Cristo; por eso, ya no habrá más profetas ni nuevas revelaciones esenciales, aunque sí nuevas luces. 

Si queremos saber qué debemos creer o qué debemos hacer tenemos todo el largo testimonio histórico de la Iglesia, en su Liturgia, enseñanza, derecho, y en la vida de los santos. Y las Sagradas Escrituras. Allí encontramos lo que la Iglesia cree y vive. Son los “monumentos” o testimonios de la tradición o de la vida de la Iglesia. Claro es que en este inmenso tesoro y patrimonio no todo ocupa el mismo lugar ni tiene la misma importancia.

Las tradiciones en la vida humana

El ser humano es mortal, pero las sociedades son menos mortales que los individuos. Sobreviven al conservar y transmitir (tradición) su identidad y sus funciones. Eso hace que la “tradición” sea un fenómeno humano vital y muy arraigado, que aquí solo podemos mencionar porque también influye. Las sociedades humanas y las corporaciones transmiten su cultura particular: sus modos eficaces de organizarse y trabajar, pero también otros usos y costumbres accesorios que les sirven como ornato y signos de identidad. Tanto las ciudades como las familias celebran fiestas y repiten periódicamente costumbres que dan color y perfil a la vida. Y las aprecian como parte de su identidad y pertenencia, y, muchas veces, del vínculo y agradecimiento que sienten hacia sus antecesores. 

Las tradiciones en la vida de la Iglesia

En la Iglesia, con una extensión tan grande y tan antigua, hay y ha habido muchos usos y costumbres que son y han sido queridos por sus fieles, fomentan su adhesión y subrayan su identidad: fiestas, procesiones, cantos, vestiduras, comidas tradicionales… Usos como santiguarse en determinadas ocasiones o asperjar con agua bendita. Y muchos otros. 

Pero lo más central de la tradición de la Iglesia es lo recibido del Señor: el Evangelio. Un mensaje de salvación, que es también una forma de vida. Por especificarlo más en términos conocidos, nos dio una doctrina, una moral y una liturgia, con la celebración de la Eucaristía y los sacramentos. En realidad, yendo al centro, el Señor mismo se nos dio. “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo” (Jn 3, 16). Porque creemos en Él, vivimos en Él y ofrecemos lo que Él mismo ofrece, su muerte y resurrección. La fe, la moral y el culto cristianos se centran en Cristo. Lo que sabemos es principalmente por Él, lo que vivimos es en Él y con Él. Por eso, lo más “tradicional” que puede haber en la Iglesia es unirse a Cristo y “guardar su palabra” o su mensaje (cfr. Jn 14, 23). 

El Señor dio a su Iglesia su Espíritu y su Madre

El Señor se entregó por su Iglesia, le entregó su palabra, su Evangelio, pero también le entregó su Espíritu. Eso genera una interesante relación entre Palabra y Espíritu. El mensaje cristiano se interpreta, se vive y se desarrolla en el Espíritu. Y así es desde el principio por la voluntad del Señor, que apenas vivió tres años con sus discípulos. “El Paráclito, el Espíritu Santo que el Padre enviará en mi nombre os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho” (Jn 14, 26). El Espíritu Santo ha configurado a la Iglesia primitiva, desde que salió como nueva Eva del costado del Señor muerto en la cruz, como gustan recordar los Padres. Esa presencia del Señor en su Iglesia, con su Palabra y su Espíritu, hace que no se puede considerar la tradición ni como un puro conjunto de costumbres, ni como un recuerdo del pasado. Está viva en el presente.

Y entre esos dones del Señor, también nos dio desde la Cruz a su Madre, intercesora y modelo, que ocupa un lugar tan relevante en la primera comunidad cristiana y después en la comunión de los santos. Y da el estilo y tono adecuados de la vida cristiana, hecha de cara a Dios y mezcla de sencillez, de piedad, de agradecimiento, de entrega y de alegría, como se aprecia en el Magnificat

Primeras etapas en la tradición

En 1960, Yves Congar publicó un importante estudio histórico sobre La tradición y las tradiciones. Ensayo histórico, al que seguiría una segunda parte teológica (1963) y un resumen, La tradición y la vida de la Iglesia (1964); los tres, traducidos al castellano. En la primera parte, estudia las grandes etapas históricas sobre la tradición.

En los primeros pasos de la Iglesia, en tiempos apostólicos, con la ayuda del Espíritu, se organizó la celebración de la Eucaristía, dando lugar a las primitivas, diversas y legítimas tradiciones litúrgicas en el mundo, en Oriente y Occidente. Se escribieron los Evangelios. Y se desarrolló la estructura eclesiástica: obispos, presbíteros y diáconos. “Nos ha parecido al Espíritu Santo y a nosotros” declaran los Apóstoles al tomar las primeras decisiones (Hch 15, 28-30). La Iglesia primitiva tiene conciencia de haber recibido un “depósito” de doctrina y vida. Y hay que notar, por cierto, que esta primera tradición es anterior al Nuevo Testamento, que es uno de sus primeros frutos.

Después vendrá una época patrística donde se observa cómo las diversas Iglesias se consultan sobre las tradiciones recibidas, ante las dudas que tienen sobre el canon de las Escrituras, los modos del vivir cristiano o problemas doctrinales provocados por derivas y herejías. Se hará famoso y representativo el criterio doctrinal formulado por san Vicente de Lerins en su Conmonitorio: “Lo que se ha creído siempre, en todas partes y por todos”: quod semper, quod ubique, quod ab omnibus. La Edad Media recogerá y estudiará este legado 

La tradición y el protestantismo

Lutero supone una gran ruptura. Escandalizado por algunos abusos eclesiásticos, rechaza en bloque la “tradición” como sospechosa. Y va a escoger como único criterio de verdad cristiana la Escritura: Sola Scriptura. Lo que no está allí es invención humana, que puede ser legítima, pero no es revelación de Dios y no tiene ni su valor ni su autoridad. Con esto realiza una enorme “poda” que afecta tanto a cuestiones accesorias como centrales: el valor sacrificial de la Misa, el purgatorio, el sacramento del orden, la vida monástica…

El Concilio de Trento quiere responder con una auténtica reforma de la Iglesia y también con mayor precisión de la doctrina. Defiende que las doctrinas cristianas se sustentan tanto en la Escritura como en la Tradición. De ahí nace la idea de que hay dos fuentes de la revelación, o dos lugares donde se puede buscar cómo es. Dentro de la tradición ocupa un lugar importante el Magisterio de la Iglesia que, a lo largo de los siglos, ha definido autorizadamente la doctrina cristiana y corregido errores, desde los primeros Credos de Nicea y Constantinopla.

Al pensar el método teológico, Melchor Cano postula que las verdades de fe se argumentan recurriendo a los lugares teológicos o “monumentos” de la tradición. La teología manualística acogerá este método y, hasta el siglo XX, justificará las tesis teológicas con citas tomadas de la Escritura, de la tradición de los Padres y del Magisterio.

Aportaciones posteriores

La crisis protestante hace que la tradición se convierta en un gran tema “católico”, que necesita ser profundizado y bien defendido.

El gran teólogo católico de Tubinga, Johann Adam Möhler, dedica un sólido esfuerzo a comparar catolicismo y protestantismo, y difunde la idea de una “tradición viva”, precisamente por la acción constante y misteriosa del Espíritu Santo en la Iglesia.

Por su parte, el teólogo anglicano de Oxford, John Henry Newman, estudia si cabe un legítimo desarrollo de la doctrina cristiana en la historia, precisamente para ver si pueden justificarse los puntos que Lutero ha retirado del dogma. Y cuando concluye que sí, se hace católico y publica su Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana (1845).

Franzelin, con la Escuela romana, añadió unas oportunas distinciones entre el sentido objetivo (el depósito de las doctrinas) y el sentido activo de la tradición (la vida en el Espíritu), y entre lo que es tradición divina, apostólica y eclesiástica, según su origen.

En pleno siglo XX, el Concilio Vaticano II dedicó su primer documento (Dei Verbum) a los grandes temas de la Revelación y, en breve, expuso bella y matizadamente la profunda relación que existe entre Escritura, Magisterio y Tradición.

Sobre el momento actual 

Desde finales del siglo XX, la Iglesia católica conoce unas reacciones tradicionales o tradicionalistas que merecen atención. Por una parte, la separación de la Iglesia y el Estado en las antiguas naciones católicas europeas (y americanas) sigue su curso, y hace sufrir a los cristianos tradicionales al ver desaparecer de su entorno los usos y costumbres cristianos.

A ese proceso, se juntó en pleno siglo XX, la fuerte crisis posconciliar, ni querida ni originada por el mismo Concilio, sino por una especie de aplicación anárquica, donde soplaron los vientos del momento. Por un lado, la presión marxista que empujaba a la Iglesia hacia el compromiso revolucionario. Por otro, el espíritu de los tiempos que exigía eliminar todo lo “raro”, “molesto” o “pasado de moda”.

Los cristianos más tradicionales sufrieron especialmente con las arbitrariedades litúrgicas, que, con frecuencia, obedecieron mucho más a modas improvisadas por clérigos que al espíritu del Concilio, que buscaba sobre todo una participación más profunda de los fieles en el misterio pascual de Cristo.

Como esa crisis ha sido tan compleja y difícil de juzgar, la reacción tradicionalista lanza una sospecha general sobre todos los factores: teología, Concilio, Papas, reforma litúrgica…, atribuye oscuramente a unos u otros la responsabilidad (modernistas, masones…). Entiende que, de una manera u otra, se ha roto la tradición católica. E intenta volver a los modos en que vivía la Iglesia en los años cincuenta del siglo XX.

En este proceso, la posición de monseñor Lefebvre era especial al juzgar herético el Concilio por su cambio de criterio acerca de la libertad religiosa (Dignitatis humanae). Esta cuestión tiene su importancia, pero apenas incide, porque es incomprensible para la mayoría que, además, estaría de acuerdo sin darse cuenta con la doctrina conciliar, con el derecho básico a la libertad de las conciencias y con la no discriminación por cuestiones religiosas. Por eso, en la práctica sus sucesores se suman a la misma crítica, al mismo remedio y a la misma estética: borrar los últimos decenios y devolver la vida de la Iglesia a los años cincuenta. Pero en una bastante insostenible posición cismática (ser más Iglesia que la Iglesia) que, como la historia muestra, difícilmente evolucionará bien si se mantiene.

Este proceso parece exigir bastante discernimiento.

-Conviene entender las causas de la crisis posconciliar, para aprender de ella, para no hacer atribuciones falsas, para poner remedios justos, y para seguir con el proceso de una recepción auténtica de la doctrina del Concilio y, especialmente, de su renovación litúrgica. 

-Hay que defender la verdadera idea de la tradición en la Iglesia, distinguiendo lo que es nuclear (lo que el mismo Cristo nos dio con el Espíritu Santo) de lo que son usos y costumbres secundarios o incluso accesorios, variados y ricos en la historia. Porque no es lo mismo apoyarse en una cosa que en otra. Y equivocarse en esto no contribuiría a mejorar las cosas, sino a empeorarlas. Los cristianos podemos amar unas fiestas, unas vestiduras, unos ritos, unos usos, una historia, pero sobre todo amamos al Señor presente en su Iglesia.
-Hay un legítimo pluralismo en la vida de la Iglesia que hay que respetar y que, desgraciadamente, en muchos casos, no se respetó en el proceso de aplicación del Concilio, causando heridas innecesarias y desbaratando ingenuamente un patrimonio de piedad tradicional, que si no siempre era perfecto (nada lo es fuera de Dios) era, sin embargo, auténtico. Aunque, precisamente porque la tradición es viva y animada por el Espíritu Santo, es capaz de generar también hoy nuevas formas legítimas, hermosas y satisfactorias de vida cristiana, que no entran en polémica con otras, sino que se suman en un magnífico patrimonio multisecular.

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