Cultura

Adviento: una espera de mil años. Entre la historia, las escrituras y la astronomía

El tiempo litúrgico de Adviento pone ante nuestros ojos la espera del Salvador y trae a primer plano también la expectación mesiánica del tiempo del nacimiento de Cristo.

Gerardo Ferrara·19 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

La Iglesia católica está a punto de celebrar el inicio de un nuevo año litúrgico, marcado por el tiempo de Adviento. El término, derivado del latín adventus, significa la venida del Señor y, por extensión, la expectativa de esa venida.

El tiempo de Adviento se llama también tempus ante natale Domini (tiempo antes de Navidad) y está establecido en la liturgia católica desde el siglo VII de nuestra era. Fue, en particular, el Papa Gregorio Magno quien fijó los domingos de Adviento como cuatro domingos que simbolizan los cuatro mil años en los que la humanidad, según la interpretación de aquella época, tuvo que esperar la venida del Salvador tras cometer el pecado original.

A la espera de un mesías

En un artículo anterior, ilustramos la complejidad del mundo judío en la época de Cristo, señalando cómo ese momento particular de la historia se caracterizaba por la expectativa de un libertador, un ungido del Dios todopoderoso, a quien, como había hecho con Moisés, Dios mismo levantaría para liberar a su pueblo de la esclavitud y la dominación extranjera. Sin embargo, a diferencia de Moisés, el reinado de este ungido de Dios, de este Mesías (מָשִׁיחַ, Mašīaḥ en hebreo y Χριστός, Christós en griego: ambos términos significan ‘ungido’, como ungido por el Señor al igual que los reyes comenzando por Saúl y su sucesor David) no tendría fin y sería no sólo un profeta, sino, como se evidencia en los Rollos del Mar Muerto y las expectativas de los esenios de Qumrán, un rey-pastor y un sacerdote.

Esta expectativa, en los años inmediatamente anteriores al nacimiento de Cristo, se hizo cada vez más angustiosa: florecieron por doquier supuestos mesías y, con ellos, revueltas que fueron sistemáticamente reprimidas con sangre (recuérdese la de Judas el Galileo (años 6-7 a.C.); pero también florecieron comunidades piadosas que, en virtud de una profecía muy precisa, esperaban el advenimiento de un libertador. Sabemos, sin embargo, que en aquella época de gran estabilidad para el Imperio Romano, pero de ferviente expectación para el pueblo de Israel, la atención de todos en aquel pequeño rincón del mundo se centraba en la inminente llegada de un libertador: ¿había sido siempre así?

De hecho, la espera de un gobernante mundial se prolongó durante varios siglos. El primer indicio se encuentra incluso en el libro del Génesis (49:10) donde Jacob proclama a sus hijos que

No se quitará el cetro a Judá, ni la vara de mando de entre sus pies, hasta que venga aquel a quien pertenece, y a él irá la obediencia de los pueblos.

Por lo tanto, con el tiempo, la idea de un ungido del Señor que gobernaría sobre Israel se intensificó y se hizo cada vez más precisa: este ungido, este Mesías, sería un descendiente de Judá, a través del rey David. Sin embargo, en el año 587 a.C. se produce la primera gran decepción: la toma de Jerusalén por parte de Nabucodonosor, que destruye el templo, saquea el mobiliario sagrado, deporta a la población de Judea a Babilonia y pone fin a la dinastía de los reyes descendientes de David. Sin embargo, aquí un profeta llamado Daniel, el último profeta del Antiguo Testamento, profetiza que el Mesías vendrá. De hecho, la suya se llama Magna Prophetia: en ella (cap. 2) se proclama que

El Dios del cielo levantará un reino que nunca será destruido y que no pasará a otros pueblos: aplastará y aniquilará todos los demás reinos, mientras que éste durará para siempre.

No sólo eso: en el cap. 7 se especifica que el que ha de venir será «como el Hijo del Hombre» (en el Evangelio de Mateo, el destinado a las comunidades judías de Palestina, Jesús utiliza una expresión similar, «hijo del Hombre», unas 30 veces, que antes había sido utilizada única y exclusivamente por Daniel).

En el capítulo 9, pues, la profecía se realiza también en términos temporales:

Setenta semanas están señaladas para tu pueblo y para tu ciudad santa, para poner fin a la impiedad, para sellar los pecados, para expiar la iniquidad, para establecer la justicia eterna, para sellar la visión y la profecía, y para ungir el Santo de los Santos. Sabedlo y entendedlo bien: desde el momento en que se corrió la voz sobre el retorno y la reconstrucción de Jerusalén a un príncipe ungido, habrá siete semanas.

Como vemos, la profecía que acabamos de citar es extremadamente precisa. Sin embargo, la traducción exacta al italiano del término hebreo שָׁבֻעִ֨ים (šavū‛īm, «šavū‛» indicando el número 7 y «īm» como terminación masculina plural) no debería ser «semanas» (que es en cambio שבועות, es decir, šavū‛ōt, donde «ōt» representa la desinencia femenina plural), sino «septenarios»: en la práctica, setenta veces siete años.

Los judíos contemporáneos de Jesús entendieron el pasaje correctamente, sin embargo, los eruditos contemporáneos no pudieron entender el recuento exacto de los tiempos de Daniel: ¿a partir de cuándo comenzó el recuento de los setenta septenarios?

Pues bien, los recientes descubrimientos en Qumrán han permitido demostrar que no sólo las escrituras hebreas estaban ya perfectamente formadas en el primer siglo de nuestra era y eran idénticas a las que leemos hoy, sino también que los esenios, al igual que muchos de sus contemporáneos, habían calculado los tiempos de la Magna Profecía: según Hugh Schonfield, gran especialista en el estudio de los Rollos del Mar Muerto, los esenios habrían calculado los setenta septenarios (490 años) a partir del 586 a.C., año del comienzo del exilio en Babilonia.

La culminación se habría producido en el año 26 a.C., el comienzo, según ellos, de la era mesiánica y la razón por la que, a partir de esa fecha, las excavaciones arqueológicas muestran un aumento de la actividad vital y constructiva en Qumrán, lo que indicaría que mucha gente se trasladó allí para esperar la llegada del Mesías.

Sin embargo, no eran sólo los judíos de la tierra de Israel los que literalmente tramaban una expectativa que los llenaba de esperanza y fermento. También Tácito y Suetonio, el primero en sus Historiæ y el segundo en su Vida de Vespasiano, informan de que muchos en Oriente esperaban, según sus escrituras, un gobernante que viniera de Judea.

Una estrella en Oriente

Y es precisamente en Oriente donde encontramos otro elemento que nos ayuda a comprender por qué la expectación mesiánica era tan ferviente en el cambio de siglo: el hecho de que también en otras culturas se esperaba el advenimiento de ese «gobernante» del que incluso Roma había oído hablar.

Los astrólogos babilónicos y persas, de hecho, lo esperaban hacia el 7 o el 6 a.C. (en la actualidad, los estudiosos aceptan casi universalmente que el año de nacimiento de Jesús fue el 6 a.C., debido a un error cometido por el monje Dionisio el Menor, quien, en el año 533, calculó el inicio de la Era Vulgar a partir del nacimiento de Cristo, pero lo retrasó unos seis años).

¿Por qué precisamente en ese intervalo de tiempo? Por la salida de una estrella, sabemos por el evangelio de Mateo (cap. 2). Pero, ¿habrá surgido realmente una estrella? Esta pregunta parece haber sido respondida inicialmente por el astrónomo Kepler, quien, en 1603, observó un fenómeno muy luminoso: el acercamiento, o conjunción, de los planetas Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis. Kepler hace entonces algunos cálculos y establece que la misma conjunción habría ocurrido en el año 7 a.C. A continuación, encuentra un antiguo comentario rabínico, en el que se subraya que la venida del Mesías habría ocurrido precisamente en el momento de esa misma conjunción astral.

Sin embargo, nadie da crédito a la intuición de Kepler, entre otras cosas porque en aquella época todavía se pensaba que Jesús había nacido en el año 0, por lo que el 7 a.C. no impresionaba a nadie. Sólo en el siglo XVIII otro erudito, Friederich Christian Münter, luterano y masón, descifró un comentario sobre el libro de Daniel, el mismo de los «setenta septenarios», en el que se confirmaba la creencia judía ya sacada a la luz por Kepler desde otra fuente.

Calendario Estelar de Sippar

Sin embargo, hay que esperar hasta el siglo XIX para que se confirme el fenómeno astronómico observado por Kepler, primero por los astrónomos del siglo XIX y luego gracias a la publicación de dos importantes documentos la Tabla Planetaria, en 1902, un papiro egipcio en el que se registran con precisión los movimientos planetarios, donde los eruditos de la época informaron, por observación directa, de la conjunción Júpiter-Saturno en la constelación de Piscis, que dijeron que era extremadamente brillante; el Calendario Estelar de Sippar, una tabla de tierra escrita en caracteres cuneiformes, de origen babilónico, donde se informan los movimientos de las estrellas en el año 7 a.C., con precisión. C., ya que, según los astrónomos babilónicos, esta conjunción se habría producido tres veces ese año (el 29 de mayo, el 1 de octubre y el 5 de diciembre), mientras que, según los cálculos, el mismo acontecimiento se produciría ordinariamente una vez cada 794 años.

Así, en el simbolismo babilónico, Júpiter representaba el planeta de los gobernantes del mundo, Saturno el planeta protector de Israel, y la constelación de Piscis era el signo del fin de los tiempos. No es tan absurdo, pues, pensar que los Reyes Magos (o mazdeístas) de Oriente esperaban, habiendo sido capaces de prever con asombrosa clarividencia, la llegada de algo especial.

El autorGerardo Ferrara

Escritor, historiador y experto en historia, política y cultura de Oriente Medio.

En el mismo barco

19 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Trabajar para que un día ya no te necesiten: suena paradójico, pero este es el objetivo último de la cooperación al desarrollo. Invertir recursos y creatividad, poner en marcha trabajos, proyectos y programas para que un día todo pueda seguir adelante sin profesionales, ONG´s y similares. De esta determinación se extrae la energía que ha permitido crecer y evolucionar, cambiando las connotaciones para responder a las necesidades de los más vulnerables y corresponder a lo que la realidad demanda.

Esta mentalidad puede verse en la historia de muchas ONG´s que trabajan con los más pobres. Personas que, con enfoques diferentes, no han aceptado la idea de que las fronteras nacionales puedan separar zonas de desarrollo y subdesarrollo. 

Nuestro destino está unido, o todos crecemos o todos caemos. La evolución que ha marcado la cooperación al desarrollo se condensa en una preposición: trabajamos “con”, sólo avanzamos si estamos juntos, en un proceso entre iguales. 

El tema interesante ahora es precisamente el de la cooperación. Todos somos sujetos de la cooperación internacional para el desarrollo: los cooperantes, las empresas, las universidades, las organizaciones de la sociedad civil, las instituciones locales y nacionales, los medios de comunicación y los propios beneficiarios, sus familias y comunidades, sus organizaciones locales en los países de África, Oriente Medio, etc, 

Las herramientas son diferentes: el codiseño y la coprogramación, la subsidiariedad, la localización, el enfoque sistémico e integrado, el carácter multisectorial de los proyectos, los indicadores de rendimiento, los medidores para evaluar el impacto, el seguimiento. Pero son herramientas que necesitan hombres y mujeres de “cooperación”, capaces de mirar más allá, en el tiempo y en el espacio. En otras palabras, nos necesitan.

El autorMaria Laura Conte

Licenciada en Letras Clásicas y doctora en Sociología de la Comunicación. Directora de Comunicación de la Fundación AVSI, con sede en Milán, dedicada a la cooperación al desarrollo y la ayuda humanitaria en todo el mundo. Ha recibido varios premios por su actividad periodística.

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Educación

La relación Iglesia-Estado en Panamá en materia de educación

En Panamá hay una relación de respeto entre el Estado y la Iglesia, también en la educación religiosa, y se respeta la libertad religiosa. Giancarlos Candanedo ha estudiado esa materia, y propone la firma de un acuerdo entre los dos en el ámbito educativo y cultural.

Vytautas Saladis·18 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Giancarlos Candanedo tiene experiencias profesionales de todo tipo. Tras sus estudios de Derecho y Ciencias Políticas, así como de un postgrado en negociación, ambos en Panamá, y de un máster con comunicación política y corporativa en la Universidad de Navarra, ha trabajado como abogado, como docente universitario y además como presentador de televisión. También ha sido servidor público y ha pasado unos años en la política de su país; incluso formó parte del equipo responsable de organizar la Jornada Mundial de la Juventud Panamá 2019.

Parece ser que la última etapa de su recorrido profesional empieza ahora: el 19 de noviembre Giancarlos, junto a otros 24 fieles del Opus Dei, será ordenado diácono en Roma, mientras que para el 20 de mayo de 2023 está prevista la ordenación sacerdotal.

En pocos meses defenderá su tesis doctoral en derecho canónico por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, Roma, sobre el tema “El derecho humano a la educación integral y la enseñanza de la religión en Panamá” sobre el que versa esta entrevista.

¿Cómo ha llegado a saber sobre la necesidad de enfrentar este tema?

– Cuando en 2017 iniciaba la licencia en Derecho canónico en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, debí presentar un trabajo sobre la aplicación de los cánones 804 § 2 y 805 en mi país, relativos a la enseñanza y educación religiosa católica y al nombramiento, aprobación y remoción de profesores de religión. Nunca pensé que en modo tan prematuro se me abriría un horizonte amplio que me llevaría, desde aquel momento, a trabajar una tesis doctoral.

A partir de esa experiencia pude visualizar, respecto de mi país, varias cosas. Primeramente el hecho de la cordial relación Iglesia-Estado en el ámbito educativo.

En segundo lugar, que dicha relación no está fundamentada en un concordato o acuerdo. Siendo esto así, la pregunta que surgió fue ¿en qué se fundamenta?

En tercer lugar que, precisamente por la ausencia de un acuerdo en el ámbito educativo, existía un interesante campo de investigación y la posibilidad de aportar un grano de arena sobre esta temática en Panamá, idea esta que fue secundada por quien pasó a ser mi guía en este largo camino académico, el profesor Stefan Mückl, así como por el arzobispo de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa, que me animó a profundizar en el tema.

¿Cuáles son los puntos clave para asegurar el derecho a la enseñanza de la religión en su país? ¿Qué solución plantea?

– El respeto al Derecho internacional y a la Constitución panameña son los puntos clave para asegurar el derecho a la enseñanza de la religión, sea cual sea la religión de que se trate y que, por iniciativa de los padres de familia, se solicite su enseñanza en colegios públicos.

En este sentido, tanto la libertad religiosa como el derecho de los padres a escoger el tipo de educación para sus hijos tienen amplio sustento en la normativa internacional.

Mi propuesta pasa, entre otras, por la firma de un acuerdo Iglesia-Estado en el ámbito educativo y cultural, del cual presento un borrador.

¿Considera que otros países tienen que enfrentar desafíos semejantes? ¿La solución para Panamá sería una propuesta válida para otros países? 

– Aunque no he profundizado en la realidad de otros países, salvo en los casos de España e Italia que tienen el tema bastante desarrollado, del diálogo con colegas de Centro América me parece que tenemos situaciones y retos similares en cuanto a la relación Iglesia-Estado en el ámbito educativo. Desde esta perspectiva, sin haberlo pensado así al iniciar la tesis, pareciera que esta investigación con origen en una problemática panameña podría tener utilidad o alcance regional.

Para valorar la validez de esta propuesta en otros países será necesario profundizar en la legislación de cada uno, sin embargo, de primera mano, todo apunta a que existen elementos en común, por lo menos en el istmo centroamericano y, por tanto, esta investigación podría dar luces en otras latitudes sobre cómo afrontar la propia realidad jurídico-canónica en el ámbito educativo.

¿Qué importancia tiene la enseñanza de la religión en colegios públicos en Panamá? 

– Se trata de una materia que, por mandato constitucional, se debe impartir en todos los colegios públicos del país. El artículo 107 de la Constitución panameña establece que la religión católica se enseñará en las escuelas públicas, pero asimismo especifica que su aprendizaje y la asistencia a los cultos religiosos no serán obligatorios cuando lo soliciten los padres o tutores de los alumnos.  

¿No sería más congruo con el carácter secular del Estado dejar la enseñanza de la religión a los ambientes extracurriculares? ¿Esto no sería también más eficaz?

– Debemos tener presente que la enseñanza de la religión en las escuelas, sean estas públicas o privadas, no es sinónimo de catequesis. Son dos cosas distintas la enseñanza de la religión desde un punto de vista histórico, cultural e identitario, y la catequesis que consiste en la transmisión de la doctrina a quienes por fe la quieran recibir. La primera no requiere ser católico, ni siquiera cristiano, mientras que la segunda sí conlleva le fe de la persona que recibe la catequesis.

Teniendo esta distinción clara, no es incompatible con el carácter secular del Estado la enseñanza de la religión en las escuelas, incluso públicas.

Probablemente tuvo la ocasión de hablar sobre el tema con profesores de religión, con representantes de la jerarquía eclesiástica y con personas que trabajan para el Estado. ¿Qué reacciones observó: interés, sorpresa, quizás enfado por “tratar de meter” a la Iglesia a las instituciones públicas?

– Ciertamente he podido conversar con muchas personas: funcionarios y ex funcionarios públicos; obispos; religiosos, religiosas y laicos responsables de iniciativas educativas públicas y privadas; profesores, etc. Pude visitar iniciativas educativas conjuntas Iglesia-Estado como las de los Hermanos de La Salle en las ciudades de Panamá y Colón, incluso en zonas de difícil acceso, como el colegio que lleva la orden de Agustinos Recoletos en Kankintú, en la comarca indígena Gnöbe Buglé.

Las reacciones siempre han sido positivas. Todos, principalmente las autoridades gubernamentales y miembros de la sociedad civil, reconocen la labor que históricamente ha desarrollado la Iglesia católica en el ámbito educativo en Panamá.

Asimismo son conscientes de que dicha relación se ha dado por la buena voluntad de las partes y que, a pesar de ello, no son pocos los tropiezos -principalmente económicos y burocráticos-, a los que se enfrentan para poder cumplir con una función social, que además es un derecho humano que implica la formación integral de las futuras generaciones.

¿Qué desafíos presenta la enseñanza de la religión en Panamá?

– Desde el punto de vista del Estado, creo que el desafío es precisamente garantizar el cumplimiento de la constitución, no solo en el ámbito de la enseñanza de la religión católica, sino también en lo relativo al derecho a la libertad religiosa y a la de los padres de familia a escoger el tipo de educación para sus hijos. Hasta el momento no se han dado conflictos en este sentido, pero esto no significa que no puedan darse en un futuro, como ha ocurrido en otros países.

Desde el punto de vista de la Iglesia católica diría que el principal reto es el de garantizar que realmente se enseñe religión católica, tanto en las escuelas públicas como en las privadas, y que quienes la enseñen sean idóneos para dicha tarea y sean acompañados en esa misión.

Asimismo es importante que se oriente a los padres de familia, en el sentido de que sepan cuándo un colegio es católico o de inspiración católica, respecto de uno que no lo es aunque lleve el nombre de un santo o santa. 

Tiene experiencia tanto en la política panameña como en el trabajo con las instituciones de la Iglesia. ¿Qué papel juega la Iglesia en la vida pública y política de Panamá? ¿Cómo es la relación entre la Iglesia y el Estado panameño?

– Hay una relación de respeto mutuo, en la que se reconoce la posición y el papel que cada uno, Iglesia y Estado, deben jugar. En cuanto a la Iglesia católica panameña, desde siempre ha gozado de gran reconocimiento social, pues en todo momento, incluso en los años más difíciles de la dictadura militar (1968-1989), ha mantenido una posición conciliadora.

A lo largo de la historia -también durante la democracia- ha sido garante, a solicitud tanto de los gobernantes de turno como de la sociedad civil, de fructuosos diálogos en búsqueda de la paz y el bien común.

Si Dios quiere, dentro de poco llegará a ser diácono y más tarde sacerdote. ¿Piensa que este trabajo será útil para su futuro servicio eclesial? 

– No sé a dónde vaya a terminar ejerciendo el ministerio sacerdotal, ni si tendrá que ver con esta investigación; lo que sí sé es que seré ordenado para servir a la Iglesia a donde haga falta, y como ella quiera y necesite que le sirva.

En cualquier caso, creo esta investigación en sí ya es un servicio a mi Iglesia local y está disponible para que tanto la Iglesia -católica u otras-, como la comunidad académica y jurídica de cualquier sitio dispongan de él.

El autorVytautas Saladis

Mundo

La «Semana Roja» por la libertad religiosa, pilar de las democracias liberales

La campaña internacional, promovida por la fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), se extiende desde el 16 al 23 de noviembre y quiere llamar la atención sobre las amenazas a la libertad religiosa y los cristianos perseguidos.

Antonino Piccione·17 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Se ha bautizado como «Semana Roja»: reuniones de oración, testimonios y la iluminación roja simbólica de edificios y lugares emblemáticos en muchas ciudades. Una iniciativa para sensibilizar sobre la cuestión de la libertad religiosa con actos especiales en diferentes países. Como la que tuvo lugar en Brasil en 2015, con la iluminación roja del monumento al Cristo Redentor, en recuerdo de la persecución de los cristianos en Irak. O en Italia en abril de 2016, por iniciativa de la oficina nacional de Ayuda a la Iglesia Necesitada, con la iluminación de la Fontana di Trevi en Roma.

Fue entonces la oficina de ACN del Reino Unido la que reprodujo la iniciativa en un miércoles concreto de noviembre, creando el #RedWednesday, que posteriormente se extendió a toda una semana en muchos países. Incluso hoy, el miércoles de la «Semana Roja», que en esta sexta edición cae el 23 de noviembre, será el día más agitado.

Ayuda a la Iglesia Necesitada es una fundación pontificia fundada en 1947 y actualmente presente en 23 países con otras tantas oficinas nacionales. Realiza proyectos de apoyo a la pastoral de la Iglesia allí donde sea perseguida, discriminada o privada de medios.

En 2020, ejecutó más de 5.000 proyectos en 139 países de todo el mundo. La Fundación tiene una triple misión: informar sobre la realidad cotidiana de la Iglesia que sufre, rezar por los cristianos perseguidos y ayudar concretamente a las comunidades que sufren la pobreza y la persecución.

Este año, Ayuda a la Iglesia Necesitada, en vista de la actual normativa de ahorro de energía, ha recomendado que las iglesias mantengan la iluminación roja encendida sólo durante breves periodos de tiempo o la sustituyan por el toque de campanas. Lo sabemos por un artículo publicado en L’Osservatore Romano del 15 de noviembre, por Beatrice Guarrera.

En Australia, diez catedrales se iluminarán de rojo y está prevista una vigilia de oración en la catedral de Canberra. El Reino Unido está planeando encuentros tanto en Inglaterra como en Escocia, incluyendo la iniciativa «Taste of Home», que pide a la gente que se reúna con amigos y familiares. Compartir una comida tradicional de países donde los cristianos son perseguidos será una oportunidad para intercambiar historias sobre la Iglesia que sufre, rezar y recaudar fondos para apoyar a los refugiados.

Hoy está prevista la presentación del informe 2020-22 sobre los cristianos perseguidos por su fe, elaborado por la oficina de la acs en el Reino Unido, que se difundirá posteriormente en otros países. Paralelamente, se celebrará una misa en la iglesia de San Carlos de Viena y están previstas iniciativas en unas 94 iglesias de Austria.

En Francia, se celebrará una mesa redonda sobre la libertad religiosa y los cristianos perseguidos en el Collège des Bernardins de París, seguida de una vigilia de oración nocturna en Montmartre el 23 de noviembre, con un testimonio del arzobispo nigeriano de Kaduna, Matthew Man-Oso Ndagoso. Al mismo tiempo, las campanas de un centenar de iglesias de todo el país tocarán a rebato para dar a conocer la iniciativa.

En Alemania están previstos encuentros y testimonios, como los que se celebrarán en las catedrales de Ratisbona, Maguncia y Augsburgo, con invitados de Irak, Nigeria y Pakistán. Un total de 60 parroquias alemanas han confirmado su participación en la «Semana Roja».

En Portugal, la semana de sensibilización tendrá un apéndice el 24 de noviembre, cuando las fachadas de muchas iglesias se iluminarán de rojo, con encuentros de oración por las víctimas de la persecución religiosa.

De Colombia a Filipinas, de México a Canadá: muchos otros países se movilizarán para mantener el foco de atención sobre la libertad religiosa amenazada en todo el mundo.

La libertad de religión o de creencias es un «bien precioso». Esta definición, que apareció por primera vez en el histórico caso Kokkinakis (1993), se ha convertido en una de las citas estándar en la jurisdicción del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Lo que el tribunal internacional destaca es que la libertad religiosa, además de su evidente importancia para los seguidores de las distintas religiones, es indispensable para configurar una convivencia respetuosa en una democracia moderna. No es un lujo ni un privilegio. Citando al Tribunal, la libertad de religión o creencia es «uno de los fundamentos de una sociedad democrática».

La libertad religiosa se viola en casi un tercio de los países del mundo, donde viven aproximadamente dos tercios de la población mundial; 62 países de un total de 196 registran violaciones muy graves de la libertad religiosa. El número de personas que viven en estos países supera los 5.000 millones, y algunas de las naciones más pobladas del mundo (China, India, Pakistán, Bangladesh y Nigeria) se encuentran entre los peores infractores.

Sin embargo, en los últimos años se han dado pasos importantes en la dirección del diálogo interreligioso, y los líderes religiosos desempeñan un papel cada vez más importante en la mediación y resolución de hostilidades y conflictos. Es un reto que no se puede ignorar «en un mundo -son palabras del Papa Francisco- en el que las diferentes formas de tiranía moderna buscan suprimir la libertad religiosa, o intentan reducirla a una subcultura sin derecho de expresión en la esfera pública, o incluso intentan utilizar la religión como pretexto para el odio y la brutalidad: corresponde a los seguidores de las diferentes tradiciones religiosas unir sus voces para pedir la paz, la tolerancia y el respeto de la dignidad y los derechos de los demás». 

El autorAntonino Piccione

Mundo

Santiago García del Hoyo: “Las dificultades acercan a Dios, aunque no a todos”

Para conocer de cerca la actividad pastoral de la Antártida, entrevistamos a uno de los capellanes del ejército argentino que ha desempeñado este servicio recientemente. 

Javier García Herrería·17 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Padre Santiago García del Hoyo, de 37 años, ordenado sacerdote en 2019 y destinado en la Antártida entre noviembre de 2020 y abril de 2021, ha hablado con Omnes. Procede de una familia de militares. Su abuelo, su padre y varios hermanos son oficiales del ejército y también tiene un tío oficial de la Armada. Antes de ingresar al seminario, estudió ingeniería industrial, pero lo dejó cuando descubrió que Dios le llamaba por otro camino. 

En situaciones de tanta soledad, ¿se nota que la gente es más religiosa? ¿Acude más a la confesión o a el apoyo en el sacerdote?

—La vida en la Antártida es dura. Muy dura. La misión, de hecho, se considera de riesgo. Algunos acuden para obtener unos complementos extraordinarios y mejorar su situación económica, pero a veces uno puede quebrarse ante la rudeza de la misión. Otros van a la Antártida como una forma de huida, por ejemplo porque su situación matrimonial no es buena. A veces tomar distancia les ayuda, pero en ocasiones la lejanía familiar agudiza los problemas. Por eso se comprende que uno esté abierto a todo el apoyo moral que pueda encontrar. La tecnología además ha facilitado enormemente el acompañamiento espiritual, por ejemplo a través de whatsapp. Las primeras semanas y el último mes de la misión son los más difíciles de sobrellevar. 

Algunos pocos se acercan más a Dios, mientras que otros encuentran un apoyo moral en un momento especialmente delicado. Sentir la grandeza de la inmensidad de la naturaleza blanca lleva a algunos a preguntarse por la existencia del creador, mientras que otros se hacen esas preguntas al sentir la soledad del lugar. Ahí se nota que la fe en Dios es el valor principal del ejército argentino. Las dificultades acercan a Dios, aunque evidentemente no a todos. Eso sí, en el largo viaje de regreso a casa en el buque de la armada, hay gente que retoma la catequesis, los sacramentos, se prepara para el matrimonio, etc. 

¿A qué dedica el tiempo cada día un sacerdote que tiene unos fieles y unas posibilidades de actuación tan limitadas? ¿Se aprovecha para escribir, se está mucho en internet…?

—Yo tuve 157 días de navegación y hay pocos momentos con conexión a internet. El barco se mueve mucho, por lo que tampoco es fácil escribir. En mi caso, aproveché para leer bastante los primeros días, pero luego descubrí que el barco es como un cuartel, con gente siempre trabajando. Muchos te piden que bendigas sus tareas y lugares de trabajo, especialmente en los momentos de peligro. Cuando me quise dar cuenta tenía el día lleno de conversaciones sobre Dios con unos y con otros. Me pasaba todas las horas del día de un lado para otro para hablar con quien lo pidiera. No me aburrí. Apenas puedes descansar, de verdad que no alcanza el tiempo para dar apoyo espiritual y moral a la tropa. 

Además, cada día había una Misa a la que asistían 10 o 20 personas. Algo menos al rosario y la coronilla de la divina misericordia, que también rezábamos todos los días. 

¿Podría contar la anécdota más simpática o conmovedora que recuerda de la pastoral ártica?

—Recuerdo a un cabo que vino un día a Misa en el barco y me pidió confesarse. Como tenía pareja y una hija, le pregunté si estaba casado y me dijo que no. Le dije que no podía comulgar hasta que no regularizara su situación. Él no entendía las razones, pero hablábamos con frecuencia y empezó a asistir a Misa diariamente, a rezar el rosario. Recibió una intensa catequesis, llamó a su mujer desde el barco y le contó sus progresos. Seis meses más tarde, les casé en la base militar en la que vivían, y se confesaron varios miembros de la familia antes de la ceremonia. 

¿Cómo se vivió la pandemia?

—Durante la pandemia nadie de la tripulación podía bajar del barco en los distintos puertos, algo bastante duro para los marineros. Para ayudar a afrontar la situación vino a bordo una psicóloga, pero al final ella también se quebró y tuve que ser yo el que la ayudó para que no se viniera abajo en algunos momentos. En fin, que al final la fe suple para ser consejero, psicólogo y lo que haga falta. 

Aparte tuve que acompañar a siete personas cuyos padres fallecieron por el Covid, cuatro de ellos además coincidieron con las fiestas de Navidad. 

Estar lejos de casa y vivir un duelo en alta mar no es fácil. Una cabo cocinera perdió a su padre. Recuerdo estar hablando con ella mientras trabajaba, en una de las zonas más profundas el barco. Se desató un temporal y las olas golpeaban el casco produciendo unos sonidos tremendos. Muchos objetos de la cocina bailaban de un lado para otro. Ella estaba tan afectada, que iba contándome sus sentimientos sin dar la menor importancia a lo que sucedía a nuestro alrededor.

Mundo

Una pastoral en los confines más fríos del mundo. Los sagrarios de la Antártida

Una pastoral única más allá de las periferias. Así es la labor pastoral que desarrollan los capellanes del ejército argentino que llevan a Dios hasta los confines más fríos del mundo. 

Javier García Herrería·17 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Siempre ha habido anécdotas curiosas a lo largo de la historia del cristianismo. Por ejemplo, cuando el astronauta católico estadounidense Mike Hopkins llevó la Eucaristía al espacio durante una misión en 2013. Hopkins pidió permiso a la diócesis de Galveston-Houston, en Texas, para poder subir en la nave espacial formas consagradas, para poder comulgar los domingos durante los seis meses que estuvo de misión en la estación espacial internacional. Sin duda es una anécdota que quedará para la historia y quien sabe si se volverá habitual, si aumentan los viajes espaciales y la colonización de la luna u otros planetas. 

Otra de esas presencias eucarísticas muy especiales se localiza al sur el paralelo 60, donde comienza el territorio antártico. Para este reportaje hemos contabilizado siete capillas católicas, cinco dependientes del arzobispado castrense argentino, otra del obispado castrense chileno y una última de la diócesis chilena de Río Gallegos. El padre Luis María Berthoud, uno de los capellanes argentinos, comentaba en una entrevista que en la pastoral de la Antártida, “si somos más Iglesia en salida… ¡nos caemos del mapa!”. 

Además de la presencia católica, también hay un templo de la Iglesia anglicana noruega, otro de la Iglesia ortodoxa búlgara y uno de la Iglesia ortodoxa rusa, aunque también podría haber otras capillas en bases de otros países. Por ejemplo, una de las bases americanas cuenta con una capilla multiconfesional que atiende dos meses al año un capellán. En cualquier caso, es difícil saber cuántos sagrarios puede haber en la Antártida, pues la pastoral no está centralizada y depende de las diócesis de los distintos países con presencia en la Antártida. 

Sagrarios en el Polo Sur

¿Cómo llegó la fe hasta estos lugares? Con las expediciones científicas en el polo sur, muchas de ellas patrocinadas por ejércitos de distintos gobiernos. Así fue como el 20 de febrero de 1946 el jesuita Felipe Lérida -que en su juventud soportó los fríos de su Soria natal- celebró la primera Misa en el territorio antártico, tras levantar una cruz de 8 metros, en la base científica argentina Arcadas, la primera en establecerse en el continente antártico, en 1904. 

Tras celebrar el oficio religioso, en la medianoche del 20 de febrero de 1946, el padre Lérida envió este telegrama al Papa Pío XII: “Celebrada primera misa, erigida Cruz, establecido culto Virgen María, Continente Antártico, Islas Orcadas, República Argentina. Solicita bendición Padre Lérida, Jesuita, Buenos Aires”. No son las palabras de Armstrong al pisar la luna, pero también son memorables. 

La presencia humana en el continente no ha dejado de crecer y actualmente hay 43 bases permanentes, de 20 países distintos, que albergan una población en invierno de unas 1100 personas, aunque en los meses de verano su número casi se cuadruplica.

Misas heladas

El invierno de 2022 promete ser más frío de lo habitual, pues la subida de precios de los combustibles provocada por la guerra de Ucrania apunta a que encenderemos la calefacción menos que otros años. Ahora bien, este frío no es nada en comparación con el que se pasa cuando uno asiste a Misa en alguna de las capillas del continente antártico. Y es que, aunque no lo parezca, también hay lugares de culto en parajes tan alejados. 

La mayoría de las construcciones en las que se albergan estas capillas son muy rudimentarias, partiendo de contenedores de construcción y otros sencillos modelos prefabricados. Como las condiciones climáticas son extremas, las instalaciones de los polos suelen ser pequeñas, más aún teniendo en cuenta que el número de fieles que asiste a las celebraciones litúrgicas es muy reducido. 

La capilla de Nuestra Señora de las Nieves, la que se encuentra más al sur en todo el planeta, está situada en la base argentina de Belgrano II y se celebra misa a 18º bajo cero, por lo que las ceremonias no deben durar mucho tiempo. Hay que reconocer que se trata de un frío tolerable gracias a que es muy seco. El resto de lugares de culto cuentan con algo de calefacción, por lo que se puede estar en unas condiciones mínimas.  

De todas las capillas de la Antártida, la de Las Nieves es sin duda la más espectacular, pues está dentro de un glaciar y todo el interior es de hielo. Quizá sea el sagrario más al sur del mundo. La fotografía que ilustra este reportaje da cuenta de su belleza. Dentro la temperatura se mantiene constante, pero fuera fácilmente puede hacer -35° en verano… 

Rotación de sacerdotes

Cuando no había escasez de clero, algunos capellanes pasaban todo el año en las bases, pero desde hace años solo pueden atenderlas durante la campaña de verano. Aun así, los capellanes de las de la Antártida de todas las Iglesias y confesiones suelen rotar cada año. Generalmente los sacerdotes están unos pocos días al año en cada base durante la campaña de verano, cuando el sacerdote pasa unos días en la base. Además de celebrar una Misa, se bendice a las personas y se reza por los difuntos. En esos días acude mucha gente a confesarse o charlar con el sacerdote. Para llegar hasta las bases los capellanes suelen aprovechar los viajes del rompehielos Almirante Irizar de la Armada argentina, que desembarca en cada una de las bases para llevar víveres para todo el año y recoger la basura del año anterior. 

Gracias a estos desplazamientos, los sacerdotes se acercan a lugares que no tienen clero en todo el año, e incluso dejan la Eucaristía para que los fieles puedan comulgar a lo largo del año, pues en cada base hay un ministro de la Comunión que se encarga de distribuirla los domingos. Alguna base recibe algún sacerdote durante el invierno, pero no suele ser lo habitual. Este próximo año se va a hacer la prueba de que haya un sacerdote pasando el invierno en la Base Esperanza, y se moverá desde allí por otras tres bases argentinas. En algunas de ellas hay numeroso personal destinado e incluso algunas familias. 

Cuando los capellanes llegan a las bases, su actividad se multiplica. Son pocos los días que se está en tierra y mucha la gente a la que atender. Pero es que además en el ejército todo el mundo tiene un oficio y un horario exigente, y los sacerdotes colaboran en lo que haga falta: picar hielo, cocinar, limpiar o ayudar a otros en sus tareas. 

Vivir la fe sin un pastor

En las seis bases del ejército argentino con personal a lo largo de todo el año hay un sagrario con formas consagradas para que los que lo deseen puedan comulgar los domingos. Reparte la Comunión y reúne a los fieles para rezar un ministro de la Comunión convenientemente instruido, que también está en contacto frecuente con el capellán del ejército que se encargue de la pastoral antártica. Éste les provee de material espiritual o celebra algunas Misas para que puedan seguirlas online

La práctica de la fe no resulta fácil también por la falta de tiempo: las jornadas de trabajo dejan muy poco tiempo para detenerse a rezar. Por esta razón, los capellanes muchas veces animan a las personas de fe que trabajan en las bases a que se acostumbren a transformar en oración el trabajo que realizan.

La cercanía del Papa

En abril de 2015, el suboficial Gabriel Almada no daba crédito cuando descolgó su teléfono y escuchó al otro lado de la línea nada menos que al Papa Francisco. Había recibido su petición para que enviara unas líneas felicitando las pascuas a las tropas destinadas en la base antártica de Marambio. En la capilla de la base se encuentra una réplica de la Virgen de Luján, solemnemente trasladada desde su santuario en 1995. Además, desde hace poco tiempo, conserva un cofre con un solideo del Papa Francisco y un rosario bendecido por él. Llegó hasta allí de la mano del padre Leónidas Torres, que lo transportó la base Esperanza en diciembre de 2015. Esa base cuenta con bastantes familias de militares que pasan allí todo el año, por lo que a veces se celebran también primeras Comuniones. 

En el año 2003 una montaña antártica de más de 1000 de altitud fue dedicada a san Juan Pablo II, como homenaje a sus 25 años de pontificado. Figura con el topónimo Mons Ioannis Pauli II en los registros internacionales. El responsable de la Obra Romana Peregrinaciones, Monseñor Andreatta, organizó una expedición a la Antártida para plantar una cruz sobre el glacial Horseshoe Valley, y poco después se iniciaron los trámites para registrar el nombre de la montaña en los mapas internacionales.

Lecturas del domingo

¡Jesús, acuérdate de mí! Solemnidad de nuestro señor Jesucristo, Rey del universo

Andrea Mardegan comenta las lecturas de la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Andrea Mardegan·17 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Todos los evangelistas citan la inscripción en la cruz de Jesús, con el motivo de la condena. Refieren textos diferentes, pero en todos ellos aparecen las palabras “el rey de los judíos”.

La escena del Calvario descrita por Lucas, que leemos hoy, recoge tres grupos de burlas al “rey de los judíos”: por parte de los dirigentes del pueblo, de los soldados y de uno de los malhechores.

En cambio, Lucas es el único evangelista que describe al pueblo como si no participara en la crítica: observaban para entender el significado de lo que estaba sucediendo.

De hecho, después de su muerte, “toda la multitud que había concurrido a este espectáculo, al ver las cosas que habían ocurrido, se volvía dándose golpes de pecho”: la acción salvadora de Jesús ya estaba dando sus frutos. Las tres frases de burla, paradójicamente, destacan el papel de Jesús como salvador: ¡tú que salvaste, salva!

Los líderes del pueblo querían colgarlo en la cruz para demostrar que no venía de Dios, según lo que está escrito en Deut 21, 22: “Un colgado en el madero es maldición de Dios”. Le dicen: “¡Que se salve a si mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido”, palabras que recuerdan la tentación demoníaca: “Si eres Hijo de Dios, tírate abajo”, desde el punto más alto del templo.

La tentación de utilizar la fe, la posición de uno ante Dios, para beneficio personal. La demanda de los soldados: “Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo”, apela al rey entendido como poder político, y puede compararse con la tentación del diablo en el desierto que le ofrecía en poder todos los reinos de la tierra. La del malhechor, “sálvate a ti mismo y a nosotros”, es comparable a la tentación de convertir las piedras, por hambre, en pan: propone a Jesús un uso de su poder salvador para una salvación terrena contingente y separada de la justicia. 

Con su silencio, Jesús reitera lo que había dicho a los suyos: “Quien quiera salvar su vida, la perderá”. El malhechor que se convierte ha comprendido que Jesús le está salvando a él y a todos precisamente ofreciendo a Dios, como inocente, su propio suplicio. Es el único personaje de todo el Evangelio que se dirige a Jesús por su nombre, sin ningún otro apelativo: “Jesús”, Salvador. Tiene una relación sencilla y confiada con él. Le dice “acuérdate de mí”, como en el Salmo: “Acuérdate de mí con misericordia, por tu bondad, Señor” (25, 7). Ha comprendido que para Jesús aquel es un paso hacia su reino, que no es de este mundo: “Cuando llegues a tu reino”.

Que Jesús esté con él y a su lado es la forma de salvarlo, como había sucedido con Zaqueo y como sucederá con los discípulos de Emaús, y a partir de “hoy”, se convierte en un estar eterno: “estarás conmigo en el paraíso”. Así Jesús está con nosotros, a nuestro lado, siempre, para estar después con nosotros, siempre, en el paraíso.

La homilía sobre las lecturas de la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

Vaticano

Una canción para Carlo Acutis

Rome Reports·16 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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El joven compositor y cantante Luis Mas ha puesto música y voz a la banda sonora de la película ‘El cielo no puede esperar’, un largometraje dirigido por José María Zavala sobre la vida del beato Carlo Acutis.

Conocido como ‘el influencer de la Eucaristía’, el beato se dedicaba a divulgar el Evangelio en las plataformas digitales, llegando a los más jóvenes. Muchos de ellos ya lo consideran ‘el patrón de internet’.


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Vaticano

Papa Francisco: “Tú ves a Dios en la desolación”

El Papa Francisco ha mantenido hoy su habitual audiencia general en la que ha continuado con su catequesis sobre el discernimiento.

Paloma López Campos·16 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco ha mantenido hoy su habitual audiencia de los miércoles en la que ha continuado con su catequesis sobre el discernimiento, poniendo especial atención en la desolación.

En su camino a los pies de la basílica, el Papa Francisco ha bendecido a algunos niños. Al comenzar la audiencia, se ha realizado la lectura de un pasaje del libro de los Salmos.

La desolación en el corazón del hombre

El Santo Padre ha destacado que es “importante leer lo que se mueve dentro de nosotros” y tener una “sana capacidad de estar en la soledad”. Sin esto, corremos el riesgo de quedarnos “en la superficie de las cosas y nunca tomar contacto con el centro de nuestra existencia”.

La desolación, ha contado el Papa, provoca “una sacudida del alma” que nos hace más humildes, lo cual es necesario para el discernimiento y el crecimiento espiritual.

La soledad y la desolación son sentimientos, que son parte de nosotros, y el Papa invita a los fieles a entenderlos, evitando la indiferencia aséptica “no es vida, es como si estuviéramos en un laboratorio”.

Por otro lado, el Pontífice ha señalado que Jesús estuvo solo en algunos momentos de su vida y acercarnos al Señor en su soledad es una manera muy hermosa de conectar con la humanidad de Cristo.

La vida espiritual

El Papa ha apuntado en la catequesis algunas observaciones sobre la vida espiritual, diciendo que esta ·no es una técnica a nuestra disposición, un programa de bienestar interior”. La vida espiritual es “la relación con el Viviente”.

Por último, los fieles han recibido un mensaje de esperanza por parte del sucesor de san Pedro: “Tú ves a Dios en la desolación”. El Papa ha afirmado que no se puede tener miedo a la desolación, allí hay que buscar el corazón de Cristo y “la respuesta siempre llega”, debemos evitar la voz del tentador que dice lo contrario.

Estados Unidos

Una iglesia sinodal, eje de la Asamblea Plenaria de los obispos estadounidenses

Del 14 al 17 de noviembre se lleva a cabo en Baltimore, Maryland, la Asamblea Anual de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés). La elección de Mons. Broglio como su nuevo presidente y Mons. William E. Lori como vicepresidente han sido una de las noticias más comentadas de esta plenaria.

Gonzalo Meza·16 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

Esta reunión reviste una peculiar importancia pues la nueva dirección de la conferencia, junto con los obispos del país, deberán diseñar las prioridades pastorales y el plan estratégico de la Conferencia para los próximos años. Unos planes que deberán tener como fundamento una Iglesia sinodal y misionera.

Una de las primeras actividades de la sesión fue la elección de la nueva cúpula de la USCCB para el trienio 2022-2025. Por voto mayoritario, los obispos norteamericanos eligieron a Mons. Timothy P. Broglio, Arzobispo de la Arquidiócesis de los Servicios Militares y a Mons. William E. Lori, Arzobispo de Baltimore, como Presidente y Vicepresidente, respectivamente. Sustituyen a Mons. José H. Gomez, Arzobispo de Los Ángeles y Mons. Allen H. Vigneron, Arzobispo de Detroit quienes concluyen su mandato.

Los trabajos de esta Asamblea iniciaron con la alocución del Nuncio Apostólico, seguido por el discurso de Mons. José H. Gómez.

Vivir la sinodalidad en la Iglesia

En su intervención, el Nuncio se preguntaba “¿Dónde estamos como Iglesia y hacia dónde vamos?”. “La Iglesia tiene que salir a evangelizar o corre el riesgo de enfermarse y convertirse en auto referencial. Debe ser una Iglesia pobre para los pobres” prosiguió el Nuncio. “El proceso sinodal”, continuó, “implica discernimiento, purificación y reforma. Una Iglesia misionera impulsa a todos los bautizados a ser discípulos evangelizadores”.

“Es por ello”, indicó Pierre, “que los laicos deben ser vistos no solo como ‘colaboradores de los clérigos’ sino ser reconocidos como verdaderos corresponsables de la misión y acción de la Iglesia”. “Se trata de contar con discípulos maduros y comprometidos”, precisó. “¿Cómo se puede realizar esto? Por medio de la santidad: la exhortación Gaudete et Exsultate es una hermosa mediación sobre el llamado a la santidad de todos los fieles”.

“La Iglesia en los Estados Unidos”, apuntó el Nuncio, “está empezando a pensar y vivir de una forma sinodal. Pero no deja de haber aflicciones que requieren comprensión, escucha y paciencia. A mi me parece que una buena parte de la división en el país, en los vecindarios, en las familias e incluso en la Iglesia, provienen del hecho de que hemos olvidado estar unos con otros y hablar unos con otros”.

El Nuncio mira el futuro de la Iglesia norteamericana con esperanza: “A veces podemos quedarnos atrapados en el pensamiento de crisis y elaborar un diálogo de crisis, pero si uno mira la historia, en los designios providentes de Dios, la Iglesia sale y emerge de las experiencias de crisis. Estos momentos nos permiten discernir la presencia del Señor y reenfocarnos en la misión y en el camino hacia donde nos dirigimos juntos”, concluyó Mons. Pierre.

«Necesitamos una nueva generación de santos»

El tema de las crisis también estuvo presente en el discurso final de Mons. José H. Gómez. Probablemente, como él afirma, le tocó encabezar la USCCB en unos tiempos sin precedente en la historia debido a la cantidad de situaciones que se dieron simultáneamente en EUA y el mundo: “Pasamos por una pandemia, disturbios en nuestras ciudades; una elección presidencial; profundas divisiones políticas, económicas y culturales; la anulación de Roe vs. Wade; una nueva guerra en Europa; una crisis mundial de refugiados”.

“En general”, señaló Gómez, “nuestra sociedad se ha desplazado rápidamente hacia un secularismo intransigente en donde las normas y valores tradicionales se cuestionan severamente”.

Sin embargo, para Gómez, aun en medio de estas situaciones, la esperanza que es Cristo brilla aún más. La clave es la santidad: “Hoy necesitamos una nueva generación de santos, hombres y mujeres. Tengo esperanzas en el próximo Sínodo de los Obispos. Porque el Sínodo se trata de nuestra vocación de amar a Jesús y construir su Reino en las circunstancias ordinarias de nuestra vida cotidiana”.

Parafraseando a la Sierva de Dios y activista fundadora del Movimiento de los Trabajadores Católicos, Dorothy Day, Gómez indicó: “En nuestro mundo hay lugar para los grandes santos como nunca antes. Todos estamos llamados a ser santos. Ahora más que nunca, la Iglesia necesita estrategias pastorales sólidas para comunicar el Evangelio, para usar las plataforma de medios y redes con el fin de dirigir nuestros corazones y nuestras mentes a Cristo, para llamar a nuestra gente a convertirse en grandes santos”.

En el llamado y en el ejercicio de la santidad, Gómez indicó que los tiempos actuales en los EUA también nos ofrecen una oportunidad providencial, que es la Iniciativa del Renacimiento Eucarístico (liga): “Lo que nos mantiene unidos y nos hace uno, es la Eucaristía. Por ello el Renacimiento Eucarístico es tan importante. La Eucaristía es el misterio del amor de nuestro Creador, el misterio de su deseo de compartir su vida divina en amistad con cada uno de nosotros”, concluyó.

Mons. Timothy P. Broglio

El Arzobispo Broglio nació en 1951 en Cleveland Heights, Ohio. Estudió en el Boston College y posteriormente obtuvo el Doctorado en Derecho Canónico en la Universidad Gregoriana de Roma.

Mons. Timothy P. Broglio ©CNS photo/Bob Roller

Recibió la ordenación sacerdotal el 19 de mayo de 1977. En 1979 ingresó a la Pontificia Academia Eclesiástica. Trabajó en las Nunciaturas en Costa de Marfil y Paraguay.

De 1990 a 2001 ejerció como jefe de gabinete del Cardenal Angelo Sodano. En febrero de 2001 fue nombrado Nuncio Apostólico en la República Dominicana y Delegado Apostólico en Puerto Rico.

Recibió la ordenación episcopal de manos de San Juan Pablo II el 19 de marzo de 2001. El 19 de noviembre de 2007 fue nombrado cuarto arzobispo de los Servicios Militares de EE. UU.

La sede de esta arquidiócesis castrense se encuentra en Washington D.C., a unos pasos de la sede de la USCCB.

Mons. William E. Lori

William E. Lori nació en Louisville, Kentucky (KY). Estudió en el Seminario de San Pío X, en Erlanger, KY en 1973. Obtuvo una maestría en el Seminario Mount St. Mary en Emmitsburg, Maryland en 1977 y luego un doctorado en teología en la Universidad Católica de América en Washington, D.C., 1982.

Mons. William E. Lori©CNS photo/Bob Roller

Recibió la ordenación sacerdotal en 1977 en la Catedral St. Matthew en Washington, DC. En su ministerio ejerció además como secretario del cardenal James Hickey así como canciller, moderador de la curia y vicario general.

En 1995 fue ordenado obispo auxiliar de Washington, DC y, en 2001, fue nombrado obispo de la Diócesis de Bridgeport, Connecticut.

El Arzobispo Lori jugó un papel decisivo en la redacción de la histórica Carta para la Protección de Niños y Jóvenes.

En 2005, fue elegido Capellán Supremo de Caballeros de Colón. El 20 de marzo de 2012, el Papa Benedicto XVI lo nombró decimosexto arzobispo de Baltimore.

Mundo

Madeleine Enzlberger: “El objetivo final de una censura impuesta por el Estado es la autocensura”

La directora ejecutiva del Observatory on Intolerance and Discrimination against Christians in Europe (OIDAC Europe) considera que "la libertad de religión y las demás libertades fundamentales intrínsecamente vinculadas, como la libertad de expresión, deben ser mejor vigiladas y protegidas, especialmente en las universidades".

Maria José Atienza·16 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

“Cuanto menos conocimiento o educación tiene un cristiano sobre su propia fe, más probable es que se autocensure” así afirma Madeleine Enzlberger, directora ejecutiva del Observatory on Intolerance and Discrimination against Christians in Europe (OIDAC Europe).

Esta plataforma acaba de publicar su último informe sobre los ataques a la libertad religiosa en Europa en el que recoge más de 500 casos de delitos de odio contra la fe cristiana en diversos ámbitos y países europeos.

El informe, presentado en el marco del Día Internacional de la Tolerancia que se celebra cada 16 de noviembre, muestra cómo en la actualidad el índice de delitos de odio y la creciente intolerancia laica tienen un efecto paralizante (chilling effect) sobre la libertad religiosa de los cristianos.

En muchas sociedades occidentales nos encontramos con la realidad de una falta de formación en la fe de los propios cristianos que dificulta su defensa de temas nucleares como la dignidad de la vida o el papel de la Iglesia en la sociedad… ¿Tenemos el reto clave en la educación? ¿Cómo abordar una tarea tan amplia?

–Una de las principales conclusiones de nuestro reciente estudio sobre el fenómeno de la autocensura entre los cristianos en Alemania y Francia, reveló que el nivel de educación de los cristianos se correlaciona significativamente con su tendencia a la autocensura.

Esto significa que cuanto menos conocimiento o formación tiene un cristiano sobre su propia fe, más probable es que se autocensure.

Lo harán porque no se sienten lo suficientemente seguros para expresar públicamente su opinión, que a menudo es vista de forma crítica por el público, simplemente es un problema de baja autoestima debido a la falta de conocimiento. También descubrimos que es un problema que afecta más a los católicos que a los protestantes.

En definitiva, no se trata de un problema que sólo pueda resolverse generando más conocimientos teológicos, sino de una creencia personal y relacional que se manifiesta en la vida cotidiana y en la identidad de un creyente.

Para que una persona pueda desarrollar este nivel de fe necesita suficiente espacio y libertad en la esfera privada y pública.

Si, por ejemplo, un joven se enfrenta a una discriminación o intolerancia persistentes o ve que sus compañeros sufren castigos sociales o legales por expresar sus opiniones de acuerdo con su creencia, en algunos casos es probable que la persona llegue a la conclusión de que los costes sociales de mantener su creencia son demasiado altos.

En consecuencia, el individuo podría incluso abandonar su fe por completo. Esta es una evolución que no puede ser deseable en ninguna sociedad pluralista y verdaderamente tolerante.

Para hacer frente a este problema, es importante contrarrestar los dos principales problemas de este desarrollo erosionado.

En primer lugar, la libertad de religión y las demás libertades fundamentales intrínsecamente vinculadas, como la libertad de expresión, deben ser mejor vigiladas y protegidas, especialmente en las universidades.

Hay que detener y revertir el llamado chilling effect (efecto paralizante) que se traduce incluso en una cultura de la anulación, no sólo en beneficio de los cristianos sino de toda la sociedad.

En segundo lugar, los creyentes necesitan espacios seguros para poder crecer en su fe y, hasta cierto punto, también cierta formación apologética.

Los cristianos están llamados a decir la verdad cuando se les pide, o cuando ven que se comete una injusticia, y esto requiere cada vez más valor.

Madeleine Enzlberger. Directora ejecutiva OIDAC Europe

Muchos cristianos consideran que defender una posición sólida es contrario al respeto por las diferentes formas de vida o creencias que nos rodean. ¿Cómo evitar la trampa de la autocensura disfrazada de tolerancia o prudencia?

–Esta es una cuestión más espiritual que práctica, diría yo. No existe un concepto único que pueda aplicarse a todo el mundo. También hay que tener en cuenta que las distintas confesiones tienen posturas diferentes sobre algunas cuestiones y sobre cómo abordarlas.

Un enfoque que podría considerarse una estrategia general es discernir la motivación y la postura del propio corazón cuando hablamos.

Un corazón endurecido, la percepción de que luchamos contra la gente o el miedo son, por lo general, consejos poco acertados. Recuerda siempre que no luchamos contra alguien, sino por alguien.

Los cristianos están llamados a decir la verdad cuando se les pide, o cuando ven que se comete una injusticia, y esto requiere cada vez más valor.

Discernir el propio corazón es un buen navegante y responsabilizar a las partes interesadas en el terreno de los principios democráticos.

Los cristianos de Europa no son sólo creyentes, sino también ciudadanos de países democráticos, que ponen la tolerancia en su bandera.

¿Es más peligrosa la autocensura o la censura impuesta?

–Hay que responder a esta pregunta de forma diferenciada, porque ambas formas de censura pueden ser muy perjudiciales.

Madeleine Enzlberger. Directora ejecutiva OIDAC Europe

En última instancia, la censura impuesta por el Estado es más peligrosa porque es más amplia. En comparación con la autocensura, es más visible y, por lo general, la censura estatal está vinculada a un castigo legal. En consecuencia, el efecto de enfriamiento es muy severo, y la gente no sólo será censurada sino que se autocensurará, que es el objetivo final de la censura impuesta por el Estado.

También crea una falta de confianza entre los individuos porque nunca se sabe en quién se puede confiar o no y a quién se le puede contar algo o no. La censura impuesta por el Estado es, por tanto, uno de los rasgos más esenciales de un régimen totalitario en contraste con una democracia liberal.

El peligro de la autocensura es que a menudo no es visible a primera vista, y también puede darse en las democracias porque es una forma especial de «regular» un conflicto social existente. En nuestra época el conflicto gira sobre todo en torno a los fundamentos de nuestra moral, que a su vez funcionan como base para la regulación de nuestra convivencia en una sociedad.

Como la autocensura es un fenómeno social más sutil, erosiona lentamente la libertad de expresión y los discursos públicos y privados diversos y vitales. Sin la libertad de expresión no se puede garantizar plenamente la libertad religiosa.

Sin el libre intercambio de ideas en el discurso público, las democracias no pueden evolucionar y dejan de ser verdaderamente representativas.

Estamos en un momento en el que, en la esfera pública, se evita cualquier signo religioso o se critica a una persona, dirigente, etc. que asiste a un servicio religioso. ¿Es realmente una falta de pluralidad o de respeto a otros creyentes o ateos mostrar una dimensión no sólo religiosa sino también espiritual del ser humano?

–La suposición de que las personas no religiosas basan su moral o su pensamiento en una verdad «neutra» sin valores es sencillamente falsa.

Todas las personas tienen creencias que se basan en una verdad fundamental, incluso cuando esta verdad no implica a Dios. Este es uno de los mayores errores del mundo actual. Esto significa que todas las personas derivan sus decisiones o comportamientos de alguna forma de verdad, no hay ninguna exención.

Dejar la religión fuera de la ecuación cuando intentamos comprender la realidad social siempre nos llevará a un resultado sesgado.

Madeleine Enzlberger. Directora ejecutiva OIDAC Europe

El segundo concepto erróneo es que la secularidad significa que la fe no pertenece al espacio público. Esto tampoco es cierto. La laicidad, que separa a la Iglesia del Estado y garantiza una relación sana entre ambos, es en general neutral respecto a la religión.

La laicidad significa que el Estado no tiene una posición positiva ni negativa hacia la Iglesia. En cambio, el laicismo, que es la secularidad impregnada de ideología, tiene un sesgo específicamente antirreligioso y a menudo anticristiano. Por lo tanto, hablamos de la dinámica de la intolerancia secular como el principal impulsor de los casos de intolerancia y discriminación que observamos contra los cristianos en Europa.

Un tercer concepto erróneo es que una creencia personal es algo que podría compararse con un estilo de vida o una afición elegida, lo cual no es así, de hecho, es uno de los marcadores de identidad preponderantes en las personas. Dejar la religión fuera de la ecuación cuando intentamos comprender la realidad social siempre nos llevará a un resultado sesgado.

A la luz de estos tres conceptos erróneos, es justo decir que el verdadero respeto y la diversidad sólo pueden existir si los no creyentes y los creyentes se consideran iguales porque no hay diferencia entre ellos, ya que ambos grupos siguen su forma de entender la verdad. Una verdad basada en la fe no vale en absoluto menos que una verdad no derivada de la fe. Este es el punto más esencial.

El informe anual de OIDAC

El estudio realizado por OIDAC (Observatory on Intolerance and Discrimination against Christians in Europe) se basa principalmente en el análisis del trato que recibe actualmente la libertad de religión y de conciencia.

Para ello, hay tres elementos fundamentales en los que se centra el estudio: la libertad de expresión, la patria potestad, la libertad de reunión y la libertad contractual. OIDAC ha recogido los datos principalmente a través de archivos del propio Observatorio, entrevistas, cuestionarios, informes de los gobiernos, estadísticas oficiales y medios de comunicación.

También cuenta con la colaboración en el estudio de dos expertos en libertad religiosa: Janet Epp Buckingham y Todd Huizinga.

En el año 2021, OIDAC registró delitos de odio hacia los cristianos en 19 países europeos, 14 de ellos implicaron algún tipo de agresión física y 4 casos fueron asesinatos.

Por otro lado, durante el mismo año varias organizaciones cristianas fueron vetadas de plataformas sociales por tener opiniones discrepantes, mientras que en esos mismos medios los comentarios y discursos violentos contra los cristianos sí que se permitieron.

El informe también refleja el aumento de la autocensura por parte de los cristianos a lo largo del 2021 en cinco ámbitos: la educación, el lugar de trabajo, la esfera pública, las relaciones privadas y los medios de comunicación.

Los resultados del estudio indican que Francia y Alemania son los países en los que se concentran la mayor cantidad de delitos de odio, seguidos de Italia, Polonia, Reino Unido y España.

La mayoría de los delitos consisten en vandalismo (pintadas, daños en las propiedades y profanación) y, en segundo lugar, se encuentran el robo de ofrendas, objetos religiosos, hostias consagradas y los bienes muebles de las iglesias.

Durante épocas de fiestas religiosas, como Navidad, se observa que hay una concentración de delitos de odio contra los cristianos, perpetrados principalmente por satanistas, islamistas y grupos políticos de extrema izquierda.

En conclusión, en el informe de la OIDAC se examinan las dificultades que tienen los cristianos practicantes en Europa, debido a la hostilidad social, a los delitos de odio, el trato discriminatorio y los estereotipos.

Estos hechos perjudican las libertades fundamentales cuya protección, según el Observatorio, “es vital para mantener una sociedad democrática, y para promover la tolerancia, la paz y el respeto hacia sus miembros”.

TribunaR.J. Snell

Hombres y mujeres de esperanza

Ante la situación de crisis que parece abrazar todos los ámbitos de la existencia y la sociedad actual, los católicos hemos de ser, más que nunca, hombres y mujeres de esperanza.

16 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Hace poco me enteré de que el “doomscrolling”, es lo suficientemente frecuente como para preocupar a médicos y terapeutas. Se trata de la obsesión por las noticias negativas en las redes sociales, un extraño deseo de sentirnos bien por sentirnos mal.

Ciertamente, los problemas abundan, y por todos lados. La guerra, la economía, la desintegración familiar, el colapso demográfico, la pérdida de adhesión religiosa y la sensación de que Occidente está decadente, con los católicos enredados en esa decadencia. Es demasiado fácil encontrar malas noticias, incluso malas noticias sobre la Iglesia.

Por otra parte, siempre hemos tenido problemas. Me consuela recordar que la primera persona que recibió la Eucaristía fue Judas Iscariote. Más que una historia triunfal, la Última Cena tiene la traición grabada en su núcleo y presagia las agonías del Huerto y la Cruz. El cristianismo no es un cuento de hadas, y la Encarnación trae la redención, pero también el sufrimiento de Cristo. De hecho, nos prometió nuestras propias cruces.

No es casualidad que Jesús sea tentado para hacer las cosas fáciles y seguras. Pan, señales, paz, es decir, prosperidad, certeza y seguridad. En muchos sentidos, el proyecto moderno prometió un mundo seguro y próspero gracias a la certeza de la ciencia. Si, como afirmaba Francis Bacon en su Nuevo Órgano, nos liberábamos de las supersticiones, recurriendo al poder humano para producir y controlar, podríamos progresar hacia el cielo en la tierra, mejorando la suerte humana para siempre. O, como dice el Gran Inquisidor de Dostoievski, Cristo ofrece libertad, pero lo que queremos es pan. Lo que Jesús experimentó como tentaciones, la modernidad lo ha reclamado como buenas noticias.

Como hombres modernos experimentamos una seguridad, una certidumbre y una prosperidad de las que raramente se ha disfrutado a lo largo de la historia. Gran parte de esto es bueno, por supuesto. Ninguna persona prudente ve con buenos ojos el hambre o la guerra. Pero tal vez hemos confundido ámbitos y suponemos que el admirable progreso en ciencia, tecnología y medicina se traslada al ámbito de la libertad humana.

Al dominio de nuestras acciones, de nuestros amores, de nuestro espíritu y, por tanto, también de nuestros pecados. Si la ciencia puede traer salud y prosperidad, ¿por qué no puede vencer la lujuria de la carne, la lujuria de los ojos y la soberbia de la vida?

Cuando la realidad humana se resiste obstinadamente a las soluciones tecnológicas, muchos ceden a tres errores. Para los que se han convertido en racionalistas, convencidos de que hay una solución para todos los problemas humanos, aparecen dos errores: primero, un redoblamiento del racionalismo, una voluntad de sacrificar la libertad y las personas a la técnica, convencidos de que sólo hay que probar una solución mejor; segundo, una resignación desesperada de que el arco de la decadencia y el declive es ya permanente e inexorable, y lo único que hay que hacer es esperar el final.

En tercer lugar, otros abrazan una especie de fundamentalismo ahistórico, empeñados en vivir en un mundo que ya no existe (si es que alguna vez existió) y que ven a la Iglesia como una vía de escape, un lugar de seguridad cuando el mundo parece arder con muchos problemas. 

Sin embargo, para la mente católica, las formas de racionalismo y fundamentalismo no tienen ningún atractivo porque tenemos la esperanza infundida en nosotros a través de nuestro bautismo y los dones del Espíritu Santo. Si nos desesperamos, levantando las manos y concluyendo que no se puede hacer nada, hemos perdido la esperanza. Si silbamos alegremente melodías felices, indiferentes a los desafíos y al sufrimiento, somos culpables de presunción.

En cambio, Dios nos da esperanza y nos pide que la mantengamos, porque sabemos que hay otro, Dios, para quien nada es imposible y que no quiere que nadie perezca. Cristo no ha venido a condenar, sino a salvar (Jn 3, 17) y, sobre todo, que hay otro que actúa en nuestro mundo y que no nos quita la libertad ni la responsabilidad, sino que nos da aún más libertad y responsabilidad, así como la gracia necesaria.

Nuestra tradición entiende que la esperanza es una virtud. Las virtudes no disminuyen al ser humano, sino que nos hacen más perfectamente humanos además de hacernos amigos de Dios. La esperanza no es un mero rasgo de la personalidad, sino una disposición para pensar, elegir y actuar como se debe. 

Nuestro tiempo necesita que los católicos sean buenos católicos y buenos seres humanos. La mente católica es esperanzadora no porque confíe en el racionalismo; tampoco se retira a algún refugio eclesiástico. La mente católica es esperanzadora porque hay un Dios que promete que su voluntad se cumplirá, y él quiere el bien.

La mente católica también sabe que el camino del propósito de Dios incluye la Cruz, y no puede evitar la Cruz, no puede llegar a sus propósitos por otro camino más fácil. Por eso, mientras nos lamentamos por tantas malas noticias, por tantas noticias terribles, no desesperamos.

El autorR.J. Snell

Redactor jefe de The Public Discourse.

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Mons. Shevchuk visita a Papa Benedicto XVI

El arzobispo ucraniano Sviatoslav Shevchuk de Kyiv-Halych visitó al Papa Benedicto XVI el pasado 9 de noviembre de 2022.

Maria José Atienza·15 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
España

El nuevo secretario general de los obispos españoles, el próximo miércoles

El sucesor de Mons. Luis Argüello al frente de la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Española saldrá elegido en votación el miércoles 23 de noviembre por la mañana.

Maria José Atienza·15 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

La Conferencia Episcopal Española trabaja ya en previsión a la intensa agenda de la semana que viene, en la que tendrá lugar la Asamblea Plenaria número 120 de los obispos españoles en la que está previsto que salga el nombre del nuevo Secretario General y Portavoz del episcopado español.

Mons. Luis Argüello, quien ha ocupado este puesta hasta la fecha, ha presentado su renuncia (que hará formal al inicio de esta próxima plenaria) al ser nombrado Arzobispo de Valladolid.

Así, esta mañana, en un. briefing informtivo para los medios de comunicación, el director de la Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal Española, José Gabriel Vera, ha dado a conocer el timing y los puntos clave de la elección a la Secretaría General del los obispos españoles.

El miércoles por la mañana, los obispos españoles estrenarán nuevo Secretario General. Será el punto primero, y quizás el más mediático, de la reunión de ese día, que suele comenzar en torno a las 10:00 a.m.

La tarde anterior tendrá lugar una reunión ad hoc de la Comisión Permanente de los obispos tras la que se darán a conocer los nombres propuestos para ocupar este cargo.

Una de las preguntas que ha flotado en le aire es la posibilidad de separar las tareas de portavocía de la Conferencia Episcopal Española de la persona del Secretario General. Un cambio de «papeles» que, de todas formas, dependería directamente del nuevo Secretario General ya que sólo él puede decidir delegar la función de portavocía que se recoge como una de las atribuciones en el cargo de Secretario General de la CEE en el epígrafe 8 del artículo 45 de los Estatutos de la Conferencia Episcopal Española que se refiere a la tarea del Secretario General.

¿Cómo se determinan los candidatos a Secretario General?

La Comisión Permanente, en este caso, reunida ad hoc dentro de la misma Asamblea Plenaria, realiza un elenco con los candidatos.

Aunque se habla tradicionalmente de «terna» , los estatutos no determinan un número concreto de candidatos que pueden ser presentados a la Plenaria.

Aparte de los nombres que se tengan a bien proponer, se deben incluir los candidatos que cuenten con el aval de al menos diez obispos (entre los que se puede encontrar el propio candidato).

Para poder ser presentado, el candidato ha tenido que aceptar con anterioridad y, si se trata de un laico o un sacerdote, hay que solicitar el consentimiento de su obispo diocesano. Aunque existe la posibilidad de que un laico sea Secretario General de los obispos españoles se trata de una situación que no se ha dado nunca en la Conferencia Episcopal Española y que, por el momento, no parece que vaya a cambiar.

La elección del Secretario General

El nuevo Secretario será elegido por mayoría absoluta (mitad +1) del quorum que, al inicio de la Asamblea, se establezca, teniendo presentes los asistentes.

En este caso, son 78 obispos los electores en esta Asamblea Plenaria que comienza la próxima semana. Tienen derecho a voto los miembros de pleno derecho de la CEE, actualmente son: 3 cardenales (el cardenal Antonio Cañizares como administrador apostólico de Valencia); 14 arzobispos, 47 obispos diocesanos y 11 auxiliares. Además de los administradores diocesanos de Ávila, Menorca y Girona. En este caso no tienen derecho a voto ni el obispo electo de San Sebastián ni el obispo auxiliar electo de Getafe puesto que no han recibido la ordenación episcopal, momento en el que pasarán a ser miembros de pleno derecho de la CEE.

La votación se realiza de manera digital y es secreta. Es la primera vez que el Secretario General de la CEE se elige por esta modalidad de votación que los obispos utilizaron, por primera vez, en marzo de 2019 y que se ha consolidado.

Si después de dos votaciones nadie obtiene la mayoría necesaria, se procede a una tercera votación entre los dos candidatos más votados. Si en esta votación hubiera habido un triple empate, se votaría entre los dos de mayor edad. Si se empata entre estos dos, se elige al de mayor edad.

Si el elegido como Secretario General no estuviera en la sala de la Plenaria, el Presidente de la Conferencia Episcopal será el encargado de comunicar la elección al interesado, que tendrá que aceptar el cargo. El proceso finaliza una vez que el Presidente comunica en la sala la aceptación del cargo.

El Secretario General es elegido para un período de 5 años, con posibilidad de reelección solo para un segundo quinquenio sucesivo.

Finaliza la «etapa Argüello»

Con la elección del nuevo Secretario General finaliza la etapa, al frente de este puesto de Mons. Luis Argüello, que empezó en esta tarea como obispo auxiliar de Valladolid y la abandona como Arzobispo titular de la misma diócesis.

Mons. Argüello salio elegido como Secretario General de los obispos españoles el 21 de noviembre de 2018 para el quinquenio 2018-2023. Durante este tiempo, ha sido miembro, por tanto, de la Comisión Permanente de la CEE y de la Comisión Ejecutiva de la CEE.

Durante los años en los que Mons. Arguello ha estado al frente de la Secretaría han sido muchos los temas y situaciones delicados que ha tenido que tratar. Han sido los años de desarrollo de los trabajos en favor de la protección de los menores y el compromiso de la Iglesia ante los abusos sexuales.

Estos años han visto también la renovación de los estatutos de la CEE, la puesta en marcha del plan de formación para los seminarios o la renovación de la presidencia de los obispos españoles, que se produjo una semana antes de la instauración del estado de alarma por la pandemia de Covid en marzo de 2020.

Además, Mons. Argüello ha sido la voz de los obispos ante temas como la eutanasia, ante la aprobación de la Ley Orgánica de regulación de la eutanasia en el Congreso de los Diputados.En 2020, la Comisión Ejecutiva de la CEE emitía, el 14 de septiembre, la nota con el título No hay enfermos «incuidables», aunque sean incurables y promovieron una Jornada de ayuno y oración para pedir al Señor que inspire leyes que promuevan el cuidado de la vida humana.

Otro gran tema, la defensa de la vida y el aborto ha estado presente en estos años ante distintas legislaciones gubernamentales. De este modo, la nueva Ley sobre salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo y ante la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI y su notorio recorte de las libertades dio lugar también a la nota «A favor de la dignidad e igualdad de toda vida humana».

Mundo

Polonia y Hungría: programas familiares ante la natalidad española

La inversión en familia en Polonia y Hungría ha mostrado un fuerte contraste con el sombrío panorama de la natalidad en España, según una Jornada sobre ‘Natalidad y Políticas de Ayuda a la Familia’ en la Universitat Abat Oliba CEU. La viceministra polaca de Familia, Bárbara Socha, y la embajadora húngara en España, Katalin Tóth, mostraron ayer la apuesta por la familia de sus países.

Francisco Otamendi·15 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

El año pasado, España tenía 11,5 millones más habitantes que en 1976, hasta llegar a 47,5 millones, pero nacieron un 50 % menos niños que 45 años antes. La fecundidad ha bajado a 1,2 hijos por mujer, “un nivel catastróficamente bajo”. En España muere más gente que la que nace, manifestó en su intervención Alejandro Macarrón, coordinador del Observatorio Demográfico del CEU.

Con las pautas de fecundidad españolas recientes, el 40 % o más de los jóvenes españoles no tendrá ni siquiera un hijo, y de más mayores, en torno a la mitad no tendría ni siquiera un nieto. Hace una generación y media, solo entre el 10 y el 12 % de los españoles no tenía niños, añadió el experto.

Y prosiguió: La inmensa mayoría de las familias en España con hijos tienen solo uno o dos hijos, y las familias realmente numerosas (con 4 ó 5 hijos, o más) son ahora un porcentaje ínfimo del total. Hasta hace 40–50 años, las familias numerosas eran muy abundantes.

Estos y otros datos, expuestos por Alejando Macarrón por la mañana, contrastaron con la apuesta por la familia y la natalidad lanzada por la tarde por las representantes de Hungría y Polonia.

Inversión para el futuro

“La familia es el valor más importante para nosotros, es incluso más importante que tener una buena salud, una buena carrera profesional, prosperidad económica, riqueza, buenos amigos o éxito en general. Nosotros identificamos la felicidad como una felicidad familiar”, manifestó Bárbara Socha, número 2 del departamento de Familia de Polonia, de forma telemática.

“Todas las medidas que tomamos en Polonia tienen el objetivo de crear un entorno apropiado para formar una familia y tener hijos. Esto es una inversión necesaria para el futuro de Polonia. Es un reto, no solo para el gobierno de Polonia, sino también para los gobiernos locales, empleados, y organizaciones no gubernamentales y muchos otros grupos de interés”, señaló la viceministra.

A continuación, la política polaca expuso programas y planes de apoyo a las familias, como Family500+, prestaciones ahora generales por la crianza de los hijos; el Good Start Program, diseñado para apoyar a las familias con hijos en colegios, independientemente de los ingresos; u otro instrumento creado este año, Family Care Capital, que ayuda a implementar formularios para el cuidado de los niños por debajo de los 3 años con las preferencias que tengan los padres, además de una tarjeta para familias numerosas, la Large Family Card, que utilizan 1,2 millones de familias en Polonia, etcétera.

Política económica y familiar, de la mano

Por su parte, la embajadora húngara en España, Katalin Tóth, subrayó que “invertimos el 6,2 % del PIB para ayudar a las familias, un porcentaje que no tiene comparación en otros países”, y el objetivo principal es que “los padres puedan tener tantos hijos como quieran y cuando quieran”.

“Queremos ayudar a las familias a planificar su futuro, con hijos, de modo que puedan pensar en formar una familia numerosa”, añadió la embajadora húngara. La clave está, a su juicio, en que “el éxito de la política económica y el éxito de la política familiar van de la mano”, y “permitir a las parejas jóvenes realizar sus objetivos en relación con la familia”.

“En Hungría, tener hijos no es privilegio de unos, sino de todos”, apostilló, antes de ofrecer un breve resumen de la Constitución húngara: “La dignidad humana es inviolable, todo ser humano tendrá derecho a la vida y a la dignidad humana, y la vida del feto debe estar protegida desde la concepción”. Además, la embajadora añadió que “Hungría protegerá la institución del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer de modo voluntario”, y “no somos homófobos ni fascistas”, agregó. Por otra parte, “cuantos más hijos, menos IRPF se paga”, señaló.

Cuando fallece más gente que la que nace

El discurso escuchado por la mañana era bien diferente. “Tras décadas con gran insuficiencia de nacimientos para el relevo generacional” ―situado en 2,1 hijos por mujer en países sin casi mortalidad infantil y juvenil―, “desde hace años en España muere más gente de la que nace, y el diferencial es creciente”, había afirmado Alejandro Macarrón. “Y sin considerar el impacto de los inmigrantes en nacimientos (muchos) y defunciones (pocas), al ser más fecundos y jóvenes en promedio que los españoles, desde 2014 las muertes de españoles nativos superan ya en un millón a los bebés de madres nacidas en España desde entonces”,

En no pocas provincias españolas, “los fallecimientos duplican a los nacimientos. En algunas, los triplican”, añadió el experto del CEU. “Como consecuencia de eso, si no sube su fecundidad, la población española autóctona, según las proyecciones del INE, la ONU o Eurostat, mermaría en torno a 14-16 millones de personas en los próximos 50 años. La variación de población total sería en función de esa enorme pérdida y de cuánta nueva inmigración foránea venga (y cuántos hijos tenga luego aquí)”.

La Jornada, que ha sido iniciativa de la Plataforma per la Familia Catalunya-ONU y del Instituto CEU de Estudios de la Familia, fue inaugurada por el rector Rafael Rodriguez-Ponga, y participaron además Daniel Arasa, presidente de la plataforma; Luciano Malfer, responsable de políticas familiares en Trento (Italia); María Calvo Charro, profesora de Derecho Administrativo de la Universidad Carlos III; Carmen Fernández de la Cigoña, directora del Instituto CEU de la Familia; Raúl Sánchez, secretario general de la Confederación Europea de Asociaciones de Familias Numerosas (ELFAC); Eva López, teniente de alcalde del Ayuntamiento de Castelldefels, y  miembros de las candidaturas a la alcaldía de Barcelona en las próximas elecciones municipales. 

Por otra parte, en la entrega de los premios ‘Luchadores por la familia’, el galardón internacional fue para el presidente de la Federación de Asociación de Familias Católicas de Europa, Vincenzo Bassi, entrevistado por Omnes en junio de este año, y el de la categoría nacional, para el presidente de Neos y One of Us, Jaime Mayor Oreja, también entrevistado por Omnes, a finales de 2021.

Cambio cultural ante el envejecimiento

Algunos datos adicionales que puso sobre la mesa Alejandro Macarrón son que la media de edad de la población de España ha pasado de 33 años en 1976 a 44 años en 2022, y 46 los españoles autóctonos. Aproximadamente el 75 % de ese incremento se ha debido al desplome de la natalidad, y la consiguiente merma de población infantil y juvenil, ha asegurado.

“El enorme envejecimiento experimentado en la población por falta de niños y jóvenes, que seguirá creciendo mucho si no repunta la natalidad, en cambio, tiene consecuencias muy negativas sobre la economía (mucho más gasto en pensiones, sanidad y dependencia; menos la demanda de consumo e inversión; menos mano de obra y menos productiva; etc.) y la innovación y el dinamismo social. Y altera profundamente el electorado, al pasar a ser los jubilados el segmento preponderante con intereses homogéneos (gerontocracia electoral)”, subrayó Macarrón.

Por lo demás, es cierto que la inmigración palía la falta de natalidad de los autóctonos. Pero hablando de productividad, a la que se refirió Josep Miró i Ardevol, presidente de e-Cristians, conviene recordar que el “único agente proveedor de capital humano es la familia. Y que si el capital humano es la inmigración, su productividad se sitúa por debajo de la de los autóctonos”, señaló.

Finalmente, el experto del CEU esbozó políticas para fomentar la natalidad en España, en el contexto de la necesidad de “un cambio cultural pro-natalidad y pro-familia.  Sin eso, se conseguirá poco o nada”, afirmó. En síntesis, pasan por la concienciaciónsobre el problema, prestigiar la maternidad/paternidad y la familia, sin estigmatizar a las madres tradicionales (que no trabajan fuera del hogar), y dejar de ningunear la figura del padre; compensar económica y fiscalmente a los padres por tener hijos; descargar a las empresas de todos los costes por maternidad/paternidad; fomentar y facilitar que se tenga antes el primer hijo (y siguientes); facilitar la vida a los padres; involucrar a la sociedad civil(“esto no es solo problema de políticas y políticos), y “no hostilizar a la religión. La gente creyente tiene más hijos”, afirmó.

El autorFrancisco Otamendi

Folio en blanco

Dios olvida nuestras faltas cuando, arrepentidos, las confesamos. Para Él siempre podemos ser un folio en blanco.

15 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Uno de los momentos más difíciles en la vida del periodista o del escritor es el del folio en blanco. Es verdad que, a veces, la escritura es una pulsión, un instinto incontrolable que hace que las palabras y las ideas broten a borbotones con lo que la búsqueda de un instrumento que permita fijarlas es todo un alivio; pero son las menos.

Lo habitual es contar con plazos más o menos impuestos que obligan al autor, no a buscar un tema sino, lo que es peor, a elegir entre uno de los miles de temas que rondan su cabeza.

Todos quieren su oportunidad, quieren salir del banquillo, pero uno quizá está demasiado verde aún y necesita madurarse, otro es espinoso y requiere demasiado esfuerzo o tiempo que uno no tiene, otro no se entendería en el actual contexto social…

Todos los temas tienen sus pros y sus contras, pero al final es uno el que, a empujones, se abre paso con su insistente mano alzada y termina, como este que tiene entre sus manos, negro sobre blanco.

Pero les voy a confesar algo. Este no es el artículo que hoy había empezado a escribir para ustedes. Había escogido otro tema. Me parecía actual, no demasiado espinoso y tenía la idea madurada y dispuesta. Estaba disfrutando de la facilidad con la que las ideas venían a mi mente, pensando en cómo ustedes las confirmarían o las rechazarían, y en cómo funcionaría en redes sociales. Pero, a mitad de folio, las frases me resultaban extrañamente conocidas. Tanto, que una terrible duda me asaltó: ¿Esto no lo he escrito yo ya?

Corrí a consultar mi archivo y enseguida apareció: un artículo sobre el mismo tema, desarrollando casi las mismas ideas, con frases casi calcadas y con fecha de hace exactamente un año.

Enseguida se me vino a la memoria aquella terrorífica escena de la película “El resplandor” en la que Wendy (Shelley Duvall) descubre que el montón de folios de la novela que su marido Jack (Jack Nicholson) lleva meses escribiendo contienen una misma frase repetida una y otra vez, confirmando su sospecha de que la locura se había apoderado de él.

Quienes me conocen, saben de mis tremendos despistes y de mi falta de memoria, por lo que esta del artículo repetido es solo una anécdota más para añadir a la lista. Eso sí, cuando se lo conté a mi mujer, se apresuró a esconder el hacha que guardamos en el cobertizo, por si acaso se me ocurría emprenderla contra las puertas, como Jack.

Fuera de bromas –no tengo cobertizo, ni hacha–, el caso me hace reflexionar sobre la falta de memoria, que hace que nos tengamos que repetir las cosas importantes una y otra vez para que no se nos olviden.

En unos días, con la fiesta de Cristo Rey, se acabará el año litúrgico y empezaremos un nuevo ciclo en el que, otra vez, volveremos a profundizar en los principales misterios de la vida de Jesús, empezando por la espera de su venida: el Adviento.

Hacer memorial de la vida del Señor de forma cíclica nos mantiene siempre en alerta, ayuda a nuestro espíritu a no amodorrarse, a estar en disposición continua de conversión; es decir, a corregir el rumbo de nuestra existencia que nuestra natural debilidad nos hace perder una y otra vez, una y otra vez.

Pensándolo bien, no es tan mala cosa la falta de memoria, quizá más que un defecto pueda llegar incluso a ser una virtud, porque incluso Dios tiene esa capacidad.

Cuentan que, cuando Santa Margarita María de Alacoque, impulsora de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, relató a su confesor las visiones de Jesús que había experimentado, el santo sacerdote (Claudio de la Colombiere) le propuso una prueba de veracidad. Le pidió que le preguntara a la visión cuál era el último pecado del que él se había confesado. Al día siguiente, Jesús le contestó: «No lo recuerdo, lo he olvidado».

Así es la misericordia de Dios con nosotros. Así de olvidadizo es Él con nuestras faltas cuando, arrepentidos, las confesamos.

Con él siempre podemos romper aquella fea historia que habíamos empezado a escribir torpemente y comenzar de cero.

Hoy, de nuevo, podemos ser, para Él, un folio en blanco.

No lo olviden.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Recursos

¿Qué ocurre en las primeras ocho semanas de vida?

Tres profesionales de la medicina y la obstetricia de la Universidad de Navarra explican, en un breve vídeo, el desarrollo de la vida humana en sus primeras fases.

Maria José Atienza·14 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Las profesoras Mar Cuadrado, Begoña Olartecoechea, matrona, y Elisa Mengual, de la Universidad de Navarra conocen a fondo todo aquello que se produce en nuestras primeras semanas de vida.Un vídeo que, de manera gráfica y apoyada en la medicina y la biología, muestra la unicidad de cada vida desde su concepción.

Un proceso en el que el salto cualitativo «es la fecundación», destacan. A partir de ahí, en las ocho primeras semanas de vida el bebé se forma en el útero materno. Son los meses esenciales, en los que, desde el principio, toda la información «de su sexo, el color de su pelo, sus ojos… etc, está ya presente».

Entre los momentos que repasan en este vídeo, las doctoras y matronas destcan, por ejemplo el latido del corazón del bebé que comienza en torno al día 22 después de la gestación, además, «en la cuarta semana ya se ha formado el tubo neural y se han empezado a desarrollar las extremidades; dos semanas más tarde, a las seis semanas de vida ya se le pueden empezar a ver las manitas».

A los dos meses todos los órganos están formado en el ser humano; a partir de ahí comienza un proceso de aumento de peso y maduración.

El vídeo demuestra la inviolabilidad y unicidad de cada vida desde el primer momento de su existencia.

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Evangelización

7 cosas que te pide el Papa para la JMJ Lisboa 2023

Cientos de miles de jóvenes acudirán a la próxima Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Lisboa en agosto de 2023.

Jorge Oliveira·14 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

La Jornada Mundial de la Juventud se celebrará del 1 al 6 de agosto de 2023 en la capital portuguesa con el lema “María se levantó y partió sin demora”.

Después de los años de pandemia, este evento reunirá centenas de millares de jóvenes de todo el mundo. Las inscripciones están abiertas y el Papa fue el primero a hacerlo.

1. Aprende de María. En 2019, en una audiencia con cientos de niños, el Santo Padre confesó «lo que les pasa a los niños mimados me pasó a mí: ¿no te gusta la sopa? Dos platos, ¿no te gusta viajar? Viajarás mucho… de hecho, durante los viajes conoces a mucha gente, buena gente y aprendes mucho». Su primer viaje fue al sur de Italia (Lampedusa) donde cambió de opinión: «después de Lampedusa comprendí que tenía que viajar».

Francisco ha realizado 41 viajes y Portugal acogerá a Francisco por segunda vez, tras su visita en 2017. Si el primero estaba marcado por un eslogan de identidad mariana(«Tenemos Madre»), este segundo tiene como lema «María se levantó y partió sin demora».

Los viajes apostólicos sirven para reformar la Iglesia, colocando las periferias en el centro, para buscar nuevos caminos de evangelización, donde María – y en Portugal, la Virgen de Fátima – es la grande maestra.

2. Más que una tormenta de verano. La JMJ tiene una finalidad eminentemente espiritual, y no significa más que «un encuentro con Dios».

Francisco tiene grandes esperanzas en el impacto que puede tener en los asistentes. Para hacernos una idea, durante la JMJ 2013 en Río de Janeiro, muchas personas se dieron cuenta de que había una iglesia situada bajo la estatua del Cristo Redentor y para el 45% de los participantes fue el acontecimiento más impactante de sus vidas.

Las experiencias de las pasadas ediciones (Panamá, Cracovia, Río de Janeiro y Madrid) muestran que la JMJ multiplica los frutos espirituales en la Iglesia: mayor participación en la misa dominical y en la confesión; más decisiones para corresponder a la propia vocación. Y entre los miles de voluntarios, muchos siguen colaborando con sus diócesis en actividades de carácter social.

3. No te olvides del teléfono de Jesús. En una audiencia previa a la JMJ de Panamá, el Papa recordó que «todos tenemos el teléfono de Jesús y todos podemos conectar con Jesús. Está ahí, siempre tiene espacio, ¡siempre, siempre! Nos escucha siempre porque Él es así, cercano a nosotros».

La logística de un evento nos puede distraer del esencial, de los momentos de adoración, de la participación en la Santa Misa y de la posibilidad de recuperar la línea de teléfono con una buena confesión. Estos son los mejores frutos. Un gran evento eclesial se asemeja al episodio evangélico de las Bodas de Caná: los invitados a esa fiesta en Galilea se fueron contentos, pero los organizadores estaban seguros de que eso no dependía del talento de la organización de los novios.

4. Disfruta con tus amigos después de la pandemia. En su mensaje para la JMJ 2023, Francisco recordó que los «últimos tiempos han sido difíciles, cuando la humanidad, probada ya por el trauma de la pandemia, se ve desgarrada por el drama de la guerra».

La solución parece ser el modelo de servicio de la Virgen que con su visita a su prima «reabre para todos y especialmente para ustedes, que son jóvenes como ella, el camino de la proximidad y del encuentro». El Papa pide que tengamos prisa para poner las necesidades de los demás por encima de las suyas.

5. Haz puentes. Es necesaria una alianza entre jóvenes y mayores, para no olvidar las lecciones de la historia, para superar los extremismos de este tiempo. La diferencia etaria entre el Papa y los asistentes a este evento parece superada a partida: más de 1 millón de jóvenes se prepara para escuchar a un señor de 86 años.

Francisco nos convoca a hacer puentes con gente de otras generaciones o que piensa distinto, a saber convivir con delicadeza con los distintos carismas de la Iglesia.

Henrique Monteiro, editor de Expresso, el semanario más importante de Portugal, reconoció: «A mí, que no soy católico, me parece estupendo que la JMJ venga a Portugal y que celebren la juventud, la paz y la armonía. Este es el espíritu de fraternidad y tolerancia, propio de un Estado laico, que se opone al dogmatismo y al sectarismo de quienes no respetan a los demás.»

Hacer puentes: este es el gran reto. Un dato simbólico al respecto: la ceremonia de clausura de la JMJ tendrá lugar bajo el mayor puente de la Unión Europea (12,3 km) en la parte oriental de la capital portuguesa. 

6. Imita la hospitalidad de Isabel. La fe y la vocación nos abren a los demás, también a sus necesidades más humanas y materiales, para hacer un mundo más acogedor para todos, con especial atención a los más vulnerables. «A Jesús no le bastaba con mirarnos desde lejos, sino que quería estar con nosotros, quería compartir su vida con nosotros».

Del encuentro de María con su prima surgen esas palabras que millones repiten diariamente en el Ave María ¿Qué nos impide servir? Mirarse al espejo continuamente, contemplar su propia imagen, quedarse atrapados por las redes sociales.

Mons. Américo Aguiar, el obispo responsable por la JMJ en Lisboa, recuerda al respecto un desafío más: esta será la primera JMJ que contará con la generación de nativos digitales, gente que ya nació en la era digital, con internet. Hay que pensar cómo podemos acogerlos para que se sientan en casa en la Iglesia».

7. ¡Inscríbete! El Santo Padre lo hizo el pasado 23 de octubre durante el ángelus. La inscripción puede realizarse a través de la página web lisboa2023.org.

El Comité Organizador puso a disposición una serie de servicios como alojamiento, comida, seguro de accidentes personales, transporte y kit del peregrino. Ahora te cabe a ti, a tu grupo o a tu parroquia. También es posible apuntarse como voluntario.

Es el momento de alzarse e ir deprisa porque hay descuentos de 10% para inscripciones hasta el 31 de diciembre de 2022.

El autorJorge Oliveira

Autor del capítulo "Jornada Mundial da Juventude (JMJ) 2023 em Lisboa" de la versión portuguesa del libro de Austen Ivereigh “Como defender a fé sem levantar a voz”.

Vaticano

La Fundación ‘Fratelli Tutti’ cumple un año

El 8 de diciembre de 2021, el Papa Francisco instituyó la Fundación Fratelli Tutti, desde la que se pretende irradiar al mundo el espíritu de fraternidad que propugna la encíclica del mismo nombre.

Giovanni Tridente·14 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

La Fundación Fratelli Tutti, está a punto de cumplir su primer año de vida en el seno de la Santa Sede (y más concretamente en la Fabbrica di San Pietro, organismo encargado de la construcción y cuidado artístico de la basílica). Un organismo de religión y culto que se inspira en el contenido de la última encíclica del Santo Padre dedicada a la fraternidad y a la amistad social y que quiere suscitar iniciativas de diálogo con el mundo en torno a la basílica de San Pedro.

Diálogo, encuentro e intercambio

No es casualidad que el lema de la Fundación  sea precisamente Reconocerse como hermanos y evangelizar las culturas para caminar juntos. Todo esto se sustenta en tres principios clave, también recogidos en la encíclica: el diálogo, el encuentro y el compartir.

A través de esta Fundación, se está dando centralidad y protagonismo a la basílica de San Pedro con iniciativas relacionadas con la espiritualidad, el arte, la educación y el diálogo con la sociedad, tal y como deseaba el propio Papa en el quirógrafo de la fundación.

Además del presidente Gambetti, un franciscano, y el secretario seneral Francesco Occhetta, un jesuita, la fundación cuenta con un consejo de administración que incluye gestores, economistas, comunicadores y teólogos, todos ellos italianos.

“Realizar el nuevo humanismo requiere el compromiso generoso y voluntarioso de todos, y la fundación es un medio para reescribir juntos una ‘gramática de lo humano’ que nos haga re-conocernos aunque no nos conozcamos personalmente”, explican los promotores.

La vida del primer obispo de Roma

Una de las últimas iniciativas fue la dedicada a la vida del primer obispo de Roma, el apóstol Pedro, a través de un vídeo mapping proyectado durante dos semanas consecutivas en la misma fachada de la basílica vaticana, todas las noches de 21 a 23 horas, con el título de Sígueme.

El proyecto quería llegar al corazón de la figura y la personalidad de Simón, que luego se convirtió en Pedro, desde la llamada hasta el seguimiento, desde la misión hasta el martirio. Y se sirvió de importantes repertorios iconográficos puestos a disposición tanto por la basílica como por los Museos Vaticanos (referidos a artistas como Rafael, Perugino, Reni y Cavallucci), armonizados y realzados también a través de los sonidos y las palabras. 

Fue una forma de que los miles de creyentes, se acercaran a la humanidad del pescador de Galilea y a su espiritualidad, incluyendo los saltos, las caídas, la tenacidad, la duda hasta el don de la vida por Cristo y su Iglesia.

Además de los cursos de arte y fe, las áreas de misión de la fundación incluyen también la educación cultural y espiritual y el diálogo con otras confesiones cristianas y otras religiones sobre los temas de las últimas encíclicas del Papa.

Escuela de Artes y Oficios

Precisamente en el ámbito de la formación, en octubre se cerraron los plazos para inscribirse en la Escuela de Artes y Oficios, cuyos cursos comenzarán en enero de 2023 y tendrán una duración de seis meses con asistencia obligatoria. Los destinatarios serán canteros, albañiles, yeseros y decoradores, carpinteros, para un número máximo de 20 alumnos.

Los profesores procederán de varias universidades italianas, pero también habrá personal de la oficina técnica de la Fabbrica di San Pietro y artesanos experimentados. Evidentemente, están previstas visitas guiadas y de estudio, y las horas de taller se desarrollarán en los propios talleres del organismo que gestiona todos los trabajos necesarios para la construcción y realización artística de la basílica de San Pedro.

Paseos del Jubileo 

Evidentemente, la fundación se proyecta también hacia el próximo jubileo de 2025, cuando la basílica se convertirá en el punto de concentración e irradiación de la experiencia masiva de fe que implicará a los fieles de todo el mundo. En esta línea van los encuentros llamados Caminos Sinodales Jubilares, una serie de encuentros siempre sobre los temas de la encíclica como la proximidad, la purificación de la memoria social y el amor político. En muchas de estas iniciativas la plaza de san Pedro será siempre el telón de fondo, precisamente para representar ese abrazo que se extiende desde las columnas de Bernini a todo el mundo.

Vaticano

Papa Francisco: “La perseverancia es el reflejo del amor de Dios”

El Papa Francisco ha presidido esta mañana la Misa con motivo de la VI Jornada Mundial de los Pobres en la Basílica de san Pedro y posteriormente se ha dirigido a los fieles en su tradicional alocución previa al Ángelus.

Maria José Atienza·13 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La Jornada Mundial de los Pobres, instituida en 2017 por el Santo Padre, es una de las más queridas por el Papa Francisco, por su significación y unidad con una de las líneas magistrales de su pontificado. Una jornada cuya significación ha estado también muy presente en la alocución previa la Ángelus.

Junto a los fieles congregados en a plaza de san Pedro, el Papa ha destacado cómo “lo que realmente importa, muchas veces no coincide con lo que atrae nuestro interés: a menudo, como aquellas personas en el templo, priorizamos las obras de nuestras manos, nuestros logros, nuestras tradiciones religiosas y civiles, nuestros símbolos sagrados y sociales. Estas cosas son importantes, pero pasan” ha querido puntualizar el Papa.

Francisco ha querido apuntar que “la perseverancia: es construir el bien cada día. Perseverar es permanecer constantes en el bien, especialmente cuando la realidad circundante empuja a hacer otra cosa” refiriéndose, como en la homilía de la Misa previa, a esa tentación de dejarnos abatir por unas circunstancias aparentemente adversas.

El Papa ha animado a hacer un breve examen personal de nuestra perseverancia “Preguntémonos: ¿cómo va mi perseverancia? ¿Soy constante, o vivo la fe, la justicia y la caridad según el momento, es decir, si me apetece, rezo, si me conviene, soy justo, servicial y atento, mientras que, si estoy insatisfecho, si nadie me lo agradece, dejo de hacerlo? En resumen, ¿mi oración y mi servicio dependen de las circunstancias o de un corazón firme en el Señor?” y ha concluido su alocución afirmando que “la perseverancia es el reflejo del amor de Dios en el mundo, porque el amor de Dios es fiel, nunca cambia”.

Vaticano

Hacer «el bien posible» y dar esperanza incluso en situaciones de sufrimiento

La VI Jornada Mundial de los Pobres ha contado con una Santa Misa presidida por el Papa Francisco en la basílica vaticana el domingo 13 de noviembre. Los días previos, diversas iniciativas se han vuelto a poner en marcha en torno a esta jornada.

Giovanni Tridente·13 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Ante los acontecimientos dramáticos, las situaciones de dolor, las guerras, las revoluciones y las calamidades, la mirada del cristiano se alimenta de la fe. Fuera, pues, actitudes catastrofistas y supersticiosas, o incluso derrotistas y conspiradoras, seguras de que «estando cerca de Dios ‘no se perderá ni un pelo de la cabeza'».

Son las palabras con las que el Papa Francisco comenzó su comentario a la liturgia en la Misa de la VI Jornada Mundial de los Pobres, celebrada en la Basílica de San Pedro el domingo 13 de noviembre en presencia de numerosas categorías de «excluidos», como es costumbre desde 2017, cuando él mismo la instituyó al final del Jubileo de la Misericordia.

Ante pandemias y guerras, como las que estamos viviendo, no debemos «dejarnos paralizar por el miedo ni ceder al derrotismo», explicó el Pontífice en su homilía, cayendo en una actitud laxa de resignación. Más bien, el cristiano es aquel que precisamente en las situaciones más difíciles «se levanta», levanta la mirada y vuelve a empezar, porque «su Dios es el Dios de la resurrección y de la esperanza».

Dar concreción

Aquí entra, pues, la concreción de las propias acciones, como escribió también el Papa en el Mensaje dedicado a esta Jornada: no dejes que otros «hagan algo» para resolver los problemas del mundo, sino ensúciate las manos en primera persona. Aprovechando, en definitiva, la oportunidad de hacer «el bien posible, ese poco bien que es posible hacer, y construir incluso desde situaciones negativas».

Es también un modo de crecer y madurar precisamente en la fe, abandonando un temeroso desinterés por los hechos del mundo, «el camino de la mundanidad», pero aprovechando estas oportunidades como un modo de «dar testimonio del Evangelio» sin desperdiciar el sentido de la propia existencia.

Escuchar

Días como estos sirven por tanto -reiteró el Papa Francisco en su homilía- «para romper esa sordera interior que todos tenemos» y que nos hace indiferentes al «grito sofocado de dolor de los más débiles».

Más bien -y el Papa no podía dejar de hacer una reiterada referencia a la guerra en Ucrania y al indecible sufrimiento infligido a la población, pero también a la situación de quienes emigran por la crisis ambiental o la falta de trabajo-, es necesario escuchar esas débiles peticiones de ayuda y aprender «a llorar con ellos y por ellos, a ver cuánta soledad y angustia se esconden incluso en los rincones olvidados de nuestras ciudades», y ahí es donde debemos ir.

Alejémonos, pues, de tantos engañadores y agoreros, y aprendamos a dar testimonio, encendiendo «luces de esperanza en medio de las tinieblas» y construyendo un mundo más fraterno, más justo, lícito y en paz: «no huyamos para defendernos de la historia, sino luchemos para dar otro rostro a esta historia que vivimos».

La fuerza viene del Señor, de reconocer que como Padre está a nuestro lado y vela por nosotros, y nosotros también debemos ser «padres» de los descartados.

Iniciativas benéficas

Como ya es habitual, en la semana que precede a la Jornada Mundial de los Pobres, se llevan a cabo en todo el mundo numerosas iniciativas de «misericordia» en favor de los pobres y de los últimos, coordinadas por el Dicasterio para la Evangelización.

En particular, tras dos años de suspensión debido a la pandemia, se restableció el Baluarte de la Salud en la Plaza de San Pedro para ofrecer exámenes médicos y medicamentos a las personas desfavorecidas, que de este modo tienen un lugar al que acudir gratuitamente.

Por su parte, el Papa Francisco apoyó a las parroquias de Roma con toneladas de alimentos que se distribuyeron a las familias de la zona con más de 5000 cajas de alimentos básicos como pasta, arroz, harina, azúcar, aceite y leche.

Otra intervención fue para paliar las consecuencias de la crisis energética que ha provocado el aumento de las facturas de los servicios públicos; la comunidad católica se hizo cargo del pago de las facturas de gas y electricidad de las familias con dificultades.

Como en el pasado, después de la Santa Misa en San Pedro, se sirvió un almuerzo a unos 1.300 pobres en el Aula Pablo VI del Vaticano.

«Refugio»

También en el marco de la Jornada dedicada a los Pobres, el pasado miércoles, al término de la Audiencia General, el Papa Francisco bendijo en la Plaza de San Pedro una nueva escultura del artista canadiense Timothy Schmalz, «Refugio», que pretende sensibilizar sobre la falta de vivienda. La obra, de hecho, muestra la figura a tamaño natural de un indigente cobijado por una manta tirada por una paloma en vuelo. Fue donado a la Familia Vicentina, que está llevando a cabo la «Campaña de los 13 Hogares» en todo el mundo para proporcionar vivienda a todos aquellos (unos 1.200 millones de personas) que viven en situaciones extremas y precarias, en lugares improvisados que no pueden llamarse hogar.

Entre otras cosas, Schmalz es el autor de la obra ‘Ángeles Sin Saberlo’ sobre la situación de los refugiados, que está instalada de forma permanente bajo las columnas de Bernini desde 2019.

No tengamos miedo a ser santos

Todos los cristianos estamos llamados, a pesar de nuestras faltas, más aún, con ellas, a la santidad plena.

13 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Tenemos todavía cerca la solemnidad de Todos los Santos a la que sigue la conmemoración de los fieles difuntos. Es una llamada de la Iglesia, nuestra Madre, a no olvidar que nuestra meta es el cielo.

En el n.11 de la constitución dogmática sobre la Iglesia del Concilio Vaticano II “Lumen Gentium” se nos recuerda que todo el Pueblo de Dios es sacerdotal, ya que Cristo, el Señor, Pontífice tomado de entre los hombres, ha hecho del nuevo Pueblo de Dios «un reino de sacerdotes para Dios, su Padre» (Ap 1,6).

Este sacerdocio se actualiza por la participación en los sacramentos de la Iglesia, como medio que el Señor nos ofrece para comunicarnos su gracia en el Espíritu Santo, y por las virtudes.

El Señor nos ofrece los sacramentos -¡esos medios tan abundantes y eficaces!- para que todos los cristianos, cada uno, cada una por su propio camino, lleguemos a perfección de la santidad, cuyo modelo es nuestro Padre Dios.

Hemos de dar testimonio de Cristo en todas partes y a todas horas y dar razón de nuestra esperanza en la vida eterna y en la resurrección allí, en aquella condición, en la que el Señor nos ha puesto (cf. 1Pe 3,5). 

Pero hablar de la perfección de la santidad nos asusta. En seguida pensamos y decimos: “¡Eso no es para mí!”; “¡Yo me conozco!”; “¡Conozco bien mis defectos y pecados y los experimento cada día!” Sí. Eso es verdad.

Todos experimentamos más o menos lo mismo. Pero eso no puede ser excusa para dejar de luchar. La llamada a la santidad es para todos los cristianos.

Echemos una mirada a los apóstoles, los primeros que siguieran la llamada del Señor. Leamos qué nos dicen los evangelios de ellos: son ambiciosos, intolerantes a veces, jactanciosos, hay a veces pesimismo en ellos y otras veces excesivo entusiasmo…, pero con el tiempo, con la gracia del Espíritu Santo y su lucha constante, llegarán a dar la vida por Cristo.

Sucede lo mismo a través de los siglos en quienes han querido seguir a Cristo. Ahí está san Agustín, cuya conversión conocemos, pero también santa Teresa del Niño Jesús, que a veces ha sido presentada como muy infantil, cuando en realidad tenía un carácter terco. Decía su madre: «es de una terquedad casi invencible.

Cuando dice que no, no hay potencia humana que la reduzca; aunque la metiésemos un día entero en el cuarto oscuro, preferiría dormir en él que decir que sí» (Manuscritos autobiográficos de santa Teresita) o san Alfonso María de Ligorio, que a la edad de ochenta años, decía a una persona: «si hemos de discutir, dejemos que la mesa esté entre los dos; yo tengo sangre en las venas».

Os sugiero leer y meditar en este mes de noviembre la exhortación apostólica “Gaudete et Exultate”, en la que el papa Francisco nos invita a recorrer este camino, hablándonos de los santos de la puerta de al lado.

¡No perdamos la esperanza! La santidad consiste en luchar.

Si hemos caído, procuremos levantarnos. Procuremos decir al Señor: ¡Ahora comienzo! Y así muchas, muchas veces durante el día y durante la vida.

No sabemos el camino que todavía hemos de recorrer. Habrá caídas, pero con la gracia de Dios, con la oración, con los sacramentos, con el ejemplo de nuestros hermanos y hermanas en la fe, nos levantaremos y seguiremos caminando: ¡Ahora empiezo!

Intentemos que lo que hagamos hoy esté hecho con un poco más de amor, de cariño, de fervor de lo que lo hicimos ayer. Que el Señor nos encuentre así, en esta lucha, que nos da paz y felicidad también en esta tierra.

El autorCelso Morga

Arzobispo emérito de la diócesis de Mérida Badajoz

Evangelización

Nuevos caminos para la Iglesia del siglo XXI

Los retiros de Emaús, Effetá o las cenas Alpha son algunos de los nuevos métodos que diócesis y grupos están llevando a cabo para la evangelización de una sociedad secularizada.

Paloma López Campos·13 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

En los últimos años ha podido apreciarse la fama que han adquirido los métodos de nueva evangelización. Son experiencias en las que un grupo de personas se reúne para fomentar especial crecimiento interior, formación y vida en comunidad. Muchas parroquias se apoyan en estos proyectos y los organizan para llegar cada día a más fieles.

Son muchas y muy diversas las iniciativas de grupos que desde las iglesias movilizan a las personas, fomentando un ambiente de diversidad en el que se involucran tanto laicos como sacerdotes.

Los nuevos métodos de evangelización

Un ejemplo de estas experiencias es Proyecto de Amor Conyugal, que organiza retiros de matrimonios y familias con el objetivo de construir relaciones matrimoniales mucho más fuertes, centradas en Jesucristo y en la fe. Siguen un plan de formación para matrimonios que se imparte en distintas ciudades de España, colaborando con las parroquias en la pastoral familiar. Este itinerario está principalmente inspirado en las catequesis de san Juan Pablo II sobre el amor humano, pero no se reduce exclusivamente al ámbito práctico, sino que tiene como objetivo principal transformar las relaciones conyugales para asentarlas en la fe. La misión de los encuentros que se organizan los fines de semana se puede resumir fundamentalmente en dos aspectos: descubrir y comprender el tesoro del sacramento del matrimonio, y ayudar a vivir la vocación matrimonial tal como fue pensada originalmente por Dios.

Otro nuevo proyecto que está creciendo en popularidad es Effetá. Nació en Colombia y llegó a España en 2013. Está dirigido a jóvenes de entre 18 y 30 años, y se basa en un retiro cuyo objetivo principal es el encuentro con Dios a través de testimonios y experiencias.

En muchas ciudades de España se organiza el retiro de Emaús, fundado en Miami e inspirado en el Evangelio de san Lucas. Es un proyecto dirigido por y para laicos, si bien los sacerdotes de las parroquias aportan el necesario acompañamiento espiritual. Los organizadores de Emaús definen la experiencia como un encuentro con el amor de Dios, principalmente a través de testimonios.

Alpha es una iniciativa basada en unas sesiones durante las cuales hay una comida, una charla de formación y un debate. A través de estos encuentros se intenta explorar lo fundamental de la fe, planteando preguntas y encontrando respuestas sobre la vida cristiana. Se caracteriza porque los encuentros están más espaciados y no se reducen a un fin de semana, sino que se alargan durante aproximadamente once semanas con distintas sesiones.

Por sus frutos los conoceréis

Los testimonios de aquellos que vuelven de estas experiencias suelen ser alentadores. Las personas vuelven a sus hogares ilusionadas, sin embargo, la vida del cristiano no puede verse reducida a ese momento de emoción. ¿Hace esto de los nuevos métodos algo negativo y poco productivo? No necesariamente.

Es posible que todas estas experiencias, en una vertiente negativa, desemboquen en un “consumismo de vivencias”, en una búsqueda constante de “subidones espirituales” que terminen por apagarse una vez el discípulo se encuentre de cara con la realidad de la vida cotidiana.

A pesar de esto, la cuestión importante a la hora de examinar estas nuevas fórmulas son los resultados: “por sus frutos los conoceréis” (Mateo 7, 15-20). No se puede caer en la tentación de creer que después de un fin de semana pueda contarse con unos nuevos discípulos que puedan echarse a andar inmediatamente. El camino del cristiano necesita de un acompañamiento constante, durante el cual las personas y las comunidades puedan verse siempre reforzadas por sus pastores, animadas, corregidas, en fin, guiadas. Hay que establecer un seguimiento, un cuidado de los fieles por parte de los sacerdotes.

Claves para la pastoral

La Conferencia Episcopal Española ha sugerido algunas orientaciones para acercarse a la realidad tanto social como eclesial, ayudando a la pastoral a hacer frente a las cuestiones que se abren con los nuevos métodos de evangelización. Entre estas claves, resalta en primer lugar el espíritu misionero que debe presidir todas las iniciativas, tratando de transmitir la alegría y certeza que aporta la fe en Dios. Este afán de misión cuenta con el apoyo de los laicos que empiezan a crecer en responsabilidad y se hacen cada día más partícipes de las actividades en las iglesias.

El cambio que se está viviendo en la sociedad al que tienen que responder estos nuevos métodos plantea nuevos desafíos de los que la Conferencia Episcopal se hace eco, como la secularización interna, la falta de comunión, la desconfianza y el enfrentamiento social. Estos retos son una oportunidad de renovación para la Iglesia y para la sociedad, fomentando ocasiones para el encuentro, la escucha y el diálogo.

La Conferencia Episcopal Española destaca la necesidad de seguir afirmando, hoy más que nunca, que “la vivencia religiosa, la fe en Dios, aporta claridad y firmeza a las valoraciones éticas; la vida humana se enriquece con el conocimiento y aceptación de Dios, que es Amor y nos mueve a amar a todas las personas; la experiencia de ser amados por Dios Padre nos conduce a la caridad fraterna; al mismo tiempo, el amor fraterno nos acerca a Dios”. También hay que recordar a las personas que “el matrimonio cristiano, un sí para siempre abierto a la vida, como fruto del amor, es la promesa cumplida de la necesidad y del deseo que todos tenemos de amar y de ser amados”. Los nuevos métodos de evangelización pueden ayudar a llevar a más gente estos mensajes, anunciando la Buena Nueva a todos los que participan en estos proyectos.

Como señalan los obispos, el tiempo presente, con su dinamismo, exige una activa vida misionera que tenga su origen en la alegría que regala la misericordia y plantea la oportunidad de nuevos caminos unidos a una conversión que sepa conjugar la fidelidad a la tradición y la novedad de nuestra época.

Cultura

La Orden de Malta: actualidad y arquitectura

La Soberana Orden de Malta es una de las instituciones benéficas más antiguas del mundo, opera en 120 países donde presta asistencia a personas necesitadas a través de sus actividades médicas, sociales y humanitarias.

Stefano Grossi Gondi·12 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

La Soberana Orden de Malta es una de las instituciones benéficas más antiguas del mundo; tiene su sede en Roma y opera en 120 países donde presta asistencia a personas necesitadas a través de sus actividades médicas, sociales y humanitarias.

Se trata de una Orden religiosa laica de la Iglesia católica (que combina la realidad religiosa con la de los caballeros) desde 1113. También es sujeto de derecho internacional, la Soberana Orden de Malta mantiene relaciones diplomáticas con más de 100 Estados y con la Unión Europea y tiene estatus de observador permanente en las Naciones Unidas.

La Orden está dirigida por el Gran Maestre, que gobierna a la vez como soberano y como superior religioso y está asistido por el Consejo Soberano, que preside. La primera sede en Roma estaba en la colina del Aventino, inicialmente confiada a un monasterio benedictino y luego transferida a los Caballeros de Malta. La construcción de la Villa Magistral se completó entonces en el siglo XVIII.

Presencia de ayuda activa

En la actualidad, la Orden de Malta es especialmente activa en el sector médico, y está presente desde hace varios siglos en la mayor parte del mundo, donde trabajan sus 13.500 miembros, 95.000 voluntarios permanentes y personal cualificado. Hay 52.000 profesionales -la mayoría de ellos personal médico y paramédico- que forman una red de ayuda de emergencia para los refugiados y desplazados que viven en condiciones de guerra y conflicto.

La asistencia a las víctimas de catástrofes naturales y conflictos armados se ha intensificado en las últimas décadas. A través de sus Asociaciones Nacionales, su cuerpo de voluntarios y su agencia de ayuda internacional, la Orden de Malta proporciona asistencia médica y humanitaria de emergencia y trabaja con las poblaciones afectadas para implementar programas de reconstrucción y prevención de desastres.

La Orden de Malta ha intervenido para apoyar a los refugiados, los desplazados y los migrantes en general. Por ejemplo, los refugiados que huyen de Siria son recibidos en el hospital de campaña de Malteser International en Kilis, en la frontera turca. El hospital tiene 100 camas y puede realizar operaciones de urgencia. Gracias a la cooperación con socios locales, Malteser International también apoya a 9 centros médicos, de los cuales 3 son clínicas móviles en la región de Alepo, en Siria.

Su presencia más antigua a nivel hospitalario se encuentra en Palestina, donde se creó un hospital en la ciudad de Belén en 1895, que funcionó durante casi 100 años hasta que el hospital se vio obligado a cerrar en 1985 por razones políticas y sociales relacionadas con el conflicto árabe-israelí. Pero ese mismo año la Orden de Malta decidió reabrir un ala de maternidad con 28 camas. A lo largo de los años, el hospital ha aumentado su compromiso, recurriendo a la ayuda extranjera (Unión Europea, Estados Unidos, etc.).

La Orden de Malta interviene, a menudo, ante desastres y catástrofes naturales. Las intervenciones de emergencia han tenido lugar en los últimos años en Indonesia, tras el terremoto y el tsunami de septiembre de 2018, en Nepal tras gravísimos terremotos, en las Filipinas devastadas por el tifón Haiyan, en el Cuerno de África azotado por la hambruna y en toda Europa, donde los cuerpos de socorro responden a las inundaciones y a los fenómenos meteorológicos extremos. En Haití, el país más pobre del hemisferio occidental, se están llevando a cabo proyectos de desarrollo sostenible a largo plazo.

Las enfermedades y las epidemias son un reto constante, lo que hace que se intervenga en el caso de la lepra, una enfermedad famosa a lo largo de la historia, a la que se añaden enfermedades «más modernas» como la tuberculosis, la malaria y el VIH/SIDA, que son actualmente las principales causas de muerte en África. Malteser International, organización y agencia de ayuda internacional con sede en Colonia y Nueva York, lleva casi 60 años de actividad y actualmente organiza más de 140 proyectos en 35 países de África, Asia y América.

La Orden de Malta tiene una historia de siglos, incluso de milenios, y es comprensible que su sede esté situada en el centro de Roma. Estos lugares son tres: el Palacio Magistral, la Villa Magistral y la Casa de los Caballeros de Rodas.

El Palacio Magistral

Esta es la residencia del Gran Maestre y la sede del gobierno de la Soberana Orden de Malta desde 1834; está situado en Via Condotti, uno de los puntos centrales de la ciudad de Roma; pertenece a la Orden de Malta desde 1629.

Al principio, el palacio sirvió de sede del embajador de la Orden de Malta ante los Estados Pontificios. Dos siglos después, cuando la Orden llegó a Roma en 1834, se convirtió en la residencia del Gran Maestre y en la sede de su gobierno.

La República Italiana concedió a esta sede el derecho de extraterritorialidad.

La Villa Magistral

El mismo derecho de extraterritorialidad se aplica a la Villa Magistral, situada en la colina del Aventino y que alberga la sede del Gran Priorato de Roma.

Ha acogido algunos de los acontecimientos más significativos de la vida institucional de la Orden en los últimos tiempos: las elecciones de los seis últimos Grandes Maestres y la fiesta de San Juan Bautista -patrón de la Orden- que se celebra anualmente en sus jardines el 24 de junio desde hace siglos.

La Villa Magistral cuenta también con un importante tesoro artístico: su iglesia, Santa María in Aventino, es el único ejemplo arquitectónico del artista Giovanni Battista Piranesi (1720-1778), que modificó una antigua planta establecida en el siglo X, cuando había monjes benedictinos.

Muy famoso es el llamado «ojo de la cerradura», donde los visitantes que llegan al Aventino se acercan para asomarse a esta cerradura que enmarca la cúpula de la Basílica de San Pedro.

Casa de los Caballeros de Rodas

La Casa de los Caballeros de Rodas es un edificio en el corazón del Foro Romano, en su parte dedicada a Augusto. Tras una larga historia a lo largo de los siglos, fue confiado a la Orden de Malta al final de la Segunda Guerra Mundial, y esta asignación se debe a que este edificio del siglo XIII perteneció a los Caballeros de San Juan de Jerusalén, una orden caballeresca con una larga historia que se fusionó con la Soberana Orden Militar de Malta.

El autorStefano Grossi Gondi

Vaticano

Nueva etapa del Sínodo. Continental y hasta 2024

El desdoblamiento de la fase final del Sínodo de la Sinodalidad, la homilía en el 60 aniversario del Concilio Vaticano II y las condenas a la guerra de Ucrania han sido las principales noticias de este mes. 

Giovanni Tridente·12 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

Tras el sorprendente anuncio con el que el Papa Francisco amplió un año más la duración del proceso sinodal en curso en la Iglesia -además de la etapa de octubre de 2023, ya programada, la conclusión tendrá lugar en 2024-, este mes cobra vida la etapa continental del sínodo, que durará hasta el próximo mes de marzo.

El Pontífice considera necesario proceder con cautela, sin prisas, para que los numerosos frutos que este proceso está generando “alcancen su plena madurez”. Esta es, al menos, la motivación oficial, pero también se ajusta perfectamente a la correcta comprensión de este instrumento deseado hace casi sesenta años por San Pablo VI: no es un parlamento, sino “un momento de gracia, un proceso guiado por el Espíritu que hace nuevas todas las cosas”, como recientemente recordó Francisco a un grupo de peregrinos franceses.

Documento para la etapa continental

Hace unos días se presentó a los periodistas, en la oficina de prensa del Vaticano, el documento para la etapa continental, fruto de la amplia consulta de la primera fase del proceso sinodal, en la que han participado las comunidades locales y las conferencias episcopales.

El texto, que ya está a disposición de toda la comunidad eclesial, fue redactado a finales de septiembre por un grupo de más de 50 expertos de todo el mundo, reunidos en el Centro Juan XXIII de Frascati, a pocos kilómetros de Roma, para elaborar una síntesis de los cientos de documentos recibidos por la Secretaría del Sínodo. Además de las conferencias episcopales (112 de 114) y de las Iglesias católicas orientales, también participaron en la primera fase de consulta las congregaciones religiosas, las asociaciones y movimientos eclesiales y los dicasterios vaticanos.

Experiencia única y extraordinaria

Al encontrarse con el Papa Francisco al final de este trabajo de síntesis que duró doce días y estuvo marcado por el método de la conversación espiritual, el cardenal secretario general del sínodo, Mario Grech, calificó la experiencia de “única y extraordinaria”, al haber permitido conocer “la riqueza de los frutos que el Espíritu está suscitando en el Santo Pueblo de Dios”.

Y añadió el cardenal Grech: “Podremos decir que la Iglesia se ofrece como casa para todos, porque la experiencia de sinodalidad que estamos viviendo nos lleva a ‘ensanchar el espacio de la tienda’ para acoger verdaderamente a todos”.

El trabajo de síntesis que dio lugar al documento para la etapa continental fue coordinado por el P. Giacomo Costa, que dirige la comisión preparatoria, y fue copresidido por el cardenal Grech, así como por el relator general para la próxima Asamblea General del Sínodo de los Obispos, el cardenal luxemburgués Jean-Claude Hollerich.

Las regiones de la consulta

El documento acompañará, por supuesto, a toda la consulta que tendrá lugar en los próximos meses a las grandes regiones del mundo. En particular, la subdivisión de las distintas zonas del mundo prevé asambleas para América del Norte, América Latina y el Caribe (CELAM), Europa (CCEE), África y Madagascar (SECAM), Oriente Medio -que contará con la contribución de las Iglesias católicas orientales en particular-, Asia (FABC) y Oceanía (FCBCO).

La Secretaría ha previsto todo el proceso como un intercambio continuo desde la Iglesia universal a la Iglesia particular y de vuelta a ella a través de la reflexión en los distintos continentes. También se trata de generalizar un flujo constante que pueda consolidarse mediante la creación o consolidación de vínculos entre Iglesias vecinas y entre Iglesias de regiones concretas.

Fue el propio cardenal Grech quien explicó esta dinámica en un encuentro hace unos meses, afirmando que “para entender el proceso sinodal hay que pensar en una fecunda circularidad de profecía y discernimiento” que se apoya operativamente en la “restitución a las Iglesias” de todo lo que ha llegado a Roma desde ellas.

En definitiva, esta fase continental se caracterizará por el discernimiento -a partir del documento de trabajo elaborado por el comité de expertos- sobre lo que ha surgido de las consultas anteriores: se trata de formular cuidadosamente las preguntas abiertas, así como de demostrar y clarificar las percepciones y la visión de conjunto, sin dejar de escuchar aquellas realidades que no se integraron en la fase anterior. En cualquier caso, no habrá sugerencias de respuestas ni decisiones sobre cursos de acción, que en cambio se referirán a la discusión más amplia de las Asambleas Generales de 2023 y 2024.

60 años del Concilio

Al celebrar el 60 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II por parte de su predecesor San Juan XXIII, el Papa Francisco destacó el aspecto de unidad a pesar de la diversidad que debe caracterizar el camino de la Iglesia de esta época y del futuro próximo, un camino esencialmente sinodal que encuentra sus raíces precisamente en ese dinamismo del siglo pasado.

“Una Iglesia enamorada de Jesús no tiene tiempo para enfrentamientos, envenenamientos y polémicas”, dijo el Papa Francisco en su homilía del 11 de octubre, y añadió: “Que Dios nos libre de ser críticos e intolerantes, amargados y enfadados”. Evidentemente, no se trata sólo de una cuestión de estilo, “sino de amor, porque quien ama, como enseña el apóstol Pablo, lo hace todo sin murmurar”.

Por último, añadió: “que la Iglesia esté habitada por la alegría. Si no se alegra, se niega a sí misma, porque olvida el amor que la creó. Sin embargo, ¿cuántos de nosotros no vivimos la fe con alegría, sin murmuraciones y sin críticas?”.

Una excelente advertencia precisamente para la etapa posterior del proceso sinodal que se inicia, que más bien quiere animarnos a ser partícipes y a discernir más que a ocupar espacios o posiciones o incluso a plantear objeciones que choquen con las sugerencias del Espíritu Santo.

Próximos eventos del Pontífice

En este mes de noviembre habrá varias citas en las que participará el Papa Francisco. Comienza con el Viaje Apostólico al Reino de Bahréin, del 3 al 6 de noviembre, visitando las ciudades de Manama y Awali con motivo del Foro para el diálogo: Oriente y Occidente para la convivencia humana, con una referencia inmediata al Documento sobre la fraternidad humana para la paz mundial firmado en Abu Dhabi el 4 de febrero de 2019 por el Pontífice y el Gran Imán de al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb.

El 13 de noviembre, el Papa Francisco celebrará una misa en la basílica de San Pedro con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres, la sexta, que instituyó al concluir el Jubileo de la Misericordia. En el mensaje redactado para la ocasión, el Santo Padre se había referido también a las numerosas pobrezas causadas por el “sinsentido de la guerra”, que genera incertidumbre y precariedad, con especial referencia al conflicto de Ucrania, que ha venido “a sumarse a las guerras regionales que en estos años están cosechando muerte y destrucción”.

Vaticano

Un grupo de médicos atenderán a personas sin recursos en san Pedro

Rome Reports·11 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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Varios médicos atenderán, de manera gratuita, a personas sin hogar en unas caravanas medicalizadas instaladas en la plaza de San Pedro. Esta iniciativa, impulsada por la Jornada Mundial de los Pobres es la cuarta vez que se lleva a cabo tras superar la obligada suspensión por la pandemia.

Los médicos responsables de esta iniciativa confían en que gracias al boca oreja entre las mismas personas sin hogar, durante el fin de semana bastantes confíen en ellos y se pongan en buenas manos.


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Libros

La alianza de amor conyugal, fuente de esperanza en los grandes relatos

Los relatos de alcance, cuando reflejan la verdad del amor, “muestran la esperanza segura de vida plena que nace del amor de los esposos”, manifestó José Miguel Granados Temes en la presentación de su libro ‘Transformar el amor’, en la Universidad San Dámaso (Madrid) hace unos días. De este modo, “enseñan a vivir y a cumplir el sueño de Dios y del ser humano en cada matrimonio y familia para bien de la sociedad”.

Francisco Otamendi·11 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 6 minutos

Allí, en el Madrid castizo y también universitario, acompañado por el vicedecano de la Facultad de Teología, Juan de Dios Larrú Ramos, que presidió el acto, y por el rector de la basílica de San Miguel, Juan Ramón García-Morato, teólogo y médico, José Miguel Granados Temes, que suma a sus tareas pastorales en la diócesis de Madrid, una intensa labor investigadora en torno al matrimonio y la familia, presentó ante numeroso público su último libro, ‘Transformar el amor. Matrimonio y esperanza en los grandes relatos’, editado por Eunsa.

José Miguel Granados publicó ya en la Universidad San Dámaso su tesis doctoral sobre ‘La ética esponsal de Juan Pablo II’, defendida hace años en la Universidad lateranense de Roma. Sus dos últimos trabajos han sido ‘El evangelio del matrimonio y la familia’, y una reflexión sobre los valores humanos y familiares en autoras de ámbito anglosajón, titulada ‘Mujer, ayúdame a amar’.

En el discurso de Granados Temes fueron desfilando autores universalmente conocidos, y otros no tanto. Como si fuera “una visita a una exposición artística literaria”, señaló. “Entramos en el recinto ferial de los grandes relatos, que reflejan la vida y la historia humana. Y lo hacemos con la mirada o la perspectiva del evangelio del matrimonio y de la familia. Podríamos decir que se trata de una visita a una exposición que podríamos titular ‘las edades del matrimonio’, descubierta en grandes relatos”.

Virtudes domésticas, valores familiares

Porque “al adentrarnos en la exposición literaria recogida en el presente libro, descubrimos en esos relatos cautivadores de historias y relaciones humanas, por un lado, un ramillete de hermosas virtudes domésticas, como la paciencia, el perdón, la humildad, el coraje, la fortaleza, la perseverancia, la confianza, la alegría, la laboriosidad”, añadió el autor.

Y “por otro, nos sorprenderemos al encontrar importantes valores familiares” ―continuó―, “como la tarea de formar un hogar, espacio de acogida de cada persona, de cuidado del débil y necesitado, ámbito de cobijo y apoyo, de promoción y estímulo, de formación humana y cristiana; o la mirada de ternura hacia el otro, con el afecto sincero, la vida en común, el servicio prestado generosamente, la alegría compartida”.

Pero sobre todo, subrayó José Miguel Granados, “consideraremos aspectos y dimensiones fundamentales de la identidad, la vocación y la misión del matrimonio. Así, la procreación como forma sublime de la fecundidad del amor, al recibir el don incomparable de cada hijo; la dignidad de la mujer, esposa y madre, la misión específica del padre; la educación como prolongación de la paternidad y la maternidad; la maduración afectiva; el protagonismo de la familia en la transformación social para construir una civilización de la vida y del amor”.

Enseñan a vivir

Algunos de los autores y relatos que encontramos en el recinto ferial que describe Granados son, entre otros, J.R.R.Tolkien, “con su impresionante recreación mitológica de admirable hondura antropológica”, que nos traslada “a un cosmos lleno de belleza y de tensión dramática entre las fuerzas del bien y del mal”, en palabras del autor; su amigo y colega universitario C. S. Lewis, con su “hermosa alegoría de la historia de la salvación” y la lección del niño Eustace, en ‘Las crónicas de Narnia’;personajes memorables del genial Charles Dickens, al que citaremos al final en su ‘Casa lúgubre’; Elizabeth Gaskell y su fortísima denuncia social; Oscar Wilde y El retrato de Dorian Grey; las novelas de Jane Austen (‘Sentido y sensibilidad’, ‘Orgullo y prejuicio’); narraciones de misterio y suspense como las de Anna Katharine Green, o fantasmagóricas, como las Wilkie Collins; aventuras, como las de Julio Verne; o soledades, como la de Robinson Crusoe (Daniel Defoe).

También es posible observar la doble vida moral en el ‘Doctor Jekyll y Mr. Hyde’ de Robert Louis Stevenson; narraciones infantiles del danés Hans Christian Andersen, como ‘La reina de las nieves’, o de Edith Nesbit (‘Cinco niños y Eso’); la novela policíaca, con maestros del suspense y la indagación del crimen, como sir Arthur Conan Doyle, Agatha Christie, Mary Elizabeth Braddon, Fergus Hume, Austen Freeman o Nicholas Carter; el genial G. K. Chesterton en la sabiduría humana del Padre Brown; o “sagas de novelistas norteamericanas con valores familiares cristianos y figuras femeninas admirables, que nos enseñan además a apreciar el don de los hijos”.

Rusos, franceses, ingleses…

El autor no olvida tampoco a grandes dramaturgos europeos del XIX, como “el profundo escritor rusoFiodor Dostoievski, gigante moderno del espíritu cristiano, que nos hace pensar en la conciencia moral adormecida y despertada por el amor, con la historia del joven anarquista Raskolnikov en Crimen y castigo”; el literato francés Víctor Hugo, que “transmite, en el gran relato Los miserables, el sentido cristiano de la vida y del sufrimiento injusto, vencido con la misericordia”; el también francés Alexandre Dumas, que deleita con las desventuras y la epopeya de Edmundo Dantes en ‘Elconde de Montecristo’, con la necesidad de superar el rencor mediante el perdón cristiano”.

Y cita, finalmente, novelistas ingleses de comienzos del siglo X, que“muestran el poder de la gracia en situaciones de ruina moral”, como Graham Greene o Evelyn Waugh, en ‘Regreso a Brideshead’, o “las advertencias de famosasdistopías contemporáneas de denuncia. Como la diatriba socio-política ‘1984’, deGeorge Orwell. O la angustiosa profecía del totalitarismo postmoderno en ‘Un mundo feliz’, de Aldous Huxley”.

El porqué del título

Con frecuencia se comienza un libro con la cita escueta de una frase de algún autor que resulta especialmente inspiradora para el trabajo realizado, explicó en su intervención José Miguel Granados. “En mi caso elegí estas dos afirmaciones concatenadas de la exhortación apostólica a los jóvenes titulada ‘Christus vivit’, del Papa Francisco: “Solo lo que se ama puede ser salvado. Solamente lo que se abraza puede ser transformado”.

De ahí nace el título de esta obra: “Transformar el amor”, desveló. “Pues el amor humano no es algo espontáneo y automático, que funciona por sí solo con su propia dinámica interna de forma inexorable. No se debe olvidar que nuestra naturaleza está herida por el pecado. Por ello, es imprescindible un trabajo de recuperación. En realidad, el ser humano en cuanto llamado al amor requiere ser trasformado con el auxilio de maestros de vida y de comunidades formativas. El que emprende la tarea de vivir y caminar junto a otros hacia una meta de trascendencia ha de ser educado, madurado, mejorado, en un proceso delicado y esforzado, artesanal, de purificación, sanación y aprendizaje constante”.

Y añadió el autor que, “como insinúa la sentencia papal mencionada, lo que más renueva y embellece el corazón y la entera existencia es la conciencia de ser amado personalmente, de modo único, incondicional y pleno. Ser querido de veras llena de sentido la propia existencia y motiva para desplegar lo mejor de uno mismo en la entrega de sí, en el don de uno mismo a los demás. Además, la gracia divina viene en ayuda de la debilidad humana de modo sobreabundante. Cristo es el redentor del corazón, que nos otorga las capacidades efectivas para superar las dificultades y vivir conforme a nuestra dignidad y al proyecto de Dios. Así ha ocurrido en la vida de los santos”.

Por este motivo, expuso Granados, “a lo largo del libro aludimos a diversos cónyuges cristianos y matrimonios ejemplares, cuyo testimonio manifiesta el cumplimiento heroico de la vocación conyugal en la vida concreta”.

La esperanza, nervio central

En cuanto al subtítulo del libro ―’Matrimonio y esperanza en los grandes relatos’―,“el ámbito considerado es el matrimonio en cuanto fuente de esperanza en algunas narraciones de ficción”, señaló Granados, que a continuación trazó un atractivo panorama.

“La alianza de amor conyugal es el espacio querido por Dios para engendrar y educar la vida humana, para desplegar al máximo su virtualidad”, concluyó. “Es la escuela del amor verdadero y hermoso. Brota del compromiso mutuo del varón y la mujer que, releyendo el lenguaje esponsalicio del cuerpo y del corazón, se comprometen y entregan de por vida para construir humanidad. La promesa divina fundamenta, precede y acompaña a la promesa mutua de los esposos. El don de Dios, al superar las fracturas humanas, hace brotar la esperanza de un hogar de amor bello, fiel y fecundo, participación humana del misterio de la comunión trinitaria familiar de las divinas personas”.

Precisamente es la esperanza el nervio central en la breve conclusión del libro, titulada ‘Del don al compromiso’. Tras contar los regalos que Galadriel, la sabia princesa de los elfos en el reino de Lothlórien, ofrece al despedirse de la comunidad del anillo ―hablamos de ‘El señor de los anillos’―, señala el autor que “así también, la promesa del amor conyugal contiene una semilla divina de fecundidad capaz de superar todas las pruebas, para florecer con eterna belleza, que comienza ya en esta tierra”.

El que ama siempre gana

Libro Granados

Granados menciona en el libro “la cultura del cuidado, tan ponderada por el Papa Francisco, con la lectura de la última novela completa de Dickens, ‘Nuestro amigo común’”; la encíclica ‘Spe salvi’ (‘En esperanza fuimos salvados’) de Benedicto XVI, y a san Juan Pablo II, con su ‘Carta a las familias’, entre otros autores. Pero debemos citar una frase suya al comentar una novela de Charles Dickens. “Comprendemos que ―a diferencia de los parámetros mundanos de la competencia y la ley del más fuerte― en realidad, el que ama siempre gana, aunque parezca derrotado. Así ocurre con diversos personajes en la espléndida novela Casa lúgubre”.

Sin ánimo de hacer espóiler, en ‘Casa lúgubre’ se aprecian, comenta el autor, “aparentes perdedores, como Ada Claire que acompaña a su marido en la caída, seducido por la expectativa falaz de una herencia; o la joven Esther Summerson, que se contagia de una enfermedad grave por cuidar a las familias miserables de los obreros; o Mr. Jarndyce, tutor de la joven, siempre paciente y dispuesto a echar una mano a todos; o el coronel George Runcewell, que arriesga su negocio por proteger a un niño de la calle; o Caddy Jelliby, que consigue contraer un matrimonio honroso y formar un hogar digno tras superar sus circunstancias familiares calamitosas; o, en fin, el barón sir Leicester Deadlock, que pasa por encima de su orgullo nobiliario por salvar a su mujer deshonrada: todos estos aparentes fracasados son los que salvan el mundo en que viven con gestos auténticos y discretos de amor sacrificado”.

El autorFrancisco Otamendi

Valores para una sociedad democrática

La reflexión de Joseph Weiler en el Foro Omnes acerca de la identidad y el futuro de Europa se enmarca en una línea de pensamiento defendida, entre otros, por el Papa Benedicto XVI.

11 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El profesor norteamericano Joseph Weiler ha intervenido en un Foro Omnes, exponiendo su visión sobre la crisis espiritual de Europa. Nuevamente nuestro medio ha tenido la oportunidad de convocar a un pensador distinguido con el Premio Ratzinger, que concede cada año la Fundación que lleva el nombre del Papa emérito: en este caso el de 2022, que el Santo Padre le entregará en el mes de diciembre.

Se recordará que san Juan Pablo II había señalado la conveniencia de no ver Europa como una unidad geográfica, sino como “un concepto predominantemente cultural e histórico, que caracteriza una realidad nacida como Continente gracias también a la fuerza aglutinante del cristianismo” (Ecclesia in Europa, 108). Y que Benedicto XVI, en 2004, constataba que Europa, “justo en esta hora de su máximo éxito” por haber exportado su modelo político, su sistema económico y su estilo de vida a muchos lugares, “parece haberse vaciado por dentro, paralizada en cierto sentido por una crisis de su sistema circulatorio, una crisis que pone en riesgo su vida, dependiendo por así decirlo, de trasplantes, que sin embargo no pueden eliminar su identidad”

El Foro Omnes no requería un tratamiento detallado del tema, y el profesor Weiler solamente apuntó los rasgos principales de esta crisis de forma sintética. Observó que siguen siendo indispensables los principios políticos basados en la democracia, el Estado de Derecho y los derechos humanos, pero necesitan recuperar un contenido del que se han vaciado, en un proceso simultáneo al olvido o la negación de su raíz cristiana.

Joseph Weiler ha denunciado tres expresiones concretas de ese vaciamiento: en primer término, la privatización de la fe, a la que se relega al ámbito de lo íntimo; en segundo lugar, una concepción de la neutralidad de las instituciones públicas falsa, porque deja sólo campo a la visión laicista; y, finalmente, una reducción individualista de los derechos.

Ya que el análisis se refiere a una crisis espiritual, y no sólo económica, política o geopolítica, la propuesta esbozada por el Premio Ratzinger 2022 no piensa primero en un proyecto de reforma de las leyes o las instituciones. Weiler defendió la vigencia de valores que están más allá de la ley, como son: la responsabilidad personal; la capacidad para buscar la paz también a partir del perdón y la reconciliación (como hicieron los países europeos tras la segunda guerra mundial, cuando dieron inicio al proceso de integración europea); la caridad (en la que el horizonte cristiano es aún más visible), la generosidad, la iniciativa personal, etc.

Es fácil trasladar estas consideraciones más allá del ámbito europeo, pensando en cualquier sociedad democrática desarrollada; o a aspectos no mencionados explícitamente por Weiler: por ejemplo, la diversidad cultural y religiosa, hoy objeto de atención especial, en la que se centraba Silvio Ferrari en una reciente entrevista en www.omnesmag.com, un elemento enriquecedor si no añade un simple principio vacío más o una disculpa para dejar al margen a una parte de los ciudadanos.

El autorOmnes

España

Lydia Jiménez: ”Las minorías creativas son levadura, no dinamita”

La directora general de las Cruzadas de Santa María, Lidia Jiménez, ha sido la encargada de presentar la vigésimo cuarta edición del congreso Católicos y Vida Pública en el CEU.

Maria José Atienza·10 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

El salón de actos del CEU ha acogido la presentación del Congreso Católicos y Vida Pública de este año que tendrá un marcado carácter testimonial, clave en la transmisión de la Fe, como ha querido destacar el presidente del Congreso, Rafael Sánchez Saus.

“No se trata de mirar al pasado con nostalgia sino interpretar una herencia viva que se convierte en misión consciente de la grandeza que hemos recibido”. Esta afirmación de Lydia Jiménez podría resumir el núcleo del Congreso Católicos y Vida Pública que este año cumple su vigésimo cuarta edición.

En la presentación que ha realizado la directora general de las Cruzadas de Santa María ha aludido a la necesidad de que los cristianos sean minorías creativas, como los ha definido Joseph Ratzinger, que han de ser conscientes de que la “herencia recibida pide responsabilidad somos continuadores de una historia anterior que debe ser llevada. A plenitud: volcada en el futuro. No es repetir como letra muerta sino sacar toda la riqueza ante los nuevos desafíos».

El futuro pertenece a las minorías creativas

Jiménez ha centrado gran parte de esta presentación del XXIV Congreso Católicos y Vida Pública en el reto de los católicos de convertirse en una minoría creativa.

«Una minoría creativa puede ser pequeña pero no sectaria. Lo que la distingue es su capacidad de generar cultura» ha apuntado Lydia Jiménez, que no ha dudado en afirmar que «una minoría creativa santa podrá cambiar Europa».

Las minorías creativas, ha defendido Jiménez, «no hacen la destrucción del presente sino su renovación. Se trata de ser levadura, no dinamita». Una levadura que se traduce «en el testimonio creíble de la verdad transformadora del Evangelio».

La fe recupera lo mejor de Europa

En esta línea de ser testimonio, Lydia Jiménez ha apuntado a la necesidad de ser católicos coherentes en el espacio público, base de este congreso: «Una fe que se conserva encerrada en la intimidad es incapaz de dirigir realmente la vida».

Lydia Jiménez ha abogado por recuperar la verdad de Europa a través de este testimonio y vivencia de la fe: «Europa es, ante todo, un concepto espiritual y cultural, una civilización, y la cultura necesita una dimensión religiosa. La fe cristiana puede contribuir a que Europa recobre lo mejor de su herencia y siga siendo un lugar de acogida y crecimiento no solo en lo material, sino, sobre todo, en humanidad”.

Congreso Católicos y vida Pública

El XXIV Congreso Católicos y Vida Pública tendrá lugar del 18 al 20 de noviembre en Madrid con el tema: «Proponemos la fe. Transmitimos un legado». El Congreso contará entre sus ponentes con el presidente de Political Network for Values y excandidato a la presidencia de Chile, José Antonio Kast; el director del Centro B. Kenneth Simon de Estudios Estadounidenses de la Heritage Foundation, Richard Reinsch; el presidente de European Fraternity, y el archiduque Imre de Habsburgo-Lorena.

El Nuncio de Su Santidad en España, Mons. Bernardito Auza, será el encargado de inaugurar este congreso en el que el cardenal arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro, presidirá la misa el domingo por la mañana.

Además de las conferencias propias del congreso, tendrán lugar varios talleres centrados en temas como familia, ciencia, economía, derecho o arte.

Asimismo, de manera paralela, se desarrollará un Congreso juvenil bajo el título «Jóvenes, el ahora de Dios» en el que se sucederán testimonios, conferencias y un taller sobre las propuestas de la Exhortación Apostólica Christus Vivit.

Mundo

El Papa Francisco y las iniciativas de diálogo con el islam

El ultimo encuentro del Papa Francisco con el Gran Imán de al Azhar en Baréin confirma que el Papa mantiene un diálogo basado en el encuentro.

Andrea Gagliarducci·10 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

La visita del Papa Francisco a Baréin ha supuesto su séptimo encuentro con el Gran Imán de al Azhar, Ahmed al Tayyeb; un relanzamiento del documento sobre la Fraternidad Humana, que el propio Papa calificó de “actual” en la rueda de prensa en el avión, en el vuelo de regreso; y la confirmación de que Francisco mantiene un diálogo “multilateral” con el islam, basado más en el encuentro que en las estrategias.

El Papa estaba invitado a Baréin desde 2014, y el viaje de 2019 a los Emiratos Árabes Unidos había desplazado clamorosamente el equilibrio del diálogo hacia el islam suní: al fin y al cabo, el Papa Francisco había estado en El Cairo en 2017 en una conferencia de Al Azhar.

El viaje a Irak de 2021, donde fue el encuentro con el ayatolá Al Sistani, pretendía reconducir el diálogo con el islam a un equilibrio más marcado, mirando también hacia el islam chiíta. El viaje a Baréin, en cierto modo, cierra el círculo, ya que el Papa ha ido a un país de mayoría chiíta, pero gobernado por suníes.

Sunitas y chiítas

Para entenderlo, hay que definir las diferencias entre el islam chiíta y el sunita. Cuando Mahoma murió en el año 632 d.C., la sucesión se disputó entre Abu Bakr, amigo y padre de la esposa de Mahoma, Aisha, y Alí, primo y yerno de Mahoma. Los primeros tomaron su nombre de la “Sunna”, el código de conducta de las comunidades leales al islam, mientras que los segundos se llamaban a sí mismos “Shiaat Ali”, partidarios de Alí.

Los suníes se impusieron, pero por poco tiempo Alí fue el cuarto califa. En el año 680, los suníes mataron al imán Hussein, hijo de Alí, en Kerbala, en lo que se recuerda en el mundo chiíta como la “Ashura”. La división se hizo así irremediable.

Los suníes y los chiíes rezan de forma diferente y hacen distintas profesiones de fe. Los suníes no tienen un clero organizado, en sentido propio: son los imanes quienes dirigen la oración. Los chiíes, por el contrario, preparan a su clero en universidades islámicas destinadas a ese fin. Para los chiíes, los ayatolás, sus líderes religiosos, son representantes de la divinidad en la tierra y esperan la revelación del duodécimo y último imán, que un día se revelará para cumplir la voluntad de Alá en la tierra.

Hacia el islam sunita

Pero, ¿por qué se produjo un desequilibrio hacia el islam suní? Porque el islam sunita ha hecho un trabajo muy importante en el tema de la ciudadanía. El islam suní ha realizado una labor muy importante en materia de ciudadanía, con el objetivo de dejar de considerar a los no musulmanes como “ciudadanos de segunda clase”.

Este esfuerzo dio lugar a la Declaración de Marrakech de 2016, al encuentro de Beirut, a la Conferencia de paz de El Cairo en 2017, a la que asistió el Papa, al pronunciamiento de 500 imanes en Pakistán en enero de 2019 (que también defendió a Asia Bibi, la cristiana condenada a muerte en Pakistán por blasfemia, que luego fue absuelta y tuvo que abandonar el país) y, finalmente, a la Conferencia sobre la Fraternidad en Abu Dhabi en febrero de 2019.

La relación con Al Azhar

La Universidad de Al Azhar, una de las máximas autoridades suníes, había interrumpido el diálogo con el Vaticano en 2011, cuando Al Azhar acusó a la Santa Sede de “injerencia en los asuntos internos de Egipto”, después de que Benedicto XVI alzara la voz para condenar el atentado contra los cristianos coptos asesinados en una iglesia de Alejandría.

Era un cierre formal, porque luego hubo varios gestos de acercamiento. Aunque faltaba un diálogo oficial, Mahmoud Azab representó al gran imán de Al Azhar en marzo de 2014 en una conferencia en el Vaticano, al término de la cual se firmó una declaración interreligiosa contra la trata de personas. Y había llamado la atención, en febrero de 2015, la dura condena de Al Azhar contra el autodenominado Estado Islámico, que había quemado en la hoguera a un piloto jordano.

En febrero de 2016, una delegación del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso acudió a Al Azhar, reabriendo las relaciones con la Santa Sede y abriendo el que sería el primer encuentro entre el Papa Francisco y el Gran Imán de al Azhar, Ahmed bin Tayyeb.

El encuentro añadió un motivo ulterior al Papa Francisco para visitar Egipto. El viaje tuvo lugar en 2017, con motivo de una Conferencia de Paz organizada precisamente por Al Azhar.

Que la reunión tuviera lugar en Egipto era un dato importante. En 2014, el presidente egipcio Al Sisi había dicho en la propia Al Azhar que era necesaria una revolución dentro del islam. Los aplausos fueron formidables. Ese mismo año se creó el Consejo de Musulmán de los Ancianos, con el objetivo de “promover la paz entre las comunidades musulmanas”.

En 2015, la misma universidad puso en marcha un observatorio en línea para contrarrestar las acusaciones de terrorismo y renovar el discurso religioso en el islam. Este movimiento hacia una interpretación moderada del islam tuvo una señal visible en la conferencia internacional que se celebró de nuevo en Al Azhar, entre el 28 de febrero y el 1 de marzo de 2017. La conferencia se tituló “Libertad y ciudadanía. Diversidad e integración”, y elaboró un documento, la “Declaración de Al Azhar sobre la coexistencia entre católicos y musulmanes”.

La declaración condenaba toda forma de violencia cometida en nombre de la religión, y declaraba la firme oposición a toda forma de poder político basada en la discriminación entre musulmanes y no musulmanes.

El movimiento reformista en el islam

La declaración de Al Azhar se sumaba a las diversas declaraciones que se han sucedido en el mundo islámico y que condenan la violencia en nombre de Dios. Otra declaración de este tipo es la del Reino de Baréin, citada por el Papa Francisco en su discurso en la conferencia del “Baréin Forum for Dialogue”, que él cerró en 2014.

Si el islam suní se había convertido, de alguna manera, en el portavoz de una nueva forma de ver el islam, el Papa Francisco ha intentado establecer también un puente con el islam chiíta. Y lo hizo acudiendo a Nayaf, durante su viaje a Irak en marzo de 2021, para reunirse con el ayatolá Muhammad al Sistani, que con el paso de los años se ha convertido no sólo en una autoridad religiosa, sino también en una autoridad de referencia a la que se puede preguntar todo.

Era un encuentro muy deseado por el cardenal Raffael Sako, patriarca de Babilonia de los Caldeos, que esperaba que el Papa firmara una declaración de Fraternidad Humana también con la máxima autoridad chií, como había hecho con el Gran Imán de al Azhar en Abu Dhabi.

La idea era calmar de algún modo los ánimos divididos del islam, porque el Estado Islámico (Daesh), que puso a Irak durante años a fuego y espada, era en realidad, como ha explicado en varias ocasiones el padre jesuita Khalil Samir Khalil, producto de una guerra totalmente interna del islam.

Con el islam suní, el Papa Francisco ha apoyado una nueva visión del concepto de ciudadanía dentro del mundo islámico. Al visitar a Al Sistani, el Papa Francisco mostró su apoyo a la interpretación “quietista” del islam promovida por el Gran Ayatolá, en la que la religión y la política no están unidas, sino separadas, con la idea de que “sólo los buenos ciudadanos pueden crear una buena sociedad”.

Finalmente, el Forum de Baréin, pasando por Kazajstán

Tras visitar otro país de mayoría islámica, Kazajstán, para clausurar el Congreso de Líderes de las Religiones y Tradiciones del Mundo, el Papa se ha desplazado a Baréin, donde ha participado en el “Global Interfaith Forum” organizado por el “Centro Global Rey Hamad para la Coexistencia Pacífica”.

Dejando a un lado los problemas de derechos humanos puestas de manifiesto por diversas organizaciones, simbólicamente el Papa Francisco ha querido participar en una conferencia cuyo tema era “El Este y el Oeste por la coexistencia humana”. En la base de todo estaba otra declaración, la de Baréin, que reiteraba que no puede haber violencia en nombre de la religión.

Forma parte de un esfuerzo de diálogo continuo con el islam. En Irán, la Universidad de Qom ha ayudado a publicar el Catecismo de la Iglesia Católica en lengua farsi. Mientras que el Secretario de la Liga Musulmana Mundial, Muhammad al Issa, considerado el rostro nuevo del islam saudita, visitó al Papa Francisco en 2017, y desde hace tiempo pide en sus discursos que se desarrolle el diálogo interreligioso.

El viaje a Baréin ha sido, en definitiva, sólo uno de los diversos puentes de diálogo establecidos por el Papa Francisco con el mundo islámico. El esfuerzo consiste en ir allí donde parece haber una intención de paz. Para, al estilo del Papa Francisco, abrir procesos, más que delinear caminos.

El autorAndrea Gagliarducci

Vaticano

La Santa Sede en la COP27: la cuestión medioambiental es de «dramática urgencia».

El cardenal secretario de Estado vaticano, Mons. Pietro Parolin participa estos días en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP27. La Santa Sede es uno de los estados más comprometidos con la gestión medioambiental. 

Giovanni Tridente·10 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Del 6 al 18 de noviembre se celebra en Sharm el-Sheikh (Egipto) la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP27, a la que también asiste la Iglesia de Roma. No es casualidad que la cuestión ecológica sea uno de los temas principales del pontificado del Papa Francisco, al que, entre otras cosas, ha dedicado la conocida encíclica Laudato si’.

Urgencia dramática

Para este evento en particular, el Pontífice ha estado presente a través de un discurso del Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, quien recordó cómo pocos días antes, durante su viaje a Bahrein, el propio Santo Padre recordó la «dramática urgencia» de la cuestión medioambiental.

También es la primera vez que la Santa Sede interviene como Estado miembro firmante de la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático y del Acuerdo de París. La Santa Sede se ha comprometido, a través del Estado de la Ciudad del Vaticano y desde hace varios años, a reducir las emisiones netas a cero de aquí a 2050, mejorando su gestión medioambiental. Pero también para estimular la educación para una ecología integral, que pueda fomentar el desarrollo y la sostenibilidad «basados en el cuidado, la fraternidad y la cooperación», como recordó Parolin.

Momento de la conversión

A continuación, el discurso del Secretario de Estado hizo hincapié en que la crisis ecológica que estamos viviendo representa «un momento propicio para la conversión individual y colectiva», con el fin de llegar a «decisiones concretas que ya no se pueden posponer». Es un «deber moral», subrayó Parolin, prevenir y resolver los frecuentes y graves impactos humanos causados precisamente por el cambio climático, como el fenómeno de los desplazados y los migrantes.

Ante un mundo ahora interconectado, la respuesta a estas crisis debe ser de «solidaridad internacional e intergeneracional», reflexionó el cardenal secretario de Estado: «debemos ser responsables, valientes y previsores no sólo por nosotros, sino también por nuestros hijos».

Por último, Parolin subrayó que, al adherirse a la Convención y al Acuerdo de París, el compromiso de la Santa Sede es caminar junto a las naciones «por el bien común de la humanidad y, sobre todo, en favor de nuestros jóvenes, que esperan de nosotros que cuidemos de las generaciones presentes y futuras».

Responsabilidad, prudencia y solidaridad

En su Mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, celebrada el 1 de septiembre, el Papa Francisco, refiriéndose precisamente a la COP27, había llamado también a la urgencia de «convertir los patrones de consumo y producción, así como los estilos de vida, en una dirección más respetuosa con la creación y el desarrollo humano integral de todos los pueblos presentes y futuros», desde la perspectiva de la responsabilidad, la prudencia, la solidaridad y la preocupación por los pobres.

«En la base de todo debe estar la alianza entre el ser humano y el medio ambiente -escribió el Pontífice en aquella ocasión- que, para nosotros los creyentes, es un espejo del «amor creador de Dios, del que procedemos y hacia el que caminamos»».

La importancia y los objetivos de la COP27

La Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático reúne a jefes de Estado, ministros, activistas del clima, representantes de la sociedad civil y líderes empresariales. Es la reunión anual más importante sobre la acción climática mundial. El objetivo es aumentar la inversión pública y privada en apoyo de proyectos e iniciativas hacia una transición energética sostenible en todo el mundo, así como establecer políticas que reduzcan la brecha en los flujos económicos y financieros entre los países ricos y los emergentes.

De hecho, una de las medidas más esperadas es la de intervenir para compensar a los países en desarrollo, que son los que más sufren las catástrofes relacionadas con el cambio climático, ya que son los países ricos los más responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero.

FirmasAlessandro Gisotti

Del Concilio al Sínodo

El Sínodo, que tendrá su fase universal en las sesiones de octubre de 2023 y octubre de 2024, es visto como uno de los frutos maduros del Concilio Vaticano II. 

10 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Si hay un verbo que quizás describa mejor la novedad del Concilio Vaticano II es “participar”. Como destacó el Papa en su homilía por el 60 aniversario de la apertura de la asamblea ecuménica, por primera vez en la historia, la Iglesia “ha dedicado un Concilio a cuestionarse a sí misma, a reflexionar sobre su propia naturaleza y misión”. Para llevar a cabo una tarea tan extraordinaria, el Concilio no podía limitarse a implicar sólo a una parte de los fieles, sino que debía “abrir una temporada” que hiciera participar a todos los bautizados. “En la Iglesia”, leemos en el decreto conciliar Apostolicam Actuositatem, “hay diversidad de misterio, pero unidad de misión”. Y, por tanto, la misma dignidad.

Precisamente con el Concilio, con la Lumen Gentium en particular, se afirmó la definición de la Iglesia como Pueblo de Dios, en la que todos somos miembros y estamos llamados todos a compartir la “alegría y la esperanza” (Gaudium et Spes) que brota del Evangelio. Este fue el gran sueño de Juan XXIII, hace 60 años. Esta es también la visión que Francisco tiene para la Iglesia del Tercer Milenio. Por eso, el primer Papa “hijo del Concilio” (fue ordenado sacerdote en 1969) tiene el Sínodo tan cerca de su corazón. Un fruto maduro del propio Concilio que -en la intención de Pablo VI que lo instituyó- continúa y desarrolla precisamente su dimensión participativa del pueblo: esa comunión eclesial sin la cual no se podría vivir plenamente la fe cristiana. 

Sínodo significa “caminar juntos”. A esto nos exhorta el Papa: a sentir y ser todos en camino (“Iglesia en salida”) para encontrar al Señor resucitado y testimoniar con alegría a las mujeres y a los hombres de nuestro tiempo la belleza de este encuentro que da la vida eterna. Es la alegría que proviene de la relación con una Persona viva, no con un recuerdo del pasado, porque, como ya señaló el filósofo Kirkegaard, “la única relación que se puede tener con Cristo es la contemporaneidad”.

El autorAlessandro Gisotti

Subdirector. Dirección Editorial del Dicasterio para la Comunicación.

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Lecturas del domingo

Ni un cabello de vuestra cabeza se perderá.  XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario (C)

Andrea Mardegan comenta las lecturas del XXXIII domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Andrea Mardegan·10 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

En el último libro del Antiguo Testamento, Malaquías, de quien no se sabe nada, habla del día del Señor, en el que Dios pronunciará su juicio sobre la historia humana. Utiliza el símbolo apocalíptico del fuego que quemará a los soberbios e injustos como la paja y que, en cambio, será como un sol con rayos benéficos para los que siguen al Señor. 

Hay que esperar ese día sin caer en el error de algunos tesalonicenses, que abandonan su trabajo porque no vale la pena el esfuerzo de mejorar un mundo que pronto se acabará. Pablo les corrige, después de escribirles que “no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por alguna revelación, rumor o supuesta carta nuestra, como si el día del Señor estuviera encima” (2 Tes 2, 2).

El mismo mensaje de vigilancia activa y prudente se desprende del discurso de Jesús sobre el final de los tiempos, que Lucas sitúa antes de su pasión, muerte y resurrección. Jesús aprovecha las frases de admiración hacia el templo de Jerusalén para profetizar su ruina.

Sorprendidos por ese anuncio, sus oyentes le preguntan con curiosidad y temor cuándo sucederán esas cosas, y cuáles serán las señales. Pero Jesús, que enlaza las referencias a la destrucción del templo con otras sobre el fin de los tiempos, no entra en detalles de curiosidad, sino que orienta a los suyos a preocuparse por cómo vivir el tiempo de espera, que es el tiempo de la Iglesia. 

Pone en guardia a sus discípulos contra los falsos profetas que dirán que son él, o que anunciarán el inminente fin y su regreso, que, según había dicho, tendrá lugar “a la hora que menos penséis” (Lc 12, 40). Las guerras y las revoluciones ocurrirán, pero no deben aterrorizar a los creyentes. Utiliza el lenguaje apocalíptico conocido en su época: terremotos, hambrunas, plagas, acontecimientos terroríficos y señales en el cielo. Pero aún no es el final.

Antes, los creyentes tendrán que experimentar lo que ya habrá vivido Cristo: ser traicionados por familiares más cercanos y amigos, ser capturados: “os echarán mano”, llevándolos a juicio ante las autoridades religiosas: “os entregarán a las sinagogas”; y ante las autoridades civiles y militares: “ante reyes y gobernadores”, encarcelados. Lucas volverá sobre la identificación del cristiano con la pasión y la muerte de Jesús a partir del martirio de Esteban, en los Hechos de los Apóstoles.

Es la ocasión del testimonio. Jesús ya prometió que el Espíritu Santo les inspiraría en su defensa (Lc 12, 12); ahora dice que será él mismo quien dé a los suyos “boca y sabiduría” para defenderse. Sin embargo, “matarán a algunos de vosotros”, y “todos os odiarán”. Pero el mensaje final es de esperanza: “ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con vuestra perseverancia salvaréis vuestra alma”.

La homilía sobre las lecturas del domingo XXXIII

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

Vaticano

Papa Francisco: «El diálogo es el oxígeno de la paz»

La audiencia del Papa Francisco este miércoles ha estado centrada en su reciente viaje a Baréin. Un encuentro que el Papa ha resumido en tres palabras: diálogo, encuentro y camino. 

Maria José Atienza·9 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco ha mantenido esta mañana su habitual audiencia de los miércoles. El Papa ha podido saludar a las miles de personas que le esperaban en la Plaza de San Pedro, con un tiempo ya frío, como él mismo ha señalado.

Durante su trayecto hasta los pies de la Basílica petrina ha podido bendecir a numerosos niños e incluso, mantener algunas conversaciones breves con varios de los peregrinos.

Tras la lectura, tomada del profeta Isaías (Is 2, 2-5) que anuncia ya el fin de los tiempos acorde con el tiempo litúrgico que mira ya al final del tiempo ordinario, el Papa Francisco comenzó su catequesis centrada en su reciente viaje a Baréin «un reino que yo no conocía». Tres palabras resumen, según el Santo Padre, este viaje; diálogo, encuentro y camino.

Diálogo, encuentro y camino

«El diálogo es el oxígeno de la paz, ha destacado el Papa que ha explicado cómo el motivo de su viaje ha sido responder a la invitación del rey de Baréin para participar en el «Foro para el Diálogo: Oriente y Occidente para la Convivencia Humana». En este sentido, ha afirmado el Papa, es necesario el diálogo, conocer y descubrir la riqueza de quien pertenece a otros países, a otros credos.

En Baréin «he sentido la necesidad de decir que, en todo el mundo es necesario que los responsables religiosos y civiles sepan mirar más allá de sí mismos para cuidar del conjunto. Así se pueden abordar otros temas como el olvido de Dios, el hambre o la custodia de la creación».

«Tenemos necesidad de encontrarnos» ha subrayado también el Papa refiriéndose a la segunda palabra definitoria de su viaje. Para llevar a cabo el diálogo es necesario el encuentro. Acercarnos al otro y, en este sentido, el Papa ha puesto de ejemplo como «Baréin que está formado por islas y ellos fueron a encontrarse, no se han separado sino que se han encontrado» explicó haciendo referencia a la multitudinaria Misa presidida por el Santo Padre en el Estadio Nacional de Bahrein.

El Papa ha querido destacar la necesidad de más encuentros entre musulmanes y cristianos. En esta línea ha subrayado su encuentro con «mi hermano el gran imán de Al Azhar», con los jóvenes, en la escuela del Sagrado Corazón y el encuentro con el consejo de ancianos musulmanes.

Además ha recordado un significativo gesto «en Barein las personas se llevan la mano al corazón cuando saludan, yo lo hice también, para dar espacio dentro de mí a quien saludaba».

El camino de la paz necesita de todos

Un camino de paz. El Papa Francisco ha querido apuntar que «este viaje a Baréin no es un episodio aislado, forma parte de un recorrido iniciado por Juan Pablo II en su viaje a Marruecos. No para aguar la fe, sino para construir». El Papa ha recordado que «para dialogar se tiene que partir de la identidad propia. Para que un diálogo sea bueno se tiene que ser consciente de la propia identidad».

Por último el Papa ha querido destacar el ejemplo de unidad entre cristianos de muy diversos orígenes que ha podido ver en Baréin. Una comunidad «en camino», como la ha definido el Papa Francisco. «Los hermanos en Barein viven en camino, muchos son trabajadores inmigrantes, de países diferentes que encontraron su casa en la gran familia de la Iglesia. Es hermoso ver estos cristianos filipinos, de India… que se reúnen y se fortalecen en la fe», ha recordado.

Como colofón de sus palabras, el Papa ha realizado una llamada a «ampliar los horizontes, abran sus corazones. Somos todos hermanos» ha afirmado apuntando que es necesario que «esta fraternidad vaya más adelante». Además el Papa ha querido apuntar que «si te dedicas a conocer al otro no te sentirás amenazado, pero si tienes miedo del otro vivirás en la amenaza. El camino de la paz necesita de todos y cada uno».

Ir a Dios con la libertad de los niños

Los niños han vuelto a ser protagonistas de esta audiencia, han sido varios los que se han acercado a saludar al Papa mientras se hacían las lecturas en los diferentes idiomas. De hecho, el Papa ha querido poner de ejemplo esta libertad de los niños que «no han pedido permiso, no han dicho ‘tengo miedo’. Han venido directamente. Así tenemos que ser nosotros con Dios. Ir adelante, Él nos espera siempre».

Zoom

Esperando al Papa en Baréin

Una niña ondea la bandera vaticana antes de la llegada del Papa Francisco al Bahrain National Stadium en Awali para la misa.

Maria José Atienza·9 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

El diálogo interreligioso y ecuménico, un arma para desactivar cualquier conflicto

El reciente viaje del Papa Francisco a Baréin deja como balance una llamada al diálogo, especialmente con el mundo musulmán y a la unidad de los cristianos. 

Antonino Piccione·9 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 5 minutos

«Un viaje de encuentro porque el objetivo era precisamente estar en diálogo interreligioso con el Islam y ecuménico con Bartolomé. Las ideas expuestas por el gran Imam de al Azhar iban en la dirección de buscar la unidad dentro del Islam, respetando las diferencias, y la unidad con los cristianos y otras religiones».

En su vuelo de regreso de Bahrein, respondiendo a las preguntas de los periodistas, el Papa Francisco hizo un balance del viaje apostólico que concluyó el domingo 6 de noviembre.

Un viaje nacido del Documento de Abu Dhabi, cuya génesis reconstruye Bergoglio, contando que al final de una audiencia en el Vaticano del gran imán de Al Azhar le invitó a comer «y sentados a la mesa tomamos el pan, lo partimos y nos lo dimos». Fue un almuerzo fraternal y al final nació la idea del Documento de Hermandad Humana firmado en 2019. Fue una cosa de Dios, que salió de un almuerzo amistoso’.

El texto, revela el Pontífice, «fue para mí la base de la Hermandad Humana. Creo que no se puede pensar en un camino así sin una bendición especial del Señor en este camino».
Ya hemos dado cuenta de las conclusiones del Foro sobre el diálogo con los líderes de las distintas confesiones.

Recordemos ahora otros momentos destacados de la visita: el abrazo a la comunidad católica con la misa presidida por Francisco en el Estadio Nacional de Bahrein, el encuentro con los jóvenes en la Escuela del Sagrado Corazón y, por último, con los obispos, el clero local, los consagrados, los seminaristas y los agentes de pastoral.

«La fe no es un privilegio sino un don que compartir»

A la entrada de la catedral de Nuestra Señora de Arabia para el encuentro ecuménico y la oración por la paz, dio la bienvenida al Papa Mons. Paul Hinder, administrador apostólico del vicariato apostólico de Arabia del Norte. Aquí, en presencia de representantes de otras confesiones cristianas, el Pontífice expresó su conciencia de que «lo que nos une supera con creces lo que nos separa y que, cuanto más caminemos según el Espíritu, más nos llevará a desear y, con la ayuda de Dios, a restablecer la plena unidad entre nosotros».

De ahí la invitación a dar testimonio. «El nuestro, en efecto, no es tanto un discurso de palabras, sino un testimonio que hay que mostrar con hechos; la fe no es un privilegio que hay que reclamar, sino un don que hay que compartir». Por último, el «distintivo cristiano, la esencia del testimonio»: amar a todos.

En el tercer día del viaje apostólico, Francisco celebró una misa por la mañana en el Estadio Nacional de Bahrein. Por la tarde, se reunió con unos 800 jóvenes en el Colegio del Sagrado Corazón, dirigiéndoles tres invitaciones: «no tanto para enseñaros algo, como para animaros».

«Abracen la cultura del cuidado -comenzó el Papa- en primer lugar de ustedes mismos: no tanto del exterior, sino del interior, de la parte más oculta y preciosa de ustedes, de su alma, de su corazón». La cultura del cuidado, pues, como «antídoto contra un mundo cerrado e impregnado de individualismo, preso de la tristeza, que genera indiferencia y soledad».

Porque si no aprendemos a cuidar de lo que nos rodea -de los demás, de la ciudad, de la sociedad, de la creación- acabamos pasando la vida como los que corren, se afanan, hacen muchas cosas, pero, al final, se quedan tristes y solos porque nunca han probado del todo la alegría de la amistad y la gratuidad». La segunda invitación: sembrad fraternidad y «seréis segadores del futuro, porque el mundo sólo tendrá futuro en la fraternidad». Estar cerca de todos, sin hacer diferencias porque «las palabras no bastan: hacen falta gestos concretos realizados a diario».

Finalmente, la última invitación, a tomar decisiones en la vida. «Como ante una encrucijada», subrayó, «hay que elegir, implicarse, arriesgar, decidir. Pero esto requiere una buena estrategia: ¡no se puede improvisar, vivir sólo por instinto o sólo de forma improvisada! Pero, ¿cómo entrenar la «capacidad de elegir», la creatividad, el valor, la tenacidad? ¿Cómo agudizar la mirada interior, aprender a juzgar las situaciones, a captar lo esencial?». En la «oración silenciosa», confiando en la presencia constante de Dios que «no te deja solo, dispuesto a echarte una mano cuando se lo pidas». Nos acompaña y nos guía. No con maravillas y milagros, sino hablando suavemente a través de nuestros pensamientos y sentimientos».

«Lo esencial para el cristiano es saber amar como Cristo»

Por la mañana, el Papa se reunió con la comunidad católica en la Misa por la Paz y la Justicia en el Estadio Nacional de Bahrein. Estuvieron presentes unas 30.000 personas procedentes de los cuatro países del Vicariato Apostólico de Arabia del Norte -Bahréin, Kuwait, Qatar y Arabia Saudí-, pero también de otros países del Golfo y de otros territorios.

En su homilía, Francisco apuntó alto invitando a los fieles a reflexionar sobre la fuerza de Cristo: el amor, exhortando a todos a «amar en su nombre, a amar como Él ha amado». Y lo que Cristo propone «no es un amor sentimental y romántico» -explicó el Papa- sino concreto y realista porque «habla explícitamente de los malos y de los enemigos». Y la paz no puede restablecerse -afirmó el Pontífice- si a una palabra mala se responde con otra aún más mala, si a una bofetada le sigue otra: no, «es necesario «desactivar», romper la cadena del mal, romper la espiral de la violencia, dejar de rumiar el resentimiento, dejar de quejarse y compadecerse». Pero el amor no es suficiente «si lo limitamos a la estrecha esfera de aquellos de quienes recibimos tanto amor».

El verdadero desafío, para ser hijos del Padre y construir un mundo de hermanos, es aprender a amar a todos, incluso al enemigo, y esto «significa traer a la tierra el reflejo del Cielo», añadió, «es hacer descender sobre el mundo la mirada y el corazón del Padre, que no hace distinciones, no discrimina».
Y esta capacidad -concluyó- no puede ser sólo fruto de nuestro esfuerzo, es ante todo una gracia» que hay que pedir a Dios, porque muchas veces llevamos muchas peticiones al Señor, pero esto es lo esencial para el cristiano, saber amar como Cristo. Amar es el mayor regalo».

La última parada fue la visita, en la mañana del domingo 6 de noviembre, a la iglesia del Sagrado Corazón de Manama, la más antigua del país, fundada en 1939. El Papa se reunió con los agentes de pastoral, que le dieron una cálida bienvenida.

Les instó a «construir con firmeza el Reino de Dios en el que el amor, la justicia y la paz se oponen a toda forma de egoísmo, violencia y degradación». A continuación, se detuvo en el servicio entre las mujeres presas, en las cárceles, realizado por las monjas.

Ante el Ministro de Justicia bahreiní, presente en la reunión como representante del gobierno, el Papa recordó: «Cuidar a los presos es bueno para todos, como comunidad humana, porque es por cómo se trata a los últimos que se mide la dignidad y la esperanza de una sociedad».

Por último, agradeció al Rey la magnífica acogida que le había dispensado en los últimos días, así como a quienes habían organizado la visita. En un salón del complejo del Sagrado Corazón, recibió a algunos fieles de otras partes de la región del Golfo como último acto del viaje, agradeciéndoles su testimonio.

De regreso a Roma tras acompañar al Papa Francisco al país del Golfo, Miguel Ángel Ayuso Guixot, cardenal prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, expresó su satisfacción por la continuidad de las relaciones entre musulmanes y cristianos y la importancia del diálogo como «habilidad existencial». Una oportunidad de encuentro en un mundo en conflicto: «Diálogo, respeto mutuo, fraternidad y paz». Si realmente queremos caminar por los senderos de la paz, debemos seguir promoviendo estos aspectos».

El autorAntonino Piccione

Evangelización

Beatriz Ozores. Una gran divulgadora de la Biblia en la radio y YouTube

Beatriz Ozores. 54 años. Casada, con tres hijos. Comprometida con su fe: no para quieta. Estudió Publicidad y Márketing. Es traductor jurado de inglés. Cursó la licenciatura en Ciencias Religiosas en la Universidad de Navarra. 

Arsenio Fernández de Mesa·9 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Beatriz me cuenta que su marido, Gonzalo, va cada sábado a casa de las monjas de Teresa de Calcuta para cuidar a los más pobres. El mayor de sus hijos, Jaime, de 25 años, entró el 30 de septiembre en el seminario de Madrid. Estudió en el colegio Retamar, acabó una ingeniería en la Politécnica y trabajaba en Toyota. Su noviazgo pintaba bien, pero de repente decide dejar todo y dedicar su vida a Dios. Bea, de 24 años, estudió en el colegio Aldeafuente y cursó psicología en Navarra. Estaba opositando al PIR cuando decide abandonar todo y ha entrado en el Hogar de la Madre. Ahora es novicia. Se ve que Dios se ha fijado mucho en esta familia. La pequeña, Tere, cumple dentro de poco 19 años. Está en segundo de derecho con filosofía en Navarra. A ver qué pasa. 

Beatriz sintió en un momento de su vida que Dios le llamaba a que estudiase para evangelizar. En segundo de carrera le pide María Vallejo Nágera que imparta clases de Biblia en San Jorge, su parroquia: “Yo no tenía ni idea de Biblia, pero hablé con mi director espiritual y me animó a lanzarme”. Aún así, le contó al párroco que no tenía ni idea de Biblia y que no iba a dar ninguna clase. Le sorprendió su respuesta: “¡Eres perfecta!”. Llegó el primer día, temblando, con un Power Point. Empezaron yendo 14 y acabaron más de 100. Dio clases durante cuatro años en esa parroquia y también en La Moraleja: “Llegaron a asistir 200 personas y eso me hacía palpar la sed que la gente tenía de la palabra de Dios”

Un día la “secuestró” Pilar Sartorius y la llevó a Radio María. Le dieron un programa y lleva ya diez años ahí. Explica la Biblia. “Sobre todo es una vivencia”, me confiesa. Estudiar a secas la Palabra de Dios, cosa que ya ha hecho, le aburre y le seca el corazón, porque la Palabra está viva: “Yo me preparo los programas y me voy al Santísimo con mis 700 folios y 700 rotuladores. Ya me conocen en la parroquia como la loca que se sienta en el primer banco y hace eso”. En Mater Mundi está grabando vídeos sobre la historia de la salvación. También ha tenido en su casa un grupo de oración y catequesis de 60 personas. 

En HM, la televisión del Hogar de la Madre, hizo una serie de Jesús de Nazaret con Javier Paredes, catedrático de Historia, siguiendo el libro de Benedicto XVI. Después hizo otra de Apocalipsis. Me cuenta con gracia que cuando empezó a ir a grabar allí, su hija Bea estaba estudiando primero de Psicología y apareció en casa en mayo porque sacaba muy buenas notas: “Me quedé horrorizada porque no puedes veranear desde mayo”. Llamó a las monjas y mandó a Bea a Ecuador a misiones. Su hija, al volver, le dijo que le había encantado la experiencia, pero no que no quería volver a ver esas monjas: “Porque son tan radicales como tú, mamá”, le espetó. Ahora es novicia con ellas. 

Beatriz no sólo da conferencias en parroquias, también en movimientos como Emaús o Hakuna. Está metida de lleno junto a su marido en Proyecto Amor Conyugal –este mismo día en que hablamos se van a conducir un retiro-. También colaboran en Effetá. Le gusta mucho la doctrina, pero si tiene una inspiración comprueba antes que no es una herejía. Se lo enseñó el profesor Arocena: “Si descubres algo que nadie ha descubierto por ahora, vas por mal camino”

Tiene mil anécdotas. Le pido una. Al terminar de impartir una clase en la parroquia, se le acercó una señora. Le dijo: “Estos son los papeles del divorcio y he venido con esta amiga para que me acompañe al abogado, pero antes me ha pedido que le acompañe a la clase de Biblia. Escuchando esta sesión sobre Abraham, aun siendo una persona que practico poco la fe, me he dado cuenta de que Dios no quiere que me divorcie”. Rompió esos papeles delante de Beatriz. Empezó con Misa diaria, oración, Rosario. Se acercó más que nunca a Dios.

Vaticano

Las imágenes del Papa en Baréin

Rome Reports·8 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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Durante su 39º viaje apostólico, el Papa Francisco compartió momentos con la pequeña comunidad católica en la Iglesia del Sagrado Corazón. Otros momentos destacados del viaje fueron su reunión privada con el Gran Imán de Al-Azhar antes del encuentro con musulmanes o la visita a un colegio donde lo recibieron unos 800 estudiantes de diferentes nacionalidades y religiones. 


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María, la verdadera vía de la belleza

La hermosura de la criatura radica allí donde Dios se complace, en el centro mismo de su ser. Una hermosura que mana de Dios, que es verdad y bien por excelencia.

8 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Función Principal de Instituto, el día grande de la hermandad en el que ésta honra a sus titulares. En el altar mayor de la iglesia se había levantado una estructura de imponente belleza, coronada por la imagen de la Virgen titular de la hermandad vestida con sus mejores galas. Una cascada de cirios, perfectamente dispuestos, todos encendidos, iba derramándose desde la Virgen hacia abajo, tendiendo un puente con sus hijos.

La búsqueda de la Belleza

 Iba a comenzar la Misa solemne. De la sacristía salió la procesión. Precedían el cortejo dos “servidores” con librea. Tras ellos la cruz parroquial fue acercándose al altar encabezando un cortejo de acólitos, con soberbias dalmáticas, cada uno con su función específica: ciriales, incensario, navetas, que acompañaban al cardenal celebrante y sacerdotes que concelebraban. El órgano, del siglo XVIII, solemnizaba el avance de la procesión por la nave central. Al llegar al altar cada acólito se dirigió a su sitio en una silenciosa y precisa coreografía.

Semejante comienzo preludiaba algo aún más solemne: al iniciar el celebrante el Kyrie la orquesta, coro y solistas situados al fondo de la nave entonaron la Misa de la Coronación de Mozart.

Si, como explicaba una escritora del siglo XIX, las personas son cálices de aceptación de belleza, aquí se desbordaron, actualizando la emoción de Stendhal ante la belleza auténtica, que no es sólo placer estético.

Existe una belleza que se refiere a las cosas en sí mismas, independientemente de la relación con el sujeto que las conoce, que es fugaz y superficial, produce gozo estético, pero no llega a tocar lo más íntimo de nuestro corazón. No nos referimos a ésa. La auténtica belleza de algo, de alguien, capaz de suscitar emoción y alegría verdadera en el corazón de los hombres, se manifiesta cuando ese algo o alguien se funde con su ser verdadero, manifestando así la Verdad. Esa unión perfecta es el Bien, que se manifiesta como Belleza. Por eso Dios, en su perfecta armonía con la Caridad –Dios es amor- es la Verdad, y enÉlsereconoce el Bien. De ahí mana la auténtica Belleza, capaz de suscitar estremecimiento en el corazón de los hombres: ¡Tarde te amé, belleza tan antigua y tan nueva, tarde te amé!”, se lamentaba S. Agustín.

En el caso de la Virgen (tota pulchra es Maria), su belleza no radica en su figura humana, aunque seguro que también. La belleza de la Virgen es la hermosura de la gracia santificante, de su adecuación al querer de Dios (fiat!). La hermosura de la criatura radica allí donde Dios se complace, en el centro mismo de su ser. Una hermosura que mana de Dios, que es verdad y bien por excelencia.

El autorIgnacio Valduérteles

Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla. Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.

Ecología integral

Los cuidados paliativos, esenciales para la salud pública, señala Secpal

Francisco Otamendi·8 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 4 minutos

La necesidad de reconocer los cuidados paliativos como esenciales para la salud pública, “enfoque imprescindible” para mejorar la calidad asistencial, será línea estratégica de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) hasta 2025. Por otra parte, universidades como Navarra, Francisco de Vitoria y CEU incorporan aprendizaje sobre paliativos.

Este desafío precisa de la concienciación y el esfuerzo conjunto de profesionales, administraciones y ciudadanos “y su núcleo deben ser las personas enfermas y sus familias”, ha manifestado el Dr. Juan Pablo Leiva, presidente de la sociedad de paliativistas.

Uno de los objetivos prioritarios de esta línea de trabajo es lograr la implicación del Ministerio de Universidades para que se ponga en marcha un plan verdaderamente efectivo que permita garantizar la formación de grado y posgrado en cuidados paliativos en todas las disciplinas relacionadas con la salud.

Éstos fueron algunos de los postulados defendidos en un acto con el que la sociedad científica culminó las actividades desarrolladas en octubre para conmemorar el mes de los cuidados paliativos. Celebrado en el pequeño anfiteatro del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid (ICOMEM), el encuentro reunió a profesionales de la medicina, la enfermería, la psicología y el trabajo social en torno a un programa en el que los protagonistas fueron pacientes y cuidadores familiares.

“Cuando no estás solo, es menos duro”. “Tranquiliza saber que alguien está ahí para cuidarte”. “Nos ayudaron a que estuviera entre algodones hasta el final”. “Fue muy vital y viajó casi hasta el último momento”. “He aprendido a llorar y a respirar”.

Son pinceladas de las experiencias que pudieron escucharse en las voces de Rosa Pérez, Mercedes Francisco, Elisa Nieto, Laura Castellanos, Consuelo Romero y Lilia Quiroz, durante un acto que sirvió para rendir un homenaje a los enfermos y a los seres queridos que se dedican a su cuidado, piezas clave para garantizar una adecuada atención paliativa.

“Los equipos de soporte de cuidados paliativos que van a casa son fundamentales”, aseguró Consuelo Romero, cuidadora familiar de María, una mujer “con muchas ganas de vivir” que presentaba un cáncer de ovario metastásico de gran complejidad y que pudo mantener su independencia y autonomía hasta pocos días antes de fallecer gracias a los cuidados de su familia y al apoyo y acompañamiento de un equipo de soporte en domicilio.

Inequidad en el acceso a los paliativos

Sin embargo, pese a que los cuidados paliativos domiciliarios son “sumamente beneficiosos para los pacientes y sus familias” y permiten al enfermo mantenerse en casa el máximo tiempo posible, en España no están plenamente desarrollados, como ha informado Omnes diversas ocasiones.

En este acto lo recordó la enfermera Alejandra González Bonet, y lo recalcó el presidente de SECPAL, quien puso de manifiesto la inequidad existente en el acceso a la atención paliativa domiciliaria las 24 horas del día, todos los días del año, un servicio que no existe en todas las comunidades autónomas.

“No podemos admitir que el acceso a cuidados paliativos dependa del código postal”, apuntó el Dr. Juan Pablo Leiva, quien valoró que cada vez exista una mayor conciencia sobre la importancia de considerar los cuidados paliativos como un derecho humano.

“Todos nos encontraremos en algún momento con un final de vida, ya sea con el de un ser querido o con el nuestro. Lo que nos une a todos es el sufrimiento. En cuidados paliativos trabajamos la presencia terapéutica, esa presencia que facilita el encuentro con el que sufre, sin huir ni luchar sin sentido, o paralizarnos ante el sufrimiento”, subrayó.

Asociaciones de pacientes

En los dos próximos años, La sociedad científica SECPAL buscará sinergias entre recursos específicos y generalistas de cuidados paliativos, así como con la comunidad global, para lograr que la atención paliativa sea reconocida como esencial para la salud pública. Se trata de un desafío para el cual es necesario “comprender que impulsar su desarrollo en nuestro país es responsabilidad de todos”.

En el avance hacia este objetivo, el Dr. Leiva destacó el papel protagonista que deben desempeñar las asociaciones de pacientes, que estuvieron representadas en el acto conmemorativo por Andoni Lorenzo, presidente del Foro Español de Pacientes (FEP), quien asumió este: “Nuestra gran reclamación ha sido siempre que los pacientes estén en los lugares donde se toman las decisiones y se definen las estrategias en salud”, recordó.

Atención “holística”

En la mesa inaugural participaron también las doctorasMagdalena Sánchez Sobrino, coordinadora regional de Cuidados Paliativos del Servicio Madrileño de Salud, y Luisa González Pérez, vicepresidenta del ICOMEM, que coincidieron al destacar el carácter integral que define a los cuidados paliativos. Ante una enfermedad avanzada o con pronóstico de vida limitado, “todo nuestro ser está afectado, por lo que las personas deben ser atendidas de manera holística” [en su totalidad], resaltó Sánchez Sobrino, quien instó a profesionales, instituciones y organizaciones de pacientes a “trabajar juntos” para conseguir un adecuado desarrollo de la atención paliativa.

Por su parte, la Dra. González Pérez recordó que el Colegio de Médicos de Madrid ha constituido recientemente el Comité Científico de Cuidados, dentro de la campaña del ICOMEM Cuidados de principio a fin.

“Los cuidados son una actitud, un mensaje que queremos lanzar los médicos para despertar en la sociedad la necesidad de reclamar que sean una realidad: cuidados que deben ser estructurados, financiados, en todas las fases de la enfermedad y en todas las franjas de edad, porque la medicina del futuro es una medicina de cuidados”, recalcó.

En algunas universidades

“A diferencia de la mayoría de países europeos, España no cuenta con una especialidad en Medicina Paliativa. Ese es quizás el punto más crítico para el desarrollo de la medicina paliativa”, señaló hace tiempo en Omnes Miguel Sánchez Cárdenas, investigador del Atlantes Research Group (ICS) de la Universidad de Navarra.

Pues bien, esta misma universidad es una de las pocas con una asignatura de carácter obligatorio que se enseña en sexto curso, y que quedó fijada en el plan de estudios gracias a los propios alumnos, según ha explicado el Dr. Carlos Centeno, encargado de la materia, a ‘Redacción médica’. Este mismo medio informa que el Dr. Centeno se ha preguntado: “¿Es lógico que se les pregunte a los alumnos en el MIR por cosas muy concretas de Medicina Paliativa y no se les haya dado ninguna asignatura?”.

Otro centro que ha apostado también por esta misma signatura es la Universidad Francisco de Vitoria, añade la publicación, al incorporar esta competencia de manera constante entre el segundo y el sexto curso, mediante talleres de simulación, visitas de expertos y prácticas, explica el profesor Javier Rocafort.

Por otra parte, estudiantes de tercero del Grado de Enfermería de la Universidad CEU Cardenal Herrera han elaborado 32 vídeos, donde explican los beneficios de los cuidados paliativos, además de poner en valor la labor de los profesionales sanitarios en esta especialidad.

El autorFrancisco Otamendi

A hombros de gigantes

Esto es lo que ocurre en la tarea evangelizadora de la Iglesia. Todo lo que somos capaces de vivir, de avanzar, es porque, antes que nosotros, ha habido personas que hicieron un gran trabajo, sobre el que nos apoyamos.

8 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

Esta expresión, “a hombros de gigantes”, puede parecer graciosa o curiosa y no darnos cuenta de lo mucho que explica. Todo lo que el hombre es capaz de descubrir hoy es gracias a lo que otros, anteriores a nosotros, fueron capaces de hacer.

Esto es lo que ocurre en la tarea evangelizadora de la Iglesia. Todo lo que somos capaces de vivir, de avanzar, es porque, antes que nosotros, ha habido personas que hicieron un gran trabajo, sobre el que nos apoyamos. Si somos capaces de ver más allá que ellos, no es porque seamos mejores o tengamos más capacidades: ¡es que nos apoyamos en ellos! Estamos subidos a sus hombros, ¡hombros de gigantes!

En el ámbito de la misión y de la animación misionera, no podríamos hacer lo que estamos haciendo si antes no hubieran estado personas como san Francisco de Javier, Pauline Jaricot, Gregorio XV, el beato Paolo Manna o Pío XII. Ellos han sido gigantes en su celo por la evangelización y por sus iniciativas misioneras. Obras Misionales Pontificias, de España y del mundo entero, son lo que son, gracias a ellos.

Este año celebramos muchos acontecimientos que nos recuerdan a estos gigantes: hace 400 años que Gregorio XV creó la Congregación de Propagación de la Fe, luego llamada Evangelización de los Pueblos, recordando que la evangelización es tarea de la Iglesia entera, y no de particulares. Este Papa, el mismo año, canonizó al Patrono de las Misiones, Francisco Javier, junto a Ignacio de Loyola, Teresa de Jesús, Isidro Labrador y Felipe Neri. También hace 200 años que Pauline Jaricot “concibió” la Asociación de Propagación de la Fe, que daría origen al DOMUND. Asociación que en 1922, fue elevada por el Papa Pío XI a Obra Misional Pontificia, junto a la Obra de San Pedro Apóstol, fundada por Juana Bigard y la Obra de la Infancia Misionera fundada por el obispo Forbid Janson. ¡Gracias a todos estos gigantes!

El autorJosé María Calderón

Director de las Obras Misionales Pontificias en España.

Ecología integral

«Los Espacios libres de Eutanasia serán un faro en una sociedad amenazada por la incultura del descarte»

Esta iniciativa nacida en España pretende animar y defender, especialmente en ámbitos sociosanitarios, la defensa de la vida digna del paciente hasta su muerte natural. 

Maria José Atienza·7 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 7 minutos

Crear lugares en los que “impere la cultura del cuidado” sin que los profesionales se sientan presionados para acabar con la vida de los pacientes, ni los pacientes se vean como una “carga y tengan la seguridad de que serán cuidados y atendidos integralmente hasta el final natural”.

Este es el objetivo de Espacios libres de Eutanasia, una iniciativa que un grupo de profesionales de diversos ámbitos ha puesto en marcha en España para preservar, entre otras cosas, el derecho a la objeción de conciencia personal y comunitaria ante leyes como la de la eutanasia que, en España, se ha impuesto sin contar con el debido debate y, sobre todo, sin alimentar la alternativa a la muerte con una ampliación y mejora del acceso a cuidados paliativos.

Uno de sus impulsores, Luis Zayas, explica que a pesar de las presiones sufridas, es esperanzador comprobar que “muchas instituciones tienen claros los principios bajo los que ejercen su actividad médica o asistencia y no están dispuestas a abandonarlos”

¿En qué consiste la iniciativa de espacios libres de eutanasia?

–La iniciativa Espacios Libres de Eutanasia nace para promover la cultura del cuidado ante la grave amenaza para la convivencia en España que supone la legalización de la posibilidad de matar a personas que lo soliciten.

¿Cuál fue el germen de esta iniciativa?

–Nace fruto de la preocupación de un grupo de personas conscientes de la terrible experiencia vivida en naciones que ya han legalizado la eutanasia. En esas naciones, se han roto la confianza en la relación médico-paciente; se ha demostrado que, en muchos casos, se han matado a personas sin su consentimiento; se ha evidenciado una renuncia al esfuerzo que exige cuidar y atender a personas enfermas; muchas persona mayores que se consideran una carga para sus familias y la sociedad y que creen que, pidiendo la muerte dejarán de serlo; hay casos de personas enfermas a las que se niegan tratamientos bajo la excusa de que la opción de que soliciten la muerte es más económica. 

Todo ello contribuye a configurar una sociedad desvinculada, individualista, donde el que no puede valerse por sí mismo acaba siendo visto como un problema y se descarta, la sociedad se olvida de él y busca un atajo, una “solución” rápida que es la muerte. Es lo que se llama la pendiente resbaladiza que se ha vendido repitiendo en todas las naciones que han aprobado la eutanasia y que acaba deshumanizando las sociedades.

¿Cuál es su principal misión? 

–Nuestra primera misión es luchar contra esta deshumanización de la sociedad promoviendo una cultura del cuidado que valore a la persona, que acompañe y cuide de la persona en cualquier situación, que sea capaz de proporcionarle los avances médicos disponibles en cada momento; que sea capaz, también, de dar un significado al sufrimiento. Espacios libres de Eutanasia nace para mantener vivo el debate de que toda vida merece la pena y merece ser cuidada y acompañada. Si este debate desaparece, la incultura de la muerte se habrá impuesto.

En segundo lugar, Espacios libres de Eutanasia tiene un objetivo claro: derogar la ley que permite matar a personas que lo soliciten. Es una ley injusta y en un ordenamiento jurídico digno de tal nombre no cabe la existencia de leyes contrarias a la dignidad, libertad y derechos de las personas.

Finalmente, queremos proponer lo que denominamos los Espacios libres de Eutanasia. Lugares (hospitales, residencias, centros sanitarios o asistenciales, …) donde impere la cultura del cuidado; donde los profesionales sanitarios puedan ejercer libremente su profesión de acuerdo con los principios del juramento hipocrático, sin temor a sentirse amenazados a tener que matar pacientes o dejar de atenderles; donde los pacientes y sus familias tengan la seguridad de que serán cuidados y atendidos integralmente hasta el final natural de su vida. Lugares que muestren a la sociedad que toda vida, en la circunstancia que esté, merece ser cuidada y acompañada. Los Espacios libres de Eutanasia serán un faro en una sociedad amenazada por la incultura de la muerte y el descarte.

La ley de eutanasia se ha tramitado «por la espalda y por vía de urgencia» sin dar lugar ni siquiera a un debate real. ¿La sociedad es consciente de lo que supone que un acto como la ayuda a morir pase a ser una prestación (un derecho) respaldada por la ley?  

–Es claro que se ha hurtado a la sociedad un debate sobre esta cuestión. Y en este sentido, siendo gravísima la aprobación de una norma como ésta, duele todavía más que se haya hecho con nocturnidad y alevosía, por vía de urgencia y en un momento en que España entera estaba ocupada en salvar vidas.

Esta falta de debate, junto a una campaña buenista en la que el gobierno presentaba la norma como respuesta a las demandas de casos extremos en que familias o personas pedían la eutanasia, han provocado que buena parte de la sociedad no sea consciente de la gravedad de esta norma ni de sus efectos en el medio y largo plazo. 

La sociedad tiende a pensar que habrá pocas situaciones en que haya personas que se soliciten la muerte y se les mate. Sin embargo, la experiencia de otros países no dice eso. Nos indica que poco a poco la eutanasia se va introduciendo en la sociedad y la va gangrenando. En las naciones que llevan más tiempo con la eutanasia legalizada las personas que solicitan ser matadas alcanzan entre el 4-5% de las muertes anuales. Eso supondría entre 16.000 y 20.000 personas matadas todos los años. Eso es mucha gente, muchas personas a las que no hemos sabido o querido, como sociedad, dar esperanza.

Pensamos que utilizar los términos “prestación sanitaria” o “ayuda para morir”, que aparecen en el texto de la ley, contribuye a falsear la realidad de lo que supone la ley para matar personas enfermas o mayores. No hay nada más opuesto a lo sanitario y la ayuda, que matar intencionadamente a un ser humano inocente.

Por eso, es necesario mantener el debate, la sociedad española tiene que ser consciente de la gravedad y peligro que supone haber legalizado la posibilidad de matar a aquellas personas que lo soliciten.

En el caso, por ejemplo, de entidades sanitarias con principios no compatibles con esta ley de eutanasia. ¿Se respeta el derecho a la objeción de conciencia colectiva? 

–Esta es una cuestión compleja desde el punto de vista jurídico. El Comité de Bioética de España emitió un informe en el que consideraba que la objeción de conciencia de las instituciones jurídicas está amparada por nuestro ordenamiento jurídico. Sin embargo, la ley ha tratado de evitarlo expresamente en su articulado. Por tanto, estamos ante una cuestión que deberá dirimirse posiblemente en los tribunales. 

Hay otros derechos reconocidos en nuestro ordenamiento jurídico, como son la libertad de empresa o el respeto al ideario de la institución (en el ámbito educativo hay muchas sentencias que reconocen el derecho que tiene un centro educativo a que se respete su ideario por parte de las administraciones pública, lo cual es perfectamente aplicable al mundo de la sanidad.) que pueden ser vías, que sin necesidad de entrar en un debate complejo sobre la objeción de conciencia de las personas jurídicas, permitan a las instituciones que apuesta por el cuidado de la personas y de la vida, no tener que aplicar una ley que atenta contra los principios básicos de la medicina.

¿Cree que, en ocasiones, hay temor en el ámbito sanitario a perder, por ejemplo, conciertos con las administraciones públicas si se oponen a leyes como la del aborto o la eutanasia? 

–Sin duda, en muchos casos instituciones del ámbito sanitario, en especial pertenecientes a la Iglesia Católica, en su deseo de aportar los más posible a la sociedad han puesto sus instalaciones y recursos al servicio de la sanidad pública de las diferentes autonomías con un doble objetivo, apoyar la función de la sanidad pública y hacer que pueda llegar al mayor número de personas posibles. Este apoyo se ha concretado en la firma de conciertos con la administración.

Ahora mismo esos conciertos no contemplan, en la mayoría de los casos, la práctica de la eutanasia. Pero el riesgo existe en la renovación de éstos. Y sí, hay temor en las instituciones sanitarias a que haya administraciones que utilicen la renovación de los conciertos para imponerles esta práctica contraria a los principios médicos. No cabe duda que para algunas instituciones, que por su generosidad se pusieron al servicio de la sanidad pública, la no renovación de los conciertos puede suponer un riesgo para la viabilidad económica en el corto plazo y esto genera mucha preocupación en el sector. 

También tengo que decir que muchas instituciones tienen claros los principios bajo los que ejercen su actividad médica o asistencia y no están dispuestas a abandonarlos sufran las presiones que sufran.

De ahí la importancia, desde nuestro punto de vista de iniciativas como Espacios Libres de Eutanasia y otras, para que la sociedad sea consciente de lo que está en juego y apoye a estas instituciones ante el posible ataque que puedan sufrir de las administraciones públicas. Es necesario movilizar a la sociedad civil en favor de estas instituciones. Que las administraciones públicas sepan que cuentan con el respaldo de la sociedad para continuar cuidando y atendiendo a todos los enfermos sea cual sea su situación.

¿Qué trabajo queda por delante a juristas, médicos y sociedad civil? ¿Es posible dar la vuelta a este tipo de legislaciones?

–Queda mucho trabajo por delante. Es necesario concienciar a la sociedad de la gravedad de esta norma. De los impactos nefastos que tendrá en el medio plazo para la convivencia y cohesión social. Y eso es un trabajo de todos: de los juristas para hacer comprender la injusticia de esta ley; de los profesionales de la sanidad para hacer comprender como esta ley daña la relación médico-paciente y perjudica seriamente el desarrollo de los cuidados paliativos y de la práctica médica; de la sociedad, para reivindicar que quiere unas administraciones públicas que apuesten por la vida y no por el descarte o la falsa compasión de ofrecer matar a los pacientes.

Si no abandonamos la batalla en la sociedad civil y en el ámbito político, claro que es posible dar la vuelta a este tipo de legislaciones. Ahí tenemos el ejemplo en Estados Unidos de la reciente sentencia Dobbs vs Jackson que ha permitido revertir la sentencia Roe vs Wade que consagraba el supuesto derecho al aborto. Esta sentencia ha supuesto derrumbar uno de los pilares de la incultura de la muerte que parecía intocable. Para eso ha hecho falta casi 50 años de trabajo de la sociedad civil en todos sus ámbitos. Por tanto, sí es posible, lo único que hace falta es no desesperar ni claudicar en la batalla. Si se quiere se puede. 

España

La incertidumbre del futuro

El reciente congreso Iglesia y sociedad democrática ha puesto el foco en algunas de las realidades que marcan la española actual, especialmente en la dificultad de lograr estabilidad economica, social y familiar de los jóvenes.

Maria José Atienza·7 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Un espacio de reflexión es siempre una necesidad en un mundo que cambia, quizás con excesiva rapidez. Sin embargo, las jornadas celebradas en Madrid constataron la dificultad de un diálogo honesto en cuestiones fundamentales como las que se trataron 

En la actualidad asistimos a una suerte de competición impositiva, en la que ideologías de uno y otro signo pugnan por el espacio de poder y en la que, al mismo tiempo, son evidentes las consecuencias de una pérdida del sentido del bien común en todas las esferas de la vida humana. 

No cabe duda de que las bases de todo sistema social: la familia y la educación, viven, en nuestra sociedad, horas complicadas. 

Por una parte, la falta de apoyo institucional a la familia era denunciado sin tapujos por la periodista Ana Iris Simón, que ponía el dedo en la llaga cuando afirmaba que hay una parte de la sociedad que habla de la familia pero que no trabaja para que puedan existir familias. No hay nada para que “los jóvenes podamos construir una biografía que nos permita tener familia”

La educación, por su parte, ha pasado de ser un elemento clave del desarrollo social a una mera “herramienta golosa” para los políticos, manifestada en cambios continuos de legislación que llevan, por un lado, a una indiferencia práctica del profesorado ante estas legislaciones y, por otra, a la creación de una ficticia guerra entre opciones educativas, pública, privada, y concertada que termina en la rebaja de derechos y libertades para las familias. 

De la falta de solidez de esta base social, podríamos ir entresacando esos problemas que se fueron poniendo de manifiesto a lo largo de las mesas redondas que compusieron en reciente encuentro de la Fundación Pablo VI.

La falta de empleo y de adecuación formativa al mercado laboral, la polarización política que se encierra en resolver la vida de los partidos y no de los ciudadanos; o la consideración de la democracia como una especie de religión suprema que vemos, con demasiada frecuencia, sometida a los vaivenes de las leyes de la propaganda y no de la búsqueda del bien común, fueron algunas de las realidades que, de una manera u otra, iban remitiendo, a lo largo de esas reflexiones, a la ausencia de un espacio común de principios innegociables como la dignidad del ser humano o los derechos fundamentales que cimentan cualquier sociedad. 

Como resultado el futuro se presenta, como poco, incierto. Quizás por ello, la mesa dedicada a las expectativas de la juventud en la actualidad fue una de las más críticas y certeras en el análisis de esa generación “ansiosa de principios y valores” que concede un gran valor a las seguridades que no han podido tener: un hogar, una estabilidad familiar, un trabajo… 

La generación que viene es la generación que “viene de vuelta” del mito de la vida sin ataduras y, como apuntaba Diego Garrocho, la postmodernidad ha pasado de ser relativista a ser fundamentalista. 

Una polarización de las posturas que poco puede aportar en el espacio público y que tiene el peligro de alejar a sus defensores del enriquecimiento y la necesidad del diálogo, asentado sobre los principios básicos de la dignidad humana. 

Por ello, y aunque pasara más desapercibida que otras cuestiones, la denuncia del presidente de la Conferencia Episcopal Española de la silenciación de la propuesta católica por las “ideologías pujantes del momento”, especialmente “en cuatro puntos: la visión católica del ser humano, la moral sexual, la identidad y la misión de la mujer en la sociedad y la defensa de la familia formada por el matrimonio entre un hombre y una mujer” conduce, en efecto, a un grave error y una grave pérdida en la pluralidad y apertura del diálogo social y de la construcción del futuro común. 

En ese futuro inescrutable, en el que los escenarios posibles e imposibles parecen darse la mano, la voz de los católicos tiene el reto, en palabras de Jesús Avezuela, Director General de la Fundación Pablo VI, de “brindar respuestas y ofrecer soluciones, generando un clima propicio que nos ayude a construir un programa actual, siendo respetuoso con las opciones de cada uno”.

Familia progresista y contracultural

La familia en la actualidad es un elemento de resistencia a las grandes fuerzas de la postmodernidad: la falta de compromiso, la pobreza relacional y la autorreferencialidad.

6 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

No todo cambio es progreso. El reciente conflicto en Ucrania es una muestra palpable y dolorosa de ello. Progreso no es sólo cambio y evolución, sino cambio y evolución que nos acerque a una vida más plena y feliz. Las metamorfosis experimentadas por las relaciones familiares en las últimas décadas, principalmente en occidente, podrían parecer señales de avance hacia formas de relación más flexibles y libres, que deberían producir como consecuencia una mayor satisfacción en las personas. Esos cambios, sin embargo, están revelando ser signos de retroceso, de empobrecimiento y, en definitiva, de infelicidad. No lo digo yo, lo afirman los más destacados expertos mundiales en Psiquiatría. Lo muestran los resultados de un potentísimo estudio que, desde 1938 investiga la relación entre felicidad y salud de las personas. Publicado en 2018 por el profesor Robert Waldinger, afirma que las relaciones cercanas y duraderas hacen más felices a las personas que la educación, el dinero o la fama. Que la soledad mata tanto como el tabaco o el alcohol. Que los conflictos y las rupturas minan nuestra energía y quiebran la salud. Y que, en las relaciones interpersonales, a pesar de las crisis, lo importante es estar comprometido en la relación, sabiendo que siempre se puede contar con el otro.

La sociología prueba lo que el sentido común nos presenta como intuición: que la familia fundada sobre un compromiso incondicional -llamado, por cierto, matrimonio- es la que “tiene más números” para conseguir que sus miembros sean felices. ¿No es ése el genuino progreso al que todos aspiramos? Además de progresista -promotora de un auténtico progreso-, la familia es hoy también un elemento contracultural. La contracultura, según Roszak, está formada por aquellas formas sociales y tendencias que se oponen a las establecidas en una sociedad. En este contexto, la familia es elemento de resistencia a las grandes fuerzas de la postmodernidad: la falta de compromiso, que conduce a la individualización, a la pobreza relacional y termina en la soledad; y la auto referencialidad, que lleva a pensar que el bienestar y la felicidad se encuentran en nosotros mismos. Las relaciones familiares, por ser un entorno de amor incondicional, permiten desarrollar la seguridad que necesitamos para enfrentar con éxito el resto de relaciones sociales. Lejos de ser una institución rígida, carca y reaccionaria, la familia se revela hoy como un baluarte de resistencia a la pobreza existencial reinante, donde se pueden construir relaciones auténticas en las que -en medio de nuestras limitaciones e imperfecciones, podemos -si queremos- encontrar la felicidad.

El autorMontserrat Gas Aixendri

Catedrática en la Facultad de Derecho de la Universidad Internacional de Cataluña y directora del Instituto de Estudios Superiores de la Familia. Dirige la Cátedra sobre Solidaridad Intergeneracional en la Familia (Cátedra IsFamily Santander) y la Cátedra Childcare and Family Policies de la Fundación Joaquim Molins Figueras. Es además vicedecana en la Facultad de Derecho de UIC Barcelona.

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Evangelización

María del Mar Cervera Barranco. El corazón en la clase de religión

Casada y madre de 6 hijos. Profesora de religión con vocación desde la infancia. Consciente como pocas de la importancia de su tarea: transmitir la fe desde su asignatura y con su ejemplo de vida.

Arsenio Fernández de Mesa·6 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 3 minutos

Instruir a los alumnos en el colegio es una gran vocación. Pero formarlos para que conozcan a Dios y tengan deseos de tratarle eso ya es un arte. A eso se dedica María del Mar Cervera Barranco, profesora católica en el colegio de las Irlandesas en el Soto de La Moraleja. El centro lo lleva el Instituto de la Bienaventurada Virgen María, una congregación religiosa fundada por Mary Ward en 1609. Estas religiosas tienen actualmente seis colegios en España. María del Mar, aparte de instruirles en las materias que imparte, lucha con delicadeza y cariño para que los niños adquieran una sensibilidad espiritual que les ayude a encontrarse con Jesucristo. Con un cargamento de cosas pequeñas va imprimiendo en sus almas la ilusión por ser amigos de Jesús, desde enseñarles a hacer la genuflexión, a dar gracias después de comulgar o a cantar en Misa.

La vocación de María del Mar como maestra no fue algo repentino: ya jugaba a las profesoras con sus amigas, vecinas y hermanos. “Mi cacharro preferido era la pizarra. Estaba claro que había una semilla poderosa que me encaminaba casi por incercia a la enseñanza”, me confiesa. Estudió magisterio y pedagogía en una escuela de la Iglesia “para educar y poder evangelizar”, algo que le parece inseparable en un cristiano. También es congregante mariana y eso le lleva a transmitir con cariño a sus alumnos la devoción a la Virgen María. Desde hace 27 años disfruta de su vocación a la enseñanza en el colegio de las Irlandesas, del que es antigua alumna. 

También imparte clases de religión: “Disfruto mucho, porque me encanta transmitir mi fe a los niños. Se transmite lo que se tiene y lo que una es. Supone una gran responsabilidad. Toda esta labor me exige intentar ser coherente en mi vida”. Entiende que es un privilegio rezar con los niños por las mañanas, preparar los sacramentos, enseñarles las oraciones y las canciones, asistir a las Misas que se celebran en el colegio y ayudarles a entenderlas y disfrutarlas, vivir con profundidad los tiempos litúrgicos y explicar el Evangelio y los contenidos de la fe. María del Mar me confiesa que esto es una riqueza impresionante para su propia vida espiritual: “la que recibo la ayuda soy yo, que me pongo delante del Señor todos los días y me recuerdo que esto tengo que vivirlo, que no es una pura teoría que les suelto a los alumnos. Creo que Dios me exigirá mucho porque me ha bendecido mucho”, me cuenta María del Mar. 

Son muchas anécdotas que le edifican a diario. Recuerda cómo hace unas semanas celebraron las primeras comuniones del colegio y una de sus alumnas se le acercó nada más verle y le contó que estaba muy feliz y agradecida por todo: “Me lo dijo con una profundidad que no se me ha borrado”. Le llenó de gozo ver a un niño que no tenía experiencia de fe en su casa y que no estaba bautizado: “A lo largo del curso, contagiado por la cercanía de sus compañeros con Jesús, por la ilusión de los demás con las cosas de Dios, pidió ser bautizado y recibir la primera comunión”. Recuerda también cómo hace unos años estuvo preparando a una niña para la primera comunión. Su madre estaba enferma de cáncer y veía que se moría. Llamó a Mar para pedirle que cuidara mucho de su hija, que la preparara muy bien, que hiciera las labores de madre con ella: “Murió a las pocas semanas y el día de la primera comunión le acompañé con todo el cariño de quien cumple un encargo divino”. Lo que más llena a Mar es ese contacto directo, de tú a tú, con cada niño, queriendo a cada uno como les quieren sus madres. Los siente como sus hijos y es consciente de que les va a entregar lo más importante que podrán recibir en sus vidas: “No tanto unos conocimientos teóricos, que podrán olvidárseles, sino a Jesús, que permanece para siempre”.

Actualidad

Omnes noviembre de 2022: Todo lo que puedes encontrar

Maria José Atienza·5 de noviembre de 2022·Tiempo de lectura: 2 minutos

La revista Omnes de este mes de noviembre de 2022 viene con un amplio abanico de temas que abarcan desde las capillas polares, presencia de Dios y la Iglesia en las periferias físicas del planeta, un análisis sobre el Baréin que recibe al papa Francisco, hasta un amplio resumen de la conversación mantenida con Joseph Weiler, premio Ratzinger de Teología 2022 e invitado de excepción del último Foro Omnes.

Además, desde Roma, conocemos las últimas decisiones sobre el Sínodo de la sinodalidad, que se alargará hasta 2024 y que ha vivido unos últimos meses marcados por el 60 aniversario del Concilio Vaticano II. Además podrás encontrar una entrevista sobre la Fundación Fratelli Tutti, un organismo de religión y culto que se inspira en el contenido de la última encíclica del Santo Padre dedicada a la fraternidad y a la amistad social y que quiere suscitar iniciativas de diálogo con el mundo en torno a la basílica de San Pedro.

En España, el reciente nombramiento de Rosa María Murillo como presidenta nacional del Movimiento de Cursillos de Cristiandad junto a la apertura del proceso de beatificación y canonización del sacerdote Sebastián Gayá, uno de los iniciadores de este movimiento vuelve a poner en primer plano la acción apostólica y el carisma de Cursillos de Cristiandad que, con más de 60 años a sus espaldas, sigue siendo un camino privilegiado en la Iglesia de encuentro con Cristo y primer anuncio de la fe. De todo ello hablamos con su nueva presidenta y junto a Pilar Turbidí, gerente de la fundación Sebastián Gayá conocemos más sobre la figura de este ejemplar sacerdote.

El teólogo Juan Luis Lorda aborda, en este número, la controvertida figura del teólogo bávaro Hans Küng. Lorda explica algunas de las claves del pensamiento y actitudes de este teólogo que, a un año de su muerte, sigue siendo objeto de interés para muchas personas. Una aproximación muy ilustrativa para entender la postura, inquietudes y también los errores de este pensador.

También merece la pena conocer los dos historiogramas, uno de la historia de la Iglesia y otro de los acontecimientos bíblicos, que, se recogen en la propuesta de Cultura y que ayudan a hacerse cargo del desarrollo temporal de los principales acontecimientos cristianos. Sus numerosas ediciones demuestran su utilidad catequética.

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