Vaticano

La Cuaresma, un «camino sinodal» para el Papa Francisco

Rome Reports·20 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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“Penitencia Cuaresmal, Camino Sinodal» es el titulo del Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2023.

El mensaje, que gira en torno a la transfiguración de Jesús apunta a que la Iglesia está llamada a imitar a los apóstoles en aquel episodio, porque subieron a la montaña juntos, no en solitario.


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Estados Unidos

Asesinan a obispo auxiliar de Los Ángeles

El sábado asesinaron al obispo auxiliar de Los Ángeles (EEUU). Los motivos del crimen todavía no han sido esclarecidos.

Gonzalo Meza·20 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El obispo auxiliar de los Ángeles, Mons. David G. O’Connell fue hallado muerto en su domicilio de un suburbio de Los Ángeles la tarde del sábado 18 de febrero. La Oficina del Alguacil de Los Ángeles señaló que se trató de un homicidio a causa de una herida de bala. El clérigo fue declarado muerto en el lugar. La lamentable noticia causó gran conmoción en la comunidad católica de Los Ángeles. “No tengo palabras para expresar mi tristeza”, dijo Mons. José H. Gómez, arzobispo de Los Ángeles. El Obispo O’Connell, de 69 años, “fue un sembrador de paz con un gran corazón para los pobres y los inmigrantes. Buscó con pasión construir una comunidad que honrara y protegiera la santidad y dignidad de cada vida humana. Fue un gran amigo”, indicó Mons. Gómez.

Mons. David G. O’Connell nació en el condado de Cork, en Irlanda en 1953. Estudió en el seminario All Hallows College de Dublín. En 1979 recibió la ordenación sacerdotal para servir en la Arquidiócesis de los Ángeles. Desarrolló su ministerio sacerdotal como párroco en diversas iglesias del Sur de Los Ángeles, una zona afectada por la pobreza. Enfocó sus esfuerzos pastorales en las comunidades afectadas por la violencia, las pandillas, y las tensiones raciales, situaciones que tuvieron su culmen en los disturbios sociales de Los Ángeles a inicios de los años 90 y que se desencadenaron tras la brutal golpiza que recibió el afroamericano Rodney King en marzo de 1991 a manos de agentes de la policía. O’Connell trabajó tenazmente para restaurar la confianza entre las autoridades y la comunidad angelina.

En el 2015 el Papa Francisco lo nombró obispo auxiliar de Los Ángeles y le asignó la región pastoral de San Gabriel. En su ministerio episcopal trabajó arduamente en la evangelización, la pastoral de los inmigrantes y las escuelas católicas: “Las parroquias y las escuelas son poderosos instrumentos de transformación en la vida de las personas y de las comunidades” señaló O’Connell. También se desempeñó como presidente del Subcomité de la Campaña Católica para el Desarrollo Humano de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. 

A pesar de sus diferentes logros, O’Connell se distinguía por ser un sacerdote sencillo, con los pies en la tierra y con acento irlandés que no ocultaba. Disfrutaba mucho trabajar con la gente más humilde del Sur de Los Ángeles: “Ha sido la gran alegría de mi vida ser el pastor de esas comunidades, especialmente las que sufren a causa de la pobreza u otras dificultades”.

Cultura

Trinità dei Monti, la bellísima desconocida de Roma

En Roma hay una iglesia con un valor artístico incalculable conocida como "Trinità dei Monti". Algunas de sus características se explican en este artículo, con el fin de animar a todos a visitarla.

Stefano Grossi Gondi·20 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Roma está llena de lugares que visitar, algunos más conocidos y otros menos. “Trinità dei Monti merece sin duda ser conocida.

Está situada en un mirador llamado el «Pincio«, que domina el centro de la ciudad, y durante siglos ha guardado maravillas como la iglesia, el claustro, dos frescos de anamorfosis en los corredores del claustro, un reloj de sol (el llamado astrolabio), el refectorio pintado por el jesuita Andrea Pozzo y la capilla de “Mater Admirabilis”.

El edificio fue construido entre 1530 y 1570 por el rey Carlos VIII de Francia para los Mínimos, orden religiosa fundada por Francisco de Paula (1416-1507).

Iglesia

La iglesia de “Trinità dei Monti”, que domina la Plaza de España con sus dos campanarios, fue consagrada en 1594.

Al igual que el convento contiguo, debe su origen a la ayuda espiritual prestada por san Francisco de Paula al rey de Francia, Luis XI, que lo había llamado para que se reuniera con él en Plessis-Lès-Tours (Francia).

De hecho, en 1494, su hijo Carlos VIII, agradecido por el apoyo recibido de su padre, inauguró en el monte Plessis las obras de construcción de un edificio destinado a acoger a los religiosos franceses de la Orden de los Mínimos.

Las obras se prolongaron durante todo el siglo XVI. A partir de entonces, este lugar sería considerado “la iglesia romana de los Reyes de Francia”. El año de la canonización de Francisco de Paula (1519), las obras de construcción de la iglesia y del convento estaban en gran parte terminadas.

La iglesia se construyó inicialmente en estilo gótico, con piedras de la región de Narbona, con una sola nave bordeada a cada lado por una sucesión de seis capillas, a las que se añaden las dos capillas del crucero. En el siglo XVIII se realizaron algunas modificaciones, suprimiéndose las estructuras góticas originales.

En la actualidad, la iglesia cuenta con 17 capillas, cada una de las cuales lleva el nombre de una de las familias a las que se concedió el patronazgo en el siglo XVI. Sus ricas decoraciones hacen de la iglesia de “Trinità dei Monti” un extraordinario testimonio del “manierismo romano”.

Interior de Trinità dei Monti (Wikimedia)

Un ejemplo excelente es la capilla Altoviti, que debe su nombre al banquero florentino Gian-Battista Altoviti. El retablo de madera representa el bautismo de Cristo y los frescos de la bóveda, algunas escenas de la vida de san Juan Bautista. También está la capilla Simonetta, dedicada a san Francisco de Sales al año siguiente de su canonización (1665).

Las escenas de su vida han desaparecido con el tiempo y hoy la dedicatoria es a san Francisco de Paola y conmemora al fundador de los Mínimos, los primeros habitantes de “Trinità dei Monti”.

Otra capilla está dedicada a Lucrezia della Rovere, ya que fue regalada a la sobrina del Papa Julio II en 1548. En la capilla Bonfil se puede admirar la famosa “Deposición de la Cruz” de Daniele da Volterra, alumno de Miguel Ángel.

El convento

Es la sede de la comunidad del Sagrado Corazón y de la Fraternidad Monástica de Jerusalén. El convento es un verdadero tesoro de obras de arte. Un claustro alberga un ciclo de frescos dedicados a la vida de san Francisco de Paula y una galería de retratos de los reyes de Francia; mientras que en el refectorio, donde los frailes mendicantes comían sus frugales comidas, hay frescos con efectos ilusionistas creados en 1694 por el jesuita Andrea Pozzo, con las escenográficas Bodas de Caná.

El gran trampantojo ocupa todas las paredes de la sala, mientras que la bóveda está sostenida por vigas falsas que parecen soportar increíblemente su peso.

Anamorfosis

En las paredes de los pasillos del claustro se pintaron dos anamorfosis. Se trata de frescos que, gracias a un sorprendente efecto óptico, cambian de aspecto según el lugar.

El anamorfismo es una ilusión óptica por la que una imagen se proyecta sobre el plano de forma distorsionada, haciendo que el sujeto original sólo sea reconocible si la imagen se observa en determinadas condiciones, por ejemplo, desde un punto de vista preciso o mediante el uso de instrumentos deformadores.

Los autores fueron los Padres Mínimos Emmanuel Maignan y François Nicéron y representaron a san Francisco de Paula. Avanzando en línea recta a lo largo del muro, la figura del santo se dilata y deforma hasta desaparecer, para convertirse en un paisaje animado por la historia de la travesía de Francisco del Estrecho de Mesina.

La segunda anamorfosis, en cambio, representa a san Juan intentando escribir el Apocalipsis. Pero si se observa el cuadro desde otro punto de vista, ¡se convierte en un paisaje con campos arados y aldeas!

Capilla de la «Mater Admirabilis»

En el siglo XIX, las Hermanas del Sagrado Corazón, fundadas por santa Magdalena Sofía Barrat, obtuvieron la propiedad de Trinità dei Monti. En 1844, una joven novicia, Pauline Perdreau, pintó un fresco de la Virgen María en un pasillo. Este lugar se transformó rápidamente en capilla a raíz de las numerosas gracias recibidas, como atestiguan los exvotos que cubren las paredes.

La imagen tomó el nombre de “Mater Admirabilis” de la época del Papa Pío IX, a quien le gustaba venir aquí a rezar. La devoción a esta imagen ha hecho que esté presente en todos los colegios del Sagrado Corazón del mundo.

Astrolabio

En “Trinità dei Monti” no sólo se hacía arte, sino también ciencia. Entre las dos anamorfosis se encuentra un complejo y fascinante astrolabio catóptrico, un reloj de sol con esfera de reflexión. Un pequeño espejo en la ventana refleja la luz del sol, creando una esfera luminosa que se mueve en la pared durante el día. Cuatro inscripciones en latín sirven de “instrucciones de uso”, explicando el complejo funcionamiento del reloj de sol.

El autorStefano Grossi Gondi

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Vaticano

Dios nos pide “un exceso” en el amor, alienta el Papa Francisco

El Santo Padre ha comentado en el Ángelus las palabras del Evangelio en las que Jesús nos pide amar a los enemigos. “El amor de Dios es un amor siempre en exceso, siempre más allá de los cálculos, siempre desproporcionado, y hoy nos pide también a nosotros vivir de esta manera”, y seguir “la lógica de la gratuidad”, “no la del provecho”.

Francisco Otamendi·19 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco ha recordado de nuevo este domingo a las “tantísimas víctimas del terremoto” en Siria y Turquía; y también, como viene haciendo con insistencia, “los dramas cotidianos del querido pueblo ucraniano, y de tantos pueblos que sufren a causa de la guerra, o por causa de la pobreza, la falta de libertad o de las devastaciones ambientales: tantos pueblos… En este sentido, estoy cerca de la población neozelandesa golpeada en los últimos días por un ciclón devastador”. “No olvidemos a los que sufren, y hagamos que nuestra caridad sea atenta, ¡sea una caridad concreta!”, ha manifestado. 

“Las palabras que Jesús nos dirige en el Evangelio de este domingo son exigentes y parecen paradójicas: Él nos invita a poner la otra mejilla y amar incluso a los enemigos (cfr Mt 5,38-48)”, ha comenzado afirmando el Papa antes de rezar la oración mariana del Ángelus y dar la Bendición a los fieles en la Plaza de San Pedro.

“Para nosotros es normal amar a los que nos aman y ser amigos de quien es nuestro amigo; sin embargo, Jesús nos provoca diciendo: si actuáis de esta manera, ‘¿qué hacéis de extraordinario?’ (v. 47). ¿Qué hacéis de extraordinario? Este es el punto sobre el que me gustaría atraer hoy vuestra atención”, ha sido la reflexión del Papa.

“Extraordinario” es lo que va más allá de los límites de lo habitual, que supera las praxis habituales y los cálculos normales dictados por la prudencia”, ha añadido Francisco. “En general, nosotros sin embargo tratamos de tener todo bastante en orden y bajo control, de forma que corresponda a nuestras expectativas, a nuestra medida: temiendo no recibir la reciprocidad o de exponernos demasiado y después quedar decepcionados,  preferimos amar solamente a quien nos ama, hacer el bien solo a quien es bueno con nosotros, ser generosos solo con quien puede devolvernos un favor; y a quien nos trata mal respondemos con la misma moneda, así estamos en equilibrio”.

Pero “el Señor nos advierte: ¡esto no es suficiente!”, ha exclamado. “Si nos quedamos en lo ordinario, en el balance entre dar y recibir, las cosas no cambian. Si Dios tuviera que seguir esta lógica, ¡no tendríamos esperanza de salvación! Pero, por suerte para nosotros, el amor de Dios siempre es ‘extraordinario’, es decir va más allá de los criterios habituales con los que nosotros humanos vivimos nuestras relaciones”. 

Vivir el desequilibrio del amor

El Santo Padre ha manifestado que “las palabras de Jesús nos desafían. Mientras nosotros intentamos quedarnos en lo ordinario por razonamientos utilitarios, Él nos pide abrirnos a lo extraordinario de un amor gratuito; mientras que nosotros tratamos siempre de igualar el contador, Cristo nos estimula a vivir el desequilibrio del amor”.

No debemos maravillarnos por esto, ha proseguido el Papa. “Si Dios no se hubiera desequilibrado, nosotros nunca hubiéramos sido salvados: Jesús no hubiera venido a buscarnos mientras estábamos perdidos y alejados, no nos hubiera amado hasta el final, no hubiera abrazado la cruz por nosotros, que no merecíamos todo esto y no podíamos darle nada a cambio”. 

En este punto citó al apóstol Pablo, cuando escribió que “la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros” (Rm 5, 7-8). 

“Así es, Dios nos ama mientras somos pecadores, no porque seamos buenos o capaces de devolverle algo. El amor de Dios es un amor siempre en exceso, siempre más allá de los cálculos, siempre desproporcionado. Hoy nos pide también a nosotros vivir de esta manera, porque solo así lo testimoniaremos de verdad.”, ha afirmado a los fieles.

“¿Lógica del provecho o de la gratuidad?”

Al final de su breve discurso, Francisco ha concretado aún más los requerimientos de Dios. “El Señor nos propone salir de la lógica del provecho y no medir el amor en la balanza de los cálculos y de las conveniencias. Nos invita a no responder al mal con el mal, a osar en el bien, a arriesgar en el don, aunque recibamos poco o nada a cambio. Porque es este amor[el que]lentamente transforma los conflictos, acorta las distancias, supera las enemistades y sana las heridas del odio”. 

“Entonces podemos preguntarnos: yo, en mi vida, ¿sigo la lógica del provecho o la de la gratuidad? El amor extraordinario de Cristo no es fácil, pero es posible, porque Él mismo nos ayuda donándonos su Espíritu, su amor sin medida”, concluyó, antes de referirse a Santa María: “Rezamos a la Virgen, que respondiendo a Dios su ‘sí’ sin cálculos, le ha permitido hacer de ella la obra maestra de su Gracia”.

El autorFrancisco Otamendi

Vocaciones

Aurora, religiosa chilena en Escocia: «Nosotras estamos y es Dios el que actúa»

La hermana María Aurora de Esperanza forma parte del Instituto del Verbo Encarnado. En la actualidad, vive en una pequeña comunidad religiosa asentada en Escocia y ha hablado con Omnes de su vocación, el discernimiento, y la labor que realizan.

Bernard Larraín·19 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 6 minutos

No siempre te toca entrevistar a una persona que conociste de niño y que luego Dios lleva a aventurarse por caminos poco transitados. La Hermana Aurora tiene un lugar más o menos preciso en mi memoria de niño.

De hecho, uno de mis primeros recuerdos remonta a unas vacaciones veraniegas en el sur de Chile: un campamento, en un parque lleno de cerezos en flor, a orillas de un lago a las puertas de la mítica Patagonia chilena, con una familia amiga de mis padres y la familia de Aurora. El campamento se convirtió, años después, en un asentamiento algo más estable porque ambas familias decidieron ser pioneras construyendo unas cabañas, a orillas de ese mismo lago, para pasar los veranos lejos de la civilización.

La hermana Aurora siempre estaba por ahí: en la playa, en Misa, en algún paseo o evento, en alguna parte. Pocos años mayor que yo, Aurora es la hermana grande de un amigo y parte de esas familias cercanas a la mía. De esas personas que siempre están ahí, cerca de ti, sin saber que Dios tenía un plan para ella: ser religiosa, dejarlo todo para ser misionera, a muchos miles de kilómetros de la tierra chilena que la vio nacer. Una monja, en pleno siglo XXI. Eso es impresionante.

Un reencuentro que impresiona, después de muchos años y a muchos kilómetros de nuestro país. El nombre con el que la conocíamos ha quedado en el pasado: ahora se llama María Aurora de Esperanza. Si la llamas por su antiguo nombre, te corrige sin dudar.

La melena rubia ha dejado lugar a un velo azul y el estilo de una joven moderna se convirtió en un hábito de monja: de un azul simple, elegante, estiloso. La sonrisa y la mirada viva y alegre siguen, pero se han potenciado.

El siempre llamativo acento chileno, si esto es posible, se ha suavizado, neutralizado, y “argentinizado” un poco, quizás al contacto de sus hermanas de esa nacionalidad en el Instituto del Verbo Encarnado.

También se ha potenciado, o canalizado, o encontrado su razón de ser, ese espíritu aventurero de Aurora, la trotamundos: la que desde Chile fue a recorrer la India pasando unos días con las hermanas de Madre Teresa, la chilena que recorrió África, donde tuvo un accidente donde perdió dos compañeras de viaje y estuvo hospitalizada en un país donde no hay representación diplomática chilena.

La joven que se pasaba los fines de semana en las cárceles, una veinteañera llena de vida que se acercaba a sus treinta y veía a sus amigas casarse. Todo el mundo se preguntaba qué esperaba o, mejor dicho, a quién esperaba.

¿Cómo nace tu vocación a ser monja?

–La verdad es que la inquietud vocacional nace de muy pequeña, era una especie de secreto que no tenía ninguna intención de revelar a nadie.

Yo no quería ser monja. Sentí siempre que Dios me estaba pidiendo algo más. Como queriendo “escucharlo” pero no queriendo dar un “sí” a lo que me estaba pidiendo, canalicé mis inquietudes en la ayuda social, quería cambiar el mundo… Pero eso no era suficiente, en el fondo sabía que Dios me quería entera para sí.

En mi deseo de cambiar el mundo, el mundo me estaba cambiando a mí, los ideales que tenía de pequeña, los deseos de hacer algo grande, lo que soñaba ser, se iban difuminando… Mi fe se oscurecía, los criterios del mundo, la “fiesta”–no en su sentido positivo– y todo lo que la rodea, el gozar vacío, la falta de convicciones…

Yo era nada de lo que había soñado ser. Y sentía esa mirada desde lo alto que me cuestionaba “¿Qué estás haciendo con tu vida?”. Por gracia de Dios vi la necesidad de ordenar mi vida nuevamente hacia Él y parte de ese orden era hacer un discernimiento sobre mi vocación.

Y heme aquí, felicísima e infinitamente agradecida a Dios por haberme dado el don de la vocación a la vida religiosa, a punto de profesar mis votos perpetuos este 4 de marzo , comprometiéndome con Él para siempre… De paso aprovecho de encomendarme a sus oraciones.

¿Qué rol ha tenido tu familia? ¿U otras personas?

–Mi familia ha tenido un rol clave. Ahí, y en el colegio que estudié, vinculado al Opus Dei, fue donde recibí la educación en la fe.

En casa siempre se trató con mucha naturalidad –en el sentido más positivo– el tema de la vocación.

Mi madre siempre decía que, por ella, estaría feliz si todos sus hijos tuviesen vocación. Esto hizo que yo siempre tuviese una visión muy positiva de la entrega a Dios.

Tengo, gracias a Dios, una familia muy linda y numerosa, que me han apoyado y han pasado a ser parte de esta nueva vida a la que Dios me llamó.

Dicen que Dios habla a través de las personas y de los acontecimientos. ¿Qué cosas crees que fueron un signo especial de Dios para ti?

–Los distintos accidentes que tuve en mis aventuras viajeras me ayudaron: vivir de cerca la muerte hace cuestionarse el rumbo que uno lleva en la vida. Sin embargo, si uno no quiere cambiar, no basta. Podría decirse que fueron llamados de atención, pero la decisión tiene que venir de dentro, puede haber muchos acontecimientos o personas que se nos acerquen y no vamos a redireccionar la vida.

Estos accidentes fueron pequeños acontecimientos, que fueron acumulándose, y de los que Dios se valió para que diera un “sí” a su acción, que abre la puerta a tantas otras gracias que nos llevan a Él.

También hubo una frase, que cito una profesora de filosofía en el colegio, que me marcó bastante: “que la persona que eres no salude tristemente a la persone que pudiste haber sido”. Esa frase me quedó muy grabada y pienso que Dios se sirvió de ella porque me la recordó al momento de reordenar mi vida a Dios.

¿En qué consiste ser misionera hoy en un país como Escocia, con fuertes raíces cristianas, pero descristianizado?

–Nuestra comunidad, formada por tres hermanas, llegó hace un año a fundar a Escocia.

Trabajamos ayudando en cuatro pueblitos, todos muy cercanos cada uno con su propia iglesia, en la diócesis de San Andrés y Edimburgo. Aquí los católicos somos aproximadamente un 7,7% de la población de los cuales solo un 10% practica la fe.

Aun cuando llevamos un año y medio ¡Es impresionante constatar tantas gracias recibidas!

vocacion

Podría concentrarme en el “hacer” y ponerme a enumerar las distintas actividades que llevamos a cabo: nuestro trabajo en los colegios, el funcionamiento de nuestro club de niños, las visitas a personas enfermas y a los habitantes de la parroquia, las catequesis, la organización de retiros espirituales, etc. Todo esto es, sin duda, bellísimo, pero lo esencial es que “estamos aquí”, es el primer e incuestionable fruto. En estas tierras se hace tan patente la importancia de ese “estar”.

No hay números exorbitantes en nuestros apostolados, aquí el católico es minoría, pero cada historia es un milagro. No queremos decir con esto que en el resto del mundo no lo sean, pero la tangibiliadad de estos es lo que aquí se hace más patente.

Dios trabaja ininterrumpidamente, eso lo sabemos. Aquí en Escocia, ese trabajo, esa mano de Dios ¡se ve tan claramente!… Un mundo, un ambiente en donde nada te lleva a Dios y Dios va moviendo corazones contra todo lo humanamente esperable. Al ver lo que hace no se puede menos que exclamar “es un milagro patente”.

¿Tendrías algunos ejemplos?

–Te cuento un par.

Una mujer se encontraba en una situación difícil en su familia. Sintió que tenía que ir a la iglesia. Fue, habló con el sacerdote y comenzó a asistir a Misa, sin tener ni idea que era. Hoy está recibiendo catequesis en nuestra comunidad. Todo le sorprende y a la vez ve tanta lógica en la fe. Se bautizará junto con sus hijos. Tan feliz está que agradece a Dios todas las dificultades que está pasando pues estas le llevaron a Dios.

Aquí otra. Un hombre ante la sugerencia de su pareja no practicante de bautizar a sus hijos, decide estudiar lo que sus hijos hipotéticamente recibirían. ¡Leyó todo el Catecismo de la Iglesia Católica! Todo le apuntaba a que ahí estaba la Verdad y comenzó a venir a la Iglesia. Quiso recibir catequesis, se bautizó, hizo su primera comunión y recibió la confirmación y matrimonio. Su mujer volvió a la vida de gracia, sus dos hijos se bautizaron: toda una familia en gracia en menos de una semana.

¿Qué nos muestran estos casos? A Dios actuando. Nosotros simplemente “estando”

Cuando le contamos a nuestro obispo algunas de estas historias nos comentó, muy contento: “si no estuvieran aquí no hubieran ocurrido”.

Estar. Eso es lo que hemos estado haciendo. Estar. Dios hace. Es Él actuando, nosotros hemos recibido el fruto de su trabajo, damos la catequesis, embellecemos la Iglesia, jugamos con los niños, celebramos con la gente, compartimos con todos sus frutos …, pero Él es el que trabaja; ¡nosotros simplemente “estamos” aquí!

¿Qué dirías a una persona que se plantea la vocación?

–¡La invitaría a ser generosa porque Dios no se deja ganar en generosidad! Sabemos que Dios es quien más nos quiere en el mundo y es entonces quien más quiere nuestra felicidad. ¡Dio todo por nosotros en la cruz!

Si somos conscientes de esta realidad, ¿cómo podemos dudar que si Él nos está llamando a seguirlo más de cerca no va a ser lo mejor para nosotros? Si es el gran consejero, lo sabe todo y nos indica el camino

¡Vamos, adelante!

¡La vocación es un regalo!

El autorBernard Larraín

Cine

Propuestas de cine para febrero: Los Durrell y Avatar

Te recomendamos novedades, clásicos, o contenido que aún no has visto en el cine o en tus plataformas favoritas.

Patricio Sánchez-Jáuregui·19 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

LOS DURRELL

Un fotograma de la serie «Los Durrell» (RTVE Play)

Creador: Steve Barron

Actores: Keeley Hawes, Josh O’Connor, Daisy Waterstone, Callum Woodhouse y Milo Parker

Movistar+, Filmin

Basada en los libros del naturalista Gerald Durrell sobre tu experiencia de niño en las islas griegas (“Mi familia y otros animales”, “Bichos y demás parientes” y “El jardín de los dioses”), Los Durrell es una entrañable comedia británica de cuatro temporadas que transmite el amor por la vida y la naturaleza a través de la rutina de una familia inglesa que busca rehacer su vida en la pequeña y paradisíaca Corfú de los años 30.

La serie ha sido nominada a cuatro premios BAFTA (incluyendo mejor serie dramática) y récord de audiencia en Reino Unido. Además, entre su elenco se encuentra Josh O’Connor (el príncipe Carlos en la tercera entrega de “The Crown”) y Keeley Hawes (“bodyguard”). En definitiva, un entretenimiento agradable y para todos los públicos.

AVATAR 2: EL SENTIDO DEL AGUA

Kate Winslet and Cliff Curtis en una escena de Avatar (OSV News photo/20th Century Studios)

Director: James Cameron

Guión: James Cameron, Rick Ja a y Amanda Silver

Elenco: Sam Worthington, Zoe Saldana y Sigourney Weaver Música: Simon Franglen

EN CINE

Jake Sully vive con su nueva familia en la luna extrasolar Pandora. Juntos serán testigos del regreso a su mundo de una familiar amenaza que puede acabar con su mundo de una vez por todas. Jake deberá trabajar con Neytiri y la raza Na’vi para proteger su hogar.

Secuela de la taquillera Avatar 1, y récord de taquilla por derecho propio desde sus primeras semanas, nos encontramos ante una película que está lejos de ser perfecta -tiene problemas con el origen del conflicto y su villano, sobre todo- pero , en su sencillez, recupera el cine de aventuras de los 50 y 60. Entre sus otras virtudes, se cuenta la defensa a ultranza que hace sobre la familia tradicional, su espectacularidad y un 3D increíble. La oportunidad perfecta para ir con la familia al cine, aunque el metraje esté un tanto inflado (3 horas y 12 minutos).

El autorPatricio Sánchez-Jáuregui

Vaticano

Papa Francisco: «Deseo llegar a un acuerdo para la Pascua» con los ortodoxos

El Papa Francisco confirma el camino de unidad con los ortodoxos con vistas al 1700 aniversario del primer Concilio de Nicea. El impulso ecuménico caracterizará los trabajos de la Asamblea sinodal y el próximo Jubileo de 2025.

Giovanni Tridente·18 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

«Nos estamos preparando» y «queremos celebrar este Concilio como hermanos». El Papa Francisco confirmó, en su reciente viaje al Congo -durante el encuentro que mantuvo con la comunidad jesuita activa en el país y recogido en el último número de ‘La Civiltà Cattolica’-, que los trabajos para celebrar el 1700 aniversario del primer Concilio de Nicea, previsto para 2025, siguen adelante.

Uno de los «sueños» del Pontífice es «llegar a un acuerdo para la fecha de la Pascua» con sus hermanos ortodoxos, que coincidirá en el Año Jubilar de 2025 en las dos Iglesias. El interlocutor más inmediato y también más abierto es evidentemente el Patriarca Ecuménico de Constantinopla Bartolomé. Entre otras cosas, es el primero -después de tantos siglos- que ha participado en la inauguración del ministerio de un Pontífice, en este caso el del Papa Bergoglio.

Momento de reconciliación

Ya el pasado mes de mayo, en una audiencia a los participantes de la plenaria del entonces Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el Papa Francisco mencionó la «reflexión» en curso entre las dos Iglesias sobre cómo celebrar ecuménicamente el importante aniversario. Y recordó que, ya aquel primer evento de toda la Iglesia, fue un momento «de reconciliación», «que de manera sinodal reafirmó su unidad en torno a la profesión de su fe».

Aquella experiencia, aquel «estilo» y aquellas «decisiones», reflexionó el Santo Padre en mayo, «deben iluminar» el camino de hoy y hacer madurar pasos nuevos y concretos hacia el restablecimiento de la unidad definitiva de los cristianos.

A la escucha de las otras confesiones

En esta misma línea se inserta la invitación que el Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, junto con la Secretaría General del Sínodo, ha dirigido a las Conferencias Episcopales para que encuentren el modo de escuchar las voces de los hermanos y hermanas de las otras Confesiones sobre las cuestiones relativas a la fe y a la diaconía en el mundo de hoy: «si de verdad queremos escuchar la voz del Espíritu, no podemos dejar de oír lo que Él ha dicho y dice a todos los que han nacido de nuevo ‘del agua y del Espíritu’ (Jn 3,5)».

Y también, en la misma dirección, se enmarca la Vigilia Ecuménica de Oración que el Papa Francisco ha convocado para el 30 de septiembre en la Plaza de San Pedro. La Vigilia, cuyos protagonistas serán los jóvenes animados por la comunidad de Taizé quiere ser un momento para encomendar a Dios los trabajos de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que comienza en octubre.

La huella ecuménica del Jubileo

El otro aspecto es el Jubileo de 2025. En este caso, se espera el valor y la impronta ecuménica de esta importante cita para la Iglesia universal, mientras que el camino de preparación quiere centrarse en las conclusiones de otro Concilio, el Vaticano II, a través de sus cuatro Constituciones (liturgia, revelación, la Iglesia en sí misma y en su relación con el mundo).

Precisamente en estos días se ha lanzado una serie de libros promovidos por el Dicasterio para la Evangelización titulada «Jubileo 2025 – Cuadernos del Concilio» en cuya introducción el Pontífice invita a obispos, sacerdotes y familias a encontrar «los modos más adecuados para hacer actual la enseñanza de los Padres conciliares». Ha llegado el momento, reitera el Papa Francisco, «de redescubrir la belleza de esa enseñanza, que todavía hoy provoca la fe de los cristianos y los llama a ser más responsables y presentes a la hora de ofrecer su contribución al crecimiento de toda la humanidad».

Oración

La oración será, pues, la cita fija para todo el año 2024, como motivo para «recuperar el deseo de estar en presencia del Señor, escucharlo y adorarlo», así como para agradecerle «los muchos dones de su amor por nosotros y alabar su obra en la creación», que por tanto concierne a toda la humanidad.

Iglesia, sé tu misma

Si la Iglesia no es fiel a si misma, si acoge los postulados y objetivos que marca el mundo, dejará de ser sal y luz.

18 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Leyendo el Dossier de Omnes sobre el camino sinodal alemán me han venido a la memoria aquellas palabras que san Juan Pablo II dirigió a Europa desde Santiago de Compostela al clausurar su primera visita apostólica a España el 9 de noviembre de 1982

‘Yo, Obispo de Roma y Pastor de la Iglesia universal, desde Santiago, te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: Vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces. Revive aquellos valores auténticos que hicieron gloriosa tu historia y benéfica tu presencia en los demás continentes. Reconstruye tu unidad espiritual.’

La Iglesia en Alemania está en un momento clave en el que estas palabras del santo papa polaco podrían orientarla. Puede haber buena fe, algo que no se duda, en la iniciativa puesta en marcha con el camino sinodal, pero existe un evidente riesgo de errar el rumbo e incluso de implicar a otros episcopados en esa búsqueda de alianzas que se proponen los impulsores del camino sinodal alemán.

Más allá del problema en el origen de este proceso (el de analizar el origen del problema de los abusos sexuales) y de las distintas agendas que se quieren poner en marcha (celibato opcional, sacerdocio femenino, cambio en la moral sexual, redefinición del servicio de autoridad del obispo…) me parece que el tema en juego es la relación de la Iglesia y la sociedad.

¿Qué debe cambiar en la Iglesia para poder llegar a una sociedad cada vez más secularizada y, por ello, más alejada de Dios? ¿Qué signos de los tiempos debemos escuchar, por medio de los cuales nos está hablando también el Espíritu? ¿Cómo ser fiel y a la vez creativo en la evangelización?

El episcopado alemán a través de este camino sinodal se acerca a estas preguntas, dice querer escuchar los signos de los tiempos. Pero el resultado final es que parece acoger postulados de nuestra sociedad que pueden alejarles del sentido de la fe católica. Desconcertados por el abandono de los fieles de sus iglesias, creen que la solución es cambiar y acercarse al pensamiento de la sociedad actual. Pero precisamente ahí está el mayor error.

‘Por querer ser quien no soy, no soy ni siquiera yo’ decía una canción del grupo ‘Brotes de olivo’. Ese es el riesgo de la Iglesia en Alemania, y de algún modo de los cristianos de todo el mundo. Dejar de ser nosotros mismos para ser como el mundo, para ser ‘normales’.

Por eso las palabras que san Juan Pablo II dirigiera a Europa, me parecen oportunas para la Iglesia en Alemania y para todos nosotros.

Iglesia, vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces. Reconstruye tu unidad espiritual.

Solo seremos fecundos si somos fieles a Jesucristo. Es tiempo de volver los ojos al crucificado y ponerle ante la vista de aquellos con los que vivimos. Hemos de mostrar a Jesucristo muerto y resucitado al mundo, levantarlo en alto para que al mirarlo encuentren en él la salvación. Jesús crucificado será hoy, como lo fue en tiempos de Pablo, escándalo y locura. Pero solo en él nuestra Iglesia encontrará la fuerza para seguir caminando en medio del desierto que nos toca recorrer.

Si la Iglesia no es fiel a si misma, si acoge los postulados y objetivos que marca el mundo, dejará de ser sal y luz.

El camino por recorrer va, precisamente, en otra dirección. Porque en nuestra relación con el mundo hemos de recuperar ese dinamismo profético que es esencial al catolicismo. Tenemos que mostrar la belleza de la vida en Cristo, aunque eso escandalice a una sociedad que camina por otros derroteros.

Porque hoy, como siempre, son necesarios los profetas que hagan cambiar el rumbo a quien ha equivocado su camino.          

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

Vaticano

Papa Francisco: «La Cuaresma es camino de transfiguración personal»

El Papa Francisco lanzó el viernes por la mañana su mensaje para la Cuaresma 2023. En él, se centró en el pasaje sobre la Transfiguración del Señor, narrado por Mateo, Lucas y Marcos. “En este acontecimiento”, dijo el Papa, “vemos la respuesta que el Señor dio a sus discípulos cuando estos manifestaron incomprensión hacia Él”.

Paloma López Campos·17 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

 El Papa Francisco invitó en su mensaje para la Cuaresma 2023 a contemplar el pasaje de la Transfiguración del Señor. Este episodio muestra la respuesta de Cristo ante la incomprensión de los discípulos. De hecho, viene precedido por “un auténtico enfrentamiento entre el Maestro y Simón Pedro, quien, tras profesar su fe en Jesús como el Cristo, el Hijo de Dios, rechazó su anuncio de la pasión y de la cruz”.

El pasaje de la Transfiguración se lee todos los años en el segundo domingo de Cuaresma. Este es un tiempo litúrgico durante el que “el Señor nos toma consigo y nos lleva a un lugar apartado”. El Papa recordó en su mensaje que “aun cuando nuestros compromisos diarios nos obliguen a permanecer allí donde nos encontramos habitualmente, viviendo una cotidianidad a menudo repetitiva y a veces aburrida, en Cuaresma se nos invita a «subir a un monte elevado» junto con Jesús, para vivir con el Pueblo santo de Dios una experiencia particular de ascesis”.

Ascesis cuaresmal

Esta experiencia de ascesis, continuó Francisco, “es un compromiso, animado siempre por la gracia, para superar nuestras faltas de fe y nuestras resistencias a seguir a Jesús en el camino de la cruz”. Se trata de un camino necesario “para profundizar en nuestro conocimiento del Maestro, para comprender y acoger plenamente el misterio de la salvación divina, realizada en el don total de sí por amor”.

El Papa mencionó también la relación entre este ascenso y la experiencia sinodal. Así, dijo que “es necesario ponerse en camino, un camino cuesta arriba, que requiere esfuerzo, sacrificio y concentración, como una excursión por la montaña. Estos requisitos también son importantes para el camino sinodal que, como Iglesia, nos hemos comprometido a realizar”.

Compartir la experiencia de la vida

Francisco invitó a los fieles a ver en el pasaje de la Transfiguración un símbolo de experiencia compartida. “En el «retiro» en el monte Tabor, Jesús llevó consigo a tres discípulos, elegidos para ser testigos de un acontecimiento único. Quiso que esa experiencia de gracia no fuera solitaria, sino compartida, como lo es, al fin y al cabo, toda nuestra vida de fe”.

De nuevo, el Papa aprovechó para aplicar estas mismas ideas al Camino Sinodal que vive la Iglesia. Señaló que “análogamente al ascenso de Jesús y sus discípulos al monte Tabor, podemos afirmar que nuestro camino cuaresmal es «sinodal», porque lo hacemos juntos por la misma senda, discípulos del único Maestro. Sabemos, de hecho, que Él mismo es el Camino y, por eso, tanto en el itinerario litúrgico como en el del Sínodo, la Iglesia no hace sino entrar cada vez más plena y profundamente en el misterio de Cristo Salvador”.

Camino Sinodal y Cuaresma

En el monte Tabor, se cumplen las esperanzas que aparecen a lo largo de todo el Antiguo Testamento. El Papa dijo que “la novedad de Cristo es el cumplimiento de la antigua Alianza y de las promesas; es inseparable de la historia de Dios con su pueblo y revela su sentido profundo. De manera similar, el camino sinodal está arraigado en la tradición de la Iglesia y, al mismo tiempo, abierto a la novedad. La tradición es fuente de inspiración para buscar nuevos caminos, evitando las tentaciones opuestas del inmovilismo y de la experimentación improvisada”.

Francisco indicó que este tiempo litúrgico tiene un objetivo muy concreto: “el camino ascético cuaresmal, al igual que el sinodal, tiene como meta una transfiguración personal y eclesial. Una transformación que, en ambos casos, halla su modelo en la de Jesús y se realiza mediante la gracia de su misterio pascual”.

Los caminos para la transformación personal

Con el objetivo de ayudar en ese cambio que debe ocurrir tanto en nuestro interior como en la Iglesia, el Santo Padre propuso dos caminos “para ascender junto a Jesús y llegar con Él a la meta”.

El primero de ellos está relacionado con el “imperativo que Dios Padre dirigió a los discípulos en el Tabor, mientras contemplaban a Jesús transfigurado. La voz que se oyó desde la nube dijo: «Escúchenlo». Por tanto, la primera indicación es muy clara: escuchar a Jesús. La Cuaresma es un tiempo de gracia en la medida en que escuchamos a Aquel que nos habla”.

Para escuchar a Jesús hay que acudir a la liturgia, pero “si no podemos participar siempre en la Misa, meditemos las lecturas bíblicas de cada día, incluso con la ayuda de internet”. Por otro lado, indicó el Papa, “el escuchar a Cristo pasa también por la escucha a nuestros hermanos y hermanas en la Iglesia; esa escucha recíproca que en algunas fases es el objetivo principal, y que, de todos modos, siempre es indispensable en el método y en el estilo de una Iglesia sinodal”.

La segunda clave que brindó Francisco fue la de “no refugiarse en una religiosidad hecha de acontecimientos extraordinarios, de experiencias sugestivas, por miedo a afrontar la realidad con sus fatigas cotidianas, sus dificultades y sus contradicciones. La luz que Jesús muestra a los discípulos es un adelanto de la gloria pascual y hacia ella debemos ir, siguiéndolo «a Él solo».

El Papa finalizó su mensaje pidiendo “que el Espíritu Santo nos anime durante esta Cuaresma en nuestra escalada con Jesús, para que experimentemos su resplandor divino y así, fortalecidos en la fe, prosigamos juntos el camino con Él, gloria de su pueblo y luz de las naciones”.

Poster para la Cuaresma 2023 realizado por el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral
Mundo

¿Qué ocurrió en la Etapa Continental del Sínodo de Praga?

Escucharse, asumir retos, mirar al futuro. Del 5 al 12 de febrero, el Sínodo sobre la Sinodalidad hizo escala en Praga, reuniendo a unos 200 delegados que representaban a 39 conferencias episcopales de 45 países, y a algo más de 300 delegados que participaron online.

Andrea Gagliarducci·17 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

No hubo conclusiones, ni se pretendía que las hubiera. El objetivo era escucharse unos a otros, y llevar a la mesa de la Secretaría General del Sínodo una síntesis fiel de lo que había surgido de los trabajos de la asamblea.

Ni siquiera el documento final de la reunión sólo de obispos, celebrada al final de la asamblea a puerta cerrada, aporta conclusiones, ni líneas interpretativas. Sólo el compromiso por «una Iglesia más sinodal«, que confirma el documento final.

Sin embargo, entre los pliegues de las consideraciones de los obispos se encuentran varios temas que probablemente serán centrales en la próxima asamblea sinodal que se celebrará en octubre de 2023 y luego en octubre de 2024.

Por lo tanto, hay que entender cómo se está desarrollando el proceso, partiendo precisamente de lo que ha sucedido en Europa, uno de los continentes más diversos en cuanto a lenguas e historia.

La etapa continental europea

Transformando el Sínodo de un evento a un proceso, el Papa Francisco también estableció etapas continentales, es decir, momentos en los que las Iglesias de un área geográfica específica se reúnen para definir desafíos y posibilidades. Además de la etapa de Praga, se celebró una en Oceanía, está en curso una para América del Norte y otra en Oriente Medio para las Iglesias de rito oriental, mientras se preparan las etapas de Asia, África y América Latina.

Cada continente ha seguido su propia metodología, teniendo en cuenta la extensión y otros problemas prácticos. Europa decidió reunirse en presencia, pero manteniendo una amplia representación en línea, dejando a las 39 Conferencias Episcopales del continente la elección de los representantes de las delegaciones.

Del 5 al 9 de febrero se escucharon 39 informes nacionales y centenares de intervenciones breves, que ofrecieron una visión muy precisa de los retos de las Iglesias del continente.

El documento final aún no se ha publicado, pero ya ha sido aceptado por la asamblea. Redactado durante las jornadas de trabajo, y no preparado de antemano, el documento pretendía ser una instantánea lo más fiel posible de las intervenciones.

Se leyó a la asamblea, que hizo sus observaciones, y la razón por la que aún no se ha publicado es que hay que incorporar algunas observaciones y también editar el texto, hacerlo más homogéneo; un trabajo que tocará el estilo lingüístico, pero no el contenido.

De este documento, sin embargo, se dieron a conocer las consideraciones finales, que contenían algunos de los compromisos de los delegados europeos para crear una llamada «Iglesia más sinodal».

Algunos señalaron que, en los ocho puntos de compromiso, no se mencionaban en ningún momento los abusos en la Iglesia y su crisis. Pero no se trataba de abordar todas las cuestiones, sino de centrarse en las perspectivas que realmente surgían del debate.

El documento de trabajo de la etapa continental exigía, en su punto 108, que los obispos se reunieran después de la asamblea sinodal, y así ocurrió del 9 al 12 de febrero. Al final de esta reunión sólo para obispos, se publicaron las «consideraciones finales» de los obispos. 

También en este caso se decidió no tratar cuestiones concretas, sino buscar un compromiso común. Temas como la guerra en Ucrania o la condena a 26 años de prisión del obispo nicaragüense Rolando Àlvarez quedaron fuera del documento de los obispos, con la intención de contar con documentos pastorales pero no políticos.

En este sentido, la declaración sobre la situación en Nicaragua del 14 de febrero del arzobispo Gintaras Grušas, arzobispo de Vilnius y presidente del Consejo de Conferencias Episcopales Europeas, debe considerarse como una continuación de la asamblea.

La declaración, que habla con dureza de una lesión del Estado de derecho y pide a los presidentes de las Conferencias Episcopales de Europa que se posicionen ante sus gobiernos, es un mandato surgido de la reunión posterior a la asamblea sinodal.

Los temas del debate

Los documentos tienen un carácter puramente pastoral. El documento debatido en la asamblea, de unas 20 páginas, recibió varias sugerencias de la asamblea: la petición de especificar mejor la posición sobre la guerra en Ucrania; la petición de evitar un lenguaje demasiado sociológico (como progresistas y conservadores) y utilizar un lenguaje más eclesial; la necesidad de definir mejor el papel de la mujer en la Iglesia; la especificación de que el camino sinodal debe ir «con Cristo», no sin él.

Se trata de un documento de cuatro párrafos, cuyas conclusiones se hicieron por la noche. Leemos en él que «una vez más hemos sentido el dolor de las heridas que marcan nuestra historia, comenzando por las infligidas a la Iglesia por los abusos perpetrados por algunas personas en el desempeño de su ministerio u oficio eclesial, y terminando por las causadas por la monstruosa violencia de la guerra de agresión que ensangrentó Ucrania y el terremoto que asoló Turquía y Siria.

En cualquier caso, hay una acogida positiva de la asamblea, considerada «una forma de Pentecostés», y se asume el compromiso de «profundizar en la práctica, la teología y la hermenéutica de la sinodalidad», y de «abordar las tensiones en una perspectiva misionera», experimentando formas para un «ejercicio sinodal de la autoridad», cuidando «una formación a la sinodalidad», y escuchando el «clamor de los pobres».

A veces parecen consideraciones vagas, pero se pueden encontrar algunas de las cuestiones que surgieron en la asamblea. Entre ellos, la brecha entre el Este y el Oeste de Europa, a la que hay que añadir también la inexplorada entre el Norte y el Sur, las diferencias en la gestión de los carismas, incluso el papel y la autoridad del obispo y del sacerdote.

Y llamaba la atención, en una asamblea que también parecía querer ser una exaltación del papel de los laicos, cómo era precisamente en los lugares más secularizados donde se pedía reinterpretar el papel del sacerdote, volver a ponerlo en el centro, empezar de nuevo desde la misión.

El documento de los obispos

El documento final de los obispos también debe leerse con matices. Los obispos han meditado sobre los resultados de la asamblea. Sus consideraciones finales «acompañan» a la asamblea, pero no sustituyen ni comentan el texto.

Hay, en estas consideraciones, un compromiso de «apoyar las indicaciones del Santo Padre, sucesor de Pedro, para una Iglesia sinodal alimentada por la experiencia de la comunión, la participación y la misión en Cristo». Pero también es un texto que vuelve a poner en el centro el papel de los obispos, llamados a guiar al pueblo de Dios.

Uno de los temores subyacentes era precisamente que el proceso sinodal diluyera el papel de los obispos. Por esta razón, antes de la etapa continental, los cardenales Mario Grech y Jean-Claude Hollerich, secretario general del sínodo y relator del sínodo respectivamente, enviaron una carta reafirmando la importancia del papel de los obispos. Como era de esperar, la carta se imprimió en varios idiomas y se dejó a disposición de los delegados en Praga.

Se trata, en cierto modo, de un nuevo camino, lleno de baches como todas las cosas nuevas. Lo que es seguro es que la pertenencia común a Cristo, establecida desde el principio de la asamblea, permanece firme. Y éste es un hecho que no hay que subestimar.

El autorAndrea Gagliarducci

Cultura

Los armenios. Un genocidio de más de un siglo

El genocidio armenio y el holocausto judío están relacionados, hasta el punto de que el primero sentó los modelos que Hitler utilizó para la exterminación del pueblo judío.

Gerardo Ferrara·17 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 6 minutos

El término «genocidio» fue acuñado por un experto en el Genocidio Armenio, Raphael Lemkin, jurista judío polaco, que lo utiliza en su libro “Axis Rule in Occupied Europe”. Según Lemkin, fue necesario inventar una nueva palabra para describir los horrores del Holocausto y hacer que la comunidad internacional promulgara leyes para prevenir nuevos genocidios. Su objetivo se alcanzó cuando la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de de Genocidio (Convención de la ONU sobre el Genocidio) entró oficialmente en vigor en 1951, definiendo, en su Art. II genocidio como «cualquiera de los actos siguientes cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, un patrimonio nacional, étnico o un grupo nacional, étnico, racial o religioso:

(a) asesinato de miembros del grupo

(b) lesiones graves a la integridad física o mental de los miembros del grupo;

(c) someter deliberadamente al grupo a condiciones de vida destinadas a provocar su su destrucción física total o parcial;

(d) medidas destinadas a prevenir los nacimientos dentro del grupo;

(e) el traslado forzoso de niños de un grupo a otro;»

Esta conclusión, por tanto, se alcanzó no sólo con el sacrificio del pueblo judío en el Holocausto, sino también al del pueblo armenio, diezmado en el primer gran genocidio del siglo XX.

Hitler y sus cómplices concibieron y llevaron a cabo el propio Holocausto precisamente porque los oficiales alemanes (Alemania fue aliada del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial) presenciaron los métodos con los que se perpetuó el exterminio sistemático de los armenios y participaron activamente en él.

Una vez de vuelta a casa, informaron de ello al futuro Führer, quien, en 1939, declaró: «¿Quién habla todavía hoy de la aniquilación de los armenios?». Ya en 1931, en una entrevista con el Leipziger Neueste, Hitler había dicho: «En todas partes, los pueblos esperan un nuevo orden mundial. Tenemos la intención de introducir una gran política de repoblación… Piensen en las deportaciones y masacres bíblicas de la Edad Media… Y recuerden el exterminio de los armenios».

Los alemanes (había miles de oficiales destinados en el Imperio Otomano durante la Primera Guerra Mundial) fueron por tanto testigos -y no sólo- de las deportaciones y masacres (incluidos los trenes que partían llenos y regresaban vacíos) y facilitaron detalles de los mismos a Hitler y sus colaboradores. Por ejemplo, un oficial, Max Erwin von Scheubner-Richter, describió las masacres en las provincias orientales donde era vicecónsul, en un informe de 1915: «con la excepción de unos pocos cientos de miles de supervivientes en Constantinopla y las grandes ciudades, los armenios de Turquía estaban, por así decirlo, completamente exterminados».

Todo esto permitió al Führer idear y llevar a cabo la Solución Final para los judíos, convencido de que, como con los armenios, el mundo miraría hacia otro lado y él podría llevar a cabo su plan criminal para aniquilar a toda una nación.

El Medz Yeghern

En un artículo anterior, hablamos de las masacres de Hamidian, llevadas a cabo contra los población armenia a finales del siglo XIX bajo el mandato del sultán Abdül Hamid II.

Pues bien, precisamente durante la era Hamidian, en 1908, hubo un golpe de Estado en el Imperio Otomano, a través del cual un movimiento nacionalista, conocido como los Jóvenes Turcos, llegó al poder y obligó a Abdül Hamid a restablecer un sistema de gobierno multipartidista que modernizó el Estado y el ejército, haciéndolos más eficientes.

La ideología de los Jóvenes Turcos se inspiraba en los nacionalismos europeos, pero también en doctrinas como el darwinismo social, el nacionalismo elitista y el panturanismo, que veía erróneamente Anatolia oriental y Cilicia como patria turca (los turcos, sin embargo, son una raza de origen mongol y altaico).

Según sus visiones, aspiraban a construir una nación étnicamente pura y deshacerse de aquellos elementos que no eran completamente turcos. En el mismo artículo mencionado, sin embargo, también señalamos que el Imperio Otomano no se fundó sobre una base étnica, sino religiosa. En consecuencia, a pertenencia a una etnia y no a otra se basaba en el sistema de millet definido.

La conclusión lógica era que quien no era musulmán no era turco: para lograr un Estado turco purificado de elementos perturbadores, era necesario eliminar a los súbditos cristianos, es decir, griegos, asirios y sobre todo armenios, estos últimos considerados tanto más peligrosos cuanto que, desde la zona caucásica del Imperio ruso, al comienzo de la Primera Guerra Mundial, se formaron batallones de voluntarios armenios para apoyar al ejército ruso contra los turcos, involucrando también a armenios de este bando de la frontera.

Ya en el año 1909, se produjo un exterminio de al menos 30.000 personas en la región de Cilicia. En 1913, el Comité de Unión y Progreso fundó la Organización Especial (una especie de de las SS otomanas formado por prisioneros condenados por los peores crímenes como asesinato, violación y robo que obtuvieron su libertad a cambio de unirse a esta unidad, así como tribus kurdas: esto dio lugar a una incidencia muy alta de violaciones durante el Genocidio) que eran responsables, bajo el mandato del Comité de Unión y Progreso y, sobre todo, de los Tres Pashas (el triunvirato dictatorial que dirigía el Imperio Otomano entre 1913 y el final de la Primera Guerra Mundial, compuesto por Mehmed Tal’at Pasha, Ismail Enver y Ahmed Cemal) de los peores crímenes.

En la noche del 23 al 24 de abril de 1915 (el 24 de abril se conmemora cada año como Medz Yeghern, en armenio ‘gran crimen’) comenzaron las detenciones y deportaciones entre la élite armenia de Constantinopla, que se saldó, en sólo un mes, con la muerte de más de mil intelectuales, periodistas, escritores, poetas. Posteriormente, el gobierno de los Jóvenes Turcos ordenó la eliminación sistemática de armenios étnicos y su posterior deportación, en marchas forzadas hacia el desierto de Mesopotamia, bajo la supervisión de oficiales del ejército alemán.

Millones murieron de hambre en el desierto o fueron masacrados, torturados y violados por las milicias kurdas y el ejército turco. Por otro lado, era casi imposible que la gente interviniera para ayudar a estas personas (se aprobó un decreto que sancionaba con la pena de muerte a quienes lo hicieran).

Los pocos que sobrevivieron se establecieron en Armenia, Francia, Estados Unidos, pero también en Siria y Líbano (donde constituyen una gran minoría de la población).

Los historiadores estiman que el número total de armenios otomanos asesinados en el Genocidio oscila entre 1.200.000 y 2.000.000 de muertos, aunque la cifra más aceptada es de 1.500.000. (entre 300.000 y 900.000 víctimas del genocidio griego y entre 275.000 y 750.000 víctimas del genocidio asirio). También se calcula que entre 100.000 y 200.000 armenios fueron islamizados y que hasta dos millones de ciudadanos turcos pueden tener al menos un abuelo armenio, a menudo sin conocimientos de ello.

A día de hoy, Turquía sigue negando los hechos, hasta el punto de que cuando, en varias ocasiones el Papa Francisco lo calificó abiertamente de genocidio, el gobierno turco y el propio Erdogan no tardaron en reaccionar de forma vehemente y ofensiva.

Después del genocidio: el nacimiento de Armenia y la cuestión de Nagorno Karabaj

Tras el Medz Yeghern, Armenia se declaró independiente en 1918. El Tratado de Sèvres de 1920 le había asignado una parte considerable de Anatolia oriental, pero el fundador de la Turquía moderna, Kemal Atatürk no lo aceptó y ocupó militarmente esa región. Fue otro

exterminio: se habla de 70.000 armenios masacrados después de 1920 en Anatolia oriental, de otros 50-100 mil en el Cáucaso, donde los turcos habían llegado hasta Azerbaiyán, creando el Ejército Islámico del Cáucaso, bajo el mando de Enver Pasha.

Desde 1922 hasta 1991, la República de Armenia formó parte de la Unión Soviética, que congeló el conflicto entre los armenios y los azeríes de habla turca con las metodologías llevadas a cabo por Stalin: el ateísmo de Estado, el desplazamiento forzoso de cientos de miles de personas y la asignación totalmente indebida de territorios a una república de la URSS en lugar de a otra.

Esto creó una esquizofrenia de fronteras que no reflejaban la composición étnica de los territorios. Los armenios, como hemos visto, no sólo estaban presentes en la Armenia actual, sino que constituían una minoría conspicua, a veces incluso una mayoría real, en territorios como la mencionada Anatolia Oriental, Naxiçevan ( una región autónoma de Azerbaiyán), Javachezia (ahora parte de Georgia), Artsaj (también conocida como Nagorno Karabaj).

Este último territorio siempre formó parte oficialmente de Azerbaiyán pero, en 1993, con la ayuda de Armenia, obtuvo la independencia. La comunidad internacional no reconoció esta independencia y la historia reciente del territorio es desgraciadamente bien conocida.

En conclusión, aquel Imperio Armenio mencionado en el artículo anterior, antaño tan vasto y tan rico culturalmente, fue desmembrado a lo largo de los siglos por intereses de diversa índole.

Su pueblo sufrió las peores vejaciones, hasta el punto de diezmarse por un genocidio, que todavía algunos aún no reconocen, y encontrarse hoy bajo la amenaza constante de la aniquilación, incluso en lugares donde los supervivientes de ese mismo genocidio encontraron refugio, por regímenes dictatoriales (como el de Aliev en Azerbaiyán) o por extremistas islámicos (como el ISIS en Siria, que incluso destruyó el monumento conmemorativo del Genocidio Armenio en la ciudad de Deir ez-Zor, destino de las marchas marchas forzadas y en cuyo desierto yacen los huesos de millones de muertos armenios).

El autorGerardo Ferrara

Escritor, historiador y experto en historia, política y cultura de Oriente Medio.

Reverendo SOS

Celibato sacerdotal y abusos sexuales

¿Es el celibato la causa de los abusos sexuales en la Iglesia? ¿Se dan también estos desgraciados casos en otras confesiones religiosas? ¿Cuál es el origen de los abusos?

Carlos Chiclana·17 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Algunos ven el celibato sacerdotal como una represión poco saludable de los impulsos sexuales, y consideran que esto fomentaría la tendencia en el clero a abusar sexualmente. Pero los abusos sexuales no son más frecuentes entre el clero católico célibe que en otros estilos de vida.

La mayoría de los abusos sexuales a menores suceden en la propia familia y en el hogar (70-90 %), cometidos por miembros de la familia. Los extra familiares (en torno al 20 %) son perpetrados por niñeras, profesores, terapeutas, monitores, entrenadores, líderes de grupo o espirituales de cualquier culto y amigos de la familia.

La fundación ANAR en su estudio Abuso sexual en la infancia y la adolescencia según los afectados y su evolución en España (2008-2019) muestra que solo el 0,2 % de los abusos corresponden a sacerdotes, frente al 23,3 % de los padres. La mayoría de los abusadores de menores son varones heterosexuales con pareja, del círculo familiar o social del abusado, y actúan en la etapa media de la vida (30-50 años). 

La motivación del abuso sería la pedofilia en un 25-50% de los casos. También se relaciona con problemas de origen psicológico o social: estrés, problemas de pareja, falta de disponibilidad de un compañero adulto, depresión, abuso de alcohol o drogas, deseo sexual aumentado, rasgos antisociales de personalidad, descontrol impulsivo y leve retraso mental.

No existe evidencia de una prevalencia mayor de los abusos sexuales en las actividades de la Iglesia en comparación con otros contextos institucionales relacionados con menores. Con esto no se pretende restar importancia a las conductas inapropiadas de algunos clérigos, sino señalar que no hay datos que indiquen que sea el celibato el origen del problema. No se puede afirmar que celibato y pedofilia tengan una relación causal. Sí podemos afirmar que, cuando un sacerdote abusa, la gravedad es mayor por su responsabilidad y por las consecuencias de que sea precisamente un ministro de Cristo el abusador.

Los abusos cometidos por clérigos son especialmente sonoros y producen un escándalo mediático que es doloroso y necesario para generar un cambio, y que muchas víctimas puedan comunicar finalmente el dolor, las angustias, rabia y la vergüenza después de tantos años.

Los factores de riesgo de la pedofilia son temperamentales, comportamiento antisocial, escasez de relaciones con sus iguales, se interesa por personas más jóvenes, porque son más débiles, rasgos de personalidad pasiva, cerrada, dependiente, falsamente dócil y remisa, pero en realidad preocupada por complacer a los superiores y mantener secretas las propias inseguridades. También influye haber tenido experiencias traumáticas, factores genéticos y fisiológicos por alteración del neurodesarrollo. 

Según el John Jay Report (JJR), el porcentaje de sacerdotes acusados es similar al de los clérigos de otras religiones que no viven el celibato y, los que habían cometido abusos sexuales, no vivían la castidad. El 50-70 % de los sacerdotes acusados habían tenido relaciones sexuales con adultos después de la ordenación (JJR). 

La segunda edición del JJR (2011) concluía que solo la identidad sexual “confusa” estaba correlacionada con una mayor probabilidad de cometer abusos, y no así los comportamientos homosexuales. El Informe elaborado por Sullins (2018) para el Ruth Institute, apuntaba que sí existe una fuerte correlación entre homosexualidad en el clero y abusos de clérigos. También Prusak (2020) sugiere que frecuentemente los responsables de los abusos entre el clero católico son homosexuales.

Las indicaciones de la Iglesia católica sobre la no admisión a órdenes sagradas de las personas con parafilias, conductas sexuales desordenadas, trastornos de la personalidad u otras patologías que puedan dificultar el servicio a las personas, son claras y firmes. 

Según diversos estudios sobre los abusos sexuales en la Iglesia católica los abusadores son hombres; la mayoría sacerdotes entre 29 y 72 años; edad media de 50 años; el mayor porcentaje de víctimas y agresores eran hombres. Los abusadores mostraban las siguientes características psicológicas: inmadurez emocional y/o sexual (29,6%), trastorno de personalidad (21,6%), pedofilia (17,7%), abuso de alcohol (13,1%), conductas desviadas (9,8%), comportamiento pasivo (5,8%), otros como ansiedad, ataques de pánico, paranoia e hipocondría (3,4%). No existen datos comparables sobre estas características en otras instituciones.

Parece, por tanto, que los sacerdotes que abusan son aquellos que no viven coherentemente su celibato y que un celibato bien integrado prevendría los abusos. Así, la inversión sería promover que los sacerdotes, como las personas casadas, vivan de modo congruente, sus propias decisiones.

España

Eje del Foro Omnes: los líderes religiosos animan al conocimiento mutuo

La sede de Madrid de la Universidad de Navarra acogió el foro Omnes sobre el diálogo interreligioso, camino de fraternidad. El evento lo coordinó la revista junto a la Subcomisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales y el Diálogo Interreligioso y Fundación CARF.

Paloma López Campos·17 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El tema del foro Omnes lo inspiró el Día de la Fraternidad Humana que se celebra el 4 de febrero. El evento vino antecedido por la firma de la Declaración Interreligiosa sobre la dignidad de la vida humana. En esta participaron representantes de la Comisión Islámica de España, diferentes patriarcados ortodoxos, la Iglesia Española Reformada Episcopal, la Federación de Entidades Evangélicas de España y la Iglesia católica.

Algunos representantes de estas confesiones son los que participaron en el Foro Omnes. Los ponentes invitados fueron el Gran Rabino de España, Moshe Bendahan, el Secretario de la Comisión Islámica Española, Mohamed Ajana El Ouafi, y el Presidente de la Subcomisión Episcopal coorganizadora, Francisco Conesa. Las intervenciones las moderó María José Atienza, redactora jefe de Omnes.

Amarás al prójimo como a ti mismo

El primero en intervenir fue el Gran Rabino de España, Moshe Bendahan, quien centró su ponencia en un versículo bíblico: “Amarás al prójimo como a ti mismo”. Esta frase es esencial puesto que, como señaló el rabino, “cualquier ser humano tiene el valor interno del amor”, y esa es precisamente la “esencia divina” que nos une a todos.

El Gran Rabino de España, Moshe Bendahan

Sin embargo, pronto advirtió Bendahan de que “el amor exige trabajo” y por ello es necesario discernir la calidad con la que se vive esa esencia. Para explicarlo, el Gran Rabino utilizó la metáfora de un taxi en el que hay dos pasajeros, por un lado nuestra identidad divina, y por otro, nuestro ego. El vehículo es nuestro propio cuerpo y el conductor, nuestra mente.

Este conductor del taxi debe tener claras las creencias, entre las que se cuenta ese “amor al prójimo que debe regir nuestra vida”. Para concretar su idea, Bendahan facilitó a los oyentes una definición de amor, siendo este “la capacidad de buscar el bien del otro”.

Es ahí donde, dijo el Gran Rabino, debe buscarse el camino de la fraternidad en el diálogo interreligioso. De tal modo que podamos “enfocarnos no en lo que nos diferencia, sino en lo que nos une”, siendo capaces de “ver al prójimo cercano a uno mismo”.

Dios es Padre de todos

Tras Bendahan, llegó el turno de Francisco Conesa, Presidente de la Subcomisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales y el Diálogo Interreligioso. Lo primero que destacó fue la característica de las religiones como “promotoras de fraternidad”, especialmente teniendo en cuenta que las tres confesiones participantes reconocen a un “Dios que es Padre de todos”.

Francisco Conesa, Presidente de la Subcomisión Episcopal para las Relaciones Interconfesionales y el Diálogo Interreligioso

Esta fraternidad universal se une también a un segundo rasgo significativo que señaló inmediatamente Conesa, y es que “en todas nuestras religiones la esencia está en la práctica de la misericordia”.

Conociendo estas características, el obispo indicó que “entre los creyentes debe existir particularmente esta fraternidad porque todos buscamos el rostro de Dios, todos hacemos oración y compartimos la misma experiencia”. Eso nos permite “buscar en nuestra propia tradición lo que nos mueve al diálogo”.

Como ejemplos de esta “cultura del encuentro”, el Presidente de la Subcomisión mencionó el esfuerzo que hacen las tres confesiones por “defender el derecho a ser oídos en medio de la sociedad”; por convertirse en “centinelas de los pobres”; las labores que tienen como objetivo “trabajar por el cuidado de la Tierra que es obra del Creador”; o la promoción del “sentido sagrado de toda vida humana y del valor de la familia”.

Por último, Conesa hizo un llamamiento a que todos los representantes de las distintas religiones den ejemplo de este diálogo.

Dios como Creador y Señor de todo

Mohamed Ajana El Ouafi, secretario de la Comisión Islámica Española, comenzó su intervención señalando que “el Corán empieza y acaba con la idea de Dios como Creador y Señor de todo”, lo que nos permite ver la humanidad como un gran árbol.

A través de esta metáfora, el secretario señaló la importancia de no obsesionarse con el lugar pequeño que ocupamos en ese árbol. Al contrario, es esencial reconocer que “la pluralidad es una característica propia de nuestra sociedad”.

Mohamed Ajana El Ouafi, secretario de la Comisión Islámica Española

“La unicidad”, recalcó El Ouafi, “es solo propia del Creador. En todo lo demás encontramos diferencias”, lo cual no es malo en sí mismo, sino que permite practicar “el conocimiento mutuo para construir puentes de convivencia”.

Mohamed pasó entonces a enunciar algunas propuestas para impulsar el diálogo interreligioso, entre ellas, “favorecer y fomentar el conocimiento mutuo; presentarse ante los demás (miembros de otras confesiones y medios de comunicación) para evitar malentendidos; sensibilizar para fomentar una cultura del encuentro entre los miembros de las distintas religiones, poniendo el foco en lo que nos une; y cooperar, no conformándose con la mera convivencia”.

Para finalizar su ponencia, El Ouafi señaló que “es importante evitar las discusiones inútiles”. Lo que debemos hacer es trabajar para que “las religiones puedan aportar su granito de arena en relación, por ejemplo, con el cuidado del medioambiente o la organización de los recursos humanos”.

Tras las intervenciones de los ponentes, la moderadora dio paso al turno de preguntas tanto de los presentes como de los oyentes por streaming.

El vídeo completo del foro se puede ver a continuación:

Mundo

Narrar la migración: historias, rostros, esperanzas

La Universidad Pontificia de la Santa Cruz acoge una jornada sobre el relato periodístico en torno a la realidad de migrantes y refugiados con académicos, periodistas y responsables de organizaciones humanitarias.

Antonino Piccione·16 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos

La Jornada «La comunicación sobre migrantes y refugiados entre la solidaridad y el miedo», promovida por la Asociación ISCOM y la Facultad de Comunicación de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, junto con el Comité «Información, migrantes y refugiados», ha ofrecido una nueva oportunidad a académicos, periodistas y responsables de organizaciones humanitarias para debatir sobre los aspectos críticos del sistema mediático y contribuir a una información veraz y más respetuosa con la dignidad humana.

Con especial atención a la ética y la deontología profesional en la información y la comunicación sobre migrantes y refugiados, la Jornada contó con la participación de más de 100 personas, entre periodistas, trabajadores de la comunicación de organizaciones que trabajan en el tema y responsables de instituciones eclesiales y educativas.

Hace poco menos de 10 años el primer viaje del pontificado de Francisco a Lampedusa, 10 años más o menos después la invasión rusa de Ucrania. Estos dos hechos, sobre todo, han contribuido a cambiar la percepción del fenómeno migratorio y, especialmente, la forma de informar sobre él, sobre todo desde el punto de vista periodístico.

Hace 10 años, la prensa mundial se reunió en el corazón del Mediterráneo para escuchar la denuncia de Francisco contra la «globalización de la indiferencia».

Hoy, la nueva crisis humanitaria producida por el conflicto en Ucrania -que dura ya un año- condiciona la lectura política y la propia representación periodística, hasta el punto de afectar a las opciones de fondo, por ejemplo en materia de acogida con la aplicación de un nuevo derecho excepcional de asilo.

También debe evaluarse el impacto de la terrible tragedia del terremoto en Siria y Turquía.

Describir la complejidad de la realidad de las migraciones y ayudar a comprender las interdependencias y las dinámicas necesariamente internacionales del fenómeno: éste es el compromiso y el reto de una narración periodística que quiere ser verdaderamente respetuosa ante todo de la dignidad de las personas implicadas y al mismo tiempo de la verdad sustancial de los hechos, a la que nos recuerda la ley constitutiva de la Orden de Periodistas de Italia, que celebra en estos mismos días su 60 aniversario.

Vienen de países vecinos, huyendo de guerras que también nos angustian. Nos hemos acostumbrado un poco a ellos, a los inmigrantes. Los vemos sobre todo por su utilidad, más allá de los riesgos que entrañan y de los temores que suscitan.

Quienes solían hacer un uso instrumental de ellos con fines electorales o propagandísticos ahora tienen que recurrir a otros argumentos e inventar nuevos hombres del saco. Los inmigrantes ya no son «otros entre nosotros», sino «otros entre nosotros», que hay que «integrar».

Las crisis humanitarias, junto con los saqueos, encienden la piedad y despiertan la solidaridad de los pueblos que se encuentran en su mejor momento en la desgracia.

«Dejemos que los refugiados sean protagonistas de su propia representación, para que puedan hablar con autoridad, intención política y voz colectiva. Y participar en el proceso de toma de decisiones». Así abrió los trabajos de la Jornada Chiara Cardoletti, Representante del ACNUR para Italia, la Santa Sede y San Marino, destacando cómo la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados «trabaja desde hace 10 años para apoyar el periodismo ético, para que las cuestiones de inmigración y asilo sean objeto de formación y desarrollo profesional. La información sobre solicitantes de asilo, refugiados, víctimas de la trata y migrantes debe basarse en el uso correcto del lenguaje y en garantías adecuadas para todos aquellos que han solicitado y obtenido protección, sin menoscabo del derecho a la información».

El fenómeno migratorio ha sido uno de los ámbitos en los que el periodismo italiano (y no solo) ha podido, al menos en parte, corregir su enfoque. Partiendo de esta premisa, Vittorio Roidi, maestro de periodismo y profesor de ética y deontología profesional, observó cómo «los hombres y mujeres que murieron en las aguas del Mediterráneo en un intento desesperado de escapar a un destino de pobreza y desesperación representaban uno de los grandes temas de la última parte del siglo pasado. Nos dimos cuenta de que no podíamos tratarlos como números, sino que eran protagonistas de uno de los dramas más estremecedores de nuestro tiempo. E intentamos cambiar el lenguaje, dar una dimensión más humana y menos superficial a nuestras historias».

La Carta de Roma, el documento deontológico adoptado por los periodistas italianos sobre la información y los emigrantes, fue el primer resultado concreto de esta reflexión, «aunque», según Roidi, «los resultados de ese trabajo no sean quizás los deseados».

El cardenal Augusto Paolo Lojudice, arzobispo metropolitano de Siena y miembro de la Comisión de Migrantes de la Conferencia Episcopal Italiana, señaló las palabras del Papa Francisco – «No basta con acoger a los migrantes: también hay que acompañarlos, promoverlos e integrarlos»- como un claro esquema «también para poder narrar la migración correctamente y lejos de cualquier forma de pietismo e instrumentalización».

Su trabajo, su capacidad de sacrificio, su juventud y su entusiasmo enriquecen a las comunidades que los acogen. «Pero esta contribución podría ser mucho mayor si se valorara y apoyara a través de programas específicos».

Gian Carlo Blangiardo, presidente del ISTAT, reflexionó sobre el fenómeno migratorio según los datos estadísticos, refiriéndose al crecimiento registrado en Italia en las últimas décadas: «Hemos pasado de unos cientos de miles de unidades en los años 80 a más de 5 millones en el último recuento censal de 2021, por lo que la población extranjera ha sufrido importantes transformaciones, tanto en los flujos de entrada como en la estructura de presencias: de trabajadores a familias, de extranjeros a ciudadanos».

Entre los efectos positivos, la funcionalidad constatada en el mercado laboral y la contribución significativa, aunque no decisiva, en el frente de la natalidad. Una contribución al desarrollo de nuestro país», en opinión de Blangiardo, «que debe valorizarse en el marco de iniciativas gubernamentales adecuadas, con plena conciencia de un panorama demográfico mundial en el que el crecimiento de la población se concentra totalmente en los países más pobres».

Durante el primer panel -La guerra en Ucrania y los conflictos en el mundo: efectos sobre el fenómeno migratorio-, se celebraron debates, moderados por el padre Aldo Skoda (Pontificia Universidad Urbaniana), Matteo Villa (ISPI), Valentina Petrini (Il Fatto Quotidiano) y Irene Savio (El Periódico).

Este último se centró, en particular, en los efectos de la ofensiva militar rusa en Ucrania, que ha provocado «la huida de 8 millones de personas, además de 5,4 millones de desplazados internos, según cifras de Naciones Unidas. Muchos se ven obligados por segunda o tercera vez a huir de sus hogares, dejarlo todo atrás e irse a vivir a un nuevo lugar».

Sobre la respuesta sin precedentes de los países de la UE, el analista de El Periódico reconoció «la adopción de políticas a favor de los refugiados muy diferentes a las que se utilizan en otras partes del mundo, así como diversos programas de ayuda a la población ucraniana y de agilización de los trámites burocráticos para el reconocimiento de la condición de refugiado». Y sin embargo, unos 5 millones de ucranianos han decidido regresar a su país en los últimos meses».

Cuestionado acerca del tema de la propaganda y la manipulación en tiempos de guerra, Petrini dedicó su reflexión: «Hoy en día, mantener a la propia población en la oscuridad sobre lo que realmente está sucediendo en Ucrania es una prioridad para Putin. Fomentar el descontento europeo con los refugiados de guerra ucranianos fue una de las primeras estrategias manipuladoras que emprendió, a través de la desinformación: máquinas que se reciclan sobre el tema del momento y que tienen en común la víctima, en este caso los migrantes, los refugiados, y el macroobjetivo de desestabilizar entidades como la Unión Europea. Putin no es ajeno a este tipo de operaciones. Lleva años intentando corromper las democracias occidentales, financiando movimientos nacionalistas, dando dinero a partidos sin euro, intentando contaminar las elecciones y el debate político».

Entre los emigrantes forzosos, personas obligadas por las guerras a abandonar sus hogares, dos de cada tres permanecen desplazados en su país de origen. «Del último tercio que abandona el país», observa Matteo Villa, «la gran mayoría permanece en países vecinos, con la esperanza de volver a casa tarde o temprano». Por supuesto, el aumento de las crisis prolongadas en el mundo hace más probable que quienes han abandonado el país realicen después una segunda migración a lugares más lejanos. «En el caso de los refugiados ucranianos (las palabras son importantes: refugiados, no desplazados, porque están protegidos de forma temporal y no permanente), las proporciones no son las mismas porque Europa ha tomado medidas para acoger a los ucranianos a una escala sin precedentes, e incluso les ha permitido elegir su país de destino dentro de la UE».

«Pero el riesgo para ellos» -en opinión del investigador del ISPI- «es que este tipo de acogida ‘con fecha límite’ llegue a su fin, y que cambien las opiniones de las sociedades y los gobiernos europeos. Tenemos que trabajar para narrar estas migraciones forzosas, sobre todo para subrayar sus éxitos, que los hay: en algunos países europeos, hasta el 40% de los refugiados ucranianos ya han encontrado trabajo».

Integración o inclusión: el reto de la acogida. Este fue el título de la segunda sesión, moderada por el notario Vincenzo Lino y abierta por Ida Caracciolo (Universidad de Campania Luigi Vanvitelli), con la distinción fundamental y clara que hace el Derecho internacional entre el estatuto de refugiado y el de migrante.

«Mientras que la soberanía de los Estados» -señaló Caracciolo- «conoce límites importantes y consolidados en lo que respecta a la acogida e integración/inclusión de los refugiados, el trato a los migrantes sigue dejándose en gran medida a la discrecionalidad de los Estados. Sólo el corpus iuris general de los derechos humanos (los dos Pactos de las Naciones Unidas de 1966 sobre derechos civiles y políticos y sobre derechos económicos y sociales, el Convenio Europeo de Derechos Humanos de 1950 y la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea de 2000) se aplica a ambas categorías, al estar centrado en el individuo como tal».

Sobre la valiosa labor del Centro Astalli, Donatella Parisi, su responsable de Comunicación, llamó la atención sobre la gradualidad y complejidad del proceso de integración de solicitantes de asilo y refugiados. «Un proceso», dijo, «que implica diferentes esferas: económica, jurídica, social, cultural. Por ello, el Centro Astalli lleva a cabo proyectos de acompañamiento social y sensibilización cultural. Desde el primer día de acogida trabajamos con los refugiados para mejorar sus oportunidades de inclusión y combatir el racismo y la xenofobia. Los inmigrantes, con su demanda de integración, han estado en el corazón de la Comunidad de Sant’Egidio desde finales de los años setenta, cuando empezaron a ser una presencia significativa en la sociedad italiana. A lo largo de los años, el compromiso con la acogida y la integración ha ido creciendo, en Italia y en todo el mundo. Nacieron las escuelas de lengua y cultura. Con los corredores humanitarios se ha creado una vía de inmigración legal y segura». 

Massimiliano Signifredi (oficina de prensa de la Comunidad de Sant’Egidio) destacó algunas de sus particularidades: «Gracias a la colaboración con las Iglesias protestantes italianas y la Conferencia Episcopal Italiana, el proyecto de corredores humanitarios, basado enteramente en la sociedad civil y replicado también en Francia y Bélgica, ha permitido ya a más de seis mil refugiados vulnerables llegar a Europa de forma segura, convirtiéndose en un modelo de integración. Los que han sido aceptados han aprendido inmediatamente el idioma y han encontrado trabajo. Los corredores humanitarios han inaugurado una narrativa diferente de la inmigración, rescatando este fenómeno de época de la instrumentalización y el miedo».

Raffaele Iaria (Fundación Migrantes) coordinó el debate de clausura – El cuidado de las palabras y el respeto de las personas: la deontología de quienes informan -, animado por el testimonio de algunas periodistas que desde hace años se dedican a informar sobre el fenómeno migratorio.

«Seguimos preocupados por las consecuencias de los flujos mientras se produce una constante despersonalización del migrante», advirtió Angela Caponnetto (RAI), cuestionando «a los gobiernos europeos cada vez más divididos sobre el tema, 8 Estados miembros han llegado a pedir que se revise el derecho de asilo, considerado un factor de empuje para quienes intentan llegar a Europa esperando una vida mejor, con el riesgo de encerrarse cada vez más en una ‘fortaleza'». En este contexto, la función del reportero es fundamental para dar forma a miles de vidas humanas que corren el riesgo de quedarse sólo en sombras sin alma».

Anna Meli (Associazione Carta di Roma) evocó las palabras de Valerio Cataldi (presidente de la Asociación), para quien «en los últimos diez años se ha consolidado la «máquina del miedo», que comienza en primavera con la alarma de «un millón de personas listas para partir desde las costas de Libia» y continúa con el recuento de las llegadas a los puertos italianos. Una dinámica ansiógena, un goteo de cifras que despierta ansiedad y produce miedo. Donde la realidad, la vida real, la verdad sustancial de los hechos son otra cosa».

‘Emergencia’, ‘recepción indiscriminada’, ‘invasión’. ¿Qué términos utilizamos para hablar de inmigración?  ¿Hasta qué punto se ajustan a la realidad las palabras que elegimos? ¿Somos realmente capaces de contextualizar los fenómenos migratorios que afectan a nuestro país y a Europa? Estas son las preguntas que Eleonora Camilli planteó al final de la Jornada. Para el periodista de Social Editor, «nos enfrentamos a la narrativa, a menudo distorsionada, de la inmigración. Y sobre el doble rasero de protección, acogida y narrativa entre distintos flujos migratorios: en particular entre las llegadas por el Mediterráneo o la ruta de los Balcanes y el extraordinario flujo de refugiados procedentes de Ucrania».

El autorAntonino Piccione

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Evangelización

Ángel Miranda: «En el deporte descubrimos rasgos del servicio eclesial»

La celebración de la I Jornada Deporte y Fe pone de relieve la apuesta de la Iglesia por una pastoral específica en este ámbito y que el propio Papa Francisco alienta especialmente.

Maria José Atienza·16 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 6 minutos

La sede del colegio de los Salesianos de Pamplona acoge, los próximos 9 y 10 de marzo la I Jornada Deporte y fe. Un encuentro organizado por Salesianos Pamplona, en colaboración con el Arzobispado de Pamplona y Tudela y que quiere ser “el punto de partida para aprovechar el deporte como instrumento de evangelización”, como apuntaba Litus Ballbe, sacerdote y responsable de la Pastoral del Deporte de la Conferencia Episcopal Española en la presentación de esta jornada.

Ángel Miranda, director de Salesianos Pamplona, ha hablado con Omnes de esta jornada en la que participarán, entre otros, deportistas profesionales como Enhamed Enhamed, deportista paralímpico, directores de escuelas deportivas como Ignasi Talo, Director Centro Deportivo Brafa o Angelo De Marcellis, director de la Pastoral del Deporte en Teramo y presidente del Centro Deportivo italiano de la provincia de Teramo.

La familia salesiana siempre ha prestado una gran atención al deporte como ámbito de desarrollo de virtudes humanas y también cristianas. ¿Cómo se concibe la práctica deportiva dentro de esta visión de fe?

–La cuestión que se plantea tiene dos preguntas implícitas, una más centrada en el enfoque salesiano del tema y la otra de una visión general del deporte.

Cuando en la familia salesiana se plantea la identidad de cualquiera de sus presencias remite al enfoque original de la propuesta pastoral de Don Bosco que se sintetiza en cuatro palabras a definir cada obra como “casa” para el que no la tiene, “escuela” para quien carece de ella, “iglesia” para quien no la frecuenta y “patio” donde encontrarse y convivir con los amigos.

Es claro que la práctica deportiva se enmarca fácilmente dentro del “patio” salesiano (algún documento eclesial la pone, curiosamente dentro del “patio de los gentiles” como gran pista de la concepción creyente de la práctica deportiva.

A la hora de contemplar la práctica deportiva desde la fe, quizás alguien intente tirar por la vía del medio proponiendo a Jesús dentro de largas “marchas atléticas” o del deporte náutico en el lago, la pesca más o menos “submarina”, o quizás el montañismo puesto to, se supone, al servicio de la misión.

El encuentro que se está preparando no va tanto en esta línea cuanto en un enfoque más orientado al “diálogo” entre la práctica deportiva y la fe. Un diálogo que supone una visión antropológica de la persona que práctica, que dirige, que anima o que de un modo u otro se aproxima a la práctica deportiva.

Dicho de otra manera, la Jornada nace desde una doble pregunta. Por un lado, si en la práctica deportiva tu “hacer” cualifica y potencia el “ser” de las personas que entran en tu ámbito. Por otro, si, como practicante o usuario del deporte, eres capaz de descubrir o encontrar en el deporte algunas claves que te abran a una visión y sentido de vida donde tenga un espacio la dimensión creyente de la persona. Por ahí es posible abrir camino a una lectura de la práctica deportiva, si no mejor, al menos diferente.

¿Qué aporta a los jóvenes, en su vida cristiana, el deporte? 

–Ante todo, no está de más poner de relieve que el diseño de nuestra jornada, se percibe más como ocasión de un diálogo abierto entre la práctica deportiva y la fe, también de cualquier joven, de cualquier confesión, de cualquier experiencia y nivel de desarrollo de la dimensión transcendente de su vida.

No obstante, hablando desde nuestra perspectiva cristiana, no viene mal recordar que la Iglesia sirve a la extensión del Reino por cuatro caminos: el anuncio del Reino, el encuentro en la comunidad, la celebración de la fe y la vida y el servicio a los hermanos.

Sin pretender hacer un desarrollo de esta reflexión, y ciñéndonos al sentido de la pregunta, resulta fácil descubrir en la práctica deportiva rasgos de estas cuatro dimensiones del servicio eclesial en la medida que anuncia y transmite valores de encuentro, convivencia, ayuda, disponibilidad; es lugar de encuentro, colaboración, capacidad de compartir metas, convivencia; hace posible el desarrollo integral de la persona en el entorno de valores concretos y, además, se convierte en tiempo y espacio de alegría, celebración mejora de la convivencia

Otra cosa es quedarnos en los signos externos, … la señal de la cruz en sus infinitas variedades de velocidad y de gesto al salir al campo, las estampas protectoras dentro del equipaje, el envío al cielo o al infinito desconocido del triunfo y tantas y tantas … evocaciones de un “algo” o de un “alguien” más o menos cercano que nos sobrepasa y plantea interrogantes profundos a la vida y hacer de nuestro día a día. Por ahí, como comprenderás se abre toda una pista a esa doble lectura de lo que aporta el deporte a la persona que está en proceso de contemplación, apertura, socialización, proyección de la propia existencia y las posibilidades de una práctica deportiva que favorece el desarrollo físico, ético social y, ¡por qué no! la apertura a la trascendencia de las personas y de los grupos.

deporte y fe
Litus Ballbe, Ángel Miranda y Javier Trigo en la presentación de la I Jornada «Deporte y Fe»

A menudo conocemos caras incompletas del deporte: o el estrellato máximo, o «los bajos fondos» de diferentes disciplinas. ¿Cómo evitar esas dos miradas escoradas del deporte y conocerlo y vivirlo de manera integral?

–Yo coloco esta cuestión en la mirada. La “mirada” es de la persona. Es la persona quien, de diferentes maneras, quizás escoradas, mira, ve, contempla, admira, celebra, y comparte o practica la actividad deportiva.

Son o somos las personas quienes aplaudimos, gritamos, cumplimos o incumplimos reglamentos, contratamos, pagamos, rechazamos o colaboramos, con visiones más positivas o negativas de la práctica deportiva. Como dice el Evangelio, lo que “sale” de nosotros, del corazón, es lo que mancha, no lo que entra…

Por eso nuestra perspectiva de cara a los jóvenes es fundamentalmente educativa. Posibilitar que los jóvenes y, ¿por qué no los mayores?, practicantes aprendan a ganar y perder, a ser el más brillante o el buen colaborador, a valorar el éxito propio y el de los demás, a la titularidad o al banquillo, a aceptar o rechazar al otro, al diferente, al esfuerzo por mejorar, al respeto de la norma y de la ley, … ¡Podemos seguir! Solo así, aunque no “evitaremos” las miradas “escoradas”, estaremos ayudando al crecimiento de generaciones de personas con planteamientos sanamente críticos frente a tantos “escoramientos” éticos, económicos, sociales y no solo deportivos que descubrimos en nuestro entorno.

¿Qué papel tienen los educadores y las familias en el crecimiento de las virtudes a través de la práctica deportiva? 

–Creo que está apuntado en el tono y contenidos de conversación que venimos manteniendo. Y aquí, la visión social y la praxis plural de la realidad familiar, exigirá una mirada casi caleidoscópica del papel que pueden y deben desempeñar todos ellos.

Asumiendo la familia como primera y principal responsable de la educación y desarrollo integral de los hijos, es claro que, en la medida que el deporte forme parte de su realidad y de su vida, será necesario admitir funciones de apoyo, control, adaptación a la realidad, establecimiento de prioridades educativas y de cauces positivos de socialización a través del deporte, armonización de ideales y metas, etc.  y todo en el horizonte de una práctica deportiva que, en el proceso de desarrollo integral de la persona, es “medio” y no “fin” determinante del sentido de vida de los jóvenes.

Y aquí, surge una cuestión complementaria que tiene que ver con la “educación de los padres y madres” que, más allá del entorno, de los medios de comunicación, de las imágenes personales o grupales o de criterios de integración educativa y social, necesitan “aprender a optar y acompañar” los procesos de crecimiento y de desarrollo integral de sus hijos.

Trasladando este enfoque a la actividad de los educadores, entrenadores, monitores, entidades deportivas, responsables de políticas deportivas, empresas de apoyo económico, etc. al marco de referencia de nuestro encuentro, descubriremos que estamos más en fase de búsqueda que de respuesta, de proyecto que de resultados, de diálogo que de debate, y todo con eso que normalmente entendemos por “espíritu deportivo”.

En el caso de esta Jornada Deporte y Fe. ¿Cómo nació la propuesta? ¿Cuáles han sido las inspiraciones para las diferentes ponencias? 

–El pasado mes de octubre, en el Vaticano tenía lugar un encuentro de personas e instituciones relacionadas con el deporte bajo el lema “Deporte para todos” donde no faltó la participación de entidades de distintos niveles de la Iglesia española del que, posteriormente se han hecho eco en la propuesta de una jornada nacional específica sobre el tema que ha ido cristalizando al amparo organizativo de varias entidades de la Iglesia navarra.

Para ello se cuenta con un entorno y una rica historia local de personas y organismos próximos a la actividad deportiva profesional y amateur, generadora a lo largo del tiempo de rasgos identitarios de las personas y del pueblo en el entorno de una actividad deportiva popular con frutos innegables de integración social.

En este marco de referencia no ha faltado el grupo de entidades educativo-culturales que en coherencia de su reflexión creyente sobre la pastoral del o a través de la actividad deportiva, plantea la conveniencia de hacer una reflexión abierta al diálogo entre dos realidades que forman parte indivisible de su actividad ordinaria.

Hablamos por tanto de una Jornada para dialogar creativa e imaginativamente sobre las posibilidades de generar procesos de crecimiento integral de las personas mediante una actividad deportiva donde no falten valores y experiencias de desarrollo de un sentido de vida abierto a la transcendencia. Una actividad muy concreta del diálogo entre la fe y la cultura, donde se haga presente el deporte como “buena noticia” para nuestros destinatarios y la práctica deportiva como ayuda al crecimiento de las personas en su nivel de apertura a la “Buena Noticia” de Jesús y de la Iglesia.

Una Jornada en la que se ha tratado de armonizar diferentes contenidos y mensajes en torno a  la idea de una Iglesia abierta al mundo del deporte, experiencias personales de vivencia de la fe en la práctica deportiva, la organización y desarrollo del deporte acorde con la identidad educativo-religiosa, en su caso, de las organizaciones y el intercambio de líneas de compromiso social desde el deporte. La jornada, además, se cerrará con un trabajo más grupal y asambleario sobre propuestas de acción pastoral en el entorno de la actividad deportiva.

Progresistas vs abortistas

Es necesario dar un paso más, como el que han dado ya algunas hermandades, creando centros de ayuda para mujeres embarazadas o colaborando de algún modo con otras iniciativas sociales con el mismo fin.

16 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

 La noticia escueta es que el Tribunal Constitucional ha desestimado por mayoría el recurso de inconstitucionalidad, presentado hace ya 13 años, contra la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria el embarazo, más conocida como Ley del Aborto. 

La citada Ley Orgánica se declara plenamente constitucional y puede ser promulgada en los mismos términos en los que fue aprobada en su día por el Congreso.

En esta cuestión creo que no es suficiente proclamar un rechazo, una oposición sin más. Conviene entrar en el detalle para fundamentar esa opinión.

El Tribunal ha rechazado, como decimos, el recurso que interpuso en 2010 el PP contra la citada ley, aprobada con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, al no respaldar el borrador de sentencia propuesto por el magistrado Enrique Arnaldo, en contestación a ese recurso.

En dicho borrador el ponente entendía que la citada ley era compatible con el artículo 15 de la Constitución («Todos tienen derecho a la vida…») aunque ponía reparos en la regulación de la información que se facilita a la mujer antes de tomar la decisión (art. 17.5), al no obligar a que se le traslade también de forma verbal, y a la protección del derecho a la objeción de conciencia del personal sanitario (art. 19.2), al entender que la redacción de la norma en los términos propuestos dejaba un margen de interpretación tal que desamparaba a los objetantes.

Más allá de estas puntualizaciones hay algunos puntos sobre los que conviene incidir, el más decisivo, quizá, es que se reconozca el aborto como un«derecho fundamental que protege el derecho a la vida …, a la libertad ideológica y a la no discriminación» (art, 12), contrapone así, el supuesto derecho al aborto, o derecho a la vida del que va a nacer, con el derecho a la vida de la mujer, y considera además que la aceptación o no del aborto es una cuestión ideológica, que el respeto a la vida se convierte en algo relativo, en función de la opinión de cada uno. Llama también la atención el que se apruebe el aborto para que las mujeres no se sientan discriminadas, ¿discriminadas con respecto a quién?,.

El artículo 15.b) en el que se establece la autorización al aborto dentro de las veintidós primeras semanas del embarazo siempre que exista riesgo de graves anomalías en el feto, resulta equívoco, se deja aquí un amplio margen de discrecionalidad para interpretar qué son “graves anomalías” y si estas son irreversibles.

Mientras el TC resolvía, el Congreso ya ha modificado dicha ley en un sentido aún más radical, al suprimir el periodo de tres días de reflexión antes de abortar y permitir a las jóvenes abortar a partir de los 16 años sin permiso paterno, además de prohibir cualquier actividad, cerca de los centros abortivos, dirigida a ofrecer información alternativa a las mujeres que acudan a esos centros.

Nos hemos extendido en el contenido de la ley para tener una idea clara, aunque sucinta, del estado actual de la cuestión.

Ante esta situación no vale pensar que éste es un asunto personal, que atañe a quienes aborten o practiquen abortos; pero no es así, el deterioro de la sociedad nos afecta a todos y es responsabilidad de todos, no sólo de los cristianos, intervenir para corregir esa deriva.

Las hermandades son asociaciones públicas de fieles de la Iglesia Católica que tienen entre sus misiones, encomendadas por la Iglesia, “la santificación de la sociedad desde dentro” (cfr. c.298 CIC). Así pues la participación de las hermandades en la defensa de la vida del no nacido no es una cuestión menor, ni optativa, forma parte de su misión.

Una defensa que va más allá de las declaraciones institucionales. Es necesario dar un paso más, como el que han dado ya algunas hermandades, creando centros de ayuda para mujeres embarazadas o colaborando de algún modo con otras iniciativas sociales con el mismo fin.

Además es decisivo entrar en la batalla de la opinión pública, con opiniones fundamentadas, desmontando la idea de que son progresistas quienes niegan las libertades individuales y el derecho a la vida; no, progresistas son quienes se comprometen en el reconocimiento de la dignidad de la persona y la defensa de sus derechos fundamentales, recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos (Naciones Unidas 1948), entre ellos «el derecho de todos a la vida» (art. 3) y «a la protección legal, sin discriminación» (art. 7). Se abre aquí un campo de trabajo a las hermandades que urge que urge roturar.

El autorIgnacio Valduérteles

Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla. Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.

Lecturas del domingo

La grandeza del perdón. Domingo VII del tiempo ordinario (A)

Joseph Evans comenta las lecturas del VII domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·16 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

La primera lectura de hoy invita al pueblo a participar de la santidad de Dios: “Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo”. ¿En qué consiste esta santidad? No en demostraciones de poder, ni en sabiduría sublime; ni siquiera en milagros. Consiste en rechazar con firmeza el resentimiento y, al mismo tiempo, hacer las reprimendas que sean necesarias. Nada de rencores, sino corrección abierta. Esencialmente, la santidad es amor a los demás: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor”. Y Dios mismo, en su vida interior, es amor. 

En la homilía del anterior domingo escribí que “la Antigua Ley se centraba más en la moral social, al menos tal como se llegó a entender”. En realidad, también hablaba de actitudes interiores, pero con demasiada frecuencia el antiguo Israel limitaba la justicia a la observancia exterior. Jesús simplemente insistió en que la santidad implicaba una transformación interior y elevó el listón a un nivel aún más alto. Y lo vemos especialmente en las dos antítesis que leemos hoy, que son las dos últimas de las seis famosas antítesis que pronunció en el Sermón de la Montaña.

Nuestro Señor se refiere a un mandamiento dado por Dios en el Monte Sinaí: “ojo por ojo, diente por diente”. Si hoy lo consideramos brutal es porque lo vemos con ojos cristianos. En su tiempo fue un paso adelante, introduciendo un sentido básico de la justicia: un crimen debe pagarse con un castigo proporcionado, no con una venganza violenta. Pero Jesús, sin derogar este mandamiento (la justicia sigue siendo necesaria), añade la nueva dimensión de la mansedumbre cristiana. El mal se vence con una respuesta de mansa generosidad más que con una retribución equivalente. “Pero yo os digo…”. No te resistas al mal; pon la otra mejilla; si te quitan la túnica, da también tu manto; da al que pide y pide prestado al que pide. En otras palabras, el mal se sofoca cuando se sufre con mansedumbre generosa, como vemos que hizo Nuestro Señor en la Cruz.   

Y la antítesis final es la más exigente y divina de todas. “Habéis oído que se dijo: ‘Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo’”. Pero, ¿dónde dice Dios ‘odiarás a tu enemigo’? En realidad, no lo dice. Lo dijo la tradición judía, no la Escritura divina. Era un buen ejemplo de cómo la ley de Dios se había diluido, incluso corrompido, con el paso del tiempo. Por eso Jesús, al tiempo que confirma y eleva lo que era verdad en la ley de Israel, corrige lo que era falso.

A continuación, nos exhorta a “amar a vuestros enemigos y orar por los que os persiguen”, del mismo modo que Dios Padre bendice a todos, malos y buenos, con la lluvia. No hay ningún mérito en amar sólo a los que nos aman: incluso los paganos y los odiados recaudadores de impuestos lo hacen. Pero para participar de la santidad de Dios, debemos amar a todos sin distinción. “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto”. Y así, una vez más, vemos que la santidad -la perfección- es amor.

La homilía sobre las lecturas del domingo VII del tiempo ordinario (A)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para las lecturas de este domingo.

Vaticano

Papa Francisco: «El anuncio debe dar el primado a Dios»

En su catequesis sobre “la pasión de evangelizar, el celo apostólico”, el Papa Francisco ha subrayado esta mañana en el Aula Pablo VI repleta de fieles que “sólo puede llevar el Evangelio quien está con Jesús”, y que el mensaje principal es: “Él está cerca de nosotros”.

Francisco Otamendi·15 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Santo Padre ha retomado en la audiencia general el ciclo de catequesis sobre el celo apostólico, el anuncio de “la alegría del Evangelio”, que nace de la relación con Dios. Tras “haber visto en Jesús el modelo y el maestro del anuncio, pasamos hoy a los primeros discípulos”, dijo el Papa. El pasado miércoles, Francisco sintetizó y comentó su reciente viaje apostólico a la República Democrática del Congo y a Sudán del Sur.

Como es habitual, un resumen de la catequesis fue traducido en varios idiomas, incluido el árabe. Antes de dar la Bendición, el Papa invitó a todos a “dar testimonio del evangelio cada día”, y recordó a “la querida y martirizada Ucrania”, rezando para que “sus crueles sufrimientos lleguen pronto a su fin”. Antes, había rezado de modo especial también por los enfermos.

“Esto es lo que hay que decir, en primer lugar y ante todo: Dios está cerca. Nosotros, predicando, a menudo invitamos a la gente a hacer algo, y está bien; pero no nos olvidemos que el mensaje principal es que Él está cerca de nosotros”, comenzó señalando el Papa, que dividió su catequesis en tres partes: por qué anunciar, qué anunciar, y cómo hacerlo, al comentar el capítulo 10 del Evangelio según San Mateo, que invitó a leer.

“El anuncio debe dar el primado a Dios, y a los otros la oportunidad de acogerlo, de darse cuenta que Él está cerca”, subrayó Francisco al reflexionar sobre los primeros discípulos. Nos dice el Evangelio que ‘Jesús instituyó a Doce para que estuvieran con Él y para enviarlos a predicar’ (Mc 3,14). Esto significa que “estar” con el Señor y “salir” anunciarlo —podríamos decir, la contemplación y la acción— son dos dimensiones de la vida cristiana que siempre van unidas”.

En la síntesis final, el Papa señaló que “el don de conocer a Jesús, que hemos recibido gratuitamente, también gratuitamente estamos llamados a compartirlo con los demás. Lo que anunciamos es el amor de Dios, que transforma nuestra vida. Y el modo de transmitirlo es con sencillez y mansedumbre, sin apegos a los bienes materiales y juntos, en comunidad. Nadie va solo, la Iglesia es misionera, y en la misión encuentra su unidad”.

“Los animo a leer con frecuencia el Evangelio y a confrontar nuestra vida y nuestros apostolados con las palabras de Jesús, que nos muestran el camino para ser discípulos y misioneros a la medida de su Corazón. Que Dios los bendiga”, manifestó el Papa.

“El anuncio nace del encuentro con el Señor”

En la introducción de su mensaje, el Papa afirmó que “No hay ir sin estar”, y tampoco “estar sin ir”. En primer lugar, no hay ir sin estar: “El anuncio nace del encuentro con el Señor; toda actividad cristiana, sobre todo la misión, empieza ahí. Testimoniarlo, de hecho, significa irradiarlo; pero, si no recibimos su luz, estaremos apagados; si no lo frecuentamos, nos llevaremos a nosotros mismos en vez de a Él, y todo será en vano. Por tanto, sólo puede llevar el Evangelio de Jesús quien está con Él”.

“Pero, igualmente, no hay estar sin ir”, añadió. “De hecho, seguir a Cristo no es un hecho intimista: sin anuncio, sin servicio, sin misión la relación con Él no crece”.

El Santo Padre hizo notar que, en el Evangelio, el Señor envía a los discípulos antes de haber completado su preparación. “Esto significa que la experiencia de la misión forma parte de la formación. Recordemos entonces estos dos momentos constitutivos para todo discípulo: estar e ir. Llamó a los discípulos antes de enviarles, Cristo les dirige un discurso, conocido como “discurso misionero”. Se encuentra en el capítulo 10 del Evangelio de Mateo y es como la ‘constitución’ del anuncio”.

En relación a los tres aspectos citados anteriormente, éstas fueron algunas palabras del Papa:

1) Por qué anunciar. «La motivación está en cinco palabras de Jesús que nos hará bien recordar: ‘Gratis lo recibisteis; dadlo gratis’ (v. 8). El anuncio no parte de nosotros, sino de la belleza de lo que hemos recibido gratis, sin mérito: encontrar a Jesús, conocerlo, descubrir ser amados y salvados. Es un don tan grande que no podemos guardarlo para nosotros, sentimos la necesidad de difundirlo; pero en el mismo estilo, en la gratuidad”. «La alegría de ser hijos de Dios, ¡debe ser compartida con los hermanos y las hermanas que todavía no lo saben! Este es el porqué del anuncio».

2) “¿Qué anunciar? Jesús dice: ‘Id proclamando que el Reino de los cielos está cerca’ (v. 7). Se ha relatado al principio.

3) Cómo anunciar. “Es el aspecto sobre el cuál Jesús se explaya más; ‘Yo os envío como ovejas en medio de lobos’ (v. 16). No nos pide saber afrontar a los lobos, es decir ser capaces de argumentar, contraatacar y defendernos. Nosotros pensaríamos así: nos volvemos relevantes, numerosos, prestigiosos y el mundo nos escuchará y nos respetará. No, os mando como ovejas, como corderos. Nos pide ser así, ser mansos e inocentes, dispuestos al sacrificio; de hecho, el cordero representa esto: mansedumbre, inocencia, entrega. Y Él, el Pastor, reconocerá a sus corderos y les protegerá de los lobos”.

Sobre este aspecto, añadió el Papa, que es Pastor de la Iglesia universal, como señala el punto 882 del Catecismo de la Iglesia Católica, “llama la atención que Jesús, en vez de prescribir qué llevar a la misión, dice qué no llevar”; “que no nos apoyemos en las certezas materiales, ir al mundo sin mundanidad. Así se anuncia: mostrando a Jesús más que hablando de Jesús”. “Y finalmente, yendo juntos: el Señor envía a todos los discípulos, pero nadie va solo. La Iglesia apostólica es enteramente misionera y en la misión encuentra su unidad”, concluyó.

El autorFrancisco Otamendi

España

Líderes de diferentes confesiones recuerdan que la dignidad humana «no depende del consenso social»

Representantes de diferentes confesiones religiosas presentes en España han firmado la Declaración Interreligiosa sobre la dignidad de la vida humana ante leyes en las que, en algunos casos, la vida humana queda gravemente desprotegida como la del aborto o la eutanasia.

Maria José Atienza·15 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

La Conferencia Episcopal Española ha sede de la firma de la Declaración Interreligiosa sobre la dignidad de la vida humana. El texto ha sido rubricado por representantes de la Comisión Islámica de España, diferentes patriarcados ortodoxos, la Iglesia Española Reformada Episcopal, la Federación de Entidades Evangélicas de España y la Iglesia católica.

La declaración responde, como ha destacado Rafael Vázquez, secretario de la subcomisión Episcopal de Relaciones Interconfesionales de la CEE, a la “preocupación común ante “la aprobación de leyes en las que la vida humana queda desprotegida”. Entre ellas, Vázquez ha señalado específicamente la ley de eutanasia y la del aborto, ratificada hace pocos días por el Tribuna Supremo español.

Mohamed Ajana, secretario de la Comisión Islámica de España, Mons. Bessarion, Metropolita de la Iglesia ortodoxa del Patriarcado Ecuménico, Mons. Timotei, de la Iglesia ortodoxa del Patriarcado de Rumanía, el Rvdo. Andrey Kordochkin, Iglesia ortodoxa del Patriarcado de Moscú; Carlos López, Iglesia Española Reformada Episcopal y Carolina Bueno, secretaria ejecutiva de la Federación de Entidades Evangélicas de España han sido los formantes de esta declaración junto al Secretario General de los obispos españoles, Francisco César, Secretario General de la CEE.

El debate de la vida «debe acoger con respeto la opinión de todos»

“Desde el respeto a los representantes de los tres poderes del Estado y su legitimidad democrática”, han querido subrayar los representantes de las distintas confesiones, “queremos ofrecer una palabra al debate de la vida que debe acoger con respeto la opinión de todos. También de los que hacen esta reflexión a partir de sus convicciones religiosas”.

Antes de la firma, Carolina Bueno y Mohamed Ajana han sido los encargados de leer diversos versículos de la Biblia y del Corán en los que se expresa firmemente la apuesta por la protección y la defensa de la vida, especialmente, los más indefensos.

La Declaración Interreligiosa sobre la dignidad de la vida humana recoge específicamente la preocupación de fieles y líderes religiosos ante leyes que atentan “no solo contra los principios del Creador, sino también contra el más esencial de los derechos humanos: el derecho a la vida” y recuerda que “la dignidad humana no depende de sus circunstancias vitales ni del consenso social, sino que es una cualidad intrínseca de todo ser humano, cuyos derechos han de ser respetados siempre”.

El cuidado de la vida, signo de progreso

En esta línea, el texto subraya el deber de proteger la vida “desde el principio hasta el fin” y que esta defensa y cuidado “especialmente de los más débiles, son signos del progreso y la prosperidad de una sociedad y no puede considerarse que dicho respeto sea un retroceso o sea contrario a la libertad”.

Las diferentes confesiones no son ajenas a las “situaciones complejas, de aparentes conflictos de derechos, que son difíciles de resolver” y que rodean, muchas veces las “razones” de estas leyes pero recuerdan que estos “profundos dilemas éticos y morales no pueden resolverse de forma genérica con el sacrificio de uno de los derechos fundamentales afectados (en este caso, el derecho a la vida) haciendo prevalecer el otro”.

Además, piden a los fieles, a la sociedad en general y a la comunidad política, «que reflexionen una vez más y asuman el compromiso de cooperar y trabajar juntos para que toda vida humana sea protegida».

Texto de la Declaración Interreligiosa sobre la dignidad de la vida humana

Desde el respeto a los representantes de los tres poderes del Estado español, Legislativo, Ejecutivo y Judicial; desde el reconocimiento a su legitimidad democrática como servidores públicos para dictar leyes, administrar justicia y ejercer el poder delegado en representación de la soberanía popular; no poniendo en duda que trabajan en buena conciencia y de buena fe por el bien común; los abajo firmantes deseamos manifestar lo siguiente:

  • Que, como representantes de las principales confesiones religiosas: Comisión Islámica de España, Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE) Iglesia Ortodoxa del Patriarcado Ecuménico, Iglesia Ortodoxa del Patriarcado de Rumanía, Iglesia Ortodoxa del Patriarcado de Moscú, Iglesia Esapñola Reformada Episcopal (IERE) e Iglesia Católica, observamos con preocupación creciente cómo desde hace décadas, en nuestro país, se vienen promoviendo y aprobando leyes en las que, en algunos casos, la vida humana queda gravemente desprotegida, legislando no solo contra los principios del Creador, sino también contra el más esencial de los derechos humanos: el derecho a la vida.
  • Que la vida es un don de Dios para el conjunto de la creación y de la humanidad.
  • Que la dignidad humana no depende de sus circunstancias vitales ni del consenso social, sino que es una cualidad intrínseca de todo ser humano, cuyos derechos han de ser respetados siempre.
  • Que toda vida humana, por tanto, en su inviolable dignidad, debe ser protegida desde el principio hasta el fin.
  • Que el respeto a la dignidad de la vida de todo ser humano y sus derechos fundamentales, especialmente de los más débiles, son signos del progreso y la prosperidad de una sociedad y no puede considerarse que dicho respeto sea un retroceso o sea contrario a la libertad.
  • Que comprendemos que hay situaciones complejas, de aparentes conflictos de derechos, que son difíciles de resolver; pero entendemos que profundos dilemas éticos y morales no pueden resolverse de forma genérica con el sacrificio de uno de los derechos fundamentales afectados (en este caso, el derecho a la vida) haciendo prevalecer el otro.

Por todo ello, como representantes pertenecientes a confesiones religiosas distintas pero unidos en la defensa de la vida, de la dignidad humana y de los derechos humanos -especialmente de los más vulnerables-, rogamos a nuestros fieles, a la sociedad en general y a la comunidad política, que reflexionen una vez más y asuman el compromiso de cooperar y trabajar juntos para que toda vida humana sea protegida y custodiada como un don de Dios, dotado de la más alta dignidad.

En Madrid, a 15 de febrero de 2023

Firman la Declaración

– Dr. Mohamed Ajana, secretario de la Comisión Islámica de España

– Mons. Bessarion, Metropolita de la Iglesia ortodoxa del Patriarcado Ecuménico

– Mons. Timotei, de la Iglesia ortodoxa del Patriarcado de  Rumanía

– Rvdo. Andrey Kordochkin, Iglesia ortodoxa del Patriarcado de Moscú

– Mons. Carlos López, Iglesia Española Reformada Episcopal

– Dña. Carolina Bueno, secretaria ejecutiva de la Federación de Entidades Evangélicas de España

– Mons. Francisco César, Secretario General de la CEE

¿Por qué no podemos llevarnos bien?

En la relación con los demás, en el matrimonio, necesitamos recuperar el “nosotros” frente al “yo”, y eso exige esfuerzo, porque usted como yo tenemos una resistencia natural a donarnos, a perder en beneficio de que todos ganemos.

15 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El malo siempre es el otro. Pasa en la política internacional, en los parlamentos, en las instituciones, en los matrimonios y hasta en el seno de la Iglesia. ¿Por qué no podemos llevarnos bien? Hay una explicación: se llama pecado y, aunque es un término que hoy ha perdido mucho significado, en realidad es la explicación a la mayoría de los males de nuestro mundo.

El pecado, en el lenguaje común, se relaciona de forma infantil, con lo prohibido, no con lo malo, por eso lo vemos incluso como gancho publicitario en eslóganes y marcas comerciales.

La palabra nos remite al placer, a la aventura, a la transgresión o a salirse de lo establecido. La pérdida de la inocencia se ha convertido en un valor porque, borrando a Dios de nuestras vidas, nos autoconvencemos de que somos libres.

El problema es que, como en esas fiestas que organizan los adolescentes, creyéndose mayores, cuando los padres no están en casa; al final la libertad acabe en desmadre y, a veces, con la policía o la ambulancia en la puerta.

Hablar de pecado hoy, en nuestras sociedades laicas y aparentemente adultas y autosuficientes, es un anacronismo porque vivimos en la creencia de que no hay nadie por encima de nosotros, de que no tenemos que rendir cuentas más que ante nuestra propia conciencia –que curiosamente suele ser un juez misericordioso y comprensivo con nosotros mismos y exigente e inquisitivo con todos los demás–.

Obviar el pecado o, más bien, la concupiscencia o inclinación al mal que tenemos todos los seres humanos, nos aleja cada vez más de la realidad, nos sumerge en un mundo de fantasías irrealizables.

Por eso, muchas parejas se casan pensando de verdad que lo hacen para siempre, pero al tiempo ven que es imposible; por eso, muchos políticos se convencen de que sus ideas acabarán con los problemas del mundo y luego no pueden evitar estropearlo cada vez más; por eso, la política nacional está cada vez más polarizada y falta de consenso; por eso, los grandes bloques internacionales afilan sus cuchillos o más bien ponen a punto sus maletines nucleares.

Como “yo” soy la medida de todas las cosas, el único juez justo que conoce el bien y el mal, los malos son siempre los otros. No se me pasa por la cabeza pensar que la persona, o el partido político o la nación que tengo enfrente puedan estar también buscando el bien a su manera de forma legítima.

Magnificamos sus defectos y errores, y minimizamos sus virtudes y aciertos. Y no hablo solo de saber, como sabe cualquier persona inteligente, que todos podemos fallar humanamente (los mejores futbolistas fallan un penalti), sino de darse cuenta de que detrás de mi intención se esconde fácilmente, de forma inconsciente, cierto egoísmo. Y el egoísmo (económico, afectivo, de poder, de grupo…) es el enemigo natural del bien común.

Un matrimonio no es la convivencia de dos intereses individuales; un pueblo o una nación no son la suma de pequeñas individualidades.

Necesitamos recuperar el “nosotros” frente al “yo”, y eso exige esfuerzo, porque usted como yo tenemos una resistencia natural a donarnos, a perder en beneficio de que todos ganemos.

Ignorar el pecado no nos hace más libres, sino más esclavos de nuestro egoísmo, una fuerza que empieza destruyendo a los que tenemos más cerca, pero que se expande como un virus y termina matándonos a nosotros mismos porque estamos hechos para vivir en familia, en comunidad, para ser pueblo. De ahí la deriva suicida de Occidente, cada vez más vieja y sin relevo generacional.

Al “conócete a ti mismo” del oráculo de Delfos le faltaba una premisa fundamental: Dios. Sin conocer a Dios y su mensaje, no podemos conocernos del todo a nosotros mismos y continuaremos pecando –sí, esa vieja palabra– o, lo que es lo mismo, destruyendo los lazos que nos unen a nuestro prójimo y nos dan sentido.

Los hombres y las mujeres que trabajan por el bien común son los que no se quedan en la superficie, sino que descubren, tras la capa de maquillaje con la que todos nos enfrentamos al mundo, a un ser débil capaz de dejarse arrastrar por el mal a la primera de cambio.

Quien se conoce así mismo, descubre una herida de raíz que lo inclina a buscar su propio interés sobre el de los demás y lucha contra ella. Y quien es capaz de llegar hasta ahí, no se queda en la tristeza de descubrir su propio fracaso; sino que, encuentra mucho más abajo, en lo más hondo, un deseo de bien, de verdad, de belleza, de amor.

San Agustín, por ejemplo, un gran pecador, lo descubrió y nos dejó esta frase con la que quiero cerrar el artículo dejando el dulce sabor de la esperanza. Y es que, a pesar de nuestros pecados, que son muchos, “Dios está más cerca de nosotros que nosotros mismos”.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Cultura

Galileo: un cristiano convencido

Galileo Galilei fue un astrónomo, ingeniero, matemático y físico italiano, relacionado estrechamente con la revolución científica, además fue un cristiano convencido. Y no, no lo mató la Inquisición.

María José Hernández Tun·15 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Se ha oído hablar de que la ciencia y la fe no pueden compartir un lugar común, ya que las ciencias son “el conocimiento cierto de las cosas por sus causas”, según la visión aristotélica.

Por otro lado, la fe, cuya verdad es revelada, o como indica que Catecismo de la Iglesia Católica (CIC), es aquella que comprende una adhesión de la inteligencia y de la voluntad a la Revelación que Dios ha hecho de sí mismo mediante sus obras y sus palabras.

Sin embargo, a lo largo de la historia de la ciencia existieron científicos que se presentaban como cristianos convencidos, como: Copérnico, Kepler, Newton y el mismo Galileo.

Gracias al pensamiento teológico, como señala el experto Mariano Artigas, ellos obtuvieron un camino apto para la realización de “trabajos sistemáticos que llevaron a la consolidación del método experimental”.

Galileo tiene a su alrededor una serie de teorías de las que muchos científicos confundidos o que no conocen la historia, han decidido contar, para que él sea un mártir de la ciencia oprimido y asesinado por la Santa Iglesia.

Galileo y la Inquisición

Lo cierto es que, a Galileo no lo mató el Tribunal de la Inquisición. En 1610, Galileo se convenció de la teoría del sistema heliocéntrico, la cual defendió sin tener fundamentos; sin embargo, el problema no reside en la creencia de que el sol es el centro del universo, sino en las interpretaciones bíblicas que realizó basado en esa teoría.

En el libro de Josué (10:12-13), indica que él solicita a Yahvé que el sol y la luna se detengan. Esto indicaba que la Tierra permanecía quieta, mientras que el sol y la luna eran los que giraban a su alrededor. La teoría heliocéntrica contradecía esto claramente.

Galileo revela esta verdad, la cual no fundamenta, y el Santo Oficio, que en ese entonces no estaba abierto a interpretaciones que no provinieran de teólogos avalados por ellos, amonesta a Galileo y le ordena no volver a propagar este pensamiento, ya que podía causar confusión.

Durante 16 años Galileo permanece en silencio; sin embargo, en 1632 publica su obra Diálogo sobre los dos grandes sistemas del mundo, el tolemaico y el copernicano.

En esta la figura del papa Urbano VIII se ve humillada, puesto que es representado como el personaje que está en desacuerdo con la teoría de Copérnico y siempre pierde las discusiones.

En este año acusan a Galileo por faltar a su promesa y compadece ante el juzgado de Roma.

Es sentenciado a prisión y a una abjuración forzada. Su tiempo en prisión lo pasó en distintos palacios de sus amigos, en Toscana y Florencia.

Muere por enfermedad, pero es claro que en vida recibió toda clase las atenciones.

En última instancia, Galileo no es asesinado o tortura de alguna forma. Él permaneció fiel a su creencia y fe. Gracias a su caso, el Concilio Vaticano II deploró el proceso a Galileo, en la Constitución sobre la Iglesia y el mundo moderno al afirmar que: «son, a este respecto, de deplorar ciertas actitudes que, por no comprender bien el sentido de la legítima autonomía de la ciencia, se han dado algunas veces entre los propios cristianos; actitudes que, seguidas de agrias polémicas, indujeron a muchos a establecer una oposición entre la ciencia y la fe» como recuerda Mariano Artigas.

De igual manera, el papa Juan Pablo II deploró el proceso en un famoso discurso del 10 de noviembre de 1979, realzando que el Galileo científico y católico enseñaba objetivamente una notable armonía entre la ciencia y la fe.

Esa armonía fue uno de los principales impulsos de la creatividad científica de los grandes pioneros de la ciencia moderna, Galileo incluido.

El autorMaría José Hernández Tun

Cultura

San Valentín está hoy en… ¿Irlanda?

La fiesta de San Valentín se celebra tanto dentro de la Iglesia (en el ámbito local) como en la cultura popular. Su leyenda como intercesor para los favores en el amor hace que sea uno de los santos más conocidos. Los templos de muchos países reclaman tener sus reliquias, sin embargo, es difícil saberlo con seguridad. En una iglesia de Dublín aseguran tener la sangre y algunos huesos del santo.

Paloma López Campos·14 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

El 14 de febrero la Iglesia y la cultura popular celebran el día de san Valentín. Esta fecha debe su nombre a un santo cuya historia está marcada por la incertidumbre. San Valentín de Roma es una figura difícil de situar en el espacio y tiempo de la antigüedad, lo cual no evita que sea uno de los santos más conocidos. Tras el Concilio Vaticano II, Valentín fue eliminado del santoral, pero a nivel local se sigue recordando su fecha.

A partir de la Edad Media comenzó a celebrarse el día 14 de febrero la fiesta de los enamorados. Algunos cuentan que es porque San Valentín casaba a las parejas en momentos de prohibición de los enlaces matrimoniales. Otros afirman que es porque comienza la época de emparejamiento en la naturaleza. Sea como fuere, la realidad es que es una fecha mundialmente conocida como el día de los enamorados.

Whitefriar Church

Debido a esas imprecisiones históricas mencionadas, los restos del santo se pierden a lo largo y ancho del continente europeo. Tanto es así que son varios los templos, dispersos por toda la geografía, que afirman tener reliquias de San Valentín. La veracidad de estos reclamos es difícil de probar, pero lo cierto es que las reliquias son un buen modo de fomentar la piedad de los fieles.

En la Iglesia de Whitefriar Street, también conocida como Nuestra Señora del Monte Carmelo (Dublín, Irlanda) se conservan algunos huesos y sangre de San Valentín en una capilla. Su prior, el padre Simon Nolan, habla en esta entrevista sobre la historia de las reliquias en Dublín, el culto popular y la intercesión de los santos.

¿Cómo llegaron las reliquias de San Valentín a Irlanda?

–El Padre John Spratt (1796-1871), un antiguo prior carmelita de Whitefriar Street, destacó por su labor para aliviar a los pobres de Dublín, además de ser un orador reconocido. Después de una gira dando homilías por las iglesias de Roma en 1835, el Papa Gregorio XVI le regaló al padre Spratt las reliquias de San Valentín. La iglesia carmelita de Whitefriar Street estaba recién construida en ese momento (se levantó en 1825) y regalando las reliquias el Papa quería también mostrar su apoyo a los dublineses.

El relicario de San Valentín en la iglesia de Whitefriar Street (Imagen cedida por Whitefriar Street Church)

Hay un simbolismo muy fuerte en las reliquias de San Valentín, que fueron recuperadas de las catacumbas romanas, llegando a Irlanda cuando la Iglesia estaba emergiendo tras la emancipación católica (que tuvo lugar en 1829).

Los restos se trajeron en procesión hasta la iglesia de Whitefriar Street en 1836 y fueron recibidos por el arzobispo de Dublín, Murray. Las reliquias han estado aquí desde entonces.

El actual santuario de San Valentín data de los años cincuenta del siglo pasado y tiene un altar con el frente de cristal, donde se encuentra el relicario, y una estatua del santo. La imagen la realizó una famosa escultora irlandesa, Irene Broe. La estatua de San Valentín muestra al santo con las vestiduras rojas de mártir y sosteniendo una palma, símbolo del triunfo del martirio.

Hay muchas reliquias de san Valentín por toda Europa, ¿cómo sabemos que estas son auténticas?

–La documentación original de la Santa Sede declara que el relicario contiene algunos huesos de San Valentín, mártir, con un poco de sangre. Nunca hemos reclamado tener todas las reliquias de San Valentín, es posible que haya varias reliquias del santo en distintos sitios.

¿Qué conexión hay entre San Valentín y los enamorados?

–San Valentín (siglo III) vivió en un periodo tumultuoso del Imperio Romano, en un tiempo de guerra. Como parte del empeño guerrero, el emperador Claudio II prohibió a los soldados romanos casarse. San Valentín desafió la prohibición y casó en secreto a parejas de enamorados. Pagó el precio más alto por su trabajo, pues fue ejecutado el 14 de febrero del año 269. Este día es ahora su festividad.

San Valentín es testigo y defensor del matrimonio. Estaba dispuesto a dar su vida por la causa del amor humano y la libertad religiosa.

¿Está bien que los católicos visiten reliquias?

–¡Por supuesto! Desde hace cientos de años se anima a los católicos a venerar las reliquias. Ni siquiera es posible consagrar un altar en una iglesia católica si no se ponen reliquias de santos en su interior, La celebración de la Misa comienza con el sacerdote besando el altar que contiene las reliquias. Las reliquias nos permiten acercarnos a los santos, miembros de Cristo, hijos y amigos de Dios, nuestros intercesores. La religión no está concebida para ser meramente intelectual.

Gran parte de nuestra religión implica elementos sensoriales (las imágenes, el incienso y la música, por ejemplo). Las reliquias nos ayudan a sentirnos cerca de los santos, que ya han llegado al lugar al que queremos ir.

Sin embargo, las reliquias deben acercarnos al santo y, por encima del santo, a Dios, más allá de lo invisible y lo material. Deben llevarnos a considerar el amor de Dios hecho realidad en el santo; a buscar aprender de la vida virtuosa del santo y seguir su ejemplo; a dar gracias a Dios que confirma la virtud del santo a través de signos y curaciones que vienen por su intercesión.

¿Cómo podemos pedir favores a Dios a través de los santos?

–A través de la oración de la petición, rezar preguntando, en otras palabras. Todo toda modelo de la oración del Señor, el Padrenuestro, que es la pauta de toda oración. El Padrenuestro comienza alabando a Dios Padre y luego pasa a pedir cosas: el pan de cada día, librarnos del mal, etc.

Creemos que podemos pedir ayuda a los santos porque están cerca de Dios. Interceden por nosotros ante Dios. Son nuestros “ayudantes” y “amigos” en el Cielo. Todas las curaciones, todas las gracias, las concede Dios, pero los santos nos pueden ayudar pidiendo ellos a Dios, estando a nuestro lado, especialmente cuando la vida es difícil. Entienden lo que es vivir como hombres incluso mientras contemplan lo divino.

No sabemos con seguridad si San Valentín existió, o si las historias que se cuentan de él en realidad se relacionan con tres hombres distintos, ¿cómo puede ser entonces uno de los santos más populares?

–San Valentín vivió en un tiempo extremadamente tumultuoso, asociado al inicio de la caída del Imperio Romano. Lo habitual es que los registros contemporáneos de esta época no perduren. La realidad es que la mayoría de menciones sobre San Valentín datan de unos cuantos cientos de años tras su muerte. Algunas cosas se transmitieron oralmente. Es muy común que los santos tengan tradiciones diferentes,-normalmente en sitios diversos-, “voces distintas” con “historias” variopintas que se van transmitiendo y, eventualmente, se dejan por escrito.

¿Cuántas personas visitan el santuario de San Valentín? ¿Por qué acude allí la gente?

Muchas personas visitan el santuario a lo largo del año pero la semana cercana a la festividad estamos extremadamente ocupados en la iglesia de Whitefriar Street, donde se reúne mucho interés de medios nacionales e internacionales.

Algunas parejas comprometidas visitan el santuario esta semana y reciben bendiciones. También vienen grupos turísticos, colegios, grupos de scouts y universitarios. Innumerables parejas vienen al santuario para celebrar su amor, y también personas que están buscando amor, o gente que está atravesando dificultades en su matrimonio o que están preocupados por sus hijos enfermos. Muchos firman el libro de peticiones del santuario, dejando sus oraciones, esperanzas y deseos.

Amor y desamor

El ser humano es el mismo; y pide a gritos, como siempre, amar y ser amado, aunque, en ocasiones afirme y cante lo contrario.

14 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

La música es sin duda uno de los elementos que mejor refleja los deseos y los anhelos de una determinada cultura. Llevamos siglos expresado nuestros sentimientos -de amor y desamor- a través de canciones.

Fijarse en las letras de las melodías que escuchamos ayuda a entender la cultura en la que vivimos y a conocer qué llevan las personas -especialmente los jóvenes- en el corazón.

La música postmoderna canta las grandes contradicciones del amor deconstruido propio de nuestro tiempo. El desamor se expresa de una manera descarnada y muestra nuestra creciente dificultad para querernos.

La cultura tecnológica individualista en la que estamos inmersos nos impide a menudo descubrir al otro y, aunque no sea lo que pide el corazón, se acaban aceptando amores efímeros.

En el fondo, queremos ser el único para el otro, confiesa Olivia Rodrigo en Happier. Por eso duele tanto el desamor, y no soportamos la traición porque nos recuerda nuestra falta de compromiso, como reconoce una despechada Shakira en sus últimas producciones. Al final no queda otra que intentar justificar una vida de soledad como en How to be lonely de Rita Ora.

Hay quien desesperada y absurdamente, llega a cantar que nos amamos mejor a nosotros mismos, como Miley Cyrus en Flowers.

Tampoco faltan canciones que hablan de un amor basura que, como la comida rápida, satisface pero no llena.

La música refleja en definitiva las heridas -a veces profundas- del desamor que, como sociedad, llevamos en el corazón.

Afortunadamente, a pesar de estas desgarradoras experiencias, y como una especie de vindicación contra el nihilismo de este siglo, seguimos cantando sobre la belleza que encierra el deseo de amar y ser amados de manera incondicional y para siempre.

Escuchamos bellas melodías de amor esponsal como la popular Perfect de Ed Sheeran. No faltan canciones que hablan sobre la fuerza del amor de una madre o de una hija, como las Canciones de amor a ti o Ay mamá de Rigoberta Bandini. También las hay sobre el amor auténtico y desinteresado de los amigos, en Eso que tú me das de Jarabe de Palo.

Son muestras esperanzadoras de que, aunque las circunstancias, los modos de expresar lo que sentimos sea diverso, el ser humano es el mismo; y pide a gritos, como siempre, amar y ser amado. Ojalá la buena música contribuyera en mayor medida a dar la batalla cultural.

Necesitamos urgentemente nuevos modelos de vida que nos ayuden a recomponer las piezas de un amor deconstruido.

El autorMontserrat Gas Aixendri

Catedrática en la Facultad de Derecho de la Universidad Internacional de Cataluña y directora del Instituto de Estudios Superiores de la Familia. Dirige la Cátedra sobre Solidaridad Intergeneracional en la Familia (Cátedra IsFamily Santander) y la Cátedra Childcare and Family Policies de la Fundación Joaquim Molins Figueras. Es además vicedecana en la Facultad de Derecho de UIC Barcelona.

Vaticano

La Fe, un camino que recorrer en Benedicto XVI

Rome Reports·13 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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“Dios es siempre nuevo”, es el título del libro con pensamientos de Benedicto XVI que ha seleccionado y preparado Luca Caruso, que trabaja en la Fundación Ratzinger. 

En él se muestra cómo Benedicto XVI entendía la fe no como un conjunto de doctrinas rígidas, sino de un camino que recorrer.

Caruso es un experto del pensamiento de Ratzinger y para los que lo conocen poco recomienda leer sus escritos donde habla de la necesidad que los cristianos profundicen en ese diálogo con Dios y, sobre todo, que sean personas de fe auténtica, sincera y creíble. 


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Mundo

La posición de la Santa Sede ante el Camino Sinodal de Alemania

Desde el anuncio de un Camino Sinodal en Alemania, en marzo de 2019, no solo se han pronunciado sobre él cardenales, obispos y conferencias episcopales. La Santa Sede también se ha manifestado en repetidas ocasiones al respecto. Un resumen.

José M. García Pelegrín·13 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 10 minutos

Entre las manifestaciones de la Santa Sede sobre el Camino Sinodal alemán tiene un especial peso específico la carta que redactó, de su propio puño y letra, el Papa Francisco “Al pueblo de Dios que peregrina en Alemania”, fechada el 29 de junio de 2019, cuando la Conferencia Episcopal alemana había anunciado el Camino Sinodal, pero este todavía no había comenzado formalmente su andadura.

Lógicamente, en prácticamente todas las pronunciaciones de la Santa Sede al respecto se hace una y otra vez referencia a esta carta papal. 

Carta del Papa a los católicos alemanes, junio de 2019: el primado de la evangelización

La Conferencia Episcopal alemana anunció la constitución de un Camino Sinodal en su Asamblea de primavera, celebrada en marzo de 2019.

El Papa Francisco se pronunció al respecto con una carta “al pueblo de Dios que peregrina en Alemania”.

Recordaba en ella lo que había dicho a los obispos alemanes en 2015: que “una de las primeras y grandes tentaciones a nivel eclesial era creer que las soluciones a los problemas presentes y futuros vendrían exclusivamente de reformas puramente estructurales, orgánicas o burocráticas”. Calificaba esta postura como “nuevo pelagianismo”

El Papa hablaba del “primado de la evangelización” como de un “camino discipular de respuesta y conversión en el amor a Aquel que nos amó primero” y que “lleva a recuperar la alegría del Evangelio, la alegría de ser cristianos”.

La principal preocupación debería ser “cómo compartir esta alegría abriéndonos y saliendo a encontrar a nuestros hermanos”. Expresamente, Francisco hablaba de “reconocer los signos de los tiempos”, lo cual sin embargo “no es sinónimo de adaptarse sin más al espíritu de los tiempos”. Antes bien, para solucionar las cuestiones que se plantean es decisivo el sensus ecclesiae.

El Pueblo de Dios no debe reducirse a un “grupo ilustrado”, que “no permita ver, saborear y agradece esa santidad desparramada”. En este contexto hablaba de la santidad “de la puerta de al lado”.

Y añadía: “Necesitamos oración, penitencia y adoración que nos pongan en situación de decir como el publicano: ‘¡Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador!’; no como actitud mojigata, pueril o pusilánime sino con la valentía para abrir la puerta y ver lo que normalmente queda velado por la superficialidad, la cultura del bienestar y la apariencia”.

Sobre la carta, Mons. Rainer Woelki, cardenal de Colonia, decía que le había gustado sobre todo la referencia al “primado de la evangelización”; por tanto, “debemos ser una Iglesia misionera y no debemos mirar a un ‘aparato perfecto’, sino a Cristo, el Señor resucitado”; y que es reconfortante “la naturalidad y la seguridad con que el Santo Padre utiliza conceptos que en este país a menudo solo expresamos con vacilación y cierta timidez, que casi hemos olvidado”: transformación, conversión, misión”. El arzobispo de Colonia concluyó su comentario con un llamamiento: “¡Acojamos las palabras del Santo Padre, tomémoslas en serio! Llevemos la Buena Nueva al mundo de hoy”.

 Aunque también otros obispos se manifestaron en este sentido, el Camino Sinodal –que se estaba constituyendo entonces– dedujo de la carta del Papa simplemente un “estímulo” para su labor. La declaración del Papa sobre la “primacía de la evangelización” –el aspecto central en la carta– no se consideró seriamente.

Walter Kasper, anteriormente cardenal de la Curia, denominó esa omisión “el error fundamental en el sistema del Camino Sinodal”: al parecer, en Alemania no se había entendido que la exigencia de una nueva evangelización expresada por el Papa no debía ser solo una faceta adicional en el Camino Sinodal, sino un principio fundamental de este.

En lugar de evangelización, el Camino Sinodal prefirió hablar de “poder y división de poderes en la Iglesia”. En general, se tenía la impresión de que la carta del Papa, marcada por una preocupación muy seria, recibió poca atención.

El propio Papa Francisco volvería sobre el tema en diferentes ocasiones. Por ejemplo, Mons. Heinz Josef Algermissen, obispo emérito de Fulda, se refirió a una audiencia del Santo Padre, celebrada en octubre de 2020, diciendo que Francisco se había quejado de que en Alemania se traten “cuestiones políticas” como la situación de la mujer en la Iglesia y del celibato de los sacerdotes, pero que no se tanga en cuenta la carta del Papa en la que este hablaba de la evangelización como la cuestión clave para el futuro de la fe, y comentaba que Francisco tenía la impresión de que en las diócesis alemanes apenas se había tomado en cuenta. Mons. Algermissen añadió que el Papa le había dado el encargo de ocuparse de que se recordase la carta del 29 de junio de 2019.

Durante la visita ad limina de los obispos alemanes de noviembre de 2022, quedó claro, según diversas fuentes, que la desatención de su carta del 29 de junio de 2019 había “herido y enfadado” al Papa. 

En respuesta, el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Mons. Bätzing, prometió que los obispos “van a profundizar más en la carta”.

Otras palabras de Francisco: un sínodo no es un parlamento 

También en otro aspecto, el Camino Sinodal hizo oídos sordos a las declaraciones del Papa Francisco: en septiembre de 2019, cuando comenzaban los trabajos preparatorios del Camino Sinodal alemán, Francisco dijo en una audiencia para el Sínodo de la Iglesia greco-católica de Ucrania: “Un sínodo no es un parlamento”, que no debía malinterpretarse como un sondeo de opiniones seguido de negociación de compromisos. “Hay que tratar las cosas, debatirlas, como es habitual; pero no es un parlamento. Un sínodo no es una votación como se hace en política: yo te doy esto, tú me das aquello”

En una audiencia general en noviembre de 2020, el Papa repitió esta idea: los procesos sinodales no deben percibirse con las categorías de partidos políticos o empresas. “A veces me entristezco cuando veo una comunidad que tiene buena voluntad pero que va en la dirección equivocada porque piensa que está ayudando a la Iglesia con reuniones, como si fuera un partido político”. Sin embargo, el Camino Sinodal siguió persistiendo en la consecución de mayorías y en las votaciones.

Carta del Prefecto de la Congregación para los Obispos de septiembre de 2019: atender a la Iglesia universal

En septiembre de 2019, el prefecto de la Congregación para los Obispos, el cardenal Marc Ouellet, envió una carta al entonces presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, el cardenal Reinhard Marx, en la que afirmaba que el “proceso sinodal vinculante” no está previsto, por lo que “no es admisible según el derecho canónico”.

El cardenal Ouellet señalaba que los planes para el Camino Sinodal tendrían que estar en línea con las directrices establecidas por el Papa Francisco en su carta de junio de 2019. Según el cardenal Ouellet, un sínodo alemán no puede cambiar la enseñanza universalmente válida de la Iglesia.

La carta iba acompañada de un dictamen del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos de cuatro páginas, que decía: “Es evidente que estas cuestiones conciernen no solo a la Iglesia en Alemania, sino a la Iglesia universal, y –salvo excepciones– no pueden ser objeto de deliberaciones o decisiones de una Iglesia particular sin vulnerar lo que el Santo Padre expresa en su carta”.

La Conferencia Episcopal Alemana respondió que la carta del cardenal Ouellet se refería a un borrador anterior de los Estatutos para el Camino Sinodal, que habían sido revisados desde entonces. Además: “Esperamos que los resultados de una formación de opinión en nuestro país sean también útiles para la Iglesia universal y para otras Conferencias Episcopales en casos individuales. En cualquier caso, no se entiende por qué se deba eliminar el debate sobre cuestiones en las que el Magisterio ha tomado determinaciones, como sugiere su carta”.

Se anunció una visita del cardenal Marx al cardenal Ouellet “para aclarar malentendidos”. La Conferencia Episcopal Alemana aprobó los estatutos revisados en noviembre de 2019, y el Camino Sinodal comenzó a principios de diciembre de 2019 con los cuatro foros preparatorios.

Declaración de julio de 2022: no se pueden crear nuevas formas de gobierno, ni cambiar la doctrina o la moral

Después de que hubieron expresado su preocupación por el Camino Sinodal, en cartas a la Conferencia Episcopal Alemana, cardenales y obispos, e incluso conferencias episcopales de otros países –desde la Comisión Episcopal Ucraniana para el Matrimonio y la Familia, hasta el obispo Czeslaw Kozon de Copenhague y la Conferencia Episcopal Nórdica; desde el presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, el arzobispo Stanislaw Gadecki, hasta 74 obispos de Estados Unidos, Canadá, África y Australia– y se hubieran pronunciado cardenales de la Curia como Walter Kasper, Robert Sarah y Paul Josef Cordes, el Vaticano publicó en julio de 2022 una escueta declaración firmada por la “Santa Sede” –es decir, por la autoridad suprema de la Iglesia–, en la que prohibía al Camino Sinodal tomar cualquier decisión que “obligue a los obispos y a los fieles a adoptar nuevas formas de gobierno y nuevas orientaciones doctrinales y morales”. En el documento se decía: “No sería admisible introducir en las diócesis, antes de un acuerdo alcanzado a nivel de la Iglesia universal, nuevas estructuras oficiales o doctrinas que constituirían una vulneración de la comunión eclesial y una amenaza para la unidad de la Iglesia”. La Declaración citaba la carta del Papa de junio de 2019, en la que el Santo Padre habla de la necesidad de “mantener siempre viva y eficaz la comunión con todo el cuerpo de la Iglesia”.

Visita ad limina, noviembre de 2022

La crítica más clara del Vaticano al Camino Sinodal hasta la fecha fue expresada por los Prefectos de los Dicasterios para la Doctrina de la Fe, cardenal Luis Ladaria, y de la Congregación para los Obispos, cardenal Marc Ouellet, en la llamada Reunión Interdicasterial con los obispos alemanes, durante su visita ad limina en noviembre de 2022. La reunión estuvo presidida por el cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin.

Cinco serias preocupaciones del cardenal Ladaria, Prefecto para la Doctrina de la Fe

En su exposición, el cardenal Ladaria partió de la carta del Papa del 29 de junio de 2019: un nuevo indicio de la importancia que, en relación con el Camino Sinodal alemán, se da al escrito del Santo Padre en el Vaticano y no sólo por el Papa. Como Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, expresó cinco preocupaciones, “que surgen de una lectura atenta de los textos tratados hasta ahora en vuestro Camino Sinodal”.

En primer lugar, el cardenal se refirió al “género literario de los textos”. En ellos, dijo, hay afirmaciones sobre posiciones en el pueblo de Dios, referencias a conocimientos científicos y sociológicos, resultados de exégesis que aún se discuten, “protocolos generales sobre el posible reconocimiento público de la doctrina de la Iglesia y, por último, referencias a teólogos anónimos sin posibilidad de identificación”. Por ello, aboga por que el Camino Sinodal produzca un documento final en lugar de una multitud de textos.

En segundo lugar, el cardenal Ladaria menciona la “conexión entre la estructura de la Iglesia y el fenómeno de los abusos de menores por parte del clero y otros fenómenos de abusos”. Por supuesto que hay que evitar que se produzcan más abusos. Sin embargo, esto no significa “reducir el misterio de la Iglesia a una mera institución de poder o considerar a la Iglesia desde el principio como una organización estructuralmente abusiva”

La tercera observación de Ladaria está relacionada con la “visión de la sexualidad humana según la doctrina de la Iglesia”; el cardenal cita en particular el Catecismo de la Iglesia Católica de 1992 como autoridad. De los textos del Camino Sinodal, dijo, se puede tener la impresión “de que no hay casi nada que salvar en este ámbito de la doctrina de la Iglesia. Hay que cambiarlo todo”. El cardenal plantea una pregunta: ¿qué efecto tiene esto en los fieles “que escuchan la voz de la Iglesia y se esfuerzan por seguir sus directrices para sus vidas? ¿Acaso piensan que lo han hecho todo mal hasta ahora?”. Y pide “más confianza en la visión” que “el Magisterio ha desarrollado en las últimas décadas en materia de sexualidad”.

En cuarto lugar, el Prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe aborda “el papel de la mujer en la Iglesia y, en particular, la cuestión del acceso de las mujeres a la ordenación sacerdotal”. El cardenal Ladaria reprocha que los textos del Camino sinodal reduzcan todo a la afirmación de que la Iglesia no respeta la dignidad de la mujer porque no tiene acceso a la ordenación sacerdotal. Ladaria: “Se trata de aceptar la verdad de que ‘la Iglesia no tiene autoridad alguna para ordenar mujeres sacerdotes’ (San Juan Pablo II, Ordinatio sacerdotalis)”. No obstante, reconoce “las recientes deliberaciones del Camino Sinodal” encaminadas a dirigirse al Papa Francisco en busca de aclaraciones sobre la cuestión. Esto, “sin duda atenuaría los tonos tan polémicos del texto sobre el acceso de las mujeres a la ordenación sacerdotal, y por ello solo podemos estar agradecidos”.

Por último, el cardenal Ladaria expresa sus objeciones en relación con “el ejercicio del magisterio de la Iglesia y, en particular, el ejercicio del magisterio episcopal” según el Camino Sinodal y critica que en sus textos se haya olvidado casi por completo “la indicación de la Constitución conciliar Dei Verbum y, en particular, la cuestión de la transmisión de la fe gracias a la sucesión apostólica”. Por eso niega el equiparar a la misión de los obispos “otros oficios en la Iglesia, como los de teólogos y expertos en otras ciencias”

Cardenal Ouellet, Prefecto de los Obispos: no son planteables cambios en la doctrina

En la misma reunión, el Prefecto del Dicasterio para los Obispos, cardenal Marc Ouellet, también se refirió a la carta del Papa Francisco de junio de 2019: el hecho de que la carta “no haya sido realmente asumida como guía del método sinodal” ha tenido consecuencias importantes. “Tras este distanciamiento inicial del magisterio pontificio en el plano metodológico, a lo largo de los trabajos fueron surgiendo tensiones crecientes con el magisterio oficial en el plano sustantivo”, lo cual dio lugar a propuestas “abiertamente contrarias a la doctrina afirmada por todos los papas desde el Concilio Ecuménico Vaticano II”. Esto equivale a un “cambio de la Iglesia” y no solo a “innovaciones pastorales en el campo moral o dogmático”.

Al cardenal Ouellet le llama la atención que “la agenda de un grupo limitado de teólogos de hace varios decenios se haya convertido de repente en una propuesta de la mayoría del episcopado alemán”. En este contexto, menciona la abolición del celibato obligatorio, la ordenación de viri probati, el acceso de las mujeres a la ordenación, una “reevaluación moral de la homosexualidad” y reflexiones sobre la sexualidad inspiradas en la teoría de género, así como la “limitación estructural y funcional del poder jerárquico”.

Sin embargo, el Prefecto también habla de la “posibilidad de combinar perspectivas mediante un cambio metodológico que podría ayudar a mejorar las tesis del Camino Sinodal alemán”. Para ello, recomienda “escuchar más profundamente el planteamiento del Papa Francisco y del Sínodo Mundial de los Obispos”.

Comunicado final: reservas sobre el método, el contenido y las propuestas

En un “Comunicado conjunto”, la Santa Sede y los obispos alemanes resumieron los puntos más importantes del Diálogo Interdicasterial. El documento afirmaba que los cardenales Ladaria y Ouellet “expresaron clara y abiertamente las preocupaciones y reservas que existen sobre el método, el contenido y las propuestas del Camino Sinodal”.

El cardenal Secretario de Estado Parolin señaló que “no se puede dejar de lado” el intercambio de ideas del Diálogo Interdicasterial. Además, se mencionaron las “numerosas aportaciones” en las que “se señaló la importancia central de la evangelización y la misión como objetivos últimos de los procesos en curso”; pero también “la conciencia de que algunos temas no son negociables”.

Sin embargo, la cuestión que se plantea tras la visita ad limina es cómo introducirán los obispos estas propuestas en el Camino Sinodal. El Comité Central de los Católicos Alemanes ya ha anunciado que mantendrá su orden del día para la V Asamblea Plenaria de marzo. 

Un “tema colateral”: bendición para parejas del mismo sexo

Entre las reivindicaciones del Camino Sinodal figura la bendición de las parejas del mismo sexo. En marzo de 2021, la Congregación para la Doctrina de la Fe respondió a un dubium que se les había presentado. En el documento firmado por el Prefecto, cardenal Luis Ladaria, y el Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, arzobispo Giacomo Morandi, se afirmaba que la Iglesia no tiene autoridad para bendecir uniones de personas del mismo sexo. Con la naturaleza de la bendición concedida por la Iglesia solo es compatible “lo que está ordenado a recibir y expresar la gracia, al servicio de los planes de Dios inscritos en la creación y plenamente revelados por Cristo Señor Nuestro”

En Alemania, sin embargo, se organizaron el 10 de mayo “servicios de bendición para personas que se aman”, en los que se incluyeron a parejas homosexuales. Sin embargo, el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, Mons. Georg Bätzing, declaró que no consideraba tales acciones públicas “una señal útil y un camino a seguir”, que no eran adecuados como “instrumento para manifestaciones político-eclesiásticas o acciones de protesta”.

Vaticano

Un Papa dolorido ruega por Nicaragua, Ucrania, Turquía y Siria

El Papa Francisco ha invitado en el Ángelus a rezar un Avemaría por la paz en Nicaragua, y ha manifestado su dolor por la situación de Monseñor Rolando Álvarez, obispo condenado a 26 años de prisión, y por los deportados del país. También ha rogado por “la martirizada Ucrania”, y por las víctimas de los terremotos en Turquía y Siria.

Francisco Otamendi·12 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Tras el rezo del Ángelus, en el que el Santo Padre ha preguntado si nos conformamos con “no hacer el mal”, en lugar de “intentar crecer en el amor a Dios y a los demás”, el Papa Francisco ha recordado “el dolor” de los pueblos que sufren, como Turquía y Siria, donde ha habido tantos miles de víctimas de la “catástrofe” de los terremotos, sobre los que el Romano Pontífice ha estado viendo fotografías hoy mismo. El Papa ha rogado que “recemos” y veamos “qué podemos hacer”.

A continuación, ha pedido que “no olvidemos a la martirizada Ucrania”, y recemos para que el Señor “abra caminos de paz y dé el coraje para recorrerlos”.

Inmediatamente, el Papa ha mostrado su cercanía y rogado oraciones por el obispo de Matagalpa (Nicaragua), Monseñor Rolando Álvarez, quien ha sido condenado a 26 años de prisión, y por los deportados de la “querida nación” nicaragùense. Además, ha pedido oraciones para que el Señor “abra el corazón a los responsables políticos” del país, y ha invitado a rezar un Avemaría por la paz en Nicaragua.

“Dios nos ama como un enamorado”

Antes del Ángelus, el Santo Padre ha comentado el Evangelio de la liturgia de hoy, en el que Jesús dice: ‘No piensen que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento’ (Mt 5,17). Dar cumplimiento: ésta es una palabra clave para entender a Jesús y su mensaje. ¿Qué significa?”

El Papa ha manifestado que “Dios no razona con cálculos y tablas; Él nos ama como un enamorado: ¡no hasta el mínimo, sino hasta el máximo! No nos dice:Te amo hasta cierto punto. No, el verdadero amor nunca llega hasta un punto determinado y nunca se siente satisfecho; el amor va más allá, no puede hacer menos. El Señor nos lo mostró dando su vida en la cruz y perdonando a sus asesinos (cf. Lc 23,34). Y nos ha confiado el mandamiento que más aprecia: que nos amemos unos a otros como Él nos ha amado (cf. Jn 15,12). ¡Este es el amor que da cumplimiento a la Ley, a la fe, a la vida!”.

Antes, Francisco había recordado que el primer paso lo da Dios. “El mensaje es claro: Dios nos ama primero, gratuitamente, dando el primer paso hacia nosotros sin que lo merezcamos; y, por ende, nosotros no podemos celebrar su amor sin dar a nuestra vez el primer paso para reconciliarnos con quienes nos han herido. Así hay cumplimientos a los ojos de Dios, de lo contrario la observancia externa, puramente ritualista, es inútil. […] Los mandamientos que Dios nos ha dado no deben encerrarse en las cajas fuertes asfixiantes de la observancia formal, pues de lo contrario nos quedamos en una religiosidad externa y desapegada, siervos de un ‘dios amo’ en lugar de hijos de Dios Padre”.

“¿Amo a mi prójimo como Él me ama?”

Por último, el Papa ha instado a preguntarnos sobre nuestros cálculos y conformismos: “¿Cómo vivo mi fe? ¿Es una cuestión de cálculo, de formalismo, o es una historia de amor con Dios? ¿Me conformo con no hacer el mal, con mantener ‘la fachada’, o intento crecer en el amor a Dios y a los demás? Y de vez en cuando ¿me confronto a mí mismo con el gran mandamiento de Jesús, me pregunto si amo a mi prójimo como Él me ama?”

“Porque tal vez somos inflexibles para juzgar a los demás y nos olvidamos de ser misericordiosos, como Dios lo es con nosotros”, concluyó el Santo Padre. “Que María, que observó perfectamente la Palabra de Dios, nos ayude a dar cumplimiento a nuestra fe y a nuestra caridad”.

El autorFrancisco Otamendi

Familia

Pastoral matrimonial, reto clave de la Iglesia en Estados Unidos

La Semana del Matrimonio que vive estos días Estados Unidos vive su punto álgido el 12 de febrero, Día mundial del Matrimonio. Una fecha en la toda la comunidad creyente está llamada a reflexionar sobre el don del matrimonio y un buen momento para conocer inicativas de formación y acompañamiento para matrimonios.

Gonzalo Meza·12 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

“Matrimonio: Una sola carne, entregada y recibida”, es el tema de la Semana del Matrimonio de 2023 y que destaca la unión de los esposos en una sola carne.

El matrimonio es la imagen del amor de Cristo por su Iglesia. “Los cónyuges están llamados a darse el uno al otro plenamente, tal como Cristo se dio a sí mismo a su Iglesia”, señala la Carta pastoral El Matrimonio. El amor y la vida en el plan divino, de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos que subraya como “La pareja casada forma una imagen del Dios Trinitario. Como la Santísima Trinidad, el matrimonio es la comunión de amor entre personas iguales entre sí: el marido y la mujer”.

La Semana Nacional del Matrimonio, que nació en 2010, tiene como objetivo reflexionar sobre el don del matrimonio. En ese sentido, pretende ofrecer herramientas para los esposos y recursos para que los jóvenes descubran la vocación al matrimonio.

En este sentido, una encuesta realizada por el Centro para la Investigación Aplicada en el Apostolado, de la Universidad de Georgetown (CARA, por sus siglas en inglés), apunta que desde 1975 hasta el 2021, el número de matrimonios ha venido disminuyendo constantemente en los EUA.

Según CARA, en el 2021, de los 66,8 millones de católicos en el país, el 54% están casados; 11% divorciados y 21% nunca se han casado.

Los problemas de los matrimonios

En su Carta pastoral sobre el Matrimonio, los obispos norteamericanos subrayan los cuatro retos mayores que enfrenta este sacramento: la cohabitación, los anticonceptivos, las uniones del mismo sexo y el divorcio.

Sobre el primer punto, muchos jóvenes norteamericanos escogen cohabitar con su pareja por diversos motivos, entre ellos económicos; algunos nunca llegan a casarse ni por la Iglesia ni ante la autoridad civil.

Los problemas centrales con ellos no son los “costos” o las donaciones relacionadas con una boda, sino el desconocimiento de la vocación matrimonial y la ausencia de catequesis.

Ante esa realidad los obispos de EEUU lanzaron en el 2004 la Iniciativa Pastoral Nacional sobre el Matrimonio, un esfuerzo para promover, preservar y proteger el matrimonio.

Los resultados de ese esfuerzo fueron, entre otros, una Carta Pastoral y la emisión de lineamientos o políticas para la preparación de los matrimonios en las diócesis norteamericanas.

Su objetivo es fortalecer el matrimonio en la Iglesia a través de la atención pastoral y la formación catequética antes y después del matrimonio.

Cada diócesis, bajo la directiva del obispo, adopta, modifica o amplia estas políticas. Sin embargo, la mayoría de las diócesis han adoptado consistentemente dichos lineamientos para la preparación matrimonial.

La preparación al sacramento del matrimonio en Estados Unidos

El núcleo central de la preparación matrimonial es la catequesis y el acompañamiento pre y post matrimonial. En la primera fase, una vez iniciados los primeros contactos con el párroco, al cerciorarse de la libertad y la ausencia de impedimentos de los prometidos, se inicia la fase catequética que consiste en reuniones prematrimoniales, retiros, la realización de un “estudio prematrimonial” y el acompañamiento del párroco y de otros matrimonios experimentados.

El “estudio prematrimonial” es una herramienta por medio de la cual se aplican una serie de preguntas sobre diversos aspectos del matrimonio.

No es un examen matrimonial, ni una evaluación psicológica. Se trata de un instrumento que permite a los prometidos conocerse mejor y explorar áreas que quizá sean desconocidas, o áreas oscuras. El él se abordan temas como la educación de los hijos, la vida de fe, el manejo de las finanzas, o proyectos futuros. Temas que, quizás en un momento inicial para los enamorados podrían parecer irrelevantes, pero que han sido causales de nulidades matrimoniales y del divorcio civil.

Para el estudio prematrimonial casi todas las diócesis usan FOCCUS, por sus siglas en inglés, y que se traduce como “Facilitar la comunicación, la comprensión y el estudio de la pareja” y el estudio Prematrimonial, PMI, por sus siglas en inglés.

Otra herramienta en el proceso de preparación matrimonial es el acompañamiento pastoral. El párroco o un diácono permanente acompaña a las parejas en todas las fases de preparación.

También existen en muchas diócesis apostolados de parejas matrimoniales. Se trata de esposos que han estado casados por varios años, comprometidos con la parroquia, con la familia y que han sido llamadas a ayudar a otras parejas. Reciben un entrenamiento catequético y pastoral antes de iniciar su apostolado.

Este acompañamiento de otras parejas casadas es esencial para los contrayentes no solo antes, sino después del matrimonio pues, al haber pasado por las vicisitudes propias del matrimonio, pueden ofrecer a los recién casados consejos prácticos para enfrentar las dificultades propias de ese estado de vida y salir fortalecidos.

Recursos para matrimonios

Durante la Semana Nacional del Matrimonio, la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos pone a disposición recursos digitales, en las redes sociales Twitter, Facebook en inglés e Instagram También hay un sitio Internet en español llamado Por tu Matrimonio que contiene diversas herramientas. Entre ellas, un retiro matrimonial para el hogar, videos catequéticos sobre el sacramento, la carta pastoral sobre el matrimonio en español, oraciones y sugerencias litúrgicas para la celebración de la Semana Nacional y el Día Mundial del Matrimonio el domingo 12 de febrero del 2023.

Evangelización

Sisters of Life: «La mujer embarazada que no quiere ser madre, ya es madre»

“Sisters of Life”, las hermanas de la vida, son unas mujeres consagradas a Dios a través de los tradicionales tres votos, cuya misión principal es ayudar y acompañar a las mujeres embarazadas. Su labor, que se desarrolla en Estados Unidos y Canadá, ha ayudado a salvar cientos de vidas.

Paloma López Campos·11 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos

Desde 1991, en las calles de Estados Unidos pueden encontrarse unas mujeres sonrientes de hábito azul y blanco con una misión muy concreta: proteger la vida. Son las «Sisters of Life«, las hermanas de la vida. Estas monjas van allí “donde el Espíritu Santo guíe” para acompañar a madres embarazadas, en riesgo de abortar o en situaciones de gran vulnerabilidad, con el objetivo de convertirse ellas mismas en unas madres que acogen y ayudan.

Son muy conscientes de que “cada persona es una historia, un presente y unos sueños”, por lo que se entregan diariamente a todas ellas. Dan pañales, vivienda, comida, etc., pero siempre teniendo en mente que “lo que realmente necesitan es a Dios en su vida”.

En Omnes hablamos con la hermana María Cristina, quien se ha puesto en contacto con varias religiosas para poder responder a esta entrevista en la que hablan sobre su misión y experiencia. Como ellas cuentan, su labor se puede resumir de la siguiente manera: “Cada vida es sagrada, es una imagen única de Dios. Cada vida importa”.

¿Qué significa que todas las vidas humanas importan?

–Cada persona, desde el momento de la concepción, es única e irrepetible. No ha habido otra persona igual ni la habrá. Cada vida es sagrada, es una imagen única de Dios. ¡Cada vida importa! 

Una vez llamó una señora, ya mayorcita, diciendo que esperaba cuatrillizos, que había ido a una clínica privada y que esperaba 2 niños y 2 niñas. La historia sonaba rarísima y los médicos no querían asumir el riesgo de atenderla pues les parecía una barbaridad y locura. Por nuestro cuarto voto de defender la vida veíamos claro que si la señora decía la verdad eran 5 vidas en juego. Había que defenderlas a todas y asumir el riesgo de que nos llamaran locas. 

La persona importa desde el momento de su concepción. Hace poco, en nuestro cementerio enterramos embriones congelados en pipetas, pues la madre se acaba de convertir al catolicismo y había caído en la cuenta que aún tenía en el hospital varios embriones congelados, ¡sus hijos! Fue una ceremonia preciosa y dio a la madre una paz que ni ella misma imaginaba. Como madre, nombró a sus hijos – sabía cuántos eran niños y niñas- y les dio el descanso que necesitaban y la paz que su propio corazón necesitaba.

¿Cómo ayudáis a la gente a verse de nuevo como regalos, como hijos de Dios?

–Depende. Muchas veces empezamos invitándole a que se tome el pulso y escuche su corazón, un par de latidos… Luego le preguntamos: “¿quién da la vida?”

Reconocer que no nos damos ni un solo segundo de vida a nosotros mismos, -¡ni un solo latido del corazón!-, es el primer paso para saber que la vida es un don, un regalo. Saberse pequeñito ante un Dios que da la vida es el primer paso. Sabernos dependientes de Dios es una tranquilidad y una invitación a dejar que Él se ocupe de todo. Nuestro Dios es un Dios de vida eterna, estamos hechos desde y para la eternidad. 

Con algunas personas es inmediato, pero con otras lleva más tiempo. Muchas personas ni siquiera se han planteado esto tan sencillo. Tienen que saber que su vida es un don y que es buena, para ver que la vida de su hijo es un don.  

Escuchar a la mujer sin prisas, ayudar a conocerla y a saber realmente cuál es su preocupación, su miedo… En este proceso se le acompaña y se le buscan amigos para que la soledad que les abruma ante este embarazo desaparezca. 

A veces, escuchando a la persona, su vida, sus éxitos y fracasos, sus penas y alegrías,  se puede ver claramente cómo Dios ha estado en la vida de esa persona y cómo el bebe que lleva, sin internet, ni móvil ni nada, está poniendo a nuevas personas en su vida y dándole la oportunidad de soñar otra vez y de mirar su propio futuro con esperanza. 

¿En qué consiste el acompañamiento que hacéis?

–Cada persona que viene a nosotros es una historia, un presente y unos sueños. 

Una mujer embarazada que no quiere ser madre está rechazando la realidad de que ya es madre. En todos los conventos se empieza el día siempre rezando por los más vulnerables y pidiendo que Dios nos inspire en la misión.

Cuando contactamos con una madre la primera vez, lo más importante es escucharla, conocerla, quererla y recordarle todas sus cosas buenas. Ella es buena y tiene dignidad, por eso estamos aquí para acompañarla, para enseñarle que ella tiene que ser respetada ante todo y amada principalmente por ser digna, porque ella es buena, no porque nosotros somos buenos. Ella ha sido elegida para traer una vida al mundo, porque seguramente es una buena madre y la vida que lleva es de Dios.

La batalla espiritual que toda persona experimenta es real y es bueno ayudar a estas personas que viven atrapadas por las culturas de la muerte y “corporizadas” a identificar a Dios y al enemigo, para elegir libremente lo que es bueno para ellos. 

A veces las acompañamos a una ecografía, para que vean y escuchen el corazón del bebé por primera vez. Ese corazón que suena como un caballo a galope es un grito de libertad. 

Hace poco nos contaba una chica muy vulnerable de abortar que su preocupación era que sus padres venían camino de los Estados Unidos y estaban viviendo en las calles de Méjico DF y  llevaban días sin comer. Pues Dios abre puertas, y conseguimos comida para ellos y un albergue para que no estuvieran en la calle, hasta que pudieron seguir su viaje. 

Acompañarlas a las consultas de embarazos de alto riesgo es realmente una invitación a un momento sagrado, a un momento de vulnerabilidad total, de pobreza absoluta donde, solo a los pies de Jesús Crucificado con Maria, podemos aprender, sin olvidar que es ahí donde Dios salva el mundo. 

La hermana María Cristina con un bebé recién nacido

En pleno Covid, nos llegó un email pidiendo oraciones por una chica que tras dar a luz estaba en coma y la iban a desconectar pues llevaba ya semanas así. Inmediatamente nos pusimos en contacto y dijimos que no hicieran nada hasta que fuéramos al hospital. Dios abrió puertas, pues el sistema para el control de visitas por Covid y los accesos estaban bloqueados. Llegamos a la habitación y allí estaba la chica, enchufada a no sé cuántas máquinas. La familia nos contó que era católica y esto nos dio permiso para llamar al capellán del hospital para que la visitara y le diera la Unción de Enfermos. Mientras esperábamos, rezamos el Rosario, y en cada Padre Nuestro al decir “no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal”, la chica gruñía. Es que la tentación de evitar el sufrimiento, la desesperación, es para todos. A los dos días nos dijeron que sus órganos empezaban a funcionar y, en poco tiempo, estaba en su casa con sus hijos.  

¡Nos encanta ir a los partos y las cesáreas también! Y a veces, es solo con la esperanza de bautizar a ese niño o niña  que viene con alguna enfermedad rara y sin esperanza de vida, y celebrar su primer suspiro y que ha llegado al Cielo. ¿No sería esto celebra la vida de un santo?

¿Cómo puede encontrar a Dios una mujer en medio de una crisis como un embarazo inesperado o cuando no hay nadie que la apoye?

–La crisis es no vivir la realidad. Ayudarla a abrazar la realidad y a vivirla bien es el reto.

«Sisters of Life» con algunas de las mujeres a las que acompañan

El enemigo ataca de varias formas a estas chicas, la soledad, el miedo, y la acusación. Para luchar contra la soledad, le acompañamos, bien nosotras o colaboradores, en su día a día, en las citas médicas. Les llevamos comida, las acogemos unos días en una casa, las sacamos de situaciones de violencia doméstica, nos vamos con ellas fuera de la ciudad para respirar aire puro, sin la presión del móvil, del ruido y las prisas… Vamos donde necesiten y el Espíritu Santo nos guía. Las ayudamos a sanar relaciones con la familia y amigos, a través del perdón, lo que a veces lleva tiempo.

Les ayudamos a nombrar los miedos y a gestionarlos para que no les bloqueen, porque el miedo no es de Dios. A veces son miedos y vergüenza ante el embarazo, o un hijo que viene con alguna enfermedad… Los miedos pueden ser diversos, pero el sembrador es siempre el mismo, el enemigo y la solución es confiar en Dios.

Queremos que reconozcan su identidad como hijas de Dios, eso trae mucha sanación. Esta identidad puede estar oculta y olvidada si la chica fue bautizada, algunas veces hay que partir de cero, explicarles que son las criaturas de un Creador que es Amor y Vida. Aquí atendemos a mujeres de todas las religiones, o que no tienen religión, pero ninguna se da un segundo de vida a ella misma.

¡Cada persona es un mundo! Y es una aventura conocerla y acompañarla.

¿En qué consiste la ayuda que ofrecéis a las mujeres y a sus hijos?

–Restaurar su dignidad e identidad es lo mejor que podemos hacer para ellas. Reconocer que la vida es un don, tanto la suya como la del bebé que esperan. Se pueden dar pañales, cunas, carritos, etc., pero lo que realmente necesitan es a Dios en su vida.

Para aquellas mujeres que han sufrido el aborto, les ayudamos a pasar ese duelo empezando por nombrar al hijo. 

Una mujer embarazada, ya sea madre y cuide de su hijo, aborte o dé a su hijo en adopción, es madre. Por tanto, le ayudamos a ser madre en todas estas circunstancias. Tenemos una misión: esperanza y sanación. Para aquellas que pasaron por el aborto, les ayudamos a nombrar a su hijo, a pasar por el duelo, a celebrar el día de la madre en paz, y a perdonarse y perdonar a los que no le dieron esperanza y la llevaron a abortar.

También tenéis labor con los jóvenes en las universidades, ¿por qué? Desde el punto de vista espiritual, ¿qué es lo que, con más frecuencia, están buscando los jóvenes?

–Los jóvenes salen de su casa y se van a la universidad muchas veces lejos de su casa, de la familia, y necesitan una presencia materna que los escuche. ¡Nosotras somos madres! Y la vida consagrada con hábito es una vocación y un testimonio público, que les ayuda a ellos a plantearse su propia vocación, que empieza siempre por saberse hijos e hijas amados de Dios, dignos. Ayudamos a los jóvenes a que conozcan su dignidad, aprendan a hacerse respetar, a vivir la castidad y no dejarse usar. Lo contrario del amor no es el odio, sino ser usados.

Las chicas universitarias que se quedan embarazadas están muy tentadas para abortar, pues piensan que se acaban su vida y su futuro profesional. Además, las deudas que muchos estudiantes asumen aquí al entrar en la universidad son muy grandes.

Las personas están en busca de amor y sentido, de una respuesta para las preguntas de sus corazones. Están intentando encontrar un sentido para su sufrimiento. Las grandes preguntas de la vida… ¿Qué es el amor auténtico? ¿Soy capaz de él? ¿Cómo lo puedo discernir? Adora, mira a Jesús, Él es la respuesta a todos los deseos de nuestros corazones.

Organizáis retiros vocacionales, ¿cómo puede una mujer encontrar su vocación? ¿Cuál es la principal pregunta que debe hacerse si está considerando ingresar en vuestra congregación?

–La vocación es una llamada de Dios. Es bueno tener tiempo para escuchar a Dios, por tanto, hay que dar a las mujeres tiempo para escuchar. La vocación es dar la vida y hay que averiguar en qué forma Dios nos invita a darla. Cuando Dios te llama, tú lo sabes. 

La vocación religiosa es ante todo una vocación esponsal con el Señor, con una maternidad espiritual que te lleva a dar la vida a otros por amor a Cristo. Nosotras, además de los tradicionales votos de pobreza, obediencia y castidad, hacemos un cuarto voto para defender la vida.

Si alguien está interesado en nuestra orden, debe contactarnos y empezar una relación. Aquí no secuestramos a nadie. Que no tengan miedo de contactar y conocer. En nuestra web pueden rellenar un cuestionario que no compromete a nada.

Si Dios la llama, Dios le dará la gracia necesaria para que continúe.

Experiencias

«En Lourdes aprendemos de los enfermos»

“Los enfermos y discapacitados tienen a Dios dentro de su alma y nos enseñan muchas cosas. En estos años hemos aprendido de ellos, porque aportan y enseñan una barbaridad”, asegura a Omnes Myriam Goizueta, que lleva 11 años de presidenta de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes de Madrid y cerca de 70 viajes al santuario francés. Marta, 22, ve a “Jesús disfrazado” en cada enfermo.

Francisco Otamendi·11 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

La Iglesia celebra la XXXI Jornada Mundial del Enfermo en la fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, el 11 de febrero. “El estilo de Dios es cercanía, compasión y ternura”, señala el Papa Francisco en su mensaje, al mirar “al santuario de Lourdes como una profecía, una lección que se encomienda a la Iglesia”.

La lección es del Cielo, de la Virgen María, que el año 1858 se apareció dieciocho veces en la gruta de Massabielle, en Lourdes (Francia), a la joven de 14 años Bernadette Soubirous, desde el 11 de febrero hasta la tarde del 16 de julio.

Desde entonces, millones de personas de todo el mundo acuden cada año a Lourdes para descubrir la gracia de este lugar. El santuario es ante todo un lugar de curación de los cuerpos y de los corazones, donde la gente viene a rezar a la que reveló su nombre a santa Bernardita Soubirous: “Yo soy la Inmaculada Concepción»”.

Pero la lección es también de los enfermos, subrayan dirigentes de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes de Madrid. La Hospitalidad irá a la gruta de Massabielle los próximos meses de mayo y octubre, en las que serán las peregrinaciones números 99 y 100 desde su fundación, en 1958, por un grupo de mujeres que querían seguir los pasos de santa Bernadette y acompañar a enfermos ante la gruta.

“Todos somos enfermos”

“Nuestra meta es acompañar y llevar a enfermos a Lourdes, pero somos todos enfermos, que tenemos sed de Dios y hemos de pedir a la Virgen ayuda”, señala a Omnes la presidenta de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes, Myriam Goizueta, que entró en la Hospitalidad a los 17 años, y que ahora, con 62, constata que “en Lourdes se han producido miles de conversiones, conversiones de fe”.

“Los enfermos y discapacitados tienen a Dios dentro de su alma y nos enseñan muchas cosas. En estos años hemos aprendido a situarnos a la misma altura, y a aprender de ellos”, añade Goizueta “La Virgen me ha enseñado a tener un poco más de paciencia. Santa Bernadette decía que la Virgen la miraba como una persona, y hemos perdido el miedo a mirar a las personas con discapacidad”.

El testimonio de Marta, 22 años

“Me llamo Marta, tengo 22 años y he tenido la oportunidad de peregrinar a Lourdes durante 5 días, del 12 al 16 de octubre [de 2022]. Ha sido mi primera peregrinación con la Hospitalidad de Madrid y lo definiría como un auténtico regalo del Cielo. Cuando me enteré que nos había tocado Gema en la habitación, me dio un vértigo de morir, no voy a mentir. Gema no habla apenas, no puede tragar líquidos y es dependiente al 100 % para todas las tareas cotidianas”.

Así comienza Marta su relato de la peregrinación al santuario mariano de Lourdes en la que participó en octubre del año pasado, con la Hospitalidad de Nuestra Señora Lourdes de Madrid. Fueron en torno a 900 peregrinos, cerca de un millar, de las tres diócesis madrileñas, Madrid, Getafe y Alcalá, entre enfermos y discapacitados, los hospitalarios (voluntarios), y algunos peregrinos más, explica el consiliario de la Hospitalidad de Madrid, Guillermo Cruz que subraya cómo “la Hospitalidad tiene ya bastante recorrido. Lo primero es recordar para qué hemos nacido. Hemos nacido para llevar enfermos a Lourdes, peregrinos. Es para lo que hemos nacido, para los enfermos”.

“Cada enfermo es Jesús disfrazado”

Sigue Marta con su testimonio: “Estoy acostumbrada al contacto con enfermos porque tengo la inmensa suerte (aunque pueda sonar raro) de tener un hermano con parálisis cerebral. Se llama Manu y tiene 20 años. Es el tío más alegre, vacilón y simpático que conozco. Podríamos decir que vivo en un Lourdes constante, aunque a menor escala y cayendo con gran frecuencia en la mediocridad de la rutina”.

“No había tenido apenas contacto con Gema durante el viaje y el primero que tuvimos fue al llegar a Lourdes. Hablando sin tapujos, me daba miedo no dar la talla. No saber entenderla o hacerlo mal. Que ella no estuviese a gusto. Soy muy devota a la Virgen y desde hace muchos años, le pido que me eduque y que me asemeje a Ella”, dice Marta.

“Después de ir a la gruta y confesarme, comprendí dos cosas. La primera, que no soy nada. Que soy como el burro que carga a Jesús el domingo de Ramos. La segunda cosa que entendí es que yo no venía a esta peregrinación a servir a enfermos, sino a servir a Dios. Tenía claro que yo también peregrinaba y que venía a servir, pero me bailaba el comprender ¿a quién sirvo yo? A Dios. Y es aquí cuando me vino a la mente una frase de Santa Madre Teresa de Calcuta, “Cada uno de ellos es Jesús disfrazado” y el sacerdote, me lo confirmó”, contándome el pasaje del Evangelio de las obras de misericordia.

“Aún me emociono”, concluye Marta, “cuando pienso en el momento en el que consolando a Gema, me repetí esta frase de “cada uno de ellos es Jesús disfrazado” y me vi a mí, el mayor desastre de este planeta, consolando al mismísimo Jesús”.

“Nos lleva a la misericordia de Dios”

El relato de Marta es el trasfondo de lo que cuenta Guillermo Cruz, al comentar a Omnes el sentido de la tarea, de la labor que hace la Hospitalidad. “Nosotros, si Dios quiere, haremos en octubre la peregrinación número 100 de la Hospitalidad. En mayo será la 99. Hemos nacido, para los enfermos, y lo he señalado. En segundo lugar, se trata de descubrir que cuando peregrinamos a Lourdes, que peregrinamos todos, tanto hospitalarios como enfermos y discapacitados, en el fondo lo que estamos haciendo es una experiencia que nos enseña a vivir, por decirlo así, que nos lleva a la misericordia de Dios” de la mano de la Virgen.

“Y luego, esta peregrinación también nos tiene que llevar a renovar nuestra vida en Madrid”, apunta, porque “hemos nacido para toda la diócesis. Se ha pasado desde el famoso tren de la esperanza, que era una peregrinación muy conocida que se podía hacer en trenes, y estaba muy publicitada, a tener que cambiarlo a autobuses y demás”, pero el sentido es el mismo.

Oficialmente, tal como describe su web, la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes de Madrid es una organización de laicos dependiente del arzobispado. Su misión principal es acompañar a enfermos y personas con discapacidad a Lourdes.

Todos los que formamos parte de la Hospitalidad somos voluntarios que a los cinco años de servicio nos consagramos a la Virgen y al servicio a los enfermos y discapacitados, explican.

En su carta de esta semana, el cardenal Carlos Osoro, arzobispo de Madrid, ha contado que “en los viajes que, durante mi ministerio episcopal, he hecho con enfermos a Lourdes, he visto en sus vidas y en las de quienes los acompañan la fe y la fortaleza que los sostiene en medio de las dificultades. En todas las ocasiones los he invitado a encontrar en el Señor el apoyo y el consuelo, con la intercesión de nuestra Madre la Virgen María. Siempre me vienen al corazón deseos inmensos de situarme y de situar a los enfermos ante el misterio de Dios”.

Sevilla, Zaragoza

La devoción a Nuestra Señora de Lourdes está muy extendida en España. En Sevilla, por ejemplo, la Hospitalidad diocesana ha organizado un triduo en honor a Nuestra Señora de Lourdes, que se ha celebrado estos días en la iglesia conventual del Santo Ángel. El día 11, los actos son presididos por Carlos Coloma, consiliario de la Hospitalidad diocesana Sevilla-Lourdes.

En Zaragoza, la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes ha cumplido 30 años. Tras la pandemia, en julio de 2022 tuvo lugar una peregrinación a Lourdes, encabezada por el arzobispo, Monseñor Carlos Escribano, y la presidenta, Purificación Barco, con varios centenares de peregrinos.

Algunas fechas clave 

Las apariciones de la Virgen María a Bernardita Soubirous tuvieron lugar en 1858. Cuatro años más tarde, en 1862, la Iglesia reconoció oficialmente las apariciones de la Virgen. En 1933 tuvo lugar la canonización de Bernardita Soubirous. Y en el centenario de las apariciones, en 1958, el Cardenal Roncalli, futuro papa Juan XXIII, consagró la Basílica de San Pío X.

La Hospitalidad Notre-Dame de Lourdes es una archicofradía creada en Lourdes (Altos Pirineos – Francia) en 1885 y acogida a la ley de asociaciones francesa de 1901. Sus miembros son los hospitalarios, voluntarios que proceden de diversos países del mundo. Ellos acogen acogen y acompañan a los miles de peregrinos, especialmente a los enfermos o discapacitados, que peregrinan a Lourdes.

El autorFrancisco Otamendi

España

La ley del aborto está «al servicio del neocapitalismo salvaje»

El Tribunal Constitucional de España quiere incluir el aborto como derecho constitucional en una ley que, entre otras cosas, permitirá acabar con la vida de los no nacidos con Síndrome de Down hasta los 5 meses y medio de gestación

Maria José Atienza·10 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

España quiere sumarse a los países cuyos derechos fundamentales, especialmente en las personas más vulnerables, van en retroceso. En los últimos días, el Tribunal Constitucional ha rechazado la ponencia que declaraba inconstitucional la “Ley Orgánica 2/2010 de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo”, y ha pedido una nueva ponencia.

Como destacaba el presidente de la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Española, Mons. José Mazuelos: «Se ha apañado un tribunal para aprobar una ley injusta, ideológica y contraria a la ciencia».

El objetivo de esta nueva ponencia es declarar el aborto como un derecho, «declarando constitucional que haya seres humanos que no tienen derechos, y avalando de este modo una ley ideológica, anticientífica y que promueve la desigualdad» como subraya la nota emitida por la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal Española ante esta decisión del Tribunal Constitucional .

Al servicio del neocapitalismo más salvaje

La nota recoge tres de las características de esta ley, que pretende hacer constitucional el derecho a eliminar una vida. La ley responde fundamentalmente a una cuestión ideológica y al servicio del neocapitalismo más salvaje que aboga por la eliminación de los seres humanos en la primera etapa de su vida. 

Asimismo, esta ley rechaza las evidencias científicas que, gracias a los avances permiten afirmar aún con más contundencia que negar que existe una nueva vida en el seno de una mujer embarazada desde la concepción es irracional.

La ley del aborto es además, profundamente injusta y promueve la desigualdad, ya que permite que las personas con Síndrome de Down sean abortados hasta los cinco meses y medio de gestación, es decir, su vida no tiene absolutamente ningún valor. Al hacer constitucional este «derecho» se permitirá atentar contra la vida humana y contra la igualdad de todos. 

La historia nos enseña que cada vez que el ser humano se ha cuestionado la dignidad o el valor de ciertas vidas humanas, por distintos motivos, como por ejemplo la raza, el color de la piel o las creencias, se ha equivocado gravemente. Del mismo modo, es un lamentable error cuestionar la dignidad de la vida humana en función de la edad.

Proteger la vida de madres e hijos

La nota de la Conferencia Episcopal no olvida que, dentro de la defensa de la vida hay que tener una mirada amplia que recoja la defensa de los más vulnerables en los que, en este caso, se encuentran también muchas de las mujeres que se ven presionadas para acabar con el embarazo. En este punto la nota recoge que «queremos estar a su lado, acogiéndolas y ofreciéndoles una ayuda integral. A su vez, nos dirigimos a aquellas mujeres que han abortado voluntariamente, con el deseo de recordarles que, en el rostro misericordioso de Jesús, encontrarán consuelo y esperanza» y pide a las «distintas administraciones que, en lugar de proclamar el derecho al aborto, promuevan iniciativas que ayuden a la mujer a vivir su maternidad, evitando ser abocada al aborto».

En este ámbito son numerosas las iniciativas no sólo ligadas a la Iglesia católica sino privadas que, cada día ayudan a las mujeres que tienen problemas para llevar adelante su embarazo como Red Madre, Provida o Proyecto Maternity.

Existe además el Proyecto Raquel que atiende a mujeres que han abortado así como las personas implicadas en un aborto provocado con una atención individualizada a través de una red diocesana de sacerdotes, consejeros y psicólogos y psiquiatras.

Lucha en Europa

El pasado junio en Estados Unidos se ratificó la derogación de la famosa sentencia Roe v Wade, dando a entender que, la eliminación de un ser humano no entra dentro de los derechos fundamentales. Sin embargo, en Europa, existen presiones para incluir el aborto dentro de la carta de Derechos Fundamentales de la UE.

Ante esta conculcación de los derechos fundamentales de los más vulnerables, la Fundación Universitaria San Pablo CEU, junto con One of Us y más de 50 organizaciones civiles, han organizado en Bruselas una conferencia internacional sobre esta propuesta en la que han participado más de 150 personas entre las que se encontraban europarlamentarios, juristas e intelectuales de Eslovenia, Hungría, Portugal, Francia, Eslovaquia, Austria, Alemania o Italia. En las intervenciones se ha subrayado que ante esta propuesta es fundamental la defensa activa de la vida.

Mundo

Peter Hahne: “Toman un modelo en quiebra: el protestantismo”

Peter Hahne, periodista protestante y profundo conocedor de la Iglesia evangélica alemana, subraya que el modelo tomado por el Camino Sinodal que se desarrolla en Alemania es obsoleto y, en la actualidad, hay de hecho más abandonos en la Iglesia protestante que en la católica.

José M. García Pelegrín·10 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Peter Hahne, protestante, ha estado durante casi 30 años al frente de programas de política en la televisión pública alemana ZDF. Además durante 18 años fue miembro del Consejo de la Iglesia evangélica alemana EKD.

En su necrológica de Benedicto XVI Usted escribió: “Para él, el mayor dolor fue que el catolicismo alemán tomara el camino suicida de la Iglesia evangélica alemana (EKD)”. ¿Qué quiere decir con esto?

—Por decirlo en términos de marketing: si el objetivo es reformar la Iglesia, acercarla de nuevo a la gente, conseguir nuevos fieles; es decir, hacer que la Iglesia vuelva a ser atractiva, entonces hay que tomar como ejemplo a quien lo practica con éxito; así lo haría cualquier empresa. 

El catolicismo, sin embargo, toma como ejemplo una empresa en peligro de quiebra, el protestantismo. Todo lo que se reivindica en el Camino Sinodal es un hacer protestante a la Iglesia católica: abolir el celibato, la ordenación de mujeres, etc., todo esto existe ya en la Iglesia protestante. Sin embargo, y a pesar del escándalo de los abusos, todavía hay más cristianos protestantes que abandonan la Iglesia que católicos. El Papa Francisco lo ha dicho: ya tenemos una Iglesia protestante, no necesitamos una segunda. 

Ahora bien, la Iglesia no es una empresa…

—Para mí, como cristiano, lo más importante es la dimensión espiritual. El Camino Sinodal parece desarrollarse sin oración, sin Espíritu Santo y también sin evangelización. Si quiero renovar la Iglesia, lo primero que tengo que hacer es rezar y dejar que actúe el Espíritu Santo; después, establecer prioridades a nivel espiritual. Y ¿cuál es el centro de la Iglesia? El culto, en la Iglesia católica la Eucaristía. Por lo que veo, en el Camino Sinodal esta dimensión no parece desempeñar papel alguno; y si lo hace es más bien para maquillar, para dar una superestructura a sus estructuras sociopolíticas, siguiendo el lema: todo es evangelización.

¿Qué debería hacer el Camino Sinodal para que la auténtica evangelización desempeñe en él un papel decisivo?

—Para mí, evangelizar no significa acercar a la gente a una institución, sino a Dios. Y al devolverlos a Dios, naturalmente los devuelvo a la Iglesia, porque no hay cristianismo sin comunidad, sin Iglesia. Y esto lo digo también como cristiano evangélico. 

Recomiendo que se lea con atención, por ejemplo, la necrológica de Benedicto XVI escrita por el presidente de la Conferencia Episcopal. Si la necrológica nace del corazón, al decir que Benedicto fue uno de los más grandes maestros de la Iglesia y al mismo tiempo un guía teológico y en el pensamiento espiritual, entonces tendría que detenerme y decir: “Si es tan bueno, lo mejor es adoptar su receta para reformar la Iglesia”. Entonces se puede enterrar el Camino Sinodal.

¿Cómo cree que sería ese Camino Sinodal según el Papa Benedicto?

—Durante su visita a Baviera, el Papa Benedicto pronunció una homilía a sacerdotes en la catedral de Freising. Todos los católicos deberían leer este discurso. Trataba de la cuestión de cuál es nuestra tarea como sacerdotes, pero también en general como cristianos, en este mundo. Dejó a un lado el discurso preparado con la maravillosa observación de que podía leerse en letra impresa. Durante 14 minutos, pronunció un discurso libre y desde el corazón sin hablar nada sobre política o el clima, sino que estaba centrado en Jesús. Si uno hiciera de este discurso la norma para la reforma en la Iglesia de hoy, tendría garantizado su éxito, aunque en lo espiritual no hay ninguna garantía. Para mí, este es el camino correcto. 

En Friburgo, Benedicto habló de la desmundanización; sin embargo, el Camino Sinodal representa una mundanización. Siempre es sospechoso que “el mundo” aplauda a la Iglesia, y hoy se tiene la impresión de que los obispos buscan el aplauso; que se les quiera, que se les aclame. Y no se dan cuenta de la trampa en la que están cayendo. El obispo luterano bávaro Hermann Bezzel dijo en una ocasión: “La Iglesia perece por culpa de siervos que no tienen vocación”. Para mí, esa es la clave. Hoy tenemos en los púlpitos demasiados políticos frustrados.

El Camino Sinodal se creó a raíz del escándalo de los abusos. Pero ¿tiene realmente algo que ver con combatir los abusos?

—Aquí se utilizan unos desmanes como pretexto para hacer una revolución en la Iglesia. Lo que se está tratando en el Camino Sinodal no tiene nada que ver con el escándalo de los abusos. Si fuera así, eso significaría que tales escándalos no se habrían cometido en la Iglesia evangélica, porque allí los pastores están casados. Sin embargo, en la Iglesia protestante ocurre exactamente lo mismo, aunque no a tanta escala. Un hombre que sea pedófilo puede casarse mil veces, pero seguirá abusando de niños.

Mundo

Movimientos eclesiales y formación para el acompañamiento espiritual

Más de 250 personas se dieron cita en la Semana de estudio organizada por la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma para hablar sobre libertad, formación y acompañamiento espiritual.

Giovanni Tridente·10 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Ayudar al crecimiento humano y sobrenatural de quienes pertenecen a movimientos eclesiales y nuevas comunidades sin dejar, por otro lado, de profundizar en los retos y problemas que hoy plantea este delicado ámbito del acompañamiento espiritual.

De todo esto se habló durante la Semana de Estudios organizada estos días en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz por iniciativa de las Facultades de Derecho Canónico y Teología.

Unas 250 personas de treinta países diferentes han asistido a esta semana ya sea de modo presencial o en línea. Entre ellos se encontraban profesores, catequistas, líderes comunitarios, misioneros, formadores, asistentes espirituales, médicos que pudieron profundizar en diversos aspectos del acompañamiento y participar también en una serie de talleres con casos prácticos y compartiendo experiencias y testimonios.

Entre las realidades religiosas representadas se han dado cita miembros de algunas diócesis, pero también fieles de Congregaciones y Movimientos como el Movimiento de los Focolares, los Legionarios de Cristo, el Camino Neocatecumenal, la Prelatura del Opus Dei  o  la Comunidad de L’Emmanuel, la Asociación Nuevos Horizontes, por citar sólo algunos.

La semana fue inaugurada por el cardenal Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, que también patrocinó toda la iniciativa.

Salvaguardar la libertad

«El objeto primordial del acompañamiento espiritual debe ser el progreso ‘real’ en la vida cristiana -comenzó el obispo irlandés-, por lo que es necesario favorecer «no la identificación con el carisma, ¡sino la identificación con Jesucristo!». De hecho, es precisamente el carisma el que dentro de un movimiento se pone «al servicio de la imitación y el seguimiento de Cristo».

En cuanto a la elección de los compañeros espirituales, hay que evitar, según el Cardenal, «imposiciones o limitaciones por parte de los responsables de movimientos o comunidades», precisamente porque hay que salvaguardar siempre la libertad personal.

Aprender a rezar

Mons. Massimo Camisasca, fundador de la Fraternidad Sacerdotal de los Misioneros de San Carlos Borromeo, hizo hincapié en el acompañamiento como camino de formación. «El primer paso de un verdadero acompañamiento es escuchar. Todo fiel que recibe acompañamiento espiritual se beneficia de esta actitud y, de este modo, la dirección espiritual se transforma «en una escuela de oración, entendida como diálogo con Dios». Sin embargo, para que este enfoque dé fruto, es necesario injertar a la persona «en una comunidad orante».

Hacia el deseo de la verdad

También intervino en la Semana el Pro-Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, el arzobispo y teólogo Rino Fisichella, que centró su reflexión en cómo formar evangelizadores que sean «hombres y mujeres de Dios». La respuesta pasa por adquirir una nueva conciencia que haga a los cristianos capaces de «entrar en el corazón de las culturas, de conocerlas, comprenderlas y orientarlas hacia ese deseo de verdad que pertenece a todo hombre y mujer en busca del sentido de su vida».

Sobre la importancia de integrar psicología y fe habló el obispo de San Benedetto del Tronto (en la región de Las Marcas, Italia), que mostró cómo esta disciplina puede ayudar a las personas a «alcanzar una mayor libertad concreta y una mayor disponibilidad para seguir a Jesús», aunque nunca podrá dar a toda la realidad humana el horizonte último de la existencia.

Acompañar el proceso de toma de decisiones

El canosiano P. Amedeo Cencini, de la Pontificia Universidad Salesiana, contempló la figura del acompañante como «hermano mayor en la fe y en el discipulado», que ofrece al «hermano menor» esa ayuda de carácter espiritual que le permite «descubrir la acción de Dios en su vida y decidir libremente responder a ella».

Aquí tampoco puede faltar la formación: «el acompañante espiritual debe estar capacitado para acompañar el propio proceso de toma de decisiones. De hecho, promoverla como la forma normal de ser del creyente’.

La función de iluminar

«El que acompaña tiene la función de iluminar, orientar, observar para comprender hacia dónde el Espíritu está guiando a esa alma. Pero no puede imponer: su función es de servicio, no de dominio», fueron las palabras con las que el Rector de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, Luis Navarro, resumió los principales puntos surgidos de la Semana de Estudios, sabedor de que aún quedan aspectos por mejorar «en este servicio a las almas querido por Dios para su Iglesia».

Mundo

Una lluvia de esperanza

La semana previa a la llegada del Papa al Congo (RDC) hubo fuertes lluvias. El mismo 31 de enero, cuando los jóvenes se preparaban para pasar la noche en el Aeropuerto de Ndolo, hubo truenos y relámpagos. Pero todo se quedó en ruido y luces, durante la estancia de Francisco en Kinshasa, no cayó ni una sola gota de agua. El sol brilló con todo su esplendor, junto a la alegría que reinó durante toda la semana.

Alberto García Marcos·10 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

Al igual que la lluvia empapa el suelo y lo llena de vida, las palabras del Papa han sido una lluvia de esperanza en los corazones de este gran país. Esperanza es la palabra que podría resumir todo su viaje. Francisco ha llenado de esperanza a los jóvenes, a las víctimas de la guerra en el Este, a los sacerdotes, religiosos y religiosas, a los obispos. Ahora esperamos los frutos de sus palabras. El viaje del Papa es una bendición para todos los congoleños y congoleñas, una bocanada de esperanza en medio de tantas dificultades.

Todo empezó el 31 de enero, cuando el Papa aterrizó en el aeropuerto Internacional de Ndjili, en la República Democrática del Congo. Después de un breve recibimiento, el papamóvil se puso en marcha hacia el Palacio de la Nación. Los brazos que se elevaban al aire por las calles de Kinshasa le acompañaron sin interrupción durante los 25 kilómetros de recorrido.

Las imágenes hablan por sí solas: rostros radiantes de alegría, manos al aire, y cuerpos en continuo movimiento. ¡Qué gozo recibir al Papa!

En el Palacio de la Nación, el discurso del Papa a las autoridades marcó el tono del viaje. Francisco se definió a sí mismo como peregrino de paz y de reconciliación. Animó a los congoleños a asumir su responsabilidad en la construcción de un futuro mejor, pero lo que más destacó fueron las palabras dirigidas a la Comunidad Internacional: “No toquen la República Democrática del Congo, no toquen el África. Dejen de asfixiarla, porque África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear. Que África sea protagonista de su propio destino”.

Desde el Palacio de la Nación, se trasladó a la Nunciatura Apostólica. Allí, la Coral Luc Gillon, junto a un grupo de niños vestidos con la camiseta de San Lorenzo y de la RDC, le acogió con cantos y entusiasmo.

Una Misa multitudinaria

Hubo muchos jóvenes que pasaron la noche del 31 de enero al 1 de febrero en el aeropuerto de Ndolo. Todo estaba preparado para la Misa. Los voluntarios encargados de los confesionarios pasaron una gran parte de la noche de un lado para otro para facilitar el sacramento de la reconciliación. Hervé, uno de los voluntarios, decía que “un sacerdote, no sé cómo se llama, ha sido heroico, ha pasado una gran parte de la noche confesando sin interrupción”. Yo mismo pude participar en las confesiones junto con otros sacerdotes hasta las dos y media de la mañana. La gente tenía ganas de reconciliarse con Dios y prepararse bien para la Misa con el Papa.

En la homilía, Francisco habló esencialmente de la paz, que era el tema del viaje. Desarrolló tres fuentes de la paz: el perdón, la comunidad, y la misión. “La paz esté con ustedes. Dejemos que estas palabras de nuestro Señor resuenen, en silencio, en nuestros corazones. Escuchémoslas dirigidas a nosotros y decidamos ser testigos de perdón, protagonistas en la comunidad, personas en misión de paz en el mundo”.

Bajo un sol de justicia, casi dos millones de personas siguieron la celebración con alegría. Geraldine, de 84 años, se levantó a las cuatro de la mañana para participar en la Misa. Llegó a las 6 de la mañana, pero después de estar una hora de pie, se dio cuenta que no resistiría toda la mañana y tuvo que volverse a casa para seguir la ceremonia en la televisión. La mayoría de las personas resistieron durante horas de pie, bajo el sol, pero con la sonrisa en los labios: “el Papa no viene todos los días”, se escuchaba decir.

La Misa fue en el rito del Zaire, y no faltaron los cantos y las danzas. El coro estaba formado por más de 700 personas, y un grupo de “joyeuses” (niñas pequeñas vestidas de blanco), danzaron durante el Gloria y el ofertorio, como es tradición en las misas dominicales.

La Misa no duró hora y media como lo previsto, pero sólo se alargó treinta minutos más. Al final de la Misa, el Cardenal Ambongo dio las gracias al Papa y denunció, delante de las autoridades y las cámaras de televisión, la miseria en la que se encuentra el pueblo congoleño.

De la luz a las tinieblas

Así se titulaba un artículo que hablaba de este primer día del Papa en la RDC. De la luz de la Misa, a la oscuridad de los relatos de las víctimas del Este del país. En el mes de julio, el viaje del Papa preveía una etapa en Goma, la ciudad más grande del Este del país. La situación de inseguridad no ha permitido realizar esta etapa, pero el Papa ha querido recibir a algunas víctimas de la guerra.

El encuentro tuvo lugar en la Nunciatura. El Papa, junto a un gran crucifijo que presidía la sala, escuchó los testimonios espeluznantes de las diferentes víctimas: decapitaciones, violaciones, obligadas a comer carne humana… Esto fue sólo una pincelada de los sufrimientos de la población del Este de la RDC. Difícil de no despertar las conciencias. Pero desgraciadamente muchos en el mundo siguen con los ojos cerrados a esta realidad. Basta fijarse en el espacio que este viaje ha ocupado en los medios de comunicación occidentales.

Los testimonios se siguieron de una declaración de perdón y del depósito a los pies del crucifijo de armas e instrumentos que fueron utilizados contra las víctimas. Un Papa emocionado dio las gracias a las víctimas por su valentía. Para finalizar la jornada, algunos representantes de las obras de caridad fueron recibidos por el Santo Padre.

La mano del Papa

El Estadio de los Mártires acogió el encuentro con los catequistas y jóvenes. Unas ochenta mil personas abarrotaron el espacio para escuchar al Papa que fue acogido como una estrella de música. Al ritmo de las canciones los jóvenes mostraron su entusiasmo mientras Francisco se desplazaba hacia el estrado.

Asistentes a uno de los encuentros con el Papa

Después de unas palabras de los catequistas, el Papa hizo un discurso histórico en el que dio a los jóvenes cinco “ingredientes para el futuro”, uno por cada dedo de la mano: la oración, la comunidad (los otros), la honestidad, el perdón, y el servicio.

Después de pedirnos que miráramos nuestras manos nos dijo: “Quisiera llamar tu atención sobre un detalle: todas las manos son similares, pero ninguna es igual a la otra; nadie tiene unas manos iguales a las tuyas, por eso eres un tesoro único, irrepetible e incomparable. Nadie en la historia puede sustituirte.”

Un momento “eléctrico”, fue cuando el Papa habló de la corrupción. Francisco hizo repetir a los jóvenes: “pas de corruption”, no a la corrupción. Pero los jóvenes hicieron más que repetir, y durante varios minutos entonaron distintas frases contra la corrupción.

Los jóvenes necesitaban esperanza y el Papa se la dio. El mensaje del Papa no pasó, caló en los jóvenes. Las redes sociales se hicieron eco en seguida de la mano con los cinco ingredientes del futuro.

Con las personas consagradas

Una marea de religiosas invadía las calles alrededor de la Catedral. Y es que en el Congo hay muchas congregaciones, unas importadas, y otras locales. Los sacerdotes pasaban más desapercibidos ante tantas religiosas vestidas con sus hábitos propios congoleños.

La vida en el Congo está llena de dificultades, y los sacerdotes, religiosos y religiosas, están en primera línea. Francisco nos animó a no caer en la mediocridad espiritual; nos recordó la necesidad de la formación, y sobre todo nos animó a seguir con una vida de entrega y de servicio: “Hermanas y hermanos, gracias de corazón, por lo que son y lo que hacen; gracias por el testimonio que dan a la Iglesia y al mundo. No se desanimen, los necesitamos. Ustedes son valiosos, importantes, se lo digo en nombre de toda la Iglesia.” Estas últimas palabras nos llenaron de ánimo y esperanza.

Despedida

Antes de emprender el viaje hacia Sudán del Sur, el Papa se reunió con los obispos congoleños. Siguiendo el pasaje de la vocación de Jeremías, Francisco les invitó a ser buenos pastores: “Queridos hermanos obispos, cuidemos la cercanía con el Señor para ser sus testigos creíbles y portavoces de su amor ante el pueblo. Él quiere ungirlo a través de nosotros con el aceite de la consolación y de la esperanza.”

Ya terminando, el Papa pidió a los obispos ser misericordiosos: “Quisiera agregar una sola cosa: dije “sean misericordiosos”. La misericordia. Perdonar siempre.”

En el aeropuerto le esperaba el Presidente Félix Tshisekedi para despedirle. El Papa siguió su camino hacia Sudán del Sur dónde la agenda sería también apretada.

El autorAlberto García Marcos

 Kinsasa, República Democrática del Congo.

Zoom

Rescates a contrarreloj en Turquía

Socorristas sacan a Zeynep Atesogullari de un edificio destruido en Diyarbakir por el terremoto de magnitud 7,8 que sacudió zonas de Turquía y Siria el 6 de febrero, derribando cientos de edificios y matando a miles de personas.

Maria José Atienza·9 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Recursos

¿Cómo actuar ante un sacrilegio? El desagravio y la reparación

El sacrilegio es un acto de desprecio hacia lo sagrado que pide una respuesta por parte de la Iglesia para compensar el daño provocado. Los actos de desagravio que han de llevarse a cabo difieren según el tipo de profanación sufrido.

P. Pedro Fernández Rodríguez, OP·9 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El sacrilegio es la profanación de una cosa, lugar o persona sagrada, es decir, el sacrilegio implica la violación de la santidad de cosas, lugares y personas dedicadas al culto divino.

Por lo tanto, los sacrilegios pueden ser de tres tipos: locales, personales o reales.

Téngase en cuenta que el verdadero sacrilegio es cuando se destruyen o se profanan estas realidades sagradas en cuanto tales, faltando al respeto y al honor debido a Dios y a lo que a Dios está dedicado.

El sacrilegio real se manifiesta sobre todo en la falta de respeto a los sacramentos, a los vasos sagrados, imágenes y en el robo de las cosas o bienes sagrados.

Por otro lado, el sacrilegio personal se da principalmente cuando se practica violencia contra una persona sagrada sobre todo con hechos y no sólo con palabras. También cuando se peca contra el voto de castidad, en el que peca no sólo la persona que ha hecho voto o profesa el celibato, sino también el cómplice.

En tercer lugar, el sacrilegio local es aquel que se produce cuando se mata a una persona en un lugar sagrado o se dedica un lugar sagrado a un uso profano o se comete un robo en tal lugar.

Sacrilegio

El sacrilegio más frecuente se produce contra la Santísima Eucaristía, recibiéndola indignamente o profanando las formas consagradas. Es el sacrilegio más grave, porque la Santa Eucaristía es la realidad más santa de la Iglesia.

También hay que evitar la profanación del sacramento de la penitencia, cuando el penitente se confiesa sin el debido arrepentimiento o, también, si el confesor se mueve por la curiosidad malsana o provoca a pecar al penitente. Es fundamental, en el sacerdote y en el religioso que han sido llamados a vivir sobre todo para el culto divino, manifestar la santidad de los sacramentos en el modo de celebrarlos o recibirlos. Las personas consagradas manifiestan en el modo de vivir lo que llevan o no llevan dentro.

Un sacrilegio es un pecado específico en contra de la virtud de la religión, que promueve la gloria de Dios y la santificación del hombre. Este pecado es preciso confesarlo especificando si se trata de una cosa, lugar o persona. En concreto, el sacrilegio agrava un pecado concreto, añadiendo una nueva razón de pecado y será más o menos grave en relación al grado de santidad de la cosa, lugar o persona.

Por ejemplo, matar a un sacerdote sería un pecado doblemente grave, por asesinarlo y por ser sacerdote. Pero no es sacrilegio robar dinero a un sacerdote, a no ser que sea dinero recibido con una finalidad cultual. Sin embargo, siempre sería un pecado con obligación de restituir sobre todo si la cantidad fuera considerable. La pena aplicada al sacrilegio grave puede ser la excomunión, que impide poder recaer en tal pecado u otra pena temporal, cuando se desprecian las penas espirituales.

¿Qué hay que hacer tras un sacrilegio?

Cuando se produce un sacrilegio y se hace público, lo primero y más urgente, en el caso de cosas sagradas, como formas consagradas, imágenes, vasos sagrados, etc., es tratar de recuperar estas realidades sagradas profanadas.

Si se tratara de lugares sagrados, como templos, habría que restaurarlos si fuera posible y conveniente.

Si el acto sacrílego se ha efectuado contra una persona, en este caso hay que rehabilitarla, purificando de algún modo y en la medida de lo posible los espacios donde han sido encontradas o el estado en el que hallan las personas y lugares sagrados. Seguidamente, hay que volver a colocar estas realidades sagradas en su lugares propios. Pero si el estado de las formas consagradas o imágenes hiciera imposible seguir sirviendo a su cometido hay que depositarlas en lugares dignos donde sea imposible una nueva profanación.

La respuesta principal de la Iglesia ante el sacrilegio es el desagravio, que es la compensación a la injuria hecha, basada en la exigencia de la virtud de la justicia, que obliga a dar a cada uno lo que le pertenece.

No olvidemos que junto a la misericordia se halla siempre la justicia, en Dios y en nosotros. En consecuencia, es fundamental en la vida de la Iglesia y en la vida de los cristianos la expiación o reparación de nuestros pecados, completando lo que falta a la Pasión de Jesucristo, no tanto en relación a Cristo, como es evidente, sino en relación a nosotros. Lo propio del desagravio es manifestar la santidad divina, que también se manifiesta en la santidad de las cosas, las personas y los lugares sagrados.

El desagravio es siempre interior, pero la exterioridad forma parte necesaria de esta compensación justa debida a lo sagrado. Lo sacramental es en sí mismo algo exterior que nos lleva a algo interior.

El acto principal de desagravio es evidentemente la celebración digna y devota de la Santa Misa o la adoración al Santísimo Sacramento; de hecho, es el desagravio normal cuando se trata de responder a un sacrilegio cometido contra la Santa Eucaristía, que es el gran tesoro de la Iglesia.

Un sacrilegio cometido contra imágenes sagradas, vasos sagrados, reliquias de santos, vestiduras sagradas, etc. se repara con los actos que de algún modo restauren su valor sagrado.

Cuidar lo sagrado

Termino esta breve reflexión con una invitación a los sacerdotes y a las comunidades cristianas a aplicar adecuadamente el principio clásico: las cosas santas deben tratarse santamente.

El sacerdote devoto celebra devotamente, mientras el sacerdote mundano se hace protagonista, ocultando al Señor. Tres son los momentos principales de la celebración de la Santa Misa, a saber, el ofertorio, la consagración y la comunión. El pan y el vino ofrecidos son de algún modo sagrados. El pan y el vino consagrados contienen la presencia del cuerpo, alma y divinidad de Cristo; el pan recibido es el mismo cuerpo de Jesucristo.

Procuremos no se pierda jamás ni la más mínima partícula, utilizando siempre la forma más devota de recibirlo. El sacerdote, en el modo de celebrar y hasta en su modo de vestir, debe mostrar su carácter sagrado.

El autorP. Pedro Fernández Rodríguez, OP

Penitenciario en Santa María la Mayor, Roma

Lecturas del domingo

Ley antigua y ley nueva en Jesús. Domingo VI del tiempo ordinario (A)

Joseph Evans comenta las lecturas del VI domingo del tiempo ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·9 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

En su Sermón de la Montaña, Jesús dio seis “antítesis”, seis afirmaciones que parecen contradecir enseñanzas de la Antigua Ley. Cuatro de ellas aparecen en el evangelio de hoy. Pero al introducir estas antítesis, Jesús aclara que no las contradice, sino que las eleva a un nivel superior. “No penséis que he venido a abolir la ley y los profetas; no he venido a abolirlos, sino a darles cumplimiento”. 

En ellos, Jesús revela el nivel superior de moralidad que nos impone el Evangelio. Mientras que la Antigua Ley se centraba más en la moral social -al menos tal como se llegó a entender-, la Nueva Ley nos exige la conversión interior, que es el fundamento esencial de la vida en sociedad. La Antigua Ley nos decía que no matásemos ni cometiésemos adulterio; regulaba el matrimonio y, como parte de él, permitía el divorcio; prohibía los juramentos falsos; establecía nociones básicas de justicia y fijaba límites claros entre vecinos y enemigos.

Plenitud de la Ley

Pero Jesús enseña (de un modo que alude a su divinidad: sólo Dios puede modificar una ley que Dios reveló primero) que debemos vivir las actitudes interiores que son el fundamento de estos preceptos. Para evitar matar, debemos resistir la ira interior que lleva a la violencia y buscar la reconciliación temprana que impide que los problemas se agraven. Para evitar el adulterio, debemos buscar la pureza de corazón que nos lleva a respetar la dignidad de los demás, en particular de las mujeres. Esto puede requerir acciones radicales para resistir el pecado y sus ocasiones – de ahí las metáforas de arrancarse el ojo o cortarse la mano. 

A continuación, Jesús ofrece una nueva visión del matrimonio en la que las mujeres no pueden ser simplemente descartadas. El matrimonio es indisoluble y divorciarse del cónyuge para casarse con otro es adulterio. A continuación, insiste en una profunda actitud de veracidad; debemos decir simplemente “sí” o “no” sin hacer juramentos innecesarios. Las dos antítesis siguientes (que no aparecen en el evangelio de hoy) nos invitan a abandonar todo deseo de venganza, prefiriendo sufrir un agravio a infligirlo, y a no hacer ya distinción entre enemigo y prójimo. Incluso debemos amar a quienes nos son hostiles.

Hay que vivir la Antigua Ley, pero de un modo más profundo, más interior, con una “justicia superior a la de los escribas y fariseos”, apuntando a la conversión interior, no a la corrección exterior. La ley no debe relajarse, sino en sus requisitos esenciales, no en sus aplicaciones contingentes. Ya no practicamos la circuncisión ni los sacrificios de animales, pero debemos dedicarnos a Dios en cuerpo y alma.

La mansedumbre y la pureza de corazón, la fidelidad absoluta en el matrimonio, una profunda veracidad, el rechazo de cualquier deseo de venganza y la disolución de la distinción entre prójimo y enemigo… Éstos son los fundamentos de una vida social pacífica, que surge de la paz en nuestras almas.

La homilía sobre las lecturas del domingo VI del tiempo ordinario (A)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas.

Recuperar el valor de lo sagrado

Si queremos educar en una vivencia religiosa, hemos de empezar por ayudar a los jóvenes a percibir esa experiencia de lo sagrado.

9 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Nada es sagrado. Esta parece ser la consigna de nuestro tiempo.

La conciencia de que estamos ante un lugar sagrado o viviendo un acontecimiento sagrado nos remite directamente a una especial presencia de Dios. Una presencia que se hace en ese momento y lugar, de alguna forma misteriosa, casi tangible. Esa fue la vivencia de Moisés ante la zarza ardiente. “Descálzate, porque la tierra que pisas es sagrada” (Ex 3,5)

Esa experiencia de lo sagrado, esencial al hecho religioso, impregnó la vida de nuestros antepasados. Sabían que había momentos que eran sagrados, acontecimientos en los que el tiempo se paraba y tocaba la eternidad.

La eucaristía, de una manera muy especial, nos traslada a la misma cena del jueves santo, ante el único sacrificio de Cristo en la cruz, al misterio de la resurrección de Jesús. Tiempos sagrados en los que se toca la eternidad. Como le ocurrió a Pedro, Santiago y Juan en el momento de la transfiguración de Jesús en el monte Tabor. Un momento en el que, por un segundo, se rasgan las apariencias y nos dejan ver el infinito.

También nuestros antepasados sabían que había lugares sagrados. Espacios privilegiados, puertas a lo infinito, en los que la presencia de Dios se hacía palpable. En santuarios como Lourdes o Fátima se hace cercano lo sobrenatural. En Nazaret nos sobrecoge leer en el altar «Verbum Caro Hic Factum Est». Aquí, ‘hic’, en este lugar se unieron el cielo y la tierra. Un lugar en el que hay que entrar con un silencio respetuoso, casi de puntillas. Descalzándose el alma.

Y sin embargo…

Hoy nada es sagrado. Todo ha quedado desencantado. Y banalizado, que es la forma de acabar con esa experiencia de estar ante algo que nos remite más allá, que trasciende su propia realidad.

Sin duda esa pérdida de conciencia de lo sagrado es una de las consecuencias de ese ‘desencantamiento’ que caracteriza nuestra era secular, tal como lo definía el filósofo Charles Taylor. Una mentalidad que configura al hombre moderno. Para el hombre actual el tiempo no es más que una sucesión de acontecimientos, uno detrás de otro. Y el espacio es pura materia que se remite solo a sí misma. El mismo concepto de sagrado parece pertenecer a otra época, a la edad media.

Sin duda, si queremos educar en una vivencia religiosa, hemos de empezar por ayudar a los jóvenes a percibir esa experiencia de lo sagrado. Empezando por nuestras propias celebraciones y templos. Hay que dejar espacio para el silencio y descubrir que el templo es un lugar sagrado habitado por el Dios vivo. Reconocer su presencia. Admirarse y sobrecogerse. Ayudarles a entrar con los gestos, la música, el arte en esa experiencia que sobrecoge el alma y la pone en contacto con el misterio. Y en esto, hemos de ser sinceros, hemos ido perdiendo sensibilidad y nos hemos contagiado de ese ambiente profano.

Pero la educación en lo sagrado abarca toda la vida. Debemos enseñar a los niños y jóvenes a descubrir la huella del Creador cuando contemplen la naturaleza. Mostrarles que hay un sentido en la historia de la Humanidad. Ayudarles a rasgar las apariencias y ver más allá.

Necesitamos reconectar con lo sagrado y educar en ello a las nuevas generaciones. Y no es una tarea fácil. Hay toda una cultura que lo dificulta. Pero es esencial hacerlo si queremos verdaderamente afrontar la evangelización de este mundo.

Quizás este sea, dicho sea de paso, una de las claves del éxito de la obra de J.R.R. Tolkien, el autor de ‘El Señor de los anillos’. Que a través de la fantasía nos ha conseguido desvelar que el mundo está realmente ‘encantado’. Su épica medieval nos hace conectar con los latidos más íntimos de nuestro ser y nos devuelve la esperanza. Hay un espacio para lo sagrado en toda su obra.

A nuestro favor, como siempre, tenemos el corazón del joven que intuye vivamente que tiene que haber ‘algo más’. Que el tiempo no se nos puede acabar. Que, como decía Máximo en la película Gladiator, «lo que hacemos en la vida, ¡tiene su eco en la eternidad!».

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

Mundo

“¡No olvidéis a Ucrania! ¡Sin vuestra ayuda no sobreviviremos!”

Sviatoslav Shevchuk, Arzobispo mayor de la Iglesia católica en Ucrania, ha lanzado una nueva petición de ayuda y recuerdo a toda la comunidad internacional durante un encuentro virtual organizado por ACN.

Maria José Atienza·8 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Arzobispo mayor de la Iglesia católica en Ucrania, Mons. Sviatoslav Shevchuk, ha participado junto al Nuncio apostólico en Ucrania, Mons. Visvaldas Kulbokas en un encuentro online, organizado por ACN Internacional para informar de la situación de la nación ucraniana cuando se cumple casi un año desde que Rusia comenzara una ofensiva contra Ucrania. ACN ha sido, desde entonces y ya antes, una de las instituciones que, junto a Caritas Internationalis, ha proporcionado una ayuda constante a la Iglesia católica de aquel país.

Tras casi un año desde el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, éste último se encuentra en una situación humanitaria y social “muy deteriorada”, ha destacado el Arzobispo mayor de la Iglesia católica en Ucrania.

Mons. Sviatoslav Shevchuk ©CNS photo/Voznyak Production

Mons. Sviatoslav Shevchuk ha calificado de “milagro” que “un año después siga vivo” y ha puesto el foco, entre otras coas, en la terrible situación de la Iglesia católica en los territorios ocupados por las fuerzas rusas.

De hecho, ha destacado que no saben nada sobre el estado del padre Ivan Levytsky y el padre Bohdan Heleta, dos sacerdotes católicos arrestados por la milicia rusa desde el pasado noviembre.

“No sabemos qué será de nosotros en el futuro

El conflicto está dejando ciudades destruidas y, especialmente, ha señalado el arzobispo mayor, los misiles rusos han destruido industrias fundamentales: “el 50% de la producción eléctrica de Ucrania esta destruida, esto significa que cada pueblo, cada ciudad, experimenta falta de electricidad diariamente».

«La gente esta volviendo a sus hogares y no tienen luz o agua, y no es suficiente con la energía que se puede producir a través de generadores” ha afirmado mons. Shevchuk, “por ejemplo, la semana pasada en Odessa estuvieron 4 días sin nada de electricidad”.

“La gente espera una palabra de esperanza”

 Desde el inicio de la guerra, la Iglesia católica en Ucrania, se ha movilizado para atender y ayudar a la población ucraniana. En este sentido, el arzobispo mayor ha destacado que “de la Iglesia, la gente espera una palabra de esperanza, además de comida o ropa”.

Mons. Shevchuk ha explicado las líneas claves del plan pastoral que los obispos católicos ucranianos pusieron en marcha ante la invasión: “sanar las heridas de esta guerra, tanto heridas físicas como psicológicas y mantener las estructuras de caridad y solidaridad, para poder trabajar como una comunidad unida”.

Dentro de esta tarea de sanación Shevchuk ha explicado que “en cada eparquía se han establecido centros de escucha a los que todas las personas que lo necesiten pueden ir a pedir ayuda”.

El Nuncio, Visvaldas Kulbokas. ©CNS photo/cortesía de la Nunciatura de Ucrania

Especial atención merece el capítulo de las zonas ocupadas por el ejército ruso: Donetsk y Lugansk, en el este, y Jersón y Zaporiyia, en el sur, donde la presencia de la Iglesia católica está bajo sospecha y se producen “registros a parroquias o inluso tenemos noticias de torturas a fieles o sacerdotes acusados de colaborar con los partisanos ucranianos” ha descrito Mons. Sviatoslav Shevchuk. En este sentido, el Nuncio ha señalado que, en la actualidad, tres vicarías que suponen una extensión de 60.000 km cuadrados no cuentan con la atención de ningún sacerdote católico porque han sido arrestados, se les ha prohibido continuar o han sido forzados a irse”.

Por su parte, Visvaldas Kulbokas ha subrayado que la mayor parte de los ucranianos desea la victoria de “proteger y reconstruir su país”.

“Gracias a la Santa Sede podemos intentar liberar prisioneros”

La constante atención del papa Francisco, su papel de voz de esta guerra ante el mundo y la tarea diplomática de la Santa Sede ha sido también objeto de agradecimiento por parte del Arzobispo mayor de la Iglesia católica en Ucrania que ha señalado como “gracias a que la Santa Sede mantiene abierta la línea de comunicación con Rusia, podemos trabajar en la liberación de prisioneros”. En este punto, Shevchuk ha relatado que, durante su último encuentro con el Santo Padre le entregó una lista de 42 médicos, civiles y militares, con el objetivo de trabajar en su liberación.

“¡Sin vuestra ayuda no sobreviviremos!”

En todo momento, tanto Mons. Sviatoslav Shevchuk como Visvaldas Kulbokas han agradecido el apoyo de la oración y las donaciones materiales que han recibido de todo el mundo.

En este punto, el Arzobispo mayor de la Iglesia católica en Ucrania ha afirmado que “hoy puedo decir que en Ucrania la gente no se muere por hambre o por falta de ropa, pero no sabemos qué será de nosotros en el futuro” y ha querido terminar su intervención con una petición clara “¡No olviden a Ucrania! ¡Sin vuestra ayuda no sobreviviremos!”

Vaticano

Papa Francisco: «La trata de personas crece a un ritmo alarmante»

El Papa Francisco mandó un breve mensaje por la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas, cuyo tema es “Caminar por la dignidad”.

Paloma López Campos·8 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

La Iglesia celebra la Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas el mismo día que se recuerda a Santa Bakhita, Patrona de las víctimas de este tipo de explotación. Este año el Papa Francisco mandó un mensaje para involucrar a los jóvenes en la lucha contra estos abusos.

“La trata de seres humanos desfigura la dignidad”, afirmó el Papa con rotundidad. “La explotación y el sometimiento limitan la libertad y convierten a las personas en objetos de usar y tirar. Y el sistema de trata se aprovecha de las injusticias y desigualdades que obligan a millones de personas a vivir en condiciones vulnerables”.

Francisco señaló a las millones de personas que viven en situaciones delicadas por la crisis económica, las guerras y el cambio climático. Todas ellas son especialmente vulnerables a este sistema, haciendo que sean “fáciles de reclutar”.

Una responsabilidad de todos

Lejos de estar cerca de una solución, señaló el Pontífice, “la trata crece a un ritmo alarmante, afectando sobre todo a inmigrantes, mujeres y niños”. Pero ello no puede conducir al desánimo, sino que “es precisamente en esta realidad en la que todos nosotros, especialmente los jóvenes, estamos llamados a unir nuestras fuerzas para tejer redes de bien, para difundir la luz que viene de Cristo y de su Evangelio”.

El Papa finalizó recalcando algunas ideas que los jóvenes escribieron en preparación de la jornada. Así, invitó a todos a “caminar con los ojos abiertos para reconocer los procesos que llevan a millones de personas, especialmente jóvenes, a ser víctimas de la trata para ser brutalmente explotadas. Caminar con el corazón atento para descubrir y apoyar los senderos cotidianos hacia la libertad y la dignidad. Caminar con la esperanza en los pies para promover acciones anti-trata. Caminar tomados de la mano para apoyarnos mutuamente y construir una cultura del encuentro, que conduzca a la conversión de los corazones y a sociedades inclusivas, capaces de proteger los derechos y la dignidad de cada persona».

Vaticano

Papa Francisco: «La religión es fraternidad, es comunión»

Tras el viaje apostólico a África, el Papa volvió al Vaticano y mantuvo en el Aula Pablo VI la audiencia general de los miércoles. Los asistentes acogieron al Santo Padre con un fuerte aplauso que Francisco recibió agradecido.

Paloma López Campos·8 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Tras el viaje apostólico a África, el Papa volvió al Vaticano y mantuvo en el Aula Pablo VI la audiencia general de los miércoles. Los asistentes acogieron al Santo Padre con un fuerte aplauso que Francisco recibió agradecido.

El Papa Francisco volvió al Vaticano después de su viaje a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur. Regresando a su agenda habitual, mantuvo en el Aula Pablo VI la audiencia general de los miércoles, en la que los asistentes le recibieron con un fuerte aplauso.

La audiencia comenzó con la lectura de la Palabra de Dios, en concreto de un pasaje del Evangelio según san Mateo en el que se habla sobre los cristianos como luz del mundo. Tras la proclamación de la Palabra, Francisco habló sobre su viaje apostólico a África. Lo primero que hizo fue dar gracias a Dios “que me ha permitido realizar este viaje, deseado desde hace tiempo”. También mencionó a sus dos acompañantes en la segunda etapa, cuando estuvo en Sudán del Sur, el arzobispo de Canterbury y el moderador de la Iglesia de Escocia, diciendo: “fuimos juntos para testimoniar que es posible y necesario colaborar en la diversidad, especialmente si se comparte la fe en Cristo”.

República Democrática del Congo

En cuanto a la primera escala del viaje, el Papa habló de la República Democrática del Congo “como un diamante, por su naturaleza, por sus recursos, sobre todo por su gente; pero este diamante se ha convertido en motivo de contención, de violencias, y paradójicamente de empobrecimiento para el pueblo”. Ante esta situación, Francisco ha dicho “dos palabras: la primera es negativa, «¡basta!», ¡basta de explotar África! La segunda es positiva: juntos, juntos con dignidad y respeto recíproco, juntos en el nombre de Cristo, nuestra esperanza”.

En Kinsasa Francisco tuvo un encuentro con víctimas de violencia, durante el que escuchó “los testimonios impactantes de algunas víctimas, especialmente mujeres, que depositaron a los pies de la Cruz armas y otros instrumentos de muerte. Con ellos dije «no» a la violencia y a la resignación, «sí» a la reconciliación y a la esperanza”.

Más tarde, se reunió con los dirigentes de distintas obras de caridad del país, a los que agradeció su labor: “Su trabajo con los pobres y para los pobres no hace ruido, pero día tras día hace crecer el bien común. Por esto subrayé que las iniciativas de caridad deben ser siempre promocionales, es decir no solos asistir sino favorecer el desarrollo de las personas y de las comunidades”.

Francisco pudo encontrarse también con los jóvenes y catequistas, a quienes describió como el futuro de África. Su entusiasmo por la renovación y por la esperanza le llevó a indicar cinco vías para que construyan un porvenir mejor: “la oración, la comunidad, la honestidad, el perdón y el servicio”.

En su última reunión pública, en la catedral de la capital, el Papa habló con el clero, los seminaristas y los consagrados. A ellos les exhortó “a ser servidores del pueblo como testigos del amor de Cristo, superando tres tentaciones: la mediocridad espiritual, la comodidad mundana y la superficialidad. Finalmente, con los obispos congoleños compartí la alegría y la fatiga del servicio pastoral. Les invité a dejarse consolar por la cercanía de Dios y a ser profetas para el pueblo, con la fuerza de la Palabra de Dios, a ser signos de su compasión, su cercanía, su ternura”.

Sudán del Sur

La segunda etapa del viaje pasó por Sudán del Sur. Como dijo el Papa “esta visita tuvo una fisonomía totalmente particular, expresada por el lema que retomaba las palabras de Jesús: «Rezo para que sean una sola cosa». De hecho, se trató de una peregrinación ecuménica de paz, realizada junto a los jefes de dos Iglesias históricamente presentes en esa tierra: la Comunión Anglicana y la Iglesia de Escocia. Era el punto de llegada de un camino iniciado hace algunos años, que nos había visto reunidos en Roma en 2019, con las autoridades sursudanesas, para asumir el compromiso de superar el conflicto y construir la paz”.

Francisco lamentó que ese proceso de paz no hubiera avanzado con los años, por lo que, al reunirse con las autoridades del país, les invitó “a pasar página, a llevar adelante el Acuerdo de paz y la hoja de ruta, a decir con decisión «no» a la corrupción y al tráfico de armas y «sí» al encuentro y al diálogo. Solo así podrá haber desarrollo, la gente podrá trabajar en paz, los enfermos curarse, los niños ir al colegio”.

Subrayando el carácter ecuménico del viaje, el Papa resaltó la oración que hubo con los dos representantes religiosos que le acompañaron. Lo cual consideró un mensaje necesario sobre cooperación, pues “es importante testimoniar que la religión es fraternidad, es paz, es comunión; que Dios es Padre y quiere siempre y solo la vida y el bien de sus hijos”.

Debido a los conflictos internos que se desarrollan en Sudán del Sur, el Santo Padre tuvo un encuentro con los desplazados internos. Durante el diálogo se dirigió especialmente a las mujeres, “que son la fuerza que puede transformar el país; y animé a todos a ser semillas de un nuevo Sudán del Sur, sin violencia, reconciliado y pacificado”.

Más tarde, en la reunión con el clero y los consagrados, quiso poner a Moisés como ejemplo para todos los pastores de la Iglesia. “Como él, plasmados por el Espíritu Santo, podemos llegar a ser compasivos y mansos, desprendidos de nuestros intereses y capaces de luchar también con Dios por el bien de las personas que nos han sido confiadas”.

Al concluir la audiencia, el Papa quiso mencionar “la celebración eucarística, último acto de la visita a Sudán del Sur y también de todo el viaje”. Durante la Misa, dice Francisco, “me hice eco del Evangelio animando a los cristianos a ser «sal y luz» en esa tierra tan probada. Dios no pone su esperanza en los grandes y en los poderosos, sino en los pequeños y en los humildes”.

Este mensaje es de gran actualidad, mencionó el Santo Padre, pues Dios “sigue diciéndolo también hoy a quien confía en Él. Es el misterio de la esperanza de Dios, que ve un gran árbol donde hay una pequeña semilla. Recemos para que, en la República Democrática del Congo y en Sudán del Sur, y en toda África, broten semillas de su Reino de amor, de justicia y de paz”.

Cultura

Así quedan los organismos económicos vaticanos tras Praedicate Evangelium

La económica es una de las áreas cuya reforma ha sido especialmente profunda con Predicate Evangelium. Con la nueva Constitución Apostólica, el número de organismos económicos de la Santa Sede asciende a seis. Y todos ellos, salvo la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), son de reciente creación.

Pilar Solá Granell·8 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

Una de las áreas en las que la reforma de los organismos vaticanos ha tenido mayor empeño ha sido la referida a las instituciones de gestión financiera e la Santa Sede.

Tras la reforma instituida con la Praedicate Evangelium, la Santa Sede ha liquidado gran parte de las instituciones previas en esta área, creando 5 nuevas y reformando las tareas y modos de gestión de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica.

Tras Predicate Evangelium, el número de organismos económicos de la Santa Sede asciende a seis. Y todos ellos, salvo la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), son de reciente creación.

1º Consejo de Asuntos Económicos

Fue instituido en 2014 por el Motu Proprio Fidelis Dispensator et prudens. Su principal misión consiste en orientar y guiar la estrategia económica de la Santa Sede con el fin de garantizar una gestión realizada «a la luz de la doctrina social de la Iglesia, siguiendo las mejores prácticas internacionales reconocidas en el campo de la administración pública» (art. 205 §2 PE).

Para ello, el Consejo propone al Papa la aprobación de políticas y directrices que aseguren una gestión prudente y eficaz de los recursos humanos, financieros y materiales, reduciendo riesgos innecesarios y procurando la máxima rentabilidad para el cumplimiento de los fines previstos.

Está formado por quince miembros: ocho son elegidos entre Cardenales y Obispos que representan la universalidad de la Iglesia y siete son laicos, elegidos entre expertos de diversas nacionalidades. La ley prevé que las reuniones se lleven a cabo al menos cuatro veces al año.

Como parte de su tarea estratégica el Consejo verifica los presupuestos y balances consolidados antes de ser aprobados por el Romano Pontífice; determina los criterios, incluido el del valor, de los actos de enajenación, compra o administración extraordinaria que requieran la aprobación de la Secretaría de Asuntos Económicos para ser realizados válidamente; examina los informes de la Secretaría, del Auditor General, de los organismos y entidades sometidos a su vigilancia (entre ellos el IOR) … Y cuando lo considera necesario, puede solicitar informaciones relevantes a la Autoridad de Supervisión e Información Financiera (ASIF).

2º Secretaría de Asuntos Económicos

Ejerce la función de secretaría papal en materia económica y financiera (art. 212 PE). El calificativo papal identifica a este organismo como particularmente cercano al Romano Pontífice, ante quien responde directamente. Fue también instituido en 2014.

La Secretaría se encarga fundamentalmente del control y vigilancia de la actividad económica de las instituciones que forman parte de la Santa Sede o que están estrechamente relacionadas con ella, para que se lleve a cabo según los programas propuestos por el Consejo.

La tendencia es que cada vez haya más instituciones bajo su control. De hecho, en el presupuesto de la Santa Sede de 2022 se puede comprobar que el perímetro consolidado ha aumentado respecto al del año anterior, incluyendo nuevas entidades que deben ser vigiladas.

En 2022 las entidades bajo control de la Secretaría ascienden a 90, 30 más que en 2021. Al ampliar el perímetro se proporciona una visión más completa y global de la situación económica de la Santa Sede; y, a mayor visibilidad, más trasparencia en sus resultados.

La Secretaría está dividida en dos áreas funcionales: una de control económico y financiero y otra de control administrativo. Se ocupa de elaborar las directrices y programas económicos que las instituciones deben aplicar; prepara el presupuesto anual de la Santa Sede y comprueba su cumplimiento; elabora el balance anual consolidado a partir de los balances particulares; autoriza los actos de enajenación, compra o administración extraordinaria; evalúa los riesgos patrimoniales y financieros de la gestión económica y propone acciones correctivas.

De la Secretaría depende el Departamento de Recursos Humanos y, desde 2020, su competencia se extiende también sobre el Óbolo de San Pedro y otros fondos papales. En noviembre de 2022 el papa Francisco ha nombrado a un laico, el economista Maximino Caballero, como Prefecto de la Secretaría.

3º Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA)

El APSA se encarga de la administración y gestión del patrimonio de la Santa Sede. No sólo debe conservarlo, sino mejorarlo y hacerlo rentable con el fin de proporcionar los recursos necesarios para que la Curia Romana pueda cumplir su misión universal.

Se pretende que el APSA sea el organismo que centralice la gestión del patrimonio bajo el control de Secretaría de Asuntos Económicos, evitando así administraciones paralelas que gestionen bienes sin vigilancia.

El patrimonio de la Santa Sede está formado tanto por bienes inmuebles productivos (viviendas y apartamentos alquilados que generan rentas) como improductivos (palacios que sirven de sede a los dicasterios curiales, universidades y colegios). También incluye fondos de inversión, cuentas bancarias y otros valores financieros.

Su presidente está asistido por un secretario y un consejo. Tras la reforma, los miembros del consejo pueden ser «cardenales, obispos, presbíteros y laicos» (art. 221 §1 PE). Por lo tanto, estos oficios ya no están reservados sólo a los eclesiásticos.

Se divide en tres áreas funcionales. El área inmobiliaria se encarga de gestionar los inmuebles concentrados principalmente en Roma y Castelgandolfo, así como propiedades en otros países como Inglaterra, Francia y Suiza, que son administrados a través de sociedades intermedias siguiendo las normativas locales.

El área de asuntos financieros o gestión mobiliaria se ocupa de la inversión de los fondos y demás valores financieros, procurando generar la mejor rentabilidad. Y en tercer lugar, del área de servicios dependen las oficinas de contabilidad, compras, asesoramiento jurídico, peregrinación a San Pedro, etc.

4º Oficina del Auditor General

Esta Oficina se encarga, desde 2014, de la revisión del balance consolidado de la Santa Sede. Para ello realiza un control técnico -las conocidas auditorías contables- sobre los balances anuales de las distintas instituciones curiales y organismos vinculados a la Santa Sede que convergen en el balance consolidado.

El nuevo estatuto de 2019 prevé que la Oficina actúe como Autoridad anticorrupción, con el fin de detectar sospechas de fraude en el destino de los recursos financieros, en la adjudicación de contratos o en las enajenaciones. Puede iniciar auditorías a instancia del Consejo, de la Secretaría o de los responsables de los órganos que están bajo la competencia del Consejo; pero también pueden ser iniciadas de oficio por el Auditor General, que informará previamente al cardenal coordinador del Consejo exponiendo las razones. En todo caso, la identidad del denunciante está protegida y no puede ser revelada, salvo a las autoridades judiciales por decisión motivada.

Si la auditoría revela indicios delictivos, el Auditor General lo comunicará a las autoridades judiciales del Vaticano, quienes podrán estimar si procede iniciar un juicio ante el tribunal competente.

Los auditores que trabajan en la Oficina son profesionales en este campo, algunos con más de veinte años de experiencia en empresas internacionales.

5º Comisión de Materias Reservadas

Fue creada en 2020 y le compete la autorización de cualquier acto jurídico, económico o financiero que, por el bien de la Iglesia o de las personas particulares, deba ser amparado por el secreto y sustraído del control de los órganos competentes.

La Comisión, según su propio estatuto, está compuesta por un presidente, secretario, y algunos miembros más designados por cinco años por el Romano Pontífice.

6º Comité para las Inversiones

En 2019, con el fin de preparar instrumentos válidos para la política de inversiones, el Papa Francisco determinó la creación de este organismo. Tiene como misión garantizar la conveniencia ética de las inversiones mobiliarias de la Santa Sede según la doctrina social de la Iglesia y, al mismo tiempo, asegurar su rentabilidad.

Sus miembros son nombrados por cinco años y entre ellos se encuentran profesionales de alto nivel. El Comité es competente únicamente para las inversiones en valores, pues los inmuebles son gestionados y controlados por las entidades titulares.

El autorPilar Solá Granell

Facultad de Derecho canónico. Universidad católica de Valencia San Vicente Mártir

Enseñanzas del Papa

La paz mundial y la vida interior del cristiano

El Papa Francisco ha trabajado a lo largo de su pontificado por la paz, insistiendo siempre en la responsabilidad común que une a todos para lograr la justicia social.

Ramiro Pellitero·8 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos

Parecería que la paz, que tanto nos preocupa, sea solo una “cuestión social”, de acuerdos y leyes. La paz verdadera tiene también que ver con el espíritu y con el corazón de cada uno de nosotros; de ahí la importancia de cultivar lo que la tradición cristiana llama la “vida espiritual” o “vida interior”.

Destacamos las enseñanzas del Papa difundidas en enero, en dos ocasiones: su discurso al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, que se centró en los grandes pilares de la paz; y su Carta apostólica Totum amoris est, con ocasión de los 400 años de la muerte de san Francisco de Sales. En esa carta (firmada el 28 de diciembre) el Papa subraya la centralidad del amor en la vida espiritual o vida interior del cristiano.

Los pilares de la paz

Este año el discurso del Papa al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede (9-I- 2023) fue una continuación del Mensaje del 1 de enero para la Jornada mundial de la Paz: “Nadie puede salvarse solo. Recomenzar desde el Covid-19 para trazar juntos caminos de paz”.

Deseaba ahora Francisco expresar “una invocación de paz en un mundo que ve crecer divisiones y guerras”, tras la contemplación, durante la Navidad, del Hijo de Dios, llamado en las Sagradas Escrituras “Príncipe de la paz” (Is 9, 5). 

Se cumplen, además, 60 años de la encíclica Pacem in terris, de san Juan XXIII, publicada pocos meses antes de su muerte y medio año después de la llamada “crisis de los misiles cubanos”, que supuso una amenaza nuclear y un paso en la dirección de una aniquilación de la humanidad.

Precisamente la tarea diplomática –observa el Papa– “es un ejercicio de humildad porque requiere sacrificar un poco de amor propio para entrar en relación con el otro, para comprender sus razones y puntos de vista, contrastando así con el orgullo y la arrogancia humana, causa de toda voluntad beligerante”.

Ante todo, reitera Francisco que “la posesión de armas atómicas es inmoral”, en la línea de san Juan XXIII. Lamenta el estancamiento del “Plan de acción integral conjunto” (acuerdo nuclear con Irán) y la guerra de Ucrania, como picos de un iceberg que él viene llamando la tercera guerra mundial (en marcha) “ a trozos” en un mundo globalizado. A ellos se añaden otras guerras o conflictos armados activos en el mundo.

Clama por una superación de la “lógica” de los armamentos –la carrera armamentística–, porque no es posible la paz allá donde proliferan instrumentos de muerte.

En la estela de la Pacem in terris, se detiene a continuación en cuatro bienes fundamentales o “pilares que regulan tanto las relaciones entre los seres humanos individuales como entre las comunidades políticas”: ellos son la verdad y la justicia, la solidaridad y la libertad. Los cuatro se entrelazan, observa el Papa, en una premisa fundamental: “todo ser humano es una persona”. Es decir –cabría añadir–, en una correcta antropología como fundamento de una correcta ética, compatible con una visión cristiana de la vida.

La paz en la verdad

En primer lugar, “construir la paz en la verdad significa ante todo respetar a la persona humana, con su ‘derecho a la existencia y a la integridad física’, a la que se le deben garantizar ‘la libertad en la búsqueda de la verdad, en la expresión del pensamiento y en su difusión”’, como señalaba ya la encíclica de Juan XXIII.

Subraya en este marco el Papa, junto con el reconocimiento de los derechos de las mujeres, la necesidad de defender la vida frente al aborto provocado y el descarte de otros seres humanos débiles: enfermos, discapacitados y ancianos. Insiste, como en otras ocasiones, en la inadmisibilidad de la pena de muerte y su deseo de que desaparezca en las legislaciones del mundo actual.

Señala la necesidad de promover la natalidad para proteger el futuro de la sociedad. Y defiende una “visión integral de la educación”, que implica “integrar los caminos del crecimiento humano, espiritual, intelectual y profesional, que permitan a la persona liberarse de múltiples formas de esclavitud y establecerse en la sociedad de manera libre y responsable”.

Observa la verdadera catástrofe educativa que la pandemia ha dejado, y clama para que los Estados se replanteen “la vergonzosa y asimétrica relación entre el gasto público reservado a la educación y los fondos destinados al armamento”.

Avisa de que la paz exige el reconocimiento universal de la libertad religiosa (limitada en un tercio del mundo) y denuncia el hecho de que uno de cada siete cristianos en el mundo esté perseguido. Además, defiende que la libertad religiosa no se reduce a la libertad de culto sino que afecta también a la libertad para que cada uno pueda “obrar conforme a su conciencia también en el ámbito de la vida pública y en el ejercicio de su profesión”.

Por último, en este primer apartado, apunta Francisco dos principios fundamentales relativos a la paz en la verdad. Primero, que las religiones “no (son) problemas, sino parte de la solución para una convivencia más armoniosa” (Discurso en la Sesión Plenaria del VII Congreso de Líderes Religiosos Mundiales, Astaná, 14- IX-2022). Segundo, que “la raíz de todo conflicto es el desequilibrio del corazón humano” (Mc 7, 21).

Paz, justicia y solidaridad

Un segundo pilar de la paz es la justicia. Así como la crisis de 1962 se resolvió gracias a la confianza en el derecho internacional, también ahora se requiere crear espacios de diálogo entre los pueblos, para evitar polarizaciones, totalitarismos y colonizaciones ideológicas.

En tercer lugar, la paz requiere la solidaridad. Es decir, “saberse responsables de la fragilidad de los demás en la búsqueda de un destino común” (Fratelli tutti, 115). Tras la pandemia, Francisco desea señalar tres áreas donde urge una mayor solidaridad: las migraciones (urge desarrollar un marco normativo para que se pueda acoger, acompañar, promover e integrar a los migrantes; así como asistir y atender a los náufragos, no solo en algunos países donde desembarcan); el mundo de la economía y el trabajo (proporcionando las ganancias en relación con el servicio al bien común y combatiendo la explotación); y el cuidado de la casa común (con una atención más incisiva hacia el cambio climático).

Paz y libertad

En cuanto a la libertad, ya la Pacem in terris señalaba que la construcción de la paz requiere que no haya lugar para “lesiones a la libertad, integridad y seguridad de otras naciones, cualquiera que sea su extensión territorial o su capacidad de defensa” (n. 66).

El obispo de Roma llama la atención ante el prevalecer, en diversas partes de nuestro mundo, de una cultura de la opresión, de la agresión y del debilitamiento de la democracia.Y enuncia de nuevo el deseo formulado por “el Papa bueno” (san Juan XXIII): que entre los hombres y sus respectivos pueblos “no reine el miedo, sino el amor: que tiende a expresarse en una colaboración leal, multiforme, portadora de muchos bienes” (Pacem in terris, 67).

El amor, clave de la vida interior del cristiano

La carta apostólica del Papa Francisco, Totum amoris est (Todo pertenece al amor, 28-XII-2022), en el cuarto centenario de la muerte de san Francisco de Sales, sitúa el amor como origen, manifestación y meta de la vida espiritual del cristiano.

Cabe describir el contenido de la carta esquemáticamente con nueve palabras. Cuatro para describir el contexto del pensamiento y doctrina de san Francisco de Sales; y cinco que señalan sus “decisiones”. Las cuatro palabras del contexto pueden ser: afectividad, encarnación, renovación y discernimiento. Las cinco palabras en relación con sus “decisiones”: libertad, santidad, alegría, caridad y Jesucristo.

El contexto

1. Afectividad. “Dios es Dios del corazón humano” (síntesis de su pensamiento). Importancia de integrar la afectividad en el conjunto del hombre y por tanto de la vida espiritual. “En el corazón y por medio del corazón es donde se realiza ese sutil e intenso proceso unitario en virtud del cual el hombre reconoce a Dios y, al mismo tiempo, a sí mismo, su propio origen y profundidad, su propia realización en la llamada al amor”.

La fe es sobre todo una disposición del corazón”. En efecto. Y en el sentido cristiano (ya en su raíz bíblica) se entiende por corazón no primeramente un sentimiento –la fe no es algo puramente emocional–, pero tampoco ante todo ni meramente un asentimiento de tipo intelectual –que es también una dimensión de la fe– sino el todo de la persona, que abarca, por tanto, sus afectos.

2. Encarnación. El santo doctor rechazaba tanto el voluntarismo (que confunde la santidad con la justificación por medio de las propias fuerzas y produce una autocomplacencia privada del verdadero amor) como el quietismo (un abandono pasivo y sin afectos, que menosprecia la carne y la historia). “En la escuela de la Encarnación aprende a leer la historia y habitarla con confianza”. Una de sus lecciones primeras es que “el amor es lo que da valor a nuestras obras”; y sostiene que “Todo en la Iglesia es para el amor, en el amor, por el amor y del amor” (Tratado del amor de Dios). Juan Pablo II le llamó “Doctor del amor divino”.

3. Renovación. Este santo vive entre dos siglos XVI y XVII. Desde el punto de vista intelectual y cultural, recoge lo mejor del siglo anterior para pasarlo al siglo posterior, “reconciliando la herencia del humanismo con la tendencia hacia lo absoluto propia de las corrientes místicas”. Todo ello, junto con una “notable dignidad teológica”: poniendo por delante la vida espiritual (la oración) y también asumiendo la dimensión de la vida eclesial (sentir en la Iglesia y con la Iglesia) en la tarea teológica. Y de este modo señala que el método teológico no se compagina con el individualismo.

4. Discernimiento. Descubre que en su tiempo se abre un mundo nuevo, donde también había “sed de Dios”, aunque de modo distinto a cómo había sucedido antes. A esto había que responder “con lenguajes antiguos y nuevos”. Supo leer los estados de ánimo de esa época. Decía: “importa mucho mirar la condición de los tiempos”. Y así pudo elaborar una síntesis espiritual y pastoral fecunda, centrada en la relación personal y en la caridad. Supo asimismo anunciar de nuevo el Evangelio de modo flexible y a la vez eficaz.

Como conclusión de lo anterior, observa el Papa: “Es lo que también nos espera como tarea esencial para este cambio de época: una Iglesia no autorreferencial, libre de toda mundanidad, pero capaz de habitar el mundo, de compartir la vida de la gente, de caminar juntos, de escuchar y de acoger”. Es lo que realizó Francisco de Sales, leyendo su época con ayuda de la gracia. Por eso, este doctor de la Iglesia nos invita a “salir de la preocupación excesiva por nosotros mismos, por las estructuras, por la imagen social, y a preguntarnos más bien cuáles son las necesidades concretas y las esperanzas espirituales de nuestro pueblo”.

Las “decisiones”

1. “Reproponer” la libertad (en perspectiva cristiana), en el marco de la iniciativa de la gracia divina y de la colaboración de nuestra acción humana.

2. Reformular la cuestión de la verdadera “devoción”: no como un simple conjunto de prácticas más o menos piadosas o ascéticas, sino más bien como manifestación de la caridad, algo así como hace la llama respecto del fuego. Y, por tanto, yendo a la raíz de la devoción, que es la santidad, para todos los cristianos en cada estado de vida, también en la “ciudad secular”. 

3. Presentar la vida cristiana como “éxtasis de la obra y de la vida”, en el sentido literal del término éxtasis (salir fuera). Es decir: la “alegría de la fe” que surge cuando salimos de nosotros mismos hacia Dios y los demás. Y no como un conjunto de obligaciones: “No es vivir en nosotros, sino fuera de nosotros y sobre nosotros”, en “un éxtasis perpetuo de acción y de operación”.

Ya lo había dicho el Papa Francisco y ahora lo retoma: “El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien. Los creyentes también corren ese riesgo, cierto y permanente. Muchos caen en él y se convierten en seres resentidos, quejosos, sin vida” (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 2)

4. Considerar, como criterio de discernimiento de la verdad de ese estilo de vida, la caridad con el prójimo: si no existe la caridad, los “éxtasis” de la oración pueden ser ilusorios e incluso provenir del demonio.

5. Tener en cuenta el origen profundo del amor cristiano que atrae el corazón (pues la vida espiritual no puede existir sin afecto): “el amor (de Dios) manifestado por el Hijo encarnado”. Es decir, Jesucristo, en toda su vida y especialmente sobre la cruz. Por ello, dice este santo doctor, “el calvario es el monte de los amantes”.

España

Cáritas ayudará a más de 5.000 de personas en el acceso laboral

La actividad caritativa y social de la Iglesia en España, Cáritas, va a destinar más de diez millones de euros para acompañar este año a más de siete mil personas en su formación e itinerarios de inserción socio laboral. Los hogares con todos sus miembros en paro superan el millón en España.

Francisco Otamendi·7 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El desempleo lleva años entre las tres principales preocupaciones de los españoles, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Los parados registrados oficialmente en España son casi casi tres millones actualmente, y los hogares con todos sus miembros en paro han vuelto a superar el millón, según la Encuesta de Población Activa (EPA) de enero.

La Iglesia en España intenta paliar el drama de las personas más vulnerables y excluidas de diversos modos. Ahora, Cáritas Española ha resuelto la convocatoria correspondiente a 2023 del Programa Operativo de Inclusión Social y Economía Social (POISES), cofinanciado por el Fondo Social Europeo, y dotado con un presupuesto total de 10.063.536,02 euros.

Los destinatarios de este programa son principalmente “personas con muy baja cualificación y que requieren, en especial tras la pandemia, competencias digitales, por ejemplo; parados de larga duración, personas con poca experiencia laboral, mujeres tantas veces solas, e inmigrantes con permiso de residencia. Es decir, las personas tienen que estar en situación de regularidad, o en proceso de serlo”, explica a Omnes Mar de Santiago, técnica del equipo de Economía Solidaria de Cáritas Española.

Programas de empleo de 59 Cáritas diocesanas

De este importante volumen de recursos, 4,9 millones de euros se destinarán a acompañar a las personas en su búsqueda de empleo, ayudándolas a mejorar sus competencias, sus técnicas de búsqueda e intermediando con las empresas (itinerarios de inserción socio-laboral).

Otros 4,3 millones se dedicarán a acciones de formación para mejorar su cualificación laboral; mientras que 838.000 euros irán a proyectos de economía social, fundamentalmente empresas de inserción, cuya finalidad es ofrecer empleo y mejorar la capacitación de personas en situación de riesgo de exclusión social.

Estos recursos, que forman parte de la convocatoria del POISES 2020-23 y cuyo desarrollo se coordina a través del equipo de Economía Solidaria de Cáritas Española, permite apoyar los programas de empleo, formación y economía social de 59 Cáritas diocesanas de toda España.

Inserción socio laboral y formación

Los 10 millones de euros se destinarán a 50 itinerarios de inserción socio laboral, 220 cursos de formación y 25 empresas de inserción Cáritas.

El objetivo marcado por Cáritas para 2023 a través de este Programa Operativo permitirá acompañar en torno a 5.000 participantes en itinerarios de inserción socio laboral, 2.600 en acciones de formación y 200 más en las empresas de inserción. 

“Los recursos del Fondo Social Europeo que Cáritas viene manejando desde el año 2000 permiten apoyar el acceso al mundo laboral de colectivos en riesgo de exclusión social y ponen en valor el empleo como el mejor medio para avanzar hacia la autonomía personal y la inclusión”, añade Ana Sancho, del mismo equipo de Economía Solidaria de Cáritas Española.

El programa POISES se ejecuta desde el año 2016 con apoyo del Fondo Social Europeo. En nuestro país se implementa bajo la responsabilidad del gobierno español a través de la Unidad Administradora del FSE del Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social.

Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas, ha manifestado recientemente que “es fundamental que todos tomemos conciencia sobre la importancia de tener en cuenta a las personas y familias vulnerables en el diseño, seguimiento y evaluación de las políticas públicas”.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

El Papa manifiesta su dolor por el terremoto sufrido en Turquía y Siria

Rome Reports·7 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El Papa Francisco ha enviado un telegrama a los afectados por el terrible terremoto que ha sacudido localidades de Turquía y Siria. La magnitud del primero de ellos fue de casi 8 puntos de la escala de Richter.

El Santo Padre manifiesta su dolor por las víctimas y reza por ellas y sus familias, por los heridos y por los equipos de rescate que trabajan a contrarreloj para intentar liberar a personas de entre los escombros.


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Evangelización

Antonio Navarro: «Los jóvenes han sido creadores de las II Jornadas Interreligiosas de Córdoba»

Temas como el amor, la solidaridad, las redes sociales y el proselitismo son algunos sobre los que debatirán y dialogarán jóvenes de distintas confesiones religiosas en las II Jornadas Interreligiosas que organiza, junto con otras entidades, la diócesis de Córdoba.

Paloma López Campos·7 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Palacio de Congresos de Córdoba acoge el 13 y 14 de febrero las II Jornadas Interreligiosas, que este año pone el foco en los más jóvenes como indica su lema “Jóvenes y espiritualidades”.

Durante dos días distintos ponentes de confesiones religiosas diversas tratarán temas de interés como las redes sociales, los testimonios, el amor y la presencia de Dios en la vida personal, todo ello desde la perspectiva de la juventud. Las inscripciones están abiertas para aquellos que quieran participar.

Impulsor de estas jornadas, el joven sacerdote cordobés, Antonio Navarro, delegado de Ecumenismo y diálogo Interreligioso de una diócesis marcada por su ADN intercultural, explica para Omnes que, aunque los jóvenes crecen en un entorno cada vez más multicultural, «ser joven no equivale siempre a saber escuchar y respetar» y el trabajo en este campo es siempre necesario.

En la actualidad, cuando dicen que es difícil encontrar jóvenes comprometidos con su fe, ¿por qué embarcarse en un congreso como este, con jóvenes de distintas confesiones religiosas?

–Precisamente nos embarcamos porque hay muchos jóvenes que viven con profundidad e ilusión su vida espiritual, su relación con Dios, y lo hacen sin “marcharse” de sus ambientes y de su vida cotidiana sino insertando su fe en esos contextos frecuentemente lejanos de la religión.

Al ser de distintos credos, hay considerables diferencias entre ellos, pero también el mundo actual les pone una serie de retos y obstáculos comunes, como son el materialismo, el secularismo, la superficialidad… Ellos poseen muchas ideas y vivencias en torno a estos temas, con una visión fresca e interesante.

¿Qué pueden aportar los jóvenes a un tema quizás más “sesudo” o de expertos como el diálogo interreligioso?

–El problema es considerar que el diálogo interreligioso es algo “de expertos”. El Magisterio de la Iglesia católica indica claramente (Diálogo y Misión, nº 28-35) que el diálogo interreligioso tiene cuatro modos. Uno es el de la convivencia diaria, en el que las personas de distintas religiones tienen relaciones positivas en el trabajo, el ocio, la familia y las amistades… Otro es el de la espiritualidad, compartiendo la vivencia que cada uno tiene de su moral y sus formas de oración. Uno más es el de la solidaridad y la construcción de la paz, colaborando en favor de una sociedad más justa y fraternal, en acciones conjuntas. El último de ellos es el de los especialistas, que no tendrá sentido ni fruto si no lo preceden los tres anteriores. ¿De qué serviría que los líderes religiosos se encuentren si los creyentes de a pie no se hablaran?

¿Cree que es más fácil -o al contrario- para los jóvenes la convivencia con personas de otros credos?

–En general, las nuevas generaciones han crecido en un mundo más variado y plural, han realizado estancias en el extranjero, y están habituados a convivir con personas de otros países, culturas y religiones.

Sin embargo, esto no quita que no surjan entre ellos movimientos de fundamentalismo, que conducen a la intolerancia y los prejuicios. Igual que una edad avanzada es totalmente compatible con una mente abierta y cortés, ser joven no equivale siempre a saber escuchar y respetar.

En la actualidad un buen número de jóvenes se están polarizando más y más, concibiendo un mundo fragmentado en identidades enfrentadas e irreconciliables, sobre todo en cuestiones ideológicas y políticas.

¿Cuáles son sus inquietudes?

–Las fundamentales son las de todo ser humano: amar y ser amado en un proyecto sentimental que valga la pena, y tener un papel en la sociedad a través de un trabajo con el que poder independizarse.

Esto no es fácil hoy día, ya que los vínculos de compromiso amoroso son frágiles y volubles, no hay estabilidad familiar y mucho menos laboral, con empleos que, exigiendo gran formación y dedicación, están poco remunerados.

Mantener la esperanza es complicado para muchos de ellos. El marco legal no defiende a los que quieren crear una familia, y la tentación del individualismo es grande.

En el congreso se hablará de amor, redes sociales, fe, testimonios… ¿Por qué son importantes estos temas en el diálogo interreligioso?

–Se podrían hablar muchos más, de hecho, algunos se han quedado en el tintero. Los temas han sido elegidos en función de lo que los jóvenes creyentes nos suelen comentar. En cierta medida, se podría decir que ellos no son solamente los actores del diálogo en estas Jornadas, sino también los creadores que aportaron las ideas y los organizadores oficiales solamente les hemos dado forma.

II Jornadas Interreligiosas

Las II Jornadas Interreligiosas “Espíritu de Córdoba” que promueve y coordina el Palacio de Congresos de Córdoba, donde se celebran, tienen el objetivo de acercar el conocimiento interreligioso a los participantes. 

Junto a jóvenes fieles de la Iglesia católica, en las Jornadas participan la Junta Islámica de Córdoba, la Federación de Comunidades Judías y entidades Religiosas Evangélicas.

El día 13 de febrero comenzará con la mesa  “Cuando Dios cambia tu vida” seguido del segundo bloque de ese día que presenta el título “Nuestro compromiso para crear una sociedad más solidaria”; el tercero de la segunda jornada del encuentro es “Amor en tiempos de Tinder” y un cuarto bloque está dedicado a reflexionar sobre la trasmisión de la fe en cada una de las religiones bajo el título “Trasmisión de la fe: entre el proselitismo y el testimonio”. 

Por último,  se desarrollará el bloque número cinco el día 14 con el título “Internet y redes sociales, ¿Barrera o puente?».

España

Frenar la desigualdad está en tus manos

Manos Unidas lanza su campaña número 64 con el lema “Frenar la desigualdad está en tus manos”. Para presentarla dos misioneros han hablado sobre su experiencia en una rueda de prensa junto a la presidenta de la organización.

Paloma López Campos·7 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Manos Unidas lanza este año su campaña número 64. Más de 6 décadas ayudando a países del tercer mundo a través de proyectos de cooperación y que, cada año, sigue poniendo el acento en la dolorosa actualidad del hambre en el mundo. La campaña de este año es una invitación a la implicación personal en esta lucha contra el hambre y la pobreza bajo el lema “Frenar la desigualdad está en tus manos”. Una campaña que han presentado la presidenta de Manos Unidas, Cecilia Pilar, y los misioneros Dario Bossi y Virginia Alfaro.

Cecilia Pilar ha comenzado presentando la situación que en la actualidad viven muchas personas. Las cifras son preocupantes, ha dicho, pues sabemos que cada nueve segundos muere una persona de hambre. En total, más de tres millones y medio de personas mueren al año.

Toda esta información choca con las cifras de la riqueza, que no para de aumentar. Sin embargo, Pilar resaltó en su presentación que este incremento no se refleja igual en todos los países.

Las condiciones en las que viven millones de personas no pueden reducirse a números, ha dicho la presidenta, sino que deben ser asumidas por todos como una responsabilidad común.

Dario Bossi, misionero camboniano

Varios países del mundo “experimentan muchas relaciones neocoloniales”, señaló el misionero camboniano, Dario Bossi, en su intervención. De hecho, las potencias mundiales tienen en tierras fértiles, pero económicamente pobres, proyectos monstruosos que destrozan las tierras, provocando muertes y crímenes contra las personas.

Bossi explicó la dificultad para hacer frente a estos proyectos, pues si las comunidades se niegan, las potencias y empresas emprenden campañas de persecución para presionar a los nativos de los lugares. Pero no todo es negativo, como quiso destacar el misionero. Las comunidades también intentan organizarse y unirse para luchar contra estas agresiones.

Se necesita ayuda exterior y Dario resaltó la importancia de que la Iglesia escuche a las personas y se ponga de lado de los más amenazados, poniendo al servicio de estos su fuerza institucional.

Virginia Alfaro, misionera seglar en Angola

Virginia Alfaro es misionera seglar en Angola. Allí coordina un programa de intervención comunitaria llamado “Infancia feliz”. Este proyecto promueve el acceso a los derechos básicos de mujeres y niños.

A través del programa de intervención, Alfaro ayuda a “crear oportunidades”, mejorando la educación de los niños y estableciendo una educación de calidad. Durante su intervención, la misionera subrayó que la mayoría de los niños no tienen acceso a esta formación. De hecho, solo el 11 % de los niños reciben una educación preescolar, que es tan cara como una universidad privada.

Por otro lado, explicó Virginia, la mayor parte de las adolescentes abandona el sistema educativo, ya que se quedan embarazadas. La importancia de luchar contra esto puede expresarse en números y así lo hizo Alfaro. Destacó que las niñas que acaban la educación primaria pueden producir entre un 10 y un 20 % más de recursos para su sostenimiento, y si terminan los estudios de secundaria, pueden llegar a producir hasta un 25 % más.

Además de la educación, los misioneros como Virginia luchan por la sanidad y el bienestar. En la ponencia, Alfaro recalcó que el 94 % de las muertes que hay en el mundo por malaria ocurren en África, siendo esta enfermedad la principal causa de muerte en niños y mujeres embarazadas en Angola.

Para las mujeres embarazadas el riesgo de enfermedad se une a la situación de precariedad por la “fuga de paternidad”. Muchos hombres abandonan a las madres de sus hijos pues no existe un vínculo entre la identidad masculina y la figura paterna, por lo que las mujeres, íntimamente ligadas a su maternidad, deben luchar por sus derechos en una sociedad fragmentada.

La colaboración de todos

Los ponentes de la rueda de prensa han insistido varias veces en la necesidad de entender que el cambio en las situaciones de los más vulnerables son responsabilidad de todos. Han animado a crecer en la concienciación y participación de los proyectos que, a nivel mundial, se implementan para luchar contra la desigualdad.

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Cultura

Holly Ordway. Dios no va conmigo

Los caminos de conversión son siempre singulares. La profesora Ordway describe su vía hacia la fe como un atractivo combate de esgrima en el que la razón académica se rinde finalmente ante la Cruz amorosa de Jesús y los brazos maternales de María.

María Rosa Espot y Jaime Nubiola·7 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El libro Dios no va conmigo es la historia de Holly Ordway -una académica atea, profesora de Lengua y Literatura inglesa en Estados Unidos- contada en primera persona con franqueza y honestidad. Es el relato de una luchadora de esgrima competitiva, discutidora, racionalista, que busca con tenacidad la verdad, sin cansancio ni descanso, en definitiva, una valiente investigadora de la verdad por la vía racional. 

“Dispuesta a escuchar los argumentos sobre la veracidad del cristianismo”, tuvo el regalo de cruzarse con cristianos que supieron ayudarla en sus reflexiones, entre ellos, su maestro de esgrima. Su testimonio es “un relato de la obra de Dios, la historia de la gracia que actúa en y a través de los seres humanos”.

Como escribe el traductor Julio Hermoso en el prólogo a la edición española, “Lewis y Tolkien, entre otros, desempeñan un papel protagonista […]: son las herramientas que más a mano tiene una profesora de Literatura inglesa que ha crecido leyéndolos, y no duda en auparse a sus sólidos y anchos hombros”

Su búsqueda de la verdad no parte de dudas, sino de dos creencias y de un deseo profundo que Ordway expresa así: “Aunque mi credo sostuviese que no había un sentido último, me obcecaba en la creencia de que existía algo como la verdad y valoraba la verdad como un bien absoluto. […] Deseaba conocer la verdad y vivir conforme a ella, fuera cual fuese”. Ordway narra su doble conversión, primero al cristianismo y más tarde al catolicismo.

Del ateísmo al cristianismo

Como académica, a Ordway le resultaba “emocionante aprender más sobre teología y sobre doctrina”. Poco a poco fue adentrándose en la fe cristiana que hasta entonces había considerado como una creencia de personas “incultas y supersticiosas”. De modo paulatino Ordway fue avanzando “hacia una conversación sobre la fe”. Comenzó a estar a gusto con cristianos que daban respuesta a sus preguntas, algo que no cuadraba con lo que ella esperaba. Ordway descubrió que la fe “podía basarse en la razón”, es decir, que la fe admitía debate e investigación.

La profesora Ordway buscaba respuestas a cuestiones como el origen de la moralidad, la existencia de la conciencia, la eternidad de la verdad, la vida después de la muerte, justicia o misericordia perfectas, y sobre una cuestión básica: la primera causa del universo. Observó esta cuestión desde diversos puntos de vista, le dio muchas vueltas y finalmente decidió que no había una buena razón para rechazarla; por lo tanto, “parecía que sí había un creador del universo”. Una primera causa que “tenía intencionalidad […] al que podíamos llamar Dios: el origen de toda moralidad”.

Ordway dejó atrás la coraza del ateísmo. Aceptó a Dios como una persona, lo que suponía unas implicaciones serias en su vida. Admitió racionalmente que Dios era uno, el Creador, origen de toda bondad. Ahondó en la historicidad de la resurrección y depuso “las armas”: decidió hacerse cristiana. Recibió el bautismo. Su atención siguió atraída hacia la cruz, no le bastaba saber sobre Jesús, sino que quería conocerle.

En ese camino hacia el cristianismo —cuenta Ordway— la parte más difícil y la más transformadora fue la de encontrarse por primera vez al pie de la cruz. “En mi viaje a la fe cristiana, me había centrado en la resurrección; pero, tras mi bautismo, esa entrada sacramental en la muerte y la resurrección de Cristo, empecé a descubrir que la cruz es el manantial de la gracia sanadora y transformadora: no es una simple parte de los sucesos históricos de la pasión y la muerte de Jesús, sino el lugar donde el Dios encarnado cargó con todo el oscuro peso de la miseria humana”.

Del cristianismo al catolicismo

Ordway emprendió después su viaje hacia la Iglesia católica. Leyó, estudió, reflexionó y concluyó que la doctrina católica tenía mucho sentido, aunque seguía sintiéndose cómoda en el anglicanismo. 

Los dogmas marianos y la devoción a la Virgen María se le presentaban como un obstáculo. Sin embargo, no podía dejar de reconocer la verdad de la enseñanza de la Iglesia: “Si Jesús es totalmente humano y también totalmente divino, entonces su madre, María, es la madre de la segunda persona de la Santísima Trinidad; ella es la Madre de Dios, quien llevó a Dios en su seno”. Finalmente, decidió salir de su fortaleza interior y fue recibida en la Iglesia católica.

Conclusión

Dios no va conmigoes un testimonio profundamente esperanzador de una conversión del ateísmo al catolicismo. Muestra que es posible llegar a creer en la existencia de Dios por la vía del estudio, la reflexión y la escucha. 

Tras un trabajo intelectual intenso y muchas conversaciones, Ordway comprueba personalmente que el cristianismo se basa en sucesos históricos y atestiguados de la muerte y la resurrección de Cristo, y a su vez constata que la teología y la filosofía ofrecen respuestas serias y complejas que no apelan de forma simplista a una fe ciega. Si Ordway había desconocido o ignorado esas realidades, durante tantos años de su vida, ella lo atribuye sencilla y honestamente al hecho de no haberse informado. 

En la búsqueda de la verdad Dios va por delante. Él es quien pone en el alma de la persona la semilla del deseo de no sucumbir a la oscuridad, es decir, el deseo de buscar hasta encontrar la luz. Dios premia la búsqueda de la verdad y regala su gracia a quien emprende ese camino para llegar a la meta ansiada.

Accede al blog personal de Holly Ordway aquí.

El autorMaría Rosa Espot y Jaime Nubiola

Hermandades: Hacer de sus miembros mejores cristianos

Las Hermandades no pueden perder de vista que su misión, como asociaciones públicas de fieles de la Iglesia Católica, es el perfeccionamiento cristiano de sus miembros. 

7 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

A veces conviene recordar conceptos básicos que se dan por supuestos pero que hay que refrescar para que no se olviden arrumbados por la rutina del día a día.

En el caso de las hermandades, más allá de sus actividades diarias, no podemos perder de vista su naturaleza y fines: son asociaciones públicas de fieles de la Iglesia Católica que tienen como misión el perfeccionamiento cristiano de sus miembros.

Las vías para realizar esa misión son la formación, o transmisión de la doctrina cristiana, el fomento de la virtud de la Caridad, la promoción del culto público y la santificación de la sociedad desde dentro (Cfr. CIC c. 298.1 CIC).

Es la jerarquía eclesiástica quien las erige como asociaciones públicas y les otorga personalidad jurídica para que cumplan su misión en nombre, por delegación, de la Iglesia.

A las Hermandades se le encomiendan actividades reservadas por su misma naturaleza a la autoridad eclesiástica (cfr. CIC c.301) por lo que quedan, lógicamente, bajo la supervisión de esa autoridad (cfr. CIC 303).

No son entidades autónomas, su misión, actividades y orientaciones pastorales las marca la Iglesia, representada de modo inmediato por el Ordinario de la diócesis en la que la hermandad se constituye.

Centradas las bases de la naturaleza y fines de las hermandades parece claro que éstas habrán de estar atentas a las indicaciones pastorales que en cada momento proponga la Iglesia a los fieles, asumirlas como propias y esmerarse en su difusión y puesta en marcha entre sus hermanos, con una obediencia activa. En cada diócesis esas indicaciones de gobierno las marca el ordinario de la misma, en España la Conferencia Episcopal Española.

En ese contexto se sitúa el trabajo presentado por la misma el pasado mes de enero bajo el título de «El Dios fiel mantiene su alianza», que subtitula como “Instrumento de trabajo pastoral sobre persona, familia y sociedad ofrecido a la Iglesia y la sociedad española desde la fe en Dios y la perspectiva del bien común”.

Este extenso documento, más que un programa de actuaciones lo que propone son «reflexiones a compartir con los miembros de la Iglesia y con la sociedad española, partiendo de la mirada sobre la actual situación cultural, social y política».

Su intención es «estimular la reflexión y el diálogo sobre asuntos de especial importancia para la vida eclesial y social en un momento de convergencia de múltiples acontecimientos, políticos, económicos y culturales expresión de una gran transformación que afecta a la transmisión de la fe y a la convivencia en nuestra sociedad». Reflexiones que «quieren animar la presencia pública de los católicos en los ambientes e instituciones de los que forman parte».

Aquí entran de lleno las hermandades, instituciones a las que se les ofrece un plan de trabajo ya redactado y con plenas garantías. Un plan que gira en torno a tres ejes: persona, familia y sociedad.

El documento no ofrece un catálogo de actividades a realizar, sino propuestas para reflexionar, profundizar y ajustarlas a la programación de las hermandades en su tarea de formación permanente y santificación de la sociedad.

El eje central del mismo ya se expone en la Introducción: «Persona y sociedad son inseparables, y la familia es la alianza que las une». Este esquema básico se ha visto alterado por una profunda crisis cultural y social, por eso la Iglesia «ofrece la propuesta de una antropología adecuada a la experiencia humana elemental».

A partir de aquí va identificando algunos problemas de la sociedad actual: la crisis del estado del bienestar; la cultura del individualismo (reducción de persona a individuo); la sustitución de las convicciones por sentimientos; la dictadura del relativismo, y las consecuencias de estos problemas en la familia y la sociedad.

Tras este análisis constata: «la carencia de compromiso público de los católicos» a los que anima, más bien exhorta, a intervenir proponiendo, y confrontando en su caso, una antropología cristiana.

Este Documento está llamado a provocar en las hermandades un vuelco en sus planteamientos, para que, sin descuidar el día a día de su gestión -organización de cultos, salida procesional, atención a los hermanos, etc.-, sean también centros de excelencia intelectual y doctrinal que intervengan decisivamente en la reconstrucción de la sociedad civil.

Es muy posible que ese emprendimiento sea rechazado, incluso combatido, también en las hermandades, por quienes se encapsulan en su torre de marfil, desconectados de la realidad, y temen que se resquebraje su falsa seguridad. A esos mejor ignorarlos.

El autorIgnacio Valduérteles

Doctor en Administración de Empresas. Director del Instituto de Investigación Aplicada a la Pyme Hermano Mayor (2017-2020) de la Hermandad de la Soledad de San Lorenzo, en Sevilla. Ha publicado varios libros, monografías y artículos sobre las hermandades.

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Vaticano

El Papa Francisco pide oraciones por las parroquias

La Red Mundial de Oración del Papa ha lanzado el vídeo con la intención del mes de febrero. Este mes el Santo Padre pide por las parroquias.

Paloma López Campos·6 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto

“Las parroquias deben ser comunidades cercanas, sin burocracia, centradas en las personas y donde encontrar el regalo de los sacramentos”. Así habla el Papa de las parroquias, por las que pide oraciones en la nueva intención para el mes de febrero.

En el vídeo publicado por la Red Mundial de Oración, Francisco llama a las parroquias a estar abiertas para todo el mundo: “deberíamos poner en las parroquias, en la puerta, un cartel que diga Entrada libre”. De este modo, los templos evitarán convertirse en “un club para pocos, que dan una cierta pertenencia social”.

A través de la comunión, dice el Papa, las parroquias serán “comunidades de fe, de fraternidad y de acogida a los más necesitados”.

A continuación, el vídeo completo del Santo Padre:

Vocaciones

Laicos consagrados: con Cristo, por Cristo, para Cristo

Hoy todavía hay personas que se consagran por completo a Cristo. Si bien es fácil imaginar a monjes que viven entre las paredes del claustro, también hay consagrados laicos que viven en medio del mundo. Fernando Lorenzo Rego es un laico consagrado del Regnum Christi que cuenta su experiencia en una entrevista a Omnes.

Paloma López Campos·6 de febrero de 2023·Tiempo de lectura: 6 minutos

No todas las personas consagradas viven dentro de un convento o monasterio. Hay quienes, estando completamente entregados a Dios, viven su vocación en medio del mundo. Son laicos consagrados.

Fernando Lorenzo Rego es una de estas personas. Pertenece al Regnum Christi y en una entrevista con Omnes explica el sentido de la vida consagrada, la vocación de los laicos y el carisma del Reino de Cristo.

¿Qué sentido tiene la vida consagrada?

–Buscando brevedad, podría decir que es hacer asequible el estilo de vida de Jesús a todo cristiano.

Jesús se ha encarnado para revelar el hombre al hombre, en palabras de San Juan Pablo II. La vida consagrada no tiene otro sentido sino reproducir un aspecto —o varios— de la vida de Jesús en el tiempo actual para que sea actualizado y comprendido por el cristiano de hoy, en medio de su vida de todos los días, y pueda llegar al cielo.

¿Puede vivirse esta vocación en el mundo de hoy? ¿Es lógico que exista?

–Siempre ha habido retos para la vida cristiana y siempre habrá retos para la vida consagrada. Los tiempos actuales no son diferentes. Al contrario, presenta dificultades añadidas en una sociedad individualista, agnóstica y muy alejada de una visión trascendente —al menos, en occidente.

A pesar de ello, en nuestros días existen trazos que manifiestan una honda preocupación por el ser humano. ¿Cómo entender si no el gran fenómeno del crecimiento del voluntariado, o de organizaciones no gubernamentales que se preocupan por quienes nadie se preocupaba hace unos años? ¿No nos está hablando de un anhelo de volcarse por el otro, de un afán de llenar ese espacio que lo material no puede llenar?

Precisamente, este vacío se manifiesta como la sed de un extraviado en el desierto en su anhelo angustioso por un oasis. Ese oasis, junto a otras realidades eclesiales, lo ofrece la vida consagrada.

«No necesitan de médico los sanos, sino los enfermos», dice Jesús. El mundo de hoy está muy enfermo, «la Iglesia es un hospital de campaña», como gusta decir al Papa Francisco. En ese hospital, para esos enfermos, aceptando las propias limitaciones, se encuentra la vida consagrada ofreciendo un camino hacia Jesús, nuestro Salvador, para que ese ser humano herido encuentre un sentido pleno a su vida.

¿Cómo se vive, en el aspecto más práctico, la entrega completa a Dios estando en medio del mundo?

–Teniendo una razón clara para vivir, poniendo por delante el fin de nuestra vida: Jesucristo. Sabiendo tomar lo que nos ayuda para ello y dejando de lado lo que estorba.

Me gustan las comparaciones visuales…, es como si alguien necesita cocinar una paella. Se dirige a un supermercado que le ofrece multitud de productos muy atractivos. ¿Qué hace? Tiene en mente su ideal. Contempla las exquisiteces que le ofertan, que incluso le poner en la mano para probar; pero sólo escoge aquello que le ayudará a preparar una suculenta paella.

La persona consagrada no demoniza nada. Deja pasar lo que no es para él. Muchas realidades buenas; otras no tanto y, algunas, malas para cualquiera. Pero toma la realidad «en tanto en cuanto» le ayuda a cumplir su ideal. Es vivir el principio y fundamento que tanto promueve San Ignacio de Loyola.

Así, el estilo de vida, el tiempo que dedica a muchas actividades buenas y santas lo dedica si es necesario. Pienso, por ejemplo, en el tiempo que brinda a la unión con Dios, a la relación con sus compañeros de comunidad, a la atención a las personas a las que dirige su misión, al estudio o al trabajo, a las relaciones humanas, al entretenimiento, al descanso, al deporte, al cultivo cultural, al cuidado de su propia casa, etc.

Las actividades ordinarias esenciales como ser humano —cuerpo y espíritu, incluyendo los afectos— junto con la dedicación constante e incansable por su misión concreta: la atención a los demás allí donde esté dedicado y la misión le asigne. Eso puede ser la enseñanza —en diferentes niveles—, la orientación y acompañamiento espiritual desde niños y adolescentes a la vida adulta, la investigación, el ejercicio profesional de lo más variado, el trabajo manual, la vida parroquial o de las variadísimas organizaciones eclesiales, en el voluntariado, en la vida política, en el mundo sanitario, en el campo de los trabajadores, en el mundo empresarial, de la comunicación… Un sinfín de realidades son propensas a aterrizar y concretar la misión.

De todo ello, lo esencial es buscar a Dios diariamente para saber suscitarlo a los demás donde y como lo necesiten, sin perderse uno mismo en el camino. Porque los obstáculos son numerosos; pero el amor de Dios y su gracia siempre están para apoyar en la labor.

¿Qué significa vivir de cara a Dios?

–Algo he avanzado anteriormente. Supone «estructurar» la propia vida donde la relación con Dios y su voluntad no sólo ocupe el lugar principal, sino el único. Esto debe ser muy claro en una vida consagrada. Se vive absolutamente de cara a Él. No se le dan sólo los mejores momentos, sino todos. Aunque esto supone muchas facetas muy diferentes.

Por ejemplo, es esencial la vida de unión con Él. Pero, asimismo, disponer de momentos de esparcimiento equilibrado, «mens sana in corpore sano», para las relaciones humanas. Todo ello siempre de cara a la misión que Jesús quiere para cada uno y en línea con el carisma de la institución.

La entrega a los hombres destinatarios de nuestra misión no es otra realidad sino la misma entrega a Dios. Un Dios descubierto en cada persona necesitada.

¿Cómo se puede tener clara la vocación cuando todo parece tan relativo?

–Es verdad, en el mundo, las personas viven un profundo relativismo de ideas, comportamientos, actitudes. Pero eso sucede cuando no se tiene claro un ideal, o se fundamenta la propia vida en algo inestable, perecedero.

Sin embargo, cuando afirmas tu vida en roca (cfr. Mt 7. 24) tendrás dificultades que provienen del interior, de las luchas contra el mal, de la contemplación de muchos que se pierden por falta de Cristo; pero tu ideal te sostiene, te impulsa, te renueva, te lanza cada día a conseguir esas metas. No las tuyas, sino las de Cristo.

Además, sucede algo contrario a lo esperado. Esa firmeza, esa vida asentada sobre roca se puede transformar en un faro para muchos que están a punto de zozobrar en ese impetuoso mar del relativismo. No porque uno sea la fuente de la luz, sino que refleja la que Dios envía a cada persona. No olvidemos, Dios no permanece con los brazos cruzados —si podemos expresarnos así— ante el avance del mal. Por eso suscita muchas formas nuevas en nuestro tiempo para ampliar los canales de la gracia. Y dentro de esas formas, llama a muchos a seguirle por el camino de la entrega total a Él.

¿Cómo es tu vocación de consagrado en el Reino de Cristo? ¿Qué os diferencia de los monjes y frailes?

–Curiosa pregunta; no podía faltar.

Hacia fuera, no cambia nada aparentemente: ni en actividades, ni en modo de presentarse, ni en exigencias laborales o profesionales… Eres «uno más del Pueblo», como nos gusta decir. Pero para Dios eres distinto: dedicado completamente a Él, entusiasmado y enamorado de Dios. Eso se traduce en el día a día de una vida de comunidad, dirigida y acompañada por un director.

La vida de oración ocupa un lugar preeminente. Un promedio de tres horas diarias para estar con Él (celebración eucarística, oración personal y en comunidad, lectura espiritual) y su Madre Santísima (rezo del rosario, oración a su lado…). Ahí se coloca la propia vida, ahí se ofrecen las personas con sus inquietudes, sus logros, sus dificultades… Es momento de petición, de agradecimiento, de alabanza, de adoración.

Luego uno distribuye su tiempo según sus necesidades: ir a clases, a recibirlas o a impartirlas, a lanzar o gestionar proyectos, a acompañar personas en su vida cotidiana, preparar iniciativas apostólicas, a cumplir con obligaciones profesionales…

También hay que ordenar las propias cosas, limpiar y ordenar la casa, comprar, cocinar, descansar, hacer deporte…

Muchas de estas actividades se hacen en comunidad. Pero también se hace comunidad cuando uno trabaja aparentemente en solitario, porque se siente acompañado por la oración, por el consejo, por la acogida cuando regresa al centro —así llamamos a nuestra casa—, sustituido cuando uno no puede…

A mediodía volvemos al centro, cuando es posible; después de comer y descansar, volvemos al «tajo» por la tarde hasta, incluso, bien entrada la noche, si es necesario.

Nuestro centro es un hogar, como una casa de una familia ordinaria, acogedora, sencilla; pero, gracias a Dios y a la generosidad de otras personas, contamos con lo necesario. Lo primero y más importante, una capilla donde conservamos a Jesús Eucaristía para estar con Él; después las áreas comunitarias como cualquier hogar (una sala-comedor, cocina y zona de lavado de ropa, etc.) y las habitaciones individuales.

Los monjes y frailes viven el coro. Nosotros no. Asumimos el estilo de vida de laicos en comunidad, pero sin los compromisos de oración que ellos tienen, sin distintivos (vestimos como cualquier laico de nuestra misma condición), con una consagración a Dios mediante votos privados reconocidos canónicamente como una sociedad de vida apostólica e insertos en el mundo, como he explicado anteriormente.

Brevemente, ¿puede explicar en qué consiste el carisma del Reino de Cristo?

–El carisma del Reino de Cristo, del Regnum Christi, se centra en la experiencia personal de Cristo —como todo carisma—; pero quien lo vive trata de imitar a Jesús cuando sale al encuentro de cada persona para mostrarle el amor de su corazón. A esas personas, como hizo Jesús con los primeros, las reúne y las forma como apóstoles, para que potencien ese posible liderazgo cristiano. Así, las envía a colaborar en la evangelización de los demás hombres y de la sociedad. Pero no se desentiende de ellos, sino que los acompaña con la oración, con el apoyo espiritual y con los consejos de la propia experiencia.

Este carisma del Regnum Christi nosotros lo vivimos aportando nuestra condición de laicos y de consagrados, siendo —como apuntaba anteriormente— uno más del Pueblo de Dios, con nuestro trabajo y la ofrenda de la propia vida.