Vaticano

La vocación es una llamada al amor, recuerda el Papa

El 30 de abril se celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, instituida por san Pablo VI en 1964. Su objetivo, como señala el Papa Francisco, es “ayudar a los miembros del pueblo de Dios, personalmente y en comunidad, a responder a la llamada y a la misión que el Señor confía a cada uno en el mundo de hoy, con sus heridas y sus esperanzas, sus desafíos y sus conquistas”.

Paloma López Campos·26 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco ha publicado su mensaje para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, que se celebra el 30 de abril. Este año, el Pontífice propone reflexionar sobre la idea de que la vocación es gracia y misión, pues “es un don gratuito y, al mismo tiempo, es un compromiso a ponerse en camino, a salir, para llevar el Evangelio”.

El origen de toda vocación es el amor, “porque este es, desde siempre y para siempre, el sueño de Dios: que vivamos con Él en comunión de amor”. Francisco lo recuerda a través de las palabras de san Pablo, “en Cristo, Dios Padre «nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor. Él nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad» (Ef 1, 4-5)”.

Voluntad y libertad

Dice el Papa que esta llamada al amor, que se concreta para cada uno en una vocación, está “inscrita en lo más íntimo de nuestro ser y es portadora del secreto de la felicidad”. Pero también puede llegar de manera inesperada. Así lo cuenta el Pontífice: “Fue así para mí el 21 de septiembre de 1953 cuando, mientras iba a la fiesta anual del estudiante, sentí el impulso de entrar en la iglesia y confesarme. Ese día cambió mi vida y dejó una huella que perdura hasta hoy”. Si bien, cada uno recibe la llamada de una manera distinta, pues “la fantasía de Dios para llamarnos es infinita”.

Eso sí, de todos se espera respuesta. En esa armonía entre la voluntad de Dios y la libertad del hombre vive la vocación. Señala el Papa que “el don de la vocación es como una semilla divina que brota en el terreno de nuestra vida, nos abre a Dios y nos abre a los demás para compartir con ellos el tesoro encontrado”.

La vocación como misión

Cada vocación es también un envío al mundo. Dice Francisco que “no hay vocación sin misión. Y no hay felicidad y plena realización de uno mismo sin ofrecer a los demás la vida nueva que hemos encontrado. La llamada divina al amor es una experiencia que no se puede callar”.

De hecho, el Papa recuerda aquello que ya dijo en su Exhortación apostólica Evangelii Gaudium: “cada uno de nosotros, sin excluir a nadie, puede decir: «Yo soy una misión en esta tierra, y para eso estoy en este mundo»”.

Es misión de cada cristiano ser testimonio vivo de la alegría de Cristo y su Iglesia. Esto “se traduce en obras de misericordia material y espiritual, en un estilo de vida abierto a todos y manso, capaz de cercanía, compasión y ternura, que va contracorriente respecto a la cultura del descarte y de la indiferencia”.

Sin voluntarismo, con Cristo

Sin embargo, el Papa avisa de que no podemos caer en el voluntarismo. Nuestro testimonio “no nace simplemente de nuestras capacidades, intenciones o proyectos, ni de nuestra voluntad, ni tampoco de nuestro esfuerzo por practicar las virtudes, sino de una profunda experiencia con Jesús”. Como ejemplo de una experiencia con Cristo, Francisco menciona la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en agosto y se celebrará en Lisboa.

Pues no testigos de algo, sino “de Alguien, de una Vida”. Y por ello, estamos “marcados «a fuego por esa misión de iluminar, bendecir, vivificar, levantar, sanar, liberar» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 273)”.

Vocación personal, espíritu universal

El Papa ha querido recordar que “en la Iglesia, todos somos servidores y servidoras, según diversas vocaciones, carismas y ministerios”. No se puede desdeñar, por tanto, la misión de los laicos, “comprometidos a construir la familia como pequeña iglesia doméstica y a renovar los diversos ambientes de la sociedad con la levadura del Evangelio; en el testimonio de las consagradas y de los consagrados, entregados totalmente a Dios por los hermanos y hermanas como profecía del Reino de Dios; en los ministros ordenados (diáconos, presbíteros, obispos) puestos al servicio de la Palabra, de la oración y de la comunión del pueblo santo de Dios”.

La misión personal de cada uno debe verse también en el conjunto de la riqueza de la Iglesia. “En este sentido, la Iglesia es una sinfonía vocacional, con todas las vocaciones unidas y diversas, en armonía y a la vez en salida para irradiar en el mundo la vida nueva del Reino de Dios”. Para finalizar su mensaje, el Papa cita la oración compuesta por san Pablo VI para la primera Jornada Mundial de las Vocaciones:

«Jesús, divino Pastor de las almas, que llamaste a los Apóstoles para hacerlos pescadores de hombres, atrae a Ti también las almas ardientes y generosas de los jóvenes, para hacerlos tus seguidores y tus ministros; hazlos partícipes de tu sed de redención universal […], descúbreles los horizontes del mundo entero […]; para que, respondiendo a tu llamada, prolonguen aquí en la tierra tu misión, edifiquen tu Cuerpo místico, la Iglesia, y sean “sal de la tierra y luz del mundo” (Mt 5,13)».

Vaticano

El Papa habla de la oración y del monje armenio san Gregorio de Narek

En la duodécima catequesis sobre el celo apostólico, ciclo que comenzó en enero, el Papa ha hablado de la importancia de la intercesión, y ha señalado que la oración silenciosa e invisible de los monasterios es fundamental para la labor misionera de la Iglesia y para proclamar el Evangelio. 

Loreto Rios·26 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

En la Audiencia de esta mañana, el Papa ha continuado con el ciclo de catequesis sobre el celo apostólico. Ha comenzado con una cita del libro de Isaías: “Por los trabajos de su alma (mi Siervo) verá la luz, el justo se saciará de conocimiento. Mi siervo justificará a muchos, porque cargó con los crímenes de ellos. Le daré una multitud como parte, y tendrá como despojo una muchedumbre. Porque expuso su vida a la muerte y fue contado entre los pecadores, él tomó el pecado de muchos e intercedió por los pecadores” (Is 53, 11-12).

En las catequesis anteriores el Santo Padre habló de san Pablo y los mártires, y en este caso se ha centrado en el monacato, señalando que estos hermanos “renuncian a sí mismos y al mundo para imitar a Jesús en el camino de la pobreza, castidad y obediencia”.

¿Cómo se puede proclamar el Evangelio desde un monasterio?

El Papa ha indicado que nos puede surgir la pregunta de cómo se puede participar en proclamar el Evangelio desde los monasterios, e incluso que podemos llegar a pensar que sería mejor que estos hermanos emplearan sus energías en la misión activa. “Y, sin embargo, son el corazón palpitante del anuncio. Su oración es oxígeno para todos los miembros del Cuerpo de Cristo. Es la fuerza invisible que sostiene la misión. No es casualidad que la patrona de las misiones sea una monja”.

Santa Teresita de Jesús, patrona de las misiones

A continuación, el Papa ha hablado brevemente de Santa Teresita del Niño Jesús, y de cómo esta se dio cuenta de que lo que hace actuar a los miembros de la Iglesia es el amor, que encierra en sí todas las vocaciones. El Papa ha citado unas palabras de la santa y de cómo encontró su lugar en la Iglesia: “Mi vocación es el amor”.

San Gregorio de Narek

El Santo Padre ha destacado el poder de la oración de intercesión, que es la que sostiene la Iglesia. Para ejemplificarlo, ha usado la figura de san Gregorio de Narek, monje armenio que vivió en torno al año 1000 y que pasó la mayor parte de su vida en el monasterio de Narek. De san Gregorio de Narek, doctor de la Iglesia, conservamos un libro de oración y poesía que influyó enormemente en la literatura y espiritualidad armenia.

El pueblo armenio, aferrado a la Cruz de Cristo

El Papa ha indicado que el pueblo armenio ha estado “aferrado a la Cruz de Cristo a lo largo de la historia”, destacando la profunda tradición cristiana del pueblo armenio, el primero en abrazar el Evangelio. También ha señalado que san Gregorio de Narek nos enseña la “solidaridad universal”, ya que el que intercede carga con los sufrimientos y pecados de los hermanos, como indicaba la cita de Isaías que ha dado inicio a la audiencia.

El Papa ha comentado que los consagrados “son como una antena que recoge todo lo que sucede en el mundo y rezan. Son los grandes evangelizadores (…). Lo que anima la vida de estos consagrados es el amor. Su celo apostólico nos enseña a pedir misericordia para el mundo rezando por los que no rezan y no conocen a Dios”.

Llamada a la oración a todos los cristianos

El Papa ha animado a participar en esta responsabilidad cristiana de cooperar con la misión de la Iglesia de proclamar el Evangelio mediante la oración de intercesión. “Pidamos la gracia de sentirnos necesitados de Dios y aprender a orar intercediendo por todos. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide”, ha concluido, en el resumen de la catequesis en español. En los saludos también ha pedido que se continúe rezando por Ucrania.

Estados Unidos

Una misionera en la universidad, del campus al altar

Michelle Duppong murió en el 2015 con fama de santidad tras ayudar a muchos jóvenes en la universidad a encontrarse con Cristo. Ocho años después, comienza la investigación diocesana para que sea declarada santa comienza en Estados Unidos.

Paloma López Campos·26 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El 25 de diciembre de 2015 murió a causa de un cáncer una joven de 31 años con fama de santidad. Su nombre era Michelle Duppong y estuvo seis años acompañando a los jóvenes en la universidad a encontrarse con Cristo. Hace unos días, el obispo David Kagan, de la diócesis de Bismarck (Dakota del Norte) anunció la apertura del proceso para declararla santa.

Las gestiones comienzan con una investigación diocesana durante la que hay que recoger testimonios, escritos y otras evidencias. Toda esta información se presenta al Dicasterio para las Causas de los Santos, tratando de mostrar la santidad de la persona. Si se acepta el informe, Michelle Duppong pasará a ser “sierva de Dios”.

A partir de ahí, la causa continuará con los requisitos establecidos por el Dicasterio hasta que canonicen y nombren santa a la joven estadounidense.

Una misionera en el campus

Michelle Duppong nació en 1984 y se crió en Dakota del Norte. En 2006 se graduó en Horticultura. Mientras estaba en la universidad, conoció la actividad de FOCUS y, tras conseguir su título, siguió trabajando con esta organización como misionera en el campus universitario.

El desempeño de su labor fue ejemplar y en 2012 obtuvo el puesto de Directora de la formación en la fe para adultos de la diócesis de Bismarck. Sin embargo, dos años después le diagnosticaron un cáncer.

Llevó la enfermedad con paciencia y alegría, hasta que falleció el día de Navidad de 2015, con fama de santidad. Algunos testigos de su vida, como monseñor James Shea, presidente de la “University of Mary”, dicen de su vida que fue una “mujer radiante y alegre, con el corazón de una auténtica sierva”. Por su parte, el fundador de FOCUS, Curtis Martin, afirmó que “Michelle fue una misionera de la alegría”, que vivió su fe de manera excepcional en el día a día.

Evangelizar las universidades

FOCUS es un apostolado católico de misión que busca acercar a los universitarios a Cristo a través de actividades, de la amistad y de la formación, en definitiva, de una manera natural dentro del entorno universitario. En el curso académico 2021-2022, hubo aproximadamente 800 misioneros. Actualmente, se calcula que los FOCUS alumni son ya unos 40 000.

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Vaticano

Michelle Duppong, ejemplo para los jóvenes de hoy

Rome Reports·25 de abril de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

Michelle Duppong, que fuera misionera de la Fellowship of Catholic University Students, FOCUS falleció en 2015 debido a un cáncer. Ha sido declarada Sierva de Dios.

El 1 de noviembre de 2022, la diócesis de Bismarck en Dakota del Norte abrió su causa de canonización.


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Experiencias

Pablo Delgado de la Serna: «Una cruz abrazada pesa menos que una cruz arrastrada»

En redes, Pablo Delgado de la Serna es conocido como "Un trasplantado" y, aunque ese concepto define bien "su físico", sería más acertado que su nombre digital fuera "Una sonrisa". 

Maria José Atienza·25 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 7 minutos

Pablo, enfermo crónico desde los seis años, paciente trasplantado, en diálisis permanente y con una pierna amputada lleva en su cuerpo casi una cuarentena de operaciones y la pierna que aún queda no sabe cuánto durará. Sin embargo, si algo transmite es alegría por vivir y gratitud a Dios por cada día.

Una conversación con este profesor de la Universidad Francisco de Vitoria e investigador es algo parecido a una diálisis de corazón: llena de esperanza y «sangre limpia» a quienes entran en contacto con él.

Quizás por eso, no deja de sonreír, y junto a «un trasplantado» encuentras siempre, una sonrisa que acompaña a cada una de sus historias, ya sea las duras y llenas de dolor físico como las amables y divertidas que protagoniza Amelia, parte de su equipo SAP (Sara – Amelia – Pablo).

Te lo habrán preguntado mil veces, pero, ¿cómo vives tan contento, habiendo visto la muerte de cara muchas veces?

-Me levanto todos los días y desayuno con mi mujer y mi hija, llevo a la niña al colegio. Tengo tres pasiones: dar clase, curar en mi consulta y dar conferencias, las hago las tres y encima me pagan por eso. Como siempre con mi mujer o con mis padres.

Eso es la felicidad. Cosas simples.

La enfermedad te quita sueños, pero te obliga a vivir el día a día. He dejado un futuro irreal, soñado, a cambio de un presente que es real. No tiene sentido estar amargado por lo que no soy.

¿El día a día tiene momentos complicados?

-A poco de conocerla, Sara me dijo: “¿Qué tal te encuentras?”. Yo le respondí: “Mira, yo nunca me encuentro bien. Yo no sé lo que es un día sin dolor, sin cansancio”…

Al final es que no lo analizas. Aprovecho el tiempo que me encuentro mejor y descanso el tiempo que me encuentro peor. Porque además es que no va a ir a mejor, en caso de duda va a ir a peor. Yo creo que cuando tenemos un problema gordo, los pequeños desaparecen. Yo llevo peor las cosas pequeñas que las gordas. Me dicen: “Te tenemos que cortar una pierna”. Pues te centras, te quitas de tonterías y te dedicas a lo importante. Llevo peor un dolor de oído.

Desde los 16 años mi cuerpo no es autónomo. Lo normal es que si me muero ahora, Amelia no se acuerde mucho de mí. Eso sí me pesa. Pero tengo un libro, un blog, pienso que así podría llegar a saber quién fue su padre y cómo pensó. Y en el fondo pienso que las cosas van a llegar cuando tengan que llegar. Hay que exprimir el presente. Yo lo que hago es prepararme, espiritualmente, en conciencia.

Me encantaría morirme con 100 años y la cabeza bien, pero como no está en mi mano, lo vivo con paz. Lo que no hago es perder tiempo con lo que no está en mi mano.

-¿Piensas que lo llevarías igual sin fe?

-No, ni de broma. Yo no le vería sentido a mi vida sin fe. Si mi vida acaba el día que yo me muera, ¿qué necesidad tengo de vivir todo esto, que no es ni agradable ni cómodo? De hecho, el 99,9 % de la gente que me dice que lo lleva mal, no son católicos. Bueno, especifico, no son creyentes. Hace un poco hice un máster de acompañamiento y hay dos patas que un paciente necesita para recuperarse: espiritualidad y esperanza. La espiritualidad es fundamental.

Dices que no sabes lo que es un día sin sentir dolor. Aquel salmo, “Desde lo profundo grito a ti, Señor”, se te podría aplicar perfectamente. ¿Cómo se grita a Dios desde lo profundo?

-Bueno, es que desde hace años tengo la sensación de que firmé un cheque blanco y yo ya no pido, yo doy gracias. Hay un dicho que a mí me encanta: “Si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes”.

Primero, mi enfermedad no me permite planificar muchas cosas. No teníamos planificada ni la Semana Santa, porque no sabíamos si iba a estar ingresado. Llevo un mes sin estar ingresado, ni en urgencias ni operado, y eso significa que me toca dentro de poco. Aprendes a vivir el día a día, que, al final, es lo más bonito.

El evangelio de nuestra boda fue el de “cada día tiene su afán”. Y a mí me parece precioso, porque dice: “¿De qué te preocupas, si los pajarillos del campo comen?”. Nos falta fe. En el fondo nos falta tener confianza. Lo que tenga que venir, vendrá. Y lo que tenga que venir, si tenemos de verdad a Dios con nosotros, vendrá acompañado de la gracia y la fuerza para sobrellevarlo.

Una de las cosas que dices es que a ti, a tus hermanos o a tus padres, la enfermedad «os tocó», pero Sara «la escogió». ¿Cómo le explicaste a Sara que iba a tener una vida de todo menos fácil?

-Bueno, Sara es muy lista, y no hizo falta explicárselo mucho. Yo le mentí, lo digo irónicamente, le mentí porque no sabía ni la mitad de las cosas que me vendrían después. Le dije, al poco de conocernos: “Oye, mi vida va a ser muy complicada, porque voy a perder un riñón y voy a tener que hacerme diálisis”. Punto. No contaba con que me cortaran una pierna, con un tumor, con nada.

Un día me dijo: “Mira, no sé si estaré a la altura, pero voy a estar ahí siempre”. Y pensé: “Jo, qué pasada”. Y luego, ella es muy fuerte, es muy práctica. El día que le toca, llora, y luego resurge, como el ave fénix. Es muy fácil tener una persona así al lado. Hay días que tiene que tirar ella del carro entero, porque yo no puedo.

Una persona que está enferma, ¿se puede sentir como una carga?

-El sentimiento de carga está ahí, y es un sentimiento muy duro. Es muy complicado. A mis padres les he robado mucha felicidad. Ellos lo hacen encantados, pero yo ahora que soy padre y a mi hija no le ha pasado nada, no quiero ni pensar lo que es que tu hija pierda un riñón, le corten una pierna… No quiero ni imaginármelo. A mis hermanos les he robado infancia… Y Sara ha sufrido muchísimas veces. No es fácil.

Los últimos dos años yo no me he ido de vacaciones con ellas, porque es tal jaleo llevando una diálisis, que al final es mejor que se vayan ellas dos y yo me quedo aquí. Con lo cual, ellas se van con el peso de que yo me quedo, etc. Esa es un poco la carga.

Nosotros no necesitamos grandes cosas para ser felices, simplemente estar los tres. El cuarto cumpleaños de Amelia, que fue en diciembre, le dijimos: “Amelia, dinos qué plan quieres hacer, que lo hacemos, el que quieras”. Dijo: “Estar los tres”. Eso es la vida.

El problema es que nos llenamos de unos fuegos de artificio y unas necesidades que nos hacen infelices, pero porque nosotros nos metemos en ese rollo. Yo no puedo ir a esquiar, pero no vivo pensando que hay que ir a esquiar. No me puedo ir en verano a no sé dónde, pues no vivo pensando en eso. Vivimos más tiempo pensando en lo que no podemos, o en lo que nos gustaría, que en lo que tenemos.

Si fuéramos conscientes de lo que tenemos y viviéramos anclados a eso, seríamos mucho más felices.

Cuando una persona es creyente, ¿se desespera? ¿Cómo se sale de esa desesperación?

-Yo es que no caigo en la desesperación, la verdad. A veces tengo incertidumbre, a veces tengo pesar… Y de hecho es una de las cosas buenas de tener fe, que no caigo en la desesperación.

Es que nos falta confianza. Si se supone que estamos pensados desde la eternidad, por algo estaremos viviendo lo que estamos viviendo. Yo me he dado cuenta de que la enfermedad me ayudó a tener una fe ciega.

Me ha costado llegar aquí mucho, no la he tenido toda la vida. De hecho, he tenido épocas de una fe muy fría, y de no entenderlo. De preguntarme: ¿Qué Dios bueno manda esto? Un día entendí que Dios no nos manda nada. Yo creo que la fe es un don, pero es un trabajo. Si nos gusta U2, nos sabemos todas las canciones de U2, si nos gusta el Madrid, todas las estadísticas, si nos gusta una persona, nos sabemos toda su vida. Tenemos una fe y no sabemos nada de Dios… A mí me impresionó, cuando iba a Kenia a tratar gente, que había musulmanes que se sabían perfectamente el Corán. Y he conocido judíos que se saben la Torá. Nosotros no tenemos ni idea de la Biblia. Y ya sé que no vale solo con sabérsela de memoria, luego hay que saber aplicarlo, pero saberlo de memoria ya es un paso para conocer. Al final lo que nos falta es confianza.

Y luego yo aprendí que una cruz abrazada pesa menos que arrastrada. Mi cruz no me la va a quitar nadie. Y Dios no me manda una cruz que no tenga fuerzas para llevar. Y si ya encima la amo… Amarla no en el sentido masoquista de “quiero más”, sino en el sentido de “solo puedo ser Pablo Delgado, y quiero ser Pablo Delgado”. Ese día, no digo que se convierta en liviana, pero pesa infinitamente menos.

¿Cómo le explicas tu sufrimiento a tu hija?

-Bueno, es que me enseña ella. Cuando llegué a casa del hospital con la pierna amputada, le dije: “Amelia, ¿qué te parece?”. Y le enseño la pierna y media. Me dice: “Papá, no está aquí, no está pupa”. Y se puso a aplaudir. Pensé: “Es que ese es el camino. Me han quitado el dolor”.

O un día, cuando me dicen que tengo el tumor, me dice Sara: “¿Se lo vas a contar a Amelia hoy?”. Y le dije: “Pues hoy no tengo fuerzas”. Luego, cuando estábamos jugando, me pregunta: “Papá, ¿estás malito?”. Le respondí: “Estoy malito todos los días, y hoy un poquito más, lo que estoy es cansado”. Y me dice: “Pues te quito la pierna”. Yo cuando estoy cansado y estresado me quito la pierna. Ella se había dado cuenta de que me pasaba algo y lo había relacionado con la salud. No sabía que tenía un tumor, obviamente, pero había entendido lo que me estaba pasando.

En enero tuve otra operación importante y, hablando con Amelia, de repente se me saltaron las lágrimas. Una de las opciones era salir mal, no salir, o salir sin piernas (sin la otra). Y Amelia, con cuatro años recién cumplidos, me agarró la mano, me miró a los ojos y dijo: “Papá, los padres no lloran. Miran al Cielo y rezan”. Yo me quedé…

Cuando se defiende la vida, ¿qué se está defendiendo?

-La gente no quiere enfermos porque no quiere verse enfermo. Al final es un miedo. Yo defiendo la vida con un 81 % de minusvalía, es decir, mi cuerpo no vale para nada en teoría, y soy absolutamente feliz, llevo una vida absolutamente plena y sobre todo absolutamente digna. Y para mí una muerte digna no es morirme antes, es poderme morir con mi mujer y mi hija al lado. Lo que pasa es que molesta. Y el Estado… No se quiere hablar del coste socioeconómico de la enfermedad. Yo soy muy caro a la Seguridad Social.

Conozco más gente amargada que tiene todo para ser feliz que gente enferma amargada. Porque en una situación así te desprendes de todo lo secundario. Que no es que lo secundario sea malo, pero a veces lo ponemos en un nivel de la escala de valores que nos amarga.

Cuanto más aprendes a desprenderte, más aprendes a ser feliz. Y la enfermedad te ayuda a eso.

Cultura

Pensar como una montaña ¿Por qué leer hoy a Aldo Leopold?

El pensamiento de Aldo Leopold, clásico del ecologismo contemporáneo, alimenta desde hace décadas la apremiante reflexión sobre el cuidado de la tierra. Pese a no ser citado en la encíclica Laudato si (2015) sus escritos señalan algunos conceptos, como el de “comunidad” o “ética de la tierra”, que enriquecen nuestra comprensión de la “casa común”.

Marta Revuelta y Jaime Nubiola·25 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El libro Un año en Sand County es la obra más emblemática de Aldo Leopold (1887-1948), publicada originalmente en 1949. En ella reúne sus impresiones -entre poéticas y filosóficas-, fruto de su observación de cada acontecimiento natural y de una vida profundamente contemplativa, reflexiva y volcada en la relación del ser humano con la comunidad que habita. 

Una obra fruto de una pasión

¿Por qué leer hoy a Aldo Leopold? En el momento actual en el que nos preguntamos por los efectos de nuestras acciones en el medioambiente y nos encontramos con respuestas confusas, pesimistas y a veces desgajadas de nuestra naturaleza, Aldo Leopold nos da una pista. Haciéndonos partícipes de su gran pasión, la vida al aire libre, nos ayuda a encontrar las respuestas en una relación, no en un enfrentamiento. Si formamos parte de una totalidad, la respuesta a la pregunta sobre la sostenibilidad es una ética, no una táctica. Y procede de la vida. 

Las reflexiones de Leopold nacen siempre de su vida. La primera parte del libro, titulada Un año en Sand County, está escrita en forma de cuaderno de memorias y relata magistralmente la vida cotidiana en “the Shack” (“la choza”), el nombre familiar del terreno en Wisconsin que Leopold compró en 1930, habilitado como refugio de vacaciones y fines de semana. Esta primera parte es de una gran belleza. Cualquier excusa —las huellas de una mofeta en la nieve, un tronco ardiendo en la chimenea, el cortejo de las aves en abril, la tala de un roble centenario muerto por un rayo— desencadena narraciones minuciosas en las que los protagonistas son animales, árboles, estrellas; y nosotros nos convertimos en privilegiados observadores de una historia que atrapa como una narración épica. 

Las descripciones se acompañan de reflexiones, que fluyen salpicadas de ironía, sin orden aparente, sobre la relación del ser humano y la tierra, el concepto de conservación, lo artificial y lo salvaje: “Dios nos lo da y Dios nos lo quita, pero no es lo único que hace. Cuando algún remoto antepasado nuestro inventó la pala, se convirtió en oferente: podía plantar un árbol. Y cuando inventó el hacha, se convirtió en sustractor: podía talarlo” (p. 134). 

Una vida comprometida con lo salvaje

Aldo Leopold está considerado uno de los pensadores más influyentes en el despertar del conservacionismo y el ambientalismo en los Estados Unidos, tanto en el mundo académico e intelectual como entre los activistas, y un precedente de la defensa de la sostenibilidad. En España, sin embargo, es una figura todavía poco conocida. La editorial Los Libros de la Catarata publicó en 2017 el libro titulado Una ética de la tierra, que recoge parte de los ensayos publicados en Un año en Sand County, con una interesante introducción de Jorge Riechmann.

En 1930 Leopold adquirió la granja abandonada que inspira su libro. Estas tierras, conocidas como “Sand County”, representan la materia de sus investigaciones. Se trataba de una zona a orillas del río Wisconsin devastada por incendios, talas masivas y sobreexplotación agrícola, que habían dado como resultado unos meandros arenosos donde Leopold y su familia fueron plantando robles y pinos para restablecer el paisaje original. En estas mismas tierras falleció de un infarto a los 61 años mientras colaboraba en la extinción de un incendio en una granja colindante. 

Con el título Apuntes de aquí y de allá, la segunda parte recoge seis ensayos que se corresponden con los lugares en los que Leopold vivió o a los que viajó. De todos esos viajes surgen reflexiones de una vida que le fue enseñando “gradual y a veces dolorosamente, que la acción colectiva está desestructurada” (p. 14).

Destaca entre estos episodios el de Pensando como una montaña, donde describe cómo el exterminio de los lobos acabó destruyendo la vegetación de las montañas: “He mirado a la cara de muchas montañas que se acaban de quedar sin lobos y he visto las laderas que dan al sur arrugarse como un laberinto de nuevos rastros de ciervo. He visto todos los arbustos y plantones comestibles ramoneados, primero hasta un anémico abandono y luego hasta la muerte. (…) Ahora sospecho que exactamente igual que una manada de ciervos vive aterrorizada por los lobos, también una montaña vive aterrorizada por los ciervos” (p. 226).

Comunidad y amor

En la tercera parte se encuentra su famoso ensayo La ética de la tierra que puede considerarse su gran legado intelectual. Hablar de ética de la tierra es hablar de la ética que amplía los límites de la comunidad para incluir suelos, aguas, plantas y animales, es decir: la tierra (p. 334).

Esta nueva ética se resume en una máxima, la más célebre, de Leopold: “Algo está bien cuando tiende a preservar la integridad, la estabilidad y la belleza de la comunidad biótica. Está mal cuando tiende a lo contrario” (p. 360). Aquí la ética y la estética se tocan. Así como en la ética clásica lo bueno está relacionado con lo que las cosas son, la belleza tiene que ver con cómo percibimos las cosas.

Por último, incluye Leopold un elemento que cierra admirablemente el círculo de sus razonamientos: el amor. “Para mí es inconcebible que una relación ética con la tierra pueda existir sin amor, respeto y admiración por esta, y sin una alta estima por sus valores”. A los ocho años de la encíclica Laudato si leer a Aldo Leopold es una magnífica manera de adentrarse más a fondo en el cuidado de la casa común, tal como nos pedía el papa Francisco.

El autorMarta Revuelta y Jaime Nubiola

Mundo

Hungría: próximo destino del Papa Francisco

Csaba Török, administrador parroquial de la catedral de Esztergom y responsable de las emisiones católicas en la televisión pública de Hungría ha mantenido un encuentro con periodistas acreditados en el Vaticano en el que ha señalado algunas de las claves del próximo viaje papal.

Antonino Piccione·24 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

En vista del viaje apostólico de Su Santidad Francisco a Hungría (28-30 de abril), la Asociación ISCOM ha promovido un encuentro online al que asistieron más de 30 periodistas vaticanistas, en gran parte los mismos que viajarán con el Papa y seguirán su visita de tres días a Hungría. 

El encuentro se celebró el martes 18 de abril, con el don Csaba Török, administrador parroquial de la catedral de Esztergom y responsable de las emisiones católicas en la televisión pública de Hungría. 

En primer lugar, algunos apuntes históricos sobre la presencia de la Iglesia católica, cuyos primeros vestigios se remontan a la época romana (siglo IV), con los primeros asentamientos de población húngara en los Urales, un sistema montañoso en la frontera entre Europa y Asia.

El catolicismo en Hungría

A continuación, Török da por cierto que los primeros contactos del cristianismo con el pueblo magiar fueron prerrogativa de los pueblos orientales de rito armenio y griego. «Incluso hoy en día hay muchos católicos de rito griego, el encuentro con la Iglesia latina se produjo con la llegada de los húngaros a la cuenca de los Cárpatos en el siglo X».

Esteban, rey de Hungría, fue el principal artífice de la conversión de los magiares al cristianismo: emprendió la evangelización del país, que ya había iniciado en el siglo IX la Iglesia de Constantinopla, y consolidó la unidad nacional luchando contra el poder tribal. En su posición fronteriza, optó por Occidente antes que por Oriente, y por la independencia antes que por el vasallaje al imperio romano-germánico o bizantino.

Fundó numerosos monasterios, entre ellos el de San Martín de Pannonhalma, y a través del monje Anastasio y del obispo de Praga obtuvo del papa Silvestre II la corona con la que fue coronado «Rey Apostólico» en el año 1000.

La dualidad Este-Oeste, explica Török, sigue teniendo expresión hoy en día. «Dos movimientos políticos, digamos, uno más católico occidental, otro más nacionalista protestante oriental».

Tras repasar rápidamente los pasajes clave de la historia de Hungría (la invasión turca, el papel de los Habsburgo, el hundimiento del Reino en el siglo XX, el advenimiento del comunismo con la nacionalización de las escuelas eclesiásticas, la detención del cardenal József Mindszenty y la disolución de las órdenes religiosas), Török subrayó que los húngaros que se declaran católicos en la actualidad rondan el 40%, frente al 12% de protestantes.

Visitas papales a Hungría

Las primeras visitas de un Papa a Hungría fueron las de Juan Pablo II (16-20 de agosto de 1991, 6-7 de septiembre de 1996).

«La primera fue muy importante», dice Török, «por la entonces reciente caída del comunismo y por la significativa visita a Esztergom, el centro eclesiástico del país, más allá del encuentro en el estadio de Budapest con una multitud de fieles, entre ellos muchos jóvenes».  

El 12 de septiembre de 2021, el brevísimo paso del Papa Francisco por Budapest para el Congreso Eucarístico.

La Iglesia católica de Hungría se prepara ahora para acoger al Papa Francisco del 28 al 30 de abril. «La palabra central de esta visita es futuro y nuestro futuro es Cristo», aclara el padre Csaba Török. «El propio lema oficial es ‘Cristo es nuestro futuro’. No conozco los discursos que el Papa pronunciará en Budapest. La Iglesia de Hungría siente fuertemente los cambios sociales y culturales, el desvanecimiento de la religiosidad tradicional, y ahora esperamos un Mensaje para el futuro. ¿Cómo volver a empezar? ¿Cómo encontrar nuestro futuro? Cómo mostrar que Cristo y la fe son el camino para el futuro de nuestro país».

¿Posible presencia del patriarca Kirill?

En cuanto a la posibilidad de una presencia en Budapest del Patriarca Kirill o de su representante, el P. Török respondió que «ya en 1996, cuando el Papa Juan Pablo II llegó a Pannonhalma, había una cuestión abierta», a saber, si «aquella visita podría ser una oportunidad para un encuentro con el entonces Patriarca de Moscú Alexis II».

La Iglesia de Hungría», subraya el sacerdote, «siempre ha intentado servir de puente entre la Ortodoxia y la Iglesia católica latina. Incluso ahora hay cuestiones abiertas, dada la situación política», aunque de momento «no se habla de ello».

El sacerdote recuerda que en el Congreso Eucarístico Internacional de 2021 en Budapest, estuvieron presentes el Patriarca Ecuménico y representantes de las Iglesias ortodoxas, pero oficialmente no sabemos nada al respecto’.

Los temas de la visita de Francisco

La paz y el diálogo, entre los temas centrales de la visita.

En Budapest, el Papa mantendrá también encuentros institucionales con el Jefe del Estado, el Primer Ministro Viktor Orban, y con las autoridades y representantes de la sociedad civil y del cuerpo diplomático.

En este sentido, el padre Török recuerda que también en 2021, cuando el Papa visitó Budapest con motivo del Congreso Eucarístico Internacional, el primer ministro Victor Orban hizo al Santo Padre «un regalo muy especial», una antigua carta que se remonta a la invasión mongola tras la cual fue aniquilada la mitad de la población.

«Victor Orban entregó la carta del rey de entonces al Papa, a quien pidió ayuda para salvar y preservar el cristianismo en Hungría y en toda Europa. «Fue una señal. Victor Orban se presenta como protector del cristianismo y busca conscientemente una conexión con el Papa».

Otro tema de actualidad es la migración. «Muchos católicos trabajan en ONG e intentan ayudar». «Las instituciones caritativas de la Iglesia intentan encontrar la puerta pequeña si no se puede entrar por la grande, y en este contexto los servicios de la Orden de Malta y Cáritas han hecho mucho». 

El autorAntonino Piccione

Vaticano

El Santo Padre propone un breve examen de conciencia, y viajará a Hungría

El Papa Francisco ha alentado en el rezo del Regina Caeli del III Domingo de Pascua a realizar un breve examen de conciencia por la noche con Jesús, “desde hoy”, ha sugerido, y ha rogado una oración por “nuestros hermanos ucranianos”, por Sudán y por su próximo viaje apostólico a Hungría, que “será ocasión de volver a abrazar a una iglesia y a un pueblo muy queridos”, ha manifestado.

Francisco Otamendi·23 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

En este tercer Domingo de Pascua, el Papa Francisco ha comentado en el rezo del Regina Caeli “el encuentro de Jesús Resucitado con los discípulos de Emaús”, que narra el Evangelio. Y para imitarles en ese “diálogo con Jesús” y en la petición de que “al atardecer Él se quede con nosotros”, “existe un buen modo para hacer esto. Consiste en dedicar un momento cada noche a un breve examen de conciencia. Se trata precisamente de releer mi jornada, abrir el corazón, llevarle las personas, las cosas que han sucedido, para aprender gradualmente a mirar las cosas con ojos diferentes, con los suyos, y no sólo con los nuestros”.

Ésta ha sido la propuesta del Santo Padre este domingo, ante alrededor de cuarenta mil romanos y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro. La propuesta incluye un comienzo inmediato. “Podemos comenzar hoy”, ha señalado, “dedicando esta noche un momento de oración durante el que nos preguntamos: ¿Cómo ha sido mi jornada? ¿Qué ha sucedido? ¿Cómo fue la jornada? ¿Cuáles han sido sus perlas, quizá escondidas, por las que dar gracias? ¿Hubo un poco de amor en lo que hice? ¿Y cuáles son las tristezas, las dudas, los miedos, que he de llevar a Jesús? Para que me abra vidas nuevas, me conforte y me anime”.

Tras el rezo de la oración mariana del Regina caeli, que sustituye al Ángelus en este tiempo de Pascua, el Santo Padre comunicó que “desde el próximo viernes viajaré a Budapest, en Hungría, donde estaré tres días para completar el viaje que realicé en 2021 con ocasión del Congreso Eucarístico Internacional. Será una oportunidad para volver a abrazar a una Iglesia y a un pueblo muy queridos”.

“Será también un viaje al centro de Europa, sobre la que siguen soplando gélidos vientos de guerra, mientras que los desplazamientos de tantas personas ponen en el orden del día urgentes cuestiones humanitarias”, añadió el Papa. “Pero ahora deseo dirigirme con afecto a vosotros, hermanos y hermanas húngaros, a la espera de visitaros como peregrino, amigo y hermano de todos, y de saludar, entre otros, a vuestras autoridades, a los obispos, los sacerdotes, los consagrados, los jóvenes, los universitarios y los pobres. Sé que estáis preparando con mucho esfuerzo mi visita: os lo agradezco de corazón. Pido a todos que me acompañen con la oración en este viaje”.

“Y no nos olvidemos de nuestros hermanos ucranianos, aún afligidos por esta guerra”, y de rezar para que “cese la violencia en Sudán y se emprenda el camino del diálogo”. ha agregado. 

Cabe recordar que Omnes publicó en 2021 una amplia entrevista con el cardenal Péter Erdő, arzobispo de Esztergom-Budapest y Primado de Hungría, con motivo del viaje que efectivamente realizó el Papa Francisco en septiembre de ese año al país húngaro. Pueden ver aquí la segunda entrega

“Releer nuestra historia con Jesús”

Ántes del Regina caeli, como se ha señalado, el Santo Padre sintetizó la desolación de los discípulos de Emaús, tal como describe el Evangelio de la Misa de hoy domingo. “Se trata de dos discípulos que resignados ante la muerte del Maestro, el día de Pascua deciden abandonar Jerusalén y volver a casa. Mientras caminan tristes hablando de lo sucedido, Jesús se les acerca, pero ellos no lo reconocen. Él les pregunta por qué están tan tristes, y ellos exclaman: ‘¿Tú eres el único forastero en Jerusalén que ignora lo que pasó en estos días? Y le relatan toda la historia. Mientras caminan, Jesús les ayuda a releer los hechos de modo diverso, a la luz de la Palabra de Dios. Releer, es lo que Jesus hace con ellos”. 

El Papa Francisco se detuvo en este aspecto. “También para nosotros es importante, en efecto, releer nuestra historia, la historia de nuestra vida junto a Jesús, de nuestras jornadas, con las desilusiones y las esperanzas. También nosotros, como aquellos discípulos, podemos encontrarnos perdidos en medio de los acontecimientos. Solos y sin certezas, con muchas preguntas y preocupaciones”, 

“Otra luz para lo que parece fatigoso”

“El Evangelio de hoy nos invita a contarle todo a Jesús, con sinceridad, sin tener miedo de decir cosas equivocadas, sin avergonzarnos de lo que nos cuesta comprender”, sugirió el Santo Padre. “El Señor está contento cuando nos abrimos a Él. Sólo de este modo puede tomarnos de la mano, acompañarnos, y volver a hacer que arda nuestro corazón”.

También nosotros, como los discípulos de Emaús, añadió el Papa, “estamos llamados a dialogar con Jesús, para que al atardecer Él se quede con nosotros. Existe un buen modo para hacer esto. Y hoy quisiera proponérselo”. Es aquí cuando ha propuesto la realización del breve examen de conciencia diario cada noche, relatado al principio. 

A continuación, el Papa ha repasado algunos retos que nos pueden suceder con frecuencia, y a los que puede ayudar el rato del examen: “Así podremos revivir la experiencia de aquellos dos discípulos. Ante el amor de Cristo, incluso lo que parece fatigoso puede aparecer bajo otra luz. La cruz difícil de abrazar, la elección de perdonar una ofensa, una victoria no alcanzada, el cansancio del trabajo, la sinceridad que cuesta, las pruebas de la vida familiar, nos aparecerán bajo una luz nueva, la del Crucificado resucitado que sabe transforma cada caída en un paso adelante”. 

“Pero para hacer esto es importante quitar las defensas, dejar tiempo y espacio a Jesús, no esconderle nada, llevarle las miserias, dejarse herir por su verdad, permitir que el corazón vibre con el aliento de su palabra”, ha añadido. “Que María, Virgen sapiente, nos ayude a reconocer a Jesús, que camina con nosotros, y a releer ante Él cada dia de nuestra vida”, ha concluido.

Beatificación en París

Junto a la referencia a su viaje apostólico a Hungría, el Santo Padre recordó que “ayer, en París, fueron beatificados Enrique Planchat, sacerdote de la Congregación de San Vicente de Paúl; y Ladislao Radigue y tres compañeros sacerdotes de la Congregación de los Sagrados Corazones de Jesús y María. Pastores animados por el celo apostólico, están unidos en el testimonio de la fe hasta el martirio, que padecieron en París en 1871 durante la llamada Comuna de París. ¡Un aplauso para los nuevos beatos!”. 

Ayer se celebró la Jornada Mundial de la Tierra, en torno a la que el Papa ha pedido “que el compromiso de la creación vaya siempre unido a una efectiva solidaridad con los pobres”. El Pontífice ha recordado asimismo el 99 aniversario de la Universidad Católica del Sacro Cuore en Milán. “Deseo al mayor Ateneo católico italiano que afronte este desafío con el espíritu de los fundadores, en especial de la joven Armida Barelli, proclamada beata hace un año”, ha manifestado.

El autorFrancisco Otamendi

Estados Unidos

El Tribunal Supremo estadounidense defiende la píldora

El viernes 21 de abril, el Tribunal Supremo de Estados Unidos decidió sobre el uso de la píldora abortiva, en debate desde hace unas semanas. La Corte ha aprobado el uso del químico abortivo.

Paloma López Campos·23 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Hace unas semanas, dos sentencias contradictorias abrieron el debate sobre el uso de la mifepristona, un químico abortivo. En este escenario, la distribución de la píldora abortiva se puso en duda, y tras ir ascendiendo el caso en la pirámide jurisdiccional estadounidense, acabó en manos del Tribunal Supremo.

Esta Corte se convirtió en la encargada de decidir. Su sentencia podría haber prohibido el uso y distribución de la mifepristona, ganando así más terreno en el derecho a la vida que, desde hace ya unos años, la sociedad americana está pidiendo.

Sin embargo, el Tribunal Supremo ha bloqueado las sentencias de instancias inferiores que prohibían el uso del químico abortivo. Por tanto, el permiso para obtener la píldora abortiva sigue vigente en Estados Unidos.

Una decepción

La Conferencia Episcopal de los obispos estadounidenses publicó un comunicado para referirse a la decisión de la Corte, calificando la orden como una decepción, “tanto por las pérdidas de vidas inocentes de los no nacidos por el aborto químico, como por el peligro que estos abortos suponen para las mujeres”.

Sin embargo, los obispos no pierden la fe, pues afirman: “está en nuestra esperanza y en nuestras oraciones que la Corte derogue algún día las acciones ilícitas de la FDA”. Este organismo que mencionan es la Administración de Alimentos y Medicamentos en Estados Unidos, una agencia a la que se acusa de haberse excedido en sus competencias cuando aprobó el uso de la mifepristona hace ya muchos años.

Seguir defendiendo la vida

Para terminar su comunicado, los obispos recuerdan que “el aborto nunca es la respuesta a un embarazo difícil o no esperado, pues siempre termina con una vida y pone otra en peligro”. Por ello, afirman que seguirán defendiendo “políticas que pongan primero a las mujeres y a las familias, que busquen estar al servicio de las mujeres en situaciones de necesidad” y rezan para que algún día matar a los niños no nacidos sea impensable.

Al mismo tiempo, recuerdan que la compasión es necesaria en las situaciones difíciles, una compasión que no sea vacía y que esté dirigida tanto hacia las mujeres como hacia los niños.

Cultura

Identidad y escucha para volver a ser relevantes en la sociedad

300 comunicadores de la Iglesia se reunirán del 2 al 4 de mayo en un seminario en Roma organizado por la Universidad de la Santa Cruz.

Giovanni Tridente·23 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Por decimotercer año consecutivo, unos 300 comunicadores institucionales de decenas de diócesis de todo el mundo (directores de comunicación, portavoces de Conferencias Episcopales y obispos, académicos y periodistas) se reunirán en Roma del 2 al 4 de mayo en un seminario profesional dedicado al tema de la relevancia, la identidad y la escucha, es decir, cómo “comunicar el mensaje cristiano en la pluralidad de voces contemporáneas”.

La iniciativa está organizada por la Facultad de Comunicación Institucional de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz y es una de las puntas de lanza de su programa de formación, que se repite cada dos años desde la fundación del centro de estudios, hace 26 años.

La idea de dedicar la reflexión profesional de este año al contexto en el que vivimos, caracterizado por una multiplicidad de voces que tienen la oportunidad de expresarse libremente, nace de la conciencia de que, además de enriquecer las oportunidades de diálogo, esta dinámica a menudo produce también confusiones y tensiones que es necesario gestionar.

Ampliar el debate

“A la abundancia de información se suma una agenda pública en la que a menudo se imponen ciertos temas que, como agujeros negros, oscurecen por completo otros igualmente fundamentales para la persona y la sociedad, y en los que la Iglesia podría enriquecer la conversación”, explica el profesor José María La Porte, del comité organizador del Seminario.

En este contexto, por tanto, las oficinas de comunicación de la Iglesia tienen la difícil tarea de “ampliar el debate para no quedar atrapados en ideas preconcebidas” que a menudo impiden abordar los temas en toda su amplitud.

El discurso de apertura correrá a cargo de La Porte, profesor de Fundamentos de Comunicación Institucional en la Universidad de la Santa Cruz; su intervención servirá de marco a todo el seminario: “Renacer de la propia identidad en un contexto secularizado”.

Redescubrir la identidad

Es precisamente el redescubrimiento de la identidad lo que permite a los comunicadores reencontrar lo esencial de su mensaje y ser así fecundos en su misión de aportar una contribución de bien al mundo, al igual que los demás actores sociales.

El Seminario incluirá varias mesas redondas con profesionales centradas en temas como la capacidad de superar la polarización, de valorizar a sus empleados y voluntarios, y cómo asociar la propia identidad al servicio de comunicación que se presta.

También se dedicarán estudios de casos a la superación de crisis institucionales, la capacidad de escucha, las relaciones con los periodistas, la gestión de grandes eventos y la relevancia a través de los medios sociales.

Audiencia con el Papa Francisco

El miércoles 3 de mayo, los participantes en el Seminario se reunirán en la Plaza de San Pedro para asistir a una audiencia general con el Papa Francisco, e inmediatamente después se entrevistarán con los responsables del Dicasterio para la Comunicación.

Durante el Seminario también se dará espacio a la famosa serie cinematográfica estadounidense «The Chosen«, centrada en la vida de Jesús de Nazaret. Estará presente el productor ejecutivo y CEO Derral Eves, que explicará cómo comenzó esta «aventura», que encuentra su sustento a través del crowdfunding.

Retomar la iniciativa

También hay expectación por las conferencias de la profesora Gema Bellido (Universidad de la Santa Cruz) sobre la escucha de la «inteligencia contextual», entendida como la capacidad de identificar los temas y perspectivas que se están gestando en la sociedad y respecto a los cuales sería interesante hacer una aportación relevante.

En la misma línea, Jim Macnamara, de la Universidad Tecnológica, ofrecerá su visión sobre cómo afrontar el reto de ser «una organización que escucha».

Por último, Juan Manuel Mora, Director del Centro de Gobierno y Reputación de Universidades de la Universidad de Navarra y Vicerrector de Comunicación de la Universidad de la Santa Cruz, cerrará los trabajos con un informe sobre cómo «retomar la iniciativa para ser relevantes».

En definitiva, un sinfín de temas que vuelven a poner en el centro el deseo de comunicar y de servir con pasión a la Iglesia y al mundo.

El autorGiovanni Tridente

Libros

Una “opción Francisco” a los diez años de su pontificado

En esta recomendación de lectura, Andrés Cárdenas Matute nos habla del libro Opzione Francesco, de Armando Matteo, disponible por el momento solo en italiano en la Editorial San Pablo.

Andrés Cárdenas Matute·22 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 9 minutos

Opzione Francesco: per una nuova immaginazione del cristianesimo futuro

Autor: Armando Matteo
Páginas: 136
Editorial: San Pablo (italiano)
Año: 2023

Hablar de una “opción Francisco”, cuando se acaban de cumplir los diez años de este pontificado, trae a la mente la popular “opción benedictina”. Esta fue popularizada hace seis años con el famoso libro de Rod Dreher que lleva ese título (hay que decir que lo de “benedictina” no hace referencia al Papa Benedicto XVI, sino a la regla de san Benito).

Armando Matteo, profesor de teología en Roma, secretario del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, y que ha dedicado varios libros al estudio de la transmisión de la fe en los jóvenes, cree que el aniversario del pontificado puede ser un buen momento para retomar Evangelii Gaudium. Este primer documento de Francisco generó cierta ilusión por la evangelización, pero quizás fue una ilusión tan intensa como fugaz. Así que, para tenerlo más claro, ahora traza lo que a su juicio se podría considerar el itinerario de esa propuesta misionera del Papa.

El desafío de una nueva imaginación

Puede ser que estos diez años de tener al primer Papa hispanoamericano, primer Papa jesuita, y primer Papa hijo del Concilio Vaticano II nos hayan tomado un poco desprevenidos. Pero –piensa Matteo–, pasado ya este tiempo, quizá es “la ocasión propicia de un discernimiento concreto sobre lo que los creyentes estamos llamados a hacer en esta hora de la historia. No podemos estar simplemente mirando; postear o comentar, con mayor o menor benevolencia, lo que el Papa hace, dice, celebra. Es tiempo de escoger”. 

Matteo reconoce su deuda con Dreher –quien dejó el catolicismo para hacerse ortodoxo hace casi veinte años– en cuanto que este último ha despertado la consciencia sobre la necesidad de buscar una nueva imaginación para el cristianismo futuro. El hecho de que habitamos el mundo de una manera muy distinta a como lo habitaron dos o tres generaciones atrás –podemos pensar en las expectativas de vida, en la comunicación, la medicina, la información, el descanso, la capacidad de movimiento, las relaciones afectivas o, a un nivel más profundo, la comprensión de las relaciones fe-mundo o el valor de la intimidad– son los hechos que tanto Dreher como Matteo tienen sobre la mesa. Desde allí, sin embargo, surgen motivaciones diversas y se llega a conclusiones distintas.

Tiempo de escoger

La pregunta que tiene Matteo en mente –y que, a su juicio, es la que desafía a la imaginación cristiana– es: ¿por qué la iglesia en Occidente atraviesa una grave “crisis de natalidad”? Se trata de un invierno demográfico incluso más fuerte que el que afecta a los nacimientos naturales. ¿Por qué la Iglesia no parece capaz de dar a luz hombres y mujeres que encuentren en Cristo el horizonte de sus vidas?

Estas preguntas, lógicamente, se pueden alargar hacia las instituciones que viven dentro de la Iglesia. Este “tiempo de escoger” supone, en primer lugar, y siempre según el profesor italiano, un triple acto de honestidad. Primero, aceptar que vivimos un cambio definitivo de época, gestado desde hace unos cuantos siglos. Después, aceptar con serenidad que la civilización cristiana ha terminado. Y, finalmente, aceptar que es urgente un cambio de mentalidad pastoral que, efectivamente, pueda conectar a Jesús con las personas, dar forma a un anuncio que conecte los deseos del corazón del hombre contemporáneo con la persona de Jesucristo.

El cristianismo es para todos

El Papa Francisco –dando continuidad a intuiciones que son fáciles de encontrar en Benedicto XVI– ha constatado con claridad tanto la ruptura intergeneracional en la transmisión de la fe, como el fin de la civilización con base cristiana. Decía en el punto n. 70 de Evangelii Gaudium: “No podemos ignorar que en las últimas décadas se ha producido una ruptura en la transmisión generacional de la fe cristiana en el pueblo católico. Es innegable que muchos se sienten desencantados y dejan de identificarse con la tradición católica, que son más los padres que no bautizan a sus hijos y no les enseñan a rezar, y que hay un cierto éxodo hacia otras comunidades de fe”. Y, acto seguido, pasa a hacer una lista de posibles causas de esta ruptura.

Cambio de mentalidad

También Francisco, en cuanto a la cristiandad, decía en el mensaje navideño a la curia hace tres años: “No estamos más en la cristiandad. Hoy no somos los únicos que producen cultura, ni los primeros, ni los más escuchados. Por tanto, necesitamos un cambio de mentalidad pastoral, que no quiere decir pasar a una pastoral relativista. No estamos ya en un régimen de cristianismo porque la fe –especialmente en Europa, pero incluso en gran parte de Occidente– ya no constituye un presupuesto obvio de la vida común; de hecho, frecuentemente es incluso negada, burlada, marginada y ridiculizada”.

En este contexto, Armando Matteo reconoce que existen otros problemas importantes en la Iglesia, como los abusos sexuales y de poder, a lo que se pueden agregar muchas tensiones conocidas; “pero su verdadera crisis es una sola, aquella incoada por las palabras de Francisco: la ‘denatalidad’. Cuando la Iglesia pierde su dimensión de fecundidad, de maternidad, pierde todo y se convierte en otra cosa, que puede ser incluso interesante y útil, pero no tiene que ver con la misión que Jesús ha confiado a sus discípulos (…). La Iglesia es ella misma sólo en la medida en que está animada del sueño misionero de llegar a todos”.

El anuncio del cristianismo

Para Matteo, la discusión de si el cristianismo está destinado a ser una minoría o no resulta autorreferencial y termina por ser una pérdida de tiempo. El anuncio –y aquí quizá existe una primera diferencia con Dreher– debe ser pensado para todos; cualquier persona debe escuchar en él, y en cada una de sus partes, algo que se conecta con su propia búsqueda de vida buena.

De hecho, los primeros problemas surgen cuando la predicación se centra solamente en quien ya cree, porque, entonces, se desvanece la tensión misionera –que es su razón de ser– y, además, poco a poco, se desconecta el discurso de su verdadero objetivo que es llevar lo humano a su expresión más plena, revelar la verdad sobre el hombre. Sin embargo, el hecho es que cada vez más gente joven no cree que el cristianismo aporte algo en su búsqueda de una vida feliz (aunque, ciertamente, tampoco falten muestras de esperanza, como en las Jornadas Mundiales de la Juventud iniciadas por Juan Pablo II). Matteo, por ejemplo, realiza un elenco de palabras del mundo de la catequesis que ya no existen en el acervo común de quien crece en nuestros días. Esa unidad de lenguaje –y, por tanto, de imaginación–, que quizás facilitaba la transmisión de la fe, ya no existe.

Amistad y fraternidad frente al individualismo

Quizás en donde pueden surgir más cuestionamientos al trabajo de Matteo sea en la fundamentación sociológica que elabora para, establecido el diagnóstico, trazar unas líneas guía de acción. Después de fijarse en las nuevas maneras de habitar el mundo a las que se aludió antes, propone cambiar de una pastoral dirigida a una humanidad que vive en “un valle de lágrimas” –pastoral que se declinaría fundamentalmente en consolar–, a una pastoral dirigida a una humanidad de goce desenfrenado –que se declinaría en testimoniar la alegría que surge de su encuentro con Jesús–. Estas categorías sociológicas, que las delinea quizás con demasiada precisión, son opinables, pero no hacen menos valiosos los caminos posteriores.

En resumen, Armando Matteo propone generar un modo de evangelizar que tenga a la amistad como núcleo central, y que sea capaz de generar una nueva fraternidad que testimonie la alegría del encuentro con Cristo. Amistad y fraternidad, como es lógico, no son palabras ausentes en los modos previos de evangelización, pero quizás en el nuevo contexto que se ha descrito pueden adquirir, ellas también, una nueva fuerza.

Iglesia «en salida»

En este contexto se pueden comprender mejor muchas imágenes usadas por Francisco para dar forma a esta Iglesia “en salida” (el hospital de campaña, una Iglesia herida por las calles es mejor que una enferma de encerramiento, una casa de puertas abiertas en lugar de una aduana, etc.). Y la esperanza es que esta actitud pueda dar paso al “sueño de una nueva fraternidad”; una fraternidad que vence a su principal enemigo que sería, en palabras de Matteo, “el individualismo, difundido y triste, que domina la sociedad del comercio infinito y que lleva a lo que Luigi Zoja ha definido como ‘la muerte del prójimo’”.

Pero esta apertura a la amistad no es solamente una actitud exterior, o un empeñarse más en ciertos momentos concretos, sino que tiene sus raíces en una conversión espiritual. Dice Francisco en el número 92 de Evangelii Gaudium: “Allí está la verdadera sanación, ya que el modo de relacionarnos con los demás que realmente nos sana en lugar de enfermarnos es una fraternidad mística, contemplativa, que sabe mirar la grandeza sagrada del prójimo, que sabe descubrir a Dios en cada ser humano, que sabe tolerar las molestias de la convivencia aferrándose al amor de Dios, que sabe abrir el corazón al amor divino para buscar la felicidad de los demás como la busca su Padre bueno”.

Los pobres

Esta conversión pone en un lugar privilegiado a la cercanía con los pobres –y con todo tipo de periferias–, también para aprender de ellos sobre Dios, comprendiéndolos no solo como una categoría social, sino como un lugar auténticamente teológico.

Esta cercanía y esta apertura pueden funcionar como un antídoto ante lo que Francisco llama “mundanidad espiritual”, que no se trata, como se podría pensar, de diluir el mensaje de la Iglesia en los intereses del mundo, sino más bien en introducir lógicas “del mundo” –o no cristianas– en la vida espiritual.

Se desarrolla ampliamente esta enfermedad entre los números 93 y 97 de la Exhortación apostólica: “La mundanidad espiritual, que se esconde detrás de apariencias de religiosidad e incluso de amor a la Iglesia, es buscar, en lugar de la gloria del Señor, la gloria humana y el bienestar personal. (…). Quien ha caído en esta mundanidad mira de arriba y de lejos, rechaza la profecía de los hermanos, descalifica a quien lo cuestione, destaca constantemente los errores ajenos y se obsesiona por la apariencia. Ha replegado la referencia del corazón al horizonte cerrado de su inmanencia y sus intereses y, como consecuencia de esto, no aprende de sus pecados ni está auténticamente abierto al perdón. Es una tremenda corrupción con apariencia de bien. Hay que evitarla poniendo a la Iglesia en movimiento de salida de sí, de misión centrada en Jesucristo, de entrega a los pobres”.

Renuncia a la comodidad

Ya al final del libro, después de haber planteado estas líneas guía para imaginar una nueva manera de evangelizar, Matteo no niega que predicar una apertura al prójimo, predicar la necesidad de una renuncia a la comodidad y una renuncia a la sedación a la que cierto modelo capitalista e individualista nos somete, supone incomodar. Se trataría, entonces, de una mentalidad contracorriente, pero comprendiendo que la inercia a vencer, desde un punto de vista antropológico, es la inercia del “individualismo infinito y triste”.

Pero a Matteo le quedan aún dos preguntas muy oportunas: ¿de dónde sacar las fuerzas para hacerlo? Y, ¿por qué es tan costoso este cambio de mentalidad? A la primera –aunque otra vez no se trate de algo novedoso, pero que sí requiere un nuevo impulso– responde que la fuerza solo puede surgir de retomar una vida contemplativa.

Recobrar el espíritu contemplativo

Otra vez, acude a Evangelii Gaudium, n. 264: “La primera motivación para evangelizar es el amor de Jesús que hemos recibido, esa experiencia de ser salvados por Él que nos mueve a amarlo siempre más. Pero ¿qué amor es ese que no siente la necesidad de hablar del ser amado, de mostrarlo, de hacerlo conocer? Si no sentimos el intenso deseo de comunicarlo, necesitamos detenernos en oración para pedirle a Él que vuelva a cautivarnos. Nos hace falta clamar cada día, pedir su gracia para que nos abra el corazón frío y sacuda nuestra vida tibia y superficial. (…). Para eso urge recobrar un espíritu contemplativo, que nos permita redescubrir cada día que somos depositarios de un bien que humaniza, que ayuda a llevar una vida nueva. No hay nada mejor para transmitir a los demás”.

Es la contemplación de Jesús que siempre se dejó encontrar directamente por todos, como uno más entre sus iguales, codo a codo con sus contemporáneos. No veía en ellos un peso ni alguien a quien acusar.

Nuevas generaciones

Llegados al final del ensayo, Armando Matteo hace una última consideración “sobre la real posibilidad de que una propuesta de este tipo pueda ser acogida por los mismos creyentes”. Ve, concretamente, tres barreras. Primero, lo que llama “el miedo malo” –que lo distingue de un miedo saludable de frente al peligro–, que sería el temor a lo desconocido que nos arrincona en el pasado y en nosotros mismos; “el primer miedo nos mantiene en vida, el segundo nos lleva a la muerte”. Por eso recomienda no moverse por el simple afán de cambio, sino por el honesto deseo de hacer nacer nuevos discípulos de Jesús entre las nuevas generaciones.

El segundo obstáculo es el resentimiento ante los cambios que ha traído la secularización y la espalda de tantos hacia el cristianismo. Un resentimiento que lleva solamente a la tristeza y al pesimismo, mientras que olvida la actitud de Dios que busca siempre el bien. La tercera barrera es la de comprender la tradición como algo fijo, que poco tiene que ver con el anhelo de la Iglesia por llevar su mensaje a los hombres y mujeres de cada época y en todo lugar, con la convicción de que lleva la respuesta definitiva a sus anhelos de sentido y felicidad.

Para no ser peinadores de ovejas

Para terminar, Armando Matteo cita unas palabras que dedicó el Papa Francisco a su diócesis, la de Roma, poco tiempo después de haber sido elegido como su pastor, y que pueden ser una imagen que condense toda esta propuesta: “En el Evangelio es bonito ese pasaje que nos habla del pastor que, cuando vuelve al ovil, se da cuenta de que falta una oveja: deja las 99 y va a buscarla, a buscar una. Pero, hermanos y hermanas, nosotros tenemos una; ¡nos faltan 99! Debemos salir, ¡debemos ir hacia los demás!

En esta cultura —digámonos la verdad— tenemos sólo una, ¡somos minoría! ¿Y sentimos el fervor, el celo apostólico de ir y salir y buscar las otras 99? Esta es una gran responsabilidad y debemos pedir al Señor la gracia de la generosidad y el valor y la paciencia para salir, para salir a anunciar el Evangelio. Ah, esto es difícil. Es más fácil quedarse en casa, con esa única oveja. Es más fácil con esa oveja, peinarla, acariciarla… pero nosotros sacerdotes, también vosotros cristianos, todos: el Señor nos quiere pastores, no peinadores de ovejas; ¡pastores!”.

El autorAndrés Cárdenas Matute

Recursos

La vestimenta del presbítero: en su día a día y en las celebraciones litúrgicas

La vestimenta del presbítero en su día a día es un signo de su labor e identidad. Del mismo modo, cada parte de su atuendo en las celebraciones litúrgicas tiene un profundo significado que indica el carácter sagrado de su ministerio.

Alejandro Vázquez-Dodero·22 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

En este nuevo fascículo acerca de aspectos diversos del catolicismo nos referiremos a la vestimenta y ornamentos del presbítero, o sea, del sacerdote que, tras el diaconado, ha sido ordenado y no ha recibido la ordenación episcopal.

Los obispos –incluido el Santo Padre– propiamente también son sacerdotes, pero estos tienen su singularidad en cuanto a la vestimenta y, en general, los ornamentos que usan para la liturgia y el culto divino.

¿Qué visten los presbíteros en su día a día? ¿Por qué visten como visten?

El artículo 284 del Código de Derecho Canónico establece que “Los clérigos han de vestir un traje eclesiástico digno, según las normas dadas por la Conferencia Episcopal y las costumbres legítimas del lugar”. Esa norma se refiere a los clérigos, que engloban a los presbíteros.

Conviene que el presbítero sea reconocible sobre todo por su comportamiento, pero también por su modo de vestir o presentarse. Debe poner de manifiesto para todos de modo inmediato su identidad y “ser de Dios” –como fiel consagrado a la dispensación de sus misterios salvíficos– y de la Iglesia Católica. Su pertenencia a Dios –a lo sagrado, como persona consagrada– debe ser constantemente comunicada. Es un derecho de todos –particularmente de los fieles católicos– poder reconocer por su aspecto externo a quienes puedan dispensar su auxilio espiritual.

La vestimenta del presbítero debe ser signo inequívoco de su dedicación y de la identidad de quien desempeña un ministerio público. Lo contrario sería impedir que aquellos a quienes se propone servir puedan dirigírsele en cualquier momento y para cualquier necesidad.

Podría decirse que la vestimenta propia del presbítero es el signo exterior de una realidad interior. Cosa que, por cierto, sucede con tantos otros oficios que cuentan con uniforme propio.

La vestimenta ha ido variando a lo largo de los siglos. Seguidamente nos referiremos a la que el presbítero usa a fecha de hoy, lo cual viene señalado por la autoridad eclesiástica. Cabe destacar que otras profesiones religiosas usan la misma –o muy parecida– indumentaria que la católica, en concreto el protestantismo.

Clériman y sotana

Un sacerdote con clériman ©OSV News photo, courtesy Ascension

De un lado debemos referirnos al clériman –o clergyman– prenda referida a la camisa –normalmente negra, gris o blanca– donde se coloca el alzacuello, que suele ser blanco. El alzacuello puede sustituirse por una tira que se introduce en dos aperturas del cuello de la camisa, dejando un cuadrado blanco debajo de la garganta. Además, cabe contar con pantalón conjuntado con la camisa, e incluso chaqueta. Hay quien califica el clériman como una alternativa práctica a la sotana, de la que pasamos a hablar.

La sotana o traje talar –se le llama así porque llega hasta los talones– es como un vestido largo o túnica con cierre delantero. Normalmente es de color negro, para recordar que quien lo lleva ha muerto al mundo y se ha consagrado a lo divino o celestial. Aunque en países tropicales o con clima caluroso se usa también de color blanco.

¿Y qué visten los presbíteros en la Misa y resto de celebraciones litúrgicas?

Para dignificar el carácter sagrado de su ministerio, los presbíteros visten una serie de ornamentos sagrados –que pueden ser bendecidos– durante las celebraciones litúrgicas.

En particular nos referiremos a los de la Eucaristía o santa Misa.

Casulla, estola, alba y amito

La casulla es la vestidura que se pone el presbítero sobre las demás prendas. Consiste en una pieza larga con una abertura en el centro para pasar la cabeza, e igualmente abierta en los lados para asomar los brazos. Cae por delante y por detrás desde los hombros hasta media pierna. Simboliza la caridad, que hace dulce y suave la carga de Jesucristo.

La estola, símbolo de la autoridad sacerdotal, es una especie de banda que le cuelga al presbítero desde el cuello, y puede ajustarse con el cíngulo sobre el alba y bajo la casulla.

Para dispensar el sacramento de la reconciliación el presbítero puede usar la estola de color morado, que sugiere la penitencia propia de la confesión. Y para distribuir la Eucaristía –y en general para los actos eucarísticos– usa estola blanca.

El alba consiste en una amplia túnica blanca –de ahí su nombre– que cubre al presbítero de arriba abajo y se sujeta a la cintura con otro ornamento. El cíngulo ­–tipo de cinturón– simboliza la pureza del corazón que el clérigo lleva al altar.

El amito es el lienzo rectangular de lino banco que el presbítero se coloca sobre los hombros y alrededor del cuello antes de ponerse el alba. Puede sujetarse con unas cintas cruzadas a la cintura.

Los colores

Se usan diversos colores para la casulla y la estola: el blanco, para las fiestas y solemnidades, celebraciones de santos no mártires y fiestas del Señor; el verde se utiliza durante el tiempo ordinario; el rojo para las fiestas de los mártires y días especiales de los santos apóstoles y fiestas del Señor referidas a la Pasión; el morado para el Adviento, la Cuaresma, Semana Santa y –junto con el negro– para las Misas de difuntos.

Colores litúrgicos del Adviento ©CNS photo by Martin Lueders)

Además, el color rosa puede usarse dos veces al año: el tercer domingo de Adviento –gaudete– y el cuarto domingo de Cuaresma –laetare– para recordar la cercanía de Navidad y Pascua. El azul, a modo de privilegio litúrgico, puede usarse en España y otros territorios que fueron territorio español para la solemnidad de la Inmaculada Concepción.

Además, aunque no formen parte de los ornamentos que visten al presbítero, pueden estar presentes en la Misa el conopeo –o cubre sagrario–, el cubre cáliz y la carpeta que porta los corporales. Todo ello del mismo color que la casulla y estola, según corresponda.

España

La maternidad subrogada “explota a la mujer”, denuncian los obispos españoles

“La maternidad por subrogación es una nueva forma de explotación de la mujer, contraria a la dignidad de la persona humana, pues usa el cuerpo femenino, y toda su persona, reduciéndola a ser una incubadora humana”, han manifestado los obispos de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española (CEE) en un nota.

Francisco Otamendi·21 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

“Una vida humana es un don y no un derecho”, subrayan los obispos. “La Iglesia reconoce la legitimidad del deseo de un hijo, y comprende los sufrimientos de los cónyuges afligidos por el problema de la infertilidad. Sin embargo, ese deseo no puede ser antepuesto a la dignidad que posee cada vida humana hasta el punto de someterla a un dominio absoluto. El deseo de un hijo no puede justificar la “producción” del mismo, así como el deseo de no tener un hijo ya concebido no puede justificar su abandono o destrucción”, señalan.

A continuación, añaden que “no existe un “derecho a la procreación” y por tanto un “derecho al hijo”. La voluntad reproductiva no puede anular la gestación ni la maternidad”. En este punto, recuerdan el reciente documento “El Dios fiel mantiene su alianza” de la propia CEE, que comenta, entre otros aspectos, la separación entre procreación y sexualidad. 

“La separación entre procreación y sexualidad representa una herida profunda a la naturaleza humana y a la familia. A la naturaleza, porque transforma al hijo en un producto, insinuando la idea de que la vida pueda ser una producción humana. A la sociedad, porque la nueva vida presupone solo una capacidad técnica y no un contexto de amor de esposos que quieren ser padres…”, dice el documento. “La familia natural es así deconstruida y reconstruida artificialmente de muchas formas, siguiendo los deseos de cada individuo. Esto implica que hay que favorecer “los derechos del niño a una familia compuesta por un hombre y una mujer unidos por un pacto duradero de amor recíproco”.

“El fin nunca justifica los medios”

“En toda maternidad subrogada”, añade la nota episcopal, que se ha hecho pública al final de la Asamblea Plenaria de abril, “hay una fecundación artificial heteróloga que “es contraria a la unidad del matrimonio, a la dignidad de los esposos, a la vocación propia de los padres y al derecho de los hijos a ser concebidos y traídos al mundo en el matrimonio y por el matrimonio.  Recordemos que el fin nunca justifica los medios y que toda persona humana es fin en sí mismo. Negar estas verdades nos llevaría a afirmar que todo lo técnicamente posible se puede realizar y a legitimar la cosificación y el uso de unas personas por otras”.

Hay que añadir además, afirman los obispos, que “con el llamado ‘útero de alquiler’ se convierte la maternidad en objeto de comercio, que se compra y se vende. La mujer queda reducida a un simple instrumento, un “útero” a disposición del contratante, abriendo el camino a la explotación y a la comercialización de la persona humana. El contrato se culmina con la entrega del niño. Como afirma el Papa Francisco: “la dignidad del hombre y de la mujer también se ve amenazada por la práctica inhumana y cada vez más extendida del ‘vientre de alquiler’, en la que las mujeres, casi siempre pobres, son explotadas, y se trata a los niños como mercancías”.

No al comercio de niños

Ninguna vida humana debe ser considerada como un producto o un bien de consumo. La vida de ningún niño nunca debe ser tratada como algo sometido al tráfico y al comercio. Debería buscarse en primer lugar el bien del menor, y no que éste quede supeditado al deseo de los comitentes y a su decisión. Por otro lado, la posibilidad de abandono de niños (real, sucedida en algunos países por partos gemelares, por patología o por preferencia de sexo), supone una grave marginación que atenta contra el principio de no discriminación del menor o de toda persona discapacitada.

Los obispos alientan a tener presente “que cada vez aparecen más datos científicos destacando la importancia que para la salud física y psicológica tiene la relación materno filial en la gestación. Esto, por el bien del niño, nos obliga a ser aún más precavidos a la hora de aprobar los úteros del alquiler”.

“Hay que priorizar el bien de los niños gestados por la maternidad subrogada, buscando la mejor solución acerca de su estatus jurídico, siendo conscientes que tienen toda la dignidad y merecen ser acogidos y respetados. Un niño, independientemente de cómo haya sido concebido, ha de ser amado y respetado en sus derechos”, manifiestan.

La dignidad humana, valor fundamental

La importancia y el significado de la vida humana exigen una fundada reflexión, que busque su dignidad en el marco de un humanismo que sea fiel a la verdad del ser humano. En este contexto, citan a Benedicto XVI cuando afirmaba que sin el principio fundador de la dignidad humana sería arduo hallar una fuente para los derechos de la persona e imposible alcanzar un juicio ético respecto a las conquistas de la ciencia que intervienen directamente en la vida humana”. “Hay que recordar que la dignidad humana es un valor fundamental que debe ser respetado y protegido, independientemente de las creencias religiosas o de la falta de ellas”.

Más arriba se ha citado al Papa Francisco en su defensa de la dignidad del hombre y de la mujer. Y la nota considera también “necesario recordar la afirmación de san Juan Pablo II, en la ‘Evangelium vitae’: “Para el futuro de la sociedad y el desarrollo de una sana democracia, urge pues descubrir de nuevo la existencia de valores humanos y morales esenciales y originarios, que derivan de la verdad misma del ser humano y expresan y tutelan la dignidad de la persona. Son valores, por tanto, que ningún individuo, ninguna mayoría y ningún Estado nunca pueden crear, modificar o destruir, sino que deben sólo reconocer, respetar y promover”. Por eso, creemos que es necesaria una legislación que impida esta práctica de la maternidad subrogada”, afirman.

En las últimas semanas ha aumentado el debate público en torno a la gestación o maternidad subrogada a raíz de casos que han saltado a la opinión pública.

El autorFrancisco Otamendi

España

Los obispos españoles aprueban la Instrucción sobre abusos sexuales

Esta Instrucción concreta la normativa vigente sobre estos casos y se irá actualizando conforme lo haga la norma superior.

María José Atienza·21 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

La 121 Asamblea plenaria de los obispos españoles ha reunido en Madrid a los prelados en la sede de la CEE durante la semana del 17 al 21 de abril. El último día han tenido un encuentro con los periodistas en la sede de la Conferencia episcopal.

Nota sobre la maternidad subrogada

La Plenaria ha dado una sorpresa “fuera de agenda” con la publicación de una Nota de la Comisión Episcopal para los Laicos, Familia y Vida a propósito de la maternidad subrogada.

Una nota en la que los obispos recuerdan que ningún fin, por noble que sea, justifica los medios y recuerda además la importancia de proteger el derecho del menor, olvidado en todo el proceso de la Gestación subrogada. “No se puede cosificar el uso de unas personas por parte de otras” ha destacado Mons. García Magán, que ha recordado que este tipo de prácticas convierte “la maternidad en un objeto de comercio”.

Instrucción sobre abusos

Uno de los puntos centrales de la reunión de los obispos españoles ha sido la aprobación de una Instrucción de la Conferencia Episcopal Española sobre abusos sexuales.
La instrucción, dirigida a la aplicación, está destinada conocer cómo proceder según la normativa vigente una vez se reciba una denuncia” ha explicado el secretario general de la CEE, “la prevención forma parte del objetivo de los protocolos”.
Esta Instrucción parte de un documento sobre el que los obispos españoles llevan trabajando desde la Plenaria de abril de 2019. En ese momento pidieron a la Santa Sede su autorización para publicar un Decreto general pero, después de varias consultas, se consideró oportuno esperar a que se publicara el Vademécum de la Congregación para los Obispos, el Motu Proprio «Vos estis lux mundi«, así como la reforma del Libro VI del Código de Derecho Canónico.
La instrucción aprobada contiene las nuevas disposiciones establecidas en el texto definitivo de Vos estis Lux mundi, y será actualizado cada vez que varíe la normativa canónica vigente. Además, el carácter de Instrucción, al unificar y explicar el derecho vigente sobre la materia, refuerza el aspecto normativo del documento que tendrá fuerza de Normas y no solo de orientaciones.

Corredores de hospitalidad

Otro de los temas tratados en esta Plenaria ha sido el estado del proyecto de los “Corredores de Hospitalidad”. “Los obispos españoles han conocido las experiencias piloto destinadas a jóvenes migrantes que quedan al margen de los mecanismos de protección” ha apuntado García Magán.

Congreso de educación y padres sinodales

La educación sigue siendo un tema candente en el ámbito de la Iglesia española. En este sentido, Mons. García Magán ha informado de un proyecto presentado por el presidente de la Comisión Episcopal para la Educación y Cultura, Mons. Alfonso Carrasco, sobre la puesta en marcha de un Congreso de Educación que aúne, no solo a la escuela católica sino a todos los entes educativos presentes.

Los obispos han elegido los nombres de los tres Padres Sinodales para representar a la Iglesia española en la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos de 2023. Los nombres se darán a conocer una vez el Papa Francisco confirme los nombres propuestos. Se trata de tres miembros y dos sustitutos.

La Iglesia no tiene un partido político 

Preguntado acerca de las próximas citas electorales de España, el secretario general de los obispos españoles ha querido resaltar su esperanza de que “nadie utilice a la Iglesia como arma arrojadiza en estas elecciones”. “La Iglesia no tiene un partido político, no hay ningún partido que sea el partido de la Iglesia, lo confirmo y lo reafirmo”, ha subrayado García Magán.

El secretario general de la CEE ha repetido que “la Iglesia anuncia la doctrina social de la Iglesia que cubre un amplio espectro del derecho a la vida, del derecho laboral, etc.”. En este sentido, ha reconocido que quizás “hay partidos que se acercan en unas cuestiones o acercan más” pero siempre es “el fiel laico o laica es el que tiene que hacer un juicio práctico sobre por quien tiene que optar. Los curas no tenemos que indicar el Vito de nadie; esto sería clericalismo”.

El autorMaría José Atienza

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Vocaciones

P. Matteo Curina: «Uno no abandona su vida anterior sin motivo: lo deja todo para seguir al Señor»

El hermano Matteo Curina, de 38 años, decidió dejarlo todo para seguir a Jesús. Y lo hizo con sólo 24 años, convirtiéndose en fraile franciscano. Ahora vive en un convento, con otros hermanos franciscanos, lejos de su ciudad, de su familia y de sus amigos de toda la vida. Pero, según él, no ha perdido nada. Al contrario, lo ha ganado todo entregando su vida a Dios y a los demás.

Leticia Sánchez de León·21 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

El P. Matteo Curina viene de Pesaro, una ciudad a 60 km al norte de Loreto. Con gran sencillez nos cuenta que creció en una familia creyente. Entró en el convento franciscano en 2008, con tan sólo 24 años. Ahora vive con otros seis hermanos: fray Diego, el párroco y superior (en términos franciscanos se le llama «guardián»), fray Marco, fray Mauro, fray Francesco y fray Manuel. Recientemente ha defendido su doctorado en teología dogmática en la Universidad Gregoriana y enseña en el Instituto Teológico de Asís, además de ser vicario parroquial en la parroquia de San Gregorio VII, en el barrio del mismo nombre, en Roma.

¿Cómo es la vida de un joven franciscano en el mundo de hoy?

-Ante todo, quisiera decir que es una vida maravillosa y llena, sobre todo si se acoge cada día como un don inmerecido en el que darse a los demás libremente con alegría. La vida de un franciscano ofrece muchas posibilidades de servicio: por ejemplo, nosotros, en la parroquia de San Gregorio VII en Roma, ayudamos a toda la gente que viene a la parroquia y a la gente del barrio.

Otros están en hospitales (pienso en los capellanes del Gemelli aquí en Roma o en los de Perugia) y atienden a los enfermos. Algunos viven en un santuario y acogen a los peregrinos y turistas. Otros viven en una ermita o en un monasterio en mitad del campo. Por supuesto, el ritmo de vida depende mucho del contexto y del servicio que estemos llamados a prestar. Aquí, en la ciudad, nuestra jornada sigue el ritmo de nuestra vida de oración, pero está completamente orientada al servicio del pueblo de Dios, de manera que tenemos que adaptarnos a las necesidades de la gente, que a menudo no coinciden con las de la comunidad.

Se podría decir que habéis “perdido” la vida anterior. ¿Cómo se vive esta circunstancia?

-No sé por qué, pero siempre cuando se piensa en la vida de un religioso se ve enseguida lo que se ha dejado detrás. Yo prefiero mirar lo que se ha elegido, lo que hay delante. Obviamente, cada elección comporta una renuncia. ¡Pero también comporta una preferencia! Un joven elige entrar en un convento porque se ha encontrado con el Señor, se ha sentido profundamente amado por Él y después de un tiempo en el que intenta escuchar la voluntad de Dios, intuye que la vida religiosa en el carisma específico franciscano es la más adecuada para él.

Más adelante, todos los años que van desde la entrada en el convento hasta que se hacen los votos perpetuos son para discernir y valorar si la vocación a ese carisma concreto tiene fundamento o es más un deslumbramiento puntual, además de adecuarse poco a poco al estilo de vida franciscano. De este modo, uno no abandona la vida anterior sin motivo. Decide dejarlo todo para seguir al Señor, al igual que hicieron los apóstoles que, llamados por Jesús, dejaron la barca y las redes y le siguieron. Si la mirada está fija en el Señor, si se vive una intensa relación de amor con Él, entonces las renuncias ‒que permanecen en nuestras vidas a pesar de todo, como, por ejemplo, pienso a la renuncia a formar una familia, tener hijos, realizarse en el trabajo, etc.‒ no pesan. De hecho, diría que casi no te vienen siquiera a la mente…

Todo el mundo conoce a los franciscanos de oídas, pero quizá pocos sepan cómo es su espiritualidad en realidad. Si tuviera que hacer una radiografía del espíritu franciscano, ¿qué diría?

-Cada fraile podría responder a esta pregunta de una manera diferente, a pesar de que contamos con las Constituciones Generales, aprobadas por la Iglesia, que actualizan el carisma franciscano que nos transmitió la Regla de San Francisco. Pero, brevemente, creo que siguen siendo válidas las cinco prioridades que el entonces Ministro general, fray Giacomo Bini, dio a la orden en 1997: (1) espíritu de oración y devoción; (2) comunión de vida en fraternidad; (3) vida en comunidades pequeñas, pobreza y solidaridad; (4) evangelización y misión; (5) formación y estudio.

San Francisco vivió una vida muy especial y ciertamente en otro contexto histórico. En los tiempos que corren, ¿podría decirse que es un santo «actual»?

-Yo creo que sí. Basta pensar en el encuentro de religiones que tuvo lugar en Asís en 1986 con san Juan Pablo II, y últimamente en el Magisterio del Santo Padre, que no por casualidad se llama Francisco, muy marcado por la figura del Poverello: Laudato si’ y Fratelli tutti son dos ejemplos significativos. En cualquier caso, creo que la opción por la vida evangélica, la radicalidad en el seguimiento del Maestro y la fraternidad universal son algunos aspectos de la vida de san Francisco que lo hacen siempre actual.

La parroquia de Gregorio VII es una parroquia muy viva, llena de gente de todas las edades

-Sí. Gracias al Señor, nos ha tocado servir a una parroquia muy viva: hay muchísimas actividades y con ellas tocamos casi todos los ámbitos de la vida cristiana: Hay un grupo numeroso de personas que se dedican a servir a los pobres: algunos preparan comidas en la parroquia y luego las llevan a la estación central de trenes Termini para la gente que duerme en la calle, otros hacen un recorrido todos los miércoles por la noche para visitar  y charlar con los pobres que duermen bajo la columnata de san Pedro o en los alrededores. Luego hay otro grupo que ofrece a la gente de la calle ducharse en sus casas los miércoles, cuando las duchas del Vaticano están cerradas por la audiencia del Papa.

Por otro lado, hay otras iniciativas como el Centro de Escucha que se ponen a disposición de las familias más desfavorecidas ofreciéndoles un espacio de asesoramiento y dándoles paquetes con alimentos u otras cosas para un mes o una semana. También estamos intentando crear un lugar de encuentro para los ancianos de la parroquia, para que puedan reunirse y estar juntos: son muchos, y muchos sufren de soledad, porque sus hijos viven en otro barrio menos caro que el nuestro, y a menudo, debido al trabajo y a la vida frenética que llevamos, sólo pueden reunirse con ellos los fines de semana. También tenemos un grupo de apoyo escolar en el que muchos voluntarios ayudan a muchos chicos con sus deberes, ya que muchos son hijos de familias inmigrantes y sus padres no pueden orientarles en sus estudios.

Además, tenéis la casa «Il Gelsomino»…

-Sí, hace cinco años abrimos la casa «Il Gelsomino» en los locales parroquiales: acogemos a los niños que reciben tratamiento en el hospital Bambin Gesù y a sus padres. A menudo, estos tratamientos duran meses: muchos niños tienen cáncer y las terapias suelen durar semanas en el hospital con largos periodos fuera, pero siempre cerca del hospital. No todas las familias pueden alquilar un apartamento o un airbnb en Roma. En esta casa, les permitimos vivir esos duros meses de forma digna, y también se les da el cariño que necesitan en esos momentos tan difíciles, porque hay un grupo que se encarga de acoger a estos padres y estar a su lado en la medida de lo posible.

También le dais mucha importancia al acompañamiento a las familias, ¿cómo abordáis este tipo de pastoral?

-Queremos cuidar a los esposos, ayudándoles a disfrutar y vivir la belleza de su matrimonio. Tenemos varios grupos de acompañamiento a matrimonios según los años que llevan casados. A ellos se añade otra experiencia («Famiglia in cammino»), con pocos encuentros al año, donde hay un grupo de monitores que se encarga de los niños para que las parejas puedan seguir el curso con tranquilidad y tengan tiempo para hablar entre ellos. Termina con un breve seminario de fin de semana familiar en Asís.

Sentimos la necesidad de implicar cada vez más a las familias en la catequesis, por lo que una vez al mes el párroco organiza encuentros para padres y adultos en la parroquia y, de vez en cuando, intentamos organizar una jornada de «catequesis familiar» en la que todos los niños y sus padres viven juntos un domingo para crecer en la fe, con actividades adecuadas a las diferentes edades. También hay un grupo de post-confirmación, otro de jóvenes, otro de scouts…Y a todo esto hay que añadir el trabajo pastoral ordinario: celebraciones eucarísticas, adoración, visita a los enfermos, confesiones, escucha de las personas que piden hablar con nosotros… En fin, trabajo hay, y mucho, ¡gracias a Dios!

El autorLeticia Sánchez de León

Recursos

La Pascua, una nueva creación. Prefacios pascuales (III)

El cuarto prefacio pascual ayuda a contemplar la Pascua de Resurrección como una nueva creación, y en el quinto vuelve la imagen del Cordero sacrificado. Con ocasión de la Pascua de Resurrección, se han explicado en tres artículos los cinco prefacios pascuales. Hoy se publica el tercer y último artículo del autor, con el comentario a los prefacios pascuales IV y V.

Giovanni Zaccaria·21 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El cuarto prefacio nos ayuda a contemplar la Pascua como una nueva creación. En efecto, el misterio pascual ha inaugurado un tiempo nuevo, un mundo nuevo; en su segunda carta a los Corintios, San Pablo se refiere precisamente a la muerte y resurrección de Cristo como principio de novedad absoluta ante todo para los seres humanos: “murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí mismos, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. De modo que ya no miramos a nadie a la manera humana; aunque hayamos conocido a Cristo a la manera humana, ya no lo conocemos así. De modo que si alguien está en Cristo, es una criatura nueva” (2 Co 5, 15-17).

El mismo lenguaje está presente en el Bautismo, que es precisamente la inmersión de cada persona en el misterio pascual: cuando los padres llevan a su hijo a la pila bautismal, el celebrante se dirige a ellos anunciándoles que Dios está a punto de dar a ese niño una vida nueva, que renacerá del agua y del Espíritu Santo, y que esta vida que recibirá será la vida misma de Dios.

En efecto, siguiendo la enseñanza de San Pablo, gracias al bautismo hemos sido sumergidos en la muerte de Cristo para poder caminar en una vida nueva: “el hombre viejo que había en nosotros ha sido crucificado con él” (Rom 6, 6).

Pero, al mismo tiempo, esta novedad se aplica a todo el universo creado; es de nuevo san Pablo quien, concluyendo el razonamiento expuesto anteriormente, afirma: “las cosas viejas pasaron; he aquí que han nacido cosas nuevas” (2 Co 5, 17). Todas las cosas se renuevan: la resurrección de Cristo ha abierto una nueva etapa en la historia, que sólo concluirá con el fin de los tiempos, cuando se complete el plan de reconducir todas las cosas a Cristo, única Cabeza. 

En efecto, el Apocalipsis contempla a Dios sentado en el trono y una voz poderosa declara: «Ya no habrá muerte, ni habrá llanto, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: ‘He aquí, yo hago nuevas todas las cosas'» (Ap 21, 4-5). Los cielos nuevos y la tierra nueva, que caracterizarán nuestra condición final, comienzan con la resurrección de Cristo, primogénito de una nueva creación (cfr. Col 1, 15.18). 

El domingo, presagio de la vida sin fin

Por eso la Iglesia, al hablar del domingo, Pascua de la semana, lo define también como el octavo día, “colocado, es decir, con respecto a la sucesión septenaria de los días, en una posición única y trascendente, que evoca no sólo el principio de los tiempos, sino también su fin en el siglo futuro”. San Basilio explica que el domingo significa el día verdaderamente único que seguirá al tiempo presente, el día sin fin que no conocerá ni la tarde ni la mañana, el siglo imperecedero que no puede envejecer; el domingo es el presagio incesante de la vida sin fin, que reaviva la esperanza de los cristianos y los anima en su camino» (Juan Pablo II, Carta apostólica Dies Domini, n. 26).

La Pascua abre, por tanto, la contemplación de nuestra vida asumida por Cristo y totalmente renovada gracias a su Pasión, Muerte y Resurrección: Él tomó sobre sí nuestras miserias, nuestras limitaciones, nuestros pecados y nos generó a una vida nueva, la vida nueva en Cristo, que nos abre a la esperanza, porque todo lo que en nosotros es miseria y muerte, en Él se reconstruye y es promesa de vida.

El quinto prefacio

En el quinto prefacio, vuelve la imagen del Cordero sacrificado, pero en este caso combinada con la del sacerdote y el altar. Es una imagen audaz, que une en la persona de Cristo las tres grandes categorías de los sacrificios de la Antigua Alianza, arrojando así nueva luz sobre el sentido que tenían esos sacrificios y abriendo una novedad sin precedentes.

En efecto, toda la práctica sacrificial del Antiguo Testamento se centraba en el concepto de santidad (kadosh): la presencia de Dios es algo supremamente fuerte e impresionante, que suscita admiración y sobrecogimiento en el hombre. Es algo totalmente distinto, hasta el punto de que a Dios se le llama “el tres veces santo”: es el que es totalmente distinto tanto de los demás dioses como de la esfera de lo humano.

Esto significa que, para que una súplica o un sacrificio alcancen lo inalcanzable, es necesario que ese sacrificio esté separado de lo ordinario. Por esta razón, el culto del Antiguo Testamento se caracterizaba por una serie de separaciones rituales: el sumo sacerdote era una persona separada de los demás, bien por nacimiento (sólo podía ser elegido de la tribu de Leví y, en esta tribu, sólo dentro de la familia descendiente de Aarón), bien en virtud de ritos especiales de consagración (baño ritual, unción, vestimenta, etc., todo ello acompañado de numerosos sacrificios de animales). 

Del mismo modo, la víctima del sacrificio estaba separada de todos los demás animales: sólo podía elegirse en función de determinadas características y debía ofrecerse según un ritual muy específico. Por último, sólo un fuego descendido del cielo podía llevar al cielo la víctima ofrecida por el sumo sacerdote (por eso el fuego del Templo era vigilado y alimentado constantemente) y la ofrenda sólo podía tener lugar en el lugar más sagrado, el más cercano a Dios, el Templo de Jerusalén.

Jesús, un culto nuevo

Jesús, en cambio, inaugura un culto nuevo, caracterizado por la solidaridad con los hermanos: Cristo, en efecto, “para llegar a ser sumo sacerdote”, “tuvo que hacerse en todo semejante a los hermanos” (Hb 2, 17); por el contexto queda claro que “en todo” no se refiere sólo a la naturaleza humana, es decir, al misterio de la Encarnación, sino también y sobre todo al sufrimiento y a la muerte.

Él es entonces la verdadera víctima, la única verdaderamente agradable al Padre, porque no se ofrece en lugar de alguien, sino que se caracteriza por la ofrenda de sí mismo: la obediencia de Jesús cura la desobediencia de Adán.

Por último, él es el lugar santo por excelencia, el altar que hace única y definitiva la ofrenda. En efecto, la purificación del Templo llevada a cabo por Jesús antes de su Pasión y Muerte, se hizo en vista de la erección del Templo único y definitivo, que es su Cuerpo (cfr. Jn 2, 21): su Resurrección inaugura el tiempo en que los verdaderos adoradores adorarán en Espíritu y verdad (Jn 4, 23), es decir, mediante la pertenencia a la Iglesia, el Cuerpo de Cristo. La destrucción del Templo, que tuvo lugar en el año 70 d.C. y fue profetizada por Jesús, no hace sino sancionar esta novedad de manera concluyente.

A esto se añade el hecho de que ofrecemos nuestra propia vida siempre “Por Cristo, con Cristo y en Cristo”, es decir, por su mediación, descansando nuestra ofrenda en la ofrenda que Él hizo de sí mismo de una vez por todas.

El autorGiovanni Zaccaria

Universidad Pontificia de la Santa Cruz (Roma)

Cine

«Libres». La película que descubre el tesoro de la vida contemplativa

El viernes 21 de abril de 2023 llega a las salas de cine de España Libres. Una película documental de altísimo nivel de producción que se adentra, de manera inédita, en la vida de los monasterios de clausura de España.

Maria José Atienza·20 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

¿Qué hace una monja de clausura encerrada durante toda su vida en un monasterio? ¿Tiene sentido, en este mundo, la vida contemplativa? ¿Son personas raras las que eligen este tipo de vida? ¿Huyen o tienen miedo del mundo?

Son algunas de las cuestiones que aparecen en el imaginario colectivo actual cuando se habla de la vida de clausura. Sin embargo, como destaca Santos Blanco, director de este largometraje, “libres, libertad, es quizás la palabra que más se repite en el documental”.

Para Blanco, Libres ha supuesto su primera película. Blanco, dueño de Variopinto producciones, ha trabajado, sobre todo, en el ámbito de la publicidad en los últimos 12 años, aunque había hecho alguna pieza documental breve: “Hace 7 años hicimos un pequeño documental con una ONG de médicos que ayudaba en África y hará unos cuatro codirigí, con un socio, un documental de una familia nómada en Méjico…  Pero no había hecho ninguna película de este corte, espiritual, cristiana”.

No sabía nada de la vida contemplativa

«Fue una sorpresa como nos llegó el proyecto”, describe el director. Todo empezó en la época más dura del encierro impuesto por el Covid. En esos días, Borja Barragán, uno de los productores llamó a Santos. Barragán había recibido, por entonces, una petición de ayuda de la fundación Declausura porque había conventos y monasterios que no tenían dinero ni para comer. “Yo no sabia nada de la vida de clausura, nada y además estábamos encerrados…”, recuerda Santos, “en ese momento me puse en contacto con Lucía González-Barandiarán e ideamos una campaña de comunicación para conseguir donaciones para los monasterios. Fue un éxito”.

Una vez que se recuperó la vida normal, Santos Blanco realizó, junto a la fundación Declausura dos campañas para dar a conocer la vida de clausura y ayudar a la vida monástica. “Ahí empecé a conocer, en persona, la vida de los monjes y monjas de clausura y aluciné” afirma Santos.

“En esos momentos di con esta frase del Papa Francisco: “Como el marinero en alta mar necesita el faro que indique la ruta para llegar al puerto, así el mundo os necesita a vosotras. Sed faros, para los cercanos y sobre todo para los lejanos. Sed antorchas que acompañan el camino de los hombres y de las mujeres en la noche oscura del tiempo” (Constitución Apostólica Vultum Dei Quaerere sobre la vida contemplativa femenina, n6) ¡El Papa los pone al nivel de faros, de referentes! Por entonces, comenzó la idea de hacer un documental y, a partir de entonces, se fueron dando las casualidades “diosidades”. Hablé con alguna persona de esta idea y fueron “apareciendo” otras personas, inversores, como Antonio de la Torre…”.

¿Ha supuesto un reto este film? “Cualquier película es siempre un reto difícil. El trabajo es mucho: sacarlo adelante, estrenar… Como reto profesional, un largometraje siempre es grande. El hecho de ser una película de mensaje cristiano no la ha hecho más difícil” afirma Santos Blanco, “de hecho, para mi ha sido casi una ventaja, porque tenía un motor, más allá de lo profesional, que me llenaba mucho. Pienso que me ha aportado mucho, por una parte, haces lo que te gusta profesionalmente y por otro sabes que estas haciendo algo más que un puro entretenimiento”.

De Duc in altum a Libres

El filme que mañana se estrena en toda España nació con un título muy distinto: Duc In altum. De hecho, como recuerdan el director y el guionista de la película, Javier Lorenzo, “todo el rodaje se llamó así, en el sentido de ir ‘hacia lo profundo’ porque, como dice el claim de la película, Libres es un viaje al interior del hombre”.

Lucía González-Barandiarán, de Bosco Films, versada en la distribución de filmes de carácter cristiano veía que el título tenía poco “enganche”, pero no terminaban de dar con otra idea. Sin embargo, casi al terminar la edición de la película se percataron de que libres, libertad era “sin duda, la palabra que más aparece a lo largo del documental y, cuando lo ves te das cuenta de por qué”, subraya el director, “sin querer hacer spoiler, porque cada uno tiene que sacar su respuesta al ver el documental, creo que ahí esta la clave”.

Son muchas las historias que aparecen en Libres, y también muchas las que “se han quedado fuera o he tenido que cortar mucho”, apunta Santos Blanco. En total, las entrevistas, realizadas en 12 monasterios y conventos de España, femeninos y masculinos, dieron lugar a más de 20 horas de grabación. “Nos teníamos que quedar con 100 minutos, tuve que cortar muchísimo”.

Son historias y reflexiones variadas, que muestran la historia personal de Dios con cada alma. “Algunas conectan más con gente joven, otras con personas con más experiencia de vida, pero todas son muy especiales”.

Libres muestra quiénes son ellos: personas anónimas, desconocidas y que son, en palabras de Santos Blanco “un tesoro oculto. En España vive un tercio de la vida de clausura del mundo, y esto impresiona. Tenemos un tesoro”.

Libres

Director: Santos Blanco
Fotografía: Carlos de la Rosa
Música: Oscar M. Leanizbarrutia
Producción: Lucía González-Barandiarán; Santos Blanco
Producción asociada:: Altum Faithful Investing, Antonio Torres, Mercedes Montoro, Methos Media, Advenire Films y ACdP
Género: Documental

La ayuda de Methos Media

Son muchas las personas e instituciones que han hecho posible este filme. Santos Blanco se muestra convencido de que “sin la colaboración de los inversores, particulares y empresas, que han puesto dinero, la película no hubiera salido”.

Aquí destaca por ejemplo el papel de Methos Media, empresa especializada en la promoción de un entretenimiento audiovisual adecuado para la familia, que ha sido “clave en la obtención de ayudas de inversión, los temas legales y fiscales y que ha coproducido este film junto con Variopinto y Bosco Films”.

La fundación Declausura ha sido también clave, impulsora del proyecto y la “llave de entrada” para los monasterios de clausura en los que se ha rodado la película.

Tampoco olvida el director a las numerosas personas que han formado parte del equipo de rodaje: “desde los cámaras y ayudantes al director de fotografía, Javier Lorenzo, por supuesto Javier Lorenzo como guionista, el director de fotografía Carlos de la Rosa u Óscar Martínez, compositor, que han dado lugar a un producto de una calidad altísima”.

Libres, en cines de toda España y camino de más países

La película Libres se estrena el viernes 21 en cines de toda España. Las salas en las que está disponible se pueden consultar en la web de la película. Asimismo se puede solicitar en otras ciudades y ayudar en su promoción.

Los creadores de Libres esperan dar el salto muy pronto y llevarla a las salas de otros países, especialmente, América Latina, en los próximos meses.

Ecología integral

Pedro Alfonso Ceballos: «Los fieles deben sentirse protagonistas de los cambios»

En esta entrevista para la sección Sostenibilidad 5G, habla Pedro Alfonso Ceballos, Director Ejecutivo de Administración, Finanzas y Talento Humano del CELAM. Entre los temas tratados están la economía, la gestión de recursos y el buen gobierno.

Diego Zalbidea·20 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Respaldado por una amplia experiencia en el ámbito de la Consultoría de alta dirección en temas de Riesgos, Operaciones y Auditoría, Pedro Alfonso Ceballos es, desde agosto de 2022, el Director Ejecutivo de Administración, Finanzas y Talento Humano del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM). 

Anteriormente, Ceballos lideró la puesta en marcha y el desarrollo de las operaciones de “Geoban Argentina”, empresa del Grupo Santander especializada en BPO y procesos de back office y como “Country Retail Risk Head” del Banco Santander en Chile y Argentina, ha gestionado carteras de más de 3 millones de clientes.

En esta entrevista responde a título personal. No le gustaría que sean interpretadas, en ningún caso, como posiciones de la institución en la que trabaja.

¿Qué relación hay entre la economía y la misión de la Iglesia?

–La relación entre la misión de la Iglesia y la economía es compleja y diversa. La Iglesia destaca la importancia de la justicia social y la equidad económica en el mundo. Históricamente la Iglesia ha defendido la idea de que la economía debe servir al bien común, incluyendo a los más pobres y vulnerables. Diversas encíclicas papales tratan el tema de la economía desde diversos aspectos, enfatizando conceptos como el desarrollo integral como una meta económica prioritaria.

En “Caritas in Veritate”, encíclica del Papa Benedicto XVI se aborda con realismo y esperanza los problemas creados por la crisis financiera, por la falta de instituciones internacionales capaces de reformar la ineficacia burocrática que alarga el subdesarrollo de muchos pueblos y por la falta de ética de muchas mentalidades que predominan en las sociedades opulentas.

En síntesis, podemos afirmar que la relación entre la Iglesia y la economía apunta a equilibrar los valores espirituales y los objetivos económicos para trabajar juntos en beneficio de toda la sociedad.

¿Por qué la transparencia y el buen gobierno generan confianza?

–La confianza es uno de los cimientos de la sustentabilidad. Construir confianza es una tarea cotidiana y permanente. Las herramientas de gestión deben estar fundamentadas en la transparencia y controles adecuados y eficientes.

¿Cuál es su misión al frente de la dirección de administración y finanzas del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM)?

–La principal tarea es la custodia del patrimonio de la institución a través de la ejecución de políticas financieras transparentes, eficientes y compatibles con los principios cristianos.

En segundo lugar, brindar las condiciones adecuadas para que los proyectos pastorales, sociales y educativos tengan un marco de ejecución ágil que garantice que los fondos asignados son destinados con eficiencia a los objetivos planteados.

Es importante también brindar condiciones para que las actividades con capacidad de generar recursos recurrentes aporten dichos recursos a la cobertura de los costos estructurales que tiene una institución de estas características.

¿Cuál es el mayor obstáculo, desde el punto de vista de los recursos, para la Iglesia?

–Creo que un obstáculo importante es la definición de las prioridades. En un mundo con crecientes necesidades, y con recursos limitados, esa definición es crucial.

Un segundo obstáculo es darle sostenibilidad a la misión a través del tiempo. En ese sentido la búsqueda de financiamiento a proyectos prioritarios debe ser una actividad permanente.

¿Qué es lo que más ayuda a los fieles a ser corresponsables?

–Sentirse protagonistas de los cambios que se van generando con su participación. El abrir las actividades y proyectos a la participación amplia garantiza compromisos y fortalece la capacidad de acción y logro de resultados.

¿Quiénes son los fieles más generosos con su tiempo, sus talentos y su dinero?

–En línea con lo respondido en la pregunta anterior, son aquellos que sienten profundamente que están generando un cambio con su actividad. Cuanto más cercanos están a las acciones, mayor es el compromiso y la generosidad con la que abordan su misión.

Es destacable el mantenimiento a través del tiempo de la contribución a la Iglesia por parte de una amplia red de colaboradores, de todos los estamentos sociales y culturales. Esto implica el mantenimiento de la confianza en la institución a través del tiempo.

¿Cómo puede la Iglesia sostener mejor a sus sacerdotes? ¿Qué podemos hacer cada uno en nuestras comunidades?

–En este tema me cuesta hacer una reflexión, como laico, aunque me permito sugerir un refuerzo en la formación en materias que hacen a la gestión cotidiana de sus ámbitos de acción. El manejo de conceptos básicos de administración financiera, regulaciones, y programas estructurados de incorporación a las comunidades donde participen fortalecería la confianza y brindaría herramientas para cumplir con su misión.

En síntesis, desarrollar mecanismos transparentes de sustentación en las diversas realidades en las que ejercen su vocación, y favorecer la integración de los sacerdotes en las comunidades en las que son destinados.

¿Qué le ilusiona para este encargo que le ha hecho el CELAM?

–Modernizar las actividades generadoras de recursos, como la capacitación, la editorial y la casa de retiros, para que se logre recurrencia y sustentabilidad. Esto permitirá que los recursos patrimoniales sean dedicados plenamente a los proyectos pastorales y sociales.

¿Hasta qué punto la Iglesia está preparada para el futuro?

–La Iglesia siempre ha enfrentado y superado desafíos a lo largo de su historia, y su capacidad para adaptarse y evolucionar ha sido fundamental para su continuidad y crecimiento.

En ese sentido, la Iglesia Católica ha sido consciente de la necesidad de adaptarse a los cambios del mundo moderno y ha tomado medidas para hacerlo. Por ejemplo, el Papa Francisco ha abogado por una renovación de la Iglesia que incluye la promoción de los valores de la justicia social, la inclusión y la compasión. Además, la Iglesia ha explorado nuevas formas de comunicación y evangelización, utilizando medios digitales para llegar a un público más amplio y diverso.

¿En qué se diferencia la Iglesia de una empresa?

–Son entidades con objetivos y fines distintos. Ambas instituciones tienen una estructura organizativa, aunque la forma en que operan y se enfocan en sus objetivos es diferente.

La Iglesia es una institución religiosa que tiene como objetivo principal difundir y promover la fe, fomentar la espiritualidad, brindar orientación moral, ofrecer asistencia social a los más necesitados. Una empresa, en cambio, tiene como objetivo principal generar ganancias y maximizar sus beneficios económicos para sus accionistas y / o propietarios. 

En segundo lugar, la Iglesia se financia principalmente a través de donaciones y ofrendas de sus feligreses, mientras que una empresa obtiene sus recursos principalmente por la venta de sus productos y servicios.

Por último, la estructura de la Iglesia está basada en líderes religiosos ordenados, mientras una empresa es dirigida por un equipo de gestión que persigue los objetivos corporativos y los intereses de los accionistas.

El autorDiego Zalbidea

Profesor de Derecho patrimonial canónico, Universidad de Navarra

Teología del siglo XX

El personalismo en teología

Quizá el personalismo sea el movimiento filosófico con mayor impacto en la teología del siglo XX. Unas pocas pero importantes ideas sobre el aspecto relacional de las personas influyeron en casi todos los tratados teológicos. 

Juan Luis Lorda·20 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos

A principios del siglo XX, con bastantes matices y excepciones, se puede decir que la filosofía dominante en los ambientes católicos era el tomismo. Y el punto fuerte de esa filosofía era la metafísica, es decir, la doctrina del ser. 

Metafísica del ser

Es una doctrina importante dentro del cristianismo que confiesa a un Dios creador, ser supremo que hace de la nada a otros seres que no son parte de Él. Tienen una consistencia propia y real, pero no se explican por sí mismos y son contingentes. Esto fundamenta tanto las demostraciones de la existencia de Dios como la analogía, que permite atribuir a Dios, como causa última, las perfecciones de las criaturas y especialmente del ser humano, “imagen de Dios”. 

Esta “metafísica del ser” recibió en el siglo XX un valioso impulso con la obra de Gilson (1884-1978) y lo que él llamaba la “metafísica del Éxodo”, inspirada en la declaración del mismo Dios “yo soy el que soy” y en su Nombre, Yahvéh (Ex 3, 14-16); con esa forma hebrea tan próxima a la palabra “es”. Verdaderamente, Dios es “el que es”. Afirmación poderosa y difícil de contestar, aunque no siempre guste a los exegetas, que suelen preferir traducciones menos filosóficas. 

Además, en paralelo, durante el siglo XX esta metafísica del ser fue completada por varias inspiraciones filosóficas con lo que podría llamarse una metafísica de la persona. En realidad, se trata de un conjunto pequeño de ideas, pero como resaltan un aspecto capital (la relacionalidad de las personas), han repercutido en casi todos los aspectos de la teología. 

Las inspiraciones comunes

Más que una línea única, es una confluencia de pensamientos, provocada por la común situación ideológica. Tras la I Guerra Mundial, además de una fuerte inclinación hacia el materialismo científico, se produjo un feroz enfrentamiento entre los movimientos y sociedades comunistas y los pensamientos y regímenes liberales. Los liberales y capitalistas clásicos fueron acusados de crear un modelo de sociedad clasista y explotador que, con su revolución industrial, había llevado a muchos al desarraigo y la pobreza (proletariado). Los comunistas, por su parte, en cuanto pudieron, crearon estados policiales, pretendidamente igualitarios, donde minorías iluminadas pisotearon sin rubor las libertades más fundamentales de las personas. 

Autores muy distintos, con inspiración cristiana o judía, percibieron entonces que, en realidad, se oponían dos antropologías que era necesario corregir, equilibrar y superar. Y que para eso convenía entender a fondo lo que es una persona, tal como lo define la tradición teológica y filosófica cristiana. 

Confluyeron tres corrientes, casi coetáneas. En primer lugar, lo que podríamos llamar “personalistas franceses”, a partir de Maritain. En segundo lugar, los “filósofos del diálogo” con Ebner como inspirador y Martin Buber como el más conocido. En tercer lugar, varios autores del primer grupo de fenomenólogos que rodeó a Husserl, sobre todo Edith Stein, Max Scheler y Von Hildebrand; se les suele llamar “Círculo de Gotinga”. 

El personalismo de Jacques Maritain

Probablemente Jacques Maritain (1882-1973) es el filósofo católico más importante del siglo XX, tanto por su itinerario personal, como por la extensión de su obra y su amplia influencia. 

Puesto ante la disyuntiva que hemos descrito, entre un individualismo insolidario y un socialismo aplastante, Maritain recordó la definición que santo Tomás ofrece de las personas trinitarias como “relación subsistente”. Cada persona divina existe por y en relación con las demás. Y, aunque no del mismo modo, también pertenece a la esencia o definición del ser humano la relación. El ser humano es a la vez un individuo diferente con sus necesidades materiales y una persona espiritual que crece en la relación con Dios y con los demás. Y así se realiza. Esta idea influiría directamente en los intentos políticos de Emmanuel Mounier, y en el pensamiento personalista de Maurice Nédoncelle, La reciprocidad de las conciencias. Y rebotaría en todos los campos de la teología.  

Yo y tú, de Martin Buber

El inspirador de esta corriente que suele llamarse “filosofía del diálogo” es un modesto maestro austriaco, Ferdinand Ebner (1882-1931), enamorado del Evangelio de San Juan (la Palabra hecha carne), y que usó este vocabulario y lo desarrolló en su libro La palabra y las realidades espirituales (1921). Pero el gran difusor fue el filósofo judío austriaco Martín Buber, con su libro Yo y Tú (1923). Celebramos el centenario.

Como Ebner, Buber juntó una serie de reflexiones sueltas, con cierto aire poético y evocador, que tienen la virtud de realzar la importancia que la relación tiene para el ser humano. Relación distinta con las cosas (ello) que con las personas (tú). Con su aspiración a la plenitud de conocimiento y de amor que solo puede darse en la relación con Dios (el Tú eterno), pero que es añorado en toda relación auténticamente humana. Buber tuvo una influencia grande en Guardini y, más tarde, en el teólogo protestante Emil Brunner y en Von Balthasar, y con ellos en toda la teología del siglo XX. 

Los fenomenólogos del Círculo de Gotinga

Se trata de una influencia menos localizada. Aquellos primeros filósofos que siguieron a Husserl se fijaron en las vivencias fundamentales del ser humano. Y entre ellas, las más propias de las personas, conocimiento y amor. Edith Stein (1891-1942) hizo su tesis sobre La empatía (1917), es decir la capacidad del ser humano de reconocer al otro como otro, al mismo tiempo que sintoniza con él. Max Scheler (1874-1928) se extendió sobre la Esencia y formas de la simpatía (1923). Por su parte, Dietrich von Hildebrand (1889-1977), discípulo y amigo de Scheler, se fijaría en La metafísica de la comunidad (1930) y más tarde en La esencia del amor (1971); también estudiaría el cambio de actitudes que se producen en la persona al asumir una verdad. 

Con una larga cadena, muchas de estas ideas llegaron hasta Karol Wojtyła (1920-2005), y recibirían el impacto de su personalidad, especialmente tras ser elegido Papa (1978-2005) y desarrollar su teología del cuerpo y del amor. También su idea de la “norma personalista”: la dignidad de las personas, como señaló Kant, hace que no puedan ser tratadas solo como medio, sino al mismo tiempo y siempre como fin; además, cristianamente, siempre merecen amor. Para Juan Pablo II, el amor personal, reclamado por Cristo, es la manera adecuada de tratar a una persona, porque es como Dios la trata. Cualquiera puede negarse a corresponder ese amor (será el infierno), pero es a lo que aspira desde lo más hondo y para lo que está hecho, y lo más definitivo de su personalidad. 

Influencias teológicas en la Moral

Es evidente que estas ideas renovaron, en primer lugar, la antropología teológica. E inmediatamente la moral. Los principales inspiradores alemanes de la renovación de la moral hacia el seguimiento de Cristo, como Fritz Tillmann (1874-1953) y Theodor Steinbüchel (1888-1949), conocían bien y se inspiraron, respectivamente, en el pensamiento de Scheler y Ebner.

Por su parte, Juan Pablo II, que había hecho su tesis doctoral sobre Scheler, además de la antropología, influyó en temas importantes de moral fundamental (la conciencia y Dios) y en la realización humana en el amor. 

La comprensión del ser humano como ser llamado a la relación con otros y con Dios entronca naturalmente con los dos principales mandamientos cristianos, que forman como una cruz, con su vertical hacia Dios, con su horizontal hacia los demás. Y que se realizan plenamente en el corazón de Cristo. Este doble mandamiento de amor personal es el aspecto principal del crecimiento de las personas, la principal virtud. Y, por tanto, el eje de la conducta cristiana, planteado positivamente y no como mero evitar del pecado. Así pasamos de una moral de pecados a una moral de plenitud, ordenando también la moral de virtudes que solo en parte compartimos con los estoicos, ya que la referencia cristiana es la donación en el amor. 

Escatología e idea cristiana de alma

Pensar a los seres humanos no solo como seres queridos por Dios, sino como personas llamadas a una relación eterna con Él, también da un nuevo colorido a la idea cristiana de alma. El alma humana no es solo una mónada espiritual que dura eternamente porque no tiene materia. 

Esta visión platónica puede aceptarse, cuando se observa al ser humano “desde abajo”. Pero la perspectiva completa es la teológica, desde el Dios creador, y por eso hay que darle la vuelta al argumento. El ser humano es espiritual, capaz de conocer y amar, precisamente porque ha sido destinado desde su origen a una relación eterna con Dios. El fundamento de su existencia eterna está en esa vocación al encuentro con Dios. Esto afecta a todo lo que se refiere a la escatología personal. Y Joseph Ratzinger lo tuvo muy en cuenta al elaborar su pequeño y hermoso manual de Escatología. 

En la Eclesiología

También en la eclesiología resultó que este enfoque personalista entroncaba inmediatamente con aspectos fundamentales. La Iglesia es, sobre todo, un fenómeno místico de “comunión de personas”: es “comunión de los santos”, comunión de los cristianos en las cosas santas; o como el propio nombre de la Iglesia indica (ekklesía), es la asamblea convocada para honrar a Dios. Esa unión mística entre los seres humanos es causada por la Trinidad y, al mismo tiempo, es una imagen privilegiada de ella. Y resulta una cierta expansión y participación en la comunión trinitaria por la acción personal del Espíritu Santo, que une a las personas divinas del Padre y del Hijo, y, de otro modo, incorpora a las humanas a esa comunión. Por otra parte, la idea de “comunión” también entronca con la de Alianza: todo ser humano está constitutivamente llamado, desde su origen, a una Alianza personal con Dios que se realiza en la Iglesia. 

En la Cristología

Para un cristiano, Cristo es el modelo de ser humano, la imagen que debe realizarse en cada persona. Por eso, las nuevas ideas acabaron influyendo en la Cristología y después refluyeron hacia la antropología. Influido primero por Buber y después por Von Balthasar, Heinz Schürmann (1913-1999), muchos años profesor de Exégesis católica en Erfurt (entonces Alemania del Este, bajo dominio comunista), presentó la vida de Jesucristo como una pro-existencia: un vivir para otros, o en favor de otros. Como también tenía un fuerte sentido espiritual, mostró que esa “pro-existencia” es la finalidad de la vida cristiana como imitación de Cristo. La propuesta, bien razonada, fue bien recibida. Entre otros, por Joseph Ratzinger, que contribuyó a expandirla (también en Jesús de Nazaret). 

En la doctrina trinitaria

Precisamente porque el ser humano es “imagen de Dios” un mejor conocimiento de lo que es la persona divina nos lleva a reconocer la importancia de la relación (primero con Dios) en la realización de la persona humana. 

Pero también sucede que una mayor conciencia de lo que significa la relación, el amor y la comunión de las personas, lleva después a ver la Trinidad de una manera mucho más “personalista”, completando los aspectos metafísicos. Es verdad que Dios es Uno y Ser, pero también es comunión de Personas en el conocimiento y el amor. Y es muy inspirador que la cumbre de la realidad, el Ser absoluto, no sea una mónada trascendente o un motor inmóvil, sino la comunión viva de las Personas divinas. Misterio en el que, como hemos dicho, estamos llamados a participar. Esta perspectiva da un tono mucho más vital y atractivo al tratado sobre la Trinidad. 

Fecundidad e incomodidades

Basta este rápido repaso para advertir qué fecundidad teológica tuvieron estas pocas pero importantes ideas. Permitieron al pensamiento cristiano situarse frente a los grandes modelos de filosofía política, y también frente al reduccionismo creciente al que empujaba a muchos el mejor conocimiento científico de la materia y el hecho de saber que todo está hecho de lo mismo y procede de lo mismo. Era y es muy necesario dar a esa especie de materialismo metafísico un contrapeso personalista que contempla al ser humano desde arriba, desde lo espiritual, como única forma de explicar su inteligencia y libertad y su aspiración al saber, la justicia, a la belleza y al amor. 

Como otras corrientes legítimas de la teología del siglo XX el personalismo fue recibido con antipatía en algunos medios tomistas más estrictos. Quizá por una entendible “defensa de territorios”. Como si una teología compitiera con otra, cuando debe hacerse como “suma” de todo lo bueno, y así fue en santo Tomás. Pero la antipatía se convirtió en sospecha, a pesar de que estas nuevas ideas tenían tantas y tan claras conexiones con temas de santo Tomás como la persona en la Trinidad, la creación por la voluntad amorosa de Dios, la existencia personal como fruto del amor de Dios, y el destino eterno de contemplación al que están llamados los humanos. 

Algunos que heredaron esa sospecha, defienden todavía que este “personalismo” es una de las causas intelectuales de la crisis de la Iglesia en el siglo XX. La crisis, desde luego, no se puede negar, pero si no se acierta con el diagnóstico, no se puede acertar con la solución. Es un juicio insostenible históricamente, además de una injusticia al valorar a otros intelectuales honrados. No se puede rehacer el pasado, pero se puede hacer el futuro con los medios que tenemos. Primero, la gracia y el auxilio de Dios, y también los tesoros espirituales, intelectuales y morales que ha suscitado en su Iglesia.

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Lecturas del domingo

Reconocer a Cristo. Domingo III de Pascua (A)

Joseph Evans comenta las lecturas del III domingo de Pascua y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·20 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Lo chocante del evangelio de hoy es cómo estos dos discípulos se habían encerrado en el desaliento. Tenían todas las pruebas disponibles sobre la Resurrección de Cristo -y pueden explicarle los hechos sin darse cuenta de quién es-, pero su conclusión es darse por vencidos y marcharse. 

Verdaderamente “sus ojos no eran capaces de reconocerlo” o más bien su falta de esperanza se lo impedía. Del mismo modo que es posible la incredulidad ante todos los hechos, también puede haber una resistencia obstinada a la esperanza. Eran hombres buenos, pero fue necesaria una manifestación extraordinaria de Jesús para sacudirles de su desesperación.

Explican cómo Jesús había sido rechazado por los jefes de los sacerdotes y los gobernantes, que lo habían condenado a muerte y crucificado. Expresan lo que había sido su esperanza, convertida ahora en desilusión: “Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel”. A continuación, hacen un excelente resumen de los acontecimientos de la Resurrección: “Ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que está vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron”.

La clave no son los hechos, sino cómo los leemos. Y muy a menudo leemos los acontecimientos de la vida con una hermenéutica de desesperación, no de esperanza. Pero, ¿cómo deshace Jesús su desánimo? Hay muchas lecciones para nosotros.

En primer lugar, caminando con ellos, acompañándoles, aunque vayan en dirección equivocada y digan tonterías. El simple hecho de escuchar puede ser un acto salvífico. “Se acercó y se puso a caminar con ellos”. Unas cuantas preguntas adecuadas ayudan a sacar todo el pus de su abatimiento. No nos precipitemos a hablar; dejemos más bien que la gente diga lo que tiene que decir, por muy equivocado que esté.

A continuación, Jesús les reprocha su lentitud para creer en la revelación. Muy de vez en cuando hay que hablar con fuerza para hacer entrar en razón a la gente. Nuestro Señor les señala la Escritura y el papel necesario del sufrimiento en nuestra salvación. Podemos animar a la gente a meditar sobre pasajes bíblicos que les ayuden a dar sentido a su situación, recordándoles que la disposición a sufrir es una parte clave del mensaje cristiano.

Jesús se muestra entonces dispuesto a cambiar sus planes y pasar más tiempo con ellos, compartiendo una comida. El tiempo y la comida hacen mucho por sacar a la gente del letargo. Pero la comida se convierte en Eucaristía, y reconocen a Jesús, volviendo a Jerusalén con alegría.

El tiempo, la paciencia, la escucha, la referencia a las Escrituras, la enseñanza del valor del sufrimiento, la ayuda a los demás para que encuentren a Cristo Eucaristía. Estos son los elementos básicos para recuperar la esperanza perdida.

La homilía sobre las lecturas del domingo III de Pascua (A)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Vaticano

Francisco pone el ejemplo de las religiosas mártires en Yemen

“Los mártires son más numerosos en nuestro tiempo que en los primeros siglos”, ha manifestado el Papa Francisco en la Audiencia general de hoy, en la que ha puesto como ejemplo “el testimonio luminoso de fe” de las Misioneras de la Caridad asesinadas en Yemen en años pasados, junto a algunos laicos, algunos musulmanes. “No nos cansemos de testimoniar el Evangelio. también en tiempo de tribulación”, ha añadido el Papa.

Francisco Otamendi·19 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

En la undécima catequesis sobre la pasión de evangelizar y el celo apostólico, que comenzó  en enero, el Santo Padre Francisco ha reflexionado esta mañana en la Plaza de San Pedro “sobre los mártires como testigos del Evangelio”. Y ha puesto especial intensidad en las religiosas Misioneras de la Caridad asesinadas en Yemen en 1998 y en 2016 junto a algunos laicos, “fieles musulmanes que trabajaban con las hermanas”.

El Papa se ha referido a las religiosas en primer lugar, llamándoles “mártires de nuestro tiempo”, y luego a todos los cristianos, al señalar que “los mártires nos muestran que todo cristiano está llamado al testimonio de la vida, también cuando nos llega el derramamiento de la sangre, haciendo de sí mismo un don a Dios y a los hermanos, imitando a Jesús”.

“Si bien son sólo algunos a los que se les pide el martirio”, ha añadido el Papa en la Audiencia, “todos deben estar prestos a confesar a Cristo delante de los hombres, y a seguirle por el camino de la Cruz, en medio de las persecuciones, que nunca faltan a la Iglesia”.

Más persecuciones hoy que en los primeros siglos

Unas “persecuciones” que  “no son cosas de entonces, hoy hay persecuciones a los cristianos  en el mundo. Tantas, ¿eh? Son más los mártires de hoy que los de los primeros tiempos”, ha señalado como en otras ocasiones.

Así lo ha manifestado al comienzo de la catequesis: “Quisiera recordar que también hoy en diversas partes del mundo sigue habiendo numerosos mártires que a imitación de Jesús, y con su gracia, aun en medio de la violencia y de la persecución, dan la mayor prueba de amor, ofreciendo su vida y llegando a perdonar a sus propios enemigos”.

“Son los mártires que han acompañado la vida de la Iglesia. Hoy hay tantos mártires en la Iglesia, tantos, porque por confesar la fe cristiana son desterrados de las sociedades, o van a la cárcel. Son tantos, ¿eh?”

Luego, al saludar a los peregrinos de lengua española, el Papa pidió que “por intercesión de los santos mártires que proclamaron la fe hasta derramar su sangre, pidamos al Señor que no nos cansemos de ser sus testigos, sobre todo en los momentos de tribulación”.

Francisco, que comentó el texto evangélico de san Mateo 10, 16-18, había explicado que “la palabra martirio proviene del griego y significa dar testimonio. El primer mártir fue Esteban, que murió apedreado por confesar su fe en Cristo. Los mártires son hijos e hijas de la Iglesia, de diversas ciudades, lugares, lenguas, naciones, que han dado la vida por amor a Jesús. Y este dinamismo espiritual que impulsaba a los mártires se va configurando en la celebración de la Eucaristía. Así como Cristo nos amó y se entregó por todos, quienes participan en la Misa sienten el deseo de responder gratuitamente a este amor con la oblación de la propia vida”.

El testimonio de sangre une a las religiones

Antes de iniciar una larga referencia a las religiosas y laicos asesinados en Yemen, país  situado en la península arábiga, al sur de Arabia Saudí, el Pontífice señaló expresamente que quería referirse al “testimonio cristiano presente en cada rincón de la tierra: “Pienso por ejemplo, en Yemen, una tierra desde hace muchos años herida por una guerra terrible, olvidada, que ha dejado tantos muertos, y que todavía hace sufrir a tanta gente, especialmente a los niños”.

“Precisamente en esta tierra ha habido testimonios luminosos de fe, como el de las hermanas Misioneras de la Caridad, que han dado su vida allí. Todavía hoy están presentes en Yemen donde ofrecen asistencia a ancianos enfermos y a personas con discapacidad. Algunas de ellas han sufrido el martirio, pero otras continúan arriesgando su vida, pero siguen adelante”, prosiguió el Papa.

A continuación, Francisco se refirió a su espíritu de acogida y caridad. “Acogen a todos estas hermanas de cualquier religión, porque la caridad y la fraternidad no tienen confines. En julio de 1998, sor Aletta, sor Zelia y sor Michael, mientras volvía a su casa después de la Misa, fueron asesinadas por un fanático, porque eran cristianas. Más recientemente, poco después del inicio del conflicto todavía en curso, en marzo de 2016, sor Anselm, sor Margherite, sor Reginetet y sor Judith fueron asesinadas junto a algunos laicos que las ayudaban en la obra de caridad”. 

“Son los mártires de nuestro tiempo”, ha dicho el Papa, con las mismas palabras que pronunció en un Ángelus de entonces, cuando manifestó: ““Estas son las mártires de hoy. No son portada de los periódicos, no son noticia. Son quienes dan la sangre por la Iglesia”.

“Entre estos laicos asesinados, además de cristianos, había fieles musulmanes que trabajaban con las hermanas. Nos conmueve ver cómo el testimonio de sangre puede unir personas de religiones diferentes. No se debe nunca asesinar en nombre de Dios, porque para Él somos todos hermanos y hermanas. Pero juntos se puede dar la vida por otros”.

Y dirigiéndose a todos, el Santo Padre ha alentado: “Recemos entonces para que no nos cansemos de testimoniar el Evangelio. también en tiempo de tribulación. Todos los santos y las santas mártires sean semillas de paz y de reconciliación entre los pueblos, por un mundo más humano y fraterno, esperando que se manifieste en plenitud el Reino de los cielos, cuando Dios será todo en todos”.

El autorFrancisco Otamendi

América Latina

Rodrigo Martínez: “La enseñanza religiosa escolar tiene el desafío de fortalecer su identidad”

En esta entrevista con Omnes, Rodrigo Martínez, presidente de la Junta Regional de Educación Católica del obispado de San Isidro (Argentina) subraya cómo la enseñanza religiosa escolar necesita una reflexión amplia sobre la religiosidad popular y una formación en la materia y en la didáctica del profesorado para responder a los retos actuales de la enseñanza.

Maria José Atienza·19 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 6 minutos

Rodrigo Martínez será uno de los ponentes del Encuentro Iberoamericano de Profesores de Humanidades que se celebrará en Madrid entre los días 6 y 7 de mayo, impulsado por Siena Educación.

Profesores de las áreas de Religión, Historia, Filosofía o Literatura tienen una cita en este encuentro que aunará ponencias, conferencias, talleres y visitas culturales de alto nivel y dirigido a docentes de España y América Latina.

Este Encuentro toma el testigo, ampliado, del I Encuentro Iberoamericano de profesores de religión, realizado el año pasado y que tuvo una excelente acogida y participación.

Rodrigo Martínez preside de la Junta Regional de Educación Católica del obispado de San Isidro (Argentina) y, desde hace años, estudia la presencia de la enseñanza religiosa en el ámbito de las escuelas públicas o de gestión estatal en América Latina.

Este es, de hecho, el tema de su presentación en el Encuentro de Humanidades. En esta entrevista con Omnes, Martínez subraya cómo la enseñanza religiosa escolar necesita una reflexión amplia sobre la religiosidad popular y una formación en la materia y en la didáctica del profesorado para responder a los retos actuales de la enseñanza.

En América Latina el panorama de la enseñanza religiosa escolar es diversos según los países. ¿Podría dibujar un mapa de la enseñanza de Religión en la actualidad?

–La primera distinción que hay que hacer en relación a la presencia de la enseñanza de la religión en la escuela hay que verla entre aquellos países que tienen la posibilidad, en sus legislaciones, de que la enseñanza religiosa se pueda impartir en las escuelas públicas o de gestión estatal y en aquellos que no la permiten.

En los países de tradición hispana o portuguesa de América Latina, tenemos diez casos en los que está habilitada la enseñanza religiosa en la escuela de gestión estatal en alguno de los modelos y otros diez que no.

Entre los que sí tienen esta enseñanza en la escuela pública, el modelo que parece prevalecer es el modelo pluriconfesional. En este modelo, el estado habilita un número de confesiones religiosas para que puedan hacer sus programaciones y formar a sus profesores para la enseñanza religiosa escolar. Es el modelo, por ejemplo, que encontramos en Chile, Colombia, o Brasil.

Es cierto que, en la práctica, la enseñanza religiosa escolar se reduce, muchas veces a la católica; en algunos lugares, católica y evangélica y no hay experiencia con otras religiones, aunque, por ejemplo, como ocurre en Chile, la legislación contempla un número muy elevado de religiones que podrían brindar la enseñanza religiosa.

Desde algunos ámbitos, más críticos con la presencia de enseñanza religiosa, se habla de un modelo no confesional, que presenta el fenómeno religioso como un hecho cultural, que hay que estudiar por su importancia cultural, etc., pero, en la práctica ese modelo apenas tiene presencia en la región. Quizás, Bolivia tiende un poco a este tipo, pero no parece que tenga mucho arraigo en América latina.

Por otra parte, el modelo católico como única opción, apenas existe, sólo en Perú. La mayoría de los países optan por modelos pluriconfesionales, de raíz cristiana como hemos visto.

¿Cómo se definen, en estos países, las confesiones a las que se habilita? ¿Se hace en relación a su presencia en la sociedad?

–Generalmente, estos países tienen tradición católica. Ése era el modelo que prevalecía. Más tarde, a través de sucesivas reformas de las legislaciones educativas habilita la presencia de otras confesiones religiosas. En el caso de Colombia, por ejemplo, la ley habla de la confesión cristiana católica y cristianas no católicas. En Brasil, donde las denominaciones evangélicas son más fuertes, aparecen más detalladas. Pero en general, no se realiza esta puntualización basada en el porcentaje de presencia.

En el caso de los países de América Latina. ¿Hay estabilidad en sus legislaciones educativas?

–Los modelos que encontramos ahora en cada país son fruto de las reformas sucesivas, aunque es cierto que no se han experimentado grandes cambios en los últimos años. Ha habido variaciones quizás relativas a los diseños curriculares, etc.

Por otro lado, en algunos países, sí se ha vivido la presentación de recursos, por parte de algún movimiento político o asociación civil para eliminar la enseñanza religiosa del currículo escolar. En relación a los resultados de este tipo de acciones hemos visto tres consecuencias diferentes.

En Argentina existe un sistema federal, en el que cada provincia determina su sistema educativo; antes, había dos provincias que impartían enseñanza religiosa en la escuela pública: Salta y Tucumán. En Salta hubo una presentación en contra de esta presencia de la enseñanza religiosa en la escuela de gestión estatal que llegó a la corte suprema de la nación y se eliminó la enseñanza religiosa en la escuela pública en la forma que se planteaba: de corte confesional y católico. Tras el recurso pasó a habilitarse fuera del horario escolar. Ahora sólo queda una provincia con esta posibilidad, Tucumán.

En el caso de Brasil hubo una iniciativa del estilo. En este caso, la presentación de un recurso para que la enseñanza de la Religión no fuera confesional. En este caso, la corte de Brasil avaló la constitucionalidad de que la enseñanza religiosa sea confesional.

El tercer caso lo encontramos en Costa Rica donde hubo una presentación, también sobre la confesionalidad, que surgió en relación a la formación del profesorado de Religión, que era potestad exclusiva de la Iglesia católica. Ante este recurso, el tribunal superior falló que podía haber otro tipo de formación, por lo que la enseñanza religiosa escolar dejaba de ser exclusivamente católica. Eso derivó en una reforma del plan de estudios hacia un modelo que podríamos llamar ecléctico.

Lo que vemos es que la cuestión se centra, principalmente, en la confesionalidad, por eso los modelos pluriconfesional o interconfesional pueden ser un camino para seguir sosteniendo el espacio de la enseñanza religiosa en la escuela estatal.

¿Cómo se atiende a la formación del profesorado de Religión en estos países?¿Cuáles son sus desafíos?

–El panorama es diverso. En los modelos confesionales o pluriconfesionales suele darse a la confesión religiosa la potestad de la formación. En este campo, la Iglesia católica, por su larga tradición en esta tarea, posee muchos mas recursos para la formación de profesores.

Pensando en los desafíos de la formación de este profesorado creo que,-hablando del modelo donde existe enseñanza religiosa en la escuela estatal- estos retos se centrar, sobre todo, en conseguir una formación acorde a la identidad de esta disciplina escolar. Una formación que posea claridad conceptual de lo que es la enseñanza de la religión la capacidad de presentarla a unos alumnos, de los que no tenemos que presuponer que son católicos.

En América Latina tenemos una mayoría de bautizados, pero eso no significa que conozcan su fe. En el caos de la religión, aun más porque hablamos de unos conocimientos que no suponen la fe, pero pueden despertarla. Esto sería muy interesante, saber transmitir y presentar los conocimientos de la religión católica de tal modo que aquel alumno que tiene fe, mediante la asignatura pueda fortalecer su fe; que quien está en búsqueda pueda cuestionarse y quizás encontrar una respuesta y aquellos no tienen fe puedan contrastar su postura con la mirada de la Iglesia.

En un mundo podríamos llamar post-secular, ¿qué aporta la enseñanza religiosa en el ámbito de la escuela?

–El concepto post-secular nace a finales del XIX donde se promulgaba el fin de las religiones. Un momento que coincide con el nacimiento de los sistemas legales propios en muchos países de Latinoamerica.

La historia nos confirma que la religión no desaparece. Estamos en un mundo que es religioso, la religión sigue, de hecho, estando presente, aunque quizás de otra manera. Por eso pongo el acento en esta necesidad de descubrir de qué modo se presenta ahora este anhelo de religiosidad.

En América Latina, por ejemplo, yo echo en falta una reflexión, en todo el currículo de la enseñanza de la religión escolar, de lo que significa la religiosidad popular. La religiosidad popular en América Latina es un elemento muy fuerte y parece que no entra en estos planes de estudio. Creo que ése puede ser un camino para descubrir algunas realidades que conforman esa identidad religiosa que tiene el ser humano. En el caso de América Latina, el pueblo latinoamericano mas allá de la secularización que existe, convive con esas expresiones religiosas populares: personas que no son practicantes en el sentido estricto pero que tienen sus devociones, tradiciones, que sigue bautizando a sus hijos, por ejemplo. El otro camino es descubrir el valor de la religión para la convivencia en el mundo de hoy.

La apertura al diálogo intercultural e interreligioso es, en la actualidad, un reto urgente, porque ayuda a la convivencia a la fraternidad y este es un valor intrínseco de la religión católica y que constituye, frente a los estados, un argumento de fuerza.

Más allá de las “discusiones teóricas” en el día a día, la gente sigue buscando respuestas religiosas, a veces en filosofías o en supersticiones, pero sigue en búsqueda. La enseñanza de la Religión puede ser, en este contexto, un camino natural para encontrar las respuestas.

Mundo

Papa Francisco: «El camino sinodal no consiste en tomar decisiones”

El Papa Francisco ha vuelto a recordar que el sínodo no es una búsqueda de respuestas rápidas sino "escuchar bajo la guía del Espíritu Santo".

Giovanni Tridente·19 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

«El camino sinodal no consiste en tener respuestas y tomar decisiones. El camino sinodal es caminar, escuchar -¡escuchar! -, escuchar y avanzar». Lo ha reiterado por enésima vez el Papa Francisco al recibir en Audiencia este jueves a los cientos de religiosas que participan en la 70ª Asamblea General de la Unión de Superioras Mayores de Italia (USMI) y que han elegido como tema de su encuentro el testimonio cristiano con espíritu sinodal.

«El camino sinodal no es un parlamento; el camino sinodal no es un conjunto de opiniones», subrayó el Pontífice, reiterando que se trata más bien de «escuchar la vida bajo la guía del Espíritu Santo», que sigue siendo el verdadero protagonista de toda asamblea sinodal.

Anteriormente también había confiado «su temor» ante la incomprensión del verdadero «espíritu sinodal», cuando surgen casos de querer «cambiar» cosas o tomar decisiones sobre determinados temas.

«No, esto no es un camino sinodal», añadió el Santo Padre, «esto es ‘parlamentario'», cerrando así el paso a las muchas expectativas equivocadas que circulan desde hace años en algunos círculos «aperturistas», empezando por la situación en Alemania.

Trabajando en el Instrumentum laboris

Mientras tanto, por lo que respecta al camino sinodal que conducirá a la Asamblea General de Obispos del próximo mes de octubre, un grupo de expertos de los cinco continentes que trabajarán y discernirán sobre la Etapa Continental, se encuentra reunido en Roma, en la Secretaría General del Sínodo, examinando los siete documentos finales enviados por las respectivas Asambleas.

Este grupo está formado por 22 personas, entre ellas los miembros de la Secretaría General del Sínodo: los cardenales Mario Grech y Jean-Claude Hollerich, el obispo Luis Marín de San Martín, la hermana Nathalie Becquart, otros obispos, sacerdotes, las profesoras Myriam Wylens y Anna Rowlands, y algunos laicos.

Como señala la Secretaría del Sínodo en una nota informativa específica, los documentos finales de la Etapa Continental «serán analizados en detalle para poner de relieve las tensiones y las prioridades en las que hay que profundizar» en la reunión de octubre; acompañarán los trabajos la celebración diaria de la Santa Misa y momentos de oración personal y comunitaria.

Esta reunión permitirá elaborar el documento de trabajo que los obispos utilizarán para la primera sesión del Sínodo. Está prevista una rueda de prensa con periodistas el 20 de abril, al término de la reunión.

Mundo

Concluye el congreso general extraordinario del Opus Dei

El prelado del Opus Dei ha dirigido una carta a los miembros de la Prelatura para agradecer sus oraciones y resaltar el ambiente de filiación, fraternidad y alegría vivido en estas jornadas.

Maria José Atienza·18 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Mons. Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei ha dirigido una carta a los fieles del Opus Dei una vez concluido el Congreso General extraordinario que, durante cuatro días, se ha desarrollado en Roma para adecuar los estatutos de la Prelatura a las indicaciones dadas por el Papa Francisco en el Motu Proprio Ad charisma tuendum.

Fernando Ocáriz ha agradecido a los fieles del Opus Dei las oraciones por los frutos de este Congreso General extraordinario.

Asimismo, ha recordado que las sugerencias «que no eran aplicables a lo que ahora pedía la Santa Sede se podrán estudiar durante las próximas Semanas de trabajo y como preparación del próximo Congreso general ordinario, que se celebrará en 2025». Los congresos ordinarios de la Prelatura se celebran cada 8 años.

En la breve misiva, Ocáriz destaca que los congresistas «han podido trabajar a fondo sobre las sugerencias llegadas de todas las regiones y va quedando perfilada una propuesta de ajustes a los Estatutos» que responde a la petición del Papa en el motu proprio Ad charisma tuendum«.

Este trabajo, una vez ordenado y sistematizado «será entregado en los próximos meses a la Santa Sede». De hecho, el resultado final de estos días «sólo se podrá conocer tras el estudio de la Santa Sede, a quien corresponde la última palabra».

Fieles del Opus Dei en sus diócesis respectivas

Han sido cerca de 300 los hombres y mujeres del Opus Dei procedentes de todo el mundo los que, durante cuatro días (12-16 de abril), han delineado los cambios pertinentes en los estatutos de la que, por el momento, es la única prelatura personal existente en la Iglesia católica.

Como destaca en una entrevista en Omnes una de estas congresistas, Marta Risari «sería interesante especificar que los laicos son fieles de sus diócesis (igual que cualquier otro laico). Formar parte del Opus Dei no les resta nada a su ser fieles de las diócesis. Aunque sea evidente para nosotros, quizá no estaba explícitamente expresado en los Estatutos«.

Este mismo punto ha sido resaltado por monseñor Fernando Ocáriz en este mensaje final. En él señala que «se ha procurado expresar con más claridad la dimensión carismática de la Obra, que se vive y se realiza en comunión con las iglesias particulares y con los Obispos que las presiden». 

Paternidad, filiación y fraternidad

El prelado ha querido subrayar también que la «Prelatura del Opus Dei es una familia fruto de unos vínculos de paternidad, filiación y fraternidad». Una fraternidad que estos días ha estado especialmente presente con la confluencia de personas de todo el mundo que ha ayudado «a rezar los unos por los otros y, especialmente, por los que vivís en naciones azotadas por la guerra, o por las distintas formas de pobreza y necesidad».

Evangelización

El diálogo ecuménico e interreligioso, instrumentos de paz

El ecumenismo supone renunciar a la convicción de que nuestro camino es el único posible, para empezar a pensar, juzgar y obrar desde la perspectiva de toda la familia cristiana, donde todos los bautizados tienen una fe común.

Antonino Piccione·18 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 6 minutos

Intercomunión, ecumenismo y diálogo interreligioso es el tema que centra la sesión celebrada el viernes 14 de abril, en el marco del X Curso de especialización en información religiosa promovido por la Asociación ISCOM, la Asociación de Periodistas Internacionales Acreditados por el Vaticano (AIGAV) y la Facultad de Comunicación Social Institucional de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz.

«Hace más de sesenta años, un acto inspirado del santo Papa Juan XXIII puso en marcha un cambio que inmediatamente tomó fuerza y determinó una nueva dirección en la vida concreta de la Iglesia católica en relación con las demás Iglesias y Comuniones cristianas». Así se expresaba S.E. Mons. Brian Farrell, Obispo Secretario del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, sobre la creación del Secretariado para la Unidad de los Cristianos (hoy Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos), parte integrante del aggiornamento del que el catolicismo sentía desde hacía tiempo una gran necesidad.

El Secretariado, bajo la dirección de su primer presidente, el cardenal Augustin Bea, se encargó de llevar a la agenda del Concilio, entre otras cosas, la apremiante cuestión de la superación de las seculares divisiones y rivalidades en el mundo cristiano, y el restablecimiento de esa unidad querida por el propio Señor: «Ut unum sint» (Juan 17, 21). «Esta tarea en particular se presentaba», observa Farrell, «como un reto verdaderamente difícil. Para que los católicos participaran en el movimiento ecuménico, que ya estaba tomando forma entre protestantes y ortodoxos, era necesario un cambio radical de perspectiva sobre la Iglesia, así como sobre la naturaleza y el valor de otras comunidades cristianas. Olvidamos fácilmente que la gran mayoría de los obispos que se reunieron en la Basílica de San Pedro el 11 de octubre de 1962 para iniciar el Concilio, por su formación, estaban convencidos de que fuera de la Iglesia católica sólo existían el cisma y la herejía».

En esta renovada visión eclesiológica, los Padres conciliares llegaron a reconocer que las demás Iglesias y Comuniones cristianas «en el misterio de la salvación no están en absoluto privadas de sentido y de valor» («Unitatis redintegratio«, 3). En efecto, «el Espíritu de Cristo no se niega a servirse de ellas como instrumentos de salvación» (ibid.). En consecuencia, el deber de restablecer la unidad de los discípulos de Cristo se revela como una exigencia indispensable.

El diálogo

«La cuestión crucial», según el secretario del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, «era perfeccionar el concepto de diálogo para que los resultados pudieran traducirse en una experiencia concreta de vida eclesial, como testimonio común y servicio de amor unido». Con la encíclica «Ut unum sint» del Papa Juan Pablo II, el diálogo se sitúa en el contexto de una profunda visión antropológica: el diálogo no es sólo un intercambio de ideas, sino que es un don de sí al otro, realizado recíprocamente como un acto existencial. Antes de hablar del diálogo como forma de superar los desacuerdos, la encíclica subraya su dimensión vertical. El diálogo no se desarrolla simplemente en un plano horizontal, sino que tiene en sí mismo una dinámica transformadora en la medida en que es un camino de renovación y de conversión, un encuentro no sólo doctrinal sino también espiritual, que permite «un intercambio de dones» (nn. 28 y 57)».
El diálogo presupone, pues, una auténtica voluntad de reforma, mediante una fidelidad más radical al Evangelio y la superación de toda vanidad eclesial. El Papa Benedicto XVI ha profundizado aún más en el concepto de diálogo, invitando a «leer toda la tarea ecuménica», subraya Farrell, «no en términos de una secularización táctica de la fe, sino de una fe repensada y vivida de un modo nuevo, a través de la cual Cristo, y con Él el Dios vivo, entra en este mundo nuestro de hoy».

Según Benedicto, es necesario superar la época confesional en la que se mira sobre todo lo que separa, para entrar en la época de la comunión «en las grandes directrices de la Sagrada Escritura y en las profesiones de fe del cristianismo primitivo» y «en el compromiso común con el ethos cristiano ante el mundo» (cf. Discurso en Erfurt, Alemania, 23 de septiembre de 2011).

El intercambio de dones

En la línea de sus predecesores, el Papa Francisco ha hablado a menudo del diálogo ecuménico como un intercambio de dones. «Tal actitud ecuménica -señala Farrell- conlleva una visión elevada, teológica y espiritual, de la comunión que ya existe entre los cristianos: ‘Incluso cuando las diferencias nos separan, reconocemos que pertenecemos al pueblo de los redimidos, a la misma familia de hermanos y hermanas amados por el único Padre'» (Homilía del 25 de enero de 2018).

Ese ecumenismo supone renunciar a la convicción de que nuestro camino es el único posible, para empezar a pensar, juzgar y obrar desde la perspectiva de toda la familia cristiana, donde todos los bautizados tienen una fe común.
En su informe sobre «la Iglesia y las demás tradiciones religiosas: el diálogo interreligioso», el padre Laurent Basanese S.J., Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, recuerda un pasaje de la Carta Encíclica del Papa Francisco sobre la fraternidad y la amistad social (3 de octubre de 2020), nº 199: «Algunos intentan huir de la realidad refugiándose en mundos privados, y otros la afrontan con violencia destructiva, pero entre la indiferencia egoísta y la protesta violenta hay una opción siempre posible: el diálogo. Mientras que en otras épocas las religiones florecieron en regiones relativamente separadas, hoy se encuentran a menudo en el mismo territorio coexistiendo o enfrentadas debido a la globalización en curso, lo que convierte el verdadero diálogo interreligioso en una cuestión crucial.

El otro

«Al prestar atención a lo que el ‘otro diferente’ tiene en común con los cristianos», explica Basanese, «el diálogo ha introducido en la conciencia y la práctica de la Iglesia una nueva forma de considerar a las personas que no comparten la fe de la Iglesia. El ‘otro’ ya no es un ‘objeto de misión’, como consideraban los antiguos tratados de misionología, sino un sujeto al que hay que dirigirse. Hoy, sin embargo, se desea un modelo de encuentro más articulado y complejo, que tenga muchas facetas. Este modelo exige juego, es decir, discernimiento, entre las múltiples dimensiones de una misma realidad, pero también perseverancia en la intención de construir juntos un mundo en el que reine la paz, así como imaginación y creatividad en la vida cotidiana de las relaciones».

Recordando los hitos del diálogo interreligioso en la Iglesia católica (el Concilio y la toma en serio de la globalización, la Encíclica Pacem in Terris, el diálogo institucionalizado de la Iglesia, la Encíclica Ecclesiam Suam de 1964), Basanese se detiene en la Declaración Nostra Aetate del Concilio de 1965 sobre las relaciones de la Iglesia con las religiones no cristianas (n. 2), subrayando la base común de humanidad de la que parten: «La Iglesia católica no rechaza nada de lo que hay de verdadero y santo en estas religiones. Considera con sincero respeto aquellos modos de obrar y de vivir, aquellos preceptos y doctrinas que, aunque difieren en muchos puntos de lo que ella misma cree y propone, sin embargo no pocas veces reflejan un rayo de aquella verdad que ilumina a todos los hombres. No obstante, proclama, y está obligada a proclamar, a Cristo que es «el camino, la verdad y la vida» (Jn 14, 6), en quien los hombres deben encontrar la plenitud de la vida religiosa y en quien Dios ha reconciliado consigo todas las cosas».

Era el final de la era eurocéntrica: se abrían nuevos horizontes para la misión de la Iglesia en el mundo, especialmente en relación con las grandes religiones. Era imposible separar el diálogo entre las distintas confesiones del proceso de construcción de la paz. A este respecto, Basanese cita a Juan Pablo II (Ceremonia de clausura de la Asamblea Interreligiosa de Asís, 28 de octubre de 1999): «Religión y paz van de la mano: declarar la guerra en nombre de la religión es una contradicción evidente. Los líderes religiosos deben demostrar claramente que se comprometen a promover la paz precisamente a causa de su fe religiosa».

Comunidades flexibles y abiertas

Un diálogo de este tipo aspira a la reconciliación y la convivencia. Es un modelo que se opone a la «cultura de la confrontación» o «antifraternidad». La formación de las jóvenes generaciones debe aspirar a que las personas y nuestras comunidades no sean rígidas, sino flexibles, vivas, abiertas y fraternas. Esto es posible haciéndolas más complejas, articulándolas con el «otro que ellas mismas», aumentando su capacidad innata de creatividad.
Un diálogo así esculpido en el Documento sobre la fraternidad humana para la paz mundial y la convivencia común (4 de febrero de 2019): «Adoptar la cultura del diálogo como camino; la colaboración común como conducta; el conocimiento mutuo como método y criterio».

Un diálogo a varios niveles que, según Basanese, el Papa Francisco, en el espíritu de Asís, condensó bien en algunos conceptos clave: «Hoy es tiempo de imaginar con valentía la lógica del encuentro y del diálogo recíproco como camino, la colaboración común como conducta y el conocimiento mutuo como método y criterio; y, de este modo, ofrecer un nuevo paradigma para la resolución de los conflictos, contribuir al entendimiento entre las personas y a la salvaguardia de la creación. Creo que en este campo tanto las religiones como las universidades, sin necesidad de renunciar a sus características y dones particulares, tienen mucho que aportar y ofrecer» (Universidad de Chulalongkorn, Bangkok, 22 de noviembre de 2019).

El autorAntonino Piccione

IA: Ineptitud Artificial

Una de las preguntas que emerge ante la Inteligencia Artificial es si son las máquinas las que se parecen cada vez más a los hombres o somos los hombres los que nos estamos comportando cada vez más como máquinas.

18 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Charlar un rato con ChatGPT es una experiencia alucinante. Este modelo de inteligencia artificial (IA) tiene respuestas para todas las preguntas imaginables, aunque no para las fundamentales.

Y me explico: el robot parlanchín sabe absolutamente todo de absolutamente cualquier tema que le quieras proponer y es capaz de mantener una conversación interesante, entretenida y educada, con su pizca de sal, durante todo el tiempo que uno desee, pero llega un momento en el que comienza a responder con evasivas y a remitir a un conversador humano y eso es cuando las preguntas tienen que ver con las grandes cuestiones que toda persona tiene que plantearse: ¿Quién soy? ¿Tiene sentido todo esto? ¿Por qué debe importarme mi prójimo?

El debate sobre la IA no ha hecho más que empezar y son muchos los retos que nos plantea. Su rápido desarrollo y sus insospechados limites han llevado a algunos a solicitar incluso una moratoria en su implementación para evitar los posibles riesgos de una tecnología que no terminamos de controlar.

Sin ir más lejos, la llamada cuarta revolución industrial que la IA traerá consigo hará que desaparezcan miles de puestos de trabajo pues las tareas que en la actualidad realizamos muchos millones de seres humanos podrán ser realizadas con mucha más rapidez y eficacia por un ordenador.  

Lo cierto es que la IA nos gana en capacidad de cálculo, en análisis de datos y en memoria; pero su supuesta inteligencia se vuelve ineptitud cuando trata de ser auténticamente humana, cuando sus respuestas no se miden en términos de exactitud o eficiencia, sino en otros como la empatía, la compasión o la trascendencia.

La inteligencia artificial no es más que la sublimación del modelo individualista, materialista y competitivo de nuestra sociedad. Como cuando aquel mítico Deep Blue de IBM venció al campeón mundial de ajedrez Garri Kasparov, los modelos actuales y futuros de inteligencia artificial lo único que buscan es ganar a toda costa. En realidad, si lo pensamos bien, solo están jugando una partida contra nosotros que, más tarde o más temprano, conforme sigan aprendiendo, acabarán ganando. Ganar, ganar y ganar, ese es el sentido de su existencia.

Para los algoritmos, lo más parecido a nuestro concepto de felicidad es la victoria frente al competidor, pero ¿es eso lo más humano? Y esta reflexión me lleva a la pregunta: ¿Son las máquinas las que se parecen cada vez más a los hombres o somos los hombres los que nos estamos comportando cada vez más como máquinas?

Nuestra sociedad del descarte deja fuera de su ecuación todo lo que no sirva para lograr la victoria del superhombre nietzscheano “liberado” ya por fin del yugo de Dios. Trata de avanzar a toda costa, sin importar quién se quede en el camino, pues el otro al fin y al cabo no es más que un mero competidor. Su objetivo: ganar a toda costa y cueste lo que cueste, aunque ello implique despejarse a los débiles y romper lazos familiares y comunitarios.

Ojalá el debate sobre la inteligencia artificial nos lleve a aprender algo de las máquinas. Ellas nos enseñan que el futuro de la humanidad, si seguimos su camino, será frío y solitario como lo son ellas. Y que, cuando alguno de nosotros consiga abatir a todos sus contrarios su única  satisfacción será poder decirse a sí mismo (no tendrá con quien compartirlo): Game Over.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Familia

Martínez de Aguirre: «Facilitar el divorcio cambia la visión del matrimonio»

El lunes 17 de abril tuvo lugar el Foro Omnes "El matrimonio en Occidente: de la deconstrucción a la reconstrucción”, organizado junto a la Facultad de Derecho de la Universidad de Navarra. Entre los temas tratados estuvieron los cambios en el derecho civil en la regulación del matrimonio, la filiación y la necesidad de recuperar el sentido de la familia.

Paloma López Campos·17 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

La sede de posgrado de la Universidad de Navarra en Madrid acogió el Foro Omnes “El matrimonio en Occidente: de la deconstrucción a la reconstrucción”, que contó con las ponencias de Álvaro González Alonso, director académico del Máster de Formación Permanente en Derecho Matrimonial y Procesal Canónico de la Universidad de Navarra, y Carlos Martínez de Aguirre, catedrático de Derecho Civil en la Universidad de Zaragoza. María José Atienza, redactora jefe de Omnes, presentó a los ponentes y actuó como moderadora de la mesa.

El primero en tomar la palabra fue Carlos Martínez de Aguirre, quien resaltó “las mutaciones en el Derecho Civil, que no solo han cambiado las reglas del juego, sino el juego en sí mismo”. Hasta el punto de que hemos presenciado la subjetivación del concepto del matrimonio y de la familia.

Entre esos cambios se encuentran “los avances técnicos y médicos que han provocado cambios en la sociedad, como la posibilidad de procrear sin necesidad de tener sexo”. A estos se unen las cirugías de cambio de sexo o las nuevas medidas legales para registrarse con un sexo distinto.

“Todo este conjunto de cosas”, señaló Martínez de Aguirre “transmite el mensaje del dominio de la voluntad humana sobre el sexo, la procreación y las realidades familiares”.

Un nuevo concepto de familia

Esto, que ya resulta complicado a nivel antropológico, hace que “desde el punto de vista técnico legal la situación cada vez sea más complicada”, pues “se produce una doble desconexión dentro del derecho de familia”. Ya no hay fundamento biológico y esto permite al legislador modificar los conceptos básicos a su voluntad.

Actualmente, hay un “concepto de familia adulto céntrico, centrado en los deseos de los adultos y pasando por encima de los intereses de los menores”. De aquí se deriva, consideró el catedrático, otra consecuencia: “el matrimonio es cada vez tratado más como una relación íntima autosatisfactiva entre adultos”. El resultado de esto es que “los hijos quedan a expensas de los deseos e intereses de los adultos”.

Tradicionalmente, “el matrimonio era una institución ligada a la procreación. Estos rasgos desaparecen cuando en el plano civil se acepta el matrimonio homosexual y el divorcio”. Esto es relevante porque “la decisión consistente de admitir que dos personas del mismo sexo puedan casarse, afecta a la propia estructura de la familia”. Por otro lado, “facilitar el divorcio cambia el modo de considerar el matrimonio y también tiene sus consecuencias técnicas”.

El fin de las obligaciones

Cuando dejamos que entre el divorcio en la ecuación, dijo Martínez de Aguirre, “las obligaciones de los cónyuges cambian. Cualquiera de ellos puede ponerles fin cuando quiera”.

“La existencia de un divorcio tan accesible desincentiva la inversión patrimonial y personal en un matrimonio”, en consecuencia, cada vez son más frecuentes los pactos prematrimoniales, que buscan muchas veces salvaguardar los bienes propios en vistas al divorcio.

El cambio en el concepto es evidente. “Antes se decía que el matrimonio es mucho más que un contrato, pero ahora hemos llegado al punto de decir que el matrimonio es mucho menos que un contrato”.

Sin embargo, el catedrático señaló que “la deconstrucción no es total. Todavía queda el rasgo de la pareja, de la unidad”. Si bien es verdad que, “considerando el matrimonio canónico y el civil, estamos ante dos figuras distintas que lo único que comparten es el nombre”.

Paternidad y filiación

Ahora que “hemos separado radicalmente el dato biológico del dato legal”, nos damos cuenta de que “la filiación empieza a descomponerse también”. Esto no es solo una idea, sino que, como apuntó Martínez de Aguirre, “hemos perdido calidad de vida familiar en prácticamente todos los indicadores que pudiéramos considerar”.

Por ello, “es necesario hacer un replanteamiento en profundidad de las regulaciones legales del matrimonio”.

Preservar la visión del matrimonio

Para resumir su intervención, el catedrático de la universidad de Zaragoza afirmó que “el derecho civil no tiene una idea de lo que es el matrimonio”. Pero “el derecho canónico ayuda a preservar la visión del matrimonio que nos permitirá reconocer que el camino que se está tomando ahora mismo no nos lleva a ninguna parte”.

Tras la ponencia de Carlos Mártínez de Aguirre, se dio paso al turno de preguntas. Una de las cuestiones tratadas fue la protección del matrimonio frente a los abusos legales. El profesor Aguirre destacó la importancia de redescubrir la importancia y esencia del matrimonio. También se cuestionó el acompañamiento a los jóvenes que piensan casarse, a lo que los ponentes respondieron que era importante no buscar respuestas existenciales en el ámbito jurídico y a dar importancia a la preparación de los acompañantes de los novios.

Finalizado el turno de preguntas, tomó la palabra Álvaro González Alonso, quien explicó el Máster de Formación Permanente en Derecho Matrimonial y Procesal Canónico de la Universidad de Navarra. Este curso de postgrado está aprobado por la Santa Sede, dura un curso académico y se cursa en un 80% de manera online. Tiene cinco características fundamentales:

  • Rigor científico e interdisciplinariedad
  • Acompañamiento y flexibilidad
  • Calidad del claustro académico
  • Servicio a la Iglesia y a la sociedad
  • Internacionalidad

La importancia de la formación

González Alonso destacó la importancia de profundizar en el conocimiento de una materia como la del Máster porque “importa lo que es en sí misma la institución del matrimonio”, y la formación del plan de estudios facilita ese conocimiento mayor. Por otro lado, señaló que “en la medida en que el conocimiento sea más profundo, más fácil será acompañar”.

Para concluir, el director académico expresó la necesidad de acercar la figura del Derecho canónico y la del Derecho civil, diciendo que “apremia un desarrollo de la legislación acorde con la verdad del matrimonio y la familia”.

España

Juan José Omella: “El deseo de Dios está emergiendo” 

La 121 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española reúne a los obispos españoles esta semana con diferentes retos sobre la mesa.

Maria José Atienza·17 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 6 minutos

El cardenal Omella, presidente de los obispos españoles ha dirigido un discurso que, siendo más breve de lo habitual, ha señalado certeramente las líneas y retos de la Iglesia española en estos momentos.

El arzobispo de Barcelona ha iniciado su discurso de apertura de esta 121 Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal España recordando el reciente fallecimiento de Benedicto XVI así como el décimo aniversario del inicio del pontificado del Papa Francisco.

El emergente anhelo de Dios  

Uno de los puntos más interesantes de los tratados en este discurso ha sido la constatación del creciente anhelo de Dios en la sociedad actual. En este sentido, Omella ha afirmado que “del mismo modo que la secularización se inició en el mundo urbano y ahora está afectando al mundo rural, descubrimos que el deseo de Dios está emergiendo en las ciudades y, con el tiempo, esperamos que llegue también al mundo rural. Creemos que estamos viviendo el inicio de una nueva primavera del Espíritu. Damos gracias a Dios por este don”.

Una primavera que conlleva asimismo el reto de una preparación para toda la Iglesia en la acogida y acompañamiento de todos los que se acercan a la luz de Cristo.

Un reto común, que apela a la responsabilidad evangelizadora que nace del Bautismo de todos los cristianos. “Es el pueblo de Dios el que evangeliza” ha recordado Omella.

En este punto, el cardenal ha querido recordar además algunos de los puntos clave del documento Fieles al envío misionero que delinea los ejes pastorales y líneas de acción de la Iglesia española en estos años.

Descubriendo el papel de los laicos

Omella ha alabado las “nuevas iniciativas de evangelización, promovidas por los laicos en comunión con sus pastores, están ayudando tanto a los mismos laicos como a los ministros ordenados a redescubrir lo que les es propio y a incrementar la acción coordinada y sinodal” pero ha subrayado que “esta no es la misión más habitual para la mayoría de los laicos. Dios no llama al laico a abandonar el mundo cuando profesa su fe, todo lo contario, el «mundo» se convierte en el ámbito y en el medio de su vocación, en el cual debe buscar su santificación” .

Para el presidente de los obispos españoles, “el reto más importante que tenemos ahora es despertar en las multitudes de laicos la vocación que han recibido de Jesucristo para que, unidos a él, ejerzan su misión de ser sal y luz para el mundo, de ser la levadura que transforme la sociedad para hacerla más humana, digna y fraterna. Ellos son el rostro, la voz y los brazos de Dios en medio del mundo”.

En esta línea, Omella ha querido apuntar que “para ayudar a los laicos a redescubrir su misión en medio del mundo, los obispos de la CEE hemos publicado recientemente el documento El Dios fiel mantiene su alianza» y ha animado a darlo a conocer a todos los fieles”

Ante las próximas citas electorales, el presidente de los obispos ha enumerados ocho puntos a tener en cuenta:
1. Promover la dignidad de la persona
2. Venerar el inviolable derecho a la vida
3. Ser libres para invocar el nombre del Señor4. La familia, el primer campo del compromiso social
5. La caridad, el alma y apoyo a la solidaridad
6. Todos somos destinatarios y protagonistas de la politica
7. Situar al ser humano en el centro de la vida económica y social
8. Evangelizar la cultura y las culturas del hombre

Junto a esto, ha animado a los laicos “a alentar un movimiento social a favor del bien común que pasa por proponer, no imponer, la visión católica de la persona, el matrimonio y la familia, como fermento de una sociedad más fraterna, humana y sensible a los más pobres y necesitados”.

Familia y derechos de los padres

Omella se ha referido ampliamente a la importancia de proteger y alentar la familia en la que la “mayor parte de la humanidad alcanza la plenitud del amor”.

“Somos una sociedad familiar y eso no solamente es compatible con ser modernos, sino que hace posible que lo seamos” ha subrayado el cardenal, que ha calificado a la institución familiar como “una alternativa al modelo de modernidad individualista, utilitaria y desvinculada, que tanto daño psicológico y emo cional está causando a las personas y que al final hace insostenible la vida social y el desarrollo humano”.

También ha exigido el presidente de los obispos españoles el respeto a la libertad de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones. En este punto ha defendido propuesta educativa que promueva una educación afectivo-sexual orientada al modo de amar o latino y no egoísta “alejada de toda cosificación de la persona, liberada de las ideologías de género, y que promueva un camino de aprendizaje”.

El presidente ha descrito la realidad del “vertiginoso incremento de depresiones, ansiedades, angustias existenciales, trastornos alimentarios, adicciones, pensamientos y tentativas suicidas, que están afectando no solo a adultos, sino particularmente a niños, adolescentes y jóvenes” que responde a un deseo de Dios al que no se responde adecuadamente desde las premisas de la sociedad relativista en la que nos encontramos.

Un estado «confesional laicista»

La falta de libertad y frecuentes trabas que la administración pone a la libertad de los padres en España también ha tenido su cabida en el discurso de apertura de esta Plenaria.

Omella ha pedido explícitamente la puesta en marcha de un cheque escolar como una solución y apoyo a la verdadera neutralidad y libertad que pedimos a la Administración competente.

La obligación de un “determinado modelo educativo, adscripción ideológica, o titularidad de la escuela” ya significa una falta de Libertad, en palabras de Omella. “Nuestro Estado estaría pasando a ser un estado confesional laicista, discriminando a los ciudadanos y ciudadanas cristianos o de otras religiones” al optar por un único modelo ha afirmado el presidente de la CEE.

Acompañar la vida de principio a fin 

El presidente de los obispos españoles ha realizado un recorrido “vital” para animar y pedir un compromiso social y cristiano en el acompañamiento y ayuda a los más vulnerables en todas las etapas de la vida. En el caso del inicio de la vida, el cardenal ha apelado a una “serena reflexión que vaya a las raíces del problema y busque alternativas reales y ayudas económicas significativas para que las madres que afrontan, muchas veces en soledad, un embarazo”.

También se ha referido a los millares de refugiados e inmigrantes subrayando “la importancia de integrar en el ámbito de la defensa de la vida humana el cuidado de las personas que llegan a nuestras fronteras, la mayoría”.

Una de las novedades de este discurso ha sido la introducción del problema de la enfermedad mental como uno de los puntos a tratar y del que reflexionar como Iglesia. En concreto, el cardenal ha apuntado que “el drama del suicidio no puede desligarse de estos problemas de salud mental y del vacío de sentido de la existencia. Consideramos que el alarmante aumento de suicidios, de manera especial entre los jóvenes”.

Por último, Omella ha pedido ayudas a las familias para cuidar dignamente a sus ancianos así como “un diálogo social e institucional sobre la atención a las personas mayores. Además, es clave crear cauces para escuchar su voz y para darles espacio”.

El arzobispo de Barcelona ha vuelto a mostrar su “rechazo a la ley que regula la eutanasia. Pedimos la aprobación de una ley integral de cuidados paliativos y de ayudas dignas a la dependencia que, contando con los recursos necesarios, permita acompañar de manera verdaderamente humana a las personas en la fase final de su vida”.

Abusos a menores

La enésima petición de perdón y la gestión de los casos de abusos sexuales en el seno de la Iglesia ha cerrado el discurso del cardenal Omella en esta plenaria.

“Hemos pedido perdón por ese gran pecado y seguiremos pidiéndolo”, ha comenzado el cardenal Omella, que ha afirmado que “queremos que esa lacra desaparezca de nuestra sociedad. Por ello, seguimos colaborando con los jueces, la fiscalía y el defensor del pueblo, aportando toda la información de la que disponemos y activando nuestros protocolos”.

“Sin rehuir nuestras responsabilidades” el cardenal arzobispo de Barcelona ha lamentado que “por el momento no se aborde dicha dolorosa cuestión en su dimensión global y que se insista en analizar exclusivamente este drama en el ámbito de la Iglesia. La Iglesia confiesa su pecado, pero denuncia que este mismo hecho, que afecta a otros muchos sectores de la sociedad, no sea puesto en evidencia, para buscar entre todos una solución que abarque toda la extensión de este problema social”.

Los variados e importantes retos de la Iglesia española han sido reafirmado la por el Nuncio apostólico en España, que ha tenido palabras para los corredores humanitarios de migrantes, el apostolado del mar y la necesidad de apoyar la presencia de los cristianos en el espacio público.

Los obispos españoles continuarán la reunión al largo de toda la semana. Las conclusiones finales se dará a conocer en la rueda de prensa previsto para el próximo viernes.

Zoom

La Guardia Suiza vaticana

Miembros de la Guardia Suiza vaticana llega en formación a la Plaza de San Pedro para la Misa de la mañana de Pascua.

Maria José Atienza·17 de abril de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

Banderas de la Toscana para el Papa

Rome Reports·17 de abril de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

Un original y vistoso grupo de danzantes con banderas amenizó la audiencia papal del 22 de marzo. Se trata de los Abanderados de los Pueblos Floreninos y Sestieri, quienes actúan en todo el mundo.

Fundado en 1965, este grupo combina la tradición de la Toscana con las antiguas prácticas de ondear banderas militares. El grupo está formado por capitanes, tamborileros, trompetistas y abanderados. 


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Cultura

UCAM y Fundación para la Cultura Islámica impulsan la tolerancia y la paz

El impulso de la fraternidad humana por el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad Al-Tayyeb, comienza a dar pasos también culturales y académicos. La Universidad Católica de Murcia (UCAM), con la Fundación para la Cultura Islámica y la Tolerancia Religiosa (FICRT) y el Consejo Global para la Tolerancia y la Paz (CGTP), están poniendo en marcha un Máster de Estudios sobre Tolerancia y Paz Mundial que comienza en otoño.

Francisco Otamendi·17 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

La firma del Documento sobre la Fraternidad Humana entre el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar en Abu Dabi, en 2019, está dejando honda huella en ámbitos cristianos y musulmanes. Los sucesivos encuentros entre el Pontífice católico y líderes musulmanes en diversos países como Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Marruecos, Irak o Kazajistán, comienza a traspasar las fronteras de lo estrictamente religioso, y avanzan hacia sectores culturales y académicos de los países.

El mensaje de diálogo, convivencia y “confianza recíproca” en un mundo en guerras y conflictos, a los que hizo mención el Papa Francisco el Domingo de Pascua en la Bendición Urbi et Orbi, va calando poco a poco, y se extiende, a pesar de que aún existen obstáculos en el camino, como señaló el Santo Padre. No hay que olvidar, por otra parte, que el título del documento de Abu Dabi es no sólo por la fraternidad humana, sino también “por la paz mundial y la convivencia común”.

Ahora, la Fundación para la Cultura Islámica y la Tolerancia Religiosa (FICRT) por sus siglas en inglés), junto al Consejo Global por la Tolerancia y la Paz, y la Universidad Católica de Murcia (UCAM), han firmado un Acuerdo de colaboración por el que la Universidad española impartirá el próximo curso un Máster de Estudios sobre Tolerancia y Paz Mundial, con el apoyo de ambas instituciones islámicas. 

Se trata de estudios de posgrado que serán impartidos en versión presencial en el campus de la UCAM, en lengua inglesa, y en versión online en español, destinado especialmente a alumnos procedentes de Hispanoamérica. Las instituciones islámicas apoyan con becas a estudiantes del Máster, como se explica más adelante.

Cultura y mensaje de paz

Al Documento sobre la Fraternidad Humana se refirió el presidente de la Fundación FICRT y y también presidente del Consejo Global para la Tolerancia y la Paz, S.E. Ahmed Al Jarwan, en el acto de la firma del Acuerdo, cuando señaló:  “lograr la convivencia y la paz a nivel mundial es el objetivo de nuestra Fundación, que está comprometida con su papel como institución cultural, en línea con el contenido del Documento sobre la Fraternidad Humana, apoyando la investigación científica relacionada con nuestros fines y procurando difundir su mensaje mediante la organización de encuentros, congresos y seminarios científicos y culturales, además de sesiones de diálogo entre las religiones, y debates que persiguen materializar el mensaje de paz, en entendimiento mutuo y la aceptación del otro”.

En su opinión, “el Programa de Máster en Estudios de Tolerancia y Paz Mundial contribuirá en formar a líderes del futuro que defenderán los valores y la cultura de la convivencia, la tolerancia, la paz y los derechos humanos en el mundo, especialmente porque en este programa pueden matricularse estudiantes de las diferentes nacionalidades, religiones y etnias”.

Por otra parte, José Luis Mendoza García, director de Relaciones Institucionales y firmante del documento por parte de la UCAM, señaló que “no todo el mundo pone el foco, académica e internacionalmente, sobre la paz y la tolerancia, debido a la existencia de muchos conflictos de intereses en el mundo. Por eso, es parte de nuestra misión, como universidad católica, apoyar, acoger e impulsar esta cultura de la paz”. 

José Luis Mendoza anunció también la apertura de un nuevo campus de la UCAM en Madrid, a partir de 2024, lo que facilitará las relaciones entre ambas instituciones y el desarrollo de nuevas iniciativas de colaboración. 

Generosidad en las becas 

“Estamos muy contentos porque S.E. Ahmed Al Jarwan ha sido extremadamente generoso, y duplicó las becas por su interés en América Latina, preocupado porque la obtención de visados y trasladarse a estudiar en Europa para un iberoamericano es más complicado. De este modo se facilita un programa de mucha calidad a través de una magnífica plataforma”, ha manifestado a Omnes Pablo Blesa, decano de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación y vicerrector de Relaciones Internacionales y Comunicación de la UCAM, Pablo Blesa es director del nuevo Máster, junto a la Dr. Basma El Zein, persona de gran trayectoria internacional.

Pablo Blesa añade que “estamos muy contentos porque S.E. Ahmed Al Jarwan ha sido extremadamente generoso, y duplicó las becas por su interés en América Latina, y también preocupado porque la obtención de visados y trasladarse a estudiar en Europa para un iberoamericano es más complicado. De este modo se facilita un programa de mucha calidad a través de una magnífica plataforma. El Máster comenzará en octubre y está abierto el plazo para aquellos interesados en obtener las becas para el programa presencial en inglés y también para el programa en español”.

José Luis Mendoza Pérez, el expresidente de la UCAM recién fallecido, “conoció al Sr. Al Jarwan, él incentivó el programa, y es atribuible a él todo el proceso que ha conducido a la firma del Acuerdo”, ha señalado Pablo Blesa a Omnes. 

Los retos 

“La formación en una cultura de la paz exige unos profesores adecuados, una capacitación importante”. ha manifestado a Omnes el decano Pablo Blesa. A su juicio, “el primer reto es generar en el programa presencial un entorno multicultural, multirreligioso, de tolerancia y paz. Eso es fundamental. Es un objetivo que la UCAM tiene en todos sus programas, que la convivencia de sus alumnos presenciales contribuya al entendimiento, a la tolerancia y a la paz”.

“Queremos que en este programa la paz y la tolerancia comiencen por el tipo de alumnado que vamos a congregar en ese programa presencial”, añade el director del Máster. “Y luego, obviamente, el objetivo de los dos programas es crear y fomentar, y por supuesto habilitar, a profesionales que sean capaces de operar en entornos de gran dificultad, de dificultad en la convivencia entre comunidades distintas, y que con sus conocimientos y su experiencia contribuyan a mediar para facilitar el diálogo interreligioso, el entendimiento entre religiones, y como resultado del diálogo y el entendimiento, la paz, que es el gran bien global que todos añoramos y que hoy está tan maltrecha”.

Confluencias

“Hemos encontrado un hermanamiento desde el ángulo musulmán, fundamentalmente en el entorno de los Emiratos Árabes Unidos, que son un espacio, vamos a llamarlo así, tolerante con la práctica religiosa diferente, y en este sentido ha confluido ese tender la mano del mundo islámico por esta vía dialogante, frente a otras vías que conocemos en clara conculcación de los derechos humanos, el uso de la violencia como herramienta política, etc.”, explica Pablo Blesa. 

“Nos hemos encontrado”, añade, “con ese espacio que el Papa ha creado en la Iglesia católica, que nos parece fundamental, un Papa que ha ido a los límites y a los confines; y por otra parte, en el clero religioso islámico, no siempre bien avenido con el cristianismo, hemos encontrado un conjunto de intelectuales que creen en la tolerancia, en la convivencia y en la paz”.

En cuanto al plan de estudios del Máster, “en el diseño del programa con la señora El Zein, mano derecha y asesora del Sr. Al Jarwan para asuntos educativos, había un programa que se nos presentó. Pero queremos adaptarlo a nuestras capacidades y competencias. Y precisamente nosotros nos detenemos con competencia en asuntos de seguridad y defensa, y ligadas a ellas, desarme y acuerdos de no proliferación, por ejemplo. Ahí queremos darle nuestro personal toque”, señala Blesa.

Instituciones islámicas

La Fundación para la Cultura Islámica y la Tolerancia religiosa (FICTR), fue constituida el 24 de abril de 2017 en España, y su objetivo es promover el valor de la tolerancia religiosa entre las personas de todas las culturas y religiones, contribuir a la difusión de la cultura islámica y fomentar la fraternidad entre los pueblos, ha manifestado a Omnes su director general, Dr. Musabeh Saeed ALkitbi.

La FICRT forma parte del Consejo Global para la Tolerancia y la Paz, constituido en 2017, que tiene actualmente cien miembros de un centenar de países, y sede en Malta. Sus dos órganos fundamentales son el Parlamento internacional para la Tolerancia y la Paz, y la Asamblea General, con reconocimiento internacional, explica el Dr. Musabeh Saeed ALkitbi.

El autorFrancisco Otamendi

Reverendo SOS

Diferentes amores, personas únicas

El hombre, carne y espíritu, ama también con el cuerpo, que adquiere un papel único y diferente en cada relación interpersonal. Enamorarse únicamente de un alma es abrazar, en lugar de a una persona, a un ideal.

Carlos Chiclana·17 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Puedes amar a la patria, tu profesión, a los amigos, a tus padres, a los hijos, a un cónyuge, a la sociedad. La palabra amor se relaciona sobre todo con el amor entre un hombre y una mujer “en el cual intervienen inseparablemente el cuerpo y el alma y en el que se abre al ser humano una promesa de felicidad que parece irresistible, en comparación del cual palidecen a primera vista, todos los demás tipos de amor” (Deus caritas est, n. 1).

¿Qué pasa cuando entre un hombre y una mujer sólo interviene el alma? Queda en algo descafeinado, se enamoran de un ideal y no de una persona, algo espiritualista, casi irreal. Así les pasó a Inés y Salomón. Se conocieron en el grupo parroquial. Tenían una práctica cristiana, tenían unos ideales, deseaban formar una familia cristiana. Decidieron casarse para llevar a cabo este proyecto. Tras casarse se encontraron con un hombre y una mujer reales, con defectos, con problemas y la sexualidad entre ellos se hacía muy difícil, porque la comunicación no era buena, prácticamente no existía. ¿Habían hablado antes de casarse? Sí, pero casi únicamente en términos de “proyecto de familia cristiana”, pero olvidándose de que ellos, de carne y hueso, eran parte fundamental de los cimientos. 

No olvides que el cuerpo no es sólo el aparato genital-reproductor, hay otras partes que pueden intervenir en el amor, para que sea un amor real y sin necesidad de pasar por la cama: cerebro, mirada, oído, presencia. En sexología se afirma que la zona más erógena del cuerpo humano es el cerebro. Algo parecido le pasó a María, que ingresó en un monasterio arrastrada por el amor a Cristo. Se entregó con toda su alma, pero a su cuerpo lo ignoró y éste se empeñaba en llamar la atención con atracones de comida, con dolores o con bajones de ánimo. Resumimos,aunque de forma poco científica: “es que te faltan siete abrazos”.

¿Qué pasa cuando en la relación sólo interviene el cuerpo? Que se da un encuentro de cuerpos, pero no de personas. Se intercambian fluidos, caricias, choques, roces… pero sin el alma no se completa el amor. Se tiene sexo, no se hace el amor, se hace el coito, se copula. Algo así le pasaba a Anuska que decía “parece que llevo un cartel que dice: eh, quiero ser tu amante”

Conjunción de alma y cuerpo, lo estudiamos en el catecismo, y no queremos relegar al cuerpo como si fuera malo. “La Iglesia enseña que la verdad del amor está inscrita en el lenguaje de nuestro cuerpo. En efecto, el hombre es espíritu y materia, alma y cuerpo; en una unión sustancial, de forma que el sexo no es una especie de prótesis en la persona, sino que pertenece a su núcleo más íntimo. Es la persona misma la que siente y se expresa a través de la sexualidad, de forma que jugar con el sexo, es jugar con la propia personalidad”, decía el obispo Munilla en un congreso.

Entre los amores referidos está el de Dios. ¿Es uno el amor, como uno es Dios y todos los otros se le refieren o derivan de él? Aunque se les llame amor igualmente, ¿son totalmente distintos? ¿Cómo integrar con lo espiritual algo que es material y carnal? 

¿Cómo integrar la sexualidad si siendo soltero o célibe no te acuestas con nadie o siendo casado sólo lo haces con una persona? Tampoco te acuestas con tu madre, ni con tu hermano, ni con tu jefe… y puedes quererles muchísimo. En esas relaciones también están presentes los valores sexuales –expresión de san Juan Pablo II– y, para que sean naturales, en el orden de espontaneidad que les corresponde a cada una, lo lógico y natural es que haya manifestaciones sanas y ordenadas, expresiones corporales coherentes con esa relación.

Tras una sesión sobre el desarrollo del potencial erótico, me escribió una chica muy contenta porque se había dado cuenta de que había otra perspectiva para establecer las relaciones humanas: amar primero a la persona y después establecer la relación, de acuerdo con quién es esa persona y quién soy yo. En otro encuentro que titulé “Del amor a la amistad sin pasar por la cama”, antes de comenzar, una chica intervino: “Perdone, en el cartel pone mal el título, ¿no? Debería decir: de la amistad al amor sin pasar por la cama”. ¡La sesión ya estaba dada! Había tocado justo donde quería. 

Mi sugerencia es que si amas antes, a esa persona en concreto, en su “personificación” y “personalización”, te planteas qué tipo de relación y qué amor quieres tener con ella, para que tanto tú como ella os personalicéis más en esa dinámica, tú seas más tú, más libre, más auténtico; y la otra persona también. Primero amar –con una cierta imitación de Dios, que nos ama primero, como predilectos suyos– y luego decidir por dónde llevar la relación: personas únicas, diferentes amores.

Vaticano

El Papa defiende a san Juan Pablo II de “suposiciones sin fundamento»

En el segundo domingo de Pascua, día en que la Iglesia celebra el Domingo de la Divina Misericordia, el Papa Francisco ha calificado los comentarios del hermano de la niña desaparecida en 1983, Emanuela Orlandi, sobre san Juan Pablo II, como “suposiciones sin fundamento”. Además, ha saludado a los grupos que cultivan la espiritualidad de la Divina Misericordia, y ha felicitado la Pascua a los hermanos de Oriente.

Francisco Otamendi·16 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Tras el rezo del Regina Caeli, en este domingo de la Divina Misericordia instituido por san Juan Pablo II, y tras saludar desde la Plaza de San Pedro a los romanos, peregrinos y grupos de oración que cultivan la espiritualidad de la Divina Misericordia, el Papa Francisco ha defendido hoy “, seguro de interpretar los sentimientos de los fieles de todo el mundo, la memoria de san Juan Pablo II”, al calificar como “suposiciones sin fundamento” recientes declaraciones sobre la niña desaparecida en 1983, Emanuela Orlandi.

“L’Osservatore Romano” diario oficial vaticano, ha calificado como una “locura” las acusaciones contra san Juan Pablo II de Pietro Orlandi, hermano de la niña vaticana desaparecida. En un reciente programa televisivo, Orlandi aseguró que dentro del Vaticano se sabía que el entonces Papa solía salir por las noches acompañado de monseñores polacos, “y no precisamente a bendecir casas”.

Andrea Tornielli, director editorial del Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede, ha calificado en L’Osservatore Romano’ estas palabras como “Una locura. Y no lo decimos porque Karol Wojtyla sea un santo o porque haya sido Papa. Aunque esta masacre mediática entristece e hiere el corazón de millones de creyentes y no creyentes, la difamación debe ser denunciada porque es indigno tratar así en un país civil a cualquier persona, viva o muerta”, ha escrito Andrea Tornielli.

Feliz Pascua a los hermanos de Oriente

El Santo Padre Francisco comentó antes de rezar el Regina Caeli “dos apariciones de Jesús resucitado a los discípulos, y en particular a Tomás, el apóstol incrédulo”. Y tras el rezo de la oración mariana pascual, expresó su “cercanía a los hermanos y hermanas de Oriente que hoy celebran la Pascua”. Que “el Señor Resucitado esté con ustedes y los llene de su Santo Espíritu. Feliz Pascua a todos ustedes”, reiteró el Papa. Luego, el Pontífice concretó aún más un saludo especial “a nuestros hermanos y hermanas que en Rusia y en Ucrania hoy celebran la Pascua, que el Señor esté cerca de ellos y les ayude a hacer la paz”.

A continuación señaló que “lamentablemente, en gran contraste con el mensaje pascual, las guerras continúan sembrando muerte. Apenémonos por estas atrocidades y recemos por estas víctimas, pidiendo a Dios que no tenga que sufrir más la muerte violenta por mano del hombre, sino la sorpresa por la vida que Él da y la renueva con su gracia”.

En ese instante, expresó que sigue “con preocupación los sucesos de Sudán, Estoy cercano al pueblo sudanés que tanto ha sufrido, y aliento a rezar para que se dejen las armas y prevalezca el diálogo para seguir juntos el camino de la paz y la concordia”.

El Papa saludó también “a grupos venidos de Francia, Brasil, España, Polonia, Lituania, a los bomberos de diversos países europeos que hoy han venido a Roma para una gran manifestación abierta a los ciudadanos. Gracias por su servicio”, les saludó.

Buscar al Resucitado en la Iglesia

En su alocución inicial, el Santo Padre señaló que el apóstol Tomás “no es el único al que le cuesta creer. Es más, nos representa un poco a todos nosotros. De hecho, no siempre es fácil creer, especialmente cuando, como es su caso, se ha sufrido una gran decepción.

ha seguido a Jesus durante años corriendo riesgos y soportando penalidades. El Maestro fue crucificado como un delincuente y nadie lo ha liberado. Nadie ha hecho nada. Ha muerto y todos tienen miedo. Pero Tomás muestra que tiene valentía, Mientras los otros están encerrados en el cenáculo por miedo, él sale, corre el riesgo de que alguien pueda reconocerlo, denunciarlo y arrestarlo”.

Sin embargo, cuando el Señor “le complace para mostrarle sus llagas, las pruebas de su amor, que son los canales siempre abiertos de su misericordia, Jesús se las muestra pero de forma ordinaria, delante de todos, en la comunidad, no fuera”, subrayó el Papa. “Como diciéndole: si quieres encontrarme no busques lejos, quédate en la comunidad, con nosotros, no te vayas, reza con ellos, parte con ellos el Pan”.

“Nos lo dice a nosotros también”, prosiguió el Santo Padre Francisco. “Sin la comunidad es muy difícil encontrar a Jesús”. Y se preguntó: “Nosotros, ¿dónde buscamos al Resucitado? ¿En algún evento especial? ¿En una manifestación religiosa espectacular, sorprendente? *Únicamente en nuestras emociones o sensaciones? O en la comunidad, en la Iglesia, aceptando el desafío de quedarnos. Aunque no sea perfecta, no obstante todos sus límites y caídas, que son nuestros límites y nuestras caídas, nuestra Madre Iglesia es el Cuerpo de Cristo, y ahí, en el Cuerpo de Cristo se encuentran impresas todavía y para siempre las señales más grandes de su amor”.

Amar a la Iglesia, casa acogedora para todos

“Preguntémonos”, invitó el Papa Francisco, “si, en nombre de este amor, en nombre de las llagas de Jesús, estamos dispuestos a abrir los brazos a quien está herido por la vida, sin excluir a nadie de la Misericordia de Dios, sino acogiendo a todos, cada uno, como un hermano, como una hermana. Como Dios acoge a todos. Dios acoge a todos”, repitió. “María, Madre de la Misericordia nos ayude a amar a la Iglesia, y a hacer una casa acogedora para todos”.

El autorFrancisco Otamendi

Cultura

Ópera en la catedral de Los Ángeles

El 11 de marzo la catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles, en California, abrió sus puertas a "Moisés", una ópera basada en la figura bíblica y compuesta por Henry Mollicone.

Gonzalo Meza·16 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El 11 de marzo la catedral de Nuestra Señora de Los Ángeles, en California abrió sus puertas a una de las compañías de Ópera más grandes e importantes de Estados Unidos: La Ópera de Los Ángeles (LA Opera), dirigida por el maestro James Conlon. El amplio santuario de la catedral se convirtió en el escenario donde decenas de artistas, músicos profesionales y aficionados dieron vida a «Moisés», una ópera basada en la figura bíblica y compuesta por Henry Mollicone.

«Moisés, la lucha de una nación por la libertad», presenta los temas más relevantes del libro del Éxodo: la opresión del pueblo de Israel en Egipto, el nacimiento de Moisés, su elección para liberar al pueblo, las diez plagas en Egipto, la salida de los israelitas, la construcción del becerro de oro y la entrega de las tablas de la ley.

Los Ángeles, catedral del arte

Este proyecto forma parte de un programa comunitario entre LA Opera y la catedral de Los Ángeles para acercar la ópera a la comunidad angelina y dar la oportunidad a artistas, bailarines y músicos de todas las edades de Los Ángeles de interactuar con profesionales de una compañía operística de clase mundial.

La catedral se ubica en el centro cultural de Los Ángeles. La vecindad física entre la catedral y el «Music Center» fomentó la colaboración entre ambas instituciones. El «Music Center» es uno de los centros de artes escénicas más grandes del país, en cuyo extenso complejo se encuentran cuatro grandes salas de conciertos: Dorothy Chandler Pavillion, casa de La Ópera de Los Ángeles (LA Ópera); el Walt Disney Music Hall, casa de la Filarmónica de Los Ángeles (LA Phil), que es uno de los centros arquitectónicos y acústicos más modernos del país; el Foro Mark Taper y el Teatro Ahmanson, donde se presentan obras teatrales.

La presentación de óperas en la Catedral fue una de las primeras iniciativas que el director de LA Opera, el maestro Conlon, implementó desde su llegada en el 2006. Anteriormente, se han presentado en la catedral “El diluvio de Noé” de Benjamin Britten y “Judas Macabeo” de Händel, entre otras.

Arte accesible

En una ciudad como Los Ángeles donde hay más de 40 mil personas deambulando por las calles sin hogar, con altas tasas de pobreza y grandes índices de desigualdad social aunadas a problemas raciales, presentar óperas sacras en la catedral de manera gratuita, brinda la oportunidad al público en general de acercarse a la ópera.

Estos eventos resultan inaccesibles para el angelino promedio dados los altos precios de las entradas. Los boletos de ópera u otros eventos teatrales en Estados Unidos cuestan mucho más que otros países que reciben subvenciones del Estado. A diferencia de países como Francia, Italia o México -en donde existen ministerios dedicados a la cultura y en los cuales el Estado sostiene una buena parte de las actividades culturales, entre ellas las compañías de ópera- en Estados Unidos las instituciones culturales son independientes y, por ende, deben obtener sus recursos por sí mismas pues prácticamente no hay apoyos financieros gubernamentales, ni de las mismas proporciones que en Europa.

Aunque el Fondo Nacional para las Artes, “National Endowment for the Arts» (NEA) recibe recursos del gobierno federal, no se equipara a los apoyos gubernamentales que reciben otras instituciones culturales europeas. Para hacer una comparación, la Ópera de París recibió en el 2019 subsidios gubernamentales que equivalen al 60% de todo el apoyo gubernamental que el NEA recibió en ese mismo lapso. Sin embargo, sus fondos se destinaron a cientos de proyectos culturales: organizaciones sin fines de lucro, escritores, traductores, agencias estatales y regionales de arte y no a una sola institución.

Ponte en camino, no esperes más

El mes de abril acaba, como siempre, el día 30. Pero este año… ¡es el domingo del Buen Pastor! Domingo IV de Pascua.

16 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El mes de abril acaba, como siempre, el día 30. Pero este año… ¡es el domingo del Buen Pastor! Domingo IV de Pascua.

Ese día la Iglesia universal lo dedica a rezar por las vocaciones, pedimos al Señor que cuide de su grey, los cristianos, poniendo en el corazón de los jóvenes el deseo de consagrarse a Él, y entreguen su vida al servicio de los demás.

Ojalá nos acordemos todos de pedir que entre los jóvenes nazca el deseo de evangelizar, de llevar a Cristo a todos los pueblos. Que, con nuestra oración y con nuestros sacrificios, movamos el corazón de Jesús para que ponga la semilla de la vocación misionera en muchos jóvenes. Ojalá podamos, de aquí a unos años, dar el relevo de las misiones a muchos jóvenes que ayuden a que los que ya lo han dado todo, puedan descansar. Ojalá seamos capaces de bajar la edad media de nuestros misioneros españoles que están hoy predicando el Evangelio en los cinco continentes (que, por cierto, es de 75 años).

Pero también acordémonos de pedir que, en los lugares donde nuestros misioneros están evangelizando, surjan vocaciones nativas de aquellos pueblos. Uno de los regalos más importantes que Dios da al trabajo de los misioneros es que su testimonio provoque la llamada de algunos jóvenes a consagrarse como sacerdotes o religiosos y religiosas. Las vocaciones nativas son el mejor legado que los misioneros pueden dejar en la misión.

Muchos jóvenes dan el paso, pero tienen dificultades para seguir adelante con su vocación: culturales e incomprensión, económicas… Es necesario que cuenten con la oración de toda la Iglesia, y con nuestro apoyo económico. El día 30 de abril, puede ser un día en el que nos acordemos de ellos, de su vocación, de su formación, de su perseverancia.

Ponte en camino, no esperes más, es el lema que hemos escogido para esta jornada… ¡vamos a apoyarla!

El autorJosé María Calderón

Director de las Obras Misionales Pontificias en España.

Evangelización

El hermano Rafael

El hermano Rafael fue un monje trapense del siglo XX con grandes dotes para el estudio y el arte. Fue canonizado en el año 2009 tras la curación milagrosa de una mujer madrileña.

Pedro Estaún·16 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Rafael Arnaiz Barón es uno de los grandes místicos del siglo XX. Comúnmente conocido como el hermano Rafael, nació en Burgos el 9 de abril de 1911 y le bautizaron en la iglesia de Santa Gadea el 21 del mismo mes. Era el primer hijo de los cuatro que tuvieron Rafael Arnáiz y Mercedes Barón. Don Rafael, que estudió también Derecho, ejercía como Ingeniero de Montes. Doña Mercedes era cronista en algunos periódicos y revistas, escribiendo con cierta frecuencia en las páginas de sociedad.

Infancia y juventud

Rafael hizo su primera comunión en la iglesia de la Visitación del Monasterio de las Salesas, en Burgos, el 25 de octubre de 1919. Un año después entró en el colegio que los jesuitas tenían en Burgos. Allí fue miembro de la Congregación de María Inmaculada y recibió premios por su aplicación en el estudio y buena conducta. Sin embargo, pasó casi todo su primer año enfermo, primero de unas fiebres colibacilares y, nada más sanar de éstas, de una pleuresía que había tenido latente. Cuando por fin se restableció completamente su padre le llevó al Pilar de Zaragoza para dar gracias a la Virgen por su curación. Luego en octubre de 1921, Rafael pudo reanudar los estudios. 

Al año siguiente la familia se trasladó a Oviedo. Allí ingresó como alumno externo en el colegio San Ignacio de Loyola de la Compañía de Jesús. Cuando tenía quince años comenzó, a petición suya, a recibir clases de dibujo y pintura del pintor Eugenio Tamayo. El año 1929 terminó el bachillerato y se matriculó en la Escuela de Arquitectura de Madrid, carrera en la que mezcló su pasión por el arte con la ciencia.

Con 18 años recién cumplidos, Rafael fue a pasar el verano a Ávila. Se hospedó con sus tíos, los Duques de Maqueda, a los que siempre estuvo muy unido. Hizo entonces un recorrido por Castilla, deteniéndose principalmente en Salamanca para admirar las obras arquitectónicas de la ciudad. Después, de vuelta en Ávila, pintó unas vidrieras para la capilla de su familia.

La semilla de la vocación

Su tío acababa de traducir un libro del francés Del Campo de batalla a la Trapa. Trata de un capitán francés condecorado por su bravura que renunció a sus condecoraciones para ingresar como hermano lego en la Trapa de Chambarand. El Duque pidió a su sobrino que le hiciera una portada. La lectura le causó a Rafael tal impresión, que le entraron deseos de peregrinar a la Trapa de San Isidoro de Dueñas (Palencia). Cumpli en otoño de 1930, y aquella visita sembrará en él la semilla de su vocación como monje cartujo.

Continuó sus estudios e hizo el servicio militar en Madrid. La Segunda República estaba presidida en aquellos años por un gobierno marcadamente anticlerical y marxista. El ambiente que Rafael encontró a su alrededor no era precisamente favorable para sus propósitos. Conocemos una anécdota sucedida en la «Pensión Callao» en la que residía mientras cursaba sus estudios de arquitectura en Madrid. Una tarde al llegar a la pensión, una chica argentina que se hospedaba en la misma residencia se metió en su habitación con intención de seducirle.

Más tarde él diría, en clara referencia a este episodio y a otros que desconocemos: “Si no es por un milagro de la Santísima Virgen, me hubiera sido imposible sustraerme a las garras de los enemigos del alma que intentaron arrebatarme el tesoro de la gracia y la libertad del corazón”. Poco después optó por la vocación religiosa contemplativa y el 16 de enero de 1934 ingresó en el monasterio de Palencia.

Vida en la cartuja

La vida en la cartuja es dura y disciplinada. Los monjes se dedican especialmente a la oración interferida por el estudio y el trabajo, normalmente en soledad, excepto la Misa conventual y algunas oraciones. Los domingos y fiestas principales comen todos juntos y hacen una hora de recreo. Una vez por semana dan un paseo largo fuera de la clausura. Como mortificación tienen la abstinencia perpetua de carne y levantarse a media noche.

El hermano Rafael vivió la vida monástica de manera ejemplar desde el principio y escribió en esos años numerosos textos espirituales y místicos que siguen siendo hoy muy populares y conocidos, un magnífico legado para las almas sedientas de espiritualidad. En ellos se encuentra escrito hasta la saciedad un lema luminoso y lleno de vida. “¡Sólo Dios! ¡Sólo Dios! ¡Sólo Dios!” Pero debido a su delicada salud –una virulenta diabetes- tuvo que salir hasta en tres ocasiones del monasterio, para de nuevo regresar, pero siempre con una salud muy frágil.

El 26 de abril de 1938, hacia las siete de la mañana, acabó sus días a consecuencia de un coma diabético; aunque fue más bien el amor de Dios lo que le consumió. Tenía 27 años recién estrenados. Fue sepultado en el cementerio de ese monasterio cisterciense.

La subida a los altares

Su proceso de beatificación empezó en 1965 y culminó en abril de 1967. El Papa Juan Pablo II le declaró beato el 27 de septiembre de 1992, tras reconocer un milagro de una joven palentina. Tras ser atropellada por un tractor fue curada milagrosamente tras encomendarse al hermano Rafael.

Años después, Benedicto XVI aceptó un nuevo milagro a él atribuido que sirvió para su canonización. Se trataba de la curación inexplicable de Begoña León Alonso, una madrileña de 38 años, enferma del síndrome de Hellp durante su embarazo. Al ser intervenida para salvar a su hija el 25 de diciembre de 2000 en el Hospital Gregorio Marañón, se le paralizaron el hígado y los riñones, le dieron infartos cerebrales y quedó en estado de muerte cerebral.

El cirujano informó entonces a los padres de Begoña que no había esperanzas de salvar la vida de la madre. La niña, aunque nació sana, pesaba sólo 1 kilo y 200 gramos, pero podría coger peso en la incubadora. Una de las amigas de Begoña visitó el Monasterio de San Bernardo de Burgos y pidió a las monjas que oraran por la curación de su amiga, pero encomendándoselo sólo al hermano Rafael. Las oraciones fueron escuchadas y Begoña comenzó a recuperarse el 6 de enero. La mejoría fue tan completa que no le quedó ninguna secuela de esa gravísima enfermedad. El hermano Rafael fue canonizado el 11 de octubre de 2009.

El autorPedro Estaún

Cultura

De Sixto V a Francisco, la Curia Romana en sus pasajes clave

El historiador de la Iglesia Roberto Regoli analiza la historia y los sucesivos cambios de la Curia romana hasta llegar a la reciente reforma establecida a través de Praedicate Evangelium.

Antonino Piccione·15 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos

Roberto Regoli es profesor de Historia Contemporánea de la Iglesia en la Pontificia Universidad Gregoriana, donde dirige el Departamento de Historia de la Iglesia y la revista «Archivum Historiae Pontificiae». Está especialmente interesado en la historia del Papado, la Curia romana y la diplomacia papal de los siglos XIX y XX y, además, es miembro de diversos organismos académicos y culturales de Europa y Estados Unidos. Ha escrito, editado o co-editado veinte libros.

¿Podemos decir que la constitución Praedicate Evangelium, publicada hace poco más de un año, marca, desde el punto de vista del desarrollo de la Curia romana, uno de los pasajes clave de una historia de reformas, fruto de una vitalidad de procesos institucionales y, sin embargo, dominada por el peso y la figura del Sumo Pontífice?

– La premisa puede parecer banal, pero no lo es: el obispo de Roma no gobierna solo, siempre ha tenido a su lado órganos que le asisten, desde los Sínodos a los Consistorios y las Congregaciones de Cardenales. A lo largo de la historia, estos órganos han cambiado, han muerto o se han añadido otros nuevos.

Mientras que en el primer milenio el obispo de Roma gobernaba ordinariamente a través de los Sínodos Romanos, con la llegada de los cardenales y, en consecuencia, del Sacro Colegio, el Papa gobernaba sobre todo a través del Consistorio de Cardenales, que normalmente se reunía una o dos veces por semana. Existía en la Iglesia lo que hoy podríamos llamar un «consistorio».

Antes de evaluar el impacto del Praedicate Evangelium e identificar sus innovaciones más relevantes, centrémonos en las reformas que han afectado a la Curia a lo largo de los siglos, a partir de las visiones eclesiológicas que las inspiraron.

– Durante el pontificado del papa Sixto V, con la constitución Immensa Aeterni Dei (22 de enero de 1588), se crearon las Congregaciones de Cardenales: asambleas especializadas de cardenales, convocadas por el papa para pedir consejo sobre asuntos recibidos en Roma.

Este sistema de gobierno se basa en el cardenalato, como corresponde a una eclesiología de la época, que identificaba de algún modo un origen divino del cardenalato. Hay claras alusiones en la bula de Sixto V Postquam verus ille (3 de diciembre de 1586), cuando establece un paralelismo entre el colegio de apóstoles que asistía a Cristo y el colegio cardenalicio que asiste al pontífice.

Con la reforma de 1588, la centralidad del papado dentro de la visión eclesial llevó a establecer una asimilación ya no entre Pedro y el obispo de Roma, por una parte, y el colegio de los apóstoles y el colegio cardenalicio, por otra, sino entre el Papa y Cristo, designados ambos como cabeza del cuerpo por debajo del cual se encontraban todos los demás miembros, entre los cuales los cardenales eran los más nobles y excelentes.

Durante varios siglos, el sistema de las Congregaciones conservó su centralidad en el gobierno de la Iglesia: ¿es así?

– De hecho, no hubo cambios significativos hasta que, entre los siglos XIX y XX, los cardenales fueron excluidos de los procesos decisorios para intervenir sólo en la fase final, con lo que la tradicional acción colegial de la Curia perdió su razón de ser en favor de la eficacia de las respuestas a las múltiples exigencias eclesiales y mundanas.

La reforma de Pío X (Sapienti consilio, 29 de junio de 1908) pretende centralizar el gobierno de la Iglesia y modernizarlo al mismo tiempo. Se pasa de 21 a 11 Congregaciones y de 6 a 3 Secretarías. Se refuerza el papel de la Secretaría de Estado, la Congregación para los Asuntos Eclesiásticos Extraordinarios y la Secretaría para los Breves pasan a estar bajo su dirección, y varios países (Gran Bretaña, Holanda, Estados Unidos, Canadá) antes dependientes de Propaganda fide pasan a estar bajo su jurisdicción. Una reestructuración, nada más, que no afecta en lo más mínimo al sistema de Congregaciones.

Antes de que el debate conciliar se acalorase, fue Pablo VI quien decidió eliminar la cuestión de la Curia de la agenda del Vaticano II, comprometiéndose a una reforma, que se llevó a cabo efectivamente en 1967 mediante la constitución Regimini Ecclesiae universae. ¿Cuáles fueron los cambios más significativos?

– Con Pablo VI, antiguo sustituto y pro-secretario de Estado, hombre de aparato, con una considerable capacidad para controlar la máquina administrativa, se tiende a reforzar el papel de la Secretaría de Estado en el seno de la Curia, en la medida en que se define su «primacía […] sobre los demás dicasterios»: una especie de primer ministro con poderes de coordinación.

Se trata de una reforma general y profunda, basada también en criterios pastorales (Promoción de la Unidad de los Cristianos, no cristianos y no creyentes, Consejo para los Laicos, Comisión Iustitia et Pax). Se reconoce el papel de una Iglesia en diálogo con otras religiones y con la sociedad civil.

Además, aumentan las oportunidades de colaboración entre la Curia y la Iglesia universal, gracias a la internacionalización más incisiva de la Curia, a la implicación de los obispos residenciales como miembros de las Congregaciones y a la restitución o concesión a los obispos de muchas facultades reservadas a la Santa Sede. Para facilitar el relevo generacional, los nombramientos pasaron a ser temporales (5 años), aunque renovables, para los jefes de dicasterio, al igual que para los miembros componentes, los prelados secretarios y los consultores.

A pesar de las numerosas referencias historiográficas al hecho de que la reforma de Pablo VI debe concebirse en el marco eclesiológico del Concilio Vaticano II, este planteamiento no resiste la comparación con las normas y la práctica. La reforma de Montini, en efecto, tiene un sustancial planteamiento monárquico, que ya entonces aparecía como una novedad en relación con el estilo colegial típico de la Curia romana en los tiempos modernos y contemporáneos, novedad que tenía premisas en los pontificados de Pío XI y Pío XII.

La reforma centralizadora paulina preveía que la administración fuera dirigida por un monarca, inmediatamente por debajo del cual sólo estaba el Secretario de Estado, considerado un ejecutor de los deseos papales.

Esto se aprecia en la elección del candidato al puesto, que recayó en el cardenal Jean-Marie Villot (1905-1979), procedente del mundo pastoral y que parecía un colegial al lado de Pablo VI. Este enfoque se manifestó también en la creación por el Papa del Sínodo de los Obispos (1965). De alguna manera se pasa de la Consistorialidad a la colegialidad. El Sínodo, instrumento de una colegialidad más afectiva que efectiva (el Sínodo no toma decisiones), no disminuyó sin embargo la centralidad de la Santa Sede.

Con Juan Pablo II primero y Benedicto XVI después, ¿estamos ante un cambio de paradigma, que se traduce en un nuevo estilo y concepto de gobierno?

– La reforma general de la Curia en 1988, con la Constitución Apostólica Pastor Bonus de 29 de junio, acentúa el aspecto pastoral del servicio de todos los organismos, pero sobre todo introduce algunos cambios estructurales. La Secretaría de Estado ve reforzada su preeminencia sobre los demás dicasterios al organizarse en dos secciones, Asuntos Generales y Relaciones con los Estados.

El cardenal Sebastiano Baggio afirma que: «Por primera vez en la historia, la Curia romana se concibe y se renueva a la luz de la eclesiología de comunión, que ni la Immensa, ni el Sapienti consilio, ni la misma Regimini supieron evidentemente tener en cuenta, aunque su autor advirtiera que necesitaría una revisión y una profundización».

Esta autoconciencia institucional, sin embargo, no parece resistir la comparación con la praxis, en el sentido de que se trata de una visión más declamada que realizada. Benedicto XVI se erige en ejecutor y fiscal silencioso de las líneas de pontificados anteriores con un enfoque menos monárquico que el de Montini, lo que parecía, como ya se ha dicho, una novedad en relación con el estilo colegial típico de la Curia romana.

Tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI prefirieron un modo de gobierno distinto, debido a sus diferentes temperamentos y estilos de gobernar: una especie de gobierno por delegación, después de haber proporcionado las grandes líneas de acción (salvo en los expedientes que respectivamente tenían más a pecho y seguían en detalle).

En esta larga historia, cuyos hitos hemos recorrido, se encuentra la reforma del Papa Francisco, que sólo será eficaz si se lleva a cabo con hombres «renovados» y no simplemente con hombres «nuevos»», según palabras del propio pontífice. Sólo el futuro podrá decirnos sobre la bondad y el éxito del Praedicate Evangelium. En cualquier caso, ¿qué cambia realmente?

– Podríamos responder: nada, un poco, mucho. Nada, porque se mantiene la estructura básica de la Curia instaurada por Sixto V en 1588, compuesta por Tribunales, Oficinas, Secretarías y Congregaciones. Aunque a través de creaciones, supresiones, reorganización de competencias, fusiones, basadas en un método pragmático. Cambia poco, en la medida en que el horizonte marcado de la reforma es el de la mayor implicación de las Iglesias locales en la administración central de la Curia romana, pero este planteamiento ya estaba bien presente en la reforma de Pablo VI de 1967 y de facto con Pío XII se había puesto en marcha el camino irreversible de la internacionalización de los componentes de la Curia romana y del Sacro Colegio, que es la primera y real implicación de la periferia en el centro romano. 

También hay que señalar que la estructura de una Secretaría, a diferencia de la de una Congregación o un Dicasterio, tiene como objetivo la gestión rápida de los expedientes. De hecho, mientras que una Congregación tiene por naturaleza una gestión colegiada, las Secretarías siguen un modelo vertical.

En este punto, es comprensible que la novedad de los dos Secretariados en los primeros años del pontificado se refiriera precisamente a la comunicación y a la economía, ámbitos en los que un método colegial pondría en duda la eficacia de las respuestas a las exigencias de la realidad. Sólo en el caso de la comunicación se volvió finalmente a un modelo de Dicasterio, porque, más allá de la eficacia, existía probablemente la necesidad de gestionar una cantidad no indiferente de estructuras relacionadas. En cuanto a la Secretaría de Estado, se le retiran las competencias relativas al personal de la Santa Sede y a la gestión autónoma de las finanzas y las inversiones.

Al mismo tiempo, la reforma crea una Sección III para el Personal Diplomático de la Santa Sede, bajo la dirección del Secretario para las Representaciones Pontificias, con la ayuda de un Subsecretario, y dentro de la Sección II crea una nueva figura, un Subsecretario dedicado a la diplomacia multilateral. En cierto modo, se vuelve a un modelo anterior de Secretaría de Estado, el de la época moderna. Otro elemento de recuperación del pasado, en clave reformista, es la presidencia de algunos organismos que han quedado en manos del Santo Padre, como el Dicasterio para la Evangelización. Además, una de las secciones del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral aborda la preocupación por los refugiados y los inmigrantes. Esta sección queda ad tempus bajo la autoridad directa e inmediata del Pontífice. Otra decisión paradigmática es la elevación de la Limosneria al Dicasterio para el Servicio de la Caridad, por encima de la incidencia real de gobierno. Por otra parte, sin embargo, los gestos valen más que los textos. El pontificado de Francisco parece seguir un estilo de gobierno más cercano al de Pablo VI, según una implicación más directa del papa en la gestión de los expedientes.

Por último, la reforma cambia mucho con respecto al pasado, siempre según una lectura histórica. En primer lugar, el método. Por primera vez, la reforma de la Curia es llevada a cabo por prelados no curiales: el conocido Consejo de Cardenales, en su evolución, sólo ve sentarse al Secretario de Estado como representante de la Curia. También por primera vez participa el episcopado mundial. En las primeras páginas de la constitución Praedicate Evangelium, de hecho, se afirma explícitamente que «La Curia Romana está al servicio del Papa […] el trabajo de la Curia Romana está también en relación orgánica con el Colegio Episcopal y con los Obispos individuales, y también con las Conferencias Episcopales y sus Uniones regionales y continentales, y las Estructuras Jerárquicas Orientales, […]».

Y en otro pasaje se reitera que la Curia Romana «está al servicio del Papa, sucesor de Pedro, y de los Obispos, sucesores de los Apóstoles, según las modalidades propias de la naturaleza de cada uno».

Se trata, sin embargo, de pasajes que deben leerse junto con el muy importante sobre la participación de los laicos en el gobierno central de la Iglesia católica: «Cada institución curial realiza su misión en virtud de la potestad recibida del Romano Pontífice, en cuyo nombre actúa con poder vicario en el ejercicio de su munus primaziale.

Por esta razón, cualquier fiel puede presidir un Dicasterio u Organismo, dada su particular competencia, potestad de gobierno y función». Con la clara implicación de los laicos, pasamos de la eclesiología de la colegialidad a la de la sinodalidad, donde por sinodal se entiende no un genérico «caminar juntos», sino más propiamente un caminar juntos de todos también en funciones de gobierno.

El autorAntonino Piccione

Recursos

La vida nueva en Cristo. Prefacios Pascuales (II)

El Prefacio constituye la primera parte de la Plegaria Eucarística. Con ocasión de la Pascua de Resurrección, se explican en tres artículos los cinco prefacios pascuales. Tras el primer texto introductorio y sobre el primer Prefacio, hoy se abordan el segundo y el tercer Prefacio de Pascua: la vida divina en nosotros por la gracia, y la mediación de Cristo.

Giovanni Zaccaria·15 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El título del segundo prefacio pascual (De vita nova in Christo) dirige nuestra mirada a los efectos de la Pascua de Cristo en la vida de los creyentes. En efecto, por el sacrificio de Cristo en la cruz, los hijos de la luz nacen a la vida eterna y se abren a los creyentes las puertas del reino de los cielos. 

La expresión hijos de la luz hace referencia a Lc 16, 8, pero sobre todo a Jn 12, 36: “Mientras tengáis la luz, creed en la luz, para que seáis hijos de la luz”, e indica a los que creen en la divinidad de Cristo. De hecho, el pasaje de Juan citado trata de la revelación última dada por la voz del Padre desde el cielo (“Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: ‘¡Yo lo he glorificado y lo glorificaré otra vez!’” (Jn 12, 28) y la ofrecida por el Misterio pascual (“Y yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí” (Jn 12, 32): Cristo es la luz del mundo porque es el Hijo unigénito del Padre, como revelan la voz del cielo y la Cruz; sólo creyendo en Él se llega a ser hijo de la luz y nace un mundo nuevo, caracterizado por la vida eterna. 

La expresión “vida eterna” no designa en primer lugar la vida después de la muerte, sino la vida nueva en Cristo: sólo Dios es eterno y, por tanto, sólo la vida de Dios es eterna; en este sentido, “vida eterna” es sinónimo de vida de Dios. En efecto, la fe en Cristo crucificado y resucitado y la vida sacramental permiten a Dios habitar en el creyente; de este modo se manifiesta la vida de la gracia, que no es otra cosa que la vida divina en nosotros. Se comprende así lo que quiere decir Jesús cuando afirma: “El que cree tiene vida eterna (…) El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día” (Jn 6, 47-54): es el amanecer de un mundo nuevo, como subraya el verbo oriuntur, que se refiere precisamente al comienzo de un nuevo día.

Además, las puertas del paraíso, que se habían cerrado como consecuencia del pecado original (Gn 3, 23-24), se han vuelto a abrir gracias a la muerte y resurrección de Cristo: la comunión con Dios vuelve a ser posible y el plan original de salvación vuelve a estar al alcance de todos. Sin embargo, el prefacio subraya que esto es posible para los fieles (fidelibus): gracias al Bautismo estamos inmersos en la muerte y resurrección de Cristo y, por tanto, podemos entrar en comunión con Él y disfrutar de la vida eterna que Dios nos comunica.

Por último, el prefacio cita la doctrina paulina de la muerte de Cristo como causa de nuestra redención y su resurrección como causa de la nuestra. Es lo que expone San Pablo en Rom 5, 10-17 y 2 Cor 5, 14-15: “Porque el amor de Cristo nos posee; y sabemos que uno murió por todos, por eso murieron todos. Y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos”.

Tercer Prefacio: mediación continua de Cristo

El tercer prefacio se centra en la mediación continua de Cristo, efecto de su resurrección. De hecho, el título (De Christo vivente et semper interpellante pro nobis) cita Heb 7, 25: “Por tanto, puede salvar perfectamente a los que por él se acercan a Dios, pues siempre está vivo para interceder por ellos”. Esta es la condición propia de Cristo, que en virtud de la resurrección en primer lugar ya no puede morir, la muerte ya no tiene poder sobre él (Rm 6, 9); él es el Viviente, el que vive para siempre, según la visión del Apocalipsis: “Yo soy el Primero y el Último, y el Viviente. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre”. 

Sin embargo, esta condición suya no le aleja de nosotros, como podría parecer, ya que nos caracterizamos precisamente por la finitud. Su vida eterna es, de hecho, una vida constantemente entregada por nosotros, sus hermanos: él es el Cordero sacrificado por nuestra salvación. Inmolado ciertamente de una vez para siempre, pero que, al mismo tiempo, intercede continuamente por nosotros. 

En efecto, sentado a la derecha del Padre, no ha renunciado a su papel de mediador: el sacerdocio de Cristo es un sacerdocio eterno y Él es el único mediador de la alianza nueva y eterna. Esta es una de las características más significativas del sacerdocio de Cristo: mientras que en el Antiguo Testamento víctima y sacerdote eran necesariamente distintos, en la Nueva Alianza coinciden. 

Sacerdocio eterno de Cristo 

En efecto, Cristo es sacerdote no en la línea hereditaria del sacerdocio de Aarón, sino “según el orden de Melquisedec” (Hb 5, 4-6). Precisamente porque es de origen divino, este sacerdocio es único y eterno; en efecto, realiza perfecta y definitivamente con su propio sacrificio la mediación que sólo estaba prefigurada en los antiguos sacrificios. Por tanto, a partir del Misterio pascual, no hay más que un sacerdote, una víctima y un sacrificio.

Aquí se comprende también la otra expresión que encontramos en este prefacio: semper vivit occisus, que se refiere también al Apocalipsis, donde se presenta al Cordero inmolado pero al mismo tiempo erguido: es la condición aparentemente paradójica de Cristo muerto y resucitado, que vive en la eternidad.

San Pedro Crisólogo, comentando Rom 12, 1, a propósito del sacrificio que debe llegar a ser cada creyente, dice: “Hermanos, este sacrificio desciende del modelo de Cristo, que inmoló vitalmente su propio cuerpo por la vida del mundo. Y verdaderamente hizo de su propio cuerpo una víctima viva El que, habiendo sido inmolado, vive”.

El autorGiovanni Zaccaria

Universidad Pontificia de la Santa Cruz (Roma)

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Ecología integral

Inteligencia artificial: La dignidad de la persona, criterio clave

Los retos morales y éticos que devienen del desarrollo y las múltiples aplicaciones de la Inteligencia Artificial, ponen de manifiesto la necesidad de una regulación que tenga como centro la dignidad de la persona.

Giovanni Tridente·14 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

La dignidad intrínseca de la persona ha de ser el criterio clave para evaluar las tecnologías emergentes. Así lo reiteró el Papa Francisco hace unas semanas al hablar sobre un tema tan actual como es la inteligencia artificial, que prácticamente ha «hipnotizado» al mundo desde hace unos meses tras la aparición de la ya famosa aplicación ChatGPT.

Hace décadas que la Iglesia se pregunta por los retos que plantea la Inteligencia Artificial, y desde hace al menos setenta años (véase Alan Turing en 1950) los científicos compiten por la primacía de una tecnología capaz de «razonar» de forma similar al hombre. En 1987, fue san Juan Pablo II -el primero entre los últimos pontífices- quien advirtió de los riesgos más inmediatos derivados de una «robotización» del mundo del trabajo, que llevaría a una sustitución generalizada de la actividad manual del hombre sin un verdadero reemplazo.

En la actualidad, el problema se plantea en el plano de la «conciencia» y la sensibilización, explotando nuestra pereza y secundando acríticamente cualquier «éxito» que puedan alcanzar las máquinas.

Con ChatGPT está en juego la creatividad del hombre y su «dominio» sobre los llamados trabajos intelectuales, empezando por los relacionados con el mundo de la comunicación y, por qué no, del periodismo. Por eso el Papa Francisco se afana en señalar la necesidad de «fomentar una mayor conciencia y considerar el impacto social y cultural» de estos artefactos, que son en todo caso fruto del ingenio humano y de las «dotes» que Dios ha concedido a sus criaturas.

Encuentro y confrontación

Es indudable la necesidad de alimentar espacios de encuentro y debate «serios e inclusivos» sobre el uso de las máquinas. Más concretamente, un «diálogo entre creyentes y no creyentes sobre las cuestiones fundamentales de la ética, la ciencia y el arte», sin olvidar la búsqueda del verdadero sentido de la vida y con el objetivo de construir la paz y un verdadero desarrollo humano integral.

Dirigiéndose a científicos, ingenieros, empresarios, juristas, filósofos -reunidos bajo la égida de los «Diálogos de Minerva» y convocados por el Dicasterio para la Educación y la Cultura-, el Papa Francisco destacó la positividad de las tecnologías emergentes, de las que es imposible negar la ayuda concreta a la humanidad también en términos de creatividad y beneficio futuro. Pero esto sólo será verdaderamente solidario si sabemos orientar verdaderamente el desarrollo tecnológico hacia el bien, encontrando consenso, por ejemplo, sobre los valores de transparencia, seguridad, equidad, inclusión, fiabilidad y confidencialidad.

Regulación de la Inteligencia Artificial

El único camino es el de la regulación, como ya indicaba el punto 194 de Laudato si’ hablando de la promoción de un auténtico progreso que pretenda dejar el mundo mejor de como lo encontramos y generar una calidad de vida integralmente superior.

Cultura

La Gendarmería. El desconocido cuerpo de seguridad vaticano

Unos 150 miembros componen este cuerpo, menos "vistoso" que la Guardia Suiza y que se ocupa de las funciones de orden público del Papa, de la seguridad de los confines de la Ciudad Estado del Vaticano, de cuidar los bienes de los Museos del Vaticano, además del su papel como policía judicial.

Hernan Sergio Mora·14 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Los turistas raramente se sacan fotos con ellos, no usan armaduras ni alabardas, ni cascos ni penachos, a diferencia de la famosa Guardia Suiza del Vaticano. Ellos son los miembros de la Gendarmería Vaticana, un cuerpo de policía militarizado, visten de azul marino, como muchos cuerpos de policía del mundo, y con camisa blanca de mangas cortas durante el verano y pasan casi desapercibidos en medio de los magníficos recintos del Vaticano.

«Trabajamos por la seguridad del Papa y del Vaticano, la Guardia Suiza muchas veces se lleva los honores, pero está bien así», confía con gran humildad un gendarme, interrogado sobre la diferencia entre los dos cuerpos.

Se trata de un reparto especial de vigilancia, de unos 150 miembros, que se ocupa de las funciones de orden público del Papa, de la seguridad de los confines de la Ciudad Estado del Vaticano, de cuidar los bienes de los Museos del Vaticano, además del rol de policía judicial.

Además está la Banda Musical del Cuerpo de Gendarmería, que se refundó en el 2007 con unos 100 músicos diplomados, voluntarios y provenientes de las bandas militares, diversa también de la Banda del Estado de la Ciudad del Vaticano, ex Guardia Palatina de Honor.

Cuando uno entra en el Vaticano por la Puerta Sant’Anna, por la del Aula Pablo VI, o por el Arco de las campanas, los Guardias Suizos piden el motivo por el qué se quiere ingresar, después se pasa a un segundo puesto a cargo de la Gendarmería que controla los documentos y da un pase al visitante. En cambio la «Porta del Perugino» es directamente gestionada por ellos, como el poco tráfico en el interior de este Estado de 44 hectáreas circundado por altas murallas y torres.

También controlan las cámaras de vigilancia y los edificios extraterritoriales, entre ellos las otras tres basílicas pontificias, San Calixto y otros edificios de la Santa Sede, como Castel Gandolfo. Sin olvidar que antes de los viajes apostólicos una delegación viaja para controlar la seguridad que tendrá del Santo Padre, teniendo presente que muchos países incluso viven situaciones de guerra civil.

La plaza de San Pedro, siempre abierta al público, en cambio está balo la vigilancia por la ‘Polizia di Stato’ de Italia, que trabaja en estrecha colaboración con la Gendarmería del Vaticano, en particular cuando el Papa realiza visitas en Roma, en Italia, o hasta el aeropuerto antes de volar a otro país. En cambio, cuando se va hacia la basílica de San Pedro, después de los metal detector la jurisdicción es de la Gendarmería. Constituye una guardia permanente las 24 horas, todos los días del año.

Historia de la Gendarmería vaticana

La historia de este cuerpo militar viene desde lejos, como casi todo en el Vaticano. A través de los siglos cambió de nombre y roles, pero no su función principal. La primera guardia del Papa se remonta a Constantino, después del Edicto de Milán. Entretanto la constitución oficial de la Gendarmería se remonta a 1816 con el Papa Pio VII y la restauración de los Estados Pontificios, en la parte central de Italia (Lacio, Umbria, Las Marcas y Emilia Romaña tras la caída de Napoleón Bonaparte y el Congreso de Viena).

Primero se llamó «Reggimento dei Veliti Pontifici», sucesivamente «Corpo della Gendarmeria Pontificia» y en 1849 con el fin de la República Romana y el regreso del exilio en Gaeta, el papa Pio IX lo llamó «Corpo dei Carabinieri Pontifici», porque se caracterizaban por sus carabinas.

El Cuerpo dio pruebas de abnegación y coraje ante el ataque de las tropas de los piamonteses en 1870, cuando ingresaron en Roma por la ‘brecha de Puerta Pia’, obligando a Pio IX a retirarse en la Ciudad de Vaticano con un pequeño núcleo de Gendarmes como cuerpo de seguridad y defensa, hasta 1929 cuando se firmarnos los Pactos Lateranenses.

En 1970 el Papa Pablo VI anunció la disolución de los diversos cuerpos armados del Vaticano, excepto la Guardia Suiza. Se fundó así un nuevo Cuerpo armado pontificio, con el nombre «Corpo di vigilanza dello Stato della Città del Vaticano», hasta el 2002 cuando después del atentado a san Juan Pablo II se reforma el cuerpo, cambian los protocolos de seguridad y se adopta el nombre actual: «Corpo della Gendarmería dello Stato dell Città del Vaticano». El número uno, el Inspector General desde el 2019 es el General Gianluca Gauzzi Broccoletti.

Ingresar en la Gendarmería

Cada año se abren las candidaturas para muchachos de 21 a 24 años que quieren ingresar a la Gendarmería, católicos, con no menos de 1,80 de altura, dando preferencia de personas que vienen desde las fuerzas del orden, con el debido perfil moral y que superen severas pruebas físicas de idoneidad, entre las cuales correr un kilómetro en un tiempo inferior a 3,30 minutos.

Los que superen los test, pasarán a ser Gendarmes en prueba iniciando un período de práctica. En casos de aprobar el período de dos años, pasará a ser Gendarme, con una retribución en torno a los 1500 euros mensuales (en Italia equivalente a la de un maestro de escuela). Los roles son oficiales, suboficiales y tropa, su capellán está siempre muy cerca de ellos, con su presencia y dando formación espiritual continua. Todos ellos saben que si les pasara algo durante su servicio, el cuerpo garantizará el futuro de sus esposas e hijos.

El autorHernan Sergio Mora

Mundo

Marta Risari: «Formar parte del Opus Dei no resta nada a ser fieles de las diócesis»

La milanesa Marta Risari es una de las 126 mujeres que, durante estos días, participan en el congreso extraordinario que el Opus Dei celebra en Roma para adecuar sus estatutos según la constitución apostólica Praedicate  Evangelium.

Maria José Atienza·13 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Marta Risari participa, del 12 al 16 de abril, en el congreso general extraordinario de la Prelatura del Opus Dei. Este encuentro, convocado por el prelado, mons. Ocáriz para adecuar los estatutos de la Obra a la reciente constitución apostólica Praedicate Evangelium, ha reunido a cerca de 300 personas en Roma.

Los congresistas, hombres y mujeres de todo el mundo, darán cauce a las sugerencias enviadas desde todo el mundo y abordarán los cambios planteados por la Santa Sede a través del Motu Proprio Ad Charisma Tuendum.

Risari destaca en esta entrevista, su convencimiento de que «las modificaciones que se hagan servirán para explicar con mayor claridad la realidad del Opus Dei».

Usted es una de las congresistas. ¿Nos puede hablar de su trayectoria?

–Nací en Milán, donde estudié Económicas y Empresariales en la Universidad Bocconi, y vivo en Roma desde hace 20 años. He trabajado en la gestión de varias iniciativas universitarias y desde 2009 en la Universidad Campus Bio-Médico, una iniciativa apostólica del Opus Dei, con el cargo de Subdirector General de la Policlínica Universitaria.

Se trata de un hospital de la periferia sur de Roma que presta servicios sanitarios públicos, con 400 camas, un servicio de Urgencias con más de 30.000 ingresos al año y todos los servicios ambulatorios. En definitiva, una experiencia directiva en la sanidad con una gran pasión por la formación de los jóvenes, tanto entre los estudiantes como entre los colaboradores.

¿Cómo conjuga esta vocación profesional con su llamada particular al Opus Dei?

–Los durísimos años de la pandemia, vividos desde dentro en el gobierno de un hospital en el que tratamos a más de 1.300 enfermos graves de Covid y establecimos vías seguras para seguir atendiendo a miles de enfermos de cáncer, me ayudaron a crecer en la determinación de hacer de mi trabajo un servicio, buscando en la oración la luz para tomar decisiones diarias verdaderamente orientadas a las necesidades de los que tenemos cerca.

Muchas veces me ayuda un pensamiento de san Josemaría, que decía que detrás de los dossier hay personas a las que ayudar, a las que debe llegar el Amor de Dios. En mi caso quizás es aún más evidente porque cuando estudio un documento, un informe de un hospital, pienso en los enfermos, en sus familias, a los que también deseo ayudar con cercanía y cariño.

Además, desde hace dos años coordino el trabajo de la circunscripción femenina del Opus Dei en el centro y sur de Italia. En particular me estoy dedicando a escuchar a las personas de la Obra y esto me lleva a dar gracias al Señor tocando con mis propias manos cuán arraigado y vivido por tantas mujeres está el carisma del Opus Dei de santificación en medio de las realidades ordinarias, en el trabajo, en la familia.

He encontrado en varias ciudades, grandes y pequeñas, del centro y del sur de Italia, a muchas mujeres del Opus Dei, profesionales, jubiladas, madres de familia, de diversas edades y condiciones sociales, que tratan de hacer de su vida un servicio a Dios y a los demás, en medio de los miles de problemas y sufrimientos de la vida, pero con tanta sencillez y con la alegría de quien se sabe hija amada de Dios.

El congreso ha recibido sugerencias de todo el mundo. ¿A qué asuntos se han referido con mayor frecuencia?

–Para mí es una gran alegría ver cuánta gente ha querido enviar sugerencias para el congreso general. Verdaderamente es un momento en el que el Espíritu Santo se manifiesta con su luz. Han llegado tantas sugerencias y consideraciones sobre los temas planteados por el Motu Proprio, que muestran cómo el carisma del Opus Dei es vida y vida vivida.

Algunas personas han sugerido que en los Estatutos se dé más espacio también a los aspectos del carisma del Opus Dei que iluminan la normalidad cotidiana, la vida de oración en el trabajo, el deseo de evangelizar el propio mundo familiar y profesional, etc.

Muchas de estas sugerencias, como nos ha escrito el Prelado, serán también objeto de estudio y desarrollo en los próximos años, si no están relacionadas concretamente con los cambios de los Estatutos solicitados por el Papa.

Por ejemplo, sería interesante especificar que los laicos son fieles de sus diócesis (igual que cualquier otro laico). Formar parte del Opus Dei no les resta nada a su ser fieles de las diócesis. Aunque sea evidente para nosotros, quizá no estaba explícitamente expresado en los Estatutos.

En este sentido, las modificaciones que se hagan servirán para explicar con mayor claridad la realidad del Opus Dei. Con fidelidad al carisma recibido por el fundador.

En el motu proprio «Ad charisma tuendum», el Santo Padre se refiere al carisma del Opus Dei como un don del Espíritu Santo para la Iglesia. Como laica y científica, ¿hay algún aspecto de este carisma que le parezca más relevante para la evangelización del mundo actual?

–Un aspecto que destacaría es el tema de la amistad y la confianza como rasgo específico y esencial de la labor evangelizadora del Opus Dei, tal y como la veía el fundador.

Parte de nuestro carisma es llevar la amistad con Jesús a nuestras amistades, con sencillez y verdad: hay muchas ocasiones en las que podemos ayudar y ser ayudados a redescubrir el Amor y la confianza en Dios.

A veces basta con abrirnos un poco, contando con sencillez lo que hay en nuestro corazón, a quienes comparten con nosotros un momento de nuestra vida, en la familia, en las relaciones sociales o profesionales. 

Es decir, cercanía y amistad con muchas personas de todo tipo, y el compromiso en el trabajo profesional. Dos elementos que, con la gracia de Dios, tienen un gran potencial en la evangelización.

Lecturas del domingo

Partícipes de la misericordia divina. Domingo II de Pascua (A)

Joseph Evans comenta las lecturas del II domingo de Pascua y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·13 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Hoy es el Domingo de la Divina Misericordia, fiesta universal inaugurada por el Papa san Juan Pablo II a raíz de las revelaciones recibidas en los años 30 por santa María Faustina Kowalska, la gran apóstol de la misericordia divina. 

A través de estas revelaciones, Jesús le dijo: “Te envío con mi misericordia a los hombres del mundo entero. No quiero castigar a la humanidad dolorida, sino que deseo curarla, estrechándola contra mi corazón misericordioso”. 

Es un día para reflexionar más sobre el misterio de la misericordia de Dios, y también sobre la gracia y el perdón que Dios nos ofrece a través de esta misericordia. Es muy oportuno que celebremos esta fiesta justo después de Pascua: la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor nos dan la prueba definitiva de la misericordia de Dios. Podríamos decir, utilizando una idea del Papa Benedicto XVI, que en el sufrimiento y la Cruz de Jesús, la misericordia de Dios se vuelve contra su justicia. Dios es el ofendido y nosotros merecemos el castigo, pero Él toma sobre sí la pena que deberíamos haber recibido. En la Resurrección vemos la profundidad del amor de Dios por nosotros: un amor que supera y es más fuerte que nuestro mal, un amor más fuerte que la muerte.

El Evangelio de hoy nos ayuda a meditar en la misericordia de Dios. “Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos. Y en esto entró Jesús, se puso en medio y les dijo: ‘Paz a vosotros’. Nuestro miedo nos encierra, pero nada puede interponerse a la misericordia divina. A pesar del miedo de los apóstoles, a pesar de la puerta cerrada, Jesús viene y se pone en medio de ellos… y de nosotros. La misericordia de Dios supera todos los obstáculos externos e incluso el miedo interno que nosotros mismos creamos. Cristo viene con su paz: el don de la paz es siempre parte de su misericordia.

Sopla sobre los apóstoles, un gesto claro para acompañar su don del Espíritu Santo: “Recibid el Espíritu Santo”. Recordemos que, en hebreo, la misma palabra, ruah, se utiliza tanto para “aliento” como para “espíritu”. Jesús hace partícipes a los apóstoles de su propia vida, de su propio Espíritu. Pero inmediatamente añade: “A quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”. El don de Cristo de su paz y de su Espíritu a los apóstoles va acompañado del poder de perdonar, de liberar, los pecados, que son el principal obstáculo para la paz, y les “envía” a hacer precisamente esto. Esta misericordia nos llega hoy principalmente a través del sacramento de la Confesión: para perdonar nuestros pecados, la Iglesia debe escucharlos, y este sacramento es la forma más práctica y eficaz de hacerlo, ofreciendo a los penitentes también la paz que viene de descargar su carga pecaminosa. Cristo sopla también sobre nosotros, enviándonos a ser instrumentos de su paz, lo que incluye ciertamente hacer que otros se beneficien de este extraordinario sacramento de la misericordia divina.

La homilía sobre las lecturas del domingo II de Pascua (A)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minuto para estas lecturas del domingo.

Vaticano

El Papa llama a la “misericordia del Padre” ante un mundo de guerras

En su catequesis sobre el celo apostólico, el Santo Padre Francisco ha exhortado esta mañana a “la prontitud” y a “moverse” para evangelizar. Además, ha anunciado el próximo domingo de la Divina Misericordia instituido por san Juan Pablo II, al señalar que en un “mundo más cada vez más probado por las guerras y alejado de Dios, necesitamos aún más la Misericordia del Padre”. “Por tu dolorosa Pasión, ten piedad de nosotros y del mundo entero” ha rezado.

Francisco Otamendi·12 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

En la Audiencia de esta mañana, el Papa Francisco ha retomado la catequesis sobre el celo apostólico, al comentar la Carta a los Efesios de san Pablo; ha pedido “la Misericordia del Padre cuando el mundo está cada vez más probado por las guerras y alejado de Dios”, recordando el próximo “Domingo de la Divina Misericordia, fiesta instituida por san Juan Pablo II como deseaba el Señor Jesús por medio de santa Faustina Kowalska, hace casi un siglo”; y ha invitado a leer y dejarse inspirar por la encíclica Pacem in Terris de san Juan XXIII.

“Por tu dolorosa Pasión, ten piedad de nosotros y del mundo entero”, ha rezado el Papa Francisco, con la tradicional fórmula de la coronilla, al dirigirse a los peregrinos de lengua polaca. Y al final de la Audiencia general, volvió a manifestar a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro: “El domingo que viene celebramos la Misericordia de Dios. Es el Domingo de la Misericordia. El Señor nunca deja de ser misericordioso. Pensemos en la misericordia de Dios que siempre nos acoge, siempre nos acompaña. nunca nos deja solos”.

Cabe recordar que con la Fiesta de la Divina Misericordia concluye la Octava de Pascua. Esta devoción, extendida por todo el mundo, fue promovida por san Juan Pablo II, como ha recordado el Papa Francisco, y la canonización de santa Faustina Kowalska tuvo lugar el 30 de abril de 2000.

“Prontitud para evangelizar”

“Hoy reflexionamos sobre el celo apostólico”, con palabras de san Pablo en la Carta a los Efesios, comenzó el Papa su catequesis. Tras indicar que algunos “se dedican a opciones equivocadas, a un falso impulso evangélico, que busca el amor de sí mismo”, el Pontífice se preguntó cuáles son las características del celo apostólico, según san Pablo. Y el Papa destacó, en particular, “la prontitud para propagar el Evangelio”. 

El Santo Padre señaló más adelante que el anunciador del Evangelio “debe moverse, debe cambiar. El calzado es el celo. Se trata del calzado de un soldado que va a la batalla, donde hay adversario, hay trampas. Los predicadores del Evangelio son los pies del Cuerpo Místico de Cristo, de la Iglesia. Quienes anuncian a Jesús se tienen que mover, pensando en el anuncio de Jesús. No hay anuncio sin movimiento, sin salida, sin iniciativa”.

“No se es cristiano si no se está en camino, si no se sale de sí mismo. No se anuncia el Evangelio parados, detrás de un escritorio, encerrados en un despacho, sustituyendo la creatividad del anuncio por la elaboración de ideas”, haciendo una tarea de “cortar y pegar”. El Evangelio se anuncia moviéndose, caminando, yendo, con prontitud”, como san Pablo.

“El verdadero evangelizador siempre está dispuesto a ponerse en movimiento para anunciar el Evangelio de la Paz, está preparado para salir, no está fosilizado en jaulas”, añadió más adelante. “Hemos de tener esta prontitud para anunciar la novedad del Evangelio de la Paz, que Cristo sabe dar más y mejor a como la da el mundo. Evangelizadores que se mueven sin miedo, para llevar la belleza de Jesús, la nobleza de Jesús, que cambia todo. Y preguntó: “¿estás dispuesto a que Jesus te cambie el corazón? Piensa un poco”.

En varias ocasiones, al dirigirse a peregrinos en diversas lenguas, el Papa ha felicitado el tiempo pascual: “feliz Pascua en la paz de Cristo”, y ha recordado en su oración, además de a los enfermos, ancianos, y más necesitados, como hace siempre, a los nuevos diáconos de la Compañía de Jesús.

“‘Pacem in Terris’, una verdadera bendición”

“Ayer fue el aniversario de la encíclica ‘Pacem in Terris‘, que san Juan XXIII dirigió a la Iglesia y al mundo en plena guerra fría”, recordó Francisco en su alocución a los peregrinos de lengua italiana.  Una encíclica que fue firmada el 11 de abril de 1963, hace 60 años.

“El Papa abrió ante todos el horizonte amplio en el que habla de construir la paz. Esa encíclica fue una verdadera bendición”, añadió el Santo Padre Francisco, “como una apertura serena del cielo, en medio de nubes oscuras. Las relaciones entre los políticos y los seres humanos no se regulan a través de las armas sino utilizando la justicia y la solidaridad laboriosa. Invito a los fieles a los hombres y mujeres de buena voluntad a leer la Pacem in Terris. Rezo para que los jefes de las naciones se dejen inspirar en los proyectos y en las decisiones”.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

Las flores holandesas que celebran la Pascua vaticana

Rome Reports·12 de abril de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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35.000 flores y plantas procedentes de los Países Bajos lucen estos días de Pascua en la Plaza de San Pedro. Se trata de una tradición que comenzó con la beatificación de Tito Brandsma.

Charles Lansdorp se ocupa de la decoración floral de Pascua en el Vaticano desde 1987. Para él y su equipo, los preparativos duran todo el año.


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Vaticano

Gabriella Gambino: “Redescubrir la fuerza evangelizadora de la familia”

Gabriella Gambino, subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, considera la familia “un testimonio directo de la presencia de Cristo en la vida ordinaria y de su poder redentor”.

Giovanni Tridente·12 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

La conciencia de la “fuerza evangelizadora de la familia” está poco desarrollada en muchos contextos eclesiales y esto limita la verdadera realización de su “dimensión apostólica”, que ya el Concilio Vaticano II había indicado bien en Lumen Gentium, llamando al “especial sacramento” del matrimonio y de la vida familiar escuela por excelencia del apostolado de los laicos.

Así lo explicó Gabriella Gambino, subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, en la Conferencia La familia como sujeto primario de evangelización, promovida por el Centro de Estudios Jurídicos sobre la Familia, en la Facultad de Derecho Canónico de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz.

Pastoral integral

Según la profesora, una de las soluciones para poner en práctica este tipo de “eclesiología integral” – que reconoce un verdadero papel activo a los cónyuges y a las familias cristianas en las comunidades – consiste en iniciar una “pastoral integral” que tenga su punto de apoyo en el reconocimiento de una efectiva “corresponsabilidad” entre laicos y pastores, familias y pastores, de modo que se pueda comprender mejor “la insustituible tarea que Dios confiere a la ‘Iglesia doméstica’ en la misión de proclamación/testimonio del kerigma”, algo todavía difícil de comprender en varios contextos eclesiales.

Según la subsecretaria, la importancia de situar en el centro de la misión evangelizadora a la “Iglesia doméstica” -por tanto, familias de personas unidas a Dios y unidas entre sí a través de la vida sacramental de la Iglesia- permite comprender mejor que existe un primer “territorio de misión” que se ejerce a partir de las relaciones entre esposos, padres e hijos, fuera y en las relaciones con otras familias.

Dimensión apostólica

Esta “dimensión apostólica” es intrínseca a la propia familia, y se “regenera continuamente en el sacramento nupcial, lugar vibrante de la presencia de Cristo”, que luego pasa a impregnar con el mensaje evangélico cada acción cotidiana de padres e hijos, “formando a cada uno en las virtudes cristianas e impregnando los diversos contextos de la vida con un testimonio vivido y entretejido de fe y de valores cristianos”.

No hay que olvidar subraya Gambino, que “la familia es un testimonio directo de la presencia de Cristo en la vida ordinaria y de su poder redentor”, mientras que el vínculo matrimonial que une a los esposos representa “su primer acto misionero”, ya que “son elegidos y enviados para ser una sola carne en Cristo”, adquiriendo así un significado eclesial.

La belleza de la asociación

Uno de los anuncios que debe venir de la familia es la belleza que brota precisamente de la unión de la pareja: “es ante ella que uno se asombra de la grandeza del gran misterio”, ya que es la unión misma “la que da armonía y paz a los que miran y se acercan”. Aquí radica también la especificidad de la “diferencia sexual” que precisamente en el matrimonio “se convierte en sacramento” a través de la relación entre varón y mujer, y el anuncio viene dado precisamente por la “estructura física y psicológica del ser varón y mujer”.

Misión educativa

En cambio, la primera misión tiene lugar, según la subsecretaria del Dicasterio, dentro de la propia familia a través de la educación de los hijos, a los que hay que acompañar con paciencia para discernir su vocación en el mundo, así como “descubrir el amor con que han sido deseados por un Padre que les llama a cumplir una misión en la historia”. Una tarea de la que ciertamente no puede estar exenta toda la comunidad eclesial, que debe formar y acompañar a los esposos en esta “llamada apostólica en la propia pareja”.

A continuación, Gambino presentó una propuesta para que las numerosas iglesias domésticas “entren en acción” a través de una pastoral que ya no haga de las familias “destinatarias pasivas de servicios y catequesis” sino que las anime a ser ellas mismas “sujetos y protagonistas de una pastoral en la que deben poder sentirse implicadas”, asumiendo así mutuamente la responsabilidad de evangelizar con la ayuda constante de los pastores.

Liturgia de la vida familiar

Es necesario hacer descubrir a las familias que la vida cristiana no se limita sólo a la asistencia a la parroquia o a la recepción formal de los sacramentos, sino que comienza de hecho ya “en casa”, hasta el punto de que cada actividad cotidiana podría constituir una verdadera “liturgia de la vida familiar”, marcada por la “práctica de las relaciones” (amor, respeto, escucha…), de la “práctica de los ritos familiares” (con actitudes cristianas en el trabajo, en las relaciones familiares, la oración…), y de la práctica de “dar la propia ayuda y el propio tiempo a los demás”.

Formar a las familias para que vivan esta “liturgia” especial, dijo Gambino- representa por fin “un modo concreto de formar las mentes, las conciencias, los corazones y el comportamiento cotidiano de los cónyuges y sus hijos a un estilo de vida verdaderamente cristiano”. También porque -concluyó- el Evangelio mismo, por su historicidad, es en sí mismo un acontecimiento familiar.

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Estados Unidos

Los obispos de Estados Unidos recuerdan el debido respeto a los restos mortales

Obispos de los Estados Unidos advierten contra nuevas técnicas contrarias a la fe para la disposición de los restos mortales.

Gonzalo Meza·12 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Las cenizas de los restos mortales no pueden ser transformadas en alhajas, ni ser esparcidas en el aire, mar o tierra. Tampoco son aceptables los procesos de hidrólisis alcalina y compostaje humano como técnicas alternativas al entierro o la incineración. 

Estos asuntos forman parte de los puntos tratados por los obispos norteamericanos en el documento titulado «Sobre la adecuada disposición de los restos mortales», publicado en marzo del 2023.

El texto fue elaborado por los obispos que integran el Comité de Doctrina de la Conferencia Episcopal Norteamericana, presidido por Mons. Daniel Flores, obispo de Brownsville, Texas.

Usar a los difuntos como compost

En los últimos años, especialmente Estados Unidos, han surgido diversas empresas que ofrecen convertir los restos mortales de una persona en diamantes u otros objetos. A estas prácticas se han añadido otras técnicas que son contrarias a la fe: la técnica de hidrólisis alcalina y el compostaje humano.

La primera consiste en un proceso por el que el cuerpo humano se coloca en un recipiente de metal el cual contiene una mezcla química de agua y álcali para ser sometido a altas temperaturas y presión y así acelerar su descomposición.

En cuestión de horas, el cuerpo se disuelve, quedando solo algunos restos óseos; estos, una vez reducidos a polvo, se pueden entregar a los familiares para usarse como fertilizante. Sin embargo, el líquido restante se trata como aguas residuales y se vierte en el desagüe.

Bajo la técnica de compostaje humano, el cuerpo se coloca en una caja de metal junto con diferentes vegetales los cuales fomentan al crecimiento de microbios y bacterias. Para acelerar el proceso de descomposición, todo se somete a un proceso de calentamiento. Tras un periodo de aproximadamente un mes, solo queda un compuesto que se puede usar para abonar el césped u otros vegetales.

Ante estas técnicas contrarias a la fe católica, los obispos advierten que tanto la hidrólisis alcalina como el compostaje humano no respetan el cuerpo humano pues al quedar el cuerpo humano totalmente desintegrado, no queda nada distintivo de la persona humana para ser colocado en un ataúd o en una urna que pueda colocarse en un lugar sagrado para que los fieles acudan a orar en recuerdo del finado.

La hidrólisis alcalina, el compostaje humano, el esparcimiento de cenizas en el aire o el mar o la tierra, su transformación en diamantes o incluso tener las cenizas repartidas de un difunto en una o varias casas, son acciones contrarias al respeto de los restos mortales que exige la fe católica, dicen los obispos norteamericanos.

Cementerios o columbarios para las cenizas

Citando al Catecismo de la Iglesia Católica, los obispos americanos recuerdan que la Iglesia considera que el entierro es la forma más apropiada para disponer del cuerpo del difunto. «La Iglesia aconseja vivamente que se conserve la piadosa costumbre de sepultar el cadáver de los difuntos. Sin embargo, no prohíbe la cremación» (CIC, 1176 § 3). En este último caso, el documento de los obispos norteamericanos expresa que los requerimientos básicos para disponer respetuosa y adecuadamente de las cenizas es que sean colocadas en un lugar sagrado, tales como cementerios, columbarios, o criptas y mausoleos de las iglesias. De este modo, se expresa el respeto a los restos del difunto y se manifiesta nuestra esperanza cristiana en la resurrección de los muertos. «Nuestra humanidad completa incluye nuestra corporeidad. Por lo tanto, estamos obligados a respetar nuestro cuerpo a lo largo de nuestras vidas y respetar el cuerpo de los difuntos una vez que su existencia terrena ha llegado a su fin. La manera en que tratamos los cuerpos de nuestros amados difuntos debe dar testimonio de nuestra fe y esperanza en lo que Dios nos ha prometido».

Mundo

El Opus Dei comienza su congreso general extraordinario

Cerca de 300 personas, hombres y mujeres procedentes de diversas partes del mundo, se reúnen estos días con Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei y sus vicarios para reflexionar sobre los estatutos de la prelatura y adaptarlos al motu proprio “Ad charisma tuendum”.

Maria José Atienza·11 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Roma acoge estos días el congreso general extraordinario de la Prelatura del Opus Dei. Este congreso fue convocado por el prelado, Fernando Ocáriz, con el objetivo de “llevar a cabo lo que el Papa nos ha pedido sobre la adecuación de los Estatutos de la Obra a las indicaciones del motu proprio ‘Ad charisma tuendum’”. En esta carta apostólica, publicada en julio de 2022, el Papa Francisco pidió que se renovaran algunos puntos del documento que define la misión y regula la vida de la Prelatura para adecuarla a la constitución apostólica Praedicate Evangelium.

El 6 de octubre de 2022, en una carta a los fieles del Opus Dei, el prelado anunciaba el congreso que se desarrolla en Roma estos días. Además pedía a los fieles sugerencias específicas acerca de cuestiones relacionadas con los Estatutos con el fin de presentar «propuestas concretas» en este congreso extraordinario.

¿Quién participa en este congreso general extraordinario?

274 fieles del Opus Dei se reunirán en Roma del 12 al 16 de abril, junto a Fernando Ocáriz, el vicario auxiliar, Mariano Fazio, el vicario general, Antoni Pujals y el vicario secretario Jorge Gisbert, para reflexionar sobre los estatutos de la Prelatura y adaptarlos al motu proprio “Ad charisma tuendum”. Se trata de 126 mujeres y 148 hombres, de los cuales 90 son sacerdotes.

Los congresistas proceden de los cinco continentes: África (6,6%), América (36%), Asia (6,2%), Europa (50%) y Oceanía (1,1%).

El congreso arrancará con la celebración de una Misa para encomendar al Señor esos trabajos. Luego, los congresistas se dividirán en grupos de trabajo para abordar las propuestas de adaptación de algunos de los puntos que componen los estatutos del Opus Dei.

Las conclusiones del Congreso

Como ya informó el pasado 30 de marzo el prelado del Opus Dei, no habrá una publicación inmediata de las conclusiones de los trabajos que se lleven a cabo estos días.

Esto se debe a que dicho trabajo debe presentarse al Dicasterio para el Clero, de quien dependen, desde el pasado verano, las prelaturas personales.  

Una vez revisado el trabajo “la Santa Sede comunicará las modificaciones finales a los estatutos aprobadas por el Papa, que es el legislador en la materia”.

El Opus Dei en la actualidad

Actualmente, pertenecen a la prelatura del Opus Dei 93.600 personas, de las cuales el 60% son mujeres. La mayoría de los miembros del Opus Dei tienen además una pertenencia total a su diócesis habitual y viven la obediencia natural a su obispo diocesano.

Muchas más personas, cooperadores y amigos de fieles del Opus Dei, participan en actividades de formación cristiana o se sienten identificados con el carisma de encontrar a Cristo en el trabajo, la vida familiar y el resto de actividades ordinarias.

Un ser para la vida

Han pasado ya casi dos meses desde que el pasado 6 de febrero un terremoto de 7.8 grados en la escala Ritcher sacudiera varias provincias del sureste de Turquía y el noroeste de Siria.

11 de abril de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Han pasado ya casi dos meses desde que el pasado 6 de febrero un terremoto de 7.8 grados en la escala Ritcher sacudiera varias provincias del sureste de Turquía y el noroeste de Siria, dejando a su rastro la cifra de 53.000 muertos y 24 millones de damnificados. Tras el seísmo, equipos de rescate de todo el mundo se trasladaron a la zona para ayudar en la búsqueda de supervivientes. 

Durante varios días, fuimos testigos en tiempo real de unas imágenes conmovedoras: entre oleadas de cadáveres, emergían noticias del hallazgo de personas -la mayoría niños- que eran rescatadas vivas bajo los escombros. Emocionaba ver a los bomberos y voluntarios, aplaudir y llorar de felicidad, mientras besaban a los pequeños que iban pasando de unos brazos a otros, a lo largo de una cadena humana que los devolvía a la luz.

Reconozco que durante esa semana vi aquellos vídeos en bucle y que también me conmoví hasta las lágrimas contemplando ese milagro de vida. Venía a mi cabeza lo que ya había considerado en otras ocasiones: la maravillosa paradoja del ser humano, el cual, siendo frágil y vulnerable, expuesto a los embates de la naturaleza, sigue no obstante dando la batalla en una lucha casi obstinada por la supervivencia. 

En los días sucesivos al terremoto, en España fuimos testigos de otra “pelea”. Se trató de una contienda ideológica en sede parlamentaria, donde se aprobaron unas leyes que tienen más de imposición ideológica que de bien común. Y mientras algunos se empeñan en propagar la cultura del descarte, que con tanta fuerza ha denunciado el Papa Francisco, disfrazándola falsamente de “libre autodeterminación”, bajo una amalgama de ruinas y polvo el hombre continúa demostrándonos que -a pesar de todo- es un ser para la vida.

Familia

Noviazgo: un tiempo para conocerse

El noviazgo, lejos de todo individualismo, trata de una relación de dos personas que se aman –se sienten amados– y desean lo mejor para el otro.

Santiago Populín Such·11 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El noviazgo es un primer compromiso –fino y leal–; un período de discernimiento en el que los novios están llamados a alcanzar un conocimiento mutuo para elegir bien, para acertar en el amor. Para aquellos que han sido llamados al matrimonio, la felicidad depende, en gran medida, de la elección de la persona con la que se va a compartir el resto de la vida. Por esta razón, el tiempo de conocimiento mutuo en el noviazgo es importante, pues nadie ama lo que no conoce. 

Este conocimiento, progresivo y profundo, ayudará a comprender el carácter, las virtudes y los defectos de la otra persona; también sus gustos, intereses y aspiraciones. Estos elementos conforman a la persona, y ayudarán a discernir en vistas al posible futuro matrimonio. Por eso es importante comunicar lo más íntimo del corazón y aquellos secretos que pueden influir en la vida de los dos. El noviazgo, lejos de todo individualismo, se trata de una relación de dos personas que se aman –se sienten amados– y desean lo mejor para el otro. 

Para conocerse es fundamental la transparencia y la virtud de la veracidad. La verdad o veracidad es la virtud que consiste en mostrarse veraz en los propios actos y en decir verdad en sus palabras, evitando la duplicidad, la simulación y la hipocresía (Catecismo de la Iglesia Católica n. 2468). La transparencia y la veracidad son importantes pues en ocasiones el afecto puede dificultar ver los defectos de a quien uno ama. En este sentido, si se desea construir un noviazgo santo –que conduzca a un matrimonio santo– hay que construirlo sobre bases sólidas, en la verdad. Es lo que nos dice Jesús en aquella parábola: Cayó la lluvia, se desbordaron los ríos, soplaron los vientos y descargaron contra la casa; pero no se hundió, porque estaba cimentada sobre roca (Mt 7, 25). Construir sobre roca, en la verdad, es un cimiento para establecer relaciones sólidas y duraderas. 

¿Qué se debe tener en cuenta para conocer mejor al otro? 

Estos son algunos consejos para llegar a ese conocimiento progresivo y profundo:

– Conoce a sus amigos, ya que en general la amistad es entre iguales, o entre personas muy parecidas. También será significativo si tiene pocos amigos o no los tiene.

– En la mayoría de los casos las personas son el reflejo de sus padres y de su ambiente. Por eso es conveniente que los novios conozcan a la familia de ambos; puede ayudar preguntar a tus seres queridos cómo ven a esa persona.

– A medida que el noviazgo se vaya consolidando y en vistas a un posible futuro matrimonio, hay ciertos temas fundamentales que es necesario conversarlos para llegar a conocer al otro en su integridad como persona. Por ejemplo:

  • Temas de personalidad. Cómo se aceptarán y ayudarán teniendo en cuenta los distintos temperamentos, el carácter y los defectos; si estarán dispuestos a luchar por corregirse en lo que haga falta para el bien de los dos. Puedes preguntarte: ¿me escucha?, ¿es una persona empática?, ¿me ayuda a sacar lo mejor de mi persona?, ¿soy capaz de tomar decisiones importantes con ella/el sin enfados?
  • Tema profesional. Cómo respetarán el trabajo del otro, su desarrollo y crecimiento profesional. Cuál es su prioridad al formar una familia respecto al trabajo, al dinero o al éxito profesional. Cómo se gestionará la economía familiar.
  • Asuntos sobre sexualidad, matrimonio y familia. Cómo vivirán la virtud de la santa pureza en el noviazgo; conversar sobre el número de hijos, qué tipo de educación querrían; qué pasaría si no pueden tener hijos o si alguno de ellos nace con alguna enfermedad. Teniendo en cuenta las familias de cada uno, cómo se les respetará, aceptará y querrá. Cómo se organizarán con las tareas domésticas.
  • Temas de amistades, descanso y aficiones. Cómo integrarán al noviazgo sus amigos y amigas. Cómo continuará cada uno con sus aficiones y deportes. 
  • Planteamientos de tipo religiosos y espirituales. Si cree en Dios; si cree en la Iglesia Católica; si le parece importante la práctica de los sacramentos y la oración; qué piensa sobre el acompañamiento espiritual y el respeto al tiempo y espacio para la formación personal.

Al reflexionar sobre estos asuntos seguro advertirás que conocer a una persona requiere tiempo y no es algo inmediato. Es importante tener en consideración que, en general, los matrimonios que surgen de noviazgos muy cortos suelen ser conflictivos. Por ello, vale la pena dedicar tiempo de calidad y conocerse bien, pues los noviazgos sólidos terminan en matrimonios sólidos.

El autorSantiago Populín Such

Bachiller en Teología por la Universidad de Navarra. Licenciado en Teología Espiritual por la Universidad de la Santa Cruz, Roma.

Familia

Niños, libertad y progreso

La familia, las relaciones personales y las consecuencias de la eliminación de la institución familiar fueron varios de los temas que Gilbert Keith Chesterton trató en muchos de sus artículos.

José Miguel Granados·11 de abril de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El escritor inglés Gilbert Keith Chesterton puede considerarse prácticamente, un «profeta de la familia». Su agudo análisis de las consecuencias de un sociedad marcada por el egoísmo en las relaciones familiares enlazan, de manera natural, con la doctrina de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia.

Obviedad

Gilbert Keith Chesterton afirmaba con énfasis esta profunda y paradójica verdad: “El triángulo obvio de padre, madre e hijo no puede ser destruido; en cambio, puede destruir las civilizaciones que lo obvian”.

En efecto, constatamos con pena que las ideologías y políticas anti-familiares resultan suicidas para la sociedad, hasta incluso amenazar su ocaso. En cambio, los matrimonios bien constituidos, unidos en el amor fiel y dispuestos para la procreación y educación de los hijos, despliegan un enorme potencial de humanización y se configuran como esperanza firme de los pueblos.

Por otro lado, las excusas para impedir la prole humana ofrecen con frecuencia argumentos falaces y manipuladores, que esconden egoísmos y materialismos que degradan al hombre y contaminan las culturas.

Milagro de libertad

Con su ingenio característico, el mismo Chesterton desenmascara dichas falacias, al tiempo que ensalza la opción de la procreación: “Un niño es el signo y el sacramento de la libertad personal. Es algo que sus padres han decidido producir libremente y que libremente han decidido proteger. Es la contribución propia y creadora de los padres a la obra de la creación. Quienes prefieren los placeres mecánicos a un milagro como ése, están desalentados y esclavizados. Son ellos los que están abrazando las cadenas de la vieja esclavitud; y es el niño el que está preparado para el nuevo mundo”.

Como enseñaba Juan Pablo II, la libertad “posee una esencial dimensión relacional. Es un don del Creador, puesta al servicio de la persona y de su realización mediante el don de sí misma y la acogida del otro” (Carta encíclica El evangelio de la vida, n. 19). En efecto, la libertad verdadera se ordena al bien de la comunión.

El sentido de la vida consiste en darse para dar vida, lo cual conlleva la grandeza y la fecundidad de la entrega. De este modo se forman familias conforme al proyecto del Creador, inscrito en el significado esponsalicio del cuerpo humano. Por eso, la apertura confiada de los esposos al nacimiento de los hijos contribuye al crecimiento de las personas y de las naciones con pujanza creativa.

Acogida del don

El rechazo del hijo, que denota habitualmente actitudes injustas e inmorales, aboca a sociedades tristes, desesperanzadas y agonizantes. Pues cada niño es un valor incalculable para la comunidad: su mayor riqueza personal, un tesoro que merece el cuidado y la ayuda de todos. La acogida y la promoción de la vida humana débil constituye el baremo del verdadero progreso social y de la auténtica civilización de la vida y del amor.

El hijo ha de ser querido y cuidado siempre. Como señalaba el Papa Francisco, “cuando se trata de los niños que vienen al mundo, ningún sacrificio de los adultos será considerado demasiado costoso o grande. El don de un nuevo hijo, que el Señor confía a papá y mamá, comienza con la acogida, prosigue con la custodia a lo largo de la vida terrena y tiene como destino final el gozo de la vida eterna. Una mirada serena hacia el cumplimiento último de la persona humana, hará a los padres todavía más conscientes del precioso don que les ha sido confiado” (Exhortación apostólica La alegría del amor, n. 166).

La encomienda divina originaria de ser “una sola carne” (cf. Gén 2,24) para formar un hogar se halla grabada como promesa y vocación en el dinamismo afectivo del eros, que aparece como amor de atracción y deseo intenso del corazón. Normalmente, los padres comprenden que engendrar, criar y educar a los hijos llena de sentido su existencia, al contribuir al desarrollo de la comunidad civil y eclesial. Por ello, para cumplir las funciones parentales los matrimonios deberían recibir siempre reconocimiento y apoyo efectivo por parte de las legislaciones y de las autoridades.

Belleza gratuita

El Señor ha querido que la comunión conyugal, constituida mediante el compromiso y la donación recíproca del marido y la mujer, sea como la tierra fértil y bendecida para recibir de Dios la semilla del hijo. “El hijo es el don más precioso del matrimonio, de la familia y de la entera sociedad” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2378). De esta forma, los esposos -y, después, el resto de los miembros de la sociedad- adquieren la conciencia de su identidad y vocación en la lógica del don personal recibido y ofrecido.

El hijo que nace reclama una bienvenida de asombro y gratitud: suscita en los padres la responsabilidad y la misión de ayudarle a desarrollar el potencial de su humanidad. “La familia es el ámbito no sólo de la generación sino de la acogida de la vida que llega como regalo de Dios. Cada nueva vida nos permite descubrir la dimensión más gratuita del amor, que jamás deja de sorprendernos. Es la belleza de ser amados antes: los hijos son amados antes de que lleguen” (La alegría del amor, n. 166).

Sueño de Dios

En efecto, Dios “nos amó primero” (1 Jn 4,19), con generosidad desbordante. Además, ha establecido a lo largo de la historia de la salvación una alianza de amor fiel y misericordioso con su pueblo elegido.

Los padres están llamados a entrar en esta orientación fundamental de querer al hijo desde el comienzo, desinteresadamente, colaborando así a que todos descubran y respeten la dignidad personal de todos. De este modo, cooperan a la realización del sueño de Dios para la gran familia humana: llamar a la vida plena de amor eterno a una muchedumbre de hijos.

En definitiva, cada recién nacido podrá enriquecer a los demás con su aportación propia. Realmente, los hijos traen al mundo novedad, futuro y alegría.

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