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La adoración eucarística invita a “consentir a Dios”, no a “sentir a Dios”

La adoración eucarística se emplea a veces como medio para fines de promoción de la pastoral juvenil, de respuesta a necesidades intimistas, o buscando efectos milagrosos, etc. Este artículo propone algunas coordenadas para evaluar prácticas pastorales que, bajo apariencia de un bien espiritual, pueden resultar poco convenientes para la experiencia fructuosa de la fe en nuestras comunidades.

Marcos Torres Fernández·11 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 7 minutos

En la Misa matutina del lunes 5 de febrero de 2018, el Papa Francisco exhortaba a un pequeño grupo de sacerdotes recién nombrados párrocos. ¿Qué consejo les dio el Romano Pontífice al inicio de su oficio pastoral? El Papa se expresó así: “Enseñad al pueblo a adorar en silencio”, para que “así aprendan desde ahora qué haremos todos allí, cuando por la gracia de Dios lleguemos al cielo”. Un camino, el de la adoración, duro y fatigoso como el del pueblo de Israel por el desierto. “Tantas veces pienso que nosotros no enseñamos a nuestro pueblo a adorar. Sí, les enseñamos a rezar, a cantar, a alabar a Dios, pero a adorar…”. La oración de adoración, dijo el Papa, “nos aniquila sin aniquilarnos: en el aniquilamiento de la adoración nos da nobleza y grandeza”.

Sin duda alguna, los que somos pastores del pueblo de Dios llevamos muy dentro del corazón el deseo de que nuestros fieles amen cada vez más a Jesucristo en la Eucaristía, haciendo de ella el centro de la vida parroquial y de nuestras comunidades de fe. La adoración es, además, condición para comulgar adecuadamente, como enseñaba san Agustín, y que es continuación natural del misterio y de la presencia real de Cristo en el sacramento.

En este sentido, los pastores del rebaño de Cristo debemos procurar una celebración no sólo bella y significativa, sino también respetuosa y acorde con la verdad de la fe y la disciplina de la Iglesia, que busca cuidarla adecuadamente.

En los últimos decenios, gracias al magisterio de los últimos Papas y a la labor incansable de innumerables sacerdotes anónimos, la adoración eucarística no sólo ha experimentado una recuperación justa, sino una popularidad beneficiosa para la vida espiritual de los cristianos.

Igualmente, este deseo y fervor eucarístico no siempre ha ido acompañado del discernimiento necesario, observándose en no pocas ocasiones errores, omisiones o incluso abusos litúrgicos, que muchas veces no se deben a una mala intención sino a una deficiente formación teológico-litúrgica de algunos agentes de pastoral.

Este artículo querría proponer algunas coordenadas para evaluar posibles prácticas pastorales que, bajo apariencia de un bien espiritual, pueden resultar poco convenientes para una verdadera y fructuosa experiencia de la fe en nuestras comunidades.

La exposición del Santísimo

En primer lugar, es bueno recordar que gracias a la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, la adoración eucarística ha dejado de ser una simple práctica de devoción eucarística, para convertirse en una celebración litúrgica de pleno derecho.

Como celebración litúrgica, implica un ritual, una asamblea litúrgicamente constituida, una normativa litúrgica y unas orientaciones pastorales propias. Por ello, el marco imprescindible de referencia es el “Ritual de la Sagrada Comunión y del Culto fuera a la Eucaristía fuera de la Misa”.

Los ministros deben celebrar la exposición del Santísimo según la ritualidad establecida, tal y como hacen cuando celebran cualquiera de los otros sacramentos o sacramentales. Bien es cierto que el actual ritual es bastante flexible a la hora de celebrar la exposición, siempre y cuando se respete el mínimo indicado. Ahora nos referiremos a algunas prácticas que se han extendido, pero que en su ritualidad y significado no concuerdan con lo que la Iglesia enseña en su liturgia y en la historia del dogma eucarístico.

Por un lado, es importante no romper el estrecho vínculo litúrgico-teológico existente entre la exposición de la Eucaristía y su celebración. La primera nace y se entiende desde la segunda. De hecho, la Iglesia entiende la adoración eucarística como prolongación de la Comunión sacramental, o como medio para una preparación adecuada a ella.

Afirma el Ritual: “Permaneciendo ante Cristo […] fomentan las disposiciones debidas que les permiten celebrar con la devoción conveniente el memorial del Señor y recibir frecuentemente el pan que nos ha dado el Padre”. Por eso es importante educar a los fieles para que la adoración eucarística no llegue a comprenderse como un sustitutivo de la Comunión sacramental, o como una forma de “comunión” fácil o más sensitiva que la sacramental.

También debido a este vínculo entre exposición y sacrificio, la Iglesia no permite exponer el Santísimo Sacramento fuera del altar, y menos aún, en un lugar que no sea una iglesia. Solo en el caso de que la exposición sea prolongada puede colocarse la custodia en un expositorio elevado, siempre y cuando esté cerca del altar.

Ni la montaña, ni la playa, ni una casa particular, ni un jardín, ni un autocar, ni una barca en el mar de Galilea son lugares donde dar culto digno a Dios sacramentado, tal y como la Iglesia nos recuerda constantemente en sus documentos magisteriales, litúrgicos y canónicos tras la reforma del Concilio Vaticano II. En este sentido, tampoco está permitido que el Santísimo esté expuesto a solas, sin una asamblea litúrgica presente que esté rezando en adoración.

Por otro lado, la Iglesia ha enseñado durante siglos que la exposición del Santísimo tiene como finalidad única y primordial tributar adoración pública a Cristo en la Eucaristía, confesando rectamente la fe en la presencia real y desagraviando las ofensas que Dios pueda recibir, especialmente contra las mismas especies eucarísticas.

En este sentido, se hace cada vez más necesario un profundo discernimiento de la autoridad eclesiástica para velar por este fin cultual (latréutico) de la celebración de la exposición. De manera cada vez más frecuente se observa el uso de esta celebración (la exposición y adoración) como método de evangelización, como medio de aglutinar y promocionar la pastoral juvenil, como recurso para responder a las necesidades intimistas y emotivas de algunos perfiles espirituales o incluso como instrumentalización casi supersticiosa, pretendiendo del sacramento poderes o efectos milagrosos. En la adoración, la Iglesia nos enseña a confesar la verdad de la fe eucarística, el abandono en la voluntad de Dios, el silencio y la alabanza sencilla. En la adoración, la tradición litúrgica nos invita a “consentir a Dios”, no a “sentir a Dios”.

La consideración y el reconocimiento de la exposición del Santísimo como una verdadera celebración litúrgica, cuyo centro es Cristo que preside la asamblea eclesial, debe ayudarnos también a evitar manifestaciones rituales o espirituales que reducen este carácter de “cuerpo eclesial”.

Actualmente, nuestras comunidades no viven fuera de la cultura individualista y emotivista occidental, ni de la cada vez más fuerte influencia de la espiritualidad y ritualidad propia de grupos y comunidades evangélicas y pentecostales que no entienden las realidades sacramentales.

Tal y como nos enseña la Iglesia, la presencia de Cristo en la Eucaristía es sacramental y sustancial. Esto implica por un lado, que su presencia real no se da sin el signo sensible, que en este caso son las especies de pan y vino. Todo debilitarse el signo de pan y vino implica un ocultar la verdad del sacramento que es el mismo Cristo.

Ciertas celebraciones que se asemejan a “performances litúrgico-festivas” porque iluminan, encuadran, decoran o transforman las especies de pan y vino para generar un impacto sensible, desvirtúan el modo de presencia de Cristo en el sacramento. Igualmente, presentar la presencia de Cristo como si fuera algo más que sustancial hace difícil que nuestra relación eucarística con Él sea verdadera y fructuosa. Su presencia no es corporal, pues Cristo está en el cielo, sino sacramental. Pongamos algunos ejemplos.

La presencia sacramental y sustancial del Señor implica que no podemos entenderla en términos fisicistas, como parece que empieza a vivirse en algunos ambientes eclesiales.

En este sentido, un fiel no comulga más a Dios porque consuma más cantidad de pan consagrado (accidente cantidad), ni tampoco porque consuma de la forma del sacerdote (accidente cualidad). Igualmente, Dios no está más cerca de mí porque me acerquen el copón o la custodia, ni Dios me bendice más porque el sacerdote me bendiga a mí solo con la custodia (accidente lugar).

La fe de la Iglesia nos enseña que el único efecto que puede provocar esta práctica (reprobable) es la de excitar la sensibilidad subjetiva.

Son costumbres que no reflejan la fe verdadera de la Iglesia. En efecto, Cristo en las especies eucarísticas ni se mueve, ni se pasea físicamente, ni está físicamente delante o cerca de mí. Su presencia es solamente sustancial y no está sometida a ese tipo de cambios.

La fe nos enseña que los accidentes (locativo, cuantitativo, cualitativo) de Cristo están en el cielo. Por lo tanto, como decimos, Cristo no “me bendice” más y mejor, o más cerca o más lejos por desplazar la custodia, bendecir individualmente o exponer al Señor en cualquier lugar, como para simular que está fisicamente presente como en las escenas del Evangelio. La bendición es del ministro sagrado, y la bendición es sobre la asamblea litúrgica en su conjunto, como cuerpo de Cristo que es. Otra práctica insinuaría una comunión más plena con Cristo que la sacramental al comulgar en gracia de Dios. La preocupación de la Iglesia por una adecuada compresión de la presencia real lleva a que estas prácticas estén expresamente prohibidas, por contradecir las rúbricas establecidas en el ritual.

Celebraciones a través de la televisión

Igualmente, tampoco Cristo está presente ante mí, o me bendicen con Él, si veo una retransmisión por televisión o por internet. Lo que el fiel tiene delante no es el Señor, sino solo una pantalla, ante la que no corresponde arrodillarse ni pensar que nos bendice.

No hay sacramento ni celebración sacramental en el televidente, y solo hay una unión espiritual con la celebración que se visualiza si es en directo. Por otra parte, la única bendición a distancia que existe, y no necesita de YouTube, es la bendición “Urbi et Orbi”, que es un sacramental de la Iglesia referido solo al oficio del Romano Pontífice. Cualquier otro tipo de bendición retransmitida, más aún si pretende ser eucarística, no es en realidad bendición alguna. Es encomiable en este sentido, el esfuerzo de todos los pastores de la Iglesia para explicar bien a los fieles que una retransmisión litúrgica en directo no es participación en ella, sino solo un medio de carácter devocional para paliar la imposibilidad de asistir a ella, y para unirse con ella mentalmente. Otro modo de plantearlo supondría debilitar en sus fundamentos la misma realidad sacramental, y debilitar la importancia y necesidad de la Comunión a los enfermos y personas mayores.

Las procesiones con el Santísimo Sacramento

Por último, hemos de recordar que el culto eucarístico en la historia de la Iglesia se ha hecho solemne y público para confesar pública y solemnemente la presencia real de Cristo: bien porque se pone en duda, o bien porque sacrílegamente se ha atentado contra las mismas especies sagradas.

Tal como enseña el ritual, las procesiones con el Santísimo Sacramento, especialmente las del Corpus Christi, y las bendiciones en ellas previstas, tienen como finalidad respetar este carácter de confesión publica y culto de adoración.

Por ello, no se debe instrumentalizar el Santísimo Sacramento expuesto para otras finalidades que la de manifestar la fe de la Iglesia en la presencia real.

El Santísimo en la custodia, por ejemplo, no puede ser utilizado para hacer cordones sanitarios antivirus pandémicos, para hacer pensar a los fieles desde los campanarios o incluso helicópteros que Dios no se olvida de ellos, para bendecir los campos o pedir la lluvia, para realizar oraciones teatralizadas como si Dios hablara desde la custodia, para realizar curaciones físicas o para expulsar demonios y desinfestar un domicilio de la presencia maligna.

Cualquier abuso en este sentido, además de no confesar rectamente la fe de la doctrina eucarística, supondría una instrumentalización del Santísimo Sacramento como talismán y como remedio supersticioso, y una falta de fe y confianza en los sacramentales que la Iglesia ha instituido para esos fines concretos.

El autorMarcos Torres Fernández

Cultura

El Cementerio Teutónico del Vaticano: un circo romano, Carlomagno y la “Escape Line” que salvó a miles de judíos

El Cementerio Teutónico, es un insólito camposanto que se encuentra en el interior de las murallas de la Ciudad-Estado del Vaticano, que si bien es territorio italiano goza de extraterritorialidad concedida por los Pactos Lateranenses de 1929.

Hernan Sergio Mora·10 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

A pesar de su pequeño tamaño (menos de 300 metros cuadrados incluida la Iglesia) tiene una larga historia y se convirtió en una institución que se remonta a los albores del cristianismo, en particular con Carlomagno.

Pero también se entrelaza con la historia reciente, “La institución se volvió sede de una organización clandestina que se ocupaba de proteger y ocultar a judíos y otros perseguidos durante la ocupación nazi, como lo recuerda el film ‘The Scarlet and The Black’, con Gregory Peck” del año 1983, explica a Omnes, el sacerdote e historiador Johannes Grohe, vice director del Instituto Goerres y miembro de la “Arciconfraternita al Campo Santo Teutonico”.

“El sacerdote irlandés Hugh O’Flaherty (1889-1963), del Servicio Diplomático de la Santa Sede, que tenía su residencia en las estructuras del Camposanto, permitió que se salvaran unos 6.500 entre perseguidos y judíos, haciéndolos refugiar en el Vaticano y sus residencias, como los 12.000 que Pio XII escondió en Castel Gandolfo” explica.

“Gracias a la llamada ‘Escape Line’ que contaba -prosigue don Johannes Grohe- con el apoyo del embajador británico Francis D’Arcy Osborne, refugiado en la antigua Residencia Santa Marta, y de la princesa italiana Elvina Pallavicini, refugiada a su vez en las estructuras del Camposanto, se lograba obtener documentos falsos que les permitían a las personas en peligro de vida salir del país, burlando así los controles de la Gestapo. Entretanto el jerarca nazi y criminal de guerra Herbert Kappler nunca logró atrapar a O’Flaherty, si bien 5 de sus colaboradores terminaron fusilados en las Fosas Ardeatinas.

Don Johannes Grohe que es también profesor en la Pontificia Università de la Santa Croce recuerda que Hugh O’Flaherty fue denominado “La prímula roja del Vaticano” (The Scarlet Pimpernel of the Vatican – por ello el título del libro de J. P. Gallagher del 1967, que inspiró el mencionado film), y que para mostrar a la Resistencia que estaba siempre allí, rezaba paseándose en la zona situada delante la basílica de San Pedro, haciendo entrar a los refugiados por los caminos contiguos al hoy demolido Museo Petriano, al lado del Santo Oficio.

El “Camposanto dei Teutonici e dei Fiamminghi” en alemán: “Friedhof der Deutschen und der Flamen”, y sus estructuras se sitúan sobre el lugar donde se encontraba el circo romano que vio martirizado al apóstol Pedro, hoy entre el Aula Pablo VI -donde se realizan las audiencias- y la basílica de San Pedro.

Una vez que el Circum Neronianum cayó en desuso, muchos cristianos quisieron ser enterrados en esa necrópolis, cerca de la sepultura del santo apóstol.

El cementerio Teutónico es mencionado por primera vez por documentos en el 799, y parece haber sido fundada por el mismo Carlomagno o relacionado a su figura gracias a la fundación de la “Schola Francorum”, seguramente la más antigua institución germánica en Roma, que se unía a otras instituciones nórdicas: la de los Longobardos, Frisones y Sajones, questa última con la actual iglesia de “Santo Spirito in Sassia”.

De hecho en el período de la coronación de Carlomagno, el emperador del Sacro Imperio Romano Alemán, llegaban a Roma peregrinos provenientes desde todos los rincones del imperio y era necesario darles hospitalidad y tener un cementerio para dar digna sepultura a quienes murieran en la Ciudad Eterna.

Así ya en el siglo XIII la Schola Francorum altomedieval, a cargo del clero incluyó dos iglesias, el hospicio para peregrinos y pobres, además del cementerio. Una de estas iglesias, la contigua “Santa María della Pietà”, gestiona el cementerio y hasta hoy día el reglamento para ser allí enterrado contempla ser madre lengua alemana y haber residencia en Roma.

Restaurado en 1454 miembros alemanes de la Curia Romana dieron fondos para una reconstrucción total que incluía la iglesia. En 1597 fue creada la “Arciconfraternità di Nostra Signora” con sede al lado del Cementerio Teutónico.

Con el impulso de su rector Anton de Waal a partir del 1876 se construyó una residencia para sacerdotes estudiosos de historia y arqueología sacra, y algunos de ellos intervienieron en las excavaciones de Roma. En 1888 se añade el Instituto Romano de la Sociedad de Goerres.

“El Instituto y la residencia, hoy “Pontificio Collegio” disponen  – explica don Johannes Grohe- de una biblioteca con más de 50 mil libros, que contiene también un reparto “Biblioteca Ratzinger/Benedetto XVI, con sus obras, en ediciones en muchos idiomas, y sobre su teología”.

Además “el Cardenal Ratzinger, que era miembro de la Archicofradía y de la Sociedad de Goerres, había vivido en el Collegio un período, antes de mudarse a la Piazza Leonina y ser elegido Pontífice, y tenía como la costumbre de celebrar cada jueves la S. Misa en la Iglesia del Campo Santo. En 2015 celebró por última vez la S. Misa en esta iglesia, con sus exalumnos de teología, el famoso “Schülerkreis” cocluye don Johannes Grohe.

Hoy el Rector de la Confraternidad y del Colegio es padre Konrad Bestle, y el director del Instituto Histórico del “Istituto Goerres al Campo Santo Teutónico” es el historiador y rector del “Pontificio Istituto di Archeologia Sacra”, Mons. Stefan Heid.

El autorHernan Sergio Mora

Estados Unidos

Defender la vida ante el aborto, cambiar los corazones

El 24 de junio de 2023 se cumple un año desde que se revocara la sentencia Roe v. Wade en Estados Unidos, marcando así el fin del aborto como derecho constitucional. En recuerdo de este avance por la defensa de la vida, el obispo de Arlington, Michael F. Burbidge, del Comité de actividades provida, ha publicado un mensaje.

Paloma López Campos·10 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

A finales de junio, el día 24, se celebra el primer aniversario de la revocación de la sentencia Roe v. Wade, señalando así el fin del aborto como un derecho constitucional en Estados Unidos. Esta decisión del Tribunal Supremo supuso un gran avance en la defensa de la vida y, para celebrar la fecha, el obispo Michael F. Burbidge, del Comité de actividades provida, ha enviado un comunicado.

Persistir en la labor

Esta fecha, dice el mensaje, “es un día para la alegría continua y la gratitud; un día para recordar a los innumerables trabajadores fieles que se han dedicado a la oración, la acción, el testimonio y el servicio en apoyo a la causa de la vida; y un día para dar gracias a Dios por su infinita fidelidad”.

Sin embargo, este paso que se dio en 2022 es solo el comienzo. Todavía hay estados en los que la defensa del aborto sigue vigente o incluso se ha blindado legalmente con más instrumentos. Por eso, la Conferencia episcopal afirma que persiste “con confianza en nuestros esfuerzos por defender la vida”.

Leyes y corazones

El esfuerzo que queda por hacer no se reduce al campo político y legislativo. “El trabajo que tenemos por delante sigue siendo no solo cambiar las leyes, sino también ayudar a cambiar los corazones, con fe firme en el poder de Dios para hacerlo”.

Esta tarea tiene sus raíces en “el conocimiento de la verdad y en la valentía para contarla y vivirla con compasión”. Esta compasión es esencial, tal como señala monseñor Burbidge, ya que “cada uno de nosotros está llamado a una solidaridad radical con las mujeres que se enfrentan a un embarazo inesperado o difícil”.

La solidaridad, indica el comunicado, pasa por “hacer todo lo posible para proporcionarles el apoyo y la atención que necesitan para dar la bienvenida a sus hijos”. Por ello, los obispos agradecen los esfuerzos y las iniciativas de “millones de católicos que viven la llamada del Evangelio a través de las parroquias y comunidades”.

Respeto a la vida y responsabilidad

El comunicado anima a “todas las personas de fe y buena voluntad” a trabajar unidas “para proclamar que la vida humana es un don precioso de Dios; que cada persona que recibe este don tiene responsabilidades hacia Dios, hacia sí misma y hacia los demás”.

Por otro lado, recuerda que “la sociedad, a través de sus leyes e instituciones sociales, debe proteger y cuidar al ser humano en todas las etapas de su vida”.

Ecología integral

Mónica Santamarina, presidenta de la UMOFC: «Una mujer es…»

La Unión Mundial de las Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC) tiene una nueva presidenta: Mónica Santamarina. En esta entrevista, habla con Omnes sobre el papel de la mujer en la Iglesia y responde a una de las preguntas más difíciles del momento: ¿Qué es una mujer?

Paloma López Campos·9 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 7 minutos

Mónica Santamarina es la nueva presidenta de la Unión Mundial de las Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC), que ella misma define como “una gran red de mujeres católicas”. No solo eso, es la “única asociación pública internacional de fieles en la Iglesia católica que representa a las mujeres”.

Como explica la propia UMOFC en su web, esta organización tiene la misión de “promover la presencia, participación y corresponsabilidad de las mujeres católicas en la sociedad y en la Iglesia, para que puedan cumplir con su misión evangelizadora y trabajar por el desarrollo humano”.

En esta entrevista con Omnes, Santamarina habla sobre cómo defender el papel de la mujer sin caer en extremismos, el encuentro que hubo con el Papa y responde a una de las preguntas más difíciles del momento: ¿Qué es una mujer?

¿Cuál es la importancia de una institución como la UMOFC?

– Para ver la importancia de la institución creo que lo primero es fijarse en que tiene casi 100 organizaciones y está presente en cerca de 60 países. Representamos a más de ocho millones de mujeres, lo cual te da la magnitud de las posibilidades que tiene esta institución.

En el órgano ejecutivo de la UMOFC lo que hacemos es ver las necesidades que tienen nuestras mujeres en la base, qué necesidades tienen sus comunidades, las necesidades de formación. Nosotros tratamos de generar los instrumentos para responder a esas necesidades.

Por otro lado, la importancia de la UMOFC reside en la manera en la que la voz de las mujeres puede llegar a instituciones y organismos internacionales. Estamos en ECOSOC, en el Consejo de Derechos Humanos, en la FAO, el Consejo de Europa, en la UNESCO…

Y podemos llegar también a los Dicasterios y decir lo que las mujeres del mundo están viviendo, lo que piden y, a la vez, para preguntar qué necesita la Iglesia de las mujeres. Queremos establecer un diálogo en sinodalidad, escuchándonos, trabajando juntos.

Las mujeres necesitamos tener mayor participación pero también necesitamos estar mejor formadas. En fin, con todo este diálogo y representatividad tenemos la oportunidad de dar voz a quienes no la tenían.

Trabajamos muy de cerca con los dicasterios, especialmente con el dicasterio para los laicos, la familia y la vida, y tan cerca como podamos de nuestras mujeres. Tratamos de llegar hasta la base. Creo que eso es lo más rico e interesante de la UMOFC, especialmente en esta época.

Dentro de esa dinámica de diálogo, ¿cuáles considera que son las grandes aportaciones que las mujeres, desde su feminidad, pueden hacer a la Iglesia?

– Muchísimas. La visión femenina de las cosas es distinta a la perspectiva del varón, por lo que tenemos que trabajar juntos, de la mano. Recíprocamente y corresponsablemente. Dentro de la Iglesia, la mayoría de miembros activos son mujeres, pero muchas veces no se escucha nuestra voz. 

¿Quiénes están más cerca de los matrimonios y de los hijos? ¿Quiénes viven más la pobreza y la violencia? Somos las mujeres. Por eso, tenemos una misión importantísima en este aspecto dentro de la Iglesia. Una misión que hemos cumplido pero debemos cumplir mejor de la mano de los hombres.

Es época de trabajar juntos, cada uno en su papel porque todos los papeles son importantes. Todos somos corresponsables.

¿Cómo podemos defender la figura y el papel de la mujer sin caer en posturas radicales?

– Es todo un reto que se nos presenta. Creo que lo primero es fijarnos en la guía que son el Magisterio y el Papa. Si tenemos esa guía clara, la escuchamos, la entendemos y la estudiamos, no nos perdemos. La Iglesia nos enseña y nos da los instrumentos para que todos podamos participar en las decisiones que se van tomando. Por lo tanto, una primera cosa esencial es orientarnos.

Si queremos cambios en la Iglesia hay que cambiar a la Iglesia desde dentro, no desde fuera. Esto no es un pleito, una polarización. Tenemos que aprender a escucharnos, a acercarnos en lo común.

Lo importante es no perder la guía, estar dentro de la Iglesia y del Magisterio. Y también participar más en la creación de ese Magisterio, para lo cual tenemos que estar más preparadas.

¿Cómo podemos, en el día a día, promover la presencia y participación de la mujer en la Iglesia?

– En primer lugar, la mujer tiene que creerse lo que vale. El primer problema es que a veces no nos valoramos, no reconocemos nuestro valor. Tenemos que ser conscientes de todo lo que Dios nos dio, que tenemos una gran dignidad, igual a la de los hombres. También debemos entender que tenemos una visión distinta a ellos y que por eso somos complementarios. La idea no es quitar a los hombres para entrar nosotras, eso no funciona. Tenemos que trabajar juntos, si no, no podemos avanzar.

La mujer tiene que prepararse, debe estar cada vez más preparada en Teología, Educación y en todos los ámbitos, incluso en el pastoral. Es importante que adquiera formación, que tenga herramientas para hablar en público. En estos aspectos existe una brecha muy grande que la pandemia ha empeorado.

Pero la mujer también tiene que ser valiente para hablar y tomar su lugar. No solo eso, tiene que pedir que se lo den. Hay que pedirlo con respeto pero, a veces, hay que pedirlo con voz fuerte. No se trata de gritar, sino de pedirlo firmemente. Tenemos un lugar que no estamos ocupando y no es una cuestión de culpas.

Es todo un proceso que debemos seguir, pero evitando los extremismos. Los extremismos no resuelven nada, te llevan a salirte de los márgenes que el Magisterio marca. Te impulsan a intentar cambiar la Iglesia desde fuera, en vez de hacerlo desde dentro. Todos los grandes cambios se han producido desde dentro.

Hay una pregunta que es muy popular ahora que queremos hacerle para que usted responda como desee: ¿Qué es una mujer?

– Una mujer es una criatura maravillosa de Dios, que tiene una gran capacidad de dar amor. Las mujeres tenemos una gran capacidad para darnos, por ejemplo, cuando hablamos de maternidad, que no tiene que ser necesariamente física sino que también es espiritual.

Yo siempre doy gracias a Dios por ser mujer. No quiero pelearme con los hombres. Tengo hijos e hijas, nietos y nietas. Aprecio enormemente el valor de cada uno.

Ahora, ser mujer implica que tienes una vocación determinada que te llama a estar cerca de los otros. Por tu misma manera de ser tienes una sensibilidad especial para escuchar, para entender al que está sufriendo, para acercarte al otro, para dialogar. Podemos cuidar al otro, cuidar a la humanidad.

Hombres y mujeres ven las cosas de manera diferente y eso enriquece mucho a la Iglesia. Todos tenemos la misma dignidad, pero formas muy distintas de hacer las cosas que tenemos que hacer complementarias.

Para mí una mujer es una criatura de Dios que tiene enormes posibilidades, con valores enormes. Dios nos creó muy bien, pero nos lo tenemos que creer. Debemos estar seguras de que valemos muchísimo y que siempre podemos mejorar.

El Papa Francisco ha trabajado mucho por involucrar más a las mujeres en la Iglesia. La UMOFC se reunió hace poco con él, ¿puede contarnos algo de este encuentro?

– Fue un encuentro precioso. Vinieron unas 1600 mujeres con sus familias. En UMOFC siempre hemos querido mucho al Padre, sentimos un gran cariño por el Papa Francisco y la gente estaba muy emocionada.

Agradecimos al Papa todo lo que ha hecho por las mujeres y por la Iglesia. Le presentamos los resultados de los últimos proyectos del Observatorio, que sabemos que es algo que le gusta porque nos dedicamos a hacer visibles a las invisibles. Le dimos los resultados de los proyectos en Latinoamérica y en África, y del proyecto de Sinodalidad y mujeres. Le gustó mucho y nos conminó a seguir trabajando, a seguir viviendo en plenitud nuestra feminidad.

El Papa Francisco durante el encuentro con las mujeres de UMOFC (OSV News / Vatican Media)

Yo creo que tenemos que hacer que nuestras hijas, nuestras nietas y la gente joven se sienta orgullosa de ser mujer. Es algo que hemos perdido un poco, pero ¿por qué no nos vamos a sentir orgullosas de ser mujeres? El Papa nos pidió que nos entreguemos al Evangelio con la cabeza, con las manos, los pies y con todo lo que tengamos.

Francisco nos dijo que vayamos a la asamblea, que discutamos, hasta pelear un poco, pero que tenemos que dialogar. Nos animó a seguir adelante con el Observatorio, que es un mecanismo a través del cual la Iglesia está aprendiendo. El primero al que enseñamos los resultados es al Dicasterio.

Creo que fue un encuentro muy amoroso. Al Papa se le veía muy contento. Todo esto ayuda mucho y realmente pudimos ver a Francisco como nuestro padre, como un guía.

Como presidenta de la UMOFC, ¿qué proyecto actual le hace más ilusión?

– El Observatorio me hace ilusión que siga y que se consolide, porque está dando muchos frutos. La mujer está siendo escuchada y atendida, estamos haciendo ruido. Es un trabajo para todas las mujeres, no solo las de UMOFC.

Me hace mucha ilusión trabajar mucho para formarnos en la sinodalidad y la formación de las mujeres en general. Particularmente, queremos hacer a la UMOFC atractiva para las mujeres jóvenes. Necesitamos acercarnos a ellas, tener la flexibilidad y los mecanismos para ir hacia ellas.

Queremos rescatar el camino de la familia, de la maternidad y la paternidad. En los medios de comunicación, en este mundo polarizado, todo parece malo y la gente ya no se quiere casar. Hay miedo al compromiso porque ya no se ve como algo hermoso. Queremos rescatar la belleza del camino matrimonial. Evidentemente, también queremos quedar a las mujeres solas y su belleza, hay mujeres que por circunstancias diversas se han quedado solas y queremos darles una atención especial.

Otro tema fundamental para mí es el de los migrantes, queremos construir un nuevo futuro con los migrantes y los refugiados. Es un día que hoy tenemos que trabajar mucho.

Por otro lado, estamos en el año de la sinodalidad y tenemos que estar metidas ahí metidas hasta el fondo. Es una oportunidad para formarnos todas.

¿Qué mensaje quiere dar a las mujeres jóvenes de la Iglesia?

– No perdáis la esperanza, la Iglesia y el Señor os están esperando. El Señor está con vosotras, la Iglesia está con vosotras. Acercaos a Dios por el camino que tengáis más cercano. Buscadnos, que nosotras también os buscaremos. Intentad dialogar, decidnos vuestras necesidades y vuestros miedos. Hablad.

Tenéis que saber que sí se puede ser feliz, se puede ser feliz siguiendo a la Iglesia. Se puede ser feliz, incluso con todo lo que estamos viviendo. Es un reto, pero el mundo lo tenéis que cambiar vosotras. Este es vuestro mundo y tenéis que decidir el tipo de mundo que queréis.

Procurad el diálogo, acercaos. El diálogo intergeneracional es muy rico. Vosotras nos enseñáis mucho y nosotras también podemos enseñaros. Tenemos mucho que aportarnos y juntas podemos crecer mucho.

Insisto, no perdáis la esperanza. Recuperadla.

Vaticano

Armand Puig i Tàrrech, nuevo presidente de AVEPRO

Armand Puig i Tàrrech ha sido nombrado por el Papa Francisco presidente de la Agencia de la Santa Sede para la Evaluación y la Promoción de la Calidad de las Universidades y Facultades Eclesiásticas (AVEPRO).

Antonino Piccione·9 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El reciente nombramiento por parte del Papa Francisco del Rev. Armand Puig i Tàrrech, rector del Ateneu Universitari Sant Pacià de Barcelona, como Presidente de la Agencia de la Santa Sede para la Evaluación y la Promoción de la Calidad de las Universidades y Facultades Eclesiásticas (AVEPRO), arroja luz sobre el perfil y la misión de esta Agencia erigida por Benedicto XVI con un quirógrafo del 19 de septiembre de 2007.

AVEPRO

Se trata de una Institución vinculada a la Santa Sede, de acuerdo con los artículos 186 y 190-191 de la constitución apostólica Pastor Bonus, cuyo cometido es promover y desarrollar una cultura de la calidad en las instituciones académicas directamente dependientes de la Santa Sede y velar para que cuenten con criterios de calidad internacionalmente válidos.

Según se desprende de vatican.va, la adhesión de la Santa Sede al Proceso de Bolonia (que tuvo lugar el 19 de septiembre de 2003 durante la reunión de los Ministros de Educación de la Unión Europea en Berlín) también estuvo determinada por la intención de perseguir y realizar algunos de los objetivos previstos en el Proceso de Bolonia, entre los que se incluyen:
– Respeto de las especificidades y la diversidad de los distintos sistemas universitarios;
– Creación de un Espacio Común de Educación Superior que favorezca la implicación de las instituciones universitarias en una dimensión internacional;
– Atención a la calidad como valor intrínseco y necesario para la investigación y la innovación universitaria.

Calidad de la enseñanza superior

Las actividades de AVEPRO están reguladas por la constitución apostólica Sapientia christiana (15 de abril de 1979) y se ajustan a las Normas y Directrices Europeas, así como a otros acuerdos internacionales relativos a normas y procedimientos para la evaluación de la calidad en la enseñanza superior.

La Agencia colabora con las instituciones académicas en la definición de procedimientos para la evaluación interna de la calidad en la enseñanza, la investigación y los servicios, mediante el desarrollo y la utilización de herramientas operativas adecuadas (directrices, cuestionarios, bases de datos, redes de información, etc.). También planifica los procedimientos de evaluación externa de las distintas instituciones académicas organizando visitas de expertos in situ.

Respetando la autonomía en la que desarrolla sus actividades, la Agencia trabaja en colaboración con todos los agentes implicados en la vida y el progreso de las universidades y facultades eclesiásticas: las propias instituciones, la Congregación para la Educación Católica, las Conferencias Episcopales, todas las autoridades internacionales, nacionales y regionales, y todos aquellos que trabajan en las distintas diócesis de los países donde se encuentran las instituciones académicas eclesiásticas.

Armand Puig i Tàrrech

Volviendo al nombramiento del nuevo responsable de AVEPRO, cabe destacar que el Rev. Armand Puig i Tàrrech nació en La Selva del Camp (España) el 9 de marzo de 1953 y fue ordenado sacerdote el 25 de abril de 1981 para la Archidiócesis de Tarragona.

Es licenciado en Sagrada Escritura por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma y Doctor en la misma disciplina por la Pontificia Comisión Bíblica.

Ha sido profesor en diversas Facultades e Institutos de Teología. Fue Decano de la Facultat de Teologia de Catalunya y actualmente es Rector del Ateneu Universitari Sant Pacià de Barcelona.

El autorAntonino Piccione

Vaticano

El Papa se recupera de una «cirugía sin complicaciones»

El Papa Francisco se recupera de la operación a la que fue sometido el 7 de junio por la tarde, está consciente y agradece los mensajes de cercanía y oración.

Maria José Atienza·8 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

«La intervención quirúrgica y la anestesia general se llevaron a cabo sin complicaciones. El Santo Padre reaccionó bien a la cirugía», estos son las tranquilizadoras palabras que la Santa Sede dio a conocer tras la intervención realizada al Papa el miércoles 7 de junio por la tarde.

El Papa Francisco había ingresado esa misma mañana, al concluir la Audiencia general, para ser sometido a una operación debido a un «laparocele encarcelado en la cicatriz de anteriores intervenciones laparotómicas realizadas en años pasados».

La comunicación de la Santa Sede tras la operación destaca que «este laparocele había estado causando al Santo Padre un doloroso síndrome suboclusivo intestinal durante varios meses».

Desarrollo de la operación

Asimismo, «durante la intervención quirúrgica se encontraron adherencias tenaces entre algunas asas intestinales medias parcialmente congestionadas y el peritoneo parietal que causaban los síntomas mencionados.

Por lo tanto, se liberaron las adherencias (cicatrización interna) con desbridamiento completo de toda la madeja tenaz. A continuación se reparó el defecto herniario mediante cirugía plástica de la pared abdominal con ayuda de una malla protésica».

Numeroso equipo médico

La intervención médica fue realizada por un nutrido equipo médico que la nota vaticana ha querido recoger al completo. La operación estuvo dirigida» por el doctor Sergio Alfieri, Director del Departamento de Ciencias Médico-Quirúrgicas Abdominales y Endocrino-Metabólicas del Hospital Gemelli. Junto a él, intervinieron el Dr. Valerio Papa, la Dra. Roberta Menghi, el Dr. Antonio Tortorelli y el Dr. Giuseppe Quero. Papa, la Dra. Roberta Menghi, el Dr. Antonio Tortorelli y el Dr. Giuseppe Quero.

La operación fue realizada bajo anestesia general por el Prof. Massimo Antonelli, Director del Departamento de Ciencias de Urgencias, Anestesiología y Reanimación, asistido por la Dra. Teresa Sacco, la Dra. Paola Aceto y el Dr. Maurizio Soave y la Dra. Giuseppina Annetta para la colocación del acceso vascular central.

También estuvieron presentes en el quirófano el Prof. Giovanni Battista Doglietto, Director de la Caja de Asistencia Sanitaria, y el Dr. Luigi Carbone, Médico de la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano».

Buena reacción y agradecimiento por las oraciones

La Santa Sede recogía en el cierre de la nota que «la intervención quirúrgica y la anestesia general se llevaron a cabo sin complicaciones. El Santo Padre reaccionó bien a la cirugía».

La buena marcha de la operación y el hecho de que el Papa se encuentre consciente son una buena noticia para el desarrollo de la recuperación del SantoPadre que pasará aún varios días de ingreso hospitalario. La agenda papal se ha despejado para los próximos 10 días de hecho.

La nota ha querido resaltar también el agradecimiento del Papa Francisco por «los numerosos mensajes de cercanía y oración que le han llegado desde el primer momento».

Mundo

Monseñor Fisichella: «Nos hace compañía la esperanza»

Con motivo de la preparación del jubileo 2025, Omnes ha hablado con el obispo Rino Fisichella, organizador y coordinador del evento.

Giovanni Tridente·8 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

«Una de las tareas que debemos emprender como Iglesia en este momento histórico es seguramente llegar a todos a través del mensaje que trae el jubileo. Y el mensaje es el de la esperanza. No por casualidad el Papa Francisco ha elegido como lema ‘Peregrinos de esperanza’. Esto significa que estamos en camino, pero no estamos solos: quien nos hace compañía es precisamente la esperanza”. Son palabras del obispo Rino Fisichella, proprefecto del Dicasterio para la Evangelización, a quien el Papa Francisco ha confiado la organización y la coordinación del próximo jubileo 2025, en el contexto de una iniciativa para presentar los trabajos de preparación del evento en la que Omnes estaba presente.

¿Cómo representar la esperanza?

– Es difícil representar la esperanza, pero creo que a través del logo escogido para el jubileo lo hemos conseguido de algún modo. La esperanza es ante todo la cruz de Cristo, que es el signo del amor del Padre. Pero esa cruz tiene forma de vela y se dirige hacia cuatro personas aferradas unas a otras, mientras que la primera se aferra a la cruz; representan el mundo entero desde los cuatro puntos cardinales. La cruz termina en un ancla: en el mar de nuestra vida, que a menudo está tempestuoso, tenemos la certeza y la confianza de saber a quién podemos acudir.

Una preocupación clara en el magisterio del Papa Francisco…

– El Papa se hace intérprete de las necesidades del pueblo cristiano. El Papa pertenece al pueblo de los creyentes y por tanto vive junto a nosotros las alegrías, esperanzas, las expectativas. Francisco, como todo pontífice, tiene una visión universal, gracias a todos los hombres y mujeres de cada estrato social con los que se encuentra a diario, y justamente por esto da voz también a los que no tienen voz, sobre todo a los más pobres y marginados.

¿Cómo vivir también como Iglesia esta dinámica de apostolado?

– Cuando hablamos de la Iglesia, en primer lugar debemos ver la que el Señor quiso. Y el Señor ha querido que el Espíritu Santo estuviese en medio de nosotros, que nos llevase a lograr la plenitud de la enseñanza que Jesús nos ha dado. Nuestro “ser Iglesia” es en primer lugar participar de la vida que Dios nos ha dado. Este es el motivo por el que todo bautizado es la Iglesia, pero todos los bautizados juntos, si no viven en la presencia del Espíritu y llenos de la presencia del Espíritu, son solo una agrupación social. El deseo de formar parte de la Iglesia no es obligarse a llenar el día de cosas, sino tener una relación con Dios, que a su vez nos enseña cómo relacionarnos entre nosotros.

Inaugurado el Centro de Peregrinos

El miércoles 7 de junio, en presencia del cardenal secretario de estado, se ha inaugurado en la Via della Conciliazione, a pocos pasos de la Basílica de San Pedro, el Centro de Peregrinos – Info Point, que acogerá a millones de fieles que llegarán a Roma para el jubileo 2025.

En el Centro será posible tener información anticipada sobre el Año Santo y organizar la peregrinación a Roma, además de ser un punto de encuentro para los voluntarios que ayudarán a los peregrinos y turistas. También podrán realizarse las inscripciones para peregrinar a la Puerta Santa y a los diferentes eventos que se están preparando. “Queremos que la experiencia de la peregrinación a Roma sea una experiencia de familia”, dijo el cardenal Parolin después de la bendición de los locales. “Aquí está el centro visible de la fe católica, y mi deseo es que todos se sientan hijos de esta madre que quiere abrazar a todos”.

El autorGiovanni Tridente

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Cultura

El Corpus Christi: historia y tradición

Este jueves, 8 de junio de 2023, se celebra la fiesta del Corpus Christi, el Cuerpo y la Sangre de Cristo, una celebración que subraya la importancia de la Eucaristía en la Iglesia.

Loreto Rios·8 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

Hoy se celebra la fiesta del Corpus Christi, una tradición secular en la Iglesia que surgió en un momento de renovación eucarística con el deseo de redescubrir la importancia de la Eucaristía y la fe en la transubstanciación, la transformación del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo en el momento de la consagración.

Se trata de un acontecimiento esencial en la vida de la Iglesia, un sacramento instituido por Jesucristo en la Última Cena con el mandato de que la Iglesia lo continuase celebrando. En palabras de san Juan Pablo II, “la Iglesia vive de la Eucaristía” (de la encíclica Ecclesia de Eucharistia, n. 1).

El Corpus Christi se celebra tradicionalmente el jueves después al domingo de la Santísima Trinidad, aunque el festejo suele extenderse también al domingo siguiente.

Origen del Corpus Christi

La fiesta del Corpus Christi tiene su origen en la Edad Media y se celebró por primera en el siglo XIII en la diócesis de Lieja, ubicada en Bélgica, en concreto en el año 1246.

Entre otros milagros eucarísticos, tuvo lugar en esa época el de Bolsena (Italia), en el que una Hostia consagrada comenzó a sangrar mientras celebraba misa un sacerdote con dudas en la presencia real de Cristo en la Eucaristía. La peculiaridad de este milagro es que, además de ser inspeccionadas por el Papa, las especies sacramentales fueron también revisadas por santo Tomás de Aquino, como indica la página web de milagros eucarísticos del beato Carlo Acutis.

El sacerdote era Pedro de Praga, que fue a Italia para solicitar una audiencia con el Papa. Este se encontraba en Orvieto con algunos cardenales y teólogos, entre ellos santo Tomás. A su regreso a Bohemia, Pedro de Praga celebró misa en una iglesia de Bolsena, donde ocurrió el milagro. Tras aprobar su autenticidad, el Papa decidió instituir la fiesta del Corpus Christi para toda la Iglesia, no solo la diócesis de Lieja, mediante la bula Transiturus de hoc mundo ad Patrem, en el año 1264. Además, encargó a santo Tomás la creación de la liturgia y los himnos a Jesús Sacramentado.

A partir del siglo XIV, la tradición del Corpus se fue afianzando, y se le añadió otro elemento: las procesiones, que fueron instituidas por el Papa Juan XXII en el año 1317. Estas procesiones tenían unas normas específicas, aunque todavía no incluían la procesión con la Hostia consagrada. Fue en 1447 cuando el Papa Nicolás V introdujo la procesión por las calles de Roma con la Eucaristía.

En España, la fiesta del Corpus comenzó a principios del siglo XIV. Se conservan algunos documentos que hablan de las primeras celebraciones y de cómo se llevaba a cabo la procesión. Por ejemplo, hay un texto del abad Alonso Sánchez Gordillo (1561-1644), de 1612, que cuenta cómo se realizaba la procesión con la custodia en Sevilla: “la custodia era llevada, por su gran peso, por doze hombres […] los cuales van vestidos con unas ropas de lienzo colorado, y van metidos debaxo de la cubierta de las andas” (Universidad de Almería).

La procesión y las custodias

Al convertirse en una fiesta tradicional y popular, la celebración religiosa del Corpus Christi también se vio salpicada poco a poco por elementos profanos: “danzas, representaciones teatrales, música profana, gigantes, cabezudos y mojarrillas -que divertían al pueblo con el ruido de vejigas hinchadas con piedrecillas-” (explica la Universidad de Almería). Especial relevancia tenía la tarasca, una representación de una serpiente gigante que solía encabezar el desfile.

Tarasca de Granada de 1760, conservada en Antequera. ©CC

Ante las protestas de algunos obispos, Carlos III prohibió los bailes, gigantones y otras manifestaciones profanas que acompañaban a la procesión en 1777 y en 1780.

Hoy en día, algunas de las procesiones conservan su recorrido antiguo, como es el caso de Sevilla: la ruta que la procesión seguiría por las calles se estableció en 1532 y es la misma que se realiza actualmente.

Otro elemento importante de esta celebración son las custodias, que suelen ser objetos valiosos y muy ornamentados. Cuando comenzó la tradición del cortejo procesional, la Eucaristía se llevaba en un arca, y no es hasta 1587 cuando comenzó a usarse la custodia para salir a las calles.

Algunas de las que se utilizan en nuestra época son muy antiguas. La custodia que se conserva en la catedral de Toledo y que se usa para la procesión del Corpus data del siglo XVI y fue fabricada por el platero Enrique de Arda; la de la catedral de Sevilla es de Juan de Arfe Villafañe, también del siglo XVI. Por su parte, la catedral de Valencia cuenta con la custodia más grande del mundo, con seiscientos kilos de plata y cinco de oro, además de piedras preciosas y perlas.

Tradiciones populares

La fiesta del Corpus también está salpicada por tradiciones populares locales en casi todas las regiones del mundo. En Perú la procesión viene acompañada por bailes tradicionales como La Danza de los Negritos, los Voladores de Papantla o los Quetzales.

En México existe la tradición de regalar mulas, debido a una antigua historia que cuenta que la mula de un hombre que se estaba planteando la vocación sacerdotal se arrodilló cuando pasó la custodia con la Eucaristía.

Por su parte, en algunas regiones de Panamá, especialmente en La Villa de los Santos y Parita, existe la costumbre de disfrazarse de demonios, que bailan durante la procesión y acaban rindiéndose ante Cristo Eucaristía y quitándose las máscaras. Estas danzas han sido declaradas Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

La Eucaristía en la vida de la Iglesia

Todas estas manifestaciones ponen de relieve en este día la importancia de la Eucaristía. En la encíclica de san Juan Pablo II anteriormente citada, Ecclesia de Eucharistia, el Papa, recordando la institución de este sacramento por Jesucristo, se pregunta: “Los Apóstoles que participaron en la Última Cena, ¿comprendieron el sentido de las palabras que salieron de los labios de Cristo? Quizás no. Aquellas palabras se habrían aclarado plenamente solo al final del Triduum sacrum, es decir, el lapso que va de la tarde del jueves hasta la mañana del domingo. (…) Del misterio pascual nace la Iglesia.

Precisamente por eso la Eucaristía, que es el sacramento por excelencia del misterio pascual, está en el centro de la vida eclesial. Se puede observar esto ya desde las primeras imágenes de la Iglesia que nos ofrecen los Hechos de los Apóstoles: ‘Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la comunión, a la fracción del pan y a las oraciones ‘ (2, 42). (…) Después de dos mil años seguimos reproduciendo aquella imagen primigenia de la Iglesia”.

La Eucaristía, en definitiva, cumple una de las últimas promesas de Cristo antes de la Ascensión: “Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el final de los tiempos” (Mt 28, 20).

Evangelización

Hacia una inclusión plena de las personas con discapacidad

La Alianza Nacional Católica Sobre la Discapacidad se fundó en 1982 como una institución sin fines de lucro para promover la plena participación de las personas con discapacidad y sus familias en la Iglesia y en la sociedad.

Gonzalo Meza·8 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 6 minutos

Las personas con discapacidades enfrentan numerosos retos en la vida cotidiana. Uno de ellos es la movilidad y el acceso a lugares públicos. Otros son los empleos o transportes que muchas veces no contemplan la presencia de personas con discapacidad.

Esto ocasiona una exclusión pasiva que en algunos casos se convierte en discriminación. Para evitarla y fomentar la inclusión plena de dichas personas, en 1990 se aprobó en Estados Unidos la Ley para estadounidenses con discapacidades (American Disabilities Act, ADA) la cual prohíbe la discriminación contra las personas con discapacidades en todas las áreas de la vida pública, incluyendo empleo, lugares públicos, transportes y las comunicaciones. La ley contempla, entre otras cosas, que los lugares públicos cuenten con estacionamientos dedicados exclusivamente a personas con discapacidades, accesos con rampas y facilidades de movimiento dentro de los edificios: elevadores o baños especialmente diseñados. 

Aunque esta normativa fue un momento clave en la sociedad norteamericana, la Iglesia ya había contemplado desde 1975 un comité para personas discapacitadas. Su resultado fue la publicación por parte de la Conferencia Episcopal Norteamericana de una declaración pastoral en donde los obispos urgían a la inclusión de estas personas en la Iglesia y en la sociedad brindándoles facilidades para hacerlo.

Así surgió la Alianza Nacional Católica Sobre la Discapacidad (NCPD, por sus siglas en inglés). Se fundó en 1982 como una institución sin fines de lucro para promover la plena participación de las personas con discapacidad y sus familias en la Iglesia y en la sociedad. Desde su fundación hasta hoy la NCPD ha publicado diversos documentos con ese fin, entre ellos un manual para promover la participación de personas con discapacidad en la parroquia, la creación de parroquias accesibles, guías para la celebración de los sacramentos, especialmente las «Misas amigables a los sentidos».

Asimismo, ha participado en diversos seminarios y conferencias internacionales. La labor de la NCPD sigue adelante. Actualmente ofrece cursos y talleres en línea sobre prácticas catequéticas, misas amigables a los sentidos y talleres dirigidos a agentes de pastoral, seminaristas y clérigos. 

Para conocer más acerca de esta institución, Omnes conversó con su directora Charleen Katra, directora ejecutiva, y con la encargada de los asuntos en español, Esther García. Antes de asumir sus funciones como directora, Charleen Katra trabajó cerca de veinte años como responsable del Ministerio para personas con discapacidad en la Arquidiócesis de Galveston, Houston. 

¿Qué discapacidades se contemplan en la formación que ofrecen?

– [Charleen Katra]: Se contemplan discapacidades físicas, intelectuales, conductuales y emocionales. Una excepción es el ministerio para sordos, ya que hay una oficina católica nacional dedicada. Sin embargo, colaboramos con ellos. 

¿Cuáles son los desafíos que enfrenta la Iglesia en la formación para personas con discapacidades?

–[Charleen Katra]: El reto principal es cómo enseñar la fe a gente con discapacidades intelectuales y del desarrollo; por ejemplo gente con síndrome de Down, o autismo. El diagnóstico de este último ha aumentado tanto en el mundo como en la Iglesia. La mayoría de nuestro público objetivo son personas débiles visuales, cenestésicos visuales y tácticos.

Otra área que abordamos son personas con enfermedades mentales. Vivir con una enfermedad mental es algo más que depresión y ansiedad. Hay gente con diagnóstico de esquizofrenia o trastorno bipolar. Nosotros brindamos cursos y talleres para adaptar las clases de catecismo o las misas para esta audiencia. Por ejemplo, cómo hacer una lección con un enfoque multisensorial o cenestésico táctil con signos y símbolos. En ese sentido, la iglesia es un lugar ideal porque ya los tenemos. Cuanta más variedad de formas se tengan para enseñar, más allá de las palabras, ayudará más. 

¿Cuáles son los principales programas que ofrecen?

–[Charleen Katra]: Tenemos cursos de capacitación en línea. Les llamamos «Cursos Premier». Cualquier persona puede tomar los cursos. También contamos con cursos presenciales. Esther García ofrece las clases en español. Diferentes miembros de nuestro Comité de discapacidades mentales y bienestar ofrecen entrenamientos y conferencias en esos temas. Asimismo, trabajamos con las editoriales que nos lo piden. Recientemente realizamos algunas adaptaciones y modificaciones a su programa de cursos de catecismo.

En cuanto a la formación, hay algunos cursos centrados en la celebración de los sacramentos o la catequesis para personas con necesidades especiales.  Es un curso dirigido para todo público, pero es útil especialmente para los diáconos y sacerdotes pues hablan de la preparación y celebración de los sacramentos, en particular la Eucaristía, la Confirmación y la Reconciliación. En ese aspecto hay grandes diferencias que es necesario contemplar para personas con autismo. En esos casos, es posible que necesiten un traductor o un aparato electrónico para comunicarse. Para cosas aparentemente simples como santiguarse, muchos de ellos necesitarán aprender el proceso durante meses antes de poder hacerlo. 

¿Qué adaptaciones se tendrían que implementar a una Misa «regular» para hacerla amigable o accesible a personas con discapacidad?

–[Charleen Katra]: Todos somos seres sensoriales. Estamos rodeados de ellos: la silla en la que estamos sentados, las luces encima de nosotros, el ventilador, nuestro automóvil. Experimentamos una gran cantidad de información sensorial diferente, pero hay personas que tienen un proceso muy intenso. Cuando el cerebro de una persona no procesa los sentidos de forma «normal», se vuelve un asunto muy complicado y a veces no pueden resolverlo. Sin embargo, todos nosotros podemos ayudarlos y minimizar sus obstáculos.

En el país está aumentando la implementación de lo que se llaman «Misas amigables a los sentidos». Está dirigida a personas y sus familiares con discapacidades. Acudir a Misa para muchas personas con necesidades especiales es prohibitivo debido a que estas se pueden convertir en algo muy abrumador para ciertas personas. Hay que pensar en niños autistas sensibles a la música de alto volumen, al exceso de luces, a las muchedumbres. Son asuntos muy problemáticos para personas con autismo. 

Una Misa amigable para los sentidos, «baja sensorialmente», implica, por ejemplo, encender solo la mitad de las luces, reducir el número de cantos para responder solo verbalmente, colocar rosarios en la entrada de la iglesia (para fomentar la concentración de niños autistas o con ansiedad), escoger lecturas cortas, predicar brevemente y tratar de que las ceremonias no excedan más de una hora. Son ejemplos de algunas modificaciones y adaptaciones menores. Para implantarlas hay que preparar a la comunidad de antemano pues de otra manera pueden confundir. A veces nos volvemos muy posesivos y pensamos que es «nuestra Misa» e incluso «nuestro sitio, nuestro asiento». Hay que educar a la gente enseñándole que en una Misa especial asistirán personas diferentes. Si se educa a la gente, comprenden y se vuelven mucho más receptivos. 

¿Cuántas diócesis en los EUA están afiliadas con la NCPD?

–[Charleen Katra]: Diría que cerca del 50 % de las diócesis cuentan al menos una persona con esa responsabilidad. Servimos a cerca de 15 millones de católicos. Hay diócesis que probablemente tengan algún ministerio dedicado, pero no tienen conexión con nosotros. Me gustaría que todas la tuvieran. Aquí la puerta está abierta. Aunque nuestro punto de contacto principal son las cancillerías de las diócesis, también asesoramos a miembros del clero, a los líderes del consejo parroquial, etc. Estamos aquí para servir a cualquiera en la Iglesia. Pero como dije, el liderazgo diocesano es nuestra audiencia principal.

¿Qué recursos ofrecen para los católicos hispanos?

–[Esther García]: Empecé a trabajar con NCPD en 2016. Comencé como miembro del Consejo en 2014 y luego tuve que trabajar con las diócesis para establecer relaciones y conectar el ministerio de discapacidad con el ministerio hispano. Nos aseguramos de contar con recursos en inglés y español. Yo traduzco y reviso los materiales para que tengan la misma calidad, el mismo formato que en inglés. Hay varios recursos tales como cursos y seminarios. Ayudamos a los EUA, pero también hemos recibido solicitudes de Ecuador, Chile y Europa. 

¿Podrían compartirnos alguna historia especial que haya tocado su corazón?

–[Charleen Katra]: Hay muchas, pero pienso en una. Fue un correo electrónico de un señor que nos habla de la necesidad de contar con la presencia de la comunidad de personas con discapacidad en la Misa. Su correo electrónico describe lo que él vivió en una Misa.

Al momento de iniciar la homilía, esta persona fue honesta y me dijo que se distrajo. Mirando alrededor vio a un niño en silla de ruedas. A su lado estaba un padre cuidando de él. Con un trapo le limpiaba la saliva que le escurría, pero lo hacía con tal ternura, compasión y alegría, que dejaba ver todo lo que un padre está dispuesto a hacer por un ser querido. Esa fue la mejor homilía para ese señor que me envió el correo, pues era el Evangelio «encarnado», el mensaje que Dios le dio. En este ejemplo podemos ver cómo una persona con discapacidad evangeliza a otros cuando están juntos. Ahí el cuerpo de Cristo está completo. Todos juntos en una inclusión plena. 

–[Esther García]: Se trataba de una niña adolescente en silla de ruedas. No podía hablar por una condición especial. Estaba sentada en una mesa afuera de la Iglesia. Supe que no había hecho la primera comunión y a su edad ya debía recibir la confirmación. Pensé que podía ayudarla preparándola con clases personales. Uno de sus familiares me dijo que no, pues alguien en la iglesia le había negado los sacramentos por su condición. En ese momento reconocí que como comunidad eclesial algo estaba mal. No era correcto. Y decidí intervenir y ayudarla.

Iniciamos las clases de preparación para los sacramentos. Después de un tiempo, la chica recibió la reconciliación, primera comunión y confirmación. La madre y sus familiares estaban felices. Pienso que muchas veces como agentes pastorales tenemos que ser conscientes de las necesidades de personas con discapacidades. Parecen invisibles. No se ven porque muchas veces no les hemos abierto las puertas. Debemos hacerlos no solo en la comunidad eclesial, sino también en las Misas.

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Evangelio

Eucaristía: el deseo del cielo. Corpus Christi (A)

Joseph Evans comenta las lecturas del Corpus Christi (A) y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·8 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Aquel pan milagroso, el maná, que mantuvo con vida a Israel mientras atravesaba el desierto, estaba destinado a revelar su propia insuficiencia. Cumplió su propósito y mantuvo a los israelitas alimentados en el desierto, pero, como Moisés dijo al pueblo -y lo escuchamos en la primera lectura de hoy-, este pan apuntaba a una realidad mayor. “Él te afligió, haciéndote pasar hambre, y después te alimentó con el maná, que tú no conocías ni conocieron tus padres, para hacerte reconocer que no solo de pan vive el hombre, sino que vive de todo cuanto sale de la boca de Dios”.

Así pues, el propósito del pan era enseñar a los israelitas a no limitar su hambre al pan físico. Tenían que aprender a confiar en Dios, a encontrar en él su alimento definitivo. Por desgracia, parece que en tiempos de Jesús aún no habían aprendido esta lección. Cuando Jesús multiplicó los panes en el desierto, los judíos acudieron a él pidiendo más. Y Jesús tiene que decirles: “Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre”. Tiene que recordarles el carácter limitado del pan ordinario, incluso cuando se produce milagrosamente: “Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron”.

Pero Jesús les anuncia a continuación un pan mucho más grande que la enseñanza de Dios entendida metafóricamente, para “alimentarse” de él. La Eucaristía no es la palabra de Dios; es la Palabra de Dios. Es Dios mismo, el logos, la Palabra misma de Dios, consustancial con el Padre, que se nos da en forma de pan -y de vino-. Y esto es lo que celebramos en la fiesta de hoy, el Corpus Christi. Las lecturas de la Misa de hoy subrayan la literalidad de la Eucaristía. Moisés dijo al pueblo: no busquéis pan, buscad la palabra de Dios, su enseñanza. Jesús va más allá y nos da un pan que es en sí mismo la Palabra de Dios, no sólo su enseñanza, sino el propio Maestro.

Y este pan no sólo nos mantendrá vivos durante unos años, sino por toda la eternidad. Si comemos el pan eucarístico “tenemos la vida eterna” (es decir, ya la poseemos ahora, en parte, como una primera participación) y Cristo “nos resucitará en el último día”. Comer a Cristo nos hace vivir en él, y concluye “el que coma de este pan vivirá para siempre”. Así pues, al celebrar esta fiesta, y siempre que recibimos la Eucaristía, nuestro pensamiento debe dirigirse a la eternidad. No se trata de un mero alimento para un desierto geográfico durante varios años, que conduce a la vida en una Tierra Prometida que resultó ser una bendición muy desigual. Es un alimento que nos lleva a través del desierto de nuestro estado imperfecto en la tierra hasta la alegría no adulterada de la vida eterna con Dios. Recibir la Eucaristía debe suscitar en nosotros un deseo cada vez mayor del cielo.

La homilía sobre las lecturas del Corpus Christi (A)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Estados Unidos

La nueva generación de sacerdotes estadounidenses

La Conferencia episcopal de los obispos estadounidenses publicó hace poco un estudio sobre las vocaciones sacerdotales en el país. En este artículo señalamos algunos de los datos más significativos.

Paloma López Campos·8 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Hay quienes dicen que cada vez hay menos sacerdotes, y no les falta verdad. Sin embargo, hay todavía varones que entregan toda su vida a Dios. Un estudio realizado por la Conferencia episcopal de obispos estadounidenses demuestra que Dios sigue llamando a los hombres para que lo dejen todo y le sigan.

Con motivo de la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, la conferencia episcopal de Estados Unidos hizoo públicas estas cifras. Los datos vienen a través de una encuesta realizada por CARA (“Center for Applied Research in the Apostolate”, en inglés), que depende de la universidad de Georgetown.

La encuesta se envió a seminaristas que van a recibir la ordenación sacerdotal este año y de los 458 a los que se envió, han contestado 334. Por tanto, todos los datos que se den corresponden a las respuestas de estos seminaristas. En este artículo presentamos parte de la información más significativa que contiene el estudio.

Información y estructura

Las preguntas de la encuesta fueron muy variadas. Se pidió a los seminaristas que dieran respuestas sobre su educación, discernimiento, experiencias laborales previas o la edad a la que se plantearon por primera vez el sacerdocio.

Con la información obtenida, el documento final se dividió en ocho apartados en los que se incluyen gráficas detallando las respuestas de los encuestados.

Sacerdotes diocesanos y religiosos

Los seminaristas que respondieron a la encuesta representan 116 diócesis estadounidenses y 24 institutos religiosos distintos. En total, un 81 % de ellos se ordenarán sacerdotes diocesanos, mientras que un 19 % lo hará en el seno de una orden religiosa.

Las diócesis o archidiócesis con mayor número de seminaristas son Arlington, Miami, Dallas y Cincinnati. En cuanto a las congregaciones, la mayoría de los varones que se van a ordenar este año son de la Orden de san Benito y de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos.

La relación de los seminaristas con su diócesis o con la congregación parece ser estrecha, teniendo en cuenta los datos. De media, los próximos sacerdotes diocesanos han vivido en su diócesis 16 años. Por su parte, los religiosos han conocido a sus hermanos de la congregación desde hace cinco años, de media.

En lo que se refiere a la realización de los estudios, los dos grupos establecidos provienen, en su gran mayoría, de seminarios en el sur de Estados Unidos o en el Medio Oeste. El lugar en el que ha habido menos estudiantes ha sido el Oeste, con tan solo un 13 % de los encuestados. Sin contar con los que se han preparado fuera del país, que son un 7 %.

Sacerdotes jóvenes

La edad en la que los seminaristas se plantearon por primera vez la vocación sacerdotal es bastante temprana, en general. Las respuestas sitúan la media a los 16 años (15 años en el caso de los diocesanos, 17 en las congregaciones). Además, en general, los religiosos comenzaron a considerar ser sacerdotes dos años más tarde que los diocesanos.

Por otra parte, la media de edad de ordenación está en los 33 años, por lo que puede concluirse que se trata de vocaciones jóvenes.

Telón cultural

El 64 % de los seminaristas que van a ordenarse son caucásicos, los hispanos o latinos conforman un 10 % y el 6 % es negro o afroamericano. La gran mayoría nació en Estados Unidos (75 %), lo que demuestra que es cuna de vocaciones nativas. Los siguientes países de origen más frecuentes en las respuestas son México, Vietnam, Nigeria y Colombia. En total, los encuestados vienen de 28 naciones distintas.

En lo que se refiere al modelo educativo, solo un 11 % de los hombres estudio en casa. Además, la gran mayoría de los seminaristas tiene algún tipo de formación universitaria o de pregrado. Sin embargo, solo el 16 % obtuvo el graduado universitario.

En cuanto a la escuela, casi la mitad de los encuestados (43 %) estudió en una escuela primaria católica, una cifra que disminuye en la etapa de secundaria (34 %) y en la universitaria (35 %).

Raíces familiares

El 93 % de los seminaristas recibió el Bautismo siendo un niño y un 7 % se convirtió más tarde, de media a los 22 años. Es importante señalar también que el 84 % de los encuestados afirma que tanto su padre como su madre son católicos. Pero solo el 33 % tiene un familiar que sea sacerdote o religioso.

La unidad de los padres es un dato significativo. El 92 % señaló que sus padres estaban casados y vivían juntos, mientras que los hijos de padres separados solo son un 4 %.

Prácticas religiosas

El 73 % de los varones afirmó asistir con regularidad, antes de entrar en el seminario a Misa y el 66 % que rezaba el Rosario. Por otro lado, el 72 % ayudaba en Misa siendo monaguillo y el 52 % formaba parte también del grupo de jóvenes de la parroquia.

Sin embargo, llama la atención que el máximo de participantes en eventos como FOCUS Seek Conference o la Jornada Mundial de la Juventud solo alcanzan el 11 % en el encuentro más popular, organizado por la Franciscan University.

Principal influencia: otros sacerdotes

Otra de las preguntas de la encuesta cuestiona a los futuros sacerdotes acerca de las personas que les influyeron para considerar el sacerdocio. La mayoría de varones (63 %) dicen que un sacerdote de la parroquia les animó a considerar entrar en el seminario. Es curioso observar que los amigos se sitúan más alto en el porcentaje de respuestas (40 %) que las madres (37 %) o los padres (29 %).

En cuanto a aquellos que les animaron a no entrar en el seminario, la mayoría afirma que nadie intentó disuadirlos (52 %), si bien un alto porcentaje sí encontró este tipo de oposición (48 %).

Entre los que más se opusieron están algunos miembros de la familia (21 %) que no fueran los padres. La siguiente respuesta más frecuente es la de una amistad o compañero (21 %), mientras que los padres y madres se sitúan en un 10 %.

Conclusión

En general, se puede ver que en Estados Unidos florecen las vocaciones jóvenes de sacerdotes y que hay algunos patrones que facilitan a los chicos plantearse la entrega completa a Dios, como la unidad de los matrimonios o la familiaridad con la religión desde pequeños.

Vaticano

El Papa anima a pedir el amor y la pasión de santa Teresita de Lisieux

Junto a las reliquias de santa Teresa del Niño Jesús, patrona de las misiones, el Santo Padre Francisco ha puesto esta mañana como ejemplo de motor evangelizador el amor de esta joven carmelita por todos. Además, ha recordado este mes del Corazón de Jesús, el Corpus Christi, y la oración por Ucrania.

Francisco Otamendi·7 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

En la Audiencia general de hoy, al continuar el ciclo de catequesis sobre ‘La pasión por la evangelización’, el Papa Francisco ha señalado que “la Iglesia, antes que muchos medios, métodos y estructuras, que a veces distraen de lo esencial, necesita corazones como el de Teresa, corazones que atraen al amor y acercan a Dios”.

El Santo Padre se refería a santa Teresita del Niño Jesús, patrona universal de las misiones, cuyas reliquias estaban a su lado en la plaza de San Pedro. “Es hermoso que esto suceda mientras estamos reflexionando sobre la pasión por la evangelización, sobre el celo apostólico. Hoy, por tanto, dejémonos ayudar por el testimonio de Santa Teresita. Ella nació hace 150 años, y en este aniversario tengo intención de dedicarle una Carta Apostólica”, ha anunciado el Pontífice, poco antes de ser ingresado en el Gemelli para una cirugía abdominal.

Al reflexionar sobre la santa carmelita de Lisieux, el Santo Padre ha manifestado en la Audiencia: “Es patrona de las misiones, pero nunca estuvo en misión. Era una monja carmelita descalza y su vida estuvo bajo el signo de la pequeñez y la debilidad: ella misma se definía “un pequeño grano de arena”. 

De salud frágil, murió con tan solo 24 años. Pero aunque su cuerpo estaba enfermo, su corazón era vibrante, misionero. En su ‘diario’ cuenta que ser misionera era su deseo y que quería serlo no solo por algunos años sino durante toda la vida, es más, hasta el fin del mundo”. 

“Como un motor escondido”

Teresa fue “hermana espiritual” de varios misioneros, ha señalado el Papa. “Desde el monasterio los acompañaba con la oración y con las cartas que les enviaba. Sin aparecer intercedía por las misiones, como un motor que, escondido, da a un vehículo la fuerza para ir adelante”. 

“Sin embargo”, ha subrayado, “a menudo no fue entendida por las hermanas monjas: obtuvo de ellas “más espinas que rosas”, pero aceptó todo con amor, con paciencia, ofreciendo junto a la enfermedad, también los juicios y las incomprensiones”. Y “lo hizo con alegría, por las necesidades de la Iglesia, para que, como decía, se esparcieran “rosas sobre todos” sobre todo sobre los más alejados de Dios”.

A continuación, el Papa se ha preguntado: “todo este celo, esta fuerza misionera y esta alegría de interceder ¿de dónde llegan? Nos ayudan a entenderlo dos episodios que sucedieron antes de que Teresa entrara en el monasterio”, ha continuado.

Navidad de 1886: olvidarse de sí misma

Así lo ha contado, en síntesis, el Papa.  “El primero se refiere al día que le cambió la vida, la Navidad de 1886, cuando Dios obró un milagro en su corazón. A Teresa le quedaba poco para cumplir catorce años. Siendo la hija más pequeña, en casa era mimada por todos”. 

“Al volver de la Misa de medianoche, el padre, muy cansado, no tenía ganas de asistir a la apertura de los regalos de la hija y dijo: “¡Menos mal que es el último año!”. Teresa, de carácter muy sensible y propensa a las lágrimas, se sintió mal, subió a su habitación y lloró. Pero rápido se repuso de las lágrimas, bajó y llena de alegría, fue ella la que animó al padre”. 

“¿Qué había pasado? Que, en esa noche, en la que Jesús se había hecho débil por amor, ella se volvió fuerte de ánimo: en pocos instantes había salido de la prisión de su egoísmo y de su lamento; empezó a sentir que “la caridad le entraba en el corazón, con la necesidad de olvidarse de sí misma”. 

“Desde entonces dirigió su celo a los otros, para que encontraran a Dios y en vez de buscar consolación para sí se propuso ‘consolar a Jesús, hacerlo amar por las almas’, porque – anotó Teresa, doctora de la Iglesia – ‘Jesús está enfermo de amor y […] la enfermedad del amor sólo se cura con amor’ (Carta Marie Guérin, julio 1890)”. Y “su celo, en el ejemplo de Jesús buen Pastor, estaba dirigido sobre todo a los pecadores, a los ’alejados’”.

Quién es misionero

Esta predilección por los pecadores y los ‘alejados’ lo revela el segundo episodio, ha subrayado el Papa. “Teresa supo de un criminal condenado a muerte por crímenes horribles, Enrico Pranzini: considerado culpable del brutal homicidio de tres personas, estaba destinado a la guillotina, pero no quiso recibir el consuelo de la fe. Teresa lo tomó muy en serio e hizo todo lo que pudo: reza de todas las formas por su conversión, para que el que, con compasión fraterna, llama ‘pobre desgraciado Pranzini’, tenga un pequeño signo de arrepentimiento y haga espacio a la misericordia de Dios, en la que Teresa confía ciegamente. Tuvo lugar la ejecución”. 

“Al día siguiente Teresa leyó en el periódico que Pranzini, poco antes de apoyar la cabeza en el patíbulo ‘se volvió, cogió el crucifijo que le presentaba el sacerdote ¡y besó por tres veces sus llagas sagradas!’”, ha contado el Santo Padre. 

“Esta es la fuerza de la intercesión movida por la caridad, el amor, este es el motor de la misión”, ha reflexionado el Papa. “De hecho, los misioneros, de los que Teresa es patrona, no son solo los que hacen mucho camino, aprenden lenguas nuevas, hacen obras de bien y son muy buenos anunciando; no, misionero es cualquiera que vive, donde se encuentra, como instrumento del amor de Dios; es quien hace de todo para que, a través de su testimonio, su oración y su intercesión, Jesús pase. cada uno de nosotros está llamado a esta vocación misionera”.

“Este es el celo apostólico que, recordemos siempre, no funciona nunca por proselitismo, jamás, o por constricción, jamás, sino por atracción: uno no se vuelve cristiano porque sea forzado por alguien, sino porque es tocado por el amor”, ha añadido. Al concluir, Francisco 

ha alentado: “Pidamos a la santa la gracia de superar nuestro egoísmo y la pasión de interceder para que Jesús sea conocido y amado”. 

Francófonos y españoles: Corazón de Jesús

En el transcurso de la Audiencia, el Papa ha dado “una cordial bienvenida a los peregrinos francófonos, en particular a las delegaciones de las diócesis de Séez y Bayeux-Lisieux, encabezadas por sus respectivos obispos, que acompañan a las reliquias de Santa Teresita del Niño Jesús en el 150 aniversario de su nacimiento y el centenario de su beatificación”. Y ha añadido: “Pidamos a nuestra Santa la gracia de amar a Jesús como ella le amó, de ofrecerle nuestras pruebas y dolores, como hizo ella, para que Él sea conocido y amado por todos”.

A los peregrinos de lengua española, ha señalado que “en este mes del Corazón de Jesús, pidamos al Señor que haga nuestros corazones semejantes al suyo, y que seamos sus instrumentos para que Él pueda ‘pasar haciendo el bien’. Como santa Teresita, que vivió entregada a Dios y olvidada de sí misma, amando y consolando a Jesús, e intercediendo por la salvación de todos. Que Dios los bendiga y la Virgen Santa los cuide”.

El Papa ha saludado también cordialmente a los polacos: “Dad testimonio de Jesús con el ejemplo de vuestras vidas, perseverad en la caridad cristiana y en el apoyo a los ucranianos”, y “a todos los peregrinos de habla inglesa, especialmente a los grupos de Escocia, Indonesia y los Estados Unidos de América. Sobre todos vosotros y vuestras familias invoco la alegría y la paz de nuestro Señor Jesucristo. Que Dios os bendiga”.

Corpus Christi

En cuanto a los de lengua italiana, Francisco ha saludado a la Pía Unión de las Madres Cristianas de la Diócesis de Iasi (Rumanía), a los religiosos del Instituto Misiones de la Consolata y a las Hermanas Misioneras de la Consolata que celebran sus respectivos Capítulos Generales, a los que ha animado a “caminar siempre con alegría por los caminos del Señor”.

El Papa se ha referido a la próxima solemnidad del Corpus Christi: “Dirijo ahora mi pensamiento a los jóvenes, a los enfermos, a los ancianos y a los recién casados, inspirado por la próxima fiesta del Corpus Christi, que celebra la Eucaristía, centro y fuente de la vida de la Iglesia. Acérquense con frecuencia y devoción a Jesús, Pan de Vida que da fuerza, luz y alegría, y Él se convertirá en la fuente de sus elecciones y acciones”, ha dicho.

El jueves, rezar por la paz con Acción Católica

Por último, el Santo Padre ha informado que “mañana, a las 13 horas, Acción Católica  Internacional propone a los creyentes de las diversas confesiones y religiones que se reúnan en oración, dedicando ‘Un minuto por la paz’. Acogemos esta invitación, rezando por el fin de las guerras en el mundo y especialmente por la querida y martirizada Ucrania. A todos mi bendición”.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

El Papa, ingresado en el Gemelli para una cirugía

Al concluir la audiencia general del miércoles 7 de junio, el Papa Francisco ha sido trasladado al hospital A. Gemelli para una intervención por "laparocele encarcelado".

Maria José Atienza·7 de junio de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El miércoles 7 de junio por la mañana, la Sala Stampa vaticana emitía una breve nota en la que informaba que el Papa Francisco habia ingresado, al concluir la audiencia general del miércoles 7 de junio, en el Hospital Universitario A. Gemelli, para ser operado a primera hora de la tarde.

Según recoge la comunicación remitida a los periodistas, el Papa Francisco será sometido a una operación por «laparotomía y cirugía plástica de la pared abdominal con prótesis bajo anestesia general».

La nota subraya que la operación había sido «concertada en los últimos días por el equipo médico que asiste al Santo Padre» y era necesaria debido a un «laparocele encarcelado que le está provocando síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos y que empeoran».

Se prevé que la estancia el centro sanitario sea de varios días «para permitir el curso normal del postoperatorio y la recuperación funcional completa.»

Segundo ingreso hospitalario en 3 meses

Es la segunda vez que el Papa ingresa en el hospital en los últimos meses. El pasado 29 de marzo, en vísperas de las celebraciones de la Semana Santa, Francisco era ingresado en el policlínico Gemelli por  “dificultades respiratorias».

En relación a ese ingreso, en un primer momento, la Sala Stampa habló de  “revisiones programadas”. Una información que más tarde rectificaría al conocerse el estado del Santo Padre.

Vaticano

El primer paso de la «misión de paz» vaticana para Ucrania culmina con «resultados útiles»

El cardenal Matteo Zuppi regresó en la tarde del martes 6 de junio tarde al Vaticano después de un viaje fugaz a Kiev, como enviado del Santo Padre.

Maria José Atienza·7 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Arzobispo de Bolonia y Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Matteo Zuppi culminó su visita a Kiev. Allí ha permanecido unas escasas 30 horas, en lo que parece ser el primer escalón de la misión que el Vaticano ha puesto en marcha para impulsar un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, más de un año después de que Rusia invadiera el país vecino.

Según reza la nota que la Santa Sede publicó a la vuelta del cardenal Matteo Zuppi, los resultados de este «breve pero intenso» viaje, parecen resultar útiles para «evaluar los pasos que hay que seguir dar tanto en el plano humanitario como en la búsqueda de caminos para una paz justa y duradera».

En estas horas que el cardenal, miembro de la comunidad de Sant’Egidio, ha pasado en la capital ucraniana, ha podido mantener una serie de diálogos clave.

Especialmente interesante parece haber sido el encuentro del cardenal con el presidente Volodymyr Zelenskyi quien, el pasado mayo, visitó personalmente al Santo Padre.

Asimismo, la nota señalaba cómo «la experiencia directa de los atroces sufrimientos del pueblo ucraniano a causa de la guerra en curso, serán llevados la atención del Santo Padre».

Aún es pronto para evaluar en qué terminará esta misión impulsada personalmente por el Papa Francisco, la realidad es que este hecho supone el primer movimiento diplomático público de la Santa Sede. El siguiente paso, que correspondería a una visita a Rusia no ha sido confirmado por el momento ni por la Santa Sede ni por el gobierno de Putin. De hecho, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov negó que hubiese en agenda, por el momento, un encuentro entre Zuppi y el gobierno ruso.

Si bien el Papa acudió a la embajada de la Federación Rusa ante la Santa Sede al iniciarse la invasión y ha mantenido conversaciones con Zelensky, los pasos diplomáticos del Vaticano en este conflicto han estado marcados por una gran prudencia.

Aunque planea en el aire de manera constante desde marzo de 2022, el Santo Padre no ha dado muestra de tener prevista una visita inminente a Ucrania y Rusia. Una posibilidad que, según ha manifestado en algunas ocasiones, desea llevar a cabo para servir a la causa de la paz.

Atención humanitaria y oración

Zuppi no es el primer enviado papal a Ucrania aunque sí el primer cardenal con una misión específicamente diplomática y no humanitaria. A las pocas semanas de iniciarse el conflicto, Francisco envió a la zona a los cardenales Czerny y Krajewski del 7 al 11 de marzo de 2022. De éstos, el limosnero pontificio ha visitado el país tres veces más; la última de ellas, en diciembre de 2022 para entregar generadores eléctricos y ropa térmica a los refugiados para afrontar el invierno.

Además, en estos más de 28 meses de conflicto, el Papa no ha cesado de pedir oraciones por la paz entre Ucrania y Rusia. Además de renovar la consagración de Ucrania y Rusia al Corazón Inmaculado de la Virgen María, en marzo de 2022, el Papa mantuvo un afectuoso encuentro con Sviatoslav Shevchuk,  el arzobispo mayor de Kiev-Hali, quien acudió a Roma en noviembre de 2022 para llevar el sentir de Ucrania directamente al Papa Francisco.

Iniciativas

Testimonio de amor. Camino al sacramento del matrimonio

Daniela Mazzone es la vicepresidenta de contenido y apoyo en español para Witness to Love. Nacido hace más de 12 años, este proyecto aboga por un método de preparación matrimonial basado en la confianza y el acompañamiento, y en el que las comunidades hispanas son una de las áreas de trabajo más fuertes.

Maria José Atienza·7 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

2018 fue un año clave en la vida de Daniela Mazzone. Esta joven neoyorkina, de ascendencia dominicana, conoció en esas fechas al matrimonio compuesto por Mary-Rose y Ryan Verret, quienes años atrás habían comenzado el proyecto Witness to Love, un método de pastoral prematromonial y familiar en el que los novios son acompañados por un matromonio sólido -mentores-, con los que se establece una relación de confianza y amistad que les lleva a un compromiso real con la Iglesia y a una mayor participación en las comunidades parroquiales. Una manera novedosa de transformar los programas de preparación matrimonial en fuentes de discipulado matrimonial dinámico. 

Además del programa base de preparación prematrimonial, Witness to Love desarrolla otros proyectos de pastoral matrimonial. Entre ellos destaca lo que ellos llaman el camino de Convalidación: un acompañamiento dirigido a formar a parejas casadas por lo civil o con años de unión libre, para la recepción del Sacramento del matrimonio. 

Mazzone apunta algunas de las características que, a su juicio, tiene la población hispana que acude, en gran medida, a este proyecto de Testimonio de Amor, la línea en español de Witness to Love: “Las personas hispanas que vienen a casarse por la Iglesia en verdad tienen ese deseo de recibir el Sacramento. Muchas veces es porque quieren poder participar en la Eucaristía y por eso quieren regularizar su matrimonio, Pero, aún así, veo que muchas veces las parroquias y las diócesis no les dan formación adecuada a las parejas que vienen a convalidar el matrimonio. Muchas veces dicen: ‘Llevan quince años juntos, ya no necesitan mucha preparación’, y hacen tal vez una boda en grupo y no le dan mucho apoyo, porque piensan que ya tienen la experiencia. Pero muchas veces estas parejas, aunque sí desean la Eucaristía, no han solucionado las dificultades que les llevaron a casarse por el civil.

En algunos países en Latinoamérica se requiere una boda civil antes de la boda religios. Muchas veces se casan por lo civil y luego emigran a los Estados Unidos y nunca tuvieron la gran boda por la Iglesia. Frecuentemente tienen sus familiares lejos y eso se traslada a una falta de apoyo, porque quieren regularizar su matrimonio, pero no tienen sus familiares, no tienen a quién acudir cuando vengan las dificultades. En este punto, el aspecto de asesoramiento y acompañamiento de Testimonio de Amor es muy valioso, porque a los hispanos nos parece más natural estar en comunidad. Creo que es una dinámica muy bonita para nuestra población y que funciona muy bien a nivel parroquial”.

Sanar las heridas y construir un matrimonio cristiano

Uno de los aspectos que más se cuidan desde el programa de Testimonio de Amor / Witness to Love, es la implicación de las parejas en la vida parroquial, de manera natural. Desde Testimonio de Amor, como recuerda Daniela, “les pedimos a las parejas que elijan a sus propios mentores que tengan por lo menos cinco años de casados por la Iglesia, que sean alguien que ambos admiren, y que ellos estén practicando la fe”. En no pocas ocasiones, las parejas no encuentran matrimonios que cumplan estas caracteristicas entre sus compatriotas. “En estos casos”, aclara Daniela, “muchas parroquias tienen lo que llamamos mentores modelo, personas que la parroquia sabe que están practicando su fe, casados por la Iglesia y comprometidos con la evangelización. Las parejas eligen, entonces, a alguno de estos matrimonios como sus mentores y, en esta dinámica, muchas veces ellos se abren más a la posibilidad de interactuar con personas de diferentes culturas porque ven en ellos algo diferente”.

Esta apertura evita la guetización en las propias comunidades parroquiales y crea comunidades interculturales. Las parejas que se preparan para el Sacramento del matrimonio, destaca Daniela, “ven algo diferente en ellos y admiran su matrimonio. Eso da la oportunidad de crear esa comunidad que tal vez no tengan y crear ese apoyo que todo matrimonio necesita”

En este sentido, como apunta Mazzone, la vivencia común es también clave en las parejas que realizan el Camino de Convalidación: “Aún con la mejor formación, si el cursillo es de una semana, si no estás conectado con una relación, si no has experimentado una vida matrimonial sana de otra pareja, esas palabras caen en oídos sordos, porque necesitamos esa experiencia vivida. Con frecuencia se nos olvida que el sacramento del matrimonio no es solamente algo que recibe la pareja en el día de la boda. El sacramento del matrimonio es un vehículo donde nosotros experimentamos el amor de Dios a través del amor de la pareja. También los mentores viven más plenamente su sacramento, al ser esa imagen del amor de Dios, al compartir su amor con los demás se va renovando ese sacramento y esa gracia. No es solamente yo te amo a ti y tú me amas a mí. Es algo que está hecho para compartir con los demás”.

En este compartir, Mazzone subraya cómo muchos de los hispanos que participan en este proyecto “vienen con diferentes heridas y situaciones. Por eso, elegir a sus propios mentores es tan importante. Si una persona tiene un historial de emigración, puede elegir a alguien que tenga una experiencia similar, y se sienten más cómodos al hablar sobre esa experiencia de ser inmigrantes, o cómo se sienten al venir a una parroquia en la que quizás, sólo tengan una misa en español, con un sacerdote anglo que ha aprendido la lengua, pero tal vez no se sientan cómodos teniendo conversaciones con él, incluso en la Confesión, tal vez no les pueda dar el asesoramiento y apoyo que necesitan… Esos son temas que obviamente hablan en las sesiones, especialmente en el capítulo dedicado a crear la comunidad y que aborda cómo establecer una familia, una comunidad, cómo van a usar el tiempo libre, cómo van a servir a su parroquia…”

Un capítulo muy importante para las familias hispanas que vienen al Camino de Convalidación en Testimonio de Amor es el abordaje del pasado, las familias de origen, e incluso las relaciones pasadas. Como apunta Mazzone, “es muy común que vengan con hijos de otra relación. Puede haber heridas que hay que trabajar, y si eligen unos mentores que tengan una experiencia similar, se hace mucho más fácil poder abrirse sin sentir que están siendo juzgados por haber tenido un pasado. Creo que esos temas son importantes para cualquier pareja, pero específicamente para la población hispana, son temas que surgen a través del acompañamiento”.

Ayuda a matrimonios… y a sacerdotes

El proyecto de Testimonio de Amor no sólo está revitalizando las parroquias en las que se lleva a cabo, sino que resulta una ayuda inestimable para los sacerdotes de estas comunidades. Daniela afirma que “como hay pocos sacerdotes para cada parroquia, están muy aislados, viven muchas veces solos”. 

Mazzone recuerda una anécdota relacionada con este tema: “Tuvimos un sacerdote que estaba teniendo una crisis en su vocación, quería dejar el sacerdocio porque se sentía muy solo. Había intentado llevar a cabo diversas inciativas pero no funcionaban; poco después lo trasladaron a una parroquia donde estaban usando Testimonio de Amor. 

Parte de nuestro programa es que, en la quinta reunión, para el programa tradicional, o para la tercera reunión, en el programa de convalidación, se invita al sacerdote o diácono al hogar de los mentores para tratar el tema de la teología del matrimonio y de la gracia sacramental. Para el sacerdote fue muy impactante acudir al hogar de los mentores y tener estas conversaciones con ellos sobre la Teología del matrimonio. Compartió su propio testimonio de cómo llegó a discernir el sacerdocio, comparando el sacerdocio con el matrimonio, etc. Tuvo una experiencia de comunidad con las familias, viendo  su día a día, comiendo comida hecha en casa y no de una lata… Para él, esta experiencia fue la respuesta a su oración, a su crisis. Poder tener relaciones humanas con familias, que no es solamente agradecerles por la función, por su trabajo, sino poder tener esa relación de persona a persona que les lleva a ellos a descubrir nuevamente su vocación”.

FirmasRodrigo Moreno

El Papa y los perros

El Papa no tiene nada contra los perros en particular ni contra las mujeres que no tienen hijos. Sin embargo, hay momentos en los que bromea.

7 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

A pesar de no meterse en política italiana y redirigir cualquier pregunta sobre el Parlamento al cardenal Zuppi, presidente de la Conferencia Episcopal, de vez en cuando el Papa participa en eventos con políticos de alto rango. Como en la tercera edición de los Estados Generales de la Natalidad celebrada en Roma. Estos encuentros nacieron en 2021 para buscar una solución a un drama que azota Italia en particular, pero también España y casi toda Europa: no hay niños.

Según Eurostat, la tasa de fertilidad de España ha bajado en los últimos veinte años de los 1,23 hasta 1,19 nacimientos por mujer. En Italia llevan dos décadas anclados en los 1,25. Francisco se rebelaba y se negaba a “aceptar que nuestra sociedad deje de generar y degenere en la tristeza”. Pidió comprometerse y que las parejas den pasos para formar una familia. Algo a lo que ayudarían buenos salarios y políticas de conciliación, que también exige.

En un humanísimo momento, Francisco confesó cómo dos semanas antes había gritado a una señora en una audiencia general. Ella se le había acercado con un bolso que abrió delante de él diciendo: “¿Puede bendecir a mi bebé?”. Dentro había un perro y Francisco le respondió: “Señora, tantos niños tienen hambre… ¿y usted me viene con el perrito?”.

No es su primer comentario afortunado o desafortunado sobre las mascotas. En enero del año pasado ya denunciaba en una catequesis sobre san José que “muchas parejas quieren tener hijos, pero luego tienen dos gatos”. “Esta negación de la maternidad y la paternidad nos disminuye”, añadía.

Sobra explicar que Francisco no tiene nada contra los perritos en particular ni contra las mujeres que no tienen hijos (¡como si fuera responsabilidad única y exclusiva de ellas!). Sin embargo, son estos momentos en los que este Papa siempre bromista pierde un poco los papeles que uno se sonríe, le mira con ternura y se dice: “Pero qué libre es”.

El autorRodrigo Moreno

Periodista especializado en información religiosa.

Teología del siglo XX

El estudio del Espíritu Santo

En los últimos decenios se ha formalizado el tratado sobre el Espíritu Santo. Se ha enriquecido con muchas aportaciones, además de entroncar con inquietudes ecuménicas y un despertar carismático.

Juan Luis Lorda·7 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 7 minutos

La teología católica ha dependido mucho del reparto de tratados. Un tratado mantiene vivo y orgánico un tema en la enseñanza y en la reflexión común de la Iglesia. En gran parte, la distribución de los actuales tratados teológicos procede del reparto de la Suma Teológica en secciones. Al no existir en la Suma una sección larga y compacta sobre el Espíritu Santo, no se creó ese tratado, lo mismo que no se creó un tratado sobre la Iglesia. Esto ha provocado una cierta deficiencia de pensamiento orgánico sobre el Espíritu Santo.

Muchos temas confluyen en el estudio del Espíritu Santo. Su lugar en la Trinidad, su misión en la historia de la salvación (“que habló por los profetas”: la inspiración bíblica), su relación con la misión de Cristo (Encarnación, Bautismo, Resurrección, Reino), y su doble misión santificadora en la Iglesia (Magisterio, Liturgia, carismas) y en cada cristiano (inhabitación, gracia y dones). 

A eso hay que añadir la conciencia de que el movimiento ecuménico solo puede progresar guiado por el Espíritu Santo; un ahondamiento de la teología oriental en sus raíces patrísticas; y una floración, primero en el universo protestante y después en el católico, de los movimientos pentecostales y carismáticos. En un contexto donde el cristianismo sociológico de los viejos países cristianos parece agotarse, surgen multitud de pequeños grupos muy vivos animados por carismas cristianos. Hay que prestarles atención.

Desde el siglo XIX

La teología protestante siempre se ha fijado en el espíritu profético como justificación de su posición histórica. En contraste, la tradición católica ha destacado más el papel del Espíritu Santo en la asistencia al Magisterio.

También hay una devoción católica por el Espíritu Santo que se extiende y suscita una literatura espiritual, con implicaciones teológicas, especialmente sobre la inhabitación del Espíritu Santo en las almas y sobre los dones del Espíritu Santo. Los dos temas son bien tratados en las obras de Scheeben, Los misterios del cristianismo y Naturaleza y gracia¸ con atención a la patrística. 

En esa perspectiva, se sitúa la notable (y breve) encíclica de León XIII Divinum illud munus (1897): “Cuando nos sentimos cerca ya del fin de nuestra mortal carrera, place consagrar toda nuestra obra, cualquiera que ella haya sido, al Espíritu Santo, queremos hablaros de la admirable presencia y poder del mismo Espíritu; es decir, sobre la acción que Él ejerce en la Iglesia y en las almas”. En esa misma encíclica, el Papa pidió que se introdujera un novenario antes de la fiesta de Pentecostés. 

Hay que decir que en 1886 el dominico M. J. Friaque publicó un largo ensayo sobre Le Saint-Esprit, sa grâce, ses figures, ses dons, ses fruits et ses beatitudes. Y Msr. Gaume un Tratado sobre el Espíritu Santo (1884), en dos gruesos volúmenes, bastante curioso. Y el cardenal Manning (todo un personaje en Inglaterra) dos obritas notables sobre la inhabitación en las almas y la asistencia del Espíritu a la Iglesia. 

En los años treinta del siglo XX, habría mucho que citar y sobre todo notar algunas obras muy eruditas, tanto de teología espiritual como patrística, sobre el papel santificador del Espíritu Santo (Galtier, Gardeil). En esos años también le presta atención la literatura protestante (Barth, Brunner). 

Después, la temática se enriqueció con varias inspiraciones. Principalmente la consideración teológica de la Iglesia como misterio, unida a la renovación de una Teología de la Liturgia; después, el movimiento ecuménico, y, finalmente, el impacto de los movimientos carismáticos. Además, se ha producido una reenfoque del tratado clásico sobre la gracia. Vamos a verlo. Empezaremos por el último punto. 

La doctrina de la gracia

Parecería que la doctrina sobre la gracia (lo mismo que sobre la Iglesia) debería haber sido un lugar privilegiado para hablar del Espíritu Santo, pero lamentablemente no ha sido así. Incluso ha producido cierto ocultamiento o sustitución del Espíritu. Frecuentemente se ha dicho que la gracia nos santifica. Pero no es la gracia quien nos santifica, sino el Espíritu Santo. La gracia no es un sujeto activo (una cosa) sino el efecto en nosotros de la acción del Espíritu. Ha habido tratados enteros de la gracia donde no se menciona al Espíritu Santo. O se hace solo al final, para preguntarse si con la gracia inhabita el Espíritu Santo. 

En realidad, es todo al revés. El tratado debería empezar con la unción del Espíritu santificador y mostrar el efecto que produce en nosotros, que la tradición católica llama gracia santificante (estado de gracia) y gracias actuales. Es mérito de Gerard Philips, aunque no solo de él, haberlo estudiado en sus hermosos libros Inhabitación trinitaria y gracia, y La unión personal con Cristo vivo. Ensayo sobre el origen y sentido de la gracia creada. Sin olvidar que el homenaje académico a Philips se llama: Ecclesia a Spiritu Sancto edocta, con muchos artículos interesantes. 

Pero si se hubiera dividido mejor la Suma, hubiera bastado. Antes que las cuestiones 109 a 114 de la Prima Secundae, donde Santo Tomás trata directamente de la necesidad y naturaleza de la gracia, habla del Espíritu Santo como “Ley nueva” puesta por Dios en los corazones. Hubiera sido un hermoso comienzo del tratado, además de enraizarlo en el gran tema bíblico de la historia de la Alianza. 

La Liturgia y la Eclesiología

El movimiento litúrgico aportó una “Teología de la Liturgia”. Se recuperó la esencia simbólica y mistérica de la liturgia como acción divina en que está interesado todo el cosmos (Gueranguer, Guardini). Y así se superó una enseñanza de la liturgia centrada en la historia y significado de las rúbricas, y de una sacramentaria ocupada solo en la ontología de los sacramentos (materia y forma). También se reforzó la conciencia de que la liturgia, en lo que tiene de misterio, es obra del Espíritu Santo. De ahí la renovada importancia de la epíclesis. 

Pero el lugar donde más se iba a aportar era, evidentemente, la Eclesiología. La renovación de este tratado, en conjunción con la renovación litúrgica, recuperó el enfoque simbólico de la teología de los Padres y el papel del Espíritu Santo. Lo mostraron, en primer lugar, los libros de De Lubac, Catolicismo y Meditación sobre la Iglesia. La recuperación de la imagen de la Iglesia como “Cuerpo de Cristo” (Mersch, Mystici Corporis), también potenció la del Espíritu como “alma de la Iglesia”. Y más tarde, con el Concilio Vaticano II, la triple imagen de Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu Santo.

Grandes libros

Pero ha sido, sobre todo, Yves Congar el gran inspirador del tratado. Esto se debe a la riqueza de sus fuentes y a su preocupación de recoger y recensionar todo lo relevante que se publicaba. Sus estudios históricos, sus múltiples artículos y su participación activa en el Concilio Vaticano II le convirtieron en un referente muy principal. De su Eclesiología nacieron muchos temas pneumatológicos que recopiló en los tres libros que formarían El Espíritu Santo (Je crois en l’Esprit Saint) (1979-1980), además de otros ensayos.  

El volumen recoge artículos, esbozos y apuntes. Tiene algo de inacabado, como es frecuente en la obra de este autor, siempre con tantos trabajos en marcha, pero se ha convertido en una fuente imprescindible. El libro tiene cierto sesgo. A lo largo de su vida, Congar, movido muy tempranamente por un espíritu ecuménico, se sentía inclinado a equilibrar un tratamiento de la Iglesia y del Espíritu Santo demasiado centrado en la función del Magisterio. En eso es un tanto recurrente. 

Motivador, interesante y algo peculiar resultó también el ensayo, y después el conjunto de la obra, de Heribert Mühlen sobre Una mística persona (1967), referido a la Iglesia. Es el título en alemán, y está inspirado en una expresión de Santo Tomás de Aquino. En castellano (y en francés) se publicó como El Espíritu Santo en la Iglesia. Mühlen, con cierta inspiración personalista, se fija en la acción unificadora del Espíritu en la Iglesia, reflejo de su papel en la Trinidad como comunión de Personas. También le interesa dar cuenta del movimiento carismático, en el que estaba involucrado. 

Louis Bouyer contribuiría con El Consolador (1980), parte de una trilogía dedicada a las Personas divinas. El ensayo comienza con el acercamiento al conjunto de las religiones, tema muy presente en la teología de Bouyer, especialmente en sus ensayos litúrgicos. También von Balthasar le dedica el tercer volumen de su Theologica. Y me gustaría mencionar a Jean Galot, Espíritu Santo, persona de comunión, entre otros muchos. 

El Magisterio

Es preciso destacar la encíclica de Juan Pablo II Dominum et vivificantem (1986), que trata ampliamente todos los temas relevantes de la pneumatología. Quedó reforzada por la catequesis que el mismo Papa dedicó al Espíritu Santo en la explicación del Credo (1989-1991), y por la preparación del Jubileo del 2000, con un año dedicado al Espíritu Santo (1998). 

Mención aparte merece el Catecismo de la Iglesia Católica. Además de tratar del Espíritu Santo en la tercera parte del Credo (693-746), le dedica amplia atención en la introducción a la celebración del misterio cristiano (1091-1112); y en la parte IV sobre la oración cristiana. Un repaso por los índices ayuda también a ver la múltiple acción santificadora del Espíritu.

La espiritualidad

El interés por la acción del Espíritu Santo siempre ha estado presente en la tradición espiritual. Se ve en algunas obras notables, como el famoso Decenario al Espiritu Santo (1932) de Francisca Javiera del Valle. Además, han surgido algunos movimientos religiosos orientados por la devoción al Espíritu Santo, como los espiritanos que inspiraron las Fraternités du Saint Esprit. Alexis Riaud, autor de varias obras de espiritualidad sobre el Espíritu Santo, fue director de estas fraternidades. Los espiritanos promovieron también unos conocidos “encuentros de Chambery”.

Más tarde en la Iglesia católica se recibió la influencia de los movimientos pentecostales protestantes americanos y, en una segunda oleada, de los movimientos carismáticos. Han suscitado mucha literatura. Destacan los trabajos de Rainiero Cantalamessa, como El Espíritu Santo en la vida de Jesús: el misterio del Bautismo de Cristo (1994), y Ven, espíritu creador: meditaciones sobre el ‘Veni Creator’ (2003).

Escrúpulos exegéticos

Como en todos los campos de la teología, también en éste un mejor estudio de la Escritura aportó muchas cosas. Primero, sobre el uso de la palabra “Espíritu”. 

Pero es muy distinto si el acercamiento es puramente filológico o teológico. Todavía se puede leer en algún diccionario, e incluso en manuales de Pneumatología, que el Antiguo Testamento apenas tiene una doctrina sobre el Espíritu Santo. Sin embargo, si la Escritura Santa se lee con un criterio teológico, es decir sobre la base de la historia de la salvación o historia de la Alianza, la unción con el Espíritu Santo entronca con el argumento central de la Biblia: el Reino de Dios se espera a través del Mesías, ungido con el Espíritu Santo, y con una Nueva Alianza y un nuevo pueblo, ungido con el Espíritu de Dios. Es decir, no solo es “un” tema del Antiguo Testamento, sino que es “el” tema del Antiguo Testamento, y lo que hace que sea “Testamento” o Alianza.

Un escrúpulo exegético ha hecho también que desaparezca de muchos diccionarios teológicos, de moral y de espiritualidad, el tema de los siete “Dones del Espíritu Santo”. Es sabido que hay un error al contar siete. El texto de Is 11,3 (la unción mesiánica), de donde procede, solo menciona seis (sabiduría, inteligencia, consejo, ciencia, fortaleza, piedad o veneración) y que el último (veneración), que aparece repetido, al traducirlo al griego de los LXX se desdobló en piedad y temor de Dios.

Pero es una exégesis espiritual legítima y venerable, que ya está en Orígenes, en el siglo II. Atraviesa toda la teología (santo Tomás, san Buenaventura, Juan de Santo Tomás, entre otros) y llega hasta el Papa Francisco. Y tiene un fundamento teológico muy sólido. Todo cristiano está llamado a participar de la plenitud de la unción mesiánica de Cristo, como se expresa, por ejemplo, en el bautismo. Por eso, recibe dones carismáticos del Espíritu. 

El número 7 expresa la plenitud del Espíritu que Cristo tiene y es un eco de los siete candeleros y siete ángeles del Apocalipsis. Además, el contenido que la tradición espiritual ve en cada don no se ha obtenido del estudio del término en la Biblia, sino de la rica experiencia de la vida de los santos. Ese es su valor y su justificación.

Vaticano

El Papa viaja a Mongolia en agosto

Rome Reports·6 de junio de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El Papa Francisco viajará del 31 de agosto al 4 de septiembre a Mongolia, un país que tiene menos de 2.000 católicos. Hace pocos meses, el Papa nombró cardenal a un obispo misionero, Giorgio Marengo.

Mongolia cuenta con unos 1.500 católicos, el 1% de un país de poco más de tres millones de habitantes, ocho parroquias y una iglesia pública que aún no está reconocida como parroquia.


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Mundo

«Tú tienes mucho que ver»: campaña de caridad de Cáritas

Desde hoy y hasta el próximo domingo, 11 de junio, festividad del Corpus Christi, las Cáritas de toda España celebran como cada año la Semana de la Caridad.

Loreto Rios·6 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Esta semana se celebra la campaña de caridad de Cáritas en España, que contará este año con el lema «Tú tienes mucho que ver. Somos oportunidad. Somos esperanza».

Según un comunicado de Cáritas, el mensaje que busca transmitir es «dejarse ‘mirar y tocar por la ternura de Dios’ para conseguir ‘el milagro de contagiar vida y oportunidad’. Con esa llamada, Cáritas propone tomar parte en la vida social para abrir la mente, reenfocar la mirada y ver juntos esa otra realidad del mundo de la que formamos parte: la de tantas personas que no pueden acceder a los mismos derechos, de quienes están en desventaja social y que viven en la tristeza, la soledad y la pobreza».

Datos de la campaña

Este año, Cáritas ha querido poner de manifiesto algunos datos concretos sobre las necesidades de tantas personas en España:

-1 de cada 4 personas en España está en situación de exclusión: unos 11 millones de personas.

-Un 17% de la población tiene un gasto excesivo en vivienda.

-1 de cada 3 personas sufren los efectos de la brecha digital.

-1 de cada 3 personas en España no tiene ingresos suficientes para vivir dignamente. De estos, un 46% recortan en alimentación, un 63% en suministros y un 56% en Internet y teléfono. Un 7% de la población española no tiene ningún ingreso.

El Día de la Caridad

Cáritas indica en su guía de la campaña que «celebrar el Día de Caridad es participar en el banquete del Reino, comulgar con los valores de Jesús y su estilo de vida, hacernos pan y vino con Él para dar vida en abundancia, entregarla por amor, y hacernos prójimos, hermanos y hermanas cercanas, especialmente, de los que más sufren».

Cartel de la campaña ©Cáritas Española

Eva San Martín, coordinadora de la campaña de Cáritas, ha señalado que «queremos animar y despertar la solidaridad y la compasión que vive en cada persona para que nos impliquemos y nos comprometamos con un estilo de vida que transforme nuestro modelo de convivencia, y lo haga más justo, solidario y fraterno».

Mensaje de los obispos

Los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social han destacado en su mensaje para el Día de la Caridad que esta campaña es una «invitación a todos los cristianos, y de manera especial a cuantos trabajáis en la acción caritativa y social, a abrir los ojos al sufrimiento de nuestros hermanos más pobres, a escuchar sus clamores y a dejarse tocar el corazón para ser oportunidad y esperanza para todos ellos».

También han comentado que «vivimos tiempos de crisis acumuladas. Tras la pandemia provocada por el Covid-19, vino la guerra de Ucrania, el aumento de la movilidad humana, la evolución del coste energético y la inflación… Esta situación, tanto en el ámbito local como mundial, ha acrecentado la pobreza y la desigualdad y ha alimentado la desesperanza». Del mismo modo, todo esto se ve afectado por «una sociedad fuertemente ideologizada, que lleva a polarizaciones y tensiones en los ámbitos de la economía, de la política, de la cultura, incluso de la religión».

Los obispos han resaltado la importancia de la Eucaristía como respuesta a todos estos males: «La Eucaristía, sacramento del Encuentro, nos capacita para nuevos tipos de relaciones sociales y nos abre al diálogo inclusivo”.

Haciendo referencia al lema de la campaña, también han señalado en su mensaje que «hacer caridad significa tener la valentía de mirar a los ojos. Desde esta clave estamos convencidos de que tú tienes mucho que ver en las oportunidades que otras personas pueden tener. Lo que tú hagas, como tú te sitúes en el mundo y ante los otros, puede abrir puertas, dar vida, aliviar la soledad, sanar el alma».

De este modo, se podrán «abrir caminos de esperanza».

La Semana de la Caridad concluirá con la celebración del Corpus Christi el próximo domingo, 11 de junio.

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Vocaciones

David H. Chipeta: “ Mi padre decía que para ser sacerdote tenía que ser trabajador”

David Chipeta, de Malawi, estudia Teología en España. Es el segundo de siete hermanos en una familia cristiana. Desde pequeño tenía claro que iba a ser sacerdote y ahora se forma para ello gracias a la ayuda de la Fundación CARF.

Espacio patrocinado·6 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

David Harvey Chipeta procede de la diócesis de Karonga, la más reciente de las 8 diócesis en las que se reparte la Iglesia católica en la africana Malawi. En la actualidad, completa su formación sacerdotal en la Universidad de Navarra.

¿Cómo nació tu vocación al sacerdocio? 

—Cuando éramos pequeños, mi padre me animaba a asistir a la escuela dominical de la Iglesia. Yo procedo de un lugar rural donde venía un sacerdote una vez al mes y, por curiosidad, yo siempre prefería ir a misa con los mayores. Un día me conmovió la forma en que el sacerdote podía recitar la doxología, sin mirar el misal. Pensé que lo había memorizado todo. Mi padre me decía que los sacerdotes son muy inteligentes y tienen la capacidad de memorizar todo el misal. Yo siempre he querido ser intelectual así que pensé: “entonces quiero ser uno de ellos”. 

En mi familia teníamos una tradición: después de cenar nos reuníamos con mi padre y él nos preguntaba a cada uno qué queríamos ser cuando termináramos el periodo de la escuela. Cada hermano decía lo que quería ser de mayor y yo siempre respondía “sacerdote”. Todos mis hermanos se reían, pero mi padre, entonces, me decía que si quería ser sacerdote tenía que ser muy trabajador en clase y tener una gran capacidad de memoria. A los pocos años tuve la oportunidad de estudiar en el seminario menor y me fue muy bien. Así empezó mi camino.

Tras la formación propedéutica, me pidieron que estudiara Filosofía en Tanzania, en el seminario mayor San Agustín, de Peramiho Songea. Apenas terminé los tres años de Filosofía, me preguntaron si me gustaría estudiar Teología en España. Todo era un plan de Dios, ya que nunca soñé con estar en Europa en ningún momento de mi vida.

¿Cuáles son las características de la Iglesia católica en Malawi y sus principales retos?

—Malawi es un país situado en el sureste de África, sin salida al mar. La Iglesia católica en Malawi tiene más de 120 años, ya que los primeros misioneros, que eran los Misioneros de África, llegaron en 1889. La diócesis más reciente de Malawi, la diócesis de Karonga, de donde procedo, se encuentra en la región septentrional. Actualmente, el país cuenta con alrededor del 77,3 % de la población es cristiana y el 13,8 % es musulmana. 

La Iglesia local de Malawi tiene varios retos, algunos de sus principales problemas nacen de la mezcla de la cultura con la fe, especialmente porque se confunde, a veces, brujería y religión. Todos sabemos que sólo hay un Dios, pero el problema surge cuando se le quiere adorar al mismo tiempo que se cree en los poderes de los antepasados muertos. Otro problema que nace de esta práctica es que los ancianos son acosados y acusados de matar a otros utilizando un poder sobrenatural. 

Además, la Iglesia también se enfrenta a problemas económicos, ya que aún no ha llegado al punto de ser autosuficiente.

¿Cómo es la relación de la Iglesia con otras dominaciones cristianas?

—Existe una relación cordial de la Iglesia católica de Malawi con otras confesiones cristianas. La Iglesia católica colabora con otras iglesias cristianas en muchos ámbitos. Por ejemplo, en educación, en el campo de la salud o a través del Comité de Asuntos Públicos, que aglutina las principales comunidades religiosas de Malawi. Esta organización sigue siendo clave en el ámbito de los derechos humanos, la mediación, la defensa, el VIH/SIDA, la violencia de género, la coexistencia religiosa, los procesos electorales y la paz y la seguridad.

¿Qué destacas de esta formación que estás recibiendo?

—Cuando me pidieron que viniera a estudiar, realmente, no sabíamos muy de dónde saldrían los fondos. El obispo me dijo: “No tenemos nada para pagarte los estudios, a ver qué puedo hacer”. 

El obispo conoció la Fundación CARF y se me concedió la oportunidad de tener una beca en la Universidad de Navarra. Aquí tienen clases de mucha altura, un plan de estudios bien estructurado: todo lo que uno necesita para ser un buen teólogo y un buen sacerdote. No puedo terminar sin hablar del seminario Bidasoa. Agradezco cada día los buenos formadores y su ambiente propicio y adecuado para la correcta formación de un seminarista que ofrece Bidasoa.

Cultura

Timothy Schmalz: Libertad para los oprimidos

Cuando Timothy Schmalz comenzó su andadura con las esculturas religiosas, supo que su discipulado no consistía simplemente en esculpir arte, sino en evangelizar.

Jennifer Elizabeth Terranova·6 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

El drama de la trata de seres humanos no es nuevo; por desgracia, es demasiado familiar y omnipresente en Estados Unidos. Incluso algunos de nuestros santos católicos fueron víctimas de este mal: santa Bakhita y san Patricio, por ejemplo. Pero ambos triunfaron y fueron utilizados estratégicamente como instrumentos para mostrar la gloria milagrosa de Dios. La estatua de santa Bakhita, patrona de la trata de seres humanos, se exhibe en la plaza de San Pedro del Vaticano y recientemente fue inaugurada en la catedral de san Patricio de Nueva York durante una misa. La estatua “Let the Oppressed Go Free” fue creada por Timothy Paul Schmalz, escultor de origen canadiense cuya vocación es llevar el cuerpo místico de Cristo al mundo a través de sus esculturas.

¿Pueden las obras de arte épicas inspirar e invitar a la humanidad de un modo que los libros no pueden? El Papa Benedicto XVI creía que la «única apología realmente eficaz del cristianismo se reduce a dos argumentos, a saber, los santos que la Iglesia ha producido y el arte que ha crecido en su seno». Además, creía que «el encuentro con lo bello puede convertirse en la herida de la flecha que golpea el corazón».

Quizá exista una correlación entre los sentimientos del Papa Benedicto y la misión apostólica de Timothy Schmalz. El escultor describe sus obras como «traducciones visuales de la Biblia», y su interés por la teología de los santos sigue inspirándole.

Timothy Schmalz

Timothy Paul Schmalz fue bautizado católico pero nació en un hogar relativamente «laico». Al principio de su adolescencia, se consideraba agnóstico; sin embargo, a los diecisiete años, tuvo una «experiencia de conversión», que fue transformadora y le llevó a identificarse como católico.

Su padre era director de un departamento de inglés, y él recuerda que le «alimentaron» con mucha gran literatura y se sintió muy «atraído» por la filosofía, pero a los dieciséis años supo que quería ser escultor y se dio cuenta de que era su vocación. «Escultura, escultura, estaba obsesionado con las obras de arte», recuerda Tim. Y cuando tenía diecinueve años le aceptaron en el Ontario College of Art. Pero más tarde abandonaría porque tuvo «una crisis artística». Pensaba que «era una mierda» y no apreciaba «el juego que se estaba jugando donde la innovación y lo impactante lo es todo».

Conversión artística

En ese momento, Tim se dio cuenta de que si iba a dedicar el resto de su vida a hacer obras de arte y escultura, «más valía que no fueran cosas superfluas y solo ornamentación».

El escultor Timothy Schmalz

Timothy Schmalz inventó su propia escuela, inspirada y dirigida por sus predecesores, Miguel Ángel, Bernini y Davinci. Nos cuenta cómo sintió «alegría y emoción absolutas» cuando «cogió un poco de arcilla» y creó una sencilla representación de Cristo. Comprendiendo que fue una «conversión artística» lo que experimentó, Timothy se centró por completo en las obras de arte cristianas.

Cuando Tim comenzó su andadura con las esculturas religiosas, supo que su discipulado no consistía simplemente en esculpir arte, sino en evangelizar. Este mundo le era ajeno porque se había criado en un hogar laico. «Nunca tuve esa experiencia de María con el corderito», dice Timothy.

Además, comenzó a estudiar a los santos que representaba y teología. Recuerda que «era un celo absoluto… ¡y lo abracé!». Se dio cuenta de que su nueva pasión era mucho más «impresionante» que la filosofía griega.

Arte cristiano

La relación de Timothy con el padre Larrabee, un sacerdote jesuita que se convertiría en su director espiritual y mentor, fue una fuente de gran apoyo y orientación. A él también le encantaban las obras de arte cristiano, que le servían de inspiración. Y con 20 años no sólo aprendió a esculpir, sino también sobre su fe católica «de una manera profunda, y con la ayuda de grandes libros».

Se dio cuenta de que había infinitas posibilidades con las obras de arte cristianas y «la cantidad de expresión que se podía poner en ellas». Le interesaba algo más que el valor de choque del arte o si era innovador. Se estaba «rebelando contra la cultura pop secular» que había en aquella época. Timothy recuerda: «Hacía lo más radical en aquella época: obras de arte cristiano».

El entusiasmo y la curiosidad que sentía hacia el cristianismo le entusiasmaban.

Revelar el mensaje

Al principio, hacía piezas de tamaño natural y, con el tiempo, más esculturas, sobre todo para iglesias. Cuenta lo «complejas» que se volvían sus esculturas a medida que aumentaban de tamaño. «No me interesaba hacer algo sin más; si iba a hacer una escultura de San Francisco, quería estudiar a San Francisco», recuerda Timothy.

Sigue empeñado en conocer las almas y la misión apostólica de las personas que esculpe. Considera su trabajo una «oportunidad visual». Para Timothy, las obras de arte visual son una forma eficaz de llegar a la gente porque sólo requieren una rápida mirada a la pieza. Cree que si una escultura está hecha con autenticidad, el mensaje del santo o del evangelio se revelará por sí mismo.

Timothy no sólo trabaja con una habilidad consumada, sino que también cree que es su responsabilidad con «su trabajo duro, músculo y corazón… mover y convertir a la gente». Y continúa: «Y si no lo hacen, es culpa mía; es mi problema, no del catolicismo, ni de nuestra fe, ni de la obra de arte».

Arte teocéntrico

Schmalz en su estudio

Cuando esboza una escultura, no le interesa el estilo; cree que «la obra de arte debe ser secundaria». Lo esencial es revelar a Jesús o al santo en la obra de arte. Y si eso ocurre, entonces «estoy haciendo un gran trabajo», dice Timothy. «El arte, por el arte, es una serpiente que se come la cola». Su búsqueda como artista tiene poco que ver con el estilo o el material; en cambio, tiene que ver con intentar descubrir «la Escritura o la esencia del santo».

La escultura no es más que un instrumento para ayudar a convertir a la gente. Además, lo importante es el tema y lo que se representa. Tim escucha la Biblia durante ocho horas diarias para crear un espacio en su estudio que sea «más como una capilla… o donde se fusionen el trabajo y la oración».

Interpretación de Hebreos 13:2

Tim habla de un “momento eureka” cuando escuchó el pasaje de Hebreos 13:2 hace algunos años. «No os olvidéis de mostrar hospitalidad a los extraños, porque al hacerlo, algunas personas han mostrado hospitalidad a los ángeles sin saberlo». Dijo que era el «pasaje más poético de las Escrituras» y que le inspiró tan profundamente que le llevó a iniciar la creación sobre Hebreos 13:2.

Un año más tarde, durante su estancia en Roma, el cardenal Czerny pidió a Timothy que hiciera una escultura sobre los inmigrantes y los refugiados. La idea de cómo representar el verso se le ocurriría poco después de su llegada a casa.

En palabras de Timothy, «se me ocurrió la idea: Una enorme balsa o un barco con una multitud de personas de todo el mundo, todos inmigrantes y refugiados, todos en una pequeña balsa, hombro con hombro, de todos los lugares del mundo, de todos los periodos de la historia, y en el centro de esta balsa hay un ángel; pero debido a la multitud, sólo puedes ver las alas, y así las alas se convierten en las alas de todas las personas de este barco. Y esa es mi interpretación, mi escultura de Hebreos 13:2. Si no hubiera estado inmerso en las Escrituras aquel día… quizá no habría hecho nada».

Familia

Jackie y Bobby Angel: «Las cosas no cambian porque te pongas un anillo en el dedo»

Bobby y Jackie Angel son un matrimonio católico estadounidense que trata en las redes sociales temas como el amor, la sexualidad, la familia y la oración. Tienen cinco hijos y mucha experiencia hablando sobre materias de interés para los católicos de todas las edades.

Paloma López Campos·6 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 7 minutos

El matrimonio formado por Bobby y Jackie Angel trabaja y educa a sus cuatro hijos (el quinto está en camino) desde su casa. Desde hace años publican vídeos, audios y textos sobre la familia, la sexualidad, el matrimonio, etc., que llegan a miles de personas de todo el mundo.

Jackie durante una conferencia

Jackie y Bobby forman parte del equipo de “Ascension Presents”, uno de los canales de YouTube de temática católica más famosos de Estados Unidos. Además, tienen su propio podcast y un blog que actualizan con frecuencia.

No tienen miedo de hablar sobre las materias complejas relacionadas con la Teología del Cuerpo o la educación de los hijos, y hablan sin tapujos sobre su relación con Dios o la sexualidad, porque “ lo lógico es preparar a la gente para lo que ocurre durante el matrimonio y el sexo, pero en nuestra sociedad individualista no lo hacemos”.

En esta entrevista con Omnes hablan de estos y otros temas, como la conciliación, el perdón, el amor de Dios y la Teología del Cuerpo.

¿Cómo encontráis equilibrio entre el matrimonio, el trabajo y la vida familiar?

[Jackie]: Ahora es más fácil, porque somos autónomos. Antes Bobby trabajaba como profesor, por lo que tenía el horario del colegio mientras yo viajaba por trabajo. Además, los dos trabajábamos para Word on Fire, yo a jornada parcial y Bobby a jornada completa. Pero ahora es más fácil porque los dos estamos siempre en casa. Nuestros hijos hacen “homeschooling”, están en casa todo el día, no van al colegio ocho horas. Y el hecho de que los dos trabajemos desde casa hace que los niños estén con nosotros todo el día. Es una situación muy particular.

Si Bobby tiene que escribir o trabajar, me encargo de los niños. Y si estamos viajando, siempre viene alguien a estar con ellos, ya sean nuestros padres, algún primo… Tenemos gente que nos ayuda y hacemos que funcione.

–[Bobby]: Hay que comunicarse para que las cosas funcionen. Del mismo modo, tampoco quieres sacrificar el tiempo con tu esposa o con tus hijos por el trabajo. Si lo haces, tienes el “fenómeno del pastor”, en el que se da una familia muy cristiana, parece que estás haciendo una labor que viene de Dios pero con otras personas cuando, en realidad, tu familia es la que merece llevarse la mejor parte, no solo las sobras.

Hay momentos en los que tenemos que hablar y decir que necesitamos pasar más tiempo en familia o rezando. Podemos hablar de oración en el podcast, pero ¿rezamos nosotros en familia?

[Jackie]: Lo interesante es que Dios pide que cada familia haga su discernimiento. Cada familia es única, cada matrimonio es único. Nosotros podemos dar consejos generales, como por ejemplo que tu familia siempre va primero. Tu esposo siempre va primero, y después los niños. Esos son principios generales pero, como cada situación es única, cada uno tiene que discernir lo que Dios quiere de ellos. Además, es algo que cambia cada mes, cada año. Siempre está cambiando.

–[Bobby]: Exacto, a veces lo que funcionaba en vuestro quinto año de matrimonio ya no funciona para el octavo año. Siempre lo estás descifrando.

En Estados Unidos es más habitual que en otros países el “homeschooling”, ¿por qué creeis que es?

[Jackie]: El sistema de educación pública no es muy bueno en Estados Unidos y los colegios católicos, incluso cuando son buenos, son muy caros. Nuestros hijos tienen la escuela en casa dos horas al día y después se dedican a aprender a tocar instrumentos o a jugar. También estamos en un grupo en la parroquia con otros niños que estudian en casa, son unos setenta, y se juntan todas las semanas para jugar y realizar actividades.

–[Bobby]: Tenemos una amiga con cinco hijos, embarazada del sexto, y sus niños son increíbles. No son raros, son deportistas, normales, piadosos… Además, gracias a que están en casa puedes pasar mucho más tiempo con tus hijos, lo cual no pasaría si fueran a la escuela. Hemos visto personalmente que este método funciona. Sin embargo, en algún momento los niños tienen que salir al mundo, no nos podemos esconder en una cueva toda la vida, estamos llamados a ser sal y luz del mundo. Pero los primeros años son muy importantes para formar en el amor y el perdón, incluso en la sexualidad. Es fantástico poder tener a tus hijos un tiempo más en casa y establecer la base antes de que salgan al mundo.

Uno de los temas más exitosos es la Teología del Cuerpo, ¿qué es lo más importante que habéis aprendido estudiándola? 

[Jackie]: ¡Muchísimas cosas importantes! El Papa san Juan Pablo II sostuvo la tesis de que lo contrario al amor es el uso: usar a una persona como un objeto de placer, en lugar de quererla como persona. Para mí ese es el marco desde el que miro a los demás y pone las bases para la Teología del Cuerpo.

Me di cuenta de que necesitaba cambiar el modo en el que miraba a la gente. Por ejemplo, si miro a mi novio como alguien a quien usar, en lugar de alguien a quien amar, todo cambia. Incluso cuando estás casado. Las cosas no cambian de pronto porque te pongas un anillo en el dedo. Si estás acostumbrado a usar a las personas, también cuando estás casado mirarás así a la gente y te preguntarás cómo usarlos para tu placer físico o emocional.

El Papa Juan Pablo II analizó la filosofía anterior que decía que el cuerpo es malo y el alma buena. Muchas de esas ideas vienen de la Reforma protestante y del siglo XVI. Pero no. Nuestros cuerpos son buenos. Jesús no se habría hecho hombre si el cuerpo no fuera bueno.

Entonces, Dios nos creó con un cuerpo bueno, pero la idea contraria persiste en la actualidad. La gente piensa que somos almas encerradas en cuerpos y no. Tú eres tu cuerpo. Lo que haces con el cuerpo, lo haces con el alma. Lo que le haces al cuerpo de alguien se lo haces a su alma.

Muchas de esas ideas puritanas de la Reforma protestante están basadas en la vergüenza y en el miedo. Hay católicos que crecen con esa mirada avergonzada sobre el cuerpo y la sexualidad. Pero no es algo de lo que avergonzarnos. Es bueno, es bonito y tiene un propósito. Nuestra cultura dice que el sexo y el matrimonio no tienen sentido, pero la Teología del Cuerpo nos ayuda a redescubrir ese sentido.

–[Bobby]: En mi caso, además, me hace ver la fe como una historia de amor. La imagen de la Trinidad se refleja en nuestros cuerpos, como varón, mujer y niño. Esto no va de normas, es el reflejo de una historia de amor.

Escuché hablar por primera vez sobre la Teología del Cuerpo en la universidad, pero no lo entendí, no estaba preparado para ello. A los veinticinco años volví a acercarme a ella, lo escuché de manera diferente y me di cuenta de que ahí estaba el grito de mi corazón, me dio la respuesta a todo lo que puedo hacer con los deseos y anhelos que tengo.

Juan Pablo II vio el camino que estaba tomando la cultura, pero sus textos son difíciles de leer. Ha sido muy bonito ver cómo su pensamiento empieza a calar en las generaciones a través de diferentes programas y ministerios. Poco a poco está llegando, pero todavía hay mucho trabajo que hacer.

En vuestros vídeos habláis de todo, ¿pensáis que hay temas relacionados con el matrimonio que cuesta abordar?

[Jackie]: Obviamente siempre hay temas complicados de los que la gente no quiere hablar. La anticoncepción es uno de ellos. Siempre me sorprende. Si la Iglesia Católica dice que la anticoncepción es un pecado grave, todas las parejas que pasan por la preparación para el matrimonio deberían aprender sobre la belleza y el sentido del sexo, y la razón por la que la anticoncepción no es amor, que es un acto de lujuria antes que de amor.

Del mismo modo, es interesante ver que a lo largo de la historia los temas del matrimonio y el sexo sí que eran tratados. Las mujeres preparaban a las jóvenes. Lo lógico es preparar a la gente para lo que ocurre durante el matrimonio y el sexo, pero ya no lo hacemos.

Estamos en una sociedad tan individualista que ya no compartimos ideas o pensamientos. En las redes sociales, salvo que hagas vídeos largos, es complicado entrar en materia de este tipo. Es difícil hablar sobre estos temas tan complicados en Instagram si lo único que tienes es un vídeo de noventa segundos.

Otra cosa que también veo es que hay católicos que llevan imbuidas esas ideas protestantes sobre la sexualidad, una perspectiva basada en la vergüenza y el miedo. Estamos volviendo a una visión ultra tradicionalista del matrimonio y el sexo.

Habláis de Dios como familia, en vuestro caso ¿qué “características de Dios como familia” entendéis mejor ahora que estáis casados y sois padres?

[Jackie]: Para mí, como madre, me ha ayudado a crecer mucho en paciencia. Cuando tienes niños pequeños, que son desafiantes y tienen berrinches, tienes que adquirir mucha paciencia. Hay una corriente en psicología que habla sobre la teoría del apego. Una de las cosas que dice es que todos los niños necesitan saber que sus padres pueden manejar sus grandes emociones. Porque ellos no razonan. A través de esto, en mi relación con Dios, se ha reafirmado que Él no nos quiere por lo que hacemos. Nos quiere porque somos sus hijos.

Recuerdo que una vez a mi hija, después de un berrinche, le expliqué: “Te quiero incluso cuando haces cosas malas”. Se llenó de alivio y eso me recordó como a mí Dios no me quiere por lo que hago, su amor no depende de cuántos Rosarios rece o de las veces que vaya a Misa. Esos son modos en los que nosotros demostramos a Dios que le queremos.

Jackie y Bobby Angel

Al igual que nunca voy a dejar de querer a mis hijos, da igual lo que hagan, me doy cuenta de que Dios ama también así, y de una manera infinitamente más perfecta.

–[Bobby]: Si no nos podemos ganar el amor de Dios, tampoco podemos perderlo. Pero a mí también me cuesta, necesito enseñarle a Dios mis méritos. Y necesitamos que nos vean, eso es algo bueno. Hay una necesidad sana de sentirnos apreciados, afirmados y vistos. Pero el problema viene cuando creemos que tenemos que ser perfectos para obtener esa atención y trasladamos esa idea a la relación con Dios.

Cuando el matrimonio es armónico, te puede dar una muestra del amor de Dios, de su amor incondicional.

Recursos

El don del celibato

Ser célibe no es, simplemente, "no tener un amor humano" sino tener disponible el corazón para vivir solo para Dios y, por él, para los demás.

Alejandro Vázquez-Dodero·6 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Ser célibe no es lo mismo que estar soltero o no compartir la vida con otra persona. El celibato es un don de Dios, un regalo por el que se entrega a Dios el corazón de manera completa, sin mediación humana. Y esto, tanto para laicos como para consagrados o sacerdotes.

¿Qué es el celibato?

Ante todo estamos hablando de un don –regalo– de Dios, a través del que reclama el amor de un corazón indiviso, sin la mediación de amor terreno alguno. Es una llamada a fin de cooperar de modo especial en la transmisión de la vida sobrenatural a las demás personas.

Quien recibe esa llamada pone en ejercicio el sacerdocio común –en el caso de los laicos– o el sacerdocio común y el ministerial –en el caso de los ministros consagrados–. Por ello, ese don genera una paternidad o maternidad espiritual profunda en el célibe, que, de algún modo, se entrega o consagra al mundo entero.

Este don, como vemos, lo concede Dios tanto a laicos como a religiosos o sacerdotes, aunque con un sentido específico en cada caso.

¿Existen entonces diversas formas de vivir el celibato en la Iglesia católica?

Los laicos que reciben el celibato se unen a Cristo “en exclusiva” y, desde el lugar en que se desenvuelven, sin apartarse del mundo, corresponden a ese don.

Iguales a sus iguales, como sus iguales, con o sin distinción exterior, pero sin que ese distinguirse de los demás sea algo ínsito a su condición de célibe.

En el caso de los religiosos, el celibato está al servicio de su misión específica, que es dar testimonio de que el fin del cristiano es el Reino de los Cielos. Y lo hacen viviendo un estado de vida consagrada por los votos de pobreza, castidad y obediencia, con una vida de entrega a Dios y ayuda a los demás. Ello conlleva un cierto apartamiento de las realidades profesionales, familiares y sociales.

Los religiosos, aunque pueden desarrollar algunas de esas realidades –por ejemplo, en el campo educativo o asistencial– su misión no es santificar el mundo desde dentro de ellas –ése es el caso de los laicos– sino desde su consagración religiosa.

Así, el celibato no aparta de los demás hombres, sino que a ellos se consagra. Y aparta o no del mundo terrenal, según veíamos, en función de si el célibe es religioso –aparta– o laico –no aparta–. Los sacerdotes no religiosos, a los efectos que nos ocupan, vivirían asimismo su celibato en medio del mundo.

Cabría destacar que no estamos hablando de soltería, pues se da el caso de quienes, incluso perteneciendo a una fe, no se casan, pero no lo hacen por los motivos expuestos, sino por otros, también nobles, como cuidar a los padres, dedicarse a tareas sociales, etc., lo que tampoco les aparta del mundo.

¿Qué implica abrazar el celibato o “ser célibe”?

Ser célibe no es estar disponible en el sentido de que, como no une un compromiso o amor humano, se dispone cuantitativamente de más tiempo y posibilidades para sacar adelante obras apostólicas o la propia Iglesia universal.

Es más bien una actitud: tener disponible el corazón para vivir solo para Dios y, por él, para los demás.

Y resulta que quien vive el celibato alcanza una vida plena y fecunda, sin perder nada de lo humano. Disfruta de una afectividad rica, pues la entrega a Dios en el celibato no solo no priva, sino que acrece, la capacidad del amor humano.

El célibe, por el hecho de serlo, no debe sacrificar o entregar su potencial afectivo. Lo único que hace es dirigir esa afectividad de acuerdo con el don recibido, y si implica entregar despliegues de ésta –como la sexualidad que se ejerce en el ámbito matrimonial– lo hará de buen grado, y por amor de correspondencia. Sería un reduccionismo considerar que la persona necesita completar su afectividad con el otro sexo para llegar a la plenitud del amor.

Uno es completo en cuanto tal. Si bien es cierto que necesitamos de Dios y de los demás –somos contingentes, nos necesitamos– para alcanzar la felicidad. Y para que la relación afectiva sea plena, no tiene por qué ser sexual.

Quien recibe el don del celibato se deja amar enteramente por Dios, y por ese don puede dar a los demás el amor que recibe. Procura llenar el mundo del amor divino, pero en la medida en que corresponde entregándose exclusivamente al Señor. Y eso mismo lo hacen quienes reciben el don –también es don– del matrimonio, pero en este caso lo harán a través de las relaciones conyugales y familiares, pues la afectividad dependerá del amor entre un hombre y una mujer abiertos a la familia.

¿Hay que hablar siempre de celibato “apostólico”, incluso cuando lo referimos al celibato “sacerdotal” o “consagrado”?

El don del celibato es siempre apostólico, en cualquier caso. Lo que sucede es que esa apostolicidad se traducirá de modo diverso, según la misión de cada uno, sea laico, religioso o sacerdote.

Sin esa nota de “apostólico”, el celibato perdería su sentido.

Los laicos ejercitarán su apostolado santificando el mundo desde dentro de sus vidas como profesionales, familiares y en los ambientes sociales en los que se desenvuelvan.

Los religiosos, a quienes se les asigna el celibato “consagrado”, también incorporan en su don la dimensión apostólica. Y los sacerdotes, desde celibato “sacerdotal”.

Por último, aunque parezca una obviedad, destacar que cualquier católico, reciba o no el don del celibato, está llamado a ese apostolado, que no es más que transmitir el amor de Dios –que alcanza a todos sus hijos– a través de su ejemplo de vida y su palabra. Al igual que todos estamos llamados a la santidad, y no solo quienes por gracia divina recibimos el don del celibato.  

Vaticano

La fundación Centesimus Annus celebra su 30 aniversario

La fundación Centesimus Annus Pro Pontifice, dedicada a promover la Doctrina Social de la Iglesia, cumple 30 años y el Papa ha recibido en audiencia a sus miembros por el aniversario.

Loreto Rios·5 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

La fundación Centesimus Annus Pro Pontifice fue creada por san Juan Pablo II en 1993 para promover la implantación de la Doctrina Social de la Iglesia. Hoy esta fundación está presente en cuatro continentes y cuenta con unos 350 miembros.

Su nombre está tomado de la Carta Encíclica Centesimus Annus de Juan Pablo II en 1991. Para celebrar su aniversario, la fundación ha tenido un encuentro internacional los días 5 y 6 de junio de 2023 en Roma, con el título: «La memoria para construir el futuro: pensar y actuar en términos de comunidad».

Doctrina Social de la Iglesia

El Papa ha recibido hoy en audiencia a los miembros de Centesimus Annus y, en su discurso, ha recordado los orígenes de la fundación: la encíclica de Juan Pablo II, escrita por el 100 aniversario de la Rerum novarum del Papa León XIII. «Vuestro compromiso se ha situado precisamente en este camino, en esta ‘tradición’: (…) estudiar y difundir la Doctrina Social de la Iglesia, tratando de mostrar que no es solo teoría, sino que puede convertirse en un estilo de vida virtuoso con el que hacer crecer sociedades dignas del hombre», ha dicho el Papa.

Francisco ha agradecido especialmente a la fundación su trabajo durante estos últimos diez años «con la acogida y el relanzamiento de las aportaciones que he tratado de hacer al desarrollo de la Doctrina Social».

Economía al servicio de la persona

A continuación, ha señalado los puntos más importantes que quiso poner de relieve en sus últimas encíclicas. «En la exhortación apostólica Evangelii gaudium quise alertar contra el peligro de vivir la economía de forma insana. ‘Esta economía mata’ (n. 53), dije en 2013, denunciando un modelo económico que produce despilfarro y fomenta lo que se puede llamar la ‘globalización de la indiferencia’. Muchos de vosotros trabajáis en el ámbito económico: sabéis lo beneficioso que puede ser para todos un modo de imaginar la realidad que ponga a la persona en el centro, que no menosprecie al trabajador y que busque crear el bien para todos».

En cuanto a Laudato si’, el Papa ha indicado que puso de relieve «el paradigma tecnocrático dominante y propuso la lógica de la ecología integral, en la que ‘todo está conectado’, ‘todo está relacionado’ y la cuestión medioambiental es inseparable de la cuestión social, van juntas. El cuidado del medio ambiente y el cuidado de los pobres van juntos. Al fin y al cabo, nadie se salva solo, y el redescubrimiento de la fraternidad y la amistad social es decisivo para no caer en un individualismo que hace perder la alegría de vivir. Y también hace perder la vida».

La importancia de la solidaridad

El Papa también ha señalado su alegría por la elección del lema de este congreso internacional, que hace referencia al número 116 de su encíclica Fratelli tutti. Francisco ha subrayado la importancia de la solidaridad, indicando que es «mucho más que algunos actos esporádicos de generosidad» y resaltando otros aspectos como «luchar contra las causas estructurales de la pobreza, la desigualdad, la falta de trabajo, tierra y vivienda, la negación de derechos sociales y laborales. Es hacer frente a los efectos destructivos del imperio del dinero: desplazamientos forzosos, migraciones dolorosas, tráfico de seres humanos, drogas, guerra, violencia».

La comunidad

Por otra parte, ha recordado el pasaje del Evangelio en el que Jesús dice que no se puede servir a Dios y al dinero al mismo tiempo (Lc 16, 13), y ha resaltado la importancia de la comunidad.

«Pensar y actuar en términos de comunidad es, por tanto, dejar espacio a los demás, es imaginar y trabajar por un futuro en el que cada uno pueda encontrar su lugar y tener su espacio en el mundo. Una comunidad que sepa dar voz a los sin voz es lo que todos necesitamos.

La valiosa labor de la Fundación Centesimus Annus puede ser también esta: contribuir a un pensamiento y a una acción que fomenten el crecimiento de una comunidad en la que podamos caminar juntos por la senda de la paz», ha concluido el Santo Padre.

La audiencia del Papa con los miembros de la fundación Centesimus Annus
Evangelización

San Bonifacio, apóstol de los alemanes

Al santo, de nacimiento anglosajón, se debe la organización de la Iglesia en la entonces Germania, subrayando la fidelidad a Roma

José M. García Pelegrín·5 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

San Bonifacio está considerado, al menos desde el siglo XVI, como “el apóstol de los alemanes”… si bien en la época en que vivió (673/675 – 754/755) aún no existía el “alemán” –y mucho menos “Alemania”–: el término que se emplea a finales del siglo VIII “theodiscus”, del que se deriva el italiano “tedesco” y los antiguos españoles “tudesco” o “teutón”, se refería principalmente a la persona que hablaba una lengua germánica, a diferencia del latín o de las lenguas románicas, y por extensión, a alguno de los pueblos germánicos, principalmente allí donde no había llegado la romanización y, con ella, el cristianismo.

Fue a esas tribus germánicas paganas o solo superficialmente cristianizadas adonde se dirigió la labor misionera de este monje anglosajón, nacido en el reino de Wessex al suroeste de Inglaterra hacia 673-675, con el nombre de Wynfreth, del que se deriva el actual nombre alemán Winfrid o Winfried. Ingresó de niño en el monasterio benedictino de Nursling, cerca de Southampton, donde fue ordenado sacerdote a los 30 años de edad aproximadamente.

Su actividad misionera se inscribe en el movimiento de cristianización anglosajona impulsado por el papa san Gregorio Magno a finales del siglo VI. Una vez afianzada ésta entre los anglosajones, comienza la oleada misionera en sentido contrario: de las islas al continente.

Uno de los más destacados misioneros anglosajones será Willibrord (658-739), quien fue enviado en el año 690 a los frisios. A Frisia viajará Bonifacio más tarde, si bien su primer viaje a esta tribu germana en 716 fracasará por la oposición del duque Radbod. Antes de que termine el año, Bonifacio regresa a su convento de Nursling, donde un año más tarde es elegido abad.

El obispo Daniel de Winchester envió a Wynfreth en el otoño de 718 a Roma, donde el papa Gregorio II le nombra apóstol de los gentiles para llevar la fe a los germanos y le ordena obispo el 15 de mayo de 719, al mismo tiempo que le da el nombre de Bonifacio. Tras pasar por Baviera y Turingia, se reúne con Willibrod en Frisia, de quien aprendió a tener en cuenta la situación política en su planificación, pero también a supeditar su labor a Roma.

A Roma volverá en sucesivas ocasiones; en 722 le llama el Papa, después de haberse separado de Willibrord y comenzado la misión en Hessen y Turingia: Gregorio le ordena obispo de misión y le confía una tarea de suma importancia: la reorganización de la Iglesia en Germania, lo cual conllevaba especialmente integrar las comunidades arianas e iro-escocesas en la Iglesia romana; Bonifacio encontrará resistencias no sólo entre éstos, sino también entre los obispos del reino franco, más interesados en su poder temporal que en la expansión del cristianismo.

En esa época, en el año 723 cuando regresa de Roma a Hessen, se produce una de las anécdotas más conocidas de la vida de san Bonifacio, la destrucción de santuarios paganos. Así, según narra el sacerdote Willibald de Maguncia en su Vita sancti Bonifatii, en Geismar (que actualmente forma parte de la ciudad de Fritzlar) taló un roble dedicado al dios de la guerra Thor (o Donar).

Según el cronista, las numerosas personas –entre ellos muchos frisones– quedaron impresionados al comprobar que el dios no reaccionaba de ningún modo. De este modo, Bonifacio mostró la superioridad del Dios de los cristianos frente a los dioses paganos. La tala del roble de Geismar se considera como un “mito fundacional” del nuevo orden religioso y de la reorganización eclesial logrados por Bonifacio.

La reorganización de la Iglesia en tierras germanas por parte de San Bonifacio cobra especial empuje tras un nuevo viaje a Roma, en 737/738, en el que el nuevo Papa Gregorio III le inviste con la función de Legado papal. Comienza con la reorganización de diócesis en Baviera y Sajonia (Salzburgo, Passau, Ratisbona y Freising); además funda las de Würzburg, Büraburg y Erfurt; en 744, también el monasterio que sería su preferido, Fulda. En 747 es sombrado obispo de Maguncia.

La creación de monasterios femeninos como focos de cristianización fue también una de las prioridades de san Bonifacio; para ello contó con la colaboración de, entre otras, dos monjas anglosajonas, que hoy en día están consideradas entre las principales santas “alemanas”: Walburga, hija de una de sus hermanas, y Lioba, que sería nombrada abadesa de Tauberbischofsheim, desde donde se fundarían otros monasterios en Würzburg y en diversos lugares de Turingia.

De la reorganización de la Iglesia en tierras germánicas forma parte asimismo su lucha por la defensa del celibato: en el Concilio alemán de 742 logró que se impusieran penas sensibles tanto a los sacerdotes como a monjes y monjas que no lo vivían

Al final de su vida, en 753, quiso hacer un último viaje, con algunos compañeros, para volver a la tierra de misión donde había comenzado su labor: a Frisia. Que era consciente de que el final estaba cercano habla no solo el hecho de que traspasara la sede de Maguncia a su sucesor Lullus, sino también que llevara en el equipaje una mortaja. Cuando, en la fiesta de Pentecostés del año 754 (o 755) se disponía a celebrar la celebración de unos bautismos en Dokkum, le atacaron salteadores de caminos; así encontró la muerte con sus 51 acompañantes. Sus restos mortales descansan en la catedral de Fulda.

La veneración de san Bonifacio experimentó un empuje especial hacia finales del siglo XIX: con la creación del Reich alemán, muchos católicos temieron la formación de una iglesia nacional alemana, que se quisiera independizar de Roma. Comenzó así la peregrinación anual al santo, “apóstol de los alemanes”. Además, desde 1867 los obispos alemanes se reúnen en su conferencia de otoño en Fulda, donde en la Misa de clausura son bendecidos cada uno de ellos con las reliquias del santo. Su fidelidad a Roma, frente a las diferentes fuerzas que en su época buscaban formar una iglesia paralela, reviste hoy en día, en que dichas tendencias vuelven a cobrar cierta fuerza, una especial actualidad.

Vaticano

El cardenal Zuppi visita Kiev

Mateo María Zuppi visita Kiev los días 5 y 6 de junio como enviado del Papa Francisco con el objetivo de mantener encuentros con las autoridades ucranianas y abrir vías de diálogo

Maria José Atienza·5 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Un escueto comunicado de la Sala Stampa ha dado a conocer una visita fugaz del cardenal Matteo Maria Zuppi, Arzobispo de Bolonia y Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana durante los días 5 y 6 de junio de 2023 como Enviado del Santo Padre Francisco. Esta visita se enmarca en la misión que el Papa Francisco ha encomendado a Zuppi, para rebajar las tensiones entre Ucrania y Rusia y lograr un acuerdo de paz.

El comunicado destaca que el «objetivo principal de esta iniciativa es escuchar en profundidad a las autoridades ucranianas sobre las posibles vías para alcanzar una paz justa y apoyar gestos de humanidad que contribuyan a aliviar las tensiones».

Este movimiento se suma a los acercamientos a ambas facciones que se han realizado por la Santa Sede. No en vano, el presidente de Ucrania Volodimir Zelenski, visitó al Papa Francisco en el Vaticano el pasado 13 de mayo aunque previamente fueron varias las conversaciones telefónicas mantenidas entre ambos jefes de estado.

Por otra parte, desde el comienzo de la agresión a gran escala de Rusia en Ucrania, el Papa Francisco ha buscado una orilla directa con Rusia. El 25 de febrero de 2022, de forma totalmente poco convencional, acudió incluso a la embajada de la Federación Rusa ante la Santa Sede.

La elección del cardenal Zuppi como «hombre del Papa» en esta cuestión no es baladí. Zuppi es miembro de la comunidad de Sant’Egidio y estuvo entre los negociadores del acuerdo de paz en Mozambique. El Papa Francisco parece albergar la esperanza de que el cardenal Zuppi, «también gracias a los contactos sobre el terreno de las organizaciones caritativas de Sant’Egidio, pueda al menos aportar algunos resultados concretos», como destaca Andrea Gagliarducci en un artículo publicado en Omnes.

El cardenal Mateo Zuppi

El cardenal Zuppi, de origen romano, procede de la comunidad de Sant’Egidio: en 1973, siendo alumno del liceo clásico Virgilio, conoció al fundador Andrea Riccardi. A partir de ese momento, se implicó en las diversas actividades de la comunidad, desde las escuelas populares para niños marginados de los barrios bajos de Roma, hasta las iniciativas para los ancianos solos y no autosuficientes, para los inmigrantes y los sin techo, los enfermos terminales y los nómadas, los discapacitados y los drogadictos, los presos y las víctimas de los conflictos.

Licenciado en Literatura y Filosofía por la Universidad de la Sapienza, se licenció en Teología por la Universidad Pontificia Lateranense. Durante diez años fue párroco de la basílica romana de Santa Maria in Trastevere y asistente eclesiástico general de la comunidad de Sant’Egidio: fue mediador en Mozambique en el proceso que condujo a la paz tras más de diecisiete años de sangrienta guerra civil.

En 2012, tras dos años como párroco en Torre Ángela, Benedicto XVI le nombró obispo auxiliar de Roma. Francisco lo eligió como arzobispo de Bolonia en octubre de 2015 y cuatro años después, el 5 de octubre de 2019, lo creó cardenal.

Vocaciones

Obispo Cepeda: «La vocación es un reto para las familias»

El obispo Arturo Cepeda, de la arquidiócesis de Detroit, habla en esta entrevista con Omnes sobre los frutos del año dedicado a la oración por las vocaciones sacerdotales, la colaboración de los laicos con el clero y la importancia del discernimiento.

Paloma López Campos·5 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

El obispo auxiliar Arturo Cepeda conoce muy de cerca el trabajo con los seminaristas y los jóvenes que se plantean la vocación al sacerdocio. Trabaja en la arquidiócesis de Detroit y ha sido el obispo más jóven de Estados Unidos, lo cual no le ha impedido dar muchos frutos en sus distintos destinos pastorales. Antes del episcopado en Detroit, ejerció el ministerio sacerdotal en la arquidiócesis de San Antonio (Texas). Allí estuvo como director vocacional durante siete años y después fue rector del seminario.

En esta entrevista con Omnes habla sobre las iniciativas de su arquidiócesis en esta materia, la colaboración entre el clero y los laicos, y la ayuda en el discernimiento.

La arquidiócesis de Detroit ha dedicado un año entero de oración por las vocaciones sacerdotales. ¿Por qué toman esta iniciativa? ¿Qué frutos esperan?

– Nuestro arzobispo Allen Vigneron termina su mandato en otoño de 2023. En 2016, convocó un sínodo con la participación de sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos. Durante ese sínodo se enfatizó mucho el área de las vocaciones sacerdotales. Allí comenzó el trabajo de un documento que llamamos “Haz llegar el Evangelio”, donde se pone como prioridad marcar un año de oración.

Ahora que acaba ese año, lo que queremos hacer es continuar en la labor de búsqueda y petición de vocaciones. En definitiva, ser intencionales acerca de ello. Por ejemplo, a todas las parroquias en la arquidiócesis se les pide que en las Misas dominicales añadan la petición por el incremento de las vocaciones sacerdotales.

Ha sido toda una campaña y ahora estamos esperando, porque el Señor es el que llama. A la vez, queremos ayudar a nuestros jóvenes a tener en mente la idea.

La arquidiócesis ha puesto mucho énfasis en la oración pero, en última instancia, quienes tienen que dar una respuesta son aquellos que se plantean la vocación. ¿Cómo ayudan a los jóvenes a escuchar la llamada de Dios?

–Tenemos distintos programas establecidos dentro de la arquidiócesis. Por ejemplo, tenemos siempre una cena y un desayuno, con presencia del arzobispo, a la que invitamos a todos los jóvenes que están pensando en la vocación sacerdotal. Muchos de ellos, más del 75 %, son ya monaguillos y están dentro de ese círculo de servicio en el altar.

Por otro lado, tenemos un programa dentro del ministerio juvenil, en cada una de las parroquias, en el que por lo menos un día al año se hable exclusivamente de la vocación sacerdotal. Ese es el primer paso que debemos seguir. El Papa Francisco nos ha invitado a dar este paso con creatividad.

Los grupos juveniles en la arquidiócesis, especialmente durante el verano, hacen campamentos. Dentro de estos, un tema de discusión son las vocaciones sacerdotales.

Así que se ha hecho un gran énfasis, que yo creo que ha tenido muy buen impacto tanto dentro de la arquidiócesis como a nivel nacional.

Yo creo que tenemos una forma activa, creativa e intencional de llevar este mensaje a nuestros jóvenes.

En un estudio que salió hace unos meses sobre los seminaristas que se ordenan este año, se preguntó a los chicos sobre su participación en los servicios de las iglesias antes de ingresar en el seminario. Ahí pudo verse que, por ejemplo, la asistencia a Misa un día que no fuera el domingo no era muy alta, ¿qué piensa usted de un dato como este?

–Sabemos que nuestros jóvenes están muy ocupados en distintas actividades escolares. En Estados Unidos, los deportes, las bandas y otras actividades extracurriculares toman mucho del tiempo de los jóvenes.

Nosotros como Iglesia también estamos observando esa realidad. Es un reto que tenemos que enfrentar. Yo veo esas estadísticas y pienso que tenemos que seguir buscando maneras creativas de involucrarnos en estas actividades. Precisamente en los campamentos es donde más hemos podido hacer en este sentido.

Además, en el estado de Michigan se está estudiando la posibilidad de que nuestros jóvenes comiencen su día más tarde, que se retrase la entrada en el colegio, porque ahora mismo comienzan sus clases entre las 7:30 y las 8:00 de la mañana. Se está pidiendo que entren a las 10, lo cual tiene ventajas y desventajas, pero creo que puede tener sentido.

Por un lado, los jóvenes pueden dormir más. Además, podrían tener tiempo por la mañana para hacer sus trabajos y tareas, de tal manera que lleguen a las escuelas más preparados.

Puede pasar que un hombre que se siente llamado al sacerdocio se considere indigno o que le pese su propio pasado. ¿Cómo ayudan a quienes tienen estas dudas?

– El primer paso a seguir cuando una persona adulta se plantea la vocación al sacerdocio es tener a disposición a un sacerdote que le ayude a entrar en el proceso de discernimiento. Cada arquidiócesis está dividida, a nivel estructural, en regiones. Yo estoy encargado de la región del noroeste y aquí tenemos a un sacerdote asignado para poder esas pláticas con los hombres que tienen estas preguntas.

Tengo a mi cargo 57 parroquias y tan pronto sé de alguien que se está planteando el sacerdocio, le pongo en contacto con este sacerdote. Esto ha sido muy efectivo, porque lo más importante es que la persona pueda tener acceso a ese proceso de discernimiento.

Un reto al que se pueden enfrentar los seminaristas es la oposición de sus familias. El arzobispo Allen Vigneron, cuando convocó el año de oración, se dirigió a las familias para pedir generosidad y valentía en estas situaciones. Por un lado, ¿cómo se explica a los padres que Dios puede llamar a sus hijos a la entrega completa al servicio sacerdotal?

– Es un tema interesante porque las familias hispanas o latinas tienen una gran consideración de los lazos familiares. La mentalidad anglosajona estadounidense tiene un concepto más reducido de la familia.

El tema de la vocación es un reto para las familias. No tanto por dejar al hijo marchar al seminario, sino por preguntas en lo que respecta a su felicidad. Estamos hablando de un discernimiento acerca del celibato y para los latinos es muy importante la descendencia. Esta es una de las preguntas más importantes que hay que hacerse en el proceso de discernimiento.

Yo pienso, por ejemplo, en mi propio abuelo. No es que no estuviera de acuerdo con mi decisión, pero me recordaba que yo no iba a poder tener hijos, ni esposa. No es que no me apoyara, pero se planteaba esas cuestiones. Y también es bueno que un adolescente se las plantee porque estamos hablando de una vocación única.

Dios llama a quien quiere y puede llamar a un hombre que ya no sea tan joven. ¿Qué le diría a un adulto que se plantea la vocación sacerdotal?

– En primer lugar, pienso que tenemos que recordar siempre que estamos limitados en el tiempo y el espacio, pero para Dios no hay tiempo ni espacio. Para las personas más maduras, la vocación sigue siendo una pregunta existencial para todo hombre. Es lo mismo para entrar al seminario y para casarse, porque exige un compromiso muy grande.

Todos nos tenemos que preguntar: ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Dónde estoy? ¿Qué me pide Dios que haga? También estoy convencido de que las personas que son más maduras en edad han tenido una batalla interna con esta pregunta por años.

Cambiando ahora el foco, ¿qué pueden hacer los laicos para ayudar tanto a los seminaristas como a los sacerdotes en su vocación?

– La labor de los laicos es esencial en el proceso de discernimiento de nuestros jóvenes y no tan jóvenes. Es esencial porque lo más importante en este proceso es el apoyo emocional y los laicos pueden invitar a las personas a plantearse la vocación. La invitación debe ser personal y directa.

Cuando voy a las parroquias, yo les digo a los laicos que hay que seguir orando por las vocaciones, pero también hay que invitar personalmente. Eso es un reto. Tenemos que ser intencionales, es una labor muy importante.

Los laicos tienen una labor esencial en la invitación a la vida sacerdotal. También necesitamos escuchar a nuestros laicos, porque nuestra familia es nuestra parroquia.

Cultura

La necesidad de la arquitectura sagrada

¿Qué relación hay entre la arquitectura y la liturgia? ¿Cómo se ha desarrollado esta relación a lo largo del tiempo?

Lucas Viar·5 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 7 minutos

Esta primera idea puede sonar extraña dado el tema del artículo, y en particular teniendo en cuenta al autor porque vive gracias a ello. Pero creo que hay que empezar reconociendo que la liturgia no necesita a la arquitectura sacra. Las únicas cosas materiales absolutamente necesarias son el pan y el vino. E incluso es bueno recordar que Dios no necesita la liturgia, nosotros la necesitamos.

El catolicismo es una religión encarnada. No puede quedarse en el mundo de las ideas y las teorías, tiene que ponerse en acción. Debemos tener presente que somos seres corporales y, por tanto, es inútil separar lo que pensamos de lo que hacemos.

¿Qué es la arquitectura?

Para responder a la cuestión de lo que es la arquitectura sacra, primero debemos aclarar lo que es la arquitectura. Puesto que es una cuestión demasiado compleja, vamos a simplificarla y a acordar que la arquitectura tiene que ver con los edificios.

¿Qué hace de una habitación vacía un dormitorio, un comedor, un baño o una cocina? Incluso con la corriente minimalista actual, como civilización tendemos a caracterizar el espacio a través de los objetos que definen su misión: una cama, una bañera, una mesa, los fuegos…

Por tanto, no podemos considerar la arquitectura como una carcasa constructiva independiente, sino que tendremos que incluir todos esos objetos que caracterizan el objetivo del espacio.

Entonces, ¿qué hace a la arquitectura sacra?

Arquitectura sacra

Decir que algo es sacro significa que se ha dedicado a Dios, que está consagrado. Para mostrar esta dedicación, usamos aceite para ungir, ya sea a las personas cuando las bautizan, confirman u ordenan, ya sea a los objetos.

En el caso de la arquitectura, cuando se consagra una iglesia, las paredes o los pilares se ungen con aceite y, junto a la estructura, también se unge el objeto que otorga al edificio su distinción principal: el altar.

Y, ¿qué es un altar?

La palabra viene del latín “altus”, que significa elevado, un espacio separado de la tierra. Sin embargo, se usa con frecuencia el término griego “Thysiasterion” en las Escrituras. Este concepto se traduce como “lugar del sacrificio”, lo cual nos da una visión más completa de la misión del objeto.

El altar es el lugar donde se renueva el sacrificio de Cristo. En el altar, Cristo se convierte de nuevo en Cuerpo y Sangre, se encarna. Allí se revela y entrega a nosotros, se transfigura. Lo que estaba inerte, se convierte en vida. En efecto, el altar es un símbolo del mismo Cristo.

Es el lugar donde el Cielo se encuentra con la Tierra. Donde nos unimos a Dios y a toda la Iglesia. La Iglesia triunfante, la Iglesia militante y la Iglesia purgante.

Los orígenes

Ahora hay que preguntarse por los orígenes del altar. Para llegar a ellos, hay que fijarse en ciertos episodios del Antiguo Testamento, como el sacrificio de Isaac. La historia es bastante inquietante a primera vista y, a pesar de que podemos fijarnos en multitud de detalles, vamos a empezar por centrarnos en el aspecto material.

Abraham e Isaac suben al monte Moriah, como les señala Dios, y allí construyen un altar. Abraham, por tanto, construye una montaña sobre una montaña, intentando acercarse a los cielos, donde está Dios. El pasaje también es relevante porque Isaac prefigura a Cristo. La frase “Dios proveerá el sacrificio”, Isaac cargando con la madera, el cordero que encuentran atrapado…

El tabernáculo

Volvemos a encontrarnos con el altar del sacrificio otra vez cuando Moisés construye el Tabernáculo, un lugar donde Dios convive con los hombres. Contaba con un recinto exterior, en el que se encontraba el altar de los holocaustos, hecho de madera revestida de bronce. El tabernáculo propiamente dicho tenía dos habitaciones, la más interior era el lugar santísimo, donde se colocaba el Arca de la Alianza. El Arca no era importante por lo que guardaba en su interior sino porque sobre ella, entre las alas de los serafines, estaba el propiciatorio, donde habitaba la presencia de Dios.

El tabernáculo se deshacía cuando el Pueblo de Israel se trasladaba. Una vez establecido en la Tierra Prometida, el rey Salomón mandó construir una versión definitiva. El primer templo siguió los planos de la tienda, con las dos habitaciones separadas por un velo.

Los babilonios destruyeron el templo de Salomón. 70 años después, a la vuelta del exilio, se construyó el segundo templo, que fue remodelado y expandido por Herodes el Grande. Este segundo edificio seguía los planos del anterior, pero el Santo de los Santos se quedó vacío, pues el Arca estaba perdida. Este templo también fue destruido un tiempo después.

Las sinagogas

A lo largo del primer siglo, los sacrificios se ofrecían exclusivamente en el templo de Jerusalén, por lo que los judíos, de Judea, Galilea y otros lugares, normalmente adoraban a Dios en sus sinagogas locales.

Las sinagogas, al igual que el templo, estaban inspiradas en el tabernáculo. El arca de la alianza estaba representada por el arca de la Torá, que también estaba velada y tenía su propio espacio en la sala. El tipo arquitectónico en sí es bastante simple, una sala de asambleas con un espacio central delineado por columnas, muy parecido al bouleuterion griego.

Benedicto XVI, en “El espíritu de la liturgia», resume las tres principales modificaciones que se producen cuando la sinagoga se convierte en iglesia:

-Orientación: La oración en la sinagoga se dirigía siempre hacia Jerusalén, hacia el templo. Para los cristianos, el templo había sido destruido y reconstruido en tres días, por lo que el culto se orientará hacia el este «ad orientem», hacia la luz que representa a Cristo.

-Segregación: En la sinagoga sólo los varones debían participar en el culto, las mujeres estaban separadas en las galerías del piso superior. La Iglesia incluía a mujeres y hombres por igual al culto y ocupaban el mismo espacio, aunque separados.

La diferencia más significativa es el altar, que ocupa el puesto del Arca.

El altar

Sabemos muy poco sobre cómo rendía culto la Iglesia primitiva, y aún menos sobre los detalles materiales. La arqueología sagrada es un campo minado de especulación e ideología, pero con muy pocas pruebas materiales. A pesar de esto, los primeros altares parecen haber sido de madera, mesas más o menos ordinarias dedicadas al fin sagrado.

Pero podemos examinar los dispositivos arquitectónicos del altar que se desarrollaron en los primeros siglos del Bajo Imperio. El antiguo San Pedro, construido por Constantino, es un ejemplo paradigmático que servirá de modelo a muchas iglesias.

La zona que rodea el altar está delimitada por una columnata, llamada “pergula” o “templon”, que forma sobre el altar un copón. Esta pérgola será reconfigurada posteriormente por san gregorio el grande, construyendo un copón independiente sobre el altar. Toda la plataforma del altar se eleva por encima de la nave para acomodar la tumba de san Pedro.

Justino utilizará estos mismos dispositivos arquitectónicos, casi sin cambios para la gran iglesia de Sofía en Constantinopla. La “pergula” sirve para colgar lámparas, y el copón está cerrado por unos cortinajes llamados tetravela, que se abren durante la liturgia. Es un hermoso símbolo, que recuerda cómo el velo del templo se rasgó en dos cuando murió Jesús, señal de que la presencia y la promesa de Dios ya no se limitaban al templo, que se revelaba en carne y hueso.

Imágenes sagradas

Las imágenes sagradas han sido parte de la cultura eclesial desde el principio. No es de extrañar, pues, que el altar desarrollara su propia aplicación de imaginería para contribuir a lo que Eusebio llama el «testimonio del ojo».

Estas decoraciones de los altares podían estar talladas directamente sobre él, pero a menudo adoptaban la forma de piezas ornamentales aplicadas, en madera, marfil, metal, etc. Pronto se agotó el espacio del frontal del altar y así nació el dorsal o “retrotabula”, con el mismo formato que el frontal, en el borde posterior del altar. Esta “retrotabula”, libre de las limitaciones del tamaño del altar, creció más y más, fusionándose en algunos puntos con la decoración mural de las paredes, surgiendo así el retablo, en todas sus innumerables variedades.

El sagrario

El último elemento en entrar en contacto con el altar fue el sagrario. En aquella época, las especies reservadas se guardaban en un armario de la sacristía, en lugar de fuera, en la iglesia. Con el tiempo evolucionaron algunas prácticas, guardándose, por ejemplo, en píxides suspendidas del copón o colocadas sobre el altar, en forma de palomas o torres; durante la Baja Edad Media, las torres sacramentales se convertirían en un elemento habitual, en particular en Alemania, donde se construirían en un lateral del santuario.

Con el tiempo, y motivado principalmente por el crecimiento de las devociones eucarísticas y la defensa de la presencia real durante la contrarreforma, el sagrario se abre paso al centro del santuario junto con el altar. Sin embargo, hasta el siglo XVII estos sagrarios no estaban diseñados para que el celebrante pudiera acceder a ellos desde el altar, y requerían cierta habilidad para trepar. Durante un par de siglos, el tabernáculo estuvo inextricablemente unido al altar.

¿Qué hace buena a la arquitectura sagrada?

Vitruvio, arquitecto romano, escribió un tratado en el que definía las cualidades de cualquier edificio de la siguiente manera:

-”Firmitas”, fortaleza.

-”Venustas”, belleza.

-”utilitas”, utilidad.

No me extenderé demasiado sobre el primer punto. Se explica por sí solo. Todo el mundo aprecia que un edificio no se derrumbe sobre uno, que no tenga goteras y que sea duradero y esté bien construido.

La belleza

Sobre el segundo punto, Venustas o belleza, ya se han vertido ríos de tinta, pero aun así lo abordaré brevemente. Santo Tomás de Aquino, como Vitruvio, dijo que la belleza tiene tres cualidades distintas:

-”Integritas”, integridad, plenitud, perfección.

-”Consonantia”, proporción, armonía.

-”Claritas”, brillo, luminosidad

Las dos primeras propiedades se refieren a la constitución del objeto, no debe faltarle nada y nada debe ser superfluo, todo debe tener una finalidad. Al mismo tiempo, la relación entre todas estas partes debe ser armoniosa, proporcionada, ordenada. Al fin y al cabo, la proporción no es más que un reflejo del orden que existe en la creación.

Por último, “claritas”, es quizás la característica más tenue. Más que hacer una interpretación muy literal, me gusta la de Jaques Maritain, entendiendo esta “claritas” como lo bien que revela su «secreto ontológico» lo que realmente es, y al revelar su verdadera esencia, muestra al creador. Esta realidad ontológica del altar y de la iglesia es la del encuentro del cielo y de la tierra, las múltiples dimensiones de la Eucaristía, la comunión de toda la iglesia…

La utilidad

Con respecto a la utilidad, no podría haberse saltado esta propiedad fácilmente, al igual que “firmitas”, considerando que sólo se aplica a cuestiones mundanas, que son todas buenas y deseables, como el control climático, la accesibilidad u otras cosas que hacen que el lugar sea utilizable en el sentido material y una pesadilla conseguir que cumpla los códigos de construcción.

Uno podría seguir ahondando un poco más hondo y decir: vale, todo eso está bien, pero ¿cuál es el uso «real» que tiene este edificio? La liturgia

Así pues, debemos considerar también si este espacio es apto para la liturgia, si está dispuesto de manera que los elementos y los movimientos propios de los ritos estén considerados y acomodados. ¿Se ha diseñado teniendo esto en cuenta?

Bellas artes

Termino con este extracto de “Sacrosanctum Concilium”:

«Con razón se considera que las bellas artes figuran entre las actividades más nobles del genio humano, y esto se aplica especialmente al arte religioso y a su realización más elevada, que es el arte sacro. 

Estas artes, por su propia naturaleza, están orientadas hacia la belleza infinita de Dios, que intentan representar de alguna manera mediante la obra de las manos humanas; 

Alcanzan su propósito de redundar en la alabanza y gloria de Dios en la medida en que se dirigen más exclusivamente al único objetivo de dirigir las mentes de los hombres devotamente hacia Dios».

El autorLucas Viar

Director de Proyectos en Talleres de Arte GRANDA

Cultura

El cristianismo en Japón (II)

El cristianismo en Japón comenzó con la llegada de San Francisco Javier a sus costas en el siglo XVI. La historia de los cristianos japoneses ha estado plagada por numerosos mártires.

Gerardo Ferrara·5 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 7 minutos

No se puede hablar del cristianismo en Japón -como en cualquier otra parte del mundo- sin utilizar la palabra «martirio», término derivado del griego μάρτυς, que significa «testimonio».

Las primeras persecuciones

En 1587, Hideyoshi promulgó un edicto ordenando a los misioneros extranjeros que abandonaran el país. Los misioneros, por su parte, continuaron operando clandestinamente. Diez años después, comenzó la persecución. El 5 de febrero de 1597, 26 cristianos (6 franciscanos europeos y 3 jesuitas, junto con 17 terciarios franciscanos japoneses), entre ellos San Pablo Miki, fueron crucificados y quemados vivos en la plaza de Nagasaki.

La comunidad cristiana de Japón sufrió una segunda persecución en 1613.

Durante estos años, la élite gobernante japonesa se deleitó experimentando formas de tortura y asesinato cada vez más crueles y originales: los cristianos eran crucificados; quemados a fuego lento; hervidos vivos en aguas termales; aserrados por la mitad; colgados boca abajo en un pozo lleno de excrementos, con un corte en la sien para que la sangre pudiera escurrir y no murieran rápidamente.

Esta última era una técnica llamada tsurushi y se utilizaba mucho, ya que permitía a los torturados permanecer conscientes hasta la muerte o hasta que decidían renegar de su fe pisando los fumie (iconos con la imagen de Cristo y la Virgen).

Prohibición del cristianismo en Japón

En 1614, el shogun japonés Tokugawa Yeyasu prohibió el cristianismo con un nuevo edicto e impidió a los cristianos japoneses practicar su religión. El 14 de mayo de ese mismo año tuvo lugar la última procesión por las calles de Nagasaki, que recorrió siete de las once iglesias de la ciudad, todas ellas demolidas posteriormente.

A partir de entonces, los cristianos siguieron profesando su fe en la clandestinidad: así comenzó la era de los kakure kirishitan (cristianos ocultos).

La política del régimen shogun se hizo cada vez más represiva. Con el estallido de un levantamiento popular en Shimabara, cerca de Nagasaki, entre 1637 y 1638, en el que participaron principalmente campesinos y que fue dirigido por el samurái cristiano Amakusa Shiro, el propio levantamiento fue reprimido con sangre y con armas suministradas por los protestantes holandeses, que odiaban al Papa por razones de fe y a los católicos en general por motivos principalmente económicos (su intención era arrebatar a portugueses y españoles la posibilidad de comerciar con Japón para establecer un régimen de monopolio).

El sakoku, cierre del país

En Shimabara y sus alrededores, masacraron a 40.000 cristianos de la forma más horrible. Sin embargo, todos los japoneses, no sólo los cristianos, siguen recordando hoy en día su sacrificio y abnegación.

En 1641, el Shogun Tokugawa Yemitsu promulgó otro decreto, conocido posteriormente como sakoku (término que significa el cierre hermético del país), por el que se prohibía cualquier forma de contacto entre japoneses y extranjeros. Durante dos siglos y medio, la única puerta de entrada a Japón para los comerciantes holandeses siguió siendo la pequeña isla de Deshima, cerca de Nagasaki, de la que no podían salir.

Sin embargo, el propio puerto de Nagasaki, así como sus alrededores y especialmente las islas de la bahía, ofrecían refugio a lo que quedaba de cristianismo.

Fin de la persecución en Japón

No fue hasta el Viernes Santo de 1865 cuando diez mil de estos kakure kirishitan, cristianos ocultos, salieron de los pueblos donde profesaban su fe a escondidas, sin sacerdotes y sin misa, y se presentaron ante el atónito Bernard Petitjean, de la Societé des Missions Etrangères de París, que había llegado poco antes para ser capellán de los extranjeros de la Iglesia de los 26 Mártires de Nagasaki (Oura).

Preguntaron al sacerdote, al que llamaban “padre” (una palabra que se había conservado en su léxico religioso durante siglos) si podían asistir a misa.

Gracias a la presión de la opinión pública y de los gobiernos occidentales, la nueva dinastía imperial gobernante, la Meiji, puso fin a la era shogun y, aunque mantuvo el sintoísmo como religión del Estado, el 14 de marzo de 1873 decretó el fin de la persecución y en 1888 reconoció el derecho a la libertad religiosa de todos los ciudadanos. El 15 de junio de 1891 se erigió canónicamente la diócesis de Nagasaki, que en 1927 acogió a monseñor Hayasaka como primer obispo de Japón, consagrado personalmente por Pío XI.

El holocausto nuclear en Japón

El 9 de agosto de 1945, a las 11.02 horas, una terrible explosión nuclear sacudió el cielo de Nagasaki, a sólo 500 metros por encima de la catedral de la ciudad, dedicada a la Asunción de la Virgen. Ochenta mil personas murieron en el acto y más de cien mil resultaron heridas.

La catedral de Urakami, que debe su nombre al barrio en el que se levantaba, fue y sigue siendo hoy, tras su reconstrucción, el símbolo de una ciudad martirizada dos veces: por las persecuciones religiosas de las que fueron víctimas miles de personas, in odium fidei, a lo largo de cuatro siglos; y por el estallido de un artefacto infernal que incineró instantáneamente a muchos de sus habitantes, entre ellos miles de cristianos, definidos por su ilustre contemporáneo y conciudadano, el Dr. Takashi Pablo Nagai, como el “Cordero del Sacrificio inmolado, para ser una ofrenda perfecta en el altar, después de todos los pecados cometidos por las naciones de la Segunda Guerra Mundial”.

Nagasaki no era el objetivo original

Dos hechos interesantes sobre este terrible acontecimiento.

Iglesia en ruinas en Nagasaki, 1946

En primer lugar, Estados Unidos no necesitaba lanzar una segunda bomba nuclear, ya que la rendición de Japón era inminente, sobre todo después de que unos días antes se hubiera detonado otro artefacto en Hiroshima, un artefacto, sin embargo, de distinto tipo (uranio-235) y en un territorio con una conformación diferente. Por tanto, se pretendía realizar otro experimento para medir los efectos de otra bomba, esta vez de plutonio 239, en un territorio topográficamente distinto.

En segundo lugar, el lanzamiento del nuevo artefacto no iba a tener lugar en Nagasaki, sino en otra ciudad, llamada Kokura. Sin embargo, en Kokura, el cielo estaba nublado, lo que impedía localizar el lugar donde se iba a lanzar la bomba. En cambio, en Nagasaki, elegida como reserva, brillaba el sol, por lo que el piloto optó por trasladarse al nuevo emplazamiento y lanzar la bomba A sobre el objetivo designado en la ciudad, a saber, una fábrica de municiones.

Sin embargo, una vez lanzada la bomba, se produjo otro imprevisto: el viento desvió ligeramente la trayectoria del artefacto, haciéndolo estallar a unos cientos de metros sobre el distrito de Urakami, justo encima de la mayor catedral católica de Asia Oriental, en aquel momento llena de fieles rezando por la paz.

Algunas preguntas

Hoy, en Oriente, en África y en muchas otras partes del mundo, miles de cristianos siguen siendo perseguidos, a menudo asesinados, y a veces en el mismo momento en que suplican a Dios que les salve de la guerra, de la mano de sus enemigos, sin dejar de interceder por sus perseguidores y de perdonarlos. ¿No es esto exactamente lo mismo que hizo aquel en quien se inspiran, Jesucristo?

Todo esto puede hacer que nos preguntemos, tal vez, cuál es la verdadera perspectiva, la mirada con la que debemos contemplar la historia humana: ¿el mal para los que quieren y buscan el bien y la paz, y el bien para los que persiguen el mal? ¿Muerte para su Hijo y sus discípulos y vida pacífica para sus perseguidores? ¿Es esto realmente lo que Dios ha querido siempre?

A estas preguntas puede responder muy bien Takashi Pablo Nagai, que no sólo no identificó como mal lo que humanamente puede parecer una de las peores desgracias de la historia, sino que incluso llegó a dar gracias a Dios por el sacrificio de tantos mártires pulverizados por la bomba, incluida su querida esposa Midori, de la cual el médico japonés, él mismo gravemente herido y enfermo de leucemia, no encontró entre los escombros de su casa al día siguiente de la explosión de la bomba más que huesos calcinados con la cadena del rosario a su lado.

Takashi Pablo Nagai

Al igual que para Cristo, para un mártir, un seguidor y un testigo de Cristo, el verdadero sentido de la vida es ser un instrumento en manos de Dios y, según Nagai, los que murieron en el holocausto nuclear de Nagasaki se convirtieron en un instrumento de Dios para salvar un número enormemente mayor de vidas, como él mismo declaró durante una ceremonia de recuerdo a las víctimas cerca de las ruinas de la catedral:

“Nos preguntamos: la convergencia de tales acontecimientos, el final de la guerra y la celebración de la fiesta de la Asunción de María al Cielo, ¿fue pura casualidad o un signo providencial? Oí que la bomba atómica estaba destinada a otra ciudad. Las densas nubes dificultaban demasiado ese objetivo y los pilotos apuntaron al objetivo alternativo, Nagasaki. También hubo un problema técnico, por lo que lanzaron la bomba mucho más al norte de lo previsto y, por tanto, detonó justo sobre la catedral. Desde luego, no fue la tripulación del avión estadounidense la que eligió nuestro barrio.

Creo que fue Dios, su providencia, quien eligió Urakami y trajo la bomba justo sobre nuestras casas. ¿No existe una profunda relación entre la aniquilación de Nagasaki y el final de la guerra? ¿No fue Nagasaki la víctima elegida, el Cordero del Sacrificio inmolado, para ser la ofrenda perfecta en el altar después de todos los pecados cometidos por las naciones durante la Segunda Guerra Mundial?

Nuestra Iglesia de Nagasaki mantuvo la fe durante cientos de años de persecución, cuando nuestra religión estaba proscrita y la sangre de los mártires corría copiosamente. Durante la guerra, esta misma Iglesia nunca dejó de rezar, día y noche, por una paz duradera. ¿No era éste, pues, el cordero sin mancha que debía ofrecerse en el altar de Dios? Gracias al sacrificio de este cordero, se salvaron varios millones de personas que, de otro modo, habrían sido víctimas de los estragos de la guerra”.

Conclusiones

Ésta debería ser también nuestra visión, la única visión posible de la historia, y la única perspectiva de la vida, para un cristiano y para un «mártir«, testigo de Cristo:

“Si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida, la pierde; y el que aborrece su vida en este mundo, la guardará para la vida eterna” (Jn 12, 22-24).

El autorGerardo Ferrara

Escritor, historiador y experto en historia, política y cultura de Oriente Medio.

Vaticano

“La señal de la Cruz recuerda cuánto nos ha amado Dios”, invita el Papa 

En la solemnidad del domingo de la Santísima Trinidad, el Santo Padre ha vuelto a asegurar su oración por las víctimas del accidente ferroviario en la India, y su cercanía a los heridos y sus familias, y ha rezado a la ‘Virgo fidelis’ por la “querida y martirizada Ucrania”.

Francisco Otamendi·4 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Papa Francisco ha animado a los fieles en la Plaza de San Pedro, en el Ángelus de la solemnidad de hoy, domingo de la Santísima Trinidad, a realizar “el gesto más simple, que hemos aprendido desde niños: la señal de la Cruz”, porque “trazando la cruz sobre nuestro cuerpo recordamos cuánto nos ha amado Dios, hasta dar la vida por nosotros”, y “nos repetimos que su amor es como un abrazo que no nos abandona nunca”.

Antes de rezar la oración mariana del Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico, el Santo Padre ha comenzado su meditación recordando que la fiesta de hoy, “solemnidad de la Santísima Trinidad, el Evangelio está tomado del diálogo de Jesús con Nicodemo (cfr. Jn 3,16-18). Nicodemo era un miembro del Sanedrín, apasionado por el misterio de Dios; reconoce en Jesús un maestro divino y, a escondidas, va a hablar con Él”.

“Jesús le escucha y comprende que es un hombre que está en un proceso de búsqueda”, y “le sorprende” al decir que “para entrar en el Reino de Dios es preciso renacer; después le desvela el núcleo del misterio diciéndole que Dios ha amado tanto a la humanidad que ha enviado a su Hijo al mundo. Jesús, el Hijo, nos habla del Padre y de su inmenso amor”. 

“Pensar a Dios mediante la imagen de una familia”

En el domingo de la Santísima Trinidad, el Papa se ha sumergido brevemente en el misterio. “Padre e Hijo. Es una imagen familiar que, si lo pensamos, echa por tierra nuestro imaginario sobre Dios. Efectivamente, la palabra “Dios” nos sugiere una realidad singular, majestuosa y distante, mientras que oír hablar de un Padre y un Hijo nos reconduce a casa. Sí, podemos pensar a Dios a través de la imagen de una familia reunida en la mesa, donde se comparte la vida. Por lo demás, la mesa, que al mismo tiempo es altar, es un símbolo con el que ciertos iconos representan a la Trinidad. Es una imagen que nos habla de un Dios comunión”.

“¡Pero no es solo una imagen, es realidad!”, ha añadido el Papa. “Es realidad porque el Espíritu Santo, el Espíritu que el Padre mediante Jesús ha infundido en nuestros corazones (cfr. Gal 4,6), nos hace gustar, nos hace experimentar la presencia de Dios: presencia cercana, compasiva y tierna. El Espíritu Santo hace con nosotros como Jesús con Nicodemo: nos introduce en el misterio del nuevo nacimiento, nos desvela el corazón del Padre y nos hace partícipes de la vida misma de Dios”. 

“Sentarnos a la mesa con Dios”

“La invitación que nos dirige, podríamos decir, es la de sentarnos a la mesa con Dios para compartir su amor. Esto es lo que sucede en cada Misa, en el altar de la mesa eucarística, donde Jesús se ofrece al Padre y se ofrece por nosotros. Sí, hermanos y hermanas, nuestro Dios es comunión de amor: así nos lo ha revelado Jesús”, ha continuado el Santo Padre.  

Entonces ha sugerido el Papa lo que podemos hacer para recordar esta comunión de amor: “El gesto más simple, que hemos aprendido de niños: la señal de la cruz. Trazando la cruz sobre nuestro cuerpo recordamos cuánto nos ha amado Dios, hasta dar la vida por nosotros; y nos repetimos que su amor nos envuelve completamente, de arriba abajo, de izquierda a derecha, como un abrazo que no nos abandona nunca. Al mismo tiempo, nos comprometemos a testimoniar a Dios-amor, creando comunión en su nombre”. 

Finalmente, Francisco ha formulado unas cuantas preguntas, a modo de examen de conciencia, como suele hacer habitualmente: “Podemos preguntarnos: ¿testimoniamos a Dios-amor? ¿O bien Dios-amor se ha convertido para nosotros en un concepto, algo que ya hemos escuchado pero que ya no nos mueve y ya no provoca la vida? Si Dios es amor, ¿nuestras comunidades lo testimonian? ¿Saben amar? ¿Son como familias? ¿Tenemos siempre la puerta abierta, sabemos acoger a todos, subrayo a todos, como hermanos y hermanas? ¿Ofrecemos a todos el alimento del perdón de Dios y el vino de la alegría evangélica? ¿Se respira aire de casa, o nos parecemos más a una oficina o a un lugar reservado donde solo entran los elegidos?”

En la conclusión, antes del Ángelus, el Papa ha pedido que “María nos ayude a vivir la Iglesia como una casa en la que se ama de manera familiar, para gloria de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo”.

Oración por las víctimas en India y por Ucrania

Tras el rezo del Ángelus, Francisco ha asegurado su “oración por las numerosas víctimas del accidente ferroviario ocurrido hace dos días en India. Estoy cerca de los heridos y de sus familias. Que nuestro Padre celestial acoja en su Reino las almas de los difuntos”. 

“Os saludo a vosotros, romanos y peregrinos de Italia y de muchos países, especialmente a los fieles de Villa Alemana (Chile) y a los niños confirmandos de Cork (Irlanda)”. El Papa ha saludado también a grupos de numerosas localidades italianas, algunos con chicos de Confirmación y Primera Comunión. 

El Pontífice ha saludado de modo especial “a los representantes de los Carabinieri, a quienes agradezco por su cercanía cotidiana a la población”, ha manifestado. “Que la Virgo fidelis,  vuestra Patrona, os proteja a vosotros y a vuestras familias”, ha señalado.

También ha confiado a la Virgen María, “Madre solícita, los pueblos probados por el flagelo de la guerra, especialmente la querida y martirizada Ucrania”. Finalmente, tras saludar “a los chicos de la Inmaculada, que son buenos”, ha rogado: “no se olviden de rezar por mí. Buen domingo, gracias, buen almuerzo y adiós”.

El autorFrancisco Otamendi

Iniciativas

San Egidio: reunirse en oración y amistad

La Comunidad de San Egidio de Nueva York ha escuchado los gritos de innumerables vidas de muchas maneras. Cada semana, muchos de sus cuarenta voluntarios preparan comida, salen a las calles de Manhattan y dan a quienes carecen de cobijo comidas, bebidas calientes, mantas y otros artículos de primera necesidad.

Jennifer Elizabeth Terranova·4 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Corría 1968 y en Italia, como en muchos otros sitios del mundo, las causas sociales animaron e inspiraron a muchos a tomar las calles para ayudar a los necesitados y crear un cambio positivo en las comunidades. Jóvenes y adultos se sintieron llamados a servir a sus paisanos y a las mujeres. Unos protestaban, otros ayudaban a promulgar nuevas leyes y algunos buscaron las guías para actuar en el Evangelio.

Andrea Riccardi, un joven estudiante de secundaria italiano con tan solo 18 años, tuvo la idea de “reunir a las personas alrededor del Evangelio”. Creía que “el Evangelio puede cambiar nuestras vidas y la vida del mundo”. Como resultado, él y muchos otros que fueron llamados a formar La Comunidad, hoy conocida como la Comunidad de San Egidio, lograron el objetivo y siguen dedicándose a ello.

A finales de la década de los 60 y principios de los 70, había muchos movimientos en los que uno podía participar. Había un deseo por el cambio y, desde luego, también era una necesidad. “Pero lo nuestro era distinto porque era cristiano”, señala Paola Piscitelli, que se unió a la Comunidad de San Egidio en 1974, cuando era estudiante de secundaria en Roma. Y, junto a su marido Andrea Bartoli y sus dos hijos, Anna y Pietro, sirve a los más vulnerables de Nueva York.

Alrededor del Evangelio

Paola habla de los orígenes humildes de la Comunidad y de la iniciativa de Andrea Riccardi. Andrea “tenía esta idea de reunir a las personas alrededor del Evangelio”. Él y sus amigos se reunían en un antiguo convento en Trastevere (un barrio romano), leían el Evangelio y rezaban. “Andrea sentía intriga por esas primeras reuniones y las conversaciones que tenían sobre la soledad y sus reflexiones sobre el Evangelio”. Además, se sentían “llamados a rezar juntos”. Pero no en el sentido tradicional, como el del clero y los religiosos. Era algo que nacía del Concilio Vaticano II y, desde entonces siempre vieron la Comunidad “como un fruto de la renovación del Concilio”.

Muchos católicos, como los primeros miembros de la Comunidad de San Egidio, aceptaron esa “invitación” de la Iglesia a ser partícipes activos y a tener un papel más significativo y vital dentro de la Iglesia. Entendieron lo que significa “ser llamado a la misión”. En definitiva, los laicos son Iglesia y son corresponsables de la propagación del mensaje de Jesucristo en el mundo. Por tanto, las palabras, el Pueblo de Dios, tenía que tomarse en serio. Esta forma de empoderamiento inspiró a los primeros miembros de la Comunidad de San Egidio.

La comunidad

Paola recuerda que “al principio se sintieron inspirados para rezar, leer la Biblia juntos y vivir ese compañerismo los unos con los otros”. También había un deseo para ayudar a los pobres. Paola comparte que “no podían referirse a sí mismos como cristianos sin conectar y servir a los pobres”. Señala además que ese aspecto de “comuna” estaba y sigue vigente en el ADN de la Comunidad. Después de todo, nadie puede salvarse solo.

Icono de la Comunidad de San Egidio

Tal vez estos jóvenes hombres y mujeres que se reunían todos los días a las 8:30 para rezar y leer el Evangelio, ignoraban la misión que tenían en ese momento. Dios les había dado una vocación antes de que les fuera desvelado. Pero, con el tiempo, Paola se dio cuenta de que “era mucho más grande de lo que habíamos imaginado y, antes de que pudiéramos darnos cuenta, había un plan para la comunidad en la Iglesia”.

Aunque hubo un par de nombres antes de que se convirtiera en la Comunidad de Sant’Egidio, recuerda Paola, «…nos llamábamos ‘Comunidad de Amigos’ y ‘Comunidad del Evangelio'». El deseo de rezar juntos y servir a los pobres estaba claro desde el principio. Paola continúa: «Pero necesitábamos tomarnos en serio el Evangelio en nuestras vidas, y no debíamos separarnos del mundo».

San Egidio en Nueva York

En su aclamado libro “Cómo vive la otra mitad”, Jacob Riis escribe: «La mitad del mundo no sabe cómo vive la otra mitad». Y para muchos de los miembros originales de Sant’Egidio, esto era cierto. Paola recuerda lo «impactada» que se quedó al descubrir un mundo tan diferente al suyo y que, sin embargo, estaba «a la vuelta de la esquina». Recuerda que fue a las afueras de Roma para ayudar a los niños necesitados y fue testigo de un mundo muy distinto al suyo. Eso fue en 1974, y Paola y su marido se han mantenido firmes en su fe y su compromiso con el Evangelio.

La familia Bartoli continuó su labor en Roma y participó en la ayuda a otras comunidades en otras partes del mundo. Con el tiempo se trasladaron a Estados Unidos, tuvieron dos hijos y fundaron una comunidad en Nueva York

A su llegada, hicieron lo que siempre habían hecho: Reunirse, leer la Palabra y esperar la guía de Jesucristo. Paola comparte: «Sentíamos la oración diaria porque siempre necesitábamos recibir los sentimientos y las palabras del Evangelio».

La Comunidad de San Egidio de Nueva York ha escuchado los gritos de innumerables vidas de muchas maneras. Cada semana, muchos de sus cuarenta voluntarios preparan comida, salen a las calles de Manhattan y dan a quienes carecen de cobijo comidas, bebidas calientes, mantas y otros artículos de primera necesidad. Cada semana se sirven quinientas comidas. Además, la Comunidad de San Egidio, N.Y, y Caridades Católicas de Nueva York, ofrecen duchas públicas frente a la Iglesia de Nuestro Salvador todos los martes por la noche para las personas sin hogar. La comunidad también visita residencias de ancianos en Brooklyn y se compromete a entablar relaciones con las personas con las que se encuentran.

Amistad

Algunos de sus otros programas de son: «School of Peace», que trata de ayudar a educar a los niños para que convivan pacíficamente; «English With Friends», que es online, y algunos de los voluntarios escriben cartas a los presos, entre otras cosas. Paola habla de la informalidad de la relación entre los necesitados y los voluntarios. «Nuestras funciones son informales, lo que nos permite entablar amistades… es relacional».

Se hacen amigos de quienes encuentran, creando así una relación que genera confianza y permite un auténtico compañerismo. Son los buenos samaritanos de Nueva York.

Paola concluye: «No tenemos el objetivo de resolver todos los problemas… porque entendemos que somos pequeños, pero creo que siempre se puede hacer algo».

La oración era y sigue siendo primordial entre los «discípulos» de la Comunidad de San Egidio, que se ha multiplicado y sirve a los necesitados en más de setenta países de todo el mundo. Su página web afirma: «La oración, basada en la escucha de la Palabra de Dios, es la primera acción de la Comunidad: acompaña y guía la vida».

Estados Unidos

Los pueblos indígenas y la doctrina de la Iglesia

El Dicasterio para la Cultura y la Educación y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral publicaron una nota conjunta abordando la llamada “doctrina del descubrimiento”, relacionada con “los actos de violencia, opresión, injusticia social y esclavitud” cometidos contra los pueblos indígenas.

Paloma López Campos·4 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El 30 de marzo de 2023, al mediodía, se hizo pública una nota conjunta del Dicasterio para la Cultura y la Educación y el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral. El escrito versa sobre los abusos sufridos por los pueblos indígenas en nombre de los descubrimientos. Este documento llega ocho meses después de la visita del Papa Francisco a Canadá, en la que condenó públicamente la mentalidad colonizadora.

Francisco no ha sido el primero que habla contra los abusos de la colonización. Como expresa el comunicado, “en el curso de la historia los Papas han condenado los actos de violencia, opresión, injusticia social y esclavitud, entre ellos los cometidos contra las poblaciones indígenas. Ha habido numerosos ejemplos de obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos que han dado su vida en defensa de la dignidad de esos pueblos”.

Sin embargo, admitir esto implica también respetar los hechos históricos verídicos y “exige el reconocimiento de la debilidad humana y de los fallos de los discípulos de Cristo en cada generación. Muchos cristianos han cometido actos de maldad contra las poblaciones indígenas”.

El resultado de un diálogo

Para hacer frente a todo esto, la Iglesia inició un diálogo con miembros de los pueblos indígenas y, como resultado, “ha visto la importancia de afrontar el concepto denominado ‘doctrina del descubrimiento’”. El mismo término de descubrimiento es origen de debate en cuanto a su significado, puesto que en el ámbito jurídico, “el descubrimiento de tierras por parte de los colonos concedía el derecho exclusivo de extinguir, mediante la compra o la conquista, el título o la posesión de dichas tierras por parte de las poblaciones indígenas”.

En los siglos de las grandes exploraciones nació esa “doctrina” supuestamente apoyada en algunas bulas papales, como “Dum Diversas” (1452), “Romanus Pontifex” (1455) e “Inter Caetera” (1493). Sin embargo, la nota conjunta de los dicasterios afirma que “la “doctrina del descubrimiento” no forma parte de la enseñanza de la Iglesia católica. La investigación histórica demuestra claramente que los documentos papales en cuestión, escritos en un período histórico específico y relacionados a cuestiones políticas, nunca han sido considerados expresiones de la fe católica”.

A pesar de esto, también es cierto, y así lo declara el escrito, que aquellas bulas papales “no reflejaban adecuadamente la igual dignidad y los derechos de los pueblos indígenas” y, en ocasiones, las potencias políticas manipularon su contenido con el fin de justificar los abusos contra los indígenas. En consecuencia, “es justo reconocer estos errores, reconocer los terribles efectos de las políticas de asimilación y el dolor experimentado por las poblaciones indígenas, así como pedir perdón. Además, el Papa Francisco ha exhortado: «Que la comunidad cristiana no se deje contaminar nunca más por la idea de que existe una cultura superior a otras y que es legítimo usar medios de coacción contra los demás»”.

El respeto por cada ser humano

Lo que sí forma parte de la enseñanza de la Iglesia católica es “el respeto debido a cada ser humano. Por tanto, la Iglesia católica repudia los conceptos que no reconocen los derechos humanos intrínsecos de los pueblos indígenas, comprendida la que se ha dado a conocer legal y políticamente como ‘doctrina del descubrimiento’”.

Diversos documentos de la Iglesia han tratado de proteger los derechos de los indígenas a lo largo de la historia. Recientemente, este objetivo se ha reforzado con el “apoyo decidido de la Santa Sede a los principios contenidos en la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. La implementación de tales principios mejoraría las condiciones de vida y ayudaría a proteger los derechos de los pueblos indígenas, además de facilitar su desarrollo en un modo que respete su identidad, lengua y cultura”.

El arte de la reconciliación

El cardenal José Tolentino de Mendonça, prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, ha comentado la nota publicada. Dice sobre ella que “es parte de lo que podríamos llamar la arquitectura de la reconciliación, y también el producto del arte de la reconciliación, proceso a través del cual la gente se compromete a escucharse, a hablarse y a crecer en el entendimiento mutuo”.

El diálogo que la Iglesia mantiene con los pueblos indígenas permite entender los sufrimientos y los errores cometidos. Estas conversaciones muestran el interés del Pueblo de Dios por comprometerse en la búsqueda de la reconciliación y en el arte del encuentro.

Vías para el diálogo

Por su parte, la Conferencia Episcopal de Canadá ha expresado su agradecimiento por la nota promulgada y ha informado de que está trabajando para abrir nuevas vías para el diálogo. Tanto es así que los obispos están estudiando la posibilidad de organizar un simposio junto al Comité Pontificio de Ciencias Históricas con académicos indígenas y no indígenas.

El objetivo del encuentro académico es profundizar en el entendimiento histórico de la doctrina del descubrimiento. Los dos dicasterios encargados de la nota han expresado su apoyo a esta iniciativa. La Conferencia Episcopal estadounidense también ha mostrado su interés en el simposio, tal como lo ha expresado el arzobispo Paul S. Coakley, secretario de dicha Conferencia, en un comunicado.

Evangelización

Breaking in the habit, un fraile en internet

El padre Casey es sacerdote desde el 2019. Es conocido por hablar de su vida y de temas actuales en la Iglesia a través de las Redes Sociales, especialmente desde YouTube en su canal Breaking in the Habit.

Paloma López Campos·4 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Casey Cole se graduó en 2011, el mismo año en que entró a formar parte de la Orden de los Franciscanos. Este joven estadounidense lleva años predicando a través de Internet. Su labor llega a miles de personas, solo en YouTube su canal Breaking in the Habit cuenta ya con 270.000 suscriptores.

El objetivo, como él mismo describe, es ofrecer reflexiones personales y explicaciones desde una perspectiva católica y franciscana para aquellos cristianos que desean convertirse en mejores discípulos de Cristo y discernir su vocación. El padre Casey ha concedido una entrevista a Omnes en la cual nos habla de su predicación online.

¿Cómo se te ocurrió la idea de empezar un canal en YouTube? ¿Te pusieron algún impedimento tus superiores?

-Empecé a publicar vídeos en YouTube en el verano de 2015, cuando otro hermano franciscano y yo viajamos desde California hasta Washington D.C. Queríamos enseñar cómo es la vida franciscana y dar visibilidad a los hermanos franciscanos que nos encontramos en el camino. Después de eso, comencé a grabar reflexiones, explicaciones y breves documentales sobre la vida de los frailes.

Mis superiores siempre han apoyado mi trabajo.

Hablas sobre algunos temas controvertidos. Hiciste un vídeo sobre la industria pornográfica, luego hablaste sobre lo que los protestantes entienden correctamente, aquello en lo que se equivocan… Y usas títulos de vídeos muy provocativos: “No seas sacerdote”, “Jesús tenía un cuerpo buenísimo”, “Los mártires lo tuvieron fácil”, y otros. ¿Por qué lo haces? ¿Alguna vez has pensado que eso puede llevar a confusión?

-Vivimos en una época en la que todos estamos sobrecargados con los medios. Entre YouTube, TikTok, Instagram y todas las plataformas de streaming, hay más contenido para consumir que tiempo para verlo. Por ello, atraer a los usuarios se convierte en algo muy competitivo. Si no usas títulos y portadas de vídeos que hagan que la gente entre al contenido inmediatamente, los proyectos caen en la oscuridad.

Es importante apuntar algo en cuanto a la idea de clickbait. Hay quienes usan títulos ofensivos o portadas de vídeo con el objetivo de provocar a la gente, pero su contenido luego nunca habla de aquello que han puesto a propósito; luego, están otros que usan tácticas creativas y modernas que son efectivas para atraer a las personas a cuestiones para profundizar. Yo nunca hago lo primero. Me gusta coger lo controvertido y contestar con respuestas profundas y con una base lógica.

¿Qué podemos esperar de tu canal Breaking in the Habit en el futuro?

-Es difícil saberlo. Breaking in the Habit ha evolucionado varias veces a lo largo de los últimos siete años y sospecho que seguirá cambiando. Lo que espero es ofrecer contenido de buena calidad que haga a la gente pensar y acercarse a Cristo y su Iglesia. Según cambie lo que se lleve en los medios digitales, también cambiará mi modo de presentar las cosas.

Hiciste una gira este verano muy peculiar, una relacionada con el béisbol. ¿Cómo se dio esto? ¿Cuál ha sido el resultado?

-La gira fue un éxito rotundo. Otro fraile y yo viajamos por el país evangelizando en estadios de las Grandes Ligas de Béisbol. La idea era acudir al encuentro de la gente allí donde está, ser un testigo público en medio de la calle.

Los católicos no son una mayoría religiosa en Estados Unidos, ¿cómo es la relación entre la Iglesia y otras religiones? ¿Y entre los católicos y otras confesiones cristianas?

-En cualquier sitio en el que haya personas de distintas religiones va a haber tensión. Estados Unidos no es una excepción. Mi experiencia, sin embargo, ha sido tan positiva como negativa, y creo que los protestantes ayudan a que los católicos se fortalezcan en la fe. Allí donde los católicos son una minoría, hay mayor necesidad de entender la fe que se profesa y unirse más como comunidad.

¿Vas a participar en la JMJ 2023? Si vas a acudir, ¿cómo te estás preparando para ello?

-En estos momentos no tengo planes de asistir. Rezo para que sea una experiencia muy enriquecedora para quienes asistan.

¿Qué crees que es lo más importante que haces como sacerdote?

-Como mejor sepa hacerlo, escucho. Dada la esencia natural de los sacramentos de la vida cristiana y la escasez de sacerdotes, es muy fácil para los cristianos sobreestimar a un sacerdote y sus méritos, asumiendo que lo sabe todo y que puede hacerlo todo por su cuenta. Los mejores sacerdotes son aquellos que pasan la mayor parte de su tiempo escuchando y aprendiendo de otros.

¿Qué es lo mejor de ser un fraile franciscano?

-Lo mejor (y lo peor) de la vida franciscana es la fraternidad. Vivir con hombres de distintas edades y culturas, con diferentes perspectivas acerca de la Iglesia y del ocio, es una bendición, pero pocas veces es algo fácil.

¿Cuál es la idea errónea que suele tener la gente acerca de los frailes?

-No somos monjes. Los frailes son miembros de una orden mendicante, lo que significa que viajamos y mendigamos, en lugar de vivir dentro de los confines del monasterio. Nuestra vida está en el mundo.

Hace poco fue la Asamblea Plenaria de los obispos estadounidenses y el Nuncio apostólico preguntó acerca de la situación actual de la Iglesia y sobre la dirección que está tomando. ¿Cómo responderías tú a eso desde tu punto de vista?

-Ahora mismo somos una Iglesia muy dividida que ha perdido de vista su fundamento. Con demasiada frecuencia vemos a miembros de la Iglesia que se adhieren a partes políticas antes que a la misión del Evangelio. Hay algunos que son testigos de la reconciliación y de la esperanza, pero son demasiados los que están involucrados en los valores de este mundo.

Vaticano

El Papa agradece “el bien que hacen muchas personas del Opus Dei en el mundo”

El Papa Francisco ha recibido, en la mañana del 3 de junio, en audiencia a Mons. Fernando Ocáriz Braña, prelado del Opus Dei. El prelado ha informado al Santo Padre de los trabajos realizados en el reciente Congreso general Extraordinario.

Maria José Atienza·3 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El 3 de junio por la mañana ha sido la fecha del encuentro entre el pontífice y el prelado del Opus Dei. Una audiencia que se produce poco más de un mes después de la celebración del Congreso general Extraordinario que la Prelatura personal llevó a acabo con el objetivo de adecuar sus estatutos al motu proprio Ad Charisma Tuendum.

En un mensaje remitido a los fieles del Opus Dei tras el encuentro, Ocariz ha destacado que, además de trasladar al Santo Padre las líneas generales de trabajo desarrolladas en el Congreso, transmitió al Papa el “ambiente de aquellas jornadas, y del deseo de fidelidad al carisma de san Josemaría y de unión con el Papa, que se puso de manifiesto en todos y en todas. Al mismo tiempo, comuniqué al Santo Padre que hemos comenzado a trabajar con el Dicasterio del clero el documento que resultó del Congreso, para la decisión que habrá de tomar la Santa Sede”.

El prelado del Opus Dei ha estado acompañado, en esta visita, por el vicario auxiliar de la Prelatura, Mariano Fazio, quien contó al Papa “algunas iniciativas apostólicas que impulsan personas de la Obra junto a muchas otras en diversos países, para procurar transmitir el anuncio del Evangelio y servir a mucha gente”.

Por su parte, Francisco ha agradecido al prelado del Opus Dei “el bien que hacen muchas personas del Opus Dei en el mundo” y ha alentado a los fieles de la Prelatura a “difundir nuestro espíritu por todos lados en servicio de la Iglesia”.

Tras el Congreso general extraordinario que reunió en Roma a cerca de 300 fieles del Opus Dei, las principales conclusiones de estos días de trabajo han sido presentadas a la Santa Sede a través del Dicasterio del clero, organismo del que depende, desde el pasado agosto de 2022, la prelatura del Opus Dei.

La última audiencia del Papa al prelado del Opus Dei se produjo el 27 de noviembre de 2022. Ese día se cumplía  40 aniversario del Opus Dei como prelatura personal. La Obra adquirió esta figura jurídica con la publicación de la Constitución Apostólica “Ut sit”, dada en Roma el 28 de noviembre de 1982, durante el pontificado de san Juan Pablo II. 

En aquella audiencia, la prelatura personal se encontraba en plena preparación del congreso general extraordinario que se convocó con motivo de la publicación del motu proprio “Ad carisma tuendum” y tenía como objetivo adecuar los estatutos de la Prelatura a las indicaciones del Papa. 

Enseñanzas del Papa

Raíces y puentes. El Papa en Hungría

Las raíces son la fuente de la vida. Los puentes son necesarios para ir más allá de nosotros mismos. Sin raíces no podemos construir puentes, pero sin puentes no podemos extender nuestra vida hacia los demás ni permitirles vivir con nosotros. Un resumen de los mensajes del Papa en Hungría.

Ramiro Pellitero·3 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos

En su audiencia general del miércoles 3 de mayo, Francisco hizo un balance de su viaje pastoral a Hungría, “un pueblo valiente y rico de memoria”. Y utilizó dos imágenes: las raíces y los puentes.

Europa, puentes y santos

Todo empezó en el encuentro con las autoridades (cfr. Discurso, 28-IV-2023), cuando el Papa se inspiró en la ciudad de Budapest, caracterizada por su historia, sus puentes y sus santos; lo que forma parte de las raíces de esa tierra y de sus gentes.

A propósito de la historia reciente de Europa, señaló el Papa: “En la posguerra Europa representó, junto con las Naciones Unidas, la gran esperanza, con el objetivo común de que un lazo más estrecho entre las naciones previniera conflictos ulteriores”

Lamentó que luego no haya sido así: “En general, parece que se hubiera disuelto en los ánimos el entusiasmo de edificar una comunidad de naciones pacífica y estable, delimitando las zonas, acentuando las diferencias, volviendo a rugir los nacionalismos y exasperándose los juicios y los tonos hacia los demás. Parece incluso que la política a nivel internacional tuviera como efecto enardecer los ánimos más que resolver problemas, olvidando la madurez que alcanzó después de los horrores de la guerra y retrocediendo a una especie de infantilismo bélico”.

Pero Europa ha de recuperar su papel en el actual momento histórico: “Europa es fundamental. Porque ella, gracias a su historia, representa la memoria de la humanidad […]. Es esencial volver a encontrar el alma europea: el entusiasmo y el sueño de los padres fundadores”, de los grandes estadistas que fueron De Gasperi, Schuman y Adenauer en su trabajo por la unidad y la paz. Se quejó el Papa preguntándose, ahora, “dónde están los esfuerzos creadores de paz”. Esto, sin duda, tenía que ver no solo con las raíces, sino también con los puentes.

Preservar la identidad sin replegarse

Propone Francisco que Europa evite dos extremos: de un lado, el quedar presa de “populismos autorreferenciales” de los países; de otro lado, el transformarse “en una realidad fluida, o gaseosa, en una especie de supranacionalismo abstracto, que no tiene en cuenta la vida de los pueblos”. Aquí hizo una primera referencia a las “colonizaciones ideológicas” –citó el caso de la denominada cultura de la ideología de género–, o de los reduccionismos de la libertad –como el insensato “derecho al aborto”, que es siempre una trágica derrota–. 

La construcción de Europa debe estar “centrada en la persona y en los pueblos, donde haya políticas efectivas para la natalidad y la familia”. En Hungría, concretó Francisco, la fe cristiana puede ayudar al ecuménico trabajo de “pontonero” que facilita la convivencia entre diversas confesiones con espíritu constructivo. 

En tercer lugar, Budapest es ciudad de santos. Santos como san Esteban –primer rey de Hungría– y santa Isabel, además de María, reina de Hungría, enseñaron con sus vidas que “los valores cristianos no pueden ser testimoniados por medio de la rigidez y las cerrazones, porque la verdad de Cristo conlleva mansedumbre, conlleva amabilidad, en el espíritu de las Bienaventuranzas”

Por tanto –señaló Francisco– la verdadera riqueza humana se configura por la conjunción de una sólida identidad junto con la apertura a los demás, tal como se reconoce en la Constitución húngara, que se compromete a respetar tanto la libertad y cultura de otros pueblos y naciones como de las minorías nacionales dentro del país. Esto es importante, destacó, frente a “una cierta tendencia -a veces justificada en nombre de las propias tradiciones e incluso de la fe- a replegarse sobre sí”.

Al mismo tiempo, dejó el Papa otros criterios –asimismo de raíces cristianas- para el momento actual de Hungría y Europa: es un deber asistir a los necesitados y a los pobres, “y no prestarse a una especie de colaboracionismo con las lógicas del poder”; “hace bien una sana laicidad, que no decaiga en el laicismo generalizado” (que rechaza la religión para caer en brazos de la pseudorreligión de la ganancia); es bueno cultivar “un humanismo inspirado por el Evangelio y encaminado sobre dos vías fundamentales: reconocerse hijos amados del Padre y amar a cada uno como hermano”; hay que afrontar la acogida de los extranjeros, de modo razonable y compartido con los otros países de Europa.

Acogida, anuncio, discernimiento

Siguió esa línea en su encuentro con el clero (cfr. Discurso en la concatedral de San Esteban, 28-IV-2023). Como fundamento, y raíz central de nuestra vida, hemos de mirar a Cristo: “Podemos mirar las tormentas que a veces azotan nuestro mundo, los cambios rápidos y continuos de la sociedad y la misma crisis de fe en Occidente con una mirada que no cede a la resignación y que no pierde de vista la centralidad de la Pascua: Cristo resucitado, centro de la historia, es el futuro”. También para no caer en el gran peligro de la mundanidad. Decir que Cristo es nuestro futuro no es decir que el futuro es Cristo.

Les ponía Francisco en guardia frente a dos interpretaciones o tentaciones: “Primero, una lectura catastrofista de la historia presente, que se alimenta del derrotismo de quienes repiten que todo está perdido, que ya no existen los valores del pasado, que no sabemos dónde iremos a parar”. En segundo lugar el riesgo “de la lectura ingenua de la propia época, que en cambio se basa en la comodidad del conformismo y nos hace creer que al fin de cuentas todo está bien, que el mundo ha cambiado y debemos adaptarnos —sin discernimiento, esto es feo–”

Ni derrotismo ni conformismo

Para evitar estos dos riesgos –el derrotismo catastrofista y el conformismo mundano–, “el Evangelio nos da ojos nuevos, nos da la gracia del discernimiento para entrar en nuestro tiempo con actitud de acogida, pero también con espíritu de profecía”; es decir, acogiendo el tiempo que vivimos, con sus cambios y desafíos, sabiendo distinguir los signos de la venida del Señor. 

Todo ello, sin mundanizarse,  sin caer en el secularismo –vivir como si Dios no existiera–, en el materialismo y el hedonismo, en un “paganismo blando” y anestesiado. Y por el otro extremo, sin encerrarnos, por reacción, en una rigidez de “combatientes”; porque las realidades que vivimos son oportunidades para encontrar nuevos caminos y lenguajes, nuevas purificaciones de cualquier mundanidad, como ya advirtió Benedicto XVI (cfr. Encuentro con los católicos comprometidos en la Iglesia y la sociedad, Friburgo de Brisgovia, 25-IX-2011).

¿Qué hacer entonces? He aquí las propuestas del Papa. Fomentar el testimonio cristiano y la escucha, también en medio de las dificultades (como la disminución de vocaciones y, por tanto, el aumento del trabajo pastoral). Y siempre sobre la base de la oración –que protege la fortaleza de la fe– y del trato entusiasta con los jóvenes. No tener miedo al diálogo y al anuncio,  a la evangelización y a la bella tarea de la catequesis. Impulsar la formación permanente, la fraternidad, la atención a las necesidades de los más débiles. Huir de la rigidez, del chismorreo y de las ideologías. Promover el espíritu de familia y de servicio, la misericordia y la compasión. 

El lenguaje de la caridad 

Como en otros viajes pastorales, no podía faltar el encuentro con los pobres y refugiados (cfr. Discurso en la iglesia de Santa Isabel de Hungría, 29-IV-2023). En este contexto –y agradeciendo los esfuerzos de la Iglesia en Hungría, en tantos frentes caritativos–, Francisco habló con fuerza de un desafío impresionante, en la línea de lo que ya advirtieron tanto san Juan Pablo II como Benedicto XVI: “que la fe que profesamos no sea prisionera de un culto alejado de la vida y no se convierta en presa de una especie de ‘egoísmo espiritual’, es decir, de una espiritualidad que me construyo a la medida de mi tranquilidad interior y de mi satisfacción”. En cambio, “la fe verdadera es aquella que incomoda, que arriesga, que hace salir al encuentro de los pobres y capacita para hablar con la vida el lenguaje de la caridad” (cfr. 1 Co 13, 1-13). 

Necesitamos, añadió Francisco, saber hablar “con fluidez el lenguaje de la caridad, idioma universal que todos escuchan y comprenden, incluso los más alejados, incluso los que no creen”.

Y todavía advirtió que, mirando y tocando a los necesitados, no basta dar pan; sino que hay que alimentar el corazón de las personas con el anuncio y el amor de Jesús, que ayuda a recuperar belleza y dignidad.

No “virtualizar la vida”

El mismo día se reunió con los jóvenes, y les habló con claridad y entusiasmo (cfr. Discurso en el Papp László Budapest Sportaréna, 20-IV-2023). Les habló de Cristo, vivo y cercano, hermano y amigo, que gusta de hacer preguntas y no de dar respuestas prefabricadas. Les dijo que para hacerse grande hay que hacerse pequeño sirviendo a los demás. Un consejo valiente: “No tengan miedo de ir contracorriente, de encontrar cada día un tiempo de silencio para hacer un alto y rezar”, para llevar todo lo que nos pasa a la oración con Jesús  Aunque hoy el ambiente nos empuje a ser eficientes como máquinas –observó–, no somos máquinas. Al mismo tiempo, es verdad que con frecuencia nos quedamos como sin gasolina, y por eso necesitamos recogernos en silencio. Pero “no para quedarse pegado al celular y a las redes sociales”; porque “la vida es real, no virtual; no sucede en una pantalla, ¡la vida sucede en el mundo! Por favor, no virtualizar la vida”.

Ser “puertas abiertas”

Además de las raíces, son necesarios los puentes, como señalaba el Papa desde su primer discurso. Mantuvo ese telón de fondo en la homilía del domingo, 30 de abril, en Budapest, donde estaban presentes cristianos de distintas confesiones y ritos y países, que trabajan bien haciendo entre ellos puentes de armonía y de unidad. 

Francisco presentó la figura de Jesús, buen pastor, que ha venido para que las ovejas tengan vida en abundancia (cfr. Jn 10, 10). Primero las llama, después las hace salir. 

Como a nosotros, también hoy: “En cada situación de la vida, en aquello que llevamos en el corazón, en nuestros extravíos, en nuestros miedos, en el sentido de derrota que a veces nos asalta, en la prisión de la tristeza que amenaza con encerrarnos, Él nos llama”. “Viene como buen Pastor y nos llama por nuestro nombre, para decirnos lo valiosos que somos a sus ojos, para curar nuestras heridas y cargar sobre sí nuestras debilidades, para reunirnos en su grey y hacernos familia con el Padre y entre nosotros”.

Insiste el Papa en el mensaje central de su viaje pastoral: apoyarnos en las raíces para tender puentes, sin encerrarnos. Jesús nos invita “a cultivar relaciones de fraternidad y colaboración, sin dividirnos entre nosotros, sin considerar nuestra comunidad como un ambiente reservado, sin dejarnos arrastrar por la preocupación de defender cada uno el propio espacio, sino abriéndonos al amor mutuo”.

Jesús, después de llamarlas, hace salir a sus ovejas (cfr. Jn 10, 3). Por eso –propone Francisco–, tenemos que abrir nuestras “puertas cerradas”, tristes y dañinas: nuestro egoísmo e individualismo, nuestra indiferencia ante quienes nos necesitan; nuestra cerrazón, incluso como comunidades eclesiales un tanto cerradas al perdón de Dios (cfr. Exhort. ap. Evangelii gadium, 20). 

El Papa nos invita, en cambio, a “ser como Jesús, una puerta abierta, una puerta que nunca se le cierra en la cara a nadie, una puerta que permite entrar a experimentar la belleza del amor y del perdón del Señor”. Así seremos “‘facilitadores’ de la gracia de Dios, expertos en cercanía, dispuestos a ofrecer la vida”.

Oponerse a la colonización ideológica 

Finalmente, en su encuentro con el mundo universitario y de la cultura (cfr. Discurso en la Universidad católica Péter Pázmány, 30-IV-2023), Francisco se apoyó en Romano Guardini para distinguir dos tipos de conocimiento que no deben oponerse: el humanista y el tecnológico. 

El primero es de por sí humilde y se sitúa al servicio de las personas y de la naturaleza creada. El segundo tiende a analizar la vida para transformarla, pero, si prevalece de forma inadecuada, ¿podrá la vida permanecer viva? 

“Pensemos –propone el Papa a los universitarios húngaros– en el deseo de poner en el centro de todo no a la persona y sus relaciones, sino al individuo centrado en sus propias necesidades, ávido de ganar y voraz de aferrar la realidad”

No pretende el sucesor de Pedro sembrar pesimismo, sino ayudar a reflexionar sobre la “arrogancia de ser y de tener”, “que Homero ya veía como amenazante en los albores de la cultura europea y que el paradigma tecnocrático exaspera, con un cierto uso de algoritmos que pueden representar un riesgo más de desestabilización de lo humano”.

Alude Francisco de nuevo a la necesidad de oponerse a la “colonización ideológica” de un mundo dominado por la tecnología, de un humanismo deshumanizado. Un mundo que cae en la tentación de imponer el consenso contra las personas mismas (de ahí el descarte de los débiles, de los enfermos, de los ancianos, etc.), en nombre de la paz universal. 

En este ambiente, la universidad tiene la responsabilidad de promover el pensamiento abierto, la cultura y los valores trascendentes, junto con el conocimiento de los límites humanos. Pues la sabiduría no se logra con una libertad forzada e impuesta desde fuera. Tampoco con una libertad esclava del consumo. El camino es de la verdad que libera (cfr. Jn 8, 32).

Cultura

Sergio Rodríguez: «Cuando lo encontré, hacía 347 años que nadie había visto ese libro»

La editorial Herder publica Miguel de Molinos. Cartas para el ejercicio de la oración mental, libro encontrado después de siglos por el investigador Sergio Rodríguez López-Ros.

Loreto Rios·3 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos

Sergio Rodríguez López-Ros es académico de la Real Academia de Historia y vicerrector de Relaciones Internacionales del CEU. Hace unos años, encontró en la Biblioteca Apostólica Vaticana un libro del teólogo español Miguel de Molinos que llevaba siglos desaparecido.

Esta semana, el 31 de mayo de 2023, ha tenido lugar la presentación del libro Miguel de Molinos. Cartas para el ejercicio de la oración mental (Editorial Herder) en Roma, en la embajada de España ante la Santa Sede. El acto contó con la participación del prefecto de la Biblioteca Apostólica Vaticana, Mauro Mantovani, y de la archivera oficial del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, Manuela Borbolla.

En esta entrevista con Omnes, Sergio Rodríguez López-Ros nos habla de Miguel de Molinos y del hallazgo del libro. La historia de este personaje no está exenta de controversia y en algunos aspectos hoy sigue siendo un misterio.

¿Quién fue Miguel de Molinos?

Miguel de Molinos es uno de los personajes históricos españoles más desconocidos. Fue un teólogo del Barroco español.

Nace en una familia de clase media en Muniesa, un pequeño pueblo de Teruel. Con 18 años, va a formarse a Valencia, porque tiene allí una hermana que es religiosa. Se forma en el Colegio de San Pablo de los jesuitas que dependía de la Universidad de Coímbra, regentada también por ellos. Al mismo tiempo, lleva varias capellanías: la de las agustinas, la de las franciscanas…

Se forma con el padre Francisco Jerónimo Simón, un sacerdote valenciano. Se doctora en Teología y es capellán de diferentes conventos, también confesor en el colegio del Corpus Christi. Cuando muere su maestro espiritual, el padre Jerónimo Simón, Miguel de Molinos se introduce en el proceso de la causa de beatificación. La Diputación de Valencia le envía a Roma para llevar adelante el proceso.

De este modo, llega a Roma en 1663, en pleno apogeo del Barroco y en plena lucha de Francia y España para ver quién era el que más influencia tenía ante los Papas. Al principio vivía en unas calles que yo pude localizar.

Al llegar a Roma, implanta lo que él había conocido del padre Jerónimo Simón, que era la Escuela de Cristo. Consistía en unos pequeños ejercicios espirituales en que reunía una vez por semana a una serie de gente que iban rotando: los lunes unos, los martes otros, los miércoles otros… Se reunían en una cripta, que también pude localizar, y que está debajo de la iglesia de Santo Tomás de Villanueva y de San Ildefonso.

Yo pude acceder a esa sala después de muchísimos siglos sin nadie verla. La mayoría de agustinos españoles hasta hoy son de origen vasco o navarro. Les gustaba jugar al frontón y la pelota vasca y usaban la cripta para eso durante los siglos posteriores, cuando se perdió el nombre de Molinos.

Antaño, durante la época de Molinos, allí iba la alta sociedad de la época: príncipes romanos, condes, gente vinculada a la corte pontificia, cardenales…

Molinos estaba bien posicionado y, de hecho, el Papa, el beato Inocencio XI, pensó en hacerle cardenal y tenía una gran querencia por él.

Lo que ocurre es que cuando uno hace las cosas bien suele tener enemigos, envidias, no solo en España. Los jesuitas, que estaban desarrollando su propia escuela con los ejercicios de san Agustín, empiezan a mostrar recelos hacia él, y también los dominicos.

Son ellos los que provocan un poco que tenga lugar un primer proceso de la Inquisición. Pero los seis teólogos designados por el Papa dieron un parecer positivo, por lo que salva perfectamente esta primera acometida. Pensemos que él acababa de publicar la Guía espiritual, que es el libro central de Miguel de Molinos. Él tenía dos corrientes: por un lado, estaban la Guía espiritual, las Cartas para el ejercicio de la oración mental y la Defensa de la contemplación; por otra parte, tiene la Práctica para el ejercicio de la buena muerte y la Defensa de la comunión cotidiana.

Las cartas no eran un libro. Él sostuvo correspondencia con muchísima gente, escribió unas 12000 cartas, que es muchísimo. Un discípulo suyo se dedicó a compilarlas. De ahí surgieron las Cartas para el ejercicio de la oración mental. No son más que una versión simplificada, hecha por uno de sus discípulos, de la Guía espiritual.

El proceso inquisitorial tuvo lugar en 1681-1682 y, cuando concluye, el dictamen es favorable a Molinos. En esa época, escribe la Defensa de la contemplación, debido a que algunas corrientes querían atacar ese método contemplativo.

Molinos, basándose en san Agustín, dice que tenemos que buscar a Dios en nuestro interior, ya que el demonio pone ante nosotros muchas tentaciones. Dice que debemos vaciarnos de nosotros mismos. En aquella Roma de fasto del Barroco, de grandes puestas en escena, aquello les chirriaba mucho y provocó envidias. Cuando la Escuela de Cristo empieza a extenderse fuera de Roma, por toda Italia y llega a Nápoles, que era española entonces, Francia tiene miedo de que aquello cobre más fuerza y oscurezca el papel que estaban teniendo sus místicos hasta ese momento. Por tanto, provoca un nuevo caso inquisitorial, yo intuyo que con métodos corruptos.

El proceso tiene lugar en 1685. Rastrear hoy en día todo lo que ocurrió es muy difícil, porque, cuando llegó la Revolución Francesa a Roma, desaparecieron muchos papeles de los procesos inquisitoriales, y solo quedaron 46 legajos de los procesos de Molinos. A mi entender, lo que hizo Francia fue calumniar, atribuir a Molinos cosas que nunca había dicho. De hecho, ninguna de las tesis por las que es procesado está en sus escritos. Es todo producto de confesiones o bien forzadas o atribuidas a él falsamente por testigos comprados. Finalmente, al Papa no le queda más remedio que apresar a quien era su amigo, y en 1687 decreta su condena de por vida.

Es recluido en las prisiones que tenía la Inquisición, en la sede, hoy Dicasterio para la Doctrina de la Fe. Durante su encarcelamiento, Molinos vestía una estameña, una especie de saco, muy austero, y llevaba una vida de recogimiento. Él se defendió con mucha serenidad y reiteró siempre su amor a la Iglesia. También refutó cualquier crítica de que la oración suplantaba los sacramentos, que era una de las tesis que se le atribuía. Lo malo es que Francia en ese momento tiene más fuerza que España, pensemos que en 1687 los Habsburgo están desapareciendo en España, en cambio los Borbones, con Luis XIV a su frente, están en el momento más álgido.

El proceso coincide con un periodo de decadencia en España, mientras que Francia estaba más pujante. En 1704 muere el último Habsburgo y empieza la guerra entre Francia y España por ver quién es el sucesor de los Habsburgo, que finalmente son los Borbones. Todo eso está movido por Luis XIV, que es quien luego logra poner en el trono de España a su sobrino Felipe V. Miguel de Molinos era tan significativo en Roma que apresarlo a él y matarlo era dar la puntilla al imperio español, era lograr dar a España donde más daño le hacía.

Molinos está 8 años en prisión, hasta que en 1696 es ejecutado. El motivo por el cual es ejecutado permanece desconocido para todos nosotros, porque no se conoce todo el procedimiento. Yo creo que debió de ser fruto de las intrigas francesas dentro de la Inquisición. Tampoco sabemos si fue un ajuste de cuentas dentro de la propia prisión. En 1696 él muere y con la investigación descubrí también dónde estaban los restos: en el osario que hay justo debajo del propio archivo del Dicasterio.

¿Cómo fue el hallazgo de las cartas?

Yo sabía que había un libro de Miguel de Molinos que hacía siglos que estaba desaparecido, que era las Cartas escritas a un caballero español desanimado para ayudarle a tener oración mental dándole un modo para ejercitarla. El título era muy barroco. La editorial lo ha resumido en Cartas para el ejercicio de la oración mental. Era un libro escrito por Miguel de Molinos en su etapa romana. El libro lo localicé en la Biblioteca Apostólica Vaticana.

En 1966 se pusieron a disposición de los investigadores todos los libros que habían sido considerados en su día no aptos para ser leídos por católicos. Entre ellos estaban las cartas espirituales de Miguel de Molinos, que no habían sido condenadas por la doctrina, como he comentado, sino por una pugna entre Francia y España de tema político, porque Molinos tenía mucha fuerza en Roma.

Cuando lo encontré en la biblioteca, hacía 347 años que nadie había visto ese libro. Enseguida pensé en editarlo y en traducirlo. Porque de la edición española solo hay dos ejemplares, uno en la Biblioteca Nacional de España, en Madrid, y otro que es la edición posterior que se hizo en Italia y que se conserva en la Biblioteca Apostólica Vaticana. El tejuelo era nuevo, debajo se veía el viejo y evidentemente era de los fondos de la Inquisición. Siempre digo que hay que entender que la Inquisición lo que procuraba era orientar a la gente a las buenas lecturas.

La gente de hoy es muy distinta a la gente de antes, antes nadie tenía formación teológica, en primer lugar porque no sabía leer, y, además, no es hasta el Concilio Vaticano II cuando la gente empieza a formarse en la fe. El papel de la Inquisición fue siempre proteger a esa gente humilde, gente que no tenía criterio sobre las lecturas que podían perjudicarles espiritualmente. Era una especie de ayuda, de guía, y no es eso que sale en las películas de escarnios, torturas, hogueras…

Cuando encontré las cartas, lo que hice fue encargar una traducción de la segunda edición, corregida y aumentada respecto a la primera española. Tienen dos partes: una parte en la cual habla del aparato teológico en el que se basa, citando a Santa Teresa, a san Juan de la Cruz, a san Ignacio, a los padres de la Iglesia, san Juan Crisóstomo, etc. Luego hay una segunda parte en la que explica cómo poner en práctica todo eso.

Es muy curioso, porque, en una ocasión, envía el libro a un funcionario español, y le dice: “Si usted tuviese cada día un ratico para practicar la oración, le iría muy bien”. Después de tantos años viviendo en Italia, aún tiene ese deje aragonés.

El libro se publica gracias a la gran labor de la Biblioteca Apostólica Vaticana. Ya desde la época del cardenal Javierre, que fue un gran cardenal, se fueron abriendo los archivos.

La investigación no ha consistido solo en la publicación del libro, sino también en haber encontrado los lugares donde vivió, donde hacía la Escuela de Cristo, donde vivía cuando fue apresado, donde fue juzgado, donde fue luego recluido y finalmente donde fue ejecutado y donde están sus restos.

¿Cuál era el pensamiento de Miguel de Molinos?

Lo que Molinos sostiene viene a ser la mística de santa Teresa: la vida ascética, simple y sencilla. Propone una vida austera, esa austeridad española de pocas palabras, más bien de hechos. Luego, busca la purgación, quitar de nuestra vida todo lo que nos sobra, lo que nos perjudica (ambiciones, poder), para centrarnos en lo que Dios quiere de nosotros. Habla también de esa parte última que es la contemplación, cuando uno recorre el camino de la Cruz, de la Pasión, e intenta unirse a Jesús en ese sufrimiento, configurarse con Él, y, a través de eso, transfigurar su vida propia y convertirse en una mejor persona. Este es básicamente el método de Molinos, que se podría ejemplificar con muchas citas.

Se trata de perseverar en la oración, encomendándose a un santo, siguiendo su ejemplo de vida, y el objetivo final es llegar a configurarse con Jesús, sintiendo que la Pasión salvadora y redentora de Jesús en la Cruz es para toda la humanidad, pero empieza por uno mismo. Dice que hay que matar como sea “esa hidra de siete cabezas que es nuestro egoísmo”. Dice que tenemos ese egoísmo que nos mete en el corazón el demonio, la voluntad de poder. Hoy en día sería por ejemplo querer más dinero, viajar, un coche mejor, o tener éxito mundano a toda costa. Molinos propone lo contrario: Él fue sencillo en el nacimiento, sencillo en la muerte, pues compartamos la vida con Él.

Puede parecer que ese vaciarse de deseo tiene una relación con la espiritualidad oriental, pero lo que Molinos defiende es apagar el ego para dejar sitio a Dios. La mayoría de la gente desde que se levanta hasta que se acuesta está pensando en un trabajo mejor, en una televisión mejor, las vacaciones este verano, y prescinde de lo esencial. Lo que Molinos sostiene no es esa aniquilación del deseo a la oriental, en el sentido de que lo que le pase al mundo me es igual. Precisamente lo que estimula es al compromiso: vamos a dejar aparte lo que uno quiere y vamos a ver lo que Dios quiere de nosotros.

Cuando el ego ocupa toda nuestra alma, todo nuestro corazón, no dejamos sitio a Dios. La salvación budista en el fondo es la salvación de uno mismo, es más egoísta. En el mundo cristiano, por el contrario, es la salvación de uno mismo a través de los demás y para los demás. Es el método de san Francisco de Sales, de Introducción a la vida devota. O también cuando san Ignacio propone la síntesis entre conciencia y mundo no es para uno mismo, sino para los demás.

Creo que leer hoy en día a Molinos es una buena forma de volver a la vida simple, a lo esencial, a olvidarnos de un mundo que a través de un clic tenemos todo al alcance de la mano. Pero carecemos de lo esencial, se nos olvida la fe, se nos olvida la caridad, la esperanza, la entrega, el amor gratuito hacia Dios, en primer lugar, y hacia los demás.

Sagrada Escritura

James Prothro: «La Biblia es un libro que debemos hacer vida»

James Prothro es profesor de Teología y Sagrada Escritura en el Augustine Institute. Ha estudiado en profundidad el griego antiguo y las cartas de san Pablo, y en su carrera académica trata de ayudar a sus alumnos a sacar el máximo partido a la Biblia.

Paloma López Campos·3 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 7 minutos

Leer la Biblia puede llegar a ser difícil, pero lograr una traducción fidedigna y adecuada lo es todavía más. Porque “si la Biblia es un libro que tenemos que hacer vida y a través del cual escuchamos a Dios hablarnos, entonces cada detalle de la traducción es importante”, como dice James Prothro, profesor de Teología y Sagrada Escritura en el Augustine Institute.

Prothro explica en esta entrevista algunos de los desafíos a los que se enfrentan los traductores y brinda claves para sacar el máximo provecho de la lectura de la Biblia.

¿Hay alguna idea o concepto que los católicos deberíamos mantener siempre en la mente cuando leemos o traducimos la Biblia?

James Prothro, profesor del Augustine Institute

– Una cosa no, muchas. En Estados Unidos, a muchos católicos no les importa la traducción de la Biblia y, si les importa, lo único que piden es que sea teológicamente correcta. Esto es bueno, pero al final acaban eligiendo aquella que les es más familiar. 

Pero creo que es bueno tener dos cosas en cuenta, las cuales están muy bien explicadas en dos encíclicas. Una es  “Providentissimus Deus”(1893) y la otra, “Divino Afflante Spiritu” (1943).

En la primera, el Papa León XIII hace una llamada a la renovación de los estudios bíblicos. Una de las cosas que dice es que la gente debe volver a los idiomas originales y a los antiguos manuscritos. Dice que la Vulgata es la Biblia oficial de la Iglesia y que es sustancialmente correcta, pero eso no significa que cada uno de los versos traducidos ofrezca la mejor traducción de lo que el autor quiso decir. Pero si lees toda la Vulgata, no hay desviaciones en cuanto a Doctrina o moral. En 1943, Pío XII dice lo mismo. La Vulgata sigue siendo la Biblia oficial de la Iglesia, está libre de errores en la fe y en la moral.

Entonces, ¿por qué hay que intentar volver a las lenguas originales? Esto es porque si creemos que Dios inspiró a los autores como tal, de modo que Dios hace afirmaciones y nos señala la verdad a través de lo que ellos enseñan, incluso si la traducción es segura y doctrinalmente correcta, puede ser que no nos esté dando todo lo que Dios quiso inspirar en un principio.

Ahora bien, si lees toda la Vulgata no te vas a desviar en cuanto a Doctrina o moral, vas a estar en el camino correcto.

A veces, con las traducciones, me gusta preguntar a la gente para ponerla a prueba: ¿para qué crees que sirve leer la Biblia? Podríamos pensar que es una respuesta fácil, pero no. Si alguien dice que la razón por la que tenemos la Biblia es para poder leerla y adquirir la doctrina, y que luego podemos ir a buscar otras fuentes, entonces piensa que la Biblia no es un libro para vivirlo, por lo que siempre que la traducción sea ortodoxa estará bien.

Por el contrario, si la Biblia es un libro que tenemos que hacer vida y a través del cual escuchamos a Dios hablarnos, entonces cada detalle de la traducción es importante. Es verdad que siempre va a haber imperfecciones, pero tratar de interpretar la mente del autor humano para oír bien la voz del Autor divino es realmente importante. La Biblia es un libro que debemos hacer vida y al que debemos volver una y otra vez.

El lenguaje está vivo y cambia con la sociedad. ¿Crees que las traducciones de la Biblia tendrán que cambiar con los idiomas y nuestra sociedad?

– Creo que sí. Si pensamos en las diferencias entre el español en el siglo quince y el español actual, podemos ver que hay ciertas cosas que en su momento eran expresiones correctas pero que hoy tienen otro significado.

Por ejemplo, en inglés la palabras “silly” antes significaba “limpio” o “inocente”. Por eso había canciones e himnos sobre la “silly Virgin Mary”, que se traducirían como la «limpia virgen María», pero hoy significa “la tonta virgen María”.

Lo mismo ocurre con la lengua a la que traducimos: debido a los cambios en nuestros idiomas tenemos que ajustar las cosas para que la gente oiga lo correcto. Lo mismo ocurre con las lenguas antiguas. Yo he pasado mucho tiempo trabajando con el griego antiguo y si utilizo un diccionario en el que se traduce el griego de los tiempos de Homero y luego lo uso para traducir el Nuevo Testamento, me voy a equivocar porque la lengua cambió con el tiempo.

Traducir la Biblia es muy difícil, debido especialmente a las diferentes situaciones sociales de las personas para las que se escribe. Si quieres hacer una traducción que sea realmente buena para estudiar, entonces tiene que ser exacta palabra por palabra. Pero puede que eso no comunique bien el mensaje a aquellas personas que no están estudiando las Escrituras en profundidad, que solo están escuchando o no saben leer.

Entonces, ¿qué tipo de traducción debemos hacer? Depende del público para el que estés escribiendo, porque no solo cambian los idiomas, también hay diferencias en las personas según los grupos sociales.

Uno de mis ejemplos favoritos sobre esto es una tribu indígena que no tenía ovejas. Los misioneros se dieron cuenta de que no sabían ni lo que era una oveja ni podían asociar la idea de pastor que cuida, pero sí tenían cerdos. Entonces tradujeron a Jesús diciendo “Yo soy el buen porquero que da su vida por los cerdos”. Por un lado, esto les ayuda a entender el cariño de Cristo y les hablas con términos que comprenden. Pero, por otro lado, en el Antiguo Testamento Dios señala a los cerdos como algo impuro y prohíbe a los judíos tocarlos. Por tanto, ganas y pierdes al mismo tiempo al realizar una traducción así.

En definitiva, cuando la gente me pregunta por la traducción de la Biblia que deben comprar yo recomiendo que sean dos distintas, algo que ya decía san Agustín.

La Biblia está originalmente escrita en hebreo, arameo y griego. Sabiendo esto, es muy fácil perder la esencia de las palabras usadas a través de las traducciones. ¿Cómo podemos saber qué es lo que Dios quiso realmente?

Voy a volver a san Agustín para esto, que tiene que ver con lo que hemos dicho de buscar una traducción ortodoxa de la Biblia. San Agustín dice que si lees con fe, amas a Dios y amas al prójimo, puedes interpretar incluso los pasajes que son más confusos de la mejor manera posible. Si al leer la Biblia esta no te lleva a rezar o a amar, no la estás leyendo bien. Para Agustín esto es esencial.

De todos modos, la palabra de Dios definitiva es el Verbo, Jesucristo. Él nos señala quién es Dios, su salvación y su amor. Por lo que si conocemos este Verbo, podremos llegar a conocer lo demás.

De todos modos, el siguiente paso para aquellos que quieran profundizar en el estudio de la Biblia es conseguir una edición de estudio o un comentario con notas que se refieran al contexto y contengan explicaciones.

Leer y entender la Biblia es algunas veces difícil y confuso, ¿por dónde es mejor empezar?

Hay muchas buenas respuestas a esa pregunta. Yo no recomiendo empezar por el principio y leer seguido hasta el final, porque es fácil perderse en el Levítico. Lo que yo recomiendo, especialmente si el lector es un cristiano con conocimiento de los conceptos básicos, es empezar por los Evangelios, especialmente por el de san Lucas.

Primero porque si queremos leer toda la Biblia bajo la luz de Cristo, los Evangelios te ayudan a empezar bien pues se centran precisamente en Él. Por otro lado, como son narraciones, es fácil que resuenen para nosotros.

Los Evangelios son más sencillos que las cartas de san Pablo, donde se asume que el lector conoce la historia y se abren discusiones acerca de ideas concretas.

El Éxodo y el Génesis también son buenos sitios por donde comenzar, pero tienen ciertas cosas que pueden escandalizar a algunos lectores. Por eso creo que empezar con Jesús y los Evangelios es lo mejor antes de leer lo demás.

Has escrito acerca de la penitencia y la reconciliación, ¿podrías explicar cómo la idea de penitencia cambia del Antiguo al Nuevo Testamento? ¿Qué significado tiene para los católicos hoy?

Para ser breve me fijaré en 2 Corintios 3, donde san Pablo contrasta los dos Testamentos. Lo hace de diferentes maneras pero hace especial hincapié en el don del Espíritu Santo enviado por Cristo.

Si el Espíritu Santo nos une a Cristo y a la vida de gracia divina, entonces cada acto de penitencia nos une más a la muerte y resurrección de Cristo. En el siguiente pasaje, san Pablo habla sobre el modo de llevar la muerte de Cristo en nosotros para ponerla al servicio de la vida. Todos nuestros sufrimientos nos pueden acercar a la gloria del Cielo.

Hay muchas cosas acerca de la penitencia que no cambian entre un Testamento y otro. La oración, el ayuno y la limosna son muy importantes, siguen siendo esenciales. Las obras de misericordia tanto corporales como espirituales también se encuentran en los dos Testamentos. La idea de que rechazarse a uno mismo, ya sea a través del ayuno o de otra penitencia, nos santifica y nos enseña a amar está inscrita en toda la Escritura.

Y, con todo, al estar unidos al Espíritu Santo, el perdón de los pecados puede ser completo, no contamos solo con una anticipación. Todavía más, la penitencia no es solo un modo de aprender a amar, es un modo de unirnos al amor de Cristo.

¿Crees que en el futuro la gente no entenderá ciertas referencias que hay en la Biblia por los cambios y avances sociales? Por ejemplo, al perder el contacto con la naturaleza, es posible que en el futuro la gente no conozca la figura del pastor.

–Creo que hay algunas cosas que sí perderemos, pero insisto en la idea de una buena Biblia para el estudio que nos explique los conceptos. Por tanto, puede que no seamos siempre capaces de traducir todo dentro del contexto exacto. Pero lo podemos explicar y la gente que quiera saber más podrá hacerlo gracias a la Historia.

Creo además que las ideas relacionadas con la naturaleza, incluso si vivimos en un mundo tan digital, podremos conservarlas gracias a la buena literatura. Pero otros conceptos como el amor se volverán más complicados. Cuanto más nos aferramos a ciertos detalles de la Biblia más los empañamos con nuestras propias interpretaciones. Esto es algo en lo que tendremos que trabajar, para redefinir los conceptos.

¿Crees que habría que volver a estudiar griego y latín para leer la Biblia?

Vamos a ver, soy profesor de griego. Yo les digo a mis estudiantes que estudiar griego antiguo no es para todo el mundo. Requiere mucho trabajo de memoria, no puedes aprenderlo a base de ver series con subtítulos. Pero también te diré que no he conocido a nadie que me haya dicho que no ha merecido la pena. Todos dicen que aprender griego les ha ayudado a profundizar en su entendimiento de la Biblia, a aumentar su interés, o que incluso ha cambiado el modo que tenían de leerla, incluso cuando está traducida.

Estados Unidos

¿Trabajar en domingo, día del Señor?

¿Es lícito que los empleadores obliguen a trabajar a los empleados en los días dedicados al culto religioso? La cuestión está ahora en manos del Tribunal Supremo de Estados Unidos tras las reclamaciones de Gerald Groff, un cristiano evangélico.

Gonzalo Meza·3 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

¿Dedicar el domingo al trabajo o a Dios? Para Gerald Groff, un cristiano evangélico de Pennsylvania, que trabajó como cartero rural, la respuesta es clara: «El domingo es un día en el que nos congregamos como creyentes. Honramos el Día del Señor» y no es posible dedicar ese día al trabajo.

Dicha afirmación le valió amonestaciones y advertencias de despido por absentismo de su empleador: la Oficina de Correos de los Estados Unidos (USPS, por sus siglas en inglés). Antes de que lo despidieran, Groff renunció pero demandó a USPS por «discriminación religiosa» bajo el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964 y un fallo del Tribunal Supremo de 1977 conocido como «Trans World Airlines, Inc. v. Hardison».

Su caso no prosperó ni en una Corte de Distrito de Pennsylvania ni en su Corte de Apelaciones.  Ahora, el caso está siendo discutido en el Tribunal Supremo de Justicia, el cual deberá decidir una cuestión fundamental que podría afectar a las leyes laborales de EUA: si un empleador debe hacer concesiones para que un empleado pueda ejercer sus prácticas religiosas, aun cuando esto afecte a la empresa y a los otros empleados. El caso es conocido como «Groff v. DeJoy», pues la demanda la realiza Groff contra el director general de USPS, Louis DeJoy.

El empleo

Gerald Groff creció en el condado de Lancaster, Pennsylvania. De niño acudió a escuelas administradas por los Menonitas. Vivía frente a la granja de sus abuelos. Por ello cuando su abuelo murió, Groff se acercó tanto a Dios que decidió participar en misiones evangélicas cristianas en varias partes del mundo. A su regreso a los EUA tuvo varios empleos hasta que inició a trabajar en el 2012 en USPS como cartero rural.

Groff sabía que probablemente tuviera que trabajar los fines de semana, pues la entrega de correos no se detiene. Durante algún tiempo, Groff obtuvo concesiones para no trabajar el domingo y suplir dicha jornada en otros días. Sin embargo, en el 2013 el gigante corporativo Amazon firmó un contrato con USPS para la entrega de mercancía incluso los domingos. Durante algún tiempo la situación de Groff no cambió. No obstante, para evitar futuras complicaciones Groff se cambió a una sucursal de USPS con menor volumen de trabajo.

En su nueva sucursal los gerentes también buscaron formas para conceder la solicitud de Groff. Pero en el 2018 fue imposible hacerlo debido a la ausencia de empleados que pudieran cubrir turnos de trabajo los domingos. Por ende, se le notificó a Groff que tenía que acudir a su empleo el domingo. Como ya lo había hecho varias veces, Groff informó a su director de sucursal que no lo haría debido a sus creencias religiosas. Su respuesta le valió notificaciones de posibles medidas disciplinarias por absentismo laboral e incluso la terminación de su contrato. Antes de que eso ocurriera Groff renunció, pero presentó una demanda ante un Tribunal de Distrito de Pennsylvania.

Bases legales

Las bases de dicha demanda fueron varias leyes, entre ellas, el Título VII de la Ley de Derechos Civiles de 1964 y un fallo del Tribunal Supremo de EUA de 1977 conocido como «Trans World Airlines, Inc. v. Hardison». La primera prohíbe a un empleador discriminar a un individuo a causa de su religión (definida como «todos los aspectos de la práctica y la observancia religiosa, así como las creencias»). Cuando el trabajador solicita a su empleador concesiones razonables para ejercer su fe, este debe buscar formas para concederlas, a menos que estas impliquen dificultades excesivamente gravosas para el negocio. En ese rubro, el fallo «Trans World Airlines vs Hardison» de 1977 señala que dichas concesiones onerosas significan que al otorgarlas el empleador tiene que «asumir un costo mayor al mínimo» («de minimis cost»).

USPS y otros empleadores han señalado que este costo mayor al mínimo implica el surgimiento de problemas onerosos para el negocio y para los otros trabajadores. Cuando a un trabajador se le concede una licencia de este tipo, alguien debe trabajar en las horas y días de ausencia del empleado con permiso. Y cuando eso se suscita cada semana, se pueden crear tensiones de diverso tipo entre los otros empleados. En el caso «Groff v DeJoy» la negativa de presentarse a trabajarlos domingos creó, según USPS, una «atmósfera tensa y resentimiento» entre los trabajadores.

El Tribunal Supremo deberá decidir cuáles son los parámetros de costo mínimo que un empleador debe demostrar en caso de que se negase a hacer concesiones religiosas razonables a un empleado. No será un caso fácil pues el demandante solicita revertir o al menos revisar el fallo de 1977 «Trans World Airlines, Inc. v. Hardison». Se espera que el Tribunal emita una decisión en junio. Este fallo podría marcar las leyes laborales federales y el significado de los días sagrados no solo para los cristianos, sino para los judíos (el sábado) y musulmanes (viernes).

Mundo

Cáritas España contribuye a luchar contra la trata de personas en Ucrania

Desde que Rusia invadió Ucrania en 2022, ha aumentado considerablemente la trata de personas en el país. Ante esta situación, Cáritas Española ha aportado 214.000 euros a un programa de lucha contra esta lacra.

Loreto Rios·2 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Cáritas ha informado en un comunicado de que, desde que comenzó la invasión rusa en Ucrania en febrero de 2022, «100.000 menores han sido trasladados a Rusia de manera forzada con fines de explotación sexual, laboral, tráfico de órganos y alistamiento forzoso». A esto se añade que se ha incrementado la violencia sexual en las zonas ocupadas.

Aumento de la trata durante la guerra

Durante este tiempo, Cáritas Ucrania ha detectado que la trata de seres humanos ha ido en aumento, no solo en Ucrania, sino también en los países de tránsito, así como los abusos sexuales.

«Los supervivientes apenas solicitan ayuda a instituciones oficiales (servicios sociales o policía). Normalmente acuden a organizaciones sociales como Cáritas, ya que tanto el Estado como las autoridades locales no tienen capacidad para hacer frente al problema y ayudar a las víctimas de forma integral. La mayoría de las organizaciones sociales se centran exclusivamente en el campo de la prevención, pero no en proveer servicios de reintegración a los supervivientes”, explica Carmen Gómez de Barreda, responsable de la campaña Cáritas con Ucrania.

Por todo ello, Cáritas España ha destinado 214.000 euros a un programa de lucha contra la trata de personas en Ucrania. Según indica Cáritas en su comunicado, el objetivo de este programa es «prevenir esta lacra, identificar a las víctimas entre la población más vulnerable y brindarles servicios para su reintegración social».

Asistencia psicológica y material

«El personal de Cáritas conoce cómo identificar a las víctimas de trata. En primer lugar, se atenderá a los desplazados internos, a quienes fueron capturados por los ocupantes, a solicitantes de asilo que han retornado, a migrantes laborales y a personas tradicionalmente vulnerables, como jóvenes, desempleados o personas de zonas rurales alejadas. Una vez registradas estas personas, se diseñará un plan de asistencia y reintegración ad hoc”, explica Carmen Gómez de Barreda. 

Las víctimas y sus familias recibirán asistencia psicológica individualizada, además de ayuda material, social, médica y legal. Este proyecto tendrá una duración de dos años, y se prevé que prestará ayuda a 125 personas y sus familias cada año.

Esta no es la primera de las aportaciones de Cáritas Española a Ucrania, ya que desde 2010 colabora en diferentes proyectos en el país y, desde que comenzó la invasión, ha contribuido con cinco millones de euros para atender las necesidades provocadas por la guerra.

Cine

¿Qué ver este mes en el cine o en casa?

Patricio Sánchez Jaúregui recomienda novedades, clásicos, o contenido que aún no has visto en el cine o en tus plataformas favoritas.

Patricio Sánchez-Jáuregui·2 de junio de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La historia de un niño que padece hemofilia y la historia de cuatro atletas jamaicanos son las propuestas de cine para el mes de junio.

Glassboy

Glassboy

Director: Samuele Rossi
Guion: Rolando Colla, Josella Porto y Samuele Rossi
Actores: Andrea Arru, Loretta Goggi, Giorgia Wurth

Pino es un niño que padece hemofilia y vive confinado en casa. Todos los días se
asoma a la ventana y ve la vida que no puede tener. Quiere ser libre, pero sobre
todo quiere ser normal. Animado por sus ganas de vivir, decide escaparse y
emprender su propia aventura, seguido por sus nuevos amigos.

Este entretenido viaje lleno de emoción y valores sirve de excusa perfecta para
traer a la palestra las relaciones familiares, enfrentando libertad y
responsabilidad en una época de sobreproteccionismo extremo.

Una coproducción de varios países europeos que llega a España después de
coleccionar una buena ristra de galardones. Añade su nombre a otros
títulos carismáticos y entrañables como Stand by me, Los Goonies, o las recientes
comedias familiares de Santiago Segura.

Elegidos para el triunfo

Elegidos para el triunfo

Dirección: Jon Turteltaub
Guion: Lynn Siefert, Michael Goldberg, Tommy Swerdlow, Michael Ritchie
Actores: John Candy, Leon, Doug E.Doug
Música: Hans Zimmer

La historia real de cuatro atletas jamaicanos que vieron truncados sus deseos de
correr en las olimpiadas y crearon un equipo de bosley. Sin recursos o
conocimientos de la nieve, reclutan como entrenador a un excampeón
estadounidense (John Candy).

Disparatada, estimulante y emocionante, Elegidos para el triunfo es una
comedia de los 90. Para toda la familia, goza aún hoy de buena aceptación entre
el público y la crítica, y se ha convertido en una carta de amor a todos aquellos
que busquen cumplir sus sueños. Dulce e inspiradora, una buena película para
cualquier ocasión

El autorPatricio Sánchez-Jáuregui

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Estados Unidos

Padre Salvo, rector de Saint Patrick’s, y la Providencia

El padre Enrique Salvo es el actual rector de la catedral de Saint Patrick's en Nueva York. Su nombramiento, en noviembre de 2021, marcó un momento histórico, pues el padre Salvo es el primer rector hispano de la catedral.

Jennifer Elizabeth Terranova·2 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

El padre Enrique Salvo nació en Managua, Nicaragua, en un hogar católico. A los siete años, se mudó con su familia a los Estados Unidos, forzado al exilio durante la guerra en su país. Creció en Miami, donde estudió en un colegio católico, y también residió algún tiempo en Texas. Regresó brevemente a Nicaragua y, de nuevo, volvió a Texas, donde se graduó en la universidad A&M, obteniendo después su máster en Monterrey, México. Actualmente es el rector de la catedral de Saint Patrick’s en Nueva York.

Al hablar de su exilio siendo tan joven, en vez de considerar la salida abrupta y necesaria de su país natal como un desafío, el padre Salvo lo consideró de una manera distinta: “En ese momento fue muy difícil, pero fue una bendición que nos recibieran aquí, una gran bendición”.

María y yo 

Cuando hablamos de su fe de cuando era un niño, el padre Salvo recuerda que sus padres le enseñaron que “el catolicismo debe ser el fundamento de nuestra vida, y todo lo que hacemos, el modo en el que vivimos, tiene que estar basado en nuestra fe”. Continúa diciendo que “la fe colorea el modo en que ves la vida, a través de los ojos de la fe… y la confianza en Dios y en nuestra Santísima Madre”.

Contó que su casa era “muy mariana”, por lo que no fue una sorpresa descubrir que el padre Salvo siempre tenía una imagen de nuestra Santísima Madre María en su habitación, junto a su cama. Y, como dato curioso, su madre, siendo estudiante en Florida, rezaba a María para que su primogénito fuera sacerdote. 

La llamada

¿Puede considerarse una señal del Cielo que el rector de la catedral de Saint Patrick’s viviera cerca de la antigua catedral antes de ordenarse?

El padre Salvo se trasladó a Nueva York cuando tenía más de treinta años y todavía no era seminarista, pero cree que “tuve que mudarme a Nueva York para escuchar la llamada… Un lugar en el que no lo creerías…”.

Visitó la catedral siendo residente en el barrio italiano de la ciudad y descubrió la belleza del lugar. El padre Salvo, más adelante, habla del recorrido espiritual hacia el sacerdocio y recuerda cómo reconoció la presencia del Señor. “Dios hizo algunas cosas, y fue providencial”.

Le pregunté si la “invitación” fue clara. Respondió: “Empecé a sentir la llamada, y es como enamorarse. Algunos días es algo delicado, otros días se vuelve muy llamativo”. Considera que uno tiene que “estar abierto al discernimiento de la vocación”.

Además, reconoce y rinde homenaje a la Iglesia que “ayuda con el proceso de discernimiento”. Añade que “la Iglesia te ayudará a discernir si estás llamado a este estilo de vida; y si lo estás, todo comienza a desarrollarse”.

En el seminario Saint Joseph de Nueva York las cosas empezaron a volverse evidentes. Finalmente, estuvo listo para aceptar la invitación de Dios tras un tiempo de reflexión, la dirección espiritual y la oración. Así, el 15 de mayo del 2010, en la catedral de Saint Patrick’s en Nueva York, Enrique Salvo fue ordenado sacerdote.

¿Debo marcharme o debo quedarme?

Con la certeza de su vocación, el padre Salvo tenía algo más en lo que pensar: ¿volvería a Nicaragua para ejercer el sacerdocio allí, o debería quedarse en Estados Unidos? Decidió quedarse en Nueva York y seguir dando pasos en su vocación. Recordó que “allí es donde Dios me puso, y debemos florecer allí donde estamos plantados”.

También basó su decisión en el hecho de ser bilingüe y multicultural, lo que consideró que podía ayudarle a servir mejor en la archidiócesis de Nueva York, dado el alto porcentaje de hispano-hablantes. En su opinión, “podía percibirse allí la mano de Dios”. La decisión la tomó finalmente al darse cuenta de que podía servir a mucha más gente en esa ciudad.

Érase una vez en Nueva York

El padre Salvo disfrutó ayudando en la iglesia de Saint Elizabeth en Washington Heights durante tres años consecutivos, en sus veranos como seminarista. Comparte lo bendecido que se sintió cuando celebró allí su primera Misa. El día después le asignaron a esa iglesia, y el cardenal Timothy Dolan lo nombró vicario parroquial. Todavía recuerda la emoción que le embargó al recibir la noticia: “Era un sitio muy especial para mí. Fueron tan amables y acogedores, me apoyaron mucho”. Gracias al apoyo de la comunidad, su nueva tarea se hizo más fácil. Dice que “le dieron un gran inicio a su sacerdocio”.

La tarea puede presentarse como un desafío para muchos sacerdotes jóvenes, especialmente al principio, pero Dios siempre nos brinda las herramientas y a las personas que nos pueden ayudar. El padre Salvo resalta lo “bueno que fue tener una comunidad tan alentadora”.

¡Bienvenido a la catedral de San Patricio!

El padre Salvo fue Director de vocaciones para la archidiócesis de Nueva York durante cuatro años, antes de ser asignado a la iglesia Saint Anselm and Saint Roch, al sur del Bronx. Estuvo allí hasta el 2021.

Al escuchar que había una vacante en la catedral de Saint Patrick’s, el padre Salvo se dirigió al Espíritu Santo, confiando en que “Él hablaría con el cardenal Dolan”. En lo que se refiere a los destinos que le pueden encomendar, su modo de proceder es “no pedir nada y no rechazar nada”. Lo dejó en manos del Señor, pero oró a Jesús diciendo: “Si quieres que vaya allí, se lo tienes que decir al cardenal Dolan”. ¡Mensaje recibido!

La catedral de Saint Patrick’s

El sacerdote habla también de lo que sintió cuando le asignaron a la catedral; el simple pensamiento “tiraba de su corazón”. Le dio paz que lo asignaran para ir a Saint Patrick’s sin pedirlo él, y eso “muestra a la Providencia”:

Cuando le llegaron las noticias sobre el encargo que le hacía el cardenal Dolan, fueron a la vez inesperadas y maravillosas. Se sintió y se sigue sintiendo agradecido por ser el padre Enrique Salvo, rector de la catedral de Saint Patrick.

Todo hombre es tu maestro

El padre Salvo se ha establecido bien en su nueva residencia en su papel como rector, y es muy consciente de la oportunidad que le ofrece para acercarse a más personas. A través de sus vídeos en el YouTube de la catedral, espera haber promovido entre los fieles un mayor aprecio por la Misa y un mejor entendimiento de esta. Cree que menos personas se distraerían o aburrirían durante la liturgia “si comprendieran lo que ocurre y el milagro que están presenciando”. Continúa diciendo que “es importante contemplar la Misa”.

El sacerdote comparte su momento favorito de la Misa: “La consagración de la Eucaristía, el momento en el que Jesús toma nuestra alma… Poder unirnos a Él en ese momento”.

Además de publicar sus vídeos en inglés, el rector los comparte también en español. No solo para todos los hispano hablantes que usan YouTube, sino también para todos los fieles que hablan español en la archidiócesis de Nueva York.

Un momento histórico

La catedral de Saint Patrick’s abrió sus puertas el 25 de mayo de 1879 y ha tenido muchos rectores. En noviembre de 2021, el padre Salvo se convirtió en el primer rector hispano. Desde luego, es un momento especial para él y para toda la comunidad hispana.

Capilla de Nuestra Señora en la catedral de Nueva York
Estados Unidos

Latinos católicos en Estados Unidos: el momento hispano

La Iglesia en Estados Unidos está cambiando. Ahora mismo, el 43% de los católicos estadounidenses son latinos y están brindando un aire nuevo a la Iglesia. Michael Kueber, sacerdote encargado del Ministerio Hispano en Portland, habla sobre el "momento hispano" en esta entrevista con Omnes.

Paloma López Campos·2 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

La Iglesia está cambiando en Estados Unidos. Los inmigrantes que llegan al país, muchos de ellos hispanos católicos, se desenvuelven en su nuevo hogar buscando una Iglesia que les pueda acoger y que, al mismo tiempo, ellos puedan enriquecer con sus costumbres. Sin embargo, este fenómeno se encuentra con varios obstáculos, entre ellos el idioma y la falta de conocimiento de la cultura latina por parte de los estadounidenses. No por ello se pierde está gran oportunidad de la Iglesia norteamericana y hay personas que se esfuerzan por romper las barreras.

Una de estas personas es Michael Kueber, un sacerdote de la archidiócesis de Portland, Oregon (Estados Unidos). Es el encargado del Ministerio Hispano, centrado en los católicos latinos. Durante su servicio a la Iglesia, se ha dado cuenta de que “los obispos, sacerdotes, diáconos, catequistas y directores de educación religiosa no se sienten preparados para dedicarse pastoralmente a los latinos de Estados Unidos”. Por eso, ha escrito un libro “Preaching to Latinos”, para ayudar a “los encargados de pastoral a entender la cultura hispana para poder ejercer el cuidado pastoral”.

Kueber habla con Omnes en esta entrevista sobre su libro y la realidad del “Momento hispano” en la Iglesia.

¿Qué es el “Momento hispano” en la Iglesia de Estados Unidos?

– El “momento” hispano latino se refiere al cambio demográfico que está sucediendo en el catolicismo estadounidense. La Iglesia en Estados Unidos está viviendo una transformación, volviéndose predominantemente latina. De manera aproximada, el 43% de los católicos son latinos, y entre los menores de 18 años, los hispanos alcanzan el 60%. El “momento hispano” brinda nueva vida a la mayoría de la Iglesia en Estados Unidos, porque la población hispana es más joven y las parejas tienen familias y quieren criar esas familias en la fe católica. Además de crecimiento, la comunidad hispana trae su cultura para enriquecer la experiencia de la vida católica en Estados Unidos. Su cariño a las procesiones, estatuas, imágenes y devociones; la música y comida que enriquecen la vida en una parroquia.

¿Cómo ayudan a la comunidad hispana a crecer en la fe?

– Los encargados de la pastoral que buscan ayudar a la comunidad hispana a crecer en la fe deben valorar lo que los hispanos valoran. El centro de la espiritualidad para ellos es el hogar y las devociones, como pueden ser Nuestra Señora de Guadalupe, la Cruz o el Rosario. Todas ellas son expresiones de piedad popular que han ido transmitiendo durante generaciones. Los hispanos muchas veces tienen un “altarcito” en sus casas en el que suelen ofrecer sus rezos diarios y otras devociones.

Los encargados de pastoral deben reconocer y afirmar dónde están los hispanos y, al mismo tiempo, acompañarlos hacia la vida institucional de la Iglesia. Con bastante frecuencia, no están bautizados o no han recibido la Confirmación ni la primera Comunión. Normalmente se han casado por la vía civil y tienen que regularizar sus matrimonios. O cohabitan en lo que denominan “una unión libre”. Al tiempo que los hispanos participan de la vida en la institucionalidad de la Iglesia, deben sentir que esta es una madre que los da la bienvenida y acoge. Tienen que escuchar el Evangelio y sentirse llamados a la conversión. Necesitan formación constante que les ayude a progresar en su fe durante toda la vida.

¿Es distinta la predicación a latinos que a norteamericanos?

– Proclamar el Evangelio es distinto cuando hablas con latinos a cuando hablas con norteamericanos. A los hispanos les gusta participar en la predicación a través de la llamada y la respuesta, como a los cristianos afroamericanos. A los hispanos les encantan las historias y las imágenes vívidas en las homilías. También quieren aprender más sobre la Biblia y la fe católica. Quieren escuchar el Evangelio en español, el mismo idioma en el que aprendieron en un principio sus oraciones. Quieren que el sacerdote toque sus corazones y que les llame a vivir el mensaje evangélico. Desean encontrarse de nuevo con Dios para encontrar una esperanza y fuerza para regresar a su vida familiar y profesional.

¿Es la primera generación de inmigrantes latinos católicos distinta a las generaciones siguientes?

– La fe está viva en los inmigrantes de primera generación, quienes tienen una fe profunda en Jesucristo y en su Santa Madre, y quieren ver el poder de Dios manifestado en sus familias. Los países de los que vienen les inculcaron la fe a través de signos y símbolos, y desean vivir estas prácticas en su nuevo país. Todos los países hispanos tienen sus devociones específicas a la Virgen María, siendo la más famosa Nuestra Señora de Guadalupe en México.

También en Cuba celebran a Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, para recordar la solicitud maternal de la Virgen con los mineros cubanos. En El Salvador, los católicos veneran a Nuestra Señora de la Paz y, en Honduras, a Nuestra Señora de Suyapa.

Los inmigrantes de primera generación quieren transmitir sus tradiciones a las siguientes generaciones quienes, al integrarse en la cultura estadounidense, se están volviendo más seculares y menos católicos. Es una tendencia alarmante. Los líderes de la la Iglesia llaman a la reflexión y, en algunos casos, a cambios en la pedagogía en las escuelas católicas y los programas de catequesis en las parroquias.

¿Por qué se sintió llamado a escribir su libro: “Preaching to Latinos: Welcoming the Hispanic Moment in the U.S. Church” (“Predicar a los latinos: acoger el momento hispano en la Iglesia de Estados Unidos”)?

El libro de Michael Kueber, publicado en febrero de 2023 (OSV News Photo/Courtesy Michael I. Kueber)

– Los obispos, sacerdotes, diáconos, catequistas y directores de educación religiosa no se sienten preparados para dedicarse pastoralmente a los latinos de Estados Unidos. Uno de los obstáculos es el idioma. Cuando los hispanos acuden a los sacramentos, muchas veces los sacerdotes les responden con un “No hablo español”.

A pesar de todo, el gran, y muchas veces olvidado, obstáculo es la cultura. Este libro ayuda a los encargados de pastoral a entender mejor la cultura hispana para poder ejercer el cuidado pastoral. Lo considero un manual para los predicadores angloparlantes, que lo pueden tener en su bolsillo durante su ministerio con los latinos. Cuando no entiendan algo del catolicismo latino estadounidense, pueden buscar las respuestas en este libro.

Vaticano

La fraternidad universal como opción cultural

La fundación Fratelli Tutti es la promotora del encuentro que el 10 de junio reunirá a jóvenes, premios Nobel y el propio Papa en la Plaza de San Pedro del Vaticano.

Giovanni Tridente·2 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Un proceso participativo para ayudar a redescubrir el sentido de la fraternidad y construirla juntos a través del diálogo, el conocimiento, el encuentro, la palabra, los gestos compartidos y la experiencia de la belleza.

Con estas intenciones se celebrará el 10 de junio en la Plaza de San Pedro del Vaticano el evento mundial inspirado en la Encíclica Fratelli tutti del Papa Francisco.

La actividad está promovida por la Fundación vaticana Fratelli Tutti, instituida por el Santo Padre el 8 de diciembre de 2021, e involucrará a más de treinta Premios Nobel de la Paz, que participarán en el cartel de iniciativas que se sucederán a lo largo de la tarde, hasta tarde.

De hecho, habrá actuaciones de artistas y testimonios… con el objetivo de sensibilizar «a las personas y a las comunidades para que se comprometan a un cambio radical» – se lee en una nota – en referencia al mensaje central de la Encíclica del Papa Francisco, firmada como se recordará en Asís en octubre de 2020.

Entre los otros objetivos del gran evento está promover la fraternidad y la amistad social entre las personas y los pueblos, tratando de superar la soledad, la marginación, las formas de violencia y esclavitud, y las raíces de las muchas guerras que se ciernen sobre el mundo, empezando por la atormentada Ucrania.

Durante la iniciativa también se ilustrará el proyecto ganador de un concurso especial sobre la fraternidad lanzado en todas las escuelas italianas con la colaboración del Ministerio de Educación. También habrá conexiones en directo con algunas de las plazas más significativas del mundo: Jerusalén, Buenos Aires, Bangui, Tokio, entre otras.

Hay gran expectación ante la lectura del texto de la Declaración sobre la Fraternidad Humana que los más de treinta Premios Nobel de la Paz entregarán directamente al Papa Francisco, en línea sin duda con el Documento sobre la Fraternidad Humana que el propio Pontífice firmó en Abu Dabi en febrero de 2019, junto al Gran Imán de Al-Azhar Ahmad Al-Tayyeb.

Además al cierre del evento -que podrá seguirse en las redes sociales con el hashtag #notalone-, tendrá lugan un momento muy emotivo y significativo que será el gran abrazo en el que participarán cientos de chicos y chicas de todo el mundo a lo largo de la majestuosa columnata Bernini de la Plaza de San Pedro.

En la carta de invitación enviada para la ocasión, el cardenal Mauro Gambetti, presidente de la Fundación Fratelli Tutti, además de vicario general de Su Santidad para la Ciudad del Vaticano, destaca el valor de la «experiencia» de este Encuentro Mundial, que «puede ser un primer paso hacia la construcción de la fraternidad como opción cultural».

No en vano, en su Encíclica, el Papa Francisco invita a todos a «relanzar un nuevo paradigma antropológico sobre el que reconstruir opciones y estilos de vida, programas y visiones del mundo», sabiendo que la fraternidad es un excelente ingrediente para promover la libertad y la igualdad.

En el evento colaboran además la Basílica Papal de San Pedro, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y el Dicasterio para la Comunicación.

Cultura

Los temas de la revista Omnes en junio: Arquitectura sagrada, von Balthasar y experiencias de comunión

Un extenso e interesante dossier sobre arquitectura sagrada, experiencias de comunión, un reportaje sobre el llamado "aborto químico" y Jacques Maritain o Von Balthasar son algunos de los temas del número 728 de Omnes.

Maria José Atienza·1 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El número 728 de Omnes, correspondiente al mes de junio de 2023 ya está disponible para los suscriptores web y, en los próximos días, llegará a los hogares de los suscriptores de la revista en papel.

Son muchos los temas que ocupan este número en el que se recogen experiencias de comunión y de formación para el matrimonio, un interesante reportaje sobre el llamado «aborto químico» y destacadas entrevistas.

La arquitectura sagrada a debate

El número está dedicado, en su tema principal, a la arquitectura sagrada en la actualidad. El debate y las distintas opiniones que suscitan los proyectos y construcciones sagradas: templos, espacios de culto, etc., especialmente desde el Concilio Vaticano II se puso de manifiesto en el Foro Omnes que, el pasado 16 de mayo se celebró en Madrid, y cuyas líneas fundamentales se recogen en las páginas de la revista de este mes.

Los arquitectos Felipe Samarán, Ignacio Vicens y Emilio Delgado, y el sacerdote Jesús Higueras, párroco de Santa María de Caná expusieron, en lo que fue una interesante y dinámica conversación, sus ideas personales y puntos de vista, no siempre coincidentes, sobre las funcionalidades del espacio sagrado, la impronta personal del arquitecto o la naturaleza del espacio sagrado y su recepción por parte de los fieles. Todo ello, se detalla ampliamente en el número de junio.

Asimismo, Omnes incluye una reflexión práctica del arquitecto Esteban Fernández Cobián, profesor en la Universidad de La Coruña experto en arquitectura sagrada y coordinador de los Congresos Internacionales de Arquitectura Religiosa Contemporánea (CIARC). Fernández Cobián realiza una aproximación al tema desde la perspectiva profesional y reflexiona sobre los principios de un arquitecto ante el proyecto de realización de un espacio sagrado en la actualidad.

Asimismo, y desde una perspectiva totalmente diferente a muchas de las opiniones expresadas, por ejemplo, en el Foro Omnes sobre arquitectura sagrada, Steven Schloeder, arquitecto y teólogo, desgrana su visión de los últimos decenios de la arquitectura sagrada afirmando, por ejemplo, que se ha de «recuperar una forma de expresar los diferentes significados del baptisterio» o la vuelta a la idea de los confesionarios barrocos, donde el sacerdote se sitúa en el centro.

Un mosaico de opiniones contrapuestas en un tema siempre controvertido y poliédrico al que se suman además, las explicaciones breves de algunas de los últimos proyectos de esta naturaleza que se han levantado en diversas partes del mundo, desde la ermita de Notre-Dame du Haut de Le Corbusier hasta el Santuario del Señor de Tula desarrollado por el equipo compuesto por AGENdA Agencia de Arquitectura | Camilo Restrepo (Colombia) y la firma de Derek Dellakamp y Jachen Schleich (México), con Francisco Eduardo Franco Ramírez.

Sínodo y comunión

Desde Roma, el responsable de comunicación del Sínodo de los Obispos 2021-2023 del Vaticano, Thierry Bonaventura, se refiere a los puntos clave de la comunicación que la Santa Sede está llevando a cabo en relación al Sínodo de la sinodalidad. En este sentido, Bonaventura afirma incluso que se ha escuchado «a los que participan activamente en la vida de la Iglesia, pero también a los que se han alejado por diferentes motivos. Hemos escuchado también los silencios de quienes no se han sentido interpelados y de los que no se han querido implicar en el proceso sinodal».

Desde la diócesis de Ibarra, en Ecuador, llega un interesante testimonio de comunión y piedad popular durante la Semana Santa. Laicos de Regnum Christi junto a estudiantes y profesores de la Unidad Educativa “La Salle” y religiosas salesas prepararon las distintas celebraciones de Semana Santa en distintos pueblos a los que fueron enviados, realizando la Liturgia de la Palabra en las pequeñas capillitas o casas comunales. Una iniciativa que complementa la entrevista a Fernando de Haro, autor de una recomendable biografía de Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación que destaca la actualidad del método de educación en la fe que Giussani puso en marcha y que, hoy, sigue igualmente vigente y activo.

Hans Urs von Balthasar y san Basilio Magno

La sección de Razones de la revista cuenta además con un interesante artículo del profesor y teólogo Juan Luis Lorda sobre Solo el amor es digno de fe, un libro decisivo de Hans Urs von Balthasar. Lorda desentraña las líneas fundamentales de una obra clave de von Balthasar en la que expone su idea de que el cristianismo es esa novedad deslumbrante, que se autodemuestra al superar y transformar toda concepción humana.

Asimismo, Omnes se acerca a la figura de san Basilio Magno, cuya sensibilidad humanista y su pensamiento sobre el servicio a los pobres se muestran con claridad en las comunidades que siguen su regla, que es hoy la base del monacato en la Iglesia ortodoxa.

La píldora abortiva

El número de junio trae consigo además un amplio y documentado reportaje sobre el aborto químico, o en otras palabras, la píldora abortiva cuyas graves consecuencias en la salud de la mujer han vuelto a ser recordadas ante el cruce de sentencias acerca de la legalidad de la mifepristona, vivido recietenmente en Estados Unidos.

Jacques Maritain

El cincuentenario de la muerte de Jacques Maritain, ilustre representante del pensamiento católico del siglo XX, da pie al autor, Jaime Nubiola, para recordar, brevemente, los acontecimientos y líneas clave de pensamiento de este autor que desarrolló un análisis de la sociedad de su tiempo, destacando cómo una nueva cultura cristiana puede transformar las estructuras de la vida social.

Todo esto y mucho más conforman el número de Omnes de junio de 2023. Recuerda que, si eres suscriptor, puedes acceder a estos contenidos a través de tu área personal y si aún no lo eres, puedes darte de alta en alguna de las diversas modalidades de suscripción de la revista a través de la web.

Evangelio

Dios nos hace partícipes de su intimidad. Santísima Trinidad (A)

Joseph Evans comenta las lecturas de la Santísima Trinidad (A) y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·1 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Con demasiada frecuencia adoramos a Dios no como cristianos, sino como piadosos judíos o musulmanes. Insistimos en hablar con Dios -sólo Dios, únicamente Dios- sin darnos cuenta de que este Dios, aunque totalmente uno, es también Trinidad: es decir, tres en uno. Este misterio no es más que eso, un misterio, y además particularmente difícil, y podríamos caer en la tentación de desear que la realidad fuera más sencilla, o al menos que Dios no la hubiera revelado.

Pero tal deseo sería como desear que una maravillosa pieza de música clásica fuera sólo los cuatro simples acordes de la música pop, o que una extraordinaria obra de arte no tuviera tanta profundidad. La belleza del misterio divino es que invita a explorarlo aún más, a sumergirse cada vez más en lo que es como un océano infinito de maravillas por descubrir.

Las lecturas de la fiesta de hoy, Solemnidad de la Santísima Trinidad, comienzan con el momento en que Dios dejó entrever su misterio, revelándose a Moisés en el monte Sinaí. La revelación plena de su gloria habría sido demasiado para Moisés -de hecho, sólo podemos verla en el cielo a través de una elevación especial de nuestra naturaleza por la gracia-, así que Dios lo coloca en la hendidura de la roca, diciendo: “Te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. Después, cuando retire la mano, podrás ver mi espalda, pero mi rostro no lo verás”. Dios pasa entonces revelándose como el “Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad“. De este modo, Dios comienza a compartir su intimidad con Moisés y, a través de él, con la humanidad.

Esta es la razón de ser de la revelación de la Trinidad. Dios nos revela su vida interior para que podamos compartirla para siempre en el cielo. Lo entendemos muy bien: cuanto más amas a alguien, más dispuesto estás a abrirle tu intimidad. Y así, queriendo revelarnos la plenitud de su amor por nosotros en Cristo Jesús, y habiéndonos preparado gradualmente a lo largo de la historia para recibir este amor, es a través de Jesús como Dios nos enseña acerca de la Trinidad. Como dice Nuestro Señor a Nicodemo en el evangelio de hoy: “Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna”. Este acto de revelación es para la salvación, como enseña Jesús, pero aún más: es una invitación a la relación. Como vemos en los santos, debemos tener una relación de amor y confianza con cada persona de la Trinidad, amando al Padre a través de Jesús su Hijo, con el Espíritu Santo obrando en nuestra alma. Lo que san Pablo dice a los corintios en la segunda lectura de hoy es como un resumen de esta verdad: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios [es decir, del Padre] y la comunión del Espíritu Santo estén siempre con todos vosotros“.

La homilía sobre las lecturas de la Santísima Trinidad (A)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Natalidad

Un hijo es una pancarta que dice NO al consumismo, al individualismo, al suicidio colectivo en el que nos hemos embarcado como sociedad hastiada de bienes terrenales, pero sin nada que esperar, sin un sentido común.

1 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Charlando el otro día con un amigo que acaba de ser padre, calculamos que, de haber tenido los beneficios sociales de los que están disfrutando él y su mujer por tener un hijo, el Estado nos debe –a mí, a mi esposa y a toda la familia– más de dos años de baja laboral.

Me parecen bien todos los beneficios que se den desde las administraciones para ayudar a las familias, sobre todo en los primeros años de vida de los hijos, pero vaticino que hará falta algo más que estímulos laborales o económicos si queremos salir del invierno demográfico en el que nos hemos metido.

Y es que, no lo olvidemos, la popularización de los anticonceptivos y el uso del aborto como un método más a finales del siglo XX supuso un cambio de paradigma en lo más profundo de la identidad humana. Los hijos dejaron de ser un regalo sorpresa que nos deparaba (o no) la vida, para convertirse en un objeto al que se accedía solo si entraba en los planes de los padres.

Empezaron, pues a nacer personas por encargo destinadas a satisfacer los deseos humanos más dispares. Quizá usted que me lee fue en su día para sus padres una persona-peluche, una persona-espejo o una persona-parejita. Y obviamente, cosas de la vida, quizá usted no satisfizo para nada los deseos de sus padres pues, en el primer caso su carácter es arisco y olvida siempre llamarlos por su cumpleaños; en el segundo caso, no siguió la carrera de su padre ni quiso heredar el negocio de su madre; y, en el tercer caso, resultó ser del mismo sexo que el primer retoño, fastidiando a uno de sus dos progenitores.  

Los hijos, vengan como vengan, tienen la maldita costumbre de no indicar previa y detalladamente sus especificaciones, como corresponde a cualquier buen producto de Amazon. Muchísimos salen rana y hacen no lo que el solicitante quiere, sino lo que les parece a ellos. Ya ni siquiera se hacen cargo de los padres cuando les llega la hora de ser cuidados, lo que en justicia compensaba el esfuerzo de criarlos. 

Entonces, ¿para qué ser padres?, ¿cómo motivar a las parejas a apostar por la vida? Para responder a esta pregunta no hay más que retroceder unas décadas en el tiempo y analizar lo que pasó en la época en la que fuimos concebidos los llamados baby boomers, los hijos de la explosión demográfica posterior a la Segunda Guerra Mundial. ¿Qué tenían nuestras familias para que la natalidad experimentase un boom de tal calibre? Ciertamente, la pujanza económica ayudó, pero hoy somos mucho más ricos que entonces y todo nos parece poco. Lo que realmente animaba a las familias a no tenerle miedo a los hijos era no tenerle miedo al mañana. El hecho de haber dejado atrás las guerras, hizo que la sociedad mirara hacia delante con ilusión, ya que cualquier tiempo futuro sería siempre mejor que el infierno bélico. Un embarazo era un motivo de alegría porque se consideraba un bien para la familia, para el pueblo, para la sociedad.  

No eran condiciones especialmente buenas en lo económico ni en lo laboral, muchos trabajaban de sol a sol o tuvieron que emigrar, pero había esperanza. En un discurso reciente, el Papa acaba de afirmar precisamente que: «si nacen pocos niños significa que hay poca esperanza», denunciando que las jóvenes generaciones «crecen en la incertidumbre, cuando no en la desilusión y el miedo. Viven en un clima social en el que fundar una familia se está convirtiendo en un esfuerzo titánico, en lugar de ser un valor compartido que todos reconocen y apoyan».

He sido testigo en unas cuantas ocasiones de cómo la gente no tiene reparo en afearle a una madre joven, orgullosa, con su precioso bebé en brazos, el hecho de traerlo al mundo por “lo mal que están las cosas y el mucho trabajo que dan”.

Un bebé es una bofetada al amargamiento general que nos invade, al supuesto progreso con cara de vinagre; es una pedorreta en la cara de los profetas de calamidades; es un grito de esperanza en medio de un mundo ensimismado en darse gusto sin caer en que el hombre y la mujer se realizan en el servicio, en la donación a los otros y al mundo entero.

Un hijo es una pancarta que dice NO al consumismo, NO al individualismo, NO a la pérdida de los vínculos humanos, NO al suicidio colectivo en el que nos hemos embarcado como sociedad hastiada de bienes terrenales, pero sin nada que esperar, sin un sentido común.

Urge volver a los valores intangibles y espirituales, esos que nos hicieron salir de la cueva y progresar como especie mirando hacia adelante, sin miedo al futuro, empujándonos unos a otros como tribu. ¿Quieren hijos? Busquen la fuente de la esperanza que no falla. Vale más que todo el oro del mundo.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Cultura

Los cinco lenguajes del amor

El autor reflexiona sobre el best seller de Gary Chapman que constituye una lectura muy interesante para descubrir los "lenguajes del amor" de uno mismo y de quienes nos rodean.

Juan Ignacio Izquierdo Hübner·1 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Descubrí este libro gracias a Pierluigi Bartolomei. Fue hace unos tres años, en Roma, cuando asistí a una charla suya. Me pareció un romano simpático y extrovertido, un tipo con una mezcla del fuego de Dante y la picardía de Alberto Sordi. Y como es también director de una escuela, casado y padre de varios hijos, era el candidato perfecto para hablar sobre el matrimonio.

Pierluigi tenía una buena relación con su mujer y estaban contentos con los niños. Pero hacía tiempo que ella se quejaba de que él no le decía que la quería. Pierluigi no entendía: trabajaba mucho, la apoyaba en las cosas de la casa, jugaba con los niños, ¿qué más podía hacer para manifestarle su amor? Un día su mujer le pasó un libro:

—Si quieres entenderme, lee esto —dijo.

Se trataba de “Los cinco lenguajes del amor”, de Gary Chapman. Él recibió el ejemplar con cierto asombro… y lo postergó. Se dijo que tenía experiencia de sobra en el asunto del matrimonio, que no necesitaba recetas y dejó el libro sobre la mesilla de noche como para dar la impresión de que lo leería algún día.

Así que ahí se quedó el librito, acumulando polvo. Hasta que la mujer contratacó: sacó todas las revistas que había en el baño y las reemplazó por el dichoso libro. Fue una emboscada perfecta. Sin darse cuenta, Pierluigi fue leyendo y leyendo, y en pocos días había devorado el libro. Este hecho, dice él, en apariencia banal, transformó su matrimonio. Y luego lo catapultó a dar conferencias por toda Italia, pues se sintió llamado a transmitir las ideas de Chapman, adaptadas por él, a toda la gente que lo quisiera escuchar.

Desde que escuché esta anécdota me quedé con la espina clavada. Tiempo después leí el libro y, efectivamente, me fascinó. El argumento es sencillo, tiene 188 páginas y da unas pistas sensacionales. El autor presenta cinco lenguajes del amor, ilustrados con numerosos ejemplos extraídos de la vida real. No es un libro escrito para estudiosos del matrimonio, dice Chapman, sino para quienes viven en él.

El concepto del libro es que el amor tiene “lenguajes”, esto es, tiene maneras distintas de expresarse según cuál sea la personalidad de cada uno. El autor propone que hay cinco lenguajes principales: Palabras de afirmación, tiempo de calidad, dar regalos, actos de servicio y contacto físico. A todos nos gusta que nos hablen en los cinco idiomas, por supuesto, pero usualmente tenemos preferencias por uno o dos que valoramos mucho más que los demás. Descubrir los lenguajes de uno mismo, y más aún los del otro, puede ser un conocimiento sumamente útil.

El desafío mayor es descubrir cuál es el lenguaje preferido del cónyuge (o de los hijos, amigos, etc.), para que seamos capaces de expresar mejor nuestro amor. Las sorpresas están aseguradas, pues es muy posible que no te hayas detenido lo suficiente a aprender el idioma de la otra persona. Y al amar de acuerdo con el lenguaje del otro podemos llenar mucho más eficazmente su tanque de amor y bienestar emocional.

Todo esto podría parecer paradójico. En una época en que los jóvenes depositan su confianza en los sentimientos del enamoramiento, ¿tiene sentido una propuesta de esforzarse para aprender a amar con calidad? Lamentablemente, dice Chapman, según las estadísticas, el período del enamoramiento, donde se ve todo de color de rosa, no dura más de dos años. Lo que viene después es un amor como decisión, es decir, depende de un esfuerzo cotidiano para mantener encendido el fuego del cariño.

Cualquier persona que aspire a tener un vínculo duradero debiera aprender a amar y renovarse siempre en ese empeño; debiera interesarse por el arte de canalizar bien las energías del cariño para que la relación prospere y madure. El amor no puede quedar abandonado a los impulsos de la emoción, sino que debe crecer como resultado de un trabajo de la razón y la voluntad, siempre con la ayuda de Dios. “Los cinco lenguajes del amor” me ha parecido un librito sencillo, entretenido y eficaz. Aunque es del año 1992, este título se sigue vendiendo como pan caliente: está traducido en 50 idiomas, ha vendido 20 millones de copias en inglés y está en el lugar 30 de los libros más vendidos de Amazon. Una salvajada. Es que el autor tocó una tecla que a todo el mundo le interesa. A los matrimonios y a cualquier persona que tenga la ilusión de amar a alguien. Pierluigi Bartolomei, por su parte, leyó este librito y su matrimonio mejoró radicalmente. ¿Y tú, qué esperas?

Los cinco lenguajes del amor

Autor: Gary Chapman
Editorial: Unilit
Páginas: 205
Año: 2017
El autorJuan Ignacio Izquierdo Hübner

Cuestión de modas

Si los cristianos estamos convencidos de la verdad de aquello que vivimos y profesamos, lo pondremos realmente de moda en nuestra sociedad.

1 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Cuando yo era pequeño y mi madre se daba cuenta que se me veían los calcetines… me mandaba quitarme el pantalón para quitarles el dobladillo: ¡vas como si fueras un pescador!

Los únicos que enseñaban los calcetines blancos o con muchos colores eran los payasos en el circo. Hoy es una moda en todas las partes el llevar los pantalones por encima del tobillo y se ve el calcetín (y muchas veces el calcetín con dibujitos…) o la carne.

Se puso de moda llevar los pantalones rotos, ¡y se venden así, rotos! Antes, mi madre me hubiera llamado de todo si hubiera salido con el pantalón vaquero roto ¡se puso de moda. Y así ¡tantas cosas!

Impresionante que estas modas se extendieron inmediatamente por todo el mundo: En América y en Europa, pero también en África y en Asia… ¡Todos lo han asumido como propio! Gente de todas las edades, hombres hechos y derechos, algún ancianillo, los niños y, ¡por supuesto! los jóvenes.

Es cuestión de moda, que nos la transmiten los medios de comunicación, las redes sociales, los influencers y, digo yo, alguna empresa que saca con ello beneficios.

Y yo me pregunto, ¿qué hacemos los cristianos para no poner de moda lo que creemos y vivimos? No somos tan pocos, y parece que lo que nosotros tenemos en el corazón no termina nunca de formar parte de nuestras modas, costumbres o formas…

Hay algo que me falla, los cristianos debemos ser luz, levadura, sal… y con el número de bautizados que somos… ¿Cómo podemos acoger con normalidad leyes que van en contra de la vida, dignidad de la de la familia, de la mujer, del trabajo, de la libertad, de los niños, de la propiedad…?

Si algo tan poco sustancial, como son las modas, se impone como criterio de comportamiento y de normalidad, cuando en sí mismas es indiferente una cosa que la opuesta… ¿Cómo es posible que tengamos tan poca influencia para lo que de verdad es importante, para lo que es transcendental para el ser humano?

El autorJosé María Calderón

Director de las Obras Misionales Pontificias en España.

Vaticano

Cristianos en las redes sociales

Rome Reports·31 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

«Hacia una plena presencia». Así se titula el documento publicado por el Dicasterio para la Comunicación que reflexiona sobre el rol de los cristianos en las redes sociales.

Entre otras cosas, la Santa Sede aboga por usar las redes sociales «de una manera que vaya más allá de los propios compartimentos estancos, saliendo del grupo de los propios «iguales» para encontrar a los otros».


Ahora puedes disfrutar de un 20% de descuento en tu suscripción a Rome Reports Premium, la agencia internacional de noticias, especializada en la actividad del Papa y del Vaticano.

 

Vaticano

Firmado un nuevo acuerdo para la protección de menores

La Comisión Pontificia para la Protección de Menores y el Dicasterio para el Clero firmaron el viernes 26 de mayo de 2023 un acuerdo de cooperación e intercambio de información.

Loreto Rios·31 de mayo de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El acuerdo del 26 de mayo es el segundo de este tipo firmado entre la Comisión Pontificia para la Protección de Menores y una institución de la curia.

Por parte del Dicasterio, el acuerdo está firmado por el prefecto cardenal Lazarus You Heung-Sik y, por parte de la Comisión, por el cardenal Sean O’Malley.

Puntos principales del acuerdo

En el documento se han resaltado tres aspectos principales de interés común. En primer lugar, se propone crear espacios de escucha para las víctimas y para las personas que denuncian casos de abusos.

El segundo punto que se ha destacado es la colaboración en la protección de los contenidos según la Ratio Nationalis, “un documento elaborado y adoptado por cada iglesia particular que regula todos los aspectos de la formación sacerdotal, adaptándolos al contexto cultural local”.

Por último, el acuerdo ha señalado que busca facilitar la formación del clero, que es, por su ministerio, el que más puede hacer para prevenir los casos.

Abrir canales de comunicación

Según la declaración sobre la firma del acuerdo que ha emitido el Vaticano, “la colaboración entre las entidades de la Curia Romana proporcionará información para el Informe anual de la Comisión, tal y como solicitó el Santo Padre en su audiencia privada de abril de 2022 con la PCPM y reiteró en la audiencia privada de mayo de 2023. El cardenal O’Malley declaró: ‘Este segundo Acuerdo de Cooperación marca otro hito alentador para la Comisión en su nueva posición dentro de la Curia.

Este acuerdo con el Dicasterio para el Clero nos permite abrir importantes canales de comunicación con la oficina al servicio de la formación de nuestros sacerdotes en todo el mundo. Los sacerdotes y diáconos son quizá el rostro más visible de la vida cotidiana de la Iglesia, por lo que es esencial garantizar que sus vidas y su ministerio estén sujetos a buenas políticas y procedimientos relativos a la salvaguarda de los niños y las personas vulnerables’”.

Prácticas de prevención

Por otra parte, el comunicado indica que el Prefecto del Dicasterio para el Clero, el cardenal coreano Lazarus You Heung-Sik, “ha acogido con satisfacción esta mayor colaboración: ‘Nuestro compromiso en esta difícil área del ministerio de la Iglesia se expresa aún más con el acuerdo de cooperación de hoy. Esperamos, a través de nuestro esfuerzo conjunto, profundizar nuestra comprensión del impacto de los abusos en víctimas y la mejor manera de acompañarlas, así como ofrecer buenas prácticas de prevención y asistencia a nuestros sacerdotes que están llamados, como ha dicho el Papa Francisco, a ser Apóstoles de la Salvaguarda para sus comunidades’”.

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