Reverendo SOS

Ya que se confiesa, aprovecha la ocasión

Un buen director espiritual es de gran ayuda para mejorar la salud médica y psicológica, y puede ser también de gran ayuda para personas que presentan conductas de adicción a la pornografía.

Carlos Chiclana·30 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Un sacerdote, preocupado, compartía conmigo la siguiente cuestión: “No sé si es bueno que confiese a todos esos chicos que te cuentan que han estado consumiendo pornografía. Parece que sólo vienen al confesionario como si fuera un tema ‘legal’ con Dios; como que pasarán para pagar la multa, y ya está; pero no perciben lo malo de fondo o cómo les afecta a su vida. Con una perspectiva psicológica, ¿tú crees que es sano? Tengo la impresión de que ese acceso a la confesión ‘tan mecánico’ puede afectar al modo en que se plantean o no resolver lo que les pasa. Me pregunto si darles la absolución y ya está, o decirles que hasta que no se lo tomen en serio, no vengan”.

Le di la razón sobre el aspecto psicológico al que aludía, y le animé a dar un paso al frente y aprovechar esas confesiones, aparentemente mecánicas, para ayudarles. Los que nos dedicamos a la salud mental tenemos la experiencia de que un buen y sano director espiritual es de gran ayuda para mejorar la salud médica y psicológica y que potencia lo trabajado en terapia.

Tenía razón. En un reciente estudio con 110.000 adolescentes se ha demostrado que la incongruencia moral es uno de los factores de riesgo para que se instaure el uso problemático de la pornografía (UPP). Junto a éste, aparecen otros 16 factores, entre los que destacan la frecuencia de consumo, la vergüenza en la vida sexual y el uso de la pornografía como regulador emocional y reductor de estrés.

Clásicamente se consideraba que la práctica espiritual y religiosa era un factor protector para las adicciones y uso de sustancias. Sin embargo, se vio que no era así en el caso del UPP; en algunos estudios se relacionaban alta religiosidad y mayor presencia de conductas sexuales fuera de control. Las hipótesis para explicar esto plantean una posible percepción demasiado autocompasiva del perdón de Dios, que dificulta la toma de conciencia de la realidad del problema; una espera de que sea Dios quien arregle el problema con una gracia extraordinaria y que el interesado, por tanto, se encuentra incapacitado para actuar. En personas obsesivas con práctica religiosa puede derivar en una alta escrupulosidad que potenciaría tanto la conducta como su desproporcionada valoración respecto a la gravedad; o en una interpretación más severa de las conductas que realiza y, por tanto, una mayor puntuación en las pruebas diagnósticas aplicadas.

Animé a este sacerdote a aprovechar el hecho de que esa persona está ahí hablando con él, con una cierta percepción de que esa conducta no le hace bien, y que él puede ayudarle a tomar conciencia de la magnitud del problema, a conocer los orígenes y causas del mismo y a caer en la cuenta de las capacidades que tiene para resolverlo y de las que necesita adquirir para salir victorioso. Puede servir para entender la situación plantearlo como si nos estuviera hablando de consumo de alcohol o de juego patológico.

Un primer paso será que quien consume pornografía tome conciencia de lo que le ocurre, de la gravedad psicológica y mental de ese enganche, de si se siente libre para hacer la conducta o no, y de las consecuencias que tiene en su vida. Puede servir sugerirle alguna web informativa, como www.daleunavuelta.org. Se le puede preguntar con qué lo relaciona, si es sólo con pasar un buen rato, con estados emocionales desagradables (tristeza, aburrimiento, enfado, ansiedad, soledad, inseguridad, autodepreciación), con el desorden en otras áreas de la vida o con detonantes concretos (estímulos de música, vídeo, alcohol, estar solo, etc.).

Valdrá la pena conocerle mejor y saber qué fortalezas, habilidades, capacidades y virtudes tiene, para apoyarse en ellas para avanzar; qué y quién le hace sentir capaz; qué estilo de vida lleva, si sigue un horario personal y tiene el tiempo ocupado con tareas interesantes y de crecimiento; qué uso hace de los diversos dispositivos (tablet, móvil, PSP, ordenador); aficiones; estilo educativo y configuración familiar; red de amigos; si ha tenido vivencias desagradables respecto a la sexualidad o alguien le ha hecho daño; si tiene apoyo para hablar todas estas cosas y/o tratar el tema del uso de la pornografía con alguien. Se le podrán dar indicaciones concretas para que crezca en estas áreas o pida ayuda profesional si fuera preciso. 

Esta persona necesita motivos y motivaciones para el cambio, y no suele funcionar que estos motivos sean, en exclusiva, de carácter moral o espiritual. ¿Qué ganará si lo deja? ¿En qué estará mejor? ¿Cómo notará el cambio? Necesita conocer que algo perderá y que, si no utiliza el porno, tendrá que emplear otras herramientas para cuidarse bien y regularse emocionalmente.

Con toda esta ayuda progresiva, aumentará su capacidad de ver que puede hacer algo para cambiar, que no está indefenso y no está solo porque tiene un acompañante de verdad.

España

La evangelización, núcleo del 25 Congreso de Católicos y Vida Pública

“El 25 Congreso Católicos y Vida Pública no es sólo una conmemoración, es también la ocasión de una reflexión sobre el sentido que el Congreso ha tenido y lo que ha aportado a la sociedad a lo largo de todos estos años”, ha manifestado hoy a los medios el director del congreso del CEU, Rafael Sánchez Saus, ante el evento de noviembre, que cumple las bodas de plata.

Francisco Otamendi·29 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El título del Congreso, que tendrá lugar los días 17, 18 y 19 de noviembre, organizado como es habitual por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, será “Vivir, compartir, anunciar: Evangelizar”.

En todos estos años, “no solamente hemos vivido, compartido y anunciado la fe; sino que, además, esperamos que esa enorme cantidad de actividades realizadas durante tantos años haya resultado un esfuerzo evangelizador, y que ese esfuerzo se haya visto reflejado también en la vida de la Asociación Católica de Propagandistas, en la vida del CEU y en la vida de España”, ha señalado Rafael Sánchez Saus.

Además, Sánchez Saus ha insistido en que este 25 Congreso recopila y propone seguir en la línea de la evangelización. Respecto a los ponentes, el director ha anunciado que “se mantendrá el equilibrio de personalidades de la política, la sociedad civil e intelectuales”, y ha desvelado dos personas que intervendrán en esta edición, y que participaron de forma especial en la primera: el cardenal Antonio María Rouco Varela, quien efectuará la presentación del congreso unos días antes de su inicio, y Jaime Mayor Oreja, quien siendo ministro del Interior, participó en 1998 como ponente.

Para Sánchez Saus, mantener durante 25 años el Congreso Católicos y Vida Pública “nos habla de una experiencia de éxito del CEU y de la ACdP, por lo que hay mucho que celebrar”. En el encuentro con los medios se han presentado las Actas del 24 Congreso Católicos y Vida Pública, celebrado el pasado mes de noviembre con el título ‘Proponemos la fe. Transmitimos un legado’, “al que asistieron más de 1.000 congresistas, tuvo repercusión en más de 100 medios de comunicación y fue seguido de forma online en 15 países”.

Entre otros ponentes, intervinieron Richard Reinsch, director del Centro B. Kenneth Simon de la Heritage Foundation; el político chileno José Antonio Kast, presentado por el catedrático Francisco José Contreras; el pintor Augusto Ferrer-Dalmau, el archiduque Imre de Habsburgo-Lorena, o el filósofo y escritor Higinio Marín, nombrado rector de la Universidad CEU Cardenal Herrera en mayo.

El próximo congreso de noviembre comenzará el viernes por la mañana con una sesión conmemorativa, para posteriormente mantener el mismo esquema de ponencias y talleres de otros años. Además se realizará una exposición, que será itinerante por España, diversos vídeos conmemorativos y una antología de textos que recogerán algunas de las ideas del Congreso, que está preparando el profesor de la Universidad CEU San Pablo, Fernando Bonete. Además, este 25 congreso recupera el Congreso Infantil, que dejó de celebrarse por la pandemia, y renueva el Juvenil.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

El Papa alienta en San Pedro a “llevar al Señor Jesús a todas partes”

En la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, el Papa Francisco ha animado a todos, y de modo especial a los nuevos arzobispos que han recibido el palio, a “llevar al Señor Jesús a todas partes, con humildad y alegría”, en especial donde anida la pobreza, y a ser apóstoles como Pedro y Pablo, que eran “personas reales”.

Francisco Otamendi·29 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco ha presentado a san Pedro y san Pablo como “dos Apóstoles enamorados del Señor, dos columnas de la fe de la Iglesia”, y ha alentado a que “celebremos a Pedro y a Pablo viviendo el seguimiento y anunciando el Evangelio”, en la homilía de la Misa y bendición de los palios para los nuevos arzobispos, celebrada en la solemnidad de san Pedro y san Pablo en la Basílica de San Pedro.

“Es hermoso si crecemos como Iglesia del seguimiento, como Iglesia humilde que nunca da por sentado la búsqueda del Señor. Es hermoso si nos convertimos en una Iglesia en salida, que no encuentra su alegría en las cosas del mundo, sino en anunciar el Evangelio al mundo, para sembrar la pregunta sobre Dios en el corazón de las personas”, ha añadido.

El palio

“Llevar al Señor Jesús a todas partes”, ha animado el Pontífice, “con humildad y alegría: en nuestra ciudad de Roma, en nuestras familias, en las relaciones y en los barrios, en la sociedad civil, en la Iglesia, en la política, en el mundo entero, especialmente allí donde anidan la pobreza, la degradación y la marginación”.

“Y hoy, en el momento en que algunos de nuestros hermanos arzobispos reciben el palio, signo de comunión con la Iglesia de Roma”, ha proseguido el Papa, “quisiera decirles: sean apóstoles como Pedro y Pablo. Sean discípulos en el seguimiento y apóstoles en el anuncio, lleven la belleza del Evangelio a todas partes, junto con todo el Pueblo de Dios”.

Patriarcado ecuménico

El Papa ha dirigido “un afectuoso saludo a la Delegación del Patriarcado ecuménico, enviada hasta aquí de parte de mi querido Hermano Su Santidad Bartolomé. Gracias por su presencia, gracias: avancemos juntos en el seguimiento y el anuncio de la Palabra, creciendo en fraternidad. Que Pedro y Pablo nos acompañen e intercedan por todos nosotros”.

Antes de la oración mariana del Ángelus, Francisco ha subrayado que “Pedro y Pablo eran personas reales, y nosotros, hoy más que nunca, necesitamos personas reales”. Después, ha rogado a la Virgen: “María, Reina de los Apóstoles, ayúdanos a imitar la fortaleza, generosidad y humildad de los santos Pedro y Pablo”.

El autorFrancisco Otamendi

Recursos

Papado, unidad y sinodalidad

La fiesta de san Pedro y san Pablo pone de relieve la tarea y misión del sucesor de Pedro. El sacerdote y teólogo Ramiro Pellitero, realiza una clara exposición sobre la figura del Papa en la Iglesia católica, su tarea de unidad al servicio de la Iglesia universal, sin olvidar el proceso sinodal en el que se halla la Iglesia en la actualidad.

Ramiro Pellitero·29 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos

La fiesta anual de San Pedro y San Pablo brinda la ocasión de señalar algunas cuestiones fundamentales referidas a la figura del Papa y su ministerio de unidad al servicio de la Iglesia universal, teniendo en cuenta el contexto actual, particularmente al proceso sinodal en marcha. 

En lo relativo a las primeras cuestiones, éstas y otras pueden encontrarse desarrolladas de modo sintético en los diccionarios teológicos y otros textos. En esta ocasión nos ha sido particularmente útil la voz “Primado romano”, escrita por D. Valentini, en el Diccionario de Eclesiología, dirigido por G. Calabrese y otros, y coordinado en su edición española por J. R. Villar, Madrid 2016.

La primacía de Pedro y su transmisión

El punto de partida no puede ser otro que el Nuevo Testamento. Dos cuestiones destacan: la primacía de Pedro en el grupo de los apóstoles ­–como señalan tanto los evangelios sinópticos como los Hechos de los apóstoles– y su transmisión en el obispo de Roma. 

Pedro (antes Simón) es quien confiesa la divinidad de Jesús. A Pedro se le promete ser la piedra fundamental para la unidad y solidez de la Iglesia. Y Pedro recibe la potestad de interpretar y transmitir las enseñanzas del Maestro, con una autoridad apostólica superior, pero siempre en comunión con los demás apóstoles. Es el primer “pescador de hombres” y portavoz de los demás discípulos, que tiene también como deber confirmarlos en la fe, sobre el fundamento vivo y la garantía de la oración de Jesús. Especialmente está presente en el evangelio de san Juan. Recibe su primado de Jesús (cf. Jn 21, 15-17), bajo la categoría del pastor, en referencia a su unión con el Señor, que le requiere la disponibilidad para el martirio. Y todo ello presupone la “sucesión” del ministerio primacial de Pedro en la Iglesia.  

En otros libros del Nuevo Testamento se testimonia el “ejercicio” de ese ministerio. En síntesis, como escribe el biblista R. Fabris: Pedro “ocupa un puesto de primer plano, reconocido y testimoniado por toda la tradición neotestamentaria. Pedro es el discípulo histórico de Jesús, el testigo autorizado de su resurrección y el garante de la autenticidad de la tradición cristiana”. 

Por lo que se refiere a la transmisión de la primacía de Pedro en sus sucesores, un conjunto de factores se unen para afirmarla: una cierta “dirección de sentido” en los textos de los evangelios referidos a Pedro en el marco de las actitudes de Jesús; una convicción de fe, en la tradición eclesial, acerca de la sucesión de Pedro, y no solo de los apóstoles; la sucesión misma como medio de esa tradición; la interpretación de la función de Pedro como representante tanto de Jesús como de los apóstoles; la sucesión esencialmente unida a la transmisión de las palabras de Cristo y por tanto de la fe, así como de la imposición de las manos.

El ministerio petrino: comunión y jurisdicción

¿Cómo se ha interpretado el primado romano durante la historia de la Iglesia? San Juan Pablo II escribió: “La Iglesia católica es consciente de haber conservado, en fidelidad a la tradición apostólica y a la fe de los Padres, el ministerio del sucesor de Pedro, que Dios ha constituido ‘perpetuo y visible principio y fundamento de la unidad’ (Lumen gentium, 23)” (Carta al cardenal Ratzinger, en “L’Osservatore Romano”, esp., 13-XII-1996).

En el primer milenio hay que subrayar las referencias de los Padres (san Clemente Romano, san Ignacio de Antioquía y san Ireneo) a la confesión de Pedro (cf. Mt 16, 16); si bien solo a partir del siglo IV se elabora una doctrina teológica sobre el ministerio del sucesor de Pedro. A esto se une el prestigio da la autoridad de la “primera sede” y algunas intervenciones decisivas de los Papas, en formatos diversos, con ocasión de los concilios de la época o de cuestiones planteadas por los obispos o las comunidades eclesiales. 

En el segundo milenio cambia el modo de la intervención primada. Entre los siglos XI al XV, se acentúa fuertemente el primado romano. En el concilio de Constanza (s. XV) el acento se pone en la figura del concilio, con riesgo de conciliarismo. Desde entonces hasta el Concilio Vaticano I (s. XIX) se desea una síntesis armónica entre el papel del Papa y el de los obispos. En el Vaticano I las circunstancias conducen a definir con categorías jurídicas la potestad del Papa. El Concilio Vaticano II avanza en esa deseada síntesis, profundizando la relación entre el Papa y los obispos, en el marco de la comunión eclesial. El ministerio petrino se comprende en el interior y al servicio del episcopado y, así, al servicio de la entera comunidad eclesial, a la vez que promueve el compromiso ecuménico.

Desde entonces continúa la profundización de aquella sustancial comprensión acerca del primado romano, comprensión inmutable y permanente, presente ya desde los primeros siglos. Lo que ha ido cambiando es el modo del ejercicio del primado del sucesor de Pedro, dependiendo de numerosos factores y circunstancias. En todo caso, permanece lo esencial, de manera que entre el segundo y el primer milenio no hay ruptura, sino novedad en la continuidad.Ciertamente, en el primer milenio se subraya la comunión eclesial, mientras que en el segundo se enfatiza la jurisdicción; pero ambas dimensiones están siempre presentes. 

La infalibilidad del Papa, al servicio de la unidad 

La constitución dogmática Pastor aeternus del Concilio Vaticano I (1869-1870) se centra en el ministerio del “primado romano” o “primado apostólico”. Deseaba afrontar sobre todo el riesgo del galicanismo. Señala que la finalidad del ministerio primacial de Pedro es la unidad entre los obispos, la unidad de la fe y entre todos los fieles. Afirma que Pedro recibió de Cristo un verdadero y propio primado de jurisdicción (de obediencia y no solo de honor) sobre toda la Iglesia, y que ese primado permanece en los sucesores de Pedro. La potestad de jurisdicción del primado se califica como suprema (no solo como primum inter pares; e inapelable), plena (en todos los temas), universal (en todo el mundo), ordinaria (no delegada), inmediata (no necesita mediación de los obispos o de los gobiernos) y “verdaderamente episcopal” (sin que suplante al obispo local). No distingue entre potestad de jurisdicción (enseñar y gobernar) y de orden (santificar). 

Respecto a la infalibilidad del Papa, el Concilio Vaticano I definió solemnemente que el Papa es infalible en sus declaraciones ex cathedra, es decir en sus declaraciones dogmáticas. La infalibilidad del Papa se entiende ahí al servicio de su ministerio petrino, no de modo aislado, sino como cabeza del colegio de los obispos y de la comunidad eclesial.

El apresurado final del Concilio Vaticano I no permitió configurar armónicamente la doctrina del episcopado en su relación con el primado, cosa que haría después del Concilio Vaticano II en el marco de una eclesiología de comunión, declarando la doctrina acerca de la sacramentalidad del episcopado y de la colegialidad episcopal.

En el Concilio Vaticano II la doctrina sobre el primado romano se sitúa en continuidad con el Vaticano I, o mejor en la perspectiva de una novedad en la continuidad. Novedad sobre todo por el contexto eclesiológico, antes que por las aportaciones doctrinales concretas. Señalemos tres principales aportaciones relacionadas con el primado del Papa:

El Concilio declara la sacramentalidad del episcopado. Es decir, que por el sacramento del orden se confiere al obispo el triple munus de enseñar, santificar y gobernar, en comunión jerárquica con la cabeza y los miembros del colegio episcopal. 

Enseña también el significado de la colegialidad episcopal: el colegio de los obispos sucede al colegio de los apóstoles, bajo la cabeza que es ahora el Papa, sucesor de Pedro. La unidad entre el Papa y el colegio episcopal se manifiesta solemnemente en el Concilio Ecuménico.

Además de la infalibilidad de las declaraciones dogmáticas del Papa, el Concilio Vaticano II declara otras tres formas en las que la Iglesia participa de la infalibilidad divina (única que es absoluta). 1) El Concilio ecuménico, en el que se ejerce de modo solemne el magisterio del Papa y de los obispos. 2) El magisterio ordinario y universal, ejercido por el Papa y los obispos en comunión con él, cuando proponen una doctrina definitiva en materia de fe y costumbres, aunque no estén reunidos en el Concilio, sino dispersos por el mundo. 3) El conjunto de los fieles en comunión con el Papa y los obispos en materias de fe y de moral goza de infalibilidad (infalibilidad in credendo) en cuanto manifestación del “sentido de la fe”.

Después del Concilio Vaticano II, el Magisterio ha explicado que el primado del Papa y el colegio episcopal pertenecen a la esencia de cada Iglesia particular “desde dentro” de ellas mismas (Carta Communionis notio, de 1992, 14; cf. Lumen gentium, 8).

De todo lo anterior se deduce que hay que distinguir la autoridad pastoral suprema, que tiene el Papa, y los aspectos y modos de ejercerla. Esa autoridad solo puede ser única. Se descartan dos posiciones extremas: la conciliarista–episcopalista que define la autoridad de los obispos reunidos en Concilio por encima del Papa; la considerada “papalista”, según la cual solo el Papa (o el Papa solo) tendría la autoridad suprema en la Iglesia, y los obispos la recibirían de él. 

La relación del Papa y de los obispos hoy tiende a considerarse en la perspectiva de un único “sujeto” de la autoridad suprema en la Iglesia: el colegio de los obispos con su cabeza; y dos modos de ejercitarla: a través del Papa, en cuanto cabeza del colegio; a través del colegio de los obispos en comunión con su cabeza. 

En cuanto a la colegialidad episcopal, hoy se habla de una colegialidad episcopal “efectiva”, y de otra “afectiva”. Las dos son necesarias y han realizarse en comunión con el ministerio petrino y viceversa. La “efectiva” se manifiesta en el Concilio ecuménico (de modo solemne y plenamente técnico-jurídico) y en el magisterio ordinario universal de los obispos en comunión con el sumo pontífíce. La colegialidad “afectiva” se refiere a realizaciones parciales de la colegialidad como el Sínodo de los obispos, la Curia romana, los concilios locales y las conferencias episcopales.

Primado, unidad y sinodalidad

Volviendo al ministerio del Papa en el momento actual y en continuidad especialmente con los pontificados que se sitúan en la estela del Concilio Vaticano II, cabe observar que el papado se manifiesta a la vez en un doble plano que es también un doble desafío: de un lado, el servicio a la unidad de la fe y de la comunión para los cristianos (con los modos de ejercerlo y explicarlo que convengan teniendo en cuenta al contexto ecuménico); y simultáneamente, su innegable autoridad moral a nivel universal (en temas centrales como la dignidad de la persona y el servicio al bien común y la paz, la preocupación efectiva por los más débiles y necesitados, la defensa de la vida y de la familia, el cuidado de la Tierra como casa común).   

El presente Instrumentum laboris se refiere al primado del Papa en varias ocasiones, precisamente en relación con la sinodalidad. 

En primer lugar, cita al Concilio Vaticano II y su visión de la catolicidad de la Iglesia, para expresar que la sinodalidad ha de llevarse a cabo “permaneciendo inmutable el primado de la cátedra de Pedro, que preside la asamblea universal de la caridad, protege las diferencias legítimas y simultáneamente vela para que las divergencias sirvan a la unidad en vez de dañarla” (Lumen gentium, 13). 

En segundo lugar, aparece el primado en tres de las preguntas formuladas como ayuda para la oración, la reflexión y el discernimiento sinodal.

La primera se formula así: “Cómo puede contribuir el proceso sinodal en curso a ‘encontrar una forma de ejercicio del primado que, sin renunciar en absoluto a lo esencial de su misión, se abra a una situación nueva’” (la cita es de san Juan Pablo II, enc. Ut unum sint, de 1995, n. 95, texto citado por el Papa Francisco en la exhort. ap. Evangelii gaudium,32 y en la const. Ap. Episcopalis communio, 10). 

Más adelante se vuelve a preguntar sobre este tema: “¿Cómo deben evolucionar, en una Iglesia sinodal, el papel del obispo de Roma y el ejercicio del primado?”

Luego figura una afirmación que convendrá fundamentar y explicar, así como acompañar, con los recursos convenientes (a nivel espiritual, formativo, teológico y canónico), las condiciones para que contribuya efectivamente al bien de todos:

“El Sínodo 2021-2024 está demostrando claramente que el proceso sinodal es el contexto más adecuado para el ejercicio integrado del primado, la colegialidad y la sinodalidad como elementos inalienables de una Iglesia en la que cada sujeto desempeña su función peculiar de la mejor manera posible y en sinergia con los demás”.

Finalmente, reaparece el primado en una consideración y una pregunta sobre el marco general de la sinodalidad: “A la luz de la relación dinámica y circular entre la sinodalidad de la Iglesia, la colegialidad episcopal y el primado petrino, ¿cómo perfeccionar la institución del Sínodo para que se convierta en un espacio cierto y garantizado para el ejercicio de la sinodalidad, asegurando la plena participación de todos –el Pueblo de Dios, el Colegio episcopal y el Obispo de Roma– respetando sus funciones específicas? ¿Cómo valorar el experimento de extensión participativa a un grupo de ‘no obispos’ en la primera sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (octubre 2023)”?

Vaticano

Etiqueta cristiana para discípulos digitales

En 2009, el Papa Benedicto XVI habló de la importancia de la etiqueta en los medios de comunicación y aconsejó que éstos promovieran "una cultura de respeto, diálogo y amistad".

Jennifer Elizabeth Terranova·29 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Dicasterio para la Comunicación ha publicado recientemente un documento titulado «Towards full presence. A Pastoral Reflection on Engagement with Social Media» (Hacia la plena presencia. Una reflexión pastoral sobre el compromiso con las redes sociales), que ofrece consejos y orientación a la comunidad religiosa en su navegación por las redes sociales.

El documento fue firmado por su prefecto laico Paolo Ruffini y su secretario argentino monseñor Lucio A. Ruiz, quienes incluyeron extractos de muchos de los discursos del Papa Francisco en las pasadas Jornadas Mundiales de las Comunicaciones Sociales.

Quizá tengamos que cambiar el nombre de la canción «La vida es una autopista» por «La vida es una autopista digital», ya que no hay vuelta atrás: Estamos asistiendo a la digitalización de la Iglesia.

Pero la pregunta es: ¿Cómo vamos, como individuos y como comunidad de fe, a vivir en el mundo digital como «vecinos amorosos» que están genuinamente presentes y atentos los unos a los otros en nuestro viaje compartido a lo largo de estas «autopistas digitales». Aunque se han hecho grandes avances en la era digital, esta cuestión aún no se ha abordado.

Nuevo espacio digital

Desde su aparición, las redes sociales han experimentado sus propios problemas de crecimiento, y muchos cristianos fieles buscan «orientación e inspiración» a medida que la cultura digital sigue influyendo en sus trayectorias individuales y colectivas.

Las propuestas son oportunas pero no pretenden ser «directrices precisas» para el ministerio pastoral en este espacio; el objetivo y la esperanza son «fomentar una cultura de la vecindad» en un espacio en el que los retos son inevitables. Y la Iglesia reconoce que el mundo digital es una parte significativa de la identidad y el modo de vida de la mayoría de las personas, por lo que la «cuestión ya no es si hay que participar en el mundo digital». Ahora, la cuestión es cómo se comportan los seguidores de Cristo en el ámbito digital y permanecen fieles a las enseñanzas de Jesús y… no a las de Twitter.

En 2009, el Papa Benedicto XVI habló de la importancia de la etiqueta en los medios de comunicación y aconsejó que éstos promovieran «una cultura de respeto, diálogo y amistad». Del mismo modo, el Papa Francisco entiende que el «espacio» digital en el que todos estamos inmersos ha cambiado la forma en que la humanidad recibe conocimientos, «difunde información y desarrolla relaciones.»

Además, la Iglesia es plenamente consciente de que los medios digitales son, de hecho, una herramienta eficaz y «poderosa para su ministerio.» No hubo mejor prueba de ello que durante la pandemia de Covid-19, cuando el mundo se enfrentó a su plaga moderna, y fue en ese espacio digital donde los asustados, los solitarios, los enfermos y los dolientes acudieron en masa y encontraron refugio y esperanza.

La reflexión planteó a los fieles preguntas como las siguientes: «¿Qué tipo de humanidad se refleja en nuestra presencia en los entornos digitales? ¿Qué parte de nuestras relaciones digitales es fruto de una comunicación profunda y veraz, y qué parte está meramente conformada por opiniones incuestionables y reacciones apasionadas? ¿Qué parte de nuestra fe encuentra expresiones digitales vivas y refrescantes? ¿Y quién es mi «vecino» en las redes sociales?».

Un mundo nuevo

El texto también señalaba que, mientras algunos nacieron en esta cultura digital, otros, a los que describen como «inmigrantes digitales», todavía se están adaptando. Tanto si eres un profesional digital como un novato, «online» frente a «offline» ya no forma parte del vocabulario del discípulo digital, citando que «nuestra cultura es ahora una cultura digital».

Dado que los medios sociales desempeñan un papel decisivo en la formación de nuestros valores, creencias, lenguaje y suposiciones sobre la vida cotidiana, la reflexión sugiere que seamos conscientes de las «trampas en la autopista digital». Por ejemplo, las redes sociales pueden ser peligrosas cuando confiamos en ellas para validarnos y adoptamos comportamientos incompatibles con los valores cristianos, por lo que debemos ser conscientes de la ética de los círculos digitales en los que nos congregamos.

En este «ecosistema, se pide a la gente que confíe en la autenticidad de las declaraciones de misión de las empresas de medios sociales», que afirman acercar a sus habitantes y crear espacios saludables en los que se comparten ideas.

Sin embargo, con demasiada frecuencia, las empresas están más preocupadas por el «beneficio». Además, los medios sociales han «transformado a los usuarios en consumidores… y los individuos son tanto consumidores como mercancías». Más a menudo, muchas personas «aceptan por su cuenta y riesgo condiciones de acuerdo» que rara vez leen o comprenden.

El texto nos recuerda que también debemos ser conscientes de otros peligros, como «fomentar comportamientos extremos» en un entorno que puede ser caldo de cultivo y «campo fértil para la violencia, el abuso y la desinformación». Y aunque la brecha digital es real y no puede ignorarse, podemos combatir y encontrar soluciones para el «descontento digital».

El buen samaritano en línea

La reflexión ofrece buenos consejos: «Para humanizar los entornos digitales, no debemos olvidar a los que ‘se quedan atrás’. Sólo podemos ver lo que ocurre si miramos desde la perspectiva del herido de la parábola del Buen Samaritano. Como en la parábola, donde se nos informa de lo que ha visto el herido, la perspectiva de los marginados y heridos digitales nos ayuda a comprender mejor el mundo actual, cada vez más complejo».

También recuerda a los cristianos que deben formar parte de la solución, no del problema. Deberíamos preguntarnos: «¿Cómo podemos crear experiencias en línea más sanas en las que la gente pueda entablar conversaciones y superar desacuerdos con un espíritu de escucha mutua?».

Añade que debemos ser «oyentes intencionales». Recuerda: «El discípulo que ha encontrado la mirada misericordiosa de Cristo ha experimentado algo más. Él o ella sabe que comunicarse bien comienza con la escucha y la conciencia de que otra persona está ante mí. La escucha y la toma de conciencia pretenden favorecer el encuentro y superar los obstáculos existentes, incluido el de la indiferencia….».

El documento está cargado de recordatorios de que, como cristianos, debemos encarnar las virtudes de Cristo y atender a nuestro «prójimo herido», y ser el cambio que esperamos encontrar. «Y puede ser, entonces, que desde nuestra presencia amorosa y genuina en estas esferas digitales de la vida humana, se abra un camino hacia lo que san Juan y san Pablo anhelaban en sus cartas: el encuentro cara a cara de cada persona herida con el Cuerpo del Señor, la Iglesia, para que en un encuentro personal, de corazón a corazón, sus heridas y las nuestras puedan ser sanadas y «nuestra alegría sea completa» (2 Jn 12).

Evangelio

Recompensados al ciento por uno. Domingo XIII del Tiempo Ordinario (A)

Joseph Evans comenta las lecturas del XIII domingo del Tiempo Ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·29 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Todo lo que damos a Dios es ampliamente recompensado. Este es el mensaje básico de las lecturas de la misa de hoy. La primera lectura habla de una mujer importante de un lugar llamado Sunem que “presionó” al profeta Elías para que se quedara con ella y su marido. Y resultó que “desde entonces, se detenía allí a comer cada vez que pasaba”. La buena mujer, percibiendo la santidad del profeta, persuadió entonces a su marido para que hiciera un pequeño refugio para Elías con “una cama, una mesa, una silla y una lámpara, para que cuando venga pueda retirarse”. Pero esta generosa pareja no tenía hijos. Así que Elías la llamó y le dijo que concebiría un hijo y, efectivamente, lo hizo al año siguiente. No sólo eso, sino que años más tarde, cuando el hijo, ya mayor, tuvo una hemorragia y murió, Elías lo resucitó de entre los muertos.

¡Qué bendición es contribuir con la Iglesia y sus ministros! Aunque éstos nunca deben abusar de esta confianza y generosidad (que es, de hecho, lo que el siervo de Elías, Giezi, hará más tarde en otro episodio -con gran disgusto de Elías e incurriendo en un gran castigo por su pecado), Dios bendice ricamente la generosidad de quienes dan de sus propios bienes para sostener la misión de la Iglesia. 

Cómo se alegró Jesús de aquella mujer que derramó un costoso ungüento sobre su cabeza (ver Mt 26, 13). También vemos a varias mujeres que apoyaban a Jesús y a los discípulos “les servían con sus bienes” (Lc 8, 3). 

Y en el evangelio de hoy Jesús no sólo alaba sino que exige esta generosidad. No sólo hay que darle lo mejor, sino anteponerlo a todo vínculo familiar o personal. “El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí”. No se trata de una exigencia irrazonable. Como Dios, Jesús tiene derecho a todo lo que tenemos y somos: Él nos lo dio en primer lugar. Pero lo pide por nosotros, no por Él. Sólo si se lo damos todo a Dios seremos felices. 

Es insensato preferir la criatura al Creador. Por eso, el discipulado puede implicar pérdida, tomar nuestra cruz para seguir a Jesús, perder nuestra vida para ganarla. Pero todo lo que demos será recompensado al ciento por uno (ver Mc 10, 30). La mujer de Sunem recibió el don de la vida, un hijo, por cuidar de un profeta. Dios promete la vida eterna a los que le dan. Cada pequeño don es tenido en cuenta y recompensado. Como nos dice Jesús: “El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, solo porque es mi discípulo, en verdad os digo que no perderá su recompensa”. Dar a los ministros de Dios y a los pobres de Dios nos hará ganar “tesoros en el cielo” (Mt 6, 20).

La homilía sobre las lecturas del domingo XIII del Tiempo Ordinario (A)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Mundo

Desciende el número de católicos en Alemania

Más de medio millón de personas se dieron de baja de la Iglesia católica en 2022 en Alemania. Sin embargo, tras la pandemia del COVID ha aumentado la administración de sacramentos, sobre todo del de matrimonio.

José M. García Pelegrín·28 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

En 2022, el número de personas que se dieron de baja de la Iglesia católica en Alemania registró una cifra récord: la abandonaron 522.821 personas, después de que ya el año 2021 se contabilizaran 359.338.

Este número de una magnitud sin precedentes se debe principalmente al hecho de que aquella persona que se da oficialmente de baja de la Iglesia (“Kirchenaustritt”) queda eximida del pago del llamado impuesto eclesiástico “Kirchensteuer”), que –dependiendo del land en que viva– asciende al 8-9 por ciento del IRPF… y que no se sustituye por otro gravamen. Es decir, quien no tiene un compromiso real con la Iglesia, se ahorra una cantidad no insignificante en materia fiscal.

Lo que no se conoce, por otro lado, es si el hecho de que el Camino Sinodal alemán pueda haber influido en estas cifras. En cualquier caso, dicho proceso de “reforma” ha creado desilusión en muchas personas al ver que se tratan cuestiones que, en realidad, poco tienen que ver con su vida de fe.

Frente a estas enormes cifras de bajas, el número de adultos admitidos por primera vez en la Iglesia católica asciende a 1.447 en 2002 (2021: 1.465) y el de aquellas personas que se habían dado de baja y que vuelven a ser recibidas asciende a 3.753 (2021: 4.116).

Las cifras mencionadas se desprenden de las estadísticas publicadas el miércoles 28 de junio de 2023 por la Conferencia Episcopal alemana y las 27 diócesis en Alemania. Actualmente, los católicos son ya solo el 24,8 por ciento de la población total (20.937.590 de 84,5 millones). También ha descendido el número de miembros de la iglesia evangélica, que en 2022 era de 19,1 millones, el 22,60 por ciento.

En el año 2021, de los 83,2 millones de la población total, los católicos eran el 25,96 por ciento (21,6 millones), mientras que los miembros de la iglesia evangélica ascendían al 23,68 por ciento (19,7 millones).

Con estas cifras, el número total de cristianos en Alemania ha vuelto nuevamente a decrecer: de 41,30 millones (49,36 por ciento) a 40,1 millones (48,87 por ciento). Ciertamente, a la hora de comparar porcentajes, también hay que tener en cuenta que en el incremento de la población total alemana (de 83,2 millones en 2021 a 84,5 millones en 2022) desempeñan un importante papel emigrantes de otras religiones distintas a las cristianas.

Aumento en la recepción de sacramentos tras el Covid

Volviendo a las cifras de la Iglesia católica, se aprecia un ligero aumento en la recepción de los sacramentos, una vez finalizada oficialmente la pandemia del COVID: la asistencia a la Misa dominical asciende al 5,7 por ciento (2021: 4,3 por ciento).

Si en 2021 se administraron 141.992 bautismos, en 2022 fueron 155.173. Recibieron la Primera Comunión 162.506 niños (2021: 156.574) y la Confirmación 110.942 jóvenes (2021: 125.818)

Un incremento significativo se ha producido en el número de matrimonios canónicos: de 20.140 en 2021 a 35.467 en 2022. En cuanto a los entierros canónicos, las cifras se han mantenido prácticamente inalteradas: 240.144 frente a los 240.040 del año anterior.

Desde hace años se viene realizando en las diócesis alemanas un proceso de concentración de parroquias, lo que ha llevado a un descenso de su número de 9.790 en 2021 a 9.624 en 2022. En total viven en Alemania 11.987 sacerdotes (2021: 12.280), de los cuales 6.069 trabajan en la pastoral parroquial (2021: 6.215). El número de diáconos permanentes también ha decrecido: de 3.253 en 2021 a 3.184 el pasado año. El número de ordenaciones sacerdotales en 2022 ascendió a 45 (33 sacerdotes diocesanos y 12 religiosos), tres menos que en 2021.

España

Cáritas ayudó a 2,8 millones de personas en 2022

Cáritas ha hecho púbica esta mañana su Memoria de 2022 en una rueda de prensa que ha tenido lugar en la sede de la institución, en Madrid.

Loreto Rios·28 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

La rueda de prensa en la que se han expuesto los datos de la memoria ha contado con la participación de Manuel Bretón, presidente de Cáritas, y Natalia Peiro, secretaria general.

El presidente de Cáritas ha comenzado su exposición agradeciendo su servicio a los miles de voluntarios que colaboran con Cáritas para atender a los más necesitados, así como a todas las personas e instituciones que hacen posible su labor. Además, ha señalado que la campaña de Cáritas “Tú tienes mucho que ver” quiere poner de relieve la importancia que tiene la colaboración de cada persona en la mejora de las condiciones de vida de los demás.

Aumento de la pobreza

Por su parte, Natalia Peiro ha expuesto los datos más relevantes de la Memoria de 2022, indicando que este año se vio marcado por la salida de la pandemia y el comienzo de la guerra de Ucrania, además de la inflación y el aumento del coste energético. Esto ha acrecentado las condiciones de pobreza de las familias más vulnerables, ya que lo que más ha subido ha sido el precio de los alimentos básicos.

“Vivimos tiempos de crisis acumuladas. Tras la pandemia provocada por el Covid-19, vino la guerra de Ucrania, el aumento de la movilidad humana, la evolución del coste energético y la inflación… Esta situación, tanto en el ámbito local como mundial, ha acrecentado la pobreza y la desigualdad”, ha subrayado la secretaria general.

También ha destacado la importancia de la distribución de las tarjetas monedero para alimentos seleccionados. Este proyecto, del que se han beneficiado 385 000 personas, permite que las familias adquieran los productos por sí mismos, lo que contribuye a la dignidad de las personas que participan de este programa.

Cáritas también ha ayudado a las personas en paro. En 2022, hubo un 11,7 % más de personas buscando empleo que en 2021. 1 de cada 5 personas atendidas consiguió trabajo.

Ayudas para la vivienda

En ayudas para vivienda, Cáritas invirtió 54 millones de euros (46 millones en alquileres y 8 millones en recibos de suministros) y otros 46 millones en alimentos.

“Como consecuencia del aumento del coste de vida, las familias dedican una mayor parte de su presupuesto a pagar la vivienda y a otros gastos esenciales.  La vivienda se ha convertido en un pozo sin fondo para los ingresos de las familias. Dedicar más recursos de los recomendados a la vivienda genera no poder cubrir otras necesidades básicas, como garantizar unos mínimos de confort térmico o la generación de deudas por impagos”, ha apuntado Natalia Peiro.

Cooperación internacional

Fuera de las fronteras de España, Cáritas ha estado atendiendo emergencias como la guerra de Ucrania, donde se ha ayudado a las personas desplazadas, tanto dentro de sus fronteras como en países limítrofes a los que se han visto obligadas a trasladarse para encontrar refugio. La ayuda también se ha extendido a otros focos importantes, como Mali, Burkina Faso y toda la zona del Sahel, Líbano o Bangladesh, entre otros.

Aumenta la inversión anual de Cáritas

En total, se han invertido 457,2 millones de euros, 54 más que en 2021, y se ha ayudado en total a más de 2,8 millones de personas, de las cuales 1,5 millones se encontraban dentro de España, y el resto en el exterior.

Solo un 5,9 % de los ingresos de Cáritas se han invertido en gastos de gestión, porcentaje que lleva manteniéndose los últimos 20 años.

También se ha destacado el apoyo de las administraciones públicas, que han aportado 152 951 184 millones de euros, un 24,2 % más que en 2021. Este incremento es debido a la subida de fondos europeos para la recuperación después de la pandemia. Por tanto, de la financiación de Cáritas de 2022 el 66 % ha sido privado y el 33 % público.

Además, en este periodo preelectoral, Cáritas ha enviado una serie de propuestas a todos los partidos políticos del arco parlamentario, para que introduzcan medidas para mejorar las condiciones de vida de las personas más necesitadas y vulnerables.

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Vaticano

Francisco pide un “pacto educativo” al exaltar a santa Mary MacKillop

El Papa ha exaltado hoy a la religiosa australiana, santa Mary MacKillop, fundadora de las Hermanas de San José del Sagrado Corazón, que dedicó su vida a la formación intelectual y religiosa de los pobres en la Australia rural. Ha solicitado también un “pacto educativo” que una a familias y escuelas, y ha recordado la fiesta de san Pedro y san Pablo.

Francisco Otamendi·28 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Tras la estancia hospitalaria en el Policlínico Gemelli, y su progresiva recuperación, el Papa Francisco se ha fijado hoy en Oceanía, y antes del período de descanso de julio, ha retomado en la Audiencia general el ciclo de catequesis sobre la pasión por la evangelización con la religiosa australiana santa Mary MacKillop (1842-1909)

“Hoy vamos a Oceanía, un continente formado por muchísimas islas, grandes y pequeñas. La fe en Cristo, que tantos emigrantes europeos llevaron a esas tierras, echó raíces pronto y dio frutos abundantes”, ha comenzado su catequesis.

El Santo Padre ha explicado que la santa australiana Mary MacKillop se centró en la realización de numerosas obras de caridad, “como la fundación de escuelas y hogares para los más necesitados, sobre todo en las zonas más rurales de Australia”. 

Y ha puesto como ejemplo  “su testimonio de vida”, que se apoyaba “en la fe y en la confianza en la Providencia de Dios”, y en el hecho de “llevar con paciencia la cruz que es parte integrante de la misión”, ha manifestado el Papa, subrayando que “los santos han tenido oposición incluso dentro de la Iglesia”.

En una ocasión, en la fiesta de la Exaltación de la Cruz, ha recordado el Papa, “Mary dijo a una de sus hermanas: ‘Hija mía, desde hace muchos años he aprendido a amar la Cruz’”. 

Mary MacKillop había nacido cerca de Melbourne, de padres que emigraron a Australia desde Escocia. “De niña, se sintió llamada por Dios a servirlo y testimoniarlo no solo con las palabras, sino sobre todo con una vida transformada por la presencia de Dios (Evangelii gaudium, 259)”, ha señalado Francisco. 

“Como María Magdalena, que fue la primera en encontrar a Jesús resucitado y fue enviada por Él a llevar el anuncio a los discípulos, Mary estaba convencida de ser ella también enviada a difundir la Buena Noticia y a atraer a otros al encuentro con el Dios viviente”. 

Unir familias, escuelas, sociedad

El Pontífice ha señalado que “el apostolado que realizó María MacKIllop, basado principalmente en acompañar a las personas en su crecimiento humano y espiritual, sigue siendo plenamente actual, ya que vemos la necesidad de un pacto educativo que una a las familias, a las escuelas y a toda la sociedad. Sabemos que esto no es nada fácil, también nuestra santa tuvo que afrontar diversos problemas y diversas dificultades”.

“Hermanos y hermanas, el discipulado misionero de Santa Mary MacKillop”, ha subrayado el Papa, “su respuesta creativa a las necesidades de la Iglesia de su tiempo, su compromiso por la formación integral de los jóvenes nos inspire hoy a todos nosotros, llamados a ser levadura del Evangelio en nuestras sociedades en rápida transformación”. 

“Pidamos al Señor, por intercesión de santa María MacKillop y todos los santos y santas que se dedicaron a la educación, que sostenga el trabajo cotidiano de los padres y de los maestros, de los catequistas y formadores, por el bien de la juventud y en vistas a un futuro de paz y fraternidad. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide”, ha proclamado el Santo Padre.

En su bienvenida a los peregrinos de lengua inglesa, el Papa ha mencionado especialmente a los provenientes de Inglaterra, Australia, Palestina, Filipinas, Canadá y Estados Unidos de América. “A todos ustedes y a sus familias invoco la alegría y la paz de nuestro Señor Jesucristo. ¡Dios os bendiga!”

San Pedro y san Pablo, intercesores para Ucrania

En su catequesis en diversos idiomas, el Papa ha recordado la fiesta del 29 de junio en la Iglesia. “Mañana celebraremos la Solemnidad de los santos Pedro y Pablo. Que el ejemplo y la protección de estos dos Apóstoles nos sostengan a cada uno en el seguimiento de Cristo”, ha manifestado.  

“A su intercesión encomendamos el querido pueblo de Ucrania, para que pronto encuentre de nuevo la paz. Se sufre tanto en Ucrania. No olvidemos esto. A todos mi bendición”.

Mañana jueves, el Papa presidirá la Santa Misa en la Basílica de San Pedro, con  la bendición del palio para los nuevos arzobispos metropolitanos, entre los que se encuentran varios de América Latina, como el nuevo arzobispo de Buenos Aires (Argentina), Mons. Jorge García Cuerva.

En la Misa estarán nuevos arzobispos españoles. Algunos han podido saludar al Santo Padre esta mañana, tras la catequesis en la plaza de San Pedro. Son el de Valencia, Mons. Enrique Benavent; Granada, Mons. José María Gil Tamayo; Santiago de Compostela, Mons. Francisco Jose Prieto; Tánger, Mons. Emilio Rocha OFM, y el arzobispo electo de Madrid, Mons. José Cobo.

En su catequesis, el Papa ha subrayado, como se ha visto más arriba, la importancia de los más pobres y necesitados en la Iglesia. “No hay santidad sin que de un modo u otro haya esa atención a los pobres, a los necesitados, a los que están al margen de la sociedad”, ha señalado.

El autorFrancisco Otamendi

Estados Unidos

El legado de san Josemaría Escrivá sigue vivo

El 26 de junio la Iglesia celebró la fiesta de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei. El cardenal Dolan pronunció una homilía ensalzando a este santo en la catedral de San Patricio, en Nueva York.

Jennifer Elizabeth Terranova·28 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

La fiesta de San Josemaría Escrivá se celebró el 26 de junio en la catedral de San Patricio de Nueva York, y su Eminencia, el Cardenal Timothy Dolan, fue el celebrante principal, que habló de su vida, su legado y el Opus Dei.

Hombre de oración, reflexión y gran alegría, san Josemaría Escrivá sintió siempre el anhelo de hacer más, y lo hizo. Creía que todos los hombres podían llegar a ser santos viviendo vidas ordinarias en el mundo ordinario. Y en su homilía, el cardenal Dolan mencionó algunas de las muchas razones para ensalzar los dones de san Josemaría.

El cardenal Dolan comenzó la Misa expresando su gratitud hacia el Opus Dei, su carisma y misión. Compartió cómo, en la archidiócesis de Nueva York, «he llegado a conocer y amar la vocación inspirada por san Josemaría Escrivá». Se refirió al difunto santo como un «profeta precoz de la llamada universal a la santidad». Su legado espiritual pervive a través de muchos de los «queridos hombres y mujeres del Opus Dei».

La identidad del Opus Dei en lo cotidiano

Su Eminencia ofreció tres puntos de vista sobre su misión y elogió el énfasis del Opus Dei en lo que es silencioso, su énfasis en lo que es invisible y su estrategia de evangelización.

«Vosotros, hijos e hijas de san Josemaría, no lleváis ningún hábito religioso distintivo; no tenéis ninguna identidad abiertamente religiosa en vuestra residencia; contestáis al teléfono, no con una cortés [respuesta] de un título, apostolado o parroquia… sino normalmente con un simple hola».

Además, el Cardenal Dolan elogió al Opus Dei por evitar cualquier afiliación con «relaciones públicas escurridizas y ruidosas». Recordó que nuestro Señor «prefería dejar que la gente descubriera quién era por sus acciones, y conociéndole mejor, y no difundiéndolo ….». Y continuó: «Él guardaba silencio sobre su identidad, y vosotros también, y eso me gusta».

La importancia de lo que no se ve

Inició la segunda parte de lo que llamó la «trifecta» alabando el enfoque del Opus Dei en lo que es «invisible». Comparó a San Josemaría, y a sus seguidores, con los apóstoles del Evangelio de la tarde. «Los apóstoles… no actúan sobre lo verificable… basaron sus acciones en los mandatos de Jesús, y vosotros también».

El cardenal Dolan concluyó su homilía evocando a la Madre Teresa y alabando la misión del Opus Dei y su capacidad para evangelizar «uno a uno, alma a alma». Cuando alguien preguntó a la Madre Teresa cómo se podía erradicar la pobreza global, ella respondió: «No es la pobreza global lo que trato de resolver; es alimentar, vestir y amar a esta persona pobre en mis brazos, en la cuneta ahora mismo.»

Elogió a san Josemaría y dijo que el santo y el carisma del Opus Dei comparten la sabiduría de Jesucristo.

Estados Unidos

Juneteenth: La segunda independencia de los EUA

Juneteenth, el 19 de junio, se considera el segundo día de la independencia en Estados Unidos, puesto que marcó la abolición de la esclavitud en el país.

Gonzalo Meza·28 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 7 minutos

En el siglo XIX las cartas y las comunicaciones tomaban semanas, meses o hasta años en llegar a su destino. Este proceso se demoraba aún más ante la ausencia de infraestructura como carreteras o debido a las guerras. Muchas de esas noticias urgentes implicaban la vida o muerte, la esclavitud o la libertad. Así sucedió en los Estados Unidos. Al acercarse el tercer año de la guerra civil norteamericana (1861-1865), el presidente Abraham Lincoln emitió el 1 de enero de 1863 la Proclamación de Emancipación decretando que todas las personas detenidas como esclavos, en adelante serían libres. El documento cambió el estatus legal de casi tres y medio millones de esclavos que vivían en los EUA. Pero muchos de ellos no se enteraron sino hasta dos años más tarde.

El 19 de junio de 1865, las tropas de la Unión llegaron a la bahía de Galveston, Texas con buenas noticias para los esclavos, eran libres: «Se informa al pueblo de Texas que, de acuerdo con una Proclamación del Ejecutivo de los EUA, todos los esclavos son libres. Esto implica igualdad absoluta de derechos y de propiedad entre los antiguos amos». Desde ese entonces el evento se conmemoró localmente el 19 de junio y se le denominó «Juneteenth Independence Day». Algunos lo denominan la segunda independencia del país. 

Al terminar la guerra civil norteamericana, al inicio de la Era de la Reconstrucción (1863-1877) Juneteenth se comenzó a celebrar localmente en Texas. La conmemoración era un acto solemne y celebrativo, durante el cual se rezaba, se leía el texto de la proclamación de Lincoln y se cantaban himnos de la comunidad afroamericana, entre ellos el poema de James Weldon Johnson «Lift Every Voice», creado en 1900 y que se conocería como el «Himno Nacional Negro».

Con el paso de los años estas celebraciones del Juneteenth se enriquecieron con otras actividades, tales como prédicas dominicales en las iglesias protestantes, conferencias y desfiles por las calles de la ciudad. Las avenidas también se enriquecían con los platillos afroamericanos. Sin embargo, durante los años de la era conocida como «Jim Crow» (Leyes de segregación racial entre 1876 y 1965), la festividad de Juneteenth se marginalizó, pero adquirió un tono comercial. No fue sino hasta 1979 cuando Texas la adoptó como una festividad estatal y en el 2021 el presidente Joe Biden la elevó a rango de festividad federal, siendo junto con otros días como el día de la independencia o el «Memorial Day», un día feriado, de asueto a nivel nacional.

Contribuyendo al futuro

Para conmemorar el Juneteenth, el Cardenal Wilton D. Gregory, arzobispo de Washington DC presidió el 18 de junio del 2023 una misa en la Parroquia Mount Calvary en Forestville, Maryland. En su homilía, el prelado se refirió al significado del Juneteenth para el pueblo católico afroamericano: «Las personas de color en los Estados Unidos tenemos una propensión a interpretar la Palabra de Dios, como algo directamente relacionado con nuestra situación de vida. La historia del Éxodo, cuando los hebreos escaparon del faraón es quizá la analogía bíblica más aplicada en nuestra historia».

Mons. Gregory precisó que la Proclamación de Emancipación tomó más de dos años en llegar a Texas y «sus implicaciones requirieron un tiempo considerable para llegar a los confines de la nación», esto se debió en parte a que «no todo el mundo quería que se diera a conocer la libertad de aquellos que antes estaban esclavizados». Haciendo una comparación, el cardenal señaló que «el Reino de los Cielos es la tierra de perfecta paz y libertad. Hoy en día, incluso con todos los medios de comunicación, el mensaje del Reino no ha llegado todos los corazones. El Reino aun nos espera. Estamos en el camino a pesar de los obstáculos que enfrentamos», indicó.

Las iglesias protestantes y la iglesia católica en general fueron el refugio donde miles de afroamericanos, primero como esclavos y luego segregados, encontraron un lugar de solaz, de convivencia e incluso de oportunidades educativas y laborales. Muchas órdenes religiosas se dedicaron a evangelizar y cuidar a este sector marginado y discriminado por la sociedad, entre ellas los Misioneros del Verbo Divino, las Hermanas Oblatas de la Divina Providencia; las Hermanas de la Sagrada Familia; los padres de la Sociedad del Sagrado Corazón de Jesús (Josefitas), las siervas Franciscanas de María entre otras.  Por su parte diversas como la Iglesia Episcopal Metodista Africana, la «American Baptist Home Mission Society» establecieron colegios, universidades y seminarios.

Estas instituciones se multiplicarían llegando en poco tiempo a más de doscientos. De esa forma se estableció una tradición intelectual en la sociedad afroamericana. Un ejemplo es el Instituto Teológico de Augusta, establecido en Augusta, Georgia en 1867. Fue fundado en el sótano de una Iglesia Bautista en dicha ciudad. Este fue el epítome del acelerado crecimiento de las universidades y colegios dedicados a la educación de los afroamericanos en diversas ramas de las ciencias, el trabajo social, la medicina y las artes liberales. 

Revisando el pasado

La esclavitud ha sido definida como uno de los «pecados originales» de la nación. Desafortunadamente muchos se valieron de la fe para justificarla.  Juneteenth es también una oportunidad para revisar el pasado, tal como lo señaló el arzobispo de Baltimore William E. Lori, en un mensaje con motivo de esta festividad: «158 años después de que la Proclamación de Emancipación llegara a Texas, el pecado de la esclavitud todavía influye en el mundo en que vivimos. Estamos llamados por Dios a reconocer las influencias perjudiciales y a crear un cambio duradero». 

Slave Bible

Algunos colonizadores británicos y norteamericanos propietarios de esclavos usaron un recurso mal habido, creado en Londres en 1807. Se trató de la «Slave Bible» una «biblia» alterada para justificar la esclavitud. El documento omitía secciones enteras de la Sagrada Escritura que podían fomentar la rebelión (v.g., Gal 3,28) e incluía partes que fortalecían las ideas colonizadoras del Imperio Británico (v.g., Ef 6,5).

Según los expertos, este documento omite cerca del 90% del Antiguo Testamento y 50% del Nuevo Testamento. El panfleto se usó en los EUA y en las Indias Occidentales Británicas: Jamaica, Barbados, Antigua y algunas naciones del Caribe. 

La iglesia católica

Aunque la naciente iglesia en los EUA combatió la esclavitud al crear instituciones educativas y centros para atender a este sector, algunas diócesis fueron parte pecado colectivo de la esclavitud en los EUA. En el 2018, los obispos norteamericanos hablaron del tema en una carta pastoral contra el racismo: «Abramos nuestros corazones. El incesante llamado al amor». En el documento señalan: Examinar nuestra pecaminosidad —individualmente, como comunidad cristiana y como sociedad— es una lección de humildad. Esto requiere que reconozcamos hechos y pensamientos pecaminosos, y que pidamos perdón. Para nuestra vergüenza, muchos líderes religiosos estadounidenses, entre ellos algunos obispos católicos, no se opusieron formalmente a la esclavitud; algunos incluso poseían esclavos. Expresamos profundo pesar y remordimiento por ellos».

El fenómeno de la esclavitud a nivel institucional en la iglesia norteamericana naciente no fue tan extenso por varias razones: hasta antes de la proclamación de emancipación había en los EUA 15 diócesis (la primera fue Baltimore), de las cuales 8 eran parte del norte (de las 13 colonias norteamericanas) región donde la esclavitud no se aceptaba, y 7 del sur. Asimismo, hasta 1848, gran parte del territorio actual del sur y la costa oeste geográficos del país pertenecía a la Nueva España (hasta 1810) y luego a México como nación independiente.

En dichos territorios residían desde muchos siglos antes pueblos originarios, indios donde el sistema esclavista no adquiría las mismas características que el sistema europeo-norteamericano de comercio de africanos. Igualmente, en la Nueva España la esclavitud de los indígenas no se permitía. Esto no quiere decir que esta región estuviera exenta del fenómeno. En los estados de la costa este del Golfo de México también se practicaba el comercio de personas traídas de África. Igualmente, algunos grupos indígenas de Mesoamérica, al conquistar a otros subyugaban a los habitantes.

En el caso de la iglesia en los EUA, una de las diócesis donde se dio el fenómeno de la esclavitud fue Baltimore en Maryland, la primera diócesis de la nación. Por ello, en mayo del 2023, la Arquidiócesis anunció la creación de una Comisión sobre la Esclavitud. Con motivo del Juneteenth 2023, Mons. William E. Lori, arzobispo de Baltimore señaló: «158 años después, el pecado de la esclavitud todavía influye enormemente en el mundo en que vivimos. Estamos llamados por Dios a reconocer estas malas influencias y a crear un cambio duradero para el beneficio de todos. La Comisión sobre la Esclavitud supervisará un estudio histórico que examinará en espíritu de oración la conexión de la Arquidiócesis con la esclavitud. Quisiera pedir a cada uno que sigamos comprendiendo y abordando las formas en que el racismo destruye la dignidad humana, destruye la unidad de la familia humana y rechaza la Buena Nueva de Nuestro Señor Jesucristo. Juntos, como hermanos y hermanas de Cristo, podemos luchar por la libertad verdadera y duradera, la libertad del poder del pecado que nos aleja de Dios y nos aleja unos de otros».

Himno nacional negro

Conocido como el Himno Nacional Negro, fue escrito por James Weldon Johnson en 1900. Su hermano, John Rosamond Johnson compuso la música para la letra. Forma parte de los himnos que se entonan durante las celebraciones del Juneteenth y otras festividades. Ha sido interpretado por Ray Charles y Aretha Franklin, entre otros.

Lift every voice and sing   
Till earth and heaven ring,
Ring with the harmonies of Liberty.
Let our rejoicing rise
High as the list'ning skies,
Let it resound loud as the rolling sea.
Sing a song full of the faith that the dark past has taught us,
Sing a song full of the hope that the present has brought us;
Facing the rising sun of our new day begun,
Let us march on 'til victory is won…
God of our weary years,   
God of our silent tears,
Thou who hast brought us thus far on the way;
Thou who hast by Thy might   
Led us into the light,
Keep us forever in the path, we pray.
Lest our feet stray from the places, our God, where we met Thee,
Lest, our hearts drunk with the wine of the world, we forget Thee;
Shadowed beneath Thy hand,   
May we forever stand.   
True to our God,
True to our native land.

La traducción en español es la siguiente:

Que se alcen las voces y canten
Hasta que resuenen cielo y tierra
Resuenen con harmonías de libertad.
Que ascienda nuestra alegría
Tan alto como los cielos que escuchan
Que resuene tan alto como el agitado mar.
Canten una canción llena de la fe que el oscuro pasado nos ha enseñado.
Canten una canción llena de la esperanza que el presente nos ha traído
Frente al sol naciente de nuestro nuevo día que inicia.
Marchemos hasta que la victoria sea ganada.
Dios de nuestros años de agobio
Dios de nuestras lágrimas silentes 
Tú, que hasta aquí nos has traído en el camino.
Tú, que por tu poder
hacia la luz nos guías,
Mantennos para siempre en el camino, te imploramos.
No sea que nuestros pies se desvíen de los lugares, donde nos encontramos contigo, nuestro Dios
No sea que nuestros corazones, embriagados con el vino del mundo, nos olvidemos de Ti.
Que siempre permanezcamos
Fieles a nuestro Dios
Fieles a nuestra tierra donde nacimos.
Cultura

Leer a Jacques Maritain (1882-1973) a los 50 años de su muerte

Maritain no es solo un pensador teórico, sino que desarrolló un análisis de la sociedad de su tiempo, destacando cómo una nueva cultura cristiana puede transformar las estructuras de la vida social. Su lectura sigue interpelándonos hoy.

Jaime Nubiola·28 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El pasado 28 de abril se cumplían cincuenta años del fallecimiento del filósofo francés Jacques Maritain, ilustre representante del pensamiento católico del siglo XX. Recuerdo mi primer encuentro con un libro suyo cuando contaba apenas 18 años. Se trataba de su manual de lógica formal: El orden de los conceptos, publicado en Buenos Aires por el Club de Lectores en 1965. Me impresionó su claridad conceptual, el orden de su exposición y el conocimiento que mostraba de la historia de la materia, que tanto contrastaba con los demás manuales disponibles entonces.

Jacques Maritain había nacido de familia protestante en París en 1882, se había casado en 1904 con Raïssa Oumansoff, inmigrante judía de origen ruso, y había sido bautizado junto con su esposa en la iglesia de san Juan Evangelista de Montmartre el 11 de junio de 1906, actuando como padrino el polémico escritor católico, también converso,Léon Bloy (1846-1917). 

El pensamiento de Maritain

En el libro de Raïssa Las grandes amistades relata con gran emoción el encuentro de ambos con Charles Péguy, Henri Bergson, Pierre y Cristina Van der Meer, ahijados, como ellos, de Bloy. Será la propia Raïssa quien introducirá a su esposo Jacques en el estudio del pensamiento de santo Tomás de Aquino.

Quizá convenga también añadir que Maritain no fue bien recibido en la España de la posguerra a causa de su posicionamiento en la guerra civil española (1936-1939). Maritain se opuso a considerar la guerra civil como una “cruzada”, ni siquiera a considerar como dignas de ser llamadas católicas a las tropas mandadas por Francisco Franco a causa de las matanzas de republicanos.

Bajo la dirección de Hubert Borde y Bernard Hubert se ha publicado el año pasado en la editorial Téqui de París un grueso volumen de más de 850 páginas con el título general de Actualité de Jacques Maritain que reúne 24 valiosas colaboraciones profundizando en diversos aspectos de su figura medio siglo después de su muerte. “El pensamiento de Maritain” –explican los editores en este volumen– “se inscribe en una constelación que es fácil de identificar, la de un retorno a santo Tomás que se entiende a la vez como un intento de reapropiarse de la obra del doctor angélico y mostrar cómo ella puede responder a los desafíos del pensamiento contemporáneo”. Aquí está a mi juicio la clave del interés de leer hoy a Maritain, pues precisamente el pensamiento católico está hondamente necesitado de un potente relanzamiento para afrontar los acuciantes problemas intelectuales y vitales que afligen a nuestra cultura. Maritain, a pesar de ser todavía, “especialmente en España, un famoso desconocido” -en palabras de Juan Manuel Burgos- puede ser un punto de apoyo decisivo para repensar el mundo actual en el marco de la fe cristiana.

Como es conocido, Jacques Maritain participó en la elaboración de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas de 1948. Maritain era el jefe de la delegación oficial de Francia y ante las graves discrepancias que habían surgido en la comisión preparatoria, propuso dejar a un lado las disputas teóricas y asumir un enfoque realista y práctico que defendía la cooperación entre los seres humanos por su común naturaleza. 

Esta manera de abordar la cuestión hizo posible que se redactara y aprobara la Declaración Universal que tanta influencia ha tenido. De hecho, el pensamiento de Jacques Maritain fue decisivo para la configuración de los partidos democratacristianos en numerosos países, particularmente en Sudamérica: Argentina, Chile, Venezuela, etc.

Humanismo integral

Pregunté a un experto qué libro de la extensa obra de Maritain me recomendaba para conmemorar el 50 aniversario de su fallecimiento y me indicó sin dudarlo Humanismo integral, publicado originalmente en 1936 tanto en francés como en castellano, que lleva el significativo subtítulo Problemas temporales y espirituales de una nueva cristiandad. Se trata probablemente -dice Burgos en la edición española que he leído publicada por la editorial Palabra en 2015- “de su obra maestra o, por lo menos, la más conocida. […] Es un libro serio y profundo, con unas tesis muy definidas y pensadas y es precisamente esa fuerza intelectual la que provocó importantes polémicas que se han extendido en el tiempo hasta fechas muy reciente” (p. 10).

El lector actual de Humanismo integral queda impresionado, en primer lugar, por la maestría y soltura con la que Maritain se mueve en la historia de las ideas: lo bien que describe el ocaso de la cristiandad medieval, su relevo por el humanismo renacentista y moderno hasta llegar a la crisis de las primeras décadas del siglo XX en las que el cristianismo -como nos pasa un siglo después- parece quedar retrasado respecto de los avances de los tiempos. “Maritain” -añade Burgos (p. 10)- “quiso construir un nuevo proyecto de acción política y social que rompiera de una vez por todas con el paradigma de la Cristiandad Medieval como modelo de unión entre cristianismo y sociedad”.

Juan Pablo II mencionó a Jacques Maritain en la Fides et ratio como uno de aquellos pensadores cristianos que podían servirnos de ejemplo: “Prestar atención al itinerario espiritual de estos maestros ayudará, sin duda alguna, al progreso en la búsqueda de la verdad y en la aplicación de los resultados alcanzados al servicio del hombre”. Y expresaba su esperanza de que esa tradición “encuentre hoy y en el futuro continuadores y cultivadores para el bien de la Iglesia y de la humanidad” (n. 74). Releer hoy el Humanismo integral de Maritain nos invita a repensar la acción de los cristianos en el mundo en el año 2023.

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Mundo

«La comunicación de Cáritas es el testimonio»

La Confederación de Caritas Internationalis con más de 160 miembros presentes en casi todos los países del mundo, está siempre presente cuando surge una crisis.

Antonino Piccione·28 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Con el apoyo desde pequeños grupos de voluntarios hasta algunas de las organizaciones benéficas más grandes del mundo, y con la inspiración de la fe católica, Caritas Internationalis (CI) es la mano amiga de la Iglesia que se dirige a los pobres, los vulnerables y los excluidos, sin importar su raza o religión, para construir un mundo basado en la justicia y el amor fraterno. Con su sede central en Roma, coordina operaciones de emergencia, formula políticas de desarrollo y promueve un mundo mejor para todos.

Desde la fundación de la primera Caritas en Alemania en 1897, hasta la creación de CI en 1951 y hasta hoy, Caritas tiene una rica historia de escucha respetuosa del sufrimiento de los pobres y de proporcionarles las herramientas para transformar sus vidas.

Los profundos principios morales y espirituales de dignidad, justicia, solidaridad y administración siguen guiando a Caritas en la actualidad.

Marta Petrosillo, directora de Recaudación de Fondos, Relaciones Públicas y Comunicaciones de CI, intervino el 27 de junio en el encuentro organizado por la Asociación Iscom en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, con la participación de algunos directores de comunicación de instituciones católicas.

«Construimos solidaridad global: hablamos como una familia Caritas y somos reconocidos como una voz global creíble y confiable en cuestiones sociales, ecológicas, humanitarias y de desarrollo. Damos testimonio de la experiencia vivida por las personas que viven en la pobreza, que están excluidas, son vulnerables o atraviesan crisis, uniéndonos a sus demandas de justicia a través de nuestras comunicaciones. Fortalecemos las capacidades de comunicación en todos los niveles de la Confederación, a través del aprendizaje mutuo y el acompañamiento. En el espíritu de solidaridad y cooperación fraterna, movilizamos recursos para lograr nuestra misión colectiva».

En el marco delineado por Petrosillo, algunos elementos desempeñan un papel clave en la estrategia de comunicación de CI: en primer lugar, la cooperación y coordinación constantes con los colegas de respuesta a emergencias; la presencia del punto focal de comunicación en el equipo de apoyo (por ejemplo, los puntos focales de comunicación en Ucrania y países vecinos); actualizaciones constantes, testimonios, historias, entrevistas; organización de conferencias y reuniones informativas para los medios de comunicación y otras partes interesadas, videos y fotos.

Nuestro compromiso – enfatiza Petrosillo – también es dar testimonio de las llamadas crisis olvidadas, dando voz a aquellos que no la tienen. La crisis de la República Democrática del Congo, la del Sudán del Sur. Dos países que han experimentado una grave crisis humanitaria durante más de veinte años, olvidada por los medios de comunicación, pero que continúa comprometiendo a Caritas y a las iglesias locales, que nunca han dejado de brindar ayuda y aliviar el sufrimiento de las poblaciones en dificultad».

El pasado 27 de enero, los responsables de Caritas Congo, Boniface Ata Deagbo, y de Caritas Sudán del Sur, Gabriel Yai Aropo, se reunieron en un punto de encuentro virtual con la Confederación de Organizaciones Católicas de Asistencia, Desarrollo y Servicios Sociales que operan en más de 200 países y territorios en todo el mundo.

¿Cómo se materializa concretamente el trabajo de CI? «Se busca contrarrestar – responde Petrosillo – la pobreza y, sobre todo, la grave inseguridad alimentaria que continúa empeorando, también como consecuencia de la crisis ucraniana que, a nivel internacional, ha tenido un gran impacto en la inseguridad alimentaria, especialmente en los últimos meses.

Otro frente en el que Caritas está fuertemente comprometida es la acogida y el apoyo a los refugiados. Tenemos más de 5 millones de desplazados internos en el país debido a los conflictos, principalmente provenientes de la parte oriental de la RDC. Se ha destacado la presencia de niños soldados entre ellos. Caritas busca brindarles acogida, alimentos y artículos de primera necesidad. También hay un fuerte compromiso con la educación de los más pequeños. 

Caritas Sudán del Sur, por su parte, reúne a miembros de diferentes comunidades, diferentes grupos étnicos, y los involucra en actividades conjuntas para fomentar la paz».

Desde el punto de vista de la comunicación, no se puede dejar de aprovechar las oportunidades ofrecidas por un viaje papal y no se puede evitar el imperativo de la prontitud.

Más allá del viaje apostólico del Papa Francisco a la República Democrática del Congo y al Sudán del Sur (31 de enero – 5 de febrero), la responsable de Comunicación de CI menciona la visita del Santo Padre a Kazajistán el pasado septiembre.

En vísperas de ello, Guido Trezzani, director de Caritas del país, en una reunión en línea para periodistas organizada por CI, dijo: «La actividad de Caritas es una herramienta poderosa para salir de ese pequeño recinto en el que permanecemos encerrados y responder a las necesidades de la gente», porque a pesar de que Kazajistán es un país potencialmente rico en recursos, «la realidad de la gente, especialmente la población que vive en las zonas rurales, fuera de las grandes ciudades, es difícil». Caritas está comprometida en diversos campos de acción: educación, salud, ayuda a los sectores más vulnerables de la población como los ancianos y las personas con discapacidad.

Desde 2014, Caritas ha iniciado un proyecto «piloto» para apoyar a las familias con niños con síndrome de Down. Con el fin de satisfacer las necesidades de estos padres, Caritas abrió un Centro en Almaty con una sucursal en la zona del Caspio y se están abriendo otros tres puntos. «Hay una demanda», dijo el padre Trezzani, «y una falta total de especialistas».

El trabajo de Caritas no solo busca ayudar a las familias fomentando la integración escolar y la inserción laboral, sino también realizar iniciativas de sensibilización, comenzando en las clínicas donde a menudo se propone a las familias el aborto o el abandono en orfanatos debido a que la condición del síndrome se presenta como una «situación sin esperanza».

El autorAntonino Piccione

Vaticano

¿El Papa tiene vacaciones?

¿El Papa Francisco tiene vacaciones? ¿Qué hace durante el mes de julio? El Santo Padre también aprovecha la temporada de calor para descansar.

Paloma López Campos·27 de junio de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La Oficina de Prensa del Vaticano confirmó el martes por la mañana que el Papa Francisco reducirá su agenda a partir del 1 de julio. Podría decirse que el Pontífice va a cogerse unas vacaciones.

A lo largo del mes de julio el Papa no tendrá más audiencias. Francisco no mantendrá su habitual audiencia de los miércoles, pero tampoco tendrá encuentros especiales ni extraordinarios. El momento para ver en público al Santo Padre será el Ángelus de los domingos, que seguirá rezando desde su ventana.

Estas semanas de descanso sirven como preparación para la intensa agenda que supone la JMJ en Lisboa, la primera semana de agosto. Esta reunión con los jóvenes de todo el mundo es el pistoletazo de salida, tras el cual Francisco retomará las audiencias generales el 9 de agosto, tan solo un par de días después de Portugal.

A pesar de reducir su agenda, el Papa lleva años renunciando a disfrutar de unas vacaciones formales y este año no será diferente. Seguirá trabajando en documentos y otras cuestiones importantes en el Vaticano. De hecho, se espera que en los próximos meses el Pontífice publique un escrito sobre los divorciados en la Iglesia, cuestión de la que se lleva hablando ya un tiempo.

Francisco suele aprovechar este tiempo de descanso para rezar, leer y reposar. Pese a no trasladarse fuera de su residencia en Santa Marta, el Papa también usa estos días con la agenda más libre para hacer visitas a amigos.

Vaticano

El cardenal Zuppi visita Moscú

El Vaticano ha anunciado la próxima visita del cardenal Matteo Maria Zuppi, arzobispo de Bolonia, a la capital rusa los días 28 y 29 de junio.

Loreto Rios·27 de junio de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Según el breve comunicado emitido por la Santa Sede, los días 28 y 29 de junio de 2023 «el cardenal Matteo Maria Zuppi, arzobispo de Bolonia y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, acompañado por un oficial de la Secretaría de Estado, realizará una visita a Moscú como enviado del Papa Francisco».
El comunicado añade a continuación cuál sería el objetivo de la visita: «El objetivo principal de la iniciativa es fomentar gestos de humanidad, que puedan contribuir a favorecer una solución a la trágica situación actual y encontrar vías para alcanzar una paz justa».

Visita de Zuppi a Ucrania a principios de junio

Esta visita se enmarca dentro del propósito del Vaticano de contribuir al cese de la guerra que comenzó tras la invasión rusa de Ucrania el año pasado.

En este contexto, Zuppi ya visitó Ucrania a principios de este mes de junio, los días 5 y 6. Se entrevistó con personalidades religiosas y políticas, entre ellas el presidente del país, Volodímir Zelensky.

También tuvo oportunidad de detenerse en Bucha, la ciudad donde comenzó el conflicto y donde tuvo lugar una matanza de civiles.

Durante esta visita, también se entrevistó con Dmytro Lubinets, encargado de la defensa de los derechos humanos, con el que habló del problema de los niños ucranianos en territorios ocupados por las tropas rusas y de la situación de los prisioneros, tanto militares como civiles.

El último día, el cardenal también pudo tener un momento de oración en la catedral de Kiev, Santa Sofía.

Cultura

Hacia el nacimiento del estado de Israel. Los judíos y la diáspora

Ferrara comienza, con este artículo, una serie de cuatro interesantes resúmenes histórico culturales para entender la configuración del estado de Israel, la cuestión árabe-israelí y la presencia del pueblo judío en el mundo en la actualidad.

Gerardo Ferrara·27 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 7 minutos

Israel. Palestina. Ha-Aretz (hebreo: la Tierra tout court, que es como los judíos definen la Tierra que Dios les prometió, desde Dan en el norte hasta Beersheba en el sur). Filastìn (árabe: Palestina). Yerushalayim (nombre hebreo de Jerusalén, que significa «colina de la paz» y, por extensión, ciudad de la paz). Al-Quds (el Santo: nombre árabe de Jerusalén). En este pequeño pañuelo de tierra, las cosas suelen tener dos o más nombres, y las definiciones de los lugares de esta minúscula región a caballo entre África y Asia son rotundas, dan una sensación de absoluto, de divino, casi como si aquí confluyeran todas las miradas del mundo, todas las expectativas, anhelos y deseos de miles de millones de hombres a lo largo de la historia.

Por tanto, antes de profundizar en la cuestión árabe-israelí, es necesario aclarar a quién y a qué nos referimos. Para ser aún más precisos, habría incluso que hablar en primer lugar de una cuestión judía, que luego se convierte en judeo-otomana y al mismo tiempo judeo-árabe o judeo-palestina, y finalmente, sólo desde 1948, árabe-israelí o israelí-palestina.

¿Judíos o israelíes?

Empecemos por uno de esos supuestos que todo orientalista novato debe conocer. Del mismo modo que uno aprende, durante sus primeras lecciones en la universidad, que no todos los árabes son musulmanes y no todos los musulmanes son árabes, es necesario señalar que no todos los judíos son israelíes y no todos los israelíes son judíos.

¿Quiénes son, pues, los israelíes? Son los ciudadanos del Estado de Israel, un país de Asia Occidental de unos 9 millones de habitantes, de los cuales unos 7 millones son judíos, con una minoría considerable (unos 2 millones) de árabes, musulmanes suníes en su inmensa mayoría, pero con una pequeña minoría de cristianos y drusos. Los israelíes, por tanto, son tanto judíos como árabes (o palestinos: sobre el uso de este último término nos remitimos a las páginas siguientes) y tanto judíos como musulmanes, drusos, cristianos, etc.

Los judíos (término que es sinónimo, en italiano, de «israelitas» y no de «israelíes»), por su parte, son un grupo etnorreligioso que cuenta entre 17 y 20 millones de personas, la mayoría de las cuales (unos 10 millones) residen en Estados Unidos; también hay unos 7 millones en Israel. También hay una presencia bastante importante en Francia (había 700.000 a principios de este siglo, pero no dejan de disminuir), el Reino Unido, Rusia y otros países. En Italia hay unos 45.000 judíos.

Se definen a sí mismos como un «grupo etnorreligioso», y no como simples fieles de una religión, porque el concepto de etnia y el de fe religiosa, en el judaísmo, están estrechamente relacionados. Antes de la Shoah, u Holocausto, el genocidio que exterminó a la mayoría de las comunidades judías de Europa, el Viejo Continente era la cuna de más de la mitad de los judíos del mundo.

Asquenazíes y sefardíes

Los judíos, tanto los que viven en Israel como los que están dispersos por todo el mundo, se dividen generalmente en dos grandes grupos, basados en distintos factores, que son, en primer lugar, todos los aspectos culturales que los distinguen, como la lengua, las tradiciones, las costumbres y los hábitos, así como las vicisitudes históricas por las que han pasado y la situación geográfica de la comunidad a la que pertenecen.

Estos dos grupos se denominan «asquenazíes» y «sefardíes» (de Ashkenaz y Sefarad, que en hebreo medieval significan Alemania y España respectivamente).

En general, los sefardíes son aquellos israelitas (Isaac Abravanel, judío y ministro de Hacienda del Reino hasta la expulsión, habla de entre 200.000 y 300.000) que se negaron a convertirse al cristianismo y fueron expulsados de España en 1492, tras la Reconquista definitiva del país a los moros por Fernando, rey de Aragón, e Isabel, reina de Castilla. Encontraron refugio en el norte de África, en el Imperio Otomano, en Egipto, en Oriente Próximo.

Sin embargo, hoy en día también se definen como sefardíes las comunidades judías de Yemen, Irak, Palestina y otros países de Asia y África que poco o nada tienen que ver con los refugiados expulsados en el siglo XV de la Península Ibérica. Esto se debe a que, en el siglo XVI, un erudito y místico de origen andaluz, Yossef Caro (1488-1575), redactó un código, llamado el Shulhan Arukh, que recogía todas las tradiciones, costumbres, normas de licitud e ilicitud y rituales de las comunidades hispanas.

En respuesta, un erudito judío polaco, Moshé Isserles, también conocido como Haremá, comentó el código de Caro, dictaminando que algunas de las normas contenidas en él no se ajustaban a la tradición asquenazí. Esto creó la distinción entre asquenazíes y sefardíes (una diferencia que va desde los rituales hasta la comida, pasando por la forma de relacionarse con los no judíos, el idioma utilizado en la vida cotidiana, etc.), a los que muchos también se refieren como judíos europeos y judíos orientales, respectivamente.

Lo que acabamos de expresar no es más que una generalización de las muchas y variadas diferencias entre los judíos de todo el mundo, que, a pesar de todo, siempre han conservado sus raíces comunes, el culto y, sobre todo, el anhelo nostálgico del regreso a la Tierra Prometida, acompañado del dolor del exilio (componentes, estos últimos, omnipresentes en gestos y palabras de la vida cotidiana y de las celebraciones más importantes).

La diáspora

La Diáspora, es decir, la dispersión de los israelitas (término que es sinónimo de ‘judío’ y no de ‘israelita’) por los cuatro puntos cardinales del planeta ya había comenzado entre los años 597 y 587 a.C., con el llamado ‘Cautiverio Babilónico’, es decir, la deportación de los habitantes de los reinos de Israel y Judá a Asiria y Babilonia, y con la destrucción del templo construido por Salomón, a manos del rey Nabucodonosor.

En el año 538, con el Edicto de Ciro, rey de los persas, una parte de los judíos pudo reconstruir el templo a su regreso a casa, aunque muchos judíos permanecieron en Babilonia o se fueron a vivir a otras regiones, proceso que continuó en las épocas helenística y romana.

Fue Roma, sin embargo, la que puso fin -y durante casi dos mil años- a las aspiraciones nacionales y territoriales del pueblo judío, con las sangrientas tres Guerras Judías. La primera de ellas (66-73 d.C.), iniciada por una serie de revueltas de la población local contra la autoridad romana, culminó con la destrucción de Jerusalén y el Templo, así como de otras ciudades y plazas fuertes militares como Masada, y la muerte, según el historiador de la época Josefo Flavio, de más de un millón de judíos y veinte mil romanos. La segunda (115-117) tuvo lugar en las ciudades romanas de la diáspora y también se cobró miles de víctimas. En la tercera (132-135), también conocida como la Revuelta de Bar-Kokhba, la maquinaria bélica romana arrolló como una apisonadora todo lo que encontró a su paso, arrasando unas 50 ciudades (entre ellas lo que quedaba de Jerusalén) y 1.000 aldeas. No sólo los sublevados, sino casi toda la población judía que había sobrevivido a la Primera Guerra Judía fue aniquilada (hubo unos 600.000 muertos), junto con la idea misma de una presencia judía en la región, que quedó romanizada incluso en su topografía. De hecho, el nombre de Palestina, y más concretamente Siria Palæstina, fue dado por el emperador Adriano a la antigua provincia de Judea en el año 135 d.C., tras el final de la Tercera Guerra Judía (Palestina propiamente dicha era, hasta entonces, una delgada franja de tierra, correspondiente más o menos a la actual Franja de Gaza, en la que se encontraba la antigua Pentápolis filistea).

El mismo emperador hizo reconstruir Jerusalén como ciudad pagana, con el nombre de Aelia Capitolina, colocando templos a divinidades grecorromanas justo encima de los lugares santos judíos y cristianos (judíos y cristianos fueron entonces asimilados), e impidió la entrada a cualquier judío, aunque, al menos durante los primeros siglos de la era cristiana, una minoría judía sobrevivió en el campo de Judea y especialmente en las ciudades santas de Safed y Tiberíades, en Galilea, Tanto es así que aparece en las crónicas de la época que, durante la revuelta contra el emperador bizantino Heraclio en el año 614, la minoría israelita participó en masacres de cristianos (unos 90.000 muertos) y en la destrucción de algunos lugares santos como el Santo Sepulcro, de acuerdo con los persas sasánidas, e incluso gobernó Jerusalén durante 15 años, antes de acabar casi completamente masacrada a su vez y favorecer el avance y la conquista de las tropas árabo-islámicas en el año 637.

Uno se pregunta, en cualquier caso, por qué no hubo, antes de 1880, fecha que tradicionalmente marca el inicio de la cuestión árabe-israelí -en esta época sería más correcto llamarla aún judeo-palestina-, una inmigración masiva de judíos a la región, que entretanto había pasado de mano en mano: romanos, persas, bizantinos, árabes, cruzados, turcos otomanos.

Seguramente por razones económicas (las comunidades judías, ya muy urbanizadas y dedicadas al comercio, se habían asentado de forma permanente en muchos centros importantes de la Europa mediterránea, Asia y África y habían tejido una densa red comercial), pero probablemente también religiosas: el Talmud de Babilonia, de hecho (tratado Ketubot, 111a), afirma que Dios impediría a los israelitas rebelarse contra las naciones creando su propio Estado; inmigrar en masa a Tierra Santa; acelerar la llegada del mesías. Estas prohibiciones constituyen la base de la doctrina rígidamente antisionista y antiisraelí de los Neturei Karta (Guardianes de la Ciudad, grupo judío extremista que vive hoy principalmente en dos barrios de Jerusalén, Me’ah She’arim y Ge’ula), movimiento judío ortodoxo que se niega a reconocer la autoridad y la existencia misma del Estado de Israel.

En cualquier caso, a finales del siglo XIX, Palestina formaba parte de la mayor provincia (vilayet) de Siria y su población era casi exclusivamente de habla árabe e islámica (aunque existían importantes minorías cristianas, sobre todo en ciudades como Nazaret, Belén y la propia Jerusalén, donde los cristianos representaban a veces una mayoría relativa). Sólo había 24.000 judíos, el 4,8% de la población.

Como súbditos otomanos, eran considerados (al igual que los cristianos) ciudadanos de segunda clase, es decir, dhimmi, y estaban sujetos al pago de un impuesto de capitulación, llamado jizya, y de un impuesto sobre las tierras que poseían, kharàj, hasta 1839, cuando, tras el Edicto (Hatti sherif) de Gülhane seguido del Edicto (Hatti) Hümayun (1856) y de la Islahat Fermani, el sultán Abdülmecit I concedió la plena igualdad jurídica con los musulmanes a todos los súbditos no islámicos de la Sublime Puerta, en el marco de la famosa Tanzimat, reformas liberales de inspiración europea.

Paradójicamente, los gérmenes de la cuestión árabe-israelí salieron a la luz en el mismo momento en que, en la época de las revoluciones liberales y la apertura de los guetos en Europa y los Tanzimat en el Imperio Otomano, seguían produciéndose violentos pogromos y actos y episodios más sutiles de antisemitismo, especialmente en Europa y Rusia, pero también en Siria y otras partes del mundo occidental y oriental.

Fue entonces cuando, en el contexto de los nacionalismos europeos y también como consecuencia de la Haskalah, la Ilustración judía (que vio renacer la literatura y la cultura judeo-europeas), nació y se desarrolló esa ideología que constituye la base del actual Estado de Israel: el sionismo.

El autorGerardo Ferrara

Escritor, historiador y experto en historia, política y cultura de Oriente Medio.

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Mundo

Retazos de mi amistad con el Papa Francisco

El sacerdote Víctor Urrestarazu, Vicario del Opus Dei en Paraguay, conoció de cerca al Papa Francisco cuando este último era Arzobispo de Buenos Aires y Urrestarazu desempeñaba el cargo de Vicario Regional del Opus Dei en Argentina, Paraguay y Bolivia. Unos recuerdos sobre el Papa que celebra el 27 de junio el aniversario de su consagración episcopal.

Víctor Urrestarazu·27 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

Mis tres primeros años como Vicario Regional del Opus Dei en Argentina, Paraguay y Bolivia corrieron paralelos a los tres últimos años del Cardenal Bergoglio como Arzobispo de Buenos Aires. Esta circunstancia me permitió coincidir con él en varias oportunidades y se forjó así una preciosa amistad que dura hasta hoy.

Tratar al Papa como amigo a través de cartas, encuentros personales y concelebraciones eucarísticas me ha permitido presenciar en vivo y en directo lo que considero un rasgo definitorio de su personalidad: el sencillo olvido de sí mismo. Además, sobre esa base de humildad, he podido palpar su conmovedora piedad, su desvelo por los sacerdotes, y su evidente predilección por los pobres y vulnerables.

Estuve con él por primera vez durante una Misa multitudinaria en la Catedral de Buenos Aires. El presidía y yo concelebraba. Era el 26 de junio del 2010, fiesta de san Josemaría. Junto con ese estar a gusto, rodeado del afecto de tantos fieles de la Prelatura del Opus Dei, lo vi metidísimo en el misterio: piadoso, recogido, contagiando a todos los presentes la vibración de su fe y el ímpetu de su fuego apostólico.

Antes de comenzar la celebración se interesó muy sinceramente por mí y por los trabajos que me esperaban: yo acababa de llegar a Buenos Aires. Luego lo acompañé en otras dos Misas de san Josemaría, las del 2011 y 2012, en las que pude admirar de nuevo su temple de sacerdote. Ese temple que, por así decir, terminó de configurarse sacramentalmente un día como hoy, el 27 de junio de 1992, cuando recibió su ordenación episcopal de manos del Cardenal Antonio Quarracino.

He visto resplandecer esa piedad suya en todas las Misas que concelebré con él: tanto en la intimidad de su oratorio en Santa Marta como al aire libre, en Paraguay, rodeado de un millón y medio de personas. Como aislado del entorno, siempre lo vi pendiente del Señor en la Eucaristía.

Tomando un tereré

Durante aquel trienio en Buenos Aires me sentí arropado por sus virtudes de buen pastor: siempre muy padre, siempre muy cercano. Hasta que el 13 de marzo de 2013 lo vimos asomarse a la Plaza de San Pedro vestido de blanco.

Aquel día experimenté lo que seguramente experimentó todo argentino: la emoción, el estupor, la sorpresa feliz, y el presentimiento de que ya nada sería igual, de que posiblemente ya no lo vería más.

Pero me equivoqué. Justo dos años después, en marzo del 2015, viajé a Roma y estuve con él al concluir una audiencia general. Sabía que el siguiente mes de julio visitaría Paraguay. Por eso, y porque sabía también que profesa un particular afecto hacia ese país, me animé a ofrecerle “un tereré”.

La foto del Papa disfrutando esa bebida típica del Paraguay, a base de yerba mate y agua casi congelada, se difundió rápidamente por los medios paraguayos: era el preludio de lo que sería un viaje apoteósico, inolvidable, marcado por el entusiasmo y las emociones de un pueblo que ama a Francisco con todas las fibras de su alma.

En el bolsillo del Papa

Creo, sin temor a exagerar, que el modo tan lleno de cariño en que el pueblo paraguayo recibió al Papa constituye un ejemplo para todo el mundo. Y a mí, por gracia de Dios, me tocó la inmensa suerte de que en aquellas jornadas agotadoras me recibiera a solas unos minutos. Fue el sábado 11 de julio de 2015 en la sede de la Nunciatura.

Al terminar nuestra charla, íntima e intensa, de hijo a padre, de sacerdote a sacerdote, de amigo a amigo, de compatriota a compatriota, le regalé un raro y pequeñísimo Via Crucis: con sus estaciones labradas en plata, es una antigua miniatura propiedad de una familia paraguaya que, generosamente, se lo ofrecía al Papa de todo corazón.

Tengo que decir que le entregué esa auténtica obra de arte con temor bien fundado de que lo dejara en otras manos, como suele hacer con los tantísimos regalos que recibe, pero esta vez también me equivoqué. En secuencia rapidísima, teniendo aquel tesoro ya entre sus manos, se le iluminó la cara, se lo guardó inmediatamente en el bolsillo, y me comentó visiblemente emocionado: “¡A esto me lo quedo!”, agregando que le vendría muy bien para repasarlo todos los días.

Ya van ocho años que esa pieza tan valiosa sigue allí, en el bolsillo del Papa. Incluso la ha mostrado en encuentros públicos para explicar que la Cruz, aparente “fracaso de Dios”, es en realidad su gran victoria. “Con estas dos cosas, yo no pierdo la esperanza”, llegó a decir, por ejemplo, en Kenia, el 27 de noviembre de 2015, mostrando a la multitud un rosario y el Via Crucis paraguayo.

Respuestas de puño y letra

En el 2020, en plena pandemia, le escribí mi primera carta. Quería pedirle consejos pastorales para atender mejor a las personas que dependían más directamente de mi trabajo como Vicario Regional.

Su breve respuesta, de puño y letra, no dejó de conmoverme. Me alentaba a tener paciencia, y paciencia, y más paciencia; a cultivar una mirada comprensiva y esperanzada hacia cada alma; y me suplicaba que por favor rezara por él y sus intenciones mientras que él lo haría por mí y las mías.

Nuestro cruce de correspondencia suma ahora un total de veinte cartas: las mías, digitales; las de Francisco, manuscritas. Las conservo como reliquias y todas terminan igual, con la petición sencilla de que rece por él. Este hecho, por sí mismo, es realmente impresionante y no acierto a comprender el motivo: el Papa no tiene porqué responderme y, sin embargo, no ha dejado de contestar una sola de mis cartas. Pero lo que más me sorprende es otro detalle: que la respuesta me suele llegar el mismo día en que le escribo, o al día siguiente. Esto es algo extraordinario y sólo se explica por su entrega generosa.

Entre las últimas líneas que le escribí, en marzo del 2023, le contaba que estaba a punto de someterme a una operación de columna. Como ya es increíblemente habitual, me respondió el mismo día asegurándome que rezaba por mi pronta recuperación. Luego, al mes, le conté que ya estaba mejor, recuperándome, y me contestó de nuevo, tan rápido como siempre y agregando lo de siempre: “no te olvides de rezar por mí; yo rezo por vos”.

“No te empaches con chipa”

En octubre del 2021 le escribí para contarle una novedad importante: me despedía de Buenos Aires y volvía a radicarme en Asunción para desempeñarme como Vicario del Opus Dei en Paraguay. Y ante el nuevo desafío le suplicaba que me ofreciera orientaciones o sugerencias.

Me escribió alegrándose de que vuelva a este país que lleva tan adentro de su corazón sacerdotal y, al parecer, juzgó que no necesitaba consejos porque se limitó a gastarme una broma: “¡No te empaches con chipa!”.

Para quienes no están familiarizados con la gastronomía paraguaya, hay que explicar que la chipa es un panificado muy popular elaborado con almidón de mandioca y que, como conoce bien el Papa, es casi irresistible. De modo que, bien mirado, se trata de un consejo que esconde más sabiduría de lo que aparenta a simple vista.

“¿Cómo llegaste acá?”

A mediados del 2021, por deberes de mi encargo pastoral, tuve que viajar a Roma. Y por gracia de Dios el Papa me recibió en su despacho. Estuvo cariñosísimo y lo primero que me preguntó, más que intrigado, fue: “¿Cómo llegaste acá?”

La pregunta no era ociosa porque en aquellos días de pandemia mundial galopante cruzar el Atlántico constituía una empresa imposible. Yo pude hacerlo por una sorprendente y providencial constelación de factores: diría que por milagro.

En esa reunión pasó algo impensado: ¡la tuve que suspender yo! Francisco, olvidado de sí mismo, me dedicaba su tiempo como si no tuviera agenda, como si fuéramos amigos de toda la vida. A mí, que tengo claro que no merezco semejante trato, me parecía que no podía aprovecharme más de la bondad del Papa y pasados los 45 minutos le sugerí que ya era hora de retirarme.

Termino ahora el relato de mis recuerdos: he recibido inmerecidamente, como sin buscarlo, el don y el privilegio de la amistad con el Papa. Y hoy, desde mi humilde condición de sacerdote, en el aniversario de su ordenación episcopal, hago el propósito de redoblar mis oraciones por su persona y sus intenciones. ¿Podré pedirte, querido lector, que eleves también una plegaria por Francisco?

El autorVíctor Urrestarazu

Vicario del Opus Dei en Paraguay

Antígona y la Encrucijada de las Humanidades

Existe una creencia, más o menos explícita, según la cual los avances en la inteligencia artificial pueden y deben reemplazar el estudio de las humanidades. ¿Nos encontramos entonces ante la tragedia y el deber moral de enterrar las humanidades?

26 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Vamos a situar la escena. Nos encontramos en el corazón de la antigua ciudad de Tebas, bajo un sol implacable. Una joven desafiante se enfrenta a la orden de su rey y va en búsqueda del cadáver de su hermano para enterrarlo. Su nombre es Antígona, un faro de inquebrantable convicción moral en la encrucijada del deber personal y la ley del estado, lo sagrado y lo profano. Su hermano Polinices había sido asesinado en la lucha por el poder, y su pariente, el rey Creonte, ha emitido un decreto de que su cuerpo debía permanecer sin enterrar como advertencia a los traidores. Sin embargo, Antígona, movida por el amor y la ley divina, desafía el decreto y viene a enterrar a su hermano, aceptando las consecuencias fatales que sigan.

Esto es una tragedia, literalmente. Esta inquietante narración de la conciencia individual rebelándose contra las reglas injustas resuena a través de los siglos. Nos llega en versiones, traducciones y adaptaciones. Es un clásico que ha tocado algo en el corazón humano, arrojando luz sobre nuestro camino mientras luchamos con nuestros conflictos contemporáneos.

En el mundo de hoy, en rápida evolución y acelerado por la tecnología, nosotros, al igual que Antígona, nos encontramos en una encrucijada donde nuestras ricas tradiciones humanísticas están amenazadas de olvido, su valor no reconocido, al igual que Polinices dejado sin enterrar en el campo de batalla. Las Humanidades han muerto y nos toca enterrarlas. O ¿acaso estamos ante un nuevo Renacimiento?

Eliminar las Humanidades

En las últimas décadas hemos contemplado la tendencia a eliminar de la educación (oficial o informal) el acceso a las humanidades y una tradición enorme. ¿Cuáles son estas tradiciones humanísticas? Son la sabiduría colectiva de la humanidad encapsulada en las humanidades—literatura, cultura, lenguaje, filosofía—que corren el riesgo de ser marginadas en nuestra carrera hacia un futuro dominado por la tecnología. El rey Creonte de nuestros tiempos es la narrativa dominante que desestima las humanidades como imprácticas e irrelevantes en una era cada vez más moldeada por la inteligencia artificial y la ciencia de los datos.

Una reacción común ha sido “rescatar” las humanidades argumentando que “lo bello es inútil”. Damos por hecho que la filosofía, literatura y el arte no son capaces de aportar valor a la cuenta de resultados, pero intuimos que tienen un valor propio. Pero quizás esa actitud ha sido la puntilla final, el último clavo en el ataúd de la tradición. Un “salvavidas de plata” que, halagando la belleza de las humanidades, las descarta para el mundo de lo real. 

«La muerte anhela los mismos ritos para todos», se lamentaba Antígona a su hermana Ismene. Esta conmovedora declaración resuena con el predicamento de las humanidades hoy en día, enfrentadas al crecimiento de la inteligencia de silicona.

Existe una creencia, más o menos explícita, según la cual los avances en la inteligencia artificial pueden y deben reemplazar el estudio de las humanidades. ¿Nos encontramos entonces ante la tragedia y el deber moral de enterrar las humanidades? ¿O estamos, en cambio, inmersos en una aventura épica?

Inteligencia artificial y latín

Consideremos el latín, el otrora rico y vibrante idioma de toda una civilización (y parte de otras). Ha sido reducido a mera etimología y corre el riesgo de ser olvidado. Esta lucha es un reflejo del conflicto de Antígona contra el severo edicto del rey Creonte. Sin embargo, ella permaneció imperturbable, desafiando a Creonte al preguntar: «¿Puede alguien vivir, como yo vivo, con el mal a mi alrededor, pensar que la muerte es menos que un amigo?»

Para extender esta analogía a nuestro contexto moderno, nos estamos enfrentando a nuestro propio Creonte cultural: el rechazo de las humanidades ante el rápido avance de la inteligencia artificial y la tecnología. La cultura predominante nos lleva a oponer las humanidades a la tecnología. Pero al hacerlo, corremos el riesgo de perder la esencia de nuestra humanidad, que está profundamente incrustada en nuestros idiomas tradicionales y sabiduría cultural en coalición con la tecnología. No en vano la palabra griega “techne” se traduce en latín por “ars”. Arte y técnica son en la visión humanística una y la misma cosa.

Humanidades pragmáticas

El desafío ante nosotros es encontrar una armonía, visibilizar las ventajas de una coalición de las humanidades y la tecnología. Podríamos proponer unas “Humanidades Pragmáticas», un concepto que transforma a las humanidades de ser percibidas como meramente “bellas pero inútiles” a ser justo el recurso que nos hace dueños de nuestro futuro en el contexto de la inteligencia artificial.

Este concepto no es solo una propuesta teórica. El crecimiento de los estudios humanísticos en el siglo XXI es una realidad. Existen instituciones de reciente creación que ya se benefician de este creciente interés por las humanidades: el Instituto Polis en Jerusalén, el Instituto Paideia en Nueva York, el Caelvm en Madrid, y el Proyecto Latinitas de Oxford. Al mismo tiempo, la puesta en práctica de los conocimientos humanísticos en el mundo del emprendimiento, la tecnología, y los negocios abre las puertas a unas humanidades prácticas con mucho potencial. 

Por ejemplo, el conocimiento de la lingüística y la literatura supone una gran ayuda para la creación de marcas y nombres en el marketing (branding and naming). Un entendimiento más profundo de la sintaxis y estructura del latín puede mejorar las habilidades de codificación, ayudando a los programadores a generar mejores resultados. Desde la Poética de Aristóteles hasta las películas y novelas contemporáneas, la tradición del “storytelling” ofrece una riqueza de conocimientos que es invaluable para crear narrativas convincentes en cualquier medio, ya sea una campaña de marketing o un guion.

De la misma manera, la historia de Antígona, rica en motivaciones humanas y profundidad emocional, proporciona una visión sobre la condición humana que pueden mejorar la empatía, una habilidad crítica en áreas tan diversas como la psicología, el liderazgo e incluso la IA. 

Ante el crecimiento de la inteligencia artificial, conviene impulsar la inteligencia humana: las humanidades, en su versión más pragmática. Así demostramos que la sabiduría codificada en nuestras tradiciones humanísticas puede ofrecer soluciones prácticas a problemas contemporáneos.

El renacimiento de las humanidades

Recordemos la conmovedora declaración de Antígona: «Nací para unirme en amor, no en odio». Estas palabras resuenan con nuestra misión de reconectar con nuestra herencia intelectual, de reavivar nuestro ‘amor’ por las humanidades y afirmar su importancia en el mundo actual. Mientras la trágica historia de Antígona continúa resonando a lo largo de los siglos, dejemos que nos inspire para afirmar el valor intrínseco de las humanidades y abrazar el renacimiento que nos espera.

Para concluir: 3 cosas que podemos hacer este verano para aumentar nuestro nivel de Humanismo práctico:

  • Leer un clásico: la obra de Antígona (Sófocles) puede leerse en 2 horas. La “Poética” de Aristóteles, que es la base para el Storytelling contemporáneo, en menos tiempo.
  • Comienza a aprender latín. Existen muchos recursos sencillos para conectar con esa lengua. Por ejemplo, leer poco a poco el libro “Familia Romana” de Hans Orberg, es un comienzo estupendo.
  • Localiza el polo humanístico más cercano. Rodearse de personas que impulsan las humanidades es esencial; busca a gente con esos intereses a tu alrededor, el mundo es un pañuelo.
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Evangelio

El papado, roca de la Iglesia. Solemnidad de San Pedro y San Pablo

El sacerdote Joseph Evans comenta las lecturas propias de la Solemnidad de San Pedro y San Pablo.

Joseph Evans·26 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Pedro, por una gracia especial de Dios “entendió” la condición mesiánica y divina de Jesús: “Porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos”. Basándose en esto, Jesús convierte a Pedro -y a sus sucesores los Papas- en la roca de la Iglesia, dándoles el poder de atar y desatar y prometiéndoles que sus decisiones serán confirmadas en el cielo. Es como si Nuestro Señor dijera: La especial sensibilidad que mostraste al reconocerme como Mesías e Hijo de Dios te es concedida como parte de tu misión, de tu función, como Papa”.

Discernimiento y vinculación van juntos en el Papa. Por la gracia especial que recibe de Dios para discernir, puede luego vincular. Porque ve tan claramente, con la luz del cielo, es más capaz de atar o desatar. Pienso en un artesano que necesita una buena vista para atar los hilos de un objeto que está fabricando. Necesita ver bien para poder hacerlo. Como Pedro ve bien con la luz del cielo, el cielo confirma sus decisiones.

Esto es lo que celebramos en la hermosa fiesta de hoy: la asistencia especial que Dios en Cristo prometió a Pedro, una asistencia que perdurará a lo largo de la historia. 

La Iglesia es un proyecto demasiado divino para que Dios permita que el error humano lo estropee. Ciertamente, los Papas pueden ser falibles en su vida o incluso cometer errores de juicio. Inmediatamente después de este episodio, Pedro intenta impedir que Jesús pase por su Pasión y más tarde niega cobardemente a su Señor tres veces. Pedro, como hombre, puede ser más un “skandalon”, una piedra de tropiezo, que una roca. Pero el papado es siempre una roca, y las puertas del infierno no prevalecerán contra él.

Los Papas necesitan nuestra oración, como vemos en la primera lectura de hoy. Toda la Iglesia reza por la liberación de Pedro, después de que Herodes lo hiciera arrestar para ejecutarlo. Pedro, que ata y desata, estaba atado, pero fue desatado por la oración unida de la Iglesia. De manera misteriosa, apoyamos al Papa en su oficio, le ayudamos a atar y desatar. Pero no olvidemos a San Pablo. Existe una fuerte tradición de unidad entre estos dos grandes apóstoles. Aunque en una ocasión Pablo corrigió con razón a Pedro (véase Gál 2, 11-14), éste se lo tomó bien y más tarde se refiere a Pablo como “nuestro querido hermano” (2 Pe 3, 15). El arte cristiano ha representado a menudo el “abrazo” entre ambos, y esta fiesta conjunta es un signo más de su unidad. La segunda lectura de hoy también muestra a Pablo “atado”: encarcelado y encadenado, prevé su muerte inminente. Pero es consciente de la protección de Dios: “Mas el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, a través de mí, se proclamara plenamente el mensaje… El Señor me librará de toda obra mala”. Los apóstoles de la Iglesia pueden estar atados físicamente, pero no espiritualmente, pues como dice Pablo antes en esa misma carta “la palabra de Dios no está encadenada” (2 Tim 2, 9).

Cultura

Carlos J. Morales: “He descubierto rasgos de san Josemaría que me siguen sorprendiendo”

Carlos Morales es el autor de Breve historia del Opus Dei. Un libro que presenta a grandes rasgos el desarrollo y naturaleza del carisma dado por Dios a san Josemaría Escrivá, y que resulta recomendable tanto para quienes conocen la Obra como para quienes quieren conocer las claves del Opus Dei.

Maria José Atienza·26 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

A inicios de 2023 veía la luz la Breve historia del Opus Dei, escrita por Carlos Morales. Este reconocido poeta y ensayista, natural de Santa Cruz de Tenerife (España), donde actualmente ejerce como profesor de Lengua y Literatura Españolas en un Instituto, realiza en este volumen una narración explicativa, clara y, en cierto modo, didáctica de la figura del Opus Dei y de su fundador san Josemaría. 

En esta entrevista con Omnes, Morales, miembro del Opus Dei desde su juventud, repasa los descubrimientos realizados en el transcurso de la escritura de su libro y la actualidad del mensaje de santificación en medio del mundo que Dios hizo ver a san Josemaría.

La Breve historia del Opus Dei es, en cierta medida, una breve historia de su fundador. ¿Qué rasgos ha descubierto o redescubierto de san Josemaría en este tiempo? 

–Mi Breve historia es, sí, una narración explicativa de los hechos que, a mi juicio, resultan más significativos en la vida de san Josemaría, pero es también una historia de sus hijos espirituales y de los avatares institucionales del Opus Dei en la etapa fundacional –que culmina el 26 de junio de 1975– y en la etapa de la continuidad al carisma recibido por san Josemaría, en la cual nos encontramos. 

Del fundador del Opus Dei he ido descubriendo rasgos muy significativos desde que conocí la Obra, hace más de cuarenta años. Rasgos que siempre me han sorprendido y que me siguen sorprendiendo cada vez más.

Con la redacción de este libro hay dos cualidades especialmente reveladoras de la personalidad de san Josemaría Escrivá. Uno es la difícil armonía, que manifiesta desde muy joven, entre la profunda y elevada vida contemplativa, de una parte, y, de otra, la incesante actividad para desarrollar en el día a día, hasta en sus concreciones más pequeñas, la institución que Dios le había confiado. Otro rasgo es su fidelidad al carisma fundacional a lo largo de casi cincuenta años, corrieran los vientos que corrieran en la vida de la Iglesia y del mundo.

En este sentido me asombra que en un principio, durante los años 30 y 40 del pasado siglo, muchas personas lo consideraran un revolucionario, incluso en los ámbitos eclesiásticos, y que en el último decenio de su vida fuera tachado de conservador y de reaccionario. La verdad es que, estudiando su vida y leyendo sus escritos desde el principio hasta el final, san Josemaría Escrivá predicó siempre el mismo mensaje.

Carlos J. Morales, autor de «Breve historia del Opus Dei»

¿Cómo se acerca un miembro del Opus Dei a esta realidad sin dejarse llevar por un «apasionamiento cegador»?

–Mi profesión es la de profesor de literatura y escritor. Ahora bien: por mi vivencia del espíritu del Opus Dei a lo largo de tantos años, entiendo que haya personas –y personas muy buenas– que no entienden la novedad del mensaje del Opus Dei.

Por ejemplo, ha habido y hay mucha gente que no entiende que unas horas y una vida profesional dedicadas al estudio y a la creación literaria puedan santificar tanto al cristiano como unas horas y una vida profesional dedicadas al estudio de la teología.

Obviamente, la Teología es el saber supremo, y todos debemos conocerla en mayor o menor medida, pero eso no significa que su materia en sí sea más apta para alcanzar la santidad que la materia de un escritor, de un ingeniero o de un albañil. 

Uno de los aspectos que usted subraya en el libro es la mentalidad laical que tenía el fundador del Opus Dei. ¿Cómo conjuga san Josemaría su ser sacerdote 100% con esta mentalidad laical?

–San Josemaría enseñó siempre que todo cristiano, fuera clérigo, religioso consagrado o laico, es un sacerdote. Y que, por tanto, la misión de su vida es la configurarse con el sumo y eterno sacerdote, que es Jesucristo.

En el laico esa mediación sacerdotal se realiza a través de las tareas temporales, siempre que sean vividas por amor a Jesucristo.

En el sacerdote ordenado esa mediación se realiza ejerciendo las funciones de Cristo cabeza de su Cuerpo Místico, que es la Iglesia. Pero la cabeza y el cuerpo son un mismo Cristo. De ahí que el sacerdote ordenado esté al servicio de los fieles laicos, ayudándolos de un modo insustituible para que éstos puedan cumplir con entera libertad su mediación sacerdotal.

Y los fieles laicos saben que su mediación sacerdotal no alcanzará su fin sin un ministro sagrado que ofrezca a Dios Padre, en la Eucaristía y en los demás sacramentos, el sacrificio de su vida corriente. 

“Han llegado con un siglo de anticipación”. Esto fue lo que dijo un alto clérigo vaticano sobre el Opus Dei. A día de hoy (aún no se ha cumplido el siglo) ¿Sigue costando esa concepción de la libertad y la vocación personal en medio del mundo o, por el contrario, ha sido asumida ya por la mayor parte de la Iglesia?  

–Los dos fenómenos no son contradictorios, sino tremendamente ciertos. Por un lado, la Iglesia ha hecho suyo el mensaje de la santificación del trabajo ordinario y por el trabajo ordinario, como revelan de modo elocuente los documentos magisteriales del Concilio Vaticano II, que definen claramente cuál es la misión propia del laico dentro de la Iglesia.

Sin embargo, en la práctica, hay todavía muchos católicos que no comprenden que un comerciante o un camarero puedan ser tan santos como un obispo, desenvolviéndose en el mundo con la misma libertad que la de cualquier comerciante o cualquier camarero.

En teoría sí que lo entienden; pero en la práctica hay aún muchos católicos para los que el camino supremo de santidad está en el sacerdocio ministerial o en la vida consagrada (que son, por otra parte, misiones fundamentales para la Iglesia).

Ahora que el Opus Dei se encuentra en un nuevo capítulo de su historia ¿qué claves de su historia considera que son las llaves de su futuro? 

–Para el Opus Dei, y para cada miembro del Opus Dei, cada día es un capítulo nuevo, por todo lo que comporta de creatividad vital dentro de la fidelidad al Evangelio, que es una noticia siempre nueva.

A mí, personalmente, me resultan especialmente reveladores el hecho de su fundación, el 2 de octubre de 1928, y los dos primeros decenios de la historia de la Obra. En ese tiempo se pone especialmente de manifiesto que el Opus Dei es, efectivamente, una obra de Dios, y que, a pesar de todas las dificultades que encontraron san Josemaría y sus hijos en los años 30 y 40 del pasado siglo, el Opus Dei siempre saldrá adelante.

Creo que ese espíritu de fe y esperanza de los comienzos debe ser una realidad siempre actual para cualquier miembro de la Obra.

Breve historia del Opus Dei

Autor: Carlos Javier Morales Alonso
Editoral: Alianza
Páginas: 352
Ciudad: Madrid
Año: 2023
Vaticano

Los católicos solo pueden temer desperdiciar su vida, dice el Papa

El Papa Francisco rezó el Ángelus desde su ventana y centró su discurso en la frase que Jesús repite hoy en el Evangelio: “No tengáis miedo”. Pero, ¿hay algo que los católicos deban temer? El Santo Padre trató este tema y también mencionó a Emmanuela Orlandi, la violencia en una cárcel de mujeres en Honduras y saludó a varias comunidades.

Paloma López Campos·25 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco ha dedicado hoy unas palabras al miedo y su impacto en la vida de los católicos en el discurso que acompaña al rezo del Ángelus. En su mensaje ha profundizado en la frase que Cristo repite hasta tres veces en el Evangelio de hoy: “No tengáis miedo”.

Meditando sobre las palabras de Jesús, el Santo Padre ha subrayado una paradoja que encontramos en el Nuevo Testamento y en la vida de los católicos. “El anuncio del Reino de Dios es un mensaje de paz y de justicia, fundado en la caridad fraterna y en el perdón y, sin embargo, encuentra oposición, violencia y persecución”.

¿Cómo puede ser entonces que el Señor nos diga que no tengamos miedo? Francisco respondió que “no porque todo irá bien en el mundo, no, no por eso, sino porque para el Padre somos preciosos y nada de lo que es bueno se perderá”.

El miedo de los católicos

Pero hay algo a lo que los católicos sí deben tener miedo y “lo descubrimos a través de una imagen que Jesús utiliza hoy: la imagen de la «Gehenna”. Esta Gehenna era “el gran vertedero de basura de la ciudad. Jesús habla de él para decir que el verdadero miedo que hay que tener es el de desechar la propia vida”.

Lo que Cristo quiere decir a través de esto es que “no hay que tener tanto miedo a sufrir incomprensiones y críticas, a perder prestigio y ventajas económicas por permanecer fieles al Evangelio, no, sino a desperdiciar la existencia buscando cosas de poco valor, que no colman el sentido de la vida”.

Actualmente “uno puede ser objeto de burlas o de discriminación si no sigue ciertos modelos de moda, que, sin embargo, a menudo ponen en el centro realidades de segunda categoría”. El Papa mencionó algunos ejemplos, como los padres que trabajan y atienden a sus hijos, las religiosas y sacerdotes, o los jóvenes con ilusiones que tienen ganas de encontrarse con otras personas, “sin perder el tiempo en cosas que pasan y no dejan huella”.

Fieles a lo que importa

Todo esto conlleva renuncias “pero es necesario para no perderse en las cosas, que luego se tiran, como se hacía entonces en la Gehenna”. Francisco aseguró que “permanecer fiel a lo que importa es costoso; cuesta ir contracorriente, cuesta liberarse de los condicionamientos del pensamiento común, cuesta ser apartado por los que siguen la moda”. Sin embargo, el Papa insistió en lo que “Jesús dice: lo que cuenta es no desperdiciar el mayor bien, es decir, la vida. No desechen la vida. Solo esto debe asustarnos”.

Por ello, Francisco invitó al final a que todos nos preguntemos: “Yo, ¿de qué tengo miedo? ¿De no tener lo que me gusta? ¿De no alcanzar las metas que la sociedad impone? ¿Del juicio de los demás? ¿O más bien, de no agradar al Señor y de no poner en primer lugar su Evangelio?”.

Tras el mensaje del Ángelus, el Papa expresó su dolor por las muertes ocurridas tras una pelea de bandas en una cárcel en Honduras. El Santo Padre también recordó a Emanuela Orlandi y a su familia, a quienes aseguró sus oraciones. Por último, saludó a varias comunidades y grupos italianos.

Vaticano

La biblioteca vaticana, un tesoro de más de 500 años

Rome Reports·25 de junio de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

Más de un millón de libros impresos, 80.000 manuscritos y 100.000 documentos de los archivos de históricas familias romanas forman parte de la colección de la Biblioteca Vaticana.

Los textos más antiguos son en latín, griego y hebreo. Pero también cuenta con escritos en otros alfabetos, como japonés o chino. Incluso los hay sin palabras, como estos de América del Sur.


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Estados Unidos

Mary Elizabeth Lange, la profesora venerable

Un decreto del Dicasterio para las Causas de los Santos ha reconocido las virtudes heroicas de Mary Elizabeth Lange, una monja cubana cuya causa de beatificación lleva abierta desde 1991.

Paloma López Campos·25 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Dicasterio para las Causas de los Santos ha reconocido las virtudes heroicas de la sierva de Dios Mary Elizabeth Lange, quien nació en San Domingo en 1789. No se sabe mucho acerca de sus padres, pero se cree que su madre era la hija del dueño de una plantación, mientras que su padre era un esclavo mulato de la hacienda.

Durante la revolución de Haití, su familia huyó a Santiago de Cuba. Allí Elizabeth recibió una esmerada educación y, a principios del siglo XIX, emigró a Estados Unidos, donde se quedó hasta su muerte.

Apertura de la escuela

Después de pasar por Carolina del Sur y Virginia, Lange se instaló en Baltimore, Maryland, en el año 1813. Allí observó las carencias en la educación de los niños afroamericanos. Si bien es verdad que algunas comunidades e iglesias protestantes tenían escuelas abiertas para ellos, las demandas de la creciente población eran muy superiores a los servicios disponibles. Ante esta situación, Elizabeth abrió una escuela en su propia casa.

Al mismo tiempo que Lange ejercía como profesora, un sacerdote llamado James Nicholas Joubert buscaba soluciones para ayudar a las niñas de la ciudad a obtener una educación. Cuando conoció a Elizabeth y a su compañera, Marie Balas, sugirió fundar una comunidad religiosa que se dedicara a la atención de los pequeños. Las dos mujeres llevaban un tiempo pensando que querían consagrarse a Dios, por lo que aceptaron y el sacerdote Joubert comenzó de inmediato el proceso para abrir la fundación.

Primera comunidad en Baltimore

El 2 de julio de 1829 se formó la primera comunidad de las Hermanas Oblatas de la Providencia, con Lange como superiora. La orden empezó tan solo con cuatro hermanas y 20 alumnos, pero en 1832 ya había 11 consagradas.

Además de la educación de los niños, las oblatas abrieron un hogar para huérfanos y centros en los que cuidar a los ancianos. También enseñaban labores por la tarde a mujeres adultas y ayudaban a las viudas que pasaban necesidad.

Legado

Mary Elizabeth Lange se dedicó al cuidado de niños y enfermos en su comunidad hasta su muerte en 1882. Su fama de santidad comenzó nada más fallecer y el legado que dejó es tan crucial que su nombre se incluyó en el “Women ‘s Hall of Fame” de Maryland.

La vida de la fundadora es un ejemplo a seguir para las oblatas hoy. Ellas mismas consideran que el carisma de la comunidad se refleja de forma evidente en la vida de Lange, que encarnó el espíritu que les permite “desde la total confianza en Dios, llevar alegría, sanación y el amor redentor de los padecimientos de Jesús a las víctimas de la pobreza, el racismo y la injusticia, a pesar de las contradicciones, los prejuicios y el dolor”.

Cultura

La Penitenciaría Apostólica, el “Tribunal de la misericordia” vaticano

La Penitenciaría Apostólica, descrito por el Papa Francisco como "el tribunal dela Misericordia", es el Supremo tribunal de la Iglesia Católica y se ocupa de conceder al penitente el perdón en casos particulares.

Hernan Sergio Mora·25 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El perdón de los pecados, la misericordia, está en el centro del mensaje que Jesús da en el Evangelio, como la capacidad de perdonarlos. Entonces, -podría uno preguntarse- cuando se comete un pecado, ¿no es suficiente la absolución dada por un sacerdote?, ¿para qué sirve la Penitenciaría Apostólica? 

La Penitenciaría Apostólica es el Supremo tribunal de la Iglesia Católica y se ocupa de conceder al penitente el perdón en casos particulares, o sea a quien se arrepiente. Al Papa Francisco le gusta definirlo como “tribunal de la misericordia”.

No hay que olvidar que es Dios quien perdona y a través del sacramento de la reconciliación el penitente tiene la seguridad de que fue absuelto. Entretanto hay casos particularmente graves en que el Sacramento de la Reconciliación no es suficiente.

Hablamos de casos extremos, por ejemplo de sacrilegios: misas negras, profanación de la sagrada eucaristía, cuando existe violación del secreto de confesión; en el caso un sacerdote suspendido a divinis porque adhirió a un movimiento o a un culto distante de la Iglesia; o de una persona que renegó a su fe católica y pide ser readmitida.

El papa Francisco, el 21 de septiembre de 2013 nombró como Penitenciario Mayor de esta milenaria institución, al cardenal Mauro Piacenza y su sede en Roma se encuentra en un edificio que se remonta a finales del siglo XV, en Piazza della Cancelleria, a dos pasos de “Campo de’ Fiori”.

La tarea de la Penitenciaría Apostólica

El cardenal Piacenza, entrevistado por Omnes sobre este tribunal de la Iglesia recordó que “la Penitenciaría es para los pecadores -y todos nosotros lo somos- la regeneración”, y consideró que se puede tener una imagen significativa de esta institución “mirando las representación del Sagrado Corazón de Jesús con los brazos abiertos y con la frase: ‘Vengan a mi todos ustedes que están agobiados y cansados’”.

La Penitenciaría apostólica estudia los casos difíciles buscando una salida, pudiendo dar dispensas e indulgencias reservadas al Pontífice, o en los llamados casos de foro interno (de conciencia), pudiendo conceder absolución, dispensas, etc. 

También existe la dispensa de votos o exclaustración solicitada por una monja, o el pedido de abandonar un instituto de Derecho pontificio, entre otras muchas situaciones.

Sin olvidar las acciones de “censura”, o sea excomunión, interdicción, suspensión a divinis y en algunos casos muy graves incluso la dimisión del estado clerical.

La Penitenciaria debe proveer también a que en las cuatro basílicas papales de Roma (San Pietro, San Giovanni in Laterano, San Paolo, y Santa María Maggiore) haya un número suficiente de penitenciarios con las debidas facultades, así como de la concesión de indulgencias. 

El cardenal Piacenza, a cargo del máximo tribunal de los tres existentes en la Iglesia, explicó a Omnes, la suma importancia de esta institución, porque “la misión de la Iglesia en el mundo es la prolongación de la misión misma de Jesús: cuando Juan el Bautista ve a Jesús a orillas del Jordán, lo indica así a aquella multitud: ‘He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado de el mundo’. ¿Qué otra misión podría tener la Iglesia? Pues bien, la Penitenciaría Apostólica está al servicio total de este mandato. ¿Algo podría ser más importante que esto?”.

Mons. Piacenza añade que la relación entre la penitencia y la misericordia “no podría ser más estrecha”. Porque “la persona verdaderamente arrepentida tiene derecho a aquella misericordia que el Señor misericordioso hace descender sobre ella, ordinariamente como rocío regenerador por medio del sacramento de la Reconciliación”.

Y concluye el purpurado, señalando que “la Penitenciaría es el custodio de los más íntimos secretos del alma humana, por eso aquí todo es bienvenido, escucha, consuelo, comprensión, discreción, silencio, aliento y luego celebración interior, alegría interior. Una realidad que se respira en los papeles de la Penitenciaría Apostólica es la realidad de la comunión de los santos”.

Ubicación compartida y competencias

En el mismo “Palazzo della Cancelleria” se encuentran la Signatura Apostólica, máximo tribunal sobre Derecho Canónico, y la Rota Romana, tribunal de casación de delitos varios, sobre jurisprudencia, y también conocido en casos de apelo en nulidad matrimonial (equivocadamente llamados divorcio). 

Los casos de abusos sexuales con menores de clérigos o personas relacionadas con la Iglesia, en cambio, van directamente al ex Santo Oficio, hoy llamado Dicasterio para la Doctrina de la Fe, de manera que las ‘manzanas malas’ sean alejadas y castigadas lo más rápido posible. 

Las competencias de la Penitenciaría están establecidas en los artículos 190-193 de la Constitución apostólica Praedicate evangelium del Papa Francisco (2022)

El autorHernan Sergio Mora

Sobre Juana de Arco

Juana de Arco fue una santa francesa que nació en el siglo XV, aunque no fue canonizada hasta 500 años más tarde, en el año 1920, por el Papa Benedicto XV.

24 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Como es sabido, nació Juana en el transcurso de la guerra de los Cien años, entre Francia e Inglaterra, en 1412, en el pequeño pueblo de Domrémy, perteneciente a la provincia de Armagnac, leal al Delfín francés Carlos, en contraste con los pueblos vecinos de Maxey, partidarios de los ingleses y de sus aliados borgoñones. Estos últimos, olvidándose de sus raíces, aspiraban a ser independientes de Francia.

Las angustias que sufrieron los franceses a causa de la guerra fueron también vividas por ella ya que, en su juventud, en su pueblo natal se padeció el terror de los borgoñones y de diversas partidas de bandidos.

Como campesina, pronto se hizo a los duros trabajos propios de su ambiente rural. Sin más instrucción que la cristiana elemental, propia de aquellas gentes sencillas, sabía tejer e hilar; también sabía montar a caballo y lo hacía en las carreras de su pueblo.

Cuando tenía doce años oyó, junto a la iglesia, una voz acompañada de un resplandor, que le dijo que frecuentara más la casa de Dios, que fuera virtuosa y que confiara en la protección del Cielo.

Cuando tenía diecisiete o dieciocho años, en 1428, aquellas voces, que atribuyó al arcángel san Miguel, acompañado por santa Catalina y santa Margarita, se hicieron más imperativas («¡Abandona tu pueblo, hija de Dios, y corre a Francia! ¡Toma tu estandarte y levántalo valerosamente¡ ¡Tú conducirás al Delfín a Reims, para que allí sea dignamente consagrado! ¡Tú librarás a Francia de los ingleses!») y decidió obedecerlas, dando lugar así a su increíble aventura.

Salvar el reino de Francia no parecía entonces tuviera ninguna posibilidad de realizarse. La lucha entre Francia e Inglaterra llevaba más de noventa años de duración. Sólo cinco años antes, los dos últimos importantes ejércitos al servicio del Delfín habían sido destrozados. Ninguna intervención humana parecía posible. El mismo Papa Martín V, además de hallarse ya próximo a su muerte, estaba ocupado en poner un poco de orden en la Iglesia dividida por el cisma.

Sin embargo, aquella pobre joven pudo atraer a su misión, en primer lugar, a un valeroso oficial real, que había empezado por reírse de la pastora, y terminó por entregarle su espada, su caballo y su escolta. Cuando llegó a Chinon, localidad donde se había refugiado el Delfín, reconoció a éste, que había ocultado su condición, colocándose disimuladamente entre sus cortesanos. Y, tras ser examinada, en Poitiers, por una comisión de sacerdotes y doctores, comenzó su epopeya militar: el 8 de mayo de 1429 penetró en la cercada Orleáns, y, después de obligar a los sitiadores a levantar el sitio, entró en la ciudad con unas tropas hasta entonces acostumbradas a continuas derrotas. Después, en unas semanas, se realizó la limpieza del valle del Loira, logró la victoria de Patay -el 18 de junio- y tuvo lugar la marcha sobre Reims, a través de una región controlada por los ingleses. El 17 de julio tuvo lugar, en la basílica de Reims, la consagración del Delfín que le convertiría en rey de Francia.

El 24 de mayo de 1430 fue capturada, en Compiègne, por los borgoñones, que la vendieron a los ingleses por 10.000 escudos de oro. Los ingleses escogieron como juez principal a Pedro Chaucon, obispo de Beauvais, hombre títere de los borgoñones y mortal enemigo del partido real. A la prisionera le negaron los servicios de un abogado. Como la actitud de Juana ganó admiración y simpatía entre los presentes, el juicio se siguió a puerta cerrada dentro de la prisión. Fue condenada como hereje y entregada al poder civil que la condenó a ser quemada viva.

En el proceso, que duró de febrero a mayo de 1430, existía una voluntad previa de condenar a la acusada, mostrando que las voces por ella escuchadas eran diabólicas desacreditando con ello al nuevo rey Carlos VII.

Un historiador de la Iglesia -Daniel Rops-, valora así el patriotismo de Juana de Arco: En Dios ama a Francia, como los santos han amado en Dios a pobres y pecadores; y precisamente la ama porque la ve mísera, desgarrada, pecadora, y la ha amado con un amor de redención. Nada había en ese amor de orgulloso ni agresivo, nunca ha hablado de ir a conquistar Inglaterra, ni de imponer a nadie su dominación. Jamás ha pensado que, al hacer lo que hacía, llenaba de gloria a su patria y que sus proezas le darían derecho a mandar a los demás. Combatía por el reino de justicia de Dios y no por otra causa: ¿Dios odia a los ingleses?, le preguntarán, tendiéndole una trampa. De ningún modo. Los ama tanto como a cualquier otro pueblo, pero en su tierra, de acuerdo con la equidad, y no cuando atentan contra las libertades de los demás. Juana no combatía tanto a los ingleses cuanto a la injusticia. Ninguna heroína en el campo de batalla se mostró nunca tan tierna y fraternal con sus propios enemigos.

Otro historiador –José A. Dunney– dijo que, cuando empuñó la espada, Francia era una nación derrotada; pero, antes de morir, mártir de la verdad, Juana rescató a su patria bienamada de las garras del invasor y la salvó del cisma. Si los franceses hubieran sido vencidos, se habrían unido al vencedor, Inglaterra, y luego la casa herética Tudor habría encontrado apoyo en los hugonotes franceses para extirpar la influencia de la Iglesia.

Cuando el 30 de mayo de 1431 subió a la hoguera en la plaza del mercado viejo de Rouen proclamó hasta el fin su fidelidad al Papa, al que dirigió su última llamada.

Cuatro años después del martirio de Juana, Francia y Borgoña se reconciliaron por el Tratado de Arras; al año siguiente, París cayó en manos de los borgoñones y, poco después, los ingleses cruzaron el canal regresando a su patria.

Fue canonizada en 1920, siendo Papa Benedicto XV.

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Vaticano

Congreso eucarístico, asombrarse ante “el don del Señor»

El 19 de junio el Papa Francisco se reunió en audiencia con el comité organizador del Congreso Nacional Eucarístico en Estados Unidos. Agradeció la labor que están realizando los miembros y les animó a seguir trabajando para “contribuir al renacimiento de la fe y del amor a la Sagrada Eucaristía”.

Paloma López Campos·24 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco mantuvo una audiencia con el comité organizador del Congreso Nacional Eucarístico de Estados Unidos. Además de agradecer el trabajo de los organizadores, Francisco recordó al comité que “la Eucaristía es la respuesta de Dios al hambre más profunda del corazón humano, el hambre de vida auténtica, porque en la Eucaristía Cristo mismo está verdaderamente en medio de nosotros, para alimentarnos, consolarnos y sostenernos en nuestro camino”.

Muchos católicos piensan que la Eucaristía es un mero símbolo y que Dios no está realmente presente en el Pan y el Vino. Por eso, Francisco espera “que el Congreso Eucarístico inspire a los católicos de todo el país a descubrir de nuevo el sentido de la maravilla y del asombro ante el gran don de sí mismo del Señor y a pasar tiempo con Él en la celebración de la Santa Misa y en la oración y adoración personales ante el Santísimo Sacramento”.

El Pontífice señaló con preocupación que “hemos perdido el sentido de la adoración en nuestros días. Debemos redescubrir el sentido de la adoración en silencio. Es una forma de oración que hemos perdido”. La responsabilidad para acometer esta tarea recae sobre los obispos, encargados de “catequizar a los fieles sobre la oración por medio de la adoración”.

Eucaristía y misión

A través de la Eucaristía los fieles también aprenden a ser apóstoles enviados para proclamar el Evangelio. Este es uno de los resultados que el Papa espera observar tras el congreso. El papa explicó que, a través de la Eucaristía, “nos convertimos en testigos creíbles de la alegría y la belleza transformadora del Evangelio”. Gracias a este sacramento entendemos que el amor de Cristo no lo podemos guardar para nosotros mismos, “sino que exige ser compartido con todos”.

Francisco expresó que “la Eucaristía nos impulsa a un amor al prójimo fuerte y comprometido”. Teniendo en cuenta la propia vida de Cristo, “no podemos comprender ni vivir verdaderamente el sentido de la Eucaristía si nuestro corazón está cerrado a los hermanos, especialmente a los pobres, a los que sufren, a los que están cansados o a los que se han extraviado en la vida”.

El Papa finalizó la audiencia remarcando la importancia del Congreso eucarístico dentro de la vida de la Iglesia en Estados Unidos y pidió la intercesión de la Virgen María por todos los que están involucrados.

El Papa Francisco durante la audiencia con el comité organizador del Congreso Eucarístico Nacional de Estados Unidos (CNS photo / Vatican Media)
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«¡Necesitamos a los abuelos, no permitamos que sean descartados!» 

El mensaje del Papa Francisco para la tercera edición de la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores pone el foco en el papel de los mayores en las familias, la soledad y su aporte a la sociedad.

Antonino Piccione·24 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

En su conmovedor mensaje en vista del Día Mundial que se celebra el próximo 23 de julio, dentro de un mes exacto, el Papa Francisco ha llamado la atención sobre el importante papel que los abuelos y los ancianos desempeñan en la vida de las familias y en la sociedad en su conjunto.

Con el compromiso de valorar su sabiduría y experiencia porque son «un tesoro en nuestras familias». Destaca que los abuelos traen consigo una riqueza de conocimientos y una perspectiva única que pueden compartir con las generaciones más jóvenes.

El Papa también resalta el papel crucial de los abuelos en la educación de los nietos, afirmando que «su voz es valiosa porque habla al corazón de los niños». Animó a los abuelos a pasar tiempo con sus nietos, a compartir con ellos sus historias, su fe y su experiencia de vida. Este intercambio generacional, subraya el Papa, es fundamental para el crecimiento y desarrollo de los niños.

El mensaje del Papa también destaca el desafío que muchos abuelos enfrentan en el contexto de la sociedad moderna, donde a menudo se vive lejos de los familiares. Enfatiza la importancia de mantener un fuerte vínculo entre abuelos y nietos a pesar de las distancias físicas, alentando el uso de la tecnología para mantenerse en contacto y compartir momentos especiales.

El Papa también habla sobre la soledad que muchos ancianos experimentan, señalando que «muchos abuelos se sienten solos, a menudo debido a las nuevas dinámicas sociales y culturales en las que vivimos». Insta a las familias y a la sociedad en su conjunto a no olvidar a los abuelos y cuidar de ellos. Recuerda que el respeto y la atención hacia los ancianos son indicadores de una sociedad sana y humana.

Mensajes también a los jóvenes

Finalmente, el Papa anima a los jóvenes a nunca olvidar las raíces y la historia de sus familias. Invita a los jóvenes a aprender de los ancianos y valorar el regalo de la vida que reciben de ellos. Concluye su mensaje con un llamado a todos para celebrar a los abuelos, agradecerles por su amor y dedicarles un día especial durante el año.

La Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, establecido por el Papa Francisco en 2021, ofrece una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de los abuelos en nuestras vidas y reconocer su valioso aporte a la sociedad. Es una ocasión para celebrar y honrar a los abuelos, agradecerles por su amor, apoyo y sabiduría.

Francisco enfatiza: «Sí, son los ancianos quienes nos transmiten la pertenencia al Pueblo santo de Dios. La Iglesia, al igual que la sociedad, los necesita. Ellos entregan al presente un pasado necesario para construir el futuro. Honrémoslos, no nos privemos de su compañía y no los privemos de la nuestra, ¡no permitamos que sean descartados!».

El autorAntonino Piccione

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«Tutela Minorum» consulta las medidas de protección de menores

La Pontificia Comisión para la Protección de Menores abre un periodo de consulta pública para la actualización de las directrices para proteger a los menores y vulnerables.

Paloma López Campos·23 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

La Pontificia Comisión para la Protección de Menores («Tutela Minorum») lanza una consulta pública y a nivel mundial con el objetivo de actualizar las directrices para la prevención de abusos sexuales en la Iglesia.

Durante la mañana del 23 de junio, “Tutela Minorum” publicó un comunicado de prensa anunciando la apertura de la encuesta online, que se cerrará a finales de septiembre de 2023. El formulario está disponible en cuatro idiomas y consta de una serie de preguntas frecuentes, así como de la propuesta del Marco Universale de Directrices.

Este documento marco es el modelo realizado por la Comisión para definir los procedimientos a seguir por las iglesias de todo el mundo en el ámbito de prevención. La función de estas directrices es “promover la protección contra los abusos en la Iglesia de acuerdo con las buenas prácticas existentes en materia de salvaguardia, centrándose en la asistencia a las personas afectadas por abusos y en la importancia de tratar adecuadamente los casos de abuso”.

Resultado de la consulta

Las respuestas a la encuesta serán revisadas, cotejadas e incorporadas a un documento marco final que, más tarde, será evaluado y aprobado por la Comisión pontificia. A finales de 2023, las directrices definitivas se distribuirán a todas las Iglesias locales del mundo, quienes tendrán que revisar las medidas que tuvieran hasta el momento y actualizarlas.

Una de las modificaciones que la Comisión quiere pedir que incorporen las comunidades locales está relacionada con la gestión de acusaciones. “Tutela Minorum” pedirá que se establezcan sistemas para recibir y tramitar las denuncias, buscando en todo momento el apoyo a los afectados, “especialmente a las víctimas y a los supervivientes, de acuerdo con los requisitos del Motu Proprio del Santo Padre, Vos Estis Lux Mundi”. Otros elementos esenciales a incorporar son la garantía de entornos seguros, medidas de prevención de riesgos y mecanismos de rendición de cuentas.

Por otro lado, en octubre de 2023 se presentará el borrador del Informe Anual de la Comisión, pero habrá que esperar a octubre del 2024 para obtener el Informe completo y definitivo con datos de toda la Iglesia.

Creación de recursos

El comunicado de prensa advierte también de que la Comisión prestará asistencia a las comunidades e Iglesias locales que, por falta de recursos, no puedan aplicar las directrices. Han desarrollado “Memorare”, “un programa de desarrollo de capacidades, para garantizar que las Directrices de Salvaguardia se desarrollen y se apliquen”.

Toda la información al respecto se puede encontrar en la página web de “Tutela Minorum”, donde se puede acceder también a documentos de la Comisión y a la encuesta de consulta.

Vaticano

Encuentro del Papa con los artistas

El día 23 de junio de 2023 por la mañana, el Papa Francisco ha tenido una audiencia con artistas de diferentes partes del mundo. El encuentro se ha realizado con ocasión del 50 aniversario de la inauguración de la Colección de Arte Moderno y Contemporáneo de los Museos Vaticanos.

Loreto Rios·23 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

La audiencia ha tenido lugar en la Capilla Sixtina, que ha albergado a unos 200 artistas: pintores, escultores, arquitectos, escritores, poetas, músicos, directores y actores. Entre ellos, se encontraban los escritores Javier Cercas (Premio Planeta 2019) y Cristina Morales, el artista Gonzalo Borondo y el guitarrista Amigo Girol.

La Iglesia y el arte

«Vuestra presencia me alegra, porque la Iglesia siempre ha tenido una relación con los artistas que puede describirse como natural y especial. Es una amistad natural, porque el artista se toma en serio la profundidad inagotable de la existencia, de la vida y del mundo, incluso en sus contradicciones y en sus lados trágicos. Esta profundidad corre el riesgo de volverse invisible a la mirada de muchos saberes especializados, que responden a necesidades inmediatas, pero que luchan por ver la vida como una realidad polifacética.

El artista nos recuerda a todos que la dimensión en la que nos movemos, aunque no seamos conscientes de ello, es la del Espíritu. Vuestro arte es como una vela que se llena del Espíritu y nos mantiene en movimiento. La amistad de la Iglesia con el arte es, por tanto, algo natural. Pero es también una amistad especial, sobre todo si pensamos en los muchos tramos de historia recorridos juntos, que pertenecen al patrimonio de todos, creyentes o no creyentes”, ha indicado el Papa en su discurso.

Francisco también ha señalado que esa relación que siempre ha habido entre la Iglesia y el arte tiene que existir también ahora en nuestro tiempo.

La creatividad del artista

“El artista es un niño -esto no debe sonar a insulto-; significa que se mueve ante todo en el espacio de la invención, de la novedad, de la creación, de traer al mundo algo que nunca se ha visto antes. Al hacerlo, desmiente la idea de que el hombre es un ser para la muerte. Es cierto que el hombre debe aceptar su mortalidad, pero no es un ser para la muerte, sino para la vida. Una gran pensadora como Hannah Arendt afirma que lo propio del ser humano es vivir para aportar novedad al mundo. Esta es la dimensión de fecundidad del hombre. Aportar novedad. Incluso en la fecundidad natural, cada hijo es una novedad”.

Esa misma creatividad natural también la viven los artistas, aportando su propia “originalidad”: “En vuestras obras siempre os introducís como seres irrepetibles que todos somos, pero con la intención de crear aún más. (…) sacáis a la luz lo inédito, enriquecéis el mundo con una nueva realidad. (…) La creatividad del artista parece así participar de la pasión generadora de Dios. Esa pasión con la que Dios creó. ¡Sois aliados del sueño de Dios! Sois ojos que miran y sueñan. No basta con mirar, también hay que soñar. (…) Los seres humanos anhelamos un mundo nuevo que no veremos plenamente con nuestros propios ojos. Pero lo anhelamos, lo buscamos, soñamos con él. Los artistas, pues, tenéis la capacidad de soñar nuevas versiones del mundo”.

Entre la realidad y el sueño

En este sentido, citando a Guardini, el Papa ha señalado que los artistas son un poco “profetas”. El arte va más allá de las apariencias y de la belleza falsa, de “maquillaje”, ya que actúa “como una conciencia crítica de la sociedad”. De este modo, “nos hace pensar”, “nos pone alerta”, revelando la realidad con “sus contradicciones, en sus aspectos que es más cómodo o conveniente mantener ocultos». El arte, ha comentado el Papa, tiene la capacidad de confrontarnos con cosas que “a veces molestan, criticando los falsos mitos de hoy, los nuevos ídolos, los discursos triviales, las trampas del consumo, las artimañas del poder”. Por ello, los artistas tienen “la capacidad de ir más allá, en tensión entre la realidad y el sueño”.

Más adelante, el Papa ha establecido una relación entre el arte y la fe: “Una de las cosas que acercan el arte a la fe es que perturba un poco. El arte y la fe no pueden dejar las cosas como están: las cambian, las transforman, las conmueven. El arte nunca puede ser un anestésico; da paz, pero no duerme las conciencias, las mantiene despiertas. A menudo ustedes, los artistas, también intentan sondear los bajos fondos de la condición humana, los abismos, las partes oscuras. No somos solo luz, y vosotros nos lo recordáis; pero es necesario arrojar la luz de la esperanza en las tinieblas del ser humano, del individualismo y la indiferencia”.

El arte y la belleza

En este sentido, el Papa ha pedido a los artistas que nos ayuden a “vislumbrar la luz, la belleza que salva”.

Porque, como ha indicado Francisco, “el arte siempre ha estado ligado a la experiencia de la belleza. Simone Weil escribió: ‘La belleza seduce a la carne para obtener el permiso de pasar al alma’ (L’ombra e la grazia, Bolonia 2021, 193). El arte toca los sentidos para animar el espíritu y lo hace a través de la belleza, que es el reflejo de las cosas cuando son buenas, correctas, verdaderas. Es la señal de que algo tiene plenitud: es entonces cuando decimos espontáneamente: ‘¡Qué bello!’. La belleza nos hace sentir que la vida se orienta hacia la plenitud. En la verdadera belleza comenzamos así a sentir el anhelo de Dios. Muchos esperan que el arte vuelva más a la belleza”.

El Papa ha recordado que es cierto que hay un tipo de belleza que es falsa y artificial. “La verdadera belleza, de hecho, es un reflejo de la armonía. En teología -es interesante- los teólogos describen la paternidad de Dios, la filiación de Jesucristo, pero cuando se trata de describir al Espíritu Santo: el Espíritu es la armonía. Ipse harmonia est. El Espíritu es quien hace la armonía”.

La armonía del Espíritu

Francisco ha continuado diciendo que el artista también posee algo de ese Espíritu para crear armonía. “Armonía es cuando hay varias partes, diferentes entre sí, pero que componen una unidad, diferente de cada una de las partes y diferente de la suma de las partes. Es algo difícil, que solo el Espíritu puede hacer posible: que las diferencias no se conviertan en conflictos, sino en diversidades que se integran; y al mismo tiempo que la unidad no sea uniformidad, sino que acoja lo múltiple. La armonía obra estos milagros, como en Pentecostés”.

Esta armonía nace a veces, paradójicamente, de una conmoción: “Siempre me llama la atención pensar en el Espíritu Santo como el que permite que se produzcan las mayores perturbaciones -pensemos en la mañana de Pentecostés- y luego hace la armonía. Que no es equilibrio, no, para hacer armonía se necesita primero desequilibrio; la armonía es una cosa diferente del equilibrio”. Este mensaje, ha continuado el Papa, es muy actual, ya que ha indicado que vivimos en una “globalización uniformizadora”, que es el “peligro de nuestro tiempo”. El Papa ha advertido que esta uniformización “puede operar bajo una falsa pretensión de unidad”.

La misión de los artistas

En este contexto, el papel del arte es fundamental: “Los artistas podéis ayudarnos a hacer sitio al Espíritu. Cuando vemos la obra del Espíritu, que es crear armonía de las diferencias, no aniquilarlas, no uniformarlas, sino armonizarlas, entonces comprendemos lo que es la belleza”.

El Papa ha animado a los artistas a seguir impulsando su creatividad y a que “recorran este camino”. Antes de despedirse, el Santo Padre les ha pedido que no olviden a los pobres, que también necesitan arte y belleza, incluso más que otros, debido a circunstancias muy duras de sus vidas. “Normalmente no tienen voz para hacerse oír. Vosotros podéis ser los intérpretes de su grito silencioso”. Ha expresado también su deseo de que sus obras de arte “den gloria a Dios, que es Padre de todos, y a quien todos buscan, incluso a través del arte”.

Vaticano

La relación de los movimientos eclesiales con la misión del Papa

Este año se celebra el 25.º aniversario del primer Congreso Internacional de Movimientos Eclesiales y Nuevas Comunidades, y el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida acogió el 22 de junio de 2023 en Roma a los moderadores de asociaciones, movimientos eclesiales y nuevas comunidades.

Giovanni Tridente·23 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

“En la Iglesia deben existir siempre también servicios y misiones que no tienen un carácter puramente local, sino que sirven al mandato que inviste la realidad eclesial global y a la propagación del Evangelio. El Papa tiene necesidad de estos servicios, y estos tienen necesidad de él, y en la reciprocidad de los dos tipos de misión se realiza la sinfonía de la vida eclesial”. Son palabras del entonces cardenal Joseph Ratzinger, pronunciadas en 1998 en el Congreso Mundial de Movimientos Eclesiales promovido por el entonces Pontificio Consejo para los Laicos.

25.º aniversario del Congreso

Veinticinco años después de aquel encuentro, en el que el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe explicó el “lugar teológico” de los movimientos eclesiales en la Iglesia, confesando que él mismo había experimentado, a principios de los años setenta, el ímpetu y el entusiasmo con el que algunos de ellos (por ejemplo, el Camino Neocatecumenal, Comunión y Liberación, los Focolares) vivían la alegría de la fe. El 22 de junio tuvo lugar en Roma el encuentro anual con los moderadores de las asociaciones internacionales de fieles, movimientos eclesiales y nuevas comunidades, convocado por el actual Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.

Decenas de representantes de los movimientos eclesiales más difundidos de diversos países de toda la Iglesia se reunieron en el Aula Magna de la Curia General de los Jesuitas, a pocos pasos de la Plaza de San Pedro, para reflexionar sobre el tema “En misión con Pedro. La apostolicidad en el corazón de la identidad de los movimientos”.

La vocación de los movimientos

Antes del encuentro, se invitó a los participantes a releer esa misma conferencia de Joseph Ratzinger para reflexionar sobre la “vocación” específica de los movimientos eclesiales dentro de la misión de la Iglesia.

En aquella ocasión, el teólogo bávaro, que más tarde se convertiría en Papa, afirmó: “En la historia, los movimientos apostólicos aparecen bajo formas siempre nuevas, y necesariamente, ya que son precisamente la respuesta del Espíritu Santo a las situaciones cambiantes en las que se encuentra la Iglesia. Y, por tanto, así como las vocaciones al sacerdocio no pueden producirse ni establecerse administrativamente, mucho menos los movimientos pueden organizarse y lanzarse sistemáticamente por la autoridad. Deben darse, y se dan”.

A continuación, aclaró sin ambages que “quien no comparte la fe apostólica no puede pretender llevar a cabo una actividad apostólica”; a ella debe estar “necesariamente unido el deseo de unidad, la voluntad de estar en la comunidad viva de toda la Iglesia”. Y añadió: “la vida apostólica, además, no es un fin en sí misma, sino que da la libertad de servir”.

Evangelio, misión y servicio

Al invitar a la asamblea, el cardenal prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, Kevin Farrell, subrayó los tres elementos esenciales destacados en su momento también por Ratzinger: vida evangélica, proyección misionera y servicio, como un desafío también para los tiempos actuales, en los que “mantener viva la apostolicidad en la Iglesia es sin duda un gran don, pero es también una tarea que no siempre es fácil de cumplir para los propios movimientos”.

Entre los riesgos evidentes están la pérdida del deseo de servir, la pérdida del sentido del propio carisma, del impulso misionero y de la apertura al mundo entero, así como la pérdida del vínculo con Pedro al entrar en conflicto con la Iglesia.

En torno a estos desafíos, los representantes de los distintos movimientos y comunidades compartieron sus reflexiones y testimonios, respondiendo en particular a cómo se intenta vivir una verdadera apostolicidad de vida, a través de qué iniciativas de anuncio, predicación, caridad y servicio, razonando también sobre los obstáculos a la misión y el impulso audaz y creativo para una posible renovación de estructuras, estilos y métodos.

La relación introductoria de los trabajos fue en cambio confiada al sacerdote Paolo Prosperi, de la Fraternidad Sacerdotal de los Misioneros de San Carlos Borromeo -fundada en 1985 por el obispo y teólogo Massimo Camisasca, uno de los primeros discípulos de don Luigi Giussani, fundador a su vez del movimiento Comunión y Liberación-, que habló de la posición teológica de los movimientos en el magisterio de los papas, a partir de aquella primera reflexión del papa Ratzinger.

El autorGiovanni Tridente

Estados Unidos

Obispos de los EUA acogen el «Instrumentum Laboris»

Los obispos estadounidenses han acogido con beneplácito el "Instrumentum Laboris", preparado para la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que se celebra este octubre.

Gonzalo Meza·23 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Los obispos de los EUA recibieron con agrado la publicación del Instrumentum Laboris para la primera sesión de la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, a celebrarse en octubre del 2023. Mons. Daniel E. Flores, Obispo de Brownsville y coordinador del proceso sinodal en los EUA afirmó que el Instrumentum  «ofrece al Pueblo de Dios una oportunidad extraordinaria para reflexionar sobre lo que hemos aprendido hasta ahora acerca de la naturaleza de una Iglesia sinodal y las formas de acogerla más plenamente».

Mons. Flores, quien también es Presidente del Comité Doctrinal de la Conferencia Episcopal Norteamericana, precisó que el objetivo de este documento es presentar las bases para el discernimiento y exhortó a todos a leer, orar y discutir este documento. El prelado también invitó a reflexionar el texto poniéndolo en perspectiva con las consultas sinodales que se hicieron de forma local, nacional, y continental. 

Síntesis Nacional

En septiembre del 2022, se publicó en los EUA la Síntesis Nacional. El documento resume las esperanzas y heridas comunes expresadas en las consultas sinodales. El proceso sinodal en los Estados Unidos recibió más de 22,000 informes de parroquias y grupos individuales provenientes de 700,000 participantes. La mayoría de los participantes expresaron su gratitud por la oportunidad de ser escuchados y por el espíritu de apertura.

Las consultas sinodales pusieron de relieve la importancia de la participación de los laicos en la Iglesia y permitieron a cientos de católicos retomar la práctica de reunirse para orar juntos y escucharse. En ese sentido, la Síntesis indica que «el Pueblo de Dios desea acercarse a Dios y a los demás a través de un conocimiento más profundo de la Escritura, la oración y las celebraciones sacramentales, especialmente la Eucaristía».

Las tres heridas que los participantes señalaron son tres problemas que han afectado a la iglesia, con consecuencias a largo plazo: la crisis de los abusos sexuales en las décadas anteriores, la pandemia COVID-19, y la polarización que existe en la sociedad norteamericana y que afecta también a la Iglesia en el país.

Vaticano

Sor Lucía, la vidente de Fátima, ya es venerable

El Dicasterio para la Causa de los Santos ha promulgado un decreto en el que declara venerable a Lucía dos Santos, una de las videntes de Fátima

Paloma López Campos·22 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

18 años después de la muerte de la última vidente de Fátima, Lucía dos Santos, el Dicasterio para la Causa de los Santos publica el decreto en el que se reconocen sus virtudes heroicas. Desde el 22 de junio de 2023, Lucía es venerable, lo que supone un paso más en el camino para su canonización.

Los pastorcillos de Fátima (Wikimedia Commons)

La fase diocesana para beatificar a Lucía comenzó tan solo tres años después de su muerte. El 14 de febrero de 2008, el cardenal José Saraiva Martins, entonces prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, anunció que Benedicto XVI aprobaba la apertura del proceso de beatificación.

Sor María Lucía de Jesús y del Corazón Inmaculado, conocida como Hermana Lucía, nació siendo, sencillamente, Lucía dos Santos. Su infancia transcurrió con normalidad en la aldea de Aljustrel (Portugal), hasta que cumplió diez años.

Mientras estaba pastoreando las ovejas con sus primos, Francisco Marto y Jacinta, vio a un ángel. Este “ángel de la paz” enseñó a los niños a rezar por los pecadores y a adorar a Dios en el sacramento eucarístico. Los tres pastorcillos coincidieron al considerar esta visita angélica como una preparación para lo que ocurriría un año después.

Vidente y consagrada

El 13 de mayo de 1917 la Virgen María se apareció a los tres primos en Cova da Iria. Años después, sor Lucía la describió como una mujer “más brillante que el sol”. La Virgen se apareció varias veces a lo largo de ese año, comunicándose especialmente con Lucía. Mientras que ella podía ver, escuchar y hablar con María, Jacinta la escuchaba sin hablar y Francisco solo podía verla, conociendo después lo que decía gracias a las chicas.

A los catorce años el obispo de Leiría, con el objetivo de protegerla, consiguió que entrara en el colegio de las Hermanas Doroteas, cerca de Oporto, puesto que los miles de peregrinos que se acercaban a Fátima pretendían hablar con Lucía. En 1952, la joven se trasladó a Pontevedra (España) y profesó como monja dorotea tras el noviciado. Estando en el convento siguió recibiendo apariciones del Niño Jesús, la Santísima Trinidad y el Inmaculado Corazón de María.

Entrada en el Carmelo

En 1945 conoció a san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, para quien consiguió unos documentos con el fin de que llevara la prelatura a Portugal. Un año después regresó a Portugal y en 1949 profesó como carmelita descalza.

Estando en el convento de Coímbra redactó, por petición del obispo, sus memorias, que amplió hasta tres veces. En los textos desvelaba detalles de las apariciones y profundizaba en el carácter de sus primos pequeños.

Final de su vida

Lucía murió el 13 de febrero en el Carmelo, donde se piensa que todavía recibía la visita de la Virgen María, a pesar de que ella nunca lo confirmó. Las que compartieron la clausura con ella dicen que estaba llena de alegría y que, según avanzaba su edad, progresaba en la infancia espiritual. Parecía que volvía a ser la pastorcilla que vio a la Virgen en Fátima.

Todas las virtudes heroicas que mencionan quienes la conocieron quedan también ahora demostradas gracias al decreto que la proclama venerable.

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Vaticano

Mujeres y Sínodo

Sor Nadia Coppa, presidenta de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), Anna Maria Tarantola, presidenta de la Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice y la teóloga Simona Segoloni comentan con Omnes la participación de las mujeres en la asamblea sinodal.

Federico Piana·22 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Son precisamente algunas de las mujeres más comprometidas a nivel eclesial las que rompen todas las dudas, si es que las había: en el camino del Sínodo, el universo femenino ha encontrado su espacio para escuchar y compartir. ¿Algunos ejemplos? Empecemos por la decisión que ha marcado una época, tomada por el Papa Francisco, de ampliar la participación en la asamblea sinodal, prevista para el próximo mes de octubre en el Vaticano, también a religiosos, consagrados y laicos, la mitad de los cuales deberán ser mujeres. Todos tendrán derecho a voto, como los obispos. Sor Nadia Coppa, presidenta de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), juzgó positivamente sorprendente la elección, subrayando que «enriquece el dinamismo eclesial, mostrando toda la riqueza de nuestras diversidades que se expresan en múltiples carismas».

Y luego tenemos a Anna Maria Tarantola, presidenta de la Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice, quien enmarca esta elección en un proyecto más amplio de valorización de la mujer en la Iglesia iniciado por el Papa desde el inicio de su pontificado. «Es un paso más», afirma, «que me ha producido una gran emoción. Es un reconocimiento de que las mujeres pueden aportar su contribución en ámbitos aparentemente lejanos para ellas». La teóloga Simona Segoloni también habla de gran apertura e innovación. La profesora, vicepresidenta de la Coordinación de Teólogas Italianas y profesora en el Instituto Teológico Juan Pablo II de Roma, afirma con satisfacción que esta «era una decisión que se esperaba desde hace tiempo. Ahora se entiende que el Sínodo de los Obispos no se refiere solo a los obispos, sino que representa a toda la Iglesia. Se podría decir: ya era hora».

En la Iglesia, el papel de la mujer ha crecido

En su larga conversación con Omnes, las tres mujeres no se limitan, sin embargo, a poner el foco en el Sínodo, señalando que la aportación femenina ha sido y será fundamental: también amplían su reflexión al papel cambiante de la mujer en la Iglesia. Las tres parten de un punto común y compartido: con el pontificado del Papa Francisco este papel ha crecido en cantidad y calidad.

Sor Nadia Coppa utiliza una frase pronunciada en Manila en 2015 por el propio pontífice para dejar claro cómo el crecimiento de la mujer en la Iglesia es un supuesto irrenunciable para Francisco: «El Papa ha tenido el coraje de decir que las mujeres saben ver las cosas con ojos distintos a los de los hombres. Y luego añadió que las mujeres saben hacer preguntas que los hombres ni siquiera pueden imaginar, porque tienen dentro de sí algo extraordinario: la fuente de la vida. Las mujeres saben mantener unidos los sueños y lo concreto».

Nombramientos en la cúpula: una señal de cambio

Concreción, sin duda. Una cualidad que caracteriza también la elección de las mujeres nombradas recientemente al frente de importantes instituciones vaticanas, como el Governatorato y la Congregación para los Obispos. «Son pasos que indican el fin de la discriminación, de los prejuicios», afirma el profesor Segoloni, según el cual «todo esto no se daba en absoluto por descontado. Ahora, sin embargo, hay que consolidar esta práctica para que se convierta en costumbre y se institucionalice».

El futuro de las mujeres en la Iglesia, Anna Maria Tarantola -que en el pasado ocupó altos cargos en el Banco de Italia y en la radio y televisión estatales italianas, tareas antes impensables para una mujer- lo ve proyectado hacia la igualdad y la inclusión, respetando los distintos roles: «En las encíclicas Laudato Sì y Fratelli Tutti -concluye-, el Papa Francisco nos ha mostrado el camino: debemos hacer nuestro mundo más igualitario e inclusivo con acciones concretas y factibles».

El autorFederico Piana

 Periodista. Trabaja en Radio Vaticana y colabora con L'Osservatore Romano.

Estados Unidos

Las parroquias, protagonistas del Renacimiento Eucarístico

El 11 de junio del 2023 inició la segunda fase de la iniciativa Renacimiento Eucarístico, un programa de tres años promovido por los obispos norteamericanos para impulsar la comprensión del misterio de la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía.

Gonzalo Meza·22 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El 11 de junio del 2023, solemnidad del Corpus Christi en los Estados Unidos inició la segunda fase de la iniciativa Renacimiento Eucarístico Nacional, un programa de tres años promovido por los obispos norteamericanos para impulsar la comprensión del misterio de la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía y reavivar la devoción y amor a este Misterio central de la fe.

Este proyecto surgió en el 2019 a partir de un estudio realizado por el Pew Research Center el cual reveló que dos terceras partes de los católicos norteamericanos no comprenden el misterio de la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. Para ellos, la Eucaristía se trata solo de un «signo» o un «símbolo». Este desconocimiento masivo movió a los obispos a iniciar el Renacimiento Eucarístico Nacional, 2022-2025.

Objetivos y fases

Los objetivos de esta iniciativa son, entre otros: promover la devoción eucarística; ofrecer una catequesis sólida sobre el Misterio de la presencia real de Jesús en la Eucaristía; impulsar movimientos de oración y apostolados a nivel parroquial y descubrir la presencia de Jesús en los más vulnerables de las comunidades: los ancianos, los encarcelados, los hambrientos y los que no tienen hogar.

Tiene tres fases: fase diocesana, fase parroquial y fase de misión, precedida por el décimo Congreso Eucarístico Nacional en julio del 2024 y una Peregrinación Eucarística Nacional del 17 de mayo del 2024 al 17 de julio. Esta peregrinación partirá desde cuatro puntos del país para recorrer cuatro rutas, que abarcan una distancia combinada de 6,500 millas a través de ciudades, carreteras, cadenas montañosas y pueblos. Cada ruta contará con un grupo de doce «peregrinos perpetuos», un sacerdote capellán, y vehículos para apoyar a los peregrinos en diferentes trayectos.

Durante el recorrido se tendrán Misas, días de adoración y procesiones en los poblados que recorran. Asimismo, varias comunidades por donde cruce la procesión organizarán servicios de oración y alabanza, la devoción de las 40 horas, así como convivios y oportunidades de socialización. Las cuatro rutas convergen en la ciudad de Indianápolis para el Congreso Eucarístico Nacional.

La primera etapa del proyecto inició el 19 de junio del 2022 y concluyó el 11 de junio del 2023. La organización de este periodo correspondió a las diócesis de todo el país, las cuales organizaron congresos, procesiones, ceremonias litúrgicas y catequesis en sus respectivas jurisdicciones. 

Segunda etapa (2023-2024): Las parroquias

La segunda etapa inició el 11 de junio del 2023 y concluirá el 17 de julio del 2024 con el décimo Congreso Eucarístico Nacional en la ciudad de Indianápolis. Será un evento histórico. El último se realizó hace 83 años y se espera la asistencia de 100 mil delegados de todo el país.

La segunda etapa comprende cuatro aspectos: revitalizar la atención al Ars Celebrandi; promover el encuentro personal con Jesús Sacramentado por medio de «noches de encuentro»; proporcionar una sólida formación sobre la doctrina de la presencia real por medio de  pequeños grupos de estudio; enviar misioneros eucarísticos a sus comunidades para dar a conocer la iniciativa e invitar a la gente a tener un encuentro personal con Jesucristo-Eucaristía; ir a las periferias de cada comunidad parroquial para descubrir la presencia de Jesús en los más vulnerables. 

Procesiones Eucarísticas de norte a sur

Cientos de parroquias a lo largo del país iniciaron esta segunda etapa con procesiones eucarísticas por las calles de sus ciudades. Jesús Sacramentado recorrió las avenidas de las principales ciudades de los Estados Unidos, de Los Ángeles a New York, de Washington a Atlanta e incluso en Alaska. Algunas de las procesiones más representativas fueron las siguientes:

Los Ángeles: Los Milagros Eucarísticos en el Mundo

En Los Ángeles, en la parroquia de Cristo Rey, luego de la celebración de la Santa Misa, se realizó una procesión con el Santísimo y al final se inauguró la exposición internacional «Los milagros eucarísticos en el Mundo», diseñada y creada por el Siervo de Dios Carlo Acutis.

En la exhibición se pueden contemplar paneles con fotografías y descripciones históricas de los principales milagros eucarísticos del mundo. Esta muestra se presentará en 25 parroquias de la arquidiócesis. 

Baltimore. Envío de Misioneros Eucarísticos

En Baltimore, los obispos Adam Parker y Bruce Lewandowski presidieron el 10 de junio la Misa de la vigilia del Corpus Christi en la Catedral María Nuestra Reina. En esta ceremonia se presentaron y bendijeron a los misioneros eucarísticos que irán por las parroquias de la diócesis enseñando y promoviendo el misterio central de nuestra fe.

Nueva York

En la arquidiócesis de Nueva York cerca de 20 iglesias, entre ellas la catedral de San Patricio organizaron procesiones en diferentes puntos de Manhattan. En el Bronx, el obispo auxiliar Joseph Espaillat encabezó una procesión que duró cuatro horas y congregó a más de dos mil personas a lo largo del Grand Concurse del Bronx. 

Washington DC

En la capital del país la procesión eucarística inició en la Catedral de San Mateo Apóstol y recorrió una milla por las calles de la ciudad hasta llegar a la Iglesia de la Inmaculada Concepción.

Atlanta

En la Arquidiócesis de Atlanta, una docena de parroquias organizaron procesiones eucarísticas por las calles de diversas ciudades, entre ellas Atlanta, su capital.

Fairbanks, Alaska

En la diócesis de Fairbanks, Alaska, se llevó a cabo la procesión que partió de la Catedral del Sagrado Corazón hacia la Iglesia de la Inmaculada Concepción.

Evangelio

Miedo malo y temor santo. Domingo XII del Tiempo Ordinario (A)

Joseph Evans comenta las lecturas del XII domingo del Tiempo Ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·22 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Un tema claro que recorre las lecturas de esta semana es el miedo. Pero debemos distinguir entre el miedo bueno y el malo. Hay un temor santo: de hecho, precisamente uno de los dones del Espíritu Santo es el temor del Señor. Se trata de una santa reverencia hacia Dios (no hay que confundir la confianza en Dios como Padre amoroso con la falta de respeto hacia Él). Este temor puede ser también un temor sensible al infierno, como el peligro último que con razón queremos evitar. Y, por último, puede ser una expresión de afecto: el tierno temor de ofender a quien amamos.

Pero también puede haber miedo malo. Esto sucede cuando perdemos nuestra confianza en Dios, como Adán y Eva se escondieron del Señor después de haber comido del árbol prohibido. El miedo puede ser el resultado de una comprensión equivocada de Dios, viéndole erróneamente como un juez estricto o un tirano y no apreciando que es un padre amoroso y misericordioso. Por último, puede haber miedo cuando uno sabe que se está comportando mal y tiene miedo de que lo descubran, como un delincuente que huye de la policía.

El diablo provoca constantemente estos últimos tipos de miedo, llevándonos a temer a Dios y a perder nuestra confianza en Él. Esto lleva al pánico, que a su vez conduce a malas acciones y decisiones. Lo vemos en las lecturas de hoy, cuando los adversarios de Jeremías le acusan falsamente de promover el terror entre los judíos de su tiempo, cuando Jerusalén estaba siendo asediada por los babilonios: “Oía la acusación de la gente: ‘Pavor-en-torno, delatadlo, vamos a delatarlo!’”. Se trataba de una distorsión exagerada del mensaje de Jeremías, cuando en realidad su llamamiento a rendirse a los babilonios era lo correcto y habría evitado mucho derramamiento de sangre y la destrucción de la ciudad, lo que en realidad ocurrió porque desoyeron las palabras de Jeremías.

El salmista, sin embargo, anima a confiar en el Señor. Es capaz de sufrir burlas, vergüenza y rechazo porque confía en Dios. Lo que causaría miedo a otros sólo le lleva a renovar su abandono en Dios. Y en el Evangelio Jesús nos enseña el santo temor y lo que san Josemaría llamaba la “santa desvergüenza”. Jesús nos dice que no temamos a los que le atacan a él y a sus discípulos. Al contrario, perdamos todo miedo y seamos valientes en nuestro testimonio: “A quien se declare por mí a-nte los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos. Y si uno me niega ante los hombres, yo también lo negaré ante mi Padre que está en los cielos”. Sin embargo, es justo temer y mantenerse bien lejos de Satanás, como uno se mantendría sensatamente alejado de una bestia viciosa: “No tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. No; temed al que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehenna”. Por último, lo que más confianza debería darnos es saber cuánto nos ama y nos valora Dios: “No tengáis miedo: valéis más vosotros que muchos gorriones”.

La homilía sobre las lecturas del domingo XII del Tiempo Ordinario (A)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Vaticano

Diálogo por la paz entre budistas y católicos

Una delegación de monjes budistas se reúne con el Cardenal Ayuso el mismo día de que el Arzobispo Gallagher participa en el Parlamento italiano una mesa redonda sobre diálogo interreligioso.

Antonino Piccione·21 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El diálogo interreligioso es una herramienta para la diplomacia y la construcción de la paz. El jueves 15 de junio tuvo lugar en el Parlamento italiano una mesa redonda organizada por el Instituto de Estudios de Política Internacional (ISPI) sobre este tema.

La iniciativa contó con la presencia de Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales de la Santa Sede. «Cuando se habla de religión y paz, lo primero que viene a la mente es la oración», comenzó el arzobispo, porque es «una vía privilegiada a través de la cual sólo quien tiene fe puede expresar su deseo de paz».

Un deseo «basado en cuatro directrices éticas, típicas de las grandes tradiciones religiosas: respeto a la vida, diálogo, honestidad, respeto mutuo». Sólo así puede funcionar el diálogo interreligioso, «fundamental para construir la paz entre las naciones, dado que alrededor del 85% de la población mundial se identifica con una religión» y para «evitar que el fundamentalismo se imponga y que se multipliquen las persecuciones religiosas».

¿Cuál es el camino a seguir en medio de tantos conflictos que tiñen el mundo de sangre, siendo la comunidad cristiana la más perseguida? «Es necesario activar medidas que permitan a las partes entrar en un estado de paz y justicia, no de agresión y muerte», explicó Gallagher, «la paz ya no debe verse como la ausencia de guerra impuesta por la fuerza, sino como un acto de justicia inscrito en la realidad».

Decisiva es entonces la ‘fraternidad, considerada por el Papa Francisco como fundamento y camino hacia la paz. Así como guía a los individuos, debe guiar a la familia de las naciones, junto con la no violencia y la caridad».

Promover el contacto humano, no relegar la religión a la esfera individual para promover la dimensión pública de la fe. En este marco, una delegación de unos 80 monjes inició, el mismo 15 de junio, una visita de dos días a Roma. En el Augustinianum, se reunieron con representantes del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, dirigido por el cardenal Ayuso.

Estaba previsto que la delegación se reuniera con el Papa Francisco, pero debido a la convalecencia del Pontífice, le escribieron una carta, firmada por el Venerable Somdet Phra Mahathirachan, abad del Templo Real de Wat Phra Cetuphon.

La delegación tailandesa estaba formada por miembros del Consejo Supremo de la Sangha de Tailandia, la Asamblea de la Sangha de Wat Phra Chetuphon, la Oficina Reguladora de los Bhikkhus Dhammaduta en el Extranjero y el personal del Instituto Rey Prajadhipok.

La carta al Papa, escrita en italiano en nombre de todos los miembros de la delegación, del arzobispo de Chiang Mai, Francesco Saverio Vira Arpondratana, y de las embajadas de Tailandia en Italia y en la Santa Sede, se abría asegurando al Papa Francisco que le tenían profundamente presente en sus oraciones, especialmente mientras continúa recuperándose de una operación abdominal en el hospital Gemelli, de donde fue dado de alta el 16 de junio.

A continuación, los monjes budistas rezaron por la paz y visitaron la tumba del difunto Papa Benedicto XVI, reuniéndose en torno a ella y permaneciendo unos instantes en silencio.

En su saludo a la delegación, el cardenal Ayuso recordó que, «como amigos», compartimos «las mismas alegrías, las mismas penas, las mismas preocupaciones y visiones». Las dos delegaciones, católica y budista, representan una peregrinación de amigos, continuó el cardenal, de la que el Papa Francisco es testigo.

El autorAntonino Piccione

Mundo

División en la Conferencia Episcopal alemana por el “Comité sinodal”

El cardenal de Colonia y los obispos de Eichstätt, Passau y Ratisbona vetan la financiación prevista para dicho comité, lo que pone en peligro su viabilidad. Sin embargo, tanto el presidente de la DBK como la presidenta del Comité central de los católicos alemanes (ZdK) siguen manteniendo los días 10 y 11 de noviembre de 2023 para dar inicio a dicho Comité.

José M. García Pelegrín·21 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

La reunión del Consejo permanente de la Conferencia Episcopal alemana, celebrada los días 19 y 20 de junio, ha puesto de manifiesto el disenso existente dentro de la Conferencia. El cardenal Rainer Woelki (Colonia) y los obispos Gregor Maria Hanke (Eichstätt), Stefan Oster (Passau) y Rudolf Voderholzer (Ratisbona) publicaron al mediodía del martes 20 de junio una declaración en la que explicaban las razones por las que se oponen a financiar el llamado Comité Sinodal, previsto para preparar el Consejo Sinodal.

Como es sabido, en varias ocasiones diversos órganos del Vaticano –especialmente el Cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin y los entonces prefectos del Dicasterio para la Doctrina de la fe, Luis Ladaria, y de los Obispos, Marc Ouellet, en una carta dirigida, con la instrucción expresa del Papa, el 16 de enero de 2023 al presidente de la Conferencia Episcopal alemana, Mons. Georg Bätzing– prohibieron la creación de tales órganos de gobierno “a nivel nacional, diocesano o parroquial”. A esto hacen referencia ahora los cuatro obispos “disidentes”.

Recuerdan también que en la visita ad limina del pasado noviembre, los obispos alemanes acordaron que llevarían las cuestiones planteadas en el Camino Sinodal alemán para tratarlas en Roma, pero que en ningún momento se habló de un nuevo organismo. “No sería improbable –dicen en su declaración– que se creara ahora un órgano cuyas competencias no están claras, y que al final descubriéremos que no podemos hacerlo así”. Antes de preguntarse por nuevas formas organizativas en Alemania habría que esperar a los resultados del Sínodo universal de la Sinodalidad.

También hacen referencia a que muchas decisiones del Camino Sinodal han causado “malestar entre muchos creyentes de todo el mundo: se trata de cuestiones profundas de doctrina, sobre todo de la doctrina de la Iglesia, de antropología y de los sacramentos. Si siguiéramos adelante aquí en Alemania, la polarización entre los fieles de nuestro país, entre los obispos y en las interacciones de la Iglesia universal no haría más que intensificarse”. Si bien las cuestiones del Camino Sinodal se están tratando también en otros países, sobre todo de Europa occidental, “en todas las partes hay voces que se abogan por mantener la doctrina actual”.

Los obispos titulares de las otras 23 diócesis alemanas están al parecer dispuestos a financiar el Comité sinodal. Ahora bien, como señaló la DBK en un comunicado, la financiación prevista a través de la Asociación de Diócesis Alemanas (VDD) ha de aprobarse por unanimidad. Es decir, la financiación prevista no será posible por el veto de los cuatro obispos mencionados, por lo que habrá que buscar otra fuente de financiación. Sin embargo, la DBK sigue manteniendo el plan acordado por los presidentes del Camino sinodal –Mons. Georg Bätzing, presidente de la DBK, e Irme Stetter-Karp, presidenta del ZdK– de que la primera reunión del Comité Sinodal tenga lugar los días 10 y 11 de noviembre de 2023.

En una primera reacción, el ZdK anima a la mayoría de los obispos a encontrar una fuente alternativa de financiación. En este contexto, Irme Stetter-Karp considera “necesarias a largo plazo importantes reformas de la estructura financiera de la Iglesia”. La presidenta del ZdK continúa: “Ya es hora de que el pueblo de la Iglesia y los obispos traten conjuntamente las prioridades y el reparto de fondos”.

Independientemente de que se encuentre o no un modo de financiar y dotar de personal al “Comité sinodal”, con el veto de los cuatro obispos ha quedado claro el disenso causado por el Camino Sinodal alemán en el seno de la DBK.

Vaticano

Se publica el «Instrumentum laboris» para la próxima asamblea del Sínodo

Ha tenido lugar la rueda de prensa para la presentación del Instrumentum laboris de la primera sesión de la XVI Asamblea General del Sínodo de los Obispos sobre el tema: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión”.

Loreto Rios·21 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El acto, que se realizó el 20 de junio en la Sala Stampa, contó con la participación del cardenal Mario Grech, secretario general de la Secretaría General, el cardenal Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo; y el padre Giacomo Costa, consultor de la Secretaría General del Sínodo.

Durante la rueda de prensa se presentaron breves testimonios sobre la preparación de la asamblea de octubre: Helena Jeppesen-Spuhler, miembro de la delegación suiza en la Asamblea Continental de Praga; la hermana Ester Lucas, miembro del Equipo Sinodal de SECAM, Comisión de Teología, que ha leído el texto del padre Rafael Simbine Junior, secretario general de SECAM, y Nadia Coppa, presidenta de la Unión Internacional de Superioras Generales.

Etapas del Sínodo

“El Sínodo comenzó el 10 de octubre de 2021, con la celebración de apertura en San Pedro. Desde entonces, la primera fase se ha dividido en tres etapas: la primera, en las Iglesias locales, con la
consulta al Pueblo de Dios. La invitación se dirigió a todos, en particular a las periferias y a aquellos que por una u otra razón se sienten «excluidos»; la segunda, en las Conferencias Episcopales, con el discernimiento de los obispos sobre las aportaciones de las Iglesias locales; la tercera, en las Asambleas continentales, con otro nivel de discernimiento con vistas a la segunda fase del Sínodo. La escucha es necesaria, porque la Iglesia sinodal es, por definición, la ‘Iglesia de la escucha’”, ha señalado el cardenal Mario Grech.

Por su parte, el cardenal Jean-Claude Hollerich se centró en su intervención en el documento del Instrumentum laboris: “Es el resultado del proceso sinodal a todos los niveles, un resultado que da lugar a muchas preguntas que podrían recibir respuesta por parte de los participantes en el Sínodo de los Obispos. La estructura del texto y la dinámica estructural de la Asamblea sinodal están íntimamente relacionadas. En primer lugar, el texto ofrece una narración del proceso sinodal que ha emprendido la Iglesia. El texto se basa en una miríada de experiencias personales y comunitarias. La Iglesia está en Sínodo: al intentar caminar juntos experimentamos un nuevo arte de caminar guiados por el Espíritu”.

Ha recalcado que, por tanto, el texto lleva a una cuestión de discernimiento, “un discernimiento sobre la concreción de comunión, misión y participación”.

Episcopalis Communio

El padre Giacomo Costa ha subrayado el hecho de que el marco de referencia para la asamblea sigue siendo la constitución apostólica Episcopalis Communio, y en particular los artículos 13-18. “La metodología propuesta está, por tanto, en continuidad con la de las Asambleas más recientes, con algunas variaciones. En parte se debe a razones prácticas, relacionadas con el aumento del número de miembros. Hay un aumento del número de obispos: unos 20 más que en la última Asamblea General Ordinaria, la de 2018, dado el crecimiento del número de obispos en el mundo. Y aumentan los no obispos, tras la ampliación de participación aprobada por el Papa Francisco en abril”. En total, ha indicado que hay unos 370 asambleístas, excluyendo los expertos, mientras que en 2018 hubo 267 padres sinodales, más medio centenar de auditores.

Helena Jeppesen-Spuhler ha recalcado el papel de los laicos en este proceso: “No somos simples cristianos de los que se espera que recibamos y aceptar normas y prescripciones. Ahora interesa cómo entendemos los fieles la fe cristiana en nuestro contexto específico. Y en los respectivos textos, en los que se resumen los resultados de los procesos de escucha y discernimiento, se recogen nuestras preocupaciones y necesidades. Son testimonios de que estamos en camino hacia una iglesia sinodal”.

El Sínodo y el Espíritu Santo

El padre Rafael Simbine Junior, en el texto leído por la hermana Ester Lucas, ha señalado la importancia de la Asamblea Continental Sinodal Africana, que “marcó un hito importante en el camino de la Iglesia en África hacia la sinodalidad. Proporcionó una plataforma inclusiva para que los delegados de toda África y sus islas emprendiesen un viaje sinodal espiritual, guiados por el Documento para la Etapa Continental”.

Por último, Nadia Coppa, presidenta de la Unión Internacional de Superiores Generales, ha indicado que la sinodalidad no es posible sin el Espíritu Santo: “La experiencia de la sinodalidad es ante todo una experiencia del Espíritu, es un camino abierto, no trazado de antemano, que se teje a través del encuentro, el diálogo y el compartir, que viene a ampliar y modificar la visión de cada uno. Ser Iglesia sinodal, leemos en el Istrumentum Laboris, es reconocer la dignidad común que deriva del Bautismo, que hace a quienes lo reciben hijos e hijas de Dios, miembros de su familia y, por tanto, hermanos y hermanas en la Iglesia y enviados a cumplir una misión común (n. 20)”.

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Estados Unidos

Una semana dedicada a la libertad religiosa

La Conferencia episcopal estadounidense convoca el 22 de junio una semana de oración, reflexión y acción por la libertad religiosa.

Paloma López Campos·21 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos

El 22 de junio la Iglesia católica celebra a santo Tomás Moro y a san Juan Fisher. A través de la intercesión y patronazgo de estos santos, la Conferencia episcopal de los obispos estadounidenses (USCCB) convoca una semana de oración, reflexión y acción por la libertad religiosa.

El episcopado considera a estos varones un ejemplo de “ciudadanía fiel”. Ambos “amaron y sirvieron a su país”. Fueron dos hombres que “nunca se alzaron para incitar a la rebelión o fomentar la revolución. No eran traidores. Pero cuando la ley del rey entró en conflicto con la ley de Cristo, se sometieron a Cristo”.

Santo Tomás Moro y san Juan Fisher “dieron su vida por la libertad de la Iglesia y por la libertad de conciencia. Son testigos de la verdad de que ningún gobierno puede reclamar el alma de una persona”. Por ello, los obispos piden su intercesión para que “continúen iluminando el camino para nosotros, mientras buscamos servir fielmente a nuestra Iglesia y a nuestro país”.

Libertad, don divino

Bajo el lema “Abracemos el don divino de la libertad”, la USCCB quiere centrarse durante una semana en diversos aspectos de la libertad religiosa. En concreto, hay ocho aspectos propuestos por el episcopado para orar, reflexionar y tomar medidas:

-Respeto por los espacios sagrados

-Secreto de confesión

-Nicaragua

-Estudiantes en el campus

-Cristianos en Nigeria

-Fe en los negocios

-Inmigrantes

-Atención médica católica

Respeto por los espacios sagrados

Los obispos explican que “la propia naturaleza de un espacio sagrado es que se aparta de otros lugares como un área para el culto divino y, por lo tanto, debe ser tratado con respeto”. La consideración de estos espacios “es fundamental para el beneficio de la paz cívica, que forma parte del bien común”.

Uno de los carteles con la intención de oración para el día 22 (USCCB)

La USCCB denuncia el aumento de ataques a espacios sagrados, especialmente desde la anulación de Roe v. Wade. “Pero los católicos y otros cristianos no son los únicos que defienden sus espacios sagrados. En Arizona, las tribus nativas americanas han estado luchando para evitar que Oak Flat, un lugar que se ha utilizado para la oración y para rendir culto desde tiempos inmemoriales, sea destruido por una empresa minera de cobre”. A pesar de que el contexto varía en estos casos, “ el principio subyacente es el mismo: los ataques a los espacios sagrados, ya sea por ideología política o por comercio, son perjudiciales para la libertad religiosa”.

Ante esto, los obispos piden oraciones “para que el testimonio cristiano ante los ataques a nuestras iglesias convierta los corazones a la fe en Jesucristo, y que las personas de todas las religiones sean libres de reunirse en lugares sagrados sin temor”.

Secreto de confesión

La USCCB define el sacramento de la confesión o de la reconciliación como “un encuentro sagrado entre el penitente y el Señor que ofrece perdón y sanación por medio del ministerio del sacerdote”. Ante la clara importancia de esto, “el Código de Derecho Canónico prohíbe a los sacerdotes que divulguen información que han recibido en la confesión”. Además, la Iglesia estableció la excomunión como pena para un sacerdote que viola directamente el secreto de confesión.

En la actualidad, especialmente con la exposición de los casos de abusos sexuales, muchas instituciones están pidiendo la revocación del secreto de confesión y los obispos reconocen que “es esencial que, en la medida de lo posible, la Iglesia trabaje con las autoridades civiles para garantizar que los criminales sean llevados ante la justicia y que las comunidades estén seguras”. Sin embargo, “un sacerdote no puede obligar a un penitente a entregarse como condición para recibir la absolución, los sacerdotes pueden animar al penitente a denunciar los delitos a las autoridades correspondientes, o puede pedirle al penitente que hable con él fuera del contexto de la confesión”.

El respeto a este secreto en la reconciliación con Dios “es el reconocimiento de la relación adecuada entre la iglesia y el estado y el derecho al libre ejercicio de la religión, no solo para los católicos, sino para las personas de todas las religiones”.

Dado el contexto actual, la USCCB pide a los católicos oraciones “para que los gobiernos respeten el secreto del confesionario, mientras la Iglesia en los Estados Unidos continúa trabajando para eliminar el flagelo de los abusos por parte del clero”.

Nicaragua

Intención de orar por Nicaragua (USCCB)

Los obispos denuncian la situación que vive la Iglesia en Nicaragua que, desde 2018, “ha estado enfrentando una campaña sistemática y persistente de agresión por parte del gobierno y agentes progubernamentales, con iglesias atacadas con fuerza letal, sacerdotes y religiosos encarcelados o exiliados, el nuncio apostólico expulsado y, en febrero de 2023, la injusta sentencia del obispo Rolando Álvarez de Matagalpa, Nicaragua, a 26 años de prisión”.

El episcopado señala que “la crueldad de la persecución se destaca en los numerosos actos de profanación contra el Santísimo Sacramento que han estado cometiendo las fuerzas progubernamentales y la prohibición de las tradicionales procesiones por parte de la población mayoritariamente católica durante la Semana Santa. Estos son actos políticamente calculados de terrorismo psicológico y espiritual contra los fieles en Nicaragua. Su objetivo es enviar un mensaje a los obispos, sacerdotes y fieles de que el régimen hará todo lo posible para aplastar y silenciar la voz moral de la Iglesia Católica en el país”.

Estudiantes en el campus

Las universidades de Estados Unidos permiten a los estudiantes participar en grupos relacionados con la religión. “Sin embargo, las políticas universitarias destinadas a promover la inclusión, como la regla de que cualquier estudiante tiene derecho a ser el encargado de un grupo de estudiantes del recinto, se han utilizado para prohibir que los grupos de estudiantes religiosos se aseguren de que sus encargados y miembros compartan su fe”.

Estas reglas dan lugar a situaciones incoherentes, pues “un ateo podría dirigir un estudio de la Biblia, un negacionista del cambio climático podría dirigir el club de ecología o un republicano podría dirigir a los demócratas universitarios”. Las políticas universitarias dan una “falsa idea de inclusión” e impiden “que los grupos tengan una misión o identidad distintiva”.

En opinión del episcopado, las universidades, para acoger el don de la libertad, tienen que permitir “que los grupos de estudiantes operen de acuerdo con sus misiones distintivas”.

Cristianos en Nigeria

La USCCB se hace eco del comunicado enviado por la Conferencia episcopal de Nigeria en 2021, en el cual denunciaron la grave situación que atraviesa el país. Los obispos aseguran que “la falta de seguridad es total”. Las confrontaciones se han agravado “debido a que los pastores son generalmente musulmanes de la tribu Fulani y los agricultores son cristianos de diversas etnias”, lo cual ha aumentado todavía más “las diferencias étnicas y religiosas en los conflictos que se originaron por el acceso a los recursos agrícolas”.

Cartel con la intención de orar por Nigeria el día 26

Las carencias en las soluciones dadas por las instituciones públicas han tenido como consecuencia un ciclo de represalias extendido por toda Nigeria. “Por ejemplo, en enero de 2022, terroristas islámicos atacaron y quemaron una rectoría, matando a un sacerdote e hiriendo gravemente a otro. Posteriormente, una turba de cristianos quemó la oficina de la policía local en respuesta a la percepción de que la policía no responde tan rápidamente a los ataques contra los cristianos como lo hace contra los musulmanes”.

La polémica es tan grave que “la posibilidad de diálogo entre grupos opuestos” está inhibida y pone en peligro la libertad religiosa. Por ello, los obispos estadounidenses piden que los católicos recen especialmente esta semana “para que los pastores y agricultores de Nigeria, cuyo conflicto por el acceso a la tierra y los recursos ha alimentado las tensiones religiosas, puedan encontrar los medios para comprometerse y resolver sus diferencias de manera no violenta”.

Fe en los negocios

El episcopado recuerda que “los cristianos son cristianos no solo cuando rezan o sirven en un ministerio sin fines de lucro”, sino que su fe debe extenderse a todas las esferas de su vida. Esto significa que “los católicos también buscan vivir su fe en su vida laboral”, pero no solo ellos “deberían poder vivir su religión de manera holística. Todas las personas deben ser libres para permitir que la fe las guíe en sus asuntos diarios, incluso en el trabajo y en los negocios”.

La USCCB explica que los conflictos entre el mundo laboral y la libertad religiosa “pueden surgir cuando un empleado busca acuerdos para sus prácticas, como una excepción a las normas de atuendo para poder llevar determinadas prendas religiosas o una solicitud para que se adapten los horarios a determinados días u horas, como el sábado o determinadas horas de oración”. Otra clase de conflicto “implica casos en los que el negocio mismo entra en conflicto con alguna política gubernamental”, como puede ser el caso de planes de atención médica considerados inmorales o discursos que van en contra de las convicciones religiosas. “En todos estos casos, una cultura que acoja el don divino de la libertad será aquella que deje el mayor espacio posible para que las personas participen en la vida laboral de acuerdo con sus convicciones religiosas”.

Inmigrantes

Los obispos hablan del delicado equilibrio entre la defensa de las fronteras nacionales y el respeto a la dignidad de todas las personas. Junto a las acciones de las instituciones públicas, la Iglesia también busca atender las necesidades de los inmigrantes, que van “desde satisfacer las necesidades básicas hasta ayudar con el reasentamiento y ofrecer servicios legales para ayudar a los recién llegados a explorar las expectativas del país de acogida”.

Sin embargo, algunos de estos servicios cristianos se enfrentan a ataques legales “porque la Iglesia se niega a facilitar abortos para los niños que están bajo nuestro cuidado, mientras que en otros lugares, los gobiernos estatales han aprobado o propuesto leyes que prohíben ‘dar asilo’ o transportar inmigrantes indocumentados, incluso cuando el ‘dar asilo’ es solo proporcionar un lugar seguro para dormir, o el transporte es solo un viaje a misa, lo que esencialmente podría criminalizar gran parte del ministerio de la Iglesia hacia los inmigrantes”.

La USCCB considera que “una nación que acoja el don divino de la libertad respetará la dignidad de todas las personas y permitirá que la Iglesia lleve a cabo su misión con las personas vulnerables, incluidos los migrantes y refugiados”.

Atención médica católica

Los obispos señalan la gran dedicación de la Iglesia a los enfermos a través de “instituciones dedicadas a la medicina y al acompañamiento de los moribundos”. Sin embargo, actualmente los hospitales y profesionales católicos se enfrentan a distintos desafíos, algunos de los cuales atacan la libertad religiosa.

“Los activistas han tratado de perjudicar la misión de la Iglesia obligando a los hospitales católicos a realizar procedimientos que destruyen la vida humana y menoscaban la dignidad humana, como la esterilización, la cirugía de cambio de sexo e incluso el aborto, y las personas de fe que trabajan en instituciones laicas pueden verse obligadas a realizar abortos”.

Los cambios promovidos por el gobierno estadounidense en las normativas federales tuvieron como consecuencia, en muchos casos, la eliminación de “las protecciones de conciencia de las instituciones y del personal de atención médica”. La USCCB destaca que “una cultura que acoja el don de la libertad divina es aquella que respeta la conciencia de los hospitales y profesionales que buscan llevar a cabo el ministerio sanador de Cristo”.

Orar, reflexionar y actuar por la libertad religiosa

Junto a las reflexiones de la USCCB, los obispos animan cada día a una intención concreta de oración y a una acción para dar visibilidad a la libertad religiosa.

Toda la información de esta iniciativa puede encontrarse, en inglés y en español, en la página web de la Conferencia episcopal.

Estados Unidos

Los periodistas católicos deben proclamar el mensaje de Cristo

El cardenal Wilton D. Gregory, arzobispo de Washington, se dirigió a los periodistas y otros profesionales de la comunicación en la Conferencia anual de la Asociación de Medios Católicos.

Jennifer Elizabeth Terranova·20 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El cardenal Wilton D. Gregory, arzobispo de Washington, celebró la Misa en la basílica del santuario nacional de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, en Baltimore. La Eucaristía tuvo lugar durante la Conferencia anual de la Asociación de Medios Católicos (CMA), que tuvo lugar del 6 al 9 de junio. Y el mensaje del cardenal a los periodistas y profesionales de la comunicación fue claro: proclamar la «Buena Nueva» y permanecer fieles a lo que es verdad.

La Asociación Católica de Medios de Comunicación es una organización de profesionales católicos de los medios de comunicación cuya misión es apoyar, enriquecer y ayudar a sus miembros a desarrollar sus habilidades para comunicar el Evangelio con eficacia.

La tarea del periodismo moderno

El cardenal Gregory habló de los retos que enfrentan los comunicadores católicos y les instó a «adherirse a los más altos principios de vuestra profesión… y a ser diligentes en la investigación, honestos en vuestra política editorial, competentes en el uso de los modernos medios de comunicación, pero siempre motivados por la verdad de Cristo, que con demasiada frecuencia sólo se susurra en habitaciones cerradas o se habla en la oscuridad. Ustedes son personas que aportan toda la fuerza del periodismo moderno a la tarea de revelar el propio diseño de Dios para nosotros en Cristo.»

La competencia es esencial, dijo el cardenal Gregory, pero los comunicadores católicos deben ser algo más que «competentes reporteros y grabadores de acontecimientos religiosos…». Animó a los asistentes a mantenerse firmes en su llamada a proclamar la verdad a pesar del clima actual de la sociedad. «Reconfortaos al saber que la gente todavía puede escuchar con deleite la verdad de las enseñanzas del Señor, incluso en nuestro mundo a menudo cínico».

Amor a la verdad

Su Eminencia recordó también a los periodistas católicos que «vuestra es la gran oportunidad de informar sobre una palabra de verdad que ha cambiado vuestra propia vida. Es el amor a esa verdad lo que os motiva a revelar esas cosas ocultas para que puedan -a su vez- cambiar la vida de los demás.»

El Cardenal Gregory también expresó su gratitud por el trabajo del CMA, porque las buenas noticias siempre elevan y crean luz en la oscuridad. Y ofreció oraciones por los miembros del CMA fallecidos el año pasado.

Mundo

Thierry Bonaventura: “El Sínodo ha pasado a implicar a todo el pueblo de Dios”

Thierry Bonaventura repasa en esta entrevista con Omnes algunos de los puntos más importantes del Sínodo. Entre otros temas, nos cuenta cómo fue el proceso de preparación, qué iniciativas han surgido durante este camino, cuáles han sido los principales retos, cómo se han gestionado las críticas y qué pasos hay que dar a continuación.

Giovanni Tridente·20 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

Thierry Bonaventura es el responsable de comunicación del Sínodo de los Obispos 2021-2023.

En este mes de junio está prevista la publicación del Instrumentum laboris para la primera sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tendrá lugar en Roma del 4 al 29 de octubre de 2023. Un camino comenzado hace más de dos años que ha implicado a muchas personas de la realidad eclesial en diferentes etapas, primero locales y después internacionales.

Una movilización en la que ha jugado un papel esencial la comunicación, ya que ha permitido que se impliquen el mayor número posible de personas, manifestación del pueblo de Dios. En esta entrevista con Omnes, Thierry Bonaventura, responsable de comunicación del Sínodo, nos cuenta de primera mano lo que ha supuesto a nivel mundial este largo camino sinodal iniciado por el Papa Francisco.

Dentro de unos meses comenzarán los trabajos de la primera sesión de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo, un viaje que comenzó en 2021. ¿Qué ha supuesto para usted gestionar comunicativamente todo este proceso?

—Me vienen a la mente estas palabras: el proceso ha sido un desafío, pero sobre todo un regalo. Llegué a la Secretaría General del Sínodo en agosto de 2021, es decir, dos meses antes de la apertura oficial del proceso sinodal. Como la mayor parte de los fieles, apenas conocía el Sínodo ni la sinodalidad. Tuve que enfrentarme a un entorno nuevo, tanto grande como complejo: el Vaticano, con sus estructuras y procedimientos internos, a veces complicados. Me propuse hacer tangible y coherente la invitación del Papa Francisco a promover una Iglesia abierta a la escucha, cercana, como el buen samaritano, a los sufrimientos de este mundo, a las personas distantes o indiferentes al mensaje de salvación de Cristo. De alguna manera tenía que contribuir a dar una nueva imagen a una estructura de la Iglesia que la gente percibe como un poco distante.

Suponemos que contaba con el apoyo de sus superiores…

—Agradezco haber tenido un secretario general detrás de algunas de mis ideas, que siempre me ha apoyado. Eso marcó la diferencia. Desde entonces, ¡nunca he parado! Ha habido muchas reuniones, han aumentado los retos, pero también las satisfacciones, que luego han influido en mi labor de comunicación. Pondré un ejemplo concreto. 

El Papa había abierto el proceso sinodal el 10 de octubre y había pedido a todas las diócesis del mundo que iniciaran el proceso, marcando el comienzo con una celebración diocesana. Ante mi falta de preparación, tuve la intuición de difundir un número de WhatsApp a través de un boletín que acababa de abrir. Recibí cientos de mensajes con fotos, breves testimonios, homilías u otros materiales, algunos de altísima calidad, preparados directamente por las diócesis. De ahí surgió la idea de crear el portal synodresources.org, donde reunir toda esa información. 

Ahí me di cuenta de que mi forma de comunicar solo podía ser participativa, realizada no para sino junto con los colegas de las conferencias episcopales, diócesis, parroquias, asociaciones, congregaciones religiosas…

¿Cómo hacer frente a la perplejidad de quienes se esfuerzan por comprender el verdadero sentido del Sínodo?

—Durante mucho tiempo, el Sínodo de los Obispos se ha percibido como una realidad lejana, prerrogativa de los obispos, que trataba temas ciertamente muy importantes, pero que no siempre eran vividos por el pueblo llano con la misma urgencia que la de los llamados “iniciados”. A menudo, el Sínodo se reducía al documento de trabajo, la celebración del evento y la espera de un documento final del Papa, conocido como Exhortación postsinodal.

El Papa Francisco ha querido devolver a toda la Iglesia este importante instrumento de discernimiento. Ya con las dos asambleas especiales sobre la familia invitó a los fieles a participar mediante el envío de un formulario. En 2018, con la constitución apostólica Episcopalis Communio, actualizó el modo de realizar el Sínodo: de ser un evento, ha pasado a ser un proceso en el cual es importante implicar a todo el pueblo de Dios que forma la Iglesia. 

Esta amplia participación del pueblo de Dios, del que también son expresión los obispos, no es en realidad más que el desarrollo natural de la eclesiología del pueblo de Dios del Concilio Vaticano II, un tanto apagada por una eclesiología que entendía la comunión en la Iglesia principalmente como comunión jerárquica. Pero por otra parte no hay que olvidar que ya el clarividente san Pablo VI había sugerido una evolución de la estructura en el momento mismo de constituirla.

No faltaron las críticas e incomprensiones durante todo el transcurso de los preparativos. ¿Cómo gestionó todo esto? 

—Con respeto, seriedad y caridad. El Papa Francisco ha pedido que se escuche a todos y así lo hemos hecho. Hemos escuchado a los que participan activamente en la vida de la Iglesia, pero también a los que se han alejado por diferentes motivos. Hemos escuchado también los silencios de quienes no se han sentido interpelados y de los que no se han querido implicar en el proceso sinodal. Creo que las personas hoy en día tienen necesidad de una Iglesia auténtica, y como secretaría del Sínodo nos hemos esforzado en ser auténticos escuchando también las críticas, las incomprensiones, los miedos de personas o grupos. 

Todas estas opiniones deben tomarse en serio. Son fundamentales para el proceso sinodal. Me asustaría que no hubiese debate ni incomprensiones, porque eso no mostraría el rostro de una Iglesia viva. A nivel comunicativo nunca he cerrado una puerta a un colega crítico con el proceso, porque creo en el diálogo. Lo importante es que las personas escépticas o críticas con el proceso demuestran realmente la voluntad de comprender, de caminar juntos. Estoy completamente convencido de que, independientemente de mis argumentos o mis convicciones, el verdadero protagonista de este proceso es el Espíritu Santo. Él será quien permita una conversión progresiva del corazón de mi interlocutor. 

Para mí, esta debería ser la actitud de aquellos que tienen la tarea de llevar a cabo la comunicación de la Iglesia desde un punto de vista institucional: ser verdadero y auténtico, hacer y dar lo mejor de uno mismo para ayudar ante todo a los colegas periodistas a hacer mejor su trabajo.

¿Cuál es el aire que se respira entre bastidores de una “máquina” que ha movilizado y movilizará a miles de personas, que representaban de hecho esa verdadera escucha del pueblo de Dios deseada por el Papa Francisco?

—Mucho entusiasmo, emoción, pero también un poco de inquietud. Creo que en muchas de las personas de la secretaría o de las comisiones que trabajan con nosotros percibimos un gran entusiasmo acompañado de un sentimiento de gratitud, porque somos conscientes de que estamos viviendo algo especial, histórico, en la vida de la Iglesia.

No solo la reflexión, sino también la práctica de la sinodalidad en el seno de la Iglesia se está volviendo cada vez mayor, así como la comprensión de este Sínodo, sobre este tema, tan difícil de comprender para los que no dominan la eclesiología. Es evidente que ahora las cuestiones organizativas ocupan gran parte de nuestro tiempo, pero no se trata solo de eso. 

Queremos de hecho trabajar lo mejor posible para ofrecer una buena acogida a los participantes, los numerosos grupos diocesanos, parroquiales, asociaciones o congregaciones religiosas que nos están pidiendo cómo ser parte activa del encuentro del octubre próximo. Hay, en resumen, un gran deseo de poner en práctica la sinodalidad, la escucha recíproca, trabajar y tomar juntos las decisiones para el bien de la Iglesia. 

¿Ve algún riesgo? 

—El riesgo sería no conseguir hacer entender que el Sínodo no es sobre una cuestión específica, sino sobre la Iglesia como sínodo y de cuáles son los pasos que hay que dar para vivir mejor la comunión y compartir la misión de anunciar a Cristo y construir el Reino de Dios mediante la participación de todos. El juicio sobre el evento debe depender de esto y no de la resolución de una cuestión determinada.

¿Cuáles son ahora los pasos más inmediatos hacia la celebración de la Asamblea?

—Ante todo, la publicación del Instrumentum Laboris, que significa la entrega al pueblo de Dios del documento que servirá para la preparación y discusión de los participantes en la Asamblea. Y después la publicación de la lista de los participantes, que permitirá crear vínculos entre el pueblo de Dios y los obispos llamados a representarlo.

Cultura

La “cruz de clavos“ de Coventry

Una “memoria histórica” basada en la reconciliación entre naciones y pueblos, con la idea de “sanar las heridas de la historia”.

José M. García Pelegrín·20 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

En la noche del 14 al 15 de noviembre de 1940, la aviación alemana (Luftwaffe) bombardea la ciudad inglesa de Coventry, en el contexto de la denominada “Batalla de Inglaterra” de la Segunda Guerra Mundial. En Coventry, ciudad situada a 153 kilómetros al noroeste de Londres, tenían su sede grandes empresas que abastecían a la aviación británica (Royal Air Force, RAF), a la que Hitler trataba de neutralizar, como condición previa para la pretendida ocupación.

Esa noche, 449 aviones de bombardeo arrojaron cientos de miles de bombas; 550 personas perdieron la vida y varios miles quedaron heridos. La ciudad y con ella también la catedral anglicana se vieron reducidas a ruinas. La catedral se ha mantenido en el estado en ruinas en que quedó como símbolo de las terribles consecuencias de los bombardeos.

Pero de la catedral de Coventry surgió también un símbolo, no de destrucción sino de reconciliación. Durante los trabajos de remoción, se encontraron entre los escombros grandes clavos de hierro, que originariamente sujetaban las pesadas vigas de la bóveda de la nave desde el siglo XIV. Con tres de estos clavos se formó una cruz.

De ahí surgió el símbolo de la “cruz de clavos” (“Cross-of-Nails”) de Coventry, que aún se conserva sobre el altar en ruinas y que sería la originaria para un movimiento de reconciliación. En su alocución radiofónica de la Navidad de 1940, el entonces deán Richard Howard –desde las ruinas de la catedral– llamó a los ingleses a no buscar venganza, sino a trabajar por la reconciliación. Poco después hizo inscribir las palabras FATHER FORGIVE (¡Padre, perdona!) en el muro del coro en ruinas.

Dresde, Berlín y Hamburgo

Desde Coventry comenzaron a enviarse “cruces de clavos” inicialmente a ciudades alemanas destruidas en la guerra, en este caso por la aviación británica y estadounidense. Particular importancia revisten Dresde, Berlín y Hamburgo.

En Dresde, los ataques aéreos británicos-norteamericanos del 13 al 15 de febrero de 1945 dejaron completamente destruida la ciudad, incluyendo la famosa Frauenkirche, que no sería reconstruida hasta 2005.

Cruz de clavos. Iglesia Memorial de Berlín

En Berlín, fue la Iglesia memorial –así llamada porque la hizo construir el káiser Guillermo II en memoria de su abuelo Guillermo I– la que quedó en ruinas tras los ataques aéreos de la Segunda Guerra Mundial. Tras la guerra se combinaron nuevas construcciones modernas con las ruinas de una de las torres.

En ruinas se dejó también –como conmemoración– la iglesia de San Nicolás de Hamburgo. En las tres iglesias mencionadas se encuentran actualmente cruces de clavos.

El movimiento se fue extendiendo y en 1974 se fundó la “Comunidad internacional de la cruz de clavos”, que se encuentra extendida por los cinco continentes, desde países europeos como Bosnia-Herzegovina hasta Australia, pasando por Estados Unidos y Canadá, Jordania y Sudán. Su principal objetivo es “sanar las heridas de la historia”.

La oración de reconciliación

La comunidad internacional de la cruz de clavos está unida espiritualmente por tres elementos: en primer lugar, la denominada oración de reconciliación, formulada en 1958 y que desde entonces se reza el viernes a las 12 horas en las ruinas de la antigua catedral de Coventry y en numerosos “centros de la cruz de clavos” en todo el mundo:

Todos pecaron y están faltos de la gloria de Dios (Rom 3,23)

El odio que divide nación de nación, raza de raza, clase de clase,

Padre, perdona.

El codicioso deseo de la gente y naciones de poseer lo que no es suyo,

Padre, perdona.

La ambición que explota la labor de hombres y mujeres y devasta la Tierra,

Padre, perdona.

Nuestra envidia del bienestar y la felicidad ajena,

Padre, perdona.

Nuestra indiferencia por la grave situación del desamparado y el desplazado,

Padre, perdona.

La codicia que deshonra los cuerpos de hombres, mujeres y niños,

Padre, perdona.

La soberbia que nos lleva a confiar solamente en nosotros, y no en Dios,

Padre, perdona.

Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo (Ef. 4,32)

Servicio conjunto en pro de la reconciliación y san Benito

El segundo elemento es el “servicio conjunto en pro de la reconciliación en zonas del mundo en conflicto” y en tercer lugar, la denominada “regla de vida”, que hunde sus raíces en la regla de San Benito de Nursia: “Oración y trabajo (ora et labora), piedad y vida se entienden como una unidad”.

La “Comunidad de la cruz de clavos en Alemania” (“Nagelkreuzgemeinschaft in Deutschland e.V.”) se constituyó en 1991, como una comunidad ecuménica, con actualmente 78 centros, en su mayoría iglesias evangélicas, si bien también hay entre ellas algunas católicas como Santa Bárbara en Múnich, además de otras instituciones dedicadas a la memoria histórica.

En su programa se dice: “La cruz de clavos nos interpela una y otra vez a los alemanes para que afrontemos nuestro pasado y también el tenso presente con un espíritu de verdad y reconciliación. En las ciudades donde vivimos, queremos vivir el ‘espíritu de Coventry’».

Las últimas instituciones en recibir la “cruz de clavos” de Coventry en Alemania han sido la iglesia evangélica de San Miguel de Jena, que se convertía en el centro con el simbólico número 77 de la comunidad alemana; el 19 de marzo hizo entrega de ella el deán de Coventry John Witcombe. Más recientemente, el 29 de mayo, John Witcombe entregó una cruz de clavos a la catedral evangélica de Brunswick (Braunschweig, en alemán).

Vaticano

El Papa ensalza a Blas Pascal con la Carta «Sublimitas et miseria hominis»

En el IV centenario del nacimiento del filósofo francés Blas Pascal (1623-1662), el Papa Francisco ha ensalzado su figura con una Carta titulada "Grandeza y miseria del hombre", que rinde homenaje a este “infatigable buscador de la verdad”. El cardenal José Tolentino de Mendonça, Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación, ha destacado “su exquisita caridad hacia los pobres y los enfermos”.

Francisco Otamendi·19 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos

En su Carta «Sublimitas et miseria hominis», el Papa destaca, entre otros aspectos de la vida y obra del pensador francés Blas Pascal, como los «Pensées» (Pensamientos), la búsqueda de la verdad. “La grandeza y miseria del hombre forman la paradoja que está en el centro de la reflexión y el mensaje del filósofo”, “nacido hace cuatro siglos, el 19 de junio de 1623, en Clermont, en la zona central de Francia. Desde niño y durante toda su vida buscó la verdad”, escribe el Santo Padre.

“Con la razón rastreó sus signos, especialmente en los campos de las matemáticas, la geometría, la física y la filosofía”, describe el Pontífice. “Realizó descubrimientos extraordinarios desde muy tierna edad, hasta el punto de alcanzar una fama considerable. Pero no se detuvo ahí. En un siglo de grandes progresos en muchos ámbitos de la ciencia, acompañados de un creciente espíritu de escepticismo filosófico y religioso, Blaise Pascal se mostró como un infatigable buscador de la verdad, y como tal permaneció siempre “inquieto”, atraído por nuevos y más amplios horizontes”.

El cardenal José Tolentino de Mendonça ha ofrecido algunas claves de la Carta en la Sala Stampa vaticana. En primer lugar, el conocimiento de Pascal del Papa Francisco. “El Santo Padre, amante de los ‘Pensées’ de toda la vida –se sabe y cita de memoria varios de ellos– y profundo admirador de Pascal (…), ha decidido honrar su figura con una Carta Apostólica de título cautivador «Sublimitas et miseria hominis» –es decir, «Grandeza y miseria del hombre». 

“Exquisita caridad hacia los pobres y los enfermos”

A continuación, el cardenal José Tolentino de Mendonça ha manifestado: “Me gustaría destacar cómo en el texto de la carta pontificia, el Papa Francisco subraya algunos aspectos, quizás menos conocidos, del gran filósofo. Ante todo, su exquisita caridad hacia los pobres y los enfermos. La vida de Pascal estuvo salpicada de gestos prácticos de caridad y amor hacia los débiles, los enfermos y los que sufren”. 

“Este comportamiento suyo, que no hizo público”, ha añadido el Prefecto del Dicasterio para la Educación y la Cultura de la Santa Sede, “estaba ciertamente teñido por su propia experiencia del dolor y la enfermedad -baste pensar en su oración «por el buen uso de las enfermedades» en 1659-, pero era también la búsqueda, en lo concreto, de una forma de expresar su gratitud por la Gracia divina que había entrado inmerecidamente en lo que él consideraba su pequeñez humana”.

“Esto demuestra que Pascal nunca separó su fe en Dios de las obras concretas en favor de sus hermanos, y ayuda a comprender la complejidad de su relación con las teorías jansenistas, que conoció leyendo el ‘Augustinus’ de Jansenio y asistiendo al círculo de Port Royal”, ha señalado el cardenal José Tolentino de Mendonça, que estuvo acompañado por François-Xavier Adam, director del Institut Francais – Centre Saint Louis, entre otras personalidades.

“Estimular a los cristianos de nuestro tiempo”

Algunos de los rasgos de la vida y la obra del pensador francés Blaise Pascal (tan solo vivió 39 años), que el Santo Padre Francisco pone de relieve en su Carta, son los siguientes.

En primer lugar, el objetivo. “Me alegra que la Providencia me dé la oportunidad de rendirle homenaje y de poner en evidencia lo que, en su pensamiento y en su vida, considero apropiado para estimular a los cristianos de nuestro tiempo y a todos nuestros contemporáneos de buena voluntad en la búsqueda de la verdadera felicidad: ‘Todos los hombres buscan la manera de ser felices. Esto no tiene excepción, por muy diferentes que sean los medios que empleen, todos tienden a este fin’”, señala el Papa citando a Pascal. 

“Cuatro siglos después de su nacimiento, Pascal sigue siendo para nosotros el compañero de camino que acompaña nuestra búsqueda de la verdadera felicidad y, según el don de la fe, nuestro reconocimiento humilde y gozoso del Señor muerto y resucitado”, comienza Francisco.

“Un enamorado de Cristo que habla a todos” 

Enseguida, el Papa reflexiona sobre el atractivo de la figura del filósofo francés. “Si Blaise Pascal es capaz de conmover a todo el mundo, es porque habló de la condición humana de una manera admirable. Sería engañoso, sin embargo, ver en él solamente a un especialista en moral humana, por muy brillante que fuera. El monumento formado por sus Pensamientos, algunas de cuyas fórmulas aisladas se han hecho célebres, no puede ser verdaderamente comprendido si se ignora que Jesucristo y la Sagrada Escritura son a la vez el centro y la clave”. 

“Pues si Pascal comenzó a hablar del hombre y de Dios”, continúa el Papa, “fue porque había llegado a la certeza de que ‘no solamente no conocemos a Dios más que por Jesucristo, sino que no nos conocemos a nosotros mismos más que por Jesucristo; no conocemos la vida, la muerte más que por Jesucristo. Fuera de Jesucristo no sabemos lo que es nuestra vida, ni nuestra muerte, ni Dios, ni nosotros mismos. De esta suerte, sin la Escritura que sólo tiene a Jesucristo por objeto, no conocemos nada y sólo vemos oscuridad’”, vuelve a citar el Papa a Pascal. 

La verdad que vale la pena

“Esta es la razón por la que les propongo a todos los que quieran seguir buscando la verdad -una tarea que nunca termina en esta vida- que escuchen a Blaise Pascal, hombre de inteligencia prodigiosa que quiso recordarnos cómo fuera de los objetivos del amor no hay verdad que valga la pena: ‘No hacemos un ídolo con la verdad misma, porque la verdad sin la caridad no es Dios y es su imagen y un ídolo al que no hay que amar ni adorar'».

“De este modo”, añade el Pontífice, “Pascal nos previene contra las falsas doctrinas, las supersticiones o el libertinaje que alejan a muchos de nosotros de la paz y la alegría duraderas de Aquel que quiere que elijamos ‘la vida y la felicidad’, y no ‘la muerte y la desdicha’ (Dt 30,15)”.

Grandeza de la razón humana 

Otro de los aspectos sobre los que reflexiona el Papa Francisco es el de la razonabilidad de la fe, y para ello, además de a Pascal, cita a san Juan Pablo II y a Benedicto XVI.

“Desde los diecisiete años se relacionaba (a Pascal) con los más grandes científicos de su época”, narra el Papa. “Los descubrimientos y las publicaciones se sucedieron con bastante rapidez. (…) En 1642, a los diecinueve años, inventó una máquina de aritmética, antecesora de nuestras calculadoras. Blaise Pascal es sumamente estimulante para nosotros porque nos recuerda la grandeza de la razón humana y nos invita a utilizarla para descifrar el mundo que nos rodea”. 

“El esprit de géométrie, que es la capacidad de comprender en detalle el funcionamiento de las cosas, le servirá a lo largo de toda su vida, como señalaba el eminente teólogo Hans Urs von Balthasar: ‘Pascal es capaz […] de alcanzar desde los planos propios de la geometría y de las ciencias de la naturaleza, la precisión muy diferente y propia del plano de la existencia en general y de la vida cristiana en particular’.

Y señala Francisco: “Esta práctica confiada de la razón natural, que lo hacía solidario con todos sus hermanos en busca de la verdad, le permitirá reconocer los límites de la inteligencia misma y, al mismo tiempo, abrirse a las razones sobrenaturales de la Revelación, según una lógica de la paradoja que es su peculiaridad filosófica y el encanto literario de sus Pensamientos: ‘Le ha costado tanto a la Iglesia demostrar que Jesucristo era hombre contra aquellos que lo negaban, como demostrar que era Dios; y las posibilidades eran igualmente grandes’”.

Sentido de nuestra vida, rechazo a la presunción

“La razón humana es sin duda una maravilla de la creación, que diferencia al hombre de todas las demás criaturas, porque ‘el hombre es sólo una caña, la más débil de la naturaleza, pero es una caña que piensa'», cita de nuevo Francisco a Pascal. Y prosigue: “Entendemos entonces que los límites de los filósofos serán simplemente los límites de la razón creada. Pues por mucho que Demócrito dijera: ‘Voy a hablar de todo’, la razón por sí sola no puede resolver los interrogantes más elevados y urgentes”. 

Entonces, el Papa se pregunta: “¿Cuál es, en efecto, tanto en la época de Pascal como hoy, el tema que más nos importa? Es el del sentido pleno de nuestro destino, de nuestra vida y de nuestra esperanza, el de una felicidad que no está prohibido concebir como eterna, pero que sólo Dios está autorizado a conceder: ‘Nada es tan importante para el hombre como su estado; nada le inspira tanto temor como la eternidad’» (nueva cita de Pascal). 

La «noche de fuego»

“Como recordaba san Juan Pablo II en su encíclica sobre la relación entre fe y razón”, menciona Francisco, “filósofos como Blaise Pascal se distinguieron por su rechazo a toda presunción, así como por su elección de una postura hecha de humildad y de valentía. Experimentaron que ‘la fe libera la razón de la presunción’. Antes de la noche del 23 de noviembre de 1654, esto es claro, Pascal no duda de la existencia de Dios. Sabe también que este Dios es el bien supremo; lo que le falta y lo que espera no es un conocimiento sino un poder, no es una verdad sino una fuerza”.

“Ahora bien, esta fuerza le viene dada por la gracia; se siente atraído, con certeza y alegría, por Jesucristo. (…). “Como toda auténtica conversión, la conversión de Blaise Pascal se lleva a cabo en la humildad, que nos libera ‘de nuestra conciencia aislada y de la autorreferencialidad’”. Este episodio, el de su conversión, tuvo lugar en la fecha citada por el Papa, en 1654, y se conoce hasta hoy como su «Noche de fuego» («Nuit de feu«).

“Esta experiencia mística, que le hizo derramar lágrimas de alegría, fue para él tan intensa y decisiva que la anotó en un pedazo de papel fechado con precisión, el “Memorial”, que había cosido en el forro de su abrigo, y que fue descubierto después de su muerte”, detalla el Pontífice”.

Rechazo del fideísmo

El Papa hace referencia en la Carta apostólica a estas palabras de Benedicto XVI: “La tradición católica, desde el inicio, ha rechazado el llamado fideísmo, que es la voluntad de creer contra la razón’. En esta línea, Pascal está profundamente apegado a ‘la razonabilidad de la fe en Dios’, no sólo porque ‘el espíritu no puede ser forzado a creer lo que él sabe que es falso’, sino porque, ‘si ofendemos los principios de la razón, nuestra religión será absurda y ridícula”, argumenta Pascal, comentado por el Papa. 

“Pero si la fe es razonable, también es un don de Dios y no puede imponerse”, agrega el Santo Padre: «No se demuestra que debamos ser amados sometiendo a método las causas del amor; sería ridículo’, señala Pascal con la finura de su humor, estableciendo un paralelismo entre el amor humano y la forma en que Dios se nos manifiesta’”.

“Nada más que el amor, ‘que se propone pero no se impone -el amor de Dios nunca se impone’, Jesús dio testimonio de la verdad (cf. Jn 18,37) pero ‘no quiso imponerla por la fuerza a los que le contradecían’.  Esta es la razón por la que ‘hay suficiente luz para aquellos que sólo desean ver, y bastante oscuridad para aquellos que tienen una disposición contraria’. 

“Y luego llega a afirmar que ‘la fe es diferente de la prueba. Ésta es humana, y aquella es un don de Dios’. Por tanto, es imposible creer ‘si Dios no inclina nuestro corazón’. Aunque la fe sea de un orden superior a la razón, esto no significa ciertamente que se oponga a ella, sino que la supera infinitamente”, escribe el Papa.

Sintetizando este aspecto, Francisco escribe que “leer, pues, la obra de Pascal no es, ante todo, descubrir la razón que ilumina la fe; es ponerse en la escuela de un cristiano con una racionalidad fuera de lo común, que tanto mejor supo dar cuenta de un orden establecido por el don de Dios superior a la razón”.

Muerte de Pascal: sacramentos, últimas palabras

Al describir el final de su vida, el Papa describe que “estando muy enfermo y a punto de morir, pidió comulgar, pero no le fue posible de inmediato. Entonces rogó a su hermana: ‘Ya que no puedo comulgar con la cabeza [Jesucristo], quisiera comulgar con los miembros’. Y ‘tenía un gran deseo de morir en la compañía de los pobres’. Se dijo de él, poco antes de su último aliento, el 19 de agosto de 1662, que moría ‘con la sencillez de un niño’. Tras recibir los sacramentos, sus últimas palabras fueron: ‘¡Que Dios no me abandone jamás!’. 

“Que su obra luminosa y los ejemplos de su vida, tan profundamente sumergida en Jesucristo, nos puedan ayudar a seguir hasta el final el camino de la verdad, la conversión y la caridad. Porque la vida de un hombre es muy breve: ‘Eternamente gozoso por un día de sufrimiento en la tierra”, concluye el Papa Francisco.

Cardenal Mendonça: “La honestidad de Pascal”

En la presentación mencionada al principio, el cardenal José Tolentino de Mendonça ha destacado también que “Pascal fue un verdadero realista capaz de enfrentarse a la miseria y a la grandeza de lo humano. Las respuestas a esta miseria real y a esta sed humana de grandeza debían encontrarse en la revelación individual de un Dios personal”.

“Antes de la ‘Nuit de feu’, Pascal ya creía en Dios, pero aquella noche tuvo la iluminación de reconocer en el pecado el símbolo de la falta de deseo de Dios. De aquella experiencia mística surgieron sus conceptos de orgullo y humildad y, sobre todo, la categoría del ‘corazón’ que le era tan querida”.

“Lo que el Papa Francisco ha querido celebrar es, ante todo, la honestidad de Blaise Pascal, a quien le gustaba la frase ‘hay que ser sincero, verdadero’”, ha añadido el cardenal José Tolentino de Mendonça.

El autorFrancisco Otamendi

Ecología integral

Un Festival para recordar que el agua es un derecho fundamental

Un Festival enteramente dedicado a la "hermana agua", que se inspira en el contenido de la Encíclica Laudato si' del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa común, es el que tendrá lugar durante los próximos días en Montefiascone, un pequeño municipio de origen etrusco situado a un centenar de kilómetros de Roma.

Giovanni Tridente·19 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Del 22 al 25 de junio, políticos, expertos en ecología, estudiosos del medio ambiente y artistas se turnarán en actuaciones, debates, exposiciones y conferencias, enmarcando el tema ecologista en una perspectiva universal, considerando la creación como un «bien común que hay que defender en el tiempo presente y para las generaciones futuras», explican los organizadores.

La iniciativa está promovida por tercer año por la Asociación «Rocca dei Papi», fundada en diciembre de 2019 por el arzobispo Fabio Fabene, entonces subsecretario del Sínodo de los Obispos y actualmente secretario del Dicasterio para las Causas de los Santos. Toma su nombre de la fortaleza medieval que domina el valle de Viterbo, conservando vestigios de asentamientos precristianos.

Durante muchos siglos, la Rocca fue un centro desde el que los pontífices administraban los asuntos políticos de sus dominios en Italia Central. La Asociación que lleva su nombre, por su parte, nace para poner en valor un territorio que, por sus cualidades geomorfológicas, históricas, culturales, artísticas y antropológicas, así como por su rica tradición religiosa, se presta bien a comunicar y difundir los principios ligados al cuidado de la casa común en la estela del magisterio del Papa Francisco.

El agua en el centro

La edición de este año, dedicada como decíamos al tema del agua, se inaugurará con una conferencia magistral del economista Stefano Zamagni, ex presidente de la Pontificia Academia de Ciencias Sociales y uno de los «padres» de la economía civil, muy apreciado tanto por Benedicto XVI como por Bergoglio.

A continuación habrá una representación teatral y una actuación del Coro de la Capilla Papal de Asís. Al día siguiente, diversos profesionales debatirán sobre cómo valorizar el suelo y proteger los recursos hídricos a disposición de los ciudadanos, mientras que por la tarde, el Obispo de Viterbo (diócesis a la que pertenece el municipio de Montefiascone) pronunciará una conferencia sobre el agua como «don que sacia la sed y vivifica». Otros discursos explorarán el tema del agua en la comunicación, la empresa y el arte.

Laudato si’

La referencia al agua en la Encíclica Laudato si’ aparece 39 veces, desde las primeras líneas. Está presente en referencia a las «heridas» que se infligen a la creación a través de los muchos tipos de contaminación, y también hay toda una sección dedicada a lo que se denomina «una cuestión de importancia primordial», como en los números 28-31. Por ejemplo, se habla de la pobreza del agua pública en África, y del problema de su «calidad» en referencia al agua disponible para los pobres, que genera no sólo sufrimiento, sino en algunos casos también mortalidad infantil.

En su segunda Encíclica, el Papa Francisco deja claro sin ambages que el acceso al agua potable y segura es más bien «un derecho humano esencial, fundamental y universal», condición para el ejercicio de todos los demás derechos, y como tal debe ser absolutamente salvaguardado. Aunque sólo sea porque el agua misma, junto con, por ejemplo, el suelo y las montañas «es la caricia de Dios» (n. 84).

El tiempo de la creación

Una advertencia para la comunidad internacional (ver nn. 164-175) que también se reitera en el reciente Mensaje para la próxima Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que tendrá lugar como de costumbre el 1 de septiembre junto con las demás comunidades cristianas. El tema de este año se inspira en las palabras del profeta Amós (5,24): «Que el derecho y la justicia fluyan como un arroyo perenne».

Una oportunidad para «crear un mundo más sostenible y justo», que según el Papa Francisco, para llegar a serlo, debe ver transformados «nuestros corazones», «los estilos de vida» y las «políticas públicas» que rigen las sociedades. Corazones que se transforman considerando la creación ya no como un «objeto a explotar», sino como un «don sagrado del Creador» que hay que custodiar.

Sobre los estilos de vida, hay que aprender a derrochar menos y evitar el consumo innecesario, mejorando los hábitos y las opciones económicas y «practicando una sobriedad gozosa».

Por último, las políticas públicas, gracias a las cuales es necesario poner fin a «la era de los combustibles fósiles» para frenar el calentamiento global, un compromiso que los líderes mundiales habían adquirido en varias ocasiones, tanto con el Acuerdo de París como en las distintas cumbres de la COP, pero que a día de hoy sigue sin cumplirse.

«Vivamos, trabajemos y oremos para que en nuestra casa común vuelva a abundar la vida», concluye el Papa Francisco en el Mensaje, confiando esta renovación a la guía del Espíritu Santo.

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Recursos

El papel de las redes sociales en el mundo actual

Las redes sociales han revolucionado la forma en que nos comunicamos y conectamos con el mundo, pero también presentan peligros para nuestra salud mental y emocional.

José Luis Pascual·19 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

En la era digital, las redes sociales se han convertido en una parte omnipresente de nuestras vidas diarias. Desde Facebook, TikTok, Twitter, hasta YouTube, Instagram, o WhatsApp y Telegram, estas “autopistas digitales” nos permiten comunicarnos y conectar con personas de todo el mundo. Sin embargo, como miembros de la Iglesia católica, debemos considerar cómo nuestro uso de las redes sociales se alinea con nuestros valores como seguidores de Jesucristo. En el contexto de la publicación del documento Hacia una plena presencia – Reflexión pastoral sobre la interacción en las Redes Sociales”, del 28 de mayo de 2023, del Dicasterio para la Comunicación, exploraremos tanto los beneficios como los peligros de estas plataformas.

La importancia de las redes sociales

Las redes sociales se han convertido en una parte integral de nuestras vidas. Desde compartir fotos y actualizaciones de estado hasta conectarnos con amigos y familiares a través del mundo, nos ofrecen la oportunidad de interactuar con los demás como nunca antes.

Además, también tienen un impacto importante en la forma en que consumimos noticias e información. Ya no dependemos únicamente de los medios tradicionales para obtener nuestras noticias diarias: ahora podemos acceder a una amplia gama de fuentes y perspectivas diferentes a través de Internet.

Otro beneficio clave de las redes sociales es su capacidad para conectar personas con intereses comunes. Grupos especializados sobre cualquier tema imaginable están disponibles al alcance de nuestros dedos, lo que nos permite encontrar personas afines sin importar dónde estén.

Sin embargo, como veremos más adelante, también hay peligros potenciales asociados al uso excesivo o inadecuado de estas plataformas digitales.

Los peligros de las redes sociales

Los peligros de las redes sociales son una realidad que no podemos ignorar.

Uno de los más relevantes es la exposición excesiva a contenido inapropiado. Las redes están llenas de imágenes violentas, lenguaje vulgar y discursos llenos de odio.

Otro riesgo es la adicción. Pasar demasiado tiempo en ellas puede afectar a nuestra capacidad para concentrarnos en otras actividades importantes, como el trabajo o los estudios. Además, pasar muchas horas frente a una pantalla también puede tener efectos negativos en nuestra salud mental y física.

También debería preocuparnos el tema de la privacidad en línea. Muchas veces compartimos demasiada información personal sin darnos cuenta del alcance que esto puede tener. Debemos aprender a discernir qué tipo de información es seguro compartir y cuál deberíamos mantener privada. Mientras disfrutamos las redes sociales para interactuar con otros usuarios debemos siempre ser conscientes del potencial daño emocional e incluso psicológico que se puede causar si usamos mal estos recursos tecnológicos.

Cómo usar las redes sociales de forma positiva

Las redes sociales pueden ser muy útiles para conectarnos con otros y es importante que aprendamos a usarlas de manera positiva.

Primero, es fundamental discernir qué tipo de contenido compartimos. Debemos asegurarnos de que lo que publicamos no ofenda ni dañe a nadie. También debemos cuidar nuestra privacidad y la seguridad de nuestros datos personales.

Además, podemos aprovechar las redes para difundir mensajes positivos y promover causas justas. De esta forma, contribuimos al bienestar colectivo y fomentamos una cultura más solidaria.

También es importante tener en cuenta cómo interactuamos con otros usuarios. Debemos tratar a los demás con respeto y empatía, evitando comentarios hirientes o discriminatorios.

Siguiendo el ejemplo del buen samaritano, podemos convertirnos en verdaderos misioneros en línea si dedicamos tiempo a reflexionar sobre nuestra interacción en las redes sociales y si hacemos un esfuerzo por mostrar el amor y la compasión hacia todos aquellos que encontramos.

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Raymond Studzinski: «La Biblia es un encuentro con lo divino»

Seamos católicos o no, todos conocemos la Biblia, pero para los cristianos esta no es simplemente un libro. Es una fuente para que bebamos la Palabra de Dios, un lugar donde crecer en nuestra fe, un modo de “ver el mundo y a nosotros mismos desde la perspectiva de Dios”, tal como explica Raymond Studzinski en esta entrevista con Omnes.

Paloma López Campos·19 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

La Biblia es uno de los libros más famosos del mundo, y lo ha sido desde hace siglos. Y, a pesar de que todos los católicos la conocen, algunas veces es difícil saber cómo podemos utilizar la Sagrada Escritura en nuestra vida de oración. En esta entrevista, Raymond Studzinski nos ayuda a entender cómo usar la Biblia respondiendo a algunas preguntas que nos pueden surgir a todos cuando nos asomamos al texto sagrado.

Raymond Studzinski es un sacerdote benedictino, editor del “International Journal of Evangelization and Catechetics” y director de los departamentos de estudios pastorales y catequéticos en la escuela de Teología y Estudios Religiosos de la Universidad Católica de América. Enseña y publica sobre materias de desarrollo religioso y prácticas espirituales. Uno de sus libros recientes es “Reading to Live: The Evolving Practice of Lectio Divina (Cistercian Publications)”.

¿Por qué la Biblia es un buen libro para hacer oración? ¿Podemos usarla todos?

–Normalmente, se describe la oración como una conversación con Dios. San Cipriano (256 d.C.) apuntó que leer la Biblia es permitir que Dios nos hable a nosotros. Los pasajes que leemos se vuelven parte del diálogo que tenemos con Dios cuando rezamos. Otra figura de la Iglesia antigua, Orígenes (185-234) destacó que la Biblia tiene algo que decirnos en cualquier nivel de la vida espiritual en el que estemos. Si somos principiantes, la Palabra de Dios en la Biblia nos enseña a vivir las virtudes y a evitar el pecado. Para aquellos más avanzados en la vida espiritual, la Biblia trae una invitación a tener una relación más profunda con el Dios trinitario.

La cosa es que la Biblia tiene un mensaje muy personal para nosotros, sin importar nuestro nivel, si la leemos tanto como quien lee la carta de un amigo muy cercano. Mientras leemos despacio y saboreando las palabras, la Biblia nos moldea y forma como discípulos del Señor. Así, comenzamos a ver el mundo y a nosotros mismos desde la perspectiva de Dios.

¿Cómo podemos diferenciar algo que viene de Dios, porque Él nos lo quiere decir, de una interpretación subjetiva que inventamos nosotros mismos cuando estamos leyendo la Biblia?

–En la época de la Iglesia primitiva, los cristianos creían que el mismo Espíritu que inspiró a los autores de los textos sagrados trabaja en nosotros mientras leemos la Biblia. San Pablo nos recuerda que los frutos del Espíritu son “amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, lealtad, modestia, dominio de sí” (Gálatas 5, 22). Si no están presentes estos signos del Espíritu o nos encontramos con pensamientos contrarios a las creencias de la comunidad cristiana, ya tenemos evidencia de que nos estamos dejando guiar por algo distinto al Espíritu Santo.

Las Escrituras son como un espejo en el que vemos reflejada nuestra verdadera condición y también sirven como la vara para medir el progreso en nuestra vida como cristianos. El Espíritu Santo, mientras leemos las Escrituras, nos moldea para que seamos personas que aman como Dios nos ama.

¿Qué debemos hacer cuando haya algo que no entendamos en la Biblia?

–Muchos ven las Biblias para el estudio como herramientas útiles para leer la Sagrada Escritura, porque los pasajes difíciles están explicados con notas a pie de página y en las introducciones que preceden a cada uno de los libros que la componen. Los lectores cristianos también aprenden a buscar significados más profundos cuando el sentido literal no parece la interpretación correcta. La oración que acompaña la lectura de la Biblia puede tomar la forma de una petición para entender lo que el texto nos comunica acerca de lo divino y del crecimiento en el seguimiento de Cristo.

Si queremos comenzar a rezar con la Biblia, ¿por dónde es mejor empezar?

–Es común considerar algunos libros de la Biblia más sencillos de entender y de aplicar en nuestra vida. Los Evangelios, las cartas de san Pablo, los profetas y los salmos son textos a los que muchos acuden para nutrirse de ellos en su vida espiritual. Si estamos empezando a incorporar la lectura de las Escrituras en nuestras prácticas espirituales, esos textos son un buen sitio por donde empezar. Así, la Biblia funciona como un entrenador espiritual que nos guía a través de ejercicios básicos en la vida del cristiano y que nos permiten madurar espiritualmente.

Cuando se habla de la Biblia es fácil que salga el término “Lectio Divina”. ¿Qué significa?

–La “Lectio Divina” (lectura sagrada) es una práctica espiritual que consiste en la lectura pausada y meditativa de las Escrituras u otros clásicos espirituales. Normalmente incluye cuatro fases:

  1. La lectura pausada de un pasaje breve, dejando que las palabras penetren en nosotros;
  2. Meditar en lo que Dios está comunicando al lector a través de ese pasaje;
  3. Rezar aquello que describe o plantea el pasaje;
  4. Contemplar y descansar en la experiencia de Dios que brinda esta lectura.

Una creencia que subyace en esta práctica es la de que el texto tiene algo particular que decir al lector en sus circunstancias únicas y personales. Los textos tienen niveles de profundidad en su significado espiritual, en adición a su significado literal. Aquellos devotos de la “lectio divina” normalmente pasan entre veinte y treinta minutos diarios practicándola.

¿Qué le dirías a alguien que comentara: “Yo ya he leído la Biblia muchas veces, no tengo nada más que aprender de ella”?

–Leemos la Biblia no solo por la información, sino también por la formación. En consecuencia, los lectores creemos que los textos bíblicos nunca pierden su potencia y capacidad para transformarnos en nuestro camino de la fe.

La Biblia aporta al lector una experiencia sacramental de encuentro con lo divino. Puede que ya conozca la historia que el pasaje describe, pero la historia sagrada continúa impactando en él y en su vida personal. Lo que leemos es un guión que debemos aplicar. No es algo simplemente para pensar, sino para encarnar y que requiere el trabajo de toda una vida.

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Vaticano

Francisco agradece “de corazón” la “cercanía humana y espiritual” en el Gemelli 

Un Papa sonriente ha expresado hoy su gratitud en el Ángelus a cuantos le han manifestado “afecto, preocupación y amistad, y oración. Esta cercanía humana y espiritual que ha sido para mí de gran ayuda y consuelo”. Además, ha manifestado su “gran tristeza y mucho dolor” por las víctimas del “gravísimo” naufragio en las costas de Grecia, y ha rogado por Uganda y Ucrania.

Francisco Otamendi·18 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

La sonrisa del Papa Francisco antes del rezo del Ángelus, y tras la Bendición final, y su agradecimiento a tanta gente por su “cercanía humana y espiritual” en los días hospitalizado en el Gemelli, ha sido la mejor noticia hoy domingo en San Pedro.

“Esta cercanía ha sido para mí de gran ayuda, reconfortante. Gracias a todos, gracias a vosotros, gracias de corazón”, ha manifestado el Santo Padre antes de iniciar su habitual meditación previa al rezo del Ángelus con los romanos y peregrinos de diversos países, desde la ventana del Palacio apostólico en la plaza de San Pedro.

La cercanía ha sido precisamente el tema de su reflexión inicial antes de rezar el Ángelus. El Papa se refería a la cercanía de Dios. “Hoy, en el Evangelio, Jesús llama por nombre y envía a los doce Apóstoles”, ha manifestado el Santo Padre. “Al enviarles, les pide que anuncien una sola cosa: ‘Id proclamando que el Reino de los Cielos está cerca’ (Mt 10,7). Es el mismo anuncio con el que Jesús inició su predicación: el reino de Dios, es decir su señorío de amor, se ha hecho cercano, viene en medio de nosotros. Y ésta no es una noticia entre las otras, sino la realidad fundamental de la vida: la cercanía de Dios, la cercanía de Jesús”.

“Dios es mi padre, nuestro Padre”

“De hecho, si el Dios de los cielos está cerca, nosotros no estamos solos en la tierra y en las dificultades tampoco perdemos la fe”, ha señalado el Papa. “Esto es lo primero que hay que decir a la gente: Dios no es distante, sino que es Padre, te conoce y te ama; quiere tomarte de la mano, también cuando vas por senderos empinados y difíciles, también cuando caes y te cuesta levantarte y retomar el camino. Es más, a menudo en los momentos en los que eres más débil puedes sentir más fuerte su presencia. ¡Él conoce el camino, Él está contigo, Él es tu Padre! “¡Él es mi Padre! ¡Él es nuestro Padre!”, ha reiterado con énfasis.

A continuación, Francisco se ha fijado en la imagen del niño confiado y seguro con su padre. “Nos quedamos en esta imagen, porque anunciar a Dios cercano es invitar a pensar como un niño, que camina de la mano del padre: todo le parece diferente. El mundo, grande y misterioso, se vuelve familiar y seguro, porque el niño sabe que está protegido. No tiene miedo y aprende a abrirse: encuentra otras personas, encuentra nuevos amigos, aprende con alegría cosas que no sabía y después vuelve a casa y cuenta a todos lo que ha visto, mientras crece en él el deseo de hacerse mayor y hacer las cosas que ha visto hacer al padre”. 

Y ha proseguido en su breve mensaje: “Es por esto que Jesús parte de aquí, porque la cercanía de Dios es el primer anuncio: estando cerca de Dios vencemos el miedo, nos abrimos al amor, crecemos en el bien y sentimos la necesidad y la alegría de anunciar. 

Si queremos ser buenos apóstoles, debemos ser como los niños: sentarnos “en las rodillas de Dios” y de ahí mirar el mundo con confianza y amor, para testimoniar que Dios es Padre, que Él solo transforma nuestros corazones y nos da esa alegría y esa paz que nosotros mismos no podemos alcanzar”. 

Luego se ha preguntado: “Anunciar que Dios está cerca. ¿Pero cómo hacerlo?”, y ha respondido: con el testimonio, con gestos, sin muchas palabras. “En el Evangelio Jesús aconseja no decir muchas palabras, sino realizar muchos gestos de amor y de esperanza en el nombre del Señor: «Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis: dadlo gratis» (Mt 10,8). Este es el corazón del anuncio: el testimonio gratuito, el servicio”.

 Un poco de examen 

Al terminar, el Papa ha vuelto a las preguntas, como suele hacer, y a la Virgen María.  “Llegados a este punto, hagámonos algunas preguntas: nosotros, que creemos en el Dios cercano, ¿confiamos en Él? ¿Sabemos mirar adelante con confianza, como un niño que sabe que es llevado en brazos del padre? ¿Sabemos sentarnos en las rodillas del Padre con la oración, con la escucha de la Palabra, acercándonos a los Sacramentos?”

“Y, finalmente, cerca de Él, ¿sabemos infundir valentía a los otros, hacernos cercanos a quien sufre y está solo, a quién está lejos y también a quien nos es hostil? En los días pasados he recibido mucha cercanía y por ello bendigo a Dios y estoy agradecido a todos vosotros: ¡gracias de corazón! Ahora rezamos a María, que nos ayude a sentirnos amados y a transmitirnos unos a otros confianza y cercanía”.

Uganda, Ucrania, víctimas en el mar

En las palabras finales, el Papa ha recordado el reciente naufragio en las costas griegas y su oración por las víctimas, y ha implorado para “que siempre se haga todo lo posible para prevenir tragedias similares”, recordando que el próximo martes, 20 de junio, se celebra el Día Mundial del Refugiado, promovido por las Naciones Unidas”.

También ha recordado “el brutal ataque acaecido en Uganda”, y ha rezado por los jóvenes estudiantes. “Esta lucha, esta guerra por todos lados…”, ha señalado. Asimismo, ha rogado que “perseveremos en la oración por la martirizada Ucrania, que sufre tanto”. “Recemos por la paz”, ha sido la petición del Papa Francisco.

El autorFrancisco Otamendi

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El cristocentrismo eucarístico II

El autor reflexiona y propone una serie de nociones con el objetivo de invitar a un mayor acercamiento a la Eucaristía.

Emilio Liaño·18 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 6 minutos

Este artículo viene a continuar otro que fue publicado con el título de “Eucaristía: el encuentro personal con Cristo”. Lo cierto es que aunque el título es muy correcto, sin embargo no fue el inicialmente propuesto, el cual era “El Cristocentrismo eucarístico” tal como está titulado el presente. Por ello me propuse escribir un segundo artículo que recogiera la noción desde su título para insistir un poco más en estas ideas.

En el primer texto ya se dijo que tanto el Cristocentrismo como la Eucaristía no son temas nuevos en la Iglesia y que, incluso, han recibido ambas mucha atención por parte de teólogos y de pastores. Sin embargo, no suelen ser tratados de manera conjunta, cosa que me parece que podría ayudar a una mejor comprensión de ambos.

También quiero recordar que algo que estuvo en el origen de estos artículos ha sido la escasa presencia de cristianos en los templos fuera de las celebraciones litúrgicas o de otras prácticas pastorales comunitarias. Con ello no se quiere decir que la asistencia a estos actos sea equivocada, o que no se deban convocar, sino que, además de ellos, también hace falta un acompañamiento más regular a Dios en la Eucaristía que se ha quedado ahí para estar con nosotros.

En esta línea, se insiste nuevamente en estas dos nociones para que nos inviten a un mayor acercamiento a la Eucaristía. Las reflexiones serán breves porque no se trata de apoyar con grandes argumentos, sino solo a modo de llamadas que, en el fondo, es lo que hace Cristo cuando nos busca.

1. Cristocentrismo

El Cristocentrismo, como ya se vio en el anterior artículo, pretende poner en el centro de la religión cristiana a la persona de Cristo. Pero, ¿es que puede ser de otra manera? Por supuesto.

Una manera relativamente fácil de comprender el cristianismo es por medio de las acciones que realizan sus seguidores. Por ejemplo, el cristianismo es la religión en la que tienes que ir a Misa porque ahí se celebra la muerte del Hombre-Dios donde obtuvo la salvación de todo el género humano. A esto le podríamos añadir muchas otras más acciones que pueden tener más o menos importancia.

Otro modo de entender el cristianismo puede ser por el decálogo que obliga a los cristianos. Entonces los cristianos se identificarían por obedecer los mandatos dados por Dios. Todo esto es entendible porque cuando alguien con buena voluntad entra en contacto con el cristianismo suele preguntarse qué hay que hacer para ser cristiano. Entonces se espera una respuesta de tipo normativo.

Sin embargo, ante la pregunta sobre qué es el centro del cristianismo, buscando en el Nuevo Testamento, la respuesta más breve es la de creer en el evangelio. Y, ¿qué es lo que hay creer? Que Cristo, el hombre que dio su vida por nosotros, es Dios. El Cristocentrismo trata de poner esta realidad en el foco de nuestra religión, poniendo orden sobre otros temas que pueden tener su relevancia, pero deben estar siempre en segundo lugar respecto a esta verdad más nuclear.

La religión cristiana es la esperanza en la venida de un mesías salvador que nos trae el perdón y la alegría. La fe nos dice que ese mesías murió y resucitó para nunca más morir. Por tanto Cristo vive, y si un día dio su vida por nosotros, ahora no podemos pensar que Él sea indiferente a nuestras vidas. Cristo vive y quiere estar junto a nosotros, a nuestro lado. Ahora no hay nada que se lo impida salvo nuestra voluntad.

Desgraciadamente, nosotros podemos pensar que Cristo espera algo de nosotros, pero desconocer que lo que espera es a nosotros mismos. Cristo tiene voluntad y tiene entendimiento, y lengua para hablar, y además un corazón que desea un montón de cosas, entre ellas las nuestras. Es una falta de fe pensar que Cristo no se pueda comunicar con nosotros, y más aún pensar que no lo haga. Eso es falso porque Cristo no abandona a ninguna de sus criaturas por las que dio su sangre.

Sí que puede ser cierto que en nuestros días nos cueste más decubrir dónde está Jesús. Esta es una barrera probablemente muy extendida y que nos pueda parecer imponente, pero que no debiéramos temer lo más mínimo porque la superamos en cuanto nos ponemos delante de la presencia de Dios, dirigiéndonos directamente a Él. Pero, ¿es que no siento nada? Tal vez no haya nada que sentir. Si juzgamos nuestra relación con Dios desde el sentimiento, es muy posible que esta esté un poco deteriorada porque entenderá muchas cosas desde donde no se debe. Cristo no busca llenar nuestro sentimiento, sino llegar a nuestro corazón, o lo que es lo mismo, que nosotros lleguemos al Suyo.

Avanzar en esta dirección ayuda a rehacer nuestra relación con Dios. Para ir hacia Dios, necesitamos su gracia que significa en ella misma ser grato a los ojos de Dios. La Virgen María es la llena de gracia. Y esta gracia solo nos la puede dar Dios. Cristo no nos pide que nosotros podamos ir hacia Él, ni que tengamos fuerzas, ni siquiera que tengamos ganas. Simplemente nos pide que vayamos a Él sinceramente, desde el corazón, porque el resto lo pone Él.

Tal vez hacemos un esfuerzo un día, o varios, y luego pensamos que más tarde debe ser más fácil porque ya hemos sido generosos durante un tiempo más o menos largo. Este tipo de pensamientos acaban decayendo porque Cristo quiere que vayamos a Él una y otra vez, y que todo lo demás lo dejemos en su corazón. No digo que ir hacia el corazón de Cristo sea fácil, pero Este es un lugar abierto y acogedor siempre que nos ponemos en movimiento hacia Él. El corazón de Cristo solo se cierra cuando desistimos, y únicamente mientras le dejamos abandonado. Que este ir hacia Cristo no sea fácil también nos indica que debemos ir a Él poco a poco, según lo que den nuestras fuerzas. Cristo no tiene prisa porque tiene por delante toda nuestra vida. Solo nos pide que vayamos a Él con la intención de encontrarle personalmente, de buscar su rostro.

2. Eucarístico

El segundo término es Eucarístico. Cuando vamos descubriendo que Cristo tiene un corazón que nos ama, nos preguntamos dónde Le podemos encontrar y la respuesta es en la Eucaristía.

No podemos olvidar que a Dios lo podemos tratar en todas partes, y a Jesús también. Ciertamente, no necesitamos ninguna circunstancia especial ni tampoco un lugar determinado para dirigirnos a Dios, pero Jesús ha querido quedarse con los hombres hasta el fin de los tiempos, y esto lo ha concretado en una presencia material en la Eucaristía.

Jesús está en los sagrarios esperando a que vayamos, no para ver pasar el tiempo. Jesús en la Eucaristía desea que nos encontremos con Él. Cuando alguien entra en una iglesia, Él anhela que le miremos, que le digamos algo. Puede ocurrir que muchas veces pasemos indiferentes como si el sagrario fuese una piedra más del templo, pero esto no deja indiferente a Su corazón. Jesús, el gran amante, se ha quedado materialmente en la tierra para que nosotros palpemos su amor. Verdaderamente nadie puede decir que hoy Dios se ha olvidado de los hombres porque eso solo significa que no ha comprendido lo que es la Eucaristía.

Por otra parte, la Eucaristía es el gran remedio ante todas nuestras necesidades. Si notamos que estamos tristes, o que la vida no nos va bien, o tantas cosas que nos pueden hacer sufrir, nuestra solución es ir al Sagrario. El Sagrario viene a cumplir un gran deseo de Jesús de estar con nosotros, y también viene a resolver todas nuestras necesidades, las físicas, las morales, las personales, las familiares, las profesionales, etc. El Sagrario es el mejor sitio en el que podemos estar porque es donde Dios se nos dona de la manera más plena, según Su querer.

Tal vez podamos notar que ir al Sagrario es costoso, algo que no nos debe sorprender porque hemos ido dejando que entre cada vez más la indiferencia ante esta realidad divina. Por ello, algunas veces podemos acercarnos al Sagrario y sentir ganas de abandonar su presencia, o de estar pensando en cosas que no tienen nada que ver con Él, distrayendo nuestra mente. Al igual que dijimos antes, hemos de saber que Él solo nos pide que vayamos a su presencia y nos dirijamos a Él. El resto dejémoslo en Sus manos. Nosotros solo tenemos que perseverar en esa intención y rectificarla cuando veamos que se tuerce.

El Sagrario no debiéramos reducirlo al lugar donde vamos a rezar. Eso puede estar bien, pero es insuficiente. El Sagrario es el lugar donde vamos a dirigirnos a Dios, a invocarLe para acceder a Su Presencia. Desde el Cristocentrismo, la Eucaristía es el lugar donde podemos descubrir el rostro del Hombre-Dios. En la Eucaristía, Jesús quiere una verdadera relación de intimidad con nosotros, no simplemente que pasemos el rato rezando unas oraciones. Hay que saber que este descubrir el rostro de Jesús, o tener intimidad con Él, requiere ir una y otra vez con el ánimo de encontrarLe.

Cuando nosotros acudimos al Sagrario con el ánimo sincero de estar junto a Él, Jesús va cambiando nuestro corazón, pero eso sí, poco a poco, según Sus tiempos, no según lo que nos parece a nosotros por el esfuerzo que hemos puesto. Ya exigir a Dios algo no es una buena práctica porque es Él Quien verdaderamente sabe lo que necesitamos. Nosotros fácilmente nos dejamos engañar por tantas menudencias porque somos muy ignorantes respecto de las cosas de Dios. Al Sagrario hay que ir con la intención de dar, sin querer recibir nada a cambio, porque si no, enseguida encontramos demasiados motivos para irnos de allí, no siendo el menor el desasosiego que nos invade. Sin embargo, y esto está al alcance de cualquiera, ir al Sagrario con la sola idea de agradarLe nos cambia la vida.

3. Conclusiones

La conclusión de este artículo es sencilla. Solo se pretende animar a que no dejemos a Jesús arrinconado en las iglesias. Basta con ir lo que podamos, mejor si es todos los días, el tiempo que nos sugiera nuestra generosidad y nuestras fuerzas.

No se trata de estar un día muchas horas, sino de estar muchas veces el tiempo que podamos con quien sabemos que nos ama, y que le encanta que estemos a su lado.

El autorEmilio Liaño

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Iniciativas

Courage, ayudar a las personas con atracción hacia el mismo sexo

“Courage Internacional” es “un apostolado católico para personas que experimentan atracciones hacia el mismo sexo y para sus seres queridos”. En esta entrevista, el equipo de "Courage" habla sobre su labor, la castidad, la importancia de la amistad y el reconocimiento de nuestra dignidad como hijos de Dios.

Paloma López Campos·18 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 8 minutos

El apostolado de “Courage Internacional” consiste en un acompañamiento tanto espiritual como pastoral para personas que experimentan atracciones hacia el mismo sexo. El equipo de Courage quiere recordar que lo más importante de cada uno es nuestra dignidad como hijos de Dios, que no se pierde según nuestras tendencias sexuales.

Todo el apostolado de este grupo está basado en las Sagradas Escrituras y en el Evangelio. Viven acogiendo a todos “con amor y misericordia, como haría Jesús”. De ello hablan en esta entrevista, en la que tratan temas como la castidad, la amistad o los sentimientos de culpa.

¿En qué consiste el trabajo de “Courage”?

– La labor del apostolado «Courage Internacional» — fundado en 1980 y presente ahora en más de 20 países — consiste en acompañar espiritual y pastoralmente a hombres y mujeres que experimentan atracción hacia el mismo sexo. Estas personas han decidido, libremente, vivir una vida en castidad según las enseñanzas de la Iglesia Católica.

Los miembros del apostolado se reúnen regularmente en capítulos (grupos) dirigidos por un capellán —un sacerdote o diácono permanente nombrado por su obispo local—, quien los guía espiritualmente basándose en las Cinco Metas de «Courage». En síntesis, estas metas invitan y alientan a los miembros de «Courage» a profundizar en la comprensión y la vivencia de la virtud de la castidad; a tener una vida espiritual y sacramental sólida; a construir un espíritu de hermandad entre los miembros para que se ayuden mutuamente; a forjar amistades castas reconociendo la bendición que significan en la vida cristiana, y a que sus vidas sean un testimonio para los demás.

¿Qué es la castidad? ¿Cómo podemos comprometernos a vivirla en un mundo hipersexualizado?

– La virtud de la castidad, como explica el Catecismo, es “la integración lograda de la sexualidad en la persona y por ello en la unidad interior del hombre en su ser corporal y espiritual”. Independientemente de su estado de vida — soltero, casado, sacerdote o consagrado — todo bautizado está llamado a vivir la castidad. Esta virtud purifica el alma y el cuerpo de manera integral según la naturaleza y la vocación de cada persona para una entrega total del don de sí.
Nuestro compromiso de vivir la castidad debe surgir del reconocimiento de la propia dignidad como hijos amados de Dios, hechos a su imagen y semejanza. Ciertamente, vivir la castidad siempre ha sido exigente y más aún en la actualidad, dado el clima social hipersexualizado y hedonista en que vivimos. Sin embargo, es posible vivir la castidad con la gracia de Dios y una vida espiritual sólida.

Respecto a esto último, la Iglesia nos propone varios medios para ayudarnos a vivir la castidad. Entre ellos están: la vida sacramental, la oración, el orden y la ascesis según el estado de vida de cada uno, la vivencia de las virtudes morales, en especial la templanza (virtud que pone las pasiones bajo el dominio de la razón), y el conocimiento de uno mismo (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2337) . Es fundamental que cada persona se conozca a sí misma a la luz del plan de Dios. Dado que es “Cristo quien revela el hombre al propio hombre” (Gaudium et spes, n. 22) ese conocimiento personal es solo plenamente posible a través del encuentro con Cristo, modelo de nuestra propia humanidad. Es Él quien habla a nuestra alma y nuestro corazón y nos impulsa a ser luz en medio del mundo.
Aparte del trabajo espiritual, este compromiso por vivir la castidad requiere también una purificación de la cultura y el clima social (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2525) que debe comenzar en el matrimonio y en la misma familia. Si no se sabe de la sexualidad, difícilmente se comprenderá lo que es la virtud de la castidad y la libertad que vivirla trae consigo. Lamentablemente, es un tema que aún sigue siendo tabú en los hogares. Si los padres no lo hablan a tiempo con sus hijos, estos buscarán respuestas en otros lugares. El desarrollo en las comunicaciones ha facilitado el acceso a otras “respuestas” inmediatas que, a menudo, no son solo incorrectas, sino contrarias a la ley natural y a la fe.

Después del hogar, es importante que se aborde el tema en los ambientes eclesiales, así la vivencia de la castidad no solo será mejor comprendida, sino más llevadera.  A veces se piensa que es una represión de los sentimiento o deseos, cuando en realidad es todo lo contrario. La castidad permite la plenitud del amor en libertad, en la integridad de la persona humana.

En Courage habláis mucho de la amistad, ¿qué importancia tiene esta en la vida de los cristianos?

– La virtud de la amistad, que es “una exigencia directa de la fraternidad humana y cristiana” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1939), juega un papel muy importante en la vida del cristiano. La amistad une a dos o más personas en su lucha por alcanzar un interés o una meta en común, incluyendo el deseo de alcanzar juntos la santidad y crecer en su relación con Cristo, quien dijo a sus apóstoles, “Los llamo amigos” (Jn 15, 15). Cristo llama a sus amigos a formar un solo Cuerpo con Él y entre ellos, de tal manera que el signo más claro del amor de alguien por Dios es la medida en la que ama a su prójimo (cfr. 1 Juan 4, 20- 21).

En nuestro apostolado hablamos mucho de la amistad porque sabemos, como nos enseña la Iglesia, que “la castidad se desarrolla en la amistad” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2347). Como solía decir el P. Philip Bochanski, quien hasta hace unas semanas fue director ejecutivo de Courage Internacional, “la amistad no es un premio de consolación, ni un ‘amor de segunda clase’, sino un vínculo real, cimiento de toda relación auténtica”. Jesús mismo nos enseñó a cultivar estas relaciones humanas y lo vemos a lo largo de los Evangelios. Como nos dice el Eclesiástico, “un amigo fiel es un refugio seguro, quien lo encuentra ha encontrado un tesoro” (Eclo 6, 14).

¿Cómo pueden las familias ayudar y apoyar a sus seres queridos miembros del colectivo LGBT?

– Las familias tienen en la Iglesia la misión maravillosa de acompañar a sus seres queridos y ayudarles, poco a poco, a llegar al encuentro con Jesucristo, acogiéndolos siempre con caridad y verdad.

Lo primero que recomiendo a quienes recién se enteran de que algún familiar o ser querido se identifica como miembro del colectivo LGBT, es que no se alarmen. Recomiendo que escuchen a la persona y que intenten, aunque sea difícil, comprender el momento concreto que está viviendo.  Es muy importante que le expresen el amor incondicional que le tienen y lo ayuden poco a poco a ir redescubriendo su identidad más profunda como hijos de Dios. Que caminen junto a su ser querido hacia el encuentro del Corazón de Jesús. Allí pueden encontrar ese Amor y libertad que todos buscamos.

No siempre es prudente comenzar este acompañamiento planteándoles todo lo que dice el Catecismo sobre el tema. Todo depende de su situación, de su vida de fe y del momento que está viviendo.  Las familias deben considerar todo esto al momento de ayudar a sus seres queridos. 

Después de ese primer gran paso, para poder acompañar de la mejor manera, además de tener una vida espiritual activa, es muy necesario que los familiares se formen con las enseñanzas de la Iglesia sobre este tema. Nuestra experiencia en esta pastoral es que hay mucho desconocimiento e ignorancia sobre el tema. Es urgente y necesario que se formen en las enseñanzas de la Iglesia a la luz del Espíritu Santo. Esto les ayudará a amar con mayor libertad y a conocer y vivir la Verdad no solo en lo que se refiere a la atracción al mismo sexo, sino en todo lo que concierne a la persona humana, siempre con caridad, paciencia y delicadeza.

Es esencial que oren, no solo por su familiar, sino también por ellos mismos. Que oren para ser fieles instrumentos del amor de Dios en sus familias, conscientes de que la salvación de sus hijos no está en sus manos, sino en las manos de Dios. La oración también dispone el corazón de los padres a confiar en el Señor y respetar la libertad y los procesos de sus hijos, quienes, en su momento, escucharán la voz de Dios en su corazón.  La vida de oración permite a los padres reconocer que no tienen el control de la vida de sus hijos, abriéndose así al poder sobrecogedor de la gracia.

También les invito a encomendarse a la intercesión de María Santísima, y de santa Mónica y san Agustín. Finalmente, si es posible, les recomiendo que busquen un sacerdote o director espiritual que los acompañe espiritualmente en este camino.

Parece que hoy tendemos a centrarnos en la sexualidad de las personas y en sus tendencias. ¿Cómo evitamos definir a las personas únicamente por sus tendencias sexuales?

– Efectivamente, en la actualidad se suele definir, cada vez más, a las personas por sus atracciones sexuales o afectivas. Sin embargo, la humanidad de la persona abarca mucho más que sus deseos sexuales. La Iglesia considera a la persona a la luz de su identidad como hijo de Dios, creada buena, libre y a su imagen y semejanza.

Por consiguiente, la Iglesia nos dice que la persona «no puede ser definida de manera adecuada con una referencia reductiva solo a su orientación sexual» (Congregación para la Doctrina de la Fe, «Carta a los obispos de la Iglesia Católica sobre la atención pastoral a las personas homosexuales» (1986), núm. 15). Como declaró en una ocasión el Papa Francisco, «Las personas no deben ser definidas únicamente en base a sus tendencias sexuales». Entonces, para evitar reducir a las personas a sus tendencias sexuales, hemos de tener siempre presente su dignidad de hijos de Dios.
En el apostolado Courage, nosostros no nos referimos a nuestros miembros como “gay” o “LGBTQ”. Estos términos podrían dar la impresión de que las atracciones hacia el mismo sexo definen un tipo o categoría separada de la persona con una moral diferente. Por el contrario, nos referimos a ellos como nuestros hermanos, hombres y mujeres, que experimentan atracción al mismo sexo.

Desde el principio Dios ha revelado al hombre su identidad: ¡“Hombre y mujer los creó”! Todo nuestro ser habla de quiénes somos, empezando por cada una de nuestras células, hasta  las diferencias más evidentes de nuestros cuerpos. Debemos esforzarnos por utilizar el lenguaje adecuado para poder expresar la dignidad íntegra de la persona humana y no quedarnos en solo un aspecto.

Las conversaciones sobre las tendencias sexuales y el colectivo LGBT están muy polarizadas. ¿Es posible dialogar sobre esto sin caer en posturas radicales o impregnadas de ideología?

– Por supuesto, pues estamos hablando de la persona humana. Este diálogo es posible cuando conocemos con claridad las enseñanzas de la Iglesia y cuando tenemos una relación íntima con Jesucristo, la Verdad misma. De nada sirve conocer las verdades de nuestra fe, si no se encarnan en nuestras vidas para compartirlas con profunda caridad como lo hizo Jesús.  Y ciertamente vivir lo que Jesús mismo nos enseñó es lo más liberador para el corazón humano, y exigente.
Como nos explica Jesús en el Evangelio, en el mundo hemos de ser “sagaces como las serpientes y sencillos como las palomas” (Mt 10, 16). Es importante saber discernir a la luz del Espíritu Santo si es el momento, la situación, o el lugar adecuado para entablar ese diálogo. Es un tema que toca fibras muy sensibles y profundas del ser humano, en muchos casos, también heridas del corazón. Por eso, es esencial ser conscientes de que  estamos entrando en terreno sagrado. Así es como se empieza el diálogo sobre el tema: con caridad y verdad. Si no están ambas, es mejor dejarlo para otro momento.
Iluminados por la verdad de las Sagradas Escrituras y el Magisterio, e inflamados con el amor de Cristo en nuestros corazones, seremos capaces de entablar estos diálogos con “el método de Jesús”, como lo llama uno de nuestros miembros de «Courage».

¿Cómo ayudan en Courage a las personas a recuperarse de los sentimientos de culpa e indignidad tras las faltas contra la castidad?

– Acogiéndolos con amor y misericordia, como lo haría Jesús. Haciéndoles saber que Dios los ama infinitamente, que son mucho más que sus caídas y pecados, que son —una vez más— hijos amados de Dios. Que el Señor, en su infinita misericordia los perdona siempre cada vez que se arrepienten, porque conoce su corazón. La paternidad espiritual del capellán de «Courage» es un beneficio invaluable para los miembros de los capítulos locales. En el capellán encuentran la bienvenida amorosa y el acompañamiento pastoral que la Iglesia les ofrece a sus hijos.

Como dijo el Papa Francisco, “siempre debemos considerar a la persona. Aquí nos adentramos al misterio del ser humano. En la vida, Dios acompaña a las personas y nosotros debemos acompañarlas partiendo de su situación. Es necesario acompañarlas con misericordia. Cuando eso sucede, el Espíritu Santo inspira al sacerdote para que diga las palabras adecuadas” (Papa Francisco, citado por Antonio Spadaro, «A Big Heart Open to God» [«Un corazón abierto a Dios»], America 209:8, 30 de septiembre, 2013).
El bien que los sacerdotes pueden hacer en el confesionario es un don dado por Dios de lo alto y un tesoro en la Iglesia. Invitamos a todos los sacerdotes a que muestren el amor y la misericordia del Corazón de Jesús a quienes se acercan arrepentidos a sus confesionarios.  No dejen de hablarles con la Verdad que libera el alma y con la misericordia que abraza el corazón humano. Sean realmente otros Cristos y actúen como hizo el Señor con la mujer pecadora: “Tampoco yo te condeno; vete y a partir de ahora no peques más” (Jn 8, 11).

Estados Unidos

Concluye la Plenaria de Primavera de los Obispos de Estados Unidos

El 16 de junio concluyó en Orlando (Florida) la Asamblea plenaria de primavera de la Conferencia de Obispos de los Estados Unidos.

Gonzalo Meza·17 de junio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El viernes 16 de junio concluyó en Orlando (Florida) la Asamblea plenaria de primavera de la Conferencia de Obispos de los Estados Unidos (USCCB). Fue un tiempo de discusiones, de oración y convivencia fraternal entre los obispos. En la Asamblea se presentaron los avances del Congreso Eucarístico Nacional en el 2024, se habló sobre el Sínodo sobre la sinodalidad y la Jornada Mundial de la Juventud. Los prelados también aprobaron varios documentos entre ellos una guía para la formación permanente de los sacerdotes y una nueva traducción de algunas partes de la Liturgia de las Horas.

Asimismo, los obispos aceptaron iniciar la redacción de una nueva declaración pastoral para las personas discapacitadas en la Iglesia. Adicionalmente aprobaron un nuevo plan pastoral para fortalecer el ministerio hispano y finalmente acordaron proseguir con el proceso para la causa de beatificación y canonización a nivel diocesano de los «Mártires de Shreveport» en Luisiana.

Nuevo Plan Nacional para el Ministerio Hispano

El nuevo plan se centra en la realidad de la pastoral hispana. Es el fruto del V Encuentro Hispano e incluye aspectos vitales para desarrollar el ministerio latino en los próximos años a nivel nacional, diocesano y parroquial. El texto esboza un conjunto de objetivos para las prácticas pastorales que priorizan el encuentro con personas de las periferias con un mensaje de bienvenida y esperanza. Cada uno de los puntos cuenta con fechas precisas para cumplir las metas las cuales inician en 2023.

Los objetivos apuntan a apoyar el aprendizaje permanente y la conversión continua; proporcionar preparación sacramental y catequesis mistagógica; ayudar a los padres hispanos en la transmisión de la fe a sus hijos; fortalecer la formación del matrimonio en la comunidad; la formación de líderes en la iglesia doméstica y el acompañamiento pastoral de las familias. El plan también se plantea llegar a los jóvenes hispanos para formarlos como discípulos misioneros y proporcionarles una formación espiritual y pastoral continua. 

Las metas del nuevo plan también incluyen proporcionar atención pastoral y acompañamiento a las familias separadas a causa de la deportación o detención; abogar por una reforma migratoria integral y justa y acompañar a los hispanos en el descubrimiento de sus dones y discernimiento para el ministerio en la Iglesia y el servicio en la sociedad. El texto también marca como una meta importante la formación de ministros litúrgicos para las comunidades hispanas así como aumentar el número de vocaciones hispanas al sacerdocio, la vida consagrada, el diaconado permanente, el ministerio de los laicos y el matrimonio.

Los mártires de Shreveport

Como sucede en otras Asambleas, los obispos discutieron y aprobaron causas de beatificación y canonización. En esta reunión los protagonistas fueron los «mártires de Shreveport». Cinco Siervos de Dios de origen francés: Jean Pierre, Isidore Quémerais, Jean Marie Biler, Louis Gergaud, y François LeVézouët, quienes ejercieron su ministerio en  Luisiana y murieron durante la epidemia de fiebre amarilla de 1873, una de las peores pestes registradas en los EUA. La ciudad perdió una cuarta parte de su población en menos de tres meses.

Los sacerdotes fueron reclutados por el obispo de la hoy extinta diócesis de Natchitoches, Luisiana, Auguste Marie Martin quien acudió a Rennes, Francia para extenderles una invitación que ya circulaba en Francia para reclutar a sacerdotes y seminaristas para servir en Florida y Luisiana. Los prospectos no sonaban muy alentadores: «No les ofrecemos salario ni recompensas, tampoco vacaciones o pensión, sino mucho trabajo, una vivienda pobre, pocos consuelos, muchas contrariedades, enfermedades frecuentes, una muerte violenta o solitaria y una tumba desconocida».

A pesar de esta advertencia los cinco sacerdotes bretones aceptaron teniendo en mente las enseñanzas de San Pablo: «Los sufrimientos del tiempo presente no son comparables con la gloria que se ha de manifestar en nosotros. ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿La tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿los peligros?, ¿la espada? Pues estoy seguro de que ni la muerte ni la vida ni los ángeles ni los principados ni lo presente ni lo futuro ni las potestades ni la altura ni la profundidad ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro» (Rm 8, 18.35.38-39).

En octubre de 1873 los mártires de Shreveport murieron impartiendo los sacramentos a los enfermos y a los moribundos, ejerciendo su ministerio sacerdotal. Unos días antes de morir, algunos feligreses advirtieron al Padre Le Vézouët que si continuaba su labor con la gente iba a morir a causa de la epidemia. A lo cual respondió: «Lo sé. Pero creo que tomo el camino más seguro y más corto hacia el Paraíso».

Más información sobre los mártires de Shreveport: https://shreveportmartyrs.org/