Vocaciones

Laico, casado, pertenece al Opus Dei: “Me recuerda que puedo hacer algo grande con mi vida”

El prelado del Opus Dei ha recordado recientemente que los laicos son "la razón de ser del Opus Dei". Según informaciones de la prelatura, pertenecen a ella alrededor de 92.000. Hablamos con uno de ellos sobre lo que significa en su vida ese camino.

Juan Portela·14 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Pablo García-Manzano es un laico perteneciente al Opus Dei, casado desde hace 18 años y con 7 hijos. En esta entrevista con Omnes, nos cuenta su vocación dentro de la Obra y cómo vive su fe en su parroquia y vida cotidiana.

¿Qué significa para ti ser del Opus Dei, y cómo influye en tu vida?

-Significa para mí saberme parte de una pequeña familia dentro de la Iglesia. La llamada al Opus Dei me hace recordar, sin nada raro, que soy un hijo pequeño de Dios y que puedo hacer algo grande con mi vida, a pesar de todos mis fallos, y ayudar a los demás a que hagan lo mismo. Especialmente en el trabajo me mueve a intentar hacerlo bien y ofrecerlo a Dios. También influye en mi matrimonio y en mi familia, porque le da ese sentido que decía antes. Me encanta la frase de san Josemaría cuando decía a los casados que «tu camino al Cielo» se llama con el nombre de la mujer de cada uno.

¿Qué relación tienes con el Prelado, y con los sacerdotes de la Prelatura?

-La relación con el Prelado es muy normal, le llamo Padre como hacemos en el Opus Dei, porque sé que cuento con su oración y aliento para seguir este camino. También rezo por él. Me confieso asiduamente con sacerdotes de la Prelatura y también me guían, me dan consejos, etc. Insisto en que me resulta muy familiar y recuerdo que, cuando vi por primera vez al Prelado (entonces era don Álvaro del Portillo), sentí una gran tranquilidad, como si me conociera desde hacía mucho tiempo.

¿Cuál es tu relación con la parroquia y con el obispo del lugar donde vives?

-Asisto a Misa en la parroquia o en otros lugares, soy uno más. Mi mujer y yo conocemos al párroco, le invitamos a merendar cuando sustituyó al anterior. El coadjutor celebró con otro sacerdote la Misa de nuestra boda. E igual con el obispo: me siento y soy un fiel más de una diócesis enorme (archidiócesis de Madrid), y cuando participamos en alguna celebración en la que está, intentamos saludarle, decirle nuestros nombres y los de nuestros hijos. Rezamos por él todos los días, como hacemos en la Obra.

¿De qué manera participas en la misión evangelizadora de la Iglesia?

-Me parece que se desprende de todo lo anterior. Por una parte, no supone nada especial ni añadido. Por otra, lo cambia todo porque la manera de participar en esa misión evangelizadora consiste sencillamente en intentar mostrar que Jesucristo ha resucitado, que a pesar de mis fallos personales me quiere; y esto, en medio de mi familia, amigos, trabajo y también por supuesto en medio de lo bueno y de las dificultades de todos los días. 

¿Podrías añadir algún dato adicional sobre ti?

-Estoy casado con Mónica desde hace 18 años, y tenemos 7 hijos. Soy Letrado del Consejo de Estado desde el 2002, aunque actualmente estoy en excedencia y me dedico a la abogacía. Hace unos años hice una incursión en la política-administración activa, en el Ministerio de Energía, y guardo un buenísimo recuerdo de esa etapa. También trabajé 4 años en la escuela de negocios IESE. Me encanta mi trabajo y mi familia, que considero que es mi gran afición. También disfruto con la buena literatura española e inglesa y me encanta el cine clásico, especialmente John Ford. Aunque muy fan de los tenistas españoles increíbles de los últimos año, mi sueño sería jugar contra Roger Federer en Wimbledon… y ganarle. Soy del Atlético de Madrid, a pesar de los pesares.

El autorJuan Portela

Evangelización

Hágalo oficial y conviértase en un auténtico feligrés

Algunos fieles católicos a menudo asumen que son auténticos feligreses porque han estado asistiendo a misa en su iglesia durante años... ¡pero piénselo otra vez!

Jennifer Elizabeth Terranova·14 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

“¿Cómo hacerse feligrés de la parroquia? ¿Cómo que no soy feligrés? Llevo años asistiendo regularmente a misa», es la respuesta típica de muchos cuando se enteran de que no son feligreses «oficiales».

Algunos fieles católicos a menudo asumen que lo son porque han estado asistiendo a misa en su iglesia durante años… ¡pero piénselo otra vez!

La recepcionista de una conocida iglesia de Manhattan dice que la mayoría de la gente da por sentado que son feligreses y a menudo se sorprenden y a veces se enfadan cuando se enteran de que asistir a misa con regularidad no les concede un pase oficial. Johanna lleva más de diecinueve años trabajando en la casa parroquial y ha oído y visto de todo.

Implica algo más que sentarse en el banco de la iglesia cada domingo o charlar con los miembros de la congregación antes y después de misa. «Muchas personas llaman a la Casa Parroquial y se sorprenden al descubrir que no son feligreses», dice Johanna. «Para ser considerados feligreses, tienen que registrarse oficialmente a través de la rectoría o de la página web de la parroquia».

Para combatir esta confusión, Johanna sugiere que «la información se escriba en la página web de la Iglesia», porque les facilitaría las cosas a ellos y a sus familias en el futuro.

Si quiere casarse en su Iglesia, bautizar a un bebé o le piden que sea padrino en un bautizo o confirmación, necesitará una nota de catolicidad. Con un registro de afiliación, tu parroquia local puede cumplirlo; sin él, no.

La «ventaja» de la inscripción

Inscribirse también tiene otras ventajas. 

Para empezar, es una afirmación de la propia fe. Sí, puede que recites el Credo Niceno, también conocido como «el Credo», en la misa dominical, pero al comprometerte sólidamente con tu «hogar espiritual», darás muchos frutos. En segundo lugar, entras inmediatamente a formar parte de una comunidad eclesial católica, ¿y qué hay mejor que eso?

Las personas con las que asistes a la Misa dominical y diaria se convierten en tu gran familia. Sus feligreses se alegrarán con usted en cada sacramento, ya sea el Bautismo o la Primera Comunión, y se regocijarán con usted el día de su boda. Y, cuando una enfermedad inesperada o la muerte le golpee a usted o a un ser querido, su familia de la iglesia estará allí para consolarle y apoyarle. Si usted es un feligrés registrado, será más fácil prestarle ayuda; no será una cara más en la congregación, sino una persona identificable.

No sólo necesitamos apoyo y conexión relacional, sino también orientación e instrucción espiritual.

Y cuando uno es feligrés registrado, tiene más probabilidades de mantener una relación duradera con el clero de su iglesia, lo que ofrece excelentes ventajas, como el estímulo, la motivación y la orientación espiritual específicos de un sacerdote de confianza que le conoce a nivel personal.

Evangelización

San Maximiliano Kolbe

San Maximiliano Kolbe entregó su vida en el campo de concentración de Auschwitz para salvar a un padre de familia condenado.

Pedro Estaún·14 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

María Dabrowska, madre de san Maximiliano, era una joven piadosa que pensó en ser religiosa, pero los problemas políticos de la época no lo hicieron posible. Polonia, su patria, estaba ocupada por los rusos, quienes habían cerrado los conventos y dispersado a los religiosos. Apenas existía algún que otro convento clandestino. Entonces pidió: “Señor, no quiero imponeros mi voluntad. Si vuestros designios fueran otros, dadme al menos un marido que no blasfeme, no tome alcohol, no vaya a la taberna a divertirse. Te lo pido, Señor, con verdadero interés”. Deseaba emprender una vida familiar cristiana y Dios la escuchó. El elegido fue Julio Kolbe, católico fervoroso perteneciente a la Tercera Orden Franciscana, de la que era dirigente y en la que ingresó ella también. Era dulce y sensible, casi tímido, y sin vicios.

Los jóvenes esposos vivían en la ciudad de Pabiance, donde tenían un taller y sentían una gran devoción a la imagen milagrosa de Nuestra Señora de Czestochowa, muy venerada en Polonia. No resulta extraño que uno de sus hijos, Raimundo, nacido en 1894, decidiera ingresar en el seminario, y lo hizo a los 13 años con los padres franciscanos en la ciudad polaca de Lvov, que estaba entonces ocupada por Austria. Fue allí donde adoptó el nombre de Maximiliano. Finalizó sus estudios en Roma donde consiguió el doctorado en teología y después en filosofía. En 1918 fue ordenado sacerdote.

La Inmaculada Concepción

Maximiliano era muy devoto de la Inmaculada Concepción. Movido por ello, fundó en 1917 un movimiento llamado “La Milicia de la Inmaculada” cuyos miembros se consagrarían a la bienaventurada Virgen María y tendrían el objetivo de luchar mediante todos los medios moralmente válidos por la construcción del Reino de Dios en todo el mundo. En palabras del propio Maximiliano, el movimiento tendría: “una visión global de la vida católica bajo una nueva forma, que consiste en la unión con la Inmaculada”. Inició la publicación de la revista mensual “Caballero de la Inmaculada”, orientada a promover el conocimiento, el amor y el servicio a la Virgen María en la tarea de convertir almas para Cristo. Con una tirada de 500 ejemplares en 1922, alcanzaría cerca del millón de ejemplares en 1939.

En 1929 fundó la primera “Ciudad de la Inmaculada” en el convento franciscano de Niepokalanów a 40 kilómetros de Varsovia, que con el paso del tiempo se convertiría en una ciudad consagrada a la Virgen y, en palabras de san Maximiliano, dedicada a “conquistar todo el mundo, todas las almas, para Cristo, para la Inmaculada, usando todos los medios lícitos, todos los descubrimientos tecnológicos, especialmente en el ámbito de las comunicaciones”.

Misionero y prisionero

En 1931, el Papa solicitó misioneros para evangelizar Asia. Maximiliano se ofreció como voluntario y fue enviado a Japón donde permanecerá durante cinco años. Allí funda una nueva ciudad de la Inmaculada (Mugenzai No Sono) y publica la revista «Caballero de la Inmaculada» en japonés (Seibo No Kishi). Regresa a Polonia como director espiritual de Niepokalanów, y tres años más tarde, en plena Guerra Mundial, es apresado junto con otros frailes y enviado a campos de concentración en Alemania y Polonia.

Es liberado poco tiempo después, precisamente el día consagrado a la Inmaculada Concepción, pero es hecho prisionero nuevamente en febrero de 1941 y enviado a la prisión de Pawiak, para ser después transferido al campo de concentración de Auschwitz donde, a pesar de las terribles condiciones de vida, prosiguió su ministerio. Le asignaron el número 16.670  y le destinaron a trabajos forzados. Sufrió, como sus compañeros, humillaciones, golpes, insultos, mordiscos de los perros, chorros de agua helada cuando estaba devorado por la fiebre, sed, hambre, idas y venidas arrastrando cadáveres desde las celdas al horno crematorio… Auschwitz era la antesala del infierno.

La entrega de su vida

Una noche de 1941 se fugó un preso del campo de concentración y, según una norma intimidatoria de los nazis, por cada hombre fugado deberían morir diez. La primera elección recayó sobre el sargento polaco Franciszek Gajowniczek, de 41 años, quien en medio del silencio empezó a llorar y decir: «Dios mío, tengo esposa e hijos. ¿Quién los va a cuidar?» Entonces Maximiliano Kolbe se ofreció para sustituirle, diciendo: «Yo me ofrezco para sustituir a este hombre, soy sacerdote católico y polaco, y no soy casado».

El oficial lo aceptó y el padre Kolbe fue enviado, junto a los otros nueve, a una celda en la que no recibirían ni agua ni alimento. Al segundo o tercer día comenzaron a morir algunos. Entre tanto, en aquella mazmorra se escuchaban plegarias y cánticos a la Virgen. Los alemanes tenían un polaco guardián encargado de sacar los cadáveres de los que morían y de vaciar la letrina colocada en la celda. Él lo ha contado, y su relato está en las arcas de los tribunales de justicia y en los archivos del Vaticano. Kolbe y otros tres duraron hasta el día quince. El comandante necesitaba la celda para un nuevo lote de condenados y mandó al médico del campo que una inyección de ácido fénico apagara el último pulso de sus vidas. Era el 14 de agosto de 1941. Kolbe tenía 47 años de edad.

Beatificación y canonización

El Papa Pablo VI lo declaró beato en 1971. Entre los peregrinos que asistieron procedentes de Polonia venía un viejecito de nombre Franciszek Gajowniczek: era el hombre por el cual Kolbe había ofrendado su propia vida treinta años atrás. Años después, Juan Pablo II, al poco tiempo de su elección como Romano Pontífice, visitó Auschwitz y dijo: «Maximiliano Kobe hizo como Jesús, no sufrió la muerte sino que donó la vida». El 10 de octubre de 1982, este papa, polaco como Kolbe, le canonizó ante una enorme multitud congregada en la Plaza de San Pedro en la que se encontraban numerosos polacos.

Con motivo de los veinte años de su canonización, los Frailes Menores Conventuales de Polonia abrieron el archivo de Niepokalanow (Ciudad de la Inmaculada). Entre los manuscritos del santo, destaca la última carta que escribió a su madre. Una carta que refleja una especial ternura y que hace pensar que el sacrificio con el que ofreció la vida voluntariamente fue algo que maduró a lo largo de su vida. Este es el texto del escrito:

«Querida madre: Hacia finales de mayo llegué junto con un convoy ferroviario al campo de concentración de Auschwitz. En cuanto a mí, todo va bien, querida madre. Puedes estar tranquila por mí y por mi salud, porque el buen Dios está en todas partes y piensa con gran amor en todos y en todo. Será mejor que no me escribas antes de que yo te mande otra carta porque no sé cuánto tiempo estaré aquí. Con cordiales saludos y besos, Raimundo Kolbe«. Maximiliano no pudo enviar ninguna nueva carta a su madre.

El autorPedro Estaún

Vaticano

«Cristo hoy nos repite: ¡Ánimo, no temas!», dice el Papa

Después de finalizar la JMJ de Lisboa el domingo pasado, el Papa Francisco retoma el rezo del Ángelus, acompañado de una reflexión, en el Vaticano.

Loreto Rios·13 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco ha centrado la reflexión de hoy del Ángelus en el Evangelio del domingo, Jesús caminando sobre las aguas.

El Santo Padre ha iniciado su comentario lanzando una pregunta: «¿Por qué Jesús realizó este gesto? ¿Quizá por una necesidad urgente e imprevisible, para socorrer a los suyos que se encontraban bloqueados por el viento en contra? Sin embargo, fue Jesús mismo quien programó todo, les hizo salir por la noche, incluso – dice el texto – “obligándoles” (cfr v. 22). ¿Quizá para hacerles una demostración de grandeza y de poder? Pero esto no es propio de Él. Entonces, ¿por qué lo hizo?».

El mar como símbolo del mal

Francisco ha continuado indicando que, detrás de este gesto de Cristo, hay un mensaje. Ha explicado que «en aquella época las grandes extensiones de agua eran consideradas sedes de fuerzas malignas no dominables por el hombre; especialmente si eran agitadas por la tempestad, los abismos eran símbolo del caos y hacían referencia a las oscuridades de los infiernos.

Entonces, los discípulos se encontraban en el medio del lago en la oscuridad: en ellos está el miedo de ahogarse, de ser absorbidos por el mal. Y aquí llega Jesús, que camina sobre las aguas, es decir por encima de esas fuerzas del mal, y dice a los suyos: ‘¡Ánimo!, que soy yo; no temáis’ (v. 27). Este es el sentido del signo: los poderes malignos, que nos asustan y no logramos dominar, con Jesús se redimensionan. Él, caminando sobre las aguas, quiere decirnos: ‘No temas, yo pongo bajo los pies a tus enemigos’: ¡no las personas!, no son esos los enemigos, sino la muerte, el pecado, el diablo: estos enemigos Él los pisa por nosotros».

«¡Señor, sálvame!»

El Papa también ha resaltado que esta escena, lejos de ser un acontecimiento de hace 2000 años, tiene un mensaje muy actual: «Cristo hoy repite a cada uno de nosotros: ‘¡Ánimo, soy yo, no temas!’. Ánimo, es decir, porque estoy yo, porque ya no estás solo en las aguas agitadas de la vida. Y entonces, ¿qué hacer cuando nos encontramos en mar abierto y a merced de vientos contrarios? ¿Qué hacer en el miedo, cuando se ve solo oscuridad y nos sentimos perdidos?

Dos cosas, que en el Evangelio hacen los discípulos: ellos invocan y acogen a Jesús. Invocan: Pedro camina un poco sobre las aguas hacia Jesús, pero después se asusta, se hunde y entonces grita: ‘¡Señor, sálvame!’ (v. 30). Es bonita esta oración, con la cual se expresa la certeza de que el Señor puede salvarnos, que Él vence nuestro mal y nuestros miedos. Repitámosla también nosotros, sobre todo en los momentos de ‘tempestad’: ¡Señor, sálvame!».

El Papa invita a acoger a Jesús

A continuación, el Santo Padre ha resaltado la importancia de acoger a Jesús en nuestra barca, en cada sufrimiento: «Y después los discípulos acogen a Jesús en la barca. El texto dice que, apenas subió a bordo, ‘amainó el viento’ (v. 32). El Señor sabe que la barca de la vida, así como la barca de la Iglesia, está amenazada por vientos contrarios y que el mar sobre el que navegamos a menudo está agitado.

Él no nos salva de la fatiga de la navegación, es más – el Evangelio lo subraya – impulsa a los suyos a partir: es decir, nos invita a afrontar las dificultades, para que también estas se conviertan en lugares de salvación, ocasiones para encontrarle a Él. Él, de hecho, en nuestros momentos de oscuridad viene a nuestro encuentro, pidiendo ser acogido, como esa noche en el lago».

Para concluir, el Papa ha invitado a los asistentes a preguntarse cómo aplica cada uno estas cuestiones en su vida y ha finalizado pidiendo la ayuda de Maria, estrella del mar: «Por tanto, preguntémonos: en los miedos ¿cómo me comporto? ¿Voy adelante solo con mis fuerzas o invoco al Señor? ¿Y cómo va mi fe? ¿Creo que Cristo es más fuerte que las olas y que los vientos adversos? Pero, sobre todo: ¿navego con Él? ¿Lo acojo, le hago sitio en la barca de la vida, le confío el timón? María, estrella del mar, nos ayude a buscar, en las travesías oscuras, la luz de Jesús».

Estados Unidos

Nace una nueva iniciativa para erradicar las armas nucleares

Las arquidiócesis de Santa Fe, Seattle y Nagasaki, y la diócesis de Hiroshima, han firmado un pacto que les compromete al trabajo conjunto para erradicar las armas nucleares.

Paloma López Campos·13 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

En el aniversario de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki se ha firmado un acuerdo para trabajar de manera conjunta por la erradicación de las armas nucleares en el mundo. El pacto lo suscriben las arquidiócesis de Santa Fe, Seattle y Nagasaki, y la diócesis de Hiroshima.

El primer objetivo es lograr un avance significativo antes de agosto de 2025, 80º aniversario del bombardeo. Para ello se aclaran distintas medidas relacionadas tanto con el ámbito político como con el religioso.

La política y las armas nucleares

En el comunicado que han mandado los firmantes, invitan a todos los líderes políticos a colaborar en este trabajo y marcan algunos pasos concretos para lograr los objetivos. En primer lugar, piden que se reconozca “el tremendo y duradero sufrimiento humano que los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki infligieron”. También invitan a admitir “los impactos medioambientales causados por la minería de uranio y la investigación, producción y pruebas de armas nucleares en todo el mundo”.

El tercer punto del pacto es “reiterar que no se puede ganar una guerra nuclear y que nunca se debe librar”. Como parte de esto, el acuerdo menciona que el G20 en noviembre de 2022 declaró que el uso y la amenaza de emplear armas nucleares resulta “inadmisible”.

Por otro lado, se invita a buscar compromisos para adoptar “medidas concretas para evitar una nueva carrera armamentística, evitar el uso de armas nucleares y avanzar en el desarme nuclear”. Junto a estos compromisos, el pacto recuerda “el mandato internacional de entablar negociaciones multilaterales serias que conduzcan al desarme nuclear, prometido hace más de medio siglo en el Tratado de No Proliferación de 1970”.

Como última medida política, el acuerdo invita a “apoyar el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, firmado y ratificado por primera vez por el Vaticano”.

Medidas desde la Iglesia

Por su parte, los líderes religiosos se comprometen a crear una iniciativa para promover un mundo sin armas nucleares. En este esfuerzo esperan contar con la colaboración de otras diócesis y líderes de otras confesiones.

Como parte de la iniciativa, las arquidiócesis y la diócesis van a realizar algunas acciones concretas como:

-escuchar y dialogar con los supervivientes de los bombardeos, los mineros de uranio, los activistas por la paz, ingenieros nucleares, militares y diplomáticos;

-pedir la ayuda de Dios a través de la oración y celebrando al menos una Misa anual con esta intención especial de acabar con las armas nucleares y con una colecta destinada a apoyar a las víctimas y reparar los daños medioambientales;

-promover la firma y ratificación del Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares.

El comunicado de los arzobispos y obispo invita a “sacerdotes, religiosos y laicos para que participen activamente en esta asociación”, de modo que se pueda “crear un legado de paz para las generaciones actuales y futuras”.

La nota que anuncia el acuerdo finaliza acudiendo a la intercesión de Cristo y de Santa María para que esta iniciativa llegue a buen puerto.

Familia

A los treinta años de Veritatis Splendor

La encíclica Veritatis Splendor de san Juan Pablo II trata sobre los fundamentos de la teología moral. Publicada en 1993, hace ahora 30 años, sus premisas continúan siendo hoy día de mucha actualidad. Un ámbito específico de aplicación es la teología del cuerpo.

José Miguel Granados·13 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El pasado seis de agosto se cumplían treinta años de la publicación de la importante carta encíclica Veritatis splendor (VS), del Papa san Juan Pablo II, sobre los fundamentos de la moral. Entre otros temas, recuerda la necesidad de una comprensión adecuada de la verdad del cuerpo humano para ofrecer una doctrina adecuada a la revelación divina y a la “experiencia esencialmente humana”.

En primer lugar, considera brevemente algunas teorías insuficientes y erróneas que conducen a graves desviaciones en el actuar y en la vida (cf. VS n. 46). En este sentido, desmiente el pretendido conflicto entre libertad y ley moral, entre conciencia y naturaleza. Asimismo, rechaza la objeción que acusa de fisicismo y naturalismo biologicista a la concepción católica de ley moral natural.

En realidad, el hombre no puede decidir el sentido de sus comportamientos sin contar con la naturaleza plasmada conforme al proyecto del Creador; además, es capaz de entender esa ley natural con su razón cuando se halla bien conformada (cf. VS n. 47).

Resulta, por tanto, falsa una pretendida libertad desarraigada de la esencia humana, desorbitada, vacía de contenidos, expuesta a la elección arbitraria, que trate al cuerpo humano como un ser bruto desprovisto de significados y valores morales. Pues la ley moral natural evidencia y prescribe unas finalidades, unos derechos y unos deberes, que se fundamentan en la naturaleza corporal y espiritual de la persona humana y de su condición social.

La doctrina de la Iglesia afirma que el alma racional, espiritual e inmortal es forma del cuerpo y principio de unidad del ser humano, que existe como un todo -en unidad de cuerpo y alma, como totalidad unificada-  en cuanto persona. Por todo ello, concluye: “La persona, mediante la luz de la razón y la ayuda de la virtud, descubre en su cuerpo los signos precursores, la expresión y la promesa del don de sí misma, según el sabio designio del Creador. Es a la luz de la dignidad de la persona humana —que debe afirmarse por sí misma— como la razón descubre el valor moral específico de algunos bienes a los que la persona se siente naturalmente inclinada” (VS n. 48).

Además, Juan Pablo II ha desarrollado ampliamente la doctrina sobre la “teología del cuerpo humano”: constituye un cuerpo doctrinal, que forma una auténtica antropología-ética filosófico-teológica desde la clave de la esponsalidad, en diálogo con las corrientes de pensamiento clásico y contemporáneo. Explicaremos las fuentes y las claves de esta original aportación del Papa de la familia en sucesivas entregas.

El autorJosé Miguel Granados

Universidad de San Dámaso

Educación

Personal de escuelas católicas participa en conferencia sobre Inteligencia Artificial

Los primeros días de agosto se llevó a cabo en Los Ángeles, California, la Conferencia de Colaboración en Comunicación Católica 2023 (C3), una iniciativa de formación profesional en tecnología educativa dirigida a maestros, personal y voluntarios dedicados a la enseñanza en escuelas católicas.

Gonzalo Meza·12 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Del 2 al 4 de agosto se llevó a cabo en Los Ángeles, California, la Conferencia de Colaboración en Comunicación Católica 2023 (C3), una iniciativa de formación profesional en tecnología educativa dirigida a maestros, personal y voluntarios dedicados a la enseñanza en escuelas católicas.

Al evento asistieron 1,200 participantes tuvo lugar en la escuela «Mary Star of the Sea High School» en San Pedro, California. La conferencia de este año tuvo como lema «Discover» (Descubre). A lo largo de tres días se impartieron 85 talleres y cursos, de forma presencial y virtual, sobre el uso de herramientas en línea así como los últimos avances en la Inteligencia Artificial (IA) orientados a la educación. 

Al inaugurar los trabajos de la C3, Mons. José Gomez, Arzobispo de Los Ángeles señaló: «recuerden que todo lo que hacemos en la comunicación es para servir a Jesús. Estamos aquí para servirlo y para llevar a la gente a un nuevo encuentro con Él. La Iglesia necesita tener una fuerte presencia en la cultura digital. Todos tenemos una responsabilidad en la misión de la Iglesia y por ende todos tenemos el cometido de usar estas nuevas tecnologías para compartir nuestra fe. Las nuevas herramientas deben servir la misión de la Iglesia», indicó Gómez.

Chat GPT

La sesión inaugural fue presentada por Rushton Hurley fundador de la organización «Next Vista for Learning» y se tituló: «Chat GPT: Un terremoto en nuestro terreno profesional». En su ponencia, Hurley exploró las implicaciones de las tecnologías emergentes, especialmente la IA y cómo se pueden usar al servicio de las escuelas y las parroquias. «Han escuchado de Chat GPT. ¿Saben verdaderamente lo que hace? ¿Escribe o genera escritura?», preguntó a los asistentes. Hay una gran diferencia. Al escribir se relatan historias, anécdotas, vivencias, etc. «Chat GPT no puede decir ‘Ayer fui a la playa’ pues es una herramienta que hace predicciones de palabras. No piensa», dijo el presentador. Hurley también invitó a los asistentes a estar conscientes de que la IA puede producir resultados mal orientados, tener sesgos o simplemente ser totalmente erróneos. Por ejemplo, «si le piden a una aplicación de IA (que no tenga incorporada una calculadora) que multiplique tres cifras aleatorias de 18 o más dígitos, la respuesta será probablemente falsa. Esto debido a que dicha pregunta nadie se la había formulado antes», explicó Hurley; por tanto, no hay una respuesta exacta.

Aun cuando produzca resultados falsos, la aplicación de IA nos presentará su solución con enorme certidumbre, indicó. En ese sentido «me asusta la capacidad que tiene la IA para generar una cantidad impresionante de desinformación o información falsa», precisó y añadió que la certidumbre no es sinónimo de exactitud pues esta última no es el punto central de las herramientas de IA. «Al usarlas», expresó, «debemos pensar que es necesario verificar la veracidad de las respuestas». Y por ello el pensamiento crítico viene a la par del uso de la IA. 

Origen de la conferencia C3

La conferencia C3 es parte de una iniciativa de la Arquidiócesis de Los Ángeles que inició en el 2009 y se imparte cada año para fomentar entre el personal académico de instituciones católicas el uso y aprendizaje de la tecnología en la enseñanza.

La conferencia fue posible gracias a la concesión que tiene la Arquidiócesis de los Ángeles desde 1960 de una licencia de radio para fines educativos administrada por la Comisión Federal de Comunicaciones de EUA.

Cultura

Pietro Annigoni, en la iglesia parroquial de Ponte Buggianese

Pietro Annigoni quiso decir cosas nuevas con un lenguaje convencional vivo. En ese sentido, su opción es claramente divergente de la de Lucio Fontana: parte de la tradición de los grandes del pasado para producir algo totalmente original. El ejemplo está en un ciclo de frescos de una iglesia de Ponte Buggianese, en la provincia de Pistoia (Italia).

Giancarlo Polenghi·12 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 6 minutos

En el primer artículo de esta sección elegí escribir sobre el arte de Lucio Fontana, conocido artista ítalo-argentino que ha creado numerosas obras de arte sacro, y entre ellas tres Vía Crucis que por estilo y ejecución pueden contarse entre las obras de arte sacro contemporáneo. El estilo informal, aunque las figuras sean reconocibles, la esencialidad de los colores en dos de los tres Vía Crucis (el blanco y el de terracota), la forma esbozada, se diría abocetada, con efectos plásticos potentes y, en cierto modo, nuevos, respecto al pasado, hacen que la obra de Fontana sea notable.

Apasionado por el dibujo

El segundo artista que he elegido presentar, Pietro Annigoni, se sitúa en las antípodas de Fontana. La elección no es aleatoria, porque con ella quiero subrayar la posible variedad de enfoques. Pietro Annigoni (7 de junio de 1910, Milán – 28 de octubre de 1988, Florencia) es un pintor que criticó el modernismo del siglo en el que vivió, y reivindicó de forma contundente, con originalidad y fuerza creativa, la posibilidad de hacer un arte original y plenamente del siglo XX, incluso en la estela de la tradición figurativa occidental.

Segundo de tres hermanos, su padre Ricciardo era un ingeniero de Milán que se trasladó a Florencia por motivos de trabajo, su madre Therese, era estadounidense de San Francisco, pero de origen ligur. Pietro se apasionó por el dibujo desde muy pequeño. Y el destino quiso que en Florencia esta pasión se encendiera aún más al entrar en contacto con la tradición artística de la ciudad, que siempre se ha basado en el dibujo. El 22 de septiembre de 1950, a su regreso de la Bienal de Venecia, Annigoni anotaba en su diario: «En el pabellón mexicano, notable fuerza bruta, pero fuerza. Fauvismo, cubismo, abstractivismo… Sí -comprendo-, superación de límites y conclusiones, esperanzas puestas en la frescura de nuevos incentivos, ansia de alcanzar mayor lirismo. Resultado: decorativismo sensual, destinado en poco tiempo a diluirse y aniquilarse. Sería importante decir cosas nuevas e interesantes con un lenguaje convencional vivo y comunicativo”.

En la escuela de los grandes

De eso se trata, de decir cosas nuevas e interesantes con un lenguaje convencional vivo y comunicativo. En el arte sacro, se podría objetar que no hay necesidad alguna de decir cosas nuevas, porque el arte sacro cristiano debe decir lo que ya sabemos, el contenido de la fe, que es inmutable. Por supuesto que es así, pero con una condición, a saber, que re-proponiendo la buena nueva (que no casualmente es nueva) consigamos también hacer percibir su eterna y demoledora novedad. El lenguaje puede ser también «convencional», pero no obstante debe ser «vivo y comunicativo».

Creo que Annigoni ha demostrado, con su trabajo artístico, haber hecho precisamente eso, es decir, utilizar el lenguaje figurativo del arte occidental, educado en la escuela de los grandes del pasado, para producir algo nuevo y totalmente original, que antes del siglo XX ni siquiera se habría podido imaginar. El ejemplo está en una iglesia parroquial rural de Ponte Buggianese, en la provincia de Pistoia, donde el maestro Annigoni, junto con sus alumnos -es decir, un grupo de estudiantes-amigos, realizó a partir de julio de 1967 un impresionante ciclo de frescos.

Si Fontana, con su “Vía Crucis blanco”, innovó también técnicamente el arte de la cerámica vidriada, buscando nuevos efectos, Annigoni elige en cambio una técnica pictórica antigua y compleja como es la pintura al fresco, que requiere procedimientos lentos, mucha reflexión y preparación, porque la ejecución debe ser exenta de correcciones. El resultado, sin embargo, no es «neo – lo que sea», aunque incluya referencias y citas de obras del pasado.

El “Descendimiento” de Florencia: un resultado nuevo

Antes de adentrarnos en algunas de las obras del ciclo, quiero dar un paso atrás, y volver a una obra que se remonta al periodo 1937-1941, en el convento de San Marcos de Florencia. Se trata de un Descendimiento de Cristo de la Cruz, en la escena central, y de dos lunetas, respectivamente con Adán y Eva, y la matanza de Abel por Caín, y dos parejas de santos a ambos lados del Cristo depuesto (San Antonino Pierozzi y Santa Catalina de Siena, a un lado, y Santo Tomás de Aquino y Jerónimo Savonarola, al otro).

Leamos de nuevo en el diario de Annigoni: «Comencé el fresco de San Marcos con el Descendimiento de la Cruz (…). Para la primera parte de la obra decidí tener un cuerpo realmente muerto para la figura de Cristo, así que consulté al profesor de anatomía de un hospital y obtuve permiso para elegir en la cámara frigorífica. Allí había cuatro o cinco, prácticamente todos esqueletos.

Cogí el único que podía servir a mi propósito e intenté colgarlo de una escalera, pero estaba demasiado rígido (…). Al final tuve que utilizar un modelo vivo». Annigoni quiere pintar del natural, utiliza modelos, reconstruye la escena, pero el resultado es nuevo. El Cristo muerto, lívido, desarticulado, cuelga ya desprendido de los clavos. Está sostenido por una sábana que pasa por debajo de sus brazos. No se ve a quien lo sostiene. No hay escaleras alrededor. Es una visión «comunicativa» y el lenguaje antiguo está «vivo».

Contemplando esta obra de Annigoni surge espontáneo el recuerdo de la teología del cuerpo de san Juan Pablo II, es decir, una lectura de teología antropológica que busca en la corporeidad el misterio de Cristo, que asumió la carne que fue creada a imagen y semejanza de Dios, hasta el punto de que se puede afirmar con certeza que Jesús, antes de encarnarse, era misteriosamente el modelo original y originario de Adán y Eva.

«El cuerpo, en efecto, y sólo él” -dijo Juan Pablo II el 20 de febrero de 1980, en la audiencia general (recogido después en el volumen «Hombre y mujer los creó «)-, “es capaz de hacer visible lo que es invisible: lo espiritual y lo divino. Fue creado para trasladar a la realidad visible del mundo el misterio escondido desde la eternidad en Dios, y ser así signo del mismo». La corporeidad, a través de su masculinidad y feminidad «visibles», según Juan Pablo II, constituye así un sacramento entendido como signo que transmite efectivamente al mundo visible el misterio invisible escondido en Dios.

Es claro que el arte sacro cristiano tiene y tendrá siempre entre sus elementos distintivos la reflexión artística sobre la encarnación, sobre la corporeidad, sobre la dimensión de verdadero hombre-verdadero Dios, en la que la humanidad desvela (revela, precisamente) la divinidad.

Tres frescos destacados en Ponte Buggianese

Volvamos ahora al Ponte Buggianese para detenernos en tres frescos particularmente significativos.

El Descendimiento y Resurrección de Cristo, de 1967, en la pared del fondo de la iglesia, es un fresco que supera los 90 metros cuadrados. La composición es originalísima: en el centro está Cristo depuesto, exactamente como se ve en el convento de San Marcos, pero aquí vemos que hay dos ángeles, a los lados, que lo sostienen con una sábana; sobre la cruz, Jesús aparece resucitado en una mandorla irregular y blanquísima. Hay un enorme contraste entre el muerto que cuelga y el resucitado, que también es físicamente más grande, erguido, en movimiento, con los brazos abiertos mostrando las llagas. Abajo, a ambos lados de la puerta, en un escenario apocalíptico, Adán y Eva contemplan la escena. Por encima de ellos, unos ángeles hacen sonar las trompetas del juicio.

La segunda escena que me gustaría destacar se encuentra en la primera capilla según se entra a la derecha, y representa la resurrección de Lázaro, pintada en 1977. También aquí hay mucha fuerza y originalidad en la composición. Cristo tiene a su derecha y a su izquierda a Marta y a María (una de las dos se tapa la nariz por el hedor del cadáver), otros están en segundo plano, como testigos, y tres están en una colina cercana y miran. Cristo tiene la mirada fija en la momia que camina hacia él. En éste, como en los demás frescos, llama la atención la habilidad de Annigoni para ejecutar retratos y hacer que cada persona de la escena experimente emociones concretas, que en este caso están marcadas por la maravilla, el asombro.

Annigoni dedicó mucho tiempo al retrato, y en un momento de su carrera realizó obras para personalidades muy conocidas, entre ellas la joven reina Isabel II, John Fitzgerald Kennedy, Juan XXIII, el sha de Persia Reza Pahlevi y la emperatriz Farah Diba. Annigoni alternaba estos retratos ilustres con retratos de personas pobres, de indigentes, como el Cinciarda de 1945, hoy conservado en el museo de Villa Bardini de Florencia, o el fresco titulado “La Caridad para la Misericordia” de Florencia, de 1972, en el que un hermano de la Misericordia lleva a un herido sobre sus hombros sirviéndose de la “zana”, una cesta de mimbre con un asiento.

La última obra del ciclo Ponte Buggianese que quiero mencionar por su originalidad es la escena de Jesús en el Huerto de Getsemaní. Se trata de un fresco de 1979. Cristo está angustiado, parece perdido y solo. Delante de él hay un ángel gigantesco con las alas extendidas que le asiste sin que él interactúe. En primerísimo plano, con destellos dignos de Mantegna, están los tres discípulos dormidos. Una vez más, Annigoni demuestra que es posible «decir cosas nuevas e interesantes con un lenguaje convencional vivo y comunicativo».

El autorGiancarlo Polenghi

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Vaticano

El prelado del Opus Dei responde al motu proprio del Papa sobre las prelaturas personales

El prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz, ha publicado un mensaje en el que se refiere al reciente motu proprio del Papa Francisco, por el que ha modificado el Código de Derecho Canónico en relación con las prelaturas personales.

Paloma López Campos·11 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El 8 de agosto la Santa Sede publicó el motu proprio que modifica los cánones que regulan las prelaturas personales en el Código de Derecho Canónico. El Opus Dei publicó el 9 de agosto una nota en la que indicaba que tomaría en consideración esta modificación en la adaptación de los estatutos de la prelatura. Al día siguiente, Fernando Ocáriz, prelado del Opus, publicó una carta en la que reacciona al motu proprio.

Ocáriz comienza señalando que el Opus Dei acoge “con sincera obediencia filial esas disposiciones del Santo Padre” y pide a los miembros de la prelatura que se mantengan unidos en esta actitud. De inmediato, el prelado afirma que “el Espíritu Santo nos conduce en todo momento”, puesto que el Opus Dei es “una realidad de Dios y de la Iglesia”. De esta manera los fieles de la Obra viven el espíritu del fundador, san Josemaría, siempre muy unido al Papa.

La actualización de los estatutos

A continuación, Fernando Ocáriz hace mención del proceso de actualización de los estatutos de la Obra que se está llevando a cabo y reitera que este nuevo motu proprio se tendrá en cuenta durante las adaptaciones que se realicen. Por ello, el prelado pide de nuevo oraciones “para que este trabajo llegue a buen puerto”.

En la carta hace una segunda llamada a la unidad con el Papa y Ocáriz expresa su deseo de que se refuerce en todos los miembros del Opus Dei el sentimiento de filiación con la Iglesia, además de la cercanía con todos los hermanos. Alienta a los fieles de la Obra a que continúen siendo “apóstoles que siembran magnánimamente comprensión y caridad, con la alegría que da el encuentro con el Señor”.

Los laicos y el Opus Dei

Por último, el mensaje del prelado hace una referencia específica al apartado de las modificaciones que menciona a los laicos, “razón de ser del Opus Dei: cristianos corrientes en medio del mundo, que buscan a Dios a través de su trabajo profesional y de su vida ordinaria”. Fernando Ocáriz subraya que los laicos miembros de la Obra “son fieles de sus diócesis, como cualquier otro católico”. A lo que se añade que son “además, miembros de esta familia sobrenatural [Opus Dei], gracias a una específica llamada vocacional”.

El mensaje del prelado termina haciendo alusión a sus viajes a Australia y Nueva Zelanda, y aconsejando acudir a la intercesión de la Virgen, cuya solemnidad de la Asunción se celebra la semana que viene.

Estados Unidos

La USCCB pide afrontar la crisis mundial de hambre

Según el Programa Mundial de Alimentos, en 2022 aproximadamente 258 millones de personas sufrieron a causa del hambre de manera extrema. Ante la amenaza de Rusia de no permitir la distribución de grano por parte de Ucrania, se prevé que las cifras aumenten y por ello la Conferencia episcopal de Estados Unidos ha publicado un comunicado sobre el tema.

Paloma López Campos·11 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

En 2022 unas 258 millones de personas sufrieron por el hambre extrema, según los datos aportados por el Programa Mundial de Alimentos. Se prevé que esta cifra aumente, dada la amenaza rusa de no permitir que Ucrania distribuya grano. La creciente preocupación ha llevado a la Conferencia episcopal de Estados Unidos (USCCB) a publicar una nota hablando sobre el tema.

El comunicado lo firma el obispo David J. Malloy, presidente del Comité de Justicia Internacional y Paz de la USCCB. La publicación incluye una petición a los líderes mundiales para que trabajen por garantizar la seguridad en la alimentación para todos.

Tal como afirma Malloy, “el Programa Mundial de Alimentos calcula que 345 millones de personas sufrirán hambre aguda este año, y 129.000 se enfrentarán potencialmente a la hambruna en lugares como Afganistán, Siria, Yemen, el Cuerno de África y Myanmar”.

Por ello, los obispos estadounidenses se unen a lo que ya expresó con preocupación el Papa Francisco: “Hago un llamamiento de todo corazón para que se haga todo lo posible para resolver este problema y garantizar el derecho humano universal a la alimentación. Por favor, no utilicen el trigo, un alimento básico, como arma de guerra».

La relación entre los conflictos armados y el hambre es muy estrecha. Por ello, el presidente del Comité de Justicia Internacional y Paz realiza en su nota un “llamamiento a los líderes mundiales para que miren más allá de los estrechos intereses nacionales, se centren en el bien común y se unan para garantizar que los suministros críticos de alimentos puedan llegar a los más necesitados”.

El comunicado del purpurado finaliza con una contundente exhortación: “Los más vulnerables lloran de hambre. Con la compasión de Cristo, debemos escuchar sus gritos y ayudarles”.

El Papa Francisco y el hambre

El Papa Francisco también ha hablado sobre la crisis mundial del hambre en repetidas ocasiones a lo largo de su pontificado. Ya en diciembre de 2013 invitó «a todas las instituciones del mundo, a toda la Iglesia y a cada uno de nosotros, como una sola familia humana, a dar voz a todas las personas que sufren silenciosamente el hambre, para que esta voz se convierta en un rugido capaz de sacudir el mundo».

Francisco ha insistido muchas veces en este tema pues, como afirmó en 2014, «la alimentación es un derecho inalienable». Por ello, llegó a expresar en 2016: «Deseo que la lucha para erradicar el hambre y la sed de nuestros hermanos y con nuestros hermanos siga interpelándonos, que no nos deje dormir y nos haga soñar, las dos cosas. Que nos interpele a fin de buscar creativamente soluciones de cambio y de transformación».

Libros

«Tras la belleza del don»

Con el presente libro el poeta Carmelo Guillén Acosta, autor de una quincena de poemarios y de múltiples escritos sobre crítica literaria, inaugura el cultivo de un nuevo género: la biografía.

Manuel Casado Velarde·11 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El libro «Tras la belleza del don» es una biografía, que el autor califica de “literaria”, de una persona
corriente y moliente, Pepe Molero, con el que comparte el hecho de ser miembro agregado del Opus Dei.
Como señala en el prólogo el también poeta Carlos Javier Morales, no se trata de un relato cronológico de las mil y una andanzas del biografiado. Lo que nos transmite el autor es “el don maravilloso de haber encontrado una persona extraordinaria que lo ha ayudado espontáneamente a convertirse también en otra persona extraordinaria” (p. 13).

Tras la belleza del don

Autor: Carmelo Guillén Acosta
Editorial: Rialp
Páginas: 176
Madrid:: 2023

La trama biográfica de Molero le sirve al autor para poner de relieve cómo “la espiritualidad del Opus Dei impulsa a la santidad en medio del mundo, en el hervor de las circunstancias del mundo” (p. 39). Los lectores de la poesía de Guillén Acosta saben lo bien que riman sus poemas con la belleza de una vida común y plena de sentido como la de Molero. Su último poemario (En estado de gracia, Sevilla, Renacimiento, 2021) es un puro canto al “valor / que tiene cada cosa por frágil que resulte” (p. 13), al carácter sagrado de la materia y lo prosaico.

La biografía alcanza sus páginas más densas y poéticas, más personales, cuando Carmelo Guillén se aparta del intenso ajetreo de la vida de Pepe Molero, y recapitula y reflexiona sobre el hilo conductor del vivir de una persona que ha sabido conjugar como pocas, en presente, los verbos servir y amar.
La vida de Pepe Molero es un canto al don de la amistad: “Un hombre que donde toma asiento sabe integrarse con enorme naturalidad” (p. 80). Se encuentre donde se encuentre, en ese trajinar constante de su vida, “no se siente un verso suelto, abandonado de la mano de Dios; allí descubre ese calor del corazón de otros seres humanos que también han hecho de su vida un don” (p. 84).

“Persona vitalista, muy vitalista, enormemente emprendedora. Continuamente se acuerda de vivir. […] Hombre voluntarioso, nada quejica, decidido, creativo, de los que construyen su existencia sobre los pequeños detalles, sobre la letra menuda de lo ordinario. […Una persona] que ha disfrutado y disfruta como nadie de la vida. […] Un todoterreno. Nada lo detiene. A todo se apunta. De siempre parece que fue así” (pp. 112, 116). Quienes gozan de la amistad de Pepe Molero podrían decir lo que Juan Ramón Jiménez de José Moreno Villa: “No sé qué tiene ese amigo que siempre que viene siempre viene bien”.

El epígrafe provocadoramente titulado “Apología del celibato laical” (pp. 128-132) representa, a mi modo de ver, el do de pecho de la biografía. Se me permitirá, por ello, lo extenso de la cita (pp. 128-129):
Cuando Pepe Molero pide la admisión al Opus Dei sabe que el don comporta el celibato apostólico para vivirlo en el hervor de la plaza del mundo. Nada de apartarse al desierto como los eremitas, o a un cenobio alejado del mundanal ruido.

La llamada que Dios le propone tiene como escenario el trajín diario de las calles de asfalto, los pasos de cebra, los escaparates con anuncios sofisticados, las reuniones de vecinos en el portal de su bloque, la cafetería de la esquina, la contaminación atmosférica, el deseo natural de que llegue el fin de semana para el esparcimiento y, por supuesto, el trabajo profesional realizado con la mayor perfección posible como ofrenda a Dios. Es ahí donde se le pide que esté y es ahí donde Pepe Molero debe ser Pepe Molero, el mismo que viste y calza.

No lo duda: lo suyo es ese temblor que le hace abrir la ventana y saludar a aquel vecino dispuesto a poner su coche en marcha; tener constancia de la subida del pan o de la gasolina; perderse en una feria entre la multitud; rodearse, venido el caso, de amigos frívolos que se extrañan de que él sea célibe, acuda diariamente a misa, trabaje con firmeza, esté siempre contento, sea generoso y se halle dispuesto a servir a los demás y a evitar los ambientes en los que tiene por seguro que se ofende a su Amor.

La palabra clave de la biografía figura ya en el título: belleza. Con ella se retrata “a la persona de la Obra que quiere ser fiel a su vocación y está entusiasmado con la belleza de lo ordinario, vivida a pleno pulmón” (p. 165), “siempre reaprendiendo los matices del asombro y la avidez y haciendo continuamente de su existencia un himno de alabanza al Dios de la creación, cuya belleza no le ha sido negada: ha sabido acogerla, no sé si porque ha nacido con el sello del errabundo infatigable o porque la búsqueda
del instante lo lleva a toparse siempre con lo permanente” (p. 166), con la certeza de que Dios es su fin, en palabras de Agustín Altisent, “no solo después de esta vida, sino ya ahora. Y lo paladea sin llamaradas, que así sabe mejor y es más duradero” (p. 167).

En la omnipresente cultura de la sospecha en que estamos cómodamente instalados, cultura “según la cual toda Belleza es un engaño que debe desenmascararse; [… cultura] que ve en las virtudes mentiras y en el vicio una manifestación de sinceridad” (Catherine L’Ecuyer), biografías como la de Carmelo Guillén Acosta incitan a descubrir la belleza que se encuentra sólidamente integrada en la verdad y la bondad. Este es el propósito que se impone el biógrafo al escribir este libro: “Cantar una vida ordinaria, sin aparente brillo, vivida en su plenitud, en su gozo”. Y para ello, la vida de Pepe Molero, “desde el don de su vocación” (p. 174), le ha venido como anillo al dedo.

El autorManuel Casado Velarde

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A propósito del nuevo Motu proprio sobre las prelaturas personales

Las "Prelaturas personales" son una realidad jurídica, nacida del Concilio Vaticano II, para los fines que, en el texto conciliar, se especifican y no hay que asimilarla a ninguna otra.

10 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Asimilando las «Prelaturas personales» a las «Asociaciones clericales», a mi parecer, no se interpreta correctamente el Concilio Vaticano II. El Concilio, para los fines eclesiales que especifica en el Decreto «Presbyterorum Ordinis» y otros documentos conciliares y postconciliares, habla de «Prelaturas personales», cuando perfectamente hubiera podido hablar de «Asociaciones» de diverso tipo, pues ya existían en la época conciliar. ¡Pero no!, el Concilio Vaticano II habló precisamente de «Prelaturas» y no es mucho suponer que los Padres conciliares sabían distinguir entre «Prelaturas» y «Asociaciones».

Las «Prelaturas personales» son una realidad jurídica, nacida del Concilio Vaticano II, para los fines que, en el texto conciliar, se especifican y no hay que asimilarla a ninguna otra, pero mucho menos a una Asociación.

Si acaso hubiera que buscarle una asimilación, que tanto parece gustar a algunos, habría que asimilarla, de algún modo, a las Prelaturas territoriales, que ya existían al tiempo del Concilio y los Padres conciliares sabían bien lo que eran.

Aquí, como siempre en el lenguaje, importa el sustantivo, no tanto el adjetivo.

El autorCelso Morga

Arzobispo emérito de la diócesis de Mérida Badajoz

Cultura

Isabel F. Abad: «El arte permite acercarse a la fe»

Nártex es una asociación que se dedica a profundizar en el arte cristiano. En esta entrevista con Omnes, Isabel Fernández Abad, presidenta de Nártex, nos habla de la asociación y sus iniciativas.

Maria José Atienza·10 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Isabel Fernández Abad es historiadora del arte. Su vida profesional y su formación han discurrido entre la gestión cultural y la docencia. Actualmente es presidenta de Nártex, una asociación que «desarrolla iniciativas orientadas a profundizar en el auténtico sentido del arte cristiano, descubriendo al público su entidad artística y su valor teológico y devocional». Además, es profesora de secundaria y madre de 5 hijos.

¿Cómo y por qué nace Nártex? 

-Nártex nace de la inquietud compartida con algunos compañeros de formación por contar todo lo que verdaderamente hay detrás de una obra de arte de temática religiosa, todo eso que habitualmente desaparece entre fechas, técnicas, curiosidades y otros datos históricos que, sin dejar de ser importantes, ocultan el auténtico mensaje y finalidad de la obra. Los que hoy configuramos el equipo directivo fuimos providencialmente coincidiendo en distintos entornos y poco a poco fuimos trabajando y ampliando las distintas áreas que abarca hoy nuestra asociación.

La primera de todas y la que define la identidad de Nártex fue el área de los proyectos de verano: se trata de pequeñas comunidades de guías voluntarios que durante el verano se ponen a disposición de los visitantes en distintos templos para ofrecer una acogida cristiana viva y una visita guiada desde la fe. Estos proyectos se realizan hoy por toda Europa y se organizan en el marco de la federación europea Ars et Fides y de las asociaciones jóvenes A.R.C., entre las que nos encontramos.

Cada vez más, la falta de formación en humanidades hace que muchas personas visiten templos y «no entiendan» lo que ven. ¿Cómo recuperar el sentido catequético del arte?

-Es cierto que cada vez el desconocimiento de nuestra fe y de todo lo que la rodea es mayor, no solo cuando hablamos de Historia Sagrada, sino también cuando ignoramos todos los avatares de la historia en los que la fe ha tenido un papel esencial y definitorio. Pero si bien esto podría ser un hándicap, en realidad no hace sino más interesante y sorprendente lo que desde Nártex ofrecemos, un auténtico acercamiento a la fe vivido a través de una de las manifestaciones más bellas de esta: el arte.

Al mismo tiempo, con este panorama ¿tiene más sentido que nunca fomentar la «via pulchritudinis»?

-Es cierto que hoy más que nunca el hombre se ha hecho inmune a lo feo, lo grotesco, lo absurdo, parece que desde pequeño es entrenado para ello. Pero también es verdad que, en el fondo de su corazón, aún el que ha tomado el camino más torcido, reconoce la belleza y la verdad de las cosas de Dios, de la creación misma y siente alivio y disfruta ante la realidad de la belleza de una iglesia, una catedral o contemplando una obra de arte en el Museo del Prado. No es que tenga sentido fomentar esta vía, sino que «es la vía». La misma que usa el Señor para abrirse paso hasta nuestro corazón.

¿Qué diferencia a un guía de Nártex de un guía turístico habitual? ¿Cómo se forma a los guías de Nártex?

-Un guía Nártex es aquel que no solo tiene unos conocimientos histórico-artísticos oportunos del lugar o la obra que explica, sino que ha sido capaz de trascender su significado, profundizar y hacerlo propio hasta el punto de vivir su fe en él, a través de él, y así ilumina su discurso. Estoy segura de que muchos guías de turismo con fe también hacen esto.

Desde Nártex estudiamos y proporcionamos las herramientas adecuadas para llegar a esta comprensión profunda: el sentido simbólico del templo, la liturgia como elemento ordenador, la oración a través del arte… Son algunos de los temas en los que formamos a nuestros guías y voluntarios para que, delante de cualquier espacio u obra, independientemente de su estilo o época, sean capaces de llegar a ese sentido profundo, esa vivencia de la que hablamos, y transmitirla. No se trata de catequizar, se trata sencillamente de iluminar, de lo demás ya se encarga Él.

¿Cuáles son las claves de vuestra manera de acercar el arte a las personas?

-Yo diría que la acogida, el conocimiento y un componente personal profundo y testimonial es lo más característico de nuestros guías y voluntarios. Trabajamos habitualmente itinerarios y discursos que intentan un acercamiento a la obra tan sencillo como verdadero, y ayudan al visitante a hacer un recorrido personal por el monumento. Buscamos que sea algo más que un montón de información que le viene dada y que recibe de forma pasiva, que sea algo que pueda llevar a su vida.

Durante el año, hacéis muchísimas actividades. ¿Cómo se desarrollan y cómo se financian?

En Nártex a lo largo del año se puede participar en conferencias, visitas guiadas, excursiones, horas de arte y oración, de manera casi gratuita. Nos financiamos con donativos y cuotas de socio. También recibimos en ocasiones peticiones para atender grupos y organizar alguna visita específica, que nos deja un pequeño beneficio. Nártex es una asociación cultural civil sin ánimo de lucro que no depende de ninguna realidad o movimiento concreto. Nuestra financiación es escasa, pero eso nunca ha sido un obstáculo para poder seguir realizando nuestra labor.

En verano, no es raro encontrar en las principales catedrales y templos europeos voluntarios de Nártex. ¿Cuál es el feedback de estas actividades? 

-Como decíamos al principio, este es uno de los proyectos más atractivos de la asociación, cada año enviamos voluntarios a más de 30 iglesias y catedrales europeas, entre las que podemos encontrar San Marcos de Venecia, Notre Dame de París, catedral de Bourges, Bourdeaux… y tantas otras. Las experiencias suelen ser inolvidables para ellos: amistad, fe, cultura, experiencia personal y profesional para algunos… Nos encanta oírles hablar de sus destinos a la vuelta y todas las anécdotas que cuentan de cómo reciben los turistas el servicio o de cómo ha sido su vida en comunidad esos días.

Es verdad que el componente personal y el discurso es esencial, pero el mero hecho de estar de viaje en Münster, Alemania, por ejemplo, y encontrarte a la puerta de la catedral un español que te acoge como en su casa es sencillamente maravilloso y muy bien recibido por los visitantes, que dejan preciosas observaciones y testimonios en nuestros cuadernos de visita. Incluso cuando en los proyectos ha habido dificultades o cosas que no han ido tan bien como esperábamos, los voluntarios traen un balance positivo de la experiencia.

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Vaticano

«La JMJ es un encuentro con Cristo vivo a través de la Iglesia», dice el Papa

El Papa Francisco ha retomado el 9 de agosto las audiencias generales de los miércoles. La audiencia se ha celebrado en el Aula Pablo VI a las 9 de la mañana, y el Papa ha centrado su meditación en la Jornada Mundial de la Juventud, que concluyó el domingo 6 de agosto en Lisboa.

Loreto Rios·9 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Evangelio elegido para esta audiencia ha sido el de la Visitación de María a su prima Isabel, eje central de la 37 Jornada Mundial de la Juventud, celebrada este año en Lisboa del 2 al 6 de agosto.

La reflexión del Papa se ha centrado por completo en este evento, indicando al comenzar el discurso que “esta JMJ de Lisboa, que llegó después de la pandemia, fue sentida por todos como un regalo de Dios que puso de nuevo en movimiento los corazones y los pasos de los jóvenes, tantos jóvenes de todas las partes del mundo -¡tantos!- para ir al encuentro de Jesús”.

La JMJ es un nuevo inicio de peregrinación

Francisco ha recordado que la pandemia generó mucho aislamiento, que ha afectado especialmente a los jóvenes. “Con esta Jornada Mundial de la Juventud, Dios ha dado un ‘empujón’ en sentido contrario: esta ha marcado un nuevo inicio de la gran peregrinación de los jóvenes a través de los continentes, en nombre de Jesucristo. Y no es casualidad que haya sido en Lisboa, ciudad que se asoma al océano, ciudad símbolo de las grandes exploraciones por mar”.

María, guía de los jóvenes

El Santo Padre ha querido subrayar también la relación que esta JMJ ha guardado con la Virgen María: “En el momento más crítico para ella, [María] va a visitar a su prima Isabel. El Evangelio dice: ‘Se levantó y se fue deprisa’ (Lc 1, 39). Me gusta mucho invocar a la Virgen en este aspecto: la Virgen ‘de prisa’, que siempre hace las cosas deprisa, nunca nos hace esperar, porque Ella es la madre de todos.

Así María todavía hoy, en el tercer milenio, guía la peregrinación de los jóvenes tras las huellas de Jesús. Como hizo hace un siglo precisamente en Portugal, en Fátima, cuando se dirigió a tres niños encomendándoles un mensaje de fe y de esperanza para la Iglesia y para el mundo. Por esto, durante la JMJ, volví a Fátima, lugar de las apariciones, y junto a algunos jóvenes enfermos recé para que Dios sane al mundo de las enfermedades del alma: la soberbia, la mentira, la enemistad, la violencia. Y hemos renovado nuestra consagración, de Europa, del mundo, al Corazón Inmaculado de María. He rezado por la paz, porque hay tantas guerras en todas partes del mundo, tantas”.

Encuentro con Cristo

Por otra parte, el Papa ha hablado del entusiasmo de los jóvenes, de sus buenas experiencias en las parroquias de las diócesis de Portugal y de la excelente acogida de las familias portuguesas. Mencionando los eventos más importantes (la ceremonia de acogida, la Vigilia y la Misa final), el Papa ha recordado que estos días “no eran unas vacaciones, un viaje turístico, y tampoco un evento espiritual cerrado en sí mismo; la JMJ es un encuentro con Cristo vivo a través de la Iglesia. Los jóvenes van a encontrarse con Cristo. Es verdad que donde hay jóvenes hay alegría».

Jóvenes que han pasado por Roma

Concluyendo el discurso, el Pontífice ha señalado que esta ola de esperanza de la JMJ beneficia tanto a los participantes como a las diócesis que los acogen: “Mi visita a Portugal, con motivo de la JMJ, se benefició de su ambiente festivo, de la ola de jóvenes que invadió pacíficamente el país y su hermosa capital. Doy gracias a Dios por ello, pensando especialmente en la Iglesia local que, a cambio del gran esfuerzo realizado por la organización y la acogida, recibirá nuevas energías para continuar su camino, para echar de nuevo las redes con pasión apostólica.

Los jóvenes en Portugal son ya hoy una presencia vital, y ahora, después de esta ‘transfusión’ recibida por las Iglesias de todo el mundo, lo serán todavía más. Y tantos jóvenes, a la vuelta, han pasado por Roma, incluso aquí hay algunos que han participado en esta Jornada». Tras el aplauso de los presentes, el Papa ha comentado que «donde hay jóvenes, hay ruido. Lo saben hacer bien».

La JMJ: ejemplo de paz

El Santo Padre también ha subrayado que la JMJ es un ejemplo de que los países pueden convivir pacíficamente: “Mientras que en Ucrania y en otros lugares del mundo se combate, y mientras en ciertas salas escondidas se planifica la guerra, la JMJ ha mostrado a todos que otro mundo es posible: un mundo de hermanos y hermanas, donde las banderas de todos los pueblos ondean juntas, una junto a la otra, ¡sin odio, sin miedo, sin cierres, sin armas! El mensaje de los jóvenes ha sido claro: ¿lo escucharán los ‘grandes de la tierra’? Es una parábola para nuestro tiempo, y todavía hoy Jesús dice: ‘¡El que tenga oídos, que oiga! ¡El que tenga ojos, que vea!’”.

Para finalizar, ha expresado su agradecimiento al presidente de Portugal, a los obispos, voluntarios (ha resaltado el alto número de ellos: 25.000) y otras personas encargadas de la organización de la JMJ. También ha pedido la bendición de Dios, a través de la Virgen, para todos los jóvenes y al pueblo de Portugal, y ha rezado un Ave María con la asamblea.

A continuación, se ha leído un resumen de la reflexión de hoy en varios idiomas, y el Papa ha dirigido unas palabras en lengua italiana a los peregrinos de cada país presentes en la sala. En el caso de los de lengua española, el Papa les ha saludado en español, diciendo: “Veo banderas mexicanas, colombianas, panameñas, salvadoreñas…”, lo que ha originado una ovación entre los aludidos.

El encuentro ha finalizado con el rezo del Padrenuestro y la bendición del Papa a los asistentes.

Experiencias

Desde el césped de Lisboa

Varios peregrinos de la JMJ ofrecen su testimonio durante estos intensos días de alegría, oración y encuentro con el Papa Francisco en Lisboa.

Paloma López Campos·9 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

A lo largo de estos días, diversos peregrinos han contado a Omnes su testimonio. Desde distintos países, con historias diferentes, todas estas personas han compartido las últimas jornadas con el Papa Francisco en la JMJ de Lisboa.

Una joven no practicante ha llegado estos días a Portugal acompañando a sus amigas. Allí ha quedado impresionada por todo lo que ha visto, hasta el punto de que la JMJ le ha recordado “que todavía hay cosas buenas en este mundo, hay esperanza”.

Esta joven cuenta que muchos peregrinos se ilusionan al conocer a católicos de países que están al otro lado del globo y en todos los lugares de encuentro pueden verse a personas intercambiando regalos o gestos para recordarse los unos a los otros la belleza de compartir una fe común. “Hay mucha amistad y colaboración”, la gente hace sitio en cuanto ven a los peregrinos llegar a un lugar, se ofrecen agua los unos a los otros, protección solar, o cualquier cosa que se pueda necesitar.

La Cruz es símbolo de victoria

Un estudiante inglés llamado Tom que estuvo en el Vía Crucis expresa su opinión diciendo que le habría gustado que se hiciera el silencio antes de la oración, pero que a pesar de todo fue un momento agradable y que la llegada del Papa creó de inmediato un gran clima de alegría.

Tom explica que la oración del Vía Crucis es un buen momento para que los jóvenes se den cuenta del sacrificio del Señor y de que “la Cruz es un símbolo de la victoria, no de derrota. Debemos alegrarnos por ello y también debemos contemplarlo”.

Lisboa, la casa de todos

Un matrimonio que acogió peregrinos durante esta JMJ contó a Omnes su testimonio. En su casa se quedaron dos peregrinos durante estos días, pero también estuvieron ayudando en una casa con 24 voluntarios de distintos países.

Familia que acogió peregrinos durante la JMJ Lisboa 2023.

Este matrimonio quiso a través de sus actos, recordar a todos los jóvenes y voluntarios “que no están solos, porque esta Jornada es de ellos. Nosotros ayudamos para que ellos se sientan en casa aquí en Lisboa, porque Lisboa es la casa de todos”. Esta familia de acogida también expresó su deseo de que la JMJ dé como fruto “muchas vocaciones y gente con la fe bien arraigada”.

Encontrar a Dios en la música

Nacho, uno de los integrantes del grupo musical Kénosis que ofreció un concierto a los jóvenes de la JMJ, explica que toda la experiencia “ha sido muy impactante” y “una prueba de que Dios sigue actuando en medio del mundo”.

Describe los días vividos como “una semana de concordia y alegría, de amistad y fraternidad, en la que todos cuidamos de todos”. Pero no esconde que también se viven momentos duros: “dormir fuera de casa, las aglomeraciones para las comidas y para los eventos, las largas caminatas para llegar a los sitios…”. Todo ello forma parte de una vivencia “con muchos regalos del Señor y, además, como son los buenos regalos: inesperados”.

Como miembro de Kénosis, Nacho señala que “ha sido un privilegio poder vivir esta JMJ con esta familia, transmitiendo al Señor a través de nuestra música, y pudiendo sentirle a través de la música de otras muchas personas de distintos países”. Y es que esta Jornada Mundial de la Juventud ha estado llena de canciones: “allí donde hemos ido la música ha estado con nosotros y el Señor, a través de ella, ha tocado muchos corazones”.

Una experiencia inolvidable

Marta, una peregrina de 18 años, describe estos días en la JMJ de Lisboa como «una experiencia inolvidable» que la ha hecho «crecer como persona». También señala que le «ha sorprendido ver a tanta gente moverse por la fe y unirse a través de la oración a pesar de hablar cada uno distintos idiomas». «Además, he conocido a un montón de gente increíble y me llevo un montón de anécdotas. Personalmente, lo recomiendo y repetiría sin dudarlo», concluye.

Gracias, Lisboa. Próxima parada: Seúl

Al igual que estas historias, la JMJ de Lisboa ha dejado muchos testimonios de jóvenes que se han sentido arropados por la cercanía del Papa. Ahora, los peregrinos se preparan para responder a la invitación del Santo Padre, quien ha convocado a todos en Roma para el Jubileo de 2025.

Peregrinos junto al transporte público habilitado en Lisboa para la JMJ.
Mundo

Las mujeres en la Iglesia siempre han sido «artífices de lo humano»

En un congreso internacional que se celebrará en Roma los días 7 y 8 de marzo de 2024, se profundizará en diez figuras femeninas que se han distinguido a lo largo de los siglos en el campo de la evangelización en los ámbitos de la educación, la espiritualidad, la paz y el diálogo.

Giovanni Tridente·9 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

Siempre se habla mucho del papel de la mujer en la Iglesia, olvidando a menudo los numerosos ejemplos de dedicación que a lo largo de los siglos han testimoniado muchas mujeres en los campos de la educación, la espiritualidad, la promoción social, la paz y el diálogo, por ejemplo, como verdaderas «artífices de lo humano». El próximo congreso internacional e interuniversitario, que se celebrará en Roma los días 7 y 8 de marzo de 2024 en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, pretende inspirarse en estos ejemplos.

En particular, el congreso se detendrá con detalle en las grandes aportaciones femeninas a la Iglesia y a la evangelización en distintas épocas y países a través de diez mujeres emblemáticas, pero diferentes por su estilo y dedicación, empezando por santa Josefina Bakhita (1869-1947), Magdeleine de Jesús (1898-1989), para los temas de la dignidad, el diálogo y la paz; Santa Elizabeth Ann Seton (1774-1821) y Mary Mackillop (1842-1909) para el tema de la caridad en la educación; Santa Catalina de Siena (1874-1949) y Catalina Tekakwitha (1656-1680) para el tema de la oración.

Y de nuevo, se destacarán las figuras de Santa Teresa de Calcuta (1910-1997) y Rebecca-Rafqa Ar-Rayès (1832-1914) como «corazón compasivo», mientras que se aportarán los testimonios de Maria Beltrame Quattrocchi (1884-1965) y la Venerable Daphrose Mukansanga (1944-1994) como «fecundidad del don».

Presentarán estas figuras durante los dos días del Congreso académicos, biógrafos e historiadores, entre ellos Susan Timoney de la Universidad Católica de América, Maeve Heaney de la Universidad Católica de Australia, el Vicario Patriarcal Maronita Rafic Warcha y la Subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida Gabriella Gambino. Las reflexiones finales serán confiadas a la Vicerrectora Académica de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, Cristina Reyes.

El Comité Promotor está compuesto por la Universidad Católica de Ávila (UCAV), la Pontificia Universidad Urbaniana, la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, el Instituto de Estudios Superiores sobre la Mujer del Pontificio Ateneo Regina Apostolorum y la Pontificia Facultad Teológica Teresianum de Roma.

El evento cuenta también con el patrocinio del Dicasterio para la Cultura y la Educación, el Dicasterio para las Causas de los Santos y la Sección para las Cuestiones Fundamentales de la Evangelización en el Mundo del Dicasterio para la Evangelización y se organizará como preparación del Jubileo de 2025. También se retransmitirá a través de los canales de youtube de las universidades organizadoras en italiano, español, inglés y francés.

Los participantes podrán contribuir con una ofrenda gratuita que beneficiará a un proyecto caritativo en Tierra Santa.

El autorGiovanni Tridente

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Vaticano

¿Qué ha cambiado en las prelaturas personales?

En fecha 8 de agosto de 2023 el Papa Francisco ha promulgado un motu proprio con el que se modifican algunas normas del Código de Derecho canónico de 1983 referentes a las prelaturas personales. ¿Qué cambia en esa figura, y qué significado tiene la reforma?

Luis Felipe Navarro·8 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Siguiendo en la dirección marcada por la Constitución Apostólica “Praedicate Evangelium”, artículo 117, con la que se reformó la Curia Romana, se confirma la dependencia de las prelaturas personales del Dicasterio para el Clero. Cabe recordar que desde la ley que regulaba la Curia Romana en 1967 (Constitución Apostólica “Regimini Ecclesiae Universae”, de san Pablo VI, artículo 49, § 1) hasta la reciente reforma de la Curia Romana (19 marzo 2022), las prelaturas dependían del Dicasterio para Obispos.

Las principales novedades de este motu proprio son dos: se dispone que las prelaturas personales se asimilan, sin identificarse, a las asociaciones clericales de Derecho pontificio dotadas de facultad de incardinar; y se recuerda que los laicos obtienen el párroco propio y el Ordinario proprio mediante el domicilio y cuasidomicilio.

Veamos en sus líneas generales ambos aspectos.

Asociaciones clericales con facultad de incardinar

1. Las asociaciones clericales están reguladas en el Código de Derecho Canónico de 1983 (CIC) únicamente por el canon 302. Se trata de un canon muy breve, único sobreviviente de un conjunto de cánones proyectados durante algunas etapas de la elaboración del Código de Derecho Canónico de 1983. Ese canon dice así: “Se llaman clericales aquellas asociaciones de fieles que están bajo la dirección de clérigos, hacen suyo el ejercicio del orden sagrado y son reconocidas como tales por la autoridad competente”.

Ese canon residual no explica todo lo que son, o querían ser, las asociaciones clericales. En él se forja un concepto técnico de asociación clerical que se distingue de las asociaciones de clérigos (can. 278). En el proyecto se pensó que algunas de esas asociaciones tendrían la facultad de incardinar clérigos, que entre sus miembros habría fieles laicos, y que tendrían frecuentemente una función de evangelización en lugares donde la Iglesia no estuviera todavía presente. Eran unas asociaciones dotadas de un fuerte carácter misional que exigía el ejercicio del Orden sagrado para llevar a cabo esa misión de evangelización. Por ello debían tener un carácter público en la Iglesia (no caben asociaciones que hagan suyo el Orden sagrado y sean de naturaleza privada). Teniendo en cuenta el papel del ministerio ordenado se previó que el gobierno recayera en sacerdotes (cfr. mi Comentario al canon 302, en Instituto Martin de Azpilicueta, Facultad de Derecho Canónico, Universidad de Navarra, Comentario exegético al Código de Derecho canónico, Vol. II/1, Pamplona, tercera edición, 2002, p. 443-445).

Pasados algunos años, algunas asociaciones clericales sintieron la exigencia de poder incardinar algunos o todos sus miembros, según los casos, para asegurar la estabilidad de su carisma y la eficacia operativa de sus estructuras. Para responder a esta exigencia, el 11 de enero de 2008, el Papa Benedicto XVI concedió a la Congregación para el Clero el privilegio de conceder a algunas asociaciones clericales la facultad de incardinar a los miembros que lo soliciten. Posteriormente, en el motu proprio “Competentias quasdam decernere” de 11 de febrero de 2022, estas asociaciones clericales se incluyen entre los entes incardinantes (cfr. el nuevo canon 265).

Actualmente hay varias asociaciones clericales con facultad de incardinar: algunas son muy autónomas, como la Comunidad San Martín (“Communauté Saint Martin”) o la Sociedad Juan María Vianney (“Société Jean-Marie Vianney”). Aunque ya antes eran asociaciones clericales, solo en 2008 recibieron la facultad de incardinar. También se encuentra entre las asociaciones clericales la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos (erigida como asociación clerical en 2008, aunque antes tenía otra configuración jurídica).

Hay tres que nacen y están ligadas con mayor o menor intensidad a un movimiento: la Asociación clerical del Comunidad del Emmanuel (2017), ligada a la Comunidad del Emmanuel; la asociación clerical “Obra de Jesús Sumo Sacerdote” (2008), del movimiento “Pro Deo et Fratribus – Familia di María” (“Opera di Gesù Sommo Sacerdote” Pro Deo et Fratribus – Famiglia di Maria, aprobada en 2002), y la Fraternidad Misionaria de San Egidio, aprobada en 2019 (actualmente el Moderador es un sacerdote: cfr. Anuario Pontificio 2023, p. 1692; antes era un Obispo, Mons. Vincenzo Paglia: cfr. Anuario Pontificio 2021, p. 1657). En estos casos, al Moderador o Responsable se le atribuyen las facultades de Ordinario, como hace este motu proprio (artículos 1 y 2).

Atención pastoral a los laicos

2. Otra novedad de este motu proprio es que se confirma que a los fieles laicos ligados a las prelaturas se les aplica el canon 107, § 1: “Tanto por el domicilio como por el cuasidomicilio corresponde a cada persona su propio párroco y Ordinario”, también a quien pertenece a las prelaturas y a otros entes, jerárquicos o agregativos (en cambio, esta disposición tiene una escasa relevancia respecto a los clérigos: el vínculo jurídico fundamental del clérigo es la incardinación).

 En este punto, el nuevo canon hace explícito lo que ya existía y se aplicaba antes. Los laicos de la prelatura eran y son fieles también de las diócesis a las que pertenecen por su domicilio o cuasidomicilio. Se trata de una disposición de carácter general cuya finalidad es garantizar que cada fiel tenga a quien acudir para recibir los sacramentos y la Palabra de Dios.

En efecto, en su modo de atender pastoralmente a los fieles, la Iglesia quiere garantizar que cada fiel tenga un párroco propio y un Ordinario.

El primer criterio empleado es muy sencillo: el domicilio, es decir, el lugar de residencia habitual. Como la organización de la Iglesia sigue fundamentalmente un criterio territorial, se dispone que por la residencia habitual el fiel tiene a quien acudir: pertenece a una parroquia o a una diócesis.

De gran interés es que la Iglesia y su derecho se preocupan de atribuir no solo un Ordinario, sino que puede un fiel tener varios Ordinarios y párrocos propios al mismo tiempo, según el lugar de residencia (entra en juego una residencia menos estable: el cuasidomicilio, que se adquiere con tres meses de residencia: cfr. canon 102, § 2). Cabe incluso que una persona tenga un Ordinario o párroco por criterios no territoriales (un militar tendrá el Ordinario del Ordinariato militar; o, si un fiel es de una parroquia personal, tendrá como párroco el párroco de esa estructura personal). Pero ese Ordinario y párroco personales se añaden al Ordinario y párroco por el territorio.

En este ámbito es claro que el fiel goza de gran libertad. Él puede elegir para la celebración de algunos sacramentos el párroco o el Ordinario entre las distintas posibilidades que le ofrece el Derecho

El autorLuis Felipe Navarro

Rector de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, Profesor de Derecho de la Persona, Consultor del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.

Vaticano

La Santa Sede modifica el marco legal de las prelaturas personales

La Santa Sede ha hecho público un cambio en el Código de Derecho Canónico en lo que respecta a las prelaturas personales. La modificación afecta directamente a la única prelatura personal constituida hasta ahora, el Opus Dei.

Paloma López Campos·8 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El 8 de agosto de 2023 la Santa Sede publicó una modificación del Código de Derecho Canónico en los puntos relacionados con las prelaturas personales. Estos cambios afectan directamente a la única prelatura personal constituida hasta ahora, el Opus Dei.

La modificación se realiza en el Libro II, Parte I, Título IV del Código, en concreto en los cánones 295 y 296. En primer lugar, según la nueva redacción del párrafo 1 del canon 295, las prelaturas personales se asimilan en adelante a las asociaciones públicas clericales de derecho pontificio con facultad de incardinar clérigos. Esta es una figura ya regulada por el canon 302 de manera genérica, y en el canon 265 con alusión específica a la posibilidad de que la Santa Sede conceda a algunas de esas asociaciones la posibilidad de incardinar.

Existen actualmente algunas organizaciones de este tipo, como la Comunidad del Emmanuel, que en 2017 modificó sus estatutos para adaptar la colaboración entre clérigos y fieles en su organismo.

Nuevo estatuto del prelado

En segundo lugar, se modifica también el estatuto del prelado en las prelaturas personales. Si antes el Código de Derecho Canónico decía que es “su Ordinario propio”, ahora se refiere a él como “moderador”, lo que corresponde a la asimilación con las asociaciones públicas clericales. Añade la nueva redacción que el prelado “estará dotado de las facultades de Ordinario”, como requiere la relación que debe mantener con el clero incardinado en la prelatura. Esta precisión se introduce tanto en el párrafo 1 del canon 295, como en el párrafo 2 que se refiere a las obligaciones del prelado respecto de su clero propio.

La posición de los laicos

Por lo que se refiere a la posición de los laicos en relación a la prelatura personal, se mantiene básicamente la misma regulación presente en el Código de 1983, si bien se introduce una referencia al canon 107 para recordar que a los fieles laicos les corresponde su propio párroco y su Ordinario en función del domicilio donde residen.

La prelatura personal del Opus Dei

Estos cambios llegan en el momento en que está en proceso la modificación de los estatutos de la prelatura personal del Opus Dei, precisamente como resultado de los requerimientos de la constitución apostólica “Praedicate evagelium” y del motu proprio de “Ad charisma tuendum”, emitido el 14 de julio de 2022, que concretaba para esta prelatura el nuevo marco diseñado por la constitución apostólica mencionada.

Cultura

Hacia el nacimiento del estado de Israel. La Primera Guerra Mundial

Ferrara concluye con este artículo una serie de cuatro interesantes resúmenes histórico culturales para entender la configuración del estado de Israel, la cuestión árabe-israelí y la presencia del pueblo judío en el mundo en la actualidad.

Gerardo Ferrara·8 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Tanto el nacionalismo panárabe como el panislámico empezaron a hacerse «locales», o mejor dicho, a identificar un problema palestino frente a la creciente presencia judía en Palestina, con Rashid Rida (1865-1935), un musulmán sirio que, ganado por las ideas de Al-Afghani y Abduh, se convenció de la necesidad de la independencia árabe, al tiempo que identificaba el arabismo con el islam, elementos que en su opinión estaban indisolublemente unidos.

El «problema palestino”

Rashid Rida fue fundador de la revista Al-Manar y autor del primer artículo antisionista, en el que acusaba a sus compatriotas de inmovilismo. Con Rida germinó una conciencia nacional palestina específica dentro del nacionalismo panárabe y panislámico.
Es importante mencionar las dos corrientes de pensamiento que surgieron del despertar nacional árabe primero y del despertar nacional palestino después, ya que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) es prácticamente hija de la primera, con el movimiento Fatah (aquel del que Yasser Arafat fue líder y del que es miembro el actual presidente de la Autoridad Nacional Palestina); de la segunda, en cambio, Hamás es descendiente directo. En la actualidad, ambas corrientes luchan encarnizadamente entre sí y cada una reivindica ser la representante legítima del pueblo palestino y de sus aspiraciones.

La tierra demasiado prometida

La presencia de potencias occidentales en los territorios gobernados por el Imperio otomano no se remonta a finales del siglo XIX. De hecho, ya en el siglo XV, varios Estados europeos firmaron tratados con la Puerta para asegurarse privilegios. Fue el caso de la República de Génova (1453, inmediatamente después de la conquista otomana de Constantinopla), seguida de Venecia (1454) y otros estados italianos. Después fue el turno de Francia, que firmó varios acuerdos con el Imperio otomano, el más importante en 1604.

Todos estos pactos bilaterales firmados entre la Sublime Puerta y los estados europeos tomaron el nombre de Capitulaciones y establecían que, en materia religiosa y civil, los súbditos extranjeros presentes en los territorios otomanos se remitían a los códigos de los países de los que eran ciudadanos, imitando el modelo conocido como “millet”. Este modelo legislativo estipulaba que cada comunidad religiosa no musulmana era reconocida como una “nación” (del árabe “millah”, turco “millet”) y estaba gobernada por el jefe religioso de dicha comunidad, investido de funciones tanto religiosas como civiles. La máxima autoridad religiosa de una comunidad o nación cristiana (como podían ser los armenios), por ejemplo, era el patriarca.

Dado que, tradicionalmente, la Iglesia católica latina no estaba muy presente en los territorios otomanos, las Capitulaciones, especialmente los acuerdos con Francia, favorecieron la afluencia de misioneros católicos. Otras potencias -incluido en particular el Imperio austrohúngaro, pero más tarde sobre todo Alemania, aliada histórica de Constantinopla también en la Primera Guerra Mundial- empezaron a competir entre sí en el campo de la protección de las minorías no musulmanas del Imperio, y en este juego entró a principios del siglo XX Gran Bretaña, que hasta entonces había permanecido casi con la boca vacía porque no había encontrado minorías que proteger.
Si la política internacional europea había intentado, hasta entonces, mantener vivo al “gran enfermo” que era el Imperio otomano, la entrada de Constantinopla en la guerra del lado del imperio germánico y contra las potencias de la Entente (Gran Bretaña, Rusia y Francia) empujó a estas últimas a acordar la partición de la “carcasa turca”.
Aquí comenzó el gran juego de las naciones sobre el futuro de los mismos pueblos que habían estado sometidos a la Sublime Puerta. Citamos, en particular, una serie de acuerdos y declaraciones que conciernen más de cerca a la zona de Oriente Medio que nos interesa:

– Acuerdo Hussein-McMahon (1915-1916): la esencia de este acuerdo, contraído entre el jerife Hussein de La Meca (antepasado del actual rey de Jordania Abdallah) y sir Arthur Henry McMahon, Alto Comisionado británico en Egipto, era que Gran Bretaña, a cambio de apoyo en el conflicto contra los turcos e importantes concesiones económicas, se comprometería a garantizar, una vez finalizada la guerra, la independencia de un reino árabe que se extendería desde el Mar Rojo hasta el Golfo Pérsico y desde el centro-sur de Siria (el norte quedaba dentro de los intereses franceses) hasta Yemen, con el jerife de La Meca a la cabeza.

– Acuerdo Sykes-Picot. Este acuerdo fue estipulado entre Gran Bretaña, en la persona de sir Mark Sykes, y Francia, representada por Georges Picot, paralelamente a las negociaciones con el jerife Hussein de La Meca, dando testimonio de hasta qué punto la política ambigua y ciega de los Estados europeos en la zona, seguida posteriormente por Estados Unidos, había causado daños devastadores con el paso del tiempo.

Los pactos estipulaban que el antiguo Imperio otomano (en la parte oriental, es decir, parte de Cilicia y Anatolia, junto con la actual Palestina/Israel, Líbano, Siria y Mesopotamia) se dividiría en Estados árabes bajo la soberanía de un líder local, pero con una especie de derecho de tanteo, en asuntos políticos y económicos, para las potencias protectoras, que serían: Francia para la zona interior de Siria, con los distritos de Damasco, Hama, Homs, Alepo hasta Mosul; Gran Bretaña para la parte interior de Mesopotamia, para Transjordania y el Néguev.

Para otras zonas, se preveía la administración directa por parte de las dos potencias (Francia en Líbano, en las zonas costeras de Siria y partes de Cilicia y Anatolia oriental; Gran Bretaña para los distritos de Bagdad y Basora). Palestina, por su parte, quedaría bajo la administración de un régimen internacional acordado con Rusia, los demás aliados y el jerife de La Meca.

– Declaración Balfour (promulgada en 1917 pero cuyas negociaciones se remontan a 1914). Con esta declaración Gran Bretaña afirmaba que veía con buenos ojos la creación de un “hogar nacional”, una definición deliberadamente vaga, en Palestina para el pueblo judío. Sin embargo, los británicos eran muy conscientes de que 500.000 árabes nunca habrían aceptado ser gobernados ni siquiera por 100.000 judíos. Por lo tanto, se reservaron la opción de anexionar Palestina al Imperio británico, favoreciendo la inmigración judía allí, y solo entonces dar a los judíos la posibilidad de autogobernarse.

Sabemos que el general británico Allenby entró victorioso en Jerusalén, liberándola de los otomanos, y que después de la Gran Guerra, Gran Bretaña, que había prometido Palestina a medio mundo, se la quedó para sí. Pero esa es otra historia.

El autorGerardo Ferrara

Escritor, historiador y experto en historia, política y cultura de Oriente Medio.

Cultura

Cruces de caminos en Alemania

En las regiones católicas de Alemania, Austria y Suiza se encuentran numerosas cruces, de muy diversos materiales y también de diversa factura. Una tradición que aún hoy sigue viva.

José M. García Pelegrín·7 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

Durante la Edad Media comenzaron a erigirse cruces en los caminos o cruceros; se atribuye al Papa León III, en 779, la frase: “Que se erijan cruces en las esquinas de los caminos donde la gente suele reunirse”; pero incluso ya algo antes, en los siglos VII y VIII, se extendieron las denominadas “cruces altas” irlandesas y anglosajonas, de donde pasaron por ejemplo a España. Mientras que en la Península Ibérica predominan los cruceros o cruces de caminos de piedra, muchos de ellos relacionados con el Camino de Santiago, en Alemania, Austria y Suiza se realizan de todo tipo de materiales –piedra, metal o madera–. También en este ámbito cultural su origen se remonta a la Edad Media; pero, desde la Reforma protestante, esta devoción popular quedó reservada a las regiones que se mantuvieron católicas, como Renania, Baviera, Austria y algunos lugares de Suiza.

El Bildstock

Entre los numerosos tipos de cruces de caminos, quizá el más típico de las regiones alpinas sea el denominado “Bildstock” o “Bilderstock” (“caseta con imagen/imágenes”). Ahora bien, aunque se suela relacionar con los Alpes, se da también en Franconia, en las partes católicas de Baden, Suabia, en Eichsfeld, en la zona de Fulda, Münsterland, la Alta Lusacia y en Renania: Colonia –donde se encuentran más de 200 de estas cruces– tiene incluso un barrio denominado “Bilderstöckchen” –el sufijo -chen denota diminutivo, un uso bastante usual en la ciudad de la famosa catedral–, así llamado porque allí se encontraba una caseta con imágenes, mencionada por primera vez en 1556.

Bildstock St Barnabe

Estas cruces se suelen alzar preferentemente a lo largo de las carreteras y en los cruces de caminos; frecuentemente son pequeñas obras de arte que invitan a detenerse, pues reconfortan al caminante. En ocasiones han sobrevivido durante siglos; otras son más recientes. A veces se han conservado en su lugar original, a veces se han salvado de la intemperie y se han renovado ampliamente.

Diferentes tipos de cruces

Establecer una tipología resulta prácticamente imposible, pues se extienden desde sencillas estelas de piedra hasta auténticas capillas. En muchos casos reproducen sencillamente un crucifijo, con o sin acompañamiento de la Virgen; pero en muchos otros tienen imágenes de santos. En ocasiones están cerrados con rejas, tras las cuales se encuentran valiosos relieves, pinturas u obras pictóricas policromadas. Otras veces, en la base de una cruz de camino se graba el año de construcción, una breve oración, una petición, un agradecimiento, una bendición o una cita bíblica: “Alabado sea Jesucristo, Ave María”, “Santa María, ruega por nosotros”, “Solo en la cruz está la salvación” o “Ten piedad de nosotros”. Muchas veces, la devoción popular concreta la oración: “Dios bendiga nuestros campos y los proteja del granizo, las heladas y la sequía”.

Orígenes de la tradición

También sus orígenes son muy diversos: desde ser sencillos hitos de camino hasta las célebres “cruces de la peste” en recuerdo a diversas epidemias, pasando por el recuerdo de un accidente o de un difunto, o también el cumplimiento de un voto. En ocasiones, también son lugares de peregrinación y procesión. En el mes de mayo, en muchos lugares se acude a ermitas con imágenes de la Virgen, por ejemplo, de la Piedad.

©Ignatz Brosa 

Las cruces son asimismo lugar de peregrinación con ocasión de las fiestas de la Ascensión y del Corpus Christi. En lugares rurales, los tres días anteriores a la Ascensión se denominan días de rogativas, en los que se celebran procesiones para pedir buen tiempo y buena cosecha; las cruces de los caminos sirven de estaciones de la procesión. Durante las procesiones festivas del Corpus Christi, las cruces de los caminos se decoran y sirven como altar para dar la bendición.

Junto a muchas cruces de caminos suele haber algún banco, que invita a reflexionar sobre las imágenes que allí se representan, que giran en torno a la obra redentora de Cristo. Por tanto, estas cruces no solo ayudan a encontrar el camino en sentido literal, sino también el camino de la vida.

Algunas cruces de particular relieve

En Baviera, en Frauenberg, hay dos cruces relacionadas con la Primera y la Segunda Guerra Mundial. La primera, denominada “Garma-Kreuz” (“cruz de Garma”) por hallarse en una granja de dicho nombre, fue construida por soldados que volvieron de la Primera Guerra Mundial en memoria de sus compañeros caídos y en agradecimiento por haber sobrevivido a las batallas. Además, cerca de ella crece un tipo de rosa que tiene el significativo nombre de “Paz”.

La llamada “Cruz de Müller” fue erigida por la familia del mismo nombre tras la Segunda Guerra Mundial. Se hizo por doble agradecimiento: por un lado, Fritz Müller había sobrevivido cuando huyó del avance de las tropas rusas desde su Silesia natal hasta la Baja Baviera. Y su esposa Marianne, que había sido expulsada de los Sudetes, también llegó sin novedad. “Los dos estuvimos durante meses de camino, con sólo las posesiones más necesarias y en condiciones adversas”, recuerdan. Después de medio siglo desde su huida, erigieron una cruz en señal de agradecimiento.

Bildstock ©Katholische Sonntagszeitung

En Kemoding (al noreste de Múnich), la familia Faltenmaier conserva una cruz germano-rusa: un soldado ruso de ocupación, después de la guerra, descubrió la cruz y se la llevó a su casa. Su nieto Wadim Ulyanov, de Minsk, se la devolvió a Andreas Faltenmaier durante su visita a Bielorrusia: “Debía volver a Alemania para servir de recordatorio para la paz en el mundo”, dice el Sr. Faltenmaier, quien además fabricó una cruz de peregrino, de unos 20 kilos, para poder peregrinar con ella a la romería del distrito cercano de Maria Thalheim, si bien “por las restricciones del COVID hasta ahora solo lo he podido hacer una vez”.

Muy conocida en Baviera es también la “Cruz en el Verde”, cerca de Múnich, que se erigió en el siglo XIX y es un destino popular para caminantes y peregrinos. Se alza sobre una colina, abriéndose a una impresionante vista del paisaje.

Aunque la mayoría de las cruces de caminos tienden a seguir una forma tradicional, también en la población de Kemoding, anteriormente citada, Anton Eibl ha diseñado una cruz muy moderna, situada en el extremo oriental del pueblo, junto a un árbol frutal y dos bancos. Sobre una base de madera a la altura de una persona, hay una obra de arte de metal forjado con una bola dorada en el centro: “Siempre quise poner una cruz –dice Eibl– pero con una forma ligeramente distinta. Creo que ha quedado bien; la esfera simboliza el corazón de Jesús”.

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Vocaciones

Un fruto alegre: la profesión en Nueva York de la niña que bautizó en Tanzania

La mayoría de los párrocos suelen disfrutar viendo crecer a muchos de los que bautizan, cultivando relaciones con ellos y celebrando algunos de sus otros sacramentos. Sin embargo, para los sacerdotes misioneros, como el reverendo Edward Dougherty, es bastante improbable que tengan la oportunidad de ver florecer a su "rebaño". Pero a veces, Dios nos sorprende.

Jennifer Elizabeth Terranova·7 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El reverendo Edward Dougherty ha sido sacerdote misionero de los Padres y Hermanos de Maryknoll durante cuarenta y cuatro años y ha sido superior general. Pasó más de una década en Roma y doce años en África, y ahora forma parte de la catedral de San Patricio de Nueva York, donde aporta una «dimensión misionera» a la parroquia.

Aunque la geografía, el clima, las costumbres locales y la comida pueden haber cambiado para el P. Dougherty a lo largo de los años, una cosa sigue siendo la misma: le sigue encantando celebrar bautizos.

El padre Dougherty se sentó recientemente con Omnes y compartió cómo se reencontró inesperadamente con una chica a la que bautizó hace casi cuatro décadas. Es una historia sobre un bautismo, un encuentro fortuito y una profesión final de votos religiosos.

El bautismo y el encuentro

La primera misión en el extranjero del P. Dougherty fue en Tanzania, África, donde conoció a Susan Wanzagi cuando la bautizó a los cuatro años. Sin que este sacerdote misionero y esta futura hermana misionera lo supieran, se cruzarían unos veintisiete años más tarde en Nueva York, frente al edificio de Maryknoll.

El padre Dougherty recuerda: «Se me acercó y me dijo: ‘¿Es usted el padre Dougherty? Y le dije que sí». Para su sorpresa, ella le dijo: «Soy Susan Wanzagi; usted es el sacerdote que me bautizó en la parroquia de Zanaki». Descubrió que una niña a la que Dios le encomendó bautizar «en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo» hace tantos años también estaba dotada del espíritu de la misión. Algunos dirían que es un «mundo pequeño», pero los fieles lo saben: ¡es providencial! El P. Dougherty está de acuerdo: «Definitivamente, Dios tuvo algo que ver».

Por aquel entonces, Susan ya había comenzado su programa de formación y estaba en camino de convertirse en hermana Maryknoll. El P. Dougherty trabajaba como Superior General, y su tiempo en Tanzania parecía haber pasado hace toda una vida. El encuentro fortuito sólo podía haber sido ordenado por Dios.

Siguieron en contacto y se reunían periódicamente cuando podían. Diez años más tarde, Susan Wanzagi invita al sacerdote que nunca conoció, pero que estuvo allí para administrarle su primer sacramento en su país natal, a 7 488 millas del lugar donde profesaría sus votos perpetuos. Él acepta encantado.

Profesión de los votos

La celebración eucarística y profesión final de votos religiosos tuvo lugar el domingo 16 de julio en la capilla de la Anunciación del Centro de las Hermanas de Maryknoll en Maryknoll, Nueva York. El P. Dougherty comenzó la Misa agradeciendo a Susan su «amable invitación» a formar parte de este día tan especial y dijo que estaba «encantado de estar hoy en su compañía.»

Espíritu misionero

El jovial sacerdote dijo que se refería a la Liturgia del Bautismo «y a su mandato misionero porque fue en su Bautismo donde conocí a Susan». Y continuó: «Me gustaría pensar que bautizándola hace tantos años comenzó su camino misionero, pero ella tuvo que retomarlo, y hoy celebramos a esta discípula misionera». Concluyó diciendo lo orgullosos que estaban de Susan y que Susan «al profesar sus votos perpetuos proclama que nuestro espíritu misionero no ha disminuido».

La hermana Susan expresó su alegría: «Me siento feliz y preparada para realizar la misión de Dios y compartir este servicio y amor con la gente a la que sirvo». 

Aunque podríamos pensar que la «misión» de la Hermana Susan comenzará a su llegada al país donde servirá, de hecho, comenzó en su Bautismo.

Mundo

El Papa subraya en la JMJ que «la alegría es misionera»

El sábado 5 de agosto por la noche, millones de jóvenes estuvieron con el Papa Francisco en el Parque Tejo (Lisboa, Portugal) durante la Vigilia.

Paloma López Campos·6 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

En la noche del sábado 5 de agosto, millones de jóvenes estuvieron junto al Papa Francisco en el Parque Tejo (Lisboa, Portugal), para participar en la vigilia de la JMJ. Tras varias actuaciones y testimonios, el Santo Padre se dirigió a los peregrinos.

El Papa reflexionó sobre el lema de la Jornada Mundial de la Juventud: “María se levantó y partió sin demora” (Lc 1, 39). “Uno se pregunta: ¿por qué María se levanta y va deprisa a ver a su prima?”. Como señaló Francisco, Isabel estaba embarazada, pero María también, entonces, ¿por qué emprendió el camino? El Santo Padre respondió: “María realiza un gesto no pedido, no obligatorio, María va porque ama”.

La Virgen estaba llena de alegría, tanto por el embarazo de su prima Isabel como por el suyo. El Papa explicó que “la alegría es misionera, la alegría no es para uno, es para llevar algo”. Por tanto, interpeló a los jóvenes: “ustedes, que están aquí, que han venido a encontrarse, a buscar el mensaje de Cristo, a buscar un sentido lindo a la vida, ¿esto se lo van a quedar para ustedes o lo van a llevar a los otros?”.

Conseguir esta alegría, dijo Francisco, no es algo que hacemos por nuestra cuenta, “otros nos prepararon para recibirla. Ahora miremos para atrás, todo lo que hemos recibido, lo que hemos recibido y han preparado, todo eso, ha preparado nuestro corazón para la alegría. Todos, si miramos hacia atrás, tenemos personas que fueron un rayo de luz para la vida: padres, abuelos, amigos, sacerdotes, religiosos, catequistas, animadores, maestros. Ellos son como las raíces de nuestra alegría”. Esto provoca en todos una llamada, pues “también nosotros podemos ser, para los demás, raíces de alegría”.

Sin embargo, el Papa señaló que algunas veces podemos caer en el desánimo, a pesar de que estamos en busca de la alegría. “¿Ustedes creen que una persona que cae en la vida, que tiene un fracaso, que incluso comete errores pesados, fuertes, ya está terminada? No. ¿Qué es lo que hay que hacer? Levantarse. Y hay una cosa muy linda que quisiera que hoy se la llevaran como recuerdo: los alpinos, que les gusta subir montañas, tienen un cantito muy lindo que dice así: ‘En el arte de ascender —la montaña—, lo que importa no es no caer, sino no permanecer caído’”.

El Santo Padre quiso resumir su idea en una sola idea, la del camino. “Caminar y, si uno se cae, levantarse; caminar con una meta; entrenarse todos los días en la vida. En la vida, nada es gratis. Todo se paga. Sólo hay una cosa gratis: el amor de Jesús. Entonces, con esto gratis que tenemos —el amor de Jesús— y con las ganas de caminar, caminemos en esperanza, miremos nuestras raíces y vayamos adelante, sin miedo. No tengan miedo”.

Mundo

El Papa anuncia que la próxima JMJ será en Corea del Sur

En el día de la Transfiguración finalizó la JMJ 2023. Durante la Misa de envío, el Papa Francisco se dirigió a los jóvenes en la homilía y anunció que la próxima JMJ en 2027 se celebrará en Seúl, Corea del Sur.

Paloma López Campos·6 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El 6 de agosto, domingo de la Transfiguración, finalizó la JMJ 2023. El encuentro de los jóvenes y el Papa terminó con una Misa de envío, durante la cual el Santo Padre se dirigió a los peregrinos en una homilía y anunció la sede de la próxima JMJ: Seúl, en Corea del Sur.

Francisco comenzó invitando a todos a preguntarse qué es lo que se llevan con ellos volviendo a la vida cotidiana tras estos días. El mismo Papa respondió al interrogante con tres verbos: “resplandecer, escuchar y no tener miedo”.

En cuanto al primer verbo, Francisco explicó que Cristo se transfiguró justo después de anunciar a los apóstoles su Pasión y Muerte. Quería darles algo de luz antes de la prueba. “También hoy nosotros necesitamos algo de luz, un destello de luz que sea esperanza para afrontar tantas oscuridades que nos asaltan en la vida”.

El Papa señaló que Jesús “es la Luz que no se apaga”. Dios ilumina toda nuestra vida, “brillamos cuando, acogiendo a Jesús, aprendemos a amar como Él”. El Santo Padre pidió que nadie se engañe a este respecto, aclaró que los actos de amor son necesarios para tener esa luz.

En relación con el segundo verbo ‘escuchar’, Francisco animó a todos a leer la Palabra de Dios, a adentrarse en el Evangelio para escuchar a Jesús, “pues Él te va a decir cuál es el camino del amor”.

Por último, el Papa animó a los jóvenes a no tener miedo. Afirmó que los jóvenes son el presente y el futuro, y es precisamente a ellos a quien Cristo dice “no tengan miedo”.

“Quisiera mirar a los ojos a cada uno de ustedes y decirles que no tengan miedo”, subrayó Francisco. “Es más, les digo algo muy hermoso, ya no soy yo, es Jesús mismo quien los está mirando en este momento”. Cristo, que conoce a cada uno, es quien dice hoy y aquí “no tengan miedo”.

La importancia de la gratitud

Tras la Misa, el Papa entregó a varios jóvenes, representantes de los cinco continentes, los símbolos de la JMJ 2023. A continuación, dirigió a todos unas palabras antes del rezo del Ángelus. Durante su alocución, señaló la importancia de la gratitud y del deseo de corresponder al bien.

“El Señor nos hace sentir la necesidad de compartir con los otros lo que Dios puso en nuestros corazones”, dijo Francisco, quien fue el primero en agradecer a las autoridades eclesiásticas y civiles su trabajo durante estos días de la JMJ, a todos los voluntarios y trabajadores, y a la misma ciudad de Lisboa. El Papa también agradeció a san Juan Pablo II que comenzara estas jornadas hace años y que interceda por ellas desde el Cielo.

El Santo Padre animó a todos a cuidar lo que Dios ha sembrado en sus corazones. “Mantengan presentes en sus mentes y en sus corazones los momentos más hermosos, para que así, cuando lleguen los momentos de cansancio, de desánimo, que son inevitables, y tal vez la tentación de dejar de caminar, con el recuerdo reaviven las experiencias y la gracia de estos días. Porque, no lo olviden nunca, esta es la realidad, esto son ustedes: el santo pueblo fiel de Dios, que camina con la alegría del Evangelio”.

Francisco saludó también a todos los jóvenes que no han podido participar en la JMJ y les dio las gracias por unirse cada uno en la medida que ha podido. Además, quiso compartir un sueño que tiene en su corazón, “el sueño de la paz, el sueño de los jóvenes que rezan por la paz”.

Corea del Sur, sede de la próxima JMJ

El Santo Padre invitó a todos a Roma para celebrar el Jubileo de los jóvenes en 2025 y, al final de su alocución, anunció la sede de la próxima JMJ en 2027: “tendrá lugar en Asia, será en Corea del Sur, en Seúl”.

Por último, Francisco agradeció a Jesús y a Santa María su presencia en cada JMJ y en la vida de cada uno.

Mundo

El Papa reza el rosario en el santuario de Fátima

El Papa ha visitado en la mañana de este sábado, 5 de agosto, el santuario de Nuestra Señora de Fátima, erigido en el lugar donde la Virgen se apareció a unos pastorcillos en 1917. En la Capilla de las Apariciones, el Papa ha rezado el rosario acompañado por peregrinos y jóvenes enfermos.

Loreto Rios·5 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Hoy, 5 de agosto, después de haber celebrado la Misa en privado, el Papa se ha desplazado en automóvil a la Base Aérea de Figo Maduro de Lisboa, donde, a las 8 (hora de Lisboa) le han llevado en un helicóptero militar a Fátima.

El Papa ha sido recibido en el helipuerto por el obispo de Leiria-Fátima y presidente de la Conferencia Episcopal portuguesa, monseñor José Ornelas Carvalho. A continuación, el Papa ha ido en automóvil al Santuario de Nuestra Señora de Fátima.

Allí, ha entregado unos ramos de rosas y un rosario de oro a la Virgen y ha orado en silencio unos instantes ante la imagen de Nuestra Señora de Fátima. Seguidamente, se ha rezado un rosario multilingüe, con cada misterio en un idioma diferente, con jóvenes enfermos en la Capilla de las Apariciones.

La peregrinación es un rasgo mariano

Al concluir el rezo del rosario, el Papa, después de rezar nuevamente en silencio ante la imagen de la Virgen de Fátima, ha pronunciado un discurso en español, en el que ha señalado que el rosario es “una oración bellísima y vital, vital porque nos pone en contacto con la vida de Jesús y de María. Y hemos meditado los misterios gozosos, que nos recuerdan que la Iglesia sólo puede ser un hogar lleno de gozo. La pequeña capilla en la que nos encontramos es una hermosa imagen de la Iglesia: acogedora y sin puertas, un santuario al aire libre, en el corazón de esta plaza que evoca un gran abrazo materno”.

También ha señalado que la “peregrinación el rasgo mariano que une los misterios que hemos rezado. En efecto, María recibe el anuncio de la alegría, ese ‘Alégrate’ (Lc 1,28) que le cambia la vida; e inmediatamente inicia una peregrinación, que se desarrolla en los misterios siguientes: va donde Isabel, luego a Belén, después al templo de Jerusalén, al que finalmente vuelve para hallar a Jesús. María camina, no se detiene. Lo hace también así en la historia, cuando baja a encontrarnos, como en Fátima, y nos invita a peregrinar, no sólo con el cuerpo, sino sobre todo con la vida”.

Al igual que ayer, el Papa no ha concluido el discurso leído, y, dejando a un lado los papeles, ha improvisado unas palabras, subrayando que la Virgen «se apresura», «va corriendo» allí donde hace falta.

Las apariciones del Ángel

En el discurso completo, el Papa indicaba que Fátima es “una escuela de intercesión” y comentaba algunas de las frases del ángel que se apareció a los niños antes de que lo hiciese la Virgen: “Los pequeños de Fátima se hicieron grandes en la intercesión gracias a un ángel que, un año antes de la venida de Nuestra Señora, los instruyó. Se les apareció y les dijo: ‘No teman’. Siempre, cuando Dios llega, los miedos se desvanecen. Luego, el ángel se presentó: ‘Soy el ángel de la paz’. Siempre, donde está Dios, hay paz. Entonces les hizo una petición: ‘Recen conmigo’. Y les enseñó una oración, que no estaba orientada a pedir por sí mismos y por sus propias necesidades, como hacemos a menudo, sino de adoración e intercesión. Adoración a Dios e intercesión por los demás.

Luego el ángel se arrodilló, inclinó la frente hasta el suelo y los invitó a rezar diciendo: ‘Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman’. Y a continuación, añadió: ‘Los Corazones de Jesús y de María están atentos a la voz de vuestras súplicas’. Esta es la certeza: Dios escucha siempre nuestras oraciones; nunca son inútiles, sino siempre necesarias, porque la oración cambia la historia.

De hecho, el ángel de la paz les explicó que las oraciones y los sacrificios hechos con amor traen la paz al mundo. Finalmente, las últimas palabras que les dirigió a los niños, como asignándoles una tarea, fueron: ‘Consuelen a su Dios’. No sólo nosotros necesitamos el consuelo de Dios, sino que Él nos pide que lo consolemos, porque sufre; sufre por el mal, por las divisiones, por la falta de paz, y pide oración y amor”.

Las apariciones de la Virgen

Subrayando de nuevo la importancia de la intercesión, el Papa comentaba también una de las apariciones de la Virgen en Fátima: “En 1917, cuando la Virgen se apareció, en este mismo mes de agosto, dijo algo sorprendente. Le presentaron algunos enfermos, ella se interesó por ellos, pero enseguida tomó una expresión seria, triste, como señalando una enfermedad más preocupante. Les dijo: ‘Recen, recen mucho; y hagan sacrificios por los pecadores, porque muchas almas van al infierno por no tener quien se sacrifique e interceda por ellas’.

Nosotros, en cambio, quizás habríamos esperado que dijera: hay quien se condena porque es malo, porque el mundo va mal, porque hay poca fe, porque hay ateísmo, relativismo. Pero no, la Virgen no habló de eso; es Madre y no señala con el dedo a nadie ni a la sociedad; no critica, ni se queja, sino que se muestra preocupada porque falta compasión por los alejados, porque no hay quien rece y ofrezca, porque hay poco amor y celo”.

Concluía el discurso haciendo una llamada a acoger esa “invitación a la responsabilidad, a hacernos cargo de los que no creen, no esperan, no aman. Y Dios cuidará de nosotros. Recemos, porque Fátima es una escuela de oración. Ahora, como en el momento de las apariciones, también hay guerra. La Virgen pidió que rezaran el Rosario por la paz. No lo pidió como un favor, sino que, con solicitud maternal, indicó: ‘Recen el Rosario todos los días para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra’. Unamos, pues, nuestros corazones, recemos por la paz, consagremos de nuevo la Iglesia y el mundo al Corazón Inmaculado de nuestra dulcísima Madre”.

Segunda visita del Papa al santuario

Para terminar el acto, en el que ha habido más de 200.000 personas presentes, el Santo Padre ha dado la bendición final y ha saludado a algunos de los jóvenes presentes.

De nuevo en Lisboa, el Pontífice irá al Colégio de São João de Brito, a las 18.00 h (hora de Lisboa), donde tendrá un encuentro privado con miembros de la Compañía de Jesús de Portugal. Por la noche se celebrará la vigilia en el Parque Tejo, uno de los eventos más importantes de la JMJ.

Esta ha sido la segunda visita del Papa al santuario de Fátima, donde ya estuvo los días 12 y 13 de mayo de 2017, cuando se cumplieron 100 años de las apariciones de la Virgen.

Mundo

El Papa indica que «la Cruz es el sentido más grande del amor»

Esta tarde a las 18:00 h (hora de Lisboa) ha tenido lugar el Vía Crucis del Papa con peregrinos de todo el mundo, en la “Colina del Encuentro” de la JMJ Lisboa 2023.

Loreto Rios·4 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa ha sido recibido entre cantos a su llegada a la «Colina del Encuentro» de la JMJ para celebrar el Vía Crucis. La animación musical de la oración ha contado con la participación del proyecto “Manos que cantan”, compuesto por seis personas sordas que coreografiaban las canciones en lengua de signos, traduciendo así las letras de cada canto.

Al inicio del Vía Crucis, el Papa ha dirigido unas palabras en español a los peregrinos, señalando que “Jesús es el camino y vamos a caminar con Él, porque Él caminó cuando estuvo entre nosotros”. Ha indicado que “el camino que más está grabado en nuestro corazón es el camino del Calvario, el camino de la cruz, (…). Miremos a Jesús que pasa y caminemos con Él”.

La belleza del crucificado

También ha resaltado que en la Encarnación y la Cruz Dios «sale de sí mismo para caminar entre nosotros (…). La cruz que acompaña cada Jornada Mundial de la Juventud es la figura de este camino, la cruz es el sentido más grande del amor”. Ha añadido que con ese amor “Jesús quiere abrazar nuestra vida, la tuya, la de cada uno de nosotros (…). Y nadie tiene más amor que el que da la vida por los demás. No se olviden de esto. Y esto lo enseñó Jesús, por eso cuando miramos al crucificado, tan doloroso, vemos la belleza del amor que da la vida por cada uno de nosotros”.

Ha continuado resaltando que “Jesús camina, pero espera algo, espera nuestra compañía, espera abrir las ventanas de mi alma, del alma de cada uno de nosotros”.

Para concluir, ha pedido a los jóvenes que se atrevan a amar: “Él espera empujarnos a abrazar el riesgo de amar. Amar es riesgoso. Es un riesgo, pero vale la pena correrlo. (…) Hoy vamos a hacer el camino con Él, el camino de su sufrimiento, el camino de nuestras soledades”. Ha invitado a que los peregrinos reflexionen sobre su propio sufrimiento y “en las ganas de que el alma vuelva a sonreír. Y Jesús camina a la cruz, muere en la cruz, para que nuestra alma pueda sonreír”.

El Vía Crucis con el Papa

Las estaciones del Vía Crucis han comenzado con un grupo de jóvenes que ha formado una pirámide, simbolizando el Calvario. En cada estación, los jóvenes han coreografiado las estaciones en el escenario de la JMJ. También se ha acompañado cada escena de paneles diseñados por el jesuita portugués Nuno Branco, que representaban a Jesús en los diferentes momentos del Vía Crucis.

Por otra parte, algunas de las 14 estaciones del Vía Crucis han estado acompañadas por los testimonios de jóvenes a través de vídeos: la tercera, “Jesús cae por primera vez”, ha contado con Esther, española de 34 años, que abortó y, años más tarde, regresó a la Iglesia; en la séptima estación, “Jesús cae por segunda vez”, se ha transmitido el vídeo de Joao, joven portugués de 23 años que sufrió acoso escolar, y, años más tarde, depresión. Por su parte, la octava estación ha contado con el testimonio de Caleb, joven estadounidense de 29 años que sufrió drogadicción y salió de ella gracias a su encuentro con Cristo.

Las reflexiones han girado en torno a temas como la depresión, la intolerancia, la destrucción de la Creación, o el individualismo.

Para finalizar, el Papa ha dado la bendición y ha saludado personalmente a todos los artistas que han participado en la preparación y representación del Vía Crucis.

Mundo

El Papa confiesa a jóvenes en la JMJ

Esta mañana el Papa ha confesado a algunos jóvenes peregrinos en la Jornada Mundial de la Juventud. Posteriormente, se ha desplazado al Centro Parroquial de Serafina para tener un encuentro con centros de asistencia y caridad. Francisco no ha podido terminar el discurso porque no veía bien el texto, así que ha improvisado unas palabras. Esta tarde, tendrá lugar el Vía Crucis con jóvenes de todo el mundo.

Loreto Rios·4 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Esta mañana el Papa ha celebrado la Misa en privado y, posteriormente, se ha desplazado al Jardín Vasco de Gama donde, a las 9.00 h (hora de Lisboa), ha confesado a algunos de los jóvenes que participan en la Jornada Mundial de la Juventud.

En este parque, llamado en la JMJ “Parque del Perdón”, se encuentran 150 confesionarios construidos por presos de las cárceles de Coímbra, Paços de Ferreira y Porto.

A continuación, ha ido en automóvil al Centro Parroquial de Serafina para encontrarse a las 9:45 h (hora local) con algunos representantes de centros de asistencia y caridad.

«La caridad es la meta del camino cristiano»

En el encuentro han estado presentes el Centro Parroquial de Serafina, la Casa Famiglia Ajuda de Berço y la asociación Acreditar.

Tras un canto inicial, el Papa ha sido recibido por el párroco y director del centro. Seguidamente, le han presentado los tres centros que participan del encuentro y el Pontífice ha iniciado un discurso en español.

En él, Francisco ha recordado el lema de la JMJ, que hace referencia a la Visitación de María, como ejemplo de caridad: “Es hermoso estar aquí juntos, en el contexto de la Jornada Mundial de la Juventud, mientras contemplamos a la Virgen María que se levanta y va a ayudar a su pariente anciana Isabel (cf. Lc 1, 39). La caridad, de hecho, es el origen y la meta del camino cristiano, y vuestra presencia, realidad concreta de ‘amor en acción’, nos ayuda a no olvidar la ruta, el sentido de lo que hacemos. Gracias por sus testimonios, de los que quisiera subrayar tres aspectos: hacer el bien juntos, actuar concretamente y estar cerca de los más frágiles”.

Ha recordado también que cada persona es un “don único”: “Cada uno de nosotros es un don, un don único —con sus límites—, un don valioso y sagrado para Dios, para la comunidad cristiana y para la comunidad humana. Entonces, así como somos, enriquezcamos el conjunto y dejémonos enriquecer por el conjunto”.

Un discurso improvisado

El Santo Padre ha detenido la lectura a mitad del discurso indicando que “los reflectores” no le permitían ver bien. Ha comentado que enviará el texto del discurso a los presentes para que puedan leerlo y, dejando los papeles, ha continuado hablando de manera improvisada, entre los aplausos del público.

Ha señalado que hay que hacer hincapié en “lo concreto. No hay amor abstracto, no existe, el amor platónico está en órbita, no está en la realidad”. También ha subrayado que el “amor concreto” es el que “se ensucia las manos”.

Ha invitado a los asistentes a preguntarse: “¿El amor que siento es concreto o abstracto?”, y si al dar la mano a un enfermo luego lo que queremos es limpiarla: “¿Le tengo asco a la pobreza de los demás? ¿Busco siempre la vida destilada, esa que existe en mi fantasía, pero no en la realidad?”. “Cuántas vidas destiladas, inútiles, que pasan por la vida sin dejar huella, porque su vida no tiene peso. Y aquí tenemos una realidad que deja peso, que es de inspiración a los demás”, ha continuado. Ha querido también resaltar la labor de los asociaciones caritativas: “Ustedes generan vida nueva continuamente, con el compromiso de ustedes, están generando inspiración. Gracias por eso. Se lo agradezco de todo corazón, sigan adelante y no se desanimen, y, si se desaniman, tomen un vaso de agua y sigan adelante”.

Al finalizar el encuentro, se ha rezado el Padrenuestro y el Papa ha dado la bendición final. Luego, se ha acercado a saludar a los niños del coro y les ha regalado un rosario a cada uno. A continuación, se ha desplazado a la Nunciatura Apostólica para almorzar a las 12 (hora de Lisboa) con el cardenal Manuel Clemente y diez jóvenes de diferentes nacionalidades.

Catequesis «Rise up» de los obispos

Al mismo tiempo que estos encuentros del Papa con diferentes instituciones, están teniendo lugar las catequesis «Rise up» de los obispos para los peregrinos. Un seminarista árabe que ha asistido a una de estas catequesis reflexiona sobre los temas tratados: “Los jóvenes no podemos ser discípulos del teléfono móvil. Las redes sociales no son nuestros maestros, sino Cristo Jesús, el verdadero Maestro. Que los jóvenes tengan buenos criterios y buena formación en su fe y en la doctrina de la Iglesia, es vital para poder vivir de verdad la tolerancia”.

Esta tarde, a las 18:00 h (hora de Lisboa) tendrá lugar el Vía Crucis del Papa con los peregrinos de la JMJ en la “Colina del Encuentro”.

Evangelización

San Charbel: una luz de esperanza para un Líbano en crisis

San Charbel es un santo del Líbano famoso por realizar más de 29.000 milagros desde su muerte en 1898. La devoción a su figura está ampliamente extendida por su país natal, que encuentra en este santo un intercesor muy valioso ante las crisis en el territorio.

Bernard Larraín·4 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

Hace tres años, el 4 de agosto de 2020, la opinión pública mundial se focalizaba en la tremenda explosión del puerto de Beirut, capital del Líbano. ¿Qué ha pasado desde ese terrible día? 

El Líbano es un país milenario de Medio Oriente donde han vivido y siguen viviendo culturas y pueblos muy diversos. La Biblia menciona al Líbano al menos setenta veces. Durante mucho tiempo fue un país mayoritariamente cristiano, aunque hoy en día se calcula que solo el treinta por ciento de los libaneses son cristianos.

Siglo XX y comienzos del XXI

La historia reciente de este país está llena de luces y sombras. Después de la Primera Guerra Mundial, el Líbano dejó de ser parte del Imperio Otomano y quedó bajo mandato francés durante 20 años. La Independencia llega el 22 de noviembre de 1943. Los primeros años de vida institucional independiente, se caracterizaron por una relativa estabilidad y progreso. El Líbano era conocido como la Suiza de Medio Oriente, y Beirut considerada la capital cultural del mundo árabe. Lamentablemente, las tensiones entre los distintos grupos desencadenaron una guerra civil entre 1975 a 1990 que dejó 100.000 muertos y una profunda herida en la memoria colectiva.

Luego siguieron años de cierta tranquilidad interna hasta el asesinato del primer ministro Rafic Hariri en 2005 y el fatídico verano de 2006 marcado por la guerra de 33 días entre Israel y el grupo paramilitar “Hezbollah” (el “partido de Dios”), durante la cual murieron alrededor de 1300 personas. Luego de 10 años de esfuerzos de reconstrucción después de la guerra civil, el país volvía a ser parcialmente destruido.

Cinco años más tarde, en 2011, el Líbano será nuevamente afectado por un conflicto. Ese año empezó la guerra civil en Siria. Esto produjo que un millón y medio (no es fácil hacer un cálculo preciso) de refugiados sirios empezaran a llegar al Líbano huyendo de la guerra. El choque fue grande para las dimensiones tan pequeñas del país y de sus cinco millones de habitantes.

El Líbano en la actualidad

Pero fue en el 2019, cuando el país quebró financieramente y se generó una gran crisis política, social y económica. Las masivas protestas callejeras comenzaron el 17 de octubre de 2019 y sólo terminaron con la otra gran crisis que provocó el Covid a principios del 2020. El tiro de gracia vino con la explosión del puerto de Beirut el 4 de agosto de 2020 que destruyó gran parte de la ciudad y dejó cientos de muertos. Las imágenes y videos dieron la vuelta al mundo por lo impresionante que fue todo. La explosión fue el hecho que de alguna manera resumió en una tarde todos los dramas que el país estaba viviendo.

La situación hizo que mucha gente, entre ellos muchos cristianos, perdiera la esperanza y decidiera dejar el país que los vio nacer para buscar un mejor futuro para sus familias. Hasta el día de hoy, tres años después de esta tragedia, no se sabe bien qué pasó y quien se atreva a investigar los hechos puede que termine mal.

Así, el país se encuentra sumergido en una grave crisis de la que no se ve salida a corto plazo. No hay Presidente de la República, los servicios de electricidad y agua son muy deficientes, la moneda ha perdido prácticamente todo su valor y mucha gente quiere emigrar. 

En medio de esta obscura y difícil situación, la fiesta del gran santo local, san Charbel, celebrada hace pocos días (tercer domingo de julio en el rito maronita), vino a dar luz y esperanza al pueblo libanés. Quien haya venido al Líbano, se habrá sorprendido de descubrir en todas partes a esta gran figura nacional. Además de estar presente en las iglesias o monasterios que abundan en el país, la cara de este viejo monje eremita está en bares, tatuajes, buses, edificios, calles. Esta cara irradia paz y serenidad tan necesaria en regiones de guerra.

La vida de san Charbel

Charbel nació en 1828 en el seno de una humilde familia de Biqa’ kafrâ, un pueblo situado a 1.600 metros de altitud, en el norte montañoso del Líbano. Sus padres, campesinos profundamente cristianos, transmitieron a sus cinco hijos la fe y les dieron el ejemplo de una vida piadosa. Youssef, el más pequeño de ellos, se caracterizó desde muy pequeño por su piedad y sus virtudes. Movido en parte por el ejemplo de sus dos tíos monjes eremitas, se sintió llamado a entrar al monasterio de Nuestra Señora de Mayfouk. Allí estuvo un año, antes de ser enviado en 1852 al monasterio San Marón, en Annaya, donde ingresó a la orden maronita libanesa con el nombre de Charbel. 

El padre Charbel vivió una vida tremendamente austera y completamente tendida hacia la eternidad, centrada en el diálogo constante con Dios y en la Eucaristía, con poquísimos contactos con otras personas. Solo en determinadas ocasiones, por petición de sus superiores, recibía gente en busca de sus consejos espirituales pues su fama de hombre de Dios se difundió por el país. También se le confiaron algunas misiones fuera del monasterio, las que cumplió con gran espíritu de obediencia y discreción.

Charbel murió a los 70 años, el 24 de diciembre de 1898, durante la vigilia de Navidad. Su superior resumió en el registro escrito su luminosa vida: “fiel a sus votos, de una obediencia ejemplar, su conducta fue más angélica que humana”.

El santo de los milagros

Después de su muerte, la fama del santo libanés se extendió de manera prodigiosa y rápidamente se le atribuyeron milagros impresionantes, sobre todo curaciones, que hasta el día de hoy siguen atrayendo a innumerables personas a Annaya, en la montaña libanesa, para rezar antes sus restos mortales y visitar los lugares en que vivió santamente. Si durante su vida Charbel limitó al mínimo sus relaciones sociales, hoy son unos tres millones de visitantes los que vienen a verlo cada año.

No es raro escuchar en el Líbano a alguien a quien Charbel ha hecho un pequeño o gran favor últimamente. No por nada se suele decir que san Charbel es el santo que más hace milagros, y no solo a los cristianos. En efecto, hasta Anaya llegan personas de todo el mundo y muchos musulmanes se acercan también a rezarle.

Desde su muerte, se le atribuyen más de 29.000 milagros, de los cuales un 10% han beneficiado a personas no bautizadas. El primero de ellos fue una misteriosa luz que iluminaba su tumba, poco después de morir, lo que atrajo a mucha gente. San Charbel continua siendo una luz para el pueblo libanés, cristianos y musulmanes, en esta crisis que atraviesa el país del Cedro milenario.

Oración por el Líbano

Dejamos a continuación la oración por el Líbano del cardenal Bechara Raï, patriarca maronita de Antioquía y de todo el Oriente:
«Señor, ayuda a los libaneses, a todos los libaneses, a poder resistir, a tener la paciencia para conservar sus valores espirituales, morales y nacionales. Y Tú, Señor, Tú intervienes siempre en la historia cuando quieres y en el momento que quieres. Pero nosotros sabemos bien, estamos convencidos de que Tú vas a intervenir para ayudar a este Líbano y a estos libaneses que viven en la esperanza y que rezan. En el Líbano, el pueblo es un pueblo que reza. Señor, ¡escucha su oración!

El autorBernard Larraín

Evangelización

El cura de Ars, san Juan María Vianney

San Juan María Vianney, conocido como el cura de Ars, es el patrono de los párrocos y los pastores de almas.

Pedro Estaún·4 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

En Dardilly, no lejos de Lyon (Francia), una tierra de profunda tradición cristiana, el 8 de mayo de 1786, nació Juan María, el santo cura de Ars. Era el cuarto de seis hermanos, de una familia campesina. Muy poco después, estalla la Revolución Francesa y los fieles deberán reunirse ocultamente para la Misa celebrada por alguno de aquellos heroicos sacerdotes, fieles al Papa, que son perseguidos con tanta rabia por los revolucionarios. Tuvo que hacer su primera comunión en otro pueblo, en un salón con las ventanas cuidadosamente cerradas, para que nada se trasluzca al exterior.

Vocación al sacerdocio

A los diecisiete, Juan María determina ser sacerdote e inicia sus estudios, dejando las tareas del campo a las que hasta entonces se había dedicado. El padre Balley se presta a ayudarle, pero el latín se hace muy difícil para aquel mozo campesino. Llega un momento en que empieza a sentir el desaliento y decide entonces hacer una peregrinación a pie a la tumba de san Francisco de Regis para pedir su intercesión.

Por un error es llamado a filas en 1809, a lo que estaban exentos los seminaristas. Cae enfermo y, sin atender a su debilidad, es destinado a combatir en España. No puede seguir a sus compañeros y, desalentado, se ve en la necesidad de desertar, por lo que debe permanecer oculto tres años en las montañas de Noës. Una amnistía le permite volver a su pueblo muy poco antes de que falleciera su madre y reiniciar sus estudios sacerdotales. Sus superiores reconocen su conducta, pero su aprovechamiento es muy bajo y es despedido del seminario. Intenta entrar en los hermanos de las Escuelas Cristianas, sin lograrlo. El padre Balley se presta a continuar preparándole y por fin, el 13 de agosto de 1815, el obispo de Grenoble le ordenaba sacerdote a los 29 años.

Destino, Ars

El arzobispado de Lyon le encargó un pueblo muy pequeño al norte de la capital llamado Ars. El territorio no tenía ni siquiera la consideración de parroquia. Llega el 9 de febrero de 1818 y prácticamente no volverá a salir jamás. Por dos veces se le enviará el nombramiento para otra parroquia, y otras será él mismo quien intente marcharse,  pero siempre se interpondrá la divina Providencia, para que san Juan María llegara a resplandecer, como patrono de todos los curas del mundo, precisamente en una parroquia de un minúsculo pueblo.

Los primeros años los vivió enteramente consagrado a sus feligreses: les visita casa por casa; atiende a los niños y a los enfermos; se encarga de la ampliación y mejora de la iglesia…. Se empleó a fondo en una labor de moralización del pueblo: guerra a las tabernas, lucha contra el trabajo de los domingos, empeño en desterrar la ignorancia religiosa y, sobre todo, su dramática oposición al baile, lo que le ocasionará sinsabores y disgustos, incluso con acusaciones ante sus superiores. Sin embargo años después podía decirse que “Ars ya no es Ars”. El demonio, que no veía con buenos ojos su actuar, atacó al santo con violencia. La lucha contra él tuvo en algunas ocasiones un carácter dramático. El anecdotario es copioso, y en algunas ocasiones, sobrecogedor.

Primeras peregrinaciones a Ars

Juan María solía ayudar a sus compañeros sacerdotes en los pueblos vecinos y aquellos campesinos recurrían luego a él al presentarse dificultades, o simplemente para confesarse y volver a recibir buenos consejos. Éste fue el comienzo de la célebre peregrinación a Ars.

Comenzó como un fenómeno local en las diócesis de Lyon y Belley, pero luego fue tomando mayor extensión de tal manera que llegó a hacerse célebre en toda Francia y aun en Europa entera. De todas partes empezaron a afluir peregrinos, se editaron libros para servir de guía. En la estación de Lyon se llegó a establecer una taquilla especial para despachar billetes a Ars.

Instrumento de las gracias de Dios

Aquel pobre sacerdote, que trabajosamente había hecho sus estudios, y a quien se le había relegado a uno de los peores pueblos de la diócesis, iba a convertirse en consejero buscadísimo por millares de almas. Y entre ellas habría gentes de toda condición, desde prelados insignes e intelectuales famosos, hasta humildísimos enfermos y pobres gentes atribuladas. Debía pasarse el día metido en el confesionario, predicando o atendiendo a los pobres. Sorprende que pudiera subsistir con aquel género de vida. Por si fuera poco, sus penitencias eran extraordinarias.

Dios bendecía copiosamente su actividad. El que a duras penas había hecho sus estudios, se desenvolvía de maravilla en el púlpito, sin tiempo para preparse. Resolvía delicadísimos problemas de conciencia. Tras su muerte habrá testimonios, abundantes hasta lo increíble, de su don de discernimiento de conciencias: a éste le recordó un pecado olvidado, a aquél le manifestó claramente su vocación, a la otra le abrió los ojos sobre los peligros en que se encontraba, a otros les descubrió su modo de ayudar en la Iglesia… Con sencillez, casi como si se tratara de corazonadas o de ocurrencias, el santo mostraba estar en íntimo contacto con Dios y ser iluminado por Él. Y todo con una grandísima cordialidad. Conservamos el testimonio de personas, pertenecientes a las más elevadas esferas de aquella sociedad francesa que marcharon de Ars admiradas de su cortesía y gentileza. Su extrema humanidad le llevó también a la fundación de “La Providencia”: una casa que, en brazos exclusivamente de la caridad, fundó para acoger a las pobres huérfanas de los contornos.

Fallece un santo

El viernes 29 de julio de 1859 se sintió indispuesto. Bajó, como siempre, de madrugada a la iglesia, pero no pudo resistir en el confesionario y hubo de salir a tomar un poco de aire. Antes del catecismo de las once pidió un poco de vino, sorbió unas gotas y subió al púlpito. No se le entendía pero sus ojos bañados de lágrimas, volviéndose hacia el sagrario, lo decían todo. Continuó confesando, pero ya a la noche se vio que estaba herido de muerte. Descansó mal y pidió ayuda: “El médico nada podrá hacer. Llamad al señor cura de Jassans”.

Se dejó cuidar como un niño. No rechistó cuando pusieron un colchón a su dura cama y obedeció al médico. Y se produjo un hecho conmovedor. El calor era insoportable y los vecinos de Ars, no sabiendo qué hacer para aliviarle, subieron al tejado y tendieron sábanas que durante todo el día mantuvieron húmedas. El pueblo entero veía, bañado en lágrimas, que su cura se les marchaba. El mismo obispo vino a compartir su dolor. Tras una emocionante despedida de su padre y pastor, el santo cura ya no pensó más que en morir y, con una celestial  paz, el jueves 4 de agosto de 1859 entregaba su alma a Dios «como obrero que ha terminado bien su jornada». 

Lo canonizó el papa Pío XI el 31 de mayo de 1925. Tres años más tarde, en 1928, el Papa nombró al cura de Ars Patrono de los párrocos y pastores de almas.

El autorPedro Estaún

Mundo

El Papa subraya en la JMJ que «en la Iglesia hay espacio para todos»

Los jóvenes que han acudido a la JMJ en Lisboa recibieron con alegría al Papa Francisco en el Parque Eduardo VII, en el que fue el primer encuentro entre los peregrinos y el Santo Padre.

Paloma López Campos·3 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Los jóvenes recibieron con alegría al Papa Francisco en el Parque Eduardo VII, en el que fue el primer encuentro entre los peregrinos y el Santo Padre durante la JMJ en Lisboa. Los momentos previos a la llegada del Papa estuvieron marcados por la música y la expectación. En cuanto el automóvil en el que se desplazaba Francisco se acercó al recinto, el parque se llenó de gritos de bienvenida.

Cuando el Santo Padre llegó al escenario, un grupo de artistas interpretó un baile. Tras esto pronunció unas palabras de bienvenida el patriarca de Lisboa, el cardenal Manuel José Macário do Nascimento Clemente, quien agradeció el espíritu de juventud que mantiene siempre Francisco.

Durante la ceremonia también se realizó el desfile de banderas de los países que participan en este encuentro. Inmediatamente después, llegaron al lugar los iconos de la JMJ. Todo ello bajo la atenta mirada del Papa Francisco, quien se mostró sonriente.

A continuación, comenzó el momento litúrgico de la ceremonia. El Papa pronunció una oración antes de que el coro cantara el Aleluya y se proclamara un pasaje del Evangelio según san Lucas. El fragmento escogido fue el de los 72 discípulos enviados por Cristo a difundir la Buena Nueva.

Dios nos llama

Tras el Evangelio, el Papa Francisco dirigió a los jóvenes un discurso, que empezó agradeciendo a todos los organizadores y trabajadores de la JMJ. El Santo Padre dijo a los presentes que “no están aquí por casualidad, el Señor os los llamó. No solo en estos días, sino desde el comienzo de sus vidas”.

Francisco animó a todos a pensar que el sentido de la vida de cada uno está en que Dios nos llama a cada uno por nuestro nombre. “Ninguno de nosotros es cristiano por casualidad, todos fuimos llamados por nuestro nombre”.

Francisco explicó que “hemos sido llamados porque somos amados. A los ojos de Dios somos hijos valiosos”. El Señor quiere hacer de cada uno “una obra maestra única y original”, lo cual supone “una belleza que no podemos vislumbrar”.

El Papa animó a que los peregrinos se recuerden esto los unos a los otros. Además quiso subrayar que “somos amados como somos, sin maquillaje, y somos llamados por nuestro nombre. No es un modo de decir. Si Dios te llama por tu nombre, significa que para Dios ninguno de nosotros, sino un rostro, una cara, un corazón”.

Francisco habló también de las ilusiones de la vida virtual y las redes sociales que no conocen a la persona, sino que se centran solo en su utilidad. Algo que con Cristo, no ocurre, pues a Jesús “cada uno de ustedes le importa”.

El Papa Francisco invita a la acogida

Es cierto que en la Iglesia somos todos pecadores, pero somos la “comunidad de los llamados, cada uno como somos”. Por ello, el Papa afirmó que “en la Iglesia hay espacio para todos, ninguno sobra. Eso lo dice Jesús claramente”.

Francisco recalcó que “el Señor no señala con el dedo, sino que abre sus brazos”. En los Evangelios podemos ver que “Jesús nunca cierra la puerta, sino que te invita a entrar y ver”.

Por otro lado, el Papa alentó a los jóvenes a ser inquietos y a hacer preguntas. “Nunca se cansen de preguntar. Hacer preguntas es bueno, es más, a menudo es mejor que dar respuestas”.

El Santo Padre finalizó su discurso recordando, una vez más, que “Dios nos ama, nos ama como somos, no como quisiéramos ser o como la sociedad quisiera que seamos”. En esa tarea de vivir conscientes de ello, nos acompaña Santa María, “nuestra gran ayuda”, pues “Ella es nuestra Madre”.

Por último, el Papa Francisco quiso dirigir unas palabras de ánimo a todos los jóvenes reunidos: “No tengan miedo, tengan coraje, vayan adelante”.

Mundo

El Papa habla a los jóvenes del Buen Samaritano

Esta mañana, a las 10.40 h (hora de Lisboa), el Papa se ha encontrado con jóvenes de Scholas Ocurrentes, una Organización Internacional de Derecho Pontificio erigida por Francisco en 2013, en la sede de Cascais (Portugal).

Loreto Rios·3 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Scholas Ocurrentes se define como «un movimiento de jóvenes por la educación que busca devolvernos el sentido de lo que hacemos a través del deporte, el arte y la tecnología. Estamos comprometidos a crear un entorno inclusivo y transformador, donde cada joven pueda desarrollar su potencial y contribuir positivamente al mundo que lo rodea».

La mañana del 3 de agosto, la sede de Cascais, en Portugal, ha recibido la visita del Papa Francisco, en uno de sus actos oficiales de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebra este año en Lisboa.

El presidente de Scholas Ocurrentes ha recibido al Papa y pronunciado un saludo de bienvenida, en el que ha señalado que “como usted mismo ha dicho en reiteradas ocasiones, la educación actual exige volver al origen para integrar en cada joven el lenguaje del corazón con el de la mente y el de las manos. Por eso Scholas, desde que era usted obispo en Buenos Aires, les da a través del deporte, el arte y la tecnología, una vida con sentido”.

Testimonios de jóvenes

A continuación, tres jóvenes pertenecientes a religiones diferentes han ofrecido su testimonio: Paulo Esaka Oliveira da Silva (evangélico), Mariana dos Santos Barradas (católica) y Aladje Dabo (musulmán).

Paulo Esaka ha señalado que “Scholas es una comunidad donde varias personas pueden entrar, varias personas pueden participar y tener el lugar para expresarse, poder mostrar sus sentimientos, mostrar lo que viven día a día, y creo que eso es Scholas en sí (…)”. Por su parte, Mariana dos Santos ha indicado que para ella “este proyecto fue mucho más que una oportunidad. Fue realmente un encuentro donde no sólo conocí gente diferente, sino que también pude realmente construir puentes con la comunidad y tener la oportunidad de conocer realmente a estas personas que no nos vemos tan a menudo, incluso tenemos inmensas diferencias con nosotros. Sin embargo en estas diferencias encontramos nuestras coincidencias (…)”.

Para finalizar los testimonios, Aladje Dabo ha indicado que “desde que conocí Scholas me enamoré porque también responde a mis pasiones. Una de mis pasiones es justamente contribuir al bienestar de la comunidad, preocuparme por mi prójimo, y esa es la esencia de Scholas. (…) Porque no ve raza, no ve religión, no ve nuestra cultura per se, sino que valora la interculturalidad (…)”.

Un mural de 3 kilómetros

También se le ha presentado al Papa un mural artístico de 3 kilómetros, y Francisco ha tenido una charla relajada con los jóvenes presentes. Les ha comentado, en español, que “una vida sin crisis es una vida aséptica (…), no tiene sabor a nada”. Ha añadido que “las crisis hay que asumirlas y resolverlas (…) y raramente solos”. Ha invitado a los jóvenes a que vivan sus problemas en comunidad, ya que juntos es más fácil afrontar los problemas. Hablando del relato bíblico de la Creación, ha reflexionado sobre cómo Dios transforma el caos en cosmos. “En nuestra vida sucede lo mismo”, ha afirmado.

A continuación, se le ha invitado al Papa a dar una pincelada en el mural. Francisco ha regalado a Scholas Ocurrentes al final del acto un icono que representa al Buen Samaritano. Ha explicado la imagen a los presentes y ha comentado que “a veces en la vida hay que ensuciarse las manos para no ensuciarse el corazón”. El icono es moderno, pero realizado siguiendo fielmente las técnicas tradicionales de pintura al temple de huevo sobre una tabla preparada con pan de oro.

Para finalizar el encuentro, el Papa ha dado la bendición y ha pedido a los jóvenes que recen por él.

Al salir del edificio, Francisco, acompañado de los líderes religiosos presentes, ha asistido a la plantación de un olivo de la paz por parte de los jóvenes.

Seguidamente, se ha desplazado a la Nunciatura Apostólica para almorzar. El próximo acto será a las 16.45 h (hora de Lisboa), el primer gran encuentro con jóvenes de todo el mundo, que tendrá lugar en el Parque Eduardo VII, en el centro de Lisboa.

Mundo

El Papa pide a los jóvenes encarnar la belleza del Evangelio

Durante la mañana del 3 de agosto, el Papa Francisco se reunió con jóvenes estudiantes de la Universidad Católica Portuguesa, durante el cual pronunció un discurso en el que comparó las figuras del peregrino y del universitario.

Paloma López Campos·3 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

El 3 de agosto el Papa Francisco se reunió con un grupo de jóvenes estudiantes de la Universidad Católica Portuguesa. El encuentro forma parte de su agenda en la JMJ y comenzó tras la interpretación de una pieza musical, seguido de un discurso de bienvenida pronunciado por la rectora de la universidad, Isabel Capeloa Gil.

Varios estudiantes tuvieron la oportunidad de ofrecer sus testimonios, basados en “Laudato si’”, en el Pacto Educativo Mundial, la «Economía de Francisco” y el “Fondo del Papa”. Tras las intervenciones, el Santo Padre se dirigió a todos los presentes.

Francisco comenzó hablando sobre la figura del peregrino, que “literalmente significa dejar de lado la rutina cotidiana y ponernos en camino con un propósito, moviéndonos ‘a través de los campos’ o ‘más allá de los confines’, es decir, fuera de la propia zona de confort, hacia un horizonte de sentido”.

El peregrino es un reflejo de la condición humana, explicó Francisco. “Cada uno está llamado a confrontarse con grandes preguntas que no tienen una respuesta simplista o inmediata, sino que invitan a emprender un viaje, a superarse a sí mismos, a ir más allá”. Y esto, que de manera general se aplica a todos, puede verse especialmente en la vida de los universitarios.

El Papa animó a todos a ser exigentes y críticos en ese viaje de búsqueda que seguimos. “Desconfiemos de las fórmulas prefabricadas, de las respuestas que parecen estar al alcance de la mano, sacadas de la manga como cartas de juego trucadas; desconfiemos de esas propuestas que parece que lo dan todo sin pedir nada”.

Jóvenes que buscan sin miedo

Francisco fue más allá y pidió valentía en este proceso, recordando las palabras de Pessoa: “Estar insatisfecho es ser hombre”. Por ello, el Santo Padre aseguró que “no debemos tener miedo de sentirnos inquietos, de pensar que lo que hemos hecho no basta. Estar insatisfechos —en este sentido y en su justa medida—, es un buen antídoto contra la presunción de autosuficiencia y el narcisismo. El carácter incompleto define nuestra condición de buscadores y peregrinos porque, como dice Jesús, ‘estamos en el mundo, pero no somos del mundo’”.

El Papa subrayó que la inquietud no debe preocuparnos. Las alarmas deben saltar “cuando estamos dispuestos a sustituir el camino a recorrer por el detenernos en cualquier oasis —aunque esa comodidad sea un espejismo—; cuando sustituimos los rostros por las pantallas, lo real por lo virtual; cuando, en lugar de las preguntas que desgarran, preferimos las respuestas fáciles que anestesian”.

Francisco fue claro en su mensaje a los jóvenes: buscad y arriesgad. “En este momento histórico los desafíos son enormes y los quejidos dolorosos, pero abrazamos el riesgo de pensar que no estamos en una agonía, sino en un parto; no en el final, sino al comienzo de un gran espectáculo. Sean, por tanto, protagonistas de una ‘nueva coreografía’ que coloque en el centro a la persona humana, sean coreógrafos de la danza de la vida”.

Una educación que da fruto

El Santo Padre quiere que los jóvenes sueñen y se lancen a dar fruto. Por tanto, dijo: “Tengan la valentía de sustituir los miedos por los sueños; ¡no sean administradores de miedos, sino emprendedores de sueños!”.

Francisco también aprovechó para lanzar un mensaje a los encargados de la educación en el mundo. Pidió que las universidades eviten estar comprometidas “en formar a las nuevas generaciones sólo para perpetuar el actual sistema elitista y desigual del mundo, en el que la instrucción superior es un privilegio para unos pocos”.

El Papa puso un gran énfasis en señalar que la educación es un regalo destinado a dar fruto. “Si el conocimiento no es acogido como responsabilidad, se vuelve estéril. Si el que ha recibido una instrucción superior —que hoy, en Portugal y en el mundo, sigue siendo un privilegio— no se esfuerza por restituir algo de aquello con lo que ha sido beneficiado, en el fondo no ha comprendido lo que se le ha ofrecido”.

Por ello, Francisco afirmó que “el título de estudio, en efecto, no puede ser visto sólo como una licencia para construir el bienestar personal, sino como un mandato para dedicarse a una sociedad más justa e inclusiva, es decir, más desarrollada”.

Los jóvenes y el auténtico progreso

El Santo Padre aprovechó también para hablar sobre el progreso real que pide el mundo para hacernos cargo de la casa común. “Esto no se puede hacer si una conversión del corazón y un cambio en la visión antropológica que está en la base de la economía y de la política”.

Pero antes hay que dar otro paso. Francisco subrayó “la necesidad de redefinir lo que llamamos progreso y evolución”. El Papa expresó su preocupación, pues “en nombre del progreso, se ha abierto el camino a una gran regresión”. Pero el Pontífice advirtió que tiene esperanza en los jóvenes: “Ustedes son la generación que puede vencer este desafío, tienen los instrumentos científicos y tecnológicos más avanzados, pero, por favor, no caigan en la trampa de visiones parciales”.

Francisco pidió a los jóvenes universitarios tener en cuenta la ecología integral a la hora de buscar soluciones. “Necesitamos escuchar el sufrimiento del planeta junto al de los pobres; necesitamos poner el drama de la desertificación en paralelo al de los refugiados, el tema de las migraciones junto al del descenso de la natalidad; necesitamos ocuparnos de la dimensión material de la vida dentro de una dimensión espiritual. No crear polarizaciones sino visiones de conjunto”.

Encarnar el Evangelio

El discurso del Papa finalizó con una alusión a la fe de los jóvenes. “Quisiera decirles que hagan creíble la fe a través de sus decisiones. Porque si la fe no genera estilos de vida convincentes, no hace fermentar la masa del mundo. No basta con que un cristiano esté convencido, debe ser convincente”. 

Francisco recalcó que esto es responsabilidad de todo católico, llamado a ser discípulo por el Bautismo. “Nuestras acciones están llamadas a reflejar la belleza —a la vez alegre y radical— del Evangelio”. Y esto debe lograrse recuperando “el sentido de la encarnación. Sin la encarnación, el cristianismo se convierte en ideología; es la encarnación la que nos permite asombrarnos por la belleza que Cristo revela a través de cada hermano y hermana, de cada hombre y mujer”.

Mundo

El Papa invita a no «jubilarse» del «celo apostólico»

El Papa llegó ayer, 2 de agosto, a Lisboa para celebrar la JMJ con los jóvenes. El primer día cerró su agenda con el rezo de vísperas en el Monasterio de los Jerónimos y hoy se encontrará con jóvenes universitarios en la Universidad Católica Portuguesa. Por la tarde, tendrá lugar el primer gran encuentro con jóvenes de todo el mundo en el Parque Eduardo VII, situado en el centro de Lisboa.

Loreto Rios·3 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa continúa su participación en la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa. Ayer, después de reunirse por la tarde con el presidente de Portugal, Augusto Ernesto dos Santos Silva, y el primer ministro, António Costa, se desplazó al Monasterio de los Jerónimos para rezar vísperas acompañado de obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados, seminaristas y agentes de pastoral.

Llegó al monasterio a las 18.30 h (hora local de Lisboa) y fue recibido en la entrada principal por el cardenal Manuel Clemente, el presidente de la Conferencia Episcopal portuguesa y obispo de Leiria-Fátima, monseñor José Ornelas Carvalho, y por el párroco.

A continuación, el Papa presidió la oración de vísperas. En la homilía, pronunciada en español, indicó que se siente “feliz de estar entre ustedes para vivir junto a tantos jóvenes la Jornada Mundial de la Juventud, pero también para compartir vuestro camino eclesial, vuestros cansancios y esperanzas”.

No «jubilarse» del «celo apostólico»

Reflexionando sobre los primeros encuentros de Jesús con los apóstoles, el Papa indicó que a veces podemos experimentar cansancio “cuando nos parece que entre las manos sólo tenemos redes vacías. Es un sentimiento bastante difundido en los países de antigua tradición cristiana, afectados por muchos cambios sociales y culturales, y cada vez más marcados por el secularismo, por la indiferencia hacia Dios y por un creciente distanciamiento de la práctica de la fe. Y aquí está el peligro, que entra la mundanidad.

Y esto a menudo se acentúa por la desilusión o la rabia que algunos alimentan en relación a la Iglesia, en algunos casos por nuestro mal testimonio y por los escándalos que han desfigurado su rostro, y que llaman a una purificación humilde, constante, partiendo del grito de dolor de las víctimas, que siempre han de ser acogidas y escuchadas. (…) En cambio, confiemos en que Jesús continúa tendiendo la mano, sosteniendo a su amada Esposa. Llevemos al Señor nuestras fatigas y nuestras lágrimas, para poder afrontar las situaciones pastorales y espirituales, dialogando entre nosotros con apertura de corazón para experimentar nuevos caminos a seguir. Cuando estamos desanimados, conscientes o no del todo conscientes, nos ‘jubilamos’, nos ‘jubilamos’ del celo apostólico (…)”.

Sin embargo, el Papa ha indicado que, en ese momento de desánimo, es cuando Jesús se sube a la barca y les pide a los apóstoles que echen de nuevo las redes. “Él viene a buscarnos en nuestras soledades, en nuestras crisis, para ayudarnos a recomenzar. La espiritualidad del recomienzo. No le tengan miedo. Así es la vida: caer y recomenzar, aburrirse y recibir de nuevo la alegría”.

Echar la «red del Evangelio»

El Pontífice también hizo un llamamiento a la esperanza en medio de este mundo secularizado: “Hay muchos abismos en la sociedad de hoy, también aquí en Portugal, en todas partes. Tenemos la sensación de que falta el entusiasmo, la valentía de soñar, la fuerza de afrontar los desafíos, la confianza en el futuro; y, mientras tanto, navegamos en la incertidumbre, en la precariedad, sobre todo económica, en la pobreza de amistad social, en la falta de esperanza. A nosotros, como Iglesia, se nos ha confiado la tarea de sumergirnos en las aguas de este mar echando la red del Evangelio, sin señalar con el dedo, sin acusar, sino llevando a las personas de nuestro tiempo una propuesta de vida, la de Jesús (…)”.

Francisco finalizó la homilía pidiendo la intercesión de la Virgen de Fátima, el ángel de Portugal y san Antonio de Padua.

Encuentros con jóvenes

Una vez concluidas las vísperas, el Papa se dirigió en automóvil a la Nunciatura Apostólica de Lisboa, donde cenó en privado. También se reunió con víctimas de abusos del clero portugués. La reunión duró más de una hora y se desarrolló «en un clima de intensa escucha», según señala Vatican News.

Hoy, el Papa se encontrará con jóvenes universitarios en la Universidad Católica Portuguesa, donde bendecirá la primera piedra del Campus Veritatis. Sobre las 11:40 h (hora de Lisboa), se desplazará a Cascais para reunirse con los jóvenes que se encuentran en la sede de las Scholas Occurrentes.

Por la tarde, a las 16:45 h de Lisboa, tendrá lugar uno de los grandes eventos de esta JMJ: el primer gran encuentro con jóvenes de todo el mundo, en el Parque Eduardo VII, situado en el centro de Lisboa.

Zoom

Una oración por Hiroshima

Una niña reza después de soltar una linterna de papel en el río Motoyasu frente a la destruida Cúpula de la Bomba Atómica en Hiroshima. Cada 6 de agosto se recuerda el lanzamiento de la bomba atómica sobre esta ciudad que se ha convertido en símbolo del desarme nuclear

Maria José Atienza·3 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Evangelio

Aliento en los momentos difíciles. Domingo XVIII del Tiempo Ordinario (A)

Joseph Evans comenta las lecturas del XVIII domingo del Tiempo Ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·3 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

La gloria que Jesús reveló en el monte Tabor permitió a sus tres discípulos más cercanos vislumbrar la gloria que le pertenece como Hijo divino y que recibirá su Sagrada Humanidad cuando sea exaltado a la derecha del Padre. 

Por eso no sorprende que la liturgia de la Iglesia nos ofrezca como primera lectura de hoy el texto del profeta Daniel, en el que vemos cómo se confiere la gloria a un misterioso “Hijo del hombre”. Es una profecía de Jesús y de la gloria que acabaría recibiendo su humanidad. 

Esta es la fiesta que celebramos hoy, que nos permite vislumbrar la gloria de la que seremos testigos aún más espléndidos en el cielo si permanecemos fieles. Jesús dio a sus tres discípulos esta visión para prepararlos y fortalecerlos para el escándalo de su Pasión. 

Los tres hombres que le vieron glorioso en el monte Tabor le verían llorar de angustia en el huerto de Getsemaní. Si estamos dispuestos a permanecer fieles en los malos momentos (no es que estos tres discípulos fueran realmente fieles en el huerto, pero lo fueron más tarde), Dios nos glorificará en el cielo, donde seremos testigos y partícipes de la gloria de Cristo.

Jesús levantó brevemente el telón para mostrar su gloria y también dio una visión de ella a dos de las más grandes figuras del Antiguo Testamento, Moisés y Elías. En su estancia en la tierra de los muertos, esperando el desconocido día de su liberación, también ellos necesitaban conocer el valor salvífico de la Pasión de Jesús, su “éxodo”, su viaje más allá de la muerte para conquistarla. Habrían vuelto para contar a sus compañeros de estancia que su largo sueño pronto terminaría y que Jesús los llevaría al cielo. 

Todos necesitamos aliento en los momentos difíciles y eso es lo que Jesús nos ofrece hoy, aunque en cierto sentido todas las fiestas, todos los domingos, nos ofrecen ese aliento. Cada domingo es una nueva Resurrección, un anticipo de la gloria y el triunfo que aguardan a las almas fieles. Pedro se sintió ciertamente animado. 

Tanto que quiso prolongar la experiencia construyendo tres tiendas, una para Jesús, otra para Moisés y otra para Elías, como para seguir “acampando” en este lugar celestial. 

Esta experiencia perduraría en él tan poderosamente que años más tarde volvería a escribir sobre ella en su segunda epístola (la segunda lectura de hoy): “Esta misma voz, transmitida desde el cielo, es la que nosotros oímos estando con él en la montaña sagrada”. 

Habla de ver la “sublime gloria” y de oír al Padre proclamar a Jesús como “mi Hijo amado, en quien me he complacido”. Una gran parte del cielo es compartir la propia filiación de Jesús, ser hijos, hijas, de Dios en él. 

Y cuanto más vivimos nuestra propia filiación divina, cuanto más -guiados por el Espíritu Santo- apreciamos a Dios como Padre ya ahora en la tierra, más empezamos a compartir la alegría del cielo.

La homilía sobre las lecturas del domingo XVIII del Tiempo Ordinario (A)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Mundo

Los jóvenes están en Lisboa para «compartir la esperanza del Evangelio»

El Papa llegó el 2 de agosto a Lisboa y tuvo un encuentro con el presidente de Portugal, las autoridades, la Sociedad Civil y el Cuerpo Diplomático en el Centro Cultural de Belém de Lisboa. En el discurso ante las autoridades, afirmó que los jóvenes están en Lisboa para "compartir la esperanza del Evangelio".

Loreto Rios·2 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Tras su llegada a Lisboa, el Papa se ha desplazado en automóvil a la residencia del presidente, el Palacio Nacional de Belém, donde ha tenido lugar la ceremonia de bienvenida y un intercambio de regalos.

Sobre las 12.15 h (hora local de Lisboa), el Pontífice ha sido recibido por las autoridades políticas, la Sociedad Civil y el Cuerpo Diplomático en el Centro Cultural de Belém de Lisboa.

El Papa está «contento de estar en Lisboa»

En su discurso ante las autoridades, el Papa ha afirmado que está “contento de estar en Lisboa, ciudad de encuentro que abraza diferentes pueblos y culturas, y que en estos días se vuelve todavía más universal; se transforma, de alguna manera, en la capital del mundo. Esto se ajusta bien a su carácter multiétnico y multicultural ―pienso en el barrio Mouraria, donde viven en armonía personas provenientes de más de sesenta países―, y descubre el rasgo cosmopolita de Portugal, que ahonda sus raíces en el deseo de abrirse al mundo y explorarlo, navegando hacia horizontes nuevos y más amplios”.

También ha señalado que el mar en Lisboa “es mucho más que un elemento paisajístico, es una vocación impresa en el alma de cada portugués (…). Frente al océano, los portugueses reflexionan sobre los inmensos espacios del alma y el sentido de la vida en el mundo. Y yo también, dejándome llevar por la imagen del océano, quisiera compartir algunos pensamientos”.

A continuación, el Papa ha reflexionado sobre el hecho de que el océano une pueblos, países, tierras y continentes y que “Lisboa, ciudad del océano, nos recuerda la importancia del conjunto, el valor de las fronteras como zonas de contacto, no como barreras que separan”. Francisco ha señalado que hoy en día los problemas de la humanidad son globales, y solamente juntos se puede hacer frente a ellos.

La JMJ: «impulso de apertura universal»

Recordando que en Lisboa se firmó el Tratado de reforma de la Unión Europea en 2007, el Papa ha señalado que espera que “la Jornada Mundial de la Juventud sea, para el ‘viejo continente’, un impulso de apertura universal. Porque el mundo necesita a Europa, a la verdadera Europa; necesita de su papel de constructora de puentes y de paz en su parte oriental, en el Mediterráneo, en África y en Oriente Medio.

De ese modo, Europa podrá aportar, dentro del escenario internacional, su originalidad específica, esbozada en el siglo pasado cuando, desde el crisol de los conflictos mundiales, encendió la chispa de la reconciliación, haciendo posible el sueño de construir el mañana con el enemigo de ayer, de abrir caminos de diálogo e inclusión, desarrollando una diplomacia de paz que apague los conflictos y alivie las tensiones, capaz de captar los más tenues signos de distensión y de leer entre las líneas más torcidas”.

A este respecto, el Papa ha reflexionado sobre la deriva de Europa y el camino que está siguiendo Occidente: “Pienso en tantos niños no nacidos y ancianos abandonados a su suerte; en la dificultad por acoger, proteger, promover e integrar a los que vienen de lejos y llaman a las puertas; en la soledad de muchas familias que luchan por traer al mundo y criar a sus hijos”.

«Compartir la esperanza del Evangelio»

Ha señalado que Lisboa, que acoge estos días a “un océano de jóvenes”, nos da motivos de esperanza. “No están en las calles para gritar de rabia, sino para compartir la esperanza del Evangelio. Y si desde muchos sectores se respira hoy un clima de protesta e insatisfacción, terreno fértil para el populismo y las teorías conspirativas, la Jornada Mundial de la Juventud es una oportunidad para construir juntos”.

Para concluir, el Papa ha señalado tres “laboratorios de esperanza” en los que trabajar: el medio ambiente, el futuro y la fraternidad. Sobre esta última, Francisco ha señalado que los cristianos la “aprendemos de Nuestro Señor Jesucristo. (…) He sabido que aquí hay muchos jóvenes que cultivan el deseo de hacerse prójimos; pienso en la iniciativa Missão País, que lleva a miles de chicos y chicas a vivir en el espíritu del Evangelio experiencias de solidaridad misionera en zonas periféricas, especialmente en aldeas del interior del país, donde visitan a muchos ancianos que están solos. Quisiera agradecer y animar, junto a las muchas personas de la sociedad portuguesa que se preocupan por los demás, a la Iglesia local, que hace tanto bien, sin protagonismos”.

Después de comer, el Papa se encontrará con el presidente de la asamblea de la república, Augusto Ernesto dos Santos Silva, y con el primer ministro, António Costa.

El último acto de hoy para el Papa será el rezo de vísperas acompañado por el clero local en el Real Monasterio de Santa Maria di Belém.

Estados Unidos

La USCCB recuerda la tragedia de las bombas nucleares

En agosto de 1945, Estados Unidos lanzó dos bombas nucleares sobre Japón. En el aniversario de la tragedia, la Conferencia episcopal estadounidense emitió una declaración el 2 de agosto

Paloma López Campos·2 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

En julio de 1945, como parte del “Proyecto Manhattan”, el ejército estadounidense llevó a cabo una prueba nuclear en el desierto de Nuevo México, Estados Unidos. Apenas unas semanas después, dos bombas nucleares detonaron sobre Hiroshima y Nagasaki, en Japón, causando la muerte a cientos de miles de personas.

En el aniversario de la tragedia, la Conferencia episcopal de los obispos católicos de Estados Unidos (USCCB) ha emitido una declaración. La nota la firma el obispo David J. Malloy, presidente del Comité de Justicia Internacional y Paz de la USCCB.

Al principio del comunicado, Malloy lamenta que las guerras y el desarrollo de las armas nucleares sigan adelante, “mientras se disuelve la arquitectura de control de armamentos”. Después de estar “al borde de la aniquilación nuclear”, los obispos avisan de que “la amenaza de más de 10.000 armas nucleares en nuestro mundo no debe alejarse más de la conciencia pública de la generación actual”.

Una crisis actual

El obispo Malley menciona las amenazas nucleares cruzadas en la guerra actual entre Rusia y Ucrania. Acusa también el provecho que sacan los Estados y otros actores no estatales “de las tecnologías cibernéticas en rápido desarrollo que están dando lugar a sistemas de armas cada vez más sofisticados y letales”.

Por otro lado, la USCCB denuncia que el “Nuevo START”, el Tratado de Reducción de Armas Estratégicas, se está deshaciendo entre Estados Unidos y Rusia. El peligro no está solo en el aumento de la amenaza, sino que el episcopado subraya que “los miles de millones de dólares gastados en el desarrollo de estas armas son recursos preciosos que no están disponibles para otras necesidades críticas de desarrollo humano y económico”.

Gobernar con justicia

El comunicado anima a “permanecer vigilantes para no perder nunca de vista los extraordinarios peligros que estas armas suponen para la humanidad”. El control de armamentos exige prudencia y una especial atención “a las diferencias entre las consideraciones justas e injustas del arte de gobernar”.

La USCCB también se hace eco de las palabras del Papa Francisco al obispo de Hiroshima, a quien escribió en mayo. El Pontífice, rememorando su visita a Japón en 2019, advirtió de que “el uso de la energía atómica con fines bélicos es, hoy más que nunca, un crimen no sólo contra la dignidad de los seres humanos, sino contra cualquier futuro posible de nuestra casa común”.

El Papa Francisco reza durante su visita en Nagasaki el 24 de noviembre de 2019 (CNS photo / Paul Haring)

Una guerra sin victoria

Concluye la declaración de los obispos con una afirmación rotunda: “Una guerra nuclear no puede ganarse y nunca debe librarse”. El obispo Malley invita a todos los católicos “y a las personas de buena voluntad” a rezar para que los gobernantes “traten seriamente de hacer los progresos críticamente necesarios en el control de armas”.

El episcopado pone esta intención en manos de la Virgen de Fátima, que ya intercedió por la paz en el mundo durante los conflictos sucedidos en el siglo XX.

Una obligación moral y política

Esta no es la primera vez que la USCCB se pronuncia acerca de las bombas nucleares. La Conferencia ha hecho pública en diversas ocasiones su preocupación por la amenaza que supone el armamento nuclear.

En 1983, la USCCB publicó una carta pastoral llamada “The Challenge of Peace”. En ella mencionaron el “gran esfuerzo intelectual, político y moral” que requieren los avances para evitar una guerra nuclear y fomentar el desarrollo de políticas de control.

Diez años después, en una declaración llamada “The Harvest of Justice is Sown in Peace” los obispos subrayaron que “la eventual eliminación de las armas nucleares es más que un ideal moral; debería ser un objetivo político”.

En la página web de la USCCB se puede encontrar toda una sección con los distintos documentos de la Conferencia hablando sobre las bombas nucleares, así como materiales para profundizar en la reflexión acerca de esta crisis.

Mundo

El Papa Francisco comienza la JMJ Lisboa 2023

El Papa Francisco llegó a las 10 (hora local) a Lisboa para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud, después de un viaje de 3 horas desde Roma.

Loreto Rios·2 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El 31 de julio, el Santo Padre encomendó la JMJ a la Virgen, según informa un comunicado del Vaticano: “El Papa Francisco se dirigió, como es habitual, a la Basílica de Santa María la Mayor, donde se detuvo en oración ante el icono de la Virgen Salus Populi Romani, encomendándole el viaje y a los miles de jóvenes que encontrará en los próximos días”.

Esta es la 37º JMJ y la primera después de la pandemia. El avión en el que ha viajado el Papa a la JMJ despegó del aeropuerto de Fiumicino a las 8 de la mañana (hora de Roma). El Papa ha aterrizado en Lisboa tres horas más tarde (11 de Roma y Madrid, 10 de Lisboa). En el avión del Papa han viajado también sus acompañantes, unos 70 periodistas de diarios internacionales y la tripulación.

El Papa Francisco a su llegada a Lisboa (captura de pantalla
de Vatican Media Live).

Mensajes del Papa a Francia y España mientras las sobrevolaba

Antes del vuelo, el Papa ha enviado un telegrama de despedida al presidente italiano. Mientras sobrevolaba Francia, ha enviado al presidente, Emmanuel Macron, el siguiente mensaje: «Al pasar por el espacio aéreo francés camino de Portugal, envío saludos de buenos deseos a su excelencia y a sus conciudadanos al mismo tiempo que le aseguro mis oraciones por la paz y el bienestar de la nación».

A su vez, mientras sobrevolaba España, el Pontífice ha enviado un mensaje al rey Felipe VI: «Envío cordiales saludos a su Majestad, los miembros de la familia real y al pueblo de España mientras vuelo sobre su país en mi camino a Portugal. Asegurando a todos ustedes recordarles en mis oraciones, invoco sobre este reino las bendiciones de serenidad y alegría de Dios Todopoderoso».

Aterrizaje en Lisboa

El Papa ha aterrizado en el aeropuerto de la Base Aérea de Figo Maduro y ha sido recibido por el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, con quien conversará brevemente en la Sala VIP. A continuación, se desplazará en automóvil al Palacio Nacional de Belém, residencia del presidente, para la ceremonia de bienvenida. Seguidamente, Francisco será recibido por las autoridades políticas y religiosas en el Centro Cultural de Belém.

Después de comer, Francisco se encontrará con el presidente de la asamblea de la república, Augusto Ernesto dos Santos Silva, y con el primer ministro, António Costa.

La agenda de hoy del Papa se cerrará con el rezo de vísperas en el Real Monasterio de Santa Maria di Belém acompañado por el clero local.

Sigue en directo la llegada del Papa
Vaticano

Un parque interactivo para promover la fe durante la JMJ

Rome Reports·2 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

Pantallas con croma, realidad virtual, conciertos al aire libre, teatro y cine. Así es Cristonautas, el parque temático instalado en el centro de Lisboa, cuyo objetivo es promover la fe entre los jóvenes que acuden a la Jornada Mundial de la Juventud. 

Una experiencia interactiva para todos aquellos peregrinos que estén en la capital portuguesa y quieran trasladarse, gracias a la tecnología, a lugares importantes de la cristiandad como Nazaret. 


Ahora puedes disfrutar de un 20% de descuento en tu suscripción a Rome Reports Premium, la agencia internacional de noticias, especializada en la actividad del Papa y del Vaticano.
Ecología integral

PsychoCath: la JMJ como punto de encuentro de psicólogos católicos

Lisboa acoge, dentro del marco de la Jornada Mundial de la Juventud y de múltiples actividades diferentes, un encuentro de estudiantes y jóvenes psicólogos de todo el mundo para reflexionar sobre la misión y los retos de la Psicología en el siglo XXI y compartir el reto de recristianizar el mundo de la Psicología.

Maria José Atienza·2 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

Portugal vibra estos días con los cientos de miles de jóvenes que, de manera pacífica y alegre, han tomado sus calles y plazas en una singular marea de cantos, oraciones y convivencia. Es la Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá su punto álgido el sábado y domingo con los actos centrales en los que estará presente el Papa Francisco que ya está en suelo portugués.

Pero además, este miércoles 2 de agosto, en el marco de esta Jornada Mundial de la Juventud se desarrolla un interesante encuentro: PsychoCath. Se trata de una iniciativa liderada por un grupo de jóvenes psicólogas, católicas que pretende ser un punto de partida para crear una red profesional de jóvenes psicólogos que compartan actividades o proyectos que se están realizando a nivel mundial.

Con ellas hemos hablado, desde Omnes para conocer este encuentro, sus objetivos y la importancia de cuidar el equilibrio psicológico y espiritual en un mundo marcado por el

¿Por qué nace y en qué consiste esta iniciativa de PsychoCath?

Psychochat

–PsychoCath nace en el III Encuentro de la Red de Psicoterapeutas de inspiración Católica que tuvo lugar el pasado 24 y 25 de marzo en Madrid. Comenzó con la propuesta del doctor Carlos Chiclana a la inquietud de algunas de las psicólogas jóvenes que asistimos al encuentro.

PsychoCath será un encuentro en la JMJ, pero también el comienzo de una red internacional de psicólogos católicos de todo el mundo. Permitirá establecer contacto con otros jóvenes psicólogos de diferentes países, crear comunidad y recordar nuestra misión como católicos.

Asimismo, será una plataforma en la que se podrá dar a conocer asociaciones, actividades o proyectos que se están realizando a nivel mundial y que contribuyan a nuestra formación tanto personal como profesional.

¿Por qué habéis elegido el marco de la JMJ ?

–La JMJ es la reunión más grande de jóvenes católicos a nivel mundial, lo cual encaja con lo que buscamos en PsychoCath: conocer y establecer vínculos con otros psicólogos católicos de todo el mundo, que están terminando sus estudios o empezando su vida laboral.

Además es un momento en el que el Papa nos recuerda la importancia de entregarnos al mundo desde nuestra vocación cristiana, y en el que tenemos que aprovechar para coger con más fuerza la responsabilidad de que somos psicólogos católicos.

La JMJ también es una experiencia de la Iglesia universal, propiciando un encuentro entre los pueblos del mundo, por lo que todos los jóvenes vamos con la predisposición de establecer puentes con personas de todos los países.

El objetivo no es tener una psique perfecta, sino contar con los recursos necesarios para no derrumbarnos en momentos de dificultad

Úrsula.Psicóloga y miembro de Psychocath

¿Qué puede aportar la visión y la fe cristiana al ejercicio de la Psicología?

–La manera de entender la vida y a la persona tiene un impacto muy grande en la manera de entender y ejercer la Psicología. Es fundamental que los psicólogos católicos partan y construyan su competencia profesional sobre una base sólida de antropología cristiana.

Un psicólogo católico mira a la persona teniendo en cuenta su dignidad intrínseca e incondicional, como hijo de Dios. Comprende que estamos creados por amor y para amar y desde este marco acompaña a las personas. Parte de que estamos llamados a realizarnos plenamente, a entregarnos a los demás, a vivir por algo grande, en lugar de buscar el mero bienestar y estabilidad de la persona.

Un psicólogo católico tiene una mirada amplia e integradora, es consciente de que su ciencia no puede pretender abarcar todo el misterio del ser humano, sino contribuir desde su humilde profesión. Por ello integra la dimensión espiritual en la vivencia de la persona, y conoce la importancia del vínculo con Dios, el sentido de vida, de la trascendencia, etc.

En una sociedad en la que aumentan las consultas y la asistencia a los profesionales, ¿cómo cuidar nuestra alma, nuestro cuerpo y nuestra psique?

–En primer lugar, pensamos que es importante tomar conciencia de que somos una unidad, por lo que el tener una psicología sana forma parte de un modo de vida saludable en general. Esto es, dormir las horas necesarias, tener una buena alimentación, cultivar relaciones sociales satisfactorias, practicar deporte, etc.

En segundo lugar, conocerse a uno mismo para saber cómo reaccionamos en momentos de mayor estrés y vulnerabilidad. Darnos cuenta de qué modo nos afectan las cosas a cada uno y cómo solemos responder ante ello es clave a la hora de poder poner límites y protegernos respecto a las exigencias o cargas innecesarias que nos impone la sociedad o incluso nosotros mismos. Estos límites serían, por ejemplo, no trabajar más de una serie de horas, permitirnos desconectar, no atender más de una tarea a la vez…

Para conocerse es necesario tener tiempo para parar y reflexionar sobre nuestra vida y lo que realmente queremos, para poder dirigirnos después a metas que merezcan la pena y llenen de sentido nuestra existencia.

Así pues, el objetivo no es tener una psique perfecta, sino contar con los recursos necesarios para no derrumbarnos en momentos de dificultad y poder seguir adelante. Conocernos para saber regularnos y aprender a pedir ayuda antes de llegar al límite de nuestras fuerzas.

Zoom

Lisboa, capital de la Juventud

La Misa de Apertura de la Jornada Mundial de la Juventud ha reunido a cientos de miles de jóvenes en Lisboa. Se trata de la 38 edición de este encuentro de jóvenes católicos.

Maria José Atienza·2 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Familia

Noviazgo: un tiempo para hacerse y crecer juntos

El tiempo previo al matrimonio, el noviazgo, es el momento clave para que se decidan a ayudarse mutuamente, a corregirse e intentar mejorar.

Santiago Populín Such·2 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

El noviazgo no sólo es un tiempo para conocerse, es también un tiempo para hacerse: tienes que hacer a tu futuro esposo, tienes que hacer a tu futura esposa.

El tiempo de noviazgo es de gran importancia pues supone un primer compromiso –fino y leal– que incluye el ayudar al otro para que sea mejor persona. Es preciso recordar que ninguna persona nace madura ni perfecta. En este sentido, el conocimiento mutuo y progresivo en el noviazgo irá haciendo florecer las cualidades y los defectos de cada uno.

Ante ese descubrimiento –después de haberlo valorado– uno puede decir: “ya no quiero seguir”, y no pasa nada, pues para esto es el noviazgo, para discernir bien y acertar en el amor; o uno puede decir: “Te quiero, aún sabiendo que tienes cosas buenas y malas –como las tengo yo–, pero te quiero con todas ellas y podemos luchar por mejorar y crecer juntos”. Ese es el momento clave para que se decidan a ayudarse mutuamente, a corregirse e intentar mejorar.

He conocido algunos jóvenes estancados, sin ideales, impermeables a los consejos y ejemplos de su hogar. Pero de pronto, se enamoran, aparece una persona que les cambia la vida, les genera un despertar de fuerzas que estaban dormidas. Entonces, consiguen estudiar o trabajar con intensidad, mostrarse más amables, entusiasmarse por corregir sus defectos y por conocer más a Dios, por ser santos. Ante esto, uno se puede preguntar: ¿qué ocurrió allí? Lo que ocurre es que llegó el amor, y el amor es una fuerza transformadora que se demuestra con obras concretas.

A veces también se escucha entre los jóvenes: “él/ella no tiene ninguna intención de cambiar tal aspecto que no me gusta y que a mi me parece importante”. Este tipo de afirmaciones conviene tenerlas en cuenta y afrontarlas con sinceridad y sin ingenuidades, pues si en el tiempo de noviazgo no se está dispuesto a intentar cambiar algo relevante para el otro, en el matrimonio tampoco lo hará.

El matrimonio es un modo específico de realizar la vocación de la persona al amor. Por esta razón san Josemaría decía que el noviazgo es una escuela de amor, y “como toda escuela de amor, ha de estar inspirado no por el afán de posesión, sino por el espíritu de entrega, de comprensión, de respeto, de delicadeza” (San Josemaría, Conversaciones, n. 105). La labor de escuela es semejante a la labor de siembra en el campo; todo lo que los novios siembren en ese hermoso período, lo cosecharán juntos en el futuro matrimonio.

Entonces, ¿cómo se concreta esto de hacerse y crecer juntos en el noviazgo? Mediante la práctica de las virtudes –que serán el sustrato sobre el que se desarrolle la semilla de un buen y santo matrimonio– conseguirán crecer y madurar personalmente y también como pareja. En lucha por vivirlas, se crece en el amor –en el verdadero amor– y en la capacidad de amar, beneficiándose así los dos.

A continuación, presento algunos puntos (principalmente virtudes) en los que conviene ejercitarse para ese “hacerse y crecer juntos”:

Humildad. Aquella virtud que nos permite descubrir nuestro sitio y a ocuparlo, pues la humildad es la verdad sobre uno mismo. Nos ayuda a desarrollar nuestro rol y a dejar al otro que ocupe el lugar que le corresponde. También nos ayuda a reírnos de nosotros mismos y a convivir con los propios defectos desde la óptica de la caridad.

Generosidad. Esta virtud se refleja en el saber renunciar a aquello que preferimos para dar el gusto al otro. Es una real manifestación de caridad, pues permite volcar todo ese amor que se le tiene en pequeños actos de servicio, que hagan la vida más agradable al otro. En un apasionante libro, uno de los personajes principales –Serguei– dice a su amada: “sólo existe una felicidad indudable en el mundo: vivir para los demás”; ante tal afirmación, su amada reflexiona para sí misma: “tal idea me pareció extraña en ese entonces, porque no la comprendía, no obstante, se infiltró en mi corazón sin razonamientos” (L. Tolstoi, La novela del matrimonio). ¡Qué bueno es saber abrir nobles horizontes al otro!

Respeto, pureza, amor hermoso. “La pureza procede del amor, y el amor consiste especialmente en saber abrir el corazón al otro” (G. Derville). Muchos jóvenes preguntan: ¿hasta dónde se puede llegar en la manifestación de afecto en el noviazgo? Es importante aclarar que el amor tiene sus expresiones afectivas y físicas según la etapa en la que esté. En este sentido, el noviazgo es el tiempo único e irrepetible de la promesa, no el de la vida conyugal. El trato mutuo en un noviazgo cristiano tiene que ser el de dos personas que se quieren pero que no se han entregado totalmente al otro en el santo sacramento del matrimonio. Por esta razón tienen que luchar por ser prudentes, delicados en el trato, elegantes –cuidar el pudor–, respetarse mutuamente evitando las ocasiones que pueden poner al otro en circunstancias límites.

Vida de piedad (Oración, Misa, devoción a la Virgen María, entre otros). Se vive bien un noviazgo cristiano cuando se ayuda al otro a estar más cerca de Dios. En toda familia cristiana la vida espiritual es fundamental, pues es edificar la casa sobre roca (Mt 7, 25). Por esta razón, es importante que ya desde el noviazgo dejen que Dios tome posición entre los dos: “haced, por tanto, de este tiempo vuestro de preparación al matrimonio un itinerario de fe: redescubrid para vuestra vida de pareja la centralidad de Jesucristo y del caminar en la Iglesia” (Benedicto XVI, Discurso, Ancona, 11-9-2011).

Sinceridad, transparencia y confianza. Son imprescindible para poder tener un sólido proyecto juntos; no hay que olvidar que el noviazgo es una relación de dos.

Saber escuchar. El escuchar, es una dimensión de la caridad. “La escucha, en efecto, no tiene que ver solamente con el sentido del oído, sino con toda la persona. La verdadera sede de la escucha es el corazón. Escuchar es, por tanto, el primer e indispensable ingrediente del diálogo y de la buena comunicación” (Francisco, Roma, 24 de enero de 2022, Memoria de san Francisco de Sales).

Amistad y compañerismo: El libro del Cantar de los Cantares nos muestra que los amantes han construido una relación sólida basada en la amistad, son amigos y compañeros. Cabe resaltar que el amor se construye sobre la amistad que tiene la pareja, por esta razón el novio debe ser el mejor amigo de su novia y viceversa. Es importante que se apoyen mutuamente, que se acompañen tanto en los buenos momentos como en los malos. También, que se alegren por los éxitos del otro; la correcta alegría de uno es la alegría del otro. Y por último, aprender a tomar decisiones en conjunto con paz y alegría, aunque alguno tenga que ceder.

Empatía. Se entiende la empatía como la cualidad de ponerse en el lugar del otro, hacerse cargo de lo que vive. La empatía unida a la caridad contribuye a fomentar la comunión de corazones, como decía san Pedro: “Tened todos el mismo pensar y el mismo sentir” (Cfr. Láinez J., Ser quien eres).

Paciencia. La madre Angélica (fundadora de EWTN) decía “la paciencia es ajustar tus tiempos a los tiempos de Dios”. Es bueno practicarla en pequeñas cosas, por ejemplo: en la cola del banco, mientras conduces, en el trato con tu familia, etc.

Saber pedir perdón. Ejercitarse en la habilidad de resolver conflictos con rapidez y sencillez, recordando que ninguno tiene la razón total.

En conclusión, el noviazgo cristiano es una apasionante travesía llena de retos que permite crecer personalmente y hacer crecer al otro mediante el ejercicio de las virtudes. Por esta razón, el noviazgo cristiano es un camino de santidad y de preparación para vivir la vocación universal al amor, concretado en el matrimonio.

El autorSantiago Populín Such

Bachiller en Teología por la Universidad de Navarra. Licenciado en Teología Espiritual por la Universidad de la Santa Cruz, Roma.

Vaticano

Un representante de la Santa Sede en Vietnam, ¿preludio de un camino similar con China?

El pasado 27 de julio, durante la visita del presidente vietnamita Vo Van Thuong al Vaticano, se hizo oficial que Vietnam y la Santa Sede habían ultimado el acuerdo para que la Santa Sede pueda nombrar a un representante residente en Hanoi.

Andrea Gagliarducci·1 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Este acuerdo es un paso adelante hacia la normalización de las relaciones diplomáticas, que solo se producirá al final cuando se defina el acuerdo para el intercambio de embajadores. Pero es un avance importante, si se tiene en cuenta que se ha llegado a él tras larguísimas negociaciones, diez reuniones de un comité conjunto Vietnam-Santa Sede hecho a nivel de «viceministros de Exteriores», un acuerdo para el nombramiento de obispos y la presencia, ya desde 2011, de un representante no residente de la Santa Sede en Vietnam, que ha sido nuncio en Singapur desde el principio.

Si, por tanto, Vietnam no es todavía el 185º Estado que mantiene relaciones diplomáticas plenas con la Santa Sede, el hecho de que exista un representante residente es un avance nada desdeñable. De hecho, puede ser incluso un precedente importante en lo que respecta a las relaciones entre la Santa Sede y China. Es bien sabido, de hecho, que el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado vaticano, está presionando para que haya un representante residente de la Santa Sede en Pekín, para no establecer relaciones diplomáticas, pero al menos tener una presencia de la Santa Sede que pueda observar de cerca la situación de los cristianos y trabajar con el gobierno de Pekín para que se entienda bien la situación de los cristianos y la posición de la Santa Sede.

¿Un acuerdo con perspectiva china?

Por supuesto, comparar China y Vietnam no es del todo correcto. En Vietnam hay 8 millones de católicos, el 6,7% de la población, y el «peso específico» de la población católica en el país es muy fuerte. Las relaciones con el gobierno han sido fluctuantes, pasando de la persecución abierta al diálogo, hasta cuestiones de libertad religiosa que han amenazado con socavar incluso el trabajo realizado para normalizar las relaciones diplomáticas.

Sin embargo, también hay similitudes que no deben subestimarse.

Vietnam es una república socialista, como China. Como en el caso de China, también en Vietnam la figura clave en la redefinición de las relaciones diplomáticas fue el cardenal Etchegaray. Visitó oficialmente el país en 1989, abriendo el camino a las posteriores visitas de una serie de delegaciones papales a las diócesis vietnamitas. E incluso con Vietnam, la Santa Sede pudo iniciar un camino de normalización que comenzó con un acuerdo sobre el nombramiento de obispos, que fue en cierto modo precursor del acuerdo con China.

El modelo vietnamita para el nombramiento de obispos funciona así: hay un periodo de consulta, al final del cual el representante papal envía los resultados a la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, que sigue teniendo jurisdicción sobre Vietnam. Esta última finaliza la lista de tres candidatos, que se presenta al Papa, quien hace su elección. Solo después de la elección del Papa, la Santa Sede discute el candidato seleccionado con el gobierno vietnamita. El gobierno vietnamita examina la candidatura y finalmente acepta al candidato. A continuación, la Santa Sede anuncia el nombramiento del obispo.

No sabemos cómo es el modelo chino, fruto de un acuerdo provisional, pero es plausible que el procedimiento no se desvíe mucho de este acuerdo. Este acuerdo también fue propiciado por el cardenal Pietro Parolin, en 1996, cuando era subsecretario para las Relaciones con los Estados, es decir, viceministro de Asuntos Exteriores del Vaticano.

Ahora, Vietnam da un paso más hacia las relaciones diplomáticas plenas al aceptar un representante residente de la Santa Sede en Hanoi. Y cabe preguntarse si China también dará este paso en un futuro próximo.

El protocolo entre Vietnam y la Santa Sede

En la comunicación en la que se anunciaba el protocolo, se afirmaba que «en las conversaciones entre el Presidente Vo Van Thuong y el Papa Francisco, y el Cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin respectivamente, las dos partes expresaron su gran aprecio por el notable progreso en las relaciones entre Vietnam y la Santa Sede, y las contribuciones positivas de la Comunidad Católica de Vietnam hasta el momento».

Además, «ambas partes expresaron su confianza en que el Representante Pontificio Residente cumplirá con los requisitos de la función y el mandato otorgados en el Acuerdo, proporcionará apoyo a la comunidad católica vietnamita en sus compromisos en el espíritu de la ley y, siempre inspirados por el Magisterio de la Iglesia, para cumplir con la vocación de ‘acompañar a la nación’ y ser ‘buenos católicos y buenos ciudadanos’, y contribuir al desarrollo del país, mientras que el representante será un puente para avanzar en las relaciones entre Vietnam y la Santa Sede».

Las relaciones entre la Santa Sede y Vietnam

Desde 1975, cuando el Delegado Apostólico en Vietnam fue expulsado por el gobierno comunista, no ha habido ningún representante permanente de la Santa Sede en Vietnam.

El actual representante no residente es el nuncio en Singapur, el arzobispo Marek Zalewski, que ha visitado Vietnam con frecuencia en los últimos años, continuando la labor de puente que había iniciado su predecesor, el arzobispo Leopoldo Girelli, primer representante no residente de la Santa Sede en Hanoi. Las negociaciones han durado 14 años, con diez reuniones que han visto una continua solidificación de las relaciones.

Además, si en 2018 Cáritas Vietnam ha podido celebrar el décimo aniversario de su reapertura tras 32 años de cierre forzado por el régimen comunista, se debe también a este difícil trabajo de diálogo.

Vietnam es tierra de mártires. Uno de sus santos más conocido es el cardenal François Xavier Van Thuan, que pasó trece años en prisión, nueve de ellos en régimen de aislamiento, y luego fue llamado al Vaticano para ejercer primero de vicepresidente y luego de presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz.

El autorAndrea Gagliarducci

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Evangelización

Madre Cabrini, la patrona de los inmigrantes

La madre Cabrini hizo de su vida una entrega total a los necesitados en la ciudad de Nueva York. Como ella misma afirmaba: “Iré a donde sea y haré lo que sea con tal de comunicar el amor de Jesús a quienes no le conocen o le han olvidado”.

Jennifer Elizabeth Terranova·1 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Frances Cabrini nació en el norte de Italia el 15 de julio de 1850. Nació dos meses prematura, pero eso no impediría que esta gigante espiritual, que no llegaba al metro y medio de estatura, llevara a Cristo a tanta gente como pudiera.

María Francisca Cabrini era la menor de trece hermanos en una familia muy devota. Desde muy pequeña, Francesca sintió la llamada a la vida religiosa y aspiraba a viajar a China, pues le fascinaban las historias de misioneros. De niña, jugaba junto a un río cercano a la casa de su tío, llenaba barquitos de papel con flores, sus «misioneros», y los enviaba a China. Esta actividad recreativa presagiaba su trabajo como hermana misionera.

Enseñar con amor

Francesca Cabrini fue rechazada la primera vez que intentó entrar en la vida religiosa. Aunque decepcionada, no se desesperó porque nunca dudó de su vocación.

Recibió un certificado de enseñanza y uno de los sacerdotes destacó su «calidez, confianza y fe». Quería que sus alumnas fueran «fecundas para la Iglesia, el país y la sociedad». No dejó tratados sobre educación, pero sí escribió un pequeño folleto de reglamentos para los alumnos. Los consejos que daba a los profesores y a otras personas sobre la enseñanza siguen siendo prácticos y útiles. En sus propias palabras:

Forja en los corazones de los alumnos el amor a la religión y la práctica de la virtud.

Salvaguarda a los niños que te han sido confiados como un préstamo precioso.

Que vuestro ejemplo hable más fuerte que vuestras palabras.

Mantén una solicitud maternal por los niños.

Estudia bien las personalidades y los puntos fuertes de los alumnos, porque no se puede suponer que todos sean iguales. Trata a cada uno según su capacidad y los dones que ha recibido de Dios.

Procurar formar el carácter.

No avergonzar; corregir con paciencia.

Procura que el ambiente sea limpio y ordenado”.

Vida religiosa

Frances Cabrini consiguió finalmente su deseo y se unió a una comunidad religiosa, las Hermanas de la Providencia, y más tarde, a los treinta años, fundó las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón.

El deseo de la madre Cabrini de «difundir el amor de Jesús» por todo el mundo era insaciable, y su deseo y el de las Hermanas de evangelizar en China no se disipó. Dios, sin embargo, tenía otro plan.

Y, en 1887, el obispo Scalabrini se puso en contacto con la madre Cabrini, preocupado por el casi millón de inmigrantes italianos que habían emigrado a América en una década debido a la abyecta pobreza de Italia. Necesitada de orientación, visitó Roma y obtuvo una audiencia con el Papa León XIII. Antes de su encuentro, el Santo Padre había recibido un informe sobre el ambiente en la ciudad de Nueva York como «teniendo todas las características de una trata de blancas». El Papa le dijo a Frances que «no fuera a Oriente, sino a Occidente». Y eso hizo.

En Nueva York

Cuando la madre Cabrini aceptó ir a Nueva York, su médico le dijo que sólo le quedaban dos años de vida, pero eso no le impidió zarpar hacia América para atender a sus compatriotas italianos, italoamericanos y otros que habían imaginado una vida mejor y seguridad económica. Muchos de los inmigrantes italianos carecían de cualificación y educación, y la mayoría no fueron bien recibidos y se enfrentaron a una abierta discriminación. Sus nuevos conciudadanos se mostraban hostiles y prejuiciosos.

Además, sus condiciones de vida eran despreciables. La madre Cabrini y sus hermanas encontraron «una masa de miseria humana».

Los padres trabajaban 12 horas diarias por sueldos míseros, y los niños «carecían de alimentos básicos, supervisión y educación.» En su libro “How the Other Half Lives” (“Cómo vive la otra mitad»), Jacob A. Riis cita un informe que describe las terribles condiciones en que vivían los italianos y otros inmigrantes como «una atmósfera de auténtica oscuridad, moral y física.»

Estos nuevos americanos no sólo carecían de medios físicos, sino que también necesitaban más medios espirituales. Y como había muy pocos sacerdotes italianos, ya que era una «Iglesia dirigida por irlandeses», la necesidad de catequistas que supieran hablar italiano era grande. Al fin y al cabo, América se consideraba «territorio de misión en aquella época», explica Julia Attaway, Directora Ejecutiva del santuario Madre Cabrini en el norte de Manhattan. Y la madre Cabrini quería hacer la obra de Jesús.

Una luz en la ciudad

En sus propias palabras: «Iré a donde sea y haré lo que sea con tal de comunicar el amor de Jesús a quienes no le conocen o le han olvidado». A los pocos días de su llegada, organizó clases de catecismo y escolarización para los niños, procedentes en su mayoría del barrio neoyorquino de Five Point, que era inseguro. «No había infraestructura para enseñar la fe», explica Attaway, pero eso no duró mucho, ya que el convento se convirtió rápidamente en un «refugio para los niños» de ese barrio de mala fama.

También era alabada por su celo, tacto y capacidad organizativa, que le eran útiles en los negocios. La madre Cabrini ha sido calificada de «astuta mujer de negocios», audaz y experta en recaudar fondos cuando era necesario. Ella y sus hermanas iban de puerta en puerta, pidiendo dinero para ayudar, y a veces les daban con la puerta en las narices y se encontraban con una hostilidad descarada. Pero su llamada a servir a Jesús trascendió todas las viles circunstancias a las que se vio sometida.

En treinta y cuatro años, esta mujer de «profunda fe» fundó sesenta y siete instituciones, entre hospitales, orfanatos y escuelas. Y a pesar de su mala salud y de haber estado a punto de ahogarse de niña, realizó veinticinco travesías transatlánticas porque «estaba muy arraigada a su misión», afirma Attaway. Y añadió: «El amor a Jesús y a la Eucaristía la impulsaban muchísimo».

Amor a la Eucaristía

Durante sus muchos viajes a bordo del barco, siempre estaba preparada para la Misa, ya que muchas veces el sacerdote no tenía el vino, pero la madre Cabrini siempre lo tenía. Julia Attaway compartió una historia de cuando no había sacerdote a bordo al viajar a Panamá, y su deseo de recibir el Santísimo Sacramento era tan profundo que se subía a un bote de remos para recibir la Sagrada Comunión porque sabía de una Iglesia a dos millas de la costa. Sabía que la Eucaristía era el don más bendito.

«Id a menudo, queridos míos, y poneos a los pies de Jesús. Él es nuestro consuelo, nuestro camino y nuestra vida”, decía santa Francisca Javier Cabrini.

La madre Cabrini murió en 1917 y fue canonizada en 1946. Fue la primera ciudadana estadounidense declarada santa.

La gran JMJ que nos espera

Jóvenes y mayores podemos vivir la Jornada Mundial de la Juventud, la JMJ, abriendo los oídos a las palabras que el Santo Padre nos va a dar y el corazón a lo que el Espíritu Santo nos dirá a través de él.

1 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

La celebración, esta semana, en Lisboa, de la Jornada Mundial de la Juventud despertará, en muchos, sentimientos de nostalgia. ¡Quién volviera a tener 20 años! Pero, pensándolo bien, ser joven no es para tanto.

La eterna juventud es uno de esos ídolos con pies de barro que, desde que el hombre es hombre, ha engañado, humillado y esclavizado a millones de personas. Querer ser lo que no se es convierte al individuo en una veleta incapaz de dirigir el rumbo de su vida pues dependerá para todo de la opinión de los demás. La obsesión por parecer jóvenes, por no cumplir años, tiene mucho que ver con el miedo a la muerte propio de una cultura que ha enterrado esta realidad humana para evitar la pregunta trascendente, y con el miedo a ser rechazado propio de una sociedad materialista y pansexualizada que prima el atractivo físico sobre el resto de cualidades de la persona. ¡El miedo a envejecer es miedo a vivir!

No estoy de acuerdo con esa opinión generalizada de que la juventud es la mejor época de la existencia, porque los jóvenes también sufren cada uno por lo suyo. Desde la perspectiva que me da mi casi medio siglo de vida puedo decir que cada etapa puede ser maravillosa si nos adaptamos racionalmente a las particularidades de cada tramo de edad, sin saltarnos pasos ni quedarnos estancados. En cada momento hay ventajas e inconvenientes.

La feliz inconsciencia de la infancia suele venir acompañada por complejos o traumas; la brillante primavera de la adolescencia y juventud viene con la consiguiente crisis afectiva; la edad adulta, en plenitud física y mental, trae consigo la dureza de los inicios de la vida laboral y familiar; en la madurez, cuando uno parece tener ya la vida controlada, vienen los problemas con los hijos; y cuando llega la edad de la jubilación y uno empieza a tener tiempo para sí y para disfrutar de sus aficiones, vienen también los primeros achaques.

¿Y después? Pues los segundos, terceros y cuartos, pero también la serenidad y el disfrute que la sabiduría ofrece ante los pequeños detalles de la vida. ¡Cuánta alegría y esperanza he visto en los mayores que, desde la fe, esperan sin miedo el futuro que aguardan y que no tiene fin!

Entonces, ¿cuál es la mejor época? Aquella en la que uno acepta todo lo que le viene con gratitud, tanto lo bueno, como lo que nos parece malo. Porque Dios está siempre presente, acompañándonos, alegrándose con nosotros y sufriendo a nuestro lado. Y es que, como nos recuerda el Concilio, «el hijo de Dios con su encarnación se ha unido, en cierto modo, con todo hombre». Esto es, con todo bebé, con todo niño, con toda adolescente, con todo joven, con toda mujer adulta o madura, con todo anciano…

Estamos llamados a santificar junto a Él cada momento de nuestra vida, con sus riquezas y carencias, con sus virtudes y sus defectos. La felicidad consiste en ser capaces de elevar cada etapa a nivel Dios, como hizo Jesús.

Así que, jóvenes que os preparáis para vivir la JMJ, aprovechad el momento, abrid los oídos a las palabras que el Santo Padre os va a dar y el corazón a lo que el Espíritu Santo os dirá a través de él. No tenéis que esperar a mañana, no tenéis que esperar a crecer para llegar a la plenitud de la vida ni de la felicidad. Ahora es una oportunidad única, no la tiréis por la borda.

¿Y los que ya no somos jóvenes? ¿Nos vamos a quedar arrinconados como pretenden algunos haciéndonos sentir culpables de cumplir años? ¿O vamos a hacer el ridículo convirtiéndonos en eternos adolescentes? ¡Nada de eso! Aprovechemos también la oportunidad que nos da el momento vital en el que nos encontremos cada uno.

Y los que llegan a mayores, no pierdan la esperanza. Que busquen la voz de Dios detrás de cada arruga, de cada dolor de rodilla, de cada pelo que se les caiga o se les blanquee. Son la preparación para celebrar el mejor y más multitudinario encuentro mundial de la historia, son señales de la convocatoria a la gran JMJ que nos espera, en la que empezaremos ya todos juntos a vivir en la eterna juventud.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Actualidad

Los jóvenes, el diálogo y la conversión

Con ocasión de la Jornada mundial de la juventud (JMJ), ha surgido una controversia entre dos posiciones que, un poco disecadas, podrían verse como alternativas. Pero no resulta así, si se miran las cosas más detenidamente.

Ramiro Pellitero·1 de agosto de 2023·Tiempo de lectura: 4 minutos

Para unos, la Jornada Mundial de la Juventud debería tener como objetivo el encuentro y la convivencia entre los jóvenes, la acogida de la diversidad cultural y religiosa, la promoción de la solidaridad y de la interculturalidad (todo esto podría resumirse en el diálogo) pero no la conversión (sobre todo si se piensa en una conversión impuesta de modo agresivo).

Para otros, la JMJ debería tener como finalidad principal la conversión a Cristo o la evangelización (el anuncio del Evangelio); pues la voluntad de Dios no puede querer de por sí la diversidad de las religiones. Además, las creencias de cada uno no son indiferentes o irrelevantes. Y por eso, centrarse en la acogida de lo diverso y el diálogo podría conducir a un indiferentismo epistemológico, que haría de todo intento de conversión una agresión arrogante.

De esta manera, el diálogo se opondría a la conversión o la evangelización.

La evangelización entendida ampliamente

Sin embargo, san Pablo VI explica que la evangelización es una realidad dinámica, un proceso compuesto de varios elementos: “renovación de la humanidad [de los criterios, valores e intereses, desde el respeto a la conciencia y a las convicciones], testimonio, anuncio explícito, adhesión del corazón [conversión], entrada en la comunidad, acogida de los signos, iniciativas de apostolado » (Exhort. Ap. Evangelii nuntiandi, n. 24). Estos elementos, añade, puede parecer que se oponen o excluye entre sí ; pero en realidad son complementarios y mutuamente enriquecedores; y por eso hay que ver siempre cada uno de ellos integrado con los otros.

Esto quiere decir (y aquí queríamos llegar) que la conversión es un elemento de un proceso más amplio, que es la evangelización; y que abarca tanto el respeto y el diálogo como el testimonio propiamente cristiano y el anuncio de Cristo, pasando por la conversión personal hasta la vivencia de lo cristiano en la Iglesia, lo cual lleva de nuevo, cerrando el ciclo al diálogo y al testimonio cristiano.

Con otras palabras: encuentro, diálogo y acogida por un lado y, por otro,  anuncio de Cristo y llamada a la conversión no son realidades que se puedan oponer; sino que son complementarias: se exigen mutuamente y no pueden sustituirse una a la otra.

Si acudimos al Evangelio, vemos cómo Jesús une en su enseñanza el encuentro y el diálogo con las personas junto con la llamada a la conversión y el anuncio del Reino. Además, ya por el misterio mismo de la Encarnación que lo constituye, Jesucristo une en sí el diálogo de la salvación que Dios quiere ofrecer al mundo (puesto que Él es la Palabra hecho hombre) y el Evangelio (el anuncio de la salvación y la llamada a la conversión) en personal plenitud. La existencia de Jesucristo y su entrega redentora es la forma que adquiere el diálogo de Dios con los hombres al llegar la plenitud de la revelación. De ahí que los cristianos debamos aspirar a unir ambos aspectos, a partir de nuestra vida en Cristo por el Espíritu Santo.

Encuentro y anuncio, diálogo y llamada a la conversión

¿Es lo mismo misión que evangelización? Como sugiere la palabra misma, la evangelización (entendida no solo como primer anuncio del Evangelio sino como todo lo que hace la Iglesia en su misión y los cristianos para extender el mensaje del Evangelio a partir de nuestras vidas) es la acción de poner en práctica, “en acto”, la misión que el Señor nos ha encargado: evangelizar, anunciar la Buena Noticia de la salvación.

Cada cristiano está enviado a hacer, con su vida y sus palabras, un testimonio y un anuncio de la fe. Ante todo, allí donde está, contando con la abundante ayuda de Dios y en el marco de la familia eclesial. Además, puede recibir dones (carismas) para colaborar con otros en diversas tareas o servicios, dentro de la gran misión evangelizadora.

Los jóvenes están llamados a encontrarse, a dialogar sobre los desafíos que el mundo actual supone. Y ese diálogo y esos desafíos son también los que tiene por delante la misión de la Iglesia. Por parte de los cristianos, el diálogo (en orden a la salvación) es una de las claves de la constitución pastoral Gaudium et spes del Concilio Vaticano II.  La encíclica programática de Pablo VI, Ecclesiam suam, publicada cuando estaban en curso los trabajos conciliares, dedica su tercera parte al diálogo de salvación. Y especifica algunas características de ese diálogo: claridad, afabilidad, confianza y prudencia pedagógica (cf. n. 35), sin renunciar a la identidad cristiana.

Los jóvenes cristianos participan, con sus iguales, en el mejoramiento de la sociedad y en la transformación del mundo para bien de todos. En sus encuentros y diálogos con los demás jóvenes, tienen una propuesta, la fe, que aporta luz y vida al mundo y a las personas.

Los cristianos no dejamos “aparte” esa propuesta (que comporta el anuncio de Cristo y la llamada a la conversión) en nuestro encuentro y diálogo con todos. Y viceversa: tampoco olvidamos, a la hora de proponer el mensaje del Evangelio, el diálogo sobre las grandes cuestiones y desafíos de nuestro tiempo. De ahí que cuidamos nuestros encuentros, amistades y trabajos con quienes nos rodean.

¿Cómo debe configurarse en la práctica este binomio diálogo-llamada a la conversión? Esto depende en cada caso del adecuado discernimiento espiritual, eclesial y evangelizador. En ese discernimiento, el protagonista principal es el Espíritu Santo (de ahí la importancia de la vida espiritual, sobre la base de la oración y los sacramentos), que nos ayuda a superar los conflictos superando las polarizaciones estériles.  

Mundo

JMJ 2023, jóvenes que se buscan a sí mismos en Cristo

Según una encuesta realizada por la consultora GAD3, el 94 % de los jóvenes que acuden a la JMJ de Lisboa desean encontrarse a sí mismos a través de Cristo.

Paloma López Campos·31 de julio de 2023·Tiempo de lectura: 3 minutos

La consultora GAD3 realizó del 12 al 20 de julio un sondeo entre más de 12.500 personas. El objetivo de las encuestas y las entrevistas realizadas era conocer mejor a los participantes en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa. El estudio se llevó a cabo en los cinco idiomas oficiales del encuentro (inglés, español, francés, portugués e italiano).

Los resultados del sondeo muestran que para el 67 % de los peregrinos, la asistencia a la JMJ de Lisboa es algo nuevo. Tan solo un 34 % de los encuestados ha estado ya en otra Jornada Mundial de la Juventud. Entre aquellos que repiten esta experiencia, la mayoría asistió a Cracovia en 2016, mientras que muchos otros estuvieron en Madrid con Benedicto XVI en 2011.

El 73 % de los encuestados acuden a la JMJ como peregrinos, frente 27 % de voluntarios que colaborarán en la organización y desarrollo del encuentro. Y de todas estas personas, muchas se trasladan a Lisboa acompañados por un grupo o asociación religiosa (el 36 % de todos los asistentes). La presencia de los grupos parroquiales también es llamativa, pues un 29 % viaja a Portugal con una parroquia, mientras que el 13 % de los encuestados respondió que van a la JMJ con sus amigos.

Estancias largas y transporte público

GAD3 preguntó a los encuestados por la duración de su estancia, y el promedio de las respuestas se quedó en cinco días y medio. Por otro lado, casi la mitad señaló que se trasladará a Lisboa en avión (43 %), y el 35 % llegará en autobús.

Un encuentro internacional

El 23,3 % de los peregrinos son de Portugal, el país que acoge la JMJ. Los españoles suman el 10,7 % de los asistentes, seguidos por los italianos que serán el 10,2 % de los peregrinos.

Sin embargo, Lisboa no acogerá solo a los europeos. Se espera que un 7,2 % de brasileños llegue a Portugal esta semana para encontrarse con el Papa Francisco.

Además, muchos encuestados señalaron que aprovecharán la peregrinación para visitar también otros países, como Francia o España, o que incluso peregrinarán a sitios tan emblemáticos como Lourdes o Fátima.

JMJ, ¿por qué?

La encuesta realizada tocó también el ámbito de las motivaciones para asistir a este encuentro. El 94 % de las respuestas indicaron que la mayoría de los jóvenes van a la JMJ para “descubrirse a sí mismos a través de Jesucristo”.

Muchos también consideran esta peregrinación una oportunidad para vivir una nueva experiencia (92 %), mientras que el 89 % asiste con afán evangelizador, pues aseguran que la JMJ es un buen momento para difundir el mensaje de Cristo.

Valoraciones positivas de la JMJ

El 99 % de las personas que ya asistieron a otras JMJ afirman que su experiencia fue positiva. No solo eso, sino que el 92 % expresa que el encuentro tuvo un impacto significativo en su vida.

Casi todos los encuestados opinan que gracias a estas jornadas los jóvenes se comprometen más con la Iglesia y, a través de las diversas actividades que conforman la peregrinación, el mensaje de la Iglesia llega de manera más eficaz a todo el mundo.

Jóvenes comprometidos

La media de edad de los asistentes es de 31 años y la gran mayoría de los peregrinos (98 %) son católicos. Casi todos asisten a Misa los domingos (83 %) y hacen oración a diario (65 %). Por otro lado, más de la mitad de los asistentes forma parte de un grupo parroquial.

El 97 % de los encuestados considera que su fe le ayuda a madurar, a ser mejor persona y a contribuir a la construcción de un mundo mejor. Sus creencias no son obstáculo para vivir en la realidad de la juventud actual, pues el sondeo apuntó también el manejo de las redes sociales (el 71 % usa Instagram, por ejemplo). Además, el 82 % ha cursado estudios superiores y más de la mitad tiene trabajo.

Por último, la consultora GAD3 señala que el sondeo realizado permite afirmar que “con estas jornadas se fortalece el compromiso de los jóvenes con la sociedad en la que viven”.

Vaticano

El Papa concluye en septiembre los «Encuentros Mediterráneos»

El Papa Francisco realizará un viaje apostólico a Marsella del 22 al 23 de septiembre de 2023 para concluir la tercera edición de los “Encuentros Mediterráneos”.

Loreto Rios·31 de julio de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El Papa Francisco llegará a Marsella el viernes 22 de septiembre de 2022 y será recibido esa misma tarde por el presidente francés, Emmanuel Macron, en torno a las 16:15 h.

A continuación, tendrá lugar una oración mariana con el clero diocesano en la basílica de Notre Dame de la Garde, para continuar con un momento de recogimiento con los líderes religiosos cerca del Memorial dedicado a los marineros y migrantes fallecidos en el mar.

El sábado 23 de septiembre por la mañana el Papa celebrará a primera hora en el Arzobispado una reunión privada con personas con insuficiencia económica. Posteriormente, tendrá lugar la sesión conclusiva de los “Encuentros Mediterráneos” en Palais du Pharo.

Una vez finalizada la sesión, el Papa se encontrará en ese mismo lugar con el presidente de Francia y celebrará la Misa en el Estadio Vélodrome.

Para concluir la visita apostólica, a las 18:45 h tendrá lugar la ceremonia de despedida del pontífice en el Aeropuerto Internacional de Marsella.

Esta será la tercera edición del programa “Encuentros mediterráneos”, que reúne a obispos de 29 países y también a jóvenes de diferentes nacionalidades.

La iniciativa surgió de la Conferencia Episcopal italiana en 2020, con el fin de fomentar la comunión entre las comunidades en torno al Mediterráneo y tratar los desafíos a los que se enfrentan estas regiones. En 2020, se celebraron en Bari (Italia), y, en 2022, en Florencia.

Vaticano

Papa Francisco: “Cuando encuentras a Cristo, la vida cambia”

El Papa ha dirigido unas palabras a los fieles reunidos en la Plaza de san Pedro antes y después del ángelus en este último domingo de julio. A ellos ha pedido, además, oraciones para su inminente viaje a Portugal para participar en la JMJ.

Maria José Atienza·30 de julio de 2023·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa ha dirigido el rezo del Ángelus en un domingo soleado y marcado por la numerosa presencia de peregrinos en San Pedro. En sus palabras ha destacado tres gestos que los fieles podemos imitar del mercader de la parábola que recoge el Evangelio de este domingo XVII del Tiempo Ordinario: Buscar, encontrar, comprar, esa perla preciosa “¡que es Él mismo, ¡es el Señor!”

“Busca al Señor y encuentra al Señor, encuentra al Señor, vive con el Señor” ha animado Francisco a los fieles reunidos bajo el balcón de los apartamentos papales. Una búsqueda que ha querido resumir tomando pie del evangelio de la misa de hoy (Mateo 13, 44-52).

El mercader de la parábola que propone Cristo “no dice: «Me conformo con las que tengo», sino que busca otras más bellas. Y esto nos invita a no encerrarnos en la costumbre, en la mediocridad de los que se contentan, sino a reavivar el deseo, para que no se apague el deseo de buscar, de ir adelante; a cultivar los sueños de bien” ha señalado el Papa con respecto a ese primer paso imitable del mercader.

El segundo acto del comerciante es encontrar. En este punto, el Papa ha querido poner el acento en que “el mercader de la parábola tiene buen ojo y sabe encontrar, sabe «discernir» para encontrar la perla” Una acción que, para el hombre de hoy supone “saber encontrar lo que importa: entrenarnos para reconocer las gemas preciosas de la vida y distinguirlas de la basura”.

Por último, el mercader lo vende todo, “cambia radicalmente el inventario de su almacén; no queda nada más que esa perla: es su única riqueza, el sentido de su presente y de su futuro”. Por esa perla es Cristo mismo y “merece la pena invertirlo todo en Él, porque cuando encuentras a Cristo, la vida cambia. Si encuentras a Cristo, tu vida cambia”.

Oraciones por Ucrania y la JMJ

El Papa ha hecho un resumen de esta actitud del mercader para preguntar a los presentes cómo afrontan esta vida y advertir sobre los jóvenes jubilados que han abandonado este proceso de búsqueda. “¿Estoy, en mi vida, buscando? ¿Siento que he llegado, que estoy satisfecho, o que estoy ejercitando mi deseo del bien? ¿Estoy en «jubilación espiritual»? ¡Cuántos jóvenes están jubilados!” ha preguntado el Papa.

El Papa ha querido recordar, al finalizar el rezo del Ángelus, a tantas “personas explotadas; todos viviendo en condiciones inhumanas y sufriendo la indiferencia y el rechazo de la sociedad. Hay tanta trata en el mundo de hoy. Dios bendiga a los que trabajan para luchar contra la trata” y ha hecho una llamada a que “se restablezca la iniciativa del Mar Negro y el grano sea transportado con seguridad», pues los problemas en este transporte están afectando a millones de ucranianos, «El grano es su don para alimentar a la humanidad; y el grito de millones de hermanos y hermanas que padecen hambre se eleva al Cielo», ha enfatizado Francisco.

Al finalizar ha pedido además que los fieles le acompañen “con la oración en el Viaje a Portugal, que realizaré a partir del próximo miércoles, con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud”

Vaticano

Castel Gandolfo, la residencia de verano de los Papas

Rome Reports·30 de julio de 2023·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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Desde hace más de 200 años, casi todos los pontífices descansan, un par de semanas en Castel Gandolfo durante el periodo estival. Esta residencia, situada cerca del Vaticano cuenta con las ventajas de un clima más fresco y las hermosas vistas del lago Albano.

El palacio fue construido en la primera mitad del siglo XVII, durante el papado de Urbano VIII.


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Ecología integral

Justicia restaurativa, romper el ciclo de la violencia

“Catholic Mobilizing Network” es una organización católica que promueve la abolición de la pena de muerte. Frente a la pena capital, promueve la justicia restaurativa como “experiencia transformadora y sanadora” para curar las heridas producidas por los crímenes en las vidas de las víctimas y de los presos.

Paloma López Campos·30 de julio de 2023·Tiempo de lectura: 5 minutos

Catholic Mobilizing Network” (CMN) es una organización católica estadounidense que quiere abolir la pena de muerte. Frente a la pena capital, promueve la justicia restaurativa como “experiencia transformadora y sanadora” para curar las heridas producidas por los crímenes en las vidas de las víctimas y de los presos.

Krisanne Vaillancourt Murphy, directora ejecutiva de «Catholic Mobilizing Network»

Desde “Catholic Mobilizing Network” quieren “defender la dignidad de las personas, construir relaciones justas, buscar la sanación, promover la responsabilidad, posibilitar la transformación y fomentar la equidad racial”.

Para hablar sobre la justicia restaurativa y la labor de CMN, Omnes entrevistó a la directora ejecutiva de la organización, Krisanne Vaillancourt Murphy. Durante la conversación, Krisanne abordó distintas cuestiones, como la concepción de la justicia en el catolicismo, la importancia de no encerrar a las personas en etiquetas y el respeto debido tanto a las víctimas como a quienes cometieron los crímenes.

¿Qué es la justicia restaurativa? ¿Por qué es una buena opción?

– La justicia restaurativa reúne a las personas afectadas por un daño en un proceso voluntario y seguro. Este proceso permite a todos los implicados comprender el impacto de la acción dañina y lo que se necesita para hacer las cosas bien. Puede ser una experiencia transformadora y sanadora.

La justicia restaurativa se basa en la creencia de que toda persona -independientemente del daño que haya sufrido o causado- merece ser tratada con dignidad y tener la oportunidad de transformar el daño y el sufrimiento en curación y plenitud.

¿Cree que toda persona es capaz de pasar por un proceso restaurativo?

– Todo daño es único y, por eso, la justicia restaurativa nunca es «de talla única». Reconociendo que la justicia restaurativa tiene que ser siempre voluntaria, hay ciertamente algunos casos en los que una persona puede no estar preparada o dispuesta a participar.

Dicho esto, creo que la justicia restaurativa debería ser una opción al alcance de todos. La justicia restaurativa da a las personas que han sufrido daños una voz y una agencia que nuestro sistema jurídico penal no suele ofrecer. Da a las personas que han causado daños la oportunidad de aceptar su responsabilidad e iniciar el proceso de reparación de un modo que nuestro sistema jurídico no suele ofrecer. En general, la justicia restaurativa crea las condiciones para que la curación sea posible, y por eso debe ser más accesible.

Añadiré que cada uno de nosotros puede vivir de forma más reparadora en su propia vida, no sólo en casos de delincuencia. Recordando la dignidad de los demás y nuestra capacidad humana de redención y transformación, todos podemos mejorar nuestras relaciones personales, fortalecer nuestras comunidades y rehumanizar nuestros sistemas sociales. Para los católicos en particular, la justicia restaurativa nos ayuda a abordar las relaciones dañadas como lo haría Jesús, modelando su camino reconciliador.

“Catholic Mobilizing Network” tiene tres áreas importantes: educación, defensa y oración. ¿Por qué son importantes?

– CMN utiliza un triple enfoque de educación, defensa y oración porque el cambio se produce en nuestros corazones, en nuestras mentes y con nuestras acciones. Consideramos que cada uno de ellos es igualmente fundamental para transformarnos a nosotros mismos y a nuestros sistemas desestructurados.

¿Qué significa la justicia? ¿Cómo deben promoverla los católicos?

– Desde la tradición católica y las Escrituras, entendemos que la justicia es el estado de estar en una relación correcta con Dios, con los demás y con toda la creación. Los católicos pueden participar en la labor de la justicia buscando dónde se han roto las relaciones, reconociendo dónde hay sufrimiento y comenzando el proceso de abordar lo necesario para arreglar las cosas. En los casos en que las relaciones han sido violadas por la delincuencia o la violencia, la justicia restaurativa nos ayuda a reconocer la injusticia e iniciar un proceso para encontrar una solución adecuada.

Un miembro de CMN frente a la Corte Suprema de Estados Unidos

En la web de CMN no se utiliza la palabra «delincuente», «criminal» ni ningún otro sinónimo, ¿por qué?

– A la monja católica y renombrada defensora contra la pena de muerte, sor Helen Prejean, le gusta decir que «todos valemos más que lo peor que hayamos hecho en nuestra vida». Etiquetas como «criminal» y «delincuente» -incluso etiquetas como «víctima»- no tienen en cuenta que todos nosotros, por el mero hecho de ser humanos, hemos causado y experimentado daños en nuestras vidas. Los límites entre «víctima» y «delincuente» no son tan claros. Muchas personas que han causado daños graves también los han sufrido en algún momento de su vida.

Decidimos evitar estas etiquetas porque creemos que Dios nos ve como mucho más que una «víctima» o un «delincuente». A sus ojos, todos somos hijos de Dios, todos tenemos dignidad y todos merecemos respeto.

¿Es posible encontrar un equilibrio entre el respeto y la justicia debidos a las víctimas y el respeto debido a los condenados a muerte?

– En «Fratelli Tutti«, el Papa Francisco escribe que «cada acto de violencia cometido contra un ser humano es una herida en la carne de la humanidad. La violencia lleva a más violencia, el odio a más odio, la muerte a más muerte. Debemos romper este ciclo que parece ineludible».

Cuando, como sociedad, hablamos de justicia para las víctimas, sabemos que tiene que implicar una medida de responsabilidad para la persona que les causó el daño, y una forma de mantenerlas a salvo de futuras fechorías. Pero eso no significa que tengamos que perpetuar el ciclo de violencia. Podemos ofrecer un tipo de justicia que no cree más «heridas en la carne de la humanidad».

¿Cómo explicar a los perjudicados por los crímenes cometidos que la pena de muerte no es una opción?

– A menudo, la mejor manera de acercarse a las personas que han sido víctimas de la delincuencia no es hablar o predicar, sino escuchar. Con franqueza y curiosidad, debemos tratar de comprender el dolor único que experimentan las personas. Tenemos que acompañarles en sus viajes (a menudo de por vida) de dolor y curación.

Pienso en mis amigos Syl y Vicki Schieber, cuya hija, Shannon, fue trágicamente asesinada en 1998. Las fuerzas del orden les dijeron a Syl y Vicki que la pena de muerte era lo único que les daría un «cierre» y la paz. Pero nunca les pareció bien la idea de que matar al asesino de Shannon les ayudaría a sanar.

Syl y Vicki son católicos de toda la vida. Y fue rezando el Padrenuestro en misa cuando se dieron cuenta de que podían elegir otro camino: el camino del perdón. Tomaron la difícil decisión de perdonar al asesino de Shannon y se convirtieron en firmes defensores de que no se le aplicara la pena de muerte. También desempeñaron un papel importante en la abolición de la pena de muerte en su estado natal, Maryland, en 2013.

Syl cuenta cómo, años después de la muerte de Shannon, conoció a un hombre cuyo padre había sido asesinado 20 años antes. Mientras Syl había rechazado la idea de que la venganza le ayudaría a curarse, este hombre había elegido el otro camino: el de la ira y el resentimiento. En un momento de la conversación, el hombre le dijo a Syl: «Vaya, ojalá estuviera donde estás tú».

Todavía hay demasiadas víctimas esperando el «cierre» que la sociedad les ha prometido que vendrá con la pena capital. Les debemos la oportunidad de liberarse de lo que el Papa Francisco llama «este ciclo que parece ineludible.» Merecen la paz y la curación que Syl y Vicki encontraron.

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