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El congreso eucarístico de Quito y Olivia Maurel en la revista de febrero de Omnes

La Eucaristía, y el próximo Congreso Eucarístico Internacional de Quito centran el dossier de la revista Omnes correspondiente al mes de febrero de 2024. Junto a esto, podemos encontrar una entrevista con Olivia Maurel, portavoz de la Declaración de Casablanca contra la maternidad subrogada.

Maria José Atienza·2 de febrero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Quito será la sede del próximo Congreso Eucarístico Internacional Eucarístico. La capital ecuatoriana espera a unas 5.000 personas en un evento que quiere ser un impulso a la vida eucarística de Ecuador y del mundo entero.

Efectivamente, la Eucaristía, el misterio central de la fe católica es el tema central del dossier de la revista Omnes correspondiente al mes de febrero de 2024.

El dossier comienza con una entrevista con Mons. Alfredo José Espinoza Mateus, arzobispo de Quito y primado de Ecuador, sobre este acontecimiento que el país espera ilusionado a pesar de los difíciles momentos sociales por los que atraviesa la nación ecuatoriana.

Junto a esta entrevista, Omnes se adentra en la historia y los objetivos de los Congresos Eucarísticos Internacionales, que se vienen celebrando en la Iglesia desde mitad del siglo XIX.

La profundización en la Eucaristía continúa en el dossier con una serie de artículos breves, de carácter experiencial y catequético, sobre la Santa Misa, la Comunión eucarística, la Exposición del Santísimo, la celebración dominical y una especial aportación – oración sobre la Adoración a Jesús Sacramentado.

Olivia Maurel, la voz contra la gestación subrogada

Omnes incluye además una entrevista con Olivia Maurel, esta joven francesa, nacida por gestación subrogada, se ha convertido en la portavoz de la referente internacional de la lucha contra esta forma de explotación.

Maurel ha vivido en primera persona las consecuencias de ser fruto de un «encargo» de sus padres y quiere concienciar a la sociedad de la vulneración flagrante de los derechos humanos que supone esta práctica así como de las consecuencias que esta desnaturalización de la maternidad tiene para madres gestantes y niños subrogados.

Aunque atea, escribió una cara al Papa contando su testimonio y el pontífice denunciaba, a principios de enero de 2024, la práctica de la maternidad subrogada en el discurso a los miembros del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede.

El conflicto de la Iglesia siro malabar

La sección «Mundo» se centra en el conflicto entre la Santa Sede y un grupo de cuatrocientos sacerdotes orientales, católicos de rito siro-malabar en la India, sobre la dirección en la que el sacerdote debe celebrar la Santa Qurbana (celebración eucarística).

Este debate, que tiene su origen en una
disposición del Concilio Vaticano II para que las regiones orientales abandonaran las costumbres y ritos latinos y volvieran a sus ritos tradicionales orientales, tuvo una solución parcial en el Sínodo de la Iglesia siro-malabar donde se acordó una solución uniforme que no fue acogida de igual manera entre los católicos siro-malabares.

Los temas clave del Papa

Las secciones de Roma y Mundo despliegan, a su vez, los temas principales que ha tocado el Papa Francisco en sus diferentes apariciones públicas del mes de enero. En este sentido, destacan los encuentros con los miembros del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y con los jueces del Tribunal de la Rota Romana con motivo de la inauguración del Año Judicial. En ambos, Francisco reiteró la urgencia de anunciar el Evangelio atendiendo a las necesidades de los tiempos actuales.

Asimismo, la comunicación ha sido otro de los temas tratados por Francisco. El Papa pidió a los comunicadores tres palabras: testimonio, valentía y mirada amplia.

Poetas y teólogos

La poeta Circe Maia y la influencia de los teólogos alemanes Johann Adam Möhler y Mathias Scheeben son otros de los temas que podemos encontrar en la revista de febrero.

El contenido de esta revista está disponible para los suscriptores de Omnes. El número de Omnes correspondiente al mes de febrero de 2024 está disponible en su versión digital para los suscriptores de la revista. En los próximos días, además, llegará al domicilio habitual de quienes tengan este tipo de suscripción.

Vaticano

Lo que el Papa espera de las universidades católicas

En las últimas semanas, el Papa Francisco ha recibido en audiencia, en distintos momentos, a representantes de instituciones universitarias católicas que operan en diversas partes del mundo y en contextos culturales diferentes.

Giovanni Tridente·2 de febrero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Recientemente, Francisco ha mantenido encuentros con representantes de diferentes universidades católicas. Se reunió, por ejemplo, con una delegación de la Universidad de Notre Dame (Indiana, EE.UU.), y antes con los Rectores y profesores de las Universidades Católicas pertenecientes a la Federación Internacional del mismo nombre (FIUC). Por último, a mediados de enero, dirigió algunas reflexiones a las autoridades académicas y a los estudiantes del Studium Biblicum Franciscanum de Jerusalén.

En los diversos encuentros, el Pontífice subrayó cómo las universidades de inspiración católica han desempeñado siempre un papel importante en la sociedad, promoviendo la formación integral de las personas en línea con los valores evangélicos. Por ello, las animó a desempeñar un papel aún más significativo en el mundo contemporáneo, conciliando las diversas almas del compromiso educativo, cultural y de proyección social.

Unión y colaboración

Uno de los principales retos que el Papa asigna a las Universidades Católicas es el de trabajar juntas como una red global, para superar la fragmentación y promover una colaboración más eficaz entre instituciones que, sin embargo, nacieron en épocas y contextos diferentes.

En su visión, estas universidades deberían unirse para compartir recursos, conocimientos y experiencia, superando los límites de las propias instituciones. Sin olvidar la necesidad de mantener el contacto con las comunidades locales, contribuyendo también indirectamente a la construcción de una cultura de paz y justicia.

El humanismo cristiano como fundamento

Es evidente que en la base de estas instituciones hay y debe seguir habiendo una visión cristiana del humanismo. No se trata sólo de ofrecer una formación académica de calidad -ha subrayado el Papa en diversas ocasiones-, sino de cultivar a cada persona en su integridad. De ahí la importancia de una educación que integre el desarrollo intelectual, afectivo y espiritual de los alumnos.

En esencia, el Santo Padre llamó la atención sobre el hecho de que la educación cristiana no se limita a la adquisición de conocimientos, sino que pretende formar personas capaces de vivir según los valores del Evangelio, integrando así fe y razón, y desarrollando así una comprensión profunda de la verdad para luego aplicarla en su vida cotidiana.

La verdad y la promoción de la paz

Esta búsqueda de la verdad se realiza también a través del diálogo interdisciplinar y respetando la diversidad de perspectivas, esforzándose por buscar soluciones a los problemas globales que estén en consonancia con todas las enseñanzas de la Iglesia.

Esto incluye, sin duda, todos los esfuerzos por promover la paz: en un mundo marcado por el conflicto y la división, estas instituciones deben ser actores clave en la construcción de una cultura de la reconciliación. Esto implica un compromiso con la justicia social, el respeto de los derechos humanos y la promoción de la dignidad de toda persona.

Compromiso con los más vulnerables

Otro aspecto central de la visión del Papa Francisco para las universidades católicas es el compromiso con los más vulnerables. Estas instituciones pueden ser un faro de esperanza para los excluidos y marginados, y hay que encontrar modos y formas de reflexionar sobre cómo combatir, por ejemplo, la pobreza, la discriminación y la injusticia. Igualmente, está el compromiso con el medio ambiente y la protección de la creación, otro elemento central a lo largo del pontificado de Francisco.

Como custodios de la creación, estas instituciones tienen la responsabilidad de promover el desarrollo sostenible y concienciar sobre los retos medioambientales a los que se enfrenta el mundo entero.

En última instancia, sólo mediante un compromiso concreto y una visión centrada en el ser humano -este es el pensamiento del Papa Francisco en pocas palabras- podrán estos centros de formación desempeñar realmente un papel significativo en la transformación de la sociedad y la promoción de un mundo mejor, que todos esperan.

Vaticano

La Cuaresma es “tiempo de conversión” y “de libertad”, dice el Papa

El Papa Francisco ha hecho público su mensaje para la Cuaresma 2024, sobre el tema "A través del desierto, Dios nos conduce a la libertad".

Loreto Rios·1 de febrero de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

El Papa Francisco ha publicado hoy su mensaje para la Cuaresma 2024, que este año comenzará el 14 de febrero, Miércoles de Ceniza. El 24 de marzo se celebrará el Domingo de Ramos, y el Jueves y el Viernes Santo serán el 28 y 29 de marzo respectivamente.

De la esclavitud a la libertad

El Papa abre su mensaje de Cuaresma de este año explicando que, desde el momento en que Dios se revela al pueblo de Israel, anuncia la libertad: “’Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto, de un lugar de esclavitud’ (Ex 20, 2). Así se abre el Decálogo dado a Moisés en el monte Sinaí. El pueblo sabe bien de qué éxodo habla Dios; la experiencia de la esclavitud todavía está impresa en su carne”.

En este contexto, Francisco apunta que el pueblo de Israel recibió los mandamientos como un camino hacia la libertad, no simplemente como una serie de normas a seguir: “(El pueblo de Israel) recibe las diez palabras de la alianza en el desierto como camino hacia la libertad. Nosotros las llamamos ‘mandamientos’, subrayando la fuerza del amor con el que Dios educa a su pueblo”.

A continuación, el Santo Padre indica que este camino hacia la libertad es un proceso que va madurando paulatinamente, no se llega a él de la noche a la mañana, y todos estamos en este sendero: “Del mismo modo que Israel en el desierto lleva todavía a Egipto dentro de sí -a menudo echa de menos el pasado y murmura contra el cielo y contra Moisés-, también hoy el pueblo de Dios lleva dentro de sí ataduras opresoras que debe decidirse a abandonar”.

El Papa señala algunos signos para detectar estas “ataduras”: “Nos damos cuenta de ello cuando nos falta esperanza y vagamos por la vida como en un páramo desolado, sin una tierra prometida hacia la cual encaminarnos juntos”.

El desierto, promesa de algo nuevo

Sin embargo, este desierto, ese estado aparentemente negativo, puede transformarse en algo más bello de lo que era antes, como una tierra que se prepara para que florezca en ella un vergel: “La Cuaresma es el tiempo de gracia en el que el desierto vuelve a ser -como anuncia el profeta Oseas- el lugar del primer amor (Os 2, 16-17)”. Bajo esta perspectiva, el Papa señala que el desierto es una fase de la pedagogía divina con el hombre: “Dios educa a su pueblo para que abandone sus esclavitudes y experimente el paso de la muerte a la vida”.

Pero este concepto podría quedarse en “un camino abstracto”, advierte Francisco. “Para que nuestra Cuaresma sea también concreta, el primer paso es querer ver la realidad. Cuando en la zarza ardiente el Señor atrajo a Moisés y le habló, se reveló inmediatamente como un Dios que ve y sobre todo escucha: ‘He visto la opresión de mi pueblo en Egipto y he oído sus quejas contra los opresores; conozco sus sufrimientos. He bajado a librarlo de los egipcios, a sacarlo de esta tierra, para llevarlo a una tierra fértil y espaciosa, tierra que mana leche y miel’ (Ex 3, 7-8)”.

¿Dónde está tu hermano?”

El Papa invita a preguntarnos si a nosotros nos llega también este clamor: “También hoy llega al cielo el grito de tantos hermanos y hermanas oprimidos. Preguntémonos: ¿nos llega también a nosotros? ¿Nos sacude? ¿Nos conmueve? Muchos factores nos alejan los unos de los otros, negando la fraternidad que nos une desde el origen”.

Otras preguntas útiles para el examen de conciencia que señala Francisco son: “¿Dónde estás?” (Gn 3, 9) y “¿Dónde está tu hermano?” (Gn 4, 9).

El Santo Padre invita a reflexionarlas y advierte de una posible añoranza al “dominio del Faraón”, es decir, a la esclavitud, a pesar de ser “un dominio que nos deja exhaustos y nos vuelve insensibles”. Y es que, “si bien con el bautismo ya ha comenzado nuestra liberación, queda en nosotros una inexplicable añoranza por la esclavitud. Es como una atracción hacia la seguridad de lo ya visto, en detrimento de la libertad”.

Ante este hecho, el Papa propone estas preguntas de reflexión: “¿Deseo un mundo nuevo? ¿Estoy dispuesto a romper los compromisos con el viejo?”. Porque, según el Santo Padre, uno de los males más importantes de nuestro tiempo es la falta de esperanza: “El testimonio de muchos hermanos obispos y de un gran número de aquellos que trabajan por la paz y la justicia me convence cada vez más de que lo que hay que denunciar es un déficit de esperanza. Es un impedimento para soñar, un grito mudo que llega hasta el cielo y conmueve el corazón de Dios. Se parece a esa añoranza por la esclavitud que paraliza a Israel en el desierto, impidiéndole avanzar”.

La batalla espiritual

La Cuaresma, sin embargo, puede ser el momento ideal para decidir “no volver a caer en la esclavitud”: “Dios no se cansa de nosotros. Acojamos la Cuaresma como el tiempo fuerte en el que su Palabra se dirige de nuevo a nosotros. […] Es tiempo de conversión, tiempo de libertad. Jesús mismo, como recordamos cada año en el primer domingo de Cuaresma, fue conducido por el Espíritu al desierto para ser probado en su libertad. Durante cuarenta días estará ante nosotros y con nosotros: es el Hijo encarnado. A diferencia del Faraón, Dios no quiere súbditos, sino hijos. El desierto es el espacio en el que nuestra libertad puede madurar en una decisión personal de no volver a caer en la esclavitud. En Cuaresma, encontramos nuevos criterios de juicio y una comunidad con la cual emprender un camino que nunca antes habíamos recorrido”.

Este regreso a la libertad conlleva también una actitud de combate, ya que la vida cristiana es ante todo una batalla espiritual: “Esto implica una lucha, que el libro del Éxodo y las tentanciones de Jesús en el desierto nos narran claramente. A la voz de Dios, que dice: ‘Tú eres mi Hijo muy querido’ (Mc 1, 11) y ‘No tendrás otros dioses delante de mí’ 8Ex 20, 3), se oponen de hecho las mentiras del enemigo”.

En esta línea, el Papa advierte también del peligro de “los ídolos”: “El sentirse omnipotentes, reconocidos por todos, tomar ventaja sobre los demás: todo ser humano siente en su interior la seducción de esta mentira”. También podemos ser esclavos de la riqueza, o incluso de nuestros propios proyectos: “Podemos apegarnos al dinero, a ciertos proyectos, ideas, objetivos, a nuestra posición, a una tradición e incluso a algunas personas”. “Esas cosas en lugar de impulsarnos, nos paralizarán”, advierte Francisco.

Actuar es también detenerse

En esta sociedad de ritmo veloz y desenfrenado, el Santo Padre invita también a cambiar el ritmo durante estos cuarenta días: “Es tiempo de actuar, y en Cuaresma actuar es también detenerse. Detenerse en oración, para acoger la Palabra de Dios, y detenerse como el samaritano, ante el hermano herido. El amor a Dios y al prójimo es un único amor. No tener otros dioses es detenerse ante la presencia de Dios, en la carne del prójimo”.

Por ello, el Papa señala que tanto la oración, la limosna, como el ayuno, que se proponen para estos días, “no son tres ejercicios independientes, sino un único movimiento de apertura, de vaciamiento: fuera los ídolos que nos agobian, fuera los apegos que nos aprisionan. Entonces el corazón atrofiado y aislado se despertará”.

Además, la Cuaresma nos hace redescubrir “la dimensión contemplativa de la vida”, que “movilizará nuevas energías”, llevándonos hacia los demás: “Delante de la presencia de Dios nos convertimos en hermanas y hermanos […]; en lugar de amenazas y enemigos encontramos compañeras y compañeros de viaje. Este es el sueño de Dios, la tierra prometida hacia la que marchamos cuando salimos de la esclavitud”.

Citando un discurso suyo de la JMJ de Lisboa, el Papa ha señalado que es cierto que vivimos en una época con muchos retos, pero anima a pensar “que no estamos en una agonía, sino en un parto; no en el final, sino al comienzo de un gran espectáculo”.

“La fe y la caridad llevan de la mano a esta pequeña esperanza”, concluye el Papa, “la enseñan a caminar y, al mismo tiempo, es ella la que las arrastra hacia adelante”.

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¿Qué son la new age y las pseudo religiones?

Sin tratarse de una religión y sin contar con una doctrina fija, la new age –o nueva era– constituye una forma de ver, pensar y actuar que muchas personas y organizaciones han adoptado en sus vidas.

Alejandro Vázquez-Dodero·1 de febrero de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

El desarrollo de la personalidad del ser humano cuenta con la componente espiritual para corresponder en plenitud a su naturaleza. Ello va más allá del mero no ser solo materia, y  hace que busque una religión –en sentido amplio– entendiéndola como esa realidad deseada donde poder esperanzarse y depositar sus afanes.

Nuestro instinto de supervivencia va unido a la conciencia del tiempo que transcurre, y del hecho que pueda llegar el futuro; cosa que no sucede al resto de animales, los no racionales. Eso precisamente hace al hombre buscador del sentido de su vida, que trasciende lo inmediato, lo terrenal, lo efímero y pasajero. Ahí precisamente sale a relucir la religión –como decimos, en sentido amplio– que colma tales anhelos.

Ahora bien, la religión verdadera sólo puede ser una, pues las religiones se contradicen entre sí, y la verdad sólo puede estar en un lugar. Si uno dice que Goya nació en España y otro dice que nació en Suecia, es evidente que no pueden tener los dos razón al mismo tiempo. Uno de los dos, sin duda, se equivoca.

Sería absurdo pensar que Dios ha revelado varias religiones contradictorias entre sí. La única religión verdadera es la que Dios ha revelado, y la podemos conocer por señales ciertas, como son los milagros de Jesucristo. 

Resulta que la religión católica ha sido fundada por Cristo-Dios; todas las demás han sido fundadas por hombres. Ni Buda, ni Confucio, ni Mahoma, ni Lutero dijeron ser Dios.

El mismo Jesucristo afirmó repetidas veces en su vida que Él era Dios, y desde esa condición fundó una sola Iglesia, que es santa, católica y apostólica. Todas las demás iglesias y religiones están equivocadas: unas, como el Budismo, porque no reconocen al verdadero Dios; otras, como el Protestantismo, porque se separaron de la primigenia y verdadera Iglesia.

Pero, al margen de las religiones, contamos con otras realidades que no lo son, y que sin embargo vienen a copar el lugar de aquellas.

Para centrar el discurso nos referiremos al fenómeno de la new age –o nueva era– que, sin tratarse de una religión, ni Iglesia, ni secta, y sin contar con una doctrina fija, constituye una forma de ver, pensar y actuar que muchas personas y organizaciones han adoptado para cambiar el mundo según creencias que tienen en común. Para esas personas, esa es su religión. 

¿Cómo identificar una realidad pseudo-religiosa de la new age? 

El objetivo de la new age es introducir al hombre a lo que llaman sus ideólogos un nuevo paradigma, es decir, una forma totalmente diversa de verse a sí mismo y de percibir la realidad. La característica más sobresaliente de la new age, fruto del conjunto de sus  creencias, es el relativismo religioso, espiritual y moral.  

Lo que promueve se manifiesta en la música, en el cine, en la literatura, en el ámbito de la auto-ayuda, en algunas terapias.

Se trata de empujar a la Humanidad hacia una nueva corriente espiritual, y procurar una nueva era o época –new age– para aquélla.

La Santa Sede, en 2003, se refirió expresamente a esta realidad, y subrayó la dificultad de conciliar la perspectiva que subyace en la new age con la doctrina y espiritualidad cristianas. 

Esta corriente, destaca la importancia de la dimensión espiritual del hombre y su integración con el resto de su vida, la búsqueda de un significado a la existencia, la relación entre los seres humanos y el resto de la creación, el deseo de un cambio personal y social.

Ahora bien, lo que se critica es que la new age no ofrece una respuesta auténtica, sino un sucedáneo: busca la felicidad donde no está.

La new age y la Iglesia católica

De hecho, el documento de la Santa Sede de 2003 subraya que, como reacción a la modernidad, la new age actúa sobre todo en el nivel de los sentimientos, de los instintos y de las emociones. El ansia ante un futuro apocalíptico de inestabilidad económica, de incertidumbre política, de cambio climático, cumple un papel importante en la búsqueda de una alternativa, de una relación decididamente optimista con el cosmos. 

No es una casualidad –continúa el documento– que la new age haya tenido un enorme éxito en una época que se caracteriza por una exaltación casi universal de la diversidad. Para muchos, normas y credos absolutos no son otra cosa que la incapacidad de tolerar los puntos de vista y las convicciones de los otros. En tal clima, los estilos de vida y las teorías alternativas han tenido un éxito extraordinario, y ahí se sitúa la new age.

Surge con ella una espiritualidad que se funda más en la experiencia sensible que en la razón, y que antepone el sentimiento a la verdad. De este modo, la espiritualidad queda reducida a la esfera de lo sensitivo e irracional: al sentirse bien, a una búsqueda excluyente del propio bienestar individual. De modo que la oración deja ya de ser un diálogo interpersonal con el Dios trascendente, para convertirse en un mero monólogo interior, en una búsqueda introspectiva del propio yo.

Lo característico de la new age también es el espíritu de individualismo que permite a cada quien formular su propia verdad religiosa, filosófica y ética. Propone una nueva conciencia el hombre por la que se dará cuenta de sus poderes sobrenaturales y sabrá que no hay ningún Dios fuera de sí mismo. 

Cada hombre, por tanto, crea su propia verdad. No hay bien y mal, toda experiencia es un paso hacia la conciencia plena de su divinidad. Todo es “dios” y “dios” está en todo; todas las religiones son iguales y, en el fondo, dicen lo mismo. También sostiene que todos los hombres viven muchas vidas, se van reencarnando una y otra vez hasta lograr la nueva conciencia y disolverse en la fuerza divina del cosmos, lo cual, obviamente, es incompatible con la fe católica. 

¿En qué se diferencian el Dios de la fe católica del dios de la new age?

El Dios de la fe católica es una persona, el “dios” de la new age es una fuerza impersonal y anónima.

El Dios de la fe católica es Creador de todo, pero no se identifica con nada de lo creado. El de la new age es la creación que poco a poco se va dando cuenta de sí mismo.

El Dios de la fe católica es infinitamente superior al hombre, pero se inclina hacia él para entrar en amistad con él: es su Padre.

El Dios de la fe católica juzgará a cada hombre según su respuesta a ese amor. El “dios” de la new age es el mismo hombre que está más allá del bien y del mal. En la new age el amor más alto es el amor a sí mismo. 

La new age sostiene que Jesucristo fue un maestro iluminado más entre muchos. Sostiene que la única diferencia entre Jesucristo y los demás hombres es que aquel se dio cuenta de su divinidad mientras la mayoría de los hombres todavía no la descubren. Así, niega que Dios se hizo hombre para salvarnos del pecado. 

El concepto de divinidad de la new age

La new age no tiene ningún reparo en mezclar formas religiosas de tradiciones muy diversas, aun cuando hay contradicciones de fondo. Hay que recordar que la oración cristiana se basa en la Palabra de Dios, se centra en la persona de Cristo, lleva al diálogo amoroso con Jesucristo y desemboca siempre en la caridad al prójimo. Las técnicas de concentración profunda y los métodos orientales de meditación encierran al sujeto en sí mismo, le impulsan hacia un absoluto impersonal o indefinido y hacen caso omiso del evangelio de Cristo. 

Querrá también redefinir la muerte como una transición placentera sin tener que dar cuentas a un Dios personal, partiendo de que uno mismo decide qué es bueno y qué es malo, lo cual rompe los valores y conduce a una trampa emocional.

La new age sostiene que “las cosas como las vemos ahora” –cultura, conocimientos, relaciones familiares, vida, muerte, amistades, sufrimientos, pecado, bondad, etc.– son mera ilusión, producto de una conciencia no-iluminada.  Da el paso de la afirmación de que todo es dios a la afirmación de que no hay ningún dios fuera de ti mismo. 

La revelación de Dios en Jesucristo pierde su carácter singular e irrepetible.  Muchos serían los “mesías” que han aparecido, es decir, maestros especialmente iluminados que se presentan para guiar a la humanidad: Krishna, Buda, Jesús, Quetzacoatl, Mahoma, el Sun Myung Moon, Osho, Sai Baba e innumerables otros serían profetas de una misma talla con un mismo mensaje.  El cristianismo, así, resulta ser poco más que un período pasajero de la Historia.  

Dios mío, ¿me has abandonado?

Hay situaciones en la historia personal en las que uno clama al cielo y no encuentra respuesta. Los problemas y las dificultades de la vida se atropellan a veces y uno parece encontrarse solo, sin ayuda.

1 de febrero de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

A una enfermedad, se une la muerte de un familiar y, cuando todavía no se ha repuesto uno, llega el problema económico o laboral. Hay veces que no nos queda más que exclamar: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?». Pero, ¿puede Dios abandonarnos? ¿Sería esa la actitud de un padre bueno, un padre que ama a sus hijos?

Ciertamente, hay situaciones en la historia personal en las que uno clama al cielo y no encuentra respuesta. Los problemas y las dificultades de la vida se atropellan a veces y uno parece encontrarse solo, sin ayuda, en el mismísimo centro del remolino que te succiona hacia las oscuras aguas del océano más profundo.

Se entiende que Dios no es un hada madrina que viene a sacarnos de cada dificultad. La naturaleza, en este mundo imperfecto en el que esperamos los cielos nuevos y la tierra nueva, tiene sus reglas y actúa sin pedir permiso a su creador a cada instante. Por eso vienen la enfermedad, la muerte o las desgracias naturales. A eso hay que añadir también el mal creado por el hombre: las injusticias, las disputas, los desengaños…

De uno en uno, los golpes se van superando, pero, cuando se suceden uno tras otro, ni el mejor sparring los aguanta y surge naturalmente la cuestión: “¿Es que Dios nos rechaza para siempre y no volverá a favorecernos? ¿Se ha agotado ya su misericordia, se ha terminado para siempre su promesa? ¿Es que Dios se ha olvidado de su bondad, o la cólera cierra sus entrañas?”.

Nada como los salmos -la cita anterior es un fragmento del 77- para poner palabras a los sentimientos de abandono, de soledad, de incomprensión del hombre frente al mal y el aparente silencio de Dios. Si eres todopoderoso, ¿por qué no actúas? ¿Por qué callas? ¿Por qué permites que me suceda esto?

El propio Jesús rezó con uno de ellos, el número 22, cuando experimentó el rostro más amargo de su humanidad, clavado en la cruz. Aquel que dijo «quien me ha visto a mí ha visto al Padre”, aquel que no podía alejarse de Dios porque era Dios mismo, también tuvo sentimientos de lejanía, de abandono; en cierta medida, de duda, de incertidumbre. Esa es la fragilidad humana que asumió hasta el extremo.

El silencio de Dios frente al sufrimiento de sus criaturas ha hecho correr ríos de tinta y ha quemado miles de millones de neuronas de los más sublimes pensadores, pero corre por internet una antigua leyenda noruega -no he podido confirmar si realmente es noruega y si realmente es antigua-, que explica de forma muy sencilla por qué Dios, tantas veces, calla.

La protagoniza un ermitaño de nombre Haakon que cuidaba de una capilla a la que la gente del lugar acudía a rezar ante una imagen de un Cristo muy milagroso. Un día, el anacoreta, lleno de celo y amor a Dios, se arrodilló ante la imagen y le pidió al Señor poder reemplazarlo en la cruz:

–Quiero padecer por ti, déjame ocupar tu puesto -le dijo.

Su oración llegó hasta el Altísimo, quien aceptó el intercambio con la condición de que el ermitaño debía guardar siempre silencio, como hacía Él.

La cosa fue bien los primeros días, porque Haakon guardaba siempre silencio allá arriba en la cruz y el Señor se hizo pasar por él sin que la gente de diera cuenta. Pero un día acudió un hombre rico a rezar y, al arrodillarse, se le cayó la cartera. Nuestro protagonista lo vio y calló. Al rato, apareció un pobre que, tras rezar, se encontró la cartera, la tomó y se marchó dando saltos de alegría. Haakon siguió callando cuando, al poco, entró un joven que se puso a pedir protección para un peligroso viaje que estaba a punto de emprender. En esto, volvió a entrar el rico buscando su cartera. Al ver al joven rezando, pensó que la podría haber encontrado él y se la reclamó. Aunque el joven le dijo que no la había visto, el rico, no le creyó, y la emprendió a golpes con él.

-¡Detente! -gritó Haakon desde lo alto de la cruz-.

Agredido y agresor se quedaron estupefactos y, asustados ante la visión del Cristo parlante, salieron huyendo cada uno por su lado; quedando a solas de nuevo el ermitaño y Jesús, que le conminó a bajarse de la cruz por no haber cumplido su palabra.

-¿Ves como no servías para ocupar mi sitio? -le regañó el crucificado mientras volvía a su puesto.

-¡No podía permitir esta injusticia, mi Señor! -respondió el ermitaño ya al pie de la cruz-. Tú has visto que el chico era inocente.

Mirándolo con misericordia, Jesús le explicó:

-Tú no sabías que el rico llevaba en la cartera el dinero para comprar la virginidad de una joven, mientras que el pobre necesitaba ese dinero para que su familia no muriera de hambre. Por eso dejé que se la llevara. Con la paliza del rico al joven viajero, quería haberle impedido que llegara a tiempo, como finalmente hizo por tu culpa, para embarcarse en una nave en la que acaba de encontrar la muerte, pues se ha hundido. Tú no sabías nada. Yo sí, por eso callo.

Y así acaba esta especie de midrash que nos enseña a creer que, en la voluntad de Dios, está lo mejor para nosotros y a confiar en quien sabemos que, con su aparente silencio, también nos está amando entrañablemente.

Si conoce a alguien a quien la vida le esté dando una paliza, quizá le convenga escuchar esta historia de Haakon para entender los misterios de quien no nos abandona nunca, especialmente cuando estamos en la cruz.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

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Evangelio

La libertad interior. Domingo V del Tiempo Ordinario (B)

Joseph Evans comenta las lecturas del V domingo del Tiempo Ordinario (B) y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·1 de febrero de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

En el Evangelio de hoy vemos a Jesús hacer toda clase de milagros: curar de fiebre a la suegra de Simón, expulsar demonios y curar enfermedades. Pero esto es sólo una señal de que el Espíritu Santo está sobre Él. Jesús hace estas acciones porque está lleno del Espíritu y la liberación es una señal de la acción del Espíritu: “El Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, hay libertad” (2 Cor 3, 17). El Espíritu es como el viento, que no puede ser constreñido. Así describió Nuestro Señor la actividad del Espíritu a Nicodemo cuando fue a visitarle (cfr. Jn 3, 1-8). 

Puede haber momentos en la vida en los que nos sintamos muy constreñidos, faltos de libertad, como Job en la primera lectura: “¿No es acaso milicia la vida del hombre sobre la tierra, y sus días como los de un jornalero?; como el esclavo, suspira por la sombra; como el jornalero, aguarda su salario. Mi herencia han sido meses baldíos, me han asignado noches de fatiga. Al acostarme pienso: ¿Cuándo me levantaré? Se me hace eterna la noche y me harto de dar vueltas hasta el alba”. 

Este sentimiento puede ser objetivo o exagerado. En cualquier caso, debemos recordar que la libertad es ante todo interior. Lo que realmente quita la libertad son las limitaciones interiores: las adicciones, las debilidades de carácter. Alguien -los mártires cristianos, por ejemplo- puede estar encerrado en una cárcel y ser interiormente totalmente libre. 

Necesitamos que el Espíritu Santo nos dé la gracia para encontrar la libertad. Pronto empezará la Cuaresma y es una buena oportunidad para preguntarnos qué necesitamos cambiar para crecer en libertad: ¿qué hay que cortar en nosotros (un vicio que eliminar) o mejorar (una virtud en la que crecer)? ¿Qué defecto, mal hábito o adicción me está quitando la libertad? Puede ser la pereza, el apego al teléfono o a internet, a la comida o a la bebida, a los gastos, o cualquier otra cosa. La Cuaresma es un tiempo de gracia para luchar más contra estas adicciones y encontrar mayor libertad en Dios. El sacramento de la Confesión es el sacramento de la libertad, ya que nos libera de nuestros pecados.

Si estamos llenos del Espíritu Santo, estaremos llenos de libertad. En efecto, como explica san Pablo en la segunda lectura, esta libertad nos lleva a hacernos voluntariamente esclavos de los demás: “Porque, siendo libre como soy, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más posibles”. Como hizo Jesús. La libertad encuentra su expresión más plena en la entrega amorosa.

La homilía sobre las lecturas del domingo V del Tiempo Ordinario (B)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Vaticano

Francisco alienta al perdón para vencer la ira

El Papa ha meditado esta mañana en la Audiencia general sobre la ira, y ha animado a buscar la reconciliación con los demás antes de la noche, al "compromiso de perdonar, en el arte del perdón”, y a transformar la ira, en el caso de alguna injusticia, en un celo santo por el bien. Además, ha rezado por las víctimas de las guerras.

Francisco Otamendi·31 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En la sexta sesión del ciclo de catequesis sobre “los vicios y las virtudes”, el Papa Francisco ha meditado en el Aula Pablo VI, en la Audiencia de este 31 de enero, fiesta de san Juan Bosco, sobre la ira, un vicio “visible”, “difícil de ocultar”, “capaz de quitar el sueño”, y que “no se aquieta con el tiempo”.

La ira transforma nuestro semblante y pone nuestro cuerpo en agitación, y desarrolla en nosotros “la percepción negativa del otro”, ha manifestado el Pontífice en su meditación, en la que ha ofrecido dos recetas contra la ira.

En primer lugar, “que no lleguemos a la noche sin haber buscado una reconciliación, con el fin de cortar de raíz esta espiral demoníaca”. Y la segunda, “llevar a la oración el compromiso de perdonar a los demás, como Dios hace con nosotros”.

Santa indignación de Jesús, celo por el bien

Existe además “una santa ira”, ha recordado el Papa, “de la que también nos habla el Evangelio, que nace de nuestro ser. Ésta no nos permite permanecer indiferentes ante la injusticia”. Los antiguos eran muy conscientes de que “hay una parte irascible en nosotros que no puede ni debe negarse. (..). No somos responsables de la ira en su surgimiento, sino siempre en su desarrollo, y a veces es bueno que la ira se desahogue de manera adecuada”.

Si una persona no se enfada nunca, si no se indigna ante la injusticia, si no siente algo que le estremece las entrañas ante la opresión de un débil, entonces significa que no es humana, y mucho menos es cristiana, ha señalado Francisco. Existe una santa indignación, que no es ira. Jesús conoció varias veces en su vida la santa indignación, nunca respondió al mal con el mal, pero en su alma experimentó este sentimiento, y en el caso de los mercaderes en el tempo, realizó una acción fuerte y profética, dictada no por el ira sino por el celo por la casa del Señor.

Nos corresponde a nosotros, con la ayuda del Espíritu Santo, encontrar la justa medida de las pasiones, educarlas bien, para que vuelvan hacia el bien, y no hacia el mal, ha subrayado el Santo Padre.

“Pidamos al Señor ser conscientes de nuestra debilidad frente a la ira, de modo que cuando surja, podamos encauzarla positivamente, para que ésta no nos domine, sino que la transformemos en un santo celo por el bien”, ha señalado en este punto  a los peregrinos de lengua española.

En el origen de las guerras y de la violencia

Francisco ha animado en la Audiencia a practicar el arte del perdón. Lo que contrarresta la ira es la benevolencia, la mansedumbre, la paciencia. La ira es un vicio terrible que está en el origen de las guerras y de la violencia.

En esta línea, el Papa ha recordado que mañana en Italia se celebra la Jornada nacional de las víctimas civiles de guerras. Al recuerdo de los caídos en las dos guerras mundiales, se suman “las muchas, demasiadas, víctimas indefensas de las guerras, que lamentablemente todavía ensangrientan nuestro planeta, como Oriente Medio, Ucrania. Que su grito de dolor llegue al corazón de los responsables de las naciones, y suscite proyectos de paz”.

Las historias de las guerras en estos días denotan “tanta crueldad”, ha lamentado Francisco. “La paz es mansa, no es cruel”.

Sacerdotes en Universidad de la Santa Cruz, fiesta de san Juan Bosco

Antes de dar la bendición, el Papa ha dado la bienvenida en italiano a los fieles presentes en la Aula, más de seis mil, y ha particularizado en los sacerdotes que participan en un curso de formaciòn promovido por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, en los peregrinos de la parroquia del Divino Cristo obrero de Ancona, y alumnos de diversos centros y bandas musicales.

Como siempre, su pensamiento se ha dirigido a los jóvenes, en la memoria de san Juan Bosco, a quien citó al dirigirse a peregrinos de diversos idiomas, a los enfermos, a los ancianos y a los recién casados.

El autorFrancisco Otamendi

Cultura

La Florería, el trabajo «entre bambalinas» de las celebraciones vaticanas

Unas cuarenta personas conforman la Florería vaticana, un antiguo servicio de la Santa Sede que se encarga  de preparar las celebraciones vaticanas.

Hernan Sergio Mora·31 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Detrás de las bellas ceremonias, audiencias y acontecimientos que se realizan en el Vaticano, entre bambalinas hay una institución poco conocida por el gran público que -silenciosamente y con dificultad- se encarga de la logística que permite que se puedan realizar esas grandes ceremonias.

Estamos hablando de la Florería, integrada por unas cuarenta personas, que coordinan y preparan lo que sea necesario dentro de la basílica vaticana, en la plaza de San Pedro, en las Basílicas papales romanas, en el Aula Pablo VI, en el apartamento del pontífice, así como en las audiencias dentro del Palacio Apostólico y en diversos edificios del Vaticano.

También se ocupa de la decoración y mantenimiento ordinario del mobiliario y tiene a su disposición tres laboratorios de restauración: uno de muebles y tapizados, otro de ebanistería y restauración de muebles y un tercero especializado en dorado. Luego está el departamento de montaje encargado, entre otras tareas, de poner hasta 30 mil sillas cuando hay celebraciones en el exterior de la Plaza.

Origen

El nombre Floreria tiene un origen antiguo. Probablemente, proviene del español y se refería a quienes cuidaban las flores para las ceremonias. Los inventarios del siglo XVI cuentan que, desde un principio, existía un depósito de la Florería con tapices, gobelinos y telas destinados a decorar las habitaciones y revestir grandes paredes. Hoy la Florería alberga todos los objetos no consagrados necesarios para las funciones pontificias.

Antiguamente se llamaba Florería apostólica y dependía del Palacio Apostólico, es decir, directamente del Papa, de la Secretaría de Estado y de la Prefectura de la Casa Pontificia. En los años 60 y 70 pasó a la Gobernación de la Ciudad del Vaticano con el nombre de «Servicio Florería«, actualmente depende de la Dirección de Infraestructuras y Servicios, junto con el servicio de Jardines y Medio Ambiente y el sector de Infraestructuras.

También espiritualidad

Una tradición de los empleados de toda la gestión de infraestructuras y servicios, de la que también depende la Florería, es asistir cada primer viernes a la misa que se celebra en el galpón del taller mecánico.

Todos los trabajadores de la Gobernación que lo deseen pueden contar también con asistencia espiritual y pueden encontrarse con el Papa en diversas circunstancias a lo largo del año. Además, este año se instauró la fiesta familiar que se celebra al aire libre.

Otras labores

Otra tarea es ocuparse de las mudanzas y restauraciones presentes no sólo en el Vaticano, sino también en áreas extraterritoriales y en otras partes de Roma, incluida la sede de las Congregaciones ubicada en via della Conciliazione o en el palacio de San Calixto.

Sin olvidar preparativos como, por ejemplo, la celebración del Corpus Domini, la tradicional procesión que parte desde la basílica de San Juan de Letrán Letrán hasta Santa Maria Maggiore.

Cónclave

Aún sabiendo que la fecha de un cónclave no se puede predecir, la Florería tiene un plan actualizado y listo para su organización. Desde de la Capilla Sixtina, con los tronos con sus palios móviles, pasando por la estufa de hierro y chimenea que anunciará con su humo negro y luego con su humo blanco la elección o menos de un nuevo pontífice.

En el pasado también se ocupaban de las 500 habitaciones que debían preparar para el alojamiento de los cardenales y su séquito, tarea ahora simplificada gracias al alojamiento en la Domus Santa Marta, o de tras cuestiones como como la tarea de cortar todas las líneas telefónicas.

Objetos de Floreria vendidos para la caridad del Papa

Hoy en el Almacén de Ropa, cerca de la estación de tren, hay una sección donde se exponen algunos de los obsequios que Francisco recibe de los Jefes de Estado y de Gobierno durante las audiencias o reuniones. Incluso muchos objetos que estaban guardados y polvorientos en la Florería actualmente se pueden comprar a cambio de una ofrenda que se destinará a la caridad del Papa.

El agradecimiento del Papa

El Papa Francisco en la audiencia del 17 de enero de 2014 con los empleados de la Florería expresó su agradecimiento personal por el «cuidado, profesionalidad y disponibilidad» con el que se llevan a cabo su misión.

Y recordó que «organizar los ambientes para los distintos encuentros del Papa con los peregrinos y las diversas actividades de la Santa Sede» es una labor «indispensable», para obtener espacios acogedores y herramientas funcionales.

El autorHernan Sergio Mora

Vaticano

El Papa destaca la labor de los cuidados paliativos

El Papa Francisco pide a los católicos que oren especialmente por los enfermos terminales durante el mes de febrero.

Paloma López Campos·30 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco muestra siempre una gran cercanía con las personas que sufren por la enfermedad. Por ello no es de extrañar que pida a los católicos de todo el mundo que se unan a él durante el mes de febrero para orar por “los enfermos terminales y sus familias”.

El Santo Padre muestra preocupación por los “cuidados y el acompañamiento necesarios, tanto desde el punto de vista médico como humano”, que hacen falta para las personas que están enfermas.

Francisco señala en el vídeo para la Red Mundial de Oración que existe una gran diferencia entre los conceptos de “incurable e ‘in-cuidable’”. Inspirándose en una cita del Papa san Juan Pablo II, afirma que, mientras que la curación no siempre se da, “cuidar siempre” es posible.

El Papa reivindica que “incluso cuando existan muy pocas posibilidades de curación, todos los enfermos tienen derecho al acompañamiento médico, al acompañamiento psicológico, al acompañamiento espiritual, al acompañamiento humano”.

Cuidados paliativos

El Pontífice aprovecha la ocasión para hablar sobre los cuidados paliativos. Estos “garantizan al paciente no solo la atención médica, sino también un acompañamiento humano y cercano”.

Además, el Papa recuerda en su mensaje que las familias de las personas enfermas “no pueden quedarse solas en esos momentos difíciles”. Por eso, pide promover un apoyo a quienes están junto a los enfermos que se note en los planos físico, espiritual y social.

Jornada Mundial del Enfermo

Esta intención del Papa llega precisamente en el mes en el que se celebra la Jornada Mundial del Enfermo. El 11 de febrero, con ocasión de la memoria de la Virgen de Lourdes, la Iglesia entera se une para rezar por aquellos que sufren por la enfermedad.

En su mensaje para este día, publicado a principios de 2024, el Papa señaló que «el primer cuidado del que tenemos necesidad en la enfermedad es el de una cercanía llena de compasión y ternura». Incluso, aprovechó para animar a los enfermos a que «no se avergüencen de su deseo de cercanía y ternura».

El Santo Padre resaltó que «los cristianos estamos especialmente llamados a hacer nuestra la mirada compasiva de Jesús». De este modo, podremos «contrarrestar la cultura del individualismo, de la indiferencia, del descarte», y la cambiaremos por una «cultura de la ternura y de la compasión».

Intención de oración del Papa Francisco para febrero de 2024
Vaticano

Verdad, caridad, valentía: las recomendaciones del Papa a los medios católicos

En un encuentro con medios pertenecientes a la Conferencia Episcopal Italiana, el Papa Francisco ha delineado las características que, a su juicio, deben tener los comunicadores.

Antonino Piccione·30 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El periodismo como búsqueda de la verdad, un tema complejo que implica la virtud de la escucha, la capacidad de discernimiento y el cuidado en el uso de las palabras. Pocos días después de su mensaje para la 58ª Jornada de las Comunicaciones Sociales, que este año se celebra el 12 de mayo, dedicada a la inteligencia artificial, el Papa Francisco ofrece una nueva reflexión sobre el terreno de la información y la comunicación, con la ayuda de una audiencia con los periodistas y técnicos de Tv2000 y RadioinBlu2000, recibidos el 29 de enero en el Aula Pablo VI, con ocasión del 25 aniversario del nacimiento de las emisoras de la Conferencia Episcopal Italiana.

«Contar lo bueno y lo bello de nuestras comunidades con cercanía», para «hacer protagonistas a quienes normalmente terminan como figurantes o ni siquiera son tenidos en cuenta», remarcó el Pontífice, recordando la importancia de una comunicación constructiva, protegida de los pecados que la minan, ante todo el de la desinformación.

Refiriéndose a la audiencia concedida en 2014, el Pontífice señaló que desde entonces «ha cambiado mucho el panorama de los medios de comunicación», pero que hoy, como entonces, ambos medios, junto con el diario «Avvenire» y la Agenzia Sir, tienen «una afiliación muy precisa: la Conferencia Episcopal Italiana». 

Esto, en opinión de Francisco, no es en absoluto una limitación, «al contrario, es una expresión de gran libertad, porque nos recuerda que la comunicación y la información están siempre enraizadas en lo humano». Crucial, en este sentido, es el papel y la función de testigo, por lo que el periodista está llamado a contar «historias en las que la oscuridad que nos rodea no apague la luz de la esperanza».

Los periodistas, «puente» y no «muro»

Sobre la implicación de quienes narran la Iglesia a través de sus medios de comunicación, no se puede dejar de «partir del corazón» para hacer posible la «cercanía» y afirmar la verdad sin separarla de la caridad. «¡Nunca separéis los hechos del corazón! Y después, tened valor. No es casualidad que el ‘coraje’ venga del cor. Quien tiene corazón tiene también el valor de ser alternativo, sin volverse polémico o agresivo; de ser creíble, sin pretender imponer su propio punto de vista; de ser un «constructor de puentes».

Para esquivar los otros pecados en los que no pocas veces incurren los profesionales de la información: la calumnia, la difamación, el amor al escándalo. Porque «el escándalo vende», como dijo el Santo Padre a finales de agosto al recibir el premio «Es Periodismo».

A la luz de estas consideraciones, la audiencia dirigida a los católicos bien puede considerarse una ulterior y más específica aportación que el Papa Benedicto hace a su magisterio sobre el tema del periodismo, que no puede eludir la «responsabilidad» -otra palabra clave- desde la perspectiva de la objetividad, el respeto de la dignidad humana y la atención al bien común. «De este modo -señala- podremos reparar las fracturas, transformar la indiferencia en falta de acogida y de relación».

La persona, en definitiva, es el fundamento y la meta «de todo servicio de todo artículo, de todo programa». Hay que servir a la persona y decir la verdad «con respeto y competencia». Evitar, o más bien gobernar, todos los instrumentos de manipulación, de contaminación cognitiva y de «alteración de la realidad», porque el hombre sigue marcando la diferencia.

La información», observa el Papa en su Mensaje publicado en la fiesta litúrgica de San Francisco de Sales, patrono de los periodistas, «no puede separarse de las relaciones existenciales: implica el cuerpo, el estar en la realidad; pide relatar no sólo datos, sino experiencias; exige el rostro, la mirada, la compasión, así como el compartir».

Porque el periodismo sólo puede seguir haciendo su valiosa labor si no abdica de sus fundamentos. Hay cuestiones primordiales relacionadas con la regulación, la propiedad intelectual y la competencia comercial.

También hay profundas preocupaciones sociales sobre la IA, en particular en relación con la desinformación, la discriminación y los prejuicios, y los riesgos de manipulación de los medios por parte de grandes entidades corporativas o gubernamentales. Es imperativo mantener una visión holística que se base en las recomendaciones del Papa Francisco.

El autorAntonino Piccione

Cultura

Manuel Garrido: “Cada colega es una persona, no una amenaza”

Entrevista a Manuel Garrido, Premio Bravo! de Comunicación Institucional 2024 y responsable, durante años, de la Oficina de Información del Opus Dei y el santuario de Torreciudad.

Maria José Atienza·30 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Se llama Manuel Garrido González pero para los profesionales de la comunicación en España es Manolo.

Este periodista ovetense de casi 68 años, ha dedicado su vida profesional a la comunicación institucional en ámbitos de la Iglesia católica, especialmente en el santuario de Torreciudad y en la Oficina de Comunicación de la Prelatura del Opus Dei. Ahora compagina labores de consultoría con una decidida lucha contra una enfermedad, que afronta con “la confianza que da estar en las mejores manos: en las de Dios, en las de los médicos y en las de tantos amigos y colegas, que me ayudan con su cariño y cercanía”.

El 29 de enero de 2024, Manuel Garrido recogía el Premio Bravo! de Comunicación Institucional. Junto a él, nombres como Ana Iris Simón, el director de cine Santos Blanco, o los creadores de la campaña de la ACdP #QueNoTeLaCuelen en favor de la familia y la maternidad recibieron este reconocimiento, otorgado por la Conferencia Episcopal Española.

Ese día, muchos colegas quisieron acompañar a Manuel Garrido en la entrega de un premio que el brindó a todos los profesionales de la comunicación

⁠¿Cómo ha recibido el premio Bravo!? ¿Qué supone un reconocimiento así tras años de trabajo y servicio?

–Con sorpresa, no me lo esperaba. En cualquier caso, bienvenido este empujón de ánimo que viene de los compañeros en las tareas informativas, a los que se lo brindo. Y es un lujo recibirlo junto a unos premiados extraordinarios, de gran nivel, como Ana Iris Simón, a la que sigo semanalmente. Ella se refería hace poco a la importancia de mirar hacia delante sin perder de vista lo de atrás, para valorar tantas cosas buenas, bellas y verdaderas. Y tener una mirada limpia para saber apreciarlas y contarlas. Me lo apunté, me parece un buen consejo.

Ha vivido de lleno el cambio en los paradigmas de comunicación y en la Iglesia. ¿Cómo se afrontan unos problemas profesionales cuando también afectan a la propia fe?

–La fe te lleva a la oración para ver con Dios las cosas que tienes entre manos, a intentar trabajar con alegría y esperanza. No es pasividad ni dejadez, o tododaigual, sino exigencia de calidad sin perfeccionismo, de procurar hacer las cosas bien, a pesar de los errores.

La fe te da una perspectiva que te ayuda en el agobio de lo inmediato, te quita protagonismo e importancia y te ayuda a ver las cosas en su medida justa. Es más que una aliada en el día a día. Y a la vez reconforta ver tantas conductas positivas que construyen y son mayoritarias. Son las que tenemos que contar y compartir, que harán más amable el rostro de la Iglesia.

¿Con qué momentos comunicativos se queda de su carrera?

–Podría decir que he disfrutado con cada pieza que he preparado, esperando con ilusión verla publicada o emitida en el medio que fuera. Dicho esto, me quedaría con la beatificación y canonización de san Josemaría, que viví en Roma con mis paisanos de Barbastro y que fue seguida por numerosos medios informativos. Y destacaría también, como un momentazo, la comunicación de Torreciudad y el Alto Aragón durante 21 años gozosos en los que pude comprobar el gran don que es el santuario para la Iglesia, la diócesis y el territorio. Y que hemos de seguir cuidando entre todos.

⁠Para usted, ¿cuáles han de ser las claves de la comunicación en una institución de la Iglesia?

–Veo dos claves. Cercanía y afecto personal por los profesionales y ofrecer a los medios información útil. Los que estamos en el ámbito de la comunicación de las instituciones debemos ser intermediarios entre nuestra institución y los medios. Por tanto, conocer a fondo tu casa y los medios. Y después contacto frecuente con los medios para ofrecerles información que les resulte útil.

En un mundo cada vez más “digital, ¿se ha perdido el contacto personal en el terreno profesional?

–Pienso que el periodismo se lleva dentro y se vive las 24 horas, aunque entiendo que esto ya no es así y me alegro, porque ahora se está conciliando más con otras obligaciones. Pero voy a que si sigues de cerca el trabajo de un colega y le hablas, es fácil compartir otras cosas. Es cariño, no marketing ni coaching. Cada colega es una persona, no una amenaza o instrumento, decía san Juan Pablo II, que pensaba en los periodistas como personas y trataba de establecer un contacto personal con ellos. Es la cercanía sincera, sobrenatural y alegre, tal cual acabamos de ver en el Papa Francisco y su audiencia del 22 de enero con los periodistas acreditados en el Vaticano.

En su vida, ¿tiene algún referente de la comunicación?

–Joaquín Navarro-Valls. Tuve la suerte de tratarle y seguirle. Hace poco leí sus notas personales en “Mis años con Juan Pablo II”, en Espasa. Me resultó muy útil y lo recomiendo para cualquier comunicador, porque fue un gran portavoz de un gran papa.

De Navarro recuerdo bien su conferencia del 18 de noviembre de 2013 en la Fundación Rafael del Pino sobre Juan Pablo II y el sufrimiento humano, muy sugerente. Y tengo a mano unas palabras de 2011 que me han ayudado mucho: “todo se puede comunicar y mucho se debe comunicar; también el dolor, la enfermedad e incluso las dudas. Lo único que no es comunicable es la mentira, ni siquiera para quedar bien y mejorar la imagen”. Todo un reto.

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Recursos

El Año de Oración 2024 tendrá por lema «Señor, enséñanos a orar»

Con las palabras “Señor, enséñanos a orar” los Apóstoles se dirigieron a Jesús, y estas mismas palabras ha escogido el Papa como lema para el 2024, Año de la Oración, durante el cual también nosotros, discípulos de Cristo, estamos llamados a redescubrir el valor de la oración cotidiana en nuestras vidas.

Arturo Cattaneo·30 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 14 minutos

Cuando se quiere emprender una iniciativa, se suele empezar a ocuparse de los aspectos organizativos: con qué personas o recursos contar para lograr el objetivo de la mejor manera posible. ¿A quién, en cambio, se le ocurre primero ponerse a rezar? Evidentemente, a quienes nunca han experimentado el poder de la oración les resulta muy difícil comprender que, para preparar un acontecimiento o una elección importante en la vida, no sólo es aconsejable rezar, sino que es indispensable.

En esta perspectiva, es significativo y es una gran lección que nos ofrece Papa Francisco con esta iniciativa. En el Ángelus del 21 de enero, ha lanzado oficialmente el Año de la oración, en preparación del Jubileo de 2025, animando a rezar para que ese Año Santo repercuta en toda la Iglesia, en la santidad de los cristianos. Ciertamente requerirá la organización y el trabajo de muchas personas, pero sólo con una preparación remota en la oración, ese Jubileo dará frutos de gracia y de reconciliación.

En la presentación de la iniciativa, en la sala de prensa vaticana, monseñor Rino Fisichella, Pro-prefecto del Dicasterio para la Evangelización, deseó que éste sea un año en el que redescubrir “cómo rezar y, sobre todo, cómo educar a rezar hoy, en la era de la cultura digital, para que la oración sea eficaz y fecunda”. El Pontífice, en el Ángelus, habló explícitamente de una necesidad absoluta de oración, de una “sinfonía” de oración tanto a nivel personal como comunitario. En la rueda de prensa del 23 de enero de 2024, precisó cuáles deben ser las características de esta oración: estar ante el Señor en una relación de confianza y amistad, dispuestos a escucharle. Y a darle gracias.

A través de la oración crecerá también nuestra capacidad de prestar atención a los demás, de acogerlos y de tenderles la mano con un corazón misericordioso como el de Jesús.

En el prefacio de “Orar hoy. Un desafío a vencer”, el primero de los ocho libros que el Dicasterio para la Evangelización está a punto de publicar, el Papa escribe: “La oración es el aliento de la fe, es su expresión más adecuada. Como un grito que sale del corazón de los que creen y se confían a Dios”. En este año, con el Jubileo a la vuelta de la esquina, dice el Santo Padre, “se nos invita a ser más humildes y a dar espacio a la oración que brota del Espíritu Santo”.

Verdaderamente, desde el inicio de su pontificado, el de la oración ha sido uno de los temas más recurrentes, un tema al que ha dedicado nada menos que 38 audiencias generales a lo largo de 2020 y 2021 con reflexiones y sugerencias profundas y al mismo tiempo sencillas, concretas, llenas de sentido común y también de ese buen humor que le caracteriza.

En los próximos meses el Papa creará una “Escuela de oración”, pero serán sobre todo las Iglesias locales las llamadas a desarrollar iniciativas que ayuden a los fieles a redescubrir la oración como “alimento de la vida cristiana de fe, esperanza y caridad”. Por estas razones, he recogido en una pequeña antología frases y consideraciones del Papa Francisco que ayudan a comprender mejor por qué y cómo rezar.

El Papa Francisco nos habla de la oración, explicando por qué y cómo rezar

Textos del Papa Francisco recogidos por don Arturo Cattaneo

El Santo Padre habla de la oración en prácticamente todos sus textos, exhortaciones, homilías, cartas, audiencias, etc. Un tema al que también ha dedicado nada menos que 38 audiencias generales durante 2020 y 2021. Se pueden descargar por ejemplo con este enlace.

A continuación, encontrarás sus frases o reflexiones que me han parecido especialmente significativas, ordenadas en seis capítulos.

Qué es la oración

La oración es el aliento del alma, es el aliento de la fe. En una relación de confianza, en una relación de amor, no puede faltar el diálogo, y la oración es el diálogo del alma con Dios. Es importante encontrar momentos en el día para abrir el corazón a Dios, incluso con palabras sencillas (Discurso, 14-XII-2014).

La oración del cristiano nace, en cambio, de una revelación: el “Tú” no ha permanecido envuelto en el misterio, sino que ha entrado en relación con nosotros… La oración del cristiano entra en relación con el Dios de rostro más tierno, que no quiere infundir miedo alguno a los hombres. Esta es la primera característica de la oración cristiana. Si los hombres estaban acostumbrados desde siempre a acercarse a Dios un poco intimidados, un poco asustados por este misterio, fascinante y terrible, si se habían acostumbrado a venerarlo con una actitud servil, similar a la de un súbdito que no quiere faltar al respeto a su señor, los cristianos se dirigen en cambio a Él atreviéndose a llamarlo con confianza con el nombre de “Padre”. Todavía más, Jesús usa otra palabra: “papá” (Audiencia general, 13-V-2020).

La oración es un encuentro con Dios, con Dios que nunca defrauda; con Dios que es fiel a su palabra; con Dios que no abandona a sus hijos (Homilía, 29-VI-2015).

Orar es devolver el tiempo a Dios, salir de la obsesión de una vida a la que siempre le falta tiempo, redescubrir la paz de las cosas necesarias y descubrir la alegría de los dones inesperados (Audiencia general, 26-VIII-2015).

Por qué rezar

¿Por qué rezo? Rezo porque tengo necesidad. Esto lo siento, lo que me impulsa, como si Dios me llamara a hablar (Entrevista del Papa Francisco con jóvenes de Bélgica, 31-III-2014).

El encuentro con Dios en la oración os ayudará a conocer mejor al Señor y a vosotros mismos. La voz de Jesús hará arder vuestros corazones y vuestros ojos se abrirán para reconocer su presencia en vuestra historia, descubriendo así el proyecto de amor que Él tiene para vuestra vida (Mensaje para la XXX JMJ, 17-II-2015).

La oración nos da la gracia de vivir fieles al plan de Dios (Audiencia General, 17-IV-2013).

Cada historia es única, pero todas parten de un encuentro que ilumina en lo profundo, que toca el corazón e implica a toda la persona: afectos, intelecto, sentidos, todo. Es un amor tan grande, tan hermoso, tan verdadero, que lo merece todo y merece toda nuestra confianza (Encuentro con los jóvenes de Umbria, 4-X-2013).

Otro elemento importante es la conciencia de sentirse parte de un plan mayor, al que uno desea ofrecer su contribución (Audiencia general, 7-XII-2022).

Dios nos llama a luchar con Él, cada día, en cada momento, para vencer el mal con el bien (Discurso, 20-X-2013).

La fe no nos aleja del mundo, sino que nos inserta más profundamente en él. ¡Esto es muy importante! Debemos adentrarnos en el mundo, pero con la fuerza de la oración. Cada uno de nosotros desempeña un papel especial en la preparación de la venida del Reino de Dios en el mundo (Discurso en Manila, 16-I-2015).

La oración, el ayuno y la limosna nos ayudan a no dejarnos dominar por las cosas que parecen: lo que cuenta no es la apariencia; el valor de la vida no depende de la aprobación de los demás o del éxito, sino de lo que tenemos dentro (Homilía, 05-III-2014).

La oración preserva al hombre del protagonismo por el que todo gira a su alrededor, de la indiferencia y del victimismo (Discurso, 15-VI-2014).

Con la oración permitimos que el Espíritu Santo nos ilumine y nos aconseje sobre lo que debemos hacer en ese momento (Audiencia general, 07-V-2014).

Sin oración nuestra acción se vuelve vacía y nuestro anuncio no tiene alma, porque no está animado por el Espíritu (Audiencia General, 22-V-2013).

La oración no es un sedante para aliviar las angustias de la vida; o, en todo caso, tal oración no es ciertamente cristiana. Más bien, la oración nos da poder a cada uno de nosotros (Audiencia general, 21-X-2020).

La primera motivación para evangelizar es el amor de Jesús que hemos recibido, esa experiencia de ser salvados por Él que nos mueve a amarlo siempre más. Pero ¿qué amor es ese que no siente la necesidad de hablar del ser amado, de mostrarlo, de hacerlo conocer? Si no sentimos el intenso deseo de comunicarlo, necesitamos detenernos en oración para pedirle a Él que vuelva a cautivarnos. Nos hace falta clamar cada día, pedir su gracia para que nos abra el corazón frío y sacuda nuestra vida tibia y superficial. Puestos ante Él con el corazón abierto, dejando que Él nos contemple, reconocemos esa mirada de amor que descubrió Natanael el día que Jesús se hizo presente y le dijo: “Cuando estabas debajo de la higuera, te vi” (Jn 1, 48). ¡Qué dulce es estar frente a un crucifijo, o de rodillas delante del Santísimo, y simplemente ser ante sus ojos! ¡Cuánto bien nos hace dejar que Él vuelva a tocar nuestra existencia y nos lance a comunicar su vida nueva! (Exhortación apostólica Evangelii gaudium 264).

Cómo rezar

Sencillez, humildad, atención, comprensión y silencio: son las cinco cualidades que corresponden a los cinco dedos.

El pulgar es el dedo más grande, por eso es también el dedo de la alabanza a Dios. Pero también es el dedo que está más cerca de nosotros y nos indica que recemos por los más cercanos, por nuestros seres queridos, por los amigos. El dedo índice es el dedo que enseña, que nos muestra el camino y la senda a seguir. Rezamos por todos aquellos que en la vida nos enseñan o nos enseñarán algo.

El dedo corazón nos recuerda a los que nos gobiernan. A ellos, Dios les ha confiado el destino de las naciones, y por ellos rezamos para que sigan siempre las enseñanzas de Jesús en su deber. El anular es el dedo de la promesa: pedimos a Dios que proteja a los que más queremos, así como a los más débiles y necesitados.

El meñique es el dedo más pequeño. Nos enseña y nos recuerda que debemos rezar por los niños. También nos recuerda que debemos hacernos pequeños como ellos y no caer en el orgullo.

Rezar de forma sencilla, pero concreta al mismo tiempo. Y, como tenemos dos manos, la oración también se puede repetir una segunda vez. Porque sabemos que «rezar es el oxígeno de nuestra alma» y de nuestra vida espiritual (Escrito por Jorge Mario Bergoglio, cuando era arzobispo de Buenos Aires).

La verdadera oración es familiaridad y confianza con Dios, no es recitar oraciones como un loro… Estar en oración no significa decir palabras, palabras, palabras: no, significa abrir mi corazón a Jesús, acercarme a Jesús, dejarle entrar en mi corazón y hacerme sentir su presencia allí. Y ahí podemos discernir cuándo es Jesús o cuándo somos nosotros con nuestros pensamientos, tantas veces alejados de Jesús. Pidamos esta gracia: vivir una relación de amistad con el Señor, como un amigo habla a su amigo (Audiencia general, 28-IX-2022).

Cuando oramos debemos ser humildes: ésta es la primera actitud para ir a la oración. Así nuestras palabras serán realmente oraciones y no un galimatías que Dios rechaza (Audiencia general, 26-V-2021).

En el origen de toda vocación hay siempre una fuerte experiencia de Dios, una experiencia que no se olvida, ¡se recuerda toda la vida! ¡Dios siempre nos sorprende! Es Dios quien llama; pero es importante tener una relación cotidiana con Él, escucharle en el silencio ante el Sagrario y en lo más profundo de nosotros mismos, hablar con Él, acercarnos a los Sacramentos. Tener esta relación familiar con el Señor es como tener abierta la ventana de nuestra vida, para que Él nos haga oír su voz, lo que quiere de nosotros (A los jóvenes en Asís, 5-X-2013).

Este es el camino para aceptar a Dios, no la habilidad, sino la humildad: reconocerse pecador. Confesar, primero a uno mismo y luego al sacerdote en el sacramento de la reconciliación, los propios pecados, las propias carencias, las propias hipocresías; bajar del pedestal y sumergirse en el agua del arrepentimiento (Ángelus, 4-XII-2022).

Hay que quitarse la máscara –cada uno la tiene– y ponerse a la altura de los humildes; liberarse de la presunción de creerse autosuficientes, ir a confesar los pecados, los ocultos, y aceptar el perdón de Dios, pedir perdón a quienes hemos ofendido. Así comienza una vida nueva (Ángelus, 4-XII-2022).

La oración purifica incesantemente el corazón. La alabanza y la súplica a Dios impiden que el corazón se endurezca en el resentimiento y el egoísmo (Audiencia general, 11.III.2015).

¡El Espíritu Santo es el que da vida al alma! Dejadle entrar. Hablad con el Espíritu como habláis con el Padre, como habláis con el Hijo: ¡hablad con el Espíritu Santo, que no tiene nada de paralizante! En Él está la fuerza de la Iglesia, Él es quien os lleva adelante (Audiencia general, 21-XII-2022).

Con el amigo hablamos, compartimos las cosas más secretas. Con Jesús también conversamos. La oración es un desafío y una aventura. ¡Y qué aventura! Permite que lo conozcamos cada vez mejor, entremos en su espesura y crezcamos en una unión siempre más fuerte. La oración nos permite contarle todo lo que nos pasa y quedarnos confiados en sus brazos, y al mismo tiempo nos regala instantes de preciosa intimidad y afecto, donde Jesús derrama en nosotros su propia vida. Rezando “le abrimos la jugada” a Él, le damos lugar «para que Él pueda actuar y pueda entrar y pueda vencer» (Exhortación apostólica Christus vivit 155).

Así es posible llegar a experimentar una unidad constante con Él, que supera todo lo que podamos vivir con otras personas: “Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí” (Ga 2, 20). No prives a tu juventud de esta amistad. Podrás sentirlo a tu lado no sólo cuando ores. Reconocerás que camina contigo en todo momento. Intenta descubrirlo y vivirás la bella experiencia de saberte siempre acompañado. Es lo que vivieron los discípulos de Emaús cuando, mientras caminaban y conversaban desorientados, Jesús se hizo presente y «caminaba con ellos» (Lc 24, 15) (Exhortación apostólica Christus vivit 156).

Un joven al Papa: «¿Puede explicarme cómo reza y por qué reza? Lo más concretamente posible…».

Cómo rezo… Muchas veces cojo la Biblia, leo un poco, luego la dejo y dejo que el Señor me mire: ésa es la idea más común de mi oración. Me dejo mirar por Él. Y siento –pero no es sentimentalismo– siento profundamente las cosas que el Señor me dice. A veces Él no habla… nada, vacío, vacío, vacío… pero pacientemente me quedo ahí, y así rezo… Me siento, rezo sentado, porque me duele arrodillarme, y a veces me duermo rezando… Es también una manera de rezar, como un hijo con el Padre, y esto es importante: me siento como un hijo con el Padre (Entrevista del Papa Francisco a jóvenes de Bélgica, 31-III-2014).

Jesús, maestro de oración

Jesús recurre constantemente a la fuerza de la oración. Los Evangelios nos lo muestran cuando se retira a lugares apartados a rezar. Se trata de observaciones sobrias y discretas, que dejan solo imaginar esos diálogos orantes. Estos testimonian claramente que, también en los momentos de mayor dedicación a los pobres y a los enfermos, Jesús no descuidaba nunca su diálogo íntimo con el Padre. Cuanto más inmerso estaba en las necesidades de la gente, más sentía la necesidad de reposar en la Comunión trinitaria, de volver con el Padre y el Espíritu.

En la vida de Jesús hay, por tanto, un secreto, escondido a los ojos humanos, que representa el núcleo de todo. La oración de Jesús es una realidad misteriosa, de la que intuimos solo algo, pero que permite leer en la justa perspectiva toda su misión. En esas horas solitarias –antes del alba o en la noche–, Jesús se sumerge en su intimidad con el Padre, es decir en el Amor del que toda alma tiene sed. Es lo que emerge desde los primeros días de su ministerio público.

Un sábado, por ejemplo, la pequeña ciudad de Cafarnaún se transforma en un «hospital de campaña»: después del atardecer llevan a Jesús a todos los enfermos, y Él les sana. Pero, antes del alba, Jesús desaparece: se retira a un lugar solitario y reza. Simón y los otros le buscan y cuando le encuentran, le dicen: “¡Todos te buscan!”. ¿Qué responde Jesús?: “Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido” (cfr. Mc 1, 35-38). Jesús siempre está más allá, más allá en la oración con el Padre y más allá, en otros pueblos, otros horizontes para ir a predicar, otros pueblos.

La oración es el timón que guía la ruta de Jesús. Las etapas de su misión no son dictadas por los éxitos, ni el consenso, ni esa frase seductora “todos te buscan”. La vía menos cómoda es la que traza el camino de Jesús, pero que obedece a la inspiración del Padre, que Jesús escucha y acoge en su oración solitaria.

El Catecismo afirma: “Con su oración, Jesús nos enseña a orar” (n. 2607). Por eso, del ejemplo de Jesús podemos extraer algunas características de la oración cristiana.

Ante todo posee una primacía: es el primer deseo del día, algo que se practica al alba, antes de que el mundo se despierte. Restituye un alma a lo que de otra manera se quedaría sin aliento. Un día vivido sin oración corre el riesgo de transformarse en una experiencia molesta, o aburrida: todo lo que nos sucede podría convertirse para nosotros en un destino mal soportado y ciego. Jesús sin embargo educa en la obediencia a la realidad y por tanto a la escucha. La oración es sobre todo escucha y encuentro con Dios. Los problemas de todos los días, entonces, no se convierten en obstáculos, sino en llamamientos de Dios mismo a escuchar y encontrar a quien está de frente. Las pruebas de la vida cambian así en ocasiones para crecer en la fe y en la caridad. El camino cotidiano, incluidas las fatigas, adquiere la perspectiva de una «vocación». La oración tiene el poder de transformar en bien lo que en la vida de otro modo sería una condena; la oración tiene el poder de abrir un horizonte grande a la mente y de agrandar el corazón.

En segundo lugar, la oración es un arte para practicar con insistencia. Jesús mismo nos dice: llamad, llamad, llamad. Todos somos capaces de oraciones episódicas, que nacen de la emoción de un momento; pero Jesús nos educa en otro tipo de oración: la que conoce una disciplina, un ejercicio y se asume dentro de una regla de vida. Una oración perseverante produce una transformación progresiva, hace fuertes en los períodos de tribulación, dona la gracia de ser sostenidos por Aquel que nos ama y nos protege siempre.

Otra característica de la oración de Jesús es la soledad. Quien reza no se evade del mundo, sino que prefiere los lugares desiertos. Allí, en el silencio, pueden emerger muchas voces que escondemos en la intimidad: los deseos más reprimidos, las verdades que persistimos en sofocar, etc. Y sobre todo, en el silencio habla Dios. Toda persona necesita de un espacio para sí misma, donde cultivar la propia vida interior, donde las acciones encuentran un sentido. Sin vida interior nos convertimos en superficiales, inquietos, ansiosos –¡qué mal nos hace la ansiedad!– Por esto tenemos que ir a la oración; sin vida interior huimos de la realidad, y también huimos de nosotros mismos, somos hombres y mujeres siempre en fuga.

Finalmente, la oración de Jesús es el lugar donde se percibe que todo viene de Dios y Él vuelve. A veces nosotros los seres humanos nos creemos dueños de todo, o al contrario perdemos toda estima por nosotros mismos, vamos de un lado para otro. La oración nos ayuda a encontrar la dimensión adecuada, en la relación con Dios, nuestro Padre, y con toda la creación. Y la oración de Jesús finalmente es abandonarse en las manos del Padre, como Jesús en el huerto de los olivos, en esa angustia: «Padre si es posible…, pero que se haga tu voluntad». El abandono en las manos del Padre. Es bonito cuando nosotros estamos inquietos, un poco preocupados y el Espíritu Santo nos transforma desde dentro y nos lleva a este abandono en las manos del Padre: “Padre, que se haga tu voluntad” (Audiencia general, 4-XI-2020).

Pero, ¿y si Dios no responde a nuestras súplicas?

Hay una contestación radical a la oración, que deriva de una observación que todos hacemos: nosotros rezamos, pedimos, sin embargo, a veces parece que nuestras oraciones no son escuchadas: lo que hemos pedido –para nosotros o para otros– no sucede. Nosotros tenemos esta experiencia, muchas veces. Si además el motivo por el que hemos rezado era noble (como puede ser la intercesión por la salud de un enfermo, o para que cese una guerra), el incumplimiento nos parece escandaloso. Por ejemplo, por las guerras: nosotros estamos rezando para que terminen las guerras, estas guerras en tantas partes del mundo, pensemos en Yemen, pensemos en Siria, países que están en guerra desde hace años, ¡años! Países atormentados por las guerras, nosotros rezamos y no terminan. ¿Pero cómo puede ser esto? “Hay quien deja de orar porque piensa que su oración no es escuchada” (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2734) Pero si Dios es Padre, ¿por qué no nos escucha? Él que ha asegurado que da cosas buenas a los hijos que se lo piden (cfr. Mt 7, 10), ¿por qué no responde a nuestras peticiones? Todos nosotros tenemos experiencia de esto: hemos rezado, rezado, por la enfermedad de este amigo, de este papá, de esta mamá y después se han ido, Dios no nos ha escuchado. Es una experiencia de todos nosotros.

El Catecismo nos ofrece una buena síntesis sobre la cuestión. Nos advierte del riesgo de no vivir una auténtica experiencia de fe, sino de transformar la relación con Dios en algo mágico. La oración no es una varita mágica: es un diálogo con el Señor. De hecho, cuando rezamos podemos caer en el riesgo de no ser nosotros quienes servimos a Dios, sino pretender que sea Él quien nos sirva a nosotros (cfr. n. 2735). He aquí, pues, una oración que siempre reclama, que quiere dirigir los sucesos según nuestro diseño, que no admite otros proyectos si no nuestros deseos. Jesús sin embargo tuvo una gran sabiduría poniendo en nuestros labios el “Padre nuestro”. Es una oración solo de peticiones, como sabemos, pero las primeras que pronunciamos están todas del lado de Dios. Piden que se cumpla no nuestro proyecto, sino su voluntad en relación con el mundo. Mejor dejar hacer a Él: «Sea santificado tu nombre, venga tu Reino, hágase tu voluntad» (Mt 6, 9-10) (Audiencia general, 26-V-2021).

El ejemplo y la ayuda de la Virgen

María no dirige autónomamente su vida: espera que Dios tome las riendas de su camino y la guíe donde Él quiere. Es dócil, y con su disponibilidad predispone los grandes eventos que involucran a Dios en el mundo… No hay mejor forma de rezar que ponerse como María en una actitud de apertura, de corazón abierto a Dios: “Señor, lo que Tú quieras, cuando Tú quieras y como Tú quieras”. Es decir, el corazón abierto a la voluntad de Dios…

María acompaña en oración toda la vida de Jesús, hasta la muerte y la resurrección; y al final continúa, y acompaña los primeros pasos de la Iglesia naciente (cfr. Hch 1, 14). María reza con los discípulos que han atravesado el escándalo de la cruz. Reza con Pedro, que ha cedido al miedo y ha llorado por el arrepentimiento. María está ahí, con los discípulos, en medio de los hombres y las mujeres que su Hijo ha llamado a formar su Comunidad…

Rezando con la Iglesia naciente se convierte en Madre de la Iglesia, acompaña a los discípulos en los primeros pasos de la Iglesia en la oración, esperando al Espíritu Santo. En silencio, siempre en silencio. La oración de María es silenciosa. El Evangelio nos cuenta solamente una oración de María: en Caná, cuando pide a su Hijo, para esa pobre gente, que va a quedar mal en la fiesta.

María está presente porque es Madre, pero también está presente porque es la primera discípula, la que ha aprendido mejor las cosas de Jesús. María nunca dice: “Venid, yo resolveré las cosas”. Sino que dice: “Haced lo que Él os diga”, siempre señalando con el dedo a Jesús… Algunos han comparado el corazón de María con una perla de esplendor incomparable, formada y suavizada por la paciente acogida de la voluntad de Dios a través de los misterios de Jesús meditados en la oración. ¡Qué bonito si nosotros también podemos parecernos un poco a nuestra Madre! Con el corazón abierto a la Palabra de Dios, con el corazón silencioso, con el corazón obediente, con el corazón que sabe recibir la Palabra de Dios y la deja crecer con una semilla del bien de la Iglesia (Audiencia general, 18-XI-2020).

Un Bravo! por Manolo

Son pocos los referentes que unen, casi unánimemente, a los que conforman una profesión como la de la comunicación en esta época. Menos aún, dentro de la Iglesia. Manuel Garrido es una de esas excepciones.

30 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Recibir un premio es, siempre, un arma de doble filo. Junto al orgullo propio de quien lo recibe se entremezcla, en no pocas ocasiones, la crítica mordaz e incluso la desconfianza del que se ha quedado fuera de la lista. Pero hay excepciones.

Una de ellas la hemos vivido en la reciente entrega de los premios Bravo!, los galardones con los que la Comisión Episcopal par las comunicaciones Sociales de la Conferencia Episcopal Española reconoce, desde hace 54 años, la labor de profesionales y empresas en distintos campos de la comunicación. Este año, el Premio ¡Bravo! de Comunicación institucional recaía en Manuel Garrido, «por su trayectoria intensa dedicada a la comunicación institucional en la Oficina de Información del Opus Dei y, anteriormente, en Torreciudad

Manolo ha sido, durante décadas «el Opus» para los periodistas, la imagen que se formaba en la cabeza de decenas de profesionales de la comunicación cuando se hablaba de esta prelatura personal. Más allá de estereotipos, de filias y fobias, de prejuicios y lugares comunes estaba Manolo.

Manolo ha sabido moverse en las aguas turbulentas de una Iglesia nada cómoda para el comunicador, pero sobre todo, Manolo ha sabido hacerse compañero de camino de los profesionales de la comunicación con los que ha tratado, a los que ha servido, incluso cuando su trabajo «no les ha servido para nada».

Manolo ha recibido un Premio Bravo! pocos meses después de que la cornada del toro bravo de la ELA le alcanzara de lleno. Acababa de abandonar los ruedos profesionales para gozar de una jubilación más que merecida y, en cuestión de días, cambió la moto por las muletas. Desde Torreciudad escribía a sus colegas y amigos dándoles la noticia y pidiendo oraciones. Sonriendo. Con la misma sonrisa con la que recogía su premio, en una abarrotada sala en la que periodistas de todas las instituciones de la Iglesia aplaudían a un colega, a un referente, a un amigo.

Son pocos los referentes que unen, casi unánimemente, a los que conforman una profesión como la de la comunicación en esta época y menos aún, dentro de la Iglesia. Son menos aún las amistades sinceras que te depara esta labor. Pero al ver a Manolo con sus muletas recoger el Bravo! fueron muchos los que, en la sala, señalaron a ese hombre y dijeron a quien estaba a su lado «Ése de ahí es mi amigo». Y seguro que, para Manolo, es mejor premio.

El autorMaria José Atienza

Directora de Omnes. Licenciada en Comunicación, con más de 15 años de experiencia en comunicación de la Iglesia. Ha colaborado en medios como COPE o RNE.

Experiencias

Gustavo Ron,“enamorado de la labor de los voluntarios de Nadiesolo”

Tras una vida de emprendimiento profesional en hostelería, Gustavo Ron se embarcó en 2010 en Nadiesolo, cuyos dos mil voluntarios acompañan a cuarenta mil personas, con nombre y apellidos, que sufren soledad no deseada por enfermedad, dependencia, discapacidad o en riesgo de exclusión. “Cada vez hay más demanda social de acompañamiento”, asegura.

Francisco Otamendi·30 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

“Sí, soy el padre de Gustavo Ron”, comenta con buen humor este empresario hostelero, reconvertido a la gestión de voluntarios para acompañar a personas vulnerables y tantas veces solas. Porque su hijo Gustavo es un conocido guionista y director de cine español. Tampoco Gustavo Ron senior (Zaragoza, 1945), es un desconocido. Preside el patronato de Nadiesolo Voluntariado, la cuarta del sector en Madrid tras Cáritas, Cruz Roja y Manos Unidas, y antes fue, por ejemplo, consejero delegado de Hoteles Husa y fundó Café y Té.

A este Gustavo Ron, el padre, le conocimos hace poco.“Estoy haciendo una ‘tournée’ voluntaria, para eso soy de Nadiesolo, que es una ONG de voluntarios, con dos objetivos. Que la gente conozca iniciativas existentes; y la captación, no digo inmediata, a medio plazo, de voluntarios, porque nos hacen falta”. “Tenemos dos mil”, añade Ron, “pero antes de la pandemia teníamos 2.300, y pasamos a 1.500. Ahora estamos subiendo. Cada vez hay más demanda social de acompañamiento, ésa es la realidad.”.

Sobre los inicios, Gustavo Ron lo cuenta así: “Ésta es una fundación laica, que no pertenece a ningún credo, pero sí hay que decir que esta fundación la sacó adelante en 1995 un grupo de supernumerarios del Opus Dei, y la siguen impulsando. Nuestro patronato está compuesto por mayoría de supernumerarios, sin que se persiga este hecho, porque hay patronos que no pertenecen a la Obra, y son gente preocupada por lo que significa acompañar a la gente que está sola”.

“Gracias a Dios, nazco en una familia católica”, explica este aragonés. “Mi padre había pertenecido a los Luises, era malagueño, y mi madre, nacida en Zaragoza, era fundamentalmente pilarista, como corresponde a una buena maña. Fuimos al colegio cardenal Xavierre de los dominicos en Zaragoza, a los que sigo teniendo un tremendo respeto y aprecio. Mi padre murió cuando tenía 15 años. Esto sirvió para dirigir mi futuro profesional, y termino en la Escuela de Hostelería, que me situó en el mundo de los servicios, que tiene mucho que ver con mi dedicación actual en Nadiesolo. Es decir, estamos aquí para servir, y si servimos y nos enamoramos de ello, nos lo pasamos pipa trabajando”. 

Gustavo Ron explica que conoció Nadiesolo (Desarrollo y Asistencia), a través de su presidente entonces, Rafael Izquierdo, ingeniero de Caminos. “Era una persona absolutamente entrañable. Nos conocimos en Fátima, y un día me dijo: ‘vente conmigo’. Más adelante, con Rafael ya fallecido, las mujeres, que eran mayoría en el patronato, me dicen que tenía que ser yo presidente”. Ron desvela que “he acompañado a voluntarios a visitar a los usuarios, a excursiones, a lugares de ocio, etc., y me he enamorado absolutamente de la tarea. Defiendo la labor de los voluntarios de Nadiesolo, porque son gente enormemente disponible, y al mismo tiempo enormemente agradecida. Y lo que ocurre con el tiempo, y no mucho, es que el voluntario pasa a ser amigo del usuario, y viceversa, un amigo disponible”. 

El año pasado, los voluntarios de la organización dedicaron 83.000 horas de acompañamiento a través de sus programas (ver nadiesolo.org). “Hay un programa que es quizá el más bonito y más fácil de comprender, que es sacar a pasear a los niños discapacitados. A estos chavales, menores de 13 años, porque los mayores tienen otro programa distinto, les saca a pasear un sábado al mes un matrimonio con sus hijos. Es el ‘Voluntariado familiar’, beneficioso para todos, y también formativo”.

Charlamos sobre el denominado ‘Apoyo a personas sin hogar’.“La gente que vive en la calle tiene dependencias, casi todos, y son personas de difícil convivencia. El Ayuntamiento de Madrid tiene tres residencias, albergues. Conozco los dos albergues a los que prestamos servicio, y allí vamos a hacer acompañamiento con estas personas: jugar a las cartas, charlar con el que quiere, y con algunos llegamos a tener un trato de amistad. Recuerdo una excursión a Ávila con un grupo de 50. Yo he vivido lo que significó el viaje, el hotel, la visita a la catedral, las murallas…., también hemos ido a Segovia, a Toledo, etc.”.

“Esto es importante para esta gente porque se siente querida, porque les damos cariño, porque yo le di la mano a 50 personas a las que habitualmente no doy la mano, y en ese momento me arrepentí de no hacerlo con frecuencia”. ¡Lo pasan tan bien!, y al menos provisionalmente se sienten incluidos en la sociedad”, afirma Gustavo Ron.

El autorFrancisco Otamendi

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Zoom

El drama de la frontera

Menores no acompañados provenientes de Honduras se sientan en la orilla del río en Roma, Texas, después de cruzar el Río Grande. Cada año miles de estos menores pasan a USA por distintos puntos fronterizos.

Maria José Atienza·29 de enero de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

El «Kit» del Jubileo 2025

   

Rome Reports·29 de enero de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El Dicasterio para la Evangelización y una empresa italiana han creado un kit para ayudar a las personas a prepararse para su peregrinación a la Ciudad Eterna.

La mochila incluye chapas para intercambiar con otros peregrinos, botella de agua, pulsera, rosario, pañuelo y un sombrero.


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Educación

Vicente del Bosque: “El fútbol es una herramienta estupenda para educar”

El entrenador de la selección española de fútbol, campeona del mundo en Sudáfrica en 2010 y en la Eurocopa 2012, Vicente del Bosque, ha destacado a Omnes el poder educativo del deporte y del fútbol. Un millón de familias españolas viven el fútbol cada semana, y otras tantas en muchos países.

Francisco Otamendi·29 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Vicente del Bosque (Salamanca, 1950), ex futbolista ganador de cinco Ligas y cuatro Copas con el Real Madrid, y ex seleccionador y entrenador de la selección española de fútbol, a la que llevó a ganar el campeonato mundial de Sudáfrica 2010 y la Eurocopa de 2012, es leyenda del deporte español.

La semana pasada, Del Bosque entregó, en los premios CEU Ángel Herrera, el galardón correspondiente a la categoría “Ética y Valores” a Pau Gasol, otra leyenda del deporte español, extraordinario baloncestista que disputó 18 temporadas en la NBA, donde fue dos veces campeón, y otras 3 en el FC Barcelona. La otra persona distinguida con este galardón fue el productor y actor mexicano Eduardo Verástegui.

Del Bosque fue premiado por la FIFA como mejor entrenador del mundo en 2012, y de deportista a deportista, entregó el premio a Agustí Gasol, padre de Pau Gasol, que entró por streaming en el acto del CEU. 

Los únicos ocho equipos campeones del mundo en fútbol son Brasil (5), Alemania (4) e Italia (4), Argentina (3), Francia (2) y Uruguay (2), Inglaterra (1) y España (1).

Días más tarde, lejos del bullicio, Omnes ha conversado brevemente con este salmantino ilustre y reservado. Charlamos del trasfondo del deporte, de su familia (tienen un hijo, Álvaro, con síndrome de Down), y al final, de su ciudad natal, Salamanca.

Deporte y sociedad. ¿Cómo valora la referencia de Pau Gasol?

El deporte que he practicado, el fútbol, hace un gran servicio a la sociedad, no podemos olvidar que un millón de niños y niñas todos los fines de semana juegan al fútbol, más de un millón federados. Esto quiere decir que el deporte tiene una importancia grande, principalmente el fútbol, en el que un millón de familias, entre padres, abuelos, etcétera, siguen a su hijo. Lo que hace falta es que aprovechen el fútbol para ser mejores, mejores chavales.

Creo que el premio que entregamos al padre de Pau Gasol es muy merecido, porque es un ejemplo de lo que debe ser un deportista. Además, es una familia discreta, con dos hijos magníficos (se refiere también a Marc, jugador de la NBA durante 13 años consecutivos), es un premio absolutamente merecido.

Llevó usted a la selección española al triunfo en el mundial de fútbol de Sudáfrica 2010. No sé si se ha destacado lo suficiente el espíritu de equipo que inculcaste. Aunque hubiera grandes individualidades, Iniesta, Casillas, Xavi y otros, ese triunfo era de todos… 

–Sin ninguna duda. Las individualidades forman parte de un equipo, y lo que hay que hacer es convencer a esos muy buenos jugadores de que serán mucho mejores y más reconocidos si somos un equipo. Eso es fundamental. Y más en una selección española donde cada uno viene de su padre y de su madre, una familia distinta, pero la verdad es que se comportaron excelentemente bien.

¿Algún comentario sobre ese histórico mundial?

–Habíamos heredado un grupo de jugadores muy buenos de Luis Aragonés, del año 2008, y fuimos capaces de hacer una buena combinación, y luego la Eurocopa. Fue un momento muy bueno del fútbol español. Sin entrar en detalles, vimos buenos ejemplos deportivos para todos.

Habla usted del poder educativo del deporte. Educar en admitir la derrota, saber ganar y saber perder, fair play, la deportividad… ¿Se está perdiendo eso, o avanzamos? 

–Creo que somos conscientes de que como futbolistas, no sólo tienen la obligación de hacerlo lo mejor posible, sino ser un buen referente para todos, para toda la gente joven. Lo normal es que se vean cosas buenas, pero también hay situaciones incómodas, o que al menos no le benefician a nadie. 

Por ejemplo, ese jugador que es sustituido y que en vez de darle la mano al que va a entrar y desearle lo mejor, se va malhumorado, y da un ejemplo de mal compañero. Son detalles… O esa manía de intentar engañar al árbitro para sacar un mayor rendimiento. Ponemos a los árbitros en una tesitura como la que estamos viviendo: con incomodidad del árbitro y haciéndole su tarea cada día más difícil.

Vamos con un tema familiar. Sois padres de tres hijos. Algunos valores que habéis procurado inculcar tu mujer y tú a vuestros hijos

–Hemos tratado a los tres por igual. Tanto a Álvaro, que es el mediano, como al mayor, y luego a la pequeña, hemos intentado darles el mejor ejemplo. Estamos encantados con el colegio donde han ido. No digo que hayan sido siempre unos buenos estudiantes, pero creo que son buenos chavales, que es lo más importante.

Álvaro, el mediano, nació con síndrome de Down. ¿Qué edad tiene ahora? Hay padres y hermanos de chicas y chicos con este síndrome que aseguran aprender mucho de ellos.

–Álvaro tiene 33 ahora, serán 34 los próximos que cumpla, y la verdad es que es un amor en todos los sentidos (lo repite dos veces). Nosotros no sabríamos vivir sin él. Seguramente ha sido lo mejor que nos ha ocurrido en la vida. Es un chaval aseado, limpio, prudente. Tiene todas las virtudes que puede tener un chaval.

Enhorabuena. 

–Gracias.

Algún mensaje que te gustaría transmitir. Esto del millón de federados es relevante, es mucha gente, muchas familias.

–La importancia que el fútbol tiene en la sociedad española. No sólo nos movemos por los profesionales que vemos, sino por los chavales, que la mayoría no llegarán a ser futbolistas. El deporte, el fútbol, es una herramienta estupenda para su educación. Sin ninguna duda.

Un comentario fuera de programa. ¿Contento con el Unionistas de Salamanca?

–Sí. La verdad es que tengo ahí un poco de contradicción, porque toda la vida hemos sido…, mi padre era socio de los más antiguos del club de la Unión Deportiva Salamanca, del primitivo (Salamanca CF UDS). Pero bueno, hay gente ahí que ha hecho un buen trabajo, y a mí me gustaría aglutinar los dos equipos en uno solo. Las cosas son como suceden, y a lo mejor ha sido bueno para el fútbol de Salamanca.

El autorFrancisco Otamendi

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Vaticano

“¡Con el diablo no se dialoga!” recuerda el Papa en el Ángelus

El Papa ha animado a los fieles a no dialogar nunca con el diablo "porque entonces él vence siempre" y ha reiterado su petición de paz para los numerosos conflictos actuales.

Maria José Atienza·28 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El buen tiempo ha marcado el rezo del Ángelus, presidido por el Papa Francisco en la plaza de San Pedro. Este domingo 24 de enero, la Iglesia celebra, además, la fiesta de santo Tomas de Aquino, doctor de la Iglesia y patrono de las escuelas católicas.

La oración del Ángelus de hoy en el Vaticano ha estado marcada por la presencia de un numeroso grupo de jóvenes y niños que han participado en la Caravana por la paz organizada por la Acción Católica de Roma.

En sus palabras previas a la oración mariana, el Papa, fijándose en el evangelio de este domingo, ha subrayado que “lo que el diablo quiere es encadenar nuestras almas. El diablo quita la libertad siempre”. Francisco ha animado a “poner nombre” a algunas de las numerosas cadenas con las que nos ata el demonio en nuestra vida: las adicciones, las modas dominantes, el consumismo y el hedonismo, así como otras tentaciones como son “los condicionamientos que socavan la autoestima, la serenidad y la capacidad de elegir y amar la vida; el miedo o la intolerancia”.

El Papa ha querido subrayar repetidamente que nunca debemos dialogar o negociar con el diablo. El pontífice ha destacado el ejemplo del mismo cristo que nunca dialoga con el diablo. Cuando es tentado en el desierto, Cristo responde con palabras de la Biblia; nunca un diálogo”.

“Con el diablo no se dialoga porque si entras en diálogo con el, vence siempre. Estén atentos”, ha repetido con firmeza el Papa animando a los fieles que, ante las tentaciones, invoquen a Jesús y a tener una actitud sincera para preguntarse si, realmente queremos “ser liberados de esas cadenas que aprisionan mi corazón”.

Petición por la paz y el respeto

Tras el rezo del Ángelus, Francisco ha detenido su mirada en el largo conflicto de Myanmar. Una vez más, Francisco ha reiterado su invitación “a todas las partes implicadas, a dar pasos de diálogo y a revestirse de comprensión, para que la tierra de Myanmar alcance la meta de la reconciliación fraterna”.

Asimismo, el Papa ha pedido que se “permita el paso de la ayuda humanitaria para garantizar las necesidades de cada persona”. No sólo en Myanmar sino también en “Oriente Medio, Palestina e Israel, y dondequiera que haya combates”. Francisco ha vuelto a exigir que se respete a la gente, recordando las numerosas víctimas de los conflictos como los de Ucrania.

Además de pedir firmemente la paz para todas estas zonas, ha sumado la petición de “liberación de todos los que siguen secuestrados y el fin de todas las formas de violencia; que todos ofrezcan su contribución al desarrollo pacífico del país, para lo que se necesita un apoyo renovado de la comunidad internacional”.

El pontífice ha recordado también el atentado perpetrado este fin de semana contra la iglesia de Santa María Draperis de Estambul, que causó un muerto y varios heridos.

Además de esta recurrente petición de paz, el Papa con motivo del Día Mundial contra la Lepra que se celebra hoy, ha animado a un mayor compromiso en la ayuda y en la reinserción social de quienes sufren, aún hoy, esta enfermedad “que afecta a los más pobres y marginados”.

Mundo

Número de abusos sexuales en la Iglesia evangélica alemana superior al esperado

Un estudio encargado por la Iglesia Evangélica de Alemania, realizado por un grupo de investigadores a lo largo de los últimos cuatro años, ha revelado que en las iglesias protestantes hubo muchos más casos de abusos sexuales de lo que se pensaba.

José M. García Pelegrín·27 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

Seis años después de la publicación del estudio sobre abusos encargado por la Conferencia Episcopal Católica, este jueves se ha presentado un importante estudio sobre los abusos sexuales en la Iglesia protestante. Dicho análisis ha sido realizado por un grupo interdisciplinar de investigación denominado “ForuM – Investigación sobre el tratamiento de la violencia sexualizada y otras formas de abuso en la Iglesia Evangélica y la Diaconía en Alemania” y financiado por la EKD (“Evangelische Kirche Deutschlands”, “Iglesia Evangélica de Alemania”) con 3,6 millones de euros, que la encargó en 2020. La EKD está compuesta por 20 “Landeskirchen” (“iglesias regionales”) y representa a 19,2 millones de cristianos evangélicos en toda Alemania.

El resultado más destacado de dicho estudio, que consta de 871 páginas, es que el número de víctimas de abusos sexuales es muy superior a lo esperado. Pero antes de entrar en un análisis de este estudio es importante señalar dos particularidades.

En primer lugar, mientras que el estudio sobre los abusos sexuales en la Iglesia católica (“estudio MGH”, 2018) se circunscribía a persona consagradas, el estudio “ForuM” afecta no solamente a pastores protestantes, sino también a empleados de la denominada “Diaconía”, la institución protestante equiparable a ”Cáritas” en el ámbito católico.

En segundo lugar, el “estudio MGH” se hizo a partir de los expedientes personales que obran en las curias diocesanas, un total de 38.156 expedientes. En el caso del estudio “ForuM” sólo se ha dispuesto de datos exhaustivos en el caso de una de las iglesias regionales de las 20 que configuran la EKD. En total se examinaron 4.300 expedientes disciplinarios, 780 expedientes de personal y unos 1.320 documentos de otro tipo. Según la presidenta del Consejo de la EKD, Kirsten Fehrs, las iglesias protestantes no se negaron a cooperar, pero lo hicieron “peor” que las diócesis católicas: no hubo “falta de voluntad deliberada”, sino simplemente una “desafortunada incapacidad”.

Se trata, por lo tanto, de “proyecciones”. En el estudio se dice al respecto: de aquí se desprende “un número total estimado de 3.497 personas acusadas (incluidos 1.402 pastores) y 9.355 personas afectadas” desde 1946.

Es por esto que, aunque esas cifras sean muy superiores a lo que se suponía hasta ahora, pues se partía de unas 900 víctimas de abusos, se trata tan sólo –según el coordinador del estudio, Martin Wazlawik, profesor de Trabajo Social en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Hannover–de la “punta de la punta del iceberg” y una “muestra muy selectiva”.

El estudio “ForuM” hace referencia a que la iglesia evangélica había considerado los abusos sexuales (“violencia sexualizada”) como un problema específico de la Iglesia católica o, por el contrario, como un problema de la sociedad en su conjunto, pero que no les afectaba especialmente.

En el prólogo al Estudio se habla también de una tendencia “historicista”: considerarlo como un problema circunscrito a los orfanatos de los años 50 y 60, o bien como un fenómeno pasajero de la “liberación sexual” tras “el 68”.

Como una de las causas “sistémicas” o específicas de las iglesias evangélicas se indica la falta de un suficiente control: al no tener un líder religioso se concede una amplia autonomía a cada pastor, lo que lleva a “una difusión de la responsabilidad en las complejas estructuras de una Iglesia que en muchos lugares concede gran importancia a construirse a sí misma desde abajo y no prevé una supervisión fuerte con posibilidades de intervención”. Además, un cierto “laissez-faire” en la educación sexual podría haber sido una característica del abuso específicamente protestante. Concretamente, el estudio “ForuM” habla de un mayor auge de la “liberación sexual” que en el catolicismo, así como de la influencia de pedagogos como Helmut Kentler, Gerold Becker y Hartmut von Hentig que, con su “superación de límites” en los contactos entre adultos y niños, favorecieron una influencia “paidosexual” sobre la pedagogía reformadora protestante y la ética sexual. Ahora bien, el estudio admite que “aún está por hacer un análisis y reflexión más detallados sobre la influencia de diversas corrientes pedagógicas reformistas y posibles corrientes paidosexuales».

En cualquier caso, en lo que coinciden los estudios MHG y ForuM es en que las víctimas de abusos sexuales son, en aproximadamente dos tercios, de sexo masculino: así lo eran el 64,7% de las víctimas de la Iglesia protestante. El 99,6% de los agresores también eran hombres; lo específico de las iglesias evangélicas es que tres cuartas partes de los agresores sexuales estaban casados cuando cometieron su primer delito.

El celibato no es el problema

De este resultado se infiere que el celibato no es, como se ha venido repitiendo en los últimos años a raíz del estudio MHG, un factor de suma importancia y aún menos el más determinante. Incluso un periódico no conocido precisamente por su simpatía hacia la Iglesia católica como el berlinés “Der Tagesspiegel” subrayaba en su editorial que la iglesia protestante no puede aducir como principal motivo de los abusos sexuales el celibato, el argumento más recurrente, pues no existe en ella.

La iniciativa de laicos católicos «Nuevo Comienzo”, que se ha dado a conocer sobre todo por su oposición al Camino Sinodal de la Iglesia católica en Alemania, decía en un comunicado que este nuevo estudio ha acabado por fin con el “persistente relato del Camino Sinodal, según la cual los abusos tienen causas sistémicas de carácter específicamente católico”. Si bien estructuras sistémicas como “los desequilibrios de poder, los modelos de roles poco claros, la capacidad de manipular a los autores potenciales en relaciones asimétricas” pueden favorecer los abusos, no son “ni específicamente católicas ni confesionales”. Allí donde se hace una labor con niños y jóvenes, estos factores podrían favorecer “sistémicamente” los abusos; pero, según la iniciativa, no hay indicios de factores adicionales “específicamente católicos de eficacia significativa e importante” ni en el estudio protestante ForuM ni en el católico MHG. La iniciativa concluye: “Ambos estudios muestran que las iglesias no han afrontado ni respondido bien al problema de los abusos durante mucho tiempo”.

En el semanario católico “Die Tagespost”, Regina Einig comentaba que si bien este estudio “no debe ser motivo de satisfacción para los católicos”, el hecho de que también haya casos de abusos en el ámbito protestante plantea cuestiones objetivas a los obispos alemanes y permite sacar conclusiones para el Camino Sinodal, “pues las premisas bajo las que se inició éste están demostrando ser insostenibles”. El estudio MHG señaló –prosigue Einig– tres características de la Iglesia católica como factores que facilitaban los abusos sexuales: el celibato, la estructura jerárquica de la Iglesia y la falta de mujeres en el liderazgo. Ninguna de ellas las tienen las iglesias protestantes y, sin embargo, esto no ha evitado que se produjeran aquí abusos; “ni siquiera la casa pastoral protestante con un pastor casado y una familia tradicional garantiza un espacio seguro”.

Para la redactora de “Die Tagespost”, en una cosa coinciden la Iglesia católica y las protestantes: “les cuesta reconocer las consecuencias negativas de la revolución sexual y la ideología de 1968”. Las “aberraciones de la educación sexual, que a partir de los años 60 fueron responsables de los experimentos de los sexólogos con menores” que negaron el sufrimiento de los afectados, son “inconcebibles sin el rumbo ideológico marcado por el movimiento de 1968”. En este contexto aboga por una rehabilitación póstuma de Benedicto XVI: “Sus críticas al 68 en relación con la crisis de los abusos no fueron exageradas”.

Familia

Silvana Ramos, construyendo el mundo desde el matrimonio y la familia

La peruana Silvana Ramos, ingeniera de formación, se dedica a la formación y acompañamiento familiar. Su experiencia de vida y su propia familia son, para ella, la fuente de esta necesidad de ser consecuente con la fe y de tener las respuestas ante los retos que, sobre todo, los jóvenes plantean en el ámbito del matrimonio y la familia.

Juan Carlos Vasconez·27 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Silvana tiene 46 años y lleva 13 casada con Francisco. Este matrimonio de Perú tiene tres hijos, que son su mayor aventura. Silvana es ingeniera, pero el matrimonio y la familia son el lugar donde realiza la mayor parte de sus labores. Hace unos años, cursó el Máster de Matrimonio y Familia en la Universidad de Navarra (España), algo que, según nos cuenta, le dio una nueva perspectiva. Es la encargada de Matrimonio y Familia en dos colegios de Lima, llamados Villa Caritas y San Pedro.

Silvana recuerda su infancia como un tiempo lleno de Dios, aunque, como ella misma reconoce, no duró mucho. Aunque su madre “se esforzó porque cada domingo estuviera ahí, en Misa, quisiera o no”, la adolescencia y la juventud de Silvana estuvieron marcadas por su frialdad religiosa. Fue en torno a la treintena cuando “se reencontró con la fe y con Dios, que en realidad siempre estuvo”.

El detonante fue la decisión de un hermano suyo que “en la flor de su adolescencia, decidió irse de casa para consagrar su vida a Cristo”. Silvana trataba de comprender qué había hecho a su hermano tomar esa opción y “en ese viaje de comprender a mi hermano y hacerlo ‘entrar en razón’, la que entró en razón ¡fui yo!”.

Un matrimonio “a todo riesgo”

Una de las pasiones de Silvana es su matrimonio. Ella recuerda cómo, debido a la separación de sus padres, “no conocía parejas de esposos que me dijeran que el matrimonio era algo bonito. Cuando decidimos casarnos, no mucha gente se alegró. Nos sugerían que conviviéramos antes, que nos casáramos con bienes separados…, en fin. Era como prepararse para el desastre en lugar de para una vida de amor juntos”. Fue entonces cuando Silvana decidió junto a su marido, un hombre de fe, prepararse “a conciencia para entender más sobre el sacramento”. Comenzaron una vida de oración, con naturalidad: “Procuramos que el tema de la fe sea algo natural en nuestras pláticas, cuentos e historias. Ahora que tengo dos hijos entrando en la adolescencia, estas pláticas se han vuelto mucho más interesantes y retadoras. Ya no se trata solo de contar y explicar, sino sobre todo de responder a sus dudas, escuchar con el doble de atención lo que llevan dentro, dar espacio, y ser lo más consecuentes posible en nuestra vida de fe”.

Esta vida de oración en familia ha ido avanzando con el tiempo, pero mantiene unas prácticas que ya son tradicionales: “La oración de la mañana, que la hacemos juntos en el auto; es apenas una jaculatoria y una breve reflexión del evangelio que no dura más de 10 minutos de camino a la escuela. Bendecimos los alimentos (y de las maneras más insólitas a veces), y sin falta rezamos juntos todas las noches. Le doy gracias a Dios que sean mis hijos los que, cada vez que los mandamos a dormir, encuentren como excusa para ganarse algunos minutos extra despiertos la frase: ‘¡Aún no hemos rezado!’”. Junto a esto, la caridad y la solidaridad son también parte de la vida de fe de su familia.

Nuevos retos

Acompasada por el ritmo familiar, también los retos de esta madre de familia han ido creciendo en estos años. En la actualidad está acabando una especialización en acompañamiento para el amor y afectividad.

Además de esto, a través de proyectos de formación, “que incluyen temas de crianza, familia, pareja, deportivos, culturales, solidarios y ¡hasta medioambientales!, busco impactar positivamente en el vínculo entre padres e hijos”.

“Les repito a mis hijos que el mayor legado que les puedo dejar es mi vida de fe. Y aunque suene sencillo, es una empresa bastante retadora”, apunta Silvana hablando del futuro.

“No se trata de llevar una vida perfecta, ni mostrarse inmaculado, esto sería imposible. Creo que una vida de fe implica saberse frágil, vulnerable, necesitado de los demás, pero sobre todo de Dios”, afirma.

Silvana tiene muy claro qué quiere mostrar a sus hijos y al mundo: “Que mis hijos sepan, porque lo hayan visto, que a la oscuridad se la vence con la luz, y que las batallas nunca se ganan solos. Si uno quiere llegar lejos, pues más vale hacerlo acompañado y qué mejor compañía que la de Dios, que se muestra a través de quienes más nos aman”.

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Estados Unidos

Diócesis de San Agustín: el origen de la fe en Estados Unidos

En este artículo de la serie "Diócesis de frontera" nos adentramos en San Agustín, cuna de la fe en Estados Unidos.

Gonzalo Meza·27 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 7 minutos

La ciudad de “St. Augustine” se fundó en 1565. Es el asentamiento europeo y afroamericano más antiguo de Estados Unidos. Fue desde esa ciudad donde la fe se extendió dos siglos antes de que san Junípero Serra construyera las misiones en la costa oeste (1769), cuatro décadas antes de que los ingleses colonizaran Jamestown (1607) y 55 años antes de que los primeros “peregrinos” desembarcaran en Plymouth Rock (1620). La diócesis de “St. Agustine” (San Agustín) se ubica en el noreste del estado de Florida. Abarca 17 condados que se expanden desde la sección noreste de Florida en el Golfo de México hasta el océano Atlántico, abarcando más de 11 mil millas cuadradas y cubriendo varias ciudades importantes siendo las más grandes: Jacksonville, Gainesville y San Agustín.

Historia de la ciudad de San Agustín

El descubrimiento europeo de Florida se atribuye a Juan Ponce de León, primer gobernador, quien llegaría a esas tierras en 1513 durante el tiempo de Pascua, por eso bautizó como la península como “Pascua Florida”. Ponce de León reclamó el territorio para la corona española. Regresaría en 1521 pero esta vez trayendo sacerdotes y misioneros, muchos de los cuales morirían durante la expedición a manos de las tribus locales. Desde su descubrimiento y a lo largo de cincuenta años España envió al menos seis expediciones para colonizar Florida, pero no tuvieron éxito. No fue sino hasta 1564 cuando un grupo de franceses logró asentarse en lo que hoy es la ciudad de Jacksonville. Este nuevo asentamiento suponía una amenaza para las flotas españolas que navegaban por la costa este de Florida.

Ante ello, el rey Felipe II encargó a Pedro Menéndez de Avilés que eliminara la amenaza francesa de la zona y tomar el control de la ciudad de San Agustín. Esta tenía dos propósitos primordiales: servir como puesto militar o “presidio” para defender Florida y ser un asentamiento de misioneros en el sureste. Mantener una colonia militar permanente implicaba riesgos, entre ellos los ataques de los corsarios ingleses y los enfrentamientos entre españoles y británicos en el tiempo en que las colonias inglesas al norte de Florida (en los estados de Georgia y las Carolinas) eran estados esclavistas que veían con recelo la libertad que la corona española les daba a los que llegaban a sus territorios.

La primera Misa en los Estados Unidos

El almirante Pedro Menéndez zarpó desde España en junio de 1565 trayendo consigo a cientos de viajeros y varios sacerdotes diocesanos. Llegaron a la península tocando tierra el 8 de septiembre de 1565. El sacerdote Francisco López de Mendoza Grajales presidió la Santa Misa en el lugar y llamaron a ese sitio “San Agustín” en honor del santo que se celebraba el día que tuvieron el primer avistamiento.

El 8 de septiembre tuvo lugar la primera Misa en el territorio norteamericano (actualmente en ese lugar se erige una cruz monumental para recordar el acontecimiento). Unos años más tarde se erigió estableció la “Misión Nombre de Dios” y en 1620 se construyó en ese sitio la capilla denominada “Nuestra Señora de la Leche y el Buen Parto”, siendo el primer recinto mariano de los Estados Unidos. 

En sus inicios, como jurisdicción eclesiástica, San Agustín dependía junto con todo el territorio de Florida, de la diócesis de Santiago de Cuba (erigida en 1518). En 1573 llegaron a San Agustín los Franciscanos a establecer misiones no solo en Florida sino al norte, en lo que hoy es el estado de Georgia. La ciudad de San Agustín fue desde sus inicios el centro de partida para el trabajo misionero al norte y sur de la península. En casi cien años construyeron 38 misiones en el territorio.

Los misioneros trabajaron con los pueblos originarios evangelizando e impartiendo los sacramentos, pero no siempre fueron bien recibidos. Muchos murieron a manos de los pobladores locales, como es el caso de los franciscanos Pedro de Corpa, Blas Rodríguez, Miguel de Añón, Antonio de Badajoz y Francisco de Beráscola, quienes fueron asesinados por miembros de la tribu Guale entre el 14 y 17 de septiembre de 1597. Actualmente el proceso de beatificación de Pedro de Corpa y compañeros, llamados los mártires de Georgia, se encuentra en Roma.

La ciudad de san Agustín en el siglo XVIII

Las primeras iglesias que se construyeron en la ciudad de San Agustín no duraron por muchas causas entre ellas: los materiales usados, la falta de mantenimiento, las condiciones climáticas y  principalmente los constantes ataques de diferentes grupos a lo largo de dos siglos entre ellos los corsarios (Francis Drake, quemó la ciudad en 1585), los colonos ingleses, por ejemplo el gobernador de Carolina James Moore quien destruyó las misiones matando a tres franciscanos en 1704, o el general James Oglethorpe quien atacó la ciudad en 1740. Estos ataques a la Florida por parte de las colonias inglesas de Georgia y las Carolinas se debían a que en el territorio español los esclavos fugitivos obtenían su libertad al llegar. De hecho, en 1738 se estableció la primera comunidad de antiguos esclavos, a dos millas de San Agustín, en un enclave denominado “Gracia Real de Santa Teresa de Mose”.

Luego de la firma del Tratado de París en 1763, que puso fin a la “Guerra de los Siete Años” o la “Guerra Franco India” (como se le conoce en Norteamérica) entre Francia y el Reino Unido, los británicos tomaron el control de las colonias españolas, provocando la salida de miles de católicos. Los Franciscanos y sacerdotes seculares salieron de la península. Para 1764 no quedaban más que ocho católicos en la nueva colonia británica.

Cuatro años después arribaron trabajadores de Menorca, Italia y Grecia para trabajar en una plantación de índigo en la ciudad de “New Smyrna”. Los acompañó el padre Pedro Camps, natural de Mercadal, Menorca. Su presencia duró sólo 9 años pues no soportaron las condiciones opresivas de la plantación, así que se trasladaron a San Agustín, donde el gobernador les ofreció asilo. Al padre Camps también se le permitió crear una capilla improvisada en la ciudad y así retomar el culto tras 13 años de ausencia. Al final de la Revolución Norteamericana en 1783, Reino Unido devuelve la Florida a España, iniciando el segundo periodo de dominio español (1784-1821).

En 1784 llegan a San Agustín dos sacerdotes irlandeses, Michael O’Reilly y Thomas Hassett, este último abriría la primera escuela para esclavos negros. En 1793 el Papa Pío VI autoriza la creación de la “Diócesis de Luisiana y las Floridas”, con jurisdicción sobre toda la península. Esto dio un nuevo impulso a la Iglesia y en ese mismo año se inicia la construcción de un nuevo templo en la zona donde se había erigido la primera iglesia de San Agustín, este recinto se convertiría en 1870 en la catedral.

Aunque España luchó para conservar sus colonias en América, diversos motivos, entre ellos las guerras napoleónicas lo impidieron. En 1819 por medio del Tratado Adams-Onís, España entregó las colonias españolas a la recién creada nación: los Estados Unidos de América. En 1825 se crea el Vicariato Apostólico de Alabama y las Floridas (actualmente la diócesis de Mobile, Alabama) siendo el obispo Michael Portier el primer ordinario.

Florida se convirtió en el estado número 27 de la Unión Americana en el año 1845. El Papa Pío IX, en 1857 nombra a Agustín Verot, obispo de Savannah, Georgia (al norte de Florida) como Vicario Apostólico de Florida. Al poco tiempo llegaron las religiosas “Hermanas de la Misericordia” para abrir el primer convento católico en Florida para niñas blancas. También se les permitió dar instrucción religiosa a los esclavos. Las religiosas tuvieron que ser evacuadas durante la guerra civil norteamericana (1861-1865). Al término de esta llegan las “Hermanas de San José”, provenientes de Francia para impartir educación a los esclavos liberados. 

Inicia la diócesis de San Agustín

En 1870 se crea la diócesis de San Agustín, siendo Agustín Verot el primer obispo. Le sucedería John Moore en 1877. En el año de su fundación la diócesis contaba solo con tres sacerdotes, tres parroquias, siete misiones, algunas religiosas y 1,328 católicos. Fue un periodo en que la ciudad tuvo una época de renacimiento económico y social. El magnate Henry Flagler, antiguo socio de John D. Rockefeller en la “Standard Oil Company” quería convertir a la ciudad de San Agustín en un centro turístico de invierno, especialmente para quienes vivían en el noreste de Estados Unidos. De esa forma, extendió el ferrocarril del lugar conectándolo con otras ciudades más pobladas del este. En 1887 inició la construcción de hoteles e infraestructura para la industria turística. En ese mismo año, un gran incendio destruyó la catedral, la cual pudo reabrir un año más tarde con el apoyo de Henry Flagler. 

Ya en el siglo XX, durante la Primera Guerra Mundial, Michael J. Curley, fue nombrado cuarto obispo de San Agustín. El prelado enfrentó un periodo de sentimiento anticatólico, marcado por diversos incidentes, entre ellos el arresto de tres religiosas de San José acusadas de violar una ley que prohibía la enseñanza a niños negros.

En 1922 Mons. Patrick J. Barry fue designado como obispo. En su gestión se vivieron los años de la depresión económica en EUA. Pero a pesar de esto se pudieron construir 28 iglesias, 10 escuelas y el número de sacerdotes pasó de 29 a 72. En 1940 Pío XII nombró a Joseph P. Hurley como nuevo obispo. Durante su administración se adquirieron diversos terrenos, especialmente en los años 50 para la construcción de iglesias y escuelas. Joseph P. Hurley participó en algunas sesiones del Concilio Vaticano II. 

Durante la era de la lucha por los derechos civiles, la ciudad de San Agustín tuvo un papel importante con la llegada del Dr. Martin Luther King, Jr., en 1964. El líder pretendía que esa ciudad se convirtiera en lugar para lograr un cambio nacional en favor de los derechos civiles en favor de la comunidad afroamericana, la cual como en otros lugares del sur de Estados Unidos padecía de discriminación racial y segregación aun inscrita en las leyes. La presencia del Dr. Martin Luther King incrementó las tensiones raciales de la ciudad especialmente porque en 1964 se preparaban los festejos para el aniversario 400 de la fundación de San Agustín. 

En 1979 John J. Snyder fue nombrado obispo de la diócesis que en ese año tenía 63 mil católicos. En su gestión hubo un periodo de expansión con la creación de 8 parroquias, siete escuelas, casas de retiro y el Centro de Católico de Espiritualidad y Retiros Marywood. Le sucederían en el cargo los obispos Víctor Galeone (2001-20119) y Felipe J. Estévez (2011-2022), nacido en La Habana, Cuba. En mayo del 2022 el Papa Francisco nombró a Mons. Erik T. Pohlmeier como el décimo primer obispo de San Agustín. Su ordenación episcopal e instalación tuvo lugar el 22 de julio del 2022. 

La diócesis de san Agustín hoy

La península de Florida tiene siete jurisdicciones eclesiásticas: Pensacola-Tallahassee, Orlando, St. Petersburg, Venice, Palm Beach, Miami y San Agustín. La diócesis de San Agustín cuenta con más de 176 mil católicos de una población total de 2.4 millones de habitantes. Hay 140 sacerdotes, 94 diáconos permanentes y 98 hermanas religiosas, algunos de los cuales ejercen su ministerio en 54 parroquias y 14 misiones y capillas. La jurisdicción cuenta con 24 escuelas parroquiales de educación básica y 5 escuelas de educación media superior en donde estudian más de 10 mil estudiantes.

Vaticano

“Oremos por la comunión”, pide el Papa a las Iglesias orientales

El Papa ha tenido una audiencia esta mañana en el Palacio Apostólico Vaticano con los miembros de la Comisión Mixta Internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y las iglesias ortodoxas orientales.

Loreto Rios·26 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En el marco de este encuentro ecuménico, el Papa ha pronunciado un discurso ante los asistentes, comenzando con unas palabras del apóstol Pedro: “A vosotros gracia y paz en abundancia” (1 Pe 1, 2), tal y como ha señalado a continuación: “Con estas palabras del apóstol Pedro os saludo cordialmente, agradecido a Su Gracia Kyrillos por sus amables palabras y a todos vosotros por vuestra presencia y compromiso de caminar juntos por los caminos de la unidad, que son también caminos de paz”.

Como signo de esta unidad, el Papa ha mencionado a los santos y mártires, muchos de los cuales comparten la Iglesia católica y las ortodoxas: “Sostenidos por los santos y los mártires que nos acompañan unidos desde el cielo, oremos y esforcémonos incansablemente por la comunión y por contrarrestar la carestía de paz que azota tantas partes de la tierra, incluidas varias regiones de las que procedéis”.

La Comisión Mixta Internacional

Este encuentro se celebra en el vigésimo aniversario de la Comisión Mixta Internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y las Iglesias ortodoxas orientales, y el Papa ha expresado su alegría por la presencia de una delegación de jóvenes sacerdotes y monjes: “¡La presencia de los jóvenes alimenta la esperanza y la oración guía el camino!”. Francisco también ha recordado a los patriarcas de las iglesias orientales, con una mención especial a los que le visitaron el pasado año: Tawadros II, arzobispo de Alejandría, Baselios Marthoma Mathews III, Catholicós de la iglesia ortodoxa siro-malankar, e Ignatius Aphrem II, patriarca sirio-ortodoxo de Antioquía.

El Papa ha recordado que la Comisión Mixta Internacional celebró su primera reunión en El Cairo en enero de 2004 y que, desde entonces, “se ha reunido casi todos los años y ha adoptado tres importantes documentos de carácter eclesiológico, que reflejan la riqueza de las tradiciones cristianas que representáis: copta, siríaca, armenia, malankar, etíope, eritrea y latina”.

Por otra parte, el Santo Padre ha indicado que “cuatro delegaciones de jóvenes sacerdotes y monjes ortodoxos orientales ya han venido a Roma para conocer mejor la Iglesia católica, por invitación del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, al que doy las gracias, y una delegación de jóvenes sacerdotes católicos fue a Etchmiadzin el año pasado por invitación de la Iglesia apostólica armenia”. Francisco ha señalado que “implicar a los jóvenes en el acercamiento de nuestras iglesias es un signo del Espíritu, que rejuvenece la Iglesia en armonía, inspira caminos de comunión”. En esta línea, el Papa ha pedido que continúe “este ‘diálogo de vida’”.

La plena comunión es «urgente y necesaria»

Francisco ha señalado que los “gestos, enraizados en el reconocimiento del único Bautismo, no son meros actos de cortesía o diplomacia, sino que tienen un significado eclesial”.

Francisco ha expresado su deseo de que “este aniversario sea ocasión para alabar a Dios por el camino recorrido, haciendo memoria agradecida de quienes han contribuido a él con su competencia teológica y su oración, y que renueve también la convicción de que la plena comunión entre nuestras iglesias no solo es posible, sino urgente y necesaria ‘para que el mundo crea’ (Jn 17, 21)”.

María, puente con las iglesias ortodoxas

Para finalizar, el Papa ha invitado a que la Comisión se encomiende a la Virgen para su labor: “Puesto que la fase actual de vuestro diálogo se refiere a la Virgen María en la enseñanza y en la vida de la Iglesia, os propongo que confiéis vuestro trabajo a Ella, la Santa Madre de Dios y Madre nuestra.

También esta vez podemos invocarla juntos con las palabras de una antigua oración, una maravillosa oración que nos une, llamada en latín ‘Sub tuum praesidium’”, ha añadido el Papa, concluyendo el discurso con la oración “Bajo tu protección nos acogemos, Santa Madre de Dios”.

Vaticano

Rezar por la unidad, tarea principal de nuestro camino

Las segundas Vísperas de la Solemnidad de la Conversión de San Pablo, marcaron la conlusión de la 57ª Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.

Antonino Piccione·26 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

No «¿quién es mi prójimo?», sino «¿me hago prójimo?». Reflexionando sobre la parábola del Buen Samaritano, el Papa Francisco pronunció su homilía durante las segundas Vísperas de la Solemnidad de la Conversión de San Pablo, al concluir la 57ª Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos sobre el tema «Ama al Señor tu Dios… y ama a tu prójimo como a ti mismo».

La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos

Se trata de una iniciativa ecuménica de oración en la que todas las confesiones cristianas rezan juntas por la consecución de la plena unidad que es voluntad de Cristo. Tradicionalmente, tiene lugar del 18 al 25 de enero, porque cae entre la Fiesta de la Cátedra de San Pedro y la Fiesta de la Conversión de San Pablo.

Fue iniciada oficialmente por el reverendo episcopaliano Paul Wattson en Graymoor (Nueva York) en 1908 como Octavario por la Unidad de la Iglesia, con la esperanza de que se convirtiera en una práctica común.

Desde 1968, el tema y los textos de la oración han sido elaborados conjuntamente por la Comisión Fe y Constitución del Consejo Ecuménico de las Iglesias, para los protestantes y ortodoxos, y el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, para los católicos.

Para 2024, el tema elegido está tomado del Evangelio de Lucas: «Ama al Señor tu Dios… y ama a tu prójimo como a ti mismo».  

«Ama al Señor tu Dios… y ama a tu prójimo como a ti mismo»

Los textos de los comentarios, las oraciones y las indicaciones sobre cómo vivir este momento fueron preparados por un Grupo Ecuménico de Burkina Faso, coordinado por la Comunidad local Chemin Neuf. Vivir juntos esta experiencia, informaron sus miembros, fue un verdadero camino de conversión ecuménica que les llevó a reconocer que el amor de Cristo une a todos los cristianos y es más fuerte que sus divisiones

Alrededor de 1.500 personas estuvieron presentes en la basílica de San Pablo Extramuros, con representantes de distintas confesiones cristianas, entre ellos el Arzobispo de Canterbury Justin Welby, el Metropolitano ortodoxo Policarpo y representantes de la Comisión Mixta para el Diálogo entre la Iglesia Católica y otras Iglesias.

Ante la tumba del Apóstol de las gentes, el Papa reiteró que «sólo este amor que se convierte en servicio gratuito, sólo este amor que Jesús proclamó y vivió acercará a los cristianos separados entre sí. Sí, sólo este amor, que no vuelve al pasado para distanciarse o señalar con el dedo, sólo este amor que en nombre de Dios pone al hermano ante la férrea defensa del propio sistema religioso, nos unirá. Primero el hermano, después el sistema».

«Entre nosotros -continuó el Pontífice- nunca debemos hacernos la pregunta ‘¿quién es mi prójimo? Porque cada bautizado pertenece al mismo Cuerpo de Cristo; más aún, porque cada persona en el mundo es mi hermano o hermana, y todos componemos la ‘sinfonía de la humanidad’, de la que Cristo es el primogénito y el redentor. Por tanto, no «¿quién es mi prójimo?», sino «¿me hago yo prójimo?». ¿Me hago prójimo yo y luego mi comunidad, mi Iglesia, mi espiritualidad? ¿O permanecen atrincherados en la defensa de sus propios intereses, celosos de su autonomía, encerrados en el cálculo de sus propias ventajas, entablando relaciones con los demás sólo para obtener algo de ellos? Si así fuera, no se trataría sólo de errores estratégicos, sino de infidelidad al Evangelio».

Como Pablo, necesitamos «dejar de lado la centralidad de nuestras ideas para buscar la voz del Señor y dejarle a Él la iniciativa y el espacio. Necesitamos esta conversión de perspectiva y, ante todo, de corazón. Al rezar juntos, reconozcamos, partiendo cada uno de sí mismo, que necesitamos convertirnos, dejar que el Señor cambie nuestros corazones. Este es el camino: caminar juntos y servir juntos, anteponiendo la oración. En efecto, cuando los cristianos maduran en el servicio a Dios y al prójimo, crecen también en la comprensión mutua. Juntos -concluyó Francisco-, como hermanos y hermanas en Cristo, rezamos con Pablo diciendo: «¿Qué haremos, Señor?».

Y al hacer la pregunta ya hay una respuesta, porque la primera respuesta es la oración. Orar por la unidad es la primera tarea de nuestro camino». Como a Pablo, «levántate», nos dice Jesús a cada uno de nosotros y a nuestra búsqueda de la unidad. Levantémonos, pues, en nombre de Cristo, de nuestro cansancio y de nuestras costumbres, y sigamos adelante, avancemos, porque Él lo quiere, y lo quiere para que el mundo crea».

Tras el Papa, intervino brevemente el arzobispo Welby, que invitó a todos a rezar por la unidad de los cristianos en un momento en el que no hay libertad en el mundo. Antes de la bendición final, Francisco y el arzobispo de Canterbury dieron a una serie de parejas de obispos católicos y anglicanos, como había anticipado el Pontífice en su homilía, «el mandato de seguir dando testimonio de la unidad querida por Dios para su Iglesia en sus respectivas regiones», avanzando juntos para difundir la misericordia y la paz de Dios en un mundo necesitado», para que «donde ejercéis vuestro ministerio, podáis juntos dar testimonio de la esperanza que no engaña y de la unidad por la que oró nuestro Salvador».

Por último, el prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, el cardenal suizo Kurt Koch, dirigió su agradecimiento al Pontífice.

Deseo de La Paz

Entre los momentos destacados de la Semana, cabe recordar el deseo expresado el 24 de enero por el Custodio de Tierra Santa, el padre Francis Patton, durante la Vigilia por la unidad de los cristianos celebrada en la iglesia parroquial latina de San Salvador de Jerusalén: «Es importante y significativo sintonizar con el don de la unidad que ya nos ha sido dado por Cristo a través del bautismo y la efusión del Espíritu en este tiempo difícil en el que nos encontramos, caracterizado por el conflicto, el odio y el deseo de venganza en lugar de la tensión hacia la unidad y la reconciliación».

El Custodio recordó que «el amor a Dios y al prójimo tiene que ver con la vida cotidiana y tiene que ver con nuestra manera de entrar en relación con la persona humana, cualquier persona humana: sufriente, golpeada, despojada de su dignidad».

Para Patton, «el punto de encuentro entre nosotros no hay que buscarlo principalmente en el plano teórico de las ideas (que pueden unir o dividir), sino en el plano práctico del amor a las personas que Dios pone en nuestro camino, aquí y hoy, sin distinción de sexo, edad, etnia o incluso religión». El Custodio también nos invitó a ponernos «en la piel del hombre robado, golpeado y abandonado en el camino». 

Este personaje de la parábola nos enseña que, como cristianos de Tierra Santa, ya tenemos un elemento ecuménico que nos une a todos y que es el elemento del sufrimiento común, lo que en casos extremos se llama el ecumenismo de la sangre. Cuando nos atacan, no nos atacan porque seamos católicos u ortodoxos o armenios o siriacos o coptos o anglicanos o luteranos. Nos atacan simplemente porque somos cristianos».

Esto, añadió, «nos recuerda que incluso si todavía no nos percibimos como unidos, aquellos que quieren golpearnos ya nos perciben como uno. Creo que en esto hay una solicitud del Espíritu para que también nosotros aprendamos a reconocernos cada vez más como parte de un único cuerpo que es golpeado y humillado y que, por tanto, tiene la posibilidad de manifestar alguna forma de unidad que ya existe en la participación en la pasión del Señor, dado que todavía no somos capaces de compartir juntos su gloria».

El autorAntonino Piccione

Experiencias

Peter Walters: «Me fui de vacaciones y volví con una vocación»

Peter Walters es un sacerdote de origen británico que, desde hace más de 20 años, dedica su vida a la atención de los niños de la calle en Medellín (Colombia). Su fundación ¡Vivan los niños! / Let the Children Live! ha sacado a miles de niños y niñas del drama de la calle, las mafias o la prostitución.

Maria José Atienza·26 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

“Toda esta historia empieza en el año 1982. Siempre me ha fascinado América Latina. En ese tiempo, hubo una promoción especial con Avianca a Colombia, y decidí pasar allí mis vacaciones”. El sacerdote católico Peter Walters comienza, de este modo, la historia de ¡Vivan los niños!, una fundación que ayuda a los niños de la calle en Colombia, y que nace de una experiencia casi de película. 

En aquellas vacaciones del 82 “fui a Bogotá y a Cartagena”, recuerda Walters, “todo iba muy bien hasta que descubrí que había un problema con mi pasaje de vuelta: estaba sin fecha precisa. Cuando intenté arreglar mi regreso al Reino Unido descubrí que tenía la prioridad más baja posible, en estación alta, por lo que tenía que quedarme allí más tiempo del que tenía presupuestado”. Este contratiempo le llevó a una economización extrema y sólo comía una vez cada dos días. 

Fue en una de aquellas jornadas “de ayuno forzado” en la que cambió su vida. “Encontré a unos niños mendigos. Me vieron extranjero y se acercaron a pedirme limosna. Cuando les pude hacer entender que no tenía les pareció rarísimo. Nunca habían encontrado un turista pobre. Entonces ocurrió algo completamente extraño: estos niños decidieron ‘adoptarme’. Compartieron su comida conmigo y su humanidad me conmovió mucho”. En los días siguientes, el padre Peter continuó viendo a aquellos niños, “nos hicimos amigos y me preocupaba ver cómo vivían. Yo, como anglicano, pensaba entonces ‘¿dónde esta la Iglesia católica en la calle?’”.

El P. Walters con niños de la calle en Medellin en los años 90

Una pregunta que no sólo quedó en la mera formulación: “Fui a buscar al arzobispo local para darle una buena ‘jalada de orejas’. Afortunadamente, encontré a monseñor Rubén Isaza Restrepo, entonces arzobispo de Cartagena, con el que tuve varias reuniones. Él me dijo ‘hijo, la Iglesia católica está muy comprometida con la población callejera. Pero creo, además, que el Señor le está llamando a usted a hacer algo’”. 

Aquella respuesta le dejó sorprendido, y cuando volvió a Reino Unido, Peter Walters no podía olvidar aquellas palabras, ni a esos niños. “Alguien me dijo, entonces, que yo había ido a Colombia para unas vacaciones y volví con una vocación, y así fue”, rememora emocionado.

Una nueva etapa 

A partir de entonces, Walters volvió una y otra vez a Colombia a pasar las vacaciones. Aunque seguía siendo anglicano, trabajaba con instituciones de la Iglesia católica en este ámbito.

Por aquellos años, monseñor Isaza se jubiló y se retiró a Manizales y fue allá. “Por la mañana trabajaba en una fábrica de pilas para ganar algo de ‘platica’ y cuidaba a estos niños por la tarde y la noche”, continúa Walters. Estando en Manizales le avisaron que en Medellín había muchísimos niños en esta situación y decidió ir. Eran los años duros de Pablo Escobar.

La violencia era una constante en Colombia, y especialmente en Medellín. Como el mismo recuerda, “en esos años muchos de esos niños que yo conocía fueron asesinados. Los llamaban ‘los desechables’ y efectivamente, los desecharon”.

El corazón de Walters seguía dividido entre Inglaterra y Colombia. Cada vez le costaba más regresar a la seguridad de su hogar sin saber lo que iba a pasar con los niños.

En esos años, Peter Walters se ordenó como sacerdote anglicano y “terminé trabajando en el santuario mariano de Nuestra Señora de Walsingham”. Walsingham es un lugar de intensa devoción mariana. Allí se apareció la Virgen en 1061 y pidió la construcción de una casa, como la casa de Nazaret. Hoy día, allí convergen tres santuarios marianos: uno anglicano, uno católico y un tercero ortodoxo: “Es un lugar muy mariano y, casi todos mis predecesores en el santuario anglicanos habían terminado por convertirse al catolicismo”, recuerda Walters. “Yo seguí ese camino y tuve la conciencia que el Señor me pedía un compromiso. Ese compromiso implicaba ir a Colombia, pedir la admisión en la Iglesia católica y eventualmente, la ordenación como sacerdote católico”.

El arzobispo de Medellín aceptó y, en 1994, Walters se trasladó definitivamente a Colombia, fue recibido en la Iglesia católica y ordenado sacerdote católico en 1995. 

Comenzó entonces un nuevo camino en su vida vocacional y de entrega a los niños de la calle. Estando en Walsingham, Walters había iniciado una fundación a través de la que reunía fondos que destinaba a obras de la Iglesia católica a favor de los niños de la calle en Colombia. Una vez en Colombia, obtuvo la personalidad jurídica para poner en marcha una fundación colombiana y también fundó en los Estados Unidos con el objetivo de recaudar fondos allí. Esas tres fundaciones continúan en la actualidad. Las de Inglaterra y Estados Unidos se dedican a reunir fondos y la de Colombia, además, atiende a los niños. 

¡Vivan los niños! 

A dia de hoy, ¡Vivan los niños! tiene su sede en una casa en Medellín que acoge esta sede gracias a san José. “Estábamos buscando una sede y no encontrábamos ninguna adecuada a un precio accesible”, cuenta Walters. Un amigo sacerdote le aconsejó rezar la novena a san José. Lo hizo y, “al noveno día apareció la casa que tenemos ahora, que era idónea para alquiler”. Así comenzaron. 

“Después de unos años, los dueños quisieron vender la casa, pero no teníamos ‘plata’. Hicimos otra novena a san José y otra vez, el noveno día, llamó una fundación desde Inglaterra ofreciendo prestarnos el dinero, libre de intereses por diez años. El año siguiente, cuando les ingresé la primera cuota devolvieron el recibo diciéndonos que era un regalo. Tenemos la casa gracias a san José”, concluye convencido el padre Walters. 

La casa Walsingham no es una residencia como tal porque  los niños no pernoctan allí “excepto una vez al año que hacemos las 40 horas al Santísimo Sacramento. Los niños están de vigilia toda la noche y, la noche siguiente, las niñas”.

En la casa Walsingham se atiende a varios grupos: “niños de la calle, o que trabajan en la calle y también a niñas que se quedan embarazadas. Les atendemos a ellas y a sus bebés, antes y después del parto ofreciendo a estas niñas la posibilidad de estudiar para que puedan continuar capacitándose y puedan tener un futuro más digno”. “También trabajamos con niños que tienen necesidades educativas especiales”, en las escuelas generalmente los profesores no pueden brindarles la atención individualizada que necesitan estos niños y caen en manos de los más de “400 grupos armados ilegales que siempre están buscando captar a estos menores para introducirlos en el tráfico de drogas, la delincuencia o la prostitucion. Y luego tenemos niños refugiados, especialmente de Venezuela”. Todo ello, gracias a un equipo de psicólogos, educadores sociales, profesores catequistas que llevan adelante esta labor. 

Un grupo de chicas atendidas por la Fundación en su graduación en 2022

Además de todo esto, desde la fundación han creado un coro “para dar voz a nuestros niños. Cantan en inglés, latín y castellano. Canciones folclóricas, litúrgicas e incluso gregoriano”. 

Los frutos también han ido llegando: “Algunos de nuestros niños ya son profesionales. Tenemos un niño que trabajaba en la calle, su familia recicla basura, y ahora es médico; otro chico ahora es abogado; una chica psicóloga; otra chica ingeniera industrial y varias enfermeras… La mayoría de nuestros niños no llegan a ir a la universidad, pero si logramos que un niño o una niña que ha sido abusado o abandonado no sea un adulto que abandona y abusa a sus hijos, hemos logrado algo importante”.

Necesidad de donaciones

En estos 30 años son miles los niños ayudados por el padre Walters aunque, como reconoce “la fundación ha disminuido por falta de recursos. En 2007 atendíamos 900 niños y hoy tenemos menos de 200. Después del COVID, los donantes no tienen la misma capacidad donativa que tenían antes”. Una situación que ha influido directamente en la capacidad de atención de la fundación que no quiere ayudas públicas que puedan influir en sus principios católicos. 

La fundación se financia por donativos. “Yo vivo para pedir limosna para mis niños” concluye el padre Walters. Unos niños que se cuentan por miles y cuyas desconocidas historias son parte del legado de este sacerdote de acento británico y alma colombiana.

Vaticano

“Sin oración no se puede ser juez”, dice el Papa

El Papa Francisco ha presidido esta mañana en el Palacio Apostólico Vaticano la inauguración del 95 Año Judicial del Tribunal de la Rota Romana.

Loreto Rios·25 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En el acto de inauguración, el Papa ha pronunciado un discurso ante los jueces del Tribunal de la Rota, en el que ha reflexionado especialmente sobre el tema del discernimiento.

Discernir para juzgar

“Me propongo centrarme en ese discernimiento específico que os corresponde llevar a cabo en los procesos matrimoniales, relativo a la existencia o inexistencia de causas para declarar nulo un matrimonio. Pienso en vuestro juicio colegial en la Rota, en el juicio llevado a cabo por los tribunales colegiales locales o, donde esto no es posible, por el juez único asistido quizás por dos asesores, así como en el pronunciamiento emitido por el mismo obispo diocesano, especialmente en los procesos más breves, en consulta con el instructor y el asesor”, ha especificado Francisco.

El Santo Padre también ha señalado que algunas medidas, como “la supresión de la exigencia de una doble sentencia conforme en los casos de nulidad, la introducción del juicio más breve ante el obispo diocesano, así como el esfuerzo por agilizar y hacer más accesible el trabajo de los tribunales”, deben entenderse en el marco de la “misericordia hacia los fieles en situaciones problemáticas”, y no “ser malinterpretadas”, por lo que “nunca debe descuidarse la necesidad de servir a los fieles con una pastoral que les ayude a comprender la verdad sobre su matrimonio”.

En este sentido, el Papa ha citado el proemio de su motu proprio “Mitis iudex Dominus Iesus”, en el que decía que “se trata de favorecer ‘no la nulidad de los matrimonios, sino la celeridad de los procesos, no menos que una justa simplicidad, para que, a causa de la tardanza en la definición del juicio, el corazón de los fieles que esperan la clarificación de su estado no se vea oprimido por mucho tiempo por la oscuridad de la duda’.

Misericordia y justicia

A este respecto, el Papa ha señalado que es importante combinar misericordia y justicia. “Precisamente a la luz de la misericordia, hacia las personas y sus conciencias, el discernimiento judicial sobre la nulidad es importante”, ha subrayado el Papa, citando a continuación a santo Tomás de Aquino: «La misericordia no quita la justicia, sino que es plenitud de justicia”.

Sin embargo, Francisco ha recordado que emitir un juicio es una tarea muy complicada. “Alcanzar la certeza moral sobre la nulidad, superando la presunción de validez en el caso concreto, implica llevar a cabo un discernimiento al que está ordenado todo el proceso, especialmente la investigación preliminar. Tal discernimiento constituye una gran responsabilidad que la Iglesia os confía, porque influye fuertemente en la vida de las personas y de las familias”.

Si alguien no reza, que dimita”

Por otra parte, el Papa ha señalado que juzgar sobre un caso no se puede hacer sin “contar con la luz y la fuerza del Espíritu Santo”. A continuación, Francisco ha añadido que, si alguno de los jueces no reza, es preferible que deje de ejercer su labor: “Queridos jueces, sin oración no se puede ser juez. Si alguien no reza, por favor, que dimita, es mejor así”.

El Santo Padre también ha señalado la importancia de ser objetivo a la hora de juzgar, y de “estar libre de cualquier prejuicio, ya sea a favor o en contra de la declaración de nulidad”. “Esto implica liberarse tanto del rigorismo de quienes pretenderían una certeza absoluta como de una actitud inspirada en la falsa convicción de que la mejor respuesta es siempre la nulidad, lo que san Juan Pablo II llamaba el ‘riesgo de una compasión mal entendida […], sólo aparentemente pastoral’», ha añadido el Papa.

Prudencia y justicia

Seguidamente, Francisco ha señalado dos virtudes necesarias para el discernimiento de los jueves: “la prudencia y la justicia, que deben estar informadas por la caridad. Existe una íntima conexión entre la prudencia y la justicia, ya que el ejercicio de la prudentia iuris tiene por objeto conocer lo que es justo en el caso concreto. Una prudencia, por tanto, que no se refiere a una decisión discrecional, sino a un acto declarativo sobre la existencia o inexistencia del bien del matrimonio; por tanto, una prudencia jurídica que, para ser verdaderamente pastoral, debe ser justa. El discernimiento justo implica un acto de caridad pastoral, incluso cuando la sentencia es negativa”.

Para finalizar, el Papa ha subrayado la importancia de la indisolubilidad del matrimonio y que, por tanto, “discernir la validez del vínculo es una operación compleja, respecto a la cual no debemos olvidar que la interpretación de la ley eclesiástica debe hacerse a la luz de la verdad sobre el matrimonio indisoluble, que la Iglesia salvaguarda y difunde en su predicación y misión. Como enseñó Benedicto XVI, ‘la interpretación del derecho canónico debe hacerse en la Iglesia. No se trata de una mera circunstancia externa, ambiental: es una llamada al humus mismo del derecho canónico y de las realidades que regula. ‘Sentire cum Ecclesia’ tiene sentido también en la disciplina, por los fundamentos doctrinales siempre presentes y operativos en las normas jurídicas de la Iglesia’. Esto os pido a vosotros, jueces: que escuchéis con la Iglesia”.

Francisco ha concluido pidiendo a los jueces de la Rota que recen por él, ya que su ministerio también es complejo. “A veces es divertido, pero no es fácil”, ha indicado el Papa, después de encomendar la labor del tribunal a la Virgen María.

Permanecer para evangelizar

Vivimos en un mundo en constante aceleración, en un movimiento permanente. Todos padecemos esta cultura de las prisas que nos lleva a ir de un sitio a otro, sin perder el tiempo.

25 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

«Hay un secreto lazo entre la lentitud y el recuerdo, entre la velocidad y el olvido». Esta frase del famoso dramaturgo checo Milan Kundera, recientemente fallecido en París, lleva golpeándome las últimas semanas. La leí en el ensayo «Permanecer», del político francés François-Xavier Bellamy, en el que analiza el mundo acelerado en el que vivimos y las consecuencias que este ritmo trepidante tiene para nuestras vidas.

Y me he sentido interpelado.

Vivimos en un mundo en constante aceleración, en un movimiento permanente. Todos padecemos esta cultura de las prisas que nos lleva a ir de un sitio a otro, sin perder el tiempo. Como nos narraba Michael Ende en «Momo», pareciera que estamos atrapados por los hombres grises que nos roban el tiempo que afanosamente creemos ahorrar. El cambio es una constante de nuestro mundo. Nada permanece. Solo lo que cambia parece válido, aunque su única virtud sea simplemente que es nuevo. El progreso, el avance, se ha convertido en una meta en sí mismo, aunque no sepamos muy bien hacia dónde nos avanza ese camino. Lo importante es ir hacia adelante, vayamos a donde vayamos.

Consecuentemente con ello hemos desarrollado una especie de vergüenza a nuestro pasado. Lo hemos revisado y esto nos ha llevado a descartar todo aquello que no es conforme a nuestra manera actual de ver la realidad. Es el revisionismo que ha impuesto la cultura woke, que nos está arrancando de nuestras propias raíces y de nuestra historia.

Así hemos caído en esa trampa de la velocidad vertiginosa que nos lleva al olvido. Una trampa que se ha hecho cultura y propuesta política. Y así tenemos una comida rápida, «fast food», más eficaz que el guiso cocido a fuego lento, una política de márketing y eslóganes más que de gestión pensada a largo plazo, una vida más divertida y superficial, menos densa y profunda.

Los cristianos vivimos en este mundo y nos sentimos interpelados por este tsunami cultural. Las olas nos zarandean y todo parece decirnos que vivimos precisamente en el pasado y que, en consecuencia, no hay lugar para nosotros en la sociedad del futuro. Así que la única manera de supervivencia parecería ser sumarse a esta ola, surfear por encima de ella, y no empeñarse en ser olas en medio del oleaje.

Y sin embargo la realidad es que, como decía Chesterton, «a cada época y cultura las salva un pequeño puñado de hombres que tienen el coraje de ser inactuales». No es siguiendo la moda como daremos luz al mundo, sino anclados en aquello que permanece, permaneciendo nosotros mismos.

El mundo de hoy necesita hombres y mujeres que aporten sabiduría, conocimiento profundo del corazón del ser humano, que pueda orientar su vida. En medio de las arenas que constantemente se mueven en el desierto, el caminante encuentra su destino fijándose en las rocas que permanecen como referencia. No pocas veces me ha pasado que al conversar con jóvenes que en su edad temprana conocieron la fe y posteriormente se alejaron, me han agradecido el que yo permaneciese, a pesar de que ellos daban tumbos en la vida. Eso les daba seguridad, les servía de referencia.

Nuestra iglesia necesita de hombres y mujeres que vivan en el hogar y gasten su vida esperando al hijo que se fue de casa. Como el padre de la parábola del hijo pródigo, como la madre de la canción de Cesáreo Gabarain «Una madre no se cansa de esperar». Hombres y mujeres que permanecen y que, por ello, son legado de la memoria.

Nuestra religión está hecha de memoria agradecida. Vivimos nuestro ser desde el recuerdo transmitido de padres a hijos de lo que Dios ha hecho por nosotros. «Shemá, Israel!». Hay un vínculo total entre «memoria e identidad», como titulaba san Juan Pablo II a uno de sus libros. Cultivar la memoria, serenar el alma, es esencial para evangelizar nuestro mundo.

Necesitamos hoy más que nunca hombres sabios que sean capaces de ver la realidad con la mirada de Dios y nos aporten las claves para caminar en este tiempo confuso. Hombres que rasguen las apariencias de los acontecimientos y nos desvelen el verdadero sentido de lo que nos ocurre. Hombres que estén configurados desde la fe y contemplen el mundo con el corazón de Dios.

Necesitamos recuperar la sabiduría de Dios que permanece, y justo porque permanece nos permite avanzar, porque sirve de guía y referencia, de hito que señala el camino. Hemos de avanzar sin miedo, conducir la barca de nuestra vida mar adentro -«Duc in altum!»-, con la mirada fija en un punto de referencia que no se mueve y que nos ayuda a discernir el rumbo que hemos de tomar.

La estrella polar siempre permanece, fija en el cielo, guiando a los marineros.

¡Ojalá seamos los cristianos estrella polar en la noche, roca en el desierto, hogar que permanece para los hombres y mujeres de nuestro tiempo!

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

Vaticano

¿Qué futuro le espera al sistema judicial vaticano?

El 15 de diciembre de 2023 se leyó solo la parte dispositiva de la sentencia del conocido "caso Becciu". La sentencia completa, con todos los fundamentos, no se publicará hasta más adelante, presumiblemente en 2024, en algún momento entre junio y diciembre.

Andrea Gagliarducci·25 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

Todavía no se sabe nada del final del juicio sobre la gestión de los fondos de la Secretaría de Estado, el llamado «juicio Becciu«. El veredicto leído el 15 de diciembre tiene varias absoluciones, muchas redefiniciones de delitos, unas pocas condenas, y no puede dejar satisfecho a nadie.

De hecho, los únicos que no presentaron recurso fueron la Secretaría de Estado y la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, ambas partes civiles (y dos caras de la misma moneda, si tenemos en cuenta que la gestión de los fondos de la Secretaría de Estado fue transferida a la APSA). No hubo recurso para monseñor Mauro Carlino, secretario en sustitución primero de Angelo Becciu y después de Edgar Peña Parra, el único que fue absuelto de todos los cargos. Todos los demás actores, tanto acusados como parte civil, e incluso el promotor de justicia del Vaticano (el fiscal), han anunciado que recurrirán.

Por lo tanto, habrá otro juicio, ya no con una amplia audiencia, sino con una revisión de documentos, que podría reescribir delitos y sentencias. Y mientras tanto, hay otros dos juicios en el Vaticano, también sobre asuntos financieros: el proceso que afecta a Libero Milone, ex auditor general del Vaticano, que denunció, junto con su adjunto Panicco, fallecido más tarde de cáncer, que había sido injustamente destituido de su cargo y pidió una elevada indemnización, y que terminó a favor de la Secretaría de Estado; y el proceso relativo a la gestión de los fondos del Coro de la Capilla Sixtina.

Pero, ¿qué dicen estos juicios sobre la salud del sistema jurídico vaticano?

El sistema jurídico vaticano

Conviene recordar que se trata de juicios penales, instituidos en el Estado de la Ciudad del Vaticano. Aunque el derecho canónico también es fuente de derecho en el caso de litigios civiles y penales, se trata de juicios instituidos en el Estado, con sus propias normas.

El Papa Francisco ha cambiado varias veces el sistema jurídico del Vaticano. En los últimos dos años, se han producido dos reformas del sistema jurídico, que han redefinido efectivamente la estructura judicial. El Papa unificó la oficina del promotor de justicia, que sigue siendo la misma en primera instancia y en apelación. Primero definió, también sobre la base de peticiones de organismos internacionales, que al menos uno de los jueces o promotores de justicia debía ser empleado a tiempo completo, y luego volvió a aceptar que todos los cargos fueran a tiempo parcial.

Así, durante la fase de instrucción del proceso sobre el manejo de los fondos vaticanos, el Papa reescribió algunas normas con cuatro rescriptos. Una forma de superar un vacío normativo, según el promotor de justicia, Alessandro Diddi. Una forma de manipular la investigación cambiando las reglas, según la acusación.

De hecho, sin embargo, nos encontramos ante un sistema jurídico que ha sufrido muchas reformas, compuesto en su totalidad por abogados y fiscales que han ejercido o ejercen en Italia y que, por lo tanto, no conocen las peculiaridades de la Santa Sede ni contemplan el panorama más amplio del derecho internacional.

El proceso de gestión de fondos de la Secretaría de Estado

En este marco hay que situar el juicio sobre la gestión de fondos por parte de la Secretaría de Estado. El juicio se refiere a hechos ocurridos entre 2012 y 2019, y puede resumirse en tres vertientes diferentes.

El primero se refiere a la inversión de la Secretaría de Estado en las acciones de un palacio de lujo en Londres. Tras decidir no seguir adelante con la posibilidad de participar en una plataforma petrolífera en Angola, la Secretaría de Estado cedió al broker Raffaele Mincione la gestión de un fondo destinado a la compra de acciones de un palacio por desarrollar. A continuación, cedió las mismas acciones en gestión al corredor Gianluigi Torzi, quien -desconocedor en un principio de la Secretaría de Estado- se quedó para sí las únicas acciones con derecho a voto y, en consecuencia, el control total del palacio. Con el tiempo, se hizo con la totalidad del edificio, que fue revendido recientemente.

Así, parte del juicio se centra en la aportación dada por la Secretaría de Estado a Cáritas en Ozieri para el desarrollo de un proyecto de la cooperativa SPES, presidida por el hermano del cardenal Becciu. La acusación contra Becciu es la de malversación de fondos.

La tercera línea de investigación se refiere a la autodenominada experta en geopolítica Cecilia Marogna, contratada por la Secretaría de Estado, que supuestamente utilizó en beneficio propio el dinero que se le pagó por supuestas operaciones de rescate de rehenes (como la de la monja colombiana Cecilia Narváez secuestrada en Mali).

¿Cómo terminó el juicio?

Como ya se ha dicho, la única absolución fue la de monseñor Mauro Carlino.

El cardenal Becciu fue condenado por tres delitos, dos de malversación y uno de fraude. Uno de los delitos de malversación le considera en connivencia con el bróker Raffaele Mincione por haber destinado 200 millones de euros (un tercio de la capacidad de inversión de la Secretaría de Estado) en un fondo altamente especulativo perteneciente al bróker.

René Bruelhart y Tommaso Di Ruzza, respectivamente presidente y director de la Autoridad de Inteligencia Financiera en el momento de los hechos en cuestión, solo reciben una multa de 1.750 euros. Enrico Craso, el bróker que por cuenta de Credit Suisse primero y luego en otras funciones gestionó los fondos de la Secretaría de Estado vaticana, es condenado a siete años de prisión y a una multa de 10.000 euros con inhabilitación perpetua para cargo público.

Raffaele Mincione, a quien se confió el fondo que luego se utilizó para comprar acciones de la propiedad londinense, a cinco años y seis meses de prisión, ocho mil euros de multa e inhabilitación perpetua para cargo público.

Fabrizio Tirabassi, funcionario de la Secretaría de Estado de Administración implicado por sus superiores en las negociaciones, es condenado a siete años y seis meses de prisión, diez mil euros de multa e inhabilitación perpetua para cargo público.

Nicola Squillace, abogado, que intervino junto a Gianluigi Torzi en la compraventa, es condenado a un año y seis meses de prisión con suspensión condicional de la pena.

Gianluigi Torzi, el agente que se hizo cargo de la gestión de las acciones de la propiedad de Mincione por cuenta de la Secretaría de Estado, es condenado a seis años de prisión, multa de 6.000 euros, inhabilitación perpetua para cargo público y vigilancia especial durante un año.

Cecilia Marogna, la autodenominada «agente secreta» que recibió una comisión de 500.000 euros por una operación de liberación de una monja secuestrada en Mali, que según la acusación utilizó para sí misma, es condenada a 3 años y 9 meses de prisión con inhabilitación temporal para cargo público por el mismo periodo. La empresa de Marogna, Logsic Humanitarne Dejavnosti D.O.O., pagará una multa de 40.000 euros y se le prohíbe contratar con las autoridades públicas durante dos años.

Además, el Tribunal ordenó el decomiso por valor equivalente de las sumas que constituían el corpus de los presuntos delitos por un total de más de 166.000.000 de euros. Finalmente, los acusados fueron condenados, solidariamente, al pago de daños y perjuicios a favor de la parte civil, liquidados por un importe total de más de 200.000.000,00 de euros.

Entre los daños que se contabilizarán, también hay 80 millones en daños no pecuniarios para la Secretaría de Estado, mientras que la sentencia también pretende recuperar todo el dinero destinado por Becciu a Cáritas de Ozieri y el destinado a la autodenominada experta en inteligencia Cecilia Marogna. Los decomisos serán ejecutables a partir de la sentencia de segundo grado, pero existe una norma que prevé la posibilidad de decomisar el producto del delito ya con la sentencia de primer grado.

Hacia la sentencia

Sin embargo, lo que se leyó el 15 de diciembre de 2023 es solo la parte dispositiva de la sentencia. La sentencia completa, con todos los fundamentos, no se publicará hasta más adelante, presumiblemente en 2024, en algún momento entre junio y diciembre.

El plazo para el recurso es por lo tanto muy largo, las confiscaciones están bloqueadas por el momento, y mientras tanto los gastos del Tribunal siguen creciendo, también porque el Papa ha decidido recientemente colocar a los jueces vaticanos en el escalafón directivo de la Curia con el sueldo correspondiente.

Pero, ¿cómo ha afectado a la Santa Sede esta temporada de juicios?

El primer riesgo es el de una disminución de la credibilidad del sistema judicial vaticano, tanto por la forma en que se trataron los cargos, como por la forma en que el propio presidente del Tribunal, Giuseppe Pignatone, decidió redefinir varios delitos, con un nuevo enfoque que parecía desautorizar las investigaciones. La pregunta que cabría hacerse, quizá con demasiada malicia y especificidad, es si se trató de un juicio político, y a quién perjudicó.

El segundo riesgo se refiere a la posible apelación. Si, en apelación, hay una revocación sustancial de los cargos, ¿quién y cómo puede compensar los daños sufridos por los acusados? Se trata de daños a la reputación que tienen enormes repercusiones en la vida de las personas, cuya indemnización sería elevada. Se daría la paradoja de que en un juicio se pretenda recuperar el dinero perdido y se acabe pagando más de lo que se perdió.

El tercer riesgo se refiere a la posición de los jueces y de la gendarmería vaticana. Si la apelación anulara la primera sentencia, tanto la capacidad de los jueces y promotores vaticanos para llevar a cabo un juicio justo como la capacidad de investigación de la gendarmería vaticana podrían quedar en entredicho. Esto supondría un terremoto para todo el sistema vaticano.

El autorAndrea Gagliarducci

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Evangelio

Callar y escuchar. Domingo IV del Tiempo Ordinario (B)

El padre Joseph Evans comenta las lecturas del IV domingo del Tiempo Ordinario (B) y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·25 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Varios temas recorren las lecturas de la misa de hoy. Uno es el tema de la autoridad, otro es el de escuchar o prestar atención a Dios.

En la primera lectura, Moisés recuerda a los israelitas el momento en que Dios les había hablado en la montaña. Aquella ocasión, con su fuego y sus truenos, debía mostrar la autoridad de Moisés como profeta y la autoridad de la Ley que Dios revelaba a través de él. Pero Moisés anuncia un futuro y mayor profeta en cuyos labios Dios pondría Sus propias palabras. Un profeta con una autoridad y un poder aún mayores. Y este es el Jesús que vemos en el Evangelio: no solo un mensajero de Dios, sino Dios mismo.

En los Evangelios, Dios ya no busca asustarnos. Los antiguos israelitas eran rudos y primitivos y necesitaban un trato duro para infundirles fe. La nueva alianza requiere nuevos métodos. Dios ya no quiere asustarnos, aunque sí aterrorizar a los demonios. Más bien, aterrorizando a los demonios, que tratan de aterrorizarnos, trata de convencernos de su misericordia. El Evangelio nos muestra el poder de Jesús. Es un Dios que no solo controla las fuerzas de la naturaleza, sino que también somete a las fuerzas del mal. Con una breve frase expulsa al demonio y dos veces en el texto de hoy se hace referencia a la autoridad de Jesús: la autoridad de su enseñanza y su autoridad sobre los espíritus inmundos.

Es esta autoridad divina la que las lecturas de hoy nos invitan a tomar en serio. No se trata de un político con promesas vacías o de un orador motivacional con frases vacías, se trata de Dios mismo con autoridad divina. No es de extrañar que Moisés nos diga en la primera lectura: “A él lo escucharéis”.

Esto nos lleva al tema de la escucha. Escuchamos a alguien en función de su autoridad. No escucharemos a nadie que no tenga derecho a hablarnos. Jesucristo tiene una autoridad infinita. Puede ser aterrador si quiere, como lo fue Dios en el Sinaí; puede silenciar a los demonios con una palabra. Pero en lugar de imponer su poder, prefiere ofrecernos su amor con mansedumbre. Sin embargo, la mansedumbre de su acercamiento no debe hacernos pensar que su ley es algo que podemos tomar o dejar. “A él lo escucharéis”. Y el salmo insiste: “Ojalá escuchéis hoy su voz: ‘No endurezcáis el corazón […]’”. La segunda lectura nos llama a prestar toda nuestra atención a “los asuntos del Señor” y la orden de Cristo al demonio de “callar” es también un recordatorio para nosotros. Si queremos escuchar a Dios y obedecerle, tenemos que esforzarnos por escucharle, por prestarle toda nuestra atención y por encontrar momentos de silencio y oración en nuestras vidas, para “estar callados”.

La homilía sobre las lecturas del domingo IV del Tiempo Ordinario (B)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Vaticano

Inteligencia Artificial, clave para la libertad en la Comunicación

El Papa Francisco centra su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales de 2024 en el impacto negativo que tiene la Inteligencia Artificial en el ámbito informativo.

Paloma López Campos·24 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En su mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales el Papa Francisco analiza el impacto de la Inteligencia Artificial en el mundo de la comunicación. Dada la velocidad a la que progresan los avances científicos y tecnológicos, el hombre se enfrenta, bajo una nueva luz, a las “preguntas fundamentales”. ¿Qué es el hombre? ¿Cómo se dibuja su futuro junto a la Inteligencia Artificial?

El Papa advierte de que, ante estas cuestiones, hay que evitar las “lecturas catastrofistas” y “sus efectos paralizantes”. Citando a Romano Guardini aconseja que los problemas de esta era tecnológica se resuelvan “planteándolos desde el punto de vista humano”. Sin embargo, para ello “es preciso que brote una nueva humanidad de profunda espiritualidad, de una libertad y una vida interior nuevas”.

Sabiduría del corazón

Esta nueva humanidad “solo puede partir del corazón humano”. Francisco anima a cultivar “una sabiduría del corazón”. Esta nos permita “leer e interpretar la novedad de nuestro tiempo y redescubrir el camino de una comunicación plenamente humana”.

El Santo Padre define el corazón “como la sede de la libertad y de las decisiones más importantes de la vida”. Basándose en la Biblia, el Papa dice que el corazón “es símbolo de integridad, de unidad». Y «a la vez evoca afectos, deseos, sueños». Pero «es sobre todo el lugar interior del encuentro con Dios”.

De este modo, el Pontífice aclara que cuando habla de “sabiduría del corazón” hace referencia a “esa virtud que nos permite entrelazar el todo y las partes, las decisiones y sus consecuencias, las capacidades y las fragilidades, el pasado y el futuro, el yo y el nosotros”.

Francisco afirma que cuando falta esta virtud “la existencia se vuelve insípida”. La sabiduría del corazón “es un don del Espíritu Santo, que permite ver las cosas con los ojos de Dios”. Sin embargo, recalca el Papa, no es algo que podamos esperar de las máquinas.

Inteligencia Artificial y delirio de omnipotencia

A pesar de la capacidad de las máquinas y el avance que suponen en la carrera científica, solo el hombre puede “descifrar el significado” de los datos que las máquinas almacenan. “No se trata, pues, de exigir que las máquinas parezcan humanas; sino más bien de despertar al hombre de la hipnosis en la que ha caído debido a su delirio de omnipotencia”.

El hombre contamina el progreso con “la tentación original de llegar a ser como Dios Sin Dios”. La ciencia así planteada pretende “conquistar por las propias fuerzas lo que debería acogerse como un don de Dios y vivirse en la relación con los demás”.

El Santo Padre advierte de que “toda extensión técnica del hombre puede ser un instrumento de servicio amoroso o de dominación hostil”. Por ello pide a todos “entender, comprender y regular herramientas que en manos equivocadas podrían abrir escenarios adversos”. El Papa anima a “actuar preventivamente, proponiendo modelos de regulación ética para frenar las implicaciones nocivas y discriminatorias, socialmente injustas, de los sistemas de Inteligencia Artificial”.

Información en la era de la Inteligencia Artificial

El Pontífice dice que nos encontramos ante el reto de “dar un salto cualitativo para estar a la altura de una sociedad compleja, multiétnica, pluralista, multirreligiosa y multicultural”. Avisa de que las “grandes posibilidades de bien acompañan al riesgo de que todo se transforme en un cálculo abstracto, que reduzca a las personas a meros datos”.

El mensaje del Papa subraya que “es inaceptable que el uso de la Inteligencia Artificial conduzca a un pensamiento anónimo, a un ensamblaje de datos no certificados, a una negligencia colectiva de responsabilidad editorial”. El Papa Francisco incide en la idea de que “la información no puede separarse de la relación existencial”. Explica que la Inteligencia Artificial solo tendrá un papel positivo en la comunicación “si no anula el papel del periodismo sobre el terreno, sino que, por el contrario, lo respalda”. Para ello, es esencial responsabilizar al comunicador y que su uso devuelva “a cada ser humano el papel de sujeto, con capacidad crítica, respecto de la misma comunicación”.

Debido a la Inteligencia Artificial, dice el Papa, sobre el mundo de la comunicación “por una parte, se cierne el espectro de una nueva esclavitud. Por la otra, una conquista de la libertad”. La resolución de esta situación “no está escrita, depende de nosotros”. Por eso, Francisco concluye su mensaje afirmando que “corresponde al hombre decidir si se convierte en alimento de algoritmos o en cambio si alimenta su corazón con la libertad”.

Esta reflexión del Santo Padre sobre la Inteligencia Artificial llega después de varias intervenciones en las que ya ha hablado sobre el tema. El Papa ha dedicado más de una ocasión a profundizar en esta nueva era tecnológica. Sin ir más lejos, la Jornada Mundial de la Paz de 2024 la dedicó a ella, hace menos de un mes.

Vocaciones

La archidiócesis de Toledo celebra un año sacerdotal

En el marco del año dedicado a la vocación del sacerdocio, la archidiócesis de Toledo ha celebrado este martes 23 de enero un jubileo sacerdotal en la Catedral Primada, con la participación de casi 300 sacerdotes.

Loreto Rios·24 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El año sacerdotal convocado por la archidiócesis de Toledo se celebra cuando se cumplen 50 años de la publicación de la carta pastoral “Un seminario nuevo y libre”, del cardenal Marcelo González Martín. Con esta carta “el cardenal renovaba nuestro seminario, fiel a las indicaciones del Concilio Vaticano II, con un espíritu de verdadero amor a la Iglesia. La fidelidad de aquella respuesta a las necesidades de nuestro tiempo en la formación sacerdotal han atraído a nuestro Seminario Metropolitano a más de mil sacerdotes que hoy ejercen su ministerio en muy diversos lugares de la Iglesia universal”, indica don Carlos Loriente, vicario episcopal para el clero de la archidiócesis de Toledo.

Testigos de la Misericordia Divina

El año sacerdotal arrancó el pasado 23 de septiembre de 2023 con una jornada de inicio que se celebró en el colegio Nuestra Señora de los Infantes y contó con unos 700 participantes.

El lema de este año pastoral es “Testigos de la Misericordia Divina”. Según se indica en el portal de la archidiócesis de Toledo, este lema “irá en paralelo al lema de los tres años de preparación al Sínodo Diocesano de 2024, ‘La alegría de caminar juntos’. El icono bíblico que representa el diálogo de Jesús con Pedro en el Tiberíades servirá de imagen oficial para el curso pastoral”. La pintora Carolina Espejo, natural de Toledo, ha sido la encargada de realizar esta imagen oficial del año pastoral.

Jubileo sacerdotal

Una de las fechas clave de este año sacerdotal ha sido el jubileo sacerdotal celebrado el 23 de enero, día de san Ildefonso, patrón de la archidiócesis primada. Dicho jubileo se celebró en la catedral de Toledo con una Eucaristía en rito hispano-mozárabe que contó con la presencia de diferentes autoridades civiles, miembros del cabildo catedralicio, siete obispos y casi 300 sacerdotes.

La celebración estuvo presidida por monseñor Francisco Cerro Chaves, arzobispo de Toledo y Primado de España, mientras que los obispos concelebrantes fueron monseñor Francisco César García Magán, secretario general de la Conferencia Episcopal Española; monseñor Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo emérito; monseñor Ángel Rubio Castro, obispo emérito de Segovia; monseñor Salvador Cristau, obispo de Terrasa; monseñor Ángel Fernández Collado, obispo de Albacete y monseñor Domingo Oropesa, obispo de la diócesis cubana de Cienfuegos.

“Todo el presbiterio ha estado invitado a participar de la Santa Misa celebrada en la Catedral, en la que se ha impartido la bendición apostólica con indulgencia plenaria, como hace el obispo dos veces al año en su sede”, ha señalado el vicario episcopal para el clero.

Además, durante la celebración los asistentes tuvieron la oportunidad de venerar una reliquia de san Ildefonso.

“Acompañados de ocho obispos que han sido formados en esta casa, la Iglesia en Toledo ha querido dar gracias a Dios por tantas bendiciones que están saliendo al encuentro de tantas necesidades de los hombres de nuestros días, a través de la personificación sacramental de Jesucritsto que es la vida de cada sacerdote. Por eso, ante la capilla de la descensión de la Virgen, hemos renovado nuestras promesas sacerdotales”, señala don Carlos Loriente.

Después de la Misa, los sacerdotes han compartido un almuerzo en el Seminario. “En la sobremesa ha habido ocasión para agradecer a los rectores de nuestros seminarios durante estos años el trabajo de todos los que se han esmerado por entregar lo mejor de sí mismos al servicio de la formación sacerdotal”, ha añadido don Carlos, “Ha sido un día para dar gracias a Dios por tantas bendiciones, además de celebrar a ese pastor santo que es insignia y bandera de Toledo por el mundo, el gran Ildefonso, patrono de nuestra archidiócesis. Aquel que, con inmenso amor a la Madre de Dios, dejó para siempre una huella mariana en el alma de esta iglesia particular y de sus sacerdotes”.

Otras fechas importantes

Dentro del marco del año sacerdotal de la Archidiócesis de Toledo, se celebrarán también las XII Jornadas de Pastoral el 26 y el 27 de enero en el colegio diocesano Nuestra Señora de los Infantes, que contarán con la presencia de monseñor Andrés Ferrada, secretario del Dicasterio para el Clero.

Más adelante, del 5 al 8 de junio, se celebrará un Congreso Eucarístico Diocesano en Torrijos, donde descansan los restos de la sierva de Dios Teresa Enríquez, conocida como “la loca del Sacramento”.

Como culmen de este año sacerdotal, los sacerdotes peregrinarán a Fátima para consagrarse a la Virgen el 22 de agosto.

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Vaticano

La avaricia no afecta solo a los ricos, dice el Papa

En la audiencia general de hoy, que se ha celebrado en el Aula Pablo VI del Vaticano, el Papa Francisco ha impartido su quinta catequesis del ciclo sobre los vicios y las virtudes, centrada en esta ocasión en la avaricia.

Loreto Rios·24 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El texto bíblico de referencia para esta catequesis sobre la avaricia ha sido la primera carta a Timoteo 6, 8-10: “Teniendo alimentos y con qué cubrirnos, contentémonos con esto. Los que quieren enriquecerse sucumben a la tentación, se enredan en un lazo y son presa de muchos deseos absurdos y nocivos, que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición. Porque el amor al dinero es la raíz de todos los males, y algunos, arrastrados por él, se han apartado de la fe y se han acarreado muchos sufrimientos”.

La avaricia afecta también a los pobres

El Papa ha definido la avaricia como “una forma de apego al dinero que impide al ser humano la generosidad”.

Francisco ha resaltado que este vicio no solo afecta a las personas ricas, sino que es una “enfermedad del corazón, no de la cartera”. De hecho, ha puesto de ejemplo las enseñanzas de los padres del desierto, que indicaban que la avaricia podía apoderarse también de los monjes, incluso a pesar de haber renunciado a enormes herencias para comenzar su vida monástica. Sin embargo, percibían a veces entre ellos apego a objetos de poco valor, y reticencia a prestarlos o regalarlos.

El Papa ha indicado que es una especie de retorno a la fase infantil, cuando los niños no dejan de indicar: “Es mío, es mío”. Se trata de “un apego que quita la libertad”. Esto conlleva una relación enfermiza con la realidad, que puede llevar a una acumulación compulsiva.

La avaricia y la muerte

Para curarse de este vicio, los monjes proponían un “método drástico”: meditar sobre la muerte. Así, “se revela el sentido de este vicio”, y se pone de manifiesto que nuestro vínculo de posesión con las cosas es aparente, ya que no somos los “amos del mundo”, sino “extranjeros y peregrinos en esta tierra”.

Pero ¿cuál es la raíz profunda de la avaricia? El Papa ha señalado que, en el fondo, su origen está en el “intento de exorcizar el miedo a la muerte”, busca seguridades, aunque, al final, este control aparente se desmorona.

El Papa ha puesto de ejemplo una parábola del evangelio en la que el hombre necio consigue una gran cosecha y comienza a planear su futuro y a pensar en agrandar los almacenes: “’Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente’. Pero Dios le dijo: ‘Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?’” (Lc 12 19-20).

Desprendimiento

Francisco ha vuelto a recurrir a una anécdota de los padres del desierto para explicar la actitud de desprendimiento que hay que tener para mantener una relación sana con nuestras posesiones. En ella, un ladrón roba a un monje mientras este duerme y, cuando el monje despierta, no se turba por lo ocurrido, sino que sigue al ladrón y, en vez de reclamarle nada, le entrega lo poco que dejó, diciéndole: “Te olvidaste de llevarte esto”.

Si no se vive esta actitud de desprendimiento, en vez de poseer nosotros los bienes, ellos nos poseen a nosotros. Por eso algunos ricos no son libres, indica el Papa, ya que, por otra parte, los bienes exigen una custodia, y un patrimonio conseguido con mucho esfuerzo puede “desaparecer en un minuto”.

Una correcta administración

El Papa ha subrayado que las riquezas en sí mismas no son un pecado, pero sí una responsabilidad que hay que administrar adecuadamente. “Eso es lo que el avaro no comprende”, ha señalado Francisco. Su riqueza podría haber sido un bien para muchos, pero, en cambio, se ha convertido en una fuente de infelicidad.

A este respecto, Francisco, dejando a un lado el discurso escrito, ha recordado el caso real de un hombre rico cuya madre estaba enferma. Los hermanos se turnaban para cuidarla, y él le daba medio yogurt por la mañana y medio por la tarde, para ahorrar y no darle uno entero. Luego este hombre murió y la gente en el funeral reía de su avaricia, diciendo que no iban a poder cerrar el ataúd de lo avaro que era.

El Santo Padre ha indicado que hay que ser desprendidos y “dejar todo”. “Estemos atentos y seamos generosos”, ha concluido.

Llamamiento a la paz

A continuación, los lectores han leído un resumen de la catequesis en diferentes idiomas. El resumen en lengua española lo ha realizado el Papa personalmente.

Para finalizar, Francisco ha recordado la jornada internacional en conmemoración de las víctimas del Holocausto que se celebrará el próximo sábado 27 de enero, indicando que el “odio y la violencia no se pueden justificar nunca”. “La guerra es una negación de la humanidad”, ha señalado el Papa, recordando a las víctimas de las guerras y haciendo una mención especial a Palestina, Israel y Ucrania y el bombardeo contra zonas frecuentadas por civiles. “Imploro a todos custodiar la vida humana”, ha pedido el Papa, añadiendo que “la guerra siempre es una derrota”.

Vaticano

El Papa agradece el trabajo de los periodistas «compañeros de viaje»

Los periodistas acreditados ante la Santa Sede mantuvieron un encuentro con el Papa Francisco el lunes 22 de enero. El Papa citó, en esa audiencia, un libro del redactor de Omnes, Giovanni Tridente sobre la tarea del vaticanista.

Maria José Atienza·23 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco recibió en audiencia a los miembros de la Asociación internacional de periodistas acreditados ante la Santa Sede el lunes 22 de enero en la Sala Clementina.

Un encuentro en el que el Papa agradeció a los periodistas “mis compañeros de viaje” como les llamó, su trabajo informativo sobre la actividad de la Santa Sede y les pidió perdón por “las veces que las noticias que me conciernen de diversas maneras os han alejado de vuestras familias, de jugar con vuestros hijos y del tiempo para pasar con sus maridos o esposas”.

El Papa animó a los periodistas a volver a las raíces de una vocación, la de periodistas que “elige tocar personalmente las heridas de la sociedad y del mundo. Es una vocación que surge a una edad temprana y que te lleva a comprender, arrojar luz y contar”.

El Papa cita un libro de un redactor de Omnes

El Papa Francisco citó, en este discurso, unas palabras tomadas del prólogo escrito por el vaticanista emérito Luigi Accattoli a un libro de Giovanni Tridente, redactor de Omnes en Roma, titulado Convertirse en vaticanista. La información religiosa en los tiempos de la web.

La cita se refería, expresamente al trabajo del informador de la Santa Sede que define como “un trabajo rápido hasta lo despiadado, doblemente incómodo cuando se aplica a un tema elevado como la Iglesia, que los medios comerciales llevan inevitablemente a su nivel […] de mercado». «En tantos años de vaticanismo -añadió- he aprendido el arte de buscar y narrar historias de vida, que es una forma de amar a la humanidad […]. He aprendido la humildad. He encontrado a muchos hombres de Dios que me han ayudado a creer y a seguir siendo humano. Por tanto, sólo puedo animar a quienes quieran aventurarse en esta especialización periodística».

El Papa se basó en este libro para recordar que el vaticanista “tendrá que resistir a la vocación nativa de la comunicación de masas de manipular la imagen de la Iglesia, tanto y más que cualquier otra imagen de la humanidad asociada. En efecto, los medios de comunicación tienden a deformar la actualidad religiosa. La deforman tanto con el registro alto o ideológico como con el registro bajo o espectacular. El efecto global es una doble deformación de la imagen de la Iglesia: el primer registro tiende a forzarla bajo una apariencia política, el segundo tiende a relegarla a noticias ligeras”.

Sin endulzar pero sin crear ruido

El Papa no ocultó su agradecimiento por “la delicadeza que tan a menudo tenéis al hablar de los escándalos en la Iglesia: algunas y muchas veces he visto en vosotros una gran delicadeza, un respeto, un silencio casi, digo, «avergonzado»” y también destacó el trabajo por huir de la superficialidad de los estereotipos que realizan muchos profesionales de la información sobre la Santa Sede.

“La belleza de vuestro trabajo en torno a Pedro es la de fundarlo sobre la sólida roca de la responsabilidad en la verdad”, resumió el Papa para terminar su discurso.

“No ocultar la realidad y sus miserias, en no endulzar las tensiones pero al mismo tiempo no hacer ruido innecesario” concluyó el Papa que les animó, primeramente a comunicar con su testimonio y, como en cada audiencia, se acogió a sus oraciones.

Tras el discurso del Santo Padre, los periodistas presentes pudieron saludar al Papa que se paró especialmente con algunos de ellos, conocidos del pontífice tras años siguiendo sus viajes y actos.

Cultura

Santa Mariana Cope, una vida entregada en Hawái

Santa Mariana Cope es una santa que se trasladó al territorio de Hawái, donde dedicó su vida a cuidar a los enfermos de lepra y a difundir el amor de Cristo.

Paloma López Campos·23 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El 23 de enero de 1838 nació santa Mariana Cope en el Gran Ducado de Hesse (hoy Alemania). Su nombre de nacimiento era Bárbara, como su madre. Cuando solo tenía un año, su familia se trasladó a Estados Unidos, al estado de Nueva York. Con el fin de integrarse mejor, cambiaron su apellido original “Kobb” por “Cope”. Además, el padre de familia adquirió la nacionalidad estadounidense, por lo que los niños también se nacionalizaron.

En Nueva York, Mariana recibió una educación católica en una escuela parroquial. A los diez años hizo la primera Comunión y, pocos años después, siendo una adolescente, entró a trabajar en una fábrica para poder ayudar económicamente a sus padres.

De Bárbara a Mariana Cope

Desde joven la futura santa expresó su deseo de ingresar en el convento, pero la delicada situación de su familia la obligó a retrasar la entrada en la vida religiosa.

Esperó con paciencia un tiempo hasta que, al cumplir los 24, Cope decidió dejarlo todo. En el año 1860 profesó como hermana de la Tercera Orden Franciscana y cambió su nombre de Bárbara a Mariana.

La comunidad religiosa en la que ingresó abrió hospitales en Nueva York. Allí la santa se aseguraba de atender a todas las personas que lo necesitaran. Su carácter decidido permitió que la eligieran como provincial en 1877 y 1881. Pero este cargo lo dejó pronto cuando recibió una llamada distinta.

Traslado a Hawái

El rey de Hawái pidió ayuda para cuidar a los leprosos de las islas. Mariana abandonó el estado de Nueva York y se trasladó a Molokai. Allí desempeñó su labor como enfermera en un asilo. Su entrega fue tal que vivió aislada junto a los pacientes en la isla de Kalaupapa cuando se instaló allí una colonia de leprosos.

Además de preocuparse por la salud de los enfermos, santa Mariana Cope impulsó la construcción de una iglesia y de un colegio para los niños de la zona. También organizó una lavandería para ayudar a las mujeres y un coro, con el fin de que la gente pudiera ocupar su tiempo con actos provechosos.

A pesar de que reclamaron la presencia de Mariana en Estados Unidos en 1889, ella decidió quedarse en Hawái para atender a los residentes en el asilo. Se mantuvo firme en su decisión y falleció el 9 de agosto de 1918, con 80 años, en Kalaupapa.

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Vaticano

La Santa Sede habilita una plataforma pública para candidaturas de empleo

La Santa Sede, a través de la Secretaría de Economía, ha abierto una ventana en su página web para recibir las candidaturas de aquellas personas que deseen trabajar en el Vaticano.

Giovanni Tridente·23 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Trabajar en la Santa Sede ya no es un tabú. Desde hace algún tiempo, de hecho, la Secretaría de Economía -que, según la constitución apostólica “Praedicate Evangelium” de 2022, «ejerce el control y la vigilancia en materia administrativa, económica y financiera sobre las instituciones curiales, oficinas e instituciones relacionadas con la Santa Sede»- ha abierto una plataforma en su página web dedicada a quienes quieran «trabajar en el Vaticano».

«Únete a la comunidad de profesionales que cada día apoyan con su trabajo las actividades y la misión del Santo Padre», reza el prefacio, completado con una explicación de lo que significa trabajar para la Santa Sede.

Básicamente, se trata de todo ese grupo de personas que ayudan al Papa «en su ministerio de Pastor de la Iglesia universal», e incluso en sus diferentes destinos y profesiones «participan verdaderamente en la única e incesante actividad de la Santa Sede”, a saber, la de «solicitud por todas las Iglesias».

Cómo presentarse

Quien desee poner sus aptitudes al servicio del Papa y, por extensión, de la Iglesia universal, puede hacerlo ahora a través de la plataforma online creada por el SPE, que publica puntualmente la relación de puestos vacantes donde se especifica la información curricular requerida, junto con aptitudes, experiencia y preferencias.

Al mismo tiempo, también se puede enviar una solicitud espontánea, pero siempre a través del procedimiento en línea y tras crear su propia cuenta de usuario. La Secretaría de Economía garantiza entonces que los datos introducidos no serán divulgados a terceros y permanecerán en su base de datos durante un máximo de dos años, antes de ser eliminados automáticamente.

Puestos vacantes

Actualmente, los puestos vacantes incluyen, por ejemplo, un gestor de riesgos que trabaje en el sector financiero e inmobiliario, para evaluar, por ejemplo, riesgos de mercado, riesgos de liquidez, escenarios económicos, etc. Se requieren al menos 5 años de experiencia en empresas financieras. El contrato es indefinido y a jornada completa. En el mismo sector, también hay vacantes para un Auditor Junior, un Auditor Senior y un Responsable de Cumplimiento.

Otros puestos vacantes son para técnicos especializados en los campos de térmica, fontanería, tratamiento de aire, pruebas, etc., con titulación en ingeniería mecánica, electrónica o de la construcción. También en este caso, el contrato es indefinido y a jornada completa, con disponibilidad para trabajo de urgencia y a turnos.

También se necesita un técnico de radiodifusión-televisión -contrato de un año renovable-; un operador audiovisual especializado en sonorización -permanente y a tiempo completo-; un responsable de compras y un redactor de lengua materna rumana en un medio de comunicación del Vaticano.

Cada candidatura requiere evidentemente por parte del futuro trabajador la adhesión a los principios de la doctrina de la Iglesia, dada «la naturaleza pastoral y eclesial del servicio».

El portal a través del cual enviar las candidaturas está disponible en esta dirección.

El autorGiovanni Tridente

Cultura

Gasol, Verástegui, innovación educativa y valores, premiados por el CEU

Pau Gasol, el actor y productor Eduardo Verástegui, las hermanas Marian e Isabel Rojas Estapé (psiquiatría y psicología), la innovación y colaboración educativa del grupo Vithas y de la Guardia Civil, o antiguos alumnos como Juan José Cano (KPMG), han sido algunos de los galardonados en la XXVII edición de los Premios CEU Ángel Herrera.

Francisco Otamendi·22 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Estos premios han celebrado la edición de este año con la entrega de galardones a diferentes personalidades, instituciones y empresas. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha presidido el acto, en el que ha manifestado “el papel fundamental que tiene el CEU como institución educativa desde hace 90 años”. 

El presidente de la Fundación San Pablo CEU, Alfonso Bullón de Mendoza, ha destacado “la excelente labor de todos los premiados por su esfuerzo en mejorar la sociedad y su contribución al bien común”, y el hecho de que estos premios recuerdan la figura de Ángel Herrera Oria, primer presidente de la Asociación Católica de Propagandistas. 

Ángel Herrera Oria, más tarde obispo y cardenal, se movió durante años en numerosos ámbitos, la educación, los medios de comunicación, dirigiendo durante 22 años El Debate, e impulsó importantes iniciativas sociales, ha señalado Alfonso Bullón de Mendoza al final del evento, que ha tenido lugar en un hotel madrileño con la presencia del nuncio, Mons. Bernardito Auza. 

Por ese motivo, a la hora de entregar estos premios, “hemos querido tener en cuenta esos ámbitos”: educación, con empresas e instituciones que se mueven en la innovación educativa; colaboración universidad y empresa, periodistas que se dedican a la educación; el ámbito de los medios y la difusión de la cultura católica; personas que se mueven en las redes sociales y en el de la Doctrina Social de la Iglesia, y “personas comprometidas como el actor y productor Eduardo Verástegui”, que ha cruzado el Atlántico. 

Y también “damos premios a nuestros antiguos alumnos, que han salido hace poco (Alejandro Escario), o están consolidados, como el presidente de KPMG (Juan José Cano), a quien ha entregado su galardón el presidente de Telefónica, José María Alvarez-Pallete. “Esperamos que esos valores inculcados se estén transmitiendo”, ha añadido.

Ayudar a familias y niños explotados

Pau Gasol, que ha entrado en streaming en el acto, y cuyo premio ha sido recogido por su padre, Agustí Gasol, de manos del ex seleccionador Vicente del Bosque, ha sido galardonado en la categoría ‘Ética y Valores’ por “su afán por ayudar a niños y familias de todo el mundo, que ha inspirado a las generaciones más jóvenes con su educación, humildad y liderazgo”, ha destacado el jurado. 

Además, se ha reconocido su compromiso social con la infancia, al fomentar valores y hábitos que respaldan la salud y el bienestar de los niños. En esta misma categoría el premio se ha concedido ex æquo al productor mexicano Eduardo Verástegui por “su inquebrantable defensa de la familia, de la vida y de la dignidad de las personas, a través de producciones cinematográficas que generan conciencia en el espectador y abordan problemáticas sociales”, como la explotación de las personas.

Verástegui ha subrayado la importancia de proteger a los menores y a aquellos que carecen de la capacidad de defenderse por sí mismos, y se ha referido a su film Sound of Freedom, película que denuncia la trata y los abusos sexuales a niños. “Libertad no es hacer lo que te da la gana, sino hacer lo correcto”, ha manifestado, para referirse luego al gran movimiento contra la explotación de menores que ha originado su película.

Importancia de la divulgación positiva

También ha habido espacio para destacar la importancia de resaltar ejemplos positivos en la divulgación de contenidos basados en el conocimiento experto.

La Guardia Civil ha sido distinguida en la categoría “Innovación educativa en el sector tecnológico” por su destacada labor en el campo de la ciberseguridad. Este galardón reconoce el compromiso de la institución en la promoción de la cultura digital y la protección ciudadana, especialmente a través de redes sociales, evidenciando su esfuerzo en la divulgación de la seguridad cibernética. 

Marian Rojas-Estapé, médico psiquiatra, y su hermana Isabel Rojas-Estapé, psicóloga clínica y periodista, hijas del psiquiatra Enrique Rojas, han sido reconocidas por su compromiso en transmitir valores fundamentales a la sociedad, centrándose en temas cruciales como la familia, el matrimonio y la prevención de la enfermedad mental a través de las redes sociales. 

Labor de empresas y empresarios

Además, de otros citados, el grupo Vithas ha recibido su galardón en reconocimiento a su destacada colaboración empresarial con el sector educativo. El premio destaca “la ejemplaridad del grupo hospitalario en la asistencia sanitaria centrada en el paciente, así como el compromiso de sus profesionales con una medicina eficaz, efectiva y eficiente, caracterizada por su enfoque afectivo”. 

Alejandro Escario ha sido galardonado con el premio CEU Ángel Herrera en la categoría ‘Alumni júnior’, por su compromiso en poner su talento al servicio de la sociedad. Su destacada contribución reside· en el diseño de una incubadora de bajo coste, que ha permitido la preservación de la vida de numerosos bebés prematuros en países en vías de desarrollo, además de servir como fuente de inspiración para la sociedad”.

Cultura católica y periodismo educativo

Hakuna ha sido distinguido por su destacada contribución a la ‘Difusión de la Cultura Católica’. El reconocimiento se debe a “su labor en proporcionar a los jóvenes diversos espacios donde pueden glorificar a Dios y expresar su fe mediante el canto y la oración”. Además, el galardón, recogido por José Pedro Manglano y jóvenes del movimiento, destaca a juicio del Jurado la labor del grupo desde “la perspectiva de los jóvenes, promoviendo la paz, la unidad y la fraternidad entre los pueblos y naciones del mundo”.

El periodismo y la comunicación han tenido asimismo a sus galardonados, como se ha señalado. Ha sido José Ignacio Martínez Rodríguez, colaborador de Vida Nueva, por un reportaje sobre la educación católica en Mozambique. Y como mejor trabajo periodístico en materia de Doctrina Social de la Iglesia han recibido el premio ex aequo la revista Mundo Negro y el periodista Luis Ventoso, de El Debate. 

La Fundación San Patricio ha sido también premiada en esta edición en la categoría ‘Solidaridad, Cooperación al desarrollo y Emprendimiento social’ por su proyecto Semillas para el futuro.

El autorFrancisco Otamendi

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Estados Unidos

La solidaridad radical es clave para la defensa de la vida

El comité para las actividades provida de la Conferencia episcopal estadounidense ha publicado un comunicado por el aniversario de la sentencia Roe v. Wade. En él resaltan la solidaridad radical y la compasión como claves para la defensa de la vida.

Paloma López Campos·22 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El 22 de enero es el aniversario de la sentencia Roe v. Wade, que marcó un hito en la historia del aborto en Estados Unidos. En 1973 el aborto se declaró un derecho constitucional. Sin embargo, tras casi cincuenta años, la Corte Suprema revocó su decisión y anuló Roe v. Wade el 24 de junio de 2022, avanzando así en la defensa de la vida.

Desde enero de 1973, el 22 es conocido como el día de oración para la protección legal de los no nacidos. Por ello, el secretario del comité para las actividades provida de la Conferencia episcopal estadounidense publicó una declaración recordando a los fieles que la penitencia y oración de los cristianos sigue siendo esencial para la defensa de la vida.

En el comunicado, el obispo Michael F. Burbidge señaló que “la vida humana sigue gravemente amenazado por el aborto legalizado en la mayoría de los estados y sigue promoviéndose agresivamente a nivel federal”.

A través del comité, la Conferencia episcopal estadounidense afirmó que mantiene su “compromiso de trabajar por la protección jurídica de toda vida humana desde la concepción hasta la muerte natural”. Sin embargo, el comunicado expresó que la responsabilidad recae sobre todos los católicos.

La vida es responsabilidad de todos

La declaración del obispo Burbidge pidió a los fieles que “sea cual sea su papel, adopten medidas para proteger la vida humana”. Y animó a permanecer en esta certeza, aunque “la verdad no suele ser fácil, pero es necesaria”.

Un modo especial de cuidar la vida es la “solidaridad radical” con las mujeres embarazadas. El comité provida quiso dejar claro que no se puede apoyar solo la vida en la teoría, sino que la realidad exige a las comunidades acompañar en el camino a las madres y a sus hijos.

Al mismo tiempo, la compasión hacia las personas que ya han pasado por un aborto es vital. El comunicado subrayó que “la Iglesia ofrece el perdón de Cristo, curación y esperanza” para todos aquellos que tomaron la decisión de abortar.

Por último, la Conferencia episcopal manifestó su deseo de “que todas las personas de fe y buena voluntad proclamen que la vida humana es un don precioso de Dios y que cada persona que recibe este don tiene responsabilidades hacia Dios, hacia sí misma y hacia los demás”.

Educación

Con Tolkien, jóvenes entrenados para la misión

El Señor de los Anillos, de J. R. R. Tolkien, contiene muchísimas enseñanzas útiles para nuestras vidas y aplicables para la formación de nuestros hijos y alumnos.

Julio Iñiguez Estremiana·22 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 8 minutos

Al terminar el Concilio de Elrond, la discusión de quién sería el encargado de la Misión generó un ruidoso tumulto. Frodo había asistido y aprendido muchas cosas sobre el Anillo de poder que él portaba. Al fin, haciendo un esfuerzo para hacerse oír, dijo: «Yo llevaré el Anillo… Aunque no sé cómo.»

En medio del silencio de todos los asistentes, habló Elrond: «Si he entendido bien todo lo que he oído, creo que esta tarea te corresponde a ti, Frodo, y si tú no sabes cómo llevarla a cabo, ningún otro lo sabrá.»

Recientemente he terminado de leer otra vez El Señor de los Anillos, ese magistral libro de J.R.R. Tolkien, situado entre los diez libros más vendidos de toda la historia. Es de ficción, sí; pero contiene muchísimas enseñanzas útiles para nuestras vidas y aplicables para la formación de nuestros hijos y alumnos.

Por eso hoy he decidido inspirarme en esta maravillosa obra que es continuación de El Hobbit, pero con una construcción geográfica y moral muchísimo mayor. El propio Tolkien afirmó: «El Señor de los Anillos está escrito con la sangre de mi vida». Y es justamente gracias a esa gran entrega por la que Tolkien logró crear una historia que cuanto más la lee uno, más aprende con ella. Vamos con algunas de esas lecciones.

Todos tenemos una misión que cumplir

No han contado con nosotros para nacer, no hemos elegido las cualidades, pocas o muchas, que nos adornan, no elegimos ser quienes somos: todo esto y muchas cosas más las recibimos de Dios y de nuestros padres. Cuando Dios piensa en cada uno de nosotros para darnos la vida, también piensa en la misión que debemos realizar. Lo que sí elegimos, en cambio, es cumplir o no esa misión que se nos encomienda, empezando por descubrirla. Bilbo no eligió que Gandalf llamara a la puerta de su cueva-hobbit, pero dijo sí a llevar a cabo la misión que le encomendó. Lo mismo que su sobrino, como contamos a continuación. 

Frodo había asistido al Concilio de Elrond donde aprendió muchas cosas sobre el Anillo de poder que él portaba. Le había quedado claro que destruirlo era una necesidad irrenunciable para la paz del mundo libre. Y aunque sintió “un irresistible deseo de descansar y quedarse a vivir en Rivendel junto a Bilbo”, al fin habló haciendo un esfuerzo, y oyó sorprendido sus propias palabras, como si algún otro estuviera sirviéndose de su vocecita: «Yo llevaré el Anillo [a Mordor] -dijo- aunque no sé cómo».

En medio del silencio de todos los asistentes al Concilio, habló Elrond: «Si he entendido bien todo lo que he oído, creo que esta tarea te corresponde a ti, Frodo, y si tú no sabes cómo llevarla a cabo, ningún otro lo sabrá».

Así fue como Frodo se ganó el título de Portador del Anillo, es decir, protagonista de la guerra contra Sauron, Señor Oscuro de Mordor, “Gran Peligro” que amenazaba con esclavizar a todos los Pueblos de la Tierra Media: una lucha a vida o muerte por preservar la libertad de Elfos, Hombres, Enanos y Hobbits.

De manera similar, cada uno podemos hacer que nuestra vida sea una aventura eligiendo realizar la Misión a la que se nos envía: un minúsculo fragmento del plan de Dios para la humanidad; muy pequeño, sí, pero también muy importante, ya que si tú no lo llevas a cabo, ningún otro lo hará.

Otra lección importante que podemos aprender de Tolkien: los pequeños -hobbits-, no están fuera de lugar al lado de los grandes héroes o sabios -Gandalf, Elrond, Aragorn…- Aunque algunos nos veamos insignificantes para abordar los problemas de nuestro tiempo, a todos nos atañe colaborar en su resolución.

El mismo Dios que creó las montañas, los valles, los planetas, las galaxias…, es quien nos da la vida, crea un alma inmortal irrepetible y la infunde en el cuerpo que recibimos también de Él, por mediación de nuestros padres. Él nos vio a nosotros -uno por uno- antes de la constitución del mundo y dijo: «Sí, el mundo te necesita también a ti».

Por eso, la grandeza del hombre consiste en conocer la voluntad de Dios y llevarla a cabo, siendo colaborador de Dios en la obra de la Creación y de la Redención. Tolkien nos recuerda que cada persona tiene una Misión, una llamada a participar de algo grande.

El valor de la amistad

-Pero ¿usted no lo enviará solo, Señor?- gritó Sam, que ya no pudo seguir conteniéndose y saltó, casi sin dejar terminar a Elrond.

-¡No por cierto! -dijo Elrond volviéndose hacia él con una sonrisa-. Tú lo acompañarás al menos. No parece fácil separarte de Frodo, aunque él haya sido convocado a un concilio secreto, y tú no.

Sam, convertido ya en el fiel escudero del Portador del Anillo, se sentó, enrojeciendo y murmurando.

-¡En un bonito enredo nos hemos metido, señor Frodo! -dijo meneando la cabeza.

En los días siguientes se decidió que debían ser nueve los componentes de la Misión: fueron incorporados Gandalf, Legolas, Gimli, Trancos y Boromir. Elrond hizo un recuento y vio que todavía faltaban dos.

-Lo pensaré quizá encuentre a alguien entre las gentes de la casa que me convenga mandar. 

-¡Pero entonces no habrá lugar para nosotros! -Entonces exclamó Pippin, consternado-. No queremos quedarnos. Queremos ir con Frodo.

-Eso es porque no entiendes y no alcanzas a imaginar lo que les espera -dijo Elrond.

-Tampoco Frodo -dijo Gandalf, apoyando inesperadamente a Pippin- Ninguno de nosotros lo ve con claridad. Es cierto que si estos hobbits entendieran el peligro, no se atreverían a ir. Pero seguirían deseando ir, o atreviéndose a ir, y se sentirían avergonzados e infelices. Creo, Elrond, que en este asunto será mejor confiar en la amistad de estos hobbits que en nuestra sabiduría.

El Señor de los Anillos

Y así fue como Elrond decidió finalmente completar con Merry y Pippin los nueve que salieron de Rivendel formando “La Compañía” también denominada “La Comunidad del Anillo”.

Nadie se salva solo, eso es algo que el autor quiere dejar claro. Podemos apreciar en esta historia cómo la amistad entre los personajes -la de Sam y Frodo, por ejemplo-, lejos de debilitarse, se va engrandeciendo y volviendo más fuerte con las dificultades.

Tener amigos es una bendición, un regalo, una riqueza para la cual ningún hombre es tan pobre como para no poder aspirar a ella. Recordemos: «los envió de dos en dos» (Lc 10,1). En tiempos de conflicto, la amistad es lo que salva al mundo, motivada por un poder antiguo, místico, muchas veces olvidado: el amor.

¡Un amigo es un tesoro! -según el dicho popular- que sólo tenemos los humanos; por eso debemos “cuidar” a nuestros amigos, y para ello es importante saber que los lazos de la amistad se basan en el afecto común y en compartir nuestros valores, creciendo cada uno en la medida en que nos damos a los demás. La amistad ha de ser leal y sincera, y exige intercambio de favores, de servicios nobles y lícitos, aunque exija renuncias personales y dedicación de tiempo, ese bien tan escaso, pero que parece aumentar en la medida que se dedica a los demás.

Problemas, dificultades y tentaciones. Fortaleza y esperanza

No tardarán en aparecer los problemas en la Comunidad del Anillo: poco tiempo después de abandonar Rivendel, a causa de que Boromir sucumbe a la tentación del Anillo e intenta arrebatárselo a Frodo, éste se ve en la necesidad de apartarse y partir solo a Mordor para cumplir su Misión. Sólo Sam se hará cargo de la situación y conseguirá in extremis unirse a su Amo y amigo. Aclaremos que Boromir se arrepentirá pronto de su “caída” y muere con honor defendiendo la causa.

En esta historia la tentación consiste en poseer el Anillo Único de Sauron, de bella apariencia, que se muestra como otorgador de poderes extraordinarios y susurra a los corazones de quienes están cerca de él para que lo reclamen y lo usen; pero que en realidad busca esclavizarlos a ellos con el fin de encadenarlos al poder de Sauron, Señor Oscuro de Mordor. 

Así lo experimentó Sam cuando, debido a una grave crisis en Mordor, cerca ya de la Montaña del Destino, se vio en la necesidad de asumir la responsabilidad de portar el Anillo.

A medida que se acercaba a los grandes hornos donde fuera forjado y modelado, en los abismos del tiempo, el poder del Anillo aumentaba, y se volvía cada vez más maligno, indomable excepto quizá para alguien de una voluntad muy poderosa. Y aunque no lo llevaba en el dedo, sino colgando del cuello en una cadena, Sam mismo se sentía como agigantado, como envuelto en una enorme y deformada sombra de sí mismo.

Sabía que en adelante no le quedaba, sino una alternativa: resistirse a usar el Anillo, por mucho que lo atormentare; o reclamarlo, y desafiar el Poder aposentado en la fortaleza oscura del otro lado del valle de las sombras. 

El Anillo le tentaba debilitando su voluntad y oscureciendo su razón; fantasías descabelladas le invadían la mente; y veía a Samsagaz el Fuerte, el Héroe de la Era, avanzando con una espada flamígera a través de la tierra tenebrosa, y los ejércitos que acudían a su llamada mientras corría a derrocar el poder de Barad-dûr.

Entonces se disipaban todas las nubes, y el sol blanco volvía a brillar, y a una orden de Sam el valle de Gorgoroth se transformaba en un jardín de muchas flores, donde los árboles daban frutos. No tenía más que ponerse el Anillo en el dedo, y reclamarlo, y todo aquello podría convertirse en realidad.

En aquella hora de prueba, fue sobre todo su amor a Frodo lo que le ayudó a mantenerse firme. Además, conservaba en lo más hondo de sí mismo el indomable sentido común de los hobbits: sabía que no estaba hecho para llevar una carga semejante aun en el caso de que aquellas visiones de grandeza no fueran sólo un señuelo.

«Y además todas estas fantasías no son más que una trampa -se dijo-. Me descubriría y caería sobre mí antes que yo pudiera gritar. Si ahora me pusiera el Anillo me descubriría, y muy rápidamente, en Mordor».

Superada la mencionada crisis, Sam devuelve el Anillo a Frodo; pero el camino que deben recorrer juntos sigue lleno de dificultades, peligros y sobresaltos. Y allí reaparece de nuevo Gollum, que se ofrece como guía para llevarlos a la Montaña del Destino, pero su deseo más intenso y profundo es recuperar el Anillo…

A los hobbits les pareció de pronto que ese largo viaje al norte había sido inútil. En la llanura, que se extendía a la derecha envuelta en brumas y humos, no se veían campamentos ni tropas en marcha; pero toda aquella región estaba bajo la vigilancia de los fuertes de Carach Angren.

-Ahora da igual que nos rindamos o que intentemos volver. La comida no nos alcanzará. ¡Tendremos que darnos prisa! -dijo Sam-.

-Está bien, Sam, -dijo Frodo-. ¡Guíame! Mientras te quede una esperanza. A mí no me queda ninguna. Pero no puedo darme prisa, Sam. A duras penas podré arrastrarme detrás de ti.

-Antes de seguir arrastrándose, necesita dormir y comer, señor Frodo, -dijo Sam- vamos, aproveche lo que pueda.

Le dio a Frodo agua y una oblea de pan del camino, y quitándose la capa improvisó una almohada para la cabeza de su Amo.

El Señor de los Anillos

Otra enseñanza para niños y adolescentes en El Señor de los Anillos: la reciedumbre, junto con la amistad, el compañerismo y la solidaridad de unos con otros, es lo que lo que hace posible llevar a cabo la Misión. Se aprende que trabajar unidos ayuda a superar los obstáculos y las dificultades de la vida. Y también que ser pequeño no te debe impedir avanzar hacia tus metas: con la confianza necesaria y la mejor ayuda puedes lograr lo que te propongas.

El premio

Prefiero no adelantar acontecimientos que puedan desbaratar sorpresas y emociones en la lectura del final de la historia; por eso, para hablar del premio, relataré una breve conversación entre Gandalf y Pippin en Minas Tirith cuando parecía que todo llegaba a su fin -tercera película: El Retorno del Rey.

-Nunca pensé en este final -dice Pippin-.

-¿Final? -dice Gandalf-. ¡No! El viaje no concluye aquí. La muerte es sólo otro sendero que recorremos todos. El velo gris de este mundo se levanta y todo se convierte en plateado cristal. Es entonces cuando se ve…

-¿Qué? Gandalf, ¿qué se ve? -pregunta Pippin-.

-La blanca orilla y más allá la inmensa campiña verde tendida ante un fugaz amanecer.

-¡Bueno -dice Pippin- eso no está mal!.

-¡No, no, desde luego! -concluye Gandalf-.

El Retorno del Rey

Conclusiones

A todos y cada uno, junto con el regalo de la vida, Dios, en su amorosa Providencia, nos pone una tarea para que colaboremos con Él en perfeccionar su Creación y completar la Redención; es decir, nos encomienda una misión. Ésta no la elegimos, sino que nos viene dada; pero sí tenemos la libertad de poder decidir si la realizamos o no.

A las chicas y chicos hay que educarlos (entrenarlos), ya desde la niñez y en la adolescencia, para que puedan descubrir su vocación, preferencia profesional, opción de vida…, de manera que sean verdaderamente libres diciendo sí a la misión que les corresponde llevar a cabo; y para superar los obstáculos que se opondrán a que alcancen la meta.

Nadie debe ser tan arrogante de pretender cumplir su misión sin ayuda de otros -ni se le pedirá eso, ni podría hacerlo-. Para sacar adelante la misión será fundamental contar con amigas y amigos, siendo la amistad con Jesús la más segura. Y para no abandonar cuando lleguen la dificultades, también hay que desarrollar otras virtudes, como por ejemplo la reciedumbre, la capacidad de sacrificio, la lealtad, la solidaridad, el optimismo, la fidelidad, etc. Y, sin duda, contamos con la ayuda más importante, la de Dios.

En cuanto al Premio, unas palabras de Benedicto XVI en la Catedral de Santa María, en Sydney el 9 de julio de 2008, con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud allí celebrada:

«La fe nos enseña que somos criaturas de Dios, hechas a su imagen y semejanza, dotadas de una dignidad inviolable y llamadas al sublime destino que nos aguarda en el cielo».

Lectura recomendada: “Exigir para educar”. Autor: Eusebio Ferrer, Colección: “Hacer familia”.

El autorJulio Iñiguez Estremiana

Físico. Profesor de Matemáticas, Física y Religión en Bachillerato

Vaticano

El Papa lanza el Año de Oración cara al Jubileo de 2025

El Santo Padre ha dado inicio hoy mismo, en el Ángelus de este Domingo de la Palabra de Dios, a un Año dedicado a la Oración, a descubrir la necesidad de la oración en la vida personal, de la Iglesia y del mundo, como preparación al Año Santo de la Iglesia universal, convocado para 2025.

Francisco Otamendi·21 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El deseo es intensificar la oración para prepararnos a vivir bien este evento de gracia, experimentar la fuerza de la esperanza de Dios, ha manifestado el Papa refiriéndose al Jubileo de 2025, que lleva como lema «Peregrinos de la esperanza».

Por esto, “iniciamos hoy un Año dedicado a la Oración, a descubrir la necesidad de la oración en la vida personal, en la vida de la Iglesia, en el mundo”. Estaremos ayudados por el Dicasterio para la Evangelización, ha añadido el Santo Padre en el Ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico en la Plaza de San Pedro, ante alrededor de veinte mil fieles, según la agencia vaticana.

Precisamente el proprefecto de este Dicasterio, Monseñor Rino Fisiquella, ha sido concelebrante principal, junto al cardenal Konrad Krajewski, limosnero del Papa, de la Misa celebrada esta mañana con ocasión del Domingo de la Palabra de Dios. Además, el Papa ha conferido a laicos y laicas de diferentes países del mundo los ministerios de Lector y Catequista. Han sido nueve personas de Jamaica y Brasil como Lectores, y de Corea, Chad, Trinidad y Tobago, Brasil, Bolivia y Alemania como Catequistas.

Unidad de los cristianos, y paz para los niños 

En el marco de este año dedicado a la oración, el Pontífice ha rogado por la Unidad de los cristianos en esta semana. También ha pedido invocar la paz en Ucrania, Israel y Palestina, y en otras partes del mundo.

“Los que sufren siempre son los más débiles, pienso en los pequeños, tantos niños heridos y asesinados, abandonados, sin afecto, sin sueños, sin futuro, sintámonos responsables de orar para construir para construir la paz para ellos”, ha animado a los fieles.

El Papa ha manifestado su dolor por la noticia del secuestro en Haití de un grupo de personas, entre ellos seis religiosas. “Pido con dolor por favor por la concordia social en el país, y el cese de la violencia, que provoca tantos sufrimientos a esa querida población”.

Por la paz en Ecuador

Francisco ha saludado a todos los romanos y peregrinos italianos y de otros países presentes en la plaza de San Pedro, en especial a los provenientes de Polonia, Albania, Colombia, estudiantes del Instituto Pedro Mercedes de Cuenca, universitarios americanos en Florencia, jóvenes de Panamá, sacerdotes, migrantes de Ecuador, a los que ha asegurado la oración por la paz en su país.

“Pecadores, pero el Señor sigue creyendo en nosotros”

Como ha realizado en la homilía de la Misa del Domingo de la Palabra de Dios, el Santo Padre ha reflexionado antes del rezo del Ángelus sobre la llamada de Jesús a los primeros discípulos. Ha manifestado que el Señor ama implicarnos en su obra de salvación, nos quiere activos con Él, responsables y protagonistas.

«Un cristiano que no es activo, que no es responsable en la labor de anunciar al Señor y que no es protagonista de su fe, no es cristiano», ha señalado el Pontífice. “Esto es importante, el Señor nos eligió para ser cristianos. Somos pecadores, pero el Señor sigue creyendo en nosotros. Esto es maravilloso”, ha proseguido.

“Anunciar el Evangelio no es tiempo perdido”

“Anunciar el Evangelio no es tiempo perdido”, ha subrayado el Pontífice. “Es ser más felices ayudando a los demás; es ayudar a los demás a ser libres; es hacerse mejores ayudando a los demás a ser mejores”.

Por último, como es habitual, el Papa ha invitado al examen personal, con alguna pregunta. “¿Me detengo de vez en cuando a recordar la alegría que creció en mí y alrededor de mí, cuándo acogí la llamada a conocer y a testimoniar a Jesús? Y cuando rezo, ¿doy gracias al Señor por haberme llamado a hacer felices a los demás? Y finalmente: ¿deseo hacer gustar a alguien, con mi testimonio y mi alegría, hacer gustar lo hermoso que es amar a Jesús?”

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

La Palabra de Dios suscita la llamada de Jesús

En el Domingo de la Palabra de Dios, el Papa Francisco ha manifestado, al comentar el pasaje de la llamada de Jesús a los primeros discípulos, que la Palabra de Dios suscita la misión que nos hace sus testigos. Una llamada que invita a hacernos a la mar con Él para los demás, dejando barcas y redes. También ha alentado a llevar el Evangelio y leerlo a diario.

Francisco Otamendi·21 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Santo Padre ha reflexionado esta mañana, en la homilía de la Santa Misa del Domingo de la Palabra de Dios, sobre el pasaje evangélico del llamamiento de Jesús a los primeros discípulos, Simón y su hermano Andrés, que eran pescadores, Santiago y su hermano Juan,  cuatro de los primeros doce apóstoles.

La Palabra de Dios despliega la potencia del Espíritu Santo, ha señalado el Papa en este III Domingo del tiempo ordinario. “Es una fuerza que atrae hacia Dios, como les sucedió a los jóvenes pescadores, que quedaron impresionados por las palabras de Jesús. Es una fuerza que nos mueve hacia los demás, como le sucedió a Jonás, cuando se dirigió a los que se encontraban alejados del Señor. La Palabra, por tanto, nos atrae hacia Dios y nos envía hacia los demás”.

Dejaron las redes y lo siguieron

“Jesús les dijo: “Síganme […]”. Inmediatamente, ellos dejaron sus redes y lo siguieron” (Mc 1,17-18). Es grande la fuerza de la Palabra de Dios, como hemos visto también en la primera lectura: “La palabra del Señor fue dirigida por segunda vez a Jonás, en estos términos: “Parte ahora mismo para Nínive […] y anúnciale […]”. Jonás partió […], conforme a la palabra del Señor” (Jon 3,1-3).

“Como con los primeros discípulos, que acogiendo las palabras de Jesús dejaron las redes y comenzaron una aventura estupenda, así también en las riberas de nuestra vida, junto a las barcas de los familiares y a las redes del trabajo, la Palabra suscita la llamada de Jesús, que nos llama a hacernos a la mar con Él para los demás. Sí, la Palabra suscita la misión, nos hace mensajeros y testigos de Dios”, ha alentado en la homilía el Pontífice en la Misa de este Domingo de la Palabra de Dios, instituido por el Santo Padre Francisco en septiembre de 2019.

La Palabra de Dios, decisiva para los santos

Si miramos “a los amigos de Dios, a los testigos del Evangelio en la historia, vemos que para todos la Palabra ha sido decisiva”. El Papa ha citado aquí al primer monje, san Antonio, que, impresionado por un pasaje del Evangelio cuando estaba en Misa, lo dejo todo por el Señor; pensemos en san Agustín, cuya vida dio un vuelco cuando una palabra divina le sanó el corazón; pensemos en santa Teresa del Niño Jesús, que descubrió su vocación leyendo las cartas de san Pablo”.

“Y pienso en el santo de quien llevo el nombre, Francisco de Asís, quien, después de haber rezado, leyó en el Evangelio que Jesús envía a los discípulos a predicar y entonces exclamó: “Esto es lo que yo quiero, esto es lo que yo busco, esto es lo que en lo más íntimo del corazón anhelo poner en práctica””, ha añadido.

“¿He leído al menos uno de los cuatro Evangelios?”

Tras meditar en lo que dejaron los primeros discípulos –”La barca y las redes, es decir la vida que habían llevado hasta aquel día”–, el Papa ha señalado que “muchas veces nos cuesta dejar nuestras seguridades, nuestros hábitos, porque permanecemos atrapados en ellos como los peces en la red”.

Finalmente, ha formulado alguna pregunta para el examen, alentando a leer el Evangelio cada día. “Qué puesto reservo yo a la Palabra de Dios en el lugar donde vivo? Allí habrá libros, periódicos, televisores, teléfonos, pero ¿dónde está la Biblia? En mi cuarto, ¿tengo el Evangelio al alcance de la mano? ¿Lo leo cada día para orientarme en el camino de la vida? Muchas veces he aconsejado llevar siempre consigo el Evangelio, en el bolsillo, en el bolso, en el teléfono”.

“Si amo a Cristo más que a nadie”, ha proseguido, “¿cómo puedo dejarlo en casa y no llevar conmigo su Palabra? Y una última pregunta: ¿he leído entero al menos uno de los cuatro Evangelios? El Evangelio es el libro de la vida, es sencillo y breve y, sin embargo, muchos creyentes nunca han leído uno desde principio hasta el final. Dejémonos conquistar por la belleza que la Palabra de Dios trae a nuestra vida”, ha concluido el Papa.

Ministerios de lector y catequista a 9 laicos

Durante la celebración Eucarística en la Basílica de San Pedro, ante cinco mil romanos y peregrinos de numerosos países, el Papa ha conferido a laicos y laicas de diferentes países del mundo los ministerios de Lector y Catequista. Han sido nueve personas, en su mayoría mujeres, de Jamaica y Brasil como Lectores, y de Corea (2), Chad (2), Trinidad y Tobago, Brasil, Bolivia y Alemania (2), concretamente de Ratisbona en este caso, como Catequistas, que han recibido una Biblia y un crucifijo de manos del Papa.

La celebración vaticana del III Domingo de la Palabra de Dios contó en 2022 con varias novedades, entre ellas, la institución de los primeros ministros de la Catequesis. Entre ellos estuvo Rosa Abad, de la archidiócesis de Madrid, diplomada, bibliotecaria de profesión y catequista de vocación, como explicó a Omnes, “Lo que el Señor te transmite no se puede callar”, señaló. “Sólo puedo dar gracias a Dios, en mayúscula”, manifestó Rosa Abad.

El autorFrancisco Otamendi

Mundo

Hermano Matthew, prior de Taizé: «El camino hacia la unidad es lento»

El nuevo prior de la comunidad ecuménica de Taizé ha hablado con Omnes sobre unidad, oración, fraternidad y diálogo, en el marco de la Semana de oración por la Unidad de los Cristianos.

Federico Piana·21 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

“Un acontecimiento que no hay que desaprovechar en estos tiempos en que las guerras y las divisiones dominan el mundo”. El pensamiento del nuevo prior de Taizé sobre la Semana de oración por la unidad de los cristianos, que se inauguró el 18 de enero, podría resumirse así. 

El Hermano Matthew, anglicano, ha comenzado recientemente a dirigir la comunidad cristiana monástica y ecuménica, fundada en 1940 en el pueblo francés de Taizé, en el corazón de Borgoña-Franco Condado, y explica a Omnes por qué considera providencial el tema de este año: «El título es ‘Ama al Señor tu Dios y ama a tu prójimo como a ti mismo’, un versículo tomado del Evangelio de Lucas. Es un tema que nos invita a ir a la esencia de nuestra fe cristiana: amar a Dios y amar al prójimo. En esencia, debemos ir a la fuente que es Dios para encontrar la fuerza de amar a los demás, aunque sean diferentes de nosotros».

Un paso a la vez hacia la unidad

El amor entre cristianos de tradiciones diferentes, por tanto, se hace aún más importante, esencial, y no puede relegarse a un segundo plano. Hay que hacerlo crecer, explica el hermano Matthew, porque si «hablamos de un Dios de amor, debemos buscar siempre la comunión con otros cristianos, aunque sean de denominaciones diferentes». 

El prior de Taizé no oculta, sin embargo, las dificultades del camino hacia la unidad. «Amar al prójimo», dice, «no siempre es fácil. Todos sentimos el peso de las heridas de la historia que se reflejan en nuestra mirada hacia los demás. Por ello, debemos comprender que el camino hacia la unidad es lento, no podemos conseguirlo todo de inmediato. Necesitamos dar un paso cada vez».

Comunidad de Taizé Foto: Tamino Petelinsek

La oración, una herramienta esencial

El razonamiento del Hermano Matthew va más allá. Toca los límites de la oración, que se convierte en una herramienta esencial sin la cual la unidad corre el riesgo de quedarse en un mero sueño humano: «Es importante hacer cosas para lograr la unidad, pero cuando rezamos por otra persona algo dentro de nosotros se transforma porque dejamos entrar a Dios, al Espíritu Santo. 

Y esta oración abre todas las puertas». Y como ejemplo concreto cita la Comunidad de Taizé «donde hay oración en común tres veces al día. Y sin oración no podemos buscar la unidad porque si no confiamos sólo en nuestras propias fuerzas sin acoger la gracia que viene de Dios».

Miradas que unen

Las distintas tradiciones cristianas y las diferentes miradas a la Biblia de las distintas confesiones no deben asustar, admite el prior. «Al contrario -precisa-, hacen que esa mirada a la Palabra de Dios sea más completa. Nadie puede comprenderlo todo». Otro elemento de unidad entre los cristianos, añade, es «el servicio al prójimo. Por ejemplo, cerca de París hay un barrio muy pobre donde cristianos de distintas confesiones trabajan juntos para ayudar a los que viven en la calle y no tienen nada». 

Los desafíos para el futuro de la unidad, Frére Matthew los vio anticipados en «Juntos«, la vigilia ecuménica mundial celebrada en presencia del Papa Francisco en septiembre del año pasado. «En esa ocasión», concluye el prior, «vimos la participación de varias Iglesias protestantes que no forman parte de las grandes organizaciones cristianas. Este es el reto: encontrar la manera de caminar juntos. Todas ellas».

El autorFederico Piana

 Periodista. Trabaja en Radio Vaticana y colabora con L'Osservatore Romano.

Recursos

Las alas del amor

El enamoramiento entre un hombre y una mujer proyecta a cada persona hacia la otra en cuanto tal, es una salida de sí mismo o del egoísmo para vivir en el asombro del amor al otro. El amor pone alas a nuestra vida.

Jesús Ortiz López ·21 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

El Papa Francisco ha dedicado una reciente catequesis al vicio de la lujuria, en continuidad con el plan de enseñar el mal que suponen los vicios capitales, como antes lo ha enseñado en otra catequesis sobre la gula. Son comportamientos que dañan la condición humana y mantienen a una persona en un nivel bajo por la sensualidad o vida según la carne, decía san Pablo, porque ciegan el desarrollo del espíritu.

El horizonte de la castidad

El Papa ha destacado que en el cristianismo no se condena el instinto sexual y es parte de la condición humana al servicio del amor y de la vida. En la Biblia, el Cantar de los Cantares es un maravilloso poema de amor entre dos novios, que sirve de orientación para la donación a Dios y al prójimo. Sin embargo, continuaba el Papa, esta dimensión tan hermosa de nuestra humanidad no está exenta de peligros de los pecados de la carne y por ello la conquista de la castidad requiere esfuerzos, un ejercicio de la fortaleza, y la rectitud cuando se lucha por amar a Dios sobre todas las cosas, sobre todos los afectos, no para anularlos sino para llevarlos a plenitud.

Recordaba que «La Biblia y la Tradición cristiana ofrecen un lugar de honor y de respeto a la dimensión sexual humana. Ésta nunca se condena cuando preserva la belleza que Dios ha inscrito en ella, cuando está abierta al cuidado del prójimo, a la vida y la ayuda mutua. Por ello, cuidemos siempre que nuestros afectos y nuestro amor no se vean contaminados por la voluntad de poseer al otro».

Apetito voraz

El Papa Francisco ha definido en esta ocasión a la lujuria como «un vicio que ataca y distrae todos nuestros sentidos, nuestro cuerpo y nuestra psique. Este vicio se presenta como un apetito voraz que impulsa a utilizar a las personas, a depredarlas y a robarlas buscando en ellas un placer desordenado». 

Cuando se comprende la grandeza de la dignidad de la persona se entiende también el mal de la impureza y abuso que supone cosificar al otro, pues equivale a despojarle de esa dignidad, de su intimidad, de su valor y de su atractivo como persona. Esto es lo que ocurre en la pornografía y en la prostitución. Son pecados contra la castidad no porque esté prohibido el amor sino porque lo impiden, es decir, no es una prohibición de la Iglesia ni una imposición de Dios contra la libertad personal, sino todo lo contrario para que hombre y mujer puedan desarrollarse en el amor verdadero.

De acuerdo con los Evangelios la Iglesia ha enseñado de manera constante que «el uso deliberado de la facultad sexual fuera de las relaciones conyugales normales contradice a su finalidad, sea cual fuere el motivo que lo determine». Así, el goce sexual es buscado aquí al margen de «la relación sexual requerida por el orden moral; aquella relación que realiza el sentido íntegro de la mutua entrega y de la procreación humana en el contexto de un amor verdadero» (CDF, decl. «Persona humana» 9)». (Catecismo, n. 2352). Se refiere principalmente pero no solo a los pecados de masturbación y relaciones extramatrimoniales, como el adulterio y la fornicación.

Volviendo a las palabras del Papa enseña que  «El lujurioso sólo busca atajos: no comprende que el camino del amor debe recorrerse despacio, y esta paciencia, lejos de ser sinónimo de aburrimiento, permite hacer felices nuestras relaciones amorosas», y este el camino del progreso en el noviazgo para aquilatar el enamoramiento y cultivar poco a poco la fidelidad. Precisamente el cortejo busca esa síntesis entre razón, impulso y sentimiento que les ayuda a llevar sabiamente la existencia como personas llamadas a la santidad, porque las virtudes opuestas a los vicios suponen un marco amplio de referencia; no se trata de ser superhombres o supermujeres, sino hijos de Dios llamados a llevar a plenitud la obra buena de Dios Padre Creador, siguiendo el ejemple de Jesucristo, perfecto hombre y perfecto Dios. 

Por eso añade que «De todos los placeres del hombre, la sexualidad tiene una voz poderosa. Involucra todos los sentidos; habita tanto en el cuerpo como en la psique; si no se disciplina pacientemente, si no se inscribe en una relación y en una historia en la que dos individuos lo convierten en una danza amorosa, se transforma en una cadena que priva al hombre de libertad. El placer sexual se ve minado por la pornografía: satisfacción sin relación que puede generar formas de adicción».

La castidad es posible y es variada

Hay varios modos de vivir la virtud de la castidad según el estado de cada uno a lo largo de su desarrollo vital, se aprende ya en la niñez, de descubre en la adolescencia, se disfruta en el enamoramiento y se prolonga en los hijos como fruto natural del matrimonio abierto a la vida.

Este es el camino habitual para crecer en virtudes impulsadas por la caridad y formar una familia como ámbito natural para acoger el amor, de marido y mujer, de hermanos, de abuelos, y de otros parientes.

También otros son llamados a vivir la castidad plena cuando responden a la llamada del amor de Dios, con un corazón indiviso y al servicio del prójimo, como hacen los sacerdotes, los religiosos, y también en el celibato apostólico.

En un ambiente actual sensual y sexualizado cuesta entender el celibato como amor elevado como don de Dios para una misión de servicio al prójimo mediante el apostolado, aunque es verdad que ese testimonio ayuda a entender mejor la dignidad humana, el amor generoso y la vida espiritual.

Como es sabido, esta virtud de la castidad es parte de la virtud cardinal de la templanza por la que la persona domina los apetitos integrándolos en la madurez personal, como enseña el Catecismo:  «La castidad tiene unas leyes de crecimiento; éste pasa por grados marcados por la imperfección y, muy a menudo, por el pecado. «Pero, el hombre, llamado a vivir responsablemente el designio sabio y amoroso de Dios, es un ser histórico que se construye día a día con sus opciones numerosas y libres; por esto él conoce, ama y realiza el bien moral según las diversas etapas de crecimiento» (FC, 34). (n. 2343).

Respecto a la homosexualidad enseña que «La homosexualidad designa las relaciones entre hombres o mujeres que experimentan una atracción sexual, exclusiva o predominante, hacia personas del mismo sexo. Reviste formas muy variadas a través de los siglos y las culturas. Su origen síquico permanece ampliamente inexplicado. Apoyándose en la Sagrada Escritura que los presenta como depravaciones graves (cf. Gn 19, 1 – 29; Rm 1, 24 – 27; 1Co 6, 10; 1Tm 1, 10), la Tradición ha declarado siempre que «los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados» (CDF, decl. «Persona humana» 8). Son contrarios a la ley natural. Cierran el acto sexual al don de la vida. No proceden de una complementariedad afectiva y sexual verdadera. No pueden recibir aprobación en ningún caso» (n. 2357). 

Ahora bien, reconoce que: «Un número apreciable de hombres y mujeres presentan tendencias homosexuales profundamente radicadas. Esta inclinación, objetivamente desordenada, constituye para la mayoría de ellos una auténtica prueba. Deben ser acogidos con respeto, compasión y delicadeza. Se evitará, respecto a ellos, todo signo de discriminación injusta. Estas personas están llamadas a realizar la voluntad de Dios en su vida, y, si son cristianas, a unir al sacrificio de la cruz del Señor, las dificultades que pueden encontrar a causa de su condición». (n. 2358).

Acoger siempre

Con buen sentido pastoral el Catecismo señala que sentir esa tendencia es distinto de consentir en esos actos especialmente contrarios a la castidad, y que esas personas deben poner los medios, como todos, para huir de las ocasiones de pecado, acudir a los sacramentos en particular el de la penitencia, y a la oración confiada a Dios Padre, a Jesucristo y a la Santísima Virgen María. Son los medios que todos debemos poner como una parte de la lucha ascética por superar las tendencias egoístas o cosificadoras hacia el prójimo y querer corresponder a las llamadas de Dios al amor en todas las etapas de la vida.

El mismo Jesucristo ha dado ejemplo de rechazar el pecado y acoger al pecador, como hizo con la mujer adúltera a quien la gracia de una firme conversión: «Tampoco yo te condeno, anda y no peques más». Y enseguida ella se convirtió en apóstol entusiasta al verse libre de sus pecados y descubrir al Mesías salvador en la persona de Jesús de Nazaret.

En suma, vamos avanzando como Iglesia misionera que tiene las puertas abiertas a todos, consciente de ser como el signo o sacramento universal de salvación y el camino querido por Dios para encontrar y desarrollar la vocación a la santidad, que consiste fundamentalmente en la unión con Jesucristo, Camino, Verdad y Vida. Y así la vida cristiana continúa en un proceso continuo de buscar a Jesucristo, de encontrar a Jesucristo, y de amar a Jesucristo.

El autorJesús Ortiz López 

Cultura

Los “Niños Cantores de la Estrella”, una costumbre muy extendida en Centroeuropa

En torno a la festividad de la Epifanía, niños vestidos como Reyes Magos llevan la bendición a los hogares y hacen una colecta para apoyar el desarrollo de niños necesitados en todo el mundo. Son los Niños cantores de la Estrella o Sternsinger.

José M. García Pelegrín·20 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Los hemos visto en los últimos íasd en diversos medios. Entre las tradiciones navideñas más extendidas en Alemania, así como en Austria y en las regiones italianas de lengua alemana, destaca la de los “Dreikönigssingen” (Cantores de los Reyes Magos) o “Sternsinger” (Cantores de la Estrella): alrededor de la festividad de la Epifanía o Reyes Magos, niños vestidos como tales y portando la estrella de Belén van de casa en casa llevando la bendición, tradicionalmente escrita con tiza blanca en la puerta. La inscripción “Christus mansionem benedicat” (“Cristo bendiga esta casa”) tiene también la connotación de referirse a las iniciales de los nombres de los Reyes en alemán: Caspar, Melchior y Balthasar.

Cartela adhesiva con la bendición 20*C+M+B+24 en la puerta de un apartamento ©José M. García Pelegrín

De acuerdo con la tradición, la bendición se escribe de manera preestablecida: “20*C+M+B+24”; el asterisco simboliza la estrella. Es parte de la tradición que, en una ceremonia de bendición, el obispo o el párroco envíe a los niños, ya que cada parroquia, además del nivel diocesano, envía a sus propios “Sternsinger”. Últimamente, los Sternsinger llevan la “bendición” preparada en adhesivo. Después, la inscripción o la cartela se inciensa y los “Reyes Magos” cantan villancicos.

Orígenes de la tradición

Esta tradición se remonta a mediados del siglo XVI: el documento más antiguo sobre esta costumbre es un registro de la abadía de San Pedro de Salzburgo correspondiente a 1541. Se debió de extender rápidamente: en Wasserburg am Inn hay constancia de ello en 1550, en Laufen y Eggenburg en 1552; en la abadía benedictina de Ettal en 1569 y en Burghausen en 1577. 

Desde mediados del siglo XX esta tradición se asocia con campañas de la Iglesia católica para recaudar fondos destinados a proyectos de ayuda al desarrollo para niños necesitados de todo el mundo. En Alemania, desde 1958 las campañas están coordinadas por la organización misionera infantil “Die Sternsinger”, con sede en Aquisgrán, junto a la Asociación de la Juventud Católica Alemana (BDKJ).

Cada año participan alrededor de 300.000 niños en Alemania, quienes en 2023 recolectaron exactamente 45.454.900,71 euros. Desde su inicio en 1958, se estima que se han recaudado unos 396 millones de euros, con los que se financiaron unos 40.000 proyectos.

Con el Presidente de la República Federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier y su esposa, Elke Büdenbender ©Verena Roth / Kindermissionswerk

Un objetivo cada año

Con el objetivo de familiarizar a los participantes en estas campañas con las condiciones de vida de los niños necesitados, cada año la campaña de Reyes se centra en un tema y un país diferentes.

Así, el lema de la campaña de 2024 ha sido: “Juntos por nuestra Tierra, en la Amazonia y en todo el mundo”. Sin embargo, las donaciones no se destinan solo a esta región, sino a 1.179 proyectos de ayuda a la infancia en todo el mundo, abarcando más de 90 países, desde Iberoamérica hasta Oceanía, pasando por el Este de Europa, el Próximo Oriente y Asia.

Tradicionalmente, los “Sternsinger” son recibidos por el Presidente de la República Federal, así como por el Canciller, por otros miembros del Gobierno Federal en sus ministerios, por algunos Ministros-Presidentes de los Länder y por alcaldes. 

Los Reyes Magos

El número tres de los Reyes Magos se refiere a la donación de oro, incienso y mirra que los Magos ofrecieron al Niño Jesús en Belén.

Desde aproximadamente el siglo VI aparecen, por ejemplo, en la basílica de Sant’ Apollinare Nuovo de Ravena con los tres nombres clásicos: Baltasar, Melchor, Gaspar; presentan rasgos orientales, acentuados por el gorro frigio.

Ya aquí hay una cierta diferenciación de edades. Sin embargo, desde Beda Venerable (siglo VIII) se considera que simbolizan las tres edades del hombre, así como los tres continentes conocidos hasta entonces: el más anciano, Asia; el de mediana edad, Europa; el más joven, África, aunque éste, en la historia del Arte, no se represente como negro hasta el siglo XVI, aproximadamente.

Si bien hasta hace no mucho, uno de los “reyes magos” solía pintarse la cara de negro, como consecuencia de la cultura woke, esta práctica está prácticamente desaparecida. Sin embargo, este año genraron bastante revuelo en Alemania las declaraciones de la teóloga protestante Sarah Vecera: “Para los negros, es hiriente que la negritud se vea como un disfraz y que los blancos se pinten la cara de negro”, dijo en conversación con “Evangelischer Pressedienst (epd)”.

A esto respondió, por ejemplo, Sebastian Ostritsch en “Die Tagespost”: “Calificar la representación de un rey negro que rinde homenaje a Cristo y reparte bendiciones a las familias como ‘blackfacing’ carece de sentido tanto por razones histórico-culturales como teológicas. Histórica y culturalmente hablando, el ‘blackfacing’ se refiere a los ‘minstrel shows’ del siglo XIX en Estados Unidos. En esta forma de teatro, muy popular en la época, los negros eran representados por blancos de una forma no precisamente halagadora y cargada de estereotipos negativos. Sin embargo, el negro entre los Reyes Magos se sitúa en un contexto completamente distinto: no se trata de ridiculizar a los negros, sino todo lo contrario. (…) La diversidad de los Magos, que se manifiesta también en el color de su piel, deja claro que todos los pueblos sin excepción están invitados a acercarse al Salvador. Mientras que la cultura woke predica la “diversidad”, en realidad sólo promueve un igualitarismo destructivo. Por el contrario, los Sternsinger revelan la gloriosa unidad en la diversidad que podemos encontrar en Cristo”.

En 2015, los Sternsinger se incluyeron en la lista del patrimonio cultural inmaterial de Alemania.

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Educación

La Universidad Villanueva organiza un concierto solidario

El próximo 25 de enero la Universidad Villanueva celebrará un concierto solidario para financiar un proyecto de voluntariado en Kenia. Esta iniciativa se enmarca en las actividades de "Villanueva Solidaria".

Loreto Rios·20 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

“Con el propósito de fomentar la responsabilidad social y la importancia de dejar una huella positiva en el entorno, mejorándolo, la Universidad Villanueva promueve diferentes actividades y proyectos, organizados y canalizados por ‘Villanueva Solidaria’”, explica Begoña Fornés, coordinadora de esta iniciativa.

“Las actividades de voluntariado que se impulsan están dirigidas a toda la comunidad universitaria (alumnos, antiguos alumnos, profesores y personal de administración y servicios, familias y amigos). Cuantos más seamos, más necesidades podremos atender y, sobre todo, a más personas llegaremos”, añade.

Concierto de MAD4Clarinets

Una de las iniciativas es el concierto solidario MAD4Clarinets, que se celebrará el próximo 25 de enero de 19:30 a 21 h en el salón de actos del edificio B de la universidad.

El concierto, que será interpretado por el cuarteto MAD4Clarinets, “tendrá como objetivo financiar el proyecto de voluntariado internacional en Kenia”. Además, esta iniciativa incluye la posibilidad de comprar entradas de “Fila 0” para aquellas personas que quieran colaborar con el proyecto pero no puedan asistir al concierto. Puede encontrarse toda la información aquí.

Voluntariado internacional

Con las aportaciones del concierto, Villanueva Solidaria financiará uno de sus proyectos más importantes: el voluntariado internacional, que se llevará a cabo en Kenia durante el mes de julio de 2024. Para poder participar en esta actividad, es necesario realizar una entrevista personal, tener experiencia de voluntariado y asistir al menos al 80 % de las sesiones de preparación. “El proyecto MaTumaini (que significa ‘esperanza’ en suajili) nació en 2016 con el compromiso de promover la formación de niños, niñas, adolescentes y docentes de instituciones educativas africanas situadas en zonas rurales muy pobres, especialmente en Kenia, de ahí el lema del proyecto, ‘formando esperanza’”, indica Begoña Fornés.

Otras actividades

Hay disponibles numerosos voluntariados que se pueden llevar a cabo con Villanueva Solidaria, como la iniciativa “Win Win”, para ofrecer formación a personas mayores en el uso del móvil y el ordenador; acompañamiento personal en centros de mayores; acompañamiento en salidas de ocio a niños y jóvenes con necesidades especiales, en colaboración con la Fundación Talita y la Fundación Down Madrid; apoyo escolar a niños de primaria o secundaria, en colaboración con Cooperación Internacional, Fundación Senara y la Asociación Valdeperales; Proyecto Naím, que consiste en catequesis personalizadas a niños con necesidades especiales; acompañamiento a niños y adultos hospitalizados, en colaboración con la Fundación Vianorte-Laguna y la ONG Nadiesolo; reparto de alimentos “de primera necesidad a familias sin recursos”; desayunos solidarios; donación de sangre en colaboración con la Cruz Roja; pintar las casas de familias sin recursos, etc.

Solicitar información

Se puede consultar la información de las actividades e inscribirse a través de:

[email protected]

[email protected]

Whatsapp: 659 15 46 04

Zoom

Vigilia de Oración por la Vida en Washington

Monseñor Michael F. Burbidge de Arlington pronuncia la homilía durante la Misa de apertura de la Vigilia Nacional de Oración por la Vida el 18 de enero de 2024, en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington.

Maria José Atienza·19 de enero de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

La Iglesia celebra el Domingo de la Palabra de Dios

Rome Reports·19 de enero de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El 21 de enero la Iglesia celebra el Domingo de la Palabra de Dios. El Papa Francisco instituyó este día en 2019 con el objetivo de promover la lectura de la Biblia y la evangelización.

Francisco ha pedido a las diócesis de todo el mundo que traten este día con una cierta solemnidad. En el Vaticano la misa se celebrará en San Pedro a las 9:30 de la mañana.


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Mundo

Roma recuerda al cardenal Ercole Consalvi (1757-1824)

En los próximos días se celebrarán en Roma una serie de actos en conmemoración del cardenal Ercole Consalvi, una figura clave de la Iglesia católica de principios del siglo XIX.

Giovanni Tridente·19 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Con motivo del bicentenario de la muerte del cardenal Ercole Consalvi, figura clave de la Iglesia católica en el tumultuoso periodo de principios del siglo XIX, en los próximos días se organizarán en Roma una serie de actos en los que participarán la Secretaría de Estado, el Pontificio Comité para las Ciencias Históricas, los Museos Vaticanos y el English College.

Protagonista de una carrera política excepcional y de una rara finura estratégica -como le han calificado algunos expertos en este cardenal-, Ercole Consalvi nació en Roma el 8 de junio de 1757, hijo del marqués Giuseppe di Tuscania y de Claudia dei Conti Carandini. Tras estudiar en la Academia de Nobles Eclesiásticos de Roma, su carrera política comenzó con el cónclave abierto en Venecia el 30 de noviembre de 1799, tras la muerte de Pío VI. Más tarde, bajo el pontificado de Pío VII Chiaramonti, fue nombrado prosecretario de Estado y después secretario de estado en 1800, a pesar de ser sólo un simple prelado.

Un hábil diplomático

En la rueda de prensa de presentación de las iniciativas que se llevarán a cabo en conmemoración del cardenal, el padre Marek Andrzej Inglot, presidente del Pontificio Comité de Ciencias Históricas, señaló que el cardenal Consalvi fue un hábil diplomático que actuó en un período de grandes turbulencias institucionales, ideológicas y económicas. Su acción se extendió de los Estados de la Iglesia a Francia, Inglaterra, Austria y América. Fue un modelo como secretario de Estado, defendiendo las razones de la doctrina y adaptándose a las contingencias de los tiempos.

Una Jornada Internacional de Estudios

Entre las actividades previstas para el bicentenario de su muerte, el Pontificio Comité de Ciencias Históricas ha aceptado la propuesta de la Secretaría de Estado de organizar una Jornada Internacional de Estudios, que se celebrará los días 22 y 23 de enero en la sala de conferencias de los Museos Vaticanos. Se abordarán las diferentes dimensiones de la obra del cardenal, desde su acción diplomática hasta las políticas culturales.

La visita al Reino Unido

Otro aspecto de la experiencia del cardenal Consalvi tiene que ver con una visita que realizó al Reino Unido en 1814, que marcó un punto de inflexión en las relaciones anglopapales. Su pulida presentación ante la sociedad británica contribuyó de forma significativa a reducir los prejuicios anticatólicos en Gran Bretaña, allanando el camino para la aprobación de la Ley de Emancipación Católica en 1829.

Así lo señaló en rueda de prensa el profesor Maurice Whitehead, director de Heritage Collections e investigador del English College. A este respecto, el English College y la embajada británica ante la Santa Sede organizan conjuntamente otras dos actividades, un simposio y un concierto abiertos al público. El simposio explorará el impacto del cardenal en el Reino Unido, mientras que el concierto, titulado «Poder, mecenazgo y diplomacia: el cardenal Ercole Consalvi (1757-1824) y la música», será interpretado por el conjunto inglés Cappella Fede.

Un legado perdurable

Ercole Consalvi murió en Roma el 24 de enero de 1824. Sus últimas palabras, «estoy tranquilo», resuenan como un testamento ideal de serenidad hacendosa en tiempos tormentosos. Además, es aclamado como servidor incansable de la Iglesia Universal y del Sucesor de Pedro, como atestiguan también sus Cenni Biografici, publicados en Venecia en 1824.

Estas iniciativas que se llevarán a cabo en Roma pretenden, por tanto, ofrecer la oportunidad de explorar la vida y el legado de una de las figuras tardías que marcaron profundamente el curso de la historia eclesiástica y diplomática.

El autorGiovanni Tridente

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Estados Unidos

Comienza una novena por el Respeto a la Vida en todo Estados Unidos

Los católicos de todo el país pueden unirse a esta iniciativa y rezar una novena de "Nueve días por la vida", que concluirá el miércoles 24 de enero.

Jennifer Elizabeth Terranova·19 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Todos sabemos que cuando creemos, todo es posible, y que «…la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve».

Nos acercamos a otra “Marcha por la Vida” y los provida se preparan para reunirse en D.C. El 19 de enero, los católicos de todo el país pueden unirse y rezar una novena de «Nueve días por la vida» que comienza el 16 de enero y concluye el miércoles 24 de enero para comenzar otro año de trabajo, defensa y celebraciones por el don de la vida.

Los participantes pueden «acceder a la novena y también suscribirse para recibir las oraciones diarias por correo electrónico o mensajes de texto en inglés o español», como señala el sitio web de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos (USCCB).

Desde su inicio, la novena ha llegado a cientos de miles de personas en más de cien países y seis continentes, lo cual es impresionante, pero la guerra no ha terminado, así que esforcémonos por llegar a un millón de personas más. La intención es acabar con el aborto, pero para acabar con él, debemos erradicarlo de las mentes subconscientes y conscientes. Y la educación y estar informado es esencial para defender a los no nacidos.

Afortunadamente, cada intención de oración diaria va acompañada de una reflexión, «información educativa y sugerencias de acciones diarias». También hay disponible un kit de recursos, junto con otros materiales.

La novena anual Respeto a la Vida es una oportunidad para la oración y la recompensa en observancia del Día de Oración por la Protección Legal de los Niños por Nacer el 22 de enero. «La Instrucción General del Misal Romano (IGMR), no. 373, designa el 22 de enero como día particular de oración y penitencia, llamado ‘Día de Oración por la Protección Legal de los Niños por Nacer’».

Dios escuchó los gritos de los sin voz y los vulnerables el 24 de junio de 2022, cuando el Tribunal Supremo eliminó el derecho constitucional al aborto. Y aunque celebramos y alabamos la decisión del caso Dobbs v. Jackson Women ‘s Health Organization que anuló Roe V. Wade, seguimos llorando a los millones de niños que han perdido la vida y a las innumerables familias que sufren las heridas del aborto. Debemos recordar que sigue existiendo una cruzada para abortar vidas inocentes, corromper las mentes de mujeres y hombres jóvenes y promover esta «mentalidad del aborto a petición».

Casi cincuenta años de ardientes oraciones y cincuenta concentraciones de la Marcha por la Vida demostraron que Dios todopoderoso y las novenas pueden anular la ley más horrible.

Por muy alentadoras y alegres que parezcan las cosas, uno sería negligente si olvidara la flagrante hostilidad que los proveedores del aborto tienen hacia los no nacidos; por lo tanto, debemos permanecer firmes en la oración y la defensa continua. El sitio web de la Marcha por la Vida afirma que, si bien la Marcha es un acontecimiento anual, la educación provida es un esfuerzo que dura todo el año.

Este año se celebra la quincuagésima primera Marcha por la Vida y la segunda en la América post-Roe. El lema es «Con cada mujer, por cada niño», que se centrará en ayudar tanto a la madre como al niño durante el embarazo y después del parto. En una reciente declaración, Jeanne Mancini, presidenta del Fondo de Educación y Defensa de la Marcha por la Vida, afirmó: «Celebramos la heroica labor de los Centros de Atención a Embarazadas y los Hogares de Maternidad al tiempo que ofrecemos una hoja de ruta sobre cómo lograremos realmente una cultura de afirmación de la vida que respete la dignidad inherente a toda vida humana». También se mostró encantada de anunciar y dar la bienvenida a los «inspiradores líderes provida que hablarán en la Marcha por la Vida de este año».

En la encíclica del Papa San Juan Pablo II, Evangelium Vitae, escribió:

«Urge una gran oración por la vida, que se eleve en todo el mundo. Que a través de iniciativas especiales y en la oración cotidiana, se eleve una súplica apasionada a Dios, Creador y amante de la vida, desde cada comunidad cristiana, desde cada grupo y asociación, desde cada familia y desde el corazón de cada creyente».

Mundo

Irán, de la antigua Persia a la República Islámica

Con este artículo, Gerardo Ferrara comienza una serie en la que profundiza en el origen, religión y lengua del actual Irán, "un país con una cultura milenaria, eje de una antigua civilización y centro de un imperio tan vasto que se considera el primer imperio global".

Gerardo Ferrara·18 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

El país ahora conocido como Irán es centro de la atención mundial por su importancia estratégica, pero sobre todo por el régimen teocrático que se encuentra en el poder desde 1979, la represión interna de los derechos humanos, la discriminación de la mujer y las alianzas internacionales.
Sin embargo, no muchos recuerdan que Irán es un país con una cultura milenaria, eje de una antigua civilización y centro de un imperio tan vasto que se considera el primer imperio global.
Además, a menudo se confunde al pueblo iraní, cuya etnia predominante es el persa, una lengua indoeuropea, con los árabes, un pueblo de lengua semítica que sólo representa el 1% de la población de Irán. El islam practicado en Irán, el islam chií, también es diferente al islam suní, mucho más extendido en el mundo.

El origen “ario”

El nombre «Irán» es un término «cognado», es decir, tiene la misma raíz que «ario», que hace referencia a la «tierra de los arios». Curiosamente, la raíz es la misma que la de «Irlanda» (o «Eire», en gaélico). ¿Qué tienen en común los iraníes y los irlandeses? Pues precisamente el hecho de que son, como todos los «arios» (término tristemente célebre pero que técnicamente se refiere a las antiguas tribus arias o indoarias que primero se asentaron en la región que hoy corresponde a Irán e India y luego emigraron a Europa), de habla indoeuropea (celtas, eslavos, alemanes, indios, persas, armenios, griegos y latinos eran todos pueblos de habla indoeuropea, al igual que sus descendientes, incluidos italianos y españoles).
De hecho, los lingüistas están de acuerdo, mediante análisis lingüísticos comparativos, en que todos los modismos que hoy se incluyen en la rama indoeuropea, desde el persa hasta el hindi, el español, el inglés, el alemán, el ruso, etc., pueden remontarse a una lengua «protoindoeuropea».
Algunos ejemplos de esta ascendencia común son los términos:

-Padre (italiano y español); pater (latín); patér (griego antiguo, moderno: patír); father (inglés); vater (alemán); padar (persa); pita (hindi);
-Madre (italiano y español); mater (latín); metér (griego antiguo, moderno: mitéra); mother (inglés); mutter (alemán); madar (persa); maata (sánscrito);

Otra asonancia increíble (entre muchas) es: daughter (hija, en inglés) con Tochter (alemán), thygatér (griego antiguo), dochtar (persa).
El topónimo «Irán» aparece por primera vez en textos avésticos (el avéstico, otro idioma indoario, es conocido por ser la lengua litúrgica del zoroastrismo y su libro sagrado, el Avesta) como «Aryana vaeža», «Tierra de los arios», evolucionando más tarde a Eranshahr y Eran. Sin embargo, hasta 1935, el país fue conocido en Occidente como Persia, nombre derivado del griego Persis, a su vez derivado del topónimo de la región meridional de Irán, Fars/Pars.

Algunos datos

Irán está situado en Oriente Próximo (suroeste de Asia), tiene una superficie de 1.648.195 km² (17º país más grande del mundo) y una población de unos 90 millones de habitantes, de los cuales el 51% son de etnia persa. El segundo grupo étnico más numeroso, con cerca del 24% de la población, son los azeríes de habla turca, seguidos de kurdos, baluchis, armenios, turcomanos, árabes, asirios, georgianos y otros.
Las minorías étnicas de Irán, especialmente los azeríes, estaban muy bien integradas antes de la Revolución Islámica de 1979. De hecho, hasta la época de los Pahlavi, la identidad del país no era exclusivamente persa, sino más bien «supraétnica», sobre todo por la gran presencia, política y cultural, del elemento turco-azerbaiyano. Las fricciones, si acaso, comenzaron, especialmente entre los elementos túrquico y persa, a partir del siglo XX, cuando el nacionalismo (una ideología de origen positivista y occidental), en lugar del fundamentalismo islámico presente hoy en día, no llegó a Irán. En general, sin embargo, a pesar de los problemas pasados y presentes, puede decirse que Irán es un Estado multiétnico y que existe una discreta armonía entre las distintas comunidades.

En el plano religioso, sin embargo, prevalece el islam (casi en todos los grupos étnicos). El 99% de los iraníes son musulmanes (90% chiíes y 9% suníes). Las minorías no musulmanas representan menos del 1%, sobre todo cristianos, zoroastrianos, judíos, mandeos, bahaíes y ahl-e haqq (o yarsanistas, otra religión sincrética como el mandeísmo y el bahaísmo). Las particularidades de estas religiones se tratarán más adelante.

Un poco de historia

Irán es un país con raíces muy antiguas y una historia compleja y multimilenaria. De hecho, la presencia humana en la región está atestiguada desde el Paleolítico Inferior (entre el décimo y el séptimo milenio antes de Cristo), y la fundación de las primeras aldeas se remonta a unos cinco mil años antes de Cristo.
Durante la Edad de Bronce, la región fue escenario de varias civilizaciones, la más importante de las cuales fue Elam (los elamitas también se mencionan en la Biblia), que se desarrolló paralelamente a Mesopotamia, donde encontramos primero a los sumerios y luego a los asirio-babilonios (estos últimos de lengua semítica). En Elam también se desarrolló una escritura cuneiforme a partir del III milenio a. C.
En el II milenio a. C., los antiguos pueblos iranios (medos, persas y partos) llegaron a la región procedentes de las estepas euroasiáticas y se dispersaron por una zona más amplia, rivalizando con los reinos «preiranios», pero cayendo, junto con estos últimos, bajo el dominio del Imperio asirio, con sede en el norte de Mesopotamia, hasta el año 605 a. C.

El Imperio medo se fundó en el 728 a. C., con Ecbatana como capital (la ciudad mencionada en el libro de Tobías del Antiguo Testamento), y llegó a controlar casi todo el territorio del actual Irán y Anatolia oriental.

En 550 a. C., Ciro el Grande, de la dinastía Tespida, conquistó el Imperio medo y fundó el Imperio aqueménida, extendiendo sus dominios hacia el oeste hasta Lidia, Babilonia, Egipto, partes de los Balcanes y Europa oriental, y hacia el este hasta el río Indo. La conquista del Imperio neobabilónico se remonta al año 539 a.C. (hechos también mencionados en la Biblia).

En 522 a. C., Darío el Grande, de la dinastía aqueménida, se hizo con el trono tras la muerte de Ciro al caer de su caballo. Fue el fundador del Imperio aqueménida, para el que construyó una nueva capital, Persépolis. En su mayor extensión, este imperio llegó a abarcar territorios de los actuales Irán y Azerbaiyán, Armenia, Georgia, Turquía (Anatolia), gran parte de las regiones costeras del Mar Negro, el norte de Grecia y Bulgaria, gran parte de Oriente Próximo y Oriente Medio y Asia Central, el norte de la Península Arábiga, y muchas de las ciudades del antiguo Egipto hasta el extremo occidental de Libia. Era el mayor imperio que el mundo había visto jamás. Se calcula que en el 480 a. C. vivían en él 50 millones de personas, el 44% de la población mundial, el mayor porcentaje de población mundial en un solo estado jamás registrado en la historia.

El imperio aqueménida también es conocido por la liberación de los judíos deportados a Babilonia, las numerosas infraestructuras construidas, la invención del Chapar (servicio postal) y el uso del arameo imperial (lengua semítica) como lengua oficial.

Al igual que los griegos y los etruscos con los romanos, los asirios y los medos, aunque derrotados por los persas, también ejercieron una considerable influencia cultural y religiosa sobre ellos, sobre todo los medos, a través de la casta sacerdotal de los magos zoroastrianos, los mismos que se mencionan en el Evangelio de Lucas.

Fueron los griegos quienes pusieron fin a la epopeya aqueménida, primero con la revuelta griega en las fronteras occidentales, que culminó en las guerras greco-persas (siglo V a. C.), que concluyeron con la retirada de los persas de todos los territorios de los Balcanes y Europa oriental, y más tarde con la conquista de Alejandro Magno en el 334 a. C., que derrotó al último emperador aqueménida, Darío III. Tras la muerte de Alejandro, Persia quedó bajo el control del Imperio helenístico seléucida, luego del Imperio parto hasta 224 d. C. y, por último, del Imperio sasánida.

Las fuerzas árabo-islámicas, dirigidas por los califas Rashidùn, extendieron su dominio sobre la región persa en el siglo VII d. C. gracias al debilitamiento del Imperio sasánida provocado por luchas internas favorecidas también por los constantes contrastes con su vecino y acérrimo rival: el Imperio bizantino.

Persia, de hecho, donde el cristianismo se extendía desde Occidente con la fuerte oposición, y persecución, de los últimos gobernantes sasánidas, se encontró sorprendentemente frágil ante el avance de las tropas islámicas, con los nuevos gobernantes musulmanes dispuestos a fomentar, y a menudo imponer, la conversión religiosa a la nueva religión.

La conquista islámica de Irán tuvo un impacto duradero en la región, provocando cambios culturales, sociales y religiosos, de modo que el país se convirtió gradualmente en un centro clave de la civilización islámica, con la fusión de las tradiciones persas y musulmanas dando forma a la identidad iraní a lo largo de los siglos, produciendo algunos de los más grandes poetas, artistas, filósofos y pensadores que ha tenido el islam, entre ellos el famoso al-Jwarizmi (de ahí el término «algoritmo»), matemático, astrónomo y geógrafo persa, conocido como el padre del álgebra, y el aún más famoso Jalal ad-Din Rumi, poeta universal.
Les sucedieron los samánidas, los turcos selyúcidas, los mongoles en el siglo XII, hasta Tamerlán y el Imperio timúrida en el siglo XIV.

En el siglo XVI, el Imperio safávida estableció el chiísmo como religión del Estado, creando un rasgo distintivo de la identidad iraní.
En el siglo XVIII, la injerencia extranjera provocó la división del país, con el declive del Imperio.

En el siglo XX, sin embargo, Irán estuvo bajo ocupación británica y soviética durante la segunda guerra mundial, un periodo de gran inestabilidad. En 1951, el Primer Ministro Mohammad Mossadeq nacionalizó la industria petrolera, provocando una reacción internacional, a la que siguió, en 1953, un golpe de Estado organizado por Estados Unidos y el Reino Unido que depuso a Mossadeq, restaurando el poder del Sha, a quien el propio Mossadeq había obligado a abandonar el país.
Pero el punto de inflexión crucial llegó en 1979 con la Revolución Islámica, liderada por el ayatolá Jomeini. Con un ingenio extremo, dirigió toda la oposición contra el régimen del sha Reza Pahlavi, eliminándolos a todos una vez que tomó el poder y convirtió Irán en una república islámica. En la década de 1980, Irán se vio envuelto en la larga y destructiva guerra con Irak, que causó entre uno y dos millones de muertos. Las tensiones internacionales se intensificaron, especialmente en torno al programa nuclear.
En 2015, el país aceptó un acuerdo nuclear con las potencias mundiales, lo que condujo a una reducción de las sanciones. Sin embargo, sigue envuelto en complejas cuestiones geopolíticas en Oriente Medio y en todo el mundo, mientras su población joven y educada aspira a cambios sociales y económicos que tardan en llegar.

El autorGerardo Ferrara

Escritor, historiador y experto en historia, política y cultura de Oriente Medio.

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FirmasKlaus Küng

La unidad de la Iglesia surge desde Cristo

Del 18 al 25 de enero de 2024 la Iglesia celebra la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos. El lema de este año es "Amarás al Señor, tu Dios... y a tu prójimo como a ti mismo".

18 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Cada año, la Iglesia participa en la Semana Mundial de Oración por la Unidad de los Cristianos.

¿Nos acercamos al gran objetivo, o las diferencias son demasiado grandes y las fisuras demasiado profundas? Y las dificultades en las que se encuentra la propia Iglesia: con un retroceso masivo de la práctica de la fe, especialmente en los países altamente desarrollados, a pesar de una tradición cristiana milenaria, con controversias interminables, críticas desde todas las partes, lo que también constituye un problema para el Papa Francisco.

¿Logrará la Iglesia superar la pérdida de confianza sufrida como consecuencia de los incidentes de abusos y, a pesar de las disputas entre fuerzas liberales y conservadoras que existen desde el Concilio, ser fiel al mensaje del Evangelio, proclamarlo con valentía, pero también transmitir caminos de sanación y perdón cuando surgen necesidades como consecuencia de fracasos y dificultades de todo tipo, como destaca especialmente el Papa? ¿O logrará el adversario acallar la voz de la Iglesia en cuestiones esenciales y cegar los caminos de la curación y el perdón?

Es bueno que nos sintamos atraídos por la Semana Mundial de Oración por la Unidad de los Cristianos y percibamos la urgencia de rezar por todos los cristianos, muy en especial por el Papa Francisco y sus colaboradores, es más, por toda la Iglesia y todos los cristianos.

A veces -precisamente en los últimos años- me he planteado qué nos diría san Josemaría, cuyo cumpleaños acabamos de celebrar, en la situación actual de la Iglesia. Siempre llego a la misma conclusión. Sin duda, nos gritaría: “¡No tengáis miedo!”. Lo mismo oiríamos decir a todos los Papas de las últimas décadas, desde san Juan XXIII hasta el Papa Francisco. Sí, el propio Jesús nos da esta respuesta cuando nos dirigimos a Él en la oración.

Él ha vencido al mundo, ha dado testimonio de la verdad, ha entregado su vida por ella y por medio de su sufrimiento y muerte en la cruz, por su obediencia hasta la muerte, y muerte de cruz, ha vencido al pecado y superado la muerte. Ha resucitado y regresado a la casa del Padre como “primogénito de entre los muertos” (Col 1, 18). Sin embargo, sigue presente en la Iglesia, porque el Espíritu Santo es enviado al mundo por el Padre y por Él, su Hijo, hasta el final de los tiempos, para que haga surgir en la Iglesia la obra de la redención realizada por Jesús y por Él mismo, haciéndola accesible a todos y, de algún modo, también visible, a pesar de la debilidad de quienes la llevan, es más, precisamente a través de ella. Así es como puede perdurar el cristianismo, en todas las situaciones y problemas, en todos los tiempos; también hoy.

Contraposiciones ha habido siempre, desde el principio de la Iglesia. A veces fueron muy encarnizadas e incluso dieron lugar a escisiones. En cuestiones difíciles, los procesos de clarificación han llevado a menudo mucho tiempo. Y las decisiones papales han tropezado a veces, en otras épocas, con incomprensión y resistencia. Pero el Espíritu Santo no sólo ha salvado a la Iglesia de la destrucción, sino que también la ha renovado, en cuanto el tiempo estaba maduro.

La unidad de la Iglesia surge -en cierto sentido, siempre de nuevo- de Cristo: “Permaneced en mí y yo en vosotros” (Jn 15, 4), ha prometido; y ha hecho la promesa: “Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y se os concederá” (Jn 15, 7). Tenemos buenas razones para tener confianza.

El hombre puede, ciertamente, lograr muchas cosas y alcanzar un gran éxito sin Dios, pero suele resultar difícil a largo plazo. Sin Dios, no hay centro interior. ¿Para qué todo el empeño, todo el esfuerzo? No es raro que estalle una especie de guerra en nuestra propia vida y en nuestro entorno, porque cada uno sólo se busca a sí mismo. El Papa Benedicto XVI lo ha expresado a veces de manera más acertada, diciendo que sin Dios, la vida se convierte en un infierno. La fe en Jesús abre la perspectiva de la salvación: Jesús nos conduce al Padre, que nos perdona y nos enseña a perdonar. Jesús nos da el pan que viene del cielo. Se da a sí mismo y nos enseña a amar como Él ama. Sin embargo, la sociedad del “bien-estar” y del “bien-sentirse” también nos enseña que un cristianismo rutinario, sin esfuerzo personal, o un “cristianismo selectivo”, que toma de la fe lo que conviene al propio estilo de vida, sin necesidad de un cambio, no redimen, y a menudo conducen a la pérdida de la fe a más tardar en la generación siguiente, si no se produce un encuentro nuevo y personal con Cristo. En este sentido, todo cristianismo tibio está en peligro.

Para la Semana Mundial de Oración 2024 se ha elegido el siguiente lema: “Amarás al Señor tu Dios y a tu prójimo como a ti mismo”. Nos ayuda a mirar al futuro con cierta serenidad; con el deseo de llevar a Jesús en el corazón, bien dispuestos a levantar la voz cuando sea útil; pero también dispuestos a escuchar, como desea el Papa Francisco, y siempre con la firme intención de evitar la crítica negativa, lo que no nos impide implorar al Espíritu Santo para que se produzcan las aclaraciones necesarias en cuanto esté maduro el momento; es más, que haga que tenga lugar lo antes posible.

El autorKlaus Küng

Obispo emérito de Sankt Pölten, Austria.

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Evangelio

La llamada a la conversión. Domingo III del Tiempo Ordinario (B)

Joseph Evans comenta las lecturas del III domingo del Tiempo Ordinario (B) y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·18 de enero de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Jesús invita a Simón Pedro y a Andrés a ser pescadores de hombres. Y Jonás advierte a los habitantes de Nínive que se conviertan para no ser destruidos; lo hacen y se salvan. Las lecturas de hoy, en este tercer domingo del tiempo ordinario, que el Papa Francisco ha convertido en Domingo de la Palabra de Dios, pueden ayudarnos a considerar el poder de esta palabra para salvar. Todos nosotros, y no solo los sacerdotes, somos predicadores de esta Palabra, porque hay una predicación cotidiana que es el ejemplo de nuestras vidas y nuestras conversaciones personales con los que están cerca de nosotros. Y todos nosotros tenemos que pescar almas para salvarlas.  

Con los peces normales, sacarlos del agua es su muerte. Pero en la pesca de almas debemos precisamente sacarlas de las aguas oscuras del pecado y de todos los depredadores que podrían devorarlas -el diablo y sus hordas- para salvarlas y ponerlas después a los pies de Cristo. Jonás, que después de tres días y tres noches en el vientre de una ballena sabía lo que era ser tragado por un depredador, lo habría entendido bien.

Nuestras conversaciones con nuestros amigos serán generalmente positivas y alentadoras, como lo es la palabra de Dios. Como escribe San Pablo: “Pues el Hijo de Dios, Jesucristo, que fue anunciado entre vosotros […], no fue sí y no, sino que en él solo hubo sí” (2 Cor 1, 19). Pero habrá ocasiones en las que tengamos que advertir claramente a los demás de que tal o cual comportamiento solo les llevará a la destrucción. Los estamos pescando en las aguas de la muerte. “Desde el cielo alargó la mano y me agarró, me sacó de las aguas caudalosas, me libró de un enemigo poderoso, de adversarios más fuertes que yo” (Sal 18, 17-18). Como muestra el evangelio de hoy, Jesús comienza su ministerio llamando a la gente a arrepentirse. La llamada al arrepentimiento sigue siendo un aspecto esencial del mensaje cristiano. No podemos limitarnos a confirmar a la gente en su pecado.

Pero, ¿cómo evitar la negatividad y la amargura en nuestro testimonio? Esforzándonos por ser los primeros en arrepentirnos, viviendo nosotros mismos en un estado constante de conversión. Es hermoso ver cómo, después de Pedro y Andrés, Jesús llama a Santiago y a Juan mientras estaban remendando sus redes. El cristiano debe estar siempre atento a remendar las redes de su propia alma, que tiene muchos desgarros e hilos rotos. Y, como los apóstoles, todos tenemos que dejar cosas -posesiones, seguridad, quizá incluso empleo y familia- para seguir a Cristo.

La homilía sobre las lecturas del domingo III del Tiempo Ordinario (B)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.