Vocaciones

Martino Bonazzetti, misionero en Angola: «En sus ojos se ve la alegría de ser cristianos”

El padre Martino Bonazzetti, misionero italiano de la Sociedad de Misiones Africanas desarrolla su tarea pastoral en Desvio da Barra do Dande, en Angola.

Federico Piana·28 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Hay algo extraordinario en la pequeña iglesia doméstica que forma la comunidad Desvio da Barra do Dande. En primer lugar, está situada en Bengo, una de las dieciocho provincias en que se divide Angola, país situado en la costa occidental del sur de África.

Además, está literalmente diseminada en un diámetro de treinta kilómetros alrededor de una obra que esconde un sueño: la construcción de un nuevo puerto que, se espera, debería levantar las malas condiciones de una población que lucha con un nivel de vida bajo, rayano en la pobreza. Para no dejar escapar este sueño, miles de personas han decidido irse a vivir alrededor de las obras y empezar a trabajar con los contratistas. 

Verdadera comunidad de fe

En poco tiempo tomó forma una verdadera comunidad de fe, con una parroquia, la dedicada a la Sagrada Familia, y diez capillas diseminadas por el vasto territorio. El padre Martino Bonazzetti, misionero de origen italiano y miembro de la Sociedad de Misiones Africanas (SMA), llegó aquí hace unos meses. 

El religioso, junto con otro religioso, se encarga de animar a toda la comunidad y de que no falten los sacramentos y la evangelización. “No es fácil, pero lo intentamos con todas nuestras fuerzas”, confiesa el misionero, que destaca lo complicado que es gestionar una parroquia y diez capillas separadas incluso por unas horas de camino: “Son, de media, siete kilómetros, cuatro de asfalto y tres de tierra. Y aquí sólo podemos contar con algunos medios comunes o con el llamado Caballo de San Francisco, es decir, nuestras piernas”.

El padre Martino Bonazzetti con algunos de sus feligreses

La alegría de ser cristiano

Cuando los dos sacerdotes no pueden ir a todas las capillas, los catequistas se encargan de ello. “Cada comunidad adscrita tiene uno. Si no hay celebración, el catequista dirige una sencilla oración meditando la Palabra de Dios», dice el padre Bonazzetti. Y es emocionante saber por sus palabras que los habitantes de Desvio da Barra do Dande hacen todo lo posible para no perderse el oficio dominical celebrado en la parroquia de la Sagrada Familia: «Tardan hasta una hora andando en llegar. Y en sus ojos se ve la alegría de ser cristianos”.  

Esto también se nota en la intensidad con la que cantan, añade el sacerdote: “Aunque sólo sean cinco en la misa, cantan igual. Y cuando les oyes cantar, no puedes evitar exclamar: ¡estos sí que son felices!”.

Aún más familia

Aunque acaba de llegar a Bengo, el padre Bonazzetti tiene un deseo en el corazón: acercar aún más esta pequeña iglesia doméstica creando relaciones más estrechas y familiares. “Es un intento”, dice, “de hacer que, en cada casa, a su vez, podamos rezar todos juntos. Esto significa que, si no puede haber celebración eucarística, ese domingo los fieles pueden reunirse a rezar y meditar en casas vecinas”.

Como en una gran familia, donde las vocaciones aumentan exponencialmente: “Los candidatos al sacerdocio -dice el misionero- son tantos que no podemos admitir a todos.

Zoom

Una corona de flores para la Reina del Cielo

Una niña coloca una corona de flores sobre una imagen de la Virgen María, durante una jornada de oración mariana en el colegio de Nuestra Señora de Lourdes en West Islip, N.Y.

Maria José Atienza·27 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Educación

Felipe José Gilotaux. Del campo a los libros

Felipe cambió la gestión de tierras y animales por los libros. Este ingeniero agrónomo argentino realiza, desde hace años, una curiosa y fructífera labor de evangelización y apostolado a través de los libros. 

Juan Carlos Vasconez·27 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Aunque hace 50 años comenzaba su periodo en la Universidad como ingeniero agrónomo, Gilotaux ha sido un testigo presencial de la evolución y los desafíos de su nación a lo largo de las décadas. 

A los 36 años, ante las dificultades financieras que enfrentaba su padre en los negocios, tomó la decisión de dejar la agronomía y regresar a Buenos Aires, junto a su hermano, para brindarle apoyo. 

Poco después, comenzó una nueva aventura, marcada por la letra impresa, que daría un giro a su vida y a su proyección profesional, personal y vocacional. 

Una nueva vocación

Felipe Eugenio José Gilotaux, Felipe, pensaba dedicarse a su carrera de agrónomo, pero todo cambió cuando hubo de ayudar al negocio de su padre. Tras lograr una pacífica liquidación de los negocios familiares, Felipe se encontró en una encrucijada profesional. Fue entonces cuando descubrió su verdadera vocación: los libros. 

Durante sus viajes comerciales por el interior de Argentina, recuerda, “noté una significativa carencia de literatura de calidad, lo que me inspiró a convertirme en vendedor ambulante de libros”.

De este modo, “estableciendo conexiones con librerías locales y atendiendo las demandas de amigos y conocidos”, Felipe se enfocó en ofrecer obras de reconocidos autores clásicos y literatura espiritual que, rápidamente, capturaron la atención del público. 

Su habilidad para identificar y satisfacer las necesidades de los lectores lo llevó a expandir su negocio más allá del gran Buenos Aires, llegando incluso hasta la pintoresca ciudad de Bariloche, ubicada a más de 1.200 kilómetros de la capital.

Con el tiempo, Felipe se especializó en libros de espiritualidad, respondiendo a las solicitudes específicas de sus clientes y consolidando su reputación como un proveedor confiable de literatura espiritual de calidad. 

Un testimonio no esperado

Esta tarea va más allá de la venta para ser un canal por el que acercar gente a Dios. Felipe recuerda una de las historias más llamativas de su carrera: el dueño de una librería en Bragado, un pequeño poblado en el interior, “inicialmente mostró poco interés en los libros” ofrecidos por Felipe.

Sin embargo, tras vender rápidamente todos los ejemplares en consignación y recibir comentarios positivos, “decidió sumergirse en su lectura, lo que le llevó a fortalecer su conexión con la Iglesia y compartir su experiencia transformadora con el párroco local. Quien estaba sorprendido porque el librero no se distinguía precisamente por su piedad”.

Además de vendedor, Felipe también ha trabajado en la edición de libros, siendo un ejemplo destacado la obra Amor, Soberbia y Humildad, que cuenta con más de 250 capítulos breves. A pesar de las dudas iniciales sobre su éxito comercial, “esta obra ha vendido más de 30.000 ejemplares en Argentina, demostrando que la intuición y visión no son lo más importante en el mundo editorial, el Espíritu Santo es el que realmente mueve estos negocios”.

Durante más de 50 años, Felipe ha sido un canal a través del cual innumerables personas han encontrado inspiración, orientación espiritual y crecimiento personal a través de la lectura. Su compromiso y dedicación han contribuido a “transformar vidas, guiando a muchas personas hacia Dios y alejándolas de los vicios”.

Vaticano

El Papa celebra la primera Jornada Mundial de los Niños

Los días 25 y 26 de mayo, el Papa Francisco ha celebrado en Roma la primera Jornada Mundial de los Niños, organizada por el Dicasterio para la Cultura y la Educación, con el lema "Yo hago nuevas todas las cosas".

Loreto Rios·26 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En el marco de la celebración de la Jornada Mundial de los Niños, el Santo Padre tuvo un encuentro el sábado 25 de mayo en el Estadio Olímpico de Roma con niños de todo el mundo. Este acto estuvo inaugurado por un desfile de más de cien delegaciones vestidas con trajes tradicionales. A su llegada, el Papa fue recibido por los organizadores de la Jornada, acompañados por cinco niños, uno por cada continente, que saludaron a Francisco en su lengua natal.

A continuación, el Pontífice pronunció unas palabras ante los presentes (unas 50.000 personas) y los niños pudieron dirigirle sus preguntas.

Discurso en el Estadio Olímpico

Para comenzar, el Papa expresó su alegría por la celebración de la Jornada Mundial de los Niños. «En ustedes, niños, todo habla de vida y de futuro. Y la Iglesia, que es madre, los acoge y los acompaña con ternura y con esperanza. El pasado 6 de noviembre tuve la alegría de recibir en el Vaticano a miles de niños de muchas partes del mundo. Ese día trajeron consigo un torrente de alegría; y me hicieron sus preguntas sobre el futuro. Aquel encuentro dejó una marca en mi corazón y comprendí que esa charla con ustedes debía continuar, debía ampliarse a muchos otros niños y adolescentes. Y es por eso que hoy estamos aquí, para seguir dialogando, haciéndonos preguntas y respuestas», explicó Francisco.

Por otra parte, el Papa recordó a los niños que viven en países en guerra o situaciones difíciles: «Hay niñas y niños que no pueden ir a la escuela. Son realidades que yo también llevo en mi corazón, y rezo por ellos. Recemos por los niños que no pueden ir a la escuela, por los niños que sufren las guerras, por los niños que no tienen qué comer, por los niños que están enfermos y nadie los cura».

En referencia al lema de la Jornada, Francisco indicó que «es bellísimo. Piensen: Dios quiere esto, todo lo que no es nuevo pasa. Dios es novedad. Siempre el Señor nos da la novedad. Queridos niños, sigamos adelante y tengamos alegría. La alegría es salud para el alma. Queridas niñas y niños, Jesús en el Evangelio ha dicho que Él los quiere mucho. Una pregunta: ¿Jesús los quiere mucho? ¡No se oye! [los niños responden ‘¡sí!’]. Y el diablo, ¿los quiere? [los niños responden ‘¡no!’]. ¡Excelente! Ánimo y adelante».

Para concluir, el Papa rezó con los niños un Ave María a la «Mamá del Cielo».

Misa de clausura

El 26 de mayo, a las 10:30 h, el Papa ha presidido la Misa de clausura de la Jornada Mundial de los Niños. Francisco ha comenzado la homilía explicando a los niños el misterio de la Santísima Trinidad: «Queridos niños, queridas niñas, estamos aquí para rezar, para rezar juntos, para rezar a Dios. ¿Estáis de acuerdo? ¿Estáis de acuerdo? ¿Sí? Y rezamos a Dios, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. ¿Cuántos ‘dioses’ hay? Uno en tres personas: el Padre que nos creó a todos, que nos ama tanto, y cuando rezamos a Dios Padre, ¿cuál es la oración que rezamos todos? [responden: el Padre Nuestro]».

Seguidamente, el Santo Padre se ha centrado en la Segunda Persona de la Trinidad: «¿Cuál es el nombre del Hijo? [respuesta: Jesús] Rezamos a Jesús para que nos ayude, para que esté cerca de nosotros y también cuando comulgamos recibimos a Jesús y Jesús nos perdona todos nuestros pecados. ¿Es verdad que Jesús lo perdona todo? ¿Es verdad? ¡Sí! ¿Pero siempre perdona todo? [respuesta: sí] ¿Siempre, siempre, siempre? [respuesta: sí]».

En tercer lugar, el Pontífice ha pasado a lo más «difícil»: el Espíritu Santo. «El problema es: ¿quién es el Espíritu Santo? Eh, no es fácil, porque el Espíritu Santo es Dios, está dentro de nosotros. Recibimos el Espíritu Santo en el Bautismo, lo recibimos en los Sacramentos. El Espíritu Santo es quien nos acompaña en la vida. Lo pensamos y lo decimos juntos: ‘El Espíritu Santo nos acompaña en la vida'», ha explicado el Papa.

Para concluir su homilía, Francisco ha subrayado la importancia de la Virgen María en la vida cristiana: «Los cristianos también tenemos una Madre, ¿cómo se llama nuestra Madre? ¿Cuál es el nombre de nuestra Madre del Cielo? [respuesta: María] ¿Sabéis rezar a la Virgen? [respuesta: sí] ¿Estáis seguros? Hagámoslo ahora, quiero oír… [recitan el Ave María]».

Finalmente, el Papa ha pedido a los niños que recen por todos: por él mismo, por los padres, abuelos, niños enfermos y por la paz en el mundo.

Otras actividades y próxima convocatoria

La Jornada Mundial de los Niños también ha contado con un discurso del actor Roberto Benigni, que protagonizó la película «La vida es bella», después de la Misa de clausura, así como el rezo del Regina Coeli con todos los niños.

Para finalizar, en torno a las 12:10 h del día 26 de mayo, el Papa ha anunciado la fecha de la próxima convocatoria de la Jornada Mundial de los Niños: septiembre de 2026. «Les esperamos allí, muchas gracias a todos», ha invitado Francisco.

Mundo

Un viaje al sur. Descubriendo eSwatini

Primera parte del relato de viaje e historiográfico sobre eSwatini o Suazilandia, realizado por el historiador Gerardo Ferrara.

Gerardo Ferrara·25 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 7 minutos

Esta vez voy a escribir un artículo un poco diferente de lo habitual. ¿Por qué? En primer lugar, porque es un país que no conocía, antes de visitarlo hace unos días… De hecho, es un país que poca gente conoce, por ser muy pequeño y remoto en comparación con las rutas turísticas tradicionales.

En segundo lugar, porque es un lugar del extremo sur del África subsahariana, a años luz de las tierras de Oriente Medio y el Mediterráneo a cuya historia he dedicado tantos años. Por lo tanto, será un viaje que haremos juntos para ir -¡oído, oído! – ¡a Suazilandia (ahora oficialmente eSwatini)!

El autor del artículo con con Ncamiso Vilakato ©Gerardo Ferrara

Vámonos.

¿Por qué vamos a Suazilandia? Para rodar un pequeño documental sobre un antiguo alumno de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz cuyos estudios de Comunicación Social e Institucional fueron financiados por Fundación CARF. Así pues, la primera parada fue Madrid, donde me reencontré con dos amigos y colegas españoles.

En el aeropuerto, embarcamos en un vuelo de Ethiopian Airlines (la principal compañía de transporte aéreo de África es de la propia Etiopía), por lo que hicimos escala en Addis Abeba para continuar hasta Maputo (Mozambique), donde alquilamos un coche para recorrer los cerca de 80 km que separan la capital mozambiqueña de la frontera con eSwatini.

En Maputo, ciudad que forma parte de la colonia portuguesa de Mozambique, tenemos ocasión de respirar un aire aparentemente portugués (unos excelentes pasteles de nata a la venta en el aeropuerto, que nos reconfortan después de un viaje de unas buenas 30 horas y el croissant más caro de la historia, ¡unos buenos 18 dólares!, tomado en Addis Abeba) y de hablar un poco de portugués.

Un niño en eSwatini ©Gerardo Ferrara

Pero salir en coche y abandonar la zona del aeropuerto nos sumerge de repente en un ambiente completamente distinto: la vegetación, las calles abarrotadas de hombres, mujeres, niños, estudiantes negros (¡y nosotros, los tres únicos europeos en un flamante coche rojo! ) que se lanzan a la calle, se persiguen, gritan, viven mucho más intensamente que en Europa, nos asusta y nos excita al mismo tiempo (también hay que tener cuidado con los socavones de las carreteras, en parte sin asfaltar), sobre todo cuando pasamos por Beira, donde tenemos que reducir la velocidad porque es el atardecer y decenas de estudiantes salen de sus escuelas (aquí van todo el día a la escuela) y caminan kilómetros y kilómetros a pie, para llegar a casa. Y nuestro coche rojo con tres blancos calvos dentro, en una zona rural de Mozambique, ¡no es algo que se vea todos los días por estos lares!

Llegamos a la frontera por la tarde… Hace frío (Suazilandia es un país montañoso y en abril ya estamos a finales de otoño) y, una vez realizados los trámites aduaneros, conseguimos cruzar y encontrarnos por fin con Ncamiso Vilakato, antiguo alumno de la Universidad de la Santa Cruz de Roma, que nos acogerá y hará de guía durante los próximos días, para mostrarnos el servicio que presta a la Iglesia local y el papel de la Iglesia en el país.

Durante las dos horas restantes de viaje, la mayor parte por una cómoda autopista desierta que el rey de eSwatini quiso hacer construir en su país después de haber visto las de Sudáfrica, se percibe la marcada diferencia entre Suazilandia y Mozambique: distintas potencias colonizadoras han traído al pequeño país en el que acabamos de entrar lenguas diferentes (portugués en Mozambique, inglés en eSwatini), costumbres distintas y un sentido del orden totalmente anglosajón.

Había salido de Roma el domingo 14 de abril a las 10.30 de la mañana… Finalmente llegué a Hlatikulu, en el sur de Suazilandia y a 40 km de la frontera con Sudáfrica, a las 9 de la noche del lunes 15 de abril, ¡después de 12.000 km y unas 35 horas! Y Hlatikulu, un pueblo de 2.000 almas en el punto más alto del país (a más de 1.200 metros sobre el nivel del mar) nos muestra una cara de África que no esperábamos (aparte del impala que cruzó la carretera justo antes): frío, niebla, lluvia.

¿Suazilandia o eSwatini?

El país antaño conocido como Suazilandia pasó a llamarse por real decreto eSwatini en 2018. En realidad, ambos términos se utilizan y tienen el mismo significado: tierra de los swatis, la etnia predominante en el estado.

Está situado en el África subsahariana, tiene una superficie de apenas 17.363 km² y una población de poco más de un millón de habitantes, de los cuales cerca del 80% son de etnia swatis (lo que lo convierte en uno de los pocos países de África caracterizados por una gran mayoría étnica con minorías poco significativas), más un 12% de zulúes y sotho (otra estirpe bantú) y un pequeño porcentaje de blancos anglosajones o bóers, personas de Oriente Medio e indios.

Debo admitir que, aunque conozco a muchas personas de ascendencia africana, centrada como estoy en Oriente Próximo, nunca me habían interesado las lenguas no semíticas y me sorprendió saber que las lenguas bantúes (incluidas el swati, la lengua de Suazilandia, el zulú y el swahili) representan la mayor agrupación lingüística, o familia lingüística, de África: hasta 300 lenguas con un origen común (el pueblo bantú, asentado originalmente entre Camerún y Nigeria, que luego se extendió por África central y meridional a través de migraciones que duraron miles de años). Piense que estas lenguas (que forman parte de la gran familia lingüística nigerino-kordofana y cuya lengua más extendida, verdadera lingua franca en toda África Oriental, es el swahili, con casi 72 millones de hablantes: ¡Hakuna matata!) se hablan en toda África Central y Austral y a menudo son mutuamente inteligibles (los que hablan xosa, o zulú, por ejemplo, pueden entender a los que hablan swati o sotho y viceversa).

Así, aprendí que, por ejemplo, el misal en el que se celebra la misa en eSwatini está en otra lengua (zulú) que, sin embargo, es fácilmente comprensible para la población local, que habla swati, un idioma estrechamente relacionado.

©Gerardo Ferrara

Un poco de historia

eSwatini tiene una historia rica y compleja que hunde sus raíces en el pasado precolonial del África subsahariana y cuyos orígenes se remontan a las migraciones de los pueblos bantúes, procedentes de Nigeria y Camerún, que llegaron a la zona hacia el año 1000, expulsando a la población autóctona bosquimana. 

La etnia que hoy es la predominante del país, los suazis, surgió en el siglo XVIII con la formación del reino liderado por el rey Ngwane III. El reino suazi se desarrolló alternando alianzas matrimoniales y guerras contra otros grupos étnicos, en particular los zulúes (repartidos principalmente por el norte de la actual Sudáfrica).

Sin embargo, en el siglo XIX, los suazis se enfrentaron a la presión de los asentamientos europeos en la región. En 1902, el país se convirtió en protectorado británico tras la Segunda Guerra Bóer (1899-1902) entre el Imperio Británico y las dos repúblicas independientes bóer, la República de Transvaal y el Estado Libre de Orange (los bóer descienden de colonos holandeses). Durante este periodo, los británicos introdujeron el sistema de administración indirecta, concediendo una apariencia de autonomía a la monarquía suazi.

En 1968, bajo el reinado de Sobhuza II, eSwatini se independizó del Reino Unido y pudo desarrollarse bastante gracias a la minería y la agricultura.

Tras la muerte de Sobhuza II en 1982, el poder pasó a su hijo Mswati III, actual monarca del país. Su gobierno se ha caracterizado por las críticas por la falta de democracia y la violación de los derechos humanos. Mswati, en concreto, promulgó en 2006 una nueva Constitución que introducía la monarquía absoluta, limitaba, o mejor dicho, anulaba los poderes del Parlamento y disolvía los partidos políticos (ahora reducidos únicamente a asociaciones representativas).

El drama del SIDA

Desde la década de 1980, Suazilandia se enfrenta a importantes retos, como la pobreza generalizada, el VIH/sida, la desigualdad económica y la escasez de recursos. 

El sida, en particular, se ha cobrado miles de víctimas, hasta el punto de que en 2017 el 28,8% de la población de entre 15 y 49 años estaba infectada por el virus, según el Programa de las Naciones Unidas sobre el Sida y el VIH. 

Solo en 2016 se produjeron 9.443 nuevos casos y más de 3.000 muertes como consecuencia del VIH. 

La antigua Suazilandia es el estado del mundo con mayor incidencia del VIH entre su población. La epidemia es generalizada: es decir, afecta a toda la población, aunque a algunos grupos (prostitutas, adolescentes, mujeres jóvenes y homosexuales) más que a otros.

La magnitud del fenómeno se remonta a tradiciones ancestrales que admiten la poligamia y consideran la procreación un signo de prosperidad (el propio rey Mswati tiene 11 esposas, 35 hijos y 3 nietos), así como a la escasa cultura de prevención y a la inercia de las instituciones durante décadas a la hora de crear un programa serio de prevención. Debido a la pobreza, pues, muchas jóvenes recurren a la prostitución, favoreciendo la propagación del virus. 

No fue hasta 2004 cuando comenzó la aplicación de las Terapias Antirretrovirales (TAR), que ha tenido un gran éxito, hasta el punto de que desde 2011 la incidencia entre adultos se ha reducido a la mitad, al igual que el número de nacimientos seropositivos, gracias al tratamiento obligatorio de las mujeres embarazadas y lactantes (se calcula que hoy en día el 90% de las personas seropositivas han sido diagnosticadas y reciben tratamiento antirretroviral).

Hay muchas ONG implicadas en la lucha contra la enfermedad, y la Iglesia católica está a la vanguardia, con sus centros especializados, entre ellos el de las Hermanas Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús, en la Misión San Felipe (que pudimos visitar), que ofrece programas no sólo de prevención y tratamiento del sida/VIH (sobre todo para mujeres embarazadas, en las que el tratamiento con antirretrovirales bloquea la transmisión del virus al feto, que puede nacer sano), sino también de lucha contra la pobreza y la falta de educación, la violencia de género y otras enfermedades devastadoras como la tuberculosis y el cáncer de cuello de útero.

Suazilandia se ha visto tan devastada por el sida y sus consecuencias en la población que el rey Mswati III introdujo en 2001 una ley que obliga a la castidad (femenina, ¡por supuesto!) hasta los 24 años.

Las dramáticas consecuencias de la epidemia incluyen no sólo la elevadísima tasa de mortalidad entre la población adulta (pero no sólo) y el drástico descenso de la esperanza de vida, sino también el elevadísimo número de huérfanos (no hay cifras oficiales, pero se calcula que unos 100.000 niños viven en grupos en condiciones definidas como infancia sin adultos), para los que en los últimos años se han creado los llamados Puntos de Atención Vecinal (PCV), comunidades en las que la gente se organiza para atender a huérfanos y niños en condiciones vulnerables.  

Mundo

La Fundación Amigos de Monkole destaca la labor de los médicos voluntarios

Con motivo del Día de África, que se celebra el 25 de mayo, la Fundación Amigos de Monkole celebró el pasado martes una jornada bajo el título "África: la labor oculta de los médicos españoles" en la Clínica Universidad de Navarra (Madrid).

Loreto Rios·24 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El evento ha reunido a importantes profesionales sanitarios, entre ellos el doctor Gonzalo Ares, Jefe de Pediatría del Hospital Rey Juan Carlos; el doctor Luis Chiva, Jefe de Ginecología de la Clínica Universidad de Navarra; el doctor Juan Ramón Truan, Secretario de Cirujanos Ortopédicos de España para el Mundo (COEM), y Nicole Ndongala, directora general de la Asociación Karibu.

La conferencia de inauguración de la jornada estuvo a cargo del Jefe de Pediatría del Hospital Rey Juan Carlos, el doctor Gonzalo Ares. Posteriormente, se celebró una mesa redonda moderada por Olga Tauler, profesional del Hospital Monkole de Kinshasa (Congo).

El presidente de la Fundación Amigos de Monkole, Enrique Barrio, ha señalado que “con esta jornada queremos visibilizar la impresionante actividad que desarrollan como voluntarios nuestros profesionales de la salud en el continente africano”.

En el último año natural, los profesionales de la salud que colaboran como voluntarios en la Fundación Amigos de Monkole, entre los que se encuentran ginecólogos, cardiólogos, traumatólogos, pediatras, matronas, odontólogos, oftalmólogos y enfermeras, han destinado más de 2000 horas a los enfermos del hospital congoleño, sumando consultas, cirugías y formación.

La Fundación Amigos de Monkole

La fundación, que cuenta ya con doce años, “financia la atención sanitaria de familias congoleñas sin recursos a través del hospital materno infantil Monkole y de sus tres dispensarios médicos en las periferias de la capital”, indican desde la asociación.

El año pasado, fueron atendidas por Amigos de Monkole 40.708 personas e, indirectamente, se ayudó a 116.269.

El Hospital Monkole fue inaugurado en un barracón en el año 1991 y cuenta ya con 150 camas y más de 300 profesionales. Este centro “pretende cambiar la sanidad en la República Democrática del Congo, y, desde allí, en toda África, con el objetivo de que el foco se centre en el paciente y no en aspectos económicos o sociales”. Por otra parte, “fue el primer hospital en dar comida y sábanas a sus enfermos hospitalizados. Este año este hospital, ubicado en la comuna de Mont-Ngafula, en Kinshasa (con 500.000 habitantes) está celebrando su 33 aniversario”, señala Amigos de Monkole.

Recientemente, el hospital ha sido galardonado con la medalla al Mérito Civil concedida por su Majestad el Rey Felipe VI, condecoración que ha recibido en la embajada de España en Kinshasa en un acto que presidió la embajadora española en Congo.

Recursos

¿Son el sacerdocio y el diaconado para las mujeres?

En relación con las tareas de la mujer en la Iglesia, el Papa ha excluido un diaconado femenino que sea parte del sacramento del Orden, en consonancia con enseñanzas anteriores. Las analiza el experto en Eclesiología Philip Goyret.

Philip Goyret·24 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 8 minutos

Un dato se impone con predominio ante nuestros ojos por su inexorable evidencia: en la Iglesia la presencia de la mujer es largamente superior a la de los varones. En la Misa dominical, en las catequesis, en la vida consagrada, los números son números preponderantemente femeninos. Pero otro dato se impone también con evidencia: en la Iglesia católica, los cargos superiores de gobierno y de culto son cubiertos exclusivamente por hombres. Podríamos decir, simplificando mucho las cosas, que nos encontramos con una Iglesia de mujeres presidida por hombres.

En gran parte, la razón de esta paradoja puede centrarse en la reserva del sacramento del orden a los varones, dado que en la Iglesia católica solo quienes lo han recibido pueden presidir el culto eucarístico, pueden ser nombrados obispos o Papas. Si a esto añadimos la mayor sensibilidad religiosa de la mujer, entendemos el porqué de esta situación, estemos o no de acuerdo con ella. En realidad, parecería lógico que quien tiene mayor sensibilidad por lo religioso estuviera a cargo de lo religioso. ¿No deberíamos cambiar la praxis actual?

Surge así un articulado panorama que intentaré esclarecer, enmarcando en primer lugar los términos del debate, explicando luego los argumentos de la teología católica, y añadiendo finalmente unas consideraciones dictadas más por la racionalidad y el sentido común que por la dogmática. 

El contexto del debate

La reserva del sacerdocio ministerial exclusivamente a los hombres gozó de pacífica aceptación a lo largo de la vida de la Iglesia hasta que, en el siglo XX, fue puesto en el punto de mira de numerosos ataques que, aún hoy, animan el debate sobre el tema. Se argumenta que la progresiva paridad de derechos de la mujer respecto al hombre, en campo político, empresarial, deportivo, militar, cultural, etc., debería también reflejarse en la Iglesia.

Como no puede extrañar, la presión a favor del sacerdocio femenino proviene en gran parte de exponentes del movimiento feminista radical, que consideran la reserva del sacerdocio a los hombres como una forma de discriminación contra la mujer, y que debería eliminarse. Según la interpretación de la corriente de pensamiento igualitario de este movimiento, la práctica actual chocaría con Gal 3,28 (“No hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer, porque sois todos uno en Cristo Jesús”), y, por tanto, sería el resultado de una antropología de corte patriarcal, hoy obsoleta e insostenible.

La llamada a abolir todo tipo de discriminación, proclamada por la Constitución “Gaudium et spes”, n. 29 del Concilio Vaticano II (“toda forma de discriminación en los derechos fundamentales de la persona, ya sea social o cultural, por motivos de sexo, raza, color, condición social, lengua o religión, debe ser vencida y eliminada por ser contraria al plan divino”) habría inaugurado una nueva era en la Iglesia, en la que hombres y mujeres tendrían los mismos derechos también en lo que respecta al ministerio ordenado.

En esta reflexión confluyen también razones de carácter ecuménico, puesto que, en muchas confesiones cristianas (y en algunas religiones no cristianas, como el hebraísmo), esta reserva ya no existe. La situación se ha complicado aún más en los últimos años con la difusión de la ideología de género. Si la identidad sexual es pensada como una cuestión exclusiva de elección personal, no necesariamente determinada por la constitución biológica con la que se nace, difícilmente podemos considerarla como condición sine qua non para el acceso o la exclusión al sacerdocio.

El sacerdocio en la teología católica

La primera cosa a tener en cuenta es que los fundamentos del sacerdocio exclusivamente masculino no son de orden antropológico (una supuesta superioridad del hombre) ni tampoco “estratégico” (una supuesta mayor autonomía), sino que provienen de la revelación, en el sentido fuerte del concepto: Dios ha revelado, ha establecido y nos ha entregado el sacerdocio ministerial en una forma masculina, no femenina, y por ello la Iglesia no se considera autorizada a cambiar esta disposición, admitiendo mujeres a la ordenación sacerdotal.

Encontramos esta revelación más en gestos que en palabras. En efecto, los doce apóstoles, a quienes Jesús eligió para hacerles partícipes de su sacerdocio, eran hombres, no mujeres. Cuando a su vez los apóstoles ordenaron sacramentalmente a la generación sucesiva, se sintieron vinculados a este modo de proceder del Señor, y eligieron candidatos masculinos.

El carácter irreformable del vínculo entre sacerdocio y condición masculina estuvo bien arraigado ya desde el principio en la conciencia que la Iglesia tenía de sí misma; cuando, en los primeros siglos del cristianismo, surgieron sectas que querían confiar el ejercicio del ministerio sacerdotal a mujeres, fueron inmediatamente reprendidas por los padres y denunciadas como herejías, como lo muestran numerosos textos de san Ireneo, Tertuliano y san Epifanio. Lo mismo sucedió en los siglos siguientes: la Iglesia la consideró una praxis apostólica vinculante.

Podría argumentarse, naturalmente, que esa praxis estaba condicionada por las circunstancias de la época, en la cual la figura de la mujer tenía escasa relevancia pública y era contemplada en posición subordinada. Conviene recordar, sin embargo, que Jesús no se dejó condicionar por las costumbres culturales del momento, sino que las desafió abiertamente, también en lo que respecta a la mujer: habla libremente con ellas, las pone de ejemplo en las parábolas, les concede paridad de derechos respecto al matrimonio, acoge a las pecadoras, etc.

Los apóstoles, por su parte, no cedieron en este tema tampoco cuando la evangelización se expandió fuera del ámbito semítico hacia el mundo griego y luego romano, donde, a causa de la existencia de sacerdotisas paganas, la presencia de “sacerdotisas cristianas” no habría escandalizado.

El otro argumento fuerte de la revelación, en realidad premisa del anterior, es que el Hijo de Dios se encarnó tomando una naturaleza humana sexuada en modo masculino, no femenino, y es la virtud de esa naturaleza humana, instrumento de la divina, la que se hace sacramentalmente presente en el candidato cuando es ordenado sacerdote. Es esto una consecuencia directa de la teología dogmática sobre la” repraesentatio Christi Capitis” y el obrar “in persona Christi”, a la base del sacramento del orden.

En definitiva, la naturaleza humana masculina de Jesucristo se “prolonga” sacramentalmente en un “soporte” que debe por fuerza ser masculino para ser soporte válido. No olvidemos que la encarnación del Hijo de Dios no termina con su Ascensión a los cielos: Jesucristo fue varón y continúa siendo varón.

Es verdad que el Nuevo Testamento no aborda explícitamente la cuestión de la no-admisión de la mujer al sacerdocio. Pero los grandes exégetas estudiosos del tema, como Albert Vanhoye, consideran un anacronismo exigir esto al solo dato bíblico; ellos examinan serenamente el conjunto de los textos neotestamentarios y concluyen poniendo a la luz, por una parte, la extrema importancia que estos escritos otorgan al ministerio sacerdotal, y a la vez muestran cómo la antigua tradición eclesial sobre la reserva del orden sagrado a los hombres se encuentra en relación de continuidad con los datos bíblicos. Efectivamente, es la revelación en su conjunto — el dato neotestamentario leído a la luz de la tradición viva de la Iglesia — lo que se traduce en fe eclesial sobre el sujeto válido del sacerdocio ministerial.

La Iglesia ha oficialmente afirmado esta doctrina en un documento emitido por la Congregación para la Doctrina de la Fe (hoy Dicasterio) el 15 de octubre de 1976, la Declaración “Inter insigniores”. Unos años más tarde, “para despejar cualquier duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la constitución divina de la misma Iglesia”, san Juan Pablo II reafirmó en la Carta Apostólica “Ordinatio sacerdotalis” (del 22  de mayo de 1994) “que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres y que esta sentencia debe ser considerada como definitiva por todos los fieles”. Según una declaración de la misma Congregación para la Doctrina de la Fe, publicada un año después, esta doctrina “requiere un asenso definitivo”, porque “ha sido propuesta infaliblemente por el magisterio ordinario y universal”.

Diaconado femenino

No puede omitirse aquí una referencia al “diaconado femenino”, en el limitado espacio disponible. Las razones por las que la Iglesia reserva el sacerdocio ministerial (episcopado y presbiterado) a los hombres no son inmediatamente aplicables al diaconado, pues los diáconos no actúan “in persona Christi”. 

Si añadimos a esto el hecho histórico de la existencia de diaconisas en la Iglesia del primer milenio, especialmente en ámbito oriental, surge espontánea la pregunta de porqué no podemos tenerlas ahora. 

Muy sintéticamente, podemos hacer aquí tres consideraciones. Por una parte, está poco claro que las “diaconisas” del primer milenio sean equiparables a lo que hoy llamamos diaconado: que hayan sido llamadas diaconisas no indica necesariamente un ministerio idéntico a lo que hoy llamamos diaconado en sentido teológico estricto. 

Además, las fuentes histórico-litúrgicas atestiguan que las funciones de las diaconisas no eran iguales a las de sus pares diáconos: estos predican, bautizan, bendicen, distribuyen la comunión, cosas prohibidas a aquellas, cuyas funciones se limitan a ayudar a los presbíteros y obispos en aquello que, por razones de pudor, sería indecoroso que fuesen realizadas por hombres, como, por ejemplo, el bautismo por inmersión de mujeres adultas o las unciones propias de los ritos de iniciación cristiana, más aún en un contexto social donde la separación entre hombres y mujeres era más estricta que ahora. 

En esta dirección se mueve un documento de la Comisión Teológica Internacional del 2003, llamado “El diaconado: evolución y perspectivas”. No olvidemos, en fin, que la individuación de la identidad teológica del diaconado está aún hoy en fase germinal, debido a que por muchos siglos fue considerado sólo como un “escalón” hacia el presbiterado. 

No es por tanto prudente tomar ahora decisiones definitivas, y es por eso que la Iglesia se limita, de momento, a mantener la praxis actual como algo disciplinar, esperando el momento en que la teología dogmática y luego el magisterio, se pronuncien en modo definitivo. 

Una comisión instituida “ad hoc” por el Papa Francisco para el estudio específico de este tema concluyó sus sesiones en el 2018 sin llegar a resultados satisfactorios. Dos años después fue instituida una nueva comisión con el mismo objetivo, que sigue aún trabajando. El tema está también presente, aunque sin convergencia, en la relación de síntesis de la primera sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, aún en curso (n. 9).

En el momento actual está en vigor el c. 1024 del Código de Derecho Canónico, que dice: “Sólo el varón bautizado recibe válidamente la sagrada ordenación”, y esto se aplica a los tres grados del orden sagrado: episcopado, presbiterado y diaconado. La misma indicación encontramos en el c. 754 del Código de Cánones de las Iglesias Orientales.

Actitudes hacia el sacerdocio y el diaconado

Conviene tener presente que, en grandísima parte, la discusión sobre este tema no se desarrolla en el ámbito de la dogmática católica, sino en áreas de corte más existencial, o de planteamientos de redefinición del sacerdocio. En efecto, si yo desplazo el epicentro del sacerdocio ministerial desde el culto sacramental hacia el ministerio de la predicación (como sucede en el mundo protestante), es más difícil explicar porqué no lo podría hacer una mujer, pues, en sentido estricto, la predicación no se ejerce “in persona Christi”

Tristemente, el aire que se respira en los debates sobre nuestro tema huele con frecuencia a óptica de poderes: se desea mandar, y dado que fue a los apóstoles a quienes Jesús dijo: “vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel” (Mt 19,28), se aspira a la ordenación sacramental para “heredar” esta atribución. Se olvida -esto vale para hombres y mujeres, quizá más para los hombres ordenados sacerdotes-que el sacerdocio es sacerdocio “ministerial”, o sea para servir.

La vocación sacerdotal es vocación al servicio, aunque a veces este servicio se desarrolle desde posiciones de gobierno, y aunque ordenarse comporte siempre la pertenencia a la jerarquía. Realmente no debería ordenarse quien lo hace solo en vista del poder. Nos encontramos aquí nuevamente con una patología endémica difícil de extirpar: el clericalismo, el cual afecta a los clérigos con “mentalidad de casta” y avidez “arribista”, pero también, paradójicamente, a quienes quisieran ser clérigos para participar en el poder.

En fin, sobre la cuestión de los derechos (¿por qué un hombre puede ordenarse y una mujer no lo puede?) hay que recordar algo muy elemental y a la vez muy importante: una mujer no tiene derecho a recibir el orden sagrado por las mismas razones por las que un hombre no tiene derecho a recibir el orden sagrado. Este derecho no existe: ni para varones, ni para mujeres. Es puro don gratuito, no derivado de la condición bautismal, aunque la presuponga.

No pueden cerrarse estas consideraciones sin mencionar la necesidad imperiosa de eliminar de la Iglesia las praxis y actitudes “machistas”, con perdón de la expresión. La mujer puede y debe ocupar muchos más espacios en la Iglesia: en la enseñanza en todos los niveles, en la administración de los bienes, en la justicia, en las obras de caridad, en los consejos pastorales, en la organización, y en tantos otros; pero el acceso al sacramento del orden no es el camino indicado, ni el válido, ni el oportuno. Quiera Dios que el tema logre encontrar una reflexión racional y serena, dejando de lado planteamientos viciados de ideología y de posiciones preconcebidas.

El autorPhilip Goyret

Profesor de Eclesiología en la Universidad de la Santa Cruz.

Evangelio

«Haced discípulos a todos los pueblos». Solemnidad de la Santísima Trinidad (B)

Joseph Evans comenta las lecturas de la Solemnidad de la Santísima Trinidad (B).

Joseph Evans·24 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Tras su Resurrección, Jesús envía a sus discípulos, diciéndoles: “Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. No es una orden fácil: “discípulos a todos los pueblos”. Nosotros estamos entre ellos. Y bautizarlos a todos “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”. 

La Iglesia lo hace así desde entonces: cualquier otra fórmula o redacción no sería válida. Bautizar es sumergir, ser lavado, participar en la vida y muerte de Cristo. Cuando Santiago y Juan pidieron a Nuestro Señor los primeros puestos en su reino, pensando que iba a instaurar uno terrenal y político, Jesús respondió con estas misteriosas palabras: “¿Podéis beber el cáliz que yo he de beber, o bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?” (Mc 10, 38). Aquí, por “bautismo”, Jesús entiende su pasión y muerte. En otras palabras: “Así como yo me sumerjo en las profundidades del sufrimiento humano, ¿estás dispuesto a sumergirte tú también? ¿Estás dispuesto a compartir mi bautismo, mi sufrimiento, mi muerte?”.

Cuando nos bautizamos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, también entramos en la vida de la Trinidad. Cuando bautizamos a un bebé -o a un adulto- y lo sumergimos en el agua o vertemos agua sobre la cabeza del niño, estamos sumergiendo a ese niño en la propia vida de la Trinidad, podríamos decir que estamos vertiendo la Trinidad sobre y en ese niño.

El misterio de la Trinidad nos abre al misterio de la vida interior de Dios, que está claramente más allá de nuestra comprensión. Si pudiéramos comprender a Dios, no sería Dios. Dios es por definición infinito, y nosotros somos finitos. Siempre hay algo más por descubrir. Como escribió santa Catalina de Siena en el siglo XIV: “Eres un misterio tan profundo como el mar, en el que cuanto más busco, más encuentro; y cuanto más encuentro, más busco”.

Orar es como zambullirse en Dios, en la vida divina. No necesitamos oxígeno, o mejor dicho, la fe es nuestro oxígeno y los ángeles y los santos nos guían. El mar es a la vez oscuro y lleno de luz y no hay peligro de ahogarse. Se nos ofrece la oportunidad de sumergirnos en una forma de vida superior. Necesitamos conocer individualmente a cada persona de la Trinidad. Podemos rezar a Dios en general, como Dios, pero nuestra relación con Dios será más profunda tratando con cada persona. Y hagamos todo lo posible por sumergir, zambullir, a los demás en la vida de la Trinidad a través de nuestro testimonio. Ahora somos enviados a hacer discípulos de todas las naciones, empezando por la nuestra.

Vaticano

Carlo Acutis será canonizado

El Dicasterio de las Causas de los Santos ha reconocido un milagro atribuido a Carlo Acutis. Debido a esto, el joven apóstol de Internet será canonizado. La noticia llega junto al reconocimiento de milagros realizados por intercesión de otros beatos y siervos de Dios, entre los que se cuentan dos mártires.

Paloma López Campos·23 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

En un decreto publicado por el Dicasterio de las Causas de los Santos, el Vaticano confirma el milagro realizado por intercesión del beato Carlo Acutis. Con esto, ya es posible la canonización del apóstol de Internet, conocido por su amor a la Eucaristía.

Carlo Acutis y su autopista al Cielo

Carlo nació en Londres en 1991 y murió en 2006 a causa de una leucemia. A pesar de su corta edad, realizó un apostolado a través de Internet que llegó a miles de personas, a quienes hablaba de la Eucaristía. Consideraba a Jesús Sacramentado  “una autopista para el Cielo” y murió con fama de santidad. No es de extrañar, por tanto, que el Papa Francisco lo proclamara venerable tan pronto como en 2018.

Poco después, en 2020, el Pontífice beatificó a Carlo Acutis en la basílica de san Francisco de Asís. Cuatro años más tarde, otro milagro realizado gracias a su intercesión lleva al Vaticano a dar el paso para que el joven sea canonizado.

Como señala el decreto del Dicasterio, el Papa Francisco ha convocado un consistorio en el que se hablará sobre “la canonización de los beatos Giuseppe Allamano, Marie-Léonie Paradis, Elena Guerra y Carlo Acutis”.

Próximos santos

Giuseppe Allamano es un sacerdote italiano que murió en 1926. Fundó las congregaciones religiosas de los Misioneros de la Consolata y de las Hermanas Misioneras de la Consolata. En 1990, el Papa san Juan Pablo II celebró su beatificación y ahora será elevado a los altares gracias a otro milagro reconocido por el Vaticano.

Marie-Léonie Paradis también es fundadora de una congregación, las Pequeñas Hermanas de la Sagrada Familia. Esta monja canadiense murió la misma noche que recibió la noticia de la aprobación de la regla de la congregación, después de décadas trabajando por ayudar a los sacerdotes junto a sus hermanas.

Por su parte, Elena Guerra es una monja a la que el Papa Juan XXIII calificó como “la apóstol del Espíritu Santo en la época moderna”. Fundó la congregación de las Hermanas Oblatas del Espíritu Santo, también conocidas como Zitinas. El Dicasterio de las Causas de los Santos reconoció el milagro atribuido a su intercesión el 13 de abril de 2024.

Mártires, sacerdotes y laicos

El decreto publicado por la Sala Stampa reconoce también un milagro por intercesión del venerable siervo de Dios Giovanni Merlini, un sacerdote italiano del siglo XIX. Asimismo, señala las virtudes heroicas del siervo de Dios Guglielmo Gattiano, sacerdote capuchino que murió en 1999.

Por otro lado, hay dos laicos a los que el Dicasterio reconoce sus virtudes heroicas: Ismael Molinero Novillo, un español que murió durante la guerra civil por tuberculosis; y Enrico Medi, un físico italiano conocido por su labor divulgativa.

Además, el Dicasterio de las Causas de los Santos menciona el martirio de un sacerdote diocesano y de una laica. El primero, Stanislao Kostka Streich, nació en 1902 en Polonia y murió con 36 años martirizado por su fe en su país. Del mismo modo, la sierva de Dios María Magdalena Bódi murió mártir con 24 años en Hungría.

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Vaticano

Santa Sede y China, ¿avances a la vista?

Rome Reports·23 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

Aunque no existen relaciones diplomáticas oficiales entre el Vaticano y la República Popular China. Pero el cardenal Parolin dice que la Conferencia Episcopal China y el Vaticano han estado dialogando sobre la posibilidad de una presencia oficial en el país.

En mayo de 2024 se cumplen 100 años de la reunión del Primer Concilio de la Iglesia Católica en China, en el que, por primera vez, los chinos nativos pudieron contribuir a las actividades de la Iglesia en su país de origen.


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Zoom

Más de 20 millas con el Santísimo Sacramento

Peregrinos y sacerdotes recorren más de 12 millas desde Laporte hasta Walker, Minnesota, a lo largo del Paul Bunyan State Trail durante la Peregrinación Eucarística Nacional del 20 de mayo de 2024.

Maria José Atienza·23 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Recursos

Educar para el perdón. El perdón de Dios

Dios está siempre dispuesto a perdonarnos y a que el arrepentimiento –dolor por las ofensas cometidas– nos lleve a acudir a la confesión, sacramento que nos reconcilia con Él.

Julio Iñiguez Estremiana·23 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 9 minutos

En el artículo anterior, que dedicamos al perdón entre las personas, quedamos emplazados a tratar el perdón de Dios. 

Hablar del perdón presupone la existencia del pecado. Sólo si reconocemos que ofendemos a Dios -que pecamos-, podemos llegar a entender la grandeza de Dios que nos perdona. 

Nuestro propósito al abordar este tema es ayudar a padres y educadores a educar a hijos y alumnos en el agradecimiento a Dios, que está siempre dispuesto a perdonarnos y en el arrepentimiento –dolor por las ofensas cometidas– que les lleve a acudir a la confesión, sacramento que nos reconcilia con Él. 

Una de las constantes de la Revelación es el perdón de Dios, manifestación de su infinito amor por los hombres –por cada hombre–. Veamos algún ejemplo que encontramos en los Evangelios.

Jesús Perdona a Pedro y le confirma en su misión

Comenzaremos con un entrañable episodio ocurrido, muy de mañana, en la ribera del lago de Tiberíades. Nos lo cuenta san Juan, testigo de todo, en el último capítulo de su Evangelio.

Un grupo de discípulos de Jesús habían pasado toda la noche de pesca, pero volvían de vacío cuando ya estaba amaneciendo. Entonces “Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: ‘Muchachos, ¿tenéis pescado?’. Ellos contestaron: ‘No’. Él les dice: ‘Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis’. La echaron, y no podían sacarla, por la multitud de peces. 

Y sacaron 153 peces grandes.

Luego, tras asar algunos peces en las brasas que Él mismo había preparado, “Jesús se acerca, toma el pan y se lo da, y lo mismo el pescado”, aunque ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor”.

Después de comer tiene lugar una conmovedora conversación entre Jesús y Pedro:

-“ ‘Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?’. Él le contestó: ‘Sí, Señor, tú sabes que te quiero’. Jesús le dice: ‘Apacienta mis corderos’. Por segunda vez le pregunta: ‘Simón, hijo de Juan, ¿me amas?’. Él le contesta: ‘Sí, Señor, tú sabes que te quiero’. Él le dice: ‘Pastorea mis ovejas’. Por tercera vez le pregunta: ‘Simón, hijo de Juan, ¿me quieres?’. Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez: ‘¿Me quieres?’ y le contestó: ‘Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero’. Jesús le dice: ‘Apacienta mis ovejas’ ”. 

Al contemplar esta escena, es imposible no volver la mirada a otro episodio ocurrido unos días antes, en el atrio de la casa del Sumo Sacerdote, cuando Pedro negó tres veces conocer a Jesús. “Entonces Pedro se acordó de las palabras que le había dicho Jesús: “Antes de que cante el gallo dos veces, me habrás negado tres”. Y rompió a llorar”. Preguntando Jesús a Pedro por tres veces: “¿Me quieres?”, le está diciendo que le perdona su traición y que si él le quiere todo quedará borrado y seguirá en pie la promesa que le hiciera tiempo atrás en la región de Cesarea de Filio: “Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” [Mt 16, 18]. Así lo entendió Pedro que “se entristeció porque le preguntó por tercera vez: ‘¿Me quieres?’”, demostrando públicamente su arrepentimiento por la triple negación y su gran amor a su Maestro y Señor.

Aquí tenemos, por tanto, los tres elementos esenciales del perdón de Dios: hay una culpa que el hombre reconoce como suya; hay arrepentimiento -cuidar el examen de conciencia- y petición de perdón a Dios, que es a quien se ha ofendido; y Dios siempre perdona totalmente –“Se buscará la culpa de Israel y no la habrá, y el pecado de Judá y no se hallará” [Jeremías 50, 20] – y para siempre – “Y una vez perdonados, Yahveh ya no se acordará más de sus pecados” [Isaías 38, 17].

Con el perdón de Dios no queda ni rastro de pecado: “Y sí vuestros pecados son como la grana, blanquearán como la nieve; y sí son rojos como el carmesí, se volverán como la lana” [Isaías 1, 18]; y se recupera la gracia de Dios -su amistad y confianza-.

También a Judas Iscariote le ofreció Jesús el perdón de su traición llamándole “Amigo” aun sabiendo que su beso era la señal convenida con los que venían a detenerle: “Amigo, ¡haz lo que has venido a hacer!” [Mt 26, 50]. Pero Judas no se arrepintió -él y Dios saben qué ocurrió en su corazón- y, hasta donde sabemos, no pudo ser perdonado.

Al no acoger la confianza que le ofreció el Señor, seguir viviendo no tenía ya sentido para él, y se ahorcó. Este mismo peligro nos amenazaría a nosotros si tuviéramos miedo a no ser perdonados. Confiemos siempre en el perdón de Dios.

Jesús perdona al buen ladrón y le promete el cielo

Cuando llegaron al Calvario, crucificaron allí a Jesús y a otros dos malhechores, uno a su derecha y a su izquierda el otro.

—Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen -exclamó Jesús. [Lc 23, 33]

Uno de los malhechores injuriaba a Jesús, en cambió el otro le reprendía y hacía público su arrepentimiento por las fechorías que habían cometido ambos:

—Nosotros estamos aquí justamente, porque recibimos lo merecido por lo que hemos hecho; pero éste no ha hecho ningún mal -le decía a su compañero.

—Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu Reino -pidió a Jesús, asumiendo su realeza.

—En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el Paraíso -le respondió el Señor.

[Lucas 23, 42-44]

He aquí otra lección de cómo es el perdón de Dios. Jesús, ya colgado en la cruz, pide al Padre que perdone a todos los que le están injuriando y atormentando “porque no saben lo que hacen”.

No tengo noticia de nadie, antes de Jesús, que haya sido tan indulgente y compasivo con sus acusadores y ejecutores. Él es capaz de hacerlo, y lo hace, porque es verdadero Dios; y si está colgado en la cruz es sólo por decisión propia, porque ha elegido este modo de redimirnos.

Por su parte, el “buen ladrón”, que tiene claro que Jesús no tendría que estar en la cruz –“este no ha hecho ningún mal”-, arrepentido de su mala vida pasada, le pide: “acuérdate de mí cuando llegues a tu reino”. Y el Señor atiende de inmediato su demanda: “hoy estarás conmigo en el Paraíso”.

Jesucristo nos ha ganado el derecho a ser perdonados

A partir de la gran verdad que el buen ladrón dice a su compañero, reprendiéndole por su mal comportamiento con el Inocente, en la misma condena que ellos: “Nosotros estamos aquí justamente, (…); pero éste no ha hecho ningún mal”, trataremos de comprender, hasta donde nos sea posible, el misterio de la Pasión de Cristo.

Jesús -colgado en la cruz entre dos malhechores- es la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, que se hizo hombre para llevar a cabo el plan de Dios -Padre, Hijo y Espíritu Santo- a fin de rescatar al género humano del poder del pecado y de la muerte. Ya en el tiempo de la Encarnación del Hijo de Dios, el ángel comunica a José, esposo de María, que al niño “le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” [Mateo 1, 21]. ¿Y cuál fue ese plan de Dios para redimirnos de nuestros pecados y liberarnos del poder del demonio? Entregar a su Hijo para dar con su muerte la vida al mundo: “Sobre el madero, cargó con nuestros pecados en su propio cuerpo, para que nosotros, muertos al pecado, viviéramos para la justicia”. [1 Pe 2, 24]. Veamos cómo recorrió Jesús ese camino hasta el Gólgota.

Jesucristo decidió cargar con todos los pecados, empezando por el pecado original y siguiendo por los cometidos por todos los hombres de todos los tiempos. Pero, ¡atención!, no carga con nuestros pecados como se carga con un fardo que uno se echa a la espalda sin hacerlo cosa suya. ¡No! De una forma misteriosa, sin tener pecado alguno -no podía pecar porque es Dios, y no cometió pecado alguno, como confesó el buen ladrón-, asumió todos nuestros pecados: “A él, que no conoció pecado, Dios lo hizo pecado por nosotros, para que llegáramos a ser en Él justicia de Dios”, explica san Pablo en [2 Corintios 5, 21].

José Miguel Ibáñez Langlois, en su libro “La pasión de Cristo” de Rialp, reflexiona: “Debió hacerse una violencia tremenda para cargar en su corazón con aquello que él más odia en este mundo, con lo único que él odia: lo anti-Dios, que eso es el pecado”.

Nuestro Señor asumió todas las miserias sin fin, incluyendo las enfermedades con sus penurias y limitaciones, de todos los hombres desde Adán y Eva hasta el fin de los tiempos: “Él tomó sobre sí nuestras enfermedades, cargo con nuestras dolencias. Fue traspasado por nuestras iniquidades, molido por nuestros pecados” [Isaías 53, 4-5].

Así se entiende su terrible sufrimiento en el Huerto de los Olivos: le vemos postrado en el polvo, en auténtica agonía bajo el peso insoportable del pecado del mundo, “le sobrevino un sudor como de gotas de sangre que caían hasta el suelo”, que le lleva a pedir al Padre: “Padre, si quieres, ¡aparta de mí este cáliz!”, y que acaba en su victoria definitiva: “pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” [Lucas 22, 42-44].

Éste fue el camino que Jesús eligió para redimirnos: el sufrimiento de asumir todos los pecados del género humano y la violencia extrema que padeció durante toda la Pasión, hasta morir en la cruz, constituye un sacrificio agradable a Dios porque lo ofrece el mismo Dios -el Hijo de Dios- y redime a todos los hombres de sus pecados porque es el sacrificio de un Hombre -el Hijo de María- que ofrece su propia sangre como ofrenda grata a Dios. Y sólo por amor, por su amor infinito hacia los hombres.

Nuestro Señor, siendo uno de los nuestros, nos ha ganado el derecho a ser perdonados por Dios y nos abre las puertas del Reino de los Cielos.

La Pasión de Cristo es lo más importante que a cada uno de nosotros nos ha ocurrido jamás en nuestra vida. Por eso, la respuesta por nuestra parte a tanta entrega del Señor no puede ser otra que el agradecimiento, y su seguimiento para llevar a cabo la misión que Él nos ha encomendado.

No es lo mismo pedir perdón que disculparse 

En un célebre ensayo titulado “El perdón”, C. S. Lewis nos explica que hay diferencias importantes entre pedir perdón y disculparse. Lo expone así:

“En mi opinión, con frecuencia interpretamos equivocadamente el perdón de Dios y de los hombres. En cuanto a Dios, cuando creemos pedirle perdón, a menudo deseamos otra cosa (a menos que nos hayamos observado con cuidado): en realidad, no queremos ser perdonados, sino disculpados, pero son dos cosas muy distintas.

Perdonar es decir “Sí, has cometido un pecado, pero acepto tu arrepentimiento, en ningún momento utilizaré la falta en contra tuya y entre los dos todo volverá a ser como antes”. En cambio, disculpar es decir “Me doy cuenta de que no podías evitarlo o no era tu intención y en realidad no eras culpable”. Si uno no ha sido verdaderamente culpable, no hay nada que perdonar”. 

En ocasiones los hombres nos engañamos pidiendo disculpas -por ejemplo, inventándonos atenuantes-, cuando lo que realmente precisamos es ser perdonados. Cuando queramos el perdón de Dios, es importante que tengamos claro que, si una acción requiere ser perdonada, no basta con una excusa.

Dios perdona siempre

San Lucas recoge en su Evangelio tres parábolas sobre la misericordia y el perdón, que culmina con la más hermosa, la del “hijo pródigo” [Lucas 15, 11-32], que elegimos para terminar. 

El hijo más joven, le pidió a su padre: “Padre, dame la parte de la hacienda que me corresponde”. Recibida su herencia, se marchó a lejanas tierras y dilapidó “su fortuna viviendo lujuriosamente”. Luego empezó a pasar todo tipo de penurias, e incluso hambre.

Entonces decidió volver a casa y pedir perdón: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; trátame como a uno de tus jornaleros”. El padre, encantado de recuperarlo, organizó un banquete para celebrar el regreso a casa de su hijo.

Cuando el hijo mayor volvió del campo, enterado del motivo de la fiesta, se indignó y no quería entrar en ella. el padre salió a su encuentro y, tras escuchar su quejas, le dijo: “Hijo, había que celebrarlo y alegrarse, porque ese hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida, estaba perdido y ha sido encontrado”.

Pienso que queda bien ilustrada la infinita misericordia de Dios, deseoso siempre de perdonar al hombre que se le acerca arrepentido a pedirle perdón por sus pecados.

Un Dios que perdona

“Dios manifiesta su poder, no creando, sino perdonando”, reza la Iglesia [Domingo XXVI T.O.]. “Tú arrojarás al fondo del mar todos nuestros pecados” [Miqueas 7, 19]. 

Jesús encarga a los Apóstoles que prediquen “en su nombre la penitencia y la remisión de los pecados a todas las naciones” [Lucas 24, 47].

Antes, en su primera aparición a los Apóstoles en la tarde del mismo día de Pascua, había instituido el sacramento de la Penitencia: “Recibid el Espíritu Santo; a quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se lo retengáis, les quedan retenidos”[Juan 20, 22-23]. 

Acudiendo arrepentidos a este sacramento recuperamos la gracia de la justificación y, con ella, la alegría de comenzar de nuevo en nuestra vida.

Debemos perdonar a los demás

De igual modo que tenemos confianza plena en que Dios perdona siempre nuestros pecados, debemos también tener muy claro que no lo hará si nosotros no perdonamos de corazón a quienes nos ofenden. 

Esta doctrina la ejemplifica el Maestro en la parábola del “deudor cruel”: “Yo te he perdonado toda la deuda porque me lo has suplicado. ¿No debías tú también tener piedad de tu compañero?” [ver Mateo 18, 23-33]. Y, tras enseñar Jesús el Padrenuestro a sus discípulos, les dice: “Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestros pecados” [Mateo 6, 15]. 

Por otro lado, perdonar a los demás siempre da paz a “ambas partes”, borra las distancias que genera la ofensa y se recupera la armonía.

Jesucristo nos eleva a una vida de intimidad con Dios

Nuestro Señor, siendo verdadero Dios y perfecto hombre, mediante el misterio su Pasión y Muerte, nos ha ganado el derecho a ser perdonados por Dios y nos abre el camino a la felicidad de la vida eterna. 

En el encuentro personal de cada uno con Jesús, comenzamos a vivir de otra manera e, impulsados por la gracia, podemos libremente orientar nuestra vida hacia el fin para el que fuimos creados.

Lectura recomendada:

Exhortación apostólica “Reconciliación y Penitencia”. San Juan Pablo II

El autorJulio Iñiguez Estremiana

Físico. Profesor de Matemáticas, Física y Religión en Bachillerato

Ecología integral

Los cuidados paliativos «son una forma genuina de compasión», dice el Papa

La Conferencia Episcopal Canadiense ha organizado un simposio sobre cuidados paliativos junto a la Academia Pontificia para la Vida con el lema “Towards a Narrative of Hope: An International Interfaith Symposium on Palliative Care” (“Hacia una narrativa de esperanza: un simposio interreligioso internacional sobre cuidados paliativos”). El Papa ha enviado un mensaje a los participantes en el que condena radicalmente la eutanasia.

Loreto Rios·22 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

“Este simposio interreligioso es una ocasión para identificar la importancia de los cuidados paliativos, especialmente en la promoción de la dignidad de la persona humana en tiempos de enfermedad y al final de la vida”, afirmó en el vídeo de presentación del simposio el obispo William McGrattan, presidente de la Conferencia Episcopal Canadiense.

El evento, que se desarrolla en la ciudad de Toronto (Canadá), está organizado en dos jornadas, la primera el 21 de mayo y la segunda el día 23.

La esperanza en situaciones difíciles

El Santo Padre ha enviado un mensaje a los participantes y ponentes del simposio en el que señala que el tema “es oportuno y necesario”, ya que “hoy en día, al ser testigos de los trágicos efectos de la guerra, la violencia y las injusticias de diversa índole, es demasiado fácil ceder al dolor e incluso a la desesperación”.

Ante esta realidad, el Papa ha subrayado la importancia de la esperanza, ya que “como miembros de la familia humana y especialmente como creyentes, estamos llamados a acompañar, con amor y compasión, a quienes luchan y tienen dificultades para encontrar motivos de esperanza (cfr. 1 Pe 3, 15). En efecto, la esperanza es lo que nos da fuerza ante los interrogantes que plantean los retos, las dificultades y las angustias de la vida”.

Este sufrimiento, reconoce Francisco, puede ser especialmente agudo “cuando nos enfrentamos a una enfermedad grave o al final de la vida. Todos los que experimentan las incertidumbres que tan a menudo provocan la enfermedad y la muerte necesitan el testimonio de esperanza que les proporcionan quienes les cuidan y permanecen a su lado”. A continuación, el Papa ha señalado la importancia de los cuidados paliativos en estas circunstancias, ya que “al tiempo que tratan de aliviar en lo posible la carga del dolor, son ante todo un signo concreto de cercanía y solidaridad con nuestros hermanos y hermanas que sufren. Al mismo tiempo, este tipo de cuidados puede ayudar a los pacientes y a sus seres queridos a aceptar la vulnerabilidad, la fragilidad y la finitud que marcan la vida humana en este mundo”.

Condena de la eutanasia

Seguidamente, el Papa ha condenado la eutanasia, “que nunca es una fuente de esperanza o de preocupación genuina por los enfermos y moribundos. Por el contrario, es un fracaso del amor, un reflejo de una ‘cultura de usar y tirar’ en la que ‘las personas ya no se consideran un valor supremo que hay que cuidar y respetar’ (‘Fratelli Tutti’, 18)”.

Francisco ha advertido del peligro que existe al presentar la eutanasia “falsamente como una forma de compasión. Sin embargo, ‘compasión’, palabra que significa ‘sufrir con’, no implica poner fin intencionadamente a una vida, sino más bien la voluntad de compartir las cargas de quienes afrontan las etapas finales de nuestro peregrinar en la tierra”.

La verdadera compasión: los paliativos

Ante esta realidad, el Papa contrapone los cuidados paliativos, que “son una forma genuina de compasión, pues responden al sufrimiento, ya sea físico, emocional, psicológico o espiritual, afirmando la dignidad fundamental e inviolable de toda persona, especialmente de los moribundos, y ayudándoles a aceptar el momento inevitable del paso de esta vida a la vida eterna”.

Además, el Santo Padre ha subrayado que “nuestras convicciones religiosas ofrecen una comprensión más profunda de la enfermedad, el sufrimiento y la muerte, considerándolos parte del misterio de la providencia divina y, para la tradición cristiana, un medio hacia la santificación. Al mismo tiempo, las acciones compasivas y el respeto mostrado por el personal médico y los cuidadores han creado a menudo la posibilidad de que quienes se encuentran al final de sus vidas encuentren consuelo espiritual, esperanza y reconciliación con Dios, los familiares y los amigos”.

En esta línea, Francisco ha destacado la relevancia del papel de los cuidadores y médicos al final de la vida de una persona: “Vuestro servicio es importante -yo diría incluso esencial- para ayudar a los enfermos y moribundos a darse cuenta de que no están aislados ni solos, de que sus vidas no son una carga, sino que siempre siguen siendo intrínsecamente valiosos a los ojos de Dios (cfr. Sal 116, 15) y estando unidos a nosotros por los lazos de la comunión”.

Para concluir su mensaje, el Papa ha animado a los participantes en el simposio a “hacer avanzar los cuidados paliativos para los más vulnerables de nuestros hermanos y hermanas. Que vuestras discusiones y deliberaciones de estos días os ayuden a perseverar en el amor, a dar esperanza a los que están al final de la vida y a avanzar en la construcción de una sociedad más justa y fraterna”.

Vaticano

Francisco anima a pedir a María la humildad, fuente de paz

En la Audiencia de este miércoles de mayo tras Pentecostés, el Papa Francisco ha alentado a los peregrinos en la Plaza de San Pedro a pedir a la Virgen María la virtud de la humildad, que es “fuente de paz en el mundo y en la Iglesia”. Y ha manifestado que “donde no hay humildad, hay guerra, discordia, división. La humildad nos salva del Maligno”.    

Francisco Otamendi·22 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa ha contemplado en la Audiencia de esta mañana del mes de mayo a la Virgen María en su “escuela de humildad, que es el camino más seguro hacia el cielo”. “Dios se siente atraído por la pequeñez de María, por su pequeñez interior”, María también “fue humilde en los momentos difíciles, es su virtud más granítica, siempre pequeña, humilde”, ha manifestado. Se trata de un tema muy querido por el Papa, que ha comentado en otras ocasiones.

El Santo Padre ha concluido con María y su humildad la última de las sesiones de catequesis del ciclo sobre los vicios y las virtudes, en la que al final, antes de rezar el Padre Nuestro y dar la Bendición, como es habitual, ha rogado que se rece por la paz en la “martirizada Ucrania”, en Palestina, en Israel y en tantos lugares del mundo en guerra. Antes, al recorrer en el papamóvil la plaza de San Pedro, ha bendecido y dado una caricia a numerosos bebés acercados por sus familias.

“Hacer de nuestra vida un Magnificat”

“Ella se asombra cuando el ángel le trae el anuncio de Dios. y permanece al pie de la cruz, mientras se hace añicos la idea de un Mesías triunfante”, ha proseguido el Pontífice. “María es modelo de humildad y pequeñez, pidamos a Maria que nos enseñe a vivir la virtud de la humildad, a hacer de nuestra vida un Magnificat”.

En efecto, la lectura para la reflexión de la Audiencia ha sido el Evangelio de San Lucas, cuando María visita a su prima santa Isabel, y exulta: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humildad de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones”.

“La gran antagonista de la soberbia”

El Papa ha comenzado la catequesis señalando que la humildad no es una de las tres virtudes teologales ni de las cuatro cardinales, pero es “la raíz y la base de la vida cristiana, la puerta de entrada a todas las virtudes, es la gran antagonista del más letal de los vicios, la soberbia. La soberbia y el orgullo hinchan el corazón humano. […]. Humildad viene de humus, tierra. En ocasiones, “nos sentimos invadidos por delirios de omnipotencia, que nos hacen mucho daño. Somos criaturas maravillosas, pero limitados”. El Papa ha citado como uno de los remedios ante la soberbia “la contemplación del cielo estrellado, la luna, las estrellas. […] Qué es el hombre para que te acuerdes de él?”

La humildad es la virtud de las personas que guardan en su corazón la percepción de su propia pequeñez, ha continuado. “Hay un vicio muy feo, la arrogancia, el orgullo, que nos hace parecer más de lo que somos. La humildad y la pobreza de espíritu son la puerta de todo. La humildad nos lleva a ubicar todo en su justa medida”.

En sus palabras a los peregrinos en diversas lenguas, el Papa se ha referido, entre otras cosas, a los niños que en Polonia y en otros lugares hacen la Primera Comunión en estas fechas, para que se acuerden de los niños que sufren en los países en guerra. También ha alentado a rezar por las vocaciones y la vida consagrada.

El autorFrancisco Otamendi

Educación

Juventud, cuidado y evangelización, entre las líneas de estudio de la Universidad Santa Cruz

Evangelización, identidad, juventud, creatividad, cuidado, gobierno de la Iglesia y de la persona son los siete temas que caracterizarán la investigación académica de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en los próximos años, en los que celebra sus primeros 40 años de vida.

Giovanni Tridente·22 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

A punto de vivir sus primeros 40 años de vida, la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma -nacida por deseo de san Josemaría Escrivá y fundada por el beato Álvaro del Portillo en octubre de 1984- avanza con rapidez en la puesta en marcha de la investigación académica a través de un proyecto unitario que pretende abordar múltiples temas de modo interdisciplinar e interuniversitario.

Un mandato del Papa

Se trata también de responder a un mandato específico del Papa Francisco, contenido en la constitución apostólica “Veritatis gaudium” sobre las universidades y facultades eclesiásticas, seis años después de su firma (29 de enero de 2018).

El número 4 de este documento, en efecto, habla de la “renovación” y del “relanzamiento” de la contribución de los estudios eclesiásticos e identifica (letra c) la inter y transdisciplinariedad como “criterio fundamental” y “principio vital de la unidad del saber”, aunque “en la distinción y en el respeto de sus expresiones múltiples, conexas y convergentes”.

En esta línea, la Universidad de la Santa Cruz ha lanzado en los últimos años dos convocatorias distintas, la primera concluyó en mayo de 2023 y la siguiente finalizó hace apenas unos días.

Se recogen propuestas relacionadas con cinco áreas estratégicas de estudio e interés de la Universidad, fruto de las sugerencias recogidas por la propia comunidad de profesores a través de entrevistas y grupos focales ya en diciembre de 2021.

Una vez realizadas, estas propuestas son evaluadas y analizadas por un comité científico en el que participan profesores de dentro y fuera de la Santa Cruz según criterios cualitativos y cuantitativos, en sintonía con los temas estratégicos de la Universidad, garantizando la continuidad y el desarrollo de la investigación presentada y, por supuesto, el alcance interdisciplinar y la capacidad de implicar a varios investigadores e instituciones académicas.

Las propuestas presentadas

En la primera convocatoria se presentaron 13 propuestas y se aprobaron tres proyectos, en los que participaron una treintena de profesores e investigadores de una quincena de universidades e instituciones académicas de distintos países.

La convocatoria que finalizó este año, por su parte, reunió 14 propuestas con la participación de más de 50 profesores de la Santa Cruz y un número significativo de investigadores de otras universidades.

En esta ocasión fueron seleccionados 4 proyectos, que junto con los 3 anteriores (7 en total) reciben financiación para cubrir tanto los gastos de gestión administrativa como los relacionados con publicaciones, congresos, participación en conferencias y viajes al extranjero.

Proyectos aprobados

Los temas de referencia de estos Proyectos, comprenden, por orden:

Evangelización. Se trata de estudiar los fundamentos bíblicos, patrísticos e histórico-teológicos de una “teología de la evangelización”, apoyándose en la aportación de las ciencias de la comunicación y de la sociología de la religión, con el fin de definir un cuerpo orgánico de reflexión que conduzca a la creación de una nueva disciplina institucional que se incluya en el currículo de los estudios teológicos.

Identidad. Foro internacional de expertos para explorar los elementos esenciales que constituyen la identidad de las universidades de inspiración cristiana y las dimensiones en que esta se expresa: desde la docencia a la investigación, pasando por su impacto social y cultural. Participan, entre otras, la Universidad de Notre Dame (EE. UU.), la Universidad de Asia y el Pacífico (Filipinas) y la Universidad Panamericana (México).

Juventud. Un proyecto plurianual (8 años) de escucha continua de los jóvenes, para comprender mejor sus valores, expectativas y esperanzas. La primera fase se centró en la experiencia religiosa de los jóvenes. Entre las instituciones asociadas figuran la Universidad de Birmingham (Reino Unido), la Universidad Campinas (Brasil) y la Universidad Strathmore (Kenia).

A partir del curso académico 2024/2025

Creatividad. El proyecto pretende desarrollar una investigación interdisciplinar sobre la creatividad que integre las aportaciones de las ciencias naturales, humanas, filosóficas y teológicas más relevantes para el tema, indagando en esta característica como “forma humana de estar en el mundo”.

Participan, entre otras, la Universidad de Copenhague (Dinamarca), la London School of Economics (Reino Unido) y la Universidad Católica de América (Estados Unidos).

El cuidado. Fundamentar sobre bases antropológicas la llamada “cultura del cuidado”, vocación profunda de la persona humana, partiendo de análisis histórico-críticos y redefiniendo el concepto desde aquellos elementos que desafían su noción tradicional.

Participarán, entre otras, la Universidad de Valladolid (España), la Universidad del Istmo (Guatemala) y la Universidad de Messina (Italia).

Gobierno de la Iglesia. Reflexión sobre los fundamentos del poder en la Iglesia, sus raíces teológicas, las distintas formas de poder, las propuestas de los Concilios Vaticanos I y II, la dicotomía entre el poder de orden y el poder de jurisdicción, los derechos de los fieles, etc. Entre las universidades implicadas se encuentran la Universidad de Navarra y la Universidad San Dámaso de Madrid.

El individuo. Exploración de la noción de individuo y de los diferentes estatutos (metafísico, teológico, empírico, psicológico, trascendental, jurídico-político y digital) que se le atribuyen, para renovar la reflexión en los ámbitos filosófico y cultural.

Entre las universidades participantes figuran Roma Tre (Italia), la Scuola Superiore Sant’Anni di Pisa y la Univrsité de Fribourg-Suisse (Suiza).

El autorGiovanni Tridente

Educación

Braval, 25 años sembrando cohesión social en El Raval de Barcelona

En el barrio de El Raval, con 47.000 habitantes (3% por ciento de la población de Barcelona), un 51 % son inmigrantes, mientras en la Ciudad Condal son el 22 %, en Cataluña el 16 %, y en España el 13 %. En 25 años, desde 1998, la asociación Braval promueve la cohesión social, lucha contra su marginación, e impulsa el “ascensor social”. Por Braval han pasado 1.600 participantes de 8 a 18 años de 30 países y 10 lenguas, que practican 9 religiones.    

Francisco Otamendi·21 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Los 6 equipos de fútbol-sala y 6 más de baloncesto del Braval compiten en los Juegos Deportivos del Consejo del Deporte Escolar de Barcelona (CEEB) con equipos de todos los barrios de la Ciudad Condal. El presidente de Braval, el pedagogo Josep Masabeu (Sabadell, 1952), considera que participar en una liga normalizada “favorece la acomodación y el conocimiento mutuo entre autóctonos e inmigrantes”.

Braval es una iniciativa de desarrollo y promoción humana y social del Opus Dei en el barrio de El Raval, que lleva 25 años poniendo más que un granito de arena para facilitar la integración de los inmigrantes en la sociedad. Porque en El Raval predomina una clase media empobrecida con alto número de familias en riesgo de exclusión social.

Y en efecto, mediante las actividades y los programas de Braval, que pivotan sobre el deporte colectivo, los jóvenes se van conociendo, entendiendo, se comprenden, se respetan cada día un poco más, se promocionan, y se hacen amigos, como cuenta Marc, un joven de Filipinas que llegó a Barcelona con ocho años junto a sus padres y que acudió a Braval para jugar al fútbol.

Marc y sus amigos

“Gracias a Braval, yo estoy donde estoy, acabando la carrera de ADE (Administración y Dirección de Empresas)”, asegura Marc, que habla de los amigos que ha hecho en Braval, tras escuchar a Josep Masabeu: “El aspecto afectivo, que es como muy difícil de tipificar, de sumar y de restar, es lo que hace que al final esto vaya adelante”.

Marc, por ejemplo, habla del Ramadán: “Siempre hemos tenido la curiosidad de cómo se vive el Ramadán, un mes entero… Yo he tenido amigos musulmanes que me han invitado a estar un día con ellos, un sufrimiento, sin comer, y luego, tras la puesta del sol, viene la familia, y ponen la mesa entera con comida. Está bien que ese chico invite a sus amigos que no son musulmanes”. Marc explica que es católico y que sus abuelos lo eran. Generalmente, en Filipinas la población es católica.

Masabeu informa que actualmente, hay 250 participantes en las actividades, 0 absentismo y abandono escolar, y un 90 por ciento de éxito escolar en la ESO (en Braval ofrecen actividades extraescolares y refuerzo educativo, por lo que se enteran de estas cosas).

15.000 horas anuales para ayudar a los demás

“Funcionamos exclusivamente  con voluntariado. En un año colaboran 160 voluntarios de diversos perfiles, que dedican en Braval 15.000 horas anualmente a ayudar a los demás. Desde el principio hemos tenido 1.010 personas voluntarias”, comenta Josep Masabeu, orgulloso de tener ya voluntarios procedentes de los jóvenes que habían participado en los programas. Ellos mismos se han vuelto solidarios”.

Otro motivo de alegría es que de los 1.600 participantes, 580 chicos trabajan con contrato, habiendo resuelto todos los trámites legales y administrativos, 220 han hecho bachillerato, 310 ciclos formativos, y 27 han terminado los estudios universitarios. “Son ciudadanos comprometidos en el desarrollo de nuestro país”. 

Influencia de Braval

¿Se nota la influencia de Braval en estos años? Masabeu no elude la respuesta, y tampoco esconde su identidad. “El barrio es problemático, pero está tranquilo, ha cambiado para bien, aunque hay problemas, claro. Filipinos, pakistanís y de Bangladesh son las nacionalidades con más presencia. En otro orden de cosas, se ha hecho mucha limpieza de narcopisos. Un problema que se tenía desde hace tiempo son los edificios que compran los fondos de inversión y que no los rehabilitan, esto no se arregla en dos días. La vivienda es un problema”.

“Pero después, otro factor a tener en cuenta es que tenemos chavales, voluntarios de 9 religiones, católicos, evangelistas, adventistas,, ortodoxos, musulmanes, budistas, hindús, testigos de Jehová, judíos, agnósticos…, la permanencia media de los chicos en las actividades de Braval es de seis años”.

Respeto a las creencias

“Nosotros respetamos todas las creencias, pero no escondemos nuestra identidad cristiana. Viene un sacerdote de Santa María de Montalegre [iglesia de El Raval confiada al Opus Dei en 1967, de cuyos voluntarios surgió la idea de Braval], un día o dos por semana, y los que quieren hablan con él. Es más, los chavales hablan mucho de religión. Porque casi cada día es la fiesta de alguna religión. ¿Qué fiesta es? ¿Qué celebráis? ¿Por qué comes de esto y de esto otro no? ¿Vienes a mi fiesta? Yo iré a la tuya… Son conversaciones normales entre los chicos. 

A veces, algún periodista, y algunos políticos, dicen que la religión es un factor de enfrentamiento, y entonces, para que no cause problemas, hay que hacer ver que todos somos aconfesionales. “Para estos chavales, este argumento supone perder muchas posibilidades de ayuda”, añade Masabeu.

“Porque vamos a ver. Cualquier persona tiene cinco patas: familia, trabajo, amigos, costumbres y creencias. Esos chavales tiene unas situaciones familiares muy complicadas, en líneas generales, y los que han llegado en patera, no tienen familia real; trabajo, el porcentaje de paro es altísimo; sus amigos son “igual de ‘quinquis’ que ellos”; sus costumbres, no pueden vivir aquí sus costumbres como las vivían en su país; ¿qué les queda? Sus creencias. Pues apóyate en las creencias y ya verás. Si la creencia se convierte en el único factor de identidad, estamos a las puertas del yihadismo. Hemos hablado mucho con los Mossos, con la Policía, etc., de todo esto”. 

Relación amable, de amistad

Veamos los atentados de La Rambla, prosigue. “¿Qué pasó? Que su única referencia acabó siendo un trocito de su religión. Nosotros hemos conseguido, en Braval, una relación muy afectiva, muy amable, de amistad. Tenemos también dos grupos de catequesis, que ofrecemos a las familias cuando viene cada año, y ofrecemos catequesis católica, que es lo que yo sé, porque Braval comenzó en 1998, pero se consolida en 2002, con ocasión del centenario del nacimiento de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei”.

Ahora se confirman dos chavales, y un tercero se confirma y hace la Primera Comunión. Tienen 16 años, y después un voluntario. “Se confirman el día 31 de mayo en Montalegre, va el cardenal [Juan José Omella, arzobispo de Barcelona]. Allí irán todos los equipos, porque ellos han invitado a sus amigos, entonces todo el mundo se pondrá los piercings mejores…, unos trajes que no veas,  pero irán, porque son amigos, yo vengo a tu fiesta, y tú vienes a mi fiesta…”.

Reflexión sobre la inmigración

Además de las actividades ordinarias, Josep Masabeu cuenta que desde 2005 hasta ahora han tenido lugar 129 Conversaciones sobre Inmigración, en las que “hemos aglutinado a 660 personas expertas de diversos ámbitos y procedencias en la búsqueda de pautas de funcionamiento para resolver con eficacia las dificultades de los procesos de inmigración. Los conocimientos adquiridos se han publicado en el libro «Claves de éxito para el ascensor social». Braval, asegura, “se ha convertido en un punto de análisis sobre la inmigración y la cohesión social”.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

El Congreso Eucarístico de Quito aspira a promover la fraternidad

El Congreso Eucarístico Internacional que se celebrará en Ecuador del 8 al 15 de septiembre quiere recordar a los católicos la importancia de la Eucaristía para vivir en fraternidad.

Paloma López Campos·20 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

La Santa Sede ha realizado una conferencia de prensa para presentar el 53 º Congreso Eucarístico que se celebrará en Quito (Ecuador) del 8 al 15 de septiembre de 2024. Con el tema “Fraternidad para salvar el mundo”, las tres intervenciones de la rueda de prensa han girado en torno a la Eucaristía como “corazón de la Iglesia” y expresión de su universalidad.

Los tres ponentes han sido el arzobispo de Quito, monseñor Alfredo José Espinoza Mateus; el secretario general del Congreso Eucarístico Internacional 2024, Juan Carlos Garzón; y Corrado Maggioni, presidente del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales.

Misioneros eucarísticos

En su intervención, el arzobispo de Quito ha expresado su deseo de que el Congreso Eucarístico de septiembre sea “esa voz con acento latinoamericano para la Iglesia del mundo entero”. Una voz que ha calificado “de esperanza” y “profética” que proclame “a todos que la fraternidad es el único camino posible para hacer y construir un mundo nuevo”.

Monseñor Espinoza Mateus ha resaltado que “son muchas las heridas del mundo” y ahí radica la misión del Congreso Eucarístico Nacional, que pretende mostrar que “la Eucaristía nos lleva a ser constructores de fraternidad”.

El arzobispo ha concluido señalando que “el Congreso Eucarístico nos hará tomar plena conciencia de que somos ‘misioneros eucarísticos de fraternidad’”. Finalmente, ha dado la bienvenida a todos los que acudan a Quito en septiembre.

Fraternidad, base del Congreso Eucarístico

Por su parte, Juan Carlos Garzón, secretario general del Congreso Eucarístico, ha relacionado el tema de este encuentro con la encíclica “Fratelli Tutti”, pues esta “coincide con el significado eclesial de la Eucaristía, fuente de comunión para quien la celebra, con su misión de hacer visible en las heridas del mundo la obra sanadora de Cristo”.

El padre Garzón ha analizado el Documento Base del Congreso Eucarístico, que en su introducción menciona “un sueño de fraternidad”. Una fraternidad, ha dicho el secretario general, que debe brotar “de la experiencia eucarística” y tender “hacia ella como a su fin”.

Las tres partes del Documento Base exploran tres perspectivas del tema principal: la fraternidad herida, la fraternidad realizada en Cristo y la fraternidad como sanación del mundo.

El secretario general ha indicado, basándose en el documento mencionado, que “la Eucaristía es la curación de nuestro amor” y gracias a ella nace un “nosotros” orientado “al servicio mutuo en el prójimo real y visible, es decir, el amor eucarístico se desborda para sanar las heridas del mundo”.

Historia y actualidad del Congreso Eucarístico

En la última intervención de la rueda de prensa, el presidente del Comité Pontificio, Conrado Maggioni, ha destacado la historia de los Congresos Internacionales, desde el primero celebrado en Lille en 1881 hasta la actualidad. Ha observado que los diversos encuentros en sitios tan variados, como Quebec, Manila, Buenos Aires, Nairobi o Seúl, “marcaron ‘eucarísticamente’ el camino de la Iglesia en estos países en sus respectivos continentes”.

En esta ocasión, ha expresado Maggioni, el Congreso Eucarístico de Quito es “un llamamiento decisivo a la ‘fraternidad’ vista como un don del Cielo y, al mismo tiempo, como un compromiso humano para convertir las relaciones inimitables en vínculos fraternos, dentro de los afanes del presente”.

El presidente del Comité Pontificio ha afirmado que “el Congreso Eucarístico se ha convertido en una oportunidad para expresar la Iglesia de la Eucaristía, a la luz del Concilio Vaticano II y de la reforma litúrgica resultante”. De esta forma, se promueve “el vínculo inseparable entre la Misa y el culto eucarístico fuera de ella, prestando atención a la experiencia vivida”.

La Eucaristía, en el centro de la misión de la Iglesia

Para Conrado Maggioni, el hecho de que el Congreso Eucarístico sea internacional permite “reavivar la conciencia de que la presencia de Cristo entre nosotros y a través de nosotros es el corazón de la Iglesia y de su misión”. La reunión para celebrar a Cristo sacramentado permite “centrarse en la única levadura capaz de fermentar verdaderamente la historia humana convirtiéndola en masa nueva para el Reino de los Cielos”.

Maggioni ha finalizado su intervención en la rueda de prensa afirmando que “la internacionalidad del Congreso manifiesta la universalidad del misterio eucarístico que conforma cada bautizado, en su estado de vida, así como cada familia cristiana, comunidad religiosa, parroquia y diócesis”.

Logo del 53º Congreso Eucarístico Internacional, que se celebrará en Quito, Ecuador. (Foto CNS / Cortesía Arquidiócesis de Quito)
Cine

«El Primado de Polonia», una película sobre el cardenal que abrió el camino a san Juan Pablo II

A Contracorriente Films estrena en cines el 24 de mayo “El primado de Polonia”, una película que narra la historia del cardenal Stefan Wyszynski (1901-1981), figura clave en Polonia durante el periodo de la II Guerra Mundial y la Guerra Fría.

Loreto Rios·20 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

La película “El Primado de Polonia”, dirigida por el director polaco Michal Kondrat (“La divina misericordia”, “Dos coronas”), está protagonizada por Slawomie Grzymkowski (“Alarm”, “Víctima de guerra”), Adam Ferency (“Cold War”, “Pornografía”), Marcin Tronski (“Y los violines dejaron de sonar”) y Katarsyna Zawadzka (“Bod obnovy”), y se centra en la vida del cardenal Wyszynski después de haber pasado tres años encarcelado por los comunistas, cuando tuvo que iniciar una lucha por la libertad religiosa.

Este cardenal beato, ordenado sacerdote en 1924, sufrió la persecución religiosa de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, época en que además fue capellán del hospital de los insurgentes de la Armada Nacional Polaca. Tras la guerra, fue ordenado obispo y se le concedió el título de “Primado de Polonia”.

Sin embargo, el fin de la guerra no devolvió la paz a la Iglesia en Polonia, sino que la persecución continuó por parte del partido comunista. El cardenal Wyszynski fue encarcelado en 1953, y, posteriormente, puesto bajo arresto domiciliario.

El film se centra precisamente en esta etapa de la vida del protagonista, con un comienzo estremecedor: la brutal tortura del partido comunista al obispo polaco Antoni Baraniak, quien tuvo una estrecha relación tanto con el cardenal Wyszynski como con el futuro Juan Pablo II.

Cartel de la película

Sin embargo, el desarrollo de la película no se detiene en estos episodios violentos, sino en las tensas relaciones entre Wyszynski y el gobierno, que busca que el Primado use su influencia para que el pueblo polaco vote en las elecciones. Mientras tanto, el cardenal es objeto de una vigilancia constante. Espiado mediante micrófonos en su lugar de residencia, los tentáculos del partido llegan hasta a sus colaboradores más cercanos, con lo que necesitará toda su pericia e inteligencia para llevar adelante las relaciones con el gobierno, sin dejar que el partido se infiltre en la Iglesia, pero buscando al mismo tiempo un equilibrio para que el pueblo polaco no sufra represiones ni se vea limitada la libertad religiosa.

De telón de fondo, asistimos al progreso de un joven Karol Wojtyla hasta su elección como Papa, las violentas represiones a las manifestaciones de los trabajadores contra el gobierno comunista en Gdansk y Gdynia y la celebración de los mil años del bautismo de Polonia, aniversario que el gobierno pretende eclipsar mediante unos actos paralelos de carácter político y ateo.

El desarrollo de la historia mantiene el interés en todo momento, con un actor protagonista que aborda su papel con sobriedad y excelencia.

Wyszynski fue beatificado recientemente, el 12 de septiembre de 2021. Aunque por razones lógicas ha sido eclipsado por la figura de san Juan Pablo II, esta película es un magnífico homenaje a su importante legado. De hecho, Juan Pablo II se dirigió a él, tras ser elegido Papa, con estas palabras: “No habría ningún Papa polaco […] si no fuera por tu fe, que no retrocedió ante la prisión y el sufrimiento”.

Tráiler de la película «El Primado de Polonia»
Vaticano

Papa en Pentecostés: “No nos rendimos, hablamos de paz y de perdón”

En la Misa de la solemnidad de Pentecostés, celebrada por el Papa Francisco en la Basílica de San Pedro esta mañana, el Santo Padre se ha referido a la acción del Espíritu Santo en nuestras almas y al anuncio del Evangelio con audacia. Además, ha subrayado que “nos rendimos al Espíritu, pero no a las fuerzas del mundo, y hablamos de paz, de perdón, de acogida, de vida”.  

Francisco Otamendi·19 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

“En el relato de Pentecostés, los Hechos de los Apóstoles nos muestran dos ámbitos de la acción del Espíritu Santo en la Iglesia, en nosotros y en la misión. Con dos características, la fuerza y la amabilidad. La acción del Espíritu en nosotros es fuerte, como lo simbolizan los signos del viento y el fuego, que a menudo en la Biblia se relacionan con el poder de Dios”. 

Así ha comenzado el Papa la homilía en la Celebración eucarística del Domingo de Pentecostés en San Pedro, en la que a menudo ha dejado el texto oficial y ha hablado con el corazón.

Sin la fuerza del Espíritu Santo, ha proseguido, “nosotros nunca podremos derrotar el mal, ni vencer los deseos de la carne, de los que habla san Pablo. Sin esta fuerza, no lo lograremos, La impureza, la idolatría, las envidias, con el Espíritu se pueden vencer. Él nos da la fuerza para hacerlo, porque entra en nuestro corazón, árido, duro y frío, que arruina nuestras relaciones con los demás y divide nuestras comunidades. Y Él entra en este corazón y sana todo. Nos lo ha mostrado Jesús, cuando movido por el Espíritu se retiró durante cuarenta días al desierto para ser tentado, y en ese momento también su humanidad crecía, se fortalecía y se preparaba la misión”.

“Al mismo tiempo, el actuar del Paráclito en nosotros es amable, es fuerte y es gentil. El viento y el fuego no destruyen ni incineran lo que tocan. El primero suena en la casa donde se encuentran los discípulos, y el fuego se posa suavemente en forma de llamas sobre la cabeza de cada uno”. 

“Esta delicadeza en un rasgo del actuar de Dios, que encontramos tantas veces en la Biblia”, y que “cultiva delicadamente las pequeñas plantas de las virtudes, las riega, las protege con amor, para que crezcan y se fortifiquen”, y “nosotros podemos gustar, tras el esfuerzo de la lucha contra el mal, la dulzura de la misericordia y de la comunión con Dios”. El Espíritu nos da la fuerza para empujar, y también es delicado, ha sintetizado el Santo Padre.

“Enviados a anunciar el Evangelio, con audacia”

Luego, el Pontífice ha manifestado: “El Paráclito nos unge, está con nosotros, actúa transformando sus corazones (se refiere a los discípulos), y les infunde una audacia que les impulsa a transmitir a los demás su experiencia de Jesús y la esperanza que les anima. como testimonian Pedro y Juan ante el Sanedrín: ‘Nosotros no podemos callar lo que hemos visto y oído’. Esto vale también para nosotros, que hemos recibido el don del Espíritu Santo en el Bautismo y en la Confirmación”.

“Desde el cenáculo de esta Basílica somos enviados a anunciar el Evangelio a todos, yendo cada vez más lejos, no sólo en sentido geográfico, sino más allá de las barreras étnicas y religiosas, para una misión verdaderamente universal, y gracias al Espíritu podemos y debemos hacerlo con la misma fuerza y la misma amabilidad. No con prepotencia y con imposiciones. El cristiano no es prepotente, su fuerza es otra, es la del Espíritu”.

“Seguimos hablando de paz, de perdón, de acogida, de vida”

“Por eso, no nos rendimos”, ha añadido luego, en lo que ha parecido un apartado importante de su mensaje en esta fiesta de Pentecostés. “Nos rendimos al Espíritu, pero no a las fuerzas del mundo. Seguimos hablando de paz a quien quiere la guerra, de perdón a quien siembra venganza, de acogida y solidaridad a quien cierra las puertas y levanta barreras, de vida a quien elige la muerte, de respeto a quien le gusta humillar, insultar y descartar, de fidelidad a quien rechaza todo vínculo y confunde la libertad con un individualismo superficial, opaco y vacío”.

Acoger a todos, esperanza, concede la paz

“Todo ello sin dejarnos atemorizar por las dificultades, por las burlas, ni por las oposiciones que hoy como ayer no faltan nunca en la vida apostólica”. Y del modo que lo hacemos con esta fuerza, “nuestro anuncio debe ser gentil”, ha subrayado, “para acoger a todos, todos, todos, todos. no olvidemos la parábola de los invitados a la fiesta que no quisieron ir. Vayan al cruce de las calles y traigan a todos, todos, todos. Buenos y malos. Todos. El Espíritu nos da la fuerza para ir adelante y llamar a todos, con esa amabilidad. Él nos da la gentileza de acoger a todos”.

Al concluir, el Papa ha señalado que “tenemos mucha necesidad de esperanza. No es optimismo, es otra cosa. Necesitamos esperanza. Necesitamos elevar los ojos hacia horizontes de paz, de fraternidad, de justicia y de solidaridad. Esto a menudo no resulta fácil. Pero sabemos que no estamos solos. Sabemos que con la ayuda del Espíritu Santo, con sus dones, juntos podemos hacer más transitable” este camino.

“Renovemos, hermanas y hermanos, nuestra fe en la presencia junto a nosotros del Consolador, y sigamos rezando: ‘Ven, Espíritu creador, ilumina nuestras mentes, llena de tu gracia nuestros corazones, guía nuestros pasos, concede a nuestro mundo tu paz. Amén”.

Regina coeli: leer y meditar el Evangelio

Más tarde, desde la ventana del Palacio apostólico, el Papa Francisco ha rezado el Regina coeli con los peregrinos y romanos congregados en la Plaza de San Pedro, en un día lluvioso. El Santo Padre les ha animado, como ya ha efectuado en otras ocasiones, a fijarse en las “palabras que expresan los sentimientos maravillosos del amor eterno de Dios”. 

La Palabra de Dios, inspirada por el Espíritu, nos alienta cada día, y por eso ha invitado a” leer y meditar el Evangelio a diario”, llevándolo en el bolsillo, La Palabra de Dios  “acalla la palabrería”, ha subrayado, animando también a la oración de adoración en silencio. «Que María nos haga dóciles a la voz del Espíritu Santo”.

Tras el rezo de la oración mariana, Francisco ha recordado en esta solemnidad de Pentecostés  que “el Espíritu Santo crea la armonía a partir de realidades diferentes, “armonía en los corazones, en las familias, en la sociedad, en el mundo entero”, y ha rezado para que crezca “la comunión y la fraternidad”, y se ponga fin a las guerras en Tierra Santa, Palestina, Israel y en tantos lugares. 

También ha agradecido la acogida de los veroneses en su visita de ayer a Verona (Italia), en especial a la directora de la prisión, y ha recordado a los peregrinos de Timor Oriental, “que iré a visitar pronto”, a los de Letonia y de Uruguay, y a la comunidad paraguaya de Roma, entre otros grupos.

El autorFrancisco Otamendi

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Kolumban Reichlin, capellán de la Guardia Suiza: «Cada día de su vida, el servicio al Santo Padre tiene prioridad para el guardia suizo»

El benedictino Kolumban Reichlin es, desde 2021, el capellán del cuerpo de Guardias Suizos que defiende y protege al Papa.

Hernan Sergio Mora·19 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Cada 6 de mayo, en el patio de ‘San Damaso’ del Vaticano, resuena el juramento de los nuevos reclutas de la Guardia Suiza. Se trata del ejército más pequeño del mundo, fundado en 1506 por el Papa Julio II, y encargado de la vigilancia, seguridad y protección del Pontífice en el interior del Palacio Apostólico, durante sus viajes y servicios de honor y en las audiencias y recepciones.

34 nuevos guardias juraron lealtad al Papa el pasado 6 de mayo, en el aniversario del saqueo de Roma de 1527 (Sacco di Roma), cuando la mayoría de los miembros de este cuerpo murió defendiendo al Papa Clemente VII de los lansquenetes del ejército de Carlos V de Habsburgo.

Audiencia de los nuevos reclutas de la GuardiaSuiza con el Papa el 6 de mayo de 2024. (CNS photo/Vatican Media)

Una emotiva ceremonia en la que el capellán de la Guardia Suiza, el benedictino Kolumban Reichlin, nombrado por el Papa Francisco el 1 de septiembre de 2021, leyó íntegramente el juramento:

“Juro servir fiel, leal y honorablemente al Sumo Pontífice Francisco y a sus legítimos sucesores, así como dedicarme a ellos con todas mis fuerzas, sacrificando, cuando sea necesario, incluso mi vida por su defensa.

Asumo también estos compromisos respecto del Sagrado Colegio Cardenalicio mientras dure la Sede vacante.

También prometo al Capitán Comandante y a mis demás Superiores respeto, lealtad y obediencia. Lo juro. Que Dios y nuestros Santos Patronos me asistan”.

Tras la lectura, los nuevos reclutas, llamados uno a uno por su nombre, se adelantan y con la mano izquierda sobre la bandera de la Guardia y la derecha levantada con tres dedos abiertos, como símbolo de la Trinidad, jura: “Yo…, juro observar fielmente, lealmente y honorablemente todo lo que me ha sido leído en este momento. Que Dios o sus santos me asistan”.

El Papa junto al comandante de la Guardia Suiza, Christoph Graf y el capellán, Kolumban Reichlin, el 6 de mayo de 2024 ©CNS photo/Vatican Media

Con motivo de este nuevo aniversario, Omnes ha entrevistado al padre Kolumban Reichlin, quien explicó algunos detalles sobre la espiritualidad de estos soldados.

¿Cuántos guardias suizos hay y cuánto tiempo dura su servicio?

– El objetivo son 135 hombres. Los guardias se comprometen a servir al menos 26 meses, si bien algunos se quedan más tiempo y continúan uno o incluso varios años más.

¿Son casados o tienen que ser solteros?

– Cuando los guardias ingresan en el cuerpo, deben ser solteros. Tras cinco años de servicio, pueden casarse. Actualmente hay 24 guardias casados, que suman 21 hijos.

¿Cómo es la espiritualidad de un guardia suizo?

– Lo que caracteriza a los guardias es, sobre todo, su voluntad de servicio, su sentido de comunidad y su gusto por vivir la vida. Cada día de su vida, el servicio al Santo Padre tiene prioridad sobre sus planes e intereses personales. Y la estrecha convivencia que tienen durante dos años en la amplia familia de la Guardia Suiza, formada por más de cien personas, exige y fomenta grandes habilidades sociales.

Y en todo esto, los guardias son jóvenes que aman la vida, y en esto hay mucho de lo esencial que Jesús enseña en el Evangelio.

¿Qué actividades religiosas hay en la vida cuartel?

– Cada día, en la Capilla de Guardia celebramos la Santa Misa. Los fines de semana, cuatro.

Además, los guardias tienen la oportunidad de participar en la Adoración eucarística dos veces por semana y de rezar juntos el rosario.

Una vez al mes hay una Santa Misa familiar seguida de un aperitivo y un almuerzo juntos. También se celebran los santos patronos de los guardias: san Martín, san Sebastián y san Nicolás de Flüe.

¿Los guardias tienen que ser siempre suizos y católicos?

– Es así. Para ser guardia suizo hay que ser ciudadano suizo, católico y estar familiarizado con la práctica cristiana; esto último debe confirmarlo por escrito el párroco o el jefe de la parroquia en la que vive el candidato a entrar en el cuerpo.

¿Es cierto que algunos han descubierto la vocación religiosa?

– Sí, es un don y una gran alegría que haya vocaciones espirituales que se despierten o se refuercen repetidamente durante su estancia en la Guardia, y que a veces ellos estudien Teología, ingresen en un seminario o se unan a una comunidad religiosa una vez que regresan a Suiza.

¿Cuál es la relación de ellos con el Papa Francisco?

– En las conversaciones con los guardias, siempre percibo una gran estima por el Papa Francisco. Su trato auténtico, creíble y paternal les impresiona y les edifica.

Es como un abuelo para ellos, siempre agradecido, interesado, con una palabra de aliento en los labios.

¿Y qué dicen sus familias?

– En mi opinión, la mayoría de las familias están orgullosas de la decisión de sus hijos y hermanos de servir en la Guardia Suiza y también de su testimonio de dedicación, disciplina y sentido de la responsabilidad a una edad tan temprana.

Cuéntenos algo interesante sobre su experiencia…

– Lo que me fascina de mi servicio como capellán de la Guardia es ver cómo estos jóvenes, al ser desafiados y promovidos durante su servicio y su vida en la Guardia, dan grandes pasos en el desarrollo de su personalidad.

Casi se pueden ver los brotes crecer y empezar a florecer. Es un privilegio ver cómo la vida se desarrolla, crece y madura y, como capellán, poder acompañar, animar y promover este proceso humana y espiritualmente como una comadrona, por así decir.

El autorHernan Sergio Mora

Vaticano

El Papa Francisco viaja a Verona para hablar sobre la paz

El Papa Francisco ha viajado a Verona, donde ha pronunciado varios discursos en los que ha hablado sobre la paz.

Paloma López Campos·18 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco ha viajado a Verona para mantener varios encuentros en la ciudad italiana. En su breve visita, que ha durado aproximadamente diez horas, ha pronunciado diversos discursos, centrados en la paz.

En un primer encuentro con sacerdotes y consagrados, el Pontífice ha profundizado en dos aspectos, la llamada y la misión. Respecto a la llamada, Francisco ha resaltado que “en el origen de la vida cristiana está la experiencia del encuentro con el Señor, que no depende de nuestros méritos ni de nuestro compromiso, sino del amor con el que Él viene a buscarnos”.

Es importante, ha indicado el Papa, observar que “en el origen de la vida consagrada y de la vida sacerdotal no estamos nosotros, nuestros dones o algún mérito especial, sino que está la sorprendente llamada del Señor, su mirada misericordiosa que se ha inclinado sobre nosotros y nos ha elegido”.

Llamada y misión

Por eso, el Santo Padre ha dicho que la llamada del Señor “es pura gracia, pura gratuidad, un don inesperado que abre nuestro corazón al asombro ante la condescendencia de Dios”. Ante esta llamada, ha insistido, hay que conservar la actitud de sorpresa, pues ese es “el primer fundamento: acoger la llamada recibida, acoger el don con que Dios nos ha sorprendido. Si perdemos esta conciencia y esta memoria, corremos el riesgo de ponernos en el centro en lugar del Señor”.

El Papa ha asegurado entonces que “si recordamos esto, que Él me ha elegido, incluso cuando sintamos el peso del cansancio y la decepción, permanecemos serenos y confiados, seguros de que Él no nos dejará con las manos vacías”.

Tras la llamada viene la misión, como ha explicado el Pontífice. Una misión que el Papa anima a que sea audaz y creativa, que sepa “leer los signos de los tiempos y responder a las necesidades”.

El Papa se dirige a sacerdotes y jóvenes

Una de esas necesidades es el perdón, ha dicho Francisco. En esta línea, ha aconsejado a los sacerdotes “a perdonarlo todo” y a evitar que el sacramento de la Penitencia sea “una sesión de tortura”. “La Iglesia necesita perdón”, ha afirmado el Santo Padre. “Debemos llevar la caricia de la misericordia de Dios especialmente a los que tienen sed de esperanza, a los que se ven obligados a vivir al margen, heridos por la vida o por algún error cometido, o por las injusticias de la sociedad”.

El Papa Francisco ha finalizado su discurso a sacerdotes y consagrados agradeciendo su entrega generosa y animándoles a ser valientes para llevar el amor de Dios a todo el mundo y a vivir “una santidad capaz”.

Más tarde, en un encuentro con niños y jóvenes durante el cual los presentes le han dirigido varias preguntas al Santo Padre, Francisco ha pedido a los pequeños que sean “signos de paz” en el mundo, en el día a día y les ha aconsejado que no tengan miedo “a ir contracorriente” para hacer el bien.

El Papa Francisco clama por la paz

A continuación, el Papa ha presidido el encuentro “Arena de Paz. La Justicia y la Paz se besarán”. Allí también ha respondido varias preguntas de los asistentes. En sus respuestas, el Pontífice ha insistido en la importancia de saber crear una comunidad, evitando el individualismo, pues “nadie existe sin los demás, nadie puede hacerlo todo solo”.

En la misma línea, Francisco ha afirmado que “debemos invertir en los jóvenes, en su educación, para transmitir el mensaje de que el camino hacia el futuro no puede pasar solo por los esfuerzos de un individuo, por muy bienintencionado y preparado que esté, sino que pasa por la acción de un pueblo, en el que cada uno desempeña su papel, cada uno según sus tareas y según sus capacidades”.

El Pontífice también ha querido señalar a la cultura de la indiferencia y ha solicitado a los presentes que luchen contra ella. “Somos maestros en lavarnos las manos”, ha dicho de forma contundente Francisco. Para cambiarlo, el Papa ha aconsejado “caminar con los pequeños del mundo”, con los niños, con los ancianos, con los débiles, para escuchar su dolor y compartirlo.

Por otro lado, el obispo de Roma ha explicado que “la paz hay que cultivarla, y hoy en el mundo existe este grave pecado: ¡no cuidar la paz! El mundo corre, es necesario a veces saber frenar la carrera y no dejarnos desbordar por las actividades y dejar espacio en nosotros a la acción de Dios, a la acción de nuestros hermanos, a la acción de la sociedad que busca el bien común”.

El Espíritu Santo, creador de paz

El Papa ha finalizado sus intervenciones en este encuentro centrando la mirada en las mujeres, necesarias “para encontrar la paz”. Además, para estimular el esfuerzo por lograr la armonía, ha dicho que “la paz se hace con los pies, las manos y los ojos de los pueblos implicados, todos juntos”.

La visita del Pontífice a Verona ha terminado con la celebración de Pentecostés. Durante la Misa, el Papa ha señalado la importancia del Espíritu Santo como protagonista de nuestras vidas. “El Espíritu es, ante todo, el que cambia nuestras vidas”, ha dicho Francisco.

Él es quien “nos da valor para vivir cristianamente”, ha indicado. Es “el que nos salva del peligro de hacernos a todos iguales” y, al mismo tiempo, genera la “armonía” en la Iglesia.

Evangelización

Cinco años de la beatificación de Guadalupe Ortiz de Landázuri

El 18 de mayo de 2019 miles de personas acudieron a la beatificación de Guadalupe Ortiz de Landázuri, catedrática, numeraria del Opus Dei y, desde 2024, patrona del Colegio Oficial de Químicos de Madrid.

Paloma López Campos·18 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

El 18 de mayo de 2019 miles de personas acudieron al Palacio Vistalegre Arena en Madrid. Eran las nueve de la mañana, pero sonrisas alegres y voces emocionadas rodeaban aquel recinto en Carabanchel con un solo motivo: la beatificación de Guadalupe Ortiz de Landázuri.

Guadalupe Ortiz de Landázuri (Oficina de la Causa de los Santos. Prelatura del Opus Dei)

Doctora en Químicas, catedrática de maestría industrial y numeraria del Opus Dei, Guadalupe destaca, en palabras del Papa Francisco, por ser un ejemplo de “santidad de la normalidad”. 44 años después de su muerte, ciudadanos de Singapur, México, Estados Unidos, Nigeria y otros países viajaron hasta Madrid para celebrar el gran paso en la causa de canonización de esta mujer.

¿Qué había en Guadalupe para reunir a tantas personas en un solo lugar? No es solo que fuera la primera laica beatificada perteneciente al Opus Dei. Para José Carlos Martín de la Hoz, postulador diocesano de la causa de canonización de la catedrática, una de las razones puede encontrarse en las palabras que dijo sobre ella el Papa Francisco. El Pontífice la definió «como la santa de la alegría, pero un contento con contenido, pues ella buscó siempre amar a Dios y a los demás, y ahí radica la fuente de la paz que repartía a su alrededor”.

Santa de la alegría y de la normalidad

Esa sonrisa de Guadalupe es precisamente la que se veía en todos los carteles de Vistalegre. Quienes acudieron al evento se encontraron con el rostro de una mujer que brilló por su “virtud de la paciencia”, destaca el postulador diocesano.

A Vistalegre fueron quienes en algún momento se han sentido impresionados por aquella “investigadora científica”, “mujer de laboratorio” y “profesora paciente”, una persona “dotada de una gran comprensión para escuchar y orientar a los demás”.

Y si bien no hay duda de que Guadalupe Ortiz de Landázuri es importante para quienes están cerca del Opus Dei, su vida también tiene algo que decir a todos los católicos. Como indica el postulador de la causa de canonización, “estamos atravesando una etapa compleja en la historia de la civilización occidental, pues estamos al final de una etapa y al comienzo de otra. La nueva cultura de la globalización que está brotando será cristiana y, por tanto, acorde con la dignidad de la persona humana, si los cristianos seguimos los ejemplos de vida y de entusiasmo de los santos”.

Guadalupe Ortiz de Landázuri y el Opus Dei

Ejemplos como el de Guadalupe, a quien san Josemaría Escrivá invitó a viajar hasta México para impulsar la labor del Opus Dei y compartir la fe con quienes se encontrara. Después de liderar varios proyectos en España, el fundador del Opus Dei quiso que trabajara también al otro lado del Atlántico. Y eso hizo. En 1950 viajó a México para abrir la primera residencia de universitarias en el país.

Desde ese momento y durante cinco años, Guadalupe continuó trabajando por las mujeres de México, ayudando a campesinas, a jóvenes y adultas, no solo en el plano espiritual, sino también en el profesional y personal.

En 1956 san Josemaría volvió a requerir su ayuda y, en esta ocasión, la profesora viajó hasta Roma para asumir algunas tareas de gobierno en el Opus Dei. En lo que respecta a la relación de colaboración entre el fundador de la Obra y Guadalupe, José Carlos Martín de la Hoz dice que “san Josemaría trató siempre a Guadalupe con una particular confianza, pues fue una de las primeras mujeres que le siguieron al terminar la guerra civil española y, como era una mujer profesional y madura, pudo apoyarse en ella”.

Guadalupe Ortiz de Landázuri era muy consciente de su vocación al Opus Dei. Su compromiso con la labor se unía, como explica el postulador diocesano, con “el mandato de la caridad”. Por ello, Martín de la Hoz cree que “indudablemente pasará a la historia como una mujer que sabía estar pendiente en los detalles con todas las personas con las que se cruzaba, y eso es hacer el Opus Dei: amar a Dios y a los demás en medio del mundo”.

En medio del mundo

Ese saber estar en medio del mundo es lo que admiraban quienes se acercaron a Vistalegre el 18 de mayo de 2019. Es también la razón por la que el Colegio Oficial de Químicos de Madrid ha nombrado patrona oficial a Guadalupe. Una decisión que el decano, Iñigo Pérez-Baroja, justifica “por su amor a la química, por sus fuertes convenciones cristianas, por su ejemplo de la santidad de la normalidad, por ser la primera expatriada emprendedora de obras sociales, por su capacidad de comunicación y divulgar sus conocimientos científicos”.

Ahí está parte del legado de Guadalupe, que no quería ser mujer de ciencia o mujer de fe. Como santa Teresita, ella lo quería todo: Dios, mundo, contemplación y acción…

Guadalupe Ortiz de Landázuri se dedicó a amar al mundo apasionadamente, respondiendo a aquella invitación de san Josemaría Escrivá. Eso es lo que se celebró en Vistalegre, alegría en la normalidad. Se celebró a una mujer cuyas palabras podría pronunciar cualquier cristiano hoy: “Quiero ser fiel, quiero ser útil y quiero ser santa” (Carta a san Josemaría Escrivá el 1 de febrero de 1954).

Aquel 18 de mayo de 2019, en Vistalegre se celebró la vida de Guadalupe Ortiz de Landázuri, quien “con la alegría que brotaba de su conciencia de hija de Dios (…) puso sus numerosas cualidades humanas y espirituales al servicio de los demás, ayudando de modo especial a otras mujeres y a sus familias necesitadas de educación y desarrollo” (Carta del Papa Francisco al prelado del Opus Dei por la beatificación de Guadalupe).

El Palacio Vistalegre Arena durante la beatificación de Guadalupe Ortiz de Landázuri (Flickr / Prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei
Actualidad

Nuevas normas para el discernimiento de apariciones y fenómenos sobrenaturales

Las normas recogen seis votos diferentes para discernir los casos de apariciones y apuntan que "de forma habitual, no cabe esperar un reconocimiento positivo por parte de la autoridad eclesiástica sobre el origen divino de presuntos fenómenos sobrenaturales".

Hernan Sergio Mora·17 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

El Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha presentado las normas de la Iglesia para discernir la veracidad o no de supuestos fenómenos sobrenaturales, subrayando la gran riqueza de muchos de estos fenómenos y las cuestiones críticas de otros, pudiendo así a la Iglesia actuar «con toda su solicitud pastoral».

En la presentación, el prefecto del Dicasterio, el cardenal Víctor Fernández, indicó que estas normas del Dicasterio «cuentan con el firme apoyo del Santo Padre» y son «una guía para discernir situaciones que pueden ocurrir fuera de lo ordinario en la comunidad cristiana».

Al presentar el tema en la Sala de Prensa de la Santa Sede, el cardenal Fernández relató algunos casos que conoció personalmente, incluso divertidos y que eran «particularmente solucionables», por lo que en estos «no se procede ulteriormente». Sin olvidar que “los fieles nunca están obligados a creer en estos fenómenos”, puesto que la revelación ya se completó en las Sagradas Escrituras.

Es decir, el discernimiento no se orientará «hacia una declaración del carácter sobrenatural del acontecimiento sino hacia una declaración prudencial» a menos que el Papa considere lo contrario, con seis conclusiones posibles, que llevarán así a la Iglesia a dar respuestas en tiempos breves.

El documento subraya que «muchas veces estos acontecimientos han provocado una gran riqueza de frutos espirituales, de crecimiento en la fe, de devoción y de fraternidad y servicio, y en algunos casos han dado lugar a diversos Santuarios esparcidos por el mundo que hoy forman parte del corazón de la piedad popular de muchos pueblos».

“Las Reglas para proceder en el discernimiento de supuestos fenómenos sobrenaturales que ahora presentamos -indicó el prefecto del Dicasterio – no pretenden necesariamente ser un control ni, menos aún, un intento de apagar el Espíritu”. En efecto, «en los casos más positivos, de acontecimientos de presunto origen sobrenatural, se anima al obispo diocesano a apreciar el valor pastoral y también a promover la difusión de esta propuesta espiritual».

Sin ignorar que «en algunos casos de eventos de supuesto origen sobrenatural se detectan cuestiones críticas muy graves», siendo utilizados para «obtener lucro, poder, fama, notoriedad social, interés personal».

Las normas que se aplicaban hasta hoy -explica la introducción del documento- fueron aprobadas por san Pablo VI en 1978, con revisiones en 2019, y con la necesidad de una revisión global en 2023, llevando a la aprobación de los obispos y cardenales del Dicasterio en abril de 2024, y la aprobación del papa Francisco el 4 de mayo pasado, y entran en vigor el 19 de mayo de 2024 en la solemnidad de Pentecostés.

Si antes intervenía el Dicasterio «se pedía al obispo que ni siquiera lo nombrara», hoy en cambio «el Dicasterio demuestra públicamente su implicación y acompaña al obispo en la determinación final».

Hoy, una declaración de «sobrenaturalidad», como podría ocurrir normalmente, es «sustituida por un Nihil obstat, que autoriza una acción pastoral positiva, o por otra determinación adecuada a la situación concreta». Esto también se debe a que «declarar el carácter sobrenatural de un evento para muchas personas los videntes se transformaban en ‘santos'».

Por otra parte, tal como prevén las nuevas Normas, la posibilidad de una declaración de «no sobrenaturalidad» permanece inalterada, sólo cuando aparecen signos objetivos y claramente indicativos de manipulación subyacente al fenómeno, por ejemplo, cuando un supuesto vidente declara haber mentido, o cuando la evidencia indique que la sangre de un crucifijo pertenece al presunto vidente, etc.

Los diversos tipos de votos

El discernimiento de los supuestos fenómenos sobrenaturales puede llevar a las siguientes conclusiones:

1- Nihil obstat — Aunque no se expresa ninguna certeza sobre la autenticidad sobrenatural del fenómeno, se reconocen numerosos signos de una acción del Espíritu Santo «en medio»… Por este motivo se anima al obispo diocesano a apreciar y el valor pastoral y a promover la difusión de esta propuesta espiritual, también a través de posibles peregrinaciones a un lugar sagrado.

2- Prae oculis habeatur — Aunque se reconocen importantes signos positivos, también se advierten algunos elementos de confusión… Si hubiera escritos o mensajes, podría ser necesaria una aclaración doctrinal.

Estas dos primeras conclusiones son suficientes para que los fieles confíen

3- Curatur – Se detectan varios o significativos elementos críticos, pero al mismo tiempo ya hay una amplia difusión del fenómeno y la presencia de frutos espirituales relacionados y verificables con él. En este sentido, no se recomienda una prohibición que pueda perturbar al Pueblo de Dios. En estos casos, se insta al Obispo diocesano a no fomentar este fenómeno.

4- Submandato – Los problemas críticos detectados no están vinculados al fenómeno en sí, lleno de elementos positivos, sino a una persona, una familia o un grupo de personas…

En estos casos, la guía pastoral del lugar específico donde se verifica el fenómeno, se confía al obispo diocesano o a otra persona delegada por la Santa Sede, quien, cuando no pueda intervenir directamente, intentará llegar a un acuerdo razonable.

5- Prohibetur et obstruatur – «A pesar de la presencia de peticiones legítimas y de algunos elementos positivos, las cuestiones críticas y los riesgos parecen graves», entonces «el Dicasterio pide al obispo diocesano que declare públicamente que no se permite la participación en este fenómeno».

6- Declaración de no sobrenaturalidad. En este caso, el obispo diocesano está autorizado por el Dicasterio a declarar que el fenómeno no es reconocido como sobrenatural.

Ni el obispo diocesano, ni las Conferencias Episcopales, ni el Dicasterio, por regla general, declararán que estos fenómenos sean de origen sobrenatural. Y en el caso de que el Dicasterio conceda un Nihil obstat, tales fenómenos no se convierten en objeto de fe. A no ser que el Santo Padre quiera autorizar un procedimiento al respecto.

Procedimientos a seguir

En primer lugar, “corresponde al Obispo diocesano, en diálogo con la Conferencia Episcopal nacional, examinar los casos de presuntos fenómenos sobrenaturales ocurridos en su territorio y formular el juicio final sobre ellos, que se someterá a la aprobación del Dicasterio”.

Luego, «en el caso de que los elementos recogidos parezcan suficientes, el obispo diocesano decida se iniciar una fase de evaluación del fenómeno, para proponer al Dicasterio un juicio definitivo en su Votum«.

Además, se debe constituir una «comisión de investigación» entre cuyos miembros figura al menos un teólogo, un canonista y un perito, elegidos en función de la naturaleza del fenómeno» y que «también se nombra un notario encargado de asistir a las reuniones y levantar actas de los interrogatorios».

Y si existen «videos, audios, fotografías» difundidos por los medios de comunicación, que tengan como autor a una persona involucrada en el supuesto fenómeno, dicho material deberá ser sometido a un cuidadoso examen por parte de expertos», así como someter los «hallazgos a un laboratorio de carácter orgánico relacionado con el acontecimiento extraordinario».

Entre los criterios negativos se encuentran los errores doctrinales, percepción subjetiva del fenómeno; un espíritu sectario que genera división en el tejido eclesial; evidente búsqueda de lucro, poder, fama, notoriedad social; actos gravemente inmorales, pero también «alteraciones psíquicas o tendencias psicopáticas del sujeto, que hayan podido influir en el supuesto hecho sobrenatural, o psicosis, histeria colectiva u otros elementos imputables a un horizonte patológico».

Luego el Obispo diocesano, con la ayuda del Delegado, elaborará un informe sobre el supuesto fenómeno. Y “teniendo en cuenta todos los hechos del caso, tanto positivos como negativos, elaborar un Votum”.

Cualquiera que sea la determinación aprobada, el obispo diocesano tiene el deber de seguir vigilando el fenómeno y a las personas involucradas, ejerciendo específicamente su potestad ordinaria.

En cambio, en el caso de que los supuestos fenómenos sobrenaturales puedan atribuirse con certeza a una intención deliberada de mistificar, el obispo diocesano aplicará la legislación penal canónica vigente caso por caso. Esto no significa que el Dicasterio para la Doctrina de la Fe no tenga derecho a intervenir motu proprio, en cualquier momento y estado del discernimiento, en relación con los supuestos fenómenos sobrenaturales.

Algunos casos concretos

Sobre algunos hechos, como lo ocurrido en Medjugorje, el cardenal Fernández indicó que «con estas normas es más fácil llegar a una conclusión prudencial».

Consideró también que el crecimiento de la devoción por un acontecimiento no depende de una declaración de sobrenaturalidad.

Respecto a las ‘apariciones’ en la localidad de Trevignano, en la provincia de Roma, indicó que el obispo, animado por el Dicasterio, declaró la ‘no sobrenaturalidad’. Y si esta gente quiere continuar «no tenemos policía, no podemos prohibirles que pidan dinero en un terreno que no es nuestro». Entretanto para llegar a la excomunión – precisó – es necesario el cisma.

El autorHernan Sergio Mora

Estados Unidos

Cristo recorre Estados Unidos: comienza la Peregrinación Eucarística

Joel Stepanek, uno de los organizadores de la Peregrinación Eucarística en Estados Unidos, habla sobre este gran evento que forma parte del Renacimiento Eucarístico.

Paloma López Campos·17 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos
Joel Stepanek, vicepresidente de programación y administración del Congreso Eucarístico

Comienza la Peregrinación Eucarística Nacional en Estados Unidos. Del 17 de mayo al 16 de julio miles de católicos saldrán a las calles del país a lo largo de las cuatro rutas establecidas, con el fin de preparar el Congreso Eucarístico.

Joel Stepanek es el vicepresidente de programación y administración del evento. Su trabajo es coordinar a todos los equipos movilizados para este gran evento en el país. Casado y padre de tres hijos, durante mucho tiempo ha colaborado en la evangelización con jóvenes.

Como deja ver en esta entrevista, para él, esta Peregrinación Eucarística es una gran oportunidad para los católicos estadounidenses, un evento histórico en el que han invertido muchos recursos y esfuerzos para promover el Renacimiento Eucarístico.

¿Cuál es el origen de esta Peregrinación Eucarística y por qué cree que es importante que se celebre antes del Congreso Nacional Eucarístico ?

– La Peregrinación Eucarística Nacional surgió durante las reuniones de planificación del Congreso. Pensamos que sería maravilloso peregrinar con el Santísimo Sacramento a Indianápolis en las semanas previas a ese momento del Renacimiento Eucarístico. Sabiendo que miles de católicos estarían en Indianápolis, también hay muchos que no podrán estar allí y esta Peregrinación permite que esas personas tengan una participación significativa en el Congreso.

Hay muchas diócesis locales que están planeando eventos que permitan a mucha más gente ser parte de este proyecto que el Espíritu Santo está haciendo en los Estados Unidos. Y la razón principal de la Peregrinación es rezar. Tenemos cuatro rutas con nuestro Señor y vamos a utilizar ese tiempo para rezar por nuestro país.

Las cuatro rutas tienen títulos diferentes: María, Elizabeth Ann Seton, Juan Diego y Junípero Serra. ¿Por qué eligieron esos nombres?

– Los tres santos están cerca de los puntos de origen de esas rutas. Tenían sentido como patronos de las rutas que parten de cada región por la conexión que guardan con ellos. Por su parte, la Ruta Mariana, pasa por Champion, Wisconsin, que es la única aparición de Nuestra Madre Santísima en Estados Unidos.

Peregrinación Eucarística rutas
Las cuatro rutas de la Peregrinación Eucarística Nacional (OSV News illustration / courtesy National Eucharistic Congress)

¿Cómo es el proceso para coordinar a tanta gente en un acontecimiento tan importante?

– Nuestro maravilloso equipo ha trabajado con las parroquias y diócesis locales para ayudarles a organizar estos actos. En realidad, nosotros llevamos a los peregrinos y el Santísimo Sacramento, pero son las parroquias y diócesis locales las que organizan los actos. Así que la Peregrinación Nacional Eucarística ha sido un catalizador para que las diócesis y las parroquias organicen sus propios actos eucarísticos.

En realidad, gran parte del trabajo ha consistido en unir los puntos. Estamos entusiasmados por recorrer esos lugares y celebrar la Eucaristía con tanta gente. La gente se reunirá para rezar, servir y dar culto a Cristo en sus propias zonas.

¿Ha aprendido algo nuevo sobre la vida parroquial o diocesana al trabajar con ellos en este proyecto?

– Me he sentido muy bendecido por lo entusiasmada que está la gente con esto. Creo que a veces en la Iglesia de Estados Unidos puede existir la idea de que las diócesis son demasiado burocráticas, que las parroquias locales pueden se ocupan más del mantenimiento que de la misión.

Sin embargo, allí donde hemos ido han dado realmente un paso adelante hacia algo nuevo y evangelizador.Me ha edificado mucho la voluntad de las personas en los lugares a los que hemos ido, no sólo quieren hacer algo por su gente, sino que están entusiasmados con ello.

Tendrán lugar procesiones con el Santísimo Sacramento, ¿qué medidas tomarán para que Cristo Sacramentado sea custodiado y respetado durante la Peregrinación Eucarística?

– Cada recorrido tendrá consigo dos capellanes, muchas veces son sacerdotes, en un par de momentos habrá diáconos. Así que los ministros ordinarios de la Eucaristía serán siempre los responsables de la procesión con el Santísimo Sacramento.

Los sacerdotes capellanes y los diáconos capellanes tienen instrucciones específicas sobre cómo se deposita el Santísimo Sacramento al final del día, así como precauciones de emergencia. Si algo sucediera en el transcurso de la peregrinación, desde mal tiempo hasta el bloqueo de una carretera por una protesta, hemos pensado en ello y lo hemos previsto.

¿Pueden participar en la Peregrinación Eucarística las personas con movilidad reducida o que, por diversos motivos, no puedan realizar el recorrido completo?

– Pueden hacerlo, y por eso creo que el trabajo de las parroquias y diócesis locales ha sido tan decisivo. Gran parte de lo que haremos con la peregrinación, en cuanto a actos públicos, no implica necesariamente caminar.

Ciertamente, habrá procesiones en las ciudades y la gente podrá unirse en varios puntos de la ruta para caminar con los peregrinos. Pero muchas veces, habrá eventos en las parroquias con una exposición eucarística, con noches de oración, servicios de penitencia, etc.

Las personas con problemas de movilidad tendrán muchas oportunidades de participar en cualquiera de estos actos, que forman parte de la Peregrinación Nacional Eucarística.

¿Quiénes son los peregrinos perpetuos y cómo han sido elegidos?

– Los peregrinos perpetuos son un grupo de jóvenes adultos de todo Estados Unidos que solicitaron participar. Son jóvenes de entre 21 y 29 años que querían caminar con el Señor durante ocho semanas. Pasaron por un proceso de entrevistas bastante denso con solicitudes por escrito. Una vez seleccionados, han pasado por un proceso de formación que incluyó un retiro inicial en febrero y sesiones de formación semanales, así como reuniones individuales con nuestro equipo, para prepararse para el desafío físico y espiritual que supondrá esta peregrinación.

Usted está muy implicado en la pastoral juvenil, ¿qué ve en la actitud de los jóvenes en la Iglesia que le dé esperanza?

– Las semillas del Renacimiento están en la Iglesia joven. Los adolescentes y los jóvenes adultos se han sentido atraídos por la Eucaristía. Tienen una fe muy centrada en la Eucaristía, lo cual es bueno. Creo que ha sido hermoso ver cómo crecía la pastoral juvenil y la pastoral de jóvenes adultos en las últimas décadas. Para los jóvenes católicos de Estados Unidos, este momento es especialmente significativo, porque proporciona un momento de unidad dentro de la Iglesia.

Mundo

Concilium Sinense: un siglo de historia y profecía para la Iglesia católica en China

Este año es el 100 aniversario del "Concilium Sinense", primer concilio de la Iglesia católica en China. Con este motivo, la Pontificia Universidad Urbaniana ha organizado el convenio internacional "100 años del Concilium Sinense: entre la historia y el presente".

Giovanni Tridente·17 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El martes 21 de mayo de 2024, la Pontificia Universidad Urbaniana acogerá un congreso internacional titulado «100 años del Concilium Sinense: entre la historia y el presente», en conmemoración del centenario del Primer Concilio de la Iglesia católica en China. Este acontecimiento histórico, que tuvo lugar en la catedral de san Ignacio de Loyola de Shanghái en 1924, marcó un hito en la misión apostólica y en el proceso de desarrollo de la Iglesia local en China, subrayando la importancia de una Iglesia nativa dirigida por obispos y sacerdotes nativos.

Un poco de historia

El evento, del que ha transcurrido ya un siglo, se convocó en el contexto de la carta apostólica «Maximum Illud» del Papa Benedicto XV y nació como un intento de arraigar profundamente la fe cristiana en el tejido social y cultural chino. De hecho, el Papa, cuyo nombre de nacimiento era «Giacomo della Chiesa», en su carta de 1919, instaba a reconocer que la fe en Cristo no era ajena a ninguna nación y que ser cristiano no implicaba someterse a potencias extranjeras. El Concilio de Shanghái se alineó con esta opinión, promoviendo la autonomía eclesiástica china y combatiendo las influencias coloniales en las prácticas eclesiásticas.

Durante el «Concilio Sinense» se tomaron decisiones cruciales para el crecimiento de un clero autóctono. Se animó a obispos y sacerdotes del país asiático a asumir el liderazgo de las comunidades locales, lo que marcó un punto de inflexión decisivo en la historia de la Iglesia católica en China. Las disposiciones conciliares pretendían así contrarrestar la mentalidad colonial y fomentar la formación de una identidad eclesial propia de aquel contexto territorial. Esto incluía también la promoción de sínodos diocesanos, encuentros entre religiosos y laicos, y el apoyo a la creación de asociaciones animadas por laicos.

El congreso del centenario

El congreso internacional organizado por la Urbaniana no será solo una celebración histórica, sino una ocasión para reflexionar sobre la actualidad de aquella experiencia sinodal, anunciaron en una nota los responsables de la Agencia Fides, organismo que junto con la universidad depende directamente del Dicasterio para la Evangelización (Sección para la Primera Evangelización y las Nuevas Iglesias Particulares), y que junto con la Comisión Pastoral para China coordina los trabajos.

Cartel del congreso

El evento contará con la presencia del obispo de Shanghái, Joseph Shen Bin, del cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y del cardenal Luis Antonio G. Tagle, proprefecto del Dicasterio para la Evangelización, que pronunciará el discurso de clausura.

También intervendrán académicos e investigadores chinos, como el profesor Zheng Xiaoyun, presidente del Instituto de Religiones Mundiales de la Academia China de Ciencias Sociales, y el profesor Liu Guopeng, investigador del mismo organismo.

Los trabajos serán introducidos por un videomensaje del Papa Francisco y la proyección del documental «Entre la historia y el presente. 100 años del Concilio de Shanghai».

Entre memoria y profecía

El Concilio de Shanghái, con sus decisiones innovadoras, sigue siendo «una fuente de inspiración para la Iglesia contemporánea», reza el material preparatorio. De hecho, la promoción de un clero local y el desarrollo de la Iglesia local son temas que siguen resonando hoy en día, especialmente en una era de globalización y crecientes tensiones interculturales. La conferencia tratará de extraer lecciones de esa experiencia para afrontar los retos modernos de la evangelización.

Una mirada al futuro, para seguir construyendo, con esperanza y determinación, una Iglesia verdaderamente católica, en el sentido más pleno y universal del término.

El autorGiovanni Tridente

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Ecología integral

Patricia Díez: “El perdón germina en la familia”

Equivocarse es hoy motivo de angustia, dispara los cuadros de ansiedad e incapacita a las personas para aceptarse tal y como son, por lo que es cada vez más importante el perdón como base de las relaciones humanas. Sobre este tema nos habla en esta entrevista la doctora en Psicología Patricia Díez.

Francisco Otamendi·16 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

La falta de relación interpersonal real y el aumento de una relación virtual (más ideal) han favorecido el miedo al error, a la equivocación, a mostrar una imagen de uno mismo que no cumpla con los estándares sociales, y “han aumentado los cuadros de depresión, ansiedad, la necesidad de aprobación, el culto al cuerpo e incluso la incapacidad para ser asertivo por miedo al rechazo”, afirma Patricia Díez Deustua, doctora en Psicología, psicóloga clínica y terapeuta familiar en la Unidad Multidisciplinar de Asistencia a la Familia (UMAF).

Esta profesora de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC) vive en Sant Cugat del Vallés, es madre de familia con doce hijos, y considera, en esta entrevista con Omnes, que en el contexto que cita “vuelve a cobrar importancia el concepto de perdón como base de las relaciones humanas. Pedir perdón y perdonar son formas de amar aplicables a cualquier sociedad”.

¿Qué se necesita para comprender el perdón?

-Entender quién es la persona y cómo se manifiesta. Todas las personas nos manifestamos ante los demás y ante el mundo a tres niveles: un nivel cognitivo, uno afectivo y uno conductual. Es decir, a través de nuestra manera de pensar, de sentir o de comportarnos definimos cómo somos. A eso le llamamos personalidad. Una cosa es quién soy y otra cómo me comporto.

¿Y qué entendemos por ofensa?

-La ofensa hace referencia a un mal moral que es sentido por un sujeto como una transgresión a su persona, comportando cierto grado de malestar en aquel que la padece.

En este sentido, la ofensa puede ser objetiva o subjetiva, porque puede ser fruto de la interpretación que el sujeto realiza sobre unos hechos o podría basarse en sensaciones, por ejemplo. Una persona puede tener intención de ofender a otra y sin embargo no ofenderla porque su plano afectivo no ha sido alterado después de la supuesta ofensa.

Podría ser el caso de un niño pequeño que piensa que por decirle a su madre que no se piensa subir los calcetines podría llegar a ofenderla; o bien la típica situación contraria, en el que un WhatsApp es interpretado como ofensivo cuando no pretendía serlo porque se ha interpretado la intencionalidad o el tono en el que se escribía.

Tiene un impacto emocional…

-Correcto, para que algo me ofenda significa que ha alterado mi plano afectivo. La ofensa es un mal que es sentido, me duele, me ofende, me afecta de algún modo de forma negativa, me transgrede. De no existir esa transgresión, ese impacto emocional negativo, no podríamos estar hablando de perdón porque nada me estaría ofendiendo. La ofensa hace referencia a esta afectación negativa que impacta en el ofendido: “el yo se siente herido”, afectado negativamente por algo, que la razón interpreta como malo. Por tanto, cuando hablamos de perdón interpersonal tres son los elementos a tener en cuenta: la ofensa, el ofensor y el ofendido.

Patricia Díez con su marido e hijos

El perdón nace de quien se siente ofendido…

-Sí, el que tiene la posibilidad de perdonar o no el mal recibido por su ofensor. Es decir, cuando alguien ofende, el que tiene el poder de iniciar un proceso de perdón es la persona ofendida: un mal externo me afecta y yo soy el responsable de reparar, reestablecer o de hacer algo al respecto o decidir no hacerlo; la pelota ahora está en mi tejado sin haberlo decidido.

Esta reflexión es sin duda interesante porque hay que tomar conciencia de que el perdón nace del sujeto ofendido y que por lo tanto no necesita del arrepentimiento de su ofensor para que se dé, aunque sin duda, resulte más fácil. Yo puedo decidir perdonar, como sujeto libre que soy con independencia de la actitud de mi ofensor y liberarme del mal que me condiciona mi estado emocional.

Defíname el perdón.

-Existe consenso en cuestiones tales como que el perdón es un acto libre de la voluntad; no se perdona por error o sin querer; trata de reducir los sentimientos negativos resultado de la ofensa a la vez que promueve sentimientos positivos y de buenas motivaciones hacia el ofensor. Hallamos consenso en implicar la benevolencia como parte del proceso.

Podríamos definir el perdón como un acto de amor, entendido como una toma de postura ante una persona y ante un mal que se nos presenta; se elige querer a la persona, pero no al mal cometido. En este sentido, el que perdona reconoce el mal y lo valora como tal, pero no iguala la acción mala con el sujeto que la comete, sino que es capaz de ver en él una persona digna de ser amada a pesar de sus errores.

Como toma de postura, queremos referirnos a que, si bien nace de un acto de decisión libre y voluntario de querer perdonar, es posible que ese acto deba ser renovado cuando los afectos negativos aparezcan. Es por lo que en psicología en vez de acto se habla del proceso del perdón, porque requiere un tiempo.

Se habla de varios procesos en el perdón.

-Worthigton diferencia dos procesos necesarios para que el perdón se dé, aunque no sean en el mismo tiempo. Por un lado, describe un proceso cognitivo, una toma de decisión de querer perdonar al otro (Decisional Forgiveness) y, por otro lado, un proceso emocional. Es decir, el corazón tiene su tiempo y si bien puedo decidir perdonar en un momento determinado, no siempre que se decide resulta fácil, el daño todavía podría producir malestar (Emotional Forgiveness).

¿Qué papel juega la parte afectiva de la persona?

-Los afectos tratan del impacto que tienen sobre mí el mundo y las cosas que suceden en él, por tanto, surgen ante cualquier circunstancia.

No solamente tienen un carácter subjetivo (a cada uno le afectan las cosas de una determinada manera) sino que, además, no elegimos la magnitud de cómo me afecta. Lo que es propio de la persona –como ser racional y diferente del animal– es, precisamente, dirigir ese afecto con la razón y sopesar las circunstancias concretas que le envuelven. Al animal le corresponde responder directamente al afecto: tengo hambre, como; tengo sueño, duermo; estoy enfadado, ataco, etc., porque se mueve en un marco instintivo de conducta. La persona tiene la capacidad de poseerse y de gestionar sus afectos hacia la conducta más prudente.

Yo no decido cómo o cuánto me afectan las cosas, pero sí decido qué hacer con ese afecto y así consigo controlarlo, disminuirlo, aumentarlo, etc. Por tanto, cobra enorme importancia la capacidad de saber diferenciar hechos de sensaciones, lo objetivo de lo subjetivo, la persona ofensora de su ofensa, etc.

Se distingue entre la persona y sus actos.

Cuando una persona perdona a otra le está comunicando que vale más que sus actos, que vale más que sus errores y que lo que vale es digno de ser amado. La persona vale siempre, sus actos no. En otras palabras: el valor de las personas es absoluto, el de sus actos, relativo. Por eso, el perdón es la forma más perfecta de amar pues devuelve bien al recibir un mal. Perdonar implica un cambio de mirada al ofensor, pasando a ser una mirada benevolente sin restarle realismo al mal cometido. Esa es la razón por la que el perdón no está reñido con la justicia. El mal debe ser reparado y tal reparación puede ser, incluso, exigida por el ofendido al concebir que en la reparación se le está haciendo un bien al que cometió la ofensa. Es el caso de las madres de familia que, habiendo perdonado a su hijo por una travesura, sin embargo, les exigen ir al cuarto a refl exionar o les abstienen de algún premio.

Dígame algo que ayude a comprender.

-El que se sabe frágil es más capaz de comprender el error de los demás. La empatía es una de las variables que se ha demostrado que podrían condicionar (que no determinar) el perdón. Es decir, hace falta saberse frágil para comprender la fragilidad del otro. Y entonces es cuando podríamos afi rmar que es de justicia perdonar a la vez que podría ser de justicia querer que reparen la ofensa. En este sentido, perdonar, como dicen los autores, no es olvidar o condonar. Si una persona roba a otra, la situación podríamos decir que exige tanto el perdón del ofendido como la reparación del ofensor, aunque no sea necesaria para que el perdón ocurra.

Además, el perdón es un proceso…

-Imagínese por un momento que usted decide perdonar a su socio que ha llevado a pique la empresa que dirigían entre los dos. Toma la decisión de querer perdonarle y cree incluso haberlo logrado. Pero también es posible que al pasar por su casa reviva los sentimientos que en su día le ofendieron. Eso no depende directamente de nadie. Es en ese momento en el que uno tiene que renovar la decisión de perdonar, pero el proceso empezó ya con la primera decisión.

El proceso que empieza con una decisión finaliza con la paz, tanto con el ofensor como con la ofensa; la ofensa ya no me ofende y soy capaz de sentir afecto positivo hacia mi ofensor. Perdonar no es olvidar la ofensa sino olvidar el dolor que me ha producido; es poder pensar en ella sin sentirme afectado por ella porque logré tener paz. El perdón lleva a una posible reconciliación en donde la relación sale fortalecida.

Un mensaje que desearía trasladar.

-Hace falta una cultura del perdón, de unidad que venza con las rupturas, la soledad, las ansiedades, etc.; hay que rehabilitar una cultura en la que las personas crezcan y se desarrollen con la vivencia de ser amados incondicionalmente, con independencia de los errores que pueda cometer. La semilla de esa cultura, tan necesaria para la salud psíquica y espiritual de la sociedad se cultiva en la familia.

El autorFrancisco Otamendi

Evangelio

El aliento de Dios. Solemnidad de Pentecostés (B)

Joseph Evans comenta las lecturas de la Solemnidad de Pentecostés (B) y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·16 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

En hebreo antiguo hay una palabra para “aliento”, “viento” y “espíritu”, y es “ruah”. Esto nos ayuda a entender la acción de Jesús en el evangelio de hoy: “Sopló sobre ellos y les dijo: ‘Recibid el Espíritu Santo’”. El Espíritu es el “soplo” de Cristo, su “viento”. Y, por supuesto, la venida del Espíritu el día de Pentecostés precisamente como viento expresa la misma idea. El Espíritu es el “soplo” del Padre y del Hijo, su vida misma. Algunos Padres de la Iglesia se atrevieron incluso a describir al Espíritu como el “beso” entre el Padre y el Hijo, el “aliento” mismo de su unión. Tales imágenes ayudan siempre que no olvidemos que el Espíritu es una verdadera persona divina, igual al Padre y al Hijo, igualmente inteligente y poderoso. Él es el amor entre ellos, pero, como dijo el Papa san Juan Pablo II, “Persona-Amor”. No sólo una fuerza o un sentimiento, sino un ser divino y personal.

Es esta Persona-Amor la que Jesús sopla sobre sus apóstoles en el evangelio de hoy y la que vemos descender sobre ellos en la primera lectura. Esto nos ayuda a vivir hoy la gran fiesta de Pentecostés y a profundizar así en nuestra relación con el Espíritu Santo. Jesús lo “besa” en nosotros. “¡Béseme con los besos de su boca!”, leemos en el libro del Antiguo Testamento El Cantar de los Cantares, que describe la unión entre Dios y el alma. Cristo nos besa al venir a nuestra lengua en la Eucaristía. Nos besa cuando leemos -sobre todo en voz alta- su palabra en la Escritura, que pasa de la lengua al corazón. “La palabra está cerca de ti: la tienes en los labios y en el corazón”, dice san Pablo a los romanos.

Las lecturas de hoy se centran en un aspecto particular del don del Espíritu. Sí, llega con fuerza, incontrolable, como el viento en Pentecostés. Pero Jesús también lo insufla suavemente en nuestras almas a través del ministerio y la predicación de los pastores de la Iglesia, sucesores de los apóstoles.

Y cuando pensamos en el don del aliento, además del beso, que expresa amor, podríamos pensar también en cosas como la reanimación boca a boca. Sin el Espíritu Santo, la Iglesia se quedaría sin aliento. Y cuando nuestros pulmones se quedan sin aliento, incluso cancerosos, a causa del pecado -y esto puede suceder en nuestras vidas y en la Iglesia-, Cristo insufla nueva vida en ellos, sobre todo a través de la Confesión. Por eso, no es de extrañar que el don del Espíritu de Jesús después de la Resurrección, es decir, después de haber vencido al pecado, consista en legar a la Iglesia el poder de perdonar los pecados.  

La homilía sobre las lecturas de la Solemnidad de Pentecostés (B)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Vaticano

“Amen a sus enemigos. La caridad es la puerta estrecha”, insta el Papa

Casi en vísperas de la solemnidad de Pentecostés, que la Iglesia celebra el domingo, el Papa Francisco ha concluido la catequesis sobre “Los vicios y las virtudes” con una reflexión sobre la caridad, “culmen de todas las virtudes”. El Santo Padre ha animado: “Amen a sus enemigos, hagan el bien, no sean indiferentes a las necesidades de los demás, la caridad es la puerta estrecha para llegar al cielo”.  

Francisco Otamendi·15 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

“La caridad es la tercera virtud teologal, tras la fe y la esperanza”, las otras dos virtudes teologales. La caridad proviene de Dios, nos encamina hacia Él, la caridad nos permite amarlo, llegar a ser sus amigos, a la vez que nos capacita para amar al prójimo como Dios lo ama”, ha comenzado el Papa su catequesis en la Audiencia general de este miércoles de mayo, muy cerca de la solemnidad de Pentecostés.

A esta gran fiesta se ha referido, por ejemplo, en sus palabras a los peregrinos de lengua inglesa. alemana e italiana, siempre con el ejemplo del himno a la caridad de la primera Carta a los Corintios de san Pablo, capítulo 13 (“La caridad es paciente, es amable…”); y en particular del Sermón de la Montaña de Jesús, al que ha aludido con frecuencia en su reflexión (“Amad a vuestros enemigos y rezad por lo que os persigan…”).

En la Plaza de San Pedro, Francisco ha manifestado que “la caridad de Cristo, como nos recuerda en las bienaventuranzas, nos apremia a ocuparnos de los hermanos más pequeños, más relegados. Se trata de un amor concreto, un amor intrépido que abraza incluso lo que no es amable, un amor que perdona, olvida, bendice, y se entrega sin medida”. “¡Cuánto amor se necesita para perdonar”, ha señalado.

“Seremos examinados en el amor”

“La virtud de la caridad es la puerta estrecha que nos permitirá llegar al cielo. Será el único criterio de juicio, pues al atardecer de nuestra vida seremos examinados en el amor. Como sabemos, al final sólo permanecerá la caridad”, ha manifestado.

Al saludar a los peregrinos en las diversas lenguas, el Pontífice ha sugerido algunas ideas adicionales. Por ejemplo, a los de lengua española, el Papa ha añadido que “pidamos al Señor que aumente nuestra caridad, y nos conceda un corazón abierto, un corazón generoso, para no ser indiferentes a las necesidades de los demás”.

Oración por Afganistán, por los no nacidos, por la paz

En el saludo a los peregrinos de lengua polaca, el Papa ha recordado que ha llegado al Vaticano “la campana de los no nacidos”, que será llevada hasta Kazajistán, que “nos recordará la necesidad de proteger la vida humana desde la concepción hasta la muerte  natural”.

Al dirigirse a los fieles de lengua italiana, el Santo Padre ha rezado por los centenares de víctimas de las recientes lluvias e inundaciones en Afganistán, muchos de ellos niños, y ha urgido a la comunidad internacional a proporcionar la ayuda necesaria. 

También. como es habitual, ha instado a rezar por la paz en Ucrania, Palestina, y por todos los que viven en la guerra, que “es siempre una derrota, siempre”.

Finalmente, ha exhortado a “ser siempre dóciles a la acción del Espíritu Santo, de modo que la presencia del Consolador sea para cada uno fuente de alivio en la prueba”.

El autorFrancisco Otamendi

El santo matrimonio

Hoy, 15 de mayo, celebramos la festividad de san Isidro Labrador, ejemplo de matrimonio cristiano junto a su mujer, santa María de la Cabeza, y de santidad en el trabajo cotidiano.

15 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El 15 de mayo, fiesta de San Isidro Labrador, patrón de los agricultores, la Iglesia pone en el candelero a un seglar, casado con otra santa, María de la Cabeza, y padre de familia. Los matrimonios santos son pocos en el calendario cristiano, pero la cosa va a cambiar.

Digo pocos en proporción, dada la superioridad numérica entre los bautizados, con respecto a los ordenados o consagrados; pero claro que hay muchos matrimonios santos. Desde el modelo de la Sagrada Familia, con María y José; pasando por santos Priscila y Aquila –colaboradores de San Pablo–, San Gregorio el viejo y Santa Nona –padres de los santos Gregorio el teólogo, Cesáreo y Gorgona– o los numerosos matrimonios mártires de la persecución religiosa en Japón o Corea; hasta llegar a los más recientes beatos Luis Martín y Celia María Guerin –padres de Santa Teresa de Lisieux– o Luis y María Beltrame Quattrocchi, entre otros.

Y digo que va a cambiar porque en una sociedad que se ha transformado radicalmente en las últimas décadas, la forma de ser buena noticia en el mundo ya no puede ser igual que antes.

Las vocaciones de especial consagración se consideraban para los que tenían una mayor inquietud, para aquellos que habían realizado un planteamiento más radical de entrega a Dios, mientras que el matrimonio era el estado de vida, digámoslo así, por defecto del cristiano de a pie. Quienes no llegaban a cura, a monja o monje, se casaban y quienes no llegaban ni siquiera a casarse, se quedaban –dicho despectivamente– para vestir santos. Esa injusta gradualidad de la vida cristiana, como si la santidad se midiera por estados de vida en lugar de por la estatura que Cristo alcanza en nosotros, emborrona la llamada de Dios que todos: solteros, casados, sacerdotes o religiosos tenemos desde nuestra consagración bautismal.

Recientemente, charlando con una amiga religiosa, bromeábamos sobre cómo el matrimonio podría ser, hoy por hoy, la vocación cristiana para los más aguerridos (en realidad todas son imposibles sin la gracia de Dios, claro). Reflexionábamos afirmando que nada como el matrimonio para vivir hoy los tres consejos evangélicos (castidad, pobreza y obediencia) que profesan los religiosos.

En cuanto a la castidad, la hipersexualización de la sociedad y los nuevos usos y costumbres hacen que cada vez sea más extraño y contracultural vivir esta gracia en sus distintas facetas: ya sea en el noviazgo, durante la etapa fértil del matrimonio cuando la apertura a la vida se convierte en una batalla o durante la madurez, cuando la desidia puede derivar en infidelidad; ¡y siempre y cuando no haya de por medio problemas de salud! La castidad conyugal es también singular don de la gracia y hasta manifestación del siglo futuro pues el cónyuge no es sino reflejo de Cristo como único esposo.

Si hablamos de pobreza, no se me ocurre mejor manera de vivirla hoy en día que formar una familia cristiana. ¡Cuántas renuncias hacen los padres por los hijos! Aquel viaje de sus sueños, aquella afición que les apasiona o aquel capricho que vieron en un escaparate siempre se posponen para poder pagar la hipoteca, adquirir desde toneladas de pañales, hasta las medicinas del abuelo, pasando por el pago de la matrícula del universitario que no ha podido sacar beca o las enésimas gafas del más revoltoso. ¡Y la cuota de la parroquia, claro! ¿Dónde vivir mejor el compartir, la fraternidad, que en una familia? Lo dicho, el matrimonio podría ser perfectamente una de esas «formas nuevas» de expresar la pobreza voluntaria abrazada por el seguimiento de Cristo que proponía cultivar el Concilio.

La obediencia es la parte más seria, porque en un mundo tan individualista como el nuestro y en el que las relaciones entre hombres y mujeres solo se plantean desde la perspectiva del conflicto, hablar de someterse a otro te hace sospechoso casi. Pero en el matrimonio cristiano, los cónyuges (literalmente, los que están sometidos bajo un mismo yugo), saben que su libertad está en amoldarse a la voluntad del otro. Los que se han convertido en una sola carne se obedecen como Jesús obedece a su Padre, a quien él decía: «Tú y yo somos uno».

No trato con esta reflexión de quitarle valor a la vida consagrada, sino todo lo contrario: hacer ver que no puede haber estados de primera y de segunda como así lo parece leyendo la lista de santos reconocidos por la Iglesia, sino que, como señala Lumen Gentium, «todos los fieles, cristianos, de cualquier condición y estado, fortalecidos con tantos y tan poderosos medios de salvación, son llamados por el Señor, cada uno por su camino, a la perfección de aquella santidad con la que es perfecto el mismo Padre».

La actual crisis de la vida consagrada es la misma de la vida matrimonial. Cuanto más las equiparemos y más invitemos a los fieles a vivir la radicalidad evangélica, más fácil será que los jóvenes vean la llamada a las vocaciones de especial consagración porque no son sino otro carisma dentro de la misma llamada a la santidad.

Encomendemos hoy a San Isidro y a Santa María de la Cabeza a todos los solteros, sacerdotes y religiosos; pero pidámosles también para que haya más matrimonios santos que den testimonio de que, amándose como Cristo amó a su Iglesia, se puede llegar a ser signo de la perfecta caridad.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Vaticano

El Papa Francisco quiere «imaginar un futuro distinto para nuestros ancianos»

En su mensaje para la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores del 2024 el Papa Francisco quiere que los católicos, siguiendo el ejemplo de Rut, se animen a construir un futuro mejor para los ancianos.

Paloma López Campos·14 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En su mensaje para la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, el Papa Francisco resalta la fidelidad de Dios a todos sus hijos, jóvenes y ancianos. El Santo Padre asegura que Dios “no descarta ninguna piedra, al contrario, las más ‘viejas’ son la base segura sobre las que se pueden apoyar las piedras ‘nuevas’ para construir todas juntas el edificio espiritual”.

Con sus palabras, el Pontífice pone de nuevo en el centro a los ancianos, algo que hace con mucha frecuencia pues está convencido de que “envejecer es signo de bendición”. En la Biblia, dice Francisco con ocasión de la jornada, vemos que “Dios sigue mostrándonos su misericordia, siempre, en cada etapa de la vida, y en cualquier condición en la que nos encontremos”.

Sin embargo, frente a la fidelidad de Dios se encuentra el abandono del hombre. Advierte el Papa que “con mucha frecuencia la soledad es la amarga compañera de la vida de los que como nosotros son mayores y abuelos”. El Santo Padre, recordando su etapa como obispo de Buenos Aires, menciona que cuando visitaba las residencias de ancianos podía observar “las pocas visitas que recibían esas personas; algunos no veían a sus seres queridos desde hacía muchos meses”.

Confrontación entre jóvenes y ancianos

Esta soledad es la consecuencia de muchos factores. El Papa menciona, entre otros, la emigración, las guerras y las falsas creencias en algunas culturas, que acusan a los mayores “de recurrir a la brujería para quitar energías vitales a los jóvenes”. Este, dice el Santo Padre, “es uno de esos prejuicios infundados, de los que la fe cristiana nos ha liberado, que alimenta persistentes conflictos generacionales entre jóvenes y ancianos”.

Pero es un error pensar que esa idea no existe “en las sociedades más avanzadas y modernas”. Francisco sostiene que “hoy en día está muy extendida la creencia de que los ancianos hacen pesar sobre los jóvenes el costo de la asistencia que ellos requieren”. Sin embargo, el Pontífice advierte de que esto “se trata de una percepción distorsionada de la realidad”. El Papa manifiesta que “la contraposición entre las generaciones es un engaño y un fruto envenenado de la cultura de la confrontación”.

El problema, afirma el obispo de Roma en su mensaje, es que cuando perdemos de vista el valor de cada uno, “las personas se convierten en una mera carga onerosa”. Esta creencia se extiende tanto que los mayores la acaban aceptando “y llegan a considerarse como un peso, deseando ser los primeros en hacerse a un lado”.

Una cultura en la que quepan todos

Ante esta situación, el Papa advierte de la trampa del individualismo, que está impregnado de esa mentalidad de confrontación. Al verse uno mismo ya anciano, “teniendo necesidad de todo”, se encuentra solo, “sin ninguna ayuda, sin tener a alguien con quien poder contar. Es un triste descubrimiento que muchos hacen cuando ya es demasiado tarde”.

Frente a la cultura imperante, el Santo Padre propone el ejemplo bíblico de Rut, que se queda junto a su suegra Noemí. Ella “nos enseña que a la súplica ‘¡no me abandones!’ es posible responder ‘¡no te abandonaré!’. Su historia nos permite “recorrer un camino nuevo” e “imaginar un futuro distinto para nuestros ancianos”.

Los ancianos, tesoro de la Iglesia

El Papa aprovecha su mensaje de la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores para agradecer “a todas esas personas que, aun con muchos sacrificios, han seguido efectivamente el ejemplo de Rut y se están ocupando de un anciano, o sencillamente muestran cada día su cercanía a parientes o conocidos que no tienen a nadie”.

Francisco concluye animando a los católicos a estar cerca de los mayores y a reconocer “el papel insustituible que estos tienen en la familia, en la sociedad y en la Iglesia”. Además, da su bendición a los “queridos abuelos y mayores, y a cuantos los acompañan”, prometiendo su oración por ellos y pidiendo que también recen por él.

IV Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores

Este 2024 la IV Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores se celebra el 28 de julio. El lema elegido por el Papa Francisco es «En la vejez no me abandones», tomado del Salmo 71. El Pontífice ha centrado muchas veces el foco en los ancianos a lo largo de su pontificado, asegurando que la ancianidad «es una estación para seguir dando frutos».

Identificándose él mismo como un hombre mayor en multitud de ocasiones, el Santo Padre celebró la primera jornada de este tipo en 2021, y cada año trata de animar a la Iglesia entera a valorar la aportación de los abuelos y de los mayores a la sociedad y a la fe.

Tema de la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores 2024 (CNS foto / Cortesía del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida)
Cultura

Hugo Ball (1886-1927). Conversión en el cabaret

Casi un siglo después de su regreso al catolicismo, la búsqueda artística e intelectual de Hugo Ball, fundador de Dadá, conserva todo su atractivo y vigencia. Como escribió Paul Auster, “los interrogantes del dadaísmo siguen siendo los nuestros”.

Felipe Muller y Jaime Nubiola·14 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

En su retrato más conocido, Hugo Ball (1886-1927) aparece disfrazado de obispo, mientras recita el poema dadaísta Karawane en el sótano de un café de Zúrich en junio de 1916. Esta escena constituye uno de los momentos más singulares del arte contemporáneo y del itinerario personal de su protagonista. El efecto de la lectura del poema pareció conmoverle a él más que a ningún otro: “Mi vestimenta de obispo y mi lamentable irrupción en la última ‘soirée’ me dan que pensar. El marco del Voltaire en el que tuvo lugar era poco adecuado y mi interior no estaba preparado” (La huida del tiempo, p. 145). Bien podría resumirse el objetivo de la experimentación artística e intelectual de Ball en el sincero afán por encontrar “el” lugar adecuado para ese disfraz “de columna” y “el” estado interior para su triste “lamentación sacerdotal” (pp. 138, 139). Poco a poco, Ball se convenció de que ese lugar y estado convergían en la Iglesia de su infancia, el catolicismo.

Cabaret Voltaire

Ball merece figurar en cualquier historia del arte por tres motivos. En primer lugar, porque fundó con su futura mujer, Emmy Hennings, el Cabaret Voltaire el 5 de febrero de 1916 en Zúrich. Esta sala de experimentos permanecería abierta hasta marzo de 1917. Paul Auster subraya la audacia del gesto: “Los interrogantes del dadaísmo siguen siendo los nuestros” (La huida del tiempo, p. 7). Además, el Cabaret Voltaire fue pionero en muchos aspectos. En él, Ball y Hennings exploraron apuestas artísticas surrealistas antes que Salvador Dalí (1904-1989), o “performativas” y efímeras antes que Joseph Beuys (1921-1986). En segundo lugar, porque Ball ofrece el relato más convincente sobre el origen de la palabra “dadá”, utilizada desde entonces para aludir a las manifestaciones artísticas que se ejecutaban en las sesiones del cabaret. Por último, porque ligó su práctica artística con una profunda necesidad de redención. Sus ansias de regeneración se enfocaron en buscar un nuevo lenguaje, puro y sin corrupción, libre de la palabrería del periodismo, inocente como el balbuceo de un recién nacido, aunque resultara absurdo, carente de sentido e incomprensible.

Dadaísmo

Así, Ball amplió la concepción de lo que se consideraba arte en su época y bautizó un movimiento artístico “tras cuya apariencia agresiva y desconcertante” -escribió Hermann Hesse (La huida del tiempo, p. 18)- “no solo se esconde la juventud y el ansia de renovar, sino también una gran desesperación por la indigencia de su época”. ¿Dónde radicaba el origen de esta indigencia? A ojos de Ball, estaba directamente relacionada con “el racionalismo” y “su quintaesencia, la máquina” (p. 56). En su opinión, el racionalismo inauguró una forma necrofílica de materialismo gracias al desarrollo de la técnica: “La máquina confiere a la materia muerta una especie de vida aparente. Mueve la materia. Es un fantasma” (pp. 28 y 29). La pobreza que rodeó la vida de Ball se extiende desde la penuria económica hasta el rechazo íntimo y sólido de “la máquina”, con el consiguiente exilio interior de un mundo cada vez más mecanizado. “La guerra” -anota Ball el 26 de junio de 1915- “se basa en un craso error. Se ha confundido a los hombres con las máquinas. Habría que diezmar las máquinas, en lugar de a los hombres. Si un día las máquinas marchan solas y por sí mismas, tendrá algo más de sentido. Entonces todo el mundo exultará de júbilo y con razón, cuando se destrocen entre ellas” (p. 59).

A medida que se acercaba al regreso a su fe de niño, definitivo en 1921, una cierta esperanza en un deus ex machina lo alienta y sostiene: “La cabeza de Cristo rebosante de sangre resurgirá de improviso de la máquina hecha pedazos” (p. 280). El Ball creyente contrapuso la fe en un Dios personal que habla y padece a la violencia de la máquina moderna. Su crítica a sistemas filosóficos racionalistas cobra aquí también todo su sentido y complementa su experimentación artística: “No existe un motor abstracto, como el que asume Spinoza. El movimiento que nos impele, solo lo puede conferir una persona. ‘Personare’ significa resonar” (p. 310). El artista que en 1916 balbuceaba travestido de obispo lloros por Europa en un cabaret de ilustre nombre se descubre en 1921 ermitaño en un desierto de máquinas, “tocado en lo más noble de [su] interior”: “La palabra divina es una conmoción en lo más íntimo” (ibid.). ¿Cómo pudo conducir lo que a primera vista parece una mofa de la religión a los misterios de la liturgia? Su respuesta carece de fisuras: “Uno ha de perderse si es que se quiere encontrar” (p. 46).

La edición del diario de la conversión de Hugo Ball, publicado por Acantilado con el título La huida del tiempo, está acompañada de un ensayo de Hermann Hesse, Premio Nobel de Literatura en 1946, y de un texto del escritor estadounidense Paul Auster. Rescatamos aquí unas líneas de cada uno de ellos. Escribe Hesse a propósito de Ball: “No se trataba de una piedad o de una fe cualquiera, ni de un determinado tipo de cristianismo o catolicismo, sino de la religiosidad por antonomasia: la necesidad siempre despierta, siempre renovada, de una vida en Dios, de conferir un sentido para nuestros actos e ideas, de una norma de pensamiento y conciencia que esté por encima del tiempo, que se sustraiga a las disputas y a las modas” (p. 20). Impresiona la contundencia de esta afirmación. Y a su vez escribe Auster: “Por su coraje intelectual, por la convicción con la que se enfrentó al mundo, Hugo Ball sobresale como uno de los espíritus ejemplares de nuestro tiempo”. Sin duda se trata de un artista de frontera que sigue invitándonos a pensar casi cien años después de su muerte.

El autorFelipe Muller y Jaime Nubiola

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Vaticano

Obtener la indulgencia plenaria durante el Jubileo 2025

La Penitenciaría Apostólica ha publicado una nota con las normas para la obtención de indulgencias plenarias durante el Jubileo de 2025.

Paloma López Campos·13 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

La Sala Stampa ha publicado una nota con las normas para la obtención de indulgencias durante el Jubileo de 2025. En el documento, la Penitenciaría Apostólica “pretende motivar los ánimos de los fieles para desear y alimentar el pío deseo de obtener la Indulgencia».

Las normas explican que podrán obtener la indulgencia plenaria, para sí o para las almas del purgatorio, “todos los fieles verdaderamente arrepentidos” que acudan al sacramento de la Confesión, recen por las intenciones del Papa y vayan a las “sagradas peregrinaciones”, visiten “los lugares sagrados” o participen “en las obras de misericordia y de penitencia”.

Peregrinaciones durante el Jubileo

La Penitenciaría Apostólica señala que pueden obtener la indulgencia plenaria quienes peregrinen «hacia cualquier lugar sagrado jubilar». Allí deben participar en la Santa Misa, en una celebración de la Palabra, en la Liturgia de las Horas, en el rezo del Vía Crucis, el Rosario o el himno del “Akathistos” o en una “celebración penitencial, que concluya con la confesión individual de los penitentes”.

La indulgencia también la podrán recibir quienes viajen a Roma y visiten “al menos una de las cuatro Basílicas Papales Mayores: de san Pedro en el Vaticano, del Santísimo Salvador en el Laterano, de Santa María la Mayor y de San Pablo Extramuros”. Del mismo modo, quienes peregrinen a Tierra Santa y visiten las basílicas “del Santo Sepulcro en Jerusalén, de la Natividad en Belén y de la Anunciación en Nazaret” podrán obtener esta gracia jubilar.

Para aquellos que no puedan acudir a Roma o Jerusalén, el documento permite también peregrinaciones “en la iglesia catedral u otras iglesias y lugares sagrados designados por el Ordinario del lugar”.

Visitar lugares sagrados

Los católicos también podrán obtener la indulgencia si visitan cualquier lugar jubilar. Allí tienen que orar y realizar una adoración eucarística, “concluyendo con el Padre Nuestro, la Profesión de Fe en cualquier forma legítima e invocaciones a María, Madre de Dios”, con el fin de que todo el mundo se acerque más a ella.

En las normas se incluyen también otros lugares que se pueden visitar:

-En Roma: las Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén, de San Lorenzo al Verano y de San Sebastián, el Santuario del Divino Amor, las iglesias de Santo Spirito in Sassia, de San Pablo alle Tre Fontane. También se añaden las catacumbas cristianas, las iglesias de los caminos jubilares dedicadas al «Iter Europaeum» y las dedicadas «a las Mujeres Patronas de Europa y Doctoras de la Iglesia».

-En otros lugares: las Basílicas de San Francisco y de Santa María de los Ángeles en Asís, y las Basílicas Pontificias de Loreto, de la Virgen de Pompeya y de San Antonio de Padua. Por su parte, las Conferencias episcopales podrán designar para esta función “cualquier Basílica menor, iglesia catedral, iglesia concatedral, santuario mariano” o “cualquier insigne iglesia colegiada o santuario”, además de “santuarios nacionales o internacionales”.

Aquellos que por diferentes motivos de peso no puedan acudir a estos viajes (personas mayores o enfermas, quienes viven en clausura o los presos) “conseguirán la indulgencia jubilar, con las mismas condiciones” si se unen a los demás fieles, escuchan las intervenciones del Papa o los obispos y rezan el Padre Nuestro «y otras oraciones conforme a las finalidades del Año Santo», y realizan la Profesión de Fe “ofreciendo sus sufrimientos o dificultades de la propia vida”.

Obras de misericordia y penitencia

La Penitenciaría Apostólica señala que también se puede obtener la gracia jubilar participando “en las Misiones populares, en ejercicios espirituales y otros encuentros de formación sobre los textos del Concilio Vaticano II y del Catecismo de la Iglesia católica”.

Visitar a quienes “se encuentran en necesidad o en dificultad”, también permite obtener la indulgencia plenaria. Por otro lado, los actos de penitencia también sirven para lograr esta gracia mediante:

-La abstinencia de “distracciones banales” y “consumos superfluos”;

-Dando limosna a los pobres;

-Ayudando a las obras religiosas y sociales dedicadas a la defensa y protección de la vida, la “infancia abandonada”, “la juventud en dificultad”, los ancianos que están solos y “los migrantes”;

-El voluntariado.

Indulgencias y bendiciones en el Jubileo

Cumpliendo las condiciones establecidas, los fieles pueden recibir solo una indulgencia plenaria todos los días del Año Santo. Sin embargo, quienes usen las gracias de este Jubileo en favor de un alma del purgatorio, “si se acercan legítimamente al sacramento de la Comunión una segunda vez en el mismo día, podrán conseguir dos veces en el mismo día la indulgencia plenaria, aplicable solo a los difuntos”.

Por otra parte, las normas emitidas por el órgano vaticano permiten que “los obispos diocesanos o eparquiales y aquellos que en el derecho son equiparables a ellos”, pueden impartir “la Bendición Papal con anexa indulgencia plenaria” en la celebración principal del Año Santo. Para recibir la indulgencia, los fieles igualmente tendrán que cumplir con las condiciones de la confesión y oración por las intenciones del Papa.

Finalmente, el documento pide a los sacerdotes que sean generosos con su tiempo para hacer disponible el sacramento de la confesión a todos los fieles que acudan a las iglesias. De este modo, muchos católicos podrán beneficiarse de esta gracia especial que la Iglesia concede en el Jubileo.

Libros

Cantalamessa recuerda que las virtudes son para ejercitarlas, no solo para conocerlas

Ediciones Encuentro ha publicado “Fe, esperanza y caridad. Un itinerario hacia Dios para nuestra época”, del cardenal Raniero Cantalamessa.

Loreto Rios·13 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Ediciones Encuentro ha lanzado un nuevo libro del cardenal Raniero Cantalamessa, fraile franciscano que es además, desde 1980, predicador de la Casa Pontificia, puesto que, desde 1753, solo puede ocupar un fraile de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos, sobre el que recae la responsabilidad de predicar en días señalados para el Papa y la Curia romana.

Fe, esperanza y caridad

Autor: Raniero Cantalamessa
Editorial: Encuentro
Páginas: 232
Madrid: 2024

En este libro, Cantalamessa profundiza en las tres virtudes teologales: fe, esperanza y caridad, aunque subrayando que “lo más importante de las virtudes teologales no es conocerlas, sino ejercitarlas”. El texto está escrito de un modo divulgativo, de modo que sea accesible a todos, no solo a los expertos.

El análisis de las virtudes arranca con el salmo 24, “¡Portones!, alzad los dinteles”, comparando la fe, la esperanza y la caridad con esas puertas que podemos abrir a Cristo y que constan de dos llaves: una situada dentro, en las manos del hombre, y otra fuera, en las de Dios.

A continuación, el predicador de la Casa Pontificia pasa a analizar la fe, profundizando en temas de especial relevancia como la relación entre fe y razón, fe y ciencia o la “noche de la fe”. Una sección importante de este apartado es la dedicada a la fe de María, que se vio probada hasta la cruz, “una réplica del drama de Abrahán, ¡pero mucho más exigente! Con Abrahán, Dios se detiene en el último momento, con ella no. […] María creyó contra toda esperanza” (p. 82).

En segundo lugar, el cardenal Cantalamessa analiza la virtud de la esperanza, una palabra que, sorprendentemente, “está ausente de la predicación de Jesús. Los Evangelios refieren muchos de sus dichos sobre la fe y sobre la caridad, pero ninguno sobre la esperanza” (p. 89). El autor explica seguidamente a qué se debe esta ausencia.

Entre otros muchos temas interesantes, incluyendo algunas imágenes que el cristianismo ha usado para la esperanza en el pasado, como el ancla o la vela, Cantalamessa recuerda que la gracia de Dios puede hacer de toda situación, incluso la más desesperada, una ocasión de bien. “La esperanza necesita de la tribulación para fortalecerse. Hace falta que mueran las razones humanas para esperar, una detrás de la otra, para que emerja el verdadero motivo inquebrantable que es Dios” (p. 126).

En último lugar, el texto nos lleva a la caridad, la única virtud eterna, ya que “la fe y la esperanza terminarán con nuestra muerte” (p. 107), mientras que la caridad, el amor, permanecerá para siempre. Se analizan en este apartado temas como la Trinidad, la Encarnación, las raíces actuales del nihilismo o cómo Jesús vivió las virtudes teologales.

Vaticano

«Nadie debe quedarse atrás» en el camino al Cielo, dice el Papa

El Papa Francisco ha animado en su meditación del Regina Coeli a fijar la mirada en el Cielo y a tener la conciencia de que "nadie debe quedarse atrás" en el peregrinar de la Tierra.

Paloma López Campos·12 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Con ocasión de la celebración de la Ascensión del Señor en muchos países del mundo, el Papa Francisco ha centrado su meditación del domingo en el sendero que Cristo marca a su Iglesia.

“El regreso de Jesús al Padre”, dice el Santo Padre, “ se nos presenta no como un alejamiento de nosotros, sino sobre todo como un modo de precedernos hacia la meta”. Cristo “arrastra consigo como una ‘soga’” a su Iglesia hacia el Cielo.

El Pontífice subraya que es Jesús “quien nos desvela y nos comunica, con su Palabra y con la gracia de los sacramentos, la belleza de la Patria hacia la que nos encaminamos”. También así, unidos todos como el cuerpo de Cristo, aprendemos que “nadie debe perderse ni quedar atrás” en este camino al Cielo.

Pero este sendero no es una abstracción. Francisco explica los pasos que hay que dar, que el mismo Cristo señala en el Evangelio. Los cristianos tienen que “llevar a cabo las obras del amor: dar la vida, llevar la esperanza, mantenerse alejado de todo mal y mezquindad, responder al mal con el bien, estar cerca de quien sufre”.

El Papa concluye lanzando unas preguntas para la reflexión personal: “¿Está vivo en mí el deseo de Dios, de su amor infinito, de su vida que es vida eterna? ¿O estoy aplanado y anclado a las cosas pasajeras, al dinero, al éxito, a los placeres? Y mi deseo del Cielo, ¿me aísla, me cierra o me lleva a amar a los hermanos con ánimo grande y desinteresado, a sentirnos compañeros de camino hacia el Paraíso?”.

El Papa renueva la petición por la paz

Tras el rezo del Regina Coeli, el Pontífice ha insistido en una petición que ya ha realizado en otras ocasiones. Ha clamado por un intercambio de prisioneros entre Rusia y Ucrania, y ha repetido que es importante rezar por la paz en el mundo entero.

Francisco también ha mencionado la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que este año lleva como tema la Inteligencia Artificial. El obispo de Roma ha aconsejado “recuperar la sabiduría del corazón” para encontrar “un camino para la comunicación verdaderamente humana”.

Por último, con ocasión del día de la madre que se celebra el domingo 12 de mayo en varios países, ha felicitado a todas las madres del mundo.

Vaticano

El futuro de la humanidad (#BeHuman) es de los niños y los ancianos

En el marco del II Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana, titulado #BeHuman, el Papa Francisco ha centrado el futuro de la humanidad “en los niños y en los ancianos”, y ha animado a los participantes, entre los que se encuentran numerosos Premios Nobel, a plasmar en una “Carta de lo humano” y en los pueblos “nuestra humanidad común y la fraternidad”.  

   

Francisco Otamendi·12 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El II Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana, bajo el lema #BeHuman, está siendo foco de atención el fin de semana en el Vaticano. El Santo Padre Francisco recibió en audiencia el sábado por la mañana a los participantes en el encuentro, organizado por la Fundación Fratelli tutti, y participó también en la mesa redonda “Niños, generación del futuro». en la que situó el futuro de la humanidad en los niños y en los ancianos”.

En la Audiencia. el Santo Padre manifestó. “Os doy la bienvenida y os agradezco que estéis aquí, venidos de muchas partes del mundo, para el Encuentro mundial sobre la fraternidad humana. Doy las gracias a la Fundación Fratelli tutti, que tiene como objetivo promover los principios enunciados en la encíclica, ‘suscitar en torno a la Basílica de San Pedro y el abrazo de su columnata iniciativas relacionadas con la espiritualidad, el arte, la educación y el diálogo con el mundo’ (Quirógrafo, 8 de diciembre de 2021).

Luther King: “No hemos aprendido el arte de vivir juntos”

Enseguida, el Papa señaló que “en un planeta en llamas, os habéis reunido para reafirmar vuestro “no” a la guerra y vuestro “sí” a la paz, dando testimonio de la humanidad que nos une y nos hace reconocernos como hermanos, en el don mutuo de nuestras respectivas diferencias culturales”.

“A este respecto”, recordó Francisco en presencia de los Premios Nobel de la Paz, “me vienen a la mente las palabras de un famoso discurso de Martin Luther King cuando dijo: ‘Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces, pero aún no hemos aprendido el sencillo arte de vivir juntos como hermanos’ (Martin Luther King, Discurso con motivo de la concesión del Premio Nobel de la Paz, 11 de diciembre de 1964). Así es”.

“Y entonces nos preguntamos: ¿cómo podemos, concretamente, volver al arte de una
coexistencia verdaderamente humana? En primer lugar, el Papa retomó “la actitud clave propuesta en Fratelli tutti: la compasión, al comentar la parábola del buen samaritano.

Reconocer nuestra humanidad común

Después, exhortó a los presentes “a seguir adelante en vuestra labor de siembra silenciosa” de algunas propuestas, centradas en la dignidad de la persona humana, para construir buenas políticas, basadas en el principio de fraternidad, que ‘tiene algo positivo que ofrecer a la libertad y a la igualdad’ (Fratelli tutti, 103). De ella puede salir una ‘Carta de lo humano’, que incluya, junto a los derechos, también los comportamientos y las razones prácticas de lo que nos hace más humanos en la vida”.

Asimismo, les alentó “a hacer crecer esta espiritualidad de la fraternidad y a promover, con vuestra acción diplomática, el papel de las instancias multilaterales. La guerra es un engaño, como lo es la idea de una seguridad internacional basada en la disuasión del miedo”.

“Para garantizar una paz duradera, debemos volver al reconocimiento de nuestra humanidad común y a la fraternidad en el centro de la vida de los pueblos. Sólo así conseguiremos desarrollar un modelo de convivencia capaz de dar un futuro a la familia humana. La paz política necesita la paz de corazones, para que los hombres puedan encontrarse con la confianza de que la vida triunfa siempre sobre toda forma de muerte”. añadió.

“Declaración de la Fraternidad de los Niños”

El Papa intervino también en la mesa redonda «Niños, generación del futuro» en el Aula Nueva del Sínodo de la Ciudad del Vaticano, y aseguró que «uno piensa que el futuro de la humanidad está en los adultos que pueden hacer esto, aquello, lo otro… Pero no es así. El futuro de la humanidad está en las dos puntas: está en los niños y en los ancianos».

“Cuando se encuentran niños con abuelos. Y esto es algo hermoso, y tenemos que cuidar de los ancianos, de los abuelos y de los niños», señaló Francisco. “Y ése será el futuro, porque los abuelos nos dan sabiduría, y los niños aprenden la sabiduría de los abuelos. Los abuelos tienen un pasado que nos da mucho, los niños tienen un futuro que recibe del pasado. Y por eso creo que es muy importante ayudar a los niños a crecer, a desarrollarse”.

“No es culpa de los niños que haya guerra”

En la conversación, el Pontífice resaltó que “cuando hacemos la paz, somos felices» y recalcó la necesidad de “estar juntos: esto es cierto, porque ser amigos, jugar juntos, estudiar juntos nos da la felicidad de la comunidad». […] “Esos niños a veces no tienen comida, tienen miedo de las bombas, de las cosas malas… Pero si un niño está en este lado de la guerra, y otro en este lado de la guerra –escuchen la pregunta– ¿son enemigos?”, preguntó. “No es culpa suya que haya guerra”.

En el acto se dio lectura a la «Declaración de la Fraternidad de los Niños» por parte del Santo Padre y los niños de todo el mundo. El evento se sitúa en la preparación hacia la I Jornada Mundial de los Niños, que tendrá lugar del 25 al 26 de mayo en Roma y en el Vaticano, en el que se espera que más de 70.000 niños y acompañantes acudan al Estadio Olímpico, como anunció el padre Enzo Fortunato, coordinador del acontecimiento.

El autorFrancisco Otamendi

Reverendo SOS

Conocer el estilo de apego

Existen dos tipos de apego: el seguro y el inseguro. En este artículo, se analizan claves importantes para comprender cuál tenemos nosotros o la persona a la que acompañamos.

Carlos Chiclana·12 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El apego, como constructo psicológico, es el modo con el que alguien se vincula afectivamente a los demás. Habla principalmente de la seguridad de la persona en sí misma y en la relación con otros. Se desarrolla en los primeros años de vida gracias a la relación con los padres, y se enriquece, matiza y modifica posteriormente en la interacción con otras personas (hermanos, profesores, entrenadores, amigos, acompañantes espirituales, etc.) con los que también se vincula afectivamente.

Lo sano es desarrollar un apego seguro conforme se madura desde la infancia-adolescencia a la edad adulta en una familia funcional y estructurada con un estilo educativo que equilibra el control, la autoridad, el afecto y el cuidado. La figura de apego sano está disponible para atender las necesidades físicas y emocionales del niño y también valida las emociones y enseña a regularlas. Así la persona se comprende a sí misma como alguien válida, que es querida por sí misma, aprende a conocer las emociones y regularlas, adquiere herramientas para cuidarse y para enfrentarse al mundo y a las relaciones humanas sin miedo a que les abandonen o les sometan.

Para comprenderlo mejor haz el siguiente ejercicio: cierra los ojos e imagina una situación de peligro; después considera a quién llamarías para que te ayude y que reúna las siguientes características: tienes una conexión profunda, te ayuda a regularte emocionalmente, en la relación con esa persona encuentras tranquilidad, organización y fortaleza. El apego seguro sería la representación interna de este vínculo, que se convierte en una parte importante de la propia personalidad y permite sentirse capaz.

Está estudiado en investigaciones, y experimentado en la práctica clínica, que las personas con apego inseguro tienen mayor tendencia a tener problemas con las conductas sexuales, con las relaciones interpersonales y con el equilibrio afectivo. 

De modo esquemático, se pueden observar cuatro áreas en las que se manifiesta la persona con apego seguro: 1.- presenta una estima personal sana, coherente, equilibrada; 2.- tiene relaciones afectivas ricas, vivas y ordenadas; 3.- resuelve los conflictos de forma serena, ni los evita huyendo ni se impone de manera hostil; 4.- comunica sus emociones y sentimientos, está cómodo con la intimidad entre personas.

A las personas con un apego seguro les resulta relativamente fácil intimar emocionalmente con los demás, están cómodas apoyándose o dependiendo parcialmente de otros y cuando los demás dependen o se apoyan en ella; no se preocupan si están solas o si no los aceptan. Sin embargo, quienes tienen un apego inseguro presentan dificultades para intimar aunque lo deseen, prefieren no hacerlo o están incómodos; no terminan de confiar en los demás, tienen miedo a que les hieran, les abandonen, a depender demasiado o a que dependan de ellos. 

Estos mismos estilos pueden manifestarse en la relación con las figuras de autoridad o en la relación con Dios, al que pueden considerar como alguien cuidadoso y atento o como alguien distante, al que tienen miedo o de quien no te puedes fiar porque a veces está y a veces no.

En el acompañamiento espiritual se podrá apreciar en qué modo se relaciona con Dios y con el acompañante. Si se siente aceptado y querido de manera incondicional, protegido, contenido de forma estable y predecible; o si proyecta en ellos heridas o experiencias malas del pasado que hacen que vea a Dios como un castigador, controlador, ignorante de sus necesidades o hiperexigente. No obstante, la relación con Dios y/o con el acompañante también puede ser sanadora de esas malas experiencias previas y que sean figuras sanas de apego. 

¿Qué puedes hacer al respecto como acompañante? Estar accesible y disponible. Ser referencia para su seguridad y potenciar su seguridad hacia otras personas, favorecer sus relaciones interpersonales, y el abordaje de situaciones desconocidas. Ser sensible a sus necesidades, responder con prontitud y atenderlas en la proporción que te corresponda. Validar sus emociones, tener una comunicación afectiva equilibrada y mostrar estabilidad emocional. Acoger, dar mensajes unívocos y coherentes, no dar siempre tu opinión, y dejar pasar algunos asuntos para recoger más adelante. Interesarte de verdad por sus asuntos, escuchar sin escandalizarte, y evitar la sobreprotección o el abandono.

Si tú personalmente percibes que necesitas potenciar tu seguridad personal en el modo en que te tratas a ti mismo, en cómo te relacionas con otras personas o con Dios, es un buen momento para verlo con tu acompañante espiritual y/o ayudarte con un profesional.

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Iniciativas

«De retiro», una web para encontrar a Dios

La web De retiro reúne numerosas actividades, ejercicios espirituales y adoraciones de diferentes parroquias y movimientos. Un portal perfecto para encontrar el retiro que mejor se adapta a cada uno.

Loreto Rios·11 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

La web De retiro (www.deretiro.es) es el primer buscador de retiros y actividades de las parroquias de España, y cuenta actualmente con unas 100.000 visitas al año. Detrás de este portal se encuentra un matrimonio que lleva más de veinte años casado, Patricia y Santiago, que definen a Omnes el proyecto explicando que “la web ‘De retiro’ es un agregador de la información católica de retiros y actividades en las parroquias, diócesis y movimientos de la Iglesia católica en España. Pone a disposición del público la información y todos los datos de contacto para que cada uno pueda dirigirse directamente a la parroquia/movimiento que lo organiza”.

Retiros en tiempos de pandemia

Durante el confinamiento, mucha gente empezó a plantearse asistir a retiros y encontrar un sentido a lo que estaban viviendo y a su fe. Como los propios Patricia y Santiago señalan a Omnes, la web De retirosurgió a raíz del covid, la gente preguntaba por retiros en los chats y las situaciones tan difíciles que se vivieron hicieron que la gente tuviera sed de Dios. Así fue como surgió, para dar a conocer las amplias y variadas herramientas que tiene la Iglesia católica en España para acercar a la gente a Dios y ponerlas al alcance de las personas, tanto las que no tienen fe como las que la tienen adormecida, para que pudiesen encontrar en un solo sitio la respuesta a su inquietud. Y aunar así toda la información, minorando la dispersión existente de la información”.

Patricia y Santiago, creadores de «De retiro»

Ante esta iniciativa, nos preguntamos cuál ha sido la respuesta de los usuarios de internet, a lo que responden los fundadores de la web que “ha habido una gran demanda de información de la gente, tanto en Instagram como en la web. Notamos, con las visitas de la web y en Instagram, el interés que realmente hay en conocer y apuntarse a retiros y actividades”.

Proyectos variados

Los retiros y actividades que ofrece De retiro son muy variados, no solo en modalidad sino también en el perfil de la gente a la que está dirigida cada iniciativa. “En líneas generales”, señalan Patricia y Santiago, “hay información de retiros y actividades segmentadas por edades, desde poscomunión hasta la tercera edad, pasando por jóvenes, universitarios, profesionales, adultos, novios, matrimonios… Cada uno puede sentirse identificado en un grupo de edad o de necesidad espiritual”.

Lo que más interés está suscitando últimamente, “viendo las estadísticas de la web”, indican los fundadores, “son los retiros de Emaús, Bartimeo, Effetá y el proyecto Amor Conyugal, junto con las Cenas Alpha”.

Los primeros, retiros de Emaús, son una iniciativa que surgió en Estados Unidos, aunque está ya muy extendido también en Europa y en España. Se trata de retiros organizados por laicos. Dura un fin de semana y puede hacerse solo una vez en la vida. Los retiros Bartimeo, de los que hablaremos más adelante, están dirigidos a jóvenes, mientras que Effetá se define en su web como “un retiro católico de jóvenes para jóvenes que tiene como finalidad vivir un encuentro personal con Dios. Es un retiro testimonial y experiencial, organizado por jóvenes que han conocido a Dios y quieren llevarlo a otros”.

Adolescentes y jóvenes

En mayor detalle, analizando cada franja de edad, Patricia y Santiago indican que entre los adolescentes están teniendo especial éxito los retiros Bartimeo y las catequesis de Lifeteen y Edge. No es de extrañar, ya que Lifeteen, un método de catequesis para adolescentes que tiene su origen en Estados Unidos, está teniendo una gran acogida entre los más jóvenes, ya que combina la formación cristiana con juegos, escenificaciones, actividades y diferentes dinámicas. Los retiros Bartimeo, por su parte, creados por unos laicos de la diócesis de Getafe basándose en los retiros de Emaús y Effetá, también están en alza y se dirigen específicamente a jóvenes de entre dieciséis y diecisiete años; entre los universitarios y jóvenes profesionales, están suscitando especial interés los retiros de Hakuna, Effetá y Yios (iniciativa de Regnum Christi que profundiza en las catequesis sobre teología del cuerpo de san Juan Pablo II), así como las Horas Santas de Hakuna y las Cenas Alpha, “una serie de diez cenas gratuitas semanales”, tal y como se indica en la web De retiro, en las que personas que no están en la Iglesia pero tienen curiosidad por la fe cristiana pueden debatir y charlar con cristianos. Ya son millones las personas que han participado en estas cenas, que se celebran en 169 países del mundo. En ellas, “se abre un debate sobre la fe en el que puedes preguntar libremente sobre todas las curiosidades que tengas sobre ella, en un ambiente abierto y relajado”, señala De retiro.

Retiros para novios y matrimonios

Por su parte, para los novios y matrimonios, Patricia y Santiago destacan que hay una tendencia ahora en asistir al Proyecto Amor Conyugal (PAC), el máster prematrimonial para novios y el Pit Stop para matrimonios de Hakuna, el Fortalecimiento Matrimonial de Schoenstatt y los proyectos Filoi, para novios, y Sponsus, para matrimonios, de Regnum Christi.

El Proyecto Amor Conyugal surgió en Málaga en 2002, pero ya se ha extendido a numerosas diócesis de España. Está basado en las catequesis de teología del cuerpo de san Juan Pablo II y dura un fin de semana. “Consiste en trabajar sobre tres pilares (fe, formación y vida) para recuperar el plan de Dios para el matrimonio y la familia, el que inició desde la creación del hombre-mujer y que tiene como objetivo la santidad”, explican en De retiro.

Adultos y tercera edad

Entre los adultos, las estadísticas de la web revelan un especial interés por los retiros de Emaús, los Cursillos de Cristiandad, los ejercicios ignacianos en silencio, el proyecto Hakuna Senior y los Seminarios de Vida en el Espíritu. También destacan en esta franja de edad las actividades de formación de Schoenstatt y de Hakuna, las oraciones de alabanza, las Horas Santas de Hakuna, las Cenas Alpha, las iniciativas de oración de madres, los grupos de Vida Ascendente para la tercera edad y las actividades de Comunión y Liberación, entre otros.

“La gente busca a Dios”

Un proyecto así siempre conlleva algunos retos, pero también momentos y frutos muy gratificantes. Según indican Patricia y Santiago, “lo que estamos encontrando más difícil es obtener datos, ya que son desagregados y no existe una base de datos de todos ellos. Y lo más bonito es ver cómo la gente busca a Dios, muchas veces la primera vez que pisan una iglesia en años es para apuntarse a un retiro que han visto previamente en la web”.

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Vaticano

Contundente discurso del Papa en favor de la vida y la natalidad

El Papa Francisco ha lanzado este viernes un discurso alentando a considerar la vida humana como un don, y no como un problema, y ha manifestado que el número de nacimientos es el primer indicador de la esperanza de un pueblo. Sin niños y juventud, un país pierde su deseo de futuro, ha señalado a los participantes en los Estados Generales de la Natalidad en Italia.    

Francisco Otamendi·10 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

“Cada regalo de un niño, de hecho, nos recuerda que Dios tiene fe en la humanidad, como subraya el lema ‘Estar ahí, más juventud, más futuro’”, ha comenzado el Santo Padre sus palabras en la cuarta edición de los Estados Generales de la Natalidad en Italia.”Nuestro ‘estar ahí’ no es fruto de la casualidad: Dios nos ha querido, tiene un plan grande y único para cada uno de nosotros”.

Con esta perspectiva, “es  importante reunirse y trabajar juntos para promover la natalidad con realismo, previsión y valentía”, ha añadido el Pontífice, que ha desglosado estos tres conceptos.

“Los seres humanos no son problemas”

En primer lugar, “realismo. En el pasado, no han faltado estudios y teorías que alertaban sobre el número de habitantes de la Tierra, porque el nacimiento de demasiados niños crearía desequilibrios económicos, falta de recursos y contaminación.  Siempre me ha llamado la atención cómo estas tesis, ya caducas y superadas desde hace tiempo, hablaban de los seres humanos como si fueran problemas”, ha reflexionado el Papa.

“En la raíz de la contaminación y del hambre en el mundo no están los niños que nacen, sino las decisiones de quienes sólo piensan en sí mismos, el delirio del materialismo desenfrenado, de un consumismo que, como un virus maligno, erosiona de raíz la existencia de las personas y de la sociedad”, ha manifestado.

Con unas palabras que sonaban a san Pablo VI, Francisco ha subrayado que “el problema no es cuántos somos en el mundo, sino qué mundo estamos construyendo; no son los hijos, sino el egoísmo, que crea injusticias y estructuras de pecado, hasta entretejer interdependencias malsanas entre los sistemas sociales, económicos y políticos”.

Compromiso de los gobiernos a favor de la familia

“No, el problema de nuestro mundo no es que nazcan niños: es el egoísmo, el consumismo y el individualismo que hacen que la gente esté llena, sola e infeliz. El número de nacimientos es el primer indicador de la esperanza de un pueblo. Sin niños y juventud, un país pierde su deseo de futuro”, ha proseguido el Papa Francisco.

En este punto, el Santo Padre ha requerido “un mayor compromiso por parte de todos los gobiernos, para que las jóvenes generaciones puedan realizar sus sueños legítimos. Se trata de poner en marcha opciones serias y eficaces en favor de la familia. Por ejemplo, poner a una madre en situación de no tener que elegir entre el trabajo y el cuidado de los hijos; o liberar a muchas parejas jóvenes del lastre de la precariedad laboral y la imposibilidad de comprar una vivienda”.

También es importante “promover, a nivel social, una cultura de generosidad y solidaridad intergeneracional, para revisar hábitos y estilos de vida, renunciando a lo superfluo para dar a los más jóvenes una esperanza para el mañana, como ocurre en muchas familias”. 

Coraje a los jóvenes

La tercera palabra es “coraje”, ha proseguido. “Y aquí me dirijo especialmente a los jóvenes. Sé que para muchos de vosotros el futuro os puede parecer preocupante, y que entre el descenso de la natalidad, las guerras, las pandemias y el cambio climático, no es fácil mantener viva la esperanza. Pero no se rindan, tengan fe, porque el mañana no es algo ineludible: lo construimos juntos, y en esta ‘unión’ encontramos ante todo al Señor”.

“El reto de la natalidad es cuestión de esperanza”

El pasado año, el Papa estuvo también en la reunión de los Estados Generales de la Natalidad. En una entrevista con Omnes, su impulsor, Gianluigi De Palo, manifestó que “un pacto mundial de natalidad es una propuesta que podría debatirse a nivel internacional”. De Palo recordó también algunas palabras del discurso del Papa.

“El reto de la natalidad es cuestión de esperanza. La esperanza se nutre del compromiso por el bien de cada uno, crece cuando nos sentimos partícipes e implicados en dar sentido a nuestra vida y a la de los demás. Alimentar la esperanza es, pues, una acción social, intelectual, artística, política en el sentido más alto de la palabra; es poner las propias capacidades y recursos al servicio del bien común, es sembrar futuro”.

Los Estados Generales de la Natalidad son una iniciativa de Fundación para la Natalidad, y sus encuentros reúnen numerosas iniciativas civiles, públicas, empresas privadas y particulares en torno al problema demográfico, que debería unir, a su juicio, a todo el país con independencia de su opción política o cultural.

Italia y el Viejo Continente, “sin esperanza en el mañana”

El Papa Francisco se ha referido también hoy al problema en Italia, que es el de muchos países europeos, tal como ha abordado Omnes en diversas ocasiones: “En Italia, por ejemplo, la edad media es actualmente de cuarenta y siete años, y se siguen batiendo nuevos récords negativos. Desgraciadamente, si nos basáramos en estos datos, nos veríamos obligados a afirmar que Italia está perdiendo progresivamente la esperanza en el mañana, como el resto del mundo, el resto de Europa: el Viejo Continente se vuelve cada vez más viejo, cansado y resignado, tan ocupado en exorcizar la soledad y la angustia que ya no sabe cómo saborear, en la civilización del don, la verdadera belleza de la vida”.

Una obra de esperanza

Al comienzo de su intervención, el Papa Francisco se había dirigido a Gianluigi de Palo: “Gracias Gianluigi y a todos los que trabajan por esta iniciativa. Estoy feliz de estar con vosotros de nuevo porque, como sabéis, el tema del parto me toca muy de cerca”.

Al concluir, el Pontífice señaló: “Como hacen las madres y padres de la Fundación para el Parto, que cada año organizan este evento, esta obra de esperanza nos ayuda a reflexionar, y crece, implicando cada vez más al mundo de la política, de la empresa de la banca, del deporte, del espectáculo y del periodismo. Queridos amigos, gracias por lo que hacéis, gracias a todos. Estoy cerca de vosotros y os acompaño con mis oraciones. Y os pido, por favor, que no os olvidéis de rezar por mí”.

El autorFrancisco Otamendi

Cultura

Dos vidas «de cine» entregadas a Dios

Patricio Sánchez-Jáuregui·10 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Francesca Cabrini fue la primera santa de Estados Unidos canonizada. Su vida inspiró, entre otras, a santa Teresa de Calcuta. Por su parte, el cardenal Stefan Wyszyński (1901-1981), personaje clave en la historia reciente de Polonia, y quien se le otorgó el título de Primado de Polonia, a pesar de la persecución religiosa que se sufría en el país.

Una mujer italiana

Alejandro Monteverde («Sound of Freedom», «Little Boy», «Bella»), trae a nuestras pantallas otra historia basada en hechos reales. Una película estrenada en EEUU el viernes 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, que cuenta la vida de la religiosa italoamericana Francesca Cabrini, una inmigrante italiana que llega a la ciudad de Nueva York en 1889 y es recibida por enfermedades, crimen y niños empobrecidos. Poco después, fundará la congregación de las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús.

Una mujer italiana

Director: Alejandro Monteverde
Guión: Rod Barr
Historia: Rod Barr, Alejandro Monteverde
Actores: Cristiana Dell’ Anna, John Lithgow, David Morse
Plataforma: Cines

Canonizada por la Iglesia católica, Cabrini dedicó su vida a los más vulnerables y desfavorecidos, y este film relata su vida a través de un drama de época, que cuenta la misión de la santa por crear un hogar y hospital para los más desfavorecidos. La construcción de un “imperio de esperanza” como nunca antes había visto el mundo.

El primado de Polonia

La historia del cardenal Stefan Wyszynski es un drama histórico que narra la lucha por la libertad, y el escenario para el ascenso del Papa Juan Pablo II y la caída del comunismo en Europa.

Basada en hechos reales, “El primado de Polonia” describe de forma certera la. experiencia de las generaciones polacas que vivieron bajo la represión soviética, y saca a la luz la historia de un personaje olvidado pero de gran importancia, al que Juan Pablo II dedicó estás palabras: «No habría ningún Papa polaco (…) si no fuera por tu fe, que no retrocedió ante la prisión y el sufrimiento».

Un primado de Polonia

Director: Michał Kondrat
Guión: Katarzyna Bogucka, Joanna Dudek, Karolina Slyk
Actores: Slawomir Grzymkowski, Adam Ferency, Marcin Tronski, Katarzyna Zawadzka
Plataforma: Cines
Recursos

¿Por qué es María la Madre de los cristianos?

Desde los inicios del cristianismo, se ha considerado a María la Madre de la Iglesia. Ella nos reorienta para que descubramos verdaderamente lo que Jesús quiere de nosotros.

Emilio Liaño·10 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

Durante siglos, la Iglesia ha propuesto a la Virgen María como un refugio seguro para los cristianos. La Iglesia no ha cambiado de criterio en estos últimos tiempos, pero últimamente la devoción a María ha decaído en algunos países que solían tener una fuerte devoción mariana, con unas consecuencias que se dejan notar en estas sociedades.

El corazón maternal de María

No es una verdad desconocida que la Virgen María sea la madre de todos los cristianos, tal como así nos la dejó Jesucristo al pie de la Cruz. Esta es una verdad que todavía hoy muchos conocen, al menos teóricamente, con la salvedad de que tal vez, cada vez más sea eso, solo una verdad teórica.

Que la Virgen sea nuestra madre significa que podemos entender nuestra relación con ella como lo hacen las madres. Tenemos el ejemplo de tantísimas buenas madres que se desviven por sus hijos y que nos permiten entender lo que es la maternidad: dar espacio a una nueva vida y proteger a esa vida por encima de la suya. Esto que podemos aprender en tantas mujeres, es la maternidad propia de María, a lo que se suma que no hay defectos por su vida ajena al pecado.

La Cruz en la vida del cristiano

No menos cierto que la maternidad de María es la centralidad de la Cruz en el cristianismo. Sabemos que Jesucristo murió en la Cruz para salvar al hombre y también ha sido ampliamente aceptado que este designio de la cruz es también querido para todos los cristianos. Dios no quiere, salvo excepciones, que los cristianos pasen por el patíbulo de la cruz, pero sí quiere que pasemos por la expiación del dolor, dolor que estuvo presente en grado máximo en la crucifixión de Jesucristo.

Dado que este dolor está dentro de los planes divinos, podemos pensar que María, nuestra madre, también acepta que suframos todo ese dolor que, en el fondo, es redentor. Ahora y desde aquí, nos es difícil saber como se conjuga en María esa ternura que tiene por nosotros y el sufrimiento por el que tenemos que pasar para poder acceder hacia Dios. Seguro es que María acepta ese sufrimiento nuestro tanto por tener su origen en Dios, como por sernos causa de una mayor felicidad.

Dios no se alegra con el sufrimiento de nadie y nunca lo quiere por sí mismo, sino solo como medio de expiación hacia algo mejor. Eso queda reflejado en que la justicia divina suele ser suavizada cuando descubre en el hombre la rectificación de su conducta como tuvo oportunidad de experimentar el rey David. La Virgen también procura esa disminución del sufrimiento en sus hijos aun cuando no elimina todos nuestros dolores que, no en vano, purifican nuestro corazón.

El malestar del pecado

Sin embargo, no todo dolor es purificador. El dolor, de hecho, no estaba en el plan primigenio de Dios sobre el hombre, y fue el pecado de Adán y Eva el que abrió esta caja.

La puerta del dolor en nuestra vida es el pecado, y el demonio trata de sacar partido de esta penosa consecuencia inyectando pesimismo y malestar en nuestra vida.

Realmente, quien quiere que suframos es el demonio no Dios. Dios quiere el sufrimiento como medio, una vez que el pecado ha abierto la puerta a la muerte. El demonio, sin embargo, quiere directamente nuestro mal, nuestra infelicidad. Por ello, cuando abrimos nuestro corazón al pecado, dejamos que entre la tristeza, el disgusto y todo aquello que nos apesadumbra. Es una pena que introduzcamos alegremente en nuestra vida a quien no tiene intenciones pacíficas sobre nosotros.

La barrera protectora del corazón de María

Ante esta situación trágica del hombre, que elige como amigo a quien no le quiere, el corazón de María se enternece porque nosoros seguimos siendo sus hijitos pequeños, aunque elijamos libremente nuestra penosa situación. Ella sabe bien la ignorancia y la debilidad de nuestro corazón que no sabe o no quiere mantenerse en el bien.

El alejamiento de nuestra sociedad respecto a Dios es bastante patente y la abundancia de pecado va seguida de tanto sufrimiento que no podemos eliminar a pesar de tanta tecnología, ciencia y que podamos hacer lo que queramos con total libertad. Por eso llama la atención tanta guerra, tantos asesinatos y tanta crispación que se torna en insultos y violencia.

María ve nuestro corazón abatido y no se queda indiferente. Ella no quiere que suframos a manos de nuestro enemigo, sino que tengamos la vida abundante que Dios nos ha regalado con su muerte en la Cruz.

María viene a nosotros con la intención de reconfortarnos, de poner paz donde hay tensiones y alegría donde hay tristeza. María viene solícita por sus hijos que lloramos, pero ella no puede hacer nada si despreciamos su trato. El poder maternal de María está inerme frente a la indiferencia de nuestro libre egoismo.

Son muchos los países que han gozado de la especial protección maternal de María, como es el caso de España. Entonces, la Virgen actuaba limitando enormemente la actuación del demonio. Este actuaba, pero su influencia y capacidad de provocar malestar estaba contenida en unos límites que nos salvaban de la desesperación de la eternidad y de nuestra propia vida.

Hoy, sin embargo, son tantos que ya no creen, no solo en Dios, sino ni siquiera en la felicidad en esta vida. Se celebra la muerte como una conquista, como un derecho; como si morir fuera una victoria. ¿Victoria sobre qué? Esta pregunta tiene difícil respuesta cuando se cree que después de la muerte solo nos sobreviene la nada.

Desgraciadamente hemos llegado a un punto muy lamentable en el que consideramos más positivo desaparecer, ir a la nada, después de nuestra muerte que vivir eternamente felices. La nada (futura) nos libra de nuestra culpa. Muerto el perro se acabó la rabia. Creo que esta actitud bastante extendida en nuestra sociedad es un buen exponente de la (escasa) felicidad de la que gozamos.

María, sin embargo, no nos deja solos, independientemente de donde nos hayamos querido meter, por muy lejos que estemos de Dios. Ella quiere nuestra felicidad que nos conduce a una eterna buenaventura. Su corazón sufre con nuestra desazón, y si la dejamos viene a curar nuestras heridas como una madre que no puede ver sufrir a sus hijos.

El corazón de María, este es el entorno que Dios ha previsto para el hombre en esta situación de pecado donde el dolor es inevitable. Ella nos lo hace más llevadero, y nos facilita ver y acoger la salvación que nos trae su Hijo.

La recta orientación hacia Jesús

María, con su corazón maternal, nos hace la vida más fácil, lima las dificultades y nos trae la alegría y la paz de Dios a nuestras vidas.

Pero aun más que proporcionarnos bienestar en nuestras vicisitudes, María siempre nos muestra con claridad que es lo que Dios quiere de sus hijos.

¿Qué esperaba Jesús de su madre? Amor. El amor tierno que una madre puede dar a su hijo. Ciertamente María proporcionó comida y ropa a Jesús, y un hogar agradable, aun en las circunstancias más desfavorables como pudieron ser las de Belén. María cumplió con sus obligaciones de madre y atendió con diligencia a su Hijo. Pero lo que Jesús le pidió por encima de cualquier otra cosa fue su amor que suplía el amor que las criaturas no le hemos querido dar.

De hecho, la comida y tantas atenciones eran la materialización de su amor (su amor hecho carne). Cuando esos cuidados maternales ya no fueron posibles, o solo se hacían de forma más esporádica, Jesús, sin embargo, nunca echó de menos el amor de su madre, porque ese amor creció en los detalles cotidianos, pero también en la lejanía de su separación.

Nuestra Madre nos proporciona bienestar en nuestra vida y, sobre todo, nos reorienta para que sepamos verdaderamente lo que Jesús quiere de nosotros. 

El autorEmilio Liaño

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Vaticano

La esperanza, eje del Jubileo convocado por el Papa para 2025

El Santo Padre ha proclamado en San Pedro la Bula de convocatoria del Jubileo de 2025, como una ocasión “para reavivar la esperanza”, como san Pablo infundía aliento a los cristianos de Roma. El Jubileo ordinario comenzará en Roma el 24 de diciembre de este año, y en las diócesis el domingo 29. Y concluirá en las iglesias particulares el 28 de diciembre de 2025, y en Roma el 6 de enero de 2026, en Epifanía.  

Francisco Otamendi·9 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

La Bula de convocatoria del Jubileo de 2025 que ha proclamado esta tarde el Papa en la Basílica de San Pedro, en la solemnidad de la Ascensión del Señor, lleva por título “Spes non confundit” (La esperanza no defrauda), palabras de la Carta paulina a los Romanos (5,5).

El Pontífice ha delegado la lectura de párrafos significativos de la Bula del Año Santo de 2025, que los fieles preparan estos meses con un tiempo especial de oración, en Mons. Leonardo Sapienza, regente de la Prefectura de la Casa Pontificia, y decano del Colegio de Protonotarios Apostólicos.

Al concluir la lectura, el Papa Francisco ha entregado simbólicamente un ejemplar de la Bula a los arciprestes de las basílicas romanas, a los Pro-Prefectos del Dicasterio para la Evangelización, monseñor Fisiquella y cardenal Tagle, y al secretario del mismo dicasterio, mosneñor.Nwachukwu, secretario del dicasterio, en representación de todos los Obispos de África, y a los Prefectos de los Dicasterios para las Iglesias Orientales y para los Obispos, 

Peregrinos de esperanza

“Spes non confundit”, “la esperanza no defrauda”. “Bajo el signo de la esperanza el apóstol Pablo infundía aliento a la comunidad cristiana de Roma. La esperanza también constituye el mensaje central del próximo Jubileo, que según una antigua tradición el Papa convoca cada veinticinco años”, comienza el texto de la Bula fechada por el Papa Francisco en San Juan de Letrán, el 9 de mayo de 2024, solemnidad de la Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo, duodécimo del Pontificado. 

Pienso en todos los peregrinos de esperanza que llegarán a Roma para vivir el Año Santo y en cuantos, no pudiendo venir a la ciudad de los apóstoles Pedro y Pablo, lo celebrarán en las Iglesias particulares”, ha señalado. “Que pueda ser para todos un momento de encuentro vivo y personal con el Señor Jesús, “puerta” de salvación (cf. Jn 10,7.9); con Él, a quien la Iglesia tiene la misión de anunciar siempre, en todas partes y a todos como “nuestra esperanza” (1 Tm 1,1)”. 

Acontecimientos precedentes

El Papa afirma enseguida que “el Año Santo 2025 está en continuidad con los acontecimientos de gracia precedentes. En el último Jubileo ordinario se cruzó el umbral de los dos mil años del nacimiento de Jesucristo. Luego, el 13 de marzo de 2015, convoqué un Jubileo extraordinario con la finalidad de manifestar y facilitar el encuentro con el “Rostro de la misericordia” de Dios , anuncio central del Evangelio para todas las personas de todos los tiempos”. 

Nuevo Jubileo: itinerario marcado por grandes etapas

“Ahora ha llegado el momento de un nuevo Jubileo, para abrir de par en par la Puerta Santa una vez más y ofrecer la experiencia viva del amor de Dios, que suscita en el corazón la esperanza cierta de la salvación en Cristo. 

Al mismo tiempo, este Año Santo orientará el camino hacia otro aniversario fundamental para todos los cristianos: en el 2033 se celebrarán los dos mil años de la Redención realizada por medio de la pasión, muerte y resurrección del Señor Jesús”, señala el Pontífice,

Apertura de Puertas Santas: 7 fechas clave

“Nos encontramos así frente a un itinerario marcado por grandes etapas, en las que la gracia de Dios precede y acompaña al pueblo que camina entusiasta en la fe, diligente en la caridad y perseverante en la esperanza”, ha continuado. “Apoyado en esta larga tradición y con la certeza de que este Año jubilar será para toda la Iglesia una intensa experiencia de gracia y de esperanza, dispongo”:

1) que la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, se abra a partir del 24 de diciembre del corriente año 2024, dando inicio así al Jubileo ordinario.

2) el domingo sucesivo, 29 de diciembre de 2024, abriré la Puerta Santa de la Catedral de San Juan de Letrán, que el 9 de noviembre de este año celebrará los 1700 años de su dedicación. 

3)  A continuación, el 1 de enero de 2025, solemnidad de Santa María, Madre de Dios, se abrirá la Puerta Santa de la Basílica papal de Santa María la Mayor. 

4) Y, por último, el domingo 5 de enero se abrirá la Puerta Santa de la Basílica papal de San Pablo extramuros. Estas últimas tres Puertas Santas se cerrarán el domingo 28 de diciembre del mismo año”. 

En las diócesis: 29 de diciembre de 2024

5) “Establezco además que el domingo 29 de diciembre de 2024, en todas las catedrales y concatedrales, los obispos diocesanos celebren la Eucaristía como apertura solemne del Año jubilar, según el Ritual que se preparará para la ocasión. En el caso de la celebración en una iglesia concatedral el obispo podrá ser sustituido por un delegado designado expresamente para ello. 

Que la peregrinación desde una iglesia elegida para la collectio, hacia la catedral, sea el signo del camino de esperanza que, iluminado por la Palabra de Dios, une a los creyentes. Que en ella se lean algunos pasajes del presente Documento y se anuncie al pueblo la indulgencia jubilar, que podrá obtenerse según las prescripciones contenidas en el mismo Ritual para la celebración del Jubileo en las Iglesias particulares. 

6) Durante el Año Santo, que en las Iglesias particulares finalizará el domingo 28 de diciembre de 2025, ha de procurarse que el Pueblo de Dios acoja, con plena participación, tanto el anuncio de esperanza de la gracia de Dios como los signos que atestiguan su eficacia. 

7) El Jubileo ordinario se clausurará con el cierre de la Puerta Santa de la Basílica papal de San Pedro en el Vaticano el 6 de enero de 2026, Epifanía del Señor. Que la luz de la esperanza cristiana pueda llegar a todas las personas, como mensaje del amor de Dios que se dirige a todos. Y que la Iglesia sea testigo fiel de este anuncio en todas partes del mundo”.

“Para todos ocasión de revivir la esperanza”

Todos esperan. En el corazón de toda persona anida la esperanza como deseo y expectativa del bien, aun ignorando lo que traerá consigo el mañana. Sin embargo, la imprevisibilidad del futuro hace surgir sentimientos a menudo contrapuestos: de la confianza al temor, de la serenidad al desaliento, de la certeza a la duda. Encontramos con frecuencia personas desanimadas, que miran el futuro con escepticismo y pesimismo, como si nada pudiera ofrecerles felicidad”.

“Que el Jubileo sea para todos ocasión de reavivar la esperanza. La Palabra de Dios nos ayuda a encontrar sus razones. Dejémonos conducir por lo que el apóstol Pablo escribió precisamente a los cristianos de Roma”, ha manifestado Francisco.

Paz, vida, pobres, presos, migrantes, ancianos, jóvenes, Nicea…

El Papa escribe en la Bula que “además de alcanzar la esperanza que nos da la gracia de Dios, también estamos llamados a redescubrirla en los signos de los tiempos que el Señor nos ofrece. […], Y “los signos de los tiempos, que contienen el anhelo del corazón humano, necesitado de la presencia salvífica de Dios, requieren ser transformados en signos de esperanza”. 

Algunos signos de esperanza que detalla el Santo Padre en la Bula del Jubileo son la paz para el mundo, la apertura a la vida, la atención a los pobres, a los presos, a los migrantes o a los ancianos, las iniciativas de los jóvenes, o el 1.700 aniversario del Concilio de Nicea, que “representa una invitación a todas las Iglesias y comunidades eclesiales a seguir avanzando en el camino hacia la unidad visible, a no cansarse de buscar formas adecuadas para corresponder plenamente a la oración de Jesús: “Que todos sean uno: como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste”.

El fundamento de nuestra esperanza

En otro momento, el Papa reflexiona sobre el hecho de que “Jesús muerto y resucitado es el centro de nuestra fe”. […] “Cristo murió, fue sepultado, resucitó, se apareció. Por nosotros atravesó el drama de la muerte”, y manifiesta que “la esperanza encuentra en la Madre de Dios su testimonio más alto. En ella vemos que la esperanza no es un fútil optimismo, sino un don de gracia en el realismo de la vida”.

Finalmente, el Santo Padre alienta a que nos dejemos “atraer desde ahora por la esperanza y permitamos que a través de nosotros sea contagiosa para cuantos la desean. Que la fuerza de esa esperanza pueda colmar nuestro presente en la espera confiada de la venida de Nuestro Señor Jesucristo, a quien sea la alabanza y la gloria ahora y por los siglos futuros”.

El autorFrancisco Otamendi

Educación

La Pontificia Universidad de la Santa Cruz tiene nuevo rector

El nuevo rector, Fernando Puig, decano de la Facultad de Derecho Canónico de la PUSC, tomará posesión el próximo 1 de octubre de 2024.

Loreto Rios·9 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Monseñor Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei y Gran Canciller de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, fundada por el beato Álvaro del Portillo en 1984, ha nombrado un nuevo rector para los próximos cuatro años, 2024-2028, con la confirmación del Dicasterio para la Cultura y la Educación.

La toma de posesión del nuevo rector, Fernando Puig, profesor de Derecho de Organización y Gobierno de la Iglesia, tendrá lugar al comienzo del próximo curso académico, el 1 de octubre de 2024, día en que además se conmemorará el 40 aniversario de la fundación de la universidad y se jubilará el actual rector, el profesor Luis Navarro, que lleva en el cargo desde 2016.

La comunidad académica ha querido expresar su gratitud a Luis Navarro por los años dedicados a la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, señalando que “durante sus dos mandatos como rector […] se inició un proceso de reforma de la organización interna, profesionalizando diversos procedimientos de trabajo; se pusieron en marcha medidas económicas y financieras para garantizar la sostenibilidad. En los últimos años también se ha dado un nuevo impulso a la investigación, mediante la creación de proyectos interdisciplinarios e interuniversitarios en los que participan estudiosos e investigadores de diversas universidades de todo el mundo”.

El rector Luis Navarro ©Gianni Proietti

La universidad también ha recordado que “una ocasión de especial relevancia» durante su mandato «fue la Audiencia concedida por el propio Papa a los estudiantes de las Universidades Pontificias de Roma, que tuvo lugar el 25 de febrero de 2023, durante la cual el profesor Navarro tuvo la oportunidad de dirigirse al Papa en nombre de los presentes”.

Por su parte, el profesor Fernando Puig, natural de Terrassa (España), sacerdote del Opus Dei desde 2004, es doctor en Derecho por la Universidad de Barcelona y la Universidad de Girona, y doctor en Derecho Canónico y Teología Dogmática por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz.

Mundo

“Fraternidad sin fronteras”, Roma acoge la nueva cumbre mundial #BeHuman

Del 10 al 11 de mayo tendrá lugar en Roma una nueva edición del Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana #BeHuman, un evento de encuentro y reflexión organizado por la Fundación Fratelli Tutti.

Giovanni Tridente·9 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Por segundo año consecutivo, Roma se prepara para convertirse en la capital mundial de la fraternidad entre los pueblos. De hecho, del 10 al 11 de mayo tendrá lugar la nueva edición del Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana #BeHuman, un evento de encuentro y reflexión organizado por la Fundación Fratelli Tutti, cuyo presidente es el cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la basílica papal de San Pedro y vicario del Papa para la Ciudad del Vaticano.

La iniciativa, titulada “Ideas y encuentros para la fraternidad. Construyamos juntos un mundo de paz”, pretende como siempre construir un nuevo humanismo basado en los valores de la solidaridad y la amistad social. Un nutrido grupo de personalidades de renombre internacional se reunirá en la Ciudad Eterna para debatir y elaborar propuestas concretas en torno al tema unificador de la fraternidad universal. Además de 30 galardonados con el Premio Nobel de la Paz, entre ellos Maria Ressa, Rigoberta Menchú y Muhammad Yunus, asistirán otros muchos invitados distinguidos.

Desde responsables de organizaciones internacionales como la Unión Africana y las Naciones Unidas, hasta líderes del mundo empresarial, académico, científico y de la sociedad civil: una gran aldea global reunida en torno a 12 mesas temáticas repartidas entre Roma y Ciudad del Vaticano.

Fraternidad concreta

Se hablará de paz, desarrollo sostenible, economía social, educación, deporte, salud, trabajo digno y muchos otros temas relacionados con el bien común de la humanidad. Con una gran pregunta de fondo: ¿cómo realizar concretamente ese ideal de fraternidad que el Papa Francisco ha reclamado en repetidas ocasiones?

El programa incluye sesiones plenarias, talleres, actos culturales y momentos de espiritualidad. Destacan la audiencia con el Santo Padre en el Palacio Apostólico y el encuentro de los Premios Nobel con el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, en el Palacio del Quirinal. También intervendrán el alcalde de Nueva York, Eric Adams, el economista Jeffrey Sachs, el entrenador de la selección italiana de fútbol, Luciano Spalletti, y el Consejero Delegado de Fiat, Olivier François.

El acto de clausura tendrá lugar en el pórtico de la Basílica de San Pedro, con la participación de artistas como el compositor Giovanni Allevi, el cantautor Roberto Vecchioni y la estrella estadounidense del country Garth Brooks.

Un pacto mundial

No es la primera vez que Roma acoge un festival de este tipo inspirado en la encíclica “Fratelli tutti”. En junio de 2023 se firmó también la “Declaración de Roma”, acta fundacional de la Fundación del mismo nombre deseada por el Papa para promover la fraternidad en todas partes.

La edición de 2024 representa un paso más en esa dirección, con el ambicioso objetivo de sentar las bases de un verdadero Pacto Mundial de Fraternidad que se firmará con ocasión del Jubileo de 2025.

El autorGiovanni Tridente

La última trinchera de la libertad

Una conciencia bien formada es la última trinchera, la definitiva, que hemos de defender en la batalla de la libertad. Una conciencia que, en el caso de los cristianos, está configurada por la mente y sentimientos de Cristo.

9 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En la película Origen (Inception, 2010) su director, Christopher Nolan, nos propone una trama sugerente en la que los protagonistas se introducen en los sueños de las personas para modificar su conducta e inducirles a actuar de determinada forma. La tesis es muy interesante y nos plantea de lleno el problema de la libertad. ¿Hasta qué punto somos libres en nuestras decisiones? ¿Cuánto hay de inducción en lo que hacemos? ¿Hasta dónde trabaja el subconsciente y hasta donde nuestra consciencia a la hora de actuar?

Está comprobado el poder de la publicidad subliminal y su influencia en el campo de las ventas. De hecho, en diversos países hay una legislación que la prohíbe en defensa de los derechos de la infancia. Y todos somos conscientes de la gran cantidad de decisiones que tomamos de manera impulsiva, no reflexionada, en nuestro día a día. Nada de eso nos sorprende.

Pero este fenómeno ha dado un salto cualitativo con la llegada de Internet y del Big Data, en el que las empresas pueden rastrear nuestras interacciones con la red y conseguir muchos de nuestros datos, incluidos algunos de los que no somos conscientes. Entre otras razones porque, aunque nosotros seamos cuidadosos y no aportemos datos personales, todas las personas con las que interactuamos sí aportan información sobre nosotros, lo queramos o no. Es fácil reconocerlo en la publicidad tan personalizada que nos llega en cuanto abrimos una web o en las noticias que se suponen de interés seleccionadas personalmente para nosotros por los algoritmos de Google.

La ficción de la película Origen se queda corta comparada con la realidad de hasta qué punto podemos ser manipulables. El problema no es solo que tengan todos nuestros datos y, por ello, puedan saber perfectamente cómo pensamos o incluso a qué partido político vamos a votar en las próximas elecciones antes de que nosotros lo hayamos decidido. Lo saben. Pero igual que ocurre en las compras en las que ese conocimiento lo aplican para inducirnos a adquirir determinados productos, en el resto de los ámbitos de la vida, también pueden influirnos para que pensemos y actuemos en la dirección que otras personas deseen.

Por eso la última trinchera de nuestra libertad está en la conciencia.

Esto es radicalmente importante para nosotros como cristianos.

Un cristiano está configurado por Cristo. Como diría san Pablo tiene los mismos pensamientos y sentimientos que Cristo. Ve el mundo y actúa desde los valores del Evangelio, que no son algo abstracto, sino que se encarnan en Jesús de Nazaret. Y, como ha ocurrido siempre, esta forma de entender la vida es radicalmente distinta a la que el mundo plantea. Muchos de nuestros hermanos dieron su vida, y muchos la siguen dando, por no traicionar esos principios. Son los mártires que supieron que había que obedecer a Dios antes que a los hombres, por poderosos que estos fueran.

Pero ¿qué ocurriría si quien quisiera hacerte pensar de determinada forma pudiese meterse en tu mente y hacerte pensar que sus pensamientos son los tuyos? ¿Cómo distinguir los sueños de la realidad? ¿Cómo distinguir tus deseos de los que te inserten desde tu móvil?

Porque el móvil ha dejado de ser un simple aparato que nos permite comunicarnos con otras personas y es mucho más que un dispositivo con diversas aplicaciones útiles para nuestra vida. Literalmente se ha convertido en nuestra memoria -¿quién necesita aprender datos si están todos en la red?-, en el están nuestras relaciones, – allí es donde se vive y nos interconectamos unos con otros- y hasta nuestra inteligencia se ha externalizado ¿para que esforzarnos si puede hacer nuestros trabajos ChatGPT?-.

Muchos sueñan con un chip insertado en nuestro cerebro que nos permita hacer todo eso sin necesidad de tener el dispositivo fuera, pero la realidad es que ya estamos funcionando con el móvil y todas sus aplicaciones como una parte externalizada de nuestro ser.

Por eso la batalla de la libertad se libra en nuestro interior. Hemos abierto la puerta por la que pueden entrar en nuestros pensamientos, en nuestros sueños, en nuestros deseos. Y, como en la película de Nolan, acabamos pensando que son realmente nuestros los que nos han metido en nuestra cabeza cuando teníamos la guardia bajada. Por eso una conciencia bien formada es la última trinchera, la definitiva, que hemos de defender en la batalla de la libertad. Una conciencia que, en el caso de los cristianos, está configurada por la mente y sentimientos de Cristo.

Debemos ser conscientes del reto que tenemos como educadores y pertrechar, especialmente a nuestros jóvenes, con una conciencia recta, una vida espiritual profunda y unas virtudes que configuren todo su ser. Solo entonces podrán navegar en los procelosos mares que ofrece Internet sin naufragar.

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

Evangelio

La libertad humana. Domingo VII de Pascua (B)

Joseph Evans comenta las lecturas del domingo VII de Pascua.

Joseph Evans·9 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

La Iglesia siempre tendrá que enfrentarse a la hostilidad del mundo y a la infidelidad de algunos de sus miembros. Son realidades duras, pero tenemos que afrontarlas, y Jesús nos advierte de ellas en el Evangelio de hoy. Recordando la traición de Judas, Jesús reza por la fidelidad de los futuros discípulos, pero no nos oculta lo que llama el “odio” del mundo. “Yo les he dado tu palabra”, ruega al Padre, “y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo”. 

La primera lectura trata temas similares. Después de la Resurrección, Pedro, como primer Papa, ve la necesidad de completar el número de los Doce tras la traición y el suicidio de Judas. Esto estaba predicho en las Escrituras, dice, al igual que Jesús en el Evangelio, aunque deja claro que esto no excusa a Judas. No fue un instrumento ciego del destino. Actuó libremente. “Ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura”. Judas pudo haber sido un hijo de Dios. Se hizo a sí mismo un hijo de perdición, un condenado al infierno. Así pues, que Dios conozca de antemano el pecado humano no significa que lo provoque o nos obligue a cometerlo. Los padres lo entienden perfectamente: conociendo tan bien a sus hijos, pueden adivinar cómo reaccionarán en determinadas circunstancias. Pero no les obligan a hacerlo. La única diferencia entre nosotros y Dios es que, mientras que nosotros sólo podemos adivinar, Él sabe.

Así pues, Cristo, como Dios, prevé la resistencia del mundo y las defecciones dentro de la Iglesia. Esta es la triste historia de la humanidad. Triste pero no trágica. En primer lugar, porque los seres humanos siguen ejerciendo la libertad. No se trata de un destino pagano en el que estamos condenados de antemano. Nuestras acciones deciden nuestro destino. Luego, porque, en última instancia, si queremos, pertenecemos a Dios: “No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo”. Y en tercer lugar, porque Cristo nos ha dado el don de la verdad: “Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad”. Cristo no pide a su Padre que aleje a sus discípulos del mundo -más bien nos ha enviado a él-, sino sólo que “los guarde del maligno”. Sí, la hostilidad de fuera y las deserciones de dentro, pero también las realidades mayores de nuestra libertad, nuestra pertenencia a Dios y su protección, y el don de la verdad. Por eso, a pesar de todo, Jesús puede rezar por sus discípulos para que “tengan en sí mismos mi alegría cumplida”.

España

35 puntos para conocer el caso Cuatrecasas-Martínez

El caso Cuatrecasas-Martínez puede entenderse a través de 35 puntos clave que explican lo sucedido desde 2010 hasta la actualidad.

Francisco Otamendi·8 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 10 minutos

El ex profesor del colegio Gaztelueta de Leioa (Bizkaia), José María Martínez, afrontó desde 2010 un proceso por pederastia iniciado por el alumno Juan Cuatrecasas Cuevas y su familia, en la Audiencia Provincial de Bizkaia, que terminó con una condena de dos años del Tribunal Supremo. En paralelo, la Santa Sede cerró su caso en 2015 por falta de pruebas, aunque se ha reabierto un nuevo proceso canónico. Ahora, el ex profesor ha demandado al obispo instructor de este proceso.

1) José María Martínez Sanz fue tutor del alumno Juan Cuatrecasas Cuevas entre 2008 y 2010, año en que éste dejó el colegio sin que todavía hubiera surgido ninguna acusación de abusos. Martínez Sanz es laico numerario del Opus Dei, según fuentes jurídicas.

2) El profesor Martínez asegura en su blog que su alumno Juan Cuatrecasas tuvo “mala salud desde pequeño. […]. Yo todavía no le conocía”. Recuerda, además, que “cuando empecé a darle clase, sus ausencias se repitieron en muchas ocasiones durante ese primer trimestre, y “en los cursos de primaria faltaba con frecuencia a clase por malestar general”, añade el tutor.

3) Sin embargo, en el juicio que tuvo lugar en la Audiencia Provincial de Bizkaia años más tarde, no se consideró el estado de salud del menor desde antes del curso 2008/2009, ni un eventual absentismo escolar, “negado por el acusador”, Juan Cuatrecasas, “y por sus padres”, y “sostenido reiteradamente por la defensa” (José María Martínez), “y por numerosos testigos”.

4) Cuando el alumno Juan Cuatrecasas tuvo una operación de apendicitis en el Hospital de Cruces, el 1 de diciembre, el entonces profesor y tutor fue a visitarle con dos compañeros suyos, y asegura en su blog que “tanto él como la familia agradecieron el gesto y ahí comenzó lo que yo creía una relación cordial. De hecho, me invitaron a comer a su casa un par de veces”. En su nuevo centro, el alumno Cuatrecasas volvió a manifestar síntomas similares a los que tuvo en 1.º de la ESO y en cursos anteriores, añade el ex profesor.

5) Años más tarde, el propio Juan Cuatrecasas hijo “ha afirmado públicamente que ha estado muy mal” (Diario Vasco, 5-10-2018); y “su padre explicó también en una entrevista en Radio Euskadi en enero de 2013 que no contó las cosas de un día para otro, sino que su mujer estuvo durante meses ‘tirando del hilo’. En cualquier caso, lo que puedo jurar es que yo soy inocente de lo que se me acusa”, ha escrito José María Martínez.

Comienzan las acusaciones

5) En junio de 2011, los padres de Juan Cuatrecasas acudieron al colegio del profesor MartínezSanz, según éste para “denunciar el acoso informático [a través de la red Tuenti] y otro previo, personal, durante los cursos 2008-2010, del cual, según manifestaron al subdirector del colegio, Imanol Goyarrola, creían que yo era el organizador. Hubo ocho acusados por la familia y la Fiscalía de Menores imputó a dos alumnos. También se puso todo en conocimiento del Departamento de Educación del Gobierno Vasco […]. Desde entonces las imputaciones que me han hecho han sido cada vez más graves”.

6) El ex profesor Martínez explica que cuando fue acusado por la familia, desde el colegio hablaron formalmente con él para advertirle  de la seriedad de la situación, y que defendió en 2011 lo que defiende en 2023: que es inocente. Se ofreció a hablar con la familia Cuatrecasas para explicar su versión, pero en la dirección del colegio le indicaron que [los padres] no deseaban hablar con él.

7) En diciembre de 2012, a raíz de informaciones aparecidas en el diario El Mundo, la Fiscalía Superior del País Vasco abrió diligencias sobre un pretendido delito de abusos sexuales cometido por Martínez Sanz en los cursos académicos 2008-2009 y 2009-2010. El 2 de septiembre de 2013, el Fiscal Superior acordó el archivo de las diligencias tras meses de investigación, por falta de pruebas.

8) En 2015, cinco años después de la salida del colegio del alumno, se acusó al entonces profesor de haber inducido al alumno a la ”autosodomización”. José María Martínez ha negado todas las acusaciones.

Cuatrecasas vs. Martínez

9) El matrimonio Cuatrecasas ha culpado al ex profesor de su hijo de carecer de remordimiento y vergüenza por no pedir perdón. Sin embargo, José María Martínez afirma que “no puedo pedir perdón porque mi inocencia no es negociable”.

10) Desde hace unos años, Juan Cuatrecasas Asúa, padre del entonces alumno, es diputado socialista por La Rioja, y preside la Asociación Infancia Robada, que “reivindica mejoras en el acompañamiento, reconocimiento y reparación” de los que “un día fueron maltratados por adultos, siendo aún niños y niñas, en pleno proceso de la forja de sus personalidades”. Juan Cuatrecasas padre mantiene desde el principio que “lo que le preocupa de verdad es lo que pidieron desde el principio: un reconocimiento público y expreso de los hechos y un resarcimiento moral de la víctima [se refiere a su hijo] mediando un perdón público y sincero” (elDiario.es).

11) José María Martínez, por su parte, asegura que lleva “doce años haciéndose la pregunta de por qué me acusa Juan [hijo] de unos hechos que no he cometido. Lo que afirma sólo sucedió en su cabeza. Me parece que esta desgracia no se debe a una sola causa. Por un lado, están sus problemas de salud; por otra parte, el bullying o acoso que le hicieron sus antiguos compañeros”. 

La Santa Sede estudia y cierra el caso

12) A raíz de una denuncia de los hechos ante la Santa Sede el 15 de septiembre de 2014, el Papa envió una carta al acusador, Juan Cuatrecasas, en la que le manifestó su cercanía y le anunció la apertura de “un juicio canónico al educador y al colegio”. Secundando el deseo del Santo Padre, la Congregación para la Doctrina de la Fe investigó los hechos denunciados por la familia, a pesar de que el profesor no era clérigo, y de que en el Derecho penal canónico vigente entonces –reformado en 2021–, el único delito canónico de abuso existente, tipificado en el canon 1395 párr. 2, era el del clérigo que lo cometía contra un menor. La conclusión de la Congregación fue el cierre del caso por falta de pruebas, cosa que hizo el 9 de octubre de 2015, con el mandato de restablecer “el buen nombre y la fama del acusado”.

Condena de la Audiencia vizcaína y rebaja del Supremo a 2 años

13) En paralelo, en junio de 2015, el alumno inició un procedimiento penal en la Audiencia Provincial de Bizkaia, que dictó sentencia condenatoria el 13 de noviembre de 2018. La Audiencia condenó al acusado a una pena de once años de prisión por un delito continuado de abuso sexual. El único testimonio de cargo que sirvió de base a la condena fue el del acusador. Juan Cuatrecasas Asúa había dicho: “Esperamos una sentencia firme condenatoria. Esperamos justicia y reconocimiento público y expreso de una víctima, nuestro querido hijo, y de todas y cada una de las víctimas que por desgracia existen en muy alto número. También un resarcimiento moral mediando una petición de perdón, pública y sincera. Es algo que hemos pedido desde el minuto uno y que aún estamos esperando”.

14) José María Martínez recurrió la sentencia ante el Tribunal Supremo, que rebajó la condena de once a dos años, en sentencia de 21 de septiembre de 2020. El Supremo “no manifestó estar de acuerdo con los dos años de pena finalmente expuesta, sino que –por el respeto debido a la “soberanía valorativa” de la Audiencia–, se abstuvo de llevar a cabo una sustitución total de su estimación probatoria”, ha escrito el jurista Fernando Simón Yarza en un dictamen fechado el 9 de noviembre de 2022, escrito “pro bono y motu proprio”, sin retribución económica alguna. En el dictamen. Simón Yarza recurrió “a los principales instrumentos jurídicos de derechos humanos y libertades fundamentales”.

15) El acusado, que ha seguido manteniendo su inocencia, impugnó la sentencia ante el Tribunal Constitucional, aunque su recurso fue inadmitido el 13 de mayo de 2021, por no haberse acreditado su “especial trascendencia constitucional”. Fernando Simón señala en su dictamen que esta inadmisión no implica “valoración negativa alguna sobre las razones de fondo de los recurrentes”.

16) Sobre la condena del Supremo, el profesor Jose María Martinez ha escrito en su blog: “En septiembre de 2020, el Tribunal Supremo dejó mi condena en dos años, por lo que no tuve que ingresar en prisión. Ese día lo recuerdo como especialmente agridulce. Por un lado, evité la cárcel pero, por otro, se me seguía declarando culpable de unos actos que no he cometido”.

Nuevo proceso canónico

17) Tras la decisión de la Congregación vaticana, actual Dicasterio para la Doctrina de la Fe, de 2015, la familia Cuatrecasas deseaba que el Papa Francisco decidiera reabrir el caso para “reponer el buen nombre” de Juan Cuatrecasas, al que siguen considerando ‘víctima de abusos’. En junio de 2022, el Papa recibió a Juan Çuatrecasas hijo, le escuchó, recabó la documentación sobre el caso, le pidió “perdón en nombre de la Iglesia”, según se ha publicado, y tomó la decisión de reabrir el proceso canónico.

18) En paralelo, el Papa concedió alguna entrevista en la cadena La Sexta al periodista Jordí Évole desde 2019, quien mantuvo contactos con la Santa Sede como preparativos del documental que editaría y que vería la luz en abril de 2023 en Disney+, en el que participó el joven Juan Cuatrecasas.

19) El 15 de septiembre de 2022, el obispo de Bilbao, Monseñor Joseba Segura, anunció que el Papa Francisco había considerado oportuno ordenar la instrucción de un nuevo proceso canónico, encomendado a Monseñor José Antonio Satué, obispo de Teruel y Albarracín. Con el proceso, “se pretende depurar responsabilidades y ayudar a sanar heridas producidas”, según una nota pública del obispo de Bilbao.

20) Juan Cuatrecasas padre valoró “la actitud de rectificación por parte del Vaticano”, y su esperanza, según manifestó, “es que el Vaticano haga lo que tenga que hacer, reponga el buen nombre de mi hijo, dicte la sentencia condenatoria que tiene que dictar”.

Carta de Monseñor Satué

21) Unos días más tarde, el 26 de septiembre, Mons. José Antonio Satué se dirigió al investigado, José María Martínez, ”en calidad de Delegado de la Santa Sede para instruir el procedimiento canónico referido a las denuncias presentadas por el Sr. Juan Cuatrecasas Cuevas contra usted”. En la carta se le informaba del inicio de un procedimiento administrativo penal, a tenor del canon 1720 del Código de Derecho Canónico, por un delito contra el sexto mandamiento con un menor, tipificado en el canon 1398 párr. 1-2”.

22) Monseñor Satué informó al investigado en la misma carta de que “el Santo Padre ha dispuesto que se aplique la ley actualmente vigente y no aquella del momento en que se pudieron haber cometido los hechos, derogando cuanto prevé el canon 1313 párr. 1)”. Este  precepto recoge el principio de la irretroactividad penal en los siguientes términos. “Canon 1313 párr. 1. Si la ley cambia después de haberse cometido un delito, se ha de aplicar la ley más favorable para el reo”.

23) Por último, el delegado instructor manifestó al investigado lo siguiente: “Finalmente, como hermano en la fe, me permito recomendarle con todo respeto que si, por las circunstancias que fuese, usted hubiera defendido su inocencia de forma incierta, contemple este procedimiento como una oportunidad para reconocer la verdad y pedir perdón al Sr. Juan Cuatrecasas Cuevas y a su familia”.

24) El catedrático Fernando Simón Yarza, citado en el punto 14, ha entendido que, considerando el decreto y las presuntas irregularidades que ha denunciado el procesado, existe una voluntad deliberada de condena por parte del juez.

Declaraciones de Jordi Évole y aval al juez instructor

25) En los primeros meses de 2023, Jordi Évole y Màrius Sánchez, directores del documental que emitiría Disney+ el 5 de abril, estuvieron en la cadena SER. Jordi Évole dijo:  “En el documental hay una víctima de abusos sexuales en el seno de la Iglesia, cuyo caso fue cerrado por la Congregación de la Doctrina de la Fe, que es la institución que desde la Iglesia se ocupa de tocar estos temas, y el Papa se comprometió –y sabemos que es así porque después nos lo ha comentado–, se comprometió a volver a abrir ese caso que estaba cerrado. Yo creo que ése es el momento culminante para mí, lo que hace que este proyecto valga la pena”.

26) Algo más adelante, el 31 de julio, la Santa Sede rechazó las alegaciones del ex profesor José María Martínez, en una resolución firmada por el prefecto de la Signatura Apostólica, cardenal Dominique Mamberti, en la que ordenaba la destitución de sus abogados, al carecer de «capacidad» para representar a su cliente, informó, entre otros medios, Religión Digital, para quien la decisión suponía «un espaldarazo al trabajo llevado a cabo por el obispo de Teruel, José Antonio Satué».

27) A medida que avanzaba el nuevo proceso canónico, José Maria Martinez escribió en su blog: “El pasado lunes 13 de noviembre [2023], se reunieron mi nueva abogada y el Delegado, Mons. Satué. Yo no acudí porque era un acto muy formal, técnico, y porque sigo desconfiando de la imparcialidad de quien me juzga. Creo que una injusticia así debería hacer reflexionar a cualquier persona de bien, más si espera ser juzgado al final de su vida. El encuentro fue un nuevo despropósito jurídico, un paso más en la deslegitimación del derecho canónico y en el abuso de poder que se está llevando a cabo”.

28) El investigado considera que “el Delegado, como ha establecido el Tribunal de la Signatura Apostólica de Roma, ha modificado el derecho sustantivo”, es decir, “durante el partido han cambiado las normas de juego. Ya no se juzga si soy inocente o culpable sino que, dando por hecho lo segundo, se valora si la Prelatura del Opus Dei debe expulsarme de la institución”. “Mi abogada”, añade, “le preguntó al Delegado por qué este cambio. No hubo respuesta. […]. Como el derecho canónico no me podía condenar, ahora se inventan un procedimiento alternativo para que sea el Opus Dei el que me condene y ellos se laven las manos”, escribe el ex profesor.

En cuestión el derecho de defensa

29) En el proceso canónico, el delegado instructor “no entregó sino que dejó ver a mi abogada la acusación, una carta de Juan Cuatrecasas de 2023 en la que describe los mismos hechos que ya juzgó la Audiencia de Bizkaia y que desestimó el Supremo español en su gran mayoría. […]. Ahora, tres años después de esa resolución, quieren juzgarme por los mismos hechos. De ésos, los más graves, el Tribunal Supremo no los consideró probados, pero eso al Delegado le da igual”, ha señalado el investigado Martinez Sanz.

30) El ex profesor objeta otro asunto. “No me han entregado el Decreto que justifica este proceso, el que firmó el Papa en agosto de 2022”. […]. “Lo que se consigue es acabar con otro derecho fundamental: el de legítima defensa. Mi abogada tuvo que copiarlo a mano. Ni siquiera se le permitió tomar una foto”.

31) El dictamen del profesor Simón Yarza, citado en el punto 14, concluía subrayando a finales de 2022 dos aspectos. En primer lugar, “si el proceso canónico que pretende instruirse sobre el caso Cuatrecasas-Martínez se sustanciase ante cualquier jurisdicción estatal perteneciente a la comunidad internacional […], no tendrá la más mínima posibilidad de seguir adelante. Sería cerrado de inmediato por numerosos vicios, algunos de una gravedad tal que permiten hablar de un pseudoproceso”. En segundo lugar, el jurista consideraba que “la Santa Sede debería cerrar inmediatamente esta actuación”. 

Como conclusión, el jurista citaba un discurso del Papa Francisco de 15 de  diciembre de 2019, al XX Congreso de la Asociación Internacional de Derecho Penal: “El reto actual para todo penalista es el de contener la irracionalidad punitiva, que se manifiesta, entre otras cosas, […].  en la ampliación del alcance de la pena (…) y el repudio de las garantías penales y procesales más elementales”. 

32) Por otra parte, Juan Cuatrecasas Asúa declaró a finales de diciembre del año pasado, en una entrevista a la familia, que “se hizo una investigación tramposa que se abrió en falso y se cerró en falso [la del Vaticano].  Lo que el Papa ha hecho, con una sentencia condenatoria del Supremo, es abrir una investigación” […]. “El Vaticano ha tomado esta decisión para que la Iglesia no quede en entredicho” (Deia, 27-12-2023).

33) Juan Cuatrecasas señaló también que “hay casos lamentables con sentencias firmes por vía penal, como el de Gaztelueta, pero no es el único, en los que el pederasta y su entorno se permiten el lujo de seguir faltando al respeto a su víctima. Creemos que la Fiscalía debería actuar de oficio” (religióndigital, 27-12-2023).

34) En febrero de este año, en el Seminario de Pamplona, el delegado instructor monseñor José Antonio Satué tomó declaración a personas propuestas por la defensa del ex profesor, en presencia de notario, informó Religión Confidencial. Declararon Imanol Goyarrola  e Iñaki Cires, ex directores del colegio Gaztelueta; Imanol Tazón, inspector del departamento de Educación del Gobierno Vasco; y María José Martínez Arévalo, psiquiatra con consulta en Pamplona.

35) Junto a esta cronología, pueden encontrar una información con fuentes jurídicas sobre la demanda civil presentada por el ex profesor José María Martínez contra el delegado del nuevo proceso canónico, Monseñor José Antonio Satué. Martínez Sanz considera que se está lesionando gravemente su derecho fundamental al honor. La demanda ha sido admitida a trámite por el Juzgado de Primera Instancia de Pamplona.

El autorFrancisco Otamendi

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España

Atentado contra el honor, base de la demanda civil contra Mons. Satué

La consideración de que el nuevo proceso penal canónico contra el ex profesor del colegio Gaztelueta, José Maria Martinez, lesiona gravemente su derecho fundamental al honor, es el núcleo de la demanda civil interpuesta contra el delegado papal, el obispo de Teruel y Albarracín, José Antonio Satué, que acaba de ser admitida a trámite por un Juzgado de Pamplona.

Francisco Otamendi·8 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

El ex profesor del colegio Gaztelueta de Leioa (Bizkaia), José María Martínez, que afronta un proceso canónico por abusos, ha demandado civilmente al delegado instructor del caso, el obispo de Teruel y Albarracín, Monseñor José Antonio Satué, según se acaba de hacer público, por un atentado contra el honor. La demanda se presentó en el Juzgado número 9 de Primera Instancia de Pamplona, y el juez la ha admitido a trámite con fecha 2 de mayo. según ha publicado Religión confidencial.

En su escrito, el juez admite que, de modo indiciario, la actuación del delegado monseñor Satué incide “notoriamente” en el honor del demandante, no solo por juzgar unos hechos ya juzgados por el Tribunal Supremo, sino por una serie de irregularidades en el proceso que constituirían una infracción grave. Se ha producido lo que, en términos jurídicos, se denomina “apariencia de buen derecho”, es decir, que el caso sea “razonable”, al haberse tramitado un expediente administrativo canónico por hechos que afectan al honor del demandante.

Monseñor José Antonio Satué ©CEE

El derecho al honor de las personas es un derecho fundamental y viene garantizado en la Constitución española en el artículo 18. Según fuentes jurídicas, la defensa del demandante entiende que lo que está sucediendo en este procedimiento canónico “tiene efectos civiles, más allá de las consecuencias internas para la vida de la Iglesia; esto afecta al honor del demandante, porque se trata de una condena penal. Se trata de hechos muy serios, algunos de ellos declarados inexistentes por la máxima instancia jurisdiccional de España en sentencia firme, el Tribunal Supremo, lo que en Derecho se llama la cosa juzgada, y respecto a todo ello se está montando un juicio para condenarle”.

Efectos civiles en las actuaciones eclesiásticas

Según estas fuentes jurídicas, “no es un verdadero proceso, entendemos que todo esto tiene efectos sobre su personalidad civil, son actos vejatorios, que le humillan, atentan contra su dignidad, le causan un dolor y padecimientos injustos”.

El núcleo de la demanda, aseguran estas fuentes, es “la existencia de una jurisprudencia importante del Tribunal Constitucional, que señala que los efectos civiles de las actuaciones y resoluciones eclesiásticas son controlables, es decir, son objeto de control, por la jurisdicción civil del Estado. Los tribunales civiles, en principio, no pueden entrar a valorar resoluciones eclesiásticas, pero en la medida que alguien hace cosas, por muy canónicas que sean, que tienen un efecto civil y que afecta a los derechos de terceros, de las personas, a su honor, eso sí puede ser objeto de la jurisdicción ordinaria. La defensa alega que esto es un atentado contra el honor”. “Hablamos de un derecho fundamental que tiene eficacia en las relaciones horizontales, entre particulares, es decir, que no tiene eficacia sólo frente al Estado”, añaden.

“Arbitrariedades”

Es un atentado contra el honor manifiesto, porque no es ni proceso. Eso se manifiesta por todas las arbitrariedades, una detrás de otra, que están teniendo lugar. Con la llamada a declararse culpable desde el principio por parte de Monseñor Satué, con la imposibilidad de presentar pruebas… Es un cúmulo de hechos de los que podemos deducir que esto no tiene ninguna finalidad esclarecedora. Observamos una huída hacia adelante, ejecutada por quien no tiene el encargo de la Santa Sede de juzgar a José María Martinez, sino de condenarle. Quien quiera que sea, le ha encargado que condene a esta persona. Y lo está haciendo de manera vejatoria, le está impidiendo defenderse”.

Voluntad deliberada

En la demanda, los abogados del investigado, el ex profesor Martínez Sanz, consideran que la voluntad de condena se manifiesta también, subrayan, “en la negativa a permitir pruebas de cualquier investigación previa de la Santa Sede que pudiera redundar en la exoneración final de la persona. Hay una voluntad de que todo cuando puede ayudar a la inocencia no comparezca en el proceso. También se ha denegado la declaración de un testigo como Silverio Nieto”, magistrado, director de Asuntos jurídicos civiles en la Conferencia Episcopal Española, que fue el instructor de la causa hace doce años. “Podríamos hablar de un cúmulo de hechos que permiten concluir que existe esa voluntad deliberada de condena, y que todo el proceso es un paripé”.

Las mismas fuentes jurídicas señalan que el demandante solicita “una indemnización económica, muy moderada, pero que se agravaría si se llega a un decreto condenatorio. Lo principal son las medidas cautelares, es decir, que se interrumpa el proceso, que se pare este escarnio”. concluyen.

Daño a la Iglesia

Diversas fuentes también jurídicas afirman que da la impresión de que en este asunto se asiste a “una especie de huida hacia adelante, en la que nadie rectifica sus errores, como si no hubiera posibilidad de rectificar”, y “no es descartable que se requiera al Opus Dei que expulse a esta persona”. Estas fuentes consideran que el proceso “causa un grave desprestigio y un daño grande a la Iglesia, por lo que debería cerrarlo, porque cuando más sigan por ahí, más afectada se va a ver la jurisdicción eclesiástica”.

Junto a esta información, tienen una cronología de los hechos básicos acaecidos a raíz de la acusación contra el entonces profesor del colegio Gaztelueta, José María Martínez Sanz, llevada a cabo por el alumno Juan Cuatrecasas Cuevas y su familia a partir de 2011.

El autorFrancisco Otamendi

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Vaticano

La felicidad es el cielo, recuerda el Papa en vísperas de la Ascensión

Nuestra felicidad es el cielo y la vida eterna, ha subrayado el Papa Francisco en la audiencia de hoy, celebrada junto a la imagen de Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina, cuya festividad se celebra este día 8 de mayo. Además, el Pontífice ha recordado la solemnidad de la Ascensión del Señor, que se celebra mañana en Roma, y en muchos países este domingo.    

Francisco Otamendi·8 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

En la fiesta de Nuestra Señora de Luján, patrona de Argentina, el Papa Francisco ha reflexionado en la Audiencia de esta mañana, en el ciclo sobre los vicios y las virtudes, sobre la virtud teologal de la esperanza, teniendo al lado una imagen de la Virgen de Luján, patrona de Argentina, cuya fiesta es hoy 8 de mayo.

Las referencias a la Virgen María, al mes de mayo, y al rezo del rosario han sido numerosas esta mañana, en una Audiencia celebrada en vísperas de la solemnidad de la Ascensión del Señor y de la Bula de convocatoria del Jubileo de 2025, que leerá el Santo Padre mañana jueves día 9, a las 17,30 horas en la Basílica de San Pedro.

Rezar a la Virgen por la paz, valorar el rosario

Por ejemplo, al dirigirse a los peregrinos en lengua española, el Pontífice ha mencionado la fiesta de Nuestra Señora de Luján, a la que ha pedido por Argentina, “para que el Señor le ayude en su camino”. Más tarde, ha manifestado que “hoy la Iglesia eleva la oración de súplica a Nuestra Señora del Rosario de Pompeya. Invito a todos a invocar la intercesión de María, para que el Señor conceda la paz al mundo entero, especialmente a la querida y atormentada Ucrania, a Palestina y a Israel, a Myanmar”.

“Confío en particular a nuestra Madre a los jóvenes, a los enfermos, a los ancianos y a los recién casados que están hoy aquí presentes, y exhorto a todos a valorar el rezo del Santo Rosario en este mes de mayo”, ha señalado.

Ascensión del Señor: levantar los ojos al cielo 

Antes, el Papa ha recordado la fiesta de la Ascensión del Señor a los peregrinos de lengua inglesa: “Saludo a todos los peregrinos y visitantes de lengua inglesa que participan en la Audiencia de hoy, especialmente a los de Camerún, India, Filipinas y Estados Unidos de América. Mientras nos preparamos para celebrar la solemnidad de la Ascensión, invoco sobre vosotros y vuestras familias la alegría y la paz de nuestro Señor Jesucristo, resucitado y ascendido al cielo. Que el Señor os bendiga a todos”.

A los de habla germana, ha dicho: “Queridos hermanos y hermanas, la inminente solemnidad de la Ascensión nos exhorta a levantar los ojos hacia el cielo, donde Cristo está sentado a la derecha del Padre y ha preparado un lugar para cada uno de nosotros. Vivamos, pues, el Evangelio y dirijamos nuestro pensamiento a las cosas de arriba (cf. Col 3, 2)”.

San Estanislao, intercesor por la paz

Francisco ha mencionado también, en este caso a los peregrinos polacos, que “hoy celebráis la solemnidad de San Estanislao, obispo y mártir, patrono de vuestra patria. San Juan Pablo II escribió de él que desde las alturas del cielo participó en los sufrimientos y esperanzas de vuestra nación, sosteniendo su supervivencia especialmente durante la Segunda Guerra Mundial. Que la intercesión de san Estanislao obtenga también hoy el don de la paz en Europa y en todo el mundo, especialmente en Ucrania y en Oriente Medio.”.

Esperanza: la respuesta que Cristo nos da

La lectura que ha servido de base a la meditación del Pontífice ha sido un fragmento de la Carta del apóstol san Pablo a los Romanos, 8, 18, 23 y 24, en el que san Pablo escribe que “en esperanza fuimos salvados”.

El Papa ha comenzado su meditación de este modo: “Hoy reflexionamos sobre la virtud de la esperanza. El Catecismo de la Iglesia Católica la define así: ‘La esperanza es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos no en nuestras fuerzas, sino en los auxilios de la gracia del Espíritu Santo’ (n. 1817). Estas palabras nos confirman que la esperanza es la respuesta que se ofrece a nuestro corazón cuando surge en nosotros la pregunta absoluta: ‘¿Qué será de mí? ¿Cuál es el destino del viaje? ¿Cuál es el destino del mundo?’”. 

Después, Francisco ha sintetizado que frente a estas preguntas trascendentales “sobre el destino de nuestra vida y del mundo, la esperanza es la respuesta que Cristo nos da. Con ella, podemos vivir con alegría y serenidad nuestro presente, pues Jesús nos asegura un futuro confiable y un horizonte luminoso. Sin esperanza, en cambio, el hombre vive en la tristeza y cae en la desesperación”. 

No olvidemos que Dios es misericordioso

“Todos nos damos cuenta de que una respuesta negativa a estas preguntas produce tristeza. Si no hay un sentido en el viaje de la vida, si no hay nada ni al principio ni al final, entonces nos preguntamos por qué debemos caminar: de ahí surge la desesperación humana, el sentimiento de inutilidad de todo. Y muchos podrían rebelarse: ‘Me he esforzado por ser virtuoso, por ser prudente, justo, fuerte, templado. También he sido un hombre o una mujer de fe…. ¿De qué ha servido mi lucha?’”. 

A continuación, ha citado a Benedicto XVI en su encíclica Spe salvi. “Si falta la esperanza, todas las demás virtudes corren el riesgo de desmoronarse y acabar en cenizas. Si no hubiera un mañana fiable, un horizonte luminoso, sólo quedaría concluir que la virtud es un esfuerzo inútil. ‘Sólo cuando el futuro es cierto como realidad positiva, se hace llevadero también el presente’”, escribió su predecesor. 

“Pecamos contra la esperanza cuando nos quedamos anclados en el pasado, olvidando que Dios nos ama, que es misericordioso y más grande que nuestro corazón; pecamos cuando no tenemos el valor de tomar decisiones que nos comprometan de por vida”, ha subrayado el Santo Padre.

“Nuestras nostalgias malas, nuestras melancolías”

“La esperanza es una virtud contra la que pecamos a menudo”, ha reiterado el Papa. “En nuestras nostalgias malas, en nuestras melancolías, cuando pensamos que las felicidades pasadas están enterradas para siempre. Pecamos contra la esperanza cuando nos abatimos por nuestros pecados, olvidando que Dios es misericordioso y más grande que nuestros corazones. Pecamos contra la esperanza cuando en nosotros el otoño anula la primavera; cuando el amor de Dios deja de ser un fuego eterno y nos falta la valentía de tomar decisiones que nos comprometen para toda la vida”. 

El mundo necesita esta virtud cristiana

“¡El mundo de hoy tiene tanta necesidad de esta virtud cristiana!”, ha exclamado. “Como también necesita tanto la paciencia, virtud que camina de la mano de la esperanza. Los seres humanos pacientes son tejedores de bien. Desean obstinadamente la paz, y aunque algunos tienen prisa y quisieran todo y todo ya, la paciencia tiene capacidad de espera. Incluso cuando muchos a su alrededor han sucumbido a la desilusión, quien está animado por la esperanza y es paciente es capaz de atravesar las noches más oscuras”.

Que el Señor haga crecer nuestra esperanza y nuestra paciencia, “para ser artesanos de paz y de bien en un mundo que tiene mucha necesidad de esta virtud. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide”, ha concluido el Papa.

El autorFrancisco Otamendi

Cultura

Jaime Sanz: “Escuchar es una manera de querer”

Jaime Sanz, capellán de la Sede de Posgrado de la Universidad de Navarra en el Campus de Madrid, ha centrado su atención en la importancia de la escucha en su último libro "El valor de la escucha para el buen gobierno".

Maria José Atienza·8 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

“Nos cuesta escuchar; a mí el primero” afirma rotundo el sacerdote Jaime Sanz al comenzar esta entrevista. Por eso, y por otras muchas razones, Sanz se lanzó a escribir un libro que, en su sencillez, constituye una lectura más que recomendable para muchas personas hoy. 

En efecto, la escucha se ha convertido, en los últimos años en una necesidad, dentro de una sociedad que oye muchas cosas y escucha muy pocas. Más allá de una utilización estratégica de la escucha, Sanz Santacruz, quien “como sacerdote me dedico profesionalmente a escuchar”, propone un cambio de actitud tanto personal como corporativamente. 

Usted ha escrito sobre el amor, la amistad o la oración. Y ahora, sobre la escucha. ¿Por qué nace el libro?

–Hablando con un profesor del IESE me decía que la escucha es uno de los grandes temas de este siglo. También lo vemos en la Iglesia, por ejemplo, es uno de los grandes hilos conductores del Opus Dei en la preparación de su primer centenario.   

Estamos en una sociedad en la que no se escucha en la política, no se escucha en la empresa e incluso que, en las familias la gente se queja de que nadie habla o nadie escucha. En el fondo todo es porque estamos centrados en una mal entendida eficacia. 

Los sacerdotes nos dedicamos profesionalmente a escuchar. Y yo soy sacerdote desde hace más de 25 años. Cuando escuchas a personas tan distinta aprendes mucho. Gracias a ese conocimiento que he ido atesorando pude escribir el libro. 

¿Cómo escuchar en estos tiempos de la prisa continua?

–En el caso de la familia, por ejemplo, ahora se pasa menos tiempo juntos y, vemos con frecuencia que hay relaciones familiares rotas de inicio.

La escucha en las familias es complicada porque el tiempo en las grandes ciudades es muy reducido pero creo que es buscar tiempo de calidad, que el descanso sea también tiempo de escucha. Como dice Pep Borrell “bailar en la cocina”. Eso significa que el tiempo que pasamos con la familia haciendo ciertas tareas ineludibles (compra, cocina, limpieza…) sea un momento en el que se esté a gusto.

Además, hay que saber desconectar. El móvil es el mayor enemigo de la escucha. Nos pasamos la vida mirando el móvil, sin interesarnos por el que tenemos enfrente. Escuchar es una manera de querer. Cuando escuchas a alguien, lo estas queriendo. La sociedad, la familia, las organizaciones… mejoran cuando hay ese amiente de escucha. 

Afirma que no escuchamos, pero gobiernos, marcas, empresas… afirman querer saber sobre los ciudadanos. ¿Táctica, necesidad, arma arrojadiza?

–Escuchar no es lo mismo que oír. Vemos muchos mecanismos de escucha en la sociedad, por ejemplo, en los partidos políticos, que se dedican a conocer qué se dice, pero tienen una decisión tomada y ese conocimiento no influye en nada. Por eso es importante que en la Iglesia no hagamos como en el ámbito político, donde se habla mucho de pulsar la calle y luego les importa un pepino. 

Además, los cauces de escucha son necesarios en todas las organizaciones. También en las familias: una madre que no escucha a sus hijos o un padre que sólo impone su opinión es imposible que sepan ganarse la confianza de sus hijos, y por tanto, que haya unidad. Escuchar es muy importante porque, como digo en el libro, la unidad es bidireccional, casi circular. Tanto de los que “están arriba” con los que “están abajo” como al revés. 

El valor de la escucha para el buen gobierno

Autor: Jaime Sanz Santacruz
Editorial : Palabra
Páginas: 160
Año: 2023

Pero la persona que dirige puede argumentar que “tiene más datos” o “sabe más del tema”

–La escucha añade argumentos a tu propia decisión. El que no escucha es un soberbio. Piensa, efectivamente, que él “sabe de esto”. Pero quizás, alrededor de él hay gente que sabe mucho más. El jefe que no deja hacer nada a sus subordinados, ni procura que se formen o que suban, en el fondo lo hace por miedo, porque es un mediocre.

En el libro hablo en varios momentos del gobierno de los mediocres, de los que no quieren que los demás les hagan sombra. Un buen gobernante promociona a su gente y esto se puede aplicar a todos los estamentos: gobierno civil, empresarial, la Iglesia o una familia.

Quien gobierna tiene que contar con los demás, darse cuenta del feedback que tienen sus decisiones. Es muy importante que, cuando le hacen una sugerencia, lo primero que ha de hacer es agradecerla siempre.

En segundo lugar, darse cuenta que esa opinión -aunque sea contrario a la tuya-, ayuda a justificar muy bien cada decisión y demás, dejar una puerta abierta a que, en algún momento, la decisión se pueda cambiar.

En este sentido, encontramos cierto temor -no exento de verdad- a decir algo, por miedo a que esta información “se vuelva en contra”

–Aquí entra en juego la confianza. La confianza es la base de la verdadera escucha. Si tu desconfías -o los de arriba te hacen desconfiar- porque se utilizan las sugerencias para apartar a cualquiera que no piense como los dirigentes, se pierde la legitimidad y, sobre todo, la oportunidad de mejorar.

Contar, en un consejo de gobierno, con personas que piensen distinto, enriquece. Si en ese consejo los únicos que están son “los pelotas” que están allí porque no dicen lo que piensan, no se aporta nada a la sociedad. En cambio, con lo contrario, quizás cueste algo más llegar a algunos acuerdos, pero serán mucho más globales y acertados.

Al mismo tiempo, la crítica ha de ser siempre constructiva. Quedarse, simplemente, en decir que todo está mal, no aporta nada, como tampoco lo hace la actitud del que critica y piensa que sólo existe la solución que él aporta. Cuando uno piensa que su solución es la única, entonces, se está convirtiendo en el tirano que critica. 

Otro tema del que hablo en el libro es el de la transparencia. No puedes pedir que otros se sumen a tu proyecto en una organización si no les haces partícipes de los medios, el proyecto, los resultados. Cuando no se actúa de este modo, o bien es porque se oculta algo que no va bien, o bien por un paternalismo mal entendido, que es nefasto. 

En la Iglesia contamos con un “jugador” aparte: el Espíritu Santo y además hay una jerarquía. ¿Hemos identificado escuchar con una forma de asamblearismo?

–Siguiendo a Luigino Bruni, en el libro hablo de las Organizaciones Movidas por un Ideal (OMI), en las que podemos encuadrar las instituciones de la Iglesia. 

En estas organizaciones existe verticalidad siempre. En el caso de la Iglesia tenemos la jerarquía según el sacramento del Orden, pero ya el Concilio Vaticano II habló de abrirse a otros organismos de la Iglesia. Gobernar no es dirigir una organización de manera unipersonal. Eso no es ni prudente ni eficiente. 

Es necesario preguntar antes de tomar cualquier decisión. Contar con los demás es muy importante, sobre todo, si el tema les afecta de algún modo. Se trata de darte cuenta de que tu opinión no está inspirada por el Espíritu Santo, sino que es una opinión más, aunque tengas más datos. Evidentemente, esto no significa que haya que hacer una especie de dialéctica de la escucha, sino de crear una cultura, una manera de escuchar.

Seguimos en el ámbito eclesial, ¿Tenemos el riesgo de diluir los carismas so capa de una “adaptación” nacida de esta escucha?

–La escucha está muy ligada a la humildad. Cuando se tiene la humildad de pensar que uno ocupa un cargo importante porque “no hay otro”. No porque sea el mejor, ni porque sea quien encarne mejor el espíritu -en el caso de una OMI- sino porque me ha tocado y es temporal. 

Creo que el paso que se ha dado en la Iglesia de limitar el tiempo de gobierno en las asociaciones internacionales de fieles es muy interesante. Estoy convencido que la renovación es fundamental. Una organización en la que las mismas personas ocupan siempre sus órganos directivos, al final se corre el riesgo de acabar tiranizando esa forma de gobierno. 

No hay nadie que tenga como oficio gobernar de por vida. Es mucho más enriquecedor que vaya pasando gente. Cuando se gobierna por un tiempo concreto se es más capaz de continuar aquello que han hecho quienes te han precedido y preparar a los que van a venir después. En el fondo, se aporta lo que uno sabe y, cuando venga otro, aportará otras ideas. Todo esto siendo fieles al modo de vivir en tu organización o, si hablamos de instituciones de la Iglesia, fieles al carisma. 

En estas OMI, por ejemplo, en las instituciones de la Iglesia, el fundador o fundadora son las personas que han encarnado el carisma. En este sentido, a veces podemos perder la perspectiva de que son un instrumento de Dios y pensamos que hay que replicar su vida sin apertura o diversidad. Los fundadores y fundadoras de los carismas eclesiales son instrumentos. En ellos, Dios concentra un mensaje -un carisma-, un modo de vivir la vida cristiana.

La fidelidad al carisma es muy importante, porque no se trata de desarrollar un carisma de modo asambleario sino tener en cuenta la finalidad. Hay que fijarse en la finalidad no endiosar al fundador. De hecho, los fundadores de las instituciones de la Iglesia han sido humildes. Eran conscientes de que ese carisma no era un invento de ellos, sino que se lo había dado Dios. Quienes siguen un carisma tienen que vivir una fidelidad a este camino adaptando el carisma al tiempo en el que se desarrolla, porque las circunstancias cambian. 

Adaptar bien el carisma al tiempo en el que vives forma parte de la fidelidad. El carisma en la Iglesia no es para un único momento o una única situación o problema concreta. Es universal y para todos los tiempos.

Para hacer frente a la adversidad

En este artículo, Lupita Venegas ofrece algunos consejos para hacer frente a la adversidad apoyados en la fe.

8 de mayo de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

¿Estás pasando por una situación que te sobrepasa? ¿Una noticia inesperada, una enfermedad, una pérdida importante? ¿Te preguntas por qué? ¿Reniegas del sufrimiento, de la injusticia, del dolor?

Recuerda este principio: lo que rechazas se convierte en tu enemigo. Carl Jung, pionero de la psicología profunda, lo expresaba así: lo que aceptas, te transforma; lo que niegas, te somete.

Lo mejor que puedes hacer frente a la adversidad es aceptarla. Sólo así podrás lidiar eficazmente con ella.

Las Sagradas Escrituras alimentan nuestra esperanza: “Sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien” (Rom 8, 28).

Contamos con innumerables ejemplos de personas que han conocido maravillosos talentos escondidos justamente al enfrentar un desafío inesperado.

¿Sabes lo que es un zulo? El diccionario lo define como un lugar oculto dispuesto para esconder ilegalmente cosas o personas secuestradas. En uno de ellos estuvo viviendo por 257 días Bosco Gutiérrez. Arquitecto mexicano que fue secuestrado, despojado de todo, habitó en este lugar oscuro sin escuchar jamás la voz de sus celadores. 

Dicen que el éxito no es para los más fuertes sino para los que saben adaptarse.  Después del shock inicial, Bosco cae en depresión al ver pasar los días sin ser rescatado. Sin embargo, en algún punto en que sus secuestradores lo veían al borde de la muerte, le animaron presentando un letrero que decía: “¡Viva México!, hoy es 16 de septiembre”. Fue entonces que supo que llevaba un mes en esas condiciones y sintió que debía adaptarse por su propio bien. Se cuestionó seriamente su fe, ¿creía verdaderamente en Dios? Asintió y asumió que estaba en Sus manos. Pensó en su familia y deseó con vehemencia volverla a ver. Así que pidió lo necesario para limpiar perfectamente aquel zulo que medía 3 x 2 metros y diseñó un horario en el que leía la Biblia, escribía cartas, decía la Misa de memoria, y hacía jogging en su pequeño espacio. 

8 principios ante la adversidad

Escribió 8 mandamientos que regirían su día a día, los pegó en la pared para tenerlos a la vista:

  1. Acotar la imaginación. “No le daré vueltas a lo que me pasa, perjudicaré mi salud y no lograré nada”
  2. Inteligencia práctica. “Me adaptaré a las circunstancias”
  3. Mantener la fe. “No discutiré con Dios, Él sabe mejor que yo lo que me conviene”
  4. Esperaré pacientemente. “Esto durará lo que Dios quiera”
  5. Aprovechar para rezar. “Pediré por los que yo quiero, creceré en el sacrificio y el abandono”
  6. Recordar que hay muchas personas que sufren más que yo. “Estoy bien aquí, no me falta nada”
  7. Sacaré propósitos prácticos para ser mejor a mi regreso
  8. Ser optimista. No perderé la esperanza, desterraré los pensamientos negativos.

Estos principios indudablemente tienen el aval de los especialistas más actualizados en neurociencias. Cada una de las acciones que se propuso llevar a cabo le ayudaron a configurar un cerebro sano, positivo y  emprendedor. Además, su vida de fe y oración mantenía viva su esperanza, por lo que pudo, en el momento preciso, escapar y reencontrarse con su familia totalmente sano y salvo. 

Hoy ha publicado su testimonio en libro y en película. Además imparte conferencias con profundas reflexiones que motivan a miles a perseverar en toda circunstancia. Confirmó en medio de su dolorosa experiencia lo que afirmó atinadamente Nietzsche con la frase: “aquél que tiene un por qué, encontrará siempre un cómo”. 

Acepta con paz tu realidad, pide ayuda a Dios y enfrenta con sabiduría lo que venga.