Vaticano

El Papa pide atender a quienes sufren por culpa de las drogas

El Papa Francisco ha pedido a todos los católicos que ayuden a luchar contra la "plaga" del negocio y la adicción a las drogas, con ocasión del Día Internacional contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas.

Paloma López Campos·26 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Durante su audiencia general, el Papa Francisco ha hablado sobre el daño que causan las drogas, con ocasión del Día Internacional contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas.

Citando a san Juan Pablo II, el Santo Padre ha explicado que “el uso indebido de drogas empobrece a todas las comunidades en que se produce”. Sin embargo, tras esta afirmación uno no puede olvidar “que cada tóxico-dependiente trae consigo una historia personal distinta, que debe ser escuchada, comprendida, amada y, en cuanto posible, sanada y purificada”.

Frente al dolor individual que provoca la relación con las drogas, ha dicho Francisco, “no podemos ignorar las malas intenciones y acciones de los vendedores de drogas y de los narcotraficantes”.

A continuación, el Papa ha desaconsejado la liberación del consumo de estas sustancias como medio para obtener “una reducción de la dependencia de las drogas”. Por ello, el Obispo de Roma ha afirmado que está “convencido de que es moralmente correcto acabar con la producción y el tráfico de estas sustancias peligrosas”.

Las drogas, una plaga

Con duras palabras, Francisco ha calificado a quienes manejan el negocio de las drogas como “traficantes de muerte”, “movidos por la lógica del poder y del dinero a cualquier precio”. Ha señalado el abuso y el lucro a través de las sustancias tóxicas como una “plaga que produce violencia y siembra sufrimiento y muerte”.

Ante estos hechos, el Papa ha pedido que se invierta en “la prevención, que se hace promoviendo una mayor justicia, educando a los jóvenes en los valores que construyen la vida personal y comunitaria, acompañando  a los necesitados y dando esperanza en el futuro”.

Asimismo, el Santo Padre ha alabado las “comunidades de recuperación inspiradas en el Evangelio”. Estas, ha dicho, “son un testimonio fuerte y de esperanza del compromiso de sacerdotes, consagrados y laicos para poner en práctica la parábola del Buen Samaritano”. Por otro lado, ha agradecido “los esfuerzos emprendidos por varias Conferencias Episcopales para promover una legislación y unas políticas justas en materia de tratamiento de las personas drogodependientes y de prevención para frenar este flagelo”.

Actuación y prevención

Francisco ha citado algunos ejemplos de instituciones o grupos que trabajan de forma excepcional para ayudar a las personas drogodependientes, como “la red de La Pastoral Latinoamericana de Acompañamiento y Prevención de Adicciones (PLAPA)” o “los obispos de África Austral, que en noviembre de 2023 convocaron una reunión sobre el tema ‘Capacitar a los jóvenes como agentes de paz y esperanza’”.

Para concluir, el Papa Francisco ha exclamado que, “ante la trágica situación de tóxico-dependencia de millones de personas en todo el mundo, ante el escándalo de la producción y del tráfico ilícitos de estas drogas, no podemos ser indiferentes”. “Estamos llamados”, ha insistido el Pontífice, “a actuar, a detenernos ante las situaciones de fragilidad y dolor, a saber escuchar el grito de la soledad y la angustia, a inclinarnos para levantar y traer de vuelta a la vida a aquellos que caen en la esclavitud de la droga”.

Vocaciones

Judita Velziene: “En el Opus Dei redescubrí la relación personal con Dios”

Esta joven supernumeraria del Opus Dei explica cómo descubrió su vocación de santificación en medio del mundo en su Lituania natal.

Maria José Atienza·26 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Casada y madre de 4 hijos, Judita Velziene es psicóloga y vive en Kaunas, una de las principales ciudades de Lituania. En la actualidad, la mayor parte de los miembros del Opus Dei lo conforman  supernumerarias como Judita, en todo el mundo.

Judita destaca que “la esencia de la vocación es la identidad, no el mérito”. No se trata de hacer cosas sino de la identidad personal de cada uno y su relación única con Dios. Una vocación que vive en su día a día en la familia y en su tarea profesional como psicoterapeuta.

¿Cómo descubriste tu vocación al Opus Dei?

–Ya había formado una familia, tenía hijos y trabajaba con éxito en una gran corporación empresarial, cuando sentí que a mi fe le faltaba vida. Vivía bajo mucha presión, compaginando los compromisos familiares y laborales, y mi fe carecía de cualquier tipo de apoyo y alimento. Entonces mi hermano me presentó a una persona del Opus Dei que se convirtió en una muy buena amiga. Poco después, me invitó a participar en curso de retiro. Allí empezó a desintegrarse lentamente la armadura que había construido a lo largo de mi vida, que debería haberme protegido y fortalecido, pero que, en vez de eso, encerraba y endurecía mi alma. Toda la formación espiritual del Opus Dei me recordó mucho las enseñanzas que había recibido de mi abuela y de mis padres sobre Dios y la Iglesia.

Redescubrí lo grande que es el amor de Dios y lo hermosa y personal que es su relación conmigo. Eso me ayudó a volver de nuevo los ojos a la familia, evitando una excesiva inmersión en mi carrera profesional, restaurando así el equilibrio en mi vida. Cuando empecé a considerar seriamente si Dios me llamaba al Opus Dei, me di cuenta de que desde el principio me sentí como en casa.

Para mí es muy importante tener una relación constante con Dios en mi día a día, ya que es como un eje alrededor del cual gira mi vida familiar y profesional. Me doy cuenta muy rápidamente cuando me alejo de ese eje y sé dónde tengo que ir para volver al lugar al que pertenezco.

¿Qué supone tener una vocación y no sólo “hacer cosas buenas”?

–Me parece que la esencia de la vocación es la identidad, no el mérito. La cuestión no es qué haces, sino quién eres. Cuando respondes a esa pregunta de quién eres, haces cosas buenas de una manera muy diferente. Se convierte en tu firma y no en un deber fatigoso. También con las limitaciones, que procuras ver en ti mismo con los ojos de Dios, con su misericordia y su paciente enseñanza, para estar más acorde con tu verdadera identidad.

¿Cómo influye esa vocación en tu trabajo?

–Soy psicoterapeuta y en mi trabajo trato a diario con las dificultades psicológicas, el dolor y el sufrimiento de las personas. Una vez, en una meditación, un sacerdote señaló que allí donde hay sufrimiento, siempre está Cristo. Esto me impresionó, y desde entonces, cada día en el trabajo, recuerdo que cuando estoy con el sufrimiento humano, estoy muy cerca de Cristo, porque Él siempre está ahí. Esto me asombra y al mismo tiempo me obliga a hacer lo mejor posible mi trabajo.

Rezo el Rosario de camino al trabajo y siempre rezo un misterio por los clientes del día y sus intenciones. La Obra me ha ayudado mucho a curarme del perfeccionismo, que fue un gran obstáculo al principio de mi carrera.

A menudo veía las cosas en blanco o negro, me agobiaba y empecé a rechazar el trabajo en general. Pero el Opus Dei me ha enseñado, paciente y constantemente, a santificar mi trabajo, a intentar hacerlo de la mejor manera posible poco a poco. Esto me ayuda mucho.

Hoy día, la mayor parte de los miembros del Opus Dei lo conforman supernumerarias y supernumerarios, pero aún es una vocación poco conocida. ¿Cómo explicas tu vocación a tus amistades?

–Siento que llevo demasiado poco tiempo siendo supernumeraria para poder explicar bien mi vocación. Pero, como vivo entre la gente, cada vez que surge esta pregunta, puedo aprender a responderla mejor, y al mismo tiempo me replanteo mi propia forma de entenderla. Suelo decir que de lo que se trata es de seguir buscando a Dios en tu vida cotidiana, estés donde estés: en la gente que te rodea, en el trabajo que haces, en casa y en tu vida profesional.

Tu día a día se desarrolla en tu familia y en tu parroquia. ¿Colaboras en la comunidad parroquial a la que perteneces?  

–La parroquia a la que pertenecemos mi familia y yo es muy fuerte y está muy viva. Al elegir un lugar para nuestra casa, entre otras cosas prácticas, también nos preocupaba tener una iglesia cerca. Cuando nos mudamos, encontramos una comunidad tan fuerte que no dejamos de alegrarnos y dar gracias a Dios por ello. Cuando podemos, también intentamos contribuir a la vida de la parroquia ayudando a los novios a prepararse para el sacramento del matrimonio.

Como supernumeraria, ¿qué recibes del Opus Dei?

–Recibo muchas cosas: formación espiritual, formación humana y amigos. Pero valoro especialmente la unidad en la oración.

Hace un mes, uno de mis hijos tuvo un accidente y sufrió una traumatismo en la cabeza, lo que supuso una conmocionó a toda nuestra familia. A pesar del estrés y las dificultades, las oraciones de todos nos mantuvieron esperanzados y fuertes. Verdaderamente este es un vínculo especial entre los fieles del Opus Dei.

Actualidad

50 años de la visita de san Josemaría Escrivá a Cañete

Con motivo de la festividad de san Josemaría Escrivá (26 de junio) y los 50 años de la visita del santo se ha organizado una serie de actividades promovidas por la Prelatura de Yauyos y la sociedad civil cañetana.

Jesús Colquepisco·26 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

La Prelatura de Yauyos (Perú), jurisdicción eclesiástica que se encuentra al sur de Lima y tiene su sede episcopal en la ciudad costera de San Vicente de Cañete, celebrará los 50 años de la visita que san Josemaría Escrivá de Balaguer hizo el 13 de julio de 1974 a Cañete.

Con motivo de la festividad de san Josemaría Escrivá (26 de junio) y los 50 años de la visita del santo se ha organizado una serie de actividades promovidas por la Prelatura de Yauyos y la sociedad civil cañetana.

Rostro de la estatua de san Josemaría

Como es de costumbre, se tendrá la Novena en la Iglesia Catedral de San Vicente de Cañete ofrecida por instituciones y familias; y la Misa Solemne de fiesta el 26, presidida por Monseñor Ricardo García, Obispo Prelado de Yauyos. También del 26 al 13 de julio habrá una exposición fotográfica sobre “San Josemaría y Cañete” en la Plaza de Armas de San Vicente.

El 13 de julio de 2024, día del 50° aniversario de la visita, se instalará en la Plaza de Armas una imagen de cuerpo completo de san Josemaría que quedará para el recuerdo y devoción de todos los cañetanos.

La obra de arte, confeccionada por el artista Fredy Luque es de una pieza entera de tamaño natural, bañada en bronce, que será trasladada desde la ciudad sureña de Arequipa y estará ubicada frente a la Iglesia Catedral. La escultura, ofrecida por el obispado, instituciones y ciudadanos particulares es un reconocimiento de la sociedad cañetana al santo sacerdote que tuvo a Yauyos y Cañete en su corazón.

San Josemaría Escrivá y Cañete

El santo sacerdote español tuvo una especial relación con la Prelatura de Yauyos desde los inicios de ésta, ya que fue el Papa Pío XII quien en 1957 crea la Prelatura y le pide al fundador del Opus Dei que su institución se hiciera cargo de una de las nuevas jurisdicciones eclesiásticas que se estaban creando en el Perú. Monseñor Escrivá recibió la prelatura que no quisieron los demás, la Prelatura de Yauyos.

Yauyos es una ciudad metida en los Andes a 2874 metros sobre el nivel del mar y fue la primera sede prelaticia; formaba parte también de la Prelatura la provincia andina de Huarochirí.

El 2 de octubre de 1957 tomó posesión Mons. Ignacio María de Orbegozo, enviado por Mons. Escrivá de Balaguer, al igual que otros cinco sacerdotes españoles, miembros de la Sociedad sacerdotal de la Santa Cruz. Luego en 1962 se anexaría también la provincia de Cañete.

En julio de 1974 Monseñor Josemaría Escrivá se encontraba en el Perú, y el día 13 visitó Cañete teniendo un inolvidable encuentro con numerosos feligreses de la Provincia de Cañete a la que el santo ‘bautizó’ en ese momento con el apelativo “Valle Bendito de Cañete”, por su fructífera tierra y amplia costa de provechosa actividad pesquera; expresión que hoy en día sigue siendo popular para referirse a la provincia cañetana.

San Josemaría vivió muy de cerca la labor evangelizadora en la Prelatura de Yauyos, manifestando con sus cartas y a través de la oración su cercanía a los primeros sacerdotes y al Prelado de Yauyos, así también los animó a formar a las familias y la búsqueda de vocaciones nativas.

En 1964 inició el Seminario Menor teniendo como primeros alumnos los acólitos de las parroquias; y en 1971 comenzaría el Seminario Mayor “San José” con las primeras vocaciones nativas.

Madre del Amor Hermoso
Madre del Amor Hermoso donada por san Josemaría

San Josemaría quiso mucho a los cañetanos, como muestra de ello, en 1964 obsequió la imagen de “Santa María, Madre del Amor Hermoso”, ubicada en su Santuario en San Vicente.

De la misma manera San Josemaría tuvo mucho interés por el desarrollo humano, económico, social y cultural de la Prelatura de Yauyos, esto pudo concretarse a través de dos proyectos en San Vicente de Cañete, los institutos “Valle Grande” y “Condoray”, llevados desde sus inicios por laicos profesionales del Opus Dei. Hoy en día estos dos institutos son referentes en Cañete.

San Josemaría sigue intercediendo desde el cielo por sus numerosos fieles devotos en la Prelatura de Yauyos, algunos de ellos aún con el recuerdo vivo de aquella visita del 13 de julio de 1974.

El autorJesús Colquepisco

Evangelio

La verdadera fuerza de la Iglesia. Santos Pedro y Pablo (B)

Joseph Evans comenta las lecturas propias de la Solemnidad de los santos Pedro y Pablo

Joseph Evans·26 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Los santos Pedro y Pablo están especialmente unidos por su martirio en Roma. Ambos dieron su vida por Cristo en esta ciudad y la Iglesia de Roma se considera fundada sobre su sangre. “O Roma felix, quae tantorum principum es purpurata pretioso sanguine”, canta un himno litúrgico: “Oh Roma feliz, enrojecida por la sangre preciosa de tan grandes jefes”.

La Iglesia celebra hoy la muerte de estos grandes apóstoles; en términos humanos, su fracaso. De hecho, las dos primeras lecturas de nuestra Misa de hoy se centran en la debilidad de los apóstoles más que en su fuerza. 

La primera lectura muestra a Pedro encarcelado, retenido por el rey Herodes con la intención de decapitarlo. Pero en su prisión y sus cadenas, expresiones de su debilidad, Dios actúa para salvarlo, enviando a un ángel que lo guía fuera del cautiverio pasando, según se nos dice, “dos puestos de guardia uno tras otro”

Luego lo lleva de vuelta a la ciudad, dejándole que encuentre su propio camino hasta una comunidad cristiana, la casa de María, madre de san Marcos, donde todos habían estado rezando por él. 

Sin embargo, unas décadas más tarde, Nerón haría lo que Herodes no pudo conseguir: no sólo decapitaría al apóstol, sino que lo crucificaría.

Lo que llama la atención es el empeño con que los Evangelios parecen mostrar la debilidad de san Pedro. ¿Cómo podrían ser falsificaciones cuando muestran deliberadamente al primer Papa bajo una luz tan pobre? Un hombre que a menudo se equivoca, que tiene una gran perspicacia sobre Cristo, pero que luego es llamado “Satanás” por él, y que niega al Señor tres veces en el momento en que Cristo lo necesita. Este es el Papa. E incluso después de la Resurrección seguirá necesitando una corrección pública por parte de san Pablo (vid. Gal 2, 11-14).

La segunda lectura muestra a San Pablo en su debilidad: “Pues yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es inminente”. Ya no se trata del apóstol dinámico y enérgico, sino de un anciano encadenado que espera la muerte. Tanto en Pedro como en Pablo vemos la debilidad convertida en fuerza. 

San Pablo tenía razón cuando escribía: “Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Co 12, 10). 

La “fuerza” de la Iglesia no se basa en el poder humano. Más bien, es fuerte cuando sus miembros se dan cuenta de su debilidad y dejan que Dios actúe a través de ellos. Como nos enseña el Evangelio de hoy, Pedro acertó sobre la condición divina de Cristo no por “carne y sangre”, es decir, no por su propia capacidad de observación, sino porque el Padre celestial se lo reveló. 

La fiesta de los santos Pedro y Pablo nos enseña dónde encontrar la fuerza: no en nosotros mismos ni en las estructuras visibles, sino en Dios, que actúa a través de los débiles cuando son humildes.

Cultura

Marcela Duque: “La poesía es una manera de estar atenta”

Marcela Duque se dio a conocer en 2018 con Bello es el riesgo, un poemario que le valió el prestigioso Premio Adonáis, con el que descolló como una de los voces jóvenes de más intensidad emocional en lengua castellana. Seis años después edita su segunda obra, Un enigma ante tus ojos, que reafirma su calidad literaria.  

Carmelo Guillén·25 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

Tal como escribiera Arnord Bennett a propósito de William Butler Yeats: “Es uno de los grandes poetas de nuestra era porque media docena de lectores sabemos que lo es”. De ese linaje es Marcela Duque, una mujer a quien el don de la poesía no le ha sido negado.

A diferencia de nuestro autor español más celebérrimo, Cervantes, la creación poética es para esta colombiana la gracia que le ha dado el cielo, como se deja ver en los dos poemarios que, hasta el día de hoy, ha publicado: Bello es el riesgo y Un enigma ante tus ojos, ambos de base libresca.

El primero, resuelto como un homenaje a Sócrates, maestro de la existencia, cuyos últimos días se ven reflejados en el diálogo platónico Fedón, donde la poeta se inspira para dar título a su libro y para cantar el gozo y aliciente de saberse viva; el segundo, motivado por las Confesiones de san Agustín, merecido tributo al escritor y teólogo africano, en quien se recrea para referir episodios concretos autobiográficos.

Aprender a amar

En su breve trayectoria poética, Marcela Duque tiene muy clara qué la impulsa tanto a la filosofía como a la poesía: “En ambas actividades, por caminos distintos, no deseo otra cosa que afinar la mirada y acoger la alegría y la belleza -que no son ajenas al dolor- de la vida ordinaria y de los encuentros con circunstancias y personas. La poesía es una manera de estar atenta, de saber mirar y, en esta medida, de aprender a amar: ‘Ubi amor, ibi oculus’, escribió hace siglos un filósofo y místico medieval: ‘Donde hay amor, allí hay visión’. No es sólo la expresión de un hecho verdadero, sino un programa para toda la vida: aprender a mirar y aprender a amar, con la poesía como una radiante compañera de camino”.

Como resultado de esa manera de entender la creación literaria, el lector advierte que su obra lírica es deslumbrantemente conmovedora, por momentos de raíces culturalistas y clásicas, ligada a lecturas filosóficas y a algunos poetas contemporáneos por los que siente cierta preferencia, pero, sobre todo, de gran poderío intimista, que le da ese aire fresco, de línea clara, arrollador, muy proclive a la música. Viene marcada por una búsqueda de sentido, de ahí que esté llena de  inquietudes, de afán de belleza, de lirismo y, como ella misma expresa, de atención a la realidad, tanto exterior como interior.

Bello es el riesgo

El jurado del Adonáis en su 72 convocatoria le otorgó por unanimidad el premio a su primer poemario, Bello es el riesgo, “por la facilidad aparente de convertir una sólida formación filosófica clásica en una poesía emocionante y fresca, gracias a un constante instinto del lenguaje y a un infalible oído poético”, lo cual deja muy clara que la suya es una poesía donde tradición y voz personal se aúnan dando pie, en la primera de las tres secciones del libro, a diversas consideraciones sobre el asombro y disfrute de la naturaleza, marcadas por el paso del tiempo, y a las relaciones, llenas de gratitud, con la abuela, los padres o los profesores; en la segunda, a modo de engarce entre los otros dos apartados, a Dios, dador de sentido a la existencia y a la creación; y en la tercera, a movimientos o anhelos del alma, tales como el descubrimiento del amor, de la poesía, o la dicha de poder recordar el paraíso de la infancia. En ese entrelazamiento temático, la poeta es consciente de que su actividad poética es un “mientras tanto”, a la vez que una búsqueda, esto es, un modo de afrontar la existencia hasta que se produzca el añorado y crucial paso a su patria definitiva cualquiera que esta sea.

Su poema Y también la poesía (poética) expresa excelentemente este razonamiento, muy en la órbita del mito alegórico de la caverna de Platón, donde se percibe el entramado entre el mundo sensible, captado a través de los sentidos, y el de las ideas, experimentado mediante el conocimiento, la realidad y el sentido de la vida: “Y me encuentro en tierra extraña, nuevamente. / No es casa ningún sitio, siempre es búsqueda, / no sé bien qué es casa, mas no es esto, / pero sé que es verdad porque la extraño, / y que aún no está aquí, porque aún duele. / Quiero volver a casa algún día. / Por eso -mientras tanto- la poesía”. 

Un enigma ante tus ojos 

Como apunté más arriba, su segundo poemario tiene las Confesiones de san Agustín de telón de fondo. De hecho, Marcela Duque ha afirmado en alguna entrevista: “Agustín es algo así como un primer amor y un Maestro. Incluso mi acercamiento a Platón es muy agustiniano, y mi ‘hogar’ en la historia de la filosofía es la tradición agustiniana del corazón inquieto: Platón, Pascal, Kierkegaard, Simone Weil”. Dicho lo cual, es fácil descubrir con bastante frecuencia un vivo diálogo de la poeta con el santo. Párrafos agustinianos como el conocido: “¡Tarde os amé, hermosura tan antigua, y tan nueva, tarde os amé! Y he aquí que estabais Vos dentro de mí, y yo fuera, y fuera os buscaba yo y sobre esas hermosuras que Vos creasteis me arrojaba deforme” (cfr. Confesiones, 10, 27, 38) se dejan ver fácilmente en la autora colombiana a través de estos endecasílabos blancos: “Yo te buscaba fuera y te perdía, / no te encontraba a ti ni a mí me hallaba. / Vacío de belleza me lanzaba / a toda otra belleza, solo un eco / de esa belleza antigua y siempre nueva / que ha conquistado todos mis sentidos […]. ¡Y yo te he amado tarde! Ven, corramos” (cfr. el poema Tardo gozo mío). 

No obstante, presentar Un enigma ante tus ojos desde esta ligera consideración sería tanto como afirmar, por ejemplo, que la Tierra baldía de T. S. Eliot es una relación inconexa de citas de diversos autores.

En el caso de nuestra poeta, la riqueza lírica y tensional de sus composiciones, más allá de una ocurrente aproximación a los distintos episodios de vida que revelan las Confesiones, son un punto de partida para que ella dé rienda suelta a profundas reflexiones centradas, primero, en el conocimiento del Amor divino y, desde esa perspectiva, en el de sí misma y de su entorno. A partir de ahí, el volumen vale la pena descubrirlo como un poemario escrutador, indagatorio, muy en la línea de aquellos en los que se emplea el recurso literario del distanciamiento y en los que se parte de un personaje poemático concreto sobre el que, esta vez, la poeta, seducida por el hallazgo y encuentro con Dios -teniendo en cuenta, insisto, la vida de san Agustín como fuente de inspiración- vuelca su propia experiencia. 

La atención, puerta del asombro

Como joven autora a la que no se debería perder de vista, Marcela Duque invita, pues, con su poesía a dar curso a la trascendencia, al sentido último del ser humano. Para ello, recuerda que para llegar “a lo íntimo / del alma” (cfr. el poema El puerto de Ostia, en Un enigma ante  tus ojos), “la atención es la puerta del asombro” (cfr. el poema Conversación con el misterio, ibidem) y que esta, la atención, encierra: “Una pregunta / a la que le responde la belleza” (cfr. el poema Conversación con el misterio, ibidem), haciendo ver así, de manera progresiva, que su obra poética, aún en línea de salida de la que se espera mucho más, constituye una fascinante aventura introspectiva ante el riesgo apasionante que implica el enigma de la belleza.

Cualquier lector que se adentre en su poesía lo comprobará con facilidad, a la vez que apreciará su pericia lírica, reflejada en la mirada de asombro que despliega en cada una de sus composiciones, tan llenas de viveza y aciertos literarios.

Comunión y corresponsabilidad

La comunión y el modo de vivirla entre cristianos adultos, que es la corresponsabilidad, exige una actitud constante de conversión personal y de formación continua para todos.

24 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El próximo mes de octubre tendrá lugar en Roma la segunda fase del Sínodo de obispos sobre la sinodalidad. Los trabajos deberán centrarse fundamentalmente en la corresponsabilidad eclesial, que en la Iglesia es diferenciada. 

Ello supone insistir en la responsabilidad cristiana de cada bautizado y en la formación constante derivada del bautismo y la confirmación. El Sínodo deberá fundamentar teológicamente y con detenimiento el porqué de la necesidad, en la Iglesia de hoy, de esta corresponsabilidad y de esa formación. 

La corresponsabilidad está basada en los principios del Antiguo y del Nuevo Testamento, en la Tradición, en el Magisterio, sobre todo, del Concilio Vaticano II y Magisterio posterior. 

La Iglesia nace, de la voluntad de Cristo, para evangelizar. La evangelización es la tarea fundamental de la Iglesia: «La Iglesia recibió de los Apóstoles el solemne mandato de Cristo de anunciar la verdad que nos salva para cumplirlo hasta los confines de la tierra» (LG, 17).

Pero la evangelización es impensable sin la comunión eclesial. Una comunidad dividida cae por si misma: «Todo reino dividido contra sí mismo es asolado y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no permanecerá» (Mt 12,25). 

La corresponsabilidad se entronca en la comunión; es el modo de vivir la comunión entre cristianos adultos. Por ello, la comunión, la corresponsabilidad y la evangelización están íntimamente unidas.

La comunión y el modo de vivirla entre cristianos adultos, que es la corresponsabilidad, exige una actitud constante de conversión personal y de formación continua para todos (obispos, sacerdotes, religiosos (as), laicos), ya que a todos nos cuesta la con-división y exponer nuestro parecer y modo de ver las cosas al parecer y consenso de los demás.

En la fundamentación teológica y pastoral de la corresponsabilidad se debería insistir en estos dos aspectos básicos. 

La corresponsabilidad para la evangelización comporta tener clara en la mente la estructura de la Iglesia tal como fue querida por Cristo y trasmitida por la Tradición, la Sagrada Escritura y el Magisterio.

No se trata de convertir la Iglesia en una democracia al modo de los Estados modernos, donde la mayoría de votos es la que cuenta.

Cristo ha querido para su Iglesia una estructura de comunión, de igual dignidad de bautizados, pero con pastores y fieles: «Todos los discípulos de Cristo han recibido el encargo de extender la fe según sus posibilidades. Pero…es propio del sacerdote consumar la construcción del Cuerpo con el sacrificio de la Eucaristía» (LG,17).

Cada cual debe tener claro que tal estructura no puede cambiarse, pero ello no quita nada a la corresponsabilidad. Es una forma distinta a la democrática de vivir una auténtica y sincera corresponsabilidad. 

La corresponsabilidad exige pues apertura al Espíritu Santo, que es Quien guía la Iglesia y la evangelización, como aparece claramente en la Hechos de los Apóstoles.

Exige diálogo constante y de escucha, respeto y consideración por todas las opiniones, aunque sean minoritarias, en cuanto no contradigan las verdades de fe y moral que se contienen en la Sagrada Escritura  y son expuestas por el Magisterio distinguiendo sus distintos grados de certeza y su constante actualización y fidelidad.

La corresponsabilidad exige discernimiento, siendo conscientes a todos los niveles eclesiales, que la última instancia del discernimiento en los asuntos que se refieren a la Iglesia universal y a su misión corresponden al Magisterio auténtico. 

Tenemos ya estructuras de corresponsabilidad. Es urgente que, a todos los niveles, funcionen y funcionen  bien.

Los distintos Consejos parroquiales, presbiterales, episcopales no pueden ser meros organismos que están en el papel pero a la hora de la verdad no operan como previsto. Ahí tenemos toda una tarea pendiente.

No podemos olvidar, aunque sea más difícil, que la formación de los fieles laicos debe buscar su implicación en todos los ámbitos de la sociedad civil.

La Iglesia en su estructura fundamental es una combinación de fieles laicos y sacerdotes. Esa combinación para que funcione bien de cara a la santificación y la evangelización comporta que cada fiel sepa estar en su puesto, sin clericalizar al laicado y sin laicizar al sacerdote.

El autorCelso Morga

Arzobispo emérito de la diócesis de Mérida Badajoz

Ecología integral

Anne Schaub: “Todo embrión se apega naturalmente a la madre que lo lleva” 

“Un niño nunca puede ser objeto de una transacción pagada para satisfacer los deseos de los adultos, aunque la tecnología médica los haga posibles”, afirma la psicóloga belga Anne Schaub. En esta entrevista repasa algunas de las graves consecuencias psicológicas y afectivas que la subrogación inflige a mujeres gestantes y, principalmente, a los hijos cuyos derechos son conculcados. 

Maria José Atienza·24 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 12 minutos

Con más de 25 años de ejercicio, la psicóloga belga Anne Schaub-Thomas ha acompañado y tratado a cientos de mujeres y parejas que no han podido ver cumplido su deseo de tener un hijo de manera natural.

Para Schaub-Thomas el debate de la gestación subrogada ha olvidado, por completo, el derecho del niño “creado” y las claves psicológicas, afectivas y físicas que desarrollan madre e hijo en la época prenatal. 

¿Hay un derecho a la maternidad por encima de todo?¿Realmente hay quien no puede vivir sin “realizarse” como madre o padre?

—En el caso de la mujer, su cuerpo y el corazón están naturalmente constituidos y preparados para el parto. La llamada a la maternidad es fuerte para una mujer. Ante la infertilidad o la esterilidad (personal o conyugal), en muchas ocasiones, la mujer se sume en un sentimiento de carencia esencial que puede ser difícil de soportar. No poder realizarlo es algo que hay que escuchar, acompañar, para poder recoger toda la profundidad de los sentimientos de pena, de frustración y de sufrimiento. Al final, y sin solución para restaurar la fertilidad natural, es precioso para la mujer y la pareja encontrar ayuda para dar sentido a la situación de esterilidad, hasta, si es posible, poder pasar a otros modos de donación y “maternidad/paternidad”.

La adopción sigue siendo para la mujer (y la pareja) una forma de realización parental que no sólo llena la “cuna del corazón” sino que también devuelve a un niño lo que ha perdido por las desgracias de la vida: una madre y un padre.

La maternidad subrogada a través de una “madre” de alquiler es un lucrativo mercado globalizado para mujeres, hombres y parejas que necesitan un hijo. ¿Llenará el niño a cualquier precio y a cualquier coste el vacío de la misma manera? ¿La posibilidad de concebir el hijo deseado, para uno mismo, fuera de uno mismo y sin uno mismo, deja psicológicamente indemne a la mujer? ¿Qué implica para ella recurrir a una madre de alquiler?

En primer lugar, la técnica modifica profundamente la relación de la mujer con la maternidad, porque el hijo ya no es el resultado de un encuentro íntimo entre dos seres que se aman, sino del recurso a un acto médico-técnico. Resulta cuando menos revelador oír a uno de los primeros médicos que practicaron la fecundación in vitro llamarse “padre” de Amandine.

En la fecundación in vitro la maternidad para la mujer no consiste simplemente en acoger en su interior un embrión procedente del exterior. La intervención previa de la técnica se inmiscuye y modifica intensamente el cuerpo de la mujer así como en el espacio privado de la pareja. La acción técnica induce en la mujer una fuerte resonancia psíquica que no se experimenta en la maternidad natural. Un gran estrés rodea a la mujer que finalmente “consigue” satisfacer su necesidad de maternidad.

Por tanto, lo que se modifica es principalmente todo el espacio íntimo relacional, carnal y privado. Éste desaparece en favor de un contexto médico “desafectado” (sin afecto), en el que el material genético -¿un ser humano en ciernes, cabe recordar?- se extrae y manipula en las asépticas manos de genetistas y técnicos de laboratorio anónimos. El uso de la tecnología priva a la mujer (y a la pareja) del calor de lo vivo, del abrazo íntimo con vistas a concebir, en el secreto de su vínculo, la carne de su carne.

Pasamos a ver de manera extrínseca el proceso: la clasificación de los gametos de calidad, el medio de cultivo y la placa de Petri, los tubos de incubación, el embrión “ideal” a “elegir” y la madre de alquiler. Al sacar lo vivo (gametos) del cuerpo, la relación de la mujer con la maternidad cambia profundamente. No nos equivoquemos: una mujer que deja en manos de otra la espera de “su” bebé se está privando de una parte de sí misma, y lo sabe, lo siente en todo su ser. Pero el tema sigue siendo tabú y a veces, al final, se revela en las prácticas psicoterapéuticas.

La mujer tiene que enfrentarse a una serie de sentimientos de impotencia y humillación, de incapacidad para concebir y dar a luz de forma natural, padeciendo tratamientos restrictivos y eminentemente invasivos, arriesgados y dolorosos; sentimientos de culpa, miedo a dejar de querer tanto al hijo que tanto desea pero que tanto le hace sufrir, etc. Por no hablar de la pareja, que rara vez sale indemne de semejante calvario.

¿Qué ocurre con el apego propio del periodo gestacional?¿Cuál es la relación de la madre gestante con ese niño?

—Una mujer que lleva en su vientre a un bebé que sabe que tendrá que entregar a otra persona al nacer es muy probable que desarrolle mecanismos comparables a los que se dan en situaciones de negación del embarazo.

La negación del embarazo aleja a la mujer de la conciencia de que lleva en su vientre un nuevo ser al que proteger y amar. Si la madre de alquiler es perfectamente consciente de que está embarazada, elegir gestar el hijo de otra persona, y destinado a otra persona, la obliga a dividirse y a despojarse de la parte más emocional y psíquicamente íntima de su ser. 

¿Qué madre va a unirse al bebé que nunca ha deseado para sí, que sabe que lleva en su vientre con la intención de separarse de él al nacer? Más aún cuando se trata de un niño que no tiene ningún parentesco genético con ella.

En la gestación subrogada la mujer embarazada lleva en su vientre un contrato que cumplir más que un bebé al que amar. La madre de alquiler ejerce un “trabajo”, con la exigencia de respetar el contrato que debe cumplir: el de entregar un bebé, entero y sano.

Raras son las madres de alquiler que deciden a toda costa quedarse con el niño que gestan. Cuando esto ocurre, siempre es fuente de disputas legales y trágicos desgarros humanos. Hoy en día, una madre de alquiler no puede gestar un hijo para otra persona con sus propios gametos, precisamente para evitar este tipo de reversión.

El apego, que es un proceso biológico natural, se apodera más fácilmente de todas las construcciones y resoluciones mentales en torno a un contrato remunerado, cuando el bebé esperado es el de la mujer que lo gesta, es decir, cuando se concibe a partir de su óvulo. 

Las gestaciones organizadas por las agencias se ordenan para garantizar el menor riesgo de apego madre-hijo, a pesar de que el principal problema psicológico para el futuro desarrollo del niño es precisamente el de favorecer un apego de calidad con la madre biológica. 

Se trata, en efecto, de una violencia extrema, por una parte, contra la mujer, que se ve obligada a trabajar en contra de su instinto maternal natural y, por otro lado, contra el niño, que se ve sometido desde el principio de su vida a condiciones emocionales que son la antítesis de sus necesidades primordiales.

¿Cuáles son las consecuencias psicológicas y físicas de que un niño sea separado de su madre al nacer?

—El ser humano es un ser de relación. La necesidad de conexión es una de las características humanas más tempranas y profundas; es una expectativa ontológica, vital, con la que todo ser humano está “genéticamente” dotado.

Como la capa freática común a nuestra humanidad, todo embrión, todo feto se apegará naturalmente a la madre que lo lleva. Si el apego es un proceso biológico fisiológicamente programado, es importante considerar los nueve meses de embarazo como mucho más que el simple crecimiento de órganos para hacer viable un pequeño cuerpo. Los inicios de la vida relacional y emocional ya se establecen durante el periodo prenatal, y el contenido emocional de la experiencia intrauterina y del nacimiento dejará una huella duradera en cada persona.

El feto posee una competencia sensitiva y afectiva muy fina y muy desarrollada. Naturalmente curioso por las relaciones, capta los impulsos relacionales, los deseos, los pensamientos y el estado psicológico de la madre que lo lleva. El contexto y la atmósfera del embarazo distan mucho de serle indiferentes. El nacimiento, la primera experiencia de separación del bebé del cuerpo de la madre que lo ha alimentado, envuelto y amado durante nueve meses, es la primera prueba natural de la vida que proyecta al bebé hacia un nuevo entorno.

El bebé atraviesa este camino del interior al exterior del cuerpo de su madre, por eso es mejor si se le mantiene cerca de ella. Es importante que el recién nacido encuentre al nacer los marcadores sensoriales con los que su memoria está completamente impregnada, y que le vinculan a quien representa la vida para él: la voz de la madre, el olor, el tacto, el sabor de la leche materna, etc., todos ellos hitos que mantienen el equilibrio somático y psíquico del pequeño, y le proporcionan su seguridad básica.

Numerosas demostraciones de la neurociencia ponen de relieve la importancia biopsicológica del periodo prenatal para el niño. Estas primeras etapas de la vida representan el suelo básico en el que se siembran las primeras experiencias sensoriales, relacionales y emocionales inconscientes, bien con connotaciones de unidad, ternura, alegría y serenidad, bien con distancia y desapego, ambivalencia tenaz o confusión emocional.

El estrés extremo generado en el recién nacido en caso de separación materna deja una huella duradera vinculada a la ansiedad de separación. La necesidad del bebé de continuidad y estabilidad del vínculo con su madre biológica se ve golpeada en lo más profundo. 

De hecho, cualquier situación que imponga al recién nacido, aunque sea involuntariamente, la separación de la madre que lo ha llevado durante nueve meses, provoca, según el contexto y en grados variables, una herida de abandono que puede llegar hasta la angustia de muerte. 

Es cierto que el bebé siente que existe a partir de la presencia en calidad y cantidad de su madre, a la que conoce con todos sus sentidos y a la que se ha apegado durante varios meses.

Digamos que el embrión está injertado en el cuerpo y el corazón de la madre que lo lleva, en una malla relacional muy íntima. Este tiempo en el útero es esencial para el bebé, tendrá una influencia duradera en sus vidas. A veces sin que nos demos cuenta.

Así, organizar una maternidad, un parentesco escindido desde la concepción hasta después del nacimiento, carga al niño con un bagaje psicoafectivo marcado por rupturas, pérdidas y confusión afectiva, y lo sumerge en una situación de filiación borrosa.

Si una mujer, una madre, por la razón que sea, puede decidir no vincularse al bebé que espera, el niño no puede hacerlo. El proceso que crea este vínculo de apego entre el bebé y la madre es un “reflejo” programado de supervivencia. Es un mecanismo biofisiológico y psicológico que no puede ignorarse. 

Ningún contrato entre los padres intencionales y una madre de alquiler, ningún pensamiento adulto, aunque desee de todo corazón al hijo esperado, pero desde la distancia, tiene el poder de disminuir o borrar, por un lado, esta experiencia humana de apego gestacional, fundamental para el futuro del niño y que se teje con gran sutileza en el feto durante nueve meses, y, por otro, la angustiosa experiencia del alejamiento del bebé de su madre biológica.

Así pues, el proceso procreativo de las GPA expone al niño pequeño a daños físicos y psicológicos de facto. Los riesgos médicos físicos están asociados a la fecundación in vitro: bajo peso al nacer y prematuridad. Más profundamente, el niño está expuesto a una memoria somato-psíquica de disociación impuesta entre las dimensiones genética, corporal y educativa. 

Para la mayoría de los psicólogos y psiquiatras infantiles, se trata efectivamente de un contexto de origen susceptible de provocar trastornos sensoriales e intrapsíquicos en el niño, con el riesgo de alterar su futura vida afectiva y su anclaje identitario.

La herida más profunda que sin duda tendrá que resolver el niño nacido de una gestación subrogada -y que no existe en el niño adoptado- es la de darse cuenta, un día, de que son sus padres quienes han creado ellos mismos la situación de disociación y ruptura con la madre de nacimiento. 

Es probable que este conflicto intrapsíquico permanezca con el niño durante toda su vida, con abrumadores interrogantes identitarios y existenciales. Tanto más cuanto que la sociedad en su conjunto habrá permitido que esto ocurra, habrá apoyado y evitado reconocer a nivel estatal los diversos riesgos y sufrimientos que la GPA conlleva para el más vulnerable: el niño.

En el debate en torno a la gestación subrogada, es urgente volver a situar al niño pequeño en el centro del debate. Por su propia naturaleza, todo embrión, feto y recién nacido es vulnerable. Yo lo llamo “el niño sin voz”. Saquemos al niño de las sombras, para denunciar las cicatrices potenciales que, en GPA, se le imponen al principio de su vida.

En efecto, “fabricar” un niño para otra persona significa correr el riesgo de generar todo tipo de sufrimientos, como conflictos emocionales, patología relacional, diversos trastornos somáticos y cognitivos, así como secuelas sociales.

En general, el riesgo de una relación inquieta, incluso torturada, con la vida para quienes se verán confrontados a preguntas sobre la filiación, sin respuestas posibles.

¿Cómo gestionará el niño su derecho a conocer su ascendencia?

—Jurídicamente, no sé. Como psicóloga constato que todo ser humano necesita sentirse parte de una historia familiar, que no se limita al círculo familiar inmediato. Los miembros de la familia cercana y extensa, así como los ascendientes que aún viven o ya han fallecido, suelen representar puntos de referencia importantes para todos.

La familia biológica “vive” en cierto modo dentro de nosotros y nos permite forjarnos una identidad, apoyarnos, consciente o inconscientemente, en las semejanzas o, por el contrario, en las diferencias sentidas u observadas.

Todo ser humano tiene la necesidad vital de sentirse vinculado a una familia, a una doble genealogía, materna y paterna. Saber de dónde venimos nos permite, en general, conocer/comprender/elegir mejor hacia dónde vamos.

La ausencia y el anonimato de todos aquellos que componen la familia y que nos han precedido en la doble línea materna y paterna, y que forman el suelo de nuestras raíces identitarias, pueden llegar a ser problemáticos para el desarrollo de la identidad de ciertos niños, hasta el punto de convertirse en la fuente de una serie de comportamientos negativos.

Las heridas psicológicas provocadas por las imprevisibles separaciones de nacimiento o causadas por las miserias y desgracias de la vida son situaciones de sufrimiento hoy bien conocidas.

Trabajar en la prevención para evitarlas y luego atender estas situaciones de vida que han provocado diversas pérdidas y desarraigos humanos en la primera infancia, es una obra de humanidad que todo Estado tiene el deber de implementar y apoyar en su país. 

Por el contrario, cualquier Estado que permita que los ricos e influyentes promotores del mercado de la reproducción humana trabajen incansablemente para promover y legalizar la venta de niños a través de madres de alquiler es cómplice de la violencia médica, psicológica y económica que se ejerce sobre las mujeres y los niños.

Es urgente consagrar en el derecho internacional la prohibición de la GPA, para proteger a las generaciones futuras de un mal desastroso que afecta actualmente al sector reproductivo. No debe dejarse en manos de los niños que han crecido la tarea de velar por el respeto de sus derechos. 

Las profundas carencias que a veces nos impone la vida, las dolorosas pérdidas sufridas y las penas, por grandes que sean, de los adultos nunca deben servir de pretexto para “utilizar” la vida de un niño como objeto de consuelo y reparación. La vida de un niño se recibe. No se toma ni se fabrica artificialmente para satisfacer las necesidades de los adultos.

La vida de un niño es fundamentalmente un don. Un niño nunca puede ser objeto de una transacción pagada para satisfacer los deseos de los adultos, aunque la tecnología médica los haga posibles.

La realización de los proyectos, deseos y fantasías de los adultos tiene lugar ahora sin directrices morales ni límites éticos. El sentido común humano también ha abandonado la escena individual y colectiva.

El niño, pequeño ser vulnerable, maleable a voluntad y sin voz propia, parece haberse convertido en presa fácil a disposición de todos los deseos paternos.

Uno de los argumentos que se suele utilizar es que estos niños “serán más queridos”. ¿Cree que este supuesto “máximo amor” puede considerarse un argumento a favor de esta práctica?

—Este es, en efecto, el argumento “estándar” que nadie parece poder rebatir. Seamos claros: cualquier persona sola, cualquier pareja, ya sea heterosexual u homosexual, es capaz de amar a un hijo al máximo y criarlo con corazón, pedagogía e inteligencia.

El niño nacido de un GPA que acaba en los brazos de su(s) progenitor(es) comitente(s) se beneficiará la mayoría de las veces de un vínculo afectivo de calidad, a imagen de la fuerza del deseo que le permitió nacer.

Pero, ¿qué pasa con el nicho afectivo que todo niño necesita durante su vida en el vientre materno y que es el fundamento de su seguridad básica, de su futura vida afectiva y de su confianza en los demás, en la vida?

¿Qué pasa con este “hueco” de apego amoroso, madre-hijo, que se construye a lo largo de los nueve meses de vida prenatal y que necesita prolongarse de forma duradera más allá del nacimiento? ¿Qué pasa con la herida de la separación, el trauma del abandono que sienten los bebés que son separados de sus madres biológicas? 

¿Es posible crear intencionadamente situaciones de ruptura filial y de pérdida humana al comienzo de la vida de un niño, desdibujar deliberadamente los vínculos de filiación y crear así riesgos programados de sufrimiento de todo tipo?

¿Quién puede creer que la planificación de tales situaciones de llegada a la vida permanecerá “neutra”, sin crear zonas de vulnerabilidad en el ámbito del equilibrio psicológico, somático y espiritual de estos pequeños? ¿Los investigadores y especialistas en primera infancia que, desde hace más de un siglo, examinan la extrema sensibilidad del mundo infantil no son suficientemente explícitos y convincentes sobre las necesidades básicas del ser humano que, cuando están satisfechas, le permiten sentirse auténticamente amado y le ofrecen mejores posibilidades de realización en la vida?

Los medios de comunicación nos ciegan con sensibleras historias de amor, sonrisas y risas de niños, nacidos por gestación subrogada. 

En Psicología sabemos que la edad de la infancia es la edad de la adaptación. Para sobrevivir y, sobre todo, para vivir, el niño, cualesquiera que sean las posibles desgracias de la vida, las dificultades o las particularidades que puedan haberle afectado desde su nacimiento, despliega generalmente una extraordinaria fuerza de adaptación y de resiliencia, sobre todo si es amado. Sin embargo, si las aguas del inconsciente permanecen silenciosas durante la adaptación de la infancia, pueden convertirse en tsunamis psíquicos en la edad de su despertar.

Una situación de pérdida o duelo, la adolescencia, el matrimonio, la primera experiencia sexual, la espera de un bebé, un cambio importante en la vida… todas estas situaciones pueden ver emerger, como un géiser contenido durante demasiado tiempo, las heridas muy tempranas que han permanecido reprimidas e inconscientes, negadas o no visitadas. Las descompensaciones psiquiátricas son bastante raras durante la infancia. En cambio, son más frecuentes en la adolescencia y al principio de la edad adulta.

Las situaciones rebuscadas y complejas creadas por la técnica de la procreación anuncian un verdadero caos emocional y estados psicológicos fragmentados en la vida de algunos de estos niños, a pesar de ser queridos. La sociedad en su conjunto se resentirá.

Aunque las costumbres y la cultura cambian, las necesidades básicas de los niños no han variado desde hace miles de años. Su situación de extrema vulnerabilidad requiere cuidados especiales y protección desde el primer desarrollo de sus células.

Somos nosotros, los adultos, quienes debemos cuidar de ellos y permanecer adaptados a sus necesidades. No al revés. ¿No es eso lo que significa amar de verdad a un hijo… aunque suponga aceptar renunciar a tenerlo a toda costa si la naturaleza lo impide?

Vaticano

El Papa Francisco: «Jesús ‘dormido’ fortalece la fe de los Apóstoles»

El rezo del Ángelus de este 23 de junio ha estado marcado por la enseñanza del pasaje evangélico en el que Jesús "duerme" en la barca de Pedro.

Maria José Atienza·23 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco ha presidido la alocución previa al rezo del Ángelus de este domingo XII del tiempo ordinario. En una nublada y ventosa Roma en la que el verano se está resistiendo un poco, miles de personas han acompañado a Francisco en esta jornada.

Refiriéndose al pasaje evangélico de Marcos, propio de las lecturas de hoy y que nos muestran a Jesús «dormido en la barca» mientras los Apóstoles temen por sus vidas debido a una tormenta.

Francisco ha explicado que «parece que Jesús quiere ponerlos a prueba. Sin embargo, no los deja solos, se queda con ellos en la barca, tranquilamente, incluso durmiendo. Y cuando estalla la tormenta, con su presencia los tranquiliza, los anima, los incita a tener más fe y los acompaña más allá del peligro».

Podemos preguntarnos, ha continuado el Papa, la razón del comportamiento de Jesús y la respuesta es clara: «Para fortalecer la fe de los discípulos y hacerlos más valientes». Salen de esta experiencia más conscientes del poder de Jesús y de su presencia en medio de ellos». Una experiencia que les dará la base para enfrentarse, por la causa de Cristo, «incluso hasta la cruz y el martirio».

El pontífice ha destacado que «Jesús hace lo mismo con nosotros, particularmente en la Eucaristía: nos reúne en torno a Sí, nos da su Palabra, nos alimenta con su Cuerpo y su Sangre, y luego nos invita a salir a la mar, a transmitir lo que hemos escuchado y a compartir con todos lo que hemos recibido, en la vida de cada día, incluso cuando es difícil».

La vida cristiana no es una vida fácil o cómoda, pero sí confiada en Cristo, ha querido explicar el pontífice que ha animado a los fieles a preguntarse»en tiempos de prueba, ¿puedo recordar los momentos de mi vida en los que he experimentado la presencia y la ayuda del Señor?»

Petición por la paz y un recuerdo a su confesor

Como cada domingo, el recuerdo y la oración del Papa se han dirigido a las naciones y lugares de la tierra donde se sufren conflictos y guerras. Francisco ha pedido por la paz en Ucrania, Palestina e Israel. «¡Recemos por la paz! Palestina, Gaza, el norte del Congo… ¡Recemos por la paz! Y paz en Ucrania, que sufre tanto, ¡que haya paz! Que el Espíritu Santo ilumine la mente de los gobernantes, les infunda sabiduría y sentido de la responsabilidad, para evitar cualquier acción o palabra que alimente la confrontación y, en cambio, apunten decididamente a una solución pacífica de los conflictos» ha concluido el Papa.

Justo antes de despedirse y del rezo del Ángelus, el Papa ha dirigido un emocionado recuerdo a quien ha sido, durante muchos años, su confesor y que falleció hace pocos días, el franciscano Manuel Blanco. Tomando el ejemplo de este sacerdote, el Papa ha agradecido la labor de «tantos hermanos franciscanos, confesores, predicadores, que honraron y honran a la Iglesia de Roma».

Iniciativas

Javier Sánchez-Cervera, organizador de la «macroboda»: «Estas personas no se hubieran casado de no haber hecho algo diferente»

Una veintena de parejas se darán el Si quiero, de manera sacramental en una original macroboda que se celebrará el 29 de agosto en el templo de San Sebastián de San Sebastián de los Reyes.

Maria José Atienza·23 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Primavera y verano son épocas de bodas. De preparativos, compra de trajes, pago de convites, señales, invitaciones personalizadas y citas en la peluquería…, pero ¿de verdad todo eso es lo que ha de tener una boda? Si…, y no.

No es malo que todo eso forme parte de una boda, pero, en la parroquia de San Sebastián de la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes, decidieron ir a lo esencial y preguntar a muchas de las personas que iban a la parroquia las razones de por qué no estaban casados… y darles una solución.

Así se gestó la macroboda. Una celebración en la que casi una veintena de parejas, con más de 5 años de convivencia o matrimonio civil, contraerán matrimonio sacramental y lo celebrarán en las fiestas de la localidad.

“Una locura, sí”, afirma el párroco Javier Sánchez-Cervera que atiende a Omnes, “pero no hay que tener miedo a hacer cosas nuevas, porque si no cambiamos muchas de nuestras dinámicas, entonces si que no saldrá nada”

¿Cómo nace esta idea de la macroboda?

–El punto interesante es esa línea que nos esta recordando tantas veces el Papa Francisco de “Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades”.

 Cuando llegué a la parroquia, hace ya cuatro años, me decían “¡Uy! Aquí nadie se casa”. Y era verdad, de los padres de los niños que iban a catequesis, apenas había algunos casados. Pero, ante esta situación no nos podemos quedar sin hacer nada. ¡Habrá que mancharse! ¡Habrá que hacer algo para que esos que “no se casan”, al menos, se planteen casarse! Y eso es lo que hemos hecho.

Te la juegas, porque cambias costumbres, modos…, o pones una lona que a lo mejor no es la más bonita (ríe). Sales de ti mismo y de tu rutina. Y se comprueba que la gente no se casa porque, a veces, no sabemos responder a las situaciones que se van dando.

¿No tiene un poco de vértigo al hacer este “experimento”?

­–Lo raro es que no se haya hecho antes, pero es que a veces, también dentro de la Iglesia, nos cuesta salir de los clichés.

Estamos viendo que las bodas se están convirtiendo en un negocio cada vez mayor y, por estar en esta dinámica mucha gente no se casa y no respondemos, ¿qué estamos haciendo? ¿Vamos a seguir igual sabiendo que esas no puedan comulgar?

A mi me enfada que, por miedo a exponernos, a que salga mal, no nos arriesguemos. Yo no sé, realmente, cómo va a salir esta macroboda, pero sí sé que estas personas no se hubieran casado de no haber hecho algo diferente.

¿Cómo llegaron las parejas a la parroquia?

–Cuando empezamos a darlo a conocer, no sabíamos qué iba a pasar. Colgamos una lona gigante en el campanario de la parroquia con el lema “El sueño se puede hacer realidad”, con un código QR que enlazaba al sitio donde explicábamos todo y se podían apuntar las parejas. A raíz de ahí se apuntaron dos parejas.

A otra se lo comentó un funcionario del Ayuntamiento porque la escuchó hablar mientras esperaba para unos trámites, a otra se lo dijeron en el trabajo… y así, hasta las 18 que han participado en el cursillo prematrimonial, el fin de semana del 16 de junio.

¿Tenían algo en común?

–Todos estaban soñando con casarse. Eso sí. Algunos seguían buscando la manera de hacer la boda, otros lo habían descartado, sobre todo por el tema económico.

Todas las parejas que se van a casar tienen hijos (tenían que tener al menos cinco años de convivencia), algunos mayores y muchos proceden de países latinoamericanos.

Acaban de hacer el cursillo prematrimonial… ¿Cómo ha sido la experiencia?

­–Cuando nos juntamos para hacer el cursillo prematrimonial fue muy bonito. No era un cursillo prematrimonial “al uso”. Eran personas que querían de verdad casarse por la Iglesia, con una disposición muy activa y bonita.

Desde el primer momento en que una pareja ha venido a la parroquia a apuntarse a la macroboda, se les ha asignado un tutor, que ha sido esencial. Este tutor se encargaba de ayudarles en los trámites, irlos conociendo…, y cuando llegaron al cursillo prematrimonial estaban todos conectados entre sí.

Todos han coincidido que habían sentido una llamada. Es el Señor que pone en el corazón esa “semilla de mostaza” y se habían sentido respondidos por Él al conocer la iniciativa.

¿Que harán el 29 de agosto en esa macroboda?

–La fecha fue elegida por estar en medio de las fiestas del pueblo. Hablamos con la alcaldesa que, no te lo niego, se quedó un poco extrañada del día. Le explicamos y le gustó mucho la idea.

Así, las parejas, después de la celebración del sacramento, se podrán bajar a la feria del pueblo y festejar allí: con orquesta, con los juegos y los bailes…

El salón parroquial se va a convertir en un gran salón de belleza por la mañana: maquilladoras, peluqueras…

Están participando muchas personas para hacer que este día salga todo genial y las parejas tengan esa boda ante Dios con la que tanto llevan soñando

España

El arzobispo de Burgos decreta la excomunión para 10 religiosas de Belorado

10 religiosas de Belorado firmaron un burofax por el que no reconocían la autoridad episcopal y en el que resaltaban su voluntad de dejar la Iglesia.

Maria José Atienza·22 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El arzobispado de Burgos, en España, ha comunicado la firma del “Decreto de declaración de excomunión y la Declaración de dimisión (expulsión) ipso facto de la vida consagrada a todas y cada una de las diez hermanas que han incurrido en cisma”. Son 10 de las 15 religiosas que, actualmente, viven en el Monasterio de Santa Clara de Belorado.
Las cinco hermanas que no incurren en este cisma son las mayores, que en todo momento han estado fuera del proceso y que son la preocupación central tanto de la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu a la que pertenece el monasterio de Belorado.
La nota publicada por el arzobispado de Burgos, publicada tras la reunión de la gestora creada por indicación de la Santa Sede, señala que “a la vista de esta declaración de «separación voluntaria» de todas y cada una de ellas, recibida por burofax, el 21 de junio de 2024, lo que viene a ratificar lo que ya expusieron con anterioridad de modo fehaciente de diversas formas, el día 22 de junio el arzobispo de Burgos, Comisario Pontificio y Representante Legal de los Monasterios de Belorado, Orduña y Derio, ha comunicado el Decreto de declaración de excomunión y la Declaración de dimisión (expulsión) ipso facto de la vida consagrada a todas y cada una de las diez hermanas que han incurrido en cisma”.
Este decreto no es “la última palabra” ya que , como se señala en el propio documento “la Declaración de excomunión es una acción jurídica considerada por la Iglesia como una medida medicinal, que mueva a la reflexión y a la conversión personal”.
La nota recuerda además que la comunidad de Belorado no está extinta ya que “sigue existiendo comunidad monástica formada por las hermanas que no han incurrido en excomunión, al no haber secundado el cisma: son las cinco hermanas mayores y otras tres hermanas que, aunque en este momento no se encuentran en el monasterio, pertenecen a la comunidad al estar incardinadas en ella”.
A partir de este momento, las 10 firmantes del burofax han incurrido en excomunión y, por tanto, en la expulsión de la vida religiosa por lo que no pueden seguir ocupando el monasterio de Belorado. Queda, asimismo, el camino de la demanda civil impuesta por las clarisas de Vitoria para recuperar la propiedad del monasterio de Orduña. Una de las claves de este lío, con mas preguntas que respuestas.

Evangelización

Linda Ghisoni: «La Iglesia es en sí misma sinodal y misionera»

Linda Ghisoni, subsecretaria para los fieles laicos del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, destaca en esta entrevista con Omnes el éxito que fue el encuentro anual con los moderadores de las asociaciones de fieles, movimientos eclesiales y nuevas comunidades que tuvo lugar en el Vaticano.

Federico Piana·22 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

“Un gran éxito”, es el resumen que hace Linda Ghisoni, subsecretaria para los fieles laicos del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, sobre el encuentro anual con los moderadores de las asociaciones de fieles, movimientos eclesiales y nuevas comunidades que tuvo lugar en el Vaticano el 13 de junio.

La cita de este año, a la que asistieron doscientas personas de todo el mundo, tuvo como tema el desafío de la sinodalidad y la misión, en plena sintonía con el sínodo que vive la Iglesia universal en un clima de diálogo fraterno y escucha mutua. Para dar a conocer este encuentro, Linda Ghisoni habla con Omnes acerca de las cuestiones tratadas a lo largo de la jornada.

Alta participación

«Estamos satisfechos del éxito de este evento no sólo por la alta participación, sino también porque hemos podido responder a numerosas peticiones, llegadas de muchas partes, de celebrar más encuentros de este tipo», afirma Ghisoni, según la cual esta necesidad nace del hecho de que cada realidad tiene su misión diferente, pero «también tiene muchos puntos en común con las demás. Y, por tanto, compartir los retos comunes a los que se enfrentan estas realidades puede ser útil para que caminen juntas y se apoyen mutuamente».

Experiencias sinodales

Los trabajos de la reunión sirvieron para poner de relieve algunas experiencias sinodales, ya en uso por asociaciones, movimientos y nuevas comunidades, que pueden ser compartidas con toda la Iglesia universal. Y no sólo. También se hizo hincapié en compartir la vida de fe en las pequeñas realidades, en la corresponsabilidad de laicos y ministros ordenados a la hora de asumir funciones de gobierno, en la implicación de matrimonios y jóvenes en la evangelización, y en la acción caritativa y social.
«El informe introductorio de nuestro Prefecto, el cardenal Kevin Farrel, también se detuvo en las dinámicas que debemos seguir para ser verdaderamente una Iglesia sinodal», añadió la subsecretaria del Dicasterio. 

Compartir buenas prácticas

En la tarde de la jornada de trabajo de este encuentro internacional, tuvieron lugar las intervenciones libres de los moderadores: una fase muy dinámica en la que, revela Ghisoni, «compartieron las prácticas sinodales que estas agregaciones de fieles, compuestas en su mayoría por laicos, viven en su interior y en sus actividades. Es decir, todos aquellos aspectos de su vida que van desde los momentos de vida espiritual hasta las diversas formas de vivir la misión, pasando por la gestión del gobierno de su realidad. En definitiva, prácticas de sinodalidad que deben ser cada vez más compartidas».

Relación entre sinodalidad y misión

La relación que une sinodalidad, misión y asociaciones de fieles, movimientos eclesiales y nuevas comunidades es inherente al ADN de la propia Iglesia. «De hecho», explica la subsecretaria del Dicasterio, «la Iglesia es en sí misma el caminar juntos del pueblo de Dios, por tanto es en sí misma sinodal y misionera. Lo subraya también el Papa cuando dice que hay que ser discípulo misionero y no discípulo y luego misionero. El desafío es precisamente comprender que los movimientos están llamados a ser Iglesia y deben ser llamados a ser realidades donde se vive la propia naturaleza misionera ad intra y ad extra con una perspectiva sinodal».

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Estados Unidos

«Escuchar, enseñar y enviar”, el marco pastoral para el ministerio con los jóvenes en los Estados Unidos

El nuevo documento de la Conferencia episcopal estadounidense para la pastoral con los jóvenes tiene como objetivo revitalizar el ministerio y renovar el acompañamiento intergeneracional en las familias.

Gonzalo Meza·22 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Los obispos de Estados Unidos aprobaron durante su reunión de primavera 2024 un nuevo marco pastoral para el ministerio con los jóvenes. El documento, titulado “Escucha, enseña y vive” (EEV), es una respuesta al Sínodo sobre los jóvenes que tuvo lugar en Roma en 2019 y su exhortación apostólica post-sinodal “Christus Vivit”, del Papa Francisco. EEV tiene como objetivo revitalizar la pastoral con los adolescentes, jóvenes y adultos jóvenes, así como renovar el acompañamiento intergeneracional en las familias.

El texto toma como punto de referencia la historia del camino de Emaús (Lc, 24, 13-35) “Jesús nos dio un ejemplo de cómo acompañar a jóvenes adultos en sus caminos de vida. Como el Señor, primero escuchamos las historias, las alegrías y las preocupaciones de quienes encontramos en el camino. Luego respondemos con una enseñanza dinámica y finalmente establecemos las condiciones para enviar a los jóvenes a seguir el llamado de Dios en sus vidas, para que puedan transformar el mundo con amor”, dijo Mons. Robert Barron, obispo de Winona-Rochester y presidente del Comité de Laicos, Matrimonio, Vida Familiar y Juventud de la Conferencia Episcopal Norteamericana (USCCB), organismo encargado de elaborar el documento.

Además del prefacio y la introducción, EEV contiene tres partes definidas en torno a tres temas: escuchar, enseñar y enviar. En la primera sección, el texto precisa que la Iglesia está llamada a escuchar a los jóvenes, comprender sus historias y estar atenta a sus necesidades. En ese sentido, se advierte sobre los riesgos que los jóvenes enfrentan hoy en día, entre ellos la secularización, las divisiones raciales y culturales, el divorcio, el ataque a la familia tradicional, así como “el auge de la tecnología móvil, la prevalencia de las redes sociales (con su impacto en la salud y el bienestar mental), la cultura generalizada del relativismo y las crisis de abusos sexuales en la sociedad y en la propia Iglesia”.

Ausencia de los jóvenes

Uno de los puntos de alarma que enfatizan los obispos es la ausencia de los jóvenes en la Iglesia y el abandono de la fe, lo cual tiene implicaciones en el ámbito vocacional: “En los últimos años hemos visto un aumento estadístico significativo en el número de personas que ya no se identifican con ninguna tradición religiosa o comunidad de fe (a menudo llamados los “nones”). También nos entristece que cada vez menos adultos jóvenes busquen el matrimonio en la Iglesia o el sacerdocio o la vida consagrada”. Ante esta realidad, los obispos subrayan la importancia que tienen la familia y los padres para contrarrestar esta tendencia. Ellos, dicen los obispos, son los “primeros catequistas de sus hijos» y por ende son de crucial importancia para  transmitir la fe de generación en generación. En ese tenor, EEV enfatiza la importancia de la evangelización poniendo especial atención al lenguaje y estilo de comunicación, de forma que las nuevas generaciones lo puedan comprender.

En el segundo capítulo, dedicado al tema de “enseñar”, EEV propone el encuentro o reencuentro de Cristo mediante los sacramentos, los cuales disipan las oscuridades y aumentan las alegrías pues permiten que Jesús transforme sus vidas al suscitar una conversión del corazón: “ábranse a la conversión del corazón, al camino de Jesús para convertirse en un discípulo misionero, encendido con la fe, dando testimonio de Cristo, acompañando a los demás y entregando su vida al Señor por los demás”, exhortan los prelados a los jóvenes. No obstante, los obispos reconocen que ello puede traer dificultades: “Las enseñanzas de Cristo son contraculturales y transformadoras pues implican la búsqueda ante todo el Reino de Dios, el amor a los enemigos, el vivir una vida moral y el sacrificio por el bien de los demás (especialmente de aquellos que están marginados y olvidados)”.

Los jóvenes como protagonistas

Los jóvenes deben ser los protagonistas, en la tarea de evangelización, tal como indica la sección llamada “enviar”: “La iglesia debe enviar a los jóvenes como testigos evangelizadores para promover la caridad, la justicia y empoderarlos a ser protagonistas en sus comunidades”. Los obispos norteamericanos reconocen que la pastoral con los jóvenes no siempre será fácil ni se cambiarán las cosas de la noche a la mañana, sin embargo “con el Señor a nuestro lado, a través de la guía del Espíritu Santo y con la intercesión de nuestra Santísima Madre nos esperamos recorrer este sagrado camino de acompañamiento pastoral”.

Aunque este texto se publica en el quinto aniversario de “Christus vivit”, no es la primera vez que los obispos estadounidenses se pronuncian sobre la pastoral con los jóvenes. Otros documentos previos que abordan el tema son: “Una visión para el ministerio juvenil” (1976); “Empoderados por el Espíritu” (1985) sobre el ministerio en los campus universitarios; “Hijos e Hijas de la Luz” (1996) sobre el ministerio con adultos jóvenes; y “Renovando la Visión” (1997). La USCCB también ha escrito una sección dedicada a la pastoral juvenil hispana en el texto “Discípulos misioneros avanzando con alegría: plan nacional para el ministerio hispano/latino” (2023).

Vaticano

Los temas del último Consejo de Cardenales

Rome Reports·21 de junio de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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Los 9 cardenales que componen el consejo papal dedicaron la última de sus reuniones a varios asuntos.

La primera jornada trató de nuevo el tema de las mujeres en la Iglesia con la asistencia de tres mujeres.

La segunda jornada, el Cardenal O’Malley presentó una actualización del trabajo realizado por la Comisión para la Protección de Menores. Y también se habló sobre el preocupante panorama internacional visto el aumento de los conflictos en el mundo.


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Zoom

Una iglesia bizantina en Tierra Santa

Perfectamente dibujada, los arqueólogos han encontrado el emplazamiento de una iglesia de la época bizantina en el norte del Néguev. Una muestra de los peregrinos cristianos que visitaban Tierra Santa hace 1.500 años.

Maria José Atienza·21 de junio de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Mundo

José María Gallardo: «La Iglesia es la primera que abre sus puertas cuando hay una emergencia humanitaria»

Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha hecho pública su memoria de actividades correspondiente al año 2023. Con este motivo, en Omnes hemos entrevistado a José María Gallardo, director de ACN España, que nos ha hablado sobre la situación en Ucrania y África, la generosidad de los benefactores y los proyectos de reconstrucción de iglesias, entre otros.

Loreto Rios·21 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Ayuda a la Iglesia Necesitada ha hecho pública su Memoria de Actividades del año 2023. Este último año se ha visto marcado por un récord de donativos, especialmente debido a la generosidad de los benefactores ante el terremoto de Siria.

En Omnes hemos entrevistado a José María Gallardo, director de ACN España, que nos ha hablado sobre la ayuda a Ucrania, África y el apoyo de ACN España a la formación de laicos, entre otros interesantes temas.

Durante el último año, ha habido un récord de donativos para ACN España. ¿A qué se ha debido?

–En primer lugar, este récord de donativos se debe a la inmensa generosidad de todos nuestros benefactores, quienes han respondido a las campañas que hemos ido lanzando durante todo el 2023. Este año nuestros ingresos procedentes de donativos han crecido respecto al año anterior. De 13,5 millones en el 2022 hemos pasado a 15,8 millones.

Esto se debe sobre todo a esta gran generosidad y a alguna de las campañas, como la del terremoto de Siria, que fue terrible y asoló el lugar en febrero de 2023, y donde miles de españoles se sintieron con esa llamada a apoyar a la iglesia local para que pudieran abrir sus templos y ayudar a todos aquellos afectados por el terremoto. Ya sabemos que la Iglesia siempre es la primera que abre sus puertas cuando hay una catástrofe natural o una emergencia humanitaria.

En segundo lugar, nuestra fundación tiene el privilegio de ser una de las instituciones católicas donde también muchas personas deciden dar un legado después de su fallecimiento. Ese conjunto de generosidad es el que ha provocado que hayamos tenido un récord de donativos durante el 2023.

Ucrania ha sido el país más ayudado en este periodo. ¿Qué programas de ayuda se están llevando a cabo allí?

Ucrania es uno de los países más ayudados por parte de ACN desde hace muchos años. Apoyamos tanto a la Iglesia católica de rito latino como a la de rito grecocatólico, con aportaciones de más de 15 millones de euros y más de 600 proyectos desde febrero de 2022.

Para nosotros ha sido un país prioritario y son tres los principales programas en los que estamos trabajando. El primero de ellos es la gestión del trauma, para ayudar a todas aquellas personas que están pasando por una situación de dificultad, formando a los sacerdotes, religiosos y religiosas para que atiendan a las personas que sufren la guerra, pero también para que los propios sacerdotes y religiosos puedan gestionar el trauma que ellos mismos están viviendo.

En segundo lugar, la sostenibilidad y la subsistencia de sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas. Hemos tenido ayudas de emergencia para más de 223 sacerdotes, los Hermanos Albertinos, que además ayudan a personas sin techo o las hermanas benedictinas, etc.

No olvidemos que en una guerra, aparte de las personas desplazadas, están las personas en riesgo de exclusión social que estaban antes de que surgiese el conflicto, y muchas congregaciones católicas venían ayudando a esas personas desde antes de que empezase la guerra. Con lo cual, el programa de subsistencia apoya no solo a los que ayudan, sino también a los más desfavorecidos.

Y, por último, la formación de seminaristas. Aunque parezca mentira, la guerra no ha frenado las vocaciones, y los más de 1128 seminaristas de los dos ritos están siendo apoyados por nuestra fundación para que puedan sostenerse y seguir estudiando a pesar de la situación terrible que viven.

¿De qué modo está ayudando ACN en África, donde está habiendo una fuerte expansión del extremismo islámico?

–ACN está ayudando fuertemente a seguir llevando el Evangelio en las zonas más remotas de África, de modo que se pueda combatir con la Palabra y no con las armas el avance del fundamentalismo islámico.

Un ejemplo es Nigeria, donde recientemente hemos realizado la campaña de la pasada Navidad y donde lamentablemente hemos visto cómo hay distintos grupos que provocan una presión terrible sobre los cristianos. En concreto, de Nigeria hemos tenido además al padre Fidelis y a Janada, una víctima de Boko Haram que estuvo con nosotros y que ha dado su testimonio en múltiples diócesis de toda España.

Estos grupos violentos son tres fundamentalmente: En Nigeria, Boko Haram, el Estado islámico de África occidental y los fulani, que son unos pastores nómadas musulmanes. Debido a ellos, por la imposición de la sharia, la ley islámica, en cerca de doce estados el ser cristiano ya es de por sí un riesgo.

¿Por qué hemos apoyado África, no solo Nigeria, sino también otros países como Tanzania o República Democrática del Congo? Porque, para que el Evangelio siga avanzando y siga permeando en la sociedad, los sacerdotes necesitan ser sostenidos y protegidos.

Todo ello es lo que desde ACN intentamos apoyar en África y en aquellos países donde hay mayor presión por la persecución.

Quizá es algo menos conocido, pero ACN también apoya a la formación de los laicos…

–Todos sabemos que cada día hay menos vocaciones en todo el mundo, aunque en algunos de los países en los que nosotros trabajamos, donde además hay mucha persecución, las vocaciones sacerdotales florecen.

Pero nosotros, del 2022 al 2023, hemos aumentado nuestra ayuda cerca de un 3 %, algo más de 17 millones de euros, a la formación de laicos. Porque también el laico es una persona fundamental en el apoyo al sacerdote para la evangelización.

Los catequistas son un elemento esencial en muchas partes remotas de África o de América Latina, por ejemplo en la zona de la Amazonia. El incremento de los proyectos para el apoyo a laicos es una realidad que hemos intentado cubrir también en línea con el Santo Padre, que nos dice que los laicos tenemos que tener un mayor protagonismo en la evangelización dentro de nuestra Iglesia.

¿Cómo es el proceso de ayudas a la reconstrucción de iglesias?

–Allí donde hay una catástrofe natural o una guerra es donde más se requieren elementos de construcción o reconstrucción. Sobre todo en zonas donde hay luego paz: no podemos empezar a reconstruir en una zona de conflicto si todavía persiste la guerra. Por ejemplo, en el este de Ucrania.

Pero allá donde se ha llegado a un nivel de paz o donde ha habido una catástrofe natural, como el caso de Siria con el terremoto del año pasado, sí hemos apoyado a la construcción y reconstrucción de iglesias.

Estuve en Ucrania viajando cerca de diez días justo antes de Semana Santa y pude ver un gran proyecto de reconstrucción de la catedral de Ternópil. Estuvimos hablando incluso con el arquitecto, que nos enseñó los planos de la obra mayúscula que están haciendo de reconstrucción, donde quieren ubicar aulas para catequesis, para Cáritas, etc. Ese es un ejemplo de cómo ACN invierte también sus fondos en apoyar estructuras que sirvan para continuar anunciando la Palabra de Dios allá donde se necesite.

Evangelio

Mirar hacia delante con Dios. Natividad de san Juan Bautista

Joseph Evans comenta las lecturas de la natividad de san Juan Bautista

Joseph Evans·21 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Los nombres en la Biblia tienen un gran significado. A menudo indican la misión a la que ha sido llamada esa persona.

Así, a San José se le dice que debe llamar al hijo de María “Jesús”, “porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt 1, 21). El nombre “Jesús” significa precisamente “Yahvé salva”. 

Pero, al menos en la época de Nuestro Señor, ya era habitual que un niño se llamara como su padre. El significado del nombre importaba menos; lo que importaba era la continuación del linaje. 

Así, en el Evangelio de hoy, en la fiesta de San Juan Bautista, nos enteramos de que, cuando llegó el momento de circuncidar al niño, “querían llamarlo Zacarías, como su padre”.

Había un problema: el ángel Gabriel ya había dicho a Zacarías que llamara Juan al niño (Lc 1, 13).

La diferencia es significativa: Zacarías significa “Dios se acuerda”, Juan significa “Dios es misericordioso”. Así pues, el nombre de Zacarías sugiere mirar atrás, recordar todos los grandes hechos de Dios en favor de Israel. Por lo general, esto es bueno, pero no cuando Dios introduce una novedad radical. 

Cuando Dios hace esto, es el momento de mirar hacia adelante, no hacia atrás. Dios estaba a punto de ser misericordioso con la humanidad, de darnos a su propio Hijo como Emmanuel, Dios con nosotros, Dios hecho hombre.

Dios estaba a punto de encarnarse como Jesucristo “lleno de gracia y de verdad” (Jn 1, 14) y Juan iba a ser el gran profeta que preparara su venida.

Es evidente que en algún momento Zacarías había informado a Isabel de este nombre, sin duda por escrito, ya que él no podía hablar. Así que ella valientemente habló para insistir: “¡No! Se va a llamar Juan”.

Los amigos y la familia, que no se fiaban de ella por ser mujer, preguntaron a Zacarías y éste pidió una tablilla en la que escribió: “Juan es su nombre”. Se le soltó la lengua, habló y alabó a Dios. De hecho, su oración, conocida como el Benedictus -que sacerdotes, religiosos y otras personas rezan cada mañana en el Oficio Divino- es una reflexión particularmente hermosa, ya que mira hacia atrás para mirar hacia delante. 

Zacarías recuerda todo lo que Dios ha hecho por Israel, pero comprende, con esos meses de recogimiento que le concede el silencio impuesto, que Dios realmente puede hacer cosas radicalmente nuevas.

Antes había dudado de ello al preguntarse cómo podía Dios darles a él y a su esposa, ambos ya ancianos, un hijo después de tantos años sin tenerlo.

Dios estaba siendo misericordioso y su hijo Juan “iría delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación”.

Zacarías ha aprendido que Dios, en Jesús, iba a realizar algo realmente nuevo y lleno de gracia, incluyendo, no lo olvidemos, una comunidad que valoraba a las mujeres y su obra de salvación y luego, en su apogeo, como los primeros testigos de la Resurrección, la obra más llena de gracia de Dios.

Cultura

Científicos católicos: Jorge Juan, autor del mejor tratado naval de Europa

Jorge Juan y Santacilia ha pasado a la historia por ser uno de los modernizadores de la armada española y el fundador el Real Observatorio Astronómico de Madrid. Omnes ofrece esta serie de biografías breves de científicos católicos gracias a la colaboración de la Sociedad de Científicos Católicos de España.

Juan Meléndez Sánchez·21 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Jorge Juan y Santacilia (5 de enero de 1713 – 21 de junio de 1773) fue un marino español, que destacó como científico, ingeniero naval y servidor público.

Quedó huérfano a los tres años y su tío se hizo cargo de su educación. Con sólo 12 años lo envió a Malta, donde fue admitido como paje del Gran Maestre de la Orden. A los 16 años fue admitido como Caballero de pleno derecho, lo que implicaba el voto perpetuo de celibato.

De vuelta a España, ingresó en la Academia de Guardiamarinas de Cádiz, donde mostró un gran talento para las matemáticas y participó en acciones militares, como la toma de Orán. Recién graduado, fue elegido junto con otro joven marino, Antonio de Ulloa, para ser miembros de la Expedición Geodésica con la que la Academia de Ciencias de París quería determinar la forma de la Tierra.

Se trataba de decidir entre las dos teorías rivales de la gravitación propuestas por Descartes y Newton. El primero atribuía la gravedad al efecto de torbellinos de materia sutil que llenaba el espacio, y predecía una Tierra elongada por los Polos, mientras que el segundo la explicaba como una acción a distancia que actuaba a través del vacío, y sostenía que la Tierra estaría dilatada por el Ecuador y achatada por los Polos.

La expedición se prolongó casi diez años y confirmó definitivamente la teoría de Newton. Jorge Juan lo expuso en un libro, Observaciones astronómicas y físicas en los Reinos del Perú, que le valió ser nombrado miembro de la Academia de Ciencias de París.

El resto de su vida Jorge Juan trabajó incansablemente al servicio de la corona española:  introdujo nuevas técnicas de construcción naval, modernizó astilleros, minas y arsenales, reformó la enseñanza de la Academia de Guardiamarinas, fundó el Real Observatorio Astronómico de Madrid.

Finalmente, en sus últimos años redactó el mejor tratado de construcción naval y de navegación de la época: el Examen Marítimo, que se estudió en toda Europa, y por primera vez aplicaba la física newtoniana y el cálculo diferencial e integral al diseño de los barcos.

El autorJuan Meléndez Sánchez

Profesor titular, Universidad Carlos III de Madrid. Sociedad de Científicos católicos de España

España

Siria y Ucrania, los países más ayudados por ACN en 2023

Durante el año 2023, la fundación pontificia ha podido repartir 143,7 millones de euros que han aportado más de 350.000 benefactores en todo el mundo.

Maria José Atienza·20 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El director de ACN España, José María Gallardo y Carmen Conde, responsable de Finanzas y legados han presentado en Madrid los datos del último ejercicio de Ayuda a la Iglesia Necesitada en el mundo.

José María Gallardo ha comenzado la presentación de la Memoria de actividades 2023 de Ayuda a la Iglesia Necesitada agradeciendo la generosidad de todos los benefactores y la labor de los voluntarios de ACN en todo el mundo.

Asimismo, ha tenido un recuerdo especial para Javier Menéndez Ros y Ernesto Saiz de Vicuña, antiguos director y presidente de la Fundación hasta finales de 2023.

Los datos de ACN 2023

El director de ACN España ha desgranado los principales datos de la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada en todo el mundo durante el último ejercicio.

Ucrania fue el país que más ayuda recibió de esta Fundación con más 7,5 millones de euros. Una ayuda destinada principalmente al clero ucraniano, contando también capellanes de guerra y también a la atención espiritual y pastoral de los refugiados en la zona oeste del país.

Como el mismo Gallardo ha apuntado “en el caso de Ucrania, hay “una gran incógnita sobre qué va a suceder en los próximos meses en Ucrania. Cuando hay una crisis hay que esperar a la paz para iniciar la reconstrucción y la Iglesia lo tiene claro. Por el momento, desde Ucrania, piden ayuda y apoyo en el oeste donde está la población desplazada (mujeres, niños)”.

El terremoto de Siria fue otro de los focos de atención de esta fundación pontificia. La campaña puesta en marcha a raíz de esta catástrofe tuvo una amplia respuesta que se materializó en una ayuda de más de 7,4 millones de euros.

Líbano y la India, donde las leyes anticonversión y la persecución a la Iglesia está presente, fueron los países en los que ACN pudo ayudar con más de 6 millones de euros en cada uno de ellos.

Además de estos, proyectos en varios países africanos como Congo, Tanzania o Nigeria han recibido ayuda de esta fundación.

El director de ACN España ha querido destacar la característica propia de la fundación que es la de apoyar la labor pastoral y catequética, así como la presencia de los cristianos de todas las confesiones.

Por ello, no es de extrañar que la mayor parte de sus beneficiarios sean sacerdotes, diócesis y obispos aunque, como ha querido subrayar Gallardo, “cada vez más solicitudes para proyectos de formación de los laicos”.

De entre los proyectos que se han apoyado, el 26,8% de los donativos se han destinado a la construcción y reconstrucción de iglesias, así como al pago de estipendios de los sacerdotes para su mantenimiento y la formación de religiosas y religiosos y catequistas.

España: aumentan las donaciones y benefactores

Por su parte, Carmen Conde ha explicado el papel de ACN España en este ejercicio. En España, 27.017 benefactores han destinado recursos a Ayuda a la Iglesia Necesitada en 2023,lo que supone una subida del 17% con respecto al ejercicio anterior.

La cuantía de donativos, herencias y legados recibidos por ACN fue de 18.432.320 euros, lo que supone un 4,6% menos que el ejercicio anterior debido a un descenso en las herencias y legados puesto que las donaciones habituales han subido un 17,2%.

Cuestionada por este dato, Conde ha explicado que en 2022 hubo una herencia especialmente fuerte que dio lugar a esa subida pero que, en realidad, siguen aumentando las personas que optan por esta vía de apoyo a los cristianos perseguidos y necesitados de todo el mundo.

Conde ha querido destacar además que “de 100 euros que se donan a ACN en España, 90,7 se destinan a los fines propios de la fundación y sólo 9 euros a otros gastos.

Además, de las 23 oficinas de ACN en todo el mundo, la española ha aportado el 12,8 de los ingresos totales de ACN en 2023.

España

Valeska Ferrer: «La llamada ante los abusos es a romper el silencio»

Ahondar en las causas del abuso de poder en la Iglesia ha sido tarea de más de trescientas personas –presenciales y on line– de 27 países, que han participado en Madrid en el Congreso Internacional Jordán de la provincia de España de la Compañía de Jesús y las universidades jesuitas (UNIJES). Valeska Ferrer, su coordinadora, habla con Omnes sobre los abusos.

Francisco Otamendi·20 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

Convocados por el proyecto Jordán, los expertos internacionales han reflexionado estos días sobre numerosas cuestiones en torno al tema “El abuso de poder en la Iglesia: causas estructurales y posibles vías de solución desde el diálogo de la teología con otras disciplinas”. La investigación ha hecho referencia a los distintos tipos de abuso, el de poder, el espiritual y el sexual, en el seno eclesial.

La clausura correspondió al arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, quien anunció que la archidiócesis de Madrid acogerá un encuentro de reparación y oración con víctimas de abuso sexual en el seno de la Iglesia, que tendrá lugar a principios del curso que viene en Madrid.

La presidenta del comité organizador del congreso, Valeska Ferrer, es doctora en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia Comillas, y coordinadora del proyecto de investigación Jordán de la Compañía de Jesús-Provincia de España. En la entrevista con Omnes, Valeska Ferrer comenta algunos trabajos del congreso.

Ustedes señalan que existen relaciones de poder y modos de proceder en estructuras eclesiales que favorecen los abusos. ¿Puede explicarlo un poco?

– La idea ha sido más bien conceptualizar lo que es el abuso de poder como algo que afecta a muchas cosas. El Papa, en las dos cartas, tanto en la carta al Pueblo de Dios como al Pueblo de Dios que camina en Chile, introdujo como una triada, pero eran distintas en cada una de las cartas. El abuso de poder aparece en las dos.

Es lo que hemos ido perfilando: el abuso de poder es todo. Todos tenemos un poder sobre otras personas, fruto de las relaciones asimétricas, y este ejercicio del poder, cuando se ejerce mal…. Creo que la ponencia de Gabino [Uríbarri] fue espectacular, cuál es el poder que ejerce Jesús, el poder de Dios es poder que genera vida, que es creativo, y que al mismo tiempo es capaz luego de retirarse cuando no es necesario, cuando son las otras personas las que de alguna manera ejercen bien ese poder de creación, de co-creación.

Ese poder, si lo usamos mal, puede afectar a distintas áreas según la esfera en la que de alguna manera incidamos. Si incidimos en el área de la toma de decisiones de actos concretos estamos en el abuso de autoridad; si es en el ámbito solo de las decisiones estaríamos en el  abuso de conciencia; si hacemos referencia y es una incidencia en la corporalidad es un abuso sexual. Y yo creo que quizá lo más grave es cuando la incidencia de este abuso es en el área más íntima de la persona, donde se construye como creyente, imagen de Dios, sería cuando hablamos del abuso espiritual.

El primer día trabajaron en el concepto de poder…

– Sí. Estos años de trabajo han sido ir formulando progresivamente cómo es el abuso de poder, y desde ahí, distintos tentáculos que alcanzan a distintas áreas o dimensiones de la persona. El primer día quiso estar centrado en esto, qué es el poder, porque la palabra “dynamis” aparece constantemente en los Evangelios, el poder, la autoridad de Dios, de Jesús.

Era importante partir de la potencia que tiene, en positivo, para luego introducir qué sucede cuando se abusa en el nivel espiritual, que es el de la constitución como creyente. En este sentido, la ponencia de María Dolores López Guzmán fue también extraordinaria, sobre cómo presentar ese daño que se genera, y cómo también romper, y la necesidad de ir rompiendo el silencio para no deconstruir a la persona y a la imagen de Dios: “No tomarás el nombre de Dios en vano”, presentaba.

También han analizado algunos aspectos de las estructuras en la Iglesia que han facilitado los abusos, aseguran.

– Creo que aquí hay como dos cosas distintas. Una es a nivel teológico, que es la ponencia de Diego [Molina], jesuita, miembro también del equipo del proyecto Jordán, Él recogía una serie de elementos, como la autoconciencia de la Iglesia como santa, qué queremos decir cuando hablamos de la Iglesia como santa. No quiere decir que no sea pecadora. Cuando  hacemos la confesión del Credo, una, santa, apostólica… Esta referencia a la santidad de la Iglesia fue una pregunta que salió entre el público: ¿Hay que quitar entonces la expresión de que la Iglesia sea santa? Y dijo: hombre, no, no es eso, está constituida por personas, por pecadores, pero estamos llamados a esa santidad, es hacia donde caminamos.

Muchas veces se ha asumido al clero como representante de Cristo, como si no pudiera haber fallos en él, es la idealización del clero.

¿Qué elementos han detectado que inciden claramente en los abusos?

– Más a nivel teológico canónico, hay elementos que sí hemos ido detectando que inciden claramente en los abusos: son el silencio y el miedo a las represalias.

Esto nos ha quedado constancia tanto en el cuestionario que realizamos en la Provincia, a toda la Compañía, de la que tuvimos 1.188 respuestas, que es mucho para un primer cuestionario, que se ha pasado a todos los sectores: educación, universidades, fe y social, los cuatro sectores.

Y lo que hemos detectado y que está en orden a otros contextos sociales, es que el silencio, callarse y no romper el silencio por el miedo a represalias, es algo que compartimos con toda  la sociedad. El problema de los abusos se mantiene por el silencio, por el temor a lo que pueda pasar si yo denuncio ya sea algo que han pasado a mí, o si denuncio lo que sé que le ha pasado a otro.

¿Y para romper el silencio?

– Se reflejó en la presentación de John Guiney, sj, y así también cerraba Sandra Racionero la conferencia final. Hay que romper el silencio; y romper el silencio apoyando a las personas que rompen el silencio.

Tú no puedes romper el silencio si no sabes que te van a apoyar. Si sabes que te van a apoyar a ti y van a apoyar a las personas que te apoyan, entonces es más fácil romper el silencio; pero si yo pertenezco a una comunidad de vida religiosa y sé que si denuncio a mi superiora me van a tachar de que estoy mal de la cabeza, que mi vocación no es clara, me quitan de cargos que he podido tener o del colegio en el que estaba dando clase, y me pasan a portería… Si yo sé que todo eso va a pasar si digo algo, pues no lo digo, pero si yo sé que si denuncio no solo me va a apoyar la superiora general, o el superior general, sino que además la comunidad también me va a apoyar, entonces sí denuncio, pero si no, es muy difícil.

¿Cuál es la llamada que hace el congreso?

– La llamada es a romper el silencio y a que la institución apoye a quien rompe el silencio; esto es una llamada a las víctimas, pero también lógicamente a la institución. Solo podemos romper el silencio si nos sentimos apoyados. Y también en las familias, porque se les dice: que vas a estigmatizar a la niña…, cállate. La verdad es que si no se denuncia, queda encubierto. Y la persona agresora sigue agrediendo, porque es impune.

Hay que animar a hablar siempre, no por nada sino porque cuanto antes se afronte, y esto también es de las cosas que están investigadas, o sea, cuando un abuso se corta de manera temprana, y se toman medidas de manera rápida, es más probable que los daños y el trauma estén más acotados en el tiempo y pueda convertirse en superviviente antes.

Pero si mantienes un abuso durante 40 años, que es lo que vemos en la mayoría de los casos, cuando se ha sostenido durante tanto tiempo el trauma, el daño generado es brutal, porque se vive con distintos problemas psicológicos, un trastorno disociativo, estrés, ansiedad…

Terminamos. Han hablado ustedes también de buenas prácticas, de propuestas esperanzadoras.

– Los dos elementos que hemos querido trabajar en el proyecto a lo largo de estos años han sido, por un lado, las conocidas como actuaciones de éxito. Por eso fueron José Ramón Flecha y Sandra Racionero quienes de alguna manera hicieron estas presentaciones de actuaciones de éxito con impacto social. Es decir, herramientas que ya está comprobado que funcionan, y que son capaces de transformar la realidad, que realmente han sido capaces de disminuir dinámicas abusivas en los entornos educativos en las aulas, y cómo esto puede de alguna manera tener una incidencia en el ámbito también eclesial, en todo lo que tiene que ver con las dinámicas abusivas.

¿Y el segundo elemento?

– Por otro lado estaría el tema de la justicia restaurativa, que es verdad que no es algo que sea para todos: no todas las víctimas que han participado, no todos los victimarios quieren participar, pero sí es cierto que las experiencias que se están dando en cuando se participa están siendo muy positivas y hay experiencias de éxito que están transformando también las vidas, tanto de víctimas como de victimarios.

Ver personas que han agredido sexualmente, que hayan reconocido los hechos, que se han hecho cargo de la responsabilidad, que no deberían de haberlo hecho jamás, y el deseo y la apuesta de querer reparar el daño que han cometido, creo que es de las experiencias más relevantes. Escuchar a un victimario hundido en una miseria, tocando el barro más propio suyo, siendo capaz de escuchar la voz de Dios y recomenzar desde la humildad más baja, creo que eso es como un pequeño milagro, y a mí eso me parece también nuestra llamada. La posibilidad de que quien agredió no solo no lo vuelva a hacer nunca más, sino que pueda  incluso trabajar en favor de las víctimas…; no sé si esto es para publicar o no, porque es difícil.

Concluimos la conversación con Valeska Ferrer. El Provincial de la Compañía de Jesús, Enric Puiggròs SJ, señaló por su parte que “las víctimas nos evangelizan; no podemos esperar que esto se ‘apague’, que se desvanezca como si nada hubiera ocurrido; debemos mirar de cara a aquello que hicimos mal”, y “superar la tentación de la arrogancia, reivindicando las cosas buenas hechas por nosotros, como si pudieran compensar de alguna manera este drama de abusos”.

El autorFrancisco Otamendi

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Evangelio

Humanidad y divinidad de Cristo. Domingo XII del tiempo ordinario (B)

Joseph Evans comenta las lecturas del domingo XII del Tiempo Ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·20 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Varios pasajes del Antiguo Testamento dejan claro que el control del mar era una prerrogativa divina. 

En general, los judíos veían el mar con temor: representaba el caos y era el dominio de monstruos marinos tan aterradores como Leviatán (vid. Job 41). Pero varios salmos expresan el control de Dios sobre los mares y las olas: véanse los salmos 89, 9, 93, 4 y, sobre todo, 107, 28-29, que forma parte del salmo de hoy. Pero gritaron al Señor en su angustia, y los arrancó de la tribulación. Apaciguó la tormenta en suave brisa, y enmudecieron las olas del mar

Esto puede ayudarnos a comprender el asombro de los discípulos, descrito en el evangelio de hoy, cuando Jesús calma las olas. “Se llenaron de miedo y se decían unos a otros: “¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y el mar lo obedecen!”.

En otras palabras, empezaban a vislumbrar el poder divino de Jesús. Que podía calmar las olas con unas pocas palabras: “¡Silencio, enmudece!”, -sólo podía sugerir que él mismo era divino de algún modo. Sólo Dios puede establecer los límites del mar (como enseña la primera lectura de hoy) y sólo Él puede calmar su furia.

Este episodio es una de esas maneras por las que, con pedagogía divina, Cristo reveló gradualmente su divinidad a sus discípulos. Si hubiera intentado hacerlo de golpe al principio de su ministerio, o bien no le habrían creído, o bien, si lo hubieran aceptado, se habrían arrojado al suelo ante él y no se habrían atrevido a levantarse. Dios muestra su poder tanto revelándolo como ocultándolo, como cuando sólo dio a Moisés un destello de su gloria divina, pues era todo lo que podía soportar (vid. Éxodo 33). 

El sueño aparente de Jesús en la barca era ciertamente un signo de su humanidad real. Se había entregado tanto a las multitudes que estaba agotado, tan cansado que podía dormir en medio de una tormenta. Pero también revelaba su divinidad. Porque Dios es el mejor maestro posible, que vela y revela su poder según nuestra debilidad y necesidad.

Pero la creación divina va más allá del universo material. De hecho, su creación espiritual, o re-creación, es una obra aún mayor. Como nos enseña la segunda lectura de hoy, estar “en Cristo” es ser “una nueva creación”. Dios nos recrea por la gracia. Tan prodigioso como es el poder de Jesús sobre la creación visible, muestra su poder aún más transformándonos por medio de la gracia. Él calma las tormentas de pasión y maldad en nuestras vidas para que podamos vivir en la paz del amor divino.

La homilía sobre las lecturas del domingo XII del Tiempo Ordinario (B)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Vaticano

El cardenal Parolin sobre los abusos: «Es una injusticia que afecta a todos»

La Pontificia Universidad Gregoriana ha organizado la IV Conferencia Internacional sobre Salvaguardia, con el fin de seguir dando pasos en la prevención de los abusos. Este año, el tema se ha centrado en "Salvaguardia y discapacidad".

Giovanni Tridente·19 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

“Los abusos representan «una injusticia que afecta a todos, discapacitados o no». Lo dijo el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, al abrir los trabajos de la IV Conferencia Internacional sobre Salvaguardia organizada en la Pontificia Universidad Gregoriana por su Instituto de Antropología, fundado en 2012 como Centro inicial para la Protección de Menores. En 2021 el organismo, del que es director el jesuita Hans Zollner, amplió su misión para incluir a personas vulnerables de todas las edades.

No es casualidad que la conferencia de este año esté dedicada al tema «Salvaguardia y discapacidad», una preocupación central también en el magisterio del Papa Francisco y de la Iglesia en general. Según la Organización Mundial de la Salud, el 16 % de la población mundial vive con una discapacidad significativa, como resultado de la interacción entre las condiciones de salud, ambientales y personales, señala un comunicado de los organizadores.

«En los últimos años, la comunidad internacional ha hecho progresos significativos en el reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad, pero lamentablemente esto aún no ha sucedido a nivel mundial», explicó Parolin. Si esto ocurriera, podría florecer una «sociedad más justa y solidaria, en la que la pertenencia no sea un eslogan para utilizar en discursos políticamente correctos, sino una práctica».

“Tenemos la oportunidad», añadió el Cardenal Secretario de Estado en su discurso, «de superar las distintas barreras uniéndonos y debatiendo sobre las formas» de combatir cualquier tipo de abuso en cualquier circunstancia.

La conferencia

La conferencia, que se prolongará hasta el 21 de junio, incluirá varias sesiones dinámicas. Entre ellas figurará la participación de la Iniciativa de la Juventud Católica Sorda para las Américas (DCYIA), organización sin ánimo de lucro que apoya las necesidades pastorales, culturales y lingüísticas de los jóvenes sordos de las Américas. Tres intérpretes de lengua de signos americana traducirán las ponencias para el público y asistirán a los participantes sordos. Su charla, titulada «Sordos y maltratados… la comunidad olvidada», abordará los retos que suelen experimentar estas víctimas.

Otras tres sesiones se centrarán en el enfoque cultural de la discapacidad en diferentes contextos geográficos y sociales, la aceptación y participación de las personas con discapacidad en la vida de la Iglesia, y las dificultades a las que se enfrentan las personas con discapacidad para reconocer y denunciar posibles abusos.

La atención del Papa Francisco

Desde el inicio de su pontificado, el Papa Francisco ha dedicado especial atención a la cuestión de los abusos. En los últimos diez años, ha actualizado tanto las normas canónicas como las leyes del Estado de la Ciudad del Vaticano que regulan los abusos sexuales cometidos por clérigos, extendiéndolas también a los laicos. También ha establecido medidas para investigar y castigar no sólo a quienes cometen abusos, sino también a quienes los encubren con malicia o indiferencia.

En línea con las preocupaciones del Pontífice, la Conferencia también quiere proporcionar una plataforma para aprender más sobre este tema, para trabajar en red y compartir las mejores prácticas en el ámbito de la atención, la prevención y el acompañamiento de niños y adultos en situaciones de violencia o abuso.

Prerrogativas que son asumidas por el propio Instituto de Antropología, dirigidas a promover la dignidad y el cuidado a través de la formación interdisciplinar, la investigación y la educación, enfoques inspirados en principios cristianos y sensibles a la diversidad cultural.

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Vaticano

Hagan una sinfonía de oración con los Salmos, alienta el Papa

En este año preparatorio del Jubileo de 2025, el Papa Francisco ha animado a los fieles en la Plaza de San Pedro a realizar una sinfonía de oración leyendo y rezando con los Salmos. Entre otros, citó los salmos 23, 50, 51 ó 63. Los Salmos fueron la oración de Jesús, de María y de los apóstoles. Con ellos “seremos felices”, ha manifestado.      

Francisco Otamendi·19 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

En la Audiencia de este miércoles, en la cuarta sesión del ciclo de catequesis sobre “El Espíritu Santo y la Esposa”, que es la Iglesia, el Papa Francisco ha animado en la Plaza de San Pedro a llevar a cabo “una verdadera sinfonía de oración” con los Salmos de la Biblia. Están inspirados por Dios y espiran Dios, y fueron la oración de Jesús, de María, de los apóstoles, y de todos los cristianos que nos han precedido, ha señalado el Santo Padre. La lectura base de la reflexión ha sido la Carta de san Pablo a los Colosenses, 3, 1-17.

“El Espíritu Santo es el compositor de esta bella sinfonía donada a la Iglesia. Como en toda sinfonía, en ella hay varios “movimientos”, es decir, varios tipos de oración: alabanza, acción de gracias, súplica, lamento, narración, reflexión sapiencial y otros, tanto en forma personal, como en forma coral de todo el pueblo. Estos son los cantos que el Espíritu mismo ha puesto en labios de la Esposa. Todos los libros de la Biblia, como mencioné la vez pasada, están inspirados por el Espíritu Santo, pero el Libro de los Salmos también lo está en el sentido de que está lleno de inspiración poética”, ha señalado el Papa.

Orar con los Salmos

Los Salmos no son algo del pasado, sino que se actualizan con nuestra oración. El Pontífice ha recomendado que si un salmo o un versículo nos llega al corazón, hagamos oración con él, y lo repitamos a lo largo del día. Pidamos al Espíritu Santo que nos enseñe a orar con los salmos, ha manifestado.

En un día nublado en Roma, con notoria presencia de peregrinos de varios países a los que ha saludado el Papa, en especial argentinos y libaneses, el Santo Padre ha añadido que “los salmos nos permiten no empobrecer nuestra oración reduciéndola sólo a peticiones, a un continuo “dame, danos…”. Aprendemos del Padre Nuestro, que antes de pedir “el pan de cada día”: dice: “Santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad”. Los salmos nos ayudan a abrirnos a una oración menos egocéntrica: una oración de alabanza, de bendición, de acción de gracias; y también nos ayudan a convertirnos en la voz de toda la creación, haciéndola partícipe de nuestra alabanza”.

Día mundial del Refugiado

Pasado mañana, ha recordado Francisco, tiene lugar el Día Mundial del Refugiado, promovido por Naciones Unidas, y el Papa ha aprovechado para recordar el compromiso de la Iglesia con los refugiados y emigrantes: “acoger, proteger y acompañar, promover e integrar”. Conviene quizá recordar también la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (JMMR) del domingo 29 de septiembre de 2024, con lleva por  título “Dios camina con su pueblo”, elegido por el Papa Francisco para su Mensaje.

Cercanía al pueblo chino

El Papa ha saludado a la Asociación “Amigos del Cardenal Celso Costantini”, acompañada por el obispo de la diócesis de Concordia-Pordenone, Giuseppe Pellegrini, con ocasión del centenario del Concilio Sinense de Shanghai, y asimismo al “querido pueblo chino, como “un pueblo noble y valiente”, con “una cultura tan bella” 

También ha recordado la próxima fiesta el día 21 de San Luis Gonzaga, jesuita italiano conocido por su servicio a los enfermos y su dedicación a la educación de jóvenes estudiantes. Al concluir, como es habitual, el Papa Francisco ha señalado que “seguimos rezando por la paz en Ucrania, en Tierra Santa, en Sudán, Myanmar y dondequiera que haya gente sufriendo a causa de la guerra, que es siempre una derrota”.

El autorFrancisco Otamendi

Actualidad

Belorado. Compraventa de monasterios, una secta pseudocatólica y ¿cisma?

A finales de semana expira el plazo dado por el arzobispado de Burgos para que, una a una, las religiosas Clarisas de la comunidad de Santa Clara de Belorado manifiesten su voluntad o no, de seguir dentro de la Iglesia católica.

Maria José Atienza·19 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 14 minutos

Hasta hace unas semanas, no muchas personas conocían la existencia del convento de Santa Clara de Belorado. Más allá de la zona, en la que la comunidad era especialmente querida y alguna noticia dispersa de índole regional sobre la tarea repostera de las religiosas, la vida de este monasterio y sus alrededores estaba marcada por la tranquilidad y la prácticamente nula exposición mediática. 

La historia dio un vuelco el pasado 13 de mayo cuando, de manera insólita, la abadesa de la comunidad, Sor Isabel, dio a conocer que había firmado, en nombre de toda la comunidad según defiende, un documento de abandono formal de la Iglesia católica llamado “Manifiesto Católico”. En este documento, la religiosa afirmaba que la Iglesia católica es herética y cismática y ponía a la comunidad bajo la jurisdicción de Pablo de Rojas, que dice ser obispo y es cabeza de la secta conocida como “Pía Unión de San Pablo Apóstol”.

Este abandono de la Iglesia católica, al parecer, se había realizado a través de una solicitud firmada por la propia abadesa el 8 de mayo y aceptada por Pablo de Rojas el 10 de mayo de 2024. 

¿Que lleva a una comunidad a decidir dar un paso de este calibre? ¿Se trata de una cuestión de índole religiosa, o hay algo más? ¿Que es la Pía Unión? ¿Que ocurre con los monasterios si las monjas abandonan la fe católica? 

Las respuestas a estas preguntas son variadas y no abarcan, seguramente, toda la realidad de una situación más parecida a un sainete que otra cosa. En el caso Belorado convergen líos económicos y religiosos. Son diversos los matices y los temas que han concurrido en una situación casi esperpéntica cuyo desenlace sigue siendo una incógnita. 

El “Manifiesto Católico”

El Manifiesto Católico publicado por las religiosas de Belorado es de un documento de 70 páginas que reproduce las principales ideas del llamado “Posicionamiento teológico” de la secta. 

En el documento se defiende la idea de que Pío XII ha sido el último Papa legítimo y tras su muerte “la sede de san Pedro está vacante y usurpada”. 

Según este manifiesto, la Iglesia católica es la cismática y ha traicionado a Cristo. El Concilio Vaticano es, según este documento, un acto herético y la Iglesia posterior, ilegítima. Los obispos y sacerdotes son una suerte de “herejes, ladrones, pérfidos y blasfemos”. Entre otras afirmaciones, sostiene que “Ratzinger era un grandísimo hereje con pátina de conservador” y al Papa Francisco lo llama “Sr. Bergoglio”, “que no es obispo, ni siquiera sacerdote”. 

El Manifiesto, que firma tan sólo la ex abadesa “en mi nombre y en el de todas las hermanas de los dos monasterios sitos en Belorado y Orduña”, afirma rotundamente que no obedecerán a quienes ellas consideran herejes y hace una confusa invitación a todas las personas que “quieran salvarse” a que dejen la Iglesia o “secta del conciliábulo”.  

¿Se trata de un cisma? Técnicamente si, dado que según el canon 751 del Código de Derecho canónico, el cisma es “el rechazo de la sujeción al Sumo Pontífice o de la comunión con los miembros de la Iglesia a él sometidos”. Más certeramente, nos encontramos ante ­la adhesión de una serie de personas a una secta cismática ya constituida. 

La comunidad de Belorado

El Monasterio de Santa Clara en la localidad burgalesa de Belorado es un cenobio de clarisas cuya primera construcción data del siglo XIV. El edificio fue saqueado por las tropas francesas a inicios del siglo XIX y posteriormente desamortizado por Mendizábal. Las religiosas recuperaron el convento y, desde entonces nada había cambiado en una vida monástica tranquila y marcada por el trabajo de obrador de repostería de las religiosas. 

El monasterio forma parte de la Federación de clarisas de Nuestra Señora de Arántzazu junto con cuarenta monasterios más, entre los que se hallan Vitoria y Derio.

Actualmente, la comunidad de Belorado está compuesta por quince religiosas. De éstas quince, “las 5 mayores están fuera de todo este proceso”, señalan fuente del arzobispado burgalés. La situación de estas cinco hermanas mayores, que superan los 80 años, centra gran parte de la preocupación tanto del arzobispado como de las superioras de la Federación de Clarisas de Nuestra Señora de Arántzazu. Aunque uno y otras entienden que están bien cuidadas, tienen serias dudas de que sean conscientes de lo que está ocurriendo en su comunidad. 

A raíz de la publicación del Manifiesto católico y de las consiguientes declaraciones de las otras 10 religiosas, cada monja recibió una citación para comparecer ante el Tribunal eclesiástico de manera individual con el fin de que que secunden el paso dado o se retracten. 

La entrega de esta citación se produjo el 6 de junio. A las tres principales superioras de la comunidad -la ex abadesa Sor Isabel, la ex vicaria, Sor Paz y la ex cuarta discreta, Sor Sión- se les dio un plazo de 10 días para comparecer ante el Tribunal eclesiástico de Burgos por sospecha de cisma, un plazo que la archidiócesis amplió otros cinco días, a petición de las religiosas. 

Las otras 7 hermanas recibieron 15 días para realizar esta comparecencia. Será el 21 de junio la fecha en la que las religiosas tendrán que decidir, una a una, si rompen con la Iglesia católica. 

En el caso de que sigan adelante con la postura sustentada desde el 13 de mayo, las monjas quedarían excomulgadas por el mismo hecho (excomunión latae sententiae), serías excluidas de la vida religiosa y tendrían prohibido el ejercicio de diversos derechos bautismales.

Si se retractan, como señalan desde el arzobispado de Burgos “continuarán en la comunidad y será la federación la que decida”. En el arzobispado destacan su disposición al “diálogo hasta el último minuto, pero hay que ser consciente de que, si estas personas abandonan voluntariamente la Fe católica no pueden continuar viviendo en un lugar que pertenece a la Iglesia”. 

Mons. Iceta, nombrado comisario 

El 28 de mayo, a la vista de los acontecimientos y tras la petición de la Federación clarisa de Nuestra Señora de Aránzazu, la Santa Sede nombró “comisario pontificio ad nutum Sanctae Sedis” de los monasterios de Belorado, Orduña y Derio a Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa. Este nombramiento le otorga “todos los derechos y deberes que el Derecho universal de la Iglesia y el Derecho propio del Instituto atribuyen al Superior Mayor y a su Consejo, incluida la representación legal en el ámbito civil”. El arzobispo de Burgos creó entonces una comisión gestora, de la que forman parte “la presidenta de la Federación de Nuestra Señora de Aránzazu, la madre Javier Soto, y su secretaria federal, Carmen Ruiz, que velarán por el cuidado de la comunidad. Junto a ellas, el vicario judicial de la archidiócesis, Donato Miguel Gómez, se encargará de las cuestiones en el ámbito canónico, mientras que el director de Asuntos Jurídicos del Arzobispado, Rodrigo Sáiz, coordinará los aspectos relativos al ámbito civil. También contarán con la colaboración de un despacho profesional para la administración de los monasterios y sus bienes y se encargará la realización de una auditoría y un inventario. Asimismo, y si fuera necesario, se contará con la ayuda de despachos profesionales de servicios jurídicos, en materia civil, fiscal o penal”

Con este nombramiento, el representante civil legal de todo lo referente al Monasterio pasó a ser el arzobispo de Burgos, de modo que “tiene el derecho y el deber de velar, ante todo, por las personas que habitan el monasterio, de modo particular por las hermanas mayores, los trabajadores contratados, la gestión adecuada de los movimientos financieros, así como la gestión de todos los bienes muebles e inmuebles” como destaca la nota emitida por el arzobispado burgalés para dar a conocer este nombramiento. 

[Ampliación de la noticia]

El día 21 de junio, las clarisas remitieron un burofax al Arzobispado de Burgos, que había prorrogado el plazo a petición de las religiosas, en el que manifestaban su «unánime e irreversible posición» de abandonar lo que ellas califican como iglesia «surgida del latrocinio Vaticano II»

Las religiosas aducen que el Código de Derecho Canónico no es «competente». Algo completamente inverosímil y ha puesto en manos de abogados civiles diálogo con el Arzobispado.

Las cuentas del convento 

Las monjas de esta comunidad, lideradas por la ex abadesa, Sor Isabel, no han respondido a las incesantes peticiones de diálogo dirigidas a ellas tanto por la federación de clarisas a la que pertenecen por desde el arzobispado de Burgos. Sus comunicaciones las realizan a través de su blog o en medios de comunicación de índole nacional. 

Las religiosas de Belorado han utilizado su blog y redes sociales para “denunciar” su desacuerdo con todas las medidas impuestas desde la Santa Sede, aunque, por el momento, no han establecido contacto directo con la Federación de clarisas ni con el arzobispado. En las últimas semanas afirmaron no poder acceder a sus “cuentas bancarias, dado que D. Mario ha tomado el control de las mismas, bloqueando de esta forma el acceso al fruto de nuestro trabajo diario”, algo que ha sido firmemente negado por el Arzobispado de Burgos ya que “las hermanas saben que pueden contar con todo lo que necesiten a través de la secretaria federal, Sor Carmen”. Con el nombramiento del comisario, “las cuentas del convento han sido intervenidas, siguiendo el proceso habitual de un comisariado pontificio” señalan desde el arzobispado, “los recibos de siguen pagando, pero las religiosas no pueden sacar dinero puesto que ellas ya no están facultadas para ello”. Para cualquier necesidad se han de dirigir a la Secretaria federal, Sor Carmen, que fue expulsada cuando acudió al convento, el pasado 6 de junio, para preguntar qué necesitaban y ver a las hermanas más ancianas.

Desde el arzobispado, en una nota emitida el 13 de junio, señalaron que “se está trabajando con las entidades bancarias para que no exista ningún problema de pago a quienes legítimamente tienen derecho al cobro: suministros, nóminas, recibos, etc.” y que seguían “a la espera de que las hermanas nos comuniquen los importes necesarios que requieren para los gastos habituales de la vida ordinaria”, un paso que las religiosas no han hecho porque, según defienden, si solicitan el dinero al Arzobispo “supondría, de facto, el reconocimiento de la legitimidad de la usurpación”.

Por parte del arzobispado burgalés y la Federación de Clarisas de Nuestra Señora de Arántzazu los pasos legales pertinentes en el ámbito civil y canónico se han ido danto de manera correcta y el representante legal del Monasterio de Santa Clara de Belorado en el registro del Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes es Mario Iceta Gavicagogeascoa, arzobispo de Burgos.

¿Es la Pía Unión de San Pablo Apóstol una secta? 

Si. Este grupo aparece tipificado como secta en el libro del experto Luis Santamaría “A las afueras de la Cruz”, editado por la Biblioteca de Autores Cristianos en 2023. El volumen recoge un centenar de sectas de origen o apariencia cristiana. 

En su introducción, Santamaría explica que “el hecho de que la mayor parte de ellos utilicen el nombre de ‘Iglesia’ muestra su intención de presentarse como la verdadera Iglesia de Cristo o, a veces, una agrupación nueva e independiente, pero totalmente legítima, dentro de la Iglesia universal. Suelen coincidir en su afirmación de recuperar lo genuinamente cristiano —que habría sido traicionado en las Iglesias y comunidades eclesiales históricas de las que se han desgajado— y en su pretensión de una mayor apertura a toda la humanidad, sin normas estrictas, criterios de admisión ni excomuniones”.

La Pía Unión de San Pablo Apóstol “se considera a sí misma la verdadera Iglesia de Cristo, y por eso su líder se presenta siempre como ‘obispo católico, apostólico y romano’, además de referirse a la Iglesia católica como “la secta del conciliábulo o de ‘Mons. Roncalli’”. 

Este grupo profesa el sedevacantismo “de forma que no reconoce a ningún obispo de Roma posterior a Pío XII. Tampoco admite la validez de los sacramentos celebrados en la Iglesia católica postconciliar”.

Un vistazo a la web de la Pía Unión de San Pablo Apóstol da una somera idea de las líneas de este minoritario grupo. El posicionamiento teológico del que nace el manifiesto firmado por la ex abadesa de Belorado es una suma de textos y frases tomadas de documentos preconciliares, lenguaje sobrecargado y terminología “robada” a diversas instituciones de la Iglesia. 

El posicionamiento teológico destaca que “con la muerte, el 9 de octubre de 1958, del último Papa legítimo, hasta ahora, S.S. Pío XII, y con la convocatoria del “Concilio Vaticano II”, surgió la “iglesia conciliar”, que intenta eclipsar a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana”, y califica a los fieles católicos de “acatólicos”. 

El posicionamiento teológico mezcla cuestiones de índole moral con temas de orden canónico y magisterial. 

La Pía unión se presenta como “una suerte de Milicia Guerrera predestinada a sobresalir sobre todo lo existente” y “no está abierta a sacerdotes, religiosos o simples fieles que únicamente quieran beneficiarse espiritual y o sacramentalmente, ya que para ello hay que ser súbditos de S. Ilma. Rvdma. Sr. Dr. D. Pablo de Rojas Sánchez-Franco y colaborar con la Pía Unión”. 

La Pia Unión en su web señala la prohibición de “manifestar a extraños que son miembros de la Pía Unión”, los sacramentos sólo se pueden recibir en capillas de la institución y se establecen normas de índole tan sui generis como la de obligar a las mujeres a vestir “falda, medias, manga como mínimo francesa, los caballeros a ser posible americana y corbata, y de lo contrario se pueden usar pantalones tipo chinos en color, nunca vaqueros, y camisa de manga larga, dando dos vueltas a los puños, más que nada por estética, como dice Nuestro fundador “las mangas de panadero son muy ordinarias” (manga corta)”

Los “personajes”

¿Quién es el tal Pablo de Rojas? ¿Son muchos los seguidores de esta Pía Unión de San Pablo Apóstol? Han sido numerosos los medios que han realizado un perfil del líder de esta secta, hasta ahora casi desconocida. 

La descripción que Luis Santamaría hace, en las primeras páginas de “A las afueras de la cruz” sobre los fundadores y cabeza de muchas de las sectas de origen cristiano, es aplicable como descripción del autodenominado obispo Rojas. Se trata de personas que han “sido rechazados en seminarios, noviciados y otras casas de formación, o los hayan abandonado, o hayan sido expulsados de los mismos. También hay casos de personas que han buscado ministerios ordenados y no los han logrado. De manera que, como alternativa vital, han decidido unirse a movimientos cismáticos o, tras haber conseguido una ordenación presbiteral o consagración episcopal, han creado su propia “iglesia”, entrando en una dinámica de mutuos reconocimientos y ordenaciones y en la creación de complejas estructuras con nombres rimbombantes y superposición de adjetivos para pretender mostrar una seriedad eclesiástica de la que carecen”.

Pablo Rojas es natural de Jaén y la biografía que presenta en la web de la propia Pía Unión de San Pablo Apóstol está llena de incoherencias y hechos extraños como la de haber recibido la comunión a los cinco años en la España de los años 80 o haber sido ordenado sacerdote dos veces.

Textualmente de su web: “[Rojas]Es ‘confirmado’ en Madrid en 1993 de manos de ‘Mons’. de Galarreta, «obispo» de la Fraternidad de San Pio X, ‘Consagrado’ por ‘Mons’. Lefevre. En 2005 recibe el Sacramento [del orden] por Mons. Shell el 13 de mayo de 2005 y el 28 de junio de 2010, ‘sub conditione’ de manos de Mons. Subiròn”. Tanto Derek Schell como Ricardo Subiron fueron excomulgados por su pertenencia a la secta de la Iglesia del Palmar de Troya. 

Rojas se estableció en Bilbao donde era frecuente verlo paseando vestido de obispo a la antigua usanza y acompañado de José Ceacero (conocido por el cura barman, por su profesión de coctelero), quien también dice ser sacerdote y ejerce como “portavoz” de las monjas de Belorado. 

En 2019, Mons. Mario Iceta, entonces obispo de Bilbao, firmó un decreto de declaración de excomunión a Pablo de Rojas en el que destacaba que “él mismo (Rojas) ha afirmado haberse hecho consagrar Obispo por el Sr. Daniel L. Dolan, de la línea del cismático Mons. Ngô Dình Thuc, incurriendo en delito de cisma ex can. 1364 § 1 C.I.C. 

Ad abundantiam, ha atentado la celebración de diversos sacramentos en nuestra Diócesis ex can. 1378 § 2, nº 1 y 2 C.I.C. 

Ha reincidido contumazmente el pasado día 28 de junio de 2019 en el delito tipificado en el can. 1382 CIC; volviéndose a hacer consagrar Obispo por el cismático Mons. Williamson, actualmente en situación de excomunión”.

Compraventa de monasterios

Esta anómala situación está relacionada con las propiedades de tres monasterios. Los tres inmuebles forman parte de la Federación de Nuestra Señora de Arantzazu(Provincia de Cantabria – Hermanas Clarisas) y son los monasterios de clarisas situados en las localidades de Derio (Vizcaya), Belorado (Burgos) y Orduña (Álava). 

El inicio de estas operaciones de compraventa de monasterios se remonta a 2020.

En 2020, el monasterio de Orduña, propiedad de las clarisas de Vitoria, estaba suprimido canónicamente y vacío. En octubre de ese año la comunidad de Belorado firmó un acuerdo de compraventa de este monasterio por un “importe de 1.200.000 € y con una mora de dos años. En dicho acto de compra-venta se aportan 100.000 € y se comprometen a realizar pagos semestrales de 75.000 €”, según señala la nota emitida por el arzobispado de Burgos. En ese momento, parte de la comunidad de clarisas de Derio deja este inmueble y se traslada a Orduña. 

La idea primigenia parecía ser vender el monasterio de Derio para comprar el de Orduña. Sin embargo, la venta de Derio sigue sin producirse, por lo que era inviable acometer el pago del segundo. De hecho, aunque el primer abono de la compra debía realizarse el 1 de noviembre de 2022, nunca se ha hecho ningún pago. 

Esta era la situación cuando, en marzo de 2024, la abadesa de Belorado, Sor Isabel “manifiesta tener un benefactor que comprará y pondrá a nombre del propio benefactor el Monasterio (Orduña), llegarán a un acuerdo de uso y lo revenderán a la comunidad de Belorado cuando obtengan el importe procedente de la venta del Monasterio de Derio”. 

El secretismo de esta operación y “las sospechas de que esa persona era ajena a la Iglesia Católica” manifestadas por las clarisas de Vitoria, llevan al obispo de esta diócesis y a su vicario para la vida consagrada, a trasladarse a Orduña el 21 de marzo de 2024 para preguntar sobre este benefactor. Allí le indican que la abadesa está en Belorado, por lo que el prelado y el vicario se dirigen al otro monasterio, situado a 100 kilómetros. Una vez en Belorado, “les comunican que Sor Isabel no puede recibirles y son recibidas en el torno por la vicaria, Sor Paz y la cuarta discreta, Sor Sión”. 

Ninguna de estas dos religiosas aclaró al obispo la identidad del comprador. Un mes y medio más tarde, sigue sin conocerse realmente su identidad.

La comunidad de Vitoria, propietaria del monasterio de Orduña, y que no había recibido pago alguno, decidió rescindir el contrato y convocó ante notario a la comunidad de Belorado. 

Como apunta la nota emitida por el Arzobispado de Burgos el 13 de mayo, ya en la notaría, Sor Isabel, acompañada por Sor Paz y Sor Sión, entregó un pliego “reclamando 1.600.000 € como pago por el importe de las obras realizadas por su comunidad en el Monasterio de Orduña y un 30% por daños y perjuicios”. La ex abadesa no aceptó la rescisión del contrato y decidió llevar el asunto “a instancias judiciales”. La comunidad de Vitoria ha manifestado su intención de recuperar la propiedad del monasterio de Orduña y expulsar a las monjas de Belorado a través de la vía civil.

¿Qué dice el Código de derecho Canónico?

Según el Código de Derecho Canónico, canon 634, “los institutos, las provincias y las casas, como personas jurídicas que son de propio derecho, tienen capacidad de adquirir, poseer, administrar y enajenar bienes temporales, a no ser que esta capacidad quede excluida o limitada por las constituciones” pero apunta en el canon 634, § 3., que “para la validez de una enajenación o de cualquier operación en la cual pueda sufrir perjuicio la condición patrimonial de una persona jurídica, se requiere la licencia del Superior competente dada por escrito, con el consentimiento de su consejo. Pero si se trata de una operación en la que se supere la suma determinada por la Santa Sede para cada región, o de bienes donados a la Iglesia, a causa de un voto, o de objetos de gran precio por su valor artístico o histórico, se requiere además la licencia de la misma Santa Sede”. En el caso de España, la cifra que necesita de un permiso explicito de la Santa Sede es la de 1.500.000 euros. 

Otra disposición relevante en esta cuestión se sostiene en el canon 639 del Código de Derecho Canónico que, en su primer punto, señala que “si una persona jurídica contrae deudas y obligaciones, aunque lo haga con licencia de los Superiores, debe responder de las mismas”, y en el tercer punto afirma si “un religioso contrae deudas y obligaciones sin ninguna licencia de los Superiores, responde él personalmente, y no la persona jurídica”. Dos puntos que suponen un grave problema para las religiosas de Belorado, que no pueden asumir la deuda contraída tanto por la compra del monasterio de Orduña como por las obras acometidas en ese mismo edificio a la llegada de la comunidad procedente del monasterio de Derio. 

Cronología:

Octubre de 2020

Firma del acuerdo entre la comunidad de Derio-Belorado y la comunidad de clarisas de Vitoria para la compraventa del Monasterio de Orduña 

28 de octubre de 2020

Traslado de la comunidad de Derio al monasterio de Orduña.

Marzo de 2024

Manifestación de la abadesa de tener un benefactor que abonará la compra del monasterio de Orduña.

21 de marzo de 2024 

Intento de diálogo con la abadesa por parte del obispo de Vitoria para conocer la identidad del comprador.

12 de abril de 2024 

El delegado episcopal para la vida consagrada de la archidiócesis de Burgos visita el monasterio de Belorado. Es atendido por dos hermanas y no por la abadesa. Se acuerdan (telefónicamente) las fechas de 27 de mayo de 2024 para una visita canónica a Belorado, el 28 de mayo a Orduña y el 29 de mayo para la elección de nueva abadesa.

13 de abril de 2024

La presidenta de la Federación de Nuestra Señora de Arantzazu comunica al arzobispo de Burgos su sospecha de una posible comisión un delito de cisma. 

24 de abril de 2024

Los obispos de Vitoria y Bilbao y el arzobispo de Burgos firman un decreto de apertura de la investigación previa por posible cisma en Belorado.

7 de mayo

Intento de rescisión del acuerdo de compra-venta del Monasterio de por parte de la comunidad de clarisas de Vitoria. Negativa de Sor Isabel.

13 de mayo de 2024

Sor Isabel firma, en nombre de la comunidad de Belorado, un documento de abandono formal de la Iglesia, el denominado “Manifiesto católico” y se somete a la jurisdicción del Sr. Pablo de Rojas.

El capellán del convento visita la comunidad y consigue hablar con la vicaria Sor Paz. Esta confirma telefónicamente al arzobispo de Burgos el “abandono de la Iglesia católica por parte de toda la comunidad y manifestando que la decisión ha sido tomada por unanimidad de todas las monjas”.

29 de mayo de 2024

Fecha de expiración del nombramiento de Sor Isabel como abadesa del Monasterio de Santa Clara de Belorado.

Nombramiento de Mons. Mario Iceta como “comisario pontificio ad nutum Sanctae Sedis” de los monasterios de Belorado, Orduña y Derio.

6 de junio de 2024

Sor Carmen Ruiz, Secretaria de la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu; Rodrigo Sáiz, apoderado del Comisario Pontificio; Carlos Azcona, notario del Tribunal Eclesiástico, y la notaria María Rosario Garrido, se personan en el convento de Belorado para desarrollar el proceso de actuación determinado por la Santa Sede y son expulsados del convento. 

16 de junio de 2024

Fin del plazo dado a la ex abadesa, la ex vicaria y la ex cuarta discreta para acudir a declarar al Tribunal Eclesiástico. Ante la petición de ampliación del plazo, el arzobispado concede cinco días más. 

21 de junio de 2024

Expira el plazo dado a las religiosas de la comunidad de Belorado para acudir a declarar al Tribunal Eclesiástico.

Recursos

Por qué Jesús predicó en parábolas

Jesús utilizó parábolas en su enseñanza para revelar los misterios del reino de Dios, para dar cumplimiento a las profecías mesiánicas y para manifestar su condición divina como Hijo de Dios.

Rafael Sanz Carrera·19 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

Heredero de una rica tradición profética y sapiencial, Jesús no solo predicaba. También se erigió como un maestro de las parábolas, narrando historias que conectaban con la gente y transmitían sus mensajes de forma profunda e inolvidable.

La exclamación de sus contemporáneos: “¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!” (Juan 7, 46), resume a la perfección la singularidad y el impacto de las enseñanzas de Jesús, impregnadas de una sabiduría profunda y expresadas a través de parábolas incomparables como la de la oveja perdida, el buen samaritano o el hijo pródigo. Ejemplos de su magistral capacidad para utilizar historias cotidianas y transmitir profundos mensajes morales y espirituales.

¿Por qué Jesús utilizó las parábolas?

Las razones que los exégetas aducen por las que Jesús utilizó parábolas son variadas, pero podemos señalar dos razones principales:

1. Para revelar los misterios del reino de Dios a los discípulos. Puesto que los discípulos tienen una disposición receptiva y abierta al mensaje de Jesús (Marcos 4, 11; Mateo 13, 11; Lucas 8, 10), las parábolas les ayudan a entender verdades espirituales profundas que de otra manera serían demasiado complejas o difíciles de comprender (Mateo 13, 11-12). En este sentido el uso de parábolas fue un don de Dios y una señal de gracia para con ellos: «Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron» (Mateo 13, 16-17; cfr. Marcos 4, 11).

2. Para ocultar los misterios del reino de Dios a los que no creen. Los que no creen tienen el corazón endurecido y no están dispuestos a recibir el mensaje de Jesús y menos en un lenguaje figurado que no entienden (Marcos 4, 12; Mateo 13, 13-15; Lucas 8, 10). De algún modo, las parábolas son también un medio para revelar la incredulidad y la dureza de corazón de quienes rechazaban su mensaje. 

Sin embargo, intentaremos demostrar que existían otras razones por las que Jesús empleó las parábolas, como son: (1) el cumplimiento de las profecías mesiánicas y (2) la manifestación de su naturaleza divina como Hijo de Dios.

Jesús cumple las profecías

Nos proponemos destacar cómo Jesús da cumplimiento a las profecías mesiánicas al emplear las parábolas.

El ejemplo más claro lo encontramos en el Evangelio de Mateo, que dice: “Jesús dijo todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les hablaba nada, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta: ‘Abriré mi boca diciendo parábolas; anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo’» (Mateo  13, 34-35).

En este pasaje, Mateo dice que el uso de parábolas por parte de Jesús cumple la profecía de Asaf y demuestra su papel como el profeta que revela la voluntad de Dios. La profecía de Asaf, un poeta y músico del Antiguo Testamento, se encuentra en el Salmo 78, 2: . Así, según Mateo, es “que voy a abrir mi boca a las sentencias, para que broten los enigmas del pasado”. Esta profecía predijo que el Mesías enseñaría usando parábolas, y Jesús la cumple, ya que “sin parábolas no les hablaba nada”.

Además está la profecía de Isaías: «Él me dijo: ‘Ve y di a esta gente: “Por más que escuchéis no entenderéis, por más que miréis, no comprenderéis”.  Embota el corazón de esta gente, endurece su oído, ciega sus ojos: que sus ojos no vean, que sus oídos no oigan, que su corazón no entienda, que no se convierta y sane’» (Isaías 6, 9-10). Es Jesús mismo quien cita este pasaje en varios lugares (Mateo 13, 13-15; Marcos 4, 11-12; Lucas 8, 10) precisamente para explicar por qué hablaba en parábolas.

Vemos que Jesús no sólo sigue una tradición (profética y sapiencial) con su modo de predicar con parábolas, sino que también es consciente de estar cumpliendo las profecías acerca de él.

Dios habla en Parábolas

La Biblia nos enseña que el lenguaje que Dios utiliza es con frecuencia misterioso, destacando el carácter parabólico de su discurso como la forma natural de su expresión. La idea de que Dios habla en parábolas está bien fundamentada en las Escrituras. Veamos algunos ejemplos.

Leemos en el siguiente pasaje de Oseas que Dios dice de sí mismo: «He hablado a los profetas, y multipliqué las visiones; y por medio de los profetas usé parábolas» (Oseas 12, 10). Con claridad Dios dice que ha hablado usando parábolas y visiones. Aunque este versículo subraya el uso de parábolas por parte de Dios, también sugiere que Jesús, al usar parábolas, lo hace en connaturalidad con su condición de Hijo de Dios. Esto fue, en parte, lo que llamó la atención de sus contemporáneos: «porque les enseñaba con autoridad y no como sus escribas” (Mateo 7, 29); percibían el carácter parabólico de su discurso como su forma natural (divina) de expresión.

Lo vemos también en Proverbios 25, 2: “Gloria de Dios es ocultar un asunto; gloria de los reyes, escrutarlo”, donde se sugiere que es parte de la naturaleza de Dios ocultar ciertas cosas, dejando que los humanos las descubran y entiendan a través de la búsqueda y el discernimiento. Esto se relaciona directamente con el uso de parábolas, al exigir del oyente una participación activa en la búsqueda de la verdad. No son simples historias. Son vehículos de profundos significados espirituales y morales que deben ser descubiertos y entendidos a través de la reflexión y el discernimiento.

Parábolas para revelar los misterios

Lo mismo ocurre en Ezequiel 17, 2: “Hijo de hombre, propón un enigma y cuenta una parábola a la casa de Israel”. En este pasaje, Ezequiel, como profeta, recibe esta instrucción en un contexto difícil donde Israel necesita ser llamado al arrepentimiento y a la reflexión sobre sus acciones. La parábola se convierte en la mejor herramienta para que el mensaje de Dios sea considerado seriamente y comprendido en profundidad. Jesús emplea este mismo método divino; y que al estar profetizado, está también dando cumplimiento con sus parábolas.

Finalmente, el Salmo 49, 4: «prestaré oído al proverbio y propondré mi problema al son de la cítara». Este versículo nuevamente refuerza la idea de que los proverbios y enigmas son una forma de comunicación con Dios. Jesús, como Hijo de Dios, utilizó las parábolas de manera similar, revelando verdades espirituales a través de historias sencillas que invitaban a la reflexión y el entendimiento.

Estos pasajes ilustran que el uso de parábolas es una forma frecuente de expresión y comunicación divina, que lleva a los oyentes a buscar la verdad, discernir y reflexionar profundamente. En este sentido, el uso de parábolas por parte de Jesús es el mejor modo para revelar los misterios del Reino de Dios y manifestar su condición de Hijo de Dios.

Otras profecías mesiánicas cumplidas

De un modo más indirecto, encontramos otras profecías que nos sugieren el modo en que habría de predicar el Mesías y a las que Jesús da de algún modo también cumplimiento. Veamos algunas.

Isaías 42, 1-4: «Mirad a mi siervo,  a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco. He puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará. Manifestará la justicia con verdad. No vacilará ni se quebrará, hasta implantar la justicia en el país. En su ley esperan las islas».

Aunque el texto no menciona las parábolas explícitamente, este pasaje profético describe el carácter del siervo del Señor, el Mesías. Así vemos que las parábolas de Jesús se presentan como historias cotidianas con un lenguaje sencillo y accesible: “No gritará, no clamará, no voceará por las calles”, y se dirige a los de condición humilde: “La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará”.

Proverbios 1, 6: «para entender proverbios y dichos, sentencias de sabios y enigmas». El proverbio sugiere que la comprensión de la sabiduría no es inmediata, sino que requiere de un proceso gradual de aprendizaje y reflexión.

De igual modo, las parábolas de Jesús también pueden verse como una forma de revelación gradual. No todas las personas captan el significado completo de las parábolas desde el principio. Aquellos que están dispuestos a escuchar con atención y buscar la sabiduría pueden llegar a comprender las profundas verdades que Jesús transmite a través de ellas. Si bien Proverbios 1, 6 no se refiere específicamente a las parábolas, sí establece principios que iluminan la forma de predicar de Jesús.

Conclusión

Podemos concluir que Jesús utilizó parábolas en su enseñanza para cumplir una doble función. En primer lugar, revelar los misterios del reino de Dios a sus discípulos y ocultarlos a los de corazón endurecido. Pero también, con este proceder daba cumplimiento a las profecías mesiánicas, y además, ponía de manifiesto su condición divina como Hijo de Dios.

El autorRafael Sanz Carrera

Doctor en Derecho Canónico

Cultura

Guy Consolmagno: «Tenemos una idea muy pequeña de Dios»

El Observatorio Vaticano acoge estos días un encuentro internacional que celebra el legado del Padre Georges Lemaître, el sacerdote belga que formuló el modelo del Big Bang para la expansión del universo.

Hernan Sergio Mora·18 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El astrónomo estadounidense fray Guy Consolmagno, director desde 2015 del observatorio astronómico de la Santa Sede, la Specola Vaticana, presidió la presentación de un evento que tendrá lugar del 17 al 21 de junio en Castel Gandolfo, titulado «Agujeros negros, ondas gravitacionales y singularidades espacio-temporales».

Consolmagno, doctor en Planetología en el Lunar and Planetary Laboratory de la Universidad de Arizona, ejerció la docencia en el Harvard College Observatory y el MIT. En 1989 ingresó en la Compañía de Jesús y en 1991 tomó los votos como Hermano Coadjutor.

Después de la presentación en la Sala de prensa de la Santa Sede, el astrónomo estadounidense aseguró a Omnes que este evento «es muy importante para el mundo de la ciencia».

Entre otros motivos, destacó el astrónomo, «porque se pone la oportunidad de hablar de tantos puntos de vista, de tantas cuestiones: la verdadera naturaleza del Espacio y del Tiempo; cómo conciliar las leyes de la Mecánica Cuántica con la Relatividad General de Einstein, que rige el comportamiento del campo gravitatorio en los primeros momentos del Universo; las singularidades espacio-temporales; y la naturaleza de nuestro Universo».

Además, continuó «también es importante para el Vaticano porque muestra al mundo que está muy abierto a las opiniones de la ciencia, siempre que la ciencia apunte hacia la verdad, porque en la verdad se encuentra Dios».

Nuestra idea de Dios

«Tenemos una idea demasiado pequeña de Dios», aseguró el científico, aunque «podemos hablar al mismo tiempo de Dios como padre», reiterando que nuestra “visión es pequeña porque Él es el creador de todo esto y aún más de lo que podríamos imaginar».

Esto es difícil para nosotros», reconoció el astrónomo, «y al mismo tiempo, en astronomía, nos enfrentamos a esta realidad: el universo es más grande de lo que conocemos», aunque este «Dios increíblemente grande está muy cerca de nosotros».

También aseguró que «esta idea, que parece muy moderna, se encuentra ya en el Salmo 8». De hecho, el Magisterio de la Iglesia ve en el Salmo 8 una invitación a reconocer la obra de Dios en la creación y a alabar su nombre por la dignidad otorgada al hombre, llamado a cuidar y valorar responsablemente la creación.

«Señor, Dios nuestro -comienza el Salmo 8-, ¡qué grande es tu nombre sobre toda la tierra! Tú has elevado tu magnificencia por encima de los cielos».

Sobre la aparente contradicción entre el hombre hecho a imagen de Dios y la inmensidad del universo, el científico considera que esa explicación «más que una contradicción es una especie de poesía. Para las cosas que son demasiado grandes para ser explicadas y contenidas en palabras, utilizamos la poesía. Sabiendo que la poesía utiliza imágenes que más que explicar la realidad, muestra dónde está la realidad’.

Participantes en el evento

Entre los 40 participantes en la reunión figuran los premios Nobel Adam Riess y Roger Penrose; los cosmólogos y físicos teóricos Andrei Linde, Joseph Silk,Wendy Freedman, Licia Verde, Cumrun Vafa y el ganador de la Medalla Fields, Edward Witten.

La conferencia, que celebra el legado científico del obispo Georges Lemaître, el físico belga que desarrolló lo que hoy se conoce como la teoría del Big Bang, es la segunda de este tipo que tiene lugar en el Observatorio Vaticano; la primera fue en 2017.

El autorHernan Sergio Mora

Estados Unidos

Termina la plenaria de primavera de los obispos de Estados Unidos

El 14 de junio de 2024 finalizó la reunión de verano de la Conferencia episcopal de obispos estadounidenses. Entre los temas tratados por el episcopado estuvieron el Renacimiento Eucarístico, la beatificación de Adele Brise y un plan para el ministerio indígena.

Gonzalo Meza·18 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Del 12 al 14 de junio tuvo lugar en Louisville, Kentucky, la Asamblea de Primavera de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB).  Durante la reunión los prelados abordaron temas importantes para la iglesia norteamericana, entre ellos el Sínodo sobre la Sinodalidad, la iniciativa de Renacimiento Eucarístico y el Congreso Eucarístico Nacional (que se llevará a cabo en Indianápolis, Indiana del 17 al 21 de Julio). Los obispos también aprobaron un documento para el ministerio de la pastoral indígena y votaron a favor de avanzar la causa de beatificación y canonización de la religiosa Adele Brise.

Al referirse a la iniciativa de Renacimiento Eucarístico, el nuncio apostólico en los Estados Unidos, Mons. Christophe Pierre habló de la relación que debe haber entre la devoción eucarística y el servicio. También añadió que las llagas de la Iglesia no deben esconderse, sino deben atenderse para ser sanadas por Cristo.

“Somos conscientes de las heridas más evidentes en la Iglesia: el escándalo de los abusos, la plaga de la indiferencia hacia los pobres, la fe inmersa en una cultura secularizada, la polarización y la división-incluso entre aquellos que estamos comprometidos con Cristo y su Iglesia. Estas heridas y sufrimientos no son simplemente ideas abstractas”, indicó. En ese sentido, Mons. Pierre señaló que la Eucaristía es la fuente de sanación para estas heridas, pues constituye una poderosa medicina.

Ministerio indígena

En esta reunión, los obispos norteamericanos también aprobaron un marco pastoral para el ministerio indígena titulado “Manteniendo la sagrada promesa de Cristo”, cuyo objetivo es “promover la reconciliación y la sanación, celebrando el amor de Dios por los pueblos indígenas y fomentando la unidad en la fe y en el amor a Cristo”.

El tema de la sanación y la reconciliación abarcan el capítulo inicial. Y es que los obispos reconocen los traumas que vivieron los pueblos originarios no solo con la llegada de los exploradores y el despojo de sus tierras, sino con el sistema de internados para niños el cual fue implementado por el gobierno norteamericano en el siglo XIX y bajo el cual los indígenas eran removidos forzadamente de sus familias para ingresar a dichas instituciones.

Este sistema duró 150 años y de los cerca de 500 internados, 87 eran administrados por la iglesia católica. “Muchos pueblos indígenas nunca se recuperaron completamente de estas tragedias, que a menudo provocaron hogares destrozados por la adicción, el abuso doméstico, el abandono y la negligencia. La iglesia reconoce que desempeñó un papel en dichos traumas experimentados por los niños nativos”, señala el documento y añade que “los sacramentos, especialmente la Eucaristía, sirven como principal remedio para sanar las heridas del pasado”. Actualmente hay más de 340 parroquias que atienden el ministerio para los nativos norteamericanos.

Adele Brise

Durante esta sesión los obispos también aprobaron avanzar la causa de beatificación y canonización a nivel diocesano de la religiosa Adele Brise, nacida en enero de 1831 en Bélgica pero que emigró con su familia a Champion, Wisconsin en 1855 en donde vivió hasta su muerte en 1896. 

En 1859 Adele reportó haber tenido apariciones de una mujer vestida de blanco a quien identificó como María, Reina del Cielo y quien le dijo: “Reúne a los niños de este país y enséñales lo que deben saber para la salvación: el catecismo, cómo persignarse con la señal de la cruz y cómo acercarse a los sacramentos. Eso es lo que deseo que hagas. Ve y no temas nada, yo te ayudaré”. Fue el inicio de la misión de Adele quien pronto juntaría a un grupo de laicas para abrazar la vida religiosa y dedicarse a la enseñanza. Estas apariciones marianas recibieron en 2010 la aprobación del obispo de la diócesis de Green Bay y el sitio de las apariciones fue designado en 2015 como Basílica Nacional de Nuestra Señora de Champion.

Cultura

José Antonio Rosas Amor. Llevando la fe a la política

Padre de familia y político comprometido, el mexicano José Antonio Rosas Amor dirige la Academia de Líderes católicos, a través de la que quiere formar poíticos coherentes con la fe que contribuyan al desarrollo de la sociedad. 

Juan Carlos Vasconez·18 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En el bullicio de la vida política, donde las voces se entrecruzan en debates acalorados y las agendas parecen desbordadas por las urgencias del momento, surge una figura que busca unir dos mundos aparentemente divergentes: la fe y la política. Se trata de José Antonio Rosas Amor.

José Antonio, un laico mexicano, padre de familia y político convencido, es el responsable de una misión singular: “Invitar a los políticos católicos a desempeñar un papel más activo en la promoción del bienestar social, inspirados por los principios de la Doctrina Social de la Iglesia”.

José Antonio dirige la Academia de Líderes Católicos (www.liderescatolicos.net) que busca “formar una nueva generación de católicos latinoamericanos con responsabilidades políticas y sociales para que transformen el rostro del continente al servicio de sus pueblos, a la luz del Magisterio de la Iglesia y de cara a los Jubileos del V Centenario Guadalupano y de los dos mil años de la redención”.

Desde su infancia, José Antonio ha sido testigo de la presencia divina en su vida. Criado por una madre soltera que lo instruyó en una fe sencilla pero profunda, aprendió desde pequeño “el valor de la confianza en la providencia”. Su madre, una comerciante con una tienda modesta, pero con un gran sentido común y sentido sobrenatural, le inculcó la importancia de abandonarse a la voluntad de Dios en todo momento.

Encuentros significativos

Su camino, como él mismo apunta, ha estado marcado por encuentros significativos. Uno de los más memorables fue con el Hermano Miguel Martínez, referente del movimiento scout en México, que dedicó tiempo y esfuerzo para guiarlo en su itinerario espiritual. 

El Hermano Miguel sabía transmitir pasión por Jesús y por su Iglesia y de este religioso aprendió José Antonio a encontrar el punto de vista sobrenatural en su vida ordinaria, a desarrollar la naturalidad del que está acostumbrado a tratar a Dios, y a los ángeles con la misma confianza con la que se trata a un buen amigo.

José Antonio recuerda que en una ocasión, hace unos 30 años, cuando no existían los celulares, “uno de los responsables de los Scouts en América Latina necesitaba con urgencia hablar con el Hermano Miguel, le llamó por teléfono de su oficina y le informaron que el religioso tenía varias horas de haber salido en su auto, estaba en camino a otra ciudad, y que seguramente le faltaban aún unas seis horas de viaje. Esta respuesta le dejó frío, necesitaba con urgencia el consejo del Hermano Miguel para tomar una decisión importante, que no podía esperar. A la media hora suena el teléfono, toma la llamada, era don Miguel ‘Qué suerte lo estábamos buscando’. Y la respuesta de don Miguel fue: ‘iba yo en la carretera y mi ángel de la guarda me dijo que me estabas buscando. Así que en la primera oportunidad que tuve me estacioné y estoy llamando’. Esto es un ejemplo de la naturalidad de lo sobrenatural”

Formación de líderes

La vocación de José Antonio se cristalizó desde temprana edad, cuando descubrió su llamado a la política como una expresión de su identidad cristiana. Su objetivo principal es “formar a católicos comprometidos que participen en la vida política desde una perspectiva de encuentro y unidad, siguiendo las enseñanzas de los Papas, especialmente las del Papa Francisco, quien enfatiza la importancia de ser signos de unidad en un mundo polarizado”.

Con una pasión ardiente y una fe inquebrantable, José Antonio busca transmitir cercanía, enseñar a los católicos a vivir con coherencia su fe en la política, recordando que el compromiso social y político puede ser un camino de encuentro con Dios y con nuestros semejantes.

Su labor inspira a muchos a abrazar una visión más integradora y humanitaria de la política, donde la fe no es un obstáculo, sino un faro que guía hacia un bien común más grande. En un mundo necesitado de esperanza y cohesión, la voz de José Antonio Amor resuena como un eco de solidaridad y amor en acción.

Actualidad

El “Comité sinodal” alemán continúa desafiando al Vaticano

Casi todos los obispos alemanes participaron en la última reunión del “Comité sinodal” alemán antes del verano en la que se han constituido tres “comisiones”, una de las cuales se ocupará de preparar el denominado “Consejo sinodal”, prohibido reiteradamente por el Vaticano.

José M. García Pelegrín·17 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El viernes y sábado pasado se reunió en Maguncia el denominado “Comité sinodal” alemán, compuesto por 74 miembros: los 27 obispos titulares, 27 representantes del Comité central de los católicos alemanes (ZdK) y otros 20 miembros elegidos por la asamblea plenaria del “Camino Sinodal”; las resoluciones se aprueban por mayoría simple de dos tercios.

Sin embargo, de los 27 obispos titulares, cuatro –el cardenal Rainer Woelki (Colonia) y los obispos Gregor Maria Hanke OSB (Eichstätt), Stefan Oster SDB (Passau) y Rudolf Voderholzer (Ratisbona)– decidieron no participar. Según los organizadores, de estos 74 miembros, en Maguncia estuvieron presentes 64.

El Vaticano ha cuestionado repetidamente la “autoridad que tendría la Conferencia Episcopal (DBK) para aprobar los estatutos” de dicho Comité, ya que ni el Código de Derecho Canónico ni el Estatuto de la DBK “proporcionan una base para ello”.

Como se recordará, tanto en una carta del 16 de enero de 2023 como en otra del 16 de febrero de 2024, los principales cardenales de la Santa Sede recordaron que un Consejo sinodal “no está previsto por el derecho canónico vigente y, por tanto, una resolución en este sentido de la DBK sería inválida, con las correspondientes consecuencias jurídicas.”

Por este motivo, los obispos alemanes declararon que someterían sus trabajos en el “Comité sinodal” a la aprobación de la Santa Sede y que se seguirían manteniendo reuniones en el Vaticano. La fecha de la siguiente visita de obispos alemanes a Roma está aún por fijar.

Sin embargo, en la conferencia de prensa inicial, el presidente de la DBK, Mons. Georg Bätzing, afirmó que “el Comité sinodal cuenta con el go [visto bueno] del Cardenal Secretario de Estado y de los Cardenales involucrados”.

Esta afirmación ha sido cuestionada por la iniciativa de laicos “Nuevo Comienzo”, que desde hace años viene criticando la deriva del “Camino sinodal” y ahora del “Comité sinodal”. La semana pasada enviaron una pregunta formal al Dicasterio vaticano para los Obispos sobre la legalidad de estas actividades de la DBK y del ZdK.

Además, durante la reunión del “Comité sinodal”, el canonista de Tubinga Bernhard Sven Anuth –presentado como “crítico constructivo” del Camino sinodal– expuso la situación canónica o, en palabras de Dorothea Schmidt en el semanario católico “Die Tagespost”, aquello “que cardenales de la curia, canonistas y el Papa llevan intentando hacer entender a la Iglesia católica en Alemania desde 2019”: si Roma ha dicho que “ni el Camino Sinodal, ni un organismo nombrado por él, ni una conferencia episcopal tienen autoridad para establecer el ‘Consejo sinodal’ a nivel nacional, diocesano o parroquial”, entonces cualquier intento de hacerlo sería también “inválido según el derecho canónico”. Thomas Schüller, canonista de Münster y miembro del “Comité sinodal”, le dio la razón: “al final, el obispo y el Papa son los que deciden”.

A pesar de que esta intervención de Bernhard Anuth dejó claro que no habría una “codecisión de los laicos” y que queda descartada la aprobación del Vaticano de una “supuesta paridad” entre obispos y laicos, numerosos miembros del “Comité” se pronunciaron a favor de “ser valientes y explorar o incluso sobrepasar los límites del derecho canónico”.

El ”Comité sinodal” – en palabras del presidente de la DBK– aplicará y seguirá desarrollando “los ricos frutos de las cinco asambleas sinodales”. Con este fin, el sábado se constituyeron tres grupos de trabajo, las llamadas comisiones: una de ellas se dedicará a las iniciativas del “Camino Sinodal” que, por cuestiones de tiempo, no pudieron tratarse en el Camino Sinodal, como ”la nueva moral sexual” o “los derechos de decisión de los laicos”; una segunda comisión evaluará las resoluciones aprobadas en el Camino Sinodal y la tercera preparará el Consejo Sinodal. Cada una de las comisiones está formada por diez miembros del “Comité sinodal”. La próxima reunión de éste está prevista para mediados de diciembre en Wiesbaden.

Una nueva reunión de representantes de la DBK con dicasterios vaticanos, acordada en la última visita de obispos alemanes a Roma en marzo, no tiene aún fecha, pero se rumorea que podría ser antes de que termine este mes de junio.

Ecología integral

Las raíces del divorcio entre ciencia moderna y religión cristiana

La separación, o incluso, el aparente enfrentamiento entre fe y el progreso científico no tiene consistencia real. No hay más que ver las creencias de muchos de los mayores científicos de la historia y el impulso que su fe dió a su investigación científica. El “divorcio” moderno entre ciencia y fe deviene de un olvido, por parte de ambos, de las claves y premisas de su necesaria relación. 

Juan Arana·17 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 10 minutos

La relación entre ciencia moderna y religión cristiana aparece rodeada de un halo de conflictividad que condiciona todo lo que se diga al respecto. Así lo ven quienes tienen la convicción de que hay algo fundamentalmente erróneo en una o en otra: los cientificistas piensan que la ciencia moderna monopoliza la verdad, de manera que por fuerza habrán de ser falsas todas las religiones, salvo en todo caso una versión científica de ellas, como la “religión de la Humanidad” que intentó instaurar Augusto Comte en el siglo XIX. A su vez, hay cristianos que contraatacan recordando el nulo éxito de tales intentos: ven en la ciencia a lo sumo un puñado de verdades secundarias, que conviene atar corto para no absolutizarlas, tentación que siempre estaría acechando. 

Yo he consagrado la mayor parte de mi esfuerzo a examinar la historia de las relaciones entre ciencia moderna y religión cristiana. Debo decir que estoy en desacuerdo con ambas dos posturas. No me baso en una simple corazonada: me he tomado la molestia de coordinar un grupo de especialistas para analizar la actitud pro-, anti- o a-religiosa de una selección de 160 figuras destacadas en todos los campos del saber positivo desde principios del siglo XVI hasta finales del XX. Nuestras conclusiones son categóricas: durante el XVI, XVII y XVIII, prácticamente todos los creadores de la nueva ciencia fueron creyentes. No sólo fueron a la vez científicos y cristianos, sino que el trabajo que realizaron descansó casi siempre en motivaciones religiosas, de manera que consiguieron convertirse en investigadores de alto nivel porque eran cristianos (algo parecido cabe decir en general de los estudiosos de segundo y tercer nivel). 

En el siglo XIX, época en la que la descristianización de los intelectuales europeos (sobre todo de los filósofos) había avanzado muy significativamente, los científicos seguían siendo en su mayor parte hombres de fe: de nuestra selección, 22 sobre 32. Y los adscritos a la religión no fueron precisamente los menos representativos: entre ellos figuran nada menos que Gauss, Riemann, Pasteur, Fourier, Gibbs, Cuvier, Pinel, Cantor, Cauchy, Dalton, Faraday, Volta, Ampère, Kelvin, Maxwell, Mendel, Torres Quevedo y Duhem: lo mejorcito entre los matemáticos, astrónomos, físicos, químicos, biólogos, médicos e ingenieros de aquel tiempo. 

Todos sabemos que en el siglo XX el desfondamiento espiritual se ha convertido en un fenómeno de masas. Sin embargo, la opción religiosa sigue siendo la más frecuentada entre los grandes científicos: 16 de los 29 cuya afiliación no ofrece dudas. Una vez más, los cristianos no suponen en modo alguno un grupo marginal: Planck, Born, Heisenberg, Jordan, Eddington, Lemaître, Dyson, Dobzhansky, Teilhard de Chardin, Lejeune, Eccles…

Ilustración y secularización

Los datos siempre son interpretables; podemos presentarlos de una manera o de otra y darles todas las vueltas que queramos. No obstante -sofismas y retóricas aparte- es difícil evitar las siguientes conclusiones:

1ª. La ciencia moderna nació y creció en la Europa cristiana y no precisamente por obra de minorías disidentes, sino de la mano de personas firmemente aferradas a esa tradición (Copérnico, Képler, Galileo, Descartes, Huygens, Boyle, Bacon, Newton, Leibniz, etc. etc.).

2ª. No hay una única “Ilustración”, es decir, un solo movimiento decidido a impulsar el desarrollo de la razón y mejorar la humanidad mediante el libre uso de las facultades intelectuales de acuerdo con un ideal emancipatorio. Bien es cierto que hay una ilustración antirreligiosa (la de Diderot, La Mettrie, d’Holbach o Helvetius) y también una ilustración anticristiana (la de Voltaire, d’Alembert, Federico II o Condorcet). Pero junto a ellas existe también otra ilustración cristiana, la única que llevó a su definitiva madurez la ciencia moderna, tanto dentro del ámbito hispano (Feijóo, Mutis, Jorge Juan…), como fuera de él (Needham, Spallanzani, Maupertuis, Euler, Herschel, Priestley, Boerhaave, Linneo, Réaumur, Galvani, von Haller, Lambert, Lavoisier…) 

3ª. El proceso de secularización que tiene lugar en el mundo occidental a lo largo de la modernidad en modo alguno fue causado por el auge de la nueva ciencia, sino más bien retardado por ella. El colectivo científico, tanto en el ámbito de los grandes creadores como en el de los modestos obreros del saber, fue siempre (y hoy en día lo sigue siendo) más piadoso que su entorno social. 

4ª. Si queremos encontrar causas históricas y sociológicas del proceso moderno de secularización (dejando por el momento a un lado las específicamente espirituales), hay alternativas mucho más creíbles que atribuirlo al desarrollo de la racionalidad científica. La primera de todas ellas: la división de las iglesias cristianas tras la reforma protestante y el escándalo de las subsiguientes guerras de religión. Paul Hazard y otros muchos han subrayado las crisis de conciencia que se produjeron en todos los países donde la pérdida de unidad religiosa socavó las bases mismas de la convivencia social (muy particularmente, en Francia, Inglaterra y Alemania). Una anécdota entre un millón ilustra el fenómeno: en 1689 Leibniz atravesaba la laguna veneciana. Los barqueros (que no contaban con que aquel alemán comprendiera italiano) planearon asesinarlo, ya que, tratándose de un hereje, no veían nada malo en ello: más bien una acción tan loable como lucrativa. Leibniz salvó la vida sacando del bolsillo un rosario e iniciando su rezo, práctica que disuadió a aquellos rufianes de sus perversas intenciones: a la sazón la historia del buen samaritano no se contemplaba como modelo a seguir. 

La descristianización de filósofos, literatos e intelectuales estuvo íntimamente conectada con la pérdida de un suelo religioso común. Es trágica la impotencia que mostraron para remediar los innegables males que aquejaban a la Iglesia y evitar la fragmentación de la Reforma en innumerables confesiones. De nuevo lo ilustro con un ejemplo: el grito desesperado de Erasmo de Rotterdam ante la incapacidad de sus contemporáneos para hermanarse en torno a los misterios de la fe, en lugar de exacerbar los odios: “Hemos definido demasiadas cosas que hubiéramos podido ignorar o pasar por alto sin poner en peligro nuestra salvación… Nuestra religión es esencialmente paz y concordia. Pero éstas no podrán existir mientras no nos resignemos a definir la menor cantidad posible de puntos y no dejemos a cada uno su libre juicio en muchas cosas. Ahora se ha aplazado una gran cantidad de cuestiones hasta el concilio ecuménico. Sería mucho mejor aplazarlas hasta el momento en que el espejo y el enigma sean descubiertos y veamos a Dios cara a cara”.

Resulta patético el fracaso de los teólogos de la época. Se mostraron inviables o catastróficas las soluciones propuestas por los filósofos puros, tales como definir una religión meramente natural, apaciguar los ánimos a base de pura y simple “manga ancha” o buscar valores alternativos seculares para cimentar la vida individual y colectiva. En comparación, los adelantados de la nueva ciencia tuvieron una actitud mucho más constructiva y eficaz: se aferraron a los artículos capitales de la fe sin pretender desvirtuarlos ni convertirlos en arma arrojadiza contra el prójimo. Juzgaron —con pleno acierto— que la tarea de descifrar los enigmas del universo fomentaba la piedad, remediaba las miserias materiales de la existencia y, no en último lugar, unía las almas en lugar de sembrar la discordia.

Es llamativo el ecumenismo que desde primera hora mostraron estos personajes: un ecumenismo de buena ley, que no se basaba en el rechazo de los dogmas objeto de controversia, sino en el empeño de agregar nuevas verdades en el terreno de los preámbulos de la fe, las cuales alimentaban la admiración hacia el poder y sabiduría de Dios, al tiempo que aumentaban el respeto hacia el hombre, la criatura más excelsa del universo. Hay ejemplos verdaderamente conmovedores en este sentido: el canónigo Copérnico permaneció fiel a la Iglesia católica en medio de las turbulencias; sólo se decidió a publicar su gran obra astronómica por la insistencia de su obispo, la dedicó al Papa reinante (quien supo apreciar el detalle), se valió para ponerla a punto de los servicios de Rético, un joven astrónomo reformado, y encontró editor en la luterana Nuremberg. No hubo mayor problema para que las autoridades teológicas locales autorizaran la impresión del libro que un católico polaco ofrendaba al pontífice romano. Es llamativo que el también católico Descartes viviera y compusiera su gran obra científica en la protestante Holanda, o que el luterano Kepler estuviera siempre al servicio de monarcas católicos. 

Bajo mecenazgo católico

No fueron casos aislados: las primeras academias de ciencias europeas sirvieron de refugio para minorías religiosas perseguidas. Y por cierto no había detrás una actitud indiferente hacia la religión: Descartes mantuvo cordialísima correspondencia con Isabel de Bohemia, princesa que había dado lugar a la terrible Guerra de los 30 años. Cuando aquélla osó atacar de soslayo las convicciones del matemático y filósofo francés (mencionando un caso de conversión al catolicismo supuestamente por interés), éste reaccionó con tanta firmeza como tacto: “No puedo negaros que me sorprendió saber que vuestra Alteza se haya incomodado […] por algo que la mayoría de las gentes hallarán bueno […]. Porque todos aquéllos de la religión a que yo pertenezco (que son, sin duda, la mayoría en Europa) están obligados a aprobarlo, incluso aun cuando vieran circunstancias y motivos aparentemente reprobables; porque nosotros creemos que Dios se vale de diversos medios para atraer a las almas a sí, y que aquél que entró en el claustro con mala intención, después ha llevado una vida en extremo santa. En cuanto a los que son de otra creencia, [deben considerar] que no serían de la religión que son si ellos, o sus padres, o sus antepasados, no hubieran abandonado la romana, [de manera que no] podrán llamar inconstantes a los que abandonan la de ellos”.

El ya mentado Leibniz no sólo fue bien recibido cuando visitó el Vaticano, sino que se le ofreció la dirección de su biblioteca si retornaba a la fe ancestral. Leibniz desechó la oferta, porque no le parecía bien cambiar de religión por una ventaja mundana, pero, sobre todo, porque estaba trabajando intensamente (primero con el obispo Rojas Spínola y luego con Bossuet) para lograr la reunificación de luteranos y católicos en un concilio ecuménico, el cual no llegó a celebrarse a pesar de contar con el apoyo papal, debido a que contrariaba los intereses del rey de Francia, Luis XIV. 

Este último ejemplo nos lleva al punto crucial: los conflictos que se produjeron entre instituciones eclesiásticas y estudiosos de la naturaleza, como los casos de Galileo y la inquisición romana, o el de Miguel Servet y Calvino. 

El “caso” Galileo 

Toneladas de tinta han vertido para glosarlos (sobre todo el primero de ellos) y para sentar la tesis de una pugna inevitable entre la instancia religiosa y la científica. Es imposible discutirlo ahora a fondo, pero conviene hacer algunas puntualizaciones en las que concuerdan la práctica totalidad de los estudiosos serios. En primer lugar, fueron eventos muy puntales, tanto en la Iglesia católica como en las restantes confesiones cristianas. 

La historiografía de orientación positivista/cientificista del siglo XIX (así como las secuelas que ha tenido hasta hoy en todos los que escribieron obedeciendo consignas o mediatizados por la ideología) tomó el contencioso de Galileo como bandera para evidenciar una supuesta guerra (desde luego, no “santa”) entre ciencia y religión. Es la más abusiva forma de efectuar una inducción que yo conozca: se salta directamente del uno al infinito. Para que hubiera tal guerra, debería poder alargarse la lista de científicos de renombre (incluso simplemente de solvencia) oprimidos por las tesis científicas que defendieron. Simplemente a título de contextualización conviene recordar que a lo largo de ese mismo siglo XVII la nómina de científicos famosos, solamente dentro de la orden jesuítica, incluye entre otros los siguientes nombres: Stéfano degli Angeli, Jacques de Billy, Michal Boym, José Casani, Paolo Casati, Louis Bertrand Castel, Albert Curtz, Honoré Fabri, Francesco Maria Grimaldi, Bartolomeu de Gusmão, Georg Joseph Kamel, Eusebio Kino, Athanasius Kircher, Adam Kochanski, Antoine de Laloubère, Francesco Lana de Terzi, Théodore Moretus, Ignace-Gaston Pardies, Jean Picard, Franz Reinzer, Giovanni Saccheri, Alfonso Antonio de Sarasa, Georg Schönberger, Jean Richaud, Gaspar Schott, Valentin Stansel o André Tacquet. 

Además, está el hecho incontrovertible de que tanto Galileo como Servet eran, al mismo tiempo que hombres de ciencia, hombres de fe, tan apegados (o más) a sus propias convicciones religiosas como los que les condenaron. En tercer lugar, investigaciones más recientes y acreditadas, como las de Shea y Artigas, han establecido fuera de toda duda que estas “persecuciones” tan concretas y limitadas obedecieron a consideraciones tácticas relacionadas con el ejercicio del poder y la estrategia política, cuando no pura y simplemente a enconos personales. Los miembros de la Iglesia, incluso en las más altas esferas, nunca han estado libres de vicios y pecados, y más en una época como aquélla, en la que los principales jerarcas ostentaban un poder y riqueza del que por fortuna (mejor sería decir: providencialmente) fueron despojados con el correr del tiempo. No obstante, conviene decir que durante el despegue de la modernidad pecaron con mucha más frecuencia y gravedad contra las exigencias de la religión a la que se debían, que contra los intereses de la cultura, el arte o la ciencia. 

En resumidas cuentas, sostener a partir del proceso a Galileo (por muy lamentable que fuera) una presunta hostilidad de la Iglesia a la nueva ciencia sería más o menos como pretender que los Estados Unidos se oponen a la física, dado que sus dirigentes montaron una especie de juicio al padre de la bomba atómica, Oppenheimer, para cuestionar su patriotismo. 

Queda en pie la tesis de que la ciencia moderna, nació y prosperó con el aliento e inspiración de individuos que en una proporción abrumadora eran fervientes cristianos. ¿Fue una casualidad? No lo creo. A fines de la Antigüedad los sabios paganos de Alejandría podrían muy bien haber iniciado la senda que mil años después fue recorrida por los cristianos de Occidente. Pero no lo hicieron. ¿Por qué? Cabe alegar varias razones convergentes:

1. Al desprecio olímpico del trabajo manual del que hacían gala griegos y romanos, se opuso el principio “el que no trabaje, que no coma”, formulado por Pablo de Tarso, apóstol de la nueva fe mientras fabricaba con sus propias manos tiendas de campaña. El cristianismo apadrinó desde sus mismos inicios todas las ocupaciones honestas. Desde el esclavo o el labrador hasta el rey, todos podían encajar dentro de él.

2. Los paganos no concibieron nunca un plus ultra del universo: sus mismas deidades eran cósmicas. Una condición de posibilidad imprescindible para que surgiera la ciencia era la desmitificación del universo, esto es, el sometimiento de la naturaleza a una legalidad superior. Aunque tardaran quince siglos en completar la tarea, fueron los cristianos los primeros en lograrlo y sacar las oportunas consecuencias.

3. Frente a las concepciones cíclicas del tiempo, dominantes en las primeras civilizaciones europeas y en las culturas exóticas, la ciencia moderna precisaba partir de una concepción lineal. También fueron los cristianos quienes la aportaron. 

4. La noción de ley natural es imprescindible para el despliegue de la nueva ciencia. La idea de un Dios trascendente, creador y legislador fue la matriz de la que surgió. 

5. Ya los pitagóricos habían concebido el mundo en función de formas y estructuras matemáticas. No obstante, la mayor parte de las ecuaciones matemáticas resultan demasiado complejas para que la mente humana sea capaz de resolverlas. Indudablemente Dios podría haber creado un universo mucho más complicado que éste, pero entonces desbordaría nuestra capacidad de comprensión. También otro más perfecto desde el punto de vista mecánico, pero entonces sería inhabitable. No es la menor aportación de la religión haber suscitado en los investigadores la convicción de que el mundo es relativamente sencillo de entender, a pesar de que posee la complejidad suficiente para albergar seres tan sofisticados como nosotros.

Si la historia que he contado fuera verídica, ¿por qué son minoría hoy en día los científicos cristianos? El motivo es bastante sencillo: el nacimiento de la nueva ciencia requirió un temple intelectual y anímico que solamente el cristianismo supo aportar. Una vez puesta en marcha y comprobadas sus enormes virtualidades, ya no resultó tan necesario estar imbuido del espíritu fundacional. Fuera de los grandes creadores, los hombres de ciencia no son de una pasta especial: hijos de su tiempo, en general comparten los valores y creencias dominantes. Tan solo son algo más esforzados, más realistas, menos cínicos y desencantados que la media de sus contemporáneos: esa es la herencia que queda de las raíces cristianas de la ciencia, herencia que sin embargo podría acabar de perderse si la presente civilización persiste en el nihilismo que genera su alejamiento de Dios. No menos triste es que muchos cristianos se hayan despegado de la ciencia como si fuera algo extraño u hostil a ellos. Sólo lo explica la ignorancia de cómo nació esta magna empresa y cuál sigue siendo su vocación profunda. ¿Cómo superar ese extrañamiento? Sacudiéndose la indolencia y asumiendo de una vez por todas las exigencias que se derivan de comprometerse con Cristo.

Vaticano

El Papa Francisco reflexiona sobre la “espera confiada”

En su meditación del Ángelus, el Papa Francisco ha hablado sobre la paciencia del Señor con los fieles, apoyándose en la parábola de la semilla del Evangelio.

Paloma López Campos·16 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

En su meditación del Ángelus, el Papa Francisco ha reflexionado sobre “la espera confiada” apoyándose en la parábola de la semilla del Evangelio del día.

Al igual que un sembrador, ha dicho el Pontífice, “el Señor deposita en nosotros las semillas de su Palabra y de su gracia, semillas buenas y abundantes, y después, sin dejar de acompañarnos, espera con paciencia”. Durante este tiempo, “el Señor sigue cuidándonos, con la confianza de un Padre”. Al mismo tiempo, espera porque “es paciente” a que “las semillas se abran, crezcan y se desarrollen hasta dar fruto de buenas obras”.

Al mismo tiempo, ha explicado Francisco, actuando así “el Señor nos da un ejemplo: nos enseña también a sembrar con confianza el Evangelio allí donde estemos y después a esperar que la semilla plantada crezca y dé fruto en nosotros y en los demás”.

En este sentido, el Papa ha asegurado que, con mucha frecuencia, “más allá de las apariencias, el milagro está ya en marcha y a su debido tiempo dará frutos abundantes”.

Como es habitual, el Santo Padre ha concluido su reflexión planteando algunas preguntas para la oración personal: “¿Yo dejo sembrar en mí la Palabra? ¿A su vez, siembro con confianza la Palabra de Dios en los ambientes en los que vivo? ¿Soy paciente a la hora de esperar, o me desanimo porque no veo inmediatamente los resultados? Y, ¿sé confiar todo serenamente al Señor, al tiempo que doy lo mejor de mí para anunciar el Evangelio?”.

El Papa Francisco insiste en la necesidad de paz

Tras el rezo del Ángelus, el obispo de Roma ha pedido un aplauso para el nuevo beato “Michele Rapaz, sacerdote y mártir, pastor según el corazón de Cristo, fiel y generoso testigo del Evangelio que experimentó tanto la persecución nazi como la soviética”.

El Papa también ha pedido de nuevo por la paz, recordando los “enfrentamientos y masacres que se han producido en la parte otiental de la República Democrática del Congo”. Ha mencionado además los conflictos de Ucrania, Tierra Santa, Sudán, Myanmar y “todos los lugares en los que se sufre por la guerra”.

Por último, el Papa ha mandado un saludo a todos los “romanos y peregrinos”. Entre los asistentes a la plaza de san Pedro han estado “fieles procedentes de Líbano, Egipto y España”, de Inglaterra, Polonia, Carini, Catania, Siracusa y Padua, entre otros.

Mundo

Anja Hoffmann: «La discriminación hacia los cristianos en Europa ha aumentado significativamente»

En esta entrevista con Omnes, Anja Hoffmann, directora ejecutiva de OIDAC (Observatorio contra la Intolerancia y la Discriminación contra los Cristianos en Europa) nos habla sobre las dificultades y discriminaciones que sufren actualmente los cristianos en el Viejo Continente.

Loreto Rios·16 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Observatorio contra la Intolerancia y la Discriminación contra los Cristianos en Europa (OIDAC) es una organización miembro de la Plataforma de Derechos Fundamentales de la Unión Europea que se encarga de investigar casos de intolerancia y discriminación hacia los cristianos en Europa y garantizar la libertad religiosa y de expresión. En Omnes hemos entrevistado a Anja Hoffmann, directora ejecutiva de OIDAC.

En términos generales, ¿cuál es la situación actual con respecto a la intolerancia hacia los cristianos en Europa?

Desde la fundación del Observatorio contra la Intolerancia y la Discriminación hace más de una década, los casos de delitos de odio y discriminación hacia los cristianos han aumentado lamentablemente de forma significativa. Por un lado, han aumentado los ataques contra iglesias, con incendios provocados que aumentaron en más del 40% entre 2021 y 2022, según nuestra investigación.

Por otro lado, muchos cristianos, especialmente aquellos que se adhieren a las creencias morales cristianas tradicionales, están experimentando una creciente presión a la hora de expresar su visión del mundo en la esfera pública o en sus lugares de trabajo. Las comadronas o los médicos que se oponen a participar en abortos por motivos de conciencia se ven amenazados con perder su trabajo, ya que muchos Estados, entre ellos España, restringen la objeción de conciencia en su legislación médica. Los profesores que expresan su creencia en que los seres humanos fueron creados como hombre y mujer, y por tanto se oponen a dirigirse a los alumnos con “pronombres alternativos”, han sido suspendidos de sus centros escolares. Y algunos cristianos en Europa han sido incluso procesados por expresar opiniones religiosas, incluidas las escrituras bíblicas, o detenidos por la policía por rezar en silencio en las llamadas “zonas de seguridad” alrededor de las clínicas abortistas.

Teniendo en cuenta estas restricciones, ¿podemos decir que la libertad de expresión sigue estando protegida en Europa?

El derecho a la libertad de expresión está consagrado en la legislación internacional y europea de derechos humanos y tiene rango constitucional en la mayoría de los países. En virtud de la legislación sobre derechos humanos, los Estados están obligados a proteger incluso “las ideas impopulares, incluidas las que puedan ofender o escandalizar”, y deben cumplir un listón muy alto a la hora de imponer limitaciones a la libertad de expresión.

A pesar del alto nivel de protección de que goza la libertad de expresión en Europa, observamos una problemática tendencia a restringir la libertad de expresión, incluida la religiosa. En un intento de combatir la incitación al odio, algunos gobiernos han introducido leyes extremadamente amplias sobre la “incitación al odio”. Sin embargo, criminalizar el discurso en lugar de las acciones tiene un efecto perjudicial en el discurso democrático público. Es más, a menudo no está claro qué discurso equivale a “odio” y, por tanto, será perseguido. Esto, a su vez, genera inseguridad sobre lo que se puede decir y, por tanto, da lugar a un alto nivel de autocensura. En el Reino Unido y Alemania, recientes sondeos de opinión han demostrado que la mitad de la población no se atreve a decir lo que piensa en público por miedo a consecuencias negativas.

¿Pueden las leyes contra el “discurso de odio” conducir a la criminalización de las personas que no piensan como la corriente dominante?

Por desgracia, vemos ejemplos de cristianos criminalizados por expresar sus creencias. Esto afecta especialmente a los cristianos (o no cristianos) que expresan creencias tradicionales sobre cuestiones morales.

En el Reino Unido, varios predicadores fueron multados o incluso detenidos por la policía por leer la Biblia en público, después de que los transeúntes denunciaran que se sentían “angustiados”, lo que constituye un delito penal según la Ley de Orden Público del Reino Unido. En España, los medios de comunicación informaron el pasado mes de marzo de que el padre Custodio Ballester recibió una citación de un tribunal provincial para responder a los cargos de un presunto “delito de odio” tras criticar el islam en una carta pastoral. En Finlandia, la exministra y actual diputada, Pävi Räsänen, está siendo juzgada en el Tribunal Supremo por presunta “incitación al odio” tras un tuit bíblico con el que había criticado que su iglesia patrocinara el orgullo de Helsinki. En Malta, Matthew Grech, joven cristiano y antiguo activista LGBTIQ, fue detenido tras compartir en una entrevista televisiva su experiencia personal como homosexual y cómo el cristianismo había cambiado su vida. Fue denunciado a la policía, acusado de infringir la “Ley de Afirmación de la Orientación Sexual, la Identidad de Género y la Expresión de Género” y se enfrenta a un juicio, con una posible condena de cinco meses de cárcel si es declarado culpable.

La lista continúa, pero el denominador común es que todas estas leyes son extremadamente amplias y hacen vulnerables a los cristianos que expresan sus creencias sobre cuestiones morales.

¿Hacen algo los gobiernos para proteger la libertad religiosa en sus países?

La mayoría de los gobiernos de Europa piensan en las cuestiones de libertad religiosa únicamente a escala mundial. Incluso el enviado especial para la Libertad Religiosa de la UE sólo se ocupa de la persecución religiosa fuera de la UE.

Además, debido al escaso conocimiento religioso de los periodistas, los medios de comunicación informan poco sobre las restricciones a la libertad religiosa en Europa. Esto conduce a una falta de sensibilidad de nuestros gobiernos sobre los abusos internos a la libertad religiosa y contribuye a políticas que erosionan la libertad religiosa en nombre de la protección de otros intereses humanos.

¿Ha afectado la guerra en Ucrania a la libertad religiosa?

Desde la invasión de Ucrania por Rusia, han aumentado los delitos de odio contra los cristianos y las restricciones a la libertad religiosa. Sin embargo, estas cuestiones son complejas, ya que están entrelazadas con otros elementos como la política y el origen étnico. En febrero de 2023, unos 297 edificios cristianos habían sido destruidos durante la guerra y, en octubre de 2023, 124 de los 295 sitios culturales de la UNESCO dañados eran edificios religiosos. Todas estas cifras indican un ataque desproporcionado contra las iglesias.

Los líderes cristianos que se pronunciaron en contra de la guerra también fueron objeto de ataques específicos. Recientemente, el arzobispo Viktor Pivovarov, de la Iglesia Tikhonita Rusa de la Santa Intercesión, fue amenazado, procesado, multado y encarcelado por unos sermones en los que criticaba la guerra. Durante la investigación, las fuerzas rusas también intentaron demoler su iglesia, por considerarla un lugar público donde se cometían crímenes contra el Estado.

Europa adolescente

Europa bebe de las fuentes de la cultura grecorromana, del renacimiento y la revolución francesa, pero su rostro no sería el que es sin la tradición judeocristiana y más específicamente del humanismo cristiano.

15 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Fue un informativo espectacular el que dirigió Carlos Franganillo en vísperas de las elecciones europeas. Desde Normandía a Ucrania, de Bruselas a Washington y de España a Lesbos y Atenas para hablar del ayer y hoy de Europa. Pero hubo una gran olvidada: Roma.

Hubiera dado lo mismo si lo hubiera realizado cualquier otra cadena, rara vez se alude a las raíces cristianas del viejo continente. Como un adolescente que se avergüenza de sus padres en público, la Europa del siglo XXI reniega de quien le dio la vida, de quien la alimentó, vistió y cuidó, buscando una nueva identidad que le haga sentirse autónoma, independiente, «mayor».

Lo cierto es que, por muy estupendos que nos pongamos, en el panorama geopolítico mundial nuestro estatus es cada vez más insignificante frente a las grandes potencias que cortan actualmente el bacalao.

En su papel de madre, la Iglesia católica ha advertido una y otra vez sobre las malas compañías de esta niña consentida que, criada entre algodones gracias al patrimonio trabajado por sus padres, continúa creyéndose superior a los demás.

El obispo de Roma ha venido en llamar a estas amistades “peligrosas colonizaciones ideológicas, culturales y espirituales” y las acusa de “mirar sobre todo al presente, renegar del pasado y no mirar al futuro”.

Frente a la realidad actual, el ejemplo de los padres fundadores de la Unión Europea, que no se preocuparon tanto de sí mismos, de su presente, de su bienestar, de su influencia política, sino del futuro de todos tras los horrores vividos en la Segunda Guerra Mundial. Y lo hicieron sin renegar del pasado, tomando los valores cristianos como base de su proyecto.

Fueron cuatro los artífices del tratado de Roma por el que se constituyó la Comunidad Económica Europea, germen de la actual UE: el francés de origen luxemburgués Robert Schuman, el alemán Konrad Adenauer, el italiano Alcide De Gasperi y el francés Jean Monnet.

No por casualidad, los tres primeros se apoyaban en profundas convicciones cristianas para desarrollar su actividad política, «una de las más elevadas formas de caridad» como la definirían los papas del siglo XX.

Dos de ellos, incluso, están considerados «siervos de Dios» y tienen abierto su proceso de beatificación, concretamente Schuman y De Gasperi. Su caridad política, su deseo de amar al prójimo como a uno mismo, cada uno desde su responsabilidad como hombres de estado, no escondía fines proselitistas, sino una honda convicción democrática y de escrupuloso respeto a la separación Iglesia-Estado.

Aquel impulso inicial, basado en los valores evangélicos de la paz, la solidaridad y la búsqueda del bien común fue perdiendo fuelle en la medida en que nos fuimos olvidando de los vínculos espirituales y culturales para dejar solo el económico como único punto de unión.

¿Y cuál dirían ustedes desde su experiencia que es el principal motivo de ruptura de cualquier familia bien avenida? Acertaron: la intromisión del dinero, sobre todo por exceso como cuando llega una herencia inesperada.

Así que aquí estamos, en una Europa rica y dividida (el brexit no es solo una anécdota), polarizada en los extremos según los resultados de las últimas elecciones y con muy pocas cosas claras sobre lo que quiere ser, sobre cuál es su vocación más allá de la de endiosar a la ideología influencer de turno.

Ciertamente Europa bebe de las fuentes de la cultura grecorromana, del renacimiento y la revolución francesa, pero su rostro no sería el que es sin la tradición judeocristiana y más específicamente del humanismo cristiano.

En este sentido reflexionaba el Papa hace unos días en su visita al Capitolio, precisamente el lugar en el que se firmó el tratado de Roma. Allí afirmó que “la cultura romana, que sin duda experimentó muchos buenos valores, necesitaba por otra parte elevarse, confrontarse con un mensaje de fraternidad, amor, esperanza y liberación más amplio. (…) El brillante testimonio de los mártires y el dinamismo de caridad de las primeras comunidades de creyentes interceptaron la necesidad de escuchar nuevas palabras, palabras de vida eterna: el Olimpo ya no era suficiente, había que ir al Gólgota y ante la tumba vacía del Resucitado para encontrar las respuestas al anhelo de verdad, justicia y amor”. No se podía decir mejor.

Al hilo de este problema con la adolescente Europa, escuché el otro día una frase que viene al caso. Decía: «padres que se arrodillan, hijos que se levantan». Es oportuna porque, además de seguir ejerciendo como buena madre su papel profético y machacón, la Iglesia –que componemos toda la comunidad de creyentes– tiene la necesidad de rezar, como Santa Mónica, por el hijo rebelde.

Confiemos en que la adolescente Europa de posguerras pueda rectificar a tiempo, levantarse, redescubrir su identidad y decir, como hemos dicho todos recordando nuestra tozudez adolescente, aquello de: “es verdad que mi madre tenía sus fallos, ¡pero cuánta razón llevaba!”.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Hacia una libertad solidaria

La visión individualista desconecta la libertad del bien común, de la solidaridad y del amor. En cambio, una visión solidaria de la libertad la engrandece, pues permite una toma de decisiones más amplia, pensando en el bien del otro, de la comunidad política, de la humanidad.

15 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En nuestros días, una concepción individualista de la libertad, gestada sobre todo en los pasillos de las universidades americanas, ha identificado la idea de libertad con la capacidad de elección.

De acuerdo con esta visión, verdadero caramelo envenenado, aumentar la libertad humana consiste exclusivamente en crear nuevos espacios de elección. Soy más libre si puedo trabajar en cualquier país de la Unión Europea que si puedo hacerlo solo en mi propio país; si puedo cambiarme de sexo cuando así lo decida que si no puedo hacerlo, o si puedo casarme con una o varias personas pertenecientes a uno de los diferentes géneros afectivos (bisexual, pansexual, polisexual, asexual, omnisexual, etc.) que si solo cabe la opción heterosexual. Se considera más libre a una mujer que puede decidir la interrupción de un embarazo con plena libertad por causas ilimitadas (económicas, psicológicas, estéticas), que si tiene que justificarlas o rechaza de plano el aborto, quien puede decidir entre consumir o no consumir drogas que quien no puede, o distribuir pornografía sin restricción alguna que con ella.

Llevada hasta sus últimas consecuencias, esta visión individualista de la libertad culmina cuando se conquista el espacio de la propia libertad, es decir, cuando se puede tomar la decisión de acabar con la propia vida y por tanto con la misma capacidad de tomar decisiones. De esta forma, el círculo queda perfectamente cerrado.

Libertad e independencia

Esta visión miope de la libertad se funda en una ética que su gran defensor, el filósofo norteamericano Ronald Dworkin, denominó independencia ética. La independencia ética otorga una soberanía personal absoluta en el ámbito de lo que Dworkin llama materias fundacionales (vida, sexo, religión, entre otras), de modo que, en estas cuestiones, una persona nunca debe aceptar un juicio ajeno en lugar del propio. Ahí radica su dignidad.

Para implantar este modelo social, los poderes públicos deben abstenerse de dictar convicciones éticas a sus ciudadanos sobre lo que es mejor o peor para alcanzar una vida lograda. Como la libertad es una materia fundacional, ningún gobierno debe limitarla salvo cuando sea necesario para proteger la vida (no la embrionaria, ni la terminal), la seguridad o la libertad de los demás (especialmente para imponer la no discriminación). Esta concepción individualista busca a toda costa erradicar cualquier tipo de paternalismo ético que pueda favorecer una elección sobre otras.

En el fondo Dworkin cayó, sin darse cuenta, en su propia trampa. Su requerimiento de que los poderes públicos deben abstenerse de dictar convicciones éticas a sus ciudadanos constituye, en sí mismo, la imposición de una convicción ética. Aparte de este error estructural, que daña los pilares de su propia construcción intelectual, me parece que este modo de entender la libertad y la ética que la sustenta es enormemente reduccionista, por lo que empobrece el mismo sentido de la libertad y la moralidad. Por lo demás, la pretendida neutralidad ética buscada por Dworkin es imposible de conseguir dada la intrínseca conexión entre la moralidad y la política.

Es cierto que la libertad de elección es una de las más importantes expresiones de nuestra libertad humana, y como tal debe ser protegida, aunque no de forma absoluta, pero la libertad es más, mucho más, que la mera elección. La libertad se encuentra también, y creo que en un estado más puro y sublime, en la capacidad de aceptar.

En clave de aceptación

Obra con una libertad maravillosa quien acepta a sus padres y hermanos, su tierra y su cultura, su lengua y su historia, su enfermedad, su despido, por más que no haya decidido sobre ello. Actúa con gran libertad quien acepta el hecho de haber nacido sin haber sido preguntado, e irse de este mundo sin conocer el momento preciso. La aceptación de la realidad tal y como es, y sobre todo la aceptación de la realidad fundante, esto es, de Dios, de su paternidad y misericordia, es, en mi opinión, el mayor acto de libertad humano, y el que nos abre de par en par las puertas del Amor.

La visión individualista desconecta la libertad del bien común, de la solidaridad y del amor. Existe una intrínseca conexión entre el bien particular y el bien común, la moral privada y la pública, el amor a uno mismo y el amor a los demás, pues la unidad del amor, del bien y, por tanto, de la moralidad, es indestructible. Vienen de fábrica. Esta unidad del amor y del bien hacen que el recto ejercicio de la libertad sea netamente solidario, por más que la toma de decisiones pueda ser individual. Por eso, una visión solidaria de la libertad en modo alguno reduce la libertad individual, sino que la engrandece, pues permite una toma de decisiones más amplia, pensando en el bien del otro, de la comunidad política, de la humanidad y no solo en el interés propio. Se trata de una libertad fundada en el amor, que es la fuente de la libertad.

El siglo XXI se ha llamado el siglo de la solidaridad, como el siglo XX lo fue de la igualdad y el XIX de las libertades. Ha llegado el momento de desarrollar un marco para una auténtica libertad solidaria, que sea la máxima expresión del correcto ejercicio de la libertad individual.

El autorRafael Domingo Oslé

Catedrático y titular de la Cátedra Álvaro d'Ors
ICS. Universidad de Navarra.

Mundo

Religiones y política en Marruecos

Con este artículo, el historiador Gerardo Ferrara concluye una serie de dos escritos sobre religión, cultura, historia y política en Marruecos.

Gerardo Ferrara·15 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

El Sahara Occidental es una de las disputas territoriales más antiguas y complejas de la historia contemporánea y se remonta a la época colonial. Esta región, de hecho, constituía una provincia española conocida como Sahara Español y fue reclamada en 1975 (fin del dominio colonial español sobre la región) tanto por Marruecos como por Mauritania.

La cuestión del Sahara Occidental

La zona siempre ha estado habitada por el pueblo saharaui, que habla la lengua árabe “hassaniya” (una forma particular del árabe magrebí que difiere en parte del marroquí) y pertenece al grupo etnolingüístico de los moriscos (bereberes arabizados).

Ya en 1973 se había creado el Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro con el objetivo de conseguir la independencia de la región. En 1975, tras la Marcha Verde (manifestación masiva organizada por el gobierno marroquí para conseguir la independencia de la región saharaui de España y su anexión a Marruecos), España se retiró de la zona, que fue invadida entonces por Marruecos y Mauritania, lo que desencadenó un conflicto armado con el Frente Polisario. En 1976, este último proclamó el nacimiento de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), reconocida por varios países y la Unión Africana, pero no por Naciones Unidas.

En 1979, Mauritania renunció a sus reivindicaciones sobre el Sahara Occidental, dejando a Marruecos el control de la mayor parte del territorio. El conflicto duró hasta 1991, cuando las Naciones Unidas negociaron un alto el fuego y establecieron la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental (MINURSO), con el objetivo de organizar un referéndum para determinar el futuro del territorio. Sin embargo, dicho referéndum nunca llegó a celebrarse, debido al desacuerdo entre las partes tanto sobre la composición del electorado como sobre la forma de votar.

Marruecos sigue considerando el Sahara Occidental parte integrante de su territorio y ha puesto en marcha una política de desarrollo e inversión en la región. Por otro lado, el Frente Polisario sigue luchando por la independencia y gestiona campamentos de refugiados saharauis en la vecina Argelia, donde viven muchos refugiados desde hace décadas (Marruecos está enfrentado a Argelia principalmente por esta cuestión, ya que Argelia siempre ha apoyado al Frente Polisario también para desestabilizar a su vecino).

En los últimos años se han producido importantes avances diplomáticos, como el reconocimiento estadounidense de la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental en 2020, a cambio de la normalización de las relaciones entre Marruecos e Israel. Sin embargo, la comunidad internacional sigue dividida sobre la cuestión, y el futuro del Sahara Occidental es más incierto que nunca.

Los judíos de Marruecos

Actualmente, el 99% de la población marroquí es musulmana suní. Sin embargo, una antiquísima comunidad judía, una de las más importantes del mundo árabe-islámico, está presente en el país desde hace miles de años. Diversas leyendas remontan sus orígenes, incluso, a la época de Josué. Las comunidades que ya vivían en Marruecos desde hacía varios siglos se vieron reforzadas más tarde por la oleada de refugiados israelitas expulsados de España en 1492, que trajeron a Marruecos el esplendor de la edad de oro andalusí.

Durante siglos, musulmanes y judíos coexistieron productivamente en el país magrebí, y los israelitas, a quienes los gobernantes musulmanes animaban a convivir con el resto de la población en barrios mixtos, prefirieron en cambio habitar en barrios separados, que tomaron el nombre de “mellah”, topónimo típicamente marroquí de la tierra por la que se conocía parte de la ciudad de Fez.

En 1764, el rey Mohammed III ordenó a muchas familias de mercaderes judíos que se establecieran en la nueva ciudad de Mogador. Se formó así una nueva clase mercantil privilegiada, que tomó las riendas de una vasta actividad comercial en todo el Mediterráneo. Sin embargo, a pesar de esta nueva condición, los judíos marroquíes, en gran medida excluidos de este proceso económico, siguieron dedicándose a los oficios tradicionales, especialmente a la artesanía.

Con la conferencia de Algeciras de 1906, el territorio marroquí se dividió en dos zonas de influencia, una francesa y otra española, y en 1912 se establecieron dos protectorados diferentes.

Sin embargo, la parte norte (la parte francesa, es decir, Marruecos propiamente dicho) siguió gozando de cierta autonomía, de modo que la comunidad judía marroquí pudo preservarse de las leyes raciales aplicadas en el resto del Magreb (Argelia y Túnez) durante el régimen de Vichy, ya que el rey Mohammed V (Marruecos era un protectorado de Francia) se negó a hacerlas operativas en su país.

Aparte del grave pogromo de Oujda, en 1948, tras la proclamación del Estado de Israel, que causó 40 muertos entre la población israelita de la ciudad, tras la independencia de Marruecos en 1956, la actitud de las autoridades marroquíes hacia los judíos fue, al menos hasta cierto punto, encomiable. Los judíos marroquíes, de hecho, habían sido considerados durante mucho tiempo ciudadanos como los demás y, por tanto, menos influidos por la cultura francesa que sus correligionarios argelinos y tunecinos. Hablaban mayoritariamente español o árabe, ocupaban puestos importantes en el gobierno y algunos de ellos eran miembros del ejército regular.

Sin embargo, si en 1956 la población marroquí de religión judía ascendía a 263.000 personas, en 1961, época de la primera crisis real en las relaciones entre judíos y musulmanes, 40.000 judíos ya habían abandonado el país. Hasta 1978, la emigración no cesó, hasta el punto de que hoy en día sólo quedan en el país 2 ó 3 mil ciudadanos de religión judía, la mayoría de los cuales viven en Casablanca, Marrakech y Rabat.

Cristianismo en Marruecos

Los cristianos en Marruecos son una ínfima minoría, entre 20.000 (según el Pew-Templeton Global Religious Futures, GRF) y 40.000 (según el Departamento de Estado de Estados Unidos), nada comparado con la antigüedad (el cristianismo llegó a Marruecos ya en tiempos de los romanos cuando lo practicaban los bereberes de la entonces provincia de Mauretania Tingitana, pero de hecho desapareció tras la conquista islámica) y la época colonial (la presencia europea en el país había elevado el número de creyentes cristianos a más de medio millón, casi la mitad de la población de Casablanca, de los cuales al menos 250 mil eran españoles).

Tras la independencia en 1956, muchas instituciones cristianas siguieron activas, aunque la mayoría de los colonos europeos abandonaron el país en los años inmediatamente posteriores. A pesar de ello, la comunidad cristiana ha podido seguir existiendo gracias sobre todo a los expatriados y emigrantes, especialmente del África subsahariana: estos constituyen una gran parte de los fieles cristianos de Marruecos, junto con un número muy reducido de marroquíes conversos.

Sin embargo, no hay cifras oficiales, en parte por el temor de muchos conversos al cristianismo desde el islam. Se habla de 5.000 cristianos expatriados y de 3 a 45.000 conversos locales (esta última cifra la proporciona la ONG Voz de los Mártires, VOM), y la práctica de la apostasía del islam se extiende en secreto no sólo en las ciudades, sino también en las zonas rurales.

El temor a que los apóstatas del islam se declaren cristianos deriva tanto de las tradiciones religiosas (en el islam, la apostasía se castiga con la muerte) como de las normas sancionadas por el Código Penal, que prohíbe el proselitismo y la conversión del islam a otras religiones (antaño más comunes, sobre todo bajo el protectorado francés), a pesar de que la más reciente Constitución marroquí de 2011 establece (artículo 3) que “el islam es la religión del Estado”, pero el propio Estado “garantiza a cada uno el libre ejercicio de su religión”.

De hecho, el Código Penal marroquí (que sigue considerando delitos la ruptura del ayuno en público durante el mes sagrado del Ramadán, las relaciones sexuales fuera del matrimonio o la blasfemia) establece, en su artículo 220, que quien induzca o anime a un musulmán a convertirse a otra religión incurrirá en una pena de prisión de tres a seis meses y una multa de 200 a 500 dirhams.

Por lo tanto, si la apostasía por parte de quien la comete no es en sí misma un delito penal (sí lo es para quienes inducen a un musulmán a convertirse), sí conlleva de hecho una especie de “muerte civil”, ya que el apóstata, según el Código de Familia del país, se ve afectado por una serie de graves impedimentos, especialmente en materia de matrimonio, custodia de los hijos y sucesión. De hecho, el matrimonio de un musulmán que se convierte a otra religión se disuelve y se le revoca el derecho a la custodia y tutela de sus hijos. Si el apóstata, por tanto, es una mujer, sólo podrá tener la custodia del hijo hasta la edad en que tenga capacidad de discernimiento en materia religiosa. En cuanto a la sucesión, el apóstata no tiene derecho a la herencia, que se garantiza exclusivamente a los herederos musulmanes.

Entre las comunidades cristianas, la más numerosa es la católica, con varias parroquias, instituciones caritativas y sobre todo escuelas en todo el país, especialmente en Casablanca, Rabat y otras grandes ciudades. También están presentes las Iglesias protestante y ortodoxa. Todas las Iglesias están especialmente comprometidas en la asistencia y acogida a los expatriados, pero también y sobre todo a los refugiados, desplazados e inmigrantes, especialmente subsaharianos.

En los últimos años, se han realizado esfuerzos para promover el diálogo interreligioso. El rey Mohammed VI ha expresado su compromiso con la tolerancia religiosa y la coexistencia pacífica entre las distintas comunidades, y acontecimientos como la visita del Papa Francisco en 2019 han subrayado la importancia del diálogo entre musulmanes y cristianos para fomentar la paz y el entendimiento mutuo.

Vaticano

El Papa alaba el trabajo de los humoristas como promotores de paz

En un encuentro con humoristas de todo el mundo, el Papa Francisco ha alabado su trabajo como promotores de paz y la facilidad con la que aportan una visión crítica sobre todo tipo de cuestiones al tiempo que hacen reír.

Paloma López Campos·14 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco ha reunido a humoristas conocidos de distintos países durante un encuentro en el Vaticano. Entre los asistentes más reconocidos han estado Jimmy Fallon, Belén Cuesta o Lino Banfi.

El Santo Padre ha afirmado al inicio de su discurso que mira “con admiración a los artistas que se expresan en el lenguaje de la comedia, el humor, la ironía”. En su opinión, son los profesionales “más queridos, buscados, aplaudidos” porque “tienen y cultivan el don de hacer reír”.

Francisco ha querido resaltar la labor de los profesionales del humor y su “poder de difundir serenidad y sonrisas”. Ellos, a través de su trabajo, llegan “a personas muy diferentes, de distintas generaciones y procedencias culturales”.

Esta es una labor importante, ha asegurado el Pontífice. “La alegría permite compartir y es el mejor antídoto contra el egoísmo y el individualismo”, ha dicho el Papa. No solo eso, sino que los humoristas son un recuerdo para todos de que “la diversión lúdica y la risa son fundamentales en la vida humana, para expresarnos, para aprender, para dar sentido a las situaciones”.

Humoristas como promotores de unidad

En este sentido, el Papa ha agradecido el “don precioso” del talento de estos profesionales. Su trabajo, ha explicado, “difunde la paz”. Y, dejando ver una faceta personal, Francisco ha confesado que él reza “cada día con las palabras de santo Tomás Moro: ‘Dame, Señor, sentido del humor’”.

El obispo de Roma también ha declarado que los humoristas “consiguen otro milagro: logran hacer sonreír a la gente incluso cuando tratan problemas, pequeños y grandes hechos de la historia”. Algo que no hacen a través “de la alarma o el terror, la ansiedad o el miedo”, sino con “sentido crítico haciendo reír y sonreír”.

Pero este efecto no solo lo logran en las personas. El Papa ha dicho a los humoristas que “cuando consiguen hacer brotar sonrisas inteligentes de los labios de un solo espectador, hacen sonreír también a Dios”.

Los límites del humor

Francisco también ha reflexionado sobre el humor como herramienta “para comprender y ‘sentir’ la naturaleza humana”. A través de él, se pueden “reunir realidades diferentes y a veces incluso opuestas”.

Por último, el Pontífice ha respondido una pregunta que muchos se hacen: “¿Se puede también reír de Dios?”. Su respuesta ha sido clara: “Por supuesto, como jugamos y bromeamos con las personas que queremos”. Sin embargo, hay un límite, hay que evitar “ofender los sentimientos religiosos de los creyentes, sobre todo de los pobres”.

El Papa ha finalizado su discurso animando a los humoristas a seguir con su trabajo. “Ayúdennos, con una sonrisa, a ver la realidad con sus contradicciones, y a soñar con un mundo mejor”.

Vaticano

El Papa a los Movimientos Eclesiales: superad las cerrazones y cultivad la humildad

Representantes de Asociaciones de fieles, Movimientos Eclesiales y nuevas Comunidades se reunieron con el Santo Padre en Roma.

Giovanni Tridente·14 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Pensar según Dios, superar toda cerrazón y cultivar la humildad. Estas son las tres «virtudes sinodales» que el Papa Francisco propuso a los más de 200 representantes de Asociaciones de fieles, Movimientos Eclesiales y nuevas Comunidades reunidos en el Aula Nueva del Sínodo para la reunión anual convocada por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.

El Pontífice reiteró también la importancia de la conversión espiritual para hacer de la sinodalidad un «estilo eclesial» compartido. Prohibición, por tanto, de actitudes de orgullo y cerrazón que van en detrimento de una visión abierta e inclusiva de la misión de la Iglesia. No es casualidad que el título de la reunión convocada este año por el Dicasterio fuera «El desafío de la sinodalidad para la misión». Una oportunidad para hacer balance de cómo avanza este tiempo de consulta, reflexión y diálogo en las decenas de Asociaciones de Fieles repartidas por el mundo.

Sintonizar con Dios

Entrando en los méritos del discurso del Papa, la invitación inicial se refirió a la necesidad de pasar de un «mero pensamiento humano» a un «pensamiento de Dios», recordando que el protagonista de todo camino evangelizador y sinodal es el Espíritu Santo.

«No demos nunca por descontado que estamos en sintonía con Dios», amonestó el Santo Padre, animando a superar las modas eclesiales para abrazar auténticamente la voluntad de Dios.

La tentación del círculo cerrado

En segundo lugar, Francisco advirtió contra la tentación del «círculo cerrado», invitando a abrirse con grandeza de ánimo también a nuevas modalidades pastorales, dejándose «herir» por la voz y la experiencia de los demás, especialmente de aquellos que no pertenecen al propio recinto o círculo.

En efecto, es necesario partir del presupuesto -dirigiéndose directamente a los Movimientos- de que «su propia espiritualidad, son realidades para ayudar a caminar con el Pueblo de Dios, pero no son privilegios».

Humildad contra las divisiones

Por último, el tercer aspecto: la necesidad de cultivar la humildad, definida por el Papa como la «puerta de entrada a todas las virtudes». Sólo los humildes, de hecho, valoran a los demás y hacen emerger el «nosotros» de la comunidad, evitando escisiones y tensiones.

«Y si nos damos cuenta de que, de alguna manera, un poco de soberbia, o de orgullo, ha hecho brecha en nosotros, entonces pedimos la gracia de volver a convertirnos a la humildad», explicó Francisco. Sólo quien es humilde es capaz de realizar «grandes cosas en la Iglesia», porque «tiene una base sólida, fundada en el amor de Dios, que nunca falla, y por eso no busca otros reconocimientos».

El Encuentro

La jornada se había abierto con la celebración de la Santa Misa en la Basílica de San Pedro, presidida por el Cardenal Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio, quien también introdujo el encuentro inmediatamente después de la Audiencia con el Papa.

La sinodalidad, dijo Farrell, no se pone en práctica insertando a los laicos en «lugares de poder» o creando organismos para mostrar que están «más implicados en los procesos de toma de decisiones». Se trata más bien de fomentar esa comunión que debe servir «para caminar verdaderamente juntos -laicos y pastores, carismas e instituciones eclesiales- y encontrar juntos el camino que el Espíritu indica para llevar adelante, con nuevo impulso, la misión evangelizadora de la Iglesia».

Este tema fue abordado en detalle por Rafael Luciani, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello de Venezuela, seguido por Elisa Lisiero, funcionaria del Dicasterio, quien exploró el tema de la sinodalidad en la experiencia de los movimientos.

Las 117 asociaciones

Actualmente hay 117 instituciones bajo la jurisdicción directa del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, divididas entre asociaciones internacionales de fieles, privadas y públicas, y otras entidades con personalidad jurídica. La lista y los contactos están disponibles gratuitamente en el sitio web del Dicasterio.

La última asociación en orden de tiempo que ha recibido el reconocimiento pontificio es la «Comunidad Magnificat«, que sitúa la Eucaristía en el centro de la vida personal y comunitaria de sus miembros y la evangelización como carisma principal; cuenta con decenas de Fraternidades en Italia, Rumanía, Turquía y Argentina.

Reverendo SOS

10 generadores de vídeo por IA para la labor pastoral

En este artículo, se presentan diez portales de generador de vídeo mediante inteligencia artificial y las características de algunos de ellos. Una herramienta perfecta para la labor evangelizadora de la Iglesia en el ámbito digital.

José Luis Pascual·14 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En un mundo cada vez más digitalizado, la Iglesia enfrenta el desafío de llegar a una audiencia diversa y globalizada. La evangelización, el acto de compartir la fe y la enseñanza religiosa, ha evolucionado con el tiempo, y, hoy en día, la tecnología juega un papel crucial en este proceso. Los generadores de vídeo por inteligencia artificial (IA) ofrecen una herramienta poderosa para la difusión del mensaje religioso de manera creativa y convincente. Hoy exploraremos 10 generadores de vídeo por IA que la Iglesia puede aprovechar para su labor pastoral.

-Renderforest: Plataforma versátil que permite a los usuarios crear vídeos personalizados mediante plantillas preestablecidas. Esta herramienta es especialmente útil para la creación de vídeos promocionales de eventos parroquiales, catequesis y mensajes pastorales. Con una amplia gama de opciones de personalización, Renderforest ofrece una forma fácil y accesible de transmitir mensajes religiosos de manera efectiva.

-Lumen5: Utiliza IA para convertir texto en vídeos atractivos en cuestión de minutos. Esta herramienta es ideal para la creación de vídeos educativos sobre la fe, reflexiones pastorales y citas bíblicas. La Iglesia puede aprovechar Lumen5 para llegar a una audiencia más amplia a través de plataformas de redes sociales y sitios web, compartiendo contenido catequético de manera visualmente atractiva.

-Wibbitz: Es una plataforma que utiliza IA para crear vídeos a partir de contenido existente, como artículos de blog o publicaciones en redes sociales. Esta herramienta es perfecta para transformar contenido catequético en vídeos informativos y accesibles que ayuden a enseñar los principios de la fe de manera dinámica. Con Wibbitz, la Iglesia puede llegar a una audiencia más amplia y diversa con mensajes pastorales relevantes y conmovedores.

-Clipchamp: Editor de vídeo en línea que utiliza IA para simplificar el proceso de edición de vídeo. Esta herramienta es ideal para la creación de vídeos promocionales de eventos pastorales, testimonios de fe y mensajes de esperanza. Con Clipchamp, la Iglesia puede crear vídeos profesionales con facilidad y rapidez, lo que le permite compartir su enseñanza de amor y misericordia de manera efectiva.

-Animaker: Plataforma intuitiva que permite a los usuarios crear vídeos de animación de manera sencilla. Esta herramienta es perfecta para contar historias bíblicas de manera visualmente atractiva, llegando así a un público más joven y diverso. La Iglesia puede utilizar Animaker para compartir enseñanzas religiosas de una manera creativa y dinámica, fomentando así la participación y el compromiso.

-Moovly: Es una plataforma que ofrece una amplia biblioteca de activos multimedia para la creación de vídeos. Esta herramienta es ideal para la creación de vídeos informativos sobre la historia y las enseñanzas de la Iglesia, así como para la promoción de eventos y actividades pastorales. Con Moovly, la Iglesia puede crear vídeos inspiradores que fortalezcan la fe de los fieles y fomenten la participación en la vida parroquial.

-Adobe Premiere Pro: Software de edición de vídeo profesional que utiliza IA para simplificar tareas de edición complejas. Esta herramienta es ideal para la creación de vídeos de alta calidad con efectos visuales impresionantes y gráficos cautivadores. 

-Filmora: Software de edición de vídeo fácil de usar que utiliza IA para mejorar la calidad de los vídeos. Esta herramienta es perfecta para la creación de vídeos devocionales y catequéticos que ayuden a profundizar en la comprensión de la fe. La Iglesia puede utilizar Filmora para crear vídeos inspiradores que fortalezcan la vida espiritual de los fieles y los guíen en su camino de fe.

Magisto: Plataforma que utiliza IA para crear vídeos de manera automática a partir de fotos y vídeos existentes. Esta herramienta es ideal para recopilar y compartir momentos significativos de la vida parroquial, como celebraciones litúrgicas y actividades comunitarias. Con Magisto, la Iglesia o parroquia puede crear vídeos que capturen la belleza y la alegría de la vida cristiana, fomentando así un sentido de pertenencia y unidad entre los fieles.

HitFilm Express: Software de edición de vídeo gratuito que ofrece potentes herramientas de edición y efectos visuales. Es ideal para la creación de vídeos pastorales de alta calidad sin incurrir en costos adicionales. 

En conclusión, los generadores de vídeo por IA ofrecen a la Iglesia una oportunidad única para llevar el mensaje de Cristo a nuevas audiencias de manera creativa y convincente. Desde la creación de vídeos educativos hasta la promoción de eventos pastorales, estas herramientas pueden ser utilizadas para fortalecer la fe y la vida parroquial en el mundo digital de hoy.

Vaticano

Primacía del Papa, comunión, unidad y sinodalidad

El Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos ha publicado un documento que recoge las respuestas a los diálogos ecuménicos sobre el ministerio del Papa iniciado por san Juan Pablo II.

Andrea Acali·13 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

La primacía del Papa ha sido siempre uno de los mayores obstáculos en el camino hacia la plena unidad de las Iglesias cristianas. El diálogo ecuménico avanza y ahora el Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos ha publicado un documento de estudio, «El Obispo de Roma. Primacía y sinodalidad en los diálogos ecuménicos y respuestas a la encíclica Ut unum sint’, con la aprobación del Papa Francisco, que resume por primera vez las respuestas a la encíclica de San Juan Pablo II y a los diálogos ecuménicos sobre la cuestión de la primacía y la sinodalidad. 

El documento concluye con una propuesta del Dicasterio que identifica las sugerencias más significativas presentadas para un ejercicio renovado del ministerio de unidad del Obispo de Roma «reconocido por todos y cada uno».

«El objetivo del documento -dijo el Prefecto del Dicasterio, el Cardenal Kurt Koch,- es ofrecer una síntesis objetiva de los recientes desarrollos en la discusión ecuménica reflejando las ideas y limitaciones de los documentos de diálogo y una breve propuesta del pleno del Dicasterio que identifica las sugerencias más significativas sobre el ministerio de unidad del Obispo de Roma». El documento incorpora unas 30 respuestas a la encíclica Ut Unum Sint y 50 documentos de diálogo sobre el tema, así como las opiniones de expertos católicos, protestantes y ortodoxos.

«Todo el mundo -añadió Koch- está de acuerdo en la necesidad de la unidad a nivel universal, pero la forma de ejercerla está sujeta a diferentes interpretaciones. A diferencia de las polémicas del pasado, la cuestión del primado no se ve sólo como un problema, sino como una oportunidad para reflexionar sobre la naturaleza de la Iglesia y su misión en el mundo».

Una de las ideas más interesantes tiene que ver con el ejercicio del ministerio petrino intrínseco a una dinámica sinodal, como señaló el cardenal Grech, Secretario General de la Secretaría General del Sínodo: «Esta investigación resulta inestimable para responder a la petición de Juan Pablo II en Ut unum sint: una ‘forma de ejercicio del primado que, sin renunciar en absoluto a la naturaleza esencial de su misión, se abra a una nueva situación'». 

Grech se refirió también «a la época de los grandes concilios: mientras nos preparamos para celebrar el aniversario del Concilio de Nicea, no podemos olvidar que fue el emperador Constantino quien lo convocó. Y ello porque la Iglesia antigua, que era sin duda una Iglesia sinodal, no había madurado un consenso pleno en torno al primado». Por último, el cardenal subrayó cómo el proceso sinodal pone de relieve un nuevo «modo de ejercer el ministerio petrino» que «la Iglesia, a través del proceso sinodal, ya reconoce». 

La dinámica sinodal, desarrollada sobre el triple registro de la communio – fidelium, Ecclesiarum, episcoporum – muestra cómo sería posible llegar a un ejercicio de la primacía a nivel ecuménico». 

El representante de la Iglesia Apostólica Armenia ante la Santa Sede, Su Eminencia Khajag Barsamian, calificó el documento de «punto de partida renovado para el diálogo ecuménico. Los primeros siglos son una fuente de inspiración para la realidad actual, no sólo en términos de derecho, sino de comunión. Había una enorme diversidad de modelos eclesiásticos: estamos convencidos de que estas formas de comunión deben seguir siendo paradigmáticas». También subrayó la importancia de la sinodalidad para la plena comunión.

Por su parte, el representante del arzobispo de Canterbury ante la Santa Sede, Ian Ernst, subrayó la necesidad de una «reformulación del Vaticano I, que sigue siendo un gran escollo para el diálogo ecuménico porque hoy resulta incomprensible. Es necesario volver a presentarlo a la luz de una eclesiología de comunión que aclare los términos». Y ésta, como aclaró Koch, es una de las propuestas del documento de estudio, sobre el que se trabajará en los próximos años.

Otras sugerencias incorporadas en el documento incluyen una distinción más clara entre las diferentes responsabilidades del Obispo de Roma, en particular entre su ministerio patriarcal en la Iglesia Occidental y su ministerio primordial de unidad en la comunión de las Iglesias, así como una distinción entre el papel patriarcal y primordial del Obispo de Roma y su función política como jefe de Estado. Otra recomendación de los diálogos teológicos se refiere al desarrollo de la sinodalidad en el seno de la Iglesia católica.

Por último, la promoción de la «comunión conciliar» mediante encuentros regulares entre los líderes de la Iglesia en todo el mundo, para hacer visible y profundizar la comunión que ya comparten. En el mismo espíritu, muchos diálogos han propuesto diversas iniciativas para promover la sinodalidad entre las Iglesias, especialmente a nivel de obispos y primados, mediante consultas regulares y acciones y testimonios conjuntos.

El autorAndrea Acali

-Roma

Vaticano

El Papa recuerda que «los pobres tienen mucho que enseñarnos»

En su mensaje para la Jornada Mundial de los Pobres de 2024 el Papa Francisco quiere que los católicos hagan suya la oración de los pobres.

Paloma López Campos·13 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El 17 de noviembre de 2024 la Iglesia católica celebra la Jornada Mundial de los Pobres. Con motivo de esta fecha, la Sala Stampa ha publicado el mensaje del Papa Francisco, quien en esta ocasión centra la mirada en la oración de los pobres.

El Santo Padre comienza su mensaje diciendo que “la esperanza cristiana abraza también la certeza de que nuestra oración llega hasta la presencia de Dios”. Pero la plegaria que Dios escucha con más atención es “la oración del pobre”. Por esto, el Pontífice considera que la oración es un “camino para entrar en comunión con ellos [los pobres] y compartir su sufrimiento”.

Basándose en el libro del Eclesiástico, el Papa Francisco subraya “el hecho de que los pobres tienen un lugar privilegiado en el corazón de Dios, de tal manera que, ante su sufrimiento, Dios está ‘impaciente’ hasta no haberles hecho justicia”.

Los pobres, rostros de Cristo

El obispo de Roma va todavía más allá y afirma que “Dios conoce los sufrimientos de sus hijos porque es un Padre atento y solícito hacia todos”. Y, “como Padre, cuida de los que más lo necesitan”.

Frente al cuidado de Dios, “la mentalidad humana exige convertirse en alguien, tener prestigio a pesar de todo y de todos, rompiendo reglas sociales con tal de llegar a ganar riqueza”. Algo que Francisco denuncia diciendo que “la felicidad no se adquiere pisoteando el derecho y la dignidad de los demás”.

Por eso es importante que los cristianos recuerden al mundo que cada persona pobre y vulnerable “lleva impreso el rostro del Hijo de Dios, y a cada uno debe llegarles nuestra solidaridad y el signo de la caridad cristiana”. En esta línea, el Papa cita la exhortación apostólica “Evangelii gaudium”: “Cada cristiano y cada comunidad están llamados a ser instrumentos de Dios para la liberación y promoción de los pobres, de manera que puedan integrarse plenamente en la sociedad; esto supone que seamos dóciles y atentos para escuchar el clamor del pobre y socorrerlo”.

Teniendo en cuenta el año de la oración convocado, el Pontífice dice que “necesitamos hacer nuestra la oración de los pobres y rezar con ellos”. Al mismo tiempo, califica el acompañamiento de los pobres como “un desafío que debemos acoger y una acción pastoral que necesita ser alimentada”.

La oración de los pobres

Para lograr el objetivo, el Papa asegura que hace falta “un corazón humilde, que tenga la valentía de convertirse en mendigo. Un corazón dispuesto a reconocerse pobre y necesitado”. Solo así, continúa Francisco, uno “recibe fuerza de Dios y en Él pone toda su confianza”. Así se alcanza la humildad, la cual “genera la confianza de que Dios nunca nos abandonará ni nos dejará sin respuesta”.

El Papa lanza también un mensaje “a los pobres que habitan en nuestras ciudades y forman parte de nuestras comunidades”. Les asegura que “Dios está atento a cada uno de ustedes y está a su lado. No los olvida ni podría hacerlo nunca”.

Tampoco los cristianos pueden olvidar a los pobres, por eso, el obispo de Roma considera que esta jornada mundial “es ya una cita obligada para toda comunidad eclesial. Es una oportunidad pastoral que no hay que subestimar, porque incita a todos los creyentes a escuchar la oración de los pobres, tomando conciencia de su presencia y su necesidad”.

En este sentido, el Papa agradece la labor de todas esas personas que ya son conscientes de esto, “sacerdotes, personas consagradas, laicos y laicas que con su testimonio dan voz a la respuesta de Dios a la oración de quienes se dirigen a Él”.

Oración y caridad

Asimismo, Francisco señala lo que las personas con pocos recursos nos enseñan a nosotros. Dice que “los pobres tienen todavía mucho que enseñar porque, en una cultura que ha puesto la riqueza en primer lugar y que con frecuencia sacrifica la dignidad de las personas sobre el altar de los bienes materiales, ellos reman contracorriente, poniendo de manifiesto que lo esencial es otra cosa”.

El Papa concluye su mensaje explicando que la oración necesita de las obras, y las obras de la oración. Pone el ejemplo de santa Teresa de Calcuta, que supo sostenerse en estos dos pilares. Siguiendo su estela, imitando a Cristo y apoyados en la Virgen María, el Santo Padre anima a cada católico a ser “peregrino de la esperanza” y a cuidar “los pequeños detalles del amor”. De esta manera, responderemos a la llamada universal para “ser amigos de los pobres”.

Recursos

5 claves para aprovechar la comunión eucarística

Comulgar es recibir a Dios realmente. Por ello, la preparación y acción de gracias de este don ayuda a sacar los mayores frutos de cada una de la veces que recibimos al Señor sacramentalmente. En este artículo, el autor repasa cinco claves o puntos para ayudarnos a vivir, de la mejor manera, la comunión.

Juan Luis Selma·13 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

Las grandes catedrales las construyeron nuestros mayores para albergar el Cuerpo de Cristo. Son, como las iglesias, la casa de Dios. 

Recuerdo las palabras que adornaban el dintel de entrada de la parroquia de mi pueblo: Domus Dei. Se entraba a la casa de Dios, y el lugar más precioso e importante era el sagrario. Así me lo enseñaron de pequeño.

La eucaristía es el tesoro de la Iglesia, el don más preciado que Dios ha hecho a los hombres. En ella está presente el Cuerpo y la Sangre de Cristo, el Hijo del Dios vivo, el mismo Dios hecho hombre.

Pan común y pan eucarístico. 

En todos los sacramentos, como en la vida de Jesús, hay una dimensión humana y divina, visible e invisible. Lo material, como el pan y el vino, nos revela la gracia que encierra. Así como el pan alimenta el cuerpo, el Pan eucarístico alimenta el alma. Aunque tiene aspecto de pan, es el Cuerpo de Cristo. Y esto es así porque lo dijo Él mismo: “Tomad y comed, esto es mi cuerpo”, “tomad y bebed, este es el cáliz de mi sangre”; y lo dijo el Hijo de Dios, Jesús, que no puede mentir ni fallar.

Les pregunté a los niños de primera comunión por qué querían comulgar. La respuesta fue “para recibir al Señor”. Una niña dijo que la Eucaristía era un banquete y un sacrificio. Creemos firmemente que, en los sacramentos, hay un misterio, algo que no podemos ver con los ojos. La presencia de Cristo en la Eucaristía es real, pero sacramental.

Hay una diferencia misteriosa, pero real, entre el pan común y el eucarístico. Al acercarnos al altar, hay que saber y creer que no recibimos una galleta sino a Dios escondido bajo las especies de pan y vino

Asimilar la Eucaristía 

Hay una diferencia entre el deseo y la realidad. Por ejemplo, me puede gustar la idea de volar, pero si salto por la ventana de un décimo piso, me haré mucho daño. Lo mismo ocurre con la comunión. 

Puedo tener muchas ganas de recibir el Cuerpo de Cristo, pero si no estoy preparado para ello, puede ser perjudicial para mí. Así como algunas personas tienen intolerancia a ciertos alimentos, yo puedo tener un impedimento para asimilar la eucaristía.

Para recibir al Señor con fruto, tengo que tener fe en su divina presencia y estar en gracia de Dios. Esto significa no tener ningún obstáculo que me impida asimilarle, es decir, el pecado. El pecado es el alejamiento voluntario de Dios, la renuncia a su amistad, más o menos consciente. No hace falta tener la intención o el deseo de ofender a Dios; basta con cometer actos que me alejen de Él.

La Escritura nos enseña que quien come y bebe el cuerpo y la sangre del Señor indignamente se hace reo de su condenación (1 Cor 11,27-29). Por eso, la Iglesia nos pide confesarnos antes de comulgar si tenemos conciencia de haber cometido algún pecado grave, como el adulterio, el homicidio, la idolatría, el robo, la mentira, etc. (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1857-1861).

En una ocasión una niña me preguntó que por qué hay colas para comulgar y no las hay para confesar. Intuía que la comunión y la confesión estaban relacionados. Hay que ponerse en estado receptivo para poder comulgar, hay que prepararse para recibir al Rey de reyes, a Dios. 

Es un alimento tan fuerte y poderoso que tenemos que tener el cuerpo y el alma preparados. 

Dios es el sumo bien, toda la bondad y la luz, la armonía completa. Para recibirle en nuestra alma hace falta una preparación, una adecuación. Es la gracia, el resplandor de su presencia, la que nos prepara para ese encuentro sublime. Si unimos todo el calor y la luz con la oscuridad y frialdad de un alma alejada de Dios, no hay contacto posible. Hace falta una preparación, una adecuación, una capacitación que viene con el sacramento de la reconciliación.

Preparar el cuerpo

No somos espíritus puros; el hombre es un ser único con alma y cuerpo. No basta la santidad del alma, su limpieza, para acercarnos a la Eucaristía. También el cuerpo debe prepararse. Jesús entra en nuestro interior; recibimos su cuerpo como alimento espiritual, como pan supremo. 

La Iglesia ha considerado desde los primeros tiempos que ese alimento espiritual no debe mezclarse con los corporales; por eso recomienda el ayuno eucarístico, antiguamente consistía en  abstenerse de todo alimento sólido o líquido desde la noche anterior. Ahora se prescribe al menos una hora antes de recibir la comunión.

Según santo Tomás de Aquino, el ayuno eucarístico se basa en tres razones principales: el respeto al sacramento, el significado de que Cristo es el verdadero alimento y para evitar el peligro de poder devolverlo.

Además, también es importante una cierta limpieza y dignidad en lo corporal: aseo personal, limpieza y cuidado del vestido. No olvidar que vamos al encuentro del Señor del Universo, del Rey de reyes, que, aunque no le importan las apariencias se merece un respeto. 

Otro asunto es el modo de recibir al Señor sacramentado. Antes se hacía siempre de rodillas y en la boca, como señal de adoración, como muestra de fe y de respeto. Ahora hay otras posibilidades, como la de recibir la comunión en la mano; esto no es una novedad, antiguamente también se hacía así. Lo importante es que seamos conscientes de lo que estamos haciendo y lo hagamos con el mayor cariño posible. Él se lo merece.

Unión a Cristo y con él a los demás

El fin de la comunión no es recibir el Cuerpo de Cristo sin más, como si se tratara de un objeto: una medallita, por ejemplo. Recibimos a Jesús vivo y vivificante, todo su amor. 

Comulgar es un encuentro que nos puede transformar, puede cambiar nuestra vida: curar nuestro egoísmo, abrir nuestro corazón a los demás, fortalecer nuestra debilidad. Es el instante estelar, la conjunción astral, la fusión nuclear.

Es la ocasión de agarrar la mano de Cristo, de escuchar sus palabras, de identificarme con Él. Para eso hace falta silencio, recogimiento, procurar la intimidad. Después de la comunión la Iglesia nos pide el silencio sagrado.

En este instante se cumple el deseo de Jesús, su petición al Padre sobre la unidad: “Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros”. Este es el sacramento de la unión, con Dios y con los hermanos. La comunión bien aprovechada me da los sentimientos de Cristo de amor al Padre y de dar la vida por los hermanos. 

En la catequesis se debe ayudar a los niños a preparar lo que le van a decir a Jesús, que es el mejor amigo, y de escucharle. 

La piedra de toque: el después de la misa

Cuando me preguntan cuál es el momento más transcendental de la misa, aun sabiendo que es la consagración, respondo que es la salida a la calle. 

En una Misa aprovechada, en una comunión eucarística viva, no solo se transforma el pan y el vino en la sangre de Cristo, también nos transformamos nosotros. 

Ahora somos otros cristos, como dice san Pablo. Por eso la misa termina con el ite misa est, con la misión. Ahora, con Cristo, asimilados a Cristo, con sus sentimientos y su mirada, con sus manos, a transformar el mundo.

Se tiene que notar que hemos comulgado. La Sangre de Cristo derramada, su Cuerpo comido, tienen una eficacia enorme de la que no acabamos de ser conscientes. El fin de la comunión no es recibir a Cristo, es ser otro Cristo. La infinita gracia de la comunión tiene energía, fuerza ilimitada, transformadora. Una sola comunión nos puede hacer santos.

El Jueves Santo Jesús instituye la Eucaristía adelantando su entrega del viernes, el derramamiento de su sangre. Después de revivir los acontecimientos pascuales en la misa, estamos capacitados para darnos a los demás, para la misión, para vivir en el día a día la unión con Cristo. 

La comunión es misterio de unidad con Dios, con la Iglesia y el mundo, con nosotros mimos. “Podéis ir en paz” dice el sacerdote, es el ite missa est, marcha en paz contigo, vive lo que has celebrado, trasmítelo a los demás. 

El autorJuan Luis Selma

Capellán del Colegio Ahlzahir, Córdoba (España)

Evangelio

Los tiempos de Dios. Domingo XI del tiempo ordinario (B)

Joseph Evans comenta las lecturas del domingo XI del Tiempo Ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·13 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Los tiempos de Dios son distintos de los nuestros. Actúa según un horario diferente. Y así nos lo dice el evangelio de hoy: “El reino de Dios se parece a un hombre que echa semilla en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega”

Esto es fe, aceptar que Dios hace las cosas a su tiempo y a su manera: hay tanto que no vemos y tan poco que realmente podemos controlar. No vemos la semilla que crece bajo tierra. Sólo vemos el barro negro y feo del campo. Pero la semilla tiene que pasar por esta fase: forma parte de su crecimiento. Y no importa si estamos despiertos o dormidos: permanecer despierto no hará que la semilla crezca más rápido. No es nuestra actividad, nuestro poder… Es el poder de Dios.

De hecho, a veces estropeamos las cosas por exceso de actividad, como cuando, por ejemplo, abrimos el horno con demasiada frecuencia al cocinar para ver cómo va la comida o para interferir en ella. Al hacerlo, podríamos estropearla. Hay que dejar que Dios haga las cosas a su tiempo, a su manera. Simplemente nos pide que seamos pacientes, tengamos fe y recemos. A veces rezamos por una invención extraordinaria de Dios y no ocurre nada. Pero luego, con el tiempo y la oración, las cosas se arreglan solas. A su tiempo.

Esto no es pasividad. Hay cosas que podemos y debemos hacer. El agricultor debe preparar el campo, echar abono, quitar las malas hierbas, mantener alejadas las plagas… Hay cosas que también tenemos que hacer en nuestra vida cristiana. Tenemos que quitar las malas hierbas lo mejor que podamos luchando contra los malos hábitos y las adicciones. Tenemos que alejar las plagas, lo que puede significar alejarnos de las malas compañías, de la televisión o de internet. Y llega el momento de cosechar. Pero, en última instancia, no podemos hacer crecer la semilla. Eso está más allá de nuestro poder.

Tampoco debemos preocuparnos por lo pequeños que sean los comienzos, nos dice Jesús. Un grano de mostaza es algo muy pequeño. Muchas veces nuestros esfuerzos, nuestras buenas acciones, son granos de mostaza. Pero necesitamos fe para creer en el poder de las cosas pequeñas. Dios les dará crecimiento y, con el tiempo, se convertirán en un árbol donde muchos pájaros construyan sus nidos, donde las familias y las comunidades puedan florecer y sostenerse, haciendo su propia vida.

La homilía sobre las lecturas del domingo XI del Tiempo Ordinario (B)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

España

España es la cuna de la mayoría de misioneros

Obras Misionales Pontificias ha presentado la memoria 2023 con todos los datos acerca de su labor en todo el mundo. Entre las cifras, se cuenta que España es el país con más misioneros.

Paloma López Campos·12 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

La institución Obras Misionales Pontificias (OMP) ha presentado su memoria de 2023, referente al dinero recaudado y repartido entre los más de 125 países en los que la organización y los misioneros están presente.

Para presentar las cifras, la institución ha organizado una rueda de prensa en la que han intervenido el presidente de OMP en España, José María Calderón, y Serafín Suárez, un misionero extremeño del Instituto Español de Misiones Extranjeras que lleva 30 años en Zimbabue.

Misiones y misioneros, responsabilidad de todos

Al inicio de su intervención, el presidente ha explicado que el objetivo de Obras Misionales Pontificias es apoyar y promover las misiones. Es por esto por lo que en 2023 se pusieron a  disposición de la Santa Sede 13 millones de euros. Todo ese dinero se reparte a 1.123 territorios de misión repartidos por el mundo, entre los que se cuentan 725 seminarios que se mantienen gracias a la actividad de OMP.

La memoria muestra que el DOMUND es la campaña donde más dinero se recauda. En 2022 la cifra superó los 12 millones de euros, siendo Estados Unidos el país que más donó, estando España en segundo lugar. Sin embargo, en las campañas de Infancia Misionera y de Vocaciones Nativas los españoles son quienes más donan.

A pesar de todo, ha afirmado José María Calderón, lo más importante no es el dinero, sino animar a los católicos a la misión. Para ello, “uno de los instrumentos más valiosos que tenemos son los testimonios de los misioneros”.

“Lo más bonito de esto”, ha continuado el presidente, “es que los misioneros viven su labor con normalidad. Para nosotros tiene mucho mérito, pero para ellos es su vida”. Y, en este sentido, ha agradecido la presencia de Serafín Suárez, quien ha compartido su experiencia en el sudeste africano.

El Pan de la Palabra y el alimento

Al inicio de su intervención, el misionero ha reflexionado sobre la opinión de que “la misión es la cara bonita de la Iglesia”. A él, ha dicho, le gusta “pensar en la imagen de un tapiz, que por delante es precioso pero por detrás está lleno de cuerdas y nudos. Eso son las misiones, parecen el tapiz de frente, pero no son posibles sin los nudos por detrás, sin las asociaciones como OMP”.

Serafín ha seguido con la idea al explicar que “los misioneros solo somos portadores y portavoces de lo que hay detrás de nosotros. Y detrás hay mucha gente que, sin salir fuera, vive la misión y ayuda a la misión”.

Mostrando su aprecio por el apoyo de organizaciones como OMP, el sacerdote extremeño ha resaltado la importancia de la ayuda económica a los misioneros porque “el misionero, cuando sale fuera, tiene que salir con dos manos abiertas. En una mano tiene que llevar el pan de la Palabra. En la otra mano, hay que llevar el pan nuestro de cada día. Y ambas cosas son complementarias”.

Es esencial que, a través de las donaciones de las personas, los misioneros puedan llevar recursos básicos a los países en los que desarrollan su labor. Serafín Suárez ha puesto ejemplos de proyectos que han salido adelante precisamente gracias al apoyo de instituciones como OMP. Entre ellas están un hospital, un hogar para ancianos, un colegio para huérfanos y un seminario.

Sin embargo, la situación sigue siendo precaria. Ahora bien, el misionero afirma: “Yo he sentido eso de que cuando dejas padre, madre y hermanos, recibes mucho más”. Dios acompaña siempre y, por eso, Serafín ha concluido su intervención asegurando que “si mil años naciera, mil años volvería a hacer lo mismo”.

Obras Misionales Pontificias en datos

Actualmente, Obras Misionales Pontificias ejerce su labor de apoyo y promoción a las misiones en 55 países de África, 33 países de América, 32 de Asia y 19 de Oceanía. En África, ayudan a 96 archidiócesis, 407 diócesis, 18 vicariatos apostólicos, 3 prefecturas apostólicas y 1 “missio sui iuris”. Por otro lado, en América reparten su labor entre 5 archidiócesis, 23 diócesis, 40 vicariatos apostólicos, 1 prefectura apostólica, 2 “missio sui iuris” y 1 prelatura territorial.

En Asia, OMP presta su ayuda a 79 archidiócesis, 342 diócesis, 1 abadía territorial, 17 vicariatos apostólicos, 34 prefecturas apostólicas, 3 “missio sui iuris” y 4 administraciones apostólicas. Por último, en Oceanía extienden su labor a través de 11 archidiócesis, 32 diócesis, 1 prefectura apostólica y 2 “missio sui iuris”.

Para poner en contexto estas cifras, es importante saber que el 45,70 % de la población vive en esos territorios donde OMP desempeña su trabajo. Y, por su parte, la Iglesia desarrolla alrededor de un 44 % de su labor social y educativa en estas zonas de misión. Tanto es así, que OMP afirma que “uno de cada tres bautismos en el mundo se celebra en los territorios de misión”.

España, el país con más misioneros

España encabeza la lista de países con más misioneros. Según los datos de la memoria de Obras Misionales Pontificias, hay 9.932 misioneros españoles, de los cuales 6.042 están en activo, mientras que 3.890 están en el país esperando a recibir un destino y promoviendo la labor. Del total de misioneros, el 53 % son mujeres, y la edad media ronda los 75 años.

En cuanto a las cifras, el documento de OMP específica que gracias a la recaudación de la Obra de Infancia Misionera se atendieron 436 proyectos distintos. Con las donaciones de la Obra de San Pedro Apóstol (vocaciones en los territorios de misión), pudieron llevarse a cabo 77 proyectos. Y, finalmente, con lo recaudado por la Obra de Propagación de la Fe, se realizaron 366 proyectos.

Para hacerse una idea más concreta, la memoria detalla que OMP ayudó a 390.667 niños, 10.039 seminaristas en todo el mundo.

¿Cuál es el objetivo de Obras Misionales Pontificias?

Obras Misionales Pontificias en España tiene cuatro objetivos que se concretan en el documento de la memoria:

-Sensibilizar: “Despertar el interés por la misión universal de la Iglesia”;

-Formar: “Dar a conocer mejor qué es y cómo se realiza la misión en el mundo entero”;

-Acompañar a los misioneros: “Prestar atención personal y espiritual a los misioneros”;

-Colaborar económicamente: “Ayudar con los donativos de los fieles a los territorios de misión”.

Y estos objetivos, como explica el director José María Calderón, se logran gracias a “todos los hombres y mujeres buenos que tienen deseos de que Cristo sea conocido y amado en todo el mundo; todos los cristianos conscientes de que la Iglesia nació ¡para evangelizar!”.

Vaticano

Francisco invita al evangelio de bolsillo y a homilías breves

En el ciclo de catequesis dedicado a “El Espíritu Santo y la Esposa”, que es la Iglesia, el Papa Francisco ha alentado esta mañana a la lectura de la Palabra de Dios en la lectio divina, y a llevar un Evangelio de bolsillo para leer un fragmento en la jornada, aunque la lectura de las Escrituras por excelencia es la Santa Misa. También ha invitado a los sacerdotes a homilías breves, de 8 minutos.  

Francisco Otamendi·12 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

“Continuamos nuestra catequesis sobre el Espíritu Santo que guía a la Iglesia hacia Cristo, nuestra esperanza. El es el guía”, ha comenzado el Papa la Audiencia de esta mañana en la Plaza de San Pedro. 

“La vez pasada contemplamos la obra del Espíritu en la creación; hoy lo vemos en la revelación, de la que la Sagrada Escritura es un testimonio autorizado e inspirado por Dios”, ha proseguido, citando a san Pablo. “En la Segunda Carta de Pablo a Timoteo figura esta afirmación: ‘Toda la Escritura está inspirada por Dios’ (3:16). Y otro pasaje del Nuevo Testamento dice: ‘Hombres movidos por el Espíritu Santo, han hablado de parte de Dios» (2 Pe 1:21).

“Es la doctrina de la inspiración divina de la Escritura, la que proclamamos como artículo de fe en el “Credo”, cuando decimos que el Espíritu Santo ‘habló por medio de los profetas’. El Espíritu Santo, que inspiró las Escrituras, es también el que las explica y las hace eternamente vivas y activas. De inspiradas, las vuelve inspiradoras”, ha señalado en un día soleado en Roma ante miles de romanos y peregrinos de numerosos países congregados en la plaza de San Pedro.

Asimismo, ha recalcado que “la Iglesia, la Esposa de Cristo, es la intérprete autorizada del texto inspirado, la mediadora de su auténtica proclamación. Dado que la Iglesia está dotada del Espíritu Santo, es inspiradora e intérprete, es ‘columna y fundamento de la verdad’ (1 Tm 3,15)”.

Textos que iluminan problemas que vivimos

El Pontífice ha manifestado que, en ocasiones, un pasaje concreto nos llama la atención y arroja más luz. “El Espíritu Santo continúa en la Iglesia, la acción del Resucitado que, tras la Pascua, ‘abrió la mente de los discípulos para que comprendieran las Escrituras’. Puede suceder, en efecto, que un determinado pasaje de la Escritura, que hemos leído muchas veces sin ninguna emoción particular, un día lo leamos en un clima de fe y de oración y, de repente, ese texto se ilumine, nos hable, arroje luz sobre un problema que vivimos, aclare la voluntad de Dios para nosotros en una situación determinada. ¿A qué se debe este cambio, sino a una iluminación del Espíritu Santo?”

Aspectos prácticos para nuestra jornada, Misa, homilías 

Más adelante, Francisco ha concretado aspectos prácticos para leer y acoger la Palabra de Dios en nuestra vida diaria. Por ejemplo, “una forma de realizar la lectura espiritual de la Palabra de Dios es la práctica de la lectio divina. Consiste en dedicar un momento del día a la lectura personal y meditada de un pasaje de las Escrituras”. Y “tengan siempre un evangelio en el bolsillo, en un viaje, es muy importante para la vida. para leer durante la jornada”. El Papa se ha referido a este aspecto en varias ocasiones.

“Pero la lectura espiritual de las Escrituras por excelencia, ha añadido, es la lectura comunitaria que se realiza en la Liturgia y, en particular, en la Santa Misa. Allí vemos cómo un acontecimiento o una enseñanza, dados en el Antiguo Testamento, encuentra su plena realización en el Evangelio de Cristo”. 

“La homilía debe ayudar a trasladar la Palabra de Dios del libro a la vida. debe ser breve, una imagen, un pensamiento, una cosa de acción, no debe durar más de 8 minutos, porque después se pierde la atención y las personas se duermen”, ha señalado. 

Entre las muchas palabras de Dios que escuchamos cada día en la Misa o en la Liturgia de las Horas, ha manifestado, “siempre hay una que está destinada especialmente a nosotros. Si la acogemos en nuestro corazón, puede iluminar nuestra jornada y animar nuestra oración. ¡Se trata de no dejar que caiga en saco roto!”.

Al concluir, Francisco ha citado a san Gregorio Magno, que define la Escritura como ‘una carta de Dios Todopoderoso a su criatura’, como una carta del Esposo a su esposa, y ha rezado para que “el Espíritu Santo, que inspiró las Escrituras y ahora brota de ellas, nos ayude a captar este amor de Dios en las situaciones concretas de nuestra vida”. 

A los peregrinos de diversas lenguas

En sus palabras a los peregrinos de diversas lenguas, ha instado a que “leamos y meditemos la Sagrada Escritura, pidiendo la luz del Espíritu Santo, para que podamos conocer siempre mejor a Cristo y anunciarlo con el testimonio de nuestra vida” (lengua alemana); ha invocado “sobre todos vosotros la alegría y la paz de nuestro Señor Jesucristo” (habla inglesa: Reino Unido, China, India, Indonesia, Filipinas y los Estados Unidos de América); y ha llamado a Polonia la “semper fidelis”.

Asimismo, ha recordado a los fieles de lengua italiana y portuguesa que “mañana celebraremos la memoria litúrgica de San Antonio de Padua, sacerdote y doctor de la Iglesia”, nacido en Lisboa. “Que el ejemplo de este insigne predicador, protector de los pobres y de los que sufren, suscite en todos el deseo de continuar el camino de la fe e imitar su vida, convirtiéndonos así en testigos creíbles del Evangelio”, ha manifestado.

Por último, como hace siempre, el Papa ha rezado por la paz “en la martirizada Ucrania”, en Palestina y en Israel, en Myanmar, y en tantos lugares en guerra, que siempre “es una derrota”.

El autorFrancisco Otamendi

Evangelización

Marcelo Câmara, el joven brasileño camino de los altares

Marcelo Câmara es un joven supernumerario del Opus Dei que murió en Brasil en 2008. Si bien su valentía frente al cáncer llamó la atención de quienes estuvieron junto a él, lo que más resalta de su vida es su fidelidad a Dios y su compromiso con el Evangelio.

Paloma López Campos·12 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 7 minutos

El Jueves Santo de 2008 falleció Marcelo Câmara, un joven de 28 años nacido en Florianópolis (Brasil). Este supernumerario del Opus Dei tenía tan solo 25 años cuando le diagnosticaron un cáncer. A pesar del tratamiento agresivo al que le sometieron los médicos, no perdió la alegría.

Sin embargo, Marcelinho, como le conocían sus seres queridos, no es ejemplar únicamente por la valentía que mostró, sino por su extraordinaria fidelidad. El joven brasileño estaba muy comprometido con sus amistades y con Dios, con sus estudios de Derecho y, posteriormente, con su ejercicio profesional como fiscal. Tras convertirse en un grupo del Movimiento Emaús, su vida cambió por completo y ayudó también a muchos de sus amigos a acercarse a Cristo. Él mismo siguió dando pasos y dos años antes de fallecer pidió la admisión en el Opus Dei.

Vitor Galdino Feller, vicario general de la archidiócesis de Florianópolis y postulador de la causa de beatificación, resalta todos estos aspectos de la vida del joven jurista. El padre Vitor es también profesor de teología en la Facultad Católica de Santa Catarina y en el Instituto Teológico de Santa Caterina. Además, es el director espiritual del Movimiento Emaús de Florianópolis. En esta entrevista habla sobre Marcelo Câmara, el ejemplo que es para los jóvenes católicos y el proceso de beatificación que se está siguiendo.

¿Qué palabras describen la vida de Marcelo Câmara?

– Diré que una palabra lo dice todo, la palabra que siempre me viene a la mente cuando pienso en él: fidelidad. Desde su conversión, se mantuvo fiel a su amistad con Cristo. Fue fiel a su programa diario de oraciones, asistencia a Misa y visitas al Santísimo Sacramento. También fue fiel a sus estudios y enseñanzas serias y a su compromiso de superar su enfermedad. Y cuando se dio cuenta de que estaba llegando al final de su vida terrena, fue fiel a entregarlo todo y a todos al Señor de su vida.

Fue un joven que marcó su breve vida por su fidelidad a la relación con Dios y con las personas que le rodeaban, por su fidelidad a los compromisos adquiridos y por las pequeñas y sencillas actitudes que desarrollaron su camino de santidad.

¿Qué es lo que más atrae a la gente cuando escucha la historia de Marcelo?

– La sencillez de su vida, la constatación de que es posible ser santo en las pequeñas cosas de la vida cotidiana, la empatía que se crea entre él y los jóvenes, pero también los adultos, que llegan a venerarlo como alguien cercano e íntimo, la belleza de su sonrisa, la expresión contagiosa de su alegría, su capacidad de congregar diferentes expresiones de la vida eclesial (Movimiento Emaús, Opus Dei, Parroquia de Sagrado Corazón de Jesús, en Ingleses) en relación con su vida académica (como estudiante y profesor en el área del Derecho) y profesional (como fiscal del Estado).

Me encanta la profundidad de su pensamiento sobre la Doctrina Social de la Iglesia, en temas como capitalismo y socialismo, derecho ambiental y ecología, derechos sociales, derechos del consumidor y cuerpos intermedios en la sociedad civil. Un contenido muy interesante y que invita a la reflexión en esta época de extremismos en la que el pensamiento social cristiano es desconocido (o nos empeñamos en que lo sea).

¿Qué impacto tuvieron en Marcelo el retiro del movimiento Emaús y su encuentro con el Opus Dei?

– El propio Marcelo repitió que fue en una reunión del Movimiento Emaús, escuchando una charla sobre “Jesucristo, Hijo de Dios Vivo”, cuando se convirtió y decidió entregar su vida a la causa de Cristo y del Evangelio.

Pasó a frecuentar regularmente a un grupo de jóvenes del Movimiento y a colaborar con charlas y testimonios en las diversas reuniones de formación doctrinal. Desde su conversión, permaneció en el Movimiento Emaús hasta el final de su vida. Se convirtió en un apóstol de la evangelización de los jóvenes.

Fue allí donde conoció el Opus Dei. Sin dejar el Movimiento Emaús, comenzó a participar en el Opus Dei, en el que estuvo implicado los últimos cuatro años de su vida.

¿Cuál fue la reacción de Marcelo ante el diagnóstico de su enfermedad y qué nos muestra esto sobre él?

– Desde el principio, se comprometió seria y serenamente con el tratamiento para curarse. Sufrió las penurias de los exámenes médicos, los ingresos hospitalarios, los viajes en busca de mejores recursos, todo ello agravado por la constatación de que se debilitaba físicamente. Esto revela el amor que sentía por la vida y el deseo de poder vivir más tiempo para servir y amar más.

Al final, en sus últimos meses, consciente de que su enfermedad era terminal, tomó la firme decisión de morir bien. Quiso expresar la misma fidelidad que le había acompañado en vida en su manera de morir: entregándose en manos de Dios, fortaleciéndose con la lectura de la Palabra de Dios y los sacramentos, sufriendo en comunión con la pasión de Cristo, despidiéndose y consolando a sus familiares y amigos.

No llegué a conocerle personalmente, pero leyendo su biografía y el testimonio de sus amigos, creo que vivió y murió como su amigo Jesucristo, que “habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo”.

¿Qué mensaje transmite la vida de Marcelo Câmara a los jóvenes católicos de hoy?

– Que es posible ser santo como joven de nuestro tiempo. En una edad en la que afloran mil dudas sobre la vida, el futuro, la familia, el noviazgo o la sexualidad, Marcelo vivió su juventud con fidelidad y alegría.

La suya no fue una santidad íntima, devocional y melosa, como se publicita actualmente en las expresiones de la Iglesia y en las redes sociales, una santidad que en realidad es falsa. Sino que era una santidad comprometida, encarnada, abierta y dialogante. Era una santidad activa que salía al encuentro de los demás, que salía a evangelizar, que creaba comunión y animaba a la misión, que promovía conversiones de personas, que apuntaba a transformaciones en las relaciones interpersonales, comunitarias y sociales. En definitiva, la santidad de un joven normal.

En esta época de tantas crisis interminables, Marcelo emprendió su camino de santidad, siendo un joven actual y moderno, pero marcando la diferencia y posicionándose en contra de lo que no correspondía al seguimiento de Cristo.

¿Qué medidas se han tomado y están previstas para su causa de beatificación?

– La causa de su beatificación comenzó a pensarse de manera más articulada en 2016-2017. Preguntado sobre la conveniencia de iniciar la causa, nuestro arzobispo, monseñor Wilson Jönck, sugirió que se escribiera primero la biografía de Marcelo, para darlo a conocer al pueblo cristiano en general y expandir su fama de santidad. La biografía, escrita por Maria Zoê Bellani Lyra Espindola, fue lanzada en marzo de 2018 con motivo del décimo aniversario de su muerte. Mientras tanto, el número de personas interesadas en la causa ha crecido.

En octubre de 2018, se creó la Asociación Marcelo Henrique Câmara. Esta asumió la promoción de la causa y envió la solicitud de apertura de la causa de beatificación al arzobispo en noviembre del mismo año. El arzobispo Wilson consultó a los obispos de las diócesis de Santa Catarina, que apoyaron la iniciativa, y también a la Santa Sede, que con su «nihil obstat» hizo posible el uso del título Siervo de Dios al referirse a Marcelo.

En marzo de 2020, se constituyó el Tribunal Diocesano para iniciar la fase diocesana de la causa de beatificación. Los restos de Marcelo fueron trasladados a una tumba propia dentro del Santuario del Sagrado Corazón de Jesús, en el barrio de Ingleses, en el norte de la isla de Santa Catarina, para facilitar la devoción del pueblo al nuevo Siervo de Dios. Este tribunal recibió el encargo de:

a) recoger el testimonio de unos 50 testigos (familiares, amigos de la adolescencia, miembros de Emaús y del Opus Dei, feligreses, profesores universitarios, fiscales y personal médico) sobre la vivencia heroica de las virtudes cristianas;

b) remitir la colección de materiales relacionados con el Siervo de Dios (certificados de los sacramentos de iniciación cristiana, boletines de notas, diploma universitario, copias de la tesis de licenciatura y de la disertación de maestría, transcripciones de conferencias, correos electrónicos, cartas, los resultados de los exámenes realizados con vistas a convertirse en fiscal y los historiales médicos);

c) pedir a dos teólogos que analizaran teológica y doctrinalmente los escritos de Marcelo (artículos en revistas científicas, tesis de licenciatura y tesinas de máster).

¿Cuál fue el trabajo de la Asociación Marcelo Henrique Câmara en el proceso?

La Asociación Marcelo Henrique Câmara, al mismo tiempo que se dedicaba a responder a las peticiones del Tribunal Diocesano, trabajaba en dos frentes:

a) divulgar la historia de Marcelo y la causa de su beatificación;

b) recaudar fondos económicos para mantener y llevar adelante el proceso.

Una vez preparada la fase diocesana, en abril de este año se constituyó el Tribunal para el Cierre de la Causa. En esa ocasión, el arzobispo Wilson selló la caja con toda la documentación recogida con su sello arzobispal, para ser enviada al Dicasterio para las Causas de los Santos en Roma. En esa ocasión, con el placet del arzobispo, la Asociación eligió y nombró postulador para la fase romana a D. Paolo Vilotta.

¿Qué viene después de esto?

– A partir de los testimonios y datos recogidos, el postulador romano redacta la “Positio”, una especie de biografía con argumentos que apoyan y realzan la beatificación y posterior canonización. Una vez aprobada esta “Positio” por un consejo de cardenales y obispos, el Papa la confirma y declara Venerable al Siervo de Dios. Mientras tanto, se espera que se produzca un milagro que confirme la santidad de Marcelo. Este milagro deberá ser estudiado por una comisión de médicos, científicos y teólogos de la diócesis donde se produzca.

Si se declara un hecho inexplicable por la ciencia, una curación inmediata y completa, el milagro es estudiado más a fondo por un concilio de cardenales y obispos. Si es aprobado, el Papa lo confirma y declara beato al venerable, fijando una fecha para la beatificación. Lo mismo ocurre con el milagro con vistas a la canonización, cuando el Papa declara santa a la persona.

¿Qué se puede hacer durante este proceso para apoyar la causa de beatificación de Marcelo?

– Todo lo que tenemos por delante puede llevar años. En primer lugar, por la intensa actividad del Dicasterio para las Causas de los Santos, que afortunadamente tiene muchas causas que analizar. Y, sobre todo, porque estamos esperando que se realice un milagro para la beatificación y, después, otro milagro para la canonización. En este sentido, nuestra misión ahora es:

a) rezar por el éxito de la causa;

b) colaborar económicamente para sufragar todos los gastos (servicios de diversas personas que se implicarán en la causa: redacción y posterior análisis de la Positio, análisis científico de los milagros, viajes, transcripciones, traducciones);

c) pedir gracias y milagros a Dios por intercesión de Marcelo;

d) sobre todo, inspirarnos en Marcelo e imitar sus ejemplos en nuestro camino de santidad.

Ecología integral

Jaume Alemany: “Es esperanzador ver cómo algunos presos cambian su vida”

El padre Jaume Alemany es delegado de la Pastoral Penitenciaria de Mallorca, y lleva casi 30 años dedicado al acompañamiento de presos. En esta entrevista con Omnes, nos cuenta las dificultades a las que se enfrentan los internos al quedar en libertad, los retos que supone el proceso de reinserción y, también, testimonios de esperanza.

Loreto Rios·11 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

De abril a junio, la Conferencia Episcopal Española está celebrando la iniciativa “La Iglesia en doce semanas”, poniendo el foco en los “centenares de miles de personas que están detrás de cada una de las cifras” de su memoria de actividades.

“Educación”, “Mayores”, “Salud Mental” o “Migrantes” son algunos de los ámbitos a los que la Iglesia está dando visibilidad durante estas doce semanas.

Otro de las realidades en las que se ha puesto el foco es la Pastoral Penitenciaria. Con este motivo, en Omnes hemos entrevistado a Jaume Alemany, delegado de la Pastoral Penitenciaria de Mallorca, que nos ha hablado de la labor de acompañamiento a los presos, las dificultades que encuentran al salir de la cárcel y los programas de reinserción.

-¿Qué dificultades encuentran los presos al quedar en libertad?

La principal dificultad es contactar de nuevo con la realidad, una realidad que ha cambiado, dependiendo del tiempo que lleven en prisión. Lo cierto es que el mundo cambia muy deprisa y en la prisión el tiempo pasa muy lentamente. También está la dificultad de contactar con la familia, algunos han roto relaciones con ellos, en otros casos el delito tuvo que ver con la familia y por tanto tienen dificultades para establecer contacto.

Por supuesto, está la dificultad de encontrar trabajo, haber estado en prisión no es precisamente un mérito. Además, actualmente un problema muy importante también, para los que no tienen familia, es el acceso a la vivienda. También se da el caso de que los internos, cuando salen de haber cumplido una condena, tienen un subsidio de excarcelación, pero no empiezan a cobrarlo hasta dos meses después de salir. Entonces, los primeros días, el primer mes, lo pasan muy mal si no tienen algún contacto que les ayude en la calle. Básicamente podríamos resumir que la dificultad que encuentran es retomar una vida normalizada, porque han vivido en la prisión, en una burbuja que les ha alejado de la realidad.

-¿En qué consiste el proceso de acompañamiento de la Pastoral Penitenciaria de Mallorca?

Consiste precisamente en establecer un contacto más o menos estrecho con los internos, con los que se dejan acompañar, mientras cumplen la condena en el mismo centro penitenciario. Ahí se establece una relación de confianza, porque un voluntario no va para ganarse la vida, ni por cumplir ninguna obligación, sino que precisamente da parte de su tiempo y de sus energías para ayudar, para colaborar, para acompañar procesos de crecimiento personal. Ellos confían en el voluntario, no tanto en los profesionales que, por muy competentes que sean, para los internos representan una institución, y desconfían de ella. Los profesionales, al fin y al cabo, después les juzgan, tienen que votar en la Junta de Tratamiento y pueden negarles o facilitarles un permiso, un acceso al tercer grado… Todo esto hace que muchos desconfíen de ellos, y en cambio con el voluntario es más fácil establecer una relación de confianza.

Los que han hecho un proceso de acompañamiento en el centro, después en los permisos gozan de nuestra tutela en pisos de acogida. Además, cuando llega el momento de la libertad, tenemos unas plazas para acompañar el proceso de reinserción laboral principalmente, y también les acompañamos en algo tan sencillo como actualizar la documentación que les ha quedado caducada, y en tantas otras cosas con las que en la calle necesitan acompañamiento.

-¿Qué papel tienen los voluntarios de la Pastoral Penitenciaria en este proceso?

El voluntario ocupa el papel de acompañante. Tenemos muy claro que el voluntario no suple aquello que el interno tiene y puede hacer por sí mismo. Pero, eso sí, el voluntario le orienta, le acompaña, le sostiene en momentos de bajón, de desánimo cuando se les ha pasado la primera euforia de la salida de prisión. Porque normalmente después viene una época de desánimo, cuando se dan cuenta de que la vida no es tan fácil como imaginaban, que las cosas no salen como uno había previsto. Y el voluntario en este sentido es un soporte.

-¿Puede contarnos la historia de Kike?

La historia de Kike yo diría que es la historia de una persona que ha querido salir del pozo, que ha querido sobreponerse, no sin muchas dificultades. Pero optó por crecer, por aceptar un acompañamiento, y eso le ha valido nuestra acogida no solo en los permisos, sino ahora cuando ha salido de verdad. Se ha ganado de hecho ocupar una plaza ya no en los pisos de reinserción, que tenemos como pastoral penitenciaria, sino en un centro de acogida que abrimos en nuestra parroquia, la Virgen de Montserrat, que es para personas que se encuentran en la calle con un desahucio, o emigrantes recién llegados, que no tienen ningún recurso. En nuestro centro de atención temporal, les aseguramos cinco, seis o siete meses para aterrizar. Kike se ha podido acoger a una plaza en este centro. Esto le ha ayudado muchísimo, además acepta un acompañamiento bastante estricto en cuestiones muy elementales de hábitos que nosotros consideramos normales pero que en prisión se han olvidado, como el aseo, el vocabulario, presentarse a una entrevista con buena presencia, dejar de fumar, entre otras cosas. Yo creo que está ahora bastante encaminado para poder iniciar una etapa más personalizada, quizá con menos acompañamiento, aunque siempre sabe que estamos junto a él para ayudarle cuando haga falta.

[Para profundizar más en esta historia, se puede pinchar aquí]

-¿Es posible la reinserción? ¿Qué retos encuentra en este sentido?

El sistema está pensado precisamente con esta finalidad de reinsertar a las personas en la sociedad cuando salen de prisión habiendo cumplido una condena de privación de libertad. Lo que pasa es que este buen deseo y el reglamento penitenciario, que son, dicen los que entienden de eso, muy avanzados y progresistas, y que respetan la dignidad de las personas, en muchísimos casos, yo diría que en una grandísima mayoría, no pasa de ser un deseo, un buen deseo. Después faltan recursos, y otros problemas hacen que no siempre sea fácil. Excepcionalmente, para algunos la prisión ha supuesto un cambio y el impulso para iniciar una vida nueva. Por supuesto, hay algunos que dicen: “Yo estoy vivo gracias a la cárcel”. Hay unos programas a los que se acogen una minoría, como las UT, las Unidades Terapéuticas educativas, en las que unos profesionales especialmente motivados trabajan de una forma muy implicada y consiguen resultados. Pero son los menos.

Para una mayoría, la prisión es un sistema que no solo no les inserta y no les educa, sino que les deseduca. Allí no tienen que tomar ninguna decisión, se les da todo hecho, no se dan cuenta de los problemas que se viven en la calle, de acceso a la vivienda, de trabajo mal remunerado. Aunque la vida en prisión es dura, en cierto sentido es muy fácil acomodarse y sucumbir a la tentación de esperar a que pase el tiempo. Creo que esto afecta negativamente a la dignidad de las personas y, cuando salen a la calle, es difícil convencerles de que tienen capacidades que en prisión no han desarrollado. Aún así, es esperanzador contemplar cómo algunos (siempre hablamos de minorías) han hecho un cambio en su vida. Al salir de prisión han puesto un punto y aparte, han dejado, a base de terapias, el alcohol, el consumo de drogas. Y han iniciado un nuevo proceso. Eso anima y hace que, aunque sea una minoría, valga la pena dedicar todos los esfuerzos que hagan falta.

Finalmente, yo diría que la utopía, si se puede decir así, a la que nos hemos adherido la Pastoral Penitenciaria de Mallorca es proponer lo que en Europa se llama “casas de detención”. Nos hemos adherido a una organización europea, “Rescaled”, que al fin y al cabo lo que pretende es desmasificar las prisiones, vistos los resultados poco favorables. La propuesta consiste en personalizar mucho más el tratamiento, reunir internos de un perfil semejante que no pasen de treinta o cincuenta personas como mucho, para evitar la masificación y poder hacer un seguimiento mucho más personalizado. En España somos la única entidad que participa en este movimiento. Hemos estado en Bruselas, ahora estamos pendientes de un encuentro en Praga, y pensamos organizar también un encuentro en Palma de Mallorca, al que invitaremos a todos los grupos, entidades, asociaciones y por supuesto pastorales penitenciarias de todas las diócesis, para presentar esta propuesta. No será algo inmediato, esto no se consigue de un día para otro, pero sí se puede ir abriendo esta perspectiva de un sistema mucho más personalizado, mucho más transparente, para conseguir que estos centros no sean tanto de reclusión como de educación.

Destacaría también, con la experiencia de casi 30 años en la pastoral penitenciaria, que los programas que más influyen y más educan, y que los internos cuando salen recuerdan como más positivos, han sido precisamente aquellos que han salido a la calle, que han transpasado el muro. Siempre he destacado esta contradicción: intentar reinsertar encerrando, construyendo muros. Se trata de permeabilizar la prisión, de que los internos puedan salir, puedan participar en grupos y en actividades con gente de la calle. Tengo la experiencia de haber hecho muchísimos años el camino de Santiago no solo con los internos, sino con internos y gente de la calle, y esta convivencia resulta muy positiva. Para los internos, es estimulante, y, para las personas de la calle que participan en estos programas conjuntos, supone desmitificar la prisión: les quita el miedo, se dan cuenta de que son personas con las que vale la pena trabajar, que han tenido un problema en su vida y que lo tienen que pagar privados de libertad, pero que tienen futuro también.

También creo que no se aprovecha del todo la posibilidad de cumplir condena con trabajos en beneficio de la comunidad, es decir, con medidas alternativas, no todo tiene por qué castigarse con la privación de libertad. Y esto da buenos resultados, en mi parroquia tengo habitualmente entre tres y cinco personas que están cumpliendo condenas alternativas: vienen a trabajar, me mantienen la parroquia, los jardines… Creo que es muy importante abrir puertas a otro tipo de condenas.

Por otra parte, hay un sistema oficial del sistema penitenciario que son las “Unidades Dependientes”. En mi parroquia hay una de cinco plazas, para cinco internos de tercer grado, y así pueden convivir con una comunidad, en nuestro caso con la casa de acogida, donde hay 45 personas. Hacen un primer ejercicio de inserción en esta comunidad y luego van a trabajar y colaboran con los mismos trabajos que tiene el centro de acogida, y participan como ciudadanos como los demás. Esto es una reinserción práctica, concreta y real.

Zoom

Encuentro del Papa con humoristas y cómicos de todo el mundo

El Papa Francisco convocó en el Vaticano a profesionales del humor como Jimmy Fallon, Chris Rock y Victoria Martín.

Maria José Atienza·10 de junio de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

«La ayuda humanitaria debe llegar a quien la necesita»

Rome Reports·10 de junio de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El Papa agradeció a las autoridades de Jordania y a las Naciones Unidas el haber convocado una conferencia internacional para ver cómo hacer llegar la ayuda humanitaria a Gaza.

Lo hizo en el ángelus del domingo de junio en el que denunció que se impida el acudir a la población necesitada.


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Iniciativas

Aprender Roma. La historia del cristianismo en la Ciudad Eterna

Aprender Roma es una novedosa iniciativa de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz que consiste en una serie de cortometrajes publicados en YouTube, en los que los alumnos nos cuentan la historia de los cristianos en Roma, desde los primeros siglos hasta nuestros días.

Loreto Rios·10 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Desde el apostolado de los primeros cristianos, los últimos días de san Pablo en Roma, o el martirio de san Pedro, la serie Aprender Roma (Imparare Roma), de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, en colaboración con la empresa Digito Identidad, ofrece una ventana a la historia de los cristianos en la Ciudad Eterna.

Estudiantes involucrados

El objetivo del proyecto es explorar la contribución única que la historia cristiana de Roma ofrece a la educación integral de los estudiantes de la Universidad. Lo interesante es que son los propios alumnos los que presentan el contenido de los vídeos”, explica a Omnes la doctora Anna Malyszkiewicz, coordinadora del proyecto. “De esta forma, los alumnos tienen la oportunidad de conocer Roma de primera mano y, en su propio idioma, invitar a otros a descubrir lugares relacionados con el rico patrimonio cristiano de la ciudad”, añade.

Los vídeos han sido elaborados “con esmero y rigor científico” por Luis Cano, profesor de Historia de la Iglesia, y Javier Domingo, de Arqueología Cristiana, con el asesoramiento de otros profesores de la Universidad. El proyecto “está concebido con fines de divulgación” y es “una oportunidad para conocer mejor la historia del cristianismo y el patrimonio cultural de Roma desde la antigüedad hasta nuestros días. Con ello se pretende contribuir a un mayor y positivo desarrollo no solo académico, sino también personal y humano en la sociedad”.

Los cortometrajes tienen una duración media de cinco minutos y se estructuran “en tres series cronológicas: la primera abarca la Antigüedad, la segunda la Edad Media y el comienzo de la Edad Moderna, y la tercera el resto de la Edad Moderna hasta nuestros días. A través de la vida de los santos y los acontecimientos históricos más significativos, los espectadores se embarcan en un viaje virtual en el tiempo para descubrir el patrimonio cultural e histórico de Roma. Hasta ahora se han realizado 15 episodios, con la participación de 17 estudiantes de distintas nacionalidades y facultades, tanto laicos como religiosos. El rodaje de los últimos episodios finalizará en junio de 2024, con la participación de nuevos estudiantes que tendrán así la oportunidad de conocer la historia de la ciudad en la que viven y estudian”, explica la doctora Malyszkiewicz.

El origen del proyecto

La coordinadora de esta apasionante iniciativa también nos revela que la idea de Aprender Romasurgió de una cita del joven sacerdote Karol Wojtyła, futuro Papa Juan Pablo II, quien, antes de partir a Roma para completar sus estudios de doctorado, recibió un consejo de uno de sus profesores en Cracovia: ‘aprende la propia Roma’. Este consejo inspiró el título y el espíritu del proyecto”.

Además, “la Pontificia Universidad de la Santa Cruz quiso crear un programa que permitiera a los estudiantes sumergirse en la historia cristiana de Roma, no sólo como materia de estudio, sino como experiencia vivida y compartida con el objetivo de ofrecer a estudiantes y espectadores una comprensión más profunda y personal de la riqueza cultural y espiritual de Roma”.

Alcance internacional

La serie todavía no ha terminado de emitirse: hasta la fecha, hay disponibles siete episodios de la primera serie (Antigüedad). Los vídeos disponen de subtítulos en italiano, inglés, español y portugués, por lo que pueden acceder a ellos un gran número de personas y el proyecto se ha recibido con mucho entusiasmo: “La reacción de los espectadores ha sido extremadamente positiva. Los comentarios entusiastas proceden en primer lugar de los propios estudiantes, tanto de los que participaron en el rodaje y vivieron esta aventura como de sus compañeros que vieron a sus amigos en la pantalla. Muchos de ellos compartieron los vídeos con sus familias y amigos en sus países de origen, creando así una verdadera red de difusión internacional”.

Por otra parte, “los vídeos también han sido muy apreciados por los amigos de la universidad de todo el mundo, que siguen en línea todas las actividades de la Santa Cruz. Numerosas personas que han visto los episodios publicados han expresado su gratitud por esta iniciativa, que les ha permitido descubrir lugares pequeños o desconocidos de Roma, como las Casas Romanas del Celio u Ostia Antica. Este proyecto también atrajo la atención de la prensa y de algunos medios de comunicación internacionales, que lo describieron y animaron a otros a seguirlo”, nos explican desde la Pontificia Universidad de la Santa Cruz.

Dificultades en el camino

Sin embargo, llevar adelante este ambicioso proyecto no fue sencillo. Como nos relata la doctora Malyszkiewicz, “Roma es la capital de Italia, la capital de la región del Lacio, alberga el Estado del Vaticano y cuenta con multitud de monumentos y lugares pertenecientes a distintas congregaciones, estados o instituciones. Obtener permisos para grabar vídeos en algunos lugares ha sido muy laborioso. A veces, filmar en un mismo lugar requería permisos de tres o cuatro instituciones diferentes. Gestionar estos permisos llevó meses de preparación y trabajo. Tenemos una famosa carpeta roja con toda la correspondencia y los permisos de las instituciones, que guardamos como un tesoro”.

La casa donde vivió san Pedro

Pero todo este esfuerzo obtuvo sus recompensas, ya que, “durante el rodaje, tanto el equipo como los estudiantes vivieron algunas aventuras increíbles. Por ejemplo, pudimos visitar, equipados con cascos y equipo de protección, el sótano de la iglesia de Santa Pudenziana, donde se encuentra la casa de un ciudadano del siglo I llamado Pudente, en la que, según la tradición, se dice que vivió san Pedro. Fue una experiencia única de inmersión en la antigua Roma”, señala la coordinadora del proyecto.

Otro lugar especial que visitamos fueron las Casas Romanas del Caeliano, donde probablemente los primeros cristianos celebraban la Eucaristía en secreto. Entre las diversas decoraciones y frescos, no hay símbolos cristianos evidentes, salvo una figura pintada de un orante, es decir, una persona en actitud de oración, que llama la atención. Estar allí y pensar que hace tantos siglos los primeros cristianos habrían celebrado allí la Santa Misa fue una emoción única para todos”.

Sin duda, se trata de una experiencia única, que, además, está disponible gratuitamente para todos al alcance de un solo clic. Desde la Pontificia Universidad de la Santa Cruz esperan que “estos vídeos animen a los espectadores a visitar estos lugares para conocer mejor la Ciudad Eterna en toda su riqueza, yendo más allá de los lugares turísticos habituales”.

Vídeo de Aprender Roma en el canal de YouTube de la PUSC.
Vaticano

El Papa insta a rezar por la paz y a imitar la libertad de Jesús

Francisco ha animado en el Ángelus de este domingo a rezar por la paz en Tierra Santa y en Ucrania, mirando a la Conferencia auspiciada por Jordania, Egipto y Naciones Unidas el día 11. Además, ha alentado a imitar la libertad de Jesús, para no convertirnos “en esclavos del placer, del poder, del dinero o de la aprobación”.  

Francisco Otamendi·9 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco ha instado a rezar por la paz en la martirizada Ucrania, y de modo especial en este domingo por Palestina e Israel, al recordar la conferencia internacional que acoge Jordania el próximo 11 de junio para abordar la respuesta humanitaria en la Franja de Gaza, en un foro organizado también por el presidente de Egipto y por Naciones Unidas,.

En efecto, tal como ha señalado el Pontífice, bajo el nombre de «Llamamiento a la acción: Respuesta humanitaria urgente para Gaza», la conferencia estará presidida por el rey Abdalá II de Jordania; el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, y por el secretario general de la ONU, António Guterres, informó la Corte Real jordana. El Papa ha alentado a socorrer al pueblo de Gaza y a que nadie impida la llegada de ayuda humanitaria. 

También ha recordado el Papa el décimo aniversario de la Invocación por la paz en Tierra Santa, en la que participaron el 8 de junio de 2014 los presidentes de Israel y Palestina, Shimon Peres y Mahmoud Abbas, y que fue recordado por Francisco en un momento de oración celebrado en los Jardines Vaticanos.

Francisco ha manifestado en el Ángelus de hoy que “darse la mano es posible” y que “hacer la paz requiere valentía, más valentía que hacer la guerra”. Ayer, el Pontífice pidió nuevamente que Israel y Palestina convivan uno al lado del otro, y animó a rezar por la paz.

“Jesús era libre”

“El Evangelio de la liturgia de hoy [con la lectura de San Marcos, en este X Domingo del Tiempo Ordinario], nos dice que Jesús, después de haber iniciado su ministerio público, se encontró ante dos reacciones: la de sus parientes, que estaban preocupados y temían que se hubiera vuelto loco; y la de las autoridades religiosas, que lo acusaban de actuar movido por un espíritu maligno”, ha comenzado el Santo Padre su reflexión en este domingo en la Plaza de San Pedro. 

En realidad, “Jesús predicaba y sanaba a los enfermos con la fuerza del Espíritu Santo. El Espíritu Santo lo hacía divinamente libre, es decir, capaz de amar y de servir sin medida y sin condiciones”, ha proseguido sus palabras, centradas en la libertad de Jesús.

“Jesús era libre respecto a las riquezas: por eso dejó la seguridad de su pueblo, Nazaret, para abrazar una vida pobre y llena de incertidumbres, curando gratuitamente a los enfermos y a cualquiera que viniese a solicitarle ayuda, sin pedir nunca nada a cambio”, ha añadido el Pontífice.

Libre respecto al poder, las riquezas, la fama

“Era libre respecto al poder: efectivamente, llamó a muchos a seguirlo, pero nunca obligó a nadie a hacerlo; y jamás buscó el apoyo de los poderosos, sino que estuvo siempre de la parte de los últimos, y enseñó a sus discípulos a hacer lo mismo”.

Finalmente,” era libre respecto a la búsqueda de la fama y tambien de la aprobación, y por eso nunca renunció a decir la verdad, aun a costa de no ser comprendido, y de hacerse impopular, hasta morir en la cruz; y no se dejó intimidar, ni comprar, ni corromper por nada ni por nadie”.

“Jesús era un hombre libre”, ha subrayado en varias ocasiones el Papa. “Y esto es importante también para nosotros. De hecho, si nos dejamos condicionar por la búsqueda del placer, del poder, del dinero o de la aprobación, nos convertimos en esclavos de estas cosas”.

Crecer en libertad

“Si, en cambio, permitimos al amor gratuito de Dios que nos llene y nos dilate el corazón, y si dejamos que rebose espontáneamente donándolo a los demás, con todo nuestro ser, sin miedos, cálculos o condicionamientos, entonces crecemos en la libertad y difundimos su buen perfume a nuestro alrededor, en nuestra casa, en nuestra familia y en nuestra comunidad”. 

Finalmente, el Papa ha formulado algunas preguntas, como es habitual: “Entonces, podemos preguntarnos: ¿soy una persona libre? ¿O me dijo aprisionar por los mitos del dinero, del poder y del éxito, sacrificándoles mi serenidad, mi paz y las de los demás? ¿Difundo, en los ambientes en los que vivo y trabajo, aire fresco de libertad, de sinceridad, de espontaneidad?” 

Para concluir, Francisco ha rezado para que “la Virgen María nos ayude a vivir y a amar como Jesús nos enseñó, en la libertad de los hijos de Dios (cfr. Rm 8,15.20-23)”.

El autorFrancisco Otamendi

Mundo

Marruecos, la otra orilla de Europa

En esta serie de dos artículos, el historiador Gerardo Ferrara nos introduce en la historia, cultura y religiones de Marruecos.

Gerardo Ferrara·9 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

Desde la punta de Tarifa, desde Gibraltar y el sur de España, África está a tiro de piedra. Para el viajero que recorre la Ruta Nacional 340 en Andalucía, es fácil distraerse contemplando el panorama e intentando vislumbrar, más allá del mar, las verdes montañas del Continente Negro (que allí no es negro). Otro mundo, otra cultura, otra mentalidad a pocos kilómetros, más allá del punto donde las plácidas y cálidas aguas del Mediterráneo se encuentran y chocan con las corrientes marinas y las playas estrechas y rocosas se vuelven poco a poco, desde Tarifa hasta Cádiz, más anchas y arenosas, desde Tarifa hasta Cádiz.

Es Marruecos, en árabe Magreb (literalmente: oeste, porque es el punto más occidental del mundo árabe), que se contempla más allá del azul del Estrecho de Gibraltar, con sus casas blancas apoyadas unas contra otras en las medinas, las misteriosas ciudades imperiales, el desierto del Sahara, los conflictos y los pueblos que lo habitan, los emigrantes que intentan escapar hacia Europa.

Algunos datos de Marruecos

Marruecos es una monarquía constitucional desde 1990 (antes era una monarquía absoluta con fuertes connotaciones religiosas islámicas). Tiene una superficie de 710.850 km² y unos 37 millones de habitantes.

Se caracteriza por un paisaje variable, ya que está bañado tanto por el océano Atlántico como por el Mediterráneo, atravesado en toda su longitud por la cordillera del Atlas (con picos de más de 4.000 metros) y afectado en gran parte de su superficie por el desierto del Sahara.

Su nombre, en lenguas europeas (“Marruecos” en español, “Maroque” en francés, “Morocco” en inglés, “Marocco” en italiano), no deriva del topónimo oficial árabe (Magreb), sino del de una de sus ciudades más famosas, Marrakech (en árabe: مراكش, Marrākush), que a su vez deriva del bereber Mur-Akush (que significa “tierra de Dios”).

El Jefe de Estado es el rey Mohammed VI.

Magreb y Mashreq

En los artículos dedicados a Siria, Líbano, Egipto, Irak, Israel y Palestina, hemos mencionado la gran diferenciación que se hace, en el mundo árabe, entre Magreb (en árabe “oeste”, refiriéndose a la parte del norte de África que incluye Mauritania, Marruecos y el Sahara Occidental, Argelia, Túnez, Libia) y Mashreq (en árabe “este”, refiriéndose a Egipto -Sudán, así como a los países del Golfo y de la Península Arábiga, merecen una discusión aparte-, Israel/Palestina, Líbano, Siria, Jordania, Irak).

En general, esta diferencia puede atribuirse a algunos aspectos:

-El Magreb se caracteriza por una fuerte presencia bereber (puede decirse que gran parte de la población es de origen bereber, aunque hoy la mayoría es arabófona), mientras que el Mashreq, aunque se “arabizó” e islamizó al mismo tiempo que el Magreb, tiene un sustrato ya semítico (es decir, de poblaciones que hablaban lenguas semíticas, de la misma familia que el árabe, como el hebreo, el arameo en sus diversas formas, etc.).

-El Magreb está mucho menos compuesto religiosamente que el Mashreq. Tradicionalmente rico en numerosas comunidades judías y a pesar de ser cuna de santos cristianos como Agustín, sobre todo a partir de los siglos XI y XII, el Norte de África, a excepción de Egipto, ha visto prácticamente desaparecer sus comunidades cristianas, mientras que los judíos han seguido siendo numerosos allí. En el Mashreq, sin embargo, se encuentran las mayores comunidades cristianas del mundo árabe-islámico (Egipto, Irak, Líbano, Siria).

-Desde el siglo XIX, Francia, como potencia colonial, ha prevalecido en el Magreb, mientras que en el Mashreq (a excepción de Siria y Líbano) ha prevalecido Gran Bretaña. La lengua europea más extendida en el norte de África es, por tanto, el francés (aparte del Sahara Occidental, antigua colonia española, y Libia, antigua colonia italiana), mientras que, en el Mashreq, es el inglés.

-A nivel de escuelas jurídicas islámicas, en el Magreb prevalece la escuela malikita, en el Mashreq, según los países, una de las otras tres (en el islam sunnita existen cuatro escuelas jurídicas, o madhab, que influyen en el pensamiento religioso, jurídico y político, con diferencias que, de una escuela a otra, pueden no ser desdeñables: la malikita, la shafi’ita, la hanbalita y la hanafita).

Árabes y bereberes

Alrededor del 65% de los marroquíes son hablantes nativos de árabe, pero de origen bereber. El resto de la población habla bereber (en diferentes dialectos) como lengua materna.

Puede decirse que la gran mayoría de la población, si no es de habla bereber, es, sin embargo, afín al grupo etnolingüístico bereber. Si, en efecto, el elemento arabófono se debe a la inmigración de tribus procedentes de Arabia durante la Edad Media y a la arabización (que fue pareja a la islamización) de una parte de los autóctonos, el grupo étnico predominante, sobre todo en la zona del Atlas, es el bereber.

El bereber es, al igual que el árabe, una lengua perteneciente al gran grupo de lenguas afroasiáticas o camito-semíticas, que se divide en camíticas (lenguas bereberes, antiguo egipcio y otras) y semíticas (árabe, hebreo, acadio, amárico, etc.). Por tanto, comparte algunas características morfológicas con el árabe, pero es completamente diferente desde el punto de vista léxico y fonético. Mientras que el elemento semítico ha estado presente en el norte de África desde la antigüedad (con los fenicios, los cartagineses y las colonias que crearon), las tribus y pueblos bereberes han resistido con orgullo tanto a la islamización como a la arabización, al menos en los primeros tiempos, y, aunque discriminados, han logrado hoy un progresivo reconocimiento oficial, sobre todo en Marruecos, donde el bereber es lengua oficial junto con el árabe.

El etnónimo “bereber” puede derivar del árabe “barbar” o, más probablemente, del latín “barbarus” o del griego “bárbaros”, siendo el significado original del término “hablar una lengua ininteligible”. Los bereberes, por su parte, prefieren autodenominarse “amazigh” (bereber para “hombres libres”) y llamar a su lengua “tamazight”, es decir, lengua de los hombres libres. Hay que decir que, más que una lengua propiamente dicha, el bereber constituye un continuo lingüístico de modismos que no siempre son mutuamente inteligibles (y hay varios entre Túnez, Argelia, Marruecos y Libia), al igual que los diversos dialectos árabes se refieren al árabe clásico como su lengua de origen. No es una lengua literaria, ya que las diferentes poblaciones siempre han utilizado el árabe para escribir, aunque existen alfabetos antiguos, como el “tuareg” o el “typhinagh”.

Actualmente, sobre todo a raíz del reconocimiento de algunos dialectos bereberes como lenguas oficiales en Marruecos y Argelia, se está identificando una “koiné” escrita.

Un poco de historia de Marruecos

Los primeros habitantes conocidos de Marruecos fueron los bereberes, presentes en la región ya en el segundo milenio antes de Cristo. Como ya se ha mencionado, las primeras colonias, primero fenicias y luego cartaginesas, surgieron en la zona a partir del siglo I a. C.

Sin embargo, a partir del año 146 d. C., con el fin de las guerras púnicas y la consiguiente caída de Cartago, la zona geográfica que hoy corresponde a Marruecos pasó a estar bajo control romano, incorporada a la provincia de Mauretania Tingitana. Tras el fin del Imperio romano, el país sufrió las invasiones de los vándalos y luego se incorporó al Imperio bizantino.

El islam llegó a Marruecos en el siglo VII con la conquista árabe, provocando una profunda transformación cultural y religiosa. Varias dinastías árabes llegaron al poder, entre ellas la de los idrisíes, que fundaron la ciudad de Fez en 789, convertida más tarde en un importante centro cultural y religioso. En la Edad Media, Marruecos fue testigo del ascenso de los almorávides y almohades, que expandieron sus dominios por gran parte del norte de África y España.

De importancia fundamental en la historia marroquí fue también el éxodo de los moriscos de España tras la Reconquista, que supuso no sólo la llegada de decenas, o más bien cientos de miles de refugiados, tanto “moros” (árabes y bereberes) como judíos procedentes de la Península Ibérica, sino también la transformación social y cultural del país. De hecho, los recién llegados se convirtieron en la élite urbana y se instalaron, con una considerable influencia cultural tanto lingüística como arquitectónica o musical, en las ciudades más renombradas (las cuatro “ciudades imperiales”: Meknes, Fez, Rabat, Marrakech), pero también en Tánger y en varios centros de la costa, sobre todo del Mediterráneo (y el estilo morisco es una huella de ello). Los judíos sefardíes que llegaron a Marruecos y se instalaron en las mellahs de las ciudades marroquíes mantuvieron entonces el judeoespañol como lengua coloquial hasta nuestros días.

En el siglo XVI, Marruecos estaba gobernado por los saaditas, una dinastía que rechazó los ataques tanto de los otomanos (Marruecos nunca formó parte de la Sublime Puerta) como de los portugueses, y consolidó la autonomía del país. La dinastía alawí, aún en el poder, surgió en 1659 (sus miembros reivindican una ascendencia que se remonta hasta Mahoma). Bajo su gobierno, el país se mantuvo independiente a pesar de las presiones coloniales europeas, aunque experimentó, sobre todo a partir de finales del siglo XIX y principios del XX, la creciente influencia de dos potencias en particular: Francia y España. Estas consiguieron, en 1912, establecer dos protectorados diferentes, el francés en el norte (Marruecos propiamente dicho) y el español en el sur (Sahara Occidental).

El movimiento independentista, liderado por figuras como Mohammed V, condujo al fin del protectorado en 1956, cuando Marruecos se convirtió en un reino independiente (anexionándose más tarde, en 1976, el Sahara Occidental, que había pertenecido a España hasta 1975).

Desde entonces, el país ha atravesado, a pesar de la dicotomía entre tradición y modernidad, dictadura y periodos de mayor libertad, una fase ininterrumpida de modernización y desarrollo bajo el liderazgo de los reyes Mohammed V, Hassan II y Mohammed VI, el soberano reinante. A este último, en particular, se deben las grandes reformas políticas, económicas y sociales que han consolidado la posición de Marruecos como uno de los Estados más estables y avanzados del Norte de África.

No obstante, la pobreza y las considerables disparidades económicas de la población siguen siendo, junto con la cuestión del Sahara Occidental y la plaga de la emigración, verdaderas dificultades en la zona.