Vaticano

Un nuevo horizonte para los fieles con discapacidad en la Iglesia

El Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida ha publicado "Una alegría sin límites", un documento que profundiza en la reflexión acerca del papel en la Iglesia de las personas con discapacidad.

Giovanni Tridente·30 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

La Iglesia ha dado otro paso significativo hacia una mayor inclusión de los fieles con discapacidad. En los últimos días, de hecho, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida ha publicado un documento titulado «Una alegría sin límites«, disponible en varios idiomas en su página web, resultado de una consulta a más de treinta fieles con discapacidad de todo el mundo, y realizado en colaboración con la Secretaría General del Sínodo.

No es casualidad que el texto se inscriba en el camino del Sínodo sobre la sinodalidad y aborde la cuestión crucial de cómo potenciar la corresponsabilidad de los fieles con discapacidad en una Iglesia que pretende ser cada vez más inclusiva y participativa. Fue la misma Asamblea de Obispos del pasado mes de octubre la que destacó la necesidad de reconocer y valorar las capacidades apostólicas de las personas con discapacidad y su contribución a la misión evangelizadora de los bautizados.

«No se trata, pues, de un mero ejercicio teórico», afirman los redactores del documento, «sino de una reflexión profunda que surge de la experiencia directa de quienes viven a diario la condición de discapacidad en el seno de la comunidad eclesial».

Retos actuales

Sin embargo, «Alegría sin límites» no oculta los retos aún presentes. En efecto, a pesar de los progresos realizados en este ámbito, persisten obstáculos y prejuicios que limitan la plena participación de las personas con discapacidad en la vida de la Iglesia.

No es casualidad que el texto haga hincapié en las experiencias de paternalismo y asistencialismo que necesariamente hay que superar. Sin embargo, el tono no es de queja, sino de propuesta constructiva.

Recomendaciones

Los autores esbozan un camino articulado que toca diversos aspectos de la vida eclesiástica. Parten de la accesibilidad física y comunicativa, pasando por una formación más específica del clero y los agentes de pastoral, hasta una reflexión teológica renovada sobre la discapacidad. También aquí el objetivo es claro: permitir que los fieles con discapacidad no sean sólo destinatarios de la atención pastoral, sino protagonistas activos de la misión de la Iglesia.

Acceso a los ministerios

Especialmente interesante es la propuesta de repensar el ministerio eclesial. El documento sugiere abrir el acceso a los ministerios instituidos a las personas con discapacidad y potenciar sus carismas específicos. Se imagina, por ejemplo, una catequesis para sordos a cargo de catequistas sordos, o la presencia de personas con discapacidad en los consejos pastorales.

No faltan otras sugerencias, como la creación de un órgano específico dentro de la Curia Romana o el establecimiento de oficinas específicas en las Conferencias Episcopales. Pero lo que emerge con fuerza es la llamada a un cambio de mentalidad: pasar «de actuar para» a «actuar con» las personas con discapacidad.

Ningún obstáculo para seguir a Cristo

El mensaje final del documento es disruptivo incluso en su sencillez: la condición de discapacidad no es un obstáculo para seguir a Cristo. Al contrario, puede ser una fuente de «alegría sin límites» cuando se vive en el seno de una comunidad eclesial verdaderamente acogedora e integradora.

Un paso más en el proceso sinodal en curso, por tanto, pero también un desafío para toda la Iglesia a repensar concretamente su modo de vivir la comunión y la participación de todos los bautizados, independientemente de su situación vital. El camino es ciertamente largo, pero también aquí la senda está claramente marcada.

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Cultura

Dos libros sobre pobreza y vulnerabilidad para el mundo de hoy 

Dos libros de las cátedras Cardenal Ernesto Ruffini y San Pedro Poveda de la Universidad Pontificia de Salamanca profundizan sobre los temas de la pobreza y la vulnerabilidad.

Maria José Atienza·30 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Las cátedras Cardenal Ernesto Ruffini y San Pedro Poveda de la Universidad Pontificia de Salamanca han reunido en sendos volúmenes, las reflexiones y consideraciones de diversos expertos sobre la pobreza y la vida cristiana por un lado y la vulnerabilidad y el cuidado por la otra.

La opción de los pobres

El primero de ellos La opción de los pobres, reúne las conferencias de unas jornadas celebradas en 2022 bajo el título La opción por los pobres en el ministerio pastoral del cardenal Ruffini. Dichas jornadas contaron con la participación, entre otros del presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Mons. Matteo Maria Zuppi. 

El libro se centra en el magisterio del cardenal Ernesto Ruffini y su ministerio a favor de los pobres. En este sentido, el director de la Cátedra Ruffini, José Antonio Calvo recordó que el cardenal Ernesto Ruffini “sembró incansable la palabra de Dios en los corazones de muchos hombres y mujeres a los que les faltaba casi de todo”. 

VulnerabilidadMiradas desde la teología, la espiritualidad y la educación 

Por otro lado, el otro volumen, VulnerabilidadMiradas desde la teología, la espiritualidad y la educación recoge la reflexión de varios profesores desde las perspectivas filosófica, teológica, espiritual y pedagógica. Asimismo, incluye la última lección del teólogo francés Joseph Caillot, que se despidió de su facultad enfermo de ELA. 

Un libro, coordinado por la cátedra San Pedro Poveda, que muestra que “toda Teología debe poseer un carácter pastoral, es decir, nacer y vivir en el espacio del contacto entre la revelación de Dios y la vida concreta de los hombres para reflexionar sobre la historia salvífica de Dios con los hombres que se realiza en todo momento”, como apuntó el decano de la Facultad de Teología en la presentación de ambos libros que “se sitúan justo en ese espacio, en concreto, “en el espacio que define la pobreza que pesa sobre ciertos sectores de la humanidad y sobre la vulnerabilidad de los hombres y mujeres que la conforman”.

Vaticano

“Puertas abiertas”, deseo del Papa en la fiesta de san Pedro y san Pablo

En vísperas del año Jubilar de 2025, en la solemnidad de san Pedro y san Pablo, el Papa Francisco ha llamado a “que el Señor abra las puertas de nuestro corazón ―a veces atrancadas por el miedo, cerradas por el egoísmo, selladas en la indiferencia o la resignación―, para abrirnos al encuentro con Él”. Y también a “construir una Iglesia y una sociedad de puertas abiertas”, al imponer el palio a 42 nuevos arzobispos metropolitanos.  

Francisco Otamendi·29 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Santo Padre Francisco ha animado hoy, en la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, a dejarnos “inspirar por sus historias, por el celo apostólico que marcó el camino de sus vidas. En su encuentro con el Señor, tuvieron una verdadera experiencia pascual: fueron liberados y ante ellos se abrieron las puertas de una vida nueva”. 

Y los ha descrito de este modo: san Pedro, “el pescador de Galilea a quien Jesús hizo pescador de hombres”. San Pablo, “el fariseo perseguidor de la Iglesia transformado por la gracia en evangelizador de los gentiles.”.

En la solemne celebración eucarística en la Basílica Vaticana con los cardenales, los nuevos arzobispos metropolitanos, a quienes ha entregado el palio, con los obispos, sacerdotes y fieles, y con una delegación del Patriarcado de Constantinopla presente en la Santa Misa, el Papa se ha referido en su homilía a la liberación de Pedro de la prisión, y al próximo Jubileo, que comenzará en la Iglesia el 24 de diciembre.

Dios abre las puertas

“La primera lectura nos ha descrito el episodio de la liberación de Pedro de su cautiverio. (…). Lo que se nos narra, pues, es un nuevo éxodo; Dios libera a su Iglesia, a su pueblo, que está encadenado, y se muestra una vez más como el Dios de la misericordia que sostiene su camino. En aquella noche de liberación sucedió que, ante todo, se abrieron milagrosamente las puertas de la prisión. Luego, de Pedro y del ángel que lo acompaña se dice que ‘llegaron a la puerta de hierro que daba a la ciudad. La puerta se abrió sola delante de ellos’. No fueron ellos los que abrieron la puerta, sino que se abrió sola”. 

“Es Dios quien abre las puertas”, ha subrayado el Pontífice.  “Es Él quien libera y despeja el camino. A Pedro ―como escuchamos en el Evangelio―, Jesús le había confiado las llaves del Reino. Pero Pedro experimenta que es el Señor quien abre primero las puertas, porque Él nos precede siempre. 

También el itinerario del apóstol Pablo es, antes que nada, una experiencia pascual, ha señalado el Papa. “Él, en efecto, primero fue transformado por el Resucitado en el camino de Damasco y después, en la incesante contemplación de Cristo crucificado, descubrió la gracia de la debilidad; cuando somos débiles ―decía― en realidad, justo entonces, es que somos fuertes porque ya no nos aferramos a nosotros mismos, sino a Cristo. Aferrado al Señor y crucificado con Él, Pablo escribía ‘ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí’”.

El Jubileo y las puertas de la evangelización

“Detengámonos a considerar precisamente la imagen de la puerta. El Jubileo, en efecto, será un tiempo de gracia en el que abriremos la Puerta Santa, para que todos tengan oportunidad de cruzar el umbral de ese santuario vivo que es Jesús y, en Él, experimentar el amor de Dios que fortifica la esperanza y renueva la alegría.  También en la historia de Pedro y de Pablo hay puertas que se abren. Meditemos sobre ello”.

“Hermanos y hermanas, los dos Apóstoles Pedro y Pablo tuvieron esta experiencia de gracia.”, ha proseguido.  “Ellos, en primera persona, experimentaron la obra de Dios, que les abrió las puertas de su prisión interior y también de las prisiones reales, donde estuvieron encarcelados a causa del Evangelio. Y, además, abrió ante ellos las puertas de la evangelización, para que pudieran experimentar la alegría de encontrarse con los hermanos y hermanas de las comunidades nacientes y llevar la esperanza del Evangelio a todos.

“Por eso, mientras nos preparamos para abrir la Puerta Santa, éste mensaje es también para nosotros. También nosotros necesitamos que el Señor abra las puertas de nuestro corazón ―a veces atrancadas por el miedo, cerradas por el egoísmo, selladas en la indiferencia o la resignación― para que podamos abrirnos al encuentro con Él”, ha señalado el Papa. “También nosotros necesitamos una mirada capaz de reconocer qué puertas abre el Señor para el anuncio del Evangelio, para redescubrir la alegría de evangelizar y superar los sentimientos de derrota y pesimismo que contaminan la acción pastoral”.

Mensaje al imponer el palio

Al concluir, Francisco se ha referido a la imposición del palio “a los arzobispos metropolitanos nombrados durante el último año. En comunión con Pedro y siguiendo el ejemplo de Cristo, puerta de las ovejas, están llamados a ser pastores diligentes que abran las puertas del Evangelio y que, con su ministerio, ayuden a construir una Iglesia y una sociedad de puertas abiertas”.

Asimismo, el Pontifice ha saludado “con afecto fraterno a la Delegación del Patriarcado ecuménico: gracias por haber venido a manifestar el deseo común de la plena comunión entre nuestras Iglesias. Que los santos Pedro y Pablo nos ayuden a abrir la puerta de nuestra vida al Señor Jesús; que intercedan por nosotros, por la ciudad de Roma y por el mundo entero. Amén”.

Ángelus: la autoridad es servicio, liberación de prisioneros

A las doce, el Papa se ha asomado a la ventana del Palacio apostólico, y ha rezado el Ángelus con los fieles. En su breve meditación, Francisco ha recordado algunas ideas de su homilía de la mañana, y ha resaltado, al considerar la promesa de Jesús de entregar a Pedro las llaves del Reino de los cielos, que “la autoridad es un servicio. Si no, es una dictadura”.

También ha señalado que su misión no iba a ser cerrar las puertas de la casa, sino ayudar a todos a encontrar el camino de entrada, “a todos, a todos”, y que no le confió las llaves porque no fuera pecador, sino “porque era humilde y honesto”. 

Finalmente, ha recordado a las familias, a los ancianos solos, a los enfermos, y ha rogado una oración por los que sufren por las guerras, por la paz en el mundo, y por la liberación de todos los prisioneros, al alegrarse de la liberación de dos sacerdotes grecocatólicos.

El autorFrancisco Otamendi

Mundo

El “Consejo sinodal” alemán debe cambiar su nombre

Así se desprende de una sesión de trabajo entre una delegación de la Conferencia Episcopal alemana y diversos dicasterios de la curia, celebrada el viernes en Roma.

José M. García Pelegrín·29 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El principal resultado de la reunión mantenida el 28 de junio en el Vaticano, que proseguía las conversaciones iniciadas en la visita ad limina de los obispos alemanes en noviembre de 2022 y que se continuó el 22 de marzo de 2024, según se destaca en un “Comunicado de prensa conjunto de la Santa Sede y la Conferencia Episcopal Alemana (DBK)” es que, para los representantes de la Curia Romana, hay dos “aspectos importantes».

El primero es que el nombre del “Consejo sinodal” debe ser modificado, y deben cambiarse “varios aspectos de la propuesta previamente formulada para un posible órgano sinodal nacional”.

En segundo lugar, tanto la Curia como la DBK están “de acuerdo en que no esté ni por encima ni al mismo nivel que la Conferencia Episcopal”.

Esto es de especial relevancia, ya que hasta ahora, el “órgano sinodal” definitivo que se está preparando en el “Comité sinodal” pretendía ser un órgano de gobierno conjunto entre los obispos y los laicos del “Comité central de los católicos alemanes” ZdK que, en última instancia, fiscalizaría la labor de la DBK a nivel nacional y del obispo en cada diócesis.

Según el comunicado, los obispos alemanes informaron sobre la última reunión del “Comité sinodal”, al que se refiere el comunicado como “órgano de trabajo temporal”.

Participantes en la reunión

En la reunión participaron –por parte de la Curia romana– los cardenales Victor Manuel Fernandéz, Kurt Koch, Pietro Parolin, Robert F. Prevost OSA y Arthur Roche, así como el arzobispo Filippo Iannone O.Carm.

Por parte de los obispos alemanes estuvieron Mons. Georg Bätzing, Mons. Stephan Ackermann, Mons. Bertram Meier y Mons. Franz-Josef Overbeck, con la presencia asimismo de la Secretaria General de la DBK, Beate Gilles, y del portavoz de prensa de la DBK, Matthias Kopp.

El principal tema de la reunión ha sido la relación entre el ejercicio del ministerio episcopal y la promoción de la corresponsabilidad de todos los creyentes.

Según el comunicado de prensa, se hizo “especial hincapié en los aspectos de derecho canónico para el establecimiento de una forma concreta de sinodalidad en la Iglesia en Alemania”.

Por lo que se desprende de lo anterior, la Curia Romana vuelve a frenar un “Consejo sinodal” que pretendía la creación de un órgano de gobierno conjunto entre los obispos y los laicos del ZdK, que ha sido prohibido repetidamente por el Vaticano: en sendas cartas del 16 de enero de 2023 y del 16 de febrero de 2024, enviadas por los principales cardenales de la Santa Sede con el visto bueno explícito del Papa, se recordaba que un Consejo sinodal “no está previsto por el derecho canónico vigente y, por tanto, una resolución en este sentido de la DBK sería inválida, con las correspondientes consecuencias jurídicas.”

Al retomar en la reunión del viernes, los “aspectos de derecho canónico” en relación con la “forma concreta de sinodalidad” de la Iglesia en Alemania queda claro que la Curia Romana espera que la DBK avance en este terreno de común acuerdo con el Vaticano.

Según el comunicado, una comisión del “Comité sinodal”, que se ocupará de “la estructura de un órgano sinodal” lo hará “en estrecho contacto con la comisión correspondiente, formada por representantes de los dicasterios interesados”; el “proyecto” de dicho órgano se elaborará ,por tanto, sólo de común acuerdo con el Vaticano.

Las conversaciones entre la Curia y la DBK continuarán “tras la conclusión del Sínodo Mundial, para tratar otros temas de carácter antropológico, eclesiológico y litúrgico”.

Ahora, los obispos deberán trasladar a los miembros laicos del “Comité sinodal” esos dos puntos fundamentales tratados en Roma: el cambio de nombre y el hecho de que el “órgano sinodal de ámbito nacional” que se pretende preparar no puede estar ni por encima ni al mismo nivel que la DBK. La próxima sesión de este Comité está prevista para los días 13 y 14 de diciembre

Cultura

Científicos y también creyentes. Las razones para su posición de fe

Este interesante volumen reúne las aportaciones de 26 autores universitarios que desmontan la idea, tan extendida hoy día, de que los profesionales de la ciencia no pueden -o no deben- tener creencias religiosas.

Manuel Alfonseca·29 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

En el año 2014, cuando se publicó este libro, la idea de que ciencia y fe son compatibles, que ciencia, razón y fe deberían colaborar para ampliar el ámbito de nuestro conocimiento, era bastante novedosa en el mercado bibliófilo español. Al recibir una propuesta de la Editorial Stella Maris, Francisco José Soler Gil y yo (Manuel Alfonseca) decidimos abordar la empresa de construir un libro que reuniera las aportaciones de un número considerable (26) de autores universitarios que, a través de su participación, desmintieran la idea, tan extendida hoy día, de que los profesionales de la ciencia no pueden -o no deben- tener creencias religiosas.

A lo largo del siglo XX y lo que llevamos del XXI, el ascenso imparable del ateísmo se ha detenido. Las predicciones decimonónicas relativas a la muerte de Dios y el fin inminente de la religión, no se han cumplido.

60 preguntas sobre ciencia y fe respondidas por 26 profesores de universidad

Autores: Manuel Alfonseca (Coord)
Editorial: Stella Maris
Páginas: 414
Año: 2016

Los últimos descubrimientos de la ciencia, especialmente en cosmología, han desmentido la predicción positivista de que el pensamiento religioso moriría a manos de la ciencia. Esa predicción no se ha cumplido, porque estaba equivocada.

El cientificismo dominante parte de la afirmación de que sólo la ciencia puede llevar a conocimiento válido. Es curioso que quienes piensan así no se den cuenta de que esta afirmación tiene que ser falsa. ¿De dónde procede? ¿Ha sido demostrada por alguna ciencia? Es evidente que no. Entonces, si fuera cierta, tendría que ser falsa, pues eso es precisamente lo que afirma, y llegaríamos a una contradicción.

Por eso, el objetivo de este libro es contribuir a la limpieza y rehabilitación de la parte del pensamiento fronteriza entre ciencia y fe, que ha sido devastada por el cientificismo. 

Las sesenta preguntas que contiene el libro se agrupan temáticamente en diez subdivisiones:

  1. Cuestiones fundamentales: Se plasman en diez preguntas que plantean si la ciencia tiene límites; lo que le debe la ciencia a la cultura cristiana; si existen pruebas de la existencia de Dios, o si, por el contrario, como afirman los ateos, Dios es una hipótesis innecesaria; si la ciencia es un estadio más avanzado que ha superado el estadio «infantil» de la fe religiosa; si puede darse un conocimiento científico de Dios.
  2. El desencuentro entre ciencia y fe a lo largo de la historia: argumentos principales del materialismo: En estas siete preguntas se revisa si la ciencia puede dar respuesta a todas las preguntas del hombre, marginando a Dios; si es verdad que la Iglesia Católica se ha opuesto sistemáticamente a la ciencia; si el debate se plantea correctamente en los medios de comunicación; si todo es materia, como afirman los materialistas; si ha quedado obsoleta la noción de alma; y el problema del mal, tal como lo enfoca la ciencia contemporánea.
  3. La evolución: Nueve preguntas más, sobre la compatibilidad de conceptos como creación y evolución, azar y diseño; ¿es necesariamente ateo el darwinismo? ¿qué es el diseño inteligente, una doctrina científica o una propuesta religiosa? ¿qué se sabe sobre el origen de la vida y sobre el origen del hombre? ¿es amoral la naturaleza?
  4. Neurociencia: Siete preguntas que plantean los problemas de la mente y la consciencia, la libertad humana, la experiencia religiosa, los juicios morales, sin olvidarse de revisar los experimentos de Libet sobre la libertad.
  5. Física cuántica: Tres preguntas abordan este difícil tema para plantear si es relevante la mecánica cuántica para la comprensión científica de la mente; si se puede seguir hablando de realidad; y si esta rama de la física puede aportar algo en las discusiones entre ciencia y religión.
  6. Cosmología: Estas seis preguntas plantean la cuestión del origen del universo (el Big Bang), si realmente tuvo principio, si pudo haberse creado a sí mismo, y cómo afectan las teorías del multiverso a la idea de la creación.
  7. Ajuste fino: Este apartado tiene la entidad suficiente como para merecer un estudio independiente. En las cuatro preguntas correspondientes se aborda desde distintos puntos de vista este problema, uno de los más espinosos que encuentran hoy día los ateos, y que en el fondo viene a ser una versión moderna de la quinta vía de Santo Tomás de Aquino.
  8. Las matemáticas y la religión: Cuatro preguntas que plantean el problema milenario de si las matemáticas son una construcción de la mente humana o el reflejo de una dimensión esencial de la realidad, así como si existe alguna relación entre la estadística y la teoría de juegos y el problema de la libertad.
  9. Aspectos éticos de la ciencia: Seis preguntas que cada vez están más de actualidad, sobre si debe la ciencia someterse a controles éticos; si todo lo que es técnicamente realizable debe ser éticamente admisible; cuáles son los límites éticos de la investigación con embriones, clonación, investigación con células madre, manipulación genética, terapia génica y otras intervenciones sobre la vida humana incipiente; y qué consecuencias éticas tiene la contaminación ambiental.
  10. Consideraciones finales: Las cuatro últimas preguntas indagan cómo se aplica el método científico y qué conocimiento de la realidad aporta; ¿queda algún espacio para la finalidad en un mundo descrito por la ciencia? ¿puede un cristiano ser científico? ¿puede un científico ser cristiano?

Las 60 preguntas incluidas en el libro no abarcan todos los puntos controvertidos de la relación entre ciencia y fe, pero su lectura puede aclarar algunas dudas al lector y entrenarlo en el tipo de reflexiones necesarias para desenredar los aspectos filosóficos y científicos de las controversias sobre la relación entre ciencia y fe.

Creemos que una obra con estas características hace algo más que dar testimonio del papel de la fe cristiana como impulsora del pensamiento filosófico y científico y como generadora de reflexión y cultura.

La mera existencia de un libro colectivo de esta envergadura, en el que 26 físicos, químicos, ingenieros, matemáticos, médicos, biólogos, filósofos, etcétera, de diversas universidades españolas y latinoamericanas, cooperan para aclarar las relaciones entre ciencia y fe, es algo fuera de lo corriente.

En una época como la nuestra, en la que los saberes particulares tienden a desconectarse unos de otros y se está perdiendo la visión de conjunto, no es fácil que un grupo numeroso de especialistas en diversas áreas del conocimiento se esfuercen por articular una perspectiva común.

Por eso, esta obra es un ejercicio del más genuino espíritu universitario. Un espíritu que, como tal vez se llegue a sospechar al término de la lectura, algo tiene que ver con la perspectiva cristiana.

Lista de autores: Miguel Acosta, Manuel Alcalde, Manuel Alfonseca, Juan Arana, Emilio Chuvieco, Santiago Collado, Ignacio García Jurado, Julio Gonzalo, David Jou, Nicolás Jouve, Javier Leach, Agustina Lombardi, Alfredo Marcos, Carlos Marmelada, Juan Carlos Nieto, Javier Pérez Castells, Miguel Pérez de Laborda, Aquilino Polaino, Francisco Rodríguez Valls, Javier Sánchez Cañizares, Francisco José Soler Gil, Fernando Sols, Ignacio Sols, Pedro Jesús Teruel, Claudia Vanney y Héctor Velázquez. 

Los autores están adscritos a diez universidades españolas, una argentina, una de México y una de Roma.

Puesto que la Editorial Stella Maris, que publicó este libro, ya no existe, el libro ha sido reeditado por la Editorial Schedas con un título parecido: Preguntas sobre ciencia y fe respondidas por profesores de universidad. La razón de las diferencias está en que en esta nueva versión no aparecen las mismas preguntas que en la primera (uno de los autores, Javier Leach, ha muerto, y sus respuestas fueron retiradas).

El autorManuel Alfonseca

Sociedad de Científicos Católicos de España

Cultura

San Pedro y san Pablo aún «cruzan sus caminos» en Roma

La celebración de san Pedro y san Pablo recuerda a dos de los grandes pilares de la fe. En Roma, lugar del martirio de ambos apóstoles, esta fecha se celebra con varias iniciativas especiales.

Andrea Acali·29 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

Cualquiera que decida visitar la basílica de San Pedro en estas fechas se topa con el imponente andamiaje montado para la restauración del baldaquino de Bernini. 

Allí abajo, perpendicular al altar, está la tumba del apóstol a quien Jesús dio el mandato de confirmar en la fe a sus hermanos. 

El 29 de junio es la solemnidad que conmemora a los dos príncipes de la Iglesia, Pedro, el humilde pescador de Galilea que se convirtió en vicario de Cristo, y Pablo, el erudito fariseo, originario de Cilicia, que creció en la escuela de Gamaliel y se transformó de feroz perseguidor de la Iglesia naciente en incansable apóstol de los gentiles.

Los dos santos patronos de la ciudad eterna se recuerdan juntos y este año se celebrarán con una serie de iniciativas promovidas por las Vicarías de la diócesis de Roma y de la Ciudad del Vaticano, en colaboración con el Ministerio de Cultura y el Ayuntamiento de Roma y Panathlon International. 

En particular, el sábado 29 está programado «Quo Vadis», un paseo-evento que toca las etapas históricas de la presencia de los dos apóstoles en la capital del imperio; el domingo 30 de junio, en cambio, está programado «Pedro y Pablo en Roma», un espectáculo teatral de y con Michele La Ginestra.

El paseo Quo Vadis

Destaca especialmente el paseo Quo Vadis, que, según las intenciones de los organizadores, debería convertirse en una cita fija cada año. Según la tradición, cuando Pedro abandonaba Roma huyendo de las persecuciones de Nerón, Jesús se le apareció en la Vía Apia. El apóstol le preguntó adónde iba («¿Quo vadis Domine?») y Cristo respondió: «Voy a Roma, para ser crucificado de nuevo». En ese momento Pedro regresó, para ser martirizado en el circo de Nerón, crucificado cabeza abajo y luego enterrado en la cercana necrópolis del Ager Vaticanus. 

Inmediatamente la tumba se convirtió en lugar de peregrinación, incluso antes de la construcción de la primitiva basílica constantiniana. Pero no fue hasta el siglo XX cuando se identificó con certeza la tumba de Pedro, con las excavaciones ordenadas por Pío XII entre 1939 y 1958 y las investigaciones de la conocida arqueóloga Margherita Guarducci. 

Si la tumba ha sido identificada con certeza donde el famoso trofeo de Cayo y la pared roja con graffiti, incluyendo el famoso «Petros eni» (presumiblemente «Pedro está aquí», en griego), quedan algunas dudas en cuanto a la ubicación exacta de los huesos. Sin embargo, la fe puede compensar ampliamente las incertidumbres de la ciencia.

El cruce de caminos entre Pedro y Pablo

Hoy, en la Via Appia -la ‘Regina Viarum’ de los antiguos romanos- cerca de las catacumbas de San Calisto, hay una pequeña iglesia que conmemora el ‘Quo vadis Domine?’, visitada también en 1983 por san Juan Pablo II. Y esa misma carretera ‘cruza’ el camino de Pedro y Pablo, que desde aquí llegaron a Roma, fueron encarcelados y luego encontraron el martirio allí, según la tradición, donde hoy se alza la abadía de Tre Fontane. 

Iglesia de Santa Maria in Palmis o Iglesia del Quo Vadis en la Vía Apia

Fray Agnello Stoia, párroco de San Pedro, explica que la idea básica de las iniciativas es «devolver a Roma la permanencia de sus patronos, que dan un carácter de universalidad a esta ciudad». 

El arresto domiciliario de san Pedro 

Las historias humanas de Pedro y Pablo, en Roma, se entrecruzan, se cruzan, se separan, se unen, en las calles de Roma y como las calles de Roma». El paseo urbano tocará todos los lugares vinculados a los dos apóstoles.

Entre otros -además de las basílicas de San Pablo Extramuros y de San Pedro en el Vaticano-, San Sebastián Extramuros, donde supuestamente se trasladaron las reliquias de Pedro y Pablo en 258 antes de volver al Vaticano, y en la Ostiense, así como una de las Siete Iglesias que tradicionalmente visitan los peregrinos con motivo del Jubileo; Santa Prisca, la espléndida basílica del Aventino, dedicada a la hija mártir de Aquila y Priscila, los amigos de Pablo que vivían aquí; el Carcere Mamertino, donde los dos apóstoles fueron encarcelados; y de nuevo Santa Maria in Via Lata, donde se dice que Pablo pasó los dos años de «arresto domiciliario».

La ruta incluye dos caminos, uno más largo y otro más corto, al final de los cuales recibirá una «pietruzza», una pequeña piedra que simboliza el camino recorrido. Es precisamente el «sanpietrino», evocado en el logotipo «Quo Vadis», lo que une a Pedro, Roma y sus calles. 

Una oportunidad que se ofrece a ciudadanos, turistas, familias y fieles para redescubrir o visitar por primera vez numerosos lugares -entre ellos el Parque Arqueológico del Coliseo, cuya visita, exclusiva para los participantes, es gratuita-, iglesias, tesoros de arte e historia que entusiasman. El programa puede consultarse en https://sanpietroquovadis.it/

Por lo que respecta a San Pedro, es interesante recordar una antigua costumbre. En la nave central de la basílica vaticana, a la derecha, antes del crucero, hay una gran estatua de bronce del primer Papa. San Pedro en la Cátedra» es una obra atribuida al escultor Arnolfo di Cambio, del siglo XIII (aunque algunos estudiosos la datarían en el siglo V, por encargo de san León Magno, que mandó fundir una estatua de Júpiter).

Fue Pablo V Borghese, pontífice entre 1605 y 1621, quien mandó colocar la obra en la basílica, después de haber estado mucho tiempo en el claustro de San Martín. La estatua se alza sobre un trono de mármol de la época renacentista, mientras que en 1871 Pío IX mandó realizar el baldaquino que la cubre. 

La estatua representa a san Pedro en la silla episcopal. Su mano derecha bendice a la manera griega, es decir, con dos dedos, mientras que en la izquierda sostiene las llaves del Reino de los Cielos. Las vestiduras son clásicas: una túnica hasta los pies y, sobre el hombro, el manto varonil. La particularidad de la fiesta es que, el 29 de junio, la estatua se reviste con la tiara y los ornamentos pontificios, una larga capa roja y dorada, que sirve también para subrayar el poder universal del Vicario de Cristo.

El pie derecho de la estatua está visiblemente desgastado por siglos de devoción popular. Con la construcción de la basílica constantiniana, de hecho, la tumba de Pedro había quedado inaccesible, por lo que sigue siendo tradición que los fieles besen o acaricien el pie de la estatua como acto de veneración.

Alguna curiosidad

En 2020, durante la pandemia, las celebraciones en la basílica vaticana con motivo de la fiesta de los santos Pedro y Pablo se celebraron a puerta cerrada, pero el Papa Francisco fue a venerar en persona la estatua del primer Pontífice.

Santa Maria in Via Lata

Otra peculiaridad, quizá poco conocida pero que puede «descubrirse» a través del paseo «Quo Vadis», está vinculada a la basílica de Santa Maria in via Lata. Se alza en lo que hoy es la céntrica Via del Corso y fue en su día el primer tramo de la Via Flaminia. En la cripta de la iglesia, según la tradición, habría vivido San Pablo durante su encarcelamiento en Roma.

La casa habría sido la de San Lucas Evangelista, que habría escrito aquí los Hechos de los Apóstoles, y también habría alojado a Pedro. Sobre la entrada de la cripta, una placa de mármol lleva la inscripción, en latín, «Oratorio de San Pablo Apóstol, San Lucas Evangelista y Marcial Mártir, donde se encontraba la imagen redescubierta de la Bienaventurada Virgen María, una de las siete pintadas por el Beato Lucas», en recuerdo de la presencia en ese lugar de algunos de los primeros y más importantes testigos de la fe cristiana.

El autorAndrea Acali

-Roma

Vaticano

¿Qué son los consistorios de cardenales?

Rome Reports·28 de junio de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El Papa puede convocar dos clases de consistorios: los ordinarios y los extraordinarios.

En los primeros, participan normalmente aquellos cardenales residentes en Roma y en los extraordinarios, en cambio, se convoca a todos para tratar cuestiones de especial importancia.

En algunos casos, los consistorios pueden ser públicos; es decir, que se permite la entrada de algunas personas que no sean cardenales. 


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Procesión eucarística por el río

Procesión eucarística por el río Ohio dentro de la Ruta Seton de la Peregrinación Eucarística Nacional. Desde el barco, el obispo Mark E. Brennan de Wheeling-Charleston, ofrece la bendición eucarística a los fieles reunidos en el muelle de Wellsburg.

Maria José Atienza·28 de junio de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Ecología integral

La Inteligencia Artificial, maestra de humanidad

La Inteligencia Artificial no solo plantea preguntas en el ámbito ético, sino que abre ante nosotros cuestiones profundas acerca del ser humano y sus deseos más íntimos.

Javier Sánchez Cañizares·28 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 9 minutos

El título de esta contribución puede sorprender. Los enormes avances en el campo de la Inteligencia Artificial (IA) durante los últimos años hacen que su presencia sea una realidad en casi todos los ámbitos de la actividad humana. Desde el reconocimiento de imágenes hasta la generación de texto, pasando por la capacidad de identificar patrones ocultos en una multitud de datos, la IA supone en la actualidad una herramienta insoslayable para la sociedad. Su capacidad de encontrar estrategias novedosas en la resolución de problemas mediante aprendizaje profundo («deep learning») y su creciente velocidad en el procesamiento de la información la hacen una segura compañera de viaje para los seres humanos del presente y del futuro.

Ahora bien, a pesar de sus éxitos puntuales, no parece que la Inteligencia Artificial pueda llegar a desarrollar una inteligencia general similar a la inteligencia natural de la que gozamos las personas. Hoy por hoy, la Inteligencia Artificial es más bien un conjunto de “Inteligencias Artificiales” en plural: diversos algoritmos soportados por diferentes redes neuronales artificiales, cada uno de ellos especializado en resolver problemas parecidos pero concretos.

Humanizar la Inteligencia Artificial

Entonces, más allá de encontrar soluciones ingeniosas para determinadas tareas, ¿tiene algo que decir la Inteligencia Artificial sobre qué significa ser humano? ¿Puede ser una maestra de humanidad? En este momento, seguramente vendrán a la cabeza los problemas generados por un uso inmoral de esta tecnología. ¿No deberíamos centrarnos más bien en aquellos valores humanos que deberían incluirse, en la medida de lo posible, en las diferentes inteligencias artificiales?

Ciertamente, el empleo de la Inteligencia Artificial ha de humanizarse. Bienvenidas sean las directivas e iniciativas que, a nivel personal, social y político, puedan llevarse a cabo para limitar las consecuencias derivadas de un mal uso de esta herramienta tan poderosa. Protegemos nuestros datos personales, luchamos contra la piratería y ponemos filtros en Internet para evitar el acceso de aquellos más vulnerables a contenidos dañinos. Hay una sensibilidad creciente a este respecto en prácticamente todos los sectores y se están dando pasos en buenas direcciones. Al mismo tiempo, establecer marcos legales ante los potenciales riesgos de la Inteligencia Artificial, aun siendo algo necesario e irrenunciable, no debe hacernos perder de vista lo que está en juego. Por muy bien intencionada que sea, la legalidad no puede impedir por sí sola y a cualquier coste el mal empleo de la Inteligencia Artificial.

Sin embargo, no es este directamente el centro de las reflexiones. Al afirmar que la Inteligencia Artificial es maestra de humanidad, las consideraciones entran en un nivel más profundo: ¿qué nos enseña la Inteligencia Artificial sobre nuestro núcleo humano más íntimo? ¿Contemplar los avances tecnológicos, puede ayudar a repensar y a revalorizar qué significa ser humano? Pienso que sí, aunque las consecuencias prácticas de todo ello no resulten inmediatamente visibles.

Artificial y natural

La Inteligencia Artificial es un producto de la inteligencia humana. Es producida, en último término, por los seres humanos. ¿Hay una oposición frontal entre lo natural y lo artificial que permite comprendernos mejor por oposición a las máquinas? Es dudoso, pues en cierta manera es natural para el ser humano producir artefactos. Lo artificial no deja de ser un desarrollo y compleción de lo natural en muchos casos. Además, la frontera entre ambos ámbitos no siempre está clara: ¿es artificial un ser vivo concebido artificialmente, modificado genéticamente, curado o mejorado mediante prótesis o productos artificiales? Los límites pueden ser difusos. Sin embargo, el mito del monstruo de Frankenstein debería recordarnos que no parece ser accidental la biología en el ser humano.

Más aún, y de manera más radical, que el hombre provenga de una evolución natural que lleva ocurriendo millones de años puede sugerir por qué no resulta tan fácil “producir” personas. La necesidad de la evolución para la aparición de seres inteligentes sobre la Tierra (y no sabemos si en más planetas) resulta una señal evidente de que el carácter biológico del ser humano no es un mero soporte, como quieren pensar algunos transhumanistas radicales, sino una condición necesaria y definitoria.

Para ver si una Inteligencia Artificial producida puede aspirar a acercarse al ser humano, sería necesario “dejarla evolucionar” sin trabas ni cortapisas de ningún tipo. Pero no parece que sea eso lo que queremos con la Inteligencia Artificial. Lo artificial es siempre algo que se sustrae al flujo evolutivo de la naturaleza para que lleve a cabo unos fines concretos. Se los pedimos a nuestra tostadora y a nuestro «smartphone», cada uno a su nivel. En este sentido, lo artificial no es nunca natural.

La cuestión de los fines

Las consideraciones anteriores nos conducen a un segundo punto, con frecuencia olvidado por los acérrimos partidarios de una IA que llegue a superar al ser humano: la cuestión de los fines. ¿Qué es un fin? ¿Qué significa tener fines? Aunque la ciencia moderna haya puesto entre paréntesis la cuestión de la finalidad en la naturaleza, los fines reaparecen, paradójicamente, cuando intentamos entender el comportamiento de los seres vivos, que actúan casi siempre con vistas a algo.

En los vivientes, los fines surgen de modo natural: están inscritos en su naturaleza, podríamos decir. Por el contrario, la IA funciona siempre a partir de una finalidad externa impuesta por los programadores. Con independencia de que, mediante el aprendizaje profundo, puedan aparentemente surgir nuevos “fines” en las diferentes Inteligencias Artificiales, ningún producto lleva en sí mismo la inclinación hacia finalidad alguna.

En el caso del ser humano, la cuestión de los fines aparece con mayor claridad en relación con la capacidad de encauzar el anhelo que cada uno tiene de ser completado. La persona tiene deseos naturales que apuntan a fines que la completan y complementan. Ahora bien, ¿cuál es el fin último del hombre? La respuesta genérica a esa pregunta es la felicidad (perspectiva de la ética clásica), la santidad o comunión con Dios (visión creyente) o la ayuda genérica a los demás (perspectiva filantrópica). El punto clave aquí es que dicho fin no está predeterminado de modo concreto. Más bien, dependiendo de las etapas de la vida y los contextos en que vive una persona, el modo de concebir el fin general se va interpretando y desarrollando de diversas maneras. No hay por tanto un determinismo teleológico.

Inteligencia artificial, determinismo y libertad

Alguien podría objetar que, en el futuro, si tenemos una IA en versión cuántica, quizás tampoco se dé en ellas dicho determinismo. Pero eso sería no comprender el argumento, que tiene que ver no tanto con los procesos de determinación como con la vida. Vivir significa ser capaz de establecer nuevos fines en nuevos contextos, dados por el entorno, y concatenar los nuevos fines con los fines anteriores, en la historia singular e irrepetible de cada ser vivo.

Este proceso se da de forma especial en el ser humano, porque conlleva el uso de la libertad como autodeterminación: la capacidad de querer de modo coherente con la historia personal lo que la inteligencia presenta como bueno.

El proceso teleológico en los humanos es máximamente creativo, pues cada persona es capaz de reconocer y querer como bien humano aquello que subyace y está escondido en cada situación vital. Es la libertad creativa de un ser espiritual que, viviendo en el “aquí y ahora”, es capaz de trascenderlo: es capaz de poner el “aquí y ahora” en relación con la vida entera, aunque sea de manera imperfecta. Eso es vivir humanamente y eso, en definitiva, es crecer como individuo de la especie humana. No parece que la IA, con independencia de su soporte físico, funcione de esta manera. Ninguna IA vive, pues dedicarse a resolver problemas concretos, impuestos desde fuera, no es lo mismo que vivir y plantearse problemas.

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Robot equipado con Inteligencia Artificial (OSV News photo/Yves Herman, Reuters)

Los límites del conocimiento

La cuestión de los fines y la vida está muy relacionada con el conocimiento. De hecho, muchos autores han defendido una continuidad básica en la naturaleza, una proporcionalidad directa entre vida y conocimiento. La manera de percibir el mundo es específica y particular para cada viviente, pues es parte esencial de su modo de vivir, de estar en el mundo.

En el caso del ser humano, su estar en el mundo alcanza una extensión prácticamente ilimitada. Si bien los sentidos externos funcionan dentro de un rango determinado de estímulos, el ser humano es capaz de ir más allá, gracias a su inteligencia, y conocer que existen más cosas que las inmediatamente percibidas. Por ejemplo: somos capaces de “ver” más allá del espectro visible de la radiación electromagnética, o de “oír” más allá del espectro de las frecuencias audibles por un ser humano. Más aún, sin poseer ningún sentido para la gravedad, podemos detectar las ondulaciones del espacio producidas por interacciones entre agujeros negros en la noche de los tiempos.

Si bien todo experimento ha de terminar ofreciendo algo sensible al experimentador, el ser humano es capaz de seguir el rastro de las correlaciones físicas que se dan en la naturaleza hasta límites insospechados. Buena parte de esta capacidad se manifiesta en los avances que nos proporciona la ciencia, uno de los logros más espirituales llevados a cabo por nuestra especie.

No obstante, una componente esencial del conocimiento humano es nuestra conciencia de ser limitados. Lo que puede parecer una contradicción no lo es. Nuestro deseo de conocer es potencialmente ilimitado, pero somos conscientes de ello porque, habitualmente, experimentamos el conocimiento como limitado. Una consecuencia decisiva de ello es qué conlleva ser una persona cabal: alguien que no confunde su conocimiento de la realidad con la realidad misma.

Inteligencia Artificial y enfermedades mentales

El conocimiento se refiere a la realidad, pero no la agota. Junto a otras capacidades, el conocimiento humano está llamado a extenderse de manera ilimitada, pero nunca es ilimitado en presente. Lo que conoces, sientes o experimentas, no es la realidad, dicen muchos psicólogos a sus interlocutores. No solo para que reconozcan su finitud, sino para recordarles que no son los creadores de la verdad, ni siquiera de la verdad sobre su propia vida. He aquí el núcleo de buena parte de las enfermedades mentales.

¿Puede una Inteligencia Artificial enfermar así? No. Por la sencilla razón de que ninguna IA distingue entre su “conocimiento” y la realidad misma. Alguien podría objetar que hay Inteligencias Artificiales que “sensan”: tienen sensores que reciben información sobre la realidad e incluso “eligen” qué información procesar y cuál no. Pero no es ese el problema. El problema es que el esquema “entrada-procesamiento-salida” de una IA siempre queda cerrado en sí mismo. Incluso si se flexibiliza el contenido de dicho esquema para que pueda cambiar en sucesivas iteraciones, en cada momento solo existe dicha triada para la IA (o para el hardware que lleva cabo el algoritmo, si se prefiere verlo así).

Representación y realidad

En ningún momento puede darse la diferenciación entre conocimiento y realidad, específico del ser humano, por la sencilla razón de que cada ser humano nace con un interés por toda la realidad mientras que la IA es producida con una finalidad particularizada, aunque sea simular una cierta “preocupación” por datos no procesados, que acaban convirtiéndose en una nueva entrada en las iteraciones de los algoritmos.

En buena medida, el éxito de la Inteligencia Artificial contemporánea proviene de superar las limitaciones de una primera IA que identificaba rígidamente símbolos y reglas lógicas con los procesos físicos del hardware. Ha sido necesario relajar dicha identificación para que la IA mejore espectacularmente. Pero las Inteligencias Artificiales nunca podrán ser “cabales”, tener lo que Brian Cantwell Smith denomina “buen juicio” («The Promise of Artificial Intelligence: Reckoning and Judgment«): conocer sus limitaciones y establecer la relación correcta entre el conocimiento, como representación, y la realidad. Los sistemas que en sí mismos no son capaces de comprender de qué tratan sus representaciones no se relacionan auténticamente con el mundo de la manera en que sus representaciones lo representan. Esto último es algo que puede darse únicamente en el nivel personal.

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La dimensión religiosa

Para acabar, es interesante analizar la cuestión de los límites de un conocimiento potencialmente ilimitado en al ámbito religioso. Los pensadores clásicos consideraban que se da en el ser humano un deseo natural de ver a Dios. Esta paradoja provocó en su día no pocos problemas a la teología de los dos órdenes: natural y sobrenatural. ¿Cómo combinar ambos órdenes? ¿Cómo podía darse un deseo natural de una realidad sobrenatural?

Una teología más centrada en la dinámica de las relaciones personales que en la conceptualización de los órdenes ha ido haciendo luz en este problema clásico. Dicho problema revela la curiosa combinación de finitud e infinitud que se da en la persona creada y, de paso, nos recuerda que la dimensión religiosa es una componente intrínseca de la naturaleza humana. El deseo de infinito no parece que se pueda apagar del todo en el hombre, de infinita dignidad, pese a los intentos de las filosofías nihilistas.

¿Nos enseña la Inteligencia Artificial algo respecto de nuestra religiosidad humana? Hoy por hoy, las Inteligencias Artificiales especializadas en procesamiento de lenguaje pueden hacer grandes resúmenes sobre el contenido de las religiones, construir magníficas homilías o buscar casi instantáneamente los pasajes de la Biblia que mejor se adaptan a nuestro estado de ánimo. Pero no tienen respuesta acerca de su “propia” religiosidad más allá de lo permitido, directa o indirectamente, por sus programadores.

En busca de una vida plena

Aunque las Inteligencias Artificiales no nos instruyen directamente sobre la relación con Dios, las proyecciones humanas que pretenden recorrer el camino que llevaría a la humanización de las máquinas suelen pasar por la religión. ¿Cómo olvidar aquí las escenas finales del primer Blade Runner, cuando el replicante Roy Batty empieza a tomar consciencia de sí mismo y busca a su creador para pedirle más vida? Roy se siente comprensiblemente decepcionado al interrogar a su programador y constatar que el creador humano no es tan poderoso, no llega a tanto. Por eso decide darle muerte.

¿Por qué busca la inmortalidad Roy? Porque ha vivido y ha visto “cosas que nosotros ni siquiera creeríamos”: una vida, su historia personal, transida de recuerdos que le acompañan. Pero si él tiene fecha de caducidad, todos esos recuerdos no solo “se perderán como lágrimas en la lluvia”, sino que se volverán indistinguibles de cualesquiera otros procesos naturales. Roy busca esa vida plena, abundante, en la que todo lo que ha vivido no se pierde, no es indiferente, y puede adquirir su sentido último. No es poca enseñanza sobre qué significa vivir humanamente.

El autorJavier Sánchez Cañizares

Investigador del grupo 'Mente-cerebro' del Instituto Cultura y Sociedad, Universidad de Navarra

Vaticano

El Papa une la salvación del hombre al cuidado de la creación

En su mensaje para la Jornada de oración por el cuidado de la creación, el Papa Francisco ha querido subrayar la relación que tiene la virtud de la caridad con el respeto a la naturaleza y a todas las criaturas de Dios.

Paloma López Campos·27 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El 1 de septiembre de 2024 la Iglesia celebra la Jornada de oración por el cuidado de la creación. Este año, el lema elegido por el Papa Francisco es “Espera y actúa con la creación”. Como explica el Pontífice en el mensaje publicado para esta ocasión, el motivo principal “hace referencia a la Carta de san Pablo a los romanos 8, 19-25, donde el apóstol aclara lo que significa vivir según el Espíritu y se concentra en la esperanza cierta de la salvación por medio de la fe, que es la vida nueva en Cristo”.

Tomando estos versículos de la Biblia, dice el Papa, podemos partir “de una pregunta sencilla”: “¿Cómo es que tenemos fe?”. Y él mismo responde que “no es tanto porque ‘nosotros creemos’ en algo trascendente que nuestra razón no logra entender”, sino que “es porque habita en nosotros el Espíritu Santo”.

Francisco explica con más detenimiento esta afirmación diciendo que “el Espíritu es ahora, realmente, ‘el anticipo de nuestra herencia’, como pro-vocación a vivir siempre orientados hacia los bienes eternos”. Es precisamente por esta razón por la que “el Espíritu hace a los creyentes creativos, proactivos en la caridad”. Y, con esta caridad, los cristianos son introducidos “en un gran camino de libertad espiritual” que les hace percatarse de que “son hijos de Dios y pueden dirigirse a Él llamándolo ‘¡Abbá!, es decir, ¡Padre!’”.

Esto, dice el Santo Padre, debe llenarnos de esperanza, pues “el amor de Dios ha vencido, vence y seguirá venciendo siempre. A pesar de la perspectiva de la muerte física, para el hombre nuevo que vive en el Espíritu el destino de gloria es ya seguro”.

La fe como tarea

De acuerdo con esto, afirma el Papa, “la existencia del cristiano es vida de fe, diligente en la caridad, y desbordante de esperanza”. Sin embargo, esto no es razón para que el discípulo de Cristo se acomode. “La fe es un don”, explica el Pontífice, “pero es también una tarea, que debe realizarse en la libertad, en la obediencia al mandamiento del amor de Jesús”.

Esto se realiza “en los dramas de la carne humana que sufre”, señala el obispo de Roma. “La salvación cristiana entra en la profundidad del dolor del mundo, que no solo afecta a los seres humanos, sino a todo el universo”.

Por tanto, continúa Francisco, “toda la creación está implicada en este proceso de un nuevo nacimiento”. De este modo, la caridad del crisitano “debe extenderse también a la creación, en un ‘antropocentrismo situado’, en la responsabilidad por una ecología humana e integral, camino de salvación de nuestra casa común y de nosotros que habitamos en ella”.

Liberación del hombre, cuidado de la creación

El Santo Padre subraya en su mensaje que “la liberación del hombre comporta también la de todas las demás criaturas que, solidarias con la condición humana, han sido sometidas al yugo de la esclavitud”. En este sentido, “en la redención de Cristo es posible contemplar con esperanza el vínculo de solidaridad entre el ser humano y todas las demás criaturas”.

Por esta razón, continúa el Papa, “el Espíritu Santo mantiene alerta a la comunidad creyente y la instruye continuamente, llamándola a la conversión de estilos de vida, para que se oponga a la degradación humana del medio ambiente”.

Es importante, por tanto, que el hombre sea dócil al Espíritu Santo, ya que la obediencia a Él “cambia radicalmente la actitud del hombre: de ‘depredador’ a ‘cultivador’ del jardín”. Así, el ser humano consigue evitar esa “forma de idolatría” que consiste en “pretender poseer y dominar la naturaleza, manipulándola a voluntad”.

“Por tanto”, dice Francisco, “el cuidado de la creación no es sólo una cuestión ética, sino también eminentemente teológica, pues concierne al entrelazamiento del misterio del hombre con el misterio de Dios”. Asimismo, “hay una motivación trascendente (teológico-ética) que compromete al cristiano a promover la justicia y la paz en el mundo, también a través del destino universal de los bienes: se trata de la revelación de los hijos de Dios que la creación espera, gimiendo como con dolores de parto”.

Con y por la creación

El Papa finaliza su mensaje resumiendo con claridad el lema de la Jornada de oración por el cuidado de la creación. “Esperar y actuar con la creación significa, pues, vivir una fe encarnada, que sabe entrar en la carne sufriente y esperanzada de la gente, compartiendo la espera de la resurrección corporal a la que los creyentes están predestinados en Cristo Señor”.

Los católicos, concluye el Santo Padre, tienen que aspirar a “una vida santa”, “una vida que se convierte en un canto de amor a Dios, a la humanidad, con y por la creación, y que encuentra su plenitud en la santidad”.

Recursos

Jesús en el Nuevo Testamento, a la luz del Antiguo

Toda la Sagrada Escritura mira a Cristo y prepara al pueblo para su venida y reconocimiento. Por ello, conocer los libros del Antiguo Testamento supone, para todo cristiano, un ejercicio fundamental para entender en plenitud la vida y el mensaje de Jesús.

Francisco Varo·27 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 8 minutos

Antiguo y Nuevo Testamento se complementan. No son dos bloques de libros en conflicto, sino testimonio conjunto de un único plan salvífico que Dios ha ido desvelando progresivamente.

No se trata de dos etapas sucesivas y excluyentes en las que, una vez alcanzada la meta, los primeros pasos perderían su interés. Son, en cambio, dos momentos de un mismo plan, donde el primero prepara el camino para el segundo y definitivo. 

Incluso después de alcanzar la meta, la preparación sigue siendo esencial para que el resultado final funcione correctamente. Los libros del Antiguo Testamento no son como las grúas y los andamios, necesarios para construir un edificio pero que se retiran una vez terminada la obra.

Son más bien como los estudios de medicina para un médico: un momento previo en el tiempo al ejercicio de su profesión, pero una vez obtenido el título, la práctica médica se basa en el conocimiento adquirido. Siempre se requiere una formación continua, volviendo al estudio. Algo similar ocurre con las relaciones entre el Antiguo y el Nuevo Testamento.

El Antiguo Testamento es una preparación para el Nuevo, pero una vez alcanzada la plenitud de la revelación en el Nuevo, su comprensión precisa requerirá un conocimiento profundo del Antiguo. A su vez, el Antiguo Testamento seguirá ofreciendo referencias permanentes a las que será conveniente volver una y otra vez, especialmente cuando sea necesario enfrentar desafíos inéditos en la interpretación del Nuevo.

San Agustín, en su comentario a Éxodo 20, 19 (PL 34, 623), expresó la relación entre ambos con una frase concisa: “El Nuevo Testamento está latente en el Antiguo y el Antiguo está patente en el Nuevo”.

Con su habitual brillantez retórica, expresa la convicción de que la lectura de los libros del Antiguo Testamento por sí solos, aunque sea comprensible, no permite captar todo su sentido. Este solo se alcanza en plenitud cuando se integra con la lectura del Nuevo. 

Al mismo tiempo, indica que el Nuevo Testamento no es ajeno al Antiguo, ya que está latente en él, dentro del sabio plan de Dios en su revelación.

Explicar en detalle las citas, alusiones o ecos del Antiguo Testamento que impregnan los pasajes del Nuevo requeriría muchas páginas, que excederían el marco limitado de este ensayo. Por lo tanto, nos limitaremos a señalar algunos ejemplos sencillos tomados del evangelio según san Mateo que nos ayuden a comprender la importancia de conocer a fondo los relatos y expresiones del Antiguo Testamento. Estos nos muestran el camino para reconocer a Cristo en la lectura de los Evangelios.

La genealogía de Jesús

El evangelio según san Mateo comienza mostrando que Jesús está plenamente integrado en la historia de su pueblo: “Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán” (Mt 1, 1). A partir de ahí, se enumeran tres grupos de catorce generaciones, en las que se aprecian numerosos puntos de contacto con personajes y textos de la historia de Israel. 

Especialmente significativas son sus relaciones con los dos personajes mencionados en el encabezamiento: David y Abrahán. El hecho de que se enumeren catorce generaciones tres veces es significativo ya que, en hebreo, catorce es el valor numérico de las consonantes de la palabra David (DaWiD: D vale 4, W vale 6 y la otra D 4 más). Esto señala que Jesús es el Mesías, el esperado descendiente de David.

El Anuncio a José

Al final de la genealogía, un ángel del Señor explica a José la concepción virginal de Jesús y le da instrucciones precisas: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que en ella ha sido concebido es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt 1, 20-21). 

El ángel utiliza las mismas palabras que se usaron para anunciar a Abrahán que Sara “dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Isaac” (Gn 17, 19). De esta manera, el evangelista va delineando la figura de Jesús con alusiones a rasgos literarios propios de la literatura bíblica sobre Isaac.

Belén, los Magos, Herodes, Egipto

En cuanto a David, es importante destacar que Jesús nació en Belén, la ciudad de David: “Después de nacer Jesús en Belén de Judá en tiempos del rey Herodes, unos Magos llegaron de Oriente a Jerusalén preguntando: –¿Dónde está el Rey de los Judíos que ha nacido? Porque vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle. Al oír esto, el rey Herodes se inquietó, y con él toda Jerusalén. Y, reuniendo a todos los príncipes de los sacerdotes y a los escribas del pueblo, les interrogaba dónde había de nacer el Mesías. –En Belén de Judá –le dijeron–, pues así está escrito por medio del Profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales ciudades de Judá; pues de ti saldrá un jefe que apacentará a mi pueblo, Israel. Entonces, Herodes, llamando en secreto a los Magos, se informó cuidadosamente por ellos del tiempo en que había aparecido la estrella; y les envió a Belén, diciéndoles: –Id e informaos bien acerca del niño; y cuando lo encontréis, avisadme para que también yo vaya a adorarle” (Mt 2, 1-8). 

El texto es muy expresivo, ya que, con ocasión de la pregunta de los magos, se recurre a una cita de la Escritura para mostrar que Jesús es el Mesías esperado, el descendiente que el Señor había prometido a David, y para eso se menciona la profecía de Miqueas (Mi 5, 1). 

Poco después, una vez que los magos adoraron al niño, se dice que José fue advertido en sueños de los planes de Herodes para matarlo. José obedeció inmediatamente: “Él se levantó, tomó de noche al niño y a su madre y huyó a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que dijo el Señor por medio del Profeta: De Egipto llamé a mi hijo(Mt 2, 14-15).

De nuevo, se hace notar que lo sucedido ya estaba anticipado en el Antiguo Testamento, incluso aunque sus lectores no lo hubieran advertido antes. En efecto, la frase “de Egipto llamé a mi hijo” está en Oseas 11, 1, aunque en el libro del profeta ese “hijo” es el pueblo de Israel al que Dios sacó de Egipto para llevarlo a la tierra prometida.

Este juego de citas y alusiones, que solo puede percibir quien conoce con todo detalle el Antiguo Testamento, está cargado de sentido. 

Es significativo que Mateo presente a Jesús perseguido en su nacimiento por un rey, Herodes, que quiere darle muerte, y que, una vez salvado de esa persecución tras la muerte de Herodes, se dirija a la tierra de Israel procedente de Egipto. 

De este modo, se está presentando a Jesús como un nuevo Moisés. En la orden de Herodes de dar muerte a todos los niños menores de dos años (Mt 2, 16) se está volviendo a hacer real la persecución que el faraón dictó contra todos los niños israelitas (Ex 1, 16), y así como Moisés escapó prodigiosamente de una muerte segura, Jesús también logró escapar de la espada de Herodes. 

Después, se dirigiría a la tierra prometida procedente de Egipto.

El Bautismo de Jesús en el Jordán

La idea de Jesús como el nuevo Moisés resuena en varios aspectos al comienzo de su vida pública. Jesús acude al Jordán, junto a Jericó, donde está Juan el Bautista, para ser bautizado por él. Comienza su vida pública después de salir de las aguas del río (Mt 3, 13-17). 

Según el libro del Deuteronomio, Moisés guió al pueblo de Israel desde Egipto hasta el Jordán junto a Jericó (Dt 34, 3) y, antes de cruzar el río, murió tras contemplar la tierra prometida desde el monte Nebo.

Jesús, como el nuevo Josué, sucesor de Moisés, comienza su predicación a partir de la orilla del Jordán en el mismo lugar donde había llegado Moisés, frente a Jericó. Es Jesús quien verdaderamente lleva a plenitud lo que Moisés había iniciado.

Al narrar el bautismo de Jesús, se dice que “después de ser bautizado, Jesús salió del agua; y entonces se le abrieron los cielos, y vio al Espíritu de Dios que descendía en forma de paloma y venía sobre él. Y una voz desde los cielos dijo: – Este es mi Hijo, el amado, en quien me he complacido (Mt 3, 16-17). Esta frase “mi hijo, el amado”, que se escucha también en la transfiguración de Jesús (Mt 17, 5), es un eco de aquella en la que Dios se dirige a Abrahán para pedirle que le sacrifique a su hijo Isaac: toma a “tu hijo, el amado” (Gn 22, 2).

El paralelo entre Jesús e Isaac, que ya se había delineado en el anuncio del ángel a José (Mt 1, 20-21; Gn 17, 19), cobra de nuevo un protagonismo muy expresivo. Este modo de presentar a Jesús señala el paralelo entre la dramática escena del Génesis en la que Abraham está dispuesto a sacrificar a Isaac, que lo acompaña sin resistencia, y el drama que se consumó en el Calvario donde Dios Padre ofreció a su Hijo en sacrificio asumido voluntariamente para la redención del género humano.

La Predicación de Jesús

Mateo también habla de la predicación de Jesús presentándolo como el nuevo Moisés, que va detallando los preceptos de la Ley en un largo discurso desde una montaña (Mt 5, 1), en alusión al Sinaí.

Allí menciona algunos de los Mandamientos transmitidos por Moisés, y hace algunas precisiones acerca de su cumplimiento, asumiendo una autoridad que no dejaba indiferentes a quienes lo escuchaban. 

Jesús no plantea un conflicto con respecto a la aceptación de la Ley de Moisés, sino que, al contrario, ratifica su valor: “No penséis que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no he venido a abolirlos sino a darles su plenitud. En verdad os digo que mientras no pasen el cielo y la tierra, de la Ley no pasará ni la más pequeña letra o trazo hasta que todo se cumpla” (Mt 5, 17-18). Pero explica con detalle el sentido y los modos de llevar a la práctica los principales mandamientos de la Torah. 

La “plenitud” de la que se habla no es la de un simple cumplimiento de lo mandado, sino una profundización en la enseñanza de la Ley que va mucho más allá que la rigurosa observancia de lo que expresa en su más pura literalidad.

El esquema de las palabras de Jesús (Mt 5, 43-45) corresponde a una explicación de los mandamientos según los procedimientos ordinarios entre los maestros de Israel en aquel tiempo. Primero se menciona el texto de la Ley que se va a comentar, y a continuación se indica el modo de cumplirlo de acuerdo con el espíritu de esos mandatos divinos. Los oyentes de Jesús escucharían, pues, un discurso estructurado de un modo que les resulta familiar.

En este caso, las explicaciones son introducidas de un modo peculiar, casi provocativo, por el maestro de Nazaret. No es un simple contraste ordinario de pareceres. Comienza diciendo: “Habéis oído que se dijo…” y cita palabras de la Ley a la que todos ellos reconocen un origen y autoridad divinos, para añadir: “pero yo os digo…”. ¿Quién es este maestro que se atreve a corregir con su interpretación lo que dice la Ley de Moisés?

Este modo de presentar la explicación de los mandamientos es propio del estilo de Jesús. Reclama para sí una autoridad por la que se sitúa al lado de Moisés, e incluso se eleva por encima de él.

Por un lado, Jesús acepta la Ley de Israel, reconoce su autoridad y enseña que tiene un valor perenne. Pero al mismo tiempo, esa perennidad va unida a la consecución de una plenitud que él mismo ha venido a darle, no abrogándola para sustituirla por otra, sino llevando a su culminación la enseñanza acerca de Dios y del hombre que contiene. No le ha añadido nuevos preceptos ni ha devaluado sus exigencias morales, pero sí que ha extraído de ella todas sus virtualidades ocultas y ha puesto de manifiesto nuevas exigencias de la verdad divina y humana que estaban latentes en ella.

Ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo

Un repaso atento de las páginas del Evangelio, reparando en los detalles que un buen conocimiento del Antiguo Testamento aporta a su comprensión, es un ejercicio fascinante, pero que requeriría un tiempo y un espacio que supera los límites de un simple ensayo como este. Sin embargo, los ejemplos mencionados pueden servir para descubrir lo que puede aportar al conocimiento de Jesucristo una lectura del Nuevo Testamento a la luz de la Biblia hebrea.

La convicción expresada en la predicación apostólica de que el Antiguo Testamento solo se entiende en plenitud a la luz del misterio de Cristo, y, a su vez, que la luz de ese Antiguo Testamento hace brillar con todo su esplendor las palabras del Nuevo, se mantuvo inalterable en la teología patrística.

Es bien conocida la anotación de san Jerónimo en el prólogo de su Comentario a Isaías: “si, como dice el apóstol Pablo, Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios, y el que no conoce las Escrituras no conoce el poder de Dios ni su sabiduría, de ahí se sigue que ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo”.

Un buen conocimiento del Antiguo Testamento es necesario para conocer a Cristo en profundidad, ya que resulta imprescindible para captar todos los detalles que el Nuevo Testamento señala acerca de la persona y misión del Hijo de Dios hecho hombre.

El autorFrancisco Varo

Profesor ordinario de Sagrada Escritura, Universidad de Navarra

Evangelio

Hacer el bien al paso de Dios. Domingo XIII del tiempo ordinario (B)

Joseph Evans comenta las lecturas del domingo XIII del Tiempo Ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·27 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Nuestro Señor muestra una notable mezcla de determinación, flexibilidad y paciencia en su misión. Esto es especialmente evidente en el evangelio de hoy, en el que vemos constantemente a Jesús dispuesto a ir donde se le pide, adaptando sus planes, sin la menor prisa, pero todo ello inspirado por un claro sentido de seguir la voluntad del Padre. 

Jesús sabe lo que quiere hacer y lo hace con calma, sin inquietarse en ningún momento. Y, sin embargo, las multitudes bullen a su alrededor, la gente reclama su atención o le toca, los discípulos le responden nerviosos, la gente llora y se lamenta en voz alta, o se ríen de él. 

Jesús acaba de expulsar a miles de demonios de una sola persona: una batalla dura y agotadora. Al cruzar en barca a la otra orilla, una gran multitud se reúne a su alrededor. En medio de esa multitud, con Jesús sin duda dispuesto a enseñarles, un tal Jairo le ruega que venga a curar a su hija. Jesús le sigue sin rechistar. 

En el camino, se produce otra interrupción. Una mujer que sufría una dolorosa hemorragia desde hacía doce años le toca. Sintiendo que se le va la fuerza, Jesús se detiene: curar a la mujer no es suficiente, quiere ayudarla a crecer en la fe. Por eso la pone a prueba antes de curarla; incluso hay tiempo para una discusión con sus discípulos. Podemos imaginar la impaciencia de Jairo mientras todo esto ocurría. Y entonces se confirman sus peores temores. Le comunican que su hija ha muerto.

Jesús le dice: “No temas; basta que tengas fe”. Se demora aún más, impidiendo que todos los demás le acompañen y permitiendo que sólo lo hagan Pedro, Santiago y Juan. Después de haber expulsado de la casa a todos los que lloraban (se toma más tiempo), Jesús cura finalmente a la niña con gran paciencia y dulzura: “Contigo hablo, niña, levántate”. Ella lo hace, e incluso se nos dice que a Jesús se le ocurre decirles que le den algo de comer.

Esta es una gran lección para nosotros. Estar decididos a hacer el bien y no dejar que nada nos disuada, pero con calma, paciencia y flexibilidad. 

Una de las razones por las que carecemos de misericordia -y éste podría ser un defecto particular de las personas trabajadoras y motivadas- es que tenemos todo tipo de cosas que queremos hacer, quizá cosas muy buenas para el servicio de Dios, y no nos gusta que nos interrumpan. 

Lo que tendríamos que aprender es que esas interrupciones podrían ser Nuestro Señor diciéndonos lo que quiere que hagamos.

La homilía sobre las lecturas del domingo XIII del Tiempo Ordinario (B)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

España

Cáritas apoya a 2,5 millones de personas y la exclusión social aumenta

“Las crisis económicas y sociales están abocando al 26% de la ciudadanía a situaciones cada vez más complejas de exclusión social”, ha informado hoy Cáritas, que el año pasado atendió a más de 2,5 millones de personas dentro y fuera de España, lo que requirió una inversión de 486,5 millones de euros, un 6,4% más que el año anterior. La mitad acudió a Cáritas pese a tener un empleo.  

Francisco Otamendi·26 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

La sucesión de crisis económicas y sociales está abocando al 26% de los ciudadanos “a situaciones cada vez más complejas de exclusión social”. La pérdida de la función protectora del trabajo, el encarecimiento de la vivienda o la irregularidad administrativa que sufren muchas personas migrantes impide que buena parte de la población pueda alcanzar unas condiciones de vida digna. 

Así lo constata la Memoria confederal de Cáritas, la confederación oficial de entidades de acción caritativa y social de la Iglesia católica, que se ha presentado este miércoles en Madrid por su presidente, Manuel Bretón, y la secretaria general, Natalia Peiro, que han informado sobre la labor realizada por Cáritas en 2023.

El año pasado, Cáritas invirtió la cifra récord de 486,5 millones de euros  –29,3 millones de euros (6,4 %) más que el año anterior – en sus diferentes recursos y proyectos dentro de España y en acciones de cooperación internacional en terceros países. 

Vuelta a niveles prepandemia y agotamiento de los solicitantes

Gracias a estos recursos disponibles, Cáritas consiguió apoyar a 2.567.680 personas dentro y fuera de nuestras fronteras. De ellas, 1.327.298 dentro de España y 1.240.382 en Cooperación Internacional. Los datos de la Memoria reflejan que el número de personas atendidas en nuestro país volvió a estar en niveles similares de 2019, el año anterior a la pandemia (1.403.299). 

“En 2023 hemos constatado en nuestros servicios de acogida y otros recursos que las personas que acuden a nosotros tienen cada vez mayores dificultades de acceso a derechos. Son personas con un cúmulo de necesidades, con una sensación de agotamiento y desgaste por el esfuerzo continuo en la búsqueda de cómo resolver esas necesidades básicas”, explicó Natalia Peiro durante la presentación del balance de actividades.

El 80 por ciento de las ayudas, para necesidades básicas

A lo largo del año pasado, una de cada tres personas atendidas se encontraba en situación administrativa irregular, mientras que el 50 % eran trabajadores pobres o tenían serias dificultades en el acceso o mantenimiento de su vivienda. 

En los programas de Acogida y Asistencia, el 80 por ciento de las ayudas que solicitaron las familias estaban relacionados con los pagos de los suministros, de los alquileres, es decir, necesidades básicas. “La mejora de la tasa de actividad y la disminución del paro a lo largo de 2023 no se ha traducido en un aumento de la calidad del empleo, sobre todo para las personas en situación de exclusión social. Con una tasa del 11,9%, España sigue siendo uno de los países de la UE con mayor índice de pobreza laboral debido a la parcialidad, bajos salarios y temporalidad”, señaló Natalia Peiro.

La realidad de exclusión y pobreza que viven las personas que acuden a Cáritas, según sus resaponsables, no es coyuntural ni, por tanto, asociada a una crisis puntual, “sino estructural y generada por desarrollos sociales y económicos, así como por políticas durante décadas”. La compleja situación de las personas requiere de periodos de acompañamiento más prolongados. En el caso de las personas en situación administrativa irregular, este proceso puede durar de media entre 1 y dos años. “Estos datos demuestran que hacemos falta para procesos de acompañamiento más complejos, más largos y más caros”, subrayó Peiro.

Más fondos para empleo

Al ser el empleo uno de los principales factores de integración, Cáritas volvió a aumentar una vez más los fondos invertidos en programas de Economía Solidaria. Con una dotación total de 136,8 millones de euros (21,3 millones más que el año anterior), el esfuerzo financiero realizado sobre los itinerarios de inserción sociolaboral y las empresas de inserción volvieron a superar a los programas de Acogida y Asistencia (96,7 millones de euros). Con estos recursos se consiguió atender a un 4,9 % más de personas en busca de empleo que en 2022. 

“En nuestro día a día nos topamos con muchas personas haciendo grandes esfuerzos por superarse, por aprender, por adquirir nuevas competencias, por superar la brecha digital y por enfrentarse a sus miedos y a la multitud de obstáculos que encuentran en su camino. Sin embargo, en muchas ocasiones, esto no es suficiente para alcanzar un empleo digno. Y ello es porque nuestro sistema socioeconómico, basado en la rentabilidad económica, la acumulación, el individualismo, la competencia y el consumo desmedido, nos sigue conduciendo a unos índices de desigualdad creciente, una precariedad laboral en aumento y un avance en la degradación del medio ambiente, incompatibles con la justicia social y la igualdad en el acceso a derechos”, señaló Natalia Peiro.

Los otros programas que más recursos utilizaron a lo largo del año pasado fueron los de personas mayores (42,9 millones), personas en situación de sin hogar (41,3 millones), y los de familia, infancia y juventud (28,5 millones), por citar los más relevantes. 

Emergencias humanitarias fuera de España

Dar respuesta a las necesidades humanitarias de miles de personas fuera de nuestras fronteras también ha sido una de las principales tareas de Cáritas a lo largo de 2023. Los distintos proyectos de Cooperación Internacional sumaron una inversión total de 25,2 millones de euros y se atendieron a 1.240.382 personas. 

Dentro de la acción humanitaria destaca, sobre todo, el trabajo realizado en Marruecos, Turquía y Siria a raíz de la emergencia producida por los terremotos que afectaron a los tres países, el apoyo en Tierra Santa, así como la continuidad en el trabajo desarrollado en Ucrania. Todo ello sin olvidar la situación en otros países con crisis olvidadas como Mozambique, Etiopía o Líbano. 

El importante esfuerzo económico (unos 29,3 millones más que en 2022) realizado por Cáritas el año pasado ha sido posible gracias al generoso apoyo de miles de socios, donantes y colaboradores privados, que han aportado más de 327 millones, un 6,9% más que el año anterior. “Ponemos en valor el compromiso de más de 230.000 personas donantes y socias que colaboran con nosotros en la tarea de construir un mundo más justo”, señaló la secretaria general. 

Junto a ello, destaca también el esfuerzo de las distintas Administraciones Públicas, que aportaron a los programas de Cáritas un total de 159,4 millones de euros. Nuestro balance global de ingresos se ha situado este año con un 67,22% de origen privado y un 32,78% proveniente de las administraciones públicas.

Máxima austeridad con menos medios

Aun cuando en los dos últimos años el conjunto de las Cáritas ha puesto en juego un importante incremento de recursos económicos debido al impacto de la crisis inflacionaria, ha sido posible mantener el objetivo de austeridad en el apartado de Gestión y Administración. Incluso ha descendido al 5,72 %. 

Es decir, de cada 100 euros invertidos en acciones de lucha contra la pobreza, solo se han destinado a gastos de gestión 5,7 euros. “Llevamos 20 años en este porcentaje de gastos de gestión”, subrayó Natalia Peiro. La Memoria recoge también los datos de las personas que están detrás de toda esta actividad confederal, sostenida gracias a 71.437 personas voluntarias y a 5.871 trabajadores contratados.

Sumar voluntades 

Durante la presentación del balance de actividades, el presidente de Cáritas Española hizo un llamamiento a toda la sociedad a “sumar voluntades para convertir en lugar de encuentro y espacio de concordia el trabajo a favor de los invisibles y descartados, en estos tiempos de preocupante polarización social y de agravamiento de las condiciones de vida de muchas personas, que ven cómo su acceso a derechos básicos sigue siendo muy precario”. 

En su intervención, Manuel Bretón aprovechó para agradecer el “apoyo incansable” de empresas, donantes particulares, administraciones públicas y miles de voluntarios “en la tarea de garantizar la dignidad de todas las personas, la protección de los derechos humanos y el compromiso por la justicia social”. “Son muchas las manos que se unen para avanzar en esa tarea. Por ello, quiero agradecer, en nombre propio y en el de Cáritas Española, esta suma de compromisos y solidaridad que tejen una red de apoyos sin la que no habríamos podido acompañar en 2023 a más de dos millones y medio de personas dentro y fuera de nuestro país”.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

El Papa pide atender a quienes sufren por culpa de las drogas

El Papa Francisco ha pedido a todos los católicos que ayuden a luchar contra la "plaga" del negocio y la adicción a las drogas, con ocasión del Día Internacional contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas.

Paloma López Campos·26 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Durante su audiencia general, el Papa Francisco ha hablado sobre el daño que causan las drogas, con ocasión del Día Internacional contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas.

Citando a san Juan Pablo II, el Santo Padre ha explicado que “el uso indebido de drogas empobrece a todas las comunidades en que se produce”. Sin embargo, tras esta afirmación uno no puede olvidar “que cada tóxico-dependiente trae consigo una historia personal distinta, que debe ser escuchada, comprendida, amada y, en cuanto posible, sanada y purificada”.

Frente al dolor individual que provoca la relación con las drogas, ha dicho Francisco, “no podemos ignorar las malas intenciones y acciones de los vendedores de drogas y de los narcotraficantes”.

A continuación, el Papa ha desaconsejado la liberación del consumo de estas sustancias como medio para obtener “una reducción de la dependencia de las drogas”. Por ello, el Obispo de Roma ha afirmado que está “convencido de que es moralmente correcto acabar con la producción y el tráfico de estas sustancias peligrosas”.

Las drogas, una plaga

Con duras palabras, Francisco ha calificado a quienes manejan el negocio de las drogas como “traficantes de muerte”, “movidos por la lógica del poder y del dinero a cualquier precio”. Ha señalado el abuso y el lucro a través de las sustancias tóxicas como una “plaga que produce violencia y siembra sufrimiento y muerte”.

Ante estos hechos, el Papa ha pedido que se invierta en “la prevención, que se hace promoviendo una mayor justicia, educando a los jóvenes en los valores que construyen la vida personal y comunitaria, acompañando  a los necesitados y dando esperanza en el futuro”.

Asimismo, el Santo Padre ha alabado las “comunidades de recuperación inspiradas en el Evangelio”. Estas, ha dicho, “son un testimonio fuerte y de esperanza del compromiso de sacerdotes, consagrados y laicos para poner en práctica la parábola del Buen Samaritano”. Por otro lado, ha agradecido “los esfuerzos emprendidos por varias Conferencias Episcopales para promover una legislación y unas políticas justas en materia de tratamiento de las personas drogodependientes y de prevención para frenar este flagelo”.

Actuación y prevención

Francisco ha citado algunos ejemplos de instituciones o grupos que trabajan de forma excepcional para ayudar a las personas drogodependientes, como “la red de La Pastoral Latinoamericana de Acompañamiento y Prevención de Adicciones (PLAPA)” o “los obispos de África Austral, que en noviembre de 2023 convocaron una reunión sobre el tema ‘Capacitar a los jóvenes como agentes de paz y esperanza’”.

Para concluir, el Papa Francisco ha exclamado que, “ante la trágica situación de tóxico-dependencia de millones de personas en todo el mundo, ante el escándalo de la producción y del tráfico ilícitos de estas drogas, no podemos ser indiferentes”. “Estamos llamados”, ha insistido el Pontífice, “a actuar, a detenernos ante las situaciones de fragilidad y dolor, a saber escuchar el grito de la soledad y la angustia, a inclinarnos para levantar y traer de vuelta a la vida a aquellos que caen en la esclavitud de la droga”.

Vocaciones

Judita Velziene: “En el Opus Dei redescubrí la relación personal con Dios”

Esta joven supernumeraria del Opus Dei explica cómo descubrió su vocación de santificación en medio del mundo en su Lituania natal.

Maria José Atienza·26 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Casada y madre de 4 hijos, Judita Velziene es psicóloga y vive en Kaunas, una de las principales ciudades de Lituania. En la actualidad, la mayor parte de los miembros del Opus Dei lo conforman  supernumerarias como Judita, en todo el mundo.

Judita destaca que “la esencia de la vocación es la identidad, no el mérito”. No se trata de hacer cosas sino de la identidad personal de cada uno y su relación única con Dios. Una vocación que vive en su día a día en la familia y en su tarea profesional como psicoterapeuta.

¿Cómo descubriste tu vocación al Opus Dei?

–Ya había formado una familia, tenía hijos y trabajaba con éxito en una gran corporación empresarial, cuando sentí que a mi fe le faltaba vida. Vivía bajo mucha presión, compaginando los compromisos familiares y laborales, y mi fe carecía de cualquier tipo de apoyo y alimento. Entonces mi hermano me presentó a una persona del Opus Dei que se convirtió en una muy buena amiga. Poco después, me invitó a participar en curso de retiro. Allí empezó a desintegrarse lentamente la armadura que había construido a lo largo de mi vida, que debería haberme protegido y fortalecido, pero que, en vez de eso, encerraba y endurecía mi alma. Toda la formación espiritual del Opus Dei me recordó mucho las enseñanzas que había recibido de mi abuela y de mis padres sobre Dios y la Iglesia.

Redescubrí lo grande que es el amor de Dios y lo hermosa y personal que es su relación conmigo. Eso me ayudó a volver de nuevo los ojos a la familia, evitando una excesiva inmersión en mi carrera profesional, restaurando así el equilibrio en mi vida. Cuando empecé a considerar seriamente si Dios me llamaba al Opus Dei, me di cuenta de que desde el principio me sentí como en casa.

Para mí es muy importante tener una relación constante con Dios en mi día a día, ya que es como un eje alrededor del cual gira mi vida familiar y profesional. Me doy cuenta muy rápidamente cuando me alejo de ese eje y sé dónde tengo que ir para volver al lugar al que pertenezco.

¿Qué supone tener una vocación y no sólo “hacer cosas buenas”?

–Me parece que la esencia de la vocación es la identidad, no el mérito. La cuestión no es qué haces, sino quién eres. Cuando respondes a esa pregunta de quién eres, haces cosas buenas de una manera muy diferente. Se convierte en tu firma y no en un deber fatigoso. También con las limitaciones, que procuras ver en ti mismo con los ojos de Dios, con su misericordia y su paciente enseñanza, para estar más acorde con tu verdadera identidad.

¿Cómo influye esa vocación en tu trabajo?

–Soy psicoterapeuta y en mi trabajo trato a diario con las dificultades psicológicas, el dolor y el sufrimiento de las personas. Una vez, en una meditación, un sacerdote señaló que allí donde hay sufrimiento, siempre está Cristo. Esto me impresionó, y desde entonces, cada día en el trabajo, recuerdo que cuando estoy con el sufrimiento humano, estoy muy cerca de Cristo, porque Él siempre está ahí. Esto me asombra y al mismo tiempo me obliga a hacer lo mejor posible mi trabajo.

Rezo el Rosario de camino al trabajo y siempre rezo un misterio por los clientes del día y sus intenciones. La Obra me ha ayudado mucho a curarme del perfeccionismo, que fue un gran obstáculo al principio de mi carrera.

A menudo veía las cosas en blanco o negro, me agobiaba y empecé a rechazar el trabajo en general. Pero el Opus Dei me ha enseñado, paciente y constantemente, a santificar mi trabajo, a intentar hacerlo de la mejor manera posible poco a poco. Esto me ayuda mucho.

Hoy día, la mayor parte de los miembros del Opus Dei lo conforman supernumerarias y supernumerarios, pero aún es una vocación poco conocida. ¿Cómo explicas tu vocación a tus amistades?

–Siento que llevo demasiado poco tiempo siendo supernumeraria para poder explicar bien mi vocación. Pero, como vivo entre la gente, cada vez que surge esta pregunta, puedo aprender a responderla mejor, y al mismo tiempo me replanteo mi propia forma de entenderla. Suelo decir que de lo que se trata es de seguir buscando a Dios en tu vida cotidiana, estés donde estés: en la gente que te rodea, en el trabajo que haces, en casa y en tu vida profesional.

Tu día a día se desarrolla en tu familia y en tu parroquia. ¿Colaboras en la comunidad parroquial a la que perteneces?  

–La parroquia a la que pertenecemos mi familia y yo es muy fuerte y está muy viva. Al elegir un lugar para nuestra casa, entre otras cosas prácticas, también nos preocupaba tener una iglesia cerca. Cuando nos mudamos, encontramos una comunidad tan fuerte que no dejamos de alegrarnos y dar gracias a Dios por ello. Cuando podemos, también intentamos contribuir a la vida de la parroquia ayudando a los novios a prepararse para el sacramento del matrimonio.

Como supernumeraria, ¿qué recibes del Opus Dei?

–Recibo muchas cosas: formación espiritual, formación humana y amigos. Pero valoro especialmente la unidad en la oración.

Hace un mes, uno de mis hijos tuvo un accidente y sufrió una traumatismo en la cabeza, lo que supuso una conmocionó a toda nuestra familia. A pesar del estrés y las dificultades, las oraciones de todos nos mantuvieron esperanzados y fuertes. Verdaderamente este es un vínculo especial entre los fieles del Opus Dei.

Actualidad

50 años de la visita de san Josemaría Escrivá a Cañete

Con motivo de la festividad de san Josemaría Escrivá (26 de junio) y los 50 años de la visita del santo se ha organizado una serie de actividades promovidas por la Prelatura de Yauyos y la sociedad civil cañetana.

Jesús Colquepisco·26 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

La Prelatura de Yauyos (Perú), jurisdicción eclesiástica que se encuentra al sur de Lima y tiene su sede episcopal en la ciudad costera de San Vicente de Cañete, celebrará los 50 años de la visita que san Josemaría Escrivá de Balaguer hizo el 13 de julio de 1974 a Cañete.

Con motivo de la festividad de san Josemaría Escrivá (26 de junio) y los 50 años de la visita del santo se ha organizado una serie de actividades promovidas por la Prelatura de Yauyos y la sociedad civil cañetana.

Rostro de la estatua de san Josemaría

Como es de costumbre, se tendrá la Novena en la Iglesia Catedral de San Vicente de Cañete ofrecida por instituciones y familias; y la Misa Solemne de fiesta el 26, presidida por Monseñor Ricardo García, Obispo Prelado de Yauyos. También del 26 al 13 de julio habrá una exposición fotográfica sobre “San Josemaría y Cañete” en la Plaza de Armas de San Vicente.

El 13 de julio de 2024, día del 50° aniversario de la visita, se instalará en la Plaza de Armas una imagen de cuerpo completo de san Josemaría que quedará para el recuerdo y devoción de todos los cañetanos.

La obra de arte, confeccionada por el artista Fredy Luque es de una pieza entera de tamaño natural, bañada en bronce, que será trasladada desde la ciudad sureña de Arequipa y estará ubicada frente a la Iglesia Catedral. La escultura, ofrecida por el obispado, instituciones y ciudadanos particulares es un reconocimiento de la sociedad cañetana al santo sacerdote que tuvo a Yauyos y Cañete en su corazón.

San Josemaría Escrivá y Cañete

El santo sacerdote español tuvo una especial relación con la Prelatura de Yauyos desde los inicios de ésta, ya que fue el Papa Pío XII quien en 1957 crea la Prelatura y le pide al fundador del Opus Dei que su institución se hiciera cargo de una de las nuevas jurisdicciones eclesiásticas que se estaban creando en el Perú. Monseñor Escrivá recibió la prelatura que no quisieron los demás, la Prelatura de Yauyos.

Yauyos es una ciudad metida en los Andes a 2874 metros sobre el nivel del mar y fue la primera sede prelaticia; formaba parte también de la Prelatura la provincia andina de Huarochirí.

El 2 de octubre de 1957 tomó posesión Mons. Ignacio María de Orbegozo, enviado por Mons. Escrivá de Balaguer, al igual que otros cinco sacerdotes españoles, miembros de la Sociedad sacerdotal de la Santa Cruz. Luego en 1962 se anexaría también la provincia de Cañete.

En julio de 1974 Monseñor Josemaría Escrivá se encontraba en el Perú, y el día 13 visitó Cañete teniendo un inolvidable encuentro con numerosos feligreses de la Provincia de Cañete a la que el santo ‘bautizó’ en ese momento con el apelativo “Valle Bendito de Cañete”, por su fructífera tierra y amplia costa de provechosa actividad pesquera; expresión que hoy en día sigue siendo popular para referirse a la provincia cañetana.

San Josemaría vivió muy de cerca la labor evangelizadora en la Prelatura de Yauyos, manifestando con sus cartas y a través de la oración su cercanía a los primeros sacerdotes y al Prelado de Yauyos, así también los animó a formar a las familias y la búsqueda de vocaciones nativas.

En 1964 inició el Seminario Menor teniendo como primeros alumnos los acólitos de las parroquias; y en 1971 comenzaría el Seminario Mayor “San José” con las primeras vocaciones nativas.

Madre del Amor Hermoso
Madre del Amor Hermoso donada por san Josemaría

San Josemaría quiso mucho a los cañetanos, como muestra de ello, en 1964 obsequió la imagen de “Santa María, Madre del Amor Hermoso”, ubicada en su Santuario en San Vicente.

De la misma manera San Josemaría tuvo mucho interés por el desarrollo humano, económico, social y cultural de la Prelatura de Yauyos, esto pudo concretarse a través de dos proyectos en San Vicente de Cañete, los institutos “Valle Grande” y “Condoray”, llevados desde sus inicios por laicos profesionales del Opus Dei. Hoy en día estos dos institutos son referentes en Cañete.

San Josemaría sigue intercediendo desde el cielo por sus numerosos fieles devotos en la Prelatura de Yauyos, algunos de ellos aún con el recuerdo vivo de aquella visita del 13 de julio de 1974.

El autorJesús Colquepisco

Evangelio

La verdadera fuerza de la Iglesia. Santos Pedro y Pablo (B)

Joseph Evans comenta las lecturas propias de la Solemnidad de los santos Pedro y Pablo

Joseph Evans·26 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Los santos Pedro y Pablo están especialmente unidos por su martirio en Roma. Ambos dieron su vida por Cristo en esta ciudad y la Iglesia de Roma se considera fundada sobre su sangre. “O Roma felix, quae tantorum principum es purpurata pretioso sanguine”, canta un himno litúrgico: “Oh Roma feliz, enrojecida por la sangre preciosa de tan grandes jefes”.

La Iglesia celebra hoy la muerte de estos grandes apóstoles; en términos humanos, su fracaso. De hecho, las dos primeras lecturas de nuestra Misa de hoy se centran en la debilidad de los apóstoles más que en su fuerza. 

La primera lectura muestra a Pedro encarcelado, retenido por el rey Herodes con la intención de decapitarlo. Pero en su prisión y sus cadenas, expresiones de su debilidad, Dios actúa para salvarlo, enviando a un ángel que lo guía fuera del cautiverio pasando, según se nos dice, “dos puestos de guardia uno tras otro”

Luego lo lleva de vuelta a la ciudad, dejándole que encuentre su propio camino hasta una comunidad cristiana, la casa de María, madre de san Marcos, donde todos habían estado rezando por él. 

Sin embargo, unas décadas más tarde, Nerón haría lo que Herodes no pudo conseguir: no sólo decapitaría al apóstol, sino que lo crucificaría.

Lo que llama la atención es el empeño con que los Evangelios parecen mostrar la debilidad de san Pedro. ¿Cómo podrían ser falsificaciones cuando muestran deliberadamente al primer Papa bajo una luz tan pobre? Un hombre que a menudo se equivoca, que tiene una gran perspicacia sobre Cristo, pero que luego es llamado “Satanás” por él, y que niega al Señor tres veces en el momento en que Cristo lo necesita. Este es el Papa. E incluso después de la Resurrección seguirá necesitando una corrección pública por parte de san Pablo (vid. Gal 2, 11-14).

La segunda lectura muestra a San Pablo en su debilidad: “Pues yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es inminente”. Ya no se trata del apóstol dinámico y enérgico, sino de un anciano encadenado que espera la muerte. Tanto en Pedro como en Pablo vemos la debilidad convertida en fuerza. 

San Pablo tenía razón cuando escribía: “Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Co 12, 10). 

La “fuerza” de la Iglesia no se basa en el poder humano. Más bien, es fuerte cuando sus miembros se dan cuenta de su debilidad y dejan que Dios actúe a través de ellos. Como nos enseña el Evangelio de hoy, Pedro acertó sobre la condición divina de Cristo no por “carne y sangre”, es decir, no por su propia capacidad de observación, sino porque el Padre celestial se lo reveló. 

La fiesta de los santos Pedro y Pablo nos enseña dónde encontrar la fuerza: no en nosotros mismos ni en las estructuras visibles, sino en Dios, que actúa a través de los débiles cuando son humildes.

Cultura

Marcela Duque: “La poesía es una manera de estar atenta”

Marcela Duque se dio a conocer en 2018 con Bello es el riesgo, un poemario que le valió el prestigioso Premio Adonáis, con el que descolló como una de los voces jóvenes de más intensidad emocional en lengua castellana. Seis años después edita su segunda obra, Un enigma ante tus ojos, que reafirma su calidad literaria.  

Carmelo Guillén·25 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

Tal como escribiera Arnord Bennett a propósito de William Butler Yeats: “Es uno de los grandes poetas de nuestra era porque media docena de lectores sabemos que lo es”. De ese linaje es Marcela Duque, una mujer a quien el don de la poesía no le ha sido negado.

A diferencia de nuestro autor español más celebérrimo, Cervantes, la creación poética es para esta colombiana la gracia que le ha dado el cielo, como se deja ver en los dos poemarios que, hasta el día de hoy, ha publicado: Bello es el riesgo y Un enigma ante tus ojos, ambos de base libresca.

El primero, resuelto como un homenaje a Sócrates, maestro de la existencia, cuyos últimos días se ven reflejados en el diálogo platónico Fedón, donde la poeta se inspira para dar título a su libro y para cantar el gozo y aliciente de saberse viva; el segundo, motivado por las Confesiones de san Agustín, merecido tributo al escritor y teólogo africano, en quien se recrea para referir episodios concretos autobiográficos.

Aprender a amar

En su breve trayectoria poética, Marcela Duque tiene muy clara qué la impulsa tanto a la filosofía como a la poesía: “En ambas actividades, por caminos distintos, no deseo otra cosa que afinar la mirada y acoger la alegría y la belleza -que no son ajenas al dolor- de la vida ordinaria y de los encuentros con circunstancias y personas. La poesía es una manera de estar atenta, de saber mirar y, en esta medida, de aprender a amar: ‘Ubi amor, ibi oculus’, escribió hace siglos un filósofo y místico medieval: ‘Donde hay amor, allí hay visión’. No es sólo la expresión de un hecho verdadero, sino un programa para toda la vida: aprender a mirar y aprender a amar, con la poesía como una radiante compañera de camino”.

Como resultado de esa manera de entender la creación literaria, el lector advierte que su obra lírica es deslumbrantemente conmovedora, por momentos de raíces culturalistas y clásicas, ligada a lecturas filosóficas y a algunos poetas contemporáneos por los que siente cierta preferencia, pero, sobre todo, de gran poderío intimista, que le da ese aire fresco, de línea clara, arrollador, muy proclive a la música. Viene marcada por una búsqueda de sentido, de ahí que esté llena de  inquietudes, de afán de belleza, de lirismo y, como ella misma expresa, de atención a la realidad, tanto exterior como interior.

Bello es el riesgo

El jurado del Adonáis en su 72 convocatoria le otorgó por unanimidad el premio a su primer poemario, Bello es el riesgo, “por la facilidad aparente de convertir una sólida formación filosófica clásica en una poesía emocionante y fresca, gracias a un constante instinto del lenguaje y a un infalible oído poético”, lo cual deja muy clara que la suya es una poesía donde tradición y voz personal se aúnan dando pie, en la primera de las tres secciones del libro, a diversas consideraciones sobre el asombro y disfrute de la naturaleza, marcadas por el paso del tiempo, y a las relaciones, llenas de gratitud, con la abuela, los padres o los profesores; en la segunda, a modo de engarce entre los otros dos apartados, a Dios, dador de sentido a la existencia y a la creación; y en la tercera, a movimientos o anhelos del alma, tales como el descubrimiento del amor, de la poesía, o la dicha de poder recordar el paraíso de la infancia. En ese entrelazamiento temático, la poeta es consciente de que su actividad poética es un “mientras tanto”, a la vez que una búsqueda, esto es, un modo de afrontar la existencia hasta que se produzca el añorado y crucial paso a su patria definitiva cualquiera que esta sea.

Su poema Y también la poesía (poética) expresa excelentemente este razonamiento, muy en la órbita del mito alegórico de la caverna de Platón, donde se percibe el entramado entre el mundo sensible, captado a través de los sentidos, y el de las ideas, experimentado mediante el conocimiento, la realidad y el sentido de la vida: “Y me encuentro en tierra extraña, nuevamente. / No es casa ningún sitio, siempre es búsqueda, / no sé bien qué es casa, mas no es esto, / pero sé que es verdad porque la extraño, / y que aún no está aquí, porque aún duele. / Quiero volver a casa algún día. / Por eso -mientras tanto- la poesía”. 

Un enigma ante tus ojos 

Como apunté más arriba, su segundo poemario tiene las Confesiones de san Agustín de telón de fondo. De hecho, Marcela Duque ha afirmado en alguna entrevista: “Agustín es algo así como un primer amor y un Maestro. Incluso mi acercamiento a Platón es muy agustiniano, y mi ‘hogar’ en la historia de la filosofía es la tradición agustiniana del corazón inquieto: Platón, Pascal, Kierkegaard, Simone Weil”. Dicho lo cual, es fácil descubrir con bastante frecuencia un vivo diálogo de la poeta con el santo. Párrafos agustinianos como el conocido: “¡Tarde os amé, hermosura tan antigua, y tan nueva, tarde os amé! Y he aquí que estabais Vos dentro de mí, y yo fuera, y fuera os buscaba yo y sobre esas hermosuras que Vos creasteis me arrojaba deforme” (cfr. Confesiones, 10, 27, 38) se dejan ver fácilmente en la autora colombiana a través de estos endecasílabos blancos: “Yo te buscaba fuera y te perdía, / no te encontraba a ti ni a mí me hallaba. / Vacío de belleza me lanzaba / a toda otra belleza, solo un eco / de esa belleza antigua y siempre nueva / que ha conquistado todos mis sentidos […]. ¡Y yo te he amado tarde! Ven, corramos” (cfr. el poema Tardo gozo mío). 

No obstante, presentar Un enigma ante tus ojos desde esta ligera consideración sería tanto como afirmar, por ejemplo, que la Tierra baldía de T. S. Eliot es una relación inconexa de citas de diversos autores.

En el caso de nuestra poeta, la riqueza lírica y tensional de sus composiciones, más allá de una ocurrente aproximación a los distintos episodios de vida que revelan las Confesiones, son un punto de partida para que ella dé rienda suelta a profundas reflexiones centradas, primero, en el conocimiento del Amor divino y, desde esa perspectiva, en el de sí misma y de su entorno. A partir de ahí, el volumen vale la pena descubrirlo como un poemario escrutador, indagatorio, muy en la línea de aquellos en los que se emplea el recurso literario del distanciamiento y en los que se parte de un personaje poemático concreto sobre el que, esta vez, la poeta, seducida por el hallazgo y encuentro con Dios -teniendo en cuenta, insisto, la vida de san Agustín como fuente de inspiración- vuelca su propia experiencia. 

La atención, puerta del asombro

Como joven autora a la que no se debería perder de vista, Marcela Duque invita, pues, con su poesía a dar curso a la trascendencia, al sentido último del ser humano. Para ello, recuerda que para llegar “a lo íntimo / del alma” (cfr. el poema El puerto de Ostia, en Un enigma ante  tus ojos), “la atención es la puerta del asombro” (cfr. el poema Conversación con el misterio, ibidem) y que esta, la atención, encierra: “Una pregunta / a la que le responde la belleza” (cfr. el poema Conversación con el misterio, ibidem), haciendo ver así, de manera progresiva, que su obra poética, aún en línea de salida de la que se espera mucho más, constituye una fascinante aventura introspectiva ante el riesgo apasionante que implica el enigma de la belleza.

Cualquier lector que se adentre en su poesía lo comprobará con facilidad, a la vez que apreciará su pericia lírica, reflejada en la mirada de asombro que despliega en cada una de sus composiciones, tan llenas de viveza y aciertos literarios.

Comunión y corresponsabilidad

La comunión y el modo de vivirla entre cristianos adultos, que es la corresponsabilidad, exige una actitud constante de conversión personal y de formación continua para todos.

24 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El próximo mes de octubre tendrá lugar en Roma la segunda fase del Sínodo de obispos sobre la sinodalidad. Los trabajos deberán centrarse fundamentalmente en la corresponsabilidad eclesial, que en la Iglesia es diferenciada. 

Ello supone insistir en la responsabilidad cristiana de cada bautizado y en la formación constante derivada del bautismo y la confirmación. El Sínodo deberá fundamentar teológicamente y con detenimiento el porqué de la necesidad, en la Iglesia de hoy, de esta corresponsabilidad y de esa formación. 

La corresponsabilidad está basada en los principios del Antiguo y del Nuevo Testamento, en la Tradición, en el Magisterio, sobre todo, del Concilio Vaticano II y Magisterio posterior. 

La Iglesia nace, de la voluntad de Cristo, para evangelizar. La evangelización es la tarea fundamental de la Iglesia: «La Iglesia recibió de los Apóstoles el solemne mandato de Cristo de anunciar la verdad que nos salva para cumplirlo hasta los confines de la tierra» (LG, 17).

Pero la evangelización es impensable sin la comunión eclesial. Una comunidad dividida cae por si misma: «Todo reino dividido contra sí mismo es asolado y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no permanecerá» (Mt 12,25). 

La corresponsabilidad se entronca en la comunión; es el modo de vivir la comunión entre cristianos adultos. Por ello, la comunión, la corresponsabilidad y la evangelización están íntimamente unidas.

La comunión y el modo de vivirla entre cristianos adultos, que es la corresponsabilidad, exige una actitud constante de conversión personal y de formación continua para todos (obispos, sacerdotes, religiosos (as), laicos), ya que a todos nos cuesta la con-división y exponer nuestro parecer y modo de ver las cosas al parecer y consenso de los demás.

En la fundamentación teológica y pastoral de la corresponsabilidad se debería insistir en estos dos aspectos básicos. 

La corresponsabilidad para la evangelización comporta tener clara en la mente la estructura de la Iglesia tal como fue querida por Cristo y trasmitida por la Tradición, la Sagrada Escritura y el Magisterio.

No se trata de convertir la Iglesia en una democracia al modo de los Estados modernos, donde la mayoría de votos es la que cuenta.

Cristo ha querido para su Iglesia una estructura de comunión, de igual dignidad de bautizados, pero con pastores y fieles: «Todos los discípulos de Cristo han recibido el encargo de extender la fe según sus posibilidades. Pero…es propio del sacerdote consumar la construcción del Cuerpo con el sacrificio de la Eucaristía» (LG,17).

Cada cual debe tener claro que tal estructura no puede cambiarse, pero ello no quita nada a la corresponsabilidad. Es una forma distinta a la democrática de vivir una auténtica y sincera corresponsabilidad. 

La corresponsabilidad exige pues apertura al Espíritu Santo, que es Quien guía la Iglesia y la evangelización, como aparece claramente en la Hechos de los Apóstoles.

Exige diálogo constante y de escucha, respeto y consideración por todas las opiniones, aunque sean minoritarias, en cuanto no contradigan las verdades de fe y moral que se contienen en la Sagrada Escritura  y son expuestas por el Magisterio distinguiendo sus distintos grados de certeza y su constante actualización y fidelidad.

La corresponsabilidad exige discernimiento, siendo conscientes a todos los niveles eclesiales, que la última instancia del discernimiento en los asuntos que se refieren a la Iglesia universal y a su misión corresponden al Magisterio auténtico. 

Tenemos ya estructuras de corresponsabilidad. Es urgente que, a todos los niveles, funcionen y funcionen  bien.

Los distintos Consejos parroquiales, presbiterales, episcopales no pueden ser meros organismos que están en el papel pero a la hora de la verdad no operan como previsto. Ahí tenemos toda una tarea pendiente.

No podemos olvidar, aunque sea más difícil, que la formación de los fieles laicos debe buscar su implicación en todos los ámbitos de la sociedad civil.

La Iglesia en su estructura fundamental es una combinación de fieles laicos y sacerdotes. Esa combinación para que funcione bien de cara a la santificación y la evangelización comporta que cada fiel sepa estar en su puesto, sin clericalizar al laicado y sin laicizar al sacerdote.

El autorCelso Morga

Arzobispo emérito de la diócesis de Mérida Badajoz

Ecología integral

Anne Schaub: “Todo embrión se apega naturalmente a la madre que lo lleva” 

“Un niño nunca puede ser objeto de una transacción pagada para satisfacer los deseos de los adultos, aunque la tecnología médica los haga posibles”, afirma la psicóloga belga Anne Schaub. En esta entrevista repasa algunas de las graves consecuencias psicológicas y afectivas que la subrogación inflige a mujeres gestantes y, principalmente, a los hijos cuyos derechos son conculcados. 

Maria José Atienza·24 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 12 minutos

Con más de 25 años de ejercicio, la psicóloga belga Anne Schaub-Thomas ha acompañado y tratado a cientos de mujeres y parejas que no han podido ver cumplido su deseo de tener un hijo de manera natural.

Para Schaub-Thomas el debate de la gestación subrogada ha olvidado, por completo, el derecho del niño “creado” y las claves psicológicas, afectivas y físicas que desarrollan madre e hijo en la época prenatal. 

¿Hay un derecho a la maternidad por encima de todo?¿Realmente hay quien no puede vivir sin “realizarse” como madre o padre?

—En el caso de la mujer, su cuerpo y el corazón están naturalmente constituidos y preparados para el parto. La llamada a la maternidad es fuerte para una mujer. Ante la infertilidad o la esterilidad (personal o conyugal), en muchas ocasiones, la mujer se sume en un sentimiento de carencia esencial que puede ser difícil de soportar. No poder realizarlo es algo que hay que escuchar, acompañar, para poder recoger toda la profundidad de los sentimientos de pena, de frustración y de sufrimiento. Al final, y sin solución para restaurar la fertilidad natural, es precioso para la mujer y la pareja encontrar ayuda para dar sentido a la situación de esterilidad, hasta, si es posible, poder pasar a otros modos de donación y “maternidad/paternidad”.

La adopción sigue siendo para la mujer (y la pareja) una forma de realización parental que no sólo llena la “cuna del corazón” sino que también devuelve a un niño lo que ha perdido por las desgracias de la vida: una madre y un padre.

La maternidad subrogada a través de una “madre” de alquiler es un lucrativo mercado globalizado para mujeres, hombres y parejas que necesitan un hijo. ¿Llenará el niño a cualquier precio y a cualquier coste el vacío de la misma manera? ¿La posibilidad de concebir el hijo deseado, para uno mismo, fuera de uno mismo y sin uno mismo, deja psicológicamente indemne a la mujer? ¿Qué implica para ella recurrir a una madre de alquiler?

En primer lugar, la técnica modifica profundamente la relación de la mujer con la maternidad, porque el hijo ya no es el resultado de un encuentro íntimo entre dos seres que se aman, sino del recurso a un acto médico-técnico. Resulta cuando menos revelador oír a uno de los primeros médicos que practicaron la fecundación in vitro llamarse “padre” de Amandine.

En la fecundación in vitro la maternidad para la mujer no consiste simplemente en acoger en su interior un embrión procedente del exterior. La intervención previa de la técnica se inmiscuye y modifica intensamente el cuerpo de la mujer así como en el espacio privado de la pareja. La acción técnica induce en la mujer una fuerte resonancia psíquica que no se experimenta en la maternidad natural. Un gran estrés rodea a la mujer que finalmente “consigue” satisfacer su necesidad de maternidad.

Por tanto, lo que se modifica es principalmente todo el espacio íntimo relacional, carnal y privado. Éste desaparece en favor de un contexto médico “desafectado” (sin afecto), en el que el material genético -¿un ser humano en ciernes, cabe recordar?- se extrae y manipula en las asépticas manos de genetistas y técnicos de laboratorio anónimos. El uso de la tecnología priva a la mujer (y a la pareja) del calor de lo vivo, del abrazo íntimo con vistas a concebir, en el secreto de su vínculo, la carne de su carne.

Pasamos a ver de manera extrínseca el proceso: la clasificación de los gametos de calidad, el medio de cultivo y la placa de Petri, los tubos de incubación, el embrión “ideal” a “elegir” y la madre de alquiler. Al sacar lo vivo (gametos) del cuerpo, la relación de la mujer con la maternidad cambia profundamente. No nos equivoquemos: una mujer que deja en manos de otra la espera de “su” bebé se está privando de una parte de sí misma, y lo sabe, lo siente en todo su ser. Pero el tema sigue siendo tabú y a veces, al final, se revela en las prácticas psicoterapéuticas.

La mujer tiene que enfrentarse a una serie de sentimientos de impotencia y humillación, de incapacidad para concebir y dar a luz de forma natural, padeciendo tratamientos restrictivos y eminentemente invasivos, arriesgados y dolorosos; sentimientos de culpa, miedo a dejar de querer tanto al hijo que tanto desea pero que tanto le hace sufrir, etc. Por no hablar de la pareja, que rara vez sale indemne de semejante calvario.

¿Qué ocurre con el apego propio del periodo gestacional?¿Cuál es la relación de la madre gestante con ese niño?

—Una mujer que lleva en su vientre a un bebé que sabe que tendrá que entregar a otra persona al nacer es muy probable que desarrolle mecanismos comparables a los que se dan en situaciones de negación del embarazo.

La negación del embarazo aleja a la mujer de la conciencia de que lleva en su vientre un nuevo ser al que proteger y amar. Si la madre de alquiler es perfectamente consciente de que está embarazada, elegir gestar el hijo de otra persona, y destinado a otra persona, la obliga a dividirse y a despojarse de la parte más emocional y psíquicamente íntima de su ser. 

¿Qué madre va a unirse al bebé que nunca ha deseado para sí, que sabe que lleva en su vientre con la intención de separarse de él al nacer? Más aún cuando se trata de un niño que no tiene ningún parentesco genético con ella.

En la gestación subrogada la mujer embarazada lleva en su vientre un contrato que cumplir más que un bebé al que amar. La madre de alquiler ejerce un “trabajo”, con la exigencia de respetar el contrato que debe cumplir: el de entregar un bebé, entero y sano.

Raras son las madres de alquiler que deciden a toda costa quedarse con el niño que gestan. Cuando esto ocurre, siempre es fuente de disputas legales y trágicos desgarros humanos. Hoy en día, una madre de alquiler no puede gestar un hijo para otra persona con sus propios gametos, precisamente para evitar este tipo de reversión.

El apego, que es un proceso biológico natural, se apodera más fácilmente de todas las construcciones y resoluciones mentales en torno a un contrato remunerado, cuando el bebé esperado es el de la mujer que lo gesta, es decir, cuando se concibe a partir de su óvulo. 

Las gestaciones organizadas por las agencias se ordenan para garantizar el menor riesgo de apego madre-hijo, a pesar de que el principal problema psicológico para el futuro desarrollo del niño es precisamente el de favorecer un apego de calidad con la madre biológica. 

Se trata, en efecto, de una violencia extrema, por una parte, contra la mujer, que se ve obligada a trabajar en contra de su instinto maternal natural y, por otro lado, contra el niño, que se ve sometido desde el principio de su vida a condiciones emocionales que son la antítesis de sus necesidades primordiales.

¿Cuáles son las consecuencias psicológicas y físicas de que un niño sea separado de su madre al nacer?

—El ser humano es un ser de relación. La necesidad de conexión es una de las características humanas más tempranas y profundas; es una expectativa ontológica, vital, con la que todo ser humano está “genéticamente” dotado.

Como la capa freática común a nuestra humanidad, todo embrión, todo feto se apegará naturalmente a la madre que lo lleva. Si el apego es un proceso biológico fisiológicamente programado, es importante considerar los nueve meses de embarazo como mucho más que el simple crecimiento de órganos para hacer viable un pequeño cuerpo. Los inicios de la vida relacional y emocional ya se establecen durante el periodo prenatal, y el contenido emocional de la experiencia intrauterina y del nacimiento dejará una huella duradera en cada persona.

El feto posee una competencia sensitiva y afectiva muy fina y muy desarrollada. Naturalmente curioso por las relaciones, capta los impulsos relacionales, los deseos, los pensamientos y el estado psicológico de la madre que lo lleva. El contexto y la atmósfera del embarazo distan mucho de serle indiferentes. El nacimiento, la primera experiencia de separación del bebé del cuerpo de la madre que lo ha alimentado, envuelto y amado durante nueve meses, es la primera prueba natural de la vida que proyecta al bebé hacia un nuevo entorno.

El bebé atraviesa este camino del interior al exterior del cuerpo de su madre, por eso es mejor si se le mantiene cerca de ella. Es importante que el recién nacido encuentre al nacer los marcadores sensoriales con los que su memoria está completamente impregnada, y que le vinculan a quien representa la vida para él: la voz de la madre, el olor, el tacto, el sabor de la leche materna, etc., todos ellos hitos que mantienen el equilibrio somático y psíquico del pequeño, y le proporcionan su seguridad básica.

Numerosas demostraciones de la neurociencia ponen de relieve la importancia biopsicológica del periodo prenatal para el niño. Estas primeras etapas de la vida representan el suelo básico en el que se siembran las primeras experiencias sensoriales, relacionales y emocionales inconscientes, bien con connotaciones de unidad, ternura, alegría y serenidad, bien con distancia y desapego, ambivalencia tenaz o confusión emocional.

El estrés extremo generado en el recién nacido en caso de separación materna deja una huella duradera vinculada a la ansiedad de separación. La necesidad del bebé de continuidad y estabilidad del vínculo con su madre biológica se ve golpeada en lo más profundo. 

De hecho, cualquier situación que imponga al recién nacido, aunque sea involuntariamente, la separación de la madre que lo ha llevado durante nueve meses, provoca, según el contexto y en grados variables, una herida de abandono que puede llegar hasta la angustia de muerte. 

Es cierto que el bebé siente que existe a partir de la presencia en calidad y cantidad de su madre, a la que conoce con todos sus sentidos y a la que se ha apegado durante varios meses.

Digamos que el embrión está injertado en el cuerpo y el corazón de la madre que lo lleva, en una malla relacional muy íntima. Este tiempo en el útero es esencial para el bebé, tendrá una influencia duradera en sus vidas. A veces sin que nos demos cuenta.

Así, organizar una maternidad, un parentesco escindido desde la concepción hasta después del nacimiento, carga al niño con un bagaje psicoafectivo marcado por rupturas, pérdidas y confusión afectiva, y lo sumerge en una situación de filiación borrosa.

Si una mujer, una madre, por la razón que sea, puede decidir no vincularse al bebé que espera, el niño no puede hacerlo. El proceso que crea este vínculo de apego entre el bebé y la madre es un “reflejo” programado de supervivencia. Es un mecanismo biofisiológico y psicológico que no puede ignorarse. 

Ningún contrato entre los padres intencionales y una madre de alquiler, ningún pensamiento adulto, aunque desee de todo corazón al hijo esperado, pero desde la distancia, tiene el poder de disminuir o borrar, por un lado, esta experiencia humana de apego gestacional, fundamental para el futuro del niño y que se teje con gran sutileza en el feto durante nueve meses, y, por otro, la angustiosa experiencia del alejamiento del bebé de su madre biológica.

Así pues, el proceso procreativo de las GPA expone al niño pequeño a daños físicos y psicológicos de facto. Los riesgos médicos físicos están asociados a la fecundación in vitro: bajo peso al nacer y prematuridad. Más profundamente, el niño está expuesto a una memoria somato-psíquica de disociación impuesta entre las dimensiones genética, corporal y educativa. 

Para la mayoría de los psicólogos y psiquiatras infantiles, se trata efectivamente de un contexto de origen susceptible de provocar trastornos sensoriales e intrapsíquicos en el niño, con el riesgo de alterar su futura vida afectiva y su anclaje identitario.

La herida más profunda que sin duda tendrá que resolver el niño nacido de una gestación subrogada -y que no existe en el niño adoptado- es la de darse cuenta, un día, de que son sus padres quienes han creado ellos mismos la situación de disociación y ruptura con la madre de nacimiento. 

Es probable que este conflicto intrapsíquico permanezca con el niño durante toda su vida, con abrumadores interrogantes identitarios y existenciales. Tanto más cuanto que la sociedad en su conjunto habrá permitido que esto ocurra, habrá apoyado y evitado reconocer a nivel estatal los diversos riesgos y sufrimientos que la GPA conlleva para el más vulnerable: el niño.

En el debate en torno a la gestación subrogada, es urgente volver a situar al niño pequeño en el centro del debate. Por su propia naturaleza, todo embrión, feto y recién nacido es vulnerable. Yo lo llamo “el niño sin voz”. Saquemos al niño de las sombras, para denunciar las cicatrices potenciales que, en GPA, se le imponen al principio de su vida.

En efecto, “fabricar” un niño para otra persona significa correr el riesgo de generar todo tipo de sufrimientos, como conflictos emocionales, patología relacional, diversos trastornos somáticos y cognitivos, así como secuelas sociales.

En general, el riesgo de una relación inquieta, incluso torturada, con la vida para quienes se verán confrontados a preguntas sobre la filiación, sin respuestas posibles.

¿Cómo gestionará el niño su derecho a conocer su ascendencia?

—Jurídicamente, no sé. Como psicóloga constato que todo ser humano necesita sentirse parte de una historia familiar, que no se limita al círculo familiar inmediato. Los miembros de la familia cercana y extensa, así como los ascendientes que aún viven o ya han fallecido, suelen representar puntos de referencia importantes para todos.

La familia biológica “vive” en cierto modo dentro de nosotros y nos permite forjarnos una identidad, apoyarnos, consciente o inconscientemente, en las semejanzas o, por el contrario, en las diferencias sentidas u observadas.

Todo ser humano tiene la necesidad vital de sentirse vinculado a una familia, a una doble genealogía, materna y paterna. Saber de dónde venimos nos permite, en general, conocer/comprender/elegir mejor hacia dónde vamos.

La ausencia y el anonimato de todos aquellos que componen la familia y que nos han precedido en la doble línea materna y paterna, y que forman el suelo de nuestras raíces identitarias, pueden llegar a ser problemáticos para el desarrollo de la identidad de ciertos niños, hasta el punto de convertirse en la fuente de una serie de comportamientos negativos.

Las heridas psicológicas provocadas por las imprevisibles separaciones de nacimiento o causadas por las miserias y desgracias de la vida son situaciones de sufrimiento hoy bien conocidas.

Trabajar en la prevención para evitarlas y luego atender estas situaciones de vida que han provocado diversas pérdidas y desarraigos humanos en la primera infancia, es una obra de humanidad que todo Estado tiene el deber de implementar y apoyar en su país. 

Por el contrario, cualquier Estado que permita que los ricos e influyentes promotores del mercado de la reproducción humana trabajen incansablemente para promover y legalizar la venta de niños a través de madres de alquiler es cómplice de la violencia médica, psicológica y económica que se ejerce sobre las mujeres y los niños.

Es urgente consagrar en el derecho internacional la prohibición de la GPA, para proteger a las generaciones futuras de un mal desastroso que afecta actualmente al sector reproductivo. No debe dejarse en manos de los niños que han crecido la tarea de velar por el respeto de sus derechos. 

Las profundas carencias que a veces nos impone la vida, las dolorosas pérdidas sufridas y las penas, por grandes que sean, de los adultos nunca deben servir de pretexto para “utilizar” la vida de un niño como objeto de consuelo y reparación. La vida de un niño se recibe. No se toma ni se fabrica artificialmente para satisfacer las necesidades de los adultos.

La vida de un niño es fundamentalmente un don. Un niño nunca puede ser objeto de una transacción pagada para satisfacer los deseos de los adultos, aunque la tecnología médica los haga posibles.

La realización de los proyectos, deseos y fantasías de los adultos tiene lugar ahora sin directrices morales ni límites éticos. El sentido común humano también ha abandonado la escena individual y colectiva.

El niño, pequeño ser vulnerable, maleable a voluntad y sin voz propia, parece haberse convertido en presa fácil a disposición de todos los deseos paternos.

Uno de los argumentos que se suele utilizar es que estos niños “serán más queridos”. ¿Cree que este supuesto “máximo amor” puede considerarse un argumento a favor de esta práctica?

—Este es, en efecto, el argumento “estándar” que nadie parece poder rebatir. Seamos claros: cualquier persona sola, cualquier pareja, ya sea heterosexual u homosexual, es capaz de amar a un hijo al máximo y criarlo con corazón, pedagogía e inteligencia.

El niño nacido de un GPA que acaba en los brazos de su(s) progenitor(es) comitente(s) se beneficiará la mayoría de las veces de un vínculo afectivo de calidad, a imagen de la fuerza del deseo que le permitió nacer.

Pero, ¿qué pasa con el nicho afectivo que todo niño necesita durante su vida en el vientre materno y que es el fundamento de su seguridad básica, de su futura vida afectiva y de su confianza en los demás, en la vida?

¿Qué pasa con este “hueco” de apego amoroso, madre-hijo, que se construye a lo largo de los nueve meses de vida prenatal y que necesita prolongarse de forma duradera más allá del nacimiento? ¿Qué pasa con la herida de la separación, el trauma del abandono que sienten los bebés que son separados de sus madres biológicas? 

¿Es posible crear intencionadamente situaciones de ruptura filial y de pérdida humana al comienzo de la vida de un niño, desdibujar deliberadamente los vínculos de filiación y crear así riesgos programados de sufrimiento de todo tipo?

¿Quién puede creer que la planificación de tales situaciones de llegada a la vida permanecerá “neutra”, sin crear zonas de vulnerabilidad en el ámbito del equilibrio psicológico, somático y espiritual de estos pequeños? ¿Los investigadores y especialistas en primera infancia que, desde hace más de un siglo, examinan la extrema sensibilidad del mundo infantil no son suficientemente explícitos y convincentes sobre las necesidades básicas del ser humano que, cuando están satisfechas, le permiten sentirse auténticamente amado y le ofrecen mejores posibilidades de realización en la vida?

Los medios de comunicación nos ciegan con sensibleras historias de amor, sonrisas y risas de niños, nacidos por gestación subrogada. 

En Psicología sabemos que la edad de la infancia es la edad de la adaptación. Para sobrevivir y, sobre todo, para vivir, el niño, cualesquiera que sean las posibles desgracias de la vida, las dificultades o las particularidades que puedan haberle afectado desde su nacimiento, despliega generalmente una extraordinaria fuerza de adaptación y de resiliencia, sobre todo si es amado. Sin embargo, si las aguas del inconsciente permanecen silenciosas durante la adaptación de la infancia, pueden convertirse en tsunamis psíquicos en la edad de su despertar.

Una situación de pérdida o duelo, la adolescencia, el matrimonio, la primera experiencia sexual, la espera de un bebé, un cambio importante en la vida… todas estas situaciones pueden ver emerger, como un géiser contenido durante demasiado tiempo, las heridas muy tempranas que han permanecido reprimidas e inconscientes, negadas o no visitadas. Las descompensaciones psiquiátricas son bastante raras durante la infancia. En cambio, son más frecuentes en la adolescencia y al principio de la edad adulta.

Las situaciones rebuscadas y complejas creadas por la técnica de la procreación anuncian un verdadero caos emocional y estados psicológicos fragmentados en la vida de algunos de estos niños, a pesar de ser queridos. La sociedad en su conjunto se resentirá.

Aunque las costumbres y la cultura cambian, las necesidades básicas de los niños no han variado desde hace miles de años. Su situación de extrema vulnerabilidad requiere cuidados especiales y protección desde el primer desarrollo de sus células.

Somos nosotros, los adultos, quienes debemos cuidar de ellos y permanecer adaptados a sus necesidades. No al revés. ¿No es eso lo que significa amar de verdad a un hijo… aunque suponga aceptar renunciar a tenerlo a toda costa si la naturaleza lo impide?

Vaticano

El Papa Francisco: «Jesús ‘dormido’ fortalece la fe de los Apóstoles»

El rezo del Ángelus de este 23 de junio ha estado marcado por la enseñanza del pasaje evangélico en el que Jesús "duerme" en la barca de Pedro.

Maria José Atienza·23 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco ha presidido la alocución previa al rezo del Ángelus de este domingo XII del tiempo ordinario. En una nublada y ventosa Roma en la que el verano se está resistiendo un poco, miles de personas han acompañado a Francisco en esta jornada.

Refiriéndose al pasaje evangélico de Marcos, propio de las lecturas de hoy y que nos muestran a Jesús «dormido en la barca» mientras los Apóstoles temen por sus vidas debido a una tormenta.

Francisco ha explicado que «parece que Jesús quiere ponerlos a prueba. Sin embargo, no los deja solos, se queda con ellos en la barca, tranquilamente, incluso durmiendo. Y cuando estalla la tormenta, con su presencia los tranquiliza, los anima, los incita a tener más fe y los acompaña más allá del peligro».

Podemos preguntarnos, ha continuado el Papa, la razón del comportamiento de Jesús y la respuesta es clara: «Para fortalecer la fe de los discípulos y hacerlos más valientes». Salen de esta experiencia más conscientes del poder de Jesús y de su presencia en medio de ellos». Una experiencia que les dará la base para enfrentarse, por la causa de Cristo, «incluso hasta la cruz y el martirio».

El pontífice ha destacado que «Jesús hace lo mismo con nosotros, particularmente en la Eucaristía: nos reúne en torno a Sí, nos da su Palabra, nos alimenta con su Cuerpo y su Sangre, y luego nos invita a salir a la mar, a transmitir lo que hemos escuchado y a compartir con todos lo que hemos recibido, en la vida de cada día, incluso cuando es difícil».

La vida cristiana no es una vida fácil o cómoda, pero sí confiada en Cristo, ha querido explicar el pontífice que ha animado a los fieles a preguntarse»en tiempos de prueba, ¿puedo recordar los momentos de mi vida en los que he experimentado la presencia y la ayuda del Señor?»

Petición por la paz y un recuerdo a su confesor

Como cada domingo, el recuerdo y la oración del Papa se han dirigido a las naciones y lugares de la tierra donde se sufren conflictos y guerras. Francisco ha pedido por la paz en Ucrania, Palestina e Israel. «¡Recemos por la paz! Palestina, Gaza, el norte del Congo… ¡Recemos por la paz! Y paz en Ucrania, que sufre tanto, ¡que haya paz! Que el Espíritu Santo ilumine la mente de los gobernantes, les infunda sabiduría y sentido de la responsabilidad, para evitar cualquier acción o palabra que alimente la confrontación y, en cambio, apunten decididamente a una solución pacífica de los conflictos» ha concluido el Papa.

Justo antes de despedirse y del rezo del Ángelus, el Papa ha dirigido un emocionado recuerdo a quien ha sido, durante muchos años, su confesor y que falleció hace pocos días, el franciscano Manuel Blanco. Tomando el ejemplo de este sacerdote, el Papa ha agradecido la labor de «tantos hermanos franciscanos, confesores, predicadores, que honraron y honran a la Iglesia de Roma».

Iniciativas

Javier Sánchez-Cervera, organizador de la «macroboda»: «Estas personas no se hubieran casado de no haber hecho algo diferente»

Una veintena de parejas se darán el Si quiero, de manera sacramental en una original macroboda que se celebrará el 29 de agosto en el templo de San Sebastián de San Sebastián de los Reyes.

Maria José Atienza·23 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Primavera y verano son épocas de bodas. De preparativos, compra de trajes, pago de convites, señales, invitaciones personalizadas y citas en la peluquería…, pero ¿de verdad todo eso es lo que ha de tener una boda? Si…, y no.

No es malo que todo eso forme parte de una boda, pero, en la parroquia de San Sebastián de la localidad madrileña de San Sebastián de los Reyes, decidieron ir a lo esencial y preguntar a muchas de las personas que iban a la parroquia las razones de por qué no estaban casados… y darles una solución.

Así se gestó la macroboda. Una celebración en la que casi una veintena de parejas, con más de 5 años de convivencia o matrimonio civil, contraerán matrimonio sacramental y lo celebrarán en las fiestas de la localidad.

“Una locura, sí”, afirma el párroco Javier Sánchez-Cervera que atiende a Omnes, “pero no hay que tener miedo a hacer cosas nuevas, porque si no cambiamos muchas de nuestras dinámicas, entonces si que no saldrá nada”

¿Cómo nace esta idea de la macroboda?

–El punto interesante es esa línea que nos esta recordando tantas veces el Papa Francisco de “Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro y la comodidad de aferrarse a las propias seguridades”.

 Cuando llegué a la parroquia, hace ya cuatro años, me decían “¡Uy! Aquí nadie se casa”. Y era verdad, de los padres de los niños que iban a catequesis, apenas había algunos casados. Pero, ante esta situación no nos podemos quedar sin hacer nada. ¡Habrá que mancharse! ¡Habrá que hacer algo para que esos que “no se casan”, al menos, se planteen casarse! Y eso es lo que hemos hecho.

Te la juegas, porque cambias costumbres, modos…, o pones una lona que a lo mejor no es la más bonita (ríe). Sales de ti mismo y de tu rutina. Y se comprueba que la gente no se casa porque, a veces, no sabemos responder a las situaciones que se van dando.

¿No tiene un poco de vértigo al hacer este “experimento”?

­–Lo raro es que no se haya hecho antes, pero es que a veces, también dentro de la Iglesia, nos cuesta salir de los clichés.

Estamos viendo que las bodas se están convirtiendo en un negocio cada vez mayor y, por estar en esta dinámica mucha gente no se casa y no respondemos, ¿qué estamos haciendo? ¿Vamos a seguir igual sabiendo que esas no puedan comulgar?

A mi me enfada que, por miedo a exponernos, a que salga mal, no nos arriesguemos. Yo no sé, realmente, cómo va a salir esta macroboda, pero sí sé que estas personas no se hubieran casado de no haber hecho algo diferente.

¿Cómo llegaron las parejas a la parroquia?

–Cuando empezamos a darlo a conocer, no sabíamos qué iba a pasar. Colgamos una lona gigante en el campanario de la parroquia con el lema “El sueño se puede hacer realidad”, con un código QR que enlazaba al sitio donde explicábamos todo y se podían apuntar las parejas. A raíz de ahí se apuntaron dos parejas.

A otra se lo comentó un funcionario del Ayuntamiento porque la escuchó hablar mientras esperaba para unos trámites, a otra se lo dijeron en el trabajo… y así, hasta las 18 que han participado en el cursillo prematrimonial, el fin de semana del 16 de junio.

¿Tenían algo en común?

–Todos estaban soñando con casarse. Eso sí. Algunos seguían buscando la manera de hacer la boda, otros lo habían descartado, sobre todo por el tema económico.

Todas las parejas que se van a casar tienen hijos (tenían que tener al menos cinco años de convivencia), algunos mayores y muchos proceden de países latinoamericanos.

Acaban de hacer el cursillo prematrimonial… ¿Cómo ha sido la experiencia?

­–Cuando nos juntamos para hacer el cursillo prematrimonial fue muy bonito. No era un cursillo prematrimonial “al uso”. Eran personas que querían de verdad casarse por la Iglesia, con una disposición muy activa y bonita.

Desde el primer momento en que una pareja ha venido a la parroquia a apuntarse a la macroboda, se les ha asignado un tutor, que ha sido esencial. Este tutor se encargaba de ayudarles en los trámites, irlos conociendo…, y cuando llegaron al cursillo prematrimonial estaban todos conectados entre sí.

Todos han coincidido que habían sentido una llamada. Es el Señor que pone en el corazón esa “semilla de mostaza” y se habían sentido respondidos por Él al conocer la iniciativa.

¿Que harán el 29 de agosto en esa macroboda?

–La fecha fue elegida por estar en medio de las fiestas del pueblo. Hablamos con la alcaldesa que, no te lo niego, se quedó un poco extrañada del día. Le explicamos y le gustó mucho la idea.

Así, las parejas, después de la celebración del sacramento, se podrán bajar a la feria del pueblo y festejar allí: con orquesta, con los juegos y los bailes…

El salón parroquial se va a convertir en un gran salón de belleza por la mañana: maquilladoras, peluqueras…

Están participando muchas personas para hacer que este día salga todo genial y las parejas tengan esa boda ante Dios con la que tanto llevan soñando

España

El arzobispo de Burgos decreta la excomunión para 10 religiosas de Belorado

10 religiosas de Belorado firmaron un burofax por el que no reconocían la autoridad episcopal y en el que resaltaban su voluntad de dejar la Iglesia.

Maria José Atienza·22 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El arzobispado de Burgos, en España, ha comunicado la firma del “Decreto de declaración de excomunión y la Declaración de dimisión (expulsión) ipso facto de la vida consagrada a todas y cada una de las diez hermanas que han incurrido en cisma”. Son 10 de las 15 religiosas que, actualmente, viven en el Monasterio de Santa Clara de Belorado.
Las cinco hermanas que no incurren en este cisma son las mayores, que en todo momento han estado fuera del proceso y que son la preocupación central tanto de la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu a la que pertenece el monasterio de Belorado.
La nota publicada por el arzobispado de Burgos, publicada tras la reunión de la gestora creada por indicación de la Santa Sede, señala que “a la vista de esta declaración de «separación voluntaria» de todas y cada una de ellas, recibida por burofax, el 21 de junio de 2024, lo que viene a ratificar lo que ya expusieron con anterioridad de modo fehaciente de diversas formas, el día 22 de junio el arzobispo de Burgos, Comisario Pontificio y Representante Legal de los Monasterios de Belorado, Orduña y Derio, ha comunicado el Decreto de declaración de excomunión y la Declaración de dimisión (expulsión) ipso facto de la vida consagrada a todas y cada una de las diez hermanas que han incurrido en cisma”.
Este decreto no es “la última palabra” ya que , como se señala en el propio documento “la Declaración de excomunión es una acción jurídica considerada por la Iglesia como una medida medicinal, que mueva a la reflexión y a la conversión personal”.
La nota recuerda además que la comunidad de Belorado no está extinta ya que “sigue existiendo comunidad monástica formada por las hermanas que no han incurrido en excomunión, al no haber secundado el cisma: son las cinco hermanas mayores y otras tres hermanas que, aunque en este momento no se encuentran en el monasterio, pertenecen a la comunidad al estar incardinadas en ella”.
A partir de este momento, las 10 firmantes del burofax han incurrido en excomunión y, por tanto, en la expulsión de la vida religiosa por lo que no pueden seguir ocupando el monasterio de Belorado. Queda, asimismo, el camino de la demanda civil impuesta por las clarisas de Vitoria para recuperar la propiedad del monasterio de Orduña. Una de las claves de este lío, con mas preguntas que respuestas.

Evangelización

Linda Ghisoni: «La Iglesia es en sí misma sinodal y misionera»

Linda Ghisoni, subsecretaria para los fieles laicos del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, destaca en esta entrevista con Omnes el éxito que fue el encuentro anual con los moderadores de las asociaciones de fieles, movimientos eclesiales y nuevas comunidades que tuvo lugar en el Vaticano.

Federico Piana·22 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

“Un gran éxito”, es el resumen que hace Linda Ghisoni, subsecretaria para los fieles laicos del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, sobre el encuentro anual con los moderadores de las asociaciones de fieles, movimientos eclesiales y nuevas comunidades que tuvo lugar en el Vaticano el 13 de junio.

La cita de este año, a la que asistieron doscientas personas de todo el mundo, tuvo como tema el desafío de la sinodalidad y la misión, en plena sintonía con el sínodo que vive la Iglesia universal en un clima de diálogo fraterno y escucha mutua. Para dar a conocer este encuentro, Linda Ghisoni habla con Omnes acerca de las cuestiones tratadas a lo largo de la jornada.

Alta participación

«Estamos satisfechos del éxito de este evento no sólo por la alta participación, sino también porque hemos podido responder a numerosas peticiones, llegadas de muchas partes, de celebrar más encuentros de este tipo», afirma Ghisoni, según la cual esta necesidad nace del hecho de que cada realidad tiene su misión diferente, pero «también tiene muchos puntos en común con las demás. Y, por tanto, compartir los retos comunes a los que se enfrentan estas realidades puede ser útil para que caminen juntas y se apoyen mutuamente».

Experiencias sinodales

Los trabajos de la reunión sirvieron para poner de relieve algunas experiencias sinodales, ya en uso por asociaciones, movimientos y nuevas comunidades, que pueden ser compartidas con toda la Iglesia universal. Y no sólo. También se hizo hincapié en compartir la vida de fe en las pequeñas realidades, en la corresponsabilidad de laicos y ministros ordenados a la hora de asumir funciones de gobierno, en la implicación de matrimonios y jóvenes en la evangelización, y en la acción caritativa y social.
«El informe introductorio de nuestro Prefecto, el cardenal Kevin Farrel, también se detuvo en las dinámicas que debemos seguir para ser verdaderamente una Iglesia sinodal», añadió la subsecretaria del Dicasterio. 

Compartir buenas prácticas

En la tarde de la jornada de trabajo de este encuentro internacional, tuvieron lugar las intervenciones libres de los moderadores: una fase muy dinámica en la que, revela Ghisoni, «compartieron las prácticas sinodales que estas agregaciones de fieles, compuestas en su mayoría por laicos, viven en su interior y en sus actividades. Es decir, todos aquellos aspectos de su vida que van desde los momentos de vida espiritual hasta las diversas formas de vivir la misión, pasando por la gestión del gobierno de su realidad. En definitiva, prácticas de sinodalidad que deben ser cada vez más compartidas».

Relación entre sinodalidad y misión

La relación que une sinodalidad, misión y asociaciones de fieles, movimientos eclesiales y nuevas comunidades es inherente al ADN de la propia Iglesia. «De hecho», explica la subsecretaria del Dicasterio, «la Iglesia es en sí misma el caminar juntos del pueblo de Dios, por tanto es en sí misma sinodal y misionera. Lo subraya también el Papa cuando dice que hay que ser discípulo misionero y no discípulo y luego misionero. El desafío es precisamente comprender que los movimientos están llamados a ser Iglesia y deben ser llamados a ser realidades donde se vive la propia naturaleza misionera ad intra y ad extra con una perspectiva sinodal».

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Estados Unidos

«Escuchar, enseñar y enviar”, el marco pastoral para el ministerio con los jóvenes en los Estados Unidos

El nuevo documento de la Conferencia episcopal estadounidense para la pastoral con los jóvenes tiene como objetivo revitalizar el ministerio y renovar el acompañamiento intergeneracional en las familias.

Gonzalo Meza·22 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Los obispos de Estados Unidos aprobaron durante su reunión de primavera 2024 un nuevo marco pastoral para el ministerio con los jóvenes. El documento, titulado “Escucha, enseña y vive” (EEV), es una respuesta al Sínodo sobre los jóvenes que tuvo lugar en Roma en 2019 y su exhortación apostólica post-sinodal “Christus Vivit”, del Papa Francisco. EEV tiene como objetivo revitalizar la pastoral con los adolescentes, jóvenes y adultos jóvenes, así como renovar el acompañamiento intergeneracional en las familias.

El texto toma como punto de referencia la historia del camino de Emaús (Lc, 24, 13-35) “Jesús nos dio un ejemplo de cómo acompañar a jóvenes adultos en sus caminos de vida. Como el Señor, primero escuchamos las historias, las alegrías y las preocupaciones de quienes encontramos en el camino. Luego respondemos con una enseñanza dinámica y finalmente establecemos las condiciones para enviar a los jóvenes a seguir el llamado de Dios en sus vidas, para que puedan transformar el mundo con amor”, dijo Mons. Robert Barron, obispo de Winona-Rochester y presidente del Comité de Laicos, Matrimonio, Vida Familiar y Juventud de la Conferencia Episcopal Norteamericana (USCCB), organismo encargado de elaborar el documento.

Además del prefacio y la introducción, EEV contiene tres partes definidas en torno a tres temas: escuchar, enseñar y enviar. En la primera sección, el texto precisa que la Iglesia está llamada a escuchar a los jóvenes, comprender sus historias y estar atenta a sus necesidades. En ese sentido, se advierte sobre los riesgos que los jóvenes enfrentan hoy en día, entre ellos la secularización, las divisiones raciales y culturales, el divorcio, el ataque a la familia tradicional, así como “el auge de la tecnología móvil, la prevalencia de las redes sociales (con su impacto en la salud y el bienestar mental), la cultura generalizada del relativismo y las crisis de abusos sexuales en la sociedad y en la propia Iglesia”.

Ausencia de los jóvenes

Uno de los puntos de alarma que enfatizan los obispos es la ausencia de los jóvenes en la Iglesia y el abandono de la fe, lo cual tiene implicaciones en el ámbito vocacional: “En los últimos años hemos visto un aumento estadístico significativo en el número de personas que ya no se identifican con ninguna tradición religiosa o comunidad de fe (a menudo llamados los “nones”). También nos entristece que cada vez menos adultos jóvenes busquen el matrimonio en la Iglesia o el sacerdocio o la vida consagrada”. Ante esta realidad, los obispos subrayan la importancia que tienen la familia y los padres para contrarrestar esta tendencia. Ellos, dicen los obispos, son los “primeros catequistas de sus hijos» y por ende son de crucial importancia para  transmitir la fe de generación en generación. En ese tenor, EEV enfatiza la importancia de la evangelización poniendo especial atención al lenguaje y estilo de comunicación, de forma que las nuevas generaciones lo puedan comprender.

En el segundo capítulo, dedicado al tema de “enseñar”, EEV propone el encuentro o reencuentro de Cristo mediante los sacramentos, los cuales disipan las oscuridades y aumentan las alegrías pues permiten que Jesús transforme sus vidas al suscitar una conversión del corazón: “ábranse a la conversión del corazón, al camino de Jesús para convertirse en un discípulo misionero, encendido con la fe, dando testimonio de Cristo, acompañando a los demás y entregando su vida al Señor por los demás”, exhortan los prelados a los jóvenes. No obstante, los obispos reconocen que ello puede traer dificultades: “Las enseñanzas de Cristo son contraculturales y transformadoras pues implican la búsqueda ante todo el Reino de Dios, el amor a los enemigos, el vivir una vida moral y el sacrificio por el bien de los demás (especialmente de aquellos que están marginados y olvidados)”.

Los jóvenes como protagonistas

Los jóvenes deben ser los protagonistas, en la tarea de evangelización, tal como indica la sección llamada “enviar”: “La iglesia debe enviar a los jóvenes como testigos evangelizadores para promover la caridad, la justicia y empoderarlos a ser protagonistas en sus comunidades”. Los obispos norteamericanos reconocen que la pastoral con los jóvenes no siempre será fácil ni se cambiarán las cosas de la noche a la mañana, sin embargo “con el Señor a nuestro lado, a través de la guía del Espíritu Santo y con la intercesión de nuestra Santísima Madre nos esperamos recorrer este sagrado camino de acompañamiento pastoral”.

Aunque este texto se publica en el quinto aniversario de “Christus vivit”, no es la primera vez que los obispos estadounidenses se pronuncian sobre la pastoral con los jóvenes. Otros documentos previos que abordan el tema son: “Una visión para el ministerio juvenil” (1976); “Empoderados por el Espíritu” (1985) sobre el ministerio en los campus universitarios; “Hijos e Hijas de la Luz” (1996) sobre el ministerio con adultos jóvenes; y “Renovando la Visión” (1997). La USCCB también ha escrito una sección dedicada a la pastoral juvenil hispana en el texto “Discípulos misioneros avanzando con alegría: plan nacional para el ministerio hispano/latino” (2023).

Vaticano

Los temas del último Consejo de Cardenales

Rome Reports·21 de junio de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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Los 9 cardenales que componen el consejo papal dedicaron la última de sus reuniones a varios asuntos.

La primera jornada trató de nuevo el tema de las mujeres en la Iglesia con la asistencia de tres mujeres.

La segunda jornada, el Cardenal O’Malley presentó una actualización del trabajo realizado por la Comisión para la Protección de Menores. Y también se habló sobre el preocupante panorama internacional visto el aumento de los conflictos en el mundo.


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Zoom

Una iglesia bizantina en Tierra Santa

Perfectamente dibujada, los arqueólogos han encontrado el emplazamiento de una iglesia de la época bizantina en el norte del Néguev. Una muestra de los peregrinos cristianos que visitaban Tierra Santa hace 1.500 años.

Maria José Atienza·21 de junio de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Mundo

José María Gallardo: «La Iglesia es la primera que abre sus puertas cuando hay una emergencia humanitaria»

Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) ha hecho pública su memoria de actividades correspondiente al año 2023. Con este motivo, en Omnes hemos entrevistado a José María Gallardo, director de ACN España, que nos ha hablado sobre la situación en Ucrania y África, la generosidad de los benefactores y los proyectos de reconstrucción de iglesias, entre otros.

Loreto Rios·21 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Ayuda a la Iglesia Necesitada ha hecho pública su Memoria de Actividades del año 2023. Este último año se ha visto marcado por un récord de donativos, especialmente debido a la generosidad de los benefactores ante el terremoto de Siria.

En Omnes hemos entrevistado a José María Gallardo, director de ACN España, que nos ha hablado sobre la ayuda a Ucrania, África y el apoyo de ACN España a la formación de laicos, entre otros interesantes temas.

Durante el último año, ha habido un récord de donativos para ACN España. ¿A qué se ha debido?

–En primer lugar, este récord de donativos se debe a la inmensa generosidad de todos nuestros benefactores, quienes han respondido a las campañas que hemos ido lanzando durante todo el 2023. Este año nuestros ingresos procedentes de donativos han crecido respecto al año anterior. De 13,5 millones en el 2022 hemos pasado a 15,8 millones.

Esto se debe sobre todo a esta gran generosidad y a alguna de las campañas, como la del terremoto de Siria, que fue terrible y asoló el lugar en febrero de 2023, y donde miles de españoles se sintieron con esa llamada a apoyar a la iglesia local para que pudieran abrir sus templos y ayudar a todos aquellos afectados por el terremoto. Ya sabemos que la Iglesia siempre es la primera que abre sus puertas cuando hay una catástrofe natural o una emergencia humanitaria.

En segundo lugar, nuestra fundación tiene el privilegio de ser una de las instituciones católicas donde también muchas personas deciden dar un legado después de su fallecimiento. Ese conjunto de generosidad es el que ha provocado que hayamos tenido un récord de donativos durante el 2023.

Ucrania ha sido el país más ayudado en este periodo. ¿Qué programas de ayuda se están llevando a cabo allí?

Ucrania es uno de los países más ayudados por parte de ACN desde hace muchos años. Apoyamos tanto a la Iglesia católica de rito latino como a la de rito grecocatólico, con aportaciones de más de 15 millones de euros y más de 600 proyectos desde febrero de 2022.

Para nosotros ha sido un país prioritario y son tres los principales programas en los que estamos trabajando. El primero de ellos es la gestión del trauma, para ayudar a todas aquellas personas que están pasando por una situación de dificultad, formando a los sacerdotes, religiosos y religiosas para que atiendan a las personas que sufren la guerra, pero también para que los propios sacerdotes y religiosos puedan gestionar el trauma que ellos mismos están viviendo.

En segundo lugar, la sostenibilidad y la subsistencia de sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas. Hemos tenido ayudas de emergencia para más de 223 sacerdotes, los Hermanos Albertinos, que además ayudan a personas sin techo o las hermanas benedictinas, etc.

No olvidemos que en una guerra, aparte de las personas desplazadas, están las personas en riesgo de exclusión social que estaban antes de que surgiese el conflicto, y muchas congregaciones católicas venían ayudando a esas personas desde antes de que empezase la guerra. Con lo cual, el programa de subsistencia apoya no solo a los que ayudan, sino también a los más desfavorecidos.

Y, por último, la formación de seminaristas. Aunque parezca mentira, la guerra no ha frenado las vocaciones, y los más de 1128 seminaristas de los dos ritos están siendo apoyados por nuestra fundación para que puedan sostenerse y seguir estudiando a pesar de la situación terrible que viven.

¿De qué modo está ayudando ACN en África, donde está habiendo una fuerte expansión del extremismo islámico?

–ACN está ayudando fuertemente a seguir llevando el Evangelio en las zonas más remotas de África, de modo que se pueda combatir con la Palabra y no con las armas el avance del fundamentalismo islámico.

Un ejemplo es Nigeria, donde recientemente hemos realizado la campaña de la pasada Navidad y donde lamentablemente hemos visto cómo hay distintos grupos que provocan una presión terrible sobre los cristianos. En concreto, de Nigeria hemos tenido además al padre Fidelis y a Janada, una víctima de Boko Haram que estuvo con nosotros y que ha dado su testimonio en múltiples diócesis de toda España.

Estos grupos violentos son tres fundamentalmente: En Nigeria, Boko Haram, el Estado islámico de África occidental y los fulani, que son unos pastores nómadas musulmanes. Debido a ellos, por la imposición de la sharia, la ley islámica, en cerca de doce estados el ser cristiano ya es de por sí un riesgo.

¿Por qué hemos apoyado África, no solo Nigeria, sino también otros países como Tanzania o República Democrática del Congo? Porque, para que el Evangelio siga avanzando y siga permeando en la sociedad, los sacerdotes necesitan ser sostenidos y protegidos.

Todo ello es lo que desde ACN intentamos apoyar en África y en aquellos países donde hay mayor presión por la persecución.

Quizá es algo menos conocido, pero ACN también apoya a la formación de los laicos…

–Todos sabemos que cada día hay menos vocaciones en todo el mundo, aunque en algunos de los países en los que nosotros trabajamos, donde además hay mucha persecución, las vocaciones sacerdotales florecen.

Pero nosotros, del 2022 al 2023, hemos aumentado nuestra ayuda cerca de un 3 %, algo más de 17 millones de euros, a la formación de laicos. Porque también el laico es una persona fundamental en el apoyo al sacerdote para la evangelización.

Los catequistas son un elemento esencial en muchas partes remotas de África o de América Latina, por ejemplo en la zona de la Amazonia. El incremento de los proyectos para el apoyo a laicos es una realidad que hemos intentado cubrir también en línea con el Santo Padre, que nos dice que los laicos tenemos que tener un mayor protagonismo en la evangelización dentro de nuestra Iglesia.

¿Cómo es el proceso de ayudas a la reconstrucción de iglesias?

–Allí donde hay una catástrofe natural o una guerra es donde más se requieren elementos de construcción o reconstrucción. Sobre todo en zonas donde hay luego paz: no podemos empezar a reconstruir en una zona de conflicto si todavía persiste la guerra. Por ejemplo, en el este de Ucrania.

Pero allá donde se ha llegado a un nivel de paz o donde ha habido una catástrofe natural, como el caso de Siria con el terremoto del año pasado, sí hemos apoyado a la construcción y reconstrucción de iglesias.

Estuve en Ucrania viajando cerca de diez días justo antes de Semana Santa y pude ver un gran proyecto de reconstrucción de la catedral de Ternópil. Estuvimos hablando incluso con el arquitecto, que nos enseñó los planos de la obra mayúscula que están haciendo de reconstrucción, donde quieren ubicar aulas para catequesis, para Cáritas, etc. Ese es un ejemplo de cómo ACN invierte también sus fondos en apoyar estructuras que sirvan para continuar anunciando la Palabra de Dios allá donde se necesite.

Evangelio

Mirar hacia delante con Dios. Natividad de san Juan Bautista

Joseph Evans comenta las lecturas de la natividad de san Juan Bautista

Joseph Evans·21 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Los nombres en la Biblia tienen un gran significado. A menudo indican la misión a la que ha sido llamada esa persona.

Así, a San José se le dice que debe llamar al hijo de María “Jesús”, “porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt 1, 21). El nombre “Jesús” significa precisamente “Yahvé salva”. 

Pero, al menos en la época de Nuestro Señor, ya era habitual que un niño se llamara como su padre. El significado del nombre importaba menos; lo que importaba era la continuación del linaje. 

Así, en el Evangelio de hoy, en la fiesta de San Juan Bautista, nos enteramos de que, cuando llegó el momento de circuncidar al niño, “querían llamarlo Zacarías, como su padre”.

Había un problema: el ángel Gabriel ya había dicho a Zacarías que llamara Juan al niño (Lc 1, 13).

La diferencia es significativa: Zacarías significa “Dios se acuerda”, Juan significa “Dios es misericordioso”. Así pues, el nombre de Zacarías sugiere mirar atrás, recordar todos los grandes hechos de Dios en favor de Israel. Por lo general, esto es bueno, pero no cuando Dios introduce una novedad radical. 

Cuando Dios hace esto, es el momento de mirar hacia adelante, no hacia atrás. Dios estaba a punto de ser misericordioso con la humanidad, de darnos a su propio Hijo como Emmanuel, Dios con nosotros, Dios hecho hombre.

Dios estaba a punto de encarnarse como Jesucristo “lleno de gracia y de verdad” (Jn 1, 14) y Juan iba a ser el gran profeta que preparara su venida.

Es evidente que en algún momento Zacarías había informado a Isabel de este nombre, sin duda por escrito, ya que él no podía hablar. Así que ella valientemente habló para insistir: “¡No! Se va a llamar Juan”.

Los amigos y la familia, que no se fiaban de ella por ser mujer, preguntaron a Zacarías y éste pidió una tablilla en la que escribió: “Juan es su nombre”. Se le soltó la lengua, habló y alabó a Dios. De hecho, su oración, conocida como el Benedictus -que sacerdotes, religiosos y otras personas rezan cada mañana en el Oficio Divino- es una reflexión particularmente hermosa, ya que mira hacia atrás para mirar hacia delante. 

Zacarías recuerda todo lo que Dios ha hecho por Israel, pero comprende, con esos meses de recogimiento que le concede el silencio impuesto, que Dios realmente puede hacer cosas radicalmente nuevas.

Antes había dudado de ello al preguntarse cómo podía Dios darles a él y a su esposa, ambos ya ancianos, un hijo después de tantos años sin tenerlo.

Dios estaba siendo misericordioso y su hijo Juan “iría delante del Señor a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación”.

Zacarías ha aprendido que Dios, en Jesús, iba a realizar algo realmente nuevo y lleno de gracia, incluyendo, no lo olvidemos, una comunidad que valoraba a las mujeres y su obra de salvación y luego, en su apogeo, como los primeros testigos de la Resurrección, la obra más llena de gracia de Dios.

Cultura

Científicos católicos: Jorge Juan, autor del mejor tratado naval de Europa

Jorge Juan y Santacilia ha pasado a la historia por ser uno de los modernizadores de la armada española y el fundador el Real Observatorio Astronómico de Madrid. Omnes ofrece esta serie de biografías breves de científicos católicos gracias a la colaboración de la Sociedad de Científicos Católicos de España.

Juan Meléndez Sánchez·21 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Jorge Juan y Santacilia (5 de enero de 1713 – 21 de junio de 1773) fue un marino español, que destacó como científico, ingeniero naval y servidor público.

Quedó huérfano a los tres años y su tío se hizo cargo de su educación. Con sólo 12 años lo envió a Malta, donde fue admitido como paje del Gran Maestre de la Orden. A los 16 años fue admitido como Caballero de pleno derecho, lo que implicaba el voto perpetuo de celibato.

De vuelta a España, ingresó en la Academia de Guardiamarinas de Cádiz, donde mostró un gran talento para las matemáticas y participó en acciones militares, como la toma de Orán. Recién graduado, fue elegido junto con otro joven marino, Antonio de Ulloa, para ser miembros de la Expedición Geodésica con la que la Academia de Ciencias de París quería determinar la forma de la Tierra.

Se trataba de decidir entre las dos teorías rivales de la gravitación propuestas por Descartes y Newton. El primero atribuía la gravedad al efecto de torbellinos de materia sutil que llenaba el espacio, y predecía una Tierra elongada por los Polos, mientras que el segundo la explicaba como una acción a distancia que actuaba a través del vacío, y sostenía que la Tierra estaría dilatada por el Ecuador y achatada por los Polos.

La expedición se prolongó casi diez años y confirmó definitivamente la teoría de Newton. Jorge Juan lo expuso en un libro, Observaciones astronómicas y físicas en los Reinos del Perú, que le valió ser nombrado miembro de la Academia de Ciencias de París.

El resto de su vida Jorge Juan trabajó incansablemente al servicio de la corona española:  introdujo nuevas técnicas de construcción naval, modernizó astilleros, minas y arsenales, reformó la enseñanza de la Academia de Guardiamarinas, fundó el Real Observatorio Astronómico de Madrid.

Finalmente, en sus últimos años redactó el mejor tratado de construcción naval y de navegación de la época: el Examen Marítimo, que se estudió en toda Europa, y por primera vez aplicaba la física newtoniana y el cálculo diferencial e integral al diseño de los barcos.

El autorJuan Meléndez Sánchez

Profesor titular, Universidad Carlos III de Madrid. Sociedad de Científicos católicos de España

España

Siria y Ucrania, los países más ayudados por ACN en 2023

Durante el año 2023, la fundación pontificia ha podido repartir 143,7 millones de euros que han aportado más de 350.000 benefactores en todo el mundo.

Maria José Atienza·20 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El director de ACN España, José María Gallardo y Carmen Conde, responsable de Finanzas y legados han presentado en Madrid los datos del último ejercicio de Ayuda a la Iglesia Necesitada en el mundo.

José María Gallardo ha comenzado la presentación de la Memoria de actividades 2023 de Ayuda a la Iglesia Necesitada agradeciendo la generosidad de todos los benefactores y la labor de los voluntarios de ACN en todo el mundo.

Asimismo, ha tenido un recuerdo especial para Javier Menéndez Ros y Ernesto Saiz de Vicuña, antiguos director y presidente de la Fundación hasta finales de 2023.

Los datos de ACN 2023

El director de ACN España ha desgranado los principales datos de la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada en todo el mundo durante el último ejercicio.

Ucrania fue el país que más ayuda recibió de esta Fundación con más 7,5 millones de euros. Una ayuda destinada principalmente al clero ucraniano, contando también capellanes de guerra y también a la atención espiritual y pastoral de los refugiados en la zona oeste del país.

Como el mismo Gallardo ha apuntado “en el caso de Ucrania, hay “una gran incógnita sobre qué va a suceder en los próximos meses en Ucrania. Cuando hay una crisis hay que esperar a la paz para iniciar la reconstrucción y la Iglesia lo tiene claro. Por el momento, desde Ucrania, piden ayuda y apoyo en el oeste donde está la población desplazada (mujeres, niños)”.

El terremoto de Siria fue otro de los focos de atención de esta fundación pontificia. La campaña puesta en marcha a raíz de esta catástrofe tuvo una amplia respuesta que se materializó en una ayuda de más de 7,4 millones de euros.

Líbano y la India, donde las leyes anticonversión y la persecución a la Iglesia está presente, fueron los países en los que ACN pudo ayudar con más de 6 millones de euros en cada uno de ellos.

Además de estos, proyectos en varios países africanos como Congo, Tanzania o Nigeria han recibido ayuda de esta fundación.

El director de ACN España ha querido destacar la característica propia de la fundación que es la de apoyar la labor pastoral y catequética, así como la presencia de los cristianos de todas las confesiones.

Por ello, no es de extrañar que la mayor parte de sus beneficiarios sean sacerdotes, diócesis y obispos aunque, como ha querido subrayar Gallardo, “cada vez más solicitudes para proyectos de formación de los laicos”.

De entre los proyectos que se han apoyado, el 26,8% de los donativos se han destinado a la construcción y reconstrucción de iglesias, así como al pago de estipendios de los sacerdotes para su mantenimiento y la formación de religiosas y religiosos y catequistas.

España: aumentan las donaciones y benefactores

Por su parte, Carmen Conde ha explicado el papel de ACN España en este ejercicio. En España, 27.017 benefactores han destinado recursos a Ayuda a la Iglesia Necesitada en 2023,lo que supone una subida del 17% con respecto al ejercicio anterior.

La cuantía de donativos, herencias y legados recibidos por ACN fue de 18.432.320 euros, lo que supone un 4,6% menos que el ejercicio anterior debido a un descenso en las herencias y legados puesto que las donaciones habituales han subido un 17,2%.

Cuestionada por este dato, Conde ha explicado que en 2022 hubo una herencia especialmente fuerte que dio lugar a esa subida pero que, en realidad, siguen aumentando las personas que optan por esta vía de apoyo a los cristianos perseguidos y necesitados de todo el mundo.

Conde ha querido destacar además que “de 100 euros que se donan a ACN en España, 90,7 se destinan a los fines propios de la fundación y sólo 9 euros a otros gastos.

Además, de las 23 oficinas de ACN en todo el mundo, la española ha aportado el 12,8 de los ingresos totales de ACN en 2023.

España

Valeska Ferrer: «La llamada ante los abusos es a romper el silencio»

Ahondar en las causas del abuso de poder en la Iglesia ha sido tarea de más de trescientas personas –presenciales y on line– de 27 países, que han participado en Madrid en el Congreso Internacional Jordán de la provincia de España de la Compañía de Jesús y las universidades jesuitas (UNIJES). Valeska Ferrer, su coordinadora, habla con Omnes sobre los abusos.

Francisco Otamendi·20 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

Convocados por el proyecto Jordán, los expertos internacionales han reflexionado estos días sobre numerosas cuestiones en torno al tema “El abuso de poder en la Iglesia: causas estructurales y posibles vías de solución desde el diálogo de la teología con otras disciplinas”. La investigación ha hecho referencia a los distintos tipos de abuso, el de poder, el espiritual y el sexual, en el seno eclesial.

La clausura correspondió al arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, quien anunció que la archidiócesis de Madrid acogerá un encuentro de reparación y oración con víctimas de abuso sexual en el seno de la Iglesia, que tendrá lugar a principios del curso que viene en Madrid.

La presidenta del comité organizador del congreso, Valeska Ferrer, es doctora en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia Comillas, y coordinadora del proyecto de investigación Jordán de la Compañía de Jesús-Provincia de España. En la entrevista con Omnes, Valeska Ferrer comenta algunos trabajos del congreso.

Ustedes señalan que existen relaciones de poder y modos de proceder en estructuras eclesiales que favorecen los abusos. ¿Puede explicarlo un poco?

– La idea ha sido más bien conceptualizar lo que es el abuso de poder como algo que afecta a muchas cosas. El Papa, en las dos cartas, tanto en la carta al Pueblo de Dios como al Pueblo de Dios que camina en Chile, introdujo como una triada, pero eran distintas en cada una de las cartas. El abuso de poder aparece en las dos.

Es lo que hemos ido perfilando: el abuso de poder es todo. Todos tenemos un poder sobre otras personas, fruto de las relaciones asimétricas, y este ejercicio del poder, cuando se ejerce mal…. Creo que la ponencia de Gabino [Uríbarri] fue espectacular, cuál es el poder que ejerce Jesús, el poder de Dios es poder que genera vida, que es creativo, y que al mismo tiempo es capaz luego de retirarse cuando no es necesario, cuando son las otras personas las que de alguna manera ejercen bien ese poder de creación, de co-creación.

Ese poder, si lo usamos mal, puede afectar a distintas áreas según la esfera en la que de alguna manera incidamos. Si incidimos en el área de la toma de decisiones de actos concretos estamos en el abuso de autoridad; si es en el ámbito solo de las decisiones estaríamos en el  abuso de conciencia; si hacemos referencia y es una incidencia en la corporalidad es un abuso sexual. Y yo creo que quizá lo más grave es cuando la incidencia de este abuso es en el área más íntima de la persona, donde se construye como creyente, imagen de Dios, sería cuando hablamos del abuso espiritual.

El primer día trabajaron en el concepto de poder…

– Sí. Estos años de trabajo han sido ir formulando progresivamente cómo es el abuso de poder, y desde ahí, distintos tentáculos que alcanzan a distintas áreas o dimensiones de la persona. El primer día quiso estar centrado en esto, qué es el poder, porque la palabra “dynamis” aparece constantemente en los Evangelios, el poder, la autoridad de Dios, de Jesús.

Era importante partir de la potencia que tiene, en positivo, para luego introducir qué sucede cuando se abusa en el nivel espiritual, que es el de la constitución como creyente. En este sentido, la ponencia de María Dolores López Guzmán fue también extraordinaria, sobre cómo presentar ese daño que se genera, y cómo también romper, y la necesidad de ir rompiendo el silencio para no deconstruir a la persona y a la imagen de Dios: “No tomarás el nombre de Dios en vano”, presentaba.

También han analizado algunos aspectos de las estructuras en la Iglesia que han facilitado los abusos, aseguran.

– Creo que aquí hay como dos cosas distintas. Una es a nivel teológico, que es la ponencia de Diego [Molina], jesuita, miembro también del equipo del proyecto Jordán, Él recogía una serie de elementos, como la autoconciencia de la Iglesia como santa, qué queremos decir cuando hablamos de la Iglesia como santa. No quiere decir que no sea pecadora. Cuando  hacemos la confesión del Credo, una, santa, apostólica… Esta referencia a la santidad de la Iglesia fue una pregunta que salió entre el público: ¿Hay que quitar entonces la expresión de que la Iglesia sea santa? Y dijo: hombre, no, no es eso, está constituida por personas, por pecadores, pero estamos llamados a esa santidad, es hacia donde caminamos.

Muchas veces se ha asumido al clero como representante de Cristo, como si no pudiera haber fallos en él, es la idealización del clero.

¿Qué elementos han detectado que inciden claramente en los abusos?

– Más a nivel teológico canónico, hay elementos que sí hemos ido detectando que inciden claramente en los abusos: son el silencio y el miedo a las represalias.

Esto nos ha quedado constancia tanto en el cuestionario que realizamos en la Provincia, a toda la Compañía, de la que tuvimos 1.188 respuestas, que es mucho para un primer cuestionario, que se ha pasado a todos los sectores: educación, universidades, fe y social, los cuatro sectores.

Y lo que hemos detectado y que está en orden a otros contextos sociales, es que el silencio, callarse y no romper el silencio por el miedo a represalias, es algo que compartimos con toda  la sociedad. El problema de los abusos se mantiene por el silencio, por el temor a lo que pueda pasar si yo denuncio ya sea algo que han pasado a mí, o si denuncio lo que sé que le ha pasado a otro.

¿Y para romper el silencio?

– Se reflejó en la presentación de John Guiney, sj, y así también cerraba Sandra Racionero la conferencia final. Hay que romper el silencio; y romper el silencio apoyando a las personas que rompen el silencio.

Tú no puedes romper el silencio si no sabes que te van a apoyar. Si sabes que te van a apoyar a ti y van a apoyar a las personas que te apoyan, entonces es más fácil romper el silencio; pero si yo pertenezco a una comunidad de vida religiosa y sé que si denuncio a mi superiora me van a tachar de que estoy mal de la cabeza, que mi vocación no es clara, me quitan de cargos que he podido tener o del colegio en el que estaba dando clase, y me pasan a portería… Si yo sé que todo eso va a pasar si digo algo, pues no lo digo, pero si yo sé que si denuncio no solo me va a apoyar la superiora general, o el superior general, sino que además la comunidad también me va a apoyar, entonces sí denuncio, pero si no, es muy difícil.

¿Cuál es la llamada que hace el congreso?

– La llamada es a romper el silencio y a que la institución apoye a quien rompe el silencio; esto es una llamada a las víctimas, pero también lógicamente a la institución. Solo podemos romper el silencio si nos sentimos apoyados. Y también en las familias, porque se les dice: que vas a estigmatizar a la niña…, cállate. La verdad es que si no se denuncia, queda encubierto. Y la persona agresora sigue agrediendo, porque es impune.

Hay que animar a hablar siempre, no por nada sino porque cuanto antes se afronte, y esto también es de las cosas que están investigadas, o sea, cuando un abuso se corta de manera temprana, y se toman medidas de manera rápida, es más probable que los daños y el trauma estén más acotados en el tiempo y pueda convertirse en superviviente antes.

Pero si mantienes un abuso durante 40 años, que es lo que vemos en la mayoría de los casos, cuando se ha sostenido durante tanto tiempo el trauma, el daño generado es brutal, porque se vive con distintos problemas psicológicos, un trastorno disociativo, estrés, ansiedad…

Terminamos. Han hablado ustedes también de buenas prácticas, de propuestas esperanzadoras.

– Los dos elementos que hemos querido trabajar en el proyecto a lo largo de estos años han sido, por un lado, las conocidas como actuaciones de éxito. Por eso fueron José Ramón Flecha y Sandra Racionero quienes de alguna manera hicieron estas presentaciones de actuaciones de éxito con impacto social. Es decir, herramientas que ya está comprobado que funcionan, y que son capaces de transformar la realidad, que realmente han sido capaces de disminuir dinámicas abusivas en los entornos educativos en las aulas, y cómo esto puede de alguna manera tener una incidencia en el ámbito también eclesial, en todo lo que tiene que ver con las dinámicas abusivas.

¿Y el segundo elemento?

– Por otro lado estaría el tema de la justicia restaurativa, que es verdad que no es algo que sea para todos: no todas las víctimas que han participado, no todos los victimarios quieren participar, pero sí es cierto que las experiencias que se están dando en cuando se participa están siendo muy positivas y hay experiencias de éxito que están transformando también las vidas, tanto de víctimas como de victimarios.

Ver personas que han agredido sexualmente, que hayan reconocido los hechos, que se han hecho cargo de la responsabilidad, que no deberían de haberlo hecho jamás, y el deseo y la apuesta de querer reparar el daño que han cometido, creo que es de las experiencias más relevantes. Escuchar a un victimario hundido en una miseria, tocando el barro más propio suyo, siendo capaz de escuchar la voz de Dios y recomenzar desde la humildad más baja, creo que eso es como un pequeño milagro, y a mí eso me parece también nuestra llamada. La posibilidad de que quien agredió no solo no lo vuelva a hacer nunca más, sino que pueda  incluso trabajar en favor de las víctimas…; no sé si esto es para publicar o no, porque es difícil.

Concluimos la conversación con Valeska Ferrer. El Provincial de la Compañía de Jesús, Enric Puiggròs SJ, señaló por su parte que “las víctimas nos evangelizan; no podemos esperar que esto se ‘apague’, que se desvanezca como si nada hubiera ocurrido; debemos mirar de cara a aquello que hicimos mal”, y “superar la tentación de la arrogancia, reivindicando las cosas buenas hechas por nosotros, como si pudieran compensar de alguna manera este drama de abusos”.

El autorFrancisco Otamendi

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Evangelio

Humanidad y divinidad de Cristo. Domingo XII del tiempo ordinario (B)

Joseph Evans comenta las lecturas del domingo XII del Tiempo Ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·20 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Varios pasajes del Antiguo Testamento dejan claro que el control del mar era una prerrogativa divina. 

En general, los judíos veían el mar con temor: representaba el caos y era el dominio de monstruos marinos tan aterradores como Leviatán (vid. Job 41). Pero varios salmos expresan el control de Dios sobre los mares y las olas: véanse los salmos 89, 9, 93, 4 y, sobre todo, 107, 28-29, que forma parte del salmo de hoy. Pero gritaron al Señor en su angustia, y los arrancó de la tribulación. Apaciguó la tormenta en suave brisa, y enmudecieron las olas del mar

Esto puede ayudarnos a comprender el asombro de los discípulos, descrito en el evangelio de hoy, cuando Jesús calma las olas. “Se llenaron de miedo y se decían unos a otros: “¿Pero quién es este? ¡Hasta el viento y el mar lo obedecen!”.

En otras palabras, empezaban a vislumbrar el poder divino de Jesús. Que podía calmar las olas con unas pocas palabras: “¡Silencio, enmudece!”, -sólo podía sugerir que él mismo era divino de algún modo. Sólo Dios puede establecer los límites del mar (como enseña la primera lectura de hoy) y sólo Él puede calmar su furia.

Este episodio es una de esas maneras por las que, con pedagogía divina, Cristo reveló gradualmente su divinidad a sus discípulos. Si hubiera intentado hacerlo de golpe al principio de su ministerio, o bien no le habrían creído, o bien, si lo hubieran aceptado, se habrían arrojado al suelo ante él y no se habrían atrevido a levantarse. Dios muestra su poder tanto revelándolo como ocultándolo, como cuando sólo dio a Moisés un destello de su gloria divina, pues era todo lo que podía soportar (vid. Éxodo 33). 

El sueño aparente de Jesús en la barca era ciertamente un signo de su humanidad real. Se había entregado tanto a las multitudes que estaba agotado, tan cansado que podía dormir en medio de una tormenta. Pero también revelaba su divinidad. Porque Dios es el mejor maestro posible, que vela y revela su poder según nuestra debilidad y necesidad.

Pero la creación divina va más allá del universo material. De hecho, su creación espiritual, o re-creación, es una obra aún mayor. Como nos enseña la segunda lectura de hoy, estar “en Cristo” es ser “una nueva creación”. Dios nos recrea por la gracia. Tan prodigioso como es el poder de Jesús sobre la creación visible, muestra su poder aún más transformándonos por medio de la gracia. Él calma las tormentas de pasión y maldad en nuestras vidas para que podamos vivir en la paz del amor divino.

La homilía sobre las lecturas del domingo XII del Tiempo Ordinario (B)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Vaticano

El cardenal Parolin sobre los abusos: «Es una injusticia que afecta a todos»

La Pontificia Universidad Gregoriana ha organizado la IV Conferencia Internacional sobre Salvaguardia, con el fin de seguir dando pasos en la prevención de los abusos. Este año, el tema se ha centrado en "Salvaguardia y discapacidad".

Giovanni Tridente·19 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

“Los abusos representan «una injusticia que afecta a todos, discapacitados o no». Lo dijo el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, al abrir los trabajos de la IV Conferencia Internacional sobre Salvaguardia organizada en la Pontificia Universidad Gregoriana por su Instituto de Antropología, fundado en 2012 como Centro inicial para la Protección de Menores. En 2021 el organismo, del que es director el jesuita Hans Zollner, amplió su misión para incluir a personas vulnerables de todas las edades.

No es casualidad que la conferencia de este año esté dedicada al tema «Salvaguardia y discapacidad», una preocupación central también en el magisterio del Papa Francisco y de la Iglesia en general. Según la Organización Mundial de la Salud, el 16 % de la población mundial vive con una discapacidad significativa, como resultado de la interacción entre las condiciones de salud, ambientales y personales, señala un comunicado de los organizadores.

«En los últimos años, la comunidad internacional ha hecho progresos significativos en el reconocimiento de los derechos de las personas con discapacidad, pero lamentablemente esto aún no ha sucedido a nivel mundial», explicó Parolin. Si esto ocurriera, podría florecer una «sociedad más justa y solidaria, en la que la pertenencia no sea un eslogan para utilizar en discursos políticamente correctos, sino una práctica».

“Tenemos la oportunidad», añadió el Cardenal Secretario de Estado en su discurso, «de superar las distintas barreras uniéndonos y debatiendo sobre las formas» de combatir cualquier tipo de abuso en cualquier circunstancia.

La conferencia

La conferencia, que se prolongará hasta el 21 de junio, incluirá varias sesiones dinámicas. Entre ellas figurará la participación de la Iniciativa de la Juventud Católica Sorda para las Américas (DCYIA), organización sin ánimo de lucro que apoya las necesidades pastorales, culturales y lingüísticas de los jóvenes sordos de las Américas. Tres intérpretes de lengua de signos americana traducirán las ponencias para el público y asistirán a los participantes sordos. Su charla, titulada «Sordos y maltratados… la comunidad olvidada», abordará los retos que suelen experimentar estas víctimas.

Otras tres sesiones se centrarán en el enfoque cultural de la discapacidad en diferentes contextos geográficos y sociales, la aceptación y participación de las personas con discapacidad en la vida de la Iglesia, y las dificultades a las que se enfrentan las personas con discapacidad para reconocer y denunciar posibles abusos.

La atención del Papa Francisco

Desde el inicio de su pontificado, el Papa Francisco ha dedicado especial atención a la cuestión de los abusos. En los últimos diez años, ha actualizado tanto las normas canónicas como las leyes del Estado de la Ciudad del Vaticano que regulan los abusos sexuales cometidos por clérigos, extendiéndolas también a los laicos. También ha establecido medidas para investigar y castigar no sólo a quienes cometen abusos, sino también a quienes los encubren con malicia o indiferencia.

En línea con las preocupaciones del Pontífice, la Conferencia también quiere proporcionar una plataforma para aprender más sobre este tema, para trabajar en red y compartir las mejores prácticas en el ámbito de la atención, la prevención y el acompañamiento de niños y adultos en situaciones de violencia o abuso.

Prerrogativas que son asumidas por el propio Instituto de Antropología, dirigidas a promover la dignidad y el cuidado a través de la formación interdisciplinar, la investigación y la educación, enfoques inspirados en principios cristianos y sensibles a la diversidad cultural.

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Vaticano

Hagan una sinfonía de oración con los Salmos, alienta el Papa

En este año preparatorio del Jubileo de 2025, el Papa Francisco ha animado a los fieles en la Plaza de San Pedro a realizar una sinfonía de oración leyendo y rezando con los Salmos. Entre otros, citó los salmos 23, 50, 51 ó 63. Los Salmos fueron la oración de Jesús, de María y de los apóstoles. Con ellos “seremos felices”, ha manifestado.      

Francisco Otamendi·19 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

En la Audiencia de este miércoles, en la cuarta sesión del ciclo de catequesis sobre “El Espíritu Santo y la Esposa”, que es la Iglesia, el Papa Francisco ha animado en la Plaza de San Pedro a llevar a cabo “una verdadera sinfonía de oración” con los Salmos de la Biblia. Están inspirados por Dios y espiran Dios, y fueron la oración de Jesús, de María, de los apóstoles, y de todos los cristianos que nos han precedido, ha señalado el Santo Padre. La lectura base de la reflexión ha sido la Carta de san Pablo a los Colosenses, 3, 1-17.

“El Espíritu Santo es el compositor de esta bella sinfonía donada a la Iglesia. Como en toda sinfonía, en ella hay varios “movimientos”, es decir, varios tipos de oración: alabanza, acción de gracias, súplica, lamento, narración, reflexión sapiencial y otros, tanto en forma personal, como en forma coral de todo el pueblo. Estos son los cantos que el Espíritu mismo ha puesto en labios de la Esposa. Todos los libros de la Biblia, como mencioné la vez pasada, están inspirados por el Espíritu Santo, pero el Libro de los Salmos también lo está en el sentido de que está lleno de inspiración poética”, ha señalado el Papa.

Orar con los Salmos

Los Salmos no son algo del pasado, sino que se actualizan con nuestra oración. El Pontífice ha recomendado que si un salmo o un versículo nos llega al corazón, hagamos oración con él, y lo repitamos a lo largo del día. Pidamos al Espíritu Santo que nos enseñe a orar con los salmos, ha manifestado.

En un día nublado en Roma, con notoria presencia de peregrinos de varios países a los que ha saludado el Papa, en especial argentinos y libaneses, el Santo Padre ha añadido que “los salmos nos permiten no empobrecer nuestra oración reduciéndola sólo a peticiones, a un continuo “dame, danos…”. Aprendemos del Padre Nuestro, que antes de pedir “el pan de cada día”: dice: “Santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad”. Los salmos nos ayudan a abrirnos a una oración menos egocéntrica: una oración de alabanza, de bendición, de acción de gracias; y también nos ayudan a convertirnos en la voz de toda la creación, haciéndola partícipe de nuestra alabanza”.

Día mundial del Refugiado

Pasado mañana, ha recordado Francisco, tiene lugar el Día Mundial del Refugiado, promovido por Naciones Unidas, y el Papa ha aprovechado para recordar el compromiso de la Iglesia con los refugiados y emigrantes: “acoger, proteger y acompañar, promover e integrar”. Conviene quizá recordar también la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (JMMR) del domingo 29 de septiembre de 2024, con lleva por  título “Dios camina con su pueblo”, elegido por el Papa Francisco para su Mensaje.

Cercanía al pueblo chino

El Papa ha saludado a la Asociación “Amigos del Cardenal Celso Costantini”, acompañada por el obispo de la diócesis de Concordia-Pordenone, Giuseppe Pellegrini, con ocasión del centenario del Concilio Sinense de Shanghai, y asimismo al “querido pueblo chino, como “un pueblo noble y valiente”, con “una cultura tan bella” 

También ha recordado la próxima fiesta el día 21 de San Luis Gonzaga, jesuita italiano conocido por su servicio a los enfermos y su dedicación a la educación de jóvenes estudiantes. Al concluir, como es habitual, el Papa Francisco ha señalado que “seguimos rezando por la paz en Ucrania, en Tierra Santa, en Sudán, Myanmar y dondequiera que haya gente sufriendo a causa de la guerra, que es siempre una derrota”.

El autorFrancisco Otamendi

Actualidad

Belorado. Compraventa de monasterios, una secta pseudocatólica y ¿cisma?

A finales de semana expira el plazo dado por el arzobispado de Burgos para que, una a una, las religiosas Clarisas de la comunidad de Santa Clara de Belorado manifiesten su voluntad o no, de seguir dentro de la Iglesia católica.

Maria José Atienza·19 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 14 minutos

Hasta hace unas semanas, no muchas personas conocían la existencia del convento de Santa Clara de Belorado. Más allá de la zona, en la que la comunidad era especialmente querida y alguna noticia dispersa de índole regional sobre la tarea repostera de las religiosas, la vida de este monasterio y sus alrededores estaba marcada por la tranquilidad y la prácticamente nula exposición mediática. 

La historia dio un vuelco el pasado 13 de mayo cuando, de manera insólita, la abadesa de la comunidad, Sor Isabel, dio a conocer que había firmado, en nombre de toda la comunidad según defiende, un documento de abandono formal de la Iglesia católica llamado “Manifiesto Católico”. En este documento, la religiosa afirmaba que la Iglesia católica es herética y cismática y ponía a la comunidad bajo la jurisdicción de Pablo de Rojas, que dice ser obispo y es cabeza de la secta conocida como “Pía Unión de San Pablo Apóstol”.

Este abandono de la Iglesia católica, al parecer, se había realizado a través de una solicitud firmada por la propia abadesa el 8 de mayo y aceptada por Pablo de Rojas el 10 de mayo de 2024. 

¿Que lleva a una comunidad a decidir dar un paso de este calibre? ¿Se trata de una cuestión de índole religiosa, o hay algo más? ¿Que es la Pía Unión? ¿Que ocurre con los monasterios si las monjas abandonan la fe católica? 

Las respuestas a estas preguntas son variadas y no abarcan, seguramente, toda la realidad de una situación más parecida a un sainete que otra cosa. En el caso Belorado convergen líos económicos y religiosos. Son diversos los matices y los temas que han concurrido en una situación casi esperpéntica cuyo desenlace sigue siendo una incógnita. 

El “Manifiesto Católico”

El Manifiesto Católico publicado por las religiosas de Belorado es de un documento de 70 páginas que reproduce las principales ideas del llamado “Posicionamiento teológico” de la secta. 

En el documento se defiende la idea de que Pío XII ha sido el último Papa legítimo y tras su muerte “la sede de san Pedro está vacante y usurpada”. 

Según este manifiesto, la Iglesia católica es la cismática y ha traicionado a Cristo. El Concilio Vaticano es, según este documento, un acto herético y la Iglesia posterior, ilegítima. Los obispos y sacerdotes son una suerte de “herejes, ladrones, pérfidos y blasfemos”. Entre otras afirmaciones, sostiene que “Ratzinger era un grandísimo hereje con pátina de conservador” y al Papa Francisco lo llama “Sr. Bergoglio”, “que no es obispo, ni siquiera sacerdote”. 

El Manifiesto, que firma tan sólo la ex abadesa “en mi nombre y en el de todas las hermanas de los dos monasterios sitos en Belorado y Orduña”, afirma rotundamente que no obedecerán a quienes ellas consideran herejes y hace una confusa invitación a todas las personas que “quieran salvarse” a que dejen la Iglesia o “secta del conciliábulo”.  

¿Se trata de un cisma? Técnicamente si, dado que según el canon 751 del Código de Derecho canónico, el cisma es “el rechazo de la sujeción al Sumo Pontífice o de la comunión con los miembros de la Iglesia a él sometidos”. Más certeramente, nos encontramos ante ­la adhesión de una serie de personas a una secta cismática ya constituida. 

La comunidad de Belorado

El Monasterio de Santa Clara en la localidad burgalesa de Belorado es un cenobio de clarisas cuya primera construcción data del siglo XIV. El edificio fue saqueado por las tropas francesas a inicios del siglo XIX y posteriormente desamortizado por Mendizábal. Las religiosas recuperaron el convento y, desde entonces nada había cambiado en una vida monástica tranquila y marcada por el trabajo de obrador de repostería de las religiosas. 

El monasterio forma parte de la Federación de clarisas de Nuestra Señora de Arántzazu junto con cuarenta monasterios más, entre los que se hallan Vitoria y Derio.

Actualmente, la comunidad de Belorado está compuesta por quince religiosas. De éstas quince, “las 5 mayores están fuera de todo este proceso”, señalan fuente del arzobispado burgalés. La situación de estas cinco hermanas mayores, que superan los 80 años, centra gran parte de la preocupación tanto del arzobispado como de las superioras de la Federación de Clarisas de Nuestra Señora de Arántzazu. Aunque uno y otras entienden que están bien cuidadas, tienen serias dudas de que sean conscientes de lo que está ocurriendo en su comunidad. 

A raíz de la publicación del Manifiesto católico y de las consiguientes declaraciones de las otras 10 religiosas, cada monja recibió una citación para comparecer ante el Tribunal eclesiástico de manera individual con el fin de que que secunden el paso dado o se retracten. 

La entrega de esta citación se produjo el 6 de junio. A las tres principales superioras de la comunidad -la ex abadesa Sor Isabel, la ex vicaria, Sor Paz y la ex cuarta discreta, Sor Sión- se les dio un plazo de 10 días para comparecer ante el Tribunal eclesiástico de Burgos por sospecha de cisma, un plazo que la archidiócesis amplió otros cinco días, a petición de las religiosas. 

Las otras 7 hermanas recibieron 15 días para realizar esta comparecencia. Será el 21 de junio la fecha en la que las religiosas tendrán que decidir, una a una, si rompen con la Iglesia católica. 

En el caso de que sigan adelante con la postura sustentada desde el 13 de mayo, las monjas quedarían excomulgadas por el mismo hecho (excomunión latae sententiae), serías excluidas de la vida religiosa y tendrían prohibido el ejercicio de diversos derechos bautismales.

Si se retractan, como señalan desde el arzobispado de Burgos “continuarán en la comunidad y será la federación la que decida”. En el arzobispado destacan su disposición al “diálogo hasta el último minuto, pero hay que ser consciente de que, si estas personas abandonan voluntariamente la Fe católica no pueden continuar viviendo en un lugar que pertenece a la Iglesia”. 

Mons. Iceta, nombrado comisario 

El 28 de mayo, a la vista de los acontecimientos y tras la petición de la Federación clarisa de Nuestra Señora de Aránzazu, la Santa Sede nombró “comisario pontificio ad nutum Sanctae Sedis” de los monasterios de Belorado, Orduña y Derio a Mons. Mario Iceta Gavicagogeascoa. Este nombramiento le otorga “todos los derechos y deberes que el Derecho universal de la Iglesia y el Derecho propio del Instituto atribuyen al Superior Mayor y a su Consejo, incluida la representación legal en el ámbito civil”. El arzobispo de Burgos creó entonces una comisión gestora, de la que forman parte “la presidenta de la Federación de Nuestra Señora de Aránzazu, la madre Javier Soto, y su secretaria federal, Carmen Ruiz, que velarán por el cuidado de la comunidad. Junto a ellas, el vicario judicial de la archidiócesis, Donato Miguel Gómez, se encargará de las cuestiones en el ámbito canónico, mientras que el director de Asuntos Jurídicos del Arzobispado, Rodrigo Sáiz, coordinará los aspectos relativos al ámbito civil. También contarán con la colaboración de un despacho profesional para la administración de los monasterios y sus bienes y se encargará la realización de una auditoría y un inventario. Asimismo, y si fuera necesario, se contará con la ayuda de despachos profesionales de servicios jurídicos, en materia civil, fiscal o penal”

Con este nombramiento, el representante civil legal de todo lo referente al Monasterio pasó a ser el arzobispo de Burgos, de modo que “tiene el derecho y el deber de velar, ante todo, por las personas que habitan el monasterio, de modo particular por las hermanas mayores, los trabajadores contratados, la gestión adecuada de los movimientos financieros, así como la gestión de todos los bienes muebles e inmuebles” como destaca la nota emitida por el arzobispado burgalés para dar a conocer este nombramiento. 

[Ampliación de la noticia]

El día 21 de junio, las clarisas remitieron un burofax al Arzobispado de Burgos, que había prorrogado el plazo a petición de las religiosas, en el que manifestaban su «unánime e irreversible posición» de abandonar lo que ellas califican como iglesia «surgida del latrocinio Vaticano II»

Las religiosas aducen que el Código de Derecho Canónico no es «competente». Algo completamente inverosímil y ha puesto en manos de abogados civiles diálogo con el Arzobispado.

Las cuentas del convento 

Las monjas de esta comunidad, lideradas por la ex abadesa, Sor Isabel, no han respondido a las incesantes peticiones de diálogo dirigidas a ellas tanto por la federación de clarisas a la que pertenecen por desde el arzobispado de Burgos. Sus comunicaciones las realizan a través de su blog o en medios de comunicación de índole nacional. 

Las religiosas de Belorado han utilizado su blog y redes sociales para “denunciar” su desacuerdo con todas las medidas impuestas desde la Santa Sede, aunque, por el momento, no han establecido contacto directo con la Federación de clarisas ni con el arzobispado. En las últimas semanas afirmaron no poder acceder a sus “cuentas bancarias, dado que D. Mario ha tomado el control de las mismas, bloqueando de esta forma el acceso al fruto de nuestro trabajo diario”, algo que ha sido firmemente negado por el Arzobispado de Burgos ya que “las hermanas saben que pueden contar con todo lo que necesiten a través de la secretaria federal, Sor Carmen”. Con el nombramiento del comisario, “las cuentas del convento han sido intervenidas, siguiendo el proceso habitual de un comisariado pontificio” señalan desde el arzobispado, “los recibos de siguen pagando, pero las religiosas no pueden sacar dinero puesto que ellas ya no están facultadas para ello”. Para cualquier necesidad se han de dirigir a la Secretaria federal, Sor Carmen, que fue expulsada cuando acudió al convento, el pasado 6 de junio, para preguntar qué necesitaban y ver a las hermanas más ancianas.

Desde el arzobispado, en una nota emitida el 13 de junio, señalaron que “se está trabajando con las entidades bancarias para que no exista ningún problema de pago a quienes legítimamente tienen derecho al cobro: suministros, nóminas, recibos, etc.” y que seguían “a la espera de que las hermanas nos comuniquen los importes necesarios que requieren para los gastos habituales de la vida ordinaria”, un paso que las religiosas no han hecho porque, según defienden, si solicitan el dinero al Arzobispo “supondría, de facto, el reconocimiento de la legitimidad de la usurpación”.

Por parte del arzobispado burgalés y la Federación de Clarisas de Nuestra Señora de Arántzazu los pasos legales pertinentes en el ámbito civil y canónico se han ido danto de manera correcta y el representante legal del Monasterio de Santa Clara de Belorado en el registro del Ministerio de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes es Mario Iceta Gavicagogeascoa, arzobispo de Burgos.

¿Es la Pía Unión de San Pablo Apóstol una secta? 

Si. Este grupo aparece tipificado como secta en el libro del experto Luis Santamaría “A las afueras de la Cruz”, editado por la Biblioteca de Autores Cristianos en 2023. El volumen recoge un centenar de sectas de origen o apariencia cristiana. 

En su introducción, Santamaría explica que “el hecho de que la mayor parte de ellos utilicen el nombre de ‘Iglesia’ muestra su intención de presentarse como la verdadera Iglesia de Cristo o, a veces, una agrupación nueva e independiente, pero totalmente legítima, dentro de la Iglesia universal. Suelen coincidir en su afirmación de recuperar lo genuinamente cristiano —que habría sido traicionado en las Iglesias y comunidades eclesiales históricas de las que se han desgajado— y en su pretensión de una mayor apertura a toda la humanidad, sin normas estrictas, criterios de admisión ni excomuniones”.

La Pía Unión de San Pablo Apóstol “se considera a sí misma la verdadera Iglesia de Cristo, y por eso su líder se presenta siempre como ‘obispo católico, apostólico y romano’, además de referirse a la Iglesia católica como “la secta del conciliábulo o de ‘Mons. Roncalli’”. 

Este grupo profesa el sedevacantismo “de forma que no reconoce a ningún obispo de Roma posterior a Pío XII. Tampoco admite la validez de los sacramentos celebrados en la Iglesia católica postconciliar”.

Un vistazo a la web de la Pía Unión de San Pablo Apóstol da una somera idea de las líneas de este minoritario grupo. El posicionamiento teológico del que nace el manifiesto firmado por la ex abadesa de Belorado es una suma de textos y frases tomadas de documentos preconciliares, lenguaje sobrecargado y terminología “robada” a diversas instituciones de la Iglesia. 

El posicionamiento teológico destaca que “con la muerte, el 9 de octubre de 1958, del último Papa legítimo, hasta ahora, S.S. Pío XII, y con la convocatoria del “Concilio Vaticano II”, surgió la “iglesia conciliar”, que intenta eclipsar a la Iglesia Católica, Apostólica y Romana”, y califica a los fieles católicos de “acatólicos”. 

El posicionamiento teológico mezcla cuestiones de índole moral con temas de orden canónico y magisterial. 

La Pía unión se presenta como “una suerte de Milicia Guerrera predestinada a sobresalir sobre todo lo existente” y “no está abierta a sacerdotes, religiosos o simples fieles que únicamente quieran beneficiarse espiritual y o sacramentalmente, ya que para ello hay que ser súbditos de S. Ilma. Rvdma. Sr. Dr. D. Pablo de Rojas Sánchez-Franco y colaborar con la Pía Unión”. 

La Pia Unión en su web señala la prohibición de “manifestar a extraños que son miembros de la Pía Unión”, los sacramentos sólo se pueden recibir en capillas de la institución y se establecen normas de índole tan sui generis como la de obligar a las mujeres a vestir “falda, medias, manga como mínimo francesa, los caballeros a ser posible americana y corbata, y de lo contrario se pueden usar pantalones tipo chinos en color, nunca vaqueros, y camisa de manga larga, dando dos vueltas a los puños, más que nada por estética, como dice Nuestro fundador “las mangas de panadero son muy ordinarias” (manga corta)”

Los “personajes”

¿Quién es el tal Pablo de Rojas? ¿Son muchos los seguidores de esta Pía Unión de San Pablo Apóstol? Han sido numerosos los medios que han realizado un perfil del líder de esta secta, hasta ahora casi desconocida. 

La descripción que Luis Santamaría hace, en las primeras páginas de “A las afueras de la cruz” sobre los fundadores y cabeza de muchas de las sectas de origen cristiano, es aplicable como descripción del autodenominado obispo Rojas. Se trata de personas que han “sido rechazados en seminarios, noviciados y otras casas de formación, o los hayan abandonado, o hayan sido expulsados de los mismos. También hay casos de personas que han buscado ministerios ordenados y no los han logrado. De manera que, como alternativa vital, han decidido unirse a movimientos cismáticos o, tras haber conseguido una ordenación presbiteral o consagración episcopal, han creado su propia “iglesia”, entrando en una dinámica de mutuos reconocimientos y ordenaciones y en la creación de complejas estructuras con nombres rimbombantes y superposición de adjetivos para pretender mostrar una seriedad eclesiástica de la que carecen”.

Pablo Rojas es natural de Jaén y la biografía que presenta en la web de la propia Pía Unión de San Pablo Apóstol está llena de incoherencias y hechos extraños como la de haber recibido la comunión a los cinco años en la España de los años 80 o haber sido ordenado sacerdote dos veces.

Textualmente de su web: “[Rojas]Es ‘confirmado’ en Madrid en 1993 de manos de ‘Mons’. de Galarreta, «obispo» de la Fraternidad de San Pio X, ‘Consagrado’ por ‘Mons’. Lefevre. En 2005 recibe el Sacramento [del orden] por Mons. Shell el 13 de mayo de 2005 y el 28 de junio de 2010, ‘sub conditione’ de manos de Mons. Subiròn”. Tanto Derek Schell como Ricardo Subiron fueron excomulgados por su pertenencia a la secta de la Iglesia del Palmar de Troya. 

Rojas se estableció en Bilbao donde era frecuente verlo paseando vestido de obispo a la antigua usanza y acompañado de José Ceacero (conocido por el cura barman, por su profesión de coctelero), quien también dice ser sacerdote y ejerce como “portavoz” de las monjas de Belorado. 

En 2019, Mons. Mario Iceta, entonces obispo de Bilbao, firmó un decreto de declaración de excomunión a Pablo de Rojas en el que destacaba que “él mismo (Rojas) ha afirmado haberse hecho consagrar Obispo por el Sr. Daniel L. Dolan, de la línea del cismático Mons. Ngô Dình Thuc, incurriendo en delito de cisma ex can. 1364 § 1 C.I.C. 

Ad abundantiam, ha atentado la celebración de diversos sacramentos en nuestra Diócesis ex can. 1378 § 2, nº 1 y 2 C.I.C. 

Ha reincidido contumazmente el pasado día 28 de junio de 2019 en el delito tipificado en el can. 1382 CIC; volviéndose a hacer consagrar Obispo por el cismático Mons. Williamson, actualmente en situación de excomunión”.

Compraventa de monasterios

Esta anómala situación está relacionada con las propiedades de tres monasterios. Los tres inmuebles forman parte de la Federación de Nuestra Señora de Arantzazu(Provincia de Cantabria – Hermanas Clarisas) y son los monasterios de clarisas situados en las localidades de Derio (Vizcaya), Belorado (Burgos) y Orduña (Álava). 

El inicio de estas operaciones de compraventa de monasterios se remonta a 2020.

En 2020, el monasterio de Orduña, propiedad de las clarisas de Vitoria, estaba suprimido canónicamente y vacío. En octubre de ese año la comunidad de Belorado firmó un acuerdo de compraventa de este monasterio por un “importe de 1.200.000 € y con una mora de dos años. En dicho acto de compra-venta se aportan 100.000 € y se comprometen a realizar pagos semestrales de 75.000 €”, según señala la nota emitida por el arzobispado de Burgos. En ese momento, parte de la comunidad de clarisas de Derio deja este inmueble y se traslada a Orduña. 

La idea primigenia parecía ser vender el monasterio de Derio para comprar el de Orduña. Sin embargo, la venta de Derio sigue sin producirse, por lo que era inviable acometer el pago del segundo. De hecho, aunque el primer abono de la compra debía realizarse el 1 de noviembre de 2022, nunca se ha hecho ningún pago. 

Esta era la situación cuando, en marzo de 2024, la abadesa de Belorado, Sor Isabel “manifiesta tener un benefactor que comprará y pondrá a nombre del propio benefactor el Monasterio (Orduña), llegarán a un acuerdo de uso y lo revenderán a la comunidad de Belorado cuando obtengan el importe procedente de la venta del Monasterio de Derio”. 

El secretismo de esta operación y “las sospechas de que esa persona era ajena a la Iglesia Católica” manifestadas por las clarisas de Vitoria, llevan al obispo de esta diócesis y a su vicario para la vida consagrada, a trasladarse a Orduña el 21 de marzo de 2024 para preguntar sobre este benefactor. Allí le indican que la abadesa está en Belorado, por lo que el prelado y el vicario se dirigen al otro monasterio, situado a 100 kilómetros. Una vez en Belorado, “les comunican que Sor Isabel no puede recibirles y son recibidas en el torno por la vicaria, Sor Paz y la cuarta discreta, Sor Sión”. 

Ninguna de estas dos religiosas aclaró al obispo la identidad del comprador. Un mes y medio más tarde, sigue sin conocerse realmente su identidad.

La comunidad de Vitoria, propietaria del monasterio de Orduña, y que no había recibido pago alguno, decidió rescindir el contrato y convocó ante notario a la comunidad de Belorado. 

Como apunta la nota emitida por el Arzobispado de Burgos el 13 de mayo, ya en la notaría, Sor Isabel, acompañada por Sor Paz y Sor Sión, entregó un pliego “reclamando 1.600.000 € como pago por el importe de las obras realizadas por su comunidad en el Monasterio de Orduña y un 30% por daños y perjuicios”. La ex abadesa no aceptó la rescisión del contrato y decidió llevar el asunto “a instancias judiciales”. La comunidad de Vitoria ha manifestado su intención de recuperar la propiedad del monasterio de Orduña y expulsar a las monjas de Belorado a través de la vía civil.

¿Qué dice el Código de derecho Canónico?

Según el Código de Derecho Canónico, canon 634, “los institutos, las provincias y las casas, como personas jurídicas que son de propio derecho, tienen capacidad de adquirir, poseer, administrar y enajenar bienes temporales, a no ser que esta capacidad quede excluida o limitada por las constituciones” pero apunta en el canon 634, § 3., que “para la validez de una enajenación o de cualquier operación en la cual pueda sufrir perjuicio la condición patrimonial de una persona jurídica, se requiere la licencia del Superior competente dada por escrito, con el consentimiento de su consejo. Pero si se trata de una operación en la que se supere la suma determinada por la Santa Sede para cada región, o de bienes donados a la Iglesia, a causa de un voto, o de objetos de gran precio por su valor artístico o histórico, se requiere además la licencia de la misma Santa Sede”. En el caso de España, la cifra que necesita de un permiso explicito de la Santa Sede es la de 1.500.000 euros. 

Otra disposición relevante en esta cuestión se sostiene en el canon 639 del Código de Derecho Canónico que, en su primer punto, señala que “si una persona jurídica contrae deudas y obligaciones, aunque lo haga con licencia de los Superiores, debe responder de las mismas”, y en el tercer punto afirma si “un religioso contrae deudas y obligaciones sin ninguna licencia de los Superiores, responde él personalmente, y no la persona jurídica”. Dos puntos que suponen un grave problema para las religiosas de Belorado, que no pueden asumir la deuda contraída tanto por la compra del monasterio de Orduña como por las obras acometidas en ese mismo edificio a la llegada de la comunidad procedente del monasterio de Derio. 

Cronología:

Octubre de 2020

Firma del acuerdo entre la comunidad de Derio-Belorado y la comunidad de clarisas de Vitoria para la compraventa del Monasterio de Orduña 

28 de octubre de 2020

Traslado de la comunidad de Derio al monasterio de Orduña.

Marzo de 2024

Manifestación de la abadesa de tener un benefactor que abonará la compra del monasterio de Orduña.

21 de marzo de 2024 

Intento de diálogo con la abadesa por parte del obispo de Vitoria para conocer la identidad del comprador.

12 de abril de 2024 

El delegado episcopal para la vida consagrada de la archidiócesis de Burgos visita el monasterio de Belorado. Es atendido por dos hermanas y no por la abadesa. Se acuerdan (telefónicamente) las fechas de 27 de mayo de 2024 para una visita canónica a Belorado, el 28 de mayo a Orduña y el 29 de mayo para la elección de nueva abadesa.

13 de abril de 2024

La presidenta de la Federación de Nuestra Señora de Arantzazu comunica al arzobispo de Burgos su sospecha de una posible comisión un delito de cisma. 

24 de abril de 2024

Los obispos de Vitoria y Bilbao y el arzobispo de Burgos firman un decreto de apertura de la investigación previa por posible cisma en Belorado.

7 de mayo

Intento de rescisión del acuerdo de compra-venta del Monasterio de por parte de la comunidad de clarisas de Vitoria. Negativa de Sor Isabel.

13 de mayo de 2024

Sor Isabel firma, en nombre de la comunidad de Belorado, un documento de abandono formal de la Iglesia, el denominado “Manifiesto católico” y se somete a la jurisdicción del Sr. Pablo de Rojas.

El capellán del convento visita la comunidad y consigue hablar con la vicaria Sor Paz. Esta confirma telefónicamente al arzobispo de Burgos el “abandono de la Iglesia católica por parte de toda la comunidad y manifestando que la decisión ha sido tomada por unanimidad de todas las monjas”.

29 de mayo de 2024

Fecha de expiración del nombramiento de Sor Isabel como abadesa del Monasterio de Santa Clara de Belorado.

Nombramiento de Mons. Mario Iceta como “comisario pontificio ad nutum Sanctae Sedis” de los monasterios de Belorado, Orduña y Derio.

6 de junio de 2024

Sor Carmen Ruiz, Secretaria de la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu; Rodrigo Sáiz, apoderado del Comisario Pontificio; Carlos Azcona, notario del Tribunal Eclesiástico, y la notaria María Rosario Garrido, se personan en el convento de Belorado para desarrollar el proceso de actuación determinado por la Santa Sede y son expulsados del convento. 

16 de junio de 2024

Fin del plazo dado a la ex abadesa, la ex vicaria y la ex cuarta discreta para acudir a declarar al Tribunal Eclesiástico. Ante la petición de ampliación del plazo, el arzobispado concede cinco días más. 

21 de junio de 2024

Expira el plazo dado a las religiosas de la comunidad de Belorado para acudir a declarar al Tribunal Eclesiástico.

Recursos

Por qué Jesús predicó en parábolas

Jesús utilizó parábolas en su enseñanza para revelar los misterios del reino de Dios, para dar cumplimiento a las profecías mesiánicas y para manifestar su condición divina como Hijo de Dios.

Rafael Sanz Carrera·19 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

Heredero de una rica tradición profética y sapiencial, Jesús no solo predicaba. También se erigió como un maestro de las parábolas, narrando historias que conectaban con la gente y transmitían sus mensajes de forma profunda e inolvidable.

La exclamación de sus contemporáneos: “¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!” (Juan 7, 46), resume a la perfección la singularidad y el impacto de las enseñanzas de Jesús, impregnadas de una sabiduría profunda y expresadas a través de parábolas incomparables como la de la oveja perdida, el buen samaritano o el hijo pródigo. Ejemplos de su magistral capacidad para utilizar historias cotidianas y transmitir profundos mensajes morales y espirituales.

¿Por qué Jesús utilizó las parábolas?

Las razones que los exégetas aducen por las que Jesús utilizó parábolas son variadas, pero podemos señalar dos razones principales:

1. Para revelar los misterios del reino de Dios a los discípulos. Puesto que los discípulos tienen una disposición receptiva y abierta al mensaje de Jesús (Marcos 4, 11; Mateo 13, 11; Lucas 8, 10), las parábolas les ayudan a entender verdades espirituales profundas que de otra manera serían demasiado complejas o difíciles de comprender (Mateo 13, 11-12). En este sentido el uso de parábolas fue un don de Dios y una señal de gracia para con ellos: «Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron» (Mateo 13, 16-17; cfr. Marcos 4, 11).

2. Para ocultar los misterios del reino de Dios a los que no creen. Los que no creen tienen el corazón endurecido y no están dispuestos a recibir el mensaje de Jesús y menos en un lenguaje figurado que no entienden (Marcos 4, 12; Mateo 13, 13-15; Lucas 8, 10). De algún modo, las parábolas son también un medio para revelar la incredulidad y la dureza de corazón de quienes rechazaban su mensaje. 

Sin embargo, intentaremos demostrar que existían otras razones por las que Jesús empleó las parábolas, como son: (1) el cumplimiento de las profecías mesiánicas y (2) la manifestación de su naturaleza divina como Hijo de Dios.

Jesús cumple las profecías

Nos proponemos destacar cómo Jesús da cumplimiento a las profecías mesiánicas al emplear las parábolas.

El ejemplo más claro lo encontramos en el Evangelio de Mateo, que dice: “Jesús dijo todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no les hablaba nada, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta: ‘Abriré mi boca diciendo parábolas; anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo’» (Mateo  13, 34-35).

En este pasaje, Mateo dice que el uso de parábolas por parte de Jesús cumple la profecía de Asaf y demuestra su papel como el profeta que revela la voluntad de Dios. La profecía de Asaf, un poeta y músico del Antiguo Testamento, se encuentra en el Salmo 78, 2: . Así, según Mateo, es “que voy a abrir mi boca a las sentencias, para que broten los enigmas del pasado”. Esta profecía predijo que el Mesías enseñaría usando parábolas, y Jesús la cumple, ya que “sin parábolas no les hablaba nada”.

Además está la profecía de Isaías: «Él me dijo: ‘Ve y di a esta gente: “Por más que escuchéis no entenderéis, por más que miréis, no comprenderéis”.  Embota el corazón de esta gente, endurece su oído, ciega sus ojos: que sus ojos no vean, que sus oídos no oigan, que su corazón no entienda, que no se convierta y sane’» (Isaías 6, 9-10). Es Jesús mismo quien cita este pasaje en varios lugares (Mateo 13, 13-15; Marcos 4, 11-12; Lucas 8, 10) precisamente para explicar por qué hablaba en parábolas.

Vemos que Jesús no sólo sigue una tradición (profética y sapiencial) con su modo de predicar con parábolas, sino que también es consciente de estar cumpliendo las profecías acerca de él.

Dios habla en Parábolas

La Biblia nos enseña que el lenguaje que Dios utiliza es con frecuencia misterioso, destacando el carácter parabólico de su discurso como la forma natural de su expresión. La idea de que Dios habla en parábolas está bien fundamentada en las Escrituras. Veamos algunos ejemplos.

Leemos en el siguiente pasaje de Oseas que Dios dice de sí mismo: «He hablado a los profetas, y multipliqué las visiones; y por medio de los profetas usé parábolas» (Oseas 12, 10). Con claridad Dios dice que ha hablado usando parábolas y visiones. Aunque este versículo subraya el uso de parábolas por parte de Dios, también sugiere que Jesús, al usar parábolas, lo hace en connaturalidad con su condición de Hijo de Dios. Esto fue, en parte, lo que llamó la atención de sus contemporáneos: «porque les enseñaba con autoridad y no como sus escribas” (Mateo 7, 29); percibían el carácter parabólico de su discurso como su forma natural (divina) de expresión.

Lo vemos también en Proverbios 25, 2: “Gloria de Dios es ocultar un asunto; gloria de los reyes, escrutarlo”, donde se sugiere que es parte de la naturaleza de Dios ocultar ciertas cosas, dejando que los humanos las descubran y entiendan a través de la búsqueda y el discernimiento. Esto se relaciona directamente con el uso de parábolas, al exigir del oyente una participación activa en la búsqueda de la verdad. No son simples historias. Son vehículos de profundos significados espirituales y morales que deben ser descubiertos y entendidos a través de la reflexión y el discernimiento.

Parábolas para revelar los misterios

Lo mismo ocurre en Ezequiel 17, 2: “Hijo de hombre, propón un enigma y cuenta una parábola a la casa de Israel”. En este pasaje, Ezequiel, como profeta, recibe esta instrucción en un contexto difícil donde Israel necesita ser llamado al arrepentimiento y a la reflexión sobre sus acciones. La parábola se convierte en la mejor herramienta para que el mensaje de Dios sea considerado seriamente y comprendido en profundidad. Jesús emplea este mismo método divino; y que al estar profetizado, está también dando cumplimiento con sus parábolas.

Finalmente, el Salmo 49, 4: «prestaré oído al proverbio y propondré mi problema al son de la cítara». Este versículo nuevamente refuerza la idea de que los proverbios y enigmas son una forma de comunicación con Dios. Jesús, como Hijo de Dios, utilizó las parábolas de manera similar, revelando verdades espirituales a través de historias sencillas que invitaban a la reflexión y el entendimiento.

Estos pasajes ilustran que el uso de parábolas es una forma frecuente de expresión y comunicación divina, que lleva a los oyentes a buscar la verdad, discernir y reflexionar profundamente. En este sentido, el uso de parábolas por parte de Jesús es el mejor modo para revelar los misterios del Reino de Dios y manifestar su condición de Hijo de Dios.

Otras profecías mesiánicas cumplidas

De un modo más indirecto, encontramos otras profecías que nos sugieren el modo en que habría de predicar el Mesías y a las que Jesús da de algún modo también cumplimiento. Veamos algunas.

Isaías 42, 1-4: «Mirad a mi siervo,  a quien sostengo; mi elegido, en quien me complazco. He puesto mi espíritu sobre él, manifestará la justicia a las naciones. No gritará, no clamará, no voceará por las calles. La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará. Manifestará la justicia con verdad. No vacilará ni se quebrará, hasta implantar la justicia en el país. En su ley esperan las islas».

Aunque el texto no menciona las parábolas explícitamente, este pasaje profético describe el carácter del siervo del Señor, el Mesías. Así vemos que las parábolas de Jesús se presentan como historias cotidianas con un lenguaje sencillo y accesible: “No gritará, no clamará, no voceará por las calles”, y se dirige a los de condición humilde: “La caña cascada no la quebrará, la mecha vacilante no la apagará”.

Proverbios 1, 6: «para entender proverbios y dichos, sentencias de sabios y enigmas». El proverbio sugiere que la comprensión de la sabiduría no es inmediata, sino que requiere de un proceso gradual de aprendizaje y reflexión.

De igual modo, las parábolas de Jesús también pueden verse como una forma de revelación gradual. No todas las personas captan el significado completo de las parábolas desde el principio. Aquellos que están dispuestos a escuchar con atención y buscar la sabiduría pueden llegar a comprender las profundas verdades que Jesús transmite a través de ellas. Si bien Proverbios 1, 6 no se refiere específicamente a las parábolas, sí establece principios que iluminan la forma de predicar de Jesús.

Conclusión

Podemos concluir que Jesús utilizó parábolas en su enseñanza para cumplir una doble función. En primer lugar, revelar los misterios del reino de Dios a sus discípulos y ocultarlos a los de corazón endurecido. Pero también, con este proceder daba cumplimiento a las profecías mesiánicas, y además, ponía de manifiesto su condición divina como Hijo de Dios.

El autorRafael Sanz Carrera

Doctor en Derecho Canónico

Cultura

Guy Consolmagno: «Tenemos una idea muy pequeña de Dios»

El Observatorio Vaticano acoge estos días un encuentro internacional que celebra el legado del Padre Georges Lemaître, el sacerdote belga que formuló el modelo del Big Bang para la expansión del universo.

Hernan Sergio Mora·18 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El astrónomo estadounidense fray Guy Consolmagno, director desde 2015 del observatorio astronómico de la Santa Sede, la Specola Vaticana, presidió la presentación de un evento que tendrá lugar del 17 al 21 de junio en Castel Gandolfo, titulado «Agujeros negros, ondas gravitacionales y singularidades espacio-temporales».

Consolmagno, doctor en Planetología en el Lunar and Planetary Laboratory de la Universidad de Arizona, ejerció la docencia en el Harvard College Observatory y el MIT. En 1989 ingresó en la Compañía de Jesús y en 1991 tomó los votos como Hermano Coadjutor.

Después de la presentación en la Sala de prensa de la Santa Sede, el astrónomo estadounidense aseguró a Omnes que este evento «es muy importante para el mundo de la ciencia».

Entre otros motivos, destacó el astrónomo, «porque se pone la oportunidad de hablar de tantos puntos de vista, de tantas cuestiones: la verdadera naturaleza del Espacio y del Tiempo; cómo conciliar las leyes de la Mecánica Cuántica con la Relatividad General de Einstein, que rige el comportamiento del campo gravitatorio en los primeros momentos del Universo; las singularidades espacio-temporales; y la naturaleza de nuestro Universo».

Además, continuó «también es importante para el Vaticano porque muestra al mundo que está muy abierto a las opiniones de la ciencia, siempre que la ciencia apunte hacia la verdad, porque en la verdad se encuentra Dios».

Nuestra idea de Dios

«Tenemos una idea demasiado pequeña de Dios», aseguró el científico, aunque «podemos hablar al mismo tiempo de Dios como padre», reiterando que nuestra “visión es pequeña porque Él es el creador de todo esto y aún más de lo que podríamos imaginar».

Esto es difícil para nosotros», reconoció el astrónomo, «y al mismo tiempo, en astronomía, nos enfrentamos a esta realidad: el universo es más grande de lo que conocemos», aunque este «Dios increíblemente grande está muy cerca de nosotros».

También aseguró que «esta idea, que parece muy moderna, se encuentra ya en el Salmo 8». De hecho, el Magisterio de la Iglesia ve en el Salmo 8 una invitación a reconocer la obra de Dios en la creación y a alabar su nombre por la dignidad otorgada al hombre, llamado a cuidar y valorar responsablemente la creación.

«Señor, Dios nuestro -comienza el Salmo 8-, ¡qué grande es tu nombre sobre toda la tierra! Tú has elevado tu magnificencia por encima de los cielos».

Sobre la aparente contradicción entre el hombre hecho a imagen de Dios y la inmensidad del universo, el científico considera que esa explicación «más que una contradicción es una especie de poesía. Para las cosas que son demasiado grandes para ser explicadas y contenidas en palabras, utilizamos la poesía. Sabiendo que la poesía utiliza imágenes que más que explicar la realidad, muestra dónde está la realidad’.

Participantes en el evento

Entre los 40 participantes en la reunión figuran los premios Nobel Adam Riess y Roger Penrose; los cosmólogos y físicos teóricos Andrei Linde, Joseph Silk,Wendy Freedman, Licia Verde, Cumrun Vafa y el ganador de la Medalla Fields, Edward Witten.

La conferencia, que celebra el legado científico del obispo Georges Lemaître, el físico belga que desarrolló lo que hoy se conoce como la teoría del Big Bang, es la segunda de este tipo que tiene lugar en el Observatorio Vaticano; la primera fue en 2017.

El autorHernan Sergio Mora

Estados Unidos

Termina la plenaria de primavera de los obispos de Estados Unidos

El 14 de junio de 2024 finalizó la reunión de verano de la Conferencia episcopal de obispos estadounidenses. Entre los temas tratados por el episcopado estuvieron el Renacimiento Eucarístico, la beatificación de Adele Brise y un plan para el ministerio indígena.

Gonzalo Meza·18 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Del 12 al 14 de junio tuvo lugar en Louisville, Kentucky, la Asamblea de Primavera de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB).  Durante la reunión los prelados abordaron temas importantes para la iglesia norteamericana, entre ellos el Sínodo sobre la Sinodalidad, la iniciativa de Renacimiento Eucarístico y el Congreso Eucarístico Nacional (que se llevará a cabo en Indianápolis, Indiana del 17 al 21 de Julio). Los obispos también aprobaron un documento para el ministerio de la pastoral indígena y votaron a favor de avanzar la causa de beatificación y canonización de la religiosa Adele Brise.

Al referirse a la iniciativa de Renacimiento Eucarístico, el nuncio apostólico en los Estados Unidos, Mons. Christophe Pierre habló de la relación que debe haber entre la devoción eucarística y el servicio. También añadió que las llagas de la Iglesia no deben esconderse, sino deben atenderse para ser sanadas por Cristo.

“Somos conscientes de las heridas más evidentes en la Iglesia: el escándalo de los abusos, la plaga de la indiferencia hacia los pobres, la fe inmersa en una cultura secularizada, la polarización y la división-incluso entre aquellos que estamos comprometidos con Cristo y su Iglesia. Estas heridas y sufrimientos no son simplemente ideas abstractas”, indicó. En ese sentido, Mons. Pierre señaló que la Eucaristía es la fuente de sanación para estas heridas, pues constituye una poderosa medicina.

Ministerio indígena

En esta reunión, los obispos norteamericanos también aprobaron un marco pastoral para el ministerio indígena titulado “Manteniendo la sagrada promesa de Cristo”, cuyo objetivo es “promover la reconciliación y la sanación, celebrando el amor de Dios por los pueblos indígenas y fomentando la unidad en la fe y en el amor a Cristo”.

El tema de la sanación y la reconciliación abarcan el capítulo inicial. Y es que los obispos reconocen los traumas que vivieron los pueblos originarios no solo con la llegada de los exploradores y el despojo de sus tierras, sino con el sistema de internados para niños el cual fue implementado por el gobierno norteamericano en el siglo XIX y bajo el cual los indígenas eran removidos forzadamente de sus familias para ingresar a dichas instituciones.

Este sistema duró 150 años y de los cerca de 500 internados, 87 eran administrados por la iglesia católica. “Muchos pueblos indígenas nunca se recuperaron completamente de estas tragedias, que a menudo provocaron hogares destrozados por la adicción, el abuso doméstico, el abandono y la negligencia. La iglesia reconoce que desempeñó un papel en dichos traumas experimentados por los niños nativos”, señala el documento y añade que “los sacramentos, especialmente la Eucaristía, sirven como principal remedio para sanar las heridas del pasado”. Actualmente hay más de 340 parroquias que atienden el ministerio para los nativos norteamericanos.

Adele Brise

Durante esta sesión los obispos también aprobaron avanzar la causa de beatificación y canonización a nivel diocesano de la religiosa Adele Brise, nacida en enero de 1831 en Bélgica pero que emigró con su familia a Champion, Wisconsin en 1855 en donde vivió hasta su muerte en 1896. 

En 1859 Adele reportó haber tenido apariciones de una mujer vestida de blanco a quien identificó como María, Reina del Cielo y quien le dijo: “Reúne a los niños de este país y enséñales lo que deben saber para la salvación: el catecismo, cómo persignarse con la señal de la cruz y cómo acercarse a los sacramentos. Eso es lo que deseo que hagas. Ve y no temas nada, yo te ayudaré”. Fue el inicio de la misión de Adele quien pronto juntaría a un grupo de laicas para abrazar la vida religiosa y dedicarse a la enseñanza. Estas apariciones marianas recibieron en 2010 la aprobación del obispo de la diócesis de Green Bay y el sitio de las apariciones fue designado en 2015 como Basílica Nacional de Nuestra Señora de Champion.

Cultura

José Antonio Rosas Amor. Llevando la fe a la política

Padre de familia y político comprometido, el mexicano José Antonio Rosas Amor dirige la Academia de Líderes católicos, a través de la que quiere formar poíticos coherentes con la fe que contribuyan al desarrollo de la sociedad. 

Juan Carlos Vasconez·18 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En el bullicio de la vida política, donde las voces se entrecruzan en debates acalorados y las agendas parecen desbordadas por las urgencias del momento, surge una figura que busca unir dos mundos aparentemente divergentes: la fe y la política. Se trata de José Antonio Rosas Amor.

José Antonio, un laico mexicano, padre de familia y político convencido, es el responsable de una misión singular: “Invitar a los políticos católicos a desempeñar un papel más activo en la promoción del bienestar social, inspirados por los principios de la Doctrina Social de la Iglesia”.

José Antonio dirige la Academia de Líderes Católicos (www.liderescatolicos.net) que busca “formar una nueva generación de católicos latinoamericanos con responsabilidades políticas y sociales para que transformen el rostro del continente al servicio de sus pueblos, a la luz del Magisterio de la Iglesia y de cara a los Jubileos del V Centenario Guadalupano y de los dos mil años de la redención”.

Desde su infancia, José Antonio ha sido testigo de la presencia divina en su vida. Criado por una madre soltera que lo instruyó en una fe sencilla pero profunda, aprendió desde pequeño “el valor de la confianza en la providencia”. Su madre, una comerciante con una tienda modesta, pero con un gran sentido común y sentido sobrenatural, le inculcó la importancia de abandonarse a la voluntad de Dios en todo momento.

Encuentros significativos

Su camino, como él mismo apunta, ha estado marcado por encuentros significativos. Uno de los más memorables fue con el Hermano Miguel Martínez, referente del movimiento scout en México, que dedicó tiempo y esfuerzo para guiarlo en su itinerario espiritual. 

El Hermano Miguel sabía transmitir pasión por Jesús y por su Iglesia y de este religioso aprendió José Antonio a encontrar el punto de vista sobrenatural en su vida ordinaria, a desarrollar la naturalidad del que está acostumbrado a tratar a Dios, y a los ángeles con la misma confianza con la que se trata a un buen amigo.

José Antonio recuerda que en una ocasión, hace unos 30 años, cuando no existían los celulares, “uno de los responsables de los Scouts en América Latina necesitaba con urgencia hablar con el Hermano Miguel, le llamó por teléfono de su oficina y le informaron que el religioso tenía varias horas de haber salido en su auto, estaba en camino a otra ciudad, y que seguramente le faltaban aún unas seis horas de viaje. Esta respuesta le dejó frío, necesitaba con urgencia el consejo del Hermano Miguel para tomar una decisión importante, que no podía esperar. A la media hora suena el teléfono, toma la llamada, era don Miguel ‘Qué suerte lo estábamos buscando’. Y la respuesta de don Miguel fue: ‘iba yo en la carretera y mi ángel de la guarda me dijo que me estabas buscando. Así que en la primera oportunidad que tuve me estacioné y estoy llamando’. Esto es un ejemplo de la naturalidad de lo sobrenatural”

Formación de líderes

La vocación de José Antonio se cristalizó desde temprana edad, cuando descubrió su llamado a la política como una expresión de su identidad cristiana. Su objetivo principal es “formar a católicos comprometidos que participen en la vida política desde una perspectiva de encuentro y unidad, siguiendo las enseñanzas de los Papas, especialmente las del Papa Francisco, quien enfatiza la importancia de ser signos de unidad en un mundo polarizado”.

Con una pasión ardiente y una fe inquebrantable, José Antonio busca transmitir cercanía, enseñar a los católicos a vivir con coherencia su fe en la política, recordando que el compromiso social y político puede ser un camino de encuentro con Dios y con nuestros semejantes.

Su labor inspira a muchos a abrazar una visión más integradora y humanitaria de la política, donde la fe no es un obstáculo, sino un faro que guía hacia un bien común más grande. En un mundo necesitado de esperanza y cohesión, la voz de José Antonio Amor resuena como un eco de solidaridad y amor en acción.

Actualidad

El “Comité sinodal” alemán continúa desafiando al Vaticano

Casi todos los obispos alemanes participaron en la última reunión del “Comité sinodal” alemán antes del verano en la que se han constituido tres “comisiones”, una de las cuales se ocupará de preparar el denominado “Consejo sinodal”, prohibido reiteradamente por el Vaticano.

José M. García Pelegrín·17 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El viernes y sábado pasado se reunió en Maguncia el denominado “Comité sinodal” alemán, compuesto por 74 miembros: los 27 obispos titulares, 27 representantes del Comité central de los católicos alemanes (ZdK) y otros 20 miembros elegidos por la asamblea plenaria del “Camino Sinodal”; las resoluciones se aprueban por mayoría simple de dos tercios.

Sin embargo, de los 27 obispos titulares, cuatro –el cardenal Rainer Woelki (Colonia) y los obispos Gregor Maria Hanke OSB (Eichstätt), Stefan Oster SDB (Passau) y Rudolf Voderholzer (Ratisbona)– decidieron no participar. Según los organizadores, de estos 74 miembros, en Maguncia estuvieron presentes 64.

El Vaticano ha cuestionado repetidamente la “autoridad que tendría la Conferencia Episcopal (DBK) para aprobar los estatutos” de dicho Comité, ya que ni el Código de Derecho Canónico ni el Estatuto de la DBK “proporcionan una base para ello”.

Como se recordará, tanto en una carta del 16 de enero de 2023 como en otra del 16 de febrero de 2024, los principales cardenales de la Santa Sede recordaron que un Consejo sinodal “no está previsto por el derecho canónico vigente y, por tanto, una resolución en este sentido de la DBK sería inválida, con las correspondientes consecuencias jurídicas.”

Por este motivo, los obispos alemanes declararon que someterían sus trabajos en el “Comité sinodal” a la aprobación de la Santa Sede y que se seguirían manteniendo reuniones en el Vaticano. La fecha de la siguiente visita de obispos alemanes a Roma está aún por fijar.

Sin embargo, en la conferencia de prensa inicial, el presidente de la DBK, Mons. Georg Bätzing, afirmó que “el Comité sinodal cuenta con el go [visto bueno] del Cardenal Secretario de Estado y de los Cardenales involucrados”.

Esta afirmación ha sido cuestionada por la iniciativa de laicos “Nuevo Comienzo”, que desde hace años viene criticando la deriva del “Camino sinodal” y ahora del “Comité sinodal”. La semana pasada enviaron una pregunta formal al Dicasterio vaticano para los Obispos sobre la legalidad de estas actividades de la DBK y del ZdK.

Además, durante la reunión del “Comité sinodal”, el canonista de Tubinga Bernhard Sven Anuth –presentado como “crítico constructivo” del Camino sinodal– expuso la situación canónica o, en palabras de Dorothea Schmidt en el semanario católico “Die Tagespost”, aquello “que cardenales de la curia, canonistas y el Papa llevan intentando hacer entender a la Iglesia católica en Alemania desde 2019”: si Roma ha dicho que “ni el Camino Sinodal, ni un organismo nombrado por él, ni una conferencia episcopal tienen autoridad para establecer el ‘Consejo sinodal’ a nivel nacional, diocesano o parroquial”, entonces cualquier intento de hacerlo sería también “inválido según el derecho canónico”. Thomas Schüller, canonista de Münster y miembro del “Comité sinodal”, le dio la razón: “al final, el obispo y el Papa son los que deciden”.

A pesar de que esta intervención de Bernhard Anuth dejó claro que no habría una “codecisión de los laicos” y que queda descartada la aprobación del Vaticano de una “supuesta paridad” entre obispos y laicos, numerosos miembros del “Comité” se pronunciaron a favor de “ser valientes y explorar o incluso sobrepasar los límites del derecho canónico”.

El ”Comité sinodal” – en palabras del presidente de la DBK– aplicará y seguirá desarrollando “los ricos frutos de las cinco asambleas sinodales”. Con este fin, el sábado se constituyeron tres grupos de trabajo, las llamadas comisiones: una de ellas se dedicará a las iniciativas del “Camino Sinodal” que, por cuestiones de tiempo, no pudieron tratarse en el Camino Sinodal, como ”la nueva moral sexual” o “los derechos de decisión de los laicos”; una segunda comisión evaluará las resoluciones aprobadas en el Camino Sinodal y la tercera preparará el Consejo Sinodal. Cada una de las comisiones está formada por diez miembros del “Comité sinodal”. La próxima reunión de éste está prevista para mediados de diciembre en Wiesbaden.

Una nueva reunión de representantes de la DBK con dicasterios vaticanos, acordada en la última visita de obispos alemanes a Roma en marzo, no tiene aún fecha, pero se rumorea que podría ser antes de que termine este mes de junio.

Ecología integral

Las raíces del divorcio entre ciencia moderna y religión cristiana

La separación, o incluso, el aparente enfrentamiento entre fe y el progreso científico no tiene consistencia real. No hay más que ver las creencias de muchos de los mayores científicos de la historia y el impulso que su fe dió a su investigación científica. El “divorcio” moderno entre ciencia y fe deviene de un olvido, por parte de ambos, de las claves y premisas de su necesaria relación. 

Juan Arana·17 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 10 minutos

La relación entre ciencia moderna y religión cristiana aparece rodeada de un halo de conflictividad que condiciona todo lo que se diga al respecto. Así lo ven quienes tienen la convicción de que hay algo fundamentalmente erróneo en una o en otra: los cientificistas piensan que la ciencia moderna monopoliza la verdad, de manera que por fuerza habrán de ser falsas todas las religiones, salvo en todo caso una versión científica de ellas, como la “religión de la Humanidad” que intentó instaurar Augusto Comte en el siglo XIX. A su vez, hay cristianos que contraatacan recordando el nulo éxito de tales intentos: ven en la ciencia a lo sumo un puñado de verdades secundarias, que conviene atar corto para no absolutizarlas, tentación que siempre estaría acechando. 

Yo he consagrado la mayor parte de mi esfuerzo a examinar la historia de las relaciones entre ciencia moderna y religión cristiana. Debo decir que estoy en desacuerdo con ambas dos posturas. No me baso en una simple corazonada: me he tomado la molestia de coordinar un grupo de especialistas para analizar la actitud pro-, anti- o a-religiosa de una selección de 160 figuras destacadas en todos los campos del saber positivo desde principios del siglo XVI hasta finales del XX. Nuestras conclusiones son categóricas: durante el XVI, XVII y XVIII, prácticamente todos los creadores de la nueva ciencia fueron creyentes. No sólo fueron a la vez científicos y cristianos, sino que el trabajo que realizaron descansó casi siempre en motivaciones religiosas, de manera que consiguieron convertirse en investigadores de alto nivel porque eran cristianos (algo parecido cabe decir en general de los estudiosos de segundo y tercer nivel). 

En el siglo XIX, época en la que la descristianización de los intelectuales europeos (sobre todo de los filósofos) había avanzado muy significativamente, los científicos seguían siendo en su mayor parte hombres de fe: de nuestra selección, 22 sobre 32. Y los adscritos a la religión no fueron precisamente los menos representativos: entre ellos figuran nada menos que Gauss, Riemann, Pasteur, Fourier, Gibbs, Cuvier, Pinel, Cantor, Cauchy, Dalton, Faraday, Volta, Ampère, Kelvin, Maxwell, Mendel, Torres Quevedo y Duhem: lo mejorcito entre los matemáticos, astrónomos, físicos, químicos, biólogos, médicos e ingenieros de aquel tiempo. 

Todos sabemos que en el siglo XX el desfondamiento espiritual se ha convertido en un fenómeno de masas. Sin embargo, la opción religiosa sigue siendo la más frecuentada entre los grandes científicos: 16 de los 29 cuya afiliación no ofrece dudas. Una vez más, los cristianos no suponen en modo alguno un grupo marginal: Planck, Born, Heisenberg, Jordan, Eddington, Lemaître, Dyson, Dobzhansky, Teilhard de Chardin, Lejeune, Eccles…

Ilustración y secularización

Los datos siempre son interpretables; podemos presentarlos de una manera o de otra y darles todas las vueltas que queramos. No obstante -sofismas y retóricas aparte- es difícil evitar las siguientes conclusiones:

1ª. La ciencia moderna nació y creció en la Europa cristiana y no precisamente por obra de minorías disidentes, sino de la mano de personas firmemente aferradas a esa tradición (Copérnico, Képler, Galileo, Descartes, Huygens, Boyle, Bacon, Newton, Leibniz, etc. etc.).

2ª. No hay una única “Ilustración”, es decir, un solo movimiento decidido a impulsar el desarrollo de la razón y mejorar la humanidad mediante el libre uso de las facultades intelectuales de acuerdo con un ideal emancipatorio. Bien es cierto que hay una ilustración antirreligiosa (la de Diderot, La Mettrie, d’Holbach o Helvetius) y también una ilustración anticristiana (la de Voltaire, d’Alembert, Federico II o Condorcet). Pero junto a ellas existe también otra ilustración cristiana, la única que llevó a su definitiva madurez la ciencia moderna, tanto dentro del ámbito hispano (Feijóo, Mutis, Jorge Juan…), como fuera de él (Needham, Spallanzani, Maupertuis, Euler, Herschel, Priestley, Boerhaave, Linneo, Réaumur, Galvani, von Haller, Lambert, Lavoisier…) 

3ª. El proceso de secularización que tiene lugar en el mundo occidental a lo largo de la modernidad en modo alguno fue causado por el auge de la nueva ciencia, sino más bien retardado por ella. El colectivo científico, tanto en el ámbito de los grandes creadores como en el de los modestos obreros del saber, fue siempre (y hoy en día lo sigue siendo) más piadoso que su entorno social. 

4ª. Si queremos encontrar causas históricas y sociológicas del proceso moderno de secularización (dejando por el momento a un lado las específicamente espirituales), hay alternativas mucho más creíbles que atribuirlo al desarrollo de la racionalidad científica. La primera de todas ellas: la división de las iglesias cristianas tras la reforma protestante y el escándalo de las subsiguientes guerras de religión. Paul Hazard y otros muchos han subrayado las crisis de conciencia que se produjeron en todos los países donde la pérdida de unidad religiosa socavó las bases mismas de la convivencia social (muy particularmente, en Francia, Inglaterra y Alemania). Una anécdota entre un millón ilustra el fenómeno: en 1689 Leibniz atravesaba la laguna veneciana. Los barqueros (que no contaban con que aquel alemán comprendiera italiano) planearon asesinarlo, ya que, tratándose de un hereje, no veían nada malo en ello: más bien una acción tan loable como lucrativa. Leibniz salvó la vida sacando del bolsillo un rosario e iniciando su rezo, práctica que disuadió a aquellos rufianes de sus perversas intenciones: a la sazón la historia del buen samaritano no se contemplaba como modelo a seguir. 

La descristianización de filósofos, literatos e intelectuales estuvo íntimamente conectada con la pérdida de un suelo religioso común. Es trágica la impotencia que mostraron para remediar los innegables males que aquejaban a la Iglesia y evitar la fragmentación de la Reforma en innumerables confesiones. De nuevo lo ilustro con un ejemplo: el grito desesperado de Erasmo de Rotterdam ante la incapacidad de sus contemporáneos para hermanarse en torno a los misterios de la fe, en lugar de exacerbar los odios: “Hemos definido demasiadas cosas que hubiéramos podido ignorar o pasar por alto sin poner en peligro nuestra salvación… Nuestra religión es esencialmente paz y concordia. Pero éstas no podrán existir mientras no nos resignemos a definir la menor cantidad posible de puntos y no dejemos a cada uno su libre juicio en muchas cosas. Ahora se ha aplazado una gran cantidad de cuestiones hasta el concilio ecuménico. Sería mucho mejor aplazarlas hasta el momento en que el espejo y el enigma sean descubiertos y veamos a Dios cara a cara”.

Resulta patético el fracaso de los teólogos de la época. Se mostraron inviables o catastróficas las soluciones propuestas por los filósofos puros, tales como definir una religión meramente natural, apaciguar los ánimos a base de pura y simple “manga ancha” o buscar valores alternativos seculares para cimentar la vida individual y colectiva. En comparación, los adelantados de la nueva ciencia tuvieron una actitud mucho más constructiva y eficaz: se aferraron a los artículos capitales de la fe sin pretender desvirtuarlos ni convertirlos en arma arrojadiza contra el prójimo. Juzgaron —con pleno acierto— que la tarea de descifrar los enigmas del universo fomentaba la piedad, remediaba las miserias materiales de la existencia y, no en último lugar, unía las almas en lugar de sembrar la discordia.

Es llamativo el ecumenismo que desde primera hora mostraron estos personajes: un ecumenismo de buena ley, que no se basaba en el rechazo de los dogmas objeto de controversia, sino en el empeño de agregar nuevas verdades en el terreno de los preámbulos de la fe, las cuales alimentaban la admiración hacia el poder y sabiduría de Dios, al tiempo que aumentaban el respeto hacia el hombre, la criatura más excelsa del universo. Hay ejemplos verdaderamente conmovedores en este sentido: el canónigo Copérnico permaneció fiel a la Iglesia católica en medio de las turbulencias; sólo se decidió a publicar su gran obra astronómica por la insistencia de su obispo, la dedicó al Papa reinante (quien supo apreciar el detalle), se valió para ponerla a punto de los servicios de Rético, un joven astrónomo reformado, y encontró editor en la luterana Nuremberg. No hubo mayor problema para que las autoridades teológicas locales autorizaran la impresión del libro que un católico polaco ofrendaba al pontífice romano. Es llamativo que el también católico Descartes viviera y compusiera su gran obra científica en la protestante Holanda, o que el luterano Kepler estuviera siempre al servicio de monarcas católicos. 

Bajo mecenazgo católico

No fueron casos aislados: las primeras academias de ciencias europeas sirvieron de refugio para minorías religiosas perseguidas. Y por cierto no había detrás una actitud indiferente hacia la religión: Descartes mantuvo cordialísima correspondencia con Isabel de Bohemia, princesa que había dado lugar a la terrible Guerra de los 30 años. Cuando aquélla osó atacar de soslayo las convicciones del matemático y filósofo francés (mencionando un caso de conversión al catolicismo supuestamente por interés), éste reaccionó con tanta firmeza como tacto: “No puedo negaros que me sorprendió saber que vuestra Alteza se haya incomodado […] por algo que la mayoría de las gentes hallarán bueno […]. Porque todos aquéllos de la religión a que yo pertenezco (que son, sin duda, la mayoría en Europa) están obligados a aprobarlo, incluso aun cuando vieran circunstancias y motivos aparentemente reprobables; porque nosotros creemos que Dios se vale de diversos medios para atraer a las almas a sí, y que aquél que entró en el claustro con mala intención, después ha llevado una vida en extremo santa. En cuanto a los que son de otra creencia, [deben considerar] que no serían de la religión que son si ellos, o sus padres, o sus antepasados, no hubieran abandonado la romana, [de manera que no] podrán llamar inconstantes a los que abandonan la de ellos”.

El ya mentado Leibniz no sólo fue bien recibido cuando visitó el Vaticano, sino que se le ofreció la dirección de su biblioteca si retornaba a la fe ancestral. Leibniz desechó la oferta, porque no le parecía bien cambiar de religión por una ventaja mundana, pero, sobre todo, porque estaba trabajando intensamente (primero con el obispo Rojas Spínola y luego con Bossuet) para lograr la reunificación de luteranos y católicos en un concilio ecuménico, el cual no llegó a celebrarse a pesar de contar con el apoyo papal, debido a que contrariaba los intereses del rey de Francia, Luis XIV. 

Este último ejemplo nos lleva al punto crucial: los conflictos que se produjeron entre instituciones eclesiásticas y estudiosos de la naturaleza, como los casos de Galileo y la inquisición romana, o el de Miguel Servet y Calvino. 

El “caso” Galileo 

Toneladas de tinta han vertido para glosarlos (sobre todo el primero de ellos) y para sentar la tesis de una pugna inevitable entre la instancia religiosa y la científica. Es imposible discutirlo ahora a fondo, pero conviene hacer algunas puntualizaciones en las que concuerdan la práctica totalidad de los estudiosos serios. En primer lugar, fueron eventos muy puntales, tanto en la Iglesia católica como en las restantes confesiones cristianas. 

La historiografía de orientación positivista/cientificista del siglo XIX (así como las secuelas que ha tenido hasta hoy en todos los que escribieron obedeciendo consignas o mediatizados por la ideología) tomó el contencioso de Galileo como bandera para evidenciar una supuesta guerra (desde luego, no “santa”) entre ciencia y religión. Es la más abusiva forma de efectuar una inducción que yo conozca: se salta directamente del uno al infinito. Para que hubiera tal guerra, debería poder alargarse la lista de científicos de renombre (incluso simplemente de solvencia) oprimidos por las tesis científicas que defendieron. Simplemente a título de contextualización conviene recordar que a lo largo de ese mismo siglo XVII la nómina de científicos famosos, solamente dentro de la orden jesuítica, incluye entre otros los siguientes nombres: Stéfano degli Angeli, Jacques de Billy, Michal Boym, José Casani, Paolo Casati, Louis Bertrand Castel, Albert Curtz, Honoré Fabri, Francesco Maria Grimaldi, Bartolomeu de Gusmão, Georg Joseph Kamel, Eusebio Kino, Athanasius Kircher, Adam Kochanski, Antoine de Laloubère, Francesco Lana de Terzi, Théodore Moretus, Ignace-Gaston Pardies, Jean Picard, Franz Reinzer, Giovanni Saccheri, Alfonso Antonio de Sarasa, Georg Schönberger, Jean Richaud, Gaspar Schott, Valentin Stansel o André Tacquet. 

Además, está el hecho incontrovertible de que tanto Galileo como Servet eran, al mismo tiempo que hombres de ciencia, hombres de fe, tan apegados (o más) a sus propias convicciones religiosas como los que les condenaron. En tercer lugar, investigaciones más recientes y acreditadas, como las de Shea y Artigas, han establecido fuera de toda duda que estas “persecuciones” tan concretas y limitadas obedecieron a consideraciones tácticas relacionadas con el ejercicio del poder y la estrategia política, cuando no pura y simplemente a enconos personales. Los miembros de la Iglesia, incluso en las más altas esferas, nunca han estado libres de vicios y pecados, y más en una época como aquélla, en la que los principales jerarcas ostentaban un poder y riqueza del que por fortuna (mejor sería decir: providencialmente) fueron despojados con el correr del tiempo. No obstante, conviene decir que durante el despegue de la modernidad pecaron con mucha más frecuencia y gravedad contra las exigencias de la religión a la que se debían, que contra los intereses de la cultura, el arte o la ciencia. 

En resumidas cuentas, sostener a partir del proceso a Galileo (por muy lamentable que fuera) una presunta hostilidad de la Iglesia a la nueva ciencia sería más o menos como pretender que los Estados Unidos se oponen a la física, dado que sus dirigentes montaron una especie de juicio al padre de la bomba atómica, Oppenheimer, para cuestionar su patriotismo. 

Queda en pie la tesis de que la ciencia moderna, nació y prosperó con el aliento e inspiración de individuos que en una proporción abrumadora eran fervientes cristianos. ¿Fue una casualidad? No lo creo. A fines de la Antigüedad los sabios paganos de Alejandría podrían muy bien haber iniciado la senda que mil años después fue recorrida por los cristianos de Occidente. Pero no lo hicieron. ¿Por qué? Cabe alegar varias razones convergentes:

1. Al desprecio olímpico del trabajo manual del que hacían gala griegos y romanos, se opuso el principio “el que no trabaje, que no coma”, formulado por Pablo de Tarso, apóstol de la nueva fe mientras fabricaba con sus propias manos tiendas de campaña. El cristianismo apadrinó desde sus mismos inicios todas las ocupaciones honestas. Desde el esclavo o el labrador hasta el rey, todos podían encajar dentro de él.

2. Los paganos no concibieron nunca un plus ultra del universo: sus mismas deidades eran cósmicas. Una condición de posibilidad imprescindible para que surgiera la ciencia era la desmitificación del universo, esto es, el sometimiento de la naturaleza a una legalidad superior. Aunque tardaran quince siglos en completar la tarea, fueron los cristianos los primeros en lograrlo y sacar las oportunas consecuencias.

3. Frente a las concepciones cíclicas del tiempo, dominantes en las primeras civilizaciones europeas y en las culturas exóticas, la ciencia moderna precisaba partir de una concepción lineal. También fueron los cristianos quienes la aportaron. 

4. La noción de ley natural es imprescindible para el despliegue de la nueva ciencia. La idea de un Dios trascendente, creador y legislador fue la matriz de la que surgió. 

5. Ya los pitagóricos habían concebido el mundo en función de formas y estructuras matemáticas. No obstante, la mayor parte de las ecuaciones matemáticas resultan demasiado complejas para que la mente humana sea capaz de resolverlas. Indudablemente Dios podría haber creado un universo mucho más complicado que éste, pero entonces desbordaría nuestra capacidad de comprensión. También otro más perfecto desde el punto de vista mecánico, pero entonces sería inhabitable. No es la menor aportación de la religión haber suscitado en los investigadores la convicción de que el mundo es relativamente sencillo de entender, a pesar de que posee la complejidad suficiente para albergar seres tan sofisticados como nosotros.

Si la historia que he contado fuera verídica, ¿por qué son minoría hoy en día los científicos cristianos? El motivo es bastante sencillo: el nacimiento de la nueva ciencia requirió un temple intelectual y anímico que solamente el cristianismo supo aportar. Una vez puesta en marcha y comprobadas sus enormes virtualidades, ya no resultó tan necesario estar imbuido del espíritu fundacional. Fuera de los grandes creadores, los hombres de ciencia no son de una pasta especial: hijos de su tiempo, en general comparten los valores y creencias dominantes. Tan solo son algo más esforzados, más realistas, menos cínicos y desencantados que la media de sus contemporáneos: esa es la herencia que queda de las raíces cristianas de la ciencia, herencia que sin embargo podría acabar de perderse si la presente civilización persiste en el nihilismo que genera su alejamiento de Dios. No menos triste es que muchos cristianos se hayan despegado de la ciencia como si fuera algo extraño u hostil a ellos. Sólo lo explica la ignorancia de cómo nació esta magna empresa y cuál sigue siendo su vocación profunda. ¿Cómo superar ese extrañamiento? Sacudiéndose la indolencia y asumiendo de una vez por todas las exigencias que se derivan de comprometerse con Cristo.

Vaticano

El Papa Francisco reflexiona sobre la “espera confiada”

En su meditación del Ángelus, el Papa Francisco ha hablado sobre la paciencia del Señor con los fieles, apoyándose en la parábola de la semilla del Evangelio.

Paloma López Campos·16 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

En su meditación del Ángelus, el Papa Francisco ha reflexionado sobre “la espera confiada” apoyándose en la parábola de la semilla del Evangelio del día.

Al igual que un sembrador, ha dicho el Pontífice, “el Señor deposita en nosotros las semillas de su Palabra y de su gracia, semillas buenas y abundantes, y después, sin dejar de acompañarnos, espera con paciencia”. Durante este tiempo, “el Señor sigue cuidándonos, con la confianza de un Padre”. Al mismo tiempo, espera porque “es paciente” a que “las semillas se abran, crezcan y se desarrollen hasta dar fruto de buenas obras”.

Al mismo tiempo, ha explicado Francisco, actuando así “el Señor nos da un ejemplo: nos enseña también a sembrar con confianza el Evangelio allí donde estemos y después a esperar que la semilla plantada crezca y dé fruto en nosotros y en los demás”.

En este sentido, el Papa ha asegurado que, con mucha frecuencia, “más allá de las apariencias, el milagro está ya en marcha y a su debido tiempo dará frutos abundantes”.

Como es habitual, el Santo Padre ha concluido su reflexión planteando algunas preguntas para la oración personal: “¿Yo dejo sembrar en mí la Palabra? ¿A su vez, siembro con confianza la Palabra de Dios en los ambientes en los que vivo? ¿Soy paciente a la hora de esperar, o me desanimo porque no veo inmediatamente los resultados? Y, ¿sé confiar todo serenamente al Señor, al tiempo que doy lo mejor de mí para anunciar el Evangelio?”.

El Papa Francisco insiste en la necesidad de paz

Tras el rezo del Ángelus, el obispo de Roma ha pedido un aplauso para el nuevo beato “Michele Rapaz, sacerdote y mártir, pastor según el corazón de Cristo, fiel y generoso testigo del Evangelio que experimentó tanto la persecución nazi como la soviética”.

El Papa también ha pedido de nuevo por la paz, recordando los “enfrentamientos y masacres que se han producido en la parte otiental de la República Democrática del Congo”. Ha mencionado además los conflictos de Ucrania, Tierra Santa, Sudán, Myanmar y “todos los lugares en los que se sufre por la guerra”.

Por último, el Papa ha mandado un saludo a todos los “romanos y peregrinos”. Entre los asistentes a la plaza de san Pedro han estado “fieles procedentes de Líbano, Egipto y España”, de Inglaterra, Polonia, Carini, Catania, Siracusa y Padua, entre otros.

Mundo

Anja Hoffmann: «La discriminación hacia los cristianos en Europa ha aumentado significativamente»

En esta entrevista con Omnes, Anja Hoffmann, directora ejecutiva de OIDAC (Observatorio contra la Intolerancia y la Discriminación contra los Cristianos en Europa) nos habla sobre las dificultades y discriminaciones que sufren actualmente los cristianos en el Viejo Continente.

Loreto Rios·16 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Observatorio contra la Intolerancia y la Discriminación contra los Cristianos en Europa (OIDAC) es una organización miembro de la Plataforma de Derechos Fundamentales de la Unión Europea que se encarga de investigar casos de intolerancia y discriminación hacia los cristianos en Europa y garantizar la libertad religiosa y de expresión. En Omnes hemos entrevistado a Anja Hoffmann, directora ejecutiva de OIDAC.

En términos generales, ¿cuál es la situación actual con respecto a la intolerancia hacia los cristianos en Europa?

Desde la fundación del Observatorio contra la Intolerancia y la Discriminación hace más de una década, los casos de delitos de odio y discriminación hacia los cristianos han aumentado lamentablemente de forma significativa. Por un lado, han aumentado los ataques contra iglesias, con incendios provocados que aumentaron en más del 40% entre 2021 y 2022, según nuestra investigación.

Por otro lado, muchos cristianos, especialmente aquellos que se adhieren a las creencias morales cristianas tradicionales, están experimentando una creciente presión a la hora de expresar su visión del mundo en la esfera pública o en sus lugares de trabajo. Las comadronas o los médicos que se oponen a participar en abortos por motivos de conciencia se ven amenazados con perder su trabajo, ya que muchos Estados, entre ellos España, restringen la objeción de conciencia en su legislación médica. Los profesores que expresan su creencia en que los seres humanos fueron creados como hombre y mujer, y por tanto se oponen a dirigirse a los alumnos con “pronombres alternativos”, han sido suspendidos de sus centros escolares. Y algunos cristianos en Europa han sido incluso procesados por expresar opiniones religiosas, incluidas las escrituras bíblicas, o detenidos por la policía por rezar en silencio en las llamadas “zonas de seguridad” alrededor de las clínicas abortistas.

Teniendo en cuenta estas restricciones, ¿podemos decir que la libertad de expresión sigue estando protegida en Europa?

El derecho a la libertad de expresión está consagrado en la legislación internacional y europea de derechos humanos y tiene rango constitucional en la mayoría de los países. En virtud de la legislación sobre derechos humanos, los Estados están obligados a proteger incluso “las ideas impopulares, incluidas las que puedan ofender o escandalizar”, y deben cumplir un listón muy alto a la hora de imponer limitaciones a la libertad de expresión.

A pesar del alto nivel de protección de que goza la libertad de expresión en Europa, observamos una problemática tendencia a restringir la libertad de expresión, incluida la religiosa. En un intento de combatir la incitación al odio, algunos gobiernos han introducido leyes extremadamente amplias sobre la “incitación al odio”. Sin embargo, criminalizar el discurso en lugar de las acciones tiene un efecto perjudicial en el discurso democrático público. Es más, a menudo no está claro qué discurso equivale a “odio” y, por tanto, será perseguido. Esto, a su vez, genera inseguridad sobre lo que se puede decir y, por tanto, da lugar a un alto nivel de autocensura. En el Reino Unido y Alemania, recientes sondeos de opinión han demostrado que la mitad de la población no se atreve a decir lo que piensa en público por miedo a consecuencias negativas.

¿Pueden las leyes contra el “discurso de odio” conducir a la criminalización de las personas que no piensan como la corriente dominante?

Por desgracia, vemos ejemplos de cristianos criminalizados por expresar sus creencias. Esto afecta especialmente a los cristianos (o no cristianos) que expresan creencias tradicionales sobre cuestiones morales.

En el Reino Unido, varios predicadores fueron multados o incluso detenidos por la policía por leer la Biblia en público, después de que los transeúntes denunciaran que se sentían “angustiados”, lo que constituye un delito penal según la Ley de Orden Público del Reino Unido. En España, los medios de comunicación informaron el pasado mes de marzo de que el padre Custodio Ballester recibió una citación de un tribunal provincial para responder a los cargos de un presunto “delito de odio” tras criticar el islam en una carta pastoral. En Finlandia, la exministra y actual diputada, Pävi Räsänen, está siendo juzgada en el Tribunal Supremo por presunta “incitación al odio” tras un tuit bíblico con el que había criticado que su iglesia patrocinara el orgullo de Helsinki. En Malta, Matthew Grech, joven cristiano y antiguo activista LGBTIQ, fue detenido tras compartir en una entrevista televisiva su experiencia personal como homosexual y cómo el cristianismo había cambiado su vida. Fue denunciado a la policía, acusado de infringir la “Ley de Afirmación de la Orientación Sexual, la Identidad de Género y la Expresión de Género” y se enfrenta a un juicio, con una posible condena de cinco meses de cárcel si es declarado culpable.

La lista continúa, pero el denominador común es que todas estas leyes son extremadamente amplias y hacen vulnerables a los cristianos que expresan sus creencias sobre cuestiones morales.

¿Hacen algo los gobiernos para proteger la libertad religiosa en sus países?

La mayoría de los gobiernos de Europa piensan en las cuestiones de libertad religiosa únicamente a escala mundial. Incluso el enviado especial para la Libertad Religiosa de la UE sólo se ocupa de la persecución religiosa fuera de la UE.

Además, debido al escaso conocimiento religioso de los periodistas, los medios de comunicación informan poco sobre las restricciones a la libertad religiosa en Europa. Esto conduce a una falta de sensibilidad de nuestros gobiernos sobre los abusos internos a la libertad religiosa y contribuye a políticas que erosionan la libertad religiosa en nombre de la protección de otros intereses humanos.

¿Ha afectado la guerra en Ucrania a la libertad religiosa?

Desde la invasión de Ucrania por Rusia, han aumentado los delitos de odio contra los cristianos y las restricciones a la libertad religiosa. Sin embargo, estas cuestiones son complejas, ya que están entrelazadas con otros elementos como la política y el origen étnico. En febrero de 2023, unos 297 edificios cristianos habían sido destruidos durante la guerra y, en octubre de 2023, 124 de los 295 sitios culturales de la UNESCO dañados eran edificios religiosos. Todas estas cifras indican un ataque desproporcionado contra las iglesias.

Los líderes cristianos que se pronunciaron en contra de la guerra también fueron objeto de ataques específicos. Recientemente, el arzobispo Viktor Pivovarov, de la Iglesia Tikhonita Rusa de la Santa Intercesión, fue amenazado, procesado, multado y encarcelado por unos sermones en los que criticaba la guerra. Durante la investigación, las fuerzas rusas también intentaron demoler su iglesia, por considerarla un lugar público donde se cometían crímenes contra el Estado.

Europa adolescente

Europa bebe de las fuentes de la cultura grecorromana, del renacimiento y la revolución francesa, pero su rostro no sería el que es sin la tradición judeocristiana y más específicamente del humanismo cristiano.

15 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Fue un informativo espectacular el que dirigió Carlos Franganillo en vísperas de las elecciones europeas. Desde Normandía a Ucrania, de Bruselas a Washington y de España a Lesbos y Atenas para hablar del ayer y hoy de Europa. Pero hubo una gran olvidada: Roma.

Hubiera dado lo mismo si lo hubiera realizado cualquier otra cadena, rara vez se alude a las raíces cristianas del viejo continente. Como un adolescente que se avergüenza de sus padres en público, la Europa del siglo XXI reniega de quien le dio la vida, de quien la alimentó, vistió y cuidó, buscando una nueva identidad que le haga sentirse autónoma, independiente, «mayor».

Lo cierto es que, por muy estupendos que nos pongamos, en el panorama geopolítico mundial nuestro estatus es cada vez más insignificante frente a las grandes potencias que cortan actualmente el bacalao.

En su papel de madre, la Iglesia católica ha advertido una y otra vez sobre las malas compañías de esta niña consentida que, criada entre algodones gracias al patrimonio trabajado por sus padres, continúa creyéndose superior a los demás.

El obispo de Roma ha venido en llamar a estas amistades “peligrosas colonizaciones ideológicas, culturales y espirituales” y las acusa de “mirar sobre todo al presente, renegar del pasado y no mirar al futuro”.

Frente a la realidad actual, el ejemplo de los padres fundadores de la Unión Europea, que no se preocuparon tanto de sí mismos, de su presente, de su bienestar, de su influencia política, sino del futuro de todos tras los horrores vividos en la Segunda Guerra Mundial. Y lo hicieron sin renegar del pasado, tomando los valores cristianos como base de su proyecto.

Fueron cuatro los artífices del tratado de Roma por el que se constituyó la Comunidad Económica Europea, germen de la actual UE: el francés de origen luxemburgués Robert Schuman, el alemán Konrad Adenauer, el italiano Alcide De Gasperi y el francés Jean Monnet.

No por casualidad, los tres primeros se apoyaban en profundas convicciones cristianas para desarrollar su actividad política, «una de las más elevadas formas de caridad» como la definirían los papas del siglo XX.

Dos de ellos, incluso, están considerados «siervos de Dios» y tienen abierto su proceso de beatificación, concretamente Schuman y De Gasperi. Su caridad política, su deseo de amar al prójimo como a uno mismo, cada uno desde su responsabilidad como hombres de estado, no escondía fines proselitistas, sino una honda convicción democrática y de escrupuloso respeto a la separación Iglesia-Estado.

Aquel impulso inicial, basado en los valores evangélicos de la paz, la solidaridad y la búsqueda del bien común fue perdiendo fuelle en la medida en que nos fuimos olvidando de los vínculos espirituales y culturales para dejar solo el económico como único punto de unión.

¿Y cuál dirían ustedes desde su experiencia que es el principal motivo de ruptura de cualquier familia bien avenida? Acertaron: la intromisión del dinero, sobre todo por exceso como cuando llega una herencia inesperada.

Así que aquí estamos, en una Europa rica y dividida (el brexit no es solo una anécdota), polarizada en los extremos según los resultados de las últimas elecciones y con muy pocas cosas claras sobre lo que quiere ser, sobre cuál es su vocación más allá de la de endiosar a la ideología influencer de turno.

Ciertamente Europa bebe de las fuentes de la cultura grecorromana, del renacimiento y la revolución francesa, pero su rostro no sería el que es sin la tradición judeocristiana y más específicamente del humanismo cristiano.

En este sentido reflexionaba el Papa hace unos días en su visita al Capitolio, precisamente el lugar en el que se firmó el tratado de Roma. Allí afirmó que “la cultura romana, que sin duda experimentó muchos buenos valores, necesitaba por otra parte elevarse, confrontarse con un mensaje de fraternidad, amor, esperanza y liberación más amplio. (…) El brillante testimonio de los mártires y el dinamismo de caridad de las primeras comunidades de creyentes interceptaron la necesidad de escuchar nuevas palabras, palabras de vida eterna: el Olimpo ya no era suficiente, había que ir al Gólgota y ante la tumba vacía del Resucitado para encontrar las respuestas al anhelo de verdad, justicia y amor”. No se podía decir mejor.

Al hilo de este problema con la adolescente Europa, escuché el otro día una frase que viene al caso. Decía: «padres que se arrodillan, hijos que se levantan». Es oportuna porque, además de seguir ejerciendo como buena madre su papel profético y machacón, la Iglesia –que componemos toda la comunidad de creyentes– tiene la necesidad de rezar, como Santa Mónica, por el hijo rebelde.

Confiemos en que la adolescente Europa de posguerras pueda rectificar a tiempo, levantarse, redescubrir su identidad y decir, como hemos dicho todos recordando nuestra tozudez adolescente, aquello de: “es verdad que mi madre tenía sus fallos, ¡pero cuánta razón llevaba!”.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Hacia una libertad solidaria

La visión individualista desconecta la libertad del bien común, de la solidaridad y del amor. En cambio, una visión solidaria de la libertad la engrandece, pues permite una toma de decisiones más amplia, pensando en el bien del otro, de la comunidad política, de la humanidad.

15 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En nuestros días, una concepción individualista de la libertad, gestada sobre todo en los pasillos de las universidades americanas, ha identificado la idea de libertad con la capacidad de elección.

De acuerdo con esta visión, verdadero caramelo envenenado, aumentar la libertad humana consiste exclusivamente en crear nuevos espacios de elección. Soy más libre si puedo trabajar en cualquier país de la Unión Europea que si puedo hacerlo solo en mi propio país; si puedo cambiarme de sexo cuando así lo decida que si no puedo hacerlo, o si puedo casarme con una o varias personas pertenecientes a uno de los diferentes géneros afectivos (bisexual, pansexual, polisexual, asexual, omnisexual, etc.) que si solo cabe la opción heterosexual. Se considera más libre a una mujer que puede decidir la interrupción de un embarazo con plena libertad por causas ilimitadas (económicas, psicológicas, estéticas), que si tiene que justificarlas o rechaza de plano el aborto, quien puede decidir entre consumir o no consumir drogas que quien no puede, o distribuir pornografía sin restricción alguna que con ella.

Llevada hasta sus últimas consecuencias, esta visión individualista de la libertad culmina cuando se conquista el espacio de la propia libertad, es decir, cuando se puede tomar la decisión de acabar con la propia vida y por tanto con la misma capacidad de tomar decisiones. De esta forma, el círculo queda perfectamente cerrado.

Libertad e independencia

Esta visión miope de la libertad se funda en una ética que su gran defensor, el filósofo norteamericano Ronald Dworkin, denominó independencia ética. La independencia ética otorga una soberanía personal absoluta en el ámbito de lo que Dworkin llama materias fundacionales (vida, sexo, religión, entre otras), de modo que, en estas cuestiones, una persona nunca debe aceptar un juicio ajeno en lugar del propio. Ahí radica su dignidad.

Para implantar este modelo social, los poderes públicos deben abstenerse de dictar convicciones éticas a sus ciudadanos sobre lo que es mejor o peor para alcanzar una vida lograda. Como la libertad es una materia fundacional, ningún gobierno debe limitarla salvo cuando sea necesario para proteger la vida (no la embrionaria, ni la terminal), la seguridad o la libertad de los demás (especialmente para imponer la no discriminación). Esta concepción individualista busca a toda costa erradicar cualquier tipo de paternalismo ético que pueda favorecer una elección sobre otras.

En el fondo Dworkin cayó, sin darse cuenta, en su propia trampa. Su requerimiento de que los poderes públicos deben abstenerse de dictar convicciones éticas a sus ciudadanos constituye, en sí mismo, la imposición de una convicción ética. Aparte de este error estructural, que daña los pilares de su propia construcción intelectual, me parece que este modo de entender la libertad y la ética que la sustenta es enormemente reduccionista, por lo que empobrece el mismo sentido de la libertad y la moralidad. Por lo demás, la pretendida neutralidad ética buscada por Dworkin es imposible de conseguir dada la intrínseca conexión entre la moralidad y la política.

Es cierto que la libertad de elección es una de las más importantes expresiones de nuestra libertad humana, y como tal debe ser protegida, aunque no de forma absoluta, pero la libertad es más, mucho más, que la mera elección. La libertad se encuentra también, y creo que en un estado más puro y sublime, en la capacidad de aceptar.

En clave de aceptación

Obra con una libertad maravillosa quien acepta a sus padres y hermanos, su tierra y su cultura, su lengua y su historia, su enfermedad, su despido, por más que no haya decidido sobre ello. Actúa con gran libertad quien acepta el hecho de haber nacido sin haber sido preguntado, e irse de este mundo sin conocer el momento preciso. La aceptación de la realidad tal y como es, y sobre todo la aceptación de la realidad fundante, esto es, de Dios, de su paternidad y misericordia, es, en mi opinión, el mayor acto de libertad humano, y el que nos abre de par en par las puertas del Amor.

La visión individualista desconecta la libertad del bien común, de la solidaridad y del amor. Existe una intrínseca conexión entre el bien particular y el bien común, la moral privada y la pública, el amor a uno mismo y el amor a los demás, pues la unidad del amor, del bien y, por tanto, de la moralidad, es indestructible. Vienen de fábrica. Esta unidad del amor y del bien hacen que el recto ejercicio de la libertad sea netamente solidario, por más que la toma de decisiones pueda ser individual. Por eso, una visión solidaria de la libertad en modo alguno reduce la libertad individual, sino que la engrandece, pues permite una toma de decisiones más amplia, pensando en el bien del otro, de la comunidad política, de la humanidad y no solo en el interés propio. Se trata de una libertad fundada en el amor, que es la fuente de la libertad.

El siglo XXI se ha llamado el siglo de la solidaridad, como el siglo XX lo fue de la igualdad y el XIX de las libertades. Ha llegado el momento de desarrollar un marco para una auténtica libertad solidaria, que sea la máxima expresión del correcto ejercicio de la libertad individual.

El autorRafael Domingo Oslé

Catedrático y titular de la Cátedra Álvaro d'Ors
ICS. Universidad de Navarra.

Mundo

Religiones y política en Marruecos

Con este artículo, el historiador Gerardo Ferrara concluye una serie de dos escritos sobre religión, cultura, historia y política en Marruecos.

Gerardo Ferrara·15 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

El Sahara Occidental es una de las disputas territoriales más antiguas y complejas de la historia contemporánea y se remonta a la época colonial. Esta región, de hecho, constituía una provincia española conocida como Sahara Español y fue reclamada en 1975 (fin del dominio colonial español sobre la región) tanto por Marruecos como por Mauritania.

La cuestión del Sahara Occidental

La zona siempre ha estado habitada por el pueblo saharaui, que habla la lengua árabe “hassaniya” (una forma particular del árabe magrebí que difiere en parte del marroquí) y pertenece al grupo etnolingüístico de los moriscos (bereberes arabizados).

Ya en 1973 se había creado el Frente Popular de Liberación de Saguía el Hamra y Río de Oro con el objetivo de conseguir la independencia de la región. En 1975, tras la Marcha Verde (manifestación masiva organizada por el gobierno marroquí para conseguir la independencia de la región saharaui de España y su anexión a Marruecos), España se retiró de la zona, que fue invadida entonces por Marruecos y Mauritania, lo que desencadenó un conflicto armado con el Frente Polisario. En 1976, este último proclamó el nacimiento de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), reconocida por varios países y la Unión Africana, pero no por Naciones Unidas.

En 1979, Mauritania renunció a sus reivindicaciones sobre el Sahara Occidental, dejando a Marruecos el control de la mayor parte del territorio. El conflicto duró hasta 1991, cuando las Naciones Unidas negociaron un alto el fuego y establecieron la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental (MINURSO), con el objetivo de organizar un referéndum para determinar el futuro del territorio. Sin embargo, dicho referéndum nunca llegó a celebrarse, debido al desacuerdo entre las partes tanto sobre la composición del electorado como sobre la forma de votar.

Marruecos sigue considerando el Sahara Occidental parte integrante de su territorio y ha puesto en marcha una política de desarrollo e inversión en la región. Por otro lado, el Frente Polisario sigue luchando por la independencia y gestiona campamentos de refugiados saharauis en la vecina Argelia, donde viven muchos refugiados desde hace décadas (Marruecos está enfrentado a Argelia principalmente por esta cuestión, ya que Argelia siempre ha apoyado al Frente Polisario también para desestabilizar a su vecino).

En los últimos años se han producido importantes avances diplomáticos, como el reconocimiento estadounidense de la soberanía marroquí sobre el Sahara Occidental en 2020, a cambio de la normalización de las relaciones entre Marruecos e Israel. Sin embargo, la comunidad internacional sigue dividida sobre la cuestión, y el futuro del Sahara Occidental es más incierto que nunca.

Los judíos de Marruecos

Actualmente, el 99% de la población marroquí es musulmana suní. Sin embargo, una antiquísima comunidad judía, una de las más importantes del mundo árabe-islámico, está presente en el país desde hace miles de años. Diversas leyendas remontan sus orígenes, incluso, a la época de Josué. Las comunidades que ya vivían en Marruecos desde hacía varios siglos se vieron reforzadas más tarde por la oleada de refugiados israelitas expulsados de España en 1492, que trajeron a Marruecos el esplendor de la edad de oro andalusí.

Durante siglos, musulmanes y judíos coexistieron productivamente en el país magrebí, y los israelitas, a quienes los gobernantes musulmanes animaban a convivir con el resto de la población en barrios mixtos, prefirieron en cambio habitar en barrios separados, que tomaron el nombre de “mellah”, topónimo típicamente marroquí de la tierra por la que se conocía parte de la ciudad de Fez.

En 1764, el rey Mohammed III ordenó a muchas familias de mercaderes judíos que se establecieran en la nueva ciudad de Mogador. Se formó así una nueva clase mercantil privilegiada, que tomó las riendas de una vasta actividad comercial en todo el Mediterráneo. Sin embargo, a pesar de esta nueva condición, los judíos marroquíes, en gran medida excluidos de este proceso económico, siguieron dedicándose a los oficios tradicionales, especialmente a la artesanía.

Con la conferencia de Algeciras de 1906, el territorio marroquí se dividió en dos zonas de influencia, una francesa y otra española, y en 1912 se establecieron dos protectorados diferentes.

Sin embargo, la parte norte (la parte francesa, es decir, Marruecos propiamente dicho) siguió gozando de cierta autonomía, de modo que la comunidad judía marroquí pudo preservarse de las leyes raciales aplicadas en el resto del Magreb (Argelia y Túnez) durante el régimen de Vichy, ya que el rey Mohammed V (Marruecos era un protectorado de Francia) se negó a hacerlas operativas en su país.

Aparte del grave pogromo de Oujda, en 1948, tras la proclamación del Estado de Israel, que causó 40 muertos entre la población israelita de la ciudad, tras la independencia de Marruecos en 1956, la actitud de las autoridades marroquíes hacia los judíos fue, al menos hasta cierto punto, encomiable. Los judíos marroquíes, de hecho, habían sido considerados durante mucho tiempo ciudadanos como los demás y, por tanto, menos influidos por la cultura francesa que sus correligionarios argelinos y tunecinos. Hablaban mayoritariamente español o árabe, ocupaban puestos importantes en el gobierno y algunos de ellos eran miembros del ejército regular.

Sin embargo, si en 1956 la población marroquí de religión judía ascendía a 263.000 personas, en 1961, época de la primera crisis real en las relaciones entre judíos y musulmanes, 40.000 judíos ya habían abandonado el país. Hasta 1978, la emigración no cesó, hasta el punto de que hoy en día sólo quedan en el país 2 ó 3 mil ciudadanos de religión judía, la mayoría de los cuales viven en Casablanca, Marrakech y Rabat.

Cristianismo en Marruecos

Los cristianos en Marruecos son una ínfima minoría, entre 20.000 (según el Pew-Templeton Global Religious Futures, GRF) y 40.000 (según el Departamento de Estado de Estados Unidos), nada comparado con la antigüedad (el cristianismo llegó a Marruecos ya en tiempos de los romanos cuando lo practicaban los bereberes de la entonces provincia de Mauretania Tingitana, pero de hecho desapareció tras la conquista islámica) y la época colonial (la presencia europea en el país había elevado el número de creyentes cristianos a más de medio millón, casi la mitad de la población de Casablanca, de los cuales al menos 250 mil eran españoles).

Tras la independencia en 1956, muchas instituciones cristianas siguieron activas, aunque la mayoría de los colonos europeos abandonaron el país en los años inmediatamente posteriores. A pesar de ello, la comunidad cristiana ha podido seguir existiendo gracias sobre todo a los expatriados y emigrantes, especialmente del África subsahariana: estos constituyen una gran parte de los fieles cristianos de Marruecos, junto con un número muy reducido de marroquíes conversos.

Sin embargo, no hay cifras oficiales, en parte por el temor de muchos conversos al cristianismo desde el islam. Se habla de 5.000 cristianos expatriados y de 3 a 45.000 conversos locales (esta última cifra la proporciona la ONG Voz de los Mártires, VOM), y la práctica de la apostasía del islam se extiende en secreto no sólo en las ciudades, sino también en las zonas rurales.

El temor a que los apóstatas del islam se declaren cristianos deriva tanto de las tradiciones religiosas (en el islam, la apostasía se castiga con la muerte) como de las normas sancionadas por el Código Penal, que prohíbe el proselitismo y la conversión del islam a otras religiones (antaño más comunes, sobre todo bajo el protectorado francés), a pesar de que la más reciente Constitución marroquí de 2011 establece (artículo 3) que “el islam es la religión del Estado”, pero el propio Estado “garantiza a cada uno el libre ejercicio de su religión”.

De hecho, el Código Penal marroquí (que sigue considerando delitos la ruptura del ayuno en público durante el mes sagrado del Ramadán, las relaciones sexuales fuera del matrimonio o la blasfemia) establece, en su artículo 220, que quien induzca o anime a un musulmán a convertirse a otra religión incurrirá en una pena de prisión de tres a seis meses y una multa de 200 a 500 dirhams.

Por lo tanto, si la apostasía por parte de quien la comete no es en sí misma un delito penal (sí lo es para quienes inducen a un musulmán a convertirse), sí conlleva de hecho una especie de “muerte civil”, ya que el apóstata, según el Código de Familia del país, se ve afectado por una serie de graves impedimentos, especialmente en materia de matrimonio, custodia de los hijos y sucesión. De hecho, el matrimonio de un musulmán que se convierte a otra religión se disuelve y se le revoca el derecho a la custodia y tutela de sus hijos. Si el apóstata, por tanto, es una mujer, sólo podrá tener la custodia del hijo hasta la edad en que tenga capacidad de discernimiento en materia religiosa. En cuanto a la sucesión, el apóstata no tiene derecho a la herencia, que se garantiza exclusivamente a los herederos musulmanes.

Entre las comunidades cristianas, la más numerosa es la católica, con varias parroquias, instituciones caritativas y sobre todo escuelas en todo el país, especialmente en Casablanca, Rabat y otras grandes ciudades. También están presentes las Iglesias protestante y ortodoxa. Todas las Iglesias están especialmente comprometidas en la asistencia y acogida a los expatriados, pero también y sobre todo a los refugiados, desplazados e inmigrantes, especialmente subsaharianos.

En los últimos años, se han realizado esfuerzos para promover el diálogo interreligioso. El rey Mohammed VI ha expresado su compromiso con la tolerancia religiosa y la coexistencia pacífica entre las distintas comunidades, y acontecimientos como la visita del Papa Francisco en 2019 han subrayado la importancia del diálogo entre musulmanes y cristianos para fomentar la paz y el entendimiento mutuo.

Vaticano

El Papa alaba el trabajo de los humoristas como promotores de paz

En un encuentro con humoristas de todo el mundo, el Papa Francisco ha alabado su trabajo como promotores de paz y la facilidad con la que aportan una visión crítica sobre todo tipo de cuestiones al tiempo que hacen reír.

Paloma López Campos·14 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco ha reunido a humoristas conocidos de distintos países durante un encuentro en el Vaticano. Entre los asistentes más reconocidos han estado Jimmy Fallon, Belén Cuesta o Lino Banfi.

El Santo Padre ha afirmado al inicio de su discurso que mira “con admiración a los artistas que se expresan en el lenguaje de la comedia, el humor, la ironía”. En su opinión, son los profesionales “más queridos, buscados, aplaudidos” porque “tienen y cultivan el don de hacer reír”.

Francisco ha querido resaltar la labor de los profesionales del humor y su “poder de difundir serenidad y sonrisas”. Ellos, a través de su trabajo, llegan “a personas muy diferentes, de distintas generaciones y procedencias culturales”.

Esta es una labor importante, ha asegurado el Pontífice. “La alegría permite compartir y es el mejor antídoto contra el egoísmo y el individualismo”, ha dicho el Papa. No solo eso, sino que los humoristas son un recuerdo para todos de que “la diversión lúdica y la risa son fundamentales en la vida humana, para expresarnos, para aprender, para dar sentido a las situaciones”.

Humoristas como promotores de unidad

En este sentido, el Papa ha agradecido el “don precioso” del talento de estos profesionales. Su trabajo, ha explicado, “difunde la paz”. Y, dejando ver una faceta personal, Francisco ha confesado que él reza “cada día con las palabras de santo Tomás Moro: ‘Dame, Señor, sentido del humor’”.

El obispo de Roma también ha declarado que los humoristas “consiguen otro milagro: logran hacer sonreír a la gente incluso cuando tratan problemas, pequeños y grandes hechos de la historia”. Algo que no hacen a través “de la alarma o el terror, la ansiedad o el miedo”, sino con “sentido crítico haciendo reír y sonreír”.

Pero este efecto no solo lo logran en las personas. El Papa ha dicho a los humoristas que “cuando consiguen hacer brotar sonrisas inteligentes de los labios de un solo espectador, hacen sonreír también a Dios”.

Los límites del humor

Francisco también ha reflexionado sobre el humor como herramienta “para comprender y ‘sentir’ la naturaleza humana”. A través de él, se pueden “reunir realidades diferentes y a veces incluso opuestas”.

Por último, el Pontífice ha respondido una pregunta que muchos se hacen: “¿Se puede también reír de Dios?”. Su respuesta ha sido clara: “Por supuesto, como jugamos y bromeamos con las personas que queremos”. Sin embargo, hay un límite, hay que evitar “ofender los sentimientos religiosos de los creyentes, sobre todo de los pobres”.

El Papa ha finalizado su discurso animando a los humoristas a seguir con su trabajo. “Ayúdennos, con una sonrisa, a ver la realidad con sus contradicciones, y a soñar con un mundo mejor”.

Vaticano

El Papa a los Movimientos Eclesiales: superad las cerrazones y cultivad la humildad

Representantes de Asociaciones de fieles, Movimientos Eclesiales y nuevas Comunidades se reunieron con el Santo Padre en Roma.

Giovanni Tridente·14 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Pensar según Dios, superar toda cerrazón y cultivar la humildad. Estas son las tres «virtudes sinodales» que el Papa Francisco propuso a los más de 200 representantes de Asociaciones de fieles, Movimientos Eclesiales y nuevas Comunidades reunidos en el Aula Nueva del Sínodo para la reunión anual convocada por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.

El Pontífice reiteró también la importancia de la conversión espiritual para hacer de la sinodalidad un «estilo eclesial» compartido. Prohibición, por tanto, de actitudes de orgullo y cerrazón que van en detrimento de una visión abierta e inclusiva de la misión de la Iglesia. No es casualidad que el título de la reunión convocada este año por el Dicasterio fuera «El desafío de la sinodalidad para la misión». Una oportunidad para hacer balance de cómo avanza este tiempo de consulta, reflexión y diálogo en las decenas de Asociaciones de Fieles repartidas por el mundo.

Sintonizar con Dios

Entrando en los méritos del discurso del Papa, la invitación inicial se refirió a la necesidad de pasar de un «mero pensamiento humano» a un «pensamiento de Dios», recordando que el protagonista de todo camino evangelizador y sinodal es el Espíritu Santo.

«No demos nunca por descontado que estamos en sintonía con Dios», amonestó el Santo Padre, animando a superar las modas eclesiales para abrazar auténticamente la voluntad de Dios.

La tentación del círculo cerrado

En segundo lugar, Francisco advirtió contra la tentación del «círculo cerrado», invitando a abrirse con grandeza de ánimo también a nuevas modalidades pastorales, dejándose «herir» por la voz y la experiencia de los demás, especialmente de aquellos que no pertenecen al propio recinto o círculo.

En efecto, es necesario partir del presupuesto -dirigiéndose directamente a los Movimientos- de que «su propia espiritualidad, son realidades para ayudar a caminar con el Pueblo de Dios, pero no son privilegios».

Humildad contra las divisiones

Por último, el tercer aspecto: la necesidad de cultivar la humildad, definida por el Papa como la «puerta de entrada a todas las virtudes». Sólo los humildes, de hecho, valoran a los demás y hacen emerger el «nosotros» de la comunidad, evitando escisiones y tensiones.

«Y si nos damos cuenta de que, de alguna manera, un poco de soberbia, o de orgullo, ha hecho brecha en nosotros, entonces pedimos la gracia de volver a convertirnos a la humildad», explicó Francisco. Sólo quien es humilde es capaz de realizar «grandes cosas en la Iglesia», porque «tiene una base sólida, fundada en el amor de Dios, que nunca falla, y por eso no busca otros reconocimientos».

El Encuentro

La jornada se había abierto con la celebración de la Santa Misa en la Basílica de San Pedro, presidida por el Cardenal Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio, quien también introdujo el encuentro inmediatamente después de la Audiencia con el Papa.

La sinodalidad, dijo Farrell, no se pone en práctica insertando a los laicos en «lugares de poder» o creando organismos para mostrar que están «más implicados en los procesos de toma de decisiones». Se trata más bien de fomentar esa comunión que debe servir «para caminar verdaderamente juntos -laicos y pastores, carismas e instituciones eclesiales- y encontrar juntos el camino que el Espíritu indica para llevar adelante, con nuevo impulso, la misión evangelizadora de la Iglesia».

Este tema fue abordado en detalle por Rafael Luciani, profesor de la Universidad Católica Andrés Bello de Venezuela, seguido por Elisa Lisiero, funcionaria del Dicasterio, quien exploró el tema de la sinodalidad en la experiencia de los movimientos.

Las 117 asociaciones

Actualmente hay 117 instituciones bajo la jurisdicción directa del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, divididas entre asociaciones internacionales de fieles, privadas y públicas, y otras entidades con personalidad jurídica. La lista y los contactos están disponibles gratuitamente en el sitio web del Dicasterio.

La última asociación en orden de tiempo que ha recibido el reconocimiento pontificio es la «Comunidad Magnificat«, que sitúa la Eucaristía en el centro de la vida personal y comunitaria de sus miembros y la evangelización como carisma principal; cuenta con decenas de Fraternidades en Italia, Rumanía, Turquía y Argentina.

Reverendo SOS

10 generadores de vídeo por IA para la labor pastoral

En este artículo, se presentan diez portales de generador de vídeo mediante inteligencia artificial y las características de algunos de ellos. Una herramienta perfecta para la labor evangelizadora de la Iglesia en el ámbito digital.

José Luis Pascual·14 de junio de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En un mundo cada vez más digitalizado, la Iglesia enfrenta el desafío de llegar a una audiencia diversa y globalizada. La evangelización, el acto de compartir la fe y la enseñanza religiosa, ha evolucionado con el tiempo, y, hoy en día, la tecnología juega un papel crucial en este proceso. Los generadores de vídeo por inteligencia artificial (IA) ofrecen una herramienta poderosa para la difusión del mensaje religioso de manera creativa y convincente. Hoy exploraremos 10 generadores de vídeo por IA que la Iglesia puede aprovechar para su labor pastoral.

-Renderforest: Plataforma versátil que permite a los usuarios crear vídeos personalizados mediante plantillas preestablecidas. Esta herramienta es especialmente útil para la creación de vídeos promocionales de eventos parroquiales, catequesis y mensajes pastorales. Con una amplia gama de opciones de personalización, Renderforest ofrece una forma fácil y accesible de transmitir mensajes religiosos de manera efectiva.

-Lumen5: Utiliza IA para convertir texto en vídeos atractivos en cuestión de minutos. Esta herramienta es ideal para la creación de vídeos educativos sobre la fe, reflexiones pastorales y citas bíblicas. La Iglesia puede aprovechar Lumen5 para llegar a una audiencia más amplia a través de plataformas de redes sociales y sitios web, compartiendo contenido catequético de manera visualmente atractiva.

-Wibbitz: Es una plataforma que utiliza IA para crear vídeos a partir de contenido existente, como artículos de blog o publicaciones en redes sociales. Esta herramienta es perfecta para transformar contenido catequético en vídeos informativos y accesibles que ayuden a enseñar los principios de la fe de manera dinámica. Con Wibbitz, la Iglesia puede llegar a una audiencia más amplia y diversa con mensajes pastorales relevantes y conmovedores.

-Clipchamp: Editor de vídeo en línea que utiliza IA para simplificar el proceso de edición de vídeo. Esta herramienta es ideal para la creación de vídeos promocionales de eventos pastorales, testimonios de fe y mensajes de esperanza. Con Clipchamp, la Iglesia puede crear vídeos profesionales con facilidad y rapidez, lo que le permite compartir su enseñanza de amor y misericordia de manera efectiva.

-Animaker: Plataforma intuitiva que permite a los usuarios crear vídeos de animación de manera sencilla. Esta herramienta es perfecta para contar historias bíblicas de manera visualmente atractiva, llegando así a un público más joven y diverso. La Iglesia puede utilizar Animaker para compartir enseñanzas religiosas de una manera creativa y dinámica, fomentando así la participación y el compromiso.

-Moovly: Es una plataforma que ofrece una amplia biblioteca de activos multimedia para la creación de vídeos. Esta herramienta es ideal para la creación de vídeos informativos sobre la historia y las enseñanzas de la Iglesia, así como para la promoción de eventos y actividades pastorales. Con Moovly, la Iglesia puede crear vídeos inspiradores que fortalezcan la fe de los fieles y fomenten la participación en la vida parroquial.

-Adobe Premiere Pro: Software de edición de vídeo profesional que utiliza IA para simplificar tareas de edición complejas. Esta herramienta es ideal para la creación de vídeos de alta calidad con efectos visuales impresionantes y gráficos cautivadores. 

-Filmora: Software de edición de vídeo fácil de usar que utiliza IA para mejorar la calidad de los vídeos. Esta herramienta es perfecta para la creación de vídeos devocionales y catequéticos que ayuden a profundizar en la comprensión de la fe. La Iglesia puede utilizar Filmora para crear vídeos inspiradores que fortalezcan la vida espiritual de los fieles y los guíen en su camino de fe.

Magisto: Plataforma que utiliza IA para crear vídeos de manera automática a partir de fotos y vídeos existentes. Esta herramienta es ideal para recopilar y compartir momentos significativos de la vida parroquial, como celebraciones litúrgicas y actividades comunitarias. Con Magisto, la Iglesia o parroquia puede crear vídeos que capturen la belleza y la alegría de la vida cristiana, fomentando así un sentido de pertenencia y unidad entre los fieles.

HitFilm Express: Software de edición de vídeo gratuito que ofrece potentes herramientas de edición y efectos visuales. Es ideal para la creación de vídeos pastorales de alta calidad sin incurrir en costos adicionales. 

En conclusión, los generadores de vídeo por IA ofrecen a la Iglesia una oportunidad única para llevar el mensaje de Cristo a nuevas audiencias de manera creativa y convincente. Desde la creación de vídeos educativos hasta la promoción de eventos pastorales, estas herramientas pueden ser utilizadas para fortalecer la fe y la vida parroquial en el mundo digital de hoy.