Educación

Carmen Fuente: “Creemos en una educación centrada en la búsqueda acompañada de la verdad”

La rectora de la Universidad Villanueva recibe a Omnes poco después de la graduación de la primera promoción propia de esta Universidad y con la mirada puesta en el inicio de los grados de Fisioterapia y Enfermería que se comenzarán a ofertar el curso que comienza en pocos días.

Maria José Atienza·30 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 7 minutos

Fue el pasado enero cuando Carmen Fuente Cobo asumió el cargo de rectora de la Universidad Villanueva. Viene avalada por una amplia experiencia tanto en el sector audiovisual y de telecomunicaciones como en la docencia universitaria. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, se doctoró por la Universidad Complutense de Madrid, donde también fue profesora. Fue becaria de los programas FPU (MEC), Fleming (British Council) y de la Fundación del Amo, realizando estancias de investigación en The European Institute for the Media de Manchester y en la School of Communication de la California State University y cursó el Programa de Dirección General (PDG) del IESE.

Fuente Cobo destaca los principios inspiradores que dieron lugar a lo que es hoy la Universidad Villanueva y destaca la “educación personalizada que atiende a la singularidad de cada estudiante y que busca su desarrollo global como persona y no sólo su capacitación profesional y laboral” que es el sello diferenciador de la Universidad Villanueva.

Desde su fundación y hasta ahora, Villanueva ha pasado por diferentes etapas. ¿Cómo valora este recorrido del centro universitario?

–Me gusta recordar que, detrás de nuestro presente como Universidad Villanueva hay una historia de más de 40 años de dedicación a la formación universitaria. Insisto también en la idea de que el origen de lo que somos descansa en una vocación genuina y extraordinaria por la educación y su capacidad de transformación de las vidas de las personas y de la sociedad en su conjunto. Una vocación que tiene el nombre concreto de Tomás Alvira, fundador en 1979 de la Escuela de Magisterio Fomento que está en el origen de la actual Universidad Villanueva.

En 1998 se puso en marcha un segundo centro adscrito a la Universidad Complutense, el Centro Universitario Villanueva, con titulaciones del área de Empresa, Comunicación y Derecho, a las que posteriormente se añadiría Psicología. Hasta 2020, ambos centros adscritos funcionaron como “una forma distinta de ser Complutense”, según proclamábamos en nuestra comunicación corporativa. Es decir, durante este largo periodo de cuatro décadas de adscripción a la UCM, hemos asumido que dicha adscripción nos permitía ser una verdadera institución universitaria en la que las misiones clásicas de toda universidad -generar conocimiento mediante la investigación, transmitir conocimiento a través de la enseñanza y transferir conocimiento a la sociedad- podían desarrollarse, como en nuestra universidad de referencia, pero con un sello propio.

Este sello diferencial ha sido y seguirá siendo nuestro enfoque en el alumno y en una educación personalizada que atiende a la singularidad de cada estudiante y que busca su desarrollo global como persona y no sólo su capacitación profesional y laboral.

En 2018 iniciamos los trámites para nuestra transformación en universidad privada. Las razones para buscar esta desvinculación eran de tres tipos: tener autonomía plena en el diseño de los planes de estudio, poner en marcha estudios de doctorado, y hacer frente a los altos costes de adscripción, que hacían inviables proyectos de crecimiento futuro. Fuimos aprobados como universidad privada en 2020, curso en el que arrancamos con todas las titulaciones previstas. Y hace unas semanas hemos celebrado la ceremonia de graduación de nuestra primera promoción de alumnos de la Universidad Villanueva.

A partir de ahora se inicia una etapa de consolidación y crecimiento como universidad con plena autonomía para desarrollar su proyecto. Queremos ser una universidad de referencia, y para ello, no podemos olvidar de dónde venimos y lo que hemos ido aprendiendo en el camino.

¿Cómo define Villanueva? ¿Qué la diferencia de otros centros universitarios? ¿Hay un «universitario tipo» en Villanueva o no cree en las etiquetas?

–No creo en las etiquetas, pero sí espero que de nuestra universidad salgan personas con una manera positiva y propia de afrontar su papel en la sociedad, de estar en el mundo.

Entendemos la misión de la Universidad en su sentido clásico, como una institución en la que conviven quienes buscan la verdad a través del estudio, para lo que se requiere la educación de actitudes (apertura, curiosidad…), hábitos intelectuales (rigor, precisión…) y hábitos morales (esfuerzo, sinceridad…). Para lograrlo, hemos diseñado un programa global llamado IMPRONTA dentro del cual se integran varios programas específicos que estamos desplegando de manera progresiva.

El resultado de este esfuerzo no debería ser un “universitario tipo”, porque cada persona es única, sino universitarios caracterizados por dos rasgos fundamentales.

En primer lugar, queremos que nuestros estudiantes sean personas que conozcan la realidad que les rodea y sean capaces de interpretarla e ir al fondo de la misma, para mejorarla.

Sólo se puede mejorar aquello que se conoce. Para ello, hemos puesto en marcha dos conjuntos de herramientas. Por una parte, el Programa CORE de artes y ciencias liberales, que complementa el currículo con materias enfocadas a desarrollar la apertura intelectual de nuestros alumnos a todo lo que les rodea: la realidad social y política, las grandes cuestiones de la ciencia, el conocimiento estético, la reflexión sobre el propio ser humano…

Por otra parte, el desarrollo de la capacidad de elaborar juicios críticos y de realizar análisis sobre lo que se observa se potencian mediante metodologías activas, de implantación progresiva en todas las titulaciones de grado y complementadas con actividades formativas desarrolladas de manera transversal y que buscan potenciar y reforzar habilidades específicas: el arte de la escritura, hablar en público, trabajo en equipo, habilidades de liderazgo…

El segundo rasgo que esperamos que caracterice a los estudiantes que salgan de nuestra universidad es que sean personas capaces de tomar decisiones responsables en sus ámbitos profesionales y sociales al servicio del bien común. Para ello, nos apoyamos en iniciativas pedagógicas como la metodología de Aprendizaje Servicio (ApS), presenteen todas las titulaciones con carácter curricular, con el objetivo de desarrollar en los estudiantes la capacidad de vincular sus conocimientos profesionales y académicos con la atención a necesidades sociales, sensibilizándoles hacia las prácticas pro bono.

Villanueva tiene una innegable impronta cristiana ¿Cómo se traduce en el día a día, en la vida académica, en su concepción de la enseñanza y contenidos?

–Las universidades de inspiración cristiana estamos trabajando en profundizar en nuestra identidad para dar las respuestas que necesitan las personas y el mundo actual.

Lo que somos y hacemos tiene que ver directamente con cómo entendemos al ser humano, cómo se traslada una idea concreta de persona -concepto netamente cristiano- al ámbito de la educación.

Esta idea de persona parte en primer lugar de las nociones de verdad y de libertad. En nuestro caso, las implicaciones operativas concretas son claras.

Creemos en una educación centrada en la búsqueda acompañada, pero radicalmente libre, de la verdad. Esto se traduce en dos principios de acción.

En el ámbito docente, ayudamos a nuestros alumnos a identificar, formular y aceptar las preguntas esenciales (sobre la ciencia que estudian, sobre la sociedad en la que viven, sobre el ser humano, sobre sí mismos) porque entendemos que el fin de la educación es el crecimiento de la persona, que sólo puede producirse desde una libertad que tiende y se alimenta de la verdad.

En el ámbito investigador, significa que ponemos el amor al conocimiento y el deseo de mejorar la sociedad por encima de los éxitos académicos, sin renunciar a estos.

El segundo eje gira en torno a la igual dignidad de las personas. Esto nos conduce a abordar con humildad la tarea educativa y las relaciones con los demás, acogiendo a nuestros alumnos sin hacer acepción de personas y buscando la confluencia con otras personas y entidades docentes e investigadoras que participan, de un modo u otro, de la misma “comunidad de valores”.

Un tercer eje se construye en torno a los principios de co-creación y responsabilidad propios de la concepción cristiana del trabajo. Para nosotros, esto tiene también implicaciones operativas concretas: asumimos el compromiso de perseguir en toda nuestra actividad objetivos de excelencia, conscientes de la trascendencia de nuestro trabajo. Buscamos esta excelencia en los cuatro ámbitos de nuestra actividad: docencia, investigación, administración y gobierno, desarrollando procesos, políticas, programas y acciones encaminadas a una mejora continua en cada uno de los mismos.

Carmen Fuente se dirige a los alumnos en un evento de la Universidad Villanueva

Vivimos en tiempos a veces convulsos en el ámbito universitario, tanto por la inestabilidad legislativa en materia educativa como por la irrupción de formas de pensamiento extremas en la Universidad. ¿Cómo vive estas realidades desde Villanueva?

–Es verdad que el marco legislativo genera incertidumbre y, sobre todo, define condiciones para el desarrollo de proyectos universitarios que en ocasiones pueden parecer demasiado gravosas, o demasiado intervencionistas. De momento, asumimos este entorno como el marco en el que debemos trabajar sin dejar que nos determine, en la medida en que aspiramos a estándares más elevados y ambiciosos de los que establece el abanico de leyes, decretos y normativa de desarrollo a los que estamos sujetos.

También es cierto que la polarización y la ideologización planean como una amenaza que se cierne sobre la universidad en todo el mundo. Creo que este es un riesgo de un calado impredecible que atenta contra la esencia de la universidad y confío en que pueda ser superado.

Villanueva va a entrar en el ámbito de educación bio sanitaria con los grados de Fisioterapia y Enfermería, ¿qué retos supone esta nueva línea de educación superior?

–Para la Universidad Villanueva la puesta en marcha de estas titulaciones en el área de Ciencias de la Salud es un paso trascendental no sólo porque nos adentra en el desarrollo de titulaciones inspiradas en la humanización del cuidado, sino también porque representa un salto cualitativo hacia nuestra configuración como universidad global.

Esta humanización del cuidado, o teoría del cuidado, ha sido el eje en el diseño de los planes de estudios de estas nuevas titulaciones. Hay estudios científicos que demuestran que la humanización del cuidado redunda en un mayor beneficio sanitario: acompañar es parte del proceso y ayuda a una recuperación más eficaz. Es significativo, porque el acompañamiento, en este caso a los alumnos, ha sido seña de identidad de Villanueva desde sus inicios; este solo es un eje de las nuevas carreras, es una declinación natural de nuestra identidad.

Así afrontamos ese reto, defendiendo un posicionamiento que pone en valor el trato humano, que mejora sustancialmente cualquier decisión terapéutica, basada en los criterios científicos más adecuados. Es en gran medida una vuelta a la enfermería entendida del modo más tradicional, esa que está “a pie de cama”; la que avanza a la par de los avances científicos, pero que no olvida que el paciente debe estar delante de todo el proceso.

Este reto ha supuesto también, a más corto plazo, la creación de un nuevo campus en Pozuelo. Estas instalaciones cuentan un Centro de Simulación que incorpora equipamientos de última generación y todo el material empleado será de uso clínico, lo cual facilitará la recreación de entornos de alta fidelidad. Las prácticas ocuparán entre un 25-40% de la carga lectiva del Grado.

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Mundo

Kenny Ang: “El viaje del Papa simboliza un momento de renovación espiritual para los católicos indonesios”

El Papa Francisco estará en Indonesia del 3 al 6 de septiembre de 2024. Los católicos del país preparan con ilusión esta visita, como muestra esta entrevista con Kenny Ang, quien afirma que el Pontífice es “una figura profundamente influyente para los católicos de Indonesia”.

Paloma López Campos·29 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El viaje del Papa Francisco a los diversos países de Asia y Oceanía es un evento importante para los católicos. Además, el hecho de que algunas de esas regiones tengan una población mayoritaria de otras religiones hacen de esta ocasión un momento todavía más especial.

Así lo siente Kenny Ang, un sacerdote de Indonesia que ahora vive en el colegio sacerdotal Altomonte (Roma) y que realizó sus estudios gracias a una beca de la Fundación CARF. En esta entrevista con Omnes explica el contexto en el que viven los católicos de su país, la lejanía geográfica pero cercanía espiritual con el Papa Francisco y el impacto que tiene en la fe de las comunidades la visita de un Pontífice.

¿Cuál es la situación de los católicos en Indonesia?

—Indonesia, con una población aproximada de 275 millones de habitantes, alberga a más de 8 millones de católicos, lo que supone alrededor del 3,1 % de su población. Esta cifra supera a la población católica de países como Irlanda, Noruega y varias naciones de América Central y del Sur, como Uruguay y Costa Rica.

A pesar de ser una minoría, los católicos de Indonesia están ampliamente distribuidos por diversas regiones y participan activamente en actividades sociales, educativas y benéficas, lo que enriquece el tejido cultural y social de la nación. 

Sin embargo, al igual que otras minorías religiosas, los católicos se enfrentan a desafíos ocasionales, como tensiones localizadas o incidentes de seguridad que afectan a sus comunidades. 

El atentado más reciente contra una iglesia católica en Indonesia se produjo en 2021, lo que subraya la preocupación periódica por la seguridad de las minorías religiosas.

No obstante, Indonesia defiende constitucionalmente la libertad religiosa, lo que permite a los católicos y a otros grupos religiosos practicar abiertamente su fe y contribuir a la diversa composición de la sociedad del país.

¿Es el Papa una figura lejana para los fieles del país debido a los kilómetros que los separan de Roma?

—A pesar de la distancia física que separa al Vaticano de Indonesia, los fieles del país no ven al Papa Francisco como una figura distante. Las modernas tecnologías de la comunicación, como la televisión, internet y las redes sociales, salvan eficazmente esta distancia geográfica, permitiendo a los católicos de Indonesia mantener una estrecha conexión con el Papa y sus enseñanzas.

Además, las visitas pastorales del Papa a diversos países, entre ellos Indonesia, sirven para profundizar esta conexión al ofrecer oportunidades directas de interacción. En general, a pesar de la significativa distancia física, el Papa Francisco sigue siendo una figura profundamente influyente para los católicos de Indonesia.

¿Qué importancia cree que tiene para los católicos el viaje del Papa en septiembre?

—Dos Papas anteriores, ambos canonizados posteriormente como santos, visitaron Indonesia: san Pablo VI en 1970 y san Juan Pablo II en 1989.

El logotipo oficial de la próxima visita del Papa Francisco en septiembre de 2024 muestra al Pontífice con la mano levantada en señal de bendición, sobre un fondo en el que aparece un Garuda dorado, águila venerada en la cultura indonesia, representada en el tradicional estilo batik. 

El logotipo incluye un mapa de Indonesia que muestra la diversidad del archipiélago, caracterizado por numerosas etnias, lenguas, culturas y tradiciones religiosas. El viaje apostólico se guía por el lema “Fe – Fraternidad – Compasión”.

Teniendo esto en cuenta, el próximo viaje papal a Indonesia tiene un profundo significado para los católicos del país en varios sentidos:

1. Esta visita sería parte integrante de la misión del Papa de fomentar la fe y la unidad dentro de la Iglesia universal, impulsado por una genuina admiración por el pueblo indonesio, independientemente de su afiliación religiosa (véase Juan Pablo II, Homilía en la Santa Misa en el Estadio de Istora Senayan en Yakarta, Indonesia, 9 de octubre de 1989).

2. Su presencia tendría como objetivo inspirar y apoyar a obispos, sacerdotes, religiosos y laicos católicos de Indonesia, renovando su compromiso con la difusión del Evangelio y reforzando su papel en una sociedad plural.

3. Reconociendo el papel fundamental de los laicos católicos, el Papa les pedirá que reafirmen su dedicación a fomentar la vida familiar, servir a los desfavorecidos y contribuir al desarrollo nacional y a la paz (véase Juan Pablo II, Homilía en la Santa Misa en el Estadio de Istora Senayan en Yakarta, Indonesia, 9 de octubre de 1989).

4. En general, la visita del Papa promete ser una ocasión profundamente espiritual y gozosa para la Iglesia en Indonesia, que permitirá a los católicos locales reafirmar su fe en Cristo y su doble identidad como plenamente católicos y plenamente indonesios (véase Juan Pablo II, Homilía en la Santa Misa en el Estadio de “Istora Senayan” en Yakarta, Indonesia, 9 de octubre de 1989).

La evidente preocupación pastoral del Papa por la Iglesia en Indonesia y su respeto por las personas de todos los credos en el país subrayan la importancia de esta visita. Continuando el legado que comenzó con la visita del Papa Pablo VI en 1970, el viaje del Papa Francisco simboliza un momento significativo de renovación espiritual para los católicos indonesios, reforzando su papel en la difusión del Evangelio dentro de su nación y apoyándolos como grupo minoritario en una sociedad diversa y plural.

La cultura de la prevención

Es cada vez más frecuente conocer a gente que normaliza el consumo de drogas y alcohol para uso recreativo. Esta situación requiere realizar, no solo una labor de educación y concienciación, sino adelantarse a los abusos de sustancias fomentando una cultura de prevención.

29 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Todos los López G. se reunieron después de mucho tiempo para convivir, se reencontraron hermanos, primos, tíos y abuelos. Compartían con tristeza una realidad que nos rebasa: 6 de los jóvenes de la familia, primos entre ellos, estaban ya en fases avanzadas de adicción a drogas y alcohol. Los comentarios expresaban, de forma velada, una especie de rendición ante el fenómeno: “la juventud está perdida, no hay nada más que podamos hacer, ya hemos intentado de todo, los amigos influyen más que los padres y hermanos”, etc.

La Iglesia es consciente de esta problemática y, aunque no lo suficiente, ha actuado con eficacia, coordinada con las instituciones médicas, legales y especializadas por bastante tiempo. 

Recientemente el Papa Francisco nos pedía que no nos rindiéramos ante el fenómeno y que luchemos coordinados para combatir este mal: se trabaja arduamente en la recuperación pero es necesario invertir mucho más en la prevención, advirtió. 

El Dicasterio para el servicio del desarrollo humano integral organizó hace algunos años la conferencia internacional titulada: “Droga y adicciones, un obstáculo al desarrollo humano integral”. En ella, Mons. Pietro Parolin, aseguró que el fenómeno de las adicciones, fue  calificado como una emergencia mundial durante décadas, y hoy se presenta como una pandemia con facetas múltiples y cambiantes.

El vacío de valores repercute especialmente en los jóvenes que, al no encontrar respuestas a sus justas preguntas sobre el significado de la vida, se refugian en la droga, en Internet o en el juego, recibiendo a cambio fragmentos de placeres efímeros, en lugar de anhelos de libertad y de felicidad verdadera.

En 16 estados de los Estados Unidos y en otros países, se ha optado por “legalizar” el consumo de cannabis, por ejemplo. Se ha hecho todo un mundo sofisticado en torno a su aceptación y se vende la idea de que su consumo recreativo es inocuo.

Sin embargo, expertos como Nora Volkov, directora del Instituto Nacional sobre el abuso de drogas de los EUA (NIDA), concluyen que aunque no todos los consumidores desarrollarán dependencia, se sabe que el 98 % de los consumidores de heroína iniciaron consumiendo cannabis. Afirman además, que la coincidencia de tres factores aumenta exponencialmente el riesgo de adquirir enfermedades como la esquizofrenia y otros tipos de psicosis. Dichos factores son: regularidad en el consumo, inicio en edades tempranas (15 años) y elevados contenidos de HTC (constituyente psicoactivo del cannabis).

Por otra parte, se sabe que el negocio legal de la marihuana genera 280 millones de dólares por impuestos tan solo en el estado de Colorado, más de los que generan juntos la venta de alcohol y de tabaco, ¡reditúa muy bien! Pero es curioso que por ley, lo que se recibe por este rubro se destina específicamente al sistema sanitario y a los servicios de atención a los drogadictos. Desde su legalización en estos estados, han aumentado los casos de suicidio, la violencia doméstica, las hospitalizaciones y muertes relacionadas con el narcotráfico.

Por supuesto que es un exitosísimo negocio la producción, venta y distribución de drogas. ¿Pero tenemos que enriquecernos a costa de tanto dolor? ¿Siendo creativos podríamos generar negocios que contribuyan al bien común? ¿No sería mucho mejor destinar recursos a la prevención? Parece utópico el tema, ¡pero depende de la suma de voluntades!. 

En palabras del cardenal Peter Turkson: Estamos llamados a cuidarnos unos a otros, por lo que «es importante promover una cultura de solidaridad y subsidiariedad orientada al bien común; una cultura que se oponga al egoísmo y a la lógica utilitaria y económica, y que, en cambio, se incline hacia el otro para escucharlo, en un camino de encuentro y relación con nuestro prójimo, sobre todo cuando es más vulnerable y frágil, como es quien hace abuso de drogas”.

El Papa Francisco enumeró algunos esfuerzos exitosos en la recuperación como los grupos llamados “cenáculos”, en donde Cristo reina y la vida en comunidad junto a los buenos hábitos están sanando y reconstruyendo vidas. También nos propuso algunas soluciones en materia de prevención: oportunidades de trabajo, educación, deporte, vida sana: este es el camino de la prevención de la droga, dijo. 

Si en nuestro entorno vemos crecer este fenómeno, no bajemos la guardia. ¡Hay tanto que hacer!

Consideremos serenamente estas recomendaciones del Papa y comprometámonos a actuar en el campo en que podamos hacerlo. Puedes influir en política con leyes que trabajen a favor de la prevención; en educación con campañas bien pensadas en promoción de valores y de ideales dignos; en el campo laboral generando empleo para jóvenes; en el deporte o el arte promoviendo torneos, exposiciones y contiendas que motiven a los jóvenes a usar su tiempo de forma creativa y sana; en tu familia, conviviendo con alegría, evitando los malos ejemplos, disfrutando de la naturaleza y sembrando cultura y fe. 

Todos estamos llamados a vivir con la dignidad de hijos amados de Dios. ¡Su rostro está en cada uno de nuestros hermanos! Por amor de Dios, trabajemos en la prevención y disminuyamos al mínimo el consumo de drogas y alcohol.

Lecturas del domingo

La limpieza interior. Domingo XXII del Tiempo Ordinario (B)

Joseph Evans comenta las lecturas del domingo XXII del Tiempo Ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·29 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Estamos justamente preocupados por el medio ambiente y vemos cada vez más claramente lo equivocada que es la contaminación. No sólo es egoísta, sino que también daña este hermoso planeta que Dios nos ha regalado. 

Pero si el efecto de los pensamientos internos pudiera verse visiblemente, tendríamos mucho cuidado con lo que pensamos, porque son como la contaminación espiritual. Contaminan nuestro entorno espiritual, nuestra mente y nuestra comunidad. 

Jesús nos enseña sobre esto en el evangelio de hoy, advirtiéndonos contra una vida de fe basada meramente en lo externo. Este es un gran peligro al que pueden enfrentarse especialmente los creyentes religiosos. 

Los antiguos judíos eran escrupulosos con la limpieza ritual. No se preocupaban tanto por la pureza del alma. Algunos católicos de hoy pueden ser muy rigurosos con las prescripciones litúrgicas, pero con ello miran con orgullo a los demás, como el fariseo de la parábola miraba con desprecio al recaudador de impuestos pecador.

Nuestro Señor enumera una serie de pecados que surgen del corazón: “Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los pensamientos perversos, las fornicaciones, robos, homicidios, adulterios, codicias, malicias, fraudes, desenfreno, envidia, difamación, orgullo, frivolidad. Todas esas maldades salen de dentro y hacen al hombre impuro”. 

Basándose en las enseñanzas de Cristo, la Iglesia distingue entre pecados internos y externos. Estos últimos son acciones que pueden verse u oírse, pero los pecados internos son simplemente pensamientos. Los pensamos, pero nadie los ve, salvo Dios, que nos juzgará por cada uno de nuestros pensamientos (véase Rom 2,16). Cuando Dios nos dio los 10 mandamientos, también prohibió los pecados internos, que están cubiertos por los dos últimos mandamientos: “no codicies la mujer de tu prójimo” y “no codicies los bienes de tu prójimo”. Estos dos mandamientos nos invitan a controlar nuestros pensamientos. La acción exterior no sirve de nada si nuestro corazón está corrompido: de hecho, sólo conduce a la hipocresía y, por tanto, a una mayor condena.

La Iglesia enseña que, en muchos aspectos, los pecados internos son más peligrosos que los externos, porque son mucho más fáciles de cometer y porque, si no los controlamos, pronto conducen a obras pecaminosas.

Por eso, nuestra fe nos pide que luchemos por controlar nuestros pensamientos e incluso nuestra vista. Si miramos cosas impuras o miramos a los demás como meros cuerpos, utilizándolos para el placer sexual en nuestros pensamientos, es como una contaminación moral. Estamos corrompiendo nuestro corazón. Y lo mismo ocurre si nos permitimos pensar negativamente de los demás.

La homilía sobre las lecturas del domingo XXII del Tiempo Ordinario (B)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Vaticano

“Repeler a los emigrantes a conciencia es pecado grave”, afirma el Papa

El Papa Francisco ha condenado en la fiesta de san Agustín, con mayor dureza aún que la habitual, “la cultura malvada de la indiferencia y el descarte” con los migrantes, al calificar como “pecado grave” el hecho de “repeler a los emigrantes a conciencia”. Y ha solicitado “la ampliación de rutas de acceso seguras y legales” para ellos.

Francisco Otamendi·28 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Pontífice ha realizado en la catequesis de este miércoles un paréntesis para efectuar una reflexión urgente sobre el drama de los migrantes, “una gravísima crisis humanitaria” en la que éstos mueren en mares y desiertos que se han convertido en “cementerios”, en el marco de una cultura de la indiferencia y el descarte.

“Hoy, posponiendo la catequesis habitual, quisiera detenerme con vosotros para pensar en las personas que –también en este momento– están atravesando mares y desiertos para llegar a una tierra donde puedan vivir en paz y seguridad”, ha comenzado el Papa una reflexión dramática, en la que ha solicitado la oración de todos y la unión de “nuestros corazones y nuestras fuerzas, para que los mares y los desiertos no sean cementerios, sino espacios donde Dios pueda abrir caminos de libertad y fraternidad”. 

“Rutas de acceso seguras y legales”

“Hermanos y hermanas, en una cosa podremos estar todos de acuerdo: en esos mares y desiertos mortíferos, los migrantes de hoy no deberían estar. Pero no es mediante leyes más restrictivas, no es mediante la militarización de las fronteras, no es mediante rechazos como lo conseguiremos”, ha denunciado el Santo Padre.

“Por el contrario, lo conseguiremos ampliando las rutas de acceso seguras y legales para los migrantes, facilitando el refugio a quienes huyen de la guerra, la violencia, la persecución y diversas calamidades; lo conseguiremos fomentando por todos los medios una gobernanza mundial de la migración basada en la justicia, la fraternidad y la solidaridad. Y aunando esfuerzos para combatir el tráfico de seres humanos, para detener a los traficantes criminales que se aprovechan sin piedad de la miseria ajena”.

«Mar y desierto: estas dos palabras vuelven a aparecer en muchos testimonios que recibo, tanto de migrantes, como de personas que se comprometen a rescatarlos. Cuando digo ‘mar’, en el contexto de migración, también me refiero al océano, lago, río, todas las masas de agua traicioneras que tantos hermanos y hermanas de cualquier parte del mundo se ven obligados a cruzar para llegar a su destino”, ha proseguido.

“Repeler a los emigrantes, pecado grave”

Y ‘desierto’ no es solo el de arena y dunas, o el rocoso, “sino también todos aquellos territorios inaccesibles y peligrosos como bosques, selvas, estepas, donde los migrantes caminan solos, abandonados a su suerte. Las rutas migratorias actuales a menudo están marcadas por travesías de mares y desiertos, que, para muchas, demasiadas personas, son mortales. Algunas de estas rutas las conocemos mejor, porque suelen estar a menudo bajo los reflectores; otras, la mayoría, son poco conocidas, pero no por ello menos transitadas. 

“Del Mediterráneo he hablado muchas veces, porque soy Obispo de Roma y porque es emblemático: el Mare Nostrum, lugar de comunicación entre pueblos y civilizaciones, se ha convertido en un cementerio. Y la tragedia es que muchos, la mayoría de estos muertos, podrían haberse salvado. Hay que decirlo claramente: hay quienes trabajan sistemáticamente por todos los medios para repeler a los emigrantes. Y esto, cuando se hace con conciencia y con responsabilidad, es un pecado grave”. 

Mares y desiertos, lugares bíblicos

El Papa ha recordado que “el mar y el desierto son también lugares bíblicos cargados de valor simbólico. Son escenarios muy importantes en la historia del éxodo, la gran migración del pueblo guiada por Dios a través de Moisés desde Egipto hasta la Tierra Prometida. Estos lugares son testigos del drama del pueblo que huye de la opresión y la esclavitud. Son lugares de sufrimiento, de miedo, de desesperación, pero al mismo tiempo son lugares de paso hacia la liberación, hacia la redención, hacia la libertad y el cumplimiento de las promesas de Dios (cf. Mensaje para la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado 2024)”. 

La oración

“Quiero concluir reconociendo y alabando los esfuerzos de tantos buenos samaritanos, que hacen todo lo posible por rescatar y salvar a los migrantes heridos y abandonados en las rutas de la esperanza desesperada, en los cinco continentes”. 

“Estos hombres y mujeres valientes son signo de una humanidad que no se deja contagiar por la malvada cultura de la indiferencia y el descarte. Y quienes no pueden estar como ellos ‘en primera línea’, no están excluidos de esta lucha por la civilización: hay muchas formas de contribuir, ante todo la oración”, ha subrayado Francisco. 

Unamos nuestros corazones y nuestras fuerzas, ha concluido, “para que los mares y los desiertos no sean cementerios, sino espacios donde Dios pueda abrir caminos de libertad y fraternidad”. 

Elogio a los polacos por su hospitalidad 

En su saludo a los peregrinos polacos, el Papa ha manifestado que “desde hace algunos años habéis mostrado una gran ayuda samaritana y gran comprensión hacia los refugiados de guerra de Ucrania. Continuad siendo hospitalarios con los que lo han perdido todo y acuden a vosotros, contando con vuestra misericordia y tu ayuda fraterna. Que te sostenga en esto la Sagrada Familia de Nazaret, que también, en tiempos de peligro, buscó refugio en un país extranjero. Que Dios os bendiga”.

Pedir a san Agustín y a la Virgen, Consuelo de los migrantes

En sus palabras a los peregrinos de lengua alemana, francesa o italiana, el Pontífice se ha referido a San Agustín. Por ejemplo, ha señalado a los de lengua alemana: “Hoy celebramos la memoria de san Agustín. Él, tras una larga búsqueda interior, comprendió cuánto nos ama Dios, nuestro Creador. y que nuestros corazones inquietos sólo encuentran descanso y paz en Él. Yo también os deseo esta experiencia de la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento (cf. Flp 4, 7). Roguemos a S. Agustín, a quien hoy celebramos, para que los mares y los desiertos se conviertan en espacios donde Dios pueda abrir caminos de libertad y fraternidad”. 

A los de habla francesa, les ha manifestado asimismo: “Roguemos a S. Agustín, a quien hoy celebramos, para que los mares y los desiertos se conviertan en espacios donde Dios pueda abrir caminos de libertad y fraternidad”.

En su saludo a los peregrinos de lengua española, el Papa ha alentado: “Pidamos al Señor por tantas personas que se ven obligadas a dejar sus hogares en busca de un porvenir, y por quienes los reciben y acompañan, devolviéndoles así la esperanza y abriendo nuevos caminos de libertad y fraternidad. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa, Consuelo de los migrantes, los cuide”.

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El autorFrancisco Otamendi

Cultura

Jordania, desde la conquista islámica hasta nuestros días

En esta segunda parte de la serie sobre Jordania, Gerardo Ferrara narra la historia del país desde la conquista de los árabes hasta la actualidad.

Gerardo Ferrara·28 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 7 minutos

Una fecha clave en la historia de la Jordania moderna es el 20 de agosto de 636, que marca la conquista islámica de Siria y Palestina (con Transjordania), cuando las fuerzas del califa Omar (uno de los califas Rashidan, los primeros sucesores de Mahoma) derrotaron al Imperio Bizantino en la batalla de Yarmouk, justo en la actual Jordania.

Más tarde, la región se convirtió en parte integrante del incipiente imperio islámico, en particular del califato omeya, con capital en Damasco. Los omeyas construyeron numerosos castillos, palacios y puestos militares en el desierto, como Qusayr Amra y Qasr Al-Jaranah.

A partir del 750 d.C., fue el turno de los abbasíes, dinastía que gobernó el imperio islámico y la nueva capital, Bagdad. Durante este periodo, Jordania formaba parte de la gran provincia de Siria, llamada Bilàd al-Sham.

Las cruzadas y el Imperio Otomano

Al igual que sus vecinas Palestina y Siria, Jordania también se vio afectada por las Cruzadas y fue escenario de numerosas batallas. Famoso es el castillo de al-Karak (sobre las ruinas de la antigua capital moabita), construido por los cruzados para controlar las rutas comerciales en los territorios recién conquistados, pero que pronto cayó en manos de Saladino, el famoso líder islámico y fundador de la dinastía ayubí, cuando reconquistó la región a finales del siglo XIII.

A los ayubíes sucedieron, a partir de 1260, los mamelucos (dinastía militar de origen servil, el término mamluk, en árabe, significa “poseído”, “esclavo”), que derrotaron a los mongoles, restableciendo cierta estabilidad económica y política en la región.

Como muchos de los países de Oriente Próximo y el norte de África, Jordania se anexionó al Imperio Otomano en 1516. Durante el periodo otomano, que duró más de cuatrocientos años, toda la zona de Palestina, Siria y Jordania, así como otras, sufrió un gran declive económico, quedando en gran parte rural y atrasada.

El mar Rojo

La Revuelta Árabe y Lawrence de Arabia

Jordania siguió el destino de la vecina Palestina incluso antes (Acuerdos Hussein-McMahon y Sikes-Picot), durante y después de la Primera Guerra Mundial, cuando fue escenario de la Revuelta Árabe contra el dominio otomano (1914-1916). En esta coyuntura se distinguió especialmente un oficial del ejército británico, arqueólogo y escritor, Thomas Edward Lawrence, que se hizo famoso como Lawrence de Arabia.

Lawrence desempeñó un importante papel como enlace entre las fuerzas árabes rebeldes y el ejército británico contra el Imperio Otomano, coordinando y dirigiendo personalmente operaciones de guerrilla que contribuyeron a la derrota de los otomanos en la región. Habló de ello en su famoso libro “Los siete pilares de la sabiduría”, pero la historia también nos es conocida por la película “Lawrence de Arabia”.

Gracias al apoyo de los británicos y del jeque de La Meca, el sheriff (del árabe sharìf, noble) hachemí Hussein ibn ‘Ali (fundador de la dinastía a la que pertenece la actual familia real de Jordania, dinastía que gobernó primero en la región en torno a La Meca, Hiyaz, y luego en Irak y Transjordania, y cuyos orígenes se remontan a Hashim ibn ῾Abd Manaf, bisabuelo de Mahoma), las fuerzas árabes contribuyeron a la caída final del Imperio Otomano y a la creación de nuevas fronteras y Estados en Oriente Próximo, obviamente según los planes de las potencias occidentales, especialmente Gran Bretaña, a la que, con la Conferencia de San Remo y el Tratado de Sèvres (ambos de 1920) se asignó (¡qué casualidad!) el Mandato sobre Palestina y Transjordania. Y en 1921 el emir Abdallah I, hijo del sherif Hussein, fue nombrado para gobernar el nuevo Emirato de Transjordania, bajo supervisión británica (mandato).

El Reino Hachemita de Jordania

En 1946, Transjordania obtuvo finalmente la independencia formal del Mandato Británico y se convirtió oficialmente en el Reino Hachemita de Jordania, con Abdalá I como monarca. Desde su nacimiento, el Reino de Jordania se vio envuelto en diversos conflictos regionales, entre ellos la Primera Guerra Árabe-Israelí de 1948-1949, que llevó al país a anexionarse Cisjordania y Jerusalén Este (Jordania no renunció a la soberanía sobre estos territorios hasta 1988, en favor de un futuro Estado palestino).

En 1952, Hussein subió al trono y gobernó el país durante casi cincuenta años, hasta su muerte en 1999.

Durante su reinado, Hussein tuvo que hacer frente a mil dificultades externas e internas: la Guerra Fría, con Jordania siempre del lado de Estados Unidos y Gran Bretaña, los conflictos árabe-israelíes (en particular la Guerra de los Seis Días, en 1967, y la Guerra del Yom Kippur, en 1973) y mil problemas económicos y sociales, especialmente el derivado de una afluencia cada vez mayor de refugiados palestinos, cuyas organizaciones paramilitares, principalmente la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), llegaron con los años a construir un auténtico Estado dentro del Estado, socavando la autoridad del gobierno y la monarquía jordanos e implicando al país, a su pesar, en conflictos con su poderoso vecino israelí.

Septiembre negro

Así pues, en 1970, sobre todo en el mes de septiembre (del que toma su nombre el conflicto del “Septiembre Negro”), el rey Hussein decidió acabar con el poder de las organizaciones palestinas para recuperar totalmente el control del territorio. El enfrentamiento entre las fuerzas gubernamentales y las organizaciones palestinas fue muy sangriento (decenas de miles de personas murieron en ambos bandos) y duró un mes entero. Finalmente, las fuerzas de la OLP fueron expulsadas de Jordania y encontraron refugio en Líbano (donde ocurrió prácticamente lo mismo, pero en mucha mayor medida).

Septiembre Negro marcó un punto de inflexión en las relaciones jordano-palestinas y propició la formación del grupo terrorista del mismo nombre, responsable del atentado y secuestro de atletas israelíes en los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972.

En 1994, Jordania firmó un tratado de paz con Israel, con normalización de relaciones e importantes beneficios para ambas partes.

Tesoro de Petra

A la muerte de Hussein, subió al trono su hijo Abdallah II, que siempre había estado enemistado con su hermano menor, el príncipe Hamzah. A pesar del deseo de Hussein de que Hamzah se convirtiera en rey después de Abdallah, éste privó a su hermano del título de príncipe heredero en 2004, lo que provocó que en 2021 fuera acusado de movilizar a los ciudadanos contra el Estado y puesto bajo arresto domiciliario.

Tras conseguir su liberación, volvió a ponerlo bajo arresto domiciliario en 2022, después de que Hamzah renunciara al título de príncipe de Jordania y acusara públicamente a las instituciones del país de no ajustarse a los deseos de su difunto padre. No obstante, Abdallah se ha esforzado por modernizar el país, promoviendo reformas económicas y sociales, pero Jordania atraviesa ahora una serie de dificultades debido a las secuelas de las Primaveras Árabes (2011), con guerras civiles en Siria e Irak y el resurgimiento del conflicto palestino-israelí, así como a las elevadas tasas de desempleo y pobreza y a las presiones políticas internas en favor de una mayor democratización.

Minorías en Jordania

Entre las minorías étnicas presentes en Jordania, mencionamos en un artículo anterior a la comunidad armenia, presente con unos pocos miles (3.000). Otra comunidad interesante pero más numerosa (entre 100 y 170 mil) es la de los circasianos. Originarios del Cáucaso, en particular de Circasia, hoy parte de Rusia, fueron exiliados a la fuerza por el Imperio ruso en el siglo XIX, durante las Guerras del Cáucaso y el Genocidio Circasiano (entre 800.000 y 1,5 millones de muertos, el 90 % del pueblo circasiano).

Los supervivientes encontraron refugio en el Imperio Otomano, asentándose en diversas partes de la actual Jordania, pero también en Israel y Siria. Los circasianos mantuvieron una fuerte identidad cultural, conservando la lengua (el circasiano, emparentado con el abjasio) y las tradiciones. Sus comunidades son conocidas por su organización, destreza militar (la Guardia Real jordana es una guardia circasiana) y respeto por las tradiciones.

Entre las minorías religiosas, la más importante es la cristiana, que constituye alrededor del 2-3 % de la población total (250.000 creyentes). En comparación con otros países árabes islámicos, los cristianos de Jordania (al igual que en Líbano e Israel) gozan de cierta libertad religiosa y de una posición relativamente privilegiada en el tejido económico y social de la nación.

Los cristianos en Jordania

La presencia cristiana en Jordania, como vimos en el artículo anterior, siguió inmediatamente a la muerte de Jesús y se ha mantenido constante, a pesar de la islamización masiva, hasta nuestros días. La Iglesia Ortodoxa de Jerusalén es la confesión con mayor número de fieles cristianos, seguida de la Iglesia Católica (80.000 personas, principalmente de rito melquita y latino, pero también armenia, maronita y siríaca) y varias iglesias protestantes. La mayoría de los cristianos viven en las ciudades de Ammán, Madaba, Karak y Zarqa.

Siq, entrada principal a la antigua ciudad de Petra

Aunque la religión del Estado es el Islam y la propia familia real afirma descender de Mahoma, la Constitución jordana garantiza la libertad religiosa y el derecho a practicar la propia fe, si no es contraria al orden público y la moralidad. Los cristianos de Jordania tienen derecho a construir iglesias, dirigir escuelas y otras instituciones sociales (consideradas las mejores del país) y están bien representados en las instituciones políticas, económicas y sociales, ocupando escaños reservados en el parlamento e incluso puestos importantes en el gobierno y las fuerzas armadas.

La institución social y caritativa cristiana (católica) más conocida del país es el Centro Nuestra Señora de la Paz (Olopc), cerca de Ammán, que acoge y atiende gratuitamente a discapacitados, refugiados y pobres que no pueden ser atendidos por el Estado. Fundado en 2004 para niños y jóvenes discapacitados de entre 5 y 14 años, el centro se ha distinguido desde entonces por acoger a decenas de familias de refugiados sirios e iraquíes que huyen de las guerras civiles en sus países.

A pesar del prestigio y la relativa libertad de que gozan en Jordania, los cristianos locales se encuentran en una situación cada vez más frágil, entre otras cosas por el recrudecimiento de los conflictos en las naciones vecinas, que los exponen a la presión de la mayoría islámica y a represalias, así como por la creciente crisis económica y demográfica.

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Vaticano

El Papa pide «no tocar las iglesias»

Rome Reports·27 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El Papa Francisco se ha mostrado crítico con la ley en materia religiosa aprobada en Ucrania que ilegaliza cualquier actividad de la Iglesia ortodoxa vinculada a Rusia.

En el ángelus del domingo 25 de agosto el Papa pidió «que se deje rezar a quien quiera rezar en la que considera que es su Iglesia. Por favor, que no sea abolida directamente o indirectamente ninguna iglesia cristiana. Las iglesias no se tocan».


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Zoom

La superluna brilla en Colonia

Una superluna, conocida como luna azul y «luna de esturión», se eleva detrás de la famosa catedral gótica de Colonia el 19 de agosto de 2024.

Maria José Atienza·27 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Cultura

La catedral de Espira, la iglesia románica más grande del mundo

Construida en el siglo XI, la catedral de Espira es el lugar de enterramiento de emperadores y reyes alemanes. Aquí, san Bernardo de Claraval amplió el himno “Salve Regina”; ante la imagen de la Virgen rezaron tanto santa Edith Stein como san Juan Pablo II.

José M. García Pelegrín·27 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

La catedral de Espira (“Speyer” en alemán) es la iglesia románica de mayores dimensiones del mundo. Dedicada a la Virgen María y al protomártir San Esteban, su imagen milagrosa la convirtió en un importante lugar de peregrinación de la diócesis. Se dice que San Bernardo de Claraval añadió las invocaciones “o clemens, o pia, o dulcis virgo Maria” al himno “Salve Regina” ante esta imagen.

Destruida por las tropas revolucionarias francesas en 1794, el Papa Pío XI donó una nueva imagen de peregrinación en 1930. Ante ella rezaron, por ejemplo, santa Edith Stein y el Papa san Juan Pablo II.

La construcción de la catedral de Espira

El ambicioso proyecto de la catedral fue impulsado por el rey y más tarde emperador Conrado II alrededor del año 1025. Éste ordenó la construcción de la catedral imperial y de Santa María en Espira, para lo cual se construyó un canal desde el bosque del Palatinado hasta el Rin, a fin de transportar la piedra y la madera necesarias. A pesar de estos esfuerzos, ni Conrado II (990-1036) ni su hijo Enrique III (1017-1056) vieron en vida la finalización de la catedral.

Enrique III donó los “Evangelios de Espira”, una obra ilustrada de los cuatro Evangelios, para la consagración del altar mayor en 1046. El edificio completo fue consagrado en 1061, bajo el reinado de su nieto Enrique IV (1050-1106). Sin embargo, apenas 20 años después, Enrique IV ordenó la demolición de la mitad de la catedral para reconstruirla más grande. Solo algunas partes, incluida la antigua cripta, permanecieron intactas.

En 1106, año de la muerte de Enrique IV, se terminó la nueva catedral con una longitud de 134 metros y una anchura de 33 metros, convirtiéndose en uno de los edificios más grandes de su época.

Fachada de la catedral de Espira (Wikimedia Commons / BlueBreezeWiki)

Arquitectura única

La planta de la basílica se caracteriza por el equilibrio entre las partes oriental y occidental y las torres simétricas que enmarcan la estructura formada por la nave y el crucero. El edificio se convirtió en la primera iglesia totalmente abovedada de Europa en 1077 a instancias de Enrique IV. Su estructura influyó en el desarrollo de la arquitectura románica de los siglos XI y XII; la planta se adoptó frecuentemente, sobre todo, en Renania. La bóveda de la nave central fue la primera de este tamaño desde la Antigüedad, con un sistema específico de bóvedas, en el que dos tramos de una nave lateral se corresponden con cada tramo de la nave central. La catedral de Espira es también la primera iglesia con una galería enana completamente circundante y accesible.

Destaca especialmente la cripta, que data de la primera fase de construcción y probablemente fue consagrada en 1043. Se extiende bajo todo el coro y el transepto. Cuatro secciones de salas se unen para formar una amplia cripta de vestíbulo, con casi siete metros de altura. Los arcos, alternados, de faja de arenisca roja y amarilla simbolizan el orden divino que estructura la vida cristiana.

Bóveda de la catedral de Espira

Destrucciones y restauraciones

A lo largo de la historia, la catedral ha sido destruida varias veces. Durante la Guerra de Sucesión del Palatinado, Espira fue ocupada por tropas francesas en 1688 y la catedral incendiada en 1689, colapsando grandes partes del edificio. No obstante, las tumbas de los Salios, excepto la de Enrique V, sobrevivieron debido a su profundidad. También se salvó una valiosa imagen de la Virgen María, guardada en un relicario.

En 1773, la basílica fue restaurada en sus dimensiones originales por Franz Ignaz Michael Neumann, quien rediseñó el edificio occidental en estilo barroco. Entre 1846 y 1853, la catedral fue decorada con pinturas de Johann Schraudolph por encargo del rey Luis I de Baviera. Entre 1854 y 1858, se eliminó la fachada barroca y se reconstruyó en estilo románico según los planos de Heinrich Hübsch. Estas alteraciones estructurales y restauraciones documentan las prácticas de conservación de monumentos del siglo XIX, aunque algunas decisiones son vistas con ojos críticos hoy en día. Al mismo tiempo, el edificio es de gran importancia para el desarrollo de los principios de restauración en Alemania, Europa y el mundo tras el incendio del siglo XVII.

Catedral de Espira, patrimonio mundial de la UNESCO

La catedral fue inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1981, subrayando su importancia para la historia alemana. Los trabajos de conservación se han visto apoyados por la Fundación Alemana para la Protección de Monumentos.

La catedral de Espira no sólo es un testimonio del arte y la arquitectura románica, sino también de la historia tumultuosa y las vicisitudes que ha enfrentado a lo largo de los siglos. Aquí están enterrados cuatro emperadores (Conrado II, Enrique III, Enrique IV y Enrique V), tres emperatrices (Gisela, esposa de Conrado II, Beatriz, segunda esposa de Federico I Barbarroja, y Agnes, hija de éste), así como reyes de las casas de Habsburgo, Staufen y Nassau. Esto convierte a la catedral en el lugar de enterramiento más importante de la Edad Media en suelo alemán.

Desde su concepción bajo el mandato de Conrado II hasta las restauraciones y preservaciones modernas, la catedral ha sobrevivido a guerras, incendios y cambios estilísticos, emergiendo como un símbolo perdurable del patrimonio cultural y religioso de Alemania.

Estatua del rey Adolfo de Nassau (Wikimedia Commons / Berthold Werner)
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España

Los obispos españoles instan al cuidado de la Creación

En su mensaje para la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación, los obispos españoles piden a los católicos que renueven su compromiso con el "cuidado de la creación como algo esencialmente unido a las preocupaciones sociales de la humanidad".

Paloma López Campos·26 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

La Iglesia celebra el 1 de septiembre la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación. Este día da comienzo al Tiempo de la Creación, que finaliza el 4 de octubre y tiene como objetivo poner el foco en el cuidado del planeta.

El lema de 2024 es “Esperanzar y actuar con la creación”, una frase que hace referencia a la Carta de san Pablo a los cristianos romanos. Para unirse al Papa Francisco, la Conferencia Episcopal Española ha publicado un mensaje firmado por la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social.

En el texto, los obispos españoles subrayan que “la visión cristiana del mundo destaca la posición central del hombre dentro de la creación y su relación con el entorno natural”. Debido a esto, “el ser humano está llamado a cuidar de la ‘casa’ natural, pero sin considerarse como el centro absoluto del universo”.

La posición central del hombre, destacan los obispos, le obliga a “caminar por las senda de la buena noticia de una esperanza comprometida, encarnada en el drama de lo humano y lo natural, por la vida de la ecología integral y de la fraternidad universal”.

Dios, el hombre y la creación

Esta responsabilidad del “cuidado de la creación interrelaciona el misterio de Dios con el misterio del ser humano, porque se remonta al acto de amor con el que Dios crea al ser humano a su imagen y semejanza”.

Por esto, la Conferencia Episcopal insiste en que “como cristianos nos toca vivir de un modo comprometido nuestra fe informada por la acción del Espíritu Santo”. Es precisamente el Espíritu quien nos hará sentir “llamados a una verdadera conversión centrada en la propuesta viva y sincera de nuevos estilos de vida en lo personal, lo social, lo político y lo económico, así como en la espiritualidad y vivencia de lo trascendente y de lo religioso”.

Los obispos concluyen su mensaje reafirmando su compromiso “a dar pasos firmes en el interés del cuidado de la creación como algo esencialmente unido a las preocupaciones sociales de la humanidad, inseparable de la preocupación por el desarrollo de la fraternidad universal, así como del cuidado de los más débiles y vulnerables”.

Ecología integral

Fernando Bonete: “La máquina es un espejo que nos permite descubrir la esencia del ser humano”

Como profesor universitario, humanista y creador de contenido, Fernando Bonete ha vivido de primera mano el fuerte impacto de la Inteligencia Artificial. Y tal vez sea esa la razón por la que ve las oportunidades que la tecnología representa para nosotros en la actualidad.

Paloma López Campos·26 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 7 minutos

Con su llegada, la Inteligencia Artificial ha traído consigo aires de enfrentamiento. Muchos autores han alzado un grito “apocalíptico”, como dice Fernando Bonete Vizcaíno. Premio Lolo de Periodismo joven 2023 y doctor en Comunicación Social, Bonete es además autor del libro «La guerra imaginaria. Desmontando el mito de la Inteligencia Artificial con Asimov», donde se esfuerza por mostrar que la relación del hombre con la máquina no es necesariamente de confrontación, sino que podría transformarse en una colaboración que resultase en un auténtico progreso de la sociedad.

Como profesor universitario, periodista y creador de contenido en redes sociales, Fernando Bonete ha vivido de primera mano el fuerte impacto de la Inteligencia Artificial. Y tal vez sea precisamente por esa razón por la que es capaz de ver las oportunidades que la tecnología representa para nosotros en la actualidad.

¿Qué puede aportar un humanista al debate sobre la Inteligencia Artificial?

– Las humanidades tienen tres pilares fundamentales sin los cuales no serían lo que son. En primer lugar, la sorpresa frente a la realidad. Ortega y Gasset decía que sorprenderse es comenzar a entender. Es decir, cuando uno se encuentra con la realidad y algo le llama mucho la atención y le sorprende es cuando empieza a indagar el porqué, el cómo y el qué de las cosas. Este es un pilar fundamental de las humanidades, porque a partir de ahí viene todo lo demás. El segundo pilar es preguntarse por eso que nos ha asombrado y, el tercero es la búsqueda de una explicación a las cosas que no se reduzca a una sola disciplina, sino que sea lo más completa posible.

Ninguna de estas tres cosas las puede realizar la máquina. La máquina no puede sorprenderse ante la realidad. Registra de una forma descriptiva lo que está viendo, pero no es capaz de asombrarse. La máquina no es capaz de hacerse preguntas, a pesar de que pueda responderlas. Por otro lado, la explicación que dan las máquinas a nuestras preguntas es siempre reducida a una serie de cuestiones, pero no es capaz de hacer una lectura global, pues le faltan componentes básicos de inteligencia real, como la afectividad, la emoción o el contexto.

Por lo tanto, la aportación de un humanista es toda, en el sentido de que nada de lo que aportan las humanidades puede aportarlo la máquina.

Un programa tiene el límite del código con el que ha sido fabricado. Si la programación avanza lo suficiente como para diseñar códigos muy elaborados, ¿no se puede caer esta teoría sobre la ventaja de las humanidades frente a la inteligencia artificial?

– El futuro es impredecible. Solo puedo responder la pregunta con evidencias basadas en el estado actual. Lo que nos dicen los expertos es que el sistema de computación en el que están basadas las máquinas actualmente tiene límites. Los sistemas de computación condicionan a la máquina para hacer inferencias abductivas, es decir, sacar conclusiones de eventos repetidos en el tiempo que suelen dar una serie de resultados también habituales. Con esto dejamos fuera un componente fundamental de la reacción frente a la realidad de los problemas que es, por ejemplo, la creatividad.

La creatividad y la innovación están asociadas a buscar soluciones distintas para problemas que se han venido dando en el tiempo pero que por una serie de circunstancias necesitamos que sean resueltos de forma distinta. La máquina no es capaz, en último término, de dar estas respuestas distintas a las previas.

¿Cambiarán los sistemas de computación de forma que superen el estado de inferencia abductiva y se acerquen a la creatividad? No lo sabemos, pero haría falta mucha fuerza de computación para ello. Ahora bien, incluso llegando a esa posibilidad, a la máquina siempre le faltará la capacidad de sentir, de emocionarse, de creer y tener fe, o incluso el hecho de tener deseos y propósitos propios. Por lo tanto, incluso si su sistema de computación estuviera cercano a la innovación, nunca podrá igualar al ser humano porque hay algo propio de la condición humana que la máquina, por su constitución artificial, no podrá tener nunca.

Portada del libro de Fernando Bonete

En el libro distingue entre la lógica, propia de las máquinas, y el razonamiento, que es característico del ser humano. ¿Puede profundizar en estos conceptos y explicar la diferencia?

– La máquina es capaz de sacar conclusiones lógicas de circunstancias que ya tiene registradas de una forma u otra en su propio sistema. El razonamiento nos lleva más allá de esto, en el sentido de que no solo sacamos conclusiones lógicas y encorsetadas en unas circunstancias ya dadas, sino que somos capaces de, incluso sin conocer esas circunstancias, mediante intuición, llevar esas conclusiones algo más lejos.

La máquina no puede intuir, no tiene una percepción sobre el contexto que nosotros sí tenemos. Esta intuición dota a las soluciones que damos de una riqueza inmensa.

La Inteligencia Artificial es una herramienta muy valiosa porque nos pone las pilas. No nos va a sustituir siempre y cuando volvamos a la naturaleza de lo que significa nuestro trabajo.

Fernando Bonete

Usted es profesor universitario y creador de contenido. Ha vivido la entrada de la Inteligencia Artificial en estos ámbitos de primera mano. ¿Qué puede decirnos de la llegada de estos programas a esas áreas?

– Para mí, la Inteligencia Artificial en estos y otros ámbitos es una herramienta de sumo valor. No puedo compartir la visión pesimista y negativa de muchos compañeros, a pesar de que la entiendo porque está basada en un discurso dominante un poco apocalíptico sobre el tema. Pero este discurso no tiene base ni en la ciencia ni en la experiencia.

El discurso que ve la Inteligencia Artificial como algo negativo parte de la base de que la Inteligencia Artificial nos va a sustituir a los profesores o a los creadores de contenido. Esta visión no es real, al menos si consideramos la función del profesor y del creador de contenido como realmente deberían ser.

(Unsplash / Jonathan Kemper)

Si entendemos el trabajo del profesor como la de alguien que llega a una clase, “vomita” un manual y se va, sin generar un pensamiento original, propio y crítico, animando a los estudiantes a que participen de este, desde luego que el profesor es prescindible y podemos poner en su lugar una máquina. Ahora bien, si el profesor desarrolla su labor logrando que a partir del conocimiento los estudiantes generen un pensamiento propio y se planteen las preguntas adecuadas, entonces el profesor se vuelve insustituible. Porque ya hemos indicado que la máquina no puede hacer eso.

Lo mismo ocurre con el creador de contenido. Si pensamos que este es alguien que copia, crea y recrea unos contenidos que ya existen, entonces claro que lo puede sustituir una máquina. Pero si se dedica a aportar algo propio y pone su personalidad y se vuelca en esa creación de contenido, de forma que este sea original y único, entonces nunca será sustituible.

Por lo tanto, considero que la Inteligencia Artificial es una herramienta muy valiosa porque nos pone las pilas. No nos va a sustituir siempre y cuando volvamos a la naturaleza de lo que significa nuestro trabajo. A mí me encanta que la Inteligencia Artificial haya suscitado estas preocupaciones, porque va a reavivar la universidad, va a lograr que se encuentre de nuevo a sí misma. Lo mismo ocurre en el periodismo, pues el periodista ya no puede limitarse a copiar y pegar notas de prensa, tiene que volver a su labor de saber plantear las preguntas adecuadas.

¿Usted diría que la Inteligencia Artificial es realmente inteligencia?

– No. Desde el punto de vista técnico lo que hoy llamamos Inteligencia Artificial no es inteligente, es solo un término que utilizamos para designar el concepto. Hay muchas definiciones muy diversas y complejas, pero por resumir podemos definir la inteligencia como la capacidad de resolver problemas aleatorios. Con aleatorios, se quiere decir cualquier tipo de problema. Las inteligencias artificiales pueden resolver problemas concretos, en algunos casos incluso mejor que el ser humano, como puede ser el juego de ajedrez. Pero frente a un problema distinto al que está orientado a resolver, la máquina no puede sacar un resultado óptimo.

Esto no quiere decir que el hombre pueda resolver cualquier tipo de problema, pero tiene las herramientas para intentarlo si quiere. En estos momentos no existe una máquina capaz de resolver problemas aleatorios.

Además, la inteligencia tiene un componente emocional que la máquina no tiene. La inteligencia se mueve también por el deseo y la voluntad, por un propósito, algo de lo que la máquina carece.

Al confrontar al hombre con la máquina, nos damos cuenta de todo lo importante que tenemos en nuestra vida.

Fernando Bonete

Volviendo a la confrontación que muchos ven, ¿cómo le gustaría a usted que fuera la colaboración entre el hombre y la máquina?

– Yo uso mucho la Inteligencia Artificial como un acompañamiento para aliviar las tareas que sí son puramente maquinales. Esto nos permite tener más tiempo para desarrollar otras tareas en las que necesitamos poner todo nuestro potencial. Creo que ese es el mejor uso que se puede hacer de estas herramientas. El problema está en darle a la máquina tareas que solo debería realizar un ser humano. Si hacemos esto, nos vamos apagando.

inteligencia artificial
(Unsplash)

¿Qué aprendemos del hombre al ponerlo junto a la máquina?

– Aprendemos que la máquina no tiene todo lo verdaderamente importante de la vida: la amistad, el amor, los propósitos, la fe… Al confrontar al hombre con la máquina, nos damos cuenta de todo lo importante que nosotros tenemos en nuestra vida. En ese sentido, descubrimos todo lo que es único al ser humano. La máquina es un espejo fabuloso, porque nos permite descubrir la verdadera esencia del ser humano.

Estamos en una sociedad en la que prima la utilidad y no podemos negar que la máquina es muy útil. ¿No podemos concluir que hoy tiene mucho más valor la máquina que el hombre?

– Necesitamos darnos cuenta de que una visión basada en la utilidad es errónea. No coincide con el verdadero ser del hombre. Si no nos damos cuenta de esto, la Inteligencia Artificial se convertirá en un gran riesgo para la humanidad. Pero, a la vez, tenemos una oportunidad. Podemos darnos cuenta por fin de que la visión utilitarista del mundo no nos hace ningún bien.

La Inteligencia Artificial puede usarse para hacer las cosas bien o mal. Si la usamos mal, profundizaremos en la visión utilitarista y nos apagaremos como sociedad. Sin embargo, su llegada puede ser un punto de reacción para ver que no podemos definirnos solo por nuestra utilidad, sino que hay cosas intrínsecas a la dignidad humana que transfieren de la utilidad. En nuestras manos está decidir lo que hacemos.

Vaticano

Francisco: esperanza para Nicaragua, y libertad para rezar en Ucrania

El Papa Francisco se ha preguntado este domingo si las palabras de Jesús “son para ti, y también para mí, palabras de vida eterna”, como señaló san Pedro al Señor. También ha animado al pueblo de Nicaragua a renovar su esperanza en Jesús, y sobre la prohibición de la Iglesia ortodoxa rusa en Ucrania, ha manifestado que “no se hace mal por rezar”.   

Francisco Otamendi·25 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En el Ángelus de este domingo XXI del Tiempo Ordinario, el Papa ha meditado el fragmento del Evangelio en el que se relata “la célebre respuesta de san Pedro, que dice a Jesús: ‘Señor, ¿a quién  vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna’”. 

“Es una expresión bellísima, que testimonia la amistad y la confianza que le une a Cristo, junto con los demás discípulos. Señor, a quien iremos. Tú tienes palabras de vida eterna”, ha subrayado el Papa.

“Pedro las pronuncia en un momento crítico, porque Jesús ha terminado un discurso en el que ha dicho que Él es el Pan bajado del cielo. También algunos discípulos que lo seguían lo abandonaron; los doce, en cambio, no. Se quedaron, porque en Él encontraron palabras de vida eterna: lo han escuchado predicar han visto los milagros que llevó a cabo, compartieron con Él la intimidad de la vida cotidiana, los momentos públicos”, 

No siempre comprenden lo que el Maestro dice y hace. “A veces les cuesta aceptar las paradojas de su amor, las exigencias extremas de su misericordia, la radicalidad de su modo de entregarse a todos”, ha proseguido el Santo Padre. “No es fácil para ellos seguir a Jesús, y sin embargo entre los muchos maestros de aquel tiempo, Pedro y los demás apóstoles encontraron solo en Él la respuesta a la sed de alegría y de amor; solo gracias a Él experimentaron la plenitud de vida que buscan y que va más allá de los límites del pecado”. 

Estar cerca de Él, tenerlo como amigo

“Todos excepto uno, incluso entre muchas caídas, permanecen con Él hasta el final. Esto  también nos concierne a nosotros. Tampoco para nosotros es fácil seguir al Señor y comprender su modo de actuar y hacer, pero cuanto más estamos cerca de Él, más nos adherimos a su Evangelio, y recibimos su gracia en los sacramentos, estamos en su compañía en la oración, lo imitamos en la humildad y en la caridad, más experimentamos la belleza de tenerlo como amigo y nos damos cuenta de que solo Él tiene palabras de vida eterna”.

Finalmente, el Papa ha alentado: “Preguntémonos hasta qué punto está presente Jesús en mi vida, hasta qué punto me dejo tocar y provocar por sus palabras, y puedo decir que son también para mí palabras de vida. Hermano y hermana, te pregunto: ¿Son para ti, y también para mí, palabras de vida eterna?  Que María nos ayude a escucharlo y a no dejarlo nunca”.

Ánimo al pueblo nicaragüense, y libertad en Ucrania

Tras el rezo del Ángelus, el Papa alentó al pueblo de Nicaragua “a renovar vuestra esperanza en Jesús recordando que el Espíritu Santo guía la historia hacia proyectos más altos”, especialmente en los momentos de prueba. Y se refirió también a la reciente decisión del parlamento de Ucrania de prohibir la Iglesia ortodoxa rusa. Francisco subrayó “la libertad de quien reza, que no comete ningún mal, y pidió que no sea abolida directa o indirectamente ninguna iglesia cristiana”. 

Según la agencia oficial vaticana, las palabras del Papa Francisco han sido las siguientes: “Continúo siguiendo con dolor los combates en Ucrania y en la Federación Rusa, y pensando en las normas de ley adoptadas recientemente en Ucrania me asalta un temor por la libertad de quien reza, porque quien reza de verdad reza siempre por todos. No se hace mal por rezar. Si alguien hace mal a su pueblo, será culpable de esto, pero no puede haber hecho mal por haber rezado. Y entonces que se deje rezar a quien quiere rezar en la que considera su Iglesia. Por favor, que ninguna Iglesia Cristiana sea abolida, directa o indirectamente. ¡Las Iglesias no se tocan!”

Además, como hace siempre, pidió por la paz en Palestina e Israel, y en Myanmar. El Pontífice rezó también por los afectados por la viruela del mono, en especial en la República Democrática del Congo, y pidió facilitar el uso de la tecnología y los tratamientos disponibles.

El autorFrancisco Otamendi

Estados Unidos

El 99 % de las diócesis estadounidenses celebra alguna Misa en español

Según los datos publicados por la Conferencia episcopal de Estados Unidos, casi todas las diócesis del país tienen parroquias que celebran alguna Misa en español. Sin embargo, el 55 % de las parroquias no cuenta con un ministerio hispano institucional o formalmente establecido.

Gonzalo Meza·25 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El 21 de agosto la Conferencia de Obispos Católicos de los EUA (USCCB) dio a conocer los datos de una encuesta diocesana sobre las parroquias y el ministerio hispano en el país. La información del sondeo servirá para el lanzamiento del Plan Pastoral Nacional para el Ministerio Latino de la USCCB y su implementación a lo largo de 10 años.

En la encuesta se destaca que el 99 % de las diócesis del país tienen varias parroquias que ofrecen Misa en español. En ellas se atienden a los 27 millones de católicos latinos, quienes representan aproximadamente 40 % de la población católica en el país (67 millones).

No obstante este dato diocesano, la realidad difiere a nivel local, pues de las 16,279 parroquias en el país, solo el 28 % cuenta con Misa en español (y/o bilingüe), mientras que solo el 17 % tiene “algún tipo de presencia o apostolado latino”. El 55 % de parroquias a nivel nacional no cuenta con un ministerio hispano institucional o formalmente establecido (lo cual no significa que no haya presencia de latinos).

Diferencias según la zona

Los datos varían de acuerdo con las diócesis y las zonas. No es de extrañar que las regiones con estados fronterizos como Texas y California (los cuales junto con Florida, concentran la mitad de la población hispana) el porcentaje de parroquias con Misas en español sea de más del 80 %.

Por ejemplo, en cinco diócesis del estado de Texas (Reno, Tyler, Laredo, El Paso y Brownsville), más del  90% de las parroquias tienen Misa en español. Por otra parte, en cuatro diócesis de California (Los Ángeles, Fresno, Stockton y San Bernardino) esta cifra oscila entre el 83 y el 89 %.

El sondeo también permite ver que hay diócesis del medio oeste y del este en donde más del 50 % de sus parroquias tienen Misa en español, tal es el caso de Boise (Idaho), Arlington (Virginia), Memphis (Tennessee), Charleston (Carolina del Sur), Charlotte (Carolina del Norte) o Savannah (Georgia).

Menos católicos entre los latinos

Aunque la información parece alentadora (los católicos constituyen el grupo más numeroso entre los latinos), el porcentaje de hispanos que se identifican como católicos ha disminuido drásticamente en la última década según lo revela el Pew Research Center PRC. En el 2022, “el 43 % de los adultos hispanos se identificaban como católicos, frente a un 67 % en el 2010. La proporción de latinos sin afiliación religiosa se situaba en 2022 en el 30 %, frente al 10 % en el 2010”, señala el PRC.

Al referirse a la encuesta publicada por la USCCB, Mons. Oscar Cantú, obispo de San José y presidente del Subcomité de Asuntos Hispanos de la Conferencia episcopal, dijo que “Encuestas como esta son vitales para entender y abordar la respuesta que la Iglesia da ante las necesidades y aspiraciones de nuestras comunidades hispanas”.

El prelado señaló que, al abordar el ministerio hispano a nivel parroquial, las diócesis enfrentan obstáculos comunes, por ejemplo, la escasez de sacerdotes bilingües o limitados recursos humanos y financieros en las diócesis o en las comunidades parroquiales.

Mons. Cantú añadió que los datos ayudarán “a determinar cómo podemos continuar sirviendo a este sector de nuestra Iglesia y resaltan la importancia de un ministerio continuo que vele por las necesidades de nuestros hermanos y hermanas de habla hispana”.

Datos ofrecidos por la USCCB
Cultura

Adolfo Pérez Esquivel (1931): “Otro mundo es posible”

Cuarenta años después de obtener el Premio Nobel de la Paz (1980) el artista, intelectual y activista argentino Adolfo Pérez Esquivel sigue mereciendo nuestra atención; su voz sigue resonando entre nosotros en favor de los más necesitados.

Graciela Jatib y Jaime Nubiola·24 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

En la cuenta oficial en X -antes Twitter- del Premio Nobel de la Paz de 1980, Adolfo Pérez Esquivel [@PrensaPEsquivel], puede leerse el siguiente texto: “La Paz es fruto de la justicia. Otro mundo es posible”. La cuenta está encabezada por una espléndida foto de Esquivel con el Papa Francisco en el Vaticano. Su firma suele ir acompañada del lema franciscano “Paz y bien”, que aprendió en su niñez, entre orfanatos y conventos, hasta que fue amparado en parroquias que marcaron un rumbo y dejaron huellas en su identidad. Pérez Esquivel quedó huérfano de madre cuando solo tenía tres años y como su padre Cándido, inmigrante español que trabajaba como pescador, no podía criarlo, lo entregó a un asilo. Finalmente encontró acogida en casa de su abuela Eugenia, iletrada pero sabia, de origen guaraní.

Al recibir el Premio Nobel de la Paz en una solemne ceremonia en el ayuntamiento de Oslo el 10 de diciembre de 1980, resonaban en su voz las bienaventuranzas evangélicas: “Quiero hacerlo en nombre de los pueblos de América Latina, y de manera muy particular de mis hermanos los más pobres y pequeños, porque son ellos los más amados por Dios; en nombre de ellos, mis hermanos indígenas, los campesinos, los obreros, los jóvenes, los miles de religiosos y hombres de buena voluntad que renunciando a sus privilegios comparten la vida y camino de los pobres y luchan por construir una nueva sociedad”. Y añadía: “Vengo de un continente que vive entre la angustia y la esperanza y en donde se inscribe mi historia, estoy convencido de que la opción de la fuerza evangélica de la no-violencia se abre como un desafío y a perspectivas nuevas y radicales”.

Fuertes convicciones

Probablemente Pérez Esquivel ha sido uno de los pocos premios Nobel que, en su discurso de aceptación, ha evocado reiteradamente el nombre de Cristo y sus enseñanzas. Cerró su discurso desgranando las bienaventuranzas tal como figuran en el Evangelio de Mateo 5, 1-12, después de invocar “la fuerza de Cristo, nuestro Señor, como nos enseñaba en el Sermón de la Montaña y que quiero compartir con todos ustedes, con mi pueblo y el mundo”. El emocionante discurso puede escucharse hoy en día con bastante calidad en Youtube.

Su conmovedor mensaje estaba respaldado por una vida dedicada a la lucha, alimentada por la increíble fuerza de las convicciones que abrigó desde su niñez. Defensor de los derechos humanos, reconocido por denunciar los crímenes de la dictadura cívico-militar en la Argentina (1976-1983) y por extensión en toda América, caminando al lado de los pueblos sufrientes, de los campesinos, de los “favaleros”, de los marginados y explotados, tal como ha venido denunciando la Iglesia en Medellín (1968), en Puebla (1979) y en Amazonía (2020).

Amigo del Papa

Al cumplirse los cuarenta años de que recibiera el Nobel de la Paz, el Papa Francisco destacó el “coraje y la sencillez” de Adolfo Pérez Esquivel. En un vídeo, Francisco hablaba de Pérez Esquivel como su “amigo” y “vecino”, pues, cuando viajaba a Roma, “se hospeda cruzando la calle, de una puerta de al lado del Vaticano”. “Gracias Adolfo por tu testimonio, en los momentos lindos, pero también en los momentos dolorosos de la Patria, por tu palabra, por tu coraje y por tu sencillez”, agregaba el Pontífice en su mensaje.

Finalmente, el Papa señalaba: “Si me permitís un castellano un poquito atrevido, te diré que vos no te la creíste, y eso nos ha servido a todos. Un premio Nobel que sigue haciendo lo suyo con humildad. Gracias, Adolfo, que Dios te bendiga, y reza por mí, por favor”

Pérez Esquivel en respuesta al mensaje del Papa Francisco escribió: “Gracias, querido amigo, por tus palabras; eres un mensajero de la Paz. Rezamos por ti” (Cfr. https://aica.org/noticia-el-papa-saludo-a-perez-esquivel-por-el-aniversario-del-nobel-de-la-paz).

Humanidad y esperanza

En el prólogo de su libro Resistir en la esperanza, Pérez Esquivel expresa: “Quiero señalar que mi trabajo no es un trabajo individual, no es un trabajo de una sola persona. Es la lucha compartida por muchos hombres y mujeres en todo el continente y en otros continentes del mundo. Es una lucha compartida por mucha gente que incluso en forma anónima, viven en los lugares más inhóspitos, sin ningún tipo de recursos pero con una profunda riqueza humana, brindando su vida al servicio de los más necesitados. Simplemente, porque hay una esperanza en la resistencia”. Esquivel siente que le tocó ser a él, la cara visible de tantos otros.

En ese prólogo ofrece además un poema del uruguayo Mario Benedetti: “¿Qué pasaría si yo pidiese/ por vos que estás tan lejos,/ y vos por mí que estoy tan lejos, y ambos por/ los otros que están muy lejos y los otros por/ nosotros aunque estemos lejos?”. La respuesta está en cada uno de nosotros, en la capacidad de comprender que la vida es compartir la esperanza.

En abril de 1977, Pérez Esquivel fue detenido en Buenos Aires por los llamados “escuadrones de la muerte”. Fue encarcelado y torturado durante cinco días sin proceso judicial alguno. En el pabellón de torturas, descubre un muro en el que otro prisionero ha escrito con su propia sangre: “Dios no mata”.

Para Pérez Esquivel, es un grito de la humanidad. En medio del horror y de la desesperanza, emerge la fe, que se erige como una plegaria, entre las tinieblas de la ignominia y la crueldad. Un mártir anónimo, alguien que dejó un rastro de divinidad en un Getsemaní devastado por la iniquidad humana (Una gota de tiempo, p. 67).

El autorGraciela Jatib y Jaime Nubiola

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Recursos

Mike Aquilina: “La renovación de la Iglesia vendrá del encuentro con la tradición”

Mike Aquilina, experto en Patrística, está convencido de que los problemas que se plantearon en los inicios de la Iglesia son los mismos que tenemos hoy, o por lo menos se parecen lo suficiente como para buscar ayuda en los textos de los primeros cristianos. En esta entrevista dibuja unos trazos para conectar las enseñanzas de los Padres de la Iglesia con la actualidad.

Paloma López Campos·23 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

Mike Aquilina es uno de los autores sobre patrística más prolíficos de Estados Unidos. Sus obras han ayudado a cientos de personas a conocer mejor la historia del catolicismo y a perder el miedo a leer a los Padres de la Iglesia. A través de su labor quiere hacer accesible para todo el mundo este conocimiento que, para muchos, puede parecer enrevesado al principio.

Aquilina está convencido de que los grandes problemas que se plantearon en los inicios de la Iglesia son los mismos que tenemos hoy, o por lo menos se parecen lo suficiente como para intentar buscar alguna ayuda en los textos de los primeros cristianos. Por ello, en esta entrevista dibuja unos trazos para conectar las enseñanzas de los Padres de la Iglesia con la actualidad, acercando el siglo I al siglo XXI.

¿Qué elementos de actualidad podemos encontrar en las enseñanzas de los Padres de la Iglesia? ¿Qué enseñanzas de entonces podríamos aplicar también hoy?

– La naturaleza humana permanece constante. Por supuesto, no encontraremos tostadoras eléctricas ni wifi en los escritos del siglo IV. Pero queremos las mismas cosas que la gente quería entonces. Cometemos los mismos pecados. La sociedad humana funciona según los mismos patrones. Los Padres de la Iglesia hablan de preocupaciones que no cambian.

¿Por qué es importante que no perdamos de vista las raíces de la Iglesia?

– Las fuentes antiguas nos estabilizan. Nos ayudan a comprender lo que puede cambiar y lo que debe permanecer constante. Vemos que Atanasio estaba dispuesto a defender en solitario la fe nicena, que creía que era una articulación clara de la fe apostólica. Estaba dispuesto a sufrir las consecuencias, porque la verdadera doctrina vale la pena. Pero, recordemos, también fue instrumental en la elaboración de un nuevo desarrollo – el uso del lenguaje filosófico para iluminar la vida de la Trinidad.

Hay muchas voces que reclaman una renovación interna de la Iglesia, ¿cómo podemos responder a los retos actuales sin perder de vista la esencia católica?

– Los cristianos de todas las generaciones quieren una renovación. Quieren una reforma de la liturgia. Quieren refrescarse espiritualmente. Esto no es una peculiaridad de nuestro tiempo. La gente quería lo mismo en el 350 d.C., en el 750 d.C. y en el 1250 d.C.

Las grandes mentes de los dos últimos siglos han enseñado sistemáticamente que la renovación vendrá de un nuevo encuentro con las fuentes de la tradición cristiana: la Escritura, la liturgia y los Padres. Este era el deseo de Newman, Gueranger, Danielou, De Lubac, Quasten. Fue una de las ideas impulsoras del Concilio Vaticano II.

Tiene un libro hablando sobre la historia del papado. Hoy muchos critican al Papa Francisco, sin embargo, usted asegura que todo pontificado es la historia de un triunfo. ¿Qué significa esto? ¿Cómo lo aplica al Papa Francisco?

– No me corresponde juzgar al Papa Francisco. No veo ninguna disposición para ello en el derecho canónico. No veo la necesidad de añadir mi propia voz a las miles que llenan las redes sociales con sus imprudentes pronunciamientos. Puedo tener opiniones sobre una u otra de las acciones del Santo Padre. Puedo tener una opinión sobre su estilo personal. Pero he leído suficiente historia para saber que mis opiniones podrían estar muy equivocadas. Y gente buena ha hecho mucho daño a lo largo de los siglos oponiéndose al vicario de Dios. Sí, está Santa Catalina de Siena, ¡pero no puedo reclamar ninguna de sus credenciales para mí!

Para los occidentales, tanto Tierra Santa como la época de Cristo quedan muy lejos. ¿Qué pueden hacer para conocerla mejor? ¿Qué cree que les puede aportar este conocimiento a su vida como católicos?

– Leer historia. Newman se hizo cada vez más católico a medida que profundizaba en sus estudios de historia. Lo mismo han hecho miles de personas después de él. Escribo mis libros para ayudar a la gente a empezar. Mi esperanza es que a partir de ahí, a medida que puedan, lean libros más exigentes que los míos.

Llevo mucho tiempo escribiendo, y he recibido agradecimientos de jóvenes con doctorados que dicen que se encontraron por primera vez con los Padres en uno de mis libros. Es gratificante. Muy poca gente llegará tan lejos. Pero la gente debería empezar y ver hasta dónde les lleva su interés y su pasión.

Portada del libro de Mike Aquilina

Si alguien quisiera comenzar a conocer a los Padres de la Iglesia, ¿por dónde le recomienda que empiece?

– Para una introducción, recomendaría mi propio libro The Fathers of the Church. Luego que lea las obras de los Padres Apostólicos – la primera generación de autores después de los Apóstoles. Mi traducción favorita al inglés de los Padres Apostólicos es la de Kenneth Howell, publicada por Coming Home Network.

¿Qué podemos aprender de la evangelización realizada por los primeros cristianos para aplicarlo nosotros en la actualidad?

– Todo. La Iglesia creció de unos pocos miles en el siglo I a la mitad de la población del mundo romano a mediados del siglo IV. Lograron todo ese crecimiento cuando la práctica de la fe era ilegal. Era un delito castigado con la tortura y la muerte. Los primeros cristianos no tenían acceso a los medios de comunicación ni a la plaza pública. Sin embargo, triunfaron donde nosotros hoy fracasamos, a pesar de nuestro dinero, nuestras cadenas de televisión y nuestros innumerables apostolados. Creo que su secreto era la amistad. Extendían el amor de la caridad a la familia de al lado y a los comerciantes del puesto más próximo. Así de sencillo.

La Iglesia revolucionó el mundo con su aparición, y lo ha hecho varias veces a lo largo de la historia. ¿Cuáles cree que han sido sus principales aportaciones?

– De nuevo, todo. Las ideas que más amamos -la dignidad humana, los derechos de la mujer, la igualdad humana- fueron introducidas en la corriente sanguínea de la civilización por el cristianismo. Las instituciones que consideramos fundacionales -el hospital, la universidad- fueron inventadas por los cristianos.

En la historia vemos la voluntad del Padre realizada por los discípulos de Jesús a través del poder del Espíritu Santo. En el siglo V, san Jerónimo dijo que “la ignorancia de la Escritura es ignorancia de Cristo”, y eso es cierto. Yo añadiría, sin embargo, que la ignorancia de la historia es ignorancia del Espíritu Santo. Es ignorancia de todo lo que Dios ha hecho por nosotros en la vida de los santos a lo largo de los siglos.

Hay quienes piensan que la Iglesia está en crisis y que ha perdido su importancia. ¿Ha ocurrido esto en algún otro momento histórico? ¿Qué podemos aprender de esas ocasiones?

– Sí, la Iglesia en la tierra sube y baja, va y viene. Piense en las siete iglesias mencionadas en el Libro del Apocalipsis. Todas han “perdido su candelabro”. Se han reducido a la insignificancia. Piensa en las sangrientas guerras del siglo pasado. Muchas se libraron en países cristianos. Piense en la Alemania nazi, la Rusia comunista, España durante la Guerra Civil. A veces la Iglesia parecía vencida, y luego resurgía.

Chesterton dijo: “El cristianismo ha muerto muchas veces y ha resucitado; porque contaba con un Dios que conocía el camino para salir de la tumba”. La historia demuestra que ese principio es cierto. La historia nos da razones para la esperanza.

Para usted son muy importantes los pequeños testimonios de los primeros cristianos, cosas como las pinturas de las catacumbas o las vasijas que dejaron. ¿Qué lecciones sobre nuestra fe podemos encontrar en estos detalles?

– Vemos lo que la gente corriente amaba. Vemos lo que valoraban. No hace mucho, en Egipto, unos arqueólogos desenterraron una tela con un trozo de papel cosido en su interior. Alguien en el siglo III o IV lo había usado como escapulario alrededor de su cuello. ¿Y qué había en ese papel? El relato evangélico de la institución de la Eucaristía por Jesús. Estaba escrito en el reverso de un recibo.

Hace poco, en Sudán, unos arqueólogos encontraron el cuerpo momificado de una joven que tenía tatuado al Arcángel Miguel en la pierna. Sabía que él sería su defensor en la batalla. Me encantan estos pequeños detalles que la tierra ha conservado para nosotros. Nos muestran la Iglesia antigua tal como era, y es una Iglesia que los católicos modernos pueden reconocer como propia.

Cultura

Mujeres protagonistas de la historia medieval: la abadesa Matilde

En esta serie de artículos, José García Pelegrín recorre las vidas de cuatro mujeres que protagonizaron la historia medieval en Alemania. En este caso, la abadesa Matilde.

José M. García Pelegrín·23 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

A lo largo de la Edad Media, destacaron mujeres que supieron imponerse en un mundo dominado por hombres y ejercieron una influencia duradera en la sociedad y la Iglesia. Resulta significativo que en los albores del (sacro) imperio romano-germánico, durante prácticamente todo el siglo X, surgieron cuatro figuras femeninas que desempeñaron un papel crucial en la consolidación del reino. Como último personaje de esta serie de artículos que comenzó con Matilde, la esposa de Enrique I, está otra Matilde distinta, la abadesa.

La abadesa Matilde, cuñada de Teófano, fue hija de Otón I y Adelaida, y por tanto, hermana de Otón II y tía de Otón III. Nacida en 955, asumió el cargo de abadesa de Quedlinburg a la temprana edad de once años, sucediendo a su abuela, santa Matilde.

Su consagración tuvo lugar en 966, en una ceremonia en la que estuvieron presentes su padre y todos los obispos y arzobispos del imperio, lo cual subrayaba lo extraordinario de dicho acto. La confirmación papal de su consagración fue otorgada por Juan XIII en abril de 967.

Representante imperial

Desde la muerte de su abuela el 14 de marzo de 968, que no sólo contribuyó al nombramiento sino también a la educación de la joven Matilde, hasta el regreso de su padre de Italia a finales de 972, fue la única representante de la casa imperial al norte de los Alpes durante casi cuatro años. Esta situación, en la que una abadesa asumía la responsabilidad de los asuntos imperiales en ausencia del emperador, era inédita hasta entonces.

Tras el regreso de Italia de su padre, el emperador Otón I, éste celebró la Pascua de 973 en Quedlinburg, destacando la importancia de esta ciudad en una época en la que no existía una capital del Imperio. En esta ocasión recibió a una representación “internacional”: nobles eslavos (polacos) como Mieszko y Boleslaw, así como “enviados de los griegos, benaventanos, húngaros, búlgaros, daneses, eslavos y todos los grandes de todo el reino”, según el cronista Thietmar de Merseburgo. Aunque no existen registros escritos, es razonable suponer que la abadesa Matilde estuvo presente en este acontecimiento histórico.

Extensión de la abadía

Por un lado, la abadía de Quedlinburg comenzó a expandir su influencia. Después de que Otón III regalara a su tía el palacio de Wallhausen, uno de los lugares predilectos de los Otones –aquí se habían casado Enrique I y (santa) Matilde en 909 y aquí probablemente nació Otón I en 912– en 985, las posesiones de la abadía se extendieron por las estribaciones del Harz, fundando y anexando otras abadías, como el monasterio de Münzenberg en 986, en memoria de su hermano Otón II. El sistema se completó en 997 con la fundación de Walbeck. El nexo de unión entre las abadías y monasterios era la conmemoración y la oración por los difuntos.

Matilde desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de Quedlinburg, que Otón III elevó a ciudad en 994, otorgándole mercado, moneda y aduana, convirtiéndola así en el centro político más importante de la dinastía. Durante el segundo viaje de Otón III a Italia en 997, éste confió a su tía Matilde la representación del Imperio, repitiendo la responsabilidad que había asumido de 968 a 972.

“Domina imperialis”

Matilde convocó y dirigió en 998 la Dieta de Derenburg, que reunió a los hombres más influyentes del imperio, donde incluso impartió justicia. Estas acciones le valieron el título de “domina imperialis” por parte de Otón III, quien también le otorgó el título de “matricia” –por analogía a “patricius” – según se menciona en la inscripción de su tumba.

Matilde falleció en febrero de 999 a la edad de 44 años. Fue enterrada junto a su abuela en la abadía de Quedlinburg; le sucedió como abadesa su sobrina Adelaida, hija mayor del emperador Otón II y la emperatriz Teófano.

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Mundo

Aumenta la violencia contra los cristianos en Europa

Con motivo del Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas de Actos de Violencia Basados en la Religión o las Creencias, el Observatorio contra la Intolerancia y la Discriminación contra los Cristianos en Europa advierte de una ola de violencia contra los cristianos en el continente.

Paloma López Campos·22 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El 22 de agosto se celebra el Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas de Actos de Violencia Basados en la Religión o las creencias. Con motivo de la jornada, el Observatorio contra la Intolerancia y la Discriminación contra los Cristianos en Europa (OIDAC, por sus siglas) advierte de una ola de violencia contra los cristianos.

En un comunicado enviado por el Observatorio, su directora ejecutiva Anja Hoffmann explica que “en Occidente tendemos a pensar que la violencia contra los creyentes religiosos es principalmente un problema de los países de África y Asia”. A pesar de que en esos territorios hay muchos cristianos en peligro, dice, “también debemos prestar mucha atención a lo que ocurre en Europa”.

Aumentan los delitos de odio

El informe 2022/2023 publicado por OIDAC refleja un aumento del 44 % en los delitos de odio contra los cristianos. Casi todos estos ataques se producen en iglesias o cementerios, sin embargo, cada vez son más los creyentes que sufren agresiones.

El comunicado enviado por OIDAC señala también que desde el inicio de 2024 se han documentado “25 casos de violencia física, amenazas e intentos de asesinato contra cristianos en Reino Unido, Francia, España, Italia, Alemania, Polonia y Serbia”.

Según los datos ofrecidos por el Observatorio, “un grupo especialmente vulnerable a la violencia es el de los cristianos conversos de origen musulmán”. Pero aseguran que estos casos no reciben cobertura mediática y pasan desapercibidos a los ojos de los europeos, evitando así que la gente pueda conocer la situación.

El informe de OIDAC

Según los datos publicados por el Observatorio, entre septiembre de 2022 y agosto de 2023 se cometieron 749 delitos de odio anticristiano en 30 países europeos. De estos ataques 38 son agresiones y, como consecuencia, murieron 3 cristianos.

Los países europeos que encabezan la lista de mayor número de ataques son Alemania, Italia, Francia y España. 

Pero los delitos no se limitan a la violencia física. El Observatorio indica también que, a través de los recortes a la libertad de expresión y las leyes de la comunidad LGBTIQ, muchos cristianos sufren también represión para profesar su fe o vivir según sus creencias.

Ante todos estos sucesos, OIDAC “llama la atención sobre la insatisfactoria respuesta de las instituciones europeas y la escasa cobertura informativa por parte de los medios de comunicación”.

Los agresores

La información recogida por el Observatorio muestra que la mayoría de agresores son miembros de grupos de extrema izquierda, feministas radicales o miembros del colectivo LGTBIQ.

Además de estos grupos, los cristianos también sufren ataques por parte de sectas satánicas o activistas climáticos. Sin embargo, debido a que la mayoría de delitos consisten en actos vandálicos, en muchas ocasiones los cuerpos de seguridad no pueden identificar a los perpetradores.

OIDAC advierte además de “la normalización de los ataques contra las iglesias por parte de estos grupos, que a veces incluso reivindican con orgullo la autoría de los ataques en las redes sociales”.

Falta de recursos

En su informe el Observatorio también señala que “la sensibilidad del tema y los limitados recursos y organizaciones que se dedican a denunciar los delitos de odio anticristiano nos llevan a creer que esta cuestión sigue sin ser debidamente denunciada”.

Poner fin a la violencia contra los cristianos

OIDAC finaliza su informe ofreciendo algunas recomendaciones para poner fin a la violencia contra los cristianos. Entre ellas están la revisión de la legislación que discrimina a los creyentes y mejorar la cobertura mediática de los delitos de odio.

Por otro lado, el Observatorio hace hincapié en la necesidad de formar a los cristianos para que puedan defender su fe de manera informada, firme y respetuosa, además de ayudarles a conocer mejor sus derechos y a establecer puentes de diálogo con las personas que no compartan sus creencias.

Lecturas del domingo

El poder escondido en la Eucaristía. Domingo XXI del Tiempo Ordinario (B)

Joseph Evans comenta las lecturas del domingo XXI del Tiempo Ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·22 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Al entrar en la Tierra Prometida, Josué desafió al pueblo de Israel a declarar si servirían al Dios verdadero o a dioses falsos. Afirmaron enérgicamente que servirían al Señor: “¡Lejos de nosotros abandonar al Señor para ir a servir a otros dioses!”. De hecho, en los siglos posteriores, Israel fue entonces frecuentemente infiel a Dios y cayó en la adoración de diversas deidades paganas. 

Este episodio se une hoy al rechazo por parte de los judíos de las enseñanzas de Cristo sobre la Eucaristía, como si se tratara del último ejemplo de la infidelidad del pueblo a Dios. “Muchos de sus discípulos, al oírlo, dijeron: ‘Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?’”. Aprendemos que estaban “refunfuñando” por las palabras de Jesús. Al igual que Israel debería haber sido fiel a Dios después de haber experimentado tantas de sus obras salvadoras, estos discípulos de Jesús deberían haberle creído después de haber visto tantos de sus milagros y signos evidentes de su santidad y veracidad.

Pero de nuevo -otra lección para nosotros- Jesús no retrocede ni diluye su enseñanza ante su rechazo. Al contrario, vincula la verdad de la Eucaristía a otra verdad, también difícil de creer: la glorificación última de su humanidad. “Les dijo: ‘¿Esto os escandaliza?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir adonde estaba antes?’”. En otras palabras, por el mismo poder con que Nuestro Señor puede hacerse presente bajo la forma de pan, glorificará también su humanidad para sentarse a la derecha del Padre. El poder que oculta su gloria en la hostia, un día la revelará plenamente para que la vea toda la humanidad.

Jesús enseña entonces la necesidad de una perspectiva espiritual para recibir su verdad, es decir, la apertura a la acción del Espíritu Santo y la fe en una forma de vida más allá de lo meramente material. Una existencia corporal, carnal, nunca nos abrirá a la revelación de Dios. Dios se hace carne y luego pan, pero debe ser recibido en el espíritu. 

Esto era demasiado para muchos. Querían el pan material de Jesús, pero no el pan espiritual de la Eucaristía. Dejaron de seguirle. Pero Pedro, hablando en nombre de los Doce, afirmó su fidelidad a Cristo con estas hermosas palabras: “Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios”. Ante tanto rechazo de Cristo y de su presencia en la Eucaristía, afirmemos cada vez más nuestra fe en Él.

La homilía sobre las lecturas del domingo XXI del Tiempo Ordinario (B)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Vaticano

El Papa pide que los cristianos se comprometan a difundir «el buen olor de Cristo»

En la audiencia del 21 de agosto, el Papa Francisco ha resaltado el Bautismo del Señor en el Jordán como “un momento fundamental de la Revelación y de la historia de la salvación”.

Paloma López Campos·21 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Durante la audiencia del 21 de agosto, el Papa Francisco ha invitado a la reflexión “sobre el Espíritu Santo que viene sobre Jesús en el bautismo en el Jordán”. Al derramarse sobre Cristo, el Paráclito “se difunde desde Él en su cuerpo, que es la Iglesia”.

Francisco ha señalado que “toda la Trinidad se reunió en aquel momento a orillas del Jordán”, siendo así “un momento fundamental de la Revelación y de la historia de la salvación”. No es de extrañar, por tanto, que este pasaje lo relaten todos los evangelistas.

La Iglesia como nuevo Pueblo de Dios

El Pontífice ha explicado que el Bautismo del Señor tiene una importancia especial pues en ese instante Cristo “recibe la plenitud del don del Espíritu para su misión que, como cabeza, comunicará a su cuerpo que es la Iglesia”. Y gracias a esto, “la Iglesia es el nuevo ‘pueblo real, profético y sacerdotal’”.

El Papa ha insistido en esta idea diciendo que “Cristo es la cabeza, nuestro Sumo Sacerdote, el Espíritu Santo es el óleo perfumado y la Iglesia es el cuerpo de Cristo en el que se difunde”.

Difundir el buen olor de Cristo

Sin embargo, el Santo Padre ha dicho que “por desgracia, a veces los cristianos no difunden la fragancia de Cristo, sino el mal olor de su propio pecado”. A pesar de todo, ha continuado el Pontífice, “esto no debe distraernos de nuestro compromiso de realizar, en la medida de nuestras posibilidades y cada uno en su ambiente, esta sublime vocación de ser el buen olor de Cristo en el mundo”.

De este modo, ha concluido Francisco, los cristianos repartirán por el mundo “‘los frutos del Espíritu’, que son ‘amor, alegría, paz, magnanimidad, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí’”. Tal vez entonces, «sin que seamos conscientes de ello, alguien sentirá algo de la fragancia del Espíritu de Cristo a nuestro alrededor».

Cultura

Jordania, un cofre del tesoro en el desierto

En una serie de dos artículos, Gerardo Ferrara asoma al lector al territorio de Jordania, una tierra característica por sus montañas, fronteras, lenguas, culturas, desiertos y colinas.

Gerardo Ferrara·21 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 7 minutos

Imagine un desierto, el de Wadi Rum, de colores ocres, ámbar, azafrán y naranja, cuyas tonalidades varían según la estación, el tiempo, los rayos del sol y que se iluminan especialmente al atardecer.

Imagine también un corto tramo de costa en el Mar Rojo, donde el mar verde agua, bajo el azul turquesa del cielo, besa con sus olas una tierra escarpada y desolada, dentada y llena de montañas de roca desnuda, desde la que se divisan las playas de Israel, Egipto y Arabia Saudí.

Imagínese más, las columnas de mármol de la antigua Jerash, las orillas blancas como la sal del Mar Muerto, la belleza monumental de Petra, engarzada como una perla en el desierto. Y el lento fluir del Jordán dividiendo países, mundos, culturas y comunidades que luchan por encontrar la armonía.

Montañas, fronteras, lenguas, culturas, desiertos y colinas: esto es Jordania, un cofre del tesoro en el desierto.

El origen del nombre

Jordania, oficialmente el Reino Hachemí de Jordania, es un país de Oriente Próximo. Limita al norte con Siria, al noreste con Irak, al este y sur con Arabia Saudí, al suroeste con el Mar Rojo y al oeste con Israel y Cisjordania. Su capital es Ammán, que, con más de 4 millones de habitantes, es también su mayor ciudad y centro económico y cultural.

El nombre “Jordán” deriva precisamente del río Jordán, en concreto del término hebreo con el que se designa a este río: Yarden, “el que desciende” (de ירד, yarad, que significa “descender” y refleja la pendiente del río desde su nacimiento en el monte Hermón hasta el mar Muerto, el punto más bajo de la tierra, a -430 metros sobre el nivel del mar). Sin embargo, la zona correspondiente a la actual Jordania se conocía históricamente (también en la Biblia) como Transjordania, es decir, “más allá del Jordán”, “el otro lado del Jordán”, para indicar las tierras situadas al este del río.

Sistema político y población

La superficie del país es de 89.342 km² (aproximadamente la misma que Portugal) y la población ronda los 11,5 millones de habitantes.

Jordania es una monarquía constitucional, con el rey dotado de amplios poderes ejecutivos y legislativos. El monarca actual es el rey Abdalá II, hijo del célebre Hussein y de una de sus esposas, en el poder desde 1999. El reino se denomina hachemí por la dinastía de la familia real, que reivindica la descendencia directa de Mahoma.

La mayoría de la población jordana está compuesta por árabes, y los de origen palestino llegan al 60 % – 70 % (la reina Rania pertenece a este grupo). En cambio, entre el 30 % y el 40 % son de origen beduino. También hay pequeñas comunidades de circasianos, chechenos y armenios.

El Islam suní es la religión de cerca del 97 % de la población, mientras que los cristianos representan entre el 2 % y el 3 % (en su mayoría griegos ortodoxos pertenecientes al Patriarcado de Jerusalén, pero también católicos y protestantes). Los drusos y los bahaíes representan pequeñas minorías. Sin embargo, el país es conocido por la tolerancia religiosa y la coexistencia pacífica entre las distintas comunidades religiosas.

Economía de Jordania

Jordania tiene una de las economías más diversificadas de Oriente Próximo, con sectores clave como el turismo, la industria de los fosfatos, la industria textil y farmacéutica y los servicios financieros, aunque depende en gran medida de la ayuda exterior, sobre todo de Estados Unidos y los países del Golfo.

También tiene importancia estratégica, tanto por su estabilidad política como por la postura moderada de su régimen, un actor importante en el mantenimiento de la paz y la seguridad en la región.

El desierto en Jordania

Historia antigua: de los amonitas a los nabateos

La historia antigua de Jordania es muy rica, debido a las numerosas civilizaciones y culturas que se han sucedido a lo largo de los milenios, siendo la región una encrucijada entre Asia, África y Europa.

Aunque los primeros indicios de asentamientos humanos en la región se remontan al Paleolítico (hace unos 200.000 años), fue durante el Neolítico (hacia 8500-4500 a.C.) cuando se desarrollaron aquí algunas de las primeras comunidades agrícolas del mundo. En la Edad de Bronce (hacia 3300-1200 a.C.) florecieron las rutas comerciales que unían el Mediterráneo oriental con Mesopotamia, y ya florecieron allí varias ciudades-estado y pequeños reinos, entre ellos uno asociado a la bíblica Sodoma (en la orilla israelí del río Jordán).

Sin embargo, fue en la Edad de Hierro (ca. 1200-539 a.C.) cuando surgieron los famosos reinos y pueblos que también se mencionan en la Biblia, principalmente los amonitas (que vivían en la zona de Ammán, ciudad que debe su nombre a su capital Rabbath Ammón).

Se trataba de un pueblo semita que a menudo entraba en conflicto con los israelitas (así como con otras potencias vecinas) no sólo por motivos económicos y territoriales, sino también religiosos. De hecho, los amonitas, al igual que otros pueblos semitas de la región, eran politeístas, “paganos”, y pagaban sacrificios humanos a su deidad principal, Milkom, también conocida como Moloch.

Otro pueblo que se ha hecho famoso, sobre todo por el relato que se hace de él en las Escrituras hebreas y cristianas, es el de los moabitas. El hermoso “Libro de Rut” narra, en efecto, la historia de una mujer moabita, Rut, viuda de un israelita, que se ve obligada por una hambruna a regresar con su suegra Noemi al lugar de origen de la familia de su difunto marido, Belén de Judea. Allí, después de varias penurias, se convierte en la esposa de Booz, el pariente más cercano de su marido, y le da un hijo, Obed, que será el padre de Jesé, a su vez padre del rey David.

Los moabitas, al igual que los amonitas y otros pueblos de la zona, tampoco gustaban a los israelitas por sus prácticas religiosas. Vivían en la zona inmediatamente al este del Mar Muerto y su ciudad principal era Qir-Moab (hoy al-Karak).

Los edomitas (de (Edom), por su parte, estaban situados en la parte sur de la actual Jordania. Tenían Bosra como capital (pero también fundaron Petra) y controlaban las principales rutas comerciales desde el Mediterráneo hasta Arabia.

Todos estos pueblos hablaban lenguas semíticas noroccidentales (como el hebreo, el fenicio y el arameo). De hecho, sus lenguas constituían un continuo dialectal (fenicio-púnico y cananeo-hebreo), de modo que, aparte de diferencias no demasiado significativas, hebreos, moabitas, fenicios, edomitas y amonitas podían entenderse entre sí.

Entre 539 (conquista de Ciro el Grande) y 332 a.C., la región pasó a formar parte del Imperio persa, luego cayó bajo la influencia helenística y fue disputada entre 332 y 63 a.C. entre los Ptolomeos de Egipto y los Seléucidas de Siria, dinastías que se repartieron los dominios subyugados por Alejandro Magno.

De esta época data el desarrollo de un conjunto de diez ciudades conocido como la Decápolis. Éstas eran políticamente completamente autónomas entre sí, pero se agruparon bajo un mismo nombre debido a sus fuertes afinidades lingüísticas y culturales, al ser centros grecorromanos (o mixtos) y paganos en una zona principalmente semítica. Incluía ciudades como Damasco, Ammán (en aquella época ya no se conocía como Rabbath Ammon, sino como Filadelfia), Jerash (Jerash), Escitópolis (hoy Beth-Shean, en Israel, la única ciudad al oeste del río Jordán), Hipos (Hippus o Sussita), Gadara (Umm Qays). Todas estas ciudades, excepto Escitópolis (en Israel) y Damasco (en Siria), estaban situadas en el territorio de la actual Jordania y, en época romana (63 a.C.-324 d.C.), aunque anexionadas al Imperio, siguieron gozando de gran autonomía y riqueza.

Jordania en los Evangelios

Los Evangelios hablan mucho del territorio de los gadarenos o gerasenos (en la Decápolis, de hecho) y es particularmente famoso el episodio del milagro realizado por Jesús al otro lado del mar de Galilea en favor de un poseso, cuya liberación llevó a los espíritus que lo poseían a una piara de cerdos que luego saltaron al agua desde un acantilado.

Interesante, en este episodio, desde un punto de vista histórico, es, en primer lugar, la presencia de cerdos, que eran (y son) considerados impuros en Israel, pero que podían criarse, en cambio, en esta zona pagana. Además, las indicaciones topográficas también permitieron situar el suceso en la orilla oriental del lago Tiberíades, en un asentamiento conocido en la antigüedad como Kursi (ciudad del territorio de la Decápolis), cerca de Hippos-Sussita, debido al acantilado de un promontorio que se elevaba sobre el agua.

También se encontraron aquí los restos de un monasterio bizantino construido en el siglo VI en el lugar del milagro, y hoy en día puede visitarse. Otro lugar de especial valor, desde el punto de vista judeocristiano, es el monte Nebo, al oeste de Jordania, muy cerca de la frontera con Israel y Cisjordania, donde hay un monasterio católico desde el que se puede contemplar, como tradicionalmente hizo Moisés, el mar Muerto, el valle del Jordán, con la ciudad de Jericó, y las montañas de Judea hasta Jerusalén.

Desde Hipona, que se convirtió en un floreciente centro cristiano poco después de la muerte de Jesús, se dice que toda la comunidad cristiana de Jerusalén, que se refugió aquí durante los años de la destrucción de la ciudad y el Templo por los romanos, se extendió luego por toda la Transjordania.

Los nabateos

Otra población indígena y reino importante fueron los nabateos (el periodo del reino nabateo abarca desde alrededor del siglo IV a.C. hasta el 106 d.C., cuando fue anexionado por Trajano, que lo convirtió en la provincia de Arabia Petrea).

A diferencia de otros pueblos, como los moabitas o los amonitas, los nabateos ya hablaban una forma de arameo (una lengua franca de la época, por lo que no era un idioma cananeo, como el hebreo, el fenicio, el moabita, etc., aunque sí afín a ellos) y habían desarrollado una variante del alfabeto arameo que, según algunos estudiosos, dio lugar más tarde al alfabeto árabe que se sigue utilizando hoy en día.

La joya de la corona de los nabateos, ya conocidos por sus habilidades comerciales, fue su capital, Petra, mundialmente famosa por su arquitectura tallada en la roca, que se convirtió en un importante centro a lo largo de la ruta de caravanas que unía Arabia con el Mediterráneo. La ciudad, fundada por los edomitas (precursores de los nabateos) con el nombre de Reqem o Raqmu (“la Variopinta”), tras un periodo de gran esplendor que se prolongó hasta bien entrada la época romana y bizantina, no fue abandonada hasta el siglo VIII d.C. y, con la excepción de algunas familias beduinas locales, permaneció desconocida para el resto del mundo hasta 1812, cuando el explorador suizo Johann Ludwig Burckhardt la «redescubrió» durante uno de sus viajes.

Con la división del Imperio Romano, Jordania pasó a formar parte del Imperio de Oriente (bizantino), periodo que vio, hasta la conquista islámica, una creciente influencia del cristianismo, con la construcción de numerosas iglesias y monasterios. Entre los yacimientos bizantinos más importantes de Jordania se encuentra Madaba, conocido por sus mosaicos, entre los que destaca el mapa de Madaba, una representación detallada de Tierra Santa.

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Libros

San Tarsicio, el patrón de los monaguillos

La vida del niño mártir de la Eucaristía, en novela juvenil.

Tomás de Juan Goñi·20 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

De niño fui monaguillo en la escuela. Con apenas nueve o diez años, aprendí que no hay mayor honor que acompañar al sacerdote con la bandeja de comunión. Una vez nos contaron la historia de san Tarsicio: un chico romano de mi edad, también monaguillo, que había dado su vida por proteger la Eucaristía. Igual que él, yo debía ayudar a los ángeles a recoger hasta la última partícula del cuerpo de Cristo. ¡Que ni una sola se perdiera!

Cuando años después me fui a vivir a Roma, me hizo mucha ilusión saber que por fin podría visitar los restos mortales del santo de mi infancia. Gracias a Wikipedia supe que había sido enterrado en las Catacumbas de San Calixto, lugar que visité en cuanto tuve la ocasión. Allí pude leer la lápida que recuerda su historia: “Lector que lees estas líneas: te conviene recordar que el mérito de Tarsicio es muy parecido al del diácono san Esteban, a los dos quiere honrar este epitafio. San Esteban fue muerto bajo una tempestad de pedradas por los enemigos de Cristo, a los cuales exhortaba a volverse mejores. Tarsicio, mientras lleva el sacramento de Cristo fue sorprendido por unos impíos que trataron de arrebatarle su tesoro para profanarlo. Prefirió morir y ser martirizado, antes que entregar a los perros rabiosos la Eucaristía que contiene la Carne Divina de Cristo”.

Catacumbas de san Calixto (Wikimedia / Gerard M)

Una tumba vacía

La inscripción era hermosa, sin duda, pero, para gran desilusión mía, la tumba estaba vacía. Tras una rápida búsqueda en internet me enteré de que en el siglo VIII el santo había sido transportado a San Silvestro in Capite, donde, teóricamente, reposaba desde entonces. Me sorprendí, pues ya había visitado aquella iglesia anteriormente. En cualquier caso, regresé con la esperanza de haberme olvidado de visitar alguna de las capillas laterales, donde seguramente se encontraría. Cuál fue mi decepción al rondar el templo durante quince minutos sin encontrar un solo cartelito que indicara su presencia. El párroco, un amable sacerdote inglés, me confirmó lo peor: hacía unos años, después de una reforma, lo habían sacado de su sitio y nadie sabía a dónde había ido a parar. ¡Mi gozo en un pozo!

Recientemente compartí mis infructíferas pesquisas con un amigo. Para mi sorpresa, nunca había oído hablar de san Tarsicio. Solo el hecho de escuchar un nombre tan pintoresco le hizo esbozar una sonrisa. Y es que no es fácil que te suene un santo cuya fiesta se celebra el 15 de agosto, día de la Asunción, y cuyos restos mortales, salvo por alguna que otra reliquia, parecen haber desaparecido del mapa. Tampoco creo que al bueno de Tarsicio le importe demasiado no ser famoso, pues ya estará gozando en el cielo del misterio que adoró en la tierra.

Una novela sobre san Tarsicio

Sin embargo, aunque a él no le importe, yo no puedo decir lo mismo. Y es por esto por lo que me hizo mucha ilusión toparme hace poco con una novelita recién publicada que cuenta su vida, titulada Tarsicio y los leones. Se trata de una de esas historias anunciadas para niños, pero que en realidad están pensadas para ser disfrutadas por los más grandes. En ella, el autor nos presenta a Tarsicio como un chico normal, divertido y piadoso, que se lo pasa bien con sus amigos y al que le cuesta perdonar a los compañeros paganos que se burlan de su religión.

Un cristiano que vive su fe sin complejos en medio de un ambiente adverso, donde recibir la Eucaristía supone asumir un riesgo. En definitiva, aquello a lo que mis compañeros y yo aspirábamos cuando teníamos nueve o diez años, y nuestras bandejas temblorosas seguían la mano del sacerdote durante la comunión. 

Puede que en Roma no haya encontrado la tumba del santo de mi infancia, pero me alegra saber que, gracias a novelas como esta, muchos niños seguirán aprendiendo que no hay mayor honor en este mundo que acompañar al Señor en la Eucaristía.

TARSICIO Y LOS LEONES

Autor: Ramón Díaz Perfecto
Editorial: Alexia Editorial
Longitud de impresión: 300 páginas
Idioma: Español
Fecha de publicación: 14 noviembre 2023
El autorTomás de Juan Goñi

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Iniciativas

«Amar siempre más». Entran pobres, salen santos

Hace unos años, el párroco de la parroquia de San Ramón Nonato, en el barrio madrileño de Vallecas puso en marcha el proyecto “Amar siempre más”, una iniciativa pastoral que tiene su base en tres patas: la atención en el ámbito familiar, en el ámbito social y en el ámbito espiritual y que, en la actualidad, se ha extendido a otras parroquias de la capital española.

Maria José Atienza·19 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 9 minutos

El barrio madrileño de Canillejas sigue teniendo cierta fisonomía de pueblo autónomo dentro de la capital española. En medio de ese barrio se alza la parroquia de Santa María la Blanca, una iglesia no muy grande, que data del siglo XV y que conserva todavía dos techumbres de madera con decoración de lazo de tradición mudéjar. Un ejemplo físico de la historia que se mantiene entre edificios de tres o cuatro alturas y sobre todo, una mezcla de acentos, razas y culturas que han ido asentándose en esta zona madrileña en los últimos decenios.

A pocos metros de la parroquia se encuentra el comedor San José. Su sencilla fachada está coronada con un lema: “Amar siempre más”, que explica todo lo que hay detrás de un proyecto que va más allá de un comedor social o un rastrillo solidario.

“Amar siempre más” es el proyecto “paraguas” que reúne debajo de él una serie de iniciativas que atienden tres aspectos claves de las personas: el ámbito familiar, el ámbito social y el ámbito espiritual.

Las “tres patas”

Lo que hoy es “Amar siempre más” nació de manera “desorganizada” en Vallecas, un barrio popular de Madrid en el que el paro, la vulnerabilidad social y la emigración son realidades frecuentes.

El párroco de san Ramón Nonato, una de las parroquias de la zona, José Manuel Horcajo, llegó a esa feligresía hace casi dos decenios y puso en marcha más de 40 iniciativas de toda índole: cursos para madres, atención a mujeres embarazadas con pocos recursos, apoyo escolar, catequesis… Con el tiempo, el vicario episcopal de esa zona de Madrid pidió al sacerdote que “pusiera en orden” todas aquellas iniciativas, para evitar que se perdieran y ordenar su crecimiento.

Horcajo comenzó a pensar cómo dar unidad a todo aquello y, con la ayuda del Espíritu Santo, llegó a la conclusión de que todo podía resumirse en tres áreas: la social (ayuda material), la ayuda familiar y ayuda espiritual. Las tres igualmente importantes y necesarias entre sí.

La hermana Sara, que ayuda a este sacerdote desde hace años lo explica de este modo: “El pobre viene a la parroquia con una necesidad material. A la vez se descubre, además una pobreza familiar, porque la familia está rota o arrastra grandes heridas, la gente no sale adelante y lo mas importante, la pobreza más grande que es no tener a Dios. Por eso decimos que entra un pobre sale un santo, porque todo el proyecto atiende a estos tres planos de la persona”.

Pobres que sirven a otros pobres

La originalidad del proyecto es que “son los pobres los que evangelizan a otros pobres”. Por eso, los beneficiarios son también voluntarios de este proyecto y se encargan de dirigir los comedores que ya hay repartidos por distintas zonas de Madrid y que dependen directamente de sus parroquias y párrocos.

Es el caso de Aquilina, que es actualmente la directora del comedor de Canillejas, y fue beneficiaria del proyecto al llegar a España, o de Elita, quien sola, embarazada y sin hogar, acudió al comedor de San Ramón Nonato y a los pisos de acogida de madres y ahora coordina el comedor en Villaverde.

“Los pobres llegan con una necesidad y se les enseña a ser responsables” explica la hermana María Sara. “No se trata de darles esto o lo otro porque nos dan pena. Ellos se han de involucrar, por eso el voluntariado de los beneficiarios es muy importante. Tienen que tener un compromiso grande con el voluntariado y eso les ayuda muchísimo”.

La hermana recuerda uno de los cientos de casos en los estas personas encuentran su salvación y su propia identidad gracias a darse a otros como ellos: “Vino una mujer al comedor, a pedir ayuda. Yo le hacía ver que ella tenía que ayudar, al menos una hora, y no quería. Ponía resistencia. Le expliqué que esto era la esencia del proyecto. Se fue, pero al día siguiente vino y preguntó: ‘Bueno, ¿qué tengo que hacer?’. Le indicamos que podía entrar a ayudar en la cocina y, como ella había trabajado en un restaurante, cocinó estupendamente. Los comensales le aplaudían. Para ella supuso salir de sí misma y comenzó a acudir a todo el proyecto, porque cuando se entra en el proyecto se les pide que sean voluntarios, que hagan una convivencia para sanar las heridas a nivel familiar, que hagan un retiro espiritual y que pertenezcan a algún grupo: madres, jóvenes… para que no estén sin ‘familia’. Esta chica hizo el retiro Tabor, la convivencia Caná, y empezó a ir a su grupo… Cambió completamente, de estar perdida, ha salido adelante y está trabajando fuera de España de cocinera. Como ella, hay un montón de historias”.

El resumen de la hermana Sara contiene la quintaesencia de “Amar siempre más”: “Ellos tienen que aprender a confiar en Dios, en ellos mismos y salir adelante. La finalidad es que quienes han entrado pobres, sean santos y vivan confiando en Dios y amando a su familia”.

Actualmente, son siete las parroquias madrileñas que han acogido el proyecto “Amar siempre más” : la parroquia Epifanía del Señor en Carabanchel, la de Nuestra Señora de Aránzazu del barrio de Tetuán, las parroquias de Santa Inés y San Andrés Apóstol de Villaverde, las de Santo Domingo de Guzmán y Jesús y María en el barrio de Aluche y, además, están ayudando en la parroquia de Santa María de África, también en Carabanchel.

Canillejas, el primero

Así nació “Amar siempre más” en Vallecas y, poco a poco, las diferentes áreas se fueron desarrollando y consolidando.

El propio lema “Amar siempre más” encierra una de las características de esta iniciativa: no conformarse e ir creciendo porque todas las personas aman, siempre tu familia y tu parroquia van a estar ahí y hay mucha gente a la que ayudar.

El salto a Canillejas, si bien era “natural” debido a los buenos resultados del proyecto en el barrio vecino, no fue fácil. Las “formas de hacer” de la parroquia estaban estancadas, pero había cierta desconfianza, por parte de feligreses y voluntarios de Cáritas, por la irrupción de un proyecto como aquel.

Así lo cuenta el párroco, don José, que recuerda las reticencias por “abrir otro recurso como el comedor social, cuando ya había otras cosas parecidas en la zona, pero estaban politizadas y, además, no acercaban a las personas a la parroquia ni a Dios”. Pero se lanzó a la piscina y pidió a “Amar siempre más” la coordinación del proyecto del comedor social. Allí fue la hermana Sara para ponerlo en marcha.

Al párroco de Canillejas lo que más le llamó la atención del proyecto “Amar siempre más” es “el hecho de que es una pastoral completa. En las parroquias se atienden las necesidades de muchas personas, pero, a veces, les damos una cosa y ya está. La gente no tenía sensación de familia. Las personas que vienen de fuera pierden a su familia, se quedan muy solas, les cuesta mantener la fe porque están con otras ‘urgencias’ como la vivienda o la comida, sin sensación de pertenencia… Al final la fe se debilita mucho. Necesitábamos algo que uniese las dos cosas, con la que cuidáramos de la gente en lo material y también sus necesidades espirituales y familiares”.

En el caso de Canillejas, por ejemplo, “nos pasaba como a otras muchas parroquias, que tenemos el local de Cáritas, pero es una cosa apartada. Había personas de Cáritas que no sabían la parroquia a la que pertenecían. Empezamos a integrarlo con el resto de la parroquia y se convirtieron las tres áreas, tres zonas de un mismo local. A lo mejor, las familias entran por Cáritas, se la acoge en un proyecto y los niños van a catequesis o al revés, llega un niño a la catequesis, conocemos a sus familias y se descubre una necesidad que se atiende desde Cáritas. Ahora todo es unitario”.

Aquilina: “Somos una familia”

Aquilina sonríe todo el tiempo. “ ¡Incluso cuando contaba que intentaron robarle, sonreía!”, apunta divertido el párroco, don José. Esta peruana llegó a España, con su hijo, para dejar atrás ciertas dificultades familiares. “Llegué sin nada absolutamente”, recuerda. Recaló en la parroquia de san Ramón Nonato donde “me acogieron como en una familia”.

“Somos una familia” afirma segura, “a mí me faltaba ese amor de familia y cuando vi que estas personas, desconocidas, me acogían así, empecé a participar en los grupos”.

Una de las encargadas, que se estaba ocupando del comedor de Canillejas invitó a Aquilina a ir con ella para que fuera aprendiendo a dirigir los comedores. Aquilina aceptó a acompañarla, pero le aterraba la idea de encargarse de algo así. Era una mujer tímida y callada. “¿Cómo voy a llevar adelante algo así?, ¿cómo voy a hablarles a las personas que lleguen?”, a Aquilina esto se le hacía un mundo, pero fue venciendo esta resistencia con la oración: “Rezaba mucho pidiendo fuerzas a Dios para hacer bien este trabajo y poder comunicarme con las personas. Pedía a Dios que tocara el corazón de cada persona que iba a venir al comedor, que vinieran con el corazón abierto y a apoyar el comedor”.

Poco a poco, empezó a poner en marcha los diferentes proyectos de cada “pata” y a pedir a otras beneficiarias, como Pamela o Yesenia Jasmine que la ayudaran. No fue sólo la ayuda material. Las tres áreas (familiar, espiritual y material) siempre están presentes y, en el caso de Aquilina, Dios se fue metiendo en su corazón a través de los retiros, la oración, las convivencias. Y la cambió: “Antes, por cualquier cosa, explotaba y ahora Dios me ha transformado. Si pasa algo, lo que hago es pedir por esas personas y estoy tranquila y feliz”.

Aquilina coordina el proyecto “Amar siempre más” de Canillejas, que tiene además un piso de acogida. Lo hace feliz. “¡Mira si Dios es grande que, desde tan lejos me ha traído aquí para servirle a Él y a las demás personas! A mí me gusta servir a las personas, que se encuentren contentas. Eso lo aprendí de mi padre. Si alguien venía a casa, los invitaba a algo, aunque fuera un vaso de agua o un poco de comida. Me decía: ‘Si viene una abuelita o mayor de edad, dales algo,porque, en esa persona, puede estar viniendo Dios a tu casa para verte’”.

Miguel: “Dios obra a través nuestra”

“Yo defino ‘Amar siempre más’ con ese pasaje de Mateo ‘Tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme […]. Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis’”, subraya Miguel.

Este pasaje evangélico encierra todas las áreas del proyecto en el que este joven salvadoreño colabora y que conoció gracias a sus vecinas, Yesenia y sus hijas. Aunque en su país había colaborado en el ministerio de alabanza en su parroquia a través del coro, al llegar a España descuidó su vida espiritual.

A través de sus vecinas, Miguel conoció “Amar siempre más” y acudió a un retiro Tabor. Pudo ir a pesar de las dificultades laborales porque trabaja de noche, “pero fíjate que Dios es tan bueno que el mismo día que comenzaba las vacaciones, esa tarde comenzaba un retiro Tabor y pude ir los tres días”.

Dios se metió en su alma de nuevo y su tarea se centra, ahora, en la labor pastoral del proyecto. “Todos tenemos una necesidad espiritual. A veces es tan grande que no somos conscientes”, resalta, “y Dios habla a través de nosotros. Yo lo veo cada día. En una romería, di mi testimonio y, después, una persona se me acercó y me dijo: ‘he sentido que Dios me hablaba a través de ti’. Otra vez, en un retiro Tabor me acerqué un rato a la guardería, allí cuidando a los niños y jugando con ellos, les pedí que escribieran una carta a Dios. Recuerdo que pedían ‘por mi papá’ o ¡por mí mamá’, pero también ‘por ser mejor monaguillo’ o una que me impresionó mucho ‘te pido que no se me meta el diablo’”.

Esa carta le dio que pensar, porque “¡es tan importante no descuidarnos del tema espiritual!” A pesar de los sacrificios que a veces le supone esta labor pastoral, como no dormir en alguna noche, Miguel lo tiene claro: “Si estoy feliz es gracias a Dios, y le respondo como puedo. Porque Dios obra en mí y, a través de mí, en otros.”

Yesenia Jasmine: “Sin Dios, la pobreza material es aún peor”

Yesenia viene con su nieta, de unos tres años, del rastrillo solidario que el proyecto tiene cerca del comedor. Allí se recogen donaciones de ropa, enseres, calzado o complementos y se vende a precios económicos para conseguir dinero para el proyecto.

Salvadoreña de origen, conoció “Amar siempre más” a través de una de sus hijas, Paola. Ella llegó a España dos años después que sus hijas y las vio “muy alejadas de Dios”. Católica practicante, Jasmine resalta que “siempre he defendido que, por mucho trabajo que una persona tenga, ha de dedicarle tiempo a Dios y me preocupaba que mis hijas estaban desubicadas, no encontraban su sitio, sobre todo una de ellas, Pamela”.

Llegó un momento que la situación familiar le era casi insostenible y, al mismo tiempo, el choque cultural en la parroquia, le costaba especialmente. Así las cosas, decidió ir a uno de los retiros Tabor, del proyecto “Amar siempre más”, e invitó a su hija Pamela a acompañarla.

“Fue una conversión, para mi también, pero sobre todo para Pamela. Cambió completamente. Empezamos a hablar las cosas en familia”.

Además de ello comenzó a profundizar en la piedad mariana: “Estoy en el grupo Tierra de María y he empezado a profundizar y conocer a la Virgen. Antes yo era poco devota de la Virgen, y ahora al revés”.

Las dificultades siguen, pero el espíritu es distinto y su trabajo, el cuidado de su nieta, el apoyo en la limpieza de la parroquia, se hacen de modo diferente. “Realmente aquí tengo necesidades materiales”, reconoce, “pero lo que he conseguido es la riqueza espiritual. Si pasas necesidad y, además, no tienes ese espíritu ves peor las cosas. Ahora seguimos teniendo problemas, pero apoyados en Cristo y en la Virgen las vivimos más tranquilas”.

Pamela, la hija de Jasmine, ha escuchado a su madre asintiendo. Esta joven reservada, “siempre he sido seria, pero ahora soy más abierta” como ella dice con cierta risa, colabora en la tarea espiritual del proyecto “Amar siempre más” en Canillejas. Da charlas sobre su proceso en España y ayuda a quienes pasan por situaciones similares. Reconoce, como ha apuntado su madre que, aunque en su país estaba muy metida en la vida parroquial, aquí se alejó de la Iglesia.

Cuando su madre la invitó a ir al retiro Tabor y aceptó, “tampoco sabía muy bien a lo que iba y fue, literalmente, una conversión. Empiezas a ver la vida diferente. Te das cuenta que hay personas que lo están pasando peor que tu porque a veces pensamos que sólo cada uno de nosotros lo pasa tan mal”.

Ese cambio de perspectiva lo logró gracias a “dejar entrar a Dios y a la Virgen en mi corazón. Ahora, estoy en la asamblea espiritual para dar charlas sobre el proceso que yo he pasado y apoyo en los voluntariados en lo que pueda”.

Jasmine, Pamela, Miguel o Aquilina son algunos de los miles de nombres de hombres y mujeres de razas y lenguas diferentes que, cada día, llevan adelante el proyecto “Amar siempre más”.

Les faltan cosas materiales sí, pero no son pobres, al menos, no en su totalidad porque la mayor y peor pobreza es no tener a Dios y ellos lo tienen… y lo dan. Si “de la abundancia del corazón habla la boca”, ellos hablan de Dios porque tienen abundancia de su Espíritu. Son ricos de Dios. Son los santos de hoy.

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Vaticano

Papa Francisco: «Todos necesitamos la Eucaristía»

Asombro y gratitud, estas son las dos actitudes que el Papa ha animado a tener ante la Eucaristía.

Maria José Atienza·18 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

La plaza de San Pedro del Vaticano ha acogido a los fieles que, a pesar del sol y el calor que hoy presentaba la capital italiana, han querido acompañar al Papa Francisco en el rezo del Ángelus en este domingo XX del tiempo ordinario.

En su alocución, el Papa se ha centrado en las dos actitudes que el católico ha de tener ante la Eucaristía: Asombro y gratitud. “Primero: el asombro, porque las palabras de Jesús nos sorprenden. También hoy. Siempre nos sorprende” ha destacado el pontífice, que ha continuado “Quien no capta el estilo de Jesús sigue desconfiando: parece imposible, incluso inhumano, comer la carne de un hombre y beber su sangre. La carne y la sangre, en cambio, son la humanidad del Salvador, su propia vida ofrecida como alimento para la nuestra”.

El Papa ha señalado la segunda actitud “la gratitud, primero el asombro ahora la gratitud porque reconocemos a Jesús allí donde está presente para nosotros y con nosotros. Se hace pan para nosotros”. Este alimento, ha subrayado el pontífice “es más que necesario para nosotros, porque sacia el hambre de esperanza, el hambre de verdad, el hambre de salvación que todos sentimos, no en el estómago, sino en el corazón. Necesitamos la eucaristía todos. Jesús se ocupa de la mayor necesidad: nos salva, alimentando nuestra vida con la suya, para siempre”.

Por ultimo, el Papa se ha preguntado “¿tengo hambre y sed de salvación, no sólo para mí, sino para todos mis hermanos?”

Tras el rezo mariano, Francisco ha vuelto a clamar por la paz en el mundo y ha recordado la beatificación en la república democrática del Congo, de Albert Joubert, de la diócesis de Uvira y tres jóvenes misioneros javerianos italianos: los padres Giovanni Didonè y Luigi Carrara y el hermano Vittorio Faccin, asesinados en Baraka y Fizi el 28 de noviembre de 1964. “Su martirio”, ha apuntado el Papa “fue la coronación de una vida gastada por el Señor y los hermanos” y ha pedido que el ejemplo de estos mártires abra el camino de la paz en aquella tierra asó como e Oriente Medio, Israel, Palestina, la martirizada Ucrania y Myanmar.

Cultura

Inmaculada Alva: «Ciertos feminismos han masculinizado a la mujer»

La historiadora Inmaculada Alva reivindica una historia "en la que hombres y mujeres tengan el papel que les corresponde" frente a ciertas corrientes feministas que, en el fondo, toman como modelo al varón.

Maria José Atienza·18 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

La sede de postgrado de la Universidad de Navarra servía de escenario para el punto final de la primera promoción del Máster en Cristianismo y cultura contemporánea. Un título propio que esta Universidad puso en marcha hace dos años y que resulta un completo e interesante recorrido por la Historia, la filosofía, la teología o el pensamiento. 

La mujer fue el tema central de la última de las sesiones de este curso y corrió a cargo de la Inmaculada Alva, historiadora, que ha conversado con Omnes sobre mujer, feminismo, sociedad y cultura. 

No podemos negar que, en los últimos años, ha habido avance en los derechos de las mujeres, pero también emerge un cierto desencanto por ese “equipararse en lo malo” ¿Qué hemos ganado y qué hemos perdido en este camino del avance de derechos? 

-Estos avances políticos y sociales despegan en la segunda mitad del siglo XX. Pienso que hemos ganado mucho, no con la masculinización, sino con el feminismo. O mejor, con los feminismos. Me gusta hablar en plural porque me parece que hay tal variedad que ninguno de ellos puede arrogarse la hegemonía de decir ‘yo soy el verdadero feminismo’. 

Realmente, cuando hablamos de la “situación de la mujer de antes” nos estamos refiriendo a una situación concreta: la de la mujer burguesa del siglo XIX. Burguesa porque en otros entornos, la mujer ha trabajado desde siempre, fuera de casa o en negocios familiares. La idea burguesa a la que nos referimos era la “madre entregada”, la “hija obediente”, que estaba supeditada al hombre y que no tenía otras aspiraciones que el matrimonio y poco más. En efecto, habría, seguro, muchas mujeres felices con la vida que tenían: cuidando de su casa, de su marido…, pero hay otra realidad de muchas otras mujeres que querían desarrollar sueños propios, vivir su vida de otra manera, incluso casarse con alguien distinto o hacer compatible el trabajo y la familia. Y era algo que no era posible, porque en esta concepción burguesa del siglo XIX, el papel de la mujer se desarrollaba en el hogar, con los hijos. Es real que hay una tendencia en la mujer mayor que en el hombre hacia la creación de hogar. Pero la mujer tiene muchas más capacidades. 

Para muchas mujeres, el matrimonio, el modo de vida burgués que se desarrolla en el siglo XIX y que se vive en el XX, podía convertirse en una trampa, incluso en una sepultura. Eso es lo que denunciaba, por ejemplo, Simone De Beauvoir. Estoy muy en desacuerdo con muchas de las cosas de De Beauvoir, pero cuando se refiere a la trampa del matrimonio, en cierto sentido, creo que tiene cierta razón.

A partir de la segunda mitad del siglo XX, las mujeres empiezan a cambiar esa idea y nacen los feminismos. Igual que me gusta hablar de feminismos en plural, prefiero hablar de mujeres en plural. Las mujeres participan de una manera más activa en la sociedad, también en la política, en la profesión, porque también tienen mucho que decir. Considero que, en este sentido, se ha ganado. 

¿Podríamos concretar, entonces, esos avances? 

-Se ha avanzado en la concepción de la familia como una tarea que no es solo de la mujer. Ahora es común un un modelo de familia corresponsable, en el que tanto la madre como el padre son responsables de la educación, del cuidado y del amor. Hacer familia entre los dos. Y no hay una manera única, cada familia, cada matrimonio tendrá que ver cómo se hace familia, pero es cosa de los dos.

Otra idea nacida con los feminismos que me parece interesante es la de ser conscientes de cosas como quitarle la culpa a la mujer en los casos de acoso, de violencia, etc. O sea, esa frase de la culpabilización, ¿Por qué iría con esa falda? ¿Por qué se metería en ese piso? Y no es así. Es verdad que la mujer tiene que ser consciente de su responsabilidad, tiene que ser responsable de su sexualidad. Pero la culpa es de quien no se domina. 

Como se apuntaba antes, no todo es positivo. ¿Cree que hemo perdido algo en este camino?

Inma Alva
Inmaculada Alva

–La respuesta a esta pregunta  depende del feminismo del que hablemos.Podríamos decir que hay un feminismo hegemónico. Es el que aparece en los medios de comunicación o en determinadas políticas y en el que hemos perdido la armonía. Se ha desvalorizado el papel de la mujer en el hogar. no en el sentido que hablábamos, burgués, sino el hecho de que el hogar es un espacio de realización personal. Con ese tipo de feminismo hegemónico se piensa que la dedicación a la familia degrada a la mujer, o que si no trabaja fuera de casa, es menos. Lo que se nos ha ofrecido es una masculinización de la mujer. En el fondo, ese tipo de feminismo hegemónico, a mi entender, no es un verdadero feminismo puesto que el modelo que toma es el modelo del hombre. Han masculinizado a la mujer.

Pienso que la mujer tiene una manera de trabajar más colaborativa que jerárquica pero, hoy, si quieres avanzar en el mundo de la empresa, o te comportas como un hombre, o no subes.Es tarea de los feminismos tener la ambición de cambiar la sociedad para que también se impongan otros modos de trabajar más colaborativos que hagan que también la mujer esté más equilibrada.

Estamos viendo ciertas “reescrituras” en clave feminista de la historia. ¿Tiene sentido?¿No es injusto con aquellas mujeres que fueron pioneras realmente?

–Mi trabajo consiste, justamente, en hacer historia de las mujeres. Lo que veo es que, en ocasiones, esa reescritura de la historia que se hace con las categorías actuales más que injusta es falsa. Hay que ir a los documentos. 

Cuando el cine, por ejemplo, nos presenta a unas mujeres, por ejemplo, Isabel de Castilla, ejerciendo unos papeles que no son reales, no es tanto que no fueran posibles en esa época, sino que en ellas no se dieron. 

Por eso, es injusto con esas otras mujeres que efectivamente fueron así. Son esas historias reales las que hay que buscar y dar visibilidad. 

Es importante hacer una historia en la que hombres y mujeres ocupen el espacio que les corresponde.

Pienso en una María de Molina, reina de Castilla, tres veces regente teniendo que conservar el reino de Castilla para asegurar los derechos para su hijo y después para su nieto. Y lo consiguió. O pienso en una Margarita de Austria, gobernadora de los Países Bajos, que consiguió que su periodo de gobierno fuera un periodo de paz relativa. De estas mujeres hay que hablar porque sí son reales y ahí están los documentos. 

Cuando bajamos a la realidad histórica nos encontramos miles de mujeres haciendo cosas. Hasta el siglo XIX, por ejemplo, el concepto del trabajo era familiar. El taller, el obrador o lo que fuera lo llevaban el marido y la mujer. Por eso luego había tanta “viuda de” que llevaba el negocio del marido. He tenido la suerte de tener en mis manos unos documentos de venta de una mujer, viuda, con un emporio comercial en Manila, que escribía a sus intermediarios comerciales en Europa, en México. Sin embargo, una vez vi una película en la que ponían en boca de Urraca unas maneras de decir completamente masculinas, hasta soeces. Urraca tendría mucho carácter seguro, pero no hablaría de ese modo y no lo necesitaba para hacerse valer.  

¿Las mujeres han alcanzado todo o queda algún reto pendiente?

–Esas preguntas me resultan siempre muy difíciles de contestar. Es como cuando te preguntan cuál es tu libro favorito. Creo que los retos son varios, también dependiendo de los contextos de las mujeres de hoy, que son muy diferentes. Aunque parezca mentira, creo que, en el fondo, la sociedad sigue siendo una sociedad muy masculinizada, a veces por esos feminismos hegemónicos que no miran a la mujer real. El reto de la mujer hoy es desarrollar en esta sociedad todo lo que ella, por su naturaleza aporta: empatía, colaboración, diálogo y comunicación.

Ecología integral

Pablo Requena: «La Iglesia no ha variado su postura frente a la eutanasia»

El Delegado de la Santa Sede ante la Asociación Médica Mundial y profesor de bioética, Pablo Requena, explica en esta entrevista algunos aspectos del "Pequeño léxico sobre el final de la vida", publicado por la Pontificia Academia de la vida y que han sido erróneamente interpretados.

Maria José Atienza·17 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

La publicación, hace pocas semanas del «Pequeño Léxico del final de la vida» llevó a varios medios a publicar informaciones en las que se afirmaba que la Iglesia católica había comenzado a variar su postira ante la eutanasia, casi permitiéndola en algunos casos. No es así.

Como destaca en esta entrevista el sacerdote Pablo Requena, miembro de la Academia Pontificia para la Vida y profesor de bioética en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma), estas interpretaciones son fruto de la falta de claridad la hora de entender las palabras que se utilizan y a una lectura superficial o inexistente del documento.

Requena destaca que el documento es un «trabajo de síntesis que ofrece una explicación equilibrada sobre varios temas que pueden ser muy complejos».

Hace pocas semanas se publicó una actualización del «Pequeño Léxico del final de la vida» ¿Por qué se realiza esta actualización? 

–Diría que más que una “actualización” se trata de reunir en un pequeño libro algunos términos que son clave para la discusión sobre las cuestiones morales relativas al final de la vida.

Como se explica en la introducción, con frecuencia en muchos debates sobre este tema no hay claridad a la hora de entender las palabras que se utilizan: se confunde la eutanasia con la retirada de tratamientos o con la sedación paliativa, la muerte cerebral con el estado vegetativo, las directivas anticipadas con la petición del suicidio asistido…

En este sentido, pienso que el léxico supone una buena herramienta para poder entender los términos en los que se sitúan los distintos debates, tanto a nivel moral, como en la opinión pública.

Además este “Pequeño léxico” ofrece las indicaciones del Magisterio de la Iglesia Católica sobre muchas de las cuestiones éticas que se plantean al final de la vida. Desde la Declaración sobre la eutanasia (1980) a la Carta Samaritanus bonus (2020),  documentos publicados por la Congregación para la Doctrina de la Fe, han transcurrido 40 años de mucho avance tecnológico en medicina, con no pocas preguntas en el ámbito bioético, algunas nuevas y otras no tanto.

En estos años en los que los teólogos han estudiado y discutido modos de responder a estas cuestiones, el Magisterio de la Iglesia no ha dejado de dar algunas indicaciones de distinto calado según los casos. Podemos pensar en la condena solemne que hace de la eutanasia la encíclica Evangelium vitae (1995), o el Mensaje de Papa Francisco para una reunión que se tuvo en el Vaticano en 2017, coorganizada por la World Medical Association y la Pontificia Academia de la Vida, sobre cuestiones del final de la vida, en el que explicaba que cuando falta la llamada “proporcionalidad terapéutica” es necesario renunciar a un cierto tratamiento.

¿Cómo deben leer los católicos este vademecum? 

–Pienso que el “Pequeño léxico” se debe recibir y leer con agradecimiento, pues supone un atento trabajo de síntesis de sus varios autores, que proceden del ámbito de la medicina y de la teología moral. En menos de cien páginas ofrecen una explicación equilibrada sobre varios temas que pueden ser muy complejos.

Este librito no es un documento del Magisterio de la Iglesia: no pretende solucionar ninguna de las muchas cuestiones abiertas que permanecen en la discusión de la teología moral. Pero supone un resumen de las indicaciones que el Magisterio ha realizado en los últimos años. Además, al inicio, ofrece una lista bastante exhaustiva de los documentos vaticanos publicados en estos últimos cuarenta años, a los que añaden otras fuentes de cierto interés, como son algunos documentos del “Comitato Nazionale per la Bioetica” (italiano), y algunos textos legislativos.

Ciertamente el léxico refleja la interpretación que los autores hacen de algunos de los documentos magisteriales en situaciones donde no todos los moralistas son unánimes a la hora de ofrecer una solución éticamente aceptable para un problema concreto. En este sentido, algunas voces pueden gustar más que otras, o presentar mayor o menor sintonía con el propio modo de valorar ciertas cuestiones.

Algunos medios han entendido, al leer este vademecum, que la Iglesia ha cambiado o relajado su postura ante la eutanasia, concretamente al referirse a la hidratación y alimentación de personas en estado vegetativo ¿Realmente qué dice el vademecum? ¿Ha cambiado la posición de la Iglesia? ¿De dónde viene la confusión?

–No entiendo que se pueda hacer una interpretación del documento en el sentido de relajar la postura de la Iglesia sobre la eutanasia, a no ser que no se haya leído el texto -cosa que desgraciadamente parece bastante probable en algunas notas de prensa-, o que se lea el “Pequeño léxico” con un prejuicio negativo.

En la voz “Eutanasia” se recuerda la definición, citando Evangelium vitae 65, y se explica la ilicitud de la práctica por situarse contra el bien fundamental de la vida y la dignidad propia y única de la persona humana.

Por lo que se refiere a la cuestión de la nutrición e hidratación artificial para personas en estado de inconsciencia crónica, y concretamente, en personas en estado vegetativo, diría lo siguiente. Se trata de una cuestión ética complicada que ha tenido ocupado a los moralistas durante varios decenios.

El léxico explica que en estas situaciones, como ante cualquier intervención médica, es necesario un discernimiento que permita llegar a la conclusión de que esa nutrición e hidratación están dirigidas al bien del paciente.

A continuación recuerda la respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe de 2007 a los obispos norteamericanos que preguntaban sobre esta cuestión. En esa respuesta se puede leer lo siguiente: “Al afirmar que suministrar alimento y agua es, en principio, moralmente obligatoria, la Congregación para la Doctrina de la Fe no excluye que, en alguna región muy aislada o extremamente pobre, la alimentación e hidratación artificiales puede que no sean físicamente posibles, entonces ad impossibilia nemo tenetur, aunque permanece la obligación de ofrecer los cuidados mínimos disponibles y de buscar, si es posible, los medios necesarios para un adecuado mantenimiento vital.

Tampoco se excluye que, debido a complicaciones sobrevenidas, el paciente no pueda asimilar alimentos y líquidos, resultando totalmente inútil suministrárselos. Finalmente, no se descarta la posibilidad de que, en algún caso raro, la alimentación e hidratación artificiales puedan implicar para el paciente una carga excesiva o una notable molestia física vinculada, por ejemplo, a complicaciones en el uso del instrumental empleado”.

Por lo tanto, no cambia nada en la posición de la Iglesia.

El vademecum rechaza, eso sí, la obstinación terapéutica ¿Dónde terminan «todos los medios» y comienza esa obstinación?

–Esta pregunta no es fácil de contestar, pues depende de la patología que se considere, de la situación concreta del paciente y de los medios a disposición en el contexto sanitario en la que se encuentre.

Efectivamente el “Pequeño léxico” dedica una voz a la “obstinación irracional”, que sería un término alternativo al de “encarnizamiento terapéutico”, que como explican con buen criterio, no es un modo adecuado para describir la práctica médica, ni aún en los casos en los que la actuación realizada sea exagerada.

Sobre el tema de la limitación terapéutica escribí hace unos años un texto donde se ofrecen algunas indicaciones sobre este tema. En la medicina moderna hemos dejado de emplear siempre “todos los medios” (para usar la expresión de la pregunta) y hablamos de limitación o adecuación terapéutica que se da en dos situaciones: cuando el tratamiento se considera desproporcionado, exagerado, fútil (y es cuando hablamos de “obstinación”); o cuando, siendo proporcionado y razonable, aparece demasiado oneroso para el paciente y decide no llevarlo a cabo.

Cada vez son más las situaciones en las que la ética médica se enfrenta al estudio de la eticidad de ciertas limitaciones. Y ese estudio requiere tiempo. Fue necesario con la primera de las grandes limitaciones, que dieron lugar a las indicaciones de “no reanimación” (DNR), y ha sido necesario para las que han seguido y siguen: piénsese, por ejemplo, en la limitación de la ventilación asistida, de la diálisis o de nuevos ciclos de quimioterapia.

En estos casos no sirven las respuestas fáciles, las recetas preconfeccionadas: es necesario un adecuado discernimiento, caso por caso, para determinar cuál es el mejor modo de proceder en esta situación con este paciente.

América Latina

CEPROME Latinoamérica, una referencia en la prevención de abusos

Desde 2020, el Consejo Latinoamericano del Centro de Investigación y Formación Interdisciplinar para la Protección del Menor, CEPROME, se ha convertido en una institución de referencia en el trabajo de formación en la prevención de abusos sexuales en entornos eclesiales para América Latina. El pasado marzo, celebraron el tercero de sus congresos centrado, en esta edición, en el concepto de vulnerabilidad.

Maria José Atienza·17 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En febrero de 2020 nacía el Consejo Latinoamericano del Centro de Investigación y Formación Interdisciplinar para la Protección del Menor, CEPROME, una institución que centra sus esfuerzos en la formación para prevenir los abusos sexuales en el seno de la Iglesia católica en el continente latinoamericano.

Laicos, consagrados y sacerdotes de países como Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chile, México, El Salvador y Venezuela, forman parte de este Consejo que ha desarrollado, desde su creación, una amplia tarea de formación en torno a diferentes temas y cuestiones relacionadas con la protección de los más vulnerables y la prevención de todo tipo de abusos en ámbitos eclesiales.

El Papa Francisco, en un encuentro con una delegación de CEPROME reunida en Roma el 25 de septiembre de 2023, les decía: “Ustedes, lo sé bien, tratan de trabajar y aplicar métodos cada vez más adecuados para erradicar la lacra de los abusos, tanto en la Iglesia como en el mundo. Y no debemos olvidar esto: los abusos que han golpeado a la Iglesia no son más que un pálido reflejo de una triste realidad que abarca a toda la humanidad, y sobre la que no se presta la necesaria atención. Alguno puede decir: ‘ah, no son tantos, entonces’. Si fuera uno solo, ya sería escandaloso, uno solo, y son más de uno”.

Como en el resto del mundo, en América Latina, los casos de abuso en entornos eclesiales han supuesto un antes y un después en la vida de la Iglesia. Siguiendo el camino emprendido por toda la Iglesia universal, los episcopados latinoamericanos y las diversas instituciones de la Iglesia han ido trabajando en el desarrollo de protocolos de actuación y reparación ante casos de esta índole, en la formación desde las primeras etapas y, sobre todo, en el desarrollo de mecanismos de prevención para evitar la repetición de estos casos.

Una labor necesaria

La tarea de CEPROME abarca desde la labor de consultoría y asesoramiento a instituciones de la Iglesia para desarrollar ambientes seguros. Esta tarea incluye la tarea de formación y prevención de estos casos, pero también, la realización e implementación de protocolos de actuación frente a abusos, la monitorización de los recursos internos para evitar estas acciones y la gestión de las responsabilidades. 

Además, han desarrollado un servicio de evaluación psicológica y psicodiagnóstico tanto de posibles víctimas como de agresores y un sistema de evaluación psiquiátrico-psicológica que es necesaria en la mayoría de los casos.

La labor de CEPROME es amplia y, sobre todo, continuada. María Inés Franck directora del Consejo Latinoamericano de CEPROME, señalaba para Omnes cómo este organismo se ha convertido en un punto de referencia para la comunidad eclesial de América Latina, especialmente “en el momento de tomar decisiones ante temas concretos relacionados con los abusos y, especialmente con la prevención”.

Las personas que conforman esta comunidad “están en contacto continuo”, lo que ofrece una perspectiva actualizada y diversa del abordaje de las cuestiones relacionadas con la protección de los menores en los diversos países. De entre ellas, varias están vinculadas, además a la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores (Tutela Minorum) y han trabajado con el Centre for Child Protection (CCP) de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma.

Los diplomados o cursos de formación, así como los seminarios que se impulsan desde esta institución han formado ya a cientos de personas que trabajan en distintas organizaciones de la Iglesia: diócesis, colegios, comunidades religiosas, etc.

Estos diplomados abarcan temas como las directrices del derecho canónico y la gestión de los abusos sexuales, el acompañamiento o la manera de abordar una entrevista con una víctima de abuso.

Otro de los ámbitos en los que se centran las actividades de este Consejo Latinoamericano del Centro de Investigación y Formación Interdisciplinar para la Protección del Menor es la elaboración de libros de referencia dedicados a todas las áreas relacionadas con la prevención, reparación y gestión de casos de abuso sexual a menores y personas vulnerables en la Iglesia.  Estos libros, constituyen una bibliografía de formación indispensable para comprender el verdadero alcance de estos delitos y, especialmente, hacer de las comunidades eclesiales verdaderos entornos de libertad y seguridad.

Lecturas del domingo

Partícipes de la vida eterna. Domingo XX del Tiempo Ordinario (B)

Joseph Evans comenta las lecturas del domingo XX del Tiempo Ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·16 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

En la primera lectura de hoy, la sabiduría se describe como alimento. “Venid a comer de mi pan, a beber el vino que he mezclado”, clama la sabiduría, personificada como una mujer. Es una buena metáfora. Ciertamente, no queremos comer el pan de la necedad: “la boca del tonto se apacienta de sandeces”, nos dice más adelante el libro de los Proverbios (Prov 15, 14). Y san Pablo nos advierte en la segunda lectura: “No os emborrachéis con vino, que lleva al libertinaje”.

Pero lo que en el Antiguo Testamento era sólo una metáfora se convierte en la verdad más literal en Cristo. Podemos comer verdaderamente la sabiduría en la persona de Cristo, porque Él es la “sabiduría de Dios” (1 Co 1, 24). Y comer de él no es una metáfora. Es absolutamente real y literal, como insiste Nuestro Señor en el evangelio de hoy.

Hemos llegado ahora al punto del evangelio de Juan en el que Jesús da una revelación completa y explícita de la Eucaristía, el sacramento de su presencia, que explica en este discurso e instituirá en la Última Cena. En todo lo que dice Nuestro Señor no hay lugar para la duda. “Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo”. Esto escandaliza a los judíos: “Disputaban los judíos entre sí: “¿Cómo puede este darnos a comer su carne?”. Pero en vez de echarse atrás o decir que sólo hablaba metafóricamente, insiste aún más: “En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida”.

Al comer la carne de Cristo, él vive en nosotros y nosotros en él, y viviremos para siempre, enseña Jesús. 

La Eucaristía es la máxima comunión en la mesa: no es sólo una comida compartida con un ser querido, es comer al propio ser querido. En los primeros tiempos de la Iglesia, los paganos pensaban que los cristianos realizaban ritos caníbales, pero nada más lejos de la realidad. El mal del canibalismo es la destrucción del comido. En la Eucaristía, Cristo no es destruido: al contrario, nos hace partícipes de su vida eterna.

Y entonces, sí, esta recepción de Cristo, Dios mismo bajo la forma del pan y del vino, nos lleva a vivir en el Espíritu: “Estad llenos del Espíritu”, dice san Pablo. La recepción frecuente y fiel de la Eucaristía nos conduce hacia nuestro estado eterno después de la Resurrección de la carne, la unión perfecta de cuerpo y espíritu, Cristo vivo en nosotros para que vivamos “en abundancia”, en plenitud (Jn 10,10).

La homilía sobre las lecturas del domingo XX del Tiempo Ordinario (B)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Cultura

Mujeres protagonistas de la historia medieval: Teófano, la gran emperatriz

En esta serie de artículos, José García Pelegrín recorre las vidas de cuatro mujeres que protagonizaron la historia medieval en Alemania. En esta segunda entrega habla de Teófano, la gran emperatriz.

José M. García Pelegrín·16 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

A lo largo de la Edad Media, destacaron mujeres que supieron imponerse en un mundo dominado por hombres y ejercieron una influencia duradera en la sociedad y la Iglesia. Resulta significativo que en los albores del (sacro) imperio romano-germánico, durante prácticamente todo el siglo X, surgieron cuatro figuras femeninas que desempeñaron un papel crucial en la consolidación del reino.

Una de ellas fue Teófano, a quien algunos consideran como la “mujer que mayor poder tuvo en Occidente”, fue co-emperatriz del Imperio Romano-Germánico durante once años como esposa del emperador Otón II, sobre quien ejerció una gran influencia, y emperatriz durante siete años después de la muerte de su marido.

La llegada a la corte

Sin embargo, su llegada a tierras germánicas provocó inicialmente un cierto malestar entre la familia del emperador Otón I. Éste buscaba una unión duradera con el Imperio bizantino, lo que elevaría su prestigio como emperador de Occidente, mediante el matrimonio de su hijo Otón (II) con una princesa bizantina “purpúrea”, alusión al nacimiento en el palacio, como hija del Emperador. Otón lo había intentado ya en dos ocasiones, enviando emisarios a Constantinopla; pero sólo cuando se produjo una revuelta palaciega que llevó al trono constantinopolitano a Juan I Tzimiskes, este accedió a dicho matrimonio, también debido a la amenaza común para ambos imperios, los sarracenos.

Otón I partía de la base de que Juan I Tzimiskes enviaría a la princesa Ana, hija del difunto emperador Romanos II; sin embargo, el nuevo emperador bizantino envió a una sobrina-nieta, que no reunía el requisito de la “púrpura”.

Las fuentes suelen señalar que Otón el Grande quedó gratamente sorprendido por la refinada educación y las dotes de esta muchacha de, presumiblemente, 17 años, aunque algunas fuentes sostienen que sólo tenía 12. Ya fuera por esto o por no perjudicar las relaciones con Bizancio, Otón accedió a casar a su hijo con Teófano.

Teófano, emperatriz

Otón (II), que tenía entonces 18 años, y Teófano contrajeron matrimonio ante el Papa Juan XIII en la basílica de San Pedro de Roma el 14 de abril de 972. Ella incluso fue investida como “partícipe en el imperio”. A diferencia de lo que solía ocurrir en matrimonios de conveniencia, las fuentes resaltan la cariñosa relación entre ambos.

A pesar de su juventud, Teófano estuvo a la altura de su elevada posición como emperatriz en Occidente.  Pronto acompañó a su esposo Otón II, quien fue coronado emperador un año después de su matrimonio, en casi todos sus viajes por el imperio. Demostró ser una consejera diplomática y políticamente capaz para él y ejerció una influencia considerable en la política.

Con el emperador viajó a Italia en 980, donde permanecerían tres años. Aquí falleció Otón II en 983, a la edad de 29 años, víctima de la malaria. A su lado estaban también su madre, la emperatriz Adelaida, y su hermana, la abadesa Matilde, además de Teófano.

Otón II fue enterrado en la cripta de San Pedro, algo excepcional considerando que el último emperador allí sepultado fue Honorio, en 423. El sencillo sarcófago de piedra se alza sobre patas de águila y lleva la inscripción “Otto Secundus Imperator Augustus”. Se reforzaba así la idea de la “ translatio” o “renovatio” del Imperio Romano.

Fallecimiento en Roma

La emperatriz Teófano asumió, junto con su suegra Adelaida y la abadesa Matilde, la regencia de su hijo menor Otto durante ocho años. A pesar de que las fuentes son escasas y permiten varias interpretaciones, parece que Teófano consiguió apartar tanto a Adelaida como a Matilde de la regencia, convirtiéndose en la única emperatriz alemana que gobernó temporalmente en solitario durante la minoría de edad de su hijo.

No sólo logró imponerse ante nobles rebeldes y un gran levantamiento eslavo, sino que también allanó el camino para la coronación de su hijo como “Imperator Augustus”. Poco después de regresar de Roma falleció en Nimega en junio de 991, a la edad de aproximadamente 31 años. A su solicitud, fue enterrada en la iglesia abacial de San Pantaleón de Colonia, que ella había dotado generosamente, y donde hoy se encuentra su monumental tumba.

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Recursos

La identificación de María con el Arca de la Alianza

El Arca de la Alianza es una de las figuras que la tradición y los Padres de la Iglesia han identificado con la Virgen María.

Rafael Sanz Carrera·15 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 7 minutos

La interpretación de María en el libro del Apocalipsis de San Juan, específicamente en el capítulo 12, ha sido un tema central para la exégesis católica. Intentaremos explicar la idea de que María es la mujer representada simbólicamente como el Arca de la Alianza, basándonos en algunos análisis bíblicos, patrísticos y teológicos.

1. María como la Mujer del Apocalipsis y el Arca de la Alianza

El capítulo 12 del Apocalipsis describe una visión de «una gran señal en el cielo, una mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza» (Apocalipsis 12, 1). Esta mujer ha sido tradicionalmente interpretada de varias maneras, pero dentro de la exégesis católica, se la ve como una representación de la Virgen María.

Además, en Apocalipsis 11, 19, justo antes de la aparición de esta «mujer», se menciona que «el templo de Dios que está en el cielo fue abierto, y el arca de su pacto se veía en su templo» (Apocalipsis 11, 19). Esta referencia al arca ha sido vista por muchos teólogos como un indicio de la conexión simbólica entre el arca de la alianza del Antiguo Testamento y María, quien es considerada el nuevo arca, ya que llevó en su vientre a Cristo, la presencia misma de Dios entre los hombres.

En efecto, así como el arca del Antiguo Testamento contenía las tablas de la ley, el maná y la vara de Aarón, María contiene la Palabra de Dios encarnada, el pan de vida y el sacerdote eterno, Jesucristo. San Juan, al revelar el arca en el cielo, nos muestra que el arca de la nueva alianza es María, el vaso elegido para traer al mundo la nueva y definitiva alianza de Dios con la humanidad.

2. Fundamentos bíblicos del simbolismo

La comparación de María con el Arca de la Alianza encuentra fundamento en varias citas bíblicas.

En el Antiguo Testamento, el arca era el lugar donde residía la gloria de Dios,

Juan 1, 14Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.» Este versículo habla de la Encarnación, donde el Verbo se hace carne y habita entre nosotros. La palabra griega utilizada para «habitó» es «eskēnōsen«, que literalmente significa «puso su tienda», evocando la presencia de Dios en el tabernáculo (arca) en el desierto. María es vista como la nueva morada de Dios, la nueva «tienda» donde la gloria de Dios se manifiesta.

En 2 Macabeos 2, 4-8, se narra que Jeremías escondió el arca antes del exilio, y que «el lugar permanecerá desconocido hasta que Dios reúna a su pueblo y le sea propicio» (2 Macabeos 2, 7). Este contexto prepara la llegada de María, quien se convierte en el nuevo arca, portadora de la nueva alianza en la figura de Jesús, de quien se dice, “Él es el resplandor de la gloria de Dios” (Hebreos 1, 3)

El Evangelio de Lucas también refuerza esta imagen: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra» (Lucas 1, 35). Este versículo recuerda a la nube que cubría el arca en el Éxodo (Éxodo 40, 34-35), sugiriendo que María, cubierta por la sombra del Espíritu Santo, es una figura que cumple (y trasciende) el rol del arca.

Estas otras citas también refuerzan la identificación de María con el Arca de la Alianza y su papel en la nueva alianza,

Salmo 132, 8: «Levántate, Señor, y ven a tu reposo, tú y el arca de tu poder.» Esta cita conecta el arca con la presencia de Dios, lo que puede aplicarse a María como el nuevo arca que lleva a Dios mismo en su seno. La invitación a Dios, «ven a tu reposo», también puede verse como una prefiguración de la Encarnación.

Jeremías 31, 31-33: «He aquí que vienen días, dice el Señor, en que haré un nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. (…) Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor, Pondré mi ley en su mente y la escribiré en su corazón; y yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.» Este pasaje profético habla de un «nuevo pacto» que se cumplirá en Cristo, quien es llevado en el vientre de María. María, en este contexto, puede ser vista como el arca que lleva no solo la Ley (como el arca del antiguo pacto) sino a la misma Palabra hecha carne.

2 Samuel 6, 9-12: «¿Cómo ha de venir a mí el arca del Señor? […] Y sucedió que, desde el día en que el arca quedó en la casa de Obed-edom hasta el día en que David la llevó a la ciudad de David, el Señor bendijo la casa de Obed-edom.» Este pasaje recuerda la visita del arca a la casa de Obed-edom, que resultó en bendición para él. De manera similar, la visita de María a Isabel en Lucas 1, 39-45 resulta en una bendición para Isabel, lo que subraya la conexión entre el arca y María como portadora de la bendición divina.

2 Samuel 6 y Lucas 1. El paralelismo resulta sorprendente entre el relato del traslado a Jerusalén del Arca por David y el relato de la visita de María a Isabel. La historia comienza con que David «se levantó y fue» (2 Sam 6, 2). El relato de Lucas de la visitación, comienza con las mismas palabras, María «se levantó y fue» (1, 39). En sus respectivos viajes, María y David se dirigieron a la región montañosa de Judá. David reconoce su indignidad con las palabras «¿cómo puede el arca del Señor venir a mí?» (2 Samuel 6, 9)… palabras que encontramos repetidas cuando María se acerca a su pariente Isabel, «¿de dónde a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?» (Lucas 1, 43). Date cuenta de que la frase es casi literal, excepto que «arca» es reemplazada por «madre». Más adelante leemos que David «bailó» de alegría en presencia del arca (2 Samuel 6, 14.16), y encontramos que se usa una expresión similar para describir que el niño saltó en el seno de Isabel cuando se acercó María (Lucas 1, 44). Finalmente, el arca permaneció en las montañas durante tres meses (2 Samuel 6, 11), el mismo tiempo que pasó María con Isabel (Lucas 1, 56).

Apocalipsis 12, 5: «Y ella dio a luz un hijo varón, que ha de regir todas las naciones con vara de hierro; y su hijo fue arrebatado hasta Dios y hasta su trono.» Este versículo del Apocalipsis se refiere al hijo de la mujer (María), identificándolo con Jesús, quien cumple la profecía mesiánica. La conexión entre esta mujer y el arca de la alianza en el versículo anterior refuerza la identificación de María con el arca.

Hebreos 9, 4-5: «En el arca había una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas de la alianza. Y encima del arca, los querubines de la gloria, que cubrían el propiciatorio.» El arca contenía elementos sagrados que prefiguraban a Cristo, el maná (pan de vida), la vara de Aarón (autoridad sacerdotal) y las tablas de la Ley (la palabra de Dios). María, como el nuevo arca, contiene a Cristo, quien es el pan de vida, el sumo sacerdote y la Palabra encarnada.

3. Comentarios patrísticos y de la teología mariana

Los Padres de la Iglesia también interpretaron a María como el Arca de la Alianza. San Ambrosio, por ejemplo, en sus comentarios, habla de María como la portadora de la nueva ley en Cristo, haciendo un paralelo con el arca que contenía las tablas de la ley dadas a Moisés. Este simbolismo se desarrolló más tarde en la teología medieval y moderna.

John Henry Newman, en su obra Mary, The Second Eve, también reflexiona sobre esta identificación, argumentando que así como el arca contenía los objetos sagrados del pacto, María llevó en su seno al Hijo de Dios, el cumplimiento de la alianza. Para Newman, María es, por tanto, el arca viva, la tabernáculo perfecto de la divinidad.

4. Aplicaciones Contemporáneas

En la teología contemporánea, autores como Scott Hahn en Hail, Holy Queen han popularizado esta interpretación, mostrando cómo el Apocalipsis revela la plena glorificación de María en el cielo, reflejando su papel como el arca definitiva de la alianza. Hahn argumenta que la aparición del arca en Apocalipsis 11, 19 seguida inmediatamente por la visión de la mujer en el capítulo 12, no es una coincidencia, sino una revelación de la continuidad y cumplimiento de la historia de la salvación.

5. Conclusión, María y el misterio del Pacto

La identificación de María con el Arca de la Alianza en el Apocalipsis de San Juan es una rica imagen teológica que conecta el Antiguo y el Nuevo Testamento. A través de las citas bíblicas y los comentarios patrísticos, podemos ver cómo esta interpretación ha sido desarrollada a lo largo de los siglos. María, como la nueva arca, no solo lleva a Cristo, sino que también representa el nuevo pacto de Dios con la humanidad, una alianza eterna sellada con el amor y la redención.

Esta visión mariana tiene profundas implicaciones para la espiritualidad cristiana, especialmente en la veneración de María como la Madre de Dios y la primera discípula de Cristo, cuya vida y misión están íntimamente ligadas al misterio de la salvación revelado en las Escrituras.

En la Iglesia católica al celebrar este misterio de María en la liturgia de la Asunción de María se emplean textos que evocan estos misterios,

1ª Lectura, Apocalipsis 11, 19a; 12, 1-6a, 10ab: que ya hemos hablado arriba, es central en la liturgia de la Asunción. La identificación del arca con la mujer «vestida del sol» ha sido tradicionalmente interpretada por la Iglesia como una imagen de María. La referencia al arca conecta directamente con la idea de María como el nuevo arca, portadora de la presencia de Dios en la persona de Jesús.

El Salmo 44 (45), 10-12, 16: quecelebra la entrada de la Reina al palacio del Rey, con gran alegría y honor. Una referencia a la glorificación de María, reconocida como Reina del Cielo (Benedicto XVI, sobre la cabeza de la mujer vestida de sol hay «una corona de doce estrellas«. Este signo simboliza las 12 tribus de Israel y significa que la Virgen María está en el centro del Pueblo de Dios, de toda la comunión de los santos). La figura de la Reina asociada al Arca de la Alianza en el templo refuerza la imagen de María como la morada de Dios y la Madre del Rey de Reyes.

2ª Lectura, 1 Corintios 15, 20-27: en la que San Pablo habla de la resurrección de los muertos y la primacía de Cristo sobre la muerte, «Porque así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su orden, Cristo, las primicias; luego, los que son de Cristo, en su venida» (1 Corintios 15, 22-23). Este pasaje resuena con la doctrina de la Asunción, que sostiene que María (las primicias), como la primera redimida por Cristo, es también la primera en compartir plenamente en su victoria sobre la muerte.

Evangelio, Lucas 1, 39-56 (La Visitación y el Magníficat). En este pasaje, Isabel se llena del Espíritu Santo y reconoce en María a la Madre de Dios, evocando el respeto y la veneración que David mostró hacia el Arca en 2 Samuel 6. El cántico del Magníficat refleja la alegría y la exaltación de la humildad de María, quien lleva en su seno al Salvador del mundo. La «sombra del Altísimo» que cubre a María en la Anunciación (Lucas 1, 35) es similar a la nube que cubría el arca en el Éxodo, subrayando nuevamente su rol como la nueva arca.

El autorRafael Sanz Carrera

Doctor en Derecho Canónico

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Cultura

Ruta Mariana: Cinco paradas para honrar a la Virgen María

El Pilar, Torreciudad, Montserrat, Lourdes y Meritxell: unos 800 kilómetros unen cinco santuarios en los que la presencia mariana constituye el eje principal. La Ruta Mariana bordea los Pirineos y, desde su constitución, se ha convertido en una vía de promoción, no sólo de los santuarios sino de las comarcas y pueblos de alrededor.

Maria José Atienza·15 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

Sólo en España, cerca de 15 millones de personas se desplazan anualmente por motivos religiosos. Entre éstos destaca la Semana Santa, que goza en España de numerosos puntos clave y celebraciones que han sido declaradas de Interés cultural o incluso Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, junto a destinos como Roma o Tierra Santa.

Pero el turismo religioso tiene además uno de sus ejes de desarrollo clave en los santuarios marianos, esparcidos por todo el mundo. Una muestra de esa fuerza y del futuro del turismo religioso lo constituye la Ruta Mariana que une cinco santuarios de tres países: España, Francia y Andorra, en una peregrinación en la que se combinan fe, cultura, devoción e impulso al desarrollo territorial.

Mucho antes de la constitución de la asociación Ruta Mariana ya se denominaba de este modo al antiguo camino mariano que se desplegaba desde la basílica del Pilar hasta el santuario de Lourdes, pasando por Torreciudad.

La Ruta Mariana

La asociación Ruta Mariana nace poco después de la Exposición Universal de Zaragoza, en 2008. El sacerdote Javier Mora–Figueroa, por entonces rector del Santuario de Torreciudad y José Joaquín Sancho Dronda, presidente de la Junta de Gobierno del Patronato de Torreciudad entraron en contacto con Aradex, la empresa encargada de la comunicación de la Expo. Tras asistir con ellos a diversos congresos sobre turismo religioso, impulsaron una asociación de santuarios que da lugar a lo que hoy es la asociación Ruta Mariana que contó con la colaboración y el apoyo del Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza.

En efecto, la asociación la conforman los distintos santuarios marianos, y en cierto sentido son sus rectores los “dueños” de Ruta Mariana, que deciden las líneas de acción o si, por ejemplo, un santuario que se encuentra dentro de este camino, cumple lo requerido para formar parte de la Ruta Mariana.

Desde Ruta Mariana destacan que “es algo diferente. Es verdad que es un camino de espiritualidad. Sin embargo, es también un recorrido que conjuga la devoción y el recogimiento, con la cultura, el arte, y la naturaleza. Los santuarios de El Pilar, Torreciudad, Montserrat, Meritxell y Lourdes ayudan -y mucho, nos lo dice la experiencia de todos estos años- a que este itinerario sea válido para el peregrino que se acerca por motivos religiosos como para los visitantes que se sienten atraídos por la historia o por la belleza artística, arquitectónica y natural de los templos y sus entornos. Por eso, la Ruta Mariana es visitada tanto por creyentes como por amantes del patrimonio”.

Devoción, fe y cultura

Desde sus inicios, la Ruta Mariana se funda en una idea clara: impulsar el conocimiento de los santuarios de la Virgen y la devoción mariana y, al mismo tiempo, ser agentes desarrolladores del entorno. Este es el sello distintivo de Ruta Mariana: una propuesta marcada por el carácter religioso que no olvida la cultura, la gastronomía u otros aspectos reseñables propios de las zonas en las que se enclavan los santuarios marianos.

La combinación que se ofrece desde Ruta Mariana hace posible que el turista tenga diferentes campos en los que disfrutar y que la experiencia sea conjunta. En este sentido, como destacan en Ruta Mariana, “se trata de un itinerario plural y multicultural donde cada santuario posee unas cualidades y características propias y cuyos enclaves ofrecen una importante y variada oferta de atractivos turísticos”.

Por esta razón, Ruta Mariana no debe entenderse como una agencia de viajes, sino que es lo más parecido a las delegaciones de turismo de una comunidad: es decir, una herramienta en la que se apoyan los turoperadores para organizar sus viajes, y los medios de comunicación para dar a conocer los distintos santuarios de la Virgen del trazado.

La basílica sobre el Pilar de la Virgen

En pleno centro de Zaragoza, a orillas del Ebro, se encuentra la basílica de Nuestra Señora del Pilar, fácilmente accesible en tren, bus, coche o avión. El santuario es de entrada libre y está abierto todos los días, de lunes a sábados de 6:45 a 20:30 horas y los domingos de 6:45 a 21:30 horas.

Algunos lugares importantes que visitar en el entorno son el Palacio de la Aljafería, la catedral de la Seo o los vestigios de la Cesaraugusta romana. Pero Zaragoza cuenta además con otros muchos puntos de interés. Otra de las rutas interesantes que se puede recorrer en la ciudad es la que sigue las huellas del pintor Francisco de Goya, que residió en la ciudad durante parte de su infancia y adolescencia y del que se conservan allí diferentes obras.

Torreciudad, santuario de las familias

El santuario de Torreciudad se encuentra en la provincia de Huesca, y es un punto de encuentro para miles de familias y peregrinos. Está bien comunicado tanto con las poblaciones circundantes como con Francia, lo que hace posible llegar desde allí al santuario de Lourdes en tres horas, gracias al túnel de Bielsa, bajo los Pirineos. El santuario es de entrada libre y su horario cambia según los meses del año: julio y agosto de 10 a 20:30; de mayo a octubre de 10 a 19; y de noviembre a abril, los sábados y domingos de 10 a 19 y los lunes a viernes de 10 a 14 y de 16 a 18 horas.

Además del santuario, se puede visitar el Espacio multimedia Vive la experiencia de la fe, que muestra de manera dinámica y actual el mensaje del Evangelio, con tecnología como gafas de realidad virtual.

En las proximidades de Torreciudad hay numerosos lugares de interés turístico: el castillo de Loarre; Barbastro, donde se puede visitar la catedral de Nuestra Señora de la Asunción y el Museo Diocesano Barbastro-Monzón; la villa medieval de Alquézar, donde se puede realizar la ruta de las Pasarelas del Vero, del Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara, y la visita a alguna de las bodegas de la Denominación de Origen Somontano; los pueblos recuperados Ligüerre de Cinca o Morillo de Tou; además de preciosos lugares como Roda de Isábena, con la ex-catedral de San Vicente, considerada la más antigua de Aragón, Aínsa, Boltaña, Fonz, Monzón, Graus, o el Parque Nacional de Ordesa.

Lourdes, el lugar de las apariciones

El santuario de Lourdes se encuentra al sur de Francia, en los Altos Pirineos. Se puede llegar fácilmente en coche y la localidad cuenta con aparcamientos tanto de pago como gratuitos. Otro medio posible es el avión, ya que cerca del santuario hay dos aeropuertos internacionales: Tarbes Lourdes Pirineos y Pau Pirineos, que se encuentran a 10 y 40 kilómetros. También se puede llegar en tren desde distintos puntos de Francia. La estación de tren se encuentra a unos 2 kilómetros del santuario.

La entrada al santuario de Lourdes es libre y está abierto todos los días de 5:30 a 00:00 horas.

Cerca del santuario se puede visitar el castillo de Lourdes, el Pico de Jer, el Parque Nacional Pirineos franceses o las grutas de Bhétarram.

Montserrat, “nuestro Sinaí”

El monasterio de Montserrat se encuentra situado a 60 kilómetros de Barcelona. Se puede acceder en coche, o bien llegar en tren, bus o avión a Barcelona y desde allí coger el teleférico, el tren cremallera o el cercanías FGC (desde la estación Barcelona-Plaça Espanya) hasta el monasterio.

La basílica está abierta todos los días de 7 a 20. El Trono de la Virgen o la Capilla de la Santa Cueva, así como otros servicios, tienen un horario diferente. La entrada es gratuita para residentes en España y los asistentes a actos litúrgicos, pero de pago para turistas, con precios diferentes según lo que se desee incluir en la visita.

Además del santuario, se puede disfrutar del coro de la Escolanía, el Parque Natural de Montserrat o el museo.

Meritxell, patrona de Andorra

El santuario de Meritxell se encuentra ubicado en la parroquia de Canillo, en Andorra, y se puede acceder a él en coche o en autobús. La entrada al santuario es libre y está abierto todos los días excepto el martes. El horario es de 9 a 13 horas y de 15 a 19 horas.

En el entorno de Meritxell podemos encontrar numerosos ejemplos de arte románico, el mapping románico santa Coloma, la Casa de la Vall (construida a finales del siglo XVI) y un entorno natural extraordinario.

Algunas de las rutas para disfrutar de la naturaleza que se pueden realizar en sus alrededores son el Camino del Toll Bullidor, un sendero sencillo que suele comenzar en el puente de Molleres; la Cruz de Mertixell, un antiguo crucero que se encuentra en el antiguo Camino Real que une Canillo con Merixell; la Cruz de los siete brazos; la antigua iglesia románica de Sant Miquel de Prats; el Mirador Roc del Quer; y, para expertos en escalada, la Vía Ferrata Roc de Quer.

María, la primera medallista

Con mil y un nombres diferentes, todos los pueblos del mundo invocan hoy a la Virgen y celebran con ella sus fiestas porque el premio que ha recibido, estando ya en el cielo en cuerpo y alma, es un premio compartido realmente con cada uno de nosotros.

15 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Por muchos rankings que vea por ahí estos días, no hay mujer con más medallas que María. Y a los hechos me remito. El 15 de agosto celebramos su gran victoria en la final y voy a explicar por qué debería alegrarse más que si el oro lo hubiera ganado usted.

En los recientes Juegos Olímpicos, todos hemos disfrutado con las victorias de nuestros atletas (cada uno con los de su país, claro). Con los deportistas más conocidos o en las categorías más populares, tiene su lógica, pero es un poco extraño ver cómo un completo desconocido consigue una victoria en una disciplina deportiva de la que ni conocíamos su existencia y, por el hecho de ser compatriota, la sentimos como nuestra.

¿Cuántas horas, días, meses y años de entrenamiento, con frío, calor, penurias económicas, etc. habrá pasado esa persona sin que nos hayamos interesado por ella y, ahora, nos apropiamos de su victoria?

Las Olimpiadas nos demuestran cada cuatro años que el verdadero deporte nacional es ganar medallas desde el sofá, y no diré que sin mover un solo dedo porque el mando de la tele y del aire acondicionado hay que accionarlo de alguna manera.

Por otra parte, la adhesión patriótica tenía mucho más sentido cuando el mundo era más estanco; pero, en nuestras sociedades multiculturales, marcadas por los grandes movimientos migratorios, las limitaciones geográficas son cada vez más difusas y hay deportistas que uno nunca diría a simple vista que pertenecen al país que representan. Algunos, incluso, tienen que elegir bajo qué bandera competir pues tienen múltiple nacionalidad y hasta hay quienes juegan en representación de una enseña con la que no se sienten identificados. ¿Quiénes son entonces los míos y quiénes los otros? 

Mientras tanto, en la fiesta de la Asunción celebramos, no la subida al Olimpo sino al mismísimo cielo de una que sí que es de los míos, de mi familia: María. ¡Y esa sí que es una victoria de la que participamos todos! Porque, igual que con Eva toda la humanidad cayó en la maldición del pecado y la muerte; gracias a María, nueva Eva, todas las naciones estamos implicadas en la bendición de la gracia y la vida eterna. 

Con mil y un nombres diferentes, todos los pueblos del mundo invocan hoy a la Virgen y celebran con ella sus fiestas porque el premio que ha recibido, estando ya en el cielo en cuerpo y alma, es un premio compartido realmente con cada uno de nosotros.

Como cuando una ciudad recibe a sus campeones y los hace recorrer entre multitudes las calles en un autobús panorámico, en muchas localidades se sacará estos días a la Virgen en procesión, para poder ser aclamada por todos y para que todos puedan sentirla cerca.

Y es que, cuando hablamos de la Asunción de la Virgen estamos hablando de su plena configuración con Cristo resucitado. Es decir: la que ha sido asumida (asunta) por Dios, está ya con Él en todas partes. El tiempo y el espacio no nos separan de ella. María está aquí, presente en cuerpo y alma, aunque no seamos capaces de descubrirla con nuestros sentidos. 

Ella es la primera, la que nos ha abierto las puertas de la gloria y la que, desde allí (aquí mismo), nos acompaña, nos guía y nos consuela en cada sesión de entrenamiento que es cada día de nuestra vida, hacia el encuentro definitivo con el Padre.

Son muchas las caídas que nos quedan por tener, muchas las lesiones, muchos los sinsabores y las soledades del camino hacia la meta, pero en ningún momento ella deja de estar a nuestro lado, como hacen las mejores entrenadoras, como hacen las mejores madres de gimnastas.

Tradicionalmente, millones de creyentes hemos querido recordarnos esta presencia cercana y perpetua materializando su imagen en forma de medalla que colgamos al cuello. Por eso, jugaba al comienzo del artículo con eso de que no hay nadie con más medallas que ella.

Si usted lleva una, aproveche para lucirla hoy con orgullo como si fuera un oro olímpico. Porque hoy estamos de fiesta, porque hoy todos hemos subido al podio con ella. ¡Felicidades!

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

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Vaticano

Escuchar la voz de alguien: el Papa escribe sobre la importancia de la lectura

La lectura “nos abre a nuevos espacios interiores”, dice el Papa Francisco en una Carta publicada el 4 de agosto. El “camino de maduración personal” se ve facilitado por la lectura de novelas y poemas, y por eso Francisco reclama espacio para la literatura en la preparación de los candidatos al sacerdocio y de todos los creyentes.

Fidel Villegas·14 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

La primera intención del Papa Francisco con esta carta había sido, según explica él mismo, “proponer un cambio radical acerca de la atención que debe darse a la literatura en el contexto de la formación de los candidatos al sacerdocio”. Pero al considerar que su mensaje es perfectamente válido para cualquier persona que tenga el deseo de comprender el corazón del hombre, lo hace extensivo a todos los comparten esta inquietud.

“Esta es la cuestión”, afirma el Papa”; la tarea de los creyentes, y en particular de los sacerdotes, es precisamente ‘tocar’ el corazón del ser humano contemporáneo para que se conmueva y se abra ante el anuncio del Señor Jesús y, en este esfuerzo, la contribución que la literatura y la poesía pueden ofrecer es de un valor inigualable”. 

Quien es indiferente al arte, al mundo interior que los artistas expresan, quien no se deja impregnar por la belleza que manifiesta, muy probablemente tenga una experiencia empobrecida de la vida y de la verdad.

Por tanto, un sacerdote, un cristiano cualquiera que desee alimentar esa “pasión por la evangelización” a la que el Papa en numerosas ocasiones se refiere, de ningún modo puede desconocer la absoluta necesidad de vivir en contacto con ese mundo más alto. 

El documento papal debe insertarse en una doble tradición. Por una parte, en el secular y multifacético interés de la Iglesia por el arte, expresado en los últimos decenios en diversos textos magisteriales, algunos de ellos citados expresamente por el pontífice. Por otra, en el movimiento educativo –por definirlo de alguna manera– que, reflexionando sobre la naturaleza de la auténtica cultura, sobre las cualidades que verdaderamente enriquecen a la persona y son imprescindibles para la sociedad justa, ponen el énfasis en el conocimiento de los llamados “grandes libros”.

Precisamente buena parte del documento papal, junto a la ponderación de los beneficios del simple acto de leer para la maduración, está vinculado al tema clásico del “elogio del libro”.

Acceso al corazón del hombre

Lo que le interesa es mostrar que el acercamiento a la literatura es un “acceso privilegiado al corazón de la cultura humana y más concretamente al corazón del ser humano”.

La lectura ayuda a abrir en cada uno nuevos espacios de interiorización en la medida en que pone en contacto con otras experiencias que enriquecen el propio universo.

Leer significa “escuchar la voz de alguien”, tocar el corazón de los demás, liberarse de las propias ideas obsesivas y de la incapacidad de emocionarse. Quien lee puede ver por los ojos de otro, da igual cuándo y dónde haya vivido; puede sentir con el corazón de otras culturas y de otros tiempos. 

Estos beneficios de la lectura a los que, entre otros, el Papa se refiere en su carta, son analizados en particular desde la perspectiva específica del pastor de almas, a quien nada de lo auténticamente humano debe resultar ajeno.

Pensando concretamente en el ministerio sacerdotal, Francisco aborda la cuestión de la naturaleza de la palabra, reflexiona sobre su sentido y valor, sobre lo sagrado que hay en ella. A este respecto aporta una interesantísima idea, en la que valdría la pena profundizar: “Todas las palabras humanas dejan el rastro de una intrínseca nostalgia de Dios”.

El Papa Francisco pide que quienes tienen el deber de hablar, quienes deben dirigirse a otros para anunciar la buena nueva, valoren y respeten la palabra, recuerden siempre su responsabilidad, pues es precisamente hablando como pueden llegar a las fibras del espíritu, ya que “la palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo; penetra hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos; juzga los deseos e intenciones del corazón” (Hb 4,12-13).

La luz del arte

Y para desenvolverse con soltura en este territorio de la transmisión, de la comunicación cordial, donde se conjuga la capacidad de entender la verdad del corazón y la sensibilidad para percibir la belleza y el poder de las formas, es una necesidad de primer orden saber percibir la luz que se desprende de las obras del arte. “En el hombre expresado en el arte están las semillas de lo sobrenatural”, y allí hay que ir a recogerlas para luego, como hizo san Pablo en Atenas, hacerlas fructificar con las enseñanzas evangélicas. 

Hay “una misteriosa e indisoluble unión sacramental entre la Palabra divina y la palabra humana”, insiste el Papa; y es muy sugerente confrontar esta afirmación con el siguiente texto del pensador ruso Pável Florenski (1882-1937): “Al igual que existen personas especialmente inspiradas y llenas de luz interior, a veces las palabras se llenan del Espíritu. Acontece entonces el sacramento de la transubstanciación de la palabra: ‘bajo el aspecto’ de palabras comunes nacen de las entrañas de la persona portadora del espíritu palabras con otra sustancia: palabras sobre las cuales verdaderamente ha descendido la gracia divina. Y de estas palabras sopla constantemente una brisa suave, silencio y tranquilidad para el alma enferma y cansada. Se derraman sobre el alma como un bálsamo, curando las heridas”. Es éste un texto inédito en español, que se encuentra en El llanto de la Madre de Dios. Introducción a la traducción rusa del ‘Canon de la crucifixión del Señor y el llanto de la Madre de Dios’, obra de Simón Metafraste.

La tarea de la evangelización, en conclusión, la han de llevar a cabo esos –en palabras de san Juan Pablo II– “heraldos”, expertos en humanidad, conocedores del corazón del hombre. La certeza del valor de la vía de la belleza, la Via Pulchritudinis, late en el fondo de esta carta del Papa Francisco. Y no solo los pastores de la Iglesia, sino cualquier cristiano, han de estimarla, conocerla y seguirla en lo que es: camino privilegiado para conocer a Dios, para hablar de Dios; para conocer al hombre y para hablar con los hombres.

El memorable discurso sobre la contemplación de la belleza que pronunció el cardenal Ratzinger en agosto de 2002 lo afirma con total claridad: “A menudo he afirmado que estoy convencido de que la verdadera apología de la fe cristiana, la demostración más convincente de su verdad contra cualquier negación, se encuentra, por un lado, en sus santos y, por otro, en la belleza que la fe genera. Para que actualmente la fe pueda crecer, tanto nosotros como los hombres que encontramos, debemos dirigirnos hacia los santos y hacia lo Bello”.

El impulso a los estudios de carácter humanístico (que sustancialmente dependen de la capacidad de leer) es una absoluta prioridad para cualquier entidad educativa inspirada en el evangelio.

El autorFidel Villegas

Profesor de Literatura.

Familia

El matrimonio y el paso del tiempo

De esta unión única, exclusiva, perpetua, que es el matrimonio válido, surge la ayuda mutua que se concreta en el día a día de los cónyuges a través de mil y un detalles de auxilio, cuidado e interés.

Alejandro Vázquez-Dodero·13 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En el punto 339 el Catecismo de la Iglesia Católica, refiriéndose al modo como el pecado amenaza al matrimonio, recuerda que ”la unión matrimonial está muy frecuentemente amenazada por la discordia y la infidelidad. Sin embargo, Dios, en su infinita misericordia, da al hombre y a la mujer su gracia para realizar la unión de sus vidas según el designio divino original”.

Un poco más adelante, en el punto 346, señala que “este sacramento confiere a los esposos la gracia necesaria para alcanzar la santidad en la vida conyugal y acoger y educar responsablemente a los hijos”.

El paso del tiempo, las circunstancias personales de cada cónyuge, las dificultades u otros aspectos ordinarios de la vida, no desfiguran la esencia del vínculo matrimonial que se origina en el mutuo consentimiento de los cónyuges manifestado legítimamente: del matrimonio válido se origina entre los esposos un vínculo perpetuo y exclusivo por su misma naturaleza.

En el matrimonio cristiano los cónyuges son fortalecidos y quedan como consagrados por un sacramento peculiar para los deberes y dignidad de su estado.

Es en ese “sí, quiero” cuando los esposos se “transforman” en una realidad nueva, una unidad en la diferencia personal; su matrimonio será el lugar en que cada uno busque en el bien y la felicidad del otro: su propia plenitud.

De esta unión única, exclusiva, perpetua, surge la ayuda mutua que se concreta en el día a día de los cónyuges a través de mil y un detalles de auxilio, cuidado, interés. Detalles que abarcan desde lo más íntimo y espiritual hasta lo material: un “te quiero”, una sonrisa, un obsequio en ocasiones señaladas, un pasar por alto menudos roces sin importancia, etc.

Por el acto espiritual del amor se es capaz de contemplar los rasgos y trazos esenciales de la persona amada. Mediante el amor, la persona que ama posibilita al amado la actualización de sus potencialidades ocultas. El que ama ve más allá y urge al otro a consumar sus inadvertidas capacidades personales.

El Papa Francisco, en una de sus catequesis sobre el matrimonio y la familia proponía en tres palabras un refugio, no exento de lucha contra el propio egoísmo, un camino para sostener el matrimonio: estas palabras son: permisograciasperdón.

Si no somos capaces de disculparnos, quiere decir que ni siquiera somos capaces de perdonar. En la casa donde no se pide perdón comienza a faltar el aire, “las aguas se estancan”. Tantas heridas de los afectos, tantas laceraciones en las familias comienzan con la pérdida de esta preciosa palabra: discúlpame.

No podemos olvidar que ese otro, esa otra, a quien nos dirigimos, es la persona a la que un día libremente escogimos para recorrer juntos el camino de la vida y a la que nos entregamos por amor.

Conviene ejercitar la memoria afectiva, que actualiza el cariño: porque conviene, porque hace bien al amor entendido como acto de la inteligencia, de la voluntad y del sentimiento; y entonces “re-cordamos” –volvemos a colocar, con sumo cuidado, en el corazón– todos aquellos rasgos distintivos –también los defectos y las limitaciones– que nos llevaron a comprometernos, a querer “para siempre”.

La vida conyugal está llamada a adquirir matices insospechados que llevan a “priorizar” el matrimonio por encima de cualesquiera otras circunstancias o realidades, en tanto que vocación específica –humana y sobrenatural– para cada uno de los llamados a ese estado. 

Para descubrir tales matices es necesario no solo el amor sino el buen humor: ante los errores que nos permiten alejarnos de una pretendida y al mismo tiempo inalcanzable perfección; ante las situaciones adversas o los pequeños -y a veces no tan pequeños- despistes.

Cuando las cosas no salen como las habíamos planeado, saber reírse de uno mismo, aceptar la crítica constructiva con agradecimiento y simpatía, ayudan a no caer en el “orgullo herido”, que tanto mal hace a cualquier relación, sea de amistad, filial o conyugal.

Ahí está la grandeza y la belleza del amor conyugal, que redunda directamente en el bien de los hijos.

Muchas veces se ha dicho: “si el matrimonio está bien, los hijos están bien”. Una educación sin amor “despersonaliza” pues no alcanza el núcleo central, constitutivo de la persona. 

Si falla el amor entre los esposos se quiebra el orden natural de la entrega recíproca, que tiene como beneficiarios no solo a los propios cónyuges sino a los hijos. 

Hoy educamos a los hombres y mujeres que algún día acogerán lo que Dios quiera de ellos: y serán capaces de respeto, de amor, de generosidad y de entrega en la medida en que lo hayan visto en sus padres y compartido en sus familias.

Por último, y a modo de colofón, podríamos afirmar que mirar el pasado con agradecimiento, el presente con determinación y el futuro con esperanza, ayuda a vivir la entrega con plenitud, aceptar el paso del tiempo en el matrimonio con alegría.

Vaticano

La lluvia de estrellas con nombre de santo

Rome Reports·12 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

Las «Lágrimas de San Lorenzo». Así se conoce la tradicional lluvia de estrellas propia del hemisferio norte en el mes de agosto.  

Su «santo nombre» deviene del llanto del que fuera uno de los primeros mártires de la Iglesia, martirizado en una parrilla en el mes de agosto.


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La fe «olímpica» de Sydney McLaughlin-Levrone

La atleta norteamericana Sydney McLaughlin-Levrone celebra su oro en los 400 metros vallas femeninos durante los Juegos Olímpicos de París el 8 de agosto de 2024. La atleta es autora de "Far Beyond Gold: Correr del miedo a la fe", sobre cómo apoyarse en su fe.

Maria José Atienza·12 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Lecturas del domingo

María, vestida de gloria. Solemnidad de la Asunción de la Virgen

Joseph Evans comenta las lecturas de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María.

Joseph Evans·12 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

“Proclama mi alma la grandeza del Señor […] porque ha mirado la humildad de su esclava”. María proclama la grandeza de Dios y a sí misma como su esclava. En su humildad se abre a la acción y al poder de Dios. Esto es la humildad: vaciarnos de nosotros mismos para dejar que el poder de Dios actúe plenamente en nosotros y nos eleve.

María es la que mejor vive las palabras de Cristo: “El que se humilla será enaltecido” (Mt 23,12). Esto explica la solemnidad de hoy de la Asunción. Si la soberbia es una muerte en vida, la humildad es una resurrección y una exaltación vivas y continuas por parte de Dios.

Y así vemos a María en la primera lectura como la “gran señal… en el cielo”. Antes, al comienzo de la vida de Cristo en la tierra, la “señal” había sido su pequeñez en el pesebre: “Aquí tenéis la señal: encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre” (Lc 2,12). Ahora está, en su humanidad, a la derecha del Padre (Hch 2, 33). 

La humilde sierva es ahora la Reina radiante, revestida del esplendor mismo de la creación transformada y gloriosa: María es la “mujer vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza”. No intentemos revestirnos de una falsa gloria, la pálida gloria de los tejidos que se marchitan y se desgastan. 

Una preocupación excesiva por la vestimenta externa, por vanidad orgullosa, es como una “antiasunción”. Aunque es bueno vestirse con elegancia por sentido de la propia dignidad de hijos de Dios y por caridad hacia los demás, sólo dejando que Dios nos vista de su gracia podemos esperar participar, al menos en cierta medida, de la gloria celestial de María: “Cuantos habéis sido bautizados en Cristo, os habéis revestido de Cristo.” (Ga 3, 27). “Y, de hecho, en esta situación suspiramos anhelando ser revestidos de la morada que viene del cielo” (2 Co 5, 2).

María aceptó la Palabra de Dios diciendo sí a la palabra del ángel: “María contestó: ‘He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra’” (Lc 1, 38). La primera lectura de hoy muestra a María dando a luz al niño, el Verbo, Jesucristo, como un parto continuo a lo largo de la historia, ya que lo da a luz en nosotros, “el resto de su descendencia” (Ap 12,17). 

La Reina gloriosa sigue siendo la madre amorosa en los dolores de parto junto con la creación y a través de la Iglesia (véase también Rm 8, 22). Cuanto más le permitamos que nos levante en sus brazos, para compartir su Asunción, más aliviaremos sus dolores.

Cultura

Científicos católicos: Miguel Asín, arabista e islamólogo español

Miguel Asín compaginó su actividad científica con sus creencias católicas y su ministerio sacerdotal. Omnes ofrece esta serie de biografías breves de científicos católicos gracias a la colaboración de la Sociedad de Científicos Católicos de España.

Alfonso Carrascosa·12 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Miguel Asín Palacios (1871-1944) vicepresidente fundacional del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y famoso arabista español además de islamólogo.

Compaginó perfectamente su actividad científica, docente y de gestión con sus creencias católicas y su ministerio sacerdotal, llegando a formar parte del equipo directivo fundador del CSIC como Vicepresidente 2º.

Nacido en Zaragoza el 5 de julio de 1871, estudió en el Colegio del Salvador, de la Compañía de Jesús, el bachillerato. Discípulo del prestigioso arabista Julián Ribera, vocal fundador de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas, se trasladó a Madrid para doctorarse en 1896.

Su tesis doctoral, que marcó la dirección posterior de sus estudios, se publicó con prólogo de Menéndez y Pelayo, otro vocal fundador de la JAE a quién conoció por esas fechas.

Profesor del Seminario, obtuvo por oposición la cátedra de Árabe en la Universidad Central el 24 de abril de 1903, donde sucedió al también famoso arabista católico Francisco Codera Zaidín.

Fue pensionado por la JAE para estudiar en el extranjero y llegó a ser vocal de la misma.

Su actividad científica incluyó su faceta de filólogo, lingüista y lexicógrafo. Su obra escrita abarca alrededor de 250 títulos entre libros, traducciones, ediciones y artículos, así como las numerosas reseñas que publicó para las revistas más serias y académicas y su actividad como arabista e islamólogo no estuvo reñida con una objetividad con una objetividad que no es fácil encontrar hoy en día.

El 29 de marzo de 1914 ingresaba en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Como promotor de instituciones científicas, participó en la fundación del Centro de Estudios Históricos de la JAE (1910), fue miembro de la Junta Constructora de la Ciudad Universitaria de Madrid y vicepresidente fundador del CSIC.

Fue también Miembro de numerosas sociedades científicas extranjeras como la Hispanic Society.

El autorAlfonso Carrascosa

Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Vaticano

El Papa advierte del peligro de no escuchar la voz de Dios

El Papa Francisco ha advertido en su meditación previa al Ángelus del peligro de encerrarse en ideas preconcebidas, eliminando la posibilidad de escuchar realmente la voz de Dios en la oración.

Paloma López Campos·11 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

En su meditación del Evangelio pronunciada antes del rezo del Ángelus, el Papa Francisco ha destacado la reacción de los judíos ante la afirmación de Cristo: “He bajado del Cielo”. Sus contemporáneos, ha dicho el Santo Padre, “están convencidos de que Jesús no puede venir del Cielo, porque es hijo de un carpintero y porque su madre y sus hermanos son gente común”.

Esta reacción, ha continuado Francisco, muestra que “están bloqueados en su fe por su idea preconcebida sobre sus orígenes humildes y por la presunción, por tanto, de que no tienen nada que aprender de Él”. Sus prejuicios, ha señalado el Pontífice, muestran una cerrazón de corazón y de mente.

Sin embargo, “son personas que cumplen la ley, dan limosna, respetan los ayunos y los tiempos de la oración”. Además, para el momento del Evangelio en el que se coloca este pasaje, “Cristo ya ha realizado varios milagros”. Por tanto, “¿cómo es que esto no les ayuda a reconocer en Él al Mesías?”, se ha preguntado el Papa.

El Papa advierte de los prejuicios

“Porque realizan sus prácticas religiosas no tanto para escuchar al Señor, sino más bien para encontrar en estas una confirmación a lo que ellos ya piensan”, ha sido la contundente respuesta de Francisco. Y ha señalado que los judíos “no se preocupan siquiera de pedir a Jesús una explicación: se limitan a murmurar entre ellos contra Él”.

El Papa ha pedido por ello que “prestemos atención a todo esto, porque a veces nos puede suceder lo mismo también a nosotros”. Ha subrayado que “la fe y la oración verdaderas abren la mente y el corazón, no los cierran”.

El Santo Padre ha planteado unas preguntas finales para la reflexión personal: “¿En mi vida de fe soy capaz de callar realmente en mi interior y de escuchar a Dios? ¿Estoy dispuesto a acoger su voz más allá de mis esquemas y venciendo también, con su ayuda, mis miedos?”.

Para concluir, el Papa Francisco ha acudido a la intercesión de la Virgen María, para que “nos ayude a escuchar con fe la voz del Señor y a cumplir con valentía su voluntad”.

Hacer a Dios presente en nuestro entorno

Si Dios desaparece, desaparece también toda posibilidad de fundamentar una ética sólida y definitiva. Si Dios no existe, todo está permitido y sólo cabe una postura: la del consenso arbitrario.

11 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Es necesario proveer de entornos adecuados para educar a nuestros hijos. Sus necesidades básicas son: refugio, alimentación, descanso, juego, sentirse aceptados, respetados y protegidos. No recibir maltratos. Amor y límites. Así crecerán sanos y seguros.

Es deber y derecho de los padres proveer de todo esto a los hijos. Y en la sociedad actual, se hace básico además educarlos para un sano discernimiento de la información que reciben. Hay cosas que les destruyen y otras que les edifican. Se trata de platicar mucho con ellos y darles educación moral.

Que en nuestro entorno, Dios esté presente

“Es pérdida total”, dijo el ajustador del seguro de mi auto después de la evaluación de daños por inundación. “El auto estuvo demasiado tiempo en el agua y no está hecho para eso”.

Reflexioné sobre ello y me pareció un paralelismo significativo para la vida del ser humano. Recordé una luminosa frase de san Agustín: “Nos hiciste Señor para Ti, y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en Ti”.

Cuando por cualquier motivo nos alejamos de Dios, podemos experimentar una especie de pérdida total de nosotros mismos.

Todos quisiéramos un mundo de paz y vivimos en guerra. Quisiéramos solidaridad y actuamos egoístamente. Deseamos ser valorados y acogidos, pero nos comportamos con desprecio hacia algunos de nuestros hermanos.

Necesitamos volver al ambiente que nos es propio, natural, uno impregnado de fe, esperanza y caridad. Cultivemos estas tres virtudes en nuestros hogares.

El escritor y filósofo ruso Nikolai Berdiáyev, señala tres momentos clave en la evolución del pensamiento humano.

Había una teonomía hasta el s. XVI. Por sus raíces griegas, Teonomía significa “Ley de Dios”, “theos” (Dios) y “nomos” (ley, regla). Dios importaba. Dios nos marcaba con claridad la diferencia entre el bien y el mal y nos pedía optar por el bien.

Vino entonces la antroponimia, las leyes las fundamos nosotros sobre nuestros propios criterios. Dios no existe y nuestra razón nos puede dar todas las respuestas. Pero al no obtener esas respuestas con la sola razón, crece la ansiedad humana, entran la confusión y el miedo. Dando paso así a  lo que hoy vivimos y que podríamos llamar entroponomía. De “entropía”, desorden, caos, no existen leyes. Cada uno que haga lo que quiera, relativismo puro.

¿Podemos vivir así? ¿Sin un faro, sin un norte, sin luz?

Relativismo

Si Dios desaparece, desaparece también toda posibilidad de fundamentar una ética sólida y definitiva. Si Dios no existe, todo está permitido y sólo cabe una postura: la del consenso arbitrario. En los recientes juegos olímpicos pudimos observar manifestaciones claras de sus efectos. Desde la inauguración presenciamos cómo se pretende normalizar la ideología de género. Nos dicen que cada uno es lo que siente ser, que es posible cambiar de sexo sin tener consecuencias dolorosas; es como afirmar que un auto puede permanecer en el agua sin dañarse, o que puedes llamar freno al acelerador y usarlo como tal si así lo “sientes”.

Sin Dios como referente, perdemos la verdad objetiva, el sentido común, la brújula. Este relativismo en el que estamos sumergidos, nos esclaviza a todos. Sólo la Verdad nos libera.

Generar entornos cristianos

Generemos entornos cristianos para nuestros hijos. Ahí donde está Cristo, hay Luz, hay Verdad. Que ellos nos vean orar juntos, que en la conversación cotidiana se agradezca a Dios, que platiquemos en la mesa sobre nuestra fe, sobre las personas que la viven coherentemente y nos inspiran. Que conozcamos las bienaventuranzas, que practiquemos las obras de misericordia en familia. Que ante la duda sobre cómo debemos actuar, acudamos a las enseñanzas de la Iglesia en materia moral.

Asistamos a Misa con ilusión, no para cumplir con un precepto sino para amar y agradecer  a quien dio su vida por nosotros.

Desarrollemos ambientes en los que caminen juntos fe y razón. San Juan Pablo II decía que son dos alas necesarias para ser libres, sin ambas, vamos a pique. Ni racionalismo (razón sin fe), ni fideísmo (fe sin razón). Preparémonos para dar razón de nuestra fe.

Es importante que en los eventos mundiales, generemos un ambiente de valores universales, aquellos que contribuyen a dignificar nuestras relaciones y nuestra esencia: responsabilidad, esfuerzo, generosidad, solidaridad, orden, alegría, unidad, respeto, honestidad, tenacidad, perseverancia. Que estos eventos no se conviertan en trincheras para hacer proselitismo de ningún tipo. Y cuando esto suceda, hablemos con nuestros hijos para ese sano discernimiento que deben desarrollar.

Volverá Dios al mundo cuando nos decidamos a practicar las virtudes teologales, cuando cada uno de nosotros viva en primera persona los principios cristianos. La transmisión de la fe se da con el testimonio de una vida que practica la caridad y que siembra la esperanza.

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Reverendo SOS

Yo hice sonreír a un santo

San Juan Pablo II era muy consciente de la importancia del ocio, que puede fomentar un sano sentido de la deportividad, integrando así la psicología y la salud mental.

Carlos Chiclana·11 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Un frío día de diciembre de 1983 mis padres, los hermanos mayores y yo llegamos nerviosos de madrugada al Portone di bronzo en el Vaticano. Nos recibió un serio y elegante guardia suizo, quien nos acompañó por enormes pasillos hasta una sala donde dejar los abrigos.

Llegó también un grupo de circunspectos cardenales quienes colgaron también los suyos en un perchero, sin ver que un niño pequeño andaba por allí. Me sepultaron en telas, pero conseguí salir y reunirme con mi familia. Íbamos a Misa con el Papa, a su Misa personal, junto con unos poquitos más.

De nuevo el soldado de la guardia del Romano Pontífice nos animó a seguirle. Avanzamos en silencio por nuevos pasillos hasta que se detuvo para hacer una reverencia. Nos indicó con gestos que allí era. Nos asomamos y vimos a san Juan Pablo II sentado frente al sagrario, rezando.

Nos situamos delante a la derecha, y a mí me tocó sentarme a la izquierda en ese primer banco, el más cercano a un hombre que llevaba todo el peso de la Iglesia. El vicario de Cristo en la tierra rezaba concentrado, ajeno al movimiento y sonidos que hacíamos al entrar el reducido número de asistentes a la Misa. 

Pero la vida trae sorpresas y ni san Juan Pablo II ni nadie esperaba lo que iba a ocurrir. Aquel niño de ocho años hacía lo que tenía que hacer, ser un niño, y llevaba unas canicas en el bolsillo. Superado el frío húmedo romano para llegar hasta Ciudad del Vaticano, el susto con los abrigos y los cardenales, el sobrecogimiento del paseo por amenazantes pasillos siguiendo a un formal soldado, la novedad de todo lo que estaba viviendo y con la ilusión de estar allí con el Papa, ¿qué mejor que serenarse y ganar seguridad gracias al conocido tacto de mis canicas en el bolsillo?

Sin embargo, las canicas no se habían tranquilizado todavía y, con esa manía suya de moverse alocadamente, salieron de mi bolsillo y ¡a botar y a rodar! Su alegre y cantarín repicar en el suelo de mármol de la capilla personal del Papa rompió el silencio e interrumpió la conversación entre Dios y Karol Wojtyla, o quizá no les molestó, sino que la alimentó.

En mi cabeza las canicas rebotaban a cámara lenta y era el único sonido que escuchábamos todos los que estábamos ahí y retumbaba en el techo. ¿Qué iba a pasar? San Juan Pablo II levantó la cabeza, se giró y sonrió. Podría haber enviado a la guardia suiza que expulsaran a ese niño de su palacio, pero sonrió. Podría haber aparentado que aquel alboroto durante su oración matutina no le llamaba la atención, pero sonrió.

Podría haberme mirado con gesto adusto y severo y haberme dicho “¿no ves que estoy hablando con Dios de todo lo que tenemos que poner en orden en la iglesia y en mundo?”, pero sonrió. Podría haber regañado a mis padres, pero sonrió.

Karol Wojtyla atendía a la realidad y se dejaba sorprender y afectar por ella; tenía los pies en el suelo y la cabeza en el cielo; no se daba importancia; permitía que cada uno fuera él mismo y contaba contigo para los planes de Dios; sabía que jugar es necesario todos los días de la vida para afrontar con sentido deportivo y lúdico cada instante; tenía sentido del humor; andaba con Dios y convertía lo ordinario en oración; no perdía el tiempo con enfados sin sentido; de lo inoportuno sacaba una oportunidad; hacía familia y hogar allí donde estaba… y sonreía, sonreía mucho. Todo un tratado de sana psicología y de integración de psicología y salud mental.

Gracias a su intervención, y esa honda espontaneidad que él mismo vivía y que propone en Amor y responsabilidad, yo puedo decir que soy un niño que hizo sonreír a un santo, en vez de ser un niño que distrajo o que enfadó al jefe de Estado del Vaticano.

Después de Misa nos saludó uno a uno y nos regaló un rosario. Cuando llegó mi turno, mi madre le dijo: “Se llama como usted”. Él me dio un beso y dijo: “¡Carolo, Carolo!”. No lo expresó en voz alta, pero de niño a niño yo comprendí lo que ocurría: lo que le apetecía era jugar conmigo un rato a las canicas, pero no podía quedarse. Había quedado para jugar con otros mayores, y me pedía que jugara yo por él. Así, hasta hoy, ¡venga a jugar!

Mundo

La Fundación CARF ayudó a 2.171 estudiantes en 2023

Como muestra la memoria publicada referente al ejercicio 2023, la Fundación CARF prestó su ayuda a 2.171 estudiantes de todo el mundo.

Paloma López Campos·10 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En 2023, la Fundación CARF ha prestado su ayuda a 2.171 estudiantes. 427 de ellos son europeos, 415 nacieron en América, 214 en África, 169 son de Asia y 11 de Oceanía. Para ayudar a todos estos alumnos, la Fundación contó con 8.972.838 euros, procedentes de testamentos y legados, donaciones periódicas y puntuales, y rentas e ingresos derivados del patrimonio que pertenece a la organización.

Como señala el documento que detalla el ejercicio 2023, CARF destinó más de cinco millones de euros a ayudas. De todos los recursos disponibles, más del 76 % se destinó a la formación de seminaristas y sacerdotes; casi un 8 % a los gastos de administración; el 6,85 % al coste laboral; un 4,45 % a la publicidad y al marketing; casi un 4 % a amortizaciones y depreciaciones; y, por último, un 0,77 % al Patronato de Acción Social.

Las instituciones

La Fundación CARF aportó 3 millones de euros para ayudar al mantenimiento de las instituciones académicas y las residencias de Roma, y otros dos millones para el mismo fin en Pamplona.

Las instituciones que la Fundación mantiene son:

– la Universidad Pontificia de la Santa Cruz (Roma),

– las facultades de estudios eclesiásticos de la Universidad de Navarra (España),

– el colegio eclesiástico internacional Sedes Sapientiae (Roma),

– los colegios sacerdotales Altomonte y Tiberino (Roma),

– el seminario internacional Bidasoa (Pamplona)

– los colegios mayores Echalar, Aralar y Albaizar (Pamplona)

– la residencia Los Tilos (Pamplona)

Además, a lo largo de 2023 la Fundación aportó 55.440 euros para atender diversas necesidades materiales de sacerdotes y seminaristas. Entre los proyectos a los que se entregó este dinero están la ayuda médica para seminaristas y sacerdotes, la aportación de objetos litúrgicos y la ayuda al sostenimiento de parroquias con pocos recursos.

Los alumnos de la Fundación CARF

La memoria publicada por la Fundación señala que el coste medio anual por alumno es de 18000 euros, los cuales se desglosan de la siguiente forma:

-11 000 euros en alojamiento y manutención

– 2700 euros por matrícula universitaria

– 800 euros para la formación humana y espiritual

– 3500 euros de complemento por la formación académica

Por otro lado, los costes personales los asumen los propios alumnos, su diócesis o la congregación religiosa de la que forman parte.

De los 2171 alumnos ayudados por la Fundación CARF en 2023:

– 925 son estudiantes de Teología,

– 193 estudian Filosofía,

– 251 están realizando estudios en Derecho Canónico,

– 120 reciben formación en Comunicación Social e Institucional,

– 647 son miembros del Instituto Superior de Ciencias Religiosas,

– 35 acuden como oyentes.

Además, la Fundación puede decir con orgullo que cuatro ex alumnos que obtuvieron sus ayudas en algún momento recibieron un nombramiento episcopal en 2023. Estos antiguos alumnos son:

– Juan Manuel Cuá Ajucum, obispo de Quiché (Guatemala)

– Teodoro León Muñoz, obispo auxiliar de Sevilla (España)

– Francisco José Prieto, arzobispo metropolitano de Santiago de Compostela (España)

Raimo Goyarrola, obispo de Helsinki (Finlandia)

Campañas

A lo largo de 2023 la institución lanzó cuatro campañas que obtuvieron una gran respuesta por parte de los donantes y benefactores:

– ”Comparte la sonrisa de Dios en la tierra: pon cara a tu donativo”. A través de esta campaña aquellos que ayudan a los alumnos conocen la biografía del beneficiado.

– ”Ayuda a sembrar el mundo de sacerdotes: que ninguna vocación se pierda”. Con esta iniciativa se busca promover las vocaciones al sacerdocio en internet y en las redes sociales.

– ”Tú das vida a la Iglesia: dona legados y testamentos solidarios”. Con esta campaña la Fundación CARF obtiene gran parte de sus recursos económicos.

– ”Dona una mochila de vasos sagrados”. Con esta iniciativa, todos los seminaristas que se gradúan en el seminario “Sedes Sapientiae” y en Bidasoa, reciben una mochila con vasos sagrados y un alba.

¿Qué es el CARF?

La Fundación CARF nació en 1989 con la misión de promover las vocaciones al sacerdocio y ayudar a los seminaristas en sus estudios. Está comprometida con la formación humana, académica y espiritual de quienes se benefician con sus becas, y sostiene los valores de responsabilidad, innovación, transparencia y cercanía entre los benefactores y los alumnos.

En el ejercicio 2023 la organización realizó un cambio de imagen, actualizando su identidad de marca, y ha aumentado su presencia en redes sociales para alcanzar a más personas.

Recursos

De la mesa a la Misa, de Emaús a la celebración

Una explicación catequética, de la mano de los discípulos de Emaús, de los principales momentos y actitudes que podemos vivir en la celebración de la Santa Misa. 

Javier Sánchez Cervera·10 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

Las cosas importantes se explican muchas veces y de muchas maneras. Lo que más ayuda siempre es el ejemplo, las propias acciones, pero hay que reconocer que una buena historia puede hacer inolvidable una enseñanza. 

Empecemos con la historia. Sucedió el mismo día de la resurrección de Jesús con dos de los seguidores del Maestro que, desilusionados, regresaban a su casa maldiciendo el día en el que pusieron su corazón en Jesús. Lo cuenta san Lucas en el capítulo 24 de su Evangelio.

Comencemos. 

Reconozcamos nuestros pecados

En Misa, como en la vida, Jesús siempre camina con nosotros, otra cosa es que seamos capaces de reconocerlo. Los desilusionados discípulos de Emaús no veían nada, ni siquiera fueron capaces de distinguir a Jesús cuando se puso a su lado. 

En nuestro caso son tantas las cosas que tenemos entre manos que, al comenzar la Eucaristía, el sacerdote nos desea que “el Señor esté con vosotros” y, ciertamente, lo está. Otra cosa es que, como Cleofás y su amigo, nos demos cuenta. Jesús, que ya camina a su lado, les pregunta: “¿Qué conversación es esa que lleváis por el camino?”. “De lo que está lleno el corazón habla la boca”, había dicho Jesús al comenzar su ministerio. Así que la pregunta no era una simple curiosidad. El Maestro que ha venido a “sanar los corazones desgarrados” (Is 61, 1) necesita que le abramos el corazón para ponerse manos a la obra. En la Misa el momento paralelo a este es en el que se nos anima a que “reconozcamos nuestros pecados” con el silencio posterior. Ahí le abrimos el corazón a Cristo, que va a venir después a remendar las heridas. 

Escuchar la Palabra de Dios

Los dos alicaídos caminantes volcaron toda su frustración con el Acompañante misterioso que se interesaba por ellos: todo lo que ha salido mal, las oraciones sin respuesta, las esperanzas frustradas, el trabajo inútil…. Junto a esto, su propia cobardía al huir y dejar solo al Maestro frente a sus enemigos y la forma en la que le mataron, en parte, por su culpa. A sus palabras nosotros, en la Eucaristía, añadimos: “Señor, ten piedad, Cristo, ten piedad.”

Abierto el corazón, podemos empezar a cambiarlo a través del oído. La fe comienza por el oído – “fides ex auditu” (Rm 10, 17)-, y ellos van a escuchar, ahora, la mejor lección de Sagrada Escritura que se ha pronunciado en la historia de la humanidad: “Y, comenzando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras”. (Lc 24) En la Misa dominical lo hacemos leyendo dos lecturas, el salmo, el Evangelio y, finalmente, con la predicación de la homilía. Es un bloque intenso pero muy necesario, porque ahí, como aquel día, nos habla realmente Jesús. 

¡Y vaya que si habló! Empezó llamándoles “duros de entendimiento”. Aquel recorrido les abrió los oídos, los ojos, el corazón y lo llenó de fuego, y ellos, mientras seguían caminando, ni se daban cuenta. Así es la oración, así es la lectura de la Palabra de Dios. 

Peticiones

Cuando llegaron cerca del pueblo adonde iban, Jesús hizo ademán de seguir adelante. Pero ellos le insistieron: ‘Quédate con nosotros’”. 

Aunque no te lo creas, a estas alturas todavía no sabían quién era el que estaba con ellos, aunque era tan grande la fuerza de sus palabras y les había cautivado el corazón de tal forma que tuvieron miedo de volver a estar solos, de volver “a las andadas” y buscaron esa excusa para suplicarle que se quedara. Y lo hizo. 

También nosotros, después de escuchar su Palabra, formulamos nuestras súplicas, “rogamos al Señor” que se quede y que ilumine con su presencia tantos lugares que, de no estar él, nos darían miedo: La enfermedad, las guerras, el hambre, las injusticias, la muerte… 

Ofertorio

Por fin, ya más tranquilos, sentados a la mesa pasarán de las palabras a las obras. Jesús siempre fue más de obras que de palabras, aunque, en esta ocasión, las palabras eran muy necesarias. Ahora van a compartir el alimento, que es tanto como compartir la vida. Sentarse a la mesa de alguien era, para el pueblo judío, una forma de manifestar la intimidad con esa persona, la unión de amistad, el deseo de ser uno solo. Un deseo inalcanzable en el caso de Dios y el hombre. Hasta que llegó Él. 

En Misa vemos cómo el sacerdote comienza a preparar la mesa-altar. Es todo un ritual delicado y lleno de gestos sencillos pero significativos: desplegar el corporal donde se colocará el Cuerpo de Cristo; preparar el cáliz con el vino, signo de la divinidad de Jesús con unas gotitas de agua, signo de nuestra pobre humanidad; ofrecérselos al Padre y orar, inclinado, para que este sacrificio “sea agradable en tu presencia”. Al terminar estos signos el sacerdote se lava las manos para preparar su cuerpo y su alma a lo que va a pasar a continuación. Nosotros ya lo sabemos, Cleofás y su amigo no tenían ni idea.

Consagración

“Él entró y se quedó con ellos. Y estando a la mesa, tomó el pan y pronunció la bendición; luego lo partió y se lo dio. Entonces los ojos de los discípulos se abrieron y lo reconocieron” (Lc 6).

Las palabras que escogió eran las mismas, la forma de pronunciarlas, el gesto al tomar el pan y luego al partirlo. Eso ya lo habían visto en otro lado. Reconocieron que era el mismo que en la Última Cena les había dicho, por primera vez: “Tomad y comed, esto es mi cuerpo”. 

Dicen los exégetas que la narración de la Última Cena es lo primero que se puso por escrito y que pequeños papiros con copias de las palabras y gestos de Jesús en la tarde del Jueves Santo circulaban entre las primeras comunidades de cristianos. Pues bien, esos mismos gestos y esas mismas palabras fueron repetidas por Él mismo después de resucitar en Emaús y son repetidas por Él mismo a través de sus sacerdotes cada día en el altar de todas las iglesias del mundo. Los discípulos lo reconocieron en ese momento. ¡Ojalá que nunca nos acostumbremos al misterio -así se llama- de la transubstanciación!

Comunión

Asombrados, los caminantes no dejaban de mirar el Pan Consagrado, reconociendo la presencia de Jesús en medio de ellos. Esta Presencia será, de ahora en adelante, la que marque el ritmo de nuestra vida espiritual, la “fuente y culmen de nuestra vida cristiana” (LG 11). 

La enseñanza ya estaba sembrada en sus corazones para ellos y para toda la Iglesia hasta el final de los tiempos. Se cumplía la promesa de Jesús: “Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”(Mt 28, 20). Por eso ya Jesús “había desaparecido de su vista” (Lc 6), pero sigue verdaderamente, sustancialmente presente en la Eucaristía.

Comulgar es recibir este Pan Consagrado que es, verdaderamente, Jesús. Él mismo lo había dicho en el discurso del Pan de Vida: “El pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo” (Jn 6, 51), “el que coma mi carne y beba mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día” (Jn 6, 54).

Los discípulos de Emaús se quedaron mirando el Pan Consagrado y ¡con qué emoción lo llevarían a su boca! Jesús ahora es “carne de su carne”, se hace, verdaderamente, uno con nosotros para sanar nuestros corazones desgarrados, para darnos vida eterna, para “divinizarnos”. 

Acción de gracias

Ahora se hacen conscientes los dos -y todos nosotros- del inmenso amor de Cristo manifestado en la Eucaristía. La presencia de Jesús les atrae hacia su interior y ahí reconocen el fuego de su amor. Al terminar de rezar comentan: “¿No ardía acaso nuestro corazón, mientras nos hablaba en el camino y nos explicaba las Escrituras?”. Por fin entienden la obra que el Señor está haciendo con ellos. 

Para nosotros esos minutos de tranquilidad después de la comunión son oro. Son momentos de entrar a lo profundo de nuestro corazón donde está Él y entablar diálogo de amor con quien sabemos que nos ama. Un diálogo que bien podría transcurrir con esta plantilla: “Te quiero, te doy gracias, te pido perdón, te pido ayudo”.

Vuelta a casa

La palabra “Misa” proviene del texto en latín de la Eucaristía. Al final de la celebración el sacerdote decía: “Ite, missa est”. Es decir: “Ahora sois enviados”. Y es que tanta alegría no puede ser solo para unos pocos. El descubrimiento del amor de Dios nos lleva a anunciarlo a los demás, comenzando por los más cercanos. Cleofás y su amigo -tú y yo- “en ese mismo momento, se pusieron en camino y regresaron a Jerusalén. Allí encontraron reunidos a los Once y a los demás […] contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan” (Lc 6).

Así también nosotros al salir de este encuentro con el Maestro podemos dar testimonio a todos del amor que Él nos tiene y de cómo se ha quedado -escondido- para siempre en la Eucaristía. 

El autorJavier Sánchez Cervera

Párroco en San Sebastián de los Reyes (Madrid)

Evangelización

Edith Stein: judía, filósofa, carmelita

El 9 de agosto se cumplen 82 años del asesinato de Edith Stein en Auschwitz. Su vida se caracterizó por la búsqueda de la verdad y de la plenitud espiritual.

José M. García Pelegrín·9 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

“Ven, vamos por nuestro pueblo”. Con estas palabras, Edith Stein se dirigió a su hermana Rosa en la tristemente célebre rampa de Auschwitz el 9 de agosto de 1942, camino de la cámara de gas. El 2 de agosto, ambas religiosas carmelitas habían sido detenidas en Utrecht junto con otros 244 judíos católicos, como represalia contra los obispos holandeses que criticaron públicamente la ocupación nazi. Las palabras que Edith Stein había escrito años atrás resultaron proféticas: “El mundo está en llamas: la batalla entre Cristo y el Anticristo ha estallado abiertamente; si te decides por Cristo, puede costarte la vida”. Edith y Rosa fueron asesinadas por su ascendencia judía.

Para Edith Stein, ser cristiana y católica sin renegar de sus raíces judías no era una contradicción. Fue bautizada a los treinta años, el 1 de enero de 1922, el día de la circuncisión de Jesús; eligió deliberadamente esta fecha para subrayar que su conversión no era una renuncia al judaísmo. En Colonia, desde 1999, un monumento de bronce titulado “Grupo con una santa” se erige frente al seminario arzobispal. La mujer sentada en el taburete, apoyada pensativamente en una estrella de David, representa a la joven Edith Stein. De pie está la monja que sostiene a Cristo en la cruz.

Como nombre de religión eligió Teresia Benedicta a Cruce, “bendecida por la cruz». Una de sus principales obras se titula “La ciencia de la cruz”. No sólo llevó la cruz tras su detención, sino también durante el doloroso alejamiento de su familia después de su bautismo. En su beatificación, el 1 de mayo de 1987, el Papa Juan Pablo II la describió como “judía, filósofa, monja y mártir”.

La búsqueda de la verdad

Nació en Breslau el 12 de octubre de 1891, el día de Yom Kippur, una de las festividades judías más importantes. Durante una estancia con su hermana Elsa y su cuñado Max Gordon en Hamburgo, en 1906, la joven de 15 años, según contó más tarde, “dejé deliberadamente de rezar, por mi propia voluntad”. Sin embargo, su búsqueda de la verdad continuó a lo largo de su vida.

En Hamburgo, entró en contacto por primera vez con el pensamiento científico, ya que Max era médico. En otoño de 1911, Edith se matriculó en la Universidad de Breslau para estudiar filología germánica, historia y filosofía. Pronto descubrió la obra del filósofo Edmund Husserl y su fenomenología.

Husserl buscaba un acceso directo a los fenómenos eliminando las ideas preconcebidas sobre las apariencias. Su objetivo era una conciencia “pura” de las cosas tal y como son objetivamente. “Hacia las cosas mismas”, fue la máxima de Husserl, que Edith Stein siguió con entusiasmo. Tras doctorarse, trabajó como ayudante de este catedrático y se dedicó intensamente a la investigación.  

Edith Stein elaboró la tesis de habilitación para acceder a cátedra, pero fue rechazada tanto por la facultad de Gotinga como por las de Kiel y Hamburgo. Como mujer, y además judía, no tenía ninguna posibilidad. En los primeros años de la República de Weimar, escribió tratados sobre política nacional y reflexionó cada vez más sobre su propia imagen de Dios.

El bautismo de Edith Stein

Estudió los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola y los escritos místicos de santa Teresa de Ávila, encuentro que la llevó al bautismo, sin rechazar el judaísmo. Edith Stein reconoció los vínculos entre ambas religiones y nunca negó lo que el cristianismo debía al judaísmo. Sin embargo, su bautismo supuso una conmoción para su familia. Su sobrina Susanne Batzdorff-Bieberstein recordaba: “Al hacerse católica, nuestra tía había defraudado a su pueblo”. 

Tras su bautismo, Edith Stein trabajó como profesora de alemán en el convento dominico de Santa Magdalena de Speyer. Aunque al principio vivió fuera de los muros del convento, se acercó a la vida monástica. Continuó su búsqueda científica de la verdad en sus obras de filosofía religiosa y se sumergió en las verdades de la fe siguiendo las “Quaestiones disputatae de veritate” de santo Tomás de Aquino.

Edith Stein buscaba nuevas formas de relacionar la razón con la fe y de llenarla con su propia experiencia de Dios. Comparó la fenomenología moderna de su gran modelo Husserl con las enseñanzas del Aquinate: “Nuestra época ya no se conforma con consideraciones metodológicas. La gente es inestable y busca un punto de apoyo. Quieren una verdad tangible, sustantiva, que se demuestre en la vida. Quieren una ‘filosofía de la vida’, y la encontrarán en Tomás de Aquino”.

Patrona de Europa

Placa conmemorativa

Tras la llegada de los nazis al poder, a Edith Stein se le prohibió cualquier trabajo público. En 1935, a la edad de 44 años, ingresó en la orden contemplativa de las Carmelitas Descalzas y tomó el nombre de Teresia Benedicta a Cruce. El 31 de diciembre de 1938 huyó a Holanda, donde vivió en el Carmelo de Echt y redactó su testamento, en el que ofrecía su vida y su muerte a Cristo por la santificación de su orden y para “expiar la incredulidad del pueblo judío”.

A pesar de las críticas del lado judío, porque no fue asesinada por su cristianismo sino por sus orígenes judíos, fue beatificada el 1 de mayo de 1987 y canonizada el 11 de octubre de 1998. Un año después, san Juan Pablo II la incluyó entre las patronas de Europa.

La vida de Edith Stein se caracterizó por una búsqueda constante de la verdad y un profundo afán de plenitud espiritual e intelectual. Su compromiso con la filosofía y su posterior ingreso en el Carmelo son testimonio de su inquebrantable entrega a sus convicciones y a su fe. Su asesinato en Auschwitz sigue siendo un testimonio del inconmensurable sufrimiento experimentado por el pueblo judío durante la Shoa.

Vaticano

Perdón y esperanza, claves de la Jornada Mundial de la Paz 2025

Para la Jornada Mundial de la Paz de 2025 el Papa Francisco ha elegido como lema: "Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz”.

Paloma López Campos·8 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto

“Perdona nuestras ofensas, concédenos tu paz” es el lema elegido por el Papa Francisco para la Jornada Mundial de la Paz de 2025. El Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral explica que este título “corresponde a la comprensión bíblica y eclesial del Año Jubilar”.

El Santo Padre se ha inspirado en las encíclicas “Laudato Si’” y “Fratelli Tutti” para elegir el tema de la jornada que la Iglesia celebrará el 1 de enero de 2025. Su elección quiere resaltar “los conceptos de esperanza y perdón, que están en el corazón del Jubileo, un tiempo de conversión que nos llama a no condenar, sino a la reconciliación y a la paz”.

El Dicasterio espera que tanto la Jornada Mundial de la Paz como el Jubileo del próximo año provoquen “un muy necesario cambio espiritual, social, económico, ecológico y cultural”.

Gracias a esta conversión, concluye el Dicasterio, “podrá florecer una verdadera paz” que no se limite al fin de los conflictos, sino que implique también “que se curen las heridas y se reconozca la dignidad de cada persona”.

Evangelización

El buen humor es mano de santo

Son muchos los santos que han insistido en que el buen humor es característico del cristiano y el mismo Papa Francisco afirma que "un cristiano triste es un triste cristiano".

Paloma López Campos·8 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El 14 de junio de 2024 el Papa Francisco se reunió con humoristas del mundo entero. Durante el encuentro, el Pontífice destacó el trabajo de estos profesionales, cuyo “don precioso” nos “permite compartir y es el mejor antídoto contra el egoísmo y el individualismo”.

El Santo Padre no es el único consciente de la importancia de la alegría. A lo largo de la historia, muchos santos han resaltado que el buen humor es una gran virtud, característica del cristiano.

Tanto es así, que santo Tomás Moro escribió una oración para pedirle al Señor que le concediera el hábito de tomarse las cosas a bien: “Concédeme, Señor, una buena digestión, y también algo que digerir. Concédeme la salud del cuerpo, con el buen humor necesario para mantenerla. Dame, Señor, un alma santa que sepa aprovechar lo que es bueno y puro, para que no se asuste ante el pecado, sino que encuentre el modo de poner las cosas de nuevo en orden. Concédeme un alma que no conozca el aburrimiento, las murmuraciones, los suspiros y los lamentos y no permitas que sufra excesivamente por ese ser tan dominante que se llama: ‘Yo’. Dame, Señor, el sentido del humor. Concédeme la gracia de comprender las bromas, para que conozca en la vida un poco de alegría y pueda comunicársela a los demás”.

Buen humor y evangelización

Una comunicación que, san Josemaría Escrivá sabía bien, es esencial para la evangelización. Por ello, en el punto 661 de “Camino” escribió: “Caras largas…, modales bruscos…, facha ridícula…, aire antipático: ¿Así esperas animar a los demás a seguir a Cristo?”. Tarea difícil, desde luego. Lo mismo opina el Papa Francisco, quien afirma que “un cristiano triste es un triste cristiano”.

Sin embargo, es importante notar que el buen humor no equivale a ingenuidad. Esto es algo que Gilbert Keith Chesterton sabía bien, tal como demuestran sus textos. Los escritos del autor inglés están llenos de sentido común, una fina ironía y un buen humor que arrollan al lector. ¿Defender la fe? Por supuesto, pero sin perder la sonrisa.

Otro gran ejemplo de ello es san Juan Pablo II, a quien le encantaba reír. Joaquín Navarro-Valls, que estuvo muy cerca de él, destacó muchas veces el buen humor del Papa, no a pesar de todo, sino con todo. El Pontífice polaco también destacó en una audiencia general “la capacidad de convertir en una alegre sonrisa, en la medida y modo convenientes, las cosas oídas y vistas”, como predicaba santo Tomás de Aquino.

Buen humor, cosa de santos

El Papa Francisco, en la encíclica “Gaudete et exsultate”, afirma que “el santo es capaz de vivir con alegría y sentido del humor. Sin perder el realismo, ilumina a los demás con un espíritu positivo y esperanzado”.

Puede decirse, por tanto, que el buen humor es cosa de santos, una virtud que nos acerca un poco más al Cielo y permite hacer realidad las palabras de san Pablo en su carta a los Filipenses: “Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos”.

Lecturas del domingo

El alimento de la Eucaristía. Domingo XIX del Tiempo Ordinario (B)

Joseph Evans comenta las lecturas del domingo XIX del Tiempo Ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·8 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Cuánto nos quejamos. De hecho, cada lengua tiene varias palabras para describir distintas formas de quejarse. Ciertamente, hay muchas quejas en las lecturas de hoy. Elías se queja. Está harto y pide a Dios que le quite la vida. En su defensa, tenía razones para sentir lástima de sí mismo. Acababa de enfrentarse a los 450 profetas del falso dios Baal y, aunque había salido victorioso, se sentía muy solo: perseguido y el único profeta que defendía al Dios verdadero, cuando todos los demás lo habían abandonado para adorar a dioses falsos. 

También podemos quejarnos demasiado, a menudo con problemas del Primer Mundo. Nos centramos en lo que no tenemos, y no lo suficiente en los dones de Dios. Nuestra queja por lo que creemos que no tenemos nos lleva a dudar de Él. Pero si confiamos en Él, no nos defraudará.

Elías se quejó, pero Dios se ocupó de él. Le dio el pan y el agua milagrosos, que aparecieron sobre la piedra, dos veces. Y con ese pan y esa agua pudo caminar 40 días y 40 noches hasta el monte Horeb, donde se encontraría con Dios. Si somos fieles a Dios como lo fue Elías, Él nos dará todo lo que necesitemos: milagrosamente cuando sea necesario, aunque normalmente utiliza medios ordinarios. 

El alimento milagroso que comió Elías, el pan milagroso que comieron los judíos en el desierto, todo apunta a un milagro mayor, el milagro de la Eucaristía del que Cristo empieza a hablar en el evangelio de hoy y que explicará más en la lectura del próximo domingo. 

Se nos invita a preparar nuestros corazones para este don. Y una manera de hacerlo es precisamente fomentar en nuestra alma el sentido de la gratitud. No apreciamos la Eucaristía porque no somos suficientemente agradecidos. Nos quejamos de lo que no tenemos y, por tanto, despreciamos este don tan grande.

En el Evangelio, también hay quejas. “Los judíos murmuraban de él porque había dicho: ‘Yo soy el pan bajado del cielo’”. Esta queja y la referencia al pan recordarían a cualquier judío a los israelitas en el desierto, cuando Dios los sacó de Egipto. También entonces se quejaron, y precisamente por falta de pan. Y luego se quejaron cuando consiguieron pan de que querían carne. Y se quejaron cuando no había agua. Cada vez Dios les daba lo que querían: pan, carne, agua. Tomaron el regalo, pero no reconocieron al dador.

La homilía sobre las lecturas del domingo XIX del Tiempo Ordinario (B)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Vaticano

El Papa retoma las audiencias generales tras el descanso en julio

El Papa Francisco ha retomado las audiencias generales y ha comenzado una nueva fase en su ciclo de catequesis, centrada “en la obra de la Redención, es decir, en Jesucristo”.

Paloma López Campos·7 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco ha retomado las audiencias tras su descanso en el mes de julio. En este nuevo ciclo de catequesis “entramos en la segunda fase de la historia de la salvación”. Durante sus próximas audiencias, el Pontífice profundizará “en la obra de la Redención, es decir, en Jesucristo”.

Para introducir el tema, el Santo Padre ha centrado la mirada en “el Espíritu Santo en la Encarnación del Verbo”. Tomando los versículos que hablan sobre la Encarnación en los Evangelios de san Lucas y san Mateo, el Papa ha explicado que la Iglesia “ha recogido este dato revelado y pronto lo colocó en el corazón de su Símbolo de fe”.

María, la esposa por excelencia

Desde el Concilio Ecuménico de Constantinopla en el año 381, ha subrayado el Papa, los católicos afirman con fe “que el Hijo de Dios ‘por obra del Espíritu Santo se encarnó en el seno de la Virgen María y se hizo hombre’”.

Al tratarse de un dato recogido en un concilio ecuménico, ha dicho el Papa Francisco, “todos los cristianos profesan juntos ese mismo Símbolo de fe”. Por otro lado, la Iglesia católica se ha basado en ello para componer una de sus oraciones diarias más conocidas, el Ángelus.

El artículo de fe recogido en el Concilio Ecuménico de Constantinopla “permite hablar de María como de la Esposa por excelencia, que es figura de la Iglesia”, ha explicado el Pontífice. Gracias a ello, el Concilio Vaticano II pudo dibujar un paralelismo entre la figura de María y la de la Iglesia, madre de los hijos de Dios por medio del Bautismo.

El Papa Francisco ha concluido la catequesis “con una reflexión práctica para nuestra vida, sugerida por la insistencia de la Escritura en los verbos ‘concebir’ y ‘parir’”. Al igual que María, quien “primero concibió, luego dio a luz a Jesús”, la Iglesia debe acoger primero la Palabra de Dios “para luego darla a luz con la vida y la predicación”.

Al terminar la audiencia, el Santo Padre ha saludado a diversos peregrinos de lengua francesa y española, además de a católicos irlandeses y portugueses, entre otros. Finalmente, ha vuelto a pedir el alto al fuego en Oriente Medio, Ucrania, Myanmar y Sudán.

Recursos

De Qumran a la Tablet, las aproximaciones a la Biblia hoy

La Biblia ha sido y sigue siendo inspiración de las principales manifestaciones artísticas. Por eso, en este artículo hay un listado con una multitud de recursos para conocer mejor la Palabra de Dios.

Maria José Atienza·7 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

“Aunque la fe cristiana no es una ‘religión del Libro’: el cristianismo es la ‘religión de la Palabra de Dios’, no de ‘una palabra escrita y muda, sino del Verbo encarnado y vivo’”. Con estas palabras, introducía Benedicto XVI la Exhortación Apostólica Postsinodal «Verbum Domini” sobre la Palabra de Dios en la Iglesia. Dios que se ha manifestado plenamente en Cristo, -logos-, palabra, deja en la Biblia al hombre, de todo tiempo y lugar una privilegiada vía de encuentro y de relación. 

La Biblia ha sido y sigue siendo inspiración de las principales manifestaciones artísticas: la música, la pintura, la arquitectura… dan muestra de ello. En los dos últimos siglos, además, a estas artes se han unido el cine y los nuevos formatos de comunicación dando lugar a una nueva manera de acercarse a Dios y a la Iglesia en una sociedad secularizada.

Este artículo presenta una lista de recursos en distintos formatos que pueden servir para conocer mejor la Biblia.

Podcast. “The Bible in a Year”

Un plan de 365 podcasts dirigidos, en su versión anglófona, por el sacerdote Mike Schmitz. Se trata de uno de los proyectos más conocidos de “Ascension”, una red multimedia dedicada a la creación de contenidos de formación en la fe católica y contenido digital.

La Biblia en un año está” compuesta de 365 episodios en los que se encuentran dos o tres lecturas de las Escrituras, una reflexión del P. Mike Schmitz y una oración guiada para ayudar a escuchar la voz de Dios en su Palabra, es decir, a “concretar” la llamada de Dios en la vida diaria. El podcast sigue una original manera de lectura bíblica ideada por Jeff Cavins que, a través de catorce libros narrativos de la Biblia cuentan la historia bíblica de principio a fin. Desde su lanzamiento, en enero de 2021, ”La Biblia en un año” ha tenido casi 700 millones de descargas y está disponible en las principales plataformas de podcasting. 

Ebook . La Sagrada Biblia (EUNSA) 

Esta Sagrada Biblia en castellano ofrece una interesante colección de recursos para entender y contextualizar los textos bíblicos. Cada libro se abre con un texto explicativo introductorio al que se suman comentarios de los pasajes. Además, esta Sagrada Biblia contiene un Apéndice con las referencias del antiguo Testamento en el Nuevo, glosario de medidas, pesos y monedas, las fiestas del calendario judío, etc., así como una serie de mapas que ayudan a entender y situar físicamente los hechos narrados en los libros de la Biblia. En su versión ebook, muy fácil de usar, la explicación de los pasajes y los enlaces internos, hacen la lectura ágil y comprensible. 

La edición en audiolibro de la Biblia de la Universidad de Navarra reúne por primera vez en audio los textos de la Biblia de Navarra y unas breves introducciones a cada libro.

Serie. “The Chosen” 

Sin duda, uno de los fenómenos audiovisuales de los últimos años. La serie creada por Dallas Jenkins y financiada por crowdfunding se ha convertido en uno de los fenómenos más importantes del panorama cristiano. Aunque sus creadores no son católicos, cuentan con varios católicos como asesores o incluso entre sus actores, como el caso de Jonathan Roumie, encargado de interpretar a Jesús.

La serie recrea la historia “alrededor de la Historia Sagrada” de Cristo y sus discípulos dentro de un guion caracterizado por la profundidad de sus conversaciones y la capacidad para atrapar al espectador. La figura de un Jesús “muy humano” y que, al mismo tiempo, no diluye su naturaleza divina es uno de los equilibrios mejor logrados de una serie que acaba de estrenar la cuarta de sus siete temporadas y que ha sido vista por más de 500 millones de personas.  

Derral Eves, productor de “The Chosen”, afirmaba en Omnes que “para la Iglesia católica, la utilización del lenguaje audiovisual puede ser una poderosa herramienta de divulgación, conexión con el público y transmisión de mensajes de forma impactante”. No en vano, en la “comunidad” de The Chosen son miles los mensajes de personas que no habían escuchado hablar de Jesús o de la Biblia y han llegado a ella gracias al visionado de la serie. 

Película. “La Pasión” 

La Pasión” supuso un punto de inflexión dentro del cine religioso actual. Tras las superproducciones de carácter religioso de mitad del siglo XX, la industria del cine en Estados Unidos había prestado una atención marginal o de bajo coste al tema religioso. La cinta, dirigida por Mel Gibson, contó con el guion del propio director junto a Benedict Fitzgerald partiendo de los Evangelios e inspirándose en las obras La mística ciudad de Dios, de la venerable María Jesús de Ágreda y en La dolorosa pasión de Nuestro Señor Jesucristo, un libro de Clemens Brentano que detalla las visiones de la beata Ana Catalina Emmerick.

La película, que narra las horas de la Pasión, muerte y termina con la Resurreción de Cristo fue duramente criticada por el realismo con el que Gibson muestra la pasión de Cristo. Una acusación que el propio Gibson rebatía afirmando que “nos hemos acostumbrado a ver cruces bonitas en la pared y nos olvidamos de lo que realmente ocurrió. Sabemos que Jesús sufrió y murió, pero no nos hacemos realmente idea de lo que esto significa. Yo tampoco me daba cuenta hasta ahora”.

La película, que contó con Jim Caviezel en el papel de Jesús, Maia Morgenstern como la Virgen María o Monica Bellucci como María Magdalena resultó ser un éxito en taquilla y una cinta que llegó a cambiar vidas. En los últimos años, se habla de una segunda parte de esta película que ha cumplido veinte años y sigue estando de plena actualidad. 

Libros. “El Pórtico de la Biblia” y “Huellas de Nuestra fe”

Se trata de dos volúmenes editados por la Fundación Saxum pensados para ayudar y enriquecer el conocimiento de la Biblia y la peregrinación a Tierra Santa

“Pórtico de la Biblia”, obra de Jesús Gil y Joseángel Domínguez, realiza un didáctico y trabajado recorrido por los libros que componen la Biblia. Los libros no se presentan en el orden canónico sino cronológico-temporal, siguiendo el orden en el que fueron escritos lo que ayuda a encuadrar el momento de la Escritura o al que se refieren los libros bíblicos en el contexto de la historia universal. 

Para cada libro se detalla su género literario, la historia narrada o su contexto histórico, la época y proceso de composición, la autoría, las enseñanzas principales, conceptos clave, aspectos relevantes de la estructura y pasajes centrales. 

Los gráficos van acompañados de unas ilustraciones de National Geographic Magazine y de datos sobre los manuscritos más antiguos que se conservan para cada libro.

“Huellas de nuestra fe”, de Jesús y Eduardo Gil, es una guía a través de la que se ayuda a preparar para el encuentro con Jesús que supone una peregrinación a Tierra Santa. El volumen “presenta las razones por las que veneramos algunos sitios, los que suelen visitar todas las peregrinaciones, como verdaderamente relacionados con la vida de Jesús” como destaca Jesús Gil. 

Los autores recurren a datos de la Sagrada Escritura, testimonios históricos y a resultados de las investigaciones arqueológicas para dar razón de la veracidad de cada sitio. También incluyen apuntes espirituales con el deseo de que ayuden al lector a meditar las escenas del Evangelio, de modo que la Palabra de Dios resuene eficazmente en la propia vida. 

Libro. Ver a Jesús con los ojos de Pedro. 

Este volumen, el primero de la nueva colección «Meditar la Biblia», comenta cada pasaje del segundo evangelio desde el horizonte de la «composición del lugar» practicada por san Ignacio, santa Teresa o san Josemaría. Ilustra las palabras y los lugares del evangelio, pero sin recurrir a la imaginación de lo posible, pero no real; solo desde la geografía y la arqueología, desde los documentos de la época —el Antiguo Testamento, Filón, Flavio Josefo, literatura intertestamentaria o rabínica—, y desde los rasgos estilísticos del mismo evangelio, que suponen la enunciación desde un testigo de los acontecimientos. En resumen, en los evangelios tenemos, seminalmente, lo que podemos conocer de Jesús. En manos de sus lectores los medios para que esa semilla se haga hierba, tallo y árbol frondoso.

Exposición. “The Mystery man”

Una muestra única sobre “el hombre de la Sábana Santa”. Esto es, básicamente, “The Mystery man«, una exposición itinerante, creada por  Artisplendore, una empresa de gestión cultural especializada en arte sacro, y que ya ha recorrido diversas localidades de Europa. La muestra desglosa, a lo largo de seis zonas expositivas, los aspectos más importantes de la figura de Jesús de Nazaret, la condena y muerte de Cristo, la Sábana Santa, estudios forenses sobre la Síndone, una espectacular sala inmersiva y, por último, el culmen de esta exposición, la sala donde se expone el cuerpo recreado a partir de la Sábana Santa.

Esta reproducción es, para sus creadores “el punto diferenciador clave de esta exposición con respecto a otras que hayamos podido ver”. En el cuerpo, a tamaño natural, se observan las heridas de las que da cuenta la Sábana Santa y que se identifican con lo recogido en los evangelios sobre la pasión de Cristo. Junto a esta reproducción además, se halla una copia a tamaño real de la Síndone. De este modo, el espectador percibe, en tres dimensiones los resultados de una investigación que lleva más de quince años en marcha.

Desde el 1 de agosto hasta el día 31  la ostensión del cuerpo estará en la Catedral de Sigüenza. A partir de septiembre la exposición completa de “The Mystery Man” estará en Barcelona.

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«Nieve» en Santa María la Mayor

Caen pétalos dentro de la basílica de Santa María la Mayor (Roma) simulando la nieve que la Virgen María hizo caer el 5 de agosto del 358

Paloma López Campos·6 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
América Latina

Solemnidad de la Transfiguración: cinco siglos de devoción en El Salvador

Este año, los católicos de El Salvador celebran la solemnidad de la Transfiguración con el lema "500 años evangelizando. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre", en honor a los 500 años de la primera Misa celebrada en Centroamérica.

José Daniel Mejía Fuentes·6 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

El mes de agosto en El Salvador es un período repleto de eventos festivos, culturales y religiosos únicos. En esta pequeña república, se celebran las fiestas patronales en honor al Divino Salvador del Mundo. El 5 de agosto una procesión con la imagen del patrón parte desde la basílica del Sagrado Corazón de Jesús, recorriendo las principales calles de la capital hasta llegar a la catedral metropolitana de San Salvador. Aquí se realiza, año tras año, una representación de la Transfiguración. Al día siguiente, se celebra una Misa solemne presidida por el arzobispo y concelebrada por la Conferencia Episcopal Salvadoreña, con la participación de sacerdotes y laicos de todo el país.

Según una crónica del siglo XVII, la fiesta del Divino Salvador del Mundo se celebra desde 1526. En aquel entonces, se conmemoraba sólo el 6 de agosto y tenía un carácter principalmente cívico, debido a la fundación de la villa de San Salvador (1525), por don Pedro de Alvarado. El festejo incluía sacar el “real pendón” por las calles principales con un lúcido acompañamiento de caballeros. Sin embargo, en algunas ocasiones, la festividad se trasladó a Navidad. Por ejemplo, el presidente Gerardo Barrios decretó el cambio el 25 de octubre de 1861 debido a que agosto era la época “más rigurosa en la estación de lluvias”.

Representación del Divino Salvador del Mundo

La procesión

La imagen del Divino Salvador del Mundo, conocida coloquialmente como “El colocho” por su cabello rizado, fue esculpida por el maestro Silvestre García en 1777. A García se le atribuye el carácter cívico y religioso de la celebración, ya que organizó una fiesta anual al santo patrón con novenario y jubileo. Anteriormente, a finales del siglo XVI, el rey Felipe II había obsequiado una imagen del Salvador del Mundo para la procesión.

Desde 1777, el recorrido tradicional de la procesión iba desde la iglesia El Calvario hasta la Plaza de Armas, donde se realizaba la transfiguración. Con la construcción de la nueva catedral en la Plaza Barrios, la imagen se trasladó allí. En 1963, monseñor Luis Chávez y González extendió el recorrido desde la basílica del Sagrado Corazón hasta la catedral metropolitana. Sin embargo, los “calvareños” protestaron por la modificación de su tradición, y el arzobispo prometió que cada 5 de agosto por la mañana, el Divino Salvador del Mundo visitaría la iglesia de El Calvario, una promesa que se mantiene hasta hoy.

La bajada

En 1810, en el atrio de la iglesia parroquial, hoy iglesia El Rosario, se elaboró un “gran volcán” con la imagen de Jesucristo en la cima. Esta tradición originó el monumento metálico de 15 metros de altura que se utiliza para “la bajada”, en cuya cima está el globo terráqueo y sobre él, la imagen del Divino Salvador del Mundo. En un momento determinado, el globo se abre y la imagen baja vestida de rojo para resurgir vestida de blanco.

El sobrenombre “La bajada” tiene dos posibles explicaciones: una de índole religiosa, evocando cómo los discípulos de Jesús bajan su cuerpo de la cruz y lo colocan en el sepulcro, anticipando la Resurrección; y otra topográfica, ya que la iglesia El Calvario se ubicaba en una posición más elevada que la Plaza Libertad, según el antiguo catastro de la ciudad.

Cada año la fiesta patronal tiene un lema distinto. El de 2024 es “500 años evangelizando. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre”, en honor a los 500 años de la primera Misa celebrada en Centroamérica, el 12 de mayo de 1524 en Quetzaltenango, Guatemala.

Asistentes a la procesión en la solemnidad de la Transfiguración

Historia y religión de El Salvador

Cada 6 de agosto, san Óscar Romero solía ofrecer una carta pastoral en la que abordaba los desafíos de la Iglesia salvadoreña de la época y realizaba un análisis profundo de los problemas más graves del país. Por ejemplo, en su última exhortación decía: “llamarnos la República de El Salvador y celebrar la fiesta de la Transfiguración del Señor cada 6 de agosto es un privilegio para los salvadoreños. Este nombre, otorgado por el capitán don Pedro de Alvarado y recordado por el Papa Pío XII en 1942, refleja la providencia divina que asigna a cada pueblo su nombre, lugar y misión. Escuchar cada año en la liturgia que nuestro patrón es el Hijo de Dios y que debemos escucharlo constituye nuestro legado histórico y religioso más preciado y la mayor motivación para nuestras esperanzas como nación”.

El mártir salvadoreño tenía la capacidad de integrar en su interpretación de la historia de El Salvador un sentido religioso profundo. En el marco de la celebración de los 500 años de la primera misa en Centroamérica, esta capacidad es particularmente sugerente. Es innegable que la herencia de la fe está profundamente vinculada al encuentro cultural entre Europa y América.

El autorJosé Daniel Mejía Fuentes

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