América Latina

Mons. Jaime Spengler: El CELAM, la Sinodalidad y los retos para América Latina

Durante el Congreso Eucarístico Internacional 2024 en Quito, Ecuador, Mons. Jaime Spengler, presidente de la  Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) y del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM), compartió su visión sobre el papel del CELAM y su misión de comunión en el continente.

Juan Carlos Vasconez·14 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Mons. Spengler describió el trabajo del CELAM como fundamental para coordinar y promover la comunión entre las diversas conferencias episcopales de América Latina y el Caribe, con el objetivo de ayudar a las iglesias locales a través de asesoría en formación, investigación y comunicación.

El CELAM, con sede en Bogotá, actúa como un puente entre las iglesias locales y la Iglesia universal, ofreciendo apoyo en áreas clave: Comunicación, Gestión del conocimiento, Formación y Redes de Acción.

El Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral se encarga de los servicios relacionados con ministerialidad, discipulado misionero y otras pastorales específicas, que se integran al área de Iglesia sinodal en salida.

Mientras que el Centro para la Formación Cebitepal, capacita a clérigos, religiosos y laicos, y centros dedicados a la investigación y la comunicación, que buscan articular los desafíos sociales, económicos y pastorales que enfrenta el continente.

El papel del CELAM en la sinodalidad

En un momento clave para la Iglesia mundial, marcada por el proceso sinodal impulsado por el Papa Francisco, Mons. Spengler profundizó en los tres niveles de este proceso, que considera esenciales para la Iglesia latinoamericana:

1. El Pueblo de Dios

«La sinodalidad parte de una premisa esencial: escuchar a todos», explicó Mons. Spengler. El proceso sinodal comienza con la escucha activa de las comunidades, de todos los bautizados, de aquellos que, en su vida cotidiana, buscan vivir la fe y construir comunidades más sólidas.

Para el CELAM, este primer paso es crucial, pues las voces de los fieles representan una riqueza de experiencias que reflejan los desafíos, las alegrías y las esperanzas de la Iglesia en América Latina. El CELAM facilita esta escucha mediante sus centros de estudio, que permiten recoger las realidades pastorales y sociales del continente.

2. Los Obispos

El siguiente nivel del proceso sinodal es el trabajo de discernimiento por parte de los obispos. «Después de escuchar a todos, corresponde a algunos discernir y articular lo que el Espíritu Santo está diciendo a la Iglesia», señaló Mons. Spengler.

El CELAM juega un papel esencial en coordinar a las conferencias episcopales, ayudándolas a interpretar y responder a los desafíos que enfrentan sus respectivas regiones. Mons. Spengler subrayó la importancia de la comunión episcopal, donde los obispos, en colegialidad, no solo escuchan a sus comunidades, sino que también se apoyan mutuamente en la búsqueda de soluciones pastorales.

3. El Papa

Finalmente, «este proceso llega a Pedro», destacó Mons. Spengler. El Santo Padre, como cabeza de la Iglesia universal, es quien tiene la misión única de guiar a toda la Iglesia hacia la verdad y la unidad. Mons. Spengler explicó que el CELAM, al facilitar este proceso sinodal en América Latina, ayuda a que las voces del continente lleguen a Roma de manera articulada y coherente.

«El Papa nos indica el camino según el Evangelio, y nosotros como pastores debemos acompañar a nuestras comunidades en este proceso de discernimiento», agregó.

Los retos actuales del CELAM

Mons. Spengler también abordó los desafíos a los que se enfrenta el CELAM en los próximos años. Uno de los mayores retos es consolidar la reciente reestructuración interna del organismo, realizada a pedido del Papa Francisco, con el objetivo de hacerlo más eficiente y cercano a las realidades locales. “El CELAM ha pasado por una gran reestructuración, y nuestra misión es asegurar que este cambio fortalezca la comunión y el servicio entre las iglesias del continente”, explicó.

Crisis política y social en el continente

Mons. Spengler también se refirió a los desafíos externos que enfrenta la Iglesia en América Latina, especialmente las crisis políticas, económicas y sociales. “Hoy, en América Latina, como en muchas partes del mundo, vivimos una crisis de las democracias. La polarización política y la desigualdad económica afectan profundamente la vida de nuestras comunidades», señaló.

Para Mons. Spengler, la sinodalidad y la comunión dentro de la Iglesia son un modelo que puede inspirar soluciones en un continente que necesita urgentemente reconciliación y fraternidad.

La formación y la evangelización

Otro reto importante es el fortalecimiento de la formación y la evangelización en un contexto cultural cambiante. El Cebitepal, como centro de formación, busca no solo educar a clérigos y laicos en la doctrina, sino también capacitarles para ser testigos efectivos en sus comunidades.

«Queremos formar pastores que puedan enfrentar los desafíos de un mundo globalizado y fragmentado», enfatizó Mons. Spengler. Además, se refirió a la necesidad de una evangelización más profunda y creativa, que responda a los problemas contemporáneos desde la fe, pero también desde una comprensión profunda de la realidad social.

Mons. Spengler (drcha,), presidente del CELAM con Juan C. Vasconez, corresponsal de Omnes

Fortalecer el testimonio de comunión

Por último, Mons. Spengler expresó su deseo de que la comunión dentro de la Iglesia sea un testimonio que trascienda los muros eclesiales y alcance a toda la sociedad.

«El testimonio de la comunión entre nosotros puede ser un faro de esperanza para un mundo que sufre divisiones», afirmó. Para él, la sinodalidad no es solo un ejercicio interno de la Iglesia, sino también una herramienta para promover la paz y la fraternidad en un continente que enfrenta crisis profundas.

Recursos

Rezar con el Salmo 23

El libro de los salmos es un libro de oraciones; Benedicto XVI lo llamaba “el libro de oración por excelencia” pues comporta un encuentro entre Dios y el hombre. Consiste en una colección de 150 poemas donde muchos de ellos han sido atribuidos al rey David, como es el caso del salmo 23, que será objeto de nuestra reflexión.

Santiago Populín Such·14 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

El Catecismo de la Iglesia Católica, en su número 2588, afirma que cada salmo «es de una sobriedad tal que verdaderamente pueden orar con él los hombres de toda condición y de todo tiempo».

En ellos podemos ver muchas situaciones comunes a todos los hombres, tales como: el sufrimiento, la alegría, la familia, la amistad, el trabajo, etc.; y nos enseñan que todo ello lo podemos convertir en motivo de oración.

En concreto, el salmo 23, según la datación grecolatina, es uno de los salmos más comentados y rezados tanto por la tradición judía como por la cristiana. Se trata de un salmo de acción de gracias; un poema que refleja muy bien la actitud religiosa del hombre que reconoce a Dios, su accionar en la propia vida, recalcando la confianza en Él.

Comentarios al salmo 23 (22) que pueden ayudar a la meditación

1)  El Señor es mi pastor –primera imagen

El salmista llama a Dios su pastor. «La imagen remite a un clima de confianza, intimidad y ternura: el pastor conoce una a una a sus ovejas, las llama por su nombre y ellas lo siguen porque lo reconocen y se fían de él (cfr. Jn 10, 2-4). Él las cuida, las custodia como bienes preciosos, dispuesto a defenderlas, a garantizarles bienestar, a permitirles vivir en tranquilidad. Nada puede faltar si el pastor está con ellas» (Benedicto XVI, Audiencia general, 5 de octubre de 2011).

2)  Nada me falta

En Israel, como en casi todo el Medio Oriente, no abundan ni el agua ni los pastizales. Pero en la presencia del Señor –el buen Pastor–, nada falta. Sabe dónde encontrar comida y bebida, ya que su prioridad es su rebaño.

3)  En verdes prados me hace reposar

En el Cantar de los Cantares 1,7 leemos: “Dime dónde apacientas el rebaño, dónde lo llevas a descansar al mediodía”. Pues el buen Pastor lleva a sus ovejas a conseguir abundantes pastos, siendo también un lugar muy confortable para reposar.

4)  Hacia aguas tranquilas me guía

Se trata de fuentes de agua tranquilas, pero no sólo para beber y refrescarse, sino también para limpiarse. A lo largo de la Biblia encontramos muchas veces el símbolo de la sed para hablar del deseo de Dios. Por ejemplo, en el Salmo 42, 2-3: “Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío. Mi alma tiene sed de Dios”.

5)  Reconforta mi alma

Luego del cansancio de la jornada, su cuidado nos reconforta. En este sentido el salmo 27 presenta una idea similar: “El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es mi fuerza y mi energía, ¿quién me hará temblar? Aunque los malvados se levanten contra mí… Él me recogerá en su tienda… Aunque mi padre y mi madre me abandonen, Él me acogerá”.

6)  Me conduce por sendas rectas por honor de su nombre

    Aunque camine por valles oscuros, no temo ningún mal

«También nosotros, como el salmista, si caminamos detrás del Pastor bueno, aunque los caminos de nuestra vida resulten difíciles, tortuosos o largos, con frecuencia incluso por zonas espiritualmente desérticas, sin agua y con un sol de racionalismo ardiente, bajo la guía del pastor bueno, Cristo, debemos estar seguros de ir por los senderos justos, y que el Señor nos guía, está siempre cerca de nosotros y no nos faltará nada». (Benedicto XVI, Audiencia general, 5 de octubre de 2011).

7)  Porque Tú estás conmigo

Llegamos aquí a una parte central del salmo. El motivo por el cual uno se siente seguro, sin miedo, incluso al atravesar la oscuridad de la vida, es la siguiente afirmación: “Tú estás conmigo”, esto es lo más importante. También el Salmo 118 afirma la misma idea: “Si el Señor está conmigo, no tengo miedo. ¿Qué podrá hacerme el hombre?”. Dice Benedicto XVI: «la cercanía de Dios transforma la realidad, el valle oscuro pierde toda peligrosidad, se vacía de toda amenaza». (Cfr. Benedicto XVI, Audiencia general, 5 de octubre de 2011).

8)  Tu vara y tu cayado me sosiegan

David era rey y pastor. Seguramente el cayado y el bastón hacen referencia a Dios Salvador, liberador, guía del pueblo, en referencia a la salida de Egipto.

9)  Preparas una mesa para mí frente a mis adversarios –segunda imagen

Entramos ahora a la tienda del pastor. «La visión es coherente y engendra unos cuantos símbolos arquetípicos: hospitalidad, banquete con comida y bebida, hogar». Se presenta al Señor como huésped divino. «Se trata de un gesto de compartir no sólo el alimento sino también la vida, en un ofrecimiento de comunión y de amistad que crea vínculos y expresa solidaridad» (Cfr. Alonso Schokel, L. y Carniti, Salmos I, traducciones, interpretaciones y comentarios; Benedicto XVI, Audiencia general, 5 de octubre de 2011).

 10) Unges con óleo mi cabeza

En aquella época ungir a un visitante –que llegaba cansado de toda una jornada agotadora– era una gran manifestación de cariño y aprecio. El aceite con esencias perfumadas da frescor y alivia la piel. El Nuevo Testamento (cfr. Mateo 26) nos muestra que en Betania, en casa de Simón el leproso, una mujer tuvo un gesto muy apreciado por el Señor: le derramó un frasco de alabastro con perfumes. ¡Cuánto valoró este gesto el Señor!

11) Y mi copa rebosa

¿Qué entraña esta figura? Dice Benedicto XVI: «El cáliz rebosante añade una nota de fiesta, con su vino exquisito, compartido con generosidad sobreabundante. Alimento, aceite, vino: son los dones que dan vida y alegría porque van más allá de lo que es estrictamente necesario y expresan la gratuidad y la abundancia del amor» (Benedicto XVI, Audiencia general, 5 de octubre de 2011).

12) Tu bondad y misericordia me acompañan

Todos los días de mi vida

Y habitaré en la Casa del Señor por dilatados días

«La bondad y la fidelidad de Dios son la escolta que acompaña al salmista que sale de la tienda y se pone nuevamente en camino. Pero es un camino que adquiere un nuevo sentido, y se convierte en peregrinación hacia el templo del Señor, el lugar santo donde el orante quiere “habitar” para siempre y al cual quiere regresar» (Benedicto XVI, Audiencia general, 5 de octubre de 2011).

A modo de concluir estos comentarios, es importante destacar que salmo 23 adquiere su pleno significado después de que Jesús dijera: “Yo soy el buen pastor” (Jn 10,11.14). Con Él, que ya nos ha preparado la mesa de la Eucaristía, y bajo su guía, esperamos llegar a las verdes praderas de su Reino, a la felicidad plena. (Cfr. Comentario de la Sagrada Biblia, EUNSA, Facultad de Teología, Universidad de Navarra).

Algunos consejos para rezar con el salmo 23

Primero, leerlo con calma. Segundo, leer los comentarios que suelen tener las biblias sobre el texto en concreto, para así tener una correcta interpretación y un buen complemento para la oración. Tercero, meditarlo; puede ayudarte responder las siguientes preguntas en diálogo con Dios:

  • ¿Qué te llama la atención del texto? ¿Cómo te interpela? ¿Qué te dice?
  • ¿Te lleva a notar la presencia de Dios a tu lado, a abandonarte en él, a ser más agradecido?
  • ¿Cómo afrontas tus dificultades, penas, dolores y preocupaciones? ¿Cómo te gustaría reaccionar ante ellas?

Oración de santa Teresa de Ávila

“Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene, nada le falta, sólo Dios basta”.

Tanto el salmo 23 (22) como la oración de santa Teresa nos invitan a descansar en la provisión y protección de Dios. Él es nuestra guía segura, está siempre con nosotros. Dios es puro amor, nos ama incondicionalmente y está siempre dispuesto a perdonarnos y restaurarnos.

Ambos, son un recordatorio poderoso de la fidelidad y el amor inagotable de Dios hacia nosotros, y nos invitan a confiar plenamente en su cuidado y provisión en todas las circunstancias de la vida.

Un propósito                        

Después de meditar el salmo 23 (22), puedes preguntarte ¿qué propósito me gustaría hacer con Dios, con mi familia, con mis amistades, con mi comunidad, etc.? Uno de ellos podría ser pedir y mantener la paz, que será fruto de abandonarse en Dios, especialmente en los momentos de dificultad que surjan a lo largo del día. También, transmitir esa paz a los demás; como decía la Madre Teresa de Calcuta: “Que nadie se acerque jamás a ti sin que al irse se sienta un poco mejor y más feliz”.                                         

El autorSantiago Populín Such

Bachiller en Teología por la Universidad de Navarra. Licenciado en Teología Espiritual por la Universidad de la Santa Cruz, Roma.

La gran escuela del sufrimiento

Nos cuesta aceptar que el sufrimiento es parte del tejido de la vida, y que ningún ser humano está exento, ni siquiera el más noble y bueno.

14 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

¿Por qué sufren los buenos y los inocentes? ¿Por qué la tragedia, los terremotos, las inundaciones, los incendios, las tormentas, la pandemia, o cualquier sufrimiento global tiene tan mala puntería? ¿Por qué no selecciona mejor a sus víctimas para golpear a quienes verdaderamente “se lo merecen” o se lo buscaron?

¡Qué extraña convivencia entre la justicia y la injusticia, entre presas y depredadores, entre fuerzas poderosas y víctimas frágiles! Pero también, que extraña presencia la de los inertes, inapetentes, indiferentes, apáticos y callados quienes ven los desfiles de dolor delante de ellos y se esconden o excusan en vez de ayudar a transformar esas tristes realidades. 

No nos gusta hablar del dolor humano pero no lo podremos evitar. Le tememos, le huimos, luchamos supuestamente por evitarlo o atenuarlo. Solo en Estados Unidos gastamos casi 18 mil millones de dólares al año en analgésicos y medicinas para el dolor, y otros 18 mil millones en antidepresivos a nivel mundial. Nos produce desolación, crisis existencial, sentido de injusticia, amargura, rebeldía, resentimiento, y hasta nos peleamos con Dios y con la vida por hacernos el blanco de lo “inmerecido”. Por eso entablamos una guerra fría contra él. 

Nos cuesta aceptar que el sufrimiento es parte del tejido de la vida, y que ningún ser humano está exento ni siquiera el más noble y bueno. Toda la naturaleza lo experimenta, y forma parte de las luchas diarias por la supervivencia. El primer lenguaje de un recién nacido es el llanto, y es también la más reconocida expresión en las despedidas. Como dice Eclesiastés 3, “hay un día para llorar y un día para reír”. En otras palabras, por cada día de alegría, esperemos un día de dolor. 

¡Cuán diferente sería aprender a convivir sobria y sabiamente con el sufrimiento, sin necesariamente abandonar esfuerzos legítimos para eventualmente erradicarlo! Como dice Santiago 1, 2-4: “Hermanos, considérense afortunados cuando les toca soportar toda clase de pruebas. Estas pruebas desarrollan la capacidad de soportar, y la capacidad de soportar debe llegar a ser perfecta, si queremos ser perfectos, completos, sin que nos falte nada”.

El sufrimiento tiene su programa, su propósito y finalidad. En realidad debemos entender que aunque todos hemos sufrido por razones diferentes, hay solo dos tipos de sufrimientos: el que destruye y el que edifica. En 2 Corintios 7, 10 san Pablo, el gran teólogo del sufrimiento, nos dice: “La tristeza que viene de Dios lleva al arrepentimiento y realiza una obra de salvación que no se perderá. Por el contrario, la tristeza que inspira el mundo provoca muerte”.

En las enseñanzas de san Pablo, él consistentemente exhorta a vivir el sufrimiento que edifica al encontrar misteriosos beneficios. Entre ellos, su don de espiritualizar la vida y de experimentar el consuelo de Dios. Las pruebas nos obligan a salir de las superficialidades para profundizar introspectivamente. El sufrimiento humano es el gran purificador de conciencias e intenciones, y es el ámbito donde se prueba el amor. Aunque parece que el sufrimiento nos detiene y paraliza, en realidad su mayor propósito es movernos de una realidad inconclusa o imperfecta a otra más significativa. Depende de nosotros si asumimos el reto con valentía y fe hasta encontrar sus propósitos sobrenaturales.

Peor que sufrir sería sufrir en vano

El sufrimiento experimentado por las pruebas o heridas deja marcas o da galardones, pues esa prueba puede servir de trampolín a una vida llena de desgracias, malas decisiones, o desequilibrio emocional, o a una nueva vida reorganizada, mejor priorizada y transformada. 

Cada prueba es un alto en la vida. Ya no podemos continuar viviendo en piloto automático pues ahora el camino seguro ha sido interceptado, y repentinamente se divide en dos caminos inciertos. No hay señales de tráfico específicas ni rótulos claros: nos toca discernir o adivinar. Si escogemos mal, habrá más dolor, pérdidas, desgaste, enfermedad, atadura, o, en casos extremos, deseo de muerte.

Pero si escogemos bien, hacemos inventario de reservas de bienes, de salud, de recursos emocionales y espirituales. Siendo conscientes de esos recursos al alcance, nos reposicionamos, optamos por cambios positivos que nos acercarán a conclusiones victoriosas y bendiciones escondidas. Es este camino el que conduce a los cambios necesarios, a la revitalización y reintroducción a la normalidad, en un empeño activo de minimizar las pérdidas y maximizar ganancias. 

Los tiempos difíciles son tiempos de enfrentar lo impredecible

Ya no podemos seguir inatentos, apáticos, o indiferentes. Ahora sí tenemos que dedicarnos a pulir las viejas virtudes y manifestar nuevos dones adquiridos, porque el esfuerzo es doble cuando a toda actividad hay que añadirle tenacidad, valor,discernimiento, resiliencia, paciencia y perseverancia. La tarea es salvarnos del daño físico y psicológico, y todavía tener las fuerzas y la voluntad para rescatar a otros en nuestra órbita personal.

Se puede aceptar mucho sin tener que comprender todo

Los seres humanos podemos demostrar una capacidad extraordinaria de resiliencia ante las adversidades más crueles. Muchas experiencias de la vida no tienen sentido lógico o explicación razonable en el momento cuando se viven. Por eso no podemos andar siempre con tanta prisa: con calma podremos desglosar, analizar, medir y pesar con más precisión.

Tenemos que aliarnos con el tiempo para permitirle que arme sus conclusiones sin nuestras interrupciones repentinas o precipitadas. Al final de este proceso nos daremos cuenta de que todo iba dirigido hacia un propósito mayor que reclamaba su momento en nuestros calendarios y esquemas, y que quizás no tomará en cuenta preferencias individuales o voluntades que se imponen. 

Después de cada tragedia se inmortalizarán imágenes icónicas que permanecerán cabalgando en nuestra memoria en años venideros. Será difícil olvidarlas. La pregunta es si recordaremos con la misma facilidad las grandes y valiosas enseñanzas que debemos estampar con cada imagen o evento vivido. Enumeremos algunas de las que deben de quedar tatuadas en el alma. 

Podemos aprender

• Que todavía hay mucha gente buena en el mundo. Los buenos no son solamente los santos, los sanos y virtuosos, sino también aquellos que se proponen llevar la delantera a la calamidad que se avecina e invierten sus mejores esfuerzos en ayudarse a sí mismos y a otros aún sin esperar justa recompensa. 

• Que los seres humanos no cambian fácilmente con discursos, exhortaciones, resoluciones, sino con nuevas virtudes que transforman sus paradigmas internos y sus esencias. Es del manantial de virtudes desde donde manan las grandes ideas, los nobles proyectos, y las mejores conductas apoyadas con las más sublimes intenciones. 

• Que las pruebas despiertan nostalgias para empezar a querer más lo que habíamos abandonado, desperdiciado o malgastado por ser ingratos o malos custodios de lo que tomábamos por hecho. 

• Que el encierro físico silencia la algarabía del mundo para que hablen las voces de adentro que tantas veces trataron de advertirnos a tiempo, pero estábamos muy distraídos y ofuscados que no las escuchamos. 

• Que el corazón se oxigena con amor y no hay sustituto. 

• Que pudiéramos vivir con menos dinero, menos diversión, menos odios, menos división, menos guerras, crímenes, egoísmos, violencia; con menos sentido de acaparamiento o merecimiento. 

• Pero no podemos vivir sin más conexiones emocionales, sin más fe, sin más esperanza, sin más resiliencia, propósito en común, colaboración y esfuerzo comunitario.

• Podemos descubrir que los mejores antídotos al sufrimiento son el perdón, la reconciliación, el reenfoque y la redefinición para conseguir ser trasladados de la angustia y de la amargura, a la paz. Y es la paz el puente a la salud emocional y a la felicidad.

• Y sobre todo, podemos llegar a la unánime conclusión que no podemos vivir sin Dios, sin oración, sin nuestras búsquedas y encuentros espirituales. 

Entendemos que nuestra vida antes de la prueba fue mitad sana y mitad locura. Perdimos mucho tiempo tratando de alimentar un corazón insaciable que por ir tras lo superfluo y temporero se olvidó de buscar la soberanía de la verdad. Ahora podremos apreciar que lo más apremiante de la vida es vivir, sobre todo, con calidad de vida, aunque sea unos días más.

Esta es la gran lucha antropológica y psicológica que emprendemos a diario, consciente o inconscientemente. Y así como luchamos por el derecho al último suspiro, ¿por qué no luchar más por el derecho de toda criatura al primer latido? 

Las pruebas no son castigos de Dios, sino confianzas de Dios 

Con el sufrimiento, Dios nos está confiando momentos tajantes porque conoce nuestras reservas, fortalezas y dones que podemos activar en las premuras de la vida. Es una invitación a conocer una nueva definición de milagros: tan milagroso es el amar la vida aún en medio del dolor, que ser liberados de la dolencia. 

Así que mantengamos la calma; es la insignia y carné de identidad de los sanos y de los santos. La quietud puede ser un movimiento anónimo o invisible, pues mientras estamos físicamente quietos, se moviliza todo aquello que siempre quiso manifestarse. Cuántas veces tratamos de esquivar el dolor, pero ¡qué don tan único tiene para transformar viejas identidades y tallar nuevas esencias! ¿Acaso se nos olvida que la naturaleza es madre, que concibe y corrige, a veces con paciencia y dulzura, y otras veces con dureza cuando le respondimos con rebeldía desafiante? 

Tenemos que adquirir el don de asignarles propósitos a todas las experiencias de la vida, para convertirlas en lecciones valiosas o en bendiciones escondidas. 

No desperdiciemos más lágrimas ni sacrificios. Empecemos a consagrarlo todo a los propósitos sobrenaturales de Dios pues el propósito es el más efectivo calmante y atenuante de todo dolor y sufrimiento. Así que dejemos que el silencio nos hable y que los corazones humanos comiencen a respirar sin máscaras. La invitación es para todos a que finalmente, ¡aprendamos a sufrir para aprender a vivir! Y recordemos que después de todo, hay una esperanza mayor.

El autorMartha Reyes

Doctora en Psicología Clínica.

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Vaticano

El Papa se despide de Singapur en un encuentro con jóvenes

El Papa Francisco terminó su viaje apostólico en un encuentro interreligioso con jóvenes en Singapur. Durante su discurso, el Santo Padre reiteró la responsabilidad de las nuevas generaciones para construir un mundo fraterno.

Hernan Sergio Mora·13 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En perfecto horario y con el cielo parcialmente nublado, el vuelo A350 de Singapore Airlines despegó a las 18.25 hora local, llevando de regreso a Roma al Papa Francisco y a la delegación de periodistas y asistentes que lo acompañaron a Asia y Oceanía.

Concluye así el histórico viaje de 12 días que comenzó el 2 de septiembre y que vio peregrinar al Pontífice por el Sudeste Asiático, donde el Santo Padre hizo sentir la cercanía de la Iglesia, confirmó a los fieles católicos en su fe y les alentó a seguir caminando.

Amor al prójimo y armonía entre las religiones

Como aspectos a destacar, durante su estancia en Indonesia Francisco elogió la convivencia interreligiosa donde los católicos son sólo el 3 % de la población. Allí firmó una declaración junto con el principal representante islámico del país en la que reiteró el no a la manipulación política y a la violencia en nombre de la religión.

En Papúa Nueva Guinea el Santo Padre pidió equidad, paz y cuidado de la tierra. Por su parte, en Timor Oriental, país de mayoría católica y con un 65 % de jóvenes, invitó a cuidar de los más pequeños. Finalmente, en Singapur subrayó que de nada sirven los edificios gigantescos y el dinero si no hay detrás de ellos el amor a Dios y al prójimo.

Durante sus últimas horas en Singapur, el Papa mantuvo un encuentro privado con el cardenal William Seng Chye Goh, con los sacerdotes y las personas consagradas, en el centro de retiros “San Francisco Javier”.

En esta última jornada no faltó la cercanía y la caricia del Santo Padre hacia un grupo de ancianos y enfermos, en el Hogar Santa Teresa, donde también estaban el arzobispo emérito de Singapur, Nicholas Chia Yeck Joo, tres sacerdotes y una monja.

El Papa se despide de los jóvenes

A continuación Francisco participó en un encuentro interreligioso con los jóvenes en el “Catholic Junior College”. En esta institución los estudiantes de las escuelas católicas afiliadas realizan un curso preuniversitario de dos años que los prepara para el examen “Cambridge GCE Advanced Level”.

La alegría de estos estudiantes agitando banderas, vistiendo sus uniformes universitarios, se hizo sentir desde el primer momento con aplausos. Un grupo de muchachos colocó una guirnalda de flores al Papa y otros jóvenes con discapacidad interpretaron una coreografía. Junto al obispo de Roma, al evento acudieron varios líderes de diferentes creencias religiosas.

El cardenal William Goh, presente en el encuentro, calificó el trabajo de la Iglesia con otras religiones como la «Navidad interreligiosa». «Singapur se esfuerza por ser un ícono de la armonía interreligiosa en el mundo», aseveró. Después, un joven hindú, un joven sikh y un joven católico ofrecieron a los presentes su testimonio.

En su intervención, el Papa Francisco afirmó estar feliz “por pasar la última mañana de mi visita en Singapur con vosotros, entre tantos jóvenes, reunidos en unidad y amistad. ¡Este es un momento precioso para el diálogo interreligioso!”.

Construir un mundo fraterno

El sucesor de Pedro quiso indicar también «tres palabras que pueden acompañarnos a todos en este camino de unidad: valentía, compartir y discernimiento».

“Valentía” para “mantener una actitud valiente y promover un espacio donde los jóvenes pueden entrar y hablar». Luego “compartir”, porque «hay muchos debates sobre el diálogo interreligioso… no siempre exitosos». Sin embargo, lo que «derriba muros y acorta distancias no son tanto las palabras, los ideales y las teorías, sino sobre todo la práctica humana de la amistad, del encuentro, del mirarse a los ojos».

“Y añado una cosa”, dijo el Pontífice, “pensando sobre todo en ustedes, jóvenes que frecuentan mucho el mundo digital: a veces las diferencias culturales y religiosas se utilizan de manera polarizada e ideológica y nos sentimos divididos y distantes de los que son diferentes, simplemente porque estamos influenciados por clichés y ciertos prejuicios que también encuentran espacio en las redes sociales».

Por último, el “discernimiento”, un “arte espiritual” que es más necesario que nunca “ante los desafíos de la inteligencia artificial”, y que permite también “poder captar la verdad oculta, a veces enmascarada por muchas ilusiones o noticias falsas”.

“Continúen por este camino” instó el Santo Padre a los jóvenes, “sigan soñando y construyendo un mundo fraterno, cultiven la unidad aprovechando la riqueza de vuestras religiones”. Y a los jóvenes cristianos les recordó: «el Evangelio se concentra en el amor de Dios por cada uno de nosotros, un amor que nos invita a ver en el rostro de todos los demás a un hermano al que amar».

El final del intenso encuentro concluyó con la lectura de un llamamiento al compromiso por la unidad y la esperanza y con un momento de oración en silencio. El Papa Francisco saludó a los 10 líderes de otras religiones presentes en el encuentro y partió al aeropuerto para tomar su avión con destino a Roma, donde se espera la llegada del Pontífice alrededor de las 18:30 (hora local).

El autorHernan Sergio Mora

Ecología integral

Todo lo que no quieren que sepas sobre la Iglesia católica

Es más fácil fijarse en lo malo que en lo bueno, por eso muchas veces se pasa por alto todo el bien que la Iglesia aporta a la sociedad con el esfuerzo de los católicos en todo el mundo, desde el Papa Francisco hasta los laicos de los pueblos remotos.

Paloma López Campos·13 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Cada cierto tiempo acapara los titulares una noticia polémica sobre la Iglesia católica. En muchos casos, la información de la noticia va cargada de datos que perjudican la imagen de esta institución. Abusos, textos confusos, fraudes… Hay historias reales que manchan el nombre del Cuerpo de Cristo.

Sin embargo, hay un extraño silencio alrededor de todas aquellas cosas positivas que la Iglesia y sus miembros realizan cada día. No existe una balanza en la que compensar lo bueno con lo malo, pero no es arriesgado afirmar que hay ciertas cosas sobre la Iglesia que a algunos no les interesa publicar.

Cáritas y su labor internacional

Por ejemplo, la labor que realiza “Cáritas” a nivel internacional. Según el informe publicado por esta organización católica, en 2022 ayudaron a más de dos millones de personas por todo el mundo en situación de emergencia. Invirtiendo unos 81 millones de euros, “Cáritas” llevó ayuda a Ucrania, la República Centroafricana, Pakistán, Siria y Venezuela, entre otros sitios.

A través de su labor, “Cáritas” presta asistencia sanitaria, ayuda a reconstruir territorios destruidos por desastres naturales o conflictos armados, o cubre las necesidades básicas de millones de personas en el mundo entero.

Su trabajo es muy conocido y hay testimonios en prácticamente todos los países de gente cuyas vidas han mejorado gracias a la intervención de esta organización de la Iglesia.

El Papa Francisco y la atención a los pobres

El Papa menciona con mucha frecuencia a los pobres. Sin embargo, su interés no es solo de palabra. El Pontífice tiene una multitud de iniciativas para ayudar a las personas con pocos recursos.

Desde duchas habilitadas en el Vaticano, a un sacerdote y una legión de voluntarios que reparten alimentos por Roma o las comidas que organiza el Santo Padre para los pobres en su propio comedor.

Es habitual que los medios de comunicación critiquen al Papa Francisco, acusándolo de hablar pero no actuar. Lo cierto es que la Iglesia, dirigida por Francisco, aporta recursos constantemente para ayudar a pobres, migrantes, ancianos y demás personas vulnerables en el mundo entero.

Cristianos que apoyan a otros cristianos

Ayuda a la Iglesia necesitada” es una fundación pontificia que asiste a la Iglesia católica en su labor. Según los datos publicados por la organización, se benefician de su apoyo unos 6 mil proyectos en 150 países.

“Ayuda a la Iglesia necesitada” calcula que el 62 % de la población vive en territorios en los que no existe la libertad religiosa. A través de su trabajo, esta fundación sostiene la tarea pastoral de la Iglesia en multitud de países. Destinan las aportaciones económicas de sus benefactores a la construcción o reparación de iglesias, a la formación de los laicos en su fe, a la dotación de medios de transporte para los agentes de pastoral, etc.

Ahora bien, esta no es la única organización de la Iglesia que tiene como objetivo cuidar de los demás católicos, sino que hay miles de personas que se esfuerzan por apoyar y sostener a los otros miembros del Cuerpo de Cristo.

La educación, un bien para todos

Históricamente, la Iglesia católica ha tratado siempre de fomentar la educación. A pesar de que hay ocasiones en las que hubo malentendidos y choques entre los ámbitos de la ciencia y de la fe, no es menos cierto que la Iglesia ha querido siempre proteger e impulsar la cultura.

La cantidad de instituciones educativas que dependen de la Iglesia católica se cuentan  por miles y el mundo universitario tiene una relevancia especial. En una nota de 1994, el Dicasterio para la Cultura y la Educación señala que “la Universidad y, de modo más amplio, la cultura universitaria constituyen una realidad de importancia decisiva. En su ámbito se juegan cuestiones vitales, profundas transformaciones culturales, de consecuencias desconcertantes, suscitan nuevos desafíos. La Iglesia no puede dejar de considerarlos en su misión de anunciar el Evangelio”.

No es de extrañar, por tanto, que millones de personas tengan acceso a la cultura y a la educación gracias a la Iglesia católica, que tiene presencia en el mundo entero y desarrolla actividades de formación en prácticamente todos los países.

La Iglesia dice “sí” a la vida

La defensa de la vida es una constante en la Iglesia. En el punto 2258 del Catecismo se dice que “La vida humana ha de ser tenida como sagrada, porque desde su inicio es fruto de la acción creadora de Dios y permanece siempre en una especial relación con el Creador, su único fin. Solo Dios es Señor de la vida desde su comienzo hasta su término (…)”.

Por supuesto que esto no queda en la letra. La Iglesia despliega instituciones y recursos para proteger y promover la vida en todo el mundo. Desde hospitales a hogares para niños sin padres o instituciones que ayudan a madres en situaciones desfavorables, en todos los lugares donde hay presencia católica hay también un sistema que quiere cuidar de la vida.

Los datos

Para comprobar todo esto basta con mirar los datos que, desde que llegó a la sede de san Pedro el Papa Francisco, intentan publicarse con total transparencia. En Omnes pueden encontrarse varios artículos en los que se desglosan y explican los números publicados por el Vaticano.

A pesar de que no son lo más importante, los números siempre ayudan a hacerse una imagen clara. Aquí hay una cifra significativa: según los últimos datos publicados, la caridad del Papa financió 236 proyectos por un valor de 45 millones. Proyectos en todo el mundo que ayudan a millones de personas y de los que no se habla en los medios de comunicación.

Ahí está una gran parte de lo que no quieren que sepas sobre la Iglesia católica, que al estar formada por personas tiene defectos, pero también dispone de miembros cuyo objetivo es cuidar de los demás y amar al prójimo.

Estados Unidos

Scott Elmer: «Durante el proceso sinodal, la gente en Denver aprendió a rezar»

En esta entrevista con Omnes, Scott Elmer, Jefe de Misiones de la arquidiócesis de Denver, afirma que la comunidad católica ha vivido un proceso sinodal muy rico para los pastores y los fieles del pueblo.

Gonzalo Meza·13 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Denver es conocida no solo por su belleza natural (que atrae a miles de turistas) sino por su vida cultural, próspera economía y desde el punto de vista de la fe, por la impronta que ha tenido en la iglesia a nivel nacional.

La arquidiócesis de Denver ha sido semillero de muchos apostolados y movimientos laicos que han tenido un impacto en la vida eclesial en el país. Algunos de estos nacieron tras la Jornada Mundial de la Juventud y la visita del Papa Juan Pablo II en agosto de 1993.

Para conocer mejor la arquidiócesis de Denver y su labor, Omnes entrevistó al Dr. Scott Elmer, Jefe de Misiones de la arquidiócesis. Está casado y tiene cinco hijos. Estudió un máster en Teología Sistemática en el “Augustine Institute” y cuenta con un doctorado en Ministerio de la Universidad Católica de América. Su trabajo consiste en supervisar que los esfuerzos de evangelización, formación de la fe y los departamentos de la curia se alineen con la misión de la Arquidiócesis.

En términos de comunidades culturales y étnicas, ¿cómo está compuesta la Arquidiócesis?

– En la arquidiócesis hay diferentes grupos étnicos pero los tres principales son caucásico, latino y vietnamita. En términos generales, la mitad de la población es latina, de varias generaciones. Muchos son bilingües. También tenemos una comunidad vietnamita bastante grande y siguen llegando inmigrantes de distintas partes del mundo.

¿Cómo ha evolucionado esa presencia étnica en Denver?

– En general, Denver es una ciudad muy caucásica, comparada con otras ciudades. Sin embargo, a partir de los años 90 comenzaron a llegar grandes grupos de inmigrantes latinos, así que nos hemos vuelto cada vez más latinos. También la presencia vietnamita ha sido estable, aunque cada vez más tenemos grupos étnicos provenientes de diferentes partes de África.

¿Cuáles son los principales apostolados o movimientos laicos en Denver?

– En términos de movimientos eclesiales laicos, el Movimiento Familiar Cristiano es el más grande. También tenemos la presencia de la “Renovación Carismática”, “Centro san Juan Diego”,” Prevención y Rescate” (apostolado de ayuda a personas y familias en situación de adicción y pandillerismo), “Adoración Nocturna”, “Cursillos de Cristiandad”, “FOCUS” y “Families of Character” (Dedicado a apoyar a padres de familia con hijos).

También tenemos muchos apostolados que nacieron en Denver, que tienen su sede aquí y han tenido un gran impacto en todo el país. Por ejemplo “Augustine Institute”, “Amazing Parish” (Apostolado orientado a brindar herramientas para ayudar a las parroquias) o  “Real Life Catholic” (ministerio dedicado a la evangelización en la era moderna), entre otros.

¿Cómo fue la experiencia diocesana con el Sínodo de Obispos?

– Fue una experiencia realmente hermosa. No recuerdo el número, pero participaron miles de personas provenientes de parroquias y de movimientos eclesiales laicos. Hubo muchas sesiones parroquiales dedicadas a escuchar. Nuestros pastores hicieron un trabajo admirable haciendo que las parroquias estuvieran disponibles para ello. Lo que hicimos fue básicamente escuchar al Señor, considerando en discernimiento lo que Él nos decía.

En términos prácticos, se le pidió a la gente que meditara en torno a ciertas preguntas relacionadas con nuestra misión, por ejemplo: ¿cuál es el papel y la misión de un discípulo?, ¿cuál es la misión de la familia, de la parroquia y de la arquidiócesis? De hecho, fueron preguntas que ya estábamos trabajando. Las respuestas nos proporcionaron mucha información, pero también confirmación, afirmación y aliento en todo ese proceso.

Luego, tuvimos un gran Sínodo de tres días en el que estuvieron dos representantes de cada parroquia. Tuvimos unas 400 o 500 personas con sus párrocos. En dichas sesiones retomamos las respuestas, las resumimos y meditamos nuevamente sobre ellas. Esta fue la base del informe que se envió a la conferencia episcopal.

¿Cómo se sintió la gente al participar en este proceso sinodal?

– Estaban contentos y entusiasmados. Decían que fue muy significativo participar y formar parte de “algo más grande” que su parroquia. Creo que uno de los principales beneficios fue que la gente sintió que aprendió a rezar y meditar juntos sobre determinados temas. Así que la acogida fue muy positiva.

¿Cómo fue la experiencia en Denver con el Renacimiento Eucarístico?

– A nivel diocesano organizamos grupos de la curia para visitar nuestros decanatos, parroquias, algunas de las zonas periféricas y exponer cuáles eran nuestros objetivos para el Renacimiento Eucarístico. El proceso fue similar al Sínodo diocesano: tuvimos representantes de todas las comunidades, las parroquias y los movimientos. También hubo charlas y por supuesto tiempo de oración.

El arzobispo celebró una Misa en la que comisionó a las personas a ir a las parroquias y ayudarlas en el proceso. Esto les ayudó a preparar la fase parroquial del Renacimiento Eucarístico. Durante el año y la fase parroquial establecimos sitios de peregrinación centrados en algún aspecto de la Eucaristía. De esa forma, en dichas parroquias se montaron paneles con material centrado en los milagros eucarísticos. En algunas ocasiones hubo ponentes que ofrecieron una charla, seguida de un tiempo de adoración o una misa. Por ejemplo, en una ocasión el Dr. Ben Aekers, profesor del Instituto Augustine, habló en la parroquia de la Preciosísima Sangre sobre la Eucaristía como sacrificio.

Asimismo, la peregrinación Eucarística nacional cruzó Denver del 7 al 9 de junio. Hubo varias procesiones eucarísticas en el centro de la ciudad, así como adoración y oportunidades para brindar algún servicio en la ciudad. Y durante el Congreso Eucarístico Nacional hubo un contingente de la arquidiócesis.

Desde su perspectiva de esposo cristiano, casado durante once años con cinco hijos, ¿qué le diría a una persona que se plantea el matrimonio como su vocación?

– Busquen primero el Reino de Dios y todo lo demás se les dará. Sólo hay una cosa que al final va a ser importante: su relación con Dios. Si nuestros corazones están bien y lo estamos buscando, su plan se desarrollará. Él se encargará de todas las cosas que les preocupan. No sacrifiquen ningún aspecto de su relación con Dios, porque Él quiere lo mejor para nosotros y tenemos que confiar en Él.

Vaticano

El Papa Francisco reúne a más de cincuenta mil personas en Singapur

En el penúltimo día de su viaje apostólico más largo, el Papa Francisco tuvo una intensa agenda en Singapur con dos grandes acontecimientos: el encuentro con las autoridades y el cuerpo diplomático en el Parlamento y una Misa multitudinaria en el estadio “Sports Hub”.

Hernan Sergio Mora·12 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Santo Padre fue recibido por el presidente de la República, Tharman Shanmugaratnam, participando en la «Orchid Naming Ceremonia», un homenaje floral simbólico que encarna la cálida acogida de Singapur. A pesar del clima adverso, fue una ceremonia hermosa, con la Guardia de Honor en posición y los himnos nacionales.

En el libro de honor, el Papa dejó escrito: “Como la estrella guió a los Reyes Majos así la luz de la sabiduría guíe siempre a Singapur en la construcción de una sociedad unida, capaz de transmitir esperanza”.

Después de este encuentro en el Parlamento, el Santo Padre se dirigió al Centro Cultural Universitario de la prestigiosa Universidad Nacional de Singapur (NUS, por sus siglas), donde le esperaban más de mil personas, entre las que se encontraban líderes religiosos, diplomáticos, empresarios y representantes de la sociedad civil.

Singapur, entre la armonía y la exclusión social

Francisco se dirigió a los asistentes reconociendo en primer lugar que “Singapur es un mosaico de etnias, culturas y religiones que conviven en armonía”. A continuación, elogió el hecho de que el país «no sólo haya prosperado económicamente, sino que se haya esforzado por construir una sociedad en la que la justicia social y el bien común sean muy apreciados».

«A este respecto” -advirtió el Pontífice- “quisiera señalar el riesgo» que la meritocracia conlleva como «consecuencia no deseada» de «legitimar la exclusión de quienes se encuentran al margen de los beneficios del progreso».

El Pontífice profundizó también en el problema de «las sofisticadas tecnologías de la era digital y la rápida evolución del uso de la inteligencia artificial» y el peligro de «hacernos olvidar que es esencial cultivar relaciones humanas reales y concretas» y que estas tecnologías «puede potenciarse precisamente para acercarse unos a otros, promoviendo la comprensión y la solidaridad, y no aislarse peligrosamente en una realidad ficticia e impalpable».

La Iglesia en Singapur

El Santo Padre no olvidó también la labor que «la Iglesia católica en Singapur, desde el inicio de su presencia, ha ofrecido», especialmente «en los sectores de la educación y la salud, gracias a los misioneros y a los fieles católicos». Porque «animada por el Evangelio de Jesucristo, la comunidad católica está también a la vanguardia de las obras de caridad».

Además, la Iglesia –prosiguió el Pontífice, recordando la declaración “Nostra Aetate» del Concilio Vaticano II sobre las relaciones con las religiones no cristianas– ha promovido constantemente el diálogo interreligioso y la colaboración entre las diferentes comunidades de fe.

El Papa aprovechó la ocasión para subrayar que la institución de la familia, hoy cuestionada, «debe estar en condiciones de transmitir los valores que dan sentido y forma a la vida y de enseñar a los jóvenes a formar relaciones sólidas y saludables».

Francisco se despidió elogiando que en Singapur «el compromiso con el desarrollo sostenible y la protección de la creación es un ejemplo a seguir, y la búsqueda de soluciones innovadoras para afrontar los desafíos medioambientales puede animar a otros países a hacer lo mismo».

Tras el encuentro en el estado, el Santo Padre regresó al Centro de Retiros “San Francisco Javier”, donde se aloja. Allí tuvo un encuentro con el ex Primer Ministro de Singapur, Lee Hsien Loong y su esposa.

Por la tarde, a las 16 horas, volvieron a abrirse las puertas del estadio nacional “Sports Hub” para recibir al Pontífice. Más de 55.000 fieles esperaban con entusiasmo para poder participar en la Santa Misa en memoria del Santísimo Nombre de María.

El Papa Francisco ingresó al estadio cubierto en un coche y bendijo a varios niños, visiblemente emocionados, en medio de fuertes aplausos y cantos de alegría.

Durante la Misa, las oraciones de los fieles fueron recitadas en inglés, chino, tamil y malayo, reflejando el corazón palpitante de una nación que es una encrucijada de culturas.

En su homilía, el Santo Padre se apoyó a san Pablo para recomendar el cultivo de la comunión en la caridad: “El conocimiento llena de orgullo, mientras que el amor edifica”. Una comunión por la que Francisco quiso agradecer al Señor, pues es la que vive la Iglesia de Singapur, “rica en dones, vivaz, en crecimiento y en diálogo constructivo con las demás confesiones y religiones”.

Comentando las “construcciones impresionantes” del país asiático, Francisco indicó que estas “no son, como muchos piensan, ante todo dinero, ni técnica, ni ingeniería -todos medios útiles- sino el amor: ‘el amor que edifica’”.

Pero más importante que esto, el obispo de Roma destacó las “muchas historias de amor por descubrir: de hombres y mujeres unidos en una comunidad, de ciudadanos dedicados a su país, de madres y padres preocupados por sus familias, de profesionales y trabajadores de todo tipo y nivel, honestamente comprometidos en sus diferentes roles y tareas».

“Queridos hermanos y hermanas”, añadió el Pontífice “si hay algo bueno que permanece en este mundo es sólo porque, en infinitas y diversas circunstancias, el amor ha prevalecido sobre el odio, la solidaridad sobre la indiferencia, la generosidad sobre el egoísmo”.

Recordando la visita a Singapur de san Juan Pablo II en 1986, el Papa citó una de sus frases: «el amor se caracteriza por un respeto profundo hacia todos los hombres, independientemente de su raza, su credo o lo que los diferencia de nosotros».

El Papa Francisco quiso recordar también en su homilía las figuras de los santos, «conquistados por el Dios de la misericordia, hasta convertirse en su reflejo». Destacó especialmente a «María, la memoria de cuyo Santísimo Nombre celebramos hoy» y san Francisco Javier, acogido en Singapur unos meses antes de su muerte, que en una hermosa carta suya dice que le gustaría «gritar aquí y allá como un loco y sacudir a los que tienen más ciencia que caridad».

Tras la homilía, el Papa bendijo a todos los presentes y la ceremonia concluyó delante de la imagen de María para el canto del Salve Regina.

La larga jornada del Santo Padre concluyó a las 19:35 horas locales, con una cena privada en su alojamiento del Centro de Retiros San Francisco Javier, para descansar del cansancio físico pero también con la alegría de llevar esperanza, dejando una huella profunda en el corazón de millones de personas.

El autorHernan Sergio Mora

Recursos

Carlos Manuel Cecilio Rodríguez: un enamorado de la liturgia

La vida del primer beato puertorriqueño está marcada por su amor a la divina liturgia y su apostolado constante en este camino de amor a Dios.

P. José Gabriel Corazón López·12 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Carlos Manuel, primer beato puertorriqueño, nació el 22 de noviembre de 1918 en Caguas, P.R. Es el segundo de cinco hijos del matrimonio de Manuel Baudilio Rodríguez Rodríguez y Hermina Santiago Esterás.

A los pocos meses de su nacimiento la familia sufre el incendio de la casa y el negocio de su padre. Por causa de este incidente la familia se mudará a la casa de sus abuelos maternos.

La abuela materna, Alejandrina, será de gran influencia en su vida de fe y piedad llegando a heredar el altar de su casa en donde pasará sus tiempos de oración.

Su vida diaria, desde pequeño porque así lo aprendió, estaba centrada en la vida litúrgica y la Eucaristía, convirtiéndose en el centro de su vida. Acudiendo a su parroquia, en el pueblo de Caguas, comienza a involucrarse en la vida pastoral.

Siendo monaguillo entra en un contacto más directo con la liturgia enamorándose de ella, sobre todo, de la Vigilia Pascual. Tendrá en gran estima la celebración de la Pascua y el domingo descubriendo la centralidad del Resucitado en la vida cristiana. Podríamos afirmar que desarrolla y vive una espiritualidad litúrgico-pascual.

La espiritualidad litúrgica

La espiritualidad litúrgica es, o debería llegar a ser, una espiritualidad pascual porque la liturgia celebra el Misterio Pascual. La Pascua para el Beato Carlos llegó a ser una experiencia vital para el cristiano, pero para esto había que “entrar ‘dentro de la cosa’”. Es una experiencia vital para el cristiano dependiendo el concepto de vida cristiana o católica se tenga.

Carlos Manuel definía la vida católica con las siguientes palabras: “La vida católica es algo único, es una tremenda participación vive en el nuevo orden inaugurado por la muerte y resurrección de Cristo; es una vida en el sentido más profundo, real y pleno de la palabra; Cristo viviendo en nosotros”. La forma en como esta vida se alimenta y profundiza es por medio de la liturgia.

Consciente que “la Liturgia es para el pueblo y no para un grupo selectos de eruditos” se dedicó a promover la vivencia litúrgica en Puerto Rico. Para promover la vivencia recta de la liturgia se convirtió en un autodidacta. Por sus problemas de salud no pudo concluir estudios universitarios, pero esto no le impidió aprender sobre la Iglesia, en especial, sobre este tema tan apasionante para él. Leía y estudiaba los escritos sobre el tema emanados en su tiempo, impulsa la aplicación de las reformas litúrgicas de Pio XII, se suscribe a revistas y estudios de la época. Lo que aprendía lo daba a conocer por medio del apostolado.

El Círculo de Cultura Cristiana

Carlos Manuel llevó a cabo su apostolado por medio de la amistad y el acompañamiento, en especial con quienes visitaban el Centro Universitario Católico, y la correspondencia. Suscribía a distintas personas para que le llegasen artículos sobre liturgia y formación religiosa en general. Además, estando en el Centro Universitario funda un boletín llamado Liturgia, el Círculo de Cultura Cristiana y los “Días de vida cristiana”.

El Círculo de Cultura Cristiana es descrito por el propio Carlos Manuel en una carta en donde trata el tema: “El Círculo de Cultura Cristiana es una agrupación de estudiantes profesionales que funciona dentro del Centro Universitario Católico Puertorriqueño. Los fines generales del Círculo son:
Lograr que sus miembros lleguen a ser intelectuales católicos y apostólicos.
Laborar por la restauración y renovación de una cultura verdaderamente cristiana.
Laborar por la realización de los ideales del Movimiento Litúrgico”.

Los “Días de vida cristina” eran ocasión para reunirse, compartir y formarse. El tiempo estaba dividido para la oración, diversión, formación y conversación. Cada encuentro giraba en torno a algún tema, ya fuera, sobre el tiempo litúrgico que se estaba viviendo o temas de actualidad como el secularismo. La idea era ayudar a comprender la vivencia de cada misterio de la Iglesia.

La Vigilia Pascual

Finalmente, propagó la importancia de la celebración de la Vigilia Pascual respetando su tiempo y estructura. En una carta titulada “No echemos a perder la Vigilia Pascual”, Carlos Manuel afirma la centralidad de esta noche, la importancia de que se celebre según las normas para no crear una mentalidad errónea en los fieles, entre otros.

Su defensa de la Vigilia Pascual parte de su pensamiento de que la liturgia era para el Pueblo Santo de Dios, que todos podían llegar a entenderla y que siendo el centro de la vida cristiana se debía promover como medio de apostolado.


Carlos Manuel muere el 13 de julio de 1963 viviendo su pascua personal. Busca al Dios vivo mientras experimenta la noche oscura del alma y recupera su serenidad cuando redescubre la palabra que tiene un gran significado para él: Dios. Se encuentra con el Dios vivo, con el Resucitado, luego de sufrir por largos años una enfermedad gastrointestinal: colitis ulcerosa, la cual no demostraba. Vivió su vida intentando enamorar a otros de la alegría del Resucitado y de la centralidad de la liturgia para la vida cristiana.

El autorP. José Gabriel Corazón López

Evangelio

La verdadera ganancia. Domingo XXIV del tiempo ordinario (B)

Joseph Evans comenta las lecturas del domingo XXIV del Tiempo Ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·12 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Algunas sectas protestantes ofrecen el llamado “Evangelio de la prosperidad”. Se trata de un falso mensaje que proclama que, si sigues a esa secta y le haces donaciones económicas (¡!), Dios te bendecirá incluso en términos terrenales. Dicho en pocas palabras, su forma de cristianismo te hará rico. Este mensaje engañoso proviene de una lectura muy selectiva de la Biblia, ignorando las enseñanzas del Nuevo Testamento que advierten de los peligros de la riqueza material y centrándose en cambio en una serie de textos del Antiguo Testamento cuidadosamente elegidos que parecen mostrar la prosperidad mundana como una recompensa por la rectitud y el seguimiento de Dios.

El Evangelio de hoy es todo lo contrario a un «Evangelio de la Prosperidad» y es precisamente Pedro, el primer Papa, quien tuvo que aprender esa lección de una manera muy cruda. Pedro acababa de ser alabado por Jesús por haber acertado en su condición divina y mesiánica. El apóstol había declarado correctamente que Jesús era “el Cristo” (y el relato paralelo de Mateo añade: “el Hijo de Dios vivo”). Pero, quizá sonrojado por su éxito, Pedro se lanza impetuosamente poco después a intentar impedir que Jesús vaya a su Pasión.

Nuestro Señor, viendo a los discípulos a su alrededor (nótese este detalle), tiene que actuar con firmeza para asegurarse de que una visión tan equivocada no gane terreno. “Jesús se volvió y dijo a Pedro: ‘¡Ponte detrás de mí, Satanás! Eres para mí piedra de tropiezo, porque tú piensas como los hombres, no como Dios’”. El deseo de evitar el sufrimiento -una religión cómoda y próspera- es una contradicción del cristianismo, que es precisamente una religión de la Cruz. Como el sufrimiento es consecuencia del pecado, Cristo -y el cristiano- debe entrar en el sufrimiento para vencer el pecado. 

Pedro, que acertó tanto como primer Papa, se equivoca completamente como hombre individual. Su pensamiento es humano, no divino. Nuestro Señor insiste entonces: “Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga. Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la encontrará.”. El cristianismo no trata de ganancias terrenales; trata de pérdidas terrenales. Si alguien intentara que antepusiéramos la comodidad y los beneficios terrenales, y diluyéramos así las exigencias del cristianismo, ya fuera otra persona o simplemente nuestra propia blandura, quizá también tendríamos que responderle con la energía de Cristo: “¡Ponte detrás de mí, Satanás!”.

La homilía sobre las lecturas del domingo XXIV del Tiempo Ordinario (B)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Vaticano

El Papa Francisco en Singapur: un viaje de esperanza y diálogo hasta las fronteras de Asia

Singapur es la última parada de un viaje que dura hasta mañana y en el que el Papa ha recorrido cuatro países encontrándose con miles de fieles.

Hernan Sergio Mora·11 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Con un viento de esperanza a sus espaldas y el corazón abierto al diálogo, el Papa Francisco ha llegado a Singapur, última parada de un viaje apostólico que pasará a la historia como el más largo de su pontificado. Partiendo de Roma el 2 de septiembre, el Santo Padre cruzó océanos y naciones, llevando su mensaje de paz, de rechazo a la violencia en nombre de la religión, y de fraternidad a Indonesia, Papúa Nueva Guinea y Timor Oriental.

Ahora, en la ciudad-estado de Singapur, el Papa enfrenta el último desafío de su viaje: hablar al corazón de una comunidad multiétnica y multicultural.

La jornada ha comenzado en Timor Oriental donde el Papa ha celabrado la Santa Misa en privado en la Nunciatura Apostólica,.

A las 9.30 horas (hora local) el Papa se ha reunido con cientos de jóvenes en un acto que comenzó con la colocación de flores frente a la estatua de María en el Centro de Convenções de Díli, entre sonrisas, cantos y un colorido pañuelo tradicional «tais» que le han colocado sobre sus hombros a la entrada del centro de congresos.

El pontífice, muy animado, habló en español prácticamente «improvisando» y en un animado “diálogo” con el público. El Papa comenzó con el saludo “Daader di’ak” (Buenos días), en lengua tetum, una de las dos lenguas oficiales de Timor Oriental junto con el portugués.

A sus palabras siguieron los testimonios de cuatro jóvenes y la invitación del Pontífice a hacer «lío», una frase que ha repetido varias veces durante el encuentro.

El Papa ha invitado a los jóvenes a no perder el entusiasmo de la fe y a no ceder ante los vicios «que destruyen a los jóvenes»: el alcohol, las drogas y «tantas cosas que dan felicidad durante media hora».

Francisco ha pedido “no más bullying” entre los aplausos de los presentes, y se ha referido al amor a los abuelos, porque los niños y los ancianos son el mayor tesoro de la sociedad y ha destacado tres cosas a los jóvenes: «libertad, compromiso y fraternidad».

Es decir que “un joven que no es capaz de autogobernarse es dependiente, no es libre y es esclavo de su propio deseo; y debe saber que «ser libre no significa hacer lo se que quiere».

“El compromiso -ha continuado el Santo Padre- debe ser por el bien común” y ha subrayado la tercera recomendación, la hermandad: debemos ser hermanos, no enemigos, porque las diferencias sirven para respetarnos unos a otros. “El amor es servicio”, ha repetido a los jóvenes destacando dos ideas: “Amor y reconciliación” así como ese conocido “hagan lío”, junto a la necesidad de veneración y respeto por los ancianos.

Fuera del centro, alrededor de 1.500 jóvenes le esperaban para saludarlo, muchos de ellos con lágrimas en los ojos.

El Papa se ha despedido de Timor Oriental en torno a las 11 en una emotiva ceremonia en el aeropuerto internacional de Dili, en la que miles de personas han acompañado los últimos compases de la visita papal detrás de las vallas.

Singapur: una ciudad-estado que abraza al Papa

A las 14.15 horas, el vuelo papal ha aterrizado en el aeropuerto de Changi, en Singapur. Aquí, en una ciudad donde conviven casi 6 millones de personas en un caleidoscopio de culturas y religiones, el Papa ha sido recibido por el nuncio apostólico Mons. Marek Zalewski, por el embajador de Singapur ante la Santa Sede y por el ministro de Cultura y Juventud.

El encuentro privado con miembros de la Compañía de Jesús será en el St. Francis Xavier Retreat Centrer, donde residirá el Pontífice.  

El autorHernan Sergio Mora

Evangelio

Mirar a la Cruz. Exaltación de la Santa Cruz

Joseph Evans comenta las lecturas de la Exaltación de la Santa Cruz.

Joseph Evans·11 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

En su viaje por el desierto hacia la Tierra Prometida, el pueblo perdió la paciencia y dio una interpretación negativa a todos los acontecimientos recientes que había vivido. Hablaron contra Dios y contra Moisés: “¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náuseas ese pan sin sustancia”. Este es el diablo que agria y da un giro negativo a todo, como hizo desde los albores de la creación, haciendo que Adán y Eva se centraran únicamente en el árbol prohibido, y no en todos los demás de los que podían comer.

Dios se lo había dado todo a los israelitas. Los había salvado, los había llevado a través del mar que milagrosamente se abrió para ellos, había ahogado a los egipcios, les había dado a los israelitas agua, pan y carne en el desierto. Y ahora se quejan. Como resultado, Dios los castigó. “El Señor envió contra el pueblo serpientes abrasadoras, que los mordían, y murieron muchos de Israel” (Núm 21,6). Esas serpientes abrasadoras recuerdan a aquella primera serpiente del Jardín del Edén, Satanás, que vive en el fuego del infierno, aunque está activo en la tierra. 

Cuando nos quejamos y nos dejamos llevar por la ira y la amargura, es como si serpientes ardientes se deslizaran dentro de nosotros. Es el diablo que nos hace enfocarnos en lo que no tenemos y así olvidar todas las bendiciones que Dios nos ha dado, en todo lo que está mal y nos hace olvidar todo lo que está bien. 

¡Qué activas están esas serpientes dentro de nosotros! Necesitamos pisarlas y expulsarlas. Sobre todo, necesitamos invocar a Cristo, que es el gran aniquilador de serpientes: él hiere la cabeza de la serpiente (Gn 3,15). Pero antes Jesús debe permitir que la serpiente le muerda. Debe tomar todo ese veneno sobre sí, y en cierto sentido dentro de sí, para vencerlo. Cuando Satanás nos muerde, nos envenena. Cuando Satanás “mordió” a Cristo, él, Satanás, fue envenenado: con el “veneno” del amor y la humildad en Jesús, que son mortales para él. Jesús tomó todo ese veneno, el veneno del pecado, sobre sí y dentro de sí (aunque permaneciendo sin pecado) y se convirtió él mismo en el gran antídoto, la gran vacuna contra él. Sí, lo mató en cierto sentido, temporalmente. 

Parte del veneno es la muerte y, para tomar todo el veneno, Jesús tuvo que sufrir también la muerte. Pero venció al pecado y a la muerte, venció al veneno. La fiesta de hoy nos invita a mirar una y otra vez la Cruz, al “levantado” por nuestra salvación, a verla, mirarla y contemplarla con los ojos del alma.

Evangelización

Álvaro Garrido: “La Fundación CARF no existiría sin los benefactores”

Casi 40.000 estudiantes de 131 países de todo el mundo se han podido formar en Filosofía, Derecho Canónico  y Teología en la Universidad de Navarra y la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma gracias a la Fundación CARF.

Maria José Atienza·11 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

2.171 seminaristas y sacerdotes han podido realizar sus estudios de Filosofía y Teología gracias a la ayuda de la Fundación CARF en 2023. Estos datos, extraídos de la memoria que la fundación presentó hace unas semanas se suma a las decenas de miles de estudiantes que, en los 35 años que lleva esta fundación, han pasado por las aulas de estas prestigiosas facultades eclesiásticas.

Álvaro Garrido Bermúdez, es el director de Comunicación, Marketing y Fundraising de la Fundación CARF. Este experto en comunicación ha pilotado la actualización de la marca de la Fundación CARf y los nuevos proyectos de expansión e información puestos en marcha desde la Fundación.

El 14 de febrero de 2024, la Fundación CARF cumplió 35 años. ¿Qué balance hace de estas más de tres décadas de trabajo?

–En primer lugar, ya hay un reconocimiento, a nivel internacional, tanto de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz como de las facultades eclesiásticas de la Universidad de Navarra como lugares de referencia en la formación en Filosofía, Derecho Canónico y Teología. Este reconocimiento viene avalado por las cifras de estudiantes, 2.171 en 2023, que se han formado en ambas universidades gracias a la Fundación CARF.

Eso este año, pero mirando atrás, desde aquella petición que san Juan Pablo II hizo al beato Álvaro del Portillo para montar una universidad pontificia en Roma, han sido unos 40.000 estudiantes de 131 países de todo el mundo. Decenas de miles de estudiantes que retornan a sus países con una gran formación y allí pueden formar a más personas. De estos antiguos alumnos, 134 ya son obispos, 3 de ellos han sido creados cardenales….

San Juan Pablo II sabía muy bien lo que estaba haciendo. Si se forma muy bien a la gente, no solo desde el punto de vista intelectual, sino también desde el punto de vista humano y espiritual, cuando retornan a sus países de origen, suponen una auténtica bomba de gracia en cada pequeña o gran diócesis.

En 2023, como destaca la Memoria que acabamos de publicar tuvimos estudiantes de 80 nacionalidades: 23 de Europa, 21 de América, de África 22 estudiantes, de Asia 12, y de Oceanía solo dos. Es una auténtica maravilla.

¿Cómo se gestionan las becas? ¿Son sólo para seminaristas de países más pobres?

–Una beca completa de estudios son 18.000 euros. Cada obispo que manda a estudiantes aporta a sus estudios lo que le costaría en su diócesis de origen. Es decir, si en Benín, Nigeria, o Haití, cuesta 5 o 10 euros al mes el seminarista, esa cantidad es la que aporta su obispo, y la Fundación CARF busca el dinero restante.

El seminarista que acude de una diócesis brasileña, que suelen estar en torno a los 120, 130 dólares, pues, evidentemente, ese coste lo obispo lo tiene que poner. Si vienen de Canadá o Estados Unidos aportan lo que costarían en sus diócesis. No creemos en la política de gratis total, porque se aprecia lo que cuesta, aunque sea poco.

Ya son más de 1.100 diócesis muy agradecidas de lo que está haciendo la Fundación CARF a través de las universidades de Navarra y de la Universidad Pontificia de Santa Cruz, porque ellos son los que otorgan las becas y nosotros los que financiamos las ayudas al estudio para que estos estudiantes puedan pasar por esas dos grandes universidades.

Todos los años tenemos que “empezar”, porque depende de cuánto vamos a necesitar ese ejercicio. Las ayudas no sólo son las becas, hay quien recibe ayudas directas y otros, indirectas. Por ejemplo, mantenemos 17 edificios en Roma y Pamplona, entre seminarios, colegios mayores, residencias sacerdotales, las propias aulas y las propias estructuras físicas de las universidades…. Es verdad que todos no reciben una ayuda directa, pero sin los sueldos de los profesores, los seguros sociales o los alquileres de los espacios en los que se desarrollan las cosas, etc., no habría universidad.

¿Reciben otro tipo de peticiones?

–Es curioso porque el hecho de que la web esté en 27 idiomas hace que todas las semanas nos lleguen cinco o seis correos de personas que nos preguntan: “¿Qué tengo que hacer para ser sacerdote?”. Nosotros le explicamos qué somos y lo que hacemos, porque eso sí, contestamos siempre.

También nos piden muchísimas ayudas desde múltiples partes del mundo de todo tipo, desde un sacerdote que pide ayuda para que le compremos un coche o un autobús para que los seminaristas no vayan en canoa a su seminario, u otro que necesita vasos sagrados y ropas para celebrar dignamente la Santa Misa….

Nosotros nos debemos a nuestros fines fundacionales y no les podemos ayudar en esas cosas. Lo que siempre hacemos es rezar por ellos, que es uno de nuestros fines, junto al de promover su buen nombre y dar las ayudas para poder financiar las becas, tanto de la Universidad de Navarra como de la Universidad Pontificia de Santa Cruz.

¿Qué papel tienen los benefactores de Fundación CARF?

–Los benefactores tienen EL papel; sin ellos esto no saldría, ya den 10 o 200 euros al año. A mi me da pena, a veces no poder agradecer a todos esos 5400 donantes que con sus ayudas hacen que esto salga adelante.

A veces no tenemos apenas datos y es una persona que aporta 20, 10 euros al mes. Muchas de ellas ni siquiera quieren el certificado para desgravar en la renta, y eso que ahora, con la nueva ley de Mecenazgo la desgravación es muy grande.

No tenemos una edad típica de benefactores. Queremos que los jóvenes sepan lo que hacemos, porque de ahí también salen vocaciones sacerdotales, y saldrán futuros benefactores. Obviamente las personas más mayores que tienen más capacidad económica que los jóvenes suelen colaborar más económicamente. Nosotros agradecemos a los benefactores esa oración por los sacerdotes y esa ayuda que hace que tantos sacerdotes puedan formarse y formar a otros.

En el plano de los recursos la Fundación CARF se sostiene sobre cuatro patas: los testamentos y legados, las donaciones periódicas, las donaciones puntuales y las rentas e ingresos derivados del patrimonio. Estas cuatro patas tratan de sostenerse unas a otras y en algunas podemos influir y en otras no. Por ejemplo, nuestro objetivo no es el crecimiento de nuestro endowment. Nuestro objetivo es dar las ayudas, el endowment puede crecer de modo orgánico y natural, pero también tiene que hacer su aporte a las ayudas, que normalmente suele ser el 10% de lo que genera, sin que pierda valor.

Como recoge nuestra Memoria, el año 2023 fue bastante mejor que el ejercicio de 2022. El pasado año pudimos dar más de 5 millones de euros, el 77% de nuestros recursos, a la formación de seminaristas y sacerdotes. Esto fue gracias a que recibimos 2.915.460 euros en testamentos y legados, más de 3 millones de euros en donaciones puntuales y más de 1 millón en periódicas y el patrimonio generó 1.458.444 euros.

Los testamentos y legados, por ejemplo, son una fuente de ingresos esencial. Hay personas que no tienen herederos, o los tienen, pero deciden dejar su herencia para esta labor de los sacerdotes y evitar que ese dinero se lo lleve el Estado.

También crecieron las donaciones puntuales. Creo que las personas tienden a eso cada vez más: a compartir un poquito de esa paga extra, un poquito de ese bonus que ha recibido o de esa lotería que le ha tocado. Hay por ejemplo muchos matrimonios que cuando celebran los 25 años o los 50 años les dicen a sus amigos y familiares que no les hagan regalos y el valor de lo que fueran a gastarse lo donen a la Fundación CARF.

¿Cómo ve los siguientes 35 años de Fundación CARF?

–Como un futuro que está por escribirse. En 35 años, san Juan Pablo II, junto al beato Álvaro y san Josemaría, han logrado muchas cosas y siguen impulsando esta tarea.

¿Por qué la web está en 27 idiomas? Porque, obviamente, hay que tratar de que todo el mundo sea consciente de la importancia que tiene que haya un sacerdote. Si los sacerdotes se nos acaban, el mundo se termina, no se va a acabar por ningún tipo de agenda, ni se va a acabar por ningún tipo de estrategia ideológica. Porque el Señor dejará de bajar del cielo a la tierra para estar con nosotros.

Hace 10 días entré en la página web para ver accesos de cuántos países distintos habíamos tenido y el número es curioso, porque son 210. La ONU solo reconoce 195 países, pero es verdad que luego se producen pequeñas islas-estados que son dependientes de los restos del imperio francés o de la Commonwealth y del imperio británico, y entonces te salen 210 países.

El último que aparecía en la lista creo recordar, que era Somalia. Y dentro de todos esos, hay países musulmanes, desde donde entra gente que tiene algún tipo de inquietud o preocupación. Entiendo que serán normalmente personas católicas las que entran dentro de esos países, pero claro, al final el proyecto tiene que ser un proyecto global.

Creo que un proyecto que la Fundación CARF debe acometer es el conseguir que una persona, sin necesidad de tener que constituir una fundación en Norteamérica, o en Alemania, Francia, Italia, pueda ayudar a seminaristas de esos y otros países y contribuir a esta gran labor.

Vaticano

El Papa Francisco impulsa la evangelización en Timor Oriental

El Papa Francisco se encuentra en la octava jornada de su viaje por Asia y Oceanía. Este día está marcado por su visita a unos niños y una Misa multitudinaria en Timor Oriental.

Hernan Sergio Mora·10 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Papa Francisco se encuentra en Dili, capital de Timor Oriental, país que, junto con Filipinas, tiene el mayor número de católicos de la región. El Pontífice, que dentro de tres meses cumplirá 88 años, quiso venir a esta periferia del mundo para demostrar su cercanía.

Es el octavo día del viaje apostólico al Sudeste Asiático (del 2 al 13 de septiembre), y la penúltima parada hasta el miércoles 11, después de visitar Indonesia y Papúa Nueva Guinea, y antes de llegar a Singapur.

Según datos de las Naciones Unidas y otras fuentes aproximadamente entre el 45 % de la población de Timor Oriental tiene menos de 15 años. Si se incluye la población de hasta 24 años el porcentaje es aún mayor, situándose en torno al 60-65 %.

El Papa Francisco y los niños

Por la mañana, el Santo Padre fue conducido desde la Nunciatura donde se aloja hasta la Casa Irmãs Alma, mientras a los lados de la carretera miles de personas que esperaban su paso lo saludaban con entusiasmo desde las barreras con banderas, con cantos y coros.

La casa a la que se dirigía el Pontífice está gestionada por la Congregación de las Hermanas ALMA. En este lugar ellas llevan seis décadas atendiendo a los niños más desfavorecidos que padecen discapacidad física y psíquica.

Un momento particularmente emotivo fue cuando tres niñas vestidas con trajes tradicionales entregaron al Santo Padre un pañuelo tradicional, el «tais», símbolo de hospitalidad y de la cultura local.

Durante el evento, ell Superior de la Congregación presentó al Pontífice la labor caritativa realizada por la comunidad, seguido de cantos y bailes tradicionales. El Papa en sus breves palabras dijo : «amor, lo que aquí se encuentra es amor». Y añadió, refiriéndose a los niños: “Ellos son los que nos enseñan a dejarnos cuidar por Dios, y no por muchas ideas o planes caprichosos”. Es decir “dejarnos cuidar por Dios que tanto nos ama, por la Virgen que es nuestra madre”.

Al finalizar, el Papa Francisco firmó una placa conmemorativa del 60 aniversario de la fundación de la Congregación ALMA, un gesto simbólico que subrayó su apoyo y aprecio por el compromiso de las monjas.

El Papa Francisco en la catedral de la Inmaculada Concepción

Una hora más tarde ya se encontraba en la catedral de la Inmaculada Concepción, recibido con un obsequio floral, seguido de un baile local y con cantos que reflejan el fervor de los obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados, seminaristas y catequistas.

Después de ser recibido por el arzobispo de Dili y cardenal salesiano, Virgílio do Carmo da Silva, por el presidente de la Conferencia Episcopal y por el párroco, una religiosa dio su testimonio.

Sor Rosa ante los presentes que llenaron la catedral indica: hay muchas vocaciones sacerdotales y una Iglesia en salida, siguiendo las huellas de San Francisco Javier, «misionero por excelencia de Oriente».

Al suyo siguieron los testimonios de un sacerdote, don Sancho, y de un catequista de una cierta edad con su casaca multicolor. Tras estas intervenciones, Francisco sgradeció a monseñor Norberto de Amaral “las palabras que me ha dirigido, recordando que Timor Oriental es un país en el borde del mundo. Y me gusta decirlo, por eso está en el centro del Evangelio».

Recordando cuando María Magdalena ungió los pies de Jesús, indicó que «el olor de Cristo y de su Evangelio es un don que debemos salvaguardar y difundir», sin olvidar el origen «del don recibido, de ser cristiano, sacerdote, religioso o catequista». Y aunque Timor tiene una larga historia cristiana, “necesita hoy un renovado impulso de evangelización, para que llegue a todos el perfume del Evangelio: un perfume de reconciliación y de paz después de los sufridos años de la guerra; un perfume de compasión, que ayude a los pobres a levantarse y suscite el compromiso de mejorar la suerte económica y social del país; un perfume de justicia contra la corrupción. Y, de manera especial, el perfume del Evangelio necesita ser difundido contra todo lo que humilla, degrada e incluso destruye la vida humana”.

Una Misa con 750.000 fieles que quedará en la historia

Por la tarde el Papa Francisco llegó a Taci Tolu, una zona de gran interés natural conocida por sus paisajes y su rica biodiversidad.

El 12 de octubre de 1989, san Juan Pablo II celebró en esta explanada la Misa con motivo de su viaje al país aún bajo ocupación indonesia. En memoria de esta visita, el gobierno timorense erigió una capilla y una estatua de 6 m de altura del santo Papa polaco.

En esta ocasión, la explanada de Taci Tolú estaba repleta, con alrededor de 750.000 fieles, una imagen que atestigua la profunda devoción del pueblo de Timor Oriental. Mucha gente ya había ido allí el día anterior para tomar lugar, con sombrillas blancas y amarillas para protegerse del sol.

Aquí el Papa Francisco celebró una Misa votiva de la Santísima Virgen María Reina, oficiando la Eucaristía en portugués, lengua histórica y litúrgica del país, con las oraciones de los fieles (mambae, makasae, bunak, galole, baiqueno, fataluku).

En su homilía, el Pontífice recordó que «en Timor Leste es hermoso, porque hay muchos niños: ustedes son un país joven en el que en cada rincón se siente la vida palpitar, explotar», pero aún más «es un signo, porque hacer espacio a los pequeños, recibirlos, cuidarlos y hacernos, todos, pequeños ante Dios y ante los demás, son precisamente las actitudes que nos abren a la acción del Señor».

“Por eso pidamos juntos en esta Eucaristía”, concluyó el Papa, “poder reflejar en el mundo la luz fuerte y tierna del Dios del amor, de ese Dios que, como rezamos en el Salmo responsorial”.

La Misa concluyó con un recorrido de Francisco en papamóvil en medio de la alegría de la multitud presente que se manifestó con coros de estadio, cantos y diversas manifestaciones de cariño hacia el Sucesor de Pedro.

El autorHernan Sergio Mora

Zoom

Lourdes bajo las aguas

La crecida del río anegó la gruta del santuario de Nuestra Señora de Lourdes el 7 de septiembre de 2024. La zona, que ya ha sido limpiada, vuelve a estar abierta al público y ninguna peregrinación se vió alterada.

Maria José Atienza·10 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

Una gran Primera Comunión en Quito

Rome Reports·10 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

1.600 niños recibieron por primera vez a Jesús sacramentado en la misa de inauguración del Congreso Eucarístico Internacional de Quito.

Más de 20.000 personas venidas de todo el mundo asistieron a esta ceremonia de inauguración de Congreso que, durante una semana reflexionará sobre el valor de la Eucaristía hoy y para ello también se hablará de los desafíos del mundo actual: desde las migraciones a la guerra.


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Vocaciones

Hna. Idília María Carneiro: “Me di cuenta de que era con los enfermos donde me sentía feliz”

La Superiora General de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, Idília María Carneiro, descubrió poco a poco su vocación siendo muy joven. Así lo cuenta en esta entrevista con Omnes, en la que también explica el carisma de su Congregación y la aportación a la sociedad que realizan las Hermanas.

Leticia Sánchez de León·10 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

Las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús es una Congregación religiosa de mujeres apasionadas por la vida, unidas por el amor, la oración y el servicio, en una palabra: por la hospitalidad. Su misión es llevar el mensaje evangelizador de Jesús como Buen Samaritano y María cómo primera hospitalaria a través del testimonio de su presencia y asistencia a los más vulnerables.

La Congregación de las Hermanas Hospitalarias fue fundada en Madrid (España) en 1881, por San Benito Menni, sacerdote de la Orden de San Juan de Dios, junto con María Josefa Recio y María Angustias Giménez, elegidos por Dios para dar respuesta a la situación de abandono sanitario y exclusión social de las mujeres con enfermedad mental de la época, aunando dos criterios fundamentales: caridad y ciencia.

La hermana Idília María Carneiro fue elegida Superiora General de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús el pasado mes de mayo. La elección tuvo lugar en el XXI Capítulo General, donde 34 miembros de la Congregación se reunieron en Roma para dar inicio a una etapa de discernimiento y reflexión sobre el carisma de la institución.

“El Capítulo General es el acontecimiento más importante en la vida de una Congregación, pues en él se hace una evaluación de lo realizado y vivido durante el sexenio, se planifica el futuro, buscando responder a las necesidades de hoy, y se eligen a las hermanas del Gobierno General que han de guiar la vida y misión de la Congregación en los próximos seis años”, anticipaba la entonces Superiora General, hermana Anabela Carneiro, (hermana de la actual Superiora), en la víspera del encuentro que se desarrolló bajo el lema: “Revestíos de entrañas de misericordia. Signos proféticos de esperanza y de la cercanía de Dios a la humanidad que sufre”.

Idília María Carneiro nació en Mozambique en 1966. Es la cuarta de cinco hermanos, tres de los cuales son Hermanas de su misma congregación. Sor Idília María se crió en una familia con raíces católicas profundas, lo que le formó como persona y mujer de fe, de donde viene también su vocación consagrada: “Aprendí de mis padres a vivir la fe cristiana a través de la oración y la caridad activa. Aprendí a rezar el rosario todos los días y a prestar especial atención a los pobres». También fue decisivo en su vida todo lo que vivió en la parroquia, donde formaba parte de un grupo de jóvenes que recibían catequesis.

La hermana Carneiro ingresó en las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús en 1984. Es licenciada en Trabajo Social por el Instituto Superior de Ciencias Sociales y Políticas de Lisboa y tiene un máster en Espiritualidad y Ética de la salud y un posgrado en Gestión de Recursos Humanos. En esta entrevista con Omnes habla sobre su vocación y el carisma de la Congregación a la que pertenece.

Casa de las Hermanas Hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús en Ciempozuelos, España (Hermanas Hospitalarias)

¿Qué significa para usted la palabra “vocación”?

– Es un don de amor gratuito que Dios nos ofrece. Por eso, la primera actitud que pido a Dios es de agradecimiento y, después, actitud de servicio, porque al amor se responde amando. La vocación es una llamada única y personal que el Señor hace a cada uno para vivir y entregar la vida de un modo particular, según el espíritu al que Dios te llame.

En nuestra Congregación, es una vocación hospitalaria, una llamada a vivir con Jesús, buen samaritano, la aventura de estar cerca del dolor de las personas enfermas, respondiendo con cercanía, escucha y comprensión.

¿Cómo descubrió la llamada de Dios a seguirle como Hermana hospitalaria?

– El descubrimiento de mi vocación fue una sorpresa, porque no estaba en el horizonte de mi vida. A los 16 años, tuve mi primer contacto con la vida de las Hermanas Hospitalarias en Braga (Portugal) al participar en un fin de semana de actividades para jóvenes. Recuerdo lo que me costó el primer contacto con los enfermos, sobre todo los que estaban más graves, pero poco a poco algo se fue abriendo dentro de mí y empecé a sentir que mi vida tenía un horizonte diferente y que éste se iba ampliando cuanto más me entregaba. 

La experiencia de servir a los enfermos dio a mi vida un giro de 180 grados: fue despertando en mí una perspectiva de vida basada en el amor y la gratuidad. Me di cuenta de que era con los enfermos donde me sentía feliz. Al mismo tiempo, hacía mella en mí el contacto con las hermanas, la alegría que mostraban al dedicar su vida al servicio de los enfermos, el conocimiento de la Congregación y de los fundadores – Benito Menni, María Josefa y María Angustias- así como su experiencia de descubrimiento vocacional, los momentos de oración y encuentro fraterno…

Mi camino interior de escucha a Dios y de búsqueda de lo que Él soñaba para mí me ha hecho ver mi vida, no desde mi propia perspectiva sino desde la perspectiva de Dios: reconociéndome amada por Él y donde este amor me despierta cada día para amar y servir a mis hermanos.

¿Cómo se concreta esta llamada en la vida cotidiana?

– El carisma hospitalario nos identifica cada vez más con Jesús compasivo y sanador, que ha pasado por el mundo curando a todos y haciendo el bien. La hospitalidad trata de poner en el centro a la persona, ofreciendo espacio y tiempo, atención y cuidado, humanidad y recursos a los más vulnerables. Es, además, un estilo de vida que, en el día a día, habla de acogida, de aceptación del otro como es, de respeto mutuo y de corazón abierto y, también, de dejarse acoger. Todos necesitamos dar y recibir.

Como al Buen Samaritano, nos interpela especialmente el sufrimiento y la necesidad de aquellos que están al borde del camino y nosotras no podemos pasar de largo porque nos sentimos llamadas a servir a la humanidad sufriente, a acoger al necesitado, a la universalidad, al amor, al servicio, a la ayuda y cuidado mutuo. 

Como Hermanas Hospitalarias lo vivimos desde nuestra vida consagrada, en comunidad, es decir,  compartiendo la vocación con otras hermanas, sintiéndonos, además, enviadas a evangelizar y llevar la Buena Noticia de la Hospitalidad de Dios a los hermanos que sufren y se sienten más frágiles. Forman parte de nuestra comunidad también colaboradores y laicos, pues ser hospitalarios es ser constructores de paz y de fraternidad, sembradores de esperanza y dignidad, porque reconocemos a Jesús en las personas que sufren enfermedades mentales y discapacidad intelectual. Nuestra misión es atender de manera integral a la persona, uniendo ciencia y humanización, sobre todo a las personas más desfavorecidas y las que presentan mayor necesidad, en el respeto y defensa de la vida.

¿Qué pueden aportar las personas que siguen este carisma concreto al mundo? 

– Lo primero que aportamos es precisamente corazón y compasión, cercanía y humanidad, atención cualificada según los avances de la ciencia y técnica en el área de la salud, de acuerdo con los principios de la Doctrina Social de la Iglesia. Queremos seguir siendo una Institución que contribuye a una sociedad más justa y fraterna en la que las personas más vulnerables, por su situación de enfermedad mental y exclusión, y sus familias, tengan efectivamente un lugar, una voz, un espacio vital que les ayude a sentirse y reconocerse como personas, queridas y respetadas, acompañadas e integradas. A aquellos que hoy son tantas veces, descartados en nuestra sociedad, queremos decirles que, para nosotros, para Dios, son los primeros.

La sociedad está viendo cómo se multiplican los problemas de salud mental y nosotros queremos estar ahí, dando respuestas humanizadoras y actualizadas a las necesidades de hoy, como lo hizo nuestro fundador, San Benito Menni.

Este modo de vivir claramente no está de moda; muchas veces no se entiende o incluso se rechaza sin apenas conocerlo. A estas personas que rechazan esta manera de vivir, ¿cómo les explicaría su elección?

– Elegimos esta vida porque, desde la experiencia de sentirse misericordiosamente amadas por Dios, queremos ser testigos de que el Cristo compasivo y misericordioso del evangelio permanece vivo entre los hombres y esto nos impulsa a ser mujeres de Dios, al servicio de la persona que sufre y a evangelizar por medio de la hospitalidad.

Es la misericordia de Dios que sana y genera comunión, la que nos abre horizontes de amor ilimitado y universal, y da sentido a nuestras vidas. Es la opción de vivir precisamente a partir de un servicio dignificador a las personas con sufrimiento psíquico. Esta es la opción que elige nuestra institución y el legado que recibimos de nuestro fundador San Benito Menni: la persona en el centro, la persona en la que reconocemos la imagen viva de Jesús, el lugar teologal donde Dios se nos revela y donde servimos y cuidamos la vida, sagrada e inviolable; la persona como sujeto del proceso terapéutico y del proyecto de vida. 

El autorLeticia Sánchez de León

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Vaticano

El Papa Francisco en Timor Oriental, entre espiritualidad y diálogo

Timor Oriental es la tercera parada del 45 viaje apostólico del Papa Francisco. El país ha recibido al pontífice con alegría y calidez en esta primera visita papal.

Hernan Sergio Mora·9 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El lunes 9 de septiembre, el Papa Francisco partió de Papúa Nueva Guinea e inició una visita histórica a Timor Oriental, un país pequeño, pero profundamente católico del sudeste asiático, rico en historia y tradiciones culturales. Allí estará hasta el miércoles 11, en su tercera etapa del viaje apostólico

Últimos compases en Papúa Nueva Guinea

La séptima jornada del viaje papal comenzó por la mañana temprano en Papúa Nueva Guinea, con el encuentro con los jóvenes que tuvo lugar en el estadio Sir John Guise de Port Moresby. El evento fue un derroche de alegría y celebración, con alrededor de 20.000 fieles dando la bienvenida al Pontífice con cantos, bailes tradicionales y testimonios.

El responsable de la Comisión Juvenil, el obispo de Kimbe, abrió el encuentro dando una cálida bienvenida. A continuación, los jóvenes presentes ofrecieron diversas representaciones teatrales y musicales, compartiendo historias de fe y esperanza.

Durante su discurso, el Papa Francisco animó a los jóvenes a vivir con fe y valentía, y a convertirse en testigos del Evangelio en sus comunidades. “Les diré una cosa: estoy feliz por estos días pasados en este país, donde conviven mar, montaña y bosques tropicales; ¡Pero sobre todo un país joven habitado por muchos jóvenes!

Pero yo les pregunto: ¿cuál es el lenguaje que fomenta la amistad, que derriba los muros de división y que abre el camino para que todos entremos en un abrazo fraterno?” y a la respuesta de un joven: “amor”, el Papa añadió: “¿Y qué hay contra el amor? El odio. Pero también hay algo quizás peor que el odio: la indiferencia hacia los demás.» Y concluyó agradeciendo «a todos los que prepararon este hermoso encuentro».

Poco después, el Papa se trasladó al aeropuerto internacional Jacksons de Port Moresby, donde se celebró una ceremonia de despedida de Papúa Nueva Guinea. Después de saludar a los líderes locales, el Santo Padre partió hacia Dili, capital de Timor Oriental.

Bienvenida en Timor Oriental

El vuelo del Papa Francisco pasó por Papúa Nueva Guinea, Australia e Indonesia antes de aterrizar en el aeropuerto internacional Presidente Nicolau Lobato de Dili a las 14.10 hora local.

Dili, ciudad de aproximadamente 277.000 habitantes, es la capital y ciudad más grande de Timor Oriental, un país con una historia compleja, que se independizó de Portugal en 1975, luego fue invadido en 1976 por Indonesia hasta el 20 de mayo de 2002, cuando finalmente declaró su independencia.

A su llegada, el Papa Francisco fue recibido por el Presidente de la República, José Manuel Ramos-Horta, y el Primer Ministro, además de dos niños vestidos con trajes tradicionales que le ofrecieron flores y un collar tradicional (tais).

Encuentro en el palacio presidencial

Después de un breve traslado a la Nunciatura Apostólica, situada cerca de la histórica iglesia de Sant’António de Motael, el Papa tuvo un encuentro oficial con el Presidente de Timor Oriental en el Palacio Presidencial Nicolau Lobato alrededor de las 18:30 horas (hora local).

El país recibió al Papa con una solemne ceremonia de bienvenida con himnos nacionales, banderas y cañonazos. Veintinueve niños vestidos con trajes tradicionales recibieron al Pontífice con flores y otro pañuelo tradicional (tais), símbolo de respeto y amistad.

Reunión con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático

En el libro de oro, el Papa escribió su dedicatoria en español: “Doy gracias al Señor que me trajo a Timor Oriental y animo a su pueblo a vivir la alegría de la fe en armonía y diálogo con la cultura. Lo mejor y más hermoso que tiene Timor Oriental es su gente. Os bendigo desde el fondo de mi corazón. Francisco, 9 de septiembre de 2024”.

En su primer discurso leído en español, el Papa Francisco recordó cómo los primeros misioneros dominicos llegaron al país procedentes de Portugal en el siglo XVI, «trayendo consigo el catolicismo y la lengua portuguesa».

Asimismo añadió que «el cristianismo se incultura”. Una doctrina «que promueva el desarrollo de las personas y especialmente de los más pobres».

En un país con tantos jóvenes, el Santo Padre sugirió «que el primer ámbito en el que debemos invertir es la educación, la familia y la escuela, una educación que ponga a los niños y a los jóvenes en el centro y promueva su dignidad».

Concluyó sus palabras encomendándolas a la «protección de la Inmaculada Concepción, su patrona celestial, invocada con el título de Virgen de Aitara».

“Ojalá les acompañe siempre y les ayude en la misión de construir un país libre, democrático y solidario -concluyó- donde nadie se sienta excluido y todos puedan vivir en paz y dignidad”, dijo.

Al final del encuentro, el Papa dio su bendición a unas mil personas, empleados del Palacio Presidencial y sus familias que se reunieron en el patio frente a la entrada principal. Después de una foto grupal, el Presidente de la República despidió al Papa, concluyendo así una jornada llena de encuentros y significados.

El autorHernan Sergio Mora

Vaticano

Papa Francisco: «Que cada uno de nosotros promueva el anuncio misionero allí donde vive»

El sexto día del viaje apostólico del papa Francisco y segundo en Papúa Nueva Guinea tuvo dos eventos especiales: la misa dominical en el estadio Sir John Guise y por la tarde una visita a la ciudad periférica de Vanimo, a mil kilómetros de distancia.

Hernan Sergio Mora·9 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

La jornada del Pontífice en la capital de Papúa Nueva Guinea, Port Moresby, comenzó con la visita en la Nunciatura al Primer Ministro James Marape. Poco después partió hacia el Sir John Guise, un estadio repleto de fieles que le esperaban con cantos, especialmente animados cuando el Papa Francisco hizo su giro en un auto de golf abierto, partiendo del estadio de fútbol adyacente.

El Papa, con buen aspecto en silla de ruedas, celebró la santa Misa que contó con oraciones en inglés, motu y tok pisin, y diversos cantos.

En su homilía, hablando del milagro de Jesús con el sordomudo, recordó que «hay una sordera interior y un mutismo del corazón que dependen de todo lo que nos cierra en nosotros mismos, nos cierra a Dios y a los demás: el egoísmo, la indiferencia, el miedo a correr riesgos y exponernos, el resentimiento, el odio y la lista podría seguir”.

El Pontífice, explicando la parábola, aseguró que «esta es la cercanía de Jesús, que viene a tocar nuestras vidas y quitar toda distancia». Porque «como afirma san Pablo, con su venida Él anunció la paz a los que estaban lejos».

“Jesús se acerca y como al sordomudo nos dice también a nosotros: ‘Effeta’, es decir, ‘Abrete’”. Y concluyó con una exhortación: «El Señor también les dice hoy a ustedes: ‘¡Ánimo, no temas, pueblo papú! ¡Abrirse! Ábrete a la alegría del Evangelio, ábrete al encuentro con Dios, ábrete al amor de tus hermanos».

Después del rezo del ángelus partió hacia la Nunciatura donde almorzó y se dirigió al aeropuerto internacional de Jacksons. Desde aquí, un avión militar C-130 lo llevó en poco más de dos horas a la ciudad de Vanimo, con 40.000 habitantes de los cuales el 30 por ciento son católicos.

En la explanada frente a la Catedral de la Santa Cruz, sede episcopal de la diócesis de Vanimo, algunos miles de fieles lo recibieron entre bailes y cantos, a lo que se sumaron las palabras del obispo, el testimonio de un catequista, de un pequeño Niña del Hogar de Niñas de Luján, de una religiosa y de una familia.

El Papa recordó que «desde mediados del siglo XIX la misión aquí nunca ha cesado: religiosos, religiosas, catequistas y misioneros laicos no han cesado de predicar la Palabra de Dios y de ofrecer ayuda a sus hermanos».

«Así – añadió el Papa – iglesias, escuelas, hospitales y centros misioneros testimonian a nuestro alrededor que Cristo ha venido para traer la salvación a todos, para que cada uno florezca en toda su belleza para el bien común».

Y aunque «hemos escuchado cómo algunos de ustedes, para hacer esto, afrontan largos viajes, para llegar incluso a las comunidades más lejanas», recordó que «también podemos ayudarles de otra manera, y es que cada uno de nosotros promueva el anuncio misionero allí donde vive, es decir, en la casa, en la escuela, en los ambientes de trabajo; para que, en todas partes, en la selva, en las aldeas o en los pueblos, a la belleza del paisaje corresponda la belleza de una comunidad en la que las personas se aman».

Por ello los invitó a formar «como una gran orquesta» para poder «expulsar del corazón de las personas el miedo, la superstición y la magia; de terminar con los comportamientos destructivos como la violencia, la infidelidad, la explotación, el consumo de alcohol y drogas».

“Recordemos – concluyó el Sucesor de Pedro – que el amor es más fuerte que todo esto y su belleza puede sanar al mundo, porque tiene sus raíces en Dios.

También se puso una Rosa de Oro ante la imagen de la Virgen María y el obispo rezó la oración de consagración a María.

Poco después, el Pontífice visitó la Holy Trinity Humanistic School, colegio católico gestionado por la parroquia y el Instituto del Verbo Encarnado. Recibido por los misioneros y acompañado a la School & Queen of Paradise Hall, Francisco asistió a un concierto de la orquesta estudiantil de los alumnos y posteriormente tuvo una reunión privada con los misioneros.

La jornada concluyó con el regreso a Port Moresby, a la Nunciatura, donde el Pontífice pasó la noche esperando su último día en Papúa Nueva Guinea.

El autorHernan Sergio Mora

Vaticano

Universidad Pontificia Urbaniana, entre las reformas y la huella misionera

Las reformas que está sufriendo la Universidad Pontificia Urbaniana tienen como objetivo cumplir con el deseo del Papa Francisco de que esta institución responda a las necesidades actuales de la Iglesia y del mundo.

Giovanni Tridente·9 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

En el contexto de la renovación exigida por el Papa Francisco para las universidades pontificias que dependen directamente de la Santa Sede, en las últimas semanas han surgido algunas actualizaciones significativas en relación con la Pontificia Universidad Urbaniana.

Esta institución, que depende del Dicasterio para la Evangelización, de la Sección para la Primera Evangelización y de las Nuevas Iglesias Particulares, siempre ha estado orientada a la misión y ahora se encuentra en el centro de un importante proceso de transformación.

Reformas en curso

Un año después del nombramiento del profesor Vincenzo Buonomo como Delegado Pontificio y Rector, se han filtrado algunos datos útiles que dan una idea de las reformas en curso. Según informa la Agencia Fides, también dependiente del Dicasterio Misionero, en diez meses se ha producido una reducción de costes de más de 1,5 millones de euros y una racionalización del personal docente. De hecho, el número de profesores permanentes pasó de 62 a 47, mientras que el número de conferenciantes se redujo de 113 a 40. La estrategia seguida consistió básicamente en eliminar duplicidades y trayectorias académicas redundantes.

Sin embargo, esta reforma no tiene que ver sólo con la eficiencia económica, sino que pretende mejorar la calidad de la oferta educativa, al menos en las intenciones del Santo Padre. De hecho, dirigiéndose a los participantes en la reciente Asamblea Plenaria del Dicasterio, Francisco subrayó que es fundamental permitir que el Ateneo fundado por su predecesor Urbano VIII en 1627 responda a las necesidades actuales de la Iglesia y del mundo.

“No vivimos en una sociedad cristiana, sino que estamos llamados a vivir como cristianos en la sociedad pluralista de hoy”, dijo el Papa, reconociendo la importancia de que la formación impartida en la Urbaniana no se limite a transmitir conocimientos, sino que sea capaz de proponer “herramientas intelectuales capaces de proponerse como paradigmas de acción y pensamiento” para anunciar el Evangelio en un mundo cada vez más marcado por el pluralismo cultural y religioso.

Retos de futuro

La Asamblea Plenaria, no por casualidad, había sido convocada específicamente para debatir la identidad, misión y futuro de la Urbaniana, y a ella asistieron cardenales, obispos y misioneros de todo el mundo. Las sesiones de trabajo recogieron las aportaciones de 26 Conferencias Episcopales, en particular de África y Asia, que destacaron por su parte la necesidad de reforzar el carácter misionero de la Universidad, reforzando el vínculo con las Iglesias locales y mejorando la formación de los responsables eclesiásticos llamados a afrontar realidades culturales diferentes.

A continuación, el Pontífice reiteró -tranquilizando las inquietudes surgidas en los últimos meses- que no hay en el horizonte ninguna iniciativa para “disolver” esta Universidad con otras ya presentes en Roma y dependientes del Vaticano. “¡No! Esto no sirve”, dijo tajantemente, insistiendo en la autonomía y la identidad misionera de la universidad situada en la colina del Janículo, a dos pasos de la plaza de San Pedro, dejando claro que el futuro de la institución debe basarse en su especificidad y en su capacidad de encarnar el impulso misionero de la Iglesia.

Ampliando su mirada a las instituciones académicas en general, Francisco explicó que para que una institución académica resulte atractiva se requiere un profesorado dedicado, un fuerte compromiso con la investigación académica y la capacidad de hacer una contribución significativa a la doctrina.

Añadió que, para utilizar bien los recursos, es necesario unificar caminos similares entre las distintas instituciones pontificias, compartir profesores y planificar las actividades con prudencia, evitando el despilfarro. “No tengáis miedo a la creatividad: necesitamos esta sana creatividad”.

Misión e internacionalización

En cuanto a los objetivos de la renovación en curso, de las últimas reuniones surgió la necesidad de ampliar y reforzar los centros de investigación de la universidad misionera, cruciales para su vocación global.

El Papa Francisco citó como ejemplo el Centro de Estudios Chinos y Asiáticos, con la esperanza de que se creen nuevos centros dedicados a otras áreas geográficas y culturales. Este refuerzo no solo permitirá a la universidad abordar mejor las especificidades de los contextos locales, sino que también favorecerá el encuentro entre la fe y las culturas cambiantes.

Al mismo tiempo, se animó a ampliar la red de seminarios e institutos afiliados a Urbaniana, que representan un puente hacia las Iglesias locales. Con más de 100 institutos conectados en 40 países, el Ateneo puede contar con una vasta red de colaboración que refuerza su papel de promotor de la evangelización a nivel mundial.

Vladímir Serguéyevich Soloviov

Vladímir Serguéyevich Soloviov quiso comprender en sus obras al hombre en su trágica situación de escoger libremente entre la fealdad del mal y la belleza del bien.

9 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

Vladímir Serguéyevich Soloviov nació en Moscú en 1853. Su padre fue el célebre historiador Serguéi Soloviov (nacido y muerto en Moscú en 1820-1879), profesor de historia en la Universidad de Moscú, quien publicó diversas obras entre las que figura como su obra maestra la “Historia de los tiempos antiguos” (1851-1880).

Retrato de Soloviov (Wikimedia Commons)

Con su obra “Crisis de la filosofía occidental” (Moscú 1874), había iniciado una lucha contra el positivismo, pujante entonces en Europa y que comenzaba a penetrar en Rusia. En 1875 terminó con brillantez sus estudios de Filosofía y se dedicó a la enseñanza en Moscú desde los 22 años hasta 1880 en que se trasladó a San Petersburgo para entregarse a la enseñanza en la Universidad de la ciudad y trabajar en el Instituto Superior para la enseñanza de la mujer.

Por sus ideas ponderadas frente al paneslavismo y por su aprecio a los valores tanto rusos como del mundo occidental fue de hecho sometido al ostracismo en el ámbito académico. Entre 1875 y 1876 viaja a Inglaterra -donde conoce los esfuerzos del cardenal Newman en pro de la unión de la Iglesia anglicana y la católica-, a Francia, Italia y Egipto, donde estudia la filosofía india.

En 1881 muere Dostoievski y Soloviov es uno de los amigos que lleva sobre sus hombros el ataúd del novelista. En ese año es asesinado el zar y 14 días después Soloviov pide el indulto de los asesinos de la pena de muerte a que habían sido condenados. Los eslavófilos consiguen que se le prohíba hablar en público y se le prive de la docencia por haber defendido públicamente la necesidad de abolir la pena capital. Dice sobre la pena de muerte que aplicando dicha pena la sociedad declara que el reo es culpable en el pasado, malvado en el presente e incorregible en el porvenir. Pero la sociedad no puede pronunciarse absolutamente sobre la incorregibilidad del reo en el porvenir.

Soloviov y la armonía

Admirador del pueblo judío, a los treinta años empieza su estudio de la lengua hebrea e inicia años más tarde varias campañas contra el antisemitismo. Para Soloviov ningún pueblo debe vivir en sí, por sí o para sí, pues la vida de cada pueblo es una participación en la vida general de la humanidad. En la división y aislamiento de los núcleos humanos encuentra Soloviov el origen de todos los males. El verdadero bien social es la solidaridad, la justicia y la paz universal.

Hay una triple violación de esta armonía: cuando una nación atenta contra la existencia o la libertad de otra; cuando una clase social oprime a otra; y cuando el individuo va contra el Estado o éste oprime a aquél. La fórmula verdadera de la justicia es ésta: cada ser particular, individuo o nación, ha de tener siempre para sí un lugar en el organismo universal de la humanidad.

A partir de entonces vive retirado estudiando, escribiendo y realizando obras de caridad hasta 1900, año de su muerte. Estudia Historia de la Iglesia y de la Teología, escribe los “Fundamentos espirituales de la vida” (1882-1884) y “La evolución dogmática de la Iglesia en relación con la cuestión de la Unión de las Iglesias” (1886).

Además de filósofo Soloviov fue un gran poeta de acentuado lirismo y, aunque su poesía es profunda, algunas de sus composiciones son populares en Rusia (“Niebla matutina”, “Resurrección”, “Oh amada”). En una de ellas, “Ex Oriente lux”, se dirige a Rusia para preguntarle: “Dime, ¿quieres ser el Oriente de Jerjes o el de Cristo?”.

La filosofía de Vladímir Serguéyevich Soloviov

Dejando aparte su elevada obra poética, entre sus obras filosóficas cabe considerar como las más importantes: “Principios filosóficos del saber unificado” (1877), “Lecciones sobre la humanidad de Dios” (1878-81), “Crítica de los principios abstractos” (tesis doctoral en Filosofía, Moscú 1880), “Historia y porvenir de la teología” (Agram 1887), “Justificación del bien” (San Petersburgo 1897), “La Russie et l´Eglise Universelle” (París 1889 y en ruso San Petersburgo 1912).

Soloviov critica las filosofías abstractas, que se fundan en el pensamiento o ideas a priori, y también al empirismo, que se limita a reconocer el valor para el conocimiento de los fenómenos externos. Afirma que la experiencia que conduce al conocimiento no es solo la externa sino también la interior por la que cabe llegar a lo absoluto y, desde luego, a la conciencia personal.

El objeto del conocimiento puede presentarse: como lo que existe absolutamente (Ente) y se conoce a través de la creencia en su existencia absoluta; como esencia o idea (Esencia) y se conoce a través de la contemplación especulativa o imaginación de tal esencia o idea; como fenómeno (Acto) y se conoce a través de su encarnación, sensaciones actuales o datos empíricos de nuestra conciencia natural sensible.

Fuera de Cristo, Dios no aparece para nosotros como realidad viva. En Él está fundada la común religión universal, dice Soloviov. Me atrevo a preguntar por mi cuenta: ¿Las demás religiones, las no cristianas, en lo que tienen de actual y verdadero, no han adoptado de Cristo -sin saberlo conscientemente- lo que las mantiene para sus seguidores como creencias que siguen suscitando consuelo, esperanza y sentido a sus vidas? Como ejemplos de tal pregunta, ¿no alimentó Cristo a Gandhi y a Tolstoi? ¿Cristo, en la madre Teresa de Calcuta, no se sigue revelando hoy a los hombres de las distintas creencias incluidas las agnósticas que se limitan a decir que no conocen?

El pudor y la ley moral

Soloviov en moral quiere comprender al hombre en su trágica situación de escoger libremente entre la fealdad del mal y la belleza del bien. Ve en el sentimiento de pudor, en su más auténtico significado, cómo se manifiesta experimentalmente lo moral en el hombre. Tal sentimiento de pudor distingue al hombre de toda la naturaleza física, no sólo de la exterior a él sino también de la propia, cuando se avergüenza de sus concupiscencias. Resume su pensamiento así: “He oído la voz divina y he tenido miedo de aparecer desnudo en mi naturaleza animal. Me avergüenzo de mi naturaleza concupiscente, luego subsisto y existo como hombre”. En el sentimiento de pudor se refleja la ley moral en una de sus manifestaciones mandándonos subordinar las pasiones al área de la razón mediante la ascesis.

Cristianismo universal

Soloviov ve la única solución de los problemas de Rusia y del mundo en el cristianismo universal y ve, por eso, la urgencia de la unión de los cristianos que es el modo de preparar la unidad del género humano. Sobre Cristo está fundada la Iglesia universal, la religión común de todos los hombres. Pero Cristo-Dios-Hombre lo hemos de buscar no solo en el pasado sino también en el presente, no solo en nuestra limitación personal sino en su revelación social. De ahí su consejo: confórmate interiormente con el vivo Dios-Hombre-Cristo; reconoce su presencia real en la Iglesia universal.

Soloviov pensó que en la unión con la Iglesia católica debería procederse paulatinamente preparando el ambiente y manteniéndose como ortodoxo. Pero previendo su próximo fin o tratando de llevar a la práctica sus creencias, el 18-2-1896 fue recibido en la Iglesia universal por el sacerdote católico ruso Nicolai Alekseevic Tolstoi, en la capilla de los Tolstoi en Moscú dedicada a Ntra. Sra. de Lourdes. Murió en una finca del príncipe Trubetzkoi, en Moscú, en 1900.

América Latina

Congreso Eucarístico Quito 2024, “fraternidad para salvar el mundo”

El 53 Congreso Internacional Eucarístico, con el lema “Fraternidad para salvar el mundo”, está listo para comenzar el domingo 8 de septiembre, con una Misa multitudinaria en la que 1.600 niñas y niños de Ecuador recibirán su Primera Comunión. Antes, el día 4, arrancó el Simposio Teológico.  

Francisco Otamendi·8 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

El arzobispo Alfredo Espinoza, presidente del Comité Organizador del Congreso, ha calificado la voz del 53 Congreso como “de esperanza” y “profética”, que proclamará “a todos que la fraternidad es el único camino posible para hacer y construir un mundo nuevo”. 

“Son muchas las heridas del mundo” y ahí está la misión del Congreso Eucarístico, que pretende mostrar que “la Eucaristía nos lleva a ser constructores de fraternidad”. “El Congreso Eucarístico nos hará tomar plena conciencia de que somos ‘misioneros eucarísticos de fraternidad’”, manifestó en mayo en la presentación en Roma. 

Ahora, ya desde Ecuador, el arzobispo ha dado la bienvenida hace unos días a las miles de personas que acudirán a Quito estas semanas de septiembre: laicos, religiosos/as, consagrados/as, sacerdotes y obispos, en decir, a todo el Pueblo de Dios, a un congreso en el que se celebran los 150 años de la Consagración del Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús.

Simposio Teológico 

Sus palabras han sido también un “pistoletazo de salida”, porque del 4 al 7 de septiembre ha tenido lugar un Simposio Teológico Eucarístico, en la sede de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.

El corresponsal de Omnes en Ecuador, Juan Carlos Vásconez, preguntó en una entrevista a Monseñor Alfredo Espinoza, qué experiencias podrían esperar quienes asistan a este congreso. Ésta fue su respuesta: “Les diría que pueden esperar una gran acogida, un ambiente de alegría, la riqueza de la vivencia de un pueblo que ama a Dios, vive la Eucaristía y manifiesta su fe, que pide la bendición, un signo característico de nuestro pueblo. Puede esperar la diversidad cultural y un folklor único, y algo que no lo tiene nadie, Quito es “La Mitad del Mundo”, el congreso se realiza en la latitud cero del mundo, y desde aquí, para el mundo entero, queremos abrir desde ya nuestras manos y nuestro corazón. ¡Los esperamos!”.

Entre los ponentes del Simposio se encuentran la Dra. Rosalía Arteaga, el Dr. Gonzalo Ortiz Crespo o la Dra. Vitória Andreatta De Carli, la Hna. Rosmery Castañeda, los Prof. Pablo Blanco (Universidad de Navarra), y Paolo P. Morocutti (Universidad Católica del Sagrado Corazón. Pontificia Universidad Gregoriana), los jesuitas Damian Howard (Universidad de Oxford), y Fernando Roca (Universidad Católica de Perú), o el empresario Juan Carlos Holguín.

Cardenal Porras: Eucaristía y Sagrado Corazón de Jesús

“Ecuador, país eucarístico consagrado al Sagrado Corazón de Jesús desde 1874, se viste de gala para ser la sede del 53° Congreso Eucarístico Internacional del 8 al 15 de septiembre próximo”, ha señalado el cardenal Baltazar Porras, nombrado Legado Pontificio para el congreso, en un escrito fechado el 31 de agosto. “Desde el centro del mundo en nuestro continente latinoamericano nos uniremos al viaje apostólico del Papa Francisco a las antípodas, el extremo Oriente, donde el catolicismo está presente en minoría y en condiciones nada fáciles, para predicar que la fraternidad en Cristo es oferta de salvación para el mundo entero”.

“Ecuador tiene larga historia en torno a la Eucaristía y a la devoción al Corazón de Jesús”, ha subrayado el cardenal. “Cinco años después del primer congreso internacional en Lille (1881) se celebró el primer congreso eucarístico nacional en Quito, en ocasión del segundo centenario del culto al Corazón de Jesús, bajo el patrocinio del Corazón Inmaculado de María, del patriarca San José y de Santa Rosa de Lima, bajo el pontificado del sexto arzobispo de Quito, Mons. José Ignacio Ordóñez”.

Papa Francisco: congreso “austero, pero fructífero”

En la entrevista citada anteriormente, el primado Alfredo Espinoza señalaba a Juan Carlos Vázconez: “El Papa Francisco, en una audiencia privada al Consejo de Presidencia de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, de la que soy vicepresidente, me supo manifestar que él quería un Congreso Eucarístico “austero pero fructífero”. Me baso en esas palabras para decir que el principal argumento sería que queremos vivir un Congreso “fructífero”, que nos ayude a reflexionar, celebrar y profundizar en nuestras vidas de cristianos, la centralidad de la Eucarística y a asumir el compromiso de una “fraternidad para sanar el mundo”.

Puede señalarse en este contexto que el Pontífice, en su Mensaje con motivo de la 97ª Jornada Mundial de las Misiones de 2023, señaló que “es necesario recordar que un simple partir el pan material con los hambrientos en el nombre de Cristo es ya un acto cristiano misionero. Con mayor razón, partir el Pan eucarístico, que es Cristo mismo, es la acción misionera por excelencia, porque la Eucaristía es fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia”.

Documento base

Por su parte, Juan Carlos Garzón, secretario general del Congreso Eucarístico, ha relacionado el tema del encuentro con la encíclica “Fratelli Tutti”, pues ésta “coincide con el significado eclesial de la Eucaristía, fuente de comunión para quien la celebra, con su misión de hacer visible en las heridas del mundo la obra sanadora de Cristo”.

El padre Garzón ha analizado el Documento Base del Congreso Eucarístico, que dará fundamento doctrinal y teológico al Congreso, y que en su introducción menciona “un sueño de fraternidad”. Una fraternidad, ha dicho el secretario general, que debe brotar “de la experiencia eucarística” y tender “hacia ella como a su fin”.

Las tres partes del Documento Base exploran tres perspectivas del tema principal, como informó Omnes: la fraternidad herida, la fraternidad realizada en Cristo y la fraternidad como sanación del mundo. 

Desde Roma, el presidente del Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales, Corrado Maggioni, ha expresado en diversas presentaciones y artículos, que  el Congreso Eucarístico de Quito es “un llamamiento decisivo a la ‘fraternidad’ vista como un don del Cielo y, al mismo tiempo, como un compromiso humano para convertir las relaciones inimitables en vínculos fraternos, dentro de los afanes del presente”.

Programación, algunos ponentes  

Algunos eventos que pueden destacarse de la programación del congreso Quito 2024 son los siguientes.

Día 8, domingo. Eucaristía de apertura

Misa multitudinaria en la explanada del parque Bicentenario a las 10:00 h. 1.600 niños y niñas de la arquidiócesis de Quito recibirán su Primera Comunión. Preside Mons. Alfredo Espinoza, arzobispo de Quito y primado del Ecuador.

Día 9. Mundo herido

El Congreso abre con una serie de ponencias sobre las heridas que afectan a la humanidad. Intervienen, entre otros, Mons. Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre (Brasil), y presidente del CELAM, el español Juan Manuel Cotelo, cineasta católico, y Rodrigo Guerra, Secretario del Pontificio Consejo para América Latina.

Día 10. Fraternidad Redimida en Cristo

La Hna. Daniela Cannavina, secretaria general de la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR), compartirá testimonios inspiradores, como el del arzobispo de Brazzaville, Mons. Bienvenu Manamika o el cardenal Gregorio Rosa. Preside Mons. Francisco Ozoria, arzobispo de Santo Domingo.

Dia 11. Eucaristía y transfiguración del mundo

Intervienen Mons. Andrew Cozzens, obispo de Crookston (Minnesota, Estados Unidos), y Mons. José Ignacio Munilla, obispo de Orihuela-Alicante, que pronunciará una conferencia sobre el Sagrado Corazón de Jesús y la Eucaristía.

Día 12. Una Iglesia sinodal

Preside el cardenal Mauro Gambetti, Vicario General de Su Santidad para el Estado de la Ciudad del Vaticano. Intervienen, entre otros, Mary We, asesora del Consejo de Apostolado Laico de la Arquidiócesis de Taipei,, y Mons. Graziano Borgonovo, Subsecretario del Dicasterio para la Evangelización, que hablará sobre la familia y la Eucaristía.

Día 13. Eucaristía: Salmo de fraternidad

El Congreso se centra en la Eucaristía como un salmo que alaba y fomenta la fraternidad entre los hijos de Dios. Preside el arzobispo de Sydney, Mons. Anthony Fisher. El tema será desarrollado por el cantautor católico argentino Pablo Martínez.

Día 14. Procesión Eucarística

Solemne misa a las 16,00 h en la iglesia de San Francisco. Seguidamente, se celebrará una procesión Eucarística que recorrerá las calles del centro histórico de Quito, adornadas con alfombras florales y acabará en la Basílica del Voto Nacional, donde se llevará a cabo la bendición con el Santísimo.

Día 15. domingo, Misa de clausura, Statio Orbis

Misa multitudinaria que marcará el cierre del Congreso, y en la que se anunciará la sede del próximo evento, que tendrá lugar en cuatro años. Preside el cardenal Baltazar Porras, Legado Pontificio.

ORACIÓN DEL 53° CONGRESO EUCARÍSTICO INTERNACIONAL QUITO 2024

Señor Jesucristo,

Pan vivo bajado del cielo:

Mira al pueblo de tu corazón

que hoy te alaba, te adora y te bendice.

Tú que nos reúnes alrededor de tu mesa

para alimentarnos con tu Cuerpo,

haz que superando toda división, odio y egoísmo,

nos unamos como verdaderos hermanos,

hijos del Padre Celestial.

Envíanos tu Espíritu de amor,

para que buscando caminos de fraternidad, 

paz, diálogo y perdón,

colaboremos para sanar 

las heridas del mundo.

El autorFrancisco Otamendi

Recursos

¿Qué son los Congresos Eucarísticos Internacionales?

El 8 de septiembre comienza el Congreso Eucarístico en Ecuador, pero la historia de estos eventos se remonta a finales del siglo XIX. Con el paso de los años, se fueron determinando sus características y constituyendo organismos para facilitar su preparación y desarrollo.

Loreto Rios·8 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Los Congresos Eucarísticos Internacionales comenzaron en Lille, una ciudad situada al norte de Francia, en 1881, en tiempos del Papa León XIII. En parte, nacieron de la espiritualidad de san Pedro Julián Eymard, conocido como “el apóstol de la Eucaristía” y fundador de la Congregación del Santísimo Sacramento, que promovió el espíritu eucarístico en su época por la secularización que observaba en su entorno. Fue una de sus hijas espirituales, Emilie Tamisier, quien impulsó la organización del primer congreso eucarístico. Anteriormente, esta laica francesa ya había organizado peregrinaciones a santuarios que habían sido protagonistas de milagros eucarísticos. Tamisier colaboró asimismo en la organización del segundo congreso, en Aviñón (Francia), ciudad en la que había tenido lugar un milagro eucarístico en el año 1433.

Cronología de los congresos

Según indica el portal de la Santa Sede, “los primeros 24 Congresos Eucarísticos Internacionales no tuvieron un tema general. Fueron sobre todo los Congresos de las ‘Obras Eucarísticas’. Trataron del culto de la adoración, de la procesión, de la sagrada comunión (particularmente de los niños), del Sacrificio de la Misa, de las asociaciones y de los movimientos eucarísticos”. Estos primeros congresos buscaban promover la comunión frecuente en los adultos, bajo unas directrices determinadas, y la primera comunión en los niños, pues la costumbre de la época era retrasarla hasta la adolescencia: “A la luz de los decretos de san Pío X sobre la comunión frecuente, «Sacra Tridentina Synodus» (1905), y sobre la comunión de los niños, «Quam singularis» (1910), en la preparación y celebración de los Congresos se promovían la comunión frecuente de los adultos y la primera comunión de los niños”, indica en sus documentos sobre los Congresos Eucarísticos el Vaticano.

Durante el pontificado de León XIII se llevaron a cabo catorce Congresos Eucarísticos, entre 1881 y 1902, en Francia, Bélgica, Suiza y Jerusalén. Además, este Papa nombró patrón de los Congresos Eucarísticos Internacionales a san Pascual Baylón.

Seguidamente, durante el pontificado de Pío X se celebraron once congresos entre 1904 y 1914, con una perspectiva más internacional, pues se incluyó por primera vez el continente americano. Los países anfitriones fueron Francia, Italia, Bélgica, Inglaterra, Alemania, Canadá, España, Austria y Malta. El último de su época, en Lourdes, fue el primer congreso eucarístico con una temática específica: “Eucaristía y reinado social de Jesucristo”.

Por su parte, en época de Pío XI tuvieron lugar nueve congresos eucarísticos, que se desarrollaron entre 1922 y 1938 en Italia, Países Bajos, Estados Unidos, Australia, Túnez, Irlanda, Argentina, Filipinas y Hungría. Por primera vez, los congresos se celebraban en los cinco continentes, y desde entonces se estableció la costumbre de ir alternando las sedes por todo el orbe.

Los congresos eucarísticos se vieron interrumpidos por la segunda guerra mundial y no se retomaron hasta catorce años más tarde, en 1952 en Barcelona, de la mano de Pío XII. El segundo y último congreso eucarístico de su pontificado se celebró en 1955 en Río de Janeiro.

Solo se celebró uno durante el pontificado de Juan XXIII, en Múnich en 1960, mientras que Pablo VI organizó cuatro entre 1964 y 1976, en la India (ocasión en la que el Papa regaló su coche a Madre Teresa de Calcuta), Colombia, Australia y Estados Unidos.

Más recientemente, Juan Pablo II celebró siete entre 1981 y 2004 en Francia, Kenia, Corea del Sur, España, Polonia, Italia y México.

Los últimos congresos han sido con Benedicto XVI en Quebec (Canadá) en 2008 y en Dublín en 2012, y, ya con el Papa Francisco, en Cebú (Filipinas) en 2016 y en Budapest en 2021. El que se celebra en septiembre de este año en la capital de Ecuador es, por tanto, el 53.º Congreso Eucarístico Internacional.

Organización de los congresos

El objetivo de un Congreso Eucarístico Interncional es “siempre hacer conocer, amar y servir mejor a Nuestro Señor Jesucristo en su Misterio Eucarístico, centro de la vida de la Iglesia y de la misión de la Iglesia”.

El encargado de convocar los Congresos Eucarísticos Internacionales es el Papa, en la ciudad que le propone un obispo o una conferencia espiscopal.

En 1879, el Papa León XIII constituyó un Comité Pontificio para los Congresos Eucarísticos Internacionales para que se encargase de la organización y preparación de los congresos. San Juan Pablo II aprobó sus estatutos en 1986.

En 1898, con ocasión del Congreso Eucarístico Internacional de Bruselas, se alentó a crear comités nacionales que facilitasen la organización en el país anfitrión, según se expresó en los documentos del congreso: “Sería útil que todos los países imitaran el ejemplo de los obispos de España, Italia y de los Estados Unidos de constituir un comité nacional para promover juntamente con los comités diocesanos más fácilmente las obras del Santísimo Sacramento y para asegurar los frutos de los congresos eucarísticos”.

En este marco, se estableció también la figura del delegado nacional, que “debe preparar para la Asamblea Plenaria un informe sobre la situación del culto y de la vida eucarística en su país”. La constitución de los delegados nacionales es posterior a la del comité nacional: fue aprobada oficialmente por san Juan Pablo II el 2 de abril de 1986.

El desarrollo de un congreso eucarístico

Aunque el congreso se celebre en un país concreto, se trata de un “acontecimiento de la Iglesia universal” y “debe involucrar en la participación a las iglesias particulares esparcidas por el mundo, como expresión de la comunión en Cristo Eucaristía”.

Habitualmente, el congreso eucarístico se prolonga durante una semana, aunque no hay una duración establecida, ya que según las particularidades y recursos de cada diócesis puede ser de un día o varios. El culmen de un Congreso Eucarístico Internacional es la Statio Orbis, que es “la celebración eucarística presidida por el Papa o por su legado como expresión visible de la comunión de la Iglesia universal”. La Statio Orbis se realiza en los Congresos Eucarísticos Internacionales desde 1960, reanudando “una costumbre de la antigua Iglesia de Roma […], cuando el Papa y el pueblo se unían en la oración en determinadas ocasiones”.

Además, la Santa Sede indica la importancia de que el congreso no sea un momento puntual en la vida espiritual de la diócesis, sino que se siga trabajando y alentando el culto a la Eucaristía posteriormente en las parroquias, manteniendo “viva la llama, de manera que los Congresos Eucarísticos Internacionales no queden solo en un hermoso recuerdo personal, sino que tengan continuidad pastoral”.

Aunque los congresos son un evento de la Iglesia, pueden incluir “una dimensión ecuménica e interreligiosa”. Hay varios elementos indispensables en el desarrollo de un congreso eucarístico. Su centro es “la celebración eucarística, fuente y vértice de toda vida cristiana”. Por tanto, se realizan oraciones en común, adoración al Santísimo Sacramento y procesiones eucarísticas. Además, se llevan a cabo conferencias y enseñanzas para profundizar en el misterio eucarístico.

Vaticano

El Papa pide paz y cuidado de la tierra en Papúa Nueva Guinea

El 45° viaje apostólico del Papa Francisco continúa en otra de las escalas del Sudeste Asiático y continuará hasta el 13 de este mes en otros dos países: Timor Leste y Singapur.

Hernan Sergio Mora·7 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Papa llegó ayer tarde a Port Moresby, capital de Papúa Nueva Guinea. En el aeropuerto fue recibido con honores en los que no faltaron los cañonazos, una guardia de honor y un homenaje floral llevado por dos niños vestidos con trajes tribales.

En su recorrido hasta la nunciatura, donde se aloja en estas jornadas, el Papa pudo sentir a los miles de personas que lo saludaban con antorchas y las luces de teléfonos móviles por las calles de la capital.

Encuentro con las autoridades

La mañana del sábado ha comenzado con la Santa Misa tras la que el Pontífice se trasladó a la Casa de Gobierno en Port Moresby, donde fue recibido por el gobernador general de Papúa Nueva Guinea, Sir Bob Bofeng Dadae, con quien mantuvo un encuentro privado.

En el libro de honor que le ofrecieron, Francisco escribió: «Estoy feliz de poder encontrarme con el pueblo de Papúa Nueva Guinea, espero que encuentre siempre luz y fuerza en la oración para caminar unidos por el camino de la justicia y la paz».

La segunda parada fue en la APEC Haus para el encuentro con las autoridades, la sociedad civil y el Cuerpo Diplomático donde se realizó el primer discurso del día. “En vuestra patria, un archipiélago con cientos de islas, se hablan más de ochocientos idiomas, correspondientes a otras tantas etnias -indicó el Sucesor de Pedro- lo que pone de relieve una extraordinaria riqueza cultural”.

“Vuestro país – continuó el Santo Padre – además de islas y lenguas, es también rico en recursos terrestres y hídricos”. Si bien quiso aclarar que “estos bienes están destinados por Dios a toda la comunidad, y aunque para su explotación es necesario recurrir a competencias más amplias y a grandes empresas internacionales, es justo que en la distribución de los ingresos y en el uso de la mano de obra se tenga debidamente en cuenta las necesidades de las poblaciones locales, a fin de producir una mejora efectiva de sus condiciones de vida”.

Además de esta defensa de la casa común el Papa quiso señalar su deseo de que “cese la violencia tribal, que lamentablemente causa muchas víctimas, no permite a la gente vivir en paz y obstaculiza el desarrollo”. Un llamamiento a todos “para que se interrumpa la espiral de violencia y tomemos decididamente el camino que conduce a una colaboración fructífera, en beneficio de todo el pueblo del país».

Se dirigió también a “todos los que se profesan cristianos –la gran mayoría de vuestro pueblo– deseo sinceramente que la fe nunca se reduzca a la observancia de ritos y preceptos, sino que consista en amar a Jesucristo y seguirlo, y que pueda convertirse en cultura vivida, inspirando mentes y acciones y convirtiéndose en un faro de luz que ilumina el camino”.

“Felicito – concluyó el Santo Padre – a las comunidades cristianas por las obras de caridad que realizan en el país, y les insto a buscar siempre la colaboración con las instituciones públicas y con todas las personas de buena voluntad, empezando por los hermanos de otras comunidades cristianas, confesiones y de otras religiones, en favor del bien común de todos los ciudadanos de Papúa Nueva Guinea».

Con los niños de calle y discapacitados

Por la tarde, al salir de la Nunciatura Apostólica, el Santo Padre Francisco se dirigió en coche a la Escuela Secundaria Técnica Cáritas donde, a las 17 horas, hora local, visitó a los niños de Street Ministry y Callan Services.

Tras el saludo de bienvenida del cardenal arzobispo de Port Moresby y los aplausos y saludos, la música del coro y un baile tradicional, un niño con discapacidad y otro de la calle se dirigieron al Papa, y agradecieron a Callan Services y el trabajo de la Arquidiócesis.

“Gracias, Santo Padre, por su presencia entre nosotros”, dijo el primero, mientras el segundo añadió: “Usted ama a los niños desde que tomó la iniciativa de encontrarse con nosotros, a pesar de que no somos productivos, a veces creamos problemas, vagamos por la calle y nos convertimos en una carga para los demás.

El Santo Padre dirigió unas palabras de saludo a los niños, les dio la bendición, seguida del intercambio de regalos y la foto grupal entre aplausos y cantos.

Encuentro con el clero y religiosos

Poco después, el Santo Padre llegó al Santuario de María Auxiliadora donde fue recibido con gran fervor. “Les saludo a todos con afecto: obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, seminaristas y catequistas. Agradezco al presidente de la Conferencia Episcopal sus palabras», así como a los testimonios, dijo a los presentes.

El Pontífice se centró en “tres aspectos de nuestro camino cristiano y misionero, subrayados por los testimonios escuchados: la valentía de comenzar, la belleza de estar allí y la esperanza de crecer”.

“Quisiera recomendarles una ruta importante hacia la cual pueden dirigir sus “salidas”: a las periferias del país. Pienso en las personas que pertenecen a los sectores más desfavorecidos de la población urbana, así como en quienes viven en las zonas más remotas y abandonadas, donde a veces falta lo necesario. Y también a los marginados y heridos, tanto moral como físicamente, por los prejuicios y las supersticiones, a veces hasta el punto de arriesgar la vida, como nos recordaron Santiago y Sor Lorena”, dos de los testimonios que, previamente, había escuchado el Papa.

Precisó además que “la belleza de estar allí no se vive tanto en los grandes eventos y momentos de éxito, sino en la lealtad y el amor con el que nos esforzamos por crecer juntos cada día”.

“¡Sigan así vuestra misión -concluyó el Pontífice- como testigos de valentía, de belleza y de esperanza! Les agradezco lo que hacen, les bendigo a todos desde el fondo de mi corazón y les pido, por favor, que no se olviden de rezar por mí». Tras la bendición, el intercambio de regalos, la foto con los obispos, saludó entre aplausos y cantos a los presentes que estaban en el patio.

El autorHernan Sergio Mora

Mundo

Segunda Sesión del Sínodo: ¿Hacia una asamblea eclesial europea?

Tras una reunión de 43 representantes de iglesias locales europeas, para preparar la segunda Asamblea del Sínodo, se abogó por “superar el clericalismo” y crear nuevos “ministerios” en la Iglesia. Una delegación del comité central de los católicos alemanes viajó a Roma al término del encuentro.

José M. García Pelegrín·7 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

En octubre de 2023 se celebró en Roma la primera sesión de la asamblea general del Sínodo de la Sinodalidad; la segunda sesión se desarrollará en octubre, también en la Ciudad Eterna. Para preparar esta segunda sesión, 43 representantes de iglesias locales europeas se reunieron del 29 al 31 de agosto en Linz, Austria.

Entre los asistentes se encontraron el arzobispo Gintaras Grusas, presidente del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), su adjunto Ladislav Nemet, y los presidentes de las Conferencias Episcopales de Italia, Austria y Suiza, además de Beate Gilles, secretaria general de la conferencia episcopal alemana.

También estuvieron presentes ocho de los diez participantes europeos en el sínodo que, sin ser obispos, tienen derecho a voto, como Helena Jeppesen-Spuhler, Thomas Söding, Myriam Wijlens y Thomas Schwartz. El documento fue presentado por Riccardo Batocchio, secretario especial de la Secretaría vaticana para el Sínodo.

Nostalgia, clericalismo y transparencia

Las sesiones se llevaron a cabo en siete grupos lingüísticos (alemán, inglés, francés e italiano) de seis personas cada uno. Klara Csiszar, decana de la Universidad Católica Privada de Linz y figura clave en la preparación del encuentro, destacó que se había logrado “una buena mezcla de obispos y laicos, hombres y mujeres, así como participantes de Europa occidental y oriental”. Se trabajó siguiendo el método del sínodo mundial, con debates privados y momentos de reflexión espiritual.

Aunque no se emitió una declaración conjunta, los informes de los grupos subrayaron la importancia de evitar la nostalgia, fomentar la colaboración entre las iglesias de Europa Oriental y Occidental, y aprovechar la “oportunidad ecuménica” en Europa. También se destacó que el catolicismo debe vivirse «en amplitud», con humildad y apertura al mundo, reconociendo que Europa ya no es el centro de la Iglesia, aunque su “corazón” siga en Roma.

Los participantes sugirieron superar el “clericalismo” —entendido como tal que sólo los clérigos deben dirigir la Iglesia—, sin restar autoridad a sacerdotes y obispos, promover la subsidiariedad y la consulta, y desarrollar “nuevos ministerios” como el asesoramiento espiritual.

Se enfatizó también la importancia de la formación, la responsabilidad y la transparencia, aunque se señaló que esta última puede ser problemática en países donde la iglesia es perseguida. El tema de la mujer fue considerado “esencial para mantener la credibilidad de la Iglesia”.

Asamblea eclesial europea

Tras la reunión, Thomas Söding, vicepresidente del comité central de los católicos alemanes (ZdK), publicó un artículo en la revista teológica “Communio”, en el que propone una “asamblea eclesial europea” para fomentar la sinodalidad en Europa, inspirada en las iniciativas de Sudamérica.

En el artículo escribe: “Todavía no existe una plataforma sólida en la que se puedan debatir las diferentes experiencias y respuestas y en la que se pueda contemplar la propia situación a través de los ojos de los demás. No habrá respuestas con valor eterno, pero necesitamos formas de diálogo que eviten la sospecha y el daño para crear comprensión y solidaridad”.

En una entrevista con “Vatican News”, Söding subrayó la necesidad de más sinodalidad en la Iglesia católica en Europa, con reuniones periódicas de amplia participación, que incluyan a laicos y obispos. Estas reuniones, afirmó, son cruciales para salvar las diferencias culturales, sociales y políticas dentro de Europa y apoyar el camino hacia la reforma de la Iglesia.

Esta última entrevista la mantuvo en el marco de la visita del ZdK a Roma, en la que participaron su presidenta Irme Stetter-Karp, el secretario general, Marc Frings, así como los vicepresidentes Claudia Nothelle y el propio Thomas Söding. Para el ZdK se trataba de “comprender a Roma y ser comprendido por Roma”.

El diálogo sobre los abusos

Los miembros del ZdK se reunieron con Mons. John Joseph Kennedy, secretario del Dicasterio para la Doctrina de la Fe como responsable de castigos canónicos para los autores de abusos, con los expertos en protección de menores Hans Zollner y Peter Beer, así como con el P. Markus Graulich, subsecretario en el Dicasterio para los Textos Legislativos hasta finales de agosto.

Al término de la reunión, en una entrevista con la agencia católica alemana de noticias KNA, Stetter-Karp hizo un resumen positivo: “Las tensiones entre el Camino sinodal y el Vaticano probablemente no se han resuelto del todo, ya que no se esfuman simplemente hablando. Pero allí donde hemos podido hablar abiertamente con nuestros interlocutores, la comprensión mutua ha aumentado”. Según la presidenta del ZdK, el “enfoque sistémico”; es decir “qué hay que cambiar en la organización de la Iglesia para tratar y prevenir los abusos y sus encubrimientos”, no está reconocido en general en el Vaticano, “pero existen similitudes de pensamiento con los dos interlocutores mencionados”, Zollner y Beer.

Camino sinodal alemán

Irme Stetter-Karp considera que, tras esta visita, “en Roma se entiende mejor que antes cuál es nuestra motivación en el camino sinodal. Antes estaban informados por terceros; ahora han hablado directamente con nosotros. Y creo que el clima ha cambiado y que nos han reconocido como cristianos comprometidos con su Iglesia”.

Aunque desde el ZdK hablan de un “viaje oficial” de dicho organismo al Vaticano, lo cierto es que los representantes del ZdK no han mantenido ninguna reunión de “alto nivel” en los dicasterios vaticanos. Además, la mayoría de las personas con las que se han reunido no tienen ya encargo oficial en el Vaticano: el P. Zollner abandonó en marzo de 2023 la Comisión pontificia para la protección de menores, siendo nombrado consultor de la Oficina para la Protección de Menores y Personas Vulnerables de la diócesis de Roma. El P. Graulich ha sido sustituido como subsecretario en el Dicasterio para los Textos Legislativos el 1 de septiembre.

Desde ningún organismo vaticano se ha producido declaración alguna respecto de dichas reuniones. 

Mundo

Juan Carlos Holguín: «Los fundamentos de la fe podrían ofrecer una vía hacia la resolución de los conflictos presentes»

El ex canciller del Ecuador ha sido uno de los ponentes del simposio Teológico que se desarrolla en Quito con motivo del 53 Congreso Eucarístico Internacional y que pretende reflexionar sobre la intrínseca relación que existe entre Eucaristía y Fraternidad en el contexto de un mundo herido.

Juan Carlos Vasconez·7 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Juan Carlos Holguín Maldonado (Quito, 1983) fue designado por el presidente Guillermo Lasso Mendoza, como Ministro de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana en enero de 2022 hasta 2024.

Este empresario es además director y fundador de diversas organizaciones de la sociedad civil, y fue becario de la Fundación Konrad Adenauer enfocando su formación en campos de mecanismos regionales de integración, democracia y gobernabilidad.

Holguín centró la ponencia que ofreció, en el marco del Congreso Eucarístico Internacional que se desarrolla en Quito, en cómo la búsqueda de la fraternidad puede renovar el quehacer político en Ecuador y la importancia que la Consagración al Corazón de Jesús de la nación, en 1874, sigue teniendo en esta renovación

Comencemos hablando de la consagración de Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús, un momento histórico significativo. ¿Qué lo inspiró a enfocarse en este tema?

–Para mí, hablar de la consagración de Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María es fundamental, no solo como un hecho histórico, sino como una realidad espiritual que sigue influyendo en nuestro presente. 

La idea de consagrar públicamente el Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús le había sido sugerida al presidente Gabriel García Moreno por el Padre Manuel Proaño, Director Nacional del Apostolado de la Oración. En su respuesta en una de las misivas que cruzaron estos dos personajes históricos, el expresidente, con algunas vacilaciones producto de su sinceridad, le dice: “¿y será el Ecuador una ofrenda digna del Corazón del Hombre-Dios? ¿Reina la justicia en el foro, la paz en las familias, la unidad en los ciudadanos, el fervor en los templos?” y la pregunta que nos debemos hacer hoy es si seguimos siendo dignos de esa consagración.

Y mi respuesta es: definitivamente sí. Pero con algunos matices. 

En su discurso mencionó que Ecuador, a pesar de su rica historia religiosa, sigue enfrentando desafíos importantes. ¿Cómo ve esa tensión entre el pasado de fe y los problemas actuales?

–Exactamente. Hoy en día nos enfrentamos a nuevos retos. La historia nos muestra que hemos atravesado momentos de división y conflicto desde la época de la independencia. Estos problemas no son exclusivos del pasado. Incluso hoy, hay una falta de fraternidad y unidad en el país, tanto en el ámbito político como en el social.

Problemas como la corrupción, la desigualdad, y el aumento de la violencia sugieren que los valores que deberían guiarnos como nación muchas veces se pierden en medio de las luchas por el poder y el interés personal. Esta desconexión entre el ideal religioso y la realidad política y social actual genera una sensación de fractura y una necesidad urgente de reconciliación.

Son los fundamentos de fe los que podrían ofrecer una vía hacia la resolución de los conflictos presentes. Los principios cristianos de fraternidad, justicia y paz, si se aplican con autenticidad en la vida pública y política, podrían ser el motor para superar las divisiones y restaurar la confianza en las instituciones. 

Es un llamado a reavivar ese espíritu de consagración y alinearlo con los esfuerzos actuales por una mayor cohesión social y una política orientada al bien común. Solo cuando el país vuelva a mirar al cielo, como lo hizo en el pasado, podrá encontrar el camino para superar los desafíos actuales con esperanza y unidad.

Usted mencionó que el péndulo político ha dejado de ser tan ideológico como en décadas anteriores. ¿Podría explicarnos más a fondo este fenómeno?

–El péndulo político, especialmente en América Latina, solía estar claramente marcado por ideologías de izquierda o derecha. Hoy en día, ese péndulo es menos ideológico y más pragmático. Los votantes buscan soluciones inmediatas a sus problemas, lo que ha permitido el ascenso de propuestas populistas tanto de izquierda como de derecha. 

Este fenómeno refleja un cambio hacia una política más reactiva, donde el péndulo oscila entre el oficialismo y la oposición, en lugar de entre corrientes ideológicas. Las redes sociales y la pos-verdad han intensificado este proceso, permitiendo la rápida propagación de narrativas simplificadas que alimentan el descontento y la polarización. 

La irrupción de la tecnología ha transformado el escenario político, facilitando la difusión de noticias falsas y el populismo, lo que debilita el debate ideológico serio. En este contexto, el péndulo ya no responde a una lucha de ideas, sino a la búsqueda de soluciones inmediatas, a menudo sin importar el costo a largo plazo en términos de gobernabilidad y estabilidad democrática​.

Finalmente habló de esperanza y mencionó la importancia de la fraternidad como base para edificar una democracia sólida. ¿Qué mensaje daría a los ecuatorianos ante los desafíos actuales?

–A pesar de los desafíos, sigo siendo optimista. Ecuador tiene grandes oportunidades y ventajas comparativas únicas. Nuestra juventud, nuestras riquezas naturales y nuestra historia nos proyectan hacia un futuro lleno de esperanza. 

Yo soy positivo y tengo la esperanza intacta: nuestro país siempre ha mirado al cielo para encontrar su norte. Tenemos ventajas comparativas y competitivas únicas, que nos proyectan al futuro con gran esperanza. La posición ecuatorial y su distancia al sol, nos permiten tener las mejores flores, el mejor cacao o los mejores camarones del mundo. El tener al dólar como moneda, más allá de ser un escudo ante la tentación de los gobernantes de imprimir más moneda, nos permite tener estabilidad y poca inflación. 

La responsabilidad estará en sus políticos y ciudadanos, quienes debemos, necesariamente, estar convencidos de que la democracia solo se edifica sobre la concordia, el consenso y la fraternidad. De hecho, este será un reto del mundo actual, lleno de guerras y con muchos desafíos. 

Vaticano

Papúa Nueva Guinea, segunda parada del viaje del Papa Francisco

El cuarto día del viaje apostólico del Papa Francisco en el Sudeste asiático se centra, sobre todo en el viaje que le llevará desde Indonesia a Papúa Nueva Guinea. Situado a 5.700 kilómetros aún más lejos de Roma y con una diferencia en el huso horario de ocho horas.

Hernan Sergio Mora·6 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Pontífice ha iniciado la jornada del viernes con la misa privada en la nunciatura, donde ha estado alojado en Jakarta.

A su llegada al aeropuerto internacional, Soekarno-Hatta ha sido despedido por un piquete de honor, el ministro de asuntos religiosos Yaqut Cholil Qoumas, el cardenal Gnatius Suharyo Hardjoatmodjo y otras autoridades civiles y religiosas.

El Papa embarcó en un Airbus A330, acompañado por los periodistas y personas que se encargan del viaje.

Infografía del viaje del Papa Francisco ©CNS graphic/Justin McLellan

Recibimiento en Port Moresby

La aeronave de la compañía, Garuda–Indonesia despegó a casi las 6 de la mañana. Esta previsto que el viaje dure unas seis horas, por lo que el Airbus tocará suelo Jacksons International Airport de Port Moresby, capital de Papúa Nueva Guinea a las 12:00 (hora local).

Allí será la ceremonia de bienvenida presidida por el viceprimer ministro, que contará con la tradicional salva de cañones, guardia de honor, cantos, ofrecimiento de flores en vestidos tradicionales y presentación de las delegaciones.

Desde el aeropuerto el Pontífice se dirigirá a la Nunciatura, donde pernoctará cuatro noches hasta el lunes 9 de septiembre, durante su estadía en el archipiélago.

Papúa Nueva Guinea hoy

Port Moresby, conocida coloquialmente como Pom Town, con sus 350 mil habitantes es la capital y principal ciudad y puerto de Papúa Nueva Guinea, país con más de 10 millones de habitantes, conocido por sus playas, barreras coralinas y florestas pluviales.

En la Segunda Guerra Mundial fue base de Estados Unidos y se independizó de Australia y Gran Bretaña en 1975.

La situación política en Papúa Nueva Guinea (PNG) es compleja y se caracteriza por una combinación de inestabilidad política, corrupción y desafíos socioeconómicos.

Es una democracia parlamentaria dentro de la Commonwealth, con una estructura de gobierno que incluye un primer ministro como jefe de gobierno y un gobernador general que representa al monarca británico, Carlos III.

El autorHernan Sergio Mora

Zoom

Un original tocado para esperar al Papa

Una mujer con una original diadema espera la misa con el Papa Francisco en el estadio Gelora Bung Karno en Yakarta, Indonesia, el 5 de septiembre de 2023.

Maria José Atienza·6 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

De la Guardia Suiza al Seminario

Rome Reports·6 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

Didier Grandjean sirvió durante 8 años como guardia suizo. En ese tiempo, además de servir a dos Papas: Benedicto XVI y Francisco, descubrió su vocación al sacerdocio.

Ambos pontífices apoyaron y alentaron al joven que lleva ya 5 años en el seminario.


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Cultura

Cuando la música siembra la esperanza ante la muerte

La música no sólo es fuente de consuelo en los momentos trágicos y amargos de la muerte. En el caso de los grandes maestros, también aporta una nueva luz para asumirlos. Cuando, además, el maestro es un hombre de fe, conforta al oyente con la dulce armonía de la esperanza que trae la victoria de Cristo.

Antonio de la Torre·6 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

Una de las primeras composiciones de Johann Sebastian Bach (1685-1750) es la cantata que lleva el número 106 en el catálogo BWV, y cuyo título (sacado de la primera frase de su texto, como en todas las cantatas de Bach) es “Gottes Zeit ist die allerbeste Zeit” (“El tiempo de Dios es el mejor de todo tiempo”). Como rasgo propio, esta cantata lleva además el subtítulo, o sobrenombre, de “Actus Tragicus”, que no se debe al compositor, sino que aparece por primera vez en una copia tardía de la partitura, realizada en 1768.

Retrato de J.S. Bach realizado por Hausmann (Wikimedia Commons / Johnhuxley)

La cantata se fecha habitualmente en 1707 o 1708, que es el periodo en el que Bach ocupó brevemente el puesto de organista en la iglesia de san Blas, de la villa turingia de Mühlhausen. Está escrita para una pequeña plantilla de intérpretes: cuatro voces, dos flautas dulces, dos violas da gamba y un bajo continuo.

Se trata, por tanto, de la obra de un compositor primerizo, quien, con 22 años, y a punto de casarse con su prima María Bárbara, recibe el encargo de componer esta obra para un funeral. Temprana como es esta cantata, sin embargo, es ya una obra maestra, que revela por primera vez a su autor como el genio de la música que es. Tan sólo se conservan seis cantatas tempranas de Bach, lo que da un valor adicional a esta obra. Más adelante, trabajando en Weimar (de 1708 a 1717) y en Leipzig (de 1723 hasta su muerte), vendrán muchas más cantatas, de diversa forma y estilo a las compuestas en su juventud.

Una secuencia musical bíblica

La forma de esta cantata es todavía muy sencilla, pues consiste en una simple serie de textos bíblicos muy breves sobre la muerte. A un bloque de textos del Antiguo Testamento, que contienen reflexiones y advertencias sobre la muerte, sigue un bloque del Nuevo Testamento, que expresa la esperanza ante la muerte y el espíritu con el que un creyente ha de afrontarla. La selección de los textos se debe posiblemente al joven compositor, quien desde su juventud mostró una sabia veneración por la Palabra de Dios y la Teología, como se puede comprobar examinando el contenido de su biblioteca personal. En concreto, esta cantata parece ser el eco musical de la teología luterana sobre el “Ars Moriendi”, es decir, el modo de explicar al creyente cómo enfocar su deber de prepararse adecuadamente para el momento de morir.

Para ello dispone la secuencia de textos como un breve (y trágico) Acto de un auto sacramental, en cuyos protagonistas ha de irse reconociendo el oyente para que la obra se escuche con el sentido buscado por el compositor. En una acción continua, donde los números se encadenan unos con otros, primero escuchará las voces proféticas, que le conminan y le advierten, para después encontrarse con la misma “vox Christi” y terminar, con un coral, escuchando la voz de la asamblea creyente.

En medio del acto se sitúa, como su corazón, la intervención del alma en la soprano, que en una súplica desgarradora clama por la venida de Cristo y por escuchar su misma voz. Precediendo a todo este conjunto, maravilla una breve introducción instrumental que Bach compone como preludio (como hará también en muchas cantatas de Weimar y algunas de Leipzig).

Los ecos del Antiguo Testamento

Así pues, la cantata consta de esta sonatina, cuatro números vocales sobre el Antiguo Testamento, una intervención del alma, dos números sobre el Nuevo Testamento y un coro final. En la sonatina admira su simplicidad homofónica y la tierna nostalgia que evoca, muy alejada de los efectismos trágicos de composiciones funerarias no tan cercanas a la fe como esta.

En efecto, sobre un sencillo discurrir de las violas y el bajo continuo, las dos flautas dulces, instrumento tradicionalmente asociado a los ritos fúnebres, se van haciendo eco con un sencillo motivo de tres notas, que desemboca en un acorde mayor que da paso al primer número vocal.

Este es un coro que, después de una sentencia sapiencial (la que da título a la cantata), y un pequeño gesto rítmico de los instrumentos (una alegre gavota, para iluminar sin duda un tema tan serio), da paso a un coro muy vivaz, en ritmo ternario, sobre el texto “en Él vivimos, nos movemos y existimos” (Hechos 17, 28).

Un dramático contraste introduce una segunda idea sapiencial: vivimos el tiempo justo que Dios haya determinado. El coro queda callado tras las palabras “cuando Él quiera”. En pocos compases, pues, el oyente pasa de la reflexión alegre a la constatación trágica, pasando por el recuerdo de que todo el fluir de la vida lo hacemos “en Él”.

El segundo número, un arioso para tenor, ilustra Sal 90, 12: “Enséñanos a calcular nuestros años para que adquiramos un corazón sensato”. La voz del salmista David se va entrelazando con las dos flautas, sobre el acompañamiento de las dos violas de gamba y el continuo, para exhortarnos a no descuidar el deber que tiene todo creyente de adquirir una sensata preparación para el momento de morir.

De repente irrumpe el bajo que protagoniza el tercer número tomando la voz del profeta Isaías para cantar “prepara tu casa, porque has de morir y no permanecerás vivo” (Isaías 38, 1). Es la advertencia que hace el profeta al moribundo rey Ezequías, con quien debe identificarse el oyente, de modo que, igual que Ezequías se recuperó al creer al profeta, el cristiano supere la muerte por su fe en Jesucristo.

El desasosiego que suscitarían estas palabras en el rey se representa con la inquieta figura rítmica que repiten las flautas, esta vez sin la ternura de las violas da gamba, y que queda resonando cuando la voz enmudece.

Sin solución de continuidad, el coro toma la voz del sabio para cantar “es ley eterna que el hombre debe morir” (Eclesiástico 14, 17). El complejo contrapunto que teje el coro se hace cada vez más denso, privado además del timbre de violas y flautas. Como tratando de salir de esta telaraña agobiante, el alma, cuya voz toma la soprano, presenta su angustiosa súplica con las palabras “Sí, sí, ven Señor Jesús” (Apocalipsis 22, 20). Con ellas vuelve la ternura de las violas, pero por poco, pues el coro opresivo vuelve a repetirse una y otra vez, como enredando al alma en el miedo ante la muerte (“el hombre debe morir”). Enmudecido coro e instrumentos, en un gesto dramático genial, la soprano canta una melodía en caída libre sobre el bajo continuo, que termina con las palabras “ven, Señor Jesús” en susurro y ya sin acompañamiento alguno.

La voz de Cristo

Ante este grito del alma, se abre el bloque luminoso del Nuevo Testamento. En primer lugar, el alto recuerda las palabras de Cristo al morir para que el alma las haga suyas: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lucas 23, 46). Es una serena melodía, acompañada tan sólo por el bajo continuo, como lo estaba la soprano al final del número anterior, que canta también con esperanza “Tú, el Dios leal, me librarás” (Salmo 31, 6).

Las entrañables violas da gamba regresan cuando aparece el bajo trayendo la misma “vox Christi”, quien en persona consuela al alma cantando “Hoy estarás conmigo en el paraíso” (Lucas 23, 43). Como hará más tarde en la Pasión según san Mateo, la musicalización de Cristo como un bajo acompañado por las cuerdas ofrece una representación que sintetiza genialmente el poder divino de Cristo con la ternura de su humanidad.

Como es propio de las cantatas tempranas, cuando el bajo repite su intervención lo hace sobre una melodía coral, cantada por el alto y acompañada por las violas da gamba. El coral pone música a una breve estrofa escrita por Lutero sobre el cántico de Zacarías “Ahora puedes dejar a tu siervo irse en paz”. 

El número termina con este coral flotando sobre un rico contrapunto elaborado por las dos violas sobre el continuo, como dejando saborear esta certeza de paz y gozo que queda en el alma después de todo lo experimentado en este Acto.

Para terminar, hay que ofrecer al Dios que nos ha redimido del pecado y ha cambiado en esperanza nuestra angustia ante la muerte, el agradecimiento y la alabanza que merece. Para ello, vuelven las flautas de pico para acompañar al coro y todo el conjunto instrumental en una glorificación del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, de nuevo con el ritmo danzable de la gavota, subrayando la alegría y la fuerza que recibe el creyente de su fe. Y como esa fuerza viene de Jesucristo, este coro final conduce a una fuga llena de vida y movimiento, que termina con las palabras litúrgicas “Por Jesucristo, Amén”.

El sorprendente final de este coro queda aquí sin desvelar, para que cada oyente lo pueda descubrir por sí mismo. Para ello se puede recurrir a una buena grabación del conjunto ruso «Bach-Consort», en la que además de escuchar esta cantata maravillosa es posible seguir visualmente las intervenciones de las diversas voces e instrumentos.

El autorAntonio de la Torre

Doctor en Teología

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Vaticano

El Papa se despide de Indonesia invitando a los católicos a «no cansarse nunca de sembrar»

El último día del Papa en Indonesia ha estado marcado por el encuentro interreligioso en la mezquita "Istiqlal", la más grande del Sudeste Asiático y los testimonios de personas con discapacidad en la sede de la Conferencia Espicopal.

Hernan Sergio Mora·5 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Tres acontecimientos han marcado este jueves 5 de septiembre, último día del viaje apostólico del Papa Francisco a Indonesia – que continúa en Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur (hasta el 13 de septiembre).

En primer lugar, el encuentro interreligioso en la mezquita «Istiqlal», la más grande del Sudeste Asiático, con capacidad para 120 mil personas. En este emblemático lugar, el Papa visitó el «túnel de la amistad» que conecta la mezquita con la catedral católica construida al otro lado de la plaza, y tuvo lugar el encuentro interreligioso en la gran carpa, con la lectura y firma de un documento que hacer historia: la “Declaración Conjunta de Istiqlal 2024”.

En la mezquita

Al comienzo de la jornada, en una tienda de la mezquita Istiqlal, en Yakarta, el Papa Francisco fue recibido con música y cantos tradicionales indonesios, un canto del Corán y la lectura de un pasaje del Evangelio de Lucas.

El túnel de la amistad

Frente al «Túnel de la Amistad», el Santo Padre elogió la estructura que «quiere ser un lugar de diálogo y de encuentro». Indicó que “si pensamos en un túnel, fácilmente imaginamos un camino oscuro”, en cambio “es diferente, porque todo está iluminado”.

El Papa concluyó indicando que «nosotros los creyentes, que pertenecemos a diferentes tradiciones religiosas, tenemos un papel que desempeñar: ayudar a todos a atravesar el túnel con la mirada dirigida hacia la luz».

La “Declaración Conjunta de Istiqlal 2024”

Tras la visita al túnel, tuvo lugar la firma de la «Declaración conjunta de Istiqlal 2024», por el Papa y el Gran Imán Prof. Dr. KH Nasaruddin Umar. El documento indica cómo el «fenómeno global de la deshumanización se caracteriza sobre todo por violencia y conflictos generalizados», siendo «particularmente preocupante que la religión sea a menudo explotada».También señala que «el abuso de la creación por parte del hombre… ha contribuido al cambio climático», y «los valores religiosos deben orientarse a promover una cultura de respeto, dignidad, compasión, reconciliación y solidaridad fraterna para superar tanto la deshumanización como la destrucción ambiental».

Por tanto, la declaración invita a los líderes religiosos a «hacer frente a las crisis antes mencionadas», indicando que “el diálogo interreligioso debe reconocerse como una herramienta eficaz para resolver los conflictos locales, regionales e internacionales, especialmente los causados por el abuso de la religión”.

Las palabras del Pontífice en la mezquita

Una vez firmado el documento, el Papa Francisco, recordó que «esta mezquita diseñada por el arquitecto Friedrich Silaban, que era cristiano», atestigua «como también los otros lugares de culto son espacios de diálogo, de respeto mutuo, de convivencia armoniosa entre las religiones y las diferentes sensibilidades espirituales».

Y si bien «los aspectos visibles de las religiones -los ritos, las prácticas, etc.- son un patrimonio tradicional que debe ser protegido y respetado; también lo que está «abajo», bajo tierra, como el «túnel de la amistad».

En cambio, aseguró el Sucesor de Pedro, «puede suceder que tal enfoque acabe dividiéndonos, porque las doctrinas y los dogmas de cada experiencia religiosa son diferentes». En cambio, «lo que realmente nos une es crear una conexión entre nuestras diferencias, cuidando de cultivar vínculos de amistad, atención y reciprocidad».

En la Declaración conjunta preparada para esta ocasión, concluyó el Papa, “asumimos con responsabilidad las crisis graves y a veces dramáticas que amenazan el futuro de la humanidad, en particular las guerras y los conflictos, desgraciadamente también alimentados por la explotación religiosa, pero también la crisis medioambiental, que se ha convertido en un obstáculo para la vida. el crecimiento y la convivencia de los pueblos».

Y advirtió: «¡Nadie debe ceder ante la fascinación del fundamentalismo y la violencia, todos se dejen fascinar por el sueño de una sociedad y una humanidad libres, fraternales y pacíficas!». “Dios te conceda este regalo. Con su ayuda y bendiciones sigamos adelante, Bhinneka Tunggal Ika, unidos en la diversidad. ¡Gracias!»

Visita a la sede de la Conferencia Episcopal

Al finalizar el encuentro interreligioso, el Santo Padre se dirigió a la sede de la Conferencia Episcopal de Indonesia, donde se reunió en el salón Henry Soetio con quienes reciben asistencia de organizaciones caritativas, entre ellos un grupo privado de enfermos, pobres y discapacitados.

El presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Antonius Franciskus Subianto fue el encargado de recibir al pontífice, que escuchó allí los testimonios de dos personas con discapacidad, Mimi Lusli que perdió la vista cuando era niña y encontró fuerza en el Vía Crucis, y el joven Mikail Nathaniel, de 18 años, con trastorno leve del espectro autista, quien le pidió bendecir a sus “padres maravillosos y a todos los padres con hijos especiales, en todo el mundo”.

«Ustedes que son pequeñas estrellas brillantes en el cielo de este archipiélago», son «sus tesoros», dijo el Papa que alabó las palabras sobre Jesús dichas por los dos interlocutores.

«Descubran día a día cuánto vale el estar juntos», porque «todos necesitamos unos de otros”. Y “cuánto nos ama el Señor a cada uno de nosotros” porque el Señor nunca nos olvida. “Hagan de su vida un don para los otros”.

Poco después el responsable de la comisión litúrgica dirigió un breve momento de oración.

Aquí el Pontífice bendijo a los presentes y firmó la placa de mármol de la Sede de la Conferencia Episcopal. Al salir, fue evidente el cariño de los presentes que lo saludaron.

Misa en el Gelora Bung Karno

Por la tarde, desde la Nunciatura el Santo Padre se dirigió al estadio Gelora Bung Karno, con capacidad para 110 mil asientos, donde fue recibido entre coros de la plaza, aplausos y cantos mientras recorría en el Papamóvil.

La misa, memoria de Santa Teresa de Calcuta contó con oraciones en las lenguas regionales de Jawa, Toraja, Manggarai, Batak Toba, Dayak Kanayatn y Papúa, y con la presencia del presidente y diversas autoridades del país.

Después de la proclamación del Evangelio, el Papa vestido de blanco recordó que «el Señor pide encarnarse concretamente en nosotros: estamos, por tanto, llamados a vivir la Palabra». No se vistan de una religiosidad exteriormente perfecta, pensando hacer cosas extraordinarias, sino como cuando «Jesús se dirige a Pedro y le insta a correr riesgos apostando en aquella Palabra: “Echar con valentía las redes del Evangelio en medio del mar del mundo”.

El Pontífice recordó que santa Teresa de Calcuta decía: “Cuando no tenemos nada para dar, damos esa nada. Y “aunque no coseches nada, no te canses nunca de sembrar”.

Al final de la misa, antes de cantar la Salve Regina, el Papa exhortó a los presentes en línea con el evangelio leído: «¡Hagan lío, hagan lío!».

El autorHernan Sergio Mora

Mundo

Mons. Emilio Aranguren: “La Iglesia en Cuba está viva, unida y es pobre”

El obispo de Holguin y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba ha participado en la presentación de la campaña que Ayuda a la Iglesia Necesitada ha lanzado en favor de la Iglesia en Cuba bajo el lema “Donde contigo nada es imposible”.

Maria José Atienza·5 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

«La Iglesia en Cuba es una iglesia viva, unida y pobre», ha comenzado el prelado que se ha unido telemáticamente a la presentación de la campaña en favor de la Iglesia en Cuba. Una comunidad que, como ha querido destacar el obispo de Holguin ha desarrollado su espiritualidad propia sobre cuatro valores: “el valor de lo poco, el valor de lo pequeño, el valor de lo anónimo y el valor de la gradualidad, del paso a paso”.

Necesidades de todo tipo

A pesar de una leve mejora en algunos aspectos, la vida de la Iglesia en Cuba sigue estando marcada por la pobreza y las limitaciones de todo tipo.

Por una parte, la escasez de sacerdotes y estructura eclesial en muchos sitios ha llevado a una amplia y fructífera participación de los laicos en la vida de la Iglesia pero también arrastra consecuencias más penosas como la imposibilidad de celebrar Misa en algunos lugares de manera regular.

A esto se une un deteriorado parque de vehículos que dificulta la movilidad de sacerdotes y religiosas por la isla, la casi imposible tarea de conservación de construcciones y edificios y la carencia de publicaciones u otros medios necesarios para la catequesis.

A pesar de las dificultades, el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba ha señalado que la comunidad eclesial cubana es “activa, creativa y esperanzada”.

No basta con ser creyente, hay que ser discípulo

Mons. Emilio Aranguren ha querido señalar también algunos de los retos claves de la Iglesia en Cuba. El primero de ellos, ha destacado es el avivar y mantener la “presencia testificante, coherente de vivencia del Evangelio”. En este punto ha querido recordar y valorar la perseverancia en la fe de tantas personas mayores que “son el testimonio expreso de la Fe que motiva este estilo de vida con rectitud”.

Mons. Aranguren se ha detenido en la importancia de cuidar a las familias y, en especial a los jóvenes, que conforman la mayor parte de los exiliados del país. Para esta presencia testificante es necesaria, por tanto “una centralidad de la Iniciación cristiana” en la vida de la Iglesia cubana.

Junto a esta presencia, el obispo de Holguin ha señalado la importancia de el plan pastoral que tiene la Iglesia en Cuba en el que el objetivo es el otro, el prójimo y, por último, la necesidad de un anuncio de Cristo que genere una nueva vida.

Estos tres retos se apoyan, especialmente, en la comunidad laical, muy activa en Cuba, que llevan a cabo una enorme labor evangelizadora de primera línea en las llamadas casas de misión. Un panorama que exige a los católicos un compromiso fuerte de vida: “No vale ser creyente, hay que ser discípulo”, ha resumido Mons. Aranguren. Un ejemplo de este compromiso de los laicos lo ha personalizado Miguel Ángel Fernández, cubano, diácono permanente, exiliado en España desde hace 24 años, pero muy unido a su patria y que ha narrado, en primera persona, su experiencia de la labor entregada de muchos laicos en las distintas comunidades cubanas.

José María Gallardo, director de ACN España, y Miguel Ángel Fernández, diácono permanente cubano. (ACN)

La campaña de ACN

La campaña que ha puesto en marcha Ayuda a la Iglesia Necesitada para apoyar a la comunidad eclesial en Cuba es, en palabras del director de ACN España, José María Gallardo, “100% pastoral”. Primero con la oración, porque, como han querido subrayar desde el inicio de la presentación de la campaña, “sin oración no salen los proyectos”, y también con ayuda material concreta en la zona.

Con esta nueva iniciativa, desde la fundación pontificia quieren apoyar a los laicos a través de proyectos como la financiación de 2.000 publicaciones para la catequesis o la organización de talleres formativos para responsables parroquiales, de liturgia y ministros de la Eucaristía en la diócesis de Pinar del Río. 

Además, para los sacerdotes, ACN va a encargar más de 2.000 misas para sacerdotes de la diócesis de Holguín, con cuyos estipendios podrán ayudar al sostenimiento de los sacerdotes. En todo el país sólo cuentan con 374 sacerdotes y 27 seminaristas, lo que supone un sacerdote por cada 20.872 personas.

Evangelio

La apertura del corazón. Domingo XXIII del tiempo ordinario

Joseph Evans comenta las lecturas del domingo XXIII del Tiempo Ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·5 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Lo que llama la atención del evangelio de hoy es la molestia que se toma Jesús para curar al hombre que le trajeron, que era sordo y tenía problemas para hablar. “Él, apartándolo de la gente, a solas, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y mirando al cielo, suspiró y le dijo: Effetá (esto es, ‘ábrete’)”. El hombre quedó curado y pudo oír y hablar libremente. ¿Por qué hizo Jesús todo esto? No era su práctica habitual. Normalmente curaba en el acto, simplemente con una palabra.

Una posibilidad es que el estado físico del hombre expresara un estado espiritual: la falta de sinceridad, el no querer darse a conocer. Hay personas que van por la vida esquivando la verdad. No quieren oírla ni decirla. La sinceridad es la apertura a la verdad. 

A menudo, las personas esquivan la verdad buscando el anonimato, perdiéndose de diversas maneras: entre la multitud, de fiesta, en el trabajo, en las redes sociales… Cualquier cosa antes que enfrentarse a sí mismas, a su conciencia, a Dios. Y aquí Jesús lleva al hombre aparte, precisamente lejos de la multitud. Necesitamos hablar con Jesús a solas, ser sinceros con él, dejar que nos diga lo que necesitamos oír, sin esquivarlo ni negarlo. Jesús pone los dedos en el oído del hombre, como si tuviera que esforzarse más para curar su sordera. Como si Dios tuviera que “esforzarse más” para hablar a quienes no quieren escucharle.

Luego viene la siguiente fase del milagro: Jesús con la saliva le tocó la lengua. Este hombre no era completamente mudo. En el Nuevo Testamento encontramos a otras personas poseídas por un “demonio mudo”. No pueden decir ni una palabra. Esa es la peor condición: gente que no habla, que no pide ayuda. Pero este hombre no estaba tan mal. Sólo tenía un impedimento para hablar. Espiritualmente hablando hay personas que dicen algo del problema, pero no todo, una parte, pero no el todo. 

Entonces aprendemos: “Mirando al cielo, suspiró y le dijo: Effetá (esto es, ‘ábrete’)”. Este suspiro podría expresar el dolor de Dios ante la insinceridad humana. Le entristece nuestra resistencia a su gracia. Es el suspiro de Dios por aquellas personas a las que quiso ayudar pero que lo rechazaron. 

Todo esto nos enseña la importancia de ser sinceros en aquellos ámbitos en los que Dios quiere ayudarnos: la confesión, la orientación espiritual, con los propios padres, maestros y guías, y también, cuando sea necesario, con los especialistas médicos que tienen la experiencia necesaria para ayudarnos.

La homilía sobre las lecturas del domingo XXIII del Tiempo Ordinario (B)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Estados Unidos

La arquidiócesis de Denver: semillero de apostolados laicos

Denver es conocida no solo por su belleza natural sino por su vida cultural, próspera economía y desde el punto de vista de la fe, por la impronta que ha tenido en la iglesia a nivel nacional.

Gonzalo Meza·5 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 7 minutos

Denver es la capital del estado de Colorado. Se ubica en la base de las Montañas Rocallosas de Colorado, al este de las estribaciones de la cordillera “Front Range”. Por su altitud a 1,609 metros sobre el nivel del mar se le conoce como “Mile-High City” (La ciudad de una milla de altura). Aunque Denver no está sobre las montañas, estas dominan la vista de la ciudad.

Denver es conocida no solo por su belleza natural (que atrae a miles de turistas) sino por su vida cultural, próspera economía y desde el punto de vista de la fe, por la impronta que ha tenido en la iglesia a nivel nacional. Denver ha sido semillero de muchos apostolados y movimientos laicos que han tenido un impacto en la vida eclesial en el país. Algunos de estos nacieron tras la Jornada Mundial de la Juventud y la visita del Papa Juan Pablo II en agosto de 1993.

El estado de Colorado y la ciudad de Denver

Colorado es el octavo estado más extenso de la Unión Americana. Está ubicado en la región oeste del país, en las zonas montañosas, limita al norte con el estado de Wyoming, al sur con Nuevo México, al este con Kansas, al oeste con Utah y al noreste con Nebraska. Tres de los mayores ríos del país nacen en dicho estado: el río Colorado, el río Arkansas y el Río Grande. Fue llamado así por el río Colorado, nombre otorgado por los colonizadores españoles. Las Montañas Rocallosas atraviesan el estado y se extienden desde el norte de la Columbia Británica (Canadá) hasta el sur de Nuevo México.

Colorado formó parte de tres naciones: la parte oriental pertenecía a Francia. Esta fue adquirida por los estadounidenses con la compra de la Louisiana Francesa en 1803. La parte occidental formó parte del Virreinato de la Nueva España hasta que México se independizó de España en 1821. La parte occidental de Colorado fue territorio mexicano hasta la Guerra México-EUA 1846-1848, tras la cual México perdió (“cedió” le denomina la historiografía estadounidense) más de la mitad de su territorio.

Colorado se incorporó al territorio estadounidense en 1861 y fue admitido como estado en 1876, es por ello por lo que se le denomina el “estado centenario” pues ocurrió en el centésimo aniversario de la independencia norteamericana. La ciudad de Denver se incorporó en noviembre de 1861. Cuatro años más tarde se convertiría en la capital territorial y en 1876 en la capital del nuevo estado de Colorado.

Vista de la ciudad de Denver

Los pobladores

La parte oriental de las Rocallosas fue una ruta migratoria para los pueblos nativos y exploradores. Históricamente la región de Colorado fue habitada por diversos grupos nativos americanos, entre ellos los llamados “Pueblo”, los “apaches” y los “comanches”. Los primeros europeos colonizadores llegaron en el siglo XVII, pero no fue sino hasta 1787 cuando Juan Bautista de Anza estableció el asentamiento “San Carlos” cerca de la ciudad denominada “Pueblo”.

Otros asentamientos permanentes se sucedieron en el norte de Colorado tras el descubrimiento de oro en la zona en 1858. Para dar servicio a la naciente región minera se construyeron ferrocarriles y establecieron servicios para atender las necesidades de la comunidad. La ciudad de Denver se fundó en 1858 como un pueblo minero. Se le llamó “Denver” en honor del gobernador del territorio de Kansas, James Denver.

La Iglesia en Colorado y Denver

La presencia de la Iglesia en la región se remonta al siglo XVIII con los frailes franciscanos quienes establecieron misiones en el sur y oeste de Colorado. Durante su etapa como territorio mexicano, el clero de dicho país se encargó de dicha zona. Fue hasta 1851 cuando las misiones fueron atendidas por sacerdotes de Nuevo México. En esa década se establecieron asentamientos con comunidades permanentes en San Pedro (1852), San Acacio (1853) y Conejos (1854).

Eclesiásticamente la zona pertenecía desde 1850 al Vicariato Apostólico de Nuevo México, el cual se convertiría 3 años más tarde en la diócesis de Santa Fe, dirigida por el obispo John Lamy, quien en 1857 estableció la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe en Conejos, Colorado. John Lamy fue sucedido por John B. Salpointe, quien fue clave para que Colorado se separara de la diócesis de Santa Fe y formara una nueva jurisdicción eclesiástica, configurando primero el Vicariato Apostólico de Colorado y Utah en 1868 y finalmente en 1871 el Vicariato Apostólico de Colorado, el cual abarcaba la totalidad de dicho estado.

Su primer obispo fue Joseph Machebeuf (1868-1889), quien ya había servido como misionero en la zona durante 20 años. Al asumir su cargo, Machebeuf realizó una gira por Europa para buscar sacerdotes y un préstamo económico. Regresó de su viaje con cinco sacerdotes, solo uno angloparlante, quien fue asignado a una parroquia en Denver. Los otros fueron enviados a parroquias hispanas de los valles de San Luis y Arkansas en el sur de Colorado. Ya para 1870 las iglesias del estado tenían capacidad para 8,500 feligreses en 14 parroquias. El número de católicos superaba al de la población protestante.

En 1860 la región creció demográficamente debido a la migración de miles de católicos procedentes del estado vecino Nuevo México. Para 1890 la mitad de los cristianos de Colorado (47 mil) eran católicos. Para ayudar en la misión, en 1871, llegaron los primeros jesuitas quienes se hicieron cargo de las parroquias del sur de Colorado. En ese periodo también se inició la construcción de las tres primeras escuelas católicas. La primera fue la academia femenina St. Mary en 1863.

El vicariato apostólico se convirtió en la diócesis de Denver en 1887, teniendo a Machebeuf como su primer obispo y Nicholas Chrysostom Matz como coadjutor. Al entrar en funciones Matz tuvo a su cargo la realización del primer sínodo de la diócesis en 1890 así como la construcción de la Catedral de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción y el establecimiento del Seminario de Santo Tomás. El obispo John Henry Tihen sucedió a Matz en 1917. Tihen se centró en la educación, especialmente en la ampliación del Seminario.

En ese periodo se construyeron tres hospitales, un orfanato y un asilo de ancianos. En 1921 se consagró la catedral. En 1931 el obispo Urban J. Vehr sucedió a Tihen. Mons. Vehr dirigió la diócesis por 36 años, los 10 primeros como obispo y después arzobispo cuando Denver se convirtió en Arquidiócesis en 1941 y paralelamente se formó la nueva diócesis de “Pueblo”, Colorado separando una parte del territorio. La población católica de Colorado ascendía en ese año a 147 mil. Al arzobispo Vehr le sucedió en 1967 James V. Casey (1967-1986) quien dirigió la jurisdicción durante los años del Concilio Vaticano II. Casey creó nuevas oficinas para coordinar los programas y ministerios parroquiales, especialmente los dedicados a la familia, los servicios sociales y la población hispana. 

La JMJ en Denver

En 1986 James Francis Stafford se convirtió en el sexto obispo de Denver. Durante su gestión se llevó a cabo la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en 1993 a la que asistió el Papa Juan Pablo II y miles de jóvenes. Este evento fue un parteaguas en la iglesia de los Estados Unidos, no solo porque fue semillero de vocaciones sacerdotales y religiosas, sino porque fue la simiente de muchos apostolados laicos que nacieron en Denver.

Durante la homilía en la Misa conclusiva de la JMJ, el 15 de agosto de 1993, Juan Pablo II dijo a los jóvenes: “No tengan miedo de salir a las calles y a los lugares públicos, como los primeros Apóstoles que predicaban a Cristo y la buena nueva de la salvación en las plazas de las ciudades, de los pueblos y de las aldeas. No es tiempo de avergonzarse del Evangelio. Es tiempo de predicarlo desde los terrados. No tengan miedo de romper con los estilos de vida confortables y rutinarios, para aceptar el reto de dar a conocer a Cristo en la metrópoli moderna. Vayan a los cruces de los caminos a invitar a todos los que encuentren al banquete que Dios ha preparado para su pueblo. No hay que esconder el Evangelio por miedo o indiferencia”.

En el 30 aniversario de dicha visita, el arzobispo Aquila dijo: “Se puede reconocer el tremendo fruto que la JMJ 93 dio en la Arquidiócesis de Denver. Tuvo un impacto en las vocaciones que tenemos y en el establecimiento de los seminarios “Redemptoris Mater” (Camino Neocatecumenal) y “St. John Vianney”, así como en los diversos apostolados que surgieron de ellos. Antes de la JMJ 93 ambos seminarios no existían, el “Augustine Institute” no existía, “FOCUS” (ministerio universitario) no existía”.

En 1996 Stafford fue nombrado Presidente del Consejo Pontificio para Laicos y en 1998 fue creado cardenal. Le sustituyó como arzobispo de Denver, Charles J. Chaput (1997-2011). Al ser miembro de la tribu nativa norteamericana “Potawatomi”, Chaput se convirtió en el segundo obispo nativo en dirigir una diócesis. Durante su administración, Juan Pablo II nombró a José H. Gómez como obispo auxiliar de Denver. Junto con Chaput fundó en 2002 el Centro San Juan Diego en Denver para responder a las necesidades pastorales y educativas de la comunidad hispana. Más tarde Chaput y Gómez fundaron la Asociación Católica de Líderes Hispanos, CALL (Home | CALL USA (call-usa.org)). Mons. Chaput también fue providencial en la creación de “ENDOW” Educating on the Nature and Dignity of Women (endowgroups.org), una iniciativa de liderazgo de mujeres católicas para “educar sobre la naturaleza y la dignidad de las mujeres”.

La arquidiócesis de Denver

La arquidiócesis de Denver se encuentra en la parte norte del estado de Colorado. El territorio actualmente cubre 25 condados. Fue erigida como diócesis en 1887 y en noviembre de 1941 ascendió a Arquidiócesis. En mayo del 2012, el Papa Francisco nombró a Samuel Joseph Aquila como el octavo obispo de Denver. En 2016 el pontífice asignó a Mons. Jorge Rodríguez como auxiliar de la jurisdicción.

La arquidiócesis cuenta con aproximadamente 600 mil católicos, así como 148 parroquias y misiones. Hay 313 sacerdotes, 195 diáconos y 173 religiosos. La misión de la arquidiócesis dice: “La arquidiócesis de Denver existe para que en Jesucristo todos puedan ser salvados y tengan vida abundante, para la gloria del Padre”. Al respecto, Mons. Aquila, señaló en julio del 2024: “En la arquidiócesis de Denver tenemos un valor de la misión sobre el que predico y hablo muy a menudo. Lo llamamos ‘Permanece en relación’. Es simplemente el valor por el que permanecemos y crecemos en la caridad, en la intimidad con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Cuando permanecemos en esa relación primordial nos sentimos movidos a abrazar la misión del Redentor. El papa san Juan Pablo II escribió: ‘La vocación universal a la santidad está estrechamente unida a la vocación universal a la misión. Todo fiel está llamado a la santidad y a la misión’ (Redemptoris Missio, 90)”.

La arquidiócesis tiene dos periódicos católicos: “El Pueblo Católico” y “Denver Catholic”. En Denver hay 4 hospitales católicos, 35 escuelas de educación primaria y secundaria y 9 preparatorias. Estas instituciones brindan empleo a 1,100 maestros dedicados a la educación de 12 mil niños al año. Para los estudiantes de bajos recursos, la iglesia otorga becas a mil estudiantes anualmente por un monto de 2 millones de dólares.

Servicios sociales y de caridad

En la arquidiócesis existen diversos ministerios laicos que brindan servicios sociales, entre ellos la “Sociedad de San Vicente de Paul” que ayuda a 21 mil personas al año con apoyos económicos para el alquiler, alimentos, ropa y medicamentos. Asimismo, el apostolado llamado “Christ in the City” (Cristo en la ciudad) brinda un importante servicio a los indigentes y personas sin hogar. Igualmente, el ministerio católico de prisiones apoya a 800 personas a la semana en 40 lugares.

Las caridades católicas en Denver ayudan a más de 113 mil personas. Sus albergues otorgan 500 mil comidas al año y proveen asistencia de emergencia por cerca de 6.3 millones. Tanto las parroquias como las misiones y diferentes oficias de caridad católicas gestionan bancos de alimentos, comedores de beneficencia y donación de víveres y ropa. También ofrecen servicios de salud mental y organizan grupos de apoyo a personas con adicciones.

Cultura

Mujeres protagonistas de la historia medieval: santa Matilde de Ringelheim

En esta serie de artículos, José García Pelegrín recorre las vidas de algunas mujeres que protagonizaron la historia medieval en Alemania. La protagonista es Matilde, esposa de Enrique I, conocida como la "suegra de Europa".

José M. García Pelegrín·5 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

A lo largo de la Edad Media, destacaron mujeres que supieron imponerse en un mundo dominado por hombres y ejercieron una influencia duradera en la sociedad y la Iglesia. Resulta significativo que en los albores del (sacro) imperio romano-germánico, durante prácticamente todo el siglo X, surgieron cuatro figuras femeninas que desempeñaron un papel crucial en la consolidación del reino.

En 919, Enrique I fue elegido rey del “reino franco oriental”, convirtiéndose en el primer rey que no pertenecía a la dinastía franca, sino a la estirpe de los Liudolfinger. Se da comienzo así a la dinastía “otónida” o “sajona”, ya que antes de su elección era duque de Sajonia. Esta transición marcó el inicio de la historia alemana al consolidar la división del Imperio Carolingio en tres partes, con los nietos de Carlomagno. La parte oriental, gobernada a partir de 843 por Luis, conocido como “el Germánico”, sería la cuna de Alemania.

La primera reina consorte «alemana»

Mathilde o Matilde, es la esposa de Enrique I, y se la puede considerar la primera reina consorte “alemana”. Matilde era descendiente de aquel Widukin que durante años se había opuesto a los planes de expansión de Carlomagno hacia el este; su título como duque de Sajonia (más bien, la actual Westfalia) está históricamente probado. Su bautismo, tras ser derrotado por las huestes francas en 785, fue especialmente celebrado por el Papa Adriano I.

Matilde nació alrededor del año 896; de su educación estuvo a cargo de su abuela, también llamada Matilde, en el monasterio de Herford. En 909, contrajo matrimonio con Enrique, quien tres años más tarde se convertiría en duque de Sajonia y en 919, como se mencionó anteriormente, en rey franco-oriental o “alemán”.

Matilde se convirtió en madre del emperador cuando su primogénito Otón I (912-973) fue coronado como tal en 962; el imperio romano-germánico que comienza entonces existiría hasta 1806. Pero Matilde también pasó a la historia con el sobrenombre de “suegra de Europa”, ya que casó a sus hijas con importantes príncipes, anticipando unos 500 años el lema de la Casa de Austria “Tu, felix Austria, nube”.

Casó a su hija Gerberga (913-969) primero con el duque Giselbert de Lotaringia (Lorena) y luego con el rey carolingio Luis IV de Francia; la segunda hija Hadwig (914–965 aprox.) contrajo matrimonio con Hugo Capeto; de los otros dos hijos varones, Heinrich (922–955) fue nombrado duque de Baviera en 948 y Bruno (925-965) fue elegido arzobispo de Colonia y duque de Lotaringia (Lorena), dando comienzo así al “sistema de la Iglesia imperial”, en el que los obispos asumían importantes funciones seculares. La dinastía otona y luego la sálica gestionará de ese modo una de las grandes cuestiones de la Edad Media: las relaciones entre “trono” y “altar”.

Promotora de la vida religiosa

Sin embargo, Matilde destacó también por su promoción de los monasterios femeninos, ya en vida de su marido. Pero fue tras el fallecimiento de este cuando realizó la fundación más importante para preservar la memoria del difunto: la abadía de San Dionisio y San Servando de Quedlinburg, que se alza sobre la colina del castillo de Quedlinburg, se convirtió en el centro de oración y conmemoración de difuntos más importante del Imperio franco oriental. Allí, al igual que en otras abadías, se educaba a las hijas de la alta nobleza que más tarde contraerían matrimonio con destacadas personalidades de la nobleza, fortaleciendo así el poder del reino.

Matilde también fundó otras abadías, como Enger y Nordhausen. Para todos los monasterios femeninos de Sajonia Oriental obtuvo además privilegios papales. Por su dedicación a las obras de misericordia, en las que gastó toda su fortuna, fue canonizada como “Matilde de Ringelheim”.

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Vaticano

Segundo día del Papa en Indonesia: llamada contra el extremismo y la intolerancia

El papa Francisco inició su segundo día del largo viaje al Sudeste Asiático, con una nutrida agenda en Yakarta, la capital de Indonesia, nación formada de miles de islas volcánicas con cientos de grupos étnicos que hablan una variedad de idiomas diversos.

Hernan Sergio Mora·4 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Tras la ceremonia de bienvenida, las danzas folclóricas de niños y la firma del libro de honor en el Palacio presidencial, el Santo Padre se reunió en privado con presidente de Indonesia, Joko Widodonen y con el ministro de Exteriores del país. También estuvieron el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, y los intérpretes.

El Papa calificó como esencial el diálogo interreligioso y el combate al extremismo y la intolerancia, que distorsionan la religión, así como la formación “de un tejido social más equilibrado” con una “equitativa asistencia social” señaló a continuación el pontífice al reunirse, en el Palacio Presidencial -el Istana Negara-, con las autoridades, el cuerpo diplomático, la sociedad civil y empresarios, en total unas 300 personas.

El Papa comenzó sus palabras recordando que “así como el océano es el elemento natural que une a todas las islas de Indonesia, el respeto mutuo por las características culturales, étnicas, lingüísticas y religiosas de todos los grupos humanos que componen Indonesia, es el tejido conectivo esencial para hacer que el pueblo indonesio esté unido y orgulloso”.

El Santo Padre subrayó también, la importancia de promover la armonía entre las distintas religiones en un país en el que, junto con la mayoría musulmana, convive con un 10 % de cristianos de los cuales solo el 3 % son católicos.

El Papa saluda a la gente al salir del Palacio Merdeka en Yakarta, Indonesia, ©CNS photo/Lola Gomez

El Papa aseguró que “la Iglesia católica se pone al servicio del bien común y desea fortalecer la colaboración con las instituciones públicas y otros sujetos de la sociedad civil, para favorecer la formación de un tejido social más equilibrado y garantizar una distribución más eficiente y equitativa de la asistencia social».

Y precisó además que “la armonía en el respeto de la diversidad se logra cuando cada visión particular tiene en cuenta las necesidades comunes y cuando cada grupo étnico y confesión religiosa actúa en espíritu de hermandad, persiguiendo el noble objetivo de servir al bien de todos”.

Francisco invitó a “fomentar la armonía pacífica y constructiva, que garantice la paz y una las fuerzas para vencer los desequilibrios y las bolsas de pobreza que aún persisten en algunas zonas del país», dejando constancia de que «la Iglesia católica desea intensificar el diálogo interreligioso» para que se puedan eliminar «los prejuicios y fomentar un clima de respeto y confianza mutuos, que es esencial para afrontar desafíos comunes, incluido el de luchar contra el extremismo y la intolerancia, que -al distorsionar la religión- intentan imponerse mediante el engaño y la violencia”.

 “En diversas regiones -añadió el Pontífice- vemos surgir conflictos violentos, que a menudo son el resultado de la falta de respeto mutuo, del deseo intolerante de hacer prevalecer a toda costa los propios intereses, la propia posición o la propia visión parcial de la historia, aunque eso suponga un sufrimiento interminable para comunidades enteras y dé lugar a auténticas guerras sangrientas”.

El pontífice añadió que “la armonía en el respeto a las diferencias se logra cuando cada opinión particular tiene en cuenta las necesidades que son comunes y cuando cada etnia y confesión religiosa actúa con espíritu de fraternidad, persiguiendo el noble objetivo de servir al bien de todos”.

“Este sabio y delicado equilibrio -añadió el pontífice dirigiéndose al Cuerpo diplomático y autoridades- entre la multiplicidad de culturas, las diferentes visiones ideológicas y las razones que fundamentan la unidad, debe ser defendido continuamente contra cualquier desajuste”.

Concluido el evento en el Palacio de Gobierno y de regreso a la Nunciatura, el Papa mantuvo un encuentro privado con los miembros de la Compañía de Jesús, como hace habitualmente en sus viajes.

Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Yakarta

En la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Yakarta, principal lugar de culto católico de la capital indonesia, así como sede del arzobispado, en el centro de la ciudad, el Papa Francisco fue recibido en un ambiente de gran alegría de los niños y niñas que le esperaban en el exterior y de todos los presentes.

Después del saludo de bienvenida del presidente de la Conferencia Episcopal y tras escuchar los testimonios de un sacerdote, una monja y dos catequistas, y el canto armonioso del coro que conmovió a los presentes, el Papa invitó a reconocerse como «hermanos, iguales también en la diversidad».

Destacó que en África, uno de los presidentes le dijo que «había sido bautizado por su papá que era catequista» y recordando que los catequistas junto con las madres y las abuelas llevan la fe. Y con cariño dijo: «Agradezco mucho a los catequistas, son buenos», exclamó.

“Les animo a continuar en vuestra misión -añadió el Santo Padre- fuertes en la fe, abiertos a todos en la fraternidad y cercanos a cada uno en la compasión”. E invitó: “Vayan a los cruces de camino. ¿Pero ese? … ¡¡todos!!». “Adelante con hermandad”. Y concluyó: “Fe, hermandad y compasión. Les bendigo y les agradezco todo el bien que hacen en estas islas.»

Después de la bendición hubo una foto con los obispos, y el movimiento de muchos presentes que intentaron saludarlo.

Desde la catedral el Pontífice fue a la Casa de la Juventud Grha Pemuda para el encuentro con más de un centenar de niños, jóvenes y adolescentes, muchas de ellas con el velo, quienes lo recibieron con cantos y música. Allí también se reunió con los dirigentes de Scholas Occurentes, una iniciativa para promover a los jóvenes que nació como escuelas de barrios en Buenos Aires y se expandió bajo el pontificado de Francisco.

En la entrada del salón había una carpa con forma de corazón, inspirada en un poliedro, realizado por los jóvenes con el que querían dejar huella.

Una docente conmovida hasta las lágrimas, le contó al Papa su experiencia, seguida por la de un niño con una camiseta de Scholas y una niña sin velo que también llevaba una camiseta de Scholas.

El Papa, dirigiéndose a los jóvenes, dialogando con ellos, indicó de la necesidad de que la realidad sea concreta, de no vivir en un mundo irreal, de lo contrario dijo, «serás un esquizofrénico».

“En la vida -dijo- existen cuatro principios para la convivencia y la paz: la realidad es superior a la idea; la unidad es superior al conflicto; todo es superior a la parte”. E invitó a “hacer las paces con todos”.

Después de entregarle algunos dones al Papa, se plantó un árbol de mangle.

Para terminar, el Santo Padre explicó que la bendición significa «encomendar bien». «Aquí hay personas de diferentes religiones, y la daré a todos» mientras rezan en silencio. El encuentro concluyó con una foto grupal.

El autorHernan Sergio Mora

Vaticano

La Iglesia que dio la bienvenida y despidió a Juan Pablo I

Han pasado dos años desde que el Papa Francisco beatificara a Juan Pablo I, el "Papa de la sonrisa", cuyo pontificado tuvo un contexto histórico muy particular, caracterizado por el Concilio Vaticano II y el espíritu de san Juan Pablo II.

Onésimo Díaz·4 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

El 4 de septiembre de 2022, el Papa Francisco presidió la ceremonia de beatificación de Juan Pablo I. Meses antes, aprobó el decreto de la Congregación para la Causa de los Santos sobre una curación milagrosa atribuida a su intercesión.

Para entender quién fue este papa en su contexto histórico me parece conveniente ofrecer unas pinceladas sobre la situación de la Iglesia en los años setenta.

Un hombre sostiene una imagen de Juan Pablo I momentos antes de que comience la ceremonia de beatificación (CNS photo / Paul Haring)

La Iglesia del posconcilio

En el libro “Diálogos con Pablo VI” del escritor francés Jean Guitton, el Papa Montini vislumbró un estado de espera, de apertura, de renovación, del que dependería la aparición de los frutos del Concilio Vaticano II. Entre otras cosas, Pablo VI sentenció: “El posconcilio será, como muy bien se ha dicho, una constante creación. El Concilio ha abierto caminos, ha lanzado las semillas, ha dado directrices. Pero la Historia nos enseña que los tiempos subsiguientes a los concilios son tiempos de inercia y de problemas (…). Vuelvo a repetir que los católicos no deben sucumbir a la tentación de ponerlo todo en tela de juicio, a consecuencia del Concilio; ésta es la gran tentación de nuestros contemporáneos; es una tentación omnipresente en este período histórico; la tentación de volver a empezar, partiendo de cero”.

Tal como había vaticinado Pablo VI, después del Concilio surgieron problemas. El llamado posconcilio se manifestó en la crisis de los sacerdotes, de los religiosos, y de los laicos. No sobrevino la primavera ansiada, sino un otoño oscuro, de confrontación doctrinal y descenso de vocaciones sacerdotales y religiosas. Si las sesiones del Concilio se habían vivido con cierto optimismo dentro y fuera de la Iglesia, el posconcilio se caracterizó por la crisis y las dificultades de su aplicación. Se manifestaron síntomas de disgregación en la vida de la Iglesia causados por interpretaciones e ideas ajenas a los textos del Concilio.

Pablo VI lamentó las interpretaciones incorrectas de los textos conciliares, los experimentos sobre la celebración de la Misa y los intentos de reformar totalmente la Iglesia, tanto en el derecho como en el dogma. Se manifestaron síntomas de disgregación en la vida de la Iglesia causados por ideas ajenas a la letra del Concilio.

Época de crisis

En “Memoria en torno a mis escritos”, De Lubac clamó contra la actitud autodestructiva y desagradecida de determinados eclesiásticos, que no valoraron los esfuerzos realizados durante el Concilio: “El posconcilio fue un tiempo (y lo sigue siendo) de oposición sistemática y multiforme al papado. Pablo VI fue su primera víctima. He admirado mucho a este Papa. Se han emitido sobre él los juicios más contradictorios; con frecuencia se le ha criticado injustamente y, a veces, se le ha calumniado indignamente”.

En sus Memorias, Danièlou lamentó la filtración de ideas mundanas y disolventes dentro de la Iglesia, y reconoció la apertura después del Concilio de una paradójica época de crisis como consecuencia de una falsa interpretación del Vaticano II.

El historiador Jedin criticó los abusos de la reforma litúrgica, como la eliminación casi total del uso del latín ante la introducción de la lengua vulgar en el culto. Esta crítica encontró una oposición cerrada por parte del secretario de la comisión litúrgica posconciliar Annibale Bugnini.

El sociólogo de las religiones Arnaldo Nesti escribió que las reformas y las tentativas de cambio del Concilio eran más aparentes que reales. Por consiguiente, “para que todo siga como está es preciso que todo cambie”, como en la novela El Gatopardo de Tomasi di Lampedusa.

En esta situación delicada de la Iglesia falleció Pablo VI en el verano de 1978. 

Un pontificado de 33 días

Juan Pablo I ha pasado a la historia por la brevedad de su pontificado, por su sonrisa y por ser el último papa italiano a lo largo de más de cuatro siglos hasta la fecha.

Tras la muerte de Pablo VI, ocupó la sede petrina el patriarca de Venecia, Albino Luciani (1912-1978). Era un hombre sencillo, formado en una familia cristiana y humilde, el mayor de cuatro hermanos. Siguiendo las huellas de san Juan XXIII y  san Pablo VI, unió sus nombres como signo de continuidad con sus dos predecesores. 

El pontificado de Juan Pablo I duró treinta y tres días. No le dio tiempo a escribir una encíclica, ni siquiera a trasladar sus libros y sus cosas al Vaticano. El “papa de la sonrisa” falleció repentinamente el 29 de septiembre de 1978.

Cartas de Juan Pablo I

Siendo patriarca de Venecia, movido por su afán catequético, se embarcó en la empresa de publicar una carta mensual, cuyo destinatario era un personaje famoso del pasado como los escritores Chesterton, Dickens, Gogol y Péguy. Este peculiar epistolario se editó con el título Ilustrísimos señores. Cartas del patriarca de Venecia (Madrid, BAC, 1978).

Sin duda, la carta más atrevida y profunda la dirigió a Jesucristo. La misiva terminó así: “Nunca me he sentido tan descontento al escribir como en esta ocasión. Me parece que he omitido la mayoría de las cosas que podían decirse de Ti y que he dicho mal lo que debía haber dicho mucho mejor. Sólo me consuela esto: lo importante no es que uno escriba sobre Cristo, sino que muchos amen e imiten a Cristo. Y, afortunadamente, a pesar de todo, esto sigue ocurriendo también hoy.”

El beato Juan Pablo I (CNS photo / L’Osservatore Romano)

Juan Pablo I y el Opus Dei

Unas semanas antes de ser elegido pontífice, había publicado en una revista veneciana un artículo sobre el Opus Dei, titulado “Buscar a Dios en el trabajo cotidiano” (“Gazzetino de Venecia”, 25 de julio de 1978). Entre otras cosas, se atrevió a hacer una comparación entre san Josemaría Escrivá y san Francisco de Sales: “Escrivá de Balaguer supera en muchos aspectos a Francisco de Sales. Este, también propugna la santidad para todos, pero parece enseñar solamente una ‘espiritualidad de los laicos’ mientras Escrivá quiere una ‘espiritualidad laical’. Es decir, Francisco sugiere casi siempre a los laicos los mismos medios practicados por los religiosos con las adaptaciones oportunas. Escrivá es más radical: habla directamente de materializar, en buen sentido, la santificación. Para él, es el mismo trabajo material, lo que debe transformarse en oración y santidad”.

Sus escritos sencillos y su sonrisa cautivadora transmiten la imagen de un hombre de Dios, que veremos pronto en los altares, como su predecesor san Pablo VI y su continuador san Juan Pablo II.

La Iglesia después de Juan Pablo I

El sucesor de Juan Pablo I decidió mantener su nombre como signo de continuidad. Juan Pablo II intentó dar vida al espíritu de los documentos conciliares, lo que no le había dado tiempo a su predecesor. Uno de los textos donde se podría ver la sintonía del papa polaco con Juan Pablo I y también con Pablo VI es la Exhortación Apostólica «Christifideles laici» (1988). En este documento, Juan Pablo II afirmó que la Iglesia poseía una dimensión secular. En el número 9, se preguntó quiénes eran los fieles laicos y contestó con la definición de «Lumen Gentium«: “Todos los fieles cristianos, a excepción de los miembros del orden sagrado y los del estado religioso”.

El número 15 del documento profundizó en la índole secular de los laicos que tienen la misión de ser fermento en el mundo: “Dios, que ha confiado el mundo a los hombres y a las mujeres, para que participen en la obra de la creación, la liberen del influjo del pecado y se santifiquen en el matrimonio o en el celibato, en la familia, en la profesión y en las diversas actividades sociales”.

La llamada universal a la santidad

Siguiendo la enseñanza del Concilio Vaticano II, Juan Pablo II recordó la llamada universal a la santidad de todos los bautizados, en el número 16: “Los fieles laicos están llamados, a pleno título, a esta común vocación, sin ninguna diferencia respecto de los demás miembros de la Iglesia”. Además, el pontífice animó a todos los católicos a participar en la política, en la cultura y en todas las actividades donde se puede transformar y mejorar el mundo. Por último, en el número 60, recomendó la necesidad de recibir formación espiritual y particularmente conocer la doctrina social de la Iglesia.

A mi modo de ver, san Juan Pablo II recogió la herencia breve, pero profunda, de su predecesor en ese y en otros documentos. Esperemos que pronto podamos escribir san Juan Pablo I.

El autorOnésimo Díaz

Investigador de la Universidad de Navarra y autor del libro Historia de los Papas en el siglo XX

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Vaticano

El Papa Francisco comienza su viaje en Indonesia con un encuentro con migrantes

A su llegada a Indonesia, el Papa Francisco ha aprovechado para descansar del largo viaje y acostumbrarse a la diferencia horaria antes de afrontar la intensa agenda preparada para esta primera parada de su viaje apostólico.

Hernan Sergio Mora·3 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El martes 3 de septiembre es el primer día del viaje apostólico del Papa Francisco en Indonesia. Un vuelo de “ITA Airways” vio despegar del aeropuerto romano Leonardo Da Vinci al Pontífice el 2 de septiembre. El martes por la mañana el Santo Padre aterrizó en la capital de Indonesia, Yakarta, a casi 11.000 kilómetros de Roma y con una diferencia de cinco horas en el huso horario.

El Pontífice fue recibido en el aeropuerto por el ministro de Asuntos Religiosos, Yaqut Cholil Qoumas y algunas delegaciones. De allí fue directamente a la nunciatura donde le esperaban un grupo de enfermos, migrantes y refugiados.

En la sede diplomática almorzó, al atardecer celebró la Misa en privado, cenó y concluyó la jornada pernoctando en la nunciatura, adaptándose al nuevo horario y preparándose para un miércoles que prevé una nutrida agenda.

El Santo Padre, que está realizando su 45º viaje apostólico, permanecerá en Indonesia hasta el viernes 6, cuando viajará a Papúa Nueva Guinea, partiendo el 9 a Timor Oriental, y estando del 11 al 13 en Singapur, desde donde regresará a Italia. Este es, por tanto, el viaje más largo de su pontificado -32 mil kilómetros- a pesar de sus 87 años y dificultades de salud.

Indonesia, primer destino del Papa Francisco

Indonesia, el archipiélago más grande del mundo, con casi 300 millones de personas, es un país de mayoría islámica que registra una convivencia pacífica entre las religiones oficiales que además del islam, son el cristianismo (10%), el budismo, el hinduismo y el confucianismo.

A finales del siglo pasado el cristianismo en Indonesia sufrió una dura persecución, obligándoles a renunciar a la fe para salvar la vida o a emigrar. La libertad religiosa actual con el pasar del tiempo va mejorando, si bien en los documentos de identidad se debe indicar obligatoriamente la religión a la que pertenece cada ciudadano, no pudiéndose declarar agnósticos, lo que facilita una cierta discriminación. 

Los primeros en llegar a Indonesia fueron en 1513 los comerciantes portugueses, hasta que los desplazó el sultanato de Banten. En 1595 los holandeses derrotaron a los rivales británicos y tomaron el comando de la región con la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, construyendo en Batavia, hoy Yakarta, edificios estilo holandés que transformaron la capital en la llamada “Reina de Oriente”. 

Durante la II Guerra Mundial los nacionalistas indonesios combatieron y en 1945 declararon la independencia del país.

La capital situada en la isla de Java se está hundiendo debido a la extracción de agua del subsuelo, por lo que en el 2019 el gobierno decidió la construcción de una futura capital en la jungla, en la Isla de Borneo.

Otros Pontífices en Indonesia

El viaje del papa Francisco a Indonesia es el tercero realizado por un pontífice: en 1970 estuvo Pablo VI, en 1989 Juan Pablo II. En esta ocasión, Francisco no va solo, sino que le acompañan el cardenal italiano Pietro Parolin y el cardenal filipino Antonio Tagle.

Se prevé que este viaje apostólico dará impulso al diálogo interreligioso, en particular con el islam, en la línea de la encíclica ‘Fratelli tutti‘. El Papa espera que el pueblo y las instituciones se unen en su rechazo a la guerra, a la violencia en nombre de la religión y a la globalización de la indiferencia.

Además, el Santo Padre quiere animar a la lucha contra el cambio climático, con el fin de defender la creación y promover la importancia del componente espiritual en el desarollo económico.

El autorHernan Sergio Mora

Vocaciones

Almudena, joven supernumeraria: “Intento estar cerca de todos y poner siempre un extra de ‘buen rollo’”

Una joven supernumeraria del Opus Dei, de 26 años, comparte cómo vive su vocación diariamente en medio de su trabajo, su familia y sus amigos.

Maria José Atienza·3 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Almudena Alonso tiene 26 años, la misma edad con la que san Josemaría Escrivá fundó el Opus Dei, al que ella pertenece como supernumeraria.

Almudena está casada, es madre de una niña y, en los próximos meses, nacerá su segundo hijo. Esta joven profesional, trabajadora, mujer de este siglo, vive su vocación en su casa, con sus amigos y compañeros con la naturalidad de los jóvenes, intentando ser “sembradora de paz y alegría”, como ella apunta.

¿Como vive una joven madre el carisma del Opus Dei hoy?

–En medio del mundo, ¡ahora más que nunca! Cada día, en la calle, en el trabajo, intento estar cerca de todos y poner siempre un extra de buen rollo. Transmitir ese poquito de luz y alegría que puede cambiar el curso del día. Y en casa, dando muchas gracias por los regalazos que nos ha dado, siempre con las puertas abiertas, ¡que nadie se sienta fuera!

Que puedan contar con nosotros para pasar un buen rato, con una cervecita en la mano, pero también para encontrar consuelo si lo necesitan. Y recomenzando todos los días, sin perder la esperanza, porque, gracias a Dios, no somos perfectos… Al final va de eso, de hacer de cada día algo nuevo, ¡en esas estamos!

¿Qué es lo que más te llama la atención o con lo que más te identificas del carisma del Opus Dei? 

–Me identifico mucho con ese espíritu de “ser sembradores de paz y de alegría”, que no es que sea una tarea fácil, sobre todo teniendo en cuenta que hay que intentarlo todos los días a todas horas, y el trabajo, el cansancio, a veces pesan…. Pero sí, me parece un mensaje que tiene mucho fondo.

Como en cualquier cosecha, hay que esperar a ver los frutos, y con lo de sembrar paz y alegría pasa lo mismo… Igual en tu día a día no ves un gran cambio, pero quizá dentro de un tiempo puedes ver el efecto de la mano de Dios.

Tú, como instrumento, eres su semilla, y Él, como sembrador, te va poniendo aquí y allá, como a Él le da la gana, a veces sin que tú entiendas por qué, para que des paz y alegría allá donde estés. Con el tiempo, ¡ahí estarán los frutos! Puede que no llegues a verlos, pero qué pasada saber que confía en ti para eso. 

¿A qué aplicas la formación que recibes y como te ayuda en tu día a día?

–¡A todo! Las luces que vas recibiendo a través de la formación son tantas que no podría elegir solo una…. Desde el trabajo hasta la gestión del descanso, porque es tan importante hacer las cosas bien como saber cuando parar y darse un respiro para volver a la carga «con la pila puesta» para todos.

La formación me ayuda mucho a gestionar también temas más de familia, los de fondo, que son los que más vértigo dan. Sobre todo, ahora que llevamos la “L” puesta porque, en un añito y medio de casados ya somos 3 miembros en casa y tenemos a otro en camino, y ¡es muy importante asentar bien las bases!

En la amistad, me ayuda a no perder de vista que hay que estar ahí siempre, un WhatsApp, una llamada… no sabría elegir solo una cosa. ¡Aplico la formación a todo! 

¿Cómo explicas tu vida cristiana a personas de tu entorno que no la comparten?¿qué es lo que te hace más feliz?

–Yo les cuento que tengo 26 años, que estoy casada y que estoy embarazada del segundo y ¡me miran como una loca! (Risas) Pero a mi me encanta eso, porque es lo que soy: ¡Una loca! Ellos, cuando lo escuchan y me conocen, al darse cuenta de que esto es lo que realmente me llena y me hace feliz, lo entienden y lo respetan muchísimo.

No es que vaya por ahí contando a los cuatro vientos cómo vivo mi vida porque, la verdad, no soy ejemplo de nada. Pero si te conocen, al final, preguntan…, ¡y no te queda otra que dar la cara! (risas).

La verdad que muchas veces tenemos miedo de mostrar nuestro fondo, pero creo que deberíamos hacerlo más, porque la respuesta de los demás es mucho mejor de lo que esperamos. Hay que tirarse a la piscina. 

Cultura

Científicos católicos: María Josefa Molera, pionera a pesar de las dificultades

María Josefa Molera Mayo  se especializó en cinética química y técnicas analíticas de cromatografía de gases. Omnes ofrece esta serie de biografías breves de científicos católicos gracias a la colaboración de la Sociedad de Científicos Católicos de España.

Ignacio del Villar·3 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

María Josefa Molera Mayo (23 de enero de 1921 – 3 de septiembre de 2011) fue una eminente científica española especializada en cinética química y técnicas analíticas de cromatografía de gases, cuya labor tuvo un impacto significativo en la estructura actual de la investigación científica en España.

Nacida en la villa navarra de Isaba, Molera Mayo experimentó una infancia marcada por los acontecimientos de la guerra civil española (su padre murió en el campo de batalla).

Su educación transcurrió en la Universidad Central de Madrid (hoy Universidad Complutense) donde se destacó en Ciencias Químicas, graduándose con honores en tan solo tres años.

Más tarde, no sin dificultades debidas a su condición de mujer, logró doctorarse en el Instituto de Química Física «Rocasolano» del CSIC bajo la dirección del profesor Ríus Miró.

La tesis se centró en las aplicaciones del electro de vena de mercurio como sustituto de gotas del mismo metal, lo que le valió un premio extraordinario por su investigación.

Su trayectoria científica no se limitó a España. Recibió la beca «Ramsay Memorial Fellowship Trust», lo que le permitió trabajar en el «Physichal Chemistry Laboratory» de la Universidad de Oxford y en el Departamento de Química-Física de la Universidad de Sheffield.

Destacó por su contribución al desarrollo del cromatógrafo de gases en España y por su trabajo pionero en la caracterización del vino junto a las científicas Mª Dolores Cabezudo y Marta Herráiz.

En colaboración con el químico J. A. Domínguez y el matemático J. Fernández Biarge, desarrolló métodos de análisis de reacciones químicas mediante la cromatografía gas-líquido, utilizando una combinación de hasta cuatro columnas cromatográficas.

Su equipo fue reconocido por los fabricantes de cromatógrafos de gases, lo que le valió el prestigioso premio Pekín-Elmer Hispania en 1967.

Asimismo, también fue galardonada con recibió el Premio Alfonso X el Sabio del CSIC y la Medalla de Química de la Real Sociedad Española de Física.

El autorIgnacio del Villar

Universidad Pública de Navarra.

Sociedad de Científicos católicos de España

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Nos gusta que nos den la razón, que la realidad se amolde a nuestro pensamiento, que la vida sea fácil de entender, que entre en nuestros esquemas. Y los algoritmos, que lo saben y quieren hacernos agradable el tiempo en la red para que vayamos una y otra vez a la mina, nos ofrecen lo que queremos.

2 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Cada vez más leemos, no lo que nos interesa, sino lo que interesa a los algoritmos. Ellos conocen nuestros gustos, los de nuestros amigos, lo que se mueve en el ambiente y quieren gobernar nuestra navegación en internet cuanto más tiempo posible. Si este artículo ha llegado a sus ojos a través de una red social o de noticias Google (siempre tan a mano a la izquierda de nuestra pantalla de bloqueo) quizá debería parar y no seguir leyendo.

Si aun así se empeña en seguir con la lectura, le advierto de que su libertad puede verse comprometida. Para bien digo, puesto que lo que hoy pretendo es que haga un ejercicio de autonomía que le lleve a no dejarse engañar por lo que lee en las redes porque nada llega a sus manos por casualidad. De poco sirve ya aquella sabia, aunque apócrifa frase de Santa Teresa de Jesús que decía «lee y conducirás, no leas y serás conducido». Hoy podemos decir que es justamente lo contrario, puesto que las lecturas que, de forma aparentemente inocente y amigable aparecen en nuestro móvil, lo que pretenden es precisamente conducirnos, llevarnos adonde los algoritmos quieren. Conocer cómo funcionan y cuál es su objetivo es la única forma de tomar la píldora roja que nos libera del ensueño en el que vivimos la mayoría de las personas digitalmente activas. 

En primer lugar, hay que saber que el principal objetivo del robot que nos recomienda lecturas es que permanezcamos el mayor tiempo posible conectados. Los dueños de internet viven de nuestros minutos de navegación. Necesitan que nos movamos, que hagamos cuantas más actividades posibles conectados. Es la forma en la que rentabilizan sus millonarias inversiones para poder darnos sus servicios de forma gratuita. Mientras nosotros perdemos el tiempo viendo videos cortos, subimos nuestras fotos a la nube, consultamos nuestras redes sociales, nos mensajeamos con los amigos o nos dejamos orientar caminando o en coche, estamos dándole su materia prima, facilitándole datos de nuestros hábitos, de nuestra forma de pensar y de vivir que ellos traducen en información muy cotizada en el mercado publicitario o de inversión. Cuanto más tiempo estemos enganchados a la máquina, más datos generamos, más dinero ganan. 

¿Y cómo consiguen que sus mineros (usted y yo) sigamos picando la roca, extrayendo oro para ellos sin pagarnos ni un céntimo? Pues dándonos recompensas, pequeños placeres: el de recibir un «Me gusta» en una foto que hemos subido, el de sorprendernos con aquel titular llamativo, el de troncharnos con aquel video de humor, o –aquí es donde quería yo llegar– el de autoafirmarnos en nuestras ideas. 

Nos gusta que nos den la razón, que la realidad se amolde a nuestro pensamiento, que la vida sea fácil de entender, que entre en nuestros esquemas. Y los algoritmos, que lo saben y quieren hacernos agradable el tiempo en la red para que vayamos una y otra vez a la mina, nos ofrecen lo que queremos. Por eso, siempre nos sugieren artículos, informaciones, mensajes que confirman cualquier aspecto de nuestras ideas o creencias. Si a usted le gusta la cerveza, verá que le recomiendan noticias en las que la ciencia desvela la bondad de la bebida; si es usted abstemio, verá continuamente informaciones contrarias a su ingesta. Ponga, en vez de cerveza, términos como inmigración ilegal, pena de muerte, LGTBfobia, vacunas, aborto o violencia de género. Temas difíciles de abordar pues tienen muchas aristas y requieren de una profunda reflexión y análisis de distintos puntos de vista. El resultado son los extremismos, la polarización que estamos viviendo porque, lejos de abrir nuestra mente, la lectura conducida por los algoritmos nos encierra en burbujas de pensamiento de las que es difícil salir ¿También usted se ha encerrado en una burbuja? Si todo lo que lee le dice que tiene usted razón y que los equivocados son los otros, míreselo.  

En casa siempre aprendí que hay que hacer el esfuerzo por leer, oír o ver los medios que no van siempre con mis ideas porque la verdad no tiene un solo sentido, a veces está en un punto intermedio, no todo es blanco o negro, sino que existe una inmensidad tonal de grises. 

En este sentido, el papa Francisco, uno de los que más sufre en sus propias carnes este fenómeno (muchos lo odian sin conocerlo bien y muchos lo adoran sin conocerlo bien), nos propone la figura del poliedro frente a la esfera. A muchos nos irrita lo que se salga de nuestra esfera perfecta, redondita y suavita. No nos gusta que otros, quizá en las antípodas de nuestras ideas o de nuestras creencias, puedan tener razón en algo porque eso no nos encaja, nos humilla frente a él; pero esto es falso, nos aleja de la verdad. El Concilio Vaticano II lo llamaba «auscultar, discernir e interpretar, con la ayuda del Espíritu Santo, las múltiples voces de nuestro tiempo». En el poliedro, todos encajamos pero todos mantenemos nuestra singularidad, porque la verdad absoluta no la poseen los algoritmos ni usted ni yo ni su párroco ni su periodista de cabecera ni el mismísimo Papa en la mayoría de sus discursos. La Verdad nos trasciende, es una Persona a quien le gusta removernos, sacarnos de nuestros esquemas, y es la única que nos hace auténticamente libres. ¡Vayamos tras Ella!

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Enseñanzas del Papa

Literatura, formación y evangelización

La “Carta” del Papa Francisco “sobre el papel de la literatura en la formación” resalta la importancia que tiene el arte literario en la maduración de las personas y en su capacidad de “tocar” el corazón del ser humano contemporáneo. 

Ramiro Pellitero·2 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 7 minutos

¿Qué interés pastoral puede tener la literatura (las novelas, los poemas) en la formación personal y en la evangelización, precisamente en nuestra cultura de la imagen y de las pantallas? 

El Papa Francisco ha escrito una Carta sobre el papel de la literatura en la formación (17-VII-2024): en la maduración de toda persona, en la formación de los cristianos y también concretamente en la formación sacerdotal.

Literatura y madurez personal

En su cartael Papa se suma a tantas figuras de todos los tiempos que han llamado la atención sobre este medio de enriquecer la formación, que tenemos a nuestra disposición, y que, por diversos factores, hoy corre el riesgo de dejarse de lado, con el empobrecimiento consiguiente, ante cierta obsesión por las pantallas. En comparación con los medios audiovisuales y sus características, quien lee un libro, señala Francisco, es mucho más activo. El lector va interviniendo en la obra que lee y en cierto sentido la reescribe. 

“En cierta forma él reescribe la obra, la amplía con su imaginación, crea su mundo, utiliza sus habilidades, su memoria, sus sueños, su propia historia llena de dramatismo y simbolismo, y de este modo lo que resulta es una obra muy distinta de la que el autor pretendía escribir”. 

De ahí que el texto literario, como sucede en general con cualquier texto, sea escrito o audiovisual, tenga como una vida propia que engendra otros “textos vivos” originales, en aquellos que lo leen: “Una obra literaria es, pues, un texto vivo y siempre fecundo, capaz de volver a hablar de muchas maneras y de producir una síntesis original en cada lector que encuentra”. Y esto enriquece al lector no solo en un sentido pasivo, sino en cuanto que abre su persona al mundo y entra en diálogo con él, agrandando su mundo personal. 

Al leer, escribe el Papa, el lector se enriquece con lo que recibe del autor, pero esto le permite al mismo tiempo hacer brotar la riqueza de su propia persona, de modo que cada nueva obra que lee renueva y amplía su universo personal”.

Francisco propone, a este propósito, “un cambio radical”, concretamente “acerca de la atención que debe darse a la literatura en el contexto de la formación de los candidatos al sacerdocio”

¿Por qué, cabe preguntar, ahora este interés del Papa? Una primera respuesta, antropológica, es que “la literatura tiene que ver, de un modo u otro, con lo que cada uno de nosotros busca en la vida, ya que entra en íntima relación con nuestra existencia concreta, con sus tensiones esenciales, sus deseos y significados”. 

Evoca Francisco sus experiencias a mediados de los años sesenta, como joven profesor de literatura que animaba a sus estudiantes a encontrar aquellas lecturas en las que resonasen sus propios dramas y experiencias. Hay en esta carta muchos consejos y detalles interesantes, por ejemplo a la hora de escoger lo que leemos. 

Debemos seleccionar nuestras lecturas con disponibilidad, sorpresa, flexibilidad, dejándonos aconsejar, pero también con sinceridad, tratando de encontrar lo que necesitamos en cada momento de nuestra vida”. 

Desde el punto de vista de la utilidad, del discernimiento espiritual y moral personal y de la contemplación, vale la pena leer detenidamente los nn. 16-20, 26-40 de la carta. En esos pasajes, el Papa utiliza diversas metáforas, el telescopio, el gimnasio, el acto de la digestión, para mostrar cómo la literatura es un excelente instrumento para la comprensión personal del mundo, para comprender y experimentar el sentido que los demás dan a sus vidas, para ver la realidad con sus ojos y no solo con los propios.

Y así, la literatura es una escuela de la mirada y del “éxtasis” (salida de uno mismo), de la solidaridad, de la tolerancia y de la comprensión. Esto es así, piensa el sucesor de Pedro, porque “siendo cristianos, nada que sea humano nos es indiferente”. 

Escuela de paciencia, de humildad y de comprensión, “la mirada de literatura forma al lector en la descentralización, en el sentido del límite, en la renuncia al dominio, cognitivo y crítico, en la experiencia, enseñándole una pobreza que es fuente de esxtraordinaria riqueza”. 

El lector acoge el deber del juicio, no como un instrumento de dominio, “sino como un impulso hacia la escucha incesante y como disponibilidad para ponerse en juego en esa extraordinaria riqueza de la historia debida a la presencia del Espíritu, que se da también como gracia; es decir, como acontecimiento imprevisible e incomprensible que no depende de la acción humana, sino que redefine a ser humano como esperanza de salvación”.

Para el discernimiento evangélico de las culturas

Tras la introducción, Francisco señala el interés que tiene la lectura para los creyentes, como camino para conocer las culturas (la propia y las otras) y así, poder hablar al corazón de los hombres (bastaría, a este respecto recordar los volúmenes de Charles Moeller, Literatura del siglo XX y cristianismo). Pues ninguna cultura aislada en sí misma puede agotar el mensaje del Evangelio (cfr. exhortación apostólica Evangelii gaudium 117).

En este punto el Papa dirige una mirada a un aspecto de la situación actual: “Muchas de las profecías catastrofistas que hoy intentan sembrar la desesperanza, tienen su origen precisamente en este aspecto”. Por ello, “el contacto con diferentes estilos literarios y gramaticales siempre nos permitirá profundizar en la polifonía de la Revelación”, sin reducirla o empobrecerla a la medida de las propias necesidades históricas o de las propias estructuras mentales.

De hecho, los Padres de la Iglesia, como san Basilio de Cesarea (cfr. Discurso a los jóvenes), ensalzaban la belleza de la literatura clásica incluso pagana, y aconsejaban conocerla, tanto en relación con los argumentos (filosofía y teología), como en relación con los comportamientos (ascética y moral). “Precisamente”, observa el obispo de Roma, “de ese encuentro del acontecimiento cristiano con la cultura de la época surgió una original reelaboración del anuncio evangélico”.

Por eso, y como testimonia el caso de san Pablo y su presencia en el Areópago de Atenas (cfr. Hch 17, 16-34), la literatura es un buen instrumento para el “discernimiento evangélico de la cultura”. Es decir, para “reconocer la presencia del Espíritu en la multiforme realidad humana”, y para “captar la semilla ya plantada de la presencia del Espíritu en los acontecimientos, sensibilidades, deseos y tensiones profundas de los corazones y de los contextos sociales, culturales y espirituales”.

De este modo la literatura se muestra como “una ‘vía de acceso’ que ayuda al pastor a entrar en un diálogo profundo con la cultura de su tiempo”.

El Papa retoma otra observación acerca del contexto religioso actual: “La vuelta a lo sagrado y las búsquedas espirituales que caracterizan a nuestra época son fenómenos ambiguos. Más que el ateísmo, hoy se nos plantea el desafío de responder adecuadamente a la sed de Dios de mucha gente, para que no busquen apagarla en propuestas alienantes o en un Jesucristo sin carne” (cfr. Evangelii gaudium, 89).

Tocar el corazón del ser humano contemporáneo

Es esto una consecuencia de la Encarnación del Hijo de Dios: “Esa carne hecha de pasiones, emociones, sentimientos, relatos concretos, manos que tocan y sanan, miradas que liberan y animan; de hospitalidad perdón, indignación, valor, arrojo. En una palabra, de amor”.

De ahí que, a través de la literatura, los sacerdotes y en general todos los evangelizadores pueden hacerse más sensibles a la plena humanidad de Jesús, de modo que puedan anunciarlo mejor. Pues cuando el Concilio Vaticano II dice que “en realidad, el misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado” (Gaudium et Spes, 22), señala Francisco, “no se trata de una realidad abstracta, sino el misterio de ese ser humano concreto, con todas las heridas, deseos, recuerdos y esperanzas de su vida”.

De eso se trata: “Esta es la cuestión: la tarea de los creyentes, y en particular de los sacerdotes, es precisamente ‘tocar’ el corazón del ser humano contemporáneo para que se conmueva y se abra ante el anuncio del Señor Jesús y, en este esfuerzo, la contribución que la literatura y la poesía pueden ofrecer es de un valor inigualable”. 

Haciendo un paréntesis a este propósito, cabría que alguien pensara, al ir leyendo esta carta del Papa, que lo que falta en nuestros contemporáneos es sobre todo fe y “doctrina”; es decir, conocimiento de la verdad cristiana sobre Dios, Jesucristo, los sacramentos, la moral. Ciertamente, habrá que discernir las necesidades de cada cultura. Pero en general ese juicio es al menos insuficiente.

Como dice T. S. Elliot y recoge el Papa, la crisis religiosa moderna lleva consigo una “incapacidad emotiva” generalizada. Señala Francisco: “A la luz de esta lectura de la realidad, hoy el problema de la fe no es en primera instancia el de creer más o creer menos en las proposiciones doctrinales. Está más bien relacionado con la incapacidad de muchos para emocionarse ante Dios, ante su creación, ante los otros seres humanos. De plantea aquí, por tanto, la tarea de sanar y enriquecer nuestra sensibilidad”.

En la parte final de su carta, insiste Francisco en señalar por qué es importante considerar y promover la lectura de las grandes obras literarias como un elemento importante de la paideia sacerdotal, lo que podría equivaler, para los evangelizadores en general, a la educación de la fe. Y, atención, como ya hemos visto, dirá que no se trata solo de tocar el corazón de los demás, sino de cambiar el propio corazón, el corazón del pastor del evangelizador, a imagen del corazón de Cristo.

Una autoeducación del evangelizador

Esa autoeducación del evangelizador puede desmenuzarse en cuatro direcciones que señala, para concluir, la carta. Y vale la pena recogerlas por extenso.

1) “Confío”, escribe Francisco, “en haber puesto de manifiesto, en estas breves reflexiones, el papel que la literatura puede desarrollar educando el corazón y la mente del pastor o del futuro pastor en la dirección de un ejercicio libre y humilde de la propia racionalidad, de un reconocimiento fecundo del pluralismo de los lenguajes humanos, de una extensión de la propia sensibilidad humana y, en conclusión, de una gran apertura espiritual para escuchar la Voz a través de tantas voces”.

2) “En este sentido” –sigue apuntando– “la literatura ayuda al lector a destruir los ídolos de los lenguajes autorreferenciales, falsamente autosuficientes, estáticamente convencionales, que a veces corren el riesgo de contaminar también el discurso eclesial, aprisionando la libertad de la Palabra”.

3) “El poder espiritual de la literatura evoca […] la tarea primordial y confiada al hombre por Dios, la labor de ‘dar nombre’ a los seres y a las cosas (cfr. Gn 2, 19-20). La misión de custodiar la creación, asignada por Dios a Adán, pasa en primer lugar por el reconocimiento de la realidad propia y del sentido que tiene la existencia de los otros seres”.

4) “De esa manera, la afinidad entre el sacerdote –y por extensión, de todo el que participa de la misión evangelizadora de la Iglesia, es decir de todo cristiano, llamado a ser discípulo misionero– y el poeta se manifiesta en esta misteriosa e indisoluble unión sacramental entre la Palabra divina y la palabra humana, dando vida a un ministerio que se convierte en servicio pleno de escucha y de compasión, a un carisma que se hace responsabilidad, a una visión de la verdad y del bien que se abren como belleza”. 

En efecto, la literatura puede ser hoy una vía maestra para la autoeducación de la propia personalidad, una purificación del lenguaje evangelizador, una ayuda para reconocer y cuidar la realidad; y, así, también un cauce para encarnar mejor la misión evangelizadora.

Ecología integral

Una propuesta cristiana de empresa

El autor cita unas propuestas a través de las cuales las empresas pueden desarrollarse con valores cristianos que permitan la participación y la inclusión de los trabajadores.

Juan Manuel Sinde·2 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

Entre 400.000 sacerdotes existentes a mediados de siglo en el mundo, el genio de Arizmendiarrieta no estuvo en sus aportaciones teóricas sino en las aplicaciones prácticas derivadas de su fe, en el marco legislativo y en el escenario competitivo de entonces.

Continuando con esa orientación, las ideas de Arizmendiarrieta tienen hoy una posible aplicación en las empresas convencionales en el modelo inclusivo participativo de empresa que desde la Fundación Arizmendiarrieta estamos impulsando: se trata de un modelo que, inspirado en los principios y valores del humanismo cristiano, busca humanizar las empresas a la vez que mejoran su competitividad para hacer que, de forma sostenible, generen beneficios y valor social.

Ha surgido de la propuesta de distintos grupos de personas relacionadas con la empresa y la economía en general, de distintas adscripciones sindicales, políticas y empresariales, que han reflexionado en distintos seminarios organizados por la Fundación Arizmendiarrieta y otras instituciones sobre las características que deberían tener las empresas que basen su competitividad en el desarrollo de las personas que en ellas trabajan.

Así, en el año 2018 los parlamentos navarro y vasco aprobaron sendas mociones (sin carácter de ley) en las que instaron a los respectivos gobiernos autonómicos a impulsar dos variantes de un modelo inclusivo participativo de características muy similares. Insistiendo, en ambos casos, en que no se trata de un modelo rígido, sino que debe ser adaptado a las circunstancias concretas de cada empresa, tanto en lo que se refiere a su situación interna como a sus necesidades para competir con éxito en el mercado global.

Ello ha generado, por otro lado, nuevas variantes, que mantienen la columna vertebral de lo inicialmente propuesto pero que se adaptan mejor a diferentes contextos regulatorios y culturales.

Recogemos a continuación la variante que UNIAPAC, asociación que agrupa a 43 organizaciones de empresarios y directivos cristianos, con más de 40.000 adherentes en todo el mundo, ha decidido difundir entre sus asociados. Los ejes y las características del modelo inclusivo participativo propuesto serían los siguientes: 

Eje 1

Formular un proyecto compartido por los propietarios, directivos y profesionales/trabajadores de la empresa, que mejore la competitividad de la compañía, sea beneficioso a largo plazo para todos y en el que se dé prioridad a la sostenibilidad del proyecto colectivo sobre los intereses de cualquiera de los grupos citados. Ello supondría:

1. Plantear objetivos anuales que evidencien las ventajas del nuevo modelo, mejorando a la vez la rentabilidad para los accionistas y la retribución global para los trabajadores

2. Destinar un porcentaje significativo de los beneficios de la empresa a la mejora de su solvencia, la inversión en nuevos equipos, las actividades de I+D+i y la formación de todos los miembros de la empresa.

3. Incrementar el porcentaje de los ingresos por ventas destinados a financiar actividades de I+D+i, cuando los resultados lo permitan.

Eje 2

Modificar las prácticas de gestión y la cultura de empresa, en la que la transparencia en la información, la colaboración y la confianza entre todos sus miembros sean las columnas principales del proyecto, en aras de una mayor competitividad y sostenibilidad, lo que incluiría:

4. Crear desde la dirección un clima de confianza mediante una política de transparencia informativa, con información regular a los trabajadores, a través de sus representantes, sobre las variables y políticas más importantes de la empresa, salvando aquellas que pudieran ser estrictamente confidenciales.

5. Implantar un modelo de gestión organizativo y participativo, que fomente la participación de los trabajadores aportando sus conocimientos y experiencia en la mejora del proceso productivo y que impulse la innovación y la sostenibilidad empresarial a largo plazo.

6. Programar y desarrollar planes de formación sistemáticos, con objetivos concretos para los trabajadores, incluyendo en los mismos tanto formación técnica como formación de gestión, con el propósito de intensificar los procesos de formación y acreditación de competencias de las personas de la empresa, haciéndolos extensivos a la mayor cantidad posible de las mismas, tras los acuerdos pertinentes con sus representantes.

7. Impulsar políticas retributivas que no generen una excesiva desigualdad y favorezcan la cohesión social, siendo recomendable que, cuando las circunstancias lo permitan, la remuneración incorpore alguna participación en resultados susceptible de alcanzar a la totalidad de la plantilla. 

8. Establecer sistemas periódicos de evaluación y mejora continua de la satisfacción y necesidades de las personas que en ella trabajan. Una referencia podría ser realizar un estudio sistemático con una frecuencia bienal.

9. Priorizar (sin exclusividad) la promoción interna para asignar funciones de mayor responsabilidad y utilizar criterios objetivos de valoración del mérito y posibilidades de aportación a la hora de seleccionar entre los diversos candidatos, dando adecuada respuesta a los planes de formación realizados por los empleados/ trabajadores.

10. Avanzar decididamente hacia la igualdad salarial entre hombres y mujeres.

11. Buscar fórmulas que favorezcan la conciliación de la vida profesional y familiar de todos sin perjuicio del desarrollo empresarial.

Eje 3

Avanzar hacia la superación de la dinámica de confrontación entre capital y trabajo mediante la creación de un clima de confianza y acuerdo sobre el proyecto empresarial que permita la progresiva participación de los trabajadores en los procesos de gestión relacionados con sus competencias y, si las circunstancias lo permiten, una participación en los resultados de la empresa.

12. Implantar sistemas de gestión participativos, con procedimientos y herramientas adecuados, que propicien la innovación y los cambios organizativos. Incluirían proporcionar regularmente información a los representantes de los trabajadores sobre la marcha de la empresa, sus resultados, las amenazas y oportunidades, así como de los proyectos más importantes a desarrollar, consultando y valorando sus opiniones y sugerencias al respecto.

13. Estudiar, cuando el nuevo modelo de empresa haya avanzado suficientemente y haya un proyecto común entre todas las partes para el desarrollo del mismo, la creación de comisiones de vigilancia y control donde haya representación de todos los miembros de la empresa.

14. Establecer de forma progresiva fórmulas de participación con carácter variable de los trabajadores en los resultados, teniendo en cuenta la problemática a corto y largo plazo de la empresa.

Eje 4

Preocupación por el impacto social de las actuaciones empresariales e implicación en algunos de los problemas sociales del entorno. Supondría:

15. Mantener una política de honestidad fiscal, sin incurrir en el fraude y en la elusión fiscal y sin la utilización de paraísos fiscales, de forma que no se vean mermados los recursos públicos necesarios para afrontar los retos económicos y sociales de la Comunidad.

16. Participar en la reflexión, evaluación y, si cabe, implementación de las políticas sociales dirigidas a la integración laboral de los trabajadores menos cualificados que puedan quedar excluidos de los procesos productivos por efecto de la incorporación de las nuevas tecnologías o de su situación personal, especialmente en épocas como la actual, de profundos cambios tecnológicos.

17. Colaborar con las administraciones públicas correspondientes para la adecuación permanente de la formación profesional, la formación continua y la formación universitaria a las necesidades de las empresas, tomando protagonismo en el establecimiento de los planes de formación dual, experiencia en prácticas, programas de servicio y aprendizaje adecuados. Establecer para ello una comunicación permanente y regulada entre el mundo empresarial y el formativo a fin de conseguir mejorar la empleabilidad de los egresados, así como dar respuesta a las necesidades del mundo empresarial.

18. Dedicar un porcentaje de los beneficios a actividades de responsabilidad social, valorando la implicación de los trabajadores en los distintos proyectos y contando para ello con los representantes de los trabajadores en la empresa.

19. Favorecer el intra-emprendimiento y una cultura interna que estimule vocaciones empresariales entre los profesionales y directivos de la empresa, de forma que se dé continuidad y se generen nuevos proyectos que aporten riqueza y empleo para la comunidad.

La aplicación práctica de esta propuesta se concreta en el trabajo realizado conjuntamente con Euskalit, Fundación Vasca para la Calidad de Gestión, que se puede consultar aquí.

Como ejemplo de empresas que han puesto en práctica las recomendaciones del modelo citado están las empresas que en la Comunidad Autónoma Vasca y la Comunidad Foral de Navarra han sido merecedores de los Premios Arizmendiarrieta Sariak, que concede nuestra Fundación en base a una valoración técnica realizada por evaluadores profesionales y a un Jurado independiente en cada caso. Destaquemos que han sido las siguientes. En el País Vasco: Alcorta Forging, Salto Systems, AB Laboratorios de Biotecnología, Egamaster, Grupo Zigor, Ingeteam y Cadinox y en Navarra: Hidrorubber, Seinsa, Conor Sports e IED.

El autorJuan Manuel Sinde

Presidente de la Fundación Arizmendiarrieta

Mundo

David Rolo: «En Vietnam, los que no son cristianos no saben nada del cristianismo»

En Vietnam hay actualmente unos siete millones de católicos, el 7 % de la población. La historia de la Iglesia católica en este país asiático ha estado marcada por el martirio y la persecución hasta bien entrado el siglo XX. En esta entrevista, el misionero David Rolo comparte algunas claves importantes sobre la fe cristiana en Vietnam.

Loreto Rios·2 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 8 minutos

David Rolo es un misionero español perteneciente a la Fraternidad Misionera Verbum Dei. Natural de Toledo, lleva siendo misionero 29 años, desde 1995, y sacerdote desde hace veinte. Actualmente, se encuentra en Vietnam, donde lleva desde 2019. Su labor, desde hace dos años, consiste en el cuidado pastoral de la comunidad internacional de la archidiócesis de Saigón, al sur del país, cometido que lleva adelante junto a un sacerdote vietnamita.

¿Cómo fue su proceso de vocación hasta llegar a ser misionero en Vietnam?

-Como soy miembro de una comunidad religiosa que es eminentemente misionera, he estado destinado en diferentes sitios: México, España, Italia, un tiempo en Filipinas y, en misiones más breves, de tres o cuatro meses, en Venezuela, Chile, Polonia… Nosotros, como institución religiosa, tenemos presencia en Asia: estamos en Filipinas, también en Singapur y en Taiwán. Vimos necesario expandir un poco nuestras comunidades y, después de hacer un estudio, comprobamos que Vietnam era un sitio propicio porque, quitando Filipinas, que es una excepción dentro de Asia, Vietnam es uno de los países que tiene un porcentaje de católicos más amplio, a pesar de que es muy pequeño, el 7 % solamente de la población. Pero nos parecía una buena plataforma, y además la presencia misionera de la Iglesia en Asia es un deber, porque es el continente donde hay mayor número de personas y donde menos se conoce a Jesús y el Evangelio. Estar aquí no es un capricho, sino que es una obligación, si realmente nos llamamos misioneros. Después de un proceso de discernimiento y de terminar mi destino anterior, en Roma, me encargaron fundar en Vietnam, y llegué en enero del año 2019.

En líneas generales, ¿cuál es actualmente la situación de la Iglesia en Vietnam?

-La Iglesia en Vietnam es relativamente pequeña, y eso de “relativamente” lo quisiera subrayar, porque, comparada con la de los países del entorno, es una minoría significativa, ya que en un país de alrededor de cien millones de personas, el 7 % son siete millones.

Es una iglesia marcada en su historia por la persecución y el martirio. No se puede entender la Iglesia en Vietnam sin esa historia de lucha y supervivencia desde la llegada de los primeros misioneros europeos, que fueron fundamentalmente franceses, portugueses y españoles. Entre otras cosas, fue debido a que el proceso de evangelización no encajaba con algunas líneas culturales muy marcadas del pueblo vietnamita, y también por algunas faltas de entendimiento de la cultura en los orígenes. Esa historia de persecución perduró hasta hace muy poco, creo que tenemos en mente todos la experiencia del cardenal Van Thuan, y todavía te encuentras aquí con personas de Iglesia, mayores ya de edad, que han estado tiempo en la cárcel.

Eso hace que los católicos en Vietnam realmente estén muy orgullosos y sean muy férreos defensores del legado que les han pasado las generaciones anteriores. Por lo tanto, aquí el concepto de ser católico pero no practicante directamente no existe. Aunque estamos hablando de un porcentaje pequeño de la población, las iglesias están siempre llenas, porque esos 7 millones de católicos acuden regularmente a las Eucaristías, no solo dominicales, sino también diarias, y tienen un sentimiento de pertenencia realmente muy muy arraigado. Por otro lado, recientemente está habiendo un acercamiento muy bonito del gobierno vietnamita (que tiene un sistema de partido único: el partido comunista de Vietnam) hacia la Iglesia católica, después de mucho tiempo de diálogo entre la Conferencia Episcopal Vietnamita y el gobierno. La pandemia fue un punto de inflexión muy importante, por el testimonio de muchos fieles de la Iglesia que hacían labores de voluntariado y se ofrecían para estar en hospitales, cuidaban enfermos, distribuían comida a los que estaban en confinamiento… Ese testimonio ha sido recogido con agradecimiento por parte del gobierno vietnamita y se ha dado las gracias públicamente, reconociendo la presencia de la Iglesia como beneficiosa para el país y para la sociedad vietnamita. También ha habido acercamientos hacia la Santa Sede, que al final han derivado en la presencia del representante del Vaticano en territorio vietnamita. Antes, el obispo Marek vivía en Singapur y solo se desplazaba a Vietnam para hacer algunas visitas. Sin embargo, ahora ya puede tener presencia estable en Vietnam, aunque todavía las relaciones diplomáticas tienen que seguir avanzando. Es un momento de bastante entendimiento, diríamos, y se van dando pasos poco a poco en ese sentido.

¿Qué retos pastorales percibe en Vietnam?

-Yo dividiría los retos pastorales en dos grandes bloques: uno es la pastoral al cristiano de la Iglesia, y otro la pastoral ad gentes, con las personas que no están bautizadas. A nivel interno, diría yo que el mayor reto es que los fieles católicos son personas muy piadosas, que tienen, como comentaba antes, un fuerte arraigo en su sentido de pertenencia a la Iglesia, que asisten a las celebraciones, que colaboran con la Iglesia, pero no hay, en muchos casos, una vivencia espiritual profunda y una experiencia de encuentro con Dios que les lleve a una vida de relación con Dios en su día a día. Entonces, se vive la fe de una forma basada en la creencia y en la tradición, pero hay poca experiencia personal de fe profunda. Creo que ese es uno de los grandes retos: cómo facilitar a las personas una experiencia personal de Dios, no solamente el Dios Todopoderoso que está en el Cielo, sino el Dios con el que me puedo relacionar en el día a día, que me acompaña, me lleva a ratos de oración personal, a profundizar en la palabra de Dios, etc. Hay un proceso ahí que hacer, sobre todo porque las nuevas generaciones, como pasa un poco en todos los países, por la globalización, están empezando a sentir un poco más de desafección hacia la Iglesia, y buscan algo más que solamente ir a Misa.

Evidentemente, vivir en un país donde la inmensa mayoría de los ciudadanos no son miembros de la Iglesia y no tienen ni siquiera una cultura cristiana es otro gran reto. Y una cosa que sorprende bastante es que, aunque decimos, por ejemplo, que en Europa estamos en periodo de nueva evangelización, porque los jóvenes ya conocen cada vez menos de Dios, la verdad es que nuestro bagaje cultural está ampliamente marcado por el cristianismo, y por lo tanto muchas celebraciones culturales, como la Navidad, Semana Santa, las fiestas populares de los pueblos, las celebramos todos, y más o menos los jóvenes, aunque no sean creyentes o no estén bautizados, saben lo que es una iglesia, un sacerdote, una monja… Aquí, realmente los que no son cristianos no saben absolutamente nada de lo que es el cristianismo. Es un reto muy grande, que implica mucho testimonio de vida, silencioso, de estar presente, al servicio de la sociedad con la caridad, el voluntariado, y seguir estando firmes en las propias creencias en medio de un ambiente de cultura budista, que es la religión mayoritaria, siendo parte de esta cultura sin renunciar a la propia identidad.

Por tanto, aquí hay muchísimos retos, también porque no siempre es fácil por situaciones políticas hacer una evangelización abierta sin que haya sospechas de que estás haciendo proselitismo o trayendo ideas occidentales a esta cultura.

¿Cuáles son las principales diferencias entre la Iglesia en Vietnam y la occidental?

-La iglesia vietnamita es una iglesia cien por cien católica, apostólica y romana, por tanto es una iglesia en la que lo que es la celebración litúrgica en sí o la comprensión de la Iglesia misma es muy semejante a la que tenemos nosotros, porque la evangelización primera vino de Europa, como en otros muchos sitios. Por tanto, aunque tiene sus peculiaridades, no son tan significativas. Me parece que una diferencia es que el ambiente religioso dentro de la iglesia en Vietnam es el que se podía tener en Europa hace 50 o 70 años. Aquí se está en otra etapa. En Europa se han ido superando cosas, como la primacía absoluta del sacerdote, que lo decide todo, lo organiza todo en la parroquia. Esa vivencia de la sinodalidad aquí todavía está en pañales, porque la figura del sacerdote es muy preeminente, y la gente está para ayudar a lo que el cura diga, en modelos que a lo mejor no son ya los nuestros. Luego, hay una realidad también muy evidente que es la vocacional: aquí todavía hay muchas vocaciones, y entran en los seminarios diocesanos muchos jóvenes. Eso es una diferencia evidente con la realidad vocacional en Europa. Es verdad también que cuando el ambiente exterior, como es el europeo, es más complicado, las vocaciones son mucho más personalizadas y la gente que realmente da el paso a la consagración o el sacerdocio es porque tienen un convencimiento muy serio, muy profundo, y saben lo que quieren hacer. Aquí muchas veces todavía la vocación es fruto de la inercia familiar, porque a las familias católicas les encantaría tener entre sus miembros a un cura o a una monja. A veces, los jóvenes optan por la vida consagrada no por convencimiento personal, sino porque han escuchado desde siempre en la familia que sus papás y sus abuelos estarían muy orgullosos, y quieren tener a la familia contenta. En lo positivo, hay una diferencia por tanto en número, y, en lo negativo, en cómo se vive o personaliza la vocación.

Otra gran diferencia es lo que comentaba antes: aquí las iglesias están siempre llenas, sorprende por el bajo porcentaje respecto a la población general, pero realmente es impresionante ver las iglesias llenas siempre, incluso hay gente en la calle con altavoces y pantallas para seguir las Misas, porque no caben dentro, y eso que hay bastantes iglesias. Luego, hay algunas diferencias en la vivencia de la Liturgia: aquí toda la Misa es cantada. Además, al inicio de la Eucaristía la gente se junta y canta el Credo, los Diez Mandamientos, los Mandamientos de la Iglesia… Eso viene de la primera evangelización, era una manera que tenían los misioneros de hacer que la gente fuera memorizando todo, y son cosas particulares que se dan aquí e igual no en otros sitios.

¿Cómo es la relación entre los cristianos y otras confesiones?

-Vivir en un país donde eres minoría hace que necesariamente tengas que estar en contacto con personas de otras confesiones. Estamos hablando fundamentalmente de budistas, porque aquí el porcentaje de musulmanes es muy muy pequeño y son extranjeros la mayoría. Y, cuando hablamos de cristianos, nos referimos mayoritariamente a católicos, porque hay algunas iglesias protestantes, pero en proporción son pocas. Entonces, en realidad hablamos de la relación entre católicos y budistas y católicos y no creyentes, porque, en un país que ya va teniendo décadas de formación orientada por el régimen político, hay también mucha gente atea.

Normalmente, el trato con los budistas es muy positivo, muy bueno, también por propia idiosincrasia budista de mucho respeto a la diferencia, a la naturaleza, vida interior y espiritualidad rica, agradecimiento a Dios… Hay respeto, pero realmente la religión no es una cosa de la que se hable mucho. Es verdad que los católicos no se esconden, llevan signos externos de que son católicos, la cruz, y los jóvenes suben fotos de ellos en Misa a las redes sociales… No es que haya vergüenza de manifestarse como cristiano, pero una cosa que se echa en falta es que no hay un programa evangelizador en la Iglesia en Vietnam claro para acercarse o llevar el Evangelio a personas de otras confesiones religiosas.

Mucha de la labor pastoral de la Iglesia es hacia dentro: cómo mantener, sostener, alimentar, cuidar a los propios católicos, y se echa un poquito en falta una mirada más arriesgada, más de ir a la periferia en el ámbito religioso, para poder proclamar el Evangelio a los que no tienen fe o a los que no comparten el mismo credo. Ahí sí que hay algo por hacer, de sembrar un poco más de espíritu misionero dentro de la misma Iglesia católica vietnamita para poder llegar a los que profesan otras religiones.

¿La gente está abierta a la evangelización?

-Con quien yo tengo más trato es con los jóvenes, y los jóvenes no cristianos están muy abiertos hacia todo lo que tiene que ver con la Iglesia. Realmente, no hay rechazo, y lo viven con mucha curiosidad. Yo he estado también en el ámbito universitario dando clases en la universidad. En algún momento, fuera del ámbito de las clases, sale la conversación acerca de la religión y entonces les invito a acercarse a alguna iglesia, o venir a Misa, o a alguna cosa. Y no he sentido nunca rechazo. Luego te comentan: “No he entendido esto, o lo otro”, “Ah, pues me parece bien lo que he escuchado, me ayuda a mi vida personal”… Es un ambiente de apertura que creo que es muy interesante para la labor evangelizadora de la Iglesia. De hecho, los párrocos aquí saben que hay varias fechas en el año donde la Iglesia se les va a llenar de no cristianos: por ejemplo, en el Domingo de Pascua, o en Navidad a la gente le encanta ir a la Misa del gallo, porque les encanta la decoración navideña, los villancicos, y muchos van a Misa sin tener mucha idea de lo que están haciendo, pero van.

Vaticano

El Papa pide vivir la fe con coherencia, y oración por su largo viaje

En vísperas de su viaje apostólico a algunos países de Asia y Oceanía, que comienza mañana, el Papa Francisco ha pedido a los fieles romanos y peregrinos oraciones por su persona y por los frutos del viaje, y ha rogado por la paz en Tierra Santa y en Jerusalén. Además, ha alentado a vivir la “fe con coherencia”.  

Francisco Otamendi·1 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Santo Padre ha visitado esta mañana de domingo 1 de septiembre la basílica de Santa María la Mayor, y se ha detenido en oración ante el icono de la Virgen Salus Populi Romani, confiándole su próximo viaje apostólico  a Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur, que durará desde el lunes día 2 al 13 de septiembre, el más largo del pontificado.

Tras regresar al Vaticano, ha rezado el Ángelus con los romanos y peregrinos en la plaza de San Pedro, y ha rogado oraciones por su persona y por los frutos de su viaje, que comienza por Indonesia. En este país, de mayoría musulmana, los católicos han preparado con ilusión esta visita, como ha contado a Omnes el sacerdote indonesio Kenny Ang, que vive ahora en el colegio sacerdotal Altomonte (Roma) y que realizó sus estudios gracias a una beca de la Fundación CARF.

Beatificación en Eslovaquia

Además, el Santo Padre ha informado de la beatificación, ayer en Eslovaquia, de Ján Havlik, seminarista de la Congregación de la Misión, fundada por San Vicente de Paúl, que fue asesinado en 1965 durante la persecución por parte del régimen contra la Iglesia en la entonces Checoslovaquia, que mantuvo siempre la fe y la esperanza en Cristo, y ha pedido un aplauso para el nuevo beato; ha mostrado su cercanía con las víctimas y familiares de las decenas de víctimas a raíz de un ataque terrorista en Burkina Faso, y ha rogado oraciones por ellos; y ha recordado la Jornada Mundial del Cuidado de la Oración, animando a mostrar el “compromiso” por “nuestra casa común”. “Se necesita una acción decisiva e improrrogable”, señaló.

Como es habitual, pero con particular insistencia, el Pontífice ha mostrado su cercanía con el atormentado pueblo de Ucrania, en particular debido a los ataques a establecimientos energéticos, que han dejado sin electricidad a numerosas personas. 

El Papa ha mostrado su intensa preocupación por el conflicto de Palestina e Israel y ha efectuado un llamamiento para que no se detengan las negociaciones, y cese la violencia con un inmediato alto el fuego, para que se socorra a la población de Gaza, donde también se propagan tantas enfermedades, entre ellas la poliomielitis. «Que haya paz en Tierra Santa, que haya paz en Jerusalén. Que la Ciudad Santa sea un lugar de encuentro donde cristianos, judíos y musulmanes se sientan respetados y acogidos, y que nadie cuestione el statu quo en sus respectivos Lugares Santos».

Pureza, actitud interior

Antes del rezo del Ángelus, el Papa ha comentado el Evangelio de san Marcos en el que Jesús “habla de lo puro y lo impuro: un tema muy querido por sus contemporáneos, que estaba relacionado sobre todo con la observancia de ritos y  normas de comportamiento, para evitar cualquier contacto con cosas o personas consideradas impuras y, si esto ocurría, borrar la ‘mancha’”.

El Papa ha señalado que la pureza no está “ no está ligada a ritos externos, sino ante todo a actitudes interiores. Para ser puro, por tanto, de nada sirve lavarse las manos varias veces, si luego se albergan malos sentimientos como la avaricia, la envidia y la soberbia, o malas intenciones como el engaño, el robo, la traición y la calumnia (cf. Mc 7,21-22). Esto es ritualismo, que no hace crecer en la bondad; al contrario, a veces puede llevar a descuidar, o incluso a justificar, en uno mismo y en los demás, opciones y actitudes contrarias a la caridad, que hieren el alma y cierran el corazón”.

“Y esto es importante también para nosotros: no se puede, por ejemplo, salir de la Santa Misa y, ya en el atrio de la iglesia, detenerse con habladurías malvadas y despiadadas sobre todo y todos. O mostrarse piadoso en la oración, pero luego en casa tratar a los miembros de la propia familia con frialdad y desapego, o descuidar a los padres ancianos, que necesitan ayuda y compañía (cf. Mc 7,10-13). O ser aparentemente muy justo con todo el mundo, tal vez incluso hacer un poco de voluntariado y algunos gestos filantrópicos, pero luego en el interior cultivar el odio hacia los demás, despreciar a los pobres y a los últimos, o comportarse deshonestamente en el propio trabajo”.

El Papa ha preguntado si vivimos nuestra “fe con coherencia”, y ha pedido que “María, Madre purísima, nos ayude a hacer de nuestra vida, en el amor sincero y practicado, un culto agradable a Dios”.

El autorFrancisco Otamendi

Tiempo de sanar

Hace unos años abordábamos la terrible realidad de los abusos sexuales en entornos de la Iglesia bajo el título “La herida profunda”.

1 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Hace unos años, en esta misma revista, se abordaba la terrible realidad de los abusos sexuales en entornos de la Iglesia católica  bajo el título “La herida profunda”. Es innegable que, especialmente desde el inicio del siglo XXI, la constatación de estas conductas criminales por parte de algunas personas de la Iglesia ha supuesto algo más que una crisis:, ha sido un verdadero cataclismo que ha sacudido violentamente la conciencia de la Iglesia pero que, al mismo tiempo, internamente ha dado lugar a un profundo examen de conciencia en sus miembros, tanto personal como comunitariamente.

El camino es arduo, verdaderamente complicado, mucho más de lo que las teorías y reflexiones podían dar a entender, como se desprende de los artículos que conforman este número de Omnes y que firman diversos expertos que trabajan diariamente en este ámbito. Revisar y enmendar pautas erróneas y, al tiempo, aceptadas; recuperar la confianza de quienes se han visto heridos -ya sea como víctimas de estos abusos ya sea como fieles escandalizados o, incluso, lastimados ante ataques gratuitos-; sanar corazones y relaciones dentro y fuera de las comunidades requiere de una fortaleza y una sólida base espiritual, pastoral y humana por parte de los miembros de la Iglesia y especialmente de los que tienen en ella responsabilidades de cualquier tipo. 

La Iglesia se encuentra inmersa en la etapa de la sanación, de la purificación y de formación para evitar, siempre y en toda circunstancia, cualquier abuso, ya sea de conciencia, de poder, físico o sexual, dentro de entornos eclesiales, pero también en toda la sociedad.

De hecho, el esfuerzo que está realizando inspira actitudes y medidas que pueden servir de guía a otras instituciones.

“Ahora es el momento de remediar el daño hecho a las generaciones que nos han precedido y a aquellos que siguen sufriendo” señalaba el Papa Francisco a los miembros de la Comisión Pontificia para la Protección de los Menores en mayo de 2023. “Esta época pascual es signo que se prepara para nosotros un tiempo nuevo, una nueva primavera fecundada por el trabajo y las lágrimas compartidas con quien ha sufrido. Por esto es importante que no dejemos nunca de ir adelante”.

Confiando siempre en que la Iglesia es de Cristo y es Él quien la guía, no pueden sino acometerse decisiones y disposiciones necesarias donde han podido tolerarse, por demasiado tiempo, comportamientos viciados, faltas de trasparencia, deficiente formación en el ámbito afectivo, o equivocados conceptos de libertad. 

Se trata, en definitiva de desarrollar en nuestras comunidades lo que el Papa ha llamado la espiritualidad de la sanación y ser conscientes de que toda reforma institucional, toda regeneración social pasa, primero, por la reforma del corazón de cada uno.

El autorOmnes

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Ecología integral

El grito del planeta en la pantalla grande

Con motivo del Tiempo de la Creación que comienza el 1 de septiembre, la autora del artículo ofrece algunos recursos audiovisuales para profundizar en las enseñanzas de la encíclica "Laudato si'".

Assumpta Montserrat Rull·1 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

El mensaje audiovisual es una herramienta poderosa para la reflexión y el cambio social. De la mano de los siguientes cortos y películas niños, jóvenes y adultos podemos interrogarnos y debatir la propuesta de la «Laudato si’«, de rabiosa actualidad: está en nuestras manos el cuidado amoroso de la casa común que compartimos. Presentamos aquí 25 recursos audiovisuales para cuidar el medio ambiente y tomar conciencia de la responsabilidad común ante la realidad que vivimos. 

Los pequeños cambios son poderosos. Es un grito ya universal, que nuestro planeta está sufriendo el desgaste de un consumo exacerbado. Se cumple, palabra por palabra, lo expuesto en la “Laudato si’”. El futuro depende de todos y cabe aún, un esfuerzo mayor en el ámbito educativo para hacer que los hombres y mujeres del mañana cuiden cada vez más la tierra que compartimos. Es un cambio de paradigma el que se nos pide, desviar la mirada que gira alrededor de mis propios intereses, para ponerla en la búsqueda de un bien común, que es urgente. El cine nos ayudará para ello.

Propuesta de aplicación didàctica

Cada uno de los audiovisuales aquí propuestos los enlazamos con un breve fragmento de la “Laudato si’”. Se propone leerlo antes de la visualización y acercarnos con esa mirada a la visualización del corto o película, para luego ¡resonar con los mensajes que nos interrogan y empujan a la acción!

10 cortos para dar aliento al planeta 

Los cortos nos dan, en pocos minutos, un punto de luz, un mensaje que invita a pensar y buscar aplicaciones en mi vida personal, en la de mi familia, comunidad, institución, de modo que se generen cambios poderosos. 

  • Pollo a la carta, 2006 «Deseo reconocer, alentar y dar las gracias a todos los que, en los más variados sectores de la actividad humana, están trabajando para garantizar la protección de la casa que compartimos. Merecen una gratitud especial quienes luchan con vigor para resolver las consecuencias dramáticas de la degradación ambiental en las vidas de los más pobres del mundo. Los jóvenes nos reclaman un cambio. Ellos se preguntan cómo es posible que se pretenda construir un futuro mejor sin pensar en la crisis del ambiente y en los sufrimientos de los excluidos»
  • Losers, 2011 «Entre los componentes sociales del cambio global se incluyen los efectos laborales de algunas innovaciones tecnológicas, la exclusión social, la inequidad en la disponibilidad y el consumo de energía y de otros servicios, la fragmentación social, el crecimiento de la violencia y el surgimiento de nuevas formas de agresividad social, el narcotráfico y el consumo creciente de drogas entre los más jóvenes, la pérdida de identidad. Son signos, entre otros, que muestran que el crecimiento de los últimos dos siglos no ha significado en todos sus aspectos un verdadero progreso integral y una mejora de la calidad de vida».
  • Altruismo de los niños, 2013 «Se nos propone pasar del consumo al sacrificio, de la avidez a la generosidad, del desperdicio a la capacidad de compartir, en una ascesis que significa aprender a dar, y no simplemente renunciar»
  • For the birds, 2013 «En la medida en que todos generamos pequeños daños ecológicos, estamos llamados a reconocer nuestra contribución – pequeña o grande – a la desfiguración y destrucción de la creación»
  • Cadena de favores, 2013 «Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos. El movimiento ecológico mundial ya ha recorrido un largo y rico camino, y ha generado numerosas agrupaciones ciudadanas que ayudaron a la concienciación»
  • El Puente, 2014 «El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar»
  • Basuria, 2014 «Cuando se propone una visión de la naturaleza únicamente como objeto de provecho y de interés, esto también tiene serias consecuencias en la sociedad»
  • It’s smarter to travel in groups, 2016 «Estas acciones no resuelven los problemas globales, pero confirman que el ser humano todavía es capaz de intervenir positivamente. Como ha sido creado para amar, en medio de sus límites brotan inevitablemente gestos de generosidad, solidaridad y cuidado»
  • Dios es mujer. Dios es un niño, 2017 «Es nuestra humilde convicción que lo divino y lo humano se encuentran en el más pequeño detalle contenido en los vestidos sin costuras de la creación de Dios, hasta en el último grano de polvo de nuestro planeta»
  • Lemon, 2020 «Algunos países han avanzado en la preservación eficaz de ciertos lugares y zonas –en la tierra y en los océanos– donde se prohíbe toda intervención humana que pueda modificar su fisonomía o alterar su constitución original. En el cuidado de la biodiversidad, los especialistas insisten en la necesidad de poner especial atención a las zonas más ricas en variedad de especies, en especies endémicas, poco frecuentes o con menor grado de protección efectiva. Hay lugares que requieren un cuidado particular por su enorme importancia para el ecosistema mundial, o que constituyen importantes reservas de agua y así aseguran otras formas de vida»
  • Equilibrium: como vivir en armonía con nuestro medio ambiente, 2024 «Debido a una explotación inconsiderada de la naturaleza, [el ser humano] corre el riesgo de destruirla y de ser a su vez víctima de esta degradación»

15 películas vivificantes y restauradoras

El cine tiene el poder de generar cambios existenciales, conmueve y lleva a la acción. Proponemos la visualización de las siguientes películas para resonar con los personajes y trazar un nuevo itinerario de cuidado de la casa común.

  • Baraka, el último paraíso, 1992  «Se vuelve indispensable crear un sistema normativo que incluya límites infranqueables y asegure la protección de los ecosistemas, antes que las nuevas formas de poder derivadas del paradigma tecnoeconómico terminen arrasando no sólo con la política sino también con la libertad y la justicia»
  • Liberad a Willy, 1993 «Los recursos de la tierra también están siendo depredados a causa de formas inmediatistas de entender la economía y la actividad comercial y productiva»
  • La luna en directo, 2000 «Cualquier cosa que sea frágil, como el medio ambiente, queda indefensa ante los intereses del mercado divinizado, convertidos en regla absoluta»
  • Erin Brockovich, 2000 «Los progresos científicos más extraordinarios, las proezas técnicas más sorprendentes, el crecimiento económico más prodigioso, si no van acompañados por un auténtico progreso social y moral, se vuelven en definitiva contra el hombre»
  • Nómadas del viento, 2001 «Cada comunidad puede tomar de la bondad de la tierra lo que necesita para su supervivencia, pero también tiene el deber de protegerla y de garantizar la continuidad de su fertilidad para las generaciones futuras»
  • Una verdad incómoda, 2006 «La inequidad no afecta sólo a individuos, sino a países enteros, y obliga a pensar en una ética de las relaciones internacionales. Porque hay una verdadera «deuda ecológica «, particularmente entre el Norte y el Sur, relacionada con desequilibrios comerciales con consecuencias en el ámbito ecológico, así como con el uso desproporcionado de los recursos naturales llevado a cabo históricamente por algunos países»
  • Wall-e, batallón de limpieza, 2008 «Mientras «labrar» significa cultivar, arar o trabajar, » cuidar» significa proteger, custodiar, preservar, guardar, vigilar. Esto implica una relación de reciprocidad responsable entre el ser humano y la naturaleza»
  • Un lugar para soñar, 2011 «¡Qué maravillosa certeza es que la vida de cada persona no se pierde en un desesperante caos, en un mundo regido por la pura casualidad o por ciclos que se repiten sin sentido! «
  • Bee movie, 2017″La tierra nos precede y nos ha sido dada. Esto permite responder a la llamada»
  • Mía y el león blanco, 2018 «Suele crearse un círculo vicioso donde la intervención del ser humano para resolver una dificultad muchas veces agrava más la situación»
  • El niño que domó el viento, 2019 «El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos, y no podremos afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a causas que tienen que ver con la degradación humana y social. De hecho, el deterioro del ambiente y el de la sociedad afectan de un modo especial a los más débiles del planeta: Tanto la experiencia común de la vida ordinaria como la investigación científica demuestran que los más graves efectos de todas las agresiones ambientales los sufre la gente más pobre»
  • El rey león, 2019 «El cuidado de los ecosistemas supone una mirada que vaya más allá de lo inmediato»
  • Volando juntos, 2019 «Hay regiones que ya están especialmente en riesgo»
  • Aguas oscuras, 2019 «Pero hoy no podemos dejar de reconocer que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres»
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El autorAssumpta Montserrat Rull

Doctora en Comunicación, autora de diversas publicaciones, entre ellas dos libros de cine y educación Una vida de cine (2013) y Un viaje de cine (2023) Editorial Brief

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Vaticano

Asia y Oceanía, próximos destinos del Papa Francisco

El viaje que el Papa Francisco comienza en unas horas está marcado por la diversidad cultural y religiosa. Sus visitas a Asia y Oceanía le acercarán a católicos, budistas y musulmanes, en un trayecto que durará 12 días.

Paloma López Campos·1 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 7 minutos

El Papa Francisco realizará su viaje apostólico más largo hasta la fecha este mes de septiembre. Entre los días 2 y 13 de dicho mes, el Pontífice visitará Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.

El Santo Padre saldrá de Italia el 2 de septiembre, y estará del 3 al 6 en Yakarta, capital de Indonesia. A continuación, estará tres días en Puerto Moresby, capital de Papúa Nueva Guinea, y Vanimo, ciudad principal en la provincia de Sandaun en el país oceánico. Del 9 al 11 de septiembre Francisco visitará Dili, capital de Timor Oriental. Por último, pasará dos días en Singapur.

Como indica la agenda del viaje, el Papa se encontrará con dignatarios, autoridades y figuras religiosas de todos estos países. Estas reuniones tendrán un carácter variado, al igual que las poblaciones de los territorios que visitará el obispo de Roma. De los cuatro países en los que va a estar, los católicos son mayoría sólo en dos de ellos: Papúa Nueva Guinea y Timor Oriental. Indonesia es de mayoría musulmana, mientras que en Singapur el budismo es la religión más practicada.

La diversidad en el viaje no está solo en la geografía o en las confesiones religiosas, sino también en el plano económico. Indonesia es la economía más potente de todo el continente asiático. Por su parte, Singapur tiene un mercado internacional importante que sitúa su PIB per cápita como el más alto del mundo.

Frente a esto, casi el 40 % de la población en Timor Oriental vive por debajo del umbral de pobreza y la mitad de los habitantes son analfabetos. Algo parecido ocurre en Papúa Nueva Guinea, donde el hecho de que la mayoría de la población habite en zonas rurales dificulta mucho el establecimiento de una educación uniforme y reglada en el país.

Indonesia

La República de Indonesia es el archipiélago más grande del mundo y cuenta con una población de casi 300 millones de personas. Esta cantidad de habitantes justifica la diversidad cultural y lingüística de las distintas islas, a la que se unen la multitud de religiones que conviven en el país.

A pesar de que la constitución de la nación formaliza la libertad religiosa, el estado solo reconoce como religiones oficiales el islam, el cristianismo, el budismo, el hinduismo y el confucianismo. La confesión mayoritaria es el islam. De hecho, la gran mayoría de musulmanes viven en Indonesia, mientras que los cristianos apenas superan el 10 % de presencia en la población.

Cartel de la visita del Papa a Indonesia (CNS photo / Holy See Press Office)

A finales del siglo XX la fe cristiana sufrió una dura persecución en el país. Muchos creyentes sufrieron conversiones forzosas para salvar la vida y escapar de la violencia. A pesar de que las afrentas peligrosas han disminuido, los cristianos sienten todavía una cierta discriminación, tanto en el ámbito público como el privado. Sin embargo, las estadísticas informan de que la religión cristiana está ganando popularidad entre los indonesios y muchos habitantes que vienen de China se están convirtiendo al cristianismo.

Es importante resaltar que, a pesar del reconocimiento de la libertad religiosa, el estado también regula la práctica y expresión de la fe de los individuos. Según el  “Pew Research Center”, todos los ciudadanos del país deben indicar en su documento de identidad la religión que profesan, sin existir la posibilidad de declararse aconfesional. En caso de no facilitar esta información o de identificarse como miembro de una religión no reconocida por el gobierno, los habitantes de Indonesia pueden tener problemas para acceder a los servicios públicos.

Papúa Nueva Guinea

Logo de la visita apostólica a Papúa Nueva Guinea (CNS photo / Holy See Press Office)

Tras su visita a Indonesia, el Papa Francisco estará unos días en Papúa Nueva Guinea, un país de mayoría cristiana caracterizado por su diversidad cultural y biológica. Con una población mayoritariamente rural, el territorio de Papúa Nueva Guinea es muy rico en recursos naturales, por lo que su economía se apoya principalmente en la agricultura.

El número de habitantes en el país ha ido aumentando con el tiempo. Sin embargo, con ese crecimiento de la población ha llegado también la aparición de una grave epidemia: el VIH/Sida. La falta de concienciación acerca de los riesgos de esta enfermedad y la carencia de medios para detectarla y prevenirla provocan que Papúa Nueva Guinea sea el país del Pacífico con la mayor incidencia de este virus.

El hecho de que la mayor parte de la población viva alejada de los núcleos urbanos también dificulta el acceso a la educación. De hecho, la mayor parte de las personas son analfabetas. Distintas entidades religiosas tratan de resolver este problema abriendo y desarrollando escuelas por todo el territorio. Asimismo, tanto la Iglesia católica como la Iglesia Adventista del Séptimo Día administran sendas universidades.

La presencia del cristianismo no es solo importante a nivel educativo, sino que constituye la religión más practicada en Papúa Nueva Guinea. La tradición católica y de otras denominaciones cristianas se mezcla con rituales animistas, lo cual, unido a las grandes distancias que tienen que recorrer los sacerdotes, dificulta la evangelización.

Timor Oriental

Cartel de la visita del Pontífice a Timor Oriental (CNS photo / Holy See Press Office)

Del 9 al 11 de septiembre el Papa Francisco estará en Timor Oriental, un país en el que más de un 95 % de la población se considera católico. Otras denominaciones cristianas, como el protestantismo, también tienen una fuerte influencia en el país, debido a las diversas actividades de evangelización desarrolladas en el territorio.

Al igual que sucede en Papúa Nueva Guinea, hay un alto porcentaje de adultos analfabetos en Timor Oriental. Sin embargo, cada vez más niños van a la escuela y, a día de hoy, hay también una universidad nacional a la que pueden acceder los jóvenes que desean obtener una educación superior.

La falta de educación reglada no es impedimento para el desarrollo de una rica cultura en este país del Sudeste asiático. Desde unos famosos bailes tradicionales que se realizan con una particular vestimenta hasta una relación especial con animales como los gatos y los búfalos, los habitantes de Timor Oriental cultivan unas tradiciones ancestrales muy características.

Singapur

El Papa Francisco cerrará su viaje apostólico en la República de Singapur, el segundo país más poblado del mundo. El gran desarrollo que ha vivido esta nación contrasta con su sistema legislativo, muy estricto en ciertos aspectos.

Singapur es un país muy rico, con gran diversidad cultural y con mucha influencia en el plano internacional. Tiene un sistema económico muy sólido, lo que permite a los ciudadanos tener un nivel de vida elevado. Sin embargo, los extranjeros viven una realidad completamente distinta. La ley no contempla ninguna facilidad para quienes no hayan nacido en el país. Sin derecho a un salario mínimo, grandes dificultades para acceder a la vivienda y con la prohibición de casarse con un nativo, el trabajador extranjero tiende a encontrarse en una situación realmente precaria.

El control del gobierno alcanza también el ámbito religioso. Cada diez años las autoridades civiles realizan un censo para contabilizar las diferentes confesiones que se encuentran en el país. Si bien aproximadamente el 20 % de la población indica que no confiesa ningún credo, sí que hay una religión mayoritaria: el budismo. A pesar de todo, el número de singapurenses que el censo califica como budistas es tan solo del 30 %, una cifra muy cercana a la de quienes no practican ninguna religión.

Logo preparado para anunciar la visita de Francisco a Singapur (CNS photo / Holy See Press Office)

Por su parte, los cristianos son un poco menos del 20 % de la población, siendo los católicos una minoría dentro de este grupo. Esto se explica porque fueron los anglicanos quienes primero llegaron para evangelizar a la población, alcanzando una presencia mayoritaria. A pesar de esto, la Iglesia católica tiene una multitud de iniciativas en el país, especialmente centradas en la educación, como muestran las escuelas y universidades administradas por la Iglesia.

Singapur es un país que presume de tolerancia religiosa, y la gran diversidad de confesiones que conviven en el territorio lo demuestra. Junto a la mezcla de religiones, existe también una amalgama de culturas. La cultura occidental, la china, la islámica y otras muchas se unen en un territorio que no es muy extenso, pero sí rico en diversidad.

Un Papa en dos continentes

A pesar de que todavía se desconoce la agenda del Papa para su viaje apostólico por Asia y Oceanía, sí que puede afirmarse que el Pontífice se encontrará con grupos muy distintos en unas visitas que buscan, por un lado acercarse a los católicos que tan lejos viven del Vaticano y, por otro lado, a personas influyentes en cada uno de estos territorios que tienen un papel importante en las políticas sociales y medioambientales.

La importancia de este viaje es evidente, pero Francisco no es el primer Pontífice que viaja a los continentes asiático y oceánico. San Juan Pablo II visitó Indonesia en 1989 y se calificó como “amigo de todo el pueblo de Indonesia”, al tiempo que mostró “un gran respeto por todo el pueblo de esta dinámica nación”. También fue el Papa polaco quien, en 1986, puso la Iglesia de Singapur en manos de la Virgen María durante una homilía pronunciada el 20 de noviembre de ese año.

Las visitas de los Pontífices siempre son eventos importantes para los católicos y los diferentes países. No solo por su papel como Jefe de Estado, en cada momento de la historia el Papa es un líder religioso con una voz de autoridad en todo lo que respecta a temas sociales, por lo que los habitantes de los países que acogen al obispo de Roma escuchan siempre con atención las palabras del Sucesor de Pedro.

Misión y salvación

Los países de Asia y Oceanía que el Papa Francisco va a visitar en septiembre han sido objeto de atención de la Santa Sede desde hace años. Como explicó san Juan Pablo II en su exhortación apostólica postsinodal «Ecclesia in Asia», “fue en Asia donde Dios, desde el principio, reveló y realizó su proyecto de salvación”.

En un documento parecido, «Ecclesia in Oceania», expresó que “el Señor ha convocado a su presencia a la Iglesia está en Oceanía: se trata de una llamada que, como siempre, también implica un envío a la misión”.

Queda claro, entonces, que desde la Santa Sede contemplan los dos continentes como lugares en los que el cristianismo tiene un largo pasado y, al mismo tiempo, un proyecto a futuro en el que los católicos están llamados a ser misioneros, “portadores de la esperanza”, como le gusta decir al Papa Francisco, para todos los habitantes de sus poblados y diversos países.

Evangelización

Chandavila, un mensaje de perdón y amor a la Cruz

El nulla osta de la Santa Sede a la difusión de la devoción a la Virgen de los Dolores del santuario extremeño de Chandavila destaca la "acción del Espíritu Santo en tantos peregrinos que se acercan, tanto de España como de Portugal, en las conversiones, curaciones y otros signos preciosos en este lugar".

Maria José Atienza·31 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 7 minutos

El 22 de agosto de 2024, la Santa Sede, a través de la carta de «Una Luz en España» firmada por el Prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe, Mons. Víctor Manuel Fernández, daba luz verde a “apreciar el valor pastoral y también a promover la difusión de esta propuesta espiritual, incluso a través de posibles peregrinaciones a un lugar sagrado” del santuario de Chandavila, ubicado en La Codosera, un pueblo de frontera entre la provincia española de Badajoz y Portugal.

Se trata de uno de los primeros reconocimientos que el Vaticano otorga a un santuario tras el documento en el que se establecían las Normas para proceder en el discernimiento de presuntos fenómenos sobrenaturales.

De hecho, con este nulla osta, “aunque no se exprese ninguna certeza sobre la autenticidad sobrenatural del fenómeno, se reconocen muchos signos de una acción del Espíritu Santo”.

El obispo diocesano de Mérida Badajoz “procederá a la declaración del “nihil obstat” propuesto, de manera que el santuario de Chandavila, heredero de una rica historia de simplicidad, de pocas palabras y mucha devoción, siga ofreciendo a los fieles que quieran acercarse, un ámbito de paz interior, consuelo y conversión” como apunta la carta del cardenal Fernández.

Es mucha y muy profunda la devoción que, en Extremadura y gran parte de los pueblos fronterizos portugueses, tienen a la Virgen de los Dolores de Chandavila.

Omnes ha podido conversar con el sacerdote Mateo Blanco, quien fue vicario general de la archidiócesis extremeña y colaborador en la redacción de “Chandavila aquello… sucedió”, el libro del sacerdote Francisco Barroso que fue testigo de primera mano de alguna de las apariciones de la Virgen y que falleció hace poco tiempo.

Las apariciones de Chandavila

En 1945 dos chicas, Marcelina Barroso Expósito, de diez años, y Afra Brígido Blanco, de diecisiete, afirmaron ser testigos de apariciones en la zona de Chandavila, perteneciente al pueblo de La Codosera.

La primera, Marcelina, vio a la Virgen, en su advocación Dolorosa sobre las ramas de un castaño mientras que Afra vio la Cruz del Señor. Ambos hechos en el lugar en el que hoy se alza una capillita, a partir de mayo de 1945.

La historia de las apariciones está narrada en diversos lugares, aunque ambas videntes fueron siempre muy discretas a la hora de referir estos hechos y siempre han mantenido las mismas afirmaciones y narraciones.

«El perdón es el primer mensaje de Chandavila»

“Hay que conocer el contexto de las apariciones de la Virgen en Chandavila”, destaca Mateo Blanco. “Era el año 1945. En España, en los pueblos y las familias, sobre todo, en los pueblos pequeños, como este caso, estaban divididos. Se había sufrido todo el doloroso desastre de la Guerra Civil y las familias estaban divididas, los pueblos divididos: unos de un bando y otros de otro. Con lo cual, reinaba un ambiente de desconfianza absoluta. Hacía falta un bálsamo y vino la Virgen a traer ese bálsamo. Creo que este es el primer punto del mensaje de Chandavila: el perdón».

La propia niña vidente, Marcelina, vivía esa división en su familia: “Al padre de Marcelina lo habían matado al acabar la guerra, porque su padre (el abuelo de la niña) había sido alcalde del pueblo en el tiempo de la República. Era un señor muy bueno que, cuando empezaron todos los altercados avisó al sacerdote del pueblo que pudo salvar la vida gracias a él. Sin embargo, al acabar la guerra, mataron al hijo de este alcalde, es decir, al padre de Marcelina, cuando ella tenía 3 o 4 años, y su madre estaba embarazada de su hermano”.

Estos terribles hechos hicieron que, en su casa, Marcelina viviera una oposición frontal a la Iglesia que se identificaba con “el bando vencedor”. A ella, sin embargo, le gustaba ir a la parroquia y rezar. Lo hacia casi a escondidas porque, como explica Mateo Blanco, “su madre le reñía. Era una mujer con el corazón roto, que tenía que trabajar en las casas, para sacar algún dinerito y sacar adelante a sus hijos. Y también, algo propio de los pueblos de frontera, hacía algún trapicheo de contrabando”.

Para este sacerdote, es clave que “lo que da Nuestra Madre a Marcelina en sus encuentros es cariño. Tiene detalles de cariño con la niña, que lo cuenta a su modo, con la sencillez de sus 10 años. Marcelina cuenta que ella se acercó a la Virgen y la abrazó, que notó el calor de la Virgen, y como le rozaba el velo”.

El 4 de junio de 1945, la Virgen le dijo a Marcelina por la mañana que volviera a las tres de la tarde. Junto a la niña se calcula que fueron unas 6.000 o 7.000 personas. Que eran muchísimos más de los que había en el pueblo. Porque se corrió la voz y vinieron no solamente del pueblo, sino de pueblos vecinos y también de los pueblos portugueses, que están también muy vinculados a Chandavila. Ese día se produce la escena más evocadora, la más bonita, de las apariciones de Chandavila: «Cuando la Virgen llama a Marcelina y ella va andando de rodillas por un camino desastroso, lleno de “erizos”, esas cáscaras de las castañas, y es un terreno además con unas rocas estriadas que cortan. Lo lógico es que hubiera salido con las piernas destrozadas. La niña fue a la Virgen y entonces la Virgen le preguntó, ¿Te quieres venir conmigo? Y le contestó Marcelina, “Sí, Señora”. La Virgen le dijo que podía volver para atrás, sin dejar de mirar a la Virgen y, cuando llegó donde estaba su madre, ella al ver que su hija no tenía ni un rasguño empezó a dar gritos diciendo, “¡yo perdono!”. Lo oyeron todos los que estaban allí. Francisco Barroso ponía siempre mucho énfasis en ese ‘Yo perdono’”.

El que fuera vicario general de la archidiócesis extremeña destaca que ese “yo perdono”, resume el primer mensaje de la Virgen. Tras esta conversación con la Virgen y el suceso de las rodillas intactas, Marcelina tuvo varias visiones más. “La Virgen pidió a Marcelina que se celebrara una misa en reparación al mes allí, al lado del castaño donde se apareció y que le construyeran una ermita para que la gente fuese a rezar. Y así es como ha sido”, apunta Mateo Blanco.

Las apariciones y estigmas de Afra Brígido

La gente comenzó enseguida a ir a rezar allí, junto al castaño en el que se había aparecido la Virgen. Se levantó una pequeña capilla que sigue en pie y en la que se custodia un trozo de aquel castaño. Marcelina se fue a vivir a un cortijo y luego estuvo en un colegio en Villafranca de los Barros y, a los años, entró en la Congregación de las Hermanas de la Cruz. Apenas ha hablado de estas apariciones, pero siempre ha mantenido, firmemente, en su veracidad y de sus conversaciones con la Virgen.

Mateo Blanco recuerda una visita que tuvo la oportunidad de hacer a la vidente, que aún vive, en el convento donde reside. En este encuentro estuvieron el entonces arzobispo de Mérida Badajoz, Mons. Celso Morga, el propio Blanco y alguna persona más. Fue “uno de los regalos más grandes que he tenido en estos últimos años” destaca Blanco, “estuvimos hablando con ella. Era sorprendente su humildad, en un momento de la conversación, el obispo le preguntó por las apariciones y ella respondió sólo “yo no he mentido nunca”. Para ella “la gracia más importante es haber recibido del Señor la vocación a la entrega en las Hermanas de la Cruz y que el Señor le ha dado la gracia de ser fiel”.

Afra Brígido, la otra vidente, tenía 17 años cuando se le apareció la Virgen. Ella era bastante escéptica ante todo lo que iba ocurriendo en el pueblo a raíz de la aparición a Marcelina. Un hermano suyo estuvo en la aparición de Marcelina y le contó que había algo y le animó a ir, pero Afra se rio de él diciendo lo que allí ocurría era que tenían visiones por el hambre que pasaban.

Santuario de Nuestra Señora de los Dolores de Chandavila

Al final fue, con unas amigas y en un momento determinado tuvo un éxtasis y al Señor en la Cruz. «Afra siempre vio la cruz, que es el otro mensaje de Chandavila. El perdón y la Cruz del Señor. Desde ese momento, Afra cambió radicalmente su vida. Comenzó a ir a misa todos los días, a acudir con frecuencia a los sacramentos… así toda su vida. Poco después, fue con unas amigas a hacer una romería a Villa del Rey, un pueblecito cercano a la Codosera. Allí fueron a ver al sacerdote, que antes había estado en La Codosera y a hacer una visita a la Virgen de las Riberas, una ermita que está cerca al río Zapatón. Rezando allí el vía crucis, en una de las estaciones, Afra cayó y se quedó como en éxtasis durante unos minutos. Esa misma noche, empezó a sentir unos dolores en las manos, en los pies y en el costado».

Desde ese momento tuvo los estigmas, hasta el final de su vida. En Chandavila se conservan unas gasas de las que usaba para taparse los estigmas de las manos, porque le sangraban. Afra se dedicó, durante toda su vida a cuidar de los demás: primero de su madre y luego, una vez fallecida su madre, en Madrid, atendió a mucha gente. A diferencia de Marcelina, que tras profesar como religiosa, no volvió a Chandavila, Afra si pudo regresar en alguna ocasión, antes de su muerte, al lugar en el que se le apareció la Virgen.

Lugar de sencilla devoción

Mateo Blanco destaca que las características de Chandavila han sido la piedad, la devoción y sobre todo la sencillez, “de estas cosas yo soy testigo. Creo que esto ha llamado también la atención en Roma: que Chandavila ha seguido siendo igual de sencillo que hace 50 o 60 años. Es un sitio para rezar, en el que se reza muy a gusto, haga frío o calor. Hay quien dice que tienen un microclima, porque siempre se está bien en Chandavila”.

Cada Viernes de Dolores es una fecha señalada en este santuario extremeño. Ese día se reza el Vía Crucis alrededor del Santuario y son muchas las personas que acuden al sacramento de la Reconciliación. En 2020, el entonces arzobispo de Mérida Badajoz, Mons. Celso Morga pidió a la Santa Sede la concesión de un Año Jubilar para Chandavila con motivo de los 75 años de las apariciones y después escribió una carta pastoral sobre la devoción a la Virgen. Un año santo, que fue concedido y que “ayudó a que mucha gente se acercara al Señor” como destaca Mateo Blanco.

Jenaro Lázaro, el escultor enamorado de la Virgen

La talla de la Virgen de los Dolores que se observa en Chandavila es obra del escultor Jenaro Lázaro. La vida de este escultor, de origen zaragozano y que conoció en su juventud al fundador del Opus Dei está íntimamente ligada a Chandavila. Jenaro conoció la historia de Chandavila a través de unos conocidos y, en 1945, poco después de las apariciones, fue a visitar la ermita. Quedó tan hondamente impresionado por Chandavila que se trasladó allí. 

Realizó la imagen de la Virgen de los Dolores que preside el santuario de Chandavila, impulsó la construcción del santuario y puso una Escuela-Taller para los jóvenes del pueblo. Compró un viejo castillo en el que puso su estudio. Desde allí iba diariamente al santuario rezando el Rosario. “quería a la Virgen muchísimo y la Virgen se lo llevó el 15 de septiembre, día de la Virgen de los Dolores”.

El futuro de Chandavila

Con el nulla osta de la Santa Sede, el arzobispo de Mérida Badajoz tiene, no sólo el permiso sino la bendición, para impulsar la devoción a Nuestra Señora de los Dolores de Chandavila y difundir su mensaje.

Una decisión que ha puesto en el mapa a la localidad extremeña de La Codosera y la historia de la Virgen de los Dolores. Mateo Blanco espera que Chandavila siga siendo lo que es: «un lugar de oración donde la gente se encuentre con Dios y su Santísima Madre”.

Iniciativas

Lia Beltrami: «La paz es un jardín que hay que cultivar cada día»

Omnes entrevista a Lia Beltrami, fundadora del movimiento "Mujeres de Fe por la Paz", un evento que busca unir a mujeres de diferentes confesiones religiosas en un diálogo que ayude a promover la paz en el mundo.

Hernan Sergio Mora·31 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: 7 minutos

Lia Beltrami es ganadora del León de Oro de Venecia por la Paz 2017, directora, escritora, activista de derechos humanos y fundadora de “Mujeres de Fe por la Paz», un evento de tres días en Trento para desafiar las situaciones de guerra que viven Europa y el mundo.

Beltrami organiza estas jornadas junto con la Asociación Shemà, Emociones para generar el cambio, Lead Integrity, Centro Internacional para la Paz entre los Pueblos de Asís, con el apoyo de la Fondazione Caritro.

En esta entrevista con Omnes, la fundadora asegura que: “La vía del diálogo puede ser mucho más eficaz entre personas de fe. Sin embargo, cuando la religión se instrumentaliza con fines políticos se convierte en un arma terrible”.

¿Cómo nació “Mujeres de Fe por la Paz”?

– En 1997 fundamos con mi marido el festival de cine “Religión Hoy”, que fue algo así como el primer festival que habló del diálogo interreligioso. Empezó en Trento, luego en Bolonia, después en Roma, y teníamos sedes un poco por todas partes, era un festival de peregrinación. En particular, también hicimos una parada fija en Jerusalén, donde proyectamos películas sobre el diálogo y mantuvimos encuentros en profundidad.

Después de unos diez años me di cuenta de que a través del cine no éramos capaces de promover suficientemente esos valores de paz. Aunque habíamos creado puentes, contactos, construido muy buenas relaciones, necesitábamos algo más incisivo y así, junto con una distribuidora de cine de Jerusalén, “Hedva Goldschmidt”, se me ocurrió poner en marcha este grupo de mujeres líderes de cinco comunidades religiosas diferentes de Tierra Santa.

¿Cuándo nació el primer grupo?

– El primer grupo de ocho mujeres -judías ortodoxas, ultraortodoxas, católicas, cristianas, drusas y beduinas- llegó a Trento en 2010 para el primer taller de cohabitación. Durante esos intensos días, estas mujeres líderes pasaron de ser enemigas a convertirse en hermanas.

¿Por qué dice “enemigas”?

– Enemigas porque, por ejemplo, la mujer palestina Faten Zenati, que estuvo por primera vez junto a una judía ortodoxa, dijo públicamente: ‘El primer día era mi enemiga, porque era judía ortodoxa y colona. Luego, día tras día, se convirtió en una amiga, y después en una hermana. La última noche me pidió compartir la misma habitación para poder disfrutar también de los preciosos minutos antes de acostarse’.

¿Y cómo se traduce esto en la práctica?

– Se habla de proyectos muy concretos. Por ejemplo, en la ciudad de Lod, una ciudad de alta tensión, Faten Zenati fundó con otros judíos el primer centro social mixto, para todos. Faten murió hace dos años, aún demasiado joven, y el día de su muerte, el presidente de Israel, Herzog, se presentó en la casa, que estaba llena de palestinos. Un paso importante en aquel momento. Hoy todo ha cambiado.

¿Cuántos son hoy en este movimiento?

– Luego el movimiento se extiende un poco por todo el mundo, un movimiento libre de inspiración, no hay un número de personas que formen parte de él, pero intentamos estar presentes en zonas de conflicto, tratando de inspirar a mujeres de facciones opuestas para que recorran juntas un camino. Hemos iniciado caminos en Kosovo, en el África subsahariana, en Colombia, en Myanmar.

Pero en el caso de Colombia, ¿estaba relacionado con el conflicto guerrillero?

– En Colombia apoyamos a Natalia Herrera para organizar un festival de cine de mujeres de la montaña. Había mujeres de distintas regiones, pero también de conflictos internos, no sólo políticos sino entre distintas facciones, para unir a la gente que quiere vivir en paz.

Veo en el nombre de su asociación que no son sólo mujeres, sino mujeres de fe…

– Mujeres de fe porque al ser mujer se participa en la creación; son mujeres que generan vida desde todos los puntos de vista, que enseñan a sus hijos palabras de vida. Y de fe porque lo vivimos a través de nuestra pertenencia a las diferentes comunidades religiosas. Y esto es importante porque el camino del diálogo encuentra un terreno muy fértil en las personas de fe. Nos sentimos unidos precisamente por nuestra fe en Dios, porque el diálogo y la paz se promueven en todas las religiones. El camino del diálogo puede ser muy eficaz entre personas de fe.

El marxismo y otros dicen en cambio que las religiones son motores de guerras…

– Cuando la religión se instrumentaliza con fines políticos, se convierte en un arma terrible. Por el contrario, si la fe se vive profundamente dentro de la propia religión, en su verdad, sólo puede conducir a la fraternidad.

Ahora les hago una pregunta pícara: hoy tenemos la guerra en Ucrania y Rusia, y luego no hay palabras para hablar de la situación entre Palestina e Israel. Se diría que es desalentador, ver que lo que se siembra no da fruto….

– Después del covid, nos reunimos todos hace dos años en el funeral de Faten Zenati, en un verano lleno de intentos de diálogo en Oriente Próximo. De repente nos sentimos destruidos por estas dos guerras, junto con todas las demás. Pensamos en detenernos ante el horror, pero luego decidimos volver a empezar con un nuevo encuentro. Nos dimos cuenta de que, en el momento de mayor desánimo, debíamos tener el valor revolucionario de hablar de paz, no sólo de hablar de ella, sino de vivir la paz. El Papa Francisco ha sido una de las pocas voces que ha condenado la guerra en todas sus formas.

Así que pensamos que este es precisamente el momento de relanzar con fuerza el camino de la paz, de revigorizar los corazones de las mujeres que están en primera línea, aunque sabemos que es muy difícil.

Ella lo deja claro, es un momento muy difícil

– Pongo un ejemplo concreto: una de las mujeres sufíes palestinas de Gaza perdió a 21 familiares cercanos cuando bombardearon el hospital. Por otro lado, nuestra distribuidora de cine ortodoxo judío perdió a uno de sus directores y a dos nietos el primer día. ¿Por dónde empezamos con estas mujeres que siempre han sido muy valientes? ¿Cómo tejemos redes de paz?

En estos meses de duro trabajo, la palabra que más resonó fue miedo. Viven aterrorizadas, con miedo. Así que lo único que podemos hacer es que estas mujeres sientan que no están solas, que estamos unidas y que estamos juntas.

¿Cómo salimos de esta situación?

– Por un lado, la diplomacia debe volver a empezar con intenciones reales, como pide el Papa Francisco, con la vía del diálogo serio y el desarme. Pero esta parte no es suficiente.  Si nos fijamos un poco en el mundo de la comunicación o en oír hablar a la gente….  Hasta hace cuatro o cinco años, era difícil hablar de conflicto y la palabra paz era más fuerte, se hablaba de diálogo…  Hoy, oyendo a los medios de comunicación, o escuchando discursos, casi se da por hecho que tiene que ser la guerra, es decir, hemos vuelto a la primera mitad del siglo pasado, cuando todavía se proponía la guerra como única solución.

En el caso de Palestina y otros está muy claro. Pero en el caso de Ucrania, ¿habría algún matiz?

– No hay lugar para los matices cuando se trata de la paz. Debemos exigir paz, un pacto que sea respetado por las partes. Y no debemos cerrar la puerta a los que vienen del otro lado. Creo que es necesario estar al lado de todas las personas ‘de paz’, estén donde estén, para que hagan todo lo que puedan desde dentro y desde fuera. Cada uno de nosotros puede hacer algo, por pequeño que sea.

¿Por dónde empezamos?

– Debemos tener el valor de desmantelar esto, de lo contrario la diplomacia no podrá volver a ponerse en marcha. Y, por otro lado, creo firmemente que tenemos que derribar esos muros en la sociedad civil. Es decir, la sociedad civil debe estar unida. No se puede decir: ‘tú no participas en una competición porque vienes de un pueblo que atacó a otro país’. No, la gente de la sociedad civil debe ser fuerte, para que se oiga la voz del diálogo, para que se oiga la voz de la paz. Así que cuanto más podamos trabajar juntos con personas de todas las facciones, más posibilidades tendremos de generar movimientos que se opongan a la guerra.

Y junto a ello debemos trabajar en nosotros mismos, con gran compromiso, para vencer la violencia que acecha en los prejuicios, en los pensamientos, en las cerrazones. La paz empieza en nuestros corazones, pero luego hay que promoverla en todas partes y siempre.

La paz es un jardín que hay que cultivar y cuidar cada día.

Sé que también trabaja con jóvenes.

– Este año, 25 jóvenes de entre 16 y 26 años participan en el evento y en la formación sobre el tema del diálogo y la paz, y estos jóvenes trabajarán junto con “Mujeres de Fe por la Paz» para estimular y dar lugar a nuevas olas de voces jóvenes. Es algo natural, porque hay mucha juventud motivada que va más allá de las olas populistas y busca realmente caminos diferentes. Debemos caminar con estos jóvenes, darles espacio y escuchar sus opiniones e ideas. Por eso las jornadas de Piné serán muy importantes.

En la meseta de Piné, en Trentino, nació esta nueva experiencia en Casa Iride, promovida por la Asociación Shemà. La inauguración, en julio, contó con la presencia de Andrea Tornielli, que pronunció una conferencia; después hubo encuentros con el coreógrafo de la favela de Marcos Moura, Rodrigo Baima, una conferencia del obispo Luigi Bressan y un concierto del guitarrista Carlos Biondini.  A lo largo del verano, hubo campamentos para los más jóvenes y los más mayores, en los que se habló de emociones y diálogo: asistieron 2.000 personas. En el grupo de jóvenes son todos voluntarios y formadores de esta experiencia, que luego transmitirán a personas de otros lugares.

Miembros de «Mujeres de Fe por la Paz» con el Papa Francisco

Más información sobre el acto en Trento

Participarán 40 personas de distintas generaciones, con especial atención a los jóvenes y con ellos. Entre los invitados internacionales intervendrán: Azza Karam, fundadora de Lead Integrity, miembro del consejo del Templo del Entendimiento y del Parlamento de las Religiones del Mundo, del Real Instituto de Estudios Interconfesionales de Ammán (Jordania), del Comité Asesor del Secretario General de las Naciones Unidas para el Multilateralismo. Caterina Costa Presidenta del Centro Internacional para la Paz entre los Pueblos de Asís. Cristiane Murray Periodista brasileña, Subdirectora de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Además, el evento contará con la presencia de: Daria Schlifstein, artista y cineasta judía. Deana Walker Herrera, cubano-estadounidense gestora de proyectos de impacto social. Kamal Layachi, imán en las Comunidades Islámicas del Véneto. Lara Mattivi, psicóloga, cofundadora de la Asociación Shema’. Lia Beltrami, directora, conferenciante, fundadora de Women of Faith for Peace y del Religion Today Film Festival. Monseñor Luigi Bressan, al servicio diplomático de la Santa Sede en diversas naciones e instituciones internacionales (ONU y Europa) hasta 1999. Luego durante 17 años arzobispo de Trento y desde 2016 responsable de la CEI para peregrinaciones y voluntariado internacional. Autor de libros sobre diálogo interreligioso, historia, relaciones internacionales.

Asimismo, intervendrán personas como: Maria Lia Zervino, consagrada argentina, consultora del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso Marianna Beltrami, escritora, cineasta y música de Emotions to Generate Change, licenciada por Warwick y Oxford en Relaciones Internacionales y Filosofía Medioambiental Marina Khabarova, productora cinematográfica internacional, dedicada al diálogo y a la promoción de los valores de la paz Natalia Soboleva, ejecutiva de empresa en Suiza, comprometida con la sostenibilidad, Presidenta de Monaco Charity. Nancy Falcon está comprometida con el diálogo interreligioso, la construcción de la paz y la educación de los jóvenes. Es licenciada en Ciencias Políticas con especialización en filosofía y estudios islámicos. Nuha Farran, abogada internacional y defensora de los derechos humanos de Jerusalén, cofundadora de «Mujeres de Fe por la Paz».

El acto está organizado por Women of Faith for Peace, Associazione Shema, Emotions to Generate Change, Lead Integrity y el Centro Internacional de Asís para la Paz entre los Pueblos, con el apoyo de Fondazione Caritro.

El autorHernan Sergio Mora

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Vaticano

El Papa quiere que los católicos escuchen “el clamor de la tierra”

En su intención de oración para el mes de septiembre, el Papa Francisco quiere que los católicos escuchen "el clamor de la tierra" y acompañen a quienes sufren las consecuencias de los desastres medioambientales.

Paloma López Campos·30 de agosto de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Coincidiendo con el “Tiempo de la Creación”, el Papa Francisco pide que durante el mes de septiembre los católicos se esfuercen por escuchar “con el corazón el clamor de la Tierra”.

El Santo Padre desea también acompañar con la oración a “las víctimas de las catástrofes ambientales y de la crisis climática”. Además, ruega a los creyentes que tengan un compromiso personal para “cuidar el mundo que habitamos”.

Un mundo, afirma el Papa en el mensaje, que “tiene fiebre. Y se encuentra mal, como cualquier enfermo”. Pero la importancia de tomar conciencia no radica solo en el medioambiente. Francisco explica que los que más sufren por las catástrofes ambientales “son los pobres, los que se ven forzados a dejar su casa por inundaciones, olas de calor o sequías”.

En el mismo sentido, el Pontífice señala que “hacer frente a las crisis ambientales causadas por el hombre, como el cambio climático, la contaminación o la pérdida de la biodiversidad, pide respuestas no solo ecológicas, sino también sociales, económicas y políticas”.

Por eso, el Santo Padre anima al compromiso “en la lucha contra la pobreza y la protección de la naturaleza, cambiando nuestros hábitos personales y los de nuestra comunidad”.

El Papa invita a la esperanza

La intención del Papa para septiembre está muy unida al “Tiempo de la Creación”, que comienza el primer día del mes y acabará el 4 de octubre. Para este periodo el obispo de Roma escogió como tema “Esperanzar y actuar con la Creación”.

Con este lema, el Pontífice quiere crear conciencia de que se puede preparar un futuro mejor para las próximas generaciones. Por otro lado, es un buen precedente para el Año Jubilar de la Esperanza que comenzará el 24 de diciembre de 2024.