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La expresión algo divino -quid divinum-, en san Josemaría Escrivá

Este 8 de octubre se cumple el 57 aniversario de la Misa en el campus de la Universidad de Navarra en la que san Josemaría pronunció su homilía Amar al mundo apasionadamente, en la que habla de ese "algo santo, divino, escondido en las situaciones más comunes, que toca a cada uno de vosotros descubrir".

Javier Rodríguez Balsa·8 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 10 minutos

De formación soy Maestro, Psicopedagogo y Bachiller en Ciencias Religiosas; actualmente profesor de Religión -entre otras materias- en un Colegio; como fiel del Opus Dei me ha llamado la atención -de unos años a esta parte- la expresión quid divinum – o «algo divino» en castellano- usada en varias ocasiones por san Josemaría Escrivá y he estudiado las diversas explicaciones que se dan de ella y su utilidad práctica en la vida de un cristiano corriente.

La expresión quid divinum utilizada por el santo en su homilía en la Universidad de Navarra el 8 de octubre de 1967 resalta la dimensión espiritual y teológica de su predicación. Según el profesor José Luis Illanes, esta expresión subraya la importancia de lo sagrado y divino en el mensaje del santo. Aunque existen diversas interpretaciones de esta expresión, todas buscan profundizar en su significado teológico. 

Al mismo tiempo es importante destacar que san Josemaría empleaba en su mensaje, tanto oral como escrito, expresiones fáciles de entender. Sin embargo, esto no le impedía utilizar enunciados con un profundo contenido teológico, que requieren una formación adecuada para ser comprendidos en su totalidad. 

Después de investigar para desentrañar su significado más puro y práctico, encontré diversas explicaciones que son de gran ayuda para la vida espiritual de un cristiano común, especialmente para aquellos que aspiran a santificarse a través de sus ocupaciones cotidianas. 

Por ejemplo, san Josemaría hablaba frecuentemente de la importancia de la «oración de contemplación», que es una forma de oración en la que se busca estar en presencia de Dios y abrir el corazón a su acción transformadora. Esta forma de oración puede ser difícil de entender para alguien que no está familiarizado con la vida espiritual, pero una vez que se comprende su significado, puede ser una herramienta poderosa para crecer en la relación con Dios. 

En resumen, aunque las enseñanzas de san Josemaría puedan contener conceptos teológicos profundos, su mensaje está dirigido a todos los cristianos, independientemente de su formación o conocimientos previos. Su objetivo era ayudar a las personas comunes a encontrar a Dios en medio de sus ocupaciones ordinarias y a vivir una vida santa en medio del mundo.

Quid divinum”: uso y explicaciones de la expresión 

Con toda seguridad san Josemaría conocía esa expresión latina, que -según el diccionario de la Real Academia Española- significa “la inspiración propia del genio”; pero no hemos de ceñirnos a su significación etimológica sino al sentido que se le da dentro del mensaje de la Homilía y en otros textos. De manera que hay que leer con calma el contexto de la expresión y la intención con la que se usa. 

Monseñor Ocáriz, Prelado del Opus Dei y Gran Canciller de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, ofreció una explicación espontánea sobre el quid divinum durante un diálogo en el «Congreso Internacional sobre el Trabajo.» Ante la pregunta: «Padre, ¿qué es el quid divinum?», Monseñor Ocáriz respondió, brindando una valiosa perspectiva sobre su significado.

La pregunta y la extensa y rica respuesta fueron: 

(Pregunta): “Padre, soy profesora de Filosofía en Sevilla. Mi pregunta es muy sencilla y muy simple: El quid divinum, ¿qué es el quid divinum, ese algo santo, divino, que me toca descubrir? A lo mejor me dice que también es ascético, pero no sé si hay una parte que usted me pueda ilustrar”.

(Respuesta): “Descubrir el quid divinum yo diría que es –se puede pensar otra cosa, lo que ahora digo no es una verdad de fe-, a mí me parece que descubrir el quid divinum es, sobre todo, descubrir el amor de Dios por nosotros. Ver en las personas, en las circunstancias, en la materialidad de los empeños humanos, en las contrariedades, ver ahí una expresión del amor de Dios por nosotros, que -desde el punto de vista existencial- pienso que es la verdad de fe más importante. La verdad de fe más importante es la Trinidad, la Encarnación…, pero, en el fondo, para nuestra vida, para nuestra existencia diaria, también esas verdades lo que sobre todo nos indican es el amor de Dios por nosotros. Como recordaréis san Juan, de modo casi solemne, dice “nosotros hemos conocido y creído en el amor que Dios nos tiene”. Como haciendo un resumen: ¿qué ha pasado? Que nosotros hemos conocido y creído en el amor que Dios nos tiene. 

Entonces descubrir el quid divinum es ver en las personas alguien a quien Dios ama; aunque no se vea, creer que ahí, detrás de todo, está el amor que Dios nos tiene”. 

Creo que esta explicación espontánea es excelente y nos ayuda a percibir a nuestro Creador como cercano, mostrándonos que Él nos busca y que podemos encontrarlo en las pequeñas cosas de la vida cotidiana. Si logramos descubrir el quid divinum en nuestra vida diaria, estaremos participando en la mejor forma de aproximarnos a Dios y amarlo, así como a los demás por Él, tal como lo expresaba san Josemaría. 

Asimismo, los profesores Illanes y Méndiz indican que “La expresión «algo divino» aparece aquí, y en otros pasajes de la homilía, siempre en castellano. Puede, no obstante, tener su origen, a nuestro parecer, en la fórmula latina quid divinum, de raíz precristiana, que se usaba en la antigüedad para hablar de la perfección o el genio en el arte, de las propiedades curativas de ciertas aguas, etc., y también, más filosóficamente, del intelecto en el hombre y de las leyes que gobiernan el mundo (cfr. Cicerón, De Legibus, I, 61). El fundador del Opus Dei conocía probablemente esa procedencia, pero en esta homilía prefiere utilizarla en castellano, tal vez para no tener que proceder a traducirla.” (Conversaciones con Monseñor Escrivá de Balaguer, edición crítico histórica, Ed. RIALP 2012.)

San Josemaría dice en la homilía pronunciada en Navarra: “en un laboratorio, en el quirófano de un hospital, en el cuartel, en la cátedra universitaria, en la fábrica, en el taller, en el campo, en el hogar de familia y en todo el inmenso panorama del trabajo, Dios nos espera cada día”. Y algo más adelante: “No hay otro camino, hijos míos: o sabemos encontrar en nuestra vida ordinaria al Señor, o no lo encontraremos nunca”. 

Se puede deducir que no es una cosa el algo divino, sino que es Dios mismo a quien encontramos porque “nos espera cada día”. Entonces, ¿por qué utiliza la expresión “hay un algo santo, divino, escondido en las situaciones más comunes, que toca a cada uno de vosotros descubrir”? (Homilía “Amar al mundo apasionadamente”). 

Algo divino y cotidiano al mismo tiempo

¿Qué es ese “algo santo, divino” sino Dios mismo? podemos preguntarnos. Quizá la interpretación es que Dios nos quiere transmitir “algo”, que bien se podría traducir por “Alguien”, “que toca a cada uno de vosotros descubrir”.

La vuelve a utilizar el Fundador del Opus Dei más adelante, con un matiz: “Esta doctrina de la Sagrada Escritura (…) os ha de llevar a realizar vuestro trabajo con perfección, a amar a Dios y a los hombres al poner amor en las cosas pequeñas de vuestra jornada habitual, descubriendo ese algo divino que en los detalles se encierra”; de manera que el “algo divino” se encierra en los detalles, en las cosas pequeñas, aquellas que las personas hacemos cada día, cuando ponemos amor. 

Por tercera vez la usa al referirse al amor humano: “Realizad las cosas con perfección, os he recordado, poned amor en las pequeñas actividades de la jornada, descubrid —insisto— ese algo divino que en los detalles se encierra: toda esta doctrina encuentra especial lugar en el espacio vital, en el que se encuadra el amor humano”.

La expresión también la utiliza san Josemaría en alguna otra homilía, como es en el caso de “Hacia la santidad”: “Nos convencemos de que no hay mal, ni contradicción, que no vengan para bien: así se asientan con más firmeza, en nuestro espíritu, la alegría y la paz, que ningún motivo humano podrá arrancarnos, porque estas visitaciones siempre nos dejan algo suyo, algo divino. Alabaremos al Señor Dios Nuestro, que ha efectuado en nosotros obras admirables, y comprenderemos que hemos sido creados con capacidad para poseer un infinito tesoro”.

Para conocer una realidad en profundidad las personas intentamos descubrir sus partes constituyentes, las funciones que tienen y las relaciones entre ellas, y esto no sucede en Dios, ya que en Él no hay partes constituyentes. De esta forma, cuando hablamos de la Voluntad de Dios, de su Infinito Amor, Bondad, Providencia y Misericordia, así como de su Inmensidad, Omnipotencia, Esencia y Ser, estamos hablando de lo mismo, porque en Dios todas se identifican, son el mismo Dios. Y de Él lo que más nos engrandece y eleva es su Amor, que se encuentra “al poner amor en las cosas pequeñas de vuestra jornada habitual”.

San Josemaría, pues, insta a que, en el trabajo, en las ocupaciones ordinarias y corrientes y en las relaciones con los demás –especialmente en el ámbito familiar-el cristiano ponga amor para encontrar el amor de Dios, sabiendo que ese amor es esforzado, hacendoso, diligente, sacrificado. 

Lo recoge él mismo en la homilía Trabajo de Dios”: Me gusta mucho repetir —porque lo tengo bien experimentado— aquellos versos de escaso arte, pero muy gráficos: mi vida es toda de amor / y, si en amor estoy ducho, / es por fuerza del dolor, / que no hay amante mejor / que aquel que ha sufrido mucho. Ocúpate de tus deberes profesionales por Amor: lleva a cabo todo por Amor, insisto, y comprobarás —precisamente porque amas, aunque saborees la amargura de la incomprensión, de la injusticia, del desagradecimiento y aun del mismo fracaso humano— las maravillas que produce tu trabajo. ¡Frutos sabrosos, semilla de eternidad!”.

Ernst Burkhart y Javier ahondan con detalle; así, se preguntan: ¿Qué significa que las actividades profanas no sean “exclusivamente profanas”, sino que escondan “un algo divino”? Estos autores proporcionan una explicación teológica detallada y profunda, abordando el tema de manera exhaustiva: El quid divinum, ese “algo santo” que toca a cada uno descubrir, es como la impronta que Dios ha dejado en todas las cosas al crearlas en Cristo y para Cristo; una impronta que conlleva una llamada a cooperar libremente con Dios para orientar todo a Cristo. Veámoslo por pasos. El “algo santo” no es sólo la presencia divina de inmensidad, con la que sostiene a todas las criaturas en el ser, aunque sin duda alude san Josemaría a esa presencia cuando escribe que, a ese Dios invisible, lo encontramos en las cosas más visibles y materiales. El “algo santo” se refiere también a los designios de Dios acerca de las actividades humanas que tienen por objeto las realidades terrenas. 

Sin embargo, tampoco se reduce a esto el quid divinum, aunque lo abarca. Cuando el cristiano trata las realidades temporales en su actividad profesional, familiar o social, puede descubrir, con la luz de la fe, “su último destino sobrenatural en Cristo”, según dice en el texto citado. No es que en las cosas haya algo sobrenatural, sino que el cristiano puede ordenar al fin sobrenatural (el único fin último) las actividades que tienen por objeto las realidades creadas, puede descubrir que Dios le llama a poner a Cristo en el ejercicio de esas actividades, a ordenarlas a su Reino. Para esto, desde luego, ha de procurar llevarlas a cabo con perfección, de acuerdo con sus leyes propias. Pero no basta. Ha de buscar en último término su propia perfección como hijo de Dios en Cristo por medio de esas actividades: ha de tender a la identificación con Cristo por el amor y las virtudes informadas por el amor. Entonces sí se puede decir que ha encontrado el quid divinum, el “último destino sobrenatural en Cristo” que tienen las actividades humanas, y está poniendo a Cristo en la cumbre de su quehacer, porque lo pone en la cumbre de su propio corazón, que es donde Él quiere ser elevado y reinar.

Elementos de ese algo divino

Tenemos, pues, dos elementos del quid divinum. Uno es perceptible con la luz de la razón y está en el objeto de cada actividad temporal: sus leyes propias, queridas por Dios, con su fin inmediato. El otro presupone el anterior, pero únicamente se percibe con la luz de la fe, porque sólo ésta permite “ver su último destino sobrenatural en Jesucristo”. 

Continúan diciendo que «Ese algo santo lo descubre el amor que el Espíritu Santo derrama en los corazones. Cuando esto sucede, la misma actividad que se está realizando se convierte en materia de oración, de diálogo con Dios. Un diálogo que a veces puede tener lugar con palabras y conceptos, considerando el “algo santo” que se ha descubierto. Pero otras veces puede no necesitar palabras ni conceptos: ser oración contemplativa que trasciende el quid divinum. Volvamos a recordar unas palabras de san Josemaría: Reconocemos a Dios no sólo en el espectáculo de la naturaleza, sino también en la experiencia de nuestra propia labor (Es Cristo que pasa, 48). 

Ese “algo santo”, dice san Josemaría, está “escondido”, como si se encontrara detrás de las situaciones comunes o tuviera su mismo color, de modo que hace falta empeño, esfuerzo, para descubrirlo. El quiddivinum es una ocasión de santificación (y de apostolado) que muchas veces no brilla a los ojos humanos. Está delante de nosotros, en la entraña de lo que hacemos, pero es preciso buscarlo con interés, como se busca un tesoro. Y mucho más que un tesoro terreno, porque aquí está en juego la santidad”. 

Otras explicaciones a la expresión quid divinum vienen desde la docencia universitaria; así, la profesora Ana Marta González indica que “Con ello se corresponde otro aspecto crucial del mensaje de san Josemaría: el aprecio por la contingencia como el lugar privilegiado para la manifestación de Dios, precisamente porque es ahí, en ese espacio de contingencia, donde el hombre ejercita y materializa su libertad. Ambas cosas se contienen en la invitación de san Josemaría a encontrar el quid divinum que se encierra en los detalles, y que toca a cada uno descubrir.

No se trata solo de una recomendación piadosa, sino de advertir el kairós, la oportunidad y el valor del momento presente, en el que la presencia de Dios se nos hace material y de algún modo visible: hacer bien las cosas que tenemos entre manos no es ya solamente un requerimiento ético, derivado de nuestra posición en la sociedad humana, sino la oportunidad concreta que se nos ofrece de corresponder al don de Dios y de materializar su presencia en el mundo de los hombres, poniendo de manifiesto que no por ser ordinaria deja de ser transformadora”.(Mundo y condición humana en san Josemaría Escrivá. Claves cristianas para una filosofía de las ciencias sociales. Romana, Nº 65, Julio-Diciembre 2017, p. 368-390)

Otra exposición la encontramos en la página web del Opus Dei: “Ese quid divinum que corresponde descubrir a cada uno, contribuyendo así a que también otros se animen a descubrirlo, es sencillamente “la voluntad de Dios en esos detalles pequeños y grandes de la vida”, es decir, lo que da valor y significado transcendente a la vida ordinaria es que, en y desde ella, Dios dice lo que espera de cada uno”. 

La presencia de Dios para un cristiano y la llamada que Él hace a cooperar con sus designios son las dos caras de la misma moneda, inseparables y vinculadas. Y aquí entra de lleno lo que san Josemaría indicaba al decir «Dios nos espera cada día”. Estamos presentes a Él y le tenemos presente para responder a su llamada permanente. 

Pero la espera de Dios no es como nuestras esperas, que pueden ser estáticas; Dios no se dedica “a hacer otra cosa” mientras espera nuestra respuesta. Dios está presente en la vida de cada persona de forma dinámica, siempre ofrece amor y pide amor, se nos da y nos pide, es don y tarea. 

Así lo recoge también el Catecismo de la Iglesia Católica cuando nos enseña que “en todas sus obras, Dios muestra su benevolencia, su bondad, su gracia, su amor; pero también su fiabilidad, su constancia, su fidelidad, su verdad”

Conclusiones 

Teniendo en cuenta las diversas explicaciones se puede concluir: 

Descubrimiento del Amor Divino: Descubrir el quid divinum implica reconocer el amor de Dios manifestado en todos los aspectos de la vida, desde las personas y circunstancias hasta los esfuerzos y dificultades. 

Escondido en lo Común: Según san Josemaría, el «algo santo» está «escondido» detrás de situaciones comunes y es necesario un esfuerzo consciente para descubrirlo. No siempre es evidente a simple vista y requiere una búsqueda activa. 

Oración y Diálogo con Dios: La actividad descubierta como «algo santo» se convierte en un medio para la oración y la comunicación con Dios. Este diálogo puede manifestarse en palabras y conceptos, o puede ser una oración contemplativa que trasciende la comprensión del quid divinum

Perspectiva Personal: La percepción del quid divinum como una expresión del amor divino es una visión personal, no una verdad de fe universalmente establecida. 

Inspiración Mutua: Al descubrir el «quid divinum», no solo se encuentra valor y propósito en la propia vida, sino que también se puede motivar a otros a buscar lo mismo. 

Voluntad de Dios: El quid divinum representa la voluntad de Dios manifestada tanto en los pequeños como en los grandes aspectos de la vida, confiriendo a la existencia ordinaria un valor y un significado trascendentes.

El autorJavier Rodríguez Balsa

Educación

La Pontificia Universidad de la Santa Cruz cumple 40 años

La Pontificia Universidad de la Santa Cruz cumple 40 años y en el discurso inaugural del curso 2024-2025, el Prelado del Opus Dei, Fernando Ocáriz, ha animado a los miembros de la institución académica a cultivar la virtud de la paciencia, sin la cual “es imposible esperar en el cumplimiento de las promesas del Señor”.

Paloma López Campos·7 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

La Pontificia Universidad de la Santa Cruz inicia su 40º año académico. En el discurso de inauguración del curso 2024-2025, monseñor Fernando Ocáriz, Prelado del Opus Dei y Gran Canciller de la Universidad, animó a los miembros de la institución académica a “trabajar con paciencia, confiando en la esperanza”.

Fernando Ocáriz aprovechó su intervención para agradecer “todas las gracias recibidas” durante las cuatro décadas de labor, un trabajo que está “al servicio de la Iglesia universal”. Junto a esta mirada al pasado, el Prelado del Opus Dei ha expresado su confianza en el futuro de la institución y, haciéndose eco del Año Jubilar de la Esperanza convocado por el Papa, ha animado a los presentes a “pedir con frecuencia la gracia de la paciencia”. Sin esta virtud, ha dicho monseñor Ocáriz, “es imposible esperar en el cumplimiento de las promesas del Señor”.

Abrirse «a la obra del Espíritu»

La inauguración del año académico comenzó con una Misa presidida por monseñor Giovanni Cesare Pagazzi, Secretario del Dicasterio para la Cultura y la Educación. En la homilía, Pagazzi invitó a los miembros de la Universidad a abrirse “a la obra del Espíritu”, sin miedo a cómo pueda presentarse su “fuerza transformadora”.

El Secretario del Dicasterio también fue el encargado de dar la lección inaugural del curso. Durante su ponencia, destacó el papel de la Universidad como “casa de estudio” y lugar de transmisión del conocimiento. La universidad debe ser, por tanto, un lugar donde los alumnos sienten que sus profesores “fomentan la confianza, liberan del miedo, construyen un espacio interior, estimulan el esfuerzo y promueven un buen hábito”.

Tras la lección de monseñor Pagazzi, el Rector, Fernando Puig, subrayó en un discurso inaugural la identidad cristiana de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. Esta identidad permite realizar un trabajo “humanamente bien hecho” que proporciona a los estudiantes una formación de calidad. Asimismo, el rector habló brevemente sobre el nuevo Plan estratégico 2024-2029 que está preparando la Universidad para seguir mejorando su labor.

La Pontificia Universidad de la Santa Cruz en cifras

Después de las palabras de Fernando Puig, habló Hugo Francisco Elvira Ramos, representante de los alumnos, quien agradeció el trabajo realizado por todas las personas que han hecho posible “la comunidad viva y dinámica que es hoy nuestra Universidad”.

Estas generaciones anteriores han tenido un claro impacto, como muestran las cifras que ofrece la Universidad Pontificia de la Santa Cruz. En los últimos años, la institución académica ha contado con casi 15000 estudiantes de 129 países. De estos alumnos, 75 han sido nombrados obispos o creados cardenales. De todos estos alumnos, más de 7500 realizaron sus estudios con una beca, proporcionada gracias a los aproximadamente 25000 benefactores que tiene la Universidad.

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Vaticano

El Papa a los católicos de Oriente Medio: “Sois una semilla amada por Dios”

El Papa Francisco ha enviado una carta a los católicos de Oriente Medio en el primer aniversario del ataque de Hamás a Israel. En su mensaje, el Pontífice muestra su cercanía con todos los que sufren a causa de la guerra.

Paloma López Campos·7 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Un año después del ataque de Hamás a Israel, el Papa Francisco ha enviado una carta a los católicos de Oriente Medio asegurando su oración por ellos. Como es ya frecuente, el Santo Padre ha insistido en que “la guerra es una derrota”, pero que “años y años de conflictos parecen no habernos enseñado nada”.

Francisco ha calificado a los católicos de Oriente Medio como “un pequeño rebaño indefenso, sediento de paz” y les ha agradecido el deseo que tienen de permanecer en sus tierras, junto a su capacidad “de rezar y amar a pesar de todo”.

“Sois una semilla amada por Dios”, les ha dicho el Papa, que también les ha animado a no dejarse “engullir por la oscuridad que os rodea”. El Pontífice ha invitado a los católicos que viven en estas zonas de guerra a ser “brotes de esperanza”, a “testimoniar el amor en medio de las palabras de odio” y a fomentar “el encuentro en medio de la confrontación”.

En su mensaje Francisco ha repetido que, “como cristianos, nunca debemos cansarnos de implorar la paz de Dios”. De ahí nace precisamente la jornada de oración y ayuno que convocó la semana pasada para el 7 de octubre. “La oración y el ayuno”, ha explicado el Pontífice, “son las armas del amor que cambian la historia, las armas que derrotan a nuestro único y verdadero enemigo: el espíritu del mal que fomenta la guerra”.

El Papa se une al dolor de todos

Además, el Papa ha mostrado su cercanía a todas las personas que viven en el Oriente Medio, independientemente de su confesión religiosa. Francisco dirige su cariño a “las madres que lloran”, a “quienes se han visto forzados a dejar sus hogares”, “a los que tienen miedo de alzar la mirada por el fuego que llueve desde el cielo” y “aquellos que tienen sed de paz y justicia”.

El Santo Padre ha aprovechado también la carta para agradecer su labor a los “hijos e hijas de la paz, por consolar el corazón de Dios, herido por la maldad de la humanidad”. Ha dado las gracias asimismo a los “obispos y sacerdotes, que lleváis el consuelo de Dios a quienes se sienten solos y abandonados”. A ellos dirige una petición: “mirad al pueblo santo al que estáis llamados a servir y dejad que vuestros corazones se conmuevan, dejando a un lado, por el bien de vuestro rebaño, toda división y ambición”.

El Papa ha concluido su mensaje pidiendo la intercesión de la Virgen María, “Reina de la paz” y de san José, “patrón de la Iglesia”.

Leyenda negra y Memoria democrática en España

En algunos países democráticos los políticos asumen prácticas propias de sistemas totalitarios, utilizando la historia para crear una versión oficial de los hechos e inspirar las leyes de un país en una determinada dirección política.

7 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

“El que controla el pasado controla el futuro; y el que controla el presente controla el pasado” es una frase de la célebre novela 1984 de George Orwell. Con estas palabras, el lúcido y valiente escritor británico reflejaba la pretensión de los totalitarismos del s. XX de dominar el relato histórico al servicio de sus intereses de poder y de dominio.

Al terminar el primer cuarto del s. XXI, nos encontramos con que desgraciadamente los sistemas totalitarios no son exclusivos del pasado s. XX, sino que continúan en nuestro siglo y parece que nos seguirán acompañando en el futuro. Aquellos siniestros regímenes políticos del siglo pasado en los que el Estado concentraba todos los poderes en un partido único (el comunista, el fascista, el nacionalsocialista o como se llame en cada ocasión) y controlaba las relaciones sociales bajo una sola ideología oficial no han desaparecido del escenario. En la actualidad observamos que alrededor de un 40% de la población mundial vive bajo sistemas dictatoriales.

Aparte de una larga lista de dictaduras actuales, hay países democráticos en los que los políticos en el poder asumen prácticas propias de sistemas totalitarios. Una de ellas es utilizar la historia para fijar una ideología y una versión oficial de la historia que sea la única aceptada y controlar así todas las relaciones sociales e inspirar las leyes y costumbres de un país en una determinada dirección política.

Hay dos ejemplos cercanos a nuestro entorno cultural: la leyenda negra española (impulsada inicialmente por Inglaterra y Francia para hacer frente al predominio español en el s. XVI pero asumida después por españoles e hispanoamericanos con intereses políticos y económicos a menudo espurios) y la memoria democrática española (entendiendo por ésta la articulación de políticas públicas que dicen querer cumplir los principios de verdad, justicia, reparación y garantías de no repetición para quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura de Franco en el s. XX ). 

Se ha convertido en un tópico hablar de la importancia capital del relato en la comunicación política. El relato no es nada más que la voluntad de transmitir un mensaje utilizando la estructura narrativa. Y cuando hablamos de un mensaje en realidad estamos hablando de nuestro «punto de vista». Siempre que se transmite un mensaje utilizando la estructura narrativa sencilla (presentación, desarrollo y desenlace) éste es más fácil de entender, más fácil de recordar y más fácil de transmitir a otros. Si esto lo aplicamos a la historia de un país, de manera que se consiga establecer una especie de “historia oficial” en la que hay unos buenos y unos malos, puede resultar muy eficaz a la hora de conseguir un predominio ideológico y una permanencia prolongada en el poder.

No hay inconveniente en que cada uno cuente la historia de su país de la forma que considere oportuno, en función de lo que ha leído, escuchado o vivido. Y es comprensible que los partidos políticos utilicen lo mejor que saben la comunicación política para transmitir sus mensajes. El problema surge cuando una persona o un grupo político utiliza los fondos, las instituciones y el sistema educativo públicos para imponer un relato oficial que convenga a sus intereses políticos. 

En una verdadera democracia, el poder político no debe establecer una verdad ni una historia oficial en la que su opción política aparezca como la única aceptable y saludable para la vida del país, al mismo tiempo que usa todos los recursos públicos y todo el poder del Estado para situar a los partidos de la oposición y a los ciudadanos que los apoyan como enemigos del bien de la nación. Este maniqueísmo político atenta directamente contra el pluralismo ideológico y político necesario para que pueda hablarse de una democracia sana y no de un sistema que está instalado en el totalitarismo o se dirige hacia él.

La leyenda negra española sigue siendo utilizada por diversos totalitarismos -y no sólo por ellos- en Hispanoamérica (Cuba, Venezuela y Nicaragua) con el objetivo de identificar un culpable de los males que padecen que no sean los actuales gobernantes. La llamada memoria democrática está siendo utilizada en España por el PSOE -con la excusa de la justa reparación a las víctimas de la dictadura franquista- para fijar un relato histórico obligatorio en el cual este partido es el protagonista de todos los avances sociales mientras que la oposición y todo el que se oponga a él es un fascista, heredero de una sangrienta dictadura que terminó hace ya 50 años.

Parece que la leyenda negra antiespañola ha sido y es todavía útil en Hispanoamérica como “chivo expiatorio” al que culpabilizar de todos los males que sufren algunos de sus países sin que mucha gente caiga en la cuenta de que quizás la situación actual se debe más a la labor de los líderes de la independencia del s. XIX y a sus herederos en los dos últimos siglos que a los tres siglos de virreinatos españoles que dejaron unas sociedades bastante más avanzadas que las que se encontraron al llegar a América nuestros ancestros, que también los son de la mayoría de esos líderes hispanoamericanos. Dos siglos después de los procesos de independencia americanos, parece cuanto menos sospechoso seguir echando la culpa a España del atraso de sus países y de los atropellos a los derechos humanos causados por sus actuales sátrapas.  

Respecto a la memoria democrática, cuando un partido político, que ha gobernado en España durante 6 años en la II República y la guerra civil y casi 30 años de la actual democracia, se arroga la exclusividad del relato de la historia de España durante el siglo XX, podemos hablar de manipulación política con intereses espurios. La historia y menos aún la historia de un siglo tan conflictivo como el pasado en España no puede estar en manos de ningún partido político pues es difícil que no aproveche la situación con fines totalitarios. La pretensión de ser el único partido de España con derecho a juzgar las acciones y los hechos de los demás españoles durante décadas del pasado es asimismo totalitaria.

En una democracia no puede haber un partido que diga cómo juzgar la historia del país ni quienes son los buenos y quienes los malos. Eso deben juzgarlo libremente los historiadores y los ciudadanos, no el poder político. El interés en mantener viva la memoria de un régimen político que terminó hace 50 años por parte de un partido con 145 años de historia -y no pocos delitos de sangre a sus espaldas y actual colaboración de uno de sus expresidentes con la dictadura venezolana- resulta verdaderamente sospechoso y no debería admitirse por el grave riesgo de deterioro democrático que supone.

En una democracia, el poder político debe limitarse a garantizar la libertad de pensamiento, información y de expresión, pues si se dedica a limitar esas libertades por motivos políticos está socavando los fundamentos de la democracia y preparando el camino hacia el totalitarismo. No podemos admitir que se instauren en nuestras sociedades democráticas ninguna clase de “ministerios de la verdad”.

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Iniciativas

Cirineo. Donar con transparencia e impacto

Dos jóvenes españoles, Nacho y Carlos, son los impulsores de Cirineo: una plataforma que une beneficiarios y donantes para ayuda en alimentación y servicios básicos y atención psicológica a familias vulnerables.

Maria José Atienza·7 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

“Todo empezó hace más de dos años  a raíz de unos bocadillos”, rememora Nacho, uno de los iniciadores de Cirineo. “Cada mañana me cruzaba con un pobre, Jordi, en el semáforo. Todos los días me pedía dinero. Yo nunca doy dinero, y se lo decía pero lo que comencé a hacer era era ir al bar cercano, pagarle un café y un bocadillo y él podía ir a tomárselo cuando quisiera”. 

A raíz de esa acción casi cotidiana, Nacho pensó en la posibilidad de llevarlo “a gran escala”, de tal modo que hubiera personas que pudieran dar un dinero sabiendo perfectamente cómo se iba a utilizar. Así se gestó Cirineo: una plataforma digital a través de la que particulares y empresas pueden realizar donaciones sabiendo a quién se destinan y en qué se invierte ese dinero. 

En su página web www.cirineov.es se explica perfectamente cómo convertirse en donante o cómo acercarse a ellos para canalizar ayudas. 

Su lema, “Donar con transparencia e impacto total” define a la perfección las líneas fundamentales de un proyecto con el que estos dos jóvenes madrileños ayudan a medio centenar de familias…, por ahora.

Los beneficiarios

Ya son más de 90 las familias que han recibido ayuda para su compra básica o para soporte psicológico a través de Cirineo. ¿Cómo se escogen las familias opersonas a las que se ayuda? “No lo hacemos nosotros directamente porque no somos una fundación, ni una ONG”, explica Carlos. “Colaboramos con Cáritas Parroquiales o con otras fundaciones y asociaciones en cinco ciudades de España. Ellas son las que realizan el filtrado e indican las familias a las que ayudar y las necesidades que tienen. Después de esto, nosotros nos ponemos en contacto con ellos y empezamos nuestra relación directa Cirineo-beneficiario”. 

Carlos y Nacho hablan casi siempre de “familias beneficiarias” porque la mayoría de quienes reciben esta ayuda son familias con hijos pequeños, aunque también “se ha ayudado a personas individuales, sobre todo en temas de atención psicológica”.

La ayuda se mantiene hasta que la asociación les indique o hasta que los mismos beneficiados ya manifiestan no necesitar: “Hace poco una familia que llevaba bastante tiempo con ayuda para alimentación nos comunicó que habían encontrado trabajo y que querían que esa ayuda fuera para otras familias”.

 Se establece además una relación directa con cada beneficiario: “Cada vez que consumen una ayuda, además de mandar el ticket y un agradecimiento al donante, nosotros también les preguntamos sobre su día a día. Huimos de generar una sensación de pena, las preguntas son del tipo: ¿Cuáles son tus sueños? ¿Qué tal las notas de los niños? ¿Hacéis algo especial por Navidad?”. Estainformación se comparte con el donante, pero toda la relación entre donante y beneficiario se realiza a través de Cirineo, para evitar cualquier tipo de “dependencia”.

Los donantes

Cirineo cuenta con más de 300 donantes, empresas y particulares, que apoyan a decenas de familias en distintos puntos de España. Las donaciones “standard” van desde los 5 euros mensuales hasta los 50 euros, con los que se puede apadrinar una familia, pero la generosidad no tiene límite hacia arriba. Una vez que se comienza con la donación, los donantes reciben la información de cuál es el destino de la donación y fotos para que sean conscientes de dónde se ha gastado y cómo se ha gastado realmente esa ayuda. Cuando se ayuda a una familia, además se recibe un mensaje de agradecimiento de esa familia y un seguimiento de su evolución. 

Eso si, los donantes no “eligen al beneficiario”, como explican los iniciadores: “En la web tenemos la opción de apadrinar a una familia directamente donando 50 euros de forma mensual y puedes decidir en qué ciudad quieres que se realice la ayuda”, pero la familia beneficiaria viene dada por la organización o la Cáritas parroquial que la conoce. 

Una cosa distingue a los donantes de Cirineo: son más jóvenes que la media -están en la treintena- y “dan dos veces más que la media española”. Una juventud comprometida de la que los iniciadores del proyecto están orgullosos y que se explica, por una parte, por la facilidad de donación, a través de la plataforma de www.cirineov.es, y también por la transparencia total de cómo y quién recibe e invierte el dinero donado.

Nacho y Carlos. Fundadores de Cirineo.

Negocios adheridos

La idea madre de Cirineo es que el 100% de la cantidad donada vaya al beneficiario. El proyecto se sostiene por una comisión que el proyecto cobra a los negocios adheridos a Cirineo, es decir, los beneficiarios gastan esa donación en un determinado establecimiento adherido a la plataforma y es éste el que paga una comisión a la plataforma para su sostenimiento.

Actualmente, trabajan con una red de supermercados que tiene presencia en casi todas las principales ciudades españolas y varias consultas de psicología. 

“Nuestro sueño es poder ofrecer también servicios de oftalmología, odontología… etc. Estamos hablando con otros proveedores para meternos en material escolar y temas de ropa”. Un sueño que, aunque difícil hoy por hoy porque siguen siendo sólo dos personas las que están detrás de Cirineo, tienen deseos de hacer realidad en un futuro próximo.

¿Cómo funciona?

Las personas beneficiarias a través de Cirineo reciben, en forma de vale de compra que lleva asociado un código QR, la cantidad asignada por el donante. Con ese vale, pueden ir al establecimiento adherido a Cirineo y hacer la compra necesaria. Una vez realizada la compra, remiten el ticket a Cirineo y desde aquí se envía a los donantes. “Total transparencia”, destacan los iniciadores, “eso es lo principal en Cirineo”. 

“No queremos hacer personas dependientes”, subrayan Carlos y Nacho, “de ahí que trabajemos con asociaciones o fundaciones que conocen directamente las necesidades de las familias y que pueden hacerles un seguimiento. Queremos ser un aporte más en el proceso de esas familias de ir saliendo de la pobreza”. 

En la actualidad, Cirineo trabaja con personas beneficiarias y asociaciones en cinco ciudades españolas: Madrid, Barcelona, Lugo, Vigo y Guadalajara. La mayoría de las personas “llegan a través de diferentes Cáritas parroquiales, pero hay algunas otras fundaciones y asociaciones. Por ejemplo, en Madrid, también trabajamos con RedMadre, que atiende a futuras madres en situaciones complicadas”. 

A más donaciones y más recurrentes, más ayuda

“Las personas a las que ayudamos dependen, claro, del dinero con el que podamos contar de los donantes, por eso intentamos que la donación sea recurrente”, explican. “Es importante para nosotros tener la capacidad de saber a cuántas familias podemos ayudar. Cuantos más donantes, más familias a las que se puede ayudar y, cuanta más recurrencia, más facilidad para tener una previsión y que no tengamos que dejar de ayudar a nadie por falta de donaciones”

A día de hoy, más de 70.000 euros se han destinado a estos bienes de primera necesidad o apoyo psicológico para familias vulnerables a través de Cirineo que espera seguir creciendo para auydar cada vez a un mayor número de familias. 

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Vaticano

El Papa anuncia la creación de 21 nuevos cardenales

Tras varios meses con rumores sobre la posibilidad de que el Papa organizara un nuevo consistorio, este domingo Francisco ha anunciado los nombres de los 21 nuevos cardenales.

Javier García Herrería·6 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Al finalizar el Ángelus de hoy, el Papa Francisco ha anunciado la creación de 21 nuevos cardenales. El décimo consistorio en once años de pontificado tendrá lugar el 8 de diciembre de 2024, día de la Inmaculada.

Como es habitual en los nombramientos cardenalicios del Papa Francisco, los prelados proceden de numerosas parte del mundo. Por primera vez no hay ningún prelado español. Hay 4 obispos italianos, 4 hispanoamericanos y ninguno estadounidense.

Esta es la lista completa:

1. S.E. Mons. Angelo Acerbi, Nuncio Apostólico.
2. S.E. Mons. Carlos Gustavo CASTILLO MATTASOGLIO, arzobispo de Lima (Perú).
3. S.E. Mons. Vicente BOKALIC IGLIC C.M., arzobispo de Santiago del Estero (Primado de la Argentina).
4. S.E. Mons. Luis Gerardo CABRERA HERRERA, O.F.M., Arzobispo de Guayaquil (Ecuador).
5. S.E. Mons. Fernando Natalio CHOMALÍ GARIB Arzobispo Santiago de Chile (Chile).
6. S. E. Mons. Tarcisio Isao KIKUCHI, S.V.D., Arzobispo de Tokio (Japon).
7. S.E. Mons. Pablo Virgilio SIONGCO DAVID, obispo de Kalookan (Filipinas).
8. S. E. Mons. Ladislav NEMET, S.V.D., Arzobispo de Beograd -Smederevo, (Serbia).
9. S.E. Mons. Jaime SPENGLER, O.F.M., Arzobispo de Porto Alegre (Brasil).
10. S.E. Mons. Ignace BESSI DOGBO, Arzobispo de Abidjan (Costa d’Avorio).
11. S.E. Mons. Jean-Paul VESCO, O.P., Arzobispo de Alger (Argelia).
12. S.E. Mons. Paskalis Bruno SYUKUR, O.F.M., Obispo di Bogor (Indonesia).
13. S. E. Mons. Dominique Joseph MATHIEU, O.F.M. Conv., Arzobispo de Teheran Ispahan (Iran).
14. S.E. Mons. Roberto REPOLE, Arzobispo de Turín (Italia).
15. S.E. Mons. Baldassare REINA, obispo auxiliar de Roma, vicario general de la diócesis.
16. S.E. Mons. Francis LEO, Arzobispo de Toronto (Canada).
17. S.E. Mons. Rolandas MAKRICKAS, Arzobispo coadjutor de Santa María la Mayor.
18. S.E. Mons. Mykola BYCHOK, C.Ss.R., obispo de la Eparquía de los Santos Pedro y Pablo de Melbourne de los ucranianos.
19. R.P. Timothy Peter Joseph RADCLIFFE, OP, teologo.
20. R. P. Fabio BAGGIO, C.S., subsecretario de la sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio Humano Integral.
21. Mons. George Jacob KOOVAKAD, oficial de la Secretaría de Estado, responsable de los viajes papales.

Estados Unidos

Los católicos estadounidenses se unen a la jornada de oración y ayuno por la paz

Siguiendo la invitación del Papa Francisco, el arzobispo Timothy P. Broglio, presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, invitó a los obispos y feligreses del país a “unirse en oración ferviente por el fin de la violencia y abrir el camino hacia la reconciliación y la paz”.

Gonzalo Meza·6 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Para conmemorar el primer aniversario del ataque de Hamás a Israel, el Papa Francisco ha pedido a los católicos observar un día de oración y ayuno por la paz el 7 de octubre. Atendiendo este llamado, el arzobispo Timothy P. Broglio, presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, invitó a los obispos y feligreses del país a “unirse en oración ferviente por el fin de la violencia y abrir el camino hacia la reconciliación y la paz”.

En una carta enviada a los obispos norteamericanos el 2 de octubre, Mons. Broglio señala que tanto la pérdida de vidas en Israel y Gaza como el aumento de los crímenes de odio en los Estados Unidos son una fuente de gran dolor.

La compasión, indicó, “no es un juego de suma cero. Oímos los gritos de lamento de todos nuestros hermanos israelíes, palestinos, judíos, musulmanes y cristianos, quienes han sido traumatizados por estos eventos. Nos unimos al duelo por quienes perdieron la vida y compartimos el ferviente deseo de una paz duradera”, señala el prelado.

En ese sentido, Mons. Broglio hizo un llamado a combatir todas las formas de odio hacia judíos y musulmanes y a trabajar por una paz duradera. Nuestra fe, dice Broglio, nos enseña a tener esperanza incluso en las circunstancias más oscuras, porque Cristo ha resucitado de entre los muertos: “de la muerte, Dios hace surgir una nueva creación. Al acercarse este aniversario, en un momento de angustia y trauma, busquemos maneras de expresar nuestra solidaridad con nuestros hermanos y hermanas judíos y musulmanes. Comprometámonos a trabajar por una paz duradera en la tierra donde nació el Señor Jesús”, concluyó.

Cultura

San Bruno, fundador de la Orden de los Cartujos

San Bruno, fundador de la Orden de los Cartujos, rechazó nombramientos eclesiásticos para llevar una vida de silencio y oración. Gracias a él, actualmente existen 23 cartujas en el mundo; la más reciente se fundó en Corea del Sur.

José M. García Pelegrín·6 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

El domingo 9 de octubre de 2011, Benedicto XVI viajó a la cartuja de Serra San Bruno; su predecesor, san Juan Pablo II, ya había estado allí el 5 de octubre de 1984. El nombre de esta población perteneciente a la provincia italiana de Ancona, en la región de las Marcas, proviene de san Bruno, quien fundó el monasterio en 1091.

En su visita, Benedicto XVI se refirió a la vida contemplativa: “La comunión eclesial necesita una fuerza interior, esa fuerza que hace un momento el padre prior recordaba citando la expresión ‘captus ab Uno’, referida a san Bruno: ‘aferrado por el Uno’, por Dios, ‘Unus potens per omnia’, como hemos cantado en el himno de las Vísperas. El ministerio de los pastores toma de las comunidades contemplativas una savia espiritual que viene de Dios”. Y más adelante: “Esta vocación, como toda vocación, encuentra su respuesta en un camino, en una búsqueda que dura toda la vida”.

San Bruno y la sobriedad de los Cartujos

San Bruno fundó la Orden de los Cartujos, que está considerada como la más estricta dentro de la Iglesia católica. La sobriedad de los cartujos se refleja no sólo en su estilo de vida, sino también en su liturgia, basada en la elaborada por san Bruno y sus compañeros. Esta liturgia incluye muchos tiempos de silencio y carece de instrumentos musicales, aunque incorpora el canto cartujano, similar al canto gregoriano pero más austero.

En la página web oficial “chartreux.org“ se dice del fundador: “Maestro Bruno, ‘hombre de corazón profundo’, después de haber dirigido largo tiempo la escuela catedral de Reims, respondiendo al llamado divino de una vida exclusiva por Dios solo, se introdujo en el macizo de Chartreuse en 1084 con seis compañeros para hacer revivir en Occidente el espíritu de los Padres del Desierto. Luego fundó otro monasterio en Calabria, donde murió en 1101”. Su muerte ocurrió el 6 de octubre, fecha en que la Iglesia católica celebra su memoria.

Nacimiento de la Orden

Bruno nació hacia el año 1030 en Colonia, en la actual Alemania, y desde joven destacó tanto por su intelecto como por su piedad. Estudió en Reims, donde luego se desempeñó como maestro y canónigo respetado. Su lucha contra la simonía, la compra de cargos eclesiásticos, lo marcó profundamente, llevándolo a buscar una vida apartada de la política eclesiástica y los bienes materiales.

La perfección cristiana que anhelaba la encuentra, junto a un grupo de compañeros, en una vida dedicada plenamente a la oración y la contemplación: en 1084, el obispo Hugo de Grenoble, antiguo alumno de Bruno, les cedió un terreno inhóspito y rocoso en los Alpes franceses. Allí fundaron La Grande Chartreuse, el monasterio madre de la Orden de los Cartujos. Este monasterio se convirtió en un modelo de vida monástica centrado en el silencio, la oración y el trabajo manual.

Los monjes cartujos viven en un retiro casi absoluto, pasando gran parte de sus días en soledad, dentro de sus propias celdas, donde oran, meditan y realizan labores manuales. Las reuniones comunitarias son escasas y las conversaciones, limitadas. Una vez a la semana se les permite hablar durante un paseo comunitario, y el resto del tiempo se comunican a través de señas.

Corte papal y últimos años de san Bruno

Sin embargo, Bruno no pudo disfrutar plenamente de su retiro durante muchos años. En 1090, el Papa Urbano II, otro antiguo alumno suyo, lo llamó a Roma. Aunque deseaba profundamente vivir en soledad, Bruno obedeció, pero pronto descubrió que la vida en la corte papal no era compatible con su espíritu ascético. Rechazó el ofrecimiento de ser nombrado arzobispo de Reggio en Calabria, optando por regresar a la vida solitaria en un lugar aún más remoto, donde fundó su segundo monasterio en La Torre, Calabria.

Pasó sus últimos años en este eremitorio, rodeado de laicos y clérigos que compartían su búsqueda de la vida perfecta en la contemplación y el silencio. Su muerte, el 6 de octubre de 1101, marcó el fin de una vida dedicada a Dios, pero también el inicio de una veneración que perduraría a lo largo de los siglos.

A pesar de la austeridad de su vida, la influencia de Bruno fue profunda y duradera. Su legado se extendió rápidamente a través de la Orden de los Cartujos, que se expandió por Europa y alcanzó su apogeo en el siglo XVI, con alrededor de 5.600 monjes y monjas distribuidos en 198 monasterios.

A diferencia de otras órdenes religiosas, los cartujos no buscaron la canonización formal de su fundador durante siglos. Sólo en 1514, bajo el papado de León X, se reconoció oficialmente la santidad de Bruno mediante un decreto papal que confirmaba su veneración, sin necesidad del tradicional proceso de canonización. Más tarde, en 1623, su fiesta fue extendida a la Iglesia universal, consolidando así su lugar en la historia de la espiritualidad católica.

La Orden de los Cartujos hoy

El impacto de Bruno en la espiritualidad cristiana reside en su rechazo a las tentaciones del poder y la riqueza, y en su búsqueda de una vida dedicada exclusivamente a la oración y el servicio a Dios. En una época marcada por la corrupción y la ambición de poder dentro de la Iglesia, Bruno destacó por su pureza de corazón e integridad, cualidades que inspiraron a sus contemporáneos y que continúan sirviendo de modelo para los monjes cartujos de hoy.

Actualmente, la Orden de los Cartujos sigue existiendo, con 23 cartujas (18 de monjes y 5 de monjas) en todo el mundo, donde unos 270 monjes y 60 monjas siguen los preceptos de su fundador. Los cartujos continúan viviendo de según las estrictas normas establecidas por Bruno hace más de 900 años, manteniendo la práctica del silencio, la oración constante y el trabajo manual, y abrazando el lema de la orden: ”Stat crux dum volvitur orbis” (“La cruz se mantiene firme mientras el mundo gira”). Un lema extendido sostiene que la orden cartujana no ha sido nunca reformada porque nunca se ha deformado (“Nunquam reformata, quia nunquam deformata”).

Vocaciones

La vocación profesional en las enseñanzas de San Josemaría

El profesor Diego Poole ha presentado esta ponencia en la Convention of the Fellowship of Catholic Scholars, de la Universidad Católica de América. El artículo aborda la concepción de la vocación profesional en las enseñanzas de San Josemaría.

Diego Poole·6 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 12 minutos

Álvaro D’Ors, uno de los más prestigiosos profesores de derecho romano, en la última clase que impartió a sus alumnos en la Universidad de Navarra, dibujó sobre la pizarra un triángulo, y escribió en cada lado las siguientes tres frases: “amas si sirves”, “sirves si vales”, “vales si amas”.

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Estas tres frases, aparentemente tan sencillas, contienen una verdad muy relevante sobre el sentido del trabajo humano que me propongo recordar en esta ponencia, y que constituye la esencia del mensaje del Opus Dei.

“Amas si sirves”

Amar a alguien es procurar su bien prestándole algún servicio en la medida de sus necesidades y de nuestras posibilidades. Y el trabajo profesional es nuestra forma cotidiana de servir, esto es, de amar. 

Es una deformación del cristianismo reducir la caridad sólo a las prácticas de beneficencia (dar limosna, atender un comedor social, dar catequesis…), y peor todavía, reducirlas a prácticas dentro de los recintos eclesiales. 

Para un cristiano en medio del mundo el lugar cotidiano de la práctica de la caridad es el trabajo profesional.

Por tanto, cuanto más capacitados estemos técnicamente (como médicos, maestros, ingenieros, policías…) tanto mejor podremos servir a los demás. 

Y vivir la caridad, mediante el trabajo bien hecho, es la principal manifestación evangelizadora. Por eso, el trabajo hecho por amor a la persona a la que se sirve es una forma excelente de evangelización, porque es la forma ordinaria de vivir la caridad. 

En el fondo, el valor de cualquier trabajo se mide por el servicio que presta a los demás. El trabajo bien hecho es un servicio bien hecho a otra persona. Nadie es buen profesional con independencia del servicio que presta a otros. Por eso no se puede ser buen profesional y mala persona; ni se puede ser buena persona y mal profesional. En realidad va en la definición de profesión el servicio que se presta, y cuando no sirve a nadie, no es que uno sea un mal profesional, es que ni siquiera es un profesional. Por ejemplo, no es zapatero aquel que fabrica unos zapatos excelentes y luego los quema, ni tampoco es un orador el que da unos discursos “excelentes” a un púbico inexistente. Sin un buen servicio, no hay un buen trabajo; y sin servicio no hay trabajo en absoluto.

La moral no es una exigencia extrínseca a la profesión, como una serie de añadidos que hacen más meritoria la propia profesión, sino que la moral ayuda a definir la profesión. Y la primera norma deontológica de cualquier profesión u oficio es la exigencia de conocer bien las normas técnicas de dicha profesión u oficio. 

“Sirves si vales”

Sirves si vales, esto es, si eres competente en tu profesión, si estás bien preparado, si estudias para realizar cada vez mejor tu oficio, si estás al día en las últimas técnicas; sirves si eres puntual, si escuchas a tus colegas, a tus clientes, a tus pacientes, a tus alumnos… Para servir bien no basta la buena voluntad, hace falta trabajo constante, estudio, competencia técnica. Si uno es médico y es un mal médico, es una mala persona. Y lo mismo si uno es estudiante, pero no estudia, es una mala persona. Toda nuestra vida ha de ser un esfuerzo renovado por servir cada día mejor a los demás, y esto requiere competencia profesional. 

Además, la calidad del trabajo reconfigura la personalidad moral del sujeto, en un círculo virtuoso (o vicioso, según se trabaje). De este modo, cada trabajador podrá comprender su trabajo como una verdadera obra de arte, que realiza cada día, sobre los demás, sobre el mundo y sobre sí mismo.

“Vales si amas”

Al final cada hombre vale lo que vale su amor. San Josemaría decía con frecuencia que cada uno vale lo que vale su corazón

El hombre fue creado para amar. Y si no ama, si se encierra en sí mismo, traiciona su vocación, la llamada de Dios a unirse con Él, en Sí mismo, y en los demás. Jesucristo nos reveló como será el examen del juicio final que determinará la suerte eterna de cada uno de nosotros: «Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.» (Mateo 25:35-36)

Scott Hahn, en su magnífico libro Trabajo ordinario, gracia extraordinaria: mi camino espiritual en el Opus Dei, explica que no es que Dios hiciera al hombre y a la mujer para el trabajo, sino que «hizo el trabajo para el hombre y la mujer, porque solo a través del trabajo podrían ser semejantes a Dios». Con la gracia, que nos asemeja a Dios, se nos dio el don del trabajo, para que sirviéramos a los hombres como los sirve Dios. El Señor no dejó el mundo incompleto por un defecto de fábrica, sino para el hombre lo completara sirviendo así a sus hermanos. Lograr la perfección de la Creación por ella misma no es la finalidad del trabajo, sino por el servicio que presta al hombre y a Dios. Trabajar es a amar a nuestros hermanos, y en ellos, a Dios. Todo trabajo es, al mismo tiempo que un servicio a los hombres, un acto de adoración a Dios. 

“Todas las obras de los hombres se hacen como en un altar, y cada uno de vosotros, en esa unión de almas contemplativas que es vuestra jornada, dice de algún modo su misa, que dura veinticuatro horas, en espera de la misa siguiente, que durará otras veinticuatro horas, y así hasta el fin de nuestra vida”.

Dios asocia al hombre a su labor creadora en servicio del hombre, pero también le asocia en su labor redentora de su hijo Jesucristo. Entre las muchas luces extraordinarias que recibió San Josemaría, el día 6 de octubre de 1966, durante la celebración de la Santa Misa, experimentó muy vivamente el esfuerzo de la Santa Misa, por el que Dios le hizo ver que la Misa es verdadero trabajo esforzado, y que el trabajo es una Misa.  

“A mis sesenta y cinco años, he hecho un descubrimiento maravilloso. Me encanta celebrar la Santa Misa, pero ayer me costó un trabajo tremendo. ¡Qué esfuerzo! Vi que la Misa es verdaderamente Opus Dei, trabajo, como fue un trabajo para Jesucristo su primera Misa: la Cruz. Vi que el oficio del sacerdote, la celebración de la Santa Misa, es un trabajo para confeccionar la Eucaristía; que se experimenta dolor, y alegría, y cansancio. Sentí en mi carne el agotamiento de un trabajo divino” “A mí nunca me ha costado tanto la celebración del Santo Sacrificio como ese día, cuando sentí que también la Misa es Opus Dei. Me dio mucha alegría, pero quedé hecho migas (…) Esto sólo se ve cuando Dios lo quiere dar”.

Y D. Ernesto Juliá comenta que, con esto, Dios hizo ver a San Josemaría, para que lo enseñara a todo el mundo, 

“Que la Obra se va a realizar en la medida en que el trabajo se convierta en Misa, y que la Misa se va a realizar en su plenitud en la medida en que se convierta en trabajo en la vida de Josemaría Escrivá y en la vida de cada uno de los llamados a la Obra, como fue trabajo la vida de Cristo”.

“Esta es la doctrina que Josemaría Escrivá debe recordar en el seno de la Iglesia. La dificultad que ahora se presenta [para comprender el Opus Dei] va a servir también para que la Iglesia se comprenda mejor, y se alcance a ver en toda su plenitud, venciendo la inercia de siglos de un modo de ver la santidad, que la ‘plenitud de la unión con Dios’ cuenta con la realidad del trabajo. La vida espiritual del cristiano es una ‘misa’, ‘un trabajo de Dios’, pues la Misa es todo el ‘trabajo’ de Cristo presentado a Dios Padre para la redención del mundo” .

san josemaria trabajo
Sesión de trabajo en el congreso de Universidad Católica de América.

Scott Hahn, comentado esto mismo escribe en libro antes citado: 

«Nosotros trabajamos para poder adorar más perfectamente. Adoramos mientras trabajamos. Cuando los primeros cristianos buscaron una palabra que describiera su adoración eligieron leitourgia. una palabra que, como la hebrea ábodah pudiese indicar la adoración ritual, pero que significase también ‘servicio público’, como la labor de los barrenderos, o de los hombres que encienden las farolas al llegar la noche. El sentido se hace evidente para quienes conocen las lenguas bíblicas, estén familiarizados o no con la tradición de la liturgia católica».

San Josemaría hablaba con frecuencia de la “unidad de vida” del cristiano para referirse precisamente a este lograr que toda la vida (la mayor parte del tiempo de la vida lo gastamos en el trabajo) fuera un acto de adoración a Dios. En uno de los escritos más famosos de San Josemaría, considerado por muchos como la Carga Magna de la espiritualidad del Opus Dei, podemos leer:

“Dios os llama a servirle en y desde las tareas civiles, materiales, seculares de la vida humana: en un laboratorio, en el quirófano de un hospital, en el cuartel, en la cátedra universitaria, en la fábrica, en el taller, en el campo, en el hogar de familia y en todo el inmenso panorama del trabajo, Dios nos espera cada día. Sabedlo bien: hay un algo santo, divino, escondido en las situaciones más comunes, que toca a cada uno de vosotros descubrir.

Yo solía decir a aquellos universitarios y a aquellos obreros que venían junto a mí por los años treinta, que tenían que saber materializar la vida espiritual. Quería apartarlos así de la tentación, tan frecuente entonces y ahora, de llevar como una doble vida: la vida interior, la vida de relación con Dios, de una parte; y de otra, distinta y separada, la vida familiar, profesional y social, plena de pequeñas realidades terrenas.

¡Que no, hijos míos! Que no puede haber una doble vida, que no podemos ser como esquizofrénicos, si queremos ser cristianos: que hay una única vida, hecha de carne y espíritu, y ésa es la que tiene que ser en el alma y en el cuerposanta y llena de Dios: a ese Dios invisible, lo encontramos en las cosas más visibles y materiales.

No hay otro camino, hijos míos: o sabemos encontrar en nuestra vida ordinaria al Señor, o no lo encontraremos nunca. Por eso puedo deciros que necesita nuestra época devolver a la materia y a las situaciones que parecen más vulgares su noble y original sentido, ponerlas al servicio del Reino de Dios, espiritualizarlas, haciendo de ellas medio y ocasión de nuestro encuentro continuo con Jesucristo.

(…) En la línea del horizonte, hijos míos, parecen unirse el cielo y la tierra. Pero no, donde de verdad se juntan es en vuestros corazones, cuando vivís santamente la vida ordinaria…” .

Conclusiones (algunas, entre muchas otras):

El trabajo profesional forma parte, y parte importante, de la vocación a la propia santidad.

Esta es una idea que repite San Josemaría en muchas ocasiones. Ser infiel a nuestras obligaciones profesionales, de servicio a los demás, es una manera de ser infiel al cristianismo.

Cuando yo estudiaba la carrera de Derecho en una universidad pública de Madrid, pero que tenía oratorio y un capellán religioso, anciano y muy piadoso, una vez me paró en pasillo de la facultad y me dijo, más o menos (no es literal, pero casi): “Diego, ¿sabes una cosa? Estoy empezando a comprenderos. Hoy uno de los chicos que procede de un colegio del Opus Dei se ha confesado conmigo; se ha acusado de ‘no estudiar’. Nunca había escuchado ese pecado”.

El trabajo profesional, al ponernos en relación con los demás, nos muestra ya el sentido de misión de nuestra fe.

La fe se practica no sólo yendo a la Iglesia, sino también, y con mucha más frecuencia, yendo al trabajo. Cuando doy charlas sobre el apostolado del cristiano suelo repetir que nuestras “actividades apostólicas” están siempre llenas de gente, porque, por ejemplo, un médico siempre tiene el hospital (público o privado, católico o no, da lo mismo) lleno de pacientes a los que atender; un maestro (de una escuela pública o privada, católica o no, da lo mismo) tiene sus aulas llenas de estudiantes a los que enseñar; un conductor tiene su autobús lleno de pasajeros a los que servir; una azafata, un músico, un actor de cine, un payaso de circo, un policía, un minero, un soldado, un marinero, un ama de casa…. tienen su actividades llenas de gente a la que servir, y todas son actividades apostólicas, y si son buenos profesionales, todas están llenas de gente. Cuando a San Josemaría le pedían estadísticas de los frutos apostólicos del Opus Dei, no podía responder, porque la labor de la Obra es incontable. Cuando en 1967 preguntaron a San Josemaría ¿Cómo ve usted el futuro del Opus Dei en los años por venir?, respondió:

“El Opus Dei es todavía muy joven. (…) La labor que nos espera es ingente. Es un mar sin orillas, porque mientras haya hombres en la tierra, por mucho que cambien las formas técnicas de la producción, tendrán un trabajo que pueden ofrecer a Dios, que pueden santificar. Con la gracia de Dios, la Obra quiere enseñarles a hacer de ese trabajo un servicio a todos los hombres de cualquier condición, raza, religión. Al servir así a los hombres, servirán a Dios” .

Y todo esto no significa “instrumentalizar” el trabajo para “evangelizar” sino dar al trabajo su sentido más profundo, como nuestra principal obra de servicio, y, por tanto, de amor.

Es preciso educar desde la infancia a los cristianos sobre la relevancia evangélica de su tarea profesional 

Es preciso hace comprender a los jóvenes que el éxito profesional se mide el servicio que prestan a los demás, y para que sea un buen servicio, necesitan formarse bien. No se forman para destacar, sino para servir.

Este espíritu no es sólo del Opus Dei, sino patrimonio de la Iglesia universal,

La Obra —así lo recalcó Pablo VI en una carta manuscrita el 1 de octubre de 1964 dirigida a San Josemaría— ha nacido en este tiempo nuestro «como expresión pujante de la perenne juventud de la Iglesia». La Iglesia se renueva continuamente, y a veces parece como una nave a punto de naufragar, pero siempre, en cada época de la historia, es revitalizada por el Espíritu Santo que la guía.

La persecución será constante

El Opus Dei es perseguido, y lo será mientras el demonio esté suelto, lo mismo que los cristianos de todos los tiempos han sido y serán perseguidos, y tanto más perseguidos, cuanto más fieles son al Evangelio. “Cuando el río suena, agua lleva”, dicen algunos escépticos ante las críticas contra la Obra. Y los cristianos respondemos, al menos en nuestro interior: Jesucristo era Dios, y… lo crucificaron. Mira tú qué éxito. Y precisamente en la cruz, cuando ellos pensaban que habían vencido, Jesús triunfó definitivamente sobre el mal, sobre el demonio y la muerte. 

En unos momentos en los que había gente, también dentro de la jerarquía, que quería hacer daño al Opus Dei, San Josemaría, pocos meses antes de su muerte en 1975, en una meditación dirigida a unos hijo suyos les decía:

“¿Qué nos puede preocupar en la tierra? ¡Nada! ¿Y qué poder de aquella gente? Delante del poder de Dios que está con nosotros, es ¡nada! Y el odio sarraceno de estos eclesiásticos y de aquellos a quienes éstos manejan como monigotes, ¿qué puede contra Dios que está con nosotros? ¡Nada! Y ellos tienen las alturas y nosotros estamos en el valle, ellos tienen el poder y nosotros no ¡qué importa si Dios está con nosotros¡ ¡Nada! Luego, lo importante es que Dios esté con nosotros. Y después, paz, serenidad” .

Instaurare Omnia in Christo

Instaurare omnia in Christo, dice San Pablo a los de Éfeso, y añade San Josemaría: renovad el mundo en el espíritu de Jesucristo, colocad a Cristo en lo alto y en la entraña de todas las cosas

El mundo está esperando la plenitud de su forma, que la dará el reinado de Cristo. Todo está dispuesto para ese fin.

No en vano el sello de la obra es la cruz dentro del mundo (como una horma que mantiene su forma).

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Por otra parte, Dios hizo ver a San Josemaría con una luz extraordinaria la fuerza atractiva de la cruz si los cristianos la imprimimos en medio del mundo. Fue el 7 de agosto de 1931, cuando apenas habían transcurrido dos años desde que Dios le hiciera ver el Opus Dei. ¿Qué vio San Josemaría? Él mismo lo cuenta:

“(…) en el momento de alzar la Sagrada Hostia, sin perder el debido recogimiento, sin distraerme —acababa de hacer in mente la ofrenda del Amor Misericordioso—, vino a mi pensamiento, con fuerza y claridad extraordinarias, aquello de la Escritura: ‘et si exaltatus fuero a terra, omnia traham ad me ipsum’ (Ioann. 12, 32). Ordinariamente, ante lo sobrenatural, tengo miedo. Después viene el ¡ne timeas!, soy Yo. Y comprendí que serán los hombres y mujeres de Dios, quienes levantarán la Cruz con las doctrinas de Cristo sobre el pináculo de toda actividad humana… Y vi triunfar al Señor, atrayendo a Sí todas las cosas».

Magnanimidad

Con esta mentalidad, los cristianos hemos de ir por el mundo convencidos de que somos la fuerza de Dios, la sal de la tierra, la luz del mundo. 

Cuando en los años 50 viajaban en tren hacia Galicia (una región del noroeste de España) dos jóvenes profesionales para extender allí el Opus Dei, se les acercó otro pasajero y les preguntó: ¿Ustedes son de la Armada” (porque en Galicia está la escuela superior de la Armada española). Y uno de ellos, sin inmutarse, respondió: “No. Nosotros somos de la que se va a armar”.

El Opus Dei enseña mucho más que ética del trabajo, es una teología, una metafísica del trabajo

Por todo lo que hemos visto, la espiritualidad que difunde el Opus Dei no es una simple “ética del trabajo”, como decía Max Weber acerca de la ética calvinista. Es una verdadera «teología del trabajo», una metafísica del trabajo.

Hemos de trabajar con perfección

Ni que decir tiene que hemos de trabajar siempre lo mejor posible, porque si el trabajo es nuestra ofrenda a Dios, hemos de depositar sobre el altar un trabajo bien hecho, como Jesucristo en su taller y sobre la cruz. “Bene omnia fecit, decía San Josemaría parafraseando el evangelio de Marcos, y añadía: todo lo ha hecho admirablemente bien: los grandes prodigios, y las cosas menudas, cotidianas, que a nadie deslumbraron, pero que Cristo realizó con la plenitud de quien es perfectus Deus, perfectus homo, perfecto Dios y hombre perfecto.

Cuidado de las cosas pequeñas

Convenceos de que ordinariamente no encontraréis lugar para hazañas deslumbrantes, entre otras razones, porque no suelen presentarse. En cambio, no os faltan ocasiones de demostrar a través de lo pequeño, de lo normal, el amor que tenéis a Jesucristo

Esto no es elitismo

A veces han acusado al Opus Dei de dirigirse a los mejores profesionales. No es verdad. Se dirige a todos. Pero quien aprende esta espiritualidad, se hace cada día mejor. Quien no quiera superarse cada día, no comprenderá este espíritu. Este afán de superación no consiste en destacar sobre los demás, sino sobre uno mismo. 

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Al final de la conferencia el autor proyectó este breve vídeo:

El autorDiego Poole

Profesor de Derecho. Universidad Rey Juan Carlos.

Vaticano

Diócesis de Roma: un motu proprio papal une el centro con las periferias

El Papa Francisco ha firmado "La vera bellezza", con la que interviene la estructura territorial de la Diócesis de Roma con vistas al Jubileo.

Giovanni Tridente·5 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Lleva fecha de 1 de octubre de 2024, el nuevo motu proprio emitido por el Papa Francisco titulado «La vera bellezza» (La verdadera belleza), una medida con la que interviene sobre la estructura de la Diócesis de Roma para tratar de resolver los antiguos problemas surgidos de la separación urbanística entre el centro histórico y la periferia. Una decisión que no es sólo una medida administrativa, sino una respuesta pastoral a un desafío que concierne a la identidad y a la misión de la diócesis de la que es cabeza el Obispo de Roma y que, como tal, preside en la caridad a todas las demás Iglesias particulares del mundo.

Las razones de la reforma

La elección del Papa Francisco tiene una razón fundamental: en las últimas décadas, el crecimiento urbano de Roma ha creado una clara división entre el centro histórico y los suburbios. Mientras que el núcleo más cercano a la Ciudad del Vaticano, pero también a las demás basílicas papales, se ha convertido en un lugar simbólico y un destino exclusivo para peregrinos y turistas, las periferias se han desarrollado rápidamente, creando al mismo tiempo nuevas necesidades pastorales y sociales.

Esto hizo necesario pensar en una reorganización que integrara el centro histórico en la dinámica pastoral de las periferias. En este sentido, las características «cinco prefecturas» del Sector Central se distribuirán en los cuatro sectores periféricos existentes: Norte, Este, Sur y Oeste. El objetivo -explica el Papa en el motu proprio- es favorecer una mayor unidad en la gestión pastoral y hacer más accesible el centro histórico a todos los fieles de la diócesis, no sólo a peregrinos y turistas.

Al fin y al cabo, el mismo centro de Roma, con sus iglesias ricas en historia y arte, no debe percibirse como un lugar separado de la vida cotidiana de la ciudad, sino como parte integrante de la espiritualidad y la fe vividas por los romanos. En este sentido, el próximo Jubileo de 2025 puede ser una oportunidad para reforzar este vínculo: incluso los fieles de los suburbios se sentirán más inclinados a redescubrir el patrimonio espiritual del centro histórico. Evidentemente, será «un camino que requerirá varios meses de trabajo».

Continuidad pastoral

Como puede resultar evidente, esta medida se inscribe en el contexto más amplio de la atención que el Papa Francisco siempre ha prestado a las periferias, tanto geográficas como existenciales. Desde el inicio de su pontificado, el Pontífice ha insistido en la necesidad de una Iglesia que salga de su seguridad para llegar a todos, especialmente a los más marginados. La reorganización de la diócesis de Roma refleja esta visión: eliminar la división entre el centro y las periferias significa promover una Iglesia más unida y capaz de dar testimonio de su misión con mayor eficacia.

Cuatro principios

El motu proprio «La verdadera belleza» se basa en cuatro principios de la Doctrina Social de la Iglesia, que Francisco ya había destacado en su exhortación apostólica «Evangelii Gaudium»: «el tiempo es superior al espacio», «la realidad es más importante que la idea», «la unidad prevalece sobre el conflicto» y «el todo es superior a la parte». Principios que ahora aplica a su diócesis, con el objetivo de construir una Iglesia más abierta, inclusiva y capaz de responder a los retos del presente y del futuro.

En particular, el Papa Francisco subraya que el tiempo es un elemento crucial en la vida pastoral: tiempo para encontrarse con Cristo, tiempo para crecer en la fe y tiempo para vivir en comunidad.
Una invitación a redescubrir la belleza de la unidad eclesial y a vivir la fe de manera más integrada, hacia un futuro de mayor comunión, caridad y apertura. De este modo, Roma se confirma como punto de referencia espiritual para el mundo entero.

Vocaciones

Salvador Rodea, Prepósito General de los Teatinos: «Creo que conocemos perfectamente nuestro carisma y queremos ​​que sea asumido tal cual es»

Entrevista al líder de los Teatinos en el V centenario de su fundación. A raíz de esta efeméride explica la naturaleza de su carisma, su identidad, misión y el proceso de discernimiento que están llevando a cabo sobre su futuro.

Hernan Sergio Mora·5 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

Los Teatinos, la primera orden religiosa compuesta únicamente por sacerdotes, celebraron el 14 de septiembre de 2024 el 500 aniversario de su fundación. A esta ocasión se sumó la peregrinación realizada a la Basílica de San Pedro, donde el Papa Francisco los recibió con gran afecto. Allí les dirigió una invitación: “La fidelidad debe renovarse. No puede haber fidelidad que no se renueve; permaneciendo fundada en lo antiguo, sí, pero al mismo tiempo dispuesta a demoler lo que ya no es necesario para construir algo nuevo dócil al Espíritu y confiados en la Providencia”.

Su nombre proviene de la diócesis de la ciudad italiana de Chieti, Theate en latín, donde fue obispo uno de los fundadores, Pietro Carafa, más tarde Papa Pablo IV.

Omnes tuvo la oportunidad de entrevistar a su superior general, el padre Salvador Rodea González, ingeniero mexicano de 54 años, reelegido en el 168 capítulo general para un segundo sexenio, hasta 2028. Compartió algunos de sus pensamientos, entre ellos el empeño para reforzar la identidad; ser creativos adaptando lo que sea necesario para hacer que la gente se enamore de Jesucristo y el proceso de discernimiento sobre futuras misiones «ad gentes» hacia el Oriente.  

Los franciscanos y los dominicos son más antiguos que ustedes, pero los jesuitas no, ¿verdad?

–Así es, los franciscanos, como los dominicos, tienen alrededor de 800 años, aunque somos la primera forma diferente de religiosos, lo que se llama “clericatura”. Nacimos en 1524, como instituto de vida consagrada con vida religiosa. No somos mendicantes como los franciscanos o los mercedarios, sino que somos clérigos, es decir, sacerdotes. Y la vida fraterna es una de las grandes características que tenemos.

¿Ustedes son la primera orden religiosa compuesta únicamente por sacerdotes?

–Sí, al principio todos eran sacerdotes diocesanos y hicieron los tres votos y empezaron a vivir en comunidad.

Se decía que al final del día los teatinos daban a los pobres todo lo que no habían usado.

–Era una idea muy radical la existente en la época de San Caetano, vivir del Altar y del Evangelio, lo suficiente, lo necesario, nada más. Sin ingresos fijos, sin negocio, simplemente con lo necesario. La Providencia proporcionaba para comer. Era una vida muy radical en ese momento.

¿Puede darnos algunos ejemplos?

–Siempre hay personas, sobre todo entre las más ricas, que queriendo salvar su alma ofrecen cosas o hacen construir iglesias, conventos o compran indulgencias. Fueron muchos los que se acercaron a nosotros con esta intención. Por ejemplo, en las cartas al conde Oppido de Nápoles, san Caetano le advierte: «si sigue trayendo cosas cerraremos esta casa»; de hecho, intentamos no tener más de lo que es necesario, de lo que hace falta, para no perder esa radicalidad.

Vuestra orden nació antes del Concilio de Trento. ¿Es parte de la Contrarreforma?

–Siempre se ha utilizado el término Contrarreforma, pero lo correcto sería reforma católica, porque san Cayetano no pretendía responder a Lutero y a otros reformadores, sino realizar una reforma cristiana desde dentro de la Iglesia, con el carisma de la reforma de el sacerdocio.

No olvidemos que San Caetano era un protonotario apostólico, por lo tanto conocía muchos detalles de la época sobre el clero religioso y secular, conocía los excesos y vicios, y consideraba que las cosas no podían seguir así.

¿Entonces fue con San Caetano con quien se inició una reforma entre los clérigos?

En realidad el origen de la reforma proviene de santa Catalina de Siena, se fraguó en el siglo XV, finalizando en el XVI con el Concilio de Trento.

¿Y los jesuitas?

Nacieron en 1540, es decir 16 años después de los teatinos. San Caetano estaba relacionado con san Ignacio de Loyola y hay dos teorías: una que el Papa quería que los jesuitas se unieran a nosotros, y la otra lo contrario. Pero había características de carisma que impedían esa fusión.

Si no me equivoco, en la audiencia el el Papa Francisco indicó que «se dice que los teatinos tenían algo con los jesuitas»…

–De hecho, uno de los fundadores de los Teatinos fue Pietro Carafa y se dice que cuando fue elegido como Papa Pablo IV, san Ignacio tembló, consideró el hecho adverso para su orden, en cambio Pablo IV confirmó a los jesuitas.

El carisma ha cambiado hoy, ¿cuál es el desafío que tienen ante ustedes?

–El carisma debe ser el mismo, adaptándolo al tiempo actual. Los Teatinos sufrieron en 1910 una pérdida de la originalidad del carisma, porque sólo quedaban en la orden 16 teatinos en todo el mundo. Entonces el Papa San Pío X que tenía mucha devoción por san Caetano, dijo que era necesario evitar que desaparecieran. El prefecto de Vida Consagrada de aquella época propuso que dos congregaciones de Derecho diocesano que se encontraban en la isla de Mallorca se unieran para fortalecer a los Teatinos.

Como los Teatinos ya eran una orden de Derecho pontificio, se conservó el nombre, pero con esta fusión pasaron a ser más de un centenar con los Ligures y los de la Sagrada Familia, perdiéndose un poco la esencia al unir estas diferentes espiritualidades. Entonces el superior general de esa época pidió volver al estudio de las fuentes y luego le siguieron las fundaciones en México, Argentina y después en Brasil, buscando siempre la originalidad del carisma, adaptándolo pero sin perder la esencia.

¿Cuál es entonces el principal desafío para los Teatinos hoy?

–Creo que los teatinos conocemos perfectamente nuestro carisma, y queremos ​​que sea asumido tal cual es. Por eso siempre estamos trabajando en la formación inicial y en la formación continua, porque queremos que haya una identidad clara.

El segundo desafío es ser creativo y, por tanto, comprender la figura del mundo; de lo contrario, trabajamos como en el siglo XVI. En cambio, hoy la imagen del mundo es diferente y la del siglo XXI aún más, por eso debemos entender cómo adaptarnos para llegar a nuestro pueblo, invitándolo y haciéndolo enamorar de Nuestro Señor Jesucristo. Este es el gran desafío.

¿Qué es lo más atractivo de los teatinos en el mundo actual, especialmente entre los jóvenes?

–Entre los jóvenes que llaman a nuestra puerta para ser teatinos, lo que más les atrae es la vida fraterna ante un mundo que invita a la individualidad, al egoísmo, al consumismo.

También tienen otras estructuras de apostolado, ¿no?

–Aunque vivamos de la Providencia, tenemos escuelas y casas de espiritualidad. Estas son parte de una dinámica de vida de la Iglesia destinada a preparar a los jóvenes, a los niños, a las familias gracias a la educación. De esta manera en lugar de darles una bolsa de comida, los preparamos para el mañana teniendo herramientas que permitan enfrentar. Mejor que recibir una manzana es poder cultivarla. Aunque la educación no era un carisma que existía al principio, es un carisma que heredamos de los Ligorianos.

¿Podría darme un ejemplo?

–En la ciudad de Cali, Colombia, cuando llegamos a un barrio con tanta violencia pensamos en un comedor para los niños, luego vimos que no era suficiente y construimos una escuela. ¿Pero cómo se hace cuando los niños vienen sin haber desayunado? Y luego cuando salen van a lugares donde hay violencia… Entonces adaptamos todo: vienen a la escuela, van a clase, desayunan, siguen lecciones, almuerzan, hacen deporte y por la tarde se regresan a sus casas.

Este barrio después de 30 años ha cambiado, hasta el punto de que lo han elevado a una categoría superior, y ahora nos encontramos en dificultades porque los impuestos han aumentado significativamente, antes era categoría 5, ahora pasó a categoría 3 y por lo tanto no podemos mantenerlo. ¿Qué se hace? ¿Se lo entregamos a la diócesis o cambiamos de barrio para trabajar? Necesitamos reflexionar sobre estas cosas.

¿Cuántos sacerdotes son en la orden?

–Somos 147 sacerdotes, 7 diáconos, 5 consagrados solemnes, una veintena de teólogos de primera profesión, además de novicios y aspirantes, en su mayoría de México y Brasil.

En Argentina hay mucha devoción a San Caetano como patrón del pan y del trabajo, ¿por qué?

Es una devoción que nació casi espontáneamente gracias a Mamá Antula. Ella fue quien la trajo al convento donde comenzaron. Allí construyeron una capilla y a este lugar llegaba el tren que venía a Buenos Aires desde el interior del país, y cuando la gente se bajaba pensaba que encontraría trabajo y allí estaba la estatua de San Cayetano. Dios usa medios impensables.

¿Hubo dificultades particulares en algunos países?

–Tuvimos una presencia maravillosa en algunos países de los que fue necesario salir por razones de guerra o porque no se podía llegar, en Asia, en el Cáucaso, en Armenia, en África. Aunque ahora estamos recibiendo invitaciones de estos lugares y escuchando la voz del Espíritu, porque algunos hermanos sienten el deseo de ir a otras culturas y están abriendo su corazón. De hecho estamos en Occidente, pero no en Asia o África. Y probablemente tendremos una rama misionera ‘ad gentes’ como se dijo en el Concilio Vaticano II. Estamos en discernimiento. Aunque aquí en Europa necesitamos reevangelizar, la voz del Espíritu no se cansa y abre nuevas puertas.

El autorHernan Sergio Mora

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Cómo salir de la crisis y salvar el matrimonio

A pesar de que a veces es difícil verlo, hay muchos motivos para querer salvar tu matrimonio: el bien de la pareja misma; el bien de los hijos, si los hay; y el bien de la sociedad.

5 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Hace poco en una conversación que sostuve con un hombre desolado, éste expresó: “no sé qué está pasando pero no me gusta el hecho de que yo cuido a los hijos de uno mientras mis hijos son cuidados por otro”.   

Vino a mí buscando orientación en momentos de confusión y dolor. Hacía un par de años que se separó de su esposa y ambos ya tenían una nueva pareja. En su momento, los dos pensaron que su relación era insostenible y vieron como única solución el divorcio. 

Pero su realidad actual les grita que no apostaron por una solución verdadera, sino que sucumbieron al engaño moderno de la gratificación inmediata. 

Ahora los dos quieren volver. Desearían poder reencontrarse pero tienen miedo.

Reconocer las crisis

Ante las crisis, podemos autodestruirnos o crecer. La crisis implica enfrentar circunstancias inesperadas ante las que no estamos preparados. Llegan a nuestras vidas para hacernos conocer nuestras fortalezas. Pero si nos precipitamos perdemos la oportunidad de crecer y, paralizados, optamos por lo que aparece como solución inmediata. En las crisis matrimoniales puede acecharnos la frase: “me voy hoy mismo” o, “¡te vas ya!”. Pero es necesario que optemos por soluciones reales, que elijamos crecer y no victimizarnos.

Salvar el matrimonio

Por ello te pido que si estás pasando por una crisis en tu matrimonio, te detengas antes de tomar cualquier decisión y consideres este camino de bendición para los dos, para toda su familia.

  1. En primer lugar, para salvar tu matrimonio has de quererlo: un poco de buena disposición y con herramientas adecuadas, llevarás tu relación a un nivel envidiable.  Detente. Piensa que realmente no quieres acabar con tu matrimonio sino con los problemas que hay en él.
  2. Hay muchos motivos para querer salvar tu matrimonio: el bien de tus hijos (los estudios avalan la convicción que el mejor desarrollo psicológico y emocional de los hijos se da en hogares donde papá y mamá se aman); el bien de la pareja misma (son numerosas las evidencias de que el matrimonio bien avenido sienta bien física y emocionalmente); y el bien de la sociedad (el tejido social se descompone de muchas maneras por los divorcios y separaciones).
  3. Tomar decisiones en pleno conflicto es un error de graves consecuencias: serénate, no hay prisa. Dile a tu cónyuge: “yo necesito ayuda y la buscaré”.  
  4. Alimentar la esperanza: pensar que no es posible convivir en paz bajo el mismo techo es un engaño. Todo tiene solución con un esfuerzo sincero y con la ayuda de Dios.
  5. Evitar acusaciones: no funciona en absoluto el estar subrayando todo lo que el otro hace mal ante la mirada del cónyuge que se siente frustrado. Lo mejor es pensar bien en los cambios personales que deben darse, reconociendo que ningún ser humano es perfecto, tampoco nosotros. Yo puedo comprometerme con cambios en mi propia conducta.  Si tengo vicios, aceptar con paz que me hacen daño a mi y a los que más debo amar. Trabajar por sustituir esos vicios con sus virtudes equivalentes. Buscar ayuda en lo personal antes de proponer una terapia de pareja. 
  6. Limpiar el corazón de toda clase de reclamos: saber perdonar, actuar como si la ofensa no se hubiera dado, dejar de anclarse en el pasado y decidirse a mejorar en el presente. 
  7. Perseverar en la lucha: tu matrimonio te necesita. Aunque el otro haya declarado que ya no te ama o que no puede hacer nada, tú estás en el equipo de Jesucristo que dijo con firmeza: “lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre” (Mt 19, 4-6). No se trata de suplicar el amor, sino de darlo con madurez. No debemos alentar la codependencia pero si trabajar por convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. Se trata de llevar al matrimonio a una gozosa madurez en el amor. 
  8. Apoyarse en Dios: acudir al experto en el amor. Oremos y pidamos oraciones a quienes nos aman. Que no nos quede la menor duda: Dios quiere la unidad.

Hay que emprender una nueva conquista. Dedícate a enamorar a tu cónyuge cada día. Deja de ver lo que él no te da y empieza a dar lo que tú has dejado de dar por tus propios resentimientos. 

Cumple tu propia responsabilidad y pon en manos de Dios el resto. ¿Quieres que el buen vino del amor llegue a tu hogar? Haz tu parte, llena las tinajas de agua hasta el tope y Dios hará el milagro.

Ana y la turismofobia

¿Qué nos ha pasado para que hasta algo tan agradable para unos e interesante económicamente para otros como es el turismo se haya convertido en fuente de conflictos?

4 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

La turismofobia es una tendencia que conozco bien pues tengo la suerte de vivir en uno de los destinos turísticos de moda a nivel mundial: Málaga. Mi ciudad no deja de salir en los rankings de lugares más deseados para visitar. Su agradable clima, su amplia oferta cultural y museística, la belleza de sus calles, playas y parajes naturales, la amabilidad de sus gentes (perdonen la inmodestia), y su gastronomía única la han convertido en un lugar envidiable al que todos quieren venir a vivir o al menos a pasar unos días.

Los beneficios de esta tendencia para los malagueños son indudables pues los ingresos que aporta el turismo redundan en provecho de todos, pero también son muchos los inconvenientes que nos toca sufrir: los jóvenes tienen que buscar casa fuera de la ciudad al no poder acceder al mercado inmobiliario, subida de precios en productos básicos, masificación de calles y espacios ciudadanos, desaparición del comercio tradicional…

Masificación turística y turismofobia

La masificación turística tiene el paradójico poder de transformar espacios únicos, y por eso admirados, en comunes y odiosos. Y es que una Málaga sin moscatel, espetos y pescaíto, porque lo que les gusta a los turistas son las hamburguesas y la cerveza de importación, no sería la ciudad que inspiró a Picasso; y es que una Málaga con las playas, los museos y los bares abarrotados hasta el punto de no encontrar sitio, no sería la Ciudad del Paraíso que cantó el Nobel Vicente Aleixandre; y es que una Málaga sin malagueños, no sería la ciudad que Antonio Banderas lleva por ídem. Lo mismo podrán decir otras ciudades como Venecia, Roma, Atenas o Cancún. Encontrar el equilibrio es difícil y ahí son las instituciones las que tienen que ponerse manos a la obra para no matar de éxito a la gallina de los huevos de oro.

Sin embargo, hoy quisiera reflexionar sobre otra perspectiva no menos importante para buscar soluciones al problema de la turismofobia, y es el de la forma en la que nos comportamos cuando hacemos turismo. Recuerdo con mucho cariño a Ana, una santa mujer de mi parroquia que, durante las peregrinaciones, no consentía que el personal de servicio le hiciera la habitación de los hoteles donde permanecíamos varias noches. Decía que la cama era lo primero que hacía cada mañana desde pequeña y que, por estar fuera de casa, no iba a dejar de hacerlo. “Así, además”, me decía con los ojillos brillantes de quien prepara una sorpresa, “le doy una alegría a la muchacha cuando entre a mi habitación”.

Su actitud me ayudó mucho a entender que el turista debe ser consciente de que los lugares por los que pasa no son su casa. Pero no, como hacen muchos, para desinhibirse y comportarse como no lo harían en la suya; sino para extremar el respeto y el cuidado, como cuando uno es el invitado en un hogar extraño. Porque uno se va al día siguiente y si te he visto no me acuerdo, pero las personas que trabajan allí y las que viven en esa ciudad, merecen mi consideración y agradecimiento por su hospitalidad.

La esencia del turismo

Sin llegar al extremo de Ana, cuya actitud podría dejar sin trabajo a muchísima gente si se extendiera, sí que tendríamos que revisar qué significa para nosotros hacer turismo. ¿Es una experiencia superficial que consiste solo en ver cosas nuevas y dar gusto a los sentidos sin importarnos quién está a nuestro alrededor o, por el contrario, buscamos admirar la belleza, enriquecer nuestro espíritu y encontrarnos con personas de otros lugares?

En este sentido, el reciente mensaje de la Santa Sede con motivo de la Jornada Mundial del Turismo abogaba por poner en el centro de la actividad turística la cultura del encuentro, tan fuertemente defendida por el Papa Francisco “el encuentro”, dice el texto, “es un instrumento de diálogo y de conocimiento mutuo; es fuente de respeto y de reconocimiento de la dignidad del otro; es una premisa indispensable para construir vínculos duraderos”.

¿Turistas o peregrinos?

Debemos buscar el encuentro con el otro porque somos peregrinos en un mundo en el que los países están cada vez más cerca, pero las personas cada vez más lejos. Por eso, el Papa Francisco invitaba recientemente a los jóvenes a no ser meros turistas, sino peregrinos. “Que vuestro caminar”, les dijo, “no sea simplemente un pasar por los lugares de la vida de forma superficial: sin captar la belleza de lo que van encontrando, sin descubrir el sentido de los caminos recorridos, capturando breves momentos, experiencias fugaces para conservarlas en un selfie. El turista hace esto. El peregrino, en cambio, se sumerge de lleno en los lugares que encuentra, los hace hablar, los convierte en parte de su búsqueda de la felicidad”.

Ahí está la clave, en no perder de vista, en casa y fuera de ella, que somos peregrinos y estamos de paso. Así que «¡Buen camino!».

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

Enseñanzas del Papa

Diálogo e inculturación de la fe. Claves del Papa en Asia y Oceanía

En su viaje apostólico más largo hasta la fecha el Papa Francisco ha tratado de llevar un mensaje de esperanza y cercanía a los fieles de Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.

Ramiro Pellitero·4 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 7 minutos

¿Qué ha dicho el Papa en los países de Asia y Oceanía que ha visitado? Hay quienes buscan “novedades” en las enseñanzas papales, pero lo importante es lo que dice en los distintos contextos.

Siguiendo los pasos de los pontífices anteriores, ha visitado Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur. Ya en Roma, en la audiencia general del miércoles siguiente (18-IX-2024), agradeció a Dios el haberle concedido “hacer como Papa anciano lo que habría querido hacer como joven jesuita, porque yo quería ir como misionero allí”. 

En comparación con la situación actual de Europa, ha observado, la Iglesia está en esos lugares mucho más viva, y esto lo ha comprobado escuchando los testimonios de sacerdotes, religiosas, laicos y sobre todo “catequistas, que son los que llevan adelante la evangelización”.

Fe, fraternidad, compasión

En Indonesia los cristianos son pocos (10 %) y los católicos una minoría (3 %). En un lugar donde son muy numerosos los musulmanes, el Papa ha admirado la nobleza y la armonía en la diversidad; de modo que los cristianos pueden testimoniar su fe en diálogo con grandes tradiciones religiosas y culturales. 

El lema de la visita a ese país era “fe, fraternidad y compasión”, valores que ha subrayado el Papa para todos, comenzando por los cristianos (cfr. Discurso en la catedral de Yakarta, 4-XI-2024). En este marco, el Evangelio entra cada día en lo concreto, en la vida de cada pueblo, acogiéndola y dándole la gracia de Jesús muerto y resucitado.

El diálogo y la colaboración entre los creyentes

Francisco mantuvo un encuentro de carácter interreligioso en Yakarta, en la mezquita “Istiqlal” (cfr. Discurso 5-IX-2024), diseñada por un arquitecto cristiano y unida a la catedral católica de Santa María de la Asunción por el “túnel subterráneo de la amistad”. Animó el Papa a los creyentes a proseguir con esa comunicación en la vida del país: “Los animo a continuar por este camino: que todos, todos juntos, cultivando cada uno la propia espiritualidad y practicando la propia religión, podamos caminar en la búsqueda de Dios y contribuir a construir sociedades abiertas, cimentadas en el respeto recíproco y en el amor mutuo, capaces de aislar las rigideces, los fundamentalismos y los extremismos, que son siempre peligrosos y nunca justificables”.

En esta perspectiva, quiso dejarles dos orientaciones. En primer lugar, ver siempre en profundidad.Porque más allá de las diferencias entre las religiones, diferencias en las doctrinas, ritos y prácticas, “podríamos decir que la raíz común de todas las sensibilidades religiosas es una sola: la búsqueda del encuentro con lo divino, la sed de infinito que el Altísimo ha puesto en nuestro corazón, la búsqueda de una alegría más grande y de una vida más fuerte que la muerte, que anima el viaje de nuestras vidas y nos impulsa a salir de nosotros mismos para ir al encuentro de Dios”. E insistió en lo fundamental: “Mirando en profundidad, percibiendo lo que fluye en lo más íntimo de nuestra vida, el deseo de plenitud que vive en lo más profundo de nuestro corazón, descubrimos que todos somos hermanos, todos peregrinos, todos en camino hacia Dios, más allá de lo que nos diferencia”. 

Con ello aludía a una de las claves de estos días: el significado de las religiones, y el diálogo y la colaboración entre los creyentes (cfr. el análisis de Ismatu Ropi, académico musulmán indonesio, en Alfa y Omega, 12-IX-2024). Pocos días después diría a los jóvenes en Singapur: “todas las religiones son un camino hacia Dios” (Encuentro, 13-IX-2024). Así es, y se cumple en las religiones propiamente dichas y en la medida en que respeten la dignidad humana y no se opongan a la fe cristiana. No se dice esto, por tanto, en referencia a las deformaciones de la religión como la violencia, el terrorismo, el satanismo, etc. 

Por otra parte, el Papa tampoco afirmó que las religiones fueran entre sí equivalentes, o que tuvieran el mismo valor en la perspectiva cristiana (cfr. la Declaración Nostra Aetate del Concilio Vaticano II y el magisterio posterior (cfr. la Declaración Dominus Iesus, de 2000). 

De hecho, la doctrina católica enseña que las religiones, junto con elementos de verdad y de bien, tienen elementos que es necesario purificar.

En segundo lugar, Francisco invitó a cuidar las relaciones entre los creyentes. Así como un pasaje subterráneo conecta, crea un enlace, “lo que realmente nos acerca es crear una conexión entre nuestras diferencias, ocuparnos de cultivar lazos de amistad, de atención, de reciprocidad”

En efecto, lejos de todo relativismo o sincretismo, esos vínculos, como han insistido y practicado también los Papas anteriores, “nos permiten trabajar juntos, caminar unidos en la consecución de algún objetivo, en la defensa de la dignidad del hombre, en la lucha contra la pobreza, en la promoción de la paz. La unidad nace de los vínculos personales de amistad, del respeto recíproco, de la defensa mutua de los espacios y las ideas ajenas”. 

En otros términos, se trata de “promover la armonía religiosa para el bien de la humanidad” y en esa línea se sitúa la Declaración conjunta preparada para esta ocasión (cfr. Declaración conjunta de Istiqlal). 

En ella asumimos con responsabilidad las grandes, y algunas veces, dramáticas crisis que amenazan el futuro de la humanidad, particularmente las guerras y conflictos, desafortunadamente alimentados también por las instrumentalizaciones religiosas; pero también la crisis medioambiental, que se ha convertido en un obstáculo para el crecimiento y la convivencia de los pueblos. Y ante este escenario, es importante que los valores comunes a todas las tradiciones religiosas se promuevan y se refuercen, ayudando a la sociedad a ‘erradicar la cultura de la violencia y de la indiferencia”.

Un faro de luz y de belleza

Dijo el Papa en su audiencia del miércoles 18 de septiembre que en Papúa Nueva Guinea encontró “la belleza de una Iglesia misionera, en salida”. Ese archipiélago donde se hablan más de ochocientas lenguas se le aparecía como un ambiente ideal para la acción del Espíritu Santo que “ama hacer resonar el mensaje del Amor en la sinfonía de los lenguajes”.

El país tiene una gran mayoría cristiana y un cuarto de ellos son católicos. Allí destacó la labor evangelizadora de los misioneros y los catequistas; el ambiente de entendimiento, sin violencias; el horizonte de fraternidad y desarrollo humano como “levadura” del Evangelio. “Porque”, dijo, evocando el magisterio de sus predecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI, “no hay nueva humanidad sin hombres nuevos ni mujeres nuevas, y esto lo hace solo el Señor”. 

A todos los que se profesan cristianos”, señaló al llegar al país, “os exhorto vivamente a que no reduzcanjamás la fe a una observancia de ritos y preceptos, sino a que ésta consista en el amor, en amar y seguir a Jesucristo, y pueda convertirse en cultura vivida, inspirando las mentes y las acciones, transformándose en un faro de luz que ilumine el trayecto. De este modo, la fe podrá ayudar a la sociedad entera a crecer y encontrar soluciones, buenas y eficaces, a sus grandes desafíos” (Encuentro con las autoridades en la “APEL Haus”, Port Moresby, Papúa Nueva Guinea, 7-IX-2024).

Inculturación de la fe y educación

Francisco se volcó, si cabe hablar así, con Timor Oriental, el país más joven de Asia: cerca del 65 % de la población tiene menos de 30 años, cuenta con un 98 % de católicos y, al mismo tiempo, es un país pobre y necesitado de apoyo, comenzando por la alfabetización. 

En su historia, señalaba en la audiencia general del día 18, “destaca la fuerza de la promoción humana y social del mensaje cristiano”, donde la Iglesia ha colaborado con todo el pueblo en el proceso de independencia, en el camino de la paz y de la reconciliación. 

No se trata”, puntualizó, recordando la visita de Juan Pablo II en 1989 a esas tierras, “de una ideologización de la fe, no, es la fe la que se hace cultura y al mismo tiempo la ilumina, la purifica y la eleva. (…) Hay que inculturar la fe y evangelizar las culturas”. Esta es otra de las claves del viaje del Papa. 

Los animó a seguir por ese camino para superar nuevos desafíos: la emigración y el desempleo, la pobreza, el consumo de alcohol entre los jóvenes. Los instó a formar con cuidado a la futura clase dirigente del país, con el apoyo de la Doctrina social de la Iglesia: “Inviertan en la educación, en la educación en la familia y en la educación en la escuela. Una educación que ponga en el centro a los niños y a los jóvenes, y promueva su dignidad.(…) El entusiasmo, la frescura, la proyección hacia el futuro, la valentía y el ingenio, típicos de los jóvenes, unidos a la experiencia y a la sabiduría de los mayores, forman una mezcla providencial de conocimientos e impulsos generosos hasta el mañana” (Encuentro con las autoridades en el Palacio presidencial de Dili, 9-IX-2024)

En el encuentro con la jerarquía católica y los colaboradores pastorales (cfr. Discurso en la catedral de Dili, 10-IX-2024) los invitó a cuidar y difundir el perfume del mensaje cristiano. Para ello les propuso combatir la mediocridad, la tibieza espiritual y la mundanidad, e impulsar la evangelización con espíritu de servicio, cuidando la adecuada formación: “No dejen de profundizar en la doctrina del Evangelio, no dejen de madurar en la formación espiritual, catequética, teológica; porque todo esto es necesario para anunciar el Evangelio en esta cultura vuestra y, al mismo tiempo, purificarla de formas arcaicas y, a veces, supersticiosas”.

 “Recordemos que con el perfume debemos ungir los pies de Cristo, que son los pies de nuestros hermanos en la fe, empezando por los más pobres. Los más privilegiados son los más pobres. Y con ese perfume tenemos que cuidarlos. Es elocuente aquí el gesto que los fieles realizan cuando se encuentran con ustedes,sacerdotes: toman la mano consagrada, la acercan a su frente como un signo de bendición”.

En la Misa en Dili, capital del país, en la que participó la mitad de la población (unas setecientas mil personas) les propuso hacerse pequeños ante Dios(cfr. Homilía, 10-IX-2024).Y a los jóvenes les habló de libertad con responsabilidad, de compromiso, servicio y sabiduría, de respeto a los ancianos y rechazo al bullying (Encuentro, 11-IX-2024).

Nada se edifica sin el amor

La última etapa de su viaje fue Singapur, país muy diferente de los anteriores, en la vanguardia de la economía y el progreso material. Con pocos cristianos pero vivos y comprometidos en el diálogo fraterno entre etnias, culturas y religiones. Incluso en la rica Singapur existen los “pequeños”, que siguen el Evangelio y se convierten en sal y luz, testigos de una esperanza más grande de aquella que los beneficios económicos pueden garantizar.

Durante la Misa que celebró en el estadio nacional, el “Singapore Sports Hub” (cfr. Homilía, 12-IX-2024) entre los grandes rascacielos subrayó que nada se edifica sin el amor,aunque alguno pudiera pensar que se trata de una afirmación ingenua. 

Finalmente, en el encuentro con los jóvenes (Catholic Junior College, 13-IX-2024) les pidió cultivar un sano y constructivo espíritu crítico: “Los jóvenes deben tener el valor suficiente de construir, de avanzar y de salir de las zonas ‘confortables’. Un joven que elige siempre pasar su vida de manera ‘confortable’, es un joven que engorda. Pero no engorda su barriga, sino engorda su mente”. Luego hay que arriesgar, salir, no tener miedo a equivocarse. Hay que utilizar los medios de comunicación de modo que ayuden adelante, no que esclavicen.

Matrimonio punk

Hablar de matrimonio, es quizás, una de las actitudes más punk, menos convencionales, que los católicos estamos llamados a defender, promover y encarnar.

4 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Describe la Real Academia Española de la Lengua, en su tercera acepción, el término punk como un “movimiento musical que surge con carácter de protesta juvenil y cuyos seguidores adoptan atuendos y comportamientos no convencionales”. Ateniéndonos a esta descripción, hablar de matrimonio así llamado, matrimonio, es quizás una de las actitudes más punk, menos convencionales, que los católicos estamos llamados a defender, promover y encarnar.

Mostrar, no sólo que se puede vivir un matrimonio sólido entre un hombre y una mujer a pesar de los pesares, -de los ríos, los barros y los lodos-, que esta relación única, imperfectamente perfecta, no sólo es plausible, sino que es lo más sano para una sociedad (cfr. Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, 52)

En esa maravilla de texto que es la Carta a Diogneto leemos, refiriéndose a los primeros cristianos que “igual que todos, se casan y engendran hijos, pero no se deshacen de los hijos que conciben. Tienen la mesa en común, pero no el lecho”. Dieciocho siglos después, si queremos “ser en el mundo lo que el alma es en el cuerpo”, estamos llamados a vernos reflejados en esta definición. Hoy más que nunca, la revolución que necesita el mundo y la sociedad tiene, en su epicentro, el matrimonio.

Junto a este convencimiento, no podemos obviar que nuestra sociedad está íntimamente herida en este núcleo primigenio que es el matrimonio, especialmente en lo que llamamos Occidente: la ideología de género, la facilidad del divorcio, las numerosísimas familias rotas, el individualismo feroz…, hacen urgente que la Iglesia, cada uno de los católicos, desde su propia vocación responda a esta llamada de sanación. Recuperar el matrimonio es, quizás, el “signo de los tiempos” de nuestro paso por el mundo. 

Con esta recuperación hablamos del acompañamiento familiar, de la preparación al matrimonio, de la formación de la afectividad y, sobre todo, de la acogida de todas aquellas personas que se acercan a este “hospital de campaña” o a quienes hay que ir a buscar en las periferias tan cercanas de nuestra sociedad. 

Como apuntaba un sacerdote que organizó una macroboda para una veintena de parejas que no habían recibido el sacramento del matrimonio: “¡Habrá que mancharse! ¡Habrá que hacer algo para que esos que ‘no se casan’, al menos, se planteen casarse!”

“El bien de la familia es decisivo para el futuro del mundo y de la Iglesia”, señala la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia. Por ello, el matrimonio, primera familia constituida, sigue siendo un reto pastoral para laicos, sacerdotes y consagrados en el que hemos de invertir creatividad, esfuerzo y tiempo. Sí, ¡habrá que mancharse!

El autorOmnes

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Vaticano

La Segunda Sesión del Sínodo aspira a ser “un servicio de la Iglesia para el mundo”

Los miembros de la Segunda Sesión del Sínodo de los Obispos desean que este camino que recorre el Pueblo de Dios se convierta en "un servicio de la Iglesia para el mundo", en el que destaque la libertad, la armonía y la paz.

Paloma López Campos·3 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Tras la mañana de trabajo, algunos miembros de la Segunda Sesión del Sínodo de los Obispos han concedido una rueda de prensa para hablar sobre el comienzo de estas jornadas que se alargarán hasta finales de octubre.

Durante la comparecencia han intervenido Giacomo Costa y monseñor Riccardo Battocchio, ambos Secretarios Especiales de la Asamblea; María de los Dolores Palencia Gómez y monseñor Daniel Ernest Flores, ambos Presidentes Delegados de la Asamblea; y Paolo Ruffini, Prefecto del Dicasterio para la Comunicación.

Ha sido el Prefecto el primero en hablar y confirmar que los miembros de la Segunda Sesión tratarán de comparecer a diario ante los medios de comunicación para comentar los trabajos del día. Ruffini ha explicado también que esta Segunda Sesión tiene como elementos esenciales la espiritualidad y la oración, como muestra el retiro con el que ha comenzado todo.

El Prefecto ha comentado que “la situación mundial está muy presente en las mentes y en los corazones de quienes participan en el Sínodo”, por lo que el día ha comenzado con una oración por la paz.

El Sínodo es un camino

Por su parte, Giacomo Costa ha comenzado su intervención asegurando que la Segunda Sesión no es una mera repetición de lo ocurrido en 2023. Ha asegurado que “hemos aprendido mucho” y que los miembros de la Asamblea están “llamados a dar un paso más que el año pasado”.

A continuación, el Secretario Especial ha clarificado algunas ideas sobre el Sínodo de la Sinodalidad, la primera de ellas haciéndose eco del Papa Francisco: ”Esta no es una asamblea parlamentaria, sino un lugar de escucha y comunión”. Costa ha desarrollado esto asegurando que “el Sínodo es un lugar para optar por la Vida” y para “dar un paso hacia el perdón”, prueba de ello es el Acto Penitencial que tuvo lugar en el marco de la Asamblea.

Por otro lado, el Secretario General ha señalado que estos días de trabajo no son “el destino final”, sino que queda mucho camino por recorrer. Tanto es así, que hasta el mes de junio de 2025 todo el Pueblo de Dios puede mandar sus aportaciones a los grupos de trabajo. La Secretaría General del Sínodo “será la encargada de recopilar las contribuciones y entregárselas a los grupos de trabajo interesados”.

De aquí nace una idea fundamental que el Papa Francisco ha repetido con frecuencia: lo más importante del Sínodo no son los temas tratados, sino aprender a trabajar juntos como Iglesia.

Iglesia sinodal, misionera y misericordiosa

Monseñor Riccardo Battocchio, también Secretario Especial, ha hablado sobre la importancia del Acto Penitencial, que se encuadra en esa búsqueda de unión con toda la Iglesia. “El acto penitencial” ha dicho “busca dar el tono a toda la asamblea”,”dar un estilo a la Iglesia”, que se hace consciente de la realidad del pecado.

Junto a esta herida, ha continuado, la Iglesia observa que “el amor de Dios no se cansa, sino que nos hace capaces de vivir relaciones nuevas”. Esto nos da la oportunidad de convertirnos en lo que monseñor Battocchio ha clasificado como una “Iglesia sinodal misionera y misericordiosa”.

Battocchio también ha resaltado la labor de los teólogos en esta Segunda Sesión, durante la cual su labor consistirá en facilitar “la escucha atenta y la comprensión teológica de las aportaciones a nivel individual y grupal”. Gracias a ellos, ha recalcado el Secretario Especial, “se podrá redactar un documento final”.

El Sínodo y la armonía de perspectivas

Por su parte, María de los Dolores Palencia Gómez ha mostrado su alegría durante la rueda de prensa por la oportunidad dada a los presidentes delegados y los facilitadores de encontrarse antes para resolver dudas y crear comunidad”. Gracias a esto, “la Asamblea ha comenzado con mucho ánimo y libertad”.

La Presidenta Delegada ha transmitido su sensación “de que el camino se hace juntos” y de que la idea no es redactar un documento final, sino “trabajar” y “profundizar” en las cuestiones para cumplir el objetivo de “la misión”, es decir, evangelizar. Palencia Gómez ha finalizado su intervención resumiendo el Sínodo como “un servicio de la Iglesia para el mundo”.

El último en hablar ha sido monseñor Daniel Ernest, quien ha reiterado que los miembros de la Asamblea no han “llegado al mismo lugar que el año pasado” sino que han crecido”. Ha defendido también el método sinodal como una oportunidad de que cada miembro del Pueblo de Dios ofrezca su perspectiva.

“La perspectiva no es un enemigo de la verdad, sino la manera normal de actuar de la Iglesia”, ha dicho el Presidente Delegado. Como ejemplo de ello ha señalado los cuatro Evangelios. En este mismo sentido, ha afirmado que “es importante para la Iglesia escuchar, no para aceptar todo lo que dicen los demás, sino para entender”.

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Familia

Trini y Alberto: “El matrimonio es para disfrutar. Somos amantes”

Primero escribieron ‘Sexo para inconformistas’. Ahora, Trini Puente, Alberto Baselga y Antonio Tormo (+), han escrito ‘Matrimonio para inconformistas’, en el que lanzan un mensaje positivo y realista sobre el matrimonio. Sobre este tema de interés universal, el matrimonio, versa el dossier de la revista Omnes de octubre, y esta entrevista puede suponer un aperitivo de lo que encontrarán en el dossier.   

Francisco Otamendi·3 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 8 minutos

Los autores de ‘Matrimonio para inconformistas’ dicen bien claro que “renuncias las habrá, como en cualquier relación humana, pero el matrimonio es para disfrutar”. Aunque tampoco se debe presentar un matrimonio irrealmente ‘feliz’, en el que no se mencionan los desafíos.  

Ellos repiten a conciencia una palabra, “amantes”. Les encanta el vocablo “amantes”, porque “es lo que somos los cónyuges: expertos en amar y en dejarnos amar”, afirman.

Un flash sobre los autores de este libro, editado por Rialp, Trini Puente ha dirigido centros educativos durante 20 años, y es directora del gabinete 2rd. Y su marido, Alberto Baselga, es máster en Promoción y Salud Sexual por la Uned. Ambos son máster en Matrimonio y Familia por la Universidad de Navarra y profesores en la UIC de Barcelona. Antonio Tormo, director y guionista de más de 50 documentales, acaba de fallecer. 

Ni en el libro ni la entrevista eluden tema alguno, por ejemplo, la sexualidad, “nuclear en el matrimonio”, o la necesidad de ”recuperar la ternura y las miradas de amor”. Para ampliar, éstas son sus cuentas en Instagram, @lonuestro.info, y en Facebook, lonuestro.info

Vamos con la conversación.

Su libro está escrito a seis manos. Hablen un poco del tercer coautor, Antonio Tormo, un hombre de cine.

–Antonio ha sido un gran amigo, maestro y confidente, y acaba de fallecer. Nos conocimos hace muchos años, pero nunca imaginamos que llegaríamos a escribir un libro juntos. Cuando comenzamos a trabajar en el libro, su salud ya había comenzado a deteriorarse.

Nos sentimos privilegiados de haber compartido tantas reuniones, charlando sobre el libro, sobre el bien que queríamos hacer y cómo hacerlo llegar. En su optimismo inquebrantable, solía decir: “Que sea un libro atemporal. Que, dentro de años, si alguien lo lee, nada le suene antiguo”.

Era un hombre de gran fe, y ahora esa fe ha sido confirmada. Tenía un profundo amor a Dios y a la Virgen. Era una persona sin prejuicios, que deseaba ayudar a todos, sin importar si compartían o no sus ideas. Damos gracias a Dios por haberlo encontrado en nuestro camino y por habernos aceptado como sus aprendices.

También agradecemos a los profesores Jaime Nubiola, Lucas Buch y José Brage que nos ayudaron haciendo recomendaciones y aclaraciones. Y por supuesto a todos los amigos que leyeron el manuscrito y dieron su opinión.

El matrimonio es para disfrutarlo, reiteran ustedes. El deseo de amar y ser amados, y de por vida. Y, sin embargo, la perspectiva social es bastante negativa muchas veces.

– Siempre decimos que el matrimonio es para disfrutar, no para amargarse la vida. Renuncias las habrá, como en cualquier relación humana, pero exagerar ese aspecto es un error. Tampoco se debe presentar un matrimonio irrealmente ‘feliz’, en el que no se mencionan los desafíos, o si se presentan, se ofrecen soluciones que no son útiles por su simplicidad, pero que las personas inexpertas toman como ciertas.

Esto es peligroso porque se crean expectativas que no son reales. Se entusiasma a los jóvenes sin verificar si tienen la formación y las cualidades necesarias para vivir el matrimonio en plenitud. No se trata de motivarlos, sino de formarlos en la verdad. Y la verdad es lo suficientemente atractiva, para quienes tienen esa vocación, como para entusiasmarlos.

Hay una palabra que repiten mucho, y parece que a conciencia. Amantes. Las historias de amor. 

Nos encanta la palabra “amantes”, porque es lo que somos los cónyuges: expertos en amar y en dejarnos amar. Es una palabra que debemos recuperar para definir a esos matrimonios que luchan cada día por aumentar su amor. 

Saber ser feliz es clave en la vida y, por supuesto, en el matrimonio. En el libro incluimos ejemplos de la vida real de personas que han sabido o no han sabido ser felices. Primero hay que desear la felicidad y luego poner los medios para alcanzarla. Este es un tema importante que desarrollamos en profundidad.

Cómo vivir un buen sexo en el matrimonio, titulan un apartado. Se lo preguntamos a ustedes.

Este libro está pensado tanto para creyentes como para no creyentes. A veces, en nuestro Instagram, nos preguntan: “Como católicos, ¿qué debemos hacer en la sexualidad?”. Lo que muchos no saben es que Dios ha puesto la sexualidad en el ser humano y nos ha dado las instrucciones mediante la revelación. Sabemos lo que nos hace felices y lo que no. Lo que los católicos debemos hacer es dar a conocer este mensaje sin poner a Dios como excusa, usando la inteligencia que Él nos ha dado. Ya que ese mensaje es para toda la humanidad, no solo para los católicos ¿No es así?

Lo primero es ver la sexualidad como algo limpio, querido por Dios. En el libro explicamos que el sexo está pensado para el matrimonio, y solo en este contexto es realmente pleno. Fuera de él, no se reciben los beneficios que Dios ha preparado y no te hace mejor persona. En el matrimonio, por el contrario, sí sucede. El buen sexo en el matrimonio te hace mejor persona. En Matrimonio para inconformistas, nos detenemos a explicarlo en detalle porque, dicho de esa manera, sorprende. Parece que el sexo es algo permitido, consentido, en el matrimonio, pero no algo santo y deseado por Dios.

Despreciar el sexo es despreciar algo fundamental en la naturaleza humana, afirman.

Nosotros vamos un paso más allá y decimos que, en cierta medida, despreciar el sexo es hacer un feo a Dios. Como mencionamos antes, Dios ha puesto el sexo en el mundo para el matrimonio, y cuando se usa fuera de él, se desvirtúa. Debemos recuperar esa mirada limpia hacia lo que es un regalo divino, un medio para dar gloria a Dios dentro del matrimonio.

Unas relaciones sexuales satisfactorias, en la que disfrutan los dos, fortalecen el matrimonio. Ayudan a perdonar más fácilmente, aumentan la complicidad, y facilitan la educación de los hijos, ya que la pareja comprende mejor el punto de vista del otro. Disfrutar del sexo en el matrimonio no es algo menor; quienes lo experimentamos sabemos que refuerza la comprensión y el cariño mutuos.

¿Y al cumplir años? La sexualidad del varón y la de la mujer son diferentes.

En efecto, la sexualidad del hombre y la mujer son muy diferentes, y en el libro abordamos este tema a fondo, explicándolo desde un punto de vista científico. Hacemos un análisis del cerebro masculino y femenino, explorando dónde reside el deseo sexual y qué diferencias existen entre ambos. También analizamos cómo las preocupaciones cotidianas afectan al deseo. No es solo una cuestión de educación; hay una base biológica importante.

Con los años, estas diferencias se acentúan, por lo que es fundamental conocerse bien y hablar abiertamente sobre lo que le gusta a cada uno. Un buen consejo para los matrimonios es programar los encuentros íntimos. Esto no quita espontaneidad, sino que permite preparar el terreno y desconectar el cerebro para disfrutar del momento.

Cuanto más hablemos de sexo en el matrimonio, más fácil será explicárselo a nuestros hijos. También tratamos en el libro cómo abordar el tema de la sexualidad con los hijos. 

El sexo oral, los denominados juguetes sexuales, el sexo anal. En el libro hablan de ello sin tapujos. Alguna práctica se vende como si fuera disneylandia.

– Muchos jóvenes creen que ciertas prácticas están prohibidas para ellos por ser católicos, como el sexo anal. En este libro, abordamos este tema sin rodeos, explicando en qué consiste esta práctica, para que cada persona pueda reflexionar si es algo bueno en sí mismo o un mal uso de su sexualidad. 

Aunque en la pornografía, tanto visual como escrita, se presenta como algo apetecible y natural, nuestra visión es bastante diferente. Aquí explicamos los preparativos, riesgos y consecuencias que muchas personas desconocen.

Sabemos que este capítulo puede resultar sorprendente, pero creemos que es necesario hablar con honestidad. Es importante que cualquier persona entienda claramente en qué consiste una relación anal, y que nuestros jóvenes tengan acceso a la información adecuada para decidir por sí mismos si esta práctica mejora o no su sexualidad.

Los hijos. Las tasas de natalidad son muy bajas en el mundo occidental, con alguna excepción. Se sufre con este tema. Alguna consideración sobre los métodos naturales.

Fue otro tema que nos llevó muchas horas hablarlo y meditarlo. No se puede banalizar. Los métodos anticonceptivos han calado en la sociedad y entre los católicos. Tener una familia numerosa se ve como una irresponsabilidad o algo complicado de aconsejar.

Los métodos naturales se pensaron como una forma de conocer los ritmos de la fertilidad de la mujer y que se conociera mejor su sexualidad no para competir en eficacia con la píldora, el condón, DIU, etc. 

El uso de los métodos naturales es algo muy íntimo en la pareja y de conciencia. El número de hijos es algo que atañe a la conciencia de los cónyuges. De ahí la importancia de formar bien su conciencia. Banalizarlo por un extremo o por el otro es simplificar mucho un asunto que debe resolver el matrimonio. En el libro lo intentamos tratar con objetividad.

Hablan en su libro de fases del amor en el matrimonio, infancia, adolescencia, madurez. ¿Pueden explicarlo un momento?

– El matrimonio, la vida matrimonial, no es algo estático e inmutable; es como las personas, que pasan por una infancia, adolescencia y madurez. La infancia representa los primeros tiempos, en los que todo es fácil y estamos dispuestos a todo. Luego llegan la hipoteca, los hijos, la convivencia diaria, el trabajo, las familias políticas, etc., factores que nos hacen entrar en una etapa complicada. Es lo que llamamos la adolescencia del amor. Según los casos, esta etapa será más o menos complicada. 

Sin pasar por esta etapa, nunca se alcanzará el amor maduro o verdadero. Hay que intentar atravesar esta fase de la mejor manera posible y madurar nuestro amor cuanto antes. Como en la adolescencia biológica, habrá personas —en este caso, matrimonios— que se quedarán en la adolescencia toda la vida, sin llegar al amor verdadero. Por el contrario, otros superarán esta etapa pronto y llegarán a disfrutar de su matrimonio rápidamente. 

Una buena formación y un buen acompañamiento harán que muchos matrimonios sean felices y den ejemplo a sus hijos y a la sociedad.

Las rupturas matrimoniales son frecuentes, a pesar de que los novios, cuando se casaron, sólo tenían ojos para su esposa o esposo. ¿Cómo se guarda el corazón? Hablan de infidelidades…

El matrimonio es la relación de pareja más complicada, pero es la única que te lleva al amor verdadero. Que sea algo natural no significa que sea fácil. Jesús reprocha a los fariseos haber adaptado el matrimonio a sus necesidades. ¿No habremos hecho lo mismo nosotros?

Para que todo el mundo encaje, ¿no habremos rebajado las exigencias, permitiendo que los matrimonios se conformen con una vida matrimonial plana y sin profundidad? Nosotros  hablamos del matrimonio originario, aquel que está en la entraña del ser humano y que lo lleva a dar gloria a Dios.

Los novios, una vez casados, deben cuidar ese amor y ser acompañados por matrimonios que disfrutan de su relación o por personas capacitadas con los conocimientos necesarios para ayudarles. Es necesario hacer una verdadera transformación en la preparación matrimonial.          

En cuanto a las infidelidades, parece que solo se habla de la infidelidad sexual. En el libro, mencionamos algunas más, como la infidelidad del corazón. Ésta consiste en cerrarse al otro, no aceptando nada de lo que nos ofrece. En algunos casos, se finge un ‘matrimonio feliz’, pero en el fondo del corazón estamos cerrados al amor. Existen muchas casuísticas que describimos en el libro, y abordamos también más infidelidades que complican el camino hacia el amor verdadero.

La penúltima. ¿Cómo ‘se recupera’ a la mujer, o al marido, en el matrimonio? Quizá lo hemos experimentado. ¿Cuál es su receta?

No existe una fórmula mágica, pero lo que sí es esencial es la buena disposición de ambas partes para sanar y fortalecer la relación. Se trata de recordar el amor que una vez los unió y que, con el tiempo, ha podido quedar descuidado.

En nuestro libro, ofrecemos algunos consejos prácticos, como aprender a expresar las necesidades de cada uno. A menudo, los matrimonios que tienen dificultades no se debe  únicamente al egoísmo, sino a la falta de comunicación o a seguir consejos poco acertados.

Es importante que ambas partes comprendan los errores que puedan haber cometido y, con apoyo mutuo, trabajen para solucionarlos. La buena noticia es que la mayoría de los problemas tienen solución, siempre que exista el compromiso y el deseo sincero de recuperar el amor.

Y la última. Conmueve verles a ustedes hablar de ternura, de la mirada… El mundo es duro, a veces implacable. Los matrimonios felices mejoran la sociedad, concluyen.

– Nuestro objetivo con este libro es hacer matrimonios felices y por lo tanto estables. ¿De qué nos sirven matrimonios estables si no son felices? Los hogares luminosos y alegres empiezan por matrimonios felices. Mantenerse es relativamente fácil. Luchar por la felicidad es lo que da la diferencia. Hay que recuperar la ternura y las miradas de amor. En nuestro libro intentamos explicar cómo.

La ternura y las miradas no es sensiblería, es el alimento para el amor. La verdadera transformación de nuestra sociedad la harán los matrimonios felices.

El autorFrancisco Otamendi

¿Es posible crear una nueva cultura cristiana?

Si queremos crear una nueva cultura cristiana que sirva de alternativa a la actual, ¿cuáles son los pasos que debiéramos dar?

3 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

Estamos llamados a ser sal y luz en nuestro mundo actual, por complejo que sea. Debemos preocuparnos por nuestros hermanos y luchar con todas nuestras fuerzas por la regeneración de nuestra sociedad. No lo hemos elegido, pero este es el tiempo que Dios nos ha regalado para que vivamos entre nuestros hermanos los hombres, para que caminemos a su lado. Como le dijo Gandalf a Frodo Bolsón: «No podemos elegir los tiempos que nos toca vivir, lo único que podemos hacer es decidir qué hacer con el tiempo que se nos ha dado». Dios nos ha dado este tiempo, y somos responsables de abrir nuevos caminos, además de mantener viva nuestra herencia. Pero entonces, si queremos crear una nueva cultura cristiana que sirva de alternativa a la que ya está surgiendo en nuestro mundo actual, ¿cuáles son los pasos que debiéramos dar?

En mi vida he tenido muchos maestros, como lo fuera Gandalf para Bilbo. Uno al que guardo mayor afecto fue D. Fernando Sebastián, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, con el que tuve el privilegio de trabajar codo con codo como delegado de enseñanza de la diócesis navarra.

Una vez le escuché una idea que me ayudó a situarme en este punto que tratamos. Estaba impartiendo una conferencia en la que precisamente analizaba nuestro mundo y señalaba tres círculos de acción sobre los que debe reformarse una sociedad.

El primero, decía el cardenal aragonés, era el de la conversión personal. Todo debe empezar desde ahí. Si no, cualquier reforma o cambio, se cimentará sobre arena. En un tiempo en el que se clama por la reforma de estructuras sociopolíticas, en realidad lo más urgente es la transformación de las personas, de cada persona, empezando por mi propia conversión.

La segunda parte de la frase de san Agustín nos devuelve a este punto inicial: «Nos sumus tempora; quales sumus, talia sunt tempora» (Nosotros somos los tiempos; tal cual nosotros seamos, así serán los tiempos). Quizá, si miramos a los tiempos que nos toca vivir nos demos cuenta de cómo somos nosotros. Simplemente dándole la vuelta a la frase nos refleja el grado de la vitalidad de los cristianos que vivimos en este tiempo, como lo haría un espejo. Es sin duda, un acicate. Y a la vez nos marca el único camino para recomenzar. Empezar por nuestra conversión.

Este primer círculo me parece especialmente importante hoy en día. La conciencia es el último reducto de libertad en una sociedad en la que existe la posibilidad de dirigir nuestros impulsos conociendo hasta los últimos rincones de nuestra vida gracias al big data (inteligencia de datos). Saben lo que nos gusta, nos sirven contenidos adecuados, personalizados para nosotros, según nuestra edad, lugar donde vivimos, preferencias, etc. 

Y tienen la posibilidad de guiar nuestras conductas y configurar nuestro pensamiento. Nunca ha sido tan potente la capacidad de manipulación de las personas. Por eso la auténtica resistencia cultural, la verdadera barrera contra la alienación más radical, es un hombre configurado por Cristo.

El segundo círculo es el de las relaciones cercanas. Empezando por la propia familia, que sin duda es el primer y principal núcleo social. D. Fernando nos llamaba a cuidar nuestra familia y vivir como cristianos, como iglesia doméstica, nuestra vida ordinaria. ¡Cuántas resonancias también me llegaban al oír estas palabras! ¡Y cómo lo hemos tenido que vivir en los tiempos de confinamiento por la COVID-19! La iglesia doméstica se ha hecho una realidad tangible en ese tiempo en que nos encerraron en nuestros hogares; no fue una simple idea teológica.

Ese círculo familiar, esa primera instancia social, es la más importante y fundamental a la hora de generar una nueva sociedad, radicalmente alternativa a la que nos ofrece el mundo actual. Nunca como ahora fue tan impactante el testimonio de ver una familia unida, fecunda, con esposos fieles que se aman en cualquier situación. Hoy en día, este tipo de relación es radicalmente contracultural, pero cimenta la base sólida de una nueva forma de entender la vida.

Regalar a los hijos la vida de la fe es el mejor don que les podemos hacer, pero es también una forma de construir la sociedad del mañana. Transmitir la fe, pasar el testigo de generación en generación, es la mejor evangelización que puede hacer la Iglesia.

Debemos transmitir una fe que sea viva, que enseñe a nuestros hijos a vivir en medio de este mundo y a ser ellos mismos cristianos comprometidos. Muchas veces escucho a padres que viven asustados por el mundo que van a dejar a sus hijos. Me gusta recordar la frase de Abilio de Gregorio: «No te preocupes por el mundo que vas a dejar a tus hijos, sino por los hijos que vas a dejar a este mundo». La educación de los hijos es una gran aportación a la creación de una nueva cultura cristiana.

En este segundo círculo de las relaciones sociales, D. Fernando animaba a que familias cristianas creasen lazos y comunidad con otras familias que tuviesen los mismos criterios, los mismos valores que emanan desde el Evangelio de Jesucristo. Ese es el siguiente paso que hay que dar, el que debemos abordar para construir una nueva sociedad. Tenemos que crear lazos, establecer relaciones entre familias que tengan esa misma visión del mundo para crear una pequeña comunidad en la que ser cristiano sea algo natural.

Pero dando un paso más, D. Fernando nos invitaba a participar, juntos los cristianos, en la sociedad civil más cercana a nuestra vida, la realidad en la que nos vemos inmersos: la comunidad de vecinos, el consejo escolar de nuestros hijos, las fiestas del barrio, el trabajo en la oficina… ¡Cuánta vida podemos dar en todos esos ambientes creando una verdadera corriente que nace desde la Buena Noticia del Señor! Todo se transforma cuando lo viven los cristianos.

Y las comunidades de vecinos pueden ser verdaderamente comunidad y no broncas constantes; las fiestas del barrio pueden ser celebración y unidad, creativas y gozosas; el trabajo puede convertirse en un núcleo de amistad, con lazos estrechos, que van más allá de los meramente económicos.

Este círculo segundo ha sido siempre vital para hacer frente a regímenes totalitarios. Era la lucha cultural que san Juan Pablo II mantuvo, por ejemplo, con su grupo de teatro en la Polonia comunista. Pequeños núcleos de identidad que, por distintos medios, mantienen vivas las raíces y las transmiten a otros.

El tercer círculo es el de la vida política. Cuando ha nacido una nueva cultura, unas nuevas relaciones, una nueva visión de la vida en la sociedad civil, entonces de forma natural nacerá una nueva política. Las grandes relaciones institucionales, los sindicatos, los partidos políticos, los medios de comunicación… todo ello se cristianizará, en verdad, cuando los anteriores círculos tengan vitalidad.

Porque, lo sabemos, la gran tentación es pensar que cuando gane las elecciones un partido político supuestamente cristiano, cuando haya medios de comunicación potentes que puedan llevar el Evangelio como otros difunden sus mensajes, entonces ya estará todo solucionado. Pero la experiencia nos dice que, en el mejor de los casos, esto sería un gigante con los pies de barro que acabaría desmoronándose.

Ese es el camino: construir desde abajo, cimentar bien el edificio, soñar, quizá, con grandes proyectos para el futuro, haciendo las pequeñas acciones que podemos y nos toca realizar en el presente.

El autorJavier Segura

Delegado de enseñanzas en la Diócesis de Getafe desde el curso 2010-2011, ha ejercido con anterioridad este servicio en el Arzobispado de Pamplona y Tudela, durante siete años (2003-2009). En la actualidad compagina esta labor con su dedicación a la pastoral juvenil dirigiendo la Asociación Pública de Fieles 'Milicia de Santa María' y la asociación educativa 'VEN Y VERÁS. EDUCACIÓN', de la que es Presidente.

Evangelio

Fidelidad, el plan de Dios. Domingo XVII del tiempo ordinario (B)

Joseph Evans comenta las lecturas del domingo XXVII del Tiempo Ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·3 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El plan de Dios para el matrimonio es realmente hermoso. Como muestran las lecturas de hoy, todo comenzó cuando Dios entregó a Eva, la primera mujer, como esposa a Adán, el primer hombre. Adán está encantado de verla. Ella es la compañera, la igual, que él no podía encontrar en el resto de la creación. Y el texto concluye: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne”. 

Pero las cosas no tardaron en torcerse. Adán y Eva cayeron en el pecado y empezaron a culparse mutuamente: Adán culpó a Eva, y Eva culpó a la serpiente. Se produjeron todo tipo de abusos, en particular el maltrato y la opresión de la mujer, como la poligamia y el divorcio. Para intentar mejorar las cosas, Moisés permitió más tarde el divorcio, exigiendo que a la mujer divorciada se le diera al menos un certificado de divorcio, para que tuviera algún estatus legal que la protegiera.

Y esto nos lleva al evangelio de hoy, donde los fariseos preguntan a Jesús sobre esta cuestión. “¿Le es lícito al hombre repudiar a su mujer?”, y citan el permiso de Moisés para el divorcio. Pero Jesús da una respuesta sorprendente. “Por la dureza de vuestro corazón dejó escrito Moisés este precepto”. 

“Por la dureza de vuestro corazón”, y el permiso para divorciarse vino de Moisés, no de Dios. Jesús les recuerda entonces el plan original de Dios. En otras palabras, el permiso para divorciarse nunca fue el plan de Dios: sólo fue una concesión hecha por el hombre “por la dureza de vuestro corazón”. Incluso los discípulos se sorprenden, pero Jesús insiste: divorciarse del cónyuge e intentar casarse de nuevo no es un verdadero matrimonio, es adulterio porque, si tu primer matrimonio fue válido, sigues casado. Y concluye: “Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”. 

Aceptar el divorcio es dudar de Dios y de su poder. Es casi una blasfemia. Cuando Dios une a dos personas, las une por su poder con un vínculo irrompible y no debemos dudar de ello. 

Y con el divorcio viene ese otro gran mal, la anticoncepción. Por eso es interesante que, habiendo dejado claro que el divorcio es malo, Jesús muestre luego su amor por los niños. “Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis, pues de los que son como ellos es el reino de Dios”. Luego leemos: “tomándolos en brazos los bendecía imponiéndoles las manos”. La Biblia sólo muestra a Dios alentando y bendiciendo la apertura a la vida. En ninguna parte nos desaconseja Dios tener hijos.

La homilía sobre las lecturas del domingo XXVII del Tiempo Ordinario (B)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Vaticano

El Papa rezará un Rosario por la paz y convoca una Jornada de oración

“En esta dramática hora de nuestra historia, mientras los vientos de guerra y la violencia continúan devastando pueblos enteros y naciones”, el Papa Francisco ha revelado esta mañana, en la Misa de apertura de la Asamblea sinodal de octubre, que el domingo pedirá a la Virgen María de modo especial por la paz, rezando el Rosario en Santa María la Mayor, Además, ha convocado una Jornada de oración y ayuno el 7 de octubre.

Francisco Otamendi·2 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

Los días y horas dramáticas de guerra y violencia que vive Oriente Medio, junto a las otras guerras existentes, como la Rusia y Ucrania, han impulsado al Papa Francisco a acudir a la intercesión de María Santísima para pedir el don de la paz.

El próximo domingo acudirá a la Basílica de Santa María la Mayor, donde recitará el Santo Rosario, “y dirigiré a la Virgen un pedido”, que no ha especificado. “Y si es posible, les pido también a ustedes, miembros del Sínodo, unirse a mí en esta ocasión”.

“Y al día siguiente (7 de octubre, fiesta de la Virgen del Rosario), “pido a todos vivir una Jornada de Oración y Ayuno por la paz en el mundo. Caminemos juntos, pongámonos a la escucha del Señor, y dejémomos conducir por la brisa del Espíritu”, ha manifestado al concluir en la Plaza de San Pedro la Santa Misa de apertura de la Segunda Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.

Sínodo: “Discernir juntos la voz de Dios”

Al comenzar la homilía de la Misa este 2 de octubre, el Papa se ha referido a la memoria de hoy, y ha trazado unas líneas maestras para los miembros del Sínodo.

“Celebramos esta Eucaristía en la memoria litúrgica de los santos Ángeles Custodios, en la reapertura de la sesión plenaria del Sínodo de los Obispos. En escucha de lo que nos sugiere la Palabra de Dios, podríamos como punto de partida para nuestra reflexión tomar tres imágenes: la voz, el refugio y el niño”, ha señalado el Papa.

“Primero, la voz. En el camino hacia la Tierra prometida, Dios aconseja al pueblo que escuche la “voz del ángel” que Él ha enviado (cf. Ex 23,20-22)”. 

“Es una imagen que nos toca de cerca, porque el Sínodo es también un viaje en el que el Señor pone en nuestras manos la historia, los sueños y las esperanzas de un gran Pueblo de hermanas y hermanos esparcidos por el mundo, animados por nuestra misma fe, impulsados por el mismo deseo de santidad para que, con ellos y por ellos, tratemos de comprender qué camino seguir para llegar adonde Él quiere llevarnos”. 

“No es una asamblea parlamentaria”

“Se trata, con la ayuda del Espíritu Santo”, ha subrayado el Sucesor de Pedro, de “escuchar y comprender las voces, es decir, las ideas, las expectativas, las propuestas, para discernir juntos la voz de Dios que habla a la Iglesia”. 

“Como hemos recordado repetidamente, la nuestra no es una asamblea parlamentaria, sino un lugar de escucha en la comunión, donde, como dice san Gregorio Magno, lo que alguien tiene en sí parcialmente, lo posee de modo completo otro, y aunque algunos tengan dones particulares, todo pertenece a los hermanos en la “caridad del Espíritu” (cf. Homilías sobre los Evangelios, XXXIV)”.

Sin agendas que imponer 

El Papa ha descalificado “la arrogancia”, y ha alertado para “no convertir nuestras aportaciones en puntos que defender o agendas que imponer, sino ofrezcámoslas como dones para compartir, dispuestos incluso a sacrificar lo que es particular, si ello puede servir para hacer surgir, juntos, algo nuevo según el plan de Dios”.

“De lo contrario, acabaremos encerrándonos en diálogos entre sordos, donde cada uno trata de “llevar agua a su molino” sin escuchar a los demás y, sobre todo, sin escuchar la voz del Señor”. “Las soluciones a los problemas que se nos plantean no las tenemos nosotros, sino Él Escuchemos, pues, la voz de Dios y de su ángel”, ha subrayado.

El Espíritu Santo, maestro de la armonía

En cuanto a la segunda imagen, el refugio, Francisco ha señalado que ”las alas son instrumentos poderosos, capaces de levantar un cuerpo del suelo con sus vigorosos movimientos. Pero, aun siendo tan fuertes, también pueden plegarse y estrecharse, convirtiéndose en escudo y nido acogedor para las crías, necesitadas de calor y protección.

Esta imagen es un símbolo de lo que Dios hace por nosotros, pero también un modelo a seguir, especialmente en este tiempo de asamblea”.

También ha recordado que “el Espíritu Santo es el maestro de  la armonía, que con tantas diferencias, es capaz de crear una sola voz”.

Hacernos pequeños

Respecto a la tercera imagen, la del niño, el Papa ha recordado que “es Jesús mismo, en el Evangelio, quien “lo pone en medio” de los discípulos, se lo muestra, invitándolos a convertirse y a hacerse pequeños como él.  Esta paradoja es fundamental para nosotros”.

El Sínodo, ha dicho, “dada su importancia, en cierto sentido nos pide ser “grandes” ―de mente, de corazón, de mirada―, porque las cuestiones a tratar son “grandes” y delicadas, y los escenarios en que se sitúan son amplios, universales”,

Y citando a Benedicto XVI, ha manifestado: “Recordemos que es haciéndonos pequeños cómo Dios nos ‘demuestra cuál es la verdadera grandeza, más aún, qué quiere decir ser Dios’” (Benedicto XVI, Homilía en la Fiesta del Bautismo del Señor, 11 enero 2009). 

“No es casualidad que Jesús diga que los ángeles de los niños “en el cielo están constantemente en presencia [del] Padre celestial» (Mt 18,10); es decir, que los ángeles son como un “telescopio” del amor del Padre. 

En la conclusión, ha rogado que “pidamos al Señor, en esta Eucaristía, vivir los días venideros bajo el signo de la escucha, de la custodia recíproca y de la humildad, para escuchar la voz del Espíritu, para sentirnos acogidos y acoger con amor, y para no perder nunca de vista los ojos confiados, inocentes y sencillos de los pequeños, de los que queremos ser voz, y a través de los cuales el Señor continúa apelando a nuestra libertad y a nuestra necesidad de conversión”.

Vigilia penitencial en la víspera

Ayer tarde, en la víspera de la Misa de inicio de los trabajos de la Asamblea sinodal, el Pontífice expresó su vergüenza por los pecados de la Iglesia y pidió perdón a Dios y a las víctimas..

El Papa manifestó que el pecado “es siempre una herida en las relaciones: la relación con Dios y la relación con los hermanos», y añadió que «nadie se salva solo, pero es igualmente cierto que el pecado de uno libera efectos sobre muchos: así como todo está conectado en el bien, también lo está en el mal». 

En la Celebración penitencial se escucharon  los testimonios de un superviviente de abusos sexuales, de una voluntaria comprometida en la acogida de migrantes y de una religiosa originaria de Siria, narrando el drama de la guerra. 

Peticiones de perdón leídas por siete cardenales

Al mismo tiempo, varios cardenales leyeron peticiones de perdón, escritas por el mismo Papa. Era necesario llamar por su nombre y apellido a nuestros principales pecados, «y los escondemos o los decimos con palabras demasiado educadas», señaló Francisco.

En efecto, siete conocidos purpurados pidieron perdón por los pecados contra la paz (card. Oswald Gracias, arzobispo de Bombay); la creación, indiferencia ante los necesitados y migrantes, los pueblos indígenas (card. Michael Czerny); el pecado de los abusos (card. Sean Patrick O’Malley); el pecado contra la mujer, la familia, los jóvenes (card. Kevin Farrell); el pecado de la doctrina utilizada como piedra para ser arrojada (card. Victor Manuel Fernández); el pecado contra los pobres, la pobreza (card. Cristóbal López Romero, arzobispo de Rabat): el pecado contra la sinodalidad, entendido como la falta de escucha, comunión y participación de todos (card. Christoph Schönborn).

“Hoy todos somos como el publicano”

El Papa Francisco reconoció que la curación de la herida comienza por la confesión del pecado que hemos cometido y reflexionó sobre el Evangelio de san Lucas que narra la parábola del fariseo y el publicano. 

El fariseo “espera una recompensa por sus méritos, y así se priva de la sorpresa de la gratuidad de la salvación, fabricando un dios que no podría hacer otra cosa que firmar un certificado de presunta perfección. Un hombre cerrado a la sorpresa, cerrado a todas las sorpresas. Está encerrado en sí mismo, cerrado a la gran sorpresa de la misericordia. Su ego no da cabida a nada ni a nadie, ni siquiera a Dios”.

Pero «hoy todos somos como el publicano, con los ojos bajos y avergonzados de nuestros pecados”, manifestó el Sucesor de Pedro. “Como él, nos quedamos atrás, despejando el espacio ocupado por la vanidad, la hipocresía y el orgullo -y también, digámoslo, a nosotros, obispos, sacerdotes, consagrados y consagradas, despejando el espacio ocupado por la presunción, la hipocresía y el orgullo». Por tanto, añadió, «no podríamos invocar el nombre de Dios sin pedir perdón a nuestros hermanos y hermanas, a la Tierra y a todas las criaturas». 

Restablecer “la confianza rota” en la Iglesia

“¿Cómo podríamos pretender caminar juntos sin recibir y dar el perdón que restablece la comunión en Cristo?”, fue terminando el Papa. La confesión es «la oportunidad para restablecer la confianza en la Iglesia y en ella, confianza rota por nuestros errores y pecados, y para empezar a curar las heridas que no dejan de sangrar, rompiendo las cadenas injustas», expresó, citando al libro de Isaías. En este sentido, el Papa manifestó: “No quisiéramos que este peso frenara el camino del Reino de Dios en la historia”, y admitió que “hemos hecho nuestra parte, incluso de errores”.  

Oración del Papa 

El Papa alentó finalmente a pedir la intercesión de santa Teresita del Niño Jesús, patrona de las misiones, y pronunció esta oración:

“Oh Padre, estamos aquí reunidos conscientes de que necesitamos tu mirada amorosa. Nuestras manos están vacías, sólo podemos recibir cuanto tú puedas darnos. Te pedimos perdón por todos nuestros pecados, ayúdanos a restaurar tu rostro que hemos desfigurado por nuestra infidelidad. Pedimos perdón, sintiendo vergüenza, a quienes han sido heridos por nuestros pecados. Danos el valor del arrepentimiento sincero para una conversión.  Te lo pedimos invocando al Espíritu Santo para que llene con su Gracia los corazones que has creado, en Cristo Jesús, Señor nuestro. Todos pedimos perdón, todos somos pecadores, pero todos tenemos esperanza en tu amor, Señor. Amén”.

Al finalizar la celebración, el Santo Padre invitó a saludarse con el signo de la paz, que simboliza la reconciliación y el deseo de caminar juntos en la unidad. 

El autorFrancisco Otamendi

Vocaciones

Francisco Aparicio: “La fe hizo de Luis Valls un banquero social”

La historia de la banca española no se entiende sin Luis Valls-Taberner (1926-2006), vicepresidente ejecutivo del Banco Popular desde 1957, con 31 años, y luego presidente (1972-2004). El banquero dejó un extenso legado de acción social y miles de personas apoyadas por las fundaciones que impulsó, señala Francisco Aparicio a Omnes. El fallecido ‘cura rojo’ de Vallecas, Enrique Castro, le llamaba ‘el banquero con sandalias’.  

Francisco Otamendi·2 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 8 minutos

Luis Valls-Taberner Arnó, nacido en Barcelona en el seno de una familia de la burguesía catalana, en 1926, era el quinto de seis hermanos y se llevaba seis años con el pequeño, Javier, quien sería copresidente del Popular junto a él durante años.

Los padres de Luis Valls eran profundamente creyentes, y estudió en los jesuitas, maristas y hermanos de La Salle, y luego Derecho en la Universidad de Barcelona. Se doctoró y fue profesor de las universidades de Barcelona y de Madrid. Al cumplir los veinte años, el joven Valls descubrió su vocación al Opus Dei, y pidió la admisión como numerario. 

“Esta forma de llevar su fe hasta las últimas consecuencias de un compromiso vital, hizo de él un banquero absolutamente atípico en su época. Austero, solidario, amante de la libertad y de espíritu humanista”, le describe Francisco Aparicio. Valls, lo mismo ayudaba al Partido Comunista y Comisiones Obreras, que a instituciones religiosas -en especial muchos conventos de monjas-: fue algo constante en su acción social. Se hizo famosa la pregunta recurrente que él les hacía siempre “¿Qué necesitáis?”.

Para conocer mejor la figura de Luis Valls, Omnes ha conversado con Francisco Aparicio (Cartagena, Murcia, 1955), abogado que conoció y trató a Luis Valls durante más de 25 años, y fue su albacea testamentario. Trabajaron juntos en muchos proyectos, y le ha sucedido en las fundaciones que promovió, por ejemplo Fundación Hispánica, y en la gestión y visión de su acción social. 

La responsabilidad social moderna, y el concepto de RSC, surgieron en Estados Unidos en 1953. Tardarían décadas en llegar a los códigos de buen gobierno en España. Pero hubo pioneros, por ejemplo el Banco Popular fundado en 1926…

– Luis Valls, presidente del Banco Popular durante varias décadas, no era un banquero común. A pesar de liderar una de las instituciones financieras más rentables del mundo, Valls no se comportaba como el típico hombre de negocios. Apodado cariñosamente como “el banquero con sandalias” por Enrique Castro, también conocido como el ‘cura rojo’, Valls combinaba su visión financiera con una profunda vocación social. Este apodo no era casual, su compromiso de ayudar a los demás era algo que le definía.

En 1957, con solo 31 años, Luis Valls fue nombrado vicepresidente ejecutivo, e inicia la acción social del  Banco Popular. ¿En qué consistió?

– Luis Valls impulsó la creación de varias fundaciones con un objetivo claro: ayudar a aquellos que verdaderamente lo necesitaban y siempre separando la acción del banco de la de las fundaciones. Eran dos mundos independientes.

Esa visión la concretó cuando al poco de estar al mando del banco, propuso que las “atenciones estatutarias”, es decir, los honorarios anuales a los que tenían derecho a cobrar por ser consejeros, los donaran para causas sociales.

El sumatorio de esas renuncias anuales fue la gran partida de la que se nutrieron las fundaciones, vehículo a través del cual se realizó la acción social. Adicionalmente, y a lo largo de más de 50 años de esta acción social, muchos amigos, conocidos y gente de buen corazón, donó grandes cantidades de dinero como donativos puntuales, no recurrentes. De estas dos fuentes de ingresos se nutrieron las fundaciones inspiradas por Luis Valls para ayudar a miles de personas e instituciones.  

Siempre entendió que el Banco Popular tenía su propósito mucho más allá de ser solamente un ejemplo de seriedad, rentabilidad y solidez empresarial, Valls quiso ir más lejos con una visión de banca social, una nueva dimensión.

Según se ha informado, Luis Valls tenía uno de los sueldos más bajos de los presidentes de entidades financieras españolas, y además donaba gran parte de él a fundaciones, para ampliar las oportunidades de las personas. ¿Es así o es un bulo bienintencionado?

– A muchos les sorprende que Luis Valls, presidente de uno de los bancos más importantes del país, no tuviera como móvil su lucro personal. Era una persona totalmente despegada de lo material y hay muchísimos rasgos y conductas que así lo demuestran. Era el presidente de banco que menos cobraba en España, siendo no obstante unas cifras muy elevadas, no cabe duda. En el año 2004, ya casi al final de su mandato, sus colegas multiplicaban su sueldo por 3 o 4 frente al banquero catalán (750.000 euros anuales frente a los más de 3 millones de euros de los líderes de la banca en aquel momento). 

Si eso no fuera poco, casi todo su dinero Valls lo fue donando durante su carrera a ayudar a personas particulares e instituciones. Es de sobra conocida su austeridad en el vestir, siempre elegante y correcto, pero, aseguran, no le llegaron a conocer más que 6 trajes. Muchos más ejemplos están relatados en Testimonios en su página web

 ¿Era transparente en las cuentas de las fundaciones? Éstas no hacían publicidad de su labor…

– La transparencia, igual que en el banco, fue innegociable en las fundaciones. Todas las cuentas siempre fueron supervisadas por el organismo público correspondiente y, obviamente, por los órganos de gobierno de cada fundación. Todo está convenientemente reflejado en los libros y, de forma resumida, está accesible en las webs de las fundaciones.

Informan ustedes de que se encargaba personalmente de las peticiones que llegaban a su despacho. ¿Era generoso o tacaño? Cuéntenos su filosofía. ¿Qué es ayudar sin figurar?

– Las fundaciones se rigieron por unos principios básicos que están descritos con detalle en los “Criterios de actuación”, un documento que recogía la identidad y el modo de proceder en su gestión. Algunos de ellos llaman la atención como el hecho de que no querían ser nunca ellos los únicos que amparan la iniciativa, te pedían que buscaras otros compañeros de viaje para repartir el riesgo. Al mismo tiempo conseguía comprobar que esa idea era sólida. 

Otros ejemplos son la insistencia en “decir pronto que no si no te tenía claro para no hacer esperar a la gente” y la de no publicitar la aprobación de un crédito para evitar el “efecto llamada”. Son miles de personas las que dan testimonio del agradecimiento de la labor de las fundaciones en sus vidas, familias e instituciones.

La labor de las fundaciones no era únicamente la de facilitar recursos económicos, sino también asesoramiento en la ejecución de proyectos, contactos o proveedores y otras necesidades más allá de las monetarias. En las fundaciones acompañaban a las personas a cumplir sus retos y se interesaban a lo largo del tiempo por la marcha y la consecución de objetivos.

Valls era extremadamente cuidadoso con la gestión de los recursos. Para él, cada donación o préstamo debía ser una decisión muy meditada y absolutamente viable.

 ¿Puede hablarnos de los créditos o préstamos al honor que puso en marcha?

– Así como en otros casos, las fundaciones se especializan en temáticas como el arte, la seguridad vial, la inmigración u otras loables iniciativas, en el caso de las fundaciones inspiradas por Valls el eje fue la persona y sus necesidades concretas. No importaba el área de actividad o la tarea personal que cada uno realizaba, solo era relevante su necesidad y saber si se le podía ayudar y cómo. 

Se cuentan por miles las acciones que las fundaciones han realizado y realizan estos casi 50 años. Algunas en España, pero otras muchas fuera de nuestras fronteras. Destaca uno de los principios de las fundaciones, especialmente con los estudiantes. Era frecuente encontrar casos en los que se condonó parte de la deuda a cambio de extraordinarias calificaciones. Es un gesto que demuestra cómo la esencia de las fundaciones y su espíritu fundacional era ayudar al progreso de las personas, de la sociedad, dando siempre lo mejor que todos tenemos dentro.

Para explicitar la mentalidad abierta de Luis Valls, se relata que el Banco Popular fue uno de los primeros que apoyó al Partido Comunista de Santiago Carrillo y a Comisiones Obreras. Y también que ayudó a no pocos conventos de religiosas.

– Era poseedor de un talante abierto, conciliador y, según muchos “un liberal”, algo que le hizo trabar amistad en todos los ámbitos del espectro político. Es más, siendo sus convicciones políticas cercanas a la democracia cristiana, hizo buenos amigos en el PSOE y en Comisiones Obreras, por ejemplo. Como banquero llevó esa independencia hasta sus últimas consecuencias, siendo el suyo el primer banco (durante un tiempo, el único) que otorgó crédito al Partido Comunista ante las elecciones de 1978.

Al cumplir los veinte años, Valls descubrió su vocación al Opus Dei. y pidió la admisión como numerario. ¿Influyó su vocación y espiritualidad en su vida profesional de banquero, humanista y filántropo?

– A los 21 años solicitó su admisión en el Opus Dei, organización católica de la cual fue miembro hasta su muerte. Esta forma de llevar su fe hasta las últimas consecuencias de un compromiso vital, hizo de él un banquero absolutamente atípico en su época. Austero, solidario, amante de la libertad y de espíritu humanista, Luis Valls fue un personaje muy relevante de su época y uno de los llamados Siete Grandes de la banca.

Su compromiso con instituciones religiosas -especial atención tuvieron muchos conventos de monjas-, fue algo constante en su acción social. Valls visitaba y se interesaba por congregaciones con necesidades extremas a las que ayudó, asesoró y acompañó. No sólo con dinero vía préstamos a través de las fundaciones, sino ofreciéndoles proveedores que pudieran ayudarlas y, siempre, siendo muy cercano yendo a visitarlas o interesándose por sus necesidades telefónicamente. 

Otras muchas congregaciones fueron beneficiarias de la sensibilidad de Luis Valls y su equipo de colaboradores. Se hizo famosa la pregunta recurrente que él les hacía siempre “¿Qué necesitáis?”.

Un punto que originó controversia tras fallecer Luis Valls, fue la relación de personas del Banco con el copresidente durante algunos años, Javier Valls, hermano de Luis.

– La familia fue un eje en la vida de Valls. A pesar de que sus orígenes y gran parte de ellos residían en Barcelona, nunca perdió el vínculo con su madre y hermanos. Su padre falleció siendo Luis muy joven. El vínculo familiar se concretó también en el banco, lugar en el que hasta tres hermanos, Pedro, Félix y Javier, trabajaron con él.

La sucesión en el banco, estando Luis ya enfermo y mayor, fue refrendada por unanimidad en el Consejo de Administración. Ángel Ron, que trabajó con Valls durante más de 20 años, fue la persona elegida. Una persona competente y reconocida en el sector y, para los que querían buscar otras relaciones, no vinculado con el Opus Dei, dirigió la institución casi hasta 2017, momento en el que el banco pasó a manos del Banco Santander.

Algunas voces se preguntaron por qué no fue su hermano Javier, vicepresidente durante tantos años, su sucesor. No es fácil saber los motivos, pero lo que sí parece claro es que el Consejo de Administración aceptó por unanimidad su dimisión y designó a Ángel Ron presidente: la unanimidad en un Consejo de Administración implica un consenso previo aceptado por todos. Por otra parte, ni siquiera se discutió una propuesta distinta del hasta entonces presidente de la Junta recién fallecido, y éste no era un asunto que hubiera dejado al albur. 

Mi impresión personal es que algunos no entienden la libertad de la gente del Opus Dei en las cuestiones profesionales, sociales, políticas, económicas, etc. Pero el entrevistado es usted. 

– Efectivamente, hay algunas personas, pocas, que todavía no entienden la libertad, y hay personas, pocas también, que tampoco entienden que haya gente que puedan entregar su vida o su tiempo a Dios y a los demás, y, con cierta frecuencia, buscan detrás de cada conducta un ánimo de lucro, de autoafirmación o de poder. No son mayoría, ni mucho menos.

Para los que tienen esa forma de pensar quizá sea difícil imaginar que los fieles del Opus Dei son tan libres como cualquier otro católico en esas cuestiones profesionales, sociales, políticas o económicas, y que no actúan en grupo. Concretamente en la historia del Banco Popular han sido varias las situaciones en las que han coincidido en el Consejo de Administración o entre directivos, dos personas del Opus Dei con proyectos no sólo distintos, sino incluso antagónicos: es normal, ya que cada uno tiene sus opiniones propias y sus formas de afrontar los problemas de la empresa. 

Dígame, para terminar, alguna cualidad o virtud de Luis Valls. Y algún defecto, porque todos tenemos defectos.

– Valls, como todas las personas, tenía defectos y virtudes. Dicen algunos que era algo seco en el trato ya que la grandilocuencia no era su mejor atributo y, a veces, aseguran algunos colaboradores, “no era fácil de entender”. Algo reservado y, algunas veces, enigmático. No era fácil saber qué estaba pensando y algunos afirman que tenía una mirada intimidante aderezada de largos silencios.

Estamos delante de una persona poliédrica que fue mucho más que un gran banquero, un humanista y un filántropo. Una figura irrepetible, buena, trabajadora y generosa. Un carácter prudente y del que muchos subrayan que le gustaba mucho más influir que mandar.

Luis Valls creó una forma diferente de hacer banca y de ayudar a la sociedad. Miles de empleados, los accionistas, medios de comunicación y decenas de miles de beneficiarios a través de sus fundaciones son testigo de ello, y lo seguirán siendo en los años venideros gracias al trabajo que, a diario, hace el equipo de gestión de Patronato Universitario, Fundación Hispánica y Fomento de Fundaciones.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

Asamblea Sinodal 2024: lo que está en juego

Del 2 al 27 de octubre se desarrolla la Segunda Sesión de la Asamblea Sinodal. Cuando finalice, comenzará la fase de recepción de las conclusiones en toda la Iglesia católica según lo que indique el Papa Francisco.

Giacomo Costa SJ·2 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

El 2 de octubre se abre la Segunda Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos. A su término, el 27 de octubre, concluirá la fase de discernimiento por parte de los pastores y comenzará la de la recepción de las conclusiones en toda la Iglesia y en cada una de las Iglesias locales, en las formas y modalidades que indicará el Papa Francisco.

La tarea de la Asamblea es buscar respuestas a la pregunta guía indicada por el Papa Francisco, “¿Cómo ser una Iglesia sinodal en misión?”, e indicar formas concretas de ponerlas en práctica, en relación con los temas propuestos en el “Instrumentum laboris” para la Segunda Sesión (IL2).

La IL2 se abre con la visión del profeta Isaías del banquete mesiánico (25, 6-8), aclarando así que el horizonte de una Iglesia sinodal es la misión al servicio del deseo de Dios de que todos los seres humanos y todos los pueblos sean invitados al banquete de su Reino. Sin una perspectiva clara de anuncio misionero, el Sínodo correría el riesgo de ser sólo un ejercicio autorreferencial.

El texto de la IL2 está organizado en cuatro secciones, que corresponden a los cuatro primeros módulos de los trabajos de la asamblea. Leyendo su resumen uno puede darse cuenta de lo que está en juego en la Segunda Sesión y de su relevancia para la vida y la misión de la Iglesia.

Fundamentos y relaciones

La primera sección, “Fundamentos”, esboza el horizonte teológico en el que debe situarse la obra. No es un tratado de eclesiología, pero toca puntos como la naturaleza sacramental de la Iglesia, el sentido compartido de la sinodalidad, la reciprocidad entre hombres y mujeres en la Iglesia y el diálogo entre las diferencias que tiene la Iglesia, que no compromete su unidad, sino que la enriquece.

La segunda sección, “Relaciones”, se centra en el tejido relacional del que se compone la Iglesia, indispensable para sostener a las personas y las comunidades. El énfasis en las relaciones responde al deseo de una Iglesia menos burocrática y más cercana a las personas, que se asocia en todo el mundo con los términos “sinodal” y “sinodalidad”. Pero también está en consonancia con la antropología cristiana.

Como ha escrito Benedicto XVI, “la criatura humana, en cuanto espiritual por naturaleza, se realiza en las relaciones interpersonales. Cuanto más auténticamente las vive, tanto más madura su identidad personal” (“Caritas in veritate”, n. 43).

La atención a las relaciones se expresa en la concreción. Así, se abordan: la relación entre carismas y ministerios; los modos de que la Iglesia sea “percibida como casa y familia” (IL2, n. 33); la peculiar naturaleza de los ministros ordenados (obispos, presbíteros y diáconos) y su relación con el resto del Pueblo de Dios; el intercambio de dones que vincula a las Iglesias locales en la única comunión universal. La mirada nunca se vuelve hacia el interior, sino que permanece centrada en la misión, ya que es precisamente la calidad de las relaciones lo que hace creíble el anuncio del Evangelio.

Caminos y lugares

La tercera sección, “Caminos”, se centra en los procesos de fomento y desarrollo de las relaciones, promoviendo la armonía en la comunidad mediante la capacidad de afrontar juntos los conflictos y las dificultades.

Se abordan aquí las cuestiones de la formación y el discernimiento, así como una reflexión sobre los procesos de toma de decisiones basados en la participación de todos y el reconocimiento de la responsabilidad diferenciada entre los miembros de la comunidad según el papel de cada uno, con vistas a una competencia decisoria de la autoridad jerárquica inalienable, pero no incondicional. Por último, esta sección aborda la promoción de una cultura y formas concretas de transparencia, rendición de cuentas y evaluación del trabajo de quienes ocupan puestos de responsabilidad.

Por último, la cuarta sección, «Lugares», se centra en la concreción de los contextos y la variedad de culturas en las que vive la Iglesia. Esto último representa un reto crucial para una Iglesia que se define como católica, es decir, universal, y quiere ser capaz de acoger a todos sin pedir a nadie que se desarraigue de su propia cultura. Aquí tienen cabida los temas del servicio a la unidad del Obispo de Roma, las formas más adecuadas para su ejercicio en el mundo actual y la búsqueda de instituciones y estructuras capaces de promover la unidad en la diversidad y la diversidad en la unidad.

El Espíritu Santo y la Asamblea Sinodal

No se puede predecir el resultado del discernimiento de la Asamblea sinodal, pero se pueden reconocer algunos resultados ya alcanzados. El Sínodo 2021-2024 muestra que es posible imaginar caminos participativos a escala mundial y que personas con puntos de vista muy diferentes, cuando no opuestos, pueden reunirse, dialogar y, sobre todo, estar dispuestas a escuchar juntas al Espíritu Santo y discernir a qué les invita.

Es precisamente el hecho de compartir la misma fe trinitaria la piedra angular que permite aceptarse mutuamente y articular sin concesiones perspectivas que pueden parecer bastante distantes. Así también fue posible experimentar con una articulación de lo global y lo local -es decir, lo universal y lo particular- que escapara tanto a la homogeneización como al particularismo. Ciertamente, se trató de un primer intento, que habrá que seguir mejorando.

Un factor clave en todo esto es el método -que se ha convertido en característico del proceso sinodal- basado en la conversación en el Espíritu. Con las adaptaciones necesarias a los distintos contextos, se muestra capaz de promover, en un ambiente de oración y disposición a la aceptación mutua, un consenso que escape a la polarización. Estos resultados nos animan a esperar con ilusión la Segunda Sesión, pero aún más la certeza, repetidamente confirmada, de que el protagonista del Sínodo es el Espíritu Santo.

El autorGiacomo Costa SJ

Secretario especial de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos

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Actualidad

Fabrice Hadjadj reflexionará sobre la herida espiritual de los abusos en la Iglesia en el Foro Omnes

La sede de postgrado de la Universidad de Navarra en Madrid acogerá este foro el 24 de octubre a las 19:30 h. de manera presencial.

Maria José Atienza·1 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El Foro, organizado por Omnes junto al Máster de Cristianismo y Cultura Contemporánea de la Universidad de Navarra y Ediciones Encuentro contará con la participación de Fabrice Hadjadj escritor y filósofo francés, autor de libros como La fe de los demonios, o La suerte de haber nacido en nuestro tiempo y uno de los pensadores católicos más importantes en la actualidad.

Hadjadj abordará en este encuentro la profunda herida moral que suponen los abusos cometidos en el seno de la Iglesia y las raíces del mal que entrañan las acciones de quienes perpetran estos delitos. Todo ello dentro de una conversación con el periodista Joseba Louzau en torno al último libro de Fabrice Hadjadj, Lobos disfrazados de corderos, editado por Encuentro y en el que el autor pone su mirada y su reflexión más profunda en lo que supone, para la vida de la Iglesia, la constatación de una realidad dolorosa que, en algunos casos, se llegó a revestir de aparente santidad, como lobos disfrazados de corderos.

El Foro Omnes, que cuenta con el patrocinio de Fundación CARF y Banco Sabadell, tendrá lugar de manera presencial, el próximo 24 de octubre de 2024, a las 19:30 h. en la Sede de Postgrado de la Universidad de Navarra en Madrid (C/ Marquesado de Santa Marta, 3. 28022 Madrid).

ACTUALIZACIÓN

El aforo previsto para este acto está completo. Si desea recibir el vídeo del acto, unos días después de su celebración, puede solicitarlo a través del correo [email protected]

Zoom

Los miembros del Sínodo celebran un retiro antes de la Segunda Sesión

Los miembros de la Segunda Sesión del Sínodo de los Obispos que comienza en Roma el 2 de octubre se reunieron previamente para celebrar un retiro que finalizó con una Misa en la basílica de san Pedro.

Paloma López Campos·1 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

Enrique Alarcón, ante el Sínodo: “Es el Espíritu quien nos guía”

De los 17 varones españoles miembros del Sínodo, Enrique Alarcón fue el único laico en 2023. Además, había 4 mujeres: otras dos laicas, Eva Fernández Mateo y Cristina Inogés, y dos religiosas. Ahora, Enrique Alarcón, ex presidente de Frater, afronta la Segunda Sesión de la XVI Asamblea sinodal en Roma, del 2 al 27 de octubre, y pide oraciones por el Papa y por el Sínodo.   

Francisco Otamendi·1 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

“Tendré que estar en el Sínodo, claro. El nombramiento no era para una parte del Sínodo, sino para todo el Sínodo, y ésta es la segunda parte. Con ánimo en el corazón, y con preocupación por la responsabilidad que entraña algo tan grande, que se ha depositado en las manos y en  los corazones de quienes estamos allí”.

Así comenta Enrique Alarcón con Omnes sus preparativos para participar en la Segunda Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la sinodalidad, en Roma, en la que 365 miembros -269 obispos y 96 no obispos, cifras no definitivas-, se reunirán junto al Papa para para responder a la pregunta: “¿Cómo ser una Iglesia sinodal misionera?, como explica en el número de octubre de la revista Omnes Ricardo Battocchio, secretario especial de la Asamblea.

“Un mes es mucho tiempo, supone preparar mucho para movilizarme yo, con el tema de la silla de ruedas eléctrica, equipaje… Afortunadamente, está la humildad de mi esposa, que renuncia a un mes de su trabajo, y se viene para allá, para que yo pueda estar. Así que vamos al Sínodo en 2 por 1”, añade Enrique Alarcón.

“Ya sabemos cómo es la fe: caminar a veces entre sombras”

“Confiamos en que es el Señor el que nos guía en este momento de la historia, y la Iglesia tiene que responder. Aunque nos cueste, aunque a veces no lo veamos. Pero ya sabemos cómo es la fe. Es caminar, a veces entre sombras, entre nieblas, pero es el Espíritu el que nos guía. Y en eso tendrá sus frutos el Sínodo. Igual que los tuvo la primera Asamblea, los tendrá ésta. y en esa confianza estaremos allí”, declara a Omnes el ex presidente de Frater (Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad), que ha presidido varios años. 

Durante la primera Asamblea, Enrique Alarcón manifestó a Omnes: “Impresiona la presencia de un Papa en silla de ruedas”. “La escucha en el Espíritu Santo debería calar en la Iglesia”.

“Oracíón por el Santo Padre, por todos, por mí”

Cuando le comentamos la intención de rezar por la Asamblea, Enrique Alarcón señala: “Gracias por tu oración, por vuestras oraciones. Para mí, que la necesito, para ver si consigo tener la fortaleza física y mental suficiente para aguantar las largas jornadas de trabajo. Es muy profundo el trabajo allí, muy serio, como tú sabes. Y por todos. Por el Santo Padre, porque necesitamos que el trabajo dé sus frutos. Así que muchísimas gracias. Un abrazo grande, y ánimo y adelante con todo para siempre, hasta luego, amigo”.

En cuanto a Frater, añade: “Me encuentro bien, sigo con las molestias otoñales, pero ahí vamos. En Frater todo va marchando adelante, tranquilos, es el primer año que está el nuevo equipo, es un año de rodaje. Pero ya están programando cosas, se están moviendo mucho, visitando a las diócesis, con mucho entusiasmo y mucho ánimo, como a Frater le corresponde”.

Misa de inicio del Sínodo

Abiertos oficialmente los trabajos de la Asamblea sinodal con una Misa concelebrada en la Plaza de San Pedro en la fiesta de los Ángeles Custodios, el miércoles 2 de octubre, el programa incluye una celebración penitencial presidida por el Papa con los testimonios de tres víctimas de abusos, de la guerra y de la indiferencia ante las migraciones. Entre las novedades: cuatro foros abiertos al público. Pueden consultar aquí el esquema del Instrumentum Laboris del Sinodo, y la Carta del Santo Padre al cardenal Mario Grech, de 22 de febrero de este año.

El autorFrancisco Otamendi

Familia

Mario Marazziti: «La vejez es prueba de fuego de nuestra civilización»

Con ocasión del Día Internacional de las Personas Mayores que se celebra el 1 de octubre, el escritor Mario Marazziti comenta a Omnes que “este mundo hiperconsumista, produce residuos, incluidos los humanos”, y habla del encuentro del Papa Francisco con los abuelos y del “aguijón de la soledad”.

Francisco Otamendi·1 de octubre de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

Mario Marazziti es ensayista y dirigente de la RAI, editorialista del «Corriere della Sera» y miembro de la Comisión nacional italiana de investigación sobre la exclusión social. Portavoz histórico de la Comunidad de Sant Egidio, es uno de los coordinadores de la campaña internacional para la abolición de la pena capital y para una mayor calidad de vida de los ancianos, y formó parte, junto con Nelson Mandela, del equipo de mediación que puso fin a la guerra civil en Burundi. Marazziti fue diputado del Parlamento italiano, presidente de la Comisión de Derechos Humanos y de la de Asuntos Sociales y Sanidad de la Cámara de Diputados.

Además, Mario Marazziti es uno de los promotores de los corredores humanitarios, el programa que permite a los refugiados forzosos más vulnerables llegar sanos y salvos a Europa, y acompaña su integración social con la ayuda de la sociedad civil. Y también uno de los animadores de la Fundación Età Grande (Gran Edad), promovida por el arzobispo Vincenzo Paglia, presidente de la Academia para la Vida de la Santa Sede, para ayudar a las sociedades occidentales a valorar la vida de las personas mayores en sociedad.

Hablar con Marazziti no ha sido fácil. Cuando no estaba en Siria o en otro viaje, preparaba  el encuentro de abuelos con el Papa Francisco, o tareas de la Fundación Età grande. Al final, prácticamente nos hemos hecho amigos.

¿Qué hace la Fundación Età Grande? 

– En el Aula Pablo VI, el 27 de abril de 2024, miles de abuelos y nietos se reunieron en torno al Papa Francisco, en un tiempo extraño como el nuestro, por iniciativa de la Fundación Età Grande. Fue creada para devolver la dignidad a la vejez y partir precisamente de los “años extra”, que alimentan la “cultura material del descarte”, la reconstrucción de la capacidad de vivir juntos y reavivar también el humanismo europeo. Fue como una visión del mundo tal y como puede ser. El de las dos guerras mundiales, el de la reconstrucción, el de la democracia.

El futuro renace desde aquí para escapar al aplanamiento del presente y a la ausencia de sueños. Al dar representación a la voz –ignorada– de millones de ancianos y, junto a ellos, de los nietos, que en un mundo aplanado sobre el presente reciben la memoria y el valor del otro, antídoto contra la prisa y la soledad contemporáneas, se dio contenido a las catequesis del Papa Francisco sobre la vejez, y se dibujó una visión.

En el encuentro hubo testimonios…

— Estos días me he preguntado cuál es la diferencia entre el amor de un padre y el de un abuelo. Es un amor distinto. Es un amor, tal vez, “más puro”. Nuestra única tarea es amarlo. “Transmitir sin fingir”, decía un abuelo, Fabio. Y esta sabiduría de la gratuidad fue confirmada por su nieta Chiara: “Con mis padres, con mi hermana, es un amor enorme, pero dentro de esta grandeza también hay conflicto. Con mis abuelos es un amor más tierno, cómplice, paciente”.

La gratitud y la preocupación por los demás son como una medicina en un mundo donde todo se vende y todo se compra. Y donde la misma palabra vejez asusta, como la conquista que es.

Sofía, una mujer de 91 años nacida en Roma, lo explicaba en términos personales: “Tengo arrugas, pero no me siento una carga. Mi experiencia personal me lleva a decir que es posible envejecer bien. La verdadera carga de la vida no es la vejez, sino la soledad”. Tras la muerte de su marido, decidió vivir con otras personas. Visita y llama por teléfono a los ancianos de las instituciones, y recibe a muchos jóvenes en una covivienda de la Comunidad de Sant’Egidio: les cuenta la historia de la guerra en Roma, los bombardeos, la solidaridad, la elección de esconder a los judíos de la persecución nazi. Memoria viva y buena para hoy.

Transmítanos alguna reflexión sobre las palabras del Papa.

– El Papa Francisco, después de la Carta a los ancianos de Juan Pablo II, en vísperas del Gran Jubileo, dedicó el año pasado todo un ciclo de catequesis a esta edad, al “magisterio de la fragilidad”: una clave para ayudar al mundo a salir de la “cultura del descarte”, de la que forman parte casi necesariamente los emigrantes y los ancianos en un mundo hiperconsumista que produce residuos, incluidos los humanos. La vejez como prueba de fuego del nivel de nuestra civilización. 

La marginación de los ancianos corrompe todas las estaciones de la vida, no sólo la de la vejez.  A menudo vuelve sobre el hecho de lo que su abuela aprendió sobre Jesús, que nos ama, que nunca nos deja solos, y que nos insta a estar cerca unos de otros y nunca excluir a nadie. Y la enseñanza de no apartar nunca de la mesa y de la casa a un pariente anciano porque se haya complicado. 

El Papa Francisco encarna y comunica un cristianismo enraizado en el Evangelio, que sabe bien que junto al sacramento de la mesa está el sacramento de los pobres: la parábola del Juicio Final del capítulo 25 de Mateo, la presencia de Jesús y de su cuerpo en cada persona sola, abandonada, pobre, en cada uno de estos “hermanos míos pequeños” no es accesoria, es constitutiva. Y pone esta sabiduría evangélica al servicio de un mundo desconcertado, que vacía o invierte el sentido de las palabras, que pierde el sentido del horror de la guerra hasta convertirla en compañera habitual: y hace así inaparente al anciano a quien debemos todo. 

¿Qué pasó con el Covid-19 y las personas mayores?

– Después de la pandemia podríamos haber entendido: “Estamos en el mismo barco”. Pero parece que los que aún no son mayores siempre piensan que están en otro barco y tienen otro destino. En la pandemia del Covid-19 más del 40 % de todas las víctimas de la primera oleada, en Italia, en España, en Europa, en Occidente, eran ancianos internados en alguna institución. Otro 25 % eran ancianos a domicilio. Esto significa que, dado que los ancianos internados en una institución sólo representaban el 3 % del total de ancianos, el hogar por sí solo, sin servicios, sin médicos, protegía 15 veces más la vida de un anciano ingresado.

Esto debería haber desencadenado un cambio radical en el conjunto del bienestar de las personas mayores, creando modelos de proximidad, formas innovadoras de covivienda, pequeñas residencias asistidas, un continuo de servicios de bienestar social en red centrados en el domicilio, una atención sociosanitaria domiciliaria integrada, multiplicando las altas hospitalarias protegidas, ya que la mayoría de las patologías son crónicas, no agudas. Por el contrario, aumentan las inversiones en residencias e instituciones, que ofrecen una importante rentabilidad financiera garantizada.

Hay muchos estudios que demuestran que la soledad duplica el riesgo de muerte por las mismas enfermedades crónicas. Pero el sistema no puede cambiar. En Italia se ha dado un paso adelante con la ley 33/2023, un punto de inflexión histórico, que señala estas acciones al menos como una vía asistencial complementaria, pero sigue estando infradotada. Puede ser el inicio de una contracultura y un replanteamiento. Y luego está la Carta de los Derechos de las Personas Mayores, que la Fundación Gran Edad también está empezando a difundir en Europa. Son puntos de partida, que hay que difundir. 

¿Cómo podemos garantizar una vida más plena y de mejor calidad a las personas mayores? 

— Empezamos a hacer todo lo posible para mantener a nuestros mayores en casa. Y a pedir apoyo a los centros públicos, el seguro, sector financiero, en enfermeras, servicios, cuidadores. Es un ahorro para la sanidad y una ganancia para la sociedad. Incluso en las fases extremas de la vida, no en las agudas. Nuestros nietos verán que incluso morir forma parte de la vida y que hay una gran intensidad emocional incluso cuando hay poca vida. No querrán que acabemos nuestros días en soledad y aislamiento, como cuando sus abuelos hospitalizados “desaparecían”, y no volvían a aparecer después del Covid. 

Conozco muchas experiencias promovidas por la Comunidad de Sant’Egidio de convivencias entre personas mayores, junto con un cuidador, que se valen por sí mismas; hay cientos de ellas. Todas serían personas destinadas a una institución y a ser un costo social, además de humano.

¿Puede compartir algunos indicadores de Italia?

– En una Europa de 448,8 millones de personas, con una edad media de 44,5 años, y un 21,3 % de 65 años o más, la edad media en Italia era de 45,7 años en 2020, y creciendo a un ritmo mayor: 24,1 % de 65 años o más, y 46,5 años de media en 2023.

Los nuevos nacimientos, como es bien sabido, están disminuyendo rápidamente, 379.000 en el último año. Con una tasa de natalidad de 6,4 por mil habitantes: y era de 6,7 el año anterior. Pero en Italia sólo ocurre antes lo que también sucede en Francia, en España. 

Por último, algún comentario en torno a la investigación de Ipsos sobre la pastoral de las diócesis italianas con la tercera edad, presentada en la Fundación Etá Grande.

– La propia Iglesia católica, que no es “negacionista” ni “giovanilista” [activista juvenil], es muy consciente de que el cabello de muchos cristianos está encaneciendo o blanqueándose, pero todavía no tiene una respuesta activa y específica a estos “años extra” que son una bendición, pero corren el riesgo de ser una maldición. La investigación de Ipsos ha estudiado por primera vez la Iglesia y su actitud hacia las personas mayores. Hay más atención que en el mundo circundante, pero sobre todo en el capítulo ‘social y sanitario’, no en el de las ‘personas’, hermanos y hermanas. 

En Italia son 14 millones, pero en la Iglesia no hay nada parecido a la atención que presta, con razón, a los menos de 200.000 jóvenes adultos que se casan cada año. Hace falta imaginación. Y no sólo costumbre. Iniciemos esta contranarrativa, que libere al mundo de la fragmentación y reduzca el aguijón de la soledad, que es la verdadera pandemia de nuestro tiempo.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

El Papa anima a la corresponsabilidad antes del Sínodo

La Segunda Sesión del Sínodo de los Obispos tendrá lugar en octubre de 2024, por lo que el Papa ha pedido a los católicos de todo el mundo que se unan a él para rezar por la responsabilidad compartida que tienen todos los bautizados en la misión de la Iglesia.

Paloma López Campos·30 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El Papa Francisco pide a los católicos que recen durante el mes de octubre “por una misión compartida”, es decir, la tarea evangelizadora que corresponde a todos los bautizados. Con la Segunda Sesión del Sínodo que comienza el 2 de octubre, el Santo Padre quiere recordar, a través de esta intención, que “todos los cristianos somos responsables de la misión de la Iglesia”.

Francisco explica que “los sacerdotes no somos los jefes de los laicos, sino sus pastores”. La llamada de Cristo, que se dirige a todos por igual, nos recuerda que las vocaciones se complementan, que “somos comunidad”. Por tanto, añade el Papa, “debemos caminar juntos recorriendo el camino de la sinodalidad”.

El Pontífice continúa su mensaje subrayando que todos los católicos debemos “dar testimonio con nuestras vidas y corresponsabilizarnos de la misión de la Iglesia”. Esta responsabilidad la tienen todos los bautizados, que “están en la Iglesia en su propia casa y tienen que cuidarla”.

El sínodo como signo de corresponsabilidad

El Papa concluye pidiendo que “oremos para que la Iglesia siga apoyando por todos los medios un estilo de vida sinodal, bajo el signo de la corresponsabilidad, promoviendo la participación, la comunión y la misión compartida entre sacerdotes, religiosos y laicos”.

Vaticano

El Papa beatifica a Ana de Jesús, discípula de santa Teresa de Ávila

Rome Reports·30 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
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El Papa Francisco aprovechó su paso por Bélgica para beatificar a Ana de Jesús, discípula de santa Teresa de Ávila. La ahora beata fue quien se encargó de recopilar las obras de la gran santa y mística española.

Ana de Jesús es ampliamente conocida en Bélgica, país en el que falleció después de fundar allí varios monasterios.


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Recursos

Oriental y Occidental. Los dos pulmones de la Iglesia 

Han sido llamados los dos pulmones de la Iglesia católica, el oriental y el occidental. Los antioquenos dieron lugar a la iglesia siro-malabar. Los países con más católicos orientales son Ucrania y la India, y Estados Unidos por la emigración.

Pedro María Reyes Vizcaíno·30 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

A san Juan Pablo II le debemos la comparación de la Iglesia como un cuerpo que vive con dos pulmones: “No se puede respirar como cristianos o, mejor, como católicos, con un solo pulmón; hay que tener dos pulmones, es decir, el oriental y el occidental” (Discurso a las comunidades cristianas no católicas, París, 31-V-1980). 

¿Cuáles son esos dos pulmones con los que respira la Iglesia? Desde los inicios de su predicación, la fe católica se encarnó en las culturas a las que llegaba: la Iglesia vivió muy pronto lo que ahora llamamos inculturación de fe. 

Ya desde la época del Imperio Romano, las diferencias culturales y el modo de vivir el cristianismo en cada entorno cristalizaron en los ritos. Estos fueron fundamentalmente tres en la parte occidental del Imperio: el rito romano o latino; el rito hispano, actualmente llamado rito mozárabe; y el rito ambrosiano, que actualmente se vive en Milán. 

Y cinco en la parte oriental del Imperio y regiones cercanas: el rito alejandrino, en Egipto; el rito bizantino, en el ámbito griego; el rito antioqueno, en Siria; el rito caldeo, en la antigua Mesopotamia; y el rito armenio.

Los antioquenos llegaron a la India

En los siglos siguientes casi todos se extendieron a otros países fruto del impulso evangelizador de los cristianos de cada país. Los antioquenos llegaron a la India dando lugar a la Iglesia siro-malabar, que actualmente es noticia.

Los ritos no son solo los diversos modos de celebrar los sacramentos, sino que en cada uno de ellos hay un modo de relacionarse con Dios, una vivencia de la fe y unas costumbres y devociones particulares. Los documentos pontificios recientes alaban el rico patrimonio espiritual de cada rito. También surgieron jerarquías eclesiásticas propias, especialmente en los ritos orientales.

Relación entre divisiones y ritos

Lamentablemente, las divisiones de la Iglesia que comenzaron en la antigüedad cristiana, incidieron fuertemente en los ritos, especialmente en los orientales, que al ser muy dependientes de su propia jerarquía, eran más vulnerables a los cismas. La separación de los nestorianos alejó a los caldeos y la de los monofisitas a los armenios y a los alejandrinos.  

Al cambiar el primer milenio, la Iglesia Católica era solo latina y griega. Y en 1054 también esto llegó a su fin por el Cisma de Oriente. Solo la Iglesia maronita, de rito antioqueno, que se enorgullece de ser la única iglesia oriental que siempre ha sido católica, permaneció en comunión con el Sucesor de San Pedro. 

Al Concilio de Trento solo asistieron obispos latinos, una rareza en la historia de los concilios ecuménicos, porque los obispos maronitas, que fueron invitados, no pudieron asistir al vivir en territorio musulmán.

Iglesias sui iuris o autónomas

Pero la Iglesia nunca olvidó que tiene dos pulmones. Trento impulsó las relaciones con los cristianos orientales, y fruto de ello, varios grupos se unieron a la Iglesia Católica. Los primeros fueron un grupo de obispos ucranianos, que firmaron la Unión de Brest en 1595. A esta siguieron nuevos acuerdos con otras comunidades. No fueron fáciles estas uniones, porque desgraciadamente desde el occidente cristiano hubo muchos intentos de introducir costumbres latinas a los que recién volvían a la plena comunión con Roma. También es cierto que después de varios siglos de separación, en muchos grupos había bastantes adherencias de doctrinas no católicas.

Actualmente hay 22 Iglesias orientales unidas a Roma, llamadas Iglesias sui iuris o autónomas. Además de sus libros litúrgicos propios, tienen un Código de Derecho Canónico propio promulgado por San Juan Pablo II en 1990. Por lo tanto, tienen normas disciplinares distintas de las latinas: es conocido, por ejemplo, que entre los católicos orientales hay sacerdotes casados. 

En su organización jerárquica es importante el Sínodo de la Iglesia ritual, y la máxima autoridad es el Patriarca o el Arzobispo Mayor. Según el Anuario Pontificio, tienen unos 18 millones de fieles. Los países en los que más católicos orientales hay son Ucrania y la India, y destaca también Estados Unidos por la emigración.

El autorPedro María Reyes Vizcaíno

Mundo

El Papa pide en Bélgica no encubrir los abusos, y beatifica a Ana de Jesús

Una fuerte condena de los abusos y los abusadores, la atención a los necesitados, migrantes y refugiados, a los no nacidos -al elogiar la valentía del rey Balduino no firmando la legalización del aborto-. y a los ancianos, y apelaciones a construir la paz y a una Europa solidaria, han sido algunos temas prioritarios del Papa Francisco en Bélgica y Luxemburgo.   

Francisco Otamendi·29 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

Con una Misa y homilía en el estadio Rey Balduino de Bruselas, y el rezo del Ángelus, han concluido los actos del viaje del Papa Francisco a Luxemburgo y a Bélgica, que comenzó el pasado jueves en tierras luxemburguesas. con el recibimiento por parte de los grandes Duques Enrique y María Teresa.

Precisamente este sábado, en un acto fuera del programa oficial, el Papa acudió a rezar ante la tumba del rey Balduino, en la cripta real de la iglesia de Nuestra Señora de Laeken, en presencia de los actuales reyes belgas, Felipe y Matilde.

El Santo Padre elogió allí la abdicación en 1992 del entonces rey belga durante 36 horas, para no firmar la ley sobre la legalización de aborto provocado. El Papa pidió mirar su ejemplo en un momento en que las “leyes criminales” ganan terreno, y pidió a los obispos que avance su causa de beatificación. 

Misa en Bruselas, beatificación de Ana de Jesús

Esta mañana de domingo, antes de la Santa Misa de clausura, el Papa fue aplaudido en el estadio Rey Balduino por miles de personas, en torno a cuarenta mil según las autoridades, que portaban banderas de numerosos países, y bendijo a bebés que le fueron acercando las familias y el equipo de seguridad. 

Además, el Pontífice ha procedido a la beatificación de la venerable religiosa carmelita descalza española Ana de Jesús (1945-1621), fallecida en Bruselas y considerada ‘mano derecha’ de Santa Teresa de Jesús en sus fundaciones.

Ana de Jesús fundó en Bruselas el primer convento del Carmelo descalzo, y en ese lugar permaneció como priora hasta su muerte, aunque también fundó conventos en Lovaina (1607) y en Mons (1608). Al final de su vida, padeció una enfermedad  degenerativa que en siete años la dejó totalmente paralítica. 

La misión

En la homilía, centrada en la reflexión sobre tres palabras (apertura, comunión y testimonio), el Papa ha basado su meditación en el Evangelio de este domingo, para afirmar que “todos, con el Bautismo, hemos recibido una misión en la Iglesia, que es un don que hemos recibido, no por nuestros méritos, sino por la gracia de Dios, no somos privilegiados. Para cooperar con amor en la acciòn libre del Espíritu Santo necesitamos realizar esta misión con humildad, gratitud y alegría”. “La comunidad de los creyentes no es un círculo de privilegiados”, ha subrayado. 

Abusos: cuando los pequeños son escandalizados y abusados 

A continuación, en torno a la segunda palabra, comunión, se ha referido con extrema dureza a los abusos y a los abusadores. Hay que recordar que Bélgica es un país profundamente herido por estos crímenes, sobre los que el Parlamento ha anunciado una investigación nacional, y la dimisión, por ejemplo, de Roger Vangheluwe, obispo de Brujas, tras admitir haber abusado sexualmente de menores. Sus delitos habían prescrito, pero el Papa lo apartó del estado clerical siendo ya emérito, con 87 años.

El Santo Padre ha manifestado que “el único camino de la vida es compartir. El egoísmo es escandaloso”. “Pensemos en lo que pasa cuando los pequeños son escandalizados, golpeados, abusados, por aquellos que habrían tenido que cuidarlos. Pensemos en las heridas de dolor y de impotencia, sobre todo en las víctimas, pero también en sus familias y en toda la comunidad, con la mente y con el corazón”.

Petición a los obispos: el mal no se esconde

“Vuelven las historias  de alguno de estos pequeños que encontré antes de ayer. Los escuché, sentí sus sufrimientos por ser abusados. En la Iglesia hay lugar para todos, pero todos seremos juzgados, y no hay lugar para el abuso. No hay lugar para encubrir los abusos. Les pido a todos: no encubran los abusos. Se lo pido a los obispos, no encubran los abusos, hay que condenar a los abusadores, y ayudarlos a sanar de esta enfermedad del abuso”. (aplausos).

“El mal no se esconde, el mal tiene que ser descubierto, que se sepa. Como hicieron algunos de los abusados, y con valentía. Que se sepa, y que sea juzgado el abusador. (más aplausos).

Ya sea laica, laico, cura u obispo. La palabra de Dios es clara. Dice: que las protestas de los cosechadores y el grupo de los pobres no se pueden ignorar”. “Las personas abusadas son un grito que sube al cielo. Escuchemos a Jesús en el Evangelio”. “Mi abuela decía: el diablo entra por los bolsillos”.

Finalmente, en relación al tercera palabra, testimonio, se ha referido de nuevo a la beata Ana de Jesús, “un imán espiritual” a la sombra de una “gigante del espíritu”, santa Teresa de Jesús. En el rezo del Ángelus, como es habitual, pidió por la paz, y rogó a la Virgen María, en su advocación de Sedes Sapientiae, asiento de la sabiduría.

Con víctimas de abusos 

A su llegada a la capital belga, el viernes 27, el Papa se había referido a los abusos en su discurso ante las autoridades, al señalar que “la Iglesia es santa y pecadora”. “La Iglesia debe avergonzarse, pedir perdón y tratar de resolver esta situación con humildad cristiana”, dijo el Santo Padre. Además, afirmó que “un solo abuso es suficiente para avergonzarse”.

Luego, en todo el viaje, habría más noticias sobre abusos. Por ejemplo, una audiencia al final del día a 17 víctimas de abusos de sacerdotes belgas, en la Nunciatura, también no programada.

La Oficina de Prensa del Vaticano, a través de Telegram, ha explicado que los presentes “pudieron llevar al Papa su propia historia y su dolor y expresar sus expectativas respecto al compromiso de la Iglesia contra los abusos”.

“El Papa pudo escuchar y acercarse a su sufrimiento”, prosigue la nota, “expresó su gratitud por su valentía y el sentimiento de vergüenza por lo que habían sufrido de niños a causa de los sacerdotes a los que estaban confiados, tomando nota de las peticiones que le hicieron para que los estudiase”

Con pobres y con migrantes

El sábado del Papa había comenzado con un desayuno con nueve personas desfavorecidas y migrantes de la parroquia de Saint-Gilles, que cada mañana, en mesas dispuestas en medio de la antigua nave, ofrece un café a personas sin techo, refugiados, pobres del centro de la ciudad. 

Además, el Pontífice pudo recibir en Nunciatura a dos familias de refugiados de varios países. Una cristiana procedente de Siria, y otra musulmana de Yibuti, acogidas por la Comunidad de Sant’Egidio, que llegaron a Bélgica por la activación de los denominados ‘corredores humanitarios’.

Evangelizar en sociedades alejadas de la fe: el Sínodo 

El encuentro del Papa Francisco ayer sábado con obispos, sacerdotes, religiosos y agentes pastorales, en la basílica del Sagrado Corazón de Koekelberg, fue uno de los actos principales del viaje papal. 

Allí intervinieron varias personas, volvió a salir el tema de los abusos, presente el día anterior, pero surgió de modo destacado también el tema del Sínodo, que ha comentado Andrea Tornielli, director editorial del Dicasterio para la Comunicación.

“¿Cuál es la prioridad del Sínodo que está por comenzar? ¿Cuál es el objetivo principal y más importante de la reforma en sentido sinodal de la Iglesia? Desde Bruselas, desde la basílica del Sagrado Corazón de Koekelberg, donde se reunió con obispos, clérigos, religiosos y agentes pastorales, el Papa Francisco esbozó una respuesta relanzando una pregunta”. 

“El proceso sinodal –dijo, motivado por la escucha de un testimonio–, debe ser un retorno al Evangelio; no debe tener entre sus prioridades alguna reforma “de moda”, sino preguntarse: ¿cómo hacer llegar el Evangelio a una sociedad que ya no lo escucha o se ha alejado de la fe? Preguntémonos todos eso”.

“Por lo tanto, no son reformas ‘de moda’”, ha escrito Tornielli. “Existen perspectivas que terminan poniendo en segundo plano la cuestión acuciante y fundamental que Francisco volvió a plantear: la del anuncio del Evangelio en las sociedades secularizadas. Perspectivas que terminan olvidando el único propósito verdadero de toda reforma en la Iglesia: el bien de las almas, el cuidado del santo pueblo fiel de Dios”.

Europa unida y solidaria

El viaje había comenzado el jueves pasado. Ante las autoridades del país, el Pontífice, además de agradecer la acogida, subrayó la “especial situación geográfica” de Luxemburgo, que “se ha distinguido (en su historia) por su compromiso en construir una Europa unida y solidaria”. Y, como es muy frecuente en todas sus audiencias y viajes apostólicos. pidió a los gobernantes el compromiso de “llevar adelante las negociaciones” para conseguir la paz.

La mujer en la Iglesia

El papel de la mujer en la Iglesia, y en concreto en la encíclica Laudato sí’ y los debates climáticos, fue un asunto que emergió en la visita del Papa a las universidades de Lovaina, en especial en la Universidad católica de habla francesa, en ‘Louvain-La-Neuve’, ayer por la tarde.

Al concluir la Misa en el estadio Rey Balduino, el Papa Francisco tiene previsto trasladarse a la base aérea de Melsbroek para la ceremonia de despedida, partir hacia Roma a las 12.45 horas, y aterrizar en el aeropuerto internacional de Roma/Fiumicino hacia las 15,00 horas de este domingo.

La Iglesia celebra este domingo, junto a la fiesta de los arcángeles San Miguel, san Gabriel y san Rafael,  la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado con el lema: “Dios camina con su pueblo”. Pueden consultar aquí el Mensaje del Santo Padre para este domingo, y sendos comentarios al Evangelio correspondiente.

El autorFrancisco Otamendi

Recursos

Las huellas de Jesús en Tierra Santa

Hay quien ha definido a Tierra Santa como el quinto Evangelio. La experiencia de pisar la tierra que acogió al Verbo encarnado es una particular inmersión en la Palabra de Dios. En Tierra Santa se tocan la nueva y la antigua Alianzas y se pone color y tridimensionalidad al hecho escrito.

Maria José Atienza·29 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

Desde los primeros siglos del cristianismo y previamente, con la guarda de la memoria del pueblo judío, los lugares santos han sido objeto de custodia y veneración.

Las tradiciones orales transmitidas de generación en generación han sido, en muchas ocasiones, respaldadas de manera científica por las investigaciones y excavaciones arqueológicas desarrolladas, especialmente, en los dos últimos siglos.

Peregrinar a Tierra Santa es algo más que un viaje; es viajar, de algún modo, al Evangelio, por lo que es especialmente útil hacerlos con guías que combinan ambos aspectos como “Huellas de nuestra Fe”, editada por la Fundación Saxum.

De entre los numerosos lugares santos que se custodian entre Israel y Palestina, algunos de ellos destacan por su interés devocional, arqueológico e histórico.

La casa de María en Nazaret

La basílica de la Anunciación de Nazaret se yergue sobre los restos de unos lugares de culto cristiano que datan de los primeros siglos del cristianismo.

En la investigación arqueológica que el “Studium Biblicum Franciscanum” realizó antes de erigir la basílica actual encontraron un edificio dedicado al culto, en el que había numerosos grafitos cristianos, que datan de los siglos I tardío y II. Entre ellos, destaca una inscripción “Ave María” en griego. Las catas realizadas en los muros de esta casa, parcialmente excavada en roca, como era habitual entonces, los relacionan con los que se custodian en la basílica de Loreto, en Italia.

La gruta de Belén

La localización de la cueva de ganado donde nació Cristo era ya conocida a mediados del siglo II. Belén era anunciada por Miqueas como lugar de nacimiento del Mesías y el nacimiento de Cristo es recogido por el Evangelio de Lucas (Lc 2, 1-7).

A la localización de la cueva transmitida por los primeros cristianos se une el hecho de que, al igual que ocurrió con otros lugares santos relacionados con el judaísmo y el cristianismo, la autoridad romana quiso “borrarlos” construyendo sobre ellos templos paganos o bosques sagrados, como fue el caso de la gruta de Belén. Estos intentos de silenciamiento no sólo no prosperaron sino que marcaron, de algún modo, los lugares más importantes.

La gruta en cuestión se encuentra hoy dentro de una basílica del siglo IV, exactamente en un piso inferior, bajo el presbiterio. Se trata de una excavación en la roca, habitual en la Judea del siglo I para guardar enseres de pastoreo o los propios animales. La hendidura en la roca que se conserva en un lateral es, según la tradición, el primer lugar donde reposó el Hijo de Dios en la tierra. En la actualidad, una estrella de plata marca ese lugar.

Templo de Jerusalén

El lugar donde se alzaba el Templo de Jerusalén ha sido uno de los más estudiados de cuantos se hallan en Tierra Santa. Es el lugar más santo para los judíos y tie- ne especial importancia, también, para los seguidores de la religión musulmana.

El primer gran templo de Jerusalén fue mandado construir por David y fue su hijo, Salomón, quién lo culmina y consagra el undécimo año de su reinado, es decir, hacia el 960 a. C. (Reyes 5, 15 – 7).

Aunque existen numerosas fuentes que hablan de este templo, la investigación arqueológica no ha llegado a encontrar restos significativos de esta ingente y rica construc-

ción que, por otra parte, fue completamente destruida por las tropas de Nabucodonosor II en 586 a. C. Tras la vuelta del pueblo judío a Jerusalén, comienza la edificación del segundo templo, más modesto, que fue dedicado en el año 515.

A partir del 20 a. C., Herodes el Grande comenzó la restauración y ampliación del Templo de Jerusalén. Este gran templo es al que acudieron san José y la Virgen María para presentar a un Jesús casi recién nacido.

Los evangelistas Mateo, Marcos y Lucas recogen la profecía de Cristo acerca de la destrucción del Templo. Una realidad que vieron muchos de los que la escucharon puesto que, en el año 70, el templo fue incendiado por las legiones romanas en el asedio a Jerusalén. Medio siglo más tarde, sobre estas ruinas, fueron levantados monumentos con las estatuas de Júpiter y del emperador. Diversos estudios y excavaciones -que aún continúan-, han podido reconstruir, virtualmente, este gran templo.

En Jerusalén, aún queda una parte de los muros de aquella construcción, aunque el más conocido es el paño de muro occidel tal que conocemos como el Muro de las Lamentaciones: aproximadamente 60 metros de construcción de longitud y unos 20 de alto. Desde el siglo XIV es el lugar sagrado por excelencia y de oración para los judíos. Este muro es el que más cerca queda del lugar en el que se emplazaba el Sancta Sanctorum, que los expertos sitúan linealmente bajo el suelo que hoy ocupa la Cúpula de la Roca de la mezquita de Al Aqsa.

Cafarnaúm: la sinagoga y la casa de Pedro

La sinagoga de Cafarnaúm -junto a la sinagoga recientemente hallada en Magdala-, es una de las mejor conservadas y de mayor valor artístico de las que se tienen conocimiento.

Los restos hallados muestran una rica edificación, bastante grande, construida con caliza blanca y profusamente decorada en sus columnas y arcos. Aunque estos restos datan aproximadamente de entre los siglos IV y V, esta sinagoga se alzó sobre una anterior, del siglo I de la que se ha hallado pavimento de piedra bajo la nave central de la sala de oración y en la que bien pudo haber rezado y enseñado Jesús (Mc 1, 21-28; Lc 4, 31-37).

A pocos metros de esta sinagoga se conserva una basílica de finales del siglo V, construida sobre una estructura octogonal que, según una antiquísima tradición, se asienta sobre el solar en el que estuvo la casa de san Pedro, allí donde Jesús curó a su suegra (Mt 8, 14-15; Mc 1, 29-31;Lc 4, 38-39). Distintas excavaciones han confirmado que, efectivamente, la basílica se asienta sobre lo que fue una vivienda del siglo I a. C. que constaba de una serie de estancias comunicadas entre sí por un patio.

Piscina de Betesda o Betzata

Aunque no se trata de un centro de devoción, la exactitud con la que se describe este conjunto de piscinas halladas en sucesivas excavaciones de los siglos XIX, XX y XXI, hacen de este enclave uno de los lugares más interesantes como confirmación, en piedra, de las Escrituras.

Situada en el punto exacto donde la localizan las Escrituras, actualmente sus ruinas se hallan en el barrio musulmán de Jerusalén, a pocos metros de la Puerta de los Leones (conocida como Puerta de las Ovejas, por la que entraba el ganado para el sacrificio en el Templo). Las excavaciones muestran una piscina dividida por una pared que creaba dos cuencas separadas, que hablan de la gran construcción que suponía esta piscina, de la que el evangelista san Juan señala que tenía “cinco pórticos” (Jn 5, 1-3).

El lugar de la crucifixión y enterramiento de Jesús

La gran maqueta que puede verse en el Museo de Israel, correspondiente a la fisonomía de Jerusalén en tiempos del segundo Templo, muestran los límites de las murallas de la

ciudad por entonces. Unos límites que dejan fuera, tal y como narran los Evangelios, la roca con una forma aproximada a la de un cráneo que sobresalía en una cantera en la zona noreste de la ciudad (Mt 27, 32-56; Mc 15, 21-41; Lc 23, 26-49; Jn 19, 17-30). Ese fue el punto donde tuvo lugar la crucifixión y muerte de Cristo y, a pocos metros, en una roca, la sepultura del cuerpo del Señor.

Esta zona de la ciudad santa ha sido objeto principal de investigaciones y excavaciones arqueológicas que han ido revelando diversas estancias, zonas y enterramientos que siguen la línea narrada en las Sagradas Escrituras.

La conquista romana sepultó esta zona bajo un templo pagano lo que hizo que se conservara de manera excepcional. En el siglo IV cuando, con la cristianización del Imperio, estos lugares santos vuelven a ser lugar de veneración cristiana.

La primera basílica construida sobre el Santo Sepulcro data de esta fecha, y las excavaciones han revelado tres zonas: un mausoleo circular alrededor de la tumba; un patio, donde estaba la roca del Calvario al aire libre, y una basílica con cinco naves y atrio. La tumba fue aislada de la roca, cortando ésta y construyendo el edículo que la protege. En 2016, con la última restauración del edículo actual (de 1810) se retiraron las losas de mármol superpuestas hasta llegar a la piedra original. En la actualidad, todo el terreno, desde la tumba de Jesús hasta el lugar de la crucifixión, forma parte del conjunto del templo.

Además de poder tocar el hueco de la Cruz en lo que es hoy la capilla del Calvario, justo debajo, en la capilla de Adán, puede verse parte de la roca original.

“Tocar” el Evangelio

Pisar Tierra Santa es, de algún modo, entrar personalmente en la vida del evangelio. Como destaca Jesús Gil, sacerdote y autor de “Huellas de Nuestra Fe, “los evangelios se leen con otros ojos después de haber pasado por Tierra Santa. Recuerdo haber leído a un grupo en Cafarnaún el comienzo del Evangelio según san Marcos, desde el versículo 14 del primer capítulo hasta el versículo 12 del segundo. Escuchado allí, bajo la sombra de los sicomoros, entre las ruinas de la sinagoga y de la casa de Pedro, de repente cobró sentido, se convirtió en algo vivo. Una persona me dijo: ‘Ese trozo del Evangelio es verdad. Y si es verdad ese trozo, también es verdad todo el Evangelio’”.

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Cultura

Un espacio para el diálogo entre el arte sacro clásico y contemporáneo

Sobre las ruinas de una iglesia tardogótica, el Museo Diocesano “Kolumba” de Colonia se erige como una fusión armónica entre lo antiguo y lo moderno, integrando una capilla construida en los años cincuenta.

José M. García Pelegrín·28 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Los museos diocesanos no son sólo espacios dedicados a la exhibición de arte sacro; especialmente en una sociedad secularizada, también son lugares que evidencian el influjo del arte y la cultura cristianas en la vida contemporánea. A diferencia de los tesoros de las catedrales, que suelen centrarse en el arte litúrgico, los museos diocesanos entablan un diálogo con la cultura actual, exponiendo obras de arte contemporáneo junto a piezas del arte cristiano tradicional.

Un ejemplo destacado en Alemania es el Museo Diocesano de Colonia, notable tanto por su arquitectura como por su colección artística, que crea un diálogo profundo entre el arte clásico y el contemporáneo. Su nombre “Kolumba” proviene de la iglesia tardogótica dedicada a la mártir del siglo III, conocida en España como Santa Coloma. Esta iglesia, que en su día fue la parroquia más grande de Colonia, quedó destruida durante la Segunda Guerra Mundial. El museo fue construido sobre sus ruinas por el arquitecto suizo Peter Zumthor. Inaugurado en 2007, el edificio ha recibido prestigiosos premios arquitectónicos como el Premio DAM de Arquitectura de Alemania (2008) y el Premio de Arquitectura de Renania del Norte-Westfalia (2011).

Una fusión entre pasado y presente

El Museo Kolumba es un buen ejemplo de armonía entre lo antiguo y lo nuevo: el moderno edificio integra las ruinas de la iglesia destruida y la capilla “María en las ruinas” (“Maria in den Trümmern”), construida en 1950 por el arquitecto de Colonia Gottfried Böhm. También es posible explorar excavaciones arqueológicas en el subsuelo del museo: desde pasarelas elevadas se pueden observar restos de viviendas romanas y de edificios eclesiásticos de las épocas carolingia, románica y gótica.

El sobrio exterior del edificio está revestido de ladrillo gris cálido, lo que otorga dinamismo a sus amplias paredes. Este minimalismo se refleja también en el interior: la escasez decorativa y al uso selectivo de materiales permiten centrar toda la atención en las obras de arte. El ladrillo gris del edificio nuevo se fusiona con el basalto y los ladrillos de las ruinas, siguiendo el trazado de la antigua iglesia y manteniendo así una continuidad histórica. Así, la arquitectura de Peter Zumthor asume fragmentos históricos creando al mismo tiempo un entorno ideal para la exposición contemporánea.

El museo alberga un patio interior que sustituye a un cementerio medieval, contribuyendo a la atmósfera de reflexión y contemplación que lo caracteriza. En el corazón del edificio se encuentra una gran sala de exposiciones donde conviven obras de arte antiguas y modernas, propiciando el mencionado diálogo entre épocas.

Historia y desarrollo del Museo Kolumba

El museo fue fundado en 1853 por la “Sociedad para el Arte Cristiano” y en 1989 pasó a ser gestionado por la Archidiócesis de Colonia. En 2004, adoptó el nombre “Kolumba”, en referencia a la iglesia destruida. Concebido como un “museo de la contemplación”, su propósito es invitar al público a explorar el arte como reflejo de la vida. La colección abarca piezas desde la antigüedad tardía hasta la actualidad, con especial énfasis en el arte cristiano. Cada año, a mediados de septiembre, se presenta una nueva exposición anual, combinando obras de la colección permanente con arte moderno. Estas exposiciones, que llevan títulos como “El espacio infinito se expande” (2007/2008), “El hombre abandona la Tierra” (2008/2009) o “Santuario” (2013/2014), dan un nuevo significado a la colección cada año. La actual está dedicada a “El abecedario del arte”.

La capilla “María en las ruinas”

Uno de los elementos más emblemáticos del Museo Kolumba es la capilla “María en las ruinas”, construida en 1950 por Gottfried Böhm como símbolo de esperanza tras su destrucción. La iglesia de San Kolumba, documentada desde el año 980, fue prácticamente destruida al completo durante la Segunda Guerra Mundial, quedando en pie sólo parte de sus muros exteriores y una estatua tardogótica de la Virgen María sobre un pilar.

La capilla, que se levanta sobre las ruinas de la iglesia, presenta una estructura sencilla, con forma de tienda de campaña. Böhm diseñó un altar de basalto de tres niveles y decoró la capilla con obras de artistas de renombre, como las “Ventanas del Espíritu Santo” de Jan Thorn Prikker y una “Ventana de Santa Catalina” de Georg Meistermann.

En 1957 se añadió una capilla del Santísimo, que hoy alberga un tabernáculo diseñado por la artista Elisabeth Treskow. La elegante simplicidad de la arquitectura, unida al simbolismo del arte, convierte a esta capilla en un lugar central para el culto en Colonia, con celebración de la Santa Misa y horario de confesiones diarios.

Vaticano

El Papa Francisco habla en Bélgica sobre los abusos en la Iglesia

En su primer día en Bélgica, el Papa Francisco habló sobre los abusos sexuales en la Iglesia en su encuentro con las autoridades y líderes de la sociedad civil.

Paloma López Campos·27 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El 27 de septiembre por la mañana el Papa Francisco aterrizó en Bélgica, un país que “evoca algo pequeño y grande a la vez, un país occidental y al mismo tiempo central, como si fuera el corazón palpitante de un sistema gigante”.

En su encuentro con las autoridades y la sociedad civil del país, el Santo Padre calificó a Bélgica “como el lugar ideal, casi una síntesis de Europa, desde el cual contribuir a la reconstrucción física, moral y espiritual”. Comparó esta nación con “un puente donde cada uno, con su lengua, mentalidad y convicciones encuentra al otro y elige la palabra, el diálogo y el intercambio como medios para relacionarse”. En otras palabras, un país “indispensable para construir la paz y repudiar la guerra”.

Por esto, destacó el Santo Padre, “Europa necesita a Bélgica para llevar adelante el camino de paz y de fraternidad entre los pueblos que la forman”. Algo importante porque, según el Pontífice, “estamos cerca de una guerra casi mundial”.

Pero este papel que desempeña Bélgica no recae solo sobre sus hombros. Francisco explicó que “la Iglesia católica quiere ser una presencia que, dando testimonio de su fe en Cristo resucitado, ofrece a las personas, a las familias, a las sociedades y a las naciones, una esperanza antigua y siempre nueva, una presencia que ayuda a todos a afrontar los desafíos y las pruebas, sin entusiasmos volátiles ni pesimismos sombríos, sino con la certeza de que el ser humano, amado por Dios, tiene una vocación eterna de paz y de bien, y no está destinado a la disolución ni a la nada”.

Abusos en la Iglesia

Sin embargo, el Papa quiso dejar constancia de que “la Iglesia es santa y pecadora”. Se mueve “entre luces y sombras”, como muestran los “resultados de gran generosidad y espléndida dedicación” cuando se enfrentan a “la vergüenza de los abusos a menores”.

“La Iglesia debe avergonzarse, pedir perdón y tratar de resolver esta situación con humildad cristiana”, dijo el Santo Padre refiriéndose a los abusos. Además, afirmó que “un solo abuso es suficiente para avergonzarse”.

El Pontífice también se refirió a “las adopciones forzadas” que ocurrieron “en Bélgica entre los años 50 y 70 del siglo pasado”. Francisco explicó este fenómeno diciendo que “con frecuencia las familias y otras entidades sociales, incluida la Iglesia, pensaron que, para quitar el estigma negativo, que desgraciadamente en esos tiempos afectaba a la que era madre soltera, sería mejor para ambos, madre e hijo, que este último fuera adoptado”.

La responsabilidad de las autoridades

El Papa subrayó que esto fuera un gran error y oró ante todos “para que la Iglesia encuentra en sí misma la fuerza para actuar con claridad y no uniformarse con la cultura dominante, aun cuando esa cultura utilizase, manipulándolos, valores que derivan del Evangelio”.

El obispo de Roma rezó también “para que los gobernantes sepan asumir su responsabilidad, el riesgo y el honor de la paz, y sepan alejar el peligro, la ignominia y la absurdidad de la guerra”. Por último Francisco confesó a los presentes que en su visita a Bélgica espera avivar un “deseo de esperanza”, don de Dios.

Profesores universitarios en Bélgica

La tarde del viernes 27 el Papa mantuvo un encuentro con profesores universitarios en Bélgica. En su discurso, señaló que la tarea principal de la universidad es “ofrecer una formación integral para que las personas adquieran los instrumentos necesarios para interpretar el presente y proyectar el futuro”.

Francisco señaló que “la educación cultural nunca es un fin en sí misma y las universidades no deben caer en la tentación de convertirse en catedrales en el desierto, sino que son por su propia naturaleza lugares donde se promueven ideas y nuevos estímulos para la vida y el pensamiento del hombre”.

Ensanchar las fronteras del conocimiento

El Santo Padre recalcó el papel de la universidad como lugar en el que se promueve “la pasión por la búsqueda de la verdad”. En este sentido, las instituciones católicas tienen que aportar a esa búsqueda “la levadura y la sal del Evangelio de Jesucristo”.

Francisco invitó a los presentes a “ensanchar las fronteras del conocimiento” para crear “un espacio vital que abraza la vida y la interpela”. Esta es una cuestión esencial pues, en palabras del Papa, “ensanchar las fronteras y ser un espacio abierto para el hombre y la sociedad constituye la gran misión de la universidad”.

Frente a la cultura del relativismo y la mediocridad, el Pontífice resaltó que la universidad tiene que luchar contra “el cansancio del espíritu” y “el racionalismo sin alma”. Es tarea de los profesores universitarios en especial fomentar “una cultura que sea capaz de afrontar los desafíos de hoy”, por lo que el Papa agradeció a los docentes su labor orientada a lograr esto.

España

La Conferencia Episcopal Española prepara un gran congreso de vocaciones

Los días 26 y 27 de septiembre se reunió la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española. Entre los temas tratados estuvieron el Congreso de Vocaciones de 2025, la celebración ecuménica por el aniversario del Concilio de Nicea y la aprobación de algunos nombramientos.

Paloma López Campos·27 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Los días 26 y 27 de septiembre la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española celebró su 268º reunión. Entre los temas tratados por los obispos estuvieron el Congreso de Vocaciones que tendrá lugar en 2025, la celebración ecuménica por el aniversario del Concilio de Nicea en noviembre de 2025 y la aprobación de algunos nombramientos.

Congreso de vocaciones de 2025

El mencionado Congreso de Vocaciones se celebrará en Madrid del 7 al 9 de febrero y marcará el fin del plan pastoral 2021-2025. La Conferencia Episcopal desea que estas jornadas sean “una gran fiesta” y que promuevan “la espiritualidad de la vocación”. Según la nota de prensa publicada por la institución, se espera que acudan unos 3500 participantes.

También en relación con las vocaciones, la Comisión Permanente valoró durante la reunión los resultados de la “Semana del Matrimonio” que se celebró en febrero. Teniendo en cuenta el impacto de esta iniciativa, la Conferencia Episcopal acordó que “esta ‘Semana del Matrimonio’ sea una campaña ordinaria de la Iglesia”.

Los datos de 2024

Por otro lado, Alfredo Dagnino, presidente del Órgano de Cumplimiento Normativo, presentó la primera fase del trabajo de esta entidad. Además, los obispos recibieron los datos relativos a Ábside Media, el Instituto Español de Misiones Extranjeras y la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos.

En lo que se refiere a los datos económicos, la Comisión Permanente revisó los presupuestos de la Conferencia Episcopal y la propuesta de distribución del Fondo Común Interdiocesano para el 2025 que quieren presentar en la Asamblea Plenaria de Noviembre.

Nombramientos

En cuanto a los nombramientos, la Comisión Permanente ha aprobado los siguientes:

-Cecilia Ruiloba Castelazo (laica consagrada del Regnum Christi), como directora del secretariado de la Subcomisión Episcopal para las Universidades y Cultura.

-Luis Miguel Rojo Septién (sacerdote de la Congregación de la Misión), como delegado de Cáritas Española.

-José Cristóbal Moreno García (sacerdote de la diócesis de Orihuela-Alicante), como consiliario nacional de la Federación del Apostolado de la Divina Misericordia en España.

-José Ruiz Pérez (laico de la diócesis de Albacete), como presidente de la Federación del Apostolado de la Divina Misericordia en España.

-Marta Ventura Arasanz (laica de la archidiócesis de Barcelona), como presidenta nacional de la Federación Española de Hospitalidades de Nuestra Señora de Lourdes.

-Jorge López Martínez (sacerdote de la archidiócesis de Burgos), como asesor eclesiástico de la Obra de Cooperación Apostólica Seglar Hispano Americana.

Rueda de prensa

Durante la rueda de prensa celebrada el martes 1 de octubre, el secretario general de la Conferencia Episcopal española atendió a los periodistas que acudieron a la sede de esta institución. En la ronda de preguntas, el secretario general respondió a una cuestión planteada sobre el delito de ofensas al sentimiento religioso. Sin hacer mención directa a otras leyes que blindan el sentir de las personas, Monseñor García Magán expresó su sorpresa por la falta de protección del sentimiento religioso, el cual “queda reducido a la nada”.

El secretario general señaló además que esta situación deja a “gran parte de la sociedad española indefensa”. Teniendo en cuenta que “el derecho de libertad religiosa es un derecho fundamental”, García Magán mostró su disconformidad con la regulación del delito mencionado.

Otro tema tratado en la rueda de prensa fue el Plan PRIVA. El secretario general explicó que la comisión de reparación se constituyó a finales de septiembre y en ella “no hay ningún clérigo, ni obispo”, con el fin de mantener su carácter independiente.

Vaticano

El Papa en Luxemburgo: «Donde hay un necesitado está Cristo»

En un encuentro con la comunidad católica de Luxemburgo, el Papa Francisco pidió a los presentes que salgan con alegría a evangelizar y que no abandonen nunca a los más necesitados.

Paloma López Campos·27 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco se reunió con miembros de la comunidad católica de Luxemburgo en su visita a este país. En su discurso, se unió a la celebración del “Jubileo mariano, con el que la Iglesia de Luxemburgo recuerda cuatro siglos de devoción a María, ‘Consuelo de los afligidos’, patrona del país”.

Precisamente debido a este Jubileo, el Pontífice animó a los católicos a pedir “a la Madre de Dios que nos ayude a ser ‘misioneros, dispuestos a dar testimonio de la alegría del Evangelio’, conformando nuestro corazón al suyo ‘para `ponernos al servicio de nuestros hermanos’”.

Luxemburgo, casa acogedora

En esta línea, el Santo Padre quiso hacer hincapié en tres conceptos: “servicio, misión y alegría”. En relación al servicio, Francisco destacó “la acogida” como un espíritu “de apertura a todos” que “no admite ningún tipo de exclusión”. El Papa invitó entonces a los católicos de Luxemburgo “a seguir haciendo de vuestro país una casa acogedora para todo el que llame a vuestra puerta pidiendo ayuda y hospitalidad”.

En cuanto a la misión, Francisco dijo que la Iglesia de Luxemburgo no puede replegarse “en sí misma, triste, resignada, resentida”, sino que debe aceptar “el desafío, en fidelidad a los valores de siempre, de redescubrir y revalorizar de manera nueva los caminos de evangelización”. Para ello, es esencial “compartir responsabilidades y ministerios, caminando juntos como comunidad que anuncia y hace de la sinodalidad ‘un modo duradero de relacionarse’ entre sus miembros”.

El Santo Padre subrayó que “el amor nos apremia a anunciar el Evangelio abriéndonos a los demás, y el desafío del anuncio nos hace crecer como comunidad, ayudándonos a vencer el miedo de emprender nuevos caminos, empujándonos a acoger con agradecimiento la aportación de los demás”.

Fe alegre y «danzante»

Por último, al hablar sobre la alegría, el Papa dijo que la fe católica “es alegre, ‘danzante’, porque nos manifiesta que somos hijos de un Dios amigo del hombre, que nos quiere contentos y unidos, que nada lo hace más feliz que nuestra salvación”.

Francisco también avisó de que “a la Iglesia le hacen daño esos cristianos tristes, aburridos y con la cara larga. Estos no son cristianos”. Y pidió a los católicos que “tengan la alegría del Evangelio” y que “no pierdan la capacidad de perdonar”.

El Papa se despidió de los católicos de Luxemburgo agradeciendo su labor a los “consagrados y consagradas”, a los “seminaristas, sacerdotes, a todos”. Por último, subrayó de nuevo la idea más repetida en su breve visita: “Donde hay un necesitado está Cristo”, por lo que es esencial compartir con ellos lo que se tiene.

Ecología integral

Marta Rodríguez: “Las mujeres tienen que ayudar a la Iglesia a comprenderse a sí misma”

Marta Rodríguez Díaz, doctora en Filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana, habla con Omnes sobre la cuestión de las mujeres en la Iglesia pero con una perspectiva actualizada y alejada de los tópicos que suelen imperar en este debate.

Maria José Atienza·27 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

Marta Rodríguez Díaz es Doctora en Filosofía en la Pontificia Universidad Gregoriana. Esta madrileña es profesora en la Facultad de Filosofía del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum. Allí coordina el área académica del Instituto de Estudios sobre la mujer. Especialista en cuestiones de mujer y género, su doctorado, centrado en las raíces filosóficas de las teorías de género, obtuvo el Premio Bellarmino 2022 por la mejor tesis doctoral de la Gregoriana. Marta Rodríguez fue, además, responsable del Dicasterio para Laicos, Familia y Vida.

Antes de nada, ¿por qué sigue existiendo un «tema» alrededor de la mujer en la Iglesia? 

–Creo que el proceso histórico arranca desde muy lejos… de hecho, figuras como santa Hildegarda de Bingen o santa Teresa de Jesús ya “protestaban” por el modo en el que los hombres de Iglesia concebían a las mujeres. Un origen más inmediato lo podemos colocar en el siglo XX. A mediados de siglo confluyen varios factores: por un lado, la revolución sexual y el movimiento del 68 provoca una especie de fractura entre las mujeres y la Iglesia, que llevará a un enfriamiento e incluso a un cierto alejamiento de muchas de la institución eclesial. Por otro, hay una toma de conciencia, también dentro de la Iglesia, de que la presencia de la mujer en la vida pública es un “signo de los tiempos” (así lo definió por primera vez Juan XXIII). 

El Concilio maduró las bases teológicas para una plena inserción de la mujer en la Iglesia, como sujeto de derechos y deberes… pero ha sido lenta la asimilación de esta novedad. 

El Magisterio postconciliar ha seguido en esta línea, pero como ya decía san Juan Pablo II en “Christifidelis Laici” 49, es necesario pasar del reconocimiento teórico de la dignidad de las mujeres a las realizaciones prácticas. En resumen: este siglo ha sido testigo de un cambio muy fuerte en el modo en el que las mujeres se conciben y colocan en la sociedad. La Iglesia no podía quedar ajena a estas transformaciones, y ha tenido (y tiene que seguir haciendo) un camino análogo de asimilación y transformación.

En un mundo donde el concepto de mujer parece haberse diluido ¿cómo definimos a la mujer?

–Una mujer es una persona humana de sexo femenino. El sexo no es un aspecto accidental, accesorio… el sexo toca y permea todas las dimensiones de la persona: cuerpo y alma. Según Juan Pablo II, la persona no es sexuada a causa del cuerpo sexuado, sino que es en el cuerpo donde esta diferencia se manifiesta con más claridad, pero tiene una raíz más profunda. Al final, varón y mujer son dos formas distintas y complementarias de ser imagen y semejanza de Dios. 

Por lo que se refiere a la cultura, en el ser humano no se puede distinguir entre naturaleza y cultura. Es decir: es una distinción legítima, pero es de razón. En la realidad, naturaleza y cultura se encuentran siempre fusionadas. La naturaleza del ser humano es ser cultural. Por eso, el ser mujer es un hecho natural y cultural al mismo tiempo.

Usted ha conocido las diferencias culturales y sociales en todo el mundo ¿Cómo se entiende la tarea de la mujer en diferentes lugares donde la Iglesia está presente?

–¡Uf! Esa sí que es una pregunta difícil. Simplificando mucho la cosa, podríamos decir que las visiones se mueven entre dos polos: uno que concibe la tarea de la mujer como una actividad subsidiaria y de segundo nivel, y otro que comprende el protagonismo que está llamada a ejercer hoy.

La diferencia entre un polo y otro estriba en una concepción antropológica y eclesiológica diferente. Los que se colocan del lado del protagonismo parten de una idea de complementariedad entre varón y mujer, donde ambos son iguales en dignidad y diferentes. Por eso se necesitan mutuamente: no solo en el orden del hacer, sino también en el del ser. Y no porque estén incompletos, sino porque sólo en el encuentro recíproco alcanzan su plenitud como personas.

La visión de Iglesia que sostiene el protagonismo no es la de una democracia regida por las cuotas, sino la de la Iglesia como misterio de comunión, sinodal, donde todas las vocaciones son importantes, y los ministerios están al servicio del Pueblo de Dios.

Por otro lado, en los lugares donde la tarea de la mujer se concibe de una manera más reductiva, se parte de una idea de sumisión antropológica de la mujer al varón, y de una idea clericalista de la Iglesia.

Hay una especie de identificación de poder y sacramento del orden por lo cual, sin el acceso al orden sacerdotal no existe «igualdad» para la mujer en la Iglesia ¿Esto es real? 

–En primer lugar, hay que entender que, en la Iglesia, el ministerio es siempre una autoridad que se recibe para el servicio, no como una dignidad personal, o un dominio. 

Por lo que se refiere a las mujeres, la Evangelii Gaudium n. 104 da una clave muy importante. Dice que las reivindicaciones legítimas de las mujeres plantean preguntas a la Iglesia que no se pueden eludir fácilmente. Y dice: el punto está en separar el poder en la Iglesia del ministerio presbiteral. Es decir: el sacramento del orden está necesariamente vinculado a una autoridad, pero esta no es la única fuente de potestad (poder) dentro de la Iglesia.

El sacramento del bautismo es en sí mismo una configuración con Cristo, y en virtud de él, la Iglesia puede otorgar también una autoridad a laicos para que la ejerzan al servicio del Pueblo de Dios. Éste es un tema que se ha venido trabajando en los últimos años, también a nivel de derecho canónico. Y me parece que el camino que está haciendo la Iglesia al poner la sinodalidad al centro de la reflexión es una forma de ir superando una concepción clerical de la Iglesia. Esto no debería de suponer en absoluto un menoscabo de la dignidad del presbítero (¡personalmente puedo decir que soy una amante del sacerdocio ministerial!), sino un colocarlo dentro del Cuerpo del cual y para el cual ha sido llamado.

¿Hay techo, no ya de cristal sino de hormigón, para la mujer en la Iglesia? 

–Creo que no lo hay a nivel teológico e incluso canónico, pero sí lo hay, sobre todo en algunos contextos, a nivel cultural. Es lo que decía antes de la “Christifidelis Laici». Hay muchas cosas que se podrían hacer y que no se hacen por cuestión de mentalidad.

Me parece que el Papa Francisco está queriendo dar signos de cambio en este sentido, y la idea sería que las conferencias episcopales y diócesis siguieran en su misma línea: nombrando mujeres para puestos de responsabilidad, colocándolas en los consejos, etc.

¿Qué aporta, pues, la mujer de manera original en la tarea de la Iglesia en el mundo?

–La mujer aporta todo lo que ella es… es decir: si creemos que el sexo es realmente algo que toca a toda la persona, entonces comprendemos que varones y mujeres tenemos una modalidad relacional distinta, un modo de razonar, relacionarnos, y actuar, que tiene tonalidades diversas. 

Un mundo pensado y hecho solo por varones es muy pobre, así como lo es un mundo solo de mujeres. Se necesita la otra perspectiva, que completa, corrige, modula. 

Además de un hacer complementario en todos los campos, la mujer en la Iglesia está llamada a despertar su rostro femenino, esponsal y materno. 

Las mujeres tienen que ayudar a la Iglesia a comprenderse más plenamente a sí misma, y eso pasa por, como dice el Papa Francisco, pensar la Iglesia con categorías femeninas”. ¡Olé! Creo que se abre una vía profética que tenemos que explorar.

¿Qué camino, como creyentes, toca recorrer a las mujeres?

–En pocas palabras: el de encarnar una feminidad luminosa, desde la que abrir a la Iglesia caminos proféticos que respondan a los signos de los tiempos hoy.

Evangelio

Ojalá todos fueran profetas. Domingo XXVI del tiempo ordinario (B)

Joseph Evans comenta las lecturas del domingo XXVI del Tiempo Ordinario y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·27 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Jesucristo vino a ofrecernos la verdadera libertad, pero nos resulta difícil saber en qué consiste esta libertad. Esta pregunta es muy pertinente para las lecturas de hoy.

Tanto la primera lectura como el evangelio presentan un episodio de personas que hablan y actúan por medio del Espíritu Santo y de alguien que trata de impedirlo. En la primera lectura, dos hombres empiezan a profetizar y Josué quiere impedírselo. Josué piensa que podrían rivalizar con la autoridad de Moisés.

En el evangelio, el apóstol Juan tiene preocupaciones similares (como Josué era el discípulo amado de Moisés, Juan era el discípulo amado de Jesús). “Juan le dijo: ‘Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no viene con nosotros’. Jesús respondió: ‘No se lo impidáis, porque quien hace un milagro en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro’”.

No le gustaba la idea de que alguien fuera de su grupo usara el poder de Dios, igual que a Josué no le gustaba la idea de que alguien fuera de los 70 ancianos -que era como el grupo de Moisés- profetizara.

Pero en ambos casos, esta actitud es corregida. Moisés corrige a Josué. “¡Ojalá todo el pueblo del Señor recibiera el espíritu del Señor y profetizara!”. Y Jesús dice a Juan: “No se lo impidáis, porque quien hace un milagro en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro’”. Tenemos aquí el contraste entre la flexibilidad, la libertad de espíritu, de Moisés y Jesús y la rigidez de sus seguidores.

Es un buen recordatorio del peligro de la rigidez. Nos enfrentamos constantemente a dos tentaciones: la laxitud o la licencia, por un lado, y la rigidez, por otro. En la Iglesia debemos respetar la libertad y los planteamientos de los demás. Hay muchos caminos hacia Dios, muchas formas de culto y de oración. Esta variedad es buena y debe respetarse. También es bueno ver a personas que viven su testimonio profético -todos estamos llamados a ser profetas- dando testimonio de Dios de muchas maneras. Debemos valorar también la fe de otros cristianos. No se lo impidamos. No están contra nosotros: están a nuestro favor.

Todo el que hace el bien recibirá su recompensa. “El que os dé a beber un vaso de agua porque sois de Cristo, en verdad os digo que no se quedará sin recompensa”. Así que, en lugar de detectar defectos en los demás, veamos su bondad.

Pero lo contrario de la verdadera libertad en el Espíritu es la falsa libertad del vicio. De ahí que la otra cara de la moneda sea estar dispuestos a cortar cualquier mala acción en nuestra propia vida. Y por eso Nuestro Señor habla de la necesidad de “cortar” radicalmente toda forma de pecado.

La homilía sobre las lecturas del domingo XXVI del Tiempo Ordinario (B)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Mundo

La Administración Apostólica de Estonia se convierte en diócesis

El Papa Francisco ha elevado a diócesis la Administración Apostólica de Estonia, que junto a esta noticia celebra su primer centenario.

Paloma López Campos·26 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La Santa Sede anunció el 26 de septiembre la elevación a diócesis de la administración apostólica de Estonia. Esta nueva diócesis, que recibe el nombre de Tallin, mantiene su configuración territorial y “su condición de Circunscripción Eclesiástica inmediatamente sujeta a la Santa Sede”.

Con esta elevación al rango de diócesis, el Papa Francisco ha nombrado a monseñor Philippe Jean-Charles Jourdan obispo de esta iglesia local. Este sacerdote francés, del Opus Dei, era el administrador apostólico de Estonia desde 2005 y obispo titular de Pertusa.

La noticia de la elevación a diócesis llega en medio de las celebraciones por el primer centenario de la Administración Apostólica de Estonia. Una comunidad que en los últimos 50 años se ha multiplicado por 1.000 y que mantiene una cordial y fructífera relación con la Iglesia luterana en Estonia con la que comparte «posiciones muy cercanas a las de la Iglesia católica en temas de familia, el matrimonio entre un hombre y una mujer, o la defensa de la vida» como apuntaba monseñor Jourdan en una reciente entrevista con Omnes. 

Además, la comunidad católica estonia espera que, en las próximas fechas, el Papa de luz verde a la beatificación del obispo mártir Eduard Profittlich SJ.

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Vaticano

El Papa considera a Luxemburgo clave para “construir una Europa unida”

El Papa Francisco ha destacado el papel de Luxemburgo como clave "para construir una Europa unida y solidaria", dada su posición geográfica y su recorrido histórico.

Paloma López Campos·26 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

A su llegada a Luxemburgo, el Papa Francisco tuvo un encuentro con las autoridades y el cuerpo diplomático del país. Además de agradecer a todos su acogida, el Santo Padre empezó por destacar en un discurso dirigido a los presentes la “especial situación geográfica” de Luxemburgo.

Esta característica, señaló, hace del país un lugar de “confluencia de diferentes áreas lingüísticas y culturales”, y una “encrucijada de los acontecimientos históricos europeos más relevantes”. Precisamente por esto, Luxemburgo “se ha distinguido por su compromiso en construir una Europa unida y solidaria”.

El Papa destacó que, a pesar de su pequeño tamaño, Luxemburgo es “miembro fundador de la Unión Europea y de sus Comunidades predecesoras, sede de numerosas instituciones europeas, entre ellas el Tribunal de Justicia de la Unión, el Tribunal de Cuentas y el Banco de inversiones”. Asimismo, subrayó “la sólida estructura democrática” del país, en el que se “vela por la dignidad de la persona humana y la defensa de sus libertades fundamentales”.

La riqueza como responsabilidad

Francisco invitó entonces a que Luxemburgo siga dando ejemplo en este sentido “para que se establezcan relaciones solidarias entre los pueblos, de modo que todos sean partícipes y protagonistas de un ordenado proyecto de desarrollo integral”.

Este desarrollo, continuó el Pontífice, “para ser auténtico e integral, no debe expoliar y degradar nuestra casa común ni debe dejar al margen a pueblos o grupos sociales”. Haciendo referencia a la economía del país, el Papa advirtió de que “la riqueza es una responsabilidad. Por esa razón, pido una vigilancia constante para no descuidar a las naciones más desfavorecidas, es más, para que se les ayude a salir de sus condiciones de empobrecimiento”.

El liderazgo de Luxemburgo

El Santo Padre insistió en esta idea remarcando su deseo de que “Luxemburgo, con su peculiar historia, con su igualmente peculiar situación geográfica, con algo menos de la mitad de sus habitantes procedentes de otras partes de Europa y del mundo, sea una ayuda y un ejemplo en el indicar el camino a seguir para la acogida e integración de migrantes y refugiados”.

En su discurso Francisco señaló también el “resurgimiento” en Europa “de desavenencias y enemistades que, en lugar de resolverse sobre la base de la buena voluntad mutua, la negociación y la labor diplomática, desembocan en hostilidades abiertas, con su secuela de destrucción y muerte”. Para resolver esto, afirmó, “es necesario mirar hacia lo alto, es necesario que la vida cotidiana de los pueblos y de sus gobernantes esté animada por elevados y profundos valores espirituales”.

El Evangelio como renovación

El Papa explicó el motivo de su viaje a Luxemburgo y Bélgica diciendo que “como sucesor del apóstol Pedro, en nombre de la Iglesia, experta en humanidad” su trabajo es “testimoniar que esta savia vital, esta fuerza siempre nueva de renovación personal y social es el Evangelio”. El Papa insistió en que “el Evangelio de Jesucristo es el único capaz de transformar profundamente el alma humana, haciéndola capaz de obrar el bien incluso en las situaciones más difíciles”.

El Pontífice finalizó su discurso subrayando de nuevo que Luxemburgo tiene la oportunidad de liderar una sociedad centrada en los valores y el respeto a la dignidad humana, y rogando a Dios una bendición para el país.

Zoom

El Papa comienza su visita a Luxemburgo y Bélgica

El Papa Francisco aterrizó el 26 de septiembre por la mañana en Luxemburgo. En el aeropuerto de este pequeño país europeo le recibieron el Primer Ministro de Luxemburgo, Luc Frieden, y los Grandes Duques, Henri y María Teresa.

Paloma López Campos·26 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Libros

Manuel López: “En el Alzheimer, lo más importante es el silencio”

Manuel López-López (83), comparte con Omnes algunas reflexiones tras fallecer su esposa mexicana, Lita, de Alzheimer, en 2023. En su libro ‘Navegando del duelo a la esperanza’ ha escrito unas cuantas. Ahora lo completa con Omnes. Por ejemplo, la gran lección de la “comunicación del silencio” con estos enfermos. El prólogo es de su amigo psiquiatra Enrique Rojas.  

Francisco Otamendi·26 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

En el año 2006, Manuel, su mujer mexicana Lita, y sus hijos, vivían en Indianápolis (Estados Unidos), y en un programa de salud preventivo, detectaron a Lita la enfermedad de Alzheimer. Tras venir a España, los últimos diez años estuvo ingresada en el Hospital de cuidados Laguna, hasta su fallecimiento el año pasado.

Tras una conversación con el psiquiatra Enrique Rojas, gran amigo suyo, escribió el libro ‘Navegando del duelo a la esperanza’, editado por Libros Libres, en el que ha ofrecido un manual de supervivencia emocional para los que se enfrentan con la enfermedad. “Este es un texto que mezcla resiliencia y esperanza”, ha escrito el doctor Enrique Rojas, que sale a menudo en esta conversación con el marido de Lita, y que ha prologado el libro.

El ingeniero naval Manuel López-López, con tres hijos y seis nietos, enamorado del mar, ha explicado en las 176 páginas consejos prácticos para acompañar a un enfermo de Alzheimer, basados en su experiencia personal; mensajes para los cuidadores, y etapas y estrategias que pueden ayudar en la transición del duelo a la esperanza. 

Ahora, en la entrevista, se sale del guión, y habla de lo que siente este momento. Casi nos guardamos nuestras preguntas, y le escuchamos.

Utiliza usted imágenes marineras al hablar del proceso de Alzheimer

– Cuando uno se encuentra con que la persona que ha sido su ‘media persona’, por decirlo así, porque yo tuve la suerte de encontrar a mi mujer muy joven, y hemos estado toda nuestra vida juntos, entonces la primera parte de ruptura es tremendamente dura. Porque ves que la otra persona, no es que se haya ido, porque ésa es una de las cosas que yo he aprendido en este tiempo, que ellos no se van, ellos están. Lo que pasa es que nosotros seguimos insistiendo en comunicarnos con ellos de una forma en la que ellos ya no se comunican. 

Eso a mí, al principio, me produjo mucho impacto. De hecho, durante todo el proceso, fue teniendo un deterioro muy notable.  Cuando ya, al final del tema, nos íbamos aproximando a puerto, había una decisión que tomar. Decir, hasta aquí hemos llegado y éste es el final, o decir: hasta aquí hemos llegado, y ahora vamos a empezar otra navegación. Afortunadamente, tuve la suerte de encontrarme con una serie de personas que me ayudaron a encontrar la siguiente navegación.

El aspecto espiritual ha sido fundamental, revela. Las personas invisibles…

– Sí. Creo que el pensar que ellos siguen estando, que ellos nos están ayudando a encontrar nuestro próximo camino, y que sobre todo, es cierto, o yo lo siento así, que hay esa próxima navegación, es lo que le da uno paz y serenidad, porque si no, sería horrible, ¿no?

Pienso que todo esto, al final, concluye, y es un poco lo que yo he tratado de aprender en estos 17 años -soy un hombre de formación técnica-, pero esto no se puede aprender, porque no es un problema que haya que solucionar, es un estado con el que hay que vivir,

Eso es muy importante, porque lo que yo llamo las personas invisibles son las que nos llevan a esa situación de buscar la próxima etapa. Y en mi experiencia, ha sido uno de los grandes descubrimientos, ver que las personas invisibles son las que crean el futuro. Personas que muchas veces no sabemos ni el nombre, pero muchas veces lo comento. Es gente que no lo hace por dinero, lo hace por compasión, por empatía, por caridad, aunque ahora el uso de las palabras que tienen connotación religiosa está mal considerado.

Cuente una lección aprendida de los cuidados a su mujer, Lita.

– Creo que en todo este proceso, los descubrimientos que va uno teniendo, al final, la persona, cuando se queda sola, y estás en medio de un silencio, ése es un tema para mí  importante. Durante todo este camino, he ido transformando una comunicación verbal en una comunicación con silencios. Y para mí, en esta enfermedad, el silencio es fundamental. Yo creo que es lo más importante.

Y pensamos que lo que tenemos que hacer es hacerle recordar, que hablen, que nos contesten…, No, no, ellos saben de sobra dónde están, y basta una mirada para que veas cómo saben dónde están.

Se refiere a su esposa, ¿verdad?

– Sí, sí. Y aparte, ella estaba en una residencia, donde ha estado diez años, de la Fundación Vianorte-Laguna, y yo he tenido muchísima relación con el resto de las personas que estaban allí. Ese sentimiento que tiene uno cuando entra en una residencia, de enfermos de Alzheimer, que están desconectados, y no es así. 

Cuando uno entra y les mira, ellos perciben esa conexión, que para mí es tremendamente importante. Porque muchas veces puede pensarse: están aparcados. No es verdad. Ellos están conectados, y lo que esperan es alguien que les mire y les conecte con su silencio. Eso es fundamental y es lo que hacen esas personas que muchas veces no sabemos ni sus nombres, pero que están con ellos todo el día. 

Esto, para mí, es la gran lección que he tenido en este tiempo. Eso no es un tema económico, es otra cosa muy distinta.

Ya me ha contestado a otra cosa. Qué le diría a un familiar, a un cuidador…

– Ayer me llamó un compañero suyo, y me hizo una pregunta que me impactó mucho. En febrero hará dos años, mi mujer falleció en febrero de 2023, y hay días que estoy más tierno que otros, ¿no? La pregunta fue: ¿usted volvería a cuidar a su esposa, igual que la cuidó antes? Esa pregunta es para mí el resumen de todo el proceso. Y mi respuesta es ésta: yo empezaría mañana otra vez.  

(Manuel se emociona, y se recupera al rato. Continuamos)

Y luego hay otra serie de elementos que entran en todo este proceso, que es lo que en el libro llamo ‘La tormenta perfecta’. Y es que no se va una persona. La tormenta perfecta la tiene los que se quedan. Para mí, desarmar mi casa, ha sido tremendamente emotivo, porque desarmas la casa y desarmas tus recuerdos. Cuando presentamos el libro, le dije a mi hijo: tienes que venir conmigo.

“Manolo, busca el siguiente puerto”

La verdad es que ha sido demasiado junto todo. Cuando ella falleció, fui al doctor Enrique Rojas, al neurólogo, con el que tengo mucha amistad desde hace muchísimos años, y me dijo: mira Manolo, lo que tienes que hacer es buscar el siguiente puerto. Para eso, coge el libro de bitácora, que yo llevaba escribiendo desde el día cero, con las emociones diarias. 

Éste es un tema que la gente debería de tener en cuenta. Porque muchas veces, cuando uno lee lo que ha hecho al cabo de ocho días, empieza a ver aspectos que no había visto -nuestro cerebro es una cosa absolutamente desconocida para mí-, y eso nos ayuda a valorar las cosas. Enrique Rojas me dijo: antes de un año tienes que tener esto en la calle, y yo no había escrito más que planes estratégicos, balances, cosas de empresa. 

¿Él le dio la idea?

– Él me puso la obligación. Una cosa es que uno tenga una idea, y otra que a uno le impongan una obligación. Yo tengo la teoría, además, de que las cosas no son casuales, son causales. A mi me empezaron a pasar una serie de cosas, cuando ya mi mujer estaba al final, y apareció Enrique Rojas, con el que yo llevaba sin verme 50 años. Mi único objetivo y proyecto en la vida era cuidar de ella. Iba a diario a verla a la residencia. Tanto es así que los de Telemadrid se enteraron y sacaron un video. Y pensé, lo que yo he aprendido, seguro que le puede ayudar a alguien. Con que le ayude a una persona, ya habrá merecido la pena. Ése fue el argumento que utilizó, y con el que me convenció. 

Eso sucedió tras fallecer su mujer, ¿o antes?

– Mi mujer fallece en febrero, yo reconecto con Enrique Rojas la primera semana de enero, me recibe en su consulta el martes siguiente, y en esa reunión me “impone” el tema. Y mi esposa fallece tres semanas después.

Esto es causal, lo dice usted, no casual.

Así es. Es más, en la primera charla que tuvimos, Enrique Rojas me descubrió un aspecto que a las personas que hemos tenido una vida profesional larga, complicada, y haciendo cosas interesantes –me fui de España en el año 70–, puede suceder. Y es meternos lo que yo llamo una cápsula de confort. Los temas espirituales existen, pero no son los que realmente guían tu vida. Enrique me puso cinco cosas en las que debía trabajar, y una de ellas fue el área espiritual. 

Pero usted ya era cristiano…

– Si, sí. Pero no sé. Es un tema de poner valores en línea con tu comportamiento. Yo puedo ser del Real Madrid, pero no tengo por qué ir diciéndoselo a todo el mundo. En aquel momento, yo tenía la suerte de que los problemas que había ido teniendo, no me habían obligado a desarrollar una actividad espiritual importante. Mi mujer y yo, desde el primer momento, tratamos de que nuestros hijos fueran mejores que nosotros. Y con esa sencilla expresión, organizamos nuestra vida. Enrique Rojas, para mí fue un ‘enviado’. Una persona que le envían a decirme esto.

El autorFrancisco Otamendi

Actualidad

La Santa Sede será quien decida «la solución» para Torreciudad

Torreciudad ha vuelto a la primera plana informativa tras el anuncio del obispado de Barbastro Monzón de "dejar en manos de la Santa Sede la solución a las diferencias de criterios con la Prelatura del Opus Dei". El Opus Dei manifiesta su "plena confianza en el estudio que hará la Santa Sede sobre este asunto".  

Maria José Atienza·25 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Un nuevo giro, si bien quizás previsible, en el proceso de conversaciones entre la Prelatura del Opus Dei y el obispado de Barbastro Monzón en relación al templo mariano de Torreciudad.

El comunicado del Obispado de Barbastro

El miércoles 25 de septiembre, el obispado aragonés anuncia en su página web que había dejado «en manos de la Santa Sede la solución a las diferencias de criterios con la Prelatura del Opus Dei acerca de la regularización jurídica, canónica y pastoral de Torreciudad».

El obispado apunta que ha entregado al Vaticano información sobre «la relación contractual sobre este enclave diocesano desde 1962, así como la veintena de reuniones mantenidas a lo largo de los cuatro últimos años entre ambas partes». En el escueto comunicado emitido por la diócesis aragonesa se informa además que esta «solicitud de intervención se trasladó la semana pasada a la Secretaría de Estado y al Dicasterio para el Clero», por lo que la Santa Sede estaría ya sobre el caso mientras Torreciudad acogía la última de las grandes celebraciones del templo, la Jornada Mariana de la Familia.

Torreciudad obispo
Autoridades junto al obispo de Barbastro-Monzón en la 32ª Jornada Mariana de la Familia en Torreciudad

La respuesta del Opus Dei

Pocas horas más tarde, el Opus Dei hacía público un comunicado en el que señala que «la Prelatura ha mantenido informada a la Santa Sede del transcurso de las conversaciones en todo momento» y que, de hecho, el Dicasterio del Clero «cuenta con toda la documentación pertinente desde septiembre de 2023, y que se ha ido actualizando con posterioridad».  

La diócesis sigue señalando la regularización del «estatus de Torreciudad y erigirlo, canónicamente, como santuario» como la clave de este proceso. En este punto, la prelatura recuerda que el 30 de agosto de 2023, hizo llegar al obispado su propuesta de estatutos del Santuario. Una propuesta que recibió respuesta «seis meses después mediante la convocatoria de una reunión técnica en el mes de marzo, que resultó satisfactoria para ambas partes. Sin embargo, en una reunión posterior del 30 de junio la Diócesis entregó un borrador que cambiaba algunos de los puntos más importantes acordados con anterioridad».

Por parte de la prelatura defienden que, el Opus Dei «ha mostrado siempre su disposición al acuerdo, dentro de los márgenes que ha considerado avalados por el Derecho civil y canónico». Una voluntad que, apuntan desde el Opus Dei «no ha encontrado la correspondencia que cabría esperar, tras la negativa de la Diócesis a alcanzar ningún acuerdo salvo la aceptación de sus propios términos». El contenido de este nuevo borrador supuso un nuevo escollo en el entendimiento de ambas partes y ahora será la Santa Sede la encargada de dirimir el futuro del templo que cumple 50 años en 2025. Una decisión ante la que la prelatura manifiesta «plena confianza».

Tanto el obispado barbastrino como desde el Opus Dei han manifestado su voluntad de «alcanzar la resolución de este asunto», como apunta la diócesis que pastorea Monseñor Ángel Pérez Pueyo. Un deseo al que se une, por parte del Opus Dei, el de «seguir trabajando para la Diócesis y para la Iglesia universal desde Torreciudad (…) con la misma comunión y confianza que ha existido siempre».  

Actualidad

El proceso entre el obispado de Barbastro Monzón y Torreciudad

Desde julio de 2023, el proceso de conversaciones entre el obispado de Barbastro Monzón y la prelatura del Opus Dei en relación a Torreciudad ha vivido diversas etapas.

Maria José Atienza·25 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 7 minutos

El 17 de julio de 2023, el obispo de la pequeña diócesis aragonesa de Barbastro Monzón publicaba una serie de “Nombramientos y algunos cambios para avanzar juntos en una mejor atención pastoral” en los que se recogía el nombramiento de “José Mairal Villellas, rector del Santuario de Torreciudad para que, (…) se responsabilice del cuidado pastoral y ministerial hasta que se regularice la situación canónica existente entre ambas instituciones”.

La sorpresa fue mayúscula, no sólo entre los fieles sino en la prelatura del Opus Dei, -institución impulsora del nuevo templo y de la difusión de la devoción a la Virgen de Torreciudad- dado que el nombramiento se había realizado de manera unilateral por parte de la diócesis y hablaba de la necesidad de una “regularización de la situación canónica”. 

En aquel momento, Omnes publicó un artículo en el que se explicaban las razones que una y otra parte esgrimían para, por un lado, entender el nombramiento como legítimo y por otro, para no hacerlo y anunciar un estudio detenido del asunto.

A raíz de este nombramiento, se dio a conocer el proceso que, desde hace años, se había iniciado entre la prelatura del Opus Dei y la diócesis aragonesa para lograr un nuevo convenio referido al santuario y los consiguientes problemas de entendimiento que se habían generado en el camino.

En este asunto convergen además cuestiones que atañen directamente a dos esferas jurídicas: la potestad del nombramiento de rector y el hacer del nuevo templo un santuario diocesano que se sostienen por Derecho Canónico y la validez del contrato de censo enfiteútico de cesión de la antigua ermita y la imagen de la Virgen de los Ángeles de Torreciudad, que se enmarcan dentro del Derecho Civil.

La propiedad de la imagen y la ermita

Hay que tener en cuenta que, lo que hoy se identifica como Torreciudad comprende en primer término, el templo diseñado por el equipo de arquitectos dirigidos por Heliodoro Dols. Dicha construcción fue posible gracias a los donativos de fieles de diversos lugares alentados por el Opus Dei. Este nuevo templo pertenece a la Fundación Canónica Santuario Nuestra Señora de los Ángeles de Torreciudad.

Tanto la imagen de la Virgen de Torreciudad como la antigua ermita son propiedad de la diócesis de Barbastro-Monzón. Sin embargo, en 1962, mediante lo que se conoce como contrato enfitéutico (un tipo de contrato empleado en Derecho para ceder a perpetuidad el dominio útil de un inmueble u objeto en las condiciones que acuerden las partes) están cedidas a perpetuidad a la entidad civil Inmobiliaria General Castellana, S.A. (posteriormente Desarrollo Social y Cultural, S.A.) 

Como se señaló en el artículo publicado en agosto de 2024 en este mismo medio, uno de los puntos de fricción entre el obispo de Barbastro-Monzón es la consideración de validez de ese contrato, firmado entre el Opus Dei y el obispado barbastrino en 1962, en el que se acordó la cesión a perpetuidad del dominio útil de la ermita y de la imagen de la Virgen.

El obispo de Barbastro Monzón, Mons. Ángel Pérez Pueyo no reconoce la validez de aquellos acuerdos mientras que el Opus Dei defiende que son plenamente válidos y deben ser la base de cualquier modificación jurídica. Fuentes jurídicas consultadas por este medio apuntan que, en el ámbito civil, es difícilmente defendible la nulidad de estos acuerdos, que se realizaron siguiendo las pautas legales pertinentes en todo momento.

De hecho, estas diferencias de criterio son las que dieron lugar a que la Prelatura del Opus Dei no acudiera al acto de conciliación solicitado por el Obispado y fijado para el 20 de diciembre de 2023, puesto que, a tenor de las bases sobre las que estaba presentado, su concurrencia en ese acto de conciliación supondría la aceptación de la nulidad de los acuerdos de 1962.

El nombramiento de rector

En relación a la decisión de nombrar un rector para Torreciudad, la diócesis de Barbastro-Monzón hizo referencia a la necesidad de “regularizar” la situación canónica del santuario como motivo para llevar a cambio este nombramiento, aunque no concretaba la naturaleza de esta situación.

Posteriormente, la propia diócesis de Barbastro-Monzón señalaba que “en el caso de Torreciudad, y en orden a regularizar su situación canónica con la diócesis, se expuso a la Prelatura la pertinencia de que propusiera a este Obispado una terna de sacerdotes para efectuar ese nombramiento de rector (c. 557 §1). Con el paso de los meses, y al no recibir esa terna tras varios requerimientos, se ha optado por el nombramiento de José Mairal, párroco de Bolturina-Ubiergo, a cuya parroquia pertenece la ermita-santuario de Torreciudad”. 

¿Por qué no presentó una terna el Opus Dei? La prelatura respondió a esta cuestión subrayando que, en los estatutos vigentes para Torreciudad se especifica que “el nombramiento del rector y la designación de los sacerdotes que se ocupan de la atención pastoral corresponde al Vicario Regional de la Prelatura”.

Estos estatutos tienen su base en ese mismo canon que el Obispado señalaba ya que determina que “el Obispo diocesano nombra libremente al rector de una iglesia, sin perjuicio del derecho de elección o de presentación, cuando éste competa legítimamente a alguien; en este caso, corresponde al Obispo diocesano confirmar o instituir al rector”.

Este es el procedimiento que se ha venido siguiendo en Torreciudad. Al no haber modificación en el estatus jurídico de Torreciudad y estar en el curso de unas reuniones para llegar a un nuevo convenio, la “Prelatura entiende que no es exigible la presentación de ninguna terna”.

Ante la decisión del obispo de Barbastro-Monzón en julio de 2023, de declarar vacante el oficio de rector de Torreciudad y proceder a nombrar a un sacerdote de la Diócesis, la prelatura del Opus Dei decidió interponer un recurso ante la Santa Sede.

Así las cosas, el 1 de septiembre de 2023, el rector nombrado por el Mons. Pérez Pueyo comenzó a desempeñar esta tarea traducida en una celebración semanal de la Santa Misa en el templo.

Torreciudad, ¿santuario diocesano?

En la actualidad, el estatuto del templo de Torreciudad sigue siendo el de oratorio semipúblico.

Hacer de Torreciudad un santuario diocesano era el deseo de la Prelatura desde hacía tiempo y el origen de las negociaciones que comenzaron en 2020 con el obispado de Barbastro Monzón.

Con el régimen de santuario diocesano, el templo erigido en 1975 pasaría a regirse según la normativa existente para estos templos y “el obispo de Barbastro-Monzón podrá aprobar los nuevos estatutos, y establecer un acuerdo con la Prelatura que incluirá el nombramiento del rector por parte del Obispo, de acuerdo con los cc. 556 y 557 del Código de Derecho Canónico.

Estos cánones prevén que el nombramiento del rector corresponde al obispo diocesano y así se haría, previa presentación de una terna por parte de la prelatura del Opus Dei del posible rector”, como destacaba en un extenso documento de preguntas y respuestas, la prelatura del Opus Dei el pasado mes de marzo. 

El 8 de diciembre de 2023, el obispo de la diócesis de Barbastro Monzón anunció que Torreciudad pasará a ser un “santuario diocesano cuando así sea procedente” y que había consultado Dicasterio para el Clero durante su estancia en Roma el pasado 28 de noviembre, durante la reunión que todos los obispos españoles mantuvieron con el Papa Francisco para analizar la situación de los seminarios españoles. Una noticia que daba a entender que había luz verde del Vaticano para avanzar en este proceso pero de la que, meses más tarde, no ha habido más información. 

Las peticiones del obispado de Barbastro Monzón

Las conversaciones entre la prelatura del Opus Dei y el Obispado de Barbastro continúan a día de hoy. No hay que olvidar que el nuevo templo ha supuesto un antes y un después en la revitalización espiritual, social y económica de la zona. Sin embargo, las posiciones de uno y otro lado parecen no encontrar una solución satisfactoria.

En su solicitud de acto de conciliación, el Obispado de Barbastro pedía “restituir la talla de la imagen de la imagen de Nuestra Señora de Torreciudad, sin que se le origine perjuicio alguno, a su ubicación original, sita en la Ermita de Torreciudad” y “la reversión a la Diócesis de la Ermita, Hospedería y dependencias anejas objeto del contrato de censo enfitéutico elevado a escritura pública el día 24 de septiembre de 1962, el cual tenía por objeto la cesión del dominio útil por parte de la Diócesis de Barbastro de la finca consistente en el Santuario destinado al culto de Nuestra Señora de Torreciudad, junto con su hospedería y dependencias anejas, con una superficie de 120 metros cuadrados, en favor de la sociedad mercantil INMOBILIARIA GENERAL CASTELLANA, S.A. (hoy DESARROLLO SOCIAL, S.A.)”.

Esto supondría de facto una declaración de nulidad de los acuerdos firmados en los años 60. Siguiendo la tónica habitual de la gestión de los santuarios diocesanos, el Obispado tendría que hacerse cargo del mantenimiento, la seguridad y la atención pastoral y económica de esta Ermita, Hospedería y dependencias. 

Asimismo, la diócesis pedía al Opus Dei una aportación económica al obispado que la prelatura consideró “desproporcionada”, teniendo en cuenta que los ingresos que genera la actividad ordinaria del santuario “no alcanzan a cubrir el 30 % de los gastos, y la Asociación Patronato de Torreciudad tiene que encargarse de la búsqueda de recursos para cubrir el resto de los gastos”. Una cifra que también ha de ser acordada en las conversaciones entre prelatura y diócesis.

Un año después, el proceso relativo a Torreciudad está hoy con el motor encendido pero en marchas cortas y en espera de una solución pronta y justa. 

Cronología

2020- La prelatura del Opus Dei plantea a la diócesis de Barbastro-Monzón su deseo de actualizar algunos detalles del marco jurídico de Torreciudad. Su propuesta pasaba por elevar el templo a santuario dione

17 julio de 2023: El Obispo de Barbastro Monzón publica una serie de nombramientos entre los que se encuentra el del sacerdote diocesano Jose Mairal como rector de Torreciudad.

18 de julio de 2023: La prelatura del Opus Dei en España publica un comunicado sobre el nombramiento de rector en Torreciudad destacando que estudiará con detenimiento el hecho.

22 de julio de 2023: El Obispado convoca al Opus Dei a un acto de conciliación defendiendo como base la nulidad del contrato de censo enfitéutico firmado el 24 de septiembre de 1962. (La prelatura tendría conocimiento de este acto en diciembre de 2023)

20 de agosto de 2023: El Obispo de Barbastro Monzón preside el día de la Virgen en Torreciudad.

31 de agosto de 2023: El Opus Dei remite a la diócesis una propuesta de acuerdo, que incluye tanto las cuestiones jurídicas como las pastorales, en las que se plantea que el nuevo templo se considere canónicamente santuario diocesano. 

3 de octubre de 2023: La entidad Desarrollo Social S.A.entrega en el Juzgado de Barbastro un escrito en el que señala las razones de validez del contrato de censo enfitéutico firmado el 24 de septiembre de 1962.

2 de diciembre de 2023: Se recibe en la sede del Opus Dei en España la notificación de los juzgados de Barbastro para el acto de conciliación con la Prelatura, interpuesto el 22 de julio de 2023 por el Obispado.

8 de diciembre de 2023: El Obispo de la diócesis de Barbastro Monzón anuncia el visto bueno de la Santa Sede para convertir Torreciudad en santuario diocesano. 

1 de marzo de 2023: El Opus Dei publica un extenso documento aclarando algunos puntos sobre Torreciudad y publica los detalles del contrato de censo enfiteútico así como de la solicitud de acto de conciliación.

25 de septiembre de 2024: El Obispado de Barbastro Monzón anuncia que «ha puesto en manos de la Santa Sede la solución a las diferencias de criterios con la Prelatura del Opus Dei acerca de la regularización jurídica, canónica y pastoral de Torreciudad». El obispado había trasladado el caso a la Secretaría de Estado y al Dicasterio para el Clero la tercera semana de septiembre.

Iniciativas

Ana Villota: cuidar personas con enfermedad mental en pisos tutelados

La Asociación de Iniciativas Sociales (AISS), que dirige Ana Villota, con psicólogas y cuidadoras, ha presentado a los medios su iniciativa de pisos tutelados para personas con enfermedades mentales. Al acto han asistido Javier Ojeda, delegado de la diócesis de Madrid para Cáritas Madrid, y Susana Hernández, responsable de obras sociales de Exclusión de Cáritas Madrid.   

Francisco Otamendi·25 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

AISS es una asociación no lucrativa, fundada en 1999, que pone a su disposición pisos tutelados para personas con enfermedad mental. Cuenta con varios pisos en Madrid (cuatro a tiempo completo, incluida noche), y ofrece también un servicio de ayuda a domicilio.

Su directora y fundadora, Ana Villota, ha explicado esta mañana que la asociación “se centra en la atención y el cuidado de las personas, aquellos que nos necesitan por sus circunstancias particulares, AISS acompaña y acoge, y la fe en Dios es el eje de la asociación. Este proyecto está sustentado en una idea religiosa, el amor al prójimo es fundamental. Es decir, amar a los demás como amamos a Dios”. 

“Gracias a la fe”

En el evento han intervenido la violinista Miren de Felipe, con el Ave María de Schubert, y a continuación, el Padre Nuestro en seguidillas, con el bailaor Christian Almodóvar, Ángel del Toro en el cante, y Javier Romanos a la guitarra.

El bailaor Christian Almodóvar, y otros artistas, en el evento de AISS.

“El amor hacia los demás y hacia Dios nos empuja a seguir trabajando día a día en los momentos más complicados,  y también nos enseña a disfrutar de los momentos buenos, que son muchos. Las sonrisas y los abrazos muchas veces hablan más que las palabras”, ha manifestado Ana Villota.

“Para montar este proyecto necesitaba mi carrera profesional, pero todo se hubiera quedado muy corto de no ser por este legado religioso. Yo encuentro, gracias a la fe, paz para poder desarrollar con garantía este trabajo, y precisamente esta premisa es la que queremos remarcar hoy con esta visita tan bonita de Javier y Susana”.

Psicólogas y cuidadoras

En el acto han estado presentes también, además de las personas que residen en ese piso, la psicóloga Ana, que realiza terapias a los usuarios de AISS; Arancha, cuidadora diaria del piso, y otras cuidadoras de pisos tutelados, como Mélida Miguelina, dominicana, o Dulce María 

Ana conoció AISS a través del CEU, donde estudió Psicología, y ha manifestado a Omnes que “agradece la función que tengo de brindar apoyo y lo agradecidos que son los propios pacientes, poder estar hablando con ellos, y que ellos reconozcan tu trabajo. Es bonito ver cómo conviven aquí ellos, las funciones de la vida diaria –las rutinas son importantes–, y agradecemos poder hacerles sentirse bien”. 

Esfuerzo para una vida integrada

Susana Hernández, responsable de obras sociales de Exclusión de Cáritas Madrid, ha señalado que “en Cáritas tenemos también proyectos con enfermedad mental, pero son para personas sin hogar. Y coincidimos en la necesidad de eliminar el estigma, de acompañar, de hacer que la enfermedad no sea una razón para dejar de ser un ciudadano o ciudadana, en este caso de Madrid, o de España, Es una suerte ver que hay otras gentes trabajando y haciendo una labor importante, compartiendo valores”.

Javier Ojeda, por su parte, ha manifestado que “en nombre de Cáritas diocesana de Madrid, os agradecemos poder conocer de cerca y disfrutar de la experiencia del cuidado, con cariño y profesionalidad, hacia esas personas con las que compartís vida y futuro”.

“Como comentaba Ana (Villota) en una entrevista en la cadena Cope, “hay cuatro verbos que son muy importantes, y que el Papa Francisco resalta al hablar del drama de las personas migrantes. Son acoger, proteger, promover e integrar”.

“Evitar el aislamiento y el individualismo”

“Creemos que esos mismos verbos los vivís vosotros en vuestros pisos tutelados, en vuestro día a día con personas de salud mental. Por eso compartimos con vosotros ese deseo y ese esfuerzo para que esas personas lleven una vida totalmente normalizada, e integrada, ofreciendo las mismas condiciones de vida que tenemos el resto de personas”, ha añadido Javier Ojeda.

“Construir una sociedad que incluya a todos no es un acto de caridad más entendida, (…), sino que sino que también ha de ofrecer oportunidades de participación social. De promoverla en los espacios comunitarios, porque todas las personas tenemos algún tipo de discapacidad: un exceso de egoísmo, incapacidad para ponerse en el lugar del otro, actitudes violentas….” 

“Todos tenemos mucho que aprender y mucho que enseñar, y hemos de jugar nuestro partido en el campo de la integración, evitando el aislamiento y el individualismo (..). Os agradecemos vuestros esfuerzos para hacer la vida más fácil y digna a las personas con problemas de salud mental, y os animamos a continuar en la tarea”, ha concluido el delegado diocesano para Cáritas Madrid.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

El Papa aconseja vencer a Satanás con la Palabra de Dios

En su audiencia general el Papa Francisco ha hablado de forma contundente sobre la existencia de Satanás y ha recomendado acudir a la Palabra de Dios como método infalible para vencer las tentaciones.

Paloma López Campos·25 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

En la audiencia del 25 de septiembre el Papa Francisco ha continuado con su catequesis sobre el Espíritu Santo. En esta ocasión se ha centrado en el pasaje de las tentaciones en el desierto.

El Pontífice ha comenzado su reflexión aclarando un error que podría surgir al leer este episodio del Evangelio. “Al ir al desierto, Jesús obedece a una inspiración del Espíritu Santo, no cae en una trampa del enemigo”. La confirmación de esto se lee en un versículo del Evangelio después de las tentaciones, como ha señalado el Papa: “Una vez superada la prueba, Él – está escrito – regresó a Galilea ‘lleno del poder del Espíritu Santo’”.

La existencia de Satanás

Este detalle es muy importante, pues el Pontífice ha indicado que “Jesús en el desierto se libró de Satanás”, por lo que “ahora puede liberar de Satanás”. Algo esencial en una época en la que “a cierto nivel cultural, se cree que sencillamente no existe” Satanás.

“Sin embargo” ha advertido Francisco, “nuestro mundo tecnológico y secularizado está repleto de magos, ocultismo, espiritismo, astrólogos, vendedores de amuletos y hechizos y, por desgracia, de verdaderas sectas satánicas”. El diablo, de forma astuta, “expulsado de la fe, vuelve a entrar con la superstición”.

De hecho, “la prueba más fuerte de la existencia de Satanás no se encuentra en los pecadores ni en los obsesos, ¡sino en los santos!”, ha confirmado el Papa Francisco. Pero no se puede negar tampoco que “el diablo está presente y activo en ciertas formas extremas e ‘inhumanas’ de mal y maldad que vemos a nuestro alrededor”.

Vencer a Satanás con la Palabra de Dios

El Santo Padre ha insistido en que “es en la vida de los santos donde el demonio se ve obligado a salir a la luz, a ponerse ‘contra la luz’”. También son ellos quienes suelen estar mejor equipados para enfrentarse a Satanás. “La batalla contra el espíritu del mal se gana como la ganó Jesús en el desierto: a golpes de la Palabra de Dios”. Y junto a esto, “san Pedro sugiere también otro medio, que Jesús no necesitaba, pero nosotros sí, la vigilancia”. Francisco ha repetido asimismo una idea que dice con frecuencia: “Con el diablo no se dialoga”.

En este sentido, el Pontífice ha citado a un Padre de la Iglesia, César de Arlés. Este santo explicó que tras la victoria de Cristo en la Cruz, el diablo “está atado, como un perro a una cadena; no puede morder a nadie, salvo a los que, desafiando el peligro, se acercan a él… Puede ladrar, puede apremiar, pero no puede morder, salvo quien lo desee”.

Actualmente, ha señalado el Papa, “la tecnología moderna, además de muchos recursos positivos que hay que apreciar, también ofrece innumerables medios para ‘dar oportunidad al diablo’, y muchos caen en su trampa”.

Confianza en la victoria de Cristo

Ahora bien, el Santo Padre ha dicho que “la concienciación de la acción del diablo en la historia no debe desanimarnos”. Los católicos tienen que sentir “confianza y seguridad”, porque “Cristo ha vencido al diablo y nos ha dado el Espíritu Santo para hacer nuestra su victoria”.

El Papa ha concluido su meditación invitando a rezar con el himno “Veni Creator”: “Aleja de nosotros al enemigo, danos pronto la paz. Sé nuestro guía para que evitemos todo mal”.

Vaticano

El futuro del planeta y los retos de la inteligencia artificial, a examen en el Vaticano

El 23 de septiembre se inauguró la Asamblea Plenaria de la Academia Pontificia de las Ciencias. Durante tres días, sus miembros debatirán sobre la Inteligencia Artificial, el cuidado del planeta y la llamada "era del Antropoceno".

Giovanni Tridente·25 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El 23 de septiembre de 2024 se inauguró en la Casina Pío IV del Vaticano la Asamblea Plenaria de la Academia Pontificia de las Ciencias. El Papa Francisco, ausente por un síndrome gripal, pronunció su discurso ante los participantes, dando así el pistoletazo de salida a debates sobre temas de gran actualidad, como la inteligencia artificial (IA) y la llamada «era del Antropoceno».

El evento incluye tres días de debates en profundidad, con la participación de distinguidos científicos y líderes tecnológicos comprometidos con la resolución de los retos mundiales de nuestro tiempo.

Palabras del Santo Padre

En su discurso preparado para la ocasión, el Pontífice expresó en primer lugar su preocupación por el impacto destructivo de las actividades humanas sobre la naturaleza y los ecosistemas, y felicitó a la Academia por la elección de los temas, subrayando a este respecto la importancia de una ciencia que tenga en cuenta el bien común y la justicia social.

La referencia central fue al «Antropoceno», término acuñado a principios de los años 2000 por el científico atmosférico Paul Crutzen, ahora miembro de la misma Academia Pontificia, para definir la era actual en la que son evidentes los efectos de las actividades humanas sobre el planeta. Consecuencias «cada vez más dramáticas para la naturaleza y para el ser humano, especialmente en la crisis climática y la pérdida de biodiversidad» que tal actitud está generando.

Por otro lado, no podía dejar de mencionar la inteligencia artificial, cuyo desarrollo «puede resultar beneficioso para la humanidad, promoviendo innovaciones en los campos de la medicina y la sanidad», además de ayudar a proteger el propio entorno natural. También es necesario «reconocer y prevenir los riesgos de los usos manipuladores» que puede conllevar este desarrollo tecnológico, añadió el Papa.

Programa de la Asamblea

Las jornadas de la Asamblea incluyen conferencias y mesas redondas con ponencias de algunos de los científicos y tecnólogos más destacados del mundo. Durante la primera jornada, un panel exploró el tema de la ética en la inteligencia artificial, con la participación de Demis Hassabis, Director General de Google DeepMind, y Frances Hamilton Arnold, Premio Nobel de Química. Se mencionó que «la inteligencia artificial representa una oportunidad extraordinaria para acelerar los descubrimientos científicos», aunque «su aplicación debe ir acompañada de una fuerte responsabilidad social».

El segundo día, el debate se centró en el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. La gente empieza a ser consciente, por ejemplo, de la urgencia de actuar de forma coordinada para hacer frente a estas crisis, sabiendo que «la ciencia debe guiar las acciones necesarias para garantizar un futuro habitable».

Entre lo más destacado de la tercera jornada figura la sesión dedicada a las ciencias emergentes, con charlas sobre física cuántica y aplicaciones de la IA a la medicina. Entre otras cosas, se hablará del uso de la inteligencia artificial en la ciencia marina y de cómo puede mejorar la gestión sostenible de los océanos y proteger la biodiversidad marina.

Iniciativas anteriores de la Academia

La Pontificia Academia de las Ciencias tiene una larga tradición de reflexión sobre cuestiones éticas y científicas de relevancia mundial. Sus plenos anteriores han abordado temas como la resiliencia humana durante el cambio climático y la respuesta a las pandemias, como el COVID-19. En 2022, la Academia exploró el tema de la «resiliencia de las personas y los ecosistemas bajo el estrés climático», destacando el papel clave de la ciencia en la mitigación de las crisis medioambientales.

Este año, la atención se centró en la IA, considerada por muchos una «revolución cognitivo-industrial». Como también afirmó el Papa, el impacto de esta tecnología «en los pueblos y en la comunidad internacional requiere mayor atención y estudio», haciendo así un llamamiento a un uso responsable de las tecnologías emergentes para evitar exacerbar las desigualdades y fomentar un verdadero progreso.

Libros

María Vallejo-Nágera: “Hay que acostumbrarse a leer la Biblia en familia”

A pesar de ser el libro más traducido y vendido del mundo, muchos católicos no conocen bien la Biblia. María Vallejo-Nágera quiere buscar una solución a esto y por eso ha empezado a escribir "La Biblia para zoquetes", una colección con la que quiere ayudar a los fieles a reencontrarse con la Palabra de Dios.

Paloma López Campos·25 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

María Vallejo-Nágera ha comenzado un proyecto de dimensiones inmensas: ayudar a los “zoquetes bíblicos” a entender la Biblia. Con la editorial Palabra está preparando una colección de unos 11 tomos en los cuales explicará poco a poco todos los eventos de la Sagrada Escritura.

El lenguaje sencillo y el toque de humor que la autora proporciona a sus obras permite a los adultos, creyentes y ateos, acercarse al libro más vendido y traducido del mundo con una perspectiva distinta. María Vallejo-Nágera asegura que ella no explica la Biblia para los teólogos y los entendidos, sino para los católicos de a pie, para todos aquellos que abren un ejemplar del Antiguo Testamento y les empieza a doler la cabeza intentando situar a los personas o pronunciar los nombres de los lugares por los que pasa el Pueblo Elegido.

El primer tomo de la colección cubre la historia desde Adán y Eva hasta Abraham y, como señala la autora, sirve como aperitivo para comenzar la gran aventura de todos los católicos: adentrarse en la Biblia.

¿Qué es un “zoquete bíblico” y por qué le dedicas una colección de libros?

– Un “zoquete bíblico”, para empezar, es un adulto. Un zoquete bíblico es una persona que, sea católica o no, no tiene ni idea de la Biblia. El zoquete puede que tenga un ejemplar de la Biblia, en una estantería llena de telarañas, pero no la conoce.

He escrito el libro con un vocabulario muy sencillo, con un poco de humor, sin afán de atacar a nada ni a nadie en la Biblia. La idea es que el lector se despierte y que esté muy atento a la información de la Biblia. El objetivo es que la gente que no entiende la Biblia pueda comprender la base gracias a la lectura de “La Biblia para zoquetes”.

Este libro es como el aperitivo que te prepara para el filete que viene después. Quiero que el libro despierte la curiosidad del lector para que dé el paso y lea la Biblia.

¿Cómo te has preparado para escribir este libro?

– Con 53 años tuve la suerte de que me aceptaran en Harvard. Estudié allí durante un año completo un curso sobre el Antiguo y el Nuevo Testamento y el Cristianismo primitivo hasta el siglo XII. Allí me enamoré de este tema y me di cuenta de que tenía que hacer algo al regresar a Madrid.

De vuelta me matriculé en la Universidad Pontificia de Comillas y saqué la titulación de Especialista en Espiritualidad Bíblica. Estudié mucho y me decidí a contar lo aprendido, pero a mi manera. Empecé a contárselo a mis amigas a través de una escuela que monté en el Museo del Prado, explicando la Biblia delante de los cuadros. Acabamos siendo 120 mujeres acudiendo al Museo y recibimos la bendición del secretario del cardenal Rouco.

El nivel de la escuela era muy sencillo y es el que he conservado para la colección, porque es lo que necesitan los zoquetes.

En el libro hablas de un “empacho filosófico-espiritual” si la gente lee demasiado rápido la Biblia. ¿Qué podemos hacer para evitar esta “indigestión”?

– Basta con leer la Biblia 20 minutos al día, empezando poco a poco. Y yo recomiendo especialmente la Biblia de Navarra y la Biblia de Jerusalén, pues están llenas de letra pequeña que te ayudan a entender el contexto. En concreto, la Biblia de Navarra está perfectamente traducida, que es un detalle muy importante

Además, invito a la gente a que cuando no entiendan algo de la Biblia acudan a mi libro, donde intento ofrecer el contexto para comprender mejor lo que leemos.

Dices que la Biblia es un libro muy actual a pesar de haberse escrito hace miles de años. ¿Por qué?

– La Biblia es un libro que se puede traducir al presente. Los temas que trata son los mismos que nos surgen hoy. Nosotros no recorremos el desierto, pero seguimos teniendo los mismos problemas de fe, nos preocupan las mismas cuestiones. Tanto es así, que al leer el “Cantar de los Cantares», los libros proféticos o los sapienciales, vemos los temas morales y afectivos de hace miles de años que siguen vigentes hoy.

¿Qué ocurre con las incoherencias que muchos señalan en la Biblia?

– Estamos hablando de un libro antiquísimo y complejísimo, escrito por manos que no conocemos. También hay que tener en cuenta que hay muchas partes de la Biblia que hemos perdido a lo largo de los siglos y que vamos descubriendo poco a poco.

La Biblia es un libro muy complejo. Yo recuerdo a un profesor del Génesis en Harvard que nos explicó que, de un verso a otro, nos falta claramente un trozo. Sabiendo esto, no es de extrañar que haya incoherencias.

¿Por qué los católicos no conocen la Biblia? 

– Los católicos tuvimos una prohibición durante mucho tiempo de leer la Biblia. Esto tenía un sentido y es que normalmente los laicos no tenían la formación necesaria para entender el texto.

Yo creo que la Iglesia ha fallado en esto, porque después del Concilio Vaticano II se levantó la prohibición pero no nos han explicado la Biblia. Al hacer eso, me atrevo a decir que, por esta falta de conocimiento, no somos capaces ni de entender la profundidad de la Misa.

Los protestantes nos han tomado la delantera y nos debería dar vergüenza. El católico tiene que desempolvar la Biblia y empezar a conocerla.

¿Qué disposición es la mejor para leer la Biblia?

– Hay que abrir el corazón y decirle al Señor que no entendemos lo que leemos. Hay que pedirle a Dios la gracia de entenderla. Es bueno empezar desde el principio, ir leyendo poco a poco y dejar que el Señor nos dé luz. Y mejor todavía, hay que acostumbrarse a leer la Biblia en familia.

Vaticano

El Papa invita a “desarmar la comunicación” y alienta al diálogo

El Papa Francisco ha elegido como lema para la Jornada Mundial de las Comunicaciones 2025 una frase tomada de la primera carta de san Pedro: “Compartan con mansedumbre la esperanza que hay en sus corazones”.

Paloma López Campos·24 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El Papa Francisco ha elegido como tema para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2025 una frase inspirada en una carta de san Pedro: “Compartan con mansedumbre la esperanza que hay en sus corazones”.

El Pontífice quiere señalar la frecuencia con la que “la comunicación es violenta” e impide que se establezcan “las condiciones para un diálogo”. Por ello, invita a todos a “desarmar la comunicación”.

Ligando el tema de la Jornada con el Jubileo de la Esperanza que se celebra en 2025, Francisco afirma que “no podemos prescindir de una comunidad que vive el mensaje de Jesús de forma tan creíble que deja entrever la esperanza que conlleva, y es capaz de comunicar la esperanza de Cristo con hechos y palabras aún hoy”.

Vaticano

Claves de la Jornada Mundial de la Juventud en Seúl: unidad y esperanza

La Jornada Mundial de la Juventud 2027 que se celebrará en Seúl tiene dos claves o desafíos: lograr la unidad y fomentar la esperanza entre los jóvenes.

Paloma López Campos·24 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

La Sala Stampa de la Santa Sede celebró el martes 24 de septiembre una rueda de prensa para hablar sobre la próxima Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en Seúl (Corea del Sur) en 2027.

En la rueda de prensa participaron el cardenal Kevin J. Farrell, prefecto del Dicasterio para los Lacios, Familia y Vida; el arzobispo de Seúl, monseñor Peter Soon-Taick Chung; monseñor Paul Kyung Sang Lee, obispo auxiliar de Seúl; y Gabriela Su-Ji Kim, una joven catequista coreana.

La vitalidad de los católicos en Corea

El primero en hablar fue el cardenal Farrell, quien destacó la elección de Seúl por parte del Papa Francisco como “un hermoso signo de la universalidad de la Iglesia y del sueño de unidad”. En este sentido, “cada Jornada Mundial de la Juventud es una valiosa oportunidad para que la Iglesia que la acoge celebre, junto con otras Iglesias, su propia cultura y fe”.

A pesar de que los católicos en Corea del Sur son una minoría, el cardenal aseguró que la comunidad creyente del país “está llena de vitalidad y de iniciativas de todo tipo, y se enriquece con el testimonio heroico de tantos mártires”.

Por ello, el prefecto expresó su deseo de que la Jornada Mundial de la Juventud de 2027 sea “una oportunidad para que todos los jóvenes redescubran la belleza de la vida cristiana y lleven a las circunstancias ordinarias de la vida diaria el deseo renovado de ser discípulos de Jesús y fieles a su Evangelio”. Algo que, indicó el cardenal Farrell sin ninguna duda, “tendrá grandes beneficios para la Iglesia en Corea, para el continente asiático y para la Iglesia a nivel global”.

Por otro lado, el cardenal destacó “la natural apertura de Asia a la coexistencia de las culturas, al diálogo y a la complementariedad”. Afirmó que esto “será de gran ayuda para los jóvenes peregrinos en su viaje para convertirse en los mensajeros de la paz del futuro”.

El lema de la Jornada Mundial de la Juventud 2027

A continuación, el prefecto hizo público el lema elegido por el Papa Francisco para la Jornada Mundial de la Juventud en Seúl: “Tengan valor: yo he vencido al mundo”. La frase pretende llevar esperanza a todos los jóvenes, dando protagonismo al “testimonio y el valor que brotan de la victoria pascual de Jesús”.

Asimismo, el cardenal Farrell dijo que el “paso del relevo” de los símbolos de la Jornada Mundial de la Juventud “tendrá lugar el 24 de noviembre, solemnidad de Cristo Rey del Universo, durante la Santa Misa en la Basílica de San Pedro”.

El prefecto finalizó su intervención expresando su ilusión de “que muchos jóvenes, incluso los que nunca han participado en una JMJ, recorran en los próximos tres años un camino, sobre todo interior, para reunirse en Asia con el Sucesor de Pedro y dar juntos un valiente testimonio de Cristo”.

La evangelización de Seúl

Antes de la intervención del arzobispo de Seúl, un vídeo mostrado por la Sala Stampa recordó la evangelización de Corea del Sur, realizada principalmente por los laicos. Basándose en esto, monseñor Peter Soon-Taick Chung dijo que “la Iglesia católica coreana es testimonio de la fe voluntaria y dinámica de sus primeros fieles, que recibieron las semillas del Evangelio sin la ayuda de misioneros, guiados por el Espíritu Santo”.

El arzobispo recordó que “durante los periodos de persecución, los primeros fieles coreanos enviaron desesperadas cartas al Papa, solicitando fervientemente misioneros para preservar su fe y unirse a la Iglesia universal”. Ahora, siglos después, “el Papa ha aceptado una vez más la petición de nuestra Iglesia, invitando a jóvenes de todo el mundo a unirse a la peregrinación de la Jornada Mundial de la Juventud, participando en la JMJ Seúl 2027”.

Alegría de ser miembros de la Iglesia

Esta peregrinación, dijo monseñor Soon-Taick Chung, “será un viaje significativo en el que los jóvenes, unidos a Jesucristo, reflexionarán y debatirán sobre los desafíos actuales y las injusticias a las que se enfrentan”. Asimismo, “será una gran celebración que permitirá a todos experimentar la vibrante y enérgica cultura creada por los jóvenes coreanos” y una oportunidad para que los jóvenes del país que acoge a los peregrinos puedan “compartir las inquietudes y pasiones de sus coetáneos”.

El arzobispo finalizó su mensaje comprometiéndose “a que los jóvenes de todo el mundo experimenten la profunda alegría de ser miembros de la Iglesia” e invitando a todos a participar en la Jornada Mundial de la Juventud en Seúl.

Perdón y generosidad en la vida de los católicos de Seúl

Tras las palabras del arzobispo, intervino Paul Kyung Sang Lee. El obispo auxiliar de Seúl comenzó subrayando que “Corea se encuentra en un contexto único, diferente al de anteriores celebraciones de la Jornada Mundial de la Juventud, caracterizado por la coexistencia armoniosa de diferentes tradiciones religiosas”.

Debido a su historia, “la Iglesia católica coreana ha encarnado sistemáticamente las virtudes cristianas del ‘perdón’ y el ‘compartir’, promoviendo estos valores en la sociedad y coexistiendo pacíficamente con otras confesiones”.

Lema y logotipo en inglés de la Jornada Mundial de la Juventud en Seúl

Logo y preparativos

El obispo auxiliar de Seúl indicó que los preparativos de la Jornada Mundial de la Juventud han comenzado ya y mostró el logotipo del encuentro, “que recoge la visión y las aspiraciones de este acontecimiento que marcará una época”.

“En el centro del logotipo hay una cruz; los colores rojo y azul simbolizan la victoria triunfal de Cristo sobre el mundo. El elemento que está a la izquierda, orientado hacia arriba, indica a Dios en el Cielo, mientras que el elemento situado a la derecha, orientado hacia abajo, simboliza la Tierra, ilustrando el cumplimiento de la voluntad de Dios en la Tierra a través de su unidad”.

El logotipo se ha realizado siguiendo el estilo del arte tradicional coreano, por lo que “utiliza las singulares técnicas de pincelada de la pintura coreana e incorpora sutilmente caracteres hangul que representan ‘Seúl’”. Además, en la imagen se aprecian también las siglas en inglés de la Jornada Mundial de la Juventud: WYD.

En lo que respecta a los colores, Paul Kyung Sang Lee explicó que “el rojo de un lado de la cruz simboliza la sangre de los mártires, armonizando con el tema del coraje. El azul representa la vitalidad de los jóvenes y simboliza la llamada de Dios”. Al verlos unidos, los colores recuerdan a los de la bandera coreana. “Por último, el color amarillo que brilla detrás de la cruz representa a Cristo, que es la ‘luz del mundo’”.

Reavivar la fe de los jóvenes en Seúl

La última en hablar fue Gabriela Su-Ji Kim, una catequista coreana que participó en el Sínodo itinerante con jóvenes en Roma como delegada de su país en 2017. Gabriela se hizo eco de las consecuencias del COVID-19, que provocó que muchos jóvenes se alejaran de la fe y las comunidades se disolvieran por las medidas de seguridad impuestas.

La joven mostró entusiasmo porque, a pesar del “desafío de un rebaño disperso”, la JMJ en Seúl “será una oportunidad crucial para reavivar las llamas de la fe, no solo en Corea, sino también en todo el mundo”.

De este modo, concluyó Gabriela, “forjaremos un camino de unidad, esperanza, valor y pasión, acogiendo a personas de todos los ámbitos de la vida, no solo a creyentes católicos, para caminar juntos en armonía”.

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España

Xavier Gómez: “Las personas en movilidad son el mismo Cristo en camino”

La Iglesia celebra la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2024 el próximo 29 de septiembre con el lema "Dios camina con su pueblo".

Maria José Atienza·24 de septiembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

La Iglesia celebra el próximo 29 de septiembre la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado con el lema: “Dios camina con su pueblo”. 

Con este motivo, la Conferencia Episcopal Española ha presentado los materiales que la Iglesia en España ha preparado para esta jornada. 

Mons. Vicente Martín, miembro de la Comisión Episcopal para la Pastoral social y Promoción humana, ha sido el primero en presentar esta jornada recordando que “el tema de las migraciones nos afecta a todos y lo tenemos que gestionar entre todos: Estado, Iglesia y sociedad”. 

Mons. Vicente Martín ha querido apuntar la reflexión pastoral aprobada en marzo por los obispos españoles que “es el marco en el que la Iglesia trabaja esta pastoral de migraciones”. En esa exhortación de los obispos españoles se encuentra “una propuesta de pastoral trasversal con personas migradas”. 

Mons. Martín ha señalado varios retos de la Iglesia ante esta realidad: “hacia dentro, ser acogedora para vivir la catolicidad, ensanchar la tienda. Hacia fuera, salir al encuentro de las personas descartadas”.  El obispo auxiliar de Madrid ha recordado que existe el derecho a migrar pero también el derecho a no migrar y ha subrayado que las personas que llegan “han de sentirse partícipes de la comunidad a la que llegan, no de segunda categoría”.

Una vez más, la Iglesia ha pedido un pacto nacional de migraciones que sea un marco de actuación donde se conjuguen la dignidad humana y la seguridad.

“Acoger, promover e integrar es nuestra manera de estar al lado de los migrantes” ha destacado Mons. Martín. 

Por su parte, el director del departamento de Migraciones, Xabier Gómez, ha comenzado su intervención señalando que “la Iglesia lleva más de cien años recordando la importancia del fenómeno migratorio a los cristianos”, haciendo referencia a la 110 jornada. 

Gómez ha querido “compartir buenas noticias para elevar la mirada y poner en el centro la dignidad humana y el bien común. El lema escogido nos recuerda que Dios camina con su pueblo, en su pueblo, en las personas. Las personas en movilidad son el mismo Cristo en camino”, ha señalado. Por tanto “no está con quienes los rechazan. Lo que hemos de hacer es luchar contra la pobreza, no contra los pobres”. 

En este sentido, Gómez ha puesto de manifiesto la necesidad de “desideologizar lo que se refiere a las migraciones. Porque todo ello lo que hace es desenfocar el tema. Estamos hablando de personas, de vidas que se pierden, de dignidad humana y de bien común”.

Gómez ha puesto sobre la mesa algunos de los principales datos del trabajo de la Iglesia española con personas migrantes: hay más de 120 centros atendiendo a personas migradas y refugiadas y más de 390.000 personas se han beneficiado en 2022”. 

Materiales 

Para la campaña de este año se han preparado diversos materiales. El documento de referencia es la exhortación “Comunidades acogedoras y misioneras”. Junto a esto, ofrecen 4 podcasts, “Cruzando fronteras”. 

Gómez ha presentado, en grandes rasgos, el proyecto Hospitalidad Atlántica, una red eclesial en la que participan unas 26 diócesis de 10-11 países y que, en los próximos días va a presentar la Guía de Hospitalidad Atlántica que recoge los espacios seguros a lo largo de la ruta atlántica así como “podcasts para ofrecer a los migrantes, en su lengua, información para manejarse en su primera llegada a la frontera. También trabajaremos para poner en relación a patrocinadores que puedan poner proyectos de trabajo en las poblaciones de origen”. 

Por último, el vicario apostólico del Sáhara Occidental, Mario León, quien lleva 20 años en el Sáhara ha explicado que “nuestras iglesias son todas migrantes. Las personas vienen por un tiempo, la realidad es dura”. “El fenómeno de la migración nos ha golpeado más a partir de 2015. Hasta entonces de concentraba en Rabat o Casablanca y venían a Sahara de paso. Hemos tenido que aprender; nosotros con nuestra pequeñez, somos dos parroquias, lo primero es acoger y celebrar la fe. Las personas migrantes nos comparten su fe y nos hacen vivir la fe de manera muy viva”. León se ha referido a una de sus parroquias cuya comunidad “es migrante completamente. Lo que deseamos es que se sientan a gusto, vemos este fenómeno como una oportunidad: nos han dado vida comunitaria… nos han dado fe”. León ha explicado el trabajo que, en coordinación con diversas entidades y comunidades, realiza desde Sahara para atender a estos miles de personas desplazadas. 

Una de las preguntas que estaba en el aire desde el primer momento de la presentación de esta Jornada ha sido la posibilidad de la visita del Papa Francisco a Canarias. En este punto, el obispo auxiliar de Madrid ha destacado que, para la Iglesia en Canarias, esa visita “sería una gran alegría y un espaldarazo para esa labor así como un soplo de esperanza para las personas acogidas”.

Presentación de los materiales preparados por la Conferencia Episcopal Española para la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2024