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Isaías y el Adviento: el misterio de la Encarnación

El autor ofrece para cada semana de Adviento un versículo clave del libro de Isaías, con el fin de captar la esencia del mensaje de este tiempo litúrgico y facilitar un recorrido espiritual que nos acerque al corazón de Cristo.

Rafael Sanz Carrera·15 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Durante el tiempo litúrgico del Adviento, tres figuras bíblicas destacan de manera especial: el profeta Isaías, Juan el Bautista y María de Nazaret. En esta reflexión, nos centraremos en la figura de Isaías. Desde la antigüedad, una tradición universal ha reservado muchas de las primeras lecturas de este tiempo para sus palabras. Esto se debe quizás a que, en él, la gran esperanza mesiánica resuena con una fuerza única, ofreciendo un anuncio perenne de salvación para la humanidad de todos los tiempos.

Al contemplar las lecturas del tiempo de Adviento de este año (ciclo C), notaremos la presencia abundante de Isaías. Aunque pueda parecer ambicioso, me propongo seleccionar, para cada semana de Adviento, uno de los textos que se nos ofrece, junto con un versículo clave. De este modo, espero captar la esencia del mensaje del Adviento y facilitar un recorrido espiritual que nos acerque a su corazón.

Tercera semana de Adviento

En esta tercera semana de Adviento, encontramos dos lecturas clave de Isaías:

  • Domingo (Salmo): Isaías 12, 2-6 – Acción de gracias por la salvación que Dios ofrece.
  • Viernes: Isaías 7, 10-14 – Anuncio del nacimiento de Emmanuel, «Dios con nosotros».

Profecía y versículo clave (3ª semana)

De los dos textos de Isaías que se leen en la tercera semana de Adviento, Isaías 7, 10-14 se destaca por su relevancia especial. Este pasaje contiene una de las profecías mesiánicas más significativas del Antiguo Testamento, que anticipa la llegada del Emmanuel: «Pues el Señor, por su cuenta, os dará un signo. Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel» (Is 7, 14).

Razones para la elección de la profecía y el versículo.

  1. Profecía mesiánica del nacimiento virginal. Este pasaje contiene una de las profecías mesiánicas más importantes del Antiguo Testamento. La promesa de un niño nacido de una virgen, llamado «Emanuel» («Dios con nosotros»), apunta directamente al nacimiento de Jesucristo. Este cumplimiento se refleja en el Nuevo Testamento, donde Mateo 1, 22-23 cita este versículo para demostrar que el nacimiento virginal de Jesús es la realización de la profecía de Isaías.
  2. Cumplimiento en Jesús. La profecía del nacimiento virginal en Isaías 7, 14 se cumple en la Encarnación de Jesús. Mateo 1, 22-23 cita explícitamente este versículo para mostrar que el nacimiento de Jesús de la Virgen María es el cumplimiento de esta antigua profecía. El nacimiento virginal es importante para resaltar la naturaleza divina de Cristo.
  3. Emmanuel, Dios-con-nosotros. La promesa de Emmanuel, «Dios con nosotros», señalaba que Dios mismo vendría a habitar con su pueblo. En Jesús, Dios no solo actúa desde lo alto, sino que se hace presente en medio de la humanidad para redimirla. Esta verdad resuena profundamente en el Adviento, que es un tiempo de preparación para la celebración del nacimiento de Cristo, el Emmanuel.
  4. Necesidad de preparación. La profecía también  subraya la necesidad de preparación espiritual para la venida del Señor.

En resumen, Isaías 7, 14 es central porque profetiza el misterio de la Encarnación, el acontecimiento crucial del Adviento. La señal de la Virgen y el nacimiento de un niño que traerá la presencia de Dios son esenciales en el mensaje de salvación que la Navidad celebra. En Jesucristo, mediante su nacimiento virginal y su identidad como Emmanuel, Dios con nosotros, se cumple la profecía de Isaías, trayendo a la humanidad el don supremo de la cercanía y la redención divinas.

El autorRafael Sanz Carrera

Doctor en Derecho Canónico

Devuélveme la Navidad que me la has “quitao”

Ojalá no nos quiten la Navidad. Ojalá no nos acomodemos entre decoraciones y regalos, sino que aprovechemos las pistas. Lo importante no es la estrella, sino el lugar que señala.

14 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Grinch no existe, pero igualmente parece que nos están intentando robar la Navidad. Basta con mirar alrededor estos días para darse cuenta de ello. Hay luces maravillosas iluminando nuestras ciudades: bolitas de árbol de Navidad, renos, regalos envueltos… ¿No falta algo?

Paseando por un centro comercial uno se queda impresionado con los miles de detalles que se despliegan por los pasillos. Los tonos rojizos, dorados y verdes están ahora de moda. Si vas caminando demasiado rápido, tal vez te choques con el Papá Noel inflable que han colocado en medio del centro comercial para que los niños se hagan fotos con él. ¿No falta algo?

Entra en un supermercado y disfruta pensando en todos esos turrones, polvorones y roscones que te vas a tomar en los próximos días. En Navidad los placeres de la comida no son culpables, pero… ¿no falta algo?

Parece que, como en esa típica película navideña, hemos olvidado el auténtico sentido de estas celebraciones. Es época de reunirse con la familia, de ir a ver a tu hijo cantando el “Burrito Sabanero” en el recital del colegio, de decorar la casa y pensar en los regalos que puedan gustar a tus seres queridos. Ahora bien, ¿por qué?

Y es importante subrayar que no estoy criticando todas estas cosas. Pienso que pueden ser muy buenas, siempre que nos demos cuenta de que son solo pistas, luces que nos señalan lo realmente importante. Podríamos incluso pensar que son como aquella estrella que hace años marcó el camino a unos sabios de Oriente. Y si seguimos esa estela, nosotros también nos encontraremos con ese pesebre en el que hay un Niño recién nacido.

Es cierto que hemos rodeado la Navidad de cosas ajenas a su sentido original: el “Black Friday”, las rebajas, las comidas de empresa… Y, si no tenemos cuidado, esas luces tan bonitas de las ciudades nos pueden cegar. Pero como Dios sabe aprovechar todo, pienso que hasta esto puede ser una oportunidad para despertarnos.

Ojalá no nos quiten la Navidad. Ojalá no nos acomodemos entre decoraciones y regalos, sino que aprovechemos las pistas. Lo importante no es la estrella, sino el lugar que señala.

Ojalá tengamos la valentía de poner el Belén, de sacar al Niño Jesús a las balconeras, de recordar el sentido de la Navidad. Miremos a ese Niño que viene al mundo por nosotros. En esa noche de paz, demos un poco de guerra al Grinch.

El autorPaloma López Campos

Redactora jefe de Omnes

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Familia

Montserrat Gas: «La preparación matrimonial es esencial para asegurar un matrimonio no solo válido, sino también fructuoso»

Montserrat Gas Aixendri participó en el XXXII Curso de Actualización de Derecho Canónico organizado por la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad de Navarra con una ponencia dedicada a "La validez del matrimonio y la falta de fe".

Maria José Atienza·14 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

La profesora de la Universitat Internacional de Catalunya y colaboradora de Omnes, Montserrat Gas Aixendri fue una de las ponentes del XXXII Curso de Actualización de Derecho Canónico organizado por la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad de Navarra bajo el título ‘Derecho matrimonial canónico y justo proceso’.

Gas, experta en acompañamiento familiar, centró su ponencia en «La validez del matrimonio y la falta de fe’, un tema de actualidad perenne en nuestra sociedad y acerca del que Omnes ha querido conversar con la profesora Gas.

Usted habla del reto que supone, actualmente, el incremento de los matrimonios entre personas bautizadas, pero no creyentes. ¿Cuáles cree que son los principales desafíos pastorales que enfrenta la Iglesia ante estas situaciones y cómo podrían ser abordados de manera efectiva?

–En general en todo el occidente cristiano el fenómeno de la secularización es una realidad que afecta a todos. En relación al matrimonio cristiano esto implica que inevitablemente muchos de los que piden casarse en la Iglesia lo hacen por motivos de costumbre o de tradición, más que por convicciones personales. Sin embargo, no por ello podemos pensar que no quieren casarse, o que no aceptan el matrimonio cristiano. Por eso el gran reto de la pastoral familiar es acompañar a los jóvenes que desean fundar una familia. 

La preparación para este momento vital tan importante debería ser una prioridad para los pastores. El Papa Francisco ha insistido en este punto en diversas ocasiones, sugiriendo la realización de un auténtico catecumenado que ayude a madurar a quienes desean casarse. Fruto de ello son los Itinerarios catecumenales para la vida cristiana publicados por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida en el año 2019. Este documento debería inspirar a las Iglesias particulares para mejorar este itinerario de preparación. Esta preparación debe estar orientada a que los contrayentes comprendan a fondo el significado del amor matrimonial.

El hecho de que el matrimonio haya sido elevado a sacramento no cambia la sustancia del matrimonio del principio (o matrimonio natural), sino que le añade un significado y una dimensión sobrenatural. 

Montserrat Gas Aixendri

Uno de los temas que aborda es la noción de «objeto del consentimiento» en el matrimonio sacramental. ¿Cómo considera que la falta de fe puede influir en la comprensión del matrimonio cristiano? ¿Es posible que esta falta de fe afecte la validez del matrimonio?

–En primer lugar, quiero subrayar que casarse no es un acto de adhesión ciega a los modelos que presenta la cultura dominante. Contraer matrimonio es ante todo una decisión de amor incondicional, fiel y fecundo entre una mujer y un hombre. Como afirmaba el teólogo Carlo Caffarra, las evidencias originales de la familia están escritas en la naturaleza de la persona humana, pues la verdad del matrimonio está inscrita en el corazón de las personas.

A pesar de ello, quien vive en un contexto secularizado y desconoce el mensaje cristiano puede verse influido por lo que el Papa Francisco llama una “visión mundana del matrimonio”, en la que éste se percibe como una forma de gratificación afectiva que puede constituirse de cualquier manera y modificarse cuando la persona amada ya no realizara sus expectativas (Francisco, Discurso a la Rota Romana 23 de enero de 2015). Sin embargo, las conexiones entre situaciones de falta de fe y la nulidad del matrimonio no son automáticas: deben analizarse caso por caso, constatando que se ha rechazado alguno de los elementos esenciales del matrimonio natural.

En relación con el papel de la fe en la validez del matrimonio, usted apunta que no se requiere un acto de fe explícito por parte de los contrayentes. ¿Cómo interpreta la Iglesia el concepto de «intención de hacer lo que hace la Iglesia» en estos casos, especialmente en matrimonios entre personas con diferentes grados de fe o entre personas que han abandonado la fe?

–La doctrina sobre los sacramentos indica como condición necesaria administrarlos válidamente, tener la intención de hacer lo que hace la Iglesia. En el caso del matrimonio, “lo que la Iglesia hace” es el mismo matrimonio natural, es decir, la entrega incondicional y fecunda entre un varón y una mujer. El hecho de que el matrimonio haya sido elevado a sacramento no cambia la sustancia del matrimonio del principio (o matrimonio natural), sino que le añade un significado y una dimensión sobrenatural. 

Indudablemente, quien tiene fe tiene más recursos sobrenaturales para amar incondicionalmente y vivir un matrimonio fiel y fecundo; pero eso no implica que quien no es creyente no sea capaz para entregarse matrimonialmente a otra persona. El matrimonio es una realidad creada por Dios para toda la humanidad, con independencia de sus creencias. Por eso casarse no es una cuestión de fe, sino de amor conyugal.

A pesar de lo que hemos señalado en la pregunta anterior, la falta de fe puede influir en la validez del matrimonio a través de la exclusión de la dimensión sobrenatural del matrimonio. ¿Cómo se debe interpretar esta «influencia» de la falta de fe en la validez del matrimonio, y qué papel juega la rectitud de la intención de los contrayentes en este proceso?

–Como he dicho, el sacramento no modifica los elementos esenciales del matrimonio tal como ha sido querido por Dios (uno, indisoluble, fecundo). El hecho de rechazar el sacramento (el significado sobrenatural) no influye en la validez del matrimonio mientras permanezca intacta la voluntad de una entrega verdaderamente matrimonial entre esposos. Cabría que alguien rechazara lo sagrado y, a pesar de ello, quisiera unirse de manera incondicional y fecunda con la persona a la que ama. 

En mi experiencia, la falta de fe conducirá a menudo a una situación de ignorancia respecto a la sacramentalidad del matrimonio, y por lo tanto, a una actitud psicológica de indiferencia más que de rechazo hacia lo sobrenatural.

Sin embargo, si ese alejamiento de la fe llevase a los contrayentes a rechazar el matrimonio mismo, tal como ha sido instituido por Dios, entonces nos encontraríamos ante una unión nula.

Deberíamos pasar de una pastoral de los servicios (puntuales) a una pastoral del acompañamiento a las personas en todo su camino de vida cristiana.

Montserrat Gas Aixendri

En este mismo sentido, ¿qué consecuencias puede tener esta perspectiva en la práctica pastoral y en la interpretación de los casos de nulidad matrimonial en la Iglesia?

–La preparación para la celebración matrimonial es, como he dicho, un momento esencial para asegurar un matrimonio no solo válido, sino también fructuoso. Sin embargo, es importante distinguir estos dos planos. En el caso de personas alejadas de la fe, la preparación al matrimonio requiere asegurar, ante todo, la validez. Es importante hacer emerger las verdaderas intenciones de los contrayentes para que se les pueda aceptar a la celebración de un verdadero matrimonio. 

A la vez, debería darse una coherencia entre las disposiciones requeridas para la admisión al matrimonio y las que se consideran en el momento de examinar una posible nulidad. Podría darse una falsa impresión de que la puerta de acceso al matrimonio en la Iglesia es muy ancha y los criterios con los que se juzga la validez posteriormente, muy estrechos.

Usted alude a la necesidad de una correcta preparación para el matrimonio, especialmente en casos de contrayentes alejados de la fe. ¿Cómo se puede equilibrar la necesidad de preparar a los contrayentes para un matrimonio válido con la importancia de fomentar una comprensión más profunda de la sacramentalidad del matrimonio dentro de la pastoral familiar?

–Quienes se ocupan pastoralmente de la preparación al matrimonio no solo deben preocuparse de asegurar la validez, sino ayudar a los contrayentes a descubrir la grandeza del don sacramental. La conciencia del carácter vocacional —humano y cristiano— del matrimonio abre nuevos horizontes haciendo evidente que el don sacramental está destinado a la santificación personal y relacional de la familia cristiana mostrando la belleza del matrimonio vivido de acuerdo con la dignidad bautismal. 

En mi opinión quizá lo que nos faltan son estructuras pastorales realmente capaces de acompañar a estos novios. Deberíamos ser capaces de acompañarles en la preparación y sobre todo, después a lo largo de toda la vida matrimonial.

Deberíamos pasar de una pastoral de los servicios (puntuales) a una pastoral del acompañamiento a las personas en todo su camino de vida cristiana. Este es uno de los desafíos que más debería interpelar a quienes se ocupan de la pastoral familiar.

España

El número de nuevos seminaristas españoles crece un 35% en un año

El año pasado entraron al seminario 177 candidatos al sacerdocio y este año 239. Se trata de un aumento muy sorprendente, que se produce tras varios años descendiendo el número de seminaristas.

Javier García Herrería·13 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

La Conferencia Episcopal Española ha publicado los datos correspondientes al curso académico 2023-2024, revelando que el número de seminaristas en España vuelve a superar el millar y recupera las cifras de 2021.

El reto de la secularización

La secularización, un fenómeno creciente en la sociedad contemporánea, sigue siendo uno de los principales desafíos que enfrenta la Iglesia para mantener y fomentar las vocaciones sacerdotales. El alejamiento de los valores cristianos en muchos sectores de la sociedad, así como la falta de compromiso de algunos jóvenes, son factores que dificultan la respuesta a la llamada al sacerdocio.

A pesar de estos obstáculos, la Iglesia destaca la importancia de aquellos jóvenes que, en medio de esta realidad, responden positivamente a la vocación sacerdotal.

Datos relevantes

El curso pasado se ordenaron 69 nuevos diáconos y 85 nuevos sacerdotes, confirmando la tendencia de los últimos años, en los que el número de ordenaciones se sitúa por debajo del centenar.

El total de seminaristas con los que cuentan las diócesis españolas es de 1.036, frente a los 956 del año pasado.

86 seminaristas han abandonado el proceso formativo hacia el sacerdocio, aunque son 20 menos que el curso anterior. Por otro lado la edad de los seminaristas españoles oscila entre los 25 y 31 años.

De los 1.036 seminaristas presentes en las diócesis españolas, 825 provienen de seminarios diocesanos o conciliares, mientras que 211 están siendo formados en los seminarios misioneros internacionales «Redemptoris Mater», vinculados al Camino Neocatecumenal y establecidos canónicamente en las diócesis donde operan. Actualmente hay 67 seminarios conciliares y 14 seminarios “Redemptoris Mater”.

El Congreso Nacional de Vocaciones de 2025

En línea con estos esfuerzos, la Conferencia Episcopal ha anunciado la celebración de un Congreso Nacional de Vocaciones en febrero de 2025. Este evento tiene como objetivo sensibilizar a toda la Iglesia y a la sociedad sobre la importancia de la vocación en el ámbito eclesiástico, poniendo énfasis en la necesidad de fomentar una vida cristiana comprometida y orientada al servicio de los demás.

Este congreso será un paso más en el esfuerzo por promover una cultura de vocación dentro de la Iglesia y la sociedad, especialmente en un momento en que los retos son cada vez mayores.

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Evangelización

Diagnóstico y soluciones para afrontar la crisis de la Iglesia

El teólogo Juan Luis Lorda diagnostica la crisis de la Iglesia y propone tres soluciones, que parten de la confianza en el Espíritu Santo y el compromiso con la misión cristiana.

Javier García Herrería·13 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El profesor Juan Luis Lorda ofrece en su canal de youtube un análisis divulgativo sobre la crisis actual que enfrenta la Iglesia y propone una serie de sugerencias para afrontarla. Sorprende que para su exposición reconozca haber recurrido a herramientas de inteligencia artificial, como chat GPT y Bing, aunque evidentemente el núcleo de la exposición se base en sus reflexiones personales.

Un diagnóstico de la crisis

Lorda identifica tres grandes factores que han llevado a la pérdida de fe en muchos creyentes:

  1. Dudas históricas: Las incertidumbres sobre Jesucristo y la fiabilidad de los textos bíblicos generan confusión y desconfianza en algunos.
  2. Influencia de la secularización: Un entorno cultural y social adverso a la fe, alimentado por procesos de descristianización en Occidente. Lorda destaca el papel de la televisión en el siglo XX (que sustituyó el rol formativo de la familia) y la crisis de la educación religiosa, que alteraron los modelos tradicionales de transmisión de la fe.
  3. Experiencias negativas con la religión: Tanto personales como globales, como el escándalo de la pederastia, han afectado profundamente la percepción de la Iglesia.

En este contexto, Lorda subraya que la Iglesia, al intentar renovarse tras el Concilio Vaticano II, afrontó tensiones internas que derivaron en una crisis que afectó a muchos aspectos. 

Volver a la tradición con equilibrio

Lorda advierte sobre una postura común entre algunos grupos: la idea de cortar con todo lo sucedido tras la muerte de Pío XII en 1958 para «recuperar la tradición». Aunque esta intención parte de un deseo de fidelidad, olvida que la verdadera tradición incluye la comunión con el Papa y la unidad de la Iglesia. Según Lorda, un diagnóstico incorrecto impide abordar correctamente los problemas actuales, cuya solución pasa por recordar que la Iglesia es obra del Espíritu Santo.

¿Qué debemos hacer? Tres pasos fundamentales

Tras el diagnóstico, Lorda plantea tres acciones esenciales para afrontar la crisis de la Iglesia:

  1. Celebrar bien la Eucaristía. La celebración de la Eucaristía, fuente de vida para la Iglesia, debe hacerse con devoción y en comunión con la Iglesia universal. La Iglesia nace de la Eucaristía y esto es casi tan difícil de creer como decir que lo que hace a la Iglesia es la cruz, pero al final es lo mismo. Lo más eficaz para cambiar el mundo no depende de la prensa o las redes sociales, sino de priorizar lo que Jesucristo dispuso: “Haced esto en memoria mía”.
  2. Evangelizar con un espíritu más carismático. Inspirándose en el mandato de Jesús de «hacer discípulos de todos los pueblos», Lorda subraya la importancia de conocer primero al Señor para poder darlo a conocer a otros. Recomienda que la Iglesia en Europa adopte un enfoque más carismático, similar al de las comunidades de América, para revitalizar su impulso evangelizador.
  3. Vivir el mandamiento del amor. Amar a los demás como Cristo amó es el testimonio más poderoso de la existencia de Dios. Según Lorda, este amor no solo refuerza la unidad de la Iglesia, sino que también es el signo distintivo de los discípulos de Cristo.

Con estas propuestas, Lorda invita a los cristianos a asumir su misión con esperanza, recordando que la eficacia de la Iglesia proviene del Espíritu Santo y no solo de sus propios esfuerzos. «Estamos en una empresa sobrenatural», concluye, poniendo el foco en la fe, la comunión y el amor como pilares fundamentales para superar los desafíos actuales.

Cine

Jesús Garcés: “En la vida de la Guardia Suiza los peligros son constantes”

Para los miembros de la Guardia Suiza, "los peligros son constantes", afirma Jesús Garcés, director del documental "Honor in armor". En esta entrevista con Omnes, el cineasta mexicano explica las razones por las que ha decidido mostrar en el largometraje la vida cotidiana de este cuerpo militar dispuesto a dar su vida por el Papa.

Paloma López Campos·13 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos
Jesús Garcés, director de «Honor in Armor»

Jesús Garcés es el director de “Honor in Armor”, un documental producido por Rome Reports en el que podemos ver el día a día de los miembros de la Guardia Suiza. A través de entrevistas y la apertura del archivo histórico de este cuerpo militar, Garcés abre al espectador todo un mundo que se desarrolla entre Suiza y el Vaticano.

En esta entrevista, el director mexicano explica los motivos por los que decidió hacer este documental y la importancia de desmitificar al cuerpo de élite que protege al Papa.

¿Qué le motivó a explorar la historia y el trabajo de la Guardia Suiza en un documental?

– Yo vivo en Roma desde hace muchos años. Uno de los motivos por los que me trasladé aquí es por la belleza de este lugar. Viviendo en el centro de Roma, es inevitable encontrarse con el Vaticano y, por consiguiente, con la Guardia Suiza.

Siempre me he preguntado quiénes son estos hombres y he visto muchos documentales. Muchos me contaban qué hacen estas personas, pero nadie me decía quiénes son ni de dónde vienen. Sin embargo, al mismo tiempo, había muchos mitos y leyendas sobre ellos. Mi curiosidad nace de ese no saber el origen de esa iconografía tan importante de la Iglesia católica.

Hablé con el productor de Rome Reports y nació la posibilidad de hacer una película-documental sobre la Guardia Suiza.

¿Cómo fue el proceso de investigación para crear este documental?

– Hay un equipo que se encargó de la investigación. Me dieron acceso a un capitán del cuerpo que respondió a todas mis preguntas. Fue un proceso muy interesante, porque hablando con aquellos que forman parte de la Guardia Suiza te das cuenta de que son una organización militar que tiene códigos muy antiguos.

Me sorprendió mucho descubrir el entrenamiento que tienen antes de integrarse en el cuerpo. Los aspirantes vienen del ejército suizo, tienen un mes de entrenamiento en el Vaticano y otro mes más de formación con la policía suiza. Vuelven sabiendo manejar las almas más actuales, con conocimientos de lucha cuerpo a cuerpo y mucha formación en psicología. De hecho, diría que las mejores armas de los guardias suizos son la inteligencia, la psicología y el amor que meten en todo lo que hacen.

Tras la grabación del documental, en la que se cuentan anécdotas del pasado sobre miembros de esta organización,¿cómo evalúa la historia de la Guardia Suiza?

– La Guardia Suiza es una cuestión de tradición muy antigua. Tuvimos la suerte de que nos dieran acceso a los archivos históricos de la Guardia Suiza en el corazón del Vaticano. Al entrar allí, puedes ver su pasado y su futuro. El futuro que tienen no parece fácil, porque los jóvenes han perdido un poco el interés por esa vocación de proteger al Papa, pero se puede hacer un trabajo para modernizarse y recuperar esa ilusión.

Tradicionalmente, la Guardia Suiza es vista como una fuerza de élite muy particular. ¿Cómo te gustaría que los espectadores reconsideraran su papel y su imagen después de ver el documental?

– Para contar una historia tienes que entrar en intimidad. Cada miembro de la Guardia Suiza de este documental tiene un nombre, una historia. Comparten sus sueños, su infancia… Rompen con esa pared de frialdad que solemos ver.

En el documental hay jóvenes sonrientes, con paz interior, acompañados de sus madres, novias, esposas… La película incluye todo el universo que rodea a la Guardia Suiza. En el largometraje, conocemos las historias de estas personas y así cambia nuestra percepción, pues conocemos los detalles de quiénes son realmente.

¿Por qué decidiste cerrar el documental mostrando un fallo grave de seguridad?

– En realidad esa es la vida de la Guardia Suiza. Los peligros son constantes y yo cuento la historia de su intimidad, de su vida cotidiana, en la que está ese peligro constante que les impide distraerse. Cerrar así la película es un modo de recordar que, incluso si la historia y la vocación de la Guardia Suiza es bella, tienen que estar siempre atentos.


A continuación, el tráiler en inglés del documental «Honor in armor»:

Vaticano

Una tradición que se renueva: más de 100 belenes expuestos en el Vaticano

Entre las columnas de Bernini se celebra por séptimo año consecutivo la exposición "100 belenes en el Vaticano", con entrada gratuita, promovida por el Dicasterio para la Evangelización.

Giovanni Tridente·13 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El día de la Inmaculada Concepción, mientras el Papa Francisco rendía su tradicional homenaje con un acto de veneración a la estatua de la Virgen María en la Escalinata de España, bajo la columnata Bernini de la Plaza de San Pedro se encendían las luces de los más de «100 belenes del Vaticano», que forman parte de la exposición del mismo nombre que permanecerá expuesta durante toda la Navidad. Un acontecimiento ya consolidado, que cumple su séptima edición y que este año se carga de un significado añadido dada la proximidad de la inminente apertura de la Puerta Santa para el Jubileo de 2025.

La inauguración estuvo presidida por Mons. Rino Fisichella, Pro Prefecto del Dicasterio para la Evangelización y responsable de la organización del propio Jubileo, junto con representantes del Dicasterio y del Ayuntamiento de Roma, que colabora en la exposición. Las actuaciones musicales de un coro de la escuela francesa Chateaubriand de Roma y de la banda de música del Cuerpo de la Gendarmería Vaticana enriquecieron la ceremonia.

Un caleidoscopio de colores y tradiciones

La exposición de este año presenta 125 belenes procedentes de diversos países de Europa y de todo el mundo, de Francia a Polonia, de Hungría a Estados Unidos pasando por varias naciones latinoamericanas y hasta Taiwán, a menudo representados por sus respectivas embajadas ante la Santa Sede.

Las obras expuestas reflejan claramente la inspiración e imaginación de los artistas, y están realizadas con una gran variedad de materiales, como papel japonés, seda, resina, poliestireno, lana, fibra de coco y vidrio. Entre las composiciones más significativas figura la llamada «Barca del Jubileo», realizada por una asociación florentina, que recuerda simbólicamente el propio logotipo del Año Santo.

No menos impresionante -según los propios organizadores- es el belén de la catedral de Santa María de Osaka, realizado con materiales típicamente japoneses como kimonos de seda y esteras de tatami, símbolo de la importancia del diálogo intercultural. También son significativos el belén llegado del Santuario del Cristo Redentor de Río de Janeiro, construido con fibras naturales de coco y plátano, y un Nacimiento de estilo napolitano, realizado en madera y corteza por un grupo de ciegos de la provincia de Caserta, testimonio de cómo el belenismo es un lenguaje universal que tiene la capacidad de contar el nacimiento de Cristo a través de las especificidades de cada pueblo o condición humana.

Símbolo de la evangelización

A lo largo de los años, la iniciativa ha adquirido una importancia creciente, no sólo artística, sino también pastoral y cultural, consolidándose como una cita esperada y frecuentada por creyentes, familias y visitantes de todo el mundo. Como señaló en varias ocasiones Mons. Rino Fisichella, Pro Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, al referirse al belén, «todo aquí nos habla de esperanza. Y nos invita a considerar nuestro presente para construir nuestro futuro».

De estas palabras se hacen eco aquellas con las que el Papa Francisco abre su Carta Apostólica dedicada precisamente al valor y significado del belén, «Admirabile signum» de 2019: «Al contemplar la escena de Navidad, se nos invita a ponernos en camino espiritualmente, atraídos por la humildad de Aquel que se hizo hombre para salir al encuentro de todo hombre”.

La exposición permanecerá abierta del 8 de diciembre de 2024 al 6 de enero de 2025, con entrada gratuita.

España

Mons. Enrique Benavent: “En muchas localidades de Valencia queda por delante una larga tarea de reconstrucción”

La catástrofe provocada por la DANA del 29 de octubre de 2024 marcó un antes y un después para la región de Valencia. Más de 200 vidas perdidas y miles de damnificados conmovieron a toda España. En esta entrevista para Omnes, el arzobispo de Valencia, Monseñor Enrique Benavent, reflexiona sobre el impacto humano, la respuesta solidaria de la Iglesia y el papel de la fe como signo de esperanza en medio de la desolación.

Maria José Atienza·12 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

Nadie en España, pero especialmente en la zona de Valencia y Albacete, olvidará, por mucho tiempo, la tarde del 29 de octubre de 2024. Ese día, una gota fría o depresión aislada en niveles altos (DANA) provocó lluvias torrenciales en la zona del levante español y el desbordamiento de varios ríos y barrancos en la zona mediterránea española. 

El barro y el agua alcanzaron los dos metros en diversas localidades, especialmente en la zona sur de la capital valenciana y las poblaciones cercanas como Catarroja, Paiporta, Algamesí o Aldaya arrastrando coches, inundando casas, garajes y comercios y, sobre todo, segando la vida a más de doscientas personas. 

Más de 30.000 personas tuvieron que ser rescatadas por vecinos, en un primer momento, y fuerzas del orden posteriormente. 

Una catástrofe que supuso, también para la Iglesia, un “terremoto” interior y exterior: sacerdotes, religiosas, voluntarios de todas las edades se echaron a la calle para ayudar a quienes lo han perdido todo. 

Las parroquias de muchas localidades son, aún hoy, un punto de distribución de ayuda material y consuelo espiritual. En este contexto hablamos con Enrique Benavent, arzobispo de Valencia que destaca en esta entrevista la impresionante respuesta de tantas personas, la cercanía del Papa al pueblo valenciano y sobre todo, la necesidad de ser en estos momentos, signo de esperanza.

¿Cómo recuerda el 29 de octubre de 2024?

—En un primer momento no sabíamos muy bien lo que había pasado. Fue a partir del día siguiente cuando empezamos a caer en la cuenta de la magnitud de la tragedia que se estaba viviendo. 

La primera preocupación fue interesarme por los sacerdotes, ver cómo estaban, si había pasado algo a alguien. Tardé dos días en tener noticias de todos y constatar que estaban todos bien. Los mismo con los seminaristas de la zona y de sus familias. Algunos sí que habían sufrido daños materiales, otros no. Pero gracias a Dios no había habido ninguna desgracia personal. 

Convoqué además una primera Misa en la basílica de la Virgen de los Desamparados, donde di dos mensajes: El primero fue poner a toda la Iglesia diocesana al servicio de las personas necesitadas y el segundo que nos ofreciéramos, que todos encontraran en los cristianos una mano amiga. En esos primeros días empecé a visitar las parroquias que habían sido afectadas, comenzando por las de la ciudad de Valencia, porque en los primeros días el acceso a las parroquias y a los pueblos que están fuera de la ciudad era complicado cuando no imposible. 

¿Qué se encontró en estas visitas? 

—He visto mucho sufrimiento, mucho dolor, mucha tristeza en muchas personas. Algunos sacerdotes dijeron, ya los primeros días, Misas de funeral, en un ambiente muy discreto. Las familias que han sufrido la pérdida de un ser querido no quieren aparecer demasiado al público. 

En mis visitas hablé con personas que han perdido no sólo sus viviendas sino todo su entorno vital: la panadería donde van por el pan, el comercio donde solían acercarse a comprar… Todo ha desaparecido bajo el lodo. La comarca de Huerta Sur es, posiblemente, una de las zonas de mayor concentración de empresas de tipo familiar, pequeñas empresas, concesionarios de vehículos, centros comerciales… 

Cuando una persona pierde todos los referentes vitales se encuentra, de repente, desorientada. Todo el mundo agradecía la visita, que te hicieras cercano. Agradecía que celebráramos la Eucaristía, como hicimos en parroquias como la de Paiporta, porque es un signo de cómo la fe nos tiene que ayudar a iluminar esta realidad que estamos viviendo.

¿Cómo consuela la fe en estos momentos de desolación? 

—Pienso que lo primero es acercarse a los afectados manifestando el amor y la cercanía del Señor a los que sufren. Que no se sientan solos, que no se sientan ignorados, que no se sientan abandonados. Después, el dolor irá dando paso, con el tiempo, a nuevos sentimientos. Lo más importante del acompañamiento es saber encontrar la palabra adecuada en el momento adecuado. Pienso que, la clave, es ser esa presencia. Ahora que algunas parroquias están siendo centros de distribución de artículos de primera necesidad, como en La Torre, celebran la, Misa en la plaza muchas veces. Y las personas lo agradecen y respetan esas celebraciones, porque es un signo de que estamos ahí. Pequeños signos que, de alguna manera, manifiestan la presencia de la Iglesia y la presencia de la fe como una pequeña luz, pero que tiene que iluminar la vida de esas personas. 

Hemos visto sacerdotes embarrados hasta el cuello, monjas descargando palés y muchos, muchísimos jóvenes que han respondido a una llamada de solidaridad y que siguen ahí. ¿Está siendo un momento de redescubrir la fuerza de la llamada de la ayuda a los demás?

—Pienso que estas ocasiones pueden convertirse en una llamada para los jóvenes. De hecho, han respondido. Los he visto allí. Muchos de ellos me reconocían en mis visitas por los pueblos y se alegraban de verme.

Además, he visto como hay muchos jóvenes que a lo mejor no son cristianos, pero también han ido a ayudar. Ha sido bonito el testimonio de cómo, en esos momentos, nos hemos sentido hermanos de los que más sufrían. Está siendo testimonio de una solidaridad auténtica, porque es desinteresada, como apuntaba en la homilía de la Misa por las personas afectadas que celebramos todos los obispos españoles en la Catedral de la Almudena durante los días de la Asamblea Plenaria de noviembre de 2024.

Han pasado semanas desde aquellos primeros días de noviembre. ¿Cómo va a seguir la Iglesia presente en este proceso a largo plazo? ¿Han ido trabajando en esto? 

—Cáritas está, desde el principio, intentando dar respuesta a necesidades urgentes, esas primeras necesidades. Hemos tenido muchas donaciones, tantas que, a veces, no sabíamos dónde almacenarlas. 

Con la vista puesta en el futuro, los donativos que estamos recibiendo ayudarán a familias necesitadas a solucionar algún problema a largo plazo. No todos, porque la destrucción es inmensa. Hay pueblos, como Paiporta, en los que no se puede comprar el pan o aceite, porque ha sido todo arrasado… 

Queda por delante una larga tarea de reconstrucción en la que los primeros que deben de tomar la iniciativa y poder los medios han de ser las autoridades. La Iglesia ayudará, porque siempre habrá personas a las que las ayudas públicas no les solucionarán sus carencias. Y a lo mejor la nuestra tampoco, pero si podemos ayudar un poco para, no sé, aminorar el dolor, ahí estaremos. Lo importante ahora es fijarnos en las personas necesitadas.

Hemos tenido reuniones con los vicarios episcopales y los párrocos de las parroquias afectadas para hacer una reflexión común y considerar tanto sobre los daños materiales como sobre la atención pastoral en estas circunstancias. 

La Iglesia, desde siempre, está presente en los barrios, para eso están las parroquias. Las parroquias son presencia de la Iglesia en los barrios de las ciudades o en los pueblos y por eso continuaremos estando atentos a las situaciones de las personas que viven en esos barrios, que viven en esos pueblos y que necesitan una ayuda. Tenemos métodos de escucha, de acompañamiento, y todo eso lo pondremos al servicio de estas parroquias y de quienes lo necesiten.

Ustedes recibieron la visita del cardenal Czerny y el Papa ha seguido muy de cerca a Valencia en estos meses

—Para los sacerdotes para la diócesis han sido gestos muy cercanos, muy consoladores. El Papa ha estado muy cercano, desde un primer mensaje grabado que me mandó a través del presidente de la Conferencia Episcopal Española, a una llamada telefónica personal, dos alusiones en el Ángelus y un momento de oración ante una imagen de la Virgen de los Desamparados, que le regalamos hace medio año, durante una visita de la Junta de la Archicofradía de la Virgen. 

Miles de personas se quedaron sin nada de la noche a la mañana. A veces nos quejamos de la dificultad de predicar en un entorno acomodado que lo tiene todo, pero, ¿y predicar para quien lo ha perdido todo? ¿Es más fácil o al revés?

—No sé, sinceramente, porque la persona que ha sufrido tiene sus interrogantes de fe fuertes en estos momentos. Lo que está claro es que, a veces, como dice el Evangelio referente a Zaqueo, nos creemos ricos y somos pobres. Y solamente cuando caemos en la cuenta de nuestra pobreza, entonces es cuando podemos encontrar la verdadera alegría en Cristo. Nosotros igual, nos creemos ricos, pero somos pobres. Y Zaqueo sabía que era pobre, porque le faltaba lo más importante, que no era el dinero, sino el encuentro con el Señor. 

No podemos terminar sin hablar de la Virgen de los Desamparados, una advocación tan querida en Valencia y que ahora toma tanto significado. ¿Qué le pide usted a la Virgen?

—Le pido que el pueblo de Valencia recupere la esperanza que a lo mejor muchos han perdido. Que experimenten el consuelo de Dios en su corazón y que encuentren siempre que, aun estando desamparados, tienen a su lado una mano amiga, porque las obras de misericordia son obras de esperanza. Eso es lo que yo le pido a la Virgen en estos momentos.

Evangelio

Alegría es Dios. Tercer domingo de Adviento

Joseph Evans comenta las lecturas del tercer domingo de Adviento y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·12 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Hoy la palabra de Dios nos anima a no reprimir nuestras emociones sino a usarlas, a entusiasmarnos con la salvación de Dios. “Alégrate hija de Sión, grita de gozo Israel, regocíjate y disfruta con todo tu ser, hija de Jerusalén”. De hecho, Dios no sólo nos anima a hacerlo, ¡lo está haciendo él mismo!: “se alegra y goza contigo… exulta y se alegra contigo”. La misma idea aparece en el salmo (esta semana de Isaías), que también nos anima a “gritar y cantar de alegría”, y en la segunda lectura, donde san Pablo nos exhorta a “alegrarnos siempre en el Señor”, e insiste: “os lo repito, alegraos”.

Podemos utilizar nuestras emociones destructivamente, entregándonos a pasiones negativas como la ira o la lujuria, o podemos utilizarlas positivamente para alegrarnos en Dios, como hizo María en su Magnificat. Pero también sabemos que la vida cristiana es mucho más que emociones: es fe real y obras prácticas. Así, en el Evangelio, san Juan Bautista, enviado precisamente para preparar a la gente para la venida de Cristo, enumera una serie de acciones prácticas que sus oyentes deben practicar si quieren estar preparados para el Señor. Los recaudadores de impuestos no deben cobrar más de lo que les corresponde y los soldados no deben extorsionar con amenazas o falsas acusaciones y deben contentarse con su salario. (Fíjate en el detalle: los evangelios no dicen que los recaudadores de impuestos y los soldados no puedan ser discípulos de Cristo. Simplemente deben vivir honradamente para serlo).

Y, como el cristianismo no es sólo una religión de “sentirse bien”, el Bautista trata de suscitar en sus oyentes un santo temor ante el inminente juicio de Dios. “en su mano tiene el bieldo para aventar su parva, reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga”. Alegraos en el Señor, pero con verdadera fe y buenas obras. No seáis paja superficial que será quemada. Sed el trigo bueno que será recogido en el granero de Dios, es decir, en el cielo. Jesús se hizo presente bajo la forma de trigo, de pan, con su sacrificio en la Cruz y el don de la Eucaristía. La abnegación y la entrega generosa son los caminos para llegar a ser este buen trigo, además de la voluntad de enterrarse bajo tierra, es decir, de ocupar puestos humildes de servicio, lejos de los focos (Jn 12,24). Así pues, sí a las emociones en nuestra vida cristiana: no negativas, pero tampoco superficialmente positivas. Más bien, emociones profundas que van desde la alegría llena de fe hasta el temor santo, y que van acompañadas de buenas obras.

La homilía sobre las lecturas del tercer domingo de Adviento

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

El Opus y el Atleti: creer hasta el final

¿Qué pasa si uno mezcla el tocino con la velocidad, el Opus con el Atleti? Pues que aunque no saldrá un gran análisis, quizá uno pase un buen rato.

11 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El otro día hablaba con un amigo del Opus Dei, ya mayor de edad y con salud delicada, sobre la actual situación canónica de la Obra. Con mucha paz y sentido del humor me dijo que tenía una sensación parecida a la que sentía por ser aficionado del Atlético de Madrid. No especificó a qué se refería exactamente, pero la metáfora me hizo gracia y le di a Chat GPT las siguientes instrucciones: “Compara la actual situación canónica del Opus Dei con ser aficionado del Atlético de Madrid. Haz un artículo irónico y divertido”.

Esta fue su respuesta:

Si uno quiere entender la actual situación canónica del Opus Dei, no necesita sumergirse en el derecho canónico. Basta con ser aficionado del Atlético de Madrid y atar cabos: ambas experiencias exigen fe ciega, resiliencia épica y una capacidad casi sobrenatural de sacar lo mejor de lo peor.

El Opus Dei, antaño una prelatura con autonomía que hacía guiños al liderazgo del Barça de Guardiola (vamos, que tenía su propio «estilo innegociable»), ahora ha sido relegado a la liga de los sufridos. ¿Y qué es ser del Atleti sino una forma secular de la ascética? Tanto el aficionado colchonero como el miembro del Opus Dei viven en una constante dialéctica entre la grandeza prometida y la realidad cotidiana. «Partido a partido» es el equivalente a «santifícate en las cosas pequeñas de cada día». Cada victoria, un milagro; cada derrota, una penitencia.

Pero lo que más une a ambas instituciones es la incomprensión generalizada. Ser del Opus o del Atleti significa que los demás te miran con una mezcla de curiosidad y compasión. En un mundo polarizado entre el Barça y el Madrid, el Opus Dei y el Atleti no son el plato principal del menú, pero sí el ingrediente que da el sabor justo a la comida.

Por supuesto, ambos saben lo que es vivir bajo sospecha. El Opus Dei carga con rumores de conspiraciones oscuras y ambiciones de poder, aunque ahora parece contar con menos recursos que un equipo recién ascendido. Los atléticos, por su parte, soportan las bromas de que son el eterno segundón, el club que se hace grande en la épica de perder en el último minuto.

Y, sin embargo, ahí radica su grandeza. Tanto el Opus Dei como el Atleti convierten la adversidad en virtud, el disgusto en esperanza y el sufrimiento en alegría. Si algo tienen claro los aficionados y los miembros de la prelatura es que, aunque los tiempos sean difíciles, el partido no termina hasta el pitido final. Ánimo, que la fe mueve montañas… y aguanta descensos.


Hasta aquí llegaron las palabras de la inteligencia artificial. No sirven para aclararse con lo que ocurre o lo que pueda ocurrir, pero por lo menos pueden sacar una sonrisa y ayudar a prepararse una buena limonada. 

El autorJavier García Herrería

Redactor de Omnes. Anteriormente ha sido colaborador en diversos medios y profesor de Filosofía de Bachillerato durante 18 años.

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Vaticano

El Papa reza por la paz y estabilidad en Siria

En la Audiencia del miércoles 11 de diciembre, el Papa Francisco ha manifestado que reza por la paz y la estabilidad de Siria en este “momento delicado de su historia”. El Pontífice ha alentado a irradiar y sembrar esperanza, a pedírselo a Nuestra Señora de Guadalupe, y a prepararnos en el Adviento para acoger al Niño Jesús en Navidad.

Francisco Otamendi·11 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

El Papa Francisco sigue con atención los acontecimientos en Siria, y desea que “se llegue a una solución política que, sin otros conflictos ni divisiones, promueva responsablemente la estabilidad del país”, ha señalado en la Audiencia de hoy en el Vaticano.

Además, ha asegurado que reza “por la intercesión de la Virgen María para que el pueblo sirio pueda vivir en paz y seguridad en su amada tierra, y que las diversas religiones puedan caminar juntas en la amistad y en el respeto recíproco, por el bien de la nación, afligida por tantos años de guerra”.

Con voz algo ronca y un hematoma en la mandíbula producto de un golpe contra la mesilla de noche, según informó el Vaticano, que no le ha impedido seguir su agenda estos días, el Papa se ha referido en la Audiencia a su reacción ante los sucesos en Siria, al Adviento que prepara la llegada del Niño Jesús en Navidad, al próximo comienzo del Jubileo de 2025, y a la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe que se celebra mañana día 12, entre otros temas.

“Ven, Espíritu Santo”

El Aula Pablo VI se ha llenado esta mañana de peregrinos que han acudido a escuchar al Pontífice su catequesis sobre el tema: ‘El Espíritu y la Esposa dicen: ¡Ven! El Espíritu Santo y la esperanza cristiana’, con el que concluye el ciclo que comenzó el 29 de mayo.

“¡Ven!» es la invocación con la que comienzan casi todos los himnos y oraciones de la Iglesia dirigidos al Espíritu Santo: “Ven, oh Espíritu Creador”, decimos en el Veni Creator, y “Ven, Espíritu Santo”, “Veni Sancte Spiritus”, en la secuencia de Pentecostés; y así en muchas otras oraciones”, ha comenzado el Santo Padre.

“Y es justo que así sea, porque, después de la Resurrección, el Espíritu Santo es el verdadero ‘alter ego’ de Cristo, Aquel que ocupa su lugar, que lo hace presente y operante en la Iglesia. Es Él quien ‘anunciará lo que ha de venir’ (cf. Jn 16,13) y lo hace desear y esperar. Por eso Cristo y el Espíritu son inseparables, también en la economía de la salvación. El Espíritu Santo es la fuente siempre caudalosa de la esperanza cristiana”.

Sembrar esperanza, el don más hermoso de la Iglesia

El Papa ha recordado que “la esperanza es una de las tres virtudes teologales —junto con la fe y la caridad—, “porque tiene como origen, motivo y objeto a Dios Uno y Trino. Estas tres virtudes son la garantía de la presencia y la acción del Espíritu Santo en las facultades del ser humano. La esperanza, por tanto, no es una virtud pasiva, que se limita a aguardar que las cosas sucedan; sino que es activa, porque el Espíritu la impulsa a luchar por lo que se anhela”.

“Dar razones de la esperanza que habita en nosotros es una de las primeras y más eficaces formas de evangelización, y está al alcance de todos. ¡Seamos testigos de la esperanza que no defrauda!”, ha animado a los fieles, entre los que había numerosos mexicanos.

Poco antes, en el cuerpo de su catequesis, había exhortado a los peregrinos a no contentarse con tener esperanza. “El cristiano también debe irradiar esperanza, ser un sembrador de esperanza. Éste es el don más hermoso que la Iglesia puede hacer a toda la humanidad, sobre todo en momentos en que todo parece arriar las velas”, ha dicho.

Acoger a Jesús sin reservas, en todas las lenguas

La idea de prepararnos en Adviento para acoger a Jesús en Navidad ha sido recordada por el Papa en sus alocuciones a los peregrinos de diversas lenguas.

Por ejemplo, ha manifestado a los de lengua inglesa: “Saludo a los peregrinos de lengua inglesa presentes en la Audiencia de hoy, especialmente a los de Inglaterra y de Estados Unidos. A cada uno de vosotros y a vuestras familias os deseo un fecundo camino de Adviento para acoger en Navidad al Niño Jesús, Hijo de Dios y Príncipe de la Paz. Que Dios os bendiga”.

Y lo mismo a los de lengua germana: “Queridos hermanos y hermanas, el Adviento nos invita a prepararnos para la Navidad acogiendo a Jesús sin reservas. Él es nuestra esperanza. Por eso rezamos juntos, llenos de confianza: ‘¡Ven Señor!’”.

Chino, español, portugués, árabe…

A los de lengua china, tras la lectura de la misma lectora que el miércoles pasado, ha dicho: “Saludo cordialmente al pueblo de lengua china. Queridos hermanos y hermanas

que sus corazones se abran a la gracia que Dios no cesa de conceder en abundancia. Mi bendición para todos”.

A los de lengua española: “Mañana celebramos la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe. Pidámosle a nuestra Madre del cielo que nos enseñe a confiar en Dios y a ser sembradores de esperanza en el camino de la vida. Que Jesús los bendiga y la Virgen Morenita los cuide. Muchas gracias”.

El recordatorio de la llegada del Año Santo ha llegado al dirigirse a los de lengua portuguesa: “Queridos peregrinos de lengua portuguesa, ¡bienvenidos!  Preparémonos para la venida del Redentor, en este tiempo de Adviento y, sobre todo, en el Año Santo que se acerca, invocando con esperanza:‘¡Ven, Señor Jesús! ¡Que Dios te bendiga!”

Casi para terminar, a los de lengua árabe: “Saludo a los fieles de lengua árabe. El cristiano que vive en el Espíritu Santo se convierte en luz de esperanza para los que están en tinieblas. Que el Señor os bendiga a todos y os proteja siempre de todo mal”. Finalmente, llegarían las Misas ‘rorate caeli’ de los polacos, y el saludo final a los de lengua italiana.

El autorFrancisco Otamendi

Mundo

Cardenal Pizzaballa: “Necesitamos que la gente vuelva a Tierra Santa”

Ahora que finaliza el conflicto en el Líbano, “es importante pensar en volver a Tierra Santa. Belén, Nazaret, Jerusalén, son ciudades seguras, es importante venir y hay esperanza para el futuro. Necesitamos que la gente vuelva”, ha manifestado el cardenal Pizzaballa, Patriarca latino de Jerusalén, en un encuentro con periodistas desde la sede de ACN en Alemania.

Francisco Otamendi·11 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Patriarca Latino de Jerusalén, cardenal Pizzaballa, ha insistido este fin de semana, en una rueda con periodistas, que “es importante pensar en volver a Tierra Santa”, sobre todo ahora que ha terminado el enfrentamiento entre Israel y Hezbolá en el Líbano.

“Les animo a tener el valor de venir, las peregrinaciones son seguras. Belén, Nazaret, Jerusalén… son ciudades seguras, es importante venir y hay esperanza para el futuro”. Los cristianos siempre hemos estado ahí, no hay razón para que nos vayamos. Además, la Tierra Santa es el lugar del testimonio de la Revelación”, ha añadido.

“Mantener la fe y la memoria del Cristo histórico”

En el encuentro, que ha tenido lugar desde Alemania, presentado por Regina Lynch, presidenta ejecutiva ACN Internacional, y moderado por María Lozano, directora de comunicación, el cardenal Pizzaballa argumentó el llamamiento a volver a Tierra Santa.

“Los cristianos siempre han estado ahí, no hay razón para que nos vayamos. Además, la Tierra Santa es el lugar del testimonio de la Revelación. Mantener la fe y la memoria del Jesucristo histórico es esencial. La fe cristiana no es narrativa, es una fe histórica: creemos que Dios se encarnó y vivó allí, y la presencia de los cristianos mantiene la presencia histórica de Jesús”.

“El demonio quiere echarnos, mandarnos lejos”

“El demonio quiere echarnos, mandarnos lejos de Tierra Santa. No solo es importante que nos quedemos, sino que traigamos a cristianos en peregrinación. Es el tiempo de volver a Tierra Santa. Los peregrinos no han podido venir durante la guerra, y esto ha sido una herida para nosotros, porque los peregrinos son parte de nuestra identidad como Iglesia”, señaló el cardenal Pizzaballa.

Violencia emocional: un antes y un después del 7 de octubre

Esta guerra tiene algo diferente a las anteriores, a juicio del Patriarca latino de Jerusalén. “Hay un antes del 7 de octubre de 2023, y un después. Es el tipo de violencia y el impacto de esta violencia en la población. Para los israelíes, lo que ocurrió el 7 de octubre es un trauma que les ha impactado, muy profundo, y que todavía haya rehenes es algo que agita sus emociones”.

“Pero también para los palestinos”, ha subrayado. “Lo que ocurrió, sobre todo en Gaza, ha afectado mucho desde el punto de vista emocional a la vida de los palestinos. Para los israelíes fue como una pequeña Shoá (holocausto) que ocurrió en suelo isreli. Y lo ocurrido en Gaza es como un nuevo intento de sacarlos de Tierra Santa”.

Gaza: nadie trabaja, sin educación

“Es una situación muy dramática para ambas poblaciones. Y la situación es muy dramática en Gaza desde el punto de económico, como todos saben. Nadie trabaja. Casi dos millones de personas (el 90 por ciento de la población), están desplazadas. Las casas están destrozadas, están viviendo en tiendas de campaña”.

“En Gaza tenemos poco más de 600 personas, todas están en la Parroquia de la Sagrada Familia, las condiciones son muy miserables, En Gaza se necesita ayuda de emergencia, medicinas, alimentos, y otro aspecto que no se considera de emergencia es la educación: es el segundo año que los niños en Gaza no van al colegio, y la mayoría de los palestinos se han quedado sin trabajo, antes de la guerra iban a Israel, ahora no hay peregrinaciones, porque las peregrinaciones a Israel se han cancelado a causa de la guerra”.

Esperanza y llamada diaria del Papa

“Como Pastor, se percibe el nivel de odio que sientes en todas partes, Los discursos del odio, el lenguaje de desprecio, de rechazo del otro”, pero “nosotros traemos un argumento de esperanza, de esperanza para el futuro”, añadió el cardenal.

El Papa Francisco llama a la Parroquia todos los días por la tarde, a veces medio minuto, en ocasiones más, reveló el Patriarca, y “se ha convertido en el abuelo de los niños, el abuelo que les llama. Es un gran apoyo”. “No somos una Iglesia que está muriendo, somos una Iglesia viva, aunque seamos pocos”.

Señales de una situación nueva

Ahora, “una vez que la guerra en el Líbano ha terminado, y esperamos que la situación en Gaza también termine pronto. hay señales de que llegaremos a una situación nueva”, consideró Pizzaballa. Sin embargo “no hay que confundir la esperanza con una solución política”, que por el momento, no se aprecia. “Mi impresión es que es posible que en las próximas semanas o meses se llegará a  una forma de acuerdo, pero el fin de la guerra no es el fin del conflicto”, entre otros motivos por el odio, que “todavía está ahí” en la población.

Pero “quizá porque políticamente no somos relevantes, tenemos libertad para conectar con todos”. “Gracias por su oraciones”, concluyó, “porque la oración no cambiará la situación, pero cambiará nuestros corazones, y cuando nosotros hayamos cambiado, nos convertiremos en los protagonistas de los cambios en el futuro”.

El cardenal Pierbattista Pizzaballa es el Patriarca latino de Jerusalén desde 2020, pero lleva en Tierra Santa desde 1990, donde ha sido Custodio de Tierra Santa (de la Orden de los Hermanos Menores, los franciscanos) durante doce años, hasta 2016. Al comenzar su intervención, dio las gracias por todo lo que hace ACN en Tierra Santa, por el Patriarcado latino y las demás iglesias, y por los cristianos en todo el mundo.

El autorFrancisco Otamendi

Zoom

La Iglesia tiene 21 nuevos cardenales

El 7 de diciembre de 2024 la Iglesia católica acogió a 21 nuevos cardenales durante un consistorio celebrado en la basílica de San Pedro.

Redacción Omnes·10 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
España

Los datos hablan: la enorme aportación de la Iglesia en España

La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha presentado este martes, 10 de diciembre, la Memoria de Actividades de la Iglesia 2023 en una rueda de prensa de César García Magán, secretario general de la CEE, y Ester Martín, directora de la Oficina de Transparencia, quienes han explicado los datos más relevantes del informe anual sobre el impacto y gestión de la labor eclesial en España.

Javier García Herrería·10 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

A muchos ciudadanos les sorprenderá saber que una de las famosas «big four» del mundo de la consultoría, Price Waterhouse Cooper, sea contratada por la Conferencia Episcopal para supervisar sus cuentas, además de toda su labor social y pastoral. Y todavía es más llamativo advertir que esto ocurre ya desde hace doce años. Pero no acaba ahí la relación de la Iglesia con las famosas consultoras, pues el apartado de la contribución socioeconómica de la Iglesia a través de la recaudación fiscal que obtiene el estado ha sido realizada por Deloitte.

Estos hechos han sido comentados en la presentación de la Memoria Anual de Actividades 2023 de la Iglesia católica en España, un informe que no solo detalla sus contribuciones espirituales y sociales, sino que reafirma su compromiso con la transparencia y la mejora continua en su labor. Como ha explicado Ester Martín, directora de la oficina de Transparencia de la CEE y responsable de la elaboración de la memoria, los datos de recaudación y participación de los fieles en la mayoría de sacramentos ha aumentado ligeramente, en números absolutos, gracias a la inmigración. Aunque también ha matizado que porcentualmente el número de contribuciones y participación sacramental ha descendido ligeramente.

Datos de sacramentos y fieles

La actividad de la Iglesia abarca desde el acompañamiento pastoral hasta iniciativas educativas, culturales y asistenciales. En 2023, se celebraron más de 150.000 bautizos y 107.000 confirmaciones. En el ámbito educativo, más de 2,5 millones de alumnos asistieron a centros educativos católicos, generando un ahorro estimado al Estado de 4.600 millones de euros gracias a la eficiencia en la gestión de estos recursos.

La Iglesia Católica en España cuenta con millones de laicos comprometidos y organizados en 80 asociaciones y movimientos, además de 407.563 laicos asociados territoriales. En la formación y transmisión de la fe destacan 81.080 catequistas y 36.686 profesores de Religión. La vida consagrada reúne a 32.531 religiosos/as, junto a 7.664 monjes/as de clausura.

En el ámbito misionero, España aporta 9.932 misioneros, mientras que la preparación de nuevos sacerdotes está respaldada por 957 seminaristas. El clero incluye 15.285 sacerdotes, apoyados por 587 diáconos permanentes. La dirección de la Iglesia recae en 119 obispos, quienes coordinan la actividad pastoral en las diócesis.

El rostro asistencial de la fe

La acción social es uno de los pilares fundamentales de la Iglesia en España. Con más de 8.800 centros asistenciales, en 2023 se prestó apoyo a más de 3,8 millones de personas. Estas iniciativas abarcan comedores sociales, residencias de mayores, centros de acogida para mujeres víctimas de violencia y proyectos de inclusión laboral.

Destaca el trabajo de Cáritas y Manos Unidas, que gestionaron más de 527 millones de euros en actividades caritativas y de desarrollo, alcanzando a millones de beneficiarios tanto en España como en el extranjero.

La Memoria 2023 no solo resume los logros de la Iglesia, sino que también refuerza su misión de evangelización y servicio en un mundo cambiante. Mons. Luis Argüello, presidente de la Conferencia Episcopal Española, destacó en su carta que «este camino de luz y sombras es una invitación a seguir construyendo juntos, con esperanza, una sociedad más justa y solidaria».

Inmigración y mujer

En 2023, la Iglesia mantuvo su papel fundamental como respaldo para los colectivos más vulnerables en el ámbito de la inmigración. A través de 132 centros especializados, se ofreció acogida y acompañamiento a más de 120.000 personas migrantes y refugiadas, brindándoles apoyo integral en momentos de especial necesidad.

Un total de 230 centros especializados en la defensa de la vida y la familia proporcionaron atención integral a cerca de 85.000 personas en 2023. Estos centros se enfocaron en apoyar a madres en situaciones de vulnerabilidad, asistir a familias en crisis y proteger a menores en riesgo.

Durante 2023, la Iglesia Católica operó 646 centros enfocados en la promoción de la mujer y el apoyo a víctimas de violencia, ofreciendo ayuda a más de 38.000 mujeres. Asimismo, gestionó más de 2.800 programas dirigidos a personas en riesgo de exclusión, complementados con acompañamiento humano y espiritual proporcionado en 96 casas de acogida.

Con esta memoria, la Iglesia Católica en España reafirma su papel como faro de esperanza y transformación en un entorno social que demanda cada vez más respuestas concretas y solidarias.

Transparencia

La Iglesia también desempeña un papel crucial en la conservación del patrimonio cultural español. De los 44 bienes españoles declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, 22 están vinculados a la Iglesia. Durante 2023, se invirtieron 66 millones de euros en proyectos de conservación y rehabilitación.

La Memoria Anual destaca los avances en la rendición de cuentas y gestión económica. Gracias al sistema de asignación tributaria, más de 382 millones de euros fueron recaudados, con un incremento de 23 millones respecto al año anterior. Estos fondos se destinaron a cubrir las necesidades de las diócesis y a apoyar actividades pastorales y sociales. Según el informe, el coste total de las actividades de la Iglesia diocesana en España, que incluye las diócesis, parroquias, centros de formación y la Conferencia Episcopal, asciende a 1.428 millones de euros. Esta cifra representa un gasto que multiplica por cuatro los ingresos provenientes de la asignación tributaria.

El compromiso con la transparencia se refleja en la consolidación de 229 oficinas de protección de menores y personas vulnerables, que en 2023 formaron a más de 255.000 personas en protocolos éticos y de prevención.

Vaticano

Jubileo 2025: una llamada a la esperanza y la renovación espiritual

El próximo 24 de diciembre comenzará el Año Jubilar ordinario en la Iglesia, un evento centrado en la esperanza como virtud teologal, que busca renovar la fe y promover la unidad entre los cristianos mediante peregrinaciones, encuentros y la celebración de hitos históricos como el Concilio de Nicea.

José Carlos Martín de la Hoz·10 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Dentro de dos semanas, el 24 de diciembre, comenzará el año Jubilar ordinario en la Iglesia católica y se espera que confluyan en Roma en los próximos meses más de 50 millones de personas provenientes del mundo entero.

Son muchas las ilusiones que el Santo Padre ha puesto en este evento de especial de gracia de Dios, de conversión del pueblo cristiano y de ocasión de un encuentro en directo con el papa, es decir, con el Padre común. 

Impresiona la lectura del programa del Jubileo pues está lleno de encuentros significativos con colectivos muy variados a los que conmoverá la atención paternal del Romano Pontífice: niños, jóvenes, intelectuales, obreros, artistas y tantos más.

Es habitual que en los años jubilares el Santo Padre se dirija al pueblo cristiano para invitarles a peregrinar a Roma o a la catedral de cada diócesis del mundo, en el corazón de las Iglesia particulares en donde se realiza el ser de la Iglesia Universal, para experimentar el perdón y la misericordia de Dios.

La esperanza, eje del jubileo

Precisamente, el santo Padre Francisco ha planteado el nuevo año jubilar ordinario del 2025 con un título muy significativo: «spes non confundit«; es decir: «La esperanza no defrauda» («Romanos» 5,5) y añadirá al comienzo de la misma: «Pienso en todos los peregrinos de esperanza que llegarán a Roma para vivir el Año Santo y en cuantos, no pudiendo venir a la ciudad de los apóstoles Pedro y Pablo, lo celebrarán en las Iglesias particulares. Que pueda ser para todos un momento de encuentro vivo y personal con el Señor Jesús, ´puerta` de salvación (cf. Jn 10,7.9); con Él, a quien la Iglesia tiene la misión de anunciar siempre, en todas partes y a todos como nuestra esperanza (1 ´Timoteo` 1,1)» (n.1).

En estas palabras tan significativas nos está proponiendo la virtud teologal de la esperanza como línea de fuerza del jubileo y, además, nos está recordando una virtud teologal, un don de Dios que hemos de pedir con humildad.

Con estos años jubilares toda la Iglesia universal se rejuvenece y se renueva en las tres virtudes teologales con las que la vida cristiana se renueva por un don de Dios, puesto que esas virtudes no crecen por repetición de actos, sino por la benevolencia de Dios que lo concede a quien lo pide y dispone su alma.

Por una parte, la imagen que el papa desea trasmitir en este año jubilar es una vibrante llamada a la esperanza bien fundada en Cristo y su doctrina salvadora que es la piedra angular de la redención y cuyos méritos infinitos son precisamente los que la Iglesia reparte a manos llenas en los años jubilares.

Peregrinar

El Santo Padre recuerda también el sentido de peregrinar apoyada en la meta: «No es casual que la peregrinación exprese un elemento fundamental de todo acontecimiento jubilar. Ponerse en camino es un gesto típico de quienes buscan el sentido de la vida. La peregrinación a pie favorece mucho el redescubrimiento del valor del silencio, del esfuerzo, de lo esencial. También el año próximo los peregrinos de esperanza recorrerán caminos antiguos y modernos para vivir intensamente la experiencia jubilar. Además, en la misma ciudad de Roma habrá otros itinerarios de fe que se añadirán a los ya tradicionales de las catacumbas y las siete iglesias» (n. 5).

La bula del Santo Padre también subraya la centralidad de Jesucristo: «Este Año Santo orientará el camino hacia otro aniversario fundamental para todos los cristianos: en el 2033 se celebrarán los dos mil años de la Redención realizada por medio de la pasión, muerte y resurrección del Señor Jesús. Nos encontramos así frente a un itinerario marcado por grandes etapas, en las que la gracia de Dios precede y acompaña al pueblo que camina entusiasta en la fe, diligente en la caridad y perseverante en la esperanza (cf. 1 Ts 1,3)» (n.5).

Otras efemérides

En esa misma línea recordará que toda la Iglesia celebrará en el año jubilar el aniversario del concilio de Nicea: «Estuvieron presentes alrededor de trescientos obispos, que se reunieron en el palacio imperial el 20 de mayo del año 325, convocados por iniciativa del emperador Constantino. Después de diversos debates, todos ellos, movidos por la gracia del Espíritu, se identificaron en el Símbolo de la fe que todavía hoy profesamos en la Celebración eucarística dominical. Los padres conciliares quisieron comenzar ese Símbolo utilizando por primera vez la expresión ´Creemos`, como testimonio de que en ese ´nosotros` todas las Iglesias se reconocían en comunión, y todos los cristianos profesaban la misma fe» (17).

Es significativo que el Santo Padre haya querido dejar constancia en la Bula del jubileo de la importancia de los mártires del siglo XX en el mundo entero y de la beatificación y canonización de algunos de ellos, pues no quedará su ejemplo sin producir frutos: «El testimonio más convincente de esta esperanza nos lo ofrecen los mártires, que, firmes en la fe en Cristo resucitado, supieron renunciar a la vida terrena con tal de no traicionar a su Señor. Ellos están presentes en todas las épocas y son numerosos, quizás más que nunca en nuestros días, como confesores de la vida que no tiene fin. Necesitamos conservar su testimonio para hacer fecunda nuestra esperanza. Estos mártires, pertenecientes a las diversas tradiciones cristianas, son también semillas de unidad porque expresan el ecumenismo de la sangre. Durante el Jubileo, por lo tanto, mi vivo deseo es que haya una celebración ecuménica donde se ponga de manifiesto la riqueza del testimonio de estos mártires» (21).

Byung-Chul Han

Antes de terminar quería hacer una breve referencia a la nueva obra del ensayista y profesor universitario coreano Byung-Chul Han, afincado en Alemania, acerca de la esperanza pues una vez más este autor ha sabido acertar con las necesidades del pensamiento contemporáneo y entregarnos un tratado breve e interesante.

Byung-Chul Han ha planteado de modo muy positivo su trabajo sobre la esperanza abriendo una puerta al deseo de revivir cada día, de estrenar la vida con una primavera renovada: “la clave fundamental de la esperanza es la venida al mundo como nacimiento” (140). En realidad, Byun-Chui Han, aportará un buen número de citas que tienen de común que “nos hacen pensar” sobre la esperanza, pues como afirma nuestro autor: “La esperanza agranda el alma para que aloje las cosas grandes. Por eso es una excelente vía de conocimiento” (99).

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Evangelización

Rafael Domingo: «Espiritualizarse consiste en verse a uno mismo desde el alma»

Espiritualizarse, el nuevo libro de Rafael Domingo y Gonzalo Rodríguez-Fraile, busca ayudar a las personas a resolver conflictos internos y alcanzar la paz, ofreciendo herramientas universales basadas en la espiritualidad.

Javier García Herrería·10 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 7 minutos

Rafael Domingo, catedrático y autor de más de 30 libros, y Gonzalo Rodríguez-Fraile, empresario afincado en Estados Unidos y MBA de Harvard, acaban de publicar el libro «Espiritualizarse» (Rialp). El libro pretende ayudar a la gente a resolver conflictos y vivir en paz en una época marcada por el sufrimiento personal y la falta de felicidad. El libro está destinado a todo tipo de personas, con independencia de su religión, creencia y cultura. Los autores piensan de modo diferente sobre cuestiones religiosas y antropológicas de cierto calado, pero sí están de acuerdo en todo cuanto dicen en este libro.

Entrevistamos a Rafael Domingo sobre el libro.

¿Qué motivó la escritura de «Espiritualizarse»?

El libro es resultado de diez años de conversación ininterrumpida entre el conocido empresario Gonzalo Rodríguez-Fraile y yo. Es el fruto de un diálogo sincero que fluyó de manera espontánea cuando nos conocimos en febrero de 2014, en Miami, a través de un buen amigo común. Al hecho de ser ambos españoles y haber vivido muchos años en los Estados Unidos se unía un ardiente deseo de buscar la verdad, así como de ayudar a los demás a resolver sus conflictos y hallar la paz interior. Nuestro diálogo fue muy enriquecedor para los dos. Nada más lejano a cada uno de nosotros que pretender tener la razón, y menos todavía tratar de imponerla.

¿Cuál es la finalidad de este libro?

El libro aporta un marco general para alcanzar la paz interna y propone distintas herramientas para resolver con destreza los conflictos que nos generamos en nuestra mente. Unas veces es por falta de comprensión. Otras, por una gestión ineficiente del conflicto.

¿Póngame un ejemplo de falta de comprensión?

No distinguir la mente del alma es una fuente de conflictos, por ejemplo, pues impide trascender el límite de lo mental, que es en todo caso contextual. Para vivir en paz, hay que aprender a vivir desde el alma, no desde la mente. Otro ejemplo es pensar que el ego puede desaparecer o debe ser controlado, cuando, en realidad, debe ser trascendido. Las implicaciones prácticas de estos ejemplos son muchas e importantes. Si una mosca se mete en tu habitación puedes perseguirla, con el estrés que genera, o sencillamente abrir la ventana. Con el ego, sucede algo parecido. Hay que aprender a gestionarlo.

¿En qué consiste «espiritualizarse»?

Espiritualizarse consiste precisamente en eso: en verse a uno mismo desde el alma. El alma es la hoguera del ser humano, que calienta e ilumina los restantes centros operativos. Desde la atalaya del alma, se puede resolver cualquier conflicto generado en un centro operativo inferior por complicado que parezca. Los conflictos instintivos no se solucionan en el instinto, sino transcendiendo el instinto. Los conflictos emocionales no se pacifican con emociones, sino trascendiendo las emociones; los conflictos sentimentales no se apaciguan en el ámbito mental, sino fundamentalmente en el alma, purificando la intención. El alma debe ser la torre de control del ser humano, que irradia paz, armonía y luz a todos los cuerpos inferiores. Para no obstruir esa labor hay que trascender el ego. 

Pero entonces, se trata de un libro a contracorriente

Totalmente, y políticamente incorrecto: hace presente lo espiritual en un mundo centrado en la materia; habla de Dios en una sociedad posmoderna, y afirma sin tapujos que, para alcanzar la paz, el ser humano debe verse más desde la cima de su alma que desde el valle de su cuerpo. 

Estamos en un mundo en el que se habla mucho de la espiritualidad sin religión, de la espiritualidad sin Dios, etc. ¿Vuestro libro va por ahí? 

Espiritualidad es una palabra inventada por los cristianos, en el siglo II, como necesaria para seguir a Cristo, para unirse a Dios. Parece que ahora muchos cristianos le tienen miedo, como si lo espiritual perteneciese a las religiones orientales. De la misma manera que hay una moral natural, hay también una espiritualidad natural, que nos lleva a buscar la unión con Dios y lo divino, con el universo, con los demás y nosotros mismos. Lo que tratamos de hacer en este libro es buscar puntos de encuentro de validez universal que contribuyan al crecimiento espiritual de las personas y que no requieran de la fe revelada. No se trata de contraponer la religión a la espiritualidad, sino de estudiar a fondo la espiritualidad como fenómeno único y unitivo.

Pero entonces ¿espiritualidad y religión no son lo mismo?

Prueba de que no son lo mismo es que las religiones pueden y deben espiritualizarse. Es más espiritual una religión que promueve el amor que una que promueve solo la aplicación de la justicia divina, o una que fomenta el perdón incondicionalmente que otra que solo lo exige en ciertos casos y circunstancias. En mi opinión, el cristianismo es la religión más espiritual, y, en el fondo, en ella, espiritualidad y religión se funden. Pero conceptualmente la espiritualidad y la religión son diferenciables, como la moralidad y la religión o la liturgia y la religión. La espiritualidad está muy ligada a la puridad de intención; la religión, en cambio, se relaciona más con lo institucional, lo cultural.

Todo esto suena a sincretismo y relativismo religioso, ¿va por ahí encaminada su propuesta?

Aunque en este punto los autores discrepamos, ni mucho menos pensamos que todas las religiones sean iguales, pero sí señalamos que en muchas de ellas hay perspectivas antropológicas y cósmicas acertadas para el desarrollo humano. Una religión que no aporta, no aguanta siglos y siglos. Por otra parte, en mi opinión, decir que el cristianismo es una religión es un reduccionismo, como decir que el ser humano es un animal pensante. Para mí, y tal y como se entiende hoy en día el concepto de religión, el cristianismo es mucho más que una religión. Jesucristo fundó una Iglesia, que es ni más ni menos que su Cuerpo Místico. Ser cristiano no es pertenecer a una religión sino es vivir en el Cuerpo Místico de Cristo, en perfecta unión con el Padre por el amor del Espíritu Santo.

¿El hombre sigue necesitando a Dios? 

Sí, claro. Todo ser humano necesita a Dios. Pero sobre todo a un Dios que es Amor, como el Dios cristiano, no a un dios montado por la mente humana a modo de idea o concepto. Menos todavía a una caricatura de dios, como tantas personas (a veces católicas) se han formado. Donde hay amor, está Dios, le gustaba repetir a Teresa de Calcuta. Por eso, una persona que ama, por más que mentalmente niegue a Dios y argumente y proclame a los cuatro vientos su inexistencia, en realidad, no es atea. Sencillamente no ha encontrado todavía a Dios con su razón o no ha recibido el don de la fe. Para esa persona, Dios es el gran Desconocido. Pero en el fondo de su alma puede estar amando, sin saberlo, a ese Dios Desconocido. Y los cristianos sabemos que ese Dios Desconocido le está amando infinitamente desde toda la eternidad.

¿Cómo compatibilizar la existencia de Dios con la existencia del mal?

Esa es la pregunta del millón. Me está pidiendo que resuelva el misterio de la iniquidad en unas frases. Lo que sí puedo decir es que, con gran facilidad, se cae en el dualismo de oponer el mal al bien, como si se tratase de dos principios que gobiernan el mundo, siguiendo el principio maniqueo. Sin embargo, el mal no se opone al bien, como la oscuridad no se opone a la luz. El mal es la ausencia de bien, como la oscuridad es la ausencia de luz, pero no su opuesto. Dios, como Bien Supremo que es, no ha podido crear el mal, sino tan solo el bien; como tampoco ha creado la oscuridad, sino tan solo la luz. Un Dios capaz de crear el mal no sería Dios sino un falso dios. Y si el mal no ha sido creado en sentido propio, entonces no tiene existencia por sí mismo, carece de sustantividad propia. Los clásicos decían que el mal no es sustancia, sino corrupción de sustancia, «corrupción del bien». 

Aterrice, por favor

Existe el agua, no la ausencia de agua. Pero la ausencia del agua debida en un cuerpo humano, es decir, la deshidratación, genera múltiples daños corporales o la muerte. Del mismo modo, podemos decir que existe el bien, no la ausencia de bien (que llamamos mal). Pero la carencia del bien debido produce daños, ya sean físicos, mentales o espirituales. Así, por ejemplo, la ausencia de trato con la pareja produce distanciamiento y ruptura; la ausencia de perdón en las relaciones sociales genera tensión emocional y social. El rechazo del bien es posible porque somos libres. Dios ha querido correr el riesgo de nuestra libertad. Yo suelo poner el ejemplo del matrimonio y preguntar a los esposos: ¿Qué prefieres casarte con alguien que tenga libertad para abandonarte o con una persona que no la tenga (si esto fuera posible)? Todos me suelen decir que con una que pueda abandonarles libremente. La razón es clara: si no tuviera libertad para abandonar no podría amar libremente, es decir, con verdadero amor. Lo mismo sucede con el mal. Dios quiere que le amemos porque nos da la gana, es decir, con todas las veras de nuestro corazón. Por eso, el mal, es decir, el rechazo del Bien, es posible. A Dios le tenemos que agradecer a diario el don de la libertad, que nos permite amarle con todo nuestro ser.

¿Pero en este libro se habla de todo?

Al hablar desde el alma se pueden establecer conexiones a las que no estamos acostumbrados. Nuestro libro no es de antropología, ni de psicología, ni de teología, ni de filosofía, ni de física, ni de «management», ni de autoayuda, por más que algo tenga de todo ello y que en nuestra conversación como autores hayamos debatido libros de todas esas ramas del conocimiento. La espiritualidad unifica las ciencias y, a través de la contemplación, da alas al conocimiento, que transforma en sabiduría. No sorprende que la relación entre física cuántica y espiritualidad, derecho y espiritualidad, salud y espiritualidad, empresa y espiritualidad estén siendo objeto de estudio en universidades de prestigio mundial.

¿Alguna sugerencia para leer el libro?

Los capítulos centrales son el segundo, sobre la multidimensionalidad del ser humano, y el cuarto, sobre los conflictos internos. El primer capítulo es algo más arduo, pero su comprensión es necesaria porque explica la unidad de la realidad y la importancia de aceptarla. El capítulo tercero, sobre valores espirituales, es de fácil lectura y el quinto, sobre los conflictos sociales, conecta la espiritualidad con el derecho, la política, la inteligencia artificial, etc. La espiritualidad lo toca todo. Y esto queda más que probado. Una política, una empresaria, un profesor, un conductor de Uber espiritualmente elevado se comporta de una forma diferente que uno que vive a ras de suelo. Por eso se vive mucho mejor, con más paz, en una sociedad espiritualizada que en una individualista materializada. 

España

Un análisis de los datos de la campaña de la Renta en España

Aumento histórico del apoyo a la Iglesia católica a través de la declaración de la renta, aunque desciende porcentualmente el número de personas que pone la "X" a favor de la institución.

Javier García Herrería·9 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

La Conferencia Episcopal Española ha comunicado que en la última campaña de la renta se registró un notable incremento en el número de declaraciones que asignan el 0,7% del IRPF a la Iglesia católica. En total, 9 millones de contribuyentes marcaron esta casilla, lo que supone un aumento de 208,841 declaraciones con respecto al año anterior. Este crecimiento se tradujo en una recaudación histórica de 382 millones de euros, un 6,6% más que en 2022.

A pesar de que el porcentaje de declaraciones que incluyeron la casilla de la Iglesia se redujo ligeramente, situándose en el 31,29% (medio punto menos que el año anterior), el aumento global del número de declaraciones presentadas en España explica este significativo incremento económico. Este respaldo financiero representa aproximadamente el 23% de los recursos disponibles para las diócesis, que utilizan estos fondos para mantener su actividad pastoral, educativa y social, así como para preservar su extenso patrimonio cultural y religioso.

Respaldo a la Iglesia

La Conferencia Episcopal ha subrayado la importancia de este apoyo en un contexto de creciente demanda social y ha destacado que, desde la reforma del sistema en 2007, nunca se había alcanzado un número tan elevado de contribuyentes a favor de la Iglesia. Este resultado refleja que la Iglesia genera un confianza notable en un tercio de los ciudadanos españoles.

Por comunidades autónomas, destacan los incrementos en Madrid y Andalucía, donde el compromiso ciudadano ha sido particularmente notable. La Conferencia Episcopal agradeció a los ciudadanos que, con este gesto voluntario, refuerzan las iniciativas de la Iglesia, especialmente aquellas dirigidas a los colectivos más vulnerables y a la promoción de valores cristianos en distintos ámbitos de la vida cotidiana.

Uso del dinero

Los fondos recaudados permiten a la Iglesia sostener una amplia red de servicios sociales, que incluyen desde comedores para personas en situación de vulnerabilidad hasta proyectos de cooperación internacional. Además, financian actividades culturales y educativas, como la formación en valores en centros escolares y el mantenimiento de monumentos históricos, que son una parte esencial del patrimonio nacional.

Ahora bien, la asignación tributaria destinada a la Iglesia no solo respalda sus numerosos proyectos sociales, sino que también es esencial para el sostenimiento del clero y la preservación del culto. Estos fondos garantizan el salario de los sacerdotes, el mantenimiento de templos y lugares de oración, y la celebración de actividades litúrgicas que son fundamentales para la vida espiritual de millones de fieles. Este apoyo financiero permite a la Iglesia seguir siendo un referente cultural, histórico y espiritual en la sociedad, además de su compromiso con los más necesitados.

Transparencia

En la página web de Xtantos se han publicado los resultados de la campaña de la Renta 2024 (IRPF 2023), presentados de forma clara y visual. Incluye un vídeo temático que sigue el recorrido de la asignación tributaria, un mapa interactivo con datos por Comunidades Autónomas y cinco ránquines que destacan los mayores índices de asignación. Además, se muestra el impacto de estas contribuciones en los más necesitados. Por su parte, el portal Dono a mi iglesia facilita donaciones directas a parroquias, apoyando iniciativas sociales de manera inmediata.

Entre otras iniciativas novedosas, la Conferencia Episcopal Española organizó la campaña «Un viaje por tantos», en la que 15 personas que no habían marcado la «X» de la recaudación de la Renta, realizaban un viaje en autobús visitando a qué se destinan las contribuciones económicas que llegan a través de los impuestos.

Vaticano

El Papa Francisco honra a la Inmaculada Concepción

El 8 de diciembre, fiesta de la Inmaculada Concepción, el Papa Francisco y el cuerpo de bomberos de Roma honraron a la Virgen María.

Rome Reports·9 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El Papa Francisco acudió a la plaza de España en Roma para homenajear a la Inmaculada Concepción el día de su fiesta, 8 de diciembre.

A la celebración acudieron también miembros del cuerpo de bomberos, que hicieron entrega junto al Pontífice de unas flores a la Virgen Inmaculada.


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Iniciativas

Contemplare vuelve con novedades para ayudar a la vida contemplativa

Las Ferias Monásticas de la Fundación Contemplare, compuesta por profesionales laicos, hombres y mujeres, que ayudan a monasterios de contemplativas y contemplativos, está ya aquí. Este año hay productos franceses, cerveza trapense o productos integrales, que pueden encontrarse en la Plaza Mayor de Madrid, en ABC Serrano y en el centro de Oviedo.

Francisco Otamendi·9 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Se acerca la Navidad, vuelven las luces a las calles, y vuelve Contemplare con sus Ferias Monásticas. Este año apuestan por el concepto “Mucho más que dulces”. La que ha sido denominada “el Amazon de los monasterios”, colabora con un centenar, ayudando, por una parte, en sus distintas necesidades y, sobre todo, siendo un escaparate actual, online y físico, universal. de los productos elaborados por monjas y monjes de toda España.

“Comprar sus productos es ayudarles a vivir su ‘ora et labora’”, aseguran en Contemplare. En esta Navidad, “por supuesto que tenemos toneladas de polvorones, mantecados, mazapanes y turrones; las pastas de siempre, las garrapiñadas, los panettone y los licores potentes”.

Productos de monasterios franceses

Pero las Ferias Monásticas de Contemplare “son mucho más que dulces navideños. Y este año especialmente, por primera vez, traemos productos de monasterios franceses, en un intercambio de saberes y especialidades, y nos estrenamos con el paté de campaña de los famosos “cerdos del Père Marc” y con un producto delicioso muy poco conocido en España: rilletes de canard (pato desmenuzado). Todas las tarrinas llegan directamente de los cistercienses de Normandía”.

Cervezas artesanas y polvorones sin azúcar

En segundo lugar, la fundación explica que “los monasterios masculinos de España, en cambio, están especializados en cervezas artesanas –rubia, tostada y trigo- así como en mermeladas de sabores impensables. También las pondremos a la venta junto con sus quesos e incluso la leche de las vacas que pastan en los cenobios de Galicia”.

“Y para los golosos con peticiones especiales, este año potenciamos las líneas integrales de productos típicos: ¡un descubrimiento el polvorón sin azúcar!”.

Coronas de Adviento a mano y nacimientos

En la selección de artesanía, la gran novedad son las coronas de Adviento tejidas a mano, con sus angelitos a juego para colgar en el árbol. Y, por supuesto, los nacimientos que han confeccionado en silencio y oración durante todo el año las Hermanas de Belén, especialistas en ornamentos navideños, ángeles y medallas. Mención aparte para el Niño Jesús de Charles de Foucauld, que es rojizo y oriental.

En definitiva, la Fundación Contemplare, aseguran sus responsables, busca mostrar a través de sus ferias monásticas navideñas, ‘la riqueza’ de los miles de hombres y mujeres que han entregado su vida a la contemplación, inmersos en el mundo a través de sus rezos, pero anticipando ya las primicias del Cielo.

¿Dónde encontrarlas este año?

Las Ferias se situarán este año en la Plaza Mayor de Madrid, del miércoles 11 al domingo 15 de diciembre, venta exclusiva en la Casa de la Panadería la semana justo después del puente. En el ABC Serrano del 5 al 20 de diciembre, como cada año, casi todo el mes. Y fuera de Madrid, en el centro de Oviedo, con ocho casetas de madera, del 5 al 22 de diciembre. Por supuesto, se realizan “envíos a casa, tipo Amazon, desde nuestra web”.

Alejandra Salinas, directora de la fundación Contemplare, aseguró a Omnes el año pasado que Contemplare no sólo es un modo de vender unos productos, sino que es una antesala del monasterio: “queremos que todo el mundo conozca lo que es y lo que significa la vida contemplativa, la vida de un monasterio, de estos hombres y mujeres que se encierran y rezan por nosotros. Invitamos a que las personas vayan a los monasterios porque nuestro objetivo es ése: mostrar la riqueza de la vida contemplativa”.

El autorFrancisco Otamendi

Vaticano

Hans Zimmer y Marco Frisina hablan el mismo idioma

La V edición del Concierto con los Pobres reunió este sábado a ocho mil personas en el Aula Pablo VI del Vaticano y contó con la participación de los compositores, la violonchelista Tina Guo, la solista Serena Autieri y el director Dario Vero.

Luísa Laval·8 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

¿Qué tienen en común un compositor de música católica y otro de grandes bandas sonoras de cine? Es lo que mostró la V edición del Concerto con i Poveri (Concierto con los Pobres) a las ocho mil personas que llenaron el Aula Pablo VI del Vaticano el sábado 7 de diciembre de 2024.

El evento, que reserva las primeras filas para tres mil personas pobres de Roma, contó este año con la presencia del sacerdote y compositor italiano Marco Frisina (autor de himnos como Jesus Christ You Are My Life y Aprite le Porte a Cristo) y, como invitado especial, el alemán Hans Zimmer, ganador del Óscar a Mejor Banda Sonora por Dune – Parte 1 y El Rey León.

Había gran expectativa por el evento: en pocos minutos tras la apertura de las solicitudes de entradas el pasado día 18, estas se agotaron, y la página permaneció fuera de servicio por más de 30 minutos. Según el sitio web del concierto, hubo más de 200 mil accesos al mediodía, cuando se abrió el registro.

Una catequesis musical

La primera hora del concierto estuvo dirigida por Frisina, quien trazó un recorrido por los principales temas proclamados por el Jubileo de la Esperanza 2025, que abrirá sus puertas (literalmente) la noche del próximo día 24 en la Plaza de San Pedro. Después de dirigir el himno pontificio y recordar la “vocación de Roma” como lugar de conversión y cercanía a Dios, el italiano presentó temas de las principales bandas sonoras que compuso para películas, como Moisés, José de Egipto y Juan XXIII.

Frisina aprovechó la ocasión para realizar una breve catequesis relacionada con los temas de sus composiciones: la fe (Come le stelle del cielo, de la película Abrahán), la esperanza (Zippora, esposa de Moisés), el perdón (Giuseppe incontra i suoi fratelli, de José), la paz entre las naciones (Sulla cattedra di Pietro, Pacem in Terris, en honor a Juan XXIII), la desesperación de quienes no tienen a Dios (la muerte de Judas) y la salvación en Cristo (con su himno Open the Doors, en homenaje a San Juan Pablo II).

Destacó especialmente su obra Magnificat, interpretada por la solista italiana Serena Autieri, quien afirmó que María sigue siendo una mujer que inspira y que “muestra que Dios mira a través de los sencillos”, aludiendo a los menos favorecidos presentes en la audiencia. También participó la violonchelista Tina Guo, colaboradora de Zimmer en varias de sus composiciones.

El gran esperado

El compositor Hans Zimmer fue recibido con fuertes aplausos tras la ejecución de Frisina y su orquesta del tema de una de sus principales películas, Gladiador. Alternó entre un sintetizador que hacía efectos sonoros, resaltaba o suavizaba partes ejecutadas por el coro y la orquesta (su especialidad en el cine) y el gran piano.

La segunda hora del concierto contó con la presencia de Zimmer y la dirección de Dario Vero, con un programa marcado por grandes suites de Pearl Harbor, Ángeles y Demonios y la obra Time, de la película Inception, del director Christopher Nolan. El espectáculo concluyó con una emocionante interpretación de la banda sonora de Piratas del Caribe, ovacionada de pie por el público.

Un idioma universal

La respuesta a la pregunta sobre qué tienen en común los dos compositores es la universalidad de la música y su capacidad para despertar en el ser humano lo más profundo: sus alegrías y tristezas, sus logros y angustias. Zimmer y Frisina no están tan alejados como podría parecer, como demostró el espectáculo.

“Me siento profundamente honrado de participar en el Concierto con los Pobres aquí en el Vaticano, un evento que demuestra cómo el arte y la música pueden ser herramientas poderosas de solidaridad e inclusión”, afirmó Zimmer en una rueda de prensa convocada por el Vaticano. “Esto no es solo un concierto: es un acto de amor, un gesto concreto hacia los menos afortunados, una invitación a reflexionar sobre lo que nos une como seres humanos”.

“Un concierto es una bella parábola, una parábola de armonía, incluso de la armonía sinodal que la Iglesia se esfuerza por vivir más plenamente. (…) Cada uno en la orquesta toca su propia partitura, pero debe armonizarse con los demás, generando así la belleza de la música”, afirmó el Papa Francisco, quien recibió el sábado a los promotores y artistas del concierto en audiencia.

El Concerto con i Poveri es uno de los ejemplos de lo que el Jubileo espera generar en 2025: el diálogo de la Iglesia con las inquietudes del mundo contemporáneo. Si todos los caminos llevan a Roma, también es cierto que todos pueden partir de ahí. “Porque la belleza es un don de Dios para todos los seres humanos, unidos por la misma dignidad y llamados a la fraternidad”, concluyó Francisco.

Además de realizarse en vísperas del Jubileo, el concierto celebra los 40 años del Coro de la Diócesis de Roma, fundado por Frisina en 1984, acompañado por la Nueva Ópera Orquesta.

Argumentos

Una voz grita en el desierto: el Adviento de la mano de Isaías

El autor ofrece para cada semana de Adviento un versículo clave del libro de Isaías, con el fin de captar la esencia del mensaje de este tiempo litúrgico y facilitar un recorrido espiritual que nos acerque al corazón de Cristo.

Rafael Sanz Carrera·8 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Durante el tiempo litúrgico del Adviento, tres figuras bíblicas destacan de manera especial: el profeta Isaías, Juan el Bautista y María de Nazaret. En esta reflexión, nos centraremos en la figura de Isaías. Desde la antigüedad, una tradición universal ha reservado muchas de las primeras lecturas de este tiempo para sus palabras. Esto se debe quizás a que, en él, la gran esperanza mesiánica resuena con una fuerza única, ofreciendo un anuncio perenne de salvación para la humanidad de todos los tiempos.

Al contemplar las lecturas del tiempo de Adviento de este año (ciclo C), notaremos la presencia abundante de Isaías. Aunque pueda parecer ambicioso, me propongo seleccionar, para cada semana de Adviento, uno de los textos que se nos ofrece, junto con un versículo clave. De este modo, espero captar la esencia del mensaje del Adviento y facilitar un recorrido espiritual que nos acerque a su corazón.

Segunda semana de Adviento

Las referencias a Isaías en la segunda semana de Adviento son abundantes y significativas:

  • Lunes: Isaías 35, 1-10 – Transformación del desierto y sanación para la humanidad.
  • Martes: Isaías 40, 1-11 – Mensaje de consuelo y preparación del camino para el Señor.
  • Miércoles: Isaías 40, 25-31 – Afirmación del poder divino y fortaleza para los débiles.
  • Jueves: Isaías 41, 13-20 – Promesa de liberación y conversión.
  • Viernes: Isaías 48, 17-19 – Dios como Redentor, instruyendo a seguir sus mandamientos.

Profecía y versículo clave (2ª semana)

Entre los textos de Isaías que se leen en la segunda semana de Adviento, parece que Isaías 40, 1-11 es el más significativo en este contexto. Este pasaje ofrece un mensaje profundo de consuelo y esperanza, anticipando la venida del Señor para liberar y restaurar a su pueblo mediante un mensajero, cumplido finalmente en san Juan Bautista: «Una voz grita: | «En el desierto preparadle | un camino al Señor; | allanad en la estepa | una calzada para nuestro Dios…»» (Isaías 40, 3).

Razones para la elección del versículo

  1. Necesidad de preparación. «Una voz grita: «En el desierto preparadle un camino al Señor…” Este versículo se identifica en los Evangelios como el cumplimiento de la misión de Juan el Bautista (Mateo 3, 3; Marcos 1, 3; Lucas 3:4-6; Juan 1:23), el precursor de Cristo que anuncia la cercanía del Reino de Dios. El Adviento es un tiempo de preparación para la venida de Jesús, tanto en su primera venida (su nacimiento) como en su segunda venida (parusía). Este versículo resalta la necesidad de preparar el corazón para la llegada del Señor.
  2. Simbolismo de conversión. La imagen de un camino recto en el desierto representa la obra reparadora que Dios hará en el mundo y en los corazones humanos. Los obstáculos se allanan, los desiertos se llenan de vida, y el Señor viene para consolar y redimir a su pueblo. Este mensaje se alinea con el espíritu del Adviento, que invita a la esperanza y a la renovación espiritual.
  3. El consuelo del perdón. Todo el capítulo 40, especialmente en los versículos 1-2, comienza con un llamado a consolar al pueblo de Dios: “»Consolad, consolad a mi pueblo | —dice vuestro Dios—; hablad al corazón de Jerusalén, | gritadle, | que se ha cumplido su servicio | y está pagado su crimen”, donde se asegura que los pecados han sido perdonados y que la restauración está cerca. Esto encaja perfectamente con la temática de Adviento, que recuerda que la venida de Jesús es el cumplimiento de esa promesa de redención.

Por estas razones, Isaías 40, 1-11, y específicamente el versículo 40, 3, expresa el mensaje clave de la segunda semana de Adviento: preparar el camino para el Señor en el corazón y la vida, con la esperanza de su venida como fuente de consuelo, liberación y restauración. A su vez, el versículo de Isaías 40, 3 encuentra su cumplimiento en Jesucristo a través del ministerio de Juan el Bautista, quien preparó el camino para la llegada de Jesús, el Mesías. Juan al llamar al arrepentimiento, hace posible que las personas estén espiritualmente listas para recibir a Cristo. De este modo, Jesús es el «Señor», cuyo “camino” ha sido preparado en las almas. Y de este modo, en Jesús se da cumplimiento a esta promesa de redención y restauración.

El autorRafael Sanz Carrera

Doctor en Derecho Canónico

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Vaticano

Los nuevos cardenales, una muestra de la universalidad de la Iglesia

El Papa Francisco continúa impulsando cambios significativos en el Colegio Cardenalicio, reflejados en el décimo consistorio de su pontificado, que destaca por su énfasis en la diversidad, las periferias y la unidad eclesial. El evento incluye la creación de 21 nuevos cardenales, 20 de ellos electores, fortaleciendo su visión de una Iglesia abierta y global.  

Redacción Omnes·7 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco continúa transformando el Colegio Cardenalicio con la designación de nuevos cardenales en un consistorio que subraya su compromiso con la diversidad y las «periferias» de la Iglesia. Los 21 nuevos cardenales reflejan un enfoque estratégico hacia la juventud, la representación global y las prioridades pastorales del Pontífice.

La homilía del Pontífice

En la homilía, Francisco reflexionó sobre el significado de seguir el camino de Jesús, recordando a los presentes que este no es un recorrido hacia la gloria terrenal, sino hacia la gloria de Dios, marcada por el sacrificio y el servicio. «Jesús sube a Jerusalén. La suya no es una subida a la gloria de este mundo, sino a la gloria de Dios, que implica el descenso al abismo de la muerte», destacó el Pontífice, subrayando que en la Ciudad Santa el Señor se entregará en la cruz para dar nueva vida. En contraposición, el Papa señaló la actitud de los discípulos Santiago y Juan, quienes pidieron sentarse a la derecha y la izquierda del Maestro «en su gloria» (Mc 10,37). Este contraste, señaló Francisco, revela «las contradicciones del corazón humano», algo que sigue vigente en la actualidad.

Un llamado a examinar el corazón

El Papa invitó a todos, especialmente a los nuevos cardenales, a un examen profundo: «¿Hacia dónde va mi corazón? ¿En qué dirección se mueve? ¿Quizás voy por el camino equivocado?». Citando a San Agustín, instó a los presentes a «volver al corazón», donde habita la imagen de Dios, y desde allí retomar el camino de Jesús.

«Seguir el camino de Jesús significa ante todo volver a Él y ponerlo de nuevo en el centro de todo», explicó Francisco, advirtiendo contra la distracción por lo superfluo y lo urgente. Recordó que incluso la palabra «cardenal» remite al perno que sostiene una puerta, simbolizando que Cristo debe ser «el punto de apoyo fundamental» y «el centro de gravedad» del servicio de los cardenales.

Encuentro, comunión y unidad

El Papa enfatizó la importancia de la pasión por el encuentro y el servicio a los más vulnerables. «Jesús nunca camina solo», dijo, destacando que Él encuentra a quienes sufren, levanta a los caídos y enjuga las lágrimas de los que lloran. Citando a don Primo Mazzolari, recordó que «en el camino comenzó la Iglesia; en los caminos del mundo la Iglesia continúa».

Además, Francisco instó a los cardenales a ser «constructores de comunión y unidad» en un mundo fragmentado, reiterando las palabras de San Pablo VI sobre la búsqueda de la unidad como sello distintivo de los verdaderos discípulos de Cristo.

Perfil de los nuevos cardenales

El décimo consistorio del Papa Francisco ha generado diversas reflexiones sobre su pontificado y los retos que enfrenta la Iglesia en la actualidad. En esta ocasión, el Papa ha creado 21 nuevos cardenales provenientes de 15 países, reflejando una vez más su interés por una Iglesia universal y diversa, comprometida con las periferias sociales y geográficas. Esto subraya la intención de Francisco de dar visibilidad a comunidades cristianas en contextos desafiantes, donde la fe y el compromiso social son esenciales.

De los 21 nuevos cardenales, 20 serán electores, es decir, tienen menos de 80 años y pueden participar en un cónclave. Con esto, la cifra total de cardenales electores ascenderá a 141. De esos 140, el 80 % (112 cardenales) han sido designados por Francisco. Durante 2025, otros 13 cardenales alcanzarán los 80 años, quedando 127 electores.

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Vaticano

Un resumen de la situación financiera del vaticano

El Papa Francisco continúa con la reforma financiera del Vaticano, enfocándose en el Fondo de Pensiones, ahora bajo la administración del Cardenal Kevin Farrell, y en la APSA, que busca optimizar sus activos. Aunque las reformas han mejorado la gestión y la transparencia, persisten desafíos económicos debido a la reducción de ingresos y beneficios del IOR, y se implementan medidas estrictas para garantizar la sostenibilidad.

Andrea Gagliarducci·7 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

Con el nombramiento de un administrador único para el Fondo de Pensiones del Vaticano, en la persona del Cardenal Kevin J. Farrell, el Papa Francisco continúa su camino hacia la reforma de las finanzas del Vaticano. Es un camino que hoy vive un relevo generacional y que, en cualquier caso, ha implicado a todos los órganos financieros vaticanos, creando una nueva estructura que ahora está llamada a dar sus frutos.

En 2014, cuando el cardenal George Pell explicó la gran reforma de la economía del Vaticano en una concurrida conferencia de prensa, enunció algunos principios fundamentales.

Principios para una reforma

El primero: el Vaticano no estaba en quiebra, más bien era necesario racionalizar los recursos, tal vez centralizarlos (era la época en que se hablaba del «Vatican Asset Management») para permitir que todos ganaran más y mejor.

Segundo: era necesaria una reforma de las pensiones, pero no porque el Fondo de Pensiones estuviera endeudado, sino porque enfrentaba los problemas estructurales de todos los estados del mundo, es decir, que habría más pensionados y por más tiempo, por lo que las nuevas generaciones no habrían podido apoyar el fondo en un momento determinado.

Tercero: la reforma sirvió para garantizar un mayor control, respetando las obligaciones internacionales y mirando a una gestión más gerencial de los fondos.

Eran tres principios válidos, que debían adaptarse a la peculiar situación vaticana, donde durante años los presupuestos habían sido algo artesanal, más que profesional. El IOR (el banco vaticano) introdujo la auditoría externa a mediados de los años 1990, tras la reforma de sus estatutos. La APSA (Administración del Patrimonio de la Santa Sede) controlaba varias empresas en Suiza, Francia e Inglaterra, que sólo posteriormente pasaron por un proceso de racionalización. El Estado de la Ciudad del Vaticano tenía presupuesto propio, mientras que el Óbolo de San Pedro no, aunque los donativos se utilizaron siempre para la misión del Papa, lo que incluía también cubrir los déficits de la Curia.

Luces y sombras en los presupuestos

Ahora hay un presupuesto público de la Santa Sede, un presupuesto público de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (el «banco central» del Vaticano), un presupuesto público del Instituto para las Obras de Religión (el llamado «banco del Vaticano»), la Autoridad Vaticana contra el blanqueo de dinero -ahora llamada Autoridad de Información y Supervisión Financiera- publica un informe anual. Sin embargo, desde hace años no se publica el presupuesto del Estado de la Ciudad del Vaticano y, además, nunca se ha publicado un balance del Fondo de Pensiones del Vaticano.

¿Qué podemos deducir de estos presupuestos? En cuanto al IOR, se ha producido una drástica caída de beneficios. En el último informe del IOR, los beneficios netos alcanzaron los 30,6 millones de euros, de los cuales 13,6 se repartieron en obras de religión y caridad, mientras que 3,2 millones se donaron a diversas organizaciones benéficas. En 2022 los beneficios fueron del 29,6. Pero estas cifras están muy lejos del beneficio de 86,6 millones declarado en 2012. Desde entonces, ha ido disminuyendo, con pequeños aumentos: en 2013 el IOR registró un beneficio de 66,9 millones; en 2014, 69,3 millones; en 2015 incluso cayó a 16,1 millones. En 2016 volvió a ser de 33 millones, en 2017 la cifra se mantuvo bastante constante con 31,9 millones de euros, mientras que en 2018 los beneficios fueron de 17,5 millones.

Situación del IOR

Los beneficios volvieron a ser de 38 millones en 2019 y en 2020 la crisis del COVID hizo bajar los beneficios a 36,4 millones de euros. Pero en el primer año pospandemia, un 2021 aún no afectado por la guerra en Ucrania, volvemos a una tendencia negativa, con un beneficio de sólo 18,1 millones de euros, y sólo en 2022 volvimos al umbral de los 30 millones.

Al disminuir los beneficios, disminuye la contribución que el IOR da a la Curia Romana para su sustento. El presupuesto de la Curia, de unos 200 millones de euros, es un «presupuesto de misión» y se compone casi exclusivamente de gastos, mientras que los ingresos proceden principalmente de donaciones. La Curia, en efecto, no vende servicios, sino que está al servicio del Santo Padre.

No hay datos recientes sobre el presupuesto del Estado de la Ciudad del Vaticano que, en cualquier caso, registró un fuerte superávit gracias a la venta de entradas de los Museos Vaticanos, que se desplomó en los dos años de pandemia. Sin embargo, sí hay datos del presupuesto de la APSA, publicado en julio.

Falta de transparencia

La APSA no sólo actúa como «banco central del Vaticano», sino también como fondo de inversión soberano, ya que se encarga de toda la gestión de los activos del Vaticano. Este año se obtuvo un beneficio de 45,9 millones de euros, conseguido gracias a una mejor gestión de las inversiones. Pero es un presupuesto que hay que leer en claroscuros. Las noticias que circulan en los medios hablan de contratos de alquiler a empresas externas, e incluso se habla de una venta de Annona, el supermercado del Vaticano, que debería ser entregado en concesión a una cadena de supermercados italiana.

En resumen, existe una fuerte necesidad de obtener ganancias. El Papa Francisco escribió a los cardenales pidiéndoles que racionaran los recursos, recortó su salario un 10 por ciento, estableció que incluso las casas de servicios deben alquilarse a precios de mercado, él, al inicio de su pontificado, realizó un bloqueo de rotación. Medidas muy duras, que pusieron a prueba el sistema vaticano, que hasta entonces se había basado en gran medida en la colaboración entre los departamentos bajo la coordinación de la Secretaría de Estado.

Hay nuevas políticas de inversión, reseñadas en el documento de «Mensuram Bonam» , pero también existe la necesidad de encontrar recursos. Queda por comprender cómo la Santa Sede, que hace diez años no se encontraba en condiciones económicas tan difíciles, según admitió el cardenal Pell, hoy se ha visto obligada a afrontar una situación económica tan delicada.

Nuevos gestores

Si bien las reformas económicas han dado un paso adelante y un paso atrás, hay toda una nueva generación de empleados abriéndose paso en las finanzas del Vaticano. El presidente de la APSA es Mons. Giordano Piccinotti , que conoce bien el mundo de las finanzas y que fue administrador de fundaciones salesianas en Suiza. El cardenal Christoph Schonborn es el nuevo presidente del IOR, mientras que el presidente del Consejo de Superintendencia, Jean-Baptiste de Franssu, permanece en el poder, a pesar de haber tenido ya dos mandatos. La autoridad contra el blanqueo de dinero se encamina hacia una transición, tal vez incluso una presidencia, como lo demuestra el reciente nombramiento de Federico Antellini Russo en el doble papel sin precedentes de director y vicepresidente de la Autoridad.

Y luego está el Fondo de Pensiones del Vaticano. El cardenal Farrell fue nombrado administrador único, con el objetivo de sacar adelante una reforma que elimine el déficit, pero la pesadilla es la de una suspensión de la provisión de pensiones hasta que los presupuestos estén en orden como, al fin y al cabo, ocurrió en Argentina durante la crisis económica de principios de los años 2000.

Lo que es seguro es que las finanzas vaticanas han atravesado un largo período de reformas, en el que se llamó a consultores externos para delinear planes de reestructuración. Tal vez la decisión de cambiarlo todo antes de evaluar conseguido haya tenido consecuencias.

El autorAndrea Gagliarducci

Evangelización

Peregrinar a la Cruz con Carlota Valenzuela

Carlota Valenzuela se hizo famosa por peregrinar de Finisterre a Jerusalén; esta experiencia transformadora la llevó a dedicarse a la evangelización y a guiar peregrinaciones, destacando su labor en el Camino Lebaniego como un viaje de fe y comunidad.

Javier García Herrería·6 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 8 minutos

Enero de 2022. Carlota Valenzuela, una joven granadina de 32 años, emprende una peregrinación a pie desde Finisterre hasta Jerusalén. Tras una infancia feliz, estudió Derecho, Ciencias Políticas y el MBA en Comercio Exterior del ICEX. A los 28 años sabía cuatro idiomas, trabajaba en un buen puesto en la multinacional Acciona y tenía una estupenda vida social en Madrid. Sin embargo, a pesar de sus logros, sentía vacío en su interior. 

Carlota lo expresa así: “Tras conseguir gran parte de lo que el mundo califica como ´éxitoso`, en mi corazón faltaba algo. Pensé que tenía sentido preguntarle a Dios, que me había creado, qué era lo que quería de mí para que fuera feliz. Tras comenzar una rutina de oración diaria constante, Dios puso en mi corazón el deseo de peregrinar a Jerusalén”. Añade, con humor, “que uno tiene que tener cuidado con las cosas que le pregunta a Dios”, pero parece que sus sinceras disposiciones para encontrar “Su voluntad” dieron fruto y acrecentaron enormemente su intimidad con Dios a lo largo de los once meses que duró su “paseillo” por Europa (recorrió España, Francia, Italia, Eslovenia, Croacia, Montenegro, Albania, Grecia, Chipre e Israel).

Jerusalén

Durante el recorrido, Carlota experimentó la belleza de la Iglesia y la fuerza de la Providencia. Cada noche debía buscar algún hogar dispuesto a acogerla. Sin embargo, cuando llegó a Israel sus planes se vieron truncados al recibir la noticia del final de la enfermedad de su abuela. Antes de coger un avión para Granada, tuvo tiempo de pasar por el Santo Sepulcro y meter su mano en el hueco donde estuvo clavada la cruz de Cristo. Tras recorrer 6.000 kilómetros esperaba un gran regalo espiritual al llegar al lugar santo más importante de la cristiandad. 

Pero no sintió nada. 

Sólo silencio. 

Silencio y decepción, 

sobre todo por no haber obtenido una especial gracia divina acorde con todos los regalos espirituales que había recibido en los meses anteriores. 

Aterrizó en su tierra a tiempo de acompañar a su abuela en sus últimos momentos. Y en esos instantes, tomándola de la mano, “comprendí que en la carne sufriente de mi abuela estaba Cristo verdaderamente presente. Todo lo que no sentí en el Santo Sepulcro lo encontré ahí, donde el Señor me esperaba”. 

Tras la muerte de su abuela, Carlota regresó a Tierra Santa y peregrinó allí durante dos semanas. 

Dedicada a la evangelización

La experiencia de la peregrinación transformó la vida de Carlota por completo y decidió no reincorporarse a su empleo para dedicarse a la evangelización: ofreció conferencias con su testimonio en muchas ciudades de España e hispanoamérica; estuvo tres meses de misiones en Argentina; escribió un “Vía Crucis” meditando la pasión desde el corazón femenino; y presentó los documentales de la serie “Hagan Lío”, de Juan Manuel Cotelo, documentando historias de personas que han respondido a la llamada de Dios con generosidad y eficacia. 

El último proyecto de Carlota comenzó a gestarse a comienzos de 2024. Junto a su amiga Diana realizó los 72 kilómetros del Camino Lebaniego, allí se convenció de que podría tener sentido montar algunas peregrinaciones, con un fuerte sentido espiritual, para acercar almas a los pies del “lignum crucis” más grande del mundo. 

@Alejandro Romero

Y así fue como en mayo llevó un primer grupo de 20 peregrinos. Como los frutos espirituales para los asistentes fueron muy positivos, decidió llevar nuevos grupos en agosto y, dos más, en octubre. La última peregrinación contó con la presencia de diversos líderes católicos: sacerdotes y religiosas presentes en las redes sociales o laicos dedicados a la evangelización. 

Qué es el Camino Lebaniego

El Camino Lebaniego es una de las rutas de peregrinación más singulares de España, que conduce al Monasterio de Santo Toribio de Liébana, en Cantabria. Este monasterio es famoso por custodiar el Lignum Crucis más grande del mundo, el mayor fragmento conocido de la cruz de Cristo, lo que lo convierte en un importante destino de fe y espiritualidad. La madera mide 635 mm en el palo vertical y 393 mm en el travesaño, con un grosor de 40 mm

Una peregrina venera el «Lignum crucis» de Liébana. @Alejandro Romero

Fue Santo Toribio de Astorga, custodio de las reliquias de Jesucristo en Jerusalén, quien contando con el permiso del Papa de su época, se llevó un trozo del brazo de la Cruz de Cristo hasta Astorga, ciudad de la que fue Obispo. Dicha reliquia fue trasladada en el siglo VIII a Liébana, pues los cristianos querían ponerla a salvo de los musulmanes, que se encontraban muy avanzados en su invasión. Desde entonces miles de peregrinos han transitado esta ruta para venerar el «Lignum Crucis», otorgándole al monasterio un lugar privilegiado como Jerusalén, Roma o Santiago de Compostela.

Una peregrinación sencilla de organizar

@caminolebaniego.com

Planificar una peregrinación por esta ruta es fácil y accesible gracias a su web oficial, Caminolebaniego.com En este sitio se ofrece toda la información necesaria para recorrerlo: mapas detallados, recomendaciones de alojamientos y servicios, y datos prácticos sobre las etapas. La señalización del camino, marcada con una cruz roja sobre fondo blanco, asegura una experiencia sin complicaciones incluso para los novatos.

El Camino Lebaniego no solo destaca por su relevancia religiosa, sino también por la belleza de sus paisajes. El recorrido parte desde la costa cántabra, en San Vicente de la Barquera, y se adentra en los espectaculares valles y montañas de los Picos de Europa. Cada etapa sorprende con su riqueza natural, combinando el murmullo de ríos, la serenidad de bosques y vistas impresionantes. Le sobran, eso sí, algunos tramos de asfalto, aunque las carreteras son seguras y poco transitadas. 

@Alejandro Romero

Voces que narran la experiencia del camino

Carlota plantea el Camino Lebaniego como una camino de ascensión hasta la cruz, pues para llegar al Monasterio de Santo Toribio hay que subir desde el mar (si uno sale de san Vicente de la Barquera) u otros lugares de origen. Para las personas que han vivido esta peregrinación guiados por la mujer que anduvo de Finisterre a Jerusalén, esta experiencia ha creado un espacio de introspección, sanación y encuentro con lo divino. En palabras de quienes han vivido esta experiencia, el Camino Lebaniego no es solo una travesía física, sino un auténtico viaje espiritual.

Para Fernando Gutiérrez, misionero laico y fundador de Mary’s Children Mission, peregrinar fue un desafío físico que le permitió “sufrir con el Señor” y encontrarlo en los pequeños gestos y corazones puros del resto de acompañantes. “Fue una experiencia inolvidable, por la presencia del Señor Crucificado y su amor incomparable desde la Cruz, en un contexto comparable a las caminatas que realizaba Jesús con sus discípulos”.

En un tono similar, Reyes y Alberto, padres que cargaban con el peso de la reciente pérdida de un hijo, relatan cómo caminar hacia Santo Toribio les ofreció un consuelo enorme: “Nuestra cruz, que era muy pesada, de pronto se empezó a hacer más ligera y a tener un cierto sentido”.

Mercedes, otra de las peregrinas, comparte cómo esta experiencia marcó un punto de reinicio en su vida espiritual: “Vengo de unos años muy difíciles, y el poder dejar mis cargas a Jesús me hace sentirlas más ligeras. Además, el ambiente abierto y respetuoso me permitió derribar prejuicios sobre la Iglesia y experimentar el sacramento de la confesión tras décadas de no practicarlo. Ha sido un nuevo comienzo. También ha sido una gran experiencia el compartir todas mis preguntas y dudas acerca de la Iglesia con mis compañeros de peregrinación. He estado alejada de la Iglesia y con una fe muy limitada durante muchos años, e incluso enfadada por no entender muchas de las limitaciones de la Iglesia. Esta peregrinación me ha servido para derribar prejuicios, encontrarme un ambiente super abierto y respetuoso para poder compartir mi fe, y también mi falta de fe, y darme cuenta de que nos unen más cosas de las que nos separan. Sigo trabajando en las preguntas que aún hoy para mí siguen sin respuesta con respecto a la Iglesia, pero ahora lo vivo desde la reconciliación y el tender puentes, no desde el enfado”.

Rodrigo, un religioso pasionista, resalta el impacto que ha tenido para él caminar con otros caminantes, pues “compartir vivencias de fe con personas humildes y admirables me cuestionó y enriqueció profundamente. En la veneración de la Cruz que realizamos al llegar a Santo Toribio, me decía a mí mismo: ‘En la Cruz, todo cambia’. Compartí a mis compañeros que los que somos curas normalmente escuchamos muchas reflexiones espirituales, pero son de otros curas, del obispo o del superior provincial, pero pocas veces escuchamos reflexiones de los laicos. Y para mí fue un gozo escuchar a laicos tan llenos de Dios, que compartían en su viveza espiritual con naturalidad. Fue algo que que me enriqueció enormemente”.

Para Mónica, esta peregrinación supuso un gran regalo, “que aún tengo y tendré siempre, conseguí intimidad con Dios, que hasta entonces no tenía; a saber y saborear estar en silencio y contemplar la belleza exterior e interior que hay en cuanto lo haces. Desde que caminé me siento más fuerte, más valiente, consciente de que le tengo a Él y a su Madre. ¡Siento certeza de su amor, de que están conmigo! 

El Padre Steven es un sacerdote diocesano que atiende diversos pueblos de los picos de Europa. En tres ocasiones ha tenido la ocasión de ofrecer sus servicios pastorales en las peregrinaciones con Carlota y lo considera “un gran regalo”. Destaca la unión que nace en estos encuentros: “Somos una familia extendida por el mundo. La fe en Jesucristo nos une y nos da vida y eso se palpa en esta experiencia. Carlota transmite con facilidad una relación profunda y preciosa con la cruz, que se contagia en las conversaciones con los peregrinos, las confesiones y la Eucaristía”. 

@Alejandro Romero

Otro de los personajes del lugar que uno puede encontrar cuando realiza el Camino Lebaniego es Fidel, el taxista más conocido de la zona. En su trabajo diario atiende a muchos peregrinos llevando sus bártulos, recogiéndoles cuando se lesionan o acercándoles a Santander o otros lugares cuando acaban su caminata. Aunque está acostumbrado a ver la transformación de los peregrinos, conocer los grupos de Carlota ha supuesto para él y para su mujer un impulso muy grande para su vida espiritual, hasta el punto de que procura cuadrar su agenda para participar de la misa diaria u otras actividades con los grupos.

Sonia Ortega, profesora de sagrada escritura en la Universidad de San Dámaso y responsable junto con su familia de una misión en Liberia, define la experiencia como “un itinerario espiritual”. Para ella, la travesía fue un reflejo de la vida misma: “En el camino te enfrentas a dificultades, las superas, subes, bajas, pero siempre con esperanza. Llegar a los pies de la Cruz no se puede describir con palabras, hay que experimentarlo”.

El Camino Lebaniego, narrado a través de estas voces, se presenta como una experiencia transformadora donde se conjugan fe, comunidad, naturaleza y redescubrimiento personal. Como dice Carlota, «peregrinar es rezar con los pies». Cada paso hacia Santo Toribio no solo acerca a los peregrinos al «Lignum Crucis», sino también a una renovación espiritual que trasciende lo material y deja una huella imborrable en sus vidas.

Evangelio

María, arca de la nueva alianza. Inmaculada Concepción (C)

Joseph Evans comenta las lecturas de la Inmaculada Concepción (C) y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·6 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Adán y Eva habían intentado alzarse contra Dios, incluso en cierto sentido ser sus iguales: “seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal” (Gn 3,5). La consecuencia de esto no fue elevarlos sino abatirlos, no su exaltación sino su vergüenza. “Se les abrieron los ojos a los dos y descubrieron que estaban desnudos; y entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron” (Gn 3,7). Esta ropa improvisada (más tarde Dios hará un trabajo mejor, vistiéndolos él mismo con pieles de animales: Gn 3,21) es el resultado del pecado: ya no pueden mirarse con inocencia. El pecado ha distorsionado sus pasiones y sus relaciones. También distorsionó su relación con Dios, de quien se esconden con miedo y vergüenza (Gn 3:10).

Básicamente, el pecado distorsiona, como espejos deformados o agrietados. Conocer el mal, probar el pecado (como Adán y Eva probaron el fruto prohibido), no nos enseña más. Nos nubla la visión de la realidad. La mayor falsedad es el pecado, y por eso el diablo, “mentiroso y padre de la mentira” (Jn 8,44), tiene tanto interés en promoverlo.

Pero, como parte del plan de salvación de Dios, comenzó por poner un límite al mal en la Santísima Virgen María, concebida “llena de gracia” (Lc 1,28) y criatura toda santa a la que el fétido diluvio de Satanás ni siquiera pudo salpicar (Ap 12,14-16). De esta orilla sin pecado partió Cristo para someter las aguas del caos (Jn 21,4; Mc 4,35-39). María vivió plenamente en la realidad porque era profundamente humilde. Mientras que la primera Eva buscaba ensalzarse; la Nueva Eva está convencida de su propia humildad y la proclama (Lc 1,28-29.38.48). Fue la persona que más vivió las palabras de Nuestro Señor de que aquel -aquella- que se humille será exaltado (Mt 23,12) y por eso la vemos elevada a la gloria, revestida del esplendor de la gracia y del cosmos (Ap 12,1).

Esta es la Inmaculada Concepción, la fiesta que celebramos hoy con una alegría desbordante. Celebramos no sólo la exaltación de nuestra Madre espiritual, sino también, en ella, la exaltación final de la humanidad y de la Iglesia. Celebramos la realidad de que María fue concebida sin pecado en el seno de su madre en función de su propia maternidad divina. Porque ella concebiría un día al sin pecado, al Dios todo santo hecho hombre, Dios hizo que su madre fuera ella misma sin pecado, el Arca de la Alianza (Ap 11,19), el vaso sin mancha para recibir no sólo las palabras de Dios, sino a Dios mismo.

La homilía sobre las lecturas de la Inmaculada Concepción (C)

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Ecología integral

Raúl Flores: “El mayor riesgo de exclusión social son jóvenes y familias”

Los que más sufrieron la crisis financiera de 2007/2008 y la del covid siguen sin recuperarse, según un avance del IX Informe FOESSA que saldrá a finales de 2025, y que ha presentado Cáritas. Jóvenes, familias con hijos menores, mujeres e inmigrantes son los colectivos con mayor riesgo. Los problemas de vivienda afectan a uno de cada cuatro hogares en España.

Francisco Otamendi·5 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

Una parte de la sociedad española no ha conseguido recuperarse de las consecuencias del crack financiero del año 2008. Un ejemplo de esta falta de recuperación se aprecia en 2024, en el que 9,4 millones de personas, es decir, el 19 % de la población, se encuentra en distintas situaciones de exclusión social.  

Un porcentaje bastante superior al que se sufría en el año 2007, en el cual el 16 % de la población se encontraba en estas circunstancias. Y de los 9,4 millones de personas actuales, 4,3 millones se encuentran en lo que se denomina exclusión social severa.

Cáritas acaba de presentar un adelanto de los resultados del IX Informe FOESSA, que saldrá a la luz pública en el último trimestre de 2025, a través de Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas Española, y Raúl Flores, secretario técnico de la Fundación FOESSA y coordinador del Equipo de Estudios de Cáritas Española. Con este último conversa hoy Omnes, pero antes, dos palabras de Natalia Peiro

Tras recordar “a todos los afectados por las graves inundaciones” de Valencia y otras localidades, la secretaria general mencionó el Plan de Respuesta y agradeció la solidaridad de muchísimas personas y entidades. Por otra parte, señaló que “los datos positivos macro”, han de ayudar a que “pongamos la mirada en los más vulnerables”.

Raúl Flores y Natalia Peiro en la presentación del informe

Según el avance de FOESSA, los hogares de nuestro país siguen sin recuperarse. Sr. Flores, ¿puede reflejarlo en alguna cifra?

– Efectivamente, una parte de la sociedad española no ha conseguido recuperarse de las consecuencias de la gran recesión del año 2008. Un ejemplo de esta falta de recuperación se ve que en 2024, 9,4 millones de personas, es decir, el 19 % de la población, se encuentra en distintas situaciones de exclusión social. Un porcentaje bastante superior al que se sufría en el año 2007 en el cual el 16% de la población se encontraba en estas circunstancias.

Usted se refiere a millones de personas en exclusión social, e incluso severa. Defina la exclusión social severa, a efectos técnicos, aunque sea fácil imaginarlo.

La exclusión social es mucho más que la privación material, es mucho más que la pobreza monetaria, la privación económica. La exclusión social se refiere a la acumulación de dificultades que influyen y que determinan las condiciones de vida, pero que tienen que ver con dimensiones muy variadas, como son la del empleo y la del consumo, pero también la de la salud, la de la vivienda, la de la educación, las de los derechos de participación  política, el aislamiento social o la conflictividad social. De los 9,4  millones de personas en exclusión social, 4,3 se encuentran en lo que denominamos exclusión social severa.

Al denominar la exclusión social severa, lo que estamos  queriendo expresar es la acumulación de muchas dificultades. La inmensa mayoría de las personas en exclusión social severa ven afectadas tres o más de las ocho dimensiones que observamos. Esto significa que no solamente tienen dificultades en el empleo o en la capacidad económica, sino en temas como la salud, la vivienda, la educación, el aislamiento social o la propia conflictividad social. Y unas dificultades se van sumando a otras y se crean situaciones crónicas y alargadas en el tiempo.

En este avance se fijan de modo especial en el grave problema de la vivienda…

Hemos observado cómo en el diagnóstico una parte importante de la sociedad se enfrenta a dificultades de acceso y mantenimiento de la vivienda. La vivienda se ha convertido en el programa más transversal para el conjunto de la sociedad, y esto nos hace tener en cuenta  que nuestro esquema de protección a la vivienda está muy lejos de los esquemas de nuestro entorno.

Concretamente en lo que se refiere a la política de vivienda pública en alquiler nos encontramos con un parque de vivienda pública que apenas roza el 2,5 % frente al 8 % de la media de la Unión Europea.

Esto supone que  tenemos que seguir avanzando en esa creación y extensión de ese parque de vivienda pública que no solamente sirva de forma de acceso prioritario y más  facilitador a las familias más vulnerables, sino que también actúe como equilibrador en un mercado de la vivienda claramente orientado a la  inversión y que todavía no es capaz de defender el derecho a la vivienda.

¿Qué colectivos tienen mayor o menor riesgo de exclusión social?

–El mayor riesgo de exclusión social en esta ocasión nos habla de lo que hemos denominado una brecha generacional. Por un lado, las personas mayores de 65 años siguen reduciendo sus niveles de exposición a la exclusión social, y tienen niveles casi de la mitad a día de hoy que en el año 2007, un 8 %  de exclusión social entre las personas mayores de 65 años frente al 16 % del año  2007. 

Pero en el otro lado de esta brecha encontramos a la población infantil y a la población más joven, entre las cuales sus niveles de exposición a la exclusión social y concretamente a la exclusión social severa se han duplicado. Antes eran del 7 % en el año 2007 y ahora es del 15 % en el  año 2024.

Son porcentajes importantes. Si es posible, ahonde un poco más.

– El perfil de las personas en exclusión social, a pesar de ser un  perfil muy variado, encuentra algunos colectivos con una mayor exposición, concretamente las familias monoparentales, 29 %, las familias con menores de 24 años, 24 %, las familias con alguna persona con discapacidad, 24 %,  y también las personas de origen extranjero, donde la exclusión social se incrementa hasta el 47 %, concretamente las personas migrantes extracomunitarias. 

Por otro lado, también hay que tener en cuenta que dentro de este perfil de colectivos con mayor riesgo hay que destacar a las familias, a los hogares encabezados por mujeres. La exclusión social se incrementa hasta el 21 % en estos hogares encabezados por mujeres, frente al 16 % en los hogares encabezados por hombres.

Vamos con el empleo. Parece que ha dejado de ser un antídoto infalible frente a la exclusión social.

El empleo ha perdido la capacidad de integración social y económica que había tenido históricamente. En estos momentos nuestra  sociedad observa cómo, a pesar del crecimiento del empleo y la reducción  del paro, hemos generado empleo de una forma dual. Se han creado empleos con  capacidad inclusiva, con una remuneración adecuada y con una  estabilidad que permiten proyectos vitales y familiares, pero también se han creado empleos que se han sumado a todo ese encaje de empleos precarios, sin estabilidad y con salarios que no permiten una vida en condiciones en muchos lugares de nuestro país.

En estas situaciones hemos ido observando cómo el empleo es cada vez menos un factor de protección ante la pobreza y la  exclusión social. El 12 % de las personas trabajadoras están en pobreza  económica y el 10 % se encuentran en situación de exclusión social. 

Por tanto, si el empleo ha dejado de ser ese mecanismo de inclusión, tenemos que buscar elementos que nos ayuden a traspasar el empleo como el garante de los derechos y tenemos que observar las políticas públicas que realmente sean las que garanticen esos derechos necesarios para la población.

También se han referido a los problemas de salud mental.

– Afortunadamente, la sociedad española es más consciente y se preocupa más por la salud mental, como uno de los elementos fundamentales de la salud general.  La crisis de la COVID-19 nos hizo ser más conscientes de la importancia que tiene el  bienestar emocional y de las dificultades que afrontan las personas con problemas de  salud mental.  

A día de hoy, nos encontramos con una desigualdad creciente al afrontar esta cuestión de la salud mental: la desigualdad fundamental entre quienes pueden pagar un esquema de salud privado y quienes tienen que esperar a las listas de espera que el sistema público presenta en estas circunstancias.

En este sentido, necesitamos reforzar y mejorar la inversión en un sistema nacional de salud y en un catálogo de salud pública que atienda cuestiones tan importantes y cruciales como son la salud mental.

Estudian asimismo la protección de la infancia y políticas familiares.

– Más allá de los discursos que venimos escuchando desde hace muchos años de la necesidad de proteger a la familia y proteger la etapa de la crianza  que obviamente son reales y son importantes, necesitamos pasar a los hechos  y pasar a los hechos significa generar inversión y reflejarlo en los presupuestos públicos. La inversión que realizamos a día de hoy en la infancia  está muy lejos de la inversión que se realiza en los países de nuestro entorno europeo.

Si solamente nos fijamos por ejemplo en las prestaciones económicas por hijo a cargo, España solo dedica el 36 % de lo que se dedica de media en la Unión Europea. Este déficit de inversión en infancia y en políticas orientadas a la familia son los que están detrás de las cifras tan altas de exclusión social en esta parte de la sociedad.

Finalmente, han hablado de propuestas. Sintetice cuatro o cinco. 

Nos enfrentamos como sociedad a una serie de retos importantes para no seguir profundizando en la sociedad del riesgo. Entre todos estos retos cabe destacar tres elementos que son fundamentales para frenar esta sociedad del riesgo. Nos vamos a referir al reto del empleo, al de la infancia y al de la vivienda.

En primer lugar, y refiriéndonos al empleo, es fundamental ser conscientes de que aún quedan muchas personas que no están dentro del mercado laboral y que muchas de las personas que están dentro del mercado laboral no tienen la capacidad suficiente para asegurarse unas condiciones de vida mínimas. 

Esto nos expone a la necesidad de seguir desarrollando el sistema de garantía de ingresos mínimos. Tenemos un amplio margen de mejora en este sistema de garantía de ingresos mínimos, ya que a día de hoy solamente dedicamos un 30 % de  lo que se dedica en la media de la Unión Europea a las rentas de inserción. 

Y junto a esta necesidad de reforzar la integración social monetaria también es importante plantearse la necesidad de avanzar en el derecho a la inclusión social como elemento fundamental para mejorar los itinerarios de inclusión entre las familias. De la infancia y la vivienda ya hemos hablado.

El autorFrancisco Otamendi

Evangelio

Valles vacíos y montañas altas. Segundo domingo de Adviento

Joseph Evans comenta las lecturas del segundo domingo de Adviento y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·5 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Hay un hermoso tema de consolación en las lecturas de hoy, centrado inicialmente en Israel, pero que también se aplica espiritualmente a nosotros. Tanto la primera lectura como el evangelio apuntan al “paisajismo” que acompaña el regreso de Israel a Dios. No se trata de un simple regreso con la cabeza gacha y el rostro contrito, sino que exige una reordenación masiva del terreno, incluso podría decirse que una recreación del mismo: hay que preparar un camino a través del desierto, rellenar los valles, rebajar los montes y colinas, enderezar los senderos torcidos y sinuosos, hacer más transitables los caminos escabrosos. 

Por eso Dios envió a Juan el Bautista antes de Cristo para que le preparara el camino. Había que arreglar todo tipo de cosas. Predicó un bautismo para el perdón de los pecados. La gente acudía a él para ser bautizada en el Jordán como expresión simbólica de su conciencia de su suciedad espiritual y de su necesidad de perdón. Juan los llamaba a la conversión de muchas maneras prácticas.

También nosotros estamos llamados a escuchar la llamada de Juan a la conversión, lo que puede implicar trabajar en esos caminos torcidos, valles vacíos, altas montañas, senderos sinuosos y caminos ásperos que encontramos en nosotros mismos.

Todos tenemos caminos torcidos. A menudo no somos rectos. No decimos las cosas como son. Intentamos ser astutos y taimados. Nos escondemos en nuestra vergüenza en lugar de afrontar y confesar nuestra culpa. El esfuerzo por ser más honestos, sinceros y directos podría ser un área de conversión.

Estamos llenos de valles vacíos: los talentos y el tiempo que hemos desperdiciado. Donde debería haber crecimiento y fertilidad hay esterilidad y despilfarro. ¿Podríamos encontrar formas de utilizar mejor nuestro tiempo y nuestros talentos?

Todos tenemos muchas montañas y colinas altas que necesitan ser abatidas. Somos tan orgullosos. Nos creemos muy grandes. Deberíamos rezar por la humildad.

Además están los caminos tortuosos. Son nuestra tendencia a perder el tiempo, a retrasarnos. Necesitamos más valor y fuerza para ponernos manos a la obra, sobre todo en las cosas difíciles, para no aplazarlas, para coger los toros por los cuernos. 

Por último, están los caminos difíciles. Todos tenemos aristas en nuestro carácter. Podemos ser cortantes y bruscos, impacientes y demasiado exigentes con los demás. Trabajar estas “asperezas” puede ser un buen objetivo para el Adviento. Puede que no seamos capaces de trabajar en todos ellos, pero quizá podríamos centrarnos en una o dos áreas en las que podríamos intentar mejorar.

La homilía sobre las lecturas del segundo domingo de Adviento

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.

Vaticano

El idioma chino, y homilías breves, ejes en la Audiencia del Papa

La noticia de la Audiencia de este miércoles ha sido la lectura, por primera vez, de una lectora china, y lo ha hecho en quinto lugar, tras la lectora española. El Papa Francisco ha insistido en la brevedad de la predicación, no más de 8 ó 10 minutos, que debe tener “una idea, un afecto y una propuesta sobre Jesús el Señor”.

Francisco Otamendi·4 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Con la novedad de una lectora en idioma chino, la primera vez que sucede en una Audiencia en el Vaticano, el Papa Francisco ha manifestado este miércoles que “hoy, con gran placer, iniciamos la lectura del resumen de la catequesis en chino”.

“Deseo, por tanto, dirigir un cordial saludo a los chinos aquí presentes y a los que están conectados a través de los medios de comunicación. Sobre todos vosotros y sobre vuestras familias invoco la alegría y la paz. Que Dios os bendiga”, ha señalado el Pontífice.

Las palabras de la lectora en idioma chino han sido incluidas en quinto lugar, tras los idiomas francés, inglés. alemán y español, y antes del portugués, árabe, polaco e italiano, con el que suele terminar el Papa.

Núcleo del Evangelio

Antes de la lectora en chino, que como el resto de lectores ha leído un fragmento de la Carta de san Pablo a los Corintios, el Santo Padre ha recordado el mensaje central de la predicación evangelizadora: “Después de Pascua, la palabra ‘Evangelio’ adquiere el nuevo significado de buena noticia sobre Jesús, es decir, el Misterio Pascual de la muerte y resurrección de Cristo. Esto es lo que el apóstol llama ‘evangelio’ cuando escribe: ‘o me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para la salvación de todo el que cree’ (Rom 1:16)”.

El Pontífice ha subrayado que “en la predicación cristiana hay dos elementos constitutivos: el contenido, que es el Evangelio; y el medio, que es el Espíritu Santo. Los dos van íntimamente unidos; es decir, la Palabra de Dios se transmite con la unción del Espíritu Santo; sin el Espíritu faltaría el alma, la vida de la predicación, sólo se difundirían ideas o preceptos a cumplir”.

Primer anuncio, que siempre hay que volver a escuchar

Más adelante, ha añadido que “en la catequesis tiene un rol fundamental el primer anuncio o ‘kerygma’, que debe ocupar el centro de la actividad evangelizadora y de todo intento de renovación eclesial. […] Cuando a este primer anuncio se le llama ‘primero’, eso no significa que está al comienzo y después se olvida o se reemplaza por otros contenidos que lo superan. Es el primero en un sentido cualitativo, porque es el anuncio principal, ese que siempre hay que volver a escuchar de diversas maneras”.

Oración y predicar a Jesús

Ahora bien, “podríamos preguntarnos: si la acción evangelizadora depende del Espíritu Santo, ¿podemos hacer algo también nosotros? ¿Cómo es posible colaborar en la acción evangelizadora de la Iglesia?”. Y el Papa ha respondido: con “la oración”, y “estar

atentos para no predicarnos a nosotros mismos sino a Jesús. Esto significa que, antes de afrontar un apostolado, necesitamos rezar, invocar al Espíritu Santo para que nos asista. Y esa misión tiene que estar centrada en Cristo, no en nuestros propios deseos o necesidades”.

Predicación breve

En este punto, Francisco ha insistido en que la predicación no debe tener 8 minutos, luego diría 10, entre otros motivos porque porque solemos ver a los hombres que salen fuera a fumar un cigarro durante la homilía. Y la predicación debe tener “una idea, un afecto y una propuesta”, ha señalado.

Virgen Inmaculada y apoyo de Polonia a ucranianos

En su saludo a los peregrinos de lengua española, el Papa ha manifestado que “estamos celebrando en estos días la Novena en preparación a la Solemnidad de la Inmaculada Concepción. Pidámosle a María nuestra Madre que, como ella, permanezcamos abiertos y disponibles a la acción del Espíritu Santo en nuestra vida y en la misión que la Iglesia nos encomienda. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los proteja”.

Lo remarcaría también el saludo final en lengua italiana: “El tiempo de Adviento, que acaba de comenzar, nos presenta en estos días el ejemplo luminoso de la Virgen Inmaculada. Que Ella os estimule en vuestro camino de adhesión a Cristo y sostenga vuestra esperanza”.

Luego, al dirigirse a los peregrinos de lengua polaca, ha recordado que “el próximo domingo celebraremos en Polonia la XXV Jornada de Oración y Ayuda Material a la Iglesia de Oriente. Doy las gracias a todos los que apoyan con oración y ofrendas a la Iglesia en esos territorios, especialmente en la Ucrania devastada por la guerra.¡Os bendigo de corazón!”.

Criterios de evangelización, y la paz.

Antes de dar la Bendición, el Pontífice ha considerado que “no querer predicarnos a nosotros mismos implica también no dar siempre prioridad a las iniciativas pastorales promovidas por nosotros y vinculadas a nuestro propio nombre, sino colaborar de buen grado, si se nos pide, en las iniciativas comunitarias, o que se nos encomienden por obediencia.  ¡Que el Espíritu Santo enseñe a la Esposa a predicar así el Evangelio a los hombres y mujeres de hoy!”.

Por último, el Papa ha reiterado que recemos por la paz, su llamamiento habitual desde hace tiempo. “La guerra es una derrota humana, destruye, recemos por los países en guerra, ¡hay tantos niños inocentes que sufren!”.

El autorFrancisco Otamendi

Todos los caminos 

Dice el refrán, más que conocido, que todos los caminos conducen a Roma. Pocas veces, como en el entorno de un Jubileo universal de la Iglesia, estas palabras toman su significado de un modo más profundo.

4 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Dice el refrán, más que conocido, que todos los caminos conducen a Roma. Pocas veces, como en el entorno de un Jubileo universal de la Iglesia, estas palabras toman su significado de un modo más profundo. Aún más, si cabe, en medio de un mundo en el que los caminos parecen desdibujados y la esperanza de una meta se torna borrosa y poco realista. Casi podríamos decir que la Iglesia tiene, humanamente hablando, poco o nada que celebrar. 

De tejas para abajo, el júbilo y la alegría se tornan casi un reto para el católico de hoy, pero lo importante es que los cristianos estamos llamados (con los pies en la tierra, en el barro) a mirar al cielo, a seguir la lógica del peregrino.

“¿Qué felicidad esperamos y deseamos?”, se pregunta el Papa Francisco en la Bula de convocación del Jubileo, Spes non confundit. en la que el propio pontífice se responde: “no se trata de una alegría pasajera, de una satisfacción efímera que, una vez alcanzada, sigue pidiendo siempre más, en una espiral de avidez donde el espíritu humano nunca está satisfecho, sino que más bien siempre está más vacío. Necesitamos una felicidad que se realice definitivamente en aquello que nos plenifica, es decir, en el amor, para poder exclamar, ya desde ahora: Soy amado, luego existo; y existiré por siempre en el Amor que no defrauda y del que nada ni nadie podrá separarme jamás.”

Esa es la meta del peregrino jubilar. El peregrino no es un simple andador de caminos inconclusos. El peregrino tiene una meta que supera el punto cardinal terreno para adentrarse en la forma de la vida, en el corazón. Es a la vez caminante y constructor; abre, con el Espíritu Santo, nuevos caminos al andar. No los crea, los descubre con la mirada hambrienta del amor.

Celebrar un nuevo Jubileo bajo el signo de la esperanza es otra de esas paradojas con las que el católico se hace presente en el mundo. 

Recordar que Dios nos perdona, a cada uno, más allá del mal que hayamos podido realizar, es recordar que hay vida: si hay vida, hay esperanza; si hay esperanza, hay vida. Reconocer que todos y cada uno de nosotros necesita ser salvado, necesita volver a su dueño originario, como aquellas tierras que retornaban a sus dueños primigenios en los jubileos veterotestamentarios. 

Un regreso que marque el comienzo de una nueva vida en Dios: “Esa experiencia colma de perdón no puede sino abrir el corazón y la mente a perdonar. Perdonar no cambia el pasado, no puede modificar lo que ya sucedió; y, sin embargo, el perdón puede permitir que cambie el futuro y se viva de una manera diferente, sin rencor, sin ira ni venganza”.

El autorOmnes

España

Sevilla impulsa “la fuerza evangelizadora de la piedad popular”

El Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular, que tiene lugar en Sevilla desde el día 4 al 8 de diciembre, es ocasión para que el Papa Francisco manifieste en una Carta que “la piedad popular de nuestro tiempo constituye una fuerza evangelizadora muy eficaz para hombres y mujeres”, recordando a los santos Papas Juan Pablo II y Pablo VI.

Francisco Otamendi·4 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

El II Congreso internacional de Hermandades reunirá en la capital andaluza a más de 1.800 congresistas, de los que el 60 por ciento procede de la archidiócesis de Sevilla, y el resto de reparten entre otras diócesis españolas y países y zonas con tradición cofrade: iberoamericanos, italianos, belgas, holandeses, alemanes, norteamericanos o suizos, entre otras nacionalidades, incluida una delegación de las islas Azores.

El primer congreso tuvo lugar en la Catedral hispalense del 27 al 31 de octubre de 1999, y culminó con la coronación canónica de la imagen de María Santísima de la Estrella.

Carta del Papa Francisco

La Carta del Papa ha sido dirigida en latín a su enviado especial al Congreso, Monseñor Edgar Peña Parra, sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado de la Santa Sede. En ella, Francisco escribe, citando al comenzar a san Juan Pablo II, que “es necesario que la madre Iglesia siga evangelizando una vez más a través de las cofradías, que llevan a todos la luz, la redención y la gracia del Salvador” (Jubileo internacional de hermandades, 1 de abril de 1984).

“Estamos convencidos de que la piedad popular de nuestro tiempo constituye una fuerza evangelizadora muy eficaz para hombres y mujeres (Evangelii gaudium, 126)”, prosigue el Pontífice, “que transmite ‘una sed de Dios que solamente los pobres y sencillos pueden conocer. Hace capaz de generosidad y sacrificio hasta el heroísmo, cuando se trata de manifestar la fe’ (S. Pablo VI, Evangelii nuntiandi, 48)”.

“El Evangelio sostiene nuestros corazones”

El texto manifiesta también la alegría del Papa por la celebración del congreso: “Animados por la conciencia de que el Evangelio alimenta o sostiene nuestros corazones, y comprometidos en el estudio de las necesidades de toda la Iglesia, nos alegramos especialmente por el II Congreso internacional de hermandades y piedad popular que, precisamente en las bodas de plata de su primera celebración, se celebrará en la gloriosa ciudad de Sevilla el próximo mes de diciembre”.

Arzobispo de Sevilla: “llevar a Cristo a hombres y mujeres”

El arzobispo de Sevilla, Monseñor José Ángel Saiz Meneses, dedicó su carta dominical el primer domingo de Adviento, titulada ‘Caminando en Esperanza’, al congreso, que ha sido inaugurado con un concierto en la catedral de Sevilla, a cargo de la Real Orquesta Sinfónica de la capital hispalense.

En el texto, el arzobispo de Sevilla explica que “las hermandades están llamadas a entablar un diálogo profundo con los hombres y mujeres de hoy para llevar a Cristo a sus vidas; un diálogo fundado en una relación personal con el Señor Jesús, que se expresa en el encuentro con los hermanos. Esta debe ser su verdadera alma, y su misma identidad, que supone la entrega decidida a la evangelización y a la pastoral de la Iglesia”.

En la misma línea, añade que “las hermandades han de ofrecer un testimonio creíble de vivencia de la fraternidad que les da nombre”. A la vez que insiste en “en la llamada a ser faros de caridad en medio de un mundo cargado de luces, sombras y desafíos”.

Programación, Eucaristías

Según la organización, el programa de este encuentro internacional ha sufrido algunas variaciones respecto a su configuración inicial, debido al Consistorio del 8 de diciembre en Roma.

Nueve ponencias, tres mesas redondas y la celebración de la Eucaristía al término de cada una de las cuatro sesiones del congreso es el esquema general del programa. Abrirá las sesiones de trabajo Mons. Salvatore Fisichella, Pro Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, que será presentado por el obispo de Málaga, monseñor Jesús Catalá.

Posteriormente, están previstas ponencias de los cardenales Kevin J. Farrell, presentado por Reyes Muñiz Grijalvo; Marcello Semeraro, presentado por el obispo de Cádiz-Ceuta, Mons. Rafael Zornoza; y José Tolentino de Mendonça, al que presentará el obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández.

Los celebrantes de las Eucaristías serán Mons. Edgar Peña Parra; el nuncio apostólico en España, Monseñor Bernardito Auza; el arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello; el arzobispo de Granada, Mons. José María Gil Tamayo, y ya el día 8, en la clausura, el arzobispo de Sevilla, Mons. Saiz Meneses.

La Obra Social del congreso irá destinada a las personas sin hogar en el contexto de la intervención de Cáritas Diocesana de Sevilla, y “perdurará en el tiempo”, señalan los organizadores.

La Macarena recibe la Rosa de Oro

Ayer martes, la Santísima Virgen de la Esperanza, conocida popularmente como la Macarena, recibió la Rosa de Oro del Enviado papal, Mons. Edgar Peña, en presencia del arzobispo de Sevilla y de numerosas autoridades. El acto estuvo acompañado por la Coral Polifónica de la Hermandad de la Macarena.

La Rosa de Oro es un regalo exclusivo que realizan los pontífices para expresar reverencia a la Virgen María. Tiene raíces antiguas y simboliza la bendición papal. La tradición se remonta al papa León IX, que la instauró en 1049. Está realizada en plata con un baño de oro y representa un rosal con flores, botones y hojas, todo ello colocado en un vaso de plata de estilo renacentista y con el escudo papal.

El autorFrancisco Otamendi

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Una lectura cristiana de “La Historia Interminable”

"La Historia Interminable" de Michael Ende tiene evidentes referencias filosóficas y literarias, pero conociendo la formación y la vida del autor no parece demasiado aventurado descubrir también un trasfondo cristiano en este clásico universal.

4 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 5 minutos

En 2024 se cumplen 40 años del estreno de la película germano-estadounidense “La Historia Interminable” (Wolfgang Petersen, 1984). Cuando se estrenó, fue la película más cara producida fuera de Estados Unidos o la Unión Soviética y se trataba de una adaptación de la primera mitad de la novela homónima del escritor alemán Michael Ende (Alemania, 1929-1995). Aunque para el autor del libro la película sólo era «un gigantesco melodrama comercial a base de cursilería, peluche y plástico», consiguió cautivar -con su inolvidable banda sonora de fondo- a toda una generación de niños que captaron así algunos de los más profundos mensajes que encierra este clásico de la literatura juvenil.

Biografía de Michael Ende

Michael Ende fue hijo único del pintor surrealista Edgar Ende (uno de los artistas “degenerados” según los nazis) y de Luise Bartholomä, una fisioterapeuta. Su infancia estuvo marcada por el ambiente artístico y bohemio en que se movía su padre. En su juventud participó en una agrupación antinazi llamada «Frente Libre Bávaro» mientras era estudiante,​ pero tuvo que dejar sus estudios para servir en el ejército alemán. Más tarde, su familia se mudó a una zona de artistas en Múnich, que dejó una gran influencia en Ende.

Después de entrar en la escuela antroposófica del filósofo Rudolf Steiner y de estrenar su primera obra de teatro “Ya es la hora” (dedicada a la matanza de Hiroshima), Ende estudió interpretación en la escuela de Otto Falckenburg de Múnich y publicó sus tres obras más famosas: “Jim Botón y Lucas el maquinista” (1960), “Momo” (1973, de corte surrealista y metafísico, prohibida en la Alemania comunista por la dura crítica social que representaba) y “La historia interminable” (1979). Se casó y vivió en Roma durante 26 años con la cantante Ingeborg y, a la muerte de su esposa, se casó por segunda vez con la japonesa Mariko Sato. Como anécdota, era un gran aficionado a las tortugas, que aparecen en varias de sus novelas.

El cosmos es un anfiteatro

En una entrevista que le hicieron a finales de 1983, Michael Ende afirmó que estaba “convencido de que fuera de nuestro mundo perceptible, existe un mundo real del cual proviene el hombre y hacia el cual se dirige nuevamente. Es una idea que discutí extensamente con mi padre, a quien le debo lo que soy y la idea del mundo como algo misterioso. Para mí la naturaleza no es una mera suma de química y física”, que le hubiera gustado tener hijos, que tendía a la depresión, que se consideraba cristiano, que creía “que vivimos en ese mundo prometido ahora mismo y que existe una jerarquía infinita de inteligencias superiores… como los llamados ángeles y arcángeles”. También manifestó que “la humanidad es el ombligo del mundo. Para mí, el cosmos es un inmenso anfiteatro donde los dioses y demonios miran lo que hacemos aquí, si no, no entiendo el por qué tendríamos que vivir”.

Ante la pregunta de por qué Dios permite el mal, contestó: “Porque es necesario, el mal es tan necesario como el bien. En la historia de la Salvación de Cristo, Judas es completamente necesario. Desdémona es tan importante como Iago. El punto de vista histórico y estético no conoce la moralidad”. Y también afirmó que ya no estaba interesado en la política porque fue uno de los que “en 1968 siguieron el esperanzador camino del movimiento estudiantil; sin embargo, los ortodoxos instauraron un terror psicológico en donde me sentí como el último niño. No podía creer que todo eso de Marx y el pelo largo nos llevara a una solidaridad real”.

Las referencias de «La Historia Interminable»

Su novela “La historia interminable” tiene evidentes referencias filosóficas y literarias. En esta aparentemente ingenua historia de aventuras aparece la idea del vacío y el concepto de «la nada»; el viaje del guerrero Atreyu; el pantano de la tristeza y la sabiduría de la vieja tortuga Morla, la suerte del dragón Falcor o Fujur; el poder de creer y las esfinges del Oráculo del Sur; la Emperatriz infantil; la teoría de los reflejos, la proyección y el coraje para confrontar tu verdadero ser; el valor para dejar atrás el miedo, el poder de los sueños y la importancia, en tiempos tan superficiales, de la imaginación.

Como en la filosofía griega, judía, hindú y otras, en esta novela se hace presente el concepto del ser o no ser y las consecuencias de negarte a ti mismo. Ideas de Hegel, Kant, Heidegger y el existencialismo de Sartre, se manifiestan en la historia de diferentes maneras, pero con un mismo mensaje: la nada es lo opuesto al ser, al verdadero ser. En la Puerta del Espejo, Atreyu se enfrenta a uno de los mayores retos del ser humano: la confrontación con el verdadero ser. Ahí, donde «las personas amables descubren que son crueles y los valientes se vuelven cobardes. Porque al confrontarse con el verdadero ser, la mayoría de las personas huyen corriendo». Este mensaje es parte del pensamiento de Jacques Lacan y su trabajo sobre «el ser». Desde el título del libro hay reminiscencias del eterno retorno de Nietzsche.

Las creencias y el sentido de la existencia

Durante toda la historia, Atreyu es rescatado en varios momentos por un dragón blanco de la suerte: el querido Fálcor o Fújur, presente en los momentos más difíciles, apoyándole y animándole a que vuelva a creer. Esta «suerte compañera» está presente en varias civilizaciones milenarias, como la china, y es parte de lo inesperado y sorprendente que el camino puede ser. Otro momento clave de la historia es el encuentro de Atreyu con Gmork, un lobo mercenario de «la nada», que le habla del poder de los sueños en la vida humana y cómo la fantasía no tiene fronteras. Cuando los humanos dejan de creer, desear y soñar, la ausencia existencial crece y atenta contra nuestro verdadero ser. Como dice Gmork en la novela, «si la gente deja de creer, pierde sentido su existencia y es fácil de controlar. Y quien sea que tenga el control, tiene el poder».

El trasfondo cristiano de «La Historia Interminable»

Conociendo la formación y la vida de Michael Ende, no parece demasiado aventurado descubrir también un trasfondo cristiano en este clásico universal. Algunos ejemplos podrían ser: la importancia de la lectura y de los libros (el libro de la historia-la Sagrada Escritura), la salvación viene de un niño (Bastián-Cristo), la redención a través de un aparente fracaso (Atreyu-Cristo), el papel principal en la historia de una niña (la Emperatriz infantil que vive en la Torre de Marfil-la Virgen María), la tristeza y la desesperanza como arma de las fuerzas del mal (el hundimiento del caballo Artax en el pantano de la tristeza, el nihilismo de la vieja tortuga Morla, el avance de la nada -la acción del demonio en las almas), la importancia de poner un nombre (el nombre de “hija de la luna” que pone Bastián a la Emperatriz infantil -el nombre que pone a Dios a todas sus criaturas y a las personas que encomienda misiones especiales en la historia de la salvación), cada nuevo comienzo cuando parece que todo está perdido (la reconstrucción de Fantasía por parte de Bastian -la redención de Jesucristo que hace nuevas todas las cosas después de la destrucción obrada por el pecado), etc.

Recuerdo haber visto la película de 1984 por primera vez en el cine con cuatro años y después muchas veces en el cine y la televisión. Aunque lógicamente por aquel entonces no entendía todo lo que escribo en este artículo, sus ideas me parecieron fascinantes y útiles para mi vida. Cuando en 1995 decidí entregarme por completo a Dios, recuerdo haber tenido presente la escena de la película en la que Atreyu vence el miedo y atraviesa el peligroso paso entre las esfinges del Oráculo del Sur para llevar a cabo la misión recibida. Que Michael Ende disfrute por siempre en el Verdadero Paraíso.

Zoom

Representantes portugueses entregan la cruz de la JMJ a la delegación de Corea del Sur

Tras finalizar la Misa de la Solemnidad de Cristo Rey del Universo en el Vaticano, una delegación de jóvenes portugueses entregó la cruz de la JMJ a un grupo de jóvenes de Corea del Sur.

Redacción Omnes·3 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
Vaticano

Las celebraciones navideñas de 2024 en el Vaticano

La Sala Stampa ha publicado el calendario de las celebraciones en el Vaticano que presidirá el Papa Francisco en Navidad. Este 2024 resalta la apertura de la Puerta Santa que marca el inicio del Año Jubilar y que tendrá lugar el 24 de diciembre.

Redacción Omnes·3 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La Sala Stampa ha publicado el calendario de las celebraciones de Navidad en el Vaticano para este 2024.

La Misa solemne de la Natividad del Señor, presidida por el Papa Francisco y que tendrá lugar el 24 de diciembre a las 19:00 en la basílica de San Pedro, está unida este año a la apertura de la Puerta Santa como inicio del Año Jubilar 2025.

Al día siguiente, 25 de diciembre, el Pontífice pronunciará su discurso de Navidad e impartirá a las 12 del mediodía la bendición “Urbi et orbi”. Apenas una semana después, el 31 de diciembre a las siete de la tarde, Francisco celebrará las Vísperas de la solemnidad de María Santísima Madre de Dios, seguidas del canto del “Te Deum”. El 1 de enero, el Papa celebrará la Santa Misa, con motivo tanto de la solemnidad como de la Jornada Mundial de la Paz.

Como última celebración de esta época navideña, el Santo Padre presidirá la Misa del 6 de enero, solemnidad de la Epifanía del Señor, a las 10 de la mañana en la basílica de San Pedro.

Todas las celebraciones eucarísticas y la bendición del día de Navidad pueden seguirse en directo a través del canal de YouTube de Vatican News.

Libros

Nuria Casas: “La sociedad nos dice que podemos con todo solos, y no es verdad”

Nuria Casas es la autora del libro "La cicatriz que perdura", en el que narra su historia para superar un Trastorno de Conducta Alimentaria. Este difícil camino ha servido, entre otras cosas, para redescubrir a Dios y conocer más de cerca su corazón misericordioso.

Teresa Aguado Peña·3 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 6 minutos

Nuria Casas cree que el sufrimiento tiene un sentido, por eso ha escrito “La cicatriz que perdura”, un libro que recoge sus reflexiones sobre su camino de superación de un TCA (siglas de Trastorno de Conducta Alimentaria).

La cicatriz que perdura

Autora: Nuria Casas
Editorial: Aldaba
Número de páginas: 168
Idioma: Castellano

Más allá de ser un relato de superación de la anorexia, “La cicatriz que perdura” es un testimonio de esperanza y resiliencia. Una adolescente cristiana, procedente de una familia de 6 hermanos y un ambiente sano, se ve envuelta en un pozo del que descubre que no puede salir sóla. Nuria Casas, autora del libro, invita a reflexionar sobre cómo las heridas más profundas pueden convertirse en una fortaleza. Logró transformar su dolor en una fuente de inspiración y con tan sólo 24 años se animó a publicar este libro con el que muchos, a pesar de no tener relación con un TCA, se han sentido identificados.

¿Qué te animó a escribir este libro?

– Normalmente la gente tiene la idea del libro y luego lo escribe. Y a mí me pasó un poco al revés.. Siempre he necesitado escribir, lo he canalizado todo de esa forma y en momentos de caos y oscuridad lo he necesitado todavía más. Cuando me iban a dar el alta fue la propia psiquiatra la que me dijo “¿tienes muchas cosas escritas, no?” Alguna vez había leído reflexiones mías. Entonces me puse a mirarlo, lo ordené todo y de repente vi que, si se ponían capítulos y un índice, podría ser un libro.

Pensé en guardármelo para mí misma pero chocaba con mi filosofía de vida, que es “todo es para bien” ¿qué sentido tiene que yo vaya diciendo que todo es para bien, tenga esto escrito sabiendo que puede ayudar a alguien, y que me lo guarde para mí? Y así es como salió el libro.

Siendo una chica normal y en un entorno sano, ¿cómo llegas a ese punto de un TCA?

– Es verdad que no hay una cosa concreta. Todos tenemos nuestra mochilita, y lo que explico en el libro es que la anorexia no sale de la nada: es una enfermedad, pero siempre consecuencia de alguna cosa. Al final lo físico y lo que se ve es la punta del iceberg, pero todo lo que hay enterrado es la causa de todo eso. 

Muchos lectores me han dicho que sin tener ningún tipo de relación con el TCA se han sentido identificados conmigo.Y es que el libro es sobre mi anorexia pero en el fondo habla de heridas que todos tenemos, sobre sufrimiento en general que todo el mundo experimenta en algún momento.

En el libro afirmas “Huir no cura el dolor, lo empeora”. ¿Qué le dirías a una persona que niega su sufrimiento,que no acepta que está ciega y que tiene que ir al oculista? ¿Cómo le ayudarías a que ame su cruz?

– Aunque no estoy de acuerdo con la filosofía de Freud, sí decía algo muy sensato y es que todo lo que enterramos termina saliendo siempre, y cuanto más tarda en salir, peor. Esto se ve incluso en nuestro cuerpo cuando somatizamos algo. Por eso es mejor enfrentarse a ello cuanto antes y más siendo consciente de por qué sufres. Hay gente que tras enterrarlo tanto, cuando quiere recuperarse no sabe qué es lo que le pasa y debe remontarse y buscar la causa de todo ello.

También es importante el ejercicio de aceptación: aceptar lo bueno y lo malo no es sólo aceptar lo que no me gusta de mí sino también lo que me ha pasado. No me gustaría que hubiera pasado pero no puedo cambiarlo, ¿cómo me enfrento a ello de la mejor forma posible?

¿Qué consejos darías para saber acoger la debilidad, para aceptar nuestra imperfección, para aceptarnos tal y como somos?

– Quien te ayuda a aceptarte por entero es Dios. Porque es quien te ha creado. Y no solo te ha creado, sino que te pone en las situaciones que se te presentan. Y no siempre lo entendemos en el momento en el que sufrimos, pero todo tiene un sentido. A mí lo que me está pasando ahora, y está siendo una experiencia fuerte, es que me está contactando gente, estoy comprendiendo el sentido de todo el sufrimiento de estos años. Muchas personas piden que les ilumine bajo la luz de mi experiencia y eso me hace ver que el sufrimiento que he pasado no ha sido en vano. 

Ante el sufrimiento existen dos salidas: la primera es pensar que el mundo ha sido injusto contigo y te crees con derecho de ser injusto con el mundo, encerrándote en ti mismo. La otra es abrirse a los demás, porque has sufrido tanto que no quieres que nadie vuelva a pasar lo que has pasado sin tener las herramientas que le puedes proporcionar desde tu experiencia, desarrollando así una empatía natural. Al fin y al cabo, las personas que han sufrido normalmente conectan mejor con el sufrimiento de los demás.  Esta segunda vía te hace reconocerte débil, aceptando tu naturaleza, tus límites y tu fragilidad. Al mostrar tu debilidad a los demás de pronto descubres que esa debilidad es en realidad una fortaleza, porque a través de ella sirves para ayudar a los demás con la luz de tu experiencia.

¿Consideras que todo el mundo debería compartir su sufrimiento?

– Yo creo que nos puede ayudar el hecho de hablar más sobre la vulnerabilidad porque estamos en una sociedad que nos da el mensaje de que tú puedes con todo, tú puedes solo y no necesitas de nadie. Y no es verdad. Como decía Aristóteles: el ser humano es social por naturaleza. Es decir, necesitamos de los demás y muchas veces, hasta que no nos rompemos, no nos damos cuenta de esta verdad.

 Por otro lado, cada uno tiene que encontrar sus puntos de apoyo y saber dónde los tiene. En el libro lo explico: Dios siempre que manda cruces es porque sabe que en ese momento lo puedes llevar porque Él te da la gracia para llevarlas y a su vez te da siempre puntos de apoyo y en mi caso ha sido 100 % mi familia y mis amigos.

Soy tutora y doy un par de asignaturas de 2 de ESO y de filosofía de bachillerato que me encanta. Alguien me dijo una vez “no entiendo de dónde sacas la paciencia con los niños”, porque es verdad que tengo la clase más intensa de toda la secundaria. Y sí, obviamente tengo que hacer un ejercicio de paciencia con mis niños, pero yo creo que las personas que hemos sufrido somos capaces de ver más allá en la persona, es decir, un niño se está portando fatal, bien, pero ¿qué le pasa? Queremos ir un poco más allá. Yo he comprendido que la paciencia me viene de que, como conmigo las personas que me han querido ayudar han sido tan comprensivas, entonces yo también debo ser comprensiva con aquellos que sufren igual que yo. Dar lo que he recibido.

¿Qué aporta en una vivencia de una enfermedad así la luz de la fe? ¿Qué diferencia hay de cómo lo sobrelleva una persona católica a una no creyente?

– Yo solo te puedo contar la versión de la persona que es creyente. Es verdad que dentro de este proceso tuve momentos de mucha oscuridad con respecto a Dios y de estar muy enfadada con Él y no entender absolutamente nada, entonces igual también tengo un poco esa visión, pero a mí lo que me ha ayudado ha sido Dios. Por eso, sin Él me parece muy difícil. Se puede, y hay mucha gente que lo ha hecho, aunque también es verdad que depende mucho del círculo que te rodee.

A mí Dios me ha ayudado en la parte profunda de aceptarme a mí misma , dejando de querer tenerlo todo controlado.La anorexia es una manera de tener algo bajo control en un momento en el que todo se desmorona o todo es caótico. ¿Qué pasa en el momento en el que dejas entrar a Dios? Aprendes a dejar ese control en sus manos. De hecho, el momento en el que reconecté con Dios fue rezando una oración así: “Yo no puedo más. He estado todos estos meses queriéndolo hacer yo, pero ahora lo dejo en tus manos”. Esto suena muy bonito y muy teórico pero a partir de ahí la obra de Dios en mi vida se vio reflejada en hechos concretos. Hasta entonces había estado cerrada a ir al médico y sin embargo al día siguiente de rezar esa oración me decidí y fui, y empecé a dejarme ayudar.

Muchas veces la gente que viene de una familia cristiana da la fe por hecho y la vive como un simple moralismo, un hacer las cosas bien, hasta que tienen un encuentro personal con Dios y comienzan a comprender realmente su amor, a experimentarlo en su vida. ¿Cómo fue tu encuentro con Él?

– Es cierto que muchas veces hay personas que necesitan alejarse para encontrarse personalmente con Él. A mí me pasó que me encontré con Dios en la universidad, en el momento de la recaída. Fue la primera vez que me planteé algo de Dios como Nuria. A mí me habían explicado que Dios era bueno, pero en mi sufrimiento yo pensaba “O el Dios que me han explicado siempre que es tan bueno y que tanto me quiere, no existe o sí que existe pero entonces a mí ni me quiere ni le importo”.

No entendía el por qué de mi sufrimiento. Pero en el momento en el que volví a conectar con Dios lo entendí. De repente la cruz se convirtió en mi tema favorito porque entendí que precisamente cuando nos manda cruces es cuando más nos está queriendo. Si fuéramos perfectos, todo nos fuera bien y no necesitáramos nada pensaríamos “¿Yo para qué necesito a Dios si soy perfecto?” La cruz, por tanto, nos hace ver que solos no podemos y que le necesitamos. Cuando nos manda una cruz nos está queriendo porque porque nos está diciendo, “Quiero que estés cerca de mí”.

El autorTeresa Aguado Peña

FirmasRaquel Rodríguez de Bujalance

La situación de la mujer en África

Las mujeres africanas están redefiniendo su papel en la sociedad, desafiando estereotipos y rompiendo barreras. Presentamos un breve recorrido a través de la diversidad, los desafíos y los triunfos de las mujeres en el continente más variado del mundo.

3 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

África alberga una población de 1.400 millones de habitantes distribuidos en cientos de grupos étnicos que hablan más de mil lenguas. El papel de la mujer en este diverso panorama está profundamente influenciado por la cultura específica de cada región.

Algunos países africanos han logrado avances significativos en materia de igualdad, como Sudáfrica o Ruanda. Gabón, Namibia y Etiopía, son, así mismo, países gobernados por mujeres.

 Mientras, las mujeres de otros países africanos como Burundi, la República Centroafricana o Niger, considerados los más pobres y menos desarrollados del mundo parecen ancladas en la prehistoria. Sin olvidar las zonas de la República Democrática del Congo, Sudán del Sur, Mozambique, Chad, Eritrea, Etiopía, Mali, Burkina Faso, en los que las mujeres son víctimas de desplazamientos forzados y violencia sexual, utilizadas como armas de guerra. 

Del mismo modo, la brecha entre las mujeres de áreas urbanas y rurales sigue siendo enorme. En las ciudades se observa una creciente incorporación de mujeres al mundo laboral mientras que en las zonas rurales aisladas persisten prácticas tradicionales que limitan sus oportunidades.

La mujer africana desempeña un papel fundamental en el desarrollo del continente, siendo el motor clave de diversas áreas. A pesar de enfrentar desafíos como el de la violencia, la desigualdad de género, la pobreza o la falta de acceso a todo tipo de recursos, las mujeres en África demuestran cada día una resiliencia y un liderazgo excepcionales. Ellas son fundamentales en la economía informal o la agricultura, que son la base de numerosas economías africanas, siendo en gran medida las responsables de la producción y comercialización de los alimentos. 

Los programas de microfinanzas, de creación de cooperativas, de inversión en educación femenina o de formación en liderazgo, han permitido a muchas mujeres emprender negocios, aumentar su independencia y contribuir al desarrollo local. La educación se traduce inmediatamente en una disminución de la pobrera, una mejora de la salud comunitaria y una mejor educación de los hijos, y los programas de liderazgo las están impulsando a liderar movimientos sociales y políticos, luchando por sus derechos y por una mayor representación social y política.

El autorRaquel Rodríguez de Bujalance

Responsable de comunicación de Harambee.

Enseñanzas del Papa

A las puertas del Jubileo 2025: la esperanza, ancla que no falla

A pocos días del inicio del Jubileo 2025, la bula "Spes non confundit" del Papa Francisco destaca la esperanza como eje central. Inspirada también en la encíclica "Spe salvi" de Benedicto XVI, resalta la esperanza cristiana como ancla y motor de transformación espiritual y reconciliación.

Ramiro Pellitero·2 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 7 minutos

A principios de mayo se publicó la bula papal «Spes non confundit» («La esperanza no defrauda») de convocación para el jubileo de 2025. Ahora faltan ya pocas semanas para el comienzo del Año jubilar. 

Con este motivo presentamos aquí algunas claves del documento, a la vez que subrayamos su conexión con la encíclica «Spe salvi», de Benedicto XVI.   

¿Por qué «la esperanza no defrauda»? ¿Qué quiere decir san Pablo con esas palabras escritas a los cristianos de Roma? ¿De qué esperanza se trata? ¿Cómo vivir nosotros, aquí y ahora, de esperanza y testimoniarla ante quienes nos rodean?

El fundamento de nuestra esperanza

El subtítulo de la carta del Papa expresa el deseo y el ruego de que «la esperanza les colme el corazón» a cuantos la lean. Su título recoge, en efecto, unas palabras del Apóstol en su carta a los «Romanos» 5, 5. El contexto de ese escrito es que, antes de Cristo, toda la humanidad carecía de esperanza, por estar sometida al pecado. Necesitaba ser reconciliada con Dios. Y esto se realiza no por la Ley antigua (mosaica), sino por la fe como medio de alcanzar la justificación (vv. 1-4) a partir de la entrega de Cristo. Su resurrección es fundamento de nuestra esperanza en una vida transformada. Es una esperanza que no defrauda, «porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que se nos ha dado» («Romanos» 5, 1. 2-5). 

Así es como, bajo el signo de la esperanza cristiana, el Apóstol infundía aliento a los convertidos en Roma. Hasta entonces, había evangelizado en el área oriental del Imperio, ahora lo esperaba Roma con todo lo que ella significaba, por eso el gran deseo de llegar desde allí a todos: un gran desafío que debía afrontar, en nombre del anuncio del Evangelio, que no conoce barreras ni confines (cfr. n. 2). 

Esa esperanza constituye el mensaje central del próximo Jubileo, que según una antigua tradición el Papa convoca cada veinticinco años, como periodo de acción de gracias, renovación espiritual y reconciliación.

Se adelanta Francisco al acontecimiento: «Pienso en todos los peregrinos de esperanza [lema del jubileo] que llegarán a Roma para vivir el Año Santo y en cuantos, no pudiendo venir a la ciudad de los apóstoles Pedro y Pablo, lo celebrarán en las Iglesias particulares». 

Pide y desea que «pueda ser para todos un momento de encuentro vivo y personal con el Señor Jesús, ´puerta’ de salvación» (cfr. Juan 10, 7.9). Por ello es también «nuestra esperanza» (1 «Timoteo» 1, 1). «Nuestra” significa aquí no solamente de los cristianos, sino que se ofrece a todas las personas de todos los tiempos y lugares. Porque ´todos esperan`» (n. 1) y muchos están desanimados. 

Sin duda el texto de Francisco evoca en nosotros a la encíclica de Benedicto XVI sobre la esperanza cristiana (2007). Ahí se dice que el hombre tiene muchas esperanzas, más grandes o más pequeñas» (en relación con el amor, con la profesión, etc.), pero no bastan para llenar la expectativa que sólo puede colmar una «gran esperanza», fundamentada en Dios (cfr. «Spe salvi», n. 30). Al mismo tiempo, nuestro actuar, nuestro sufrir y el horizonte del juicio final pueden ser «lugares del aprendizaje (escuelas) de la esperanza» (Ib., 32-48). Invita Benedicto a que la modernidad se haga la autocrítica de una esperanza puesta con frecuencia en el mero progreso. Pero también propone una autocrítica a los cristianos: les plantea «aprender de nuevo en qué consiste realmente su esperanza» (n. 22), particularmente en la línea de evitar cierta perspectiva individualista de la salvación; pues la «esperanza para mí» solo puede ser auténtica si a la vez puede ser «esperanza para todos», como nos pide la comunión con Jesucristo (cfr. n. 28). 

Estamos viendo cómo estas luces reaparecen en el magisterio de Francisco con acentos a veces diversos.  

El mensaje cristiano sobre la esperanza

«La esperanza efectivamente nace del amor y se funda en el amor que brota del Corazón de Jesús traspasado en la cruz» (n. 3). Un amor que llega a darnos a participar su misma vida (cfr. «Romanos» 5, 10), a partir del bautismo, por medio de la gracia y como acción del Espíritu Santo. 

La esperanza no defrauda porque se funda y se nutre de este amor divino por nosotros. Y no es que san Pablo ignore las dificultades y sufrimientos de esta vida. Para el Apóstol, «la tribulación y el sufrimiento son las condiciones propias de los que anuncian el Evangelio en contextos de incomprensión y de persecución» (n. 4; cfr. «Romanos» 5, 34; 2 «Corintios» 6,3-10). No como algo simplemente irremediable que hay que soportar; sino que precisamente «lo que sostiene la evangelización es la fuerza que brota de la cruz y de la resurrección de Cristo»(Ib.).Y todo ello lleva a pedir y desarrollar la virtud de la paciencia (que comporta la contemplación, la perseverancia y la confianza en Dios, que es también paciente con nosotros), también fruto del Espíritu Santo. «La paciencia (…) es hija de la esperanza y al mismo tiempo la sostiene» (Ib.).

En algunas ocasiones el Papa Francisco ha citado a Charles Péguy, cuando en el «Pórtico del Misterio de la segunda virtud» (1911) compara la fe, la esperanza y el amor a tres hermanas que van de la mano. La esperanza, más pequeña, va en medio, casi pasa inadvertida –de ella se habla poco– al lado de sus hermanas tan bellas y resplandecientes. Pero en realidad es ella quien las sostiene y las hace avanzar; y sin ella perderían su impulso y su fuerza. En cualquier caso, la fe, la esperanza y la caridad están una en la otra, “interpenetradas”, en cuanto participación de las energías –del conocimiento, del amor y de la acción– del mismo Cristo en los cristianos,

Los jubileos en el camino de la esperanza

Los jubileos se vienen convocando con regularidad desde 1300, con precedentes de indulgencias durante peregrinaciones ya en el siglo anterior. «La peregrinación a pie favorece mucho el redescubrimiento del valor del silencio, del esfuerzo, de lo esencial» (n. 5). Esos itinerarios de fe permiten sobre todo acercarse «al sacramento de la Reconciliación, punto de partida insustituible para un verdadero camino de conversión» (Ibidem).

Además, este jubileo se sitúa en continuidad con dos inmediatamente precedentes: el jubileo ordinario de los 2000 años del nacimiento de Jesucristo, a principios del nuevo milenio, y el extraordinario durante el Año de la Misericordia en 2015. Asimismo, se entiende como preparación del siguiente jubileo en 2033, por los dos mil años de la redención, obrada por la muerte y resurrección del Señor. Todo ello comenzará con la apertura de la Puerta Santa en la basílica de San Pedro en el Vaticano, el 24 de diciembre. Le seguirán en pocos días ceremonias similares en las otras tres grandes basílicas romanas. Celebraciones análogas se tendrán en las Iglesia particulares. Y se concluirá el 28 de diciembre de 2025. El sacramento de la Penitencia ocupa un lugar central en el jubileo, vinculado a la indulgencia que podrá obtenerse también en las Iglesias particulares. 

Signos de la esperanza

A todo lo anterior, Francisco añade que podemos no solo alcanzar la esperanza que nos ofrece la gracia de Dios, sino redescubrirla en los «signos de los tiempos» («Gaudium et spes», 4), que en sentido teológico nos permiten interpretar, a la luz del mensaje del Evangelio, los anhelos y las esperanzas de nuestros contemporáneos, para transformarlos en «signos de esperanza» (cf. n. 7). Entre estos signos deberían estar, propone Francisco, el deseo de la paz en el mundo, el deseo de transmitir la vida, los gestos correspondientes al mensaje de libertad y cercanía que aporta el cristianismo (comenzando en el plano social, con referencia a los encarcelados y a los enfermos, las personas con discapacidad, etc.).

Especialmente necesitan «signos de la esperanza» aquellos que la representanlos jóvenes. Muchos son capaces de reaccionar prontamente al servicio de los demás en situaciones de catástrofe o inestabilidad; otros están sujetos a circunstancias (sobre todo la falta de trabajo) que favorecen su sometimiento a la melancolía, las drogas, la violencia; los migrantes, exiliados, desplazados y refugiados, que van en busca de una vida mejor; los más débiles, porque en razón del servicio que les prestamos seremos juzgados (cf. Mt 25, 35 ss.); los ancianos y los pobres, casi siempre víctimas y no culpables de los problemas sociales.

Dos llamamientos a la esperanza

En la línea de esos signos o gestos de esperanza que se esperan de todos, en formas e intensidades diversas, el Papa invita a replantearse dos temas de ayer y de siempre, no menos urgentes: el destino y el reparto de los bienes de la tierra («no están destinados a unos pocos privilegiados, sino a todos», n. 6); la condonación de las deudas a los países que nunca podrán saldarlas (sin olvidar la «deuda ecológica» que el Norte tiene con el Sur, relacionada con desequilibrios comerciales, cfr. Ib. 6).

En ningún momento olvida Francisco el fundamento, en su caso y en el de los cristianos, de estos llamamientos: Jesucristo (que nos ha revelado el misterio de Dios uno y trino como misterio de amor), cuya divinidad celebraremos de nuevo con motivo de los 1700 años del Concilio de Nicea, y cuya pascua -ójalá- podamos llegar a celebrar los cristianos en una fecha común. 

El ancla de la esperanza

En el dinamismo de las virtudes teologales, señala el obispo de Roma, «la esperanza es la que, por así decirlo, señala la orientación, indica la dirección y la finalidad de la existencia cristiana» (n. 18). Por ella aspiramos a la vida eterna, como destino definitivo y conforme a la dignidad humana; pues «tenemos la certeza de que la historia de la humanidad y la de cada uno de nosotros no se dirigen hacia un punto ciego o un abismo oscuro, sino que se orientan al encuentro con el Señor de la gloria» (n. 19). 

Sobre el fundamento de la fe en Cristo, muerto y resucitado por nuestra salvación, los cristianos esperamos y anunciamos la esperanza en una vida nueva, en torno a la plena y definitiva comunión con Dios y su amor. Así la han testimoniado especialmente los mártires cristianos(el jubileo será una buena ocasión para una celebración ecuménica). Y el juicio final será un testimonio del predominio de ese amor, que vence el mal y el dolor del mundo. 

Para que podamos participar plenamente en la comunión con Dios y con los santos, se nos exhorta a pedir por los difuntos que están en el purgatorio y aplicar por ellos la indulgencia jubilar; a confesar nuestros pecados en el sacramento de la Penitencia para obtener la indulgencia (remoción de los efectos residuales del pecado), también para nosotros mismos; a promover la práctica del perdón (que hace posible una vida sin rencor, ira y venganza), pues «el futuro iluminado por el perdón hace posible que el pasado se lea con otros ojos, más serenos, aunque estén aún surcados por las lágrimas» (n. 23). Todo ello con la ayuda de los «misioneros de la misericordia» que Francisco instituyó en el Año de la misericordia. Y con el «testimonio más alto» de María, la Madre de Dios, madre de la esperanza, estrella del mar: «¿Acaso no estoy yo aquí que soy tu madre?», le dice la Virgen de Guadalupe a Juan Diego. 

Y señala Francisco: «Esta esperanza que nosotros tenemos es como un ancla del alma, sólida y firme, que penetra más allá del velo, allí mismo donde Jesús entró por nosotros, como precursor» (n. 25, cfr. Hb 6, 18-20).

En medio de las tempestades de nuestra vida, señala quien sucede a Pedro, «la imagen del ancla es sugestiva para comprender la estabilidad y la seguridad que poseemos si nos encomendamos al Señor Jesús, aun en medio de las aguas agitadas de la vida». Y desea que nuestra esperanza, especialmente en el Año jubilar, sea “contagiosa” para cuantos la desean.

Vaticano

Del 9 al 15 de diciembre

Resumen esquemático de los principales discursos y audiencias que tienen lugar en el Vaticano a lo largo del mes de diciembre.

Redacción Omnes·2 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Miércoles 11

En la Audiencia General el Papa Francisco ha manifestado que reza por la paz y la estabilidad de Siria en este “momento delicado de su historia”. También ha concluido el ciclo de catequesis -diecisiete en total- sobre el Espíritu Santo, en este caso hablando de la relación que guarda con la virtud teologal de la esperanza.

Martes 10

Condenados los tres acusados por gestión de fondos del coro de la Capilla Sixtina. El exdirector fue condenado a 3 años, el exdirector financiero a 4 años y 8 meses y su esposa a 2 años.

Lunes 9

El Papa Francisco recibe en audiencia a los participantes en el Congreso Internacional sobre el Futuro de la Teología, organizado por el Dicasterio para la Cultura y la Educación. El deseo de que la teología ayude a «repensar el pensamiento» y la invitación a hacerlo «accesible a todos», subrayando la necesidad de la contribución femenina porque «una teología sólo de hombres es una teología a medias». 

Desde la cuenta @Pontifex en la red social X, el Papa señala con el dedo a las guerras, «desencadenadas por la avidez de materias primas y dinero», y a una economía armada que genera inestabilidad y corrupción. 


Domingo 8

El Santo Padre acude a la Plaza de España en Roma, como es tradición cada 8 de diciembre, para rendir un homenaje a la Inmaculada Concepción.

Sábado 7

El Papa crea 21 nuevos cardenales, 20 de ellos electores, fortaleciendo su visión de una Iglesia abierta y global.

Viernes 6

En el Aula Pablo VI ha tenido lugar la primera de las tres meditaciones hacia la Navidad del nuevo predicador de la Casa Pontificia, sobre el tema «La puerta del asombro».

Con motivo de la reapertura de Notre Dame, Francisco pide que sea un signo de la renovación en Francia.

Francisco dio la bienvenida a las delegaciones que donaron el belén y el árbol para la Plaza de San Pedro y el Aula Pablo VI. El niño Jesús está recostado en el pesebre sobre un pañuelo palestino.

Jueves 5

Francisco se reúne con los participantes en un encuentro promovido por la Congregación de las Monjas Canonesas del Espíritu Santo en Sassia y reflexiona sobre el sentido de «vivir sin nada propio», voto de pobreza expresado en la regla de la familia religiosa.

El Santo Padre recibió en audiencia a los miembros de la delegación de Cáritas de Toledo, España.

Miércoles 4

El Papa recibe a las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret con motivo del 150 aniversario de la fundación.

El primer ministro húngaro Orbán en audiencia con el Papa más de media hora de conversación en la que se abordaron los temas de la guerra en Ucrania y los esfuerzos de paz, la presidencia de Hungría en el Consejo de la UE, el apoyo a la familia y los jóvenes.

«100 Belenes en el Vaticano«: Séptima edición de la exposición en la columnata de la Plaza de San Pedro.

Martes 3

En la última reunión del Consejo de Cardenales, celebrada los días 2 y 3 de diciembre en Casa Santa Marta, en presencia del Papa, se profundizaron diversas cuestiones de actualidad de la Iglesia y del mundo, también a raíz del reciente Sínodo. Los trabajos fueron también una oportunidad para reflexionar sobre la situación de los diferentes países de origen de los cardenales «para compartir preocupaciones y esperanzas sobre las condiciones de conflicto y crisis en curso».

El Video del Papa con la intención de oración del Santo Padre para el mes de diciembre, invita a rezar para que “el próximo Jubileo nos fortalezca en la fe, nos ayude a reconocer a Cristo resucitado en medio de nuestras vidas, y nos transforme en peregrinos de la esperanza cristiana”.

Lunes 2

El Papa Francisco envió una carta pastoral al pueblo de Nicaragua reafirmando su cercanía espiritual, alentándolos a mantener la fe en tiempos difíciles y destacando la devoción a la Inmaculada Concepción como fuente de esperanza y unidad.


Domingo 1

En el Ángelus, Francisco insta a afrontar las dificultades, las angustias y las falsas convicciones «levantando la cabeza» , confiando en el amor de Jesús que nos quiere salvar y que se hace cercano en cada situación de nuestra existencia y nos ayuda a reencontrar la esperanza.

Vaticano

El Papa quiere visitar Nicea en 2025

El Papa Francisco ha expresado su deseo de visitar en 2025 Nicea, la actual Iznik, como parte de un viaje a Turquía enmarcado en el 1700 aniversario del Concilio de Nicea.

Rome Reports·2 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: < 1 minuto
rome reports88

El Papa Francisco ha expresado su deseo de ir a Nicea en 2025. La visita del Papa estaría enmarcada en la celebración del aniversario del Concilio de Nicea.

Junto al aniversario, católicos y ortodoxos esperan con ilusión otro evento del calendario: ambas Iglesias celebran la Pascua de 2025 el mismo día, el 20 de abril.


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Vaticano

El Papa envía un mensaje de esperanza al pueblo de Nicaragua

El Papa Francisco envió una carta pastoral al pueblo de Nicaragua reafirmando su cercanía espiritual, alentándolos a mantener la fe en tiempos difíciles y destacando la devoción a la Inmaculada Concepción como fuente de esperanza y unidad.

Redacción Omnes·2 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco dirigió una emotiva carta pastoral al pueblo nicaragüense, reafirmando su cercanía espiritual y alentándolos en su devoción a la Inmaculada Concepción, figura central en la fe de la nación. En el contexto de la Novena de la Inmaculada, el Pontífice expresó su afecto hacia la comunidad cristiana de Nicaragua y resaltó su fidelidad a Dios y a la Iglesia como faros que iluminan sus vidas.

Francisco inició su mensaje recordando el amor que los nicaragüenses tienen por «Papachú«, una expresión local que refleja su confianza filial en Dios. Reconoció los desafíos que enfrenta el pueblo y los invitó a mantener la fe: «Precisamente en los momentos más difíciles, donde humanamente se vuelve imposible poder entender lo que Dios quiere de nosotros, estamos llamados a no dudar de su cuidado y misericordia».

Ser hijos de la Virgen

El Santo Padre destacó el papel de la Virgen María como modelo de confianza y amparo. En este sentido, subrayó la riqueza espiritual de la devoción nicaragüense, reflejada en el tradicional grito: «¿Quién causa tanta alegría? ¡La Concepción de María!», que encarna la entrega y gratitud de un pueblo que reconoce a la Virgen como Madre protectora.

En preparación para el Jubileo de 2025, Francisco alentó a los fieles a encontrar fuerza en su fe, particularmente en la oración del Rosario: «Recitando el Rosario, estos misterios atraviesan la intimidad de nuestro corazón, ahí donde se cobija la libertad de las hijas y los hijos de Dios, que nadie nos puede arrebatar». Resaltó que esta práctica, además de meditar en los misterios de Cristo y María, permite integrar las propias alegrías, dolores y esperanzas en la oración.

El Papa también hizo un llamado a perseverar en la confianza en Dios, especialmente en tiempos de incertidumbre. «Quiero decirlo con fuerza, la Madre de Dios no cesa de interceder por ustedes, y nosotros no dejamos de pedirle a Jesús que los tenga siempre de su mano», afirmó, mostrando su solidaridad con las dificultades que enfrenta la nación.

La Virgen y Nicaragua

Concluyendo su mensaje, Francisco reiteró la protección de la Inmaculada Concepción, subrayando la profunda conexión del pueblo con María a través de la expresión: «María de Nicaragua, Nicaragua de María».

La carta pastoral finalizó con una oración especial escrita para el Jubileo, en la que el Pontífice pidió a Dios la paz y las gracias necesarias para superar los desafíos actuales. «Tu gracia nos transforme en dedicados cultivadores de las semillas del Evangelio… en espera confiada de los cielos nuevos y de la tierra nueva», rezó el Papa, alentando a los nicaragüenses a mantener viva la esperanza.

Este mensaje refuerza la importancia de la fe y la devoción en la vida del pueblo de Nicaragua, recordándoles que, incluso en los momentos de mayor adversidad, cuentan con la guía de Dios y el apoyo de la Iglesia. La celebración de la Inmaculada Concepción, marcada por un fervor único, sigue siendo un símbolo de unidad y fortaleza espiritual para toda la nación.

Vocaciones

Una misionera laica por selvas de la Amazonia

Marita Bosch, misionera laica, lleva 9 años trabajando en la Amazonia con el Equipo Itinerante. Desde sus inicios en un basural de Paraguay, su vocación se ha centrado en servir a los más pobres. En la Amazonia, enfrenta desafíos ambientales y sociales, viviendo una espiritualidad de presencia gratuita y conexión con los excluidos.

Marita Bosch·2 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 7 minutos

Mi nombre es María del Mar Bosch, pero me conocen por Marita. Nací en 1973 en Valencia, España, aunque crecí en Puerto Rico. Soy misionera laica y ya hace 9 años que estoy en la Amazonia como parte del Equipo Itinerante. 

Estudié pedagogía en la Universidad Loyola de Nueva Orleans, Estados Unidos (1991-1995). Desde el comienzo de mis estudios tenía una certeza interior que me daba paz: cuando me graduara, iba a tener una experiencia de misión. Era una intuición interna que me guiaba y que, aunque no sabía bien cómo se daría, me daba claridad. 

Pasaban los años de la universidad y yo cultivaba ese deseo en mi corazón y buscaba oportunidades queriendo responder a aquella profunda inquietud. En mi último semestre de estudios tuve la bendición de conocer a un jesuita, Fernando López, quien me invitó a ir a Paraguay donde él ya llevaba viviendo 10 años. Así que, después de graduarme con 21 años, fui a vivir durante seis meses a una comunidad con jesuitas, laicos y laicas, ubicada en el gran vertedero de basura de Cateura, en las favelas del Bañado Sur de Asunción, capital del país. 

Paraguay

El basural y las personas que trabajaban allí, sin decir muchas palabras, cuestionaban mi vida. Las personas del vertedero recogían la basura y separaban los materiales reciclables para venderlos. A menudo, también encontraban bebés dentro de las bolsas que llegaban en los camiones de basura que habían sido abortados o asesinados al nacer y arrojados como basura en los contenedores distribuidos por la ciudad, especialmente de los barrios más ricos… Los fetos eran recogidos por los recicladores, gente pobre, sencilla y humilde; limpiaban los cuerpecitos, los vestían con ropas blancas y los colocaban en un pequeño ataúd fabricado por ellos; los velaban y rezaban toda la noche; los “bautizaban” poniéndoles un nombre y, así, pasaban a ser sus «angelitos»; finalmente, los enterraban en el patio de sus casitas.  

De más está decir que toda aquella realidad me golpeó e interpeló. El olor fuerte que expelía la basura hacía reaccionar a mi cuerpo. Pero el impacto mayor fue que en medio de la basura, bajando junto a los pobres y empobrecidos, encontré a Dios de “frente”, muy de cerca. Aquellos rostros fueron despertando mi conciencia y mi vocación misionera. Seis meses allí me marcaron y me dieron el rumbo y los elementos fundantes y esenciales de mi vida. Me confronté con preguntas profundas: ¿qué voy a hacer con mi vida? ¿qué quieres de mí, Señor? Dentro de la basura, con los «desechados» por la sociedad, había encontrado el sentido de mi vida. 

Marita, a la izquierda de la imagen.

Tocar a los pobres

Los pobres ya no eran abstractos, sino rostros concretos, amigas y amigos, familias queridas con las que había historias compartidas; tenían olores y colores, sonrisas y dolores; eran mis hermanos y hermanas. Y esto trastocaba mi día a día y daba profundidad a lo que vivía. Escuchar una petición en la misa “por los pobres”, ya no sería lo mismo. Ahora había un vínculo afectivo y efectivo con ellos; un compromiso vital con los pobres sellado por el Señor. 

Después de 6 meses en Paraguay, debía regresar a Puerto Rico. Primero, porque tenía que pagar los préstamos de la universidad. Segundo, porque le había prometido a mi familia (en especial a mi mamá) que regresaba. Sin embargo, lo que más pesó para mi regreso a Puerto Rico fue el cuestionamiento de un matrimonio de la Comunidad de Vida Cristiana Paraguay que colaboraba en la favela en la radio comunitaria “Solidaridad”.

Ellos adoptaron una bebé – bautizada como Mará de la Paz – encontrada viva en una cajita en medio de la basura. Ella fue presentada como signo de vida en la ordenación sacerdotal de Fernando López sj realizada en medio del basural. Un día el matrimonio me preguntó: “¿En tu país tú has visto una realidad como esta?” Y ante de mi respuesta negativa, insistieron: “¿Pero, has buscado? “¡Pues no!” – les dije. Eso me hizo regresar a mi país con otra mirada y, sobre todo, con otras búsquedas.

Puerto Rico

El regreso a Puerto Rico era confrontarme con mi realidad. Me daba miedo. Pensaba que todo lo vivido en el basural podía quedar solo en una simple experiencia de juventud. Tres consejos me ayudaron y me ayudan hoy como misionera laica:

1) La oración, que hoy día, desde mi experiencia en la Amazonia y como parte de un equipo itinerante, me habla de una espiritualidad a la intemperie;

2) La comunidad, el “hacer comunidad en el camino” e ir compartiendo estas inquietudes y búsquedas con otras personas;

3) “Bajar al encuentro de Dios” – este punto me ha dado mucha luz: “Marita, cuando sientas que te estás perdiendo, baja al encuentro del Señor en los pobres y excluidos”. Bajar a aquellos rostros concretos donde Dios se me ha hecho y se me sigue haciendo tan presente. Ellos me ayudan a reubicarme en el sentido profundo de mi vida y de mi misión en este mundo como mujer creyente, como mujer misionera, discípula del Señor.

En esta nueva etapa de vida, de vuelta en Puerto Rico, mi corazón quedó movilizado y activamente inquieto, buscando cómo y dónde responder a lo que había «visto y oído». Así, abrí mi vida a varias experiencias cortas de voluntariado: El Salvador (1999), Haití (2001), Amazonia (2003), Nicaragua (2006) y nuevamente Amazonia (2015). También a varias experiencias de misión en mi país a lo largo de los años: en la cárcel, viviendo en barrios marginales con las Hermanas del Sagrado Corazón, en el grupo de canto de la parroquia, como ministra de la Eucaristía y ofreciendo clases de alfabetización.  

Descubrir la vocación de misionera

Y en todas esas experiencias tenía la pregunta y el discernimiento “clavado” profundamente en mi corazón y oración, ¿dónde me quieres Señor?  Y como toda vocación, ésta ha ido madurando poco a poco. ¡Dios es fiel! Veo cómo este largo proceso también fue necesario para discernir y preparar mi corazón para asumir hoy, con alegría y libertad, esta vocación, saliendo de mi zona de confort, dejando la seguridad que me daba mi trabajo en el Colegio San Ignacio de Loyola de Puerto Rico, en el área de la pastoral durante 6 años.

Por fin, el Señor mostró el camino-río y llegué a la Amazonia en 2016. En los 9 años que llevo en la Amazonia como misionera laica, descubro que estar aquí es un privilegio. Es un privilegio poder unirme a esta diversidad de pueblos y culturas, diferentes formas de sentir, pensar, organizarse y vivir, de tener como mayor certeza la incertidumbre y de estar en el Equipo Itinerante frente a los desafíos y soluciones de los pueblos con los que estamos caminando y navegando con la intuición fundante del Equipo: «Anden por la Amazonia y escuchen lo que dice la gente; participen de la vida cotidiana de la gente; observen y registren todo cuidadosamente; sin preocuparse por los resultados y confíen en que el Espíritu mostrará el camino. ¡Coraje, comiencen por donde puedan!”. Claudio Perani SJ (fundador del Equipo Itinerante en 1998).

Impacto personal

Itinerando por los ríos y bosques de la Amazonia, por sus fronteras políticas impuestas, he visto una «radiografía» de este pulmón que se está enfermando a diario con la sequía extrema, los incendios, la tala, el agronegocio y los pesticidas, los grandes proyectos de puertos, carreteras, hidrovías e hidroeléctricas, minería y petroleras, garimpo y narcotráfico, etc. Quien manda es “don dinero”. Lo que importa es el lucro y beneficio de unos pocos sin importar la vida de los pobres, ni de los pueblos indígenas, ni de los otros seres que habitan en la Amazonia… 

Estos años de misión me han ayudado mucho a crecer: encontrarme y enfrentarme con mis propios límites y contradicciones, fragilidades y vulnerabilidades, miedos y heridas que tengo que trabajar; vivir la misión desde una eficacia diferente, “eficacia de la presencia gratuita”; cultivar una espiritualidad a la intemperie que confía en que Dios nos espera a cada vuelta del río y en los otros diferentes; a rezar mi propia historia y sanarla. Es vivir en la (in)seguridad del Evangelio, en itinerancia geográfica e interior (que es la más difícil); con menos seguridad material, pero con mayor seguridad y alegría interior, llena de sentido y agradecimiento a Dios y a los pobres por haberme ayudado a encontrar mi camino. 

Desde las itinerancias geográficas e interiores en esta Amazonia voy aprendiendo a caminar en eso que llamamos “sinodalidad”: caminar juntos en diversidad. Que solo es posible con la gracia de Dios y la “Alegría del Evangelio”; con la ayuda de mis hermanas y hermanos de misión-comunidad en el camino. Caminando juntos, confiando en el amor del Dios Padre-Madre, del Hijo y del Espíritu que nos acompaña en nuestras frágiles canoas.

Es una gracia estar aquí como misionera laica, pero es también una gran responsabilidad, sintiéndome como eterna aprendiz en el Equipo Itinerante, como parte y partera de estos nuevos caminos eclesiales de la REPAM, CEAMA, Red Itinerante de la CLAR-REPAM, etc. 

El Equipo Itinerante

En mis primeras experiencias de misión pensaba que yo iba sola. Yo, en carácter personal, sin ninguna institución, con mis propios medios y recursos. Mas cuando finalmente di el paso de formar parte del Equipo Itinerante, me dijeron que debía ser enviada y apoyada por una institución u organización.

El Equipo no es una institución, sino la suma de instituciones. Pero veo que, desde antes, ya fue con la mediación de otras personas que me ayudaron a hacer experiencias de misión: desde aquel jesuita que me invitó a aquella primera vez al basural de Cateura, donde me enamoré de la misión, pero también mi familia que supo acompañarme sin necesariamente entenderme, mi parroquia y amigos, familiares y personas que ni conozco… Gracias al apoyo de mucha gente, apoyo espiritual y económico, pero también de otras tantas formas de acompañamiento que he recibido, he podido llegar hasta aquí. Dios se sirve de muchas mediaciones.

Ha sido muy importante dejarme acompañar por el Dios presente en los pueblos diferentes con rostros concretos, que nos acogen en las otras orillas y en las distintas vueltas del río que no controlamos. Dios presente en las más diversas realidades y circunstancias: unas llenas de belleza, otras de injusticia, dolor y muerte, que agitan y empujan mi corazón para intentar ser instrumento dócil y fiel junto a los crucificados y los maderos cortados, “eficacia de la presencia gratuita” junto al Calvario de la Amazonia como las tres Marías y Juan (Jn 19,25). Solo así podremos ser semillas plantadas que hacen florecer la Ecología Integral que Dios soñó desde el principio y nos invita a cuidar. 

“Todo está interconectado” (LS, 16), nos dice el Papa Francisco en Laudato Si. Estoy segura de que todos estamos interconectados y que los problemas de esta selva tienen que ver con esa “otra selva de asfalto y hormigón”. También las soluciones están interconectadas. Y en la medida en que cada persona colocamos nuestra semilla, nuestros dones, en la selva donde Dios nos ha plantado, juntos construiremos esta Vida Abundante que Él nos ha prometido (Jn 10,10). Que seamos capaces de hacer silencio (como la semilla plantada) para escuchar Su Voz en el grito de los pobres y de la Madre Tierra violentada, en la voz de nuestros hermanos y hermanas más excluidos, vulnerables y olvidados. Ellos son los predilectos de Dios. Y Dios nos invita a ser misioneros y misioneras para, en el día-a-día, buscar, caminar, gastar y arriesgar nuestras vidas con ellos.

El autorMarita Bosch

Misionera laica

¡Feliz Año Nuevo!

Antonio Moreno reflexiona sobre el inicio del año litúrgico cristiano con el Adviento, que cultiva la esperanza frente a la inmediatez y el estrés de la sociedad actual. Propone redescubrir el tiempo como oportunidad para vivir con profundidad y fe.

1 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Con el primer domingo de Adviento inauguramos el nuevo año litúrgico. La Iglesia pone a cero su contador semanas antes de que lo haga el calendario civil porque cultiva una virtud en horas bajas: la de la esperanza.

Hoy todos vamos con prisa, nadie quiere esperar, todo es «fast», aquí y ahora, «melón y tajá en mano» decimos por el sur. Si el metro tarda más de 8 minutos, nos destroza la mañana; si en la cola del súper hay más de dos compradores delante, ya estamos pidiéndole a la cajera que llame a un compañero para abrir otra caja; y los roscones de Reyes se venden ya en todos los supermercados no vaya a ser que nos muramos con el antojo de aquí a un mes que es cuando tradicionalmente se ponían a la venta.

La ansiedad nos come, con graves consecuencias para la salud mental de niños, jóvenes y mayores; y las adicciones están al orden del día porque somos incapaces de frenar los instintos que nos reclaman satisfacción inmediata. 

La cocina al chup-chup ha sido desbancada por los establecimientos de comida rápida o a domicilio. Las relaciones forjadas durante años de noviazgo con el objetivo de formar una familia para toda la vida, han dado paso a tiempos de convivencia no más largos que la vida del perro con custodia compartida o a fugaces encuentros vía Tinder, cuando no a un simple desfogue virtual. Los niños ya no pasan las horas muertas jugando al guiso o al elástico, sino que corren de un sitio para otro con multitud de actividades extraescolares y le roban horas al sueño para jugar videojuegos online hasta altas horas de la madrugada.

La ropa, los coches, los electrodomésticos, los muebles y tantos otros bienes de consumo tienen una vida cada vez menor y están de hecho diseñados para ser sustituidos pronto. Más de una hora sin contestar un Whatsapp es de mala educación; no poner un corazón en la publicación de esta mañana de un amigo te puede costar la amistad; no devolver la llamada perdida es feo… Hemos deshumanizado el tiempo, nos hemos hecho sus esclavos. ¡Por Dios, qué estrés!

El año cristiano, que en esta ocasión abrimos con el mes de diciembre, es una ayuda para devolver al tiempo su dimensión humana, con la semana (el domingo) como eje central. Las fiestas están distribuidas a lo largo del año, alternando tiempos fuertes, con tiempos «menos» fuertes, pero igualmente llenos de sentido y salpicados de fechas significativas. La memoria diaria de los santos humaniza también la jornada, pues son ejemplos a nuestra medida de que amar sin medida es posible. 

El calendario litúrgico aúna el Chronos y el Kairós. El Chronos, en la mitología griega, refiere a la contabilidad del tiempo para la que usamos el reloj o el almanaque. Con el Kairós, se expresa el tiempo como oportunidad, como momento trascendente. Y es que el año cristiano trata de propiciar a lo largo de esa larga lista de horas, días, semanas y meses, momentos en los que Dios se haga presente en la historia particular de hombres y mujeres. Procura que el Eterno, el que no tiene fin porque no tiene principio porque está fuera del tiempo, abra grietas, portales entre los resquicios del universo para encontrarse y fundirse en el abrazo de la fe con quienes intuyen que su vida tiene un destino infinito.

Adelantando el inicio del año para vivir el Adviento, la espera, cultivamos la fiesta verdadera, porque no hay mejor beso que el largamente anhelado, no hay mejor sorbo de cerveza que el primero tras una jornada calurosa, no hay mejor premio que el conseguido tras largas horas de trabajo, estudio o entrenamiento. 

El que espera desespera sólo si se ha dejado empequeñecer por la tendencia actual a la inmanencia, olvidando que somos ciudadanos celestes. La falta de natalidad es la prueba más clara de esta ola de desesperanza que asola Occidente.

Frente a los profetas de calamidades y a los negros augurios de los telediarios, yo apoyo mi esperanza en ese abuelo que, cada mañana, espera de la mano de su nieta con discapacidad el autobús del centro de día; en ese migrante que rescató a una vecina sacándola en volandas del peligro de la inundación de su calle; en ese sacerdote que, tras horas sentado en el confesonario, decide esperar un rato más por si algún remolón necesitara aún de la misericordia de Dios. Son los signos de los tiempos de los que habla el Papa en su bula de convocatoria del jubileo de la Esperanza. «Es necesario –dice– poner atención a todo lo bueno que hay en el mundo para no caer en la tentación de considerarnos superados por el mal y la violencia». 

Son signos sencillos, nada espectaculares, pero, sumados, brillan más que el sol.

Permanezca atento. La esperanza se abre camino a su alrededor a cada instante, en cada grieta del espacio y del tiempo y tenemos todo un año por delante para experimentarla. ¡Feliz año nuevo!

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.

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Vocaciones

El matrimonio y una vida justa

El matrimonio no es una simple asociación para llevar a cabo una obra común, ni mucho menos un intercambio de prestaciones: es dar vida a un vínculo personal que afecta a la persona misma en cuanto tal.

Alejandro Vázquez-Dodero·1 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

La justicia es dar al prójimo lo que le es debido, y ello supone respetar los derechos de cada uno (cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, 1807).

En efecto, la concepción clásica de justicia se ha resumido en unas pocas palabras llenas de significado: “dar a cada uno lo suyo”. Esta definición supone que alguien debe y alguien da, es decir, que hay personas en relación. Por eso, pensar en la virtud de la justicia es pensar en relación.

Ahora bien, solo si consideramos la igual dignidad y libertad de cada uno, entonces es posible decir que las relaciones entre las personas son justas. No puede haber, por ejemplo, relaciones justas entre las personas si unas son esclavas de las otras, ya que ese sometimiento implica no darse cuenta de “quiénes son los otros” y qué necesitarán de mí. 

Debo darme cuenta de quiénes son los demás y cuáles son sus circunstancias para procurarles lo que merecen. Y, desde luego, la persona humana no es esclava, por seguir con el ejemplo expuesto.

En todo caso, antes de exigir, cumplir

De otro lado, para poder exigir al prójimo el cumplimiento de sus obligaciones para conmigo, debo cumplir mis propios deberes. 

Tales deberes se manifiestan en las ocasiones más ordinarias de la propia vida, derivan de los contratos y convenciones que se acuerden. Nos referimos a la atención de la familia, la atención del trabajo y las implicaciones que comporta, la atención de la comunidad de vecinos, los amigos, las iniciativas, etc.

Así, solo atendiendo a mi familia, mi trabajo, esa comunidad de vecinos en la que resido, mis amigos e iniciativas que me plantee, y demás circunstancias que me rodeen, podré exigir, con derecho a ello, los deberes del prójimo. 

Lo justo entre marido y mujer y su entorno familiar

El ámbito familiar es un lugar privilegiado para vivir la virtud de la justicia. Por ejemplo, el reconocimiento del cansancio por parte de cada uno de los esposos al final de una larga jornada de trabajo forma parte de la virtud de la justicia. Consecuencia de esto será la práctica de algunas características propias de la virtud de la caridad, como puede ser la amabilidad en el trato: si mi cónyuge está agotado, lo justo –y por ende caritativo– será tratarle teniéndolo en cuenta.

Otros ejemplos de lo anterior en la familia son el respeto de los hijos a los padres y a los abuelos, la colaboración en lo que se refiera a la atención de los hijos y las tareas de la casa, dedicar el tiempo necesario a los hijos en función de las circunstancias propias de cada uno, etc.

Justicia y fidelidad en el matrimonio

Lo justo entre marido y mujer es ante todo reconocerse como tales y comportarse coherentemente. La fidelidad conyugal es un mutuo deber de justicia, un bien al que el otro tiene derecho, en la medida en que se han dado y aceptado mutuamente en toda la profundidad y extensión de su dimensión personal respectivamente masculina o femenina.

Como sucede con todos los deberes de justicia, en virtud de la exterioridad y alteridad que los caracteriza, es posible que lo justo se viva de muchos modos, con mayor o menor convicción y amor.

Por lo mismo, la injusticia de la infidelidad puede darse de maneras subjetivamente muy diversas: desde un pecado lúcida y deliberadamente elegido en toda su gravedad, hasta una actitud muy superficial que casi no capta el valor de la fidelidad y que puede incluso estar ligada a una falta de auténtica voluntad matrimonial.

La fidelidad a la palabra dada, y por tanto a los compromisos adquiridos, es una virtud íntimamente conectada con la justicia en todas sus manifestaciones.

Cada cónyuge debe ser fiel al otro como persona vinculada matrimonialmente, de un modo que trasciende el plano de las actuaciones y circunstancias de la vida conyugal y familiar.

El matrimonio no es una simple asociación para llevar a cabo una obra común, ni mucho menos un intercambio de prestaciones recíprocas: es dar vida a un vínculo personal que, como todas las relaciones familiares, afecta a la persona misma en cuanto tal.

Es preciso convencerse de que no se puede ser esposo “por un tiempo”, de que la fenomenología del amor humano con sus promesas para siempre responde a una estructura de nuestro ser personas humanas naturalmente sexuadas y unidas en la complementariedad correspondiente a esa dimensión sexual.

Dicho de otra manera, es la materia misma del matrimonio, las personas de los esposos en su conyugalidad, lo que permite comprender la índole permanente del vínculo y la exigencia de una fidelidad incondicionada.

La fidelidad se halla, así, en el cumplimiento activo de los compromisos. Se cree que basta con no traicionar, cuando en realidad, no ser responsable con el otro, no buscar su bien, no hacer lo que me toca en la relación son ya formas de traicionar la fidelidad.

Algunas preguntas de discernimiento para verificar si, en la práctica, soy justo viviendo mi matrimonio:

  • ¿Cuáles son mis compromisos? ¿Qué deberes se siguen de ellos?
  • ¿Ayudo y comparto las cargas con mi cónyuge o le dejo solo?
  • ¿Busco ocasiones para que mi cónyuge se alegre?
  • ¿Estoy atento a mi cónyuge?
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Argumentos

Isaías y el Adviento: la venida de un rey justo

El autor ofrece para cada semana de Adviento un versículo clave del libro de Isaías, con el fin de captar la esencia del mensaje de este tiempo litúrgico y facilitar un recorrido espiritual que nos acerque al corazón de Cristo.

Rafael Sanz Carrera·1 de diciembre de 2024·Tiempo de lectura: 3 minutos

Durante el tiempo litúrgico del Adviento, tres figuras bíblicas destacan de manera especial: el profeta Isaías, Juan el Bautista y María de Nazaret. En esta reflexión, nos centraremos en la figura de Isaías. Desde la antigüedad, una tradición universal ha reservado muchas de las primeras lecturas de este tiempo para sus palabras. Esto se debe quizás a que, en él, la gran esperanza mesiánica resuena con una fuerza única, ofreciendo un anuncio perenne de salvación para la humanidad de todos los tiempos.

Al contemplar las lecturas del tiempo de Adviento de este año (ciclo C), notaremos la presencia abundante de Isaías. Aunque pueda parecer ambicioso, me propongo seleccionar, para cada semana de Adviento, uno de los textos que se nos ofrece, junto con un versículo clave. De este modo, espero captar la esencia del mensaje del Adviento y facilitar un recorrido espiritual que nos acerque a su corazón.

Primera semana de Adviento

La presencia de Isaías en esta primera semana de Adviento es especialmente significativa. Cada día encontramos una de sus profecías mesiánicas:

  • Lunes: Isaías 2, 1-5 – Profecía sobre la paz universal y la conversión de las armas en instrumentos de trabajo.
  • Martes: Isaías 11, 1-10 – Descripción del Mesías que reinará con sabiduría y establecerá un reino de paz.
  • Miércoles: Isaías 25, 6-10a – Anuncio de un banquete para todas las naciones y la victoria sobre la muerte.
  • Jueves: Isaías 26, 1-6 – Visión de una ciudad fuerte habitada por un pueblo justo, símbolo de paz y salvación.
  • Viernes: Isaías 29, 17-24 – Promesa de restauración, liberación para los oprimidos y conversión espiritual.
  • Sábado: Isaías 30, 19-21, 23-26 – Expresión de la compasión divina, la guía y la promesa de abundancia y curación.

Profecía y versículo clave (1ª semana)

Entre los textos de Isaías que leemos en esta primera semana, considero que la visión de Isaías 11, 1-10 es la más significativa, y estos los versículos claves: «Pero brotará un renuevo del tronco de Jesé, | y de su raíz florecerá un vástago. Sobre él se posará el espíritu del Señor: | espíritu de sabiduría y entendimiento, | espíritu de consejo y fortaleza, | espíritu de ciencia y temor del Señor» (Is 11, 1-2).

Argumentos para la elección

  1. Este pasaje es fundamental en la teología mesiánica. Isaías 11, 1-10 anticipa la venida del Mesías como descendiente de Jesé, padre de David, enlazando así con la promesa davídica de un reino eterno (2 Samuel 7, 16). Este linaje se cumple en Jesús, el «retoño» de la casa de David, como demuestran las genealogías de Mateo 1, 1-17 y Lucas 3, 23-38.
  2. Isaías describe al Mesías no solo como rey, sino como restaurador de la justicia y la paz, esperanza que marca el Adviento. La paz universal, representada en la convivencia de los animales (Is 11, 6-9), apunta a un reino sin violencia que será instaurado en la venida de Cristo, tanto en su primera como en su futura venida gloriosa.
  3. En Isaías 11, 2 se anuncia que el Espíritu del Señor reposará sobre Él: «espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del Señor», un claro anticipo del bautismo de Jesús en el Jordán, donde el Espíritu Santo desciende sobre Él (Mateo 3, 16-17).
  4. Isaías 11, 10 prevé que el «retoño de Jesé» será una señal para las naciones y que todos los pueblos acudirán a Él. Este mensaje de esperanza universal es central en Adviento, que celebra la venida de Cristo como Salvador de toda la humanidad: Jesús es la luz que ilumina a las naciones (Lucas 2, 32).

En conclusión, Isaías 11, 1-10 sintetiza el corazón de la esperanza mesiánica de la primera semana de Adviento: la venida de un rey justo, lleno del Espíritu de Dios, que traerá paz y reconciliación al mundo. Los versículos claves, Isaías 11, 1-2, simbolizan esta promesa de renovación y restauración en la figura del Mesías, a quien los cristianos reconocemos en Jesucristo, en su entrega en la cruz y en su retorno glorioso.

El autorRafael Sanz Carrera

Doctor en Derecho Canónico

Libros

Anna Peiretti: “El icono es una ventana que se abre a Dios”

Los iconos invitan a entrar en el Evangelio, son ventanas que se abren a Dios y ayudan a buscar la belleza, dice Anna Peiretti a Omnes. Turinesa, licenciada en Filosofía y Teología, escritora y editora, acaba de publicar "Espiritualidad de la belleza. Viaje por el divino arte de los iconos".

Francisco Otamendi·30 de noviembre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

La pintura de iconos no es sólo una maravillosa forma de arte, sino también una dimensión en la que podemos vivir nuestra fe con mayor intensidad. Hay iconos conservados en museos rusos, el más famoso de los cuales es el Museo Tretiakov de Moscú, pero también en monasterios de Grecia, el Sinaí, Siria…, explica Anna Peiretti (Turín, Italia, 1968) en esta entrevista.

Su libro recién publicado es en cierto modo autobiográfico, porque “la experiencia con los iconos ha guiado mi oración desde mis años de juventud. La imagen siempre ha sido importante como apoyo, como ayuda”, y “he incluido los iconos que me son más queridos, los de mi día a día”.

Son “iconos de origen ortodoxo, considerando algunas obras de la tradición de Europa del Este, pero también de la tradición griega”, explica Anna Peiretti, para quien “los iconos que se presentan a nuestra mirada nos invitan a entrar en la escena del Evangelio”.

Spiritualità della bellezza. Viaggio nella divina arte delle icone

Autora: Anna Peiretti
Editorial: TS Edizioni
Año: 2024
Número de páginas: 208
Idioma: Italiano

¿Cómo surgió la idea de este libro?

– La experiencia con los iconos ha guiado mi oración desde mis años de juventud. La imagen siempre ha sido importante como apoyo, como ayuda. Sentí la necesidad de compartir con quienes lean y recen con este libro una experiencia espiritual agotadora, la difícil fidelidad a la oración diaria, el intento de huir de las preocupaciones materiales, la falta de atención en la escucha de la Palabra. Pues bien, el icono ha sido ‘el bastón de apoyo’ al saber que, mientras se escapa, al mismo tiempo lo Invisible se acerca visiblemente y se entrega a la percepción humana.

El icono es una ventana que se abre a Dios. Es como una vidriera en la que podemos contemplar el sol sin peligro para la retina. Gracias al icono, se crea un espacio en el que nos es posible el encuentro con Dios. Y como todo encuentro, también éste se compone de miradas, de diálogo, de silencio, de alegría. Así nació…

La gran mayoría de los iconos son de origen ortodoxo, ¿o no es así?

– Icono, del griego ‘eikôn’, que significa imagen; es el término técnico que utilizamos para referirnos a las imágenes sagradas en el arte bizantino, considerando pintura sobre tabla, por oposición a pintura sobre pared.  Hay que pensar en una imagen sagrada portátil, en mosaico, pintada sobre madera o lienzo y ejecutada en temple, encáustica o incluso esmalte, plata y oro.

En este proyecto elegí iconos de origen ortodoxo, considerando algunas obras de la tradición de Europa del Este, pero también de la tradición griega. Por icono nos referimos a la expresión religiosa ortodoxa… pero esto no significa que con este término podamos considerar también obras de arte de carácter religioso pertenecientes a otras tradiciones y orígenes geográficos.

¿Dónde se pueden admirar los iconos más significativos del mundo?

– La pintura de iconos no es sólo una maravillosa forma de arte, sino también la dimensión en la que podemos vivir nuestra fe con mayor intensidad. Hay iconos conservados en museos rusos, el más famoso de los cuales es el Museo Tretiakov de Moscú, pero también en monasterios de Grecia, el Sinaí, Siria..

También hay iconos en Italia, por ejemplo en el museo de iconos de Venecia, en el Instituto Helénico. La catedral de Monreale tiene iconos impresionantes en sus paredes. En mi libro, sin embargo, considero el valor del modelo iconográfico que representa el icono. No hace falta ir a un museo para contemplarlo. Quiero suscitar una experiencia de belleza cotidiana, entre las paredes de la propia casa. En mi libro he incluido los iconos que me son más queridos, los de mi día a día.

La espiritualidad de la belleza. Usted dice que la función del icono es ‘la oración hecha arte’.

– Los colores simbólicos y los cánones pictóricos transfiguran el arte en oración. El azul es el cielo, el rojo es la vida, el blanco es lo divino… También podríamos decir lo contrario: la oración se transfigura en arte. Si pienso en la forma en que se compone un icono, entonces hay arte, pero también hay oración al mismo tiempo; el monje siempre precede en la contemplación al misterio que quiere representar. Nadie puede firmar el icono; el iconógrafo se pone al servicio del Espíritu. Considero que el icono es fruto de la oración, pero al mismo tiempo esta imagen, para quien la contempla, da frutos de oración.

“Estar delante de un icono no es, por tanto, un acto puramente estético, sino que accedes a un mensaje, a una dimensión que huele a Infinito”, afirma.

– Creo que existe esta misma disposición de las cosas en el corazón: la palabra y el icono. ‘Lo que el Evangelio dice con la palabra’ –se afirma en un Concilio de Oriente– “el icono, imagen densa de una Presencia, lo anuncia con colores y lo hace presente”. El relato es uno, el mensaje uno, la meditación una. El icono y la Palabra (el Libro) están hechos de la misma sustancia: la narración que Dios hace de sí mismo.

Pienso que es un argumento común a todos: en la experiencia espiritual, la Biblia no puede faltar. La imagen, a través de la percepción visual, da fuerza al mensaje de la Palabra. El icono es la oración hecha arte, en el sentido de que introduce en la dinámica del diálogo al Libro que habla y a mí que escucho. Es toda la Iglesia la que escucha.  No creo, pues, que el icono pida sólo admirar los colores y las formas, sino que se presenta como epifanía de un mensaje teológico. En el libro, propongo la lectura y meditación de algunos pasajes bíblicos, de los que el icono revela algún significado, entre muchos otros.

Los iconos que se presentan a nuestra mirada nos invitan a entrar en la escena del Evangelio, a deslizar los ojos entre los detalles, a detener nuestra atención en un elemento. El pintor de iconos es un director que ha dispuesto los objetos representados según una intención precisa. El icono nos invita a entrar en la imagen, al mismo tiempo que a entrar en el sentido de un pasaje del Evangelio, a buscar el nuestro.

Una última cosa. Durante el Jubileo 2025 en Roma habrá una exposición de iconos de los Museos Vaticanos. ¿Conoce el proyecto?

– No conozco este proyecto, pero confío en tener la oportunidad de visitar esta exposición. Creo que hablar de la espiritualidad de la belleza es un gran signo de esperanza. Los ojos estimulados por la belleza empujan más allá del corazón; la belleza arrastra continuamente más allá, alimenta la esperanza. Pienso que nuestra fe, con respecto al misterio inagotable de Dios, debe alimentarse del deseo de ir siempre más allá, hacia lo que aún permanece oculto para descubrirlo sin cesar.

Los iconos son siempre «imágenes de esperanza». Buscar la belleza es la tarea del cristiano que quiere reconocer la imagen de Dios en el mundo y en sí mismo. Lo invisible se nos ofrece en los rostros de nuestros hermanos, en los signos sacramentales, pero también en la belleza de los iconos en los que es posible contemplarlo.

El autorFrancisco Otamendi

Mundo

El Parlamento británico permite continuar el proyecto de suicidio asistido

La Cámara de los Comunes británica ha dado luz verde, por 330 votos frente a 275, a proseguir con el proyecto para que las personas mayores de 18 años que vivan en Inglaterra y Gales, y que les queden menos de seis meses de vida, tengan derecho a poner fin a su vida. El ‘Terminally III Adults (End of Life)’ requiere todavía meses de tramitación antes de ser ley.

Francisco Otamendi·29 de noviembre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

La expectación ante la iniciativa de la diputada laborista Kim Leadbeater, copatrocinadora del proyecto, era importante en la Cámara Baja, al ser la primera vez en casi diez años que se debatía la cuestión en el parlamento. En 2015, un proyecto similar fue rechazado por amplia mayoría.

El proyecto de ley ha dividido al Parlamento, y se ha dado libertad de voto a los diputados, dejando de lado las tesis del partido. En la votación final, el Proyecto de Ley sobre Adultos con Enfermedades Terminales ha sido aprobado con 330 votos favorables, frente a 275 votos negativos, por lo que continuará su tramitación parlamentaria.

Como contexto, no de está de más recordar que en las últimas elecciones, de julio de este año, los laboristas consiguieron una importante victoria sobre los conservadores, y se hicieron con 412 escaños de los 650, frente a los 121 de los “tories”, 72 de los liberales demócratas, y el resto de otras formaciones.

En escasos países, sobre todo europeos

La êutanasia y/o el suicidio asistido están despenalizados en escasos países del mundo. Países Bajos. Bélgica, Luxemburgo, Canadá, España, Austria (suicidio asistido), Colombia (permitida constitucionalmente pero sancionada penalmente), Suiza (autorizada la cooperación al suicidio en determinadas condiciones), algunos estados de EE.UU. (cuando la supervivencia esperada es de seis meses o menos), y Nueva Zelanda y algún estado australiano (como ‘muerte asistida’).

Los obispos británicos, galeses y escoceses invitan a rezar

Los obispos ingleses y galeses llevan tiempo invitando a los católicos a unirse a la oración para que este proyecto de ley de suicidio asistido no salga adelante. Este mismo mes, el cardenal británico Vincent Gerald Nichols pidió a los católicos la unión con él y los obispos para hacer una pausa de una hora el 13 de noviembre de 2024, con el fin de orar por la dignidad de la vida humana antes de la votación sobre el suicidio asistido que ha tenido lugar hoy en el Reino Unido. Ante el Santísimo Sacramento, en las iglesias parroquiales o en sus propios hogares.

El llamamiento ha sido realizado a través de la web de la Conferencia Episcopal. En una declaración, firmada asimismo por los prelados escoceses, los obispos explican “qué significa ‘compasión’ al final de la vida: cuidar y acompañar a las personas, particularmente en momentos de sufrimiento”.

Proteger a los más vulnerables, y cuidados paliativos

El texto “defiende firmemente a los vulnerables de la sociedad que están en riesgo a través de esta legislación propuesta, y los obispos abogan por cuidados paliativos mejor financiados para que estén constantemente disponibles para todos los necesitados en Inglaterra, Gales y Escocia”.

“Las personas que sufren necesitan saber que son amadas y valoradas. Necesitan cuidados compasivos, no ayuda para terminar con sus vidas”, dicen los obispos. “Los cuidados paliativos, con un alivio experto del dolor y un buen apoyo humano, espiritual y pastoral, son la mejor y más adecuada manera de cuidar a las personas hacia el final de la vida”.

“Tiempo lamentablemente insuficiente”  

“El tiempo que se le ha dado al Parlamento para que examine el proyecto de ley sobre el final de la vida de los adultos con enfermedades terminales, que permitirá el suicidio asistido, es lamentablemente insuficiente”, añaden los obispos.

Aunque el proyecto de ley indica que se establecerán salvaguardas, “la experiencia de otros países en los que se ha introducido el suicidio asistido demuestra que esas salvaguardas prometidas se olvidan pronto. En Bélgica, los Países Bajos, Canadá y algunas partes de los Estados Unidos, los criterios para el suicidio asistido se han ampliado significativamente, en la ley o en la práctica, a menudo para incluir a personas con enfermedades mentales y otras que no tienen un diagnóstico terminal”.

Los obispos afirman la creencia católica en la dignidad humana y la santidad de la vida, pero temen que una ley que permita el suicidio asistido pueda llevar a algunos a experimentar “el deber de morir”.

Casi medio millón de personas necesitan cuidados paliativos

El corresponsal de salud de la BBC, cadena que ha realizado una amplia cobertura del debate parlamentario, ha manifestado al hilo de las intervenciones que se estima que tres cuartas partes de las personas necesitan cuidados paliativos al final de sus vidas, es decir, alrededor de 450.000 personas al año en todo el Reino Unido. Pero un número significativo de personas no pueden acceder a ella, se estima que alrededor de 100.000.

División en las filas laboristas, y en los “tories”

En sus comentarios finales en la Cámara de los Comunes, la diputada laborista Kim Leadbeater subrayó que la votación de hoy sobre “el proyecto de ley sobre muerte asistida”, como la ha denominado, marca ‘el comienzo, no el final’ del debate en torno a este tema.

Sin embargo, “la atención debería centrarse en lograr una atención paliativa adecuada”, sostuvo la también laborista Rachel Maskell, quien señaló que la financiación para cuidados paliativos “ha retrocedido y los hospicios están reduciendo sus servicios, lo que, según ella, debe solucionarse antes de que empecemos a discutir la propuesta de ley sobre muerte asistida”.

Por su parte, el diputado conservador Danny Kruger ha sostenido que si se mejora el sistema de cuidados paliativos del país y se financian los hospicios (‘hospices’: instituciones que ofrecen cuidados paliativos), sería posible hacer ‘mucho más’ por la gente.Kruger ha asegurado que entonces será posible “ayudar a la gente a morir con el mínimo sufrimiento”, “No autoricemos el suicidio, que, por cierto, de nuevo hay pruebas de que en todo el mundo aumenta el suicidio entre la población general, el suicidio es contagioso”, ha manifestado.

El autorFrancisco Otamendi

Chulapos, bebés y la suerte de nacer en Madrid

Los madrileños estamos tan convencidos de que nacer en Madrid es una suerte que el ayuntamiento de la ciudad ha lanzado una campaña de fomento de la natalidad con el lema: “Lo maravilloso de traer una chulapa o un chulapo al mundo”.

29 de noviembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Es de sobra conocido que los madrileños somos un poco chulos y creemos (basándonos en sólidos argumentos) que nacer en Madrid es toda una suerte. Tan chulos somos que se nos llama chulapos y chulapas. Estos términos bien podrían tener un origen despectivo pero que los madrileños hemos decidido adoptar con orgullo.

Estamos tan convencidos de que nacer en Madrid es una suerte que el ayuntamiento de la ciudad ha lanzado una campaña de fomento de la natalidad con el lema: “Lo maravilloso de traer una chulapa o un chulapo al mundo”. Cierto es que, en el momento de escribir este artículo, los enlaces de la página del ayuntamiento no funcionan y es difícil encontrar el plan detallado de la campaña. Pero no importa porque el agua de Madrid sigue siendo la mejor de España.

Tener hijos es cosa de chulos

Más allá de la gracia que tiene el cartel, donde se puede ver a dos bebés encantadores con la vestimenta tradicional madrileña, lo interesante de este plan de fomento es ver que no pone el foco sobre la parte negativa en la conversación sobre la natalidad. En un momento en el que hay mucha presión por parte de algunos sectores que dicen que tener hijos no es bueno para el planeta ni para el cuerpo, ver a una administración pública utilizando el término “maravilla” es un soplo de aire fresco.

No vamos a entrar en lo que luego se pueda concretar el plan y las circunstancias del partido que impulsa la campaña. Sin embargo, hay que reconocer que es interesante que promuevan lo positivo de la maternidad y la paternidad.

Da la sensación de que ahora tener hijos es cosa de valientes. Casi parece que tienes que ponerte un poco chulo para defender que quieres formar una familia. Tal vez sea un buen momento para adoptar un poco esa chulería tan madrileña y salir adelante mostrando la belleza de tener hijos. Es posible que ese descaro de la capital nos venga bien por una vez para reivindicar el valor de la familia. La realidad es que, sean chulapos o no, traer hijos al mundo es una cosa maravillosa.

Cartel de la campaña de fomento de la natalidad (Ayuntamiento de Madrid)
El autorPaloma López Campos

Redactora jefe de Omnes

Vaticano

El Papa pide ver la historia de la Iglesia sin anacronismos

El Papa Francisco pidió estudiar la historia de la Iglesia sin anacronismos ni prejuicios, asumiendo los hechos en su contexto espacio-temporal, evitando leyendas y juicios precipitados, y promoviendo una sensibilidad histórica que permita aprender de los errores y apreciar la verdad con objetividad y rigor.

José Carlos Martín de la Hoz·29 de noviembre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Hace unos días el Santo Padre Francisco volvía a sorprendernos con unas letras completamente inesperadas -al menos para mí- dirigidas a los estudiantes, investigadores, docentes y a los interesados por la Historia de la Iglesia y en general por las disciplinas históricas dentro de la Iglesia. De hecho, las certeras palabras del Santo Padre se aplican también a la historia civil en general. Ciertamente, es necesaria la historia para poder construir una civilización sólida e “interpretar mejor la realidad social”.

Precisamente, en este tiempo cambiante, estamos al final de una etapa y el comienzo de otra de la que apenas podemos vislumbrar más que algunas características muy generales (globalizada, solidaria, feminista, digital, espiritual). El papa Francisco continúa implacable, como parte de su programa de gobierno inspirado por el Espíritu Santo, tocando todos los temas de particular interés en aras a una verdadera y profunda renovación de la Iglesia católica, con la ilusión de lanzarla a una movilización apostólica y a una más importante influencia espiritual en el mundo entero.

La historia como maestra de vida

Es indudable que la historia es realmente maestra de vida y, como tal, debe ser investigada, estudiada y escuchada con afán de aprender las innumerables enseñanzas que debe transmitirnos a nosotros y, por supuesto también, a las siguientes generaciones.

Para ello, es fundamental que la Historia y las disciplinas históricas en general sean asumidas en los planes de formación de las Universidades y centros de formación, catequesis a todos los niveles y a una importante y capilar publicación de textos en papel y en digital, que lleguen a todos los católicos y a todos los hombres de buena voluntad para ser estudiada con rigor.

Es necesario, recuerda el Papa, saber exponer los hechos debidamente enmarcados en las coordenadas espacio-temporales de cada época que estemos tratando, mediante una criba rigurosa de la documentación y, finalmente, con una correcta antropología que se haga cargo de las circunstancias en las que concurrieron.

Prejuicios e ideologías

Asimismo, y esto lo señala con vehemencia el papa Francisco, debemos evitar las “ideologías de distintos colores que destruyen todo lo que sea diferente” y, por tanto, ser lo más objetivos posible sin caer en los consabidos anacronismos: interpretar los hechos pasado con la mentalidad actual, sin utilizar la hermenéutica adecuada.

Conviene evitar, recuerda el Santo Padre, tanto los prejuicios o juicios a priori, con los que a veces se leen los documentos, con animadversiones o celotipias, así como los falsos “buenismos”, como señala el refrán al decir que “todo lo pasado fue mejor”. No descubrir las raíces de los problemas impediría extraer las verdaderas lecciones de la historia, que son necesarias “para no tropezar dos veces en la misma piedra”.

De ese modo podremos adquirir y transmitir a todos los cristianos lo que denomina el Santo Padre como “una real sensibilidad histórica”, que nos lleve a leer las novelas históricas, estudiar los documentos del magisterio o los legajos de los archivos escribiendo historia y no leyendas.

Leyendas negras

Precisamente el santo Padre alude indirectamente a las leyendas negras, o rosas, que fácilmente se construyen en la sociedad. Por una parte, algunos utilizan esas leyendas, basadas en hechos objetivos hábilmente utilizados, para atacar a la Iglesia y a sus fines espirituales. Por otra, algunos ocultan los problemas y hechos difíciles de explicar para edulcorar la historia real de la Iglesia.

Por ejemplo, el santo Padre recuerda con cierto detenimiento cómo en la genealogía del Señor que recoge el evangelio de san Mateo no se han eliminado aquellos personajes que llevaron una vida poco decorosa, a pesar de que iban a ser los parientes lejanos del Señor.

Es indudable que, en este campo de la historia, hay una gran diferencia entre la sabiduría y la erudición. La primera, la sabiduría, es un don del Espíritu Santo, de los más apreciados, con el don del discernimiento, que es fruto maduro del estudio, de la contemplación de los asuntos para poder llegar al fondo de las cuestiones y ver dónde está el error que purificar, o la lección que aprender, o el honor que debe ser restituido de acuerdo a justicia, o los castigos y penas medicinales que deben ser aplicados. En definitiva, recuerda el Santo Padre, conviene huir de los juicios precipitados y de las primeras impresiones al investigar la historia.

Sin miedo a la verdad

No basta con acumular datos, fechas, papeles. Hace falta serenar el ánimo, meterse en la mentalidad de la época, las corrientes de pensamiento, las decisiones magisteriales precedentes y, sobre todo, el “sensus fidelium” para, con la ayuda del Espíritu Santo, apuntar una línea de interpretación que los fondos documentales vayan avalando: “Nunca se avanza sin memoria, no se evoluciona sin una memoria íntegra y luminosa”. 

Es muy interesante la visión de la Iglesia que el santo Padre ha ido subrayando en diversos momentos, como un hospital de campaña o cuando habla de una “Iglesia madre que hay que amar tal como es”. En la Iglesia, subraya el Santo Padre, se conserva la misericordia y el perdón de Dios, pues se le ha entregado los méritos infinitos de la Pasión y muerte del Señor.

Finalmente, el Papa anima a los historiadores a convivir y dialogar más, a intercambiar puntos de vista y a revisar la documentación pertinente con objetividad y deseos de acercarse lo más realmente posible a las acciones pastorales que se fueron tomando, buscando el bien de las almas y su salvación eterna. A la vez, no se pueden ocultar los errores de los hombres y las incoherencias de fe y vida que en muchas ocasiones ocasionaron desconfianzas en la Iglesia. 

FirmasFernando Gutiérrez

¡Sed misioneros de ilusión!

El Papa Francisco ha declarado 2025 como el Año Jubilar de la Esperanza, invitándonos a ser "peregrinos de esperanza" frente al pesimismo. Se nos llama a evangelizar un mundo confiando en que Dios ya ha vencido.

29 de noviembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

El año 2025 ha sido declarado por el Papa Francisco ‘Año Jubilar de la Esperanza’, llamándonos a todos a ser “peregrinos de esperanza”. No es casual. Nada lo es. “El Espíritu Santo os dirá lo que tenéis que decir, hablará por vosotros”. Lo dijo bien claro Nuestro Señor. Y así hace quien guía Su Iglesia, Su Vicario aquí en la Tierra. 

Cuando escuchamos en nuestro entorno, en nuestros trabajos o en nuestras familias, algunas voces que nos invitan, nos empujan al pesimismo afirmando que el mundo está cada vez peor, yo os llamo a reflexionar y a defender, si así lo creéis, con firmeza, que no es verdad. Que el mundo es, como siempre ha sido, mundano y que solo hay que hacer una cosa: evangelizarlo. Nada más. Y nada menos, claro. 

La necesidad que hoy tiene el mundo ya no es exclusivamente material. Aunque nos cueste creerlo, el mundo no se muere por un plato de arroz o por unos pantalones nuevos aunque millones de personas no logren hacer más de una comida al día y a veces ni siquiera una. El mundo se muere, ante todo, por falta de amor y de esperanza. Hemos dejado a Dios a un lado y hemos puesto, todos en mayor o menor medida, nuestra esperanza en becerros de oro, en pequeños dioses, en todo aquello que perece. Nos hemos olvidado de lo eterno, de un cielo que podemos empezar a vivir ya desde aquí. Todo esto ha provocado que vivamos en sociedades cada vez más depresivas, donde la ansiedad y la desesperanza se han ido poco a poco adueñando de la realidad cotidiana de muchos seres humanos. 

Hace poco más de un mes comencé a peregrinar desde Santo Toribio de Liébana hasta Belén con un único deseo en el corazón: que El Niño Jesús me de fuerzas, me ayude a llevar el Evangelio de la Vida a todos los rincones del mundo. Esa es la esperanza con la que yo me uno al Santo Padre en el Año Jubilar que está a punto de comenzar. La esperanza por nacer que tienen millones de seres inocentes cada día. La esperanza por ver la luz de esos niños que hoy están en el vientre de sus madres y no saben que futuro les espera. La esperanza de la vida frente al pesimismo de la muerte. La esperanza que Dios nos propone frente a la desesperanza a la que nos invita el maligno. La esperanza de construir un mundo mejor frente a la desesperanza de los que creen que no es posible. Dios ya ha vencido y solo nos pide lo mismo que el Papa Francisco:

Sed peregrinos de esperanza.

¡Sed misioneros de ilusión!

El autorFernando Gutiérrez

Misionero laico y fundador de Mary´s Children Mission.

Recursos

La «Teología del Cuerpo» cumple 40 años

Hoy, 28 de noviembre, la “Teología del Cuerpo” de Juan Pablo II cumple 40 años: llega a la edad madura cautivando a hombres y mujeres, jóvenes y mayores, matrimonios y célibes, inspirando y sosteniendo un gran número de iniciativas en la Iglesia y en la sociedad.

Valle Rodríguez Castilla·28 de noviembre de 2024·Tiempo de lectura: 4 minutos

Con el término “Teología del Cuerpo” se conoce la primera y gran enseñanza de Juan Pablo II en sus años de pontificado, la mayor en el Magisterio de la Iglesia dedicada a un mismo tema. Desde el 5 de septiembre de 1979 hasta el 28 de noviembre de 1984, mayoritariamente a través de las audiencias de los miércoles, 134 catequesis sobre la persona, el amor y la vida, la virginidad por el reino, el matrimonio y la fecundidad nos fueron regaladas por el «Papa de la familia». Las primeras comenzaron como preparación al Sínodo de los Obispos de 1980 sobre el matrimonio y la familia (“De muneribus familiae christianae”), y todas ellas llegaron a su fin después de la publicación de la Exhortación “Familiaris consortio” (fruto de los trabajos de este sínodo).

28 de noviembre de 1984 nace la “Teología del Cuerpo”

El 28 de noviembre de 1984, con el tituló “Síntesis conclusiva: las respuestas a los interrogantes sobre el matrimonio y la procreación en el ámbito bíblico-teológico, Juan Pablo II predicó la última catequesis de su “Teología del Cuerpo”; con ella, la Teología del Cuerpo fue dada a luz; pudimos ver su rostro.

En este mismo texto, Juan Pablo II bautizó su legado doctrinal como “El amor humano en el plan divino” y “La redención del cuerpo y la sacramentalidad del matrimonio”. No lo bautizó como “Teología del Cuerpo”: el término “Teología del Cuerpo” fue justificado como un concepto necesario para poder fundamentar, sobre una base más amplia, toda su enseñanza.

En esta última catequesis, el Papa también compartió la estructura y el método de su “Teología del Cuerpo”. El contenido doctrinal quedó dividido en dos partes: la persona humana y su vocación al amor. Como método, la luz de la revelación iluminando la realidad del cuerpo y viceversa —lo que él mismo llamó, en otras ocasiones, la “antropología adecuada”. 

Tras la estela de la “Humanae vitae”

Como vemos, esta catequesis del 28 de noviembre de 1984 fue clave dentro de todo el cuerpo catequético, sobre todo, porque en ella —después de cinco años— el Papa Juan Pablo II abrió su corazón y desveló su intención comunicando a la Iglesia y al mundo que todas las reflexiones de este documento constituían un amplio comentario a la doctrina contenida en la “incomprendida encíclica ´Humanae vitae`”, la encíclica de san Pablo VI sobre “el gravísimo deber de transmitir la vida humana” (“Humanae vitae tradendae munus gravissimum”).

La “Teología del Cuerpo” vino a recordarnos que, en la encíclica “Humanae vitae”, la cuestión fundamental es el auténtico desarrollo del hombre, un desarrollo que se mide con la medida de la “ética” y no solamente de la “técnica”. Juan Pablo II, acabando esta catequesis del 28 de noviembre de 1984, subrayó que, en la civilización contemporánea, especialmente en la occidental, existía una oculta y explícita tendencia a medir el progreso del hombre con la medida de las “cosas”, es decir, de los bienes materiales; cuando la medida del progreso del hombre debía ser la “persona”.

Finalmente, las 134 catequesis de Juan Pablo II y sus casi 600 páginas terminaron con estas palabras: “En este ámbito [refiriéndose al ámbito bíblico-teológico] se encuentran las respuestas a los perennes interrogantes de la conciencia de hombres y mujeres, y también a los difíciles interrogantes de nuestro mundo contemporáneo respecto al matrimonio y a la procreación”. Eran interrogantes con respuestas teológicas.

28 de noviembre de 2024: comienzo de una nueva primavera del cristianismo

Y ahora, llegado este 28 de noviembre de 2024, cuarenta años después de aquella última catequesis, los interrogantes sobre el amor, la vida, la persona, la diferencia sexual, el matrimonio, la sexualidad, la procreación, el celibato… continúan. ¿Dónde han ido a parar sus respuestas? ¿Siguen siendo teológicas? ¿Qué aporta la “Teología del Cuerpo” a los nuevos interrogantes —la utopía de lo neutro, la ideología de género, el transhumanismo…?

Christoper West, el mayor divulgador de la “Teología del Cuerpo” de nuestros tiempos, fundador y director del “Instituto de Teología del Cuerpo” de Filadelfia, en una entrevista para Aceprensa el pasado mes de octubre afirmó: “La ´Teología del Cuerpo` es una respuesta muy bien pensada y convincente a toda esta crisis (…) Para un momento como este, nos ha sido dada la Teología del Cuerpo de Juan Pablo II. Es el antídoto teológico, pero aún no se ha inyectado realmente en el torrente sanguíneo de la Iglesia. Cuando lo haga, veremos la nueva primavera del cristianismo que Juan Pablo II presagió”.

La “Teología del Cuerpo” es un regalo a la Iglesia y al siglo XXI

Yves Semen, en la introducción de su libro “La espiritualidad conyugal según Juan Pablo II”, afirma que Juan Pablo II regaló la “Teología del Cuerpo” a la Iglesia y al mundo del siglo XXI: “Del siglo XXI, y no del siglo XX”.

En esta misma línea, George Weigel, en su obra “Biografía de Juan Pablo II, testigo de esperanza”, afirmó que la “Teología del Cuerpo” era “una bomba teológica de efecto retardado que podría estallar con unos efectos espectaculares a lo largo del tercer milenio de la Iglesia”. Esta es una afirmación que ya es profecía: cada vez más realidades de nuestros días (pastorales, académicas, sociales…) acuden a las enseñanzas de Juan Pablo II con la necesidad de iluminar sus experiencias a la luz de la revelación; su belleza antropológica y teológica hace estallar los deseos de quien se acerca en pro de un Deseo más alto…

Ya solo nos queda poder contemplar esos “efectos espectaculares” (“la primavera de la Iglesia”), y que el asombro nos devuelva nuestros cuerpos como fueron amados, creados y redimidos; para ser, finalmente, resucitados en la Gloria.

El autorValle Rodríguez Castilla

Formación y acompañamiento: noviazgo y matrimonio.

Evangelio

Corazón, vigilante. Primer domingo de Adviento

Joseph Evans comenta las lecturas del primer domingo de Adviento y Luis Herrera ofrece una breve homilía en vídeo.

Joseph Evans·28 de noviembre de 2024·Tiempo de lectura: 2 minutos

Podríamos pensar que las lecturas de hoy corresponden a la solemnidad de Cristo Rey del domingo pasado y no a la celebración del primer domingo de Adviento. Pensamos en el Adviento como un tiempo de preparación para la venida de Cristo como hombre. Pero el Evangelio de hoy nos habla de su segunda venida en majestad al final de los tiempos: “Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria”.

El Adviento tiene una doble finalidad. Mira hacia atrás, a la venida de Cristo en su debilidad de niño, y hacia delante, a su venida en gloria como Rey y Juez universal. Y para estar preparados para ambas cosas necesitamos la misma actitud: vigilancia orante y conversión continua de vida. “Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día…. Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre”.

“Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas”, rezamos en el salmo. Es una hermosa oración para ayudarnos a vivir el Adviento. “Señor”, podemos rezar, “muéstrame los caminos para estar preparado para tu venida, muéstrame los caminos para ir a ti y que tú vengas a mí”. Porque el amor es siempre los amantes viniendo el uno hacia el otro. Esos caminos, nos dice el salmo, son los de la humildad, la misericordia y la fidelidad. Y en la segunda lectura, San Pablo nos exhorta al amor fraterno: “Que el Señor os colme y os haga rebosar de amor mutuo y de amor a todos”.

La vigilancia para recibir a Cristo exige vigilancia para recibir a los demás. Requiere vigilancia sobre nuestras malas pasiones, y nuestra lengua, vigilancia quizá también sobre esas muchas excusas que ponemos para justificar nuestra pereza y egoísmo. Si estuviéramos más atentos para corregirlas, podríamos estar más atentos para acoger a los demás y, a través de ellos, a Cristo.

La homilía sobre las lecturas del primer domingo de Adviento

El sacerdote Luis Herrera Campo ofrece su nanomilía, una pequeña reflexión de un minutos para estas lecturas del domingo.