Cultura

Una sonrisa ante la enfermedad

Omnes·23 de enero de 2018·Tiempo de lectura: 3 minutos

Salvadoreña de 25 años, hace dos le diagnosticaron esclerosis múltiple. Esto le ha llevado a mostrar la enfermedad con total naturalidad y sin perder la sonrisa.

Texto – Fernando Serrano

Camila, el mundo no tiene la culpa de lo que te pasa y menos las personas que te quieren… Déjate querer y quiere”. Esto está escrito en el primer artículo de iamstrongerthanms.com, la página web de Camila Brodersen, una joven salvadoreña de 25 años que fue diagnosticada hace dos años de esclerosis múltiple. Hablamos con ella sobre cómo es posible tener esa vitalidad ante una enfermedad así.

Esa frase la escribí cuando me estaba costando mucho aceptar tener esta enfermedad. Estaba llena de negatividad, pasando por una crisis de fe y cuestionaba que cualquier persona quisiera apoyarme. El hecho de que Dios hubiera permitido que me pasara esto, me imposibilitaba pensar que Él podía quererme o que yo pudiera quererle a Él. Desde entonces ha sido un largo camino entender con plenitud lo que esta frase significa para mí”. Pero ahora cuando Camila lee de nuevo la frase, “en mi día a día se traduce en que somos humanos, en que siempre vamos a tener defectos y cometer errores y en que esto no debe ser motivo para aislarnos de los que nos quieren, porque nos quieren a pesar de ello”.

Con 23 años y toda la vida por delante, Camila estaba comenzando su último semestre de la carrera cuando llegó el diagnóstico. “No me dieron el diagnóstico definitivo hasta que mis padres estuvieron conmigo. Pero antes, ya había tenido algunos meses para intentar asimilar que seguramente tenía esclerosis múltiple, e investigar un poco sobre lo que me podía pasar”. Al principio intentó ignorar la enfermedad e intentar seguir con su vida como si todo fuese normal. “Creía que no era posible que la gente a mi alrededor lo tomara bien”. Pero, con el paso del tiempo, Camila se fue dando cuenta de que la mejor solución era compartirlo, de que las personas que le rodeaban estaban dispuestas a salir de su camino para ayudarla. “Definitivamente este tipo de noticias se lleva mejor acompañado”.

Camila comenzó a escribir en la página web porque poner por escrito lo que le pasa le ayuda muchísimo. “También, al tener conversaciones con diferentes personas, me di cuenta de que no era la única, por lo que publicar lo que escribía a lo mejor podía cambiarle un poco el día alguien”. Y su web ha dado resultado, ya que ha habido mucha gente que le ha escrito para contarle que ha cambiado su forma de ver las situaciones difíciles en las que se encuentra, que Camila es un ejemplo de cómo ver el lado bueno de las cosas. Al entrar en la página web de Camila o sus redes sociales, vemos una chica joven, sonriente; una chica normal que comparte su día a día, como la mayoría de la gente de su edad. “Así como un día puedo compartir una foto mía en un viaje, al siguiente puedo compartir una en el hospital… Simplemente, es mi realidad, y creo que es bueno poder demostrar que muchas veces se puede pasar un buen momento en el hospital, aunque estemos conectadas a máquinas y medicamentos”. Y ni en la web ni en las redes sociales se esconde. Vemos como es su vida. Aunque tenga un día malo sale adelante, no es victimista; sorprende la valentía y madurez con la que afronta el día a día. “Compartir ahora tiene el significado de que hay un reto por delante”.

Muchas veces cuando estoy cansada y sin energía para afrontar los días malos, me descargo mucho en personas que no han hecho más que apoyarme y estar ahí para mí… que siguen ahí, a pesar de que a veces no soy una persona fácil de tratar”, explica Camila. Su familia, sus amigos son aquellos que le apoyan en sus malos momentos y con los que comparte los buenos. Pero, sobre todo, esta joven salvadoreña destaca que los demás han decidido ser parte de su vida, sin entenderlo y sin preguntar. “Creo que tiene más valentía aquel que afronta una situación difícil por voluntad propia, por cariño y amor a otra persona que aquel que la afronta, porque es lo que hay y porque no tiene otra alternativa”.

Sabe que a raíz del diagnóstico su vida ha cambiado, que ya no es igual. Se describe como una persona diferente. “De verdad estoy más que convencida que la esclerosis me ha cambiado. Me ha hecho poner los pies en la tierra al darme cuenta que todo cambia de un día para otro. Nuestros planes a veces no van a salir como queremos, ni que es el fin del mundo”. Además, explica que esto le ha enseñado a no tomarse la vida tan en serio y a dejar de ser tan cautelosa, porque, como dice Camila, “la vida no se detiene ni te espera”.

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Contra las fake news, Periodismo

22 de enero de 2018·Tiempo de lectura: 3 minutos

El fenómeno de las fake news (bulos) y la desinformación se debe a la eliminación de barreras en internet entre emisores de la información y receptores. El autor, experto reconocido en este fenómeno, recoge textos suyos en el diario El Mundo y expone su tesis: fortalecer el periodismo.

 

VICENTE LOZANO

—Doctor en Periodismo. Redactor jefe y columnista de El Mundo.

Experto en fake news.

A primeros del año pasado falleció Zygmunt Bauman, uno de los pensadores que mejor ha analizado y divulgado lo que le pasa a este mundo en el inicio del tercer milenio de la era cristiana. Dice mucho de su potencia intelectual cuando, ya anciano, ha sido tan clarividente para profundizar en unos cambios sociales que se suceden a un ritmo acelerado.

El nacimiento del móvil inteligente, por ejemplo, pilló a Bauman con 81 años. A pesar de ello, vio enseguida el espejismo que podía producir en las personas esa inflación de capacidad para comunicarse que traen las nuevas tecnologías. Las redes sociales, decía Bauman, “son una trampa”. Porque el individuo cree que está en permanente contacto con cientos o miles de personas -“amigos”, “seguidores”– y sólo se da cuenta de su soledad cuando apaga el móvil en la habitación: “Las relaciones virtuales están provistas de las teclas suprimir y spam, explicaba, que protegen de las pesadas consecuencias de la interacción en profundidad”. Al individualismo “rampante” actual no parece gustarle demasiado la responsabilidad social y Facebook proporciona una magnífica escapatoria para no afrontarla.

Las redes son una de las manifestaciones en el mundo de la comunicación de su concepto de “modernidad líquida”, pero hay otras. Bauman ha ofrecido varias definiciones de esa idea madre. En unas ocasiones habló de ella como la “ausencia de forma” en un mundo desestructurado: se pierde la seguridad en el empleo, se desmorona el Estado de bienestar, la globalización difumina los poderes locales establecidos… En otras, se refiere a que “las condiciones sobre las que los miembros de la sociedad actúan cambian más rápido de lo que tardan en consolidarse en hábitos y rutinas”. En este caso, ese mundo líquido se muestra como una corriente cuya velocidad y potencia desborda los cauces tradicionales: el cambio fluye tan rápido que deja avejentados los propios avances antes de haberlos aprovechado.

Como digo, estas premisas se aplican también a la comunicación social. Escuché a un profesor explicar, estirando a Bauman, que la comunicación fue líquida desde el inicio de la historia -los juglares de la Edad Media difundían de palabra los acontecimientos de la época, por ejemplo- hasta la aparición de la imprenta a mediados del siglo XV.

Este invento solidificó la comunicación: un editor decidía qué era información, cuándo y cómo se difundía. Al ciudadano sólo le quedaba adaptarse al proceso. Así permaneció casi sin alteraciones hasta que, hacia 1990, Tim Berners-Lee puso en marcha la world wide web. Con ella, devolvió la liquidez a la comunicación. Hoy, contenidos escritos, hablados y grabados se difunden sin control por los ciudadanos, que son a la vez receptores y emisores de los mismos. Millones de juglares explican en cada segundo lo que ocurre a su alrededor. Y a tal velocidad que desasosiega a los propios ciudadanos y perturba a los profesionales de la información.

En este contexto, el gobierno español ha anunciado en diciembre dos iniciativas que tienen que ver con la desinformación, los medios y las redes sociales. Una de ellas es la creación de una comisión compuesta por políticos y editores para estudiar los bulos -las fake news– en internet.

Es algo que se ha convertido en una obsesión mundial desde que, a contracorriente, Donald Trump ganara las elecciones en Estados Unidos y los partidarios del Brexit vencieran en el referéndum del Reino Unido. La otra medida pretende terminar con el anonimato en las redes sociales, que propicia un espacio de impunidad a quienes las usan para amenazar o insultar.

¿Qué ha cambiado para que las fake news se hayan convertido en un temor mundial? Pues el propio proceso de desintermediación que ha traído internet, que ha ido eliminando barreras entre los emisores de la información y los receptores. Bulos ha habido siempre y la mayoría estaban controlados por el poder político o económico. ¿Cuál es uno de los principales trabajos de los servicios de inteligencia? ¿En qué consiste lo que se denomina “comunicación de crisis” en los gabinetes de comunicación de partidos, empresas o de organismos oficiales?

Ahora, para bien y para mal, la información fluye de punto a punto y de una a otra de una parte del mundo sin control. En Estados Unidos más de la mitad de la población ya tiene a Facebook como principal -y a veces única- fuente de información. Y Facebook ha reconocido que unos 126 millones de estadounidenses estuvieron expuestos a fake news procedentes de Rusia durante el último proceso electoral. Éste es el condicionante clave: no hay intermediarios.

Antes, las fake news tenían que saltar el muro del periodismo para llegar a los ciudadanos -a veces se conseguía- y ahora llegan directamente a la opinión pública. Por eso, cuando la desinformación es todo un entramado que busca desestabilizar, uno de los mejores caminos para desenmascararla es fortalecer el periodismo.

El autorOmnes

Mundo

La devoción popular al P. Hamel impulsa su beatificación en Francia

Omnes·22 de enero de 2018·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La apertura en Rouen del proceso de beatificación del P. Jacques Hamel, asesinado hace año y medio, coincide con peregrinaciones a su parroquia y a la iglesia romana de San Bartolomé de la Isla Tiberina, donde está depositado su breviario.

–TEXTO José Luis Domingo, Marsella

La devoción popular al P. Jacques Hamel, martirizado en su parroquia de Saint Etienne-du-Rouvray, se incrementa en Francia. Grupos de peregrinos visitan su parroquia y su tumba, y se imprimen imágenes con oraciones para invocar su intercesión de modo privado.

La apertura de su proceso diocesano de beatificación, confirmada por el arzobispo de Rouen (Francia), Mons. Dominique Lebrun, ha sido posible debido a que el Papa Francisco ha dispensado del plazo de cinco años para comenzar las causas de beatificación.

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América Latina

Mons. Heriberto Bodeant: “En Uruguay, la enseñanza católica depende de los padres”

Omnes·21 de enero de 2018·Tiempo de lectura: < 1 minuto

«La Iglesia uruguaya es pobre y, como dice el cardenal Sturla, libre«, afirma el obispo de Melo, Mons. Heriberto Bodeant, en una entrevista con Palabra. La conversación gira en torno a los retos de la educación católica —identidad, calidad y sostenimiento—, que “depende del aporte de los padres”; los jóvenes, Aparecida, Panamá, los Papas y la comunicación: cómo “tocar el corazón de las personas”.

—TEXTO Rafael Miner

Es un obispo familiarizado con la tecnología –se le nota hasta en buscar archivos y clasificar fotos— y con el inglés. Antes de entrar al seminario fue profesor en la educación pública, y sabe de primera mano que en Uruguay no sólo “no hay enseñanza religiosa sino ninguna referencia religiosa”.

Actualidad

“Communion in Growth”, nuevo documento ecuménico luterano-católico

Omnes·20 de enero de 2018·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Las delegaciones oficiales de diálogo ecuménico de la Iglesia evangélica-luterana y la Iglesia católica en Finlandia han concluido la elaboración de un nuevo documento, titulado “Communion in Growth”,  que refleja una “cercanía teológico-pastoral”.  El autor es miembro de la comisión católica en ese diálogo.

Raimo Goyarrola. Helsinki

Vicario general de la diócesis de Helsinki

A principios de 2014, el obispo luterano finlandés Simo Peura nos preguntó si estábamos interesados en comenzar un diálogo teológico sobre algún tema de interés ecuménico. La pregunta nos causó una grata sorpresa. El anterior diálogo nórdico, en el que también participó Suecia, se desarrolló entre 2002 y 2009. Dio como fruto un texto común muy significativo, Justification in the Life of the Church, en 2010. Cuatro años después de esa publicación, la nueva iniciativa estaría circunscrita sólo a Finlandia, pero con un horizonte universal.

Desde Roma siguen con mucho interés y cercanía lo que sucede en nuestro país, pues no en vano Finlandia es el paraíso ecuménico. El cardenal Koch, presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, había sugerido ya en 2011 la elaboración a nivel mundial de una declaración conjunta sobre la Iglesia, la Eucaristía y el ministerio por parte de la Iglesia católica y de la Federación Luterana Mundial. Del mismo modo que en 1999 se logró aquella histórica Declaración sobre la doctrina de la justificación, se trataba ahora de dar un paso más.

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América Latina

Visita del Santo Padre a Perú, del 18 al 21 de enero

Omnes·16 de enero de 2018·Tiempo de lectura: 3 minutos

El viaje pastoral del Papa a Perú comienza en Lima. Tras su llegada el día 18 a la capital, se trasladará al día siguiente a Puerto Maldonado, donde existe un gran interés por escuchar su mensaje. Esta zona de la selva peruana sufre el azote de la minería ilegal y la trata de personas, por lo que no es coincidencia que aquí el Papa acuda al Albergue Principito, institución que acoge a niños rescatados del abandono y la violencia. En Puerto Maldonado, el Santo Padre también tendrá un encuentro con los pueblos indígenas de la Amazonía y celebrará una liturgia en el Instituto Estatal Tecnológico Jorge Basadre, informa el P. Luis Garpar.

Un día después, el Papa visitará la ciudad de Trujillo ubicada al norte del país. Allí, celebrará una Misa en la explanada del balneario de Huanchaco y visitará la zona conocida como Buenos Aires, donde llevará su palabra de aliento a los damnificados por las lluvias e inundaciones que trajo consigo la presencia del fenómeno El Niño Costero entre los meses de enero y marzo de este año.

En esta ciudad norteña, el Santo Padre se reunirá con sacerdotes, religiosos y seminaristas de las 11 jurisdicciones eclesiásticas del norte del Perú. Y finalizará con un encuentro mariano con la Inmaculada Virgen de la Puerta en la plaza de Armas de Trujillo. El 21 de enero es el último día de la presencia del Papa en el Perú y en Sudamérica, y la despedida se hará desde Lima. El Papa acudirá al santuario de Las Nazarenas para visitar la imagen del Señor de los Milagros, patrón de la ciudad y se reunirá con religiosas de clausura, que en un acto sin precedentes dejarán de modo extraordinario sus conventos y viajarán desde diferentes ciudades del Perú a Lima para estar con el Sucesor de Pedro.

Al terminar este encuentro, Su Santidad se dirigirá a la catedral de Lima donde venerará las reliquias de los santos peruanos. También acudirá al Palacio Arzobispal para tener un encuentro con los obispos del Perú. La actividad central y final de esta visita será la Santa Misa que se celebrará en la explanada de la base aérea de Las Palmas, el entusiasmo por asistir a esta celebración eucarística es desbordante. Así espera el Perú al Papa, unidos por la esperanza.

Cumpleaños del Papa

El domingo 17 de diciembre, el Papa Francisco cumplió 81 años, y la fiesta fue celebrada en todo el orbe católico. En Perú, quizá de modo especial. Miles de fieles de parroquias, hermandades, movimientos católicos y la Guardia del Papa se dieron cita en la Plaza Mayor de Lima para festejarlo, en un encuentro que contó con la participación de artistas como Julie Freundt, Pelo D’Ambrosio, niños del colegio La Alegría en el Señor, Luis Alcázar y músicos católicos, etcétera. Estuvieron presentes también las alumnas del Colegio Santa Anita que ganaron el Concurso Bienvenido Francisco con su canción “Peregrino de la Esperanza”.

El pueblo peruano está respondiendo en los preparativos de la visita del Papa. El P. Luis Gaspar subraya la previsible respuesta de las gentes peruanas a la Misa multitudinaria que el Papa Francisco celebrará el domingo 21 de enero en la base aérea Las Palmas: “Es maravilloso el calor de la fe del pueblo peruano. Hay un fervor de la gente por participar en los eventos del Papa. Al término de la primera y segunda etapa [antes de Navidad] se han inscrito personalmente 300.000 personas en parroquias, colegios, universidades y movimientos eclesiásticos. Estamos muy satisfechos, el Perú se está poniendo de pie”, asegura el director de la visita.

Alegría y ensusiasmo

El arzobispo de Lima, cardenal Juan Luis Cipriani, ha comentado que ese video lo grabó él mismo para traer desde Roma un mensaje del Santo Padre a todo el pueblo peruano, y refleja la alegría, la ilusión, la oración, el entusiasmo que tiene el Papa por venir al Perú:

“Lo encontré de muy buen ánimo y de muy buen físico. La verdad que me alegró mucho. Como siempre, estuvo muy cariñoso. Y siempre trae a colación ‘Ustedes son tierra de santos’. Esto lo tiene muy metido en el corazón. Dios ha querido que el Perú aporte a esa nueva evangelización en América del Sur. Por lo tanto, la invitación a cada uno de nosotros es acércate más, Dios ha pasado muy cerca de este país y ha querido que Latinoamérica sea una luz que ilumine a los otros países, que ilumina con la alegría, con la paz, con ese deseo de ayudar a los demás, que no es algo que te brota a ti, es algo que Dios pone en tu corazón. Qué alegría haber estado con el Papa y que alegría haberlo escuchado”.

El Papa está muy ilusionado con ir a Perú, porque conoce el Perú y conoce al pueblo peruano. “Creo que este video, que espero que se llegue a conocer mucho, es un detalle de cariño muy personal. Está soñando, está ya yendo por nuestras calles, con ese ambiente pastoral de padre, de amigo, de un hombre cercano que trae a Dios”, ha asegurado el cardenal Cipriani.

América Latina

El viaje del Papa Francisco a Chile

Omnes·15 de enero de 2018·Tiempo de lectura: 2 minutos

“La próxima visita del Papa Francisco a Chile puede ser una oportunidad privilegiada para abrirnos a una convivencia social basada en aquella justicia que trae la paz. Debemos permitirnos, en medio de los debates políticos y sociales de estos meses venideros, disponernos a revitalizar el alma de Chile”. Así define la visita del Papa Francisco el obispo auxiliar de Santiago de Chile y coordinador nacional de la visita al país, Mons. Fernando Ramos Pérez.

La elección del lema de la visita Mi paz les doy se debe a la preocupación por la necesidad de fomentar el diálogo y la convivencia social. “Necesitamos contar con un clima que nos permita volver a construir puentes de cercanía y confianza, base fundamental de toda convivencia cívica”, explica Ramos Pérez. “Y ello solo se logra a partir de la generosidad de cada uno de quienes formamos la nación, yendo más allá de los intereses particulares y poniendo el centro de nuestra preocupación en el bien común, especialmente de los excluidos y vulnerables”. De esta forma, sigue explicando el obispo auxiliar de Santiago de Chile: “Sólo en un clima de paz podremos responder como país -católicos y no católicos- a la exhortación del Papa Francisco de ‘salir a las periferias’”.

El obispo de San Bernardo, Mons. Juan Ignacio Errazúriz, destaca que el Papa Francisco llega a Chile en un momento difícil. Particularmente por las divisiones que se han provocado en el país frente a los cambios políticos e ideológicos introducidos, algunos de ellos afectando nuestras visiones más profundas sobre la vida, la familia, la educación, etc. Hoy necesitamos la presencia del Papa”.

40 años después

La última vez que viajó el Papa a Chile fue en 1987, cuando san Juan Pablo II recorrió siete ciudades del país durante un viaje de cinco días. Desde ese viaje el país ha aumentado su población de 13 millones a 17,8 millones de habitantes, y los católicos han disminuido en 11 puntos porcentuales, del 70 al 59 por ciento.

El viaje pastoral del Papa Francisco le llevará a recorrer diferentes ciudades chilenas. El 15 de enero el Santo padre llegará a la capital, Santiago de Chile. Al día siguiente celebrará una misa en el Parque O’Higgins, siendo este el único acto masivo en la capital. Después de la misa, tendrá un encuentro con religiosos y sacerdotes en la catedral de la capital chilena. También visitará la cárcel de San Joaquín, donde tendrá un encuentro con las internas. Ese día lo finalizará con un encuentro con los sacerdotes de la Compañía de Jesús en el santuario del Padre Hurtado.

El 17 de enero viajará a la ciudad de Temuco, a 690 kilómetros al sur de la capital. En esta ciudad celebrará misa en el aeropuerto. Por la tarde de ese mismo día, el Papa Francisco volverá a Santiago de Chile, donde tendrá un encuentro con jóvenes y visitará la Pontificia Universidad Católica de Chile.

El 18 de enero, el Papa viajará a la ciudad de Iquique, 1.780 kilómetros al norte de Santiago. La Misa tendrá lugar en Campus Lobito. Desde esta ciudad del norte del país se trasladará al Perú para continuar con el viaje.

Sínodo de los jóvenes: fe y discernimiento

15 de enero de 2018·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El Sínodo de los jóvenes tendrá lugar en octubre de 2018, de manera que puede decirse ahora que ha comenzado la cuenta atrás hacía su celebración. Como saben bien nuestros lectores, se centrará en el tema «Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional», que tiene un fortísimo interés, dada la importancia de las realidades aludidas por cada uno de los tres conceptos mencionados, así como el particular significado que adquieren la fe y la vocación cuando se consideran los jóvenes como su sujeto.

Es, por eso, un campo de fundamental importancia para la vida de la Iglesia, también en nuestro tiempo, El Papa Francisco lo ha mostrado, entre otras ocasiones, cuando en enero del año pasado, con motivo de la presentación del documento preparatorio para el sínodo, escribió a los jóvenes una carta en la que, entre otras cosas, les anima a «escuchar al Espíritu que les sugiere opciones audaces». En esa carta, como explicaba a Palabra el cardenal Lorenzo Baldisseri, «el Pontífice exhorta a los jóvenes a participar activamente, porque el Sínodo es para ellos y para toda la Iglesia, y se pone a la escucha de la voz, de la sensibilidad, de la fe y también de las dudas y las críticas de los jóvenes».

El autorOmnes

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Cultura

Nicolás Fernández de Villavicencio: Transformar un producto en responsabilidad social

Omnes·5 de enero de 2018·Tiempo de lectura: 3 minutos

Nicolás Fernández de Villavicencio es jefe de mercados de capitales de una empresa. Como veterano de la bolsa española, Nicolás ha formado parte de grandes bancos como el BBVA y el Santander, con doce años de experiencia en este último. En 2004 creó la Fundación Valora, ONG que sigue presidiendo actualmente.

Texto – Jaime Sánchez Moreno

En 2004 el empresario Nicolás Fernández de Villavicencio puso en marcha la Fundación Valora, un organismo que pretende facilitar la realización de donaciones tanto de empresas como de particulares para hacer que algo que ha perdido su utilidad para los donantes satisfaga las necesidades de quienes las reciben.

Según Nicolás, Valora surgió de forma esporádica y casual gracias a un hermano suyo que se dedica al mundo de los dulces para niños (las “chuches”), que importa y distribuye por España. Años antes del nacimiento de Valora, Nicolás recibió la llamada de una amiga suya que le pidió chuches para un rastrillo benéfico. Él preguntó a su hermano si le sobraban chuches, cuya empresa contaba con montañas de distintos productos.

A partir de ahí, realizó una labor de voluntariado en la que repartía productos, destinados en un principio a destruirse, entre aquellas personas que los necesitasen. Sin embargo, se dio cuenta de que este método suponía en parte una pérdida de tiempo. Con la idea de que las donaciones se hiciesen de forma más eficiente fundó Valora.

En torno al aprovechamiento de excedentes, el esquema de Valora sigue el de los mercados financieros. Un software con el que “gestionar todo con solamente dos personas en la Fundación, que busca que la gente se conciencie para dar un uso de algo, que en apariencia no sirve para nada, evitando que vaya a los vertederos, adquiriendo así una segunda vida”. Valora convierte un problema en tres ventajas fundamentales: una acción de Responsabilidad Social Corporativa, un ahorro de los gastos de transporte al basurero o del almacenamiento y una desgravación fiscal en caso de que la donación se valore en libros.

Valora ayuda como plataforma a Karibu Sana!, un proyecto de escolarización en Kenia para niños sin oportunidades de recibir una educación digna. La Fundación no pide dinero a particulares y tiene convenios firmados con varias empresas.

Nicolás cree que “si hubiese reconocido públicamente la existencia de Valora entre 2010 y 2014, me habrían mirado mal”, porque por aquel entonces en un banco no estaba bien visto realizar otra labor alternativa, ya que eso se podría interpretar como que no dedicaba todo su esfuerzo a la entidad. Sin embargo, ahora este aspecto se premia. Considera que en esta conciliación entre oficina y voluntariado Estados Unidos está diez años por delante de España, que también ha progresado en este campo. Ahora todas las empresas tienen una memoria de responsabilidad social, algo impensable hace quince años.

Ensalza la importancia de transmitir a la familia la ayuda a los demás, porque “a la vez se ayuda uno mismo”. Para Nicolás el catolicismo se basa en el ejemplo de Jesús, fuente del comportamiento ético. “Es mi inspiración, porque su vida es la que te enseña esa moralidad que está detrás de este pensamiento: ayudar a los demás para ser feliz”. “Posiblemente si no fuera católico, no existiría Valora”, confiesa. Añade que “si existe, es porque el cristianismo me despierta una serie de inquietudes que de otra manera no lo hubiera hecho”.

Para Nicolás, a muchos no creyentes les resulta muy atractivo de la religión católica lo razonable que es. De hecho, en un cierto aspecto cualquiera puede ser católico casi sin darse cuenta, y el catolicismo destaca por su sencillez. Según él, hay mucha gente que no cree en Dios, pero que podría llegar a ser mejor católica que otras personas que ya creen y practican, ya que la clave humana de un comportamiento recto es la bondad. Sobre el Papa Francisco piensa que “es el ‘Superpapa’, ha roto todos los esquemas, quiere rebajar todo el gobierno de la Iglesia a la altura de los demás haciéndola mucha más simple de entender y más accesible a todo el mundo. Está rompiendo moldes. Me parece un Papa impresionante”.

Estudió en la Regent´s University y en la European Business School de Londres. Tiene opiniones bien formadas sobre diversos puntos de la actualidad, hacia los que también gira nuestra conversación. Por ejemplo, cree que el “brexit” no se producirá. Está convencido de que los británicos buscarán una solución diplomática para que no se escindan del todo; para el presidente de Valora “se han dado cuenta de que se han pasado”.

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América Latina

“El Santo Padre dará confianza a nuestro país”, P. Luis Gaspar, director de la visita del Papa

Omnes·2 de enero de 2018·Tiempo de lectura: 4 minutos

El P. Luis Gaspar, director ejecutivo de la visita del Papa Francisco a Lima, ha concedido una entrevista a la revista Palabra, en la que se refiere a la mejor preparación para recibir al Papa, a su visita a Trujillo, y a varios santos peruanos.

—texto R. Miner

El ritmo de preparación de la visita del Papa Francisco a Perú es endiablado. Sin embargo, el P. Luis Gaspar Uribe hace un alto para comentar algunos aspectos con Palabra. Recuerda que la actividad central y final de esta visita será la Santa Misa que se celebrará en la explanada de la base aérea de Las Palmas, y que el entusiasmo por asistir a esta celebración eucarística es desbordante.

En vísperas de la visita del Papa Francisco, parece lógico recordar que Perú recibió a san Juan Pablo II en 1985 y 1988. ¿Qué recuerda ahora de esa visita?

—El recuerdo de las visitas de san Juan Pablo II al Perú en los años 1985 y 1988, es un tesoro que ha iluminado la vida de muchos peruanos. Cómo olvidar aquél mensaje de Juan Pablo II a los jóvenes en febrero de 1985 en Lima: “Jóvenes del Perú, solo en Cristo está la respuesta a las ansias más profundas de vuestro corazón” . También está en mi recuerdo, el reclamo enérgico que hizo en Ayacucho, en tiempos en el que el terrorismo azotaba ferozmente esa zona del país. Desde esa ciudad, exhortó firmemente a los terroristas a cambiar el camino que habían emprendido. Entonces reclamó un mundo donde impere la justicia, la defensa de los indefensos y la libertad. El Papa Juan Pablo II le mostró al mundo lo que es ser un hombre santo.

¿Cómo pueden prepararse mejor los peruanos para esta visita del Papa? ¿Ha habido algún mensaje pastoral de los obispos?

—El lema de la visita del Papa Francisco al Perú es Unidos por la Esperanza, y la unidad fundante tiene su centro y raíz en Cristo realmente presente en la Eucaristía. Por ello es indispensable –como preparación— visitar y permanecer delante del Santísimo Sacramento de la Eucaristía diariamente. El cardenal Juan Luis Cipriani escribió dos cartas apostólicas invocando a los fieles a una profunda preparación espiritual para recibir al Santo Padre. En esos documentos nos decía que esa preparación implica buscar a Jesús e invitarlo a entrar en nuestra alma para que, con su misericordia y con su perdón, ilumine nuestras vidas, nuestras familias, nuestros trabajos, es decir, toda nuestra existencia. Entonces también nos invitaba a rezar el santo rosario en familia, una oración al salir de la casa, la asistencia a la Misa dominical todos juntos, la participación en las actividades que se organizan en las parroquias, colegios y movimientos para la venida del Papa Francisco. Y si hablamos de esperanza, no hay que olvidar que la esperanza encuentra su lugar más importante en el sacramento de la Reconciliación. La esperanza es lo que nos ayuda a ser optimistas para ver los aspectos positivos que nos rodean y expresar nuestras opiniones, en las conversaciones familiares y laborales, con entusiasmo y con sentido positivo. En conclusión, los primeros pasos para una buena preparación para recibir con cariño al Papa Francisco son estar con Jesús en el Santísimo Sacramento cada día y acudir al sacramento del Perdón, siempre que sea necesario, para limpiar nuestras almas del pecado.

¿En qué temas piensa que se centrará el Papa Francisco en este viaje?

—Primero dejar en claro que la visita del Papa Francisco es un viaje pastoral, en el que no se espera que se den indicaciones políticas. Es innegable que el Santo Padre, llegará a un país con unas características propias y unas circunstancias particulares. Tampoco puede ocultarse el hecho que el Perú atraviesa actualmente una profunda crisis donde la corrupción golpea mucho a los pobres, porque impide que millones tengan acceso a hospitales y otros servicios públicos. Esa práctica hace ricos a unos pocos, pero genera desconfianza y pesimismo en un país que está creciendo razonablemente en materia económica.

¿Por qué el Papa ha elegido, además de Lima, visitar Madre de Dios en Trujillo?

—Madre de Dios es una zona de la selva peruana rica en recursos naturales, pero que también padece de la explotación minera ilegal que conlleva una serie de actividades ilícitas, como por ejemplo la trata de personas. El Papa irá a reunirse con los pobladores de esa zona y tendrá un espacio para visitar el albergue El Principito. Trujillo, ciudad del norte del país, fue uno de los lugares azotados por el fenómeno de El Niño Costero a inicios de años y que dejó a cientos de damnificados, que lo perdieron todo. El Papa, visitará el barrio Buenos Aires, donde se encuentra una cantidad considerable de afectados por los desastres naturales. A todos les llevará su mensaje de cariño y de esperanza.

Hay mucha devoción a varios santos peruanos, ente ellos santa Rosa de Lima y san Martín de Porres. ¿Puede comentar algo en este sentido?

—El Papa tiene muy metido en el alma que el Perú es una tierra de santos y así lo ha dicho: “El Perú es una tierra de muchos y grandes santos”. Tiene una enorme atracción por vivir esa piedad popular. Además, le tiene una devoción personal a San Martín de Porres. En el primer saludo que le dirige al pueblo peruano, lo hace teniendo como fondo al santo de la escoba. Hay que decir también que como un reconocimiento a su tremendo cariño por los santos peruanos, en las habitaciones que ocupará en la Nunciatura Apostólica del Perú, se han colocado los cuadros de San Martín y Santa Rosa de Lima para que acompañen su estadía.

Además del himno oficial, Con Francisco a caminar, de Héctor Quiñones, hay una canción, Peregrino de la Esperanza, que ha ganado el Concurso Bienvenido Francisco…

Peregrino de la Esperanza salió elegida en un concurso donde se presentaron 381 canciones. Las Niñas del Colegio Santa Anita recibieron una de las mayores votaciones del público a través de la página web y luego pasaron a la semifinal y la final por la decisión del jurado del concurso. El sueño de estas niñas era conocer al Papa Francisco, y cumplirán este sueño el 21 de enero en Lima cuando le canten al Papa. Es muy bonito ver la fe y dedicación de estas adolescentes que interpretan ‘Peregrino de la Esperanza’. Además, hemos lanzado el video clip de esta canción, donde una de las más importantes figuras de la canción peruana, Eva Ayllón, se une a la bienvenida al Papa Francisco a nuestro país.

Cultura

Crece la devoción a Lejeune, descubridor del síndrome de Down

Omnes·2 de enero de 2018·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La figura del genetista francés Jérôme Lejeune, que descubrió el síndrome de Down, se engrandece en la sociedad y en el catolicismo francés, mientras avanza su causa de canonización. La Fundación Jérôme Lejeune impulsa la curación de la trisomía 21, y denuncia “la caza” de los niños trisómicos.

José Luis Domingo, París

“Elige la vida para que tú vivas”. Es el título que el cardenal Robert Sarah había elegido para la conferencia que pronunció a finales de marzo de este año en París. El motivo fue el 23 aniversario del fallecimiento de Jérôme Lejeune. Más de 1.500 personas pudieron asistir también a la Misa celebrada en Nôtre Dame. Es una tradición que se repite de año en año, y que se consolida al ritmo del crecimiento de la fama de santidad y del recurso a la intercesión del científico francés.

En 2012, tras cinco años de intenso trabajo de una treintena de expertos médicos, juristas, notarios, etc., concluía la investigación diocesana de la causa de beatificación con el envío a Roma de las 15.000 páginas de testimonios y pruebas. La postuladora y el relator de la Causa finalizan actualmente la redacción de la Positio, documento síntesis que permitirá a la Congregación y al Papa pronunciarse sobre las virtudes heroicas del Siervo de Dios, dándole el título de Venerable. Para la beatificación sería necesario un milagro…

España

La pobreza no entiende de fechas

Omnes·2 de enero de 2018·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La pobreza dura los 365 días del año. Aunque en Navidades la gente está más sensible y colabora más”.

Texto – Fernando Serrano

Estamos llamados, por lo tanto, a tender la mano a los pobres, a encontrarlos, a mirarlos a los ojos, a abrazarlos, para hacerles sentir el calor del amor que rompe el círculo de soledad”: con estas palabras, el Papa Francisco ha alentado con su mensaje de la I Jornada Mundial de los Pobres (19 de noviembre), a tener presentes a los más desfavorecidos de la sociedad.

La situación en España mejora, pero no lo suficiente

Si se piensa en pobreza, la primera imagen que acude a la cabeza es de las zonas más desfavorecidas del mundo: aquellos países en los que la renta por habitante no supera los dos dólares al día. Pero también en España existe la situación de pobreza. Según el informe de EAPN-España, El estado de la pobreza, seguimiento del indicador de riesgo de pobreza y exclusión social en España, desde el año 2008 el número de personas en riesgo de pobreza se ha incrementado en más de 1.242.000.

América Latina

El Papa llama “tierra de santos’ a Perú y Chile

Omnes·2 de enero de 2018·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El Papa Francisco visita Chile del 15 al 18 de enero, y a continuación Perú, del 18 al 21. “Ustedes son tierra de santos”, ha manifestado el Papa al cardenal Juan Luis Cipriani, arzobispo de Lima. El P. Luis Gaspar, director ejecutivo del viaje del Papa a Lima, invita en una entrevista con Palabra a prepararse con los sacramentos de la Eucaristía y la Reconciliación. Y el obispo chileno Mons. González Errázuriz reflexiona sobre la visita. 

TEXTO R. Miner/F. Serrano

El 19 de junio del año pasado fue un día de fiesta para Chile y el Perú. Ese día se hizo público el anuncio oficial de la visita del Papa Francisco a ambos países. Han pasado varios meses, y la llegada del Santo Padre a Chile, el 15 de enero, y al Perú, es inminente. La primera vez que el Papa viajó a Latinoamérica fue a Brasil en 2013, al poco tiempo de ser elegido, con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud. Ahora tocan Chile y Perú. Quedan para más adelante Uruguay y su Argentina natal.

El lema de su viaje pastoral a Chile es Mi paz les doy, y el de Perú, Unidos por la esperanza. Parece que vienen “como anillo al dedo en países que transitan muchas veces por caminos de enfrentamientos e incomprensiones”, asegura a Palabra el director ejecutivo de la visita del Papa Francisco a la arquidiócesis de Lima, P. Luis Gaspar Uribe.

Recursos

Dar más espacio a la conciencia de los fieles

Omnes·2 de enero de 2018·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Dejar espacio a la conciencia de los fieles, sin pretender sustituirla, y ayudarles al mismo tiempo en la formación de la conciencia, es una tarea apasionante y posible.

Arturo Bellocq – Profesor de Teología Moral, Universidad Pontificia de la Santa Cruz

Parte importante de la conversión pastorla a la que nos llama el Papa Francisco consiste en «formar las conciencias»  en vez de «pretender sustituirlas»,  en «dejar espacio a la conciencia de los fieles» (cfr. Amoris laetitia, 37). Es una indicación valiosa para la Teología Moral, que quiere dar razón de la experiencia cristiana. En efecto, la moral cristiana no sólo es una moral de la verdad, por la cual sabemos lo que tenemos que hacer para ser felices. Es también una moral de la libertad: el buen cristiano avanza por el camino señalado por Jesucristo en el Evangelio porque quiere, porque está personalmente convencido de que ese programa de vida responde plenamente a sus deseos de felicidad.

 

 

Crítica a la posverdad

18 de diciembre de 2017·Tiempo de lectura: 2 minutos

XISKYAVALLADARES

‒Religiosa de la Congregación Pureza de María

@xiskya

Parece que los “fakes” están de moda. Noticias falsas, imágenes falsas, vídeos falsos. Todo con el fin de manipular la realidad o, en palabras de David Redoli: “Más que adaptarnos a la realidad, adaptamos la realidad a nuestras creencias. Para ello podemos llegar a rechazar los hechos y los datos. Lo llamamos disonancia cognitiva. Nos tragamos todo lo que nos llega y no todo lo que nos llega está verificado ni contrastado. Lo estamos viendo en el tema Cataluña, pero es en todo, también en los bulos que han corrido sobre el estado crítico de Benedicto XVI, en muchas palabras mal atribuidas al papa Francisco, en noticias sobre famosos y hasta en falsas herejías supuestas de Amoris Laetitia. Nos toca invertir un montón de tiempo desmontando mentiras pudiendo no tener que hacerlo.

La manipulación para adaptar la realidad a nuestras conveniencias es un gran problema. Pero no es el único. Intentan manipularnos unos pocos; el problema principal es la rapidez con que hacemos circular esos “fakes” sin verificar ni contrastar. Como si todo lo que surge en las pantallas, por el mero hecho de aparecer, ya significa que es verdad. No sé si esto se debe al oculto afán de protagonismo que buscamos queriendo ser los primeros en publicar, o los que más “me gusta” o “retuiteosobtenemos, o los que tenemos la imagen o noticia más impactante.

Tal vez tendríamos que revisar nuestro interior, sobre todo por encontrar qué es lo que nos motiva en el fondo a la hora de compartir una información o una imagen. No es fácil, lo sé. Pero a mí me ayuda hacerme la pregunta: “¿Va a hacer bien esto a los que lo reciban? Y, por supuesto, revisar bien el contenido antes de hacer clic. Los cristianos no podemos instalarnos en la posverdad.

Desengañémonos: todo es un relato. La historia es casi siempre muy distinta. Busquemos la verdad.

Háblalo con niños y ancianos

El desarrollo saludable de la sociedad pasa por fortalecer y estabilizar el núcleo familiar. Se necesitan leyes que protejan y apoyen a las familias desde las claves del matrimonio, la conciliación laboral, la educación y la vida.

12 de diciembre de 2017·Tiempo de lectura: 2 minutos

CÉSAR MAURICIO VELÁSQUEZ

@cesarmvelasquez

El descenso de los matrimonios y la estabilidad familiar en países de mayor desarrollo afecta el orden social y económico. Los datos indican que los menores en la delincuencia, por ejemplo, carecen de uno o de ambos padres. Esta ausencia causa deserción escolar, soledad y malos hábitos que afectan la salud física y emocional de los niños. Los estudios sobre el tema son abundantes así como quienes reconocen el valor de la familia, la importancia de la defensa de la célula de la sociedad. Todo esto es cierto, pero el problema amerita respuestas inmediatas y planes profundos que ayuden a las nuevas generaciones.

El diagnóstico de dificultades en parejas, matrimonios y familias podría estar unido a propuestas efectivas. A veces las mejores propuestas para fortalecer a la familia son rechazadas porque hablan de valores, virtudes en desuso por corrientes ideológicas que pregnan libertad sin responsabilidad, éxito sin lealtad y felicidad sin sacrificio.

Fortalecer la familia y garantizar el buen futuro de los niños exige un mínimo de respeto en la amistad y en el noviazgo, además de realismo y madurez al tomar la decisión del matrimonio, En algunos lugares, los requisitos para adquirir la licencia de conducción son más estrictos que los necesarios para contraer matrimonio. Mientras que para terminar con esta unión, puede ser más fácil el divorcio que clausurar una cuenta bancaria.

Según un estudio del Business Insider de mayo de 2014, Chile es el país con menos divorcios (3%). El porcentaje de divorciados en algunos países latinoamericanos es de Guatemala 5%; Colombia 9%; México 15%; Ecuador 20%; Brasil 21% y Venezuela 27%.

La ley por si sola no hace la familia, pero las leyes que favorecen su identidad son un respaldo legal y material a los padres que contribuyen a la estabilidad social, moral y económica. No hay otra institución capaz de hacer todo el bien que se alcanza en la familia. Quien tenga dudas sobre esto podría hablar con niños y ancianos.

¿Dónde es «casa»?

“Casa” es el sitio que tiene un techo y paredes, en cuyo interior nos sentimos resguardados; pero casa es también el lugar donde somos acogidos sin objeciones en época de persecuciones, guerra o hambre. Donde somos curados.

12 de diciembre de 2017·Tiempo de lectura: 2 minutos

Dostoievski, en “Crimen y castigo”, pone en boca de uno de sus personajes estas palabras: “Todo hombre debería tener un lugar adonde ir”. Y en poquísimas palabras consigue concentrar la medida de la necesidad infinita inscrita en nuestras fibras más profundas: la necesidad y el deseo de una casa.

Y “casa” es la que tiene un techo y paredes, en cuyo interior podemos sentirnos resguardados, ser hasta el fondo nosotros mismos sin ficciones; pero casa es también el lugar donde somos acogidos sin objeciones cuando atravesamos dificultades o huimos de situaciones de guerra, hambre, persecución; el lugar donde somos curados, una trama de relaciones buenas y especiales para nosotros.

Partiendo de aquí, para facilitar su tarea de responder a las necesidades concretas de las personas que viven en el mundo situaciones de vulnerabilidad, AVSI ha planteado la campaña Tende 2017-2018 sobre una pregunta: ¿dónde es “casa”?, que provoca e invita a apoyar cuatro proyectos de ayuda en situaciones de crisis.

Esos proyectos son los siguientes. En Iraq, la reconstrucción de un asilo en Qaraqosh, la población de la llanura de Nínive a la que están regresando los habitantes expulsados por Isis en 2014; asilo que se propone como un lugar de educación y protección de la infancia (acoge a 400 niños), pero también un motor para la reconstrucción de una comunidad herida.

En Siria, Hospitales abiertos, dos en Damasco y uno en Alepo, para garantizar la atención también a los más indigentes. En Uganda, un sistema integrado de acciones para la acogida de los refugiados –más de un millón y medio del Sudán del Sur‒, y el acompañamiento, educación y formación para el trabajo de los jóvenes. En Italia, Portofranco, una red de centros que ofrecen gratuitamente clases de repaso y apoyo en el estudio a jóvenes en dificultad, italianos y extranjeros, y así favorece la acogida y la integración.

Pero la intención de fondo de esta campaña es unir la ayuda concreta a una reflexión aguda, personal y común, sobre el tema de la “casa”, núcleo central para que nuestras sociedades plurales puedan anhelar y ser inclusivas y libres.

El autorMaria Laura Conte

Licenciada en Letras Clásicas y doctora en Sociología de la Comunicación. Directora de Comunicación de la Fundación AVSI, con sede en Milán, dedicada a la cooperación al desarrollo y la ayuda humanitaria en todo el mundo. Ha recibido varios premios por su actividad periodística.

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Ideología de género y visión cristiana

11 de diciembre de 2017·Tiempo de lectura: 2 minutos

Continúa en muchos lugares, y se acentúa, la presión para introducir en la educación, en las costumbres y en los diversos ámbitos la que se suele denominar ideología de género. Si el segundo término de la expresión, el género, ha adquirido bajo este empuje usos lingüísticos nuevos y discutibles, el primero, la ideología, apunta a que el contenido de esta manera de pensar se inserta en la sucesión de los enfoques que en la época contemporánea han buscado minar, uno detrás de otro, el sentido trascendente de la vida humana.

La fe cristiana, que no es ideología, proyecta sin embargo luz sobre los acontecimientos, y recuerda que la diferencia (que no significa desigualdad) entre hombre y mujer proviene del designio creador de Dios. Por eso el Magisterio reciente, tanto del Papa Francisco como de los Papas anteriores, ha señalado las deficiencias de ese planteamiento, y en concreto sin limitarse al nivel de la discrepancia intelectual o teórica, sino respondiendo también a la pretensión de imponerlo en las distintas esferas de la vida social; sobre ese trasfondo se sitúa la repetida denuncia que hace Francisco de la ideología de género como una “colonización ideológica” que pretende “cambiar la mentalidad o estructura” de un pueblo.

En la práctica, y también en la intención de sus diseñadores, la ideología de género se convierte en presión, y la presión se traduce en imposición, por ejemplo cuando busca dominar la legislación, muy principalmente la educativa (entrando así en la conciencia de los menores, para influir desde la raíz) y convertir en obligatoria en todos los campos la observancia de sus principios. La batalla por el género ya se ha abierto decididamente en el terreno legislativo, en muchos países. Si en el terreno de las ideas apenas ha encontrado resistencia la ideología “colonizadora”, como señala un artículo sobre este tema que publica el presente número de la revista, es deseable que ahora asuman su responsabilidad los legisladores, políticos, profesores y formadores.

Es muy plausible la opinión según la cual no parece suficiente la conciencia que tenemos acerca de lo que está sucediendo y de la necesidad de actuar con prudencia y claridad. Y tampoco debe sorprender el rechazo que produce recordar la verdad del ser humano y desvelar lo ficticio de un género construido socialmente, y amparado por el clima de permisivismo y relativismo morales. En último término, como dice el autor del artículo, “la orientación abiertamente unilateral en sus enfoques impide el necesario diálogo”, como es natural y propio de toda ideología.

El autorOmnes

Cultura

Entrevista con Joseph Enkh-Baatar, primer sacerdote de Mongolia

Omnes·6 de diciembre de 2017·Tiempo de lectura: 5 minutos

El padre Joseph es el único sacerdote católico nativo de Mongolia, un país donde el catolicismo tiene escasos seguidores (apenas el 0,05% de la población, aproximadamente) y donde la Iglesia es de las más jóvenes del mundo.

1-¿Cómo vive el ser el único sacerdote católico en Mongolia?

Realmente la Iglesia católica en Mongolia es una de las más jóvenes en el mundo actualmente. Este año estamos celebrando el 25 aniversario de la Iglesia católica en Mongolia. La búsqueda de la palabra de Dios fue plantada hace 25 años y crece poco a poco, dando fruto a todos nosotros. Yo soy uno de los frutos de esa búsqueda y hay gente joven que desea ser sacerdote o monja para trabajar para el reino de Dios. Por el momento tenemos a seminaristas estudiando en Corea del Sur y algunas niñas expresaron su interés en ir al convento.

2-¿Qué le movió a hacerse católico?

Primero, fui a la iglesia gracias a mi hermana mayor cuando yo tenía siete años. Inicialmente me gustaba ir a la iglesia por su atmósfera. Más tarde, poco a poco fui conociendo más acerca de Jesús, la Biblia, la fe y las enseñanzas de la Iglesia. La fe en Dios se volvió más y más importante en mi vida. Dio una respuesta y un significado a todas mis preguntas que tenía desde la infancia. A través de la fe en Cristo y de mi experiencia personal con Dios deduje que encontré el último significado y propósito de mi vida. Durante mis años en el colegio consultaba la Biblia compartiéndola cada viernes. Después de usarla, corría tan rápido como podía y me decía a mí mismo que era el niño más feliz del mundo porque sentía el amor inmenso de Dios. Desde entonces iba a la iglesia todos los días.

3-¿Qué encontró en el catolicismo que otras religiones no tienen? ¿Qué religión practicaba antes de convertirse al catolicismo?  

Por supuesto que respetamos todas las religiones, pero tenemos que admitir sus diferencias y peculiaridades. Personalmente, encontré la verdad, el significado y propósito de mi vida en la Iglesia católica. Para mí la peculiaridad del catolicismo o cristianismo que en general difiere de otras religiones es el mismo Jesucristo. No hay otras religiones cuyo líder hablase, pensase y actuase como él, o que mostrase tanto amor hacia la humanidad por medio de su encarnación y sacrificio en la cruz. Además, comparada con otras comunidades cristianas, la Iglesia católica es única en muchos sentidos. La católica es la única Iglesia del tiempo de Cristo. Tiene una rica tradición en muchos aspectos, especialmente en teología, filosofía, liturgia, etc.

Cuando nací, Mongolia era un país comunista, y no había libertad religiosa, que se ganó con la democracia en 1990. La Iglesia católica llegó a Mongolia en 1992, y  empecé a ir misa en 1994 cuando tenía sólo siete años. Porque no practicaba otra religión antes de ir a templos budistas unas pocas veces al año con mi familia.

4-¿Cómo reaccionó su familia cuando contó que quería ser un sacerdote católico?

Después de graduarme en el colegio, le conté a mi familia, junto al sacerdote de la parroquia, que quería ser sacerdote. Después de oír la noticia de que quería convertirme en sacerdote, mi madre lloró casi tres meses porque me quería mucho, y no deseaba enviarme fuera. En Mongolia no hay seminario y tenía que irme al extranjero. Además, mi madre no era católica entonces y no sabía mucho de la Iglesia católica ni del sacerdocio. La mayoría de mis familiares y parientes no estaban contentos con mi decisión de convertirme en sacerdote, porque mi padre había fallecido y yo era el único varón en mi familia, con dos hermanas mayores; en Mongolia, los hombres son considerados los únicos que continuarán el linaje de la familia. A pesar de todo, después de graduarme en la universidad quise ir a Corea del Sur a estudiar en el seminario, y todos los miembros de mi familia, aunque estaban tristes, me dieron sus bendiciones y apoyo. Me fue de gran ayuda la orientación que recibí de Wenceslao Padilla, el prefecto apostólico de Ulán Bator. De él he aprendido su generosidad, su apertura, su optimismo, su espíritu alegre y el amor hacia sus ovejas.

5-¿Cómo coexiste el cristianismo con otras religiones en Mongolia? ¿Y en Corea del Sur?

En Mongolia las principales religiones coexisten realmente en armonía. Tenemos encuentros anuales y conferencias sobre religiones durante el Día Mundial de la Paz. En mi ordenación tuvimos invitados importantes como lamas budistas (monjes), un pastor protestante, un sacerdote sintoísta y un sacerdote ortodoxo ruso. La Iglesia católica en Mongolia tiene también una relación amistosa con la Unión Evangélica de Mongolia, que es la unión más grande de iglesias protestantes. La única dificultad es la cooperación con el gobierno mongol o las instituciones. Aunque haya libertad religiosa en el país, tras ser un Estado comunista anteriormente, sigue habiendo una normativa muy dura para conceder permisos para actividades religiosas y visados para misioneros.

En Corea del Sur la Iglesia católica tiene también una buena relación con otras religiones. Comparada con la Iglesia en Mongolia, la coreana es mucho más grande, más influyente en la sociedad, y tiene una mayor aceptación social. Sin embargo, la colaboración entre la Iglesia católica y otras comunidades cristianas es un poco oscura y difícil. A veces me da pena que algunas comunidades protestantes vean a la católica y otras comunidades como una amenaza o un competidor.

6-¿Cuánta gente suele ir a su parroquia? ¿Qué actividades se hacen allí?

Estoy trabajando como coadjutor en la catedral de San Pedro y San Pablo. Tenemos alrededor de 340 personas bautizadas y la mitad de ellas acude a la iglesia semanalmente. Por el momento, tenemos dos sedes parroquiales, nueve grupos de diferentes edades (por ejemplo: niños, estudiantes de primaria, jóvenes, parejas jóvenes, adultos, comunidad internacional, etc.), tres clases de catecismo, dos clases escolares dominicales, una clase de confirmación, de Biblia, y tres grupos litúrgicos (coro, niños en el altar, lectores). Usualmente, todos los grupos hacen su plan anual y sus programas, y ayudan en diferentes actividades y servicios en la iglesia. Especialmente, durante este periodo estamos más enfocados en preparar el 25 aniversario de la prefectura y en la organización de diferentes actividades relacionadas con este evento, como seminarios, plantación de árboles, etc.

7-¿Hay proyectos de abrir más parroquias en Mongolia?

Sí, por supuesto. La buena noticia es para todos. Pero como dijo Jesús, necesitamos más trabajadores en el campo del Señor. Necesitamos más misioneros y especialmente sacerdotes y monjas locales que anuncien el Evangelio y sirvan a la Iglesia. Además, debemos formar a más misioneros laicos, porque la Iglesia no puede depender solamente de sacerdotes y religiosos.

8-¿Hay perspectivas de nuevas vocaciones sacerdotales o religiosas?

Estamos intentando tener el día de la vocación anualmente y estamos organizando diferentes actividades y seminarios cada dos meses para los que se muestran dispuestos o interesados en ser sacerdotes o religiosos. Realmente estoy convencido de que esas actividades y seminarios para la vocación pueden ayudar a gente joven a entender la llamada de Dios y descubrir su propia vocación, sea o no como sacerdote o religioso. La vocación es para todos, y no consiste sólo en hacerse religioso o sacerdote. Es escuchar la voz de Dios en la vida de uno y responderle. Escuchar, seguir y realizar la vocación de uno es siempre bello y es un instrumento a través del cual podemos dar cumplimiento al sentido de nuestra existencia.

 

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Mundo

Los cristianos, claves para la estabilidad del Líbano

Omnes·5 de diciembre de 2017·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El Papa Francisco acentúa estas semanas frecuentes llamamientos a la oración por la paz en Oriente Medio y por la estabilidad de Líbano. En el trasfondo, la tensión entre Arabia Saudí e Irán. El Patriarca maronita, cardenal Bechara Boutros Raï, ha mantenido un histórico encuentro en Riad (Arabia) con el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán.

Rafael Miner

Arabia Saudí e Irán no sólo libran su particular batalla en Yemen o Qatar. El afectado ahora, con una intensidad preocupante, es Líbano, el país de los cedros, en el que un 40 por ciento de los 4,5 millones de habitantes es cristiano, cosa que no sucede en otros países de Oriente Medio.

Lo que está sucediendo en Beirut, y por extensión en todo Líbano, no puede considerarse que se sitúe en el marco de la normalidad. En marzo de 2014, el presidente Suleimán cumplió su mandato y abandonó su cargo. Se acentuó la rivalidad política, debido a la terrible guerra en la fronteriza Siria. Al fin, en octubre de 1016, en buena parte gracias al Patriarca maronita Bechara Boutros Raï, que reclamaba una actitud responsable, los partidos llegaron a un acuerdo con la elección del nuevo presidente, el cristiano Michel Aoun.

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España

Recta final del Plan Diocesano de Evangelización en Madrid

Omnes·5 de diciembre de 2017·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La archidiócesis de Madrid puso en marcha, por impulso del arzobispo cardenal Carlos Osoro, un ambicioso Plan Diocesano de Evangelización, que ya ha entrado en su tercer y último año.

Javier Peño

El Plan Diocesano de Evangelización que la archidiócesis de Madrid comenzó a finales del año 2015 afronta su tercer y último curso con la ilusión de que todo trabajo realizado se pueda traducir en un impulso real a la vida cristiana de los fieles de la Iglesia que peregrina en Madrid.

El arzobispo, el cardenal Carlos Osoro, ha sido el encargado de ir personalmente a cada una de las ocho vicarías que componen la archidiócesis madrileña para presentar las líneas maestras de trabajo para este nuevo ejercicio, que tiene como base, como es natural, el balance de lo realizado y conseguido merced a la oración y estudio en los ejercicios precedentes.

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América Latina

La devoción mariana en Estados Unidos, fortaleza para la familia

Desde que la Virgen María se apareció en Wisconsin, en 1959, a la joven Adele Brise, y le pidió que enseñara la fe a los niños, la devoción a Nuestra Señora se ha extendido por todo Estados Unidos. El reto es conseguir mantener la fe de los jóvenes y fortalecer a las familias.

Juan Vélez·5 de diciembre de 2017·Tiempo de lectura: 5 minutos

El amor y devoción a la Virgen María es una parte integral de nuestra fe cristiana. En este relato se trata de ofrecer una panorámica general de la devoción mariana en los Estados Unidos (EEUU). Hace dos años, un amigo sacerdote me contó que iba de peregrinación a pie a un santuario mariano. Pensé que me hablaba de México, y me sorprendió al contarme que iba con veinte personas de su parroquia, caminaban 200 millas a la pequeña población de Champion, Wisconsin, al norte de los EEUU, cerca de la ciudad de Green Bay. En esa región del país, colonizada por emigrantes de Bélgica, la Santísima Virgen se apareció a una joven, Adele Brise, en octubre de 1859. 

Entonces, la extensa región en el noroeste de Wisconsin estaba poco poblada por campesinos, quienes sólo tenían un sacerdote itinerante para atenderles y enseñarles. El mensaje de la Virgen era muy sencillo: enseñar la fe a los niños. La bella Señora se apareció a la joven y le dijo: “Soy la Reina del Cielo… Reunid a los niños en este país salvaje y enséñales lo que debe saber para su salvación… Enséñales a usar el catecismo, cómo hacer la señal de la cruz y cómo acercarse a los sacramentos. Eso es lo que quiero que hagas. Ve y no temas. Yo te ayudaré”. Adele comenzó a dar catequesis a niños, yendo de casa en casa a lo largo de la península de Green Bay. Eventualmente, ella fundó una comunidad religiosa dedicada a Nuestra Señora del Buen Socorro, y fundó un colegio que ha contribuido a la formación cristiana de los niños y familias de la zona. 

En el año 2010, David Ricken, obispo de la diócesis de Green Bay, dio reconocimiento oficial de la Iglesia a estas apariciones de la Virgen. Hoy día, muchas personas van a este santuario, el único en los EEUU en el que se ha aparecido la Virgen, para honrarla y pedir su auxilio.

La fe católica es cristocéntrica. La estrecha relación entre Jesús y su Madre, y la eficacia de la devoción a Ella, se verifica día a día con la adoración eucarística de su Hijo. Capillas con adoración eucarística han aumentado en los EEUU. La mayoría de las ciudades, sobre todo las de mediano tamaño o más, tienen varias parroquias con adoración perpetua de Jesús en el Santísimo Sacramento. En estas capillas, el rezo y meditación del rosario es una parte central.

El matrimonio y la familia

San Juan Pablo II repitió muchas veces que el hombre es el camino de la Iglesia. Y hace falta conocer a Cristo para conocer al hombre, hecho a imagen y semejanza de Dios Hijo. Después, el Papa enseñaba que la familia es el camino de la iglesia. Es en la familia donde surge la fe y se vive el amor. La familia es la iglesia doméstica.

Hoy más que nunca el matrimonio y familia sufren numerosos ataques en la sociedad norteamericana. Aunque esto ocurre en muchos países, las consecuencias se sienten fuertemente aquí. Esto obedece en gran medida a una falta de fe y vida cristiana que lleva al egoísmo, a la falta de respeto y confianza mutua. La crisis de la familia nos recuerda la imperiosa necesidad de Dios en la vida personal y en la sociedad. Esta renovación pasa por la Sagrada Familia. El trato con Jesús, María y José es el maravilloso ejemplo de amor, entrega, respeto y trabajo en el hogar.

Los jóvenes

En el pasado, la Legión de María ha tenido gran acogida en los EEUU, pero actualmente esta buena organización, que rinde culto a nuestra Madre del Cielo, necesita de miembros jóvenes. Hace falta buscar nuevos métodos que entusiasmen a la juventud y despierten sus ideales.

Una encuesta reciente señala que hasta hace pocos años los jóvenes estadounidenses abandonaban la fe a partir de los 18 años, y ahora esto sucede poco después de los 13 años. Urge formar a la juventud para que pueda madurar y mantener viva la fe ante el mal ejemplo que reciben de amistades en el ambiente escolar, y de aquellos medios de comunicación que promueven un materialismo y hedonismo destructivo. 

El P. Ezequiel Sánchez, director del santuario de la Virgen de Guadalupe en Chicago, me ha contado su experiencia. Este año, en el santuario se ha formado una cofradía para mamás e hijas bajo el nombre de Hijas de María. Ahí se trata a las jóvenes con su familia, y existen algunas actividades para las hijas y otras para las mamás. La cofradía consta de 28 jóvenes, con edades entre los 13 y los 18 años, y sus mamás. El P. Sánchez comenta que para esta labor de formación de la juventud hace falta tener en cuenta las necesidades de los jóvenes y las diferencias culturales entre jóvenes inmigrantes y los de EEUU. Los primeros son sociales y los de aquí, callados. En este santuario se realiza también una amplia catequesis de niños. Actualmente asisten unos quinientos hijos con sus padres, y se les insiste en la necesidad de vivir coherentemente su fe para que los hijos la aprendan.

Al santuario de la Virgen de Guadalupe acuden en torno a un millón de personas cada año. Este encuentro con Dios por medio de la Virgen lleva a muchos deseos de conversión y de formación. Como en las parroquias, se prepara a las parejas para que contraigan un matrimonio sacramental, y a otros en situaciones con impedimentos para convalidar su matrimonio. Se trata, sin embargo, de sanar heridas de las familias. Muchas veces se piensa en sacar a las personas del pecado, pero aquí se va más allá y se ayuda a sanar.

Luisiana, California…

La piedad popular es un elemento de la vida cristiana, que exige doctrina y vida sacramental, y en la que la práctica de las virtudes es imprescindible. Para la solemnidad de la Asunción de la Virgen, se realiza en Luisiana una “procesión” marítima en barcas por el río Bayou Teche. El evento, que celebra la llegada de católicos franceses a Luisiana, consiste en llevar a la Virgen en una barca rodeada por otras barcas al puerto de San Martinville. Comienza con la misa en francés, y continúa con paradas en varios puertos en los cuales se recita el rosario y se hace adoración eucarística. Participan muchos fieles, y este año presidió los actos el obispo de la zona.

A mediados del siglo pasado, el P. Patrick Peyton promovió el rezo del rosario en familia desde California. Su lema era sencillo: la familia que reza el rosario permanece unida. Organizó por todo el mundo encuentros para rezar el rosario, denominados Family Rosary Crusade. Hoy día, el nombre ha cambiado a Rosary Rallies. Recuerdo un rally que se realizó en el 2009, en un estadio de fútbol en Los Angeles. El encuentro consistió en el rezo del rosario con meditaciones sobre cada misterio, números musicales y testimonios de varias personas como el actor y productor de cine Eduardo Verástegui, o una joven superviviente de las masacres en Ruanda, Immaculée Ilibagiza.

El rosario, muy extendido

Hoy día, gracias a la radio y a la televisión, se escucha el rosario y se medita en la vida de Nuestra Señora en todos los lugares de los Estados Unidos. En televisión, EWTN extiende la Misa y el rosario a millones de personas.  La cadena Relevant Radio transmite programas a una audiencia de 130 millones en muchas ciudades del país, y muchas otras cadenas de radio más pequeñas promueven esta devoción a la Virgen.

A modo de conclusión, hablar de la Virgen María es hablar de la fe católica y de la Redención. Se trata de la doctrina cristiana y de piedad popular. El amor de los fieles a la Virgen María lleva a un mayor encuentro con Jesús y su Iglesia, que se manifiesta en conversiones de personas y familias, el descubrimiento de distintos caminos vocacionales y un fuerte respaldo a movimientos a favor de la familia y de la vida.

De lo contado aquí se puede deducir que la devoción mariana en los EEUU tiene un origen muy diverso, lo que conlleva el desafío de fomentar la unidad católica mientras se respetan costumbres y devociones propias. Existen otros retos en la práctica de la devoción mariana; entre ellos está lograr traducir esa piedad en frutos para la vida cristiana en la familia, el campo de trabajo y la sociedad en general.  

Sin embargo, estos retos no disminuyen en nada la importancia vital del culto mariano pasado y presente en los EEUU que aquí hemos querido reseñar. Debemos añadir finalmente que el centenario de las apariciones de la Virgen en Fátima, así como la piedad mariana de los Papas, han fomentado la devoción a la Virgen María en este país y han dado lugar a un fuerte impulso evangelizador.

El autorJuan Vélez

Chicago (Estados Unidos)

Reverendo SOS

Fibras textiles

Algunos lectores sugieren que hablemos sobre el cuidado de la ropa: lavado, planchado, etc... Es un tema muy amplio, sobre todo debido a la composición tan diferente de los diversos tejidos, que requieren cuidados diversos.

María Amparo Gordo y María Ángeles Muñoz·2 de diciembre de 2017·Tiempo de lectura: 3 minutos

Una medida de prudencia es leer las etiquetas de las prendas de ropa, que indican el tratamiento que se les debe dar. Si desconocemos el significado de alguno de los símbolos, en internet lo encontraremos con rapidez.

En todo caso, conviene saber identificar las fibras textiles, naturales y químicas, conocer sus propiedades generales y, en consecuencia, saber cómo tratarlas.

Existen las fibras naturales, que pueden ser vegetales, como el algodón, el lino, el yute, el cáñamo o el sisal; animales, como la lana, la seda o los pelos; y minerales, como el amianto. Por su parte, las fibras químicas pueden ser de polímero natural, como la viscosa, el modal, el cupro, el acetato y el triacetato, o de polímero sintético: el poliéster, el nylon, el acrílico o el elastano, entre otros.

Las fibras naturales vegetales tienen las siguientes propiedades: tiñen bien; tienen poca resistencia a los ácidos y gran resistencia a los álcalis; ofrecen una gran retención de la humedad; tienen poca resiliencia, tanto en seco como en húmedo, por lo que se arrugan con facilidad y no se recuperan por sí mismas si no es con plancha. Por consiguiente, estas fibras requieren, en general, poner cuidado al desmanchar, lavar o centrifugar.

Para el lavado conviene utilizar jabones neutros o alcalinos. Los detergentes completos o algún blanqueante sólo deben usarse en prendas blancas. No es necesario el suavizante. Aunque habitualmente se lavan al agua, para el lino de color se recomienda una limpieza en seco, y se debe evitar centrifugar estas prendas. En cuanto al planchado, su calidad está unida al grado de humedad. 

Las fibras naturales de origen animal más frecuentes son la lana, la seda y el cuero. Su composición es fundamentalmente proteica.

La lana y la seda tienen bastantes propiedades comunes: buena resiliencia, que permite su recuperación después de haberse deformado; poca resistencia a las altas temperaturas; la acción mecánica con calor y humedad pueden producir encogimiento; buena capacidad para teñir; no resisten la lejía; el uso de los blanqueantes está completamente desaconsejado, y el único que soportan es el agua oxigenada, con precaución y aclarando enseguida; son muy sensibles a álcalis suaves, por lo que cuidaremos el color al desmanchar, sobre todo en la seda. Puede utilizarse suavizante con precaución para la lana, y unas gotas de vinagre para el aclarado en la seda. La calidad del planchado está unida al grado de humedad de la prenda; es mejor tratarlas en seco. El punto de lana se puede lavar con agua y detergente neutro. Si se hace en lavadora, hay que utilizar el programa de lana y sin cambios bruscos de temperatura (poner el selector de temperatura a 0º).

El cuero se diferencia mucho de otras fibras naturales en cuanto a propiedades, tratamiento y cuidados. Si no estamos seguros de darle el tratamiento adecuado, lo más acertado será llevar estas prendas a alguna tintorería especializada.

Las fibras químicas de polímero natural imitan a las fibras naturales. Entre sus propiedades más destacadas encontramos: son de cuidado fácil tanto en el lavado como en el planchado; son moderadamente rígidas y poco resilientes, se marcan mucho las arrugas; generan poco pilling; tienen una larga duración y resistencia a los agentes externos tipo moho; los productos oxidantes han de usarse con precaución.

Las fibras químicas de polímero sintético son enteramente químicas, obtenidas de productos fabricados por el hombre. Se clasifican según la forma de obtención, por ejemplo la policondensación: poliamida como el nylon, el perlon, el enkalon; poliéster, como tergal, terleka, terylene, trevira, dacron; o la polimerización: las fibras acrílicas como acrylan, orlon, leacril, crilenka; y las fibras de poliuretano como el elastano o la lycra. Sus propiedades son: suelen ser de bajo coste; alta formación de pilling; absorben bien las grasas; baja absorción de agua; pueden cargarse de electricidad estática por el rozamiento y el calor; son bastante abrasivas o muy elásticas.

El punto débil de la fibra acrílica es que no se debe pasar de 30º de temperatura; se encogen y se deforman con facilidad. En el lavado a máquina es aconsejable utilizar el programa de lana, y secarla en una superficie horizontal.

El autorMaría Amparo Gordo y María Ángeles Muñoz

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Evangelización

Catequesis para jóvenes con discapacidad

Esta sección de Palabra está reuniendo, como preparación para el Sínodo de los Jóvenes del próximo octubre, diversas iniciativas relacionadas por la pastoral juvenil. En esta ocasión recogemos el proyecto sugerente, impulsado por la Universidad Católica de Chile, para la catequesis con personas con discapacidad.

Pedro Urbano·2 de diciembre de 2017·Tiempo de lectura: 3 minutos

Un grupo de académicos de la Pontificia Universidad Católica de Chile ha desarrollado una iniciativa poco frecuente, pero necesaria: un material de catequesis para personas con discapacidad cognitiva. 

Los materiales han sido preparados por miembros (académicos) de la comunidad universitaria. Aun no tratándose de un proyecto liderado por estudiantes, puede enmarcarse de algún modo entre las iniciativas de la Universidad Católica en las que participan directamente los estudiantes, como el concurso “Innova Pastoral” para propuestas de innovación cristiana en distintos campos, la colaboración con las misiones, los proyectos de solidaridad, etc. En este caso, se trata de cuatro libros para la catequesis de Primera Comunión y de Confirmación, con un enfoque particular: están pensados para preparar a grupos en los que participen personas con discapacidad cognitiva.

Origen de la propuesta

El material surgió de la inquietud que presentó Fabiana Sevilla, fonoaudióloga que trabaja desde hace años con personas con síndrome de Down, al vivir la experiencia de ser madrina en una Confirmación. Tal como nos explica la doctora Macarena Lizama, quien dirigió el proyecto, “su experiencia como madrina de confirmación generó la inquietud sobre la existencia de material dirigido a personas con discapacidad cognitiva y cómo era la experiencia de ellos en el desarrollo de su vida espiritual […]. Lo conversamos en equipo, buscamos literatura y surgió la posibilidad de concursar por recursos para desarrollar un material educativo para catequesis, que tuviera información y adaptaciones de manera que pudiera ser trabajado en grupos en donde participaran niños y jóvenes con discapacidad cognitiva”.

De esta manera, como explica Marta Winter, directora de Comunicación en la Universidad Católica de Chile, estos materiales son una forma de contribuir a una sociedad más justa e inclusiva, y a hacer efectivos los derechos de las personas con discapacidad en relación al acceso de la información, a la educación y a que sean capaces de tomar sus propias decisiones. Una de las motivaciones de este proyecto, en particular, fue lograr un material con el cual las personas con discapacidad cognitiva pudieran disfrutar y cultivar plenamente una vida religiosa y espiritual a través del conocimiento de contenidos de catequesis, adaptado a sus necesidades.

Concurso de investigación

Estos libros fueron desarrollados por un equipo interdisciplinario de profesionales expertos en las áreas de discapacidad, teología y diseño y producción de material educativo.

Concretamente, han intervenido la mencionada doctora Macarena Lizama, pediatra y directora del “Centro UC de Síndrome de Down”, así como Fabiana Sevilla, fonoaudióloga, junto con Andrea Lisboa, educadora diferencial, Norma Miranda, catequista, Francisca Bustamante, diseñadora e ilustradora, y Catalina Manterola, alumna de diseño de nuestra Universidad. 

El trabajo se enmarca en el resultado del proyecto titulado “Cultivando la vida espiritual de personas con discapacidad cognitiva: desarrollo de material de apoyo para la promoción de la espiritualidad y la educación en catequesis de primera comunión y confirmación”. Ha contado con el apoyo de los fondos del “Concurso de Investigación y Creación de la Pastoral UC”, en su versión 2015, y de la Vicerrectoría de Investigación de la Universidad Católica. 

La doctora Lizama explica por la acogida que han tenido, tanto entre los catequistas como entre las personas a quienes va dirigida la catequesis. “La acogida ha sido excelente”, nos dice. “Los catequistas que participaron en el taller se mostraron motivados, reflejando la gran necesidad de contar con este tipo de material. Tuvimos asistencia de catequistas de Viña del Mar y Talca, además de diversas partes de la región metropolitana, lo que nos deja muy motivados para poder avanzar en la búsqueda de recursos para contar con este material impreso para su distribución y uso masivo”. Además, ya tienen experiencias sobre su empleo en la catequesis con personas con discapacidad cognitiva: “Realizamos pruebas preliminares, de manera de evaluar si las instrucciones de las actividades eran claras. También lo conversamos con padres de personas con discapacidad cognitiva y catequistas”.

Contenido disponible

El material desarrollado se traduce en cuatro libros, que han sido presentados a la comunidad hace pocos meses. En ellos se contienen los materiales para la catequesis de primera comunión, uno de ellos dirigido al catequista y otro con actividades para el estudiante, y dos libros para la catequesis de Confirmación, uno de guía para el formador y otro para el confirmando. 

Dado que el proyecto no está motivado por un ánimo de lucro, todos estos libros están disponibles para la comunidad: parroquias, catequistas o personas que lo quieran emplear. Por consiguiente, se pueden descargar de manera gratuita en la página web del “Centro UC síndrome de Down”, www.centroucdown.uc.cl. No obstante, “esperamos que alguna editorial se motive a disponer de este material impreso, para que sea accesible a quienes lo requieran”, señala Macarena Lizama.

El autorPedro Urbano

Recursos

Sobre la función del derecho canónico

Varias conmemoraciones actuales invitan también a la reflexión sobre la función del derecho canónico: el quinto centenario de la muerte del cardenal Cisneros y del comienzo de la reforma de Lutero, y los cien años del primer código, de 1917.

Nicolás Álvarez de las Asturias·2 de diciembre de 2017·Tiempo de lectura: 9 minutos

Buena parte del siglo pasado se lo pasaron los canonistas intentando justificar la legitimidad de su tarea. No eran pocos quienes consideraban que el derecho canónico era contrapuesto a las enseñanzas del Evangelio, a la Iglesia querida por Jesús y guiada por el Espíritu Santo. En último término, se consideraba una expresión eminente de la mundanidad en la que se había caído. Su desaparición se postulaba como un requisito imprescindible si quería lograrse de verdad la renovación profunda de la Iglesia.

La duda que no termina de disiparse

Es verdad que conforme se fueron recibiendo con más sosiego las enseñanzas del concilio Vaticano II y, sobre todo, tras la promulgación en 1983 del nuevo Código, las objeciones fueron decreciendo y el derecho canónico pareció adquirir de nuevo carta de ciudadanía y una cierta legitimidad. Además, numerosos canonistas de gran relieve reflexionaron sobre los fundamentos de su ciencia y ofrecieron una visión mucho más profunda y argumentada del papel esencial que desempeña en la vida de la Iglesia.

Sin embargo, ni el nuevo Código ni la contribución de los canonistas han terminado de disipar la duda. La contraposición entre ley y misericordia, rigidez y flexibilidad, son modos legítimos de explicar la novedad del evangelio y una fuerte sacudida para que la Iglesia sepa estar siempre al servicio del hombre, de cada hombre. Pero solo coloquialmente puede sostenerse que el derecho canónico sea el defensor de la ley y de la rigidez, en el sentido de las contraposiciones señaladas. En efecto, si recurrimos a los clásicos, el derecho aparece como lo que pertenece a cada uno, lo que se le debe en justicia; y si recurrimos a los grandes acontecimientos que configuraron nuestra cultura en su versión más reciente, el derecho aparece como lo que garantiza la igualdad de todos los hombres y los protege de los desmanes de los poderosos. Algo parecido debe decirse de su función en la Iglesia, pero no solo.

En 2017 han coincidido diversas conmemoraciones históricas que permiten reflexionar sobre algunos aspectos de la función que el derecho canónico realiza en la comunidad eclesial. A luz de ellas, se espera poder disipar, al menos en parte, la duda sobre su legitimidad y utilidad, así como iluminar el sentido de los últimos cambios introducidos por el papa Francisco en la disciplina eclesial. Como se ve, se trata, una vez más, de recurrir a la historia como magistra vitae.

Dos episodios relevantes del siglo XVI

En 2017 se cumple el V centenario tanto de la muerte del cardenal Cisneros como del comienzo de la reforma de Martín Lutero. Ambos acontecimientos hablan de la reforma de la Iglesia, si bien con acentos profundamente diversos. En ambos, el papel del derecho canónico fue relevante e ilustrativo para comprender su función en la comunidad eclesial y su fundamentación.

a) Cisneros, paradigma de la reforma española

El cardenal Cisneros (1436-1517) es uno de los grandes reformadores de la Iglesia en España y uno de los que hicieron posible la contribución tan significativa de nuestro país en el concilio de Trento. Franciscano observante, entendió, también vitalmente, que cualquier reforma consistía fundamentalmente en la vuelta a los orígenes; orígenes que, con el paso del tiempo, de hecho se desvirtuaban, afeando de este modo el rostro de la Iglesia. En este camino, tanto Cisneros como el resto de los reformadores españoles, perciben en el derecho canónico una doble función y, a la vez, un límite.

La primera función es gnoseológica, puesto que el carisma originario, al menos en las órdenes religiosas, quedó plasmado en la regla primitiva. A ella se debe volver. De modo indirecto se asume que el derecho no desnaturalizaba los carismas, sino que los preservaba y consolidaba frente al paso del tiempo. 

La segunda es disciplinar. El derecho puede decirse que encarna la existencia en la Iglesia de una potestas, dotada de los medios suficientes para preservarla de toda desviación de cuanto Ella entiende que es don recibido del Espíritu; y para corregir el rumbo cuando dichas desviaciones se han dado. No aparece, pues, el derecho canónico como contrario a la obra del Espíritu, sino como instrumento para proteger y, si es el caso, retornar a dicho designio divino. Potestad que, en manos de los pastores legítimamente constituidos (el Papa y los obispos), debe ser ejercida como parte esencial de la misión que han recibido de Cristo.

El límite proviene de la constatación de la ineficacia de las leyes cuando no hay quienes quieran aplicarlas y vivirlas, y solo puede superarse a través de una adecuada formación; de los pastores, en primer lugar. La fundación de la Universidad de Alcalá –no especializada en leyes– es significativa del genio de la reforma española, basada antes en la formación de las personas que en la promulgación de leyes o la creación de instituciones: un desafío y una lección permanentes, para lograr que el derecho canónico pueda desempeñar realmente su función.

b) Martín Lutero y su “parábola” en el derecho canónico

Si para Cisneros el derecho canónico es fuente de conocimiento de la dirección que debe emprender la reforma e instrumento (aun limitado) para conseguirla, para Lutero (1483-1546) es todo lo contrario.

Del mismo que el inicio de la reforma protestante se liga a un acontecimiento de tremenda fuerza visual (la fijación de las 95 tesis en la puerta de la iglesia del palacio de Wittenberg), su valoración del derecho canónico está marcada por otro acontecimiento de fuerza no menor: la quema en la hoguera del corpus iuris canonici el 10 de diciembre de 1520. Se consideraba el derecho canónico como un instrumento del Papa, concretamente aquel con el que tenía aherrojadas tanto las libertades de las iglesias y de los cristianos, como del mismo evangelio: “Si no se abolen sus leyes y sus ritos, y no se restituyen a las Iglesias de Cristo sus libertades y se difunden entre ellas, serán culpables de todas las almas que perecen bajo esta miserable cautividad, y el papado es verdaderamente el reino de Babilonia y del verdadero Anticristo”, llegará a afirmar. La abolición inicial de toda la disciplina canónica condujo, sin embargo, a las comunidades reformadas al caos organizativo y al desorden en cuestiones sustanciales, que afectaban también a la moralidad pública. De ahí que pronto empezaran a “rescatarse” de los libros quemados algunas disposiciones que resultaban imprescindibles para garantizar el orden en las nuevas comunidades. El mismo Lutero apoyó con entusiasmo estos intentos: “Hay muchas cosas en el Decretum de Graciano… que tienen un valor excepcional… porque en ellas se puede percibir el estado de la Iglesia tal y como era en la antigüedad, en sus orígenes”. De este modo, el pensamiento de Lutero sobre el derecho canónico traza una parábola, desde su más absoluto rechazo al reconocimiento de una doble utilidad: como fuente de conocimiento de la antigüedad y como disciplina que garantiza el orden.

Este reconocimiento no lo es de la potestas que estaría en su origen. En esto Lutero se mantendrá firme, encomendando la legislación eclesiástica a las autoridades temporales: de ahí que su reforma no pueda ser considerada “verdadera” (siguiendo la terminología de Congar), al romper de hecho la comunión. Sin embargo, por lo que se refiere a la fundamentación del derecho canónico, los reformadores protestantes sintonizan y difunden una convicción siempre presente en la tradición canónica, la existencia en el derecho canónico de disposiciones que no derivan de la autoridad pontificia, sino del derecho divino, al que incluso el Papa debe estar sometido. Dichas disposiciones divinas serán asumidas por los reformadores que las considerarán –al igual que los católicos– vinculantes no solo para la Iglesia, sino también para los ordenamientos civiles. De este modo, el nuevo derecho moderno, que empezaba a alumbrarse en aquellos años, recibirá como su fundamento último un derecho natural, cuya fuente de transmisión había sido el derecho canónico.

Las enseñanzas de los últimos cien años

Si la pretensión del derecho canónico, tal y como es percibida en el siglo XVI, es la de preservar la realidad originaria, reconducir a ella y garantizar el orden eclesial, sabiéndolo fundado en la autoridad misma de Dios y en la potestad que Él ha encomendado a los pastores de la Iglesia, la cuestión permanente es cómo lograr que cumpla de hecho esa función. Tanto la conmemoración del primer centenario de la primera codificación canónica como las sucesivas reformas que jalonan el siglo XX y lo que llevamos del XXI, iluminan la cuestión.

a) Un derecho cognoscible y aplicable: el Código de 1917

El concilio Vaticano I (1869-1870) fue la ocasión para que muchos obispos pidieran al Papa que se realizara una labor de síntesis del derecho canónico entonces vigente, pues resultaba casi imposible de aplicar, dada la dispersión de las leyes en colecciones de naturaleza diversa y su acumulación sin que las más recientes abrogaran necesariamente las antiguas. 

El encargado de cumplir esta sugerencia fue el Papa san Pío X (1903-1914), que comenzó y prácticamente culminó la obra de preparación del primer Código de Derecho Canónico, promulgado ahora hace cien años por su sucesor el Papa Benedicto XV. Se trataba de una adaptación tanto a la doctrina como a las necesidades de la Iglesia de una técnica que había conquistado prácticamente el derecho continental, y que era especialmente necesaria puesto que, a diferencia de los códigos seculares, el canónico aceptaba la superioridad del derecho divino, se interpretaba a la luz de la tradición precedente, y regulaba la vida de sus miembros teniendo en cuenta las diferencias que la recepción del sacramento del orden o la profesión religiosa introducen en el campo de los derechos y deberes en el interior de la comunidad eclesial. De este modo, la asunción de la técnica codificadora no se hizo sin el debido discernimiento de lo que pudiera tener de incompatible con la especificidad del derecho de la Iglesia.

La conmemoración de su primer centenario ha permitido reflexionar sobre las ventajas e inconvenientes que esta decisión ha tenido el derecho canónico y su específico servicio a la Iglesia. Aquí me interesa señalar tan solo dos ventajas, que estaban en el origen mismo de la decisión de codificar el derecho eclesial: el derecho canónico se convirtió desde entonces en un derecho fácilmente cognoscible y aplicable; dos características esenciales de una realidad con eminente finalidad práctica (llevar de lo que se es a lo que se debe ser).

b) El derecho de la Iglesia: el concilio Vaticano II y Código de 1983

La especificidad del derecho canónico respecto a cualquier otro ordenamiento jurídico tiene que ver con la peculiaridad de la sociedad eclesial. Se trata de una convicción permanente que puede verificarse en la estrecha relación existente entre la concepción que la Iglesia tiene de sí misma (expresada en la eclesiología y de modo autorizado en las expresiones magisteriales de naturaleza eclesiológica) y el derecho canónico en cada época histórica.

Se comprende que la celebración del concilio Vaticano II (1962-1965), con su profunda renovación eclesiológica, postulase una renovación igualmente profunda del derecho canónico. El beato Pablo VI llegó a hablar de un novus habitus mentis, como requisito necesario para plasmar en el derecho la renovación conciliar. San Juan Pablo II caracterizó el resultado de este esfuerzo –el Código de 1983– como una traducción al lenguaje jurídico de la doctrina conciliar sobre la Iglesia, que se percibe tanto en la nueva sistemática como en la redacción y el contenido de los cánones. Se expresa así con gran claridad el carácter jurídico (debido) de los grandes bienes específicamente eclesiales, como son la Palabra de Dios, los sacramentos y la misma comunión eclesial, a cuya tutela y garantía se ordenan los elementos de naturaleza más “práctica” como pueden ser los procesos o las penas.

De esta manera, el nuevo Código pone de manifiesto otra de las condiciones imprescindibles para que el derecho canónico cumpla su misión: debe ser también profundamente eclesial, enraizado en su misterio; de otro modo, no sería verdadero derecho, sino estructura mortificante.

c) Un derecho eficaz: las reformas del papa Francisco

De la promulgación del Código de 1983 están para cumplirse 35 años. Tiempo más que suficiente para verificar si se cumple otra de las características esenciales del derecho: su eficacia, que es la propia de cualquier ciencia práctica, llamada a transformar la realidad.

Parece indudable que, junto a la importancia la sinodalidad como categoría inspiradora (cfr. lo dicho en Palabra, noviembre 2016), las reformas del papa Francisco se mueven también en el ámbito de lograr un derecho canónico más eficaz. Me parece, en efecto, que ésta es una de las prioridades de la reforma de los procesos para la declaración de la nulidad del matrimonio, pero también de la adecuación de algunos cánones del código latino al de las Iglesias orientales (cfr. M.p. De concordia inter Codices, 31-V-2016) y, en último término, la reciente modificación de las competencias de la Santa Sede en relación con las traducciones litúrgicas (cf. M.p. Magnum principium, 3-IX-2017). 

Con todas estas reformas, y con la largamente anunciada del derecho penal, se introducen modificaciones en el Código de 1983, buscando que pueda cumplir su finalidad de tutela de los grandes bienes eclesiales y, sobre todo, que contribuya más eficazmente a su misión última, que no es otra que la de la salvación de las almas, de cada alma.

Recapitulación

El derecho canónico, que a los ojos de los no especialistas puede seguir apareciendo como sospechoso o hasta ajeno a la naturaleza de la Iglesia y obstáculo para su misión, surge de un modo completamente diverso si se le considera a la luz de las enseñanza de la historia; incluso cuando son tan parciales como las que ofrece la feliz coincidencia de unas conmemoraciones significativas.

Desde luego, el caso de Lutero pone de manifiesto siquiera su absoluta necesidad práctica. Pero indica también sus fundamentos últimos más allá de un poder terrenal y su estrecha dependencia de un derecho divino que debe ser garantizado y nunca conculcado. La reforma española de la que Cisneros puede considerarse paradigma, revela su valor para conocer el momento originario y para mantener a la Iglesia fiel a dicho momento (o para devolverle a él). También la existencia por voluntad de Cristo de una potestas eclesiástica, que permita mantener a la comunidad eclesial en estado de renovación. Las experiencias del siglo pasado y del presente ilustran, por último, las características fundamentales que el derecho canónico debe tener para cumplir su misión: su enraizamiento en el misterio de la Iglesia, su cognoscibilidad y aplicabilidad y, por último, su eficacia.

Aparece, pues, como una dimensión constitutiva de la Iglesia en su caminar histórico y un instrumento imprescindible para que pueda cumplir su misión. Se comprende así el valor permanente de la intuición de los reformadores españoles: la necesidad de pastores doctos, con un profundo sentido de la justicia y de la equidad, que sepan preservar adecuadamente los grandes bienes con los que Dios ha dotado a su Iglesia para la salvación de las almas.

El autorNicolás Álvarez de las Asturias

Universidad Eclesiástica San Dámaso (Madrid) - [email protected]

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FirmasÁlvaro Sánchez León

Buena gente

Hay mucha más gente buena de la que parecería si juzgáramos en función de lo que parece o de lo que nos muestran algunos medios de comunicación. Gente corriente, como el lector o el autor de esta columna.

2 de diciembre de 2017·Tiempo de lectura: 2 minutos

Mire. He visto a un hombre meter varias pilas gastadas en un buzón de reciclaje. Con mimo. Y hay que agacharse, porque la operación no es cómoda. 

He visto también a una señora recogiendo los excrementos de su perro con ilusión –se nota, se siente– de que no queden restos sobre la acera. Y no había nadie cerca. Sólo yo miraba por la ventana.

He visto una chica joven que le ha dejado su asiento a una mujer embarazada. En el metro. Le ha cedido el sitio con una sonrisa y una pregunta. ¿De cuántos meses estás? De seis. Mucho ánimo. Guiño. Guiño.

He visto –de oídas– a Morat cantando en la consulta de un niño que necesita una médula. Al pequeño José María le hacía ilusión. Y fueron, a un directo. Sin prensa.

He visto a un caballero esmerándose en clasificar los retos de basura de su santo domicilio. Bolsas de colores. Cubos diversos. Un puzle sólo apto para personas con encanto.

He escuchado de refilón un “buenos días” a la kiosquera. Un “gracias” al señor que barre las calles de mi barrio. Un “faltaría más”, al farmacéutico. Un “cuídese”, al médico de familia. Un “mamá, te quiero con toda mi alma” más gesto de beso en una de las pocas cabinas de teléfonos que queda con vida en el planeta smartphone.

He visto cartas a mano que siguen cayendo en el buzón postal. Jóvenes en un asilo, con sus palabras bienintencionadas, escuchando sin cobrar. Cine social. Periodismo comprometido. Cultura activa contra las desigualdades, las libertades con burka, el consumismo sin alma y los pisamierdas del poder.

Hay pro-vidas que se dejan la idem por convertir los embarazos no deseados en futuros ilusionantes. Sin infiernos. Con corazón. Me lo cuentan: ahí, a puerta de calle, un sábado tras otro sábado de frío, calor, o indiferencia. 

Hay protectores de animales que también se dejan la piel en el empeño de cuidar de la naturaleza.

He oído, visto, tocado y hablado con gente buena. Que no salen en los análisis estridentes de las sociedades contemporáneas, dónde emergen más los que matan, roban, y violan los derechos, cada vez con menos impunidad. 

Gente buena, aunque Fito sólo cante a los truhanes. Aunque el telediario sea una morgue de humanismo descafeinado. Gente buena. Como usted. 

¡Gente buena! Hay que decirlo más veces. Porque lo que vemos por la calle es más real que lo que echan por la tele. Blanca Navidad. Blancas navidades abiertas los 365 días del año. Su turno.

El autorÁlvaro Sánchez León

Periodista

FirmasJuan Ignacio González Errázuriz

Los principios no negociables

2 de diciembre de 2017·Tiempo de lectura: 2 minutos

Que estamos frente a un embate de grandes proporciones contra aspectos esenciales de nuestras concepciones antropológicas cristianas es una verdad evidente. La fe cristiana en América y en el mundo occidental está bajo un duro ataque, que tiene serias consecuencias. Uno de los efectos que puede provocar este momento de confusión es la desesperanza en la vitalidad de la fe cristiana para recuperar, mantener y evangelizar la cultura moderna.  

Esta realidad puede conducir a procesos complejos. El primero, bajar la guardia y dejar que las cosas fluyan sin oponerse, como aceptando el fracaso y, a la larga, llegando al apartamiento personal de la fe. El segundo: la tendencia a crear pequeños grupos seguros y apegados a formas de actuar que quizá en otro tiempo fueron eficaces, pero ahora no. ¿Qué se debe hacer? Podemos recurrir a un concepto que enseñó Benedicto y que no pierde actualidad: los principios no negociables, en los que el Papa Francisco también insiste. No se puede ceder en la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Es cierto que la gran la mayoría de los países lo ha hecho, pero eso no quita fuerza a la necesidad de luchar seriamente para conseguir un cambio en esas dramáticas decisiones. También es necesario no ceder en la defensa de la familia formada por un varón y una mujer unidas por el vínculo matrimonial. Es verdad que casi todas las naciones occidentales han ido por el camino de aprobar leyes y políticas que permiten la unión legal y matrimonial entre personas del mismo sexo. Pero esta realidad, no quita fuerza a la verdad del matrimonio, más allá de las concepciones religiosas. La familia es por su esencia el lugar donde se tramiten la fe, la verdad sobre el hombre y la sociedad, y donde se aprenden las virtudes. 

Un tercer elemento es rescatar el derecho de los padres de familia a la educación de los hijos en los ámbitos éticos y religiosos.

El autorJuan Ignacio González Errázuriz

Obispo de San Bernardo (Chile)

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América Latina

Santuarios marianos en Estados Unidos. Mosaico de advocaciones

Casi doscientos santuarios dedicados a la Virgen María jalonan tierras estadounidenses. El más antiguo, Nuestra Señora de la Leche. En Washington, la Inmaculada Concepción.

Juan Vélez·2 de diciembre de 2017·Tiempo de lectura: 3 minutos

 

Además de la televisión y la radio, y de los actos de culto mariano en las parroquias, los santuarios marianos en los EEUU, como en otras partes del mundo, ofrecen espacios de especial oración y encuentro con Dios. Actualmente hay cerca doscientos santuarios marianos en los EEUU. Varían en antigüedad, tamaño y concurrencia. Seguramente el más antiguo sea Nuestra Señora de la Leche en San Agustín, en la Florida. En la Misión Nombre de Dios en la ciudad de San Agustín, fundada en 1565, surgió la devoción a la Virgen bajo la advocación de la Leche a comienzos del siglo XVI.

En la capital del país está localizado el bello y grande santuario de la Inmaculada Concepción de la Virgen, cuya construcción fue terminada en 1959. El templo contiene más de setenta capillas, cada una con un mosaico de alguna advocación distinta de la Virgen María. En el ábside preside un gran mosaico de Jesús como Señor (pantocrátor). A lo largo del año hay muchas peregrinaciones a este santuario.

El santuario de la Virgen de Guadalupe en Chicago data del 1986 cuando los fieles buscaron un lugar donde honrar de modo particular a la Virgen de Guadalupe. En el 2013, el cardenal Francis George aprobó las instalaciones actuales como santuario mariano. Cada año cerca de un millón de personas acudan al santuario a rezar a la Madre de Dios. Hay muchas misas y muchos fieles se confiesan. Durante la octava de la Asunción se celebra un festival llamado Guadalupe en Verano, al que acude mucha gente. Como es de esperar, el gran evento del año es la festividad de la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre.

Guadalupe

El amor de la Virgen manifestado a los indígenas de México y a todo el pueblo mexicano ha dejado una huella imborrable. La historia de las apariciones a Juan Diego y la imagen milagrosa que quedó en su tilma continúan cautivado la imaginación del pueblo. En el relato de la aparición figuran las palabras de la Virgen: “¿No estoy aquí yo, que soy tu Madre?”. Es un mensaje de ayuda maternal que llega a todos los hombres, y en distintas localidades de Estados Unidos hay santuarios y parroquias con esta advocación. Entre ellos figura el santuario a la Virgen de Guadalupe en La Crosse, Wisconsin. Otro santuario bajo el mismo título se ha abierto en Denver.

Czestochowa

La Madre de Dios se ha aparecido en muchas partes del mundo. Y esos títulos son honrados también en distintos santuarios en los EEUU. Uno de ellos es La Virgen de la Nieves, situado en Belleview, Illinois. A este centro peregrinan cada año alrededor de un millón de personas.  

En las afueras de Filadelfia se venera a la Virgen de Czestochowa en un santuario con ese nombre. Es otro lugar importante de peregrinación que indica cómo el amor a la Madre de Dios nace en todo el pueblo norteamericano. Aunque los descendientes de México y Latinoamérica mantienen en general mayor devoción a María, los polacos mantienen vivo de modo especial su carácter mariano. Por otra parte, en Yugoslavia existe un lugar de peregrinación, Medjugorje. En este país hay grupos de peregrinos que van allá, muchos se confiesan y relatan conversiones espirituales. Llama la atención.

Conversiones

El Concilio Vaticano II y los pontífices de la segunda mitad del siglo XX en adelante nos han llamado a un renovado encuentro con la persona de Jesucristo. Como han explicado los santos, entre ellos el beato John Henry Newman, los dogmas marianos se originan en la Persona de Cristo y refuerzan nuestra fe en el Hijo de Dios. La Inmaculada Concepción, por ejemplo, resalta la divinidad de Cristo y la santidad de Dios. En los santuarios marianos parece más fácil convertirse y acudir al sacramento de la Reconciliación. Como han señalado san Luis Grigñon de Monfort y siglos después san Josemaría Escrivá, la Virgen siempre nos lleva a Jesús. Su consejo era: “A Jesús siempre se va y se “vuelve” por María” (Camino, 495).

El autorJuan Vélez

Chicago (Estados Unidos)

Teología del siglo XX

El debate sobre la filosofía cristiana (1931)

Juan Luis Lorda·21 de noviembre de 2017·Tiempo de lectura: 7 minutos

Para analizar las relaciones entre filosofía y teología, tiene mucho interés un interesante debate que tuvo lugar en 1931 en la Sorbona, entre los miembros de la Sociedad Filosófica francesa.

Todo comenzó con una visita de Étienne Gilson a su amigo Xavier Léon, presidente de la Sociedad francesa de Filosofía y director de la Revue de métaphysique et de morale. Encontró allí a Leon Brunschvicg, profesor también de la Sorbona y famoso editor de Pascal. A propósito de un artículo que Brunschvicg había escrito en la revista, trataron sobre la importancia filosófica de san Agustín y santo Tomás. Se suscitó una animada conversación. Además, se había recibido recientemente en la revista un artículo de Émile Bréhier, precisamente sobre el mismo tema: Existe una filosofía cristiana (Y a-t-il une philosophie chrétienne?).

Emile Bréhier era un conocido historiador de la filosofía. Estaba escribiendo una monumental historia y defendía que los autores medievales cristianos hacían teología pero no filosofía: “Durante estos cinco primeros siglos de nuestra era no hay una filosofía cristiana propiamente dicha que suponga una tabla de valores intelectuales claramente original y distinta de la de los pensadores paganos […]. El cristianismo en sus comienzos no es especulativo; sino un esfuerzo de ayuda mutua, a la vez espiritual y material […]. Esperamos, pues, mostrar, en este capítulo y los siguientes que el desarrollo del pensamiento filosófico no fue fuertemente influido por el advenimiento del Cristianismo y, resumiendo nuestro pensamiento en una palabra, que no hay filosofía cristiana”. Era la misma tesis que defendían muchos pensadores ilustrados desde siglo XVIII: en filosofía, hay que pasar directamente del pensamiento clásico griego a Descartes porque, en medio, en la Edad Media, solo hay teología.

Distintos modos de entender “filosofía cristiana”

En la historia se ha llamado “filosofía cristiana” a muchas cosas distintas. En un sentido muy general, el cristianismo antiguo se presentaba como una “filosofía” (san Justino, por ejemplo) porque es una sabiduría sobre la manera humana de vivir. En ese sentido también se puede hablar de “filosofía budista” o, en general, de la “filosofía de la vida” que cada persona tiene. En la historia cristiana también se ha llamado “filosofía cristiana” al pensamiento de San Agustín en su conjunto; y, también en general se puede llamara así al pensamiento filosófico de los cristianos. Pero si empleamos el término “filosofía” de una manera más académica, el cristianismo no es una filosofía, sino un mensaje religioso, una revelación.

Conviene distinguir los campos. La filosofía se basa en la razón, se justifica con argumentos racionales. Por eso, cuando recurrimos a la fe o al mensaje cristiano para afirmar una verdad, no estamos en el terreno de la filosofía, sino en el de la teología. Es filosofía sólo lo que se hace con una justificación racional. Es una cuestión de principios y de método. En esto estaban todos de acuerdo.

Decidieron que el tema resultaba interesante para la próxima sesión de la Sociedad francesa de Filosofía. Acordaron que Étienne Gilson presentaría una ponencia tratando de si existe o no, propiamente, una “filosofía cristiana”. El debate tuvo lugar el 21 de marzo de 1931. Se mandó previamente un esbozo a todos.

Además de Étienne Gilson, intervinieron en el debate Jacques Maritain y Émile Bréhier. Y se recibieron interesantes cartas del filósofo cristiano Maurice Blondel y del historiador de la filosofía Jacques Chevalier, autor también de una famosa Historia del pensamiento (Histoire de la Pensée). El debate fue publicado por la revista y todavía se lee con mucho gusto. Le ha prestado mucha atención el profesor Antonio Livi, especialista en la obra de Gilson. Por cierto, llama la atención la elegancia ejemplar del debate y el respeto y la delicadeza con que todos se tratan. Eran amigos y compartían el mismo interés por la filosofía, aunque sostuvieran opiniones muy diferentes.

Intervención de Gilson

Gilson distingue tres objeciones y la posición de los agustinianos. “No se puede evitar que la filosofía de un cristiano sea puramente racional, porque de otro modo no sería filosofía; pero desde el momento en que este filósofo es también cristiano, el ejercicio de su razón será el de la razón de un cristiano; lo cual no implica una razón diversa de la de los filósofos no cristianos, sino una razón que opera en unas condiciones diferentes. […] Es verdad que su razón es la de un sujeto que posee algo ‘no racional’ (la fe religiosa); pero ¿dónde está el filósofo ‘puro’ […], el hombre cuya razón no esté acompañado de algún elemento no racional como la fe?”.

“Lo que caracteriza al cristiano es la convicción de la fecundidad racional de su fe, y de que esta fecundidad es inagotable. Y éste es, en realidad, el verdadero sentido del creo ut intelligam de san Agustín y del fides quaerens intellectum de san Anselmo: un esfuerzo realizado por el cristiano para deducir conocimientos racionales de su fe en la Revelación. Por eso tales fórmulas son la verdadera definición de la filosofía cristiana”.

Los autores medievales sabían distinguir la filosofía de la teología, y su filosofía se apoyaba en argumentos racionales. A Gilson le parece que el nombre de “filosofía cristiana” puede confundir, pero puede usarse también para mostrar la influencia real que la revelación cristiana ha tenido en los grandes temas de la filosofía occidental.

Gilson desarrolló a continuación un gran trabajo de investigación para mostrarlo en una serie de conferencias (Gifford Lectures, 1931-1932) recopiladas en su gran libro El espíritu de la filosofía medieval (1932), que es un clásico del pensamiento cristiano.

Intervención de Maritain

Maritain se manifestó de acuerdo con Gilson y estableció una distinción entre la naturaleza y el estado de la filosofía: “Es preciso distinguir la naturaleza de la filosofía, lo que ésta es en sí misma, y el estado en que se encuentra de hecho, históricamente en el sujeto humano, que se refiere a sus condiciones de existencia y de ejercicio en concreto. […] Y así, la denominación ‘cristiana’ aplicada a una filosofía, no se refiere a lo que la constituye en su naturaleza o en su esencia de filosofía; si es fiel a esta naturaleza, no depende de la fe cristiana en cuanto al objeto y tampoco en cuanto a los principios y al método”. Poco después, en una conferencia en Lovaina (1931), desarrolló la cuestión y la publicó como libro, De la philosophie chrétienne. Su distinción es recogida en Fides et ratio.

Intervenciones de Bréhier y Brunschvicg

Émile Bréhier repitió la tesis racionalista de que propiamente no hay filosofía sino teología, aunque aceptaba que hay otros modos de entender la cuestión.

Brunschvicg mantuvo una posición parecida, y tendía a reducir la importancia de la aportación cristiana. Para él, la novedad del cristianismo consiste, principalmente, en su impulso místico. Muchos de los conceptos cristianos provienen o de formas permanentes de la religiosidad humana o han sido tomados de la filosofía griega.

Carta de Chevalier

La carta de Jacques Chevalier, también él un gran historiador de la filosofía, es relativamente breve y substancialmente está de acuerdo con Gilson.  A la cuestión de si el cristianismo ha jugado un papel observable en la constitución de ciertas filosofías o, dicho de otra manera, si existen sistemas filosóficos puramente racionales en sus principios y en sus métodos, cuya existencia no se puede explicar sin referirse a la religión cristiana, “hay que responder sin dudar que sí”. Aunque “la prueba de esta afirmación exigiría una investigación cuidadosa y profunda”.

Chevalier lo ilustra con el ejemplo de la creación ex nihilo (a partir de la nada). Es “una noción indudablemente de origen judeo-cristiano que ha jugado un papel capital en la constitución de la filosofía moderna o, si se quiere, de algunas de estas filosofías”. No hay nada parecido en los mitos orientales ni en la filosofía griega. El demiurgo platónico organiza, pero no crea; en Aristóteles, la materia es tan coeterna como la forma, y están sometidas a una “generación circular”; y Plotino, que conoce la noción cristiana de creación, la rechaza, porque, para él, el mundo no puede proceder directamente del Uno.

Es una idea judeo-cristiana. Y cuando la filosofía la ha recibido, ha sido capaz de desarrollar una nueva idea de la causalidad: la causalidad propia de la causa primera es una causalidad absoluta. “Creo que no es demasiado afirmar que tanto esta noción de verdadera causalidad, que se deriva de la noción judeo-cristiana de creación, como la noción correlativa de personalidad, están en la base de toda la ciencia y de toda la filosofía modernas. Constituye, desde luego, el fundamento de la ciencia y de la filosofía de Descartes, quien todo, tanto lo real como el conocimiento […], lo basa en la creación continuada, que, a su vez, es expresión de la voluntad soberana, independiente e inmutable del Creador”.

Carta de Blondel

Blondel tiene una idea propia sobre la relación entre filosofía y teología. Cree que la revelación cristiana tiene un alcance universal, que afecta a todo y a todos. En su núcleo no es alcanzable por la razón, pero aporta la solución para muchos problemas que se plantea la razón. Por eso, un filósofo cristiano, que conoce las respuestas, debe ser capaz de hacer una filosofía que plantee atinadamente y con toda su fuerza las preguntas. La fe le sirve de inspiración, de guía y de purificación. Le ayuda a no conformarse con la filosofía, a reconocer sus límites y, por lo tanto, a abrirse a la trascendencia, a plantear bien las grandes preguntas humanas y a prepararse para las respuestas que vienen de Dios.

Lo propio de una filosofía cristiana es, precisamente, mostrar los límites, abrir los caminos y plantear las preguntas que conducen a la fe. En ese sentido la filosofía que deben hacer los cristianos se convierte en una apologética, una verdadera preparación para la fe. Pero respetando los dos ámbitos.

Al referirse al tema de la “filosofía cristiana”, Gilson pensaba en los contenidos que la fe ha suscitado en la historia de la filosofía. Blondel piensa, más bien, en una manera de proceder, en un estímulo para preparar las mentes a que se abran a la verdad cristiana. Se trata de otro modo de entender la “filosofía cristiana” que también es legítimo.

El desarrollo posterior

El debate suscitó mucho interés por establecer mejor cómo se había dado la influencia del pensamiento cristiano en la filosofía. Desde luego el libro más importante es el de Gilson, El espíritu de la filosofía medieval. Pero muchos otros autores hicieron aportaciones muy interesantes. Entre otros, Regis Jolivet escribió un inteligente ensayo sobre las relaciones entre el pensamiento griego y el cristiano (1931); Sertillanges, un importante libro sobre la influencia de la idea de creación. Y Tresmontant, su hermoso ensayo sobre el pensamiento hebreo. Además, una jornada de estudios de Juvisy (organizada por los Maritain) se dedicó también a la “filosofía cristiana” (1933) y contó con la participación de Edith Stein.

Se suele mencionar como parte del debate una frase de Heidegger dicha de pasada en el primer capítulo de su Introducción a la metafísica: “una filosofía cristiana equivale a un ‘hierro de madera’ [ein hölzernes Eisen] y un malentendido”. Y explica: “Ciertamente, existe una elaboración intelectual e interrogativa del mundo experimentado como cristiano, es decir, de la fe. Pero esto es teología”. A Heidegger le parece un malentendido hablar de “filosofía cristiana” porque distingue el método de cada saber, pero esto lo defendían todos y, como hemos visto, en el debate se hicieron matices que probablemente no le llegaron.

Conclusión

Gabriel Marcel lo expresa muy bien en su conferencia sobre El misterio del ser: “Es muy posible que la existencia de los datos cristianos fundamentales sea necesaria de hecho para permitir al espíritu concebir algunas de las nociones […]: pero no se puede decir que estas nociones estén bajo la dependencia de la revelación cristiana. No la suponen.

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Mundo

Católicos en Sudáfrica: 200 años con Nuestra Señora

La llegada de la fe católica a Sudáfrica hace 200 años tuvo lugar de la mano de la Virgen Nuestra Señora, en su advocación de Santa María de la Huida a Egipto, y con los Oblatos de María Inmaculada, que evangelizaron a la población nativa.

Joseph Pich·7 de noviembre de 2017·Tiempo de lectura: 3 minutos

El 7 de junio de 1818 el Papa Pío VII estableció el Vicariato Apostólico del Cabo de Buena Esperanza y Territorios Adjuntos, comenzando así la presencia institucional de la Iglesia católica en Sudáfrica. En estos 200 años su presencia se ha desarrollado de tal forma que la Conferencia Episcopal de Obispos Católicos de Sudáfrica, que incluye los países de Sudáfrica, Botsuana y Suazilandia, está compuesta hoy día por 28 diócesis y un vicariato apostólico.

El 25 de junio de este año, la archidiócesis de Ciudad del Cabo comenzó las celebraciones del bicentenario, que duran un año entero, con una Misa de acción de gracias en la catedral de esta magnífica ciudad, dedicada a Santa María de la Huida a Egipto. Un buen número de obispos sudafricanos asistieron al comienzo de las celebraciones.

Las celebraciones de su bicentenario no esconden que la presencia de la Iglesia católica en esta parte del planeta se remonta al descubrimiento del Cabo de Buena Esperanza por el portugués Bartolomé Díaz en 1488. Al principio lo llamó Cabo de las Tormentas, por los peligros que tiene cruzarlo, de lo que son prueba los innumerables naufragios, al encontrarse en un mismo punto dos océanos, el Atlántico, con las corrientes frías, y el Índico más caliente. Los navegantes le dieron el nombre actual con la esperanza de encontrar una ruta hacia la India, y esta fue recompensada. 

En 1652, los holandeses establecieron una base a medio camino entre Europa y Asia, para proveer a sus barcos de agua, carne y verduras. Fruto de la reacción anticatólica de la reforma protestante, los colonizadores holandeses prohibieron la práctica de la fe a los católicos. En 1688 llegaron los hugonotes franceses que, huyendo de la persecución antiprotestante, echaron más leña al fuego. Una prueba de ello es la historia de un obispo francés que cuando su barco naufragó en la zona en 1660, no le fue permitido el celebrar Misa en tierra firme. Cuando en 1685 seis padre jesuitas aparecieron en una misión astronómica, no les dejaron celebrar Misa en la ciudad, ni dejaron que los católicos pudieran ir a su barco para recibir los sacramentos. 

 Por fin, en 1804 el gobernador de la colonia declaró la tolerancia religiosa, permitiendo a sacerdotes holandeses venir a cuidar a los pocos católicos que había. Pero en 1806 los sacerdotes fueron expulsados. Durante treinta años, la situación de los católicos fue muy precaria. 

Ligados a Egipto

En 1837, el Papa Gregorio XVI estableció el Vicariato Apostólico del Cabo de Buena Esperanza, separado de las islas Mauricio. Por fin, en abril de 1838 el obispo dominico Patrick Griffith eligió a la Virgen, Nuestra Señora de la Huida a Egipto, como patrona del nuevo vicariato, por la persecución que los católicos habían sufrido durante estos años y por la connotación africana de Egipto.

En 1852, los Oblatos de María Inmaculada establecieron una comunidad en Natal, y fueron los que iniciaron la evangelización de los negros. Se puede decir que los oblatos son los evangelizadores de Sudáfrica. Anteriormente la mayoría de los esfuerzos evangelizadores se habían dirigido hacia la comunidad blanca.

La Iglesia católica creció rápidamente durante el siglo XX. En 1951, Pío XII estableció la actual estructura de la jerarquía católica que comprende las provincias eclesiásticas de Ciudad del Cabo, Durban, Pretoria y Bloemfontein (donde nació el escritor Tolkien, quizá el más conocido sudafricano después de Nelson Mandela), cada una con sus diócesis sufragáneas. Después del Concilio Vaticano II, la Iglesia católica comenzó a incrementar su oposición al apartheid, defendido por los protestantes afrikáners.

En 1969 Zimbabue estableció su propia conferencia episcopal, seguida por Lesoto en 1972 y Namibia en 1996. En el 2007 se constituyó la provincia eclesiástica de Johannesburgo debido a su rápido crecimiento, que ha alcanzado unos 8 millones de habitantes, elevándose a archidiócesis.

Al igual que el resto de las instituciones del país, quizá el mayor desafío que tiene por delante la Iglesia católica en Sudáfrica es integrar la población negra, que constituye un 80 %, con la minoría blanca. En una mayoría protestante, la Iglesia católica va poco a poco superando el 7 % de la sociedad. Dentro del continente africano, Sudáfrica es un caso especial, al contener dos sociedades, una europea y otra africana, que conviven juntas, con lo mejor y lo peor de ambas. Las tres lacras fundamentales del país son la pobreza, el desempleo y la falta de igualdad, que juntas producen un alto nivel de crimen. El gobierno negro del ANC (Congreso Nacional Africano, partido de Nelson Mandela, fallecido en 2013), sin oposición desde la caída del apartheid, intenta por todos los medios remediar la situación, últimamente con problemas de corrupción. Esperemos que la Virgen de la Huida de Egipto, nos ayude a encontrar el camino hacia adelante.

El autorJoseph Pich

Johannesburgo (Sudáfrica)

Actualidad

Jóvenes y alcohol: cómo prevenir la vulnerabilidad

La inclinación de los jóvenes al alcohol se produce por carácter, personalidad o entorno familiar y social. Factores como la inseguridad o la presión ambiental requieren una educación personalizada y preventiva. Las ansias de vivir con plenitud casi desaparecen en híper de la droga como el descrito al final de estas páginas.

Carlos Robles Bonifacio·7 de noviembre de 2017·Tiempo de lectura: 4 minutos

El alcohol es la principal droga presente en nuestro entorno, la que más muertes produce, con un carácter patológico para las personas y para las familias, escribe Sanz González. Comúnmente incurrimos en el error de diagnosticar como alcohólico a la persona cuyo organismo presenta ya signos físicos del influjo del alcohol; hecho erróneo, ya que en las fases iniciales del alcoholismo el organismo todavía no demuestra secuelas de su consumo, afirma Schüller.

La edad media de inicio de los adolescentes españoles en el consumo de drogas ha aumentado a lo largo de la crisis económica, entre 2009 y 2014, al tiempo que se ha invertido la tendencia habitual en los últimos años y ahora comienzan antes a consumir alcohol que tabaco. Así lo señala la evaluación final de la Estrategia Nacional sobre Drogas 2009-2016 presentada por el Ministerio de Sanidad a comienzos de verano, que muestra cómo la edad de inicio en el consumo de alcohol ha crecido ligeramente, de los 13,7 a 13,8 años de media, mientras que la de inicio del tabaco ha pasado de los 13,3 a los 13,9 en el mismo periodo.

El consumo juvenil

Debemos valorar que en la etiología del alcoholismo intervienen una gran diversidad de factores distintos, unos propios del individuo y otros ambientales; factores como la personalidad, grado de maduración, ambiente familiar, líderes del grupo a nivel escolar, influyen decisivamente en el desarrollo de esta adicción al alcohol.

  En este artículo pretendemos centrarnos en el consumo desde una perspectiva juvenil y de iniciación, más educativa y preventiva, y centrada en factores sociales e individuales. Para muchos jóvenes, el consumo de alcohol constituye una experiencia efímera, ocasionada por la curiosidad, el atractivo a lo desconocido y la presión que ejerce el grupo de amigos. Podemos hablar para una mayoría de jóvenes que su consumo se centra en una ingesta recreativa en donde el alcohol forma parte como un elemento más con el que poder establecer relaciones.

También se ha de tener presente el conjunto de variables caracterológicas del individuo para una posible inclinación al consumo. Hemos podido observar cómo altos grados de ansiedad ‒que no admiten una regulación acertada por parte del joven‒ incitan a un consumo abusivo del alcohol y de modo especial los fines de semana.

Inseguridades, incertidumbres

El mundo juvenil puede aparentar despreocupación, felicidad sin límites, un mundo lleno de posibilidades…, pero muchos docentes y muchos padres descubren en una proporción mayor que lo que se encuentra detrás de esta máscara de felicidad es un mundo lleno de inseguridades e incertidumbres.

Esta tensión no regulada requiere una serie de respiros, momentos donde la realidad se haga más amable y tolerable. El joven sabe, descubre, que el alcohol le facilita este tiempo extra para poder ver las cosas desde una perspectiva diferente.

Otro aspecto relevante en el consumo de alcohol es la capacidad de amortiguar la frustración a las demandas personales. Sabemos que los jóvenes se manejan en un universo muy competitivo y en donde los patrones de comparación son muy activos; redes sociales que puntúan nuestra aceptación al minuto, “grupo de amigos virtuales” en donde el joven teme por su aceptación o rechazo como algo que escapa de su control…

La timidez, la falta de seguridad, es otra de las variables caracterológicas que hemos de tener muy en cuenta en la formación integral del adolescente. El alcohol nos proporciona una visión más amable de nuestras cualidades y hace que nos mostremos al mundo de una manera más relajada y amistosa.

Todos los jóvenes luchan por la aceptación, y la timidez es un obstáculo que en muchas ocasiones es visto como algo inmutable. Esta realidad aparentemente dura e injusta que el joven hace de sus posibilidades le lleva a buscar un intermediario que mitigue una realidad de su vida que no ha sido aceptada. El primer paso sería un conocimiento real del consumo, en segundo lugar la aceptación de sus limitaciones en el campo de relación con los demás, y en último término, facilitar actividades de sustitución en donde el joven pueda percibir que él puede superarse.

Pasividad de los padres

En estos últimos 20 años se viene acentuando en España un patrón de padres que no están dispuestos a complicarse la vida para no enfrentarse a sus hijos. Se viene alertando desde la comunidad educativa una pasividad en las obligaciones como padre que garanticen la salud de los hijos y un olvido de la “necesidad normativa” necesaria para la educación de los jóvenes.

Una de las carencias más habituales en los jóvenes es la falta de seguridad y confianza en ellos mismos al carecer de un marco normativo que les prepare para la vida adulta. Y en la misma línea, la sobreprotección de los hijos es otro fenómeno a estudiar. Las necesidades del mercado actual obligan a muchos padres a estar ausentes de la familia y fuera de casa. Los hijos carecen de figuras de referencia porque éstas no existen y las relaciones de apego afectivo se deterioran. El cariño necesita de manifestaciones concretas; si éstas no se dan el joven las sustituirá por otras relaciones que cubran sus demandas. Por tanto, estamos en un momento en donde tenemos que sustituir el “todo vale” por el “todo juntos”.

Educación personalizada

No podemos pasar por alto otra variable, otro factor, que es facilitador del consumo. Un entorno familiar permisivo al consumo, y desde una perspectiva familiar en donde alguno de sus miembros manifiesta ya una dependencia al consumo de alcohol.

Vistas las carencias anteriores que los adolescentes manifiestan en su crecimiento, nos parece acertado poner en valor una educación personalizada. No todas las personas reaccionamos y actuamos de la misma manera, y por tanto la dependencia y el consumo de alcohol variarán en función al modo de ser de cada persona.

Los aspectos más intencionales a la hora de la formación del joven requieren aspectos que no podemos pasar por alto, como son: destacar la singularidad de la persona, facilitar el autoconocimiento, fomentar el desarrollo físico e intelectual, promocionar valores que capaciten a la entrega personal, marcar y pautar un proyecto personal de vida, educar en libertad, dar profundidad a la vida cultivando la interioridad y el sentido de trascendencia, el tiempo libre como una ocasión para seguir creciendo, un sentido solidario de la vida… En definitiva, despertar en el joven ansias por vivir y vivir con plenitud.

El autorCarlos Robles Bonifacio

Orientador. Doctor en Psicología

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Ecología integral

Ideologías perversas sobre el género

La fuerza con que ha irrumpido la llamada “ideología de género” obliga a reflexionar sobre sus raíces y consecuencias, pero también a plantearse si es suficiente la toma de conciencia acerca de lo que está sucediendo.

Pedro Urbano·7 de noviembre de 2017·Tiempo de lectura: 7 minutos

Posiblemente, la historia del pensamiento humano recordará al siglo XX como el siglo de las ideologías. Y, en efecto, fue en este siglo cuando se desarrollaron las distintas teorías antropológicas y políticas que han configurado este concepto filosófico de la “ideología”. Ideologías de corte materialista, ideologías de influencia política, ideologías declaradamente ateas. Usando la expresión del cardenal De Lubac, “el drama del humanismo ateo”, que buscan estas corrientes sin Dios.

Algunas de las ideologías han resultado especialmente perniciosas para el desarrollo de la vida humana conforme a un querer sobrenatural. Es el caso de las que han atacado virulentamente la religión y el horizonte sobrenatural de la persona. De una de estas nos vamos a ocupar brevemente: la actual “ideología de género”, heredera de estas ideologías antiguas o anteriores con una carga también bastante maliciosa en cuanto al sentido trascendente y divino de la vida humana.

Hombre y mujer creados

La fe cristiana está lejos de enmarcarse en este concepto de “ideología”. De hecho la fe para la Iglesia se entiende más bien como una confianza y una creencia en Dios, en la Persona divina de Jesucristo, que habla a cada hombre en el Evangelio de la salvación. Más que en conceptos, la fe cristiana se define por un encuentro personal con Cristo.

El Concilio Vaticano II, en la Constitución Gaudium et spes explicó muy bien la apertura antropológica del misterio de Cristo y de su entrega por la humanidad. San Juan Pablo II, que usaba el número 22 de esta Constitución para explicar su propio programa pastoral, insistía en la importancia de iluminar los caminos de la Iglesia bajo esta luz doctrinal. Se trata de revelar al ser humano quien sea a partir de la verdad de Cristo.

Así también la Iglesia, si quiere recorrer los caminos de la tierra con su Buena Nueva del Amor redentor, debe proyectar la luz que ha recibido de su Señor sobre todos los acontecimientos y en particular sobre este misterio de quién es el ser humano.

Misterio de Cristo que nos enseña de otro misterio tan cercano a cada uno, pues en él somos, el misterio de la creación del hombre y de la venida a la existencia de cada persona, con sus condiciones físicas, psíquicas, espirituales, históricas, etc. Cristo, en verdad, es el primero de los hombres, su Modelo y Maestro, a quien pueden imitar todos, si le conocen y aman, y así alcanzar la vida eterna que promete. Y Cristo es Cabeza de todo el pueblo elegido, pues ha sido llamado a la santidad y a la perfección, sin distinciones ni de raza ni de lengua ni de sexo. Hombres y mujeres encuentran en Cristo su plenitud de vida. Porque el ser humano ha sido creado con esta diferencia de sexo, que proviene del designio amoroso de Dios en la Creación.

El magisterio reciente sobre ideología de género

Cuando se olvidan estas premisas existenciales sobre el ser humano, llamado a vivir en Cristo, se desvirtúa necesariamente la verdadera imagen del hombre.

Así sucede en interpretaciones de tipo materialista, reductivas, ateas, y por supuesto en la interpretación que ofrece la ideología de género contemporáneo, de la cual (como veremos) el punto de partida es la construcción social de la identidad de género en la persona humana. Esto significa que olvida tanto el sentido con el que ha sido creado el ser humano –es criatura querida de una forma particular por Dios–, como también su llamada a desarrollarse como persona en la vocación de Cristo, lo cual incluye todas sus dimensiones existenciales y de sexo.

Este es el motivo, por consiguiente, que explica por qué recientemente tanto el Papa Francisco como sus predecesores señalan a la ideología de género entre las interpretaciones desviadas de la persona humana, con sus lagunas y defectos doctrinales gravemente perniciosos para la vida social.

En concreto, la denuncia del Papa Francisco en numerosas ocasiones, y que volverá a repetirse seguramente puesto que el combate por el género no ha hecho más que comenzar, se formula en términos de “colonización ideológica”: “Eso es la colonización ideológica: entrar en un pueblo con una idea que no tiene nada que ver con él; con grupos del pueblo sí, pero no con el pueblo, y así colonizar un pueblo con una idea que cambia o pretende cambiar su mentalidad o su estructura”, decía en una ocasión (19 de enero de 2015) comentando el modo con que los defensores de la ideología de género se infiltran a través de las necesidades educativas y de los profesores en las naciones.

En efecto, en el plano político y social, asistimos a un fuerte influjo colonizador que intenta imponer esta ideología como una interpretación única y necesaria de las relaciones interpersonales. En lugar de reconocer la libertad, que es esencial a la vida de todas las personas, la ideología trata de imponerse desde el poder constituido, y si no lo está todavía desarrolla las herramientas que conceptualmente pueden permitirle abrirse paso hasta esas instancias de dominio.

Volveremos sobre este gran peligro, por no decir perversidad, que supone la ideología de género. Pero antes daremos algunos datos objetivos tanto en la presencia social y política de estos esfuerzos, como también, porque puede ser orientador, de los principios ideológicos que han construido este enfoque reciente de la antropología actual.

Los pensadores y los políticos

Como es natural, una ideología no se improvisa. Es necesario con vistas a su desarrollo tener unas bases doctrinales sobre las cuales pueden trabajar los intelectuales que orientarán después las acciones de tipo social y político.

Un pensamiento como el que recoge la obra de J. Butler titulada “El género en disputa” marcó la fecha de comienzo de la construcción de la ideología y de los programas para lanzar la actividad social y política en estos temas. Puede servir como una referencia para situarnos en este contexto. Su enfoque descaradamente ideológico pasa por alto la tradición no solo judeocristiana de pensamiento, sino otras muchas aportaciones clásicas a la antropología más elemental.

Además, es necesario reconocer en estos esfuerzos por desvirtuar la imagen del hombre, los influjos anteriores de las teorías psicoanalíticas sobre la sexualidad humana, el análisis filosófico en la posmodernidad sobre la violencia, el poder social en las estructuras que descubre el análisis sociopolítico de las ideologías. Todo este ámbito de pensamiento se manifiesta como un terreno especialmente apropiado para las cuestiones de género.

La cultura de algunas corrientes de género contemporáneas

Inmersos como estamos en una cultura cambiante, no es raro que las influencias se multipliquen. Así sucede también con cuestiones como el feminismo radical, en sus distintas variantes y enfoques, o el peso que tienen determinadas situaciones morales, como la importancia de temas antropológicos relacionados con la vulnerabilidad del ser humano, y su puesto en el conjunto social y político. No todo es negativo o perverso, evidentemente, pero por desgracia la orientación abiertamente unilateral en sus enfoques impiden el necesario diálogo. Es una de las características limitantes de toda ideología.

Hace décadas el filósofo Alejandro Llano denominaba “la nueva sensibilidad” a esta manera diferente de acercarse a las cuestiones humanas. Es un escenario novedoso, ciertamente, que pide una creatividad grande, con un compromiso quizá mayor para no abandonar el terreno cultural y educativo de las nuevas generaciones.

El problema educativo y legal

En distintos países la batalla por el género se ha abierto decididamente en el terreno legislativo. Era natural, después de que en el ámbito intelectual y político hubiera adquirido una carta de naturaleza.

Por tanto, ya no es suficiente con el terreno de las ideas, en el cual apenas ha encontrado resistencia la ideología colonizadora. Ahora el turno es para los que trabajan en el campo de la formación y de la moralidad, es decir, profesores, moralistas, formadores, legisladores, políticos. La disputa del género, como precisan sus defensores ideológicos, se mueve en el espacio social y político, que se debe construir a partir de las ideas.

Por desgracia, en este terreno estamos todavía en el comienzo y apenas se aprecia por parte de quienes tienen voz social y política una toma de conciencia de qué es lo que está sucediendo y de las medidas cautelares que serían necesarias. La ideología llega con toda su virulencia, y busca la instauración eficaz y profunda hasta los estratos más hondos de la sociedad. La fachada como siempre es la bondad el bien y la belleza, pero no está nada claro si los contenidos responden a esas expectativas que ofrecen. Más aún, apoyándonos en la verdad del ser humano sobre la revelación que nos habla de una creación como hombre y mujer, descubrimos fácilmente el engaño que hay detrás de esta ideología. Se trata de un género ficticio, construido socialmente, provocado bajo la insinuación y la persuasión de estas corrientes intelectuales que han surgido en la posmodernidad es decir en un clima fuerte de permisivismo y relativismo morales. Evidentemente, es algo muy alejado de la orientación moral de la fe y de la ley natural.

La profesora de Derecho María Calvo, que es experta en estos temas de la ideología en el campo educativo, escribe sobre la necesaria alteridad de los sexos, con la “diferencia y complementariedad”, que explica el Catecismo de la Iglesia Católica. En su libro “Alteridad sexual. Razones contra la ideología de género” (Palabra 2014), ofrece un amplio abanico de esas razones que justifican la crítica a la ideología. Sin este conocimiento, no será fácil intervenir en el contexto de una sociedad en abierta construcción, también con estas cuestiones tan vitales para la vida humana. Una adecuada comprensión antropológica, que sepa reaccionar ante estos embates de la ideología, se revela en verdad como absolutamente imprescindible en los planos sociales y políticos de la Educación y el Derecho.

Conclusiones

La ideología de género se inscribe abiertamente en la posmodernidad lábil y llena de fragilidad en el pensamiento y en la acción política, en cuanto a muchos temas y en particular en el análisis del género y la sexualidad humana.

-En la ideología de género hay mucho de imposición, a partir de instancias de poder que quieren abrirse paso sin evaluar la verdad que hay contenida en su propuesta social, y por eso precisamente se trata de una ideología poco abierta al diálogo.

-La visión cristiana del ser humano está siempre orientada a la verdad, venga de la ciencia o de otros modos de conocimiento humano. Por supuesto, también se entiende con la verdadera filosofía, pero debe reaccionar y señalar con prontitud los errores de tipo moral y doctrinal que presentan las filosofías vanas, cuando no perversas o deletéreas, en la esfera de la moral y de la formación personal, como es el caso de la ideología de género.

-Por último, el influjo en los terrenos de la educación y de la política, que la ideología ambiciona, obligan a una mayor toma de conciencia de los problemas que están en juego. Y es que precisamente lo cristiano ilumina decisivamente la sociedad, tanto en la doctrina, como sobre todo con la vida evangélica, con su verdad y con el influjo en aquellas instituciones de tipo social y político que configuran el mundo en el que vive. Frente a la ideología, los cristianos presentan la verdad del hombre y la mujer, creados a imagen de Dios y llamados a la santidad en Cristo. Con las armas del bien y la verdad, combaten por dirigir la sociedad con sus leyes y proyectos humanos hacia allí, donde toda diferencia es asumida en el amor único.

El autorPedro Urbano

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Cultura

Fiódor Dostoievski (1821-1881): En busca de Dios y la belleza

Al cumplirse los 150 años de la redacción de El idiota de Dostoievski descubrimos su actualidad. Su lectura deja en el alma la convicción de que una de las razones de la grandeza de este pensador ruso es su permanente búsqueda de Dios y de la belleza, que a fin de cuentas para el gran literato vienen a ser lo mismo.

Jaime Nubiola·1 de noviembre de 2017·Tiempo de lectura: 4 minutos

En la novela El idiota (parte III, cap. 5) que Dostoievski escribe entre 1867 y 1869 –errante por Europa con su segunda esposa para huir de sus acreedores– se pregunta por labios del ateo Ippolit si es la belleza la que salvará al mundo. Leemos: “‘¿Es cierto, príncipe, que usted dijo en cierta ocasión que el mundo será salvado por la ‘belleza’ ¡Señores –vociferó dirigiéndose a todos–, el príncipe asegura que la belleza salvará al mundo! Y yo por mi parte aseguro que si se le ocurren esas ideas peregrinas es porque está enamorado. […] ¿Qué belleza salvará al mundo?’ El príncipe –que es un ejemplo de mansedumbre– fijó en él los ojos y no respondió”.

Por su parte, Zósima, el sabio sacerdote de Los hermanos Karamazov, al relatar que en su juventud recorrió Rusia con otro monje, pidiendo limosna para su monasterio, recuerda cómo a sus ojos se manifestaba Dios en la belleza: “Aquel joven y yo éramos los únicos que no dormíamos, hablando de la belleza del mundo y su misterio. Cada hierba, cada escarabajo, una hormiga, una abeja dorada, todos interpretaban su papel de manera admirable, por instinto, y atestiguaban el misterio divino, pues lo cumplían continuamente”. Zósima y el joven hablan de la huella de Dios en sus criaturas. La escena concluye: “¡Qué buenas y maravillosas son todas las obras de Dios!”.

En el espíritu complejo y apasionado de Fiódor Dostoievski luchan y se enfrentan la fe y la incredulidad; cada uno de estos dos polos tendrá eco en la personalidad de sus creaciones literarias, especialmente en Los hermanos Karamazov, que constituye una síntesis de la perplejidad y el conflicto interior de Dostoievski y que es muy probablemente la cima de su madurez y de su labor creadora. “La cuestión más importante que examinaré en todos los capítulos de este libro es precisamente lo que, consciente o inconscientemente, me ha hecho sufrir toda mi vida: la existencia de Dios” (A. Gide, Dostoievski a través de su correspondencia, 1908, p. 122).

Este asombroso escritor, el gran novelista de la Rusia de los zares, que atravesó conflictos políticos, revoluciones violentas, cárceles inhóspitas, con una existencia cercada por limitaciones materiales, puede, no obstante, entender la paz que habita en las páginas de un texto.

García Lorca lo recordaba así en 1931: “Cuando el insigne escritor ruso Fiódor Dostoievski […] estaba prisionero en Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita, y pedía socorro en carta a su lejana familia, solo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía una terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón”.

En su vida de lucha apasionada y de búsqueda prolongada en el tiempo, trata de expresar una de las cuestiones más lacerantes de su existencia: si Dios existe, cómo hacer para probarlo. “Dostoievski intentará en vano” –escribe André Gide– “revelar al mundo un Cristo ruso, que el mundo desconoce”, el Cristo que lo acompaña desde su niñez y el Cristo que tiene retratado en su alma.

Las obras de Dostoievski están repletas de vida. Como indica también Gide, Dostoievski es “duro y tesonero en el trabajo, se afana en las correcciones, desmocha sus escritos y tenazmente los reconstruye, página tras página, hasta infundir en todas ellas, la intensidad de su alma”. Dostoievski ha retratado vidas marginales y abyectas, se ha metido en los laberintos más complejos de la condición humana y desde allí nos ha devuelto una mirada de compasión.

El creador de personajes marginales nunca condena a sus personajes, nunca los juzga, sino que los entiende en toda su magnitud y en su miseria, intentando otorgar un sentido al sufrimiento para dar un sentido a la vida misma. “Dostoievski escribió: Solo temo una cosa, no ser digno de mi sufrimiento”, recordaba Viktor Frankl en El hombre en busca de sentido (p. 96).

El silencio de Dios, la inquietud por encontrarlo, ese punto en el que el espíritu se deshace en un pleito interno permanente, como aquel grito de Kinlov en Los hermanos Karamazov: “Toda la vida me ha atormentado Dios”, que no es sino el grito del propio Dostoievski, a quien se le escapa de lo profundo de su ser. Pero así como el silencio de Dios no se opone a su Palabra, tampoco la ausencia se opone a su Presencia. Como exclama Dimitri Karamazov: “Es terrible que la belleza no solo sea algo espantoso, sino, además, un misterio. Aquí lucha el diablo contra Dios, y el campo de batalla es el corazón del hombre”.

En el tiempo presente de luces y de sombras, la lectura de Dostoievski lleva a comprender mejor las angustias que tantas veces se ciernen sobre los corazones de muchos seres humanos y quizás a concluir que es la Belleza la que salvará al mundo. En palabras del cardenal Ratzinger en Rímini (2002): “Es bien conocida la famosa pregunta de Dostoievski: ‘¿Nos salvará la Belleza?’. Pero en la mayoría de los casos se olvida que Dostoievski se refiere aquí a la belleza redentora de Cristo. Debemos aprender a verlo. Si no lo conocemos simplemente de palabra, sino que nos traspasa el dardo de su belleza paradójica, entonces empezamos a conocerlo de verdad, y no solo de oídas. Entonces habremos encontrado la belleza de la Verdad, de la Verdad redentora. Nada puede acercarnos más a la Belleza, que es Cristo mismo, que el mundo de belleza que la fe ha creado y la luz que resplandece en el rostro de los santos, mediante la cual se vuelve visible su propia luz”.

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Reverendo SOS

Cuidar nuestro entorno doméstico (II)

Cuando una persona dedica su tiempo a realizar las tareas del hogar, ejerce un trabajo profesional que, además de tener la excelencia de cualquier otro, repercute directamente en la persona, en la familia. 

María Amparo Gordo y María Ángeles Muñoz·1 de noviembre de 2017·Tiempo de lectura: 3 minutos

Ahora pensamos tanto en quienes tienen otra actividad a la que dedican su tiempo pero desean o necesitan cuidar su propia casa, como en quienes no disponen de tiempo suficiente para dedicarse a las tareas domésticas y deciden recurrir a personas de confianza que les ayuden en este trabajo. Es verdad que podría parecernos que delegar ese trabajo lleva a perder un poco de intimidad, pero contar con la ayuda de otras personas supone ganar tiempo y no sólo “físico” sino también “mental”, ya que no tendremos que pensar en ello. Por otra parte, no está de más saber hacer estas cosas, para poderlas enseñarlas a quien deba encargarse de ellas, si fuera el caso.

En el artículo anterior recogimos algunas experiencias sobre la limpieza de la casa. Esta vez hablaremos de algún aspecto del orden, el otro pilar que garantiza un entorno doméstico equilibrado y tranquilo.

Propiamente, el orden no es una “tarea” que se ha de realizar al menos una vez por semana, sino una actitud para vivir de modo habitual. Es importante hacer realidad la frase tan conocida, que pide que haya “un sitio para cada cosa, y cada cosa en su sitio”. Por ejemplo, en cada armario deben estar precisamente las cosas que hemos decidido que estén; así encontraremos lo que necesitemos en cada momento. Y si nos esforzamos en recoger y devolver a su sitio las cosas una vez hayamos terminado de usarlas, ganaremos tiempo la próxima vez que las necesitemos; además de saber dónde encontrarlas, evitaremos que se dañen o se puedan extraviar. 

Es importante planificar previamente de un modo lógico, la distribución de los objetos: algo así como en una biblioteca, donde se agrupan los libros por temas, o por autores. Esto ayudará en la búsqueda de lo que necesitamos. Igual que en una cocina nunca se colocan los alimentos junto a los productos de limpieza, en un vestidor tampoco tiene mucho sentido encontrarnos con objetos ajenos a la indumentaria.

Dentro de los armarios o baldas, se pueden usar cajas de distintos tamaños para agrupar los objetos. Lo ideal serían recipientes de plástico transparente que permitan identificar el contenido sin necesidad de abrirlos. En el escritorio, unas pequeñas bandejas, a modo de compartimentos, serían suficiente para evitar que se desperdiguen los objetos pequeños al abrir y cerrar los cajones.

Una buena ventilación parece como si “reforzara” el orden. La casa estará más agradable si ventilamos siempre que sea necesario, especialmente a primera hora de la mañana, o al abandonar un recinto. Mediante la ventilación conseguimos renovar un aire cargado por exceso de dióxido de carbono, el mal olor, el calor o la excesiva humedad, y dar paso a un aire con mejores condiciones para nuestra salud y bienestar.

En verano se recomienda ventilar a la hora más temprana, para aprovechar el aire fresco; en invierno, tendremos en cuenta el arranque de la calefacción en su temperatura máxima, para ventilar antes y evitar un gasto innecesario de energía. La ventilación natural, es decir, el recurso al aprovechamiento de corrientes de aire abriendo ventanas o puertas, permite un cambio de aire más rápido que la ventilación por medio de la asistencia mecánica de un extractor o aire acondicionado; el aire frío mueve al caliente y así se regenera. Tendremos en cuenta si en las ventanas hay contraventanas, y las sujetaremos antes de abrir para asegurarnos de que no haya golpes bruscos o no se vuelen las cosas, sobre todo si hay viento fuerte. Son útiles también las ventanas que se inclinan abriéndolas por arriba.

Hay también otros detalles que hacen más acogedoras las habitaciones, especialmente el cuarto de estar: por ejemplo, entornar las ventanas según la estación del año, el día, el clima… dejando pasar la luz necesaria, pero no un calor excesivo. En todas esas habitaciones, un ambiente agradable pide que las cortinas o “estores” han de quedar colocados, los sillones o butacas bien situados, con los cojines mullidos; las mesas limpias, los periódicos o revistas ordenados; las papeleras (y ceniceros, si los hay) vacíos y limpios; los mandos de la televisión o del video en su sitio. 

Asimismo hemos de cuidar no haya polvo en los muebles, marcos de los cuadros, etc. Si hubiera alfombra, debe aspirarse siempre que sea necesario, y colocar los flecos si los tiene. Al limpiar podemos comprobar que lucen todas las bombillas y, si hay alguna fundida, cambiarla por una nueva. Las plantas o flores, procuraremos que estén en buen estado. En los dormitorios, los muebles deben quedar en su sitio, la alfombra centrada, la cama bien estirada, sin arrugas ni bultos.

El autorMaría Amparo Gordo y María Ángeles Muñoz

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Cultura

La Virgen María, Nuestra Señora, madre de Dios y madre de la Iglesia

La Virgen María, Nuestra Señora, ha tenido siempre un lugar destacado en la piedad de los primeros cristianos.

Geraldo Luiz Borges Hackman·1 de noviembre de 2017·Tiempo de lectura: 9 minutos

Desde el inicio de la existencia de la Iglesia, la Virgen María, Nuestra Señora, ha tenido siempre un lugar destacado en la piedad de los primeros cristianos. Y así continúa siendo hasta nuestros días. El Documento de Puebla (1979) reconoce el lugar preeminente que ocupa la devoción mariana en la religiosidad del pueblo latino-americano, al afirmar que la Santísima Virgen María ha propiciado que sectores del continente a los que no llegaba una atención pastoral directa continuaran ligados a la Iglesia católica, dado que la piedad mariana ha sido a menudo “el vínculo resistente que ha mantenido fieles a la Iglesia sectores que carecían de atención pastoral adecuada” (Puebla, n. 284).

Esta importancia no deriva de ella misma, sino que es fruto del papel que cumplió en la historia de la salvación al convertirse en madre de Dios (Concilio de Éfeso, año 431). Teniendo esto en cuenta, las líneas que siguen reflexionan sobre la orientación dada a la devoción mariana por el Concilio Ecuménico Vaticano II, así como por dos textos del magisterio papal reciente, concretamente de los Papas Pablo VI y Juan Pablo II.

La Virgen María en el Vaticano II

La exposición del Concilio Ecuménico Vaticano II (1962-1965) sobre Nuestra Señora se encuentra en el capítulo octavo de la Constitución Dogmática Lumen Gentium, titulado La Santísima Virgen María, madre de Dios, en el misterio de Cristo y de la Iglesia. Tal título expone claramente la intención del Concilio sobre la Mariología: no se considera a la madre de Dios de forma aislada, como si fuese alguien independiente en la historia de la salvación, sino dentro del misterio de Jesucristo, su Hijo, y de la Iglesia, mostrando su orientación cristocéntrica y eclesiológica. Aquí aparece superada tanto una interpretación maximalista de la teología mariana que mantiene una devoción a la Virgen María desligada del culto de la Iglesia, como otra minimalista, que deseaba disminuir la devoción mariana en la vida de la Iglesia. 

Ese capítulo no pretendía agotar todo lo que podría decirse sobre la Virgen María, ni resolver las controversias entre diversas tendencias de la Mariología, sino hacer una presentación sobria y sólida, insertando a la madre de Dios en el misterio de la salvación, del cual derivan sus prerrogativas y privilegios personales. El propio texto del Concilio declara esta intención: “[El Concilio] se propone explicar cuidadosamente tanto la función de la Santísima Virgen en el misterio del Verbo Encarnado y del Cuerpo Místico cuanto los deberes de los hombres, especial de los fieles” (Lumen Gentium, n. 54).

Comprender los misterios marianos

Es verdad que el Vaticano II no supuso ningún incremento cuantitativo en la doctrina de la Iglesia sobre Nuestra Señora, ante la negativa a definir el dogma de la “Medianera”; pero hay un progreso cualitativo, ya que el texto favorece una exposición mariana sobria y sólida, basada directamente en las fuentes de la teología y entendida a la luz del misterio central y total de la Iglesia, dando como resultado una profundización de la doctrina mariana. El texto conciliar legitima el valor de la Tradición y del Magisterio de la Iglesia, que, junto a la Sagrada Escritura, sirven de base para un progreso de la Mariología.

Por eso, el texto del capítulo privilegia a la Virgen María a partir de una perspectiva histórico-salvífica y deja de lado la orientación teológico-especulativa, tal como explica el texto del capítulo: el Concilio no tiene “la intención de proponer una doctrina completa sobre María ni resolver las cuestiones que aún no ha dilucidado plenamente la investigación de los teólogos” (Lumen Gentium, n. 55).  En fin, el texto de este capítulo profundizó en la comprensión de los misterios marianos y no quiso detenerse en la exposición de cuestiones teológicas discutibles.

El Vaticano II presenta a María como tipo ideal de la Iglesia como Virgen y Madre, porque está íntimamente relacionada con la Iglesia en virtud de la gracia de la maternidad y de la misión, que la une de forma privilegiada con su Hijo, y de sus virtudes (cfr. Lumen Gentium, n. 63). Ella es la imagen ideal de la Iglesia –tipo de la Iglesia– a causa de su fe y de su obediencia a la voluntad de Deus, que la capacitó para realizar el designio de Dios sobre ella en la historia de la salvación. Ella es la “nueva Eva”, en contraposición a la “antigua Eva”. María es la madre obediente, mientras que Eva es desobediente a Dios. María generó al Hijo de Dios, el autor de la vida nueva, mientras que el pecado entró en el mundo por medio de Eva.

La «Marialis Cultus» de Pablo VI

El 2 de febrero de 1974 el Papa Pablo VI publicó la Exhortación Apostólica Marialis Cultus –“El culto a la Virgen María”–, destinada a dar orientaciones sobre la recta ordenación y el desarrollo del culto a la Santísima Virgen María, apuntando además a una teología mariana renovada, que recupera el sentido de María para la Iglesia. Por eso, el objetivo de la exhortación es la “recta ordenación y desarrollo del culto a la Santísima Virgen María”, que se inserta en el culto cristiano, como escribe el Papa: “El desarrollo, deseado por Nos, de la devoción a la Santísima Virgen, insertada en el cauce del único culto que ‘justa y merecidamente’ se llama ‘cristiano’ —porque en Cristo tiene su origen y eficacia, en Cristo halla plena expresión y por medio de Cristo conduce en el Espíritu al Padre—, es un elemento cualificador de la genuina piedad de la Iglesia” (Introducción).

Todavía en la Introducción, el Papa Pablo VI recuerda los esfuerzos realizados por él mismo para promover el culto mariano (escribió un documento específico sobre el Rosario titulado Christi Matri Rosarii, fechado el 15 de septiembre de 1966, en el que señalaba el día 4 de octubre, mes dedicado a la Virgen María, como Día de Oración por la paz para pedir su intercesión por la paz mundial, y en otros dos documentos recomienda la verdadera piedad mariana: la Exhortación Apostólica Signum Magnum, de 13 de mayo de 1967, y la homilía pronunciada el 2 de febrero de 1965 con ocasión de la ofrenda de las velas), no sólo con “el deseo de interpretar el sentir de la Iglesia y nuestro impulso personal, sino también porque tal culto —como es sabido— encaja como parte nobilísima en el contexto de aquel culto sagrado donde confluyen el culmen de la sabiduría y el vértice de la religión y que por lo mismo constituye un deber primario del pueblo de Dios”.

La Exhortación Apostólica está dividida en tres partes. En la primera, Pablo VI analiza el culto a la Virgen Santísima a partir de la dimensión litúrgica, mostrando la relación entre liturgia y piedad mariana, abriendo así una perspectiva nueva para el culto a la Virgen María, que no puede estar aislado de la vida litúrgica de la Iglesia. La segunda parte da orientaciones para la renovación de la piedad mariana al: (a) mostrar la nota trinitaria, cristológica y eclesial del culto mariano, y (b) dar algunas orientaciones de orden bíblico, litúrgico, ecuménico y antropológico para el culto a la Virgen María.

En la tercera parte da indicaciones acerca de los piadosos ejercicios del Angelus Domini y del Santo Rosario. Estas tres partes del documento dan una idea bien clara sobre la “recta ordenación” de la piedad mariana deseada por Pablo VI de acuerdo con la orientación trazada por el capítulo octavo de la Lumen Gentium. El Papa quiso ser fiel a esta nueva orientación y dio estas directrices para que la Iglesia pudiera, por un lado, poner en práctica las determinaciones del Vaticano II para la Mariología y, por otro, dar continuidad a la piedad mariana en la Iglesia con un nuevo acento, sin minimizarla ni exagerarla.

En cuanto al Rosario, el Papa Pablo VI quería igualmente incentivarlo, dando continuidad a lo que hicieron sus predecesores –que dedicaron a esta práctica “vigilante atención y premurosa solicitud” (n. 42)–, y renovarlo. Así, el Papa reafirma la índole evangélica del Rosario (n. 44), que inserta al cristiano en la sucesión armoniosa de los principales eventos salvíficos de la redención humana (n. 45) y, como oración evangélica, es al mismo tiempo “una oración de orientación profundamente cristológica” (n. 46) y favorece la contemplación que, por medio de la forma litánica, armoniza la mente y las palabras (n. 46). Además, el Rosario está relacionado con la Liturgia cristiana como “un vástago germinado sobre el tronco secular de la Liturgia cristiana, ‘el salterio de la Virgen’, mediante el cual los humildes quedan asociados al ‘cántico de alabanza’ y a la intercesión universal de la Iglesia” (n. 48).

En la Conclusión del documento, el Papa Pablo VI reflexiona sobre el valor teológico y pastoral del culto a la Santísima Virgen, pues “la piedad de la Iglesia hacia la Santísima Virgen es un elemento intrínseco del culto cristiano” por tener raíces profundas en la Palabra revelada y, a la vez, sólidos fundamentos dogmáticos, teniendo su suprema razón de ser en la insondable y libre voluntad de Dios (n. 56). Como valor pastoral, el Pablo VI destaca que “la piedad hacia la Madre del Señor se convierte para el fiel en ocasión de crecimiento en la gracia divina: finalidad última de toda acción pastoral” (n. 57).

Por eso, “la Iglesia católica, basándose en su experiencia secular, reconoce en la devoción a la Virgen una poderosa ayuda para el hombre hacia la conquista de su plenitud” (n. 57).

La «Redemptoris» Mater de san Juan Pablo II

La encíclica Redemptoris Mater, del Papa Juan Pablo II, publicada el 25 de marzo de 1987, desea dar continuidad a la enseñanza mariana del Vaticano II y, por eso, se sitúa en el camino abierto por el capítulo octavo de Lumen Gentium y acentúa la presencia de María en el misterio de Cristo y en el misterio da Iglesia, pues “María, como Madre de Cristo, está unida de modo particular a la Iglesia, que el Señor constituyó como su Cuerpo” (n. 5).

De ese modo, el Papa quiere presentarla como la “peregrina en la fe”, que camina junto al pueblo de Dios, unida a Jesucristo, como él mismo proclama: “En las presentes reflexiones, sin embargo, quiero hacer referencia sobre todo a aquella ‘peregrinación de la fe’, en la que ‘la Santísima Virgen avanzó’, manteniendo fielmente su unión con Cristo. De esta manera aquel doble vínculo, que une la Madre de Dios a Cristo y a la Iglesia, adquiere un significado histórico. No se trata aquí sólo de la historia de la Virgen Madre, de su personal camino de fe y de la ‘parte mejor’ que ella tiene en el misterio de la salvación, sino además de la historia de todo el Pueblo de Dios, de todos los que toman parte en la misma peregrinación de la fe”.

Más allá de esta perspectiva, este documento puede ser leído a la luz de la categoría de “presencia”. Al exponer el sentido del año mariano que él mismo había convocado, Juan Pablo II destaca el sentido de la presencia: “Siguiendo la línea del Concilio Vaticano II, deseo poner de relieve la especial presencia de la Madre de Dios en el misterio de Cristo y de su Iglesia. Esta es, en efecto, una dimensión fundamental que brota de la mariología del Concilio, de cuya clausura nos separan ya más de veinte años. El Sínodo extraordinario de los Obispos, que se ha realizado el año 1985, ha exhortado a todos a seguir fielmente el magisterio y las indicaciones del Concilio. Se puede decir que en ellos —Concilio y Sínodo— está contenido lo que el mismo Espíritu Santo desea ‘decir a la Iglesia’ en la presente fase de la historia” (n. 48).

Estas dos categorías, tanto la de “peregrinación de la fe” como la de “presencia”, se encuentran a lo largo del documento, particularmente cuando el Juan Pablo II va recordando toda la trayectoria de la vida de María, desde el momento de la Anunciación hasta el nacimiento de la Iglesia, que la asocia a la historia de la salvación. Stefano De Fiores entiende que la palabra “presencia” no aparece en el texto conciliar mariano pero es una conclusión que resulta de las premisas del texto conciliar y de la estructura global del capítulo octavo de la Lumen Gentium.

Para este autor, la categoría de presencia es el hilo conductor de la encíclica, el término que conecta las demás temáticas abordadas en los tres capítulos de la encíclica, aunque considera que la “fe de María” se sitúa en el centro de la encíclica (De Fiores, S., Presencia. In Id. María. Nuovissimo Dizionario, vol. 2. Bologna: EDB, 2006, 1638-1639).

El documento está dividido en tres partes: la primera parte se titula María en el misterio de Cristo; la segunda parte, La Madre de Dios en el centro de la Iglesia peregrina; y la tercera parte tiene como título la Mediación materna. Así, se percibe la continuidad con el texto mariano del Vaticano II: sitúa a María, la madre de Dios, en el misterio de Cristo y en el misterio de la Iglesia, incluyendo la fe como la manera en que la Virgen María vive la respuesta a la misión de la maternidad divina recibida de Dios en su vida, convirtiéndola en tipo o modelo de la Iglesia.

El tercer capítulo, sobre la mediación de María, ocupa un lugar relevante en la encíclica, pues el Juan Pablo II usa con abundancia el término mediación aplicándolo a la Virgen María, en continuidad con la doctrina anterior y, al mismo tiempo, dándole un progreso original: a través de la mediación ella se sitúa, como madre de Dios, en el misterio de Cristo y en el misterio de la Iglesia, se realiza efectivamente su presencia en la vida de la Iglesia y se comprende su peregrinación de la fe.

Es esta la perspectiva que el Papa Juan Pablo II da a la espiritualidad mariana en la Iglesia y a su culto en la Iglesia: “Por estos motivos María ‘con razón es honrada con especial culto por la Iglesia; ya desde los tiempos más antiguos… es honrada con el título de Madre de Dios, a cuyo amparo los fieles en todos sus peligros y necesidades acuden con sus súplicas’. Este culto es del todo particular: contiene en sí y expresa aquel profundo vínculo existente entre la Madre de Cristo y la Iglesia. Como virgen y madre, María es para la Iglesia un ‘modelo perenne’.

Se puede decir, pues, que, sobre todo según este aspecto, es decir como modelo o, más bien como ‘figura’, María, presente en el misterio de Cristo, está también constantemente presente en el misterio de la Iglesia. En efecto, también la Iglesia ‘es llamada madre y virgen’, y estos nombres tienen una profunda justificación bíblica y teológica” (n. 42).

Conclusión

A pesar de que el Papa Benedicto XVI no ha escrito ningún texto dedicado específicamente al tema de la Virgen María, sin embargo en la Encíclica Deus caritas est, publicada el 25 de diciembre de 2005, dedica al final del documento un número a la Virgen María, donde reflexiona sobre las virtudes y la vida de la Virgen María a la luz del Magnificat. Así, destaca que ella es mujer humilde; consciente de que contribuye a la salvación del mundo; mujer de esperanza y de fe; su vida está tejida por la Palabra de Dios, habla y piensa con la Palabra de Dios –“la Palabra de Dios es verdaderamente su propia casa, de la cual sale y entra con toda naturalidad”–; en fin, es mujer que ama (Deus Caritas est, n. 41).

Concluimos estas líneas con la misma oración con que Benedicto XVI termina su encíclica: “Santa María, Madre de Dios, tú has dado al mundo la verdadera luz, Jesús, tu Hijo, el Hijo de Dios. Te has entregado por completo a la llamada de Dios y te has convertido así en fuente de la bondad que mana de Él. Muéstranos a Jesús. Guíanos hacia Él. Enséñanos a conocerlo y amarlo, para que también nosotros podamos llegar a ser capaces de un verdadero amor y ser fuentes de agua viva en medio de un mundo sediento” (Deus Caritas est, n. 42).

El autorGeraldo Luiz Borges Hackman

Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Soul (PUCRS), Brasil ([email protected])

España

La homilía del campus. Contexto y algunos rasgos

En octubre de 1967, san Josemaría Escrivá pronunció en el campus de la Universidad de Navarra una homilía histórica. El historiador De Pablo ha analizado el contexto, y el teólogo Pedro Rodríguez su riqueza teológica.

Rafael Miner·1 de noviembre de 2017·Tiempo de lectura: 3 minutos

El 8 de octubre de 1967, cuando san Josemaría pronunció una conocida homilía en el campus de la Universidad de la Navarra ante miles de personas, publicada luego con el título Amar al mundo apasionadamente, “faltaban pocos meses para que comenzara un año clave en la historia del mundo contemporáneo. En efecto, 1968 se ha convertido en símbolo de cambio, de una revolución juvenil que pretendió ser política, pero que finalmente tuvo sobre todo impacto cultural”.

Así escribe Santiago de Pablo, profesor en la Facultad de Letras de la Universidad del País Vasco, que ha estudiado el contexto histórico de aquellas palabras en Scripta Theologica, tras 50 años de haber sido pronunciadas, con motivo de la II Asamblea de Amigos de la Universidad de Navarra. En las mismas fechas, san Josemaría concedió una entrevista a Gaceta universitaria, realizada por Andrés Garrigó. En esos años, la universidad en España “actuaba como catalizador de las ansias de libertad cada vez más presentes en la sociedad”, asegura De Pablo.

Riqueza teológica 

El teólogo Pedro Rodríguez, primer director de la revista Palabra en su fundación (1965), y años más tarde decano de la Facultad de Teología (1992-1998), se ha referido a la “riqueza teológica” de ese texto, en el que estudiosos del pensamiento y la doctrina de san Josemaría parecen “encontrar, de manera especialmente sintética y compendiada, los aspectos más centrales del mensaje espiritual del Fundador del Opus Dei”.

Se refiere el teólogo a las siguientes tesis, en línea ascendente: 1) “la vida ordinaria en medio del mundo –de este mundo, no de otro- es el verdadero ‘lugar’ de la existencia secular cristiana”; 2) “las situaciones que parecen más vulgares, arrancando desde la materia misma, son metafísica y teológicamente valiosas: son el medio y la ocasión de nuestro encuentro continuo con el Señor”; y 3) “no hay dos vidas, una para la relación con Dios; otra, distinta y separada, para la realidad secular”; sino “una única vida, hecha de carne y espíritu, y ésa es la que tiene que ser  –en el alma y en el cuerpo– santa y llena de Dios”, en palabras de la homilía de san Josemaría.

Las tesis desembocan en “la cumbre: vivir santamente la vida ordinaria”, que Pedro Rodriguez sintetiza en Scripta Theologica de esta manera: “Describo la estructura de la homilía como un proceso de avance hacia la cumbre del mensaje (la santificación del mundo, la santidad de la vida ordinaria), desde la que se contemplan, en el contexto del Concilio Vaticano II y de la crisis postconciliar, los aspectos principales de la vida secular santificada”.

La frase textual de san Josemaría fue la siguiente: “En la línea del horizonte, hijos míos, parecen unirse el cielo y la tierra. Pero no, donde de verdad se juntan es en vuestros corazones, cuando vivís santamente la vida ordinaria…”. 

El prof. José Luis Illanes, decano de la Facultad de Teología de 1980 a 1992, y director del Instituto Histórico san Josemaría Escrivá de Balaguer, ha señalado que esta homilía de 1967 abre la puerta a un género, el homilético, al que san Josemaría dedicó buena parte de su tiempo desde 1968 hasta su muerte. Fruto de esa labor fueron las 36 homilías que integran dos de sus obras más conocidas: Es Cristo que pasa y Amigos de Dios.

Amigos, libertad

El profesor De Pablo explica en su artículo varias dificultades que tuvo que afrontar la Universidad de Navarra. Quizá por este motivo, san Josemaría agradeció en la homilía la ayuda que prestaba a la universidad su Asociación de Amigos, de la que forman parte “personas de otras partes del mundo, incluyendo católicos y no cristianos. El fundador de la Universidad expresó también su deseo de que el Estado español, tal y como sucedía en algunos otros países con centros semejantes, colaborara también de modo significativo con la Universidad, aliviando ‘las cargas de una tarea que no persigue provecho privado alguno’”. 

De Pablo concluye: “Quienes le escuchaban en 1967, o quienes le lean ahora, se darán cuenta de que hablaba teniendo en cuenta esos acontecimientos, con el deseo de iluminarlos desde una valoración de la Universidad, que a su vez iba más allá de los problemas concretos de esa época”.

Háblalo con niños y ancianos

El desarrollo saludable de la sociedad pasa por fortalecer y estabilizar el núcleo familiar. Se necesitan leyes que protejan y apoyen a las familias desde las claves del matrimonio, la conciliación laboral, la educación y la vida.

1 de noviembre de 2017·Tiempo de lectura: 2 minutos

El descenso de los matrimonios y la estabilidad familiar en países de mayor desarrollo afecta al orden social y económico. Los datos indican que los menores de edad implicados en la delincuencia, por ejemplo, carecen de uno o de ambos padres. Esta ausencia causa deserción escolar, soledad y malos hábitos que afectan a la salud física y emocional de los niños. Los estudios sobre el tema son abundantes, así como quienes reconocen el valor de la familia, la importancia de la defensa de la célula de la sociedad. Todo esto es cierto, pero el problema amerita respuestas inmediatas y planes profundos que ayuden a las nuevas generaciones.

El diagnóstico de dificultades en parejas, matrimonios y familias podría estar unido a propuestas efectivas. A veces las mejores propuestas para fortalecer a la familia son rechazadas porque hablan de valores, virtudes en desuso por corrientes ideológicas que pregonan libertad sin responsabilidad, éxito sin lealtad y felicidad sin sacrificio.

Fortalecer la familia y garantizar el buen futuro de los niños exige un mínimo de respeto en la amistad y en el noviazgo, además de realismo y madurez al tomar la decisión del matrimonio. En algunos lugares, los requisitos para adquirir la licencia de conducción son más estrictos que los necesarios para contraer matrimonio. Mientras que para terminar con esta unión, puede ser más fácil el divorcio que clausurar una cuenta bancaria.

Según un estudio del Business Insider de mayo de 2014, Chile es el país con menos divorcios (3 %). El porcentaje de divorciados en algunos países latinoamericanos es de  Guatemala 5 %; Colombia 9 %; México 15 %; Ecuador 20 %;  Brasil 21 % y Venezuela 27 %.

La ley por sí sola no hace la familia, pero las leyes que favorecen su identidad son un respaldo legal y material a los padres que contribuyen a la estabilidad social, moral y económica. No hay otra institución capaz de hacer todo el bien que se alcanza en la familia. Quien tenga dudas sobre esto podría hablar con niños y ancianos.

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La Iglesia en México y América: Redimensionar la historia

22 de octubre de 2017·Tiempo de lectura: 3 minutos

La canonización de los niños mártires revela la gran tarea de los religiosos en la evangelización de América, y la fe prehispánica de las etnias mesoamericanas. 

—texto Rubén Rodríguez

Sociedad Mexicana de Historia Eclesiástica y vicepostulador de la causa de los Niños Mártires de Tlaxcala en México

México es una realidad apasionante. Nacido de dos raíces nobilísimas, está a la cabeza de esa gran porción de la humanidad que es Hispanoamérica, llamada por los Papas san Juan Pablo II y Benedicto XVI “el continente de la esperanza”. Su primera raíz son las múltiples etnias mesoamericanas que, asentadas en nuestro territorio a lo largo de más de 10.000 años, deslumbraron a los mismos conquistadores.

Ya Hernán Cortés, en su Primera Carta de Relación a Carlos V, le comenta: “…Cierto sería Dios Nuestro Señor muy servido, si… estas gentes fuesen introducidas e instruidas en nuestra muy santa fe católica y conmutada la devoción, fe y esperanza que en estos sus ídolos tienen, en la divina potencia de Dios; porque es cierto que si con tanta fe y fervor y diligencia a Dios sirviesen, ellos harían muchos milagros”.

Su segunda raíz, la española, tuvo tal fuerza en el siglo XVI que llegó a crear el imperio “donde no se ponía el sol”. Esos españoles, al llegar a México, se enamoraron de él, hasta el punto de que lo llamaron como a su misma patria: la Nueva España.

Ambas raíces tuvieron un encuentro dramáticamente traumático, que les llevó a buscar el exterminio del otro y culminó con la lamentable destrucción de la Gran Tenochtitlán, una de las más bellas ciudades de la historia, en 1521.

Pero diez años después, en 1531, Santa María de Guadalupe los reconcilió, les hizo tomar conciencia de que eran una sola nación, y los llevó a construir un nuevo país, que llegó a ser el más importante de América en los siglos XVI al XVIII.

Mucho se ha escrito, y con justa razón, del grandioso trabajo que hicieron las órdenes religiosas en la evangelización de América, especialmente los franciscanos, dominicos y agustinos. Pero poco se conoce todavía sobre la profunda y sincera fe prehispánica que vivían esas etnias, plasmada en la venerada Huehuaetlamanitilizti (Tradición de los Ancianos), transmitida por los Tlamatini o Sabios (el sabio: una luz, una tea, una gruesa tea que no ahúma…). Vivían esa fe con grandes sacrificios, incluso de su propia vida, como describe con admiración Fray Bernardino de Sahagún: “En lo que toca a religión y cultura de sus dioses no creo que ha habido en el mundo idólatras tan reverenciadores de sus dioses, ni tan a su costa, como estos de la Nueva España; ni los judíos, ni ninguna otra nación tuvo yugo tan pesado y de tantas ceremonias como le han tomado estos naturales por espacio de muchos años…”

La Virgen de Guadalupe

Su fe estaba llena de semina Verbi, y al conocer las tiernas palabras de Santa María de Guadalupe comprendieron que Ella venía a darles su pleno cumplimiento: ”In nicenquizca cemicac Ichpochtli Santa Maria (la yo-perfecta por-siempre Virgen Santa María), in Inantzin in huel nelli Teotl Dios (la-su-venerable-Madre del muy verdadero Dios Dios), in Ipalnemohuani (el viviente-causa de-toda-vida), in Teyocoyani (el Creador-de-las Personas), in Tloque Nahuaque (el Dueño-del-Junto Dueño-del-Derredor), in Ilhuicahua (el Dueño-del-Cielo), in Tlalticpaque (el Dueño-de-sobre-la-Tierra)”. No dudaron más y se convirtieron en masa y para siempre. Y han conservado esa fe católica durante cinco siglos, siempre en medio de tiranías, revoluciones y persecuciones.

“Y vosotros, moradores de esta Nueva España, alegraos de haber tenido unos bienaventurados mártires como lo fueron estos niños y con mayor razón los de esta ciudad de Tlaxcalan, que fue su principal cuna”. Así testimonia fray Toribio de Benavente (llamado cariñosamente Motolinía –el pobrecito– por los indígenas), en sus Memoriales o Libro de las Cosas de la Nueva España y de los naturales della, el impacto que causaron los niños indígenas a los frailes por su esmerada educación, sus recias virtudes y su inteligencia. Esos niños llegaron a ser sus mejores colaboradores en la tarea evangelizadora.

Los franciscanos arribaron a la Nueva España el 13 de mayo de 1524. Es notable que, muy poco después, estos niños catequizados por ellos tuvieran la madurez para recibir la corona del martirio: Cristóbal en 1527 y Antonio y Juan en 1529, como atestigua en 1541 el mismo Motolinía en su Historia de las Indios de la Nueva España. El historiador Salvador Abascal escribió en 1990: “¿Son acaso Cristobalito, Antonio y Juan quienes atraen para México, sin poder ni presentirlo… el supremo galardón de las sin par Apariciones del Tepeyac?”.

Trascendencia universal

Después de 25 años de su beatificación, cuando la Iglesia los puso como modelos de santidad para el noble pueblo tlaxcalteca, ahora los propone para toda la humanidad. Un modelo de plena actualidad: son laicos, igual que el 99,9 % de los 1.200 millones de católicos; son americanos, como la mitad de los católicos actualmente; son indígenas, que nos ayudarán a revalorar a tantas etnias que han sido relegadas y aún despreciadas; son niños que nos ayudarán a revalorar esos grandes regalos que Dios continúa enviándonos: nuestros niños.

El autorOmnes

Cultura

Cuatro grandes santuarios en la Polonia del siglo XXI

La arquitectura religiosa polaca de fines del siglo XX y principios del XXI ofrece cuatro grandes santuarios, representativos de la fe del pueblo y de la manera en que Polonia ha vivido el cambio de milenio.

Ignacy Soler·16 de octubre de 2017·Tiempo de lectura: 5 minutos

Los santuarios más representativos son la basílica-santuario de la Dolorosa Madre de Dios y Reina de Polonia, en Licheń; el santuario de la Misericordia en Łagiewniki, en Cracovia; el santuario de san Juan Pablo II, también en Łagiewniki; y el templo de la Providencia Divina, en Varsovia.

Santuario de Licheń

Quien visita Polonia descubre enseguida una gran devoción a la Madre de Dios. Se dice que el corazón de Polonia se encuentra en Jasna Góra, junto a la Virgen Negra de Częstochowa. Pero late también en Licheń, en el santuario construido con ocasión del Gran Jubileo del Nacimiento de Cristo y dedicado a la Virgen Dolorosa, Madre de Dios y Reina de Polonia.

La historia de esta advocación se remonta a mayo de 1.850, cuando la Santísima Virgen se apareció en varias ocasiones al pastor, Nicolás Sikatka para encargarle el rezo del rosario y la oración de desagravio y de petición, además de pedirle un lugar digno para su imagen, que data de finales del siglo XVIII. En cumplimiento de este deseo, comenzó lentamente la construcción de un santuario.

Alrededor de su manto, la Virgen Dolorosa tiene los atributos de la Pasión del Señor y la leyenda: “Con las armas de la Pasión de Cristo se armó María cuando se preparaba a luchar contra el diablo”. En el centro del manto destaca la imagen de un águila blanca coronada (que figura en el escudo de Polonia), a la que dirige la mirada la Virgen, como Cristo en la cruz al discípulo amado, y se leen las palabras: “Mujer, he ahí a tu hijo – He ahí a tu Madre”. La Reina de Polonia mira a su pueblo y hace de los dolores de la nación polaca sus propios dolores.

El actual templo se construyó entre 1.994 y 2.004. Es el templo más grande de Polonia; caben 3.000 personas sentadas y 7.000 de pie. Los arquitectos y decoradores han conseguido armonizar lo majestuoso con lo funcional y popular, y favorecer la oración. Aunque puedan tener algo de razón los que consideran de poco gusto una parte de las capillas o imágenes situadas en los más de cien años de historia anterior del recinto, no puede decirse lo mismo del nuevo templo, con su gran cúpula dorada que desde lo lejos se confunde con los campos de trigo, ni con su elegante fachada de mármol clásico. En la explanada se llegan a reunir 250.000 peregrinos; allí familias de toda Polonia rezan, descansan o visitan los comercios de artículos religiosos. 

Este es un lugar de encuentro con Cristo y con su Madre, de renovación espiritual, de descanso físico y emocional, de encuentro con la cultura y la historia.

Santuario de la Misericordia

La presencia del Papa Francisco en el santuario de la Misericordia de Łagiewniki, precisamente durante la JMJ de Cracovia en 2016 y en el Año de la Misericordia, contribuyó a extender la fama de este lugar y del mensaje y la figura de santa Faustina Kowalska (1905-1938), que vivió y murió aquí.

La construcción de un convento de la Congregación de la Madre de Dios de la Misericordia data de 1891, pero la fama del lugar está ligada al crecimiento del número de peregrinos a la tumba de Sor Faustina, a la devoción a la imagen de Jesús Misericordioso y a las peregrinaciones de san Juan Pablo II en 1997 y 2002. 

La basílica se levantó entre 1999 y 2002. Cuando Juan Pablo II la consagró el 17 de agosto de 2002, dijo: “Oro para que esta iglesia sea siempre un lugar de anuncio del mensaje sobre el amor misericordioso de Dios; un lugar de conversión y de penitencia; un lugar de celebración de la Eucaristía, fuente de la misericordia”

Tiene capacidad para 1.500 personas sentadas y 3.000 de pie. Es una construcción funcional, con una nave amplia y blanca, casi vacía, en forma de barca; no resulta bella, y se tiene sensación de que falta algo. Pero la Misericordia de Dios lo cumbre todo con una pátina de comprensión y, si uno mira el santuario con buenos ojos, acaba gustándole. Las masas de peregrinos, cada vez más numerosas, tienen un lugar digno y espacioso para celebrar la liturgia.

Santuario de san Juan Pablo II

El cardenal S. Dziwisz consagró el templo santuario de san Juan Pablo II el 16 de octubre de 2016. Puede albergar a 3.000 personas, 800 de ellas sentadas. Se encuentra en el terreno donde estaban las fábricas químicas de Solvay, en las que Karol Wojtyła trabajó en 1941 y 1942, a sólo un kilómetro del santuario de la Misericordia. El contraste entre el estilo de uno y otro santuario es grande. Ambos están comunicados por una gran explanada y un puente sobre la vaguada que separa los dos terrenos.

El templo está adornado con mosaicos del artista esloveno Marko Rupnik SJ. Su colorido, unido a la abundante luz, llena de alegría el recinto. Están llenos de detalles que los convierten en una catequesis visual de las principales enseñanzas de san Juan Pablo II.

Es de planta octogonal y es de mármol blanco. En la fachada principal figuran dos inscripciones en latín, muy queridas por el Papa polaco: Nolite timere – Aperite Portas Christo. Destacan las tres espléndidas puertas de bronce. La principal representa a san Juan Pablo II abriendo la puerta a muchos santos, y las otras dos contienen catorce bajorrelieves que representan la vida del Papa en relación con sus catorce encíclicas. 

En el interior, el techo de cristal deja ver el cielo, uniendo simbólicamente al Creador y la criatura. En la capilla de la Virgen de Fátima se encuentra la sotana que vestía el Papa el día de atentado en la plaza de san Pedro. En el techo de la cripta, una estrella de ocho puntos hace alusión a María, Stella Maris; sobre el altar hay una reliquia de la sangre de san Juan Pablo II. Decoran las paredes de la cripta pinturas de las visitas del Papa polaco a santuarios marianos, y hay en ella diversas capillas laterales.

El santuario forma parte del complejo de edificios del Centro Juan Pablo II ‚No tengáis miedo’, cuya finalidad es estudiar y promover las enseñanzas, vida e iniciativas sociales del Papa Wojtyła, reconocido como la figura más importante de esa nación. 

Templo de la Providencia

El nuevo templo parroquial de la Providencia Divina, en Varsovia, es majestuoso, moderno, bien armonizado con el entorno, aunque también discutido y no del gusto de todos. 

Su historia que se remonta a 1.791, cuando el parlamento de la República afirmó en un decreto el deseo de todos los estamentos de construir una iglesia dedicada a la Suprema Providencia, como perpetuo recuerdo de acción de gracias. Sin embargo, muy poco después Polonia era invadida por el ejército ruso y repartida entre Rusia, Prusia y el imperio austro-húngaro, y la iglesia no llegó a construirse. En 1.999 el parlamento hizo suya la promesa antigua y decidió erigir el templo. Las obras empezaron en 2.003, y la consagración tuvo lugar en 2016. Está integrado en el Centro de la Providencia que, además del templo y una cripta, comprende un panteón con tumbas de personalidades de la vida política, cultural y religiosa de Polonia, así como un museo de san Juan Pablo II y del siervo de Dios cardenal Stefan Wyszyński cuya apertura se prevé para 2018. 

La planta es de cruz griega, con cuatro puertas que simbolizan los cuatro caminos por los cuales los polacos han conseguido la libertad: Oración, Sufrimiento, Defensa y Cultura. Aquí se quiere, precisamente, agradecer a Dios la reconquista de la libertad y pedir por la Patria. La cúpula es abierta y su cuadrado de luz cae justamente encima del altar. En la nave central hay lugar para 1.500 personas sentadas, y otras tantas de pie en las naves laterales. El retablo es una gran pared vacía, como una gran pantalla que permite toda clase de proyecciones; de este modo, el lugar ofrece un gran recinto para conciertos de música sacra y espectáculos culturales, religiosos o patrióticos. 

San Juan Pablo II es una figura central en la historia de la Iglesia de finales del siglo XX y principios del XXI. Un aspecto principal de su humanidad son sus raíces polacas, de las que se sentía orgulloso y que siempre defendió y promovió (templo de la Providencia). Destacó también por su amor a la Virgen (santuario de Licheń). Fue el Papa de la familia, pero sobre todo el Papa de la Divina Misericordia (Łagiewniki). Y fue, por último, el Papa evangelizador, que proclamaba en todas partes a Cristo: “¡No tengáis miedo!” (Centro Juan Pablo II), fue el grito de su Misa de inauguración el 22 de octubre de 1978. Hoy se sigue escuchando: ¡no tengáis miedo a ser santos!

El autorIgnacy Soler

Cracovia

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Reverendo SOS

Cuidar nuestro entorno doméstico

Para sentirnos a gusto en casa y poder descansar en ella necesitamos cuidar nuestro entorno doméstico. Se hace necesario atender a los detalles y cultivar un talento organizador para coordinar tantas tareas diferentes.

María Amparo Gordo y María Ángeles Muñoz·16 de octubre de 2017·Tiempo de lectura: 3 minutos

Hacer de la casa un hogar no sale solo, sino que hay que empeñarse. Un cuidado muy importante es la limpieza. Hemos de concretar el momento y el tiempo que vamos a dedicarle. Ante todo, es útil organizar y jerarquizar las diversas tareas, por ejemplo haciendo un pequeño esquema que incluya la periodicidad con que realizar cada una: lo diario y lo semanal, mensual e incluso anual (como el cambio de ropa de temporada). 

Conviene tener un lugar para guardar los utensilios de limpieza, con soportes para colgar cepillos, fregonas, trapos en uso, y alguna balda para las cosas limpias. También tendrán su sitio los cubos que, si tienen ruedas nos evitarán tener que levantar pesos. Para ordenar esos utensilios podemos establecer un código de colores: por ejemplo, podemos marcar en verde las microfibras (paños de material sintético habituales) que usamos para la cocina, en amarillo las que usamos para el polvo, en azul las que usamos para lavabos y ducha, etc. Así evitaremos la contaminación cruzada.

Para barrer, hay que escoger el utensilio adecuado para el tipo de suelo que se está limpiando: escoba, fregona, mopa o aspiradora. En los exteriores, patios y garajes se puede usar escoba de palma (mimbre, esparto); para los demás pavimentos, un escobón de cerda. El complemento lógico de la escoba es el recogedor. Conviene sea bueno, porque de lo contrario el borde se alabea, no se ajusta al suelo y no se recoge bien la basura. El barrido tiene su técnica, como todo: hay que arrastrar la suciedad hacia delante, reuniéndola en un punto para después recogerla. Cuando el espacio a barrer es grande, recogeremos la suciedad poco a poco para no levantar polvo. Y si se trata de escaleras es aconsejable recoger escalón por escalón.

Usar la mopa para barrer evita levantar polvo y es rápido y eficaz, especialmente eficaz la mopa lamelo, que tiene un bastidor con labios de goma que permiten que se ajuste al suelo, en el que se coloca un papel de celulosa que se cambia cada vez que sea necesario. El papel se carga electrostáticamente al roce con el suelo y actúa como un buen cargador de polvo. La mopa se pasa sobre la superficie del suelo trazando sucesivas líneas paralelas, con rapidez para que se electrice, y sin levantarla del suelo.

Para el fregado, se puede utilizar un detergente neutro, adecuado al tipo de suelo. Se suele utilizar la fregona haciendo pasadas paralelas y procurando llegar a los rincones. Si el suelo admite bien el agua, primero mojamos bien la zona y después recogemos con la fregona muy escurrida. Hay que cambiar el agua cuantas veces sea necesario, y evitar mojar la parte baja de los muebles.

Pasar la aspiradora es una opción limpia y completa. Conviene hacerlo una o dos veces por semana. Hay que estar pendiente de cambiar la bolsa, porque si se llena demasiado no aspira bien y puede romperse, estropeando el aparato. El cordón también debe quedar limpio y bien enrollado, sin dejarlo tirante, para evitar que se estropee la goma. La limpieza del filtro es esencial para conseguir buenos resultados. En el mercado encontramos distintos modelos de aspiradora que se pueden adaptar a nuestras necesidades. Para una casa no muy grande puede ser útil una aspiradora sin cable (recargable), más manejable.

Para eliminar el polvo se puede utilizar un paño de microfibra seco o húmedo, un plumero electrostático o un paño de algodón seco. El paño lo doblaremos en cuatro e iremos limpiando con cada uno de los cuatro dobleces. Cuando las cuatro partes estén usadas, le daremos la vuelta y doblaremos en cuatro partes por el otro lado. Una vez utilizadas las ocho partes, se echa a lavar.

Si utilizamos plumero electrostático, antes de usarlo hay que cargarlo haciéndolo girar con energía con ambas manos; al pasarlo se irá cargando más por el roce en las diferentes superficies. Al terminar, hay que sacudirlo para eliminar el polvo adherido. Cuando sea necesario lavarlo, lo introduciremos en un cubo con agua templada jabonosa, sin frotarlo; lo aclaramos y lo dejamos secar colgado. 

Si utilizamos spray de muebles, hay que rociarlo en un paño, sin que quede muy húmedo. No debe rociarse directamente sobre los muebles.

Para limpiar un baño, la experiencia señala un orden de acción. Primero barremos el suelo, y si hay algún pelo en las duchas o en lavabos los recogemos con un papel. Luego limpiamos con desinfectantes específicos para baños; podemos usar también otros con acción germicida residual, que suelen ser concentrados y habrá que diluirlos de acuerdo a las instrucciones de uso. Se puede pulverizar todo, y aclarar y secar con la microfibra adecuada. Al final limpiamos el espejo y, por último, fregamos el suelo. Dejaremos repuesto de papel higiénico, rellenado el gel de ducha y manos, y colocada la toalla.

El autorMaría Amparo Gordo y María Ángeles Muñoz

Evangelización

Los cinco pasos del misterio. En la tradición del Oratorio

La romana Chiesa Nuova, conocida así desde su reconstrucción por san Felipe Neri, continúa proponiendo la peregrinación a las siete iglesias, como el fundador del Oratorio. Además ofrece otros modos de evangelización muy apreciados por los jóvenes. 

Pablo Alfonso Fernández·16 de octubre de 2017·Tiempo de lectura: 5 minutos

Un viernes por la noche, un amigo sacerdote que estaba en Roma, paseaba por el Corso Vittorio Emmanuele y al cruzar por delante de una iglesia se sorprendió al verla abierta a una hora inusual. Por la calle abundaban los grupos de jóvenes que buscan los bares, arreglados para pasar la noche en cualquier lugar que les ofrezca diversión. Sin embargo, comprobó con asombro que muchos de ellos no se acercaban a los locales de copas que abundaban por ese barrio, con el reclamo de su música y el ruido de sus conversaciones. Se dirigían al templo, que también abría sus puertas a la ciudad, a un mundo controlado por los planificadores del bienestar, que se obstina en dar la espalda a Dios. Es la propuesta joven de una Iglesia joven.

Esos chicos y chicas que entraban en la iglesia no lo hacían con la sensación de estar perdiendo el tiempo, o malgastando sus horas de ocio. Se les veía decididos a rezar, convencidos de estar disfrutando realmente de la noche, en un lugar donde no se ofrecen consumiciones ni se escuchan las canciones de moda. Allí se encontró con cientos de personas, sentadas en los bancos y en el suelo, que escuchaban en silencio y con atención inusual las palabras de un sacerdote. Les hablaba de un texto de la Biblia, y sus palabras no eran el relato de una historia antigua, sino algo vivo, que formaba parte de la historia de quienes le escuchaban. Allí desfilaban los anhelos de un corazón joven, sus esperanzas, sus angustias, sus ilusiones… y todos estos interrogantes encontraban respuesta en la vida de una persona: Jesucristo.

Cada vez en más parroquias se repiten encuentros como el narrado, adaptados a un público juvenil, que llaman la atención por lo desacostumbrado de su hora, del lugar en el que se realizan, o de la metodología que emplean. Uno de ellos es el que desarrolla la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri, en la parroquia de Santa María in Vallicella en Roma. 

Peregrinación a las siete iglesias

Una de las propuestas de san Felipe Neri consiste en la peregrinación a algunos lugares santos de la ciudad de Roma. Desde la iglesia de San Jerónimo se dirigían a San Pedro para rezar ante la tumba del primer Papa. A continuación atendían a los enfermos de un hospital y luego acudían a Santa María la Mayor, donde solían detenerse también para tomar alimento y recobrar fuerzas antes de afrontar las siguientes etapas de su peregrinaje: la basílica de san Pablo y las catacumbas de san Sebastián. Después de celebrar la misa emprendían el camino de regreso visitando las basílicas de San Juan de Letrán y de la Santa Cruz en Jerusalén. Al camino se añadió la visita a San Lorenzo, para terminar con el rezo de la Salve de nuevo en la basílica de Santa María la Mayor.

Un recorrido romano que sus participantes comenzaron a llamar familiarmente “visitas”, como se hace entre amigos que acuden a una casa para entablar conversación o llevar algún obsequio. La diferencia era que aquí las casas que se visitaban correspondían a lugares vinculados a la memoria cristiana de la ciudad de Roma. Lo que empezó en 1551 como una propuesta familiar de san Felipe Neri a su grupo de acompañantes, fue adquiriendo popularidad, de modo que en pocos años los participantes en esta “visitas” llegaba a millares de personas. En realidad se trataba de retomar la antigua tradición medieval de la peregrinación a las tumbas de Pedro y Pablo, y se empleaban dos días para ampliar el recorrido a “las siete iglesias”. 

Hoy esta peregrinación sigue atrayendo a los fieles, en especial a los jóvenes, pues se trata de un recorrido exigente, de 25 kilómetros y cerca de 12 horas de caminata. Se parte a las 7.30 de la tarde, después de la misa en la iglesia de Santa María de Vallicella y al amanecer se llega a Santa María la Mayor. Allí los peregrinos se dividen en grupos para facilitar el ambiente de convivencia y de oración. En diversos momentos se detienen para reflexionar con la ayuda de las palabras del padre Maurizio, y para rezar el Rosario. También se comparten testimonios, como el de Luisa, que después de terminar sus estudios de Ingeniería descubrió la llamada a la vida religiosa y habla con agradecimiento de su experiencia de entrega a Dios. O de Gianfranco, casado desde hace unos años, que cuenta cómo ha notado la ayuda de la gracia para sobrellevar las contrariedades diarias que surgen en su matrimonio. 

El contraste con los otros jóvenes que andan por la misma ciudad en busca de paraísos artificiales es fuerte, y hace crecer el entusiasmo misionero de los peregrinos, que al llegar cerca de la estación Termini a las 7 de la mañana del día siguiente, rompen a cantar la Salve con la fatiga marcada en los rostros y la alegría de haber completado su peregrinación a la vista de la basílica de Santa María la Mayor. Como explica uno de los participantes, es “una experiencia agotadora, pero muy hermosa”.

Los cinco pasos del misterio

En continuidad con la tradición oratoriana de la predicación, la iglesia de Santa Maria in Vallicella ofrece un modo de oración comunitaria en torno a unos sermones o pláticas muy bien preparados. Sacerdotes con traje talar que siguen el estilo de san Felipe Neri de valorar positivamente las tendencias culturales de su época, y de acudir a las fuentes de la Sagrada Escritura y de la Tradición. No son amigos de abstracciones, sino que les gusta emplear argumentos históricos: se profundiza en los sucesos y vicisitudes de la Iglesia en otras épocas, para afrontar también aspectos actuales de la vida civil y social a la luz de la fe. Entre otros asuntos, se han tratado últimamente temas como la inmigración en Europa o las leyes sobre la familia. 

Una de estas iniciativas es la que el padre Maurizio Bottalleva adelante con éxito desde hace 7 años, y  busca introducir a los fieles en el centro del misterio cristiano a través de encuentros mensuales que se presentan como Los cinco pasos al Misterio. El misterio del que se habla no es ningún enigma, sino algo que se nos presenta y que nos interpela, como la vida misma. Los propios enunciados de los cinco pasos resultan elocuentes: el desierto, el consuelo, la sed, la noche y la muerte. Con ellos se llega al centro del misterio, que se muestra a quienes deciden escuchar la palabra de Jesucristo y llevar una vida conforme a su voluntad. 

Con estos pasos se pretende mostrar que creer en Dios y en su Iglesia es razonable. Lo mismo procuraba hacer san Felipe Neri en los albores de la edad moderna, cuando muchos consideraban superada la perspectiva creyente al oponerla al conocimiento racional. Sin embargo, como tanto ha recordado el Papa emérito Benedicto XVI, la fe y la razón no se oponen, y el conocimiento del creyente no empequeñece nuestro horizonte vital sino que lo agranda, lo amplía y lo ensancha para alcanzar un conocimiento que va más allá de la mera experiencia sensible. En estos encuentros se quiere llegar también a aquellos que no tienen fe porque carecen de formación religiosa, o porque han perdido la fe que dejaron de practicar. Dentro de un clima de oración, los encuentros se desarrollan con un esquema flexible pero ordenado: se inicia con una predicación de media hora, en la que se expone el tema. A continuación se dedica otra media hora a contestar las preguntas que se hacen de modo anónimo a través de unos papeles que se recogen tras la exposición. El encuentro se da por terminado, pero tras una breve pausa, aquellos que lo desean pueden permanecer otra media hora de diálogo fraterno.

Como se ve, la rica tradición de la Iglesia sigue ofreciendo respuestas a los distintos retos que nos plantea la sociedad hoy. El método oratoriano nos introduce en un clima de amistad sincera y de oración sencilla y profunda al mismo tiempo. Como ha dicho el Papa Francisco en su mensaje con motivo del quinto centenario del nacimiento de san Felipe Neri, su espiritualidad sigue siendo un modelo de la misión permanente de la Iglesia en el mundo, en especial su capacidad de ser una persona que reza y que hace rezar. Su profunda convicción, dice el Papa en ese mensaje, era que el camino de la santidad se funda en la gracia de un encuentro (con el Señor), accesible a cualquier persona, de cualquier estado y condición, que lo acoja con el asombro de los niños.

El autorPablo Alfonso Fernández

Artículos

Las 95 tesis de Wittenberg. En los comienzos de la reforma luterana

En octubre de 1517, Martín Lutero fijó sus famosas tesis de Wittenberg y dio comienzo a su reforma. El presente artículo cierra el 500 aniversario, y complementa el dossier dedicado el tema en el número de abril.  

Alfred Sonnenfeld·16 de octubre de 2017·Tiempo de lectura: 6 minutos

Hace 500 años, el 31 de octubre de 1517, Lutero publicó 95 tesis en la ciudad de Wittenberg, que hoy también se llama “ciudad de Lutero” (Lutherstadt). De este modo el joven profesor universitario deseaba invitar a una discusión científica sobre las indulgencias, tal y como era usual en su tiempo, pero también oponerse a puntos de la doctrina católica.

¿Cómo salvarse?

Al entrar en la iglesia de Wittenberg, unas palabras nos recuerdan el mensaje central de Lutero: “La Salvación no puede ser ganada, ni con obras, ni con sacramentos, ni con indulgencias. Los creyentes se salvan únicamente a través de la gracia divina. Nadie puede hacer de mediador entre Dios y los hombres, tampoco el Papa ni la Iglesia”. ¿Cómo llega Lutero a esta afirmación que resumidamente describe su doctrina? “Somos pura materia. Dios es quien se encarga de la forma; todo en nosotros es obrado por Dios”. Esta afirmación, nuclear en su teología, ha ido madurando en él desde sus inicios como profesor de teología en la recién fundada universidad de Wittenberg.

Las conversaciones de Lutero con su director espiritual, Juan Staupitz, ejercieron una gran influencia sobre su pensamiento teológico, aunque posteriormente se separaría de él, radicalizando su postura. De él aprendió a unir la exégesis con la teología dogmática bajo el aspecto de lo que ambas significan en concreto, según él, “para nosotros”, pro nobis, y no tanto en sí misma. 

Años más tarde afirmaría: “No me importa lo que Jesucristo es en sí mismo, tan solo me importa lo que representa para mí”. Toda su doctrina se reducirá a la pura cuestión soteriológica; sólo le interesa poder contestar esta pregunta: ¿qué he de hacer para salvarme? 

“Solamente”

En 1513, poco después de suceder a Staupitz como profesor de teología en la universidad de Wittenberg, Lutero afirma que su doctrina, es decir sus nuevos planteamientos teológicos, habían comenzado gracias a los impulsos recibidos de él (cfr. Volker Leppin, Die fremde Reformation. Luthers mystische Wurzeln, Múnich, 2016, p. 46).

A partir de ahí desarrolla su teología, comprendiendo para ello la justificación del pecador desde los famosos sola/us: Solus Christus, Sola gratia, Sola fide, Sola Scriptura. Esta afirmación radical del “solamente” implica que el hombre no puede contribuir con nada propio a su salvación. Ni siquiera una conducta intachable, una vida ejemplar, una vida de oración o una búsqueda de Dios podrían cambiar la voluntad divina. Por lo tanto, concluye Lutero, “en caso de no pertenecer al grupo de los elegidos, nos deslizaríamos irremisiblemente por el camino de la condenación eterna”.

En una de sus famosas “conversaciones de sobremesa” (Tischreden), Martín Lutero reflexiona en voz alta sobre lo que fue el detonante para que decidiera fijar las 95 tesis en la puerta de la iglesia del Palacio de Wittenberg el 31 de octubre de 1517. El dominico Juan Tetzel había recibido del arzobispo de Maguncia, Albrecht, el encargo de predicar sobre la importancia de las indulgencias para salvarse. Según Lutero, “Tetzel no decía más que auténticas barbaridades: las indulgencias nos reconciliarían con Dios y esto ocurriría también en el caso de carecer de contrición e incluso sin haber hecho penitencia… Estas fantasías me obligaron a intervenir”. En su opinión, los predicadores de indulgencias lo hacían sin tener en cuenta la diferencia entre la remisión de la culpa y la remisión de las penas por los pecados, como demuestra la frase irónica que con frecuencia se atribuye a Tetzel: “Al sonar la moneda en la cajuela, el alma del fuego al paraíso vuela”. Para la gente sencilla, la confusión estaba muy extendida y la teología no ayudaba a dar una solución clara. Estas confusiones llevaron al teólogo Lutero a salir a la escena pública.

Las indulgencias

Es bien sabido que Lutero, de joven, con su conciencia escrupulosa, pensaba que cometía un pecado mortal si se saltaba alguna de las reglas y costumbres monásticas leves o alguna de las rúbricas de la liturgia. 

Pero donde más se manifestaba su escrupulosidad era en su conciencia inquieta e intranquila. Nunca estaba en paz consigo mismo, y quería saber con seguridad si estaba en gracia de Dios o en pecado. Pues bien, ahora reacciona ardorosamente ante la confusión en el tema de las indulgencias, que le parecían una estafa. Éstas son sus palabras: “Aquellos que predican a la gente sencilla la entrada en el cielo a través de las indulgencias, en realidad las está conduciendo al infierno. También habría que proteger al mismo Papa por contribuir a estas herejías”

El daño producido por la concesión de indulgencias consistía en que el pueblo, ignorante y rudo, atendía algunas veces no tanto al arrepentimiento y a la contrición interna como a la obra externa requerida, manifestando incluso más temor por la pena que por la culpa. Era uno de tantos peligros de falsa religiosidad contra los que Lutero protestó acertadamente, como habían hecho otros predicadores católicos anteriores a él: Lutero no fue el primero en criticar el tráfico o venta de indulgencias.

Para contrarrestar esta situación, y con la pretensión de que sirvieran como manuscrito básico para una discusión académica, publicó las 95 tesis. De acuerdo con el historiador protestante Volker Reinhardt (cfr. Luther der Ketzer, Rom und die Reformation, Múnich, 2016, p. 67), hoy algunos expertos vuelven a aceptar que, en efecto, Lutero clavara las tesis, como había afirmado su compañero reformista Felipe Melanchton. Publicó al mismo tiempo una carta al arzobispo Albrecht, a quien consideraba causante de todo el problema por el encargo dado a Tetzel de predicar sobre la eficacia de las indulgencias. Le acusa de incompetencia, sobre todo por contribuir a la confusión entre la gente más sencilla. 

Efectivamente, una consecuencia peligrosa era la mezcla de lo espiritual con lo económico, como sucedió cuando las autoridades eclesiásticas se percataron de que la concesión de indulgencias podía convertirse en una fuente copiosa de ingresos para construir catedrales, hospitales o puentes. El aspecto espiritual de la concesión de indulgencias se oscureció más todavía cuando grandes banqueros como los Fugger de Augsburgo, intervinieron en el negocio, adelantando créditos a la Santa Sede a cambio de percibir un porcentaje importante en la recaudación de indulgencias.

Complejidad de los problemas

Si dirigimos nuestra atención al contenido de las 95 tesis, podemos llegar a una primera conclusión: se puede reconocer con Lutero que lo más relevante no es mirar a la satisfacción exterior del cristiano, sino a su contrición interior. Pero Lutero irá más lejos al afirmar que, si hay contrición, el penitente ya no necesita acudir al confesor. Los consejos de Juan Staupitz y las lecturas del místico Juan Tauler afirmaban que el penitente no necesitaría confesarse inmediatamente si hace un acto de contrición sincero y no hay en ese momento un confesor; pero Lutero radicaliza este pensamiento y afirman que el pecador ya no necesitaría confesar oralmente sus pecados mortales. 

En la primera tesis podemos leer: “Jesucristo ha dicho: Haced penitencia porque el Reino de los Cielos está cerca”; y en la segunda: “Estas palabras no deben ser interpretadas como referidas al sacramento de la penitencia, es decir, a aquella penitencia con confesión oral y satisfacción que se realiza gracias al ministerio sacerdotal”. Ya en ellas Lutero elimina de un plumazo toda mediación sacerdotal entre Dios y los hombres. La consecuencia práctica después de haber leído la segunda tesis sería clara: “Si se entiende la penitencia en sentido bíblico, lo importante es tan solo el arrepentimiento y no la confesión con la boca o la satisfacción con obras”: según la doctrina luterana, la acción del sacerdote entre Dios y el pecador no sería necesaria.

Un carácter difícil

Martín Lutero rechazaba enérgicamente los abusos y errores de la predicación de Tetzel y protestaba con absoluta sinceridad. Pero incluso si la doctrina teológica de las indulgencias –considerada en teología un complemento del sacramento de la penitencia– se hubiese predicado con la mayor claridad teológica posible, no podía encajar en la cabeza de Lutero, pues desde 1514 a 1517 se habían forjado en su mente las bases de su teología luterana. Lutero no admitía el mérito de las buenas obras de los santos ni el valor de la satisfacción, y sostenía, en cambio, que solamente por la penitencia interior y por la confianza en Cristo se obtiene la remisión plena de la culpa y de la pena. Abominaba de una santidad con obras. Con sus 95 tesis quería mover a los altos dignatarios de la Iglesia a la penitencia sincera, pero por medio de la discusión polémica y con el fin de aniquilar las indulgencias e implantar la teología luterana.

Antes de comenzar con la exposición de las 95 tesis, Lutero escribe que las ha redactado por amor a la verdad y con el deseo de aclararla. No obstante, en la quinta tesis polemiza contra el Papa: “El Papa no quiere ni puede remitir otras penas que las que él impuso a su arbitrio o según los cánones”. En la 20 tesis especifica: “Lo que el Papa entiende por indulgencia plenaria no es la remisión de todas las penas en absoluto, sino tan sólo de las impuestas por él”. Tampoco falta la ironía en la redacción de algunas de sus tesis, tal es el caso de la número 82: “¿Por qué el Papa no vacía el purgatorio, dada su santísima caridad y la suma necesidad de las almas?”.

Una lectura detenida de las 95 tesis permite apreciar el carácter complejo y atormentado de un autor lleno de contradicciones, de un monje piadoso que utiliza sus conocimientos retóricos de antítesis agudas con conocimientos humanísticos, y al mismo tiempo es pronto para utilizar expresiones de bajo nivel humano. Él mismo se describe en una ocasión como trágico, nostrae vitae tragoedia.

Subjetivismo

Para finalizar recordemos las afirmaciones de Joseph Lortz, gran experto de renombre mundial en la vida y en los escritos de Lutero. 

Lortz afirma que, si bien Lutero tenía conocimientos profundos de la Biblia, se convirtió en víctima de su propio subjetivismo. En sus esfuerzos por entender lo que significa la salvación, interpretó la Sagrada Escritura a su manera y según sus necesidades. Hizo uso de los textos bíblicos de modo selectivo, y con frecuencia redujo el mensaje bíblico a fórmulas simples.

Según Lortz, Lutero se vio a sí mismo como un “profeta en el aislamiento” y por eso se aventuró, igual que los profetas, a interpretar las revelaciones bíblicas de acuerdo a sus necesidades. Como resultado, no siempre consiguió captar la plenitud de los mensajes bíblicos.

Su mensaje, pues, no es fácil, y conduce por caminos complejos a la visión protestante de la vida y de la fe.

El autorAlfred Sonnenfeld

Universidad Internacional de La Rioja (UNIR)

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Siembra de esperanza.“Un pueblo alegre en el sufrimiento”

1 de octubre de 2017·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El Papa descubrió en los colombianos “una fuerza de vida” para responder a los problemas de la violencia y a la “lacra” del narcotráfico.

El golpe en el papamóvil que sufrió el Papa Francisco en Cartagena lo sintieron millones de colombianos que por cinco días habían seguido sus pasos, gestos y palabras. El incidente le produjo una pequeña herida en la ceja y un hematoma en el pómulo izquierdo, pero nada de esto detuvo su ritmo. Rápidamente fue atendido y siguió la agenda prevista. Fue una lección más de fortaleza y entrega que dejó en Colombia.

Dos días después de su regreso a Roma, el 13 de septiembre, apareció en la audiencia general de los miércoles, con el ojo y el pómulo morados. Allí agradeció el buen recibimiento y el cariño de los colombianos. “Un pueblo alegre entre tanto sufrimiento, pero alegre; un pueblo con esperanza”.

Esperanza que el Papa pudo observar entre las personas que escuchó y saludó en Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena. Así lo recordaba en la audiencia: “Una de las cosas que me impresionó en todas las ciudades, entre la multitud, fueron los padres y las madres con niños, que levantaban a los niños para que el Papa los bendijera, pero también con orgullo enseñaban… Texto íntegro solo para suscriptores.

América Latina

Los niños mártires de Tlaxcala, ejemplo de evangelización

Omnes·1 de octubre de 2017·Tiempo de lectura: 5 minutos

El 15 de octubre, el Papa Francisco canonizará en Roma a los Niños Mártires de Tlaxcala (México): Cristóbal, Antonio y Juan. Después de 25 años de su beatificación por san Juan Pablo II serán propuestos de nuevo al mundo como modelo de santidad, al testimoniar su fe en la tarea evangelizadora hasta dar su vida.

TEXTO. Gabriel Alcantarilla Sánchez, México DF

Presidente de la Comisión Diocesana Pro-Canonización

Rubén Rodríguez Balderas

Sociedad Mexicana de Historia Eclesiástica

Los niños mártires de Txacala (México), protomártires de América y con gran veneración popular, serán propuestos al mundo por el Papa Francisco como modelo y ejemplo de testimonio de fe evangelizadora y de santidad, hasta dar la vida por Jesucristo. La ceremonia de canonización tendrá lugar en Roma, tras ser beatificados en mayo de 1990 por san Juan Pablo II en la basílica de la Virgen de Guadalupe, en México.

El visto bueno del Papa para la canonización de los niños mártires tuvo lugar en abril, durante un consistorio ordinario de cardenales. Los nuevos santos mexicanos serán canonizados junto a los beatos André de Soveral y Ambrosio Francisco Ferro, presbíteros, y Mateus Moreira y otros 27 compañeros, martirizados en 1645 en Río Grande do Norte (Brasil). También serán elevados a los altares Faustino Miguez, sacerdote escolapio, fundador del Instituto Calasancio de las Hijas de la Divina Pastora, y Angelo de Acri, sacerdote de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos.

Evangelizadores: el martirio

Los primeros mártires de la evangelización en México son tres niños, Cristóbal, Antonio y Juan, de edades comprendidas entre los 12 y 13 años. Se convirtieron al cristianismo tras escuchar la predicación del Evangelio realizada por frailes franciscanos y dominicos.

Cristóbal nació en el poblado de Atlihuetzía hacia 1514. A los 13 años se convierte a la fe católica, y al decir el niño a su padre, el cacique Axotécatl, que debe dejar su mala conducta y hacerse cristiano, éste lo apalea y arroja al fuego en 1527. Su madre Tlapaxilotzin lo rescata y Cristóbal pasa toda la noche en agonía. A la mañana siguiente, su padre vuelve y el niño le dice: “Oh padre, no pienses que estoy enojado contigo. ¡Estoy muy alegre porque me has hecho más honor que heredándome tu señorío!”.

Antonio (nieto de Xicoténcatl, cacique principal de Tlaxcala) y su paje Juan, nacieron en la población de Tizatlán en 1516. En 1529 se ofrecen a ir como misioneros a evangelizar Oaxaca, y cuando fray Martín de Valencia les dice que es muy peligroso, le responden: “Y si Dios quisiera el sacrificio de nuestra vida, ¿por qué no la sacrificaremos por Él? ¿No mataron a san Pedro, a san Pablo, a san Bartolomé por Dios? ¿Por qué no moriremos nosotros por Él, si así fuera su voluntad?”. Pocos días después fueron muertos a palos cuando estaban destruyendo ídolos en la población de Cuauhtinchan, en 1529.

Beatos en 1990

En 1541 el franciscano fray Toribio de Benavente (conocido como Motolinía) escribe el relato del martirio de los niños, en su Historia de los Indios de la Nueva España, tratado III, capítulo IV. A lo largo de casi cinco siglos se ha conservado la memoria de los santos niños en más de 80 obras escritas, casi todas en español, pero también en náhuatl, italiano, inglés y francés, y recientemente en portugués y en polaco. Existe además abundante iconografía, Su efigie está cincelada en una cruz de plata hecha en la Nueva España en el siglo XVI, que actualmente se encuentra en la catedral de Palencia, España.

En 1982, el primer obispo de Tlaxcala, Mons. Luis Munive y Escobar, introdujo la causa de beatificación. Fueron beatificados por san Juan Pablo II en su segundo viaje a México, el 6 de mayo de 1990, en la Basílica de Guadalupe. A partir de ese año, se celebra la fiesta diocesana el 23 de septiembre. En 2012, en la Ciudad de Guanajuato, el Papa Benedicto XVI los propuso como modelos de vida cristiana para todos los niños de México.

Numerosos favores

En 2013, el tercer obispo de Tlaxcala, Mons. Francisco Moreno Barrón, refuerza el trabajo de la Comisión Diocesana Pro-Canonización, poniendo al frente de ella al presbítero Gabriel Alcantarilla Sánchez, uno de los firmantes de este artículo. Se inicia así la fase diocesana del proceso de canonización.

En esta fase se recogieron más de dos mil favores solicitados a Dios por intercesión de los niños, así como más de 50 concedidos; entre ellos, 13 curaciones consideradas extraordinarias. Destaca el caso de dos jóvenes hermanas que cayeron de 15 metros de altura.

En septiembre de 2014, Mons. Barrón erige el Santuario de los Niños Mártires y decreta un año jubilar para celebrar el V Centenario de su nacimiento. Se multiplican las iniciativas para dar a conocer y venerar más a los Niños, en las más de 70 parroquias y los 7 decanatos de la diócesis. En ese año más de 30.000 peregrinos acudieron a su Santuario.

En 2015 se publican 10.000 ejemplares del libro Beatos Niños Mártires de Tlaxcala, Cristóbal, Antonio y Juan, Protomártires de América, y 100.000 ejemplares de un polidíptico con el mismo título. A la clausura solemne del Año Jubilar acudieron más de 40 obispos mexicanos. El Papa Francisco envió una afectuosa felicitación. Existen ya tres himnos compuestos en su honor.

En noviembre de 2015, la Conferencia del Episcopado Mexicano los declaró Patronos de la Niñez de México. En mayo del año siguiente, el patronazgo es confirmado por la Congregación para el Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos.

Fase romana

Concluida la fase diocesana del proceso de canonización, se inicia la fase romana. El obispo de Tlaxcala nombra postulador en Roma a Fray Giovangiussepe Califano O.F.M., y vicepostulador de la Causa en México al presbítero Rubén Rodríguez Balderas, de la prelatura de la Santa Cruz y Opus Dei, también autor de este artículo. A su vez, el Padre Califano designó como vicepostulador en Roma a fray Luis Martín Rodríguez Muñoz O.F.M.

Comenzaron así 14 meses de arduo trabajo, a fin de enviar al postulador lo más importante de la abundantísima información recogida en México: la historicidad del martirio de Cristóbal, Antonio y Juan; la devoción del pueblo de Dios hacia los niños; su abundante iconografía; los miles de favores pedidos a Dios por su intercesión y los centenares de favores concedidos, entre ellos 13 extraordinarios; la trascendencia que han tenido los niños en la vida civil de Tlaxcala y en la vida académica del país; y su conocimiento y devoción en otros países americanos, europeos y africanos.

Con toda esa información se preparó en Roma la Positio super Canonizatione, de más de 400 páginas, que pudo entregarse a la Congregación para las Causas de los Santos en enero de 2017, para ser estudiada concienzudamente por la comisión de cardenales, que comunicarían sus conclusiones al Papa Francisco.

El 21 de marzo, en sesión ordinaria, los cardenales y obispos de la Congregación para las Causas de los Santos valoraron la Positio super canonizatione de los Niños Mártires y su juicio fue positivo. Así lo comunicaron al Papa Francisco, quien pudo ratificar esa decisión y autorizar la canonización.

La anhelada declaración pontificia llegó el jueves 23 de marzo de este año. De inmediato la noticia corrió por todo el mundo. El jueves 20 de abril, en el Palacio Apostólico Vaticano, el Papa Francisco presidió el consistorio ordinario público en el que se anunció la canonización de los beatos en la plaza de San Pedro el próximo 15 de octubre.

El viernes 28 de abril, en la CIII Asamblea de la Conferencia del Episcopado Mexicano, Mons. Francisco Moreno Barrón, ahora arzobispo de Tijuana, comunicó la noticia a todos los obispos de México.

Impacto en las familias

La próxima canonización de los niños mártires de Tlaxcala “podría tener un profundo impacto en las familias”, ha asegurado Mons. Moreno Barrón, que fue hasta hace apenas medio año obispo de Tlaxcala, y encabezó durante los últimos años el esfuerzo por llegar al final de esta causa de canonización.

En su opinión, la canonización de los niños mártires mexicanos “es un momento de gracia, de bendición para la Iglesia universal”, y una llamada a que valoremos la familia como un don de Dios”. El arzobispo de Tijuana ha manifestación también: “Espero que en otros países, como en el Perú, Estados Unidos, en donde quiera, sean también promovidos como patronos de la niñez en estos tiempos tan difíciles en que los niños son golpeados, abusados, en que falta realmente un respeto integral y una promoción de los mismos en la Iglesia y en la sociedad”.

Evangelización

Mirar desde la periferia. Una clave evangélica más allá de las ideologías y de la actividad pastoral

El Papa Francisco alienta a mirar a las periferias. El autor de este artículo profundiza en el sentido de esa invitación, y destaca que la periferia es el lugar del encuentro con Cristo, y el lugar de la misión.

José Antúnez·1 de octubre de 2017·Tiempo de lectura: 10 minutos

Siempre importa saber escoger la mirada para ver con profundidad, justeza y ternura lo que se nos ofrece y no desperdiciarlo, maltratarlo o echarlo a perder. Nuestra actual mirada a las periferias, alentada y motivada por el Papa Francisco, requiere una mirada adecuada, una mirada desde la fe y el amor del Evangelio, que rompe los moldes de las rígidas e injustas categorías de las ideologías del pasado y del presente. Necesitamos esta mirada si no queremos perder la fuerza con que el Espíritu está jugando en este campo enredándonos en discusiones del pasado o en interpretaciones superficiales que no solo resultan inútiles, sino que restan energía y consumen por dentro al creyente y al evangelizador.

Periferia y periferias

Mirar las periferias desde el corazón del Evangelio supone ir más allá de la noción de periferia elaborada desde el campo político y sociológico, si bien guarda cierta relación con ella. Desde el Evangelio, paradójicamente, la periferia se convierte en atalaya. Sin el Evangelio, periferia sería una noción exclusivamente ligada a los fenómenos históricos de la urbanización y la industrialización: periferia en clave espacial y geopolítica equivaldría a todo aquello que dista del centro de la actividad y del poder; habría o hay una periferia del mundo, unas periferias urbanas, unas periferias económicas, otras políticas, etc. Los alejados serían todos aquellos que habitan las periferias y no tienen acceso al centro. 

Vinculada a lo geopolítico estaría una segunda periferia: la periferia social y cultural, constituida por todo aquello que para el centro socio-cultural no resulta importante ni decisivo. Nuestras democracias, en la medida en que funcionan, favorecerían la descentralización y la no proliferación de periferias sin poder; sin embargo, la debilidad y los defectos de nuestros sistemas democráticos es aprovechada por los populismos, que se nutren –y no son los únicos– de sus abundantes periferias: marginación cultural y económica respecto a quien o quienes marcan la corriente dominante y desempeñan un papel manipulador, un “quien” que muchas veces es impersonal y anónimo. Estas periferias sociales, como señala Riccardi, tienen dos rasgos: soledad y violencia, que a veces son claramente visibles; un ejemplo físicamente observable son los guetos ricos de Sudáfrica, comunicados entre sí por autopistas que forman como una red de islas unidas, incomunicadas de las periferias de pobreza y marginación aisladas y abandonadas a su propia suerte.

Periferia desde el Evangelio

Hasta aquí tenemos el hecho social: la existencia de periferias. Pero el Papa y nosotros no hacemos sociología ni política, sino que evangelizamos y leemos los signos de los tiempos desde la fe. Cuando hablamos de las periferias lo hacemos porque en ellas hay algo más radical. Creo que el Papa Francisco quiere que el mirar desde las periferias se convierta en clave hermenéutica y pastoral. No se trata de mirar las periferias, sino de asumir el “ser” periferia, el mirar desde la periferia. ¿Qué significa esto? En primer lugar, implica superar una mirada pasada y centralista que veía la periferia como un campo de beneficencia, algo que el centro debería cuidar (mirada desde el centro: el rico que da limosna, por ejemplo). En segundo lugar, implica superar esa mirada que ve las periferias sociales y culturales como campos a recuperar frente a una secularización y un laicismo que nos las han arrebatado.

El resultado de quedarse en el centro es muy variado, pero tiene un denominador común: mira la periferia desde el centro, desde fuera, y en el fondo no puede hacerse cargo de ella ni de lo que significa desde el Evangelio. Rechaza asumir que el Evangelio puede no ser –de hecho, no lo es ya en ese sentido– centro de poder y de influencia, y quizás deba no serlo. Desde ahí congela el fuego del Espíritu, paraliza a la Iglesia.

Un fruto de esta mirada cristaliza en una mentalidad restauracionista, que lleva a ver la Iglesia y nuestras comunidades como pequeñas islas evangelizadoras, a modo de neo-monasterios medievales aislados y amenazados entre los bárbaros, en la añoranza de volver a influir, de volver a ser importantes. Nos han desplazado del centro marginando o neutralizando el Evangelio tanto el laicismo negativo y combativo, como el que falsamente pretende ser neutral –pero no el sano laicismo positivo y abierto a la aportación de las religiones–; luego, si recuperamos las periferias, volveremos a ser centro y a evangelizar. Mentalidad combativa, aguerrida, pero a la vez marcada por el complejo de ser pequeños, de dar un peso excesivo, irreal, a los poderes de este mundo, que no son vistos desde la historia de la salvación. Esta mirada tanto tiene de realista, como de paralizante y justificadora de la no fecundidad y de la impotencia para evangelizar.

También son fruto de esta visión centralista, no periférica, gran parte de las dificultades que encontramos para adaptar y reformar estructuras pastorales que son, en no poca medida, herederas de una visión marcada por el Imperio Romano y que ha permitido el divorcio entre centro y periferias. Algunos intentos pastorales, con los que la Iglesia intentó responder a la llamada de las periferias sociales y que quedaron en esbozos fallidos –como los curas obreros de París entre 1942 y 1953 bajo el cardenal Suhard y el alto y amoroso interés de Roma–, quizás no pudieron lograr su meta por su misma raíz: porque aún miraban la periferia desde el centro. De la misma raíz no periférica, por más que mirasen a la periferia, surgieron los planteamientos hace ya algunas décadas de ideologías que se plasmaron en algunas teologías de la liberación y en el fondo adolecían del mismo centralismo en su mirada a la periferia.

Mirar desde la periferia

Lo que escucho cuando oigo y medito las palabras del Papa Francisco es que me está pidiendo un cambio, una conversión de mentalidad, una rigurosa metanoia que conlleva una positiva revolución pastoral y un renovado empuje evangelizador que promueve el gozo de vivir y transmitir el Evangelio; pues un cambio de mentalidad, hacia una mentalidad aún más cristiana, y una acción pastoral eficaz en el Espíritu, van unidas intrínsecamente. Este cambio implica purificar nuestra mente de adherencias extrañas. Para realizarlo, tendríamos que volver a los principios de la kénosis y la encarnación. Dios eligió en la antigua Alianza a Israel, periferia entre imperios; llegado el momento se encarnó y actuó en Galilea, periferia de Israel, a su vez periferia de Roma; nació en una aldea olvidada y murió en el centro religioso de Jerusalén, que no dejaba de ser un problema periférico del César. Dios eligió lo débil, lo necio según el mundo, y desde la periferia llegó al centro: Roma. Así se lo dijo Francisco a los superiores de las congregaciones religiosas: “Yo estoy convencido de una cosa: los grandes cambios de la historia se realizan cuando la realidad se ve no desde el centro sino desde la periferia. Es una cuestión hermenéutica: se comprende la realidad sólo si se la mira desde la periferia, y no si nuestra mirada parte de un punto equidistante de todo”. En este punto, periferia/centro, pobreza/avaricia, debilidad/poder, gracia/voluntarismo, son parejas paralelas y relacionadas.

Como en casi todo en la vida, resulta vital pensar desde la “y” (pensar de comunión) y no desde la “o” (pensar dialéctico y de confrontación). Al mirar con el Papa la periferia, para mirar desde la periferia, estamos tan lejos de intentar sustituir el sacramento del altar por el del hermano al modo de los progresistas –en expresión de Olivier Clement, pues al hacerlo abandonaríamos la historia a sí misma y, en definitiva, no sería más que una danza macabra–, como de lo contrario; lo que intentamos es dar a la Eucaristía, a Dios, a su acción toda su amplitud ética. Altar eucarístico y hermano alejado están unidos inseparablemente pues son, en sus distintos órdenes de realidad, Cristo que nos sale al encuentro. ¿Cómo ver la Eucaristía sin ver al hermano?, ¿cómo ver al hermano de veras sin la Eucaristía? Y, ¿acaso no se enriquece nuestro vivir y participar en la Eucaristía viendo al hermano, mirando desde la periferia, material, psicológica o moral? 

Como me contó un amigo que fue párroco en Vallecas (Madrid), “mi reto en esa parroquia fue unir los salones donde estaban los voluntarios con el templo, pues al principio –y fue difícil– ni los de los salones pasaban al templo ni los del templo a los salones”. No deberíamos dejarnos seducir por la tentación de resucitar infecundas escisiones de la “o”. Estamos a otra cosa, más radical y más fecunda.

Con la fuerza del Espíritu

Mirar desde las periferias es mirar el poder de Dios actuante en la historia, que es intrínsecamente Historia de Salvación, intentado sacar las últimas consecuencias del modo de actuar de Dios, del Evangelio, para hacerlo nuestro en el corazón y en la mente. 

A poco que gastemos algo de tiempo en reflexionar y orar esta verdad, podremos ver la libertad y fuerza que brotan de aquí para anunciar el Reino. Al volver al Evangelio, y en esto consiste siempre la historia de la Iglesia, se vuelve a la misión, a la identidad evangelizadora, a la Iglesia en salida. 

Riccardi cita el caso histórico del pontificado de Gregorio Magno, en una Roma que caía y ya no era centro de nada, en una Roma llena de pobres e indigentes. Desde esa periferia, Gregorio miró la llamada de Anglia (Inglaterra), otra periferia, y fue evangelizada; el poder de Cristo no es de este mundo, lo central para los hombres no es lo central para Dios, es otra lógica que no consiste ni en volver a lo de antes, ni en caer en la ideología. 

Una Iglesia marginada a la periferia, una Iglesia que mira desde Dios y, por Él, desde las periferias, es una Iglesia con la fuerza del Espíritu, una Iglesia que no se queda paralizada y que es capaz de producir, en su aparente máxima debilidad, una gran evangelización. En muchos aspectos el ejemplo de Anglia, evangelizada gracias a la visión periférica del papa Gregorio, es perenne y actual. No sólo para la Iglesia como un todo. 

Apliquémoslo a nuestra vida personal, a nuestro seguimiento de Cristo, a nuestra vida espiritual y, en continuidad y en unidad de vida, a nuestra acción pastoral y nuestros apostolados. Dice Francisco: “El Espíritu Santo nos introduce en el misterio del Dios vivo, y nos salvaguarda del peligro de una Iglesia gnóstica y de una Iglesia autorreferencial, cerrada en su recinto; nos impulsa a abrir las puertas para salir, para anunciar y dar testimonio de la bondad del Evangelio, para comunicar el gozo de la fe, del encuentro con Cristo. El Espíritu Santo es el alma de la misión”

Por eso, Francisco no mira la debilidad de la Iglesia, sino que, fiado del Espíritu, se lanza al anuncio, empezando, como manifiestan sus viajes, por las periferias de las periferias, frente a lo que harían los tácticos del mundo.

El lugar de la misión

La vigencia de esta mirada desde la periferia se muestra de modo privilegiado al mirar la situación de la sociedad postmoderna. En la sociedad que Baumann denomina sociedad líquida, aumenta la irrelevancia: todos viviríamos cada vez más de un modo periférico, de consumo narcisista, de paradójica anti-ilustración, pues ya no se trata de ilustrar al pueblo, sino de vender cultura y verdad aparente, de una cultura de las prisas, sin tiempo, en que todo es espacio, un espacio plano superficial. Todo, si cambiamos la clave lingüística, se “periferiza”. Incluso bajo el disfraz del multiculturalismo se esconde una trampa a la conciencia de occidente para legitimar el despreocuparse del otro, y es pensar: es que el otro, con su cultura, es así (va en taparrabos y no tiene casa, piensa que está bien o mal eso u eso otro, etc.). En consecuencia, no debo hacer nada por él pues sería incluso una falta de respeto a su idiosincrasia. Esto, que podría llamarse la absoluta “periferización” mediante el relativismo, no es sino el enmascaramiento del centralismo del ego individual aislado e incomunicado. 

Sólo una mirada desde una periferia en que actúa Dios libera a la sociedad de este riesgo despersonalizador. En la periferia evangélicamente leída se descubre el interés por el otro, la generosidad, la esperanza no basada en la autosuficiencia y la autorreferencialidad. Periferia en sentido teológico es antídoto del egoísmo y el narcisismo; es mirar desde el otro, descentrarme de mí mismo, es exigencia de conversión y posibilitación de la misma, conversión personal y vivencia eclesial. “El Pentecostés del cenáculo de Jerusalén es el inicio, un inicio que se prolonga. […] Es el Espíritu Paráclito, el ‘Consolador’, que da el valor para recorrer los caminos del mundo llevando el Evangelio. El Espíritu Santo nos muestra el horizonte y nos impulsa a las periferias existenciales para anunciar la vida de Jesucristo. Preguntémonos si tenemos la tendencia a cerrarnos en nosotros mismos, en nuestro grupo, o si dejamos que el Espíritu Santo nos conduzca a la misión” (Francisco, Pentecostés de 2013).

Una hermenéutica de la historia, de la sociedad y de la evangelización desde la periferia posibilita la libertad cristiana y la vida evangélica. Conlleva purificación, y consigue la pérdida de miedos y ataduras. Hablar de periferias no significa hacer tonterías, olvidar lo esencial; pues es precisamente todo lo contrario: salir de la autorreferencialidad y de la autocentralidad, tanto en cuanto nos muestra que el campo de acción es el mundo, como en lo que concierne a nuestra identidad como Iglesia, como grupos, como movimientos, como personas. 

Poner la periferia como clave significa poner la misión como lo primero: olvidarme de mí, centrar la mirada en la pesca, en el mar, fiados de la gracia y la unción. Desde las periferias no puede haber descartados de mi corazón, no hay nadie que no tenga arreglo, se abre una posibilidad para la superación de la cultura del descarte.

Resulta claro, después de lo que llevamos dicho, que damos un salto al pensar la periferia desde lo socioeconómico a lo teológico… y entiendo lo teológico indisolublemente vinculado con lo espiritual, con lo que me identifica. La periferia es lugar de encuentro con Cristo, lugar de confirmación de la unción y lugar de iluminación. Además, la periferia es lugar de la misión, pues periferia existencial es donde falta la luz de Cristo. Por eso hemos de procurar estar siempre allí donde hace más falta la luz y la vida del Resucitado (cfr. Evangelii Gaudium, 30-33).

El poder de la gracia

Cambiar, convertirse, pensar desde la periferia, no consiste en hacer más “obras de caridad”. No es mera acción caritativa, sino dejar sitio a lo que la periferia determina en mi identidad y mi espiritualidad desde la acción del Paráclito; no se trata de un hacer, sino de ser. El poder transformador de este paso es inconmensurable. Como ha puesto de relieve el Año de la Misericordia al situarnos delante de la miseria –en sus tres manifestaciones: material, psíquica y moral/espiritual– sólo si somos misericordiosos como el Padre haremos obras de auténtica misericordia y éstas proliferarán creativamente. Y para ser misericordiosos hemos de ir a las periferias materiales y a las periferias morales y espirituales, porque allí encontramos la misericordia del Padre que cambia nuestro corazón, que nos hace descubrir que también nosotros somos periferia, y que sin embargo somos centro para Dios, que mira, cuida y gobierna el mundo para nosotros. Con toda claridad lo dice Francisco: “Así hay que salir a experimentar nuestra unción, su poder y su eficacia redentora: en las periferias donde hay sufrimiento, hay sangre derramada, ceguera que desea ver, donde hay cautivos de tantos malos patrones. No es precisamente en autoexperiencias ni en introspecciones reiteradas que vamos a encontrar al Señor: los cursos de autoayuda en la vida pueden ser útiles, pero vivir nuestra vida sacerdotal pasando de un curso a otro, de método en método, lleva a hacernos pelagianos, a minimizar el poder de la gracia que se activa y crece en la medida en que salimos con fe a darnos”.

Es hermoso constatar la constante pastoral del pontificado de Francisco de personalizar al máximo la atención a cada fiel, a cada ser humano, se encuentre donde se encuentre, llegando hasta el límite, y duele que muchas veces nos cueste dejarnos llevar por este principio. Ojalá dé los pasos que el Espíritu me pide: “A Jeremías le dijo: ‘Adondequiera que yo te envíe irás’ (Jr 1,7). Hoy, en este ‘id’ de Jesús, están presentes los escenarios y los desafíos siempre nuevos de la misión evangelizadora de la Iglesia, y todos somos llamados a esta nueva ‘salida’ misionera. Cada cristiano y cada comunidad discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos somos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio” (Evangelii Gaudium, 20).

El autorJosé Antúnez

Mundo

A 100 años de la Revolución Rusa: del golpe de estado bolchevique a la momia de Lenin

Omnes·1 de octubre de 2017·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Se cumplen cien años del golpe de Estado con el que Lenin y los bolcheviques conquistaron el poder en Rusia. Qué pasó y qué queda, y no solo en Rusia, sino también en el mundo entero, son las preguntas a las que procura responder Bryan Bradley, nuestro corresponsal en Lituania. Este centenario coincide con el de las apariciones de la Virgen en Fátima, cuando la Madre de Dios pidió rezar por Rusia.

-TEXTO Bryan Bradley, Vilna (Lituania)

El cuerpo embalsamado de Vladímir Ilich Uliánov, más conocido como Lenin, sigue recibiendo visitas en su mausoleo en la Plaza Roja de Moscú. Ya no son tantos los que vienen a verle – algunos de los relativamente pocos comunistas devotos que quedan en Rusia, algún que otro “peregrino” de China, y bastantes turistas sencillamente curiosos. Pero sigue allí en su puesto de honor, así como siguen influyendo en el mundo de hoy – quizá sin que nos damos mucha cuenta – cosas que ocurrieron hace ya todo un siglo de los que él era protagonista principal.

El 7 de noviembre se cumplen 100 años desde la toma del poder en Rusia por los bolcheviques bajo el mando del famoso revolucionario. El acontecimiento dejó…Texto íntegro solo para suscriptores

Nuevo curso y nuevos retos para la clase de Religión

22 de septiembre de 2017·Tiempo de lectura: 4 minutos

En el curso que comienza se dará por concluida la implantación de la LOMCE, con su aplicación en 4º de la ESO (Secundaria) y 2º de Bachillerato. Sin embargo, en lo que respecta a la asignatura de Religión, la interpretación de las 17 Comunidades Autónomas dibuja una panorama de absoluta vaguedad, indefinición y confusión, que amenaza los derechos de alumnos, padres y también del profesorado.

– Francisco Javier Hernández Varas

Presidente de la Federación de Sindicatos Independientes de la Enseñanza (FSIE)

La regulación de la asignatura de Religión establecida por la LOMCE recibió desde el primer momento el rechazo expreso de la Conferencia Episcopal Española, los titulares de los centros, los profesores de Religión, los sindicatos y las asociaciones de padres católicos.

Y si tuviéramos que buscar un calificativo de la situación actual, una vez aplicada en ámbito autonómico, diría que es de absoluta vaguedad, indefinición, incertidumbre, inseguridad, confusión y otros sinónimos parecidos. Unidos a otros como acoso, amenaza, persecución y otros similares que afectan a la asignatura, al profesorado de ésta y, por supuesto, a los alumnos y a sus padres.

¿Qué nos espera este curso?

No vamos a entrar ahora en que esta asignatura no es una concesión de la Administración sino un derecho de padres y alumnos, ni en el elevado número de alumnos que la eligen, ni en la importancia de la asignatura como elemento fundamental del desarrollo integral de la persona, ni tampoco en cómo es el curriculum de la asignatura. Estos aspectos son conocidos suficientemente por los profesores de religión. Lo que quería sintetizar aquí es la coyuntura actual y el panorama de la asignatura y de sus profesores.

Desde el primer momento alertamos en estas páginas del riesgo que suponía el tratamiento de la Religión como asignatura específica, saltándose su carácter de materia troncal que le corresponde en atención a la Constitución y los Acuerdos del Estado. Se convierte así en una materia más de ámbito autonómico que nacional, pues su regulación depende sobre todo de la interpretación que cada Comunidad Autónoma hace de la normativa y de la misma obligatoriedad de la asignatura. Ahí es donde el gobierno dejó pasar la oportunidad de resolver definitivamente el problema de la Religión en la escuela.

Los conflictos se plantean, sobre todo, por el desarrollo del curriculum de las diferentes etapas educativas en cada Comunidad Autónoma: configuración de las enseñanzas y distribución de asignaturas, horarios, evaluación  y matriculación, principalmente. Las 17 Comunidades dibujan un mapa político dispar y una posición ideológica y política diferente, de manera que el panorama educativo y laboral es desigual.

Reducción de hora y profesorado

Este verano ha estado repleto de reivindicaciones, negociaciones, incertidumbres y también de sentencias relevantes, que los profesores deben conocer.

En septiembre, la Junta de Andalucía reducirá una hora lectiva de la asignatura en 3º de ESO, en continuidad con la reducción implantada ya en Primaria, lo cual supondrá un descenso de 747 horas de la asignatura. Por un lado, esta decisión unilateral por parte de la Junta supondrá un menoscabo económico inmediato para el profesorado, que repercutirá directamente en las nóminas de cientos de trabajadores cuyos contratos son ya precarios. Los profesores de Religión en Andalucía continúan viendo así agravadas sus condiciones laborales año a año.

La única explicación dada por la Junta es esta declaración de su portavoz: “Entendemos que hay otras materias que requieren más tiempo para tener niños mejor formados”, que claramente minusvalora la elección que libremente hacen padres y alumnos de esta asignatura.

En Baleares la Conselleria de Educación puede dejar en la calle o con sólo media jornada a 55 docentes de Religión, es decir, uno de cada tres profesores de esta asignatura, lo que supone un verdadero ERE encubierto. El conflicto arranca con la llegada del nuevo ejecutivo del Pacte, que decidió reducir el horario de Religión de una hora y media semanal a una hora.

Mientras, se negocian diferentes salidas como la interinidad, las jubilaciones anticipadas o el reparto de las horas entre todos, pues la Conselleria se niega a que los profesores de Religión impartan otras disciplinas, como se venía haciendo desde 1982.

En otros lugares, la falta de diálogo ha obligado a acudir a los tribunales. Así, en Aragón, el TSJ de Aragón ha desestimado las medidas cautelares solicitadas por los obispos contra la Instrucción del gobierno regional que reducía la asignatura de Religión en Primaria a un horario mínimo de 45 minutos semanales. También las diócesis extremeñas han presentado recurso al TSJ de Extremadura contra la reducción de las horas semanales de Religión.

De forma deliberada y sectaria se están propiciando situaciones para reducir al mínimo la asignatura y el hecho religioso en la escuela española. Y se está asfixiando a un profesorado bien formado, de calidad y vocacionado, en el intento de minimizar su influencia y abogando por su desaparición.

Desde mi punto de vista, ahora que se habla de un Pacto por la Educación, debemos recordar que ese Pacto ya está firmado: es la propia Constitución Española, los diferentes acuerdos Iglesia-Estado y los convenios entre el gobierno y otras confesiones religiosas. Quizás debamos retomar, en la línea de otros países europeos, la senda de la modificación de la ley orgánica que lleva a este completo disparate.

Por último, a mis compañeros profesores de Religión me atrevería a pedirles que tengan esperanza, que sigan siendo como hasta ahora ejemplo de profesionalidad y buen hacer, que sepan extender y convencer de su mensaje a padres y alumnos, que enseñen bien a sus alumnos para que todos vean que mejoran y, por último, que sigan peleando por sus derechos sin perder de vista el objetivo y en sintonía siempre con la jerarquía eclesiástica.

 

 

El autorOmnes

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Experiencias

Viaje a Narnia, una experiencia educativa

Omnes·21 de septiembre de 2017·Tiempo de lectura: < 1 minuto

—TEXTO Javier Segura Zariquiegui   Delegado Diocesano de Enseñanza de Getafe

Ese viernes 21 de abril de 2017, los turistas que paseaban por la Granja de San Ildefonso en Segovia, se encontraron con que los antiguos palacios, en otro tiempo lugar de solaz de los reyes de España se habían convertido en castillos encantados donde las brujas, los minotauros y los faunos esperaban expectantes a que llegasen cuatro mil niños para vivir un día en el mágico mundo de Narnia.

Las Crónicas de Narnia es una colección de libros juveniles escrita por el autor inglés C. S. Lewis entre 1950 y 1956. Relata las aventuras en Narnia, tierra de fantasía y magia, poblada por animales parlantes y otras criaturas mitológicas que se ven envueltas en la eterna lucha entre el bien y el mal. La obra está poblada de personajes llegados de la mitología griega y romana, así como de cuentos de… Texto íntegro solo para suscriptores

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Mundo

Próxima beatificación de 60 mártires de la Familia Vicenciana

Omnes·21 de septiembre de 2017·Tiempo de lectura: < 1 minuto

TEXTO  Miguel Castellví

“¡Qué alegría poder darle juntos gracias a Dios por ese gran regalo! ¡Qué bueno contar ahora con el ejemplo y la intercesión de estos hermanos que han vivido el carisma vicenciano!”. Esto es lo que ha subrayado el cardenal Carlos Osoro a propósito de la próxima beatificación de 60 mártires de la Familia Vicenciana, que tendrá lugar en Madrid el 11 de noviembre y será celebrada por el cardenal Ángelo Amato, prefecto de la Congregación de los Santos, en nombre del Papa Francisco.

Como explica el padre Juan José González, párroco de la basílica de la Virgen Milagrosa en el barrio de Chamberí de Madrid, “en el grupo de los 60 mártires hay una gran variedad. La mayoría son misioneros Paúles, tanto sacerdotes como hermanos. Unos 40. Pero también hay dos Hijas de la Caridad martirizadas en Barcelona. Y cinco sacerdotes diocesanos de la Diócesis de Cartagena, Murcia. También hay 13 laicos. Entre los 13 laicos, siete Jóvenes de María de la Medalla Milagrosa, seis en Cartagena y uno en Valencia. Y además hay seis Caballeros de la Medalla Milagrosa pertenecientes a esta basílica. Aquí ejercieron su servicio”. En total los mártires relacionados con la basílica de la Milagrosa son 14 misioneros paúles y 6 laicos del barrio de Chamberí. El lema de la beatificación es “Testigos y profetas de Fe y Caridad”, porque “no murieron por ideas políticas. Ninguno estaba implicado en ningún… texto íntegro solo para suscriptores

Cultura

La vida en los bosques: 200 años de Henry D. Thoreau (1817-1868)

Este pensador trascendentalista norteamericano nos invita a reflexionar acerca de la comunidad del ser humano con la naturaleza. Su libro Walden, así como las enseñanzas de Aldo Leopold y del papa Francisco, nos invitan –aunque separados por más de un siglo– a cambiar nuestra conducta en esta área decisiva para la vida.

Jaime Nubiola·13 de septiembre de 2017·Tiempo de lectura: 4 minutos

El 12 de julio se cumplieron doscientos años del nacimiento de Henry David Thoreau. Se trata de un pensador original, de un pionero de la ecología y la defensa del ambiente natural. Thoreau es para muchos un elemento central de la identidad norteamericana.

La vida de Thoreau, nacido en Concorde, Massachusetts, hijo de un fabricante de lápices, puede parecer anodina, pero resulta extraordinaria por su autenticidad. Fue amigo personal de destacados pensadores de su época, en especial de Ralph Waldo Emerson: ambos fueron miembros del Club Trascendentalista. Dedicó toda su vida a pensar y escribir, convirtiéndose en un gran ensayista, poeta y filósofo, autor de numerosas obras en las que expone sus ideas sobre la historia, la relación entre la naturaleza y la condición humana, la defensa del abolicionismo, y su postura crítica frente a los impuestos o el desarrollo.

Dos de sus obras destacan por su importante influencia en la actualidad: el ensayo Del deber de la desobediencia civil (1849), en el que defiende el derecho a la insumisión frente a un estado injusto –que influirá profundamente en Gandhi o Martin Luther King y la obra Walden, o la vida en los bosques (1854), notable precedente del ecologismo moderno, que ayuda a despertar la preocupación actual por la relación entre el ser humano y la tierra que habita.

En 1845 Thoreau se traslada a las orillas del lago Walden, un terreno boscoso, propiedad de su amigo Emerson, donde construye una pequeña cabaña en la que vive durante algo más de dos años, mientras se dedica a leer, escribir y cultivar la tierra para su sustento. Conviene tener presente que no tiene luz eléctrica, ni agua corriente, aunque es apoyado en su alimentación por sus parientes y amigos. Walden o la vida en los bosques es el resultado de este reto personal, de esta experiencia de reflexión y contemplación de la naturaleza. El propio Thoreau lo plantea así: “Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente, afrontar solamente los hechos esenciales de la vida, y ver si yo no podía aprender lo que tenía que enseñar, no fuera que cuando estuviera para morir descubriera que no había vivido. No quería vivir lo que no fuera vida; es tan caro el vivir; […] y si fuera mezquina [la vida en los bosques], obtener entonces toda su genuina mezquindad, y publicar al mundo su mezquindad, o si fuera sublime, conocerlo por experiencia y ser capaz de dar un verdadero resumen de ello en mi próxima salida” (p. 90).

¿Cuáles son esos hechos esenciales de la vida? Thoreau dedica varios capítulos al comienzo del libro a analizar y describir asuntos cotidianos como la indumentaria, el mobiliario (tan solo tres sillas para no recibir a más de dos personas), la elaboración del pan, la construcción de su casa, la plantación de un huerto. Pero poco a poco, levanta la cabeza hacia otros asuntos de su interés: las lecturas que le acompañan, las visitas que recibe, los sonidos, la soledad, los animales, la laguna…

Desde el comienzo, Thoreau plantea su experiencia de regreso a la naturaleza no como un rechazo de la civilización, ni como una defensa de lo silvestre, sino como una búsqueda de un territorio intermedio que integre naturaleza y cultura. Se pregunta: ¿No sería posible combinar la robustez de los salvajes con la intelectualidad del hombre civilizado?” (p. 24). Para él, la naturaleza y el ser humano están estrechamente relacionados, de tal manera que llega a afirmar que él forma parte de la naturaleza y solo en esta es donde puede descubrirse a sí mismo. “Este es un atardecer delicioso, cuando todo el cuerpo es un solo sentido y absorbe deleite por todos los poros. Voy y vengo con extraña libertad en la Naturaleza, siendo una parte de ella misma” (p. 127), describe Thoreau bellamente. Y añade: “En medio de una lluvia suave, mientras prevalecían esos pensamientos, me di cuenta de pronto de la existencia de una sociedad dulce y beneficiosa en la Naturaleza” (p. 128).

Puede advertirse un hilo de continuidad entre aquella sociedad natural de Thoreau, las ideas de Aldo Leopold (1887-1948) y las contenidas en la mucho más reciente Laudato si’ (2015). Leopold afirma en su obra maestra A Sand County Almanac (1949) que la tierra es una comunidad a la que pertenecemos. Este concepto –básico en ecología supone una ruptura con la idea de la naturaleza como algo exterior a los seres humanos, como algo ajeno. Al contrario, Leopold propone considerar la tierra como una comunidad en la que tanto el todo como cada una de las partes tienen valor por sí mismo: el ser humano es naturaleza que interpreta y configura el paisaje.

Al cumplirse los doscientos años del nacimiento de Thoreau, la idea del ser humano como miembro de una comunidad biótica ayuda a comprender el papel que debemos jugar en la conservación de la naturaleza. Las enseñanzas de la encíclica Laudato si’ resultan una magnífica invitación a profundizar en nuestra íntima comunidad con el medio en que vivimos: “Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura” (n. 2).

La invitación a un regreso a la naturaleza y a su contemplación como un todo al que pertenecemos, convierte la defensa del medio ambiente en una reflexión moral sobre el sentido de la vida y en una búsqueda de nosotros mismos. Esta búsqueda es capaz de recuperar el sentido sagrado de la naturaleza y, simultáneamente, ayudarnos a asumir nuestra responsabilidad como miembros de esta comunidad. El 200 aniversario de Henry D. Thoreau es una excelente ocasión para pensar más a fondo sobre ello.

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