Editorial

Acercarse a las fuentes

Omnes·11 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Hace escasamente un mes que vio la luz el nuevo portal informativo ligado a esta revista, en el sitio www.omnesmag.com, y la respuesta recibida ha sido muy favorable. Con gran probabilidad la calidad de la concepción y el diseño, junto con el contenido de las noticias y artículos, así como lo destacado de las firmas, han hecho que sea muy visitada; expresan su contento también quienes colaboran con su apoyo, los receptores de las newsletter y los participantes en las convocatorias de diálogos y foros. Agradecemos a todos su interés.

Desde estas páginas queremos recordar a los suscriptores de papel que, por el hecho de serlo, pueden disfrutar gratuitamente de la suscripción digital. Para ello es necesario que entren en el portal www.omnesmag.com y hagan click en “Suscríbete”; después, en el recuadro con la indicación “Suscripción digital anual gratis”, deben anotar los datos que se piden.

Es otra expresión del carácter complementario del portal y la revista. El reforzamiento de la vía digital conduce así a un enriquecimiento mutuo. Los contenidos de la revista no se reducen, sino que se amplían. Por ejemplo, la revista incorpora desde este número una nueva sección sobre los Padres de la Iglesia, exclusivamente para los suscriptores. Precisamente uno de nuestros objetivos es acercar al lector a las fuentes, como ya venimos haciendo con la sección de Sagrada Escritura y los comentarios a los textos litúrgicos de los domingos y fiestas. Con el mismo propósito, transmitimos la enseñanza del Magisterio mediante la selección de algunos documentos en las páginas centrales, y asimismo ofrecemos una sección que resume y comenta las palabras que el Santo Padre pronuncia cada mes: no nos consta que otro medio de comunicación lo haga de esta manera. En lo estrictamente informativo, es conocido el esfuerzo de nuestros redactores y firmas por llegar a la verdad y al contexto de las noticias sobre la Iglesia.

En este momento, queremos destacar un contenido del presente número. Comienza el mes de marzo, en el que se celebra el Día del seminario y se pide a San José por las vocaciones, precisamente en la fiesta del santo. Es natural que volvamos la mirada a las vocaciones sacerdotales, uno de los “focos” de interés permanente de la Iglesia y de este medio de comunicación, y la centramos en las familias, que suelen tener un papel decisivo en el surgimiento de las vocaciones. Ha sido una alegría recoger los testimonios directos de los padres y madres de varios sacerdotes, y los comentarios de estos últimos sobre el modo en que contribuyó al descubrimiento de su llamada lo vivido en el contexto de la familia. Aunque no sea así siempre o necesariamente, porque la gracia conoce muchos caminos, muchas veces el terreno fértil de una familia en la que se respira un ambiente cristiano y se aprenden las virtudes es donde germinan las vocaciones.

Enseñanzas del Papa

Catequesis, fraternidad y cuaresma

Francisco entró en febrero de la mano de su constante interés por la educación de la fe, con un discurso a los responsables de la catequesis en Italia. Luego reflexionó con el Cuerpo diplomático sobre los aspectos de la crisis mundial. Y, mediado el mes, introdujo a la Iglesia en la cuaresma, el miércoles de ceniza.

Ramiro Pellitero·11 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

El interés por la educación, que el Papa viene manteniendo durante la pandemia, se ha prolongado estas semanas en un discurso a los responsables de la catequesis en la Conferencia Episcopal Italiana (30-I-2021). 

Para una catequesis renovada

Les ha señalado tres focos o prioridades: el anuncio, el futuro, la comunidad cristiana. 

a) En primer lugar el anuncio de la fe (kerygma), porque la catequesis es el eco (“la onda larga”) de la Palabra de Dios, que permite a la persona participar en la historia de la salvación. A la vez, es un itinerario mistagógico, que guía hacia los “misterios” de Cristo celebrados en la liturgia y favorece el encuentro personal con Él. 

Y por eso el catequista “custodia y alimenta la memoria de Dios” (cfr. homilía en el encuentro con los catequistas durante el Año de la fe, 29-IX-2013). Su tarea debe poseer estas características: “cercanía –lenguaje familiar–, apertura al diálogo, paciencia, acogida cordial que no condena” (Evangelii gaudium, 165).

b) Segundo, el futuro de la catequesis, que ha de inspirarse en el horizonte trazado por el Concilio Vaticano II. “Debemos mirar al Concilio” –señaló san Pablo VI– “con gratitud a Dios y con confianza en el futuro de la Iglesia; será el gran catecismo de los nuevos tiempos” (discurso en Florencia con motivo del Primer congreso catequético internacional,23-VI-1966).

De ello se hace ahora eco Francisco, y no ha dejado lugar a dudas: “El Concilio es magisterio de la Iglesia. O estás con la Iglesia y por tanto sigues el Concilio, y si no sigues el Concilio o lo interpretas a tu manera, como quieres, no estás con la Iglesia”. No cabe, tampoco en la educación de la fe, una “selectividad” a capricho de los contenidos del concilio. Hoy, propone, se necesita una catequesis renovada que siga siendo una “aventura extraordinaria” como “vanguardia de la Iglesia”; que hable el lenguaje de la gente pero dentro, no fuera de la Iglesia; que escuche las preguntas y las cuestiones no resueltas, las fragilidades y las incertidumbres; que sea capaz de “elaborar instrumentos actualizados, que transmitan a los hombres de hoy la riqueza y la alegría del kerygma, y la riqueza y la alegría de la pertenencia a la Iglesia”.

c) Y con ese sentido de pertenencia introduce el tercer punto: la catequesis y la comunidad. Somos una familia, ya a nivel humano, y la pandemia ha puesto de relieve que “solo redescubriendo el sentido de la comunidad puede cada uno encontrar su propia dignidad en plenitud”. 

La catequesis tiene también una esencial dimensión comunitaria, eclesial. Debe fomentar comunidades cristianas abiertas, misioneras e inclusivas, libres y desinteresadas, que dialoguen sin miedo con los que tienen otras ideas, que se acerquen a los heridos con compasión. 

Debe situarse con creatividad en el marco del humanismo cristiano (como quedó claro en el Discurso a la asamblea eclesial italiana, el 10-XI-2015). 

Fraternidad y esperanza, medicinas para el mundo

Durante su discurso al Cuerpo diplomático (8-II-2021), el Papa pasó revista a las distintas dimensiones de la crisis que atravesamos. Una vez más ha señalado que la pandemia ha hecho desaparecer algunas comodidades y certezas consolidadas, poniéndonos en crisis. 

Tras recorrer los aspectos sanitario, ambiental, económico-social y político de la crisis, se ha detenido finalmente en el aspecto que considera más grave: “la crisis de las relaciones humanas, expresión de una crisis antropológica general, que concierne a la misma concepción de la persona humana y su dignidad trascendente”. 

Una manifestación bien concreta y preocupante: el enorme esfuerzo de las plataformas educativas informatizadas no ha sido suficiente para frenar una especie de “catástrofe educativa”, aunque solo fuera por la gran disparidad de oportunidades educativas y tecnológicas que existe en el mundo.

Hoy es necesario” –retoma Francisco su llamamiento por el pacto educativo global“un nuevo periodo de compromiso educativo, que involucre a todos los componentes de la sociedad”, porque la educación es “el antídoto natural de la cultura individualista, que a veces degenera en un verdadero culto al yo y en la primacía de la indiferencia. Nuestro futuro no puede ser la división, el empobrecimiento de las facultades de pensamiento e imaginación, de escucha, de diálogo y de comprensión mutua” (Videomensaje con ocasión del Encuentro Global compact on education. Together to look beyond, 15-X-2020). 

Todo ello, añade a las puertas de un nuevo Año dedicado a la familia, ha de ser fortalecido desde la familia, como señalaba Juan Pablo II, “ofreciendo a los hijos un modelo de vida fundado sobre los valores de la verdad, libertad, justicia y amor” (Familiaris consortio, 48).

Un tercer y final acento que pone el Papa, en relación con la pandemia, es el de la limitación del culto y de otras actividades en relación con la fe. Concediendo la necesidad de seguir en general las orientaciones de los gobiernos en materia sanitaria, advierte que “no debemos pasar por alto que la dimensión religiosa constituye un aspecto fundamental de la personalidad humana y de la sociedad, que no puede ser cancelado; y que, aun cuando se está buscando proteger vidas humanas de la difusión del virus, la dimensión espiritual y moral de la persona no se puede considerar como secundaria respecto a la salud física”

Además, “la libertad de culto no constituye un corolario de la libertad de reunión, sino que deriva esencialmente del derecho a la libertad religiosa, que es el primer y fundamental derecho humano. Por eso es necesario que sea respetada, protegida y defendida por las autoridades civiles, como la salud y la integridad física. Además, un buen cuidado del cuerpo nunca puede prescindir del cuidado del alma”. “Fraternidad y esperanza son como medicinas que hoy el mundo necesita, junto con las vacunas”.

La cuaresma, tiempo de libertad

A mediados de febrero dio comienzo la cuaresma, con el miércoles de ceniza. Ya en su mensaje para la cuaresma (firmado el 11-XI-2020) había señalado el Papa que se trata de “un tiempo para renovar la fe, la esperanza y la caridad”

El miércoles de ceniza Francisco perfiló este tiempo litúrgico como un “tiempo de volver a Dios”, de liberar el corazón de las esclavitudes que lo atenazan. Esta vuelta puede ser costosa, como les sucedió a los israelitas que salieron de Egipto. 

De vez en cuando añoraban paradójicamente aquella esclavitud: las cebollas, sus recuerdos, sus apegos, sus falsas seguridades, sus lamentos paralizadores. Y “para caminar es necesario desenmascarar esas ilusiones” (homilía, 17-II-2021).

La cuaresma es tiempo de volver al Padre, como el hijo pródigo, implorando el perdón en el sacramento de la Confesión. Tiempo de volver a Jesús, como aquel leproso (todos tenemos enfermedades espirituales, vicios, miedos) después de sentirse curado. Tiempo de volver al Espíritu Santo. “Volvamos al Espíritu, Dador de vida, volvemos al Fuego que hace resurgir nuestras cenizas, a ese Fuego que nos enseña a amar” (ibíd.).

Volver es posible solo porque Dios ha tomado la iniciativa al acompañarnos Jesús en nuestro camino, tocando nuestro pecado y nuestra muerte. A nosotros nos corresponde dejarnos tomar de la mano; no basados en nuestras fuerzas, sino acogiendo su gracias y mirando las llagas del Crucificado. “Besémoslas y entenderemos que justamente ahí, en los vacíos más dolorosos de la vida, Dios nos espera con su misericordia infinita. Porque allí, donde somos más vulnerables, donde más nos avergonzamos, Él viene a nuestro encuentro” (ibíd.).

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Evangelización

«En una parroquia católica de Suecia encontramos entre 50 y 100 nacionalidades»

El Cardenal Anders Arborelius, Obispo de Estocolmo fue el invitado del Foro Omnes que tuvo lugar ayer tarde a través de Youtube. Junto a él, intervino Andrés Bernar, Vicario de Evangelización de la diócesis de Estocolmo.

Maria José Atienza·11 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

«El retorno desde una sociedad secularizada» era el título del Foro Omnes que centraba la mirada en el despertar tímido pero constante del interés por el hecho religioso, especialmente la Iglesia Católica, en Suecia y el nuevo rostro multicultural que las migraciones están aportando a las comunidades católicas en un país en el que el luteranismo es considerado parte del «ser sueco». Estos fueron los ejes de este encuentro digital que contó con la presencia de que es el primer obispo nativo sueco desde la Reforma, Anders Arborelius así como el sacerdote español afincado en Suecia, Andrés Bernar, Vicario de Evangelización de dicha diócesis.

La migración esta cambiando el rostro de la Iglesia en Europa

Las migraciones son uno de los factores clave del cambio de tendencia y percepción con respecto a la Iglesia Católica en Suecia. En este sentido el Cardenal apuntó que la animadversión «tradicional» contra la Iglesia católica se está diluyendo, especialmente entre los más jóvenes. «Hay que recordar -» destacó el cardenal- «que Suecia se formó como estado moderno posicionándose en contra de la Iglesia Católica».

La multiculturalidad es una realidad especialmente patente en la Iglesia Católica de Suecia. «Cada domingo, en una parroquia, podemos encontrar entre 50 y 100 nacionalidades». Orígenes diversos que, en ocasiones, pueden originar controversias entre sí pero que, al mimo tiempo, destacó el Cardenal hacen visible «que la Iglesia puede comprender a personas de todo tipo, de toda opción política o nacionalidad y la fe puede ser un punto de unión entre estas personas tan diferentes» .

Tras la II Guerra Mundial, Suecia se convirtió en uno de los principales destinos de las migraciones de todo el mundo: América latina, Asia, África… «Suecia acoge la comunidad católica caldea más numerosa después de Irak», señaló Arborelius, «estaban emocionados por el reciente viaje del Papa Francisco a su país de origen». Arborelius apuntó además al movimiento nacionalista que está creciendo en Suecia y que endurece, por ejemplo, la entrada a inmigrantes «La iglesia católica puede ser un puente, como nos dice el Papa»

Interés por la fe católica

Los católicos en Suecia suponen apenas un 2% de la población. Cada año, destacó el Cardenal Arborelius, en torno a un centenar de personas se convierten al catolicismo y lo hacen desde muy diferentes puntos de partida como puede ser pastores y pastoras luteranos, cónyuges de católicos, algún musulmán o personas completamente paganas, sin religión previa.

Así como la fe católica está teniendo una buena acogida en los ambientes intelectuales, la política sigue siendo un campo difícil «ya que las opciones políticas existentes contemplan puntos como el aborto, incompatibles con la fe». Además explicó la dificultad para erigir, por ejemplo, colegios católicos, por la oposición de algunos partidos a este tipo de escuelas, «por miedo, fundamentalmente, a escuelas integristas islámicas, pero al final, meten a todos en el mismo saco».

En este sentido, Andrés Bernar, respondiendo a una de las preguntas de los asistentes, destacó la importancia de la educación de la fe en la familia «aqui las catequesis son familiares. No va sólo el niño, sino que, al mismo tiempo, los padres reciben también formación». «Acompañar a los católicos es fundamental» subrayó el Cardenal Arborelius, porque el ambiente sigue siendo muy adverso, «ser católico en Suecia es en sí, una vocación». Junto a esto, se observa un creciente interés por la fe católica, la vida moral y los sacramentos que «da señales de esperanza» a la Iglesia en Suecia.

El Foro Omnes

El Foro Omnes recoge el testigo de los foros presenciales que, desde hace años, organizaba la revista Palabra, ahora Omnes. Los Foros reúnen a expertos en temas de interés y actualidad para la vida social y eclesial dando la posibilidad además de que los asistentes realicen preguntas sobre cuestiones relacionadas con el tema expuesto.

Actualidad

«New revolution»: el proyecto para frenar la pornografía

El Foro Español de la Familia ha comenzado una campaña de crowdfunding para financiar un proyecto de prevención, formación y difusión para jóvenes acerca de las pésimas consecuencias que genera la pornografía.

Maria José Atienza·10 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

La pornografía es uno de los grandes problemas que afectan a la sociedad actual, especialmente, por el pronto acceso a contenidos pornográficos que, a través de medios digitales, tienen los menores en España. La propia Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha manifestado que, según los datos de los informes que maneja, la edad media de acceso a la pornografía entre los menores se sitúa en los 8 años. 

Entre las consecuencias que genera este acceso a contenidos se encuentran problemas tan graves como la violencia familiar y sexual, el absentismo laboral, depresiones, la visión distorsionada sobre modelos de relación y la adicción con consecuencias neurobiológicas.

Ante esta realidad, desde el Foro español de la Familia se quiere poner en marcha una nueva revolución: un proyecto con dos claves:

  • Asistencial: Desde FEF se quiere poner en marcha una plataforma con la que contactar desde la cual, cada caso pueda ser tratado por profesionales especializados para resolver la cuestión, ya sean clínicas especializadas en tratar la adicción a la pornografía, psicólogos, mediadores, abogados o psiquiatras expertos en la materia y asociaciones asistenciales de la misma rama que colaboran con el proyecto.
  • Divulgativa: Asimismo, el Foro Español de la Familia quiere dar conocer la realidad de la pornografía y sus nefastas consecuencias mediante charlas, conferencias, y la formación de voluntarios para llegar a los colegios, universidades, asociaciones. Además de esto, contemplan la elaboración de publicaciones, estudios, informes para hacer visible un problema latente en nuestra época y en nuestra sociedad cuyas consecuencias son muchas veces silenciadas por motivos económicos.

Con estos objetivos, el Foro Español de la Familia ha iniciado una campaña de crowdfunding a través de la plataforma iHelp con el que pretenden reunir donativos que hagan posible la ejecución y desarrollo de este proyecto a lo largo de los próximos meses.

Mundo

Chile: en juego la libertad religiosa

El caso Pavez contra Chile ha despertado un debate sobre la libertad religiosa en el país andino y en el resto de Latinoamérica, el cual espera una resolución en 2021. 

Pablo Aguilera·10 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Una ex novicia chilena, fue profesora de religión en Chile durante 22 años. Sacó su título en un instituto dependiente de una universidad católica. Sin embargo, inició una relación de pareja con otra mujer. Hubo reclamos de algunos padres y apoderados, con recolección de firmas.

Inicio del caso

El obispo de la diócesis de San Bernardo le advirtió que su decisión era contraria a los deberes de castidad y que si seguía en ella se vería en la obligación de revocar su certificado de idoneidad, al no dar «testimonio de vida cristiana», que la Iglesia Católica espera y exige de los profesores de esa asignatura. Se le ofrecieron reiteradamente diversas ayudas, que rechazó.

Como no hubo respuesta positiva, conforme a la legislación civil chilena no se le concedió un nuevo certificado de idoneidad, por lo cual no pudo seguir impartiendo esa asignatura en una escuela municipal. Sin embargo, desde entonces siguió trabajando de forma ininterrumpida en ese establecimiento, llegando a ser promovida al equipo directivo, donde sigue hasta hoy, sin ningún perjuicio económico.

Apoyo del entorno LGTB

Una ONG chilena dedicada a la promoción del ideario LGTB la comenzó a asesorar. Esta institución junto al Colegio de profesores presentó un recurso de protección constitucional en la Corte de Apelaciones, el cual fue rechazado por los tres jueces que lo estudiaron, por considerar que el acto recurrido no era ilegal o arbitrario, decisión que fue confirmada unánimemente por la Corte Suprema de Justicia.

En 2008 esa ONG llevó su caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que le dio la razón afirmando que tiene derecho a dar clases de religión católica, aun contra la objeción de la Iglesia, y que las comunidades de fe no pueden requerir de los profesores una conducta de vida fiel a sus creencias, ni aun en los colegios privados. La comisión hizo diversas exigencias al Estado de Chile, el cual las aceptó, entre ellas revisar la norma que le permitía a las autoridades religiosas de todas las confesiones entregar el certificado que acredita la idoneidad de un profesor.

El derecho de los padres

El caso escaló y hoy se encuentra ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, y se espera una decisión durante 2021. Del veredicto dependerá si los alumnos católicos, judíos, musulmanes, evangélicos o de cualquier otra denominación podrán recibir la enseñanza de su fe por parte de educadores religiosos que guarden sus deberes de fidelidad hacia las convicciones que voluntariamente dicen profesar, y si los Estados respetarán el derecho de los padres a escoger que sus hijos reciban una educación religiosa que sea acorde con sus convicciones.

Los precedentes que existen hacen presumir que la CIDH dará un veredicto a favor de la ONG y en contra del Estado de Chile. Es quizá la primera vez que se puede llegar a provocar una colisión directa de derechos en un tema esencia como es la libertad religiosa. La Corte no acepto la presentación de la Conferencia Episcopal de Chile para ser parte en el proceso, la que sólo podrá presentar escritos como “amicus curiae”.

¿Igualdad de condiciones?

En definitiva, está en juego la libertad religiosa no sólo en Chile, sino que en los restantes 22 países latinoamericanos suscritos al denominado Pacto de San José de Costa Rica, del que depende dicha Corte. Agravando la situación, los representantes de Estado chileno que debían actuar como partes en el juicio, fueron rechazados por la Corte, por llegar fuera de plazo con sus escritos, lo que hace que sea un juicio casi en la indefensión, pues una de las partes no podrá ser legalmente escuchada en igualdad de condiciones que la otra.

Diversos organismos internacionales han comenzado a recoger apoyos para salvaguardar la libertad religiosa ante un posible fallo adverso, entre ellos la ADF Internacional, (religiónlibre.org) con sede en los EEUU, que promueve la defensa de las libertades fundamentales y la dignidad humana en todo el mundo, con representación ante los organismos de la ONU, la OEA y la OSCE, europea. 

Riesgo en primavera

La cercanía de la primavera nos sugiere reflexionar sobre el riesgo, como algo que de algún modo nos configura.

10 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

El mes de marzo puede ser bastante agotador. León y cordero. La cara fría de la primavera.

No hay descripción más acertada de los días que ahora se nos escapan de las manos que ésta de Amy Smith, la escritora de las novelas de las estaciones. Este mes de marzo se percibe muy dispar; mitad león, enérgico y poderoso, y mitad cordero, manso y asustado, partido en dos por una palabra: riesgo. El riesgo de no poder resistir más, de ser aplastado por la crisis sanitario-político-económica, de enfermar, de perder un trabajo o un afecto, de estrellarse de nuevo contra un muro de incertidumbre.

El riesgo, como todas las expresiones con un capital semántico infinito, tiene una etimología incierta: sobre él se han depositado capas de acontecimientos humanos dispares, no fáciles de distinguir, que nos han dejado esta densa palabra.

Podría provenir del griego bizantino rhizikò, que significa suerte, destino; o del árabe rizq, que evoca el saldo debido al soldado enviado a las empresas audaces; o del verbo latino clásico resecare, cortar, excluir. En su declinación náutica, resecare significa esa forma de cortar las olas antes de que se levanten, con ojo y habilidad para evitar volcar. Horacio utiliza este verbo en uno de sus versos exhortatorios: ya que la vida es corta (spatio brevi), sugiere el poeta, spem longam reseces, corta una larga esperanza. Un verso que, con licencia poética adaptada a nuestro siglo, traduciría así: rischiala, osala, una speranza eterna (arriesgarse, atreverse, una esperanza eterna).

He aquí el riesgo: discurre como un equilibrista entre la precaución y el posible daño, entre la prudencia de los que se ponen a cubierto y el empuje de los que optan por salir a la luz, aunque calculen lo mucho que pueden salir perjudicados.

He aquí el riesgo: discurre como un equilibrista entre la precaución y el posible daño, entre la prudencia de los que se ponen a cubierto y el empuje de los que optan por salir a la luz, aunque calculen lo mucho que pueden salir perjudicados. Entre la rendición al ciego azar y la obstinación de la voluntad.

Aunque su naturaleza es esa combinación de suerte, destino, voluntad, cálculo y equilibrio debido, se intenta medirla. Se trata de estudiarla para prevenirla o contenerla.

Las organizaciones más complejas de hoy en día no pueden resistir la competencia, casi ni entrar en el juego, si no se han dotado de una evaluación de riesgos, es decir, de un análisis de las posibles amenazas, de cómo pueden producirse, de los límites que hay que establecer y de los métodos que hay que planificar para prevenirlas. Aun si las empresas consiguen encajar grandes gamas de riesgos en las celdas de un excel, para las personas no es tan inmediato domarlos.

Nacemos en él. Desde el primer momento en el vientre, o quizás incluso antes, forma parte de nuestra esencia, es pura experiencia humana. Quizá más aún, es una cuota vocacional, en el sentido de que si la vida se despliega como una respuesta continua que nos vemos «obligados» a dar, instante tras instante, a lo que la realidad nos pone delante -ya sean primaveras o inviernos-, el riesgo se sitúa ahí mismo, en cada pregunta.

Somos el resultado de los riesgos que decidimos asumir. El artefacto artístico de lo que la vida que presiona sigue produciendo en nosotros.

Es exigente, ya que estar en riesgo pide la capacidad de elegir entre las alternativas del terreno, porque la vía de escape no siempre está disponible. Pide una razón elástica, capaz de expandirse para considerar todos los elementos, desde los más macroscópicos hasta los implícitos, aparentemente insignificantes, que pueden llegar a ser decisivos. Y entonces pide una buena compañía, de las que tienen temperamento para mantenernos alerta y no dejarnos ir a la deriva en la soledad.

Somos el resultado de los riesgos que decidimos asumir. El artefacto artístico de lo que la vida que presiona sigue produciendo en nosotros.

Y cuando eso gana, llega marzo, de vuelta al principio. Un mes que lleva el nombre del dios de la guerra, porque cuando el invierno empieza a despedirse, se necesitan guerreros resistentes a la violencia de las tormentas, del cambio, de lo inesperado. Para que la sangre vital que se escondía en una naturaleza marchita, muerta sólo para los ojos distraídos, retome todo su espacio para explotar.

El autorMaria Laura Conte

Licenciada en Letras Clásicas y doctora en Sociología de la Comunicación. Directora de Comunicación de la Fundación AVSI, con sede en Milán, dedicada a la cooperación al desarrollo y la ayuda humanitaria en todo el mundo. Ha recibido varios premios por su actividad periodística.

Iniciativas

Oratorios: amistad, música y fe

Meditar sobre la vida de los santos siempre ha sido una riqueza para los cristianos. Su testimonio alienta siempre a mirar hacia arriba, poniendo todo el acento en la obra que Dios va haciendo, a su ritmo, en nosotros. De la mano de dos jóvenes sacerdotes burgaleses y con este convencimiento en el corazón nacen los oratorios.

Carlos Azcona·10 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

En nuestro tiempo de estudios en Roma, cautivados por la belleza de la música, acudíamos muchas veces a los oratorios organizados en la Parroquia de San Felipe Neri (Chiesa Nuova). La figura de un santo, la meditación sobre una virtud cristiana o una reflexión sobre el tiempo litúrgico correspondiente servían para hilar un encuentro de oración, en el que siempre estaba presente, de una u otra forma, la música en directo. 

Algunas veces era un organista, otras veces un coro, otras veces una pequeña orquesta de cámara. Los corazones de los asistentes latían al unísono y se percibía una atmósfera sublime, cuasi-divina, que favorecía mucho el encuentro personal con el Señor.

Una vez de vuelta a Burgos, nos planteamos que algo así había que hacer en nuestra propia diócesis. Veíamos la importancia de utilizar un cauce similar al que nosotros habíamos conocido en Roma, pensando también en aprovechar la ocasión para invitar a participar del encuentro a tantas personas que rara vez suelen pisar una iglesia.

Los prolegómenos: una beatificación

Entretenidos en estos pensamientos, tuvo lugar en nuestra diócesis un acontecimiento de singular relevancia: la beatificación del sacerdote burgalés Valentín Palencia y de cuatro jóvenes que dieron la vida con él (Donato Rodríguez, Emilio Huidobro, Germán García y Zacarías Cuesta). Con aquella ocasión (23 de abril de 2016), para la ceremonia que se desarrolló en la catedral de Burgos, se organizó una orquesta, integrada por músicos de distintas procedencias, que pusieron su música al servicio de la liturgia. También intervinieron varios coros. 

El listón estaba muy alto, ya que dos de los nuevos beatos (Donato y Emilio) eran músicos y sacaron adelante, entre otras iniciativas, la banda de música del patronato de San José, que regía D. Valentín Palencia.

El resultado fue más que satisfactorio. Y, además de dedicar interminables horas a los ensayos, se trabaron lazos de amistad, que aún perviven, entre muchos de los músicos. Tuve la dicha de participar como violinista en aquella pequeña gran orquesta y, así, cuando D. Enrique y yo nos planteamos el proyecto de los oratorios, surgió de modo espontáneo el pensar en algunos de aquellos compañeros músicos para proponérselo. También es normal que, siendo D. Enrique el vicario de la parroquia de San Cosme y San Damián, en la ciudad de Burgos, fuese ese el marco escogido para la puesta en escena de nuestra idea. Se lo planteamos al párroco, D. Máximo Barbero, quien acogió con ilusión la iniciativa y enseguida nos pusimos manos a la obra.

Primer oratorio: beato Valentín Palencia

El primer oratorio, como es natural, decidimos dedicárselo al propio beato Valentín Palencia. Siempre hemos considerado que su patrocinio desde el cielo ha sido crucial para el devenir de este proyecto. En el Seminario de Burgos, donde nos formamos D. Enrique y yo, coincidimos con D. Luis Renedo, hoy también sacerdote y, desde siempre, un enamorado de la figura de D. Valentín. Así las cosas, le pedimos que redactase él un texto, que nos sirviera de base para el oratorio.

Una vez que tuvimos el texto en nuestras manos, y siempre en diálogo con los músicos, fuimos adaptándolo para ver qué piezas del repertorio que estábamos ensayando por nuestra parte, se adecuaban mejor a un momento u otro del texto. Y, también de forma muy natural, las piezas musicales iban encajando en el texto. ¡Todo parecía orquestado desde arriba! Ya solo faltaba encontrar un orador para leer el texto, que lo aportó la parroquia de San Cosme y San Damián, y una fecha para realizar la convocatoria. Estábamos cerca del Adviento y, así, en las vísperas del primer domingo, decidimos ponerlo por obra: había nacido el primer oratorio.

Segundo oratorio: san Josemaría Escrivá

Como queríamos que estos oratorios tuviesen un vínculo especial con Burgos, un año más tarde nos sentamos a pensar qué otra figura relevante –que la Iglesia cuente entre sus altares– podía servirnos de inspiración. Rápidamente nos dimos cuenta de que podíamos dedicar el segundo oratorio a san Josemaría Escrivá. Vivió en Burgos durante algo más de un año, y en una época tan importante de su vida y del Opus Dei, que de hecho se conoce así: la época de Burgos.

https://youtu.be/FI49FtLt25A

De nuestros tiempos romanos, tanto D. Enrique como yo guardábamos amistad con D. Javier López, coautor de un conocido libro (en tres volúmenes) sobre la espiritualidad de san Josemaría. Indudablemente, él era el más indicado para escribir el texto de nuestro nuevo proyecto, como gustosamente hizo. El grupo de instrumentistas se recompuso también en sus miembros y el resultado, de nuevo, fue más que satisfactorio. Al igual que el año anterior, también este oratorio se presentó en la víspera del primer domingo de Adviento.

Un oratorio muy especial: a Jesucristo, Buen Pastor

Al año siguiente, cambiamos de escenario. La parroquia del Buen Pastor en la que yo sirvo como vicario, en Miranda de Ebro, celebraba por aquel entonces sus cincuenta años de existencia. Dentro del nutrido programa de actos que se elaboró para tal efeméride estaba un oratorio dedicado, precisamente, al Buen Pastor.

Se preparó un guion que, acompañado de una proyección de imágenes, fue conduciendo a los presentes a lo largo de la historia de la parroquia. Todo enmarcado en un prolongado rato de oración, con música en directo, que hizo las delicias de cuantos pudieron acudir.

Un oratorio para un milenario: Santo Domingo de la Calzada

Otro inolvidable oratorio fue el que preparamos para el milenario de santo Domingo de la Calzada. En su maravillosa catedral tuvo lugar uno de los proyectos más ambiciosos de cuantos hemos desarrollado. Era la primera vez que salíamos de nuestra provincia (y, exceptuando la aventura mirandesa, siempre habíamos hecho los oratorios en la ciudad de Burgos).

El nivel de exigencia era bastante alto, ya que durante todo el tiempo que duraron las celebraciones del milenario, cada semana acudía al menos una agrupación musical para honrar la figura del santo. Nosotros, como correspondía a nuestra trayectoria, teníamos claro el formato de lo que queríamos ofrecer: un oratorio sobre la vida de Santo Domingo.

El texto, en este caso, corrió a cargo del entonces vicario parroquial del lugar, D. Jesús Merino, también buen amigo nuestro. Y el resultado no pudo ser otro que el deseado: el Señor estuvo grande con nosotros y conseguimos dar lo mejor de cada uno. Por primera vez, además de música instrumental, contamos también con música vocal. El grupo de instrumentistas se reconfiguró de nuevo, dando comienzo a una nueva aventura, que bautizaron como Music@e.

Amistad, música y fe

Y es que, en toda esta historia, se entrelazan la amistad, la música y la fe. Y cada una tiene su propio devenir. La amistad, porque fue la que dio inicio a todo y la que mantiene todo en pie. La música, porque sirve de amalgama entre todos los participantes y nos ayuda a trascender la esfera de lo meramente sensible para elevarnos a Dios. Y la fe, porque en definitiva es lo que se trata de transmitir, a través del testimonio de la vida de los santos.

En mente hay ya nuevos proyectos, puesto que Burgos es una tierra fecunda en santos. A buen seguro que ellos mismos, desde el cielo, irán marcándonos la hoja de ruta para seguir llegando a tantas almas a través de la narración de sus vidas y la compañía de una buena música, forjando siempre nuevas amistades. 

El autorCarlos Azcona

Vicario parroquial, parroquia del Buen Pastor, Miranda de Ebro.

Vaticano

«Irak tiene derecho a vivir en paz y recobrar su dignidad»

El Papa Francisco ha vuelto a recordar el mensaje que pronunció durante su visita a Irak: que la respuesta a la guerra debe ser la fraternidad y que el pueblo iraquí "tiene derecho a vivir en paz".

David Fernández Alonso·10 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Después del histórico viaje a Irak, el Papa ha continuado su catequesis en la audiencia general de este miércoles 10 de marzo. Además, ha podido hablar de los días pasados en la tierra de Abraham.

Una peregrinación agradecida…

«En estos días pasados», comenzaba el Papa, «la divina Providencia me concedió visitar Irak, tierra devastada por la guerra y el terrorismo, realizando un proyecto de San Juan Pablo II. Estoy muy agradecido al Señor y a todos los que hicieron posible esta visita: al gobierno, a los pastores y fieles de las diferentes Iglesias católicas, y a las autoridades de otras tradiciones religiosas, empezando por el Gran Ayatollah Al-Sistani, con quien tuve un cordial encuentro. Ha sido una peregrinación bajo el signo de la esperanza, la reconciliación y la fraternidad».

…y penitencial

Francisco ha querido subrayar su solidaridad y asociación con el pueblo iraquí, principalmente en su dolor y sufrimiento que han padecido durante años: «En nombre de toda la Iglesia católica he querido asociarme a la cruz que ese sufrido pueblo y esa Iglesia mártir han cargado durante años de terror, violencia y exilio forzado. Viendo las heridas de la destrucción, encontrando y oyendo a los testigos, víctimas de tantas atrocidades, sentí el fuerte significado penitencial de esta peregrinación».

En este país, como en todo el mundo, la respuesta a la guerra y a la violencia sólo puede ser la fraternidad.

«Y al mismo tiempo» siguió el Papa, «percibí la alegría de los iraquíes que me acogieron como mensajero de Cristo, y su esperanza, abierta a un horizonte de paz y fraternidad. Irak, pueblo con raíces milenarias, tiene derecho a vivir en paz, y a recobrar su dignidad».

La fraternidad es la respuesta

Como así lo expresó en el encuentro interreligioso celebrado en las llanuras de Ur, el Papa Francisco volvió a recordar que «en este país, como en todo el mundo, la respuesta a la guerra y a la violencia sólo puede ser la fraternidad. Con ese propósito musulmanes, cristianos y representantes de otras religiones nos reunimos y rezamos juntos en Ur, y resonó con fuerza en nuestro corazón la afirmación del Señor: ¡Todos ustedes son hermanos! Ese mismo mensaje de fraternidad fue también palpable en todos los demás encuentros que tuve en Bagdad, Mosul, Qaraqosh y Erbil, con los fieles de las diversas tradiciones».

Vaticano

La Iglesia se prepara para las «24 horas con el Señor»

La iniciativa promovida desde el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización e impulsada por el Papa Francisco se celebrará en toda la Iglesia el 12 y 13 de marzo.

Maria José Atienza·10 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

La iniciativa promovida desde el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización e impulsada por el Papa Francisco se celebrará en toda la Iglesia el 12 y 13 de marzo.

Las 24 horas para el Señor, es una iniciativa de adoración al Santísimo Sacramento y centrada además en la recepción del sacramento de la Reconciliación en tiempo de Cuaresma. Este año tiene por lema

A pesar de las limitaciones que conlleva la actual situación de pandemia, desde el Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización se anima a las parroquias y comunidades «a celebrar esta jornada con la apertura extraordinaria de la iglesia, ofreciendo la posibilidad de acceder a las Confesiones, preferiblemente en un contexto de Adoración Eucarística convenientemente preparada. El evento podría iniciar el viernes por la tarde con una Liturgia de la Palabra que ayude a los fieles a preparar la Confesión sacramental, y concluir con la celebración de la Santa Misa festiva del sábado por la tarde».

En los casos en los que, por motivos sanitarios, no se permitan las celebraciones de los Sacramentos, o se puedan celebrar con un número limitado de personas, la Adoración Eucarística podría transmitirse por Internet, preparando así a los fieles para la contrición perfecta siguiendo las indicaciones del catecismo para estos casos y, como es natural, con la resolución de recurrir tan pronto sea posible a la confesión sacramental.

Subsidio

El subsidio hecho público para esta ocasión contiene dos partes: en la primera se presentan algunos textos que animan a vivir de forma consciente el encuentro con el sacerdote en el momento de la confesión individual, que es una de las características de esta jornada, aunque se apunta que, en caso de que no sea posible acercarse temporalmente al Sacramento de la Reconciliación, pueden servir para prepararse a la contrición perfecta.

La segunda parte se puede utilizar durante el tiempo de apertura de la Iglesia, de modo que aquellos que vengan a confesarse, puedan recibir ayuda en la oración y en la meditación a través de un recorrido basado en la Palabra de Dios

Firmas invitadasJaime López Peñalba

Un ecumenismo ‘de peregrino’. El viaje del Papa a Irak

10 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Permítanme comenzar con una premisa importante, clave para comprender bien la extraordinaria figura del papa Francisco: el Santo Padre entiende su ministerio como un servicio a la unidad y la fraternidad de los hombres, con mucha conciencia. Si el sucesor de Pedro siempre es un signo real y eficaz de comunión para la Iglesia, el Papa actual le ha dado a esta función suya un horizonte misionero vivísimo, ofreciendo la semilla de unidad que es la Iglesia a todos los hombres de cualquier credo o nación.

Visto así, no debe sorprender la relevante dimensión ecuménica del viaje apostólico a Irak que Francisco acaba de culminar. Dejando a un lado otros valores muy relevantes de la visita, como el diálogo interreligioso con el Islam o el consuelo llevado a las comunidades católicas supervivientes a una crisis que dura décadas, el encuentro con el Oriente cristiano ha sido uno de los ejes de este momento histórico.

El Papa teoriza poco a la hora de abrazar a cristianos de otras Iglesias y comunidades. Ejerce más bien un ecumenismo que podríamos llamar ‘de peregrino’. Él se pone en camino, y caminando encuentra gente, creyentes y no creyentes, y reconoce en estas coincidencias una llamada a abrirse, a darse y a unirse. Esta es la perspectiva en la que se ha realizado toda la visita, como el mismo Santo Padre nos explicaba en la explanada de Ur de los Caldeos, el hogar del gran patriarca Abrahán, que se ha convertido en un patrón de facto de este viaje. Allí recordaba la llamada de Dios para salir de su tierra, ponerse en camino y ser padre de tantos creyentes como estrellas hay en el firmamento. Allí nos ofrecía la peregrinación de Abrahán como el gran símbolo de la Iglesia y de la historia de los hombres, de sus anhelos comunes, de su concordia, de sus dificultades.

En la catedral católica de Bagdad, una tierra santa regada por la sangre de tantos mártires, rememorados especialmente con la última persecución atroz del ISIS, el papa Francisco nos ofrecía un bello comentario espiritual de la comunión de los cristianos, a través de la metáfora del tapiz, con un feliz guiño a la cultura persa con la que estaba celebrando: la Iglesia, decía, es como una alfombra, única y hermosa, tejida con tantísimos hilos y tejidos de colores diversos, como variadas son las comunidades cristianas presentes en Oriente, con un patrimonio de espiritualidad, liturgia y formas pastorales que es un tesoro para la Iglesia en todo el mundo. El tejedor, claro, es Dios, con su patrón de urdimbres y tramas, su paciencia hecha de cuidado y detalle, sus remiendos si es que aparecieran rotos y descosidos.

Como ejercicio práctico de este telar, se daba un hito histórico: un Papa celebraba por primera vez en el rito caldeo, propio de la Iglesia iraquí. En efecto, en los siglos XVIII y XIX, algunas comunidades cristianas de Medio Oriente se unieron a la Iglesia católica romana, formando las Iglesias siro-católica y caldea, aún presentes, aunque tan disminuidas hoy en día.

Otro momento ecuménico significativo ha sido el encuentro entre Francisco y el patriarca Mar Gewargis de la Iglesia asiria de Oriente, una cristiandad milenaria, con orígenes apostólicos, de espiritualidad semita, misionera en todas las regiones de la Ruta de la seda, hasta alcanzar la India y China, y también señalada por el martirio sucesivo de los persas, mongoles y turcos. Con esta Iglesia, separada de Roma desde hace siglos, se ha ido dando un acercamiento progresivo desde el pontificado de Juan Pablo II.

Mosul, Qaraqosh, Erbil… los lugares que el Papa ha pisado nos traen primero a la mente, de manera tan espontánea como trágica, las imágenes de batallas, ciudades arrasadas y recuentos de víctimas. Que Francisco haya añadido a este álbum terrible las fotos de la alegría, de los abrazos y de las miradas esperanzadas no es un gesto de caridad pequeño. En medio de esta Cuaresma, Dios ha consolado a su pueblo. En el último acto de la visita apostólica, la Misa celebrada en Erbil, el Santo Padre describía en su homilía como Jesucristo vaticinó, para escándalo de sus contemporáneos, la ruina de los templos, a la vez que prometía su restauración por mano de Dios. Anunciaba así su resurrección, y el gran don de un nuevo Templo, que era Él mismo, donde todos nos reuniremos. La unidad también es un camino hacia la Pascua.

El autorJaime López Peñalba

Profesor de Teología en la Universidad San Dámaso. Director del Centro Ecuménico de Madrid y Viceconsiliario del Movimiento de Cursillos de Cristiandad en España.

Tres lecciones del Papa en Irak

Una vez concluida la visita del Papa a Irak, la tentación es pensar que sus palabras y gestos en la tierra de Abraham fueron sólo para los iraquíes. El Santo Padre ha ofrecido al mundo al menos tres lecciones: pensar en los demás, compasión y perdón.

10 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

El Papa Francisco nació el 17 de diciembre de 1936, tiene 84 años, y ha comentado que no disfruta con los viajes. Sin embargo, siguiendo las normas de prudencia debido a la pandemia, ‘se ha dejado’ convencer por los iraquíes, civiles y religiosos, y ha vivido con entrega su viaje a la tierra del profeta Abraham. Como dijo antes de partir, “no podía defraudarles por segunda vez”, en alusión a san Juan Pablo II, que no pudo comenzar en Irak el Jubileo del año 2000, por motivos políticos.

Del viaje ha vuelto agotado, pero feliz. “Viajé a Irak conociendo los riesgos, pero tras rezarlo mucho, tomé la decisión libremente. Ha sido como salir de la prisión”, señaló en el avión. La estancia del Padre común de los católicos en tierras iraquíes nos deja enseñanzas de calado. Quizá la primera es ésta: pensar los otros, en el pueblo iraquí, viajar a pesar de que todo parecía en contra, ir a confortarles y consolarles. Una obra de misericordia.

La segunda es la compasión. El Vicario de Cristo se ha comportado como Jesús antes de resucitar al hijo de la viuda de Naim, o viendo las multitudes que no tenían qué comer, o como el Padre que ve venir al hijo pródigo. Hace unos años, en octubre de 2015, poco antes de la convocatoria del Año Santo de la Misericordia, el Papa decía en Santa Marta: Dios “tiene compasión, siente compasión por cada uno de nosotros; tiene compasión por la humanidad y ha mandado a su Hijo para curarla”.

La compasión late en el fondo de las oraciones que el Papa ha rezado en las llanuras de Nínive o en las de Ur, por tantas personas, en especial cristianos, que han padecido “las trágicas consecuencia de la guerra y de la hostilidad”.

Fue en Mosul donde el Papa habló de crueldad: “Es cruel que este país, cuna de la civilización, haya sido golpeado por una tempestad tan inhumana, con antiguos lugares de culto destruidos y miles y miles de personas (musulmanes, cristianos, yazidíes y otros), desalojadas por la fuerza y asesinadas”. Horas más tarde, en el vuelo de vuelta a Roma, diría a los periodistas: “no imaginaba las ruinas de Mosul, me quedé sin palabras”. Las fotos son impactantes realmente.

“Tenemos que perdonar”

Ahí, en Hosh-al-Bieaaa, plaza de las cuatro iglesias (sirio-católica, armenia-ortodoxa, sirio-ortodoxa y caldea), destruidas entre los años 2014 y 2017 por atentados terroristas, Francisco afirmó con solemnidad que “la fraternidad es más fuerte que el fratricidio, la esperanza es más fuerte que la muerte, la paz es más fuerte que la guerra”. “Esta convicción nunca podrá ser acallada en la sangre derramada por quienes profanan el nombre de Dios recorriendo caminos de destrucción”.

Last but non least (por último, pero no menos importante), el perdón. “Dios omnipotente, abre nuestros corazones al perdón recíproco, haznos instrumentos de reconciliación”, rezó el sábado en la milenaria Ur, junto a un centenar de representantes del judaísmo, del islam y del cristianismo, en el histórico Encuentro interreligioso.

“Una mujer que perdió a un hijo en los primeros bombardeos en 2014, dijo una palabra: ‘Perdón, yo los perdono’. Y pidió perdón para ellos. Eso fue lo que más me conmovió, el testimonio de una madre en Qaraqosh”, reveló el Papa en el avión de vuelta a Roma, asegura el corresponsal Juan Vicente Boo en ABC. “Esta palabra, perdón, la hemos perdido. Sabemos condenar a lo grande, y yo el primero. Tenemos que perdonar. Esto fue lo que más me impacto en Qaraqosh”.

El autorRafael Miner

Periodista y escritor. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad de Navarra. Ha dirigido y colaborado en medios especializados en economía, política, sociedad y religión. Es premio de periodismo Ángel Herrera Oria 2020.

Una Cuaresma fructífera

Ya muy adentrados en la Cuaresma, y casi a las puertas de la segunda Semana Santa marcada por la pandemia global del coronavirus, el Papa Francisco nos da las claves para sacar provecho de este camino de conversión.

9 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Para el Papa Francisco, la Cuaresma 2021 debe estar marcada por «un camino de conversión que lleve a redescubrir el vínculo de comunión con los demás, especialmente con los pobres«. El ayuno, la oración y la limosna, los tres trabajos que tradicionalmente marcan el período que los cristianos dedican a la preparación de la Pascua, no deben verse como acciones encaminadas a construir la propia perfección, sino como pasos para amar más al prójimo y, por tanto, amar más a Dios.

En el mensaje promulgado el 12 de febrero, el Obispo de Roma subraya la posibilidad de que el ayuno no se refiera necesariamente a la comida, sino a todo lo que abarrota nuestra existencia, en particular la saturación de información, ya sea verdadera o falsa. ¿Cómo es posible en la práctica vivir esta sugerencia? No es raro encontrarse con cristianos que proclaman al comienzo de la Cuaresma que quieren «ayunar de Internet«, pero, aparte de que esta decisión tiene en no pocas ocasiones la consecuencia de complicar la vida a los demás, para quienes por razones serias necesitan relacionarse con estas personas, casi nunca es realmente aplicable.

Una forma realista e inteligente de poner en práctica el consejo que nos da Bergoglio es aprender a priorizar las cosas en nuestro día durante esta Cuaresma. Puede ser realmente un descubrimiento revolucionario aprender a «estar centrados«, es decir, concentrarse, durante el tiempo adecuado, en nuestro trabajo o en lo que consideramos prioritario para nuestra vida (naturalmente, no en un sentido egoísta).El primer consejo es no tener siempre el móvil en la mano. Los que pintan un cuadro necesitan alejarse de vez en cuando.

Puede ser muy útil aprender a abrir el iPhone mirando todas las aplicaciones, correos electrónicos y demás y luego cerrarlo durante una hora, más o menos, como si se estuviera en un avión, manteniendo abierta sólo la posibilidad de recibir llamadas. Pero luego está el segundo punto. El problema no es el smartphone sino uno mismo: hay que jerarquizar nuestro día.

El smartphone es probablemente una revolución comparable al descubrimiento de la rueda, el fuego o la escritura. Es algo maravilloso que estamos aprendiendo a asumir: estamos comprendiendo la necesidad de unir la enorme vela con la que la red dota a nuestras vidas con la profundidad de la deriva: esa extraña aleta vertical que permite que el velero no vuelque.

A partir de la metáfora necesitamos unir la velocidad con la profundidad para estar abiertos a captar, para comprender las necesidades que nos manifiestan los demás. Si lo hacemos, la nuestra será realmente una Cuaresma fructífera.

El autorMauro Leonardi

Sacerdote y escritor.

Evangelización

Bettina Alonso: «Las personas generosas dan hasta que les duele un poquitín»

Entrevistamos a Bettina Alonso, Directora de Desarrollo de la Archidiócesis de Nueva York. Nos cuenta, con gran transparencia, su opinión sobre cómo sacar adelante proyectos y labores en las diócesis, desde su experiencia en la de Nueva York.

Diego Zalbidea·9 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

Después de 10 años trabajando en Oceana y ser su Vicepresident of Global Development, el Cardenal Dolan le pidió que se convirtiera en la Executive Director of Development de la Archidiócesis de Nueva York. Lleva allí seis años y en este tiempo ha dirigido campañas tan grandes como la Renew and Rebuild Campaign que logró reunir más de 240 millones de dólares para sostener la actividad de la Iglesia en Nueva York, así como también otras para la reparación de Saint Patrick, la catedral de la Archidiócesis situada en Manhattan. 

¿Cómo son las personas generosas? 

Yo distinguiría quienes son generosos con el dinero, con el tiempo y con el talento. 

¿Las que lo son con el dinero? 

Las que dan hasta que les duele un poquitín. Siempre me quedo con la duda de si tenía que haberles pedido más. Hay personas que a mí me impresionan porque dan hasta la camisa. En barrios pobres es muy común. Si el sacerdote necesita algo, lo dan todo. 

¿Y con el tiempo y el talento? 

Hay gente muy involucrada, que dedica mucho tiempo y que pone toda su capacidad al servicio de la parroquia. En el fondo, en cualquiera de las tres dimensiones, lo que define a las personas generosas es que se sienten privilegiadas y agradecidas a Dios por todo lo que han recibido. Entienden que tienen mucha suerte y que han sido elegidas por Dios. Aquí desde que son muy pequeños tienen esta visión. Pienso que la verdadera generosidad se manifiesta en los tres aspectos.

¿Qué puede hacer un sacerdote en una parroquia para involucrar a los fieles en el sostenimiento? 

Pedir, pedir y pedir. Cuando he entrenado a los sacerdotes para que hagan peticiones todos han respondido muy positivamente. Al principio les parecía imposible pedir lo que les aconsejábamos (25.000 dólares). Les daba miedo pedir, pero se dieron cuenta de que la gente estaba mucho más abierta de lo que pensaban.

El pánico a que los fieles se ofendieran desaparece cuando les piden y nunca sucede eso que imaginaban. Podemos equivocarnos en la cantidad que les pedimos, pero cualquier conversación da fruto, aunque a veces no sean inmediatos. 

¿Y eso funciona también con el tiempo y el talento? 

Por supuesto. Ahora estamos teniendo sesiones de formación con los seminaristas para enseñarles a pedir y les hacemos ejercicios sobre cómo pedir talento y tiempo a los fieles. Es fantástico. Son muy creativos. La perspectiva es la misma. 

¿Y si a alguien le cuesta pedir? 

Si a un sacerdote le cuesta pedir dinero, que suele ser lo más difícil de pedir, le recomendamos que busque a alguien de su parroquia que lo haga. Hay personas que no sufren pidiendo, todo lo contrario. Además la petición nos gusta que sea intentional. Es como decir que sea “dirigida a un fin concreto”.

La petición nos gusta que sea intencional. Es como decir que sea “dirigida a un fin concreto”.

No es bueno pedir en general. Esto lo he aprendido del Cardenal Dolan. Les animamos a los párrocos a que pidan concretamente. Así los fieles no dan lo que les sobra, lo que llevan en ese momento encima. El Cardenal me contaba cómo él había aprendido de su padre. Rezaban todos juntos y luego se sentaban y decidían cómo iban a compartir con la Iglesia su tiempo, su talento y su dinero. Eso es una ofrenda intencional.

¿Cómo se pide la colaboración de los fieles? 

Lo primero que hemos intentado y vamos consiguiendo que entiendan los sacerdotes es que pedir dinero no es solo una cuestión financiera, sino que es algo profundamente pastoral. Por eso, no se puede hacer de forma general. Lo mejor es poder hacerlo en el marco de una conversación más amplia.

Me ha pasado que un sacerdote iba a tener una de estas conversaciones y se olvidó de pedir el dinero. Yo le felicité. Muy bien, padre, ha hecho lo que tenía que hacer usted. Ahora déjeme el contacto y yo les llamo para pedirles su colaboración. Entiendo que en otros países no existe este tipo de apoyo desde la diócesis, pero gracias a Dios los sacerdotes están comprendiendo la dimensión pastoral que tienen estas donaciones de tiempo, talento y dinero. 

¿Cómo son esas personas que disfrutan pidiendo dinero? 

Suelen ser personas a las que les encanta la gente, muy sociables y apasionadas. Es gente que tiene una convicción muy genuina y que pide no para sí misma, sino para otras personas, para una comunidad que lo necesita. Yo siempre recomiendo antes de pedir practicar un poco. Aquí lo llamamos el role play, porque cada uno tendrá su estilo. Cada uno se apasiona más con unos temas que con otros y es bueno que cada uno pida para lo que siente pasión.

He visto a gente pedir con mucha pasión para poner aire acondicionado, ventanas, etc. Hablaban de una experiencia de conexión con el Señor que se producía en la parroquia gracias a que uno no se distrae con el calor que hace, por ejemplo. Era maravilloso escucharles. También es muy útil que sea alguien creativo para conectar con el donante.

¿Cree que eso puede hacerlo el ecónomo de las diócesis? 

Pienso que no, porque somos dos perfiles muy diferentes. Los que trabajan conmigo se ríen de mí porque yo no soy capaz de leerme ningún contrato y podría firmar mi sentencia de muerte sin ningún problema. Cuando yo me encuentro con mi CFO (ecónomo), la otra cara de la moneda, me suele decir que le agoto. A él le gusta mucho el Excel y le cuadran todos los números, sabe dónde está todo… La gente de finanzas tiene un mensaje que es interesante para los que se dedican a las finanzas, pero tenemos que volver a poner al donante en primera línea: él es el protagonista.

Pedirle dinero a mi madre es muy diferente de pedírselo a un sobrino mío que tiene 23 años. No solo es una diferencia generacional, sino que también es diferente la reacción.

Pedirle dinero a mi madre es muy diferente de pedírselo a un sobrino mío que tiene 23 años. No solo es una diferencia generacional, sino que también es diferente con qué reaccionamos cada uno, qué es lo importante para nosotros. Cuando un sacerdote tiene dos o tres parroquias, pedir dinero se convierte en una actividad muy al final de la lista de prioridades. Están todo el día corriendo de aquí para allí. 

A mí me preocupa que los números y el dinero influyan demasiado en la misión de la Iglesia. Se lo he dicho al Cardenal y me ha respondido entusiasmado. Nos hemos metido en una dinámica en la que estamos siempre intentando cuadrar el balance. Por eso hablamos todo el día de recortes, de cerrar parroquias y de ahorrar.

El Cardenal me dijo que estaba dándole muchas vueltas al pasaje del Evangelio en que Jesús le dice a Pedro que reme mar adentro. Los peces no están en la orilla. Eso implica un riesgo. No podemos sentirnos seguros en nuestra torre de cristal. A veces hay que asumir deudas. Nos faltan conversaciones sobre evangelización, por ejemplo, sobre cómo hacer que la gente vuelva a Misa. Es verdad que nos siguen un montón por streaming y eso hay que aprovecharlo. La catedral de Saint Patrick tiene 25.000 seguidores de la Misa en streaming los domingos. 

¿Y cómo se conecta con el donante? 

Al principio yo trataba de llevar todo muy bien aprendido y conocer al dedillo la vida del posible donante. Yo me dedico a hacer las peticiones más grandes. Ahora me he dado cuenta de que es mucho mejor que el donante guíe la conversación. Quiero escucharles para poder responder a lo que él o ella tiene en su cabeza y en su corazón. Intento no tener un esquema prefabricado de cómo son y trato de guiarme por su voluntad. Es como una aventura.

He llegado a esta convicción después de muchos años. Yo no puedo insistir en mis ideas. Mis opiniones no vienen a cuento. A veces no tengo respuestas para lo que me piden, pero siempre es positivo escuchar y se llega a soluciones muy creativas. 

¿Cómo ha afectado la pandemia al sostenimiento de la archidiócesis? 

Hemos tenido que reinventarnos. Hemos hecho un gran esfuerzo por aprender a conectar humanamente a través de la tecnología. En este departamento trabajamos alrededor de 40 personas y hemos descubierto que podíamos mejorar mucho en la utilización y aprovechamiento de las redes sociales. Descubrimos que el 15% de las parroquias no tenían web y el 88% tenían los datos sin actualizar.

Lo que ha sucedido y cómo hemos aprendido no hubiera sido posible sin la pandemia. Además, hemos pedido a los que han mantenido su trabajo que colaboraran más. Mucha gente ya no podía comprometerse tanto por la situación económica en que han quedado. La gente está siendo muy generosa. 

¿Alguna estrategia concreta reciente? 

Sí, por supuesto. Hay varios grupos de personas en función de cuánto participan de la vida de las parroquias. Están los que siempre vienen y esos necesitan un mensaje concreto. También están los que nunca vendrán y por último los que participan de forma esporádica. Un ejemplo de este último grupo son los que vienen el Miércoles de Ceniza, el Domingo de Ramos o el Domingo de Resurrección.

El uso de tecnología es muy aprovechable. Nos pilló la pandemia totalmente desprotegidos.

Este año hemos hecho una campaña para esas personas. ¿Cómo podemos conectar con esas personas que solo vienen esos días? Queremos que los párrocos les transmitan un mensaje de este tipo: “Veo muchas caras nuevas. Estáis aquí por un motivo. No sé cuál es, pero me encantaría veros de nuevo. Podéis tomar el QR que está en la entrada y mandarnos vuestro nombre y teléfono porque queremos estar en contacto”. El uso de tecnología es muy aprovechable. Nos pilló la pandemia totalmente desprotegidos. 

¿Un libro? 

Voy a decir tres: “Sostiene Pereira”, procuro leerlo cada 5 o 6 años, en él un periodista en Lisboa se ve interpelado a no mirar la vida desde la barrera; “The Four hour week” es sobre la gestión del tiempo y anima a tener un poco de equilibrio y no ir corriendo todo el día; y el último es uno del Cardenal Dolan que se llama “Who do you say I am” y son reflexiones diarias sobre la Biblia, los santos y la respuesta que es Cristo. Me encanta porque lo escucho en Audible todos los días. Es muy corto y vuelve a demostrar este hombre el genio inspirador que es.

España

Cáritas ha atendido a más de medio millón de nuevas personas este año

Los datos presentados hoy por Cáritas española reflejan las duras consecuencias de los cierres de negocios, los despidos y la agudización de situaciones previas de vulnerabilidad y pobreza con la pandemia de Covid19.

Maria José Atienza·9 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Una de cada tres personas que ha acudido a Cáritas desde el inicio de la pandemia era nueva en esta situación o hacía más de un año que no acudía buscando ayuda. Son las primeras cifras de la crisis provocada por el Covid 19 en la economía de millones de familias en nuestro país. Así lo han expuesto el presidente y la secretaria general de Cáritas, Manuel Bretón y Natalia Peiro, quienes, junto al coordinador del Equipo de Estudios, Raúl Flores, han presentado un informe con datos detallados sobre las acciones desarrolladas desde marzo de 2020 por el conjunto de las 70 Cáritas Diocesanas del país.

La respuesta de Cáritas en España

Natalia Peiro ha destacado la incidencia que “las restricciones a la movilidad y el empeoramiento en las condiciones de vida de la población» tuvieron sobre la red estatal de recursos de acogida y asistencia. “Sólo en los primeros meses de la pandemia —ha señalado la secretaria de Cáritas — las demandas de ayuda que recibieron en toda España las Cáritas se incrementaron un 57% y hubo períodos y determinados espacios territoriales en los que muchas Cáritas vieron cómo se triplicaban las solicitudes de ayuda”.

Una situación que ha obligado a Cáritas a reinventarse y a centrar su respuesta ante el Covid en tres aspectos concretos:

  • Mantener el apoyo a las familias con las que ya se estaba trabajando, y cuya situación se ha agravado con esta crisis.
  • Acompañar a las familias que acuden por primera vez a causa de la precariedad sobrevenida ante esta realidad.
  • Adaptar la acción de voluntarios y contratados a la nueva situación impuesta por el distanciamiento social para garantizar el acompañamiento a las personas que demandan el apoyo de Cáritas.

Además de esto, Cáritas activó un Acompañamiento 2.0 basado en la multiplicación de la escucha telefónica y el uso de aplicaciones digitales de conexión, el apoyo escolar o las clases de español telemáticas, el recurso a transferencias económicas para sustituir las ayudas en especie o la recepción on line de documentación. Se trata de asegurar un seguimiento en el acompañamiento personalizado, incorporando medidas de prevención y seguridad, y, durante las semanas de confinamiento, así como avanzar en la dignificación del derecho a la alimentación, fomentando el uso de tarjetas solidarias; y el apoyo en el propio domicilio.

“Cáritas ante el Coronavirus”

Asimismo, en esta rueda de prensa han reconocido la explosión de solidaridad que la sociedad española mostró desde el inicio, y que se ha manifestado de manera muy intensa desde el lanzamiento, el 14 de marzo de 2020, de la campaña “Cáritas ante el Coronavirus”. Una campaña que se ha traducido en 70.666 donantes, cuyas aportaciones han sumado 65 millones de euros. De estos fondos, 34,5 millones de euros provienen de 67.094 donantes particulares y 30,3 millones de un total 3.572 empresas e instituciones. De los 65 millones de recaudación, 6,5 millones han sido donaciones en especie.

Cómo se han invertido

En términos de inversión económica a las necesidades de la pandemia, la Confederación Cáritas en España ha movilizado estas partidas económicas:

– 41.163.068 euros a ayudas directas, que han permitido a las familias acompañadas cubrir en parte necesidades tan básicas como la alimentación, la higiene, los gastos de vivienda o de suministros.

– 991.963 euros a material sanitario y de protección, tanto para las familias atendidas como para nuestro personal y para los centros y dispositivos de atención directa.

– 1.014.634 euros para la contratación de personal de refuerzo para aquellos proyectos que se han visto desbordados.

– 3.307.160 euros de apoyo a la infancia. Dentro de este capítulo se ha dado respuestas a las necesidades especiales de familias con niños, niñas y adolescentes, donde junto a las demandas materiales básicas (añadidas a las que ya existían con anterioridad a causa de la pérdida de muchos empleos), surgen otras derivadas de la gestión a distancia del curso escolar, como son la necesidad de equipos y acceso a internet, o de apoyo escolar a distancia, por ejemplo.

– 2.444.290 euros para atender las necesidades de la acción internacional. Cáritas Española ha apoyado un total de 65 proyectos, que ha sido respaldada con fondos aportados por más de la mitad de las Cáritas Diocesanas de nuestro país.

Hogares sin ningún ingreso

Como señaló Raúl Flores, siguiendo los datos del último Informe del Observatorio de la Realidad Social de Cáritas Española, 258.000 personas acompañada por Cáritas viven en hogares que no cuentan con ningún ingreso económico; es decir, son 75.000 personas más que antes del comienzo de esta crisis. Esto se traduce en que más de 825.000 personas acompañadas por Cáritas están en situación de pobreza severa. Muchos hogares no pueden afrontar los gastos de suministro de sus viviendas y un El 16% de las familias (cerca de 77.000) se han visto obligadas a cambiar de residencia para disminuir los gastos.

Personas solas y sin techo

La soledad ha sido otra de los dramas impuestos por la pandemia. una realidad que se ha visto endurecida por el aislamiento forzoso y la limitación de movimientos, especialmente en el caso de personas mayores y quienes las cuidan, ya sean empleadas o familiares.

En Cáritas, antes de la pandemia contaba ya con 29 centros residenciales, 12 centros de día, 2 casas hogar, 4 pisos tutelados, más de 4 unidades de convivencia y/o apartamentos acompañados. Además, la Confederación cuenta con 30 programas de acompañamiento en el domicilio, tanto en zonas urbanas como rurales. En conjunto, supone un total de más 7.000 personas mayores acompañadas por Cáritas. Gracias a la colaboración de muchas personas, se ha podido incrementar notablemente en todos estos meses el número de mayores acompañados, hasta llegar a casi 11.000 en estos momentos.

El impacto que de la Covid ha sido, también, tremendamente costoso para las personas que carecen de un hogar . La pandemia ha hecho aún más difícil el acceso a espacios de higiene y/o aislamiento. Dormir en la calle o permanecer en alojamientos temporales o de emergencia ha expuesto, además, a un alto riesgo de transmisión del virus a las personas sin hogar, una población ya de por sí de alto riesgo médico. Una realidad que se puso de manifiesto el pasado noviembre en la Campaña de personas sin Hogar.

En esta línea la pandemia ha obligado a diversificar la respuesta a las necesidades de estas personas para, entre otras medidas, adaptar los recursos de acogida y alojamiento, y dotarlos de mayor flexibilidad horaria; adecuar y rehabilitar espacios para acoger a las personas sin hogar. De hecho, durante estos meses Cáritas ha puesto en marcha 13 nuevos centros y más de 1.400 nuevas plazas para personas sin hogar.

Vaticano

Daniel Arasa, nuevo consultor del Dicasterio de Comunicación

El decano de la Facultad de Comunicación de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma escribió para Omnes con motivo de su lanzamiento.

Maria José Atienza·9 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El decano de la Facultad de Comunicación de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz de Roma ha sido nombrado consultor del Dicasterio de Comunicación de la Santa Sede.

Arasa, que escribió para esta revista su tribuna «Omnes et Omnia«, es, en la actualidad Decano de la Facultad de Comunicación de la Iglesia, Profesor Extraordinario de Comunicación Estratégica y miembro del consejo editorial de la revista académica Church, Communication and Culture.

Licenciado en Periodismo y en Teología. Obtuvo su doctorado en Comunicación Social Institucional en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en 2007. Ha escrito varios libros sobre comunicación en la Iglesia.

Educación

Objetivos de Desarrollo Sostenible, Agenda 2030 y clase de Religión

¿Qué relación pueden tener los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la clase de Religión? ¿Son compatibles?¿Pueden integrarse estos objetivos en la clase de Religión? 

Javier Segura·8 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (2015-2030), también conocidos por sus siglas ODS, son una iniciativa impulsada por Naciones Unidas. El objetivo global es conseguir un mundo más igualitario y saludable.  Se concreta en 17 objetivos a los cuales no es fácil ponerles una pega: acabar con la pobreza en todas sus formas en todo el mundo,  promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos, reducir la desigualdad en y entre los países…  En España  esta agenda 2030 tiene incluso un ministerio propio que depende de la vicepresidencia segunda de Pablo Iglesias.

Una de las líneas de acción para lograr los objetivos de la agenda 2030 es, precisamente, la educación. Por ello, no es extraño que también a la hora de elaborar el nuevo currículo de Religión en este momento de aplicación de la LOMLOE, los ODS y la Agenda 2030 estén presentes como un horizonte de diálogo y encuentro entre las propuestas ministeriales y las aportaciones de la Enseñanza Religiosa Escolar.

Hay que examinar los Objetivos de desarrollo detenidamente para poder ver cómo incorporarlos correctamente al desarrollo del currículo de Religión.

¿Cómo valorar esta convergencia de los ODS y el currículo de la enseñanza religiosa? En este caso creo que es aplicable el sabio consejo de san Pablo a la comunidad de Tesalónica: ‘examinadlo cuidadosamente todo y quedaos con lo bueno’ (1 Tes 5,21) Es evidente que en muchos de esos objetivos podemos estar de acuerdo y tener una colaboración constructiva. Hay, sin duda, cosas buenas con las que podemos quedarnos, parafraseando al apóstol. Pero, también siguiendo sus enseñanzas, hemos de examinarlo todo detenidamente para poder ver cómo incorporarlos correctamente al desarrollo del currículo de Religión.

El primer punto que destacaría en este discernimiento es que, siendo confluyentes en algunos de sus objetivos, la enseñanza religiosa escolar tiene su propia finalidad. Y esto marca el modo en el que estos objetivos se podrían  incorporar al currículo de la clase de Religión.

Como recordaba Carlos Esteban en el Foro ‘Hacia un nuevo currículo de Religión’ los tres fines que la Iglesia en España señaló para la ERE en el documento ‘Orientaciones pastorales sobre la enseñanza religiosa escolar (1979) son de una sorprendente actualidad:

  1. Que el alumno se sitúe lúcidamente ante la tradición cultural.
  2. Que el alumno se inserte críticamente en la sociedad.
  3. Que el alumno pueda encontrar respuestas al sentido último de la vida y sus implicaciones éticas.

Estos tres objetivos son dimensiones de esa cosmovisión cristiana que la clase de Religión debe aportar a los alumnos. Esa  visión global, interiorizada, del cristianismo,  que el alumno  integra en su  propia vida en clave competencial es la base de toda educación católica. También de la clase de Religión.

En ese insertarse críticamente en la sociedad es donde podemos plantearnos ese diálogo sobre los ODS y su aplicación en la agenda 2030. Es un diálogo que la fe debe asumir con la cultura de cada tiempo, pero que solo podrá hacerlo de forma enriquecedora en la medida en que parta de su propia identidad católica, que le ayude a hacerlo de manera crítica. Sin esa identidad el riesgo es el de diluirse y confundir el objetivo, convirtiéndose la enseñanza religiosa escolar y la educación católica en general en un apoyo acrítico a la agenda 2030.

No se trata de mirar con recelo o suspicacia, y mucho menos a la defensiva, la sociedad en la que vivimos. Necesitamos un currículo en diálogo con la sociedad, encajado en la pedagogía escolar, capaz de responder a los retos que presenta la educación actual. Pero todo ello parte de que el currículo sirva realmente para dar claves de identidad católica a nuestros alumnos.

Y en este sentido la antropología cristiana aporta unas claves que, no debemos tener miedo a constatarlo, no coinciden en aspectos esenciales con los que se puedan plantear desde otras instancias ideológicas. La persona, hombre y mujer, creada a imagen de Dios, abierta a la trascendencia, capaz de bien, herida por el pecado, necesitada de redención, resucitada, con Cristo como modelo de humanidad… es nuestro referente, que puede iluminar de una forma especial la vida concreta de nuestros alumnos.

Hemos de enseñar a afrontar los retos que tiene la sociedad y hacerlo desde la aportación del humanismo cristiano.

Por otra parte los ODS y la agenda 2030 tienen, como suele ocurrir en este tipo de documentos, una amplitud en los objetivos que permiten distintas lecturas y realizaciones. El objetivo puede estar bien o ser ambiguo. Pero la forma en la que se consiga, los medios, han de ser puestos encima de la mesa.

El objetivo 5.6, por ejemplo, de ‘asegurar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos’, podría llevarnos, asumido acríticamente,  a apoyar medidas contrarias a la moral cristiana que uno puede fácilmente intuir. Sin duda los cristianos tenemos mucho que decir, y debemos hacerlo, sobre cómo llegar a lograr esos objetivos de la agenda 2030. Y así se lo hemos de enseñar a nuestros alumnos. Pero con esa dosis de visión crítica que recomendaban los obispos en 1979 y que, en un mundo líquido como el actual, es especialmente necesaria. Sencillamente tenemos que enseñarles a afrontar los retos que tiene la sociedad y que están recogidos, en parte, en la agenda 2030, y hacerlo desde la aportación del humanismo cristiano.

En los ODS encontraremos puntos de encuentro y diálogo. Y es bueno que, como hizo el apóstol de los gentiles en Atenas, establezcamos ese diálogo. Siendo conscientes de que nos puede ocurrir que al hablar de resurrección de muertos, al proponer una visión trascendente a una sociedad inmanente, nos puedan decir también que de eso nos oirán hablar en otro momento. Como Pablo, en Corinto, descubriremos entonces que la cruz es siempre escándalo o estupidez para unos y otros. Pero siempre clave de vida y de interpretación de la realidad para un cristiano.

Cultura

La Vera Cruz y el significado y sentido de las reliquias de Jesucristo

Las reliquias de los santos constituyen una fuente de piedad para todos los cristianos, siendo objeto de veneración, al tratarse de restos de aquellos que ya gozan de la gloria eterna. En el caso de las reliquias de Nuestro Señor, éstas cobran un sentido incalculable.

Alejandro Vázquez-Dodero·8 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 10 minutos

Traducción del artículo al inglés

Todo ser humano deja tras de sí un legado de su existencia, por lo que fue, por lo que hizo, por lo que usó –las denominadas “reliquias por contacto”–. Eso también le ocurrió al Hijo de Dios, que fue verdadero hombre: se desenvolvió como uno más entre nosotros durante varios años aquí en la Tierra, y nos dejó ese legado al que nos referimos.

Hay evidencia que confirma la existencia histórica de Jesús de Nazaret. Cosa distinta son esos objetos de los que hizo uso y que han podido llegar hasta nuestros días, cuya autenticidad en la gran mayoría de los casos no puede certificarse sino por la tradición que acompaña a la piedad.

Narraciones que cobran vida

Ciertamente los Apóstoles y primeros discípulos reconocieron a Jesús como redentor, enviado por el Padre, y cabe pensar que lo que usó lo tratarían con gran devoción y reverencia. Las primeras comunidades cristianas procurarían guardar un buen recuerdo del Maestro, tanto por lo que hizo y dijo como por lo que usó. Exactamente eso que nos sucede con nuestros antecesores, pero en este caso se trata del mismo Dios encarnado.

Los objetos usados por Cristo resultarían de gran valor didáctico, al reforzar con gran eficacia las enseñanzas de su doctrina que fue transmitiéndose de generación en generación. Dicho de otro modo: la narración de los hechos y enseñanzas del Redentor cobrarían vida.

Pero el hecho de contar con reliquias de nuestro Redentor va mucho más allá de ese valor didáctico. Nos referimos a la piedad, a la que las reliquias ayudan enormemente.

Las reliquias

La religiosidad popular cuenta con varias fuentes de inspiración para encontrarse a sí misma. Una de ellas, y de no poca relevancia, son las reliquias de los santos y, de modo particular, las reliquias de Nuestro Señor Jesucristo.

El Catecismo de la Iglesia Católica dedica su punto 1674 a la religiosidad popular, y señala que “El sentido religioso del pueblo cristiano ha encontrado, en todo tiempo, su expresión en formas variadas de piedad en torno a la vida sacramental de la Iglesia: tales como la veneración de las reliquias (…)”, citando como fuentes el concilio de Nicea II y el de Trento.

Ciertamente cualquiera puede inspirarse en una reliquia para llegar a Dios. En el caso de las reliquias de Jesús se trata del mismo Dios, y por ello adquieren una relevancia muy particular.

Resulta muy gráfico, y nos ayuda a comprender el valor de lo que usó Jesús, el pasaje de la mujer aquejada de una grave enfermedad pero que pensó que con tocar la ropa del Mesías quedaría curada. Cuenta el evangelista que Jesús la curó, premió su fe demostrada por el hecho de que pensara que tocando la ropa del mismo Dios hecho hombre quedaría curada. 

Este suceso evangélico y otros similares, así como la consideración de la grandeza del hecho de que Dios se hiciera uno de nosotros, llevaría a tener por santos esos objetos usados por Jesús, a darles un carácter de “mediadores” entre la santidad divina y las necesidades de las almas en este mundo.

¿Qué son las reliquias en la Iglesia Católica?

Son los restos de los santos –y de Nuestro Señor Jesucristo– después de su muerte. En un sentido más amplio, constituyen el cuerpo entero o cada una de las partes en que se haya dividido. Las reliquias también comprenden los ropajes y objetos que pudieran haber pertenecido a Jesús o al santo, o haber estado en contacto con ellos, considerados dignos de veneración.

Desde principios del cristianismo encontramos muestras de veneración a las reliquias: los objetos relacionados con la vida de nuestro Salvador y de los que habrían muerto por la fe como consecuencia de las persecuciones comenzaron a conservarse y a tenerse en gran estima. 

De otro lado, el culto a las reliquias ha sido siempre un fenómeno de gran importancia social, económica y cultural. Por el atractivo que han suscitado durante tantas y tantas generaciones. Los lugares donde se han conservado reliquias han adquirido una especial relevancia para el turismo religioso y la piedad popular.

Las iglesias con reliquias de la Vera Cruz –la cruz en la que murió Jesús– adquirieron renombre con el paso del tiempo. Los peregrinos acudían a esos templos para rezar ante las reliquias y lucrar indulgencias para sus almas. En un principio acudían a Tierra Santa, pero posteriormente, al irse dispersando las reliquias por el mundo entero, surgió toda una red de caminos de peregrinación. Dicho sea de paso, gracias a esas peregrinaciones Europa iría convirtiéndose en una comunidad de creyentes.

El culto a las reliquias

Desde los inicios del cristianismo el cuerpo ha sido venerado, tanto por el hecho de proceder a su enterramiento, con esa componente de respeto hacia lo creado por Dios para albergar el alma, como por el hecho de contar la historia con casos de cuerpos milagrosamente incorruptos de ciertos santos que han llevado a venerarlos como algo sagrado.

En el caso de Nuestro Señor podemos referirnos a su santa sangre, que, según veremos en otro artículo, se conserva como reliquia y suscita gran interés y devoción.

Igualmente, como decíamos, aquello que usaron quienes serían proclamados santos, y por supuesto lo que usó Nuestro Señor, despertaría la admiración y piedad en los creyentes.

Durante el período de persecuciones en el nacimiento de la Iglesia, el culto a las reliquias estaba totalmente arraigado. Muchos hacían lo imposible por conseguir una reliquia. Se llegaban a pagar ingentes cantidades de dinero por el cuerpo de un mártir o por sus utensilios.

Y, como tantas veces sucede en la historia de la humanidad, surgieron disputas e incluso altercados entre ciudades con motivo de la detentación de reliquias. 

Las reliquias y la liturgia

Poco a poco fue ligándose la reliquia al sacrificio eucarístico, hasta el punto de que en los primeros tiempos del cristianismo se celebraba la santa Misa sobre los restos de los mártires santos que habían derramado su sangre por el Reino de los cielos. De hecho, las primeras basílicas construidas después de las primeras persecuciones fueron erigidas encima de las criptas donde yacían los cuerpos de los mártires. Más tarde, algunos de estos cuerpos fueron trasladados a las ciudades para depositarlos en templos construidos ad hoc para ello. 

Se llegaron a depositar los cuerpos de los santos a modo de reliquia en las puertas de las iglesias: los fieles los besaban antes de entrar. Otro lugar donde se conservaban era en oratorios privados y a veces incluso en casas particulares.

Hubo un momento en que comenzó la práctica de fragmentar los cuerpos de los santos y cuanto usaron para repartirlo entre las diversas comunidades cristianas. Muchos sostenían que, por pequeño que fuera el fragmento, mantenía su virtud y sus facultades milagrosas. En el caso de Nuestro Señor, como veremos, también sucedería con la cruz sobre la que murió, con su sangre y demás reliquias.

La Vera Cruz: descubrimiento y avatares varios

La Vera Cruz (“verdadera cruz”) es aquella en la que, según la tradición, fue crucificado Jesucristo.

En el siglo IV el emperador Constantito envió desde Roma a Jerusalén a su madre, la emperatriz Helena de Constantinopla –santa Helena– a demoler el templo de Venus que se encontraba en el monte calvario, e hizo excavar allí hasta que se halló la que creyeron ser la Vera Cruz. Consta documentado por historiadores de los siglos IV y V. 

Cuenta la tradición que la santa sometió a interrogatorio a los judíos más sabios del país para verificar la autenticidad de la cruz de Jesús, tras lo que fue examinado el terreno del Gólgota, donde fue crucificado Nuestro Señor. Jerusalén fue totalmente destruida en el año 70 d.C. por Tito, templo incluido, y por ello se pensó que la Santa Cruz podría encontrarse bajo tierra.

Fueron halladas tres cruces: la de Jesús y la de los dos ladrones. Como era imposible saber cuál de las tres cruces era la de Jesús, la leyenda cuenta que Helena hizo traer un hombre enfermo, el cual al entrar en contacto con la cruz de Gestas empeoró en su salud, y al ser tocado con la cruz de Dimas quedó como había estado al principio; pero cuando fue tocado por la de Jesús, se restableció por completo. El día de la Invención de la Santa Cruz se celebra tal hallazgo, el 3 de mayo.

El título del crimen

Aunque hay quien sostiene que lo relevante para identificar la cruz de Jesús sería el título (“titulus”) del crimen del ajusticiado que se colocaba sobre su cabeza, una vez crucificado. En el caso de Nuestro Señor, “Jesús Nazareno, rey de los judíos”, según refiere San Juan en su Evangelio.

La santa dividió la Santa Cruz, y la mitad se la llevó consigo de regreso a Roma.

Hoy contamos con la Basílica del Santo Sepulcro, mandada construir por la emperatriz en el lugar del hallazgo de la cruz, y allí fue custodiada la reliquia. Años más tarde, en el siglo VII, con motivo de la conquista persa de Jerusalén, la Vera Cruz fue ultrajada y deslocalizada. Pero al poco fue recuperada y regresó a Jerusalén, y cuenta la leyenda que en la procesión de entrada en la ciudad el emperador quiso cargar la cruz, y al no poder tuvo que despojarse de las galas que vestía; entonces, como Cristo sin más adorno que su ser, sí pudo cargarla e introducirla en Jerusalén. Por eso se celebra la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. 

Pero por varias veces más, como es sabido, Jerusalén fue ocupada y saqueada, y también las reliquias de la Vera Cruz sufrieron tal ocupación y saqueo. A las puertas del siglo XII, reconquistada Jerusalén por los cruzados y edificada de nuevo la iglesia del Santo Sepulcro, la ciudad santa volvió a contar con las santas reliquias.

En definitiva, las partes de la Vera Cruz que se conservaban en Roma sufrieron varios avatares, como el título, que fue escondido en diversos lugares del templo, incluso en el muro, descubierto en otras muchas, y emparedado nuevamente. A fecha de hoy solo se conserva la mitad derecha del “titulus”, en la iglesia de la Santa Cruz.

Varios testimonios sobre la Vera Cruz y la prueba paleográfica

Contamos con varios testimonios directos acerca de encuentros con la Vera Cruz, como el de la visita de Egeria la española en 383 d.C. al Santo Sepulcro. O el de Sócrates Escolástico en el siglo V, que describió la reliquia como “una tabla con diferentes símbolos escritos por Pilato, diciendo que Cristo, Rey de los judíos, ha sido crucificado”. También Somozeno de Gaza conoció a algunos de los trabajadores que descubrieron las cruces en el Gógota, y testimonia acerca del títulus escrito en hebreo, latín y griego.

De todos modos, esos datos no parecen conclusivos para determinar la autenticidad de la reliquia. Hay una prueba que no ha podido realizarse por la pequeñez de las muestras de la reliquia: el análisis dentrológico de la madera. 

Sin embargo, sí pudo realizarse la prueba paleográfica a fin de examinar la escritura y determinar el tiempo y lugar del escrito con base en la caligrafía. En cuanto al “titulus” coincide con la praxis de la época el hecho de que se abrevie el nombre de Jesús en los tres idiomas en que consta: hebreo, griego y latín. En cuanto al modo de escribir, judío, coincide con el uso del siglo I d.C. de las letras inclinadas con largas colas. Paleógrafos especialistas judíos concluyen que las letras del “titulus” son típicas del siglo I.

También contamos con estudios que aseguran que el “titulus” con el que contamos no pudo ser una copia o falsificación, tanto porque el nombre de Jesús consta abreviado, al uso de la época, como por el orden en que constan las lenguas que comprende: hebrero, griego y latín –si se hubiera falsificado cabe imaginar que constaría según el orden del Evangelio de san Juan, hebreo, latín y griego–.

Reliquias de la Vera Cruz a fecha de hoy

Consta documentada la dispersión de las reliquias por diversas iglesias de diversos países, a partir de la división que hizo santa Helena de lo hallado de la Vera Cruz. Cada parroquia quería contar con un testimonio del padecimiento de Cristo en la Cruz.

Padres de la Iglesia, como san Gregorio de Nisa o san Juan Crisóstomo, escribieron que algunos cristianos llevaban al cuello, en relicarios de oro, fragmentos de la Cruz.

Contamos con fragmentos de la Vera Cruz en muchas iglesias en todo el mundo, sin perjuicio de la falta de verificación de su autenticidad en muchos de esos casos, por desconocer si se corresponden con la hallada por santa Helena o en todo caso con aquella en la que murió Jesucristo. 

Las reliquias se solían dividir, por muy diversos motivos, considerando siempre que cada fragmento conservaba las virtudes de la reliquia original. A título de ejemplo baste citar la documentada partición del patriarca Sofronio I en el 638 de la reliquia en 19 partes, dispersándolas por varias ciudades para evitar que los musulmanes la destruyeran. 

O la toma de Constantinopla, capital bizantina, a principios del siglo XIII, por parte de las cruzadas, que, requisando docenas de reliquias, fueron llevadas a varias ciudades europeas. Entre esas ciudades destacó Venecia, a donde fueron varias muestras de nuestra reliquia –de hecho, a fecha de hoy, la basílica de San Marcos alberga una de las mayores piezas de la Vera Cruz–. O la dispersión de pequeñas astillas de la reliquia con motivo de las entregas que durante siglos hicieron varios Pontífices a diversas personas y comunidades.

La autenticidad de las reliquias

Históricamente ha habido muchas falsificaciones y reproducciones de las reliquias de Vera Cruz, hasta el punto de que la Iglesia impuso estrictas reglas para determinar su autenticidad y evitar en lo posible su tráfico y falsificación. El Concilio IV de Letrán en 1215 prohibió el traslado de las reliquias, disponiendo la prohibición de comprarlas o venderlas bajo pena de excomunión.

De otro lado, se ha especulado acerca del volumen de la cruz de Cristo que pudo conservarse, y contamos con el estudio de 1870 de Charles Rohault de Fleury, quien llegó a la conclusión de que la suma de todas las reliquias existentes alcanzan a un tercio de una cruz de tres metros de altura.

En cuanto a la veracidad de las reliquias de la Vera Cruz se ha llegado a la conclusión que al menos las procedentes de Roma, Constantinopla o Jerusalén son genuinas.

Otros fragmentos

Otros fragmentos igualmente considerados auténticos por muchos se encuentran en el monasterio de Santo Toribio de Liébana en Cantabria –en el siglo V Toribio, a cuyo cargo tenía encomendada la custodia de la Vera Cruz, nombrado obispo de Astorga volvió de Jerusalén a España, llevándose parte de la reliquia–; y en Caravaca de la CruzEspaña

Según un análisis realizado en 1958, el trozo de leño conservado en el monasterio de Santo Toribio de Liébana corresponde a la especie Cupressus sempervirens, y no se excluyó la posibilidad de que dicha madera pueda alcanzar una edad superior al periodo de tiempo correspondiente a la era común. El mismo estudio especificó que Palestina se sitúa dentro del área geográfica de Cupressus sempervirens

En Caspe, Zaragoza –España–, existe otro fragmento de la Vera Cruz, de los mayores del mundo, además de los de París y Santo Toribio de Liébana.

En Santa Cruz de Tenerife –Canarias, España–, en la iglesia Matriz de la Concepción se conserva la cruz fundacional de la capital canaria, considerada una reliquia de la Vera Cruz en sí. Se guarda en una urna de cristal con forma de cruz. Dicha cruz posee el patronazgo de la ciudad compartido con Santiago el Mayor. La Santa Cruz es también patrona de la localidad del Puerto de La Cruz, situada también en Tenerife.

Una de las reliquias más grandes de la cruz de Cristo se encuentra en la Abadía de Heiligenkreuz –Austria–.

También es muy relevante una imagen de Jesucristo crucificado, denominado «Santo Cristo de la Veracruz», obra del jienense Juan Martínez Montañés de principios del siglo XVII, que se encuentra en la iglesia de San Francisco en Popayán. Parece que en el interior de la cruz de esta imagen se encuentra una astilla de la Vera Cruz, adquirida por el conquistador Sebastián de Belalcázar en España. 

Reliquias de la Vera Cruz en el resto del mundo

En todos estos otros países contamos con reliquias de la Vera Cruz –pequeñas astillas históricamente conservadas–: 

Veneración de la Vera Cruz

El Viernes Santo, en memoria de la Pasión de Nuestro Señor, se venera la Vera Cruz en la Iglesia Católica, parte de la Ortodoxa y la Anglicana. 

También como muestra de especial aprecio y veneración al venerar la Vera Cruz se hace genuflexión –como ante el Santísimo Sacramento–, y también se suele besar.

Además, en caso de procesión con reliquias de la Vera Cruz, éstas son llevadas bajo palio, como se hace con el Santísimo Sacramento.

De otro lado, en algunas celebraciones litúrgicas se hace uso de las reliquias y, si la iglesia en cuestión dispone de relicario para la Vera Cruz, se usa para la bendición del os fieles asistentes. 

Es llamativo cómo los cristianos trataron desde un principio los fragmentos de la Vera Cruz, con cuánta reverencia, y cómo hicieron costosos relicarios que han llegado hasta nuestros días. Auténticas obras de orfebrería.

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Libros

«Educar en la contemplación de la belleza es abrir la mente hacia su esencia»

Maria Teresa Signes señala que la  contemplación desde el contexto de la educación, va de la mano de la escucha:  Aceptar quién se es, sin caer en la autocontemplación superficial

Maria José Atienza·8 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

Maria Teresa Signes, es vicerrectora, profesora de los grados de Educación de la Universitat Abat Oliba CEU (UAO CEU) y miembro del grupo de investigación ‘Familia, Educación y Escuela Inclusiva’ (TRIVIUM) de la UAO CEU. Junto a otros profesores ha escrito el libro Pandemia y resiliencia: aportaciones académicas en tiempos de crisis, dentro del que dedica un capítulo al Poder de la belleza en tiempos de pandemia. De estas reflexiones ha hablado con Omnes, en una conversación sobre la belleza, la naturaleza humana y la trascendencia.

En este libro usted alude al protagonismo del arte, en sus múltiples manifestaciones, como «refugio» durante la pandemia ¿Cree que este parón obligado nos ha obligado a volver la mirada hacia aquello que realmente nos define como seres humanos – creadores de belleza? ¿Hemos aprendido a valorar más la belleza cotidiana que nos rodea, por ejemplo, la naturaleza?

R.- Efectivamente, la situación inesperada en la que nos encontramos todos hace ahora aproximadamente un año, ha supuesto un “parón obligado” en nuestras dinámicas diarias. Toda la actividad en ocasiones frenética que llevamos en nuestro día a día, se vio completamente alterada no con una reducción, sino con un confinamiento que nos aisló del resto de miembros de la comunidad, dejándonos solo la compañía de las personas con las que convivimos y en algunos casos, en la más absoluta soledad.

No olvidemos que ya decía Aristóteles que el hombre es un ser social por naturaleza y lo hacía argumentando su afirmación en la necesidad que tenemos de los demás, no solo para nuestra supervivencia física, sino también por nuestra supervivencia espiritual. En este sentido, recientes informes, están demostrando que la situación de pandemia y el aislamiento social que ha derivado de ella, está provocando un aumento considerable de problemas de salud mental. Todo ello acompañado evidentemente de la difícil situación económica y de crisis social que se ha ido generando a lo largo de este último año.

El arte ha supuesto un mecanismo de defensa, se han encontrado formas de manifestar miedos y angustia y también de expresar emociones y hacerles frente.

Es en todo este complejo contexto en el que han surgido iniciativas que han tenido como trasfondo actividades de tipo cultural y artístico. En este sentido, el arte ha supuesto un mecanismo de defensa y prevención puesto que, a través de la pintura, de la música, de la literatura…, se han encontrado formas de manifestar miedos y angustias, así como modelos resilientes para poder expresar emociones e incluso poder hacerles frente.

El arte, en todas sus formas, permite también procesos de mímesis y catarsis. Mímesis por cuanto que le permite al ser humano identificarse con determinadas situaciones y catarsis por cuanto que esta identificación, hace posible su transformación y por tanto la superación de esas situaciones complejas.

La capacidad de crear en situaciones incluso traumáticas ponen de manifiesto la necesidad que el hombre tiene de expresar mediante la obra artística sus emociones.

El ser humano es el único ser capaz de emocionarse ante una obra de arte, especialmente en el momento en el que se identifica con ella y es además el único ser creador de arte. A lo largo de la historia de la humanidad, son muchas las obras artísticas que ponen de manifiesto la angustia que el hombre ha sentido en determinados momentos de la historia. Muchas obras artísticas, especialmente pinturas, representan los temores que se sintieron ante determinados hechos, como epidemias, guerras y la representación de la propia muerte como un hecho aterrador. Esta capacidad de crear en situaciones complejas e incluso traumáticas, ponen de manifiesto la necesidad que el hombre tiene de expresar mediante la obra artística sus emociones y sentimientos.

Así mismo la situación creada a raíz de la pandemia, ha provocado un cambio considerable en los hábitos y las rutinas de vida de las personas.  Más allá de las consecuencias podríamos decir positivas, que esto ha tenido para el medio ambiente, me refiero a la considerable bajada de contaminación medioambiental por la reducción de tráfico de vehículos, aviones, barcos, etc., así como la cría de algunas especies animales, ha provocado también una nueva mirada hacia esa naturaleza, así como hacia las cosas cotidianas.

El aislamiento social y personal, ha permitido valorar aquellas cosas que en nuestro día a día pasan inadvertidas, precisamente por ser cotidianas. En demasiadas ocasiones pensamos que nuestra realidad será la que es, eternamente, sin plantearnos lo efímera que puede ser nuestra propia vida. La pérdida de esta cotidianidad, ha permitido valorar mucho más las pequeñas cosas, un café con un amigo, con compañeros de trabajo, un saludo, un paseo, observar el cambio que se produce en primavera cuando florecen las flores de los almendros, una mirada, una sonrisa…, son tantas las cosas que forman lo cotidiano… Confío en que todo cuanto nos ha sucedido nos ayude a valorar toda esta realidad de las pequeñas cosas que son en definitiva las que nos ayudan a tomar conciencia de quiénes somos y lo importante que es respetar la naturaleza que nos da tanto.

El libro

Título: Pandemia y resiliencia. Aportaciones académicas en tiempos de crisis
Autor: Marcin Kazmierczak, María Teresa Signes y Cintia Carreira Zafra
Editorial: Eunsa
Año: 2020
Páginas: 424

Hace tiempo, se hizo viral una foto de varios estudiantes en el Louvre mirando sus móviles sin atender a la Gioconda, en este sentido ¿Cómo educar, desde niños, a las personas en el ámbito de la contemplación y no sólo del mirar? ¿Cómo desarrollar un espíritu crítico frente a la autocontemplación que ofrece la cultura mediática?

R.- Lo primero que debemos considerar es la diferencia que hay entre ver, mirar y contemplar. Ver vemos porque tenemos ojos, y en este sentido, podemos ver pasar la vida ante nuestros ojos. Mirar conlleva la intención de analizar eso que vemos. Supone por tanto un paso más en la relación con la realidad.

La mirada, por tanto no es indiferente sino que supone ir más allá de la imagen que captan nuestros ojos. En este sentido, el mirar nos permite conocer y aprehender, esto es hacer nuestra, parte de la realidad y del otro, e incluso de nosotros mismos. Sin embargo, contemplar supone trascender la realidad, profundizar en ella hasta el punto de buscar la verdad en el interior de lo que estamos mirando.

Contemplar nos permite llegar a la esencia de las cosas, tomando conciencia de lo que las cosas son. Cuando hablamos de contemplar, no hablamos de una tarea que hacemos con nuestros ojos, ni siquiera con nuestro cerebro, sino con nuestra alma.

Mirar nos permite conocer y aprehender, esto es, hacer nuestra, parte de la realidad y del otro, e incluso de nosotros mismos.

Efectivamente, si queremos hacer de nuestros niños y adolescentes personas íntegras capaces de contemplar, debemos educarles para que sean capaces de hacerlo. Para ello, hay que enseñarles desde pequeños la importancia que tiene el silencio. Tarea nada fácil en una sociedad que huye del silencio.

En una sociedad que no se plantea aislarse del ruido mediático probablemente porque supone encontrarse interiormente y esto en demasiadas ocasiones asusta.

Hay que educar a niños y adolescentes para que sean capaces de escucharse a sí mismos, porque solo cuando sean capaces de escucharse a sí mismos, serán capaces de escuchar a los demás.

La contemplación desde el contexto de la educación, va de la mano de la escucha. Y la escucha empieza por uno mismo. Aceptar quién se es, sin caer en la autocontemplación superficial que nos lleva a una soberbia y a un aislamiento personal, no es nada fácil. Educar en este sentido significa educar el juicio como capacidad que nos permite el razonamiento. Tener un buen juicio crítico supone tener una madurez física y mental fruto de una buena educación, no solo escolar sino también familiar. El espíritu crítico debe empezar por ser aplicado sobre uno mismo, siendo capaces de ver cuál ha de ser el sentido de la vida, siempre desde la humildad y el reconocimiento de nuestra vulnerabilidad y contingencia

Se plantea en esta situación una ardua tarea por parte de las familias y de los maestros por cuanto una cultura mediática como la que tenemos actualmente, marcada por una visión materialista, secularizada y, en demasiadas ocasiones, personalista, dificulta la educación de los más jóvenes.

Max Jacob afirmaba que el camino más seguro para alcanzar el bien es la belleza. Santo Tomás de Aquino desarrolló la «Via Pulchritudinis» como una de las maneras de conocer a Dios. ¿Cree que  esa educación en la belleza puede ser una vía de trascendencia para la sociedad de hoy? 

R.- Efectivamente, la educación en la belleza supone educar en la trascendencia y para ello contamos con la contemplación, como la vía para discernir sobre qué es lo bello, al profundizar a través de ella y llegar como decíamos a la esencia misma de las cosas.

En la cultura posmoderna en la que nos encontramos inmersos, se puede comprobar de qué manera, es difícil producir un encuentro autentico no ya entre las distintas personas, sino del propio hombre consigo mismo y por supuesto con el sentido real de la vida humana.

Así, se pone de manifiesto, la necesidad de generar actividades que permitan hacer surgir la naturaleza más profunda del hombre, con una identidad bien constituida y articulada, en base a sus capacidades y potencialidades, dentro de un continuo proceso de búsqueda de sí mismo y de la verdad.

Educar en la belleza supone educar en lo profundo, trascendiendo la propia obra de arte. Recordemos las palabras del Santo Padre Juan Pablo II cuando en su Carta a los artistas, decía que: al modelar una obra, el artista se expresa a sí mismo hasta el punto de que su producción es un reflejo singular de su mismo ser, de lo que él es y de cómo es…. Por medio de las obras realizadas, el artista habla y se comunica con los otros. La historia del arte, por ello, no es sólo historia de las obras, sino también de los hombres.

Educar la mirada hacia la contemplación de la belleza es abrir la mente humana hacia su propia esencia y hacia su propia identidad.

Definir qué es lo bello, como concepto vinculado con el análisis epistemológico y afectivo que nace de la interacción de la persona, consigo misma y con el mundo que le rodea, debe entenderse como un elemento más del proceso educativo. Y por consiguiente, la educación de la belleza puede ser considerada como una vía de trascendencia para la sociedad actual hacia lo bello y lo verdadero.

España

Presentado el grupo de jóvenes universitarios del Arzobispado Castrense

La iniciativa, muy querida por Mons. D. Juan del Río, se consolida con propuestas que se llevarán a cabo entre los jóvenes militares.

Maria José Atienza·8 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El pasado 5 de marzo tuvo lugar la presentación de esta iniciativa. Este grupo juvenil era uno de los proyectos más queridos del recientemente fallecido Mons. D. Juan Del Río.

Bajo la mirada de la imagen del Cristo de los Alabarderos, el pasado viernes se presentó, en la catedral castrense el grupo de jóvenes de este arzobispado.

Esta iniciativa, coordinada por el delegado de Juventud y Capellán de la Guardia Real, don Iván Cote, comenzó a gestarse a finales del mes de octubre del pasado año y se está consolidando con las propuestas que se llevarán a cabo próximamente entre los jóvenes militares.

El grupo de jóvenes era uno de los deseos del Arzobispo Castrense, Mons. D. Juan del Río y no ha sido abandonado tras su fallecimiento. La presentación, solemne y devota, contó con la Adoración al Santísimo y una oración, dirigida por el Ordinario Castrense, Carlos Jesús Montes Herreros, en la que se compartieron cantos de Taizé, se dedicó un tiempo de contemplación tras la Lectio Divina, y se presentaron las oraciones y preocupaciones de los jóvenes de nuestro Arzobispado.

A ella acudieron el Vicesecretario para Asuntos Generales de la Conferencia Episcopal, el primer Consejero de la Nunciatura en España, representación de la Congregación del Cristo de los Alabarderos, con su hermano mayor a la cabeza, y un nutrido grupo de capellanes castrenses junto con jóvenes procedentes de sus respectivos lugares de destino.

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Evangelización

Renovación parroquial. Milagros

Sólo habrá Nueva Evangelización y sólo habrá renovación parroquial si estamos dispuestos a creer con una fe capaz de hacer milagros.

Juan Luis Rascón Ors·8 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Me llaman por la noche:

-Mi madre está muy mal, está en el hospital.

-Voy enseguida.

No era alguien conocido, nunca le había visto por la iglesia.

Al llegar al hospital me encuentro, como muchas veces, a alguien que está inconsciente, en preagonía. La boca muy abierta, respiración entrecortada, color cetrino…

Le doy la unción de los enfermos y me voy.

Por la mañana me llama el hijo. Para no preguntarle a que hora murió su madre, le digo: ¿Qué tal tu madre?

-Sentada en la cama pidiendo el desayuno.

Años después, eran habituales a misa; me reía con la madre y el hijo.

Fue un milagro.

En otra ocasión un sacerdote fue a dar la unción a alguien que estaba en coma. Pocos días después, fui a ver a ese hombre y estuve hablando con él. Su mujer le dijo:

-Mira, ha venido a verte el sacerdote que te dio la unción.

-No fue él —contestó el señor—. Fue otro.

No nos conocía a ninguno de los dos, pero él sabía que yo no había sido, que había sido otro.

Otro milagro.

Me atrevo a decir que para la nueva evangelización y la transformación pastoral de la parroquia tenemos que creer con una fe capaz de hacer milagros.

¿Cuánta fe?

Como un granito de mostaza.

Jesús no dijo: “A los que sean muy santos acompañarán estos milagros: en mi nombre expulsarán demonios, hablarán lenguas nuevas, agarrarán serpientes con las manos y, si bebieran algún veneno, no les dañará; impondrán las manos sobre los enfermos y quedarán curados” (cfr. Mc 16, 17-18).

Lo que dijo Jesús fue: “A los que crean acompañarán estos milagros…”.

Jesús no dijo: “A los que crean acompañarán estos milagros… pero sólo hasta que muera el último de los apóstoles”, o “…sólo hasta que Constantino firme el edicto de Milán…”. Jesús dijo: “A los que crean…” siempre.

¿Con cuánta fe?

Como un granito de mostaza.

Sólo habrá Nueva Evangelización y sólo habrá renovación parroquial si estamos dispuestos a creer con una fe capaz de hacer milagros.

Antes ponías un cartel y se te llenaba la iglesia para las charlas cuaresmales, ahora la gente tiene que ver milagros.

¿Por qué la gente se juntaba alrededor de Jesús?

Si Jesús hubiese dicho “os voy a recordar los mandamientos” u “os voy a hablar de la unicidad de Dios”, le hubieran dicho: “eso ya nos lo sabemos, es aburrido”.

Pero Jesús hacía milagros.

“…Y mi mensaje y mi predicación no se han basado en palabras persuasivas de sabiduría, sino en la manifestación del Espíritu y del poder, para que vuestra fe no se fundamente en la sabiduría humana, sino en el poder de Dios”, decía el apóstol san Pablo (1 Cor 2,4).

El Poder de Dios.

¿Basas tu predicación en la manifestación del Espíritu y del poder de Dios? ¿Fundamentas tu pastoral en el poder de Dios? ¿Preparas a los fieles para ver milagros?

Cuando la gente vea milagros se llenarán las iglesias, entonces no pararemos de bautizar, confesar, dar catequesis y formación, levantar vocaciones…

Vaticano

La Iglesia de Irak está viva

El Papa Francisco clausuró su viaje a Irak con la Santa Misa multitudinaria en Erbil, donde animó a no ceder a la tentación de responder con la fuerza a los ataques recibidos, sino con el camino de Dios.

David Fernández Alonso·8 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

El histórico viaje del Papa llegaba a su fin, pero aun tendría un último acto, muy esperado por la comunidad católica: la Santa Misa en el estadio Franso Hariri de Erbil.

Tras el almuerzo en el Seminario Patriarcal de San Pedro, el Santo Padre se trasladó ya directamente en coche al Estadio Franso Hariri de Erbil para la celebración de la Eucaristía.

En el estadio Franso Hariri

Se encontró con un estadio repleto de fieles, que esperaban poder ver de cerca al Santo Padre. Se procuraba guardar la distancia de seguridad, sin aglomeraciones. El Papa pudo dar algunos paseos en el papamóvil entre los fieles, para saludarles verles las caras. A las 16:30 hora local (14:30 hora de Roma) el Papa comenzó presidiendo la celebración eucarística en presencia de unos 10.000 fieles.

En la homilía, Francisco comenzó haciendo alusión a la importancia de la centralidad de Cristo y de la Cruz en nuestras vidas, sirviéndose en que «San Pablo nos ha recordado que «Cristo es fuerza de Dios y sabiduría de Dios» (1 Co 1,24). Jesús reveló esta fuerza y esta sabiduría sobre todo con la misericordia y el perdón. No quiso hacerlo con demostraciones de fuerza o imponiendo su voz desde lo alto, ni con largos discursos o exhibiciones de una ciencia incomparable. Lo hizo dando su vida en la cruz. Reveló la sabiduría y la fuerza divina mostrándonos, hasta el final, la fidelidad del amor del Padre; la fidelidad del Dios de la Alianza, que hizo salir a su pueblo de la esclavitud y lo guio por el camino de la libertad (cf. Ex 20,1-2)».

Ante la tentación

El Papa recordó que frente a la tentación de la venganza ante injurias y ataques, Jesús nos muestra que es posible otra respuesta, el camino de Dios: «Qué fácil es caer en la trampa de pensar que debemos demostrar a los demás que somos fuertes, que somos sabios… En la trampa de fabricarnos falsas imágenes de Dios que nos den seguridad… (cf. Ex 20,4-5). En realidad, es lo contrario, todos necesitamos la fuerza y la sabiduría de Dios revelada por Jesús en la cruz. En el Calvario, Él ofreció al Padre las heridas por las cuales nosotros hemos sido curados (cf. 1 P 2,24). Aquí en Irak, cuántos de vuestros hermanos y hermanas, amigos y conciudadanos llevan las heridas de la guerra y de la violencia, heridas visibles e invisibles. La tentación es responder a estos y a otros hechos dolorosos con una fuerza humana, con una sabiduría humana. En cambio, Jesús nos muestra el camino de Dios, el que Él recorrió y en el que nos llama a seguirlo».

«En el Evangelio que acabamos de escuchar (Jn 2,13-25), vemos que Jesús echó del Templo de Jerusalén a los cambistas y a todos aquellos que compraban y vendían. ¿Por qué Jesús hizo ese gesto tan fuerte, tan provocador? Lo hizo porque el Padre lo mandó a purificar el templo, no sólo el templo de piedra, sino sobre todo el de nuestro corazón. Como Jesús no toleró que la casa de su Padre se convirtiera en un mercado (cf. Jn 2,16), del mismo modo desea que nuestro corazón no sea un lugar de agitación, desorden y confusión».

Purificar el corazón

«El corazón se limpia, se ordena, se purifica. ¿De qué? De las falsedades que lo ensucian, de la doblez de la hipocresía; todos las tenemos. Son enfermedades que lastiman el corazón, que enturbian la vida, la hacen doble. Necesitamos ser limpiados de nuestras falsas seguridades, que regatean la fe en Dios con cosas que pasan, con las conveniencias del momento. Necesitamos eliminar de nuestro corazón y de la Iglesia las nefastas sugestiones del poder y del dinero. Para limpiar el corazón necesitamos ensuciarnos las manos, sentirnos responsables y no quedarnos de brazos cruzados mientras el hermano y la hermana sufren. Pero, ¿cómo purificar el corazón? Solos no somos capaces, necesitamos a Jesús. Él tiene el poder de vencer nuestros males, de curar nuestras enfermedades, de restaurar el templo de nuestro corazón».

«Para confirmar esto», continúa el Papa, «como signo de su autoridad dice: «Destruyan este Templo y en tres días lo levantaré de nuevo» (v. 19). Jesucristo, sólo Él, puede purificarnos de las obras del mal, Él que murió y resucitó, Él que es el Señor. Queridos hermanos y hermanas: Dios no nos deja morir en nuestro pecado. Incluso cuando le damos la espalda, no nos abandona a nuestra propia suerte. Nos busca, nos sigue, para llamarnos al arrepentimiento y para purificarnos. «Juro por mi vida —oráculo del Señor Dios— que no me complazco en la muerte del malvado, sino en que se convierta de su mala conducta y viva» (33,11). El Señor quiere que nos salvemos y que seamos templos vivos de su amor, en la fraternidad, en el servicio y en la misericordia».

Dar testimonio del Evangelio

El Papa quiso recordar que Jesús nos envía a dar testimonio fiel del Evangelio, y que con la fuerza del Espíritu Santo, Él tiene el poder de cambiar la vida: «Jesús no sólo nos purifica de nuestros pecados, sino que nos hace partícipes de su misma fuerza y sabiduría. Nos libera de un modo de entender la fe, la familia, la comunidad que divide, que contrapone, que excluye, para que podamos construir una Iglesia y una sociedad abiertas a todos y solícitas hacia nuestros hermanos y hermanas más necesitados. Y al mismo tiempo nos fortalece, para que sepamos resistir a la tentación de buscar venganza, que nos hunde en una espiral de represalias sin fin. Con la fuerza del Espíritu Santo nos envía, no a hacer proselitismo, sino como sus discípulos misioneros, hombres y mujeres llamados a testimoniar que el Evangelio tiene el poder de cambiar la vida».

El Señor nos promete que puede hacernos resurgir a nosotros y a nuestras comunidades de los destrozos provocados por la injusticia, la división y el odio.

«El Resucitado nos hace instrumentos de la paz de Dios y de su misericordia, artesanos pacientes y valientes de un nuevo orden social. Así, por la potencia de Cristo y de su Espíritu, sucede lo que profetizó el apóstol Pablo a los Corintios: «Lo que parece locura en Dios es más sabio que todo lo humano, y lo que parece debilidad en Dios es más fuerte que todo lo humano» (1 Co 1,25). Comunidades cristianas formadas por gente humilde y sencilla se convierten en signo del Reino que llega, Reino de amor, de justicia y de paz».

Ungir las heridas

Las palabras de Cristo ««Destruyan este Templo y en tres días lo levantaré de nuevo» (Jn 2,19)» venían al hilo de las circunstancias, que Francisco aprovechó para asegurar que Cristo «hablaba del templo de su cuerpo y, por tanto, también de su Iglesia». Y que «el Señor nos promete que, con la fuerza de su Resurrección, puede hacernos resurgir a nosotros y a nuestras comunidades de los destrozos provocados por la injusticia, la división y el odio. Es la promesa que celebramos en esta Eucaristía. Con los ojos de la fe, reconocemos la presencia del Señor crucificado y resucitado en medio de nosotros, aprendemos a acoger su sabiduría liberadora, a descansar en sus llagas y a encontrar sanación y fuerza para servir a su Reino que viene a nuestro mundo. Por sus llagas hemos sido curados (cf. 1 P 2,24); en sus heridas, queridos hermanos y hermanas, encontramos el bálsamo de su amor misericordioso; porque Él, Buen Samaritano de la humanidad, desea ungir cada herida, curar cada recuerdo doloroso e inspirar un futuro de paz y de fraternidad en esta tierra».

Y para cerrar la homilía, el Santo Padre aseguró que «la Iglesia en Irak, con la gracia de Dios, hizo y está haciendo mucho por anunciar esta maravillosa sabiduría de la cruz propagando la misericordia y el perdón de Cristo, especialmente a los más necesitados. También en medio de una gran pobreza y dificultad, muchos de ustedes han ofrecido generosamente una ayuda concreta y solidaridad a los pobres y a los que sufren. Este es uno de los motivos que me han impulsado a venir como peregrino entre ustedes, a agradecerles y confirmarlos en la fe y en el testimonio. Hoy, puedo ver y sentir que la Iglesia de Irak está viva, que Cristo vive y actúa en este pueblo suyo, santo y fiel».

Con el pequeño náufrago

Al final de la misa, el arzobispo caldeo de Erbil, S.E. Mons. Bashar Matti Warda, C.Ss.R., dirigió un discurso de saludo y agradecimiento al Santo Padre. Antes de la bendición final, el Papa Francisco dirigió unas palabras de saludo a los fieles y peregrinos presentes y a continuación se reunió con el Sr. Abdullah Kurdi, padre del pequeño Alan, que naufragó con su hermano y su madre en la costa turca en septiembre de 2015 cuando intentaba llegar a Europa. El Papa habló largamente con él y, con la ayuda del intérprete, pudo escuchar el dolor del padre por la pérdida de su familia y expresar su profunda participación y la del Señor en el sufrimiento del hombre. El Sr. Abdullah expresó su gratitud al Papa por sus palabras de cercanía a su tragedia y a la de todos los emigrantes que buscan la comprensión, la paz y la seguridad abandonando su país a riesgo de sus vidas.

Tras despedirse del arzobispo de Erbil, del presidente y del primer ministro de la región autónoma del Kurdistán iraquí, el Santo Padre abandonó el estadio «Franso Hariri» y se trasladó en coche al aeropuerto de Erbil para embarcar en un avión de Iraqi Airways con destino al aeropuerto de Bagdad. A continuación, regresó en coche a la Nunciatura Apostólica.

Vaticano

«La verdadera identidad de Mosul es la convivencia armoniosa»

El Papa Francisco ha visitado en la mañana del domingo las ciudades de Erbil, Mosul y Qaraqosh, protagonistas de los ataques durante años.

David Fernández Alonso·7 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

Esta mañana, tras dejar la Nunciatura Apostólica, el Santo Padre Francisco se trasladó en coche al aeropuerto internacional de Bagdad, desde donde partió, a bordo de un avión de Iraqi Airways con destino a Erbil, una ciudad que se convirtió en refugio de muchas personas que huían de otras como Mosul o Qaraqosh, durante el auge del Estado Islámico.

En la ciudad-refugio, Erbil

A su llegada, el Papa fue recibido por el Arzobispo de Erbil de los Caldeos, Su Excelencia el Arzobispo Bashar Matti Warda, el Arzobispo de Hadiab-Erbil de los Sirios, Su Excelencia el Arzobispo Nizar Semaan, el Presidente de la Región Autónoma del Kurdistán iraquí Nechirvan Barzani, el Primer Ministro Masrour Barzani y varias autoridades civiles y religiosas. El presidente le acompañó hasta una sala VIP del aeropuerto donde tendrían un encuentro.

El entusiasmo de la gente se palpaba: los cantos que se podían escuchar expresaban gran afecto y alegría. Algunos de ellos, eran entonados en un particular italiano con acento árabe, en los cuales destacaba el estribillo «siamo contenti, siamo goiosi. Grazie con tutto il cuore» (Estamos contentos, estamos alegres. Gracias de todo corazón).

A continuación, tras un breve encuentro, en la sala VIP presidencial del aeropuerto, con los arzobispos de Erbil de los caldeos y de Hadiab-Erbil de los sirios y con el presidente y el primer ministro de la región autónoma, el Papa Francisco se despidió y se trasladó en helicóptero de Erbil a Mosul, la ciudad que el ISIS ocupó y destruyó durante tres años.

En la devastada Mosul

En Mosul, a su llegada, el Papa fue recibido por el Arzobispo de Mosul y Aqra de los Caldeos, S.E. Mons. Najeeb Michaeel, O.P., por el Gobernador de Mosul y por dos niños que le han ofrecido un homenaje floral. Luego se dirigió a Hosh-al-Bieaa para la oración de sufragio por las víctimas de la guerra.

«Un tejido cultural y religioso tan rico de diversidad se debilita con la pérdida de alguno de sus miembros, aunque sea pequeño»

Eran las 10:00 horas locales (8:00 horas de Roma), cuando el Santo Padre Francisco llegó a Hosh-al-Bieaa, la plaza de las cuatro iglesias (sirio-católica, armenio-ortodoxa, sirio-ortodoxa y caldea) destruidas entre 2014 y 2017 por atentados terroristas, para rezar la oración de sufragio por las víctimas de la guerra.

A su llegada, el Papa fue recibido por el Arzobispo de Mosul y Aqra de los Caldeos, S.E. Monseñor Najeeb Michaeel, O.P., que le acompañó al centro de Hosh-al-Bieaa.

«Queridos hermanos y hermanas, queridos amigos», comenzó el Papa Francisco: «Agradezco al arzobispo Najeeb Michaeel sus palabras de bienvenida y agradezco especialmente al padre Raid Kallo y al señor Gutayba Aagha sus conmovedores testimonios».

Un pequeño hilo

Y continuó con el saludo y el agradecimiento: «Muchas gracias, padre Raid. Usted nos ha contado acerca del desplazamiento forzoso de muchas familias cristianas que tuvieron que abandonar sus casas. La trágica disminución de los discípulos de Cristo, aquí y en todo Oriente Medio, es un daño incalculable no sólo para las personas y las comunidades afectadas, sino para la misma sociedad que dejan atrás. En efecto, un tejido cultural y religioso tan rico de diversidad se debilita con la pérdida de alguno de sus miembros, aunque sea pequeño. Como en una de vuestras artísticas alfombras, un pequeño hilo salido puede estropearlo todo. Usted, Padre, habló también de la experiencia fraterna que vive con los musulmanes, después de haber regresado a Mosul. Usted encontró acogida, respeto y colaboración. Gracias, Padre, por haber compartido estos signos que el Espíritu hace florecer en el desierto y por habernos indicado que es posible esperar en la reconciliación y en una nueva vida.

Señor Aagha, usted nos recordó que la verdadera identidad de esta ciudad es la convivencia armoniosa entre personas de orígenes y culturas diversas. Por eso, acojo con agrado su invitación a la comunidad cristiana a regresar a Mosul y a asumir el papel vital que le es propio en el proceso de sanación y renovación.

«Hoy reafirmamos nuestra convicción de que la fraternidad es más fuerte que el fratricidio, la esperanza es más fuerte que la muerte, la paz es más fuerte que la guerra»

Hoy elevamos nuestras voces en oración a Dios omnipotente por todas las víctimas de la guerra y de los conflictos armados. Aquí en Mosul las trágicas consecuencias de la guerra y de la hostilidad son demasiado evidentes. Es cruel que este país, cuna de la civilización, haya sido golpeado por una tempestad tan deshumana, con antiguos lugares de culto destruidos y miles y miles de personas —musulmanes, cristianos, yazidíes y otros— desalojadas por la fuerza o asesinadas.

Hoy, a pesar de todo, reafirmamos nuestra convicción de que la fraternidad es más fuerte que el fratricidio, la esperanza es más fuerte que la muerte, la paz es más fuerte que la guerra. Esta convicción habla con voz más elocuente que la voz del odio y de la violencia; y nunca podrá ser acallada en la sangre derramada por quienes profanan el nombre de Dios recorriendo caminos de destrucción».

Desde lo más profundo

A continuación, antes de comenzar la oración de sufragio, el Papa expresó unas palabras, profundas, en las cuales se podía percibir los sentimientos de cercanía del Santo Padre: «Antes de rezar por todas las víctimas de la guerra en esta ciudad de Mosul, en Irak y en todo el Oriente Medio, quisiera compartir con ustedes estos pensamientos: Si Dios es el Dios de la vida —y lo es— a nosotros no nos es lícito matar a los hermanos en su nombre. Si Dios es el Dios de la paz —y lo es— a nosotros no nos es lícito hacer la guerra en su nombre. Si Dios es el Dios del amor —y lo es— a nosotros no nos es lícito odiar a los hermanos.

La oración de sufragio

Tras estas palabras introductorias, pasó a la oración de sufragio:

«Ahora recemos juntos por todas las víctimas de la guerra, para que Dios omnipotente les conceda la vida eterna y la paz sin fin, y los acoja con su abrazo amoroso. Y recemos también por todos nosotros, para que, más allá de las creencias religiosas, podamos vivir en armonía y en paz, conscientes de que a los ojos de Dios todos somos hermanos y hermanas».

Y comenzó así la oración, que transcribimos de manera íntegra: «Dios altísimo, Señor del tiempo y de la historia, tú has creado el mundo por amor y no dejas nunca de derramar tus bendiciones sobre tus criaturas. Tú, más allá del océano del sufrimiento y de la muerte, más allá de las tentaciones de la violencia, de la injusticia y de la ganancia inicua, acompañas a tus hijos y a tus hijas con tierno amor de Padre.

Pero nosotros hombres, desagradecidos de tus dones y absortos en nuestras preocupaciones y ambiciones demasiado terrenas, a menudo hemos olvidado tus designios de paz y de armonía. Nos hemos cerrado en nosotros mismos y en nuestros intereses particulares, e indiferentes a Ti y a los demás, hemos atrancado las puertas a la paz. Así se repitió lo que el profeta Jonás oyó decir de Nínive: la maldad de los hombres subió hasta el cielo (cf. Jon 1,2). No elevamos al cielo manos limpias (cf. 1 Tm 2,8), sino que desde la tierra subió una vez más el grito de sangre inocente (cf. Gn 4,10). Los habitantes de Nínive, en el relato de Jonás, escucharon la voz de tu profeta y encontraron salvación en la conversión. También nosotros, Señor, mientras te confiamos a las numerosas víctimas del odio del hombre contra el hombre, invocamos tu perdón y suplicamos la gracia de la conversión:

Kyrie eleison. Kyrie eleison. Kyrie eleison».

Y tras un breve silencio, continuó:

«Señor Dios nuestro, en esta ciudad dos símbolos dan testimonio del deseo constante de la humanidad de acercarse a Ti: la mezquita Al Nuri con su alminar Al Hadba y la iglesia de Nuestra Señora de la Hora, con un reloj que desde hace más de cien años recuerda a los transeúntes que la vida es breve y el tiempo precioso. Enséñanos a comprender que Tú nos has confiado tu designio de amor, de paz y de reconciliación para que lo llevemos a cabo en el tiempo, en el breve desarrollo de nuestra vida terrena. Haznos comprender que sólo poniéndolo en práctica sin demoras esta ciudad y este país se podrán reconstruir, y se lograría sanar los corazones destrozados de dolor. Ayúdanos a no emplear el tiempo al servicio de nuestros intereses egoístas, personales o de grupo, sino al servicio de tu designio de amor. Y cuando nos desviemos del camino, haz que podamos escuchar las voces de los verdaderos hombres de Dios y recapacitar durante un tiempo, para que la destrucción y la muerte no nos arruinen de nuevo.

Te confiamos a aquellos cuya vida terrena se ha visto abreviada por la mano violenta de sus hermanos, y te suplicamos también por los que han lastimado a sus hermanos y a sus hermanas; que se arrepientan, alcanzados por la fuerza de tu misericordia.

Requiem æternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis. Requiescant in pace. Amen».

Hacia Qaraqosh

Al final del momento de oración, tras el descubrimiento de la placa conmemorativa de la visita, seguido del lanzamiento de una paloma blanca y tras la bendición final, el Santo Padre, antes de abandonar la plaza, saludó a algunas personalidades religiosas y civiles. Luego, se trasladó en coche a la zona de despegue y, tras despedirse del arzobispo de Mosul y de Aqra de los caldeos y del gobernador de Mosul, tomó un helicóptero para ir a Qaraqosh.

Allí, visitó a la comunidad de católicos en la Iglesia de la Inmaculada Concepción, que había sido destruida. Pudo rezar el Angelus con los fieles congregados y firmó el libro de honor pidiendo al Señor la paz: «Desde esta iglesia destruida y reconstruida, símbolo de la esperanza de Qaraqosh y de todo Irak, pido a Dios, por intercesión de la Virgen María, el don de la paz».

Es evidente que está siendo un viaje con una marcada significación, tanto para el pontificado de Francisco, como para el diálogo interrelegioso, la paz en Oriente Medio y para la Iglesia universal.

Mundo

«Abre nuestros corazones al perdón, haznos instrumentos de reconciliación»

El sábado por la mañana, el Papa Francisco ha mantenido un Encuentro interreligioso con representantes de confesiones religiosas, en especial del Islam. Al concluir, recitaron juntos una Oración de los hijos de Abraham.

Rafael Miner·6 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Tras su visita al gran Ayatolá Alí Al Sistani, líder de los chiís en Irak, el Papa Francisco se desplazó al sur de Irak, en Nassiriya, para mantener un Encuentro interreligioso en Ur de los Caldeos, la tierra natal del profeta Abraham. 

Durante el Encuentro tuvieron lugar la lectura de pasajes del libro del Génesis y del algún fragmento del Corán, y los testimonios. A continuación, el Santo Padre pronunció su discurso, del que hemos informado en este portal Omnesmag.com 

Al finalizar sus palabras, el Santo Padre y los otros líderes religiosos recitaron una denominada Oración de los hijos de Abraham. He aquí su texto íntegro:

“Dios omnipotente, Creador nuestro que amas a la familia humana y a todo lo que han hecho tus manos, nosotros, los hijos e hijas de Abrahán pertenecientes al judaísmo, al cristianismo y al islam, junto a los otros creyentes y a todas las personas de buena voluntad, te agradecemos por habernos dado como padre común en la fe a Abraham, hijo insigne de esta noble y amada tierra. 

Te damos gracias por su ejemplo de hombre de fe que te obedeció hasta el fin, dejando su familia, su tribu y su patria para ir hacia una tierra que no conocía. 

También te agradecemos por el ejemplo de valentía, resiliencia y fortaleza, de generosidad y hospitalidad que nuestro padre común en la fe nos ha dado. 

Te damos gracias, en particular, por su fe heroica, demostrada por la disponibilidad para sacrificar a su hijo por obedecer tu mandato. Sabemos que era una prueba muy difícil, de la que, no obstante, salió vencedor, porque sin condiciones confió en Ti, que eres misericordioso y abres siempre nuevas posibilidades para volver a empezar. 

Te agradecemos porque, bendiciendo a nuestro padre Abraham, lo has hecho una bendición para todos los pueblos. 

Te pedimos, Dios de nuestro padre Abraham y Dios nuestro, que nos concedas una fe fuerte, diligente en el bien, una fe que abra nuestros corazones a Ti y a todos nuestros hermanos y hermanas; y una esperanza invencible, capaz de percibir en todas partes la fidelidad de tus promesas. 

Haz de cada uno de nosotros un testigo de tu cuidado amoroso hacia todos, en particular hacia los refugiados y los desplazados, las viudas y los huérfanos, los pobres y los enfermos. 

Abre nuestros corazones al perdón recíproco y haznos instrumentos de reconciliación, constructores de una sociedad más justa y fraterna. 

Acoge en tu morada de paz y de luz a todos los difuntos, en particular a las víctimas de la violencia y de las guerras. 

Asiste a las autoridades civiles en la búsqueda y el rescate de las personas secuestradas, y en la particular protección de las mujeres y los niños. 

Ayúdanos a cuidar el planeta, la casa común que, en tu bondad y generosidad, nos has dado a todos nosotros. 

Sostiene nuestras manos en la reconstrucción de este país, y concédenos la fuerza necesaria para ayudar a cuantos han tenido que dejar sus casas y sus tierras con vistas a alcanzar seguridad y dignidad, y a comenzar una vida nueva, serena y próspera. Amén”.

Por la tarde, el Santo Padre celebró la primera Misa de un Papa con el rito caldeo, en la catedral caldea de San José, en la capital, Bagdad. La celebración litúrgica tuvo lugar en italiano, caldeo y árabe, y las oraciones de los fieles fueron leídas en árabe, un dialecto arameo, kurdo, turcomano e inglés. El cardenal arzobispo Louis Raphaël Sako, Patriarca caldeo de Babilonia, dirigió al final un saludo al Santo Padre.

Al concluir la homilía, el Santo Padre aseguró a los fieles que el Señor promete a cada uno que su nombre está escrito en su corazón, en el cielo, y añadió: “Y hoy le doy gracias con ustedes y por ustedes, porque aquí, donde en tiempos remotos surgió la sabiduría, en los tiempos actuales han aparecido muchos testigos, que las crónicas a menudo pasan por alto, y que sin embargo son preciosos a los ojos de Dios; testigos que, viviendo las bienaventuranzas, ayudan a Dios a cumplir sus promesas de paz”.

Vaticano

¡Que callen las armas! El último grito del Papa desde Irak

El encuentro interreligioso que ha tenido lugar en la llanura de Ur, ha sido testigo de la exclamación del Papa, llamando a silenciar el ruido de las armas, y a empeñarse en una mejor distribución de los alimentos.

Giovanni Tridente·6 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

«La creciente proliferación de armas cede el paso a la distribución de alimentos para todos». Una tarea encomendada «a nosotros». Lo escuchamos en el atractivo discurso que el Papa Francisco ha pronunciado en el encuentro interreligioso en la llanura de Ur como parada de su Viaje Apostólico a Irak, el 33º de su pontificado y también el más difícil.

Ciertamente no es la primera vez que el Obispo de Roma exclama contra esta práctica que siembra muerte y destrucción por doquier, atenta contra la paz, la fraternidad y el propio bienestar de las poblaciones, ciertamente de las más indefensas, restando recursos incluso a la necesidad básica de alimentación.

El día anterior, nada más aterrizar en Baghdad, en el encuentro con las autoridades del país y la sociedad civil, el Papa fue aún más categórico: «Que callen las armas, que se evite su proliferación, aquí y en todas partes».

No sólo en Irak y Oriente Medio, sino en todas partes.

Desperdicio de valiosos recursos

No es casualidad que ya el 25 de septiembre del año pasado, en un videomensaje a la Asamblea de las Naciones Unidas, el Papa Francisco invitara a reflexionar sobre si no sería el momento de repensar el despilfarro de «recursos preciosos» que representa la «carrera armamentista, incluyendo las armas nucleares» para emplearlos más bien «en beneficio del desarrollo integral de los pueblos y para proteger el medio ambiente natural».

Fondo Mundial del Hambre

Al mes siguiente, hablando en la Jornada Mundial de la Alimentación, en un mensaje a la FAO instó a la «decisión valiente» de utilizar el dinero gastado en armas para el establecimiento de un «fondo mundial» orientado a frenar «definitivamente el hambre y ayudar al desarrollo de los países más pobres».

Ciertamente, esta no es una idea nueva del Papa Francisco. San Pablo VI, en la encíclica social Populorum progressio de 1967, ya había propuesto una «solución» similar, que, sin embargo, a más de cincuenta años de distancia sigue siendo, lamentablemente, letra muerta.

Quizá por eso también se entiende la insistencia con la que -habiendo llegado a un punto de no retorno- hay que hablar de ello. Y el actual Pontífice lo hizo también en la última encíclica Fratelli tutti, donde explica que eliminar el hambre y llevar el desarrollo a los países más pobres permite que la gente no «abandone sus países en busca de una vida más digna», además de disminuir la decepción y la violencia.

Pan y no armas

Este concepto se reiteró de nuevo a principios de este año en el Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, considerando además la necesidad de garantizar las necesidades sanitarias de todos los pueblos, más aún en la situación de pandemia que afecta a la humanidad.

Nos acercamos a la Pascua y precisamente en la homilía de la Vigilia de la Noche Santa de hace un año encontramos simbólicamente otro llamamiento más del Papa a detener «la producción y el comercio de armas, porque necesitamos pan y no fusiles».

De hecho, «no es este el momento para seguir fabricando y vendiendo armas, gastando elevadas sumas de dinero que podrían usarse para cuidar personas y salvar vidas», reiteraría más tarde en el Mensaje Urbi et orbi de la mañana siguiente, el día de la Resurrección del Señor.

No es este el tiempo: ni hace más de cincuenta años (Pablo VI), ni hace un año y ni siquiera hoy. ¡Silencien sus armas! Y pongamos fin al hambre en el mundo. El último grito del Papa Francisco desde Irak.

Mundo

Histórico encuentro del Papa con el Ayatolá chií Al Sistani y otros líderes religiosos

El Papa Francisco y el máximo representante chií han sellado en Najad (Irak) un acuerdo de amistad entre cristianos y chiitas. En el encuentro interreligioso, el Santo Padre denunció que el terrorismo abusa de la religión.

Rafael Miner·6 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

En su segundo día de visita en Irak, el Papa Francisco ha estrechado lazos de amistad con la comunidad musulmana chiíta, a la que pertenece en torno al 60 por ciento de la población de Irak. 

Los cristianos iraquíes habían solicitado un encuentro, y la visita de cortesía del Papa tuvo lugar en la sencilla casa del gran Ayatolá Al-Sistani, líder de la comunidad chiíta, en Najad, la tercera ciudad sagrada para los musulmanes chiíes, tras La Meca y Medina.

Huyendo de protocolos, esta vez fue el propio hijo del Ayatollá, Mohammed Rida, quien se sitúó en la puerta para recibir al Papa y acompañarla hasta su padre.

La conversación duró 45 minutos, más de lo previsto inicialmente, y en ella el Santo Padre resaltó “la importancia de la colaboración y de la amistad entre las comunidades religiosas para que, cultivando el respeto recíproco y el diálogo, se contribuya al bien de Irak, de la región y de toda la humanidad”, ha manifestado el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni.

El Papa ha agradecido en la visita que, “junto a la comunidad chií y frente a la violencia y a las grandes dificultades de los últimos años”, [el gran Ayatolá Al Sistani] “haya levantado su voz en defensa de los más débiles y perseguidos, afirmando la sacralidad de la vida humana y la importancia de la unidad del pueblo iraquí”.

Entre los más débiles y perseguidos han estado sin duda los cristianos, lo que ha llevado al Papa a denominarles como “una Iglesia martirizada”. Al despedirse del gran Ayatolá, el Santo Padre “ha reiterado su oración a Dios, creador de todos, por un futuro de paz y de fraternidad para la amada tierra iraquí, para Orienta Medio y para el mundo entero”.

Con chiíes y sunitas

El Islam chií aglutina en el mundo en torno al 15 por ciento de los musulmanes, y es mayoritario en Irán, en el propio Iraq y en el sur del Líbano, entre otros países; hay también minorías chiíes en Siria, Afganistán y Pakistán. Por su parte, los sunitas suponen en torno al 85 por ciento del total y se encuentran, por ejemplo, en Arabia Saudí, donde la monarquía es sunita. 

Shahrazad Houshmand, iraní, primera mujer musulmana que se licencia en Teología Fundamental Cristiana, ha descrito la figura del Ayatolá Al-Sistani, como “el principal punto de referencia religioso, teológico y jurídico para los musulmanes de Iraq y de otros países. Cubre este papel también para los chiitas de Pakistán, India, el Golfo Pérsico y también para los chiitas de Europa y América”

Además, en una entrevista con Vatican News, ha recordado que tras el encuentro en 2019 con el gran imán de Al-Azhar Ahmad Al-Tayyib, y la firma del “Documento sobre la fraternidad humana para la paz mundial y la convivencia”, que ha supuesto un gran avance en las relaciones con el Islam sunita, “el encuentro con Al-Sistani es un nuevo gran paso en el diálogo con el Islam”.

La primera frase de ese documento del 4 de febrero de 2019, firmado en Abu Dhabi, “es precisamente el resumen del acto religioso: el creyente y su fe deben llevar a amar y apoyar al prójimo, pero es un amor que se convierte también en apoyo, especialmente hacia los más necesitados. Creo que esta otra reunión con el Ayatolá Al Sistani va exactamente en la misma línea”, añade Housmand.

“El terrorismo abusa de la religión”

Tras su reunión con Al Sistani, el Papa Francisco mantuvo otro encuentro histórico, en la milenaria ciudad natal de Abraham, Ur de los Caldeos, con los representantes de judíos y musulmanes, y les instó a recorrer un camino de paz. Algunos participantes ofrecieron sus testimonios de fraternidad, apoyo mutuo y esperanza.

Ayer, en su encuentro con la comunidad católica, tal como ha contado este portal Omnes, el Papa les había manifestado: “Mañana, en Ur, encontraré a los líderes de las tradiciones religiosas presentes en este país, para proclamar una vez más nuestra convicción de que la religión debe servir a la causa de la paz y de la unidad entre todos los hijos de Dios”.

Y en efecto, tras los testimonios, casi en sus primeras palabras, Francisco señaló en Ur: Desde este lugar que es fuente de fe, desde la tierra de nuestro padre Abrahán, afirmamos que Dios es misericordioso y que la ofensa más blasfema es profanar su nombre odiando al hermano. Hostilidad, extremismo y violencia no nacen de un espíritu religioso; son traiciones a la religión”.

“Y nosotros creyentes no podemos callar cuando el terrorismo abusa de la religión. Es más, nos corresponde a nosotros resolver con claridad los malentendidos. No permitamos que la luz del Cielo se ofusque con las nubes del odio. Sobre este país se cernieron las nubes oscuras del terrorismo, de la guerra y de la violencia. Todas las comunidades étnicas y religiosas sufrieron”.

Todavía hay secuestrados y desaparecidos

El Santo Padre recordó a continuación a la comunidad yazidí, “que ha llorado la muerte de muchos hombres y ha visto a miles de mujeres, jóvenes y niños raptados, vendidos como esclavos y sometidos a violencias físicas y a conversiones forzadas. 

“Hoy rezamos por todos los que han padecido semejantes sufrimientos y por los que todavía se encuentran desaparecidos y secuestrados”, añadió el Para Francisco, “para que pronto regresen a sus hogares. Y rezamos para que en todas partes se respete la libertad de conciencia y la libertad religiosa; que son derechos fundamentales, porque hacen al hombre libre de contemplar el Cielo para el que ha sido creado”.

  El Papa estructuró su discurso en dos partes: “Miramos al cielo”, y “Caminamos en la tierra”, y había comenzado sus palabras ahondando en el “lugar bendito” de Ur, que “nos remite a los orígenes, a las fuentes de la obra de Dios, al nacimiento de nuestras religiones. Aquí, donde vivió nuestro padre Abrahán, nos parece que volvemos a casa. Él escuchó aquí la llamada de Dios, desde aquí partió para un viaje que iba a cambiar la historia. Nosotros somos el fruto de esa llamada y de ese viaje”.

“Y hoy nosotros, judíos, cristianos y musulmanes, junto con los hermanos y las hermanas de otras religiones”, añadió el Vicario de Cristo, “honramos al padre Abraham del mismo modo que él: miramos al cielo y caminamos en la tierra”

Daewood y Hasan, cristiano y musulmán

Todos los testimonios ofrecidos en el Encuentro fueron emotivos. El Papa se refirió a algunos de ellos. Por ejemplo, dijo, “me impactó el testimonio de Dawood y Hasan, un cristiano y un musulmán que, sin dejarse desalentar por las diferencias, estudiaron y trabajaron juntos. Juntos construyeron el futuro y se descubrieron hermanos. También nosotros, para seguir adelante, necesitamos hacer juntos algo bueno y concreto. Este es el camino, sobre todo para los jóvenes, que no pueden ver sus sueños destruidos por los conflictos del pasado”.

Najy salvó a su vecino musulmán 

“La señora Rafah nos contó el ejemplo heroico de Najy, de la comunidad sabea mandea, que perdió la vida intentando salvar a la familia de su vecino musulmán. ¡Cuántas personas aquí, en el silencio y la indiferencia del mundo, han emprendido caminos de fraternidad!!”, exclamó el Papa.

Rafah relató también los sufrimientos indescriptibles de la guerra, continuó el Santo Padre, que ha obligado a muchos a abandonar casa y patria en busca de un futuro para sus hijos. “Gracias, Rafah, por haber compartido con nosotros la voluntad firme de permanecer aquí, en la tierra de tus padres. Que quienes no lo lograron y tuvieron que huir encuentren una acogida benévola, digna de personas vulnerables y heridas”, añadió el Papa.

   El Romano Pontìfice citó asimismo a “los jóvenes voluntarios musulmanes de Mosul, que ayudaron a reconstruir iglesias y monasterios, construyendo amistades fraternas sobre los escombros del odio, y a cristianos y musulmanes que hoy restauran juntos mezquitas e iglesias”, y al profesor Ali Thajee, “que nos ha contado sobre el regreso de peregrinos a esta ciudad”.

“Es importante peregrinar hacia los lugares sagrados, es el signo más hermoso de la nostalgia del Cielo en la tierra. Por eso, amar y proteger los lugares sagrados es una necesidad existencial, recordando a nuestro padre Abrahán, que en diversos sitios levantó hacia el cielo altares al Señor”.

El Vicario de Cristo realzó las palabras finales de su alocución en Ur: “queremos comprometernos para que se realice el sueño de Dios: que la familia humana sea hospitalaria y acogedora con todos sus hijos y que, mirando el mismo cielo, camine en paz en la misma tierra”.

Zoom

El Papa en Erbil junto a la imagen restaurada de la Virgen María

Francisco rezó ante la imagen de la Virgen María restaurada durante la Misa en Erbil. El ISIS la decapitó y le cortaron las manos. La restauración volvió a colocar la cabeza, pero dejó las manos colgando.

Omnes·6 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Laicidad, religión y libertad

La laicidad tal como la entienden las democracias avanzadas, no es una religión, sino una actitud del Estado ante el fenómeno religioso.

5 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

El ministro de Cultura y “secretario de laicidad” del Partido Socialista ha remitido recientemente una carta a las ejecutivas provinciales del partido bajo el lema “laicidad, religión de la libertad”.

El documento se ha dado a conocer en diversos medios de comunicación. Debo reconocer que como eslogan suena bien. A la vez, como muchos eslóganes, encierra en pocas palabras equívocos, simplificaciones y contradicciones. En este breve comentario me referiré a tres de ellos. 

En primer lugar, entender la laicidad como religión. Los ilustrados del Siglo XVIII, empezando por Rousseau, propusieron la laicidad como religión civil, con unos dogmas fijados por el gobernante, que los revolucionarios franceses pretendieron imponer a toda la sociedad mediante la violencia. Esta religión laica se ha manifestado en diversos momentos históricos como intolerante (así la diseñaron Proudhon, Marx, Feuerbach, entre otros), porque se entiende como la única verdadera. 

Afortunadamente la laicidad tal como la entienden las democracias avanzadas, no es una religión, sino una actitud del Estado ante el fenómeno religioso. Laicidad es ante todo neutralidad. La neutralidad no es equidistancia entre creer y no creer.

Consiste más bien en respetar y no tomar partido ante las distintas creencias y estilos de vida que los ciudadanos decidan seguir. Desde la neutralidad no cabe promover una política basada en una concreta religión, ni siquiera la civil, con la intención de imponerla a todos mediante las leyes. 

La segunda falacia de esta laicidad entendida como “religión civil” es su pretensión de ser la única verdaderamente libre. ¿Desde cuándo la libertad es monopolio de alguien? Ni es más libre el laico que el creyente; ni deja de ser tan esclavo el laico -como puede llegar a serlo el creyente- cuando pretende convertir sus dogmas en dogmatismos. La libertad, sencillamente, no es patrimonio de nadie más que del ser humano que no abdique de ella. 

En tercer lugar, quien convierte la laicidad en religión, acaba cayendo en un discurso demagógico e inconsistente que, mientras propugna la laicidad como “antídoto frente al monismo de valores, el fanatismo o el dogmatismo”, trata de imponer a todos una sola visión (su visión) del mundo.

Un mundo en el que Dios no cuente nada, o casi nada. Un mundo en el que no molesta que haya cierta apariencia de pluralidad, siempre que ninguna de esas otras religiones contradiga los dogmas de la religión civil. 

El autorMontserrat Gas Aixendri

Catedrática en la Facultad de Derecho de la Universidad Internacional de Cataluña y directora del Instituto de Estudios Superiores de la Familia. Dirige la Cátedra sobre Solidaridad Intergeneracional en la Familia (Cátedra IsFamily Santander) y la Cátedra Childcare and Family Policies de la Fundación Joaquim Molins Figueras. Es además vicedecana en la Facultad de Derecho de UIC Barcelona.

Mundo

El Papa a los católicos de Irak: «Construid puentes para que todos sean uno»

El Papa Francisco ha llamado a la fraternidad, a la reconciliación y a ser constructores de paz, en el encuentro que ha mantenido con una representación de católicos en Baghdad.

David Fernández Alonso·5 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 7 minutos

El Papa Francisco llegó a la Catedral Siro-Católica en torno a las 15.00 horas, donde era recibido por algunos fieles congregados en los alrededores del templo con aplausos, que mostraban gran afecto y alegría. En la catedral tendría lugar el encuentro con obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, seminaristas y catequistas.

La catedral Nuestra Señora de la Salvación es la sede de la archieparquía siro-católica de Baghdad y ha sido objeto de dos atentados terroristas. Uno de ellos, en octubre de 2010 fue especialmente grave, perpetrado por el autodenominado Estado Islámico, donde murieron asesinadas 48 personas, dos de ellos sacerdotes.

Afecto y gratitud

Tras los saludos del Patriarca de Antioquía de los Sirios Ignacio Youssef III Younan y del Cardenal Louis Raphaël Sako, Patriarca de Babilonia de los Caldeos, Presidente de la Asamblea de los Obispos Católicos de Irak, el Papa inició sus palabras.

El Santo Padre comenzó su discurso manifestando su afecto por toda la comunidad iraquí. «Los abrazo a todos con paternal afecto. Doy gracias al Señor que en su providencia nos ha permitido hoy este encuentro. Agradezco a Su Beatitud el Patriarca Ignace Youssif Younan y a Su Beatitud el Cardenal Louis Sako por las palabras de bienvenida».

El recuerdo por las personas que han sido víctima de los atentados no ha faltado, ya que el Papa hizo una mención especial aludiendo a esos lugares como «bendecidos por la sangre de nuestros hermanos y hermanas que aquí han pagado el precio extremo de su fidelidad al Señor y a su Iglesia. Que el recuerdo de su sacrificio nos inspire para renovar nuestra confianza en la fuerza de la Cruz y de su mensaje salvífico de perdón, reconciliación y resurrección. El cristiano, en efecto, está llamado a testimoniar el amor de Cristo en todas partes y en cualquier momento. Este es el Evangelio que proclamar y encarnar también en este amado país. Como obispos y sacerdotes, religiosos y religiosas, catequistas y responsables laicos, todos ustedes comparten las alegrías y los sufrimientos, las esperanzas y las angustias de los fieles de Cristo».

No reducir el celo apostólico

La pandemia ha agravado «las necesidades del pueblo de Dios y los arduos desafíos pastorales que afrontan. A pesar de todo, -continuó Francisco- lo que nunca se tiene que detener o reducir es nuestro celo apostólico, que ustedes toman de raíces muy antiguas, de la presencia ininterrumpida de la Iglesia en estas tierras desde los primeros tiempos».

Ante el virus del desaliento que parece rodear nuestro entorno, ha dicho, no debemos permitir que nos contagie. «El Señor nos ha dado una vacuna eficaz contra este terrible virus, que es la esperanza que nace de la oración perseverante y de la fidelidad cotidiana a nuestro apostolado. Con esta vacuna podemos seguir adelante con energía siempre nueva, para compartir la alegría del Evangelio, como discípulos misioneros y signos vivos de la presencia del Reino de Dios, Reino de santidad, de justicia y de paz».

«Cuánta necesidad tiene el mundo que nos rodea de escuchar este mensaje. No olvidemos nunca que Cristo se anuncia sobre todo con el testimonio de vidas transformadas por la alegría del Evangelio. Como vemos en la historia antigua de la Iglesia en estas tierras, una fe viva en Jesús es “contagiosa”, puede cambiar el mundo. El ejemplo de los santos nos muestra que seguir a Jesucristo «no es sólo algo verdadero y justo, sino también bello, capaz de colmar la vida de un nuevo resplandor y de un gozo profundo, aun en medio de las pruebas» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 167)».

Unidad en el dolor

El Santo Padre se ha unido al dolor y sufrimiento de los iraquíes de los últimos tiempos. «En las últimas décadas, ustedes y sus conciudadanos han tenido que afrontar las consecuencias de la guerra y de las persecuciones, la fragilidad de las infraestructuras básicas y la lucha continua por la seguridad económica y personal, que a menudo ha llevado a desplazamientos internos y a la migración de muchos, también de cristianos, hacia otras partes del mundo. Les agradezco, hermanos obispos y sacerdotes, por haber permanecido cercanos a su pueblo, sosteniéndolo, esforzándose por satisfacer las necesidades de la gente y ayudando a cada uno a desempeñar su función al servicio del bien común.

Además, les ha animado a seguir con esmero la labor educativa y caritativa «de sus Iglesias particulares, que representan un valioso recurso para la vida tanto de la comunidad eclesial como de la sociedad en su conjunto. Los animo a perseverar en este compromiso, para garantizar que la Comunidad católica en Irak, aunque sea pequeña como un grano de mostaza (cf. Mt 13,31-32), siga enriqueciendo el camino de todo el país».

La diversidad y la unidad

Como no podía ser de otra manera, el Papa también ha hecho un llamamiento a la fraternidad: «El amor de Cristo nos pide que dejemos de lado todo tipo de egocentrismo y rivalidad; nos impulsa a la comunión universal y nos llama a formar una comunidad de hermanos y hermanas que se acogen y se cuidan unos a otros (cf. Carta enc. Fratelli tutti, 95-96). Pienso en la familiar imagen de una alfombra. Las diferentes Iglesias presentes en Irak, cada una con su ancestral patrimonio histórico, litúrgico y espiritual, son como muchos hilos particulares de colores que, trenzados juntos, componen una alfombra única y bellísima, que no sólo atestigua nuestra fraternidad, sino que remite también a su fuente. Porque Dios mismo es el artista que ha ideado esta alfombra, que la teje con paciencia y la remienda con cuidado, queriendo que estemos entre nosotros siempre bien unidos, como sus hijos e hijas».

Francisco animó, recordando las palabras de san Ignacio de Antioquía: «Que nada haya en vosotros que pueda dividiros, […] sino que, reunidos en común, haya una sola oración, una sola esperanza en la caridad y en la santa alegría» (Ad Magnesios, 6-7: PL 5, 667). Qué importante es este testimonio de unión fraterna en un mundo a menudo fragmentado y desgarrado por nuestras divisiones. Todo esfuerzo que se realice para construir puentes entre la comunidad y las instituciones eclesiales, parroquiales y diocesanas servirá como gesto profético de la Iglesia en Irak y como respuesta fecunda a la oración de Jesús para que todos sean uno (cf. Jn 17,21; Ecclesia in Medio Oriente, 37).

Las palabras a los pastores y fieles, sacerdotes, religiosos y catequistas incidieron en que las tensiones que surgen «son nudos que llevamos dentro de nosotros; por lo demás, somos todos pecadores. Pero estos nudos pueden ser desatados por la Gracia, por un amor más grande; se pueden soltar por el perdón y el diálogo fraterno, llevando pacientemente los unos las cargas de los otros (cf. Gal 6,2) y fortaleciéndose mutuamente en los momentos de prueba y dificultad».

Acompañemos a los pastores

A continuación ha querido dirigirse especialmente a sus «hermanos obispos. Me agrada pensar en nuestro ministerio episcopal en términos de cercanía, es decir, nuestra necesidad de permanecer con Dios en la oración, junto a los fieles confiados a nuestro cuidado y a nuestros sacerdotes. Sean particularmente cercanos a sus sacerdotes. Que no los vean como administradores o directores, sino como a padres, preocupados por el bien de sus hijos, dispuestos a ofrecerles apoyo y ánimo con el corazón abierto. Acompáñenlos con su oración, con su tiempo, con su paciencia, valorando su trabajo e impulsando su crecimiento. De este modo serán para sus sacerdotes signo visible de Jesús, el Buen Pastor que conoce sus ovejas y da la vida por ellas (cf. Jn 10,14-15)».

Y ya volviendo a dirigirse a todos los presentes, el Papa les ha animado a anunciar el Evangelio con valentía: «Todos ustedes han escuchado la voz del Señor en sus corazones, y como el joven Samuel han respondido: «Aquí estoy» (1 S 3,4). Que esta respuesta, que los invito a renovar cada día, lleve a cada uno de ustedes a compartir la Buena Noticia con entusiasmo y valentía, viviendo y caminando siempre a la luz de la Palabra de Dios, que tenemos el don y la tarea de anunciar. Sabemos que nuestro servicio conlleva también una parte administrativa, pero esto no significa que debamos pasar todo nuestro tiempo en reuniones o detrás de un escritorio. Es importante que estemos en medio de nuestro rebaño y que ofrezcamos nuestra presencia y nuestro acompañamiento a los fieles de las ciudades y de los pueblos. Pienso en los que corren el riesgo de quedarse atrás, en los jóvenes, los ancianos, los enfermos y los pobres.

La estirpe del pueblo de Dios

«Cuando servimos al prójimo con entrega, -señaló Francisco- como lo hacen ustedes, con espíritu de compasión, humildad y amabilidad, con amor, estamos sirviendo realmente a Jesús, como Él mismo nos lo ha dicho (cf. Mt 25,40). Y sirviendo a Jesús en los demás, descubrimos la verdadera alegría. No se alejen del santo pueblo de Dios, en el que nacieron. No se olviden de sus madres y de sus abuelas, que los han “amamantado” en la fe, como diría san Pablo (cf. 2 Tm 1,5). Sean pastores, servidores del pueblo y no administradores públicos. Siempre con el pueblo de Dios, nunca separados como si fueran una clase privilegiada. No renieguen de esta “estirpe” noble que es el santo pueblo de Dios».

El Santo Padre no quiso terminar sin hacer mención a «nuestros hermanos y hermanas que murieron en el atentado terrorista en esta Catedral hace diez años y cuya beatificación está en proceso. Su muerte nos recuerda con fuerza que la incitación a la guerra, las actitudes de odio, la violencia y el derramamiento de sangre son incompatibles con las enseñanzas religiosas (cf. Carta enc. Fratelli tutti, 285). Y quiero también recordar a todas las víctimas de la violencia y las persecuciones, pertenecientes a cualquier comunidad religiosa.

El compromiso de construir la paz

«Mañana, -les ha anunciado Francisco- en Ur, encontraré a los líderes de las tradiciones religiosas presentes en este país, para proclamar una vez más nuestra convicción de que la religión debe servir a la causa de la paz y de la unidad entre todos los hijos de Dios. Esta tarde quiero agradecerles su compromiso de ser constructores de paz, en el seno de sus comunidades y con los creyentes de otras tradiciones religiosas, esparciendo semillas de reconciliación y de convivencia fraterna que pueden llevar a un renacer de la esperanza para todos. Pienso particularmente en los jóvenes».

«En todas partes son portadores de promesa y de esperanza, y sobre todo en este país. De hecho, aquí no hay solamente un patrimonio arqueológico inestimable, sino una riqueza incalculable para el porvenir: ¡son los jóvenes! Son vuestro tesoro y hay que cuidarlo, alimentando sus sueños, acompañándolos en el camino y reforzando su esperanza. Aunque jóvenes, ciertamente, su paciencia ya ha sido puesta a prueba duramente por los conflictos de estos años. Pero recordemos que ellos —junto con los ancianos— son la punta del diamante del país, los mejores frutos del árbol. Depende de nosotros cultivarlos para el bien e infundirles esperanza».

Fieles a las promesas de Dios

El Papa quiso terminar recordando que «por el bautismo y la confirmación, por la ordenación o la profesión religiosa, ustedes fueron consagrados al Señor y enviados para ser discípulos misioneros en esta tierra tan estrechamente ligada a la historia de la salvación. Dando testimonio fielmente de las promesas de Dios, que nunca dejan de cumplirse, y buscando construir un nuevo futuro son parte de esa historia. Que vuestro testimonio, madurado en la adversidad y fortalecido por la sangre de los mártires, sea una luz que resplandezca en Irak y más allá, para anunciar la grandeza del Señor y hacer exultar el espíritu de este pueblo en Dios nuestro Salvador (cf. Lc 1,46-47)».

Mundo

“La diversidad religiosa, étnica y cultural es un recurso, no un obstáculo”

El Papa Francisco ya está en suelo iraquí. “Vengo como penitente que pide perdón al Cielo y a los hermanos por tantas destrucciones y crueldad. Vengo como peregrino de paz, en nombre de Cristo, Príncipe de la Paz”, diría al poco de llegar ante las autoridades del país.

Rafael Miner·5 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

Su avión aterrizó en el aeropuerto internacional de Bagdad a las 14.00 h. (hora de Irak), con lo que daba comienzo así a su 33 viaje apostólico internacional. En Bagdad, una larga alfombra roja y unas trompetas al fondo con El himno a la alegría, saludaban al Santo Padre. Una canción en sintonía con el lema del viaje: “Todos vosotros sois hermanos” (Mt 23,8). 

El primer ministro del país, Mustafá Al-Kadhimi, a los pies de la escalerilla del avión de Alitalia. recibió al Papa, y juntos se trasladaron a la sala VIP del aeropuerto donde tuvo lugar un encuentro privado y la foto oficial. El Papa regaló al primer ministro un tríptico, una medalla del viaje en plata y una edición especial de su Encíclica Fratelli tutti.

En el vuelo, el Papa había recordado con afecto a la mexicana Valentina Alazraki, decana de los vuelos con el Santo Padre, que no está en este viaje, y cuyo testigo ha recogido esta vez el norteamericano Philip Pulella. Antes de salir, Francisco pasó unos momentos con una docena de refugiados iraquíes, acogidos por la comunidad de Sant’Egidio y la cooperativa Auxilium, acompañados por el Limosnero Apostólico, cardenal Konrad Krajewski.

Fueron cuatro horas y media de vuelo, en los que se sobrevoló Grecia, Chipre, Palestina, Israel, Jordania y por último, parte de Iraq, hasta su llegada al aeropuerto de Bagdad. Como es tradición, el Pontífice envió telegramas a las autoridades de cada uno de los países sobrevolados. A bordo del avión, una imagen muy especial acompañó al Santo Padre durante el viaje: la Virgen de Loreto. “Este es un viaje emblemático”, dijo Francisco a los periodistas.“También es un deber para con una tierra atormentada por muchos años. Gracias por acompañarme”.

El presidente iraquí

Tras su llegada a Bagdad, el Papa Francisco se dirigió al Palacio Presidencial, donde tuvo lugar la ceremonia oficial de bienvenida. El presidente de la República de Irak, Barham Ahmed Salih Qassim, recordó que “nuestro mundo vive hoy desafortunadamente un tiempo de contraposiciones y en Oriente estamos perdiendo la aptitud al pluralismo”. “Este camino incita al terrorismo y a cometer atrocidades con pretextos que nada tienen que ver con el mensaje divino y esto es lo que amenaza nuestro futuroEs indispensable combatir las ideologías extremistas y arrancar las raíces del terrorismo”, añadía el presidente de la República, según cope.es

Derecho y protección a las comunidades religiosas

En su discurso a las autoridades, sociedad civil y cuerpo diplomático, el primero en suelo iraquí, el Papa aludió al proceso de reconstrucción del país, en un sentido moral de modo especial. 

“Sólo si logramos mirarnos entre nosotros, con nuestras diferencias, como miembros de la misma familia humana, podremos comenzar un proceso efectivo de reconstrucción y dejar a las generaciones futuras un mundo mejor, más justo y más humano”, manifestó el Papa. “A este respecto, la diversidad religiosa, cultural y étnica que ha caracterizado a la sociedad iraquí por milenios, es un recurso valioso para aprovechar, no un obstáculo a eliminar”, subrayó.

“Hoy, Irak está llamado a mostrar a todos, especialmente en Oriente Medio, que las diferencias, más que dar lugar a conflictos, deben cooperar armónicamente en la vida civil”, prosiguió el Papa en esta línea. “La coexistencia fraterna necesita del diálogo paciente y sincero, salvaguardado por la justicia y el respeto del derecho. No es una tarea fácil: requiere esfuerzo y compromiso por parte de todos para superar rivalidades y contraposiciones, y dialogar a partir de la identidad más profunda que tenemos, la de hijos del único Dios y Creador”.

En base a este principio, “la Santa Sede, en Irak como en todas partes, no se cansa de acudir a las Autoridades competentes para que concedan a todas las comunidades religiosas reconocimiento, respeto, derechos y protección. Aprecio los esfuerzos que ya se han realizado en esta dirección y uno mi voz a la de los hombres y mujeres de buena voluntad para que avancen en beneficio del país”.

El Papa rechazó el terrorismo, basado en ideas fundamentalistas, y recordó a la perseguida minoría yazidí. “En las últimas décadas, Irak ha sufrido los desastres de las guerras, el flagelo del terrorismo y conflictos sectarios basados a menudo en un fundamentalismo que no puede aceptar la pacífica convivencia de varios grupos étnicos y religiosos, de ideas y culturas diversas. Todo esto ha traído muerte, destrucción, ruinas todavía visibles, y no sólo a nivel material: los daños son aún más profundos si se piensa en las heridas del corazón de muchas personas y comunidades, que necesitarán años para sanar”. 

“Y aquí”, añadió, “entre tantos que han sufrido, no puedo dejar de recordar a los yazidíes, víctimas inocentes de una barbarie insensata y deshumana, perseguidos y asesinados a causa de sus creencias religiosas, cuya propia identidad y supervivencia se han puesto en peligro”.

“San Juan Pablo II ofreció oraciones y sufrimientos”

Hubo un momento de su discurso en el que el Papa pareció abrir más su corazón, y concretó varios llamamientos. En un momento dado, reveló: “¡Cuánto hemos rezado en estos años por la paz en Irak! San Juan Pablo II no escatimó iniciativas, y sobre todo ofreció oraciones y sufrimientos por esto. Y Dios escucha, escucha siempre. Depende de nosotros que lo escuchemos a Él y caminemos por sus sendas”.

La numeración de las expresiones que se citan a continuación no se encuentra en el discurso del PapaFrancisco, pero puede servir de orientación. Son pautas para trabajar por la paz, según sus palabras en el Palacio Presidencial iraquí: 

Primero. “Que callen las armas, que se evite su proliferación, aquí y en todas partes”.

Segundo. “Que cesen los intereses particulares, esos intereses externos que son indiferentes a la población local”.

Tercero. “Que se dé voz a los constructores, a los artesanos de la paz, a los pequeños, a los pobres, a la gente sencilla, que quiere vivir, trabajar y rezar en paz”.

Cuarto. “No más violencia, extremismos, facciones, intolerancias; que se dé espacio a todos los ciudadanos que quieren construir juntos este país, desde el diálogo, desde la discusión franca y sincera, constructiva; a quienes se comprometen por la reconciliación y están dispuestos a dejar de lado, por el bien común, los propios intereses”.

Quinto. “En estos años, Irak ha tratado de poner las bases para una sociedad democrática. A este respecto, es indispensable asegurar la participación de todos los grupos políticos, sociales y religiosos, y garantizar los derechos fundamentales de todos los ciudadanos. Que ninguno sea considerado ciudadano de segunda clase. Aliento los pasos que se han dado hasta el momento en este proceso y espero que consoliden la serenidad y la concordia”.

“Unidad fraterna”

En sus primeros discursos en Irak, el Papa Francisco ha empleado el término “unidad fraterna” en varias ocasiones. Así se expresó ante las autoridades, representantes de la sociedad civil y cuerpo diplomático, al recordar a los más vulnerables, y a quienes han sido víctimas de la persecución y del terrorismo. Son ideas que muy probablemente ampliará el Papa en el acto de Mosul el domingo.

“Una sociedad que lleva la impronta de la unidad fraterna es una sociedad cuyos miembros viven entre ellos solidariamente. ‘La solidaridad nos ayuda a ver al otro […] como nuestro prójimo, compañero de camino’. Es una virtud que nos lleva a realizar gestos concretos de cuidado y de servicio, con particular atención a los más vulnerables y necesitados. Pienso en quienes, a causa de la violencia, de la persecución y del terrorismo han perdido familiares y seres queridos, casa y bienes esenciales”.

“De una crisis se sale mejores o peores”

“Pero también pienso”, señaló Francisco, “en toda la gente que lucha cada día buscando seguridad y medios para seguir adelante, mientras que aumenta la desocupación y la pobreza. El ‘sabernos responsables de la fragilidad de los demás’ (Carta enc. Fratelli tutti, 115) debería inspirar todo esfuerzo por crear oportunidades concretas tanto en el ámbito económico y en el ámbito de la educación, como también en el cuidado de la creación, nuestra casa común”.

Y su concreción fue ésta: “Después de una crisis no basta reconstruir, es necesario hacerlo bien, de modo que todos puedan tener una vida digna. De una crisis no se sale iguales que antes: se sale mejores o peores. Como responsables políticos y diplomáticos, ustedes están llamados a promover este espíritu de solidaridad fraterna. Es necesario combatir la plaga de la corrupción, los abusos de poder y la ilegalidad, pero no es suficiente. Se necesita al mismo tiempo edificar la justicia, que crezca la honestidad y la transparencia”.

Mundo

La comunicación sobre inmigrantes y refugiados, entre la solidaridad y el miedo

En un evento celebrado en Roma, se ha estudiado la comunicación sobre la inmigración y los refugiados, que bascula entre la solidaridad con el fenómeno y sus aspectos positivos, y el miedo a las posibles consecuencias negativas.

Manuel Sánchez y Antonino Piccione·5 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 5 minutos

El evento está promovido por el Comité «Información, migrantes y refugiados» -a instancias de la Facultad de Comunicación de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, la Asociación ISCOM y la ONG Harambee Africa International- y ha tenido lugar el pasado martes 19 de enero. Se trata de una jornada de estudio y formación profesional para periodistas, una nueva oportunidad para centrarse en la problemática mediática y contribuir a una información más seria y respetuosa con la dignidad humana.

Se ha celebrado, vía streaming, con una especial atención a la ética y la deontología profesional. Es la segunda edición de la Jornada del 31 de enero de 2019, y ha contado con la participación de más de 50 personas entre académicos, informadores, responsables de organizaciones humanitarias y representantes de instituciones eclesiales y educativas. 

«Mostrar las motivaciones reales y profundas por las que tanta gente deja sus países en busca de un futuro mejor es una de las tareas de una información clara, seria y objetiva». Con estas palabras, el cardenal Augusto Paolo Lojudice, arzobispo de Siena y miembro de la Congregación para los Obispos, dirigió su saludo de apertura, recordando la importancia de contrarrestar las narrativas ideológicas con «la precisión de una comunicación sana e inteligente que permite mirar al futuro». 

Poner a la persona en el centro

Sobre ello reflexionó el padre Fabio Baggio, subsecretario de la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, para quien las deficiencias del panorama informativo actual son, en particular: «la fácil generalización, el uso de términos no adecuados (inmigrantes ilegales, ilegales, extracomunitarios) y los análisis apresurados». El Santo Padre, en su última encíclica Fratelli tutti, advierte contra el «narcisismo local», preocupado por crear muros defensivos, y nos invita a dialogar con todas las personas «porque las demás culturas no constituyen enemigos, de los que hay que defenderse, sino que son un reflejo diferente de la inagotable riqueza de la vida humana». 

Entre los aspectos problemáticos de la información del fenómeno migratorio, destaca la mera y estéril divulgación de cifras y datos por parte de la mayoría de los medios de comunicación («frías estadísticas»), descuidando a las personas y sus historias, cada una con una identidad y experiencia extraordinarias. Como es el caso de tres refugiados, el kurdo Nabaz Kamilla congoleña Myrra Muteba, y el maliense Moussa, cuyos testimonios acompañaron el debate, moderado por Donatella Parisi, responsable de comunicación del Centro Astalli, sobre la construcción social y la percepción de la inmigración. 

Frente a campañas hostiles y a la propaganda soberanista, es necesario dar voz a una Italia «que no se ve, que no se conoce», observó Mario Marazziti, de la Comunità di Sant’Egidio, autor del libro Porte Aperte (Puertas abiertas). «Un país que ha empezado ya a reconstruirse, precisamente en torno a la llegada de los refugiados que llegaron sanos y salvos gracias a los Corredores Humanitarios»: gente corriente, que trabaja en la acogida de estas personas y en su integración, a su propia costa, dedicando tiempo, dinero y recursos humanos. Se trata de una clave para hablar de «italianos» y de cómo construir un territorio más solidario.

La importancia de narrar el fenómeno en su complejidad

Aldo Skoda, profesor de Teología de la Pontificia Universidad Urbaniana, habló en su intervención de las enseñanzas de Gordon Allport, eminente psicólogo estadounidense, de cara a promover una comunicación llamada a salir de la visión negativa del otro, llena de estereotipos y prejuicios.

Skoda resumió las enseñanzas del psicólogo estadounidense en los siguientes puntos: «Destacar la igualdad de los migrantes y los nativos, ambos capaces de dialogar entre iguales; la importancia de la interacción cooperativa, con la narración de ejemplos de co-construcción de la sociedad en la que los migrantes y los refugiados tienen un papel como protagonistas, no sólo como usuarios; y un claro apoyo social e institucional que ponga de relieve la realidad como lo que es, huyendo del asistencialismo fácil». 

El problema, según reveló Fabrizio Battistelli, profesor ordinario de Sociología de la Universidad de la Sapienza, es que “los aspectos negativos son siempre más noticia que los aspectos positivos, por lo que se tiende fácilmente a dar la noticia más escandalosa; para llamar la atención se centran más en el aspecto de alarma, aun cuando no existe. Los medios llegan a transformar así el “riesgo” de inmigración en una auténtica “amenaza” que no menciona en absoluto los beneficios que se derivan de la migración. Es necesario, por tanto, informar del fenómeno en su complejidad, poniendo de relieve las ventajas y las desventajas. Ésta es la misión de políticos y de los medios, ofreciendo una comunicación no instrumental, que no busque únicamente recabar audiencia y votos”.

Escuchar al otro

Para el padre Camillo Ripamonti, presidente del Centro Astalli, una correcta percepción del fenómeno migratorio no puede prescindir de “cultivar la confianza recíproca entre los inmigrantes y los autóctonos y de promover una cultura del encuentro, con el objetivo de escuchar al otro, de ponerse en su lugar”: “conocer para comprender”-como dice el Papa Francisco. 

«Miles de estudiantes tienen cada año la oportunidad de escuchar -gracias a los encuentros promovidos por el Centro Astalli- los testimonios directos de hombres y mujeres que han vivido la experiencia del exilio o que son fieles a religiones diferentes a la nuestra». Centrarse en los jóvenes y en las escuelas italianas para sentar las bases de una sociedad en la que las diversidades étnicas, lingüísticas y religiosas se consideren una ventaja y no un obstáculo para nuestro futuro, se considera un punto de partida importante en este sentido.

El léxico del fenómeno migratorio

La reflexión final del encuentro se ha focalizado en el lenguaje y la deontología de la profesión periodística, temas introducidos por la periodista Irene Savio, coautora del libro Mi nombre es refugiado (Reportajes, 2016). Con el apoyo del Observatorio de Pavia, la Asociación Carta di Roma ha explorado el léxico del fenómeno migratorio desde el año 2013 al 2020. Ha hablado sobre ello su presidente, Valerio Cataldi: «En el 2013 la palabra símbolo era “Lampedusa”, teatro de naufragios y de acogida; en el 2014 “Mare nostrum”, la operación de salvamento en el mar de inmigrantes en el Canal de Sicilia; y, en el 2015, el día después de la muerte del pequeño Alan Kurdi, “Europa”, como respuesta europea a la llegada de inmigrantes y refugiados».

«En el 2016, el marco en el que se narra el fenómeno de la migración empieza a cambiar: son los “muros” la palabra clave y en el 2017 las «Ong», en las que se vierten sospechas y acusas de “desarrollar operaciones de búsqueda y de socorro en el mar con un objetivo económico”. En el 2018 la palabra clave es «Salvini» y en el año sucesivo es aún «Salvini», unido al de «Carola» (la migración ha pasado a ser un tema de encuentro y desencuentro político). La palabra clave en el 2020 es “virus”, en un panorama de alarma sanitaria donde se asocia la presencia de inmigrantes a posibles contagios».

Siguen estando presentes –ha subrayado Paolo 
Lambruschi, jefe de redacción del periódico Avvenire – “algunas de las palabras que han destacado el fenómeno de la migración: emergencia, invasión, desembarco, guetos, confines. Todas estas palabras sirven a un periodismo poco cuidado,– allí donde es esencial continuar a estudiar y profundizar-, que no se preocupa de entender ni de hacer comprender bien, ignorando el carácter global del fenómeno, sin investigar, por ejemplo, sobre los nuevos motores de la migración, gestionados por terroristas más allá del Mediterráneo y de la ruta de los Balcanes. Y dejando al margen proyectos de desarrollo así como las misiones humanitarias”.

Es necesario, también por parte de los medios de comunicación, presionar a Europa para que promueva canales legales de acceso, donde haya acuerdo de todos los países miembros, para “poner fin al tráfico de seres humanos, una plaga que no conoce pausa, afrontando con raciocinio el problema de los inmigrantes económicos”.

El autorManuel Sánchez y Antonino Piccione

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Mundo

Aram Pano, sacerdote iraquí: “Lo que Irak necesita es fraternidad”

“La visita del Santo Padre representa un gran desafío para aquellos que quieren destruir el país y va a mostrar los verdaderos valores del cristianismo”, ha manifestado el joven sacerdote iraquí Aram Pano, en un encuentro digital organizado por el Centro Académico Romano Fundación (CARF), con ocasión de la visita del Papa Francisco a Irak.

Rafael Miner·5 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 4 minutos

¡Gracias por invitarme a hablar con nuestros amigos de habla hispana! ¡Shlama o shina o taibotha dmaria saria ild kol!, que en arameo quiere decir ‘la paz, la tranquilidad y la gracia de Dios estén con todos ustedes’, saludó Aram, que estudió en el seminario de Bagdad filosofía y teología, y se ordenó sacerdote el 9 de septiembre de 2011.

Ahora, tras casi 10 años de sacerdote, Aram Pano, enviado por su obispo, está estudiando en Roma Comunicación Institucional en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz “porque el mundo necesita a cada uno de nosotros para contribuir a la evangelización. Y especialmente en esta época, para anunciar el evangelio, es preciso conocer la cultura digital y de la comunicación Tengo una gran esperanza en el futuro”.

Aram Pano ve la visita del Papa a Irak “en la óptica de la encíclica ‘Fratelli tutti’ (Hermanos todos) del Papa Francisco, pues esto es lo que mi país necesita: la fraternidad. Así que todos los cristianos de Irak esperamos que este viaje cambie algo”, afirmó en el encuentro online del CARF, una institución que está ayudando a numerosos sacerdotes, laicos, religiosos y seminaristas a ampliar sus estudios y formarse.

 El joven sacerdote cantó el Padre Nuestro en arameo, la lengua de Jesús e idioma común de mucha gente después de dos mil años, y explicó que “de hecho el arameo, en el dialecto siriaco de Oriente, es mi idioma maternal y la lengua de todos los habitantes de la zona donde yo nací, en el norte de Iraq, que se llama Tel Skuf, que quiere decir Colina del obispo. Está ubicada a unos 30 km de Mosul, la antigua ciudad de Nínive, en el corazón cristiano del país”.

“Posteriormente, ya en Basora, nuestro obispo me pidió que le acompañara en una misión pastoral a Misan, a unos 170 km. de Basora, donde había veinte familias cristianas, y allí surgió mi vocación”.

“Muchos problemas complicados”

 En cuanto a los problemas de Irak en la actualidad, Aram Pano observa “la falta de honestidad y de voluntad para reconstruir el país, los musulmanes que se han separado, el gobierno piensa más en ser leal con los países vecinos que en el bienestar de sus ciudadanos… No hay un problema sino muchos problemas complicados”. A su juicio, “la política, el servicio al ciudadano, no existen, porque está en las manos de otros de fuera de Irak. Sin embargo, el fruto de la obra de Dios no está en nuestro alcance y rezamos para que a través de este viaje se anuncien la paz, el amor de Cristo y la unidad para un pueblo que ya no puede más”.

Contexto interreligioso importante

El encuentro contó también con la participación del escritor italiano Gerardo Ferrara, experto en historia y cultura de Oriente Medio. “Es un momento histórico para todos los cristianos en el mundo, y sobre todo para este país”, manifestó Ferrara, quien explicó que el Santo Padre sigue “la huella” de san Juan Pablo II, que deseó comenzar el gran Jubileo de año 2000 peregrinando a Irak, “porque es la tierra de Abraham”, pero no pudo hacerlo, por la oposición primero de Estados Unidos y luego de Saddam Hussein.

“Abraham venia de Ur de los caldeos, y precisamente como cristianos, judíos y musulmanes, desde un punto de vista histórico y religioso, nos creemos todos descendientes de Abraham”, añadió el escritor.

Esta misma semana, el Papa subrayó, entre otros, este motivo del viaje: “Pasado mañana, si Dios quiere, iré a Irak para una peregrinación de tres días”, y “junto con los demás líderes religiosos, daremos un paso más en la hermandad entre los creyentes. El pueblo iraquí esperó a san Juan Pablo II, que no pudo acudir. No se puede decepcionar a un pueblo por segunda vez”, señaló Francisco.

En el encuentro del CARF, Gerardo Ferrara repasó la situación étnica y sociopolítica de Irak, “que es muy complicada”. Lo primero que hará el Papa es encontrarse con las autoridades del país, y celebrar una Misa en la catedral caldea (católica), de Bagdad. Luego irá a Ur. Una de las más antiguas ciudades del mundo. Donde tendrá lugar un encuentro interreligioso con judíos, cristianos y musulmanes”.

“Otro encuentro importante”, a juicio de Ferrara, “tendrá lugar con el gran Ayatollah Al- Sistani, que es el jefe de los chiíes iraquíes, que son la componente etnico-religiosa más importante del país, porque llegan al 60 por ciento de la población. Los musulmanes sunníes son un 35 por ciento, y luego están los cristianos, yazidíes, mandeos, y otras minorías”.

“Hermanos todos”

El experto italiano se refirió también, como el sacerdote Aram Pano, a este viaje como una visita enmarcada en el contexto de la encíclica ‘Hermanos todos’, y justamente la fraternidad es lo que más necesita este país. Los cristianos han pedido al Papa el encuentro con el ayatolláh Al-Sistani”, señaló Gerardo Ferrara en el coloquio del CARF.

En su videomensaje previo a su visita a Irak, el Papa Francisco ha manifestado: “Anhelo conocerlos, ver sus rostros, visitar su tierra, antigua y extraordinaria cuna de la civilización. Vengo como peregrino, como peregrino penitente, para implorar el perdón y la reconciliación del Señor después de años de guerra y terrorismo, para pedir a Dios el consuelo de los corazones y la curación de las heridas. Y vengo entre vosotros como peregrino de la paz, para repetir: “Todos sois hermanos” (Mt 23,8). (Mt 23,8). Sí, vengo como peregrino de la paz en busca de la fraternidad, animado por el deseo de rezar juntos y de caminar juntos, también con hermanos y hermanas de otras tradiciones religiosas, en el signo del Padre Abraham, que une a musulmanes, judíos y cristianos en una sola familia”.

España

Duni Sawadogo: «Recibir una educación cambió mi vida»

La Premio Harambee a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana,  ha ofrecido una rueda de prensa virtual en la que ha destacado su interés por impulsar el acceso a la educación universitaria científica entre las mujeres de su país.

Maria José Atienza·5 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

La Dra. Duni Sawadogo ha descrito parte de la tarea que la ha hecho merecedora del Premio Harambee a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana, en una rueda de prensa virtual que ha tenido lugar esta mañana y en la que ha destacado su interés por facilitar e impulsar el acceso a la educación universitaria científica entre las mujeres de su país.

El presidente de Harambee, Antonio Hernández Deus, ha destacado que la Dra. Sawadogo «ha roto un techo más de acero que de cristal al ganar su cátedra de Hematología y, más aún, con la formación de un equipo de investigación con otras mujeres, abriendo el camino de acceso de mujeres a la ciencia en su país. Sawadogo abre un camino con su trabajo y su ejemplo y más aun con su deseo de ayudar a otras personas”.

Por parte de los laboratorios Pierre Fabre, patrocinadores del Premio, Nicolas Zombre ha destacado la unidad en los valores que unen a estos laboratorios y su fundación con la ONG Harambee, cuyos premios patrocinan desde hace 5 años. Además ha puesto el acento en el importante trabajo de la Dra Sawadogo, especialmente en la lucha contra el tráfico de medicinas falsas, una de las lacras contra las que esta Fundación trabaja en el país a través de la financiación de centros médicos y formación de personas.

«Recibir una educación cambió mi vida»

La ganadora del Premio Harambee, Duni Sawadogo, ha expuesto tres puntos clave de la realidad africana en la que ella desarrolla su tarea: el reducido acceso de la mujer a una educación científica superior, el problema del tráfico ilegal de medicinas falsas y la incidencia de la drepanocitosis en la población africana.

Sawadogo ha comenzado señalado que «En África es muy fácil darse cuenta de la suerte que supone nacer en una familia u otra. En la misma calle hay chabolas y mansiones. Mis padres eran intelectuales y no tuve dificultades para acceder a una educación. Cuando veía chicas vendiendo frutas, que portaban en sus cabezas, por las carreteras, me preguntaba ‘¿por qué yo no? ¿por qué he tenido esta suerte?’.

La primera mujer catedrática de Hematología de Costa de Marfil es clara en este punto:»el simple hecho de recibir una educación cambió mi vida».

Según los datos, en Costa de Marfil sólo el 7,6% de mujeres accede a una educación universitaria. Ante esta realidad, Sawadogo decidió «hacer todo lo que podía con lo poco que tenía para ayudar a las mujeres a dedicarse a una carrera científica. Para ello, yo misma debía ser mejor profesional. Me presente a un concurso científico y saqué el número 1 en la sección de farmacia y me convertí en la primera mujer catedrática de mi país».

Tras esto, comenzó a formar un equipo de profesionales: «quise que fueran mujeres, lo que supuso más trabajo de mi parte. Además hubo que buscar un laboratorio de acogida, becas, dar conferencias…». Una tarea que tenía una base muy clara: «tenía que enseñar todo lo que había aprendido sin ocultar nada. A las chicas que trabajaban conmigo les hacía conscientes de sus capacidades pero también les exigía».

Todo ello, recuerda, sabiendo que tenía que «reconducir» muchas actitudes anquilosadas en sus alumnos: «un día, ya había comenzado la clase y llegó una alumna que era musulmana. Le pregunté por su retraso y me contestó que se había casado. Me di cuenta que tenia dos posibilidades: decirle que el futuro profesional era más importante pero la habría dejado mal, así que, pedí a la clase que le aplaudiera porque el matrimonio era muy importante y eso la animó a venir a clase».

Medicinas falsas y drepanocitosis

La Dra. Sawadogo se ha referido también al problema, extendido en África, con la venta, consumo y tráfico de medicamentos falsos. La OMS estima que unos 300.000 niños de menos de 5 años mueren en Africa por estas medicinas falsas o de baja calidad, al año. A esto se suma el lucrativo negocio del tráfico de estas medicinas falsas que generan «20 veces mas dinero que la heroína».

Por último, la Dra. Sawadogo ha explicado la incidencia de la drepanocitosis, una patología caracterítica de la raza negra que sufren unos 300 millones de personas en el mundo y que, sin un tratamiento adecuado conlleva una alta mortalidad infantil.

Los «sueños» de la Dra. Sawadogo

La Dra. Sawadogo se ha despedido compartiendo sus «sueños» para el futuro de África. Un futuro de paz e igualdad, un futuro que no obligue a sus compatriotas a jugarse la vida cruzando el Mediterráneo para tener un trabajo digno y un futuro en el que «pueda trabajar aquí en África en un laboratorio como los que he conocido en Europa». Además destacó que la tarea con la mujer en todo el mundo es clave porque es ella la que «da vida a la humanidad y humanidad a la vida».

España

«Más de 300.000 niños mueren al año en África por medicinas falsas»

Duni Sawadogo es la primera mujer catedrática de Hematología Biológica en Costa de Marfil. Su lucha contra las medicinas falsas y el tráfico de medicamentos y su trabajo en la promoción de las mujeres en la ciencia le han hecho merecedora del Premio Harambee a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana

Maria José Atienza·5 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

Con ocasión de la entrega del Premio Harambee a la Promoción e Igualdad de la Mujer Africana, Omnes ha entrevistado a la Catedrático de Hematología marfileña Duni Sawadogo, ganadora de este reconocimiento, con la que hemos hablado de su tarea como impulsora del acceso de la mujer a la educación universitaria, especialmente en el campo científico o el problema del tráfico de medicinas en África.

Sólo el 7,6% de las mujeres acceden a estudios universitarios en Costa de Marfil, en su caso, tiene un puesto relevante en un laboratorio universitario y forma parte del Comité de Dirección de la AIRP (Autorité Ivoirienne de Régulation Pharmaceutique). Además lleva adelante un proyecto para impulsar el acceso de la mujer a las carreras científicas ¿Cuál fue el comienzo de este proyecto?  

R.- Esta tarea se inicio en mi familia. Con padres intelectuales no tuve jamás ninguno impedimento de su parte respecto a los estudios. Mas tarde me di cuenta que, en eso, era una privilegiada. Decidí lanzarme a una carera universitaria y formar un equipo con muchas mujeres – aunque supusiera más trabajo – para devolver un poco lo que había recibido gratuitamente desde mi niñez. Así empezó esta tarea de educación de la mujer.

En muchos países, la brecha de acceso a la educación para las mujeres es aún grande, a veces por presiones tradicionales o familiares. En este sentido, ¿cómo disminuir esa brecha sin que se vean perjudicadas otras tareas, también importantes, como la atención o formación de una familia…etc.? 

R.- Hay que empezar por crear más escuelas secundarias en cada pueblo primero y después más universidades. De este modo, el hecho de ser escolarizada no se traducirá por una ruptura de los lazos familiares como se produce cuando una chica deja su familia para ir a otra ciudad para seguir estudiando. Esta es la razón por la que las familias rehúsan mandar sus hijas a los colegios después de la primaria. Si las mujeres están formadas, podrán decidir por ellas mismas lo que es importante en un momento dado: dar la prioridad a formar su familia o dedicarse de lleno a una carrera científica.

En Europa existe, de algún modo, la idea de que «hay que ayudar a África» imponiendo quizás, ciertos elementos occidentales o menospreciando algunos rasgos positivos de la idiosincrasia y tradiciones africana. ¿Cómo no caer en el paternalismo en estas tareas? 

R.- Me parece que tres factores intervienen en esta situación. El primero la globalización que trasmite al todo el mundo los valores de una minoría. El segundo el hecho que muchos medios informativos transmiten imágenes muy negativas de África, en las que sólo aparecen catástrofes naturales o la guerra. Así, todo lo que viene de este continente parece que no tiene mucho valor. En este contexto las soluciones vienen de los países del norte. El tercer factor es que algunos, o muchos, africanos que pertenecen a las elites intelectuales del continente tienen vergüenza de su origen. En realidad, conocen muy poco la historia, las realizaciones de sus antepasados, el valor de lo que es propio a este continente. Enseñando la verdad sobre África no caeremos en este paternalismo que se encuentra, tanto en Europa como en África.

Usted trabaja en el campo de la seguridad de las medicinas y la lucha contra las medicinas falsas y el tráfico de medicamentos ¿cuáles son los problemas principales de estas realidades? 

R.- El tráfico ilegal de medicinas falsificadas o de baja calidad es problema mundial y muy complejo. Este tráfico ilegal de medicinas es muy lucrativo. Se supone que genera 20 veces más dinero que la venta de heroína. Se calcula que la inversión de 1.000 dólares produce 500 veces más. La OMS estima que alrededor de una de cada 10 medicinas que se venden pueden ser resultado de este tráfico. Este tráfico usa estrategias distintas según los continentes.

En Europa y América se trata de las medicinas vendidas por internet. Pero este tráfico es muy importante en el continente africano que fabrica solamente 2% de las medicinas que utiliza. En África estas medicinas se encuentran en la calle o en los mercadillos. En Abidjan, por ejemplo, se encuentra el mercado mas grande de medicinas ilícitas de África del Oeste. Estas medicinas vienen sobre todo de China y India.

La OMS estima que, cada año, unos 320.000 niños mueren en África por complicaciones relacionadas con la toma de medicación falsa o de baja calidad.

Mi país, Cote d’Ivoire y el Camerún pertenecen al grupo de países donde se fabrican medicamentos. Los antibióticos y antipalúdicos son las especialidades farmacéuticas más vendidas en el continente africano. Lo verdaderamente grave es que este tráfico ocasiona muchas muertes puesto que está en relación directa con la resistencia a los antibióticos y a los antipalúdicos y con una frecuencia mas elevada de insuficiencia renal.

La Organización Mundial de la Salud estima que, cada año, unos 320.000 niños mueren en África por complicaciones relacionadas con la toma de medicación falsa o de baja calidad. Se calcula que alrededor de 170.000 por neumonía infantil y 150.000 por el paludismo. Es por todos estos factores que este trafico ilícito es muy perjudicial.

Actualidad

Suecia: Un país «de vuelta» de la secularización

El Cardenal Anders Arborelius, Obispo de Estocolmo y miembro del Consejo de Economía de la Santa Sede será el ponente principal del Foro Omnes que se celebrará, de manera digital, el próximo miércoles.

Maria José Atienza·4 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

El 10 de marzo a las 19:00 h, tendrá lugar el I Foro Omnes de este año. El Cardenal Anders Arborelius, ocd , será el ponente de este primer encuentro, que se celebrará de manera digital y que se centrará el interés por el hecho religioso que se está dando en Suecia. El país nórdico vive un retorno hacia la fe desde la secularización impulsada por fenómenos como la inmigración o el descubrimiento de la fe en personas adultas.

Junto a él intervendrá el español Andrés Bernar, Vicario para la Evangelización de dicha diócesis. En el coloquio posterior se podrán realizar las preguntas que estime oportunas.

Cualquier persona puede asistir virtualmente al foro. La inscripción puede realizarse a través de este enlace.

Cardenal Ander Arborelius

El carmelita Anders Arborelius es el primer obispo sueco desde la Reforma. De familia luterana, se convirtió al catolicismo en su juventud e ingresó en la orden carmelita. Ordenado sacerdote en 1979, San Juan Pablo II lo consagró obispo en 1998 y en 2017, el Papa Francisco lo nombró Cardenal de la iglesia Católica. Un nombramiento que causó una gran alegría y admiración en su país, donde la revista Fokus lo eligió como «Sueco del año».

Es miembro del Consejo de Economía de la Santa Sede y del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos​ y en 2019 miembro de la Congregación para las Iglesias Orientales.

Iniciativas

10 minutos con Jesús: Un audio que habla de Jesús.

Sencillamente un audio de 10 minutos que habla de Jesús: eso es todo… Pero la iniciativa se ha extendido por todas partes, y los promotores calculan que lo usan unas 100.000 personas, y hay versionas en varios idiomas. Firmando con un bromista seudónimo, nos lo explica uno de los sacerdotes que lo promueven.

Ignoto Anónimez·4 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 6 minutos

La idea de 10 minutos con Jesús es muy sencilla: se trata de un audio de 10 minutos en el que se habla de Jesús. Lo sorprendente es que haya llegado a tantísima gente, sin que hayamos hecho ninguna labor de marketing pensada o anticipativa. Si ha funcionado, es porque la gente lo comparte. 

Es difícil calcular con precisión cuánta gente oye 10 minutos con Jesús, pero unas 60.000 personas lo reciben cada día por Whatsapp, unos 80.000 son los suscritos por Youtube, unos 13.000 están suscritos en iVoox, unos 10.000 en Spotify, etc. En todo caso, calculamos que lo oyen más de 100.000 personas. 

Una gran desproporción

Desde el principio nos ha sorprendido esa gran respuesta. Es enorme la desproporción entre lo que sucede y lo que hacemos. Si hay tantas personas que quieren escuchar esto, si nos llega información de tantas conversiones, si promueven tantos actos de amor dirigidos a Dios… es porque Jesús está ahí. Es muy poco lo que hacemos: en realidad, sólo hablar de Él diez minutos, grabarlo y transmitirlo por el mundo; y es muchísimo más lo que hace el Espíritu Santo, que es quien mueve a las almas.

Pienso que a las personas les sorprende escuchar el mensaje de Jesucristo explicado en un tono normal de habla, no en abstracto ni con un lenguaje excesivamente clerical, sino de manera natural, de modo que parece más bien que el sacerdote está contigo tomando una cerveza, pero hablándote de Jesús y haciendo oración, que en una iglesia.

Ayudar a rezar, y a querer rezar

La idea provino de un laico, no de un sacerdote; y más concretamente, de una madre de familia numerosa, profesora en el colegio Montespiño, en La Coruña, donde soy capellán. Tuvo una idea muy buena y se empeñó en sacarla adelante: quería grabar en formato audio las pláticas que dábamos en el colegio y enviarlas a los alumnos en el verano. Comenzamos de manera algo desordenada, dando una clave para que cada alumno escogiera la meditación que quisiera. Pero esa profesora también pensaba que, si a ella le servía, serviría también a sus amigas, y empezó a enviarlas diariamente a cien personas, que a su vez las repartían. Así empezó esto: como la espuma, descontroladamente. 

Nuestro deseo es tanto suscitar el deseo de hacer oración, como alimentar a los que quieren hacerla. Lo deseable es que los audios que grabamos no sólo gusten a quien ya está en la Iglesia, sino que el oyente, al ver que le sirve, se diga, por ejemplo: esto va a servir a mi hija, a mi hijo, que hace mucho que no va a la Iglesia y con esto puede conectar. Así nos gustaría que fueran todos los audios, aunque sea difícil conseguirlo siempre. En todo caso, no hablamos solamente para los que están, sino que queremos que deseen compartir lo que reciben. 

Un año después del verano en que empezamos en castellano, en concreto un 22 de agosto, empezó la versión en inglés; el portugués empezó el miércoles de ceniza del año pasado de 2020; a finales de verano de ese mismo año empezó el francés, y recientemente ha nacido la versión en alemán. Las llevan sacerdotes de los países donde se hablan esos idiomas.

Dos “tú”

El que predica es siempre un sacerdote, pero un sacerdote anónimo, porque nunca decimos nuestro nombre. Eso explica que firme este artículo con el nombre que solemos darnos bromeando entre nosotros. Solemos utilizar el Evangelio del día, pero no nos atamos a eso; a veces alguno se nosotros expone directamente algo que quiere decir y que sirve para conectar, una idea o algo que funciona, naturalmente siempre referido a Jesucristo, o a la Virgen, o a San José, especialmente en este año.

Intentamos trasladar al audio nuestro estilo de habla coloquial. No es fácil hacerlo cuando uno está solo grabando en la habitación; pero lo básico es que nos dirigimos a un único oyente, no a miles “que nos están escuchando”, a uno que va quizá con sus auriculares en el metro o quién sabe dónde. En el audio hay siempre dos personas: el sacerdote, que se dirige a Jesús y a esa persona concreta, está ante dos “tú”, un tú divino y un tú humano.

Yo me imagino idealmente que ese oyente concreto es una chica o un chico de los últimos años de la Universidad, con una base cristiana, pero que ha dejado de ir a Misa. Y su madre, que lo escucha, se dice: se lo voy a pasar a ver si, con la normalidad de este lenguaje, y de esta manera, vuelva a contactar. A veces el sacerdote te arranca una sonrisa o incluso una carcajada, lo cual también forma parte de los 10 minutos con Jesús, en función del carisma de cada sacerdote. Y en los textos se entremezclan muchos testimonios de personas, conversiones, anécdotas del día a día, y siempre el Evangelio. Todo mezclado, actualizado; todo vivo.

Los sacerdotes, los voluntarios y los oyentes

Ahora hacen 10 minutos con Jesús dieciséis sacerdotes (me refiero a la edición española), bastantes de ellos jóvenes, distribuidos por España. Tienen en común que entienden la santidad en medio del mundo, el encuentro con Dios haciendo las cosas naturales, normales, que hace cualquier persona común. Una buena parte son de la Prelatura del Opus Dei. Por supuesto, entre los santos que citamos hay muchos, pero cualquiera que escuche los audios puede percibir que está muy presente san Josemaría Escrivá, por ese espíritu de la santidad en medio del mundo.

Los medios técnicos son muy elementales, y los gastos son prácticamente nulos. Lo único que nos costó dinero ha sido la App, pero con la ayuda de la gente conseguimos pagarla en 24 horas, y con ella sus próximas actualizaciones. Fue una alegría lo bien que respondió la gente. No tenemos que pagar ningún sueldo, y todo se apoya en los voluntarios. ¿Cuántos son? No puedo precisarlo, pero cada uno de los 320 grupos de Whatsapp actuales es administrado por uno de ellos, y son voluntarios los que mantienen los canales de Youtube, la página web, o los de iVooxSpotifyInstagramFacebook, etc.

Hablar con Jesús de otra manera

Las reacciones que nos llegan de la gente que nos escucha son solamente la punta del iceberg. Recibimos muchos mensajes como este: “Yo he aprendido a hacer oración con vosotros. Soy cristiano de siempre, pero estos 10 minutos me han enseñado a hablar con Jesús de otra manera”. Estando en una reunión, se nos acercó una de las voluntarias y nos contó: “Yo llevaba alejada de la fe muchos años, sin aparecer por Misa y con cierta retranca para todo lo espiritual. No recuerdo quién me envió un audio, pero empecé a escucharlo todos los días, me enganché, y un día dije: ¿Y si voy a misa? Pues fui a Misa. Y como habláis con tanta frecuencia de la confesión, me conseguisteis ganar, y volví otra vez a la confesión. Y luego: pues me hago administradora de un grupo”. Tenía ganas de contar su historia. Ahora es una mujer cristiana, de misa habitual no solo los domingos, frecuenta los sacramentos, etc… 

Otra persona subía un puerto de montaña poco transitado, bajo la nieve y sin cadenas. Se quedó bloqueada mucho tiempo, y para combatir los nervios puso los 10 minutos con Jesús. Ese día se hablaba de los santos ángeles custodios, así que pidió a su Ángel Custodio que le arreglara el problema. Justo al terminar el audio apareció una máquina quitanieves.

También sabemos de personas que han tomado grandes decisiones de entrega a Dios a raíz de escuchar algún audio. Dios también mueve los corazones a través de lo telemático: el Espíritu Santo también funciona, sean cuales sean los medios.

Oración: la vida auténtica

Hacer oración es empezar a vivir la vida auténtica. La vida auténtica no es una vida solitaria. Y la oración permite precisamente vivir con alguien que me ama, que me conoce, que me lleva esperando mucho tiempo, y que me enseña quién soy yo. 

Vivir haciendo oración es saber quién eres, y descubrir algo que es una gozada, una maravilla, como lo descubrió san Agustín: yo estaba buscando a Dios por todas partes, y al final lo encontré dentro de mi. Les sucede a las personas que empiezan a hacer oración: hay una voz dentro de ellas que les dice: oye, yo estoy aquí, no estás solo, y estoy en el lugar más profundo de tu propia profundidad. Ahí se encuentra alguien que es Dios.A quien no sepa quién es Dios o cómo hacer oración, le animaría a que escuchase un audio de 10 minutos con Jesús que se titula: “Sólo para ateos”. Se encuentra fácilmente. Está pensada para el que no conoce a Dios, para el que quizá es ateo en su corazón, y es un ejercicio para poder dirigirse a Él por primera vez.

El autorIgnoto Anónimez

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Firmas invitadasMons. Celso Morga Iruzubieta

Laicidad positiva

El Arzobispo de Badajoz reflexiona sobre los conceptos de la laicidad y su visión sobre el papel de la religión en la sociedad a raíz de la misiva del político español José Manuel Rodríguez Uribes.

4 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Hay temas que son recurrentes y parece que nunca desaparecen de los foros de discusión. Asuntos que toman más viveza en determinados momentos y se decaen en otros, pero que en los dos últimos siglos están presentes, sobre todo en nuestra vieja Europa. Quisiera hablar de un concepto que me parece clave para entender la organización de la vida política y social: el concepto de “laicidad”.

Bien es verdad que ese debate al que me refiero nos ha ayudado a ir puliendo e integrando determinados aspectos, pero en la actualidad encontramos matices, incluso interpretaciones de fondo, que hacen pensar que cuando hablamos de laicidad, no todos hablamos de lo mismo.

La laicidad comprende en sí misma libertad, respeto y tolerancia.

Entender bien el concepto de laicidad supone, al menos desde el punto de vista de la Iglesia católica, que se tenga en cuenta, se respete y se valore la pretensión del cristianismo, y por tanto de la misma Iglesia católica, de ser, también para la comunidad política democrática, una fuente y garantía de valores humanos fundamentales derivados de concebir al ser humano como “imagen y semejanza de Dios”.

Estado laico, no laicista

El Estado laico, evidentemente, no está obligado ni tampoco está en condiciones de reconocer tal pretensión como verdadera; pero tampoco puede considerar como un ataque o una negación de la laicidad del Estado tal pretensión y no puede obstaculizar que la Iglesia quiera y se empeñe -democráticamente- para que dicha pretensión tenga presencia, espacio público e influencia en la sociedad. Si los dirigentes estatales manifestaran fastidio, molestia o intento de suprimir esa presencia pública demostrarían que ya no es una laicidad positiva la que los impulsa sino un laicismo beligerante. Esa postura dejaría traslucir idolatría de la política y del Estado; sería como una nueva religión con apariencia de libertad.

Nada en el pensamiento y la conducta humana es neutro. Toda institución se inspira, al menos implícitamente, en una visión del hombre, de la que saca sus referencias de juicio y su línea de conducta.

Si esa institución prescinde de la trascendencia se ve obligada a buscar en sí misma sus referencias y finalidades. Pero si esa institución rechazara, se cerrase completamente o no admitiera otros criterios sobre el hombre y su destino, podría caer fácilmente en un poder totalitario, como muestra la historia (cfr. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 2244).

Nada en el pensamiento y la conducta humana es neutro. Toda institución se inspira, al menos implícitamente, en una visión del hombre

La Iglesia católica pide a sus fieles laicos que trabajen para que la gestión política y social, mediante las leyes civiles y las estructuras de gobierno, sean conformes a la justicia y que, en la medida de lo posible, tales leyes y estructuras favorezcan, más que obstaculicen, la práctica de las virtudes humanas y cristianas; pero también la Iglesia pide a sus fieles laicos que distingan los derechos y deberes que les conciernen por su pertenencia a la Iglesia y los que les competen en cuanto miembros de la sociedad humana; que traten de conciliarlos entre sí, teniendo presente que, en cualquier asunto temporal, deben guiarse por su conciencia cristiana (cfr. Lumen Gentium, n. 36).

Si el Concilio Vaticano II hace referencia a ese “esfuerzo de conciliación” quiere decir que van a encontrar dificultad; que el cristiano o la cristiana nunca va a estar plenamente a gusto con algunas de las leyes y estructuras de este mundo; pero también quiere decir que siempre se deben esforzar por mejorarlas, según su conciencia, intentando ejercitar su derecho democrático de influencia positiva y que el Estado laico debe, no solo respetar, sino favorecer positivamente dicho derecho facilitando su ejercicio, incluso mediante el reconocimiento de la objeción de conciencia.

El autorMons. Celso Morga Iruzubieta

Arzobispo de Mérida-Badajoz

Familia

«Las familias tienen que sentir el apoyo de la administración»

La jornada de expertos sobre demografía, organizada por The Family Watch puso de manifiesto la importancia de que las familias reciban apoyos reales que permitan el cambio de tendencia demográfico.

Maria José Atienza·4 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

La jornada de expertos sobre demografía, organizada por The Family Watch puso de manifiesto la importancia de que las familias reciban apoyos reales que permitan el cambio de tendencia demográfico.

A pesar de las luces rojas que el descenso demográfico continuado que sufre la sociedad española lanza en temas como la sostenibilidad del sistema económico, la pérdida de calidad de vida o la falta de perspectivas de los más jóvenes no parece impulsar a las administraciones, empresas y organizaciones a un cambio de paradigma que facilite el desarrollo pleno de la vida familiar y una consiguiente estabilización de la pirámide demográfica.

Javier Díaz-Giménez, profesor ordinario de Economía en IESE Business School , Jacobo Rey, Director General de Familias, Infancia y Dinamización Demográfica de la Xunta de Galicia, y Conrado Giménez Presidente de la Fundación Madrina fueron los ponentes de «La demografía en España y la sostenibilidad del sistema», el encuentro zoom celebrado ayer por The Family Watch que trató desde distintos puntos de vista, Académico, Sociedad Civil y Administración diversos aspectos que afectan a este tema. 

La educación, clave

En palabras de Javier Díaz-Giménez, la educación es clave para revertir esta tendencia: “la situación demográfica en nuestro país no se solucionará sin una apuesta clara por la educación, que ayudará a la mejora de la calidad en el empleo, y como consecuencia de ello, en la sostenibilidad de las pensiones”.

Por su parte, Jacobo Rey desarrolló la Ley de Impulso Demográfica, una iniciativa para paliar la situación de natalidad en una de las comunidades más despobladas de Europa como es Galicia. Rey subrayó que “las familias tienen que sentir el apoyo de la administración desde todos los puntos de vista, conciliación, empleo, Familia, juventud, envejecimiento»…etc. En este sentido, María José Olesti, directora General de The Family Watch apuntaba que «necesitamos examinar por qué no tenemos suficientes niños y qué es lo que impide que los jóvenes tengan hijos; cuáles son los obstáculos en su camino y cómo podemos ayudarlos a superarlos».

Apoyo a las madres

Ante las dificultades con las que se están enfrentando muchas familias afectadas por una crisis económica de largo plazo, Conrado Giménez, presidente de Fundación Madrina, pidió un apoyo claro y efectivo las madres de familia con el objetivo de «paliar la pobreza materno-infantil que cada vez se está dando más en nuestro país”.

Entre las propuestas de las que se habló en esta mesa redonda destacan la ‘Flexiguridad’: flexibilidad en los horarios y en el espacio laboral y seguridad en el empleo, la corresponsabilidad y reconocer el valor de la maternidad desde el ámbito personal, económico, social y político. 

Mundo

El Papa a Irak: «Vengo a tu tierra como peregrino de la esperanza»

El Papa prepara su inminente viaje a Irak llamando a dejarse contagiar por la esperanza y a fortalecer la fraternidad "para construir juntos un futuro de paz".

David Fernández Alonso·4 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

A un día del comienzo histórico del viaje apostólico del Papa Francisco a Irak, ha querido enviar un mensaje en vídeo preparando su inminente llegada a la tierra de Abraham.

«Queridos hermanos y hermanas de Irak, ¡assalam lakum! [¡La paz sea contigo!]

Dentro de unos días estaré por fin entre vosotros. Anhelo conocerlos, ver sus rostros, visitar su tierra, antigua y extraordinaria cuna de la civilización. Vengo como peregrino, como peregrino penitente, para implorar el perdón y la reconciliación del Señor después de años de guerra y terrorismo, para pedir a Dios el consuelo de los corazones y la curación de las heridas. Y vengo entre vosotros como peregrino de la paz, para repetir: «Todos sois hermanos» (Mt 23,8). (Mt 23,8). Sí, vengo como peregrino de la paz en busca de la fraternidad, animado por el deseo de rezar juntos y de caminar juntos, también con hermanos y hermanas de otras tradiciones religiosas, en el signo del Padre Abraham, que une a musulmanes, judíos y cristianos en una sola familia.

Queridos hermanos y hermanas cristianos, que han dado testimonio de la fe en Jesús en medio de las pruebas más difíciles, os espero. Es un honor para mí encontrarme con una Iglesia martirizada: ¡gracias por su testimonio! Que los muchos, demasiados mártires que has conocido nos ayuden a perseverar en la humilde fuerza del amor. Todavía tenéis en vuestros ojos las imágenes de las casas destruidas y las iglesias profanadas, y en vuestros corazones las heridas de los vínculos rotos y los hogares abandonados.

No nos rindamos ante la propagación del mal: los antiguos manantiales de sabiduría de vuestras tierras nos guían hacia otra parte.

Deseo llevaros la caricia afectuosa de toda la Iglesia, que está cerca de vosotros y del atormentado Oriente Medio y os anima a seguir adelante. No permitamos que prevalezcan los terribles sufrimientos que has experimentado y que tanto me apenan. No nos rindamos ante la propagación del mal: los antiguos manantiales de sabiduría de vuestras tierras nos guían hacia otra parte, para hacer como Abraham que, aunque lo dejó todo, nunca perdió la esperanza (cf. Rm 4,18); y confiando en Dios, dio a luz una descendencia tan numerosa como las estrellas del cielo. Queridos hermanos y hermanas, miremos a las estrellas. Ahí está nuestra promesa.

Queridos hermanos y hermanas, he pensado mucho en vosotros en estos años, en vosotros que habéis sufrido tanto pero no habéis caído. A vosotros, cristianos, musulmanes; a vosotros, pueblos, como los yazidíes, los yazidíes, que han sufrido tanto, tanto; a todos vosotros hermanos, a todos vosotros. Ahora vengo a tu tierra bendita y herida como peregrino de la esperanza. De ti, en Nínive, resonó la profecía de Jonás, que evitó la destrucción y trajo una nueva esperanza, la esperanza de Dios.

Y en estos duros tiempos de pandemia, ayudémonos mutuamente a fortalecer la fraternidad, para construir juntos un futuro de paz.

Dejémonos contagiar por esta esperanza, que nos anima a reconstruir y a empezar de nuevo. Y en estos duros tiempos de pandemia, ayudémonos mutuamente a fortalecer la fraternidad, para construir juntos un futuro de paz. Juntos, hermanos y hermanas de todas las tradiciones religiosas. A partir de ti, hace miles de años, Abraham comenzó su viaje.

Hoy nos corresponde continuarla, con el mismo espíritu, caminando juntos por los senderos de la paz. Por eso invoco sobre todos vosotros la paz y la bendición del Altísimo. Y os pido a todos que hagáis lo mismo que Abraham: caminar con esperanza y no dejar nunca de mirar a las estrellas. Y les pido a todos que me acompañen en la oración. ¡Shukran! [¡Gracias!]»

Lección para el presente, luz para el futuro

La sociedad necesita jóvenes y adultos que conozcan la historia, las profundas y ricas raíces espirituales de nuestros pueblos.

3 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

En este momento, el sistema totalitario imperante en nuestra sociedad trata de desarrollar, sobre todo entre los jóvenes, la cultura del olvido, para que sólo vivamos del presente (presentismo), sin raíces y sin futuro.

Su pretensión es que la historia de las víctimas, de los empobrecidos que han hecho en silencio la solidaridad en la historia, de los militantes que lucharon por la implantación del Reino y su Justicia, no cuente a la hora de realizar otro mundo radicalmente diferente al suyo. Es necesario que la persona no se sienta parte de un proceso histórico, ni protagonista del mismo de forma asociada.

Se extiende una cultura de la autosuficiencia, del rechazo a ser educado por otro, de cualquier referente moral, del conocimiento de las experiencias liberadoras, del don de consejo del Espíritu Santo, de toda norma o moral que no sea la del imperio. Éste es el único a quien se le obedece y se le sigue.

reuerdos

Desde todos los sectores se fomenta una pérdida del sentido de la historia que divide y desorienta cada vez más. Se reavivan viejos conflictos que parecían ya superados, resurgen nacionalismos agresivos. Una idea de la unidad del pueblo y de la nación, penetrada por diversas ideologías, crea nuevas formas de egoísmo y de pérdida del sentido social enmascaradas bajo una supuesta defensa de los intereses nacionales. Lo que nos recuerda que «cada generación ha de hacer suyas las luchas y los logros de las generaciones pasadas y llevarlas a metas más altas aún. Es el camino.

El bien, como también el amor, la justicia y la solidaridad, no se alcanzan de una vez para siempre; han de ser conquistados cada día. No es posible conformarse con lo que ya se ha conseguido en el pasado e instalarse, y disfrutarlo como si esa situación nos llevara a desconocer que todavía muchos hermanos nuestros sufren situaciones de injusticia que nos reclaman a todos» (FT 11)

Son las nuevas formas de colonización cultural que en tantas ocasiones denuncia el Papa Francisco: “Un modo eficaz de licuar la conciencia histórica, el pensamiento crítico, la lucha por la justicia y los caminos de integración es vaciar de sentido o manipular las grandes palabras. ¿Qué significan hoy algunas expresiones como democracia, libertad, justicia, unidad? Han sido manoseadas y desfiguradas para utilizarlas como instrumento de dominación, como títulos vacíos de contenido que pueden servir para justificar cualquier acción”. (FT 14)

Nuestra sociedad necesita jóvenes y adultos que conozcan la historia, las profundas y ricas raíces espirituales de nuestros pueblos. Nuestra tarea de transformación del mundo no puede, ni debe, desconocer los resultados que otras acciones humanas han tenido para la vida del pueblo. La historia reflexionada es lección para el presente y luz para el futuro.

El autorJaime Gutiérrez Villanueva

Párroco en las parroquias de Santa María Reparadora y Santa María de los Ángeles, de Santander.

España

Prof. Torralba: «La voluntad se puede educar desde la infancia»

En un coloquio exclusivo para colaboradores de Omnes, el profesor Torralba subrayó que la clave de una buena educación de la voluntad es lograr que el "corazón sea el motor de la voluntad".

David Fernández Alonso·3 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

En la tarde del martes 2 de febrero, tuvo lugar un coloquio organizado por Omnes con el profesor Jose María Torralba. Se trata de los Diálogos Omnes, unos coloquios con autores o figuras relevantes, ofrecidos de manera exclusiva para los colaboradores, aquellas personas que apoyan económicamente el proyecto de Omnes (puedes conocer cómo formar parte aquí).

Jose María Torralba es profesor de ética y director del Instituto Core Curriculum de la Universidad de Navarra. El diálogo llevaba por título «Libertad y deseo en la educación de la voluntad«, y partía como base de una tribuna del propio autor publicada en Omnes, titulada «Voluntad como motor y voluntad como corazón«.

Un tema muy de moda

El diálogo comenzó con la intervención del moderador, Rafael Miner, redactor de Omnes, que presentó al profesor e introdujo el tema, «tan antiguo como la filosofía, aunque se ha puesto muy de moda en los últimos años». De hecho, apuntilló, que en la Universidad de Oxford están trabajando en un programa de liderazgo virtuoso. En otros puntos de Europa interesa y están trabajando en la educación del carácter desde una perspectiva aristotélica, de las virtudes.

Los objetivos que planteó el profesor Torralba, una vez le dio paso el moderador, fueron principalmente dos: por un lado, reflexionar sobre algunos rasgos de la capacidad humana de desear que llamamos voluntad; y por otro, situarnos para estar en condiciones de educarla mejor: en nosotros mismos y en los demás, para aquellos que se dedican a la educación.

Deseo y libertad

El profesor Torralba continuó identificando algunos conceptos iniciales, de los cuales cabe reseñar, por un lado, que la identidad se define con el deseo, por eso en la educación de la voluntad nos jugamos tanto. Por otro lado, esta tarea tiene que llevarse a cabo desde uno mismo. Podría decirse que se trata de autoeducación, donde el protagonista es uno mismo, y la libertad juega un papel fundamental.

Para ilustrar un clásico error en esta tarea, el hecho de que sea decisiva la fuerza de voluntad, se sirvió de un experimento con niños pequeños, el Marshmallow Test. Este experimento consiste en que a varios niños le ofrecen una golosina, y les dicen que si esperan unos minutos y aguantan sin comérsela le dan otra golosina adicional. En realidad, la lectura que se debe hacer de este ejemplo es que los niños actúan por lo que han aprendido en su familia, en su colegio o en su entorno.

Dos dimensiones de la voluntad

Por último, expuso las distintas dimensiones de la voluntad: la voluntad como «motor» y la voluntad como «corazón». Quiso subrayar que quizá la tradición de la que procedemos, cultural o religiosa, haya hecho mayor hincapié en la primera dimensión, en la voluntad como motor; cuando es importante un equilibrio entre las dos.

«La distinción sirve para explicar que el problema del voluntarismo espiritual consiste en reducir la función de la voluntad a ser motor, es decir, a la capacidad de realizar acciones correctas. Por su parte, el riesgo de entender la voluntad solo como corazón sería acabar en algún tipo de quietismo espiritual, como si no hiciera falta esforzarse para lograr el bien y crecer moralmente». 

Una vida lograda

El profesor Torralba concluyó con una propuesta y una clave. La propuesta, llegar a alcanzar una vida lograda. Y la clave, integrar las dos dimensiones, donde «una buena educación de la voluntad es aquella que consigue que el corazón sea el motor».

Mundo

Conoce el Irak que visitará el Papa de primera mano

Centro Académico Romano Fundación organiza un encuentro online el jueves 4 de marzo a las 20: 30h. para conocer el Irak que verá el Papa.

Maria José Atienza·3 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto


Con ocasión del inminente viaje del Papa a Irak, Centro Académico Romano Fundación ha organizado un encuentro digital en el que se podrá conocer la situación social, cultural y religiosa que se encontrará el Santo Padre, en el que será, el primer viaje de un Pontífice a este país.

El encuentro contará con la participación de Gerardo Ferrara, experto en historia y cultura de Oriente Medio así como escritor, traductor y versado comunicador gran conocedor de las relaciones internacionales y autor de numerosos artículos y libros en estos temas. 

Junto a él intervendrá el sacerdote iraquí Aram Pano de 34 años, que actualmente cursa la Licenciatura en Comunicación Social Institucional en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en Roma.

El encuentro tendrá lugar mañana 4 de marzo a las 20:30 h. y será retransmitido a través de Youtube. Para recibir el enlace de la convocatoria sólo es necesario inscribirse a través de la página del CARF

Vaticano

«Jesús nos demuestra en qué medida Dios es Padre»

En la audiencia de este miércoles, el Papa Francisco ha reflexionado sobre cómo gracias a Jesús, la oración nos abre al misterio inmenso de la Santísima Trinidad.

David Fernández Alonso·3 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

El Papa Francisco ha querido tratar en la audiencia de este miércoles, -desde la Biblioteca del Palacio Apostólico, retransmitida vía streaming- siguiendo con la catequesis sobre la oración, de un tema profundo, «cómo gracias a Jesús la oración nos abre de par en par al misterio inmenso de la Santa Trinidad, a las profundidades del Dios del Amor». De hecho, ha anunciado que también la semana que viene tratará la misma línea de la oración.

El Santo Padre ha querido apoyarse en los modelos de la Biblia, recordando que «nadie ha visto al Padre, ha sido Jesús quien nos lo ha revelado. Sin Él nuestra oración no sería capaz de alcanzar a Dios, ni siquiera seríamos dignos de mencionar su nombre. La Biblia nos da varios ejemplos de súplicas que Dios no aceptó, porque no todas las oraciones son buenas. Sin embargo, es Jesús que colma nuestro anhelo enseñándonos a orar.
Por eso, nos hace bien reconocer la pobreza de nuestra oración, como el centurión del evangelio.

Es Jesús el que colma nuestro anhelo enseñándonos a orar.
Por eso, nos hace bien reconocer la pobreza de nuestra oración, como el centurión del evangelio.

Dialogar con Dios es una inmensa gracia, teniendo en cuenta -continuó Francisco- «que «una palabra suya» basta para que seamos salvados. Nada hay en nosotros que justifique su amor, no hay proporción. Los antiguos filósofos a malas penas consideraban que fuera posible, con sacrificios y devociones, congraciarse con un dios mudo e indiferente».

Subrayando la figura de la paternidad de Dios, señaló que «Jesús, en cambio, con su vida, nos demuestra en qué medida Dios es Padre y que nadie es Padre como Él. Nos asegura que es el pastor que busca la oveja perdida, el padre misericordioso que sale al encuentro del hijo pródigo.

Jesús nos demuestra en qué medida Dios es Padre y que nadie es Padre como Él. Nos asegura que es el pastor que busca la oveja perdida, el padre misericordioso que sale al encuentro del hijo pródigo.

¿Qué dios estaría dispuesto a morir por los hombres?, ¿a amarlos siempre con paciencia, sin esperar nada a cambio? ¿Cómo podríamos siquiera concebir el abismo infinito del amor de Dios? ¿Cómo creer que ese mar de misericordia se habría extendido hasta llegar a la orilla de nuestra humanidad? Nosotros sólo podemos aceptarlo y comprenderlo gracias al misterio de la cruz».

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Mundo

Los datos de la Iglesia en Irak de cara al viaje del Papa

En Irak esperan al Papa casi 600.000 católicos. Los datos de cara al viaje apostólico del Santo Padre revelan la necesidad de atención pastoral para las personas que viven su fe en la tierra de Abraham. 

David Fernández Alonso·2 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Este viernes 5 de marzo, el Papa emprenderá un viaje histórico a Irak, ya que será la primera vez que un Pontífice visite la tierra de Abraham. Se trata de un viaje difícil el que el Papa tiene por delante, a un país devastado por guerras y terrorismo, donde quiere mostrar cercanía a los cristianos, fraternidad con las demás confesiones y apoyo a la reconstrucción del país.

Población y estructura eclesiástica

Irak tiene una superficie en km2 de 438.317, y una población de aproximadamente 38 millones de habitantes, de los cuales, 590 mil son católicos, que suponen 1,5 por cada 100 habitantes del país. Irak se organiza en 17 circunscripciones eclesiásticas, y cuenta con 122 parroquias y 12 centros pastorales.

DATO

590 mil

Son los católicos que hay en Irak

En Irak hay 19 obispos, 113 sacerdotes diocesanos y 40 sacerdotes religiosos. Además, es interesante que la Iglesia iraquí cuente con 20 diáconos permanentes. Los religiosos no sacerdotes son 8 y las religiosas son 365. También hay 4 misioneros laicos y 632 catequistas.

Indicadores de la carga pastoral

Por tanto, para que sirva de indicador de la carga pastoral, hay 3856 católicos por cada sacerdote, y un sacerdote por cada 100 personas implicadas en actividades de apostolado. Estos números manifiestan una necesidad grande de vocaciones sacerdotales, que puedan cubrir con garantía las necesidades pastorales.

DATO

153

Sacerdotes hay en Irak, y 19 obispos, para atender a casi 600.000 católicos.

De hecho, los números de seminaristas y vocaciones sacerdotales corroboran esta necesidad: en Irak hay 11 seminaristas menores y 32 seminaristas mayores, lo que supone 0,08 seminaristas mayores por cada 100.000 habitantes y 5,4 seminaristas mayores por cada 100.000 católicos. Unas vocaciones que, entre otras cosas, el Papa desea promover con su viaje.

Centros educativos

En el país existen 55 escuelas de educación primaria e infantil dirigidas por eclesiásticos o religiosos, con 5.464 alumnos. Las escuelas de educación secundaria, en cambio, son solamente 4, con 770 alumnos. Las instituciones de educación superior y universidades son 9, como la Universidad Católica de Erbil. Entre los nueve centros, hay 378 alumnos.

Por último, la Oficina Central de Estadística De la Iglesia también ha ofrecido algunos datos de centros caritativos y sociales a cargo de la Iglesia. Hay 7 hospitales, 6 ambulatorios, 5 residencias para ancianos y minusválidos, 10 orfanatos, un consultorio familiar y un centro de reeducación social.

España

El 32,15% de los contribuyentes marcaron la «x» a favor de la Iglesia

7.297.646 personas destinaron el 0,7 de los impuestos a la Iglesia en 2019. Supone un incremento de algo más del 5% con respecto al ejercicio anterior.

Maria José Atienza·2 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

La Conferencia Episcopal Española ha presentado los datos de la asignación tributaria registrados a favor de la Iglesia en la Declaración de la Renta de 2020, correspondiente a la actividad económica desarrollada en 2019.

7.297.646 personas marcaron la X a favor de la Iglesia Católica en la Declaración de la Renta, lo que supone, contando las declaraciones conjuntas, 8,5 millones de contribuyentes. Un número que supone 106.000 nuevas declaraciones en favor de la Iglesia en el ejercicio de 2019.

Incremento del 5%

Los datos ha sido dados a conocer esta mañana por la Conferencia Episcopal Española. Considerando que cada contribuyente que marca la X aporta de media 35,4 € a la Iglesia, el resultado se aproxima a los 301,07 millones de euros. Esto supone un incremento del 5,85% con respecto al año anterior, «lo que permitirá una ayuda más eficaz a las personas que más lo necesitan» como recoge la nota emitida por la CEE.

En esta nota de presentación de los datos, desde la Conferencia Episcopal Española se ha querido reseñar que la campaña de la renta «tuvo lugar coincidiendo con los meses más duros de la primera ola de la pandemia y con el esfuerzo de la Iglesia por multiplicar su presencia y su atención a los colectivos más perjudicados. Las 106.259 nuevas declaraciones que marcaron la X de la Iglesia, ponen de manifiesto el respaldo social y personal a la labor desarrollada por la Iglesia en este tiempo, y multiplican por cuatro el aumento de X en la Declaración de la renta del ejercicio anterior».

Datos por Comunidades autónomas

La cantidad recaudada a favor de la Iglesia crece en todas las comunidades autónomas sin excepción, y en trece de ellas, además, se constata también una subida del número de contribuyentes que marcan la X. El número de declaraciones aumenta sobre todo, en Andalucía, Madrid, Castilla la Mancha y Comunidad Valenciana. Por el contrario, País Vasco registra el mayor descenso.

Las regiones donde mayor porcentaje de personas decide colaborar con la X en la Declaración de la Renta al sostenimiento de la Iglesia son Castilla La Mancha (45,18%), La Rioja (44,77%), Extremadura (44,03%), Murcia (43,68%) y Castilla y León (42,3%). Casi la mitad de las declaraciones optan por sostener la labor de las entidades religiosas.

En el otro extremo, Canarias (25,6%), Galicia (24,7%) y Cataluña (16,9%) marcan las tasas más bajas de asignación.

Las cifras no manifiestan la crisis aún

Marca la X a favor de la Iglesia Católica no supone pagar más ni recibir menos dinero en la devolución, en el caso de que sea favorable.

A pesar de la crisis socioeconómica que atravesamos, la CEE ha querido destacar la generosidad de los españoles, aunque apunta estas «cifras no hacen visible todavía las consecuencias económicas de la situación de pandemia que se vive en España desde el primer trimestre de 2020«. Asimismo ha querido recordar que «esta aportación es decisiva para sostener la inmensa labor de la Iglesia, que, para seguir ayudando en esta crisis, necesita más que nunca la colaboración de todos«.

Labor de la Iglesia en pandemia

La nota recoge también el portal www.iglesiasolidaria.es en el que se recoge el trabajo de la Iglesia con los que sufren de manera especial por la situación ocasionada por la pandemia.

Educación

Llevar el Año de San José a las aulas

Una iniciativa interesante para trabajar el Año de San José en las clases de religión de diversas edades y etapas.

Javier Segura·2 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Las efemérides son siempre buenas oportunidades para que los educadores podamos trabajar nuestra asignatura de una forma diferente. Distinta porque, de entrada, le dan un aire nuevo, rompiendo –al menos aparentemente- el currículo habitual. Pero, además, permiten que los alumnos perciban la asignatura en conexión con lo que está viviendo y celebrando la sociedad. Por otra parte  es una buena ocasión para el trabajo interdisciplinar porque normalmente esa efeméride se puede iluminar desde puntos de vista distintos (historia, lengua, ciencias…) con mayor o menor incidencia de uno u otro según sea el acontecimiento celebrado, claro.

En el caso del año de San José que nos ha propuesto el papa Francisco rescato una iniciativa que puede ser de interés para docentes del área de Religión.

Partiendo de la canción ‘José, el de María’ de Jesús Morales (Chito), integrante del conocido grupo de música católica ‘Brotes de Olivo’, se ha preparado un video clip con dibujos de Ángel Ortiz, dibujante y profesor de Religión, y la animación de Milo Jiménez. Una canción fresca con unos dibujos amables y sugerentes que, seguro, encantará a los alumnos de distintas edades y que ha sido realizada para difundir la figura del santo carpintero.

Con esa canción base se han preparado distintos materiales didácticos (descárgalos aquí) que el profesor podrá utilizar y adaptar a sus clases. La maquetación ha sido realizada por Rubén Montero. El equipo pedagógico ha estado formado por Juana Sánchez, Montse Morell, Montse Aguilar y Gerardo Sánchez.

El reto para los educadores católicos es que este año de San José pueda tener una proyección real en el aula

Es un interesante material con unidades didácticas para los distintos niveles educativos, desde infantil a bachillerato e incluyendo material para los alumnos de educación especial, algo por desgracia no habitual en este tipo de trabajos. Además del video-clip de la canción se han incorporado diversos juegos (ruleta de palabras, memory, juego de la oca, tres en raya…) y una galería de cuadros relacionados con san José que sirven de apoyo para las unidades didácticas.

Seguro que surgen más iniciativas para trabajar esta figura a lo largo del año. El reto para los educadores católicos es que esta iniciativa del papa Francisco pueda tener una proyección real en el aula y que este referente universal llegue a las nuevas generaciones. Porque la tradición ha de estar viva y ha de actualizarse y ponerse en diálogo con cada generación si no queremos que se quede anquilosada, se convierta en material de museo y no sirva para la vida. Este material preparado por este grupo entusiasta de profesores, sin duda, es una buena aportación en esta dirección.

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España

«Hemos de plantear nuestra fe en un diálogo que no la empobrezca»

Los Delegados Episcopales y Directores de los Secretariados de Relaciones Interconfesionales, se reunieron, de manera telemática, los pasados 22 y 23 de febrero, para analizar la realidad del pluralismo religioso en España.

Maria José Atienza·2 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Estas XXX Jornadas, organizadas por la Subcomisión para Relaciones Interconfesionales, han tenido como telón de fondo el Documento sobre la Fraternidad humana por la paz mundial y la Convivencia común, firmado por el papa Francisco y el imán Al-Tayyen en Abu Dhabi el 4 de febrero de 2019, así como la última encíclica del Papa, Fratelli tutti.

Diálogo sin diluir la fe

Con esta premisa, los delegados han mostrado su preocupación por dar respuesta a la realidad de pluralismo religioso que existe en nuestro país y que ha de llevarnos a plantear nuestra fe en un diálogo abierto al “otro”, que, lejos de empobrecer o diluir la identidad católica, la enriquezca.

Entre los ponentes de estas jornadas se han contado el prof. D. Diego Sarrio, rector del Pontificio Instituto de Estudios Árabes e Islámicos (PISAI) en Roma, el prof. D. Gonzalo Villagrán, rector de la Facultad de Teología de Granada y Su Beatitud Mons. Pizzaballa, Patriarca latino de Jerusalén.

Además, se quiso afrontar el desafío del terrorismo yihadista, contando con expertos D. David Garriga y D. Said El-Gazhi, miembros de CISEG (Comunidad de Inteligencia y Seguridad Global). Asimismo, el prof. D. Francisco Díez de Velasco ofreció el mapa de la presencia budista en España.

Mundo

Fraternidad junto a una sencilla cena en familia

Las reuniones gastronómicas, permiten compartir ratos que pueden promover la fraternidad, la generosidad y la alegría. Nos lo cuenta Francisco Santiago, vicario de la parroquia Ntra. Sra. del Carmen, en el pueblo de Villalba, en Puerto Rico. 

Francisco Santiago·1 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 3 minutos

En una hermosa mañana en las montañas de Villalba llegaba de unas gestiones mañaneras y recibía de una feligrés su acostumbrado almuerzo sabatino para los Padres del pueblo.

Llevaría un sancocho

En el alegre diálogo previo a la entrega de los alimentos ella comentaba que llevaría un sancocho (un guiso muy típico que mezcla carnes de diversos tipos y tubérculos) a un rosario de novenario de un difunto. Además traía a colación que siempre llegaba temprano para ayudar a la familia a preparar los entremeses que se acostumbran ofrecer luego del novenario a quien participa: ¡qué importante este gesto!

Me hacía pensar cuánto sentido tiene para una familia hacer un obsequio, por sencillo que sea, a quien compárate con ellos en ese momento, en este caso un poco difícil. Pero no se circunscribe a momentos difíciles pues casi todos los momentos de la vida cristiana se sellan con una comida o por lo menos con un compartir algunos piscolabis. 

La jornada pascual de la familia

A raíz de todo esto recordaba una actividad que desarrollamos en la parroquia Santo Domingo de Guzmán del hermoso pueblo de Yauco, en la cual colaboré y que llevaba por nombre «jornada pascual de la familia». En dicha actividad perseguíamos, que alrededor de la mesa del comedor, se reuniera la familia de los hijos de Dios que peregrinaba en dicha comunidad y estrecháramos lazos de fraternidad cristiana dentro del espíritu del tiempo pascual.

 La actividad se llevaba a cabo una tarde de domingo en los predios de la iglesia parroquial que proveía todos los elementos: estacionamiento y el área al aire libre para preparar las mesas para la cena. Dentro de la iglesia teníamos la primera parte de nuestro encuentro, un rato de oración por todas la familias especialmente las de nuestra comunidad. Luego pasábamos al exterior donde debajo de unos flamboyanes y al fresco de la tarde había 30 mesas preparadas para acoger a todos. También estaba dispuesta, al fondo, una sencilla tarima para un rato de buena música. 

La tercera parte

Todos sentados comenzaba a servirse la cena que habían preparado un grupo de fieles junto al vicario parroquial. Con gran amor desde temprano trabajaban juntos para presentar a todos los que participaban una cena suculenta en la que había pan, arroz, carnes, ensalada y postre. Mientras los comensales degustaban los alimentos comenzaba la tercera parte de la actividad.

El párroco de la comunidad, que gozaba de dotes musicales, junto a feligreses de los diversos coros preparaba una selección musical para brindar un pequeño concierto a los que cenaban. La dinámica era verdaderamente agradable, unos bailaban y cantaban, los niños corrían jugando por los alrededores y todos pasaban una tarde de verdadera fraternidad junto al sencillo hecho de una cena en familia.

Esto es solo un ejemplo de como el hecho de compartir la comida brinda la oportunidad de confraternizar y estrechar los vínculos de familia. Aprovechemos cada oportunidad que nos regale el Señor para servir a los demás (cf. Lc 22, 27) en este pequeño detalle y por medio de este sencillo gesto crear y profundizar vínculos de familia cristiana.

El autorFrancisco Santiago

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De qué nos salva

1 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: < 1 minuto

Me comentaba un sacerdote que muchos no entienden hoy lo que significa “salvación”. Acostumbramos a decirlo sin pensar. Pero sin la ayuda de Dios,

  1. No alcanzamos el sentido de nuestra vida ni el del mundo. Dependen del Creador.
  2. No logramos la felicidad, sino solo momentos de satisfacción y dicha.
  3. No nos salvamos de la muerte.
  4. No nos libramos de las quiebras del pecado: de las rupturas entre razón y sentimientos o entre voluntad y pasiones. Tampoco podemos vencer el mal que hay en la sociedad, o hacer justicia en el mundo. Y no podemos resolver la distancia con la naturaleza, que a veces nos daña y otras maltratamos.
  5.  No amamos a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como nos ha mandado. No podemos ser realmente buenos.

Necesitamos la ayuda del Señor para conocer el sentido de la vida, alcanzar la felicidad, superar la muerte, arreglar nuestras quiebras morales y las del mundo; y vivir en serio los dos mandamientos de la caridad. Él nos da su perdón y su caridad con el Espíritu Santo; y una promesa de eternidad y felicidad. Eso es la salvación. 

El autorJuan Luis Lorda

Profesor Ordinario de Teología y Director del Departamento de Teología Sistemática de la Universidad de Navarra. Autor de numerosos libros de teología y vida espiritual.

La mentira original

¿Vivimos una sinceridad real, con nosotros y con aquellos que nos rodean? O, ¿tenemos miedo a enfrentarnos a la verdad de nuestro corazón?

1 de marzo de 2021·Tiempo de lectura: 2 minutos

Imaginemos un mundo donde nadie pueda mentir, no porque esté prohibido o sea inmoral, sino porque sus habitantes no tengan la capacidad intelectual de decir algo que no sea verdad. Es el argumento de “Increíble pero falso” en España o «La mentira original» en América (2009. Prime Video y Netflix). Los ciudadanos de este curioso universo se dicen lo que piensan sin freno de ningún tipo, aun a sabiendas de que sus opiniones puedan herir a su interlocutor –»ese vestido te hace gorda»– o serle perjudiciales, como en el caso de un ladrón que se ve obligado a dar su nombre real al ser sorprendido in fraganti. La publicidad también es increíblemente divertida con eslóganes como «Coca-Cola, un poco dulzona» o «Pepsi, cuando no tienen Coca-Cola». El nudo surge cuando el protagonista descubre, de repente, que puede decir mentiras, consiguiendo además que todo el mundo las crea pues allí nadie desconfía de nadie puesto que nadie miente. Haciendo uso de la sinceridad sin tapujos que propone la historia, diré que la película no es gran cosa, pero hace pensar.

Hace pensar en el mundo de mentiras que hemos creado para tapar nuestras vergüenzas como sociedad. Llamamos democracias a oligarquías dominadas por élites ideológicas y económicas; llamamos amor a relaciones de conveniencia; llamamos religión a ritos para tranquilizar nuestra conciencia pero que no nos implican…

En lo particular, nuestro verdadero rostro está oculto tras multitud de caretas. A veces, tras la de persona amable y bondadosa, se oculta alguien que juzga continuamente a su interlocutor y que finge ser atenta por pura estrategia en beneficio propio; otras, tras la de persona tímida, se esconde un soberbio que teme hablar para no desvelar que no es tan superior como él se cree.

Las mentiras con que nos rodeamos de cara a los demás se convierten en un problema cuando nos llegamos a convencer de ellas. Una imagen distorsionada de nosotros mismos nos hará vivir en un mundo paralelo, como el de la película, pero no real. Si me llego a creer que todo lo hago bien, todos los problemas que me rodean serán culpa de los demás: me divorcio, por culpa de mi mujer; defraudo, por culpa de Hacienda; trato mal a mis empleados, por su falta de interés…

Decir los pecados al confesor y cumplir la penitencia es relativamente fácil; lo difícil es enfrentarse sinceramente a la verdad que hay en nuestro corazón

En este tiempo de Cuaresma, se nos invita a un ejercicio muy útil para salir de la película que nos hemos podido montar en nuestra cabeza y recuperar el juicio. La sinceridad extrema que supone el examen de conciencia del sacramento de la reconciliación nos ayudará a quitarnos las máscaras ante nosotros mismos, porque a Dios no lo podemos engañar.

Decir los pecados al confesor y cumplir la penitencia es relativamente fácil; lo difícil es enfrentarse sinceramente a quiénes somos, a la verdad que hay en nuestro corazón, que es de donde salen los malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias (cfr Mt 15, 19).

Si después de mirarnos dentro honestamente, no hay dolor de corazón, es que seguimos en la mentira original. Hagamos propósito de enmienda.

El autorAntonio Moreno

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación y Bachiller en Ciencias Religiosas. Trabaja en la Delegación diocesana de Medios de Comunicación de Málaga. Sus numerosos "hilos" en Twitter sobre la fe y la vida cotidiana tienen una gran popularidad.